BS_1895_09

Ficha

Título
BS_1895_09
Descripción
Boletín Salesiano. Septiembre 1895
Fecha
1895.09
extracted text
X - - IV.

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P u b lic a c ió n m e n s u a l

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S K T I E S I líR E de

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ROSATEERQOOOM
1NUHUESSISUTHITTAT
OPERARIOS|HUE5SEMSUAH

OLETIN
S A L E S ÍA N O
,;?.á

El peligro, Padre Santo, e*lá en la continua difuBidn de libros infames; 7 para poner coto á Umo&o
mal, 70 no veo otro remedio, que la fundación de
una Imprenta catOUca, puesta bajo el patrocinio de la
Santa Sede. De esta manera, no taacléndoee esperar nues­
tras respuestas, podremos con mayor ventaja descender
al campo de la lid 7 responder con feliz éxito A las
provocadones de los aptetoles del error.
<Sai. b i )

7^
kL

No se engañarla mucbo quien intentara atribuir prin­
cipalmente i la prensa malvada todM los males pre­
sentes, asi como la deplorable eoodiciOn de las cosas
á la coa] bemos venido a parar. Los escritores católicos
deben con todas sus fuerzas valerse de la imprenta para
bien de la sociedad.
,
(L kOv XIII)

La prensa periódica sometida & la autoridad Jerárqniea, revestida del espirito de Jesocrtsto, viene i ser
Efl poder inmenso; ilumina, sostiene la verdad, tuco
desaparecer e l error, salva 7 tíviliza; es una especie de
apoáolado soblime.

taUIOMA)

HIIMS CfflRA TULLE

)>uenoíi-Aircs

LllíKElilA 8ALESIAi\A — Sarriá (Barcelona)

LEC TU R A S CATÓLICAS.
Pulilj<;ación iv\a ho i>ropoiie exclusivamonte la eusonaiiza y dcfotiRa do la llalígión Católica nie(liaiitü In (lifiisióu do libros morales y amenos
adaptados íi la inteligencia do todo ¿1 mundo.
Cada 11108 salo lí luz un o])úsculo do 100 íi ISO pa­
ginas <jno 80 envía á los señores suscritoros.

Precio de suscricióii (pago adelantado).
En liuonos Aires: Un año pesos inin. 1’50.
- Provincias:

_ . . .
1 ’75 .
- En el oxtranjoro: —
ou oro . . 1’50.
A los Señores Suscrxtores, que quieran consti­
tuir címtroH do suscrición, so les concederá un
iO o/" do descuonto.
Los pedidos y jirecio de la suscrición so di­
rigirán á cualquier casa Salesiana, á los res­
pectivos agentes ó á la Dirección de las Zecliiras
en ol Oole¡/io Pío LX do Artes y Oficios, en Al­
magro, lluenos-Aires.
Catecismo explicado con ejemplos }>or el Salcsiano
D. Civindo Ortázar Pbro. La Tipografía Salesiana de Sairiá-lbircelona acaba do imblicar la
torcera edición. Es una obra do sumo interés,
la que recoim>ndamoa do un modo especial á
los señores J’árrocos y personas dedicadas al es­
pinoso eargo do instruir á la juventud, no sién­
dolo menos á toda suerte do personas, y mayor­
mente á los padres do familia. El piadoso autor
ha eapuesto eon claiidad, no solo las enseñan­
zas de nuestra santa Koligión, sino qne, con Orciorto, ha reunido variados y preciosos ejem­
plos (luo alientan á practicar la virtud.
« El Catecismo constituye el fundamento iiidestruütiblo de la educación cristiana. En él se
1’esiu‘lven todas las grandes cuestiones y se en­
señan loa más sagrados deberes j es el laso mis­
terioso t¡itc une al hombre con Dios, el cielo con
la tierra, el tiempo con la eternidad.
^ Para facilitar su conocimiento nada más á
ropósito que añadir los ejemplos ú la doctrina.
<as palabras mueven-, los ejemplos arrastran. El
oamiuo de los preceptos es largo y penoso, ol
do loa ejemplos corto y agradable! Nuo.atro Se­
ñor sombraba do parábolas sus ensofmiizas. »
El Catscismo explicado con ojomplos que anun­
ciamos, tiono, ]mes, el objecto propuesto. Consti­
tuyo un tomo de 1010 páginas v so vende al
precio de 4 ptns. en nlstica, y Ü encuadernado.
Al Clolo por María, compuesto por el mismo piadoso
Autor, el cual ha unido con singular esmero i\
la doctrina de la Iglesia sobre las glorias y vir­
tudes de la Madre de Dios, preciosos ejemplos
(lUü eonllrman la iíni>ortancia v elicncia do la
devoción con que se la honra.'
En rústica
Pts. l ’ñO. — En cuadenmdo en tela 2*00.
Manual de la Primera Comunión por el mismo autor. —
Obrita suummeuto á pro]H>sito j>ara prej>arar á
los niños á tan imimrtaute acto. — Tercera edi­
ción. En tela Pts. 2’00.
El Joven Instruido. Devocionario muy recomendado
j del cual so han publicado más de cién edicio­
nes, escrito con gran esmero por el Pbro. D
Juan Hosco.
Encuadernado en tela Pts. 1*00 — En badana
vitela y con cortes dorados
2 oO. — Preciosa edición de 1S91. Pts. 5.

S

Vida de Margarita Bosco por el Pbro. D. Juan Lemoyne. Obrita en la que se refieren con gran
amenidad los admirables ti-abajos y virtudes de
aquella buena aldeana, que con un corazón digno
de una reina estaba escogida por Dios para
la formación del San Vincente de Paul de nuestro
siglo.
Tercera edición. En rústica Pts. l ’OO. — Encuadeninda en tela 1’25. — En tela y cortes do­
rados 1’70.

DRAM AS

Y

C O M E D IA S .

Las Pistrínas 6 la última hora del Paganismo. Drama
en 5 actos del Sacerdote J. B. Lemoyne (edic.
de Turín).
El hijo generoso. Drama en 5 actos.
Los dos señores sin pantalones.
Pequeñas miserias de la vida humana.
El dinero para el diploma.
El ruiseñor.
Una aventura.
Sobre la urna de la madre. Drama en 3 actos (ed.
de Turín).
La herencia en Córcega ó la Venganza.
Los 99 duros. Farsa en 1 acto.
Los malos compañeros. Escenas populares en 3 actos.
San Francisco de Asís en el siglo. Acción draniittica
en 3 actos por el Dr. D. Antonio Ughetto.
El cuadro de la Virgen. Comedia en 3 actos por
D. Lemoyne.
Un hipócrita de nuevo cuño, por G. B. Sparrone. Co­
media en 2 actos.
Un solo par de calzones.
Un espediente, por ol Can. Edvigio Cattaneo.
Los tres fanáticos. Farsa en 1 acto.
Las memorias del diablo ó el triunfo de la justicia.
Comedia en 8 actos.
El esclavo. Drama en 3 actos.
El último día de carnaval.
Don Timidito y Don Francone.
Una apuesta.
El espantajo dol gavilán. Farsa en 1 acto.
¡Imposible! ¡Imposible!
Los dos sargentos. Drama en 5 actos.
El Ingrato. Drama.
Conrado. Drama.
Ronzo y Frontín.
Libertad, por el Pbro. F. Feuogíio. Drama en 5
actos.
Las consultas ridiculas. Fiu.'sn.
Una noche de lluvia. Farsa.
El noble y el capitán. Drama.
Una lección provechosa. Comedia en dos actos de
José Cautagalli.
La Compañía Flarcos. Prólogo y despedida.
Posaderos y no posaderos, ó el Alcalde necio. Come­
dia on 3 actos.
Un convidado que no llega ó tiempo.
Los dos caracteres opuestos.
Culpa y Perdón, Drama en 5 actos por el Pbro D.
Juan B. Lemoyne.
Seyano, Drama en 4 actos por el mismo Autor.
La Casa de la fortuna. Drama en 2 actos por el Pbro.
D. Juan Bosco.

ASO X - N. 9.

Fablicaoión mensual.

SETIEMBRE de 1895

BOLETIN SALESIANO
Quien r e c ib ie r e 4 u n n iñ o e n m i
nom bre, 4 m i m e r e c ib e .
(M a T H . X V I I I .)

Os reco m ie n d o l a n in e z y la Ju­
v en tu d ; c u ltiv a d c o n g r a n d e e s ­
m ero su e d u ca ció n c r i s t i a n a y
p rop o rcio n a d le lib r o s que le e n ­
señ en 4 h u ir d e l v ic io y 4 p ra c­
tica r la virtu d .
(Pío IX.)
R ed ob lad v u e str a s fu e r z a s 4 fin
de ap artar 4 l a n iñ e z y ju v e n ­
tu d d e la co rru p ció n é in c r e d u ­
lid ad y p rep arar a s í u n a n u e v a
g e n era ció n .
(L eó n X III.)

D e b e m o s a y u d a r 4 n u e str o s h er­
m a n o s 4 fin d e co o p era r 4 la
d ifu sió n de la verd ad .
(111 S. J uan , 8.)
A tie n d e 4 la b u e n a le c tu r a , 4 la
e x h o r ta c ió n y 4 la en se ñ a n z a .
(I T imotu IV, 13.)
E n tr e la s c o sa s d iv in a s , la m 4 s su ­
b lim e , e s l a d e co o p era r co n D io s
a la s a lv a c ió n d e la s alm as.
(S. D ion isio .)
E l am or a l p ró jim o , e s u n o d e
lo s m a y o r e s y m 4 s e x c e le n te s
d o n es que la d iv in a b on d ad
p u ed e co n c e d e r 4 lo s h om b res(E l Doct. S. F eanc . do Salea)

DIRECCION en el Oratorio Saiesiano — Calle de Cottolengo N. 32, TÜRIN (Italia)

Importante.
Obra de lUnrla Auxiliadora para fomentar las vocaciones al Estado
Eclesiástico.
La institución salesiana de D. Bosco.
Un cristiano como ba de ser y se necesita.
Congreso Católico de Lisboa.
La Obra de 1). Bosco en Italia.
EspaKa. OeroTut. Granja Salesiana do San Isidro. — Sevilla.
Solemnísimos cnitosen honor deMaria Auxiliadora, (conclusión).
Axékica. Litna {Perú), — Bogotá {Colombia). Victorias do
María Auxiliadora. — iíijico. Oratorios festivos.
Noticias de iruEstaos Misionebos. Ecuador. Ocho meses en el
Vicariato de Móndex y Gualaquiza. — El Camarujo en la Fatagonia ó el culto público al Espiritu bueno y el culto privado
al espíritu malo, y su terminación (conclusión). — Otras no­
ticias.
6&ACTAS DE María Auxiliadora.
Noticias t Variedades.
Bibiografía.

IM P O R T A N T E .

Llamamos la atención de nuestros
amados Cooperadores, sobre la si­
guiente conclusión del Congreso Salesiano:
^ Con nn especial j vivo interés el
Congreso recomienda la lectura del
Boletín Saiesiano., por medio del cual
reTive cada día en sus obras el vene­
rando D . Bosco, y hace ardientes vo­
tos para que la lectura y propagación
del mismo, merced al celo de los Coo­
peradores, trascienda fuera de ellos,

en manera que su difusión sea con­
tinua é ilimitada ».
*
« >k

Siendo el Boletín Saiesiano vínculo
de unión entre los Cooperadores, en
cuyos pechos alimenta viva la llama
de la caridad, con la relación de lo
que la P ía Sociedad Salesiana liace
en provecho de la juventud pobre y
abandonada y el empleo que da á sus
limosnas y donativos, nada se exige por
la subscripción, dejando á cada uno en
la libertad de contribuir á los gastos de
la edición con lo que sus fuerzas le
permitan y su caridad le sugiera.
Si cada subscritor pagara con este ob­
jeto, al menos 3 pts. anuales, los gastos
quedarían casi en su totalidad cubiertos.
Suplicamos á los Sres. Cooperado­
res que al hacer sus limosnas á las
Casas Salesianas particulares, deter­
minen la cantidad que dedican al
BoUtín Saiesiano.
Agradecemos á todos nuestros lec­
tores la benevolencia que hasta el pre­
sente nos han dispensado, y condamos
de que en adelante nos la continua­
rán dispensando.

— 194 —

OBRA DE MARIA AUXILIADORA
para fomentar las vocaciones al Estado Eclesiástico.
S^iUiiNTA la Sagrada E scritu ra (1) que un
padre de fam ilia liabía preparado un
b an q u ete, al que invitó á muchos de sus
amigos. Llegada la hora y como estos no se
presentaran , envió íi uno de sus criados
p ara (jue los a v isa se ; mas ellos se excusa­
ron diciendo que urgentes ocui)aciones les
im pedían su asistencia. Irritad o el Señor con
este proíteder de sus amigos, dijo á su siervo :
Vé por laft calles y plam s ae la ciudad é invita d todos los pobres, en ferm os, cojos y
cieyos que encontrares, üías como su número
no fuera sulicioiite para llenar los puestos
de antem ano preparados, vd, le dice do nuevo,
fuera de la ciudad, })or los caminos y veredas
é induce d todos los que encontrares d p arti­
cipar de m i cena, pues es necesario se llene
mi cufia.
E s indudable que Don Bosco es el siervo
enviado en estos últimos tiempos por el p a ­
dre de familia para que llene su casa; y no
bastando con los innum erables infelices reco­
gidos por las calles y plazas de las ciuda­
des^ salió por los caminos extraviados p ara
in v itar íl los que encontrase : es <lecir ; cono­
ciendo Don Bosco no ser todavía bastantes
p a ra regenerar la sociedad presente y vol­
verla ú D ios, los colegios, asilo s, talleres,
etc. que sus congregaciones abrieron por
todas partes, ideó una nueva obra que com­
p letara las ya existentes y que respondiera
ú otra grave necesidad p rese n te ; la esca­
sez de vocaciones al estado sacerdotal.
Y en v e rd a d ; pocas veces h a sido tan
necesario como en los tiempos que corremos,
tener presente y repetir con frecuencia la
oración que N. S. Jesucristo tanto recomendó
íi sus discípulos: Eogad al Señor de ¡a mies
que mande d ella operarios. El mal espíritu
de la ópoca, las nniximas irreligiosas, la co­
rrupción de las costum bres y la educación
anticristiana que so da ú la juventud , son,
ú no dudarlo, poderovsas causas que directa­
m ente influyen en las m uchas bajas que va
experim entando el ejército de Jlinistros del
Señor. Que este sea un m al gravísim o, nadie
hay que lo ponga en duda ; pues ai en todos
los tiempos la misión dol sacerdote h a sido
de reconocida im portancia social, hoy es más
necesaria que nunca, por efecto do la com­
presión y desorden que por todas partes se
adviertcJí. De aquí que el P ap a, los obispos,
los sacerdotes y cuantos buenos cristianos
sienten en su corazón el fuego del aposto­
lado , se lam enten y eleven hasta el cielo
tristes suspiros demandamlo aumento de ope­
rarios apostólicos en la viña del S e ñ o r: ya
que la mies es mucha y muy pocos los obre(l) S. Lucas.

X IV ,

lG-21.

ros, sucediendo con muchísima frecuencia lo
que dice la E scritura : parvuli petierunt panem et non erat qu¿ frangeret eis; los hijos
del Señor dem andan con viva instancia el
rocío de la gracia del que se ven privados
por falta de p asto res, apóstoles y doctores
que puedan proporcionárselo, siendo de aquí
grande la ru in a de tan tas infelices víctimas
de sus pasiones, como desgraciadam ente ve­
mos cada día x>asarse á las filas enemigas
y cam inar m iserablem ente á su perdición.
Don Bosco que am aba demasiado á la Igle­
sia, y se interesaba harto por las alm as x^ara
perm anecer impasible ante un m al de tan
incalculable trascendencia, después de ma­
duro exam en, decidióse, m ovido.del deseo
de rem ediar aquel gran d a ñ o , á establecer
la que llamó O bra d e M a ría A u x il ia d o r a ,
para fom entar las vocaciones al Estado Ecle­
siástico:, no sin consultarlo antes con S. S.
Pío I X , sin cuyo consejo y norm as nada
em prendía y que en esta como en anterio­
res ocasiones calurosam ente elogió y aprobó
la nueva obra y en 9 de Mayo de 1876 otorgó
especiales favores, gracias é indulgencias á
los que tom aran p arte en ella.
Don Bosco, desde el priiicixúo de su apos­
tolado, se dió con ahinco á cultivar la vo­
cación al sacerdocio en aquellos de sus ni*
ños en los que descubría algún indicio de
e lla ; mas los resultados ordinariam ente no
correspondían á sus ímprobas tareas.
« La experiencia nos enseña, d e c ía , que
de diez niños que comienzan los estudios
con ánimo de alistarse en la milicia de J e ­
sucristo, apenas si uno ó dos llegan al sa­
cerdocio; m ientras que de igual número de
jóvenes que vienen con el mismo propósito,
siendo más m adura su vocación, x>erseveran
ocho. »
E sta es la razón x)orque Don Bosco quiso
fundar esta obra x'¡u’a a le n ta r, afirmar y
ayudar en su vocación á los jóvenes (1) que
deseen consagrarse á Dios eii el estado re­
ligioso ó eclesiástico; y x>i^ra esto exclusiva­
mente destinó algunas de sus casas, esta­
bleciendo en ellas los cursos de hum anida­
des, concluidos los cuales, x>asan los jóvenes
á los seminarios de sus respectivas diócesis
l>ara cursar In filosofía y teo lo g ía , ó á los
noviciados de la Orden ó Congregación re­
ligiosa á que se sientan llamados. Mas como
careciese de medios m ateriales p a ra el sos­
tenimiento y progreso de esta obi’a, hizo un
llamam iento á la caridad de los fieles, invi­
tándoles á prestarle sus socorros, en calidad
lie Oferentes, Corresponsales ó Bienhechores,
los cuales con sus lim osnas, consejos y a u ­
xilios á los jóvenes pobres, contribuyen á
la obra más g ra n d e , cual e s , la de la for­
mación de un sacerdote, á más de participar
de las innum erables indulgencias de que
(1) Se rei-iben también mayores de 30 afíos, con tal
que tengan ya algún estudio.

195 —
S. S. la enriqueció. Que ella corresponda á
los propósitos y esperanzas concebidas por
Don B osco, no tard ó mucho él mismo en
experimentarlo ; pues, obtenida la bendición
y aprobación de los obispos y del Suprem o
Jerarca de la Iglesia, dió comienzo á la Obra
recogiendo en el Colegio de San Vicente
de P au l de Sam pierdarena (G énova) á al­
gunos jóvenes animados del deseo de consa­
grarse á Dios en el estado eclesiástico. Dios
bendijo sus esfuerzos, y al poco tiempo ves­
tían el hábito clerical trein ta y seis de aque­
llos jóvenes, veinte de los cuales volvieron
ásus respectivas diócesis, algunos abrazaron
el estado religioso, y los restantes, en varios
institutos, se consagraron á las misiones
extranjeras. E stos eran los primeros frutos
que Don Bosco recogía; los que sucesiva­
mente se h an venido recogiendo h a sta el
presente, no podrían ser m ejores; más de
12,000 sacerdotes, son á no dudarlo un dato
elocuente de la im portancia de esta O b r a ,
sin cnyo auxilio el 75
sinó más, de dichas
vocaciones, hubiera seguram ente fracasado
por falta de adecuado am biente donde desa­
rrollarse. Y esta apreciación nuestra que tal
vez parezca á alguno exagerada, no lo será
ciertamente p a ra los que de cerca conocen
el terreno sobre que desan*olIan sus ener­
gías los hijos de Don Bosco.
Grande obra harán , por consiguiente, to ­
das las personas am antes de su religión y
especialmente los párrocos, en encam inar ta n ­
tas vocaciones que si no so las atiende en
un principio, m ueren apen.as nacidas. ¿C uan­
tos pobrecitos jóvenes dotados muchos de
ellos de claro entendim iento, se encuentran
por nuestros pueblos y aldeas que careciendo
de recursos y de un alm a generosa que Ies
costee los estudios ó les abra de ellos el ca­
mino, mueren en la oscuridad sin haber po­
dido contribuir con sus naturales dotes al
bien moral de la sociedad al que se hubie­
ran dedicado si se Ies hubiera protegido ?
Si Don Bosco no hubiera encontrado en su
camino á aquel celoso sacerdote que le en­
señó los rudim entos del la tín y le dió el
primer impulso que él continuó con energía
luchando con las dificultades que en sus p ri­
meros pasos se le oponían, ¿h ab ría llegado
á ser lo que h a sido ?
Mucho m ás pudiéram os decir sobre este
importantísimo asunto, mas hacemos punto
ya por no alarg ar demasiado este artículo,
como porque con facilidad podrán adquirir
más datos las personas que lo desearen, diri­
giéndose á cualquier casa sa le sia n a , espe­
cialmente á la de Sarriá (Barcelona). R epita­
mos, sin embargo, de nuevo y recordémonos
siempre que >’o h a y obka 3Lí s g e a ííd e ,
QUE L A D E

de un

C O Y T E IB U IE

Sacebdote.

k

L A F O E M A C IÓ N

la institución ialesiana
DE DON BOSCO.
• L a institaoiiSii do Don Hosco
es la gran obra, la obra provl.
denoial do los tiom pos m udornos. *

me h a pedido un pensam iento para un
acto muy sim pático, p a ra el certam en
literario que en acción de gracias por el p r i­
mer Congreso Salesiano verificado en Bolo­
nia, se celebrará en honor de M aría Auxiliadora, insigue protectora de las O bras de
Don Bosco.
Pues b ie u , hé aquí ese pensam iento : L a
Institución de Don Bosco es la gran o íra , la
obra providencial de los tiempos modernos.
E s muy lacónico y sintético, pero es q u i­
zás el panegírico más exacto de la In s titu ­
ción Salesiana.
Tengo u n a adm iración ta n sincera como
sim p á tic a , u n a adm iración m ás grande de
lo que podría m anifestarlo, por las obras de
D on B osco, ese apóstol ta n g rande como
hum ilde de la sociedad m oderna. No podía
por tan to dejar de aprovechar la ocasión
que se me b rin d a p a ra declararlo así de una
m anera solem ne; ni podía negar mi concurso
cualquiera que sea su valor é im portancia,
y a que entre los Cooperadores Salesianos,
ocupo como Prelado el puesto de honor ; no
por el contingente que pueda p restar á la
Institución, sino por el aprecio que siempre
me h a merecido esa benéfica creación del
genio y espíritu evangélico del inm ortal Don
Bosco.
Y quiero servirm e de una circunstancia
tan propicia como la presente, p ara consig­
n ar en u n a página de carácter público, la
g ra titu d y el aplauso á que es acreedora la
Institución S alesian a, por los grandes ser­
vicios que nos dispensa en la República.
S ería reo de la más negra in g ra titu d si así
no lo hiciera con to d a la sinceridad y sa tis­
facción de mi alm a reconocida.
Más bien que u n a p ágina literaria, declaro
que es la palabra del amigo y la bendición
del P relado p a ra retem plar el corazón ge­
neroso y el ánimo abnegado de esos obreros
del b ie u , venidos á estas p la y a s , no p a ra
pedir hospitalidad interesada, sino p ara col­
m arnos de beneficios. Y sírvam e tam bién
esta oportunidad p a ra decir bien alto á to­
dos los que quieren y deben oir la voz del
P relado D iocesano:
Proteged con decisión y generosidad las obras
de Don Bosco, inspiradas por el más acen­
drado amor al pueblo y destinadas d producir
un bien inmenso : protegerlas es beneficiaros á
vosotros mismos.
Yo admiro con asombro la institución
Salesiana. A penas nacida es y a gigante; vé*
sela por todas partes, sin que h ay a difícul-

— 196 —
tades p ara detenerla en su m archa acelerada
por el entusiasm o del bien.
Cuando los tímidos reputan tem eridad su
ardorosa em presa y su m ultiplicación pro­
digiosa, los hijos de Don Bosco, sin p e rtu r­
barse, siguen con santa confianza su obra
benófica que tiene por lem a o ració n , sacri­
ficio y acción, y m archa im pertérrita, siem­
p re a d e la n te , tan animosa como hum ilde,
cualidades que dan la victoria y aseguran
el porvenir, ¡si<inum inhonum t
Solo siento que no la hayamos protegido
<!omo merece, pues, i cuántos prodigios h u ­
biera realizado!....- Protejám osla por tanto
eficaz y generosamente : — yo la recomiendo
á todas las personas de buena voluntad, con
toda la eficacia y de todo corazón; y son
mis votos más fervientes verla prosperar en
todos los ámbitos do la liepública p a ra nues­
tro propio bien y honor santo del aposto­
lado providencial de la Institución Salesiana.
H e dicho que admiro la Institución de
Don Bosco : y en verdad, es adm irable. Con­
tém plase en ella el prodigio del grano de
mostaza del E vangelio; surgida de un ger­
m en hum ilde se h a convertido en u n árbol
colosal, cuyas ram as se extienden por toda
la tierra, y en esta sola señal de u n desa­
rrollo tan prodigioso se revela la mano de
D io s : digitiis l k ¡ est hic. E n su carrera de
gigante la guía ó im pulsa el espíritu de
Dios; osa exuberancia de actividad y esa
ambición de extenderse p a ra hacer el bien,
sin rep arar en sacrificios, semeja tem eridad,
porque causa asombro; anda ta n de prisa
porque la devora la sed de la caridad.
Pero tiene tam bién o tra señal por la cual
80 conoce que es una gran in stitu c ió n ; y la
reconozco en esto: en que está perfecta­
m ente adaptada á una gran necesidad de la
época. Obsérvase que en cada periodo de la
h is to r ia , la Providencia suscita p ara reme­
diar la necesidad peculiar de cada época la
iustituciÓJi que dentro del espíritu del E v a n ­
gelio debe llenar esa misión providencial.
A hora bien : tongo la firmo convicción do
que la institución de Don Bosco es la gran
obra, la obra providencial de los tiempos
modernos. E ra necesaria una Institución
religiosa que so adaptase á la necesidad de
la época, una institución que, teniendo algo
do to d a s , tuviovso como especial la ad ap ta­
ción al momento histórico porque atraviesa
la sociedad: ser emincutemeuto popular y
social.
Todos reconocen que la gran necesidad,
que la gran cuestión de los tiempos presen­
tes es la cuestión social, y así lo h a decla­
rado el sabio León X l l l ; hay que ocuparse
de la clase proletaria y descender hasta el
pobre pueblo.
P ues bien: la Congregación Salesiaua en
sus dos ram as tiene esta gran misión, se con­
sagra y dedica preferentem ente á los hijos

del pueblo, con los cuales se confunde por
el amor y el sacrificio.
j A h ! Esos talleres y escuelas p a ra los ni­
ños y niñas, p a ra la clase popular, esas es­
cuelas de artes y oficios; esos oratorios fes­
tivos, esas lecturas pop u lares!... todo para
el pueblo, constituyen evidentem ente la sal­
vación y rehabilitación de las clases popu­
lares y proletarias.
H ab ía instituciones religiosas p ara to d o ;
pero en el grado eminentem ente popular de
la institución S a lesia n a , tan to de hombres
como de m ujeres, solo h a sido creación del
genio de Don Bosco. H ada más popular que
su institución; apoderarse de los pobres ni­
ños p ara hacerlos cristianos y ciudadanos
útiles, librándolos de la perdición callejera,
eso no se había visto jam ás convertido en
apostolado religioso.
E s ta es la gloria de Don Bosco y la mi­
sión benéfica de ambas Congregaciones por
él fundadas : los Salesianos y las S a le si^ a s.
E l Congreso de Cooperadores Salesianos
de Bolonia se h a propuesto ensanchar y pro­
teger el apostolado de las O bras de Don
B osco; es u n a iniciativa del supremo interés
social, digna de mayor aplauso.
Que todos los am antes del bien del pue­
blo sean Cooperadores salesianos.
^ M auiano S o l e r ,
Obispo de Afontevideo.

Un cristiano como lia de ser
y SB necesita.
Xon crubesco Evangolinn»;
virlus oiiim Del est in aaluten»
omul credenti. (5om. I. 1®).

‘^ T

im agine que nuestro Cristiano ha
de hacer m ilagros ó ser un héroe. Xada
de eso : todo se reduce á ser sencilla y fran­
camente lo que significa el nombre con que
se honra, y hó aquí cómo:
1.
® A l p asar por delante de una iglesia
se descubre respetuosam ente, ó hace con
gravedad la señal de la cruz.
2.
® Cuando se encuentra con u n eclesiás­
tico le saluda, cousideraudo que es ministro
de X uestro Señor Jesucristo.
3.
° lío rehuye acompañarle públicament
antes m ira con honor el que él acepte este
obsequio.
H allándose de viaje, en el momento
de p a rtir el tre n ó el c o ch e, hace la señal
de la cruz. U n a señora, al practicar ese ^ t o
cristiano, observó que se sonreía su vecino.
« Me encomiendo á D io s , dijo sin descon­
certarse, y si después de esto el tren des­
carrilase me sentiría más tranquila. >
a d ie

— 197 —
5.
®A ntes y después de com er, aunque
en casa no omitiendo las prácticas piadosas
sea en la fonda, y los comensales no hayan tradicionales, como el rezo diario en fam ilia
de imitarle, hace la señal de la cruz sin afec­ del Santo Rosario j no perm itiendo la e n ­
tación, pero no á hurtadillas como quien se tra d a de impresos y escritos irreligiosos ó
avergüenza, sino con n a tu ra lid a d y desem­ inm orales; no consintiendo adornos, cuadros,
barazo. E n P a rís al term inar un banquete, estam pas, ú otros objetos capaces de provo­
el dueño^de la casa dijo á los convidados: car las pasiones. ¡ Qué mejor, m ás digno y
« Ea, señores, les invito á p asar á la pieza cristiano adorno de u n salón ó dormitorio
inmediata á tom ar el café. — U n momento, que una devota im agen de Jesucristo c ru ­
caballero, dijo en a lta voz u n cristiano de cificado y un cuadro de la V irgen M a ría !
los nuestros, tengo que decir u n a p a la b ra ; « M aldito Oalvino, exclamó un m inistro p ro ­
y poniéndose en pió , p rosiguió: Señor , os testante al fijar su m irada en un Oruoifijo
damos gracias por el alimento que nos liahéis de una galería de D usseldorf; m aldito O al­
concedido: en el nombre del P a d re, del R ijo vino, que nos quitó las im ágenes: más me
y del E spíritu Santo. Amen. U n g ran n ú ­ mueve la vista do esta im agen de mi Sal­
mero de convidados se apresuraron á estre­ vador, que no me movieron todos los ser­
char la mano al animoso joven.
mones que he oido en mi vida. » Afirma su
6.
° Si sabe que á un enfermo' nadie fese en la calle con su continente grave y mo­
atreve á hablarle de S acram entos, nuestro desto ; la afirma en la iglesia con su silen­
cristiano le visita, y con la prudencia y cor­ cio y recogimiento d e v o to ; la afirma en la
teses m aneras que dictan la buena educa­ Cofradía de que es miembro, en la A socia­
ción y la caridad d-e Cristo, le h ab la de Dios ción católica ó caritativ a á que pertenece,
que alivia, fortalece y sana, y de la V irgen portándose siem pre y en todas partes como
nuestra M adre, consoladora de los que su ­ quien s a b e , que u n cristiano es hecho es­
fren y salud de los enferm os; le dispone pectáculo del m un d o , de los A ngeles y de
para que reciba sin prevención la visita del los h om bres, y que vive bajo la v ista de
sacerdote y le hable con confianza; v a por Dios.
él y le acompaña. ¡ Cuántos infelices m ori­
11.® N uestro cristiano viste conforme á
rían en el ósculo del S eñ o r, si diera con su posición social y á su edad, pero modes­
ellos un cristiano de los nuestros I
tam ente. S an Francisco de Sales quería que
7.
®No deja p a sar sin correctivo ni psus
ro ­ confesadas fuesen las mejor vestidas,
testa, palab ra alguna contra la Religión, la pero tam bién las que vistiesen con más re­
Iglesia ó los sacerdotes. E sto es m ás fácil cato. : F uera desnudeces!
de lo que se cree. Veámoslo. U n a joven pro­
12.
®N uestro cristiano, y sobre todo nues­
testa elocuentem ente cubriéndose ruborizada tras cristianas, no se dejan dom inar por la
el rostro. U n a m adre de fam ilia puede de­ tira n ía de la m o d a, ni deslum brar por la
cir: Ruego á V. que respete á mis hijos. » fascinación del lujo. Lo prim ero es frivoli­
Cualquiera tiene derecho de apostrofar sé- dad indigna de una c ris tia n a ; lo segundo
riamente al impío ó lib e rtin o , d icien d o : — llega á ser la ru in a de m uchas familias y
* Una persona bien educada no se perm ite si se tra ta de modas indecentes, no las adop­
palabras que ofenden 4 los demás. » IJnjo- ta n p ara sí, ni p a ra sus h ija s , ni las con■ven colegial cerró la boca á un deslenguado, sienton en sus dependientes.
diciendo: « No es cortés lo que V. dice, ca­
13.
®N uestro cristiano sabe bien, que no
ballero. » N uestro cristiano puede no ser puede serlo como debe sin el auxilio de lo
bastante instruido p ara deshacer ciertas di­ alto, y que este no se obtiene sino por m e­
ficultades contra la R elig ió n , m as no por dio de la oración continua y fervorosa. Ora,
esto se d a por vencido. C o n te sta : « Yo creo p u es, y acompaña su oración con obras
b que cree la Ig le s ia : las dificultades que buenas.
V. opone, no lo son sino p a ra las personas
que no h a n hecho largos estu d io s: no hay,
no puede haber dificultades insolubles contra
la R eligión, que es la v erdad de Dios » y
se calla.
8.
®Cuando h a de viajar, si sus haberes
lo perm iten, se provee de hojas y libritos de
propaganda cató lica, que reg ala oportuna­
mente, ó de intento olvida en el vagón, en
No es nuestro ánimo rep etir aquí lo mu­
el alojam iento, etc. Son u n cebo echado á cho que sobre e sta im portantísim a Asam blea
la v e n tu ra , que alguno m orderá p ara su Católica h a publicado la prensa, pues todos
salud.
nuestros lectores de ello están y a enterados.
9.
®Se abstiene de lecturas m alas ó pSolo
e­ queremos lim itarnos á transcribir la carta
ligrosas, y haciéndose superior á los respe­ que el Emmo. Sr. C ardenal P atria rc a , A rzo­
tos humanos, lee sin esconderse lib ro s, fo­ bispo de Lisboa, h a dirigido á D on R úa, y
lletos, periódicos francam ente católicos.
hacerle con esto paten te n u estra g ratitu d
10. ®Afirm a su fe en todo y por to d o : por su fina atención y exquisita bondad.

Conáreso Católico de Lisboa.

— 198 —
N uestro amadísimo Superior General Don
B da, iuiposibliítudo de asistir personalmente)
como hubiera si<lo su d eseo , á dicho Con­
greso, escribió m ía Jurga carta llena de en ­
tusiasm o al Emmo. Príncipe de la Iglesia,
adhiriéndose pienamoiite 6 indicando al
mismo tiempo que delegaba, p ara que le
representase, al D irector do la reciente Casa
salesiana establecida en B ra g a , y á varios
Sres. Cüüiieradores p ara que igualm ente ee
dignaran representar íi todos los asociados
do todo el mundo.
E l Emmo. Cardenal P a tria rc a , con fecha
del 5 (le Julio, contestaba (i D . llú a con la
siguiente c a r t a :
lleverendísim o Señor:
No debo por más tiempo ocultar los sen­
tim ientos de íntim a y profunda g ratitu d (le
que mi corazón reconocido se haya poseído,
por lo mucho que V . 1{. contribuyó il honrar
y enaltecer el prim er Congreso Católico I n ­
ternacional celebrado eti Lisboa del 25 al
29 de junio p. p. y cuyas sesiones tuvieron
lu g ar eii el majestuoso templo de San V i­
cente de F o r a , felicitando y adhiriendo al
mismo, con las amables expresiones de la
ca rta que se dignó enviarm e, y que leída en
pleno Congreso, produjo el más vivo en tu ­
siasmo, traducido en expontáneos aplausos.
P o r todo lo cual hago patente á Y . K. nues­
tro íigredecimiento, en mi nombre y en el
de los Congresistas y buenos Católicos de
este país, pudiendo asegurar á Y. E . que el
Congreso resultó m uy superior á la comiin
ospectativa, debiendo ahora espei’a r sus bue­
nos resultados de las oraciones de todos los
que como Y . lí. se tomaron el más vivo in ­
terés por el Congreso.
S a h id an d o , pues, á Y. E . por el buen
servicio prestado al Congi*eso animándolo
con sus palabras, soy con la m ayor conside­
ración y profundo respeto
D e V.
Atento senudor y sio'vo inútil
0 J o sé , Cardenal l\itriarca.
Lisboa, 5 do julio do 1805.

LA OBRA DE DON BOSCO EN ITALIA
OH Ikonoi' <iol n u e v o
Ol>ÍNpo isulotsiauo.

En Caríiningim, patria del limo. Sr. Don San­
tiago Costamagna, tuvieron lugar el 29 y 80 del p.
p. junio eolcmuísimas fiestas para festejar al nuevo
Pastor de la Iglesia, en la primera visita qne,
como tal, hacía al pueblo que le vió nacer. Una
inmensa muchedumbre de gente esperaba al limo.
Sr. Costamngna d la entrada del pueblo, ansiosa
de ver y saludar al primer saleeiano que (iespués
de penas y fatigas inauditas puso pie en la Fatagonia y ijue más tardo recorrió las extermina­

das llanuras de las Pampas y casi todas las re­
públicas sudamericanas. Bajo hermoso pabellón
le esperaba el Municipio, en la plaza del Sagrado
Corazón, y después de darle el alcalde la bien­
venida , se ’ formó el cortejo para dirigirse ó la
parroquia, en cuyas puertas le esperaban el Pá­
rroco y numeroso clero. Subió el nuevo obispo al
pulpito y BU sentida y conmovedora oración puede
definirse : nna poesía tranquila del corazón y el
canto de los recuerdos de sit niñez. Ya de noche
el limo. Sr. Costamagua, acompañado de nume­
rosas y distinguidas jiersonas, recorrií) las calles
del pueblo, que todas ellas estaban engalanadas y
profusamente iluminadas. El 30 á las 10 de la
mañana se celebró misa ¡¡ontificnl, estando el
canto confiado á los niños del Oratorio do Turín
que, como en todas partes, dejaron admirados á
todos. A mediodía so sirvió un suntuoso banquete
al que asistieron el Clero y las Autoridades. En­
tre los brindis llamamos solamente la atención
sobre el de Don Luis Costamagna, (¡ue hizo no­
tar la feliz coincidencia de la consagración de su
hermano y de la entrada del mismo por vez pri­
mera en Patagonia, 23 de mayo de 1879 ; y sobre
el del canónigo Don Sorasio , el cual propuso al
limo. Sr. Costamagna, aceptando este, pusiera el
nombre de Caramagna al primer pueblo que fun­
dara entre los Jíbaros y que dedicara la primer
parroquia á la Beata Catalina que vivió y murió
en Caramagna, y á San Blas, primer pati’ón del
referido pueblo.
Después de la solemne procesión de la tarde y
de la bendición con S. D. M., la banda del Ora­
torio de Torín dió un concierto en la plaza pú­
blica , terminando con esto las solemnes fiestas
qne el pueblo de Caramagna celebró para festej-ir
á uno de entre sus muchos ilustres hijos.
lieiS'tu <le S u u «Juuu XSuutíi^tji
e u e l Ox’Utoiño.

Como en años anteriores también en este se La
celebrado con gran solemnidad la fiesta de San
Juan Bautista en el Oratorio de Turín, con dos
magníficas academias dedicadas la una á la cara
memoria de nuestro padre Don Hosco y la otra
á nuestro venerando Superior D. Rúa. Con esta
ocasión han sido numerosas las felicitaciones lle­
gadas de todas partea, acompañadas eu casi su
totalidad do ofertas, paramentos sagrados y ropas
y otros objetos para las Misiones Salesiauas*. Entre
los regalos descuellan cuatro monumentales candeleros de metal para el altar de María Auxiliadora,
que han sido ofrecidos por los antiguos alumnos
de Dou Bosco, y un retrato al oleo do D. Rúa.
trabajo del maestro Rolliui, antiguo alumno del
Oratorio y autor del retrato de Dou Bosco, del
quo son reproducciones las muchas oleografías
ue se hallan ya extendidas por todas las parles
el mundo, donde se encuentran los hijos de Don
Bosco, ó insignes Cooperadores de sus Obras. Su
Santidad León X lll se dign() mandar su augurio
de felicidad á nuestra fiesta por medio del Ilnm.
Sr. Costamagna; y como es de sui>oner fué reci­
bido por la distinguida concmrencia con inequí­
vocas muestras de gratitud y con verdadero en­
tusiasmo.

a

F i o s t i i <le iU n iilia.

De todos es conocido el empeño con que Dou
Bosco y sus hijos que de él lo heredaron, se de
dican á la educación de la pobre juventud, y los
solícitos y maternales cuidados de que la rodean
á fin de que crezca sana y lozada y dé de si los

— 19Ü
frutos que de ella la Iglesia y la sociedad espe­
ran. Mas los malos vientos de impiedad y des­
moralización que por todas pai'tes éu tan tristí­
simos tiempos nos rodean, es indudable los in­
mensos peligros que ofrecen á esos jóvenes al
abandonar los colegios donde han pasado gran
parte de su vida, respirando una atmósfera sa­
turada de heróicos ejemplos y del suave aroma
de la práctica de las virtudes cristianas. A fin,
pues, de que esos miasmas de corrupción que en
adelante han de respirar, no mate y ahogue en
el corazón de sus jóvenes alumnos la buena se­
milla con tanto trabajo en ellos depositada, Don
Bosco acostumbraba y acostumbra hoy su sucesor
D. Riia, reunir de cuando en cuando en espansivo y fraternal convite á todos los Antiguos
Alumnos del Oratorio, que forman una Asociación
así llamada. Con esta ocasión se cambian entre
BÍ sus impresiones, se recuerdan los días felices
de su permanencia al lado de Don Bosco y mu­
tuamente se animan á ser constantes en el bien
y á mantenerse siempre dignos de tal padre, vi­
niendo, por lo tanto á ser estas reuniones como
deliciosos oasis en el áspero desierto de la vida,
en los que cada uno se restaura de las pasadas
fatigas y se alienta y anima para las que aún le
quedan por sufrir. Una de estas reuniones tuvo
lugar en el Oratorio el día 18 de julio para los
sacerdotes y el 21 para los seglares y con esta
ocasión se dirigía al Santo Padre el siguiente te­
legrama, cuya respuesta también ponemos á con­
tinuación :

los intermedios, declamación de diálogos y com­
posiciones alusivas al acto y excogidás piezas de
música por la banda del Oratorio. — Con no me­
nor solemnidad se celebró igual fiesta una semana
antes en el Oratorio festivo de San Francisco de
Sales, por los niños que á él concurren.
ü e c e ix io .

Ha celebrado recientemente la banda externa
del Oratorio festivo de S. Francisco de Salea, el
primero de sn fundación, y con este motivo so
reunieron la mayor parte de los jóvenes que du­
rante este tiempo de ella formaron parte. Para
conmemorar este acontecimiento, los jóvenes mú­
sicos en mimero de más de 150 so dirigieron por la
inaüima á ValsiUice, donde oyeron la santa Misa
junto á la tumba do Don Bosco y recibieron con
general edificación los Santos Sacramentos. Por
la tarde dieron un público concierto en el patio
de dicho Orotorio, que se vió coucurridísimo, reliartiéndosele después un diploma de honor y á
ios más adelantados alguuiis medallas.
C e n t e n a i ’io <ie S a n F e lii> e IVei’i.

El domingo 7 de julio fuó dedicado por los ni­
ños que frecuentan los Oratorios festivos do Tu­
rín á conmemorar el tercer centenario de San
Felipe Neri, primer iniciador de estos Oratorios
que en nuestro siglo alcanzaron un extraordinario
desarrollo y una forma nueva merced al celo in­
cansable de nuestro venerando padre Don Bosco.
Por la mañana de dicho día los jóvenes se acer­
caron en sus respectivos Oratorios á los Santos
Sanfídimo Padre León X I I I
Sacramentos, y por la tarde, en número de cuatro
mil se reunieron en la magnífica iglesia de San
Roma.
Felipe, formando un consolador espectjículo que
Los Antigiios Alumnos de D. Rosco, reunidos llenaba
corazón de dulces esperanzas. En forma
por su digno sucesor J>. Rúa en anual convite en amena yelsencilla,
los RR. PP. Filipenses Gia^
el Oratorio Salesiano, hoy 25 anirersario de la de­ cardi y Rufliuo, tuvieron
diálogo sobre el ori­
finición de la infalibilidad pontificia, á cuya de­ gen de los Oratorios, que un
ni
menos
por un cuarto
fensa R . Bosco se dedicó durante su vida por me­ de hora inautuvo la atención é hilaridad
los
dio de escritos, de la predicación y de exortacio- niños} cantóse después, por la escuela do de
canto
nes, aplauden concordes d Su Santidad León X I I I , de S. Gregorio del Oratorio del Sagrado Corazón,
quien cual seguro Maestro les guia al cielo , é im­ la Salve Regina, el motete Justus ut palma y el
ploran la Apostólica bendición.
Tanlum Ergo, terminándose con la bendición con
C arlos G a stini , Presidente.
S. D. M. dada por el Exemo. é limo Sr. Arzo­
bispo de Turín. Tanto á la entrada como á la
RESPUESTA.
salida, la banda del Oratorio festivo de S. Fran­
E l Santo Padre agradece las protestas de los cisco de Sales entretuvo h la numerosa concu­
Antiguos Alumnos salcsianos y los bendice d todos rrencia que había acudido, ávida de presenciar
tan conmovedora fiesta.
con singular afecto.
Card. R am po lla .
I lu s ti'e K IjiiiéspocleN.
O e r t a i i i e i i c a to q x iís tic o .

Fué celebrado en el Oratorio de Turín por 40
jóvenes artesanos escogidos entre los muchos que
se presentjiron, después de un preventivo examen
y de excluir á los que no se recomendaban por
su buena conducta. Los 40 jóvenes formaban dos
grupos: de una parte, los sastres, zapateros, car­
pinteros y cerrajeros; y de la o tra , los libreros,
fundidores, compositores, impresores, escultores
y encuadernadores. Respondían sucesivamente á
las preguntas que, sacadas á suertes, se les diri­
gían quedando fuera de combate á la primera
equivocación, yendo á ocupar el banco destinado
á los vencidos. El programa estaba dividido en
cuatro partes: 1* Todo el pequeño Catecismo de
la Diócesis y parte del grande} 2® Idem y ám ás
el resto del*Catecismo grande; 3* Recíprocas pre­
guntas de memoria sobre lo que precede} y 4*
Idem y á más. algunos hechos de la Historia Sa­
grada que guarden relación con las preguntas. En

m

Entre los varios personajes que últimamente
han visitado nuestro Oratorio de Turín, se cuen­
tan los limos. Sres. Carlos Pelvat, de los Misio­
neros de S. Francisco de Sales de Annecy, Obispo
de Nagpur (India inglesa), Gerónimo Thomé da
Silva, Arzobispo de Bahía y Primado del Brasil,
Laferríére, Obispo de Constantina é Hipona en
Africa y Silverio Gómez Pimenta, Obispo titular
de Cómaco y Auxiliar del Arzobispo de Marianna
en el Brasil.
I> ig n o d e

El R. Párroco de Rocaforte, diócesis de Mondoví, no podiendo obtener por ahora algunos Salesianos para un Oratorio festivo, lo ha inangnrado él mismo en un hermoso local para este
objeto, pref»arado y provisto de capilla, escnelas,
teatro y toda suerte de juegos honestos y qne
más llaman la atención de los niños. Cosa mny
excelente sería por cierto qne este ejemplo fuera



200

imitado por todos, como medio importantísimo
para regenerar la Juventud. Por nuestra parte
dispuestos estamos dar cuantas instrucciones á
este respecto so nos pidan.



el acaudalado propietario y comerciante de esta
población Sr. D. Jaime Regás y su muy distin­
guida esposa.
Este sin par y distinguido señor demostró en esta
circunstancia cuanto ama á la Obra Salesiana, por­
que á más de proporcionarnos todo lo necesario
ÜViievii oufsti tmilotsUina
para que pudiésemos todos pasar un día alegre,
en. rSuHto A.i*Ni:eio (j>Xilfin).
mediante una abundante y suculenta comida, nos
Con motivo do las fiestas parala coronación de proporcionó también dos bonitas y preciosas dal­
Virgen del Socorro, celebradas los días 13, 14, máticas que nos hacían mucha falta, porque aún
15, 16 y 17 de ju lio , y li las que asistieron un no teníamos. Debo también decir aquí que la
Patriarca , un Cardonal, cinco Obispos , nuestro preciosa custodia que tenemos es también un re­
Superior Don Rúa y muchas otras ilustres perso­ galo suyo, y que contribuyó con una crecida suma
nas, se ha inaugurado una nueva casa salosiana para el pago de los instrumentos musicales.
destinada en un principio á. escuelas y Oratorio ¡ Quiera Dios ceutuplicarle lo que cou verdadero
festivo y iniis adelanto, cuando los recursos lo desprendimiento cristiano distribuye en favor do
permitan, á Colegio de internos, que podrán as­ los pobres, y en nuestras oraciones no nos olvi­
cender á unos 5()ü iiroximnmonte. A cargo de los daremos nunca de tan insigne bienhechor.
niños cantores do Turín estuvo la ejecución del
Fueron invitados á la tiesta nuestros queridos
cauto en tan solemnes funelones.
Cooperadores y Cooperadoras de esta capital y
muchas otras personas muy amigas nuestras, y
segurameute nuestra capilla habría sido insufi­
<lo pi*eniio.s.
ciente para contener á todos los concurrentes si una
El 4 y 11 del p. j>. agosto han tenido lugar so­ abundante lluvia caída poco antes de la función
lemnes distribuciones de premios en el Oratorio no hubiese hecho que muchas personas se que­
f(!stivo de San Francisco do Sales de Turín, á dasen en sus casas.
los niíioa y jóvenes que á 61 concurren. Más de
A las diez empezó la Misa solemne cantada por
nOO fueron los niños iiuo rocihiorou premios, cou- el nuevo celebrante. Hacía de asistente el Revrao.
sistontcs en su mayor parte en prendas de vestir Párroco de Puente Mayor, D. Leopoldo Grordú, el
y otres objetos útile.s , atendida la condición do cual también en muchas ocasiones dió á conocer
los iireniiailos, no faltando algunas medallas ni cuanto sea adicto á la Obra de D. Bosco.
elegantes niencioaes honeiíllcas. El acto, que se
Después del Evangelio, el elocuente orador,
vió conouri'idísimo, fuá presidido por el limo. Sr. sentado en un sillón, porque aún no tenemos
llortngna, Obispo titular de Cafnrnanm y poi| al­ piílpito, hizo un discurso de los que él sabe ha­
gunas do las prineipales bienhechoras de dicho cer, demostrando que el sacerdote es el continua­
Oratorio. Igual tiesta so celebró el 15, día de la dor de la obra de Jesucristo, enseñando á los
Asunción de Nuestra Señora, para premiar á los ignorantes, consolando á los afligidos y sacrificán­
niños internos tanto estudiantes como artesanos. dose por la salvación de las almas.
— De. alguna de estas ñcstas celebradas en nues­
Los niños asilados ejecutaron una bonita misa,
tras Casas de España, daremos cuenta á nuestros acompañada por algunos instrumentos, y la banda
lectores cu «d núiuoro próximo.
recién establecida en esta casa tocó algunas mar­
chas.
Por la tardo debía tener lugar la acostumbrada
conferencia do Cooperadores .v Cooperadoras saIcsinnos, pero á causa de la lluvia, no se pudo
hacer. Dimos sin embargo la bendición con S. D. M.
y los niños cantaron el Tantttm crgo, miisica do
Mons. Cagliern. Y así terminó nuestra fiesta de
E S T * A V IS T A ..
María Auxiliadora ,v de S. Isidro.
Tengo el gusto de participar á V. R. que el
mluiero de los niños se va poco á poco aumen­
tando, Al presento son treinta y uno. Muchos más
GKUONA.
serían ai los medios nos permitiesen admitir á
los muchos que solicitan la entrada, pero los
cuantiosos gastos ocasionados por el nnevo edi­
ficio nos impide hacerlo.
GRANJA SALESIANA DE SAN ISIDRO.
Sírvase V. R. encomendar en sus fervientes
oraciones á todos los de esta casa y principal­
Rkvmo. Su. D. Róa:
mente á este
Do grande alegría y regoeyo fué para est-a casa
iSit afino, hijo en J. C.
el día nuevo de los corrientes. El Diácono Don
Dionisio Viseutin subía por vet primera las ^ a S antiago G iiio n e , P bro.
das del altar para ofrecer á Dios el Sto. Sacrincio
do la Misiv.
Gerou.i. 12 de Junio de 1895.
Siendo la primera voz que en esta casa un
nuevo sacerdote dtdiía cantar su primera Misa,
procuramos darle la mayor solemnidad piisible, y
á este liu trasladamra á esto día la tiesta de nues­
tra insigne Protectora y Madre, la Virgen Auxi­
liadora y la do nuestro Patrono S. Isidro.
Fuó invitado para el sermón de circunstancia
el Revino. Superior de los PP. Jesnitas de esta
capital, y fueron padrinos del nuevo presbítero



201

S E V IL L A .
Solemnísiinos cultos en honor de María Auxiliadora^’)
{(Jonclusión).

Bendición de la Imagen.
■^AVOiiKciDOs por la caridad de nuestros buenos
^C ooperadores y Cooperadoras y do toda Sevilla
ou general, habíamos podido arreglar espléndida­
mente nuestra iglesia, que presentaba un aspecto
imponente y majestuoso.
Gran número de gallardetes con banderas y
numerosos escudos ofrecidos por el Excmo. Ayun­
tamiento que desplegó un verdadero interés para
nuestras fiestas, adornaban la entrada y ofrecían
un magnífico panorama. Aquellas banderas meci­
das dnlcemente por el céfiro del perfumado mayo
alegraban el sentido y parecían como otras tanta8°lensaas que convidaban á los fieles para que
acudier'an á tomar parte en las fiestas de María.
Eran esperados con ansiedad los albores del 30,
primer día del Triduo que se inauguraría con la
bendición de la Imagen de la Virgen.
El alegre repique de las campanas y los gritos
do ¡ Viva María Auxiliadora! que resonaban en
todas partes dieron principio á aquel día de tan
gratos recuerdos. El Emmo. señor Cardenal Don
Benito Sanz y Forés Arzobispo de Sevilla, que
tanto se interesa en favor de la Obra de Don
Bosco, bendeciría la imagen con toda solemnidad
V pompa. La Srma. señora D." Luisa Mana Fer­
nanda, Infanta de España, que con su Augusta
presencia honra á menudo nuestra humilde casa,
seifa la Madrina en tan solemne Bendición.
Habíase convidado con oportuna invitación á
todos los señores Cooperadores y señoras Coope­
radoras que responderían con el mayor entusiasmo
á nuestro llamamiento.
Los niños habían de antemano aprendido los
cánticos más armoniosos y las coplas más her­
mosas para honrar á María Auxiliadora. La banda
80 mostraba ansiosa de hacer resonar sus melo­
días en h(-nor de la que es Auxilio de los Cris­
tianos. Todo estaba preparado; el deseo, la an­
siedad, el afán eran indecibles.
A las cinco, el alegre clamoreo de los bronces
sagrados convida á los hijos de la ciudad de Ma­
ría para que acudan á honrar á su Madre. La
bendición era anunciada para las seis y media.
A las seis va estaba la iglesia muy concurrida.
La Srma. Sra. Infanta vino también con antici­
pación con el objeto de visitar la Casa, y se ale­
gró muchísimo en contemplar lo que se había
podido hacer con los auxilios de la Virgen San­
tísima. Mientras tanto la gente acudía numero­
sísima y no era parte la larga distancia que hay
entre el centro de la población y nuestra iglesia
para distraerles su venida. Numeroso clero y mu­
chos niños con sotana y roquete estaban á la
puerta de la iglesia agu¿dando al Emmo. Pastor
y Padre. Reinaba la mayor animación. — De
pronto asoma un coche: Es é l; se para.
La banda hace resonar sus notas alegres y ar­
moniosas y el Sr. Cardenal s e ^ d o de numerosí­
simo pueblo, entra en la iglesia en donde ya le
(1) v . el número de egorto.

I É



aguardaba la Augusta Madrina, acompañada'do
sus ilustres damas.
Revestido de los ornamentos pontificales em­
pieza el canto de algunas preces. Después do ha­
berse cantado el salmo Fundamenta ejus, con el
cual la Iglesia compara á la Virgen Santísima, ¡i
aquella Ciudad fuerte que tiene sus cimientos en
los miis excelsos montos de la santidad, y otras
preces, se entona con toda solemnidad el Magní­
ficat. Aquellas notas graves y pausadas y lionas
‘de una sublimidad y graudoz!» que no son de esta
tierra, intercaladas con los armoniosos arpegios
del piano, embelesan y cautivan. — Concluido
el canto y rezadivs las oraciones rituales, el Emim».
Prelado 'incieusa la Imagen y luego ceñidas las
sienes con la mitra y el biículo en la mano ben­
dice la hermosii Efigie, mientras la banda la sa­
luda festiva con los alegres acordes do la marcha
real. La solemnidad y conmoción do aquellos
dulces instantes no es para describirse. La igle­
sia iluminada por mil y mil luces, la Virgen que
rodeada de una nube de incienso so había reves­
tido de tanta hermosura que parecía un bechizo
del Cielo. Las miradas de todos fijas en aquel
cuadro que poco tenía de la tierra y mucho del
cielo, la música, los cantos, las l.^rimas, las sú­
plicas, la conmoción hacían de la iglesia una ver­
dadera antecámara del Cielo. ¡Qué hermosa,
qué bella, qué encantadora, qué sublime la ima­
gen de María Auxiliadora! Aquel rostro lleno do
majestad y dulzura, aquella mirada tierna y pe­
netrante que llega hasta los miía recónditos plie­
gues del corazón, aquellos labios que siendo mu­
dos hablan sin embargo con la elocuencia más
eficaz y arrebatadora, aquellas manos hechas i>ara
derramar gracias y bendiciones, aqiiel manto que
como que nos convida para que vayamos á cobijarnos
bajo su benéfica sombra, aquel porto, en fin, a(¡ucl
sello de Divinidad que nos encanta y arrebata,
todo nos excita á amar y con el amor más puro
á nuestra buena Madre.
i Y quién no se enternece contemplando á aquel
hermosísimo Niño que parece como quo quiero
desprenderse de los brazos do su Madre para ve­
nir á abrazamos? Aquel rostro divino, aquellas
manecitas abiertas, ¡ oh, qué será, qué será Muría
Auxiliadora, que será el Niño Jesús cu el cielo
sí tanto nos encanta y embelesa una imágon suya
acá en la tierra!
Mientras tanto se empiezan algunos piadosos
ejercicios, después de los cuales sube al púlpito
el M. R. P. Diego de Valencina, Guardián de los
Padres Capuchinos de Sevilla, y con la elocuen­
cia y facilidad que le distinguen tejo un hermoso
panegírico de María. Concluido el sermón cantan
los -niños hermosísimas coplas en honor de su Ex­
celsa Madre. ¡ Qué hermoso es el canto de los
niños, sobre t ^ o cuando va dirigido á María!
Aquellas voces argentinas, que se perdían por las
augustas bóvedas del templo parecían concentos
de los coros celestiales que habían dejado por
algunos instantes las deliciosas aulas del Empíreo
para venir á inundar de los goces más puros
nuestros corazones y ensalzar al mismo tiempo
con sus notas de paraíso, á la que es Reina de
los coros celestiales.
Dio por último nuestro Venerando Pastor y
Padre la bendición con su Divina M ajest^ con­
cluyéndose la función con nn hermoso himno á
María Auxiliadora, cantado por dos coros^ de ni­
ños situados en diferentes puntos de la iglesia.
Fué precisa una verdadera violencia para que
el Eminentísimo Prelado pudiese pasar por medio



202

(lo la apretada inuclieduDihre que bc agrupaba d
Hu puHo para tener la diclia do boaurle el anillo
y recibir h u paternal bendición.
Una agradable sorpresa experimontamos todos
al salir de la iglesia. £1 patio estaba iluminado
con artísticos y primorosos transparentes en los
cuales 80 leían las siguientes inscripciones: Glo­
ria sempiterna d la Sma. Trinidad. Viva nuestra
Madre María Auxiliadora. Viva León XIII. Vivan
las Santas Justa y Kufina patronas de Sevilla.
Viva el Eminentísimo Sr. Cardonal. Viva Don
Hosco.
La banda saludó con una alegre marclia al
Emmo. Prelado que so despidió profundamente
conmovido y llovdndose en su corazón los mds
gratos recuerdos de la bendición do la Virgen
do Don Hosco.
Mientras tanto la gente no se saciaba de con­
templar la hermosa imagen de nuestra tierna
Madre y so alojaba con deseos vivísimos de que
llegara pronto la tardo del día siguiente para
asistir á los cultos que so tributaban en nuestra
iglesia á La que es Auxilio de los Cristianos.
x>x(i : n .
Como 'ora do esperar, dado el hermoso re­
sultado del día anterior, aumentó de un modo
íixtraordinariü la concurrencia de los devotos do
María Auxiliadora. So había hecho alguna propa­
ganda , 08 verdad, pues habíanse repartido ya
cinco mil de los diez mil ejemplares do un librito
que so había impreso para tan fausta ocasión;
poro ni de estiv propaganda ni dol celo infatiga­
ble do las señoras que forman parte do la Aso­
ciación de María Auxiliadora, y á las cuales da­
mos do lo íntimo dol corazón las gracias mits
vivas, ora do esperarse tan feliz ó inaudito re­
sultado. Lo hornos repetido muclias voces ou
estos días y no nos cansaremos do decirlo, este
movimiento insólito, esta animación, este entu­
siasmo son obras por oxccleucia do María Auxi­
liadora, que desde el hermoso trono que so lo
había ]treparado en el maguíüco paso en que es­
taba colocada parecía como que estaba llamando
ó todos para que vinieran á tomar parto en sus
tiestas y á recibir sus muuííicos regalos. En esto
día la concuiToncia fuó extraordinaria. Después
do los piadosos ejoroioios do costumbre subió al
luilpito ol Ilustre Magistral de. la Santa Iglesia
Catedral, Sr. D. José Roca y Pitusa, ol cual habló
con el mayor entusiasmo do María Auxiliadora.
Empozó por decir que ora impulsado ó hablar
movido de la gratitud, pues uii hermano suyo so
había estado educando en nuestros talleres de
SaiTÍÓ y luego con una elocuencia arrebatadora
consideró el auxilio prestado ñor María á la Cris­
tiandad. haciendo triunfar ó la Ilota cristiana do
la hueste Musulmana. que cual devastador to­
rrente amunetaba desbordarse sobro la Iglesia
Católica para destruirla y arrjisarla. España, de­
cía, con palabras llenas de fuego. España, es la
que debe tenor nnls devt>ción á María Auiüiauora, piu's sus nobles é hidal»ts hijos lucharon
ou las aguas do Lepante, é liijo de Esiuiña era
el Ahnirsinte D. Juan de Austria, que capita­
neaba la dota do los cristianos.
Consideró luego el auxilio prestado iwr María
en favor de Pío Vil. librándole de las garras de
atiuel monstruo do hierro, que después de haber
íiibyugado á los hombrt's que sumisos se postra­
ban de hinojos delante de su trono cometió la
lociu-a de quei-er subyugar á la Iglesia de Dios
haciendo prisionen,> á su representante sobro la



Tierra, el Vicario de Cristo. Napoleón es arrojado
á una desnuda roca en medio del Océano, mien­
tras la navecilla de S. Pedro segura y tranquila
triunfa de las soberbias y amenazadoras oleadas
que intentaban sumergirla y el Vicario de Cristo
entro los vítores y aplausos de toda la Cristian­
dad vuelve ó la silla de San Pedro.
Por último habló del auxilio prestado por Ma­
ría á Don Hosco y á su Obra y del grande in­
cremento que dió el siervo de Dios á esta tierna
devoción. Tuvo párrafos admirables en loor de
la Virgen Santísima y de nuestro buen Padre.
Profundo conocedor de la Obra Salesiana y de su
fundador, intercaló su grandioso Sermón con al­
gunos amenos hechos de la vida de D. Hosco
siendo su íin precipuo el manifestar que la Obra
de D. Hosco es esencialmente la Obra de María
Auxiliadora, y que como ya en otros tiempos sus­
citara Ella un ejército cristiano para aplastar á
la impiedad Musulmana, así en nuestros días sus­
citó á otra falange do valientes, suscitó á la Con­
gregación Salesiana que es llamada de un modo
muy especial á triunfar de la impiedad moderna
y de sus monstruosos hijos el Socialismo y el
Anarquismo. Concluyó su hermoso Sermón con
una tierna advocación á María Auxiliadora y con­
vidó á la numerosa concurrencia para el día si­
guiente pues les hablaría de un modo peculiar
de la Obra de Don Hosco.
Bien se hizo merecedor el ilustre señor y ce­
loso Cooperador Salesiauo de la fama que goza
de elocuente orador sagrado. Cantáronse acto se­
guido hermosas coplas como el día anterior: ol
altar iluminado por infinidad de luces parecía
una sola ascua. Después de la solemne Hendición
y de un dulce himno á la Virgen empezó la banda
á tocar melodiosas piezas delante de la iglesia,
mientras íbanso alejando animadas por el mayor
entusiasmo las personas que habían asistido á la
hermosa función.
De lo iutimo dol corazón pedíamos á María Au­
xiliadora que derramara á manos-llenas sus ben­
diciones sobre todas aquellas almas que daban
muestra tan evidente de querer entrañablemente
á nuestra buena Madre.
I>iu 1 ” clo .ju u io .

Desde ol día infausto en que el espíritu de Sa­
tanás alojara del que es ahora ex-convento de la
Santísima Trinidad á los pacíficos y celosos Reli­
giosos Trinitarios que tanto se desvelaban por el
bien de Sevilla, croemos que nunca acudió tanta
gente á esta iglesia como en este día. Haste de­
cir que á pesar do estar el espacioso templo, que
es de los mayores de la población, lleno de bote
en bote, y de haberse muchas personas buscado
un sitio fuera de la misma iglesia, no tememos
exagerar diciendo que se tuvo que alejar, muy á
disgusto por cierto , casi la mitad de la gente.
No p^irccía sino que toda Sevilla se había unido
en un solo pensamiento, era guiada por un mismo
afecto, el de ensalzar á María Auxiliadora. Estaba
anunciada para esta noche la conferencia de los
señores Cooperadores. ¡ Qué espectáculo tan con­
movedor el ver millares de personas que venían á
un mismo fin, que hablaban de una misma cosa,
que respiraban por decirlo así una misma atmós­
fera saturada de los gratos perfumes de la devo­
ción á María y de los aromáticos inciensos de I.a
caridad de Don Hosco.! \ Qué bella, qué hermosa
la Religión Católica que ofrece tan tiernas esce­
nas, qué encantadora la caridad que une y en­
laza á tautos corazones!

J

— 203 —
la mañana aquel tropel numerosísimo de ñiños y
obreros que se acercaban con devoto recogimiento
á recibir al niño Jesús de las manos, premítasenoB la expresión, de su tierna Madre! ¡ Niños del
alma, acercaos con frecuencia á recibir ese ali­
mento que ha de ser vuestro sostén y vuestra
salvación ! ¡Jóvenes obreros, de ahí sacareis fuerza
para salir vencedores en la oatalla que tan reñida
os presenta el enemigo de vuestra felicidad tem­
poral y eterna ! La misa cantada fué do un efecto
y éxito sorprendentes. La magnificencia del culto
\mida al nutrido coro de niños que con fidelidad
admirable interpretaban los suaves y majestuosos
acordes do una mdsica arrebatadora, hacían de la
iglesia un Edén celestial rebosante de devoción
y ternura.
Pero el punto culminante do esto inolvidable
día fué la procesión que tuvo lugar á las seis y
media do la tarde. Desde las primeras horas de
la tarde se notaba en las espaciosas alamedas
que conducen á la iglesia de la Santísima Tri­
nidad una animación y movimiento insólito y to­
dos están animados por el mismo espíritu, y to­
dos hablan de una misma cosa y todos quieren
ver á María Auxiliadora. A las seis son insufi­
cientes los guardias para contrarrestar la dulce
violencia de aquella piadosa muchedumbre que
inunda los patios de la casa y llena de bote en
bote el espacioso templo. La gente se va api­
ñando delante de la iglesia, en los paseos, en las
calles y aquel continuo agitarse de mil cabezas,
que asomándose de mil diferentes maneras van
expresando en mil modos el ardiente deseo que
los anima y aquel alegre griterío y el continuo
llegar de coches y el aparecer do la banda de­
lante do la iglesia y los vibrados sonidos de las
sonoras campanas, todo eso hermoso y entusiasta
conjunto, en fin, anuncia que ha llegado la hora.
En efecto, en la iglesia se está disponiendo el or­
den de la procesión. Delante do todos iba el em­
blema de nuestra Santa Redención y seguían des­
pués los niños de la primera Comunión con sus
cándidos lazos, expresión del candor de sus al­
mas , llevando ramilletes de flores y vola cu la
mano. Un número grandísimo de señoras Coope­
radoras todas con vela, seguían la bandera de San
Luis y detrás de esta el estandarte do San José,
precioso regalo de unas señoras que favorecen
grandemente á la Obra de Don Bosco. Venían
después de una bandera de la Hermandad do
nuestra iglesia, el Círculo Católico do Obreros quo
se ofreció generosamente para todo lo que pudié­
ramos necesitar, con su bandera ó Ilustro Junta
directiva, quo con cetros en la mano presidieron
la procesión. Un gran número de Sres. Coopera­
dores con vela, seguían á la Hermedad, que con
otro hermoso estandarte y sus cofrades asistíau
á la procesión. Por último venía el paso con Ma­
D ía
< ie J u n i o .
ría Auxiliadora. A los cuatro ángulos iban cuatro
sacerdotes Cooperadores con capa y cuatro ilus­
tres Cooperadores seglares, llevando hermosas
La procesión.
cintas bordadas en oro. Venían despoés el preste
Bello, espléndido, encantador fué el día 2 de ju­ con capa y dos vestuarios seguidos^ de la. banda
nio. La salida del sol entre los rojos arreboles de que amenizaba la grandiosa manifestación con
una magnífica y perfumada aurora del mea de sos dulces acordes.
Al presentaree el paso en el dintel de la puerta
las rosas y jazmines fué saludado por el alegre
repique de las campanas: el grito mil veces re­ de la iglesia y al ver la hermosura de aquel ros­
petido de ¡ Viva María Auxiliadora! era interrum­ tro divino que herido por los últimos rayos del
pido de hito en hito por el disparo de loe cohe­ sol se revestía de una belleza sublime y encan­
tes, que cuales flecha de amor cruzaban loe aires tadora , brotó de todos los pechos un viva entu­
como anhelando llegarse al trono de la que es siasta, atronador á María Auxiliadora mientras la
beUa como el lucero del día y hermosa sobre toda banda la saluda con la armoniosas y graves no­
hermosura. ¡ Qué sublime eepectáculo ofrecía por tas de la marcha real. La muchedumbre era in

Después de los piadosos ejercicios de costum­
bre subió al pulpito el Sr. Magistral para dar la
conferencia á los Sres Cooperadores y Sras. Coo­
peradoras. Sentimos no poder relatar aquí por
extenso todas sus palabras. Pocas veces bemos
oido hablar con tanto entusiasmo de la Obra de
Don Bosco. Con profundas consideraciones pre­
sentó el estado actual de la sociedad, enseñando
en toda su desnudez las llagas profundas que la
emponzoñan. Pasó luego á enumerar los remedios
que se van presentando por los gobiernos y los
diferentes sistemas políticos y económicos con el
fin de evitar la explosión de ese volcán de s ^
cialismo y anarquismo que va tomando cada día
más fuerza é incremento y amenaza destruir á la
sociedad desde sus cimientos. Probó con argu­
mentos indiscutibles la ineficacia de todos estos
medios presentando por último la única solución,
que es la que ofrece la Iglesia Católica^ solución
basada en la cristiana caridad. Habló de los de­
beres de los pobres y de los ricos, prometiéndose
del cumplimiento de esos deberes esa armonía y
esa paz de que tanto carece hoy día la sociedad.
Y aquí se le abrió campo vastísimo para tratar
de los Cooperadores contestando de un modo ca­
tegórico y perentorio á esta pregunta. ¿ QuÓ son
los Cooperadores Salesianos 1 Habló de las a.tribuciones y obligaciones de los mismos, extendién­
dose á tratar de los diferentes modos de practicar
la caridad. Tuvo frases llenas de inspiración y
ternura, hablando de nuestros huerfanitos, los
hombres de mañana, base y cimiento de esa ge­
neración nueva que hay que preparar para la
restauración de la sociedad. Explicó también bajo
una forma nueva ó insinuante las ventajas de que
disfrutau los Cooperadores, inspirándoles agrade­
cimiento á nuestro bu.en Padre Don Bosco que
les proporcionaba medios tan fáciles para cumplir
con su misión sobre esta tierra. Concluyó exhor­
tando á todos los presentes á ayudar á la Obra
Salesiana, augurándose de su propagación incre­
mento y desarrollo, bienes grandísimos para la
ciudad de Sevilla.
Después de la hermosa conferencia se cantaron
himnos y coplas como en los días anteriores y
con la solemne bendición se dió por concluido el
triduo que dedicamos á María Auxiliadora y que
tan gratos recuerdos dejó en nuestra alma.
No dejaremos de hacer constar que este mismo
día por la mañana recibieron por vez primera el
Pan de los Angeles unos cuarenta de nuestros
pobrecitos, siendo las madrinas dos insignes bien­
hechoras de la Obra de Don Bosco, que salieron
profundamente conmovidas, como así mismo todos
los que tuvieron el gusto de presenciar la tierna
y hermosa función.

— 204 —
calciilablo y las miradas de todos se dirigían á aquül rostro, que para todos es fuente de dulzura y
do consuelo. ¡Cuantas oraciones, cuantas súplicas,
habrán tenido la herniosa contestación do gracias
y bendiciones! Solo referiremos do un caballero
que desdo muchos años había vivido olvidado do
BUS deberos religiosos, el cual al cruzar su mi­
rada con la plácida y amorosa de la Virgen fuó
tal la emoción que oxporimontó su alma que quiso
enseguida ir á arrojarse á los pies do un confesor
para disfrutar do la paz y tranquilidad quo nos
ofrece con sus carismas nuestra Santa lieligión.
La Srma. Sra. Infanta de España desde su cocho
estaba presenciando la procesión que iba desfi­
lando á duras penas por las lilas de la apretada
muchedumbre y de los innumerables coches que
do todas partos habían acudido para honrar á
María Auxiliadora.
Hermosa y tionia la estación que se hizo de­
lante do la iglesia do los PP. Capuchinos. Toda
la Comunidad salió á saludar á la imagen de Ma­
ría Auxiliadora, que iluminada por la azulada y
celeste luz de las bengalas parecía una visión del
Cielo, llízoso otra estación delante do nuestra
parroquia, y mientras sumisos á ella so ofrecían
los hijos do Don Bosco, recibía de la misma la
Boina de loa Angeles y Madre nuestra un tierno
homenaje de amor y gratitud. Doquiera pasaba
la in'ocosión estaban los balcones do hrs casas
engalanados de fiesta y los corazones do la inde­
cible multitud de personas de todas clases y con­
diciones eran el más hermoso adorno y el obse­
quio unís acepto á María Auxiliadora. La proceHión duró cerca de tros horas. Antes de entrar
la inspirada imagen en la iglesia volvió una vez
más su rostro hacia la apretada muchedumbre y
saludada por mil vivjis entusiastas entró en el
templo, <losdo donde repartirá á manos llenas sus
graciira y bendiciones sobro cuantos la invoquen
con amor y confianza.
No 08 pi»sÍblo describir la animación, el entu­
siasmo , la confianza, el contento indecible que
suscitó esta manifestación on todos nuestros co­
razones.
Nada dircmoc do la iluminación con farolillos
á la Yonociana y de los vistosos fuegos artificia­
les, que fueron digno remate de fiestas tan gratas
y cuyo inolvidable recuerdo será un ostímmo po­
deroso para animarnos á una confianza ilimibula
y p«iderosa, en La que sabemos quo es Auxilio y
Auxilio poderoso de los Cristianos. ¡Viva, sí, viva
María Auxiliadora. I Ella reinará en Sevilla, y con
olla tomará incremento y desarrolb» su Obra que
es la Obra do Don Bosco.
Al mismo tiempo damos una voz más y do lo
íntimo del conizón las gracias miis vivjvs á todos
los Sres. Cooperadores y Sra®. Cooperatloras al
frente do los cuales esUi nuestro Eimno. Sr. Carílenal y Srma. Sra. Infanta de Ks^nula, gracias que
('xteudomos á todos los sevillanos en general,
asegiirándoles á t<)dos que en mieatnis imbres
oraciones nunca nos olvidamos de pedir por su
felicidad temporal y eterna. María Auxiliadora á
todos los bomiigji y los colme do gracias y favo­
res celestiales.

A .M

É ¡ R I C A .

Tj I M A (P e r ú ).
En el importante diario La Sanción de dicha ciu­
dad, encontramos los siguientes párrafos referen­
tes al bien que los Salesianos hacen en los ta­
lleres ^ue allí tienen establecidos y á una fiesta
literaria celebrada el 13 del próximo pasado
junio:
« No sabemos quó importancia ati’ibuirán nues­
tros colegas á la institución de los Padres Salesianos en Lima, y á la fiesta literaria que celebra­
ron últimamente. Nuestra opinión al respecto es
definida y clara. Y para no exponernos á falsas
interpretaciones, bueno es recordar que esos ve­
nerables apóstoles del progreso del pueblo ban
fundado y sostienen en esta ciudad un Listituto
en el que, aparte de la educación moral, enseñan
á sus educandos á aprender un arte ú oficio.
» La sola indicación de la obra basta para re­
comendarla á la gratitud del país. Y basta para
ello, porque en nuestro concepto la felicidad de
los pueblos no puede medirse sino por su grado
de moralidad y de su competencia para el tra­
bajo.
» El hombre que conoce sus deberes y los ama
á virtud de la educación, lleva en el alma el
míís poderoso elemento del carácter. Y el que al
propio tiempo se encuentra apio para el ejercicio
de un arte ó de un oficio, nada ha menester de
los otros; es decir, que goza do piona indepen­
dencia.
» Ahora b ien : á nuestro modo de ver^ esta es
la base indestructible del engrandecimiento de
los pueblos ; por lo mismo, el positivo secreto de
la regeneración nacional.
» Y es que pensamos que mientras en el Perú
el pueblo no se encuentre moralmonte educado,
ha de prestarse dócil al despojo de sus derechos.
Y que mientras no tonga en quó utilizar sus fa­
cultades, á la falta de moralidad ha de unirse cu
daño suyo la poderosa solicitud de la necesidad
do vivir.
» Malas costumbres, debilidad de carácter y
vagancia, son á nuestro juicio los agentes pode­
rosos que actúan hasta hoy en el país, condenán­
dolo á la servidumbre de los vicios y al despo­
tismo de loa fuertes. Pensamos por lo mismo quo
todo esfuerzo será inútil si eso esfuerzo no se
consagra á redimir al hombre entre nosotros por
medio do la educación moral y la aptitud para
un trabiyo decoroso. Creemos que el mejor ciu­
dadano es el quo menos necesita de los otros. Y
quo el carácter más firme es el más ihistrado cu
la escuela de las costumbres. Y en esto concepto,
quisiéramos que esos dos fines fueran la base de
la instrucción pública en el Perú.
* Desgraciadamente no es así. Y mientras que
gobiernos, legisladores y prensa pierden su tiempo
en dictar leyes y defenderlas para que las cumpla
uu pueblo tributario de la ignorancia, de los vi­
cios, y de los avisados, se olvida quo no exis­
tiendo pueblo de buenas costumbres y de labor
independiente, no hay verdaderos ciudadanos.
• Por esto es que estimamos tanto y tanto ad­
miramos la Institución do los Padres Salesianos
en Lima.

(1 ) Indio Intérprete.

(2) E L CACIQUE Y A N C U C H E.

o) Su

(4) Su hija y su nieto.
(K

la pág.

212).

mujer.



206

» Estos heróicoB religiosos, Avidos de interpretar
el ministovio providencial do la religión divina
en la sociodna de los hombres, se han impuesto
el propósito de elevar A estos por medio de la
enseñanza y de la industiia. Y al efecto, en
Lima, como en otras partes del mundo, sostienen
un instituto en el que A la vez de educar el es­
píritu de los niños en la escuela del deber, les
(ledicau al aprendizaje de un oficio: es decir, que
(iStAn verificando en silencio, sin ruidos, sin fama,
ni fugitivos halagos, la verdadera evolución pro­
gresista del Peni. — Débeles, pues, el país merocodísimo agradecimiento, por cuanto su labor
es la única eficaz en la humanidad para consti­
tuir pueblos prósperos y fuertes.
» Por eso os que nos hemos felicitado mucho
do liaber asistido al certamen literario que dieron
ayer y por eso juzgamos cumplir alto deber pa­
triótico recomendando su benefactora labor al
cariño y admiración del pueblo.
» Reciban pues los reverendos Padres Salesianos
el testimonio do nuestra afectuosa admiración, y
la seguridad do que ou cuanto podamos hemos
de prestar A su obra generosa el concurso humilde
de nuestros esfuerzos. »

El certamen literario A que se alude en el
suelto anterior, fué preparado por los alumnos
internos del Colegio para celebrar el onomástico
de su Superior, el li. P. Antonio Riccardi.
El patio de entrada del local que ocupan los
Talleros Salesianos^ do los qne daremos una idea
en el uiimoro próximo, se encontraba hermosa­
mente engalanado, no faltando el retrato de
nuestro amadísimo padre D. Sosco. Al acto asis­
tieron los alumnos del Oratorio festivo en número
do más de ciento y numerosa y distinguida con­
currencia.
Los niños supieron prestar encantos y atracti­
vos al acto, desempeñando con admirable delica­
deza y soltura tanto la parte musical como la li­
teraria, poniendo de manifiesto sus rápidos pro­
greso^ principalmente en el canto.
El R. P. Antonio Riccardi puso fin al acto,
manifestando su agradecimiento A los niños y A
las distinguidas personas presentes, y deplorando
que la escasez de los recursos do que pueden dis­
poner, no los permita extender su esfera de
acción en favor do tantos niños desvalidos y me­
nesterosos del Oratorio festivo que constantemente
piden ingresar como internos en el estableci­
miento.
Nuestras congratulaciones A aquellos niños que
saben mostrarse agradecidos A sus Superiores por
el bien que los dispensan.
Suplicamos A nuestros lectores nos ayuden A
elevar himnos de acción de gracias AMima Auxi­
liadora qne ha estendido su manto y protegido A
aqiiello hermauos nuestros y niños, durante los
tristisimos sucesos y horribles escenas que en
dicha ciudad se han desarrollado durante la guerra
que acaba de terminar.



BOGOTÁ

(C o lo m b ia ).

Victorias de María Auxiliadora.
----- ------------Se llena de verdadero regocijo el corazón de
todo sincero hijo de Jesús al oir en estos tiempos
el nombre do la Madre, la bolla María, resonar
por los aires, no obstante la satánica lucha em­
prendida contra Ella por Lutoro y sus prosélitos.
Un verdadero triunfo es el qiie ha habido en
esta capital en los días del mes de mayo, que
están consagrados A la Virgen de Don Bosco, por
la gloria que se lo ha tributado.
Como preparativos de la fiesta y en el curso
del novenario, veíamos por las tardes subir A la
cátedra de Dios A enseñar los tesoros encerrados
en las siete peticiones del Padre nuestro, A un ce­
loso orador, el Reverendo Padre Evasio Raba-gliati, Superior de la Congregación salesiana. En
el púlpito, y una vez que ha entrado en materia,
domina A su auditorio, se lo apropia, es suyo.
Es práctico, de dialéctica irresistible. En su serie
de sermones, nos hacía llenar hoy el alma de con­
fianza en el Padre Celestial, mañana lo caldeaba
en el total sometimiento á la voluntad divina,
otro día le participaba el vigor necesario para
pelear en las batallas de la mala tentación.
La misa diaria de ocho, en honor de la Virgen,
era solemnizada con cánticos sagrados. Por la
tarde, y antes de la bendición con el Santísimo,
iban y venían del coro á la capilla lateral las
cambiadas voces que se respondían en el harmonioso canto de las letanías.
En el día de la fiesta. Ella, la Reina, de pie
en lo más elevado del altar, aparcaba con su mi­
rada la compacta multitud, era su dueña. Los
copos do ñores, las luces salpicadas con profusión
aquí y allá, las elegantes banderolas, la sublimi­
dad del concierto, la hacían aparecer como en su
gloria. Estaba majestuosa.
En la mañana, el limo. Sr. Delegado Apostó­
lico repartió el Pan Eucarístico á innumerables
personas de ambos sexos.
El Reverendo Padre Cáceres, jesuíta, hizo el
panegírico propio del día. Mostró A María, de un
modo potente, derribando al materialismo por
-medio de los porUmtosos hechos realizados en el
pleno mediodía del siglo de las luces.
En la misa solemne, celebrada por el Ilustré
simo Señor Arzobispo, y la cual fue ejecutada A
cuatro voces, la música y el canto fueron sorpren­
dentes , y hacían trasportar el espíritu á regio­
nes divinas. Y no era para menos siendo Weebet
y Cagliero, Obispo salesiano el último, los autores
escogidos. De éste fueron el Gloria y el Oredo y
los Kurie, Sanctiis y el Agnus Dei del primero.
Al Ílustrísimo Señor Arzobispo y A otras dis­
tinguidas personas se les obsequió en seguida con
un espléndido almuerzo. Como san Francisco de
Sales, los Reverendos Padres salesianos saben ser
generosos y caballeros en medio de su pobreza.
Se acerca la hora de las tres de la tarde. Va
A tener lugar la ansiada conferencia de Coopera­
dores. Asciende las gradas de su frecuentada
tedra el que dirigirá la palabra. Está ya posesio­
nado en su campo. Es de elevada talla; se dis­
tingue en BUS facciones quemadas y musculosas
al trabajador de la viña del Señor; tiene mirada
de fuego que revela en el que arde su alma.

— Ü07 —
ante su lecho de muerte, en los momentos en
que el justo comparecía en la presencia de Dios,
con su conciencia tranquila y con la convicción
de haber cumplido su misión en la tie rra , roga­
ban al Eterno por aquella alma que se desprendía
de la humana naturaleza en medio de un océano
de lágrimas y plegarias, para volar á la mansión
de los justos.
» La herencia que D. Bosco legó á sus amados
hijos ha correspondido á sus esfuerzos ; sus dignos
sucesores, dirigidos por el virtuoso sacerdote
D. Miguel Rúa, prosperan por todas partes del
mundo con brillantes resultados y con la justa
admiración que se han sabido captar.
» En la actualidad se cuentan en todos esos
establecimientos como trescientos mil educandos,
de los cuales salen cada año sobre cincuenta mil
hombres útiles á la patria y á ellos mismos.
» Eu nuestra capital tenemos la satisfacción de
contar con uno de estos planteles lo mismo que
en la ciudad de Puebla.
» Es de esperarse que al regresar de Turín
nuestro muy querido P. D. Angel Piccono so dará
mayor impulso á los trabajos, aumentándose para
esto el número de Cooperadores.
» ¡ Ojalá llegase á establecerse en esta ciudad
un oratorio festivo, para recoger, en los días que
mayores males pueden hacer á la población, esa
M E JIC O .
multitud de jóvenes que marchan por la senda del
crimen!
> En la festividad que hoy celebran los Padres
Salesianos y Coopemdores de nuestea Patrona
María Auxiliadora, á la que dió mayor esplendor
la presencia de nuestro diocesano, limo. Sr. Arzo­
bispo D. Próspero M. Alarcón, y en la que tomó
la palabra sagi'ada el insigne orador Pbro. D. An­
tonio Plancai^ y Labastida, dedica este recuerdo
Copiamos del importante diario B l Tiempo:
< Eu algunos lugares en donde los Padres Sa- á su muy amado P. D. Angel Piccono, uno do
lesianos tienen fundados sus Colegios, han es­ BUS más adictos Cooperadores. >
tablecido esta clase de oratorios, que tienen por
objeto invitar á los niños que vagan por las ca­ v*.
lles los domingos y días de ñesta, con el ün de
atraerlos j>or medio de pasatiempos adecuados á
BU edad y sexo, siendo vigilados por los mismos
Padres y con separación de los asilados.
> Estos entretenimientos son alternados con
cortas prácticas religiosas que se reducen á misa,
rosario y pláticas adecuadas al auditorio.
> De esta manera se procura desviar á estos
ECUADOR.
niños de otros pasatiempos que pueden serles en
el porvenir de funestas consecuencias.
> Insensiblemente los niños van cambiando de
o n e l 'Vloíii’i a t o tío
manera de pensar, despertándose en ellos otros O3díéi no€ LmeeoH
c x y C r u a lu q u i^ s a .
sentimientos y creándoseles gran cariño hacia
De un mannscrito del misionero Don Francisco
estos establecimientos donde se les recibe con
paternal afecto.
Mattana tomamos las siguientes noticias que son
» Por este medio se logra cambiar sus depra­ la crónica fiel y exacta de la Misión Salesiana do
vadas inclinaciones de una manera gradual.
Grualaquiza desde abril á diciembre del año pa­
* El autor de estos oratorios lo fué el fundador sado.
l.° de abril. — En la vieja capillita hemos po­
de la Institución salesiana, el inmortal D. Bosco,
ana de las figuras más prominentes del presente dido celebrar ya este primer año las funciones
siglo, que vino á este mundo predestinado á ser­ de Semana Santa, á las que asistieron los pocos
vir de amparo á la juventud desvalida á quien cristianos de aquí y algunos Jíbaros. Hicimos la
consagró eu amor y su vida identificándose mu­ adoración del Santo Sepulcro, procesión solemne,
tuamente. Asi es como el R. P. Don Bosco pudo el lavatorio de los pies, la bendición de la Fuente
penetrarse de la índole de los asilados y de los bautismal, algunos sermoncillos y se concluyó con
medios más propios para sobrellevarlos sin es- un buen numero de Comuniones, que ciertamente
fnerzo, á costa de soma paciencia y oportunos habrán alegrado al Sacratísimo Corazón de Jesús.
— £1 domingo de Pascua tuve qne celebrar dos
consejos.
» De este modo se explica que al ser llamado veces para dar comodidad á todos de oir la santa
por el Supremo Creador del universo fué tan Misa, pnes Don Spinelli fné á celebrar la Pascua
extraordinariamente sentido por sos queridos ni­ á la población de San José. — El lunes salió
ños y sus amados discípulos, quienes arrodillados también el amado Pancheri emprendiendo una

¡No adivináis quién es Y Es el infatigable h^o
de Don Bosco, el Superior de los Padres Salesianos. Durante una bora, pasada como en una agra­
dabilísima conversación, esposo con precisión y
claridad el santo objeto de esa institución de Coo­
peradores; arrebató el corazón de sus oyentes
coQ la mejor de las elocuencias, la sublimidad de
la sencillez. No sabemos qué admirar más, si sus
goberbios sermones sobre el liberalismo, que desde
la cuaresma ha estado exponiendo, ó los que oca­
sionalmente ha pronunciado contra las sectas pro­
testantes, ó bien la conferencia de Cooperadores,
llena de unción, llena del espíritu de Dios.
No describamos nosotros las emociones del bello
día de mayo. Respetemos en silencio los sontiiDÍcntos del corazón cristiano en el goce de las
avenidas del paraíso. No lo perturbemos, que está
embriagándose en el aromático ambiente de la
Emperatriz Celestial. El Hogar divino ha descen­
dido hasta el Valle do las lágrimas. Hinquemos
la rodilla, que María acaba de visitar la tierra.
F. R.
Cooperador Salesiano.

ORATORIOS FESTIVOS.

NOTICIAS DE NUESTROS MISIONEROS.



208



hirga y difícil cxcurBión hacia M<ünd<íz (1). Por ciones. Lé liice tomar una poción caliento y luego
esto lt<' <[U<!dado «oh) con el hermano Turado y manos á la obra} con fricciones en varias partes
con ocho niños blancos internos. — Un bxien nú­ del cuerpo y especialmente en las que los dolores
mero ílo Jóvenes Jíbaros, mío van y vienen cuando eran más fuertes, pocos momentos después los dolo­
les cuadra, lian ya aprendido el 5 íí/ ho de/a «Sanírt res desaparecieron, principió á sonreír el enfermo,
Cruz, ol Palcr noftter, el Ave Muría, el (lloria á darme las gracias, y la desolante escena anterior
Vairi y las letras dol alfabeto castellano. — In- 80 cambió en una alegre y cordial fiesta para
diífiblü es el amor y riíspeto que nos tienen estos aquella familia y para todos los vecinos que gri­
salvajes, que de todas partes corren á nosotros, taban : líl padre Francisco curando á nuestro
V en todo el oriente so ha corrido la voz do que
Mascho. En medio á esta fiesta ví un Jíbaro que
lian llegado ú Guulaiiuiza Padres muy buenos, estaba solo arrinconado y avergonzado. Era el
muy afables y que son para los Indios todo co­ pobre brujo ó médico, que, no habiendo podido
razón.
con todo su arte disminuir los dolores do Mascho,
había observado con grande curiosidad cuanto yo
había hecho con el enfermo , y luego viéndole
U» (íe abril. — Desdo Pascua he bautizado va­ curado, estaba muy humillado.
rios niños Jíbaros} el mayor do ellos de diez
años. — Ayer se solemnizó tniúbiéu aquí el Patro­
cinio do san Josó. Se cantó Misa en canto llano
con acompañamiento do armonium, sermón, pro­
5 de mayo. — Dentro do pocos días partiré
cesión con la estatua del Santo, y causaba viva para Cuenca á fin de tratar asuntos de esta Mi­
emoción ver un gran número de Jíbaros ponerse sión, y emprender luego una predicación en Sigen tila entro loa cristianos. Ayer fue la primera sig, á ruegos do aquel virtuoso Vicario Foráneo,
vez que tocamos el armonium , y los Jíbaros ma­ Sr. Don José Piedra, y visitaré á todos los ha­
ravillados de tan acompasados acordes nos pre­ bitantes cristianos de nuestra parroquia.
guntaban si había dentro pequeños cantores.
20 de abHl. — lio visitado varias familias de
Jíbaros y he obtenido buenas esperanzas do con­
versiones. Un venerando viejecito do cerca cién
años, que es sacerdote do los salvajes, me ha promi'tido que antes do morir quiere bautizarse.
¡ Quiera el Cielo que sea pronto, pues su ejemplo
sería imitado por otros muchos!
Un día, mientras hacía estas visitas, me hallé
con los huesos do una pobre India muerta poco
tiempo hace por una enemiga tribu de Jíbaros.
Di'seeiidí del caballo, los recojí y dos días des­
pués los sepultamos en ol cementerio do la Mi­
sión. Los Jíbaros cristianos sabiendo que la pobn'cilla era buscada á muerto por sus enemigos,
hechándolo agua sobro la cabeza, como aquí di­
cen, la bautizaron. Su muerte tuvo lugar dos días
después do esta función: por lo que esperamos
cpio su alma esté en el Paraíso.
¡10 do abril. — Kl Misionero debe también hacer
do médico. Una mañana do la semana pasada,
api'iias conduida la Misa, llegaron ú todo correr
á la Misión algunos Jíbaros llamándome al lado
d<‘ un enfermo. Ensilló la muía, y á eaenpe me
fui con ellos. Después do varias lloras do camino
y no siempre á caballo, entro bosques, barrancos
y precipicios, llegué al lado del pobre enfermo,
llallálmae este tendido sobre un tablón, formado
de una gruesa corteza de jírbol, revolviéndose
eoutimiameiite, atormentado por sus dolores y gri­
tando de.sesperadamente. Lo rodeaba un gran nú­
mero do Indios ó Indias eompadeciéiidolo. A mi
llegada pitUTumpioron todos en gritos do alegría
y salieron á mi eneuentro: Pudre Francisco, me
deeíaii, />ronb> remedio , que ya muriendo estando
nuestro Mascho. Al cesar la gritería, el enfermo
quiso abrazanuo y besarme la mano con grande
espit'sión do afecto, mientras repetía; Padre,
pronto tomando i'emedio ; no tomando fcmedio,
muriendo. — Después de pri'gimtarle y exami­
narle, ví que lo niús necesario eran fuertes fric(l) Vease la relación de esta excursión eu el Bole­
tín de warzo do este afio.

15 de mayo. — El miércoles pasado, 9 de los
corrientes, dejando eu Gualaquiza á Don Spiuelli
con los hermanos Pancheri y Jurado , salí acom­
pañado del primer alumno que entró en casa,
llamado Miguel Romero, y do tres Jíbaros , dos
de ellos ya cristianos, en dirección á Cuenca á
donde he llegado hoy ú las 9 y media de la ma­
ñana.
Tuvimos un viajo bastante malo. La primera
noche la pasamos á orillas del río San José, re­
parados solamente por una gruesa piedra, por
Imjar tan crecido que no fué posible á nuestros
caballos badearlo. Al día siguiente disminuidas
las aguas, mas no tanto de no correr peligro do
ser arrastrados con nuestro caballos, nos expusi­
mos, y, gracias á Dios y á María Auxiliadora, lo
atravesamos felizmente, y pude llegar á Cuchipainba para celebrar la santa Misa , bautizando
después á uu niño, — También en Chigüinda tuve
que ejercitar mi sacro ministerio. — En Si^ig y
en San Hartolomó fuimos cortésmento recibidos
por los dos párrocos henuauos Señorea Piedra.
En Santa Ana tuvimos que dormir por tierra to­
do calados por la lluvia que sobre nosotros ha­
bía caído durante el d ía ; por grande fortuna
hallamos una casa donde repararnos de los vientos.

20 de mayo. — El fin de mi viaje á Cuenca era
tratur sobre asuntos de nuestra Misión de Gualaquiza con las Autoridades Eclesiásticas y Civiles,
pagar algunas deudas y contraer otras mayores
de las primeras. He partido muy satisfecho. El
almimo que rae acompañaba recibió una moneda
y palabras de consuelo y auimación del limo.
Sr. Obispo, y los tres Jíbaros fueron la admira­
ción de los habitantes de Cuenca por su grande
docilidad. Estos últimos se detuvieron en Cuenca
tres dias, y luego, cargados de regalos y fuera de
sí imr lo que habían visto en la ciudad, volvieron
atrás ; yo el domingo 20 me hallaba ya en Gnalaceo de camino para Sigsig. También en Gualaceo he encontrado dos santas almas en el Párroco
y eu su Coadjutor.

— 209 —

2 de junio. — Ayer con la fiesta del Sagrado
Corazón concluyó en Sigsig la octava del Corpus
J)oinini qne en la Diócesis de Cuenca se celebra
con gran solemnidad. El Rdo. Vicario dejó la pa­
rroquia á mi discreción por oclio días consecuti­
vos. Todos los días hubo exposición del SS. Sa­
cramento, Misa cantada, sermón, vísperas y ben­
dición solemne, siempre con un extraordinario
concurso de pueblo. ¡ Cuantos fueron los ‘que se
acercaron á los SS. Sacramentos! Todas las noches
hasta las 11 era necesario estar en el confesona­
rio. Los enfermos, aún los mús apartados, tuvie­
ron la dicha de recibir el S. Vifitico. Fueron días
verdaderamente llenos, y me es imposible expre­
sar las suaves emociones que el Señor me hizo
probar.
A la mitad de este octavario recibí una carta de
Pancheri, en la que me anunciaba que el pobre Don
Spinelli estaba gravemente enfermo, no siéndole
por lo tanto posible celebrar la santa Misa y que
corría peligro su vida j y rae suplicaba volviera
pronto. A tal nueva me postré á los pies de Je­
sús Sacramentado y le rogué que por el bien de
nuestra Misión nos evitara una nueva desgracia
y se dignara volver la salud á mi amado hermano.
La víspera de la fiesta del Sagrado Corazón otra
carta me anunciaba que, gracias al cielo , Don
Spinelli había mejorado y entrado en la convalescencia. Me tranquilicé y al volver á Gualaquiza pensó visitar á casi todas las gentes que
pertenecen ú nuestra parroquia que tiene más
extensión que todo Aragón.

10 de agosto. — Recibo malas noticias de Quito.
El arando Pancheri que fué allá adpetendam pecuniam para esta pobrísima Misión, me escribe
que también aquellos pobres hermanos nuestros
se hallan en malas aguas y que por ahora no se
puede obtener nada. Añade que el pobre Don
Calcagno, por graves disgustos que le han dado en
estos meses, gentes enemigas de la obra moralizadora del Misionero católico, so halla cu mal
estado de salud. Reguemos por él y en tanto pon­
gamos toda nuestra confianza en Dios que cier­
tamente no nos ha de abandonar.

20 de seticnibre. — El domingo pasado, 16 de los
corrientes, se liizo, por voz primera en esto pueblo,
la distribución de los premios á los alumnos y
alumnos que frecuentan las escuelas de la Misión,
con una exposición de los tr.abajos hechos por los
miamos y con un solemne acto músico-literario
conmemorativo de nuestro amado fundador Don
Bosco. Los trabajos expuestos eran los siguientes:
una escribanía, algnuiis sillas, una percha, mesas
y bancos, por parte de los carpinteros j una pa­
langana con su correspondiente palanganero, lan­
zas, compases y varias herramientas de artes, por
parte de los herreros; trajes completos , chaque­
tas, chalecos, pantalones, casquetes, camisas etc.,
por parte de los sastres; á su vez las niñas ex­
pusieron pañuelos blancos y manteles rica y her­
mosamente bordados. Los cantos, piezas de mú­
sica y las varias declamaciones estuvieron á cargo
de los mismos niños y niñas , indios y blancos,
externos ó internos} causaron gran admiración y
12 de junio. — Ayer llegué á Gualaquiza donde nos ganaron más y nuís el afecto de estos cris­
me esperaban con impaciencia. Después de Sig­ tianos y de los Jíbaros, los que en la esperanza
sig, visitó las poblaciones de Chigüinda. Rosario, de que aumentará el número de Misioneros que
Cuchipamba, San José y Aguacate, dando en to­ vengan á ocuparse de su bien y del do sus hijos,
das partes comodidad á sus habitantes para acer­ se prestan á trabajamos la tierra. Los premios
carse á los SS. Sacramentos de la Confesión y distribuidos fueron diez y sois por la instrucción
Comunión, de oir la santa Misa y la palabra de religiosa y literaria, por la conducta y por el
Dios. Visité á todos los enfermos, hice varios bau­ adelanto hecho en los varios oficios ó trabajos y
tizos y bendije algunos matrimonios.
en la música vocal. Al día siguiente otros mu­
chos niños pidieron ser admitidos como internos
ó como externos en nuestras escuelas. Esto cre­
1® de julio. — Pocos días há recogí una cabeza cimiento requiere mayor aumento de personal y
humana que algunos Jíbaros llevaban como en de medios materiales. Hemos principiado una
triunfo en señal de victoria, al volver de una nueva iglesia, porque la actual es una verdadera
guerra que entre ellos no faltan nunca. La se­ choza, abierta á todos los vientos, y dentro de la
pultó en tierra no consagrada, porque el pobre que llueve como á campo raso. También estamos
principiando otra casa, porque en la cabaña on
Indio á quien pertenecía no estaba bautizado.
El número de nuestros alumnos va aumentando. que habitamos, nos vemos con frecuencia obliga­
Tenemos ya veinte internos, parte blancos y parte dos á servimos del paraguas, si no queremos ca­
Jíbaros y otros vienen á dar lección como exter­ larnos como una sopa} mas la falta de medios nos
nos. — La educación de las niñas por ahora la tiene atadas las manos. S i, como esperamos, la
hemos confiado á una buena señora, con la es­ Providencia viene en nuestro socorro, continua­
peranza de que pronto vendrán las Hijas de Ma­ remos los trabajos y aumentaremos el número de
niños, y por consecuencia será más grande el bien
ría Auxiliadora.
que podremos hacer á estas pobres gentes.
15 de julio. — Después de mi vuelta, Pancheri
ha salido para Quito, llamado por Don Calcagno
p.ara informar al Congreso de cnanto se ha hecho
hasta el presente en esta Misión. Eiace ya cinco
días que no tenemos víveres, ni aún siquiera una
jicara de meligs en casa, y cada día para alimen­
tarnos esperamos cnanto la Providencia nos manda
por medio de los pobres Jíbaros. AI presente es­
tamos haciendo una novena á San José; espera­
mos que este gran Santo continuará siendo nues­
tro mediador.

20 de noviembre. — Hacia la mitad de este mes
me sobrevino una grave desgracia, de la que he
escapado por un verdadero milagro. Volviendo á
eso de mediodía de una de mis acostumbradas
visitas á los Jíbaros, acompañado de cinco ó seis
de ellos, á poco de haber pasado el río Gualaquiza, se rompió la cincha de la muía, la que al
momento me tiró contra un tronco de árbol cor­
tado á 30 centímetros del suelo; mas como no
pude sacar loa pies de los estribos, la bestia cayó



210

8obru mí, y ¡uu'u <ltíStímbarazar8e coiuenzo á co­
cear Bobru mi ¡lobre i)erHoiia. Los Jíbaros que
me acoinpufiabaii, iio sabían qué hacerse, gritaban
y lloraban como desesperados; viéndome yo la
muerte á las ¡mertas invocaba el auxilio de Dios
y de María Auxiliadora..... Finalmente, la muía
]>udo desliacerse de la silla y se levantó deján­
dome nmdio muerto. Quise levantarme también
yo, mas la espina dorsal no me podía sostener y
caí nuevamente á tierra, atormentado por aguílüs dolores y respirando con diíicultad.
Pasado un j>oco de tiempo, tenté do nuevo ayu­
dado j)or los Jíbaros, y á pesar de mis dolores
pudo sentarme. Me trajeron de una casa vecina
unas jamugas y me colocaron de nuevo sobre mi
muía, üiicnminándonos poco á poco hacia la Mi­
sión. A cada paso de la nuda osperimnntaba agu­
dísimo dolor por todo mi cuerpo. ¡ Cuanto sufrí
antes do llegar ú la Misión ! So me aumenta­
ron los dolores en la espina dorsal, en el estó­
mago, en el vientre y una ardiente liebre se apo­
deró de mí. Sufría intensamente: hube de me­
terme en cuma y sin esperanza de poderla dejar
tan pronto.
Al dar las buenas noches á mis amados liermor
nos, para que no se entristecieran demasiado, les
dijo que sanaría pronto , pues era una cosa de
nada...; mas yo sentía todt» lo contrario....., los
dolores continuaban siempre imís atroces. Puse
toda mi conlianza en Dios, en María Auxiliadora
y 011 la intercesión do un Santo, á quien yo sien\pre he tenido una devoción particular y ; oh mi­
lagro! apenas hice una especial oración, apenas
toque mm relújuia <Ul Santo, desaparecieron los
dolores, y piulo saltar do la cama para mejor
asegurarme de que estaba verdaderamente sano.
No puedo expresar la alegi'ía, la gratitud que
probé aquella noeho. Varias veces salté de la
cama al r«‘elinatorÍo para dar gracias á Dios y á
María Auxiliadora. Al día siguiente por la ma­
ñana, fui el {irimero en levantarme y en invitar
á toda la comunidad para que conmigo dieran
gracias al Señor y á nuestra amada Madre Auxi­
liadora.... por la instantánea curación obtenida.



EL CAMARUJO EN LA PATAGONIA
ó

el culto público al Espíritu bueno
y el culto privado ai espíritu malo, y su terminación.
{Oonclusión).
IV.
R o im e iitiio u to . —XJltimo O aiiiairu io .
— X.OH p i ’in o ip alo tü px*oiiiotoz*es*. —
IPci’iiiioiitAii. —BXaolti m i^itei'iosu.
—¿ IIoinl>z’o ó Miujei*?

;|íp'L año pasado durante mi ausencia, los más
antiguos capitanejos y el mismo Sayuliueque
tentaron, después de ocho años, de resucitar el
Cumarujo para implorar del cielo la lluvia que
desde uu año no había caído.
A fe que fueron para la Patagonia años de
sequía espantosa con vientos cotidianos que le­
vantaban remolinos de tierra y arena capaces de
asfixiar á los transeúntes: formábanse médanos
movedizos sin dejar rastros de los caminos practi­
cables ; desaparecieron amenas praderas, y á millo­
nes sucumbieron los animales !!
Los más entusiastas promotores del Camarujo
no fueron los Indios; sino que han sido algunos
renegados Europeos negociantes en licores, manco­
munados con los capitanejos Paylemán y Linares,
que ya habían abrazado el Cristianismo con sus
familias. Como que estos nuestros amigos eran
poco instruidos, dejáronse engatusar por la mala
fe de los dichos Europeos quienes teniendo el
oro por único Dios, esperaban vender caros sus
licores con perjuicio de los pobres Indios, do la
moral, y do los colonos vecinos.
Para dar cima á su proyecto , eligieron la lla­
nura de Conesa, colonia bañada por el Río Negro,
á cuarenta leguas tjm solo do Patagones, cerca
de ima laguna encantadora circuida de verdes
1.® de diciemhre. — Ha estallado una guerra en­ sauces llorones, y donde estamos presentemente
tre los Jíbaros: guerra atroz, guerra á muerto. acabando nuestra Casa para la misión.
Eran eu número de 800, loa que con pompa
Hay ya muertos y heridos y á mí me llaiuau
para prestar los auxilios de la religión. Los ca­ singular habían acudido de los cuatro ángulos de
ballos y las muías están preparados, algunos va­ los dilatadísimos valles de Valcheta, del Río Negro
lientes cristianos y una multitud do Jíbaros me y del Río Colorado.
Quiso presidir la reunión el cacique Sayuhueque
esperan para acompañarme. No pateco haya pe­
ligro alguno pura nosotros Misioneros, antes bien hasta poco há, el hijo iiuís poderoso y temido del
somos los llamados á paoitloar á estas pobres gen­ desierto, y ahora reducido á la miseria por en­
cuentros sostenidos contra las tropas argentinas,
tes, con la Cruz de N. Señor Jesucristo.
y decrépito por la vejez.
Perimontán, miyeracha que frisa en los cin­
: X>loH y > X i i r í u .( V .u x ilia < lo r u
cuenta años, tuerta, y por más señas, con la cara
O H t ^ n < * o ii
picada de viruelas, es la bruja; sacerdotisa que
ve y habla con Dios (cuentan los Indios) y de­
de ella supersticiosamente en la fiesta del
Los tristes sucesos que posteriormente se suce- penden
Camarujo, como de uu ser sobrehumano. En los
tlierou, han ya llegado á conocimiento de todos, días
Camarujo vive sobriamente, viste una
pues los publicamos en los .Boíefiues do Marzo y gran del
capa
negra que la cubre de piés á cabeza,
Abril p.p. ouo podnln ver los que aún no los co­ y ciñe uu delantar
blanco.
nocieren. Al presente, gracias al Señor. todo se
Ella
ha
de
conjurar
Gualichú, el genio malé­
ha relativamente imcitieado y ha vuelto á su nor­ fico, cansa de todas lasá calamidades,
y debe im­
mal estado.
petrar del Espíritu bueno la lluvia ansiada, y
pronosticar el porvenir, sin acertar ni atinar mal­
dita la cosa.
Dá consejos en público y en privado, sermonea
con amenazas y promesas según las circunstan



211



SI no mataban, contra el derecho de gentes, des­
membraban las familias, incorporando al ejército
sus hijos mayores y repartiéndose entre ellos, ú
ofreciendo en don ú familias particulares á los
más chicos, de suerte que dejaban solos al padre y
á la madre sumergidos en amarga congoja y triste
llanto.
En el mismo pueblo de Patagones, viéndose un
padre arrebatar á sus hijos por los soldados desal­
mados, ardiendo en súbito furor, echó mano do
su último hijito, y lo estrelló contra las ruedas
del carro con tamaña violencia quo por la rudeza
del golpe, el cerebro hecho pavesas salpicó el
suelo, mientras á voz en cuello gritaba: j Infames
cristianos! Este uo lo tendréis vivo.
La Perimontán concluyó después con estas pa­
A-x>cx’tu i'u <lel C tim a in ú o .
labras :
« En verdad os digo quo Dios ama mucho á
Día primero.
» los pobres que trabajan y quo cuidan de las
La Perhnontán en esta supersticiosa ceremonia » cosas é iutereses de sus amos. >
Tal fuó la apertura del Camarujo.
del Cauiarujo escoge á dos niños, llqmados mien­
tras dura su extraño rito Pigichcn (selecto), que
hacen las partes de niediions ó intermediarios
Día segundo.
entre el Espíiútii bueno y los hombres. Los en­
cierra en tma choza, en donde permanecen inco­
Ijil> a c io iie s —T*log:ai*ia —O i’srías.
municados por unos días, y les hace servir el ali­
En el segundo día al despuntar del sol, el
mento tres veces cada 24 horas.
Cuando les manda que salgan, tieneu que subir Trutrucco, especie de caña ó asta, de buey como
el uno sobre un caballo colorado, y el otro sobre arriba dijimos, suena la diana, y todos han de
un cíiballo blanco, y los presenta á los conve­ ponerse en pié. Alineados, los hombres en pri­
nidos de las diversas tribus con sus Capitanejos mera fila, y la mujeres junto con los ñiños en
apercibidos en forma de un gran torneo; es decir, segunda, va á la cabeza la Perimontán con los
de afuera los lanceros á caballo, de adentro por dos escogidos 6 Pigicken: vuélvense hacia el
orden y formados en círculos, los hombres, las Oriente donde créese hayan traído origen, según
sus tradiciones asiáticas, hacen las libaciones, y
mujeres, los niños y las niñas.
Abrese paso cuando se avanzan, y la Perimon- ofrecen al Espíritu bueno lo que tienen entre
tdn con los dos escogidos vienen recibidos con manos, hariua, azúcar, ó yerba nuithe.
Interin la adivina hace la siguiente plegaria,
música de atamboree, cascabeles y del 'I'rutrucco,
especie de bocina de caña, ó de asta de bueyes; ¡ que repito con poca diferencia i>or la mañana y
y con acompañamiento de una bullanga endiablada, i por la tarde, y que, como so echará de ver, ya
es muy cristiana:
y de gritos salvajes.
« Allá arriba (señalando el cielo), hay un Dios
Perimontán entonces, con aire de misterio y
semblante de brujo, presenta á la turba convocada » á quien los hombres deben obedecer. El manda,
el Cacique que preside al Camarujo, y da co­ » pues es dueño del viento, de la lluvia, do las
mienzos al rito con decir que la fiesta durará ' » enfermedades, de las epideinias y do los animales.
tres días, habiendo diariamente dos reuniones. » Si el hombre Lo obedece, El envía la lluvia y
Interin prohíbe con amenazas (jue nadie a- ! » ahuyenta á Gualichú. Dios abandona y castiga
bandoue el Pecun, esto es, el lugar de la reunión; i > al hombre que se embornichu, da de golpes
ó intima que se absteugan de toda clase de be­ : • á su mujer, y no tiene cuidado do sus hijos. »
bidas, impone el silencio, la seriedad, la sobrie­ i Como el emborracharse, alzar la mano contra
dad, etc., etc. PregiÍDtale un capitanejo sobro el la mujer, y el descuidar la prole es vicio coiuún
fín del Camarujo, y lo que han de obrar para i entre los Indios, así la Pitonisa repite en el mismo
granjearse la protección del Espíritu bueno (Dios); tono:
« £1 Espíritu bueno mandará la llu v ia ...........
y ella le contesta que es objeto del rito sagrado
el pedir la lluvia, y que Dios alejará las enfer­ j» vosotros empero no tenéis que emborracharos,
medades de las familias así como las pestilencias ‘ » ni meter bulla, porque abomina Dios á los que
; » maltratan á la mujer, y dejan á los hijos abande los animales.
Esta bruja había estado en Viedma en los años i » donados á si mismos . . . En este Camarujo no
anteriores y había escuchado las pláticas é ins­ » está Gualichú, porque Tú lo has repelido. jOh
trucciones de nuestros misioneros desde su arribo » Supremo Espíritu! Envíanos la lluvia para que
á estas playas; por lo que con xin lenguaje mixto » engorden nuestros animales y podamos comer
de paganismo y de cristianismo, cual si fuera 1 » gordo ; y creciendo el pasto, aumenten nuestras
inspirada, dice; « Muchos piensan que Dios no » majadae. » Ofreciéndole luego yerba ó harina
* ama al pobre y que detesta al Indio, pero Dios ¡ que tiene entre manos, dice:
« ¡ Gran Amo! Esta es vuestra » y la arroja á los
» me dijo qne nos ama con preferencia y que odia
vientos- < Los cristianos nos han robado todo;
» al rico que nos roba y nos maltrata.
» Los cristianos (aludiendo á los soldados ar- > fuimos ricos, y ahora somos pobres: no podemos
» gentinos y á los comerciantes europeos) han sido > ofrecerte más. » '
Esta ceremonia y esta plegaria se repiten en
» malos para con nosotros; hannos hurtado nues» tros anímales, y nuestros hijos. » (¡ Vertlad amarga la rexmión que tiene lugar á la puesta del sol;
después todos se retiran á sus toldos.
y oprobiosa para los cristianos!)
Tuda su habitación consiste en cuatro postes
En la campaña del 1880-81 y 83 contra los In­
dios, los soldados robáronles todos sus rebaños; y clavados en el suelo con encima un enero de

cías: pasa plaza de doctor (7níic7«‘) en sus enfer­
medades, y se la consulta cual oráculo en todas
las calamidades. Y aquí es preciso dejar sentado
que la Maclii es un ser extraño y endemoniado.
Durante la misión de Chichina! arriba descrita,
una Machi venía alas instrucciones, asistía al
tecismo, é intervenía á nuestras funciones, pero sin
querer nuuca convertíise. ¡ Ella llevaba un traje
de mujer, y tenía la voz y la cara de hombre!!...
y paladinamente confieso, que en dos meses que
estuve en su tribu no pude cerciorarme si per­
tenecía al género masculino ó femenino, pues de
los Indios mismos, decíanme unos en voz baja:
Es hombre; y otros: No: es mujer.

I

212

yaca ó do caballo ¡ bIu que Hospochen siquiera
que pueden penetrar allí dentro el viento, la
lluvia ó la nieve! Pero ellos se ponen hombro
contra hombro y así se resguardan de la intem­
perie.
Mientras tanto las mujeres encienden el fuego,
y preparan el Matke, especie de té hecho con
yerbas aromáticas del Paraguay. Los hombres
degüellan una vaca ó un caballo, do cuya sangp‘6
so harta una turba de Indiecitos ávidos de tal
bebida; ponen las carnes al fuego, las asan, y
80 las comen á cuatro carillos.
En esto consisto toda su grande y opípara co­
mida do ocasión.
Viendo luego la bruja el deseo, ó mejor dicho,
el frenusi salvaje (lue abrigan por la danza sus
devotoa i’eunidoa, perinite que dén rienda suelta
Á sus brutales instintos, y sígnense las orgías,
que son el (Innl obligado do sus supersticiosas
asambleas. Entonces olvidándose del Camarujo,
do la lluvia, del Grande Espíritu y del mismo
Gualichú, y recuperando todos sus ruines instintos
á la vez que su salvaje independencia, so entroan do piés á caboza'á la libiandad y al breba-ie
el alcohol hasta que caen al suelo deshechos de
puro borrachos.
En 1887, hallándome en Chiehinal, muchísimas
veces encontré al cacique Sayuhuoque adormecido
por causa de las borracheras que tomaba, y tenía
que aguardar días enteros para poderle ver y hablar
cuando volvía en ai.
Y do iinila sirvieron mis amonestaciones y los
mismos reproches para que dejara la bebida y li­
cenciara de su toldo á tres de las cuatro mujeres
que tenía, contentándose con la primera conforme
lo prescriben las leyes cristianas y civiles.
Convirtiéronse dos de sus hijos mayores y se
bautizaron todos los chiquillos. Mas él no quiso
convertirse j)ura no dejar á sus concubinas. Esta
voz empero recibió en galardón un buen ramalazo
do la misma Pitonisa-Poriinontán.

S

Día tercero.
T ovm 'o —IÍ21 <?uci<ni.o
cl<>I>ti.osto —Y tiuouolio ouNul:eii(lo.

Pasada la noche y desvanecidos en la mayoría
los humos do la embriaguez, despuntó la aurora
del torcer día. Todos so reunieron en la vasta
llanura, hombrea, mqioros, niños y niñOvS, los ros­
tros snoios, desgreñados los cabellos, y enlodados
los trajes.
Al sonido del rraírarn), atamborea y cascabeles,
los hombros montan á caballo, y so' forman en
círculos, las miyeres en primera' linea, las niñas
en segunda, y loa niños colócanse on el medio.
Luego al punto dáao comienzo al Punín ó danza.
Los lanceros á caballo recorren en pandillas la
cirminforoncia do un gran círculo, mientras giran
en derredor uno tras otro los niños, las niñas y
las mujeres omitiendo gritos ealvj\ies en medio á
una oatrepihwa alcatara de hombres que con agua
las rocían de lo lindo do pies á caoeza, euto• nando cautos extraños, ó uu himno para ensalzar
hw glorias de algún cacique.
Un Europeo que presencie un semejante espectáoulo 86 aturde, pierde el oído, y se apodera de
su cabeza un vértigo eajiantoso.
Hacia el final de la danza, Sayuhaeque. el des­
tronado rov de la Pampa y el Cacique más po­
deroso de la Patagonia. aunada su juvenil pujauta, quiso arengar á su antigua tribu y dijo:



« Yo poseía anchurosos campos, y Dios mandó
» la sequía •, tenía caballos y Dios mandó á los cris» tianoB (soldados del Gobierno en la conquista
> de Ja Patagonia) que me robaron todo. Era rico,
» y ya no lo soy.
* Los vientos han destruido mis toldos, el sol
* ba agostado la tierra, i y Saynhueque se ha vuelto
» ^ejü. Pobre y desterrado lejos, muy lejos!... »
Diciendo estas palabras, loa sollozos mal compri­
midos le ahogaban la voz, mientras acá y acullá
con los gestos, y con las palabras á medias, lan­
zaba sentimientos de cólera y venganza.
La Ferimontán entonces, on medio del asombro
de la asamblea, que no se esperaba tal, habló del
modo siguiente:
» de^^
visto á Saynhueque cuando ora po* Dios me llamó á juzgarlo.
* Tú has hecho injuria á tus hermanos.
* Has robado también caballos á tus paisanos.
* Y has tenido cuatro mujeres.
* Yo te he visto, y Dios te ha castigado.
* Dios no ama á quien se embriaga.
» Tú siempre serás pobre, porque siempre te
* emborrachas.
» Tú no serás más cacique. »
No puede expresarse el terror que se apoderó
del pobre Sayuhueque á este fallo de la Perimontán. Gimié^ bajó la cabeza, y se abandonó
en los brazos de sus más antiguos y fieles lan­
ceros.
Por el contrario, el joven caudillo de la tribu
de Yancuche, que se instruyó y que yo mismo
bautizó en 1886 con toda su familia, dejó la po­
ligamia, y como buen cristiano, no asistió al Ca­
marujo. Ño obstante, los salvajes que saben tam­
bién estimar en mjis la virtud que el valor; en
honor del joven Capitanejo entonaron el himno
de alabanza en esta última reunión con t.al estruendo que podía oirse á la distancia de una
legua. El himno así se interpreta:
« Desde que so meció tu cuna fuiste valiente.
» Tu pjulre fuó cacique, y tu capitanejo.
» lias sido humilde para con los cristianos.
» Dios te ha protegido.
>• Tú has desarmado á Sayuhueque.
* Saynhueque ante la fuerza se rindió.
» Porque Dios velaba por tí.
» 'l'o ha dado campo.
» lia desatado benóüca lluvia sobre tu campo.
» Alojó la peste de tus ovejas.
» Has hecho extraviar al tigre.
* Y condujiste á tu esposa muchos leones asíén'
» dolos de la melena.
» ¡ Tú serás cacique !
» Dios mo lo ha dicho. »
Es digno de apuntarse el modo con el cual los
Indios concluyen el Catuaru,jo.
Doscientos jinetes en medio á los gritos y ví­
tores de los compatriotas, asaltan á dos toros
blanco el uno, y negro el otro; y los rodean de
tal suerte que los obligan á dar vueltas al re­
dedor del círculo improvisado, que va estrechán­
dose poquito á poco hasta cerrar toda vía de
salvación á los pobres animales, qne se encuentran
como por encanto circundados de doscientos lan­
ceros que los embisten sin lástima.
Entonces, siguiendo sus costumbres asiáticas y
las antiguas tradiciones. Ies cortan las orejas j y
los toros, puestos los piés en polvorosa, van qne
vuelan por el desierto, y nadie puede tocarlos ni
cazarlos porque llevan consigo á quáliehn con
todos los males y todas las enfermedades.

— 213 —
Todo está concluido excepto la embriaguez j la
crápula que continúa por varios días en los hom­
bres y en las mujeres. Así terminó el rito del
tercer día.
^
^
Mas... ^en qué quedamos? íy la lluvia?
La Pitonisa, los entretuvo en vano por ocho
largos días, hasta que cansada ella misma de lla­
mar la lluvia sobre el valle de Conesa sin ningún
resultado, así como los sacerdotes de Balaán la
invocaron sobre el Carmelo, dijo finalmente que
todos preparasen sus pieles, pues en la noche llove­
ría á chaparrones. Pero desgraciadamente, en lugar
de la lluvia se levantó una densa polvareda arre­
molinada por un viento recio, llamado pampero.
No desmayó por eso la endiablada adivina,
sino que anunció que llovería solamente cuando
todos llegasen á sus lejanos toldos.
Y á la verdad, seis meses después, cuando en
todas las estaciones y casas salesiauas de la Mi­
sión de la Patagouia con exquisito esmero nos
pusimos á pedirla por la intercesión de María
Auxiliadora, divina y verdadera medianera cerca
del Todopoderoso, que impera á los vientos y á
los mares, cayó abundante la suspirada lluvia
para refrescar los campos y devolver la ^vida á
los animales, reconociendo una vez más estos
pobres Indios que la superstición debe ceder y
batirse en retirada ante los fulgores de la Re­
ligión.
Para evitar la repetición de tales reuniones que
sirven de esciüidalo para muchos de ellos ya con­
vertidos al cristianismo y para los neófitos; asi
como para cortar en su raiz el desorden y la
inmoralidad en las colonias vecinas, después de
mi regreso de Europa, he acudido á las Autori­
dades civiles para que interviniesen con su brazo
secular; y logré que se impidieran en lo venidero
tales supercherías indignas de un pueblo regido
por un gobierno católico, en el cual ya estanv
paran sus luminosas huellas la religión y la civi­
lización.
Mas sobre todo hay que esperar que el Lamarujo muerto y sepultado, no querrá más renacer
ahora que los Indios muy esparcidos y disemi­
nados por las orillas de los ríos, por las costas
de los lagos y por las laderas escarpadas de las
Cordilleras, son visitados ó instruidos por nues­
tros misioneros; ahora que sus hijos reciben la
educación en nuestros colegios y el S. Evangelio
se predica en las capillas, iglesias ó cabañas eri­
gidas al culto divino durante loa tres últimos
lustros desde que ha sido instalado eate Vicariato
Apostólico.
Que si los fieles devotos y en particular nues­
tros buenos Cooperadores y Cooperadora, según
lo espero, nos ayudarán con sus plegarias, y no
cejarán en prestamos como siempre sus auxilios
materiales y morales, abrigamos la convicción de
regenerar á la fé en tiempo no lejano á la en­
tera Patagonia donde no reinará mas que una
sola fé, una sola tnt’ocucíón, un solo culto y un
solo sacrifcio al misericordiosísimo Dios vivo y
verdadero, Creador del cielo y de la tierra.
JCAK,

Obispo Vic. Ap<»t.
Viedma, Marzo de 1895.

Ija z a i-e to d e

<le I>ios.

(Colombia).
Con el fin de aliviar algo la miseria do los
pobres leprosos de Agua de Dios y do hacovlea
más llevadera su desgracia, varias y distiumiidaa
personas caritativas de Facatativá. rospoiuUondo
á un llamamiento de D. Miguel U uia, cnpolláu
del Lazareto, han ofrecido algunas vacas y di­
nero para formar un numerost) hato »iuo propor­
cione á dichos oufenuos leche abundante y fresca,
ya como alimento ya como medicina, pues do oso
precioso y nutritivo liquido so ha carecido hasta
el presente. —- « En verdad que idea más bien­
hechora para estos infelices, escribe 1). Uuia, no
se habría podido concebir: con eso tendrán estos
pobres la lecho que les hace tanta taita, y en inomentos críticos tendrán también con qué saciar
el hambre. Dios bendiga á esos generosos caba­
lleros como lo hago yo con toda el alma, y todos
los hacendados imiten su ejemplo seguros do que
el Dador Supremo no se dejará vencer en gene­
rosidad porque El mismo ha dicho que la limosna
no empobrece d nadie y que el hijo del limosnero
no tendrá que pedir limosna. »
E s c ix e la ele ax’t e s y oficioss.

En un diario del Paraná encontramos el siguiente •
suelto, que se relaciona con la instalación de un.
establecimiento de esta índole en aquella ciudad :
« Colegio de artes y ojicios. — So gestiona acti­
vamente la adquisición de los Padres Salesianos,
para que dirijan y administren el proyectado Co­
legio de artes y oficios en esta capital.
» En respuesta á las instancias, comunica el
limo, señor Lasagna. Obispo do Trípoli y Supe­
rior de aquellos sacerdotes, que ha escrito y®
General de la Congregación, Padre Rúa, en Ta­
rín, á fin de interesarlo en la fundación del es­
tablecimiento aludido y pidiéndolo el personal
necesario.
» Por BU parte, el limo. Sr. Lasagna, so mamfiesta sumamente decidido á llevar á cabo esta
importantísima obra.
» Es un nuevo y positivo progreso el que se
trata de implantar, tanto en el orden nmral como
en el material, además de los principios altamente
caritativos de la benemérita Congregación Salesiana, cuyos beneficios se palpan hoy cu toda la
República. »
• •
3>Xisi<5ii S a l e s i a n a d e l 3 I a t:to GrX’0 »so.

Sobre esta importantísima Misión emprendida
há un año por los Salesianos del Brasil á cuyo
frente se halla el limo. Sr. Lasagna, cuya l u ^
resante carta acabamos de publicar en el
de Agosto, leemos en el semanario titulado (J
Matto Grosso, de Cuvabá, las siguientes lineas:
« Acaba de llegar á Cuyabá la espedición salesiana destinada á catequiza á los Indios do
estas florestas, siendo su director el P. Juan
^ ^ ^ E x e m o . Sr. Presidente del Estado , aten­
diendo á la conveniencia de confiar á los Misio­
neros Salesianos la civilización de los Indios sitos
en la colonia María Teresa, á las márgenes del
río San Lorenzo, resolvió nombrar jefe de dicha
colonia al P. Balzola y auxiliar al P. José bolán,
quienes desempeñarán pu* respecrivos cargos en

— 214 —
coiiformidacl con las rcgliiB de la Congregación Sar tuvieron el placer de reunirse en Dawsón á sus
leaiann, á la (pie pertenecen, y con las instruccio­ mujeres, que ya los lloraban muertos. Es muy
nes que les comunienr/i el Gobierno.
posible que de aquí en adelante se logre atraer
» Ya otras veces nos hemos ocupado de este á los demás Indios que vagan errantes en Tierra
asunto, demostrando la importancia de las Mi­ del Fuego, y que forman parte de las familias
siones Salcsianas del Matto Grosso. Ahora, pues, asiladas en esa isla.
que dichos Misioneros se hallan entre nosotros,
Actualmente hay que matar diariamente dos
prontos para emprender la campaña altamente hu­ animales en la Misión, porque hay más de dos­
manitaria y fllíintropica <lo la conversión y civi­ cientos Indios ahí asilados. A la llegada de la
lización de los salvajes, para hacerles aptos para barca María Auxiliadora d la Misión, no qiiedaba
las grandes luchas del trabajo productivo y del ya más que medio saco de harina. Por fortima la
progreso, solo tenemos para ellos i)alabras do barca conducía una nueva provisión.
animación y de aliento, esperando do su compro­
bada actividad y bien encaminados esfuerzos, el
más comj)leto buen éxito en sus apostólicas ta­
reas. Al mismo tiempo dirigimos palabras do en­
comio ul Exemo. Sr. Presidente Dr. Manuel Murtinho, ilustro luattogrossonso, durante c\iya sabia
y brillante administración tiene lugar tan fausto
acontecimiento, en favor del cual tanto lia con­
XJua. m a n o q u e n o s o c o irta .
currido S. Pl. con grandes esfuerzos y su recono­
Muy Bvdo. Padre Superior :
cida buena voluntad, tantas veces elocuentemente
Para quo todos cobren confianza en nuestra
evidenciada durante su gobierno honesto y fe­
buena Madre honrada bajo el hermoso título de
cundo en resultados. »
María Auxiliadora y para que se extienda (pues
m
• «
así lo deseo por amor y gratitud) el culto de la
L t t íjro lo tu « jMCnriu. A .ii.x ili(u lo i* n . *
que es Auxilio de los Cristianos, tengo una ver­
Salió de Punta Arenas el 8 do Mayo con el dadera satisfacción en publicar la siguiente gra­
Jefe do la Misión Salesiana de Dawsón el P. B. cia con que quiso favorecer al último de sus hi­
Pistón, para recorrer el Estrecho y recojer á jos esta amorosa Madre.
cuantos Indios encontrara ou su camino y que
Como resultado de excesivo trabajo en mi ofi­
quisieran irse á la Misión do Dawsóu. El 23 del cio de carpintero, se me hinchó la mano derecha
mismo mes llegaba il Dawsón, después do 20 días y se me formó lo que vulgarmente se dice un
de viajo por el Estrecho. Por causa del mal tiempo sobrecallo, pero en tales alarmantes proporciones
quo casi siempre Imbo, no pudo hacer mucho ca­ que el médico estaba fuertemente asustado. Do­
mino. En Puerto Gallant y S. Miguel recibió á lores agudísimos no me permitían estar parado
vai'ios Indios y pasó il la isla Castellano, en donde ni un solo instante. Las noches eran para mí
se había varado una ballena, que los Indios ha­ eternas, y las terribles pxmzadas me hacían sufrir
bían ya bonellciado hasta los huesos, dejando una horriblemente. La hinchazón pasó de la mano al
sola costilla y nn pedazo de espinazo. Allí había brazo y de tal gravedad so había revestido la
laubis chozas hechas con ram a,‘ que parecía un cosa que toda mi familia estaba justanvente alar­
lu'queüo pueblo; pero los Indios ya so habían mada por miedo de que se tuviese quo llegar á la
ido. La goleta fuó después á la isla Cárlos I y amputación de la mano. En el rostro afligido y
quería ir A la isla de Carlos III, en donde había triste de mis padres veía yo la gravedad de mi
muchos Indios, y á la Península Ulloa; pero un estado.
viento fuerte contrario la obligó á retroceder á
Fuó en aquellos instantes miís terribles y do­
morto San Miguel, on donde tuvo que quedarse lorosos cuando María Auxiliadora so apiadó de
! días.
mí y de mis pobres padres. ¡ Sea mil y mil veces
llecordando quo cu Dawsón necoaitabau víve­ bendita la Virgen de Don Bosco.!
res, el Superior no siguió viaje y se volvió il la
Un Padre Salesiano al oir y ver ha gravedad
Misión con pocos Imlios y llegó precisamente do la cosa y conociendo que oran inútiles ya los
cuando no tenían nnls ipie media bolsa do harina. medios humanos, me dió una medalla de María
La Auxiliadora ird pronto otra vez on busca Auxiliadora y encareciéndome que me encomen­
do loa Indios. Ayer salió do Punta Arenas car­ dara mucho á olla, me exhortó al mismo tiempo
gada con lo siguiente para Dawsón :
para quo pasara con cierta frecuencia la medaUa
200 frazatlaa d $ 2,75 o | u
$ 550,00
de María Auxiliadora sobre la mano. ¡ Ob prodigio
200 bolsas do harina d $ 8,40 » 1.080,00
y bondad sumamente misericordiosa de nuestra
50 quintales do papas d $ 2 » 100,00
excelsa Madre! Desde aquel instante empezaron
25
»
» porotos » 8 » 200,00
á cesar los dolores y con esta mism.a mano qne
20
»
» arroz
» 12 » 240,00
pocos días hace, estaba en peligro de ser ampu­
10
»
» judcar » 12
120,00
tada, le escribo á Vd., amadísimo Padre Supe­
Varios otri>s víveres por valor do * 1,050,00
rior, esta carta, snplicándole la dó publicidad para
100 planchas do zinc do 10 pies » 874,40
que todos aprendan á amar y á querer á María
Maderas labradas por valor de •• 1.060,00
Auxiliadora. S í: desde mi humilde taller, no de­
jaré de levantar todos los días una ferviente ple­
Total » 5.874,40
Esta 08 mda ó menos la carga quo la Ufaría garia en acción de gracias á la Virgen de Don
Auxiliadora lleva cada mes d la Misión de Dawsón, Hosco y quisiera disponer de grandes medios y
recursos para ayudar del mejor modo posible á
♦•
la Congregación de María Auxiliadora.
l u i l i o s f u c s ^ u in o s .
Bogi^dole no me olvide en sus oraciones me
22 ludios fueguinos han sido enviados desde repito de Vd. agradecido S. S. Q. B. S, M.
Bahía Inútil d la Misión síilesiana de la isla
M art Ík G o nzai -rz .
Dawsón. Esta vea iban 7 adultos hombres, que
Sevilla. 1895.

GRACIAS DE MARIA AUXILIADORA.

Í

— 215 —
hasta de llamar á nuestra divina Madre en mi
ayuda; pero Ella compadecida de mí me dijo dul­
ÜVo s e c o i* ta e l d e d o .
cemente: ¡llámame! ¿no sabes que siemine estoi/
¡ Viva líavía Ausiliadora ! ¡ Cómo es verdad que pronta para socorrerte? Entonces yo la invoqué
Ella es nuestxa Madre y Madre cariñosa! Yo con todo mi corazón y en el acto dejó caer sobro
misma me pude convencer de lo valiosa que es mí sn manto auxiliador, y mi espíritu quedó tran­
la protección de María Auxiliadora y con verda­ quilo como la mirada de la Virgen de Don Hosco.
dera satisfacción doy publicidad á esta gracia
Aquí termino porque todas las palabras mo pa­
que tuve el gusto de presenciar para que sirva á recen pálidas é insípidas para manifestar la gra­
todos de estímulo á la confianza en Moría y al titud y el amor que debo á la Madre do Dios.
mismo tiempo de universal edificación.
Bendigámosla, pues, una y mil veces y en to­
Hace pocos días visité ú una señora, la cual das nuestras necesidades digámoslo que nos pro­
tenía un dedo que presentaba tal estado de gra­ teja por el alma de Don Sosco; y así, jamás se­
vedad que ya los médicos le habían indicado que remos desoídos.
se hacía indispensable la amputación, ¡jlniagínese
AKA MaUÍA IlODKÍGUEZ.
la congoja y espanto de la infeliz señora, cuando
Cooperatloru salesiana.
ella también consideraba que sus manos eran el
Bogotá,
junio
8
de
1895.
único resorte para ganarse el sustento necesario
para la v id a.!
Viéndola tan apurada me acordé en tan críticos
momentos de María Auxiliadora. ¿Y por qué, la
dije, no hace V. una novena á la Virgen invo­
cándola con el título de Auxilio de los Cristia­
nos ? Ella todo lo puede; pídale V. esta gracia
con viva fe y estoy segura de que han de ser
escuchadas Bits súplicas.
Así lo hizo la buena señora y á los pocos días
iiiip x * o a ta .
cuando yo volví a visitarla estaba perfectamente
El
limo.
Sr.
Obispo
de Santander que tantas y
curada con gran asombro del médico que no se
explicaba aquel cambio tan repentino y para él tantas muestras de estima y afecto ha dado á los
inesperado. Mas lo qne es imposible sí la ciencia Salesianos á quienes ama como cariñoso padre,
humana, es fsícil y hacedero para La que es Au­ acaba de regalar á la casa en diclia ciudad esta­
xilio poderoso de los Cristisinos. Permítaseme blecida, una máquina de imprenta, que permitirá
iues que repita una vez más ¡ Viva María Auxi- á loa Salesianos hechar los primeros gérmenes
de los grandiosos talleres que, apenas concluidas
iadora!
las obras del magnífico Colegio en construcción,
X. N.
se abrirán á infinidad do niños que de ellos han
Sevilla, mayo de 1895.
de salir hombres perfectos y honrados trabaja­
dores, con incalculable provecho de la sociedad.
— Con el ánimo agradecido nos complacemos en
XroíS fs-i'íicirtísí <le aína. v e z .
dar desde estas columnas nn público testimonio
¡Qué buena es María! decíame im joven al en­ de nuestra consideraciéni á tan eminente ])i‘olado,
trar en la iglesia de la Santísima Trinidad para cuyos admirables ejemplos, esperamos lian do te­
ir á arrojarse á los pies de María Auxiliadora y ner muchos imitadores.
darle gracias por los favores recibidos. ¡ Qué
E l <lo«cíxiifso
< lo in in si’o* ~ A loa
buena es M aría! Le había pedido tres gracias y que
tanto se interesan por la justísima causa del
las tres me las ha otorgado. ¡ Bendita sea mil ve­
del domingo, que son ya tan numerosos
ces! Y aquí me relataba las gracias que había descanso
en todas partes , agradará seguramente leer las
recibido y á las cuales por especiales circunstan­ siguientes
palabras que ha dirigido á la Liga
cias no se les puede aiín dar publicidad como
francesa
del
reposo dominicial, el papa León XIII.
sería conuín deseo. Pero lo cierto es que María
« Nosotros aprobamos vuestra obra común con
se mostró en esta ocasión Auxiliadora de los tanta
más voluntad y la consideramos con un
Cristianos.
amor tanto más vivo, cuanto que el desprecio
V. A. R. S.
del santo día del Señor prepara grandes males
Sevilla, junio de 1895.
para los hombres y naciones. »
E a . e n -s o fia n a s a i*elif2Tiof5í». — El Presi­
dente de la República de Venezuela ha publicado
Sr. Director del Boletín Salesinno.
un decreto obligando, bajo severas penas, á que
M a r í a . A - x i x il ia d o r a d e -n x e l'^ 'e e l se enseñe la religión católica en todos los esta­
e i e a t o j> o r u n o . — Hace más de tres años blecimientos docentes, y no por pura fórmula,
que Nuestra Señora de los Auxilios es la que en­ sino con la extensión y proftindidad que requiere
juga todas mis lágrimas, sin tener yo mérito al­ HTia. niateria que no sirve particularmente para
guno para merecer tan dulce alivio.
hacer médicos ó abogados, sino hombres honra­
Durante estos tres años lo único que he hecho dos y ciudadanos beneméritos.
es hacerle su novena sin interrupción; y son tan­
I X o ta W e t e s t i m o n i o . — En una confe­
tos los beneficios con qne mi amada Auxiliadora
lia recompensado mis imperfectas oraciones, qne rencia de la sociedad Geográfica de París , Mr.
sería imposible enumerarlos. La gratitud me de Varigny, Ministro Plenipotenciario en las islas
obliga á referir uno y procuraré hacerlo lo más H aw ai, ha hecho la siguiente declaración:
c Soy protestante; pero afirmo que no prote­
ligeramente posible.
En una de las últimas semanas del mes de ger á ios Misioneros católicos es nn crimen de
marzo, tuve, por motivos de conciencia, unos mo­ lesa patria, y no comprendo cómo haya hombres
mentos de tATi terrible angustia que me olvidé que declarando los intereses nacionales muy por

NOTICIAS Y VARIEDADES.

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cncimu (lo loH odios do partido político, calumnien,
inoloston y persigan á los unís activos agentes de
B IB L IO G R A F IA .
la civilización. »
¡Irlo o o i ik u l ^ u il o «»Mtu i i m i i a n a ! —
Kn el drama sangriento de la guerra de Crimea
hubo, entre otros mil, un episodio, cuyo recuerdo
aún hoy conmueve profundamente el corazón. En
B i ’O 'v o t i ’a t a c i o t l e I S e l i g r i ó n » covipueai»
el asalto de Sebastopol, sobre montones de cadá­
veres y en medio de un lago de sangre, desco­ 2¡or R. N., Ü.S., tipografía y librería Salesiana de
llaba un hombre do hierro que agitaba vigoroso Sarria (Barcelona). — Hemos saboreado con verda­
su espada, y en el delirio sublime del entusiasmo dera fruición bis pocas, mas sustanciosas páginas del
guerrero continuaba mamlando á los que no eran pequeTio opúsculo que anunciamos y que acaba do
más que cadáveres. La atmósfera de fuego y do dar á luz la tipografía salesiana de Sarriá (Barcelona).
humo que lo envolvía daba á la visión un carác­ Las claras y precisas nociones que sobre tan Importer sobrenatural. Era un coronel francés que, im­ tautisiino asunto como es el de la R eligión, lia sabido
pávido, sereno y tranquilo , escalaba él solo los encerrar en tan corto espacio su piadoso autor, hacen
muros de la plaza sitiada. El general enemigo lo del presente opúsculo un ú til y ¡¡rovechosísinio medio
Cüutenqdó asombrado, y llamándole á sus brazos : de propaganda religiosa entre el pueblo, tan ignorante,
— 4Cómo habéis ])odido — le dijo — conservar por lo general, en m aterias religiosas, por lo que nos
sangre fría tan admirable en medio de tantos permitimos recomendarlo encarecidamente á toda
suerte de personas, pero en modo espeoial á las Aso­
horrores}
— Mi general , contestó sencillamente el in­ ciaciones de propaganda católica. Se h alla de venta
en la s librerías salesianas y principales librerías ca­
terpelado, es que ho comulgado esta mañana.
tólicas.
E l |> e< in .eilo v io liiÚ K ta . — Presentóse
un día en el Pati’onato de San Pedro, en Niza
(Francial, un pequeño músico ambulante, de aire
despierto, pidiendo ser admitido. Presentado á
Don Hosco (|uo había llegado el día anterior, se
Hemos sido honrados por su ilustrado autor, Dr. D.
acerca á él llevando bajo el brazo un mal parado Francisco Ochoa, con un ejemplar de la admirable y
violín, (lue formaba todo su caudal.
bien escrita com posición que sobre el tem a: í Qho
Don Hosco examinó al niño con cariñoso in­ influencia ejerce la acción del verdadero sacerdote católico
en la civilización de los pueblos t presentó dicho Sr. con
terés.
— iD e donde oros, amigo míol
m otivo de la celebración en Macaraibo del centenario
— No lo sé.
del Pbro. D. José de Jesús Romero, y que ha sido
— ^ Do donde vienes?
premiada cou m edalla de oro. Quedamos sumamente
— No lo sé.
agradecidos a l autor por. 4* .delicada deferencia de
— ¿Donde están tus padres?
que por su parte hemos sido objeto.
— Tampoco lo sé ; no les conozco.
— ¿A donde vas?
— Yo no sé.
— ¡ Bien! amiguito m ío: reúnes las cualidades
E u O u i r i i a l i l u d e In. I n o c e n c i a , detorequeridas para ser admitido en una casa de Don cioaario
de los niños p ara la prim era confesión y coniuHosco.
«ióíi, por D. León Carbonei-o y Sol. Edición 19. — Muchos
El niño fuó, por consiguiente, admitido eu el 80
U los devocionarios que para uso de la niQez se
acto y hoy en día es un excelente y honrado in­ han
escrito, pero entre todos, creemos que debe ocupar
dustrial.
lugar preferente el de que ahora tratamos. Su método
P E N S A M IE N T O S .
------<3P- ■ Debo desecharse la opinión do algunos que quie­
ren diferir la primen^ Comunión pura una edad
muy adelantada, pam cuando, por lo general, el
demonio ha hecho presa del corazón de un joven
haciendo un daño incalculable en su inocencia.
Cuando un jovencito sabe distinguir entre pau y
pan y revela suúciente instrucción, no debe re­
tardárselo por más tiempo el solemne momento en
que el Soberano Señor entre á reinar en aquella
alma bendita.
D. Hosco.
Kecomieudo sobre todo á los padres y madres
de familia y á cuantos ejercen alguna autoridad
sobro la juventud, que d«n la mayor imTOrtancia
á este acto religioso. Estoy persuadido de que la
primera Couumióu bien hecha, pone un sólido
fundamento moral jmra toda la vida.
lü.

es outeramonte original y nxievo; y por lo mismo que
los niños 86 encuentran en una edad irreflexiva y en
la que las especies externas que reciben quedan gra­
bados é im presionan sus almas infantiles, en hermo­
sísim as reflexiones que lí toda oración preceden, por
medio de im ágenes naturales se les presentan los
encantos y atractivos de la virtud y de la religión,
á la que naturalm ente se sienten atraídos á amar como
aman it la s aves y á las flores. Por otra p a r te , su
piadoso autor procede en todo con ta l tien to y pre­
caución para no proyectar la más m ínim a sombra en
la inocencia de los niños, especialm ente en el examen
para la confesión, punto en el que casi todos los devocioixarios contienen más de lo que fuera justo, que
es otra do la s bellas cualidades que hacen sumamente
recomendable el presente. E o . G r i i i n i f i l c l í i d ©
lii I n o c o u c i a se vende en la administración
do L a Cruzy Reina 4, Madrid, a l pecio de 1 peseta en
España, franco de portes y 2 pesetas en Ultramar y
Extranjero, encuadernada en tela con estampaciones
I en oro.

Con aprobteión de )n Aotorid&d Ecdesi&slict - Gtreale JOSÉ GAlBlIO.
Turín — Tipografía Salesiana.

Bueuos-Aires — LilíRERU SALESIAKA — Sarria (Barcelona)
M.

o.

L IV IA B E L L A

HIMNO INAUGURAL, CONMEMORATIVO
DEL PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DE COOPERADORES SALESIANOS
REcieniTeniEm celebrado ek boloaia (itiiUa)
(E)
(E)

Canto y Piano
Solo el Canto

r t a s . l ’OO
» 0’50

PROPAGANDA CATÓLICA
por D. Félix Sandá y Salvany
D irector de la Revista Popular de Barcelona.
Acaba de publicarse el t o íio v i i i , en el que se d an reunidos varios de los artículos
del Sr. D irector de la Revista Popular, que más perm am ente interés ofrecen p ara la con­
troversia de nuestros días, y que pueden considerarse casi siem pre como otros tantos
opúsculos, no indignos de figurar entre los más difundidos del referido escritor.
Véndese, al ig u al de los siete p reced en tes, á cuatro pesetas en rústica, seis lujo­
samente encuadernado en tela y plancha dorada y 7,50 con la misma encuadernación y
corte dorado, en la L ibrería Católica, Pino, 5.

~

c a íü e c is m o

^

s

^

por el Pbro. Gabino Chávez.
(Paebla (Mdjioo), Tipografía Saleaiana).

E n tre los muchos Catecismos que sobre diversos asuntos religiosos ha dado á la P r o ­
paganda Católica el celoso sacerdote Sr. Chávez, se encuentra el de que ahora nos ocu­
pamos, dedicado á la obra Salesiana. Divídelo el a u te r en tres p a rte s; en la prim era
habla del Obrero, ó sea de D on Bosco, detallando á grandes rasgos los hechos más
culminantes de la vida del varón de Dios, hasta los prim eros años de su apostolado;
trata en la segunda de la O bra, diciendo ser obra de Dios, por reu n ir las cuatro señales
por las que estas obras se d istin g u en ; á saber: I**. L a n a d a de sus principios y de sus
instrum entos; 2*. La especial intervención de la V irgen M aría; 3*. L a persecución de la
tierra y del infierno, de los hombres y de los dem onios; 4*. La rapidez y extensión de su
desarrollo en el m undo: dedica, por últim o la tercera, á los Cooperadores Salesianos.
Consta de 55 pág. en 16'’ y es m uy á propósito p a ra la propaganda católica.

PEQUEÑO CATECISMO DE LA MÚSICA
PA RA USO DE LOS COLEGIOS Y ORATORIOS FESTIVOS

por el Pbro. ASTOAIO METAILI Cora Vicario de Vincos.
iQuito, TipogTAfia Saleaiana).

Recomendamos este opúsculo á nuestros lectores, especialm ente á aquellos que están
al frente de algún O ratorio festivo, pues en pocas páginas y de u n a m anera sencilla y
clara, como quien á niños se dirige, d á su au to r lias m ás im portantes nociones de tan
bdlo arte y simplifica sobre m anera el trabajo de los que en los oratorios festivos ó
colegios tienen á su cargo enseñarle á los niños.

Buenos-Aires — LIBREniA SALESIAiVA — Sarriá (Barcelona)
PUBLICACION RECIENTE.

ESTUDIOS LITERARIOS.
E n los Talleres Salesianos de Sarriá. (Barcelona) acaban de editarse bajo el
título genérico de Estudios Literarios, tres prim orosos artículos gram aticales y un
breve epítome de galicismos, por el P . O rtúzar, de la Congregación de D. Bosco,
bajo el pseudónimo de A b ^a . Son sus ep íg rafes: L a lengua y el arte, L a lengua y
el uso, La lengua y el abuso, y contienen finas observaciones propias sobre el arte
do la palabra en general y más particularm ente sobre el idioma castellano, que
pudieron muy justam ente haber merecido á su malogrado autor, lu g a r m uy seña­
lado entre los tra tad ista s de más valía. Lo corto de este sustancioso opúsculo hace
deplorar no haya tenido ocasión el perspicaz crítico y erudito filólogo de desa­
rrollar tal m ateria en más amplio volumen.
De venta en la L ibrería Católica, Piw l^ 5j. B arcelona y librerías salesianas.
,
E . Sarda y Salvany.

E iis T

El, GlUN APÓSTOL DE LA «IÑEZ EN EL SIGLO XIX.
Rasgos biográñcos sobre Don Rosco y la Congregacióu Salesiaua.
Edición ilustrada con más de 30 grabados.

BOLETIN SALESIANO.
AÑO X. - H. 9. — Publicación mensual — SETIEMBRE de 1895
S e p u b lic a era it a lla u o , e s p a u o l, frau cée, iu g lé s p* alezxiáu.

Vía Cottoicngo -

K-P 0

m — D IR EC C IÓ N — Turín (Italia)
Rev.“'* Sig Rettore

14-7

Ospizio del Sacro Cuore
■\’ia Porta S. Lorenzo 42
ROMA
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1895