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Título
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BS_1890_07
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Descripción
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Boletín Salesiano. Julio 1890
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Fecha
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1890.07
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extracted text
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TUP~IN
Libreria Salesiana
Album de los Papas con los retratos de todos los Soberanos Pontífices desde San ,
Pedro hasta León. XIII, y un Resumen histórico de cada uno de ellos, escrito
en alemán por S. Em.ma el Cardenal José Hergenrother, ampliado y vertido
al espaüol y al francés bajo la dirección clellVI. I. Sr. D. José Vallet y Píc1uer,
con la colaboración de distinguidos literatos y con censura y aprobación de la f
autorichJCl eclesiástica. Espléndida edición hispano-francesa de gran lujo, con
130 magníficas láminas y los retratos originales de los 258 Papas; grande y
precioso tomo ú·~ folio, artística y ricamente encuadernado con fierros eE',pB~
ciales en forma de Alb't{;/1'& ele como 43 p. 28 centírnetros; 1885. Peset. 75,00
Qui esteEIIe? ou le Cmur de Marie espérance du monde_, par 1Haximilien Barde~
sono des Comtes de Rigras. Traduetion ele l'italien par l'abhé F. Marie Didier.
» 3 00
du clergé de Maurienne (Savoie ). Un vol. en-8° de 3.20 páges .
Compendiosa Regula Cleri. - 1881, in-:32, p8g. vür-120 (Torino ).
» O 60
Compendium Biblicum seu Brevis expositio bistoriarum, praeceptorum, prophetiarum, admonitionum quae in Divino Volumine continentur. - 1881, en-32
de pág. 164
» O 60
imita-tione (De) Christi. Lihri quatuor. Nova editio eui accesserunt varii in dices~
- 1880, en-64 de pág. 458 .
·
>>
O 60
LAsELVE (Fra Zacharia). Amms Apostolicus continens cnm:iones: L Toto ad\'entu
- II. rrempore Uuadragesimae. - III. Omnibus diebus et singulis totius anni
diebus Dominicis.- IV. De Sanctís.- Predicabiles st;ylo perspicuo elaboratas~
claraque metlw':lo concinnatas. Editio revisa ed aclnotata a P. A. Saraeeno.
-· ~) vol. en-8° di pág. 2996
» 28 00
Conciones Praecipuis festivitatibus B, M, V, P. ZACHARIAE LAsELVE. Excerptae ex
opere Annus Apostolicus eiusdem auctoris. Editio .revisa et adnotata a P . A~
Saraceno Presb. Congr. Or. Taurini en-8°
» 2 00
NAMBRIDE DE NIGRI ( abbé) improvisateur Sacré. 1ére partie: Les ]})oangiles et instructions St&r le pr·incipaJes fetes de l'année- 2me partie: La Friere? Oraison
Dominicale, les Sac?nenwnts, les Con1nurndements de Dieu. 2 voL en-8° » 7 00
Totius Summae Theo!ogicae S, Thomae Aquinatis Compendium rythmicum F.Dominico Gravina Ord. Praedicatormn S. Theologiae l\1agist. Auctore. - Un vol.
en-32° de pág. 340 .
>>
2 00
TrRAN (P. Jacoho S. F.). Missiom:itrium, seu vh· Apostolicus in suis excursionibus
spiritualibus~ in urbibus et oppidis ad Dei gloriam et salutem animarum susceptis. Lector inveniet: l. Ordh~en1 servandttrn in Jn.issio1?..ibus. II. Serie m concionum tempore missionü. III. Ordinem concionum pro clieb,us dmnin.iC?:s et
feriis advent'us; pro dominicis et feriis Quadragesimae et pro die bus dorninicis
totius anni. Editio revisa et emendata a P. Stemmegoldo Ponzini Miss. A post.
e S. F. 6 voL en-8° de pág. 1942 .
., » 18 00
N. B. Al pr·ec~io de la ol7ra es preciso ahadir el 10 _p. 0lo
por tos gastos de correo y e:cpedición0
-
A~O V.~ N. 7.
Sale una vez al meg.
JULIO de 1890
o
DOLETI
Debemos ayudar á nuestros hermanos á fin de cooperar á la difusión de la verdad.
(III S.
JUAN,
ex~
(I TrM. rv, 13l
Entre las cosas divinas la más divina es la de cooperar con Dios
á la salvaCión de las almas.
DIONISIO)
Un tierno amor al prójimo es uno
de los mayores y más excelentes
dones que la divina bondad puede
conceder á los hombres.
(El Doct.
~
S. FRANC.
de
(MAT. XVIII)
8)
Atiende á la buena lectura, á la
hortación y á la enseiianza.
(S.
Cualquiera que reciba á un niño en
mi nombre, á mí me recibe.
SALES)
DIRECCION en ell Oratorio Saleolia:no. §IUlUARIO.
DON RUA EN ESPAÑA.
BARCELLONA SARlllA. LA FIESTA DE MAlliA. AXH.LI.DORA.
NO'l'ICJA.S DE NUESl'llA J\:fiSIONES- De le& Repúblicco Argentina.
De lct Pcotagon·ia.
E
CUETu\. SALJijSIANA DE ARTES Y Üli'ICIOS EN JJA PL:'.TA.
LA Ji'JES'l'A DE LOS C'OOPEitA.DOitES SALESIANOS Á J\L~ltÍ-\ AUXI-
LIA.UORA EN lVI!~XICO.
Y ALEN'l'IN Ó LA. VOCACIÓN CONTRARIADA..
LA GENUFLEXIÓN DELANTE DEL SAN'l'ISIMO.
BIBLIOGllA.FIA..
DON RUA EN ESPAÑA.
Nuestro Rector JVfa,yor después de -visitar
á nuestros hermanos, alumnos y cooperadores de Barcelona continuó viaje á Sevilla.
Apenas recibido el anuncio eu la Casa Sn.lesiana de Utrera Don Ernesto Oberti, <lirector de ella, partió en el acto ú encontrarle
en Madrid. Don Rua fué cordialmente hospedado en esta capital por el insigne cooperador Don Gabriel Manreta ; -visitó el
Excelentísimo Seiior Nuncio Apostólico, al
Eminentisüuo Ca.rdenal ]'ray Oeferino Gonzales y al célebre filósofo católico Orti y Lara
quienes le recibiei·on con singular afecto.
Sin poder detenerse sino breves horas siguió su camino á Sevilla, que sólo debía visitar de paso pam llegar cuanto antes i1
Utrera.
En Se-villa recibióle nuestro excelente amigo y Cooperador Don Enrique Mufíqz, en
Os recomiendo la niñez y la juv,¡mtud; cultivad con grande empeñ:O la
educación cristiana; proporcionad
libros que ·enseñen á huir el vicio
y á practicar la virtud.
(Pro IX)
Redoblad vuestras fuerzas para retraer á la niñez y juventud da las
insidias de la corrupción é incredulidad y preparar de esta manera,
una nueva generación.
(LEON
Calle fle Cottolengo N° 32, 'i'urin (Italia)
.XIII)
+
casa de quien dignáronse visitarle numérosas personas sabedoras de su arribo.
Entre tí1nto no pocos ecclesiasticos de UtreTa precididos por el Arcipreste Don ,Jtütn
Padilla , algunos representantes del poder
civil y judicial y las familias princip~tles ele
diclla ciudad esp8rúbanle con extremada gentileza y benevolencia en la estación. Don
Rua no tiene palab1·as. bastantes para agradecer como se merece tamaña, manifestación.
Sube á un coche y acompañado de aquélla
nobleza andaluza llega al colegio donde es
saludado con los fragorosos Vh'as de mús
do 200 niños. Entónase allí un himno y lle~
nos de indecible entusiasmo los alumnos se
abren camino por entre la multitud hasta
poder acercarse á su amado Padre. Don Rua
ú todos les habla; para cada uno tiene una
graciosa palabra, una caricia; oye ]a marella real española , luego la italiana y por
fin no sin esfuerzo llega á la estancia que le
estaba preparada.
Los alumnos habían preparado para el día
siguiente una espléndida academia músicoliteraria. Declama,ron hermosas composiciones en prosa y verso, · en lenguas espa,fíola,
latina, italiana y francesa; cantaron y tocaron excogidas piezas entre las cuales merece
especialmente mencionarse una preciosísima
sobre Don Bosco, la cual fué acompañada,
-74~
por su mismo autor el Sr. Don Agapito In·
sausti, tenor de la Catedral de Sevilla.
El segundo día de su estancia en Utrera
Don Rua dió la conferencia á los Cooperadores y Cooperedoras Salesianos. Su palabra
sen tilla y animada de vi va caridad pen0tró
en el corazón de todos los concurrentes, quienes más y más penetrados qued::uon de la
· importante obra de Don Bosco.
Aunque nuestro amado Superior habia
pensado no detenerse más de dos días y las
horas pasáran rápidas en oir a los Cooperadores, á los hermanos y alumnos , no quiso
partir sin tener antes la satisfacción de visitar el célebre santuario de Nuestra Señora
de la Consolación, patrona de Utrera y de
toda Andalucía. Visitó también al Señor Alealde, al Revmo Señor Arcipreste , al Señor
Marqués de Casa Ulloa , á la familia del
Sr. Don Joaquín Murube y á su hermano
Don Miguel, Diputado de las Cortes y dis. tinguido amigo nuestro, expresándoles el más
.profundo reconocimiento.
Commovedora sobre manerª fué la despedida. Después de una comida á que asistieron algunos distinguidos Cooperadores , el
abogado Don Enrique Lopez, haciendo uso
<le la palabra, pintó con gran elocuencia la
obra de Don Bosco. Algunos jóvenes leyeron sentidas composiciones. Don Rua en gran
manera commovido hizo una piadosa y fer- ·
viente exhortación á los niños y dióles la
bendición. 1Todos con sin igual ternura y
entusiasmo aclaman con repetidos vivas á
Don Rua y Don Bosco y le acompañan
hasta la estación.
De vuelta nuestro Uector l\llayor, al pasar
por Barcelona, entretúvose brevemente de
nuevo con nuestros hermanos y aJumnos de
Sarría, los cuales indelebles conservarán en
su corazón los recuerdos de su buen Padre.
BARCELONA SARRIÁ.
La fiesta de JY1aría Auxiliadora.
Nada tan dulce y majestuoso como las solemnidades celebradas por la Iglesia; y entre ellas las mas deliciosas son las dedicadas a la 1\fadre de Dios. En nuestra peregrinación en la tierra, alzando al cielo los
ojos, los :fijamos en una estrella de incomparable y sin igual esplendor, .cuyos rayos
nos illlumina,n y guían. Esa estrell:a es María,
amorosa madre y abogada nuestra. Su solo
nombre despierta en el corazón un suave
sentimiento dej consoladora esperanza. Aun
el alma más atribulada y abatida, y l1asta
la más abyecta y sumida en el crímen, no
pueden dejar de confiar en la Virgen Madre,
toda bontad, misencordia y amor.
Pero si todo cristiano se anima y conforta
con el recuerdo de Maria los hijos de Don
Bosco tienen más singulares motivos todavía para. alzar de eontinuo los ojos á ella y
honrarla eon tolla la ternura del corazón. La
Obra Salesiana bien sabido es que es obra
de Maria, quien maravillosamente la protege
y bendice. Ella se dignó presentarse visiblemente á su :fiel siervo Don Bosco y encomendarle la construcción de una iglesia
donde se la honrára con el titulo de 1\faría
.Auxiliadora, y Juego colmó y sigue colmando
de gracias al jnstituto que á altísima honra
tiene difundir tant preciosa devoción y publicar los prodigios innumerables con que la
Madre de Dios regala a los que bajo ese título la invocan.
Todas las Oasas Salesjanas visten sus templos de gala y se regocijan en la :fiesta de
María Auxiliadora. Desde la que es el centro de toda,s en Turín hasta la más apartada
en la Tierm del Fuego echan a vuelo las
campanas y elavan al cielo el incienso unido
á la mas :filial oración para expresarle su
entrañable amor, su eon:fianza sin límites, su
r)rofundísimo y eterno reconocimiento.
En nuestra Casa de Sarria la :fiesta de
María Auxiliadora celebróse este año el 1o
de junio con inusitada pompa y alegría.
Sin sernos posible dar minuciosa cuenta de
la ejecución del vasto programa, nos limitaremos á decir que numerosas fueron las
misas, numerosísim::Ls y edifieantes las comuniones, solemne y excogida la Misa mayor,
preciosa la predicación , extraordinaria la
coneurreneia. Entre ella dignos son de notarse los niños tanto de los talleres de Sarriá como de la nueva casa; Oratorio festivo
fundado. en Barcelona , al cual ya asisten
unos trescientos escolares.
A las 12 del día un verdadero banquete
estábales preparado á todos ellos en 1mo de
los grandes patios de los Talleres Salesia,nos
en S<:trriá, adornados y preparados al afecto.
Reunidos los de ambas casas no son menos
de setecientos muchados que alegres y entusiastas toman parte en el con vite. La señora Doña Dorotea Chopitea de Serra y
otros distinguidos Cooperadores y Cooperadoras les servían con en mayor esmero y caridad. ¡ Qué preeiOE\O cuadro ! Allí en el regocijo de los unos, en la bondad de los otros,
en la sin par expresión de todos, refléjas,e el
eSJ)Íritu de Don Bosco; es un espectáculo
commovedor que trae á la mente el recuerdo
de Nuestro Señor que sirviéndose de sus apóstoles derramaba generoso sus bondades a
un pueblo innumerable. &Cómo pintar el indecible contento de tantos niñ.os ~ cómo los
mil encant~tdores episodios, que tocan el alma
de nuestros bienhechores y la alegría acre-
-
centada por el eanto de composiciones admirables y la música de la 1mnda de los mismos Talleres~
Pero á dicho banquete sucedióse otra preciosa :fiesta que transportó de gozo {t los niños. A las tres de la tarde asistían allí
mismo á un renombrado drmm1: San Alejo,
composición del Cardenal vVisemau, y representado por alumnos del colegio quienes
celebrados fueron con nudridos vi vas y aplausos.
En la tarde la iglesia estaba llena de bote
en bote como en la mañana: y si hubien1
sido de doble capacidad habría sido todavía
pequeíía para dar cabida {¡, tantas personas
que llegaban allí á celebrar á María Auxiliadora y que con el corazón dolorido debían
volver á sus casas por f\Star ya el templo
atestado de gente. Dióse la bendición con el
Santísimo y cantóse á toda orquesta un hermoso Tantnm. m·go. Terminado el acto volvieron los niños al patio, continuaron los vivas á Don Bosco y á los bienhechores, y co·
locados en :fila partieron como ordenado ejército, unos á sus casas en Sarriá, otros á las
suyas en Barcelona. Los vecinos de ambas
ciudades asomá,hanse {t puerta.s y ventanas
para ver á esos reg-imientos de muchachos.
¡,Quiénes son~ &de tlonde vienen~ ¡, qué tlesta
han tenido~ preguntan. Y dada la respuesta
todos aplauden las fundaciones salesianas, la
munificencia y caridad de sus Cooperadores
y bendicen la mem.oria de Don Bosco.
Sarriá, 2 de junio 1990.
NOTICIAS DE NUESTRAS MISIONES
De la República A1•gentina.
Bnenos Aires, 31 de agosto de 1889.
REVMO.
,":J
SR. DON RUA:
Bien informado estará ya Ud. del desarrollo de nuestras casas en esta Repúbliea y
en particular de este Colegio de artes y ofleios en Almagro , llamado según parece a
ser una reproducción del de Valdocco. Nuestro Superior Don Oostamagna le habrá dado
noticia de cua,nto, con la a,yuda de Dios y
favor de nuestros Cooperadores, se ha realizado en beneficio de los hijos del pueblo ,
que aquí m{ts que en otras partes se hallan
en sumo abandono, ta,nto por falta de enseñanza y ejemplo como por la desolatlora é
iilieua proscripción de la religión en las escuelas.
En estos mismos días he l)Odido observar
una vez más cómo María Auxiliadora quiere
recompensarnos los traba~jos para establecer
y haeer prosperar en esta capital la obra de
Don Boseo, Los exámenes sernestrales ren-
'{5-
(lidos eon toda solemnirlad han sido muy
satisfaetorios. I.1as dos daRes superiores, llamadas de latinidad, cuentan más de cincnenta
alumnos, que fuera de las materias preserita!'j
en el prop·auut del gobierno estudian además el latín, ramo que á no pocos un día ha
de serie útil más para el ministerio del Señor y salvación de hts almas que lo que laR
ciencias naturales para los negocios del
mundo.
Los ejercicios nos consolaron en gran manera, manifestándose en ellos las buenas disposiciones de Ios jóvines para oir Ja palabra
de Dios y consagrarse á la práctica de las
virtudes cristianas. Al darles como recuerdo
un pequeño crucifijo pudo not?.rse que el número de los asistentes era de 284 jóvenes
intemos y 95 externos ... Justo era que después de probar la dócil correspondencia do
nuest.ros alumnos tanto en la parte religiosa
como en la inteleetnal y profesional , le,~
concediéramos un día de reereo con un paseo
al campo á la manera de los hechos por los
niños del Oratorio de San Francisco de Sales en tiempo de Don Bosco. El Sr. Dou
Rómulo Ayerza, illustre Cooperador nuestro,
tuvo noticia de semejante propósito y nos
invito generosamente á visitar su gran fú,brica de ladrillos y tejas, cuyos 120 industriales, siguiendo el ejemplo de su amo y familia de éste, negaron al altar á cumplir con
el precepto p~tseual. El Sr. Ayerza, presidente de una de las Sesiones de la Soeied:td
de San Vieente de Paul, quiso que todos los
gastos del paseo corrieran de cue.::.ta suya y
preparó tres veces más de <manto era necesario.
Bl día de Santa Rosa, protectora de esta
región, unos 350 aiumnos entre internos y
externos , precedidos de nuestra banda musical partían de madrugada pant tomar el
tren que debía conducirlos á Barracas.
· Era una maravilla para los habitantes de
los lugares por donde pasaban ver tan numerosa porción de niños, guiados por clérigos y sacerdotes, caminando en perfecto orden tras de la banda musical. Al llegar á la,
propieda,d del Sr. Ayerza admiraron los niños la grandiosa máquina y vastos trabajos
y luego oyeron la Misa, dicha en altar portátil.
¡ Cosa providencial! El santo Sacrificio ,
sin que nadie pensr~ra antes en ello , se celebró en el mismo lugar en que en la pascua
anterior 120 obreros habían recibido Ja santa
Comunión, y ahora 1~0 nifios recibían también la Comunión y la ofrecían por la familia del Sr. Ayerza.
Terminada la Misa y acción de gracias
disponiase ya el campestre almuerzo. En un
extremo del prLtio tres reses se tenían preparadas y hermosos trozos de carne eomenzaba.n á! asarse al fuego. Los niños hieieron
por de pronto un buen desayuno de saleld-
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'76
chón con pan y vino y luego divididos en
secciones y convenientemente vjgilados llegáronse á pescar á la orilla del río con los ::mzue
los que al efecto llevaban consigo. Oíanse
acá y allá las exclamaciones de aleg)~Ía y
triunfo por cada pejerrey que prendían ; los
más afortunados y diestros emulaban ent,re
sí y touos gozaban del espectáculo, sin que
faltáran algunos que mmdidos por los peces
que tomaban en las manos conocieran los
11eligros de la pesca.
Mas como el caballo tiene un atr::tctivo
especial para la juventud americana quiso el
Sr. ·Ayerza que no les faltára este entretenimiento, Los más ginetes eran los nacidos en
lugares de campo que con su destreza maravillaban á los de la ciudad,
A eso de las once llego nuestro caro prefecto Don Oasinis á celebrar la segunda Misa
con toda solemnidad y acompañamiento musicaL
Terminada la Misa y recitado el Angeltts
tuv"o lugar la comida campestre C(')ll un contentó y· algazara indecibles y repetidos vivas
á nuestro bienhechor el Sr. Ayerzít quien
con suma benevolencia á todos atendía cual
si fueran su hijos.
En medio de tanta abündancia nos venía
el pensamiento de ·Don Bosco ? Ql~e en sus
paseos con los niños deciales: ¡ ya tendremos
buena fiesta CU<1ndo hallémos un buey sin
dueño! N os otros sin ser tan numerosos teníamos ú nuestra disposíción tres bueyes?
gracias á la generosidad de un excelente
Cooperador ...
Concluída la comida volvióse al recreo y
la pesca. El Sr. Ayerza tuvo la bondád de
mostrarnos el bellísimo y vasto establecimiento; de todo daba explicación á los niños que curiosos lo rodeaban. para escucharle,
En esto llegó la hora de una pequeña representación teatral. Llamados todos al son
de un tambor corrieron todos presurosos. J-1as
piezas representadas fueron algunas fa1·sas
de hacer desternillar de la risa.
Llegada la hora en que el Sr. }lyerza, su
digno socio el Sr. Tullen y nuestro buen
Oooperallor el celoso Sacenlote Sr . Kiermm
debían retirarse, regalaron :?;J los :niños con
abundantes . y variados dulces y naraujas.
Los niños les saludaron y expresaron su reconocimiento con nuevos entusiastas vivas.
Tocúronse en seguida trozos excogidos de
música y luego pltestos en fila volvieron a
embarcarse en el tren llevauclo un recuerdo
inolvidable de tan hermos:=t fiesta.
¡ Dios bendiga y colme de favores {t nuestros bienhechores que con tan exquisita caridad se complaeen en llenar de alegría tantos corazones! Digno es de advertir que el
lema de la fábrica del Sr. Ayerza es un corazón con esta inscripcion: Fe. Esto indica
que la religión impera en aquella ü:nmensa
~
f{tbrica. La> fe, pues, del Sr. Ayerza se ha
aliado admirablemente con la caridad de
Don Bosco para proteger á los niños y encaminarlos por l:t verdadera vía del progreso
espiritual y materiaL
La modestia del Sr. Ayerza y del Sr. Dr.
Oullen no permiten que publiq nemos las limosnas con que nos fa\·orecieU"; pero coilüalmos en que el Señor les premiará, con l~r
gueza, y rogamos á Dios que imitando oüos
su ejemplo se aumente el bien con que el
. Ciel? regala á los niños abandonados por
· med1o de la obra de Don Bosco,
Ruegue Ud., Sr. D. Una, para que sean
fructuosas las fatigas de los obreros ele esta
Viña del Señor y reciba nuestros afectuosos
saludos.
De Ud. (~¡o hijo en J. O.
JOSÉ VESPIG-NANI.
Presbítero.
De la
Patagonia~
Patagones, 5 de novienbre de 1889,
]Huy REVDO. Y AnUDO DON RUA:
La idea de mand~trle una relación circunsQ
tanciada y numerosas ocupaciones no me han
permitido hallar et tiempo que necesitára
para escribirle, hasta que pasando uno tras
otro día me he persuadido de la verdad del
provei·bio : « Quien mucho ~ibarca? poco a,prieta » y me he determinado á darle siquiera algunas noticias,
·
Terminada la mísion en Ohoel-Ohoel en la
que conseguimos hacer cuatro Bautismos de
indios y administrar a,lgnnas Oomntüones,
dejamos con pesar al buen anciano Amadeo
Roggioli, italiano, que nos había co}mado de
atencioneR y albergado en su casa,.
Pasando un hra,zo del Río Negro entramos
en la Isla· Grande, que pocos meses antes
había yo recorrido de extremo á extremo en
toda su extensión de 27 leguas cuadradas.
Oon Don Sa-vio y Manuel. la atravesamos
ahora anclando 25 kilometros, Así que llegamos al otro brazo nos sorprendió la noche
y nos alojamos en una pobre caba,ña. E:icimos allí nna modesta cena, y luego dcn·mi·
mos sobre algunas pieles como mejor pudimos, A la mañana siguiente sin tener comodidad parn, celebrar después de tomar un poco
de café, partimos en compañía del dueño de
ca,sa, que gentilmente se ofreció á acompañarnos como um~; legua hasta el punto en
que comodamente podía p::~sarse el río a cuballo. Allí encontramos otro aldeano que
debía como nosotros pasar á la parte opuesta
y que siendo conocedor del vado nos prececlió. El lecho tlel río tenüt allí como 150 me-
,.,,....
'¡
tros de ancho, con 0,80 de profundidad. En
la mitad de él nos inquietó un incidente
inesperallo. El caballo de Don Savio se phHltó
y quiso volver atrás. Todos los esfuerzos del
ginete eran vanos : el animal daba un paso
<Ldelante y dos a,trás. En tal difteultad tomé
· yo las riendas y lo tiré adelante , mientras ·
l\Ianuel lo aguijoneaba de atl'ás, con lo que
conseguimos salir del río.
Desde este punto hasta Catre, esto es en
una extensión de unas 30 leguas, no ocurrió
otra part;ieularidad que la de haber debido
deja.r at1·ás un caballo cansado y dormir una
noche á cielo abierto. De paso liice una instrucción á los salvajes y bautizé cinco. En
Catre previendo que podríamos continuar a
la misión de Balcheta con nuestros caballos
1.
U cansados y macilentos alquilamos oti'os seis
y así el 9 de julio partimos para Balcheta,
·atravesando el innnenso desierto como de cien
millí1S de· extensión y enteramente falto de
agua. Allí en medio de ese dilatado campo nos
vino encima la noche. N os arrimamos al pie
de una colina donde guarecernos como las
circunstancias lo 1iermitían. Nuestra provisión consistía en un poco de carne cocida,
aqua y yerba mate; nada, más. Don S a vio
que se hallaba muy cansado y algo indis- '
IHiesto no quiso tomar cosa alcnna. Manuel·
y yo hecha nuestnt pobre refección nos echamos á dormir. Don Savio se acomodó.
:)ajo un arborillo y nosotros dentro de un·
foso para abrigarnos del aire. Ante todo tomamos las debidas precauciones ·con los caballos, déj{mdoles atados convenientemente
para que no se fuesen. Con todo dos de ellos
atados juntos habíanse ido; pero Manuel con
su vista de lince consiguió ver donde estaban y pudo encontrarlos á unos dos kilómetros de distancia. Partimos de madruguda,
y galopando casi todo el día, llegamos á, Balcheta al ponerse el sol. El va.Ile de Balcheta
·eS grande, ameno, con onduladas colinas. El
arroyo que le da, el nombre, después de re·
correr 40 ó 50 leguas se pierde en la arena,
formando antes un immenso pantano que se
cubre de cañas juncales. El arroyo tiene unos
tres metros de ancho por uno de profundidad. Lo único que rodea sus márgenes son
algunos escasos arbustos y cañas ; mas en
su curso riega de trecho en trecho IJintorescos valles y forma á las veces islas fertilísimas y de . variada vegetación. Como á
nuestro arribo no se encontrára el Sr. Comisario, que había ido al Chubut, nos alojamos en una estrecha y miserable cabaña.
No obstante estábamos contentos como prín.eipes, como quiera que en .algo se aseme-
jaba nuestra vivienda á la del Niño Jesús,
que siendo Rey del universo quiso nacer en
un establo de Belén. El alimento consistía
en carne con un poco de harina; de pan y
vino no bay para que hablar; no había ni
de muestra. Hállanse ácá cuatro grupos. de
-toldos, el principal de los cuales es él ele
I3alcheta : los demá.s se encuentran á una
distancia de tres leguas sobre la ribera del
arroyo. El número de los indios en uno
.de esos gl'upos es de 450 á 500 y como
la mitad ya cristianos desde el año de 1885.
N o encontramos en esta ocasión á los jóvenes y mozos, pues habían salido á la caza
del guanaeo y del avestruz, por lo que nos
limitamos á instruir á los ancianos, mujeres
y niños y á bautizar varios pequeñuelos.
Cuatro días después llegó el Comisario, quien
nos invitó f~ rm mesft con lo que notablemente mejoró nuestra situaeión.
El.18 de julio, no poco alterada la saluct,
.tornamos á las riberas del Río N e gro y tocando en Conesa y Guardia Pringues el 29
de Junio llegamos á Patagones á abrazar á
Monseñor Cagliero y demas hermanos. En
tr'es meses habíamos andado 400 leguas, administrado 140 l$autismos á los indios' 40 a
niños de gente civilizada , 7 J'VIatrimonios y
80 Comuniones.
Desde el JO de a.go:o:~o hasta el presente la
obediencia me ha retenido en Patagones.
Desde 1882 jamás había pasado tan largo
tiempo en compañía ele mis queridos hermanos. Pero. aun aquí, recibiendo el ejemplo
def celo de Monseñor Caliero , no se han
pasado los días sin provecho. Después de
uno Ejercicios espirituales he ido á ver a
los indios de Patagones y de Viedma y en
compañía de las Hermanas de María .A.u:s;ilia(Lora , á Dios gracias, se han recogido almndantes frutos.
1-Dl lunes próximo partiré con D. Garrone
{L San Javier 7 de donde seguiremos á Potrero Uerrado y ú las aguadas. El Señor nos
ayude.
El colegio de Viedma prospera como también él de Patagones. Las dos parroquias
consiguen grandes resultados. Las Comuniones habidas en dos :fiestas llegan á 780, y ,,
,'',!
aunque esto parezca poco en lugares de I- ,
talia, aquí est mucho. He aquí uu cuadro de .,
lo conseguido en el año que está por concluir:
·- 78-
1
MISIONES DE lA PATAGONIAdadas en el año de 1889
EN
1
itio Negro
Leguas
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2 Rio Colorado, Bal(jheta Mayo, Junio, Julio • ,
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1\gosto, Setiembre, Octubre
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Viedma y Patagones ,
•
TOTU,
1
La misión de Río Negro incluye los trabajos de Don Pestarino y otros Sacerdotes
quienes estuvieron en Guardia Pringles, Oubanea y Potrero Cerrado.
,,,
¡ Parece increíble ! El Vicariato de Monseñor Cagliero abraza una, extensión igual á
la de Francia 1 España y casi toda Italia.
Quien no quiera creerlo venga á medirlo.
N o olvide , muy amado Don Rua , encomendar en sus oraciones á su afmo
Hijo en J. y JJ!.
DOJ.\HN GO MILANESIO
Presbítero
!l"l¡¡p-"'"'"''"""'IUIIqlll 1 'ijJI'''"""'"'"'"''ijP 11 11)11 1 mi1'~""'"'""' 11 111111'!1Ji1 1 1111''"'"""""''"~1111''1!11''1111'"''"'"""'"'''1111''1111''1!11''"""''""'"'''1!1J1111ii~'IUf1""'"'""''"'"11111111[1''11111'""""'"''""'ilr'l
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ESCUBLAS SALESIANAS
de Artes y Oficios en. La Plata.
Digna de todo aplauso y recomendación
es la obra proyectada en la renombrada ciu-
dad de La Ph1ta , de fundar un gran esta. blecimiento para eseuelas elementales á la
vez que para artes y ofieios donde reeiban
esmerada eclucaeión multitud de niños de
aquella hermosa y próspera población.
A :fin de recomendar fu nuestros Cooperadores tan laudable intento nada podemos
hacer mejor que insertar aq ni la importante
carta circula.r del Sacerdote Salesiano Don
J3'élix Caprioglio encargado de esa preciosa
-obra:
MuY ESTIJ\rADO SEñOR:
Vd. no ignora que la sociedad ha considerado siempre la instruceión intelectual
· eomo un objeto de las más alta trascendencia y eomo uno de los elementos má,s poderosos y eficaces para el desarroUo de la
civilización. Esto ha sido reconocido hoy
más que mmca por los que se precian de
figurar entre los <~mantes de los intereses de
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I·NDIOS
Enero hasta Mayo • •
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BAUTISMOS
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1
la humanidad. De ahí el ahinco, 1a solicitud
afanosa, con que tanto se trabaja para extender y hacer penetrar toda clase do conocimientos científicos hasta en el hogar de las
ínfimas capas sociales. Nos guardamos muy
bien de censurar tales esfuerzos. Ellos honran altamente á los que de buena fe se preocupan por el bienestar de sus semejantes.
Pero abrigamos la profunda convicción de
que tales esfuerzos serán estériles y hasta
perniciosos si en la persecución de sus ideaJes pretenden , como parece , prescindir de
todo orden sobrenátnral, y eliminar por eompleto de la pública enseüanza el estudio de
las verdaues religiosas bajo el pretexto especioso de que la religión es hostil al progreso
y enemiga capital de la ciencia. Nosotros
sin entrar en discusiones prolijas y fastidiosas sobre la materia, opinamos que la religión, separada de la ciencia, bastará siempre
á formar hombres rectos y virtuosos, aunque
ignorantes· en los diferentes ramos del saber
humano, mientras sostenemos que la.ciencia
divorciada de la religión no producirá nunca,
por sí sola , más que hombres vanos y orgullosos , cmmdo no impíos mil veces más
funestos y perjudiciales que los primeros.
Evitar el primer inconveniente sin incunjr
en el segundo es lo más conforme eon laJs
tendencias y las necesidades del espíritu humano , y por consiguiente lo más acertado.
Tratar, pues, de hermanar la ilustración de
la mente y la educación del corazón mediante
la enseñanza de la cieucj a, profana y de la
enseñanza teórico-prá,ctica de las verdades
religiosas , hé aquí el único medio con que
se puede aspirar á form:.tr individuos útiles
para sí mismos , para la familia y para la
sociedad.
I.1os PP. Salesianos de la Plata , persuadidos de la, importancia ele esta vercbd, incorporándose al movimiento católieo que para
mejora,r la educación se está efectuando ac·
tualmente con tanto ardor se proponen levantar en el terreno que ocupan, ca11e 57,
esquina 9, un vasto establecimiento para Es(mela.s Elementales y :rura Eseuela de Artes
y Oticios, an{tlogo al que regentrtn desde
j
-
79 --
hace catorce años en San Carlos (Almagro) luntad, ellos se han visto obligados á cirde Buenos Aires. IDstá demás advertir que cuscl'ibir sus tareas, actuando en un campo
la enseñanza religiosa ocupar{t el puesto prin- relativamente pequeño y limitado, tanto por
cipal y que las pnert,as del establecimento se lo que toca á la instrucción y education de
abrirán con preferencia á los pobres hijos la juventud como por lo que respecta al ~jer
del pueblo, siendo este el objeto primordial cicio del sacrado ministerio. Esto debido á
de la institución Salesiana.
la falta. ele local, de personal y sobre todo
Hay otra necesidad de no menor impor- de recursos materia,les, pues es sabido que
tancia é igualmente reclamada por los inte- la capilla no tiene entradas y no cuenta con
reses de la localidad. La Plata, surgida hace subvenciones de ninguna clase, ni particupoco como por encanto y llegada en el tér . . lares ni gubernativas. Es cierto que la simino de pocos años, á un punto culminante tuación crítica que todos lamentamos contide desarrollo material , con sus numerosos núa de una manera angustiosa, pero es cierto
edificios públicos, á cuál más soberbio y también que las necesidades morales de lapograndioso , puede considerarse como la re- blación aumentan á su vez y se vienen hapresentación más alta de la fuerza del ta- . ciendo cada día más intensas y más senlento y de la. mano del hombre en el siglo sibles.
XIX.
Estas consideraciones son las que han dePero, desgraciadamente , ella ha quedado terminado á los PP. Salesianos a tentar
rezagada en un punto que conceptuamos de cuanto antes la realización de sus proyectos .
la mayor trascendencia. Ella no puede os- Ellos no desconocen lo dificultoso de la em ·
tentar á sus visitadores un solo monum.:mto presa que acometen, pero los alientan aquedigno de atención que encarne , por decirlo llas palabras de Jesucristo : Bnsca(l ande todo
así, y ;:;imbolice en la materia la idea de los el reino de Dios y el trúrnfo de su fnstícia y
principios que deben animar el cuerpo de todo lo dernás se os otorgará por afíadidtlra~
cualquier sociedad que aspire al logro de
Por otra parte, ellos abrigan la confianza
una prosperidad real, sólida,.y duradera. En de que el público en general y Vd. en par.una palabra , La Plata carece de templos ticular mir~uá con simpatía esa obra doblemajestuosos , cuyo campanario rivalice por mente benéfiea y no dejará de concurrir con
lo menos con la chimenea del establecimiento la ofrenda que su corazón generoso le insmecánico ó industrial. Y no solamente eso, pire y su posición le permita, con el objeto
sino que los tiene tan escasos y de dimen- de llevarla felizmente á cabo para la honra
siones tan reducidas, que se halla en la im- y la gloria de Dios y para el bien de la soposibilidad de ofrecer al pueblo qne lo de- ciedad argentim1.
·
sea, la comodidad de desahogar sus sentiAprovecha la oportunidad para saludar a
mientos religiosos en un lugar deelarado Vd. con la mayor atencion y respecto.
santo por la consagración de la Religión y
S. S. A. S.
de apagar allí la sed de verdad que le inSac. FÉLIX OAPRIOGLro, Sales.
quieta al recordar que no de solo pan vive
el hombre sino de todc~ palctbra que procede
Capellán.
de la boca de Dios. Pasando por alto lo
ND. - Las ofrendas pueden entregarse á la
demás, y limitándonos á nuestro objeto, todos reconoce11 y lamentan q ne la capilla de persona que se presente exhibiendo un documento
madera que existe actualmente en el terreno impreso que la autorice á recolectar, ó remitirlas
salesiano es de todo punto insuficiente para directamente al Sacerdote Salesiano que firma la
circular, quien se hará un deber de contestar indar cabida á la numerosa afluencia ele fieleJ mediatamente
al remitente acusando recibo, reque acuden á ella especialmente en las gran- servando para más adelante la tarea de publicar
des solemnidades del año. Y esto , prescin- en el diario LA UNIÓN el éxito de la suscrición
diendo de lm; peligros á que se halla ex- para satisfacción de los generosos obladores.
puesta continuame1:,te y que podrían acarrear
En Europa las ofrandas pueden entragarse a
funestas consecuencias. J.;a construeción de las Casas Salesi.anas.
un monumento religioso más sólido y de mayores dimensiones en un punto tan central
y por lo mismo tan concurrido , es mm neDE LOS COOPERADORES SALESIANOS
cesidad que se impone urgentemente ba;io LA
todos conceptos. Un templo, pues, levantado
á Maria Auxilia(lioJt~a en Me:xico.
entre la escuela y el taller que respondiendo
á las exigencias del vecindario recuerde al
propio tiempo los vínculos de unión y de fraEl domingo último y previa especial inviternidad que deben liga:r mútuamente entre
sí á los cultivadores de la inteligencia y á ta,ción, uno de nuestros 1·eporters tuvo el placer
los cultivadores del tra,ba¡jo, completarían e~ de asist.ir á una magnífica :fiesta que la Sociedad SaJesiana dedicó á María Auxiliadora.
plan que se proponen los PP. Salesi!:\.nos.
A las nueve de la mañana comenzó la Misa
Durante los cuatro años de residencia que
llevan en la Plata, {'l! pesar de su buena vo· con la asistencia del Il.mo. Sr. La,bastida, á.
FIESTA
-80-
quien con la reverencia, debida, recibieron bló más de Sacramentos ; se dio á las malas
todos los socios en .:;u estahll::leirniento situaclo lecturas, á los juegos, á la intemperancia y
en la Alameda de Santa JYim·.la núm. 2.705. {t otros detestables vieios. Y para esto ,
Los Cooperadores de la Obra Salesiana a- adónde conseguía el dinero'~ Al principio el
sistieron ú la fiesta casi en su totaJidad, y al padre se lo suministraba 1 y qua.ndo llego el
terminar la JYiisa subió al púlpito el respe- día en que se lo negó,rce6menzó por empeílar
table Padre Capdeville, quien pronuncio un el reloj, después vendió algunas prendas de
magnífico discurso, en el que hablo de la ropa, y varios sacos de trigo. Cierto día llegó
importancia y necesidad que tienen los P-eles, también á abrir una caja de sn padre y le
especialmente en nuestros aciagos días, de robó una bolsa llena de piezas de oro. El
recurrir á María y lograr por su intercesión padre, entonces, advirtió el mal á que había
los· favores del cielo.
· sido conducido su. hijo, y para alejarlo de
Este Sacerdote, que es Misionero de la So- los compañeros y del mismo JYlari, intentó
ciedad del « Corazón de Maria », habla con enviarlo á estudiar filosofía {t una ciudad.
facilidad y sus palabras despiertan en el co: Pero ya no era tiempo. Valentín se dió á
raz.ón de los que le escuchan, un vivo a:tnor ,una vida desorclenada; . empleaba. el dinero
á la virtud.
de la pensión en partí das de billar; y cuando
Después del Padre Oapdeville, espontanea- no tuvo dinero , eontrajo deudas que Hosmente tomó la palabra el Illmo. Sr. Arzobispo, nero pagó por no ver á su hijo en manos de
quien pronunció una alocución llena de la los tribunales como un malhechor. El affiigido padre, á pesí:)Jr de sus años, fué muchas
naturalidad, clemencia y ternura.
U na vez terminada la función religiosa, veces á aquella ciudad, para roga.r, mnonestodos · los asistentes pasaron al salón de tar y recomendar á su hijo que volviese {t
asambleas, donde el seílor Presidente de la religión y á la vid~t feliz y de paz que en
los Cooperadores Salesianos, D. A. G. de otro tiempo llevaba.
--:Padre, respondía Valentín, las lecciones
Lascurain , leyó un informe que nos abstenemos de calificar 1 una vez que vroxima- de lVIm:i producen sus efectos.; me es imposible retroceder, sé que camino á mi perdí.:.
mente lo conof'erún nuestros lectores.
Terminada la leetura del informe, volvió ción, pero es preciso seguir adelante~
- Amado . Valentin, le dijo llorando su
por segunda vez {t hacer uso de la palabra
nuestro ILmo Prelado , eonsagnmdo .á los padre, ven á casa, haz lo que quieras, con
Cooperadores ele la Obra fraseA de benevo- tal que aban<lones el camino detestable que
lencia y alentándoles á seguir fomentando llevas. Esa vida te comlnce á la deshonra,
una Obra tan fructuosa y de tantos resultados <1 la miseria y la infamia, y {~ mí me lleva
al sepulcro.
benéficos, especialmente para la niñez.
Valentín dirigió á su padre una mirada
La. grande Obra de la Pía Sociedad de
Cooperadores Salesianos, fnudnda en Ale- como queriéndole expresar que de todo ello
mania,· Francia, Italia, España, Inglaterra tenía él la culpa, y añadió ; « 2, Por qué me
·y Bélgica por el insigne D. Bosco, eomienza habéis impedido la vocación'? >> D.ieho esto,
ya en México á dar sus primeros frutos bajo dejó á su padre en modio de la plaza, se
dirigió á c.asa de tm prestamista á contraer
el amparo de nuestro egregio Prelado.
li'elicitamos en esta líneas á los Coope- nueva deuda, mayor que las anteriores, y
radores de ht referida Obra, y esperamos que después se fué en busca de sus desgraen nuestra patria logre alcanzar el exito ciados compañeros. Este acto hirió como
· una espada el corazón de Hosnero. Conocio
que en las naciones citadas ha alcanzado.
A la asamblea de que hemos hablado, entonces la funestas consecuencias de una
vocar.ión impedida; maldijo la amistad del
asistieron más ele cien socios.
perverso
JYiari , y lloró el momento en que
(El He1·aldo de México (América) 29 Mayo 1890).
le había confiado á su querido Valentín;
pero su arrepentimiento era y a tardío. En
el exceso del dolor, lloraba amargamente é
iba por la,s calles de la ciudad exclamando :
« ¡Si yo pudiera hacer que mi hijo volviese
VALENT!N
á su casa, le d~jaría con el mayor g-usto que
se hiciese sa.cerdote ó fraile ó cualquier otra
cosa , con tal que abandonase para, siempre
los caminos del deshonor ! ¡ Padre infeliz, ·
CAPÍTULO VIII..
hijo. desventurado, qué triste porvenir os esLas amarguras de Hosneros.
per::t! »
Vuelto á castt, SUl)licó al párroco le aconMucho alegró á Hosnero la noticia de que sejara y le illuminara, y el párroco escribió
au hijo no pensaba ya en el estado ecelesiás- una carta á Valentin que no tuvo respuesta.
stico; mas no reflexionaba que el tiempo que Suplicó á a1gnnos amigos que vivían en el
había pasado con Mari, le habht conducido mismo pueblo, que intentasen por cuantos
á abominables disoluciones. Valentín no ha- medios creyesen oportunos, l'eti:mr al hijo de
-- H l Y'm'
¡:
aquella Yida de libertinaje. Pero mientrnR
esto se trataba por el padre, llegó ]a, notícia
·de que Ya1entín se había asociado á unos
ma1andrh1es, los <males le habim1 hecho tomar parte en 11110 (le sus l)erv·ersos eTin1e11es
y que .sorprendidos por la ,insti cia, Yaleutin
y sus compaüeros habían sido encerrndos en
la eárcel. Golpe tan terrillle afectó de tal
modo {¡, H osuero en sus mlH:hoA ai1os y en
' los sentimientos de su eoruzóJl, que fuera ele
tü cayó desmayado en los bra.zos ele algunos
:y amigos que le rodeaban y que le prestaron
J[ ayuda~ y consuelo. Vuelto en sí un momentc
¡¡ « ¡ maldito 1\Ia.ri, exelamó, desventurado de
mí, infeliz hjjo! Voy {l, dar cuenta á Dios ...
de una vocación contrariada. » Dicho esto
cayó nuevamente sin sentitlo, y acometido
·de un[t violenta convulsion, expiró.
r
;;
·.\_;.\
,,,
"·
CAPÍTULO
IX.
Ultimas noticias de Valentín.
Muerto Hosnero, los acreedores de \Talen-,
tín trataron de cobrar todos sus créditos,
para, lo cual se vendió en pública subasta
umt graü parte de la hereucia paterna, y de
la otra partí~ se incautó el íiseo para las
costas de las eansas que le seguían, indemnizar á aquellos á quienes Valentín habia
ücasionado algún daño , y así entre unas y
Dtras cosas, quedó desban.tacla toda su hacienda.
De Yalentín sólo tle sabía 1 qne pasado de
una cárcel á otra , su delito había sido juzgado muy grave y que su vida, estaba en
peligro. Después pas~tton algunos años sin
que se supiese nada de él. Fmalmente, llegó
lJOl' el correo al director del colegio donde
V alentín había cursado la secunda enseñanza, una carta, eu que éste daba cuenta
de la condena que le había sido impuesta,,
con algunas otras noticias.
Creo oportuno transcribirla íntegra:
« Muy amado señor Director: El que os
~escribe es tm antiguo y una vez querido alumno vuestro, que ahora se halla condenado
á trabajos forzados. Cuando me aparté de
vuestro lado para ir á casa á vacaciones con
mi pobre padre, tuvisteis la bondad de darme
algunos consejos que me habrían hecho feliz
si loB hubiese puesto en práctica; pero fui
tan necio que los olvidé con daño irreparable para nií. Me encargásteis que os escribiera pronto: unas veces porque no quise,
otras porque no pude, nunca lo hice. Ahora
se me presenta ocasión de enviaros una carta
por mano segura y cumplo mi deber y vierto
en vuestro paternal corazón las amarguras
de mí alma, como en otro tiempo depositaba
todos los secretos de mi conciencia. ¡ Qué
tristes sucesos han acaecido después de nuestra separación! Mi desgraciado padre para
contrariar mi vocación me confió á un hom-
re malvado que con astucias y seducciones, me 0ngolfó en toda clase de vieios.
Los remordimientos y el horror al mal me
han acompañado siempre , mas nunca pude
resolverme á retroceder. El último delito que
he cometido, me horrorizo a.l nombrarlo, fué
un asesimüo. ¡Oh eielos! ¡Qué verguenza!
Un alumno vuestro que ganó el primer premio de moralidad, que quería al:n·a,zar el estado eclesiáAtico ó seguir cualquiera otra
earrera lucida en el siglo , se ve ahora cupierto de la más negra inütmia, y es un asesino. Eseuebad. Después de haber pasado
algunos años en el juego, borracheras y toda
clase de vicios, me encontraba abrumado de
deudas y persf;guido por mis acreedores. Con
la espentnza de ganar había pasado una
noche en el juego con algunos perdidos.
Cuando todos uos encontrabamos sin una
peseta, uno de ellos propuso que nos introdujéramos l'm una casa mientras el dueño
clormh, y la robáramos. Todos mir.uon con
sorpresa a.l malvago eonsejero, y temblaron
ante aquella detestable propuesta, pues que
todos parteríeeütn ú honradas f~únilias; más
ninguno se atrevió {L hacer la más ligera oposición.
Falsificando llaves y forzando puertas penetramos en un cuarto, y descerrajada un
arca de hierro, teniamos y~t en nuestras manos una cuantiosa suma de dinero , cuando
despertándose el dueño, i lathones, ladrones !
comenzó á gritar ; á los ladrones gritan los
mozos. cogiendo cada uno pn palo , tranca ,
garrote, ó lo que encuentran á mauo; uno
de mis con1pañeros, para acallar aquellos
gritos de espanto y para defenderse, disparo
una pistola cuyo proyectil fn.é á herir en un
brazo al ama de la casa que se encontraba
enfern1a en la cama. La fnerztt pública tomó
todas las avenidas de la casa, y nosotros,
en número de cinco, eaimos en manos de la
policía. I.1a pobre enferma , bien sea por l:t
herida que recibió, ó por el mal que ya sufría ó por el susto consiguiente, se atacó de
una terrible convulsión y al día siguiente
murió. Entre tanto los cinco fuimos conducidos , primero á una prision y después á
otra ; ·y por último, después de dos años de
c(trcel, fué sentenciada nuestra causa y condenados uno á trabajos forzados por toda la
vida y los otros tres y yo á la m1sma pena
por qniltce aüos~ Por mi parte llevo cumplidos aquí ya tres; y en consideración á mi
buena eonducba , me han sido condonados
otros dos. ¡ Quién sabe si algún otro acontecimiento favorable me podrá proporcionar
otro ali-vio en la pena !
¡ Oh, amado padre de mi alma, ;, quién
había de imaginar que un discípulo vuestro,
que recibió con tanto gusto vuestras amonestaciones y consejos, y fué tantas veces·
confortado por vuestro cariño, debía de llegar á ser un día, ¡horroriza el decirlo! , l1U
presidiario?
!
Oid ahora á donde fueron á parar todas
las riquezas y bienestar de mi famma, y la
dum condición en qne me eneuentro. Desde
la ma.ñana hasta 1:1 noche, eondena<lo {t penosísimos trabajos, sin ot.ra recompensa: que
contínuos y malos trataanientos , y más de
una vez sonoros latigazos. Mi lecho es un
duro jergón ; un plato de sopa, un poco de
pan y de agua, son mi único alimento cotidiano. No es esto todo. El odio, las imprecaciones , la obscenidades y las contínuas y
horrorosas blasfemias, hacen de este lugar
una antesala del infierno. La deshonra (íne
he arrojado sobre mi familia, la infamia de
que he cubierto mi nombre, el triste porvenir que me espera, la muerte anticipaua de
mi amado padre, son remordimientos que me
atormentan día y noche. Y preguntaréis:
~ CÓJ?IO has podido llegar á ser tan .malvado,
habiendo sido tan bueno en los cmco años
que estuviste commigo'~ Yo no he sido nunca,
ni menos ahora soy un criminal. Soy, sí, un
infeliz, un desgraciado, pero no un desalmado.
La oposicion que mi padre hizo á mi vocación y el infame guía que puso á mi lado
me condujeron, primero al frecuente trato de
perversos amigos , y después al abismo en
que me encuentro. Pero la religion no se
separó nunca de mí, nunca pude olvidar en
medio de mis maldades, aquella palabra que
tantas Vt~ces y con tanta bondad hicístéis
resonar en mi oído : « Si pierdes el alma,
todo lo has perdido; si la sal vas, ganaras
tu salvación etema. » Ahora eonozco la enormidad de mis crímenes, adoro la mano del
Señor que me ha castigado, y acepto mis
males y mis sufrimientos en p6nitencia de
mis maldades.
Ignoro cual sea mi futuro destino; pero
si logro salir algún día de este deshonroso
lugar, correré á arrojarme á vuestros piés; y
vuestros consejo¡:; serán la norma de mis acdones por toda la vida, y tengo también la
firme esperanza que vuestra bondad sabrá
proporcionarme á vueRtro lado una ocupaeión cualquiera, aunque sea muy'"lmmilde,
para que yo pueda trabajar, haeer penitencia y salvar mi alma. Dignaos entre tanto
advertir vivamente á los padres de los jóve,, nes estudiantes, que abran los ojos y vean
• ;i bien que los establecimientos á quienes encomiend8n la educación de sus hijos, se in. · teresen ante todo por la relig·iún. y la mora, i lidad, y que proeuren no resistir ni oponerse
r,
á la vocación. Y no ceséis de recomendar
J
~ especialmente dos eosas á mis antiguos compañeros, ó á los demás jóvenes que se en-cuentran todavía baJo vuestra paternal disciplina. Primera, que hHyan de las malas
compañías como de enemigos funestos que
conducen cuerpo y alma á la perdicíón. Segunda , que piensen y mediten sériamente
sobre el asunto de su vocación , y pidiendo
á Dios sus luces oigan los consejos, de lJer-
sona piadosa, doeta y prudente. Y si por
acaso encontrasen difieultatles por parte de
sus padres, que no sigttn mi ejemplo: tranquilamente y fortificando su espíritu en la
oraeióu , insistan con paz y tranquilidad ,
hasta tanto que removidos todos los obstá~
culos , puedan cumplir lo q ne sea más eonforme á la santa y adorable voluntad de
Dios.
Rogad a Dios para que me COUC8da la
gracüt de volveros Í't ver, á fin de que guiado
por vuestros paternales consejos, repare miB
escándalos con una vida cristiana , y logre
al fin de ella, al abandonar e:'lte destrierro y
valle de lágrimas 1 por la misericordia de
Dios, volar al Reno del Criador para alabarlo
y bendicirlo por toda la eternidad.
La genuflexión delante del Santissimo.
La genuflexión usada en la Iglesia de
tiempo immemorial, es, no solamente un homenaje de adoración profunda y de acata
miento tributado á la presencia real de J esucristo en el Tabernáculo, sino además un
acto de reparación.
. Y es cierto que, se por desgracia ha,y
muchos cristianos que hablan y rien delante
de la Magestall divina como en medio de la
plar,a, y pasau delante del Sagrario, negligente ó descaradamente, sin hacer meneión
alguna de respeto, ó haciendolo mal, también lo es que las personas piadosas se conocen en ]a modestia, gravedad y reverencia
con que se inclinan ante el Señor de los señores.
I1a enestion que tratamos, por pequeña
que parezca, tiene, ademas del aspecto religioso, otro que no es de despreciar: el que
haee malla genuflexion, ademas de una falta
de atención t't su Dios, comete una falta de
buen gusto. ~Hay coRa más ridícula que esas
muecas desatinadas, que, mas bien que genuflexiones respetuosas, parecen resbalones 1
piruetas ó cosa peor~
¡Cuántos hay que no se dignan jamás
completar la genuflexión tocando con la rodilla al su.elo! Es bastante general dejarla.
colgada y sin concluir.
Varias veces se ha preguntado á la Sagrada Congrega.ción de Ritos si las mujeres
deben hacer la genuflexión ó una simple reverencia, La Congregación ha respondido
repetidamente que las mujeres , eomo los
llombres, deben hacer la genuflexión.
Como alguno pidiese á Pío IX indulgencias en favor de la genuflexión para fomentar estrL práctica de acatamiento, Pío IX
se negó á concederlas, con gran sorpresa de
los que las pedían. Des1mes supieron que á,_
4
los ejercicios de obligación no se puede conceder indulgencias, como no se conceden á
la Misa y al ayuno de precepto.
La simple genuflexion se hace al pasar
por delante del 'rabernáculo, bajando solamente 1a rodilla derecha, que debe tocar al
suelo, junto al talón izquierdo, y no debe
jnnlinarse la cabe.1m.
Tampoco debe hacerse la genuflexión an(lando, sino, una vez llegado al punto conveniente, 1a persona que saluda al Señor, se
<1etiene , dobla la robilla, se levanta, y no
echa á andar hasta no estar: bien incorporacht.
(~uando el Santísimo se halla expuesto,
há.eese la genuffexion doble, con las dos rodillas. Primero se pone en tierra ltt rodilla
derecha, luego á su lado la ixquierda, y en
esta posición el individuo hace una inclinación bien marcada con la cabeza.
{E! Lábaro de Loja (Ecuador}.
Bl BLiOGRAFIA
Vida d'~ San Ang·ustín, po1· el sacerdote .mlesiwno JuLIO BAIWEI:US.- El pueblo
o·ustn. sólo leer lo que bien comprende, y si
~o lee 1ft vida de San Angustín, con ser tan
eclilieante y hermosa, es porque hasta ahora
se había escl'ito cspecht.lmente para él. El
]H'Opósito del S:r. B:trberis ha sido llenar tan
lamentable vacío, no intentando hacer u?a
obra de erudición sino euderezando su escnto
á la vida práctica y mejOTamiento de la costumbres. Su trabajo ha sido digno de los
mayor,es elogios, ltn, merecido ser pronto tra,ducido en frances y esperamos no ta.rclará
en darse á luz en español. rara dar á conocer el mérito de esa obra, creemos que lo
más acertado es publicar la piezas que damos ,{¡, continuación :
110
CARTA
de su Ema Mr. LAVIGERIE
CARDENAL
AnzoBrspo
DE ARGEL Y CARTAGO.
MI REV.DO PADRE:
Acabo de leer con no menos edificación
.que interés vuestra VidcL de San A~tg~tstín,
en italiano. Mucho celebro saber que va á
ser traducida al francés.
Tenemos, á la verdad, en Francia varias
historias de San A.ugustín, cada una de las
cuales se distingue por un mérito propio;
pero euya extension non permite vulgarizadas
.. entre los fieles, mientras que la vuestra es
:f; una obra yerdaderamente popular.
Confio en que Nuestro Señor la hará producir preciosos frutos para el bien de las
almas y honor de nuestro gran Doctor Africano.
Agrader,co muy de veras el recuerdo que
de mí hacéis y os ruego me creáis en N u estro Señor vuestro afmo
~
Oh. Cardenal LAVIGERII<:.
París, 24 ele mayo 1887.
CART.A
de su Ema Cardenal ALIMONDA
ARZOniSPO DE TUHÍN.
:M:uy APRECIADO S.EñOR ::
He recibido, ayer por la mañana, vuestra
Vida. popula.r de Srt.n .1l1tgustín que acabúis de·
publicar y que tan encomiada ha sido por
la prensa italiana.
Os agradezco vuestra preciosa obra. Ningún libro más á propósito que la Vida del
Obispo de Hipoua para mover los corazones
é in11amarlos de amor á la religión cil-tólica.
Recibid, pues, mis parabienes por haber sabido exponer con sencillez y claridad los
hechos de esta adminlble biografía ó por
mejor decir de esta historia, por haberlos
puesto tan discretamente al a;lcance de todos
y haberlos presentado en forma tan amena
y atrayente.
¡Ah l que particularmente los pobres jóvenes extraviados puedan leer la vida del illustre hijo de .J\'fónica! Su lectura les haría detenerse espantados en el camino del pecado
por cubierto de· fiares que les parezca; volverían pronto á Dios y gozarían de la paz·
que alegra á las almas en el paraíso.
Os felicito, señor, por haber proporcionado
á nuestro pueblo el suave alimento de la lectura de vuestro libro y apla,udo la delicada
atención con que lo habéis dedicado al nuevo
obispo de Ivrea, el nmo Sr. Richelmy que
tan dignamente lleva el nombre de Agustín.
Que el Todopoderoso recompense vuestm
labor concediendoos la gracia de hacer mucho bien en este valle de lágrimas, con lo
que el decimoquinto centenario de la conversión del Doctor de Hipona será más bendecido y feliz .
Os bendigo de todo corazon y os ruego
me creáis.
ffi
Vtwstro afrno. en Jesucristo
Cardenal ArzobiSjJO,
OA.YETANO,
Turín, 13 ele mayo ele 1887.
84-
CARTA
del lllustrisimo Sr. RICHElMY
OBISPO DE
IVRJ~A.
MUY DISTINGUIDO SEñOR~
Excelente obra habéis hecho con publicar
una vida popular de San Agustín. Todo me
ha parecido recomendable en vuestro ~iJ;>;o :
la materia, el objeto, el plan , la. ~rudiCwn ,
el estilo y la forma de la narra~wn.
.
Yo no sé cómo expresaros mlS agradeCImientos por vuestro precioso obsequio, ni
me atrevo á reprocharos lo único defectuoso
que he notado en vuestra obra: me refiero t~
la dedicación en la cual manifestáis gran
benevolencia })ara conmigo.
Celebraré que vu~stro hermoso libro. ~ea
favorablemente acogido en todas las fam1has
y que sobre todo sea leído por muchos jóvenes. En los difíciles tiempos que alcanza.
mos á todos es útil, pero en especial á los
jóvenes el conocer los admirables prodigios
'obradod por la gracia. de Dios en el corazón
de Agustín.
Continuad, estimado señor, haciendo servir
para gloria de Dios y bien de las almas los
dones especiales con que el Señor os ha regalado y dignaos no olvidar en vuestras oraciones á vuestro autiguo condiseípulo.
Con la más rendida consideración soy
V ~t e 8.t T o ct"f. m o e n J e 8 ~t e r i 8 t o
a:~ AGUS'ríN Ob,ispo de Ivrea.
Ivrea, 15 de mayo 1887.
Catecislmio en ejemplos.
En nuestro Boletín del mes pasado hemos
insertado el juicio emitido sobre esta obra
por el dial'io de Santiago de Chile E~ E8tcm·
darte Ccttólico. Publicamos ahora él que se
reO'istra elil. La Unión de Valparaíso.
Acaba de aparecer un nuevo libro con el
modesto título de Catecisnw en Ejentplos escrito por el distinguido sacerdote Don Camilo Ül'túzar. Después de haber recorrido
una á una las páginas de esta intere,:HJ,nte
publicación, hemos creído de nuestro deber
darla á conocer y recomendar su lectura ,
teniendo en vista los excelenteB resulta,dos
que de ella pueden esperarse. . .
.
En el desempeño de nuestro mm1steno sacerdotal hemos tenido ocasión de registrar
varios autores de catecismo: verdaderos textos de teología dogmática, destinados á la
consulta de los maestros y predicadore,3 los
unos, excesivamente superficia~es .los otr.os ,
son pocos los que llenan el prmCipal obJeto
de esta clase de libros.
Movidos de santo< celo por el bien de las
almas~ eruditos é inteligentes autores han
escrito obras monumentales en que se da
grande importaneia al desarrollo de las verdades consideradas especulativamente; no
pocos se engolfan en refutaciones inútiles y
en demonstraciones estérile; puesto que se
trata de dar las nociones más rudimentales
de la fe cristiana.
El conocimiento da la verdad exige cierta-mente raciocinios sólidos y principios evidentes cuando se trata de convencer; pero
cuando se arroja la primera, semilla en terr~no
fértil basta nn pequeüo surco, una leve unpresiÓn un caso práctico. Es indubitable que
la ensellanza práetiea, es la mejor de las enseñanzas, y el niño no olvida fácilmente lo
que ve y le commueve. Al emp~·ender su
trabajo el señor Ortúza,r ha consegmdo salvar
estos inconvenientes de la mayor parte de
Jos catecismos, y ha procurado poner a~ alcance de todas las inteligeneias con clandad
y precisión los sanos principios, las sublimes
y santas doctrinas del Evangelio ..
El libro de que nos ocupamos vwne á satisfacer una grave necesidad, especialmente
sentida por los jóvenes catequistas; ~ra~ _un
recurso poderoso á las madres de familia;
deja á los ignorantes luz clara y abundante
para la adquiswión del gran tesoro de los
conocimientos. religiosos.
El autor se ha esmerado en dar claridad
á la enseüanza doctrinal; en breves y concisas respuestas espon-2 los dogmas_ ~ los
principios fnndameutaJes tl~ l~·l_noral cnstmn~.
El señor Ortúzar h:.t d1vH:1Ido su trab~10
en tres partes: la primera trata del Credo
ó verdades fundamentales; la segunda de la
Moral Cristiana, ó sea de los :JVIandamieutos
de la ley de Dios y de la Iglesia, y en la
tercera expone la doctrina sobre la Oraeióu
y los Sacramentos.
.
..
La amenidad del estilo, la premswn del
lenguaje hace del Oc~tec¿srno en Ejmnplos una,
obra de agradable y útil lectura.
Lo que coustituye lr~ princi¡~al venta¡ja ~-el
libro que nos ocupa es la ensenanza practica
por medio de ejemplos, estractados, ya de
los libros Santos del antiguo y nuevo Testamento, ya de la tradición ó de la historia
profana. Los hechos con que demuestra la
verdad de las enseñanza están, ó autorizados
por la Iglesia,, ó aceptados por. e~ unánime
eonsentimento de los pueblos cr1st1anos.
Después de lee atentamente las páginas
del Catecismo en Ejemplos, nos queda el convencimiento de que es utilísimo para los sacerdotes que se dedican á la predicación
entre la gente sencilla é ignorante , y muy
especialmente para los jovenes catequista~
que enseñan á los niños en los templos ó
en las escnehts. I.1a lectura, será adeinás provechosísima. parDJ las madres de familia que
·deben instruir ~. sus hijos y domésticos.
Cona~f~~;¡;-!,t .tu t. Eclesiástica - Iteren te !U'I' l'!iO GIW<J.IO >li
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tradución del P. l\fARIO MIGONE
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1, 25
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