BS_1895_12

Ficha

Título
BS_1895_12
Descripción
Boletín Salesiano. Diciembre 1895
Fecha
1895.12
extracted text
A lío

X . - N . lü



P u b lic a c ió n

m ensual



D IC IE M B R E

de

IS 9 o .

síJ á = M :

OLETIK
SALESIANO
Ei peligro, Padre Santo, está en la continua dlfu>16d de UbroB infames; y para poner coto á tamaño
mal, yo no veo otro remedio, que la fundacUm de
una imprenta catúUca, puesta bajo el patrocinio de la
Santa Sede. De esta manera, no haciéndose esperar núestras respuestas, podremos con mayor ventaja descender
al campo de la lid y responder con feliz éxito i las
provocaaones de los apfátoies del error.

No se engañarla macho qnieo intentara atribuir prin­
cipalmente a la prensa malvada todoc los males pre­
sentes, asi como la deplorable condidén de las cosas
i la cual hemos venido a parar. Los escritores católicos
deben eos todas sus fuerzas valerse de ia imprenta para
bien de la sociedad.
(Lsóir XIII)

La prensa perlñdica sometida i la autoridad Jerár­
quica, revestida del espinui de Jesoensto, viene á ser
on poder inmenso: ilumina, soeuene la verdad, hace
desaparecer el error, salva y civiliza; es ana especie d»
apostolado soblime.

liuvoai>.t)

Kuenos-Aires — LIBRERIA
LECTURAS CATOLICAS.
riil)licnci(ín (jne se propone excTnsivamcnte la engofianm y defensa de la Religión Católica me­
diante la difusión de libros morales y amenos
adaptados A la inteligencia do todo el mundo.
Cada mes salo A luz un opúsculo de 100 á 150 p«^iginas (pie se envía A los señores suscritores.

Proejo do siiscrició n (p a g o a d e la n ta d o j.
l'ln Rueños Aires: Un año pesos min. 1’50.
- Provincias:

— . . .
1’75.
- En el extranjero:—
en oro . . 1’50.
A los Señores Suscritoi’es, que quieran consti­
tuir conti*08 do Buscrición, so los concederá un
30
do descuento.
Los pedidos y precio de la suscrición se di­
rigirán á cualquier casa Salesiana, á los res­
pectivos agentes ó á la Dirección de las Lecturas
en el Colegio Pío I X de Arles y Oficios, en Al­
magro, Buenos-Aires.
Catecismo explicado con ejemplos por el Salesiano
O. Camilo Ortúzar Pbro. La Tipografía Snlesiana do Sarriá-Barcolona acaba do publicar la
tercera edición. Es una obra do sumo interés,
la que recomendamos de un modo especial á
los señores Párrocos y personas dedicadas al es­
pinoso cargo de instruir á la juventud, no sién­
dolo monos á toda suerte de personas, y mayor­
mente á los padres de familia. El piadoso autor
lia espuosto con claridad^ no solo las enseñan­
zas de nuestra santa Religión, sino que, con aciorto, lia reunido variados y preciosos ejemj)IoB ouo alientan á practicar la virtud.
« El Catecismo constituye el fundamento in­
destructible de la educación cristiana. En él se
resuelven todas las grandes cuestiones y se en­
señan los más sagrados deberes; es el lago mis­
terioso que une aí hombre con Dios, el cielo con
la tierra, el tiempo con la eternidad.
» i’ara facilitar su conocimiento nada más á
propósito que añadir los ejemplos á la doctrina.
I ju s jyalabras mueven; los ejemplos arrastran. El
iuunino do los preceptos es largo y penoso, el
de los ejemplos corto y agradable. Nuestro Se­
ñor sombraba de parábolas sus enseñanzas. »
El Catecismo explicado con ejemplos que anun­
ciamos, tiene, pues, el objocto propuesto. Consti­
tuye un tomo do 1010 páginas y se vende al
precio do 4 ptas. en rústica, y 6 encuadernado.
Al Cielo por María, compuesto por el mismo piadoso
Autor, el cual ha unido con singular esmero á
la doctrina de la Iglesia sobre las glorias y vir­
tudes do la Madre de Dios, preciosos qjemplos
ouo contlrman la importanoia y eticada de la
ilevocióu con que se la honra.’ — En rústica
Pts. l ’ñO. — En ouadernado en tela 2’00.
Manual de la Primera Comunión por el mismo autor._
Obrita sumamente á projuSsito para preparar á
U>8 uiñi>8 á tan im|H>rtante acto. — Tercera edi­
ción. En t«'la Pts, 2’00.
El Joven Instruido, Devocionario muy recomendado
y del cual se han publicado nuis'de cién edicio­
nes, escrito con gran esmero por el Pbro. D.
Juan Rosco.
Encuadernado en tela Pta. l ’OO — En badana
de color 1’25 — En vitela y con cortes dorados
2’50. — Preciosa edición de 1891. Pts. 5.

— Sarria (Barcelona)
Vida de Margarita Bosco por el Pbro. D. .Tnnn Lomoyne. Obrita en la que so refieren con gi-an
amenidad los admirables trabajos y virtmles do
aquella buena aldeana, que con Tin corazón digno
de una reina estaba escogida por Dios para
la fonnación del San Vinceute de Paul do nuestro
siglo.
Tercera edición. En rústica Pts. l ’OO. — En­
cuadernada en tela 1’25. — En tela y cortes do­
rados 3'70.

DRAM AS

Y

C O M E D IA S .

Las Pistrinas 6 la álHma hora del Paganismo. Drama
en r> actos del Sacerdote J. B. Lcmoyno (odie,
de Turín).
El hijo generoso. Drama en 5 actos.
Los dos señores sin pantalones.
Pequeñas miserias de la vida humana.
Ei dinero para el diploma.
El ruiseñor.
Una aventura.
Sobre la urna de la madre. Drama en 3 actos (ed.
de Turín).
La herencia en Córcega 6 la Venganza.
Los 99 duros. Farsa en 1 acto.
Los malos compañeros. Escenas popnlai-es en 3 actos.
San Francisco de Asís en el siglo. Acción dramática
en 8 actos por el Dr. D. Antonio Ughetto.
El cuadro de la Virgen. Confedia on 3 actos por
D. Lcmoyne.
Un hipócrita de nuevo cuño, por G. B. SpaiTone. Co­
media en 2 actos.
Un solo par de calzones.
Un espediente, por el Can. Edvigio Cattaneo.
Los tres fanáticos. Farsa en 1 acto.
Las memorias del diablo ó el triunfo de la justicia.
Comedia en 8 actos.
El esclavo. Drama en 3 actos.
El último día de carnaval.
Don Timidito y Don Francone,
Una apuesta.
El espantajo del gavilán. Farsa en 1 acto.
1 Imposible! ¡ Imposible!
Los dos sargentos. Drama en 5 actos.
El ingrato. Drama.
Conrado. Drama.
Renzo y Frontín.
Libertad, por el Pbro. F. Fenoglio. Drama eu 5
actos.
Las consultas ridiculas. Farsa.
Una noche de lluvia. Farsa.
El noble y el capitán. Drama.
Una lección provechosa. Comedia en dos actos de
José Cantagalli.
La Compañía Fiarcos. Prólogo y despedida.
Posaderos y no posaderos, 6 el Alcalde necio. Come­
dia en 3 actos.
Un convidado que no llega á tiempo.
Los dos caracteres opuestos.
Culpa y Perdón. Drama en 5 actos por el Pbro D.
Juan B. Lemoyne.
Seyano, Drama en 4 actos por el mismo Autor.
La Casa de la fortuna, Drama en 2 actos por el Pbro.
D. Juan Bosco.

1
X - N. 12.

DICIEMBRE de 1895

Fablicación mensual

BOLETIN SAIESIANO
Debemos ayudar á nuestros her­
manos & fin de cooperar á la
difusión de la verdad.
(III S. J u a n , 8.)

Q,uien recibiere á un nino en mi
nombre, á mi me recibe.
(iÍA TH . X V III.)

Os recomiendo la niñez y la ju­
ventud ; cultivad con grande es­
mero su educación cristiana; y
proporcionadle libros que le en­
señen á huir del vicio y á prac­
ticar la virtud.
(Pío IX.)
Bedoblad vuestras fuerzas á fin
de apartar á la niñez y juven­
tud de la corrupción é incredu­
lidad y preparar asi una nueva'
generación.

Atiende á la buena lectura, á la
exhortación y á. la enseñanza.
(1 T im o t h . IV, 13.)

Entre las cosas divinas, lamáa su­
blime, es la de cooperar con Dios
á la salvación de las almas. '
(S. D i o n i s i o .)

B1 amor al prójimo, es uno de
los mayores y más excelentes
dones que la divina bondad
puede conceder á los hombres(El Doct. S. Franc. de Sales)

(L e ó n X III.)

- 4f^( DIRECCION en el Oratorio Salesiano — Calle de Cottolengo N. 32, TURIN (Italia) )S;fí—
S U .>! A U I O .
F e l ic it a c ió n .
D o l o r o s ís im a p é r d id a .
S a l id a d e l o s M is io n e r o s S a l k s ia n o s .
Ma r ía e s l l e n a d e g r a c ia .
E l X I I I C o n g r e s o C a tó lic o I t a l ia n o y

ciedad Saleeiana.

la Pía So­

d e n ü e .s t r o s M is io n e r o s . Do Tnrín á Harcelona. — De Barcelona á las islas del Cabo Verde.

Vi a j e

L a O b r a d e D . B o sco e n
E s p a S a . 2fálaga. Fiesta de

de premios.

el

Talca (Chile). La fiesta de la Asuiioión de
María Sma. y «I aniversario del amado D. Bosco. —
Bogotá (Colombia). Conferencia del R. P. Rabagliati
(Conclusión). — PernamhHco (Brasil). Coleu'
' ’
{io <lel
Sagra<lo Corazón de Jesús. — Lima (Perú) Escuelas

de Artes y Oficios.
N íít ic ia s d e n u e s t r o s M i s io n e r o s . Puntarcnae.

A m é r ic a .

E x t r a n je r o . I ta lia .

San Enrique y repartición

G r a c ia s d e M a r ía A u x il ia d o r a .
N e c r o l ím jía . Einmo Cardenal Sanz y
BinUOORAKÍA.


'ü'

Forós.

Indice del año 1895.

E L I C I T I C I Ó N .
A nuestros muy amados Cooperadores y Cooperadoras que, dóciles instrumentos de la
divina Providencia, tanto cooperan y tanta parte toman con sus influencias y riquezas
en los triunfos y en la rapidez con que la humilde Congregación Salesiana vá extendién­
dose de manera prodigiosa y llenando todas las partes de la tierra, nuestro muy amado
superior Don Miguel Rúa, íos Salesianos y sus innumerables niños, llenos de nn justo
reconocimiento por tan insigne bondad y generosidad, felicitan y ofrecen sus afectuosos
respetos, con ocasión de las inminentes P asqcas de Navidad y'pEihxiPio de ano nuevo.
En sus diarias oraciones y sobre todo, en las fervorosas comuniones y oraciones de estos
santos días, no cejarán un pimto de pedir al Señor por medio de*María Auxiliadora,
derrame abundantemente los raudales de sus gracias y deje caer su fecunda bendición
sobre sus familias, sobre sus allegados y sobre sus intereses.
¡Qué su caridad reciba el céntuplo en esta vida y la bienaventuranza en la otral

1

D olorosísima N u e v a .
Mientras en nuestro Oratorio de Turín resonaban
todavía los cantos de alegría por la feliz salida de la
extraordinaria carabana de obreros evangélicos, el Señor,
en sus inescrutables designios, lia permitido gue una
sensibilísima desgracia haya llenado de luto á nuestro
Oratorio y á toda la Congregación Salesiana, especial­
mente á sus Misiones, á las que principalmente afecta.
El 7 de Noviembre recibía de Río Janeiro nuestro amado Superior D. Rúa el siguiente telegrama, que en su
terrible laconismo ha profundamente lacerado nuestro
corazón:
M onseñor L asagna, secretario, cuatro herm anas
han muerto desastre ferroviario.
ZANCHETTA.
Dos días después de este telegrama de nuestro Director
de Nictheroy, llegó otro de Villa ColónjUruguay), agregando
que á más del secretario ha muerto otro sacerdote, de ma­
nera que son siete las personas que la muerte nos ha arre­
batado de una'manera que no podemos todavía precisar.
Inútil es ponderemos el dolor causado principalmente
á nuestro amado Superior D. Rúa, por nueva tan dolorosa, y unidos á él, no cesamos de repetir en nuestras
oraciones a l Señor: Fiatvolmiias tua.Domims dedit,Do-

minns abstulit; sit nomen Domini benedictim.
No siéndonos posible esperar más detalladas noticias,
que á lo menos no han de Uegar hasta después del 20 de
Nbre., en el número próximo las comunicaremos. Entre
tanto suplicamos á todos unan sus oraciones á las de la
Congregación Salesiana, en sufragio de tan queridas víc-

j

— 371 —

M d a le lea liaieaerea §aleaÍaEea§
EANDE, sobrehum ana y divina es á no
dudarlo la misión del apostolado cató­
lico, en la cual se inform a y anim a la vida
•del Misionero. A rran car de la barbarie y de
la más crasa ignorancia á miles de c ria tu ­
ras racionales, ilum inar sus obscurecidas in ­
teligencias con los divinos fulgores de la fe,
robustecer su v o luntad p ara que salga triu n ­
fadora en las luchas continuas y encarniza­
das de las pasiones, con el firme sostén de
la esperanza, y encender y ab ra sa r su cora­
zón en el fuego de la caridad; ó m ás breve,
reducir á aquellos pobres herm anos nuestros
4 la verdadera civilización, no á la que como
tal se nos quiere h acer p a sar en estos m al­
hadados tiempos, pues esa, antes que ex tin ­
guir, aviva los m alos instintos y convierte
•en alim añas á los hom bres, sino á la civili­
zación cristiana, á la que se disfruta á la
sombra de la cruz de J e s u c ris to , obra in ­
concebible es, inm ensa, extraordinaria é in ­
capaz de ser apreciada en lo que se merece
por n u estra corta in te lig e n c ia , sí bien las
iluminadas por la fe llegan á vislum brar algo
de esa ilim itada g ra n d e z a , de su inestim a­
ble valor.
La Iglesia c a tó lic a , como institución di­
vina, sufre paciente y resignada las am argu­
ras, las am enazas y las persecuciones con
que hom bres desnaturalizados la op rim en ,
pues en la m ansedum bre y bondad de su
corazón, no vé sino hombrea que s a lv a r ,
hombres á m uchos de los cuales v á E lla mis­
ma á buscar del uno al otro p o lo , y a en
las abrasadoras regiones del A fric a , ó en
las vírgenes selvas de A m érica, ó bien en
las inhospitalarias costas de Occeanía. D e
aquí que todas las O rdenes y Congregacio­
nes religiosas brotadas del seno de esa Beligión divina, se sientan potentem ente im ­
pulsadas á difundirse, derram arse y exten­
derse por doquiera p a ra g an ar alm as á J e ­
sucristo ; pues el distintivo, el carácter pro­
pio de toda obra católica, es esa propensión
á difundirse por todo el universo y á des­
plegar en la conquista de las alm as, en la
propagación de la verdad, todas sus fuerzas,
todos sus afanes y todas sus energías.
E ste distintivo y carácter no podía cier­
tam ente fa lta r á la hum ilde Congregación
Salesiana, y asi vemos con asombro ei des­
envolvimiento extraordinario que en los po­
cos años que lleva de existencia h a tomado
y sigue tom ando, especialm ente en sus mi­
siones. V einte años hace que D . Bosco ini­
ció sus Misiones e n la A m érica del S u r , y
ya toda ella se encuentra ocupada por sus
hijos; pues desde el 11 de Noviem bre de
1875 en que p artió de T urín la prim era ex­
pedición, no h a pasado año sin que se v e­

rifique a l menos una, pues años h a habido
en que h a n salido dos, t r e s , y aún cuatro,
como en los años 1891 y 9 2 , y m uchas de
ellas de cuarenta y cincuenta misioneros.
N inguna sin embargo h a alcanzado la im­
portancia de la vigésim a octava que partió
de T urín el 31 del próximo pasado O ctubre,
y siglos hace que en p a rte alguna se h a
presenciado el conmovedor y extraordina­
rio espectáculo de v er p a rtir á un mismo
tiempo y de u n mismo lu g ar y Congregación
á ta n gran núm ero de misioneros. O chenta
y siete son los Salesianos y veinte las H i­
ja s de M aría A uxiliadora que ván á com­
p a rtir con sus herm anos del otro lado de
los m ares las fatigas del ap o stolado, á r e ­
p o rta r nuevos triunfos y á apresurar el día
de la completa rendición de millones de a l­
m as á Jesucristo.
V einte años hace que en el S antuario de
M aría A uxiliadora de T urín se viene rep i­
tiendo la conmovedora ceremonia del últim o
adiós á nuevos apóstoles, y esto no obstante,
siem pre entusiasm a, siem pre arreb ata y con­
m ueve al extraordinario núm ero de Coope­
radores Salesianos y de p u e b lo , que todos
los años la presencia.
Cortos seremos en la reseña que de testa
ceremonia presentam os á nuestros lectores,
pues no queremos c a n sa rle s, pero á pesar
de esto, procurarem os decir todo.
Los ochenta y siete misioneros, y a prepa­
rados p a ra el viaje, se colocaron en ei pres­
biterio, y la s veinte H ijas de M aría A uxi­
liadora fuera, a l lado del Evangelio.
Ocupó la cátedra del E sp íritu Santo el
lim o. Sr. C ostam agna, Vicario Apostólico de
Méndez y O ualaquiza, en el Ecuador, y jefe
de p a rte de la expedición, pues o tra parto
acom paña á Mous. F aguano, Prefecto A pos­
tólico de la P atagonia M eridional y T ierra
del Fuego.
Em pieza su discurso dando u n a idea del
largo viaje que están á punto de em prender
y notando el lu g a r de destino de cada uno,
pues no todos se dirigen á u n mismo sitio,
sino que deberán rep artirse entre Méjico,
V enezuela, E c u a d o r, S o liv ia , P e r ú , U ru ­
guay, P a rag u a y , B ra s il, A rg e n tin a , C hile,
P atag o n ia, y T ierra del Fuego, en A m é ric a ;
A rgel y T ú n e z , en A fric a , y P alestin a en.
A sia.
« Miles de voces de padres, m adres y h e r­
m anos, continúa, se elevan á nuestro rede­
dor gritándonos : ¿ P o rq u é nos abandonáis f
I Q uién es el que os a p a rta de nuestro lado
p a ra trasp o rtaro s á tie rra s extranjeras ? Vo­
ces son estas que trasp asan n u estra alm a
y laceran nuestro pobre corazón; m as en
medio de esto inmenso m ar de voces se elev a o tra p a ra nosostros más fu e r te , que
nos a tra e y nos se d u ce ; voz que dejándose
oir al misionero y á quien quisiera dete-

— 272 —
iierle, fortifica, anim a y sosiega las a ltera­
das oleadas del corazón; esta voz no es otra
que la voz do la fe.
» Un amigo decúa al padre de uno de nues­
tros jóvenes misioneros : i Porqué dejas p a r­
tir á tu liijo? Si tuvieras d o s , bien podías
desprenderte do u n o ; pero pío tienes nada
más que aquel ! ^ Quien sera el sostén de
tu vejez í Aquel p a d re , fervoroso católico,
le respondió: Muy contento estoy y por
m uy pagado me tengo con poder hacer en­
tre g a de mi lujo á aquel B ios que dió á su
U nigénito Hijo por la salvación de mi alma.
» Mas no todos los padres son como este;
no todos tienen un corazón heróico, y á es­
tos tales responderé, una de nuestras h er­
m anas que rodeada, hace días, de sus padres
é quienes procuraba inculcar la sa n ta resig n a­
ción, les decía : yo parto, me separo de V ds.,
es v e rd a d , poro os por poco tie m p o : todo
se reduce é algunos años, después de los
cuales nos volveremos é encontrar en el
cielo. Dios prem iaré mi sacrificio y el de
V ds., pues so tra ta de su gloria y de la
salvación do las alm as y no podemos re h u ­
sarnos. ¡ Oh , feliz y venturosa separación
que nos merece u n a eterna unión en el seno
de D io s!
» E s, p u e s, é toda costa necesario que
partam os; Dios lo quiere y nuestras Misio­
nes nos esperan. »
Después de tra e r é la memoria recuerdos
de anteriores expediciones y de varios lige­
ros confrontos que hacen resaltar m ás la
heroicidad de su sacrificio, el orador continúa:
« V enid todos-con nosotros, venid y acom pa­
ñadnos con vuestras oraciones p a ra que no su ­
cumbamos. Venid todos con nosotros y acom­
pañadnos tam bién con vuestras limosnas. To­
memos en esto p articular por modelos é los
hijos de las tinieblas. E l año pasado, sin ir
más lejos, u n a secta que nos es c o n tra ria ,
propuso é sus prosélitos que durante una
sem ana so im pusieran algunas privaciones
y mortificaciones y todo lo superfino lo en tre­
garan é la ju n ta que llegó é reunir cincuenta
mil duros, j Porqué no liabríam os de hacer
nosostroa por la verdad lo que aquellos des­
graciados hacen por el erro r? P a ra costear
el viaje é más de cién personas, se requieren
fabulosas sum as y no menores exigen las
misiones. Venid con nosotros y acom pañad­
nos con vuestros hijos. ¡ E s ta n ta la nece­
sidad que se siente do obreros evangélicos!
f/HÍdoMí
opn’arii autein pauci.
> Mosostros partim os, pero al mismo tiempo
nos quedamos con vosostros con el corazón,
con nuestras oraciones y con nuestro agradeciniionto. V endrem os con frecuencia en espí­
ritu é este S antuario que ta n hermosos re ­
cuerdos encierra. Vendrá Mona. F agnano con
las oraciones de sus amados fueguinos, y
nosostros con las de nuestros indios. V en­
drem os é recordar é D. Bosco, é saludar é
D . R úa y á manifestaros é vosostros, am a­

dos Cooperadores, n u estra inm ensa gratitud
por los grandes é im portantes subsidios que
nos prestáis. »
Concluyó el lim o. Sr. Oostamagna su con­
movedor discurso que á muchos hizo derra­
m ar lágrim as, dando gracias y despidién­
dose del limo. Sr. Arzobispo que le consa­
gró, de D . Riia, de los demás superiores y
de los Cooperadores invitándoles á todos
p ara el cielo.
Siguióse el canto de escogida música, la
bendición con S. D . M., dada por el Sr.
Arzobispo, y la recitación de las oraciones
de los cam inantes, después de lo c u a l, el
lim o. Sr. Ricardi dirigió á los misioneros
elocuentes y sentidas frases. A plaude el re­
petido y magnífico espectáculo de fe que tan
frecuentem ente se presencia en el Santuario
de M aría A uxiliadora con la frecuente sa­
lida de m isioneros, recuerda con indecible
afecto á D . Bosco y á sus obras, en sálzala
gran obra que se lleba á cabo por las Misio­
nes Salesianas y visiblem ente conmovido dá
el últim o adiós al lim o. Sr. Oostamagna, á
Mons. Fagnano, á los Misioneros y á las
H ijas de M aría A uxiliadora dispuestas á
partir.
Puso fin á la función el abrazo de despe­
dida á los superiores que con roquete asis­
tían en el p re sb ite rio , y no es cosa que
pueda decirse la conmoción de todos los mi­
sioneros al ten er que despedirse de nuestro
amadísimo superior m ayor D . R ú a , quien,
tam bién m uy conmovido, á cada uno al pa­
sar le decía algunas palabras al oido, último
recuerdo que el padre am antísim o daba á
sus hijos antes de separarse m omentánea­
m ente de ellos.
Poco después de term inada la función de
iglesia llegó un telegram a del P ad re Santo,
á quien se le pidió su Apostólica bendición,
dada la im posibilidad de ir á recibirla postra­
dos á sus pies, como ardientem ente deseaban
los misioneros, j)ero que no pudo ser por la
carencia de los recursos necesarios. Dicho
telegram a dice así:
E l P a d re S an to bendice con to d a la efu­
sión de su corazón á los ochenta y siete
m isioneros salesianos y á las vein te h e r ­
m a n a s, H ijas de M aría A u x ilia d o ra , que
están p a ra p a r tir .
C a r d e x a l R A M PO LLA .
¡ El Señor acompañe y bendiga á estos sus
valerosos soldados, y la bendición del P adre
Santo sírvales de conforto y consuelo cuando
sepan á su llegada la terrible desgracia so­
brevenida á nuestras prisiones, con la m uerte
del limo. Sr. L asagna!
U n a palabra p a ra concluir. D espués de
leer lo que antecede, á nadie le quedará duda

— 273 —
de los enormes gastos que se han tenido que
hacer p ara el viaje y equipo de ta n num e­
rosa expedición de Misioneros. A hora bien:
nuestro amado Superior D . E ú a agobiado
por el peso de ta n extraordinarios gastos, h a
recurrido á la caridad de nuestros amados
y generosos Cooperadores, los que no d u d a ­
mos han de responder con su proverbial
caridad y desprendim iento, si bien h a sta el
presente han sido relativam ente pocos los que
han respondido, sin d uda por no h ab er tal
vez llegado todavía á manos de todos dicha
circular. Los misioneros han partido, es v er­
dad, pero en pie quedan las m uchas deudas
que al salir nos h a n dejado. Anim o, pues,
amados Cooperadores y C ooperadoras; que
vuestra generosa caridad venga en ayuda
de nuestro am ado Superior D. R úa; no hay
que titubear un punto, pues los productos
de vuestra caridad en favor de las Misiones,
os fructificarán el céntuplo en la vida p re ­
sente y la vid a ete rn a en la otra.
Los donativos podrán m andarse á cualquier
Casa Salesiana, expresando su objeto, ó bien,
á D. M iguel R úa, Cottolengo, 32, Turíii
(Italia).

llado. ¡O h M adre de bondad! Volvedme la
gracia p e rd id a : procurad reconciliarm e con
vuestro Divino H ijo, y sed de hoy en ade­
lan te mi protección y am paro, á fin de que
no vuelva yo á caer ta n fácilm ente en p eca­
do, y que no abuse ta n indignam ente de
las gracias de mi P a d re Celestial.» — A sí
habló el D octor inspirado; y el pecador afligido respiró librem ente, se dirigió á ]\Iuría,
oró y suplicó como se lo había aconsejado
San B e rn a rd o ; lloró sus pecados, hizo una
verdadera y au stera penitencia, y murió La
m uerte de "los justos, reconociendo aun en
sus últimos momentos que María es llena de
gracia y M adre de m isericordia p a ra todos
ios pecadores que acuden á E lla.
V V >

V V \

\

\’ N \

\

S' V N-

\- \

\

\- V S V Y \ ' V V V V

Y

El XIII Congreso Católico Italiano
y la Pía Sociedad Salesiana.

MARIA l'S L üiN A DE GRACIA-

P o r deber de cortesía publicam os la si­
guiente ca rta dirigida á nuestro Superior Ma­
yor por el Consejo D irectivo de la Obra de
los Congresos y de las J u n ta s Católicas de
Ita lia , resid en te en Venecia, después del ú l­
timo Congreso celebrado en T urín.

g ran pecador se presentó un d ía á
vH^^San B ernardo y le declaró con amargo
dolor el número y enorm idad de los pecados
que había cometido. « Imposible, exclamó el
infortunado derram ando lágrim as de desespe­
ración, que Dios me conceda gracia y per­
dón.» Y el santo Doctor, movido á tierna
compasión, le dijo: « ¡O h ! no, hijo m ío, no
tienes motivo de desesperarte, porque, nótalo
bien, si tem es h a lla r gracia delante de Dios,
espera á lo menos hallarla an te M aría. E lla
no se llam a en vano Uetui de gracia', el á n ­
gel del Señor mismo la llamó así.» Después
de estas palabras tomó la S agrada E scritu ra
y la abrió en el lu g ar de San Lucas en
que el ángel G abriel dijo á M aría: « N otemas, porque has hallado g rac ia.» — «¿Com­
prendes estas palabras, hijo mío, continuó
San B ernardo, que M aría h a hallado gracia?
T - cómo será esto? ¿H abría perdido E lla la
g ra c ia , p a ra ten e r que hallarla después l
¡ Dios nos guarde de proferir tal blasfemia!
Pero bien se puede h a lla r lo que otros han
perdido. M ira, pues, lo que hay, pobre alm a
crim inal: tú , por causa del pecado, has p e r­
dido la gracia de Dios, y M aría h a hallado
esta gracia que tú habías perdido. Animo,
p u e s ; no tem as, ni te desesperes: dirígete á
la Madre de Dios, échate á sus pies y dile;
Madre de la gracia divina, vuelve á un po­
bre pecador esos ojos de m isericordia. H e per­
dido la gracia divina y Yos la habéis h a ­

Beverendisimo Señor:
Si el Congreso Católico de T urín resultó
no solo expléndido, sino superior á todos
los otros doce Congresos Generales que le
precedieron, en gran p arle lo debemos á
V. R ., al auxilio de toda la Congregación
Salesiana y á la obra inteligente y fervorosa
del Rdo. D . E steban Trione, miembro de la
misma Congregación.
Y en efecto; después de la autorizada p a ­
labra del limo. Sr. Arzobispo de T urín y d é la
del Obispado Piam ontés, á D. Trione se debe
el que el Congreso haya adquirido un gran
núm ero de personas dispuestas no solo á se­
cundarlo, sino lo que es más, deseosas aún
antes de que empeza.se, de prestarle su in ­
condicional apoyo. Y si nosotros jm dim os
encontrar u n lu g a r apto y expléndidam ente
dispuesto p ara recibir a! Episcopado y numeroso.s congresistas que á él intervinieron, y
al mismo tiempo u n tranquilo y seguro asilo p a ra las pacíficas y fecundas discusiones
de n uestras secciones y p ara nuestros estudios,
lo debemos á la Iglesia é In stitu to Salesianos de San J u a n E v an g elista: Iglesia é In s ­
titu to en los que nos hallam os en presencia
de sacerdotes tam bién salesianos de los que
si grande es su saber y laboriosidad, mayor
es aún su m odestia p a ra que sus altos m éri­
tos no trasciendan fuera.
E s por lo tan to u n deber de ju sticia que á
m ás de los actos de obsequiosa cortesía cu m-

— 274 —
piídos hacia V. li. por la presidencia de
nnestro Congreso, cum pla hoy otro el Consejo
D irectivo, no solo hacia V . R. sino tam bién
hacia D . Trione, superiores y proí^esores de
la Iglesia 6 In stitu to de San J u a n E vange­
lista y hacia to d a la Congregación Salesiana.
T al elevar, como en efecto lo hacemos,
n u estras preces al Señor p ara que en alguna
m anera satisfaga la deuda por nosotros con­
tra id a con la Congregación S a le sia n a , y
p a ra que se digne glorificar lo m ás pronto
posible á su hum ilde siervo D . Rosco, quien
sin duda nos h a obtenido particulares b e n ­
diciones p a ra nuestro Congreso, no creemos
h acer en esto o tra cosa que cum plir con un
estricto deber de g ratitud.
D ígnese V. R. acoger con su acostum brada
am abilidad la manifestación de nuestros sen­
tim ientos, presentíindolos en modo especialá D. Trione y á los superiores y m aestros
de la Iglesia ó In stitu to de San J u a n E v a n ­
g e lista ; y al mismo tiempo que le ruego se
sirva teTieinos presentes en sus santas ora­
ciones y en las de la Congregación Salesiana,
tengo el honor de protestarm e
D e V. R. hum ilde servidor
J u a n B autista Paganuzzi
P residente del Consejo Directivo de
los Congresos Católicos Italianos.

VIAJE DE NUESTROS MISIONEROS.
De Tarín á Barcelona.
A H onlo dol P ír iío , 2 d e N b w . d e 1805.

S u. D ir e c t o u d e l Búlelin Salcaiano.
Amado hermano ea J.C .:
Salimos de T arín , como ya V. sabe, ayer
á. las cinco de la m añana, acompañados por
varios Superiores, que vinieron p ara darnos
el extremo adiós. íío s pusimos en el tren
casi todos en el misino coche presidido por
Monseñor C ostam ngna, que nos m antuvo
siempre contentos. P a ra disipar aún la más
ligera som bra de meíanoolía, que alguno p u ­
d iera tener, empezamos á cantar coplas á la
V irgen. E n tretan to la luz del d ía perezosa
venía á disipar las tenieblas de la noche ya
expirante, para que nuestros ojos se recrea­
ra n , quizás por últim a vez, con la v ista
risueña de los bonitos campos y pueblos
del Piam onte y de la Liguria. Los m uchos
afectos que lugares venerandos por tan tas
memorias caras despiertan en nuestros co­
razones, nos hacen sentir más el sacrificio
que hacemos por Dios. E ra n los lugares de
n u estra niñez, la familia, la patria, que de­
jábam os, quizás p a ra no verlas nunca más.

Llegamos á Sam pierdarena, donde baja’mos acogidos con entusiasm o por los hermos de aquella c a s a : aquí comimos, canta­
mos u n a copla á la V irgen del M a r, y nos
despedimos. E ntram os en Génova á la orilla
del m ar, en el puerto. U nas horas después
estábam os ya todos en el buque Perseo de
la Navegación G eneral Italiana, y dejábamos
por fin la querida p a tria quizás p a ra siempre.
U n últim o adiós, u n a copla á la V irgen sa­
lieron de nuestros pechos resignados.
Estábam os en a lta m a r; la m ayor partfr
cenaron, pues no todos ten ía n ganas de
comer.
Pero ¡ a y ! demasiado pronto el m ar em­
pieza á embravecerse, y nos a g ita liorriblem ente. E l buque, con ser ta n grande, parece
ahora u n a ligera plum a sobre las olas gigsintescas. E l cielo se h a oscurecido, sopla
el viento y empieza á caer u n a lluvia torren­
cial. ; Qué espanto p a ra nosotros, que en la
m ayoría, nos vemos por primera vez en el
m a r!... L as olas bravas y las sacudidas con­
tin u ad as por casi toda la trav esía desde
Génova á Barcelona, acaban por m arear á
casi todos. Se h alla uno como fuera de sí,
la cabeza to n ta, todo el cuerpo sin fuerzas
y como desmayado y en el estómago gran
revolución! ¡ Qué estado m ás horrible 1 Pero,
loado sea D io s , ya salimos del peligroso
golfo de León, el m ar se apacigua y aparece
la orilla herm osa de E spaña. E s Barcelona
que se nos aproxim a. U n a alegría extraor­
dinaria nos reanim a y saludam os con júbilo
á esa tierra clásica del catolicismo. Hemos
llegado. No puedo escribirle más pues sale el
que tiene que llevarle la carta. M añana con
el favor de Dios saludarem os el últim o puerto
europeo. L a V irgen nos anim a y es nuestra
g u ía; estam os preparados p ara cualquier sa­
crificio.
Si el estado del m ar, ó mejor dico, el mío,
me lo perm ite, continuaré m andándole desde
las escalas, noticias de nosotros, no obstante
sean breves y á la ligera, como lo he hecho
ahora. No se olvide de nosotros en sus ora­
ciones y especialm ente de su afmo. hermanoin O. J .
^Ma r c e lik o B e r t o l o t t o .

Desde Barcelona á las Islas del Cabo Yerde.
A Bordo del Pertfo, 8 de >íbre. de 1896.
S r . D ir e c t o r d e l Boletín Salesiana.
('Amado hermano en J . C.:J
Me aprovecho de unas breves horas de
p arad a en S. V icente de las Islas del Cabo
V erde, p ara enviar á V. la noticia de n u e stro
feliz Aiaje desde Barcelona h a sta aquí.

J

Y antes de todo le diré que llegando á
Barcelona nos creíamos poder b ajar y v er á
aquellos nuestros bermaDOS, que tan to nos
quieren; pero no fué así, pues el buque paró
pocas horas solam ente, siendo el tiempo muy
malo y y a m uy adelantada la tard e, así que
la noche vino anticipadam ente cubriendo con
sus negras alas nuestros m ás ardientes de­
seos. Pero p a ra consuelo nuestro, vinieron
muchos de nuestros herm anos de S a rriá y
Barcelona á vernos a l buque mismo, produ­
ciéndonos su v ista u n a alegría indecible. P o r
el gran regocijo, que se apoderó de nosotros
todos, no podíamos desprendernos los unos
de los otros. Vimos al Sr. D . P in ald i, que
nos llenó de gozo y nos dijo palabras de
mucho consuelo; al amadísimo D . Aime, el
cual nos anim aba á todos con sus dichos alegres y amistosos, y á otros m u c h o s, que
nos alegraron tan to y nos decían lo mucho
que envidiaban n u e stra suerte y que pronto
se reunirían á nosotros; mas en tretan to ro ­
garían constantem ente p a ra el buen viaje y
p a ra que D ios bendiga nuestros trab ajo s;
conviniéndose al fin que se establecería un
hilo de com unicación to d a espiritual, p p a
que nuestros corazones ta n lejanos m aterial­
m ente se m antengan reunidos por la oración.
Finalm ente tuvim os que desprendernos, pues
el buque debía salir pro n to ; nos saludam os
por últim a vez y renovam os nuestro propó­
sito de no olvidarnos los unos de los otros.
Saludam os tam bién á Barcelona, que nos si­
guió por u n trozito con sus m uchas lum bre­
ras, que nos parecían tantos ojos. A diós, pues,
queridas play as; adiós memorias c a ras; y
adiós queríam os decir tam bién á E sp añ a y
á E uropa to d a ; pero no todavía, pues desa­
parecerán las densas tinieblas de la noche
y volverá el d ía hermoso y entonces aunque
desde lejos podremos v er todavía la bella
E spaña, sus altas m ontañas y las ciudades
que la rodean.
E l m ar de ta n malo que estaba el día a n te ­
rior, se h ab ía apaciguado y después de pocas
horas tam bién el cielo, antes lluvioso, seh ab ía
despejado apareciéndonos sembrado de ta n ­
tos m illares de estrellas, que se reflejaban en
el m ar, ofreciéndonos u n espectáculo g ra n ­
dioso de la potencia del C reador. E ntonces
nosotros todos los M isioneros reunidos sobre
cubierta, saludam os con m uchas coplas á la
E stre lla del M a r; nuestros corazones estaban
llenos de regocijo, pues el Dios inm enso nos
concedía u n viaje feliz.
No tard ó la dulce luz del día en disipar
las tinieblas de la noche'y en h erir nuestros
ojos agradecidos, que abrim os p a ra d a r g ra ­
cias al buen Dios de tan to s beneficios y p a ra
contem plar en el m ar las bellezas de la n a ­
turaleza. E l m ar seguía plácido y nuestros
herm anos sacerdotes pudieron celebrar la
S ta. M isa, á la que nosotros asistíam os con
júbilo y ferv o r; y así todos los días hasta
hoy p u ^ e ro n los sacerdotes celebrar la S anta

M isa y nosotros a sistirla s: pues la V irgen
A uxiliadora, que tan to nos quiere, disipa las
tem pestades p a ra que el nom bre de su Hijo
sea alabado.
Pero volvamos á nuestro viaje y á nuestro
M ar M editerráneo, que no tarderem os en ab a n d o n a r, pues pasam os como flechas las
islas B a le are s, vimos desde lejos las m on­
tañ as de V alencia, los Cabos de P alos y de
G a ta y finalm ente la roca de G ibraltar.
A quí esperábam os todos que el m ar em bra­
veciera, pero siguió manso y lin d o , como
no podíam os d e s e a r; así que pudimos cómo­
dam ente observar con anteojos las columnas
de H ércules. Se veían á la p ar E uropa y
A frica: y m ientras los unos contem plaban
los p eñ asco s, que rodean por u n a p a rte á
G ibraltar, y las m uchas fortalezas y los v a ­
rios buques acorazados, que surcaban aque­
llas a g u a s , los otros m iraban C euta y las
m o n ta ñ a s, que p a rte áridas y peñascosas y
p a rte lozanas y fértiles la rodean. P ero n ues­
tra s m iradas eran atraid as por los extrem os
lím ites de E spaña, que desaparecía de nues­
tros ojos juntam ente con toda E uropa. Nos
parecía que a llá se h abían reunido todas
las caras memorias y dulces recuerdos p ara
decirnos adiós.
Yo en modo p a rticu la r pensaba que no
m uy lejos de allí están Sevilla y U trera , lu ­
gares de m uchos recuerdos p a ra mí, pues
por dos años a llá estuve gozando del bonitocielo de A ndalucía, de la alegría de sus h a ­
b itantes y del cariño de muchos herm anos,
que entonces rogarían por mí, según me te ­
nían prometido, y á quienes desde aquí mando
u n cariñoso saludo.
E n tre ta n to el buque se había alejado y
nos presentó el espectáculo de Tánger, que
tam bién desapareció velozmente de nuestros
o jo s, á cuya contem plación no quedó más
que cielo y a g u a ; y adoram os y elevamos
u n himno á la M ajestad de Dios que tan bién
se re tra ta en la inm ensidad del cielo y del
m ar.
P o r varios días no fué o tra n u estra dis­
tracción que contem plar los muchos tropeles
de delfines y otros grandes peces, que seguían
nuestro buque. Finalm ente aparecieron unas
m ontañas m uy lejanas y altas que nos ale­
graron por v er tie rra firm e; eran las islas
C anarias. Pasam os cerca de Las P alm as sin
tocarla, saludam os á varios buques que p a ­
saron cerca de nosotros y volvimos á no ver
que cielo y agua. D e ese modo seguimos
volando y recorriendo y a la zona tó rrid a ,
que nos hace sen tir mucho calor. Acabamos
de lleg ar á las islas del Cabo Verde y dentro
de pocas horas saldremos de la isla S. Vincente donde hacemos escala.
D ispense las breves y someras relaciones
que le m ando, pues no es posible hacer más,
y como sim ple información me parece que
bastan.

276
Kuegue V. por todos nosotros, especial
mente por su afino hermano
in C. J .

me interm inable en la cita, los angélicos Bs^ n is la o de K ostl:a, Luis G onzaga y Ju a n
Berchm ans, á la Com pañía de J e s ú s , fueron
pruebas de la predilección de la divina P rovi­
M a u c e l in o B e u t o l o t t o
dencia, y á todos nos ofrecieron el grande
y adm irable espectáculo de una sublime san ­
Y a en m áquina el presente núm ero, reci- tid ad en pocos anos.
» Bu nuestros tiempos eran p a ra D . BobimoR el siííuiento telegram a de Génova, que
nos (lingo la compañía do Navegación General sco augurios de felicidad y de próspero y feliz
suceso, los jovencitos G abriel Passio, Luis
Ita lia n a :
^ Me CH muy grato poder comunicarle que lin a , Camilo Gavio, J u a n M assaglia, y tanel Vapor Perseo, que salió de Génova el P d e tos otros que en poco tiemjio llegaron á una
Noviembre de i8!)5, y en el que se embarcaron sublim e perfección. De ninguno sin embargo
los
/>/>. Salesianos y las Hermanas. Uijas que yo sepa, el piadosísimo fundador dé la
(w M ana Auxiliadora^ ha llegado felizm ente á Congregación Salesiana escribió con tanto
Buenos Ayres el ,lí) del corriente, sin novedad alecto y ta n ta unción que del jovencito D o­
mingo Savio. E n el áureo libro de su vida,
a bordo.
lím pida y bien se re tra ta la fisonomía de D.
Bsfeban Lcmoyne. »
Bosco, siendo tan to más de adm irarse cu a n ­
351 anterior telegram a se refiere á los mi­ to que más verdadero aparece la herm osa isioneros que acjompauaii al lim o. Sr. Üosta- m agen de aquella alm a inocente. E ste amado
m agna y ú Mons. Paguano, pues los que se jovencito tan to á los cuatro como á los
(lirigon a Arójic.o se oiumentran todavía eu quince añ o s, siem pre fué el mismo, lirio
el m ar. lloguomos al ¡Señor por estos y de- inm aculado y odoroso y todo p iedad y can­
inos gracias de lo múa profundo del corazón dor en M urialdo, en Castelnuovo de A sti,
al Señor y ú M aría A uxiliadora por el feliz en Mondonio y en Turíu.
a m b o de aquellos.
» E n su casa entre sus padres, modelo de
vida cristiana; en la escuela p ara con sus
ra a ^ tro s y condiscípulos y en el Oratorio
de D . Bosco p ara con sus Superiores y com­
pañeros desplegó una tal y ta n arraigada
f)K D. m m m
v irtu d y dió de sí pruebas tan extraordi­
narias, que hace exclam ar á quien lo m ira :
KXTfíANMKfíO.
¿qué serán los a tle ta s si los pequeños son tan
grandes, y qué tesoros de gracia v santidad
reservará el Señor á la progenie de D. Bosco
it a t .ía .
si en su huerto coje flores ta n graciosas y
adm irables p ara tra sp a n ta rla s á su jard ín ?
» Si Domingo Savio ha podido ser gloria
PARA HONRAR LA MEMORIA DE DOMINGO SAVIO.
de loa Salesiauos, no menos h a obtenido p o ­
der ser presentado á la ju v en tu d de nuestros
Gomo prometimos en el número anterior, tiempos como modelo y acabado ejem plar de
presentam os á continuación la im portante crivstiaua perfección. Si Luis Comollo, m uerto
carta del Emmo. Cardenal i^arocchi y a l­ hace cincuenta a ñ o s , es el modelo de los
guna que o tra palabra do otros Príuciiies clérigos y el V. Xiincio Sulpizio de los a r ­
y Pastores de la Iglesia que aplaudieron v tesanos, nuestro Savio lo es y lo será de los
se adhirieron ú la feliz idea de laimlocacióu estudiantes del gimnasio.
» El vigor de la vida física y la misma
de una lápida para p erpetuar la memoria del
hum ilde y virtuoso jovencito Domingo Sa- índole de los estudios esponen á los e stu ­
diantes á peligros consiguientes al ambiente
que je a p ira n , ¡ qué diremos si á todo esto
C n i’t u <|»'l
C í í i'c lc u a l
se anade el contagio de los malos compañe­
ros, el escándalo de los condiscípulos y las
euseiiauzas poco cristianas de muchos nrofesores ?
« biguo de predestinación me parece
» Dése á conocer á estos jóvenes la vida
para las Oi'denevS Jíeligiosas la adquisición
de
Domingo Savio para que de él aprendan
de joveneitos ya maduros para el Cielo
Luis de T\>losa y Ju a n B autista de Ror«>o- á santificarse en medio de los peligros, á
u nir la austeridad á la alegría, la inocencia
na, á los M enores: Imolda Lam bertini. á
las hijas de Sto Dom ingo: Miguel d é lo s de costum bres á la espansión (íel alm a afec­
bantos, á los T rinitarios Descalzos: Geró- tuosa, la franqueza á la reserva, la dignidad
mnm j;»'«í>osehi, á los H ijos d e b a n Camilo, a la m o d estia, la vida interior y altísim a,
h a sta la íntim a unión con el Señor, á los
B a n ia b ita s ; el Hermano asiduos, m últiples y fatigosos trabajos de la
G abriel, á los Pasionistas : y p a ra no h acer­
vida exterior, á ser amados de Dios y de los

— 277 liombres y á. dejar de sí u n a bendita memo*
ria á la posteridad.
> Quisiera encontrarm e presente al descu­
brimiento de la lá p id a , seguro como estoy
de que este acto en n ad a perjudicaría la
cansa de Domingo Savio si por m anifiesta
voluntad del cielo debiera in ic ia rse ; esto no
obstante asistiré en espíritu p a ra decir á
los niños que asistirán y repetir á los que
se hallen ausentes : Inspicite et facite secxin(iinn ea'em])la}\
Oard. L. M“. P a ro ociii
Protector de los Salesinnos »
Albano Lnziale, 4 de octubre de 1895.
E l Emmo. Card. Oapecelatro, Arzobispo
de Oapua e scrib e :
« Me complazco vivam ente al saber que
en Mondonio se preparan graudes fiestas en
honor de Domingo Savio. Los honores que
se trib u tan á la virtu d son los únicam ente
dignos del c ris tia n o , porque en la virtu d
resplandece la luz del Señor que m ás y más
nos le d á á conocer y nos incita á amarle.
Yo, pues, me uno en espíritu á vuestras fies­
tas con tan to más placer en cuanto que me
es muy querido vuestro In stitu to y más aún
el m ilagro de caridad que fué vuestro fu n ­
dador Don Bosco quien en este siglo es una
viva im ágen de san Felipe Neri. »
' E l Emmo. Oard. M auri, Arzobispo de F e ­
rrara :
ToinoTvivísima p a rte en espíritu á esta
tiesta dando gracias al Señor i)or haber de­
mostrado en el alm a san ta de Domingo Savio
la prodigiosa, potencia de su gracia y del
magisterio educativo de Don Bosco. Quiera
Dios que el ejemplo de aquel ángel en carne
hum ana eficazmente influya en las nuevas
generaciones y forme en todos los rincones
de n u estra península u n a ju v en tu d de cora­
zón y de v id a c ris tia n a , u n a ju v en tu d que
al mismo tiempo sea la honra y la gloria de
hv Iglesia y dé la P a tria . »
E l Em m o. C ardenal Domingo Svam pa
Arzobispo de Bolonia:
« H e sabido que dentro de pocos días la
familia Salesiana e stará de fiesta p ara con­
memorar u n a de sus m ás preciadas joyas ,
cual es el joveucito Domingo S a \io , quien
con su nom bre me recuerda las edificantes
memorias que la plum a <ie Don Bosco dejó
escritas de aquel su queridísim o hijo, y unido
con el corazón á vuestra fiesta como tiesta de
familia, deseo al querido Oratorio Salesiano
que el espíritu de este santo joveucito, nuevo
san Luis Gouzaga, aním e á sns Jóvenes alum ­
nos, les enamore de sus virtudes y les libre

de los peligros que una sociedad gastad a y
pagana les apareja. >
E l Bmo. Sr. Arzobispo de T u r ín :
« Tomando siempre la m ás viva p arte en
las glorias y en las alegrías salesianaa, me
encontraré presente en espíritu á esa sim pá­
tica fiesta, cuyo fin es eternizar la memoria
de tan digno y santo Joveucito, privilegiado
de Dios con dones extraordinarios y m ere­
cedor por sus singulares virtudes de ser ixropuesto como modelo á la Juventud. »
No queriendo ser más largos, ponemos fin
á estos im portantes testimonios con el del
lim o. Sr. Obispo de F o ssan o :
« E l venerando Joveucito Domingo Savio
es elejida prim icia del Oratorio Salesiano,
flor adm irable de prim avera, salida del co ra­
zón de Don Bosco y u n rayo luminoso de
la m ente y del ideal que este santo varón
llevaba en su corazón impreso. Ved aquí lo
que yo quiero, parece baya dicho Don Bosco,
quiero consayrar m i vida á form ar jóvenes se­
mejantes á m i querido Domingo. DI que quiera
seguirme tome este modelo y reproduzca en sí
fe l copia. E sta y no otra es la noble em­
presa del Salesiano.»
«
*•
l^ c ó ii I Z a i 'ii ic l .

E l 21 del pasado octubre estuvo de paso
en Turín y se hospedó en nuestro Oratorio
el valeroso y esforzado campeón de las obras
sociales en F rancia, el Señor D . León Harm el.
V olvía del Congreso de los Terciarios F ra n ­
ciscanos, celebrado en A sís, y en el que h a
l)rocura(lo poderosam ente con su infatigable
celo utilizar en favor de las obras sotúales
el valioso concurso de los T erciarios, según
el espíritu de su institución.
*
• «

lI>os e d i f i c a n t e s c o i i v e r s i o a e s .

E l domingo C de o c tu b re , fiesta de N tra.
Señora del Bosario, dos señoritas de Zurich
adjuraron sus errores protestantes y recibierou el santo Bautism o, bajo condición, en la
iglesia del In stitu to Salesiano de M aría A u ­
xiliadora, de Niza M ouferrato. Las excelen­
tes disposiciones de las catecúmenas, la pie­
dad y el ferv'or con que recibieron el primero
de los sacram entos de la Iglesia y á conti­
nuación la Confirmación y S anta E ucaristía,
conmovieron h a sta deiTamar lágrim as á cuan­
tos pre.senciarou ta n sa n ta ceremonia que
h ab rá llenado de gozo á los Angeles del
Cielo. E l lim o. Sr. Costam agna fué el p rin ­
cipal m inistro de esta fiesta. A m bas señori­
ta s han determ inado abandonar el mundo
])ara consagrarse á M aría A uxiliadora en su
In stitu to , y una de ellas fué al d ía siguiente
adm itida como postulanta, y en tan to la otra,

— 278
no habiendo podido por dificultades del moniento, se p rep ara ¿i efectuarlo una vez ven­
cidas estas. Dios y M aría A uxiliadora coucedan su santa perseverancia á las nuevas
convertidas.
« «I
A L o iiiiiit o u t o A ID oii lio tiio o .

Se h a abierto un concurso p ara el Dionumonto dJ)on Hosco íjue debe erigírsele en Castelnuovo de A sti (Piam onte), p atria de nues­
tro amado P adre. Los que desearen íi él con­
currir, deberán dirigirse p ara conocer las
condiciones del concurso al alcalde de d i­
cho pueblo. E ste monumento representará á
D. Poseo, teniendo á su lado á un joven
europeo y á otro de la P atagoiiia. A prove­
chamos esta ocasión p ara recom endar á los
amigos de D oji B osco presten su apoyo á esta
Obra. Las ofertas pueden m andarse al alcalde
í) al párroco de Castelnuovo, ó bien á nues­
tro Superior Don K úa, ó á cualquier casa
Salesiaiia.
'^1

Mi'ilag'a.

Fiesta de S. Enrique y repartición de premios.

días fuó llam ado el P . A tzeni del Colegio
de U trera p a ra ensalzar las glorias del Santo;
estrenando un magnífico y artístico pulpito
según ios últim os adelantos (1 ).
E l orador en sus sermones expuso admi­
rablem ente los favores grandes que la Con­
gregación Salesiana recibe en estos d ía s ,
dando á la misma la enhorabuena por con­
ta r un santo protector más en el cielo.
Muy concurridas fueron las funciones de
los tres días. Pero lo que dió á conocer lo
que es la O bra de Don Bosco y los prodi­
gios que los Salesianos haceu eu todas p ar­
tes , lué la velada m úsico-literaria que en
honor del Santo organizaron aquellos padres
el día 15 por la tarde.
E u dicho día, fiesta de S. E nrique, estaba
la capilla del establecimiento, aunque pobre­
mente, adornada con gusto. Celebró la misa
de Comunión general el M. Itre. Sr. D r. Don
Jerónim o A lvarez T ro y a, Canónigo y P ro ­
visor del O bispado; en ella hicieron su pri­
m era Comunión 12 alumnos de las escuelas
y numerosos Cooperadores y niños del Co­
legio se acercaron á la sagrada mesa. Por
la tarde se verificó la conmovedora velada
y repartición de premios obtenidos por los
alumnos del Oratorio durante los pocos meses
de asistencia. Num erosa eu extrem o era la
concurrencia , compuesta de u n distinguido
y respetable público. N uestro lim o. Prelado
en compañía del Exemo. Sr. Gobernador Ci­
vil (le esta c a p ita l, se dignaron ocupar la
Presidencia, colocándose á sus lados distin­
guidos señores de la ciudad.
La alegría era general y en todos se no­
tab a nu gran deseo de que se diera princi­
pio á la repartición de premios, que consis­
tía n casi exclusivam ente en prendas de vestir
y alguno que otro juguete, todo espontánea­
m ente ofrecido por los bienhechores.
A l llegar el Sr. Obispo y Sr. Gobernador,
el numeroso público que henchía el patio,
prorrum pió eu calurosos aplausos y vivas,
interrum pidos por los armoniosos acordes de
los instrum entos de la m úsica del A.silo de
S. Bartolomé. Se principio el acto académico
con el canto de u n himuo ad hoc, sin acom­
pañam iento, pues los padres no cuentan con
ningún armouium ni piano. Fuó amena en
extremo la velada, dictada bajo n u program a
variado, en que los mimeros literarios alter­
naban con los m usicales; diálogos alusivos
al acto, escritos con verdadero gracejo los
unos, con sencillez de conceptos, pero ricos
en profundas consecuencias, los otros, fueron
dichos galanam ente por niños que ofrecieron
m uestra de facultades superiores á su edad.
Lindas poesías recitadas con clara dicción
y entonación propia, merecieron los entusias­
tas aplausos de la cmncurrencia. Le aseguro,
Sr. Don R úa, que íué aquello u n consolador

lid o . Sr. D . M io u e l R ú a,
E s la segunda vez que me atrevo á mo­
lestarle y lo hago con muchísimo gusto y
satisfacción de mi ánimo, en cuanto que es­
toy seguro de que la clase de m olestia que
le doy es muy agradable á su corazón; p o r­
que un buen padre gusta siempre tener no­
ticia de sus amados hijos y de cuanto dicen
y hacen.
Y a hacía días que el Sr. D irector de este
Oratorio había dado la noticia de que de un
d ía á otro llegaría una herm osa y a rtís ­
tica estatua del patrono de esta casa salesiaiia. E l día 11 por la tarde dió la casua­
lidad que yo me hallaba en el hermoso y
espacioso patio de dicho Oratorio, cuando
oigo de reponte uil inmenso griterío y vivas
á S. E n riq u e ; pregunté que significaba aque­
llo y recibí del bueu padre la respuesta de
que llegaba S. E n riq u e , herm osa estatua,
obra de los ñiños de los Talleres Salesianos
do S arriá. Euó aquello un acto muv conmo­
vedor.
lios l'a d re s Salesianos p ara d a r más i-ealce
á la fiesta que iban á celebrar en honor de
S. E nrique , celebraron un solemne triduo,
dando principio con la bendición solemne de
la efigie por el Exemo. 6 lim o. Sr. Obispo
de la diócesis, que tanto quiere y estim a á
(l) Dioho púlpiío consistía eu una inesilla de z,v
los hijos de Don Bosco. D urante los tres patero con cuatro palos cubiertos de percalina.

— 279 -

espectáculo. Me parecía soüar, no podía conTeiicerrae cómo aquellos rapazuelos, que la
gente desprecia, hubieran alcanzado tanto
en tan poco tiempo, y se me caían las lá­
grimas al ver con el rostro lleno de una
santa vergüenza recibir el premio de su apli­
cación de manos de ilustres personajes, á
niños que poco bá vagaban por las calles,
ofreciendo un triste espectáculo y sin otra
culpa que no tener quien les recogiera.

A ..
----------------------

T A L C A (C h ile).
La fiesta de la Asunción de M aría Sma. y el aniversario
t l o l a m u e l o O . 1 3 o(seo.

Yo que Labia presenciado la inauguración,
Reyekekdísimo Sr. Don Rúa:
liabía oido al Sr. Obispo d e c ir , después de
A UD buen hiio no es de modo alguno molesto
iudicar al escogido auditorio, lo que los sa- imblar de las tiestas celebradas en honor de sus
lesianos Lacen en todo el m undo, « los de queridos Padres. Por esto, yo, Kdmo. Sr. Don
Málaga no me desm entirán, harán lo que en Rúa, aunque la hora sea algo avanzada, pues ya
otras partes, con tal que generosas personas bau dado las diez de la noche, y me halle cau­
abran los tesoros de la caridad » y más ade­ sado por el gran trabajo de estos días, me per­
describirle ú grandes rasgos las solemnes y
lante en la iglesia de los M ártires, el día 21 mito
grandiosas fiestas que celebramos hoy en lionor
de abril en aquella herm osa conferencia con de nuestra Madre María Sma. y de nuestro vene­
ocasión del prim er Congreso Salesiano, « Le­ rando Padre Don Bosco.
chad mano á vuestros bolsillos y favoreced
No me cabe la menor duda de que cuanto es­
á los hijos de D on Bosco que ellos traba¡ian toy para escribir, servirá de grande alegría no
segúu su sistem a y veréis los resultados, » solo á V. sino también á cuantos se interesan
eii su angelical sonrisa, me parecía nos di­ por nosotros, pobres misioneros de Chile, que sin
jera á todos 5 « ved la verdad de mis pala­ un momento de paz y de sosiego trabajamos día
noche en esta vasta viña del Señor, tan nece­
bras y cuán copiosos son ya los frutos en ysitada
de obreros evangélicos, animosos y de hotan breve tiempo obtenidos, á pesar de la róica virtud, y se consolarán leyendo los grandes
escasez de los medios, » y yo gozaba por que consuelos que eu medio de nuestras fatigas nos
veía que el santo Prelado gozaba tam bién. manda N. Señor, y que aumentan mil veces nues­
Después de haber los padres repartido tros esfuerzos por la salvación de las almas, y
cerca de 200 premios á aquellas pobres cria­ nos llunan do alogifas puras y celestiales, como
turas, cerraba el acto académico el lim o. Se­ prueba de que Él desde el cíelo vé con satisfac­
ñor Obispo, y con su notoria elocuencia daba ción cuanto li.ocemos por estas gentes, en el ne­
más importante de nuestra vida. Por una
las gracias, en nombre de los K.R. P P . á cuan­ gocio
palabras fácilmente podrá compreudorse cuál sea
tos se dignaron honrar el acto y les invitaba la educación que damos ú estos iiifios, los que so
á todos á cooperar á la obra con su óbolo, nos presentan á centenares conducidos por sus
no dejando de anim ar á los P adres y á los madres, que de rodillas nos suplican los reciba­
niños.
^ .
! mos bajo la vivificante sombra de nuestros coleActo seguido el numeroso público pasó a
Proponiéndome hablar tan solo de la fiesta ce­
la espaciosa capilla doude el Sr. Obispo dió
la bendición con S. D . M., ocupando los s i­ lebrada hoy, nada diré ni de los preparativos
felizmente llevados á cabo, sin por esto descuidar
tios de honor el Sr. Gobernador.
de un ápice nuestras múltiples diarias ocupacjoY’o que fui el últim o en retirarm e del lo­ nes; ni del entusiasmo de miestros educan­
cal oí de boca de num erosas y distinguidas dos y gente de fu era, en quienes se veía au­
personas elogios entusiastas p a ra los hijos mentar la alegría á medida que se acercaba nuestra
de Don Bosco, que con tan to acierto siguen fiesta.
, .,
, ,.
Para no ser Largo omitiré también que los bien­
la Obra regeneradora de su inm ortal F u n ­
dador. N unca podré olvidar las i)ocas horas hechores de este Colegio, viendo que éramos po­
que pasé eu el Oratorio. D o y , pues, la e n ­ cos, muchas nuestras ocupaciones y no muy abun­
dantes nuestros recursos pecuniarios , mandaron
horabuena al Sr. Obispo que tan to bien nos V
prepararon ello.s mismos todo lo necesario para
trajo á M álaga con llam ar á los Balesianos; que la fiesta resultara expléndida en todo el rigor
las más cum plidas gracias á Y . que nos mandó de la palabra.
, . j a i
nn grupo de héroes que tan to bien hacen á
La apertura de la fiesta se hizo la tarde de la
vigilia.
El
Cielo
hasta
entonces
nublado,
se des­
esta pobre c iu d a d ; m uchas gracias tam bién
al dignísimo D irector y demás herm anos que pejó al principiar á quemar algunos fuegos arti­
á pesar de tan tas y num erosas luchas han ficiales, aumentándose con esto nuestro contento
sabido proporcionarnos tm día tan alegre. y alegría , y fundadas esperanzas de que al día
haría buen tiempo.
Quiera Dios escachar las preces del último siguiente
El Colegio estaba magníficamente aaomado,
de la g ran fam ilia de los Oooperadores Sa- ondeando por todas partes infinidad de ban­
lesianos, que son las de todos, esto es, que deras y gallardetes, regalo de la siempre amada
los Salesianos prosperen p a ra el bien de la Mamita. Doña Maríana Silva.
Patético era, v para nosotros Salesianos de gran
sociedad.
De Y. afmo. S. S. q. b. «. «i. consuelo, leer aqní: r»ro Mario A u xilia d la ;
a llí: Vita Don Bo$co ; más allá : Viva Don Jl»a :
P. Y.
' y por todas partes: Viva la Congregación SaleCooperador Saleeiano.

L

— 280 —
^iana: inHcripciones tocias en grandes, caracteres
qne adornando los pórticos de nuestro Colegio,
nos repetían nombres á nuestro corazón tan sua­
ves, como los de María, D. 13osco y D. Rúa, ó
cuyo recuerdo nos viene el deseo de volar, atra­
vesando montes y surcando mares ó ir al Orato­
rio para volver <í gustar aquellas puras alegrías
que probamos un día, al contem])lar el santo as­
pecto do nuestros primeros Superiores.
La brillante y extraordinaria iluminación á la
veneciana difundía por doquiera una insólita ale­
gría y hacía resaltar varias do las inscripciones,
como : Dios beudif/a d todos los Cooperadores salesianos. — Las gracias celestes lluevan sobre sus
familias. — Marta 8ma. proteja d nuestra Ma­
mita, — Y de este modo una inllnidad do santos
augurios que, más qaiede aquellas inscripciones, sa­
lían de nuestros corazones. Un poco más entrada
la noche so quemaron fuegos artiíiciales que re­
sultaron muy lucidos, en modo especial el último
cuadro, que representaba á Don Hosco en el acto
de bendecirnos á todos, qne atónitos le contem­
plábamos como una celeste visión, la cual nos
recordaba el solemne momento, en el que por
últinja voz nos daba su bendición al salir de
Turín en dirección á estas tierras.
Al día siguiente me levantó á las cuatro y
hasta las cinco, liora en que dije mi primera
misa, pues desde <juo estoy en Chile me veo pre­
cisado á decir dos todos los días festivos, en com­
pañía de un niño subimos á dar el Ave María,
continuando despuós tocando himnos y alabanzasen lionor de María.
Al principiar la m isa, durante la cual los ni­
ños, según costumbre do Amórica, hicieron sentir
los acordes do su música, la iglesia estaba coin])letivmonte llena de gente, á la cual dirigí algu­
nas palabras, después del evangelio, animando á
todos á nutrir una devoción sincex’a hacia nuestra
Mailro bendita j la comunión fuó muy numerosa.
Celebrada mi primera misa, me dirigí á caballo
para cantar la segunda á un pueblo vecino; al
volver corría tanto, por la prisa qne tenía de
llegar á la fiesta, que ni siquiera veía los árboles.
Idügiió pura la misa de la Comunidad, dicha por
un sacerdote amigo nuestro que nos honró con
BU presencia. La gente que llenaba la iglesia y
la plaza vecina era inmimerablo. Antes de hv
comunión el eelobranco dirigió ardientes pala­
bras á los fieles y especialmente á um>s quince
niños, que vestidos do blanco (los vestidos fueron
regalados por la señora Elena Vergata) se prepa­
raban ^ recibir por vez primera el pan de ios
Angeles. Despuós de varios cautos y piezas mu­
sicales, terminó la misa y luego se distribuyó el
chocolate á todos los niños que rebosaban de
alegría.
Después del desayuno se hicieron carreras en
saco y otros diversos tlivertimientos. con los que
los niños so entretuvieron . sin peligro alguno
para sus almas.
A las diez en punto ya las campanas habían
atraído una multitud de fieles y dió principio la
Misa solemne. ¡Cuán hermoso era ver á nm>s cin­
cuenta niños, q^uienes encargados del servicio del
altar, quienes lormaudo el pequeño clero y tollos
como tantos angelitos rodeando el stjncM sohc/ot'«m! Oimos á uu» madre que llorando decía:
* 4 Porqué no tengo yo la fortuna de ver entre
esos angelitos á mis dos hijos T ¡Oh, benditos Salesianos! i Porqué no vais á convertir la gente
de mi pueldo, á mudar la juventud de desver­

gonzada é irreligiosa en dócil rebano de mansos
corderos...? >
Cantamos la armoniosa misa de San José com­
puesta por el limo. Sr. Costamagna, Obispo salesiano; el éxito superó nuestras esperanzas; orqxiesta, canto, en una palabra, todo resultó, gra­
cias al Señor, digno de la fiesta. Y especialmente
el coro de tiples no podía ejecutar con más pre­
cisión su parte, tanto que al descender los mú­
sicos y cantores, ya concluida la misa, acercán­
doseme un gran señor mo dijo: Perdóneme si le
molesto, Reverendo Padre, ¿ cuantas niñas eran
las que cantaban la Misa? — Ninguna, le res­
pondí, los que cantaron son niños' y no niñas. —
j De veras ? replicó él admirado. — Si señor, los
Salesianos nunca cantan sino con los niños que
ellos educan. — Muy bién, contestó él, no sabía
hasta ahora esto y siempre creí que fuesen niñas
quienes cantaban tan bien. Ahora veo que ver­
daderamente los Salesianos son maestros de cuanto
es bello, bueno y santo. Tome, Padre, para
sus niños. — Y diciendo esto me ponía en las
manos un billete de 25 duros , que en unión de
otros regalos de este día nos prestaron un gran
servicio cubriendo en parte, las deudas contraí­
das para ensanchar el colegio.
Después de la misa, los niños tuvieron recrea­
ción hasta la hora de la comida, qxie fué explóndida merced á la generosidad de nuestro princi­
pal cooperador, señor 'Yergara, que tanto se des­
vela por nosotros.
A ella asistieron los principales cooperadores y
los más distinguidos señores de la ciudad.
Al concluir la comida me levanté y fui á pre­
parar y ver si los diversos grupos de niños, mú­
sicos, cómicos, cantores, etc., etc., estaban al
corriente pura dar principio al acto literario có­
mico-musical.
Distribuidos los sitios del amplio salón, magníficamoüto adornado y con varias inscripciones
alusivas á María Sma., á D. Rosco, á V., Rdmo.
Sr. D. Rúa, á S. S. León XIII, á los Cooperado­
res y á los Salesianos, llenó el aire de suaves
conciertos nuestra banda musical. Lxiego se de­
clamó un discurso titulado: María Auxiliadora
»/ Don Bosco, siendo el orador interrumpido va­
rias veces por clamorosos aplausos. Después
de este. dió principio el drama : E l peregrino
blanco, ejecutado mucho mejor de lo que yo me
esperaba. Prueba de que gustó fueron los fre­
cuentes aplaxisos para que so repitiera, lo que
no pudo hacerse por falta de tiempo. En los en­
treactos del dn\ma y de la farsa, E l ladrón de
las gallinas, que hizo reir á mandíbula batiente,
se leyeron varias comimsiciones en verso y prosa,
en español, latín, italiano, francés é inglés, todas
ellas dirigidas á celebrar la inmensa bondad de
la gran Madre de Dios j quién fuó Don Bosco y
cuales son las miras de sus hijos. Creo no ser.á
fuera de propósito narrar uu episodio sucedido
durante la representación. Un alumno mío con­
cluía de leer una poesía, cuando un caballero de
la platea le dijo: Dinie, niño, nos has dicho tan
bonitas cosas de Don Bosco, ^sabrías decirme
uién es Don Rúa ? — El niño, que apenas cuenta
oce años de eilad y que es un verdadero ange­
lito por su irrei»ren8ible conducta, sin turbarse y
dulcemeute fijando sus ojitos en el caballero que
le interpelaba, con voz argentina y segura dijo :
« Señor, he dicho que Don Bosco fué un gran
santo y ahora digo que Don Rúa es su hijo, y
como los h\ios generalmente tienen los mismos
vicios de sus padres, resulta que Don Rúa tiene

S



281



que hay climas que son refractarios al mal, y que
los hay que son favorables; en el primer caso no
habrá contagio, ó lo será muy_ lento 5 en el se­
gundo caso, lo habrá y se manifestará muy pronto
y será muy activo.
Como quiera que sea, el Padre Damián entró
bueno y sano en el Lazareto de Hawai; que se
sepa, ningún miembro de su familia estuvo enfermo
de lepra; siguió bueno y sano durante diez 6 doco
años; por fin cayó enfermo. 4 Fue por falta de
precauciones í ¿ *Fué que cometió alguna impru­
dencia? ¿Fué predisptxsición ó contagio? Sobre
esto, no hubo siquiera dos opiniones distintas:
la opinión popular fuó en un todo do acuerdo con
la opinión científica, y ambas convinieron en ase­
gurar que el Padre Damián había muerto víctima
de su heroísmo, contagiado por el mal. Respecb)
á Colombia, ya sea por la herencia, ya sea por
el contagio ú otras causas desconocidas aún, el
hecho es que el mal existe, y es grande y es ate­
rrador; principalmente si se consideran las con­
secuencias desastrosas y funestísimas que ván á
seguirse, si no se piensa con seriedad en un pronto
y eficaz remedio. Un hecho es evidentísimoj y es
que el mal crece cada año más. En el ano de
1888, según la estadística de los lazarinos existentes
en el Departamento de Santanter, estadística for­
mada concienzudamente por uno de los más ilus­
trados médicos de aquel Departamento, el número
de enfermos en aquel año no llegaba á 1,500; en
Octubre del año próximo pasado yo encontré ó
P edro L uis Cot.ombo, Pbro.
creí encontrar de 5 á 6,000; supe después por
Tale*. ir¡ (le A g o sto d e 1805.
personas de autoridad competente, que me había
equivocado en grande; pues allá en aquel Depar­
------tamento los lazarinos no son menos de 10,000.
Otro hecho es evidente, y es el siguiente: hace
muy pocos años esa enfermedad era totalmente
B O G O T Á (Colom bia).
desconocida en Antioquía; ahora lo es; en el
Cauca pasaba la misma cosa; y no debe ser muy
COKFERENCIA DEL P. RABAGLIATI.
pequeño el niiinero de los tales enfermos si so
{Contiiinación) (1).
tiene presente que las autoridades de aquel De­
i Y las causas í Cuestión delicada es esta, que partamento han decidido la formación de un La­
yo no quisiera tocar siquiera, por los peligros que zareto exclusivamente para su uso.
Las matemáticas, señores, tienen sus teoremas
ofrece este examen j pero la necesidad lo requiere.
Aquí se dice y se cree generalmente que la causa que son infalibles: dos y dos hacen cuatro ; cuatro
principal del mal estú en el clima, en las transi­ y cuatro dón ocho; ocho y ocho dán dieciséis:
ciones bruscas y violentas de la temperatura. hagamos la aplicación. Si treinta años hace, no
Puede que todo'esto en algo iufluya para provo­ había en Colombia más que unos centenares de
car el mal, ó para desarrollarlo, pero casi cier­ enfermos de lepra, y ahora son veintisiete mil
tamente no es esa la causa principal; otras debe doscientos cincuenta; ( cuántos habrá dentro de
haber sin duda alguna. Interroguemos á los hoin- diez años, dentro de veinte, cincuenta, si no so
bres de ciencia, á los médicos; y ellos unáni- ataja el mal, y se le deja seguir el curso rumoso
mente, sin discrepancia ninguna, nos dirán que que ya tiene ? Al torrente que amenaza salir de
las causas principalísimas de esta enfermedad son: madre y desbordar, se le ponen fuertes diques
la herencia y el contagio. Sobre la herencia, no para detenerlo en su lecho; si se tarda, ó si hay
hay la menor duda; los mismos lazarinos lo re­ descuido, llevará la destrucción y la muerte por
conocen y lo confiesan : ó son los hijos ó son los doquiera que pase. ¿Y no os parece tiempo ya
nietos los que heredan el mal, pero el germen queda, de ponerle fortísimo dique á ese océano de males
i Y quién podrá decir las proporciones enormes que lleva consigo esa terrible enfermedad ? Hoy
que debió tomar el mal por esta causa ? Respecto por hoy hay esperanzas todavía de conseguirlo con
al contagio, yo no daré mi opinión, no soy juez el concurso de todas las voluntades; pero, ¿lo
competente. Los lazarinos dicen todos que no, que creéis posible dentro de algunos años cuando el
la enfermedad no es contagiosa; casi todos los mal haya tomado todas las proporciones que haya
médicos dicen que sí, que es contagioso el m al; querido? ¿No serán entonces estériles todos los
y he dicho casi todos, porque en el Congreso mé­ esfuerzos que se hagan para llegar á un éxito sa­
dico tenido en Bogotá hace cosa de dos años, tisfactorio? ¡Quién sabe!
Y", i qué es un lazarino? j Qué concepto teneis
sobre cien médicos llamados á dar su opinión so­
bre la materia, dos apenas dijeron que n ó : todos vosotros formado de ese hombre herido por esa
los demás contestaron afirmativamente, i Quiénes cruel enfermedad? ¿Qué es lo que sufre, lo que
se equivocaron t ( Los dos T ¿ Los noventa y ochoT padece en el cuerpo, en el alma, ese infeliz le­
Mas para dar una opinión mía cualquiera, yo creo proso? Es imposible averiguarlo debidamente, y
no es tampoco el caso quo yo me ponga á anali­
zar uno por uno todos esos males: el argumento
(1) V . B o le tf* d a X oviemVrB.

el vicio que tenía Don Bosco, es á saber, el vicio
de hacerse santo santificando á otros, en una pa­
labra, Don Rxía es un santo como su padre Don
Bosco. » En mi vida he oido un aplauso más
vivo y acalorado del que siguió á las palabras
citadas.
Terminóse el dulce entretenimiento con los sua­
ves acordes de la música y todos los señores se
retiraron con signos de completa satisfacción.
Nosotros nos fuimos ú cenar.
Coronó esta fiesta un gran globo areostático,
al que, al emprender su rápida marcha á través
del azulado espacio, los niños repetían: « Adiós,
adiós, lleva á Don Bosco nuestros corazones y
dile que nos logre de Dios la gracia de hacernos
santos come él. Adiós, adiós. »
Al desaparacer de nuestra vista nos retiramos
á recitar las oraciones de la noche, con el corazón
lleno de aquella alegría que las fiestas del Señor
y de sus Santos infunden en las almas cristianas.
Y ahora perdóneme, Rdmo. Sr. Don Riía, si he
sido demasiado largo. No era este mi deseo,
la pluma y el corazón son los culpables. A la
pluma la castigaré dejándola en reposo hasta ma­
ñana, al corazón le castigará V., á cuyas oracio­
nes se encomiendan todos los de esta casa y es­
pecialmente este
Sil humilde y obediente hijo
en C.J.

— 2S2 —
80 liaría doinnBiado vasto'; mo llevaría muy lejos
y me liaría interminable.
La vista se debilita á, medida que el mal crece;
los rayos del sol les molestan ; la luz artificial les
mortifica; en muchos do ellos la ceguera es cnsi
total. El tacto se hace casi insensible; el andar
es lento 6 indeciso; todo el cuerpo llega á con­
vertirse en una sola llaga; en algunos no es así,
y cualquiera diría que hay ficción en ellos; ú lo
menos aparentemente no hay rastro ninguno del
mal; es que está dentro, es invisible; pero es
real, y no liace sufrir menos. Y cuando el mal
ataca con fuerza, como sucede ú veces, los efectos
son más sensibles y más desastrosos; entonces so
les van cayendo las extremidades; vedlos allí
metidos en un locho, ó recostados sobro un cuero
cuando no sobre el duro suelo , sin manos, sin
¡lies, como troncos, cuya vista arranca las lá­
grimas hasta al más valiente. ¿ Y sí á todo esto
se agrega la falta del jian necesario para la vida?
i Quó sucede entonces? y el hambre no es desco­
nocida allá en aquellos lazaretos. ¿ Es exagera­
ción ? i Ea calumnia? Ni una cosa ni otra, herma­
nos míos. Y si no, juzgadlo vosotros. En tiempos
normales la ración para caila enfermo es de tres
reales diarios en •< Agua de Dios; » en la Con­
tratación es tan solo do dos reales y cuartillo,
i l’uüdü una persona, formada ya, proveerse de
t<ulo lo necesario para la vida con esa miseria?
Y tratándose.de persona ouforma, ¿no serán ma­
yores sus necesidades? 4 Y' si uqiiella jiersona en­
ferma, })or BU estado de salud so halla en el caso
de tener que pagar una persona do servicio que
la cuido? Todavía más: ¿ y cuando en un hogar
hay hijos sanos que no tienen derecho á Ja ración?
4 y si ios hijos sanos son varios, como sucede al­
guna voz? Decídmelo: 4 cómo podrá un padre,
una madre, pensar en todo, proveerlo todo en la
alimentación, en ol vestido, con tres reales en una
parte, con «los y cuartillo en la otra?
Así son las cosas en tiempos normales : pero,
4 y si llega alguna crisis improvisa, como última­
mente por causa de la revolución? ^Y si los tros
reales so convierten en uno y cuartillo, como ha
sucedido en « Agua de Dios » durante cuatro
meses? 4 No os esa una veriladora ración de ham­
bre? ¡Benéfica asociación de San Lázaro, Dios to
bendiga, y te bendiga la sociedad, como te ben­
dicen de lo más íntimo do su alma aquellos in­
felices lazarinos á quienes con tanta generosidad
socorriste siempre^ en pixrticular en estos últiimw
tiempos tan calamitosos! Ni siquiera te das cuenta
<lcl gran bien que estás haciendo: mas óyelo, para
tu satisfacción y consuelo, y pura que perseveres
en la grandiosa obra iniciada: iimcUas lágrimas
has enjugado durante U» cuatro años do tu exis­
tencia; mucho bálsamo has vertido sobre aquellos
corazones tlestrozados por la pena ; muchas y muy
irofundas heridas has cicatrizado y muchos dolores
las aliviado; la sociedad te aplaude y Dios te
sonrío y to bendice desdo el Cielo. Persevera con
constancia y con amor en esa obra de humanidad
y de religión. El Señor, que ha prometido pagar
con el cielo el vaso de agua dado al jiobre en su
nombre, 4 tmé gahmlón reservará para tí, que á
imitación deJ Samaritano del Evangelio, te con­
sagras y te sacrificas para curar los miembrtvs más
doloridos de Jesucristo?
En cuanto á ios dolores morales. 4 qué os din.- ?
Muchos son y muy graves: me limitaré á uuo
solo: al aislamiento en que se hallan, en aquella
separación absoluta de tmlos los seres queridos
que tienen sobre la tierr.i; y t»sto es lo que luwa

f

allá; es un verdadero ostracismo. Aquel es un
padre que desde muchos años no ve á ninguno
de sus hijos; aquella es una madre que hace años
fué arrancada violentamente á los brazos de los
suyos; i ah ! tener hijos y no poder gozar de su
presencia, de su amable compañía, no poder dis­
frutar de BUS caricias! Tener hijos, saber quizás
que son pequeños, saber que sufren, que lloran,
que van por los senderos ruinosos del vicio y
del crimen, y no poderles amparar, no poderles
consolar, no poderles siquiera sostener para im­
pedir su ruina espiritual..... ¡ o h ! ¡ qué pona ho­
rrible para el corazón tierno de una madre! Aquel
08 un niño, aquella una niña de pocos años......
¡ oh ! la vista de los ñiños en aquel país del dolor,
¡ sí que desgarra el corazón ! y allá los hay, los
pobrecitos sin padre, sin madre, sin caricias, sin
consuelos, sin amor.,. ¡ Penoso y terrible destierro
para el hombre que comienza á vivir! Tener un
padre, una m adre; tener hermanos y amigos, y
no poderlos abrazar ni acariciar, ni siquiera ver...
4 y conocéis vosotros alguna pena semejante á
esta pena? Hé aquí lo que forma un verdadero
martirio para el corazón de todos aquellos pobres
leprosos: tener que vivir lejos de los suyos, sin
esperanza ninguna de volver á reunirse con ellos;
¡ y pasar toda entera una vida así!... Todo lo de­
más lo pueden soportar con más ó menos resig­
nación; hay conformidad con los dolores físicos;
la tienen en sobrellevar las necesidades, las esca­
seces, hasta el hambre.,, pero el destierro.... du­
rante toda la vida; sin sociedad, sin familia, sin
sonrisas; hé aquí lo que para mí forma todo un
mar de angustias "para aquellos pobres enfermos.
Mas, ¿ qué hacer entonces? 4 Tiene remedio el
mal? En parte sí; en parte nó. Lo iirimero que
hay que hacer es trabajar de consuno, autoridades
y particulares, para detener el torrente asolador
que amenaza seriamente invadirlo todo. Hay que
destruir la causii del mal si no se quieren expe­
rimentar los ofoctos que ha tenido basto hoy;
hay que secar la fuente envenenada allá en donde
brota, si no se quiere que las aguas mortíferas
sigan brotando y llevando la muerte á todas partes.
La verdadera medida salvadora es el aislamiento;
pero aislamiento verdadero, absoluto, y sin ex­
cepción de ninguna clase. Desde el tiempo de
Moisés hasta Jesucristo, según lo habéis oido en
el hecho dol Evangelio que os he referido: desde
Jesucristo basto la Edad Media, hasta nuestros
tiempos, siempre que se trató de la lepra, lo pri­
mero que 80 ha hecho es aislar á los enfermos.
Alguna severidad hay en esto, no hay duda: pero
08 una medida necesaria. Ardua y difícil es la so­
lución del problema aquí en Colombia por el nilmero ton crecido de enfermos, pero es posible to­
davía, Miis tordo, dentro de algunos años, la cues­
tión será mucho más seria, y el problema se pre­
sentará mucho más difícil. Á este punto, permi­
tidme hablar con entera franqueza. El público en
general cree que el aislamiento de que acabo de
hablar, existe y a , puesto que tenemos un gran
Lazareto, á pocas leguas de Ja capital, en * Agua
de Dios )* y otro Lazareto en Santander. Es ver­
dad ; pero de Lazareto, tanto el nno como el otro,
no tienen más que el nombre; y sin exageración
ninguna so po<lría escribir sobre la puerto de en­
trada de ambos Lazaretos: Fábrica de la:^arinos.
4 Cómo asi ?
Desde luego os diré que en .ambas partes son
muchos más los sanos qne los enfermos; dos sanos
y un enfermo, hé ahí qué proporción tiene aquella
población de los Lazaretos. Pero, 4 y qué hacen

— 283 —
los sanos alláf Los tinos, los menos quizás, están
consatírados á la asistencia de sus enfermos: es
la hija sana, que asiste y acompaña á su madre
enferma, ó Ticeversa; es un hermano, un pariente
que no quieren abandonar al hermano, al pariente
enfermo; sobre esto nada hay que observar; es
obra excelente de caridad, muy digna de elogio
la que están haciendo aquellas personas sanas;
Dios no dejará sin recompensa aquella obra de
misericordia. Pero en cambio hay otros sanos, los
más, probablemente, que están allá porque sí.
Los unos lo hacen con el objeto de negociar; los
otros con el fin pérfido de explotar á los pobres
enfermos. Sobre esto, en el Lazareto de Contra­
tación me han referido hechos verdaderamente
escandalosos. Además, en ambos Lazaretos entra
quien quiere, y permanece todo el tiempo que
quiere, puede uno fijar su residencia, si es que
se le antoja hacerlo, sin que nadie tenga derecho
á estorbárselo.
En « Agua de Dios » el mercado es concurridí­
simo, quizás el más concurrido de todas las co­
marcas vecinas; en la Contratación, poco más ó
menos sucede lo mismo. ¿ Y qué mal hay en eso ?
j Qué mal hay en eso, decís ? i Y me lo pregun­
táis en serio? Oidme: el viernes es el día de la
semana señalado para la distribución de la ración
á los enfermos. Varias veces he asistido perso­
nalmente á esa operación; ¿qué -he visto? Son
más de dos mil pesos, generalmente en papelitos
y níkeles, que semanalmente salen de la caja del
Lazareto , y pasan á las manos de más de ocho­
cientos enfermos. Llega el sábado con su mercado;
y los dos mil pesos, manoseados por los enfermos,
pasan, casi íntegros, á las manos y á los bolsillos
de los vendedores, que á su vez los llev.'in á to­
das partes. ¿No llegarán hasta aquí á Bogotá?
¿Llegarán solos? ¿ No es muy probable que lle­
guen en buena compañía de microbios? ¿No os
parece esto un medio activísimo de i'ontagio?
En la iglesia los sanos están revueltos con los
enfermos , y absorben , quieran que no, aquella
atmósfera viciada, que siempre producen las gran­
des aglomeraciones de gente, en nn espacio rela­
tivamente muy estrecho, en un clima on quo el
calor es como do fuego.
Las personas de servicio, generalmente son
personas sanas, que deben vivir en contacto ín­
timo con los enfermos, comer á una misma mesa;
quizás en un mismo plato; dormir bajo un mismo
techo; usar la misma ropa.
En materia de casamientos, la cosa es realmente
grave. Nadie pnede desaprobar que los enfermos
se casen entre ellos. En su estado de desamparo
y de sufrimientos, el matrimonio es una necesidad
mucho más imperiosa para ellos que para los sa­
nos. Estií bien; ninguna ley ni divina, ni ecclesiástica, ni civil, se lo pnede impedir; pero, ¿ no
es una verdadera anomalía el casamiento entre un
enfermo y una sana? ¿No hay algo en eso que
choca, que repugna y que indigna? Y no sirve el
consejo prudente, la amonestación caritativa y la
correción severa de las personas prudentes; no
quieren persuadirse que eso de echar al mondo
criaturas que cuando menos es probable resulten
enfermas, es una verdadera barbaridad; nada; y
se disculpa el uno. diciendo que necesita una
mnjer sana que lo asista y atienda; y se exensa
la o tra , diciendo y hasta porfiando que quiere
hacer una obra de misericordia, acompañando y
asistiendo á nn enfermo........ y no hay elocuencia
humana capaz de llevar á aquellas dos cabezas
la persnación de que lo que ván á hacer es sim­

plemente un disparate: y el sacerdote debe le­
vantar la mano sobre ellos y bendecirlos: ; bendí­
gaos el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob ; y
os conceda la gracia de ver á los hijos do vues­
tros hijos hasta la tercera y cuarta generación!
¡ Pobre sacerdote! tener quo repetir sobre aqnellos seres, delante del altar, las palabras do hi
Escritura: CrescUe et multipUcamini, et repleti omneni terrani!
Y ahora, si lo queréis, dadme vuestra opinión
franca: ¿sonó no son sitios peligrosísimos aque­
llos Lazaretos, en el estado en que so hallan presentementel Mucho m ás, cuando sepáis qno do
allá los enfermos pueden salir é irse á otras par­
tes, y meterse en los pueblos con suma facilidad.
Cualquier pretexto sirve; si no lo hay, so puede
inventar; y esos permisos, no es el Presidente de
la Eepública quien los debe d a r; ni siquiera el
Alcalde de Tocaima, que es el pueblo más cercano
al Lazareto; nó; para esto basta el señor Adminis­
trador ó una persona delegada para el efecto.
Está bien; ¿ pero y si hay debilidad ó demasiada
bondad en aquellos funcionarios? ¿ Y si los per­
misos se hacen frecuentes ? ¿ Si se burla la vigi­
lancia de los superiores? ¿No habrá nunca algún
interés de que se retiren los enfermos, en parti­
cular ciertos enfermos, para que de este modo dis­
minuyendo las raciones crezca el fondo de caja
para uso y consumo del Lazareto? ¡ Quién sabe!
Además hay casos en que la fuga délos enfermos
es xina conveniencia y una necesidad. Durante la úl­
tima revolución, todos los enfermos de la “ Contra­
tación” se fugaron y se regaron en los pueblos li­
mítrofes ; pocos solamente salieron de “ Agua de
Dios.” ¿Y quién podía impedirlo ? Pero son estos
casos excepcionales; hablemos do lo que jiasa en
épocas normales. A mi llegada al Lazareto do S.antaniler recibí una esquela finimda por varios la­
zarinos que estaban en la ciircel: suplicaban in­
tercediese por ellos con la autoridad á fin de ob­
tenerles el permiso de poder tomar parto cu la
misión (luo iba á tener lugar. Accedí gustoso á
una petición tan razonable, y vine entonces á saber
que el único motivo por el cual estaban presos ora
porque en días pasados se habían fugado. Durante
mi permanencia fui consultado por el señor Ad­
ministrador sobre la materia. Qué hago, Padro, on
estos casos........ sucede con alguna frecuencia que
llegan aquí enfermos enviados perlas autoridades
del Socorro, de San Gil ó de Bncaramanga etc.,
con orden expresa de retenerlos aquí; pero toda
vigilancia es inútil; el díamenos pensado huyen....
y como no tengo empleados para hacerlos perse­
guir, el mal no tiene remedio. ¿ Qué haré en el
porvenir en casos parecidos? Dejar que se vayan,
le contesté y o ; cerrar lor ojos, hacerse el desen­
tendido y dejar que vayan á donde tengan á bien ;
en circunstancias iguales, yo haría lo mismo, y
sería el primero en fugarme. ¿ Y cómo puede vi­
vir aquí un enfermo, añadía yo, sobre este páramo,
en estas alturas frías y heladas, con dos reales y
cuartillo por día? ¿ y tener que pensar en vestirse,
alojarse, alimentarse? Trabajar, ellos no pueden
aunque lo quieran, porque el terreno no se pres­
ta para el cultivo: ¿ y cómo pnede uno resignarse
á estarse aquí toda la vida? Y liay otra razón po­
derosísima en favor de estos infelices, agregaba
y o ; ¿ con qué derecho se obbliga á los pobres á
venir aquí, y se dejan tranquilamente en sus casas
á los más ricos 6 menos pobres ? ¿ No están todos
ignalmente enfermos? Supuesto el contagio de la
enfermedad, ¿ no son todos i^alm ente peligrosos?
; Qué digo ! ; igualmente peligrosos; lo son mucho

— 284 más los ricos que los pobres. Veamos; ¿ cámo vive
el lazarino pobre? por lo re^íular siu i)erjuicio de
nadie; posa la noche en cualquier rauchito, en la
campiña casi siempre. Por la mañana, si el ham­
bre le obliga, sale de su escondrijo y se sienta
en la encrucijada do un camino ó ála entrada de
un pueblo para pedir á los trauseuutes una limosuita por el amor de Dios. ¿ Quién se la puede
negar? Y bien : por poco que recojan, de seguro
es algo mils de lo que seles dá a ( | U Í ; y es libro,
y vive en donde mejor le convenga, sin casi mo­
lestar á nadie; los pobres no tienen plata que gas­
tar; ningüu trato tienen con la gente sana; uingün peligro ofrecen para la sociedad. Pero y con
loa ricos, ¿ qué es lo que sucede ? Precisamente
todo lo contrario; ellos tienen trato con la socie­
dad: hacen visitas, cuando menos do noche: las
reciben toda vez que la occasión se ofrece; hasbi
tienen reuniones, y gjvstan, ys e divierten y bai­
lan . . . . Una de dos: ¿ es ó no es contagiosa la
le])ra? j No lo es? Entonces se comete una enorme
injusticia obligando á estos pocos centonares á
vivir aquí, sin familia, sin libertad, con una raciéu mezquinísima, verdadera ración de hambre.
¿ Pero es contagioso el mal? Entonces deben re­
cogerse todos, siu distinción de pobres ni de ricos.
¿ Por qué setecieutoa cincuenta aquí, porque son
])obrü8, y siete mil quizás, muchos de ellos
ricos, en sus pueblos, en sus haciendas, en sus
casas? Si hay contagio, está en la casa de los ri­
cos y no en la do los pobres, muchos de los cua­
les ni siquiera tienen casa. Luego, igualdad para
todos; 6 todos en libertad ó aislamiento absoluto;
con ninguna excepción. Yo no sé si sea posible
objetar estas conclusiones , mucho menos destru­
irlas; y para mí tongo que en Colombia no hay
verdaderos Lazaretos, dígaselo que se quiera, hay
dos puntos que so llaman así, pero por pura fór­
mula, por costumbre; do hecho, no los hay. Y sin
«uubnrgo, para sostener esos dos Lazaretos, el de
thindiuamarca y el de Santander, los gobiernos y
la bcnoik'encia gastan anualmente en pagar em­
pleados, en raciones á los enfermos, en la conser­
vación de los edificios, más de cxiatrocientos mil
])osos do ley. Hubo año en que el gasto ha llegado
á medio millón, i Es mucha ó poca esa cantidad?
No me toca á mí el averiguarlo; lo que si sé docir, es que es suma fabulosamente grande, si se
atiendo á los resultados; y los resultados, dígase
lo que se quiera, son absolutamente nulos.
Abolición, pues, de los Lazaretos, concluís vos­
otros, abolición i»ronta, total; y, ¿ por qué habrá
Lazaretos todavía si cuestan tan caro al Erario
páblico, á la bcnellcenoia, al público cu general,
si con todo no se obtienen sino resultados contra­
producentes ó nuU>8? 4 Es aceptable vuestra con­
clusión? De ninguna manera. Que haya lazaretos,
í'oueluyo yo. pon) que sean verdaderos Lazaretos,
preparados rx-pro/efio con todos los adelantos que
la higiene y la oieucia sugieren; con todas las co­
modidades que los enfermos necesitan. Y mejor
todavía: fúndese un solo T>nzitreto |>ara toda la
l{e])úl>lioa, en un puuto aparente y favorable; prociirese que nuda le falte de lo absolulameute neeesorio; que sea bien atendido. . . ahí está. i>ara
m í, la úuiea solución del difícilísimo problema.
l)ÍB{H*udio8o vá á ser el proyecto, me observaréis;
sí lo 08, y mu.v dispendioeo, pero es el único que
puede llevar \m remedio efícaz al mal que toaos
lamentamos. Es proyecto largo y de difícil eje­
cución . . . . tampoco lo quiero negar: se necesita­
rán mnebos años i>ora dar cima á este proyecto:
se hará necesaria mucha energía de voluntad y

de constancia por parte de los gobiernos: mucha
caridad y generosidad por parte de los particu­
lares. Habrá que disipar muchas preocupaciones,
vencer muchas resistencias, superar grandes obs­
táculos; será necesario el concurso pecuniario de
toda la Nación, de los ricos, lo mismo que de los
pobres; ¿ y con eso ? l Deberá por esto desistirse
de afrontar un pi’oblema, tan solo porque se
presentan muchas difícultades , si hay necesidad
urgente ó imperiosa de resolverlo? Disimular el
mal no es remediarlo; y el mal existe, es mal grave
y muy grave; ¿qué hacer? Yo tengo confianza en
la eficacia del remedio que propongo, si tiene
pronta applicacíón;—más tarde—quien sabe lo que
pasará más tard e; y si ahora no se acomete la
empresa porque es ardua y de difícil realización;
L será probable que se inicie mañana, cuando las
dificultades habrán aumentado, y el remedio será
mucho más difícil en su aplicación?
Y”© creo que lo debéis hacer en primer lugar,
por caridad y por humanidad; en segundo lugar,
lo debéis bacer por patriotismo y por interés; y
si me permitís añadir una palabra m ás, sin que
08 ofendáis por lo que os voy á decir; lo debéis
Imcer por amor propio, por orgullo nacional, para
que no es critiquen las naciones que saben lo que
aqxií pasa; y vosotros comprenderéis fácilmente
que para una Nación que cuenta cuatro millones
de habitantes el tener veintisiete mil doscientos
cincuenta enfermos de lázaro y estarse con los
brazos cruzados, casi sin hacer nada, contentán­
dose con lamentar el m al, este es un hecho que
se presta á muchas y á muy poco favorables in­
terpretaciones; no quiero negar con esto los esfuer­
zos que el Gobierno en sus Congresos, y los mé­
dicos en sus reuniones, principalmente en el úl­
timo Congreso, ban hecho en todo tiempo, para
arbitrar alguna resolución decisiva sobro este puu­
to; desgraciadamente todo se pasó en discusiones,
sin llegar jamás al acto práctico, que es lo que
más se necesita.
Sea: reconocemos la necesidad de un grande y
único Lazareto; ¿poro en dónde? Sobre este punto
diré dos palabras solamente. Por de pronto, hay
que tener ]>or un imposible, hallar en un punto
central do la Kepiíblicn, una región en tilles con­
diciones que so preste parala fundación del gran
Lazareto que so proyecta. Im'itil es pensar en se­
rlo en ensanchar ninguno do los dos existentes;
solamente la expropiación de los terrenos colin­
dantes costaría un dineral, y habría siempre uua
oposición fortisima en los pueblos y hacendados
vecinos; sin contar que ni en “ Agua de Dios,”
ni en la “ Contratación,” habría el suficiente ais­
lamiento que se necesita, anibos puntos son de­
masiado centrales. El proyecto do la isla de Coiba.
ha fracasado por completo por muchas razones;
la más poderosa para mí era la resistencia abso­
luta por imrte de los enfermos. Me lo dijeron y
repitieron en varias ocasiones: nos lanzaremos á
los bosques, Padre, nos ocultaremos en las cuevas
de las montañas, preferimos morimos de hambre
aquí: poro á la isla no iremos. ¿ Entonces? He
consultado á personas respetables sobre la mate­
ria, y ellas me han indicado los Llanos de Casanare ó de San-Martín. Se ha desechado luego la
idea do hacer la fundación en Casauare, por ser
región muy poco aparente para esto: en primer
lugar, por ser ya muy poblados aquellos Llanos:
y en segundo lugar, por ser muy frecuente el des­
bordo de los ríos y las inundaciones durante mu­
chos meses del año. En San-Martín las cosas son
distintas: los ríos no son tan numerosos ni tan

— 285 —
correntosos: se pudo encontrar, en condiciones
eicepcionalinente buenas, una gran sábana. ro­
deada por el Meta y el Ñare, formando los dos
ríos una hermosísima península de varias leguas
de extensión; la elevación del punto escogido hace
imposible las inimdaciones, por muy lluvioso que
sea el invierno, y tiene muchas ventajas que no
es del caso enumerar aquí. En cuanto á población,
bien puede asegurarse que no la hay; es el puro
desierto.
Eq diferentes diarios de la capital se ha publi­
cado en estos días un extenso y bien elaborado
informe sobre este proyecto, cuya lectura puedo
qne os convenza y os agrade. Y para mí tengo
que el proyecto es muy posible: por el terreuo, que
es fértilísimo: por el clima, que os favorabilísimo;
por el punto admirablemente escogido, y por mu­
chas otras ventajas, enumeradas en el mismo in­
forme de la Comisión exi)loradora.
Está bien: pero.......... ( y cuándo? Cuanto
antes, tanto mejor. Qnod vis facen-, fav cito, dice
un reirán latino; lo que quieres hacer, hazlo pronto:
y permitiéndome una pequeüa modificación en
el refrán, lo compongo así: Quod DEBES/acere,
fac cito; lo que debes hacer, hazlo pronto, princi­
palmente si es cosa buena, necesaria y urgente.
Sí: hay que hacerlo pronto: ¿ y por qué no hugoí
I Qué dificultades se presentan hoy, que no se pre­
sentarán mañana? Si hoy la realización del pro­
yecto presenta dificultades, y graves, no habrán
ilesaparecido mañana; mucho menos dentro al­
gunos años: por el contrario, esas dificultades ha­
brán crecido y se habríiu multiplicado.
He consultado á ambas autoridades, á la eclesijlstiea y civil, y ambas aprueban y alaban el
proyecto. Además, be consultado á personas amigas y de confianza, y ellas también han apro­
bado el proyecto con las palabras y con los he­
chos, queriendo para sí el placer y la gloria de
ser los primeros en ofrecer su apoyo pecuniario.
Más tarde . . . . quién sabe cuántas dificultades
se presentarán para msis tarde. Al presente hay
buenas y excelentes disposiciones en las autori­
dades: íiay entusiasmo en el público; confío habrá
generosidad en todos los colombianos; e.spero no
habrá mucha resistencia por parte de los que es­
tán directamente interesados en el proyecto, es
decir, délos pobres lazarinos. Ellos habrán de per­
suadirse fácUmeute que todo lo que so vá á
hacer, será para su proprio interés, para su bien­
estar espiritual y temi>oral; muchísimas venta­
jas que no tienen ahora ni en sus casas, ni en
los Lazaretos existentes, las tendrán entonces. So­
bre esto deben estar seguros los enfermos; no se
les quiere hacer un mal, sino que hay decidido
interés en hacerles á todos un gran bien ; al mis­
mo tiempo que se hará otro bien grande á toda
la Nación. Puede qne haya quien atribuya á este
proyecto segundos fines, y quizás intenciones ma­
lévolas ó dañadas; Dios le perdone el juicio te­
merario, ó el daño que intente hacer. Por mi par­
te, no he hecho otra cosa sino seguir los impul­
sos de mi corazón, y buscar el bien de todos aquelloB hermanos míos, los pobres leprosos.
Bien: también convenimos con usted sobre es­
te punto: pero . . . . y ¿ cómo f Hé aquí por de
pronto lo que se ha resuelto : el Gobierno cede
la zona de terreno baldío que se juzgue necesa­
ria, en el punto más á propósito para el objeto:
cnanto antes procurará de estender la linea tele­
gráfica hasta el punto en que se designe por per­
donas competentes á disposición de la Comisión
qne dirija y vigile los trabajos que se emprendan.

En el próximo Congreso, dentro un año, se dic­
tarán todos los decretos conducentes á la rea­
lización de estos planes. El Gobierno dehería
encargarse de la construcción de todos los edifi­
cios fiscales: hospitales, iglesias, escuelas, cíisa de
administración pai’a los Padres y para las Her­
manas de Caridad etc-, etc. Los ricos, y hay mu­
chos enfermos que lo sou, estarán obligados jÍ man­
dar con tiempo edificar su propia casa; ou cuanto
á los más pobres X)ara 4iuo no opongan «litlcultades ni hagau resistencia, se les dará casa conve­
niente. ¿ Y n'mio la harán si son pobres? So la
haréis vosotros, hermanos míos ; o mejor, so la
harán otros en vuestro nombre, con el óbolo de
vuestra caridad y generosidad. 4 Son sueños ?
¿ Es delirio ? Eu gran parte os toca á vosotros pro­
curar <iue no sea ni lo uuo ui lo otro, ni sueños
ni delirio; sino una hermosa realidad. Por de
pronto 08 puedo decir que varios caballeros se me
ban presentado cou este plau, que me parece maguífico.
Padre, me Inui dicho, si se dá principio á la obra que usted ha proyectjido, nosotros nos com­
prometemos á dar para esa grandiosa obra, mil
pesos de ley cada uno; y además le aseguramos
el concurso de á lo menos ciéu familias que darán
la misma cantidad. Es decir, que se tendría ya un
fondo importante de cien uiil pesos reunidos tau
solo eu la capital, para dar principio á la obra.
¿ Es esto impo.sible, siquiera difícil ? No, y se­
guro estoy de que cou el concurso de todos, de
los menos ricos, y de los pobres también, se po­
drá duplicar dicha cantidad en muy poco tiempo.
Lo que importa e‘s comenzsír.
Convencidos; pero. . . . y ¿ quienes f Quienes se
encargarán de la obra magna? Todos, hermanos
míos, todos los colombianos ; caballeros y señoras;
niños y niñas; ancianos y jóvenes; ricos y pobres;
sí, todos, sin ninguna excepción; el bien que vá
á resultar es general, y general debe sor la co­
operación, aunque cuesto uu sacrificio.
No es esto, Padre, lo quo queremos saber; per­
fectamente convencidos estamos que la coope­
ración de todos es indispensable y necesaria.
Lo que deseamos Kiber es quienes serán los di­
rectores que se encarguen de dar vida á la obra.
Uno solo no bosta: esto es evidente ; so requie­
ren varios; muchos; ¿ los habrá? ¿Y quionesse­
rán ? Jueces tiene Israel, y muy coinpettmtes;
quiero decir que corresponde á las autoridades
eclesiásticas y civiles decir la última palabra
sobre este punto. No faltan aquí sacerdotes y reli­
giosos, llenos de caridad y de celo que acepten la
honrosa y difícil misión tan pronto como les sea
confiada. Si la dirección cae sobre los liijos de
Don Bosco, ellos están prontos; y si me es licito
hablar en su nombre, reclamo para ellos esta hon­
ra. Todos conocéis la misión de los lujos de Don
Bosco; y cabe perfectamente en su esfera de ac­
ción la misión de los lazarinos. El sucesor de Don
Bosco , el actnal Superior de la familia salesiana,
Don Síiguel Rúa, en época no muy remota ha
prometido solemnemente al Representante de Co­
lombia en Roma, Excelentísimo doctor D. Joaquín
Vélez, enviar á Colombia á cuantos religiosos sean
necesarios para dar vida al proyecto y sostenerlo.
En una de sos últimas cartas escritas á Bogotá,
lo aprobaba y bendecía, y nos animaba á dar
principio á la grandiosa idf.a; el amigo y Padre
de los lazarinos, el Padre Miguel Unía, también
aprueba el proyecto, y lo cree realizable; el que
os habla tiene de sos superiores de Tarín todas
las facultades para consagrarse exclusivamente á

— 286 —
esta misión, y pasadas las fiestas de Nuestra Se­
ñora. del Carmen, estará enteramente á disposi­
ción del público; y si llega el caso, cumplirá su
iromesa, y comenzará su viaje á través de toda
a Kepiiblica, para pedir do pueblo en pueblo el
óbolo de la caridad colombiana. Si este fuera el
resultado de esta conferencia, antes de partir de­
searía hablaros otra vez, para dar mayor desarrollo
á estas ideas y responderá las dificultades que se
le puedan hacer. Mientras tanto, al publico inte­
ligente, ilustrado y caritativo de la capital yo
confío el proyecto; á todos, sin distinción ni
de opiniones religiosas ó políticas, yo lo recomien­
do eucarocidamonte; estudiadlo, discutidlo, re­
formadlo tambiÓD si lo juzgáis conveniente; lo que
importa á todos es ver el modo de llegar á una so­
lución satisfactoria y realizable. En particular lo
confío á vosotros los hombres de ciencia y de
letras á los señores módicos y publicistas; prohi­
jad esto ]>royecto, hacedlo vuestro, y que vuestra
opinión ilustrada llegue hasta los últimos confines
de la llepública, para llenar de esperanza el co­
razón de todos los enfermos, y de caridad y de
generosidad el corazón de todos los colombianos.
Mi última palabra debo ser para vosotras, be­
neméritas y virtuosas hermanas de la Sociedad
de Sau Lázaro. Dios os bendiga por todo el bien
que habéis hecho durante los cuatro años de exis­
tencia do vuestra querida Sociedad. Adelante C07iperscvcvancia; mucho habéis hecho ya, pero mu­
chísimo más (lueda por hacer aún ; ensanchad vues­
tra esfera do acción, aumentad vuestras filas; á
ellas debo entrar todo colombiano cuyo corazón
pali)ito de amor por la Religión y por la Patria.
Vuestra obra es obra de redención por excelencia;
no desmayéis por las dificultades que se presen­
ten ; recordad que toda obra grande y santa debe
llevar el sello divino, el sello de la contradicción
y de la lucha; una vez pasada por el crisol de las
pruebas entonces prospera y triunfa. Dios cier­
tamente os ha bendecido y os bendice, puesto
ae 08 ha bendecido y os bendice su Vicario en la
erra, el Sumo Pontífice León XIH.
La prueba la tenéis en ese tesoro de indulgen­
cias parciales y plenarias que os ha enviado el
año pasado. Sed todas entusiashis propagandistas
del proyecto que acabo de anunciar; y con vues­
tras fervorosas y constivntes oraciones* perfeccio­
nad la obra que se proyecta. Eu nombre de Dios,
en nombre do vuestros protegidos, los enfermos do
‘‘ Agua de Dios; ” en nombro de la Religión y
de la Patria os doy á todas las más sentidas gra­
cias. Y por todo lo que habéis hecho ya y por to­
do lo qne so puede hacer en el porvenir, toda la
gloria sea únicamente para Dios v la salvación
do las almas.
Ad mojorem Dei gloriam.
He dicho.

f

S

gran importancia para la reforma moral de aquella
importante capital, que á pesar de contar unas
200.000 almas, apenas si tiene 50 sacerdotes que
atiendan y remedien sus necesidades morales.
Por la carta que en el Boletín de Abril publi­
camos sobre esta casa, nuestros lectores habrán
podido ver el entusiasmo y las grandes muestras
de simpatía con que los humildes salesianos fueron
recibidos por la población. Y que este entusiasmo
y estas simpatías por la Obra de D. Bosco no
han disminuido, sino por el contrario aumentado
en mucho á medida que se la vá conociendo, nos
lo prueban los siguientes hechos por demás edi­
ficantes y dignos de imitación. Después de inau­
gurado solemnemente el Colegio el 10 de Febrero,
último, acto al que asistieron el 11'"“. Sr. Obispo,
el Sr. Gobernador del Estado, los jefes y oficia­
les de tropa, muchos cooperadores é innumerable
pueblo, se despertó una gran emulación entre los
soldados princi|talmente, para recabar recursos y
allanar el camino al nuevo Colegio, á fin de qne
más fácilmente progresara. Inició este importante
movimiento el 2“ batallón de infantería, cuyos
jefes y oficiales, al deber trasladarse de puesto,
decidieron regalar al Colegio los muebles, estan­
tes y libros de su bien surtida biblioteca; ense­
guida la compañía de Bomberos, siguiendo tan
buen ejemplo, abrió una suacrición, cuyos pro­
ductos fueron entregados al Sr. Director del Co­
legio, con gran aparato y solemnidad. A éstos
siguió el lá® batallón de infantería y á éste otros
y otros, de modo que todos los varios cuerpos
militares en dicha ciudad estacionados, rivalizaron
por sn generosa caridad para con los pobres niños
que se albergan en nuestro Colegio y que llegan
ya á más de 80. A nadie se le ocultará la im­
portancia moral de estos actos, pues ellos nos
indican el alto criterio moral y los nobles y hu­
manitarios sentimientos de aquellos valientes sol­
dados y el amigable consorcio en que viven con
el sacerdote católico, tan alejado por regla ge­
neral de los cuarteles, en estos tiempos de ftcfiifjica libertad. Pero no es esto todo; merced á
este entusiasmo y generosidad, el 15 del pasado
Agosto se pudo bendecir solemnemente y colocar
la primera piedra de las magníficas Escuelas de
Artes y OJicios, que se edifican para la industrial
intrucción de aquella juventud.
Nosotros, al mismo tiempo qne elevamos nues­
tros corazones agradecidos al Divino Corazón
por las bendiciones derramadas sobre nuestros
hermanos, no podemos menos de agradecer y
alabar como se merece la generosidad y nobles
sentimientos del limo. Sr. Obispo, del Sr. Gober­
nador, del clero, de los beneméritos Cooperadores
y de la tropa, y de exhortarles, no porque sn
celo y caridad lo necesiten, á continuar en la
obra emprendida para bien de todas las clases de
la sociedad.
V *'

P K R N A M R L T G O (B r a s il).
L ilM A (PeiAi).
Coleólo del S a ^ d o Coraidn de Jesús.

Escnelas de Artes y Oficios.

El Deífico Corazón de Jesús derrama á ojos
vistas sus gracias y copitvsas bendiciones sobre
este nuevo colegio, que á juzgar jmr sus rápidos
progresos, ha de llegar á ser una fundación de

Tomamos de X/a JRsvista Católica de Lima, lo
siguiente;
En la Cámara de Senadores han sido presentados
recientemente dos proyectos para el estableci­
miento de Escuelas de Artes y Oficios en los de-

— 287
partamentos de Piara y Ayacacho especialmente
y en los demás departamentos de la República,
debiéndose encargar á los FP. Salesianos la direc­
ción de ellas.
No paeden ser, á la verdad, más laudables se­
mejantes proyectos, que han pasado al estudio de
la respectiva. Comisión de Instrucción.
Serian indudablemente notables los beneficios
que la fundación de esas Escuelas en todos los
departamentos reportarían al país entero y muy
pamcularmente á las clases menesterosas.
JSl Comercio, en la edición de la tarde del 1.°
del corriente, dedica su columna editorial á este
asunto, y estamos de acuerdo con el decano de
la prensa limeña en qun no deben fundarse Es­
cuelas de pequeña imiiortancia, diseminadas en
lugares más ó menos ajuirentes, sino establecerse
centros de enseñanza verdnileramente práctica, do­
tados del personal idóneo y de los elementos y
recursos necesarios para corresponder á su objeto.
Creemos, pues, que el Congreso debería aprobar
los proyectos presentados por los Senadores de
Piara y de Ayacucho; que deberían crearse Es­
cuelas de Artes y Oficios en todos los departa­
mentos, y que su dirección debería encomendarse
á la solicitud de los PP. Salesianos, que en Eu­
ropa y América regentan, con notabilísimo acier­
to, establecimientos semejantes, que se encuentran
en el más ñoreciente estado.
El empeño con que los Salesianos dedican sus
esfuerzos á este género de labores, y la genero­
sidad y noble disinterés con que lo hacen, son
manifiestos y unánimemente reconocidos: en nues­
tra capital, en el establecimiento que corre á su
cargo^ los escasos sacerdotes Salesianos que en
él existen, han hecho en muy corto tiempo, imís,
mucho más de lo que podía esperarse, dados los
pocos recursos de que disponen , en pro de la
niñez pobre y desvalida. Tienen establecidos dis­
tintos talleres de zapatería, carpintería, e tc ., y
todos ellos ván progresando notoriamente día á día.
Es indudable, pues, á nuestro juicio, que á ellos
y solo á ellos conviene encomendar la dirección
de las Escuelas de Artes y Oficios, en el caso de
que el Congreso aprobase, como es de suponerse,
loa proyectos presentados sobre el particular.

de esta g ran isla. Será la m ás provechosa,
porque los indios teniendo esta comodidad,
nos dejarán á sus hijos p a ra educarles y saca­
rá n mucho provecho ellos mismos como m u ­
cho más sacará la Sociedad que se servirá
de ellos p a ra la esplotación de las riquezas
de esta Tierra.
Hemos dado priucipio á los trabajos de la
nu ev a población que se lev an tará sobre un
altiplano á la izquierda del Río y d istante unos
kilóm etros de su desem bocadura en la m ar, y
unos dos y medio del puerto « Torino, » lu g ar
el m ás aparente á nuestro juicio sea p ara
reunirse los indígenas, sea p ara la comodidad
del puerto.
Se trazó la plaza de m etros 100 x 100 y en
medio se colocó u n a cruz, el h a sta de la b a n ­
dera, y se trazaro n las calles de veinte me­
tros de ancho. E n la m anzana al oeste de
la plaza se levantó la Iglesia y á sus lados
los Colegios y escuelas p a ra los varones y
ninas.
E n las otras m anzanas se levantan las
casas p a ra vivienda de los indios, todas si­
m étricas, ocupando cada casa una superficie
de m etros 25 x 50 dando su frente á la calle de
modo que form an y a u n a verdadera pobla­
ción, lo qne atrae la adm iración de los sal­
vajes.
E stos ahora y a tienen lim itadas sus corre­
rías y son echados de los terrenos que los
particulares han arrentom ado enlos Gobiernos
de Chile ó de la A rgentina. No pueden, pues,
encontrar con facilidad los alimentos y se vén
obligados por el ham bre á q u ita r ovejas ó
caballos á los arrendadores, quieues sin m i­
ram iento alguno, alejan con las arm as á los
infelices indios.
E s, pues, urgente proveer la misión de anim ales p ara que p arte sirvan de alimento, y
p arte p ara los tra b a jo s ; todo ])ara la m anu­
tención y educación de los indios. Lo mejor
sería llevar ovejas que se desarrollím bien en
estos parajes y pueden d a r ocupación á los
indios que las g u ard arían y provecho con
su carne, lan a y quesos. A mi parecer no
hay otro medio m ^ adecuado que este p ara
civilizar á estos indios y al mismo tiempo
PUNTARENAS.
m ás económico; mas 4 cómo nos arreglarem os
con solo los recursos ordinarios t Los pocos
anim ales que se pueden llevar, desaparecen
M u y q u e r id o S e . D . R ú a :
enseguida por la concurrencia de tantos in ­
STOT de v u elta de la Misión de N . S ra. de dios á quienes debemos alim entar ])ara poder
la C andelaria situ ad a sobre el Río más atender á su instrucción relig io sa ; y conclui­
grande de la T ierra del Ruego y m ientrasdos los pocos recursos con que contamos, esos
me preparo á p a rtir p a ra Ita lia deseo a n ti­ infelices se vén obligados á alejarse p ara
ciparle algunas noticias de esta M isión, qne b ascar su sustento en parajes lejanos y no
paeden volver ta n pronto sea por la distancia,
prom ete ser la m ás g rande y provechosa.
D igo la m ás grande, porque situ ad a en el sea por la iucertidum bre de encontrar ali­
c e n ^ o de la T ie rra , es accesible fácilm ente m entos en n u e stra estación.
Como vé, querido D . R úa, con el desarrollo
p ara todos los indios que viven desde el
K orte h a s ta el E strecho de M agallanes y de la Misión deben crecer los medios de
p ara los que se estienden b a sta el Cabo personal y de recursos m ateriales adecuados.
S. Diego abarcando casi todos los habitantes P ronto estaré yo á su lado p ara tra ta r este

NOTICIAS DE NUESTROS MISIONEROS,

®

— 288 —
asunto; m ientras tan to le daré cuenta de mi dome siempre; « ¿ cómo estás ? » pues solo
viu^je.
estas palabras habían aprendido.
Salimos la noche del .’JO Marzo de PuiitareLlegamos á la nu ev a casa y allí corrieron
nas c(»n algún atraso por una avería que un las mujeres á ver el m aravilloso espectáculo
buque hizo ú nuestro Vapor mientijw se d i­ que según ellas, les ofrecía la v ista de las
rig ía A cargar carbón; A las tres do la tarde H erm anas, j Con qué gusto vinieron las n i­
del 31, llegamos A la desem bocadura del E s tre ­ ñas ! y í cou qué contento veían las H erm anas
cho, y fomleamos p a ra esperar tiempo bnejio el nuevo campo de sus tra b a jo s !
A ílu <le poder hacer la travesía hasta la eui
Dejo á un lado la sorpresa de los hombres
bocadura del Kío G rande. P o r la noche se y de los niuos al oir ca n ta r y v er coser y
desencadenó un fuerte viento que no nos lay ar A las H erm anas y solo diré que yo en
perjudico en nada por encontrarnos ancla­ lui interior lloraba de consuelo eu ver el fu ­
dos, pues si nos hubiera cogido en a lta m ar, turo desarrollo do la Misión, el sueño dorado
nos hab ría lieclio sufrir mucho, sobre todo (le Don Bosco y nuestras esperanzas reali­
A las H erm anas (]ue iban ú encargarse d é la zadas.
A l d ía siguiente cou el niño Pedro salí á
Misión, Salimos, pues, por la tarde para llegar
la n,adrugada del día primero A la embo­ buscar á una tribu de indios que creía muy
cadura del Itío, mas el tiempo que nos p a ­ lejos, pero la encontré de camino hacia nues­
recía se había calm ado en el momento de tra Misión, donde esperaban encontrar al­
la s a lid a , después de tres lloras <le n a v e ­ gunos recursos p ara poder v ivir y amparo
gación empezó A nublarse y agitarse la m ar contra los malos indios y pobres y desgra­
de modo (pie tuvim os que alejarnos de la ciados cristianos. Me decían que los hlancos
tie rra y tom ar la a lta m ar, como á las diez habían m atado á dos A balazos y que ellos
de la noche, y continuó todo el día azotán­ se habían podido escapar. ¡ C uanta pobreza,
donos cou m ar gruesa que si no ponía eii cuanta desnudez y m ise ria ! Con tan to frío
peligro al Vajmr, nos incom odaba mucho, (5 grados centígrados bajo cero) la mayor
eu p articular á las H erm anas. B ástam e de­ p arte no tenía con que cubrirse. Llegamos
cirle que el día iirimero de abril, marineros cer(;a de dos casas, levantaron u u a especie
y fogoneros so m arearon mucho y en todo de rancho, y después se acercaron á n u estra
el illa no se pudo hacer la comida viéndouos casa p ara ver y saludar á los recién llegados.
No les perm ití que vieran á las Herm anas
en la necesidad de couier solam ente galleta.
Como á la m edia noche calmó un poco el en aquel estado; les distribuim os m antas
tiempo y imdimos dirigirnos en busca de p a ra cubrir su desnudez y les lavamos y
tierra pues tanto nos habíam os alejado, que después los enviamos á sus ranchos, donde
no la veíamos más. A las ocho empezamos les dejamos p ara salir.
Tranquilizaos, queridos indios, yo iré á
A divisar las a ltu ras de las m ontañas y á las
imove el Cabo Sunday que so h a lla al N orte Ita lia y haré ver vuestro estado y ías mise­
rias que sufrís, si es que me prometéis ser
(le la em bocadura del Itío.
buenos, y espero que el corazón de mis S u ­
A las diez llegamos frente al Kío y espe­ periores se m overá á darm e personal, y el
ramos una hora á que subiera la m area, pues do los cooperadores nos proporcionará los
solo en tiempo de pleam ar se puede e n tra r en recursos uec'.esarios p ara vu estra salvación.
el. A las doce en punto fondeamos en el
Querido D . B úa, espéreme pronto cou
« T uerto Torillo >.
mucho personal listo y recursos que serán
Ya los H erm anos F errando y Bergeso ha- la salvación de la Tierra del Fuego, y ben­
bíau avistado el Vapor y se preparaban
dígam e cou todos los herm anos.
bajar á la playa con los carros p ara la des­
J o sé F a g na n o
carga. A l llegar nosotros bajó la m area y
Fre/ccto A 2)OStóUco.
ei Vapor se encontró oomplotaiueiito eu seco,
sobre la arena. Nos esperaba J). Beauvoir,
P im tarouas 19 de M ayo de 1895.
que nos abrazó cou mucha alegría, pues
hacía tiempo que nos esp((raba; los herm a­
nos Bergeso y l'^orrando so alegraron tam bién
mucho de vernos, de saber iu>ticias de los
superiores y de la llegada de las H erm anas ,
lo (jue indicaba el principio de la verdadera
misión, pues así se in stru iría y se educa­
a r i a a f i c u c l e p p o n i o «V s u s d e ­
ría mejor las numeres y á las niñas. A l b a­
jarn o s nos rodearon los indios que se admi­ v o t o s . — líe c u rrí á la Sma. V irgen A u x i­
raban mucho do las H erm anas, de su vestido liadora p ara alcanzar por su intercesión u n a
y de las afables m aneras cou que les tratab an señalada gracia y habiéndola obtenido sin
y m ieiilras A pie salvábam os la distancia (leí dilación, quiero hacer público mí agradeci­
Puerto á las C asas, algunos se acercaban á m iento, según lo prom etí.
G u a d a lu pe E . d e P e ñ a
mí riéndose á carcajadas y saltando de con­
tento, golpeándome el hombro y p reg u n tán ­
S itíalo» iN r^ico) 5 d e A g o sto de

GRACIAS DE MARIA AUXILIADORA.

— 3S9 —

S r . D ir e c t o r d e l Boletín Salesiano.
Suplico á V. se sirva in sertar un g ran
favor obtenido de M aría A u x ilia d o ra ; y es
que encontrándom e b astan te enferm a de una
ulceración en la g a rg a n ta y boca acudí á la
Sma. V irgen y habiendo alcanzado el alivio
doy gracias á M aría A uxiliadora por ta n
señalado beneficio.
Una Cooj^cradora.
M éjico, 15 do A g o sto 160S.

R d o . Sr. D . K a f a e l M . P i f e r n i , P b ro .

M i Ammlisimo Padre:
Tuve u n a enferm edad por más de cuatro
años, sin que m edicina alguna pudiera cal­
m ar mi dolor. Llegó á mis manos la estam pa
y novena de M aría A uxiliadora y al term i­
nar la novena se presentó u n doctor sin que
fuese llam ado, tomé la m edicina que me or­
denó, invocando y poniéndome bajo el am ­
paro de M aría, |Oli m arav illa: la gracia fué
patente, pues en el acto desapareció el dolor.
E n prueba de mi g ra titu d á ta n prodigiosa
Señora prometo ser su fiel devota.
F r a n c is c a D ía z

de

R. I. P . A.

R a m ír e z

O rie a b a (M éjico), 1 d e S e tie m b re do 1895.

Boletín Salesiano.
Muy Sr. mío:
Im presionada por las relaciones de las
mercedes que la Sma. V irg e n , bajo la a d ­
vocación de M aría A uxiliadora, concede á
todos los que con fe la invocan, le pedí a r ­
dientem ente me alcanzara la gracia de poder
criar el tercero de mis hijos, pues había te ­
nido el dolor de no poderlo hacer con los
anteriores y de perder uno de ellos.
E ste ta n señalado favor mo h a sido conce­
dido, no obstante mi débil y enferm iza cons­
titución, por lo que con la mayor g ratitu d
cumplo con la prom esa de publicar en el
Boletín Salesiano este singularísim o favor.
De Y . a te n ta y S. S.
M a n u e l a L. d e D o m ín g u e z .
Sr . D i r e c t o r

de breve pero fulminante ataque de apoplegía,
recibidos con gran fervor los Santos Sacramentos.
Había nacido en Gandía, y contaba sesenta y
siete años de edad. Fué Canónigo por oposición
en Tortosa, donde se dió á conocer por su elo­
cuencia verdaderamente maravillosa, do quo ha
dado repetidas nuestras en las ocasiones más so­
lemnes, especialmente en los Congresos Católicos
y en el Eucarístico de Valencia.
Fnó obispo do Oviedo, dejando allí como mo­
numento do su actividad las grandiosas obras de
la célebre Colegiata do Covauonga , más tarde,
Arzobispo do Valladolid y finalmente do Sevilla,
durante cuyo pontificado recibió el Capelo Car­
denalicio.
Los Salesianos do Sevilla han perdido en él un
verdadero padre y un gran protector, pues como
á hijos les trataba y protegía y ayundaba con so
poderosa influencia. Su recuerdo y agradecimiento
será en ellos perenne.
La historia contará al difunto Cardenal de Se­
villa como una de las glorias más legítimas do la
Iglesia española en el presente siglo.
j Descanse en paz el sabio y virtuoso Purpurado !
No ie olviden en sus oraciones nuestros bene­
méritos Cooperadores, de enya Pía Asociación
formaba pas’te el difunto Cardenal.

BIBLIOGRAFIA.

del

M éjico, 18 d e S e tie m b re d e 1895.

NECROLOGIA.
St
Eomio. Cardenal Sanz y Forés.
La Religión, la Patria y la ciencia lloran de con­
suno una nueva é irreparable pérdida en la j>ersona del Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Sevilla,
Dr. D. Benito Sauz y Forés, que folleció el 1 del
pasado Noviembre, en Madrid, en el colegio de
las Hermanas Carmelitas de la Caridad, después

LECTURAS CATOLICAS.
Xo h n y cí)*a iiiéa «itll r'*ui promover
C tiitluiiiiir la piedad cu el miclil» uuiiiu
tan I.eotnr.1. CatAIloai. — P i ó I X .

E s u n hecho p alm ario q u e hom bres perversos proonrnu con emneflo desm oralizar á los pueblos (í llu do
conseguir los inicnos in te n to s q u e persiguen. E n tro
los m edios de que a l efecto se v alen , uno do los nuís
poderosos es la ilífusión de im ágenes y lib ro s d etes­
ta b le s y frecn en tem en te co n trario s á los dogm as do
n u e stra S a n ta R eligión. No siem pre esto se m anifiesta
sin embozo, sino q u e encu b ierto con s u til hipocresía
se a d o rn a con e stilo am eno y florido, y b ajo p retex to
de tra ta rs e arg u m en to s in te re sa n te s y ag rad ab les pa­
sa n de m ano en m ano produciendo, con el veneno
que e n c ie rra n , los m ás funestos resu ltad o s. Y no
o cu rre esto ta n solo en la s cindades populosas, sino
au n en v illa s y ald e a s a p a rta d a s, donde la a n tig u a
y piad o sa costum bre de lecto ras d e H isto ria S agrada
6 de otros lib ro s recom endables es a h o ra s u s titu id a
por le c tu ra s inm oralea y corrosivas.
, _
Con el fin, pues, de c o n tra rre s ta r ta n perniciosos
efectos, los S alesianos de S a rriá (B arcelona) dieron
com ienzo á Loa Lacturat CatóUcaa que e stá n p a ra en­
tr a r e n e l te rc e r aOo de su vida. Con e sta ocasión
nosotros encarecidam ente se la s recom endam os á todos
n u estro s lectores, á fin d e que la s p rotqjan, la s d i­
fu n d a n , la s p ro p ag u en e n tre su s deudos y conocidos,
pnes la m o d ic id a a d e l precio , la v a rie d a d d e sus pu­
blicaciones, y sobre to d o el bien g ran d e que pueden
p ro d u c ir p o r la p ro fu n d id a d y b o n d M de sos d o c tri­
n as, la s h acen d ig n as de n u e stra consideración, estim a
y d eíddida p roteción. Si el d a r u n vaso de a g a a á n n
pobre sediento p o r am or de Je su cristo , nos m erece u n a
corona de g lo ria en el cielo. ¿ qné prem io e sta rá re ­
servado a l qne p ro teje, d ifu n d e y p ro p ag a e sta clase
de p u blicaciones, que ta n to b ie n p a ra la v id a eteriia
pneden p ro d u c ir yendo á m anos de ta n to s d e e g ra c i^
dos á quien es a p a g a rá la sed de la v e rd a d de su s al-

— 290 —
ino 8, á rjiiien^H Horiin luj’. »}i tniH tin ie b la s, au g el sa l­
v ador o i i h i i s (luHuainiiiudOB pasos? V arios son, es verdad,
las piiblioauiones que de a n a ú o tra m anera so dediuan
á este objeto, pero arta cuando l’iiorau inuclias más y su
difiisldn ex tra o rd in a ria , no b a sta ría n á c o n tra rre star la s
innum erables corrien tes <le perversidn de nuestro siglo.
P re ste m o s, pues, n u e stro d ecidido 6 in condicional
apoyo á e sta o b ra qiio si bien en m ínim a parto, se
nropoue co n trib u ir á la reform o de n u estras costum ­
bres y (í ap resu ra r el dcU nitivo y absoluto reinado
de N. 8 . Jesu cristo sobre n u estra sociedad.
CONDICIONICS D E SU SCRIPCIÓ N.

p a rte , e stab lecid a en B arcelona, h a p u b licad o ya va­
rio s tomos, de pequeñas nov elas de san a y m o ral te n ­
d en cia . L as recom endam os á n u estro s lectores.

T am bién hem os recib id o é ig u alm en te agradecem os,
n n qfem plar de Ja notable coiS'erencia que sobre las
E nseñam os que se despenden de las fiestas de Roma,
(20 de Sbre.), d ió el Sr. D. Jo sé Ildefonso G atell, P b ro .|
en la sesión celeb rad a el prim er dom ingo de O ctubre,
p o r la Obra de Buenas Lecturas. A provecham os esta
pro p icia ocasión p a ro d a r á conocer esta excelente
O bra, cuyo fin no es otro que c o n tra rre sta r los pernioiosos efectos <le la s m alas lectu ras, por m edio de
la difusión, gen eralm en te g ra tu ita , ó casi g ra tu ita ,
de hojas, opúscolos y publicacio n es de sanos y proba­
dos p rin cip io s. P a tro c in a ta m b ié n v a ria s in tere sa n te s
re v ista s cató licas, y m ensualm ente p u b lic a u n Boletín
y repertorio de buenas lecturas, que so re p a rte e n tre los
asociados y e n tre los que se susoeibau a la O bra desde
0,50p ts . e n a d e la u te ; ououta de los tra b a jo se n é l se les dá
realizados. Sieudo ta n ta su p rá c tic a im p o rtan cia y ta n
g ran d es loa servioios que p re sta á la relig ió n y á la
m oral,se la recom endam os á n u estro s caros lectores.

1.* E l flu de bis f^ecturaa Católicas es d ifu n d ir lib ro s
sanos, do carácter in s tru c tiv o , de am enidad 6 de h is­
to ria, basados siem pre en la s onseOanzas de n u e stra
S a n ta R eligión.
2.“ C ada mes sa ld rá u n tomo de 100 á 120 pág in as
aproxim adam ente.
8.* E l precio an tic ip a d o do la suscrip ció n es:
h sn an a, u n ano, 2’50 p ts. E x tra n je ro y U ltra m a r
:i’50 pesetas.
4.'' Se a d m itirá n suscripciones por ano ó p o r se­
mestres anticipado s, á ])n rtir de I." de enero ó de l.°
d® ju lio , en lib ra n z a s do Gli'o-M utuo, en le tra s de
fácil cobro, ó sellos de correo, siem pre que estos se
Copiam os de la Revista Popula''' de B arcelona y h a ­
rem itan en c a rta certitlcnda.
cemos n u e stra s su s p a la b ra s: « Poco será cn an to aq u í
6 .* P or cada diez suscripciones hechas a l contado
digam os en ala b a n z a d e l núm ero e x trao rd in ario , que
se en tre g a rá iiu clom plar más.
la V irgen d el P ila r h a n dedicado con m otivo de sn
6. “ C ada abonado re c ib irá u n ejem plar del « H om breáfiesta,
nuestros com pañeros, del excelente Sem anario
uo
» A (U'l « Ciil^udivrlo anieuO|» que se x o p artlrá
que
con este títn lo (E l P ila r) se p u b lic a en Z aragoza.
con el nitmoro de Diciem bre.
M ucha y b u en a prosa, m uchos y buenos versos, m u­
7.
“ Con el o bjeto do p ro cu rar m ayores v e n ta ja s áchos y buenísim os g rab ad o s , form an este núm ero de
los señores S acerdotes que nos presten su apoyo cons­
cin cu en ta páginas, que, re s u lta m ás b ien u n lib ro que
titu y e n d o oentros de siiscripoioiies de 50 ejem plares
u n periódico. A ragón y la V irg en P a tro n a suya, p a l­
p o ra a rrib a , les ofrecemos la susoripoión iior solo 2
p ita n en todo él, sin n o ta a lg u n a m u n d a n a l que se
pte. al ano, y el envío franco de portes p a ra los p u n to s
destaq u e y d isnene d e l cuadro, h o y que ta n de moda
donde h a y a ferrocarril ó correo.
es, a ú n en tra b a jo s de e sta clase, el miscei'e saoraprofanis. E s u n hom enaje eu todo digno de la R ein a de
los cielos y de su fidelísim o rein o de A ragón. G ran
®j®n^>lo h a d ad o á todos los de la s dem ás ciudades
■Recibimos, y agradecem os, nii ejem plar de la nove­
de_ E sp a ñ a a q u e l p u ñ ad o de valerosos católicos, á
n t a /iu _/írmrt del oauqiierOfAe la e scrito ra c ató lica A u­ quien es enviam os cariñoso aplauso y p a rab ién . Los
rora Tiista, regalo que la Retiísía P o p u lar de B arcelona
que deseen a d q u irir e sta b ellísim a colección lite r a r ia
h a hecho á sus snscritores.
y a rtís tic a , la h a lla rá n en la A dm inistración de la
So vende á ciucuoiita céntim os cad a ejem plar eu rú s­ Revista Popular, tin o , 5 , ó b ie n en la de E l P ila r,
tic o , y á una peseta en to la y p lan ch a dorada.
8 . P ab lo , 49 p ra l. Z aragoza, a l precio de 60 cénts. de
L a Siblioteca del Hogar, de que este lib rito form a
pesota y 65 p o r correo.»
lllllll

III

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 N 1 11 11 1 1 i 1 11111 { 1 1 1 1 1 1 1 1 1 i 11111 1 1

IIS T Z D Z C E

JLN O

Enero.
Avisos Im p o rta n te s.............................................
C arta del Sao. M iguel R ú a á los Coopera..............................
ílores y C ooperadoras
Rouia. — E l M isionero Don T om atis á los
piés del S anto P a d r e ...................................

Febrero.
pdg,

\

»

3

»

7

España. — Santander. Fiesta de Santa Ce­
cilia. — Gerona. — Sevilla. Inauguración
do una banda instrumental. — Málaga.
Nueva AuulaoióuSalesiaua..........................
L a O bra de D. Hosco cu .\m érica: — E cu a­
dor. i Qué son los Tnllere.s S alcsiauos y
cuanto ac g asta eu ellos? (C onclusión) .
N oticias de los M isioneros do D. Bosoo: —
P a ta g o u ia M eridional; E cuador. Im p lan ­
tació n d efin itiv a de la M isión de G uala-

,

• • .............................................

S an tiag o de C hile. — S im p ática fiesta: —
A c t u a l i d a d ............................................................
N oticias V a r i a s ........................................................

1 S 0 5 .

» 9
»

11

> u
» oj
> 04

D olorosa n u e v a ....................................................p¿g
U n a flor sobre la tu m b a de D . Bosoo .
¡ P obres n i ñ o s ! ...................................................
P e lig ro s que tra e u consigo la s m alas le c tu ­
ra s .......................................................................
E spaña. S arriá-B arcelona. Velada. Diaonrao
de D. M anuel M.* P ascu al. — Snutoíirfflr.
A los católicos san tan d eriu o s. E u el O ra­
to rio do Don B o s c o ....................................
P o rtu g a l. L os S alesianos en B rag a . .
A m érica,
Solem ne in an g u ia c ió n de
lo s nuevos ta lle re s en la c a p ita l. — San­
tia g o do C hile. L a esonela a e a g ric n ltu ra
de ^ [e lip illa . — O tra s n o tic ia s . . . .
N o ticias de los M isioneros de Don Bosco.
T ie rra d e l fuego. M isión de n n e e tra Señora
de la C an d elaria — Paroffuay. M onseñor
L u is L asagua en la c a p ita l de la ■República
d e l P a r a g u a y ...................................................
G racias de M aría A u x i l i a d o r a .....................
N o ticias y V ariedades . . . . . . . .

25
26
26
2S

30
38

34

37
44
45

_ 291 _
N e c r o lo g í a ........................................................
B ib lio g ra fía ........................................................

pdg. 47
» 48

Marzo.
PrimerCoBgreao deC ooperadores Salesianos.
Su im portancia y ©1 por qué — Bolonia
— Dios lo quiere — J u n ta de Sras. Coope*
ladoras — B o letín Saleaiano —A dhesiones
— C ircular á los Sres. O bispos Ita lia n o s
—Exposición — C oncurso — C iro n lar de la
Ju n ta Prom otora — A visos — In v itació n
El ideal del O brero ( p o e s ía ) .........................
Don Camilo O r tú z a r .........................................
España. Sevilla. F ie s ta de los n iñ o s SaleBianos. — Málaga. — Utrera. F ie s ta de
SanFranoisco de S a l e s .................... .... •
La Obra de D on Bosco ©n ©1 E x tra n je ro .
Italia. — F r a n c i a ...................................., •
América. Santiago de Chile. E scu ela p ráctica
de a g ric u ltu ra en M elip illa (C o n tin u a­
ción) Venezuela. Los Salesianos e n C aracas
y V alencia. — Otras n o tic ia s .....................
Noticias de n u estro s M isioneros. Uruguay.
La p rim era carav an a p a ra la M isión del
Matto Grosso. —Ecuodor. V icariato d eM én dez y G ualaquiza. lin a ex cursión a l Sur
de G ualaquiza. Incendio. L a M isión de
G ualaquiza. — Patagonia. T res meses de
Misión en la C ordillera. — D oscientos se­
senta y tre s nuevos C ristianos . . . .
Gracias de M aría A u x i l i a d o r a .....................
B ib lio g r a f ía ........................................................

Junio.
59

Abril.
Primer C o i^ e s o In tern acio n a l de Coope­
radores y C ooperadoras Salesianos. E n vís­
peras d el Congreso — ¿Qué será el Con­
greso S alesianof — U ltim as n o ticias —
P ro g ra m a ..............................................................
La obra de D on Bosco y el Socialism o
Una P a la b ra á la J u v e n t u d ..........................
España. F ie sta de S an Francisco de Sales.
6’eriZía. E l Emm o. Sr. C ard en al Sauz y
Forés y los Salesianos. — R ialp — Ma­
laga — Gerona. — S a n ta n d e r ....................
La O bra de D on Bosco en e l K x trap jero .
/taita ...................................................................
América. B rasil. — Méjico. Los h ijo s de Don
Bosco en Petnarabuco. — Otras noticias
Noticias de n u estro s M isioneros. Ecuador.
V icariato de M éndez y G ualaquiza. —
Gualaquiza. G uerra d e los J íb a ro s —L a
. viruela — In cen d io de la Casa y T alleres
de la M isión. — Í?ro«ii. Los M isioneros
Salesianos en el E sta d o de M atto Grosso
— E stad o d e l M atto Grosso — H a b ita n te s
de M atto Grosso — Heligión de los sal­
vajes — Su ferocidad — D ificultades p ara
el Misionero. — P a sto ra l de su lim a . C ar­
los L uis d ’Amour, O bispo de C nyabá. —
C arta de s u E xcelencia R everendísim a
Mons. L u is L a sag n a en su p rim e r v iaje
al M atto Grosso
.........................................
V a r i e d a d ..............................................................
B ib lio g r a f ía ........................................................
C oopen^oies S alesianos diftm tos . . . .

P rim e r Congreso In te rn a c io n a l de Cooperaradores Salesianos . . . •
E sp añ a y e l C ongreso . . .
E l Emm o. C ard en al D om ingo bvaropa, Ar
zobispo de B o l o n i a ...............................
C rónica del Congreso • • • • • * •
A cadem ia en obsequio á los C ongresistas
G randiosa pereg rin ació n á la V irg en de San
L u c a s .............................................. ..... ■. •
P id am o s a l C orazón de Je sú s p o r la c ris­
tia n a educación de lo s niños
F ie s ta de M aría A ux iliad o ra
E sp a ñ a . M álaga. — B ar<^lona .
N o ticias de n u estro s M isioneros, Ecos de
la P a ta g o n ia
G racias de M aría A uxiliadora
P e n s a m i e n t o s ...............................

121

122

123
123
137
137
1.38
138
139

Julio.
P rim e r Congreso In tern a c io n a l de Coiiporadores Salesianos. — Carta á su Santidad
— Respuesta de León X l l l . Nueva prueba de
henerolencia del Papa . . . • . • • •
Cousacración episcopal del lim o. Sr. Costa-

88
96
96
96

Mayo.
Mea d e M a r í a ..........................•
Prácticas en h o n o r de la Sma. V irgen
Misericor<Ua d i v i n a ....................................
P rim er Congreeo In tern acio n a l Salesiano
Viaje de D on R úa a l M ediodía d e F ra n
cia y á la P a l e s t i n a ....................................
España. Santander. E l carn a v a l en el Ora­
torio de D on Bosco. — Málaga. U n a c a rta .
R otas agenas e n favor d e los n iñ o s desam­
parados. L a in fan cia aban d o n ad a. — L a
Ooruña. L os ta lle re s salesianos — Gerona.

A m érica. Santiago de Chile. E scuela p rá c tic a
de a g ric u ltu ra en M elipilla (continuación).
— Bogotá. O ratorio festivo. — Otras noU~
pág. 104
d a s ...............................b * -7
X o ticias de n u estro s M isioneros. B rastl,
C a rta de su E xcelenoiaR evm a. Mons. L uis
L asag n a, en su p rim er v ia je al M atto G tm so (continuación). — T ierra del Fuego. E l
v aporcillo p a ra la M isión de la C andelaria.
P rim e ra v is ita de Mons. F agnano á la Mi­
sión de la C andelaria. Consuelos y penas.
D e salv ajes convertidos on a rtis ta s . .
G racias de M aría A u x i l i a d o r a ....................
N o ticias V V a r ie d a d e s ........................ • • •
H isto ria (leí O rato rio de San Ira n e is e o de
118
Sales ..................................................................
120
B i b l i o g r a f í a .................... ,.u \ ......................
130
C ooperadores Salesianos d ifu n to s . . . •

lim o . Sr. D. S an tia g o C ostam agua, Obispo
titular de Colonia, en la Jrm enia. y Vicario
^ipoitólico de 3féndes y G ualaquiza, en el
F ia d o r .............................................................
D on R ú a en P a l e s t i n a ....................................
E spaña. Málaga. C onferencia S alesiana. —
P’ie sta de M aría A u x iliad o ra. Málaga. —
R ia l p ...................................................................
A m érica. Santiago de Chile. E scuela p ráctica
d e a g ric o ltu ra en M elip illa (contíiinacióu).
__Bogotá. L a C ongregación S alesiana y el
O ratorio festivo de L eón X III . . . .
N o ticias de nuestros M iaionerM . Misiones
Salesianasde la Patagonia. M íb ío d c s . T ierra
d e l Fuego. C h n b ú t. R ío Negro. — B riu il.
C a rta de S u E x celen cia R everendísim a
lim o . Sr. L u is L asagna, en sn p rim er viaje
a l M atto Grosso (co n tin u ació n ) . . . .
G racias d e M aría A u x i l i a d o r a .....................
N ecrología. D on A ntonio S ala, P b ro
. .
N o ticias y V aried ad es
C ooperadores Salesianos d ifu n to s . . . .

152

155

Agosto.
97
99
99

100

L a A sunción d e N n estra Señora . . . .
£ ] lim o . Sr. C ostam agua á los piée d el Santo

109

P a d r e .....................................

Im presiones de v ia je . T a rín (I ta lia ) . . .
E sp añ a, M álaga. Í7« pasea. Párrafos notables
101
— m a lp . — S e v illa . — Solemn(sinu>$ cultos
en honor de M aría Auxiliadora . . . .
A m érica. S an tiag o d e C h ile. Escuela prác­
tica de A grietu iu ra en MeUpilla (conclu­
sión). — V illa de C ura {Venezuela). Fiesta
» 101

172

— 292 —
üe María Auriliadora. — Coiicfijitióii(C/u7e).
Talleres SaleManos............................................
NotUiiiiH do iiiieHtroH MiHloneroH. l i l ramarujo en la Tala</t>nia ó el culto público al
Espirito bueno y el culto privado al espíritu
malo y su terminación, (Uolncdon do Mona.
C'aKli«ro). — H nw il. Carla de
Excelencia
Itcvercndlsima limo. ftr. ÍAtis Lataqna, en
su primer viajo al Matto Gi'osso (C oncluaidn)..................................................
G iaclaa do M aría A u x i l i a d o r a ....................
Koofl dol Prim or Oonffrpao Iiito n iació n al
.Saloaiano.............................................................
NoticiaH y V a r io d iid o s ....................................
Ilia lo ria dol O ratorio do San Frunciaco do
Saloa
.............................................................
B i b l i o g r a f í a ........................................................

pag. 17fi

Noviembre.

179
185
186
188
189
192

Setiembre.
I m p o r t a i i í o ........................................................
01>ra do M aría A uxiliadora jiiini Ibniontar
laa VíM'acinnos al P a tu d o Ki-lPHiiíBtiro
L a iiiA titm 'idii sali’sian a de D. Bosco . .
U n criatiau o oonio b a de ser y so n ecesita
CongTí'So Oatrtlieo do L i s b o a .....................
L a O bra de D. Bosoo en I t a l i a .....................
n sp a n a . deroua. G rni\ia S alesiuna de San
Isidro — Sevilla. Solomnfsiuios cu lto s en
honor de M aría A uxiliadora, (conclusión)
Atuórioa Lima (P erú). — Hnyotd (Colomb-al.
V iotorias do M aría Auxiliad»)ra. — Mójico.
O ratorios f e s tiv « i s .........................................
N oticias do N uestros Misioneros. Ecuador.
Ocho meses on ol Vi<-ariato do M éndez y
nualafiuizn. — P I C am arujo en la P atagoniik ó ol culto público a l E sp íritu bueno y
el cu lto priv ad o al e sp íritu malo,' y su te r­
m inación (co n clu sió n ).— O tras noticias.
G racias de M aría A u x i l i a d o r a ....................
N o tii'ias y V a r i e d a d e s ....................................
B l b l i o g r a f t a ........................................................

193

Los Congresos C atólicos . ............................... pag. 241
P r e p a r é m o n o s .......................................................
»• 242
L a E speranza. (C a rta de u n a m adre reco­
m endando jí su hijo elm ejo ra m ie n to d iario ).
» 243
C arid ad p a ra con la s alm as d e l P u rg a to rio
» 244
Mons. F ag n an o a n te el P a d re S anto
. .
» 245
Ecos del P rim er Congreso lu te ru a e io n a l Sal e s i a n o .................................................................
» 246
L a O b ra de Ilitn Hosco en el e x tran jero .
Ita lia . — P o r t u g a l .............................................
» 218
E sp añ a. Gerona. Do g ra to recuerdo . . .
» 251
A m érica. Buenos Aires. E scu ela do A rtos y
Oficios. O rato rio festiv o d o S a n ta C atalin a.
— Lim a (P erú). D iscursodel E xm o. Sr. DelegadoA postólico Mons. M acchi, en el Acto
literario-dram iítico-m usical celebrado en su
ho n o r en los T alleres S alesian o s.— Bogotá
(C olom bia). U n nuevo g ran L az a re to N a­
cional. C onferencia d e l R do P . salesiano
E vasio R a b a g lia ti. — B rasil. — Fringles
(Río N e g r o ) ....................................................
>252
N oticias d e n u estro s M isioneros. Uruguay.
D os C a rta s d e l lim o . Sr. D. L u is Lasagpia.
I . Los m isioneros salesianos benem éritos
d é la s ciencias n a tu ra le s y d é la a g ric u ltu ra .
II. Los m isioneros salesianos benem éritos
d é la m eteorología. — Chubút. Seis conver­
siones d el P ro te sta n tism o y o tras cinco en
v ista . Serénase el h o r i z o n t e .....................
* 258
G racias de M aría A u x i l i a d o r a .....................
» 262
N oticias y V a r i e d a d e s ....................................
» 264
H isto ria del O rato rio do Snu F rancisco de
S a l e s ..................................................................
> 265
B i b l i o g r a f í a ........................................................
>267
I m p o r t a n t e ........................................................
» 268
Cooderadores Salesianos difuut»)s . . . .
>268

Diciembre.
Octubre.
L as OrAoionos .T a c n la to r ia a .........................
E l Rosario en f a m i l i a ....................................
E ficacia d el S an to R osario. Una conversión
e x t r a o r d i n a r i a ..............................................
L eón X III, 1.» R oina y olE jé rc ito E spañol.
Eco.s dcl P rim er Congreso In te rn a c io n a l
S a l e s i a n o ........................................................
E spaña. Sevilla. R eparto de prem ios en el
In s titu to Salesiano — Surruí (B arcelona).
TiO cavidad es in d u s tr i o s a .........................
A m érica. Santiujo do Chile. O ratorio festivo
« D<m Hosco ». — íinirt (P erú). T alleres
Salesiano.s. — Bogotd (C olom bia ) .4 Porqué
s e n tí — Otras H o t i c i a s ...............................
N oticias de uucatro.s Miaioneros. TiefTrt del
Fuego. Dos ad m ira b le s conversiones. — M i'
«iÓH (lela isla Dairsón. — P(iíuj;oNi(i. E n
favor de la S an ta Infancia. — Ecuador. Fiearíato de Mandes u Guataquiza. L a fiestad e
la Sham a en tro li»s J ib a ro s . . . . .
G racias de M aría A u x i l i a d o r a ....................
N oticias y V a r i e i l a d e s ....................................
N e c ro lo g ía .............................................................

»
>

216
220

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226

221

F e l i c i t a c i ó n ........................................................
D olorosísim a p é r d i d a .........................................
S a lid a de lo.s M isioneros Salesiano.s . . .
M aría os lle n a de g r a c i a ...............................
E l X III Congreso C atólico Ita lia n o y la Fia
Sociedad S n le s ia n a .........................................
V ia je de n u estro s M isioneros. De T n rín jí
Barcelona. — De B arcelona jí la s Isla s dol
Cabo V e r d e ....................................................
I<a O bra de D. Bosco en el E x tra n je ro . I ta lia
E sp añ a. Málaga. F ie sta do San E n riq u e y
re p a rtic ió n de p r e m i o s ...............................
A m érica. Talca (C h ile). L a 'lie a ta d e la Asunción de M aría Sma. y el an iv ersario del
am ado D. Bosco. — Bogotá (C olom bia).
C onferencia d o l R. P. R a b a g lia ti (C onclu­
sión). — Fernamhuco (B rasil). Colegio d el
S agrado C orazón de Je sú s. — Lim a (Peni)
E scuelas de A rtes y O f i c i o s .....................
N o ticias do n u estro s M isioneros. Funtare-

N U S .....................................................

»
»
>
»

231
235
238
340

G racias de M aría A u x i l i a d o r a .....................
N ecrología. Em m o. C ardenal Sanz y F orés.
B i b l i o g r a f í a ........................................................
In d ico d e l año 1895.............................................

Con aprobación de la Autoridad KclcsiAstica - Gerente JOSÉ GAMBIXO.-Turfn, 1895 - Tipografía Salesiana.

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(JOLECfilON DE CLASICOS LATINOS
CORREGIDOS Y ANOTADOS

Cesare C. G. Commentariorum de Bello civíU líber I
etIL Edidit J. B. Prancesia sac. doct.
O 25
— Commentatorlum de Bello Gallico líber I et
H ....................................................>
O 20
— De Bello Gallico líber III, IV etV . » O 25
Cicerone M. T. Cato Major, seu de senectate et
de Sonraio Scipionis............................ » O 20
— Epistolarum selectamm líber primas cum notis.
Ed. 5 * ............................................ »
O 20
— Epistolarum seltíctarnmlíber II, cum notis — Ed.
4V . . ■................................•
. » O 20
Cicerone M. T. — InilarcumAutoníumphüíppica
II. Recensuit, adnotationibus auxit Jo. Baccius can.
prof..........................................................i. 0 40
— In Marcum Antonium phüippica I I I , et oratio
pro ArcMa poeta. Adnotat. auxit et illustr. J . B.
Prancesia sac. doct. — Ed. 3* . . » O 15
— Laelius, sive de Amicitia. Dialogas ad T. Pomponium Atticum. — Ed. 4*.. . . »
O 20
— Luoghi Ciceroniani, scelti ed anuotati da Cle­
mente Vignali. Parte 2* per le classi del Ginnasio
superiore............................................... » 0 7 0
— Luoghi Ciceroniani, scelti ed annotati da Cle­
mente Vignali. Parte 1* per le classi del Ginnasio
Inferiere......................................................
O50
— L’Orazione pro Q. Ligarlo, commontata da Cle­
mente Vignali...........................................
O30
— D Sogno di Scipione, commentato da Clemente
V ig n a li................................................
O 40
— Tusculanamm Disputationum líber I. In usum
tironum curavit, adnotat. auxit Jo. Baccius can.
p r o f . ................................................ » O 40
— Tuscularum disputationum liber II. In usum ti­
ronum curavit, adnotat auxit Jo. Baccius can.
p r o f . ................................................» O 40
Clandiano C. De rapta Proserpinae libri tres. Re­
censuit et variis lecüonibus auxit Vine. Lanfranc h iu s .....................................................
0 40
Cornelio N. Vitae excellentium imperatorum, additis argumentis et notis ad honestae juveututis usum.— Ed. 9*.........................................
0 50
Curzio R. Q. De rebus gesüs Alexaudri Magni
historiarum liber III et IV. . . . »
0 30
Parole e B acconti la tin i raccolti da Clemente
V ig n a li................................................
0 50
Pedro lib. d’Aug. Pabulamm Aesopiarum liber I
et n cum notis. — Ed. 6* . . . »
0 15
— Pabulamm Aesopiarum liber m , IV et V cum
nolis. — Ed. 5*................................... » 0 15
t-irio T . Historiarum liber I. — Ed. 3* » 0 30
— Historiarum liber II. In usum tironum curavit,
interpretat. auxit Jo. Baccius can. prof. — Ed.
8*.............................................................» 0 40
— Historiarum liber XXI. Testo con introduz. e note
del sac. prof. Pietro Giordano. — Ed. 2* > 1 —
— TTistnríamm lib. XYTftt XXTI. —Ed. 7*. » 0 40
•— Historiarum lilwi X x iil, XXIV et XXV. Testo con
introd. enote del sac. dott. C. H. Baratía > 1 50

Luerezio T. C. Do remm natura. In usnm tironura .selegit, adnotat. auxit Jo. Baccius can. prof.
Ed. 2*..................................................rts. 0 40
O ridio P . íí. Ex libris Fastorum et Trisuum. Con
prefaz. e noto Ital. del sac. dott. G. B. Prancesia.
Ed. 3‘................................................. » 0 70
— Ex Oporibus selecta in usum scholaram, cum notis
J. B. Erancesiae sac. doct.— Ed. 8* . » 0 20
— Metamorpboseon. Pabulae studiosius expurgatae.
Con introdnzione critica al Poema, peí sac. dott.
Francesco Cerruti. — Ed. 2*. . . » 0 70
Orazio Q. F . Ex libris Odarum, enm notis J . B
Fraucesiao sac. doct. . . . . . .
0 25
— Satyrae et Epistolae, cum notis Joan. Bapt. Francesiae sac. doct. — Ed. 2*. . . . »
0 20
Palum bo L. Minerval. Comoedia. . . » 0 40
P la n to M. A. Anlularia. Adrecentioreseditiones exe^ t, animadversionibns auxit et scholasticis praelectionibusaccomodavitTh. Vaüaurins.— Ed.3*» 060
— Captivi. Ex recensione Frid. Henr. Bothe a taurinensi editore passim emendata. Accedunt dúo
animadversiones Th. Vallaurii. —>Ed. 3‘. » 0 40
— T rin u m n s ........................................... » 0 60
P lin io C. S. Ex Epistolis selecta. Edidit J . B.
Prancesia sac. doct................................ » 0 20
— Panegyricus Traiano imper. dictas , curanto V.
Lanfranchio.......................................... » 0 30
Q u intiliano M. P . Institutiimes oraioriao. Liber
décimas. Testo con pref. e note italiano del sac.
prof. Giovanni Garino — Ed. 2*. . » 0 80
S allu stio C. C. De Bello Jngurtliino historia. In
nsnm tironnm enravit, adnotationibus auxit Joannes Baccius can. prof. — Ed. 2*. . » 0 60
— Do Bello Jngurthino historia, in usnm tironum.
Ed. 6‘ ................................................» 0 30
— De Coniuratione CatUinae historia— Ed. 6*. » 0 20
— De Coniuratione CatiUnae historia. In usum ti­
ronnm curavit, adnotationibus auxit Jo. Baccius
can. prof. — Ed. 2*............................... » 0 40
T ácito C. De Germania líber. Con prefaz. e note
del sac. prof. Giov. Garino. . . . »
1 —
— (10) Vita Cn. Jolii Agricolae. In usum schola­
ram edidit J . Baccins sac. . . . »
0 20
T ib u llo A. Poesíe scelte, con note italiano del sac.
dott. G. B. Erancesia. — Ed. 9*. . » 0 40
V irg ilio P . M. Aeneis. Lihri tres priores, ex recentione Chr. GotÜ. Heyne. Variis lectionibus instruiit atque adnotationibus illustravit Vine. Lanfranchius........................................... ..... 0 50
— Aeneidos. Beliiiui libri novem ex recentione Chr.
Gottl. Hejne. Variis lectíonibos instruiitatque adno­
tat. illustravit Vine. Ijanfranchios — Ed. 2‘ » 2 —
— Bucólica et Geórgica — Ed. 4*. . . » 0 25
— Bucólica et Geórgica. In usum tironum curavit,
adnotatíonibns auxit Jo. Baccius. Accedit carmen
Cometes Australis an. MDCCCLXXXH » 0 80

Buenos-Aires — LIBItEHIA SALESIANA — Sarriá (Barcelona)
PUBLICACION RECIENTE.

ESTUDIOS LITERARIOS.
E n los Talleres Salesianos de Sarriá (Barcelona) acaban de editarse bajo el
título genérico de Estudios Literarios^ tres primorosos artículos gram aticales y un
breve epítome de galicismos, por el P . O rtúzar, de la Congregación de D. Bosco,
bajo el pseudónimo de A h ^a . Son sus epígrafes: L a lengua y el arte, L a lengua y
el uso, L a lengua y el abuso, y contienen ñnas observaciones propias sobre el arte
de la palabra en general y más particularm ente sobre el idioma castellano, <^ue
pudieron muy justam ente haber merecido á su m alogrado autor, lu g ar m uy seña­
lado entre los tratad istas de más valía. Lo corto de este sustancioso opúsculo hace
deplorar no haya tenido ocasión el perspicaz crítico y erudito filólogo de desa­
rro llar ta l m ateria en más amplio volumen.
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F . 8ardá y Salvany.



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El, filíiVN APOSTO!, D U A J W ffi EN El, SIGLO XIX.
Rasgos biográficos sobre Don Roseo y la Congreg,iei6n Salesiana.
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Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1895