BS_1897_07

Ficha

Título
BS_1897_07
Descripción
Boletín Salesiano. Julio 1897
Fecha
1897.07
extracted text
8<
31HSÍTA B6NM0
PA RA

CON
C Cí-^

Mh PA0BB 8ANT0

L O S S A L E S IA N O S D E D O N H O S C O
~c!n 'O >

^O M O prneba de filial afecto y de sumisión al Vicario de Jesucristo, enviamos á
mediados del p. p. Febrero á Roma una remesa de libros editados por las
imprentas salesianas del antiguo y del
nuevo Continente, y en especial
por la del Oratorio de Turfn.
No dándose por satisfecho el sapientísimo Pontífice León XIII con recibir con las más sentidas muestras
áe su paternal afecto, el presente de manos de nuestro Procurador General, R. P. César Cagllero, dirigid á
siesíro venerando Superior D. Rúa la siguiente carta con que hoy honramos las columnas de nuestro Bo*
y que nosotros hemos recibido y la conseiraremos siempre como
un poderoso y consolador motivode
íüento en la magna obra de la buenaprensa, y como un nuevo testimonio de la paternal bondad del Padre
Santo para con los humildes hijos de D. Bosco.

LEO P.P. XIII.

LEON XIII, PAPA.

LBCTE Pili, salutem et
Apostolicam Benedictionem.

^ ^ M A D o MjOy salud y Ben­

Pergratum habuimus librorum munus, quod Nobis
universas, cui praees, Societatis nomine obtulisti. In quo
cum offlciiim observantias ac
dilectionis agnovimus, tum
studium pervidinius, quo tu
sodalesque tui, tj^pograpMcae
artis subsidio, adolescentis
aetatis incolumitati, in iis
quas ad fldein moresque
pertinent, düigenter consulere desideratis. Dum gratias vobis de oblatis voluniinibus agiinus, meritam
queque de egregia volúntate
laudem impertiinur. Ut vestris autem cceptis continenti Deus benignitate faveat, Apostolicam Benedic­
tionem, N o s t r a e e t i a m
d i l e c t i o n i s t e s t e m , amantissimo in Domino elargimur.
D n tu m KoiiiíP, a p u d S. P e trim i, d ie

XV iM artii ímdcccxcvii, P o u tif ic a tu s
N o s tr i a n u o v iíresiiu o .

LEO P.P. XIIL

4

I?
I5:

Si

dición Apostólica.
Gon grande afecto hemosrecibido el regalo de los libros que
en nombre de la Sociedad de
que eres Superior Nos has pre­
sentado.Enél^ almismo tiempo
que hemos risto una prueba
de vuestro filia l afecto y sumi­
sión ^ hemos también admi­
rado el celo con que así tú como
tus hermanos procuráis aten­
der con solicitud al bien de la
juventud^ por lo que á la fe y
buenas costumbres se refiere,
por medio de la prensa. Al
agradeceros los libros que no%
habéis ofrecido. tributamos
también un merecido elogio á
vuestros buenos deseos. Y para
que el Señor se digne en su bondadcontimiar dispensando sus
gracias á todas vuestras em­
presas. Nos os mandamos de
todo corazón y como prueba de
nuestra particular benevolen­
cia. la Bendición Apostólica.
D a d o e n R o m a , j u n t o á S. P e d ro , el
15 d e A larzo d e 18*97, a ñ o v ig é sim o de
n u e s tr o P o n tif ic a d o

LEÓX X III, PAPA.

— ir,3 —

8Ü B L Í M B B J B M P L B
<ie huffliMad yi) de abnea’aoien
cristianas.
&
y el Soletm de Abril de 1896 dábamos á nuestros beneméritos Coopera­
dores la grata noticia de haberse dedicado á nuestro amado padre D. Bosco
una calle en Málaga. Pero lo que entonces no dijimos i)or no haber po­
dido recibir hasta ahora el siguiente documento; lo que con admiración
y placer leerán nuestros beneméritos Cooperatlores, es el grande y
heroico ejemplo de humildad y abnegación de una noble señora malagueña, cuya
grandeza de alma, si ya no la hubieran siiticieiitemeute acreditado sus virtudes y
sus múltiples obras do caridad, bastaría para ello el noble acto de que nos habla
el presente documento, declinando en nuestro amado padre y fundador D. Bosco,
la merecida honra que á sus méritos y virtudes era debida.
El alma se llena de dulcísimo consuelo al considerar que todavía alientan espíritus
superiores, que sobreponiéndose á nuestra materializada y egoísta sociedad, con los
ojos y el corazón en el cielo pasan por el mundo haciendo Mea, no con la ostentación
y aparato de la moderna filantropía, sino teniendo por norma la santa ley de la'
caridad cristiana, que rehuyendo las honras y alabanzas de los hombres, procura
que su mano izquierda ignore lo que hace la derecha.
¡A cuántas consoladoras reflexiones no se presta el hermosísimo ejemplo que
nos es dado contemplar en el siguiente documento! Pero no queremos nosotros
deslustrarle con nuestras pobres palabras; la sencillez, la naturalidad con que está
escrito, son por sí mismas más elocuentes que cuanto pudiéramos decir nosotros, y
con más limpidez y exactitud retratan á la noble Señora que lo ha concebido.
Dice, pues, así tan precioso documento:

AL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE ESTA CIUDAD.
Exciio. SEñOR:
Doña Ventura Terrado, viuda de Sandoval,
vecina de esta Ciudad de Llalaga, con cédula per­
sonal á V .E . con la debida consideración dice:
Que en el mes de Eebrero del año próximo
pasado 1895. recibió de esa Exema. Corporación
una respetable comunicación, firmada por su dig­
nísimo Presidente, en la que en los términos
niás lisonjeros se la participaba que en la sesión
«lebrada el día 8 del mismo mes y año, se había
twnado el acuerdo de dar el nombre de la que
snscribe á la calle del JRcfino, donde radica la
fábrica de S. Ignacio propiedad que fué de mi
ífonto esposo, D. Enrique Sandoval y Manescan
(q- e. p. d.).
Oportunamente tuve la honra de contestar á
^respetable y atenta comunicación, no sólo para
^ l e las debidas gracias por tan honrosa como
^merecida distinción, sino también para manifes­

tarle no tanto mi sorpresa cuanto mi verdadera
confusión al verme equiparada con los varones
insignes que por haber prestado grandes servicios
á su l’atria han merecido que su memoria so per­
petúe esculpiendo sus nombres al frente de las calles
y plazas publicas de la Capital. Sólo la excesiva
bondad de esa Eicm a. Corporación que avalorando
eji demasía el escasu mérito de liaber cedido una
parte de la referida Fábrica de S. Ignacio, j)ara
que en ella se establezca un Oratorio Salesiano,
ha podido encontrar motivo suficiente; sabré agradecerlo lo bastante. Ocasión sería esta de repetir
una vez más mi profunda gratitud por tan seña­
lada merced.
Pero es el caso, Exemo. Sr., que esa misma
benevolencia de V. E. para conmigo es la que me
impulsa hoy á recurrir á V. E. en demanda de
otra nueva gracia que espero no me ha de negar,
y que sin duda alguna ha de redundar en honra

— 164
do esa misma Corporación Excma. que tanto se
ha propuesto favorecerme.
L a obra benéfica á que se ha dedicado el
referido local, es la que se conoce con el nombre
de Obra de D . JSosco, de ese esclarecido varón
muerto poco há en olor de santidad; bienhe­
chor insigne de la Humanidad y quizá el portento
más grande de la Caridad Cristiana en este siglo;
la generación presente lo ha calificado ya de Apóstol de la Clase Obrera y Padre de la juventud
abandonada, á la manera que califica á S. Pedro
Claver de Apóstol de los esclavos del Nuevo
Mundo, y á S. Vicente de P aul como Apóstol
de la Caridad en todas sus manifestaciones.
Los Talleres Salesianos, obra de D. Bosco,
propagados ya prodigiosamente en uno y otro
continente, ^on sin duda alguna una de las
más bien fundadas esperanzas de la regeneración
de la clase obrera tan trabajada en la actualidad
por las ideas disolventes. Así lo proclaman en
alta voz todos los hombres de buena fe que estu­
dian en sus divemas fases la cuestión social.
E l establecimiento, pues, de los Talleres
Salesianos en esta Ciudad es, á no dudarlo, un
acontecimiento que todos los buenos malagueños
deben m irar con ojos de verdadera simpatía y
por lo que toca á la Corporación Municipal, que
representa los intereses de la localidad, debe con­
siderarlo como un hecho glorioso, de que con razón
debe no sólo alegrarse, sino hasta envanecerse, y
gravar su memoria en mármoles y bronce para
eterno recuerdo.
En vista de esto, yo me atrevería á suplicar
al Excmo. Ayuntamiento que vuelva sobre su
acuerdo del 8 de Febrero de 1895, y la honra

que tan sin merecerla hace recaer sobre mí, re­
caiga sobre el ver .ladero autor de la Obra, esto
es, D. Bosco; y la calle del Refino, que aún no ha
variado de nombre, lleve el de D . Bosco, en lu­
gar del de Ventura Terrado, que es el que está
acordado. ¿ Qué comparación cabe entre uno y
otro nombre ? ¿ Quién conocería el nombre de Ven­
tu ra Terrado, y qué podría significar al desapa­
recer la presente generación?
En cambio el nombre de D. Bosco será cada
vez más apreciado y conocido á medida que su
Obra vaya desarrollándose y dando los frutos que
son de esperar. Por lo que á mí toca vería este
nuevo acuerdo con más gusto aún que el primero.
Cierto es queelExcm o. Ayuntamiento ha tenido
presente á D. Bosco y le ha dado su nombre á
la calle de los Negros ; pero la calle de Negros
por su posición topográfica y circunstancias espe­
ciales, no parece digna de tan insigne varón, y sí
lo es la calle del Befino por la cercanía con el edi­
ficio ocupado por los P P . Salesianos, y |quien
sabe si algún día no lejano. Dios mediante, sea
su entrada principal por dicha calle!
E sta es sin disputa la calle que á D. Bosco
corresponde y que ciertamente verían con sumo
gusto los muchos admfradores que D. Bosco tiene
en esta Ciudad, entre los cuales tiene el honor de
contarse la que suscribe.
Si algún mérito tienen mis humildes acciones
á los ojos de la Corporación Municipal, yo la su­
plico que atienda y tenga en cuenta esta petición.

Dios guarde á V. E . muchos años.
V entdr.4 T errado, Vda. de Sandovai.
Málaga, & 10 ilo Enoro <le 1896.

LA GENUFLEXION ANTE E l. SMO. EACHAMENTO
A genuflexión u sa d a en la Ig lesia
desdo tiem po inm em orial, es no so­
lam ente u n hom enaje d e adoración
profunda y d e acatam iento trib u ­
tad») a la p resencia real de Je su c risto cu el
T a b e rn á c u lo , sino adem ás un acto de re p a ­
ració n . Y es cierto q u e si por desgracia h ay
muelio.s criv'ttianos que hab lan y rien d elan te
d e la h iajestad d iv in a como en m edio d e la
p la z a , y 'p a s a n d elan te del S ag ra rio n eg li­
g en te ó 'd e scara d u m en te, sin h a c e r signo a l­
g u n o do respeto ó haciéndolo m a l , tam bién
lo es que la s personas p iad o sas se conocen
en la m odestia, g ra v ed ad y rev eren cia con
q u e se in clin au a n te el S eüor de los señores.

L a cuestión q u e tra ta m o s , p o r pequeña
que p a r e z c a , tien e adem ás d el aspecto reli­
gioso, otro q u e no es d e d esp reciar. E l que
hace m al la genuflexión, adem ás d e u n a falta
de atención á su D ios, com ete u n a falta de
b u en gusto, j H a y cosa m ás rid ic u la que esas m uecas d e sa tin a d a s q u e m ás bien que
genuflexiones respetuosas parecen resbalo­
nes, p iru e ta s ó cosa p e o rt
¡ T cuántos h a y q u e no se d ig n a n jamás
com pletar la genuflexión to can d o con la ro­
d illa a l suelo!
V a ria s veces se h a p re g u n ta d o á pa sa­
g ra d a C ongregación d e R itos, si las mujeres
deben h a c e r la genuflexión ó u n a simple re-

— 165 —
vereucia; y l a C on g reg ación lia respondido
repetidamente q u e la s m ujeres, como los hom ­
bres, deben h a c e r l a genuflexión.
Gomo alg u n o p id iese á P ío I X , d e siem ­
pre g ra ta m em oria, in d u lg en cias e n fa v o r de
la genuflexión p a r a fo m en tar e s ta p rá c tic a
de acatam iento. P ío I X se negó á conceder­
las, con g ra n so rp re sa d e los q u e las p ed ían .
Después su p iero n q u e á los ejercicios de obligacion n o se p u e d e n conceder in d u lg e n ­
cias, como no se conce­
den á la M isa n i al
ayuno d e precepto.
La sim ple genufle­
xión se h a c e a l p a s a r
por d elan te d e l T ab er­
náculo, d oblando so la­
mente la ro d illa dere­
cha, no la iz q u ierd a
como a c o s t u m b r a n
muchos, qu e d eb e to car
el suelo ju n to a l ta ló n
izquierdo, y sin in ­
clinar la cabeza. X o
debe h acerse la g en u ­
flexión a n d a n d o ; sino
una v e z l l e g a d a al
punto co n v en ien te la
persona q u e sa lu d a al
Señor, se d etien e , d o ­
bla la ro d illa, se le ­
vanta y no h e c h a á
andar h a s ta e s ta r b ien
incorporada.
Cuando el S an tísim o
86 h a l l a e x p u e s t o ,
tácese la genuflexión
doble, con am b as ro ­
dillas. P rim ero se pone
en tierra la ro d illa d e­
recha, lu ego á su lad o
la izq u ierd a, y en esta
posición el in d iv id u o ,
hace u n a in clin ació n
bien m arc ad a con la
cabeza.
T p a ra q u e se v ea
la influencia q u e tie ­
nen en n u e s tra B elifion aú n la s p rá c tic a s
QQe p arece n m enudas
como é s t a , v am os á
acabar con la n arrac ió n
M aría A u x illu m
de un caso curioso q u e
lo pasó a l E m m o. C ar­
denal M e rm illo d ,
siendo obispo d e G in eb ra.
Tenía e ste P re la d o la costum bre, an te s d e
Tie le d e s te rra ra n d e su d ió c e sis, d e h a c e r
P®r la n o ch e su ú ltim a v is ita a l S eñor S a ­
cramentado cu an d o no q u e d a b a y a n ad ie
^ la i g l e s i a , p a ra v e r si la s p u e rta s esta^ bien c e rra d a s y a le ja r l a p o sib ilid ad d e
olgún s a c rile g io , ta n tem ible e n tie rra d e
protestantes. T erm in ad o s su s re z o s, solía a ­

cercarse a l a lta r m ayor, h a c e r u n a la rg a g e­
nuflexión y b e sa r el suelo a l irse, en señal del
m ás profundo acatam ien to .
U n a n o ch e e n q u e c reía e s ta r com pleta­
m en te solo, a l le v a n ta rs e d esp u és d e su s aco stu m b rad as d ev o c io n e s, oye r u id o , v e ab rirse u n confesonario y d e ól sa lir u n a d is ­
tin g u id a señora, q u e con a ire resu elto y com ­
p ungido se le acercaba.
— ¿ Q ué hacéis aq u í, señora, á estas h o ­
ra s?
— Soy p ro te sta n te ,
como s a b é is ; h e a sis­
tid o á todos v u estro s
Sk— serm ones e s ta C u a­
re s m a , y h e o id o
c u a n to habéis dicho
ac erc a d e la p resencia
re a l. C onvencida por
v u estro s a rg u m e n to s,
u n a d u d a m e qu ed ab a,
sin em bargo, y e ra q u e
vos m ism o crey érais lo
que p re d ic áb ais. P o r
esto h e venido a q u í,
p a r a v e r si e n secreto
tra tá b a is á l a E u c a ris­
tía con el re sp eto q u e
se debe á Je su c risto
p r e s e n te , y decidida
á co n v ertirm e si h a lla ­
ba v u e s tr a c o n d u c ta
conform e con v u e stra s
p a la b ra s. H e venido ,
h e visto p o r m is ojos,
y y a creo. ¡ C onfesad­
me !
H o y 68 u n a de las
d am as católicas m ás
fervorosas d e G in e­
b ra.
D e modo q u e u n a
s i m p le g e n u f l e x i ó n
decidió d e la s a lv a ­
ción ó p é rd id a d e u n
alm a. P ie n s e n , pues,
n u e s tro s le c to re s y
C o o p e ra d o re s e n la
influencia q u e pu ed en
te n e r sobre los dem ás
y denles bu en ejem plo
no sólo haciendo b ien
l a genuflexión, sino
e h ris tia n o ru m .
tam b ién
cum pliendo
con e x a ctitu d y esem pulosidad. o tra s m uchas
p rá c tic a s d e n u e s tra s a n ta E elig io n , al p a ­
c e r in d ifere n tes, como e s ta d e q u e nos h e ­
m os ocupado, pero q u e p u ed e n co n trib u ir
en m ucho á la edificación y salv ació n de
la s alm as.

5

— 1G6 —

pinas el cariño que te tengo!.... Mira; si fums
mi criado, que Dios no h permita, te jwiíaria
la escoba de Jas manos para barrer yo por ü,yte
limpiaría las botas después de limpiarme las míos.
— / Qué bueno eres, E m ilin !

E ¿ S \IL IN .

FIESTA DE MARIA AUXILIADORA
en T u rín

V.

dia goza más con la lectura. Hace
una semana que canta en el iaUcr,
________ mientras trabaja, como cuando yo era
chiquitín. Ya no tiene tan mala cara, ni se in­
comoda cuando se le acerca algún señor. Me dice
que soy muy bueno, que me quiere mucho, y.,..
¿ A que no sabes lo que me ha prometido si soy
bueno toda la semana?
— ¿ Que te dará otra peseülla ?.,. ¿ Que te com­
prará una caja de pinturas?....
— / Quia! Otra cosa mejor ¡mucho mejor!...¡Ah,
bobo ¡ ¿ No lo adivinas ? Pues me ha prometido qxic
me dejará ir el domingo á tu casa. Y yo, para
que no se escame, le contesté: ¡ Pero como á ti no
te gusta que vaya con é l!.... <¿Te quiere como
antes?* S i: € Pues entonces, si eres bueno, irás
él domingo; que me parecen muy buenos señores
aquéllos, y tú muy buen hijo. »
— ¡Bueno, bueno! Esto marcha muy bien,
¿verdad?
— / Qué gusto, chico ! ¡ Cuándo llegará el do­
mingo !
| ada

VI.

^ ¿ Y el amigo de tu padre, aquel que miraba
de reojo á tu madre?
— Chico, hace quince días que no va por alli.
M i padre le dijo que no podía salir ya, g\te tiene
que acompañar d misa y á paseo á su mujer
y á sus hijos. ¡ Qué contento se puso el otro dia
al ver los juguetes que me regaló tu mamá! Hice
que sois muy buenos y que os debo de querer mu­
cho; que tenga cuidaáíto de no faltaros nunca; que
fne honráis mucho, porque fú debfas juntarte con
otros niños ricos y elegantes como hi.
— ¿ Y oye con giisto lo que lees ?
— / Ta lo creo! Si algún dia tardo «« poco más
m estudiarme la lección, dice: «Tamos, hijiio;
fuañana antes de ir á la escuela acabarás tus
trabajos. » jFbrgiM ya no lee aquel periódico que
te dije. Una noche le cogió y la dijo á mi m orlrr:
« Toma, Posa. Cuando vengan mañana, dices que
ine borren, que ya no soy SMScriíor. > Y mi madre
me miró y se sonrió de placer.
— / Qué bien has sabido hacer tu papel, Isidro I
Dice mi padre que do&o quererte mucho, porque
eres «» buen hijo; que por curar á tu padre, /ms
hecho muchos progresos en tus eshtdios. ¡Si su­

pobres son nuestras frases para dar
á nuestros lectores una idea de la mv
jestad y esplendor que han revestido
_____ este afio las fiestas de María Auxilia­
dora, no obstante y á pesar de haberse en mucho
aminorado por la muerte del virtuoMsimo Sr. Ar­
zobispo, de quien ya en otro lugar de este mismo
número nos ocupamos. Excusado es decir que la
iglesia, adornada con todas sus galas, cautivaba
la vista de la concurrencia infinita de gente que
de todo los países y de todas las clases Bocines
en devota peregrinación acudían atraídos por
las grandes bondades que todos los días derrama
sobre sus devotos la Virgen de D. Bosco.
£1 23 de mayo, á las 10 de su mañana, celebróse
misa solemne con asistencia pontifical del limo.
Sr. Bertagoa, Obispo titular de Cafamaún, el
cnal dió por ía tarde la bendición con S. B. M.
El día 24, festividad de María Auxiliadora, pon­
tificó el Iluio. Sr. D. Juan Bautista Bessia, poco
há consagrado Obispo de Mondoví, y se cantó U
misa del maestro Biancbini, que fué interpretad!
con exquisito gusto por la ¿chola cantorum del
Oratorio.
Por la tarde, después de las vísperas solemnes,
música del Sr. 13iau(miui^ subió al púlpito el mismo
limo. Sr. Obispo, é inspirándose en los magníficos
frescos que decoran la cúpula del hermoso San­
tuario, tejió el más cumplido elogio de la Virgen
Auxiliadora y de la Congregación Salesiana.
No podemos pasar en silencio la grandiosa
Antífona Santa María, del inspirado Presbítero
Snlesiano D. Juan Pagella que en las dos tardes
cantaron alternando el coro de la cúpula con el
coro de la orquesta, y que es un perfecto modelo
(le música sagrada, calcada en las admirables pro­
ducciones de Palestrina.
Admirable y por todos conceptos digno de imi­
tación fué el espectáculo que ofrecía la sagrad*
mesa por el no interrumpido acercarse desde l*í
4 de la mañana de inmenso gentío, qne p&r*
honrar á María acudía á fortalecerse con ei
Pan de los fuertes, y las inumerables persoD*-'
que llegaban á los piés de la divina Señora par*
darlo gracias por los favores recibidos.
¡ Haga el Señor y su Sma. Madre que tan grat»
y edificante espectáculo pueda presenciarse pronw
en Sarriá, en el Santuario que á María Auxiliador*
dedican los Salesianos, y que desgraciadamenv
eu la actualidad están paralizadas sus obras
falta de recursos!
üT

E X C M O . S R . D. D A V I D D E ’ C O N T l R I C C A R D I
EATÍSI3IA lia sido l a p é rd id a q u e el P ia m o u te todo y en p artíc u la r la Ig le sia d e T a rín ac ab an d e su frir con la casi re p en tin a
m u erte d e su celosísim o y v irtu o so A rzobispo acaecid a en las
p rim era s h o ra s d e la m añ an a del 20 d el p asad o Mayo.
O riu n d o de ilu s tre y c ristia n a fam ilia piam ontesa) el Encino.
S r. O . D a v id d e’ O onti P ic c a rd i y a d esd e su s prim eros años
reveló su p re claro ingenio y su ca rá c te r ta n religioso como
enérgico.
O rd en ad o d e S acerdote, ocupó los carg o s m ás im p o rtan tes d e la S. I . O.
d e B iela, su pueblo n a ta l, h a s ta q u e a l poco tiem po d e o c u p a r el solio p o n ­
tificio S. S. León X I I I le preconizó p a r a la silla d e Iv re a , siendo éste el
p rim er O bispo q u e nom bró
el a c tu a l P ontífice. D espués
d e ocho anos d e residencia
e n Iv re a , fué en 1886 tr a s ­
lad ad o á la Ig le sia d e N o­
v a ra , cau tiv án d o se ta n to aq u l como e n Iv re a el am or
y las sim p atías d e todos, y
recibiendo re p e tid a s veces
m erecidos elogios del Vicario
d e Je su c risto por su a p o stó ­
lico celo ó in can sa b le a c ti­
v id a d en b ien d e la s ovejas
q u e le h a b ía n sido confiadas.
P a r a su ced er al sa p ie n tí­
sim o C ard en al A lim oiida vino
á T u ríii, donde en los cinco
años d e su apostolado b a
com batido con heroísm o en
d efensa d e n u e stra sac ro ­
s a n ta P e lig io n , siendo bien
p a te n te s y notorios á todos
los triu n fo s obtenidos m er­
ced á la b u e n a organización
y al poderoso im pulso q u e
supo im p rim ir á la acción
católica.
A ficionadísim o á la O bra
d e D . B osco, e ra S alesian o
d e corazón, b astan d o p a ra
dem ostrarlo reco rd a r la c a ­
riñ o sa expresión q u e dijo en el C ongreso S alesian o d e B olonia, q u e p a te n ­
tiz a el g ra n d e am or q u e profesaba á los hijos d e D . B osco: € S i u n a C on­
g reg ació n p u d ie ra se r O bispo A u x ilia r, yo to m a ría como m i O bispo A u x ilia r
á l a C ongregación S alesiana. »
M ien tras con feb ril ac tiv id a d p re p a ra b a la im p o rta n te Exposición de A rte
Sa-grado, q u e debe celeb rarse el año próxim o, y ta l vez e n v ísp eras d e se r
in v estid o con la p ú rp u ra ca rd en alicia, el S eñor le llam ó á su seno p a ra p re ­
m iarle los m uchos m éritos co u traid o s en su larg o y fecundo apostolado.
S i b ien su s g ra n d es v irtu d e s sean p a ra nosotros u n a p re n d a s e g a r a de
la g lo ria d e q u e á n o d u d arlo go zará y a su b e n d ita alm a, elevem os, s in em ­
b arg o , a l S eñ o r n u e s tra s oraciones p o r si to d a v ía n ec esitara d e ellas.
R . L

F . A.

— 1G8 —
dirigiéndonos enseguida á S. Pablo, donde pasa­
mos ocho días. Durante este tiempo las autori­
dades civiles y eclesiásticas y el pueblo todo com­
pitieron en agasajar á S. S. Urna., el cual quedó
muy satisfecho del amor que todas las clases de
la sociedad profesan á los Salesianos y de los gran­
dísimos frutos que éstos recogen en su apostolado.
Desde S. Pablo nos dirigimos á Gtiaraiin-

B M SfL

guetá, Lorena^ JPetrójaoli, Itío Janeiro, Juis
de Fora, Ouro-Freto, Fontenova, Cachoeira do
Campo y oti-as ciudades que fuera prolijo enu­

Visita <ltíí Hustríaimo 8r. Oadicro
« las iVliBíonea Salesíanaa.

merar. En todas ellas Senadores, Diputados, Coo­
peradores Salesianos y otras distinguidas personas
nos honraron con su visita al mismo tiempo que
nos_ ofrecían su incondicional apoyo para el sos­
tenimiento y difusión de nuestras Obras. En Pctrópoli, capital de los estados Unidos del Brasil,
recibimos también la visita del nuevo Obispo del
Espíritu Santo é insigne Cooperador Salesiano.
limo. Sr. D. Juan Bautista Correa Nery.

A madísimo P adbe D. R úa:

3PEBO que han de servirle de satisfac­
ción algunos ligeros apuntes sobre la
________visita hedía por el limo. Sr. Cagliero
á las Misiones del Brasil, regadas con los sudo­
res y fecundadas con la sangro de un mártir,
nuestro inolvidable y queridísimo H. el limo.
Sr. Lasagna (q. e. p. d.)
Seré breve, pues, por una parte es bien poco
el tiempo de que puedo disponer, y por otra son
bien conocidos de V. R . y de nuestros beneméritos
Cooperadores los caracteres principales de estas
Misiones.

E l i l a '¿ u n il> a
x m e s 'ti- o s m á i* tíi* e s
— IT e y p i e d a d d e l o s h a b i t a n t e s
d e ^ J u is B d e r o i * a y d e I * i- o o o p io

í u t u i - o m o n u m e n t o a l T im o.
L o s a g - u a — J P r o t e c o i o n d e ]^£ai ’x a .A -u x ilia d o x -a .

^ Las dos veces que estuvimos en J u iz de Fora
visitamos en devota peregrinación las tumbas de
t í o M o u t o v i t i e o — JU u XS,io las víctimas de la catástrofe del 6 de Noviem­
(ai v m itlt» — I j Ji
r t e I ti -A -fsuncioix bre de 1895. Es imposible expresar los dolorosos
— l ü u H . P t i t o l o — Gri’a n tl© o u t u s i a s recuerdos que á nuestra mente se agolpaban ante
m o — l í ’o lia : e u c u e n tx * o .
aquella tumba, y describir la piedad con que la
El 4 de Agosto salimos de Montevideo acompa­ población entera se unió á nuestro dolor acom­
ñados de la Rda. Madre Superiora General de pañándonos al cementei'io para orar por las al­
las Hijas de María Auxiliadora y de su secre­ mas de los muertos.
taria.
Al lugar de la catástrofe nos acompañó el Vi­
Cuatro días duró la travesía liasta Jilo Grande, cario y el Superior de los R R . P P . Redentorisprimer puerto del Brasil, hermosa ciudad de 40.000 tas, los cu a le s, como testigos de vista que
habitantes, en su mayor parte españoles é ita­ fueron de la sensible desgracia, nos la contaron
lianos. La travesía ñié felicísima y deliciosa pol­ con tal profusión de detíilles, que nos parecía
los variados y encanttidores panoramas que se o- presenciarla. Mientras hablábamos de esto, vimos
Irecian á nuestra vista. Dos días permanecimos pasar ú toda velocidad un tren en cuya locomo­
aquí, siendo entusiastas las demostraciones que á tora leimos con emoción el nombre del limo. Sr.
su lim a, le tributó el pueblo. El Vicario D. An­ Lasagna, con el que el Gobierno había bautizado
tonio Alburquerque, único sacerdote para tan gran á la máquina que fué causa inconsciente del de­
número de almas, manifestó sus vivísimos deseos sastre para perpetuar la memoria do la Rustre
do tenor una casa Salesiana para poder contar victima. Los restos mortales de los Salesianos y
con algunos operarios que lo ayuden á cultivar Hermanas descansan en el cementerio de Frotan abundante mies.
copio. El Gobierno del Estado de Minas ha en­
E l 13 de Agosto emprendimos de nuevo el cargado ya á nuestro hermano coadjutor Sr. Delviaje, pasando en alta m ar la fiesta de la Asun­ piano los planos de la capilla que piensa levantar
ción de N tra. Sra., quo celebramos como mejor sobre la tumba de los mártires, como peremne
nos fué posible en tales eireunstanoias, siendo m u­ memoria.
chos los viajeros y marinos que aprovechándose
Durante esta larga visita de más de dos me­
de las exhortaciones del limo. Sr. Casrliero se a- ses, muchos han sido los peligros de que nos hemos
eercaron á los s;intos s;icramentos. En el puerto visto libres merced á la protección de nuestra que­
de Santos nos esperaban nuestros queridos her» rida iMadre María Auxiliadora.
manos 1). Carlos Peivtto y D. Miguel Foglino,
Una vez entre otras se vió en gravísimo pe-

— 3G9 —
Dos años hace que en los periódicos de América
se leía un crimen sangriento que horrorizó á todo
mos gran número de Cooperadores que habían el mundo. Unos 60 indios, capitaneados por Marsalido á recibirnos. Fuera de sí por el contento, celó, hicieron prisionero á un tal Sr. Arco, co­
el Sr. Vicario se dirigió á S. S. para besarle el a- brador de contribuciones, y á un hijo suyo. Des­
nillo; pero eñcabritándose el caballo que S. lim a, pués de haber obligado al padre á presenciar la
monteba, dió con él en tierra, Tiniendo á caer inhumana muerte del hijo, cuya sangre so be­
entre las patas de la bestia. Al momento, por bieron, el Marcelo, hecho un energúmeno, le pateó
im movimiento instintivo, nos dirigimos todos á la boca del estómago al desgraciado Sr. Arce,
María Auxiliadora, y el caballo permaneció de á quien al mismo tiempo lo gritaba:
manos el tiempo suficiente para que S. S. lim a, quien recogías el dinero? — ¿Para el Go­
bierno? — Ko, que era para ii; pues ioma^
escapara de una muerte segura.
Termino, amado Padre, estas cortas lineas su­ p a r o judíOy y le descargaba sendos garrotazos.
plicando á V. R . que nos mande su bendición y La justicia de Dios no tardó mucho en castigar
nos encomiende á Ntro. Señor y á María Auxilia­ á los autores de tan atroz delito, pues todos do
una manera ú otra perecieron miserablemente, y
dora.
Marceló arrepentido acababa do expiarlo. No lo
De V. E . humilde hijo en J . C.
ejecutaron en el lugar del suceso por temor á
un levantamiento de los indios que hubieran to­
J uan G kippa, Pbro.
mado terrible venganza.
8. Pablo, Diciembre de 1896.
E l mismo día de nuestra llegada á Oruro arribó
D. Gasparoli, Director de nuestra casa de Sucre,
acompañado del clérigo Rasoli, el cual debía ser
ya Presbítero desde hace algún tiempo; pero por la
enfermedad del Sr. Arzobispo de la capital,
todavía no lo era. E l día 26 de Octubre se pro­
cedió á la solemne ceremonia de su ordenación,
actuando de padrino del nuevo sacerdote el Sr.
B E I i l O I O . S r. COSTAHIAGNA
Portal, Prefecto de Oruro. Siendo la primera vez
que en esta ciudad se hacía una fiesta de esta
clase, ya puede figurarse V. R . el entusiasmo
que reinaría.
III.
Acompañado de varias personas visitó S. S.
fie ía Pax á Mefldo.ga
un terreno que quieren regalarnos y que en otro
tiempo fué cementerio; pero esta circunstancia
NTES de salir de la Paz, donde nos nada importa, pues no son los muertos sino los
detuvimos una semana, visitamos al vivos los que hacen guerra á la Religión y contra
_______ limo. Sr. Valdivia, Obispo diocesano,
quienes hay que luchar. Se están recogiendo los
que por razón de su delicado estado de salud huesos que después de pasarlos por la parroquia,
se encuentra desde hace algún tiempo en un donde se les canta una Misa de Eequiem, se lle­
pueblecito cercano; como es de suponer, dado su van al cementerio nuevo.
grande amor á los hijos de D. Bosco, nos re­
Continuando nuestro viaje llegam os. á Chacibió con la mayor cordialidad y nos colmó de llapata, donde nos separamos de nuestros her­
atenciones.
manos que tomaran la dirección de Sucre.
En Uyuni, pueblo que carece de sacerdote,
S a l i d a d e l a P a z — S a O i’iu r o — O r d e a a c i o a s a c e i r d o 't a l — £ l a j A n t o í b - improvisamos un confesonario para confesar á los
S ra s ta y V a l p a r a í s o — C e r t a m e n
mayores de 7 años que debían recibir la confir­
c a te q u ís tic o .
mación.
Dos días después llegamos á los famosos vol­
El 22 de Octubre partimos de la Paz acom­
pañados de todos los niños de nuestro Colegio canes Ollague y S. Pedro, y después ’de atra­
que salieron á despedirnos hasta la gran meseta vesar el desierto de Atacama arribamos á Antroíagasta, donde el Vicario Apostólico nos ofreció ge­
qne domina la ciudad.
En las breves paradas que hicimos en P a n - nerosa hospitalidad. Tresdías d^pues tomamos un
duro y Sica-sica S. S. Dina, administró la con­ buque y nos dirigimos á Valparaiso encontrán­
firmación, cosa que no le fué posible hacer en donos á nuestra llegada con la triste nueva de
su anterior viaje; y al tercer día llegamos á la m uerte de nuestro amadísimo hermano D.
Oruro, encontrándonos á la ciudad conmovida Antonio Perrero, acaecida en Santiago el mismo
por el reciente fusilamiento de Vicente Marcelo. día, por lo que S. S. lim a, continuó su viaje á
ligro la vida del limo. Sr. Cagliero. Al dirigirnos

i caballo á Cachoeira do Ca7npo nos encontra­

NUEVOS VIAJES APOSTOLICOS

diciia ciudad con el fin de asistir á los funera­
les.
Una cosa sóla añígía á este inolvidable sa­
cerdote, y era el no poder hacer nada, muriendo,
pues, con el deseo de prolongar su vida para
consagrarla á la salvación de la juventud.
Desde Santiago nos dirigimos á la cordillera,
acompañados hasta Santa Eosa de los Andes por
nuestro querido D. Tomatis.
Grande y patente fuó la protección que ex­
perimentamos de María Auxiliadora en el paso
de la cordillera, pues caminábamos sobre 2 m.
de nieve y á veces por el hielo con horribles
precipicios á uno y otro lado del estrecho sen­
dero. Como compañeros de viaje llevábamos una
compañía de cómicos de la legua, los cuales nos
trataron con mucha deferencia; presentáronse las
mujeres acompañadas de sus maridos á recibir
la bendición de S. lim a., y este acto de devoción
y do respeto se lo premió el Señor haciendo que que­
daran ilesos una señora que se cayó de su ca­
balgadura y uno de los cómicos que había re­
cibido de su muía un fuerte par de coces.
En Mendoza asistimos al certamen catequístico
que tuvieron ios alumnos del Colegio D. Bosco^
dejándonos m uy satisfechos por sus grandes ade­
lantos en el catecismo.
Desde Mendoza seguiremos nuestro viaje á
Buenos Aires y desde allí pasaremos al P ara­
guay.
Dígnese, por lo tanto, amadísimo Sr. D. Rúa
mandar su bendición al limo. Sr. Costamagna.
que por mi medio so la pide muy de corazón,
y ú este su afmo. hijo en J . C.
Antonio Sani, Pbro.
Mendoza, 16 do Xovieuibre de 1896.

M.VTTÜ (iliOSSü
Misión de lo i'olonia Teresa Cristina.
R vdmo. Sr . D. R úa:
lEMpo hace que no le mando noticias

do esta Misión que, gracias al Señor,
________ va progresando, si bien con gran tra­
bajo y a diu*as penas.
Hace 18 meses que empezamos la Misión y
gi*andes son ya los frutos que hemos podido re­
coger. Los indios coreados van poco á poco acostumbrándose al trabajo, y si bien son insig­
nificantes los resultados que de éste podemos to­
davía obtener para el mantenimiento de esta

170 —
Misión, sin embargo, algo se saca, pues última­
mente sembramos 2 quintales de maiz que va
alcanza á 6 y 7 m. de altura con 3 y 4 mazorquillas cada planta. Siendo yo sólo para el
gobierno de este numerosa Colonia, me veo obli­
gado á enseñar por mí mismo á los indios todas
las operaciones agrícolas, único medio de que
trabajen, pue§ si no se va delante de ellos con
el ejemplo es tiempo perdido. Por este motivo
me veo en mil aprietos para encontrar un mo­
mento libre en que cumplir con mis deberes de
Sacerdote; ordinariamente después de haber dado
á los indios el primer impulso para el trabajo,
sentado en el tronco de algún árbol, rezo el oficio divino y hago un poco de meditación mil
veces interrumpido en uno y otra por las continuas
preguntes de los indios.
Grandes son, amado Padre, las necesidades que
continuamente experimentamos; llevo ya repar­
tidas á los indios 500 camisas, 200 calzoncillos,
400 guardapieses. 450 pañuelos y 300 mantas
de lana; apesar de esto, continuamente se me
presentan hombres y mujeres, niños y níña.s en
completa desnudez, pidiéndome algo con que cu­
brirse. Pero á mi no me queda ya nada que
poder darles, así es que ya puede figurarse V.
la amargura de mi corazón al no poder remedi.\r
tanta miseria. ¡ Qué gran caridad harían nuestros
Cooperadores proveyéndonos de los artículos de
primera necesidad! Prendas de vestir por viejas
que sean, pedazos de espejo, corta-plumas ó cual­
quier otra fruslería baste para captarse el amor
de los indios y hacer posible su verdadera civi­
lización.
El ]>. p. Octubre recibimos la grate visite del
Sr. Gül>ernador del Matto Grosso, de nuestro Su­
perior D. Antonio Malán y de nuestro querido
amigo el Dr. Santos, quienes quedaron suma­
mente complacidos de los adelantos hechos y prin­
cipalmente de la sumisión de estos indios, que
hace algunos meses eran el terror de los liabitantes de estas regiones.
E l R .P . Malán me prometió mandarme 200
reses para nuestro sustento, con las cuales ten­
dremos para todo el año. Apropósito de este vi­
site quiero referir á V. R . dos gracias extraor­
dinarias que hemos recibido de nuestra querida
madre María Auxiliadora.
Recordándome de lo difícil que nos tué el año
pasado la navegación del río San Lorenzo, por
falta de combustible para la máquina, decidí adelantarme con 4 indios para prepararla en los
puntos convenientes. Partimos, pnes, en nnestra
canoa con las herramientas necesarias para la operacion y aparejos de pesca con los que debía­
mos procurarnos el sustento. Sorprendidos por la
noche á la mitad del camino, acercamos nuestra
canoa á la orilla, encendimos una gran hoguera

-

in —

para alejar á las fieras, y después de una cena
ímgal nos tendimos sobre la verde yerba.
AJ día siguiente muy de mañana emprendimos
el viaje y dimos orden al pasar por una pe­
queña ranchería de indios Bororós que prepa­
raran lefia, y seguimos adelante repitiendo al lle­
gar la noche la operación del día precedente.
No tardaron mucho en quedar como troncos
Ice indios; no así yo que apesar de mi gran
cansancio no podía pegar un ojo. Una inquietud
y tm negro presentimiento me dominaban, por lo
qne rae dirigí á la canoa en busca de algún arma
que en caso necesario me sirviera de defensa, en­
contrándome un rewolver que desgraciadamente
estaba descargado. No pude menos de reirme
viéndome tan bien armado en medio de tan­
tos peligros: volví á tierra, me acosté de nuevo;
pero inútilmente; un gran peligro debía ame­
nazarnos; tomando una últim a resolución volví
á la canoa, tomé m i crucifijo y arrodillándome
sobre la arena me encomendé á Nuestro Señor,
puse á todos bajo la proctecion de María Auxi­
liadora y empuñando el crucifijo me tendí en la
arena durmiéndome profundamente hasta bien en­
trado el día. ¿C uál no sería nuestro estupor al
observar á la mañana siguiente á nuestro de­
rredor las pisadas recientes todavía de un enorme
tigre? La gracia no podía ser más grande ni más
patente. Uno de los indios, que todavía dormía,
tenía los cabellos enterrados en la arena bajo una
de las pisadas de la fiera, al igual de parte de
mi brazo que había tenido extendido mientras
dormía y de mi crucifijo que no había dejado de
la mano. Con los ojos llenos de lágrimas y el co­
razón rebosando gratitud, dimos gracias muy ren­
didas al Señor y á María Auxiliadora, por ha
temos librado de tan grave peligro. Las noches
siguientes, no queriendo tentar á Dios, no quise
permitir bajar á tierra, sino que sucediéndonos
uno á uno en la dirección de la canoa, los otros
en tanto descansaban.
Llegados á la que fué Colonia Isabel y des­
pués de cumplir nuestros deberes religiosos, pues
era día festivo, permití á los indios un poco de
reposo y yo, recitando el breviario, me interné
en el bosque para ver si era suficiente la leña
COTtada. Cuando volvía, hé aquí que de buenas
i primeras me encuentro frente á frente, y á una
distancia de 20 pasos, con un enorme tigre, el
cual me dirigía sus dos ojos que parecían dos
ascuas. Comprendiendo el grave peligro en que
me encontraba, me santigüé é invoqué con todo
mi corazón á María Auxiliadora y esta buena
madre, siempre solícita por el bien de sia hijos,
me libró de una muerte segura,- pues el t i ­
gre sin hacer caso de m í, desapareció entre la
maleza.
¡Gracias m il sean dadas á esta benditísima

Virgen que en pocos días me ha salvado dos ve­
ces de horrible y segura muerte!
P ara terminar, amado Padre, le diré que estos
salvajes adelantan cada día más en su civiliza­
ción, habiendo ya logrado que aprendan las prin­
cipales oraciones del cristiano y desterrar de ellos
algunas costum bre bárbaras é inmorales. Mayor
sería el bien y más rápidos los progresos si pu­
diera disponer de más personal; roguemos, pues,
al Señor de la mies que mande muchos y bue­
nos operarios á recoger la abundante que aquí
se presenta.
Encomendándome muy de corazón á bus ora­
ciones me repito de V. R.

Afino, hijo en J . C.
J osé S olári, Pbro.
Colonia Teresa Cristiiia (Matto Grosso), Enero de 1897
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TIERRA DEL FUEGO
xlflguetiosa situaoioa de la Misión
de la Gandeíaria.
R vdmo S r . D. R úa .
RES meses hace, poco más ó menos, que
nos encontramos sumidos en la más
________ terrible angustia ante el pavoroso por­
venir que amenaza á esta desgraciada Misión do
la Candelaria, cuya existencia peligra si no se
pone pronto y eficaz remedio. E l frío crece de
día en día y nosotros carecemos aún de sitio
para guarecernos, pues si bien hemos improvi­
sado dos grandes cabañas, una para los Salesianos
y sus 46 niños indios, y la otra para las Hijas de
María Auxiliadora y sus 40 niñas indias, de
poco 6 nada nos sirven, pues el viento y la llu­
via penetran por todas partes. Alrededor de estas
cabañas se recogen unos 300 indice que á ningún
costo quieren abandonar la Misión, si bien, obli­
gado por las circunstancias, el Director, R . P.
Griffa, les ha dado licencia para ello.
Un grande lenitivo en nuestra desgracia es
el afecto que nc» demuestran estos pobres sal­
vajes. i Si viera, amado Padre, lo indulgentes
que son con nosotros! No tenemos con qué cu­
brirles y ellos no se quejan; la ración diaria
que antes les pasábamos, ahora no siempre p e ­
rnos hacerlo, y con todo los pobres nada dicen;
nos compadecen y prefieren sufrir con nosotros
antes que volver á su vida errante y salvaje.

— 172 —
Esto, sin embargo, amado Padre, no nos dispensa
del deber que tenemos de proveerlos de cuanto
necesiten; pues antes, por el contrario, su resigna­
ción y su ejemplo más nos obligan á que con
la m a p r brevedad y á costa de cualquier sa­
crificio remediemos su necesidad. E l invierno se
aproxima á grandes pasos, y ¿ qué será de nosotros,
de estos pobrecitos niños y niñas, y de los in­
felices salvajes mal vestidos y peor alimentados?
¿Deberemos pasar por el duro trance do verles des­
fallecer por el hambre y el frío, sin poderlos
socorrer en nada por falta de recursos?
Si la voz del Misionero, amado Padre, no lia
bastado para tocar el corazón de nuestros bene­
méritos Cooperadores y piadosas Cooperadoras, há­
gales llegar, se lo ruego, la de las Hermanas
que sufren liorriblemente al contemplar la mísera
situación de estos infelices. Dígales, amado Padre,
á esos infatigables promotores de la gloria de
Dios y de la salvación de las almas, que vengan
pronto en nuestra ayuda, pues nuestra necesidad
es extrema; es asunto de vida ó muerte, vida
no sólo material sino también y principalmente
espiritual para muchos ó todos estos salvajes.
¡ Üh, cuántas almas de menos se salvarán si per­
sistiendo este deplorable estado de cosas nos viése­
mos obligados á retirarnos de este importante
centro de Misiones!
Nuestro Director, R . P . GriíFa, ha marchado
á P unta Arenas para solicitar de aquellos her­
manos nuestros algunos recursos; pero bien poco
será lo que puedan hacer por nosotros, pues
también ellos se encuentran en estrecheces, aún
más porque durante estos 3 meses nos han atendido dentro de su posibilidad á remediar nues­
tra situación.
Toda nuestra confianza estriba en la divina
Providencia, que espléndidamente viste á los li­
rios del campo y mantiene á las aves del cielo,
y en la ardiente caridad de nuestros amados
Cooperadores.
Todos los días sube al trono de Dios la oracion de estas almas inocentes, poco há rege­
neradas con las aguas del Bautismo, implorando
abundancia de gracias y bendiciones en favor
de las almas generosas que con sus donativos no
sólo prolongarán la vida de la Misión, sino que
la prestarán nuevos bríos.
Perdone, amado Padre, este desahogo de mi
pobre corazón; reciba afectuosos recuerdos de to­
das mis hermanas y encomiéndenos á todas al
Señor y á María Auxiliadora.
Dr

7?. humilde if sumisa h>ja en el Se>^or
Sor L uisa R ufpino.

Hio Graude, X de Marzo de 1897.

Mí&ion de h ieía DawBén.
is^E una correspondencia que á mediados del
pasado Marzo publicaba L a Nación de
Buenos Aires, entresacamos los siguien­
tes párrafos relativos á la Misión Salesiana
de la isla Dawsón:
« Hablaré ahora de algunos otros puntos chilenos,
colonias y misiones, de su estado y progreso, y en una
próxima correspondencia enviaré datos minuciosos y exactos sobre nuestras poblaciones y puertos habitados
en estas regiones; así podrá formarse un juicio exacto
de comparación.
» Tenemos, por ejemplo, la misión salesiana en la
isla Dawsén, situada al sur del estrecho de Magallanes.
» Como Punta Arenas, también esta misión se en­
cuentra en un estado muy adelantado.
> Dirigida por el limo. Sr. Fagnano, da señales do
mucha prosperidad y vida, siéndome muy grato expre­
sar aquí la extremada amabilidad con qn^ ."uí recibido
en aquel lugar cuando recalamos allí, y la buena vo­
luntad con que fueron atendidos mis deseos.
» La población, nombre que hoy bien merece, se
Compone de la iglesia, con las habitaciones anexas de
los padres, el colegio de las hermanas, una escuela
para niños, varias casas de empleados de la misión,
un aserradero á vapor, una curtiduría (en construcción),
un hospital y nnas 40 casas de indios.
> Los habitantes blancos ascienden en total á unas
50 personas, y la población indígena la constituyen
unos 300 indios, de la tribn de los Onas.
» Son éstos hombres fuertes y robustos, completa­
mente diferentes de los Yaganes, raquíticos y enfer­
mizos; los primeros son relativamente trabajadores,
según me dqo el R. P ., y se ocupan en el aserradero
y otros trabajos de la colonia.
> Toda esa gente se ha civilizado medianamente, pues
ya no viven en miserables chozas, tirados en el suelo,
sino que habitan ranchos construidos por ellos mismos
con tablones, provistos de piso de madera, y en el in­
terior de muchos de ellos no faltan la cama y otros
muebles.
> Poco á poco están aprendiendo esos infelices el ídioma castellano, y gracias á la paciencia, á la abne­
gación y al esfuerzo de los PP. aquella gente presta
servicios útiles á la colonia y por consiguiente, á su
patria (Chile), entrando, en cambio, en otra clase de
vida, muy distinta de la miserable que llevaban antes.
* Hay que hacer constar que todos estos indios an­
dan relativamente bien vestidos y están bien alimenta­
dos, cosa que hace honor á sus tutores y bienhechores.
» i Cuán diferente de todo esto es el aspecto que ofrecon nuestras misiones y colonias, de las cuales
trataré en mi próxima carta!
> La colonia cuenta ya con su propia embarcación
que facilita el tránsito entre ella y Punta Arenas.
» En los días de semana se observa una alegre ac­
tividad en aquel apartado pedazo de tierra, donde más
de 800 personas se dedican á faenas útiles, 3ra aserran­
do los rollizos de madera, que otros han cortado J
traído del cercano monte, ya construyendo un l a ^
muelle para facilitar el embarque de las tablas y vigas,
ya p rep ^d as,
construyendo un nuevo edificio para
curtídoría, ya cuidándolas huertas, ya haciendo noe*

TOS ranchos y habiteciones, y, en fin, nn sinnúmero de
quehaceres que seria largo enumerar aquí.
» Es indudable que dentro de algunos años esta co­
lonia habrá adquirido bastante importancia y prestará
muchos servicios á Chile, á quien compensará los 6000
í que recibe actualmente de subvención. »

me ha dado hiios y yo te los he dado y te los daré
á ti para que me los eduques á todos como á Juan.
De gran consuelo es todo esto para el pobre Mi­
sionero, como todo lo que contribuye á la ardua em­
presa de la civilización de estos salvajes.
Encomendándose á sus oraciones, queda de V. R.
humilde y obediente hijo en J . C.
B eexaedo Vaccuina, P beo.

PATAGONIA CENTRAL
AFRICA
m íB ü T .

Bendición de nna nneva iglesia.
Rvdmo. Sr. D. Kúa:
SPUES de la larga relación que de mi vi­
sita á los indios Tehuelcbes le mandé úl­
timamente (1 ), hemos tenido el gran consuelo de inaugurar una nneva capilla en
Gaimán, centro de la Jlision protestante, donde los
católicos carecían de todo lo necesario para el cnlto,
razón por la que se pasaban á los protestantes ó vi­
vían en la más glacial indiferencia.
Este triste estado de cosas no podía menos de aci­
barar nuestro corazón y el de los buenos católicos,
por lo que elevábamos de continuo nuestras plegarias
al cielo para que el Señor, compadecido de nosotros,
mandase en nuestro socorro á la potente Exterminadora de la herejía, la cual, en esta como en otras oca­
siones, no se ha hecho esperar; asi, pues, podemos
ahora publicar con júbilo que María aedificavit sibi

domum.
La iglesia es pequeña y pobre; pero está situada
en el centro de la Colonia y como centinela do avance
en el punto más extratégico del pueblo.
También en Gaimán ondeará majesinosa la craz,
mempre triunfante del error, y la Reina del Cielo
establecerá su trono para derramar sobre sus devotos
el santo rocío de su bondad maternal.
En breve se dará principio á la construcción de
Escuelas Profesionales , las cuales harán un gran
bien no sólo á esta Colonia, sino también á la ju­
ventud de todo el Territorio.
Uno de estos últimos días tuve la satisfacción de
recibir la visita del indio Juan Lucanén, joven que
JO bauticé en Viedma dándole el apellido de Esperaza y á quien coloqué en aquella casa salesiana como
artesano. Venia acompañado de su madre, la cual se
hacia lenguas de la bondad de sn hijo, líe dijo qne
hace de Catequista y Misionero en la tribu de su tío
el Cacique Juan Cual, pues ensena á todos aquellos
indios los principales misterios de nuestra F e , y bau­
tiza á los niños cuando corren peligro de muerte ó
tarda mucho en llegar un Miaonero. Al despedí^
de mí, me dijo toda llena de satisfacción: — Dios
(1) V. Bd. de Fetwro y si^eotee.

Bl flríanotroíío salesiano <ÍG La Maraa.
una correspondencia dirigida á nuestro
Superior D. Rúa por el director de dicho
orfanotrofio, D. Antonio Josephidi, en_____tresacamos los siguientes párrafos:
« En el año qne apenas lleva de vida este orfano­
trofio el número de niños se ha duplicado, y so quintu­
plicaría si^la estrechez del local no lo impidiera.
» La nueva Parroquia y Oratorio de Túnez progresa
también admirablemente, peroescasean de todo, menos
de fieles y de niños. Es muy consoladora la marcha dol
Oratorio, al que ya concurren más de cien niños y
Jóvenes de 20 á 30 años; muchos de éstos, apenas ter­
minado el trabajo, se dirigen presurosos á la casa do
los Sacerdotes SaJesianos para asistir á las clases de
Catecismo, del quo hasta ahora no tenían ni la más
ligera idea.
* Varios cientos de niños y niñas asisten todos los
días á nuesti-as escuelas públicas y á las instrucciones
catequísticas.
» Las Hermanas de María Auxiliadora, por su parte,
no se quedan atrás en el trabajo, pues aumentan cada
día el número de sus niñas internas y externas; atraen
con sus santas industrias á nuestros coitos á buen nú­
mero de pobres emigrantes ya casi perdidos ó en camino
de perderse, y con el buen trato quo dan á sus hijos, á
muchas familias mahometanas, que admiran el sacri­
ficio de las Hermanas y poco á poco van gustando de
nuestra sacrosanta Religión. Una sólacosa trae disgus­
tadas á las Hermanas: el que la escasez do medios
pecuniarios no las haya permitido hacer diez veces más
grandes sus locales, pues aún asi serian todavía peque­
ños para la gran necesidad que experimentan.
» Esto es más ó menos lo que hasta aquí hemos podido
hacer, qne es mucho Telativamente al poco tiempo de
estas fundaciones, si bien muy intígnificante si se atiende á lo que todavía nos falta por hacer. Esperamos
sin embargo, que durante el corriente año, con la pro­
tección de Dios y el óbolo de nuestros beneméritos Co­
operadores, podremos ensanchar los locales de I m
Marsa, Manouba y Túneg^ donde mayor necesidad
se siente.
» En Túnez los Salesianos tienen urgente necesidad
de nna- gran iglesia bien provista de todo ; los gastos
que su construcción deberá ocasionarles, con seguridad
que no Han de bajar de 90,000 ptas.

— 174 —

» El patio del Oratorio es tan estrecho, que los niños
no paeden entregarse con entera libertad á sos juegos;
es, pnes, indispensable agrandarle, y al mismo tiempo
abrir otro Oratorio para las niñas, á quienes rodean
miles de peligros.
» El ambiente corruptor y malsano que rodea á la
juventud obrera, hace también urgentísima una Escuela
Profesional; pues carece de cualquier establecimiento
benéfico que mire por su bienestar y moralidad. Se me
despedaza el corazón cuando por falta de sitio, me
veo obligado á no admitirá muchos de estos jóvenes
que cada día se me presentan, y que se hallan en un
continuo peligro do perder su cuerpo y lo que es aún
más doloroso, hasta su alma.
» Como ve V., amado Sr. D. Rúa, la mies no puede
ser más abundante; pero ¿dónde están los obreros que
deben recogerla? ¿Dónde los medios materiales para
ello? Toda nuestra esperanza la tenemos puesta en Dios
y en la caridad católica. Por nuestra parto no perdo­
namos fatiga ni sacrificio que pueda redundar á gloria
do Dios y bien de las almas. ¡Dígnese el Señor oir nues­
tras ardientes súplicas, y mandarnos pronto los obreros
evangélicos y medios necesarios para llevar adelante
tan noble empresa 1 »

teMIAAUmiADORA.
\G r a c ia s s e a n d a d a s á M a r ía !

Me es sum am ente g ra to cu m p lir con un
d eber de am or y g ra titu d h ac ia M aría A u x i­
liad o ra , p u b licando los favores q u e estoy
recibiendo de Dios N tro . S eñor por au in te r­
cesión poderosa. E l prim ero es el alivio que
experim enté en u n a dolorosa enferm edad que
p adecí eu el mes d e b'ebrero de este ano. —
E l segundo fué q u e au y e n ta se de u n a troje
con sem illas las innum erables y enorm es ra ta s
q u e esta b a n haciendo muclio m al, au n fuera
de e lla : nuW con m an d ar colocar con fó en
d ich a tro je u n a e sta m p a d o M aría Auxilíjw
d ora, y c o n ju ra r esos anim ales, al d iasig u ien te
se aiiy en taro n d e u n a m anera m uy notable. Y
p a ra q u e se conociese q u e este beneficio se d e ­
bió á M aría A u xiliadora, oreo q u e Dios perm i­
tió q u e se h u b iese p en lid o la prim era estam pa
y volviesen los anim ales de nuevo; pero, p u esta
o tra estam p a y rep itien d o el conjuro, se logró
el mismo efecto. — E l terc er favor recibido
fué to d av ía m ás s in g u la r, pues se tra ta b a
en un pueblo católico d e la destitu ció n del
P rec ep to r católico q u e llev a m uchos años de
servicio, y y a estab a nom brado el que le debía

su stitu ir. E ste , p o r supuesto, h a b ía sido ei
fun d ad o r d é la enseñ an za láica, cuyos funestos
re su ltad o s hace públicos la esta d ístic a crimi­
n a l d e to d a s la s naciones en donde se ha
in tro d u c id o ; y cuando y a el triu n fo del ene­
m igo d e la D o c trin a c ristia n a e sta b a asegu­
ra d o , m erced a l b ien com binado plan y
a l apoyo con q u e co n tab an los que, tal vez
p o r ig n o ran c ia del m al q u e h ac ía n , pretendían
el cam bio d e P re c e p to r; cu an d o el pueblo
y a n a d a p o d ía h a c e r en favor d e la niñez
q u e se ib a á a rre b a ta r á D ios p a ra entregarla
á L ucifer, pues c o n tra l a v o lu n ta d del que
m an d a, la soberanía del pueblo no puede hacer
m ás q u e lam en tar en silencio su fa lta de li­
b e rta d p a ra p ro c u ra r lo bueno y e v ita r lo
m a lo ; entonces ¡ gloria á D io s ! entonces una
p erso n a favorecida d e M aría A u x iliad o ra dió
el consejo d e q u e se recu rriese á e sta Sobe­
ra n a S eñora pidiéndole el rem edio en esta
necesidad e sp iritu al d e la cual dependía la
salvaciouó condenación d e m uchísim asalm as;
así se hizo, y las personas m ás piadosas le
rezaro n su no v en a con este fín , añadiéndole
d iaria m e n te el Memorare d e S. B ernardo y
el Magnifieat^ m uy confiados en q u e M aría
Sm a. como A uxilio d e los cristian o s, vendría
e n auxilio d e los niños cristian o s de su pueblo,
y p o r E lla , el que es T odopoderoso y sn
nom bre infinitam ente S an to , ex ten d e ría el
brazo de su poder p a ra tra s to rn a r los desig­
nios d e los pocos q u e m al aconsejados iban
á d e ste rra r á D io s d e la escuela sustituyéndole
con el esp íritu del m al, q u e ta n to s m ales y
erro res e s tá difundiendo en todas p a rte s por
m edio d e sus discípulos y fieles servidores,
como son loa m aestros y p artid a rio s de la
escuela sin Dios. M as ¡cosa ad m irab le! En
la v ísp e ra del d ía eu que se acabó la novena,
sin m over n in g ú n reso rte hum ano, porque
h um anam ente se h a b ía perdido to d a espe­
ra n za, y el desaliento se h a b ía apoderado
de todos los corazones, á la h o ra en que
m enos se esp erab a y en el acto m ismo del
reconocim iento d e los niños, q u e los con­
trario s h a b ía n ,fijado p a ra te n e r u n pretesto
con q u e hacer creer q u e la destitu ció n era
fu n d ad a, del Cielo vino el rem edio deseado,
y por los m ism os m edios que ellos h ab ía n p re­
p arad o con ta n ta an ticip ació n p a ra conseguir
el logro d e su s fines. ¡ B en d ito sea D io s !
I G racias á M aría A u x ilia d o ra ! E n esto se
vió por experiencia cuán cierto es aquello
q u e e stá e sc rito : Xo hay sabiduría^ no kaypru(ícncía, no hay consejo contra el Señor.
I g n a c io C. M i l a .
Coapiaxtla (Méjico), 20 de Agosto de 1896.
S a l u s in ñ p n io r u m .

D eseoso d e cooperar con alg o p a r a h onrar
á la herm osísim a M adre d e D ios y nuestra,
y habiendo recibido u n a p ru e b a ex trao rd i­
n a ria d e sn m a te rn a l c a riñ o , m i corazón.

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r a lle

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^ o s r e en
( V . pdg. 1 6 3 ;.

J

— 170 —
lleno (le gozo y del miis tiern o afecto d e g r a ­
titu d y aleg ría, busca la m an era d e e n g ra n ­
d ecerla, convidando si es posible á las p ie ­
d ra s p a ra q u e éstas, en su idiom a m udo, me
ay u d en á en salzarla como en triu n fo d e su
om nipotencia m an ifestad a á la m ás v il de las
c ria tu ra s , pero que en su corazón encierra
el deseo a rd ie n te d e am arla y d e te n e rla el
m ayor cariño q o e u n hijo p u ed e te n e r á u n a
m a d re j y al efecto hago p ú b lica la siguiente
g ra cia: H abiéndose visto mi esposa a ta c a d a
v io len tam ente do la sangre, con el auxilio
d e la m edicina se contuvo el acceso, q u e ­
d ando ta n sólo afectad a d e u n a p iern a, cu y a
afectación la postró en cam a algunos días
sin ceder á la asidua m edicina con q u e se
le a ta c a b a ; en este estado se vió a ta c a d a
d el pulm ón con dolor d e costado y ca le n tu ra
m uy su b id a, que no d an d o esp eran za d e r e ­
m edio hu m ano, lleno do aflicción y tam bién
lleno d e confianza en D ios, dispuse con mi
fam ilia h ac er u n a n o v en a á M aría S a n tí­
sim a A u x iliadora, por h o ra s; la q u e al te r ­
m in ar, mi señora se e n c o n tra b a en su m ás
com pleta salu d , sin dolor, sin c a le n tu ra , sin
esputación d e sa n g re y sólo con la afecta­
ción de la p iern a , cosa q u e adm iró al médico
q u e la asistía asegurándonos que e ra u n
m ilagro. 4 Cómo no e s ta r agradecido á t a ­
m año fa v o r?.,, p o r ta n to yo y to d a m i fa ­
m ilia hacem os piiblica n u e s tra g ra titu d p a ra
h o n ra y gloria d e D ios, en la consideración
d e las g ran d ezas con q n e h a enriquecido á
la h u m an id ad dándolo u n a M adre tie rn a y
com pasiva.
J . A n t o n io M o c t e z u m a .
Ftíbrica « La Magdalena » (Méjico), Octnbre de 1896.
M a r ía , a m p a r o d e lo s q u e la
in v o c a n .

E n el mes de J u n io fué sobrecogida mi
q u e rid a m adre d e u n a terrib le fiebre m aligna,
l a q u e n o o b sta n te n u e stra a c tiv id ad en b uscar
m édico y m edicinas la consum ía p a u la tin a ­
m en te, h a s ta el extrem o d e te n e r q u e adm i­
n is tra rle los últim os auxilios d e la religión
p o rq u e y a no h ab ía rem edio hum ano. E n ta n
a n g u stia d o tran c e, hum ildem ente p o strad a
a n te el S ag rad o C orazón d e J e s ú s , p ed í á
M aría A uxiliadora q u e p ro lo n g ara la v id a
do mi m ad re, prom etiéndola h ac er p ú b lica su
g ra c ia y leor siem pre el Boletín Salesiano.
H oy, pues, q u e mi m adre e stá fu e ra de
todo p eligro doy principio á mi prom esa.
M a u ia d e l S o c o r r o H e r n á n d e z
ItDAqaillo (Venesuela), Noviembre de 1896.
G r a t i t u d tV M a r ía .

P o stra d o en cam a p o r espacio d e tre s m e­
ses ú conseoueuoía d e u n a g ra v e p u ñ a la d a
q u e seg ú n declaración m édica p o r u n a lin ea
no me d a ñ é el corazón, y re su ltan d o in ú ti­

les los esfuerzos d e la ciencia hum ana, pues
cada d ía me acercaba m ás a l borde de la se­
p u ltu ra ; h e a q u í q u e u n a persona amiga
en v is ta d el lam en tab le estad o de mi salud’
se q u itó su m ed alla de M aría Auxiliadora y
me la p uso al cuello exhortándom e á implor a r la p rotección d e ta n b u e n a M adre; así
lo hice, y desde ese m om ento empecé á me­
jo ra r h a s ta hoy q u e estoy com pletam ente cu­
ra d o . E n acción d e g racias h ag o público el
favor, y envío la lim osna de 5 p ta s. para el
A silo d e M aría A u x iliad o ra.

J osé del Carmen P into.
Iraaqnillo, (Venezuela), Diciembre de 1896.
iV o v e n a á M a n ía A u x ilia d o r a .

E sta n d o m i m adre enferm a d e enfisema
pu lm o n ar em pecé á re z a r u n a novena á
M aría S an tísim a A u x iliad o ra ; an tes de con­
c lu irla comenzó el alivio; por lo cual, lleno
de g ra titu d y d e profundo agradecimiento,
le doy las g racias á M aría S antísim a.

J osé Solar.
Puebla, (Méjico) Sbre. de 1896.
G r a c i a d e M a r í a A u x ilia d o r a .

D esde hace a lg ú n tiem po p ad ecía yo una
teiTible enferm edad en los oídos, q u e me ha­
cía su frir m ucho. E e c u rrí á M aría Auxilia­
dora, ofreciéndole u n a p eq u e ñ a limosna y
p u b licar el m ila g ro ; y hoy m e encuentro
com pletam ente b u en a y reconozco q u e mi cu­
ración es u n v erd ad ero m ilagro d e la Sma.
V irgen.
C um plo, pues, m i prom esa con el mayor
placer, dan d o al mismo tiem po m is m ás ren­
didas g racias á ta n b u e n a M adre, que así
favorece á los que e u E lla cou ñ an .
M a t il d e V e it ia .
6araoas (Veuezuela;, Octubre de 1896.
M a r i a , e s p e r a n z a m ía .

D eseando obtener u n a g ra cia, empecé
trid u o S M aría A u x ilia d o ra , esperando qne
ta n b u en a M adre no d ejaría d e otorgármelaG ran d es fueron los obtáculos q u e se me pnsieron d e p o r m edio d u ra n te el triduo, pero
venciéndolos todos y d e u n modo verdade­
ram en te inesperado, cuando creía perdida la
c a u s a , M aría A u x iliad o ra m e concedió lo
q u e la ped ía. E ste fa v o r es p a ra m í una
se g u ra d e q u e como e n é s ta y e n otras
ch as ocasiones, la V irgen Sm a. no dqjar»
d e oirm e y d e concederm e o tra s gracias más
im portantes p a ra m í q u e é s ta , y que desdo
hace tiem po la pido. A l re n d ir públicas gr^
cias á ta n b u en a M a d re , como la proroeOj

— 177 —
por el favor recibido, ru ego á todos los que
leyeren e sta relació n q u e no dejen d e ac u d ir
BÍempre en to d as su s necesidades, á la q u e
63 verdadero auxilio d el pueblo cristian o .
T. M. P .
Maria A u x ^ ilia d o r a m e o y e s i e m p r e -

El ano 1891 u n tu m o r á la g a rg a n ta me
hizo su frir m ucbísim o p o r espacio d e 12 días,
sin en co n trar alivio después d e aplicados
muelios rem edios.'L os doctores q u e m e a sis­
tían esp erab an fu n esto s re su ltad o s y e s ta ­
ban decididos á. hacerm e la operación. E n
tonto yo h a c ía v a ria s prom esas y súplicas á
la Sma. V irg en , y á los pocos d ías d e sa p a ­
reció el dolor y quedó p erfectam ente curado.
En el año 1892 algunos enem igos me ac u ­
saron in ju sta m e n te; p ero yo acu d í á M aría
Auxiliadora y E lla , q u e es ab o g a d a d e los
Cristianos, m e defendió, y quedó p ro b a d a mi
inocencia.
En el ano 1896 h allán d o se agonizando u n
hijo mío, re c u rrí tam b ién á la Sm a. V irgen
y lo libró d e la m uerte.
Lleno de g ra titu d á ta n bondadosa M adre,
cumplo con m i pro m esa p ublicando la s g ra ­
cias obtenidas d e M aría A u x iliad o ra .

cia recibida. — Pedro Pérez Sera, de Jauneta, manda
una pequeña limosna en agradecimiento de varios fa­
vores recibidos. — M, B., de Barcelona, por la pronta
y feliz terminación de un espinoso asunto. — JoaqMi»
Solans, Piro., de Urgel, manda nna limosna para la
construcción de la Iglesia de María Anx. de Sarriú.
— M. J. V. CooperaS>ra Sal., de Madrid, manda una
limosna para nna misa á M.'^ Aux. en acción do gra­
cias por tres favores recibidos. — Conrepoion Gnrcífi,
de Celaya (Méjico), por un gran bonofleio obtenido.
— Una amante da María Aux., de Milico, por los mu­
chos favores qne tiene recibidos de Dios por interce­
sión de tan Soberana Señora. — Dan igualmente re­
petidas gracias ú María Aux. y mandan nna limosna,
las siguientes personas :d« Uuejuquilla (M<í}ioo), Ca­
yetano Velasco, José Ramírez y Marcelina Caldera;
de S. Antonio (Id.), Sixta García, N. N., Ramona Gar­
cía, Ana García, N. N., Antonio García, Julia G. de
García, y Carmen M ata: do Zacatecve (Id.). Perfecta
S. Miranda y Teodoro Mnniz. = Marcela Montes, de
S. Antonio (Id.); José Garoiu, do Colón (Entro Ríos);
Ñ. N. de Corrientes; José Presentación Marino, de
Corrales; Concepción Irastorza de Etohevorry. de
Bjíonos Aires; Benita Brnnell y Regís, de Puente
Mayor (Gerona); Una Cooperadora Salesiana, do Mé­
jico; JI. P. de M., Montevideo; Margarita M arte, de
Bogotíí; M. P. de M., de Barcelona; Luis do V. Ríos,
de S. Rafael de Maracaibo; Y. F., de S. Vioens deis
Horst; Jnan Rosas Martínez y fam ilia, do Barraca,s
al Sad (B. A.), y Fidencia Mur, de N.aval (Huesca),
cuyas relaciones de acción de gracias las publicaromos ú sn debido tiempo.

MARi»;

J uan P edhonchini
Cooperador Sálesiano.
Mergoscia (Suiza), 1 de Fetrero de 1897.
Una d e u d a á M a r í a A u x ,iiia d o r a .

H abiendo sido a ta c a d a re p en tin am en te de
una fu e rte p a rá lisis q u e m e dejó casi m u erta
media cabeza y sin el m enor m ovim iento el
ojo y la boca, y h ab ien d o leído en el Boletín
Saleeiano la s g ra c ia s d e M aría A uxiliadora,
me encomendó á E lla con m u ch a confianza,
esperando q u e m e a lc a n z a ría la sa lu d y pro­
metiéndola q u e h a r ía p ú b lica m i g ra titu d .
Al poco tiem po v o lv í á re co b ra r todos m is
movimientos y la p arálisis desapareció por
completo, cosa que el m édico q u e me h a b ía
visitado n o esp erab a q u e sucediera n u nca.
Después h e alcanzado d e la V irg e n u n a se­
gunda g racia.
Cumplo m i p ro m esa lle n a d e agradecim iento
á M aría A u x iliad o ra esperando q u e los que
esto lean b en d ig an conm igo á la M adre de
Dios y acu d an llenos d e confianza á s u p o ­
derosa intercesión.
M a e ia C a^

do

Méjico, 11 d e E n ero d e 1897.
D an tam b ién g racias á M aría A u x ilia d o ra :
M* de la Paz S. de Serrano, de Méjico, por haber
obtmido la coxacion de la TÍsta de ana hija. — Un deT«to ig J m/ , de X., por haber podido ealir victoíioeo, por intercesión del bendito Patriarca, de los
obftácnloe qne se oponían á su vocación religiosa. —
í . y., de Arequipa (Perú), por una señaladísima gra­

ÍICA

u

M ILA N .
In au g u ració n del In s titu to
Salesiano de S. Ambrosio.
Varías veces nos hemos ocapado en naestro
Boletín del nuevo y grandioso Instituto Salesiano
qne en Milán construyen nuestros beneméritos
Cooperadores, admirando siempre y presentando
como perfecto modelo el celo ardiente y la pródiga
generosidad con qne activaban y contribuían á
los trabajos, qne han dado por resultado el po­
derse inaugurar uno de los cuerpos del edificio al
año y medio apenas de empezarse.
Cuando á primeros de Setiembre de 1895 se
bendijo la prim era piedra del nuevo Instituto,

que en honor del gran S. Ambrosio se levantaba,
y á quien debía ofrecérsele como eterno monu­
mento que recordara el décimoquinto centenario
de Ru felicísima muerte, parecía una insigne lo­
cura que pudiera inaugurarse tan pronto, y tal
bnbiera sido, en verdad, si las Juntas de Señores
y Señoras que se nombraron para la ejecncion del
proyecto, no hubieran hecho los posibles y los
imposibles para llevarlo adelante, trabajando con
febril actividad y no perdonando fatiga ni sacri­
ficio alguno por dificuitost) que fuera. ¡ Digno ejem­
plo que del)iera encontrar numerosos y fieles
imitadores para coronar tantos otros proyectos
no menos grandiosos y benéficos!
El 15 do Mayo, cuando todavía duraba el es­
plendor (le las fiestas ambrosinnas, se celebré la
tan ansiada inauguración del Instituto Saleslano.
!*íílido fuera cuanto nosotros pudiérjimos decir de
la grandiosa solemnidad que revistió, por lo que
nos limitaremos á dar una sencillísima restuia. Por
la mañana se pvoo(>di6 ó la bendición del edificio,
actuando de madrina S. A. la P^¡n(^e8a Gertrudis
Gouznga del Carretto; á continuación celebró el
Santo Sacrificio, en la capilla provisoria, elEmmo.
Cardenal Ferrari, el cual dirigió al terminar una
fervorosa alocución íi los numerosos Cooperadores
que so hallaban presentes. P e rla tarde á las 5
se^ celebró una espléndida academia ó la que
asistían los Emmos. Cardenales Ferrari, Sarto y
Svam pa; 32 entre ArKObispos y Obispos j los
mieml)v«m del Capítulo Superior Salesianoj las
autoridades civiles y militares y lo mrts selecto
de la sociedad milaneea. Hal)laron entre otros el
Presidimte de la Junta Salesinna, el director del
Instituto, el conde Alberto de Mojana, nuestro
venerando Superior I). Rúa, y los Emmos. Car­
denales Svampa y Ferrari, que cerró tan solemne
acto.
Para terminar diremos que la Junta Salesiana
pava concurrir al esplendor de las fiestas ambrosiaiiaa lia publicado la vida de S. Ambrosio, es­
crita por el sacerdote saleslano D. Francesia, é
ilustrada ron 20 hermosísimos grabados, ron al­
gunos délos cuales ilnstraremos, Dios mediante,
nuestro Roletíu. También lia comenzado la pu­
blicación de una revista mensual titulada D o n
lSosi<*o, que será el órgano do la Obra Salesiana
en Milán.
_9ro

_ _

__________

E S I P ^ I s T A -

RAÍíRlA (fífiroclonn).
SSaria A \ixiliadora y los Salesianos
Los solemnes cultos que durante el bello mes
de las flores lian dedicado los Rll. PP. Salesianos
d(' Sarriá á su excelsa Patrona María Auxiliadora,
[latcntitan una vez más su profundo y filial afecto
lacia la Augusta "Madre de Dios, y el afán con
qne se esfuerzan en grabar en loa tiernos cora­
zones de los niños que tienen á sn cargo, una sin­
cera y firme devoción bacía ia Consoladora de los
afligidos, que les sirva de seguro norte para di­
rigir el rumlK) de su vida por el borrascoso mar

178 de este efímero y fugaz soplo de realidad que lla­
mamos mundo.
Pero donde más ha resaltado esta devoeion i
la que es Auxilio de los cristianos, ba sido en la
novena con que han cerrado la indefinida serie de
actos de adoración y amor que le han tributado
en tan poético y hermoso mesj especialmente en
el solemnísimo triduo final del Novenario, en cuyo
último día tuvimos el placer de ver reunido lo
más florido y selecto de la sociedad barcelonesa,
que acudió á la Iglesia de los referidos PadSi
para celebrar la conferencia anual que con mo­
tivo de la festividad de María Auxiliadora, pres­
cribe á los Cooperadores Salesianos su Regla­
mento.
El conocido orador sagrado R. P. Ruperto
Manresa, guardián de los Capuchinos de Sarriá,
fuó el encargado de dirigirles la palabra, encare­
ciéndoles la importancia suma (le la altísima v
providencial misión que Dios les confiara, inspi­
rándoles la idea de inscribirse en tan benéfica
Asociación y la necesidad y obligación en qne es­
taban de sostener y fomentar una Obra fondada
por ellos mismos, de tanta transcendencia para
la regeneración social y tan querida y privilegiada
de la Santísima Virgen. Acto segpiido, el M. R.
P. Felipe M.* Rinaldi, Inspector de los Salesianos
de España y Portugal, dió conocimiento á la dis­
tinguida concurrencia de un telegrama de Roma,
recibido en aquellos instantes, por el que el Pa­
dre Sanio mandaba su Apostólica Bendición á
todos los Cooperadores allí reunidos. Después hizo
vibrar los conmovidos acentos de su voz, que re­
velaba los profundos sentimientos de gratitud que
su alma abriga hacia los beneméritos Cooperadores
S^esianoa, y se procedió á una colecta entre los
mismos á favor de los huérfanos d é la Casa; he­
cho lo cual di(Sse la Bendición con el Santísimo
Sacramento, y fueron desfilando aquellos generosos
señores y (caritativas damas, llevando en sus sem­
blantes estampado el reflejo de la dulce compla­
cencia que experimentaban sus almas por la obrs
de caridad hecha á los pobres niños de D. Bosoo.
Mas todo lo hasta a q ^ relatado, en especial de
lo qne á los solemnes coitos á la divina Señora
tributados so refiero, no es sino un ténne y pá­
lido rayo de luz, comparado con el esplendor y
magnificencia de las funciones religiosas que le
fueron dedicadas el 24, (lía de sn fiesta.
A las siete y media de la mañana celebró la
misa de comunión el Exorno. 8r. Chispo titular
de Hierápolis, dimisionario de Monte Rey y loe
Angeles (Estados Unidos), asistido de dos Padres
Salesianos y de unos cuarenta niños del pe(ineño
clero, formado, según costumbre salesiana, de loe
más aventsiados en piedad y virtud entre loe
alumnos del Colegio. El venerable Prelado, por
su mal estado de salad, no pudo administrar la
Sagrada Eucaristía sinoá 18 de ellos, qne con una
celestial comjKistura y modestia se a<cercaron á
recibir por vez primera el Pan de los Angeles.
A las diez ofici(S solemnemente el M. R. P. Po*
lipe M.* Rinaldi, con asistencia del susodicho Pre­
lado, revestido de medio pontifical, siendo tan
numerosa la concurrencia de personas distinguidas,
qne era incapaz para contenerlas el amplio y es{meioso local de la Iglesia.
La capilla del Colegio, compuesta de jóvenes
alumnos, interpretó á pe^fe<^cion, dirigida por el
simpático Director d é la banda de S. JosédeHos*
tafranch, D. Pablo Plans, la grave y raajestnosa
misa, á ^ a n d e orquesta, del reputado maestro
DiecQBt, siendo digno de notarse la seguridad)

— 119 —
ifinacion y gusto, cou que aquellos pequeüuelos
cantaron libreto de tan diíícil ejecución.
Ocupó la cátedra del Espíritu Santo el tan re­
nombrado como elocuente orador sagrado Dr. D.
llamón de Garamendi, quien cou pasmosa facili­
dad de expresión pronuució un notabilísimo elo­
gio de la Santísima Virgen, poniendo por tema
las palabras que pendiente de la Cruz le dirigiera
el divino Redentor: MuUer, ecce fUius tuus) tema
que desarrolló magistralmente, demostrando la
identidad de las voces madre y auxilio, aplicadas
á María Santísima. Pasando á las pruebas nos
recordó el sabio y profundo orador hechos tan
queridos para el corazón español, en que resaltan
tanto la protección y auxilio de la Virgen Snm.
para con nuestra adorada España, que más de una
mjrinia de eutusiasiiio, gratitud y consuelo surco

cosas, donde así se vendían útiles y herramientas
de varios oficios, como libros y objetos de escri­
torio ; sin faltar, por supuesto, los codiciados ju­
guetes y las apetecidas golosinas cou que saciar
el excitado paladar de los chiquillos, que engu­
llían dulces y confituras que era una bendición,
mientras sus inquietas piernas se agitaban sin ce­
sar y con samo placer á los acordes de la banda
d é la Casa, que amenizaba aquel acto de inocente
solaz y espansívo recreo.
Terminada la feria, dirigiéronse todos á la
Iglesia, y se cantaron con notable espresiou y de­
licado gusto las Vísperas del maestro Cerrutti
por los niños de la Esculanía Salesíaua, dirigidos
por su inteligente profesor, D. Carlos López do
Rozas, director de la bainla do la Casa. Conclui­
das éstas, hízouos sm ir el hábil uiaesLro la be-

Brazo terminado del Instituto de S. Ambrosio en Milán
¡'V. pág. m J .
furtivamente por las mejillas de los que tuvimos
la dicha de oirle, terminando su magnífica ora­
ción con nn elogio de las virtudes del Salesiano,
Joe en su sentir es, por todos conceptos, digno
e toda admiración y aprecio.
Acabado el oficio, siguió una suculenta aunque
modesta comida, en la que reinó la sencillez y
espansiva animación características de los Salelianos. Poco despuee trasladáronse los niños, en
número de cuatrocientos, con sus superiores á la
cabeza, al patio de los artesanos, donde pudimos
contemplar el animado cuadro de la feria que en
este día celebran los buenos Salesianos, quienes
no se ahorran molestias ni sacrificios de lodaesP ^ e con tal de tener alegres y satisfechos á sus
niños. Allí vimos ocupados los pórticos y talleres
por puestos y despachos de diversos géneros de

lleza de las suavísinias y delicadas armonías llenas
de mística vaguedad y saturadas de aquel pro­
fundo sentimentalismo religioso que avivaba y
acrecentaba la devoción y amor do los fíeles hacia
la Reina de los Angeles, en aquellas suntuosas
basílicas de estilo gótico que levantara en su honor
el espíritu sinceramente católico de la Edad media.
Agradó sobremanera el Avemaria de Arcadelt
y el Tanium ergo de Turner.
Por la noche Inció una espléndida iluminación
y se quemaron bonitos fuegos, en cuyos interme­
dios dio un magnífico concierto la Banda de las
Escuelas Salesianas.
Ponemos término á nnestra ya extensa relación,
felicitando á los RR. PP. Salesianos por la fiesta
de ayer, y rogando á las personas de buenos sen­
timientos que presten su decidida cooperación y



ftpoyo íi quieuGB tau bieu saben hermanar el trabfljo material con el fino y delicado gusto que r e ­
quieren las bollas artes; los sublimes misterios y
enseñanzas do la Kuligion con las exigencias so­
ciales 6 individuales del hombre, doliéndonos úni­
camente de ver i)arndas, por falta de recursos, las
ya adelantadas obi'as dcl ]>recio80 templo que en
Harriá dedican á su celeste Protectora. ¡ Quiera
la Koimv del cielo que para el año próximo po­
damos ver jíascada en triunfo su veneranda imagen
por las naves do su hermoso templo ahora en cons­
trucción!
M. S.
Larceloníi,

do Mayo de 1697.

MALAGA
Los M isioneros Salesianos
de paso p a ra el M atto Orosso.
llDO. Sr . D. R úa:

D b grata satisfacción le serón las noticias que
lioy lo envío, pues son de vuestra ])orcion predi­
lecta, do nuestros queridos Misioueros, de los que
eonstauteiuüiitü y á todas ]mrtes llevau y estienden el culto li María Auxiliadora con el espíritu
de nuesti'o amado D. Busco.
Con (ísta fecha nuestros Misioneros que se diri­
gen ú las deshabitadas regiones del Brasil, nos
lian dudo una agradable sorpresa; pues sin la
menor sospecha de ser honrados con tau distin­
guida visita, se jieisonaron en nuesti*o Oratorio
por haber fondeado en esto puerto el vapor Tialie
(IVuiicés) c|ue los conducía. Es indescriptible el
electo que produjo su lli^aaila ul Oratorio. A¡)enrts
se oyó decir que habí.i Misioneros en Casa, no fuó
]iosible contener á los niños; ])ues temerosos de
(|ue les faltara tiempo para saludarlos, suspen­
diendo sus juegos, corrían de uno á otro lado,
tbuidu niauiliestas pruebas del sincero cariño que
sentían en aquello.s momentos de santa confusión.
Digno de notarse es que los ludsicos, sin recibir
aviso y esimntuueameute, desaparecieron para vol­
ver al imco tiempo uniformados y saludar con los
acordes de sus instrmneutos ú nuestros hui^spcdcs.
Con hi velocidad del inyo corrían los breves ins­
tantes que liabíau de estar entro nosotros. Apenas
llegó la hora de partida, uo.s vimos obligados ó
abrir las puertas y dar amplia libertad á todos
do acompañar á los Misioueros al muelle, inva­
diendo i'or este motivo las callos de D. Bosco,
D. Fratieiseo Masó, Plaza do la Merced y Calle
Granada hasta Hogar al puerto. Conducidos los
Misioneros al muelle en un caiTu:tje y no pudieudo
los niños seguir á ósto, se adelantaron, llegando
su alegre giútería á poner en cuidado ti los que
ignoraban el motivo: pero quo una vez averiguado
unían su alegría ti la nuestra. A los melodiosos
acordes de la banda, un inmenso gentío invadió
el antpUo muelle del hermoso puerto malagueño,
donde ya los niños esperaban daudojusto desahogo
í\ sus infantiles coi'azoues. No sin gran teibajo
pudimos pasar por cutre la apiñada muchedumbre
quo, en el colmo do su entusiasmo, rodeaba ;i los
Misioueros ora demandóudoles su bendición, ora
para besarlos las manos, oía pam pedirles un re­
cuerdo y üoi‘ fiel testimonio del entrañable afecto

180
que sentían por quienes ellos llamaban con el dales
nombre de Padres.
Inolvidable y conmovedor fuó el momento en
que los Misioneros, acompañados de nuestro querido
Sr. Director, se despedían desde la barca que los
conducía al vapor. Con los alegres acordes de nues­
tra banda se mezclaban los entusiastas vivas que
la católica Ciudad andaluza daba á los Misioneros
Salesiauos, patentizando una vez más su amor á
D. Bosco, á sus hijos y á María Auxiliadora, como
Madre que es de ésta bendita tierra. Demasiado
rápida había sido la despedida para que se con­
formaran los músicos; asi que, leyendo nuestro
amado Sr. Director en sus rostros su deseo, les
mandó dos barcas para que se trasladaran á
bordo, donde fueron acogidos con suma benevo­
lencia por ol Capitán y los 2000 viajeros del vapor.
Bieu pronto quedó este convertido en Casa Snlesiana, pues en tanto quo la banda ejecutaba sobre
cubierta las escogidas piezas do su hermoso y vasto
repertorio, todas las conversaciones giraban sobre
D Bosco, el Oratorio, Valsálico, San Benigno y
María Auxiliadora ; hasta que llegada la hora de
partida el Capitán nos obsequió con un refresco,
al term inar el cual fuó cuando tuvieron lugar
escenas verdaderamente conmovedoras: un viajero
de tercera clase todo conmovido se aproximó á noso­
tros y dió á nuestro Sr. Director una peseta, sin­
tiendo en el alma no poder darnos más. ¡ Dios se
lo pague!
Imposible es describir todos los detalles de la
despedida: desde las lanchas agitábamos nuestros
pañuelos mandándolos nuestro A diós; la música
ejecutaba la Marcha Real y el vapor nos saludaba
izando sus bauderas y alejándose por la tersa soperficie de las aguas. Poco tiempo después les
veíamos allá lejos en ol borizouto, siguiéndoles
con nuestra mirada basta perderles de vista.
Heaquí, amado Padre, cumplida la promesa que
hice á los Misioneros do d a rá V .R . noticias suyas,
que como vé, no pueden sor más halagüeñas.
Imperecedero recuerdo dejan en nuestros cora­
zones los Misioneros del Matto Grosso; los que
no tenemos la dicha de seguirles rogamos á María
Auxiliadora que derrame sobro ellos sus bendi­
ciones celestiales.
Ruegue V. R.. amado P a d re , por esta Casa de
Málaga y en especial por el último de sus hijos
en C. J.
J. B. P.
MAInga, 28 de M im o do 1807.

BAROgLONA
T andas de E jercicios E spirituales
& los obreros.
Sr. Director del Boletín Salesiano.
Con gran satisfacción le remito á Y. estas lineas,
para que, silo cree conveniontOj las inserte en el
Boletín de su muy digna dirección.
La acción de esta pobre Casa se aumenta de
día en día, á Dios gracias, con el auxilio de nues­
tra querida madre María Auxiliadora. Nuestro
querido Director concibió la idea de dar aquí una
tauda do Ejercicios espirituales para obreros; ide^
en verdad, al parecer atrevida y que no daría si­
quiera im mediano resultado, atendiendo á

¿eDBstancias del baiTÍo en que este Colegio está
¿oadoj pero gracias al ascendiente que ejerce
^re toda la barriada, pues con su ardiente caádad y celo se ba ganado la voluntad de todos
)(Kvecinos, y prometiéndole por otra parte su
ijTida el Sr. Ribot, Director de la fábrica de los
Stores Codina y Compañía, quien ya en su fá¡irica, ya con los dueños de otras de la barriada
nbíyó muchísimo para el feliz ésito de tan santo
se puso finalmente en ejecución la intentada
anpresa, que dió como no podía ser á menos, exce­
lentes resultados. Para el efecto fué invitado el
&. Doctor D. Cayetano Solé, celosísimo Sacerdote
TDirector del Messeger del Sagrat Cor, quien pre­
dicó en catalán para mejor acomodarse á la cajícidad de los ejercitantes. Este Señor supo de tal
■odoganarse el corazón de los oyentes, que á pesar
d«venir éstos rendidos de su trabajo, escuchaban
«n indecible placer los sermones por espacio de
iDShora. Una semana duraron los ejercicios, al
fin de los cuales se confesaron y com ^garou casi
todos.
Al terminar los Obreros sus Ejercicios en esta
CM8,yviendo sus excelentes resultados, se dió otra
anda para mujeres en la casade las Hijas de María
Aniiliadora, de esta misma barriada, predicando
id mismo dicho Señor, y consiguiendo, á Dios
rracias, los mismos excelentes resultados. ¡ Ojalíí
^ne se pudiera disponer de varios centros_ en
íonde á estos pobres obreros se les ensenara
este ú otros medios el conocimiento de Dios,
el conocimiento de su noble alma y el de su
devado fin, sacándoles á la vez del error en que
hs malas lecturas y los enemigos de la verdad los
Qenen metidos! Es ciertamente una lástima ver
ittntos iiifolices que estando dotadosde excelentes
pendas morales, obran el mal satisfechos y conrencidos de que así es en realidad como deben
obrar.
Boguemos, pues, al Señor que envie trabajadores
?n abudancia á cultivar su Viña.
Su Afmo. S. S. y
in C. J.

diantes, ninguna impresión funesta ha causado
hasta ahora entre nuestros novicios y la salud que
se disfruta es excelente y con ella la a l e g ^ acos­
tum brada en nuestras casas. Mucho, sin duda,
contribuyen á ello la pureza de los aires que aquí
se respiran y la alimentación á la antigua espa­
ñola que se da, es decir, la consabida olla ó c<icido, con duelos y quebrantos los jueves y algón
arroz (sin palomino, por supuesto) do variación
los domingos.
El ardor con que estos días se trabiga en el
estudio de las asignaturas no impide que los ratos
de recreo se aprovechen para ensayar preciosos
himnos, motetes, etc., con que obsequiar á nuestra
amimtísima Madre María, Auxilio de los Cristiauos,
en su bendito día, que ya se avecina, así como
se prepara un bonito drama que deberá repre­
sentarse el misino día para hacer honor á las lin­
das decoraciones que acaba de pintar el Salesiauo
D. Vicente Gutierres, de la casa do Sarriá.
En medio de tanto actividad y entusiasmo tanto,
tan sólo dos pensamientos nos afligen: nuestra
situación económica, ya descrita en mi carta an­
terior (1 ), y la perspectiva que se nos presenta pa ra
el próximo cureo sin local para recibir á Jos nuevos
aspirantes, y eso que el solar, comprado desde
un principio, parece decirnos: 4 PORQUÉ NO edifi ­
cáis AQUÍ?
Ayúdenos, Sr. Director, á rogar á nuestra buena
Madre Auxiliadora que provea á estos necesida­
des, si ha de redundar, como creemos, para honra
suya y gloria de Dios Nuestro Señor.
Z.
S. Vicens, 18 de Mayo de 1897.

J . M.*Saxchi:z, P uro.
Barcolona, M ajo de 1897

L IM A (í^erú)
8.V 1N C EN 8 ííB L S H<5R S T ( 6arceíon;i).
Treinta y un días cabalitos, amadísimo Sr. Direc^ han trascurrido desde que tuve la satisfacción
4« enviar á V. mi últim a correspondencia, y al
acontrarme hoy en descnbierto del compromiso
íoe tengo contraido con V. he echado mano de
■is apuntes del mes, por si hallaba en ellos algo
fos pudiera interesar á los lectores del Boletín,
joo... ¡ recurso v an o ! no hallé nada. El mes se
Wizó tranquilamente dedicándose cada indivi^ á su respectiva labor.
Semejantes á la industriosa abeja que se afana
• fehricar sabrosa miel, así nuestros estudiantes
* el silencio del aula hacen acopio de ideas esJBeidas en estos y aquellos textos para asimilárseHy» convertidas en substancia propia, formar el
^«ro de pensamientos que han de servir de base
iros ulteriores trabajos en la Congregación Sai«UQa.
Koobstante encontramos en el mes de Mayo que
*»nncia la proximidad del juicio final de curso
I por tanto en el mes temible para ciertos estu­

E l Congreso Católico
y la s E scu elas S a lesia n as de A rtes
y Oficios.
En espera de una correspondencia especial para
nuestro Boletín, del primer Congreso Católico del
Perú celebrado en Lima en la primera quincena
del p. p. Noviembre, hemos diferido hablar antes
de este trascendentalísimo asunto para dicha Re­
pública. No Imbiéndonos llegado todavía la tan
deseada correspondencia, á no dudarlo por ha­
berse extraviado, vamos hoy á dar una brevísima
noticia del Congreso tomándola de una carta publi­
cada por B l Eco Franciscano de Abril, poniendo
á continuación las conclusiones referentes á nues­
tras Escuelas de Artes y Oficios.
« El primer Congreso Católico del Perú, dice la
citada Revista, liabla muy alto en favor de su
religiosidad y de su fidelidad en conservar el
sagrado depósito de la fe, legado por sus antece(1) V. BoL de Mayo.

— 1S2 —

sores; ha sido una señal de alarma y de guerra
contra las huestes de satanás, que intentaban tre­
molar BU bandera invadiendo los campos de ia
religión de Cristo.
» £1 espacioso templo del Convento grande de
S. Francisco, de soberbia y elegante arquitectura,
ha sido el lugar designado para la reunión de la
augusta asamblea, inaugurada el día 8 de Nbre.
de 1896, aniversario de la gloriosa muerte del
invencible adalid de la Inmaculada é inmortal
Maestro de nuestra Escuela, Ven. P. Fray Juan
Duns Escoto, columna ñrmísíma de la Iglesia. En
los lados del presbiterio había dos elegantes tri­
bunas ocupadas por el Exemo. Sr. Delegado Apos­
tólico Mona. Macchi, y demás miembros dol
cuerpo diplomático, la de la derecha; y por la
Union Católica de señoras, presidida por la vir­
tuosa y respetable señora do S. E. el Presidente
de la ikepública, la de la izquierda.
» Después de celebrada la Misa del Espíritu
Santo, resonaron en la espaciosa bóveda las dulces
notas dol himno nacional, ejecutado por la banda
de los talleres salesianos. A la una de la tarde
el Sr. Arzobispo, presidente honorario del Congreso,
declaró abierta la sesión inaugural, que duró has­
ta las cuatro y media. En los días siguientes de
la semana las.secciones del Congreso, que fueron
tres, funcionaban por separado en el interior del
Convento, en espaciosos locales que para cada una
de ellas se habían dispuesto.
» El domingo, día 15, ora el destinado para la
sesión pública de clausura que debía comenzar
también á la una de la tarde. Era un día anima(lísimo en todo Lima. » Acudió mayor concurren­
cia que á las anteriores sesiones, y la espaciosa
iglesia se encontraba totalmente ocupada. Decla­
rada abierta la sesión se leyeron notables disenrrtos y 80 nombraron la Oomision permanente de la
Oftm de los Congresos Católicos del Pont, y la Co­
misión del Apostolado de la Prensa.
El Congreso, que ha superado á la común aspectativa, se clausuró con el canto solemne del Te
Poum en acción de gracias por el felix óxito
obtenido. « En él se ban formulado acuerdos in­
mejorables y reglamentado muchísimas cosas que
tienden'do suyo, no sólo al bien espiritual de las
almas, sino también ú la utilidad práctica de la
sociedad. » Los acuerdos reterentes á nuestras
Escuolas Profesionales, son los siguientes:

um m ,
Z.A P R iaC E R A FTEDItA
DE LA IGLESIA PUBLICA

DE MARIA AUXILIADORA
E N E L C O L E G I O S A L E S IA N O

Ofrecimos á nuestros lectores, dice Pl Tiempo,
darles una crónica, en cuanto es posible complete,
de una solemnidad interesante, que acaba de veriñearse en nuestro suelo; que tiene una gran
significación en nuestra Sociedad; á la que tuvi­
mos la grata satisfacción do asistir y á la que no
puede ser indiferente un corazón verdaderamente
católico, y que en sus incesantes latidos, impulsa,
para vivificar un organismo, sangre mejicana. Kob
referimos á la bendición que nuestro respetable
Prelado el limo. Sr. Arzobispo, D. Próspero M.*
Alarcón, hizo de la Prim era Piedra de la Iglesia
Pública, que los infatigables Salesianos van á
construir en la Colonia de Santa Julia, bajo la
advocación de María Auxiliadora, cuya ceremonia
tuvo lugar el día 19 del presente mes {de Marzo)
á las cuatro y media de la tarde.
Nadie ignora el origen, el desarrollo, el objeto
y el establecimiento en nuestro país de la Pía
Asociación Salesiaua, cuyo sólo nombre constituye
el elogio más cumplido.
Inspirada por Dios al insigne D. Bosco, este
hombre extraordinario dió principio á una obra
que debía inmortalizar un Siglo, el 8 de Diciem­
bre de 1841; y esta obra, que comenzó por un
pobre niño huérfano, miserable y abandonado,
pronto se vió florecer y dar copiosos frutos, que
BU ilustre fundador tuvo la satisfacción de co­
sechar; viendo recogidos y arrancados de la mi­
seria, del abandono y del crimen trescientos mil
niños; ingresar á la Iglesia más de seis mil sa­
cerdotes; reunidos cien mil cooperadores; erigido
el Instituto de las Hermanas de María Auxilia­
dora; formada, bajo esta advocación, la obra des­
tinada al fomento de vocaciones eclesiásticaa:
abiertos al culto numerosos templos, además de
CONSIDEIIANDO :
doscientos cincuenta Oratorios ; organizados ioQue imporla dar d ¡os hijos del pueblo una ins- contables Asilos y Colegios en Europa y América;
irurrion sólidamente cristiana y apropiada d su establecidas los misiones de la Patagonia y U
Tierra dol Fuego, é inscritos en la bandera del
condición; y
Que la Providencia ha suscitado en la Iglesia ins- Cristianismo cuarenta mil salvajes regenerado?
Utut'iones romo las de ¡os Salesianos, Hermanos con las aguas del Bautismo.
La importancia de esta Obra, imprimiéndole ua
lio la Doctrina Cristiana y otras, que ofrecen só­
lida garantia para la educación ó iníímcciou ca- impulso bastante vigoroso para extenderla en todo
el mundo, la hizo germinar y desarrollarse y fi®*
lólicas j
recer y fructificar en Roma, Florencia, Géno^
Hace ios
ardientes votos:
Milán, Loreto, Spezia, Niza, Castellamare, Cataa^
P a ra que se propaguen, en las principales po­ y en otras muchas ciudades de Italia; en PsA
blaciones del Peni, ¡as Casas Salesianas, y para Montpellier, Marsella y otros logares de Frauchel pronto establecimiento d« «cuelas dirigidas por en Barcelona, en Utrera, en Sevilla, Málaga,
Jíermanos de la Poetrina Cristiana ú otros insti­ tonder y otras ciudades de España; en Austzi*'
tutos que surjan ron semr^'anfe j^u.
Hungría, en Trente, en Londres, en Bélgica, ®
Pecomienda al Consejo Central de la Union Ca­ Suiza, en Palestina, en Africa, en la América do
tólica, que haga todas las gestiones conducentes d Sur donde hay, distribuidas en cinco centro*la realización de estos votos.
sesenta casas con Iglesias, Parroquias, Hospicio’
y Misiones.
,
Méjico no podía quedar fuera de este movimiento
tan univers^, ton benéfico, tan interesante, ^

1S3
ciíBtiano, y se asoció á él con el cntasinsmo del
íorazóD.
Un distinguido compatriota nuestro, el Sr. D.
Angel Lascurain, á quien Méjico es hoy deudor
de un gran servicio, que muchos, y aun pudiéra­
mos decir la mayor parte de sus compatriotas han
pasado inadvertido, pero que el Vicario de Jesu­
cristo le ha agredecido y le ha recompensado, con
esos esfuerzos de gigante de que es susceptible de
producir un corazón católico y una voluntad re­
suelta, estableció en 1889 la Pía Sociedad de Coo­
peradores Salesianos conforme al reglamento de
u que se halla establecida en Turín; y alentado
por su fe y secundado por su digna y virtuosísi­
ma esposa, y sin perder la esperanza, y ardiendo
en caridad, abrió provisionalmente un Asilo, con
8U8propios recursos y la exigua ayuda dealgunos de
sus amigos, que fueron los primeros Cooperadores.
Después de dos años de sostenidos esfuerzos y de
costosos sacrificios, solicitó la erección canónica,
qne previos los trámites de estilo, le fué conce­
dida el 12 de Marzo de 1891.
En vista de esta concesión, se resolvió la venida
al pais de los PP. Salesianos, y á los dos meses de
haber llegado, el Sr. D. Eduardo Zozaya (q. e. p. d.)
j la Sra. D.* Ju lia Gómez de Escalante les cedie­
ron generosamente veinte mil metros cuadrados de
terreno en la Colonia de Sta. Julia, y los SaleBianos, honrando á Méjico con su grande confianza
en la caridad mejicana, desde luego comenzaron
lae construcciones necesarias, en las que han
hecho verdaderos prodigios: pues en el collísimo
tiempo que ha pasado desde que éstas dieron prin­
cipio, han levantado ya extensos, higiénicos y bien
construidos dormitorios, con la debida separación
para los niños de ambos sexos, que ocupan depar­
tamentos diversos, y los que, ni en las distribu­
ciones religiosas se reúnen, pues la Capilla parti­
cular está dividida en dos partes, en cuyo centro
66 halla el altar.
Tiene extensos p atio s, corredores y jardines;
estos últimos comenzados, donde los asilados dis­
frutan las ventajas de la educación física, pudiendo
solazarse en un aire puro, oxigenado y abundante :
eBtanque para la nataciou, baños, etc., etc.
Posee talleres de Im prenta, Encuadernación ,
Sastrería, Zapatería, Herrería y Carpintería, en
los que, á la vez que se forman artesanos, pues
en ellos los asilados aprenden un oficio, se hacen
las obras necesarias para el Colegio que aún estil
en construcción, y se sirven los pedidos que se
hacen de fuera.
Cuenta además con nna Maquinaria con la qne
se hacen las obras más delicadas y perfectas do
Carpintería. Tiene también una escoleta de mú­
sica con más de cuarenta instrumentos.
Los activos, infatigables y celosos Salesianos.
por cuyas arterias corre el fuego de la caridad
para la niñez desvalida, cuya voluntad está sos­
tenida por esa fe que mueve las montañas, y
cuya esperanza se ve animada por los auxilios de
la Providencia, tuvieron la feliz idea de construir
una Capilla Pública, que sostenga el culto en la
naciente colonia de Santa Julia, la que no tiene
un templo inmediato; cuya iglesia se dedicará á
María Auxiliadora, Patrona de esta Institución.
Conforme á los planos que de acuerdo con el R.
P. Director, D. Angel Piccono, ha formado el Sr.
Ingeniero D. José Hilario Elguero, quien con nn
desprendimiento digno de encomio está dirigiendo
loe trabajos sin recibir honorario alguno, dicha
iglesia, cuyo estilo ha de ser el Románico puro
del 1200, tendrá tres naves, destinadas, nna para

el público y dos para los asilados. La central tendi'á 63 metros de largo y 8 de ancho; y las dos
laterales ocuparán una superficie de 58x4.
Sobre la fachada se levantará una torre do 45
metros de altura, y en ella se pondrá un reloj do
cuatro esferas luminosas y nn concierto de cam­
panas.
La iglesia ocupará la región Este del edificio.
Para la ceremonia de la bendición do la Pri­
mera Piedra se fijó la tarde del viernes 19 do
Marzo, en cuya fecha celebra la Iglesia la fiesta
del Castísimo Patriarca San José.
Para este acto se improvisó un modesto salón
en el centro del terreno en que va á construirse
la Iglesia, en cuya cabecera estaba en un altar
la imagen de María Auxiliadora y corea do 61 los
asientos para el limo. Sr. Arzobispo y sus asisten­
tes ; y en el punto de unión de esto pequeño espa­
cio con el resto de la sala, estaba del lado do la
Epístola una pequefia mesa, cubierta con carpeta
y provista de recado de escribir; y en el lado del
Evangelio, la piedra que iba á bendecirse, bajo
una armadura de madera. A la derecha estaban
los asientos de las madrinas, y el de los padrinos
á la izquierda; el resto del salón, así como una
gran parte del terreno lo invadía una numerosa
y escogida concurrencia.
A las cuatro de la tarde los numerosos carrua­
jes que rodeaban el Asilo y se extendían en los
terrenos adyacentes, daban nna idea del entusiasmo
con que la parte acomodada de nuestra Sociedad
acogía el religioso pensamiento á cuya realización
iba á darse principio.
Poco después de esta hora se presentó el limo.
Sr. Arzobisi>o D. Próspero M.*^ Alarcón, á quien
ofreció el agua bendita el R. P. Director D. An­
gel Piccono, quien lo esperaba en la puerta ves­
tido de sobrepelliz y estola, y acompañado de
los demás superiores. Precedido por los alumnos,
que estaban uniformados y en cuerpo, y por los
ciriales y la cruz, se dirigió procesionahneute al
lugar de la ceremonia. A su entrada, la escoleta,
que forman los alumnos, tocó una marcha bien
ejecutada.
Cuando el limo. Sr. Arzobispo llegó al salón,
todas las señoras y los caballeros qiie lo ocupa­
ban se pusieron en pió, nTrodillándoso al paso
del Prelado para recibir su bendición. Mientras
so revestía, los alumnos, que estaban fuora do la
sala del lado izquierdo, cantaron con unción, com­
pás y armonía el siguiente Himno Salesiano:
D e O riente el Oceao, m ia belle q ae ntincs
D red le, Don Boeoo. tu eante bandera:
Labor y PU garia; 1 le n p re e a ea entera
Que el dedo del Sumo P a sto r te trazó.
£ n te m o i la i n s i d i a , y a acojo trionfanto,
A ejército iomeneo, K a r ia A uxiliadora,
Alzaoa! que de gracia cercaua ea la hora,
>el d ia m áa felice la aurora nació.
D el pueblo loa hijoe aos tienden la mano;
}Coe U«tnm t u a á u s a lae viejas naciones;
D el campo j cindadea acuden rarones,
Apóftolee nuevos que trae el SeBor;
Y al triu n fo se lanzan formando en batalla;
D e nobles Preiadoa las em ees los guian
A l cielo eonoraa sua vocea en v ían :
A Dioe aólo gloria 6 im perio y honor.

t

El limo. Sr. Arzobispo, con Capa Pluvial, Mi­
tra y Báculo, se dirigió á la cruz que está en el
centro del terreno que ha de ocupar la Capilla,
para bendecirla; volviendo en seguida al salón
para hacer la bendición de la primera piedra.
Entre tanto, la concurrencia toda estaba alterna­
tivam ente arrodillada y en pié.

— 184 —
Durante la Letanía de los Santos, él limo. Sr.
Arzobispo, los Sacerdotes y la concurrencia toda,
permanecieron de rodillas; era verdaderamente
conmovedor, interesante, imponente y significativo
ver ese grupo de católicos á los piés de María
Auxiliadora presididos por su Prelado, alumbrar
dos por los últimos rayos del Sol Poniente, cuyos
corazones so agit^ibau por un mismo sentimiento,
expresadopor un mismo latido, y cuyos labios se mo­
vían por la misma plegaria, pidiendo la protección
divina, por la intercesión de todos los Santos y
Ba/ntas do Dios.
El Himno Veni Oreator lo cantó el Orfeón de
los Alumnos Salosianos.
Después do la bendición de la Piedra, el limo.
Sr. Arzobispo y su acompafiamionto recorrieron
el perímetro del nuevo templo, por la parte exte­
rior do los muros improvisados que lo limitan,
reoifamdo las preces de la Liturgia y rociándolos
con agua bendita.
Vucuto al Altar, y terminadas las últinias ora­
ciones, el 11. P. Piccono dió lectura al Acta si­
guiente :
«l?a el año del Señor de mil ochocientos noventa
*y siete, al diea y nueve del mes de Marzo, fiesta
»de San José, Esposo de Maña Santísima, y Fro^tector de ¡a Iglesia Católica; gobernando la T*glesia el Sumo Fontífice León X I I I y la Eepú»blica Mejicana el Sr. General Forfirio Díaz, el
»llmo. y livdmo. Sr. Dr. D. Fróspo-o Marta A~
»larvón y Sánchez de la Farquera, Dignísimo Ar»zobispo de Méjico bendijo solemnemente á las
*ouatro p . m. la primera piedra do la Iglesia Fú»bUca do María Auxiliadora en la Colonia de Santa
*Jnlia, Municipalidad de Tacuba, Distrito Federal,
»al NO. de la Ciudad de Méjico.
'tSe colocaron en la pñmera piedra una medalla
•ftíHtííía de M aña Auxiliadora, polvo de la Santa
»Oaaa de Loreto ; algunos cabellos de Don Fosco
»y naos monedas mejicanas.
*Fara constrtiir esta Iglesia no se cuenta con
»otro8 medios que con una grande confianza en Dios,
3»en M aña Auxiliadora y en Don Fosco y en la
•piedad y generosidad mejicanas.
•E l Ingeniero Arqnite.cto, Director y constructor
•de la iglesia, es el Sr. D. José Hilario Elguero,
•mejicano que presta su obra gratuita y generosa^
•mente por amor de Dios y devoción d María San•tísima, AiixUio de los Cristianos. •
Firmaron la prosonte Acta el limo, y Kvdmo. Sr.
Arzobispo, el Sr. Ingeniero, y los Padrinos yMadriuas de la llendiciou, que fueron los siguientes:

Carlota Ortigosa de Romero, Trinidad Osío de Lascurain, Estber Pesado de Villaurrutia, Concepcioa
Pliego de Solórzano, Luisa E. Gallardo de Cortina
Dolores Teresa de Arzumendi, N. de Urquiaga/
Entretanto la Banda formada por los alumnos
ejecutó la Sinfonía de la Opera Nabucco ; y eñ
seguida el Sr. Ingeniero Don Santiago Ramírez
leyó el Discurso que publicaremos en otro número
como complemento de esta crónica.

Terminado éste, el limo. Sr. Arzobispo, los Sa­
cerdotes que le acompañaban, los padrinos y la
mayor parto de los concurrentes pasaron al patío en
el que ostá el Monumento de María Auxiliadora
junto al que se había improvisado otro pequeño
salón, quo ocuparon el Sr. Arzobispo y suAsistencia.
En seguida pasó el Ilustre Prelado á bendecir
el monumento, y después de la Bendición los alumnos cajitaron perfectamente el Himno á María
Auxiliadora.
El Colegio estaba adornado con ramas, flores,
festones y banderas; y en la entrada, desde la
puerta hasta el salón, la calzada estaba de uno
y otro ludo limitada por postes adornados con
gusto, que en el fondo blanco de un cuadro de
forma elíptica, contenían con letras rojas 36 sen­
tencias de la Sgda. Escritura y de los Santos.
A las seis y media de la tarde terminó esta aolenme, grata y significativa ceremonia, qne etm
la vibrante voz de su importancia está llamando
á los corazones cristianos para que contribuyan ú
la realización de esta obra con sus limosnas gran­
des ó pequeñas, pero siempre útiles, siempre me­
ritorias, siempre aceptadas por Dios y siempre
dignas de recompensa.
El día 20 comenzaron los trabajos. ¡ Qne Dios
y su Santísima Madre se dignen protegerlos, ben­
decirlos y auxiliarlos!

Padrinos.
Sres. Don Nicolás Alvai'cz, Carlos Alvarez Rui,
Feliciano Areno . Juan Arzumondi, Agustín Ca­
ballero do los Olivos. Francisco Cortina, Josó
H. Elguero, ingeniero, Petronilo Garuica. Eduardo
González Gutierre/,, La Harra. Tiio., Angel G. do
Lasenrain, Luis Lavíe, Mimuel Monterrubio, Lie.,
R\fael Ortiz de la Huerca. Santiago Ramírez, in­
geniero. Rodrigo Rincón Gallardo, Ricardo Saiuz,
Juan Urquiaga, Vicente üi'qniaga y Victoriano
Agüeros, Lie.
Madrinas.
Sras. Dona Soledad C. de Lerdo de Tejada,
Manuela Aleonedo de Zo/ava. Ü. de Areüo, fila­
ría Bornequo de la Barra, Srta. Guadalupe Caba­
llero de Olivos. Cármen de Couto. Guadalupe Escalanlo de .\lvaroz Rui. Julia Gómez de Esca­
lante, Srta. Dolores Jorrín. Sras. U. de Lavíe, Ana
Llera de Sauz. Margarita Ordozgoiti de Elguero,

C arta P a sto ra l del lim o. Sr. Obispo
del Paragniay con m otivo del esta­
blecim iento de la E scu ela Salesia n a de A rtes y Oficios.

^•5
O O C U M E Isn C O S
S A L U S IA IT O S

ASUNCION (Paraguay).

Nos, Juan Sinforiano Fogarín, por la gracia de
Dios y de la Santa Sede Apostólica Obispo déla
Santísima Asunción del Faraguay.
A l clero y fieles de nuestra Diócesis,
salud y bendición apostólica.
íuaudo, por la gr.acia do Dios, fuimos des' tinados á cuidar del jardín de la Igleai»
paraguaya, nos hemos visto frente *
frente de grandes dificultades y apre­
miantes necesidades, sin que pudiéramos reme*
diarl.as. La mies era inmensa y pocos los opera­
rios. Señaladamente un cuadro ha amargado hon­
damente nuestro corazón :|el déla juventud, planw

— 185
pequeña, delicada y preciosa, ^ero entre nosotros
abandonada y descnidada por falta de elementos;
pues, en la época de la infancia, se debe atender
más á la educación qne d la instrucción, so debe
cuidar inds la formación del corazón qne la de
la inteligencia, y casi siempre la causa porque
las más risueñas esperanzas se convierten en la­
mentables desengaños, consiste en trocar el tiempo
de la formación de esas dos facultades.
El corazón del niño es una cera blanda suscep­
tible de amoldarse bajo cualquiera impresión
moral que reciba, mientras la inteligencia en su
aurora no es adecuada para el campo del racio­
cinio árido. La juventud, cual tierna planta, debe
alimentarse de ciertos principios que, como savia
fecundante, robustezcan en su corazón el senti­
miento moral, aun antes que la inteligencia llegue

al través de este abandono veíamos formarse uq
horizonte de triste presagio. Pero Dios no aban­
dona al qne estriba su confianza en él, y su infi­
nita bondad envió á nuestras playas al limo. Sr.
Lasagna, como nn ángel de consuelo y do feliz
augurio, como una providencia que marcó para
nuestra querida patiia el principio, la aurora de
su regeneración; y si bien su trágica é inesperada
muerte vino á anublar un momento el cielo de
nuestras esperanzas y á acibarar nuestras primeras
alegrías, la llegada de los RR. PP. Snlesianos nos
ha devuelto el perdido consuelo, ha despejado
nuevamente el horizonte do felicidad qno abriere
á nuestra vista el ilustro extinto. Dirfaso qna
desde el fondo de su gloriosa tumba continúu ese
gran amanto delalunm undnd irradinmio luz sobro
la faz de la Sociedad, derramando consuelo on ol

Banda de Música de los Talleres Saleslanos de Lima.
rF . pá(/. i 8i;.
ti grado de desarrollo en qne pueda contemplarlos
como objeto de sus especulaciones teoréticas.
La javentnd es á la Iglesia, al Estado y á la
Sociedad, lo que la primavera es al año, lo que
Its flores son á la exuberancia de la naturaleza,
lo que la esperanza es á los sentimientos que agitan
corazón humano. La suerte de nuestra bandera
cifrada en la juventud, de ella depende que
ais tarde aquella se enarbole como una señal de
rida y de progreso, 6 se extienda como un sudario
^-•re la nación para ocultar las convulsiones de
^ agonía. No olvidéis que la patria es natural
bermana dé la religión : como ésta, aquella es sal^^a y sus m ártires sólo Dios los corona mere­
cidamente.
Ante estas ideas, nuestra alma se desgarraba
ti considerar el abandono de la juventud, pues

corazón de los pueblos, y dirigiendo á sos dignoshijos con la sola fuerza de sus gloriosos recuerdos
á dar cumplimiento al grandioso programa de su
apostolado en el Paraguay. Hoy gozosos contem­
plamos el primer paso dado á ese ñn, con la aper­
tura del colegio de artes y oficios acogida con
la simpatía de todo un pueblo, secundada por los
poderes constitnidos, p rotepda por los ricos y ben­
decida por los pobres, quienes son los qne más
directamente disfnitarán de sns beneficios.
Tan unánime manifestación de sentimientos en
favor de esos beneméritos apóstoles de la civili­
zación cristiana, es la más justa correspondencia
con que el pueblo paraguayo debía retornarles las
benévolas miras qne alimentan sobre él, así comola condición indispensable para qne éstas pnedan
realizarse felizmente. En ello está interesada la

— 186 —
Patria igualmente que la Keligion, porque en nada
60 patentiza tan cumplidamente el estrecho vínculo
aue las une como en aquellas obras en que
cata sirve do medio á aquella para la realización
de BU verdadero progreso, como sucede en las
obras salesinnns.
Por eso es que no podemos menos de aplaudir,
con toda la sinceridad de nuestra alma, oh ama­
dos hijos, las manifestaciones de simpatía y los
actos de generosidad con que desde un principio
habéis secundado tan beneflciosa Institución, ni
de.ar de exhortaros á que continuéis haciéndolo
eiJlo sucesivo, mayormente cuando so considera
que todo el boneÜcio es nuestro.
Todos, por tanto, nacionales y extranjeros, gran­
des y pequeños, ricos y pobres, debemos felici­
tarnos de poseer en nuestro suelo á los padres
salesianos, hombres llenos de benevolencia y ab­
negación apostólica, portadores entre nosotros de
una institución ansiada por todos y desde tanto
tiempo, como un verdadero principio y fuente del
progreso material y moral del país, la escuela de
artes y oticios, cuyos talleres ya se están abriendo.
Hücoinouclámosla, pues, si cabe, con más espe­
cialidad aún, al celo de los padres de familia,
quienes encontrarán en sus recintos segura aco­
gida á sus más justas auibiciones y halagüeñas
esperanzas para el porvenir do sus hijos. Que loa
quogozan de fortuna se despreiid’in generosamente
de una parto desús recursos en favor de tan noble
emiuesaj los que carecen de medios de hacer do­
nativos, presten el concurso de acción personal ú
otro cualquiera á su alcance: y los que más no
pueden, eleven sus manos puras y miradas supli­
cantes irnsta el trono de las grandes riquezas del
cielo y le pidan que colmo al establecimiento de
todos los dones y favores que ellos no pueden
prestarlo.
Nos, por nuestra parte, interesado más que nadie
en razón misma de nuestro oficio pastoral, en que
los frutos más ópimos coronen tan benéfica obra,
y deseoso de que Dios, que da incremento á lo
sombrado por el hombre, la conduzca á los resul­
tados deseados por todos, imploramos sobro tdla
y BUS favorecedores las bendiciones celestiales y
los impartimos la nuestra con toda la efusiou do
nuestro corazón.
Será leída esta nuestra carta el primer domingo
después do su reeeiieion.en la misa parroquial.
Dada en «'sto Ol)ispailo de la Asum-ion del Pa­
raguay, á diez y nueve do Agosto du mil oehoieutos noventa y seis.
♦í* J u a n Sl^■FOu^.v^■o

Obispo
Scnnc¡ic¡!ÍU1o J\ou
Seerotnvio

j
I
i
I
'

H e r m o s a r e s p u e s t a d e u n n i í io . — A tma
persona que decía ser inútil rogar á Dios, porque
no oía nuestras oraciones, y si las oía no las atendía, la contestó un n iñ o : « Si durante un año
estuviera yo yendo á vuestra casa sin que mines
se me abriera la puerta, t creeis que insistiría
durante otro año en hacer lo mismo ? Pues bien:
seis mil años hace que la humanidad reza, ¿ y
creeis que seguiría rozando si no fueran oídas sus
súplicas ? Cuando no deja de rezar es porque muy
á menudo son atendidos sus ruegos
X u e v a f u n d a c ió n . — El 8 de Diciembre úl­
timo se abrió en Arequipa (Perú) una nueva Casa
Salesiana. En el próximo número daremos algunos
pormenores que hemos recibido de la solemne
inauguración.
C o n f o r e n o ia s . — M. Thierry, director déla
Franco Libre de Lyon, dió el 12 del p. p. Marzo
una conferencia á los novicios y alumnos de las
Escuelas Salesianas de Ait-es y Oficios de Marsella,
sobre las principales cuestiones de actnalidad,
para darles la voz de alerta y preservarles de los
errores modernos.
— También nuestro Superior D. Cerrutti á su
regreso de España ha visitado las ciudades de
Balerna (Suiza), Trieste y Trento (Austria) y Golizia y Treviglio (Itivlia), dando en todas ellas
conferencias salesianas que han producido abun­
dantes y ópimes frutos.
Iti^iu lício ii «lo u n n im ag :cn — El 28 de
Abril último el M. I. Sr. Magistral Dr. D. Va­
lentín líasart, bendijo solemnemente en represen­
tación del Sr. Obisjio, la imagen de María Auxi­
liadora que se ha puesto á la veneración de los
fieles en la capilla del nuevo Instituto que las
Hijas de María Auxiliadora hau abierto en Ba^
i-elona. Fueron padrinos de la ceiemouia el Sr.
Aleado y la Sra. Condesa de Cns])e. A continuaoion se celebró el Santo Sacrificio, durante el cual
cantaron algunos motetes las alumnns, y se dió
la bendición con S. D. M. amenizando el acto
desde el patio del colegio la bauda Obrera del
Colegio Salesiano de S. José.
C oiiforciiolnN dioo«'M niias. — A últimos de
Abril se reunieron en Falencia los Prelados que
ooniponen la provincia eclesiástica do Burgos para
celebrar las Conferencias diocesanas tan reco­
mendadas por León XIII.
Con este motivo la im{>ortante revista religiosa
L a Propaganda Gi#d(íca lia publicado un elegante
número extraordinario que hemos recibido, y por
el cual la felicitamos.
Talloi* «le h e n d e ría — Leemos en la Pevista
Católica de Lima: « A p.isos de gigante avanza
la Obra de los PP. Salesianos en La Paz (Bolivia).
A los grandes talleres de zapatería, sastrería y
carpintería, han añadido el de herrería. Se nos
dice que causa grande admiración ver cuán rápí'
damente progresión moral y materialmente loa lujos
de la oíase obrera educados por los b e n e m é riu > s

— 1S7 —
Sileeianos. Solamente el Catolicismo puede obrar

ales maravillas j ¡ felices los pueblos que tienen
ales cooperadores, porque estón en el camii o de
nn brillante porvenir! »
Beneficios d e o n bnraeán. — Un furioso
ioracán que se desencadenó el pasado Marzo en
vecino á París, destruyó una gran tejavana
que servía de abrigo á loa animales que hacen el
Kryicio de la Granja agrícola Saleaiana. Al con­
templar las ruinas del huracán, el Director de la
granja concibió el proyecto de sustituir la te j^
rana con un gran cuerpo de edificio para dormi­
torios y clases espaciosas, á fin de poder dar asilo
i mayor número de niños pobres.
EbcpIémUdo re sa lo . — Leemos en S I Pori«tr de Santiago de Chile : « El Excelentísimo
Señor Don Federico Errazuriz, actual Presidente
ie la República, ha obsequiado á los Talleres
Silesianos de Concepción el instrumental de la
banda de músicos que fué del Batallón número 1
de Infantería.
» Como se comprenderá, este obsequio ha cauBsdo en los Padres Salesianos y educandos de
sus talleres gran alegría.
» La recepción del instrum ental, según se nos
eomnnica, ha sido hecha con fiestas y regocijos. »
¡ Dígnese el Señor y María Auxiliadora premiar
lún en esta tierra superabundantemente la mag­
nánima caridad del católico Presidente de la Re­
pública de C hile!
\ lo s num tsm íiíicos. — Como generosa oferta para las Misiones Salesianas, el R. P. Pa­
cífico Fenocchio, antiguo alumno de D. Bosco, y
ui la actualidad misionero apost^ilico en China,
hs mandado á nuestro Superior D. Rúa cerca de
300 monedas antiquísimas con la efigie de más
de 20 Emperadores.
Nuestro amado Superior D. Rúa, agradeciendo
en lo que se merece tan valioso regalo, se las ofrece á los Cooperadores amantes de la numismá­
tica, esperando que se conviertau en moneda
corriente, de que tan necesitada se encuentra la
Uision de la Candelaria, de que eu otro lugar de
este número nos ocupamos.
P ío IX y un m éd ico p ro lestan fe. — Mi­
litaba Pío IX el hospital de San Juan de Dios,
r cnando todo el mundo se ponía de rodillas para
recibir su bendición, distinguió el Santo Pontífice
s pocos pasos á un hombro que permanecía de
pié en actitud de profundo respeto: — 4 No os
acercáis como los demás? le preguntó. — Padre
Santo, es que soy médico protestante. — Médico,
replicó Pió IX, l y esto qué tiene que ver? Yo
«atimo á los médicos y les agradezco mucho los
cridados que más de una vez me lian prodigado.
Pero ¿añadís que sois protestante? pues bien.
\ijo mío, vamos á ver. ¿ Contra qué protestáis J
1 i porqué protestaisf Dichas estas palabras,
Sendijole y separóse de él sin esperar respuesta,
«orno el sembrador que ha arrojado el grano en
d surco V pone su esperanza en el sol y en la
3uria del buen Dio-; para que germine y fructifi^ne. El doctor permaneció profundamente impretionado de lo que acababa de oír. Aquella pronnta, ¿contra qué y por qué? no se apartoba de
*a imaginación. Qniso responder á ella seriamente
y con tanta perfección respondió que dos días
^ u e s abjuraba su herejía.

PENSilIEHTOS.
— El Monte á que más cuesta subir es el monto
Calvario; pero una vez arriba, la vista no puede
ser más hermosa: se abarca todo, la tierra y el
cielo, la eternidad y el tiempo, los hombres y
Dios.
_jE n qué se parecen muchos cristianos de
hoy á muchos cristianos de las Catacumbas? Pues.,
en nada.
Sa j .

— Entre los muchos males que el mundo en­
cierra, no es menor el entenderse tan dificultosa­
mente la voluntad del Señor, aun de personas que
no le vuelven las espaldas, sino que tratan de
caminar al Cielo por medio de la guarda do sus
preceptos y mandamientos, por la mucha falta de
luz y espesas tinieblas que eu sí contiene.
P. Nierembero. S. J.

L e t t e r e a i M o r t i , p o r S p iritu s A sp e r.
O píisculo n.® Ü d é la s L etture amene ed educative cuyo precio d e suscripción es de 3^80
p ta s. en T u ríu ; á ’oO en Ita lia j y 5^75 en
el ex tra n jero . — L ib re ría S alesian a do S.
J n a n E v a n g e lista , T u rín . — 256 p ág . 0 ’80
p ta s.
Sobre este oportunísimo opúsculo dico La Oi^
viltá Cattolica en su número del 3 de Abril últi­
mo : « Viendo que hablar á los vivos os tiempo
perdido, pues no hay modo de entenderse, ol Sr.
Spiritus Asper se dirige á los muertos, quo siendo
como así es buena gente, ni se irritan ni odian
á quien dice la verdad. De verdades el autor dice
muchas y de todos los tonos en una serie do car­
tas abiertas dirigidas áRohespierre, á Metastasio,
á Luis XIV, á Napoleón I, á Jordano Bruno, á
Bacón de Vemlamio, á Manzoni, al Dr. Faust, á
S. Agustín, á Guttemberg y á Voltaíro. En ellas
el autor pasa revista á la libertad, la fraternidad
y la igualdad» á todas las llamadas conquistas de
ia revolución, á todos los modernos errores rela­
tivos á la Fe, á la Iglesia, al Papa, á la Edad
X O T A . . F * a f a e v i t a i * p é r ' d i d a < lo
tie m p o y g a s to s in ú tile s , s u ­
p lic a m o s e n c a re c id a m e n te ú
n u e s tro s le c to re s q u e p a r a la
a d q u is ic ió n d e l o s lito ro s q u e
a .n u n c ia m o s e n e s t a s e c c ió n ,
s e d irija n Á la s lib r e r ía s q u e .
e n c a d a u n o e l e e l l o s s e C 3Cp re sa n -

388 —
Media, Ala Inquisición, y por estos pasos continúa
iinsta llegar á la reciente manía de la Cremación
de los cadáveres, dando á cada uno de estos erro­
res BU merecido con muy justa medida. La doc­
trina y la erudición del autor se ocultan bajo una
apariencia do hombría de bien alegre y divertida
de tal modo que parece oir hablar al buen sen­
tido unido en estrecho consorcio con el buen hu­
mor. Sin muchos rodeos y razonamientos, el autor
lle^a en seguida á la verdad y la esculpe en el
ánimo con cuatro magistrales pinceladas Uenns de
colorido y do una vis cómica que hace desternillar de risa, no dando lugar al sueño, por conti­
nuada que sea la lectura. En una palabra, como
hay libros do mucha apariencia y poca sustancia,
éste por el contrario os de poca apariencia pero
de mucha sustancia llena de atractivo y de ame­
nidad. Persuadidos como estamos de que estas
” Lettere ai Morti” han de abrir saludablemente
el oido á muchos sordos, las deseamos una gr ande
difasion especialmente entre la juventud. »
L a V e n e r a b le

U la d r c I t a r a t , fu n d a ­
d o ra d e la S ociedad del S gdo. C arazón d e
J e s ú s , p o r D . J u a n M anuel O rtí y L ara.
— T ip ografía d e B . H e rd er. — 272 jiágs.
en 12.®; 3^50 fr. en cu ad ern ad a. — P rin c ip a ­
les lib rería s católicas.

Entre los sucesos que más han consolado á la
Iglesia nuestra madre en el siglo que ya está á
punto de espirar, debe ciertamente contarse la
tundaoion de las religiosas del Sgdo. Corazón de
Jesú s, las cuales están llamadas á infundir en
todas las clases sociales la piedad y las demás
virtudes cristianas mediante la educación de la
niujor durante el periodo de la vida í*n que el
corazón recibe fácilmente la forma que se le im­
prime.
Fundadora de esta nueva sociedad fuó la V.
Madre Barat, cuya vida tenemos el placer de re­
comendar especialmente á las Señoras cristianas
aue en ella han de encontrar mucho que aprener para norma de su vida. No es fácil poder euumorar las bellezas que atesoran todas y cada
una de sus páginas; basta decir que la obra está
escrita por el sabio catedrático do la Universidad
Central, Sr Ortí y Lara, para tejer sn imis cumplido
elogio. Al impulso de su bien cortada pluma las
heróicas virtudes de la V. Madre adquieren nueva
vida y fragancia nueva, coutribuyeudo la faci­
lidad y galanura del estilo á hacer unís agrada­
ble y fructuosa su lectura. Nada decimos de la
parte tipográtlca del libro, pues biou conocidas
son y de todos apreciadas las ediciones do la casa
de B. Herder.
V i d a d e l V . P . F r . T o m á s €Íe la
V i r g e n , religioso d e la orden de D escalzos

d e la Snia. T rin id a d redención ele cautivos,
e sc rita en 1716 p o r el P . F r . E nsebio del
3m o. S acram ento d e la m ism a orden. — Seg a n d a edición. — B om a, A d m o n .d e la Sevista T rin itaría.
La redacción de la importante Sw ista Trinitaria
ha estado muy acertada al publicar la vida por
demás admirable y extraordinaria de este .apos­
tólico varón, honra de nuestra patria y gloria esolarccida de la veneranda orden de Trinitarios
Descalzos. Basta pasar la vista aunque no sea
más que á la ligera, por sus páginas, pora quedar
admirado de los grandes prodigios que el Señor

obró en este su siervo, y de las heróicas virtudes
que en él resplandecieron. Creemos que la lectura
de este libro La de resultar muy provechosa para
las almas, pues es imposible leerlo y no quedar
enamorado de la v irtu d ; y hacemos votos para
que alcance una difusión ilimitada para gloria de.
Dios y beneficio de las almas.
D e m o s t r a c i ó n de la divinidad de Je­
sucristo, p o r el em p erad o r N apoleón Bona.
p a rte , tra d u c id o y publicado p o r D . J . Sa­
m uel O rtiz, re d a c to r d e L a P atria. San Sal.
vador.
La divinidad de N. S. Jesucristo es la base del
cristianismo, el dogma principal de nuestra santa re­
ligión. De aquí los esfuerzos supremos do los impíos
de todas las edades y losde la masonería en lanuestra pura arrancar á Jesucristo la aureola de su
divinidad y desprestigiar el cristianismo conside­
rándolo como una de las múltiples creaciones reli­
giosas del fanatismo de las edades.
El presente opiísculo va dirigido á neutralizar
esos esfuerzos y á pulverizar las aparentes razones
de los contrarios, no con las pruebas que superabundantemente nos proporcionan las Sagradas
Escrituras, los Santos Padres y los más eminen­
tes teólogos, pues pudiera parecer que éstos al
defender la Religión defienden su propia causa,
sino con los pensamientos del Capitán del Siglo,
quien predica para cierta gente como no lo baria
mejor un misionero.
Merece, pues, este opúsculo alcanzar una extra­
ordinaria difusión, pues mucho y muy grande es
el bien que está llamado á hacer en nuestra des­
creída é ignorante sociedad, por lo que hacemos
nuestro el ruego encarecido y desinteresado d«l
traductor: « Pido y ruego á aquel que leyere este
opúsculo que lo dé prestndo á sus amigos, que lo
regale, que lo reimprima, que le dé publicidad
de todos los modos posibles; que ninguna obre
emprendida en nombre de Dios quedará sin re­
compensa. »
— Hemos recibido y lo agradecemos el Disemo
leido por el Dr. D. A. do Gordón y Acosta, en Is
apertura del seguudo dispeusario para niños pobres
de la Habana bajo la advocación de Ntra. Sra.
del P ilar; los opúsculos Leyendas, Los Hijos ds
Marta y Qw'a de la devoción d Marta Sma. correa
pondieñtcs á los meses de Marzo, Abril y Mayo
de Las Lecturas Católicas de Buenos Aires, que
una vez más recomendamos á nuestros lectores.
La suscricion es do 1,50 ps. en B. A. y 1,75 en Pro­
vincias; y el opúsculo correspondiente á Dbre. del
Año Cristiano, editado por los Sres. Popelín H."
do París. Recomendamos de todas veras esta obre
llamada á avivar y renovar en las familias la ver­
dadera vida cristiana con el admirable ejemplo
de las virtudes de los Santos.
— También hemos recibido los números del lí
al 24 de la iSemana Cristiana Ilustrada que se pu­
blica todos los jueves en París en la casa editorisl
de los Sres. Popelín Hermanos, rae Seguier, S.
Dichos números contienen las vidas de los santo#
comprendidos en el periodo de tiempo que abra­
zan. Recomendamos de nuevo esta preciosa Btvista, cuya suscripción es de 10 ptas. anuales. —
Dirigirse en España á D. Juan Marín del Campo,
en jfo ra de Toledo. — En París á la casa edito­
rial.
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C«i aprebuioa

la istorídad Ecltsiástica. - Gereata: JOSÍ (ü ÍEOO

Tarín ~ Tipogiaiia Sslesiana.
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1897