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Título
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BS_1897_04
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Descripción
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Boletín Salesiano. Abril 1897
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Fecha
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1897.04
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extracted text
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¥
$
ANO x n — N. 4.
ABRIL de 1807
PUBUCAC/ON MENSUAL
.... ......
__________
^Cottolengo, 32
*
P .e d a c c io n
y
;4: d m
in is t r a c io n
❖
Turín (llalla)
.A v is o ím p o fia n t e .
de nuestros beneméritos Cooperadores, deseosos de sufragar á los enormes
M uchos
gastos que las misiones y obras saleslanas ocasionan á nuestro amado Superior D. Mi
guel Rúa. desean saber los medios de que deberán valerse para mandarle sus limosnas sin
que éstas se queden al principio, á la mitad 6 al ñn del camino, que para el caso viene á
ser lo mismo.
Cuando se tratase de cantidades de alguna Importancia, lo más seguro, á nuestro
pacecer. es girar una letra sobre París 6 Londres; á favor de D. Rúa. 6 si ia persona
fuese conocida, avisarle para que D. Rúa gire ^contra .ella; pero si las cantidades no
pudieran mandarse de este modo por no ser tan importantes, podrían reunirse ios Coo
peradores necesarios para formar una cantidad sufíciente que pudiera girarse: en caso
contrarío las carcas que contengan el dinero podrán mandarse como valores declarados,
pero NUNCA CERTIFICADAS, pues la experiencia enseña que no es éste el medio más
expedito y seguro. — Los Sres. Sacerdotes podrán celebrar un número determinado de
misas, dejando la limosna á beneficio de nuestras obras.
La Dirección; R, P. MIGUEL RÚA, Gottolengo, 32, Turín (Italia)
— 82 —
SU
I M P O R T A N C IA
I.
ADA más á propósito ]>ara
encarecer la im])ortancia de
la Obra de Jos Hijos de Ma
ría y i)ara anim arnos á co
operar á ella con todos los
medios que estén á nues
tros alcances, como ponderar la altí
sima dignidad del sacerdote, la sublime
misión que le ha sido confiada, los bie
nes (pie su institución ha obrado y con
tinuará obrando en el mundo. Porque
i qué alm a noble y grande puede haber
que al considerar estas verdades no se
sienta potentem ente m ovida á sostener
y difundir una obra que como la de que
nos ocupamos tiene por fin, el más alto
y nobilísimo, cual os, el fomento de las
vocaciones, la formación de sacerdotes?
B e la misma m anera que no ha exis
tido pueblo ni nación alguna por bár
bara que haya sido sin religión, tampoco
h a existido sin sacerdotes, iiorque no hay
religión sin sacrificios, ni éstos sin sacrificaiiores, es decir, sin sacerdotes. K uestro
Señor Jesucristo al venir al m undo y
establecer su Keligion d iv in a , si bien
hubiera ]>odido por sí mismo ó por el mi
nisterio invisible de los ángeles conducir
á los hombres por el camino del cielo,
no vino á destruir el sacerdocio antiguo,
sino ii nobilitarlo, á sublimarlo á una dig
nidad formidable y .superior'á cuanto
la inteligencia criada puede comprender.
Todos los intereses espirituales y eter
nos del género hum ano; todo el valor de
la sangro do Jesucristo; toda la o b rad o
la santificación y salvación do los hom
bres está al cuidado del Sacerdote. En
su poder ha puesto el H ijo de Bios las
llaves del cielo; en sus manos ha depo
sitado el tesoro de la fe; á su cuidado
ha entregado el rebaño que compró á
costa de su vida, y el mismo Jesucristo
se ha puesto, por así decirlo, á disposi
ción del Sacerdote.
B e todas estas estupendas maravillas
que el H om bre—Bios ha obrado en mise
rables criaturas suyas para perpetuar su
eterno sacerdocio y asegurar los frutos
(le la Redención, encontramos patentes
testimonios en los sagrados Evangelios.
En efecto : N uestro Señor Jesucristo eu
la últim a cena, después de h aber dado
á comer á sus apóstoles su adorable
cuerpo, les d ic e : Haced esto en memoria
m ía : (1 ) y desde este punto los apóstoles
quedan ordenados sacerdotes y reciben
la potestad de consagrar el cuerpo y san
gre de Jesucristo. Pero E ste no instituyó
el sacerdocio sólo j)ara que ofreciera al
E terno P adre el Sacrificio de nuestros al
tares, sino tam bién para que perdonara
los pecados, para que enseñara, bautizara
y rigiera á los que en él creyeran.
Y estos poderes les fueron también coufiados á los Apóstoles, y en ellos á todos
sus sucesores en tan alta dignidad, con
las siguientes palabras: Becibid el
ritu Santo: á qiiicncs perdonáreis los pe'
eados les serán perdonados ; y á quienes se
los retuviereis les serán retenidos (2). Como
mi Padre me envió, asíyo envío á vosotros{Z'\.
Todo poder se me ha dado en el cielo y en
la tierra: id, ¡mes, y enseñad d todas las.
gentes, bautizándolas en el nombi'e del Padre
y del Hijo y del Hspíritu Santo; enseñán
dolas á observar todas las cosas que os be
mandado (4).
i Quien, pues, podrá m edir la grandeza,
la sublimidad de la dignidad del Sacer
dote, sal de la tierra, luz del miuido, dis
pensador de los misterios de Dios, vicario
de Jesucristo, Cristos de Dios vivo y Dioses
de la tierra, como lo llam a la Escritura
divina ?
N ada hay en la tierra que exceda en
dignidad al sacerdote; ni el esplendor
brillante del solio de los reyes; ni el oro
(1) Luc. XXU, 19.
(2) Joan. XX. 22 t 23.
(3) Joan. XX. 21.*
(4) Math. XXVni, 18—
20,
— S3 —
bruñido y la rica pedrería de sus coronas
y diademas; ni la augusta púrpura de
que se re riste n los em peradores; ni el
más encumbrado trono, pues, como dice
S. Ignacio, discípulo de S. Ju a n apóstol,
« el sacerdocio es la cumbre de todos
cuantos bienes D ios b a puesto en la tie
rra; » y S. Ambrosio, « va tanto de la
dignidad de los reyes y emperadores á
la del Sacerdote, cuanto v a del plomo al
oro purísimo, de la tierra al cielo. »
• Mas no es sólo en la tierra, x>ero ni
aún entre los A ngeles ó encumbrados
Serafines encontrarem os dignidad que
pueda igualar á la del Sacerdote. Es
tal la excelencia de aquellos purísimos
espíritus, que los Profetas, buscando com
paraciones p ara dar á entender la santi
dad y sabiduría del futuro Mesías, le
dieron el nom bre de A n g e l; pero á pesar
de esto no llega á la del Sacerdote.
« Ko sólo b a elevado Dios al Sacer
dote sobre los reyes y emperadores, dice
S. Bernardo, sino tam bién sobre los A n
geles y los Arcángeles, los Tronos y las
Bominacioues. » T el glorioso S. F ran
cisco de Asís solía decir: « Si me bailase
en presencia de un Sacerdote y de un
Angel, dejaría el A ngel y me postraría
delante del Sacerdote, porque éste con
sagra el cuerpo de Jesucristo, y nos ad
ministra el pan de la vida. »
Y la ag u sta M adre de Dios, pregunta
el P. Macb, ¡ no será en poder y digni
dad igual y superior al Sacerdote I Sin
duda, responde, cuanto ha obrado en las
criaturas no tiene comparación con las
grandezas que obró en M aría el brazo
omnipotente del A ltísim o; m as lo diré
con vuestra licencia, M adre mía, y con
el acatam iento debido á vuestra Majes
tad, y con uno de vuestros más regala
dos bijos, S. B ernardino de S e n a : el Sa
cerdote os aventaja todavía en potestad:
Sacerdotium ipse praetuUt supra te. H a
blasteis y el V erbo se encarnó una sola
vez en vuestras purísim as entrañas; babla
el S acerdote, y se encam a de nuevo
todos los días en sus manos el mismo
Jesucristo, no m ortal y pasible como vos
le concebísteis, sino impasible, inm ortal
y glorioso como está en los cielos. Y si
bailándose próximo á espirar, vuelve á
Vos su llorosa vista un pecador invo
cando vuestro valim iento para con Dios,
*10 le sabréis dispensar m ayor gracia que
ía de concederle u n Sacerdote que le
absuelva de sus pecados y crímenes. Vos
misma no podéis perdonárselos; pero irá
ese Sacerdote revestido del poder de
V uestro H ijo, y por indigno que sea,
d irá: Ego te absolvo, y el más infeliz <le
los hombres quedará al in stante beeho
bijo de Dios y heredero felicísimo del
cielo.
Concluyamos con S. A gustín: « [ O h
venerable dignidad de los Sacerdotes en
cuyas manos sagradas como en el seno
virginal de M aría Sma. encarna el H ijo
de D ios!... Este prodigio pasma al cielo,
horroriza al infierno, hace tem blar al de
monio y llena de veneración á toda la
celsitud angélica. » Y con S. E frén:
« Grande y extraordinaria, inm ensa ó in
finita es la dignidad del Sacerdote. »
T rabajem os, p u e s, amados Coopera
dores, en difundir una obra, cuyo objeto,
como hemos visto, es el más grande y
sublime. Ho nos arredren las dificultades
que baya que superar, ni los sacrificios
que debamos imponernos, pue.s el premio
y la recompensa que el Señor nos tendrá
reservada será, al igual de la Obra á que
consagraremos nuestros esfuerzos, magna
nimiSf es decir, superior á cuanto poda
mos imaginar.
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nSTRUCCIOlíES
sobre la Obra de los Hijos de María.
Medios.
o se cuenta con recurso alguno; la
Obra está enteramente conflada á
la piedad cristiana. Puede coiicu_______rrirse á ella como Oferente, Co
rrespondiente ó Bienhechor.
1. Los Oferentes ayudan con diez céntimos
al mes ó una peseta al ano: los Sacerdo
tes pueden celebrar una Misa dejando la li
mosna en favor de la Obra.
2. Los Correspondientes, en honor de los
doce Apóstoles, son jefes de una ó más
secciones de doce Oferentes cada una, reco
gen las ofrendas y las envían al Director
de la Obra. Los Correspondientes reciben
con reconocimiento cualquier oferta por mí
nima que sea.
3. Bienhechores son los que á sn agrado
hacen alguna ofrenda en dinero ó especies
como telas, libros, comestibles, etc.
Los qne contribuyen con trescientas pesetas
al año pueden enviar gratnitamente un esco
lar al Instituto. Si la donación fuese de 800
pesetas, el escolar podría permanecer basta
— 84 —
concluir las humanidades. Las ofrendas serán
enviadas al Superior de la Obra B. P. Miguel
Rúay Turín (Italia), ó al JR. P. Felipe Jl/.« Binaldiy Talleres Salcsianosj Sarria {Barcelona).
Observaciones.
Esta Obra está, puesta bajo los auspicios
de la Santísima Virgen Auxiliadora, porque
María, siendo proclamada por la Iglesia Magnum ct singuiare in Ecclesia pracsidium, se
dignará, ciertamente proteger un instituto
que trata de proporcionar buenos ministros
á la Iglesia.
Ningún daño ocasiona esta Obra á las ya
existentes; es más: no sólo no las perjudica
sino que por el contrario las sostiene. Sin
sacerdotes, sin predicación, sin Sacramentos
t qué sería de la Obra de la Propagación de
la Fe, de la de la Santa Infancia y demás
instituciones piadosast
Griacias espirituales.
1. Todos los que cooperan á la Obra de
H aría Auxiliadora, por pequeQa que sea la
ofrenda, reciben una bendición especial de
Su Santidad, que la ha aplaudido y reco
mendado.
2. Tienen el mérito de contribuir á una
grande obra de caridad, porque, como dice
san Vicente de Paul: No se puede hacer
obra iiieJor que la de contribuir á la for
mación ue 1111 sacerdote.
3. En una Misa que cada día se dirá á
beneficio de los bienhechores en la iglesia
de María Auxiliadora, harán oraciones y
comuniones especiales los niños que á ella
asistirán.
4. Participan de los méritos de todas las
Misas, predicaciones y demás buenas obras y
méritos de las almas ganadas á Dios por
los sacerdotes cuyas vocaciones han contri
buido á cultivar, por lo que con verdad
pueden aplicárseles las palabras de San
Augiistin :Aiiiinam salvasti, aniinam tuam
praedestinasti.
5. A más de estos favores, los Asociados
podrán ganar las siguientes indulgencias be
nignamente concedidas por la Santidad de
Pío IX con Breve de 10 de Mayo de 1876,
al aprobar la Obra: a) Indulgencia Plenaria
á la hora de la muerte; b) indulgencia Pienana, aplicable á las almas del Purgatorio,
una vez al mes, en el día que el socio es
cogiere, con tal que confesado y comulgado
visitare una iglesia ú oratorio público y ro
gare por las intenciones del Sumo Pontífice;
o) todas las numerosísimas Indulgencias tanto
Plenarias como Parciales qne pueden ganar
los Terciarios Franciscanos ; d) todas las
Indulgencias que dichos Terciarios pueden
ganar en las fiestas é iglesias franciscanas,
las ganarán los asociados á esta Obra en la
fiesta de S. Francisco de Sales y en las igle
sias salesiauas.
[L tercer mandamiento de nuestra
Santa Madre la Iglesia, cuya ob
servancia obliga bajo pecado mortal
__á todos los cristianos, es comulgar
por i'ascua florida. Tres cosas se nos man
dan en este mandamiento: la primera co
mulgar una vez al año por lo menos; la se
gunda comulgar en tiempo de Pascua florida;
y finalmente, recibir este Sacramento en la
parroquia, á que cada uno pertenezca. Estos
preceptos están fundados en solidísimas ra
zones.
Ningún cristiano deja de comprender la
gran conveniencia de que todos los feligreses
de una parroquia que forman una gran fa
milia espiritual, se reúnan por lo menos una
vez al año en la mesa común, en la cual el
Salvador del mundo les da el pan de los
ángeles de manos del Párroco que ha de dar
cuenta á Dios de la salud espiritual de sus
feligreses. Y ha de ser precisamente en este
tiempo en que Nuestro Señor instituyó el
Sacramento de la Eucaristía para significar
que así como la naturaleza toda se renueva y
rejuvenece en la primavera, así también toda
el alma debe renovarse y rejuvenecerse por
medio de una buena confesión y adquirir
nuevo vigor y fortaleza recibiendo el Sacra
mento de la Eucaristía.
No es un mero consejo el que se nos da
de recibir la Sagrada Comunión: es un
precepto impuesto expresamente á todos los
cristianos de comer el cuerpo y beber la
sangre preciosísima de Jesús. Verdaderamente
os digOy qne el que no come mi carne y bebe fli»
sangre^ no obtendrá la vida eterna. Del mismo
modo que es imposible salvarse sin la fe, os
también imposible á un cristiano alcanzarla
eterna bienaventuranza si pudiendo no re
cibe la sagrada Comunión. Aquel que no eree^
está jtugado. E l que no cree será condenado.
Así habla el Señor; de suerte que cuando
excluye terminantemente de la vida eterna
al que no come su carne y bebe su sangre,
nos dice: el que no comulga ya está juzgado,
el que no comulga ya está condenado. Así
como ninguna promesa de Jesucristo ha de
jado de cumplirse, así también habrá de
cumplirse esta amenaza con aquella exacti
tud con que se cumplieron sus profecías
acerca d é la destrucción de Jerusalen; por
que la palabra del Señor permanece por toda
la eternidad.
Además de la volnntad expresa de Jesu
cristo, no es menos claro el modo con qu®
la Iglesia propone de una manera obligatoria
— 85 —
é, todos los fíeles el precepto de la Comauion
pascual. Cristo lia dado la ley que obliga á
acercarnos á la sagrada mesa, y la Iglesia
ha determinado el modo y la manera como
hemos de cumplir este precepto. Los conci
lios generales de Letrán y de Trento ban
establecido como ley para todos los cristianos
del mundo, que han de recibir la Sagrada
Comunión por lo menos una vez al año.
Por otra parte, la necesidad de confortar,
de fortalecer el cristiano su alma, está fun
dada en la naturaleza misma y en su actual
condición sobre la tierra. La íntima corrup
ción que por el pecado sufrió la naturaleza
humana; la inclinación al mal, común á to
dos los hombres, los atractivos del mundo
seductor que de mil maneras procura apar
tarnos de los caminos de Jesucristo y lle
varnos á los suyos; y finalmente, las ase
chanzas del demonio, que emplea para perder
á los hombres su astucia de serpiente y su
experiencia de seis mil años en poner ase
chanzas á la virtud y alicientes al vicio,
todas estas cosas de tal manera conspiran
á nuestra perdición, que seguramente nos
arrastrarían tras sí, si la bondad y el poder
de Dios no nos ofreciera poderosísimos au
xilios con que defendernos y resistir y vencer
á los enemigos de nuestras almas. E l mqi'or
auxilio de todos es para los católicos la Sa
grada Comunión. T este auxilio es tan pre
cioso y eficaz, que bien se puede asegurar
que aun suponiendo por un momento que la
Iglesia dejara de obligarnos con este man
damiento, en vista de los peligros de que
por todas partes nos rodean, especialmente
en los tiempos actuales, sería moralmente
imposible lograr la salvación de nuestras
almas sin confortarlas y fortalecerlas con el
Sacramento de la Eucaristía.
Además de estas importantísimas razones
hay otras muy atendibles para movernos en
todo tiempo á acercarnos á la sagrada mesa,
cuales son el deber que tienen todos los cris
tianos de confesar á Jesucristo públicamente,
y el buen ejemplo que cada uno debe dar á
8US hermanos en la fé.
El Salvador ha dicho expresamente, acerca
de la pública profesión de fé que todos los
cristianos deben hacer, que á quien no le
reconoce á El delante de los hombres, no le
reconocerá El ante su Padre celestial. Espe
cialmente en nuestros días es muy necesario
dar público testimonio de nuestra fé. El re
cibir la Sagrada Comunión es dar público
testimonio de nuestra esperanza y de nuestra
caridad, en oposición al espíritu de incredu
lidad y de impiedad que domina en esta
época.*
El recibir la sagrada Comunión sirve, por
dltlmo, á los demás de buen ejemplo. ¡ A
cuántos han perdido los malos ejemplos!
i Cuántos se hubieran salvado si en todos
los cristianos estuviera viva la idea de la
Obligación que tienen todos de dar buenos
ejemplos! El buen ejemplo es una especie de
apostolado, un medio eficaz de salvar á las
almas, y este apostolado lo ejercita todo
aquel que después de haberse confesado se
acerca con fé y profundo respeto á la sa
grada mesa, en que el Bey de los cielos y
de la tierra le ofrece con mano generosa el
manjar de su cuerpo y de su sangre. ^ Hay
cosa alguna más edificante sobre la tierra
que el ver en un día de Pascua acercarse
á la sagrada mesa á todos los miembros de
la familia cristiana, padres, madres y niños
que van á recibir al que es el fundamento
de la paz de las familias^ al que puede con
solarlas en sus desgracias y cambiar sus
amarguras en inefables alegrías, donde ha
de serenarse el padre de familia de las in
quietudes que le ofrece el cuidado de su
casa, donde la madre podrá encontrar con
suelo en las privaciones y sufrimientos que
padece por el bien de los suyos T 4 Dónde
encontrarán los niños fuerzas para cumplir
con los deberes que tienen para con sus pa
dres, maestros y hermanos, y sobre todo para
conservar aquella virtud que los hace seme
jantes á los ángeles, y que es el fundamento
de la prosperidad espiritual y temporal de
toda familia cristiana, sino en la unión con
Aquel que es fuente de todo bien, cuyo amor
vela sobre los padres, sobre las madres y
sobre los hijos, con tan solícito cuidado, que
ni siquiera permite que se caiga un solo ca
bello de su cabeza sin su permiso y voluiitad f Nunca podrá faltar la bendición de
Dios en una familia que lleva una vida ver
daderamente cristiana.
A LOS
ÑIÑOS
EM ILIN
o sé por qué prefieres siempre irte con
cualquiera^ cuando sabes lo que yo te
quiero, Isidro.
^
— I yo, ¿no te quiero á ti mucho
también t ¿ No te defiendo cuando hace falta ?
¿ Dejo de apuntarte la lección cuando no sabes
alao? i Me voy con otros cuando salimos á
recreo?
— ySÍ; pero yo dejo á todos por ti; no quiero
tener más amigos que tú; y en cuanto salimos
de la escuela, ya no me lucias apenas; parece
que te estorbo; que te disgusta ir conmigo.
Corres, corres, y no te vuelvo á ver más h<uta
el día siguiente. I aunque todos los sábados te
-
8G —
digo; No dejes de ir manaña d mi casa;
todos te queremos alU mucho; mí papá dice
que tienes una espresion de bondad muy grande,
y mi mamá que eres un angelote de Murillo;
te daré juguetes^ merendaremos bien y en el
jardín como á ti te gusta; te columpiarás en
el trapecio todo lo que tú quieras... nada: llega
el domingo y no vas. Dij ^porqué no me quie
res f
— Emilio, no me digas eso, que lo siento
mucho. N i á mis hermanos pienso que los quiero
tanto como á ti; ya te lo he dicho imichas ve
ces. Cuando me aparto de tu lado, entro en
casa triste, aiinque me haya portado bien en
la escuela; cuando cómo quisiera partir con
tigo mi comida y que partieras tú conmigo
la tuya; cuando duermo, sueño conque ya so
mos hombres los dos, y vas tú por la calle con
tu sombrero de copa, y me das un abrazo muy
apretado y un beso en la frente, como ahora
haces, aunque yo llevo puesta mi blusa de tra
bajador; y que nos reunimos siempre, y que
dice la gente: « ¡Ruy, qué señorito, que va
del brazalate con un obrero!»; y que tú, al
oirlo, me aprietas el brazo y dices alto: « ¡A
mucha honra! » Eos domingos, mientras todos
se divierten, yo digo que me duele la cabeza
para que no me hagan salir, y me pongo á
leer esos cuentecillos de Burgos (Y . pág. 108;
que me regalas, tan bonitos, para pensar más
en tí.¡ Conque mira si te querré! Pero....
— iQ u é ?
— Mi padre no quiere que me junte contigo.
por qué ? ¿ Soy yo malo ? ¿ Soy hol
gazán? ¿ Te echo á perder, dándote malos ejem
plos ? ¿ Te tratan mal en mi casa ? ¿ Son malos
mis padres ?
— No, pero sois señoritos, que es igual para
mi padre que si fuérais criminales.
— ; Jesús ! Pero hijo, 4qué malenc^ícntras tú
en que yo gaste trajes bonitos y en que mis
padres tengan bien puesta su casa t
— Yono,pero élmucho. ¡(jué quieres, chico!
Es muy bueno; no hace mal d nadie; si pasa
un pobre por la puerta nunca se va sin algo;
pety tiene metido
la cabeza que todos los
señoritos son unos canallas, que se alimentan
y disfrutan con el sudor del pobre, lo creo
que todas esas cosas se las dice los domingos
un hombre que le llama amigo y que se le lleva
de paseo; yo no puedo ver á ese hombre por
que á mi madre la mira con malos ojos cuando
le advierte <í mi padre que renga prontito y
que gaste poco.
— r<i»jo«, Isidro, que ya han entrado en
clase. El jueves, cuando vayamos de paseo,
charlaremos mucho, mucho de todo esto, mien
tras los demás juegan: ¿quieres?
— Si, Emilin.
TIERRA DEL FUEGO
IneoDdio de la Mieiea de ía Candelaria.
N el número pasado dábamos á nuestros
amados Cooperadores el triste anuncio de
la nueva desgracia con que l í . Seflor se
___
ha servido visitar á nuestros hermanos de
la Tierra del Fuego, y en éste publicamos la carta
en la que se comunicó á nuestro amado Superior
D. líúa tan gran desgracia.
Conocemos la proverbial generosidad y desprendi
miento de nuestros beneméritos Cooperadores, por
lo que creemos innecesarias recomendaciones y exci
taciones á su caridad para que acuda en remedio de
la desgraciada Misión de la Candelaria: basta la
simple enunciación de la desgracia.
Dejándonos, pues, de inútiles preámbulos, ponemos
á continuación la carta.
Punta Arenas, 26 do Diciembre de 1S96.
Amadísimo Padre R úa :
E l común enemigo del humano linaje, viendo cómo
se le escapa el absoluto dominio que sobre los infe
lices habitantes de estas apartadas regiones ha ejer
cido por espacio de tantos siglos, no perdona ningún
medio para dificultar la noble acción del misionero,
y la completa reducción do los indios al saludable
yugo del Evangelio.
Ludia horrible es la que actualmente en la Tierra
del Fuego libran el error y la verdad: la noticia qne
en esta mi última le comunico, á la par que triste,
os una prueba palmaria de mí aserto.
A mediados del presente mes de Diciembre un
voraz incendio destruyó por completo la prós^ra
Misión de la Candelaria, poniendo en grave peligro
su existencia.
• A continuación le transcribo la carta en que el
Director de dicha Misión, P . Fortunato Griffa, me
comnnicaba tan desgraciado accidente.
« A la 1 de la tarde del 12 del corriente, sin que
pneda saberle la causa, se prendió fuego en la casa
de las hermanas de María Auxiliadora, y en menw
de una hora aquel vasto edificio de madera, desti
nado á las hermanas, mujeres y nifias in d ias: la
Iglesia; la casa de los salesianos y el asilo de los
indios quedaron redneidos á nn montón de escom
bros. Indescriptible fué el pánico que se apoderó de
todos nosotros y especialmente de los indios, qne al
presenciar el siniestro lloraban y gritaban desespe
radamente ; no obstante la inminencia del peligro,
se pudieron salvar algunos artículos de primera ne-
— S7 —
cesidad, si bien esto no es nada en comparación de
lo que el voraz elemento ha destrnído, es á saber:
dos grandes casas y ana magnífica Iglesia, cayo
ralor se elevaba á más de 50,000 pesos.
«Ahora nos encontramos de nnevo en pleno desierto,
sin abrigo y sin medios de subsistencia, rodeados de
una turba de indios hambrientos que nos piden pan
y abrigo. Bien desgraciada, por cierto, es nuestra
sitaacion, y mucho más si se considera que teníamos
ra recogidos á 165 indios, sin contar á los que to
davía no se habían establecido definitivamente en
nuestra misión, todos bastante adelantados ya en el
estudio de la Religión. ¿ Abandonaremos una misión
que tanto promete á la Iglesia y á la sociedad? no lo
permita el cielo: la divina Providencia, lo esperamos.
tiene más medios de comunicación que yo con el
Viejo Mundo, y Ntro. divino Salvador le pagará su
caridad con nuevas almas para el paraíso.»
He aquí, amado Padre, lo que me escribe nuestro
hermano el P . Griffa; en vista de lo cual, y te
niéndome por muy dichoso en servirle, me diryo á
V. suplicándole con todo mi corazón que, dada la
dolorosa situación de la Misión de la Candelaria, se
la recomiende de un modo muy especial á nuestros
amados Bienhechores. Cualquier oferta, sea en dinero
ó en especie, por pequefía quesea, puede ser la salva
ción de la Misión. No dudo que han de ser muchos
los que cooperarán á esta caritativa obra, priván
dose de alguna cosa superfina para salvar de esta
manera á centenares de indios.
Iglesia Salesiana de Bernal (B. A.) (V. púg, 103)
M dejará de venir en nuestro auxilio. Mientras tanto,
ceu las pocas planchas de zinc y las vigas que el
fiiep no ha consumido por completo, hemos constmido dos cabañas: una para las hermanas é indias
y otra para los indios y nosotros; pero si la Pro
cidencia no viene pronto en nuestro auxilio con
OMdios de subsistencia, moriremos todos de hambre
J de Mo el próximo invierno. Escriba, pues, amado
8r. Director, á Monseñor Pagnano y á D. Rúa para
qu cuanto antes nos manden los socorros que tanto
Beceaitamos. ¡ Quién sabe si la voz de nuestro amado
^Bdre no suscitará en Europa algún alma generosa
^ se constituya en ángel protector de esta desgraQBda Misión!
♦Hágame, Sr. Director, este pequeño favor, Y. que
Mientras nos llegan socorros extraordinarios, nos
otros, privando á esta misión de Punta Arenas de
muchas cosas necesarias, hemos mandado á la Can
delaria los más indispensables utensilios de cocina,
buen número de mantas y vestidos, y 100 sacos de
harina.
La resignación con que nuestros hermanos y las
Hijas de María Auxiliadora soportan esta gravísima
d e tra c ta , y lo animados que están de continuar
adelante en la civilización de los indios, al mismo
j tiempo que me es de gran alivio y consuelo, me hace
¡ esperar que el Señor se compadecerá de su aparada
; situación y les mandará cuanto antes los socorros
• necesarios.
! Buegue mucho, amado Padre, por todos sus hijos
—
88
de la Tierra del Fuego y especialmente por los de
la Candelaria y por mí, que me repito de V.
Humilde hijo en J . C.
Mayobino Borqatello, Pbro.
N . B. Al tiempo de cerrar la presente me llega
otra carta del P . Griffa en la que me dice que los
indios do la floresta, aproTOchándoso de la crítica
situación do la Misión, la hostilizan por cuantos
medios les son posibles.
Hace algunos dias un grupo de ellos cayó sobre
la misión robando las 59 reses con que todavía con
taban para alimentarse. Apesar de todo esto, no solo
no los ha abandonado ninguno do los 165 indios
que habitaban en la Candelaria, sino que han lle
gado otros nuevos que con los anteriores suman 200.
PATAGONIA CENTÜAL
Misión del flio Colorado.
Rmo. Sr. D. Rda.
lEO que serán de su agrado las noticias que
voy á darle respecto á la nueva residencia
establecida en Fortín Mercedes en la orilla
izquierda del Rio Colorado,
situado entro Bahía Blanca y Patagones, Fortín
Mercedes os centro do una vastísima región muy po
blada, más quizá que la del Rio Negro. No g02a de muy
buena fama en Patagonia, porque hasta hace pocos
afios fuá considerada como guarida de malhccboros
que cometían toda clase de criinones quedando im
punes las más do las veces, porque las Autoridades
más coreanas, las del Villarino, distan más de 150 Km.
Los misioneros salesianos la conocían desdo hace
tiempo , habiendo venido varias veces á predicar ol
Santo lívnngelio. En 1888 nuestro malogrado D. Savio
la recorrió toda, dqjando muy gratos recuerdos. En
lo sucesivo otros sacerdotes salesianos y aun el que
suscribo visitaron sus parajes principales, rocoméndola
yo en 1892 por espacio de 8 meses de uno á otro
confín.
Pero nuestro amadísimo Vicario AjKistólico el limo.
Sr. Cngliero cu su celo incansable, no contento de
estas correrías apostólicas, determinó establecer aquí
un centro do Misiones escogiendo este punto que os
muy importante, pintoresco y sano por su posición y
por ser la puerta de todo el valle del Colorado,
Hace más do un año que so ocharon los fundamentos
l>ara dos orfanatroños, uno de niños y otro de niñas,
á unos 250 metros del Rio, y 10 sobre su nivel. Está
encargado de las construcoionos un buen cristiano por
nombro Esiiudi, Cooperador SiUesiano, formado en la
escuela do nuestro caro D. Borghino. A lo largo del
Rio hornos cercado un buen pedazo de terreno de 600
metros por 200 que cultivado como se debe, con
ol tiempo dará la hortaliza y fruta necesaria para los
dos Colegios de la Misión. En el invierno pasado y
—
en el presente lie hecho plantar más de 500 chopos
y 200 cepas con un número regalar de árboles frutales.
Apenas hubo algunas habitaciones disponibles recibí
20 niños, muchos de los cuales, gracias á la indi
gencia en que vivimos, no tienen ni una cainita en
que dormir, debiéndolo hacer sobre una piel de oveja:
nunca, empero, nos ha faltado lo necesario para la
vida, proveyendo á los gastos de la construcción una
suscricion de los del pueblo.
Hemos iniciado un taller de carpintería para los
trabajos de casa y do fuera, siendo maestro un bnen
muchacho huérfano que trajo de Pringles, ayudándole
otro de aq u í: tenemos por de pronto necesidad de un
zapatero y de un agricultor para los trabajos del
campo.
En el pasado Abril vinieron á radicarse aquí tres
Hermanas de María Auxiliadora, quienes ya tienen
recogidas 20 niñas, á la cuales educan en la religión,
teniendo junto á sí la Capilla provisional, que sirve
para el público. Las pobrecitas están cargadas de
trabajo, pues tres solas han de atender á !a ense
ñanza de sns díscípulas, á la cocina y á lavar y re
mendar la ropa de las mismas y de nuestros jovencitos.
También yo me encuentro abrumado de trabajo,
pues á parte de las ocupaciones del sagrado ministerio,
del cuidado de los enfermos del contorno y de la vi
gilancia de los que trabajan en el campo, debo aten
der á la clase y asistencia de estos niños.
Quisiera dirigirme al limo. Sr. Caglioro para que me
diese más personal que me ayudase, pero conozco de
masiado que no está en posibilidad de contentarme:
si V ., mi buen Padre , pudiese ayudarnos mandán
donos más Salesianos y Hermanas...... Todos los días
rogamos á la Virgen de las Mercedes, nuestra patrona, que toque el corazón de nuestros Superiores y
Bienhechores para que vengan en nuestra ayuda con
más personal y medios materiales á fin de poder
cultivar la abundante mies que se nos presenta.
Acoja, amadísimo Sr. D. Rúa, mis obsequios y los
de estos niños, y encomiéndenos á Dios y á María
.Vuxiliadora bendiciéndonos á todos. Besándole afec
tuosamente la mano rae es grato profesarme de V.
devotísimo y obendientisimo hijo
PfiPRO Büxacina, Pbro.
Forlin Mercedes, Agosto de 1896.
V\\:\
;í
indios Tchu'^lolH's
(Carta dcl P . Bernardo Vacchhia)
(Conthiuacion). (1)
\LiDO que hubimos del valle de Teca nos di
rigimos á la Colonia llamada 16 de OctU‘
brc,qne el primer Gobernador de la Patago
nia Central, D. Jorge Luis Fontana, fundo
en 188o. Desde Teca á la entrada de la Colonia haW
unas 25 m illas; pero nosotros, inespertos en estos
lugares, hicimos más de 30 de camino; por lo flnf
(l'í Y. Bol. lié Harzo.
— so —
habiendo partido muy de madrugada y andado por el
tortuoso litoral del rio que tuvimos que atrevesar varias
reces ya á caballo, ya en carro, llegamos al anochecer
rendidos de fatiga y debilitados por el ham bre; pues
solo habíamos tomado un insignificante desayuno.
E l V a l l e < ie ^ a l i u e l * P a a — E n l a
< * a l> a iia ^ h í a q a e o — O a t o i r c e n e ó
fito s .
Forma la entrada en la Colonia un pequeño valle
de 20 Km. de longitud por 5 de latitud, que se llama
Boquete de NahuehPan, cercado por la Cordillera
y bañado por varios arroyos y torrentes que le propor
cionan una vegetación exuberante. Abundan el pino,
el ciprés y otros varios árboles, que forman grandes
bosques poblados de gran número de pájaros, no gran
cosa hermosos, y que para mi son desconocidos.
Hay grandes plantíos de fresas, y mayores me dicen
que los hay en la vecina Colonia, las cuales, según
cuenten, las trajeron por primera vez los jesuítas en
el siglo XVII. Por todas partes en esta tierra se en
cuentran huellas de esos beneméritos religiosos. Aparte
de esto, sobre las márgenes de dichos arroyos y to
rrentes se encuentra la zarzaparrilla y el corinto, espe
cie de mata cuyas raíces dan al agua un agridulce
muy eficaz para purga.
Estos parages abundan en cierta clase de leones
más pequeños y menos feroces que los de Senegambia.
fiaras veces asalta al hombre, y sólo cuando le acosa
d hambre ó la desesperación.
Los indios de este valle no viven en tiendas, sino
en cabañas de maderas lechonadas de barro, bastante
capaces y fuertes. La más vistosa es la de NahuelPan, muy notable en este lugar y que da el nombro
al valle.
En el itinerario habíamos fijado pararnos en este
puuto: convenía, pues, emplear bien el tiempo. Entró
luego en una cabaña, donde encontré dos familias que
no entendiendo mi lengua, se reían de mis palabras.
Pasé á otra y tampoco me entendieron: los de la casa
de Nahuel-Pan no podían venir á la instrucción porque
estaban ocupados en el esquileo de sus ovejas. ¡ I n
dios desgraciados ! j Pasa el Ministro do ¿ios y no
pueden, es decir, no quieren recibir la divina gracia !
Por fin el indio Juan Huenuquen, buen cristiano, se
‘'omprometió á servirme de intérprete y tuve que aplazar
mi tarea para la noche.
El principal fruto que he reportado fué en la ca
baña del indio Ahinqueo, donde residía una familia
letriarcal, casi todos adultos: bauticé 14 y bendije
hes matrimonios. Tuve la gran pena, sin embargo, de
tue no quisiera convertirse el cabeza de familia ni su
bermano, por no dejar la bigamia. A la entrada de
cabaña yacía un joven el cual al sentirme entrar
mi; tiró un bastonazo, pero por fortuna no me tocó.
Puen principio, dije para mi. Luego me vi rodeado
dy toda la ternilla. Ahinqueo, que es el jefe, parece un
tigante: tiene dos mujeres é Itijos de entrambas. Por
mas de una hora les exhorté por medio de mi íntérá recibir el bautismo, instruyéndoles previamente
^bre SQ necesidad y efectos y sobre los misterios de
cusirá Fé.
Ahinqueo se tomó la libertad de interrumpirme, diÁnido: ¿ Para qué nos hemos de hacer cristianos ,
te» entendemos to lengua ?
— ¿ Crees, le dije yo, lo que te acabo de enseñar ?
¿ Estás dispuesto á vivir como manda el Dios de los
cristianos ?
— Esto sí.
— Pues nada importa que ignores mi lengua. Dios,
con quien has de arreglar tus cuentas, outiende muy
bien todas las lenguas.
— Siendo asi, échanos el agua como has dicho.
— Poco ápoco, amigo mío. Por lo que he visto,
tú tienes dos mujeres, lo cual está prohibido por Dios.
Despide la última, y podrás hacerte cristiano.
A estas palabras la segunda mujer coii arrogunto
ademán se levantó para marcharse, pero Ahinqueo
con acento y voz imperiosa la mandó que so quedase,
y dirigiéndose á mi me dijo que le desagradaba mucho
esto; pero que ya era tarde y que no podía ni quería
abandonar una mujer cargada de hijos pequeños, pues
esto no se estilaba entre ellos. Nada pudieron con él
las razones y utilidades que se le alegaron. Se con
cretó á decir que si los de su familia querían sujetarse
á la Ley de los cristianos, no les ponía obstáculo; pero
un hermano suyo, célibe todavía, pretestó que no se
sentía con ánimo paj'a hacerse cristiano, porque tenia
el propósito de tomar también él dos mujeres. Do
toda la familia sólo quedaban infieles los dos hermanos
con las mujeres del Jefe. í Pobres infelices ! Deter
miné la hora en que á la mañana siguiente se cele
braría la sagrada función del bautismo en mi tienda,
y dadas las buenas noches me disponía ya á salir,
cuando Ahinqueo me rogó que esperase un poco: hizo
venir un hijo suyo de 18 años, que después fué bau
tizado. Este era el joven del bastón; como es ciego,
me creyó un perro. Con una ñauta hecha de una es
pecie de caña de estos montes, y después con una trom
peta hecha de cuerno de buey, nos entretuvo gran
rato manifestando notable habilidad en la música.
Sabe además tejer mairas, pofichos y co jin ith s y
otros objetos de la industria de estos indios.
Al día siguiente á la hora fijada administró el
bautismo, la confirmación, el matrimonio y á algunos
la santa Ckimunion: mis catecúmenos fueron fieles e)i
cumplir su palabra, y regenerados con el agua salu
dable, se quedaron animados do muy buena voluntad.
Eli la Ooloiiia lO do OotuI>x*o —
Gi^aude afluencia <lo iudioM—
.A
-le-
g^riaiü y penas.
El 29 de Noviembre, después de camiiiar á pie unas
siete millas por cañadas estrechas, profundas y tor
tuosas, á través de varias colinas y algunos riachuelos
bastante crecidos, al fin en el fondo de un hermoso
valle, coronado de nevadas montañas, avistemos la
Comisaria con la primera casa de la Colonia Í6 de
Octubre, sobre la cual ondeaba la bandera Argentina,
para saludar á la primera autoridad del Territorio,
Siendo esta Colonia ano de los principales centros
de gobierno, el Sr. Gobernador esperaba por su parte
mucho trabajo; no así yo, porque casi todos los co
lonos son protestantes, pero me engañé por dicha mía.
Aun DO habían transcurrido dos días que estábamos
allí, cuando comenzaron á llegar grandes grupos de
indios. Sabiendo nuestra Legada acudieron de 20, 30,
40 y aun 80 millas de distancia para obtener per
miso de oenpar tierra y para hacer bautizar sus hijos.
Son indios iehuelches, manzaneros, pam pas y pa-
— 90 —
tir las noticias al Gobierno Federal, para que enviase
hombres y armas do refuerzo del vecino territorio del
Eío Negro.
— ¿ Porqué tanta gente y tanto alboroto? pre
guntó el Gobernador. — Porque los indios se unen
desdo todas partes para resistir á V. E. y vengarse
de los blancos. Me extraña que aquí no se sepa cosa
alguna. Los caciques Kankel del Río Mayo, Quinchamal y Cual del Sanguor y Platero del Sur han
sido invitados á la reunión: el capitanejo Zapa délos
Thehuelches ha hecho sabor que Mulato, cacique
mayor do Santa Cruz, ha ofrecido una visita á Sacmata, y el adivino Cayupul,quo no espera masque
gente, se la hará acep^r. Se sabe que los Thehuel
ches manejan bien el Winchester y tienen de él gran
des provisiones.
— ¿ Quien ha trasmitido esta última noticia?
— El Exactor, Sr. Gregorio Mayo, lo supo por
el mismo Zapa de quien es amigo antiguo. Además
ol negociante Pastor Despos, últimamente llegado del
Sur, dice que el cacique Luis l ’latero fué invitado
y que algunos parientes suyos domiciliados cerca de
Sac-mata le han notificado que los indios abrigan pro
pósitos hostiles contra los cristianos.
— Esto ya lo hemos sabido.
— Además algunos indios enojados contra el ne
gociante Casarossa porque no les quería vender
más licores, se fueron amenazándole que vendrá día
no lejano en que no le rogarán para comprarle...
— Y las autoridades ¿ qué hacen ?
— Y. E. lo sabrá por las noticias del comandante.
Se sabe que el Comisario do Gaimúu y los Agentes
del Sur on sus notas oficiales dan las mismas noti
cias con poca diferencia. El Gobernador-delegado re
cibe frecuentes comunicaciones que le lleva el mismo
Comandante Thomás.
El Gobernador se informó del número de volun
tarios, para hacerles disponer lo necesario, como
también de las peripecias del viaje, y tranquilizando
los ánimos, se retiró conmigo á la cabaña díciéndome: lo positivo y realmente grave está en que
he mandado á Cayupul que se presentase ante mi,
y han pasado ya 16 días y no se presenta. Esta
resistencia por parto de un ludio me hace te
mer ; porque conozco sus costumbres y sé que i
estas citas se presentan sin falta ó personalmente i’
por otros, al paso que éste no se deja ver. Sin dnda
hay gato escondido: ¿ qué le parece, Padre V
— V. E. sabe que yo tengo mi modo de pensar.
Su juicio no es del todo infundado; sin embargo, hay
N o lia.-»- i>a-./5 «lurml4'i-a on
aiun«1o —
'lA«'tí:a<la
>'oluntai*l«»i — mucha exageración, según iKirece, en lo que nos dicc'
lM < < ‘i * i * o t r a t . o r i o e i — - V i’x - o s i t o * l e lo a »
el meiis^ero. Por lo demás yo veo aquí las acostum
OUll>Ul>lOH.
bradas artimañas del intm ícushom m ís el cual sabe
Kn esto entretiempo llegó un correo con noticias muy bien que la Cruz ayudada por la espada espan
nada tranquilbadoras. Nos dyo que precedía á una tará y disipará pronto su reino, que sostiene Cayupulcompañía de voluntarios, que unidos á la policía de é intenta conjurar el peligro levantando esta polvala Capital, venían á sostener la autoridad y á de reda.
El Gobernador, reflexionando un poco, dijo; tedi
fender la persona del Gobernador. Todo era obra del
Gobernador delegado: el Comandante de la Compa es que sea como V. dice, y cu consecuencia conviene
ñía era el Sr. Jhon Thom;ís, ayudante que había emplear astucia contra astucia: maduraremos el
sido del Teniente Coronel Fontana en la expedición plan... Soy zorro vi^'o, y el que me la quiera
debe ser zorro y medio.
de 1884.
Entretanto llegó la compañía de soldados, cuyo
Mientras nosotros marchábamos á grandes joruadas, el Cañonero l'nqoMov. que providencialmente Comandante, todavía cubierto de polvo, se presentó
pasaba por el puerto Madryn, se encargó de trasmi al Gobernador para darle las comunicaciones ofícis’
iaffones qne viven disgregados de sns tribus y co
mienzan á ocuparse en la Agricultura.
Kra necesario informarse de su familia y nacio
nalidad, de su estado y edad, de los terrenos que
habían ocupado ri querían ocupar, do la industria
en que so ejercitaban ó querían adoptar y otras cir
cunstancias. Y como estos indios entienden poco y
hablan monos, esto interrogatorio y después estender
una solicitud cada uno, librarles el corrospondiente
docroto gubernativo, osplicárselo, dejarles copia y
rngistrarlo en el libro de concesiones, ote. acarreaba
un trabajo ímprobo para oí pobre Sr. Gobernador: en
vista de Ío cual le ofrecí mis servicios como secretario
y amanuense, y tanto hice, que su trabajo sólo se
redujo á poner su firm a. con grandes ventajas para
él y para mi, pues ól podía atender á otros auntos
más importantes do su incumbencia, y yo, conten
tando á los indios en sus intereses materiales , ga
naba sn corazón, me insinuaba á hablarles del alma
y do Dios y casi siempre con feliz éxito. Hubo en
consecunneia un número muy grande de bautismos,
especialmente de adultos, de confirmaciones, de ma
trimonios y do instrucciones catequísticas.
Kn el ínterin se comenzaba la novena de la Pu
rísima Concepción, y si la Sma. Virgen nos traía
tantas almas abandonadas, nosotros presentábamos
la nuestra ante sus plantas llenas do alegría y agra
decimiento, que no basta la lengua á describir. Ador
nado el altar portátil con la imagen de la Purísima,
rodeado do hermosas flores naturales y frescas, sobre
una tosca mesa y e n una cabaña todavía más tosca,
decía cada día la misa que me ayudaba el Goberna
dor, el cual comulgaba con frecuencia. Por la tarde,
puesto el sol detrás de la majestuosa cordillera de
ios Andes, íbamos á tomar un poco de aire á la
falda de las colinas ó al valle, rezando el rosario ó
conversando amigablemente. Así pasamos aquellos días
llenos, tranquilos y serenos, como las tranquilas y
plácidas hondas del riachuelo Corinto, que se desliza
lamiendo las faldas de nna interminable cadena do
montañas. Cuento estos días entre los más hermosos
do mi vida, y como uno de los más grandes consuelos
del Señor, como un preludio do aquella beatifica vi.sion que inunda á los justos más arriba de esto her
moso cielo, terso como un cristal y fantásticamente
iluminado, aún en las más oscuras noches, por las
eternas nieves que cubren las gigantescas cimas de
los Andes.
- G i
les: caballos y caballeros estaban rendidos por el
Ur^ viajo de 240 millas en 12 dias; por cayo
motivo el Gobernador, despnés de salndaríes y agra
decerles su trabajo, hizo qae se les diese de comer
j qae reposasen, llis compañeros de viaje hicieron
centinela y custodiaron los caballos datante la noche;
asi que en menos de una hora todo estaba en silencio.
¡Quien había de pensar que nuestra mansión soli
taria y pacifica debía trocarse tan pronto en campo
de batalla!
El día siguiente, 9 de Diciembre, había gran mo
vimiento en el improvisado salOn de Gobierno: so
comenzó por examinar las notas del Gobernador-de
legado, en las que había importantes comunicaciones
7 advertencias útiles para el gobierno de los volun
tarios. Cerca de la entr<ada había varios indios sen
tados llenos de miedo: los había preso el Comandante
para evitar que fuesen á dar cuenta de su arribo, y
esperaban su tum o para hablar al Gobernador ó in
formarle de lo acaecido; otros había, que libres y
sin miado á los soldados, acudían á mí para que les
diera medallas y crucifijos con que librarse de las
malas artes de Cayupul, á quien tenían un miedo
mfdndado.
Los indios, puestos entre la espada y la pared, ha
blaron claro, diciendo que Cayupul se les proponía
como enviado do Dios y medianero entro E l y ellos
para comunicarles las órdenes que de él le venían :
decía habérsele aparecido un hermano muerto en
Balqueta que le reveló que desaparecería después de
nn tiempo señalado, lo cual quizá debería verificarse
i nuestra llegada; que Sac-mata sólo era cacique de
nombre, haciendo Salpú todo el cometido de tal por
ser más dócil con Cayupul; que ésto ordenaba fiestas
fflny frecuentes en las cuales sacrificaba ha.sta nuevo
J ^ s ; que ordenaba mochas libaciones con licores,
hierba, caldo, etc. y otras cosas que agradan mucho
¿ los indios.
Dorante la noche, á veces se pone á llorar y manda
í los otros que le imiten, y por la mañana saluda
~
ofreciéndole tres pellizcos de yerba y una
libación con caldo, despudS de lo cual todos gritan
|*oto y con tal salvajismo, que hacen huir al monto
5 los ganados por el espanto que les causan.
A. la pregunta, de si es verdad que incitase á
r^^guir á los blancos y á los cristianos, los indios
TWdaron perplejos: lo único quo revelaron fué que
^vupul Ies disuadía de tratar con los cristianos y
encargaba que lo defendiesen si hubiese neceíidad.
Fuó interrogado un sobrino de Cajrupul que, no
^ eetraOo, n ^ ó rotundamente todo lo que tocaba
* su tío en mal sentido, y aseguró, al contrario, que
recomendaba á todos el amor fraterno, la
^nion, la tem plana, el pensamiento de Dios, proPriendo por modelos de todo esto á los cristianos.
Terminado tan largo interrogatorio, el Sr. GoberJ*«or expidió decreto de prisión de los culpables,
'*hado el mismo día 9 de Diciembre, entre los cuales
en primera línea Cayupul, como iniciador
todo delito T pronunciamento, poniendo á los prei disposición del Ministro de Ja guerra.
(Se continuará)
DE MCARAGÜA A IIIÍJICO
Co’ón (Coloralia), 7 Je Sotiombro Jo 1S9C.
E stimado S r . D irector .
|ii 2 del mes en curso, habiendo viajado una
hora en lancha con un fuerte chubasco, me
embarqué á las 8 de la mañana en 5 . Juau
_______
Norte en el vapor inglés Esrquibo.
cuya tripulación se componía tan sólo de negros d»
la Jamáica. No había gran número do pa.<?ajeros, yo
formaba el número uno y sin segundo. El buquo es más
á propósito para carga; en esto sólo puerto toimí
20,000 sacos do cafii. Aprovechando mi indicada
soledad , hice ol retiro espiritual quo nos manda la
Regla cada mes, haciéndolo con más recogimiento que
nunca, pensando en los terribles ciclones procedentes
del Golfo de Méjico, que se desencadenan en este mes
por acá.
I>o p a s o a l pTiex'to L a ITo —I?ai*n<la
e n L im ó n <lo C o s ta ri-ie a —13aia<lu
on Ooloii ele Coloml>ta.
Luego levantó anclas el vapor, y adelante: hemos
atravesado el puerto del Canal de Nicaragua, que se
llamaba La Fe, la cual, cuando no va acompañada
de las obras está muerto, y en efecto, del canal, que
había de ser largo 324 Km., sólo hay un Km. abierto.
El día 3 á las 11 de la mañana se llegaba á Limón
de la microscópica República de Costarrica, donde se
desea tener á los Salesianos. Bajé para visitar al
Santísimo, teniendo el consuelo de hallarlo on una
muy decente Iglesia dedirada al Sgdo. Corazón do
•Tesús, que ofician los RR. P P . Lazaristos, de cuya
Congregación es el limo. Sr. Thiel, Obispo de Costarrica.
El puerto de Limón tiene 2,000 habitantes casi
todos negros, que viven en casas de madera, do la
cual está hecho también el templo protestante , que
con orgullo digno de mejor cansa se levanto en todos
estos puertos costeños. Dicho puerto tiene una hermosa
entrada; su muelle es sumamente cómodo; hay una
casa_ de huéspedes de tres pisos y un vasto jardín
público. Están construyendo un espigón para poder
andar algo dentro del m a r: un Ferrocarril uno L i
món con S. José, capital de ,1a República. Costarrica
es las más tranquila y por Jo mismo la más laboriosa,
próspera y p n ^ e s is ta de Jas Repúblicas del CentroAmérica. Aquí se embarcaron en nuestro vapor un
s ^ r d o te guatemalteco y otro cismático jansenista de
Utrech en Holanda. | No nos faltaban más que los
jansenistas en estas Repúblicas 1 Al día siguiente á
las 12 estábamos en Colón (Colombia); un fragoroso
estrépito de truenos á cielo sereno, nos díó la bienv p id a : poco después aparecen las nubes y con éstas
vino la lluvia, que se toma la molestia de acompa
ñarme doquiera pongo los pies. Aquí cada Compa
ñía tiene su mueUe, al cual se arriman los vapores,
pudiendo el navegante bajar á tierra sobre un
puente improvisado; no encontrándosela gran pesa
dilla de los viajeros, la Aduana. Fui al Hospital
con mi compañero de viaje, el Sacerdote Don Rafael
— 92 —
Salaziir, quien me aseguró que encontraría alojamiento,
como así fuó, con las Hermanas d é la Caridad, que
me dieron un cuarto do dicho establecimiento, fabricado
do madera y que sostienen con la limosna, pidién
dola do puerta en puerta. Colón, la puerta atlántica
del Canal de Panamá es una reunión de casas de
madera, algunas de las cuales son hermosas y bien
pintadas; tiene habitantes do todas las naciones, abun
dando los negros y los chinos, y hablan inglés casi
todos. No hay más Iglesia Católica quo la pequeña
Capilla dol susodicho H ospital, fuera de poblado,
campeando el templo protestante, que es la única cons
trucción de piedra, de estilo gótico, no obstante que
Colombia es un país católico. En dicha Iglesia he
celebrado la Sta. Misa, y á ruego del Capellán, pre
diqué ayer á la poca gente que puede contener.
Hoy sale el vapor para Veracniz, lo cual me hace
esperar que en una semana llegaré á Méjico, j Feliz
coincidencia ! en la primera parada de este viaje fui
hospedado por las Hermanas de la Caridad en Paso
del Norte, siéndolo de nuevo en esta última p arada:
S. Francisco do Sales y S. Vicente de Paul eran amigos.
He proferido el Atlántico al Pacíñeo para ahorrar
tiempo y dinero, pues atravesando el Atlántico ade
lanto 15 días y gasto menos.
l>o maevo on. ol mni* —
• Ejemplo A
oiei’toH cntólieosí —A specto ele la.
ím1(i «TumAloa —¡Qué cosas se ~ven
outro los protestantes!
A bordo dol TTtZZíam Ciff.
Encomendándome á la Santísima Virgen Mana,
Estrella del mar, y á San Rafael Arcángel, Patrón
do los viajeros, y mandando un saludo á nuestros
hermanos de Colombia, donde me encontraba, me em
barqué esta mañana, habiéndome acompañado á bordo
ol capellán del Hospital, D. Adan Carlos Scheidel. A
las 12 en punto, como buen inglés, parte el buque
con viento de proa desde un principio, que le hace
bailar, y por añadidura tenemos la consabida lluvia.
8 de Sotiotnbre.
Hoy es la fiesta de la Natividad de la Sma. Vir
gen, y no puedo celebrar ni oir Misa, pues estoy
entre cielo y agua, siendo el único católico entre
tantos protestantes, quo son, sin embargo, muy ur
banos y respetuosos para conmigo, pudiondo servir
de elocuente ejemplo á muchos católicos en el modo
de tratar á los Sacerdotes. En vez de la Misa rezo
el Rosario entero paseándome sobre cubierta con el
rosario en la mano: los ingleses me miran con oxtrañoza, sin empero reirse ni hacer señal alguna de
menosprecio. Animado por este su continente les he
hablado de la V íi^ n y del Papa, siendo escuchado
con atención. i El Señor os ilumine, amados herma
nos extraviados!
EingatoTB (Jamilck) 9 de Sbre.
Esta mañana á las 8 hemos llegado á este puerto,
habiendo recorrido en 44 horas las 500 millas que
lo separan de Colón, La isla de Jam dica, célebre
por su rhon, se presenta como una media luna al
que va á ella desde Oeste; la atraviesa de Poniente
á Levante una cadena de colinas y montóñas culti
vadas y verdes, que se inclinan á trechos hacia el
Este. Produce cafó, caña de azúcar, tabaco, cam
peche y maderas de construcción. La rodean varios
y muy vistosos islotes sembrados de palmas y habi
tados. Ante el islote P ort P oyal se paró el buque,
para recibir la visita del Capitán y de la Sanidad
del Puerto, siguiendo luego adelante basta arrimarse
al muelle. Como no tenia que pagar lancha y el
buque se paraba todo el día, bajé á ver la ciudad.
Eingstown, capital de la isla, que, como se sabe,
es colonia inglesa, tiene 15,000 habitantes, católicos
muchos de ellos. Sus calles llenas de polvo y no muy
limpias, se dirigen todas en linea recta al mar. Sus
casas, iguales entre si, en su mayor parte están fabri
cadas de piedra y ladrillos. Tiene un jardín público
vistoso y muy extenso, sembrado de diferentes plan
tas de la India Oriental, que á mi parecer, podían
ser un poco mejor cuidadas. Está rodeado de estatuas
de mármol blanco que representan Ministros ingleses
y Gobernadores beneméritos de la isla. Entre ellas
hay una que representa al P . Dupont con esta ins
cripción : « A l Padre JDupont de la Compañía de
Jesús, Kingstown admiradora y reconocida. » Ejem
plo que debieran imitar ciertas naciones para con
hombres beneméritos de la Religión, de la ciencia y
de su patria. Fui á ver el Colegio d e lo sP P . Jesuítas
y tuve la suerte de besar el anillo pastoral al Hmo.
Sr. Gordon, escocés, Jesuíta y Vicario Apostólico de
la isla. Le dije que era Salesiano y ya con esto quiso
que me quedara á comer con él, declarándome haber
escrito al Sr. Don Rúa con ánimo de confiarnos un
orfanatrofio dirigido al presente por las Hermanas de
la misericordia. Recibida la bendición del Sr. Obispo
fui á ver su Catedral y á pedir la bendición á Jesús
Sacramentado. Es un bonito edificio de estilo semigótico con techo de madera.
Volviendo al puerto vi un Hospifcvl servido ^ r
Religiosas irlandesas, una Escuela de Artes y Oficios
á cargo del Gobierno y la Sinagoga de los Hebreos
ingleses y alemanes. Encontró por el camino algnnos
soldados negros muy corpulentos, con uniforme blanco
muy limpio, con gorra colorada y borla azul, los
cuales saludaron militarmente al Sacerdote católico.
He sabido que hay dos batallones de tropa inglesa
en Kingstown, pero á causa del sofocante calor de
la ciudad y por temor á las enfermedades, los tiene
el Gobierno acampados en un fresco valle distante
varias millas de la Capital, cuyo servicio militor des
empeña un batallón de infantería compuesto de in
dígenas. Los soldados católicos tienen su Capellán
estipendiado por el Gobierno Británico.
B elleza del mair —Entre la s arena.«
del YuoatAn^—Ultimos companeros de "viaje —Elevada AVeracruz
—>30.000 Jüm. reconridos en 8**
días.
JaerM 10 de Setiembre.
De nuevo cielo y agua. Ocupo mi tiempo entre la
lectura y la oración, la conversación y contemplación
del Occóano, que así en bonanza, como en la tem
pestad es hermoso. Pero todavía lo es mucho más
el cielo en la imponente circunstancia de los ^
pósenlos tropicales. N i el más afamado pincel, ni la
más ardiente fentasia de poeta podrían retratar al
vivo el soberbio cuadro que la naturaleza presentePor muy hermoso que sea el cielo de Italia, cuando
— 93 —
1-5 hermoso, como not-a moy justamente Manzoni, no
puede ni con mucho parangonarse al cielo tropical
cuando está sereno en la hora de la puesta del sol.
Pero para que más resalte su belleza es necesario
que alguna nube haga las veces de las sombras en
el cuadro: el espacio se vuelve de una cristalina
trasparencia y se tiñe con todos los colores del pris*
ma; las nubes se visten de oro y diamante, se adoman de rosas y violetas, se desprenden del purí
simo cielo y parece que giran al rededor; entre tentó
el sol, que ya se ocultó tras del horizonte, las aca
ricia con sus últimos rayos de plata, variando sus
tintas en mil tonos diferentes. Ante tan grandioso
espectáculo no puede menos de exclamarse, con el Pro
feta: L os cielos manifiestan la grandeza de Dios, y
se comprenden perfectamente el entusiasmo de S. Pe
dro en el Tabor y el sublime laconismo del Apóstol al
volver del tercer cielo.
13 de Setiembre
De vez en cuando el Yapor se para y el piloto
sondea: hemos entrado este mañana en el Golfo de
Méjico y navegamos en pequeña profundidad de agua
entre los bancos de arena de la península de Yucatán.
Encontramos un Yapor .francés y dos bergantines á
velas desplegadas, uno de los cuales preguntó con se
ñales de bandera en qué punto se encontraba, y se
le respondió con otras señales. El capitán consulte
el barómetro para prevenir el viento norte y el ci
clón, pero á Dios gracias, la temperatura es buena.
Estemos á bordo tres solos pasajeros de diferente
religión, profesión y p a tria : un Hebreo alemán, co
merciante; un Inglés protestante, ingeniero, y un
Italiano, Sacerdote católico. Hablo al uno del Pen
tateuco, y ni aun los mandamientos del Decálogo
sabia; pregunto al otro á qué confesión pertenecía,
y lo ignoraba. Nadie se da cuente á bordo de que
es hoy Domingo: la indiferencia religiosa reina y
gobierna. i Cuánto os agradezco. Dios mío, el que
me hayais hecho Católico, Eeligíoso y Sacerdote!
Sin embargo, saben todos acudir muy bien pre
parados, peinados, perfumados, con la cabeza descu
bierta y con mucha gravedad y compostura al Co
medor. Claro e s tá : para quien no cree en Dios ó vive
como si no lo hubiese, la mesa suculenta y abun
dante es su Dios, el templo de la humanidad, quorum
Leus venter est.
Veracruz, 15 de Store.
Finalmente he llegado á Yeracruz después de un
paseito (1) de 20,000 Km. en 84 días, en la estación
más calurosa y malsana, por países abrasadores é
infectados de paludismo, fiebre amarilla y vómito
negro sin haber experimentado la más mínima mo
lestia. En verdad, que la obediencia forma parte de
la higiene. Mañana, Dios mediante, volveré á ver á
mi amada casa de Méjico, á los hermanos y á los
niños... ¡Dios sea bendito y nuestra buena Madre
Haría Auxiliadora!
A fm o . h.® in C. L .
Ajíqel P ioooso, P teo.
(1) T . EoUtine; de Pbre.. Enero y Betorero p. p
LLANOS DE S. MARTIN
Primkiae de nuestros Misioneros.
año pasado el Dmo. Sr. Arzobispo do
Bogotá confiaba á los Salesianos do Colom
bia las misiones de los vastísimos Llanos
___
de San Martin. So comenzó luego, abriendo
en el centro más importante, que da el nombro á
toda la llanura, una Casa-Misión^ pudiondo decir quo
María Auxiliadora bendice esta nueva empresa, porque
está dando ya resultados muy consoladores. En cfecto, se nos escribo desde a llí:
,
« El carísimo Don Ernesto Briate, en cuatro meses,
atravesando por m il. privaciones, visitó con mucho
fruto los pueblos de San Juan de Arama, Güojar y
üribe, que puente más de 3000 habitantes. Ade
m ás' de las numerosas confesiones y comuniones
administró 180 bautismos y bendijo 13 matrimo
nios. ¡Y pensar que todos los centros de pobla
ción cristiana de este Llanura están privados do pas
tor que los guíe por la vía de la salvacionlEl
pueblo más vecino para conseguir un sacerdote es San
Martin, donde estemos radicados, que distado dichos
centros de dos á cuatro jornadas á |caballo por
caminos horribles. Ahora bien, ¿ qué fruto dm'adero se puede lograr entre ellos con una que otra
excursión de vez en cuando?... Sería necesario para
poderlos levantar del embrutecimiento en que están
sumidos, establecer Misioneros en cada pueblo. En
tonces sería más fácil penetrar hasta los salvajes.
Mándenos, Sr. D. B úa, Misioneros para ayudar
nos y entonces, aunque muy alejados y casi pri
vados de toda comunicación, porque no funciona el
telégrafo poco ha aquí implantado, nos daremos ma
ña para enviarlo con frecuencia ricos presentes do
bienes espirituales. La mies es abundante; mando,
pues, á recogerla. Aquí en San Martín hemos cele
brado con particular devoción los meses de Mayo,
Junio y Octubre, acudiendo la gente en gran número
y frecuentando los Santos Sacramentos. So ve que
la gente está bien dispuesta y sólo se necesite quien
fomente sus deseos.
Es cierto que para hacer un poco do bien so ne
cesita estar dispuestos á todo. Figúrese V., Sr. Don
Búa, que nuestra posición es un verdadero desierto y
estamos pendientes al día de la divina Providencia.
Estamos en realidad aislados; porque detrás de nosotro tenemos, á diestra é izquierda más de 30 ríos
imposibles de vadearse, y delante una inmensa llanura
cubierta de hierba y bosques peligrosos. Asi que en
tiempo de lluvia, sino tenemos en reserva alguna
bendición de Dios, el hambre se cierne sobre nosotros.
Añádase á esto, que es muy difícil conservar los ví
veres por la demasiada humedad: por lo mismo ne
cesitamos tener siempre alguna cabeza de ganado
para matar y hacer caldo. Teníamos en cierta octóion
una vaca, y á falte de otra cosa, decidimos ma
tarla ; ^ r o en la mañana que el Hermano Coadjutor
debte acabar con ella, rompió su atadura y se escapó,
sin que hayamos podido c<^erla. En el pueblo no s*
encuentra ni pan ni huevos, y en consecuencia de♦Jk
— 94 —
bomos paaar algunos dias con sólo arroz' cocido y
cafe... Y , Deo ¡jralias, que aun la Providencia no
nos ha dejado privados de lo indespensable.
Con todo estamos siempre contentos, que experi
mentamos cotidianamente la mano providencial de
Aquel que viste á los lirios del campo y alimenta
las aves del cíelo; y nos hace confiar que la obra
emprendida en los Idaiios do San Martin es de su
divino beneplácito. »
¡CuAn l>xi.eiia oss Ma.i*ía!
Habiéndoseme muerto el único varón que tenia y
contrayendo mi peqneñita, María del Carmen, de *7
meses, la misma enfermedad, esperando también uu
fatal desenlace , hice nna promesa á N tra. Señora
Jlaria Auxiliadora, de publicar en el Solefín Salesiano la gracia que la pedia, caso que me fuera
concedida. A los ocho días la niña estaba fuera de
peligro y por lo tanto mi p a c ía concedida.
Por lo que doy gracias infinitas A María Auxilia
dora.
Carmen M. L emos.
Afirmo que soy testigo de esta gracia , pues la
susodicha Señora es una Bienhechora de la Casa.
L a D irectora.
Mendoza (Argentina), 31 de agosto de 1896.
1
KMARIAAHmiADORA.
U im ouforma. tloNttlmciaclu.
Doña Molitona Herrero , atacada do una terrible
enfermedad estando en el campo, fuá trasladada al
pueblo para que se curara. El Doctor Varsi constató
que la enferma estaba aquejada por una 2}cricarditis, y &los pocos días la desahució. Entonces me lla
maron A mi para consultarme. Yo animé á la en
ferma A poner su confianza en María Auxiliadora,
pues con su auxilio esperaba sanarla. Recibió la
paciento todos los auxilios de nuestra santa Reli.gion con mucha devoción. Estaba hinchada y sufría
muolnsimo. Pasó quince días en un estado de ago
nía completa, viviendo los do su familia entre la
esi>eranza y el temor. Por fin la Virgen Auxiliadora
trajo do arriba el auxilio. La enferma habíala pro
metido hacer rezar una Misa en su honor y encen
derla una vola todos los sál)ados mienlras viviera.
Con grande maravilla do todos y con inmensa ale
gría de sus parientes , Doña Melitona Herrero ha
sanado completamente , ha venido al templo A dar
gracias por la recobrada salud , y y9, ha vuelto al
campo donde piensa propagjir la dovociou do la
Virgen Auxiliadora.
\ Viva María Auxiliadora!
Dr. E yasiü Garroxe, Pbro.
r.itiifrones, 19 do noviombro do 1696.
3ta«viu Uí\ Níilvmlo rt. iiii
Un hijo mío filé atacado do una gravo enferme
dad del pulmón.
Viéndolo ya en agonía , esperando por instantes
quo espirara y doblemente afligida al considerar que
ora imposible que sobreviviera A tan grande enfer
medad, acudí con fe A María Auxiliadora, que siem
pre escucha las súplicas de una madre afligida, y
obtuvo de la Sma. Virei'U el gran consuelo do ver
Ami hi.io en una compleda salud.
Gracias sean dadas A María Auxiliadora y todo
sea para su mayor honra y gloria.
Adela S. de E s rú m .
jv jlfo . 1 do
lio 1696.
F otoucio. cío 3MCax-ía Axixilia<iora.
Teniendo A mi hijita Eogelia, de 5 años, grave
mente enferm a, sin esperanza ninguna y desahu
ciada de los módicos , esperando por momentos su
agonía, pues estuvo 24 horas sin pasar ni agua, me
arrodillé y clamó A nuestra Madre Sma. María Au
xiliadora que me la aliviara si convenía.
Entonces en los momentos de hacer la exclama
ción pareció que se había despertado llamando A vo
ces A la Virgen y desde ese momento principió nna
notable mejoría.
Doy gracias sin fin A tan bendita Madre y me
suscribo
A ntonia O rtiz S árate .
N B . La enfermedad de la susodicha niña era tifus
complicada con pulmonía y difteria. Confirma lo di
cho la Hermana Directora del Colegio de María Au
xiliadora, (pie la visitó como alumna suya quo era.
Mon<loza, 31 óe agosto de 1696.
¡í^aliicl <lo los» eiiíei'iiios!
Hará unos meses so puso enferma de pulmonía la
sirvienta do una a m ip mía, y al saberlo yo, ofrecí
una novena y enseguida mandé una medalla para
que se la pusieran A la enferma, y ella misma se la
puso. Al día siguiente se notó la mejoría, y á los
pocos días estiba buena.
Gracias sean dadas A María Auxilio do los cris
tianos.
T eresa F erreb de G arcía,
Barcelona, 18 de noriembre de 1896.
Sr. Director del
Boletín Salesiano:
Suplico A V. que so sirva publicar las gracias y
favores que he recibido de la Sma. Virgen Mana
Auxiliadora en el Hospital de Caridad de esta ciu
dad, pnes apenas la he invocado me ha concedido
lo que la pedia, habiéndome curado ya muchos en
fermos. Entre dichas gracias merece especial mención
la siguiente: Hallábase gravemente enfermo Rito
Rodríguez, de Caro , y un día tuvo un desvaneci
miento permaneciendo por hora y media sin dar
señales de v id a; entonces yo le apliqué al pecho
— <JÜ
una imagen do María Auxiliadora y i oh bondad de
María 1 volvió en si, quedando después completa
mente sano. Por este y los otros muchos favores
doy gracias infinitas &tan bendita Madre que nunca
me ba desoído.
GREGoniA R odríguez,
Ecónoma del Jíosjñtal de Caridad
Tftritagua (Venezuola), 9 de eotiembre de 1896.
C o n s o la trix
a lllic to riiiii.
Encontrándome, hacia ya dos inoses, con una en
fermedad repentina y peligrosa, en mucha ^avedad
y expuesta á verme en las manos del módico para
alguna dolorosa operación, pues se me había desa
rrollado un extraño tumor en la punta baja de la
última costilla del lado derecho *, esto me causaba
mucha inflamación, habiendo día en el que mo sentía
tal ardor é incomodidad en la parto enferma, que
hacíame temer pronto una grave postración. Care
ciendo de recursos y do personas que mo prestaran
ayuda en tal necesidad, sin comunicar á nadie mi
aflicción, mo arrojó con verdadera esperanza y con
fianza á los pies de la Sma. Virgen bajo el dulce
título do María Auxiliadora y con toda la efusión
propia de un corazón amanto do tan tierna Madre,
la pedí la gracia do que ningún médico tuviera que
ver mi cuerpo; prometiéndola, si me concedía la
gracia, ofrecerla mi corazón, hacerla una novena y
publicar en el B oletín la gracia concedida, como
también publicar la misjna gracia, si mi Confesor
mo lo permitía, en la puerta de una Iglesia; pero
con todo esto mi mal quedó sin alivio. Vino el mes
de Mayo y puéstame de nuevo en presencia de la
Sma. Virgen, la renuevo mi petición y la ofrezco
consagrarla dicho mes, aunque con un poco do sa
crificio, cuando i oh prodigio do María Auxiliadora l
habría pasado .como medio mes, y habiéndome acos
tado una noche muy grave y con’ el tumor muy
inflamado, al amanecer del siguiente día veo con in
decible estupor y alegría, que el tumor, la hinchazón,
el malestar y todo habían desaparecido milagrosa
mente y como por encanto.
.
Mi regocijo ha llegado al colmo, y llena de jubilo
y gratitud, veo que es María Auxiliadora la autora
de esto triunfo.
Para cumplir, pues, mi promesa, mo ofrezco en
verdad por verdadera esclava de María y deseo que
se publique el presento milagro para ensalzar las
bondades de tan Divina Madre.
M aría T kkkía deu M onte Carmelo.
Méjico, 2tí de Mayo de 189G.
istu liiK i u í i r i n o r u m .
Ofrecí á María Auxiliadora un cuerpecito de plata
y publicar la gracia en el Boletín Salcsiano, si en
p l i o de ocho días se mejoraba una hga mía que
hacia un mes que estaba tullida con reumatismo
asi(iííco. Alcancé la gracia, pues á los ocho días no
solamente estaba mejor sino que podía caminar.
En prueba de gratitud á mi buena Madre María
cumplo mi promesa.
^
^
E loísa A. de P intos .
Barracas al Xorte (B. A.), 23 de Sbre. de 1896.
XJna. deuda ú. María Auxiliadora.
Cumplo con un deber,que tengo hacia la Sma. Virgen
por varias gracias que he alcanzado de esta bneai
Madre. Por espacio de dos años consecutivos una dimis hijas padeció frecuentes vahídos que la hadaB
caer de repente, perdiendo el conocimiento, y la ex
ponían á graves contingencias. Uno de los faculta
tivos que la visitaron atribuyó el mal á debilidad d«
los nervios de la cabeza, calificándolo de grave, pero
María Auxiliadora , á quien teníamos todos mucha
devoción, permitió que uno de sus hijos, el P. Fran
cisco A. Sacerdote Salesiano en Utrera, pasara ^
Madrid y visitándouos diese á la enferma la bendición
de María Auxiliadora, asegurándola con gran confiana
en Ntra. Sra. que desaparecería el mal.
Hace de esto tres años: y, como siempre que se
invoca á María, hemos sido atendidos y la enferma
recobró la salud desde aquel día.
Veinte meses después está misma hija tuvo unas
calenturas muy fuertes que nos alarmaron mucho; y
cuando la enferma estaba peor con más de 42 grados
do calor acudimos á María AimUadora empezando a
novena y siempre confiadas en su protección. Aquella
misma noche hizo crisis la enfermedad y desde entonces
mejoró mi hija rápidamente.
María es tan buena para los que confian en hila,
que nos concede protección hasta en las cosas mas
pequeñas.
, ,.
,
Perdí hoy mismo un brillante que habíase despre^
dido de una sortija; no sabíamos dónde había caito
ni cuando, y parecía imposible el recobrarlo pero, coto
siempre, acudimos á María Auxiliadora, y á la metoi
hora había aparecido el brillante con gran asomas
nuestro.
Gracias á María Auxiliadora por tanto como ufe
protege, y deseo que todos acudan á Ella con con
fianza, para darla más culto y gloria.
M. G. de P . de L.
Madrid, 17 de Setiembre de 1896.
María lae tlo-viiel-ve la salud.
En el mes do Julio último enfermé de graveé^,
según los médicos que me asistieron, con una a f e ^
orgánica al corazón: en este estado hice con todaH
la novena de María Auxiliadora prometiéndola, qf
si me conseguía de su divino Hijo la salud, publicam
el milagro en el Boletín Salesiano. El dia último
la novena yo estaba ya muy aliviado de mi en»modad y álo s pocos días enteramente sano, siguieDi|
asi hasta la fecha, contra la opinión de los
que entendían que tal enfermedad era incuralw.
Cumpliendo con mi promesa, desw que se pubuj*
esto milagro en el Boletín Salesiano, á fin doj*
se aumente el número de los devotos de Maris
xiliadora.
_ ^ ,
Salvador García Hartado
León {M^ico), 23 de Setiembre de 1S96.
— 97 —
pues la m iserable condición á qne han quedado
reducidos tantos infelices niños con motivo de
los últim os sucesos de Armenia, merece especial
atención por n u estra parte.
¡ Haga el cielo que m erced á la generosa cari
dad de nuestros lectores pueda el R. P. Belloní
d a r m ayor am plitud á los locales del Orfauatrofio
para poder de este modo ofrecer un seguro abrigo
á m ayor núm ero de aquellos infelices niños, víc
tim as de la barb arie turca..! (V. Pag. 105)
PAFtMA
En honor de S. Francisco
de Sales.
Interm inables seríamos si quisiéram os d a r una
detallada id ea de los cultos que en su día dedi
caron á nuestro celestial patrono S. Francisco de
Sales, los Cooperadores italianos. El creciente des
arrollo que y a tom ando la acción saleslana en
Italia, m erced á la organización casi perfecta de
los Cooperadores y a l celo que despliengan, tr a
bajando unidos p ara la consecución de los nobles
y levantados fines que persiguen, adquiere m ayor
actividad a l acercarse el tiem po prefijado por el
Reglamento p ara las conferencias.
Buena prueba de esto son las celebradas en
esta circunstancia en Boma, T reviglio, Verona,
Torrione di Bordighera, Asti, Mesina, Novi Ligare,
Alejandría, Cuneo, P avía, Novara, Cerano, Man
tas, Cesaro, Fossano, Vercelli, Saluzzo, Carmagnola,
Chieri, Alba y en otras m uchas ciudades que sería
largo referir, en todas las cuales tan to las funcio
nes religiosas como las conferencias han sido mny
concurridas y de resultados muy satisfactorios.
Yaraxxe
E l S5.® aniversario de la
fundación del Colegio Salesiano
Con la asistencia del Hmo. Sr. Boraggini, obis
po de la diócesis, de los RR. PP . F rancesia, Monateri y Bordone, sucesivos directores del Colegio,
del clero parroquial y de numerosos ex-alumnos,
w celebraron el 7 de Febrero últim o solemnes fies
tas para conm em orar el 25.® aniversario de la
fnndacion del Colegio, las cnales n ad a dejaron
qne desear, m erced á las buenas disposiciones y
ai celo del actu al D irector, P . Luchelli.
Las fnnciones religiosas de la m añana y de la
tarde se celebraron en la parroquia, predicando
al canónigo $ r . Rosso. A medio día se celebró un
modesto banquete de cien cubiertos, y por la tard e
inia espléndida academ ia.
Digno de imitación
lo s jóvenes qne frecuentan la s clases de liceo
de nuestro colegio de Alassio rem itieron últim a
mente á £>. R úa la oferta de trecepeteiaspara los
^sérfnnos ármenos acogidos en el Orfanotrofio de
^ lé n .
£ste herm oso rasgo de caridad merece ser im i
tado por todos nuestros Colegios y Cooperadores,
A ntiguos discípulos
del Colegio Salesiano.
Los antigaos alumnos dol Colegio de P arm a se
h an unido en Asociación, como los de Turin y do
otros Institutos Salesianos. En la prim era Ju n ta
qne se tuvo por invitación del Prefecto del Colegio
el 12 del pasado Noviembre, se procedió á nom
b rar el consejo directivo.
Los adherentes á la Asociación fueron luego
unos 70) se compiló nn Reglamento, cuyos p rin
cipales artículos ponemos aquí p ara qne sirvan
de n o rm a :
1.
® E l objeto de la Asociación es conservar los
vínculos de cristiana herm andad y buen ejemplo,
m anteniendo en los socios vivo el recuerdo de
la educación recibida en el Colegio, y procurar di
fundir en las fam ilias el suave espíritu de D. Hosco.
2.
® Todos los años una comisión de la Asocia
ción tom ará parte en la academ ia qne se suele tener
en el Colegio en el onomástico del Sr. D irector.A ejem plo de los alum nos de T urín se te n d rá una
rennion anual con una m odesta comida. Cada socio
estará en relación, al menos epistolar, con los Sueriores del Colegio. Cada año se p resentará el
om enaje de agradecida estim a al Sucesor de 1).
Bosco en el d ía 24 de Junio.
3.® Cada socio dará al año una cnotA para pro
curarse nn recuerdo que se depositará en la Ca
pilla del Colegio y para formar la Bolsa de los antignoB alum nos del Colegio de Parm a á favor de
las Misiones Salesianas.
4.® Pueden tom ar parte en la Asociación los alum
nos de otros In stitutos Salesianos que viviesen en
P arm a ó en sos contornos.
5.® L a Asociación se propone adem ás celar cons
tantem ente por la difasioQ de las obras y mi
siones Salesianas.
E
Salida de Misioneros
A m ediados de F ebrero últim o salieron de Tu
ría tos misioneros destinados á la prim era casa
saleslana de loe Estados Unidos, que se abre en
S. Francisco de California. D irector de esta nueva
fundación es el R. P . P ip em i, á quien acompaña
el P . Caesini, antiguo prefecto de la casa salesiana
de Almagro (B. A.) el cual nos encarga que des
de estas columnas manifestemos su agradecim iento
á los salesianos y cooperadores argentinos por el
afecto con qne le han distinguido durante los 22
años qne h a vivido en tre ellos.
— 98 —
Londres
V isita P asto ral ét la Misión
Salesiana
Un im portante acontecim iento ro lia cumplido
on n uestra casa de Londres. Con m otivo de la
llcsta de S. Francisco de Sales, celebrada el .11 do
Enero, el lim o. Sr. Bourno, auxiliar del Obispo de
Southvvarlc, b a hecho la visita pastoral á la Mi
sión Salesiana, asistiendo de pontifical la misa
solemne y oficiando á las vísperas y á la procesión
y bendición con S. D. M.
En la m isa solemne predicó el P . Nolún, h a
ciendo un llam am iento ó la caridad do los cató
licos p ara el sostenim iento de las Escuelas Parro
quiales, que tan ó pochos les están A los Sres. 0bispos, como m edio de escepcional im portancia
p ara conservar la fe en los católicos, y a tra e r á
ella A los disidentes.
P o r la tardo el lim o. Sr. Bonrne pronunció un
notabilísim o discurso sobre S. Francisco, quehasido
reproducido por no pocos periódicos, manifestando
antes la gran satisfacción qixe había esperimentado
cu esta v isita y los adelantos que había notado en
la Misión, m erced al celo y caridad con que es
servida. L a procesión con S. D. M. que se cele
bró después por el in terio r de la iglesia, fué es
pléndida.
E l concurso A las funciones religiosas del día
fué muy numeroso, no sólo do católicos, sino
tam bién de protestantes atraídos de la ma.iestad
y esplendor del culto católico, probando dulces
impresiones, que con frecuencia son causa de su
feliz retorno al seno amoroso de la Iglesia.
”(í5 55 55
Cv ■v¿p ' v5”
”55' va (5 va'’ú?”
E S I P A - Í T - A .
MALAGA
Solemnísimos cultos & M aria A.uxiliadora.
Amadísimo P ad re D. R oa :
Con el corazón relmsando do gozo y de ale
gría, lo debo d a r u na gratísim a noticia.
cató
lica ciudad de Málaga, em ulando A Sevilla, acaba
de d a r una grandiosa dem ostración de am or y
do devoción A n u e stra queridísim a Madre María
A uxiliadora.
Los días 3, 4 ,5 y 6 de Enero fueron p a ra nosotros
d ías de g rande alegría, con motivo de la bendi
ción do la herm osa y artística estatua de María
A uxiliadora, que habíam os encargado A nuestras
Esencias profesionales de S arria Barcelona).
P a ra qne las fiestas resultaran m ás lucidas v
para que los fieles tuvieran mayor comodidad de
asistir A ellas, nuestro celosísimo Párroco de i»
Merced y g rande cooperador salesiano, puso á
n u estra disposición su v asta y espaciosa iglesia. El
trid u o se empezó el. día 3, procediéndose antes á
la bendición de la estatua, que colocada después
en magnífico trono, recibió la v isita de numerosos
devotos. E ste día predicó el célebre orador sagra
do M. I. Sr. D. José Roca y Ponsa, Magistral de
la S. I. C. de Sevilla, y en los dos siguientes
nuestro querido herm ano D. Pedro Ricaldone,
director de la Casa Salesiana de dicha ciudad,
entusiasm ando ambos A las muchedum bres que
acudían todas las tardes A oírlos, enfervorizándolas
en la devoción á nuestra querida Madre, y dispo
niéndolas á la im ponente m anifestación religiosa
del día 6.
N osó cómo explicarlo, mi querido P adre, lo qne
vi en aquel día memorable, pues cuanto se diga
es poco. Todos los malagueños estaban animados
de un sólo p ensam iento; no ser menos que los se
villanos en su entusiasmo por M aría. Como con
secuencia de esto, las calles y los balcones déla
carrera que debía seguir la procesión, se habían
vestido de fiesta, y una apiñada muchedumbre
los llenaba, deseosa de ver .v re c ib irla bendición
de la A uxiliadora d é lo s cristianos. Se levantaron
varios arcos triunfales y m ientras n u estra banda
recorría la víspera la carrera, apareció ésta her
mosamente ilum inada A la veneciana.
A las 12 debía salir la procesión, pero era tanta
la aglomeración de gente, que no costo poco tra
bajo n i tiem po el ordenarla. P residía el Timo.
Sr. Dean en representación del Sr. Obispo, que
estaba ausente, y tom aron p arte todas las Comuni
dades y cofradías de la ciudad.
Im ponente fué la salida de la Iglesia de la Merced.
La anchurosa plaza era incapaz de contener Alos
fieles que habían acudido, confundiémlose los ar
moniosos ecos do las bandas con los entusiastas
vivas de la nmcliedumbre A María Auxiliadora,
vivas que no cesaron en toda la carrera y qne
alcanzaron su período álgido al llegar A la « calle
de D- Bosco ».
E n trad a la procesión en n u estra capilla, el ,Sr.
De.an. fuera de sí ante tan extraordinario entusias
mo. oenpií la sagrada cátedra, y dando rienda suel
ta A BUS sentim ientos, tuvo al numerosísimo pú
blico durante
do hora en un verdadero éxtasis ;
ya no era el Sr. Dean quien hablaba, sino un co
razón todo por María y para María.
Acto seguido nuestros niños en ni'miero de 3."0,
confundidos con los 140 del Asilo de S. Bartolomé,
fueron obsequiados con nna gran comida por los
Señores Cooperadores.
Asi, querido Padre, tuvieron fin nuestras fiestas,
que han dejado en nuestros corazones y en el de
nuestros Cooperadores imperecedero recuerdo.^
Bendiga, .amado P adre, A todos su.s liijos. ñiños
y cooperadores de ésta, v en especial A su afnio.
S. S. in C. J .
M. S. T.
Málaga, 19 «le Enero «le 1397.
—
-------
9a —
FIESTA DE S. FRANCISCO DE SALES
SA N T A N D E R
Sr. D irector del B oletín Saksiano
Muy S r.m ío : B revem ente, como lo exige la an
gustia del tiem po de que puedo disponer, y del
espacio queV . podi-á conceder á estas lineas, paso
tí darle cuenta de los solemnes cultos que ti-ibutamos á nuesti’o glorioso patrono S. Francisco de
Sales el 131 del p. p. Enero.
Los fuertes tem porales do estos días nos hacían
temer por el brillo y esplendor de la liesta,p ero
liemos visto con gusto que ni lo desapacible del
tiempo, n i el fuei’te viento que reinaba, n i la lluvia
que en todo el día no dejó de am enazarnos, fue
ron suficientes á detener á los num erosos coopemdores de la O bra de D. Bosco en Santander, de
los que so vio llena la capilla del ^Colegio, cuya
estrechez é incom odidad se v an notando m ás cada
día. ¡Lástima g rande que las triste s circunstancias
jwrque atravesam os no nos perm itan em prender
de nuevo y llev ar adelante con grandes bríos la
obra de L a A talaya, p arad a desde hace varios
meses, no sin gran perjuicio para lo ya edificado,
la cual nos perm itiría al mismo tiem po que el
completo desaiToyo de n u estra Obra en Santander,
dar mayor esplendor á las sagradas funciones!
Numerosa fue la comunión en la m isa de co
munidad, edificando el continente verdaderam ente
piadoso de los niños al acercarse al divino b an
quete; v extraordinariam ente solemne el oficio de
las 10 en el que nuestros niños en unión, de repu
tados artistas de la ciudad, interpretaron la cé
lebre m isa del m aestro Bórdese, acom pañada de
la banda d é la casa. Celebró la m isa el M. I. Sr.
D. Crisauto Rodríguez Casauueva, Secretario de
Cámara, v predicó a l evangelio e l Sr. A rcipreste
(le la S. i. C. D. A lejandro Gil de Roboleño, ha
ciendo resaltar en el notable panegírico qne pro
nunció del Santo, su adm irable y heróica caridad
T celo que á ta n ta s y ta n nobles em presas lo
impelieron para gloria de Dios y salvación de las
almos.
Por la ta rd e á las 5 se cantaron solemnísimas
vísperas con la asistencia del limo. Sr. Obispo,
quien dió la bendición con S. D. M. y dirigió
después su ai-doi*osa y elocuente p alab ra á los n u
merosos cooperadores presentes, á los niños y ó
los salesiauos. P a ra todos tuvo p alabras de aliento
el sabio Prelado, tratan d o de la confianza en la
divina Providencia, pero especialm ente p ara los
salesianos y sus benem éritos cooperadores; á los
¡irimeros les puso delante las m uchas dificultades
con que ta l vez tropezarían en su cam ino; la s caloinnias y persecuciones de qne ta l vez serían ob
jeto á pesar de la obra altam ente benéfica que
cumplen en la sociedad, y les exhortó á seguir
siempre adelante fija la v ista en Dios de quien sólo
habían de esperar su auxilio ; y á los segundos les
invitó á exam inarse atentam ente p a ra ver si ha
bían siem pre hecho cnanto podían y debían en
Avor de u n a obra de la que ta n to bien se espera,
y les anim ó á continuar prestándola decidido a Voyo, llam ándoles la atención principalm ente sobre
la obra de L a A talaya, que ^ de ser seguro re
fugio y rico venero de felicidad tem poral y eterna
para tantos pobres niños, que sin su apoyo se p er
derían. Term inónuestro amado Prelado exhortando
ú todos, cooperadores, salesianos y niños, á pedir
fervorosam ente al Señor que despejando el negro
horizonte, haga aparecer la risueña au ro ra que
h a de coronar los deseos y los esfuerzos de todos.
P aso fin á ta n solemne fiesta nuestras b anda
con un notable concierto en el espacioso salón de
estudio, elegantem ente engalanado al efecto.
De V., Sr. D irector, S. S. y b .“ in C, J .
Ja
ir. I.
Santander, 5 de Febrero 1897.
CERDNA
La fiesta do nuestro Santo Patrono la hemos ce
lebrado en esta casa con la m ayor solemnidad po
sible. Hubo comuniou general, y el oficio do las 10
fué acompañado por n u estra orquesta, de reciente
fundación.
P ara d ar m ayor comodidad y facilitar la asis
tencia de nuestros benem éritos Cooperadores, ce
lebram os la conferencia de reglam ento en la iglesia
de n u estra Sra. de los Dolores, asistiendo en cuer
po nuestros 56 niños con la banda. E l orador,
que lo fué el R. P . Luis Boxaderas, superior do
los RR. PP- Jesu ítas de esta ciudad, estuvo á
g ran altu ra, desarrollando el te m a : L a Congrega
ción Salesiana viene de D ios; es dirigida por Dios,
y á Dios se encam ina. D ijo que los Cooperadores
Salesianos son los excogidos p o r Dios p ara conti
n u a r la obra salvadora de la ju v e n tu d pobre y
abandonada, como lo dem uestran la m ayor parto
de les niños presentes, qne á no h aber sido aco
gidos en la G ranja Salesiana, seguirían el camÍDo
del vicio, yendo á term in ar sus días en el fondo
de un presidio. T rató tam bién de la j)rodigio8a
propagación de la Congregación Salesiana en el
antiguo y nuevo continente, y term inó recomen
dando encarecidam ente á sus oyentes que conti
n uaran apoyando con su generosidad y despren
dim iento la incipiente obra de esta ciudad, que
tantos y tan grandes beneficios puede esperar do
ella con su desarrollo.
Después de la Conferencia los niños cantaron
un m otete al Sgdo. Corazón de Jesús y la banda
interpretó algunas piezas de su bien surtido re
pertorio.
Gerona, 10 de Febrero d e '1897.
BB3AR (Salaraaaca).
Nos escriben desde B éjar:
El 11 de Febrero se celebró en ésta la fiesta de
S. Francisco á la que h a precedido un trid u o p re
dicando, con tem as adecuados al auditorio, el
Rdo. Sr. A rcipreste D. Miguel Vegas.
E l M. Iltre. Sr. M agistral de Salamanca repar
tió el P an Eucarístico á los alumnos internos, ex
ternos y niños del Oratorio festivo, y por el Rdo.
Sr. D irector se ofició 'solem nem ente, ocupando
la cátedra del E spíritu Santo el Iltre. Sr. D. F ra n
cisco García, quien desarrolló m agistralm ente el
tem a propuesto y por largo rato cautivó al esco
gido auditorio con su sim pática y galana ñ ^ e .
P revia invitación elegantem ente y á cuatro tintM
hecha en la T ip o g r a ^ Salesiana de Sarrlá, asis
tió numeroso clero, estando dignam ente repre
sentadas todas las clases de la sociedad Bejarana
—
100
Por la ta rd e se dió la bendición aolemne cantándoBO un Tantam ergo de Monseñor Cagliero que
íuó hábilm ente ejecutado por los niños de la casa.
Al día siguiente el mencionado señor M agistral
celebró solemnes exequias en sufragie de los Co
operadores salesianos. P a ra conm em orar la fiestJi en tre los niños del Oratorio festivo en núm ero
(lo 200, so verificó u n sorteo de cortes de pan
talón, chalecos, blusas, camisas, etc. que los Cooperaílores salesianos y varios amigos regalaron.
Reciban todos ellos las más sinceras m uestras
de agradecim iento de los niños y de los Salesia
nos que ardientem ente piden á Dios que les re
compense BU desprendim iento, dándoles el ciento
por uno como el mismo Salvador lo ha prom etido.
M.
Béjpr, 22 de Febrero de 1897.
8AN Y1CBN8 DBL8 W0RT8 (Rarceíona)
V isita de D. F rancisco C erruti.
Meneajerns de la herm osa prim av era son las
avecillas que estos días nos vienen del Africa,
después de haber pasado el invierno en las tem
pladas regiones de aquel C ontinente. Procedente
del mismo territo rio , doude estuviera ó v isitar
las casas salesianas, liemos tenido la dicha de al
b ergar al que nos había de tra e r las buenas nnevas de nuestro padre D. Rúa, á su Lijo p redi
lecto, al insigne m iem bro del Capitulo Superior
D. Francisco C erruti.
V enía precedido de la fam a de grandes v irtu
des y profundo saber, pero al to c a r de cerca éste
y aquellas, liemos visto que la realidad excedía
con mucho á cuanto nos habíam os figurado. Segu
ram en te que BU BÓla presencia h a producido on
nosotros m ás efecto que muchos serm ones. Su
inalterable tran q u ilid ad , sus p alabras tam bién di
chas como bien m editadas, su jo v ial conversa
ción á pesar de la edad y muchos achaques, la
santidad, en fin, que se veía eu toda su persona
nos recordaba á D. Rosco, (pie parecía rev iv ir eu
este su querido lii^io. ¡ Qué lilstima que sus m u
chas ooapacinuos no le hayan perm itido perm a
necer por más tiem po á nuestro lado!
Como es de suponer, queriendo obsequiar á
tan buen padre si no con esplendidez, por causa
de n uestra pobreza, á lo menos con buena volun
ta d , oelebramos una academ ia eu su honor. Cada
cual hizo lo que pudo, declam ándose en dvstellauo,
francés, la tín , griego é italiano. Los Irabt^ios oran senoillos en la forma, como correspondía á
Jóvenes que poco h á comenzaron á estu d iar, pero
en todos ellos se veía uu g ran fondo <ie bondad
de ta n ta más v alia cuanto que eran espontáneos
y do la propia cosecha de cada individuo.
A las felicitaciones de los uovi(ño8 contestó D.
C erruti eu o tras tan tas lenguas, es decir: caste
llano, francés, gnego, latín é italiano, con ta n ta
im^iestad, fruición y elegancia, que nos dqjó asombrados. Eu )>oca8 palabras compendió to d a la
v id a del salesiauo, pasando sucesivam ente de uu
idiom a á otro sin co rtar la hilaciun de los pen
sam ientos n i del discurso.
_( Que Dios conserve por muchos años su pre
ciosa vid a p ara bien de la Congregación Salesiana
—
y de los m illares de niños que bajo la dirección
supreuia de tan ilustre varón se educan en nuestni
casas!
Carnaval.
Cuentan las crónicas que Satanás (mona de Dios)
oficiando de padre predicador entre los suyos, pro
puso á éstos el establecim iento de una Cuaresma,
á semejanza de la que tienen los cristianos, pero,
como es n atu ral, con fines bien distintos, y qué
al efecto, aprobando la proposición del presiden
te, votaron por unanim idad el Carnaval, fijándolo
en los tres días que preceden á la san ta cuaresma
de los católicos. Haya lo que haya de verdad
acerca de esta historia, lo cierto es que el car
naval tien e mucho de diabólico y cuáles sean sus
am argas consecuencias nadie lo ignora.
Por eso n u estra Santa M adre la Iglesia gime
y lam enta estos días el desvío de tantos hijos
suyos q ue, volviendo las espaldas á ta n buena
Madre y siguiendo los pórfidos consejos de su etem o enemig(^ se entregan á devaneos y locuras
gentílicas, im propias del nom bre cristiano.
Bien persuadidos de esto y preciándonos ante
todo de hijos afectuosos de la Iglesia, hemos to
mado p arte en su dolor gim iendo con ella al pié
de los altares, p a ra pedir á Dios Nuestro Señor
m isericordia y perdón.
E l Señor D irector con sabias insinuaciones nos
venía preparando de antem ano y en el sermón
de ocasión que predicó el domingo, poniendo por
delante el ejemplo de salesianos m uertos en olor
de santidad y de otros que todavía viven, amantísiraos todos ellos de Jesús Sacramentado, acabó
por d a r fuego al com bustible que hacinara en
días anteriores en los corazones de los novicios.
F ácil es, pues, de com prender cuán tiernas y
fervorosas hayan sido las oraciones de éstos y
cuán agradables á Dios Nuestro Señor. E l doraiueo y m artes hubo exposición de S. D. M. hacién
dose guardia por tandas de cuatro novicios ves
tidos de roquete. Las visitas de' los demás eran
frecuentes y algunos velaron h asta la m edia nu
che.
Agradable visita.
Lo filé á la v erd ad la que tuvim os el lunes de
carnaval de los alumnos m ás distinguidos de nues
tra s escuelas de Sarriá. E ran éstos cu número de
25, pertenecientes á las clases ínfima, m edia y su
perior, á quienes en jiremio de su aplicación y buen
com portam iento se les concedió uu d ía de campo,
que lo quisieron pasar cutre nosotros. Dicho se
está que en cuanto perm ite nuestra pobreza, hi
cimos cuanto pudimos para obsequiarlos, y ellos,
más alegres que unas campanillas, sin rendirse á
la fatiga del viaje (3 leguas á pié), nos pagaron
el hospedaje reprcíseutando con m ucha gracia en
nuestro pequeño teatro dos trozos de comedia que
sabían de m em oria y que nos divirtieron mueno.
M arzo de 1897.
D. C erruti llegó al Oratorio el 7 de Marzo, des
pués de uu largo viaje visitando las casas salesianas
del norte de Afriiia y del'sur y m ediodía de España,
recibiendo en todas ellas las m ás sinc^eras mues
tras del amor y contento de todos los Salesianos.
—
101
—
de la barbarie, no habiendo ya punto de aquel
Tastísimo territorio que no h a y ^ regado con sus
sudores v santificado con sus virtudes.
Los Salesianos
en la República Argentina.
En Dicembre de 1875 pisaban p o r prim era Tez
tierra argentina los abnegados Hijos de D. Bosco.
Que los Salesianos gocen de las sim patías de
los A rgentinos, es indudable. JEl elemento sano del
pais les presta su eficaz cooperación. Córdoba,
P araná, L a Rioja, Salta, Ju ju y los desean y espe
ra n ansiosam ente. Numerosos jóvenes argentinos
se han recogido bajo la sombra de la bandera
salesiana, pues cuentan ya entoe sus filas á seis
sacerdotes y más de tre in ta clérigos y coadyutores,
y en Berna! se instruyen y adiestran en la santa
m ilicia de Don Bosco unos setenta jóvenes, espe
ranzas de la Religión y de la P atria.
Los Salesianos á su vez aman ardientem ente
nuestro hermoso suelo. Y i cómo no amarlo si son
Golegio y Talleres Salesianos de Méjico
En estos veintidós años que m oran en tre nosotros,
ti sólo influjo de la Cruz y de la C aridad cristia
na han acometido y llevado á cabo em presas exhaordinarias, abierto num erosos colegios, reducido
y catequizado trib u s enteras de indios.
Allí están sus Colegios de S. N icolás de los Arroyos, de Mendoza, de Bahía B lanca donde apren
dieron las prim eras letras nna pléyade dejóvenes
<jne hoy hon ran el foro, la trib u n a , las ciencias.
Allí están sns Escuelas de A rtes y Oficios de Bue
nos Aires, de L a P la ta , de Rosario de Santa Fé,
de Viedma, qne enseñaron y a á m illares y mide niños huérfanos ó abandonados el modo
de ganarse honradam ente el pan de cada día. Allí
están finalmente sus Misiones de la P atagonia por
U# que han Hevado la luz de la fe y el beneficio
de la civilización á m illares de salvajes que yaj n sentados en las tinieblas de la ignorancia y
ya cuatro lastros que lo riegan con sus su d o rest
i cómo no am arlo si Don Bosco mismo llamó ó la
R epública A rgentina la segunda p atria de los Sar
lesian o st i cómo no am arlo si á él tienen confia
das las preciosas cenizas de un P adre BodratO, ^
P . G albrisera, un P . Paseri, un P . Bacino, un P.
Agosta y de tantos otros herm anos suyos que su
cum bieron glori<»ameute en el campo de la ac
ción í ¡ Que los Salesianos se m ultipliquen, que
los A rgentinos y sus Autoridades^ los p r o te j^ y
avnden, y pronto veremos establecida en *^da^ Pro
vin cia nna benéfica Escuela de A rtes y^ Oficios, y
convertidos en centros de cultura y civilización
los inmensos desiertos del S u d !
U k A bgektino
admirador de D on Bosco y de los Salesianos.
B uenos A ires, F eb rero d e 1ÍW7-
—
102
U na v isita á los T alleres de D. Bosco
A todos los porsoDos de buoii
corazón quo deBceii cooperar al
biou do la uinoz jKibro y^desva*
lida.
Vurins veces había llegado á n uestra noticia,
dico en su diario el director de L a Lajyaña, la
existencia de los Talleres de Don Busco, pei*o des
conocíamos en absoluto las condiciones do esta
institución dirigida por los P P . Salesiauos, estando
en la creencia de que era una do ta n ta s asociaclones cristianas donde tenían asilo las niñas, en
las condiciones generales do los dem ás colegios de
su índole.
A yer por lin, después de obtener algunos da
tos quo nos pusieron en condiciones de los fines
que persigue esta institución, nos decidim os á
v isitar el establecim iento, situado en la Estanzuela,
fren te á la q uin ta del Sr. Evans. Fuimos recibi
dos por el K. P . Colombo, director de los T alle
res, y con él recorrim os todas sus dependencias.
T erm inada la visita, uo pudim os menos de
exclam ar: — ¡E sta os la v erd ad era sociedad
protectora de los niños, que merece la protección
v oí apoyo de todas las personas honradas y^^de
buen corazón!
Allí los niños reciben u na instrucción adecuada
ú BU edad y facultades, y adem ás apj-enden un
oficio, el recurso más grande del hom bre que quiero
ganar el pan con su trabajo honrado.
El tra to que reciben es esmerado. T ienen sus
horas de escuela, de recreo y do trabajo, y cuen
ta n con un blando lecho donde descansar de sus
infantiles trabajos, y una alim entación sana y só
lid a que les ayuda en su desarrollo físico. El cas
tigo quo reciben los indisciplinados y díscolos,
es la expulsión. L as puertas perm anecen abiertas,
y nadie se halla allí clausurado contra su volun
ta d . Preguntam os á los niños si so hallaban con
te n to s , y ningutio se m ostró disgustado; por el
contrario, todos alaban ol alim ento ó instrucción
quo reciben.
Estos Talleres tuvieron sus hum ildes principios
el día 2 de febrero do 1898, contando por lo tanto,
on Montevideo, tros años do existencia. Desdo su
comienzo se establecieron los talleres de sastrería,
zapatería y carpintería bajo la dirección do hábi
les m aestros; puco después, según lo ib a perm i
tiendo la escasez de sus recursos, empozaron á
funcionar la tipografía , encuardem acion y h e
rrería, do donde, á pesar del modesto m aterial
con que cuentan, han salido trabajos encomiados
jK>r las personas entendidas.
Hay instalada eu el Colegio una panadería, que
elabora el pan que so consume on el establecim iento
y otros anexos, pan de exquisita calidad, que no
se escatim a á los asilados, y actualm ente se esbí
estudiando la form a de instolacion de la hojala
tería, estereotipia, galvanoplastia, litografía, al
pargatería, estatu aria, p in tu ra y ag ricultura prác
tica.
L a base fundam ental del sostenim iento de los
Talleres <í« Don Bosco, es la caridad particular
hacia la clase pobre y la niñez desvalida. Actual
—
m ente entre los sesenta niños artesanos de estos
Tallei-es, 40 se sustentan y educan gratuitamente
y los restantes en su m ayor p arte se hallan por
cuenta de personas caritativas de esta ciudad.
L a institución de los Tálleres de D on Bosco ha
tom ado gran increm ento en las repúblicas Ar
gentina, B rasil, P erú, Bolivia, Colombia, Vene
zuela, Ecuador, Méjico, y últim am ente en el ParaCTiay, donde las Escuelas de Artes y Oficios re
gidas por los salesianos gozan de las simpatías
generales y del apoyo m aterial de los Gobiernos.
L a limosna mejor em pleada, la subvención me
jo r concedida, es la que va destinada á esta
clase de asociaciones. L a falta de recursos impide
á los palesianos que dirigen los Tálleres de Mon
tevideo, el adm itir diariam ente á tantos niños
desam parados que acuden á sus p u ertas en de
m anda de instrucción y alim ento.
E n estos «talleres», regidos por el reglamento
de su fundador Don Ju an Bosco, de santa memo
ria, 86 arm oniza el trab ajo con la istrnccion, te
niendo los niños dos horas de clase en la que se les
enseña á leer y escribir correctam ente, aritmética,
geografía y ciencias naturales. L a m úsica vocal
é instrum ental y la declamación son los medios
empleados para am enizar la vida en el colegio.
T ales son, trazados á grandes rasgos, los Tolleres de D on Bosco, que recomendamos á la cari
dad de nuestros com patriotas, por hallarlos alta
m ente dignos de la protección de todas las gentes
que sienten eu sus pechos el fuego sagrado de la
caridad.
M ÉJICO
Colegio y Talleres Salesianos.
L a Obra Salesiana en Méjico adquiere cada
día más y mayor increm ento, debido al celo y
generosidad de los benem éritos cooperadores me
jicanos. U ltim am ente se lia inaugurado parte del
vasto edificio eu construcción, hablando del cual
dice E l Tiempo de dicha ciudad : « El edificio no
está aúu term inado; pero la parte construida
corresponde con el magnífico e x te rio r: los espa
ciosos patios, los inmensiw salones y los grandes
dorm itorios y talleres están m uy bien construi
dos y adecuados á su objeto. Cualquiera, sin co
nocer nad a do arquitectura, com prende el mérito
do la obra, y adm ira la elegancia y sólida cons
trucción del edificio. E ste ocupa u n a manzana
en tera; en el centro de la fachada principal, se
hallan tres rejas de hierro, que sirven de en
tra d a ; á am bos lados de estas puertas, se extien
den ias hileras de ventanas que dan luz á los
dos pisos de que consta el edificio.
En el alto están los dorm itorios de niños: y
en el bajo los talleres de im prenta, zapatería,
sastrería, carpintería, etc., etc.
En la parte de atrás se halla el departamento
de niñas, que es enteram ente provisional, puw
no ha sido posible em pezarla construcción defini
tiva : apenas se han puesto los cimientos.
En el íado de O riente está la capilla, tanihiM
provisional, pues en el proyecto existe la^ idea de
lev an tar una pequeña iglesia, que servirá pw*
toda la colonia de Santa Julia.
— 103 —
por último, allí existen comedores p ara niñas
T niños, la panadería con sus hornos, todo lo ne
cesario, en fin, aunque en Tía de construcción,
pues como las obras se hacen con las lim osnas
de los bienhechores, van con b astan te lentitud.
Ta se verá, pues, que b astan te han hecho y
signen haciendo los P P . Salesianos con los fondos
de que pueden disponer j por lo cual una vez más
recomendamos la obra salesiana á nuestros lec
tores, á los católicos y en general á todas las
personas caritativas, pues está llam ada á hacer
tm gran bien á Méjico.
Ta ha comenzado á hacerlo, pues actualm ente
hay ya algunos centenares de niños de ambos
MIOS que reciben allí abrigo, educación é instmccion. »
_/>. rv / \ rs
/V
DISCURSO
PRONUNCIADO POR EL R. P. JOSÉ GAMBA
coD motivo de la colocaciun de la piedra fiindamental dcl
nuevo edificio de los “ Talleres de D. Boseo ”
(Conclusión). (1)
]a e a d aros u n a id e a d e lo q u e nos pro p o
nem os con esa in stitu c ió n , resu m iré los
artícu lo s m ás im p o rta n te s d e n u estro
B B R N A Ií ( B a m s - A i r e s , )
Sr. D irector del JBoletín Salcsicino
Gratas impresiones b a dejado en todos los ánimos
la solemne festividad de M aría Inm aculada p redOida por el lim o. Sr. Costamagua.
Xada se ba om itido para exteriorizar nuestro sin
cero amor á M aría y nuesti*o profundo respeto
i 6u Urna. Sr. Costamagna, engalanando los pór
ticos y corredores de la casa y su bella capilla,
enyo altar se hallaba ricam ente adornado bajo
elegante pabellón blanco y celeste.
En la misa de com nnidad recibim os el Pan
de los Angeles de mano del lim o. Sr. Obispo,
dolcemente im presionados por las encendidas iraíes que antes de com ulgar nos dirigiój y á las 10
í€ cantó la m isa del Maestro Capocci, y dejóse
oir la elocuente palabra del lim o. Sr. Costamafna, quien con delicado pensam iento y poéticos
figuras infundió confianza en María.
Para d ar digno rem ate á día de tan to júbilo,
•e representó en nuestro pequeño teatro el tan
celebrado dram a del fído. P . Lemoyne, Culpa y
Pfrdóu.
El día 11 tuvo el Sr. Costamagna la constancia
de probar el canto gregoriano á todos los novicios
ano por nno y al siguiente despidióse de nos
otros dejándonos su bendición.
Y ya que m e he dem orado algo en enviarle esta
r ^ i o n , le diré que después del rudo b atallar de
<■ exámenes ha venido á coronar las faenas es
telares S.S. lim a. D. Ju a n Cagliero , viendo así
rte del producto de tantos sudores vertidos por
mal.
E
N. E.
^enul, 22 de Diciembre de lSd6
__
program a, que, en verdad, no es sino el
que rige con halagüeños resultados en los esta
blecim ientos análogos, fundados por la Congre
gación Salesiana, en niuebas ciudades del viejo y
del nuevo Mundo.
Los « Talleres » tienen por objeto proveer á
la educación moral y relig io sa, á la instrucción
técnica, artística é industrial de los niños, tom a
dos principalm ente de entre la clase pobre.
Tam bién se dirigen á prom over aquellas artes
é industrias más conducentes al interés y progreso
de la República.
Todos los alumnos, divididos en secciones, re
cibirán clase de religión, gram ática, aritm ética,
historia, geografía, etc.
A más de la enseñanza prim aria, habrá clases
especiales técnicas de álgebra, geom etría, dibujo
lineal y de adorno, contabilidad, etc.
Cuando el alumno hubiese adquirido su n d en te
práctica en su a rte ú oticio y tuviese la «ullcíeiito
instrucción, será promovido á los cursos superiores
de método.
A parte de las clases teóricas, tienen los niños
que asistir á las oficinas ó talleres correspondientes,
á fin de ir practicando las artes ú oficios á que
se dedican.
No puede determ inarse con precisión la du
ración del apredizaje, pues no todas las artes ú
oficios requieren igual tiem po para a p re n d e rse :
DO obstante puede señalarse por regla general el
térm ino medio d e cuatro años.
Se espera lleg ar con el Superior Gobierno á
un acnerdo, por el cual se otorgaría á los que,
acabando satisfactoriam ente el aprendizaje, rin
dieran con éxito sos exámenes profesionales te ó rico*prácticoB a n te u n a Mesa examinadora ad hoc, un
Diploma de Maestro en su a rte ú oficio, diploma
que, á no dudarlo, será muy ú til al interesado para
asegurarse una i ^ i l y honrosa colocación al salir
del Colegio.
R egirá en los Talleres el Sistema Preventivo de
Don Sosco, que consiste en d ar á conocer las pres
cripciones y reglam entos del In s titu to , y pro
cu rar luego que los alum nos tengan siem pre sobre
ellos las m iradas del D irector ó de los asistentes.
(1) Y. BoLde Tébrtro.
104 —
quienoH, como padres amorosos, sirvan de guía en
los momentos difíciles, avisen, am onesten, acon
sejen y afectuosam ente coiTÍjan; en otros térm inos,
p u n ^ n al alumno en la im posibilidad de faltar.
£ s te sistem a descansa únicam ente en la razón,
en la religión y en la bondad ; excluye desde luego
todo castigo violento y procura alejar hasta los
poquebos castigos.
Esto nos hemos propuesto con los T a lleres
DE D. B o sco : esto conseguiremos en más vasta
escala con la presente am pliación.
Señores:
Si la misión á que hornos dedicado todas las
energías de nuestra vida, os parece, como no dudo
e s debe parecer, m erecedora de vuestro aplauso
si la consideráis ú til y provechosa para el país,
|)ara la sociedad, p ara la gloria de Dios que la ha
in sp irad o ; á vosotros que me rodeáis en estos
solemnes instantes, á todos nuestros amigos que
desde Iqjos nos acompañan con sus votos y con
sus buenos deseos; á cuantos, sea cual fuere su
credo religioso y filosófico, lam entan el deplora
ble estado do las clases desheredadas y ansian su
regeneración, á todos ellos dirijo mí voz; \ Almas
fjmeroBOS, ayudadme á realizar los projjósitos de la
caridad.
Vuestra cooperación. He aquí la llave de la em
presa.
4 Quienes son los Cooperadores Salesianost
Os contestaré con un docto escritor italiano.
Los Cooperadores Salcsianos son un rayo de
la m onte, un latido del corazón de Don Bosco.
Cuando este Iiumilde apóstol empezaba á trab ajar
en pro de la juventud, pensó bien pronto en pro
curarse quien acudiera en su ayuda, y como con sn
corazón había atraído hacia sí á los niños, así con
BU corazón encendido en llam as de vivo celo, se
ganó la cooperación de innum erables personas.
L a prim era Oooperadora de Don Bosco fué su
iviisina m adre, la cual abandonaba el antiguo y
])redilocto hogar cam pestre, para com partir con
Don Bosco los trab ajo s y las privaciones de su
apostolado.
Cooperadora la veneranda m adre del actual
Superior G eneral de los Salesianos, I). Miguel Rúa,
y la ilustre m adre dol malogrado obispo deT urín,
lim o. Sr. G astaldi, quienes tan á menudo veianse
en el Oratorio de Don Bosco rem endando trajes,
ocuuúmlose on los mtis hum ildes detalles de los
quehaceres del colegio, sirviendo de m adres te r
nísim as ú los hiricchini (pilluelos) de Don Bosco.
Cooperadoras las celosas y caritativas damas,
que siguieron ejemplos tan esclarecidos en Turín
y luego on todos las ciudades y pueblos, en donde
se fundara u na Casa Salesiaua.
Un gran núm ero de eclesiAstioos y de lAicos
oponas conocieron el Oratorio de Don Bosco, acuthoron preaun>sos ú ayudarle, quien en el m i
nisterio de la predicación y confesión, quien
en el adoctrinam iento y asistencia de los jóvenes;
unos le llevaban sus ofertas todos los meses, otros
solían socorrerlo con m ucha generosidad cuando
Don Bt>sco era visitado (¡ y lo era á menudo!)
]K)r sus acreedores.
4 Quién puede seguir en su rápido desarrollo
la nueva Asociaoiont
Tomó en breve tan am plio vuelo, que el Bo
letín Salesiano, órgano oficial de los Cooperadores
y Coi>peradonm Salesianas, se debió bien pronto
im prim ir en un núm ero crecidísimo do ejem plares
no sólo en italiano, sino tam bién en español, fran
cés, inglés, alem án y xmlaco.
Se ha dicho de los Salesianos que son inva
sores, y alguna verdad hay en ello ; pero sin dud*
alguna, invasores son los Cooperadores Salesianoí,
Nacidos ayer, ellos han desplegado ya su ban
dera por to d a la tierra.
Decidme el nombre de un estado, de uní
p arte del mundo en donde no haya cooperadores
salesianos.
H an invadido la ciudad y el campo, el p ^ i o
y el tugurio, la m agistratura, la industria, la ofi
cina, la escuela.
L Queréis saber quienes son estos iuvasorei!
Son los amigos y sostenedores de las obras y
misiones de Don Bosco; son los precursores, loa
propagadores do su espíritu, los im itadores de sa
celo, nuevos ardorosos amigos, bienhechores y
apóstoles de la ju v en tu d fuera del Colegio.
T ales son los Cooperadores; y esto es cuanto
deseo, cuanto os pido con toda mi alm a que seaii,
señores, p a ra m is TaUcres, para m is niños.
¡ De cuántas m aneras podréis p restar vuesiro
apoyo y cooperar al feliz éxito de nuestra común
em p resa!
Creen muchos que no pueden ser cooperadorei
de un in stitu to de religión ó de caridad sino one
ciendo grandes limosnas.
Es u n a ilusión de nuestro amor propio.
A nte todo las instituciones religiosas, más qae
de ofertas grandes, viven de las pequeñas y me
nudas; porque, por una parte, aquellas son raru
y á veces faltan absolutam ente, m ientras las pe
queñas son fáciles y al alcance de to d o s; y por
o tra p arte, el óbolo del pobre pesa en la haJann
de la divina m isericordia tanto como las preciosai
dádivas del rico.
P o r lo demás, ¡ cuántos otros modos no hay,
á más del dinero, para cooperar á la acción reUgiosa y civil del obrero evangélico!
Podemos hacerlo con la oración, pidiendo al
Señor gracias que hagan saludable y fecunda so
obra.
Podemos hacerlo con la palabra, empeñándo
nos en una activa propaganda en su favor, y pro
curándole bienhechores que suplan nuestra imp(^
tencia.
Podemos hacerlo con la publicidad de la prensa,
m ediante la cual el eco de nuestra voz y el llamim iento de la caridad llegará á donde nunca habría
alcanzado quizás el acento del sacerdote.
Podemos hacerlo hasta con el simple deseo,
pues Dios e s tá n bueno, qne recibirá por hecho el
bien que sinceram ente deseamos hacer á otros.
Señores:
Después de Dios, en vuestras manos está el
que 500 nifu)s reciban aquí el pan de la vida y
el germ en fecundo de la moral cristiana.
Yo sólo, mucho deseo , mucho espero, pero
nad a puedo.
Cou vosotros, Cooperadores y Cooperadoras sílesinnos, mis nobles ensueños de hoy serán mañaB*
una hermosa realidad, y aquí, en donde se estie^
den ahora incultos eriales, presto, dominando «
océano y desafiando el pam pero que sacude nue»'
tros míseros galpones, surgirá el nuevo ygrandion
edificio , diguo monumento á dos héroes de la ver
dadern filantropía: D on B osco t el lim o. Sr.
L asagna .
H e dicho#
— 105 —
D i s t r i b u c i ó n d e p r e m i o » . — E l 25 del p.
p. D iciem bre se celebró con gran solemnidad la dis
tribución de prem ios á los niños estudiantes y
artesanos del Colegio y Escuelas de A rtes do San
José, de Concepción (Chile). E l acto literario-dram ático-m usical resultó brillantísim o y fiuí muy
concurrido, representándose el dram a en 8 actos
E l hijo generoso, y distribuyéndose en los entro actos^los*premios los alumnos.
En ob seq u io d e l IV iu o -D io s . — Habiendo
llegado á conocimiento del R. P. Belloni, D irec
tor del Oifanatrofio Salesiano de Belén (Palestina)
la desgraciada condición h a que han quedado reáncidos muchos infelices niños que han perdido á
JOB padres en los trágicos sucesos de Arm enia,
pues vagan errantes, medio desnudos y m uertos
de hambre, y que si caen en manos de los turcos son
Tendidos basta p o r 50 céntim os, se h a decidido
árecoger el m ayor núm ero posible de ellos para
iscarlos de su m iserable estado y educarles en
los sanos principios d é la Religión. Con este m o
tivo el B. P . Belloni hace u n llam am iento á la
caridad de los católicos de todo el orbe para
poder ensanchar el edificio del Orfanatrofio, y esIcnder así los beneficios de la educación cristiana
i nn número mucho m ayor de esas infelices criatnias, víctimas de la barb arie turca.
El Concilio p ro v in c ia l d e m é lico y lo »
O ratorio»Festivos. — E l solemne Óoncilio conTocado por el lim o. Sr. Arzobispo de Méjico y
celebrado en esta ciudad en Octubre últim o, espresaba de esta m anera su adm iración y la im
portancia que reconoce en la Obra Salesiaua:
« Hoc Goneiliitm svmmislaudibus extolHt CongregaHonm a Ecverendo J), Sosco instiUitam m ae potisimurn pueris infom iondis atque o'udienais operatn
tatat. •— DomintfS Sosco coetum erexit, qucm Ora
torio Festivo vuncupavit. F a xitB eu s « í tanti P airis
fin hos coetus amph'ficent, quo pueri a t ^ e etiam
«perarii diebus fcstis honcstae rccrcaííont» caxisa
fctsent confluere. • (T it V III v. 11).
Que traducido significa: « E ste Concilio trib u ta
^ n d e s alabanzas á la Congregación fundada por
i). Sosco, cnyo principal objeto es la educación
de la niñez. D. Bosco fundó tam bién la in stitu
ción que llam ó Oratorio Festivo. ¡ Quiera el Señor
que los hijos de ta n g ran P ad re den cada día
mayor iucrem ento á estos Oratorios, en los que los
lúños y los obreros puedan reu n irse los días festi^ y r e c r e á r s e honestam ente. »
Recomendamos, pues, á todos nuestros lectores
1 cooperadores que protejan á esta saludable ins
titución donde y a exista, y tra te n de establecerla
en donde no la tuvieren.
X I I I y l i a r m e ] . — Su Santidad León
Xin ha recibido en audiencia p articu lar al iniati) propagandista de la dem ocracia cristiana en
cía, Mr. León H arm el, á quien b a felicitado
puposamente por el feliz resultado de sus trabaW en la restauración de las antiguas costumbres
íe la sociedad m oderna.
So Santidad hizo grandes elogios de la fundación
w Val-de-Bois, donde Mr. H arm el h a sabido realos deseos expresados por el Pontífice en la
p o r t a l Encíclica sobre la condición de los o-
C
^ÍUTOS.
Re vuelta de Boma Mr. H arm el, celoso y activo
^XJperador Salesiano, b a visitado nuestro Oratorio
w Tarín.
F x p o s i c i o i i I i i d u s i r i a l . — Según vemos en
la prensa, en la Exposición Industrial celebrada
últim am ente en Río Janeiro, han llamado pode
rosam ente la atención y han sido m uy alabados
los trabajos presentados por nnestros alum nos de
los Talleres Salesianos de Sta. Rosa, en Ñictberoy, especialmente los qne se refieren á la im prenta
y encnadem acion.
N uestras m ás sinceras felicitaciones á nuestros
herm anos y alum nos de dichos T o leres.
X Jn a m á q u i n a . — Bajo la dirección del m a
estro de dibujo de las Escuelas Salesianos de Artes
de Puebla (Méjico) los pequeños mecjínicos de
dichas Escuelas han construido una m áquina p a ra
ra y a r el papel, que según personas competentes
puede com petir con las costosísimas m áquinas de
su clase que se construyen en N orte América. Será
presentada en la fu tu ra exposición de Méjico. —
Felicitam os á dichos niños por su aplicación y ade
lantos y lee deseamos un digno prem io á sus tra
bajos.
M ú s i c a S a g r a d a . — Con verdadero placer
vemos cada d ía el creciente m ovimiento que en
favor de la m úsica sagrada se nota en todas las
casas salesianas especialm ente de Italia. Prueba
de esto nos la dan bien p aten te las funciones re
ligiosas que se celebran, y en las que la música
sagrada ocupa el prim er puesto, prestándolas
nuevo esplendor y m ajestad. Siguiendo por el ca
m ino em prendido, nos place creerlo, no bau do
ser los hijos de D. Bosco los que menos contri
buyan al fin apetecido y tan tas voces encarecido
por la Santa Sede.*,
E n c a r g o im p o r ta n te s o b r e a ln ia n a « ^u cs. — Lo hace en la signiento forma el S o letxn Eciesidstico del Arzobispado do Burgos cu
uno de sus últim os núm eros:
< N uestro Exemo. P relado encarga excitar el
celo de los señores Párrocos, Ecónomos y demás
eclesiásticos del Arzobispado para que recomienden
eficazmente y con interés á los fieles qne, al pro
veerse de alm anaques, procuren adquirir algunos
de los editados con la correspondiente licencia de
la A utoridad eclesiástica, absteniéndose, por el
contrario, cuidadosam ente de adquirir y leer otros
muchos que, publicándose sin la censara, aproba
ción y licencia de la Iglesia suelen contener graves
errores é inexactitndes cuando tratan asuntos re
ligiosos, y aun algunos, especialm ente los de ciertos
periódicosy revistas, están adornados con láminas
y viñetas que, lejos de fom entar la piedad, repre
sentan de un modo irrespetuoso é inconveniente
las festividades y angostos misterios de nuestra
sacrosanta Religión. >
— lOG —
K a z o n d a la a b s t in e n c ia y d e l a y u n o .
— ¿ P o r quó coméis do pescado ? decía en. una
m o saredüuda uu oficial de dragones á un sacerdoto.
— Os contestaré cuando me digáis por qué
llováis i)antalonü8 encarnados.
— Porque así lo m anda la ordenanza.
— Pues porque así lo m anda la Iglesia como yo
de viernes.
— y Pero acaso la carne no es tan buena los
v iernes como los dem ás días?
— Es verdad, pero yo pregunto á mi vez : ¡, por
qué ponéis á veces á un soldado en el calabozo
á pan y agua?
— Eso es un castigo.
—- Pues para castigar nuestros malos instintos,
la Iglesia nos m anda que nos privemos de carne.
— Sea, dijo el m ilita r; pero no me podréis ne
g a r que el ayunar cuesta trabajo.
— Es posible, pero tam bién es trabajoso el lle
v ar el casco do acero que lleváis.
— Sí, pero éste nos defiende la cabeza de los
golpes del enemigo.
—• Conforme: lo mismo que el ayuno es penoso,
poro nos preserva de nuestros enemigos m ortales
el demonio y la carne.
Sifí'iio c u í|uc Mc i*c«*onoce la o a s a d e
lili c i'istia iio . — Uu oficio, una profesión se
reconocen, dice el P. M illeriat, por los instrum entos
que usen los trabajadores. E ntráis en un ta lle r;
veis m artillos, sierras y cepillos y decís: bé aquí
u n a c a rp in te ría ; veis barras de h ierro ardiente
ul fogón, y otras encendidas donde se redoblan
los golpes de m artillo y d ecís: hó ahí u na herre
ría. Es necesario (jue los cristianos tam bién mues
tre n su santa profesión, que se encuentre en sus
cusas un objeto que les sea peculiar. E ntro en
una casa y me pregunto ; j dónde estoy? Si veo un
ci'iicU ijio , una sagrada im agen, uu libro piadoso,
mo digo*, aunque esté m uy lejos de m i pati’ia :
« Estoy bien acom pañado, es la casa de un cris
tiano. »
PENSAMIENTOS
— Un diario malo en una casa, es u ua fuente
do la cual b ro ta coutinuam cute veneno.
D. Bosco
— No h ay uu medio uuis eficaz de elevar el
espíritu del hom bre, que el estudio del Catecismo
y ül conocimiento de la lleligiou. N ada t-ampoco
fortifica ta n to el corazón hum ano y lo ennoblece
m ás.
El Catecismo es uua instrucción breve pero pre
ciosa, en que se desm enuza la doctrin a en p re
g untas y respuestas para ponerlas al alcance de
todos, aun de los nuis ignorantes. No hay uu libro,
después de la Sagrada E scritura, más interesante
entro todos los libros, ni más ú til á los hombres.
E l contieno la reunión de verdades por las cuales
80 conoce á Dios y el culto que le conviene. Y la
v id a eterna 4 no consiste en conocer á Dios, y en
conocer á su divino hi,io Jesucristo?
HISTORIA DEL ORATORIO
DE SAK FEMCISCO DE SALES
CA PITULO XIX.
El bien del mal — El pequeño seminarlo de Giaven»
— Buena conducta de los niños — Santas industria
— Pescadores y cazadores de almas — Mes di
María — La edad de oro.
hay bien que por mal no venga^
dice el proverbio, y el apóstol San
Pablo nos asegura que al que ama
____ á Dios todo le redunda eu ventaja:
Jjíltge^ibus Deumomnia cooperantur in bonum.
Nuestro Oratorio esperimentó la verdad de
estas palabras, pues se le tornaron en bien
las pesquisiciones del G-obierno y los cobar
des ataques de la prensa impía j y en verdad,
la notoriedad de esta conducta odiosa y mal
intencionada contribuyó á dar más y másá
conocer á D. Bosco y á su obra', y propor
cionó tantas ocasiones á la autoridad pública
para que hasta la saciedad se convenciera
de que nada debía temer de su política, qn«
de todas partes empezaron á mandarle nn
gran número de niños, por manera que en
poco tiempo nuestro Oratorio llegó á cobijar
más de setecientos, que formaban un pequeño
pueblo infantil que prometía seguras y ri
sueñas esperanzas para la Iglesia y parala
sociedad. Pero no sólo los párrocos, los al
caldes y los prefectos ó intendentes sino hasta
los mismos Ministros del Bey nos mandaban
los hijos de sus empleados difuntos y de otraa
muchas personas que al gobierno recurrían
para obtener uu seguro asilo que sirviera de
salvaguardia á sus hijos. Tengo á la vista
muchas cartas del mismo Ministro Farini y
de sus secretarios llenas de encomiásticas
frases y de promesas de socorros y eii las qnc
se recomiendan á D. Bosco niños huérfanos
y abandonados; de este modo aquel mismo.
Ministro que poco tiempo hacía había dado
severas órdenes de pesquisas contra Do“
Bosco v nuestro Oratorio, después de ell«,
concibió de él tal y tan grande estima, qj« >
parecía que no hallaba en todo el Estado
uua persona, ni un lugar más seguro á quie
nes confiar sus recomendados que D. Bosco,
y su Oratorio : todo lo ¡cual fué para nos
otros de gran apoyo y valimiento en aquello*
tiempos en que bastaba que uua institución*
por buena que fuera, infundiera sospecha,
al gobierno ó de él no fuera bien qnist»íj
para que al momento se encontrara espueS»
á una guerra sin cuartel ó al peligro de wcumbir á las violencias de los que blandía
O
— 1U7 —
la espada ó empuSabau la pluma. De esta
manera la Divina Providencia supo sacar
bien del mal y largamente nos recompensó
de las penas y tribulaciones sufridas.
Otro de los motivos de consuelo en aque
llos aciagos tiempos fué el reflorecimiento
del pequeño seminario de G-iaveno, gracias
álos cuidados de D. Bosco y á los trabajos
del personal que él mandó de su Oratorio.
Este seminario había sido fundado poco despaes del Concilio de Trento, merced á cuyos
sabios decretos fué durante casi tres siglos
el vivar del clero primeramente de la Aba
cia de San Miguel de la Ohiusa, á la que
pertenecía , y después al Arzobispado de
Tarín, al que fué incorporado á los co
mienzos del presente siglo. En estos últimos
tiempos, sin embargo, esperimentó tan grande
escasez de alumnos, que quedó reducido á
uno solo, por lo que se corrió el peligro de
que el gobierno lo cerrara y se apropiara
el edificio. Dolíale esto grandemente al A r
zobispo Pranzoni y pensó confiárselo á Don
Bosco con la esperanza de que con la fama
de su nombre y el trabajo de sus hijos lo
volviera á nueva vida y lo conservara á la
Iglesia. Escribió por lo tanto en este sentido
desde su destierro al canónigo Celestino Eissore, entonces su vicario general y después
Arzobispo de Vercelli, para que en nombre
suyo se lo ofreciera, rogándole encarecida
mente que lo aceptara, cosa que D. Bosco
hizo al momento, pues para él tenían fuerza
de ley no sólo los m andatos, sino aún los
más pequeños deseos de sus superiores ecle
siásticos, y porque de este modo podía más
y mejor cooperar al bien general del Arzo
bispado. Las esperanzas que el Arzobispo
había concebido no quedaron ilusas, ya que
no bien se supo que D. Bosco se encargaba
del seminario de Giaveno, llovieron las pe
ticiones de alumnos, prestando un buen con
tingente de jóvenes nuestro Oratorio.
Al acercarse el principio del año escolás
tico 1860-61 D. Bosco mandó el personal ne
cesario ; pero siendo así que en aquel tiempo
no disponía de más sacerdotes que D. Yictorio Alassouatti, cuya presencia era indis
pensable entre nosotros, con la debida au
torización de la curia nombró director al
wcerdote D. Juan Grasiiio, hoy día párroco
áe Scalenghe, dándole por auxiliares algunos
clérigos de probada y reconocida v irtu d ;
bajo cuya dirección y administración y va
hándose de la disciplina y método de edu
cación empleado en el Oratorio, el pequeño
tominario de Giaveno tomó bien pronto tanto
incremento, que al fin del primer año Don
Bosco recibía noticias en extremo consola
doras y satisfactorias, tanto por el número
do los alumnos y por su condncta moral,
coanto por el feliz éxito obtenido en los exá
menes.
Uno de los que con más fruición hubo de
sozar de tan halagüeños resultados fué sin
duda el teólogo A rduino, párroco de Gia
veno , quien desde mucho tiempo atrás se
venía lamentando del decaimiento de dicho
seminario, en otros tiempos gloria de su pa
rroquia , y el que al saber que Don Bosco
tomaba su dirección d ijo , que si conseguía
reunir más de cincuenta jóvenes, coloca
ría su retrato entre los de los más insig
nes bienhechores del seminario y del pueblo.
Los hechos, sin embargo, como hemos dicho,
superaron la suya y la común aspeotacion,
ya que desdo un i>rincipio llegaron á ciento
y en adelanto pasaron de doscientos, al pre
senciar lo cual lio pudo menos de exclamar,
no un simple retrato, sino una estatua dehe
erigirse á D. Bosco. Pero éste que no am
bicionaba nada de esto y que se tenía por
muy pagado con haber podido conservar
al Arzobispado uu instituto en el que tan
risueñas esper.inzas se fundaban, al cabo de
dos años se retiró y llamó al Oratorio el per
sonal, qne prefería combatir las batallas del
Señor bajo la bandera de S. Francisco de
Sales.
(Se continuará).
IV u e v a S e m n n a S a n t a . — L a Semana Santa
quo en castellano y latín han i)ublica<lo en su
T ipografía de S arriá los Padres do los Talleres
Saleaianos de Don Bosco, dice la Bevieia Popular,
m erece con fí)da propieda»! llnmarse de propa
ganda. Además do los Oficios compuestos para
uicboB días, inclusivas las bendiciones del Do
mingo do Ramos y del Sábado Santo, y las lloras
canónicas del Miércoles,Jueves y Viernes, contieno
extensas y muy instructivas explicaciones del cere
monial de diebas solemnidades, y uu apéndice do
devotas oraciones para la Confesión y Comunión.
A pesar de lo cual el tom ito no resulta volumi
noso , ni es m uy pequeña la le tr a , ni subido el
celo infatigable de la bienliecbora Institución salesiana. — En te la 1’25 p s t . ; En piel l ’5 0 ;E n p ie l
corte encarnado 2*00 j En piel corte dorado 2’5 0 ;
En chagrín corte dorado 3’00. — Im p. y L ibrería
Salesiauas de S arriá (Barcelona).
llesu m en Je Higiene y Economía doméstica
por D.* Mariana A. B. Carretero, maestra
de las escuelas municipales de Burgos. —
Un tomo en 8.® de 80 pag. ilustrado con
artísticos fotograbados y encuadernado só
lidamente en pasta con elegantes tapas
al cromo. 0,75 ptas. — Imp. y lib. de los
Hijos de Bodríguez, Burgos.
N unca se aprecia la salud en lo qne vale basta
que se pierde. N ada por lo tanto ta n ú til como
acostum brar á los niños á p r^ e rv a rse de las en-
108
fennedados y ad q u irir hábitos que sirvan para con
serv ar la salud y conseguir la robustez.
L a parto dedicada á la JEoonomia da acertados
consejos p ara que las niñas vayan comprendiendo
lo muy necesario que os el orden y el arreglo en
las fam ilias y formen buenas costum bres para
cuando lleguen á ser señoras de sus casas.
E ste libro ha tenido u na gran aceptación y se
usa en la m ayor parto de las Escuelas de Espa
ña y América. So lo recomendamos á nuestros lec
tores.
IV o c io n e N g 'c n e r u l c s d e A p i i m é t i c a
t e « ) P Í c o — p r ú c U e a , p o r D . C le m e n te
F e r n a n d e z y D . J o r g e G a r c ía y M e d ra n o .
Im p . y lib . d e lo s H jio s d e H o d ríg n e z .
E sta obra es un completo tra ta d o de cuanto se
necesita sabor eu las escuelas de 1.‘^ enseñanza
respecto á A ritm ética, tan to por el antiguo sis
tem a como i>or el m étrico espuesto con toda
claridad y sencillez y en lenguaje correcto: ofrece
la v en taja do te n e r variados é instructivos pro
blemas. H a sido aprobada p o r R. O., prem iada
con diplom a de 1.“ clase en la exposición logrofiesa de 1880, y la presente es ya la 18 edición. —
0,63 ptas. cu rá stic a y 0,85 en pasta.
R e g l a s d e U r b a n i d a d , p u r a u iflos. —
I d . p a r a n i ñ a s i)or D . A . S . — I m p . y
lib . (le lo s H ijo s d e R o d ríg u e z .
U na do las cosas más necesarias p ara que las
personas sean estim adas, adem ás de su honradez,
es el tenor xirbanidad; p ara lo cual conviene in
culcar eu los niños los preceptos p ara obtener nn
tra to benévolo, respetuoso, cariñoso y fino. A es
te fin responden adm irablem ente estos dos libritOB qne reoomendamos á nuestros lectores. — So
venden á 0,25 p tas. el ejem plar de cada uno.
C u e n t o s p a r a n i ñ o s . C o n a p ro b a c ió n
(le l a A u to r id a d E c le s iá s tic a . — I m p . y
lib . d e lo s H ijo s d e R o d ríg u e z . — 0 ,1 0
p ta s . c a d a u n o .
Hemos recibido 23 do los 80 cuentos m orales
que form an esta preciosa biblioteca para los niños,
escritos por reputados escritores y aprobados por
la autoridad ecciosiásticn. Cada cuento consta do
16 nag. en 8.”, va ilustrado con tre s preciosos grabauoB do plana entera, licebos por reputados a rtis
tas, y todos ellos llevan elegantísim as cubiertas
al cromo dolicadamonto hechas. Nuestros lectores
podrán juzgar d é la bondad y am enidad do estos
cuentos por el que empezamos á publicar en la sec
ción dedicada á los niños, y cuyo au to r es el repu
tado escritor caMlico D. Angel Bueno, que tantas
pruebas está dundo do su am or á la niñez. — Los
títulos do los cuentos recibidos s o n : — El nido
y la CboKX — El Abuolito y el nieto — L eal —
Ibreaumir do hombro — L a su erte •— Im perio de
las rosas — Loa tres amigos del hombro — El ven
dedor do periódicos — L a venganza de las florea —
Pedro ol avaricioso — El prem io — Los hijos del
Sr. M artín — El cornetilla — L a cu adratura del
círculo — Un genio — En T rafalgar — Em ilín —
L a m adre pcquofiita — L a to rtilla de m agia —
E l Cristo Y acente — Un héroe infantil y l a hija
del desterrado.
l ^ a s E l i s i o n e s C a t ó l i c a s . — P u b lic a
ció n q u in c e n a l ilu s tr a d a .
Con esta publicación tiene España, que es la
nación apostólica y m isionera por excelencia, su
debido lugar en la grandiosa Obra de la Propa
gación de la F e. E sta R evista, artísticam ente ilustrada, publica correspondencias de todas las
diferentes Misiones católicas del globo, relaciones,
descripciones de lejanos paises y de las costumbres
de sus habitantes, diarios de viajes, exploracio
nes al interior de ignotas tierras, en nna psJabra, todo cuanto hace el m isionero católico p m
conqnistar las almas que yacen sum idas en las
tinieblas del error.
Publícase el 1 y el 15 do cada m esen cuadernos
de 24 páginas en fóleo y con cubiertas de color.
Los 24 cuadernos publicados en un año forman un
tomo de cerca 600 páginas, con más de 200 mag
níficos grabados. — En España é islas adya
centes, 14 ptas. al año. En Cuba y Puerto Rico.
17 ptas. Filipinas, 20 ptas. Portugal, 320 reís, 6
sean 16 pesetas. Estados de la Union Postal de
Europa, 16 ptas. En los demás puntos de Amé
rica 25 ptas. No se adm iten subscripciones por
menos de un sem estre en España y Portugal, y
de un año en U ltram ar y Extranjero. — Redacción
y A dm inistración; Librería y Tipograjia Católica,
Pino, 5, Barcelona.
U a S e m a n a C r is t ia n a I lu s t r a d a . — Con
todo encarecim iento recomendamos á nuestros lec
tores este precioso sem anario qne h a comenzado
á publicarse, y cuyo principal objeto es fomentar
en los colegios, en los establecim ientos de ense
ñanza, y particularm ente en el seno de las fami
lias la propagación y lectura de las magnificas
Vidas de los Santos Ilustradas, que varias veces
hemos recomendado, escritas por los P P . Agusti
nos de la Asunción, y de las cuales se publican
en P arís cada sem ana unos 450,000 qjemplares.
Cada miinero de la Semana OHstíana Ilustrada
es una colección de siete de estas am plias bio
grafías de los Santos, ilustrada cada u n a de ellas
con hermosos y espléndidos grabados. E sta revista
se publica todos los jueves bajo linda cubierta,
y la recibe el suscritor el sábado 6 el domingo
de cada sem ana. L a suscripción cuesta 8 francos
50 céntimos, ó sean, 10 pesetas al año, podiendo
comenzar las suscripciones el día prim ero de cada
mes. D irigirse para los pedidos á lo a Sres.
Hn Hermanos, ru é Seguier, 8, P a rís ; ó al Sr. D*
Juan Marín del Campo, Mora de Toledo: el
h a de vorificarso de antem ano enU ibranzas del
giro mutuo.
E l p r o m o t o r d e la d e v o c ió n ó la S^da.
F a m ilia . — Boletín quincenal órgano de la A#o-
cíneion de Familias Cristianas. — P a ra más y me
jo r prom over el acuerdo del Cuarto Condeso
Católico Español, sobro la Asociación de Fhnwlioe (Sección 1.* Punto 1.® y Conclusión l . “) y dar
m ás fácil y pronto cum plim iento á lo mandado
por N. S. P. León X III en su Breve Neminefa
fu g it de 14 de Junio de 1892, se ha fundado en
’la Diócesis de Falencia bajo los auspicios del &•
Obispo de la misma, una m ny breve y económic»
R evista que tiende á d ar á conocer aqnella her
mosa Obra por to d a España.
Se publica dos veces al mes en 4.” m enor y ocho páginas do lectu ra con su cubierta de color.
E l precio es de 1,50 pesetas al año que se han do
pag ar por adelantado} y la correspondencia o®
dirige ni Presbítero D. Valeriano Puertas, Em
pedrada, 21, Falencia.
CoB «prabidoB de U iotorídid Sclesiistíe*. - GemU: JOSÉ GAfB0t
Turín — Tiyografia Saleaiana.