BS_1887_01

Ficha

BOLETÍN SALESIANO

Título
BS_1887_01
Descripción
Boletín Salesiano. Enero 1887
Fecha
1887.01
extracted text
Instruyó al pueblo y clivulg·ó todo lo que h tbía hecho. ~
No se engañaría mucho quien intentase ele atribuir
Buscó las doc.trinas útiles y escribió clol'u: nentos recprincipalmente ~ la prensa malvada, todos los males
tísimos y llenos de verdades. Las ¡:ia!;,J,,·as ele los ~ y la deplorable condicion de las cosas, á la cual
sabios son como punzas ó clavos, que l" netran profundamente, y nos fueron cladas median e nuestros ~-=- hen1os lleg-ado actualmente ... , los escritores católicos
deben con todas sus fuerzas volverla en bien de la
maestros 11or el ünico pastor.
sociedad.
(ECLESIASTÉS

XII, ), 10

y

ll)

--···--

~

(LEON

-~­

El peligro, Sto. Padre, está todo en 19. contínua
clifusion ele los libros infames; y para pon ·r un dique
á este mal inmenso, yo no veo otro remedio, que la fun- ~
dacion de una. imprenta Católica, puesta hr jo el pa.tro- ~
cinio de la Santa Sede. De esta manera , no hacién-~~
dose ~sperar nuestras respuestas, po~rém<>f con mayor ~
ventaJa descender al campo ele la hd y re; ponder con ~
feliz éxito á las provocaciones ele los :1¡ ?stoles del ~~
error.
( )ALES)
~

XIII)

--···--

;;;

La prensa periódica sometida á la autoridad jerárquica. revestida del espíritu de Jesucristo, viene á
ser un poder inmenso: ilumina, sostiene la verdad,
hace desapareeer el error, salva y civiliza; es cási
una forma de apostolado sublime.

-

(ALIMONDA)

~~~~~~-i~~~~~~

J--diBRERIA SALESIANA DE TURil\L
EN ESPAÑA -

11

I.Jibrr~d.a Salesiana, BARCELONA-SARRIA

LECTURAS CATÓLIC1~S DE BUENOS AIRES

ELj ~AT OL GOEN EL S1GLO
1

CONVERSACIONES F!IILIARES
DE UN P5~0fiE CON SU:~ HiJOS, REFERENTES Á LA REUG!ON
por el Sacerdote

BOSC
TRADUCIDO DEL ITALIANO AL CASTELLANO

lJOI"

el Dx--. P.. GiL
:¡;: r i m e r a ·Parte

Un tomito en.--32. -

2 pesetas· el ejemplar.

Nos es summnente gTato el anundar cks• e principios del presente año nuevo, este librito que fué el primero que
D. Bosco publicó en nuestras Lecturas C¡; ;;.; 'icas de Turin, y que ha sido tracluciclo al castellano y publicado recientemente en las de Buenos Aires. Es un li1il· > de oro, sumamente adaptado á Jos tiempos presentes en que á cada
paso tropezamos con personr.s ignorantes, il mergiclas en el error y neg·ando por consiguiente todas las verdades de
nuestra santa Religion Católica; por cuya ro '.On no poclemos menos que recomendarlo vivamente á nuestros Cooperadores y Cooperadoras, esperando nos ayudar!: :1 á divulgarlo, acogiéndolo con verdadero y singulr"r entusiasmo.
Asimismo les recomendamos la susc:ricioa i dichas "Lecturas Católicas , , ele cuyo objeto y condiciones pueden en·
tcrarse leyendo la pi.Ígina siguiente, como tu 1bien de los números que va.n ya publicados con sus correspondientes precios, en la última página.

LIBRERIA SALESIANA DE TURIN.
Librería Salesiana de Buenos-Aires y de Barcelona-Sarriá

PLAN

Y CONDICION DE
A' LAS

LECTURAS 'CATÓLICAS

f'

!

1o Esta publicacion se propone única y exclusivan1ente la enseñanza. '
y defensa de la Religion Católica, mediante la difusion de libros de estilo

sencillo, llanó y popular, adaptados á la inteligencia de todos. En la e. leccion de los opúsculos se preferirán siempre los que contengan instrucciones morales, narraciones amenas é historias edificantes, siempre que
se relacionen con la Religion Católica.
·
2o Todos los meses saldrá á luz un opúsculo de unas 130 páginas,
el que se enviará á los Sres. Suscritores.

3o
.PRECIO DE SUSCHICION (ADELANTADO)
. : 1 00
En Buenos-Aires: Un año peso m1n. . . .
. . . . . . . . 1 25
-- Provincias :
pesetas . . . . 8
» España
))
. . . . 7 50
>> Italia
4o Los Señores Suscritores, que quisieran constituirse centros de suscricion, recibiendo lO 6 1nás ejemplares, tendrán una notable rebaja
proporcionada á la cantidad.
. 5° Los pedidos y el precio de la suscricion se enviarán en Buenos
Aires á la .Direccion de las Lecturas Católicas en el Colegio Pio IX de
Artes y Oficios en ALMAGRO. En Salta, al R. S. D. Bernabé Piedrabuena,
en el Seminario Conciliar; en Montevideo, lla Librería Católica de Ramon Adzarias, calle 25 Mayo, 253; en España, Barcelona-Sarriá á la
Librería Salesiana; y en Italia, á la Librería Salesiana, Plaza de Maria
Sma. Auxiliadora. TURIN.

Sale una vez al mes.

ANO 11. ·N. 1.

ENERO 1887

BOLETI
Debemos ayudar á nuestros hermanos á fin de cooperar á la difusion de la verdad.
(m. S.

JUAN,

8)

Atiende á la buena lectura, á la exhortaoion y á la enseñanza.
(r.

TIM. IV.

13).

Entre las cosas divinas la más divina es la de cooperar con Dios
á la salvaoion de las almas.
(S. DroNrsro)

Un amor tierno háoia el p1·ójimo es
uno d..e los más grandes y excelentes dones, ·que la divina bondad
puede hacer á .los hombres.
(El Doct. S.
~

FRANC.

de

SALEs)

Cualquiera que reciba. á un niíio en
mi nombre, recibe á mi mismo. ~
(llfAT. XVIII,

5)

Os recomiendo la, niñez y la juven.tud; cultivad con grande empano la
edncaoion cristiana; propooionadles
libros que enseñen á huir el vicio
y á practicar la virtud.
(Pro IX)

Redoblad todas vuestras fuerzas pe.ra
retraer á la ninez y juventud de
las insidias de la corrupoion y de
la incredulidad y preparar de esta
manera una nueva generaoion.
(LEGN XIII)

DIRECCION en el OI•atorio Salesiano. - Calle Cottolengo N° 32, Turin (Italia) KE-

Carta de D. Bosco á los Cooperadores y
Cooperadoras. - La Mision Salesiana para la América.
- Carta del Colegio Pio de Villa Colon. - El cumplimento de un voto, 6 sea, la Consagracion de la Iglesia
del Sagrado Corazon de Jesús.

bras, sí que tambien debe pasar á las obras,
y por esto hemos de procurar que todos los
días del año, que hemos ya comenzado, sean
dias llenos de obras de piedad y de religion, dias llenos de obras de caridad y beneficencia, con el fin de propagar más y
más el reino de Jesucristo sobre la tierra,
de obtener la salvacion de un número mayor
CARTA DE DON BOSCO
de almas y sobre todo de salvar á miles y
á los Cooperadores y Cooperadoras. miles de niños pobres y· abandonados, que
se hallan en peligro de perderse eterna y
miserablemente.
Beneméritos Cooperadores y Cooperadoras :
Este es precisamente el trabajo al cual
La grande bondad de Dios, oh benemé- los salesianos, con vuestro auxilio, atendieritos Cooperadores y Cooperadoras, dignase ron durante todo el año que acaba de espitodavía concedernos el insigne favor de en- rar y al cual atenderán en el corriente ,
contrarnos en vida al principio del presente mediante. el auxilio de la divina gracia y
año nuevo, y á mí de escribiros esta carta vuestra cooperacion, que esperan no dismiy á vosotros de leerla; cuyo favor no fue nuirá jamás.
ciertamente concedido á muchos de nuesAunque por el Boletin Salesiano habreis
tros caros Cooperadores. Por mi parte doy podido ya enteraros en gran parte de las
infinitas gracias al Señor desde lo más ín- obras que se hicieron en el p. p. año 1886,
timo de mi corazon y suplico á todos vo- voy sin embargo, segun lo prescribe nuessotros hagais otro tanto, si aún no lo habeis tro Reglamento, á daros brevemente noticia
hecho, puesto que la gratitud y reconoci- de las principales, á fin de que podais formiento hácia Dios nuestro Señor por los maros más facilmente una pequeña idea,
muchos beneficios que nos concede, además de los frutos de vuestra caridad y coopede ser un deber, es tambien un medio efi- racion.
cacísimo para obtener sus gracias y benObras llevadas á eabo en el año 1886.
diciones.
Pero este nuestro reconocimiento y graUna de las obras que se efectuaron en el
titud no debe consistir solamente en pala- año pasado , de la cual no se ha hablado
SUMA.RIO. -

-2
hasta ahora, es la nueva casa que se abrió
en el pueblecito de Foglizzo, diócesis de
· Ivrea, destinada á recoger, instruir y formar maestros de artes y oficios, profesores,
catequistas y sacerdotes á fin de proveer
el necesario personal á las casas ya fundadas, comó tambien á las que más adelante deberán fundarse en Italia , España ,
Francia y otras partes.y particularmente á
las de nuestras Misiones de la América.
En la ciudad de Turin , en el bárrio de
S. Salvario , adquirióse una casa con un
espacioso patio y hermosa iglesia , donde
en los dias festivos reünense más de 300
niños de aquellos alrededores, para cumplir con sus prácticas de piedad, divertirse
por espacio de algunas horas en inocentes
juegos, lejos de los peligros que por todas
partes amenazan á su tierna é inexperta
edad.
En Borgo S. Martino , cerca de Casale
Monferrato, se terminó é inauguró al culto
divino la iglesia de S. Cárlos, que forma
un gracioso monumento no sólo del colegio
sino tambien del pueblecito.
En Faenza, en la Romanía, comenzóse á
levantar un nuevo edificio, para proveer á
las necesidades corporales y espirituales de
muchos niños de dicha ciudad y de sus
alrededores.
En Torrione, entre Ventimiglia y Bordighera, echóse mano de nuevo á los trabajos
de la iglesia de María Auxiliadora, bajo la
direccion del ilustre y caritativo ingeniero
Sr. Levrot, y en el corriente año esperamos de poderla dedicar al Señor.
·En Nizza Monferrato, no muy distante de
la Casa central de las hijas de María Auxiliadora, erigióse una parte de obra, la cual
permitirá aceptar á más de un centenar de
alumnos.
En Roma, la iglesia del Sagrado Corazon
se adelantó hasta el punto que h.abría poelide consagrarse ya en el pasado mes de diciembre, si el renombrado arquitecto seüor
D. Francisco Vespignani, que dirige aquellos trabajos, no hubiese pedido y obtenido
que se trasfiriese la solemne ceremonia para
el presente año, en memoria del glorioso
jubileo sacerdotal del Santo Padre Leon XIII.
Mas si bien dicha consagracion no pudo
·efectuarse, no dejó por esto de erigirse y
destinarse una gran parte del edificio á
uso de Hospicio y recoger ya en él á algunos niños internos y más ele 200 externos, que asisten á las escuelas, y de los cuales no dejamos ue abrigar las más bellas y
consoladoras esperanzas.

En Francia, además ele haberse conservado florecientes las Casas que allá tenemos de ambos sexos, f!!e agrandaron y ele
un modo maravilloso aumentaron el número de niños las de Paris y Lilla, y debido á la caridad de dos venerandas hermanas, abrióse una nueva casa en Guines,
cerca del paso del Calé, en pro de las niñas, dirigida por las Hijas de Maria Auxiliadora.
Por lo que toca á la España, me es sumamente grato participaras ele nuevo la
noticia, que á su tiempo os fué ya. comunicada, esto esJ que la generosidad de varias personas de aquella católica nacion
especialmente de la noble é ilustre ciudad
de Barcelona, nos ha suministrado medios,
con que poder echar mano á obras verdaderamente grandes. Pues además de habernos donado un espacioso terreno para ampliar el colegio ya existente en Sarriá , y
hacerlo capaz de recoger un número más
grande de niños ; además de haber atendido á los gastos de dicho engrandecimiento, se nos dió tambien en propriedad
gran parte de una vasta y alta montaña,
llamada el monte Tibi daba, con el fin de
elevar en su cumbre, un santuario en honor
del Sagrado Corazon de J esüs, con una casa
contigua. que deberá servir de seminario
para nuestras Misiones.
Además de esto debo tamhien comunicaros que en el mes de octubre, en el cual
celébrase la fiesta ele la Serafina del Carmelo , Teresa de Jesús , una de las santas
más ilustres y esclarec.idas de España, fundábase en el referido pueblo de Sarriá la
primera .casa de nuestras Hermanas, llamadas por una ele nuestrás más insignes
bienhechoras de alláJ la Excma. Señora Doüa
Dorotéa de Chopitéa, habiendo sido proveidas por ella y por otras caritativas Señoras, de casa, capilla y de todo lo necesario, como tambien acogidas por el Ilmo.
señor Obispo de Barcelona con una benevolencia, y bendecidas con una efusion de
corazon verdaderamente paternal.
Una obra digna tambien de particular
memoria es la expedicion de 24 Misioneros
y de seis Hijas de Maria Auxiliadora, que
se hizo últimamente para la América, expedicion, que para llevarla á cabo hube de
recurrir no solamente á vuestra caridad,
sino tambien á la de todas las personas
benévolas que pude conocer estarían dispuestas á ayudarme.
Seria demasiado prolijo si hubiese de referiros los adelantos hechos en las c~sas

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ya establecidas en Europa, de 'las obras comenzadas y que están concluyéndose en
varios sitios, y tambien de los consoladores
resultados morales y religiosos que se obtuvieron; por cuya razon creo más conveniente, pará mayor brevedad, dejar el viejo
y ocuparme del nuevo mundo , exponiéndoos algunas de las obras que se efectuaron
en la América.
Allá en la Repüblica Argentina se consagró con toda pompa y solemnidad la iglesia de S. Juan Evangelista, erigida en
uno de los barrios más poblados de Buenos
Aires. En la nueva ciudad llamada la Plata
adquirióse una casa y una iglesia, que debía
servir á los protestantes ; se bendijo y
dedicó al culto católico , y los salesianos
ocúpanse con buen suceso en instruir á los
jóvenes y viejos y preservarlos de los artificios y engaños de los herejes.
En Cármen de Patagones, se terminó la
iglesia parroquial que se había comenzado
á edificar algunos años hace, bajo la direccion del señor D. José Fagnano, y fué
ültimamente consagrada con grande solemnidad por el llmo. seíior Obispo Don Juan
Cagliero, Vicario apostólico de la Patagonia
sete u trional.
Pero lo que con mayor satisfaccion os
refiero, son los adelantos que nuestros Misioneros hicieron en la Patagonia. En su
parte más meridional é inmediato al Rio
Santa Cruz, se estableció una estacion, fa~
hricóse nna capilla, y los Salesianos ya trabajan dando á conocer á aquellos pobres
Indios á su Dios Creador , que lo ignoran
por cornpleto, y conservando en la fe a los
ya cristianos, los cuales ocupados tan sólo
en intereses puramente materiales , sin la
palabra y el ministerio del sacerdote, perderían de vista los bienes del Cielo y vivirían y morirían como los salvajes.
Desde dicho punto, los Misioneros salen
de cuando en cuando en busca de los Indios, esparramados acá y acullá á enormes
distancias, lm~ instruyen, bautizan y civilizan; y lo que es más, el misionero Beauvoir llegó con su mision hasta el cabo de
las Vírgenes, en el estrecho de Magallanes,
que divide la Patagonia de la Tierra del
Fuego, y el celant.ísimo señor D. José Faguano, prefecto apostólico ' en los dos ultimos meses del año se fué hasta más
allá del estrecho, penetrando en la Tierra
del Fuego y en algunas de sus islas adyacentes.
Esto que se principió á hacer en la
Patagonia meridional, h.ízose tamhien en

mayor proporcion en la setentrional. En
ésta Monseñor Cagliero, acompañado de algunos sacerdotes y catequistas, recorrió á
pié y á caballo más de 600 leguas, con el
fin de explorar el vastisimo campo que á
su cuidado le confió el Sumo Pontífice.
Mientras él iba delante por un lado, otros
Misioneros, entre los cuales el Pbro. señor
D. Domingo Milanesio, emprendían el viaje
por otra parte. Todos .llégaron, á un mismo
tiempo á los Andes, esto es, á las Cordilleras, cadena de montañas que separan la
Repüblica Argentina de la de Chile ; y despues de haberla recorrido por dos veces,
quedáronse algunos días en la República
de Chile.
Los lugares principales que nuestros Misioneros visitaron en el pasado aí'io, solamente al occidente de la Patagonia setentrional, por el Río Neuquen y sus confluentes, son Roca, Tratayen, Paso de Indios,
Cohunco, Cumco, Norquin, Malbarco, y desde
aquí subiendo las Cordilleras por la vertiente perteneciente á la Repühlica Argentina y tocando en los puntos Javier, Faria
y Tomás Castro, descendieron despues por
la otra parte que mira á Chile, donde hahiendo vadeado el Rio Huble visitaron San
Cárlos, Chillan, Buines y Concepcion. Aquí,
habiendo encontrado á varios cooperadores
salesianos , con los medios que ellos proporcionaron, se principió á edificar una casa
para los pobrecitos n.iños Chilenos. Al re-:-greso, los referidos Misioneros tocaron en
S. Rosendo, Los Angeles, Antuco y Chile
y á fin de cumplir mejor su exploracion,
recorridos por otra parte los Andes, llegal'(lll hasta Norquin y luego á Patagones,
despues de un viaje de más de 5000 kilómetros y de haber sufrido indecibles penas
y trabajos, premiados sin embargo por otra
parte con la conversion y bautismo de muchos miles de personas.
Estas largas y peligrosas excursiones apostólicas, hicieron siempre conocer más y
más la necesidad de fundar residencias de
sacerdotes en varios sitios, á fin de poder
llegar á reunir á aquellos pobres salvages,
instruirlos, civilizarlos y formar así un pueblo cristiano, poniendo en salvo sus almas.
y sus cuerpos. Es precisamente esta necesidad la que mueve á aquellos Misioneros
á implorar de nosotros socorro de hombres
y de medios mat('lriales , á fin de llevar á
cabo la grande empresa á la cual se han
consagrado ; es esta la necesidad que tam- ·
bien me obligó á mí Ultimamente, á invocar
vuestra caridad, para aprestar una nueva

-4-

compañia de Misioneros y poderlos enviar
á aquellas remotísimas tierras, socorriendo·
de este modo á aquellos hermanos nuestros.
Hé aquí apenas indicada una parte del
trabajo, que se vino obrando en el año
próximo pasado.
En vista de esto y de otras cosas más
que paso en silencio , créome en el deber
de dar antes de todo infinitas gracias á Dios
Nuestro Señor, y despues á vosotros, beneméritos Cooperadores y Cooperadoras, los
cuales con vuestra paciente y generosa caridad, me habeis suministrado medios para
estas obras. Y como conozco que deseais
participar cada vez más del dulce y suave
consuelo de salvar almas y de · proporcionaros· en el Cielo la corona de los Apóstoles , por esto paso á proponeros algunas
obras, á las cuales en el año 1887, deberían dirigirse de un modo particular todos
vuestros esfuerzos y toda vuestra caridad.

Residencias y centros de misio~es.

aquellos desmesurados desiertos, para instruir á los sanos, llevar los consuelos religiosos y asistir á los enfermos, para hacernos en fin amigos de todos , padre y
ángel consolador.
Y aquí conviene os haga observar, que
si los Misioneros pudieron explorar ya la
Patagonia setentrional, atravesar las Cordilleras y fijar en varios puntos estaciones
y residencias, no pudieron sin embargo
hacer lo mismo en la Patagonia meridional, en la Tierra del Fuego, ni mucho menos en las islas confinantes. En aquella
parte, que constituye la Pref~ctura Apostólica confiada po_r la Santa Sede al cuidado
del sacerdote señor D. José Fagnano, los
Salesianos si bien es verdad que visitaron
el .así llamado cabo de las Vírgenes y últimamente se internaron aún más, empero
por falta de medios, :p_o pudieron por lo de
ahora establecerse sino en un solo sitio,
esto es, en Santa Cruz. Y aquí debeis notar,
que esta última· residencia, es centro de
una extension que entre continente é islas,
excede en superficie dos veces á toda la
Italia; extension poblada de salvajes, que
hace ya muchos siglos esperan en vano los
benéficos frutos de la divina Redencion. Y
por esto es preciso fijar además en otros
lugares de la referida extension, casas de
Misiones, para hacer más fácil, ó mejor
dicho, más. posible la cultura.
Hace ya algun tiempo que el mencionado
Prefecto apostólico, se había propuesto visitar aquellas sus vastas regiones y obrar
alguna cosa estable. Hallandóse sin medios
suficientes , se fué á Buenos Aires para
pedir algun socorro al Gobierno de la Repüblica Argentina, pero pudo obtener bien
poco en comparacion de lo mucho que necesitaba. Por esto es necesario esperar el
socorro de otras partes, esto es, de las manos de nuestros Cooperadores y Coopera~
doras. Si vosotros , quien de una manera,
quien de otra , segun sus propias fuerzas ,
no cesaréis de mandarme el óbolo de vuestra caridad, nosotros desde Turin podremos
proveer de todo lo necesario á nuestros
Misioneros de América, y ellos expondrán
con todo regocijo su vida, con tal que puedan llevar la luz del Evangelio á los pueblos más lejanos, y plantar el estandarte
de la santa Cruz en los últimos confines
del mundo , como lo son precisamente la
Patagonia meridional y la Tierra del Fuego
con sus correspondientes islas (1).

Pongo en primer lugar las misiones de
América. Los lugares de que más arriba
os hize mencion y otros muchísimos aún,
que para mayor brevedad paso por alto,
deberían ser otros tantos centros en los
cuales se reuniesen aquellos salvages á fin
de instruirlos y civili:z;arlos, y desde donde
se pudiese salir para ir en busca de aquellos
que habitan por los contornos, pero las
más de las veces 40 ó 60 leguas distantes
los unos de los otros. Sin estas estaciones
viene á ser cási imposible la completa evangelizacion y civilizacion de aquellas tribus
dispersadas por aquellos vastos desiertos.
Ahora bien ; estos centros y estaciones requieren sacerdotes y catequistas, requieren
casas donde habitar y recibir á los pobrecitos niños Indios , á fin de que una vez ·
instruidos y hechos cristianos ayuden con
el tiempo al misionero, á convertir á sus
parientes y á la gente de sus tribus ; requieren capillas decentitas y ornamentos
sagrados, par:;~ celebrar con decoro los divinos misterios , y tambien para elevar la
mente y el corazon de aquellos neófitos
á las grandezas de Dios y del Cielo , con
la magnificencia del culto y del rito católico ; requieren los medios adaptados para
recorrer, sin peligro de la vida y sin perecer de hambre ó de sed, aquellas inmensas regiones. Allá , como no hay eaminos
de hierro , ni carreteras , ni vituallas , ni
pos8das, no se puede prescindir de muchos
y buenos caballos , que lleven en breve
(l) A la Tierra del Fuego, dióle este nombre el cétiempo al Misionero de una parte á otra de lebre navegante Femanclo Magallanes, por los muchos

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Con vuestro auxilio ellos establecieron rémos de otra obra , la cual es de sumo
una estacion en el mencionado cabo de las agrado é interés para el Santo Padre
Vírgenes, otra en Punta Arenas y otra á Leon XIII.
La iglesia del Sagrado Corazon de Jesús
las riberas de los dos rios principales, Rio
Santa Cruz y Rio Gallegos , y por último · en Roma puede considerarse ya como terotra en la vasta e:r.tension comprendida minada , y espero de poder daros , dentro
de no mucho tiempo , la grata noticia de
entre dichos rios.
Y no solamente á la Patagonia seten- su consagracion. Es verdad que pesan aún
trional y meridional ·se circunscribe el sobre ella no pocos gastos hechos para su
campo , al cual se dedican aquellos Misio- decoracion, pinturas, campanario, campanas,
neros. Este se extiende hasta la Tierra del órgano, ornamentos sagrados y otras muFuego, situada á la otra parte del estrecho, chas cosas, pero todo esto comparado con
que toma el nombre de Magallanes, el cual los gastos que se hicieron ya, nos parecen
fué el primero que haciendo el giro del bien poca cosa , y espero que la piedad y
mundo, lo pasó en el año 1519. No, el caridad pública me ayudarán á satisfacerlos
campo de nuestres Misioneros extiéndese muy pronto. Mas la obra· que deseo proademás á todo el inmenso territorio , for- poner á vuestra mucha caridad es el remado por las islas Magallánicas y Malvinas. mate de la parte fabricada, inmediata á la
Tales son entre otras la, isla Falchland oc- iglesia, la cual debe servir de Hospicio no
cidental, la isla Falchland oriental, las islas sólo á unas cuantas decenas, como hoy
de la Desolacion, Clarencie , Hoste , Nava- sirve, sino á ·centenares y millares de niños
rino, de los Estados, de San Diego y otras de todas las naciones , que habiendo ido
innumerables, conocidas con el nombre de · por varios motivos á Roma, se encontrasen
tierras polares. Todas estas islas, confiadas como abandonados y expuestos á graves
tambien al cuidado de los Salesianos, están peligros.
Consuélame el pensar que entonces el
habitadas por hombres; creados lo mismo
que nosotros, para conocer y amar á Dios, Corazon de Jesüs estará muy satisfecho,
para conocer y amar á Jesucristo, y esperan cuando al lado de su iglesia se hallen reá quien vaya á anunciárselo, hacérselo co- . cogidos haciéndole corona un medio millar
de niños, á los cuales pueda E}strechar á su
nocer, amar y servir.
Hé aquí, pués, qué campo, ó mejor dicho, pecho, acariciarlos y bendecidos, como lo
qué campos inmensos, ofrécense á nuestra hacía ya en su vida mortal con los niños
caridad y á nuestro celo , oh beneméritos de la Palestina. Me es grato el considerar
Cooperadores y Cooperadoras, campos los que entonces gozará inmensamente el cocuales esperan que nosotros, imitando al buen razon del Papa, cuando sabrá que en la Ca·
Padre de familia del Evangelio, mandemos pital de la Iglesia Católica, entre las otras
-compañías de operarios para sembrarlos de casas de caridad y beneficencia, erigidas á
la divina palabra , para hacer madurar la fin de aliviar las miserias humanas, existe
miés y recogerla abundantemente y llenar, tambien una, que tiene por objeto el proen fin. la casa del Padre Celeste de ánimas veer á las necesidades espirituales y tem.electas. A la consideracion del bien gran- porales no solamente de los pobrecitos
dísimo que se puede hacer, yo espero que niños de Roma, si que de cualquiera otra
vosotros me compadeceréis benignamente parte del mundo , que se encuentren en
cuando me oigais implorar el auxilio de dicha ciudad como en la casa del Padre
vuestra cooperacion; antes confio que voso- comun. Y me consuela tambien el pensar
tros, sin que yo os lo solicite, me ayuda- que dicho Hospicio servirá además para aliréis sin embargo lo mismo , movidos de viar y consolar á tantas pobres familias no
aquel celo de la gloria de Dios y de la sal- solamente de Italia, mas aun de otros muvacion de las almas , que devoraba á los chos pueblos, como ya os referí más arriba.
Apóstoles y á los primeros cristianos.
Como, pues, veis, oh beneméritos· Cooperadores y Cooperadoras , la ereccion del
Bospieio del Sagrado Corazon en Roma.
Hospicio del Sagrado Corazon de J esus en
Mientras nos ocupamos de un. modo par- Roma , es tambien una de las obras más
ticular de la evangelizaeion de las tierras insignes de religion y caridad , á la cual
patagónicas , de las magallánicas y de las podemos atender en el corriente año, y yo
islas adyacentes, no por esto nos olvida- espero que querréis proporcionaros el confuegos que, cuando la descubrió , vió encendidos por suelo y mérito de haber cooperado felizmente
á su suspirado fin.
:sus habitantes.

6Tor~era

obra.

La tercera y última obra, que con sumo
gusto propongo tambien á vuestra con~ide­
racion en este año, es la de preparar ayudantes de campaña, es decir, maestros de
artes, profesores, catequistas y sacerdotes,
los cuales enseñen á nuestros niños obreros
las artes y oficios á que segun su inclinacion . se ·dedican ; instruyan á aquellos que
se aplican á los estudios; prediquen el
Evangelio y administren los santos Sacramentos ; maestros de artes y sacerdotes
para las casas de Europa y tamhien para
las ele las Misiones de América presentes
y futuras. Solamente en el año pasado nos
hicieron varios centenares de demandas ,
para aceptar y abrir casas casi en todas
las partes de la tierra, y á grande· pesar
nue~tro, á causa de la falta. de personal,
hubimos de responder negativamente ..
¡Cuánto bien se podría hacer aün , si
tuviésemos tantos hombres cuantos la necesidad lo requiere ! Entonces sí , que podríamos recoger mil y mil niños pobres,
educarlos, instruirlos en la religion, en las
ciencias, en las artes, y despues de algunos
años devolverlos á la familia, á la sociedad,
á la Iglesia, buenos hijos, sabios ciudadanos,
cristianos ejemplares; ent{)nces sl que podríamos conservar y conducir á Jesucristo
ciudades, pueblos y tribus, regocijar á la
Iglesia con nuevas conquistas y llenar el
cielo de júbilo y alegria con innumerables
almas.
Empero los Salesianos harán por su parte
todo lo que esté á su alcance para hacerse
de tale ayudantes, pero estos serán tanto
más numerosos, cuanto mayores sean los
auxilios que nuestros Cooperadores y Cooperadoras nos proporcionen. Y vosotros
podeis ayudarnos suministrándonos los me-·
dios con que nutrir, alimentar , calzar y
vestir á tantos niños que gratuitamente se
recogen en nuestras casas, entre los cuales
ordinariamente elige el Señor á aquellos
que despues vienen á ser nuestros compa-·
ñeros, inspirándoles que se mian á nosotros,
para hacer en pro de los otros lo que nosotros
hicimos por ellos. Vosotros podeis ayudarnos con favorecer las vocaciones religiosas
entre los parientes y amigos, y con obtener,
en cuanto os sea posible, que el interés, el
amor mal entendido, los perjuicios del mundo,
no ·alejen· de la sagrada milicia á aquellos
que reuniendo las debidas disposiciones ,
desean y piden abrazar esta s~nlta y noble
carrera , para hacerse sembradores de la

palabra de Dios , soldados de la Iglesia ,
salvadores de almas , en fin , para continuar sobre esta tierra la mision de Jesucristo y de sus Apóstoles.
Por cuya razon yo os suplico que cuando
se os presente la ocasion, os digneis raciocinar con unos y otros, haciéndoles ver que
un padre y una madre cristiana no de.berúm
tener otra cosa por más grata en esta vida,
que ~tl poder consagrar un hijo al servicio
del Rey ele los Reyes; haciéndoles ver
que un acto tal, será para ellos de grande
consuelo en el punto de la muerte y de
suma confianza al presentarse en el Supremo Tribunal de Jesucristo; haciéndoles
ver que un jóven generoso debería tener
á gran honra, el dedicar su propia vida á
fin ele extender el reino de Dios sobre la
tierra, y cual intrépido capitan conducirla
á las batallas del Señor y á la conquista
del Cielo; haciéndoles ver, que aquellos que
se consagran al Seilor para predicar con
la palabra y el ejemplo el Evangelio, se
hacen altamente beneméritos de la misma
socied:J.d civil y de los Estados, puesto que,
por su parte, prorriueven entre los ciudadanos la moralidad , la virtud y el buen
órden, y de este modo cooperan al bienestar
moral y material del pueblo, mucho mejor
que los ejércitos, las leyes, los tribunales
y las cárceles; haciéndoles ver, en fin, que
quien impide á un hijo de entrar en el
servicio ele la Iglesia, ó bien sintiéndose
llamado á él se rehusa , será responsable
ante Dios de las almas que por causa suya
se habrán perdido, y advirtiéndoles qu~ las
más de las veces, en pena de una tal culpa,
acaecen en las familias terribles y espantosas desgracias, sintiéndose contínuamenté
grandes remordimientos é inquietudes de
conciencia. Al contrario, quien se muestra
generoso, obtiene del Sei'íor grandes recompensas en esta tierra, suavísimo regocijo á
la hora de la muerte y expléndidas coronas
en el Cielo.
Con~lusion.
~n los años pasados solía concluir mi
carta , trayéndoos á la memoria las promesas que Jesucristo hace en el santo Evangelio á todos aquellos que dan limosna y
ejercitan la caridad hácia el prójimo; promesas del ciento por uno en esta tierra ,
promesas ele una vida bienaventurada p r
toda la eternidad. En este año me gusta
concluir con un hecho que se lee en la vida
de S. Martin, obispo de 'l'ours. Siendo aún
este santo soldado y catecúmeno , pero

-· 7 -

lleno ya de amor de Dios y de caridad
hácia sus seinejantes, pasando un dia con
su ejército por la ciudad de Amiens, encontró á un pobrecito cási desnudo, que
tiritando de frio pedía limosna á los soldados. Ninguno de estos lo había hecho
caso. Habiendo Martín llegado junto á él se
.paró, lo miró atentamente y lleno de com:pasion quiso inmediatamente ayudarlo. Metió
al efecto las manos en los bolsillos, mas no
encontró nad:1, puesto que lo h::~bía dado ya
todo á los pobres necesitados. Entonces quí·tase la capa, desenvaina la espada y cortándola por el medio, dióle una parte al
pobre y con la otra cubrióse como pudo él
mismo. Al verle de esta manera algunos
de sus compañeros se reían de él ; pero
algunos buenos no pudieron menos que
admirar su caritativa accion, y le tuvieron.
desde entonces en grandísima estima. Dios
mismo quiso demostrar cuanto le hubiese
sido grato semejante acto, puesto que á la
noche sigmente vió el Santo aparecérsele
Jesucristo, cubierto con la mitad de la capa
que él había dado á aquel miserable, y oyóle
decir las siguientes palabras , dirigidas á
una multitud de ángeles que lo rodeaban:
Martín todavía caJecúrneno, 1ne ha cubierto con este vestido: .Ll!Jartinus catechurnenus hac me veste contexit.
Imitemos, beneméritos Cooperadores y
Cooperadoras, el ejemplo de este gran
Santo, y, sin romper por la mitad nuestros
vestidos, procurémos á lo menos de hacer
partícipe de nuestros bienes, á quien se
halla privado y ~ufre.
Las referidas palabras pronunciadas por
Jesucristo en alabanza de S. Martín , son
una confirmacion de aquellas, que Él dice
en el Evangelio , esto es , que la caridad
hecha por nosotros á nuestros prójimos, la
considera como hecha á Él mismo ; son una
confirmacion, de aquellas que en el dia del
juicio final El dirá á los que estarán á su·
derecha : Venid , benditos de 1ni Padre ,
poseed el reino que os estd preparado
desde el establecimiento del m.undo: porque
tuve hambre, y me disteis de comer: tuve
sed , y me disteis de beber: era huésped,
y me hospeddsteis: desnu.do, y me cubristeis : enfermo, y me visitdsteis: estaba en
la cdrcel, y me vinisteis d ver ... En verdad
os digo, que en cuanto lo hicisteis d uno
de estos mis hermanos pequeñitos , d mi
lo hicisteis. Si Jesüs alaba y premia como
hechas á él mismo , las obras de caridad
corporales , como son las que más arriba ,
hemos nombrado, ¿qué alabanza, qué premio

no dará por las obras espirituales ? ¿ Qué
alabanza y qué premio no dará á aquellos
que por amor suyo, habrán satisfecho el
hambre y la sed á los ignorantes, instJ:•uyéndolos y haciéndolos instruir, conduciendo ó
haciendo conducir al seno de Dios á aquellas
almas que peregrinas y perdidas caminaban
lejanas, cubriéndolas ó haciéndolas cubrir
con el hermoso vestido de la gracia santificante, no dejándolas abandonadas en medio
de sus vicios y desórdenes morales , · sino
antes bien asistiéndolas y con mano piadosa :;;anándolas ó haciéndolas sanar de sus
espirituales enfermedades, no dejándolas
caer eil poder del demonio, en las prisiones
eternas, rompiendo las cadenas de su triste
esclavitud, proporcionándoles así la cara y
preciosa libertad de los hjjos ele Dios?
Y puesto que el pensamiento de que
nuestra caridad termina en la misma persona de nuestro Señor Jesucristo, el cual
dió por nosotros toda su sangre y vida ;
termina en la persona del Rey del cielo y
de la tierra, rico en bendiciones hácia todos
los que atienden á las necesidades espiri- ·
tuales y corporales del prójimo ; termina
en la persona de aquel Juez eterno, el cual
no~ alabará grandemente y pronunciará
sentencia de premio eterno delante de todo
el mundo, este pensamiento, digo, debe
estimularnos siempre á hacer todo el bien
que podamos á las almas y á los cuerpos
de nuestros semejantes, á hacer obras de
misericordia espirituales y corporales, especialmente hácia los niños, que de un modo
particular hállanse comprendidos entre aquellos hermanos, pequefíitos de J es üs, de
los cuales habla El en el lugar citado, diciendo : En cuanto lo hicisteis d uno de
estos mis hermanos pequeñitos, d rni lo
hicisteis.
La consoladora sentencia de los benditos, .
es la que yo espero tendréis la dicha de
oir pronunciar por el Juez divino, oh caros
Cooperadores y Cooperadoras, pues sé muy
bien, que segun vuestras fuerzas os lo permiten, no dejais de cumplir con el santo
precepto de la limosna ; antes al contrario
muchos de vosotros me escribieron diciéndome que se hallaban contentos de que las
obras salesianas ofrecíanles una ocasion
propicia para poder cumplir con este sagrado deber , con plena seguridad de sus
conciencias. Proseguid, pues , mostrándoos
misericordiosos para con los pobres niños •
cristianos , pues de lo contrario pasarían
infelizmente la vida, caerían en el pecado,
perderían quizá. la fe, y vendrían á ser la

-8-

deshonra de las familias, el azote de la sociedad ; proseguid, sí, mostrándoos misericordiosos hácia tantos miles de miserables
y pobres salvajes, que por medio de vuestra
caridad esperan á los sacerdotes , que les
vayan á sacar del abismo de la barbárie y
del peligro grandísimo de su perdicion
eterna; proseguid, en fin, mostrándoos misericordiosos hácia nuestra santa Madre la
Iglesia Católica, hácia su Supremo Cabeza
visible, el Papa, y manifestadle vuestro filial
afecto, no sólo con la sumision y obediencia,
sino tambien empleando alguna parte de
vuestros intereses en sostener su causa, que
es la causa de Dios, la causa de las almas.
Y á fin de que os mantengais constantes
en el santo deseo de aliviar las miserias
humanas, miserias del mo!fo sobredicho ,
yo os encomendaré todos los dias ante la
imágen de María Auxiliad6ra, y conmigo
.tambien todos los Salesianos , las Hijas de
María Auxiliadora, los niños y niñas, que
se hallan bajo nuestra direccion, para obtener de Dios nuestro Señor toda clase de
gracias y bendiciones sobre vosotros, sobre
vuestras famillas y sobre vuestros intereses;
rogaremos además para que todas estas gracias sean coronadas por aquella que es la
única importante ' la única necesaria ' .es
decir, la de pasar con Dios nuestro Señor
santamente esta vida, para entrar un día
en posesion de su gloria eterna.
. Rogad tambien vosotros por mí,. que con
la más profunda gratitud me profeso de
vosotros, beneméritos Cooperadores y Cooperadoras
Obligadisimo Servidor
JUAN Bosco, Pbro.
Turin, l 0 de enero de 1887.

LA MlSION SALESIANA
para la América.
El Osservatore Cattolico de Milán comenzaba
con las siguientes palabras á describir la salida
de nuestros misioneros.
Turin, 2 diciembre.

« El Instituto Salesiano ha escrito hoy la: página más hermosa de su historia. U na mision de
32 personas se ha desprendido de su seno para
las tierras de los infieles, y ha cumplido un hecho grande, que de dos siglos á esta parte no se
-verificaba ya en la Iglesia : la salida de un mismo
centro, de un grupo tan numeroso de misioneros.
» El Santo Padre recibiendo el día 11 del pa-

sado mes de noviembre al Rdo. Padre Lasagna 1
Superior de dicha Mision , decía: « Anunciadlo
para homa de Turin y gloria de la Congregacion Salesiana ; este hecho me llena el corazon
de alegría y de esperanza. Yo espero grandes cosas, para la Iglesia y para la humanidad , del
Instituto Salesiano. »
>> Y á la -verdad. D. Bosco obra cosas -verdaderamente admirables , c~n el único secreto de la
caridad de Jesucristo. El lleva á todas las partes
del universo los frutos de su actividad, y con el
solo deseo de hacer bien , abraza todos los pueblos de los dos mundos. ·
» Hoy , viendo á aquel venerando sacerdote ,
suave y modesto en el rostro, rOdeado de la veneracion filial de las más distinguidas autoridades
eclesiásticas, he sentido enternecérseme el corazon
y apasionárseme el alma há'cia él.
» La funcion de despedida de sus misioneros
se redujo á un himno de gloria, á un aplauso de
amor para D. Bosco. La iglesia de María Auxiliadora, bastante tiempo antes que la funcion comenzase , estaba llena de un distinguido é ilustrado público.· En el presbiterio estaban sentados
varios clérigos y un buen número de niños, -vestidos con sotana y roquete ; en los bancos inmediatos al altar , los Misioneros ; á cornu epistolae hallábase D. Bosco, entre Monseñor Manacorda , obispo de Fossano , y Monseñor Leto ,
obispo de Samaria. En la iglesia, en las tribunas,
en los coros y corredores , los niños, el público
y el clero.
» Dióse principio con la lectura de un trozo
de la historia de las Misiones, despues el coro de
niños cantó un motete, puesto en música por
Monseñor Cagliero. Luego subió al púlpito el misionero Dr. D. Lasagna.
» Su discurso .sonoro, potente y claro, conmov-ió á todo el auditorio. Su conferencia , interesantísima bajo todos conceptos, atrajo desde las
primeras palabr.as la atencion de los oyentes. Con
palabra fácil y fervorosa, describió las maravillas
del apostolado católico y el vasto campo abierto
á la predicacion del Evang·elio. Recordó los atrevidos y peligrosos principios de las :r:tdsiones salesianas, de las ~uales temíase un mal suceso.
, >> Trajo á la memoria aquellos tiempos en que
el grande fundador de los Salesianos, complacíase
de dirigir la palabra á los Cooperadores é inflamarlos de su aetivísima caridad : demostró la importancia de la presente mision, y dió gracias á
María Auxiliadora por haber querido dar una
prueba de tanta predileccion á la ciudad de Tu. rin y á la Casa madre de los Salesianos.
» Pasó despues á exponer el e~tado do las regiones á las cuales se dedican los Salesianos, refirió muchos hechos interesantísimos, que él mismo
había visto durante los diez años de su vida de
misionero. En el Brasil, por ejemplo, á pocas leguas de la capital viven tribus de salvajes con
una ignorancia y fiereza, que supera, sin exagerar, á la de los negros de Africa, mientras en
las grandes ciudades, la corrupcion y la inmoralidad, han llegado ya al estado más refinado y
pérfido de los paises que se llaman civiles.

-9En la Patagonia encuéntranse pueblos enteros
de italianos emigrados en busca de fortuna, abandonados á sí mismos y cási en un estado de s~l­
vajéz. La miseria y abyeccion les oprimen.
Un día D. Lasagna llegó á un lugar, ocupado
todo por emigrados de la provincia di Vicenza.
Hacía ya quince ru1os que no habían visto ni siquiera un sacerdote católico. Su llegada les llenó
de júbilo y alegria. Levantar'"on los brazos al
cielo y gritando por todas partes : « Venid, venid , que hay un sacerdote italiano l « ¡Escena
verdaderamente dolorosa !
» En otros sitios los leprosos hállanse abandonados por las orillas de los ríos , impedidos de
acercarse á los demás hombres, y obligados á morir pudriéndose en las mismas cuevas de aquellos
que les precedieron en la misma muerte.
» Otros ejemplos por este estilo nos refirió el
Dr. Lasagna , demostrando de este modo lqs inmensos bienes religiosos y civiles, que los mis.ioneros pueden proporciona:r á aquellos pueblos.
El hablaba con una elocueúcia llena de vi vaeísimas imágenes, y concluyó invocando las oraciones
y auxilios de los Cooperadores. Rogad por nosotros que nos arriesgamos á la~ obras de evangelizacion sin méritos, sin ciencia, pobres de brazos y faltos de muchos medios. N os otros salimos
contentos, pero una cosa sola nos aflige. Por las
riberas del Océano nosotros predicamos la Fe á
los infieles, y por cierto no son pocos los que á
ella se convierten; mas, otros infieles dejamos
aquí en nuestra patria enemigos de nuestras
creencias.¡ Oh! nosotros rogarémos tambien desde
, .aquellas lejanas y desiertas tierras, para que Dios
no quite á la Italia el don preciosísimo de su fe.
» Entre las luces de cien candelabros , entre
las odoríferas nubes de incienso y entre las majestuosas melodías del órgano y los cánticos graves
y solemnes de la liturgia, ¡:,e dió la bendicion del
SS. Sacramento.
» El Eminentísimo CaPdenal Alimonda subió
entonces al altar, y dirigió á los misioneros un
espléndido discurso, que duró poco más de diez
minutos. Dijo que la voz divina, la cual envió á
los apóstoles á evangelizar el mundo , continúa
siempre en la Iglesia Católica. El Papa, Vicario
de Jesucristo, abraza con su corazon inmenso todos los pueblos y naciones : tambien Don Bosco
tiene un corazon generoso. Tamhien á él las naciones de Europa no le bastan. Envía á sus hijos
primero á la Patagonia y ahora á lá Tierra del
Fuego. - Id, oh intrépidos tirones de la Iglesia
Católica. La Tierra del Fuego espera de vosotros
el fuego del Espíritu Santo, que la inflame san·
tamente. Id, y decid á los salvajes que en Italiat
en Roma, hay un Padre comun , el cual piensa
en ellos y los ama. Decidles que en Turin está
Don Bosco y con él miles y miles de cora:t:ones
cristianos, que ruegan por sus hermanos fJ.mericanos. Id, María Auxilio de los cristianos, os guíe
·en el viaje. Ella, que venció á la serpiente, dará
tambien á vosotros fuerza y valor, para que po,dais vencer los obstáculos que el espíritu maligno os habrá ya preparado. Ella os cubrirá con
su materno manto. Ella, que ya dió el Dios Sal-

vador á todas las gentes, tiene un manto que se
extiende tambien á todas las naciones , cubre á
los desgraciados, y cubre á los bárbaros llevando
á todos á la vida eterna.
» Concluyó invitando á los Misioneros á rogar
por los infieles que infestan aquellas comarcas,
y á que tambien lo hiciesen , desde aquellas lejanas tierras, por los de nuestra Europa.
» Las palabras del Eminentísimo Sr. Cardenal,
acompaffadas con un sentimiento elevadísimo, arrancaron las lágrimas á todo el numerosisimo
auditorio.
Pasaron despues los misioneros uno á uno por
delante de D. Bosco y recibieron su bendicion.
Diéronse mútuamente el abrazo de paz, y se fueron hácia la puerta donde encontraron preparados
los carruajes, para ser conduci.dos hasta la estacían.
» En el átrio de la iglesia una multitud de gente
esperaba á que saliesen los Misioneros, para saludarlos y besar la mano á los sacerdotes.
» Entre tanto D. Bosco apoyado en los brazos
de los ilustrísimos obispos Manacorda y Leto y
por algunos sacerdotes, con muchísima dificultad
entró en la saeristía , donde le esperaba el Cardenal, que le hizo la acogida más cordial y afectuosa.
>} Los Misioneros salieron esta noche para
Francia, via de Modanne, á fin de evitaP el traspaso de Alassio. Ahora van á Marsella, de donde
saldrán á fines de la semana venidera.
» Don Lasagna, que es el Superior de la Mision , saldrá de Turin el dia de la Inmaculada
Concepcion, á fin de preparar todo lo necesario
para los equipages.
» La Mision se compone , de 5 sacerdotes , 18
catequistas, 6 hijas de María Auxiliadora y 3 coad·
jutores y se dividirán en Montevideo, para las
Misiones de Chile, Uraguay, Brasil y Patagonia.
>> Gloria y honor á estos héroes de la fe y de
la civilizacion ! »
A la relacion de esta salida el Corriere di To1·íno, hacía preceder las siguientes reflexiones :
. « Saliendo d1 la iglesia de María Auxiliadora,
despues de la funcion de despedida de los Misio·
neros Salesianos, nos sentíamos tiernamente conmovidos y nos venían á la mente aquellas bellas
palabras de Vicente Gioberti, que parecía habían
sido escritas en aquel mismo momento, pues
están llenas de verdad y evidencia : « i Aqué sirven las empresas de la guerra y mercantiles, no
ayudadas ni atemperadas por las creencias ideales? Dígaulo sinó las miserables razas de la Australia, de la Polinesia , del Africa meridional y
de las dos Américas , que se extinguen misera~
blemente bajo el yugo vil 6 bajo la impróvida
filantropía de los nuevos ocupadores. t Quién
puede dudar que los milagros de las antiguas
misiones se renovarían , cuando se pusiese de
nuevo en pié, y larga y sábiamente se ordenase
este medio poderoso de la civilizacion > y el auxilio de los príncipes y pueblos, secundase el pacífico celo de la Iglesia~ t Qué Oflasion más bella
de fama y de legítima potencia 1 »
» Y confrontando las obras , los resultados y

-10las consecuencias de una Mision católica, con los
fr·utos de las ocupaciones militares y de las exploraciones cjentí:ficas y comerciales, nos parecían tan mezquinas y opuestas entre sí las glorias de estas últimas, que no podíamos menos de
admirarnos g-randemente.
» Tan estupendos resultados no son fruto del
atrevimiento humano , puesto que - lo escribió
Fénélon - Dios no concede á las pasiones del
hombre, áun cuando parecen decisivas, otra cosa
más que lo que les es necesario, para ser instrumentos de su voluntad.
» Y los Misioneros Salesianos al salir han dicho y bien alto , que ellos no querian ser sino
instrumentos de la voluntad divina, que querían
llevar á los bárbaros la caridad de Jesucristo que
habían aprendido de los ejemplos luminosos de
D. Bosco. »
Por último la Unitá Cattolica haciéndose eco
de la voz de un ilustrísimo personaje, concluía :
· « Valgan las oraciones de tantas almas piadosas
para obteneros, oh intrepidos misioneros , en la
traversía del grande Océano, un felicísimo viaje.
Brille de ·luz esplendidísima la Estrella de María,
de aquella Purísima , que vosotros comenzásteis
á amar desde muy niños, y que haréis ahora conocer y amar con Jesucristo, á los salvajes de
los Andes , del Rio Colorado , de la Tierra del
Fuego y de Magallanes.
» A Tí, venerando D. Bosr,o, gracias. Sí, gracias sinceras por haberme invitado á una reunion tan cara, tierna y consoladora. En la vasta
iglesia de María Auxiliadora , he visto toda la
belleza de la religion cristiana, que fraterniza á
los rueblos. Tu Oratorio me dió la imágen de
una Pmpaganda Ftde. Nunca como el jueves
me parecieron tus ochocientos niños tan buenos
y piadosos ; yo los veía postrados rogando por
sus hermanos Misioneros, que quizá no los verán
jamás. N un ca r-omo el j neves por la tarde me
parecieron tan venerables tus Hijas de Maria
Auxiliadora, que desde las tribunas de la iglesia
asistían rogando, á la piadosa ceremonia. Y nunca,
me atrevo á decirlo , el coro numeroso de tus
niños, hízome gustar una armoJ;J.Ía tan dulce y
celestial. ¡ Oh alma exquisitamente musicál de
Monseñor Cagliero! ¡ Ojalá puedas tú elevar, con
tus armonías religiosas, la mente y el corazon de
esos miserables salvajes de las Pampas, á la lu:.-;
de lo sobrenatural, eomo elevas las de tus compatriotas ! ¡ Ojalá puedan los alumnos de los colegios americanos, bautizados en la fe de Cristo,
multiplicarse rápidamente y formar un coro inmenso, para alabar y bendecir al Seiíor. »

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COLEGIO PIO DE VIllA COlON.
19 de setieml.Jre de 1886.

AMADÍSIMO SR. DIREG'roR:
«El dia 12 del pasado setiembre, será siempre
memorable en los fastos del Colegio Pio de Villa
Colon. » Estas expresiones eran pronunciadas por
todos los Salesianos y por todos los que tuvieron
~t:

la dicha de asistir á la solemnísima fiesta, que
se celebró en el referido dia en honor de santa
Rosa de Lima, que, como sabe ya V. R., es la
patrona principal de nuestra iglesia. Pero en este
año hízose de una manera mucho más espléndida
y grandiosa que en los pasados, y segun decían
todos los circunstantes, jamás se había visto en
Villa Colon otra solemnidad igual.
. Sin embargo es necesario digamos que fueron
varias las circunstancias que en este año concurrieron á hacerla más solemne y popular , pues
por lo demás, ya sabe V. R. que no son pocas
las hermosas fiestas religiosas, que se hacen aquí
en nuestra iglesia.
La primera de estas circunstancias fué que en
este año celebrábase el centenario de santa Rosa
de Lima; la segunda, que un nuevo sacerdote salesiano, el Rdo. Don Domingo Zatti, cantaba su
prituera misa; y la tercera que el Círculo de los
Obreros Católicos de Colon festejaba el primer
aniversario de su fundacion, habiéndolo hecho de
una manera tan espléndida y magnífica que me
juzgo incapaz de poderlo describir.
Dos meses antes de la fiesta se había pensadll
ya hacer una bandera simbólica, la cual se llevaría en la procesion el dia de santa Rosa. Mas.
esta primera idea si bien era muy hermosa, no
dejaba de parecer difícil el poderla realizar, puesto
que para hacer uso de dicha handera era nece-·
sario pedir el permiso al gobiel'llo, y teníamos
motivos para creer que no nos lo concedería,.
atendiendo á ciertas circunstancias, que no conviene hagamos aquí manifiestas; además como
el Círculo Católico de Colon habría sido el primero en sacar fuera el proyecto de la bandera,
era preciso idear el dibujo, elegir los colores convenientes y pre.~entar el fac-sirnile al Círculo
Central ele Montevideo, para obtener su avrobacion.
Probemos , se dijo , y se procedió á la ejecucion; presentado á la Comisiun directiva de Montevideo gustó muchísimo y fué aprobado, y no
solamente aprobado para que sirviese al Círculo
de Villa Colon, sino tambien se acordó que todos los otros Círcnlos no podrían usar otra bandera difm·ente de la que habia sido presentada
por el dicho Círculo Católieo de Colon. Se pudo
tambien obten<>r la aprobacion del gobierno con
no mucha dificultad.
La ban:lera salió verdaderamente bella, grandiosa y de un asper.to imponente. Tiene dos metros de ancho y cuatro de larg-o. Está dividida
en dos partes. La parte super·ior es de seda azul
:finísima y la inferior de seda blanca. En el medio
y á los lados resalta un bellí~imo escudo oval
con cornisa en relieve de terciopelo color café ,
cnyo fondo es de seda amarilla y sobre éste una
cruz de seda encarnada y dos manos pintadas con
mucha maestría. Dentro y alreded:>r del escudo
sobre el mismo fondo arnadllo, hay escrito con
letras grandes en ~eda azul y bordadas en oro :.
Círculo de Obreros Católicos de Vala Colon.
Sobre el fondo azul y blam~o de la bandera extiéndense dos grandes ramos con hojas de seda
verde bordadas en oro, cuyos troncos pasan eru-

-11-zándose por debajo del escudo; uno figura el olivo,
símbolo ele la paz, el otro la encina, símbolo de
la fortaleza. Es igual por ambos lados, y está adornada con un gran número de estrellas de plata
sobre el azul, y de oro sobre el fonJo blanco. El
asta de la bandera, tiene 5 metros de altura, y
está cubierta de terciopelo azul oscuro, y tiene en
su extremidad una lanza de bellísima fignra; es·
de bronce y dorada al fuego. En fin, es una bandera tan rica y hermosa, que hizo exclamar á todos los que la vieron : es una Joya preciosa, una
obra de arte 1nayor.
El domingo 29 de agosto el Círculo de los
Obreros Católicos se reunió en junta general, en la
cual se trató con entusiasmo de las fiestas proyectadas en honor de la gran Santa americana.
Se invitó á todos los socios para el domingo 12
de setiembre ( dia fiiado para la solemnidad) á
fin de que se hallasen todos reunidos en el salon
del Círculo á las ocho y media de la mañana con
el objeto de salir todos juntos en direccíon al
Colegio Pio. Ning·uno faltó á la invitacion. A las
8 de la mañana del día prefijado no eabía una
persona en la sala del Círculo. Todos los socios
ostentaban sobre el pecho , una pequeña escarapela de cinta verde como distintivo. El señor Presidente Don Francisco Laguzzi desplegó entonces
la bandera y entregándosela al abanderado pronunció breves, pero tan bellas y elocuentes palabras alusivas al acto solemne, que despertaron
en los ánimos de todos un entusiasmo indescribible. Era el principio de aquella gran fiesta que
debía dejar tan grata impresion en el corazon de
aquellos buenos obreros católicos.
Apénas la bandera apareció por primera vez
al aire libre y pudo de esta suerte desplegarse
á la presencia de todos los circunstantes, mostrándose en todo su esplendor y magnificencia, fué
inmediatamente saludada por mil y mil vivas,
repetidos varias veces; la banda de música comenzó á tocar algunas sonatas , tiráronse infinidad de cohetes, y la bandera precedía majestuosamente, escoltada por algunos niños que llevaban
en las manos predosos ramos de flores , y por
ocho soldados vestidos , con uniforme de gala.
Seguían detrás los miembros de la Comision directiva del Círculo; el Comisario mayor del ejérdto de Melílla y otros muchos ilustres personajes
de Montevideo, que habían sido invitados á tomar
parte á esta manifestacion. Despues seguía la
banda y luego los socios del Círculo con admi·
rable órden y al paso marcial ele la música. A~
quel gran grupo de hombres no parecía sino un
ejército que volvía victorioso de la batalla.
En menos de media hora recorrimos la magnífica calle ele Eucaliptus, que desde Colon va
á dar al colegio Pio. La llegada fné un cuadro
difícil de describirse. El melodioso repique de las
campanas, la música que llenaba el aire de una
dulce y celestial armonía, por todas partes sentíase el agradable ruido producido por el estallido de los cohetes, los disparos de bombas, los
arcos triunfales, las numerosas banderas de todas
las naciones que adornaban la gran calle que pasa
por delante de la iglesia, una multitud de pueblo

que se hallaba en expectativa, le podrán dar una
pequeña idea de la solemnidad de aquel momento
en que la majestuosa bandera y los doscientos
socios del Círculo Católico que la rodeaban, llegaban como en triunfo á nuestra iglesia de santa
Rosa. Fueron recibidos en la puerta por un considerable número de nuestros niños que se hallaban vestidos con sotana encarnada y roquete,
y por el Rdo. P. D. Juan Isabella, que bendijo
la bandera.
Dióse principio á la misa solemne, cantada por
más de cincuenta jóvenes de nuestro Colegio, con
acompañamiento de selectísima orquesta. El Glo1·ia y el Credo eran del Qnirici; pero no debo
callar que nuestro inteligente músico Don Pedro
Rota, compuso para esta circunstancia una parte
de la Misa , esto es, el Kyrie , el Sanctus y el
Agnus Dei.
La perfecta ejecucion de estas piezas de música, fué verdaderamente una cosa sublime y sorprendente. ¡ Qué ternura de sentimientos ! ¡ qué
gravedad religiosa ! ¡que armonía celtJstial ! Al
oir aquellas notas, penetrantes hasta lo más íntimo del corazon , el espíritu sentíase como arrobado é inundado de conmocion. He probado una
vez más que la verdadera música relig·iosa, como
la que supo componer D. Rota, trasporta y eleva
el corazon á Dios y lo obliga, aunque por pocog
instantes, á amarlo tiernamente.
El panegírico de santa Rosa , estuvo á cargo
de nuestro D. Isabella, quien por esp::~cio de tres
cuartos de hora supo con su elocuencia cautivarse
maravillosamente la atencion del imponente y
numeroso auditorio que lo escuchaba. Fué un
discurso. digno de semejante solemnidad.
Concluida la misa cantada, hízose la procesion
recorriendo algunas de las calles que rodean nuestro Colegio. A ella tomaron parte , las hijas de
María qne formaban la primera fila, vestidas de
blanco y llevando los estandartes de la Inmaculada y de S. Luis Gonzaga; las Hijas de María
Auxiliadora ; las Damas del Sagrado Corazon de
Jesús y los socios del Círculo de los Obreros
Católicos, precedidos por la bandera que iba rodeada de las autoridades civiles y de los miembros más distinguidos del mismo Círculo. Luego
seguían los niños del Colegio. y entre ellos los
que componen la Congregacion de S. Luis, luciendo su precioso estandarte ; la orquesta , los
niños vestidos de sotana y roquete con ~lgunos
pequeños estandartes simbólicos, el Clero que precedía á la estátua de santa Rosa y por último
toda la multitud en accion sumamente reverente
y edificante.
La procesion fué verdaderamente edificante. Los
sagrados cánticos , las oraciones en alta voz , la
música, el repique de las campanas , los fuegos
artificiales, los arcos triunfales colocados en varias calles, la multitnd de pueblo, .el órden perfecto de la interminable procesion , presentaban
un cuadro cn;yo aspecto era verdaderamente imponente.
Vol viendo á la iglesia se cantó el motete de
Monseñor Cagliero : Quasi a1·cus 1·e{ulget Rosa
y el Tantum ergo con acompañamiento de or-

questa, y se concluyó con la bendicion del Santísimo Sacramento.
Y aquí parecería que hubiese debido concluirse
una funcion que había durado ya más de cuatro
horas, mas no fué así. Concluyóse, sí, la funcion
religiosa, pero dióse principio á otra, en la cual
reinó el entusiasmo, la alegria , la union verdaderamente fraterna y la expansion más sincera.
Me refiero al banquete que hicieron los Obreros
Católicos, en uno de los grandes patios del Colegio. Hallábanse allí más de 200 obreros , los
cuales con singular apetito hicieron desaparecer
dos gruesas vacas, asadas á la americana. Fué
una cosa parecida á lo que hicieron el dia de
Pascua, cuando cumplieron todos juntos con el
precepto pascual , y nos dieron aquel gran consuelo que V. R. sabe ya. Al fin de la comida,
cuando stridor dentium había ya cesado y comenzaba el 1·umor gentium, hiciéronse entre los
socios algunos. brindises, con la elocuencia y sinceridad popular que se puede imaginar; y hé
aquí que en lo más bello y entretenido de aquella
hermosa y fraternal expansion, comparece improvisadamente el señor D. Francisco Bansá·, presidente general de los Círculos de los Obreros
Católicos, en compa'ñia del canónigo señor Pons.
Se pusieron todos en pié, y un viva ..... de entusiasmo general dejóse sentir expontáneamente
como un saludo á aquellas distinguidas personas
cuya llegada era, como decir, el cumplimiento de
la obra.
El señor Bansá invitado á hablar con general
aclamacion de todos, no pudo menos que condescender y lo hizo con tanto entusiasmo y conmocion, que cada palabra suya era como una chispa
eléctrica que movía los ánimos de todos, siendo
á cada período interrumpido por los fragorosos
aplausos de aquella comunidad.
El Rdo. señor Canónigo Pons habló tambien,
habiendo sabido adaptarse á la capacidad de los
oyentes, por cuya razon su discurso gustó muchísimo y se ca\ltivó el más grande aplauso de
simpatía.
Por la tarde, despues de una breve visita en
la iglesia á Santa Rosa , los Obreros Católicos , no contentos aún, volvieron de nuevo
todos reunidos á Colon, al pa8o de la banda de
música. En la gran plaza de Colon , delante de
la estacion , donde una multitud de gente esperaba la llegada del tren, dieron eL ejemplo más
bello de su union fraterna y religioso entusiasmo.
En el· salon del Círculo , antes de deponer la
bandera se pronunciaron aún algunos discursos,
mas como la noche veníase ya encima, obligó á
aquellos buenos Obreros Católicos á separarse é
irse á sus correspondientes casas á unirse con
aquella otra sociedad mucho más cara y santa de
sus buenas familias.
Y así terminó aquella fiesta que esculpió en
el corazon de todos , · tantos sentimit:mtos de religion, de union, y de sincera fraternidad y de
verdadero y santo amor; cuya memoria será para
todos un grato recuerdo , y una prueba más de
la proteccion de l:;t grande y admirable Sánta
americana.

12
Haga el favor, señor Director, de hacer pre·
sentes los recuerdos de todos los Salesianos de
Colon á todos esos buenos superiores, y muy es·
pecialmente á nuestro carísimo Padre D. Bosco.
Suyo afmo.
LORENZO BACIGALUPO.

EL CUMPLIMIENTO DE UN VOTO
ÓSEA

la Consagracion de la iglesia del Sa,grado Corazon
de. Jesús.
.
Tenemos el. gusto de anunciar á nuestros beneméritos Co.operadores y Cooperadoras, que en
el mes de abril p. Y. tendrá lugar, Dios mediante,
la consagracion de la iglesia del Sagrado Corazon
de Jesús en Roma. Esta noticia no podrá menos
de ser gratísima para todos los que con sus oraciones y limosnas concurrieron á esta obra tan
eminentemente caritativa y provechosa, carísima
á cuantos sienten viva y profunda devocion hácia el Corazon Amabilísimo de Jesús, é imploran
á él el remedio para tantos males que desolan
hoy dia á la sociedad.
Hemos, pues, creido á bien partieiparla desde
ahora, á principios del presente año nuevo.
Bien es verdad que todavía queda alguna cosa
que ultimar, pero estamos tambien ciertos de que
en estos pocos meses que todavia faltan, podrémas con el auxilio de Dios nuestro Se'ñor y de
la caridad de los buenos, conducir las cosas hasta
el punto de poder proceder seguramente á la consagracion en el tiempo ya indicado. Por nuestra
parte harémos, si es necesario , cualquier sacrificio, pues dicha consagracion será un grande
consuelo para el. corazon del S. Padre Leon XIII,
que verá de esta manera llevado á cabo lo que
forma el objeto de sus santos votos y paternales
cuidados.
Animo, pues, oh buenos Cooperadores y Cooperadoras, y preparémonos á la santa obra. El
Corazon de Jesús, este Corazon puesto para la
salvacion del mundo, genti ad salutem positurn,
como canta la Iglesia, recompensará abundantemente en esta y en la otra vida, todo lo que
harémos por amor suyo.

AVISO.
Las personas caritativas que deseasen
mandar alguna ofrenda para nuestros misioneros, están todavia á tiempo, puesto que
nosotros harémos llegar á su destinacion,
todo lo que tendrán la bondad de remitirnos.
La direccion :
A D. Juan Bosco- Oratorio de S. Francisco de Sales, Calle Cottolengo, N. 32. Turin
(Italia).
Con aprobaeion de la Ant. Eclesh\stiea - Gerente MATEO GHIGL!ONE
Tnrin, 1887 - Tipogl'llfia Salesiana.

LIBRERIA SALESIANA DE TURIN.
Librería Salesiana de Buenos-Aires y de Barcelona-Sarriá

PUBLICACION
.

DE LAS

LECTURAS CATÓLICAS
En Buenos-Aires

Ségur. La fe ante la ciencia n1oderna. n11n 12
n Los Francmasones . . . . >>
12
Claret. Los viajeros del ferro-carril . ))
1O
Butiñá. Vida de Sta. Germana Cousin. >>
1O
Martinengo. La Gran Bestia . . . . . >>
14
>>
De la imitacion de la bienaventurada Virgen Maria >>
12
7 Wiseman. La lámpara del santuario . >>
12
8 Ségur. ¿Hay un Dios que se ocupe de
nosotros ? . . . . . >>
12
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España 6 Italia

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2°:~1885.

9 Ségur. El buen combate de la fe. 1n1n >>
1O Sardá y Salvany. El liberalismo es pecado, 1a y 2a. parte ))
11 Martinengo. La cola de la Gran Bestia >>
12 Bosco. Vida de· Miguel Magone. . . »
13 Rivadeneira. Vida de S. Luis Gonzaga. >>
14 Ségur. El Infierno. . . . . . . >>
15-16 Bosco. El católico en el siglo. 1a parte >>
17 Martignon. Los muertos y los vivos . . >>
18 Pastor. Narraciones de Maria . . . n
19 Ségur. Josefina, etc. . . ~ . . . . >>

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ANO 3°.-1886.
20 Agustín 6 el triunfo de la religion
>>
21-22 Martinengo. El gran paso . . . ))
23 Bosco. Historia Eclesiástica 1a 2a 3a y
4a parte . . . .
. ))
24 Ségur. Respuestas. . . . . . . >>
25 F. Hernando. El Cruzado . .
. >>
26 Ségur. Respuestas. . . .
. >>

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LIBRERIA SALESIANA DE TURIN.
Librería Salesiana de Buenos Aires y de Barcelona Sarriá

Lecturas Católicas
Ultima Publ-icacion

VELADAS
DE

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QUE BAJO LOS AUSPIOIO~ DE MARIA SANTISIMA

Madre de pecadores arrepentidos,
DEDICA

,
A LA JUVENTUD ARGENTINA

JUAN MI PASTOR
Buenos Ail"es, 1886. t.Jn opúsculo en.-32- 1 Peseta.

Pocos son desgraciadamente los padres de familia que, despues de las cotidianas
tareas, emplean el tiempo e,n solazarse con su familia, imprimiendo en ella, además
del amor al reeogimiento del hog·ar, las máximas de órden, economía y virtud que
pueden proporcionarle las buenas '-'lecturas; muchos son por el contrario los que, olvidando la verdadera dignidad ele hombres, y desoyendo los clamores de su conciencia y ele
sus deberes, pierden el tiempo envur=~ltos en la pestilente atmósfera de algun café, ó bien
en los almacenes, donde consumen la mayor parte del jornal en licores, siempre perjudiciales á la salud y al bolsillo; de ahí esas turbas de bebedores, holgazanes, faltos de
vigor para el trabajo, sin conciencia ni pudor; pero aptos para la revuelta y el pillage.
¡Así se minan los cimientos ele la propiedad, frutos del trabajo y de la honradez! ¡Así
se socavan las creencias· religiosas que son la base de toda sociedad que aspire á la
verdadera soberanía, á la libertad verdadera: el trabajo y la virtud!
Hemos tomado l30r héróe del presente librito á un hombre pobre, abrumado con una
numerosa familia á la que atiende con solicidud paternal con el trabajo contüwo de
sus manos por el día, y á la que distrae é instruye con lecturas y conversaciones morales
por la noche.
Quiera Dios que los lectores de esta pequeña obrita hallen en ella la pauta que deben
seguir en el curso ele su vida, y que, dóciles á la enseñanza que en ella encontrarán,
abandonen la costumbre de pasar las horas del descanso en las casas de bebida, empleando ese tiempo en hacer leer á su familia algunos de los muchos libros instructivos,
amenos y religiosos, de que, con el consejo de algun eclesiástico ó persona inteligente
y honrada, pueden proveerse.
(El Autor).

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Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1887