BS_1900_06

Ficha

Título
BS_1900_06
Descripción
Boletín Salesiano. Junio 1900
Fecha
1900.06
extracted text
T>7
•v
í.%^'

•;.í

Á\

K:M

m
'!^i.

IIESSIS QÜIbEMMÜITÍ'
.OPERARIiAl/TEMPAUCll

í«Jri!í

i'ifjw
tHl?ls

®

’-' 'i?^M
mj•#vw,-¿¿
-Vy^■ícií■fí.:^

SUMARIO
JUMIO des 1900.

Í .- 1 ?
^3.

A KX'IgTROS BSNSMBBrroe C0LABQBAS0BS8
págI*A COMUNION NRBCUKNTI...............
Bu TBONO OK LA EUCARieTIA
* * ............... ....

misioxks. Africa. Laabbraa'sálMian.s
~v
Fuego. lÍRKoniAS del R. i\
S b rr^ L rS * . ~
- (-'olombia. AL..
GracIABDKMARI;» AUXILIADORA ’ . ’ , ................... ....
~^*puña. 0 «^nm.- Am.7 * fa iÍ T m V
“ V«).

?. Í ? ‘*

y

152
159
162

Carabíiü^Tuí^'?"'*" ^ Drquljo.-W. Er.riato
NOnaAS T rARIIDADES ......................................... ,'Í2
Hihtoria Dil Oratorio dr San EÍiaÑcjVcÓdi Sai' kh .’ 73
P«n.oiuo Socoro. 1
í í f ; „ r T .* r ; r .i - " * ." " " ’" V".-'!»'• M,.......
Í^B05*dePcS.íe
'■""'puesu de indlcminH ‘ i '
*iBos del CoJej... SaleilAno do AAunrion — Vi su de
o

r
1.0S pequeDus

..------ •
; Tiot* aoi J-IH
‘^«“ 'f'OAdol InstiiMlo Saleeí
agrlcultorue.

O bras Sai. esíanas
Fent. Botnia. Uruguay, Colombia. Paragua,

NcajKD. S. Salvador.

^

N.j

DA MIHf ANIMAS.:

C /tTERA TOLLE
fe .
IBOSO)

'e

I

Saniá -

librería

S ALES I ANA -

Barcelona

LIBROS DE PREMIO.
Angelita ó la Huérfana de los Apeiünoi. — Por el
Pbro. D. Juan Bosco.
En r ú s t i c a .........................‘
‘ *
V’^
En tela, corte dorado, con plancha . . . »
i.w
Pío IX. — Hechos adinirables de su vida y breve noucia acerca de sus últimos días y horas. Por P. H. y J. H
■En r ú s t i c a .................... .. * / * ‘ ‘
En tela, corte dorado, con plancha . . .
» i,uu
Pedro ó la Fuerza de la buena educación. — Por
D. Juan Bosco, Pbro.
0,50
En r ú s t i c a ........................ ....
* * 1,00
Entela, corte dorado, con plancha . •
»

Don Bosco. — Por el doctor Carlos De Espiney. Tradu­
cido por D. Camüo Ortuzar, Pbro.
^
En rústica • ' ! * ’ ,' í . * *
_
“ían
En tela, corte dorado, con plancha . .
. » J.5b
La Virgen de D. Bosco. — Por D. Camilo Ortuzar, Pbro.
En r ú s t i c a ...................../ I * * ‘ * inn
En tela, corte dorado, con plancha . .
. » iJlti
Villa de D. Bosco. — Amenos y preciosos documentos
sobre su santa vida y admirables obras, compikdo poi
un Cooperador Salesiano ( D. Camilo Ortuzar.)
En rústica • • ■ • * • ■ , * * * * 9 ^
E n tela, corte dorado, con pla^ha •
• *
^ d a de S. Agustín. — Por el Pbro. D. Julio Iferbera.
Edición popular encomiada por vanos Cardenales y 0bispos; traducion al español de la últ. edición rtaliM^
En r ú s t i c a .................... ... v ' ’ '
^ o’nn
En tela, corte dorado, con plancha , •. • » 7 ’^
* 'l ^Mldre de Dta,% el Pbro. D. CamUo O rtto r de la T ila de Miguel Magone. — Narración interesantísima
Pía Sociedad Salesiana
hecha con no memor grama que naturalidad y sencmez
1,0 0
En rústica . • •
Dor el Phro. D. Juan Bosco, y en la cual se manifiesta
1,50
Mmo un niño recogido de la c ^ e llegó a ser mío de los
En tela
2,00
Corte dorado, con plancha
. •
Aalumnos más aventajados y virtuosos del Oratono de
_ llcsla en llesta. - Hechos publicados por ü . i)<y
Turín, donde murió en olor de santidad.
0,40
mingo Abeja (Camilo Artúzar).
^ ^
Eú r ú s t i c a .................... . • • • •
0,70
l ’ oO
En rú stic a ......................... ' v' ' ’ ‘ ,
Encuadernado
0,90
v ,i"
d - bo^ o, . ú .
ib U e
el Phro. D.
VilLemoyno. Ohrita en que se refieren con gran ^em dad
En
'
,
o 90
r:,. rústica
Í.-1- corte dorado, í>nn
En
tela,
con nlancha
plancha . . . •
los admirables ttabajos y virtudM de aquella lí^^ena ^
Kl gran pasa. — Por D. M.
deana, que con un corazón digno de rema estáte
1,00
escocida V ía lo s para la formamon del S. Vicente de
En rústica
1,50
En tehi, corte dorado, con plancha
_
Paúl de nuestro siglo.
^ jqq
El Apóstol do Roma o Vida de S. Felipe « e n
En rústica
* i ’70
Por un padre Filipensc.
^
^ qq
Eh tela, corte dorado, con plancha
. .
».
■ aiunl de Prim era Comumon y consagración s^
En rústica • •
..................................;
1*50
lemne al Sagrado Corazón de Jesús J’
Y u^enííi^óT n’o i i o » Contrariada. — Episodio conS a ií.r el Pbro. D. Camilo Ortuzar, de, la P.a Socie­
tempoiaueo. por el sacerdote D. Juan Bosco. ^
dad de S. Francisco de Sales. Terceraedición.^ ^ ^
E n r ú s i i c a ................... .. ‘ i! ' ' ’ » Tno
En rústica • • , • • • • : * ■ *
* .7'fw)
En tela, corte dorado, con plancha
El gran Apóstol de la nlnez en el siglo XIX. ó sean
J e s ir
l a X a s íistrihuidas para cada dm del m-s
rasgos biográficos sobre D. Bosco y la Congregación SsdrJunio. PoVl):íuan Bonetti. Pbro. de la Pía Socie­
i S a p^r el P. Tereso J. M.'' Palomeque de la im.nu
dad Salesiana.
^ ^
100
Ckmgregacion.
^ j qq
En rústica

,
1 50
En rústica • •
...............................,
150
rorte dorado, con plancha . . .
^

Encuadernado en tela
Ei%i'tb> 'de Dios, — Eiusodii^ amenos y escogidos, lur
D. Domingo Abeja. (Camilo Ortuiar).
^
En rústica
‘ ^
'
> l 'oo
En tela, corto dorado, con plancha . . •

La ig'esia Católica y su Jerarquía. - Por D. Juan
yotas. - i. A l «lue c o m p r a r e d ie * e jem p lo Boso'. Phro.
. 0,60 rcii e c le d a r á u a o » r a t l e .
ít. A lo» im stltutosi d e e d u c a c ió n , co n in m d a d e . r e lls lo « a e , p r o p a ^ n n d le ta » d e b u e n a l e c t u r a » y e n R c n c r a l á to d o » lo» «i«c n.l*
C u lc r a n b u e n n ú m e r o d e lib ro » »e le» bar-^
milo Ortúiar.
0.6'»
u n a r e b u j a c o n a ld e r a b la .
En rústica
: *, ‘ ‘
1,00
Ku tela, corte dorado, con plancha

Moral y Bcllglon. — Cuentos y ejemplos.
En TÚstice • ’ * * * . * t_ * " *
i
En tela, corto dorado, con planclia . . .
>
El Sobrino d© la Reina. — Narración í«°^da de la
Historia de las Misiones del Japón, traducida del aleman
por el P. José Spillman S. J.
En rtstica . . . • • • • • • •
*
, ’aa
En tela, corte dorado, con plancha . • • * . 7 ”“
Ln Itívcii Siberiana 6 el Amor Filiol.— Por DfrMaister.
En rústica .
*
i’nn
En tola, corte dorado, con plMicha . . . »
El Católico en el Siglo. ros do un padre con sus hijos, por H. Joan Bosw, P br^
En r ú s t i c a ............................................. ^
j ’,^5
Encuadernado • • • • • , ' • ■ *
*
o’nn
En tela, corte dorado, con plancha
. .
Un Yenonif ó la Profanación de 1®8 dws festlTos.
Drama en cuatro actos del Doctor P.F. Phro. Salesiano^
En rústica . • • • • ’ , ■ ■ ' *
*
i'nn
En tela, corto dorado, con plancha. • • * ,
lios malos compañeros y la Vlríeit.— Por P.
En r ú s t i c a ..................... ‘ i, ‘
‘ .. 1 ’.«ín
En tola, corte dorado, con
L
Los Jíbaros: — Por Fr. José Mana Magalli, de la Dr
den de Predicadores.
0,50
En rú stic a ......................... ’ ú *
1,00

7-

Q uien recibiere á un
niño en m i nom bre, á
m í m e. recibe.

O s recom iendo In nificr V la ju v e n tu d : cul­
tivad con Rrandc c.^meio
su educación cristiana i
y proporcionadle libros
q u e la enseñen á huir
d el vicio V á ¡iracticar
la virtud.
(Pío IX.)

(M A TH . XVIII.)

E n tre las cosas divi­
n as, la m ás sublim e es
la d e co o p erar con Dios
á la salvacidn de las
alm as.
(S. D i o n i s i o .)

R e d o b l a d vuestras
fuersas .-I fin de a))a; tar
;i ¡a niñci y iuver.tudde
la corrupción ó incre
dutidad y p rep arar así
u n a nueva generación.

E l am o r a l prójimo es
u n o d e los m ayores y
m ás e.xcelentes dones
q u e la divina bondad
puede conceder á los
hom bres.
(S. F r a n c . de Sales.)

(L e ó n X III. i

DA m u ANIMAS CUTERA TOLLE

^

^ A Ñ 0 X X I-N .6 ~

PUBUCAdON MENSUAL

JUXIO de 1900
lUD»^ ■

Cottolenyo, 32

@ J ^ e d a c c io n y A d m in is t r a c ió n

Turín (Italia]^

"Z'v'S"

*EECUENTES 8on las quejas que recibim os d e nu estro s dilig en tes y distinguidos

colaboradores sobre el re ta rd o q u e sufre la publicación de sus correspondencias.
N o pretendem os excusarnos, n i tam poco n eg ar la evidencia. N os ])ermitímo8
I ta n solo llam arles la atención sobre los puntos siguientes: — N uestro B o l e t ín so
p u b lica ta n solo m ensualm eute, con u n m es d e anticipación, p a ra que pueda Hogar

tanto, ser como hechos históricos y docum entos fehacientes de la fervorosa y constante operosidad de los Salesianos y sus C ooperadores: — N uestros benem éritos colaboradores son
muchos, m uchísim os, y lo q u e m ás es d e.... notar en extrem o fecundos. Si todos tu v iera n
presentes, cuando escriben, estas circunstancias, no se d ifu n d irían ta n to en descripciones do
cosas y a rep etid as y las m ^ de la s veces de poca im portancia p a ra la generalidad. No
somos enem igos d e la retórica, pero tampoco la querem os á troche y moche. A veces, i>oca8
cu nuestro caso, v iene como de perlas j otras, la s más, equivale...... Con u n poquito de b u e n a
voluntad, pongam os todos rem edio: á nosotros no nos fa lta ría u n o excelente, á sa b e r: u n
gran cesto y unos cuantos p ares de tije ras; pero siendo dem asiado radical, no nos creem os
autorizados p a ra usarlo, sin an tes a d v e rtir á nuestros benem éritos corresponsales y supli­
carles lo q u e u n g ra n d ia rio italia n o pedía á los suyos: J nostri corrispondenti siano p ro n ti«
®satti, p a r c h i, c o sc ie n so si, caJm i, o g g e ttiv i. Lascino tuUe guelle cose inutiU, che tolgono

prezioso al giomaJe. e meftono in pericoJo la pvh¥'C'izfone della corrispondenza stessn.

— 148 —

lo m u n iO B

c ie n d o e n si l a n e c e s id a d q u e tie n e n de
e s te a lim e n to e s p ir itu a l, y c o n fo rm á n d o se
co n lo s d e se o s d e J e s u c r is to y el esiiíritu
d e l a Ig le s ia , f r e c u e n ta n e l d iv in o ban­
q u e t e : p e ro e s a ú n m á s g r a n d e el nú­
d d H i i o del hom lre, y no hel}iereis su sanr m e ro d e a q u e lla s a lm a s , q u e c o n o c ip d o
are, no ten d rá s vida en vosotros. B n v i r t u a Y s a b ie n d o to d o e sto , n o se h a n decidido
d e e s to , J e s u c r is to p r e c e p tu a b a á to d o s
to d a v ía á e n t r a r d e lle n o e n e s ta b en e­
lo s c ris tia n o s a d u lto s l a S a g r a d a O om u- ficio sa y s u a v ís im a c o r rie n te , q iie dulce­
n io u , p e ro sin fija r e l tie m p o e n q u e la
m e n te n o s c o n d u c e p o r el d e s ie rto del
d e b ía n re c ib ir, n i in d ic a r s iq u ie ra la s
m u n d o a l p ié la g o in m e n s o ó in fin ito de
c irc u n s ta n c ia s q u e d e b ía n a c o m p a ñ a rla ,
D io s. C a u s a h o n d a p e n a y d o lo r pro­
d e iá n d o lo to d o á la p ru d e n c ia y s a b id u ­ f u n d o c o n te m p la r l a in d if e r e n c ia y re­
r í a d e la ig le s ia , l a c u a l n a d a d e te r m in o
tr a im ie n to c o n q u e e s tr a t a d o e l divino
s o b re e s te p a r tic u la r , m ie n tr a s l a f e se
P r is io n e r o d e n u e s tro s a lta r e s , p o r almas
m a n tu v o v iv ís im a e n tr e lo s c ris tia n o s , y
q u e, p o r o t r a p a r te , se h a lla n an im ad a s
a r r a ig a d a e n e llo s l a p r á c tic a d e l a co­
d e b u e n o s y c r is tia n o s s e n tim ie n to s y
m u n ió n d ia ria , q u e r e c ib ía n p a r a ro b u s ­ p r a c tic a n l a v ir tu d . P u e b lo s h a y , y triste
te c e r s u a lm a y e s ta r s ie m p re p ro n to s
es c o n f e s a r lo , d o n d e a p e n a s s e a b re el
á la p e rs e c u c ió n y a l m a rtirio . Jrero
s a g r a rio u n a ó á lo m á s d o s v ec es al
c u a n d o v i ó q u e d e s a p a re c ía el fe rv o r, q u e
a ñ o . ¡ Y n o s a d m ira m o s si e n eso s pue­
se r e s fria b a n su s h ijo s e n el se rv ic io d e
b lo s r e in a l a in m o ra lid a d y el desorden,
D io s Y lo s h e le s se re tr a ía n d e r e c ib ir el si p e r d id a 6 a m o r tig u a d a l a f e , se han
c u e rp o d e J e s u c r is to , m o v id a d e s u a r ­ se c a d o la s f u e n te s d e la s v irtu d e s , se
d ie n te ce lo p o r la s a lv a c ió n d e la s a lm a s,
h a n a g o s ta d o la s a lm a s , y la terrible
n o p u d o m e n o s d e m a n d a r, y m a n d a r lo
y le ta l in d ife re n c ia s e h a posesionado
e x t r i c ta y r i g u r o s a m e n t e , q u e to d o s co ­ d e e lla s p a r a a c a b a r la s d e p e r d e r por
m u lg a r a n u n a v e z al añ o , te n ie n d o b u e n
c o m p le to ! C o m u lg a d , c o m u lg a d piadosa­
c u id a d o d e a ñ a d ir y o r lo menas, p a r a q u e
m e n te , c o m u lg a d c o n f r e c u e n c ia , decía
f u e r a b ie n p a t e n t e á to d o s q u e s u s d e ­ M o n s. d e S e g u r, y e n b re v e v e r e is como
se o s n o se lim ita b a n á t a n poco.
l a fe se d e s a rro lla á la m a n e r a d e una
L a I g l e s i a , e n e f e c t o , a la b ó y re c o ­ p l a n t a q u e se r ie g a y c u id a d o sa m e n te
m e n d ó s ie m p re l a fr e c u e n te y a u n d ia ria
se c u ltiv a .
^
C o im in io n , co m o el m e d io m á s a d e c u a d o
E n e l C o n g re s o E n c a rís tic o celebrado
p a r a c o n s e rv a r l a d iv in a g ra c ia , a u m e n ­ e n L o u rd e s el a ñ o p a s a d o , h a b ló , entre
t a r lo s m ó rito s, v e n c e r la s te n ta c io n e s y,
o tro s, el E . P . C o u b e e n p ró d e l a Co­
e n n n a p a la b r a , p a r a v iv ir co m o p e r fe c ­ m u n ió n fre c u e n te , y a d u jo m u ltitu d de
to s d is c íp u lo s d e C risto . E l S a c ra m e n to
a r g u m e n to s y a h is tó rie o s y a te o ló g ic ^
d e l a E u c a r is tía , d ic e S to . T o m á s, es e l
p a r a p r o b a r q u e d e b e r ía a c o n s e ja rs e la
a lim e n to d e l a lm a , y a sí co m o e l c u e rp o
Comunión semanal á la g e n e ra lid a d d e los
n e c e s ita d e l a lim e n to c o rp o ra l to d o s los fieles, te s is q u e n o solo f u é a p r o b a d a por
d ía s p a r a n o d e s f a lle c e r , a s í ta m b ié n e l c u a r e n ta v c in c o O b isp o s, sin o tam bieo
a lm a n e c e s ita fo rtific a rs e c o n e s te a li­
p o r S. S. L e ó n X I I I , q u e d irig ió á dicho
m e n to e s p iritu a l, y p o r lo m ism o e s la u ­ p a d r e , l a s ig u ie n te im p o r ta u tís im a carta:
d a b le re c ib irlo to d o s lo s d ía s .» F á c il
n o s s e ría a d u c ir m il o tro s te x to s d e
León XIII Papa
s a n to s y d o c to re s d e l a I g le s ia , q u e p r u e ­
M u y q u e r id o h ijo ,
b a n e s ta im p o r ta n te v e rd a d , p e ro d e s is ­
s a lu d y b e n d ic ió n apostólica.
tim o s d e ello , p o rq u e n o s h a ría m o s in ­
;En el tiempo presente y en el estado flote rm in a b le s .
tual de cosas.' todos los
rec.tM M u c h a s so n la s a lm a s q u e , re c o n o ­
>UANDO e l d iv in o M a e s tr o p r e d i­
c a b a a l p u e b lo h e b r e o su c e le s tia l
w d o c trin a , le d ijo e s ta s m e m o ra b le s
p a la b r a s : S i n o comiereis la carne

jmiáosos ven con dolor que el ardor de con­

fesar la f e y la antigua p u re za de costum­
bres desaparece entre g ra n número de hom­
bres. S i se busca la causa de ese m a l,
se la encuentra principalm ente en el hecho
de que el am or y el uso del B anquete E u carisüco languidecen entre la m ayor parte,
y no existe y a entre los demás.
Esto es lo mismo que deploraba el
Apóstol cuando escribía á los Corin­
tios:— H é a q u í p o r q u é m u c h o s d e

c r u z a d a e n f a v o r d e l a C o m u n ió n fre ­
c u e n te , m e d io e l m á s eficaz p a r a r e g e ­
n e r a r a l in d iv id u o y c o n s ig u ie n te m e n te
á l a S o cied ad .
C om o C o o p e ra d o re s S a le sia n o s, s ig a ­
m o s lo s e je m p lo s y e n s e ñ a n z a s d e n u e s ­
tr o a m a d o P a d r e f ) . B osco, q u e c o n sa g ró
t o d a s u v id a á l a d ifu s ió n d e e s ta sulu-

vosotros s o n d é b ile s y m u c h o s se
duerm en. — ¿Tiene esto algo de ez-

trañot Solamente puede llenar los de­
beres de la vida cristiana aquel que
se ha revestido de Cristo, y nadie
se reviste de Cristo sino p o r la f r e ­
cuentación de la M esa E ucaristíca.
Por ella, en efecto, Jesucristo ha­
bita y permanece en nosotros y nos­
otros en E l . i o s que trabajan por laafirmación de la f e y la corrección
de las costumbres, tienen m ucha razón
(mando se toman el cuidado de exci­
tar á los católicos á aproximarse lo
más continuamente posible á la M esa
del Señor: m ientras m ás se la fr e (menta, se consiguen de ella más fr u to s
(d)\mdantes de santidad.
Y pues que vos, queridísim o hijo,
trabajáis noblemente p o r ese fin y
vais á reim p rim ir los discursos so­
lemnes que habéis pronunciado sobre
esta m ateria. N os alentamos extrema­
damente vuestro deseo y vuestro celo,
y deseamos de todo corazón que u n
gran número de católicos adquieran
el hábito de recibir cada semana el
Sacramento del altar. E n tr e tanto, en
testimonio de nuestro amor y como
premia de los favores divinos, os conr
cedemos m u y afectuosamente la ben­
dición a])ostólica.

Ntra Sra. del Perpetuo Socorro.
(B teutitíra d t las E tcutU u SaU tianat de Sarriá-Bareelona.)

B ada en B om a el 10 de E n e ro de 1900,
año X X I I de nuestro Pontificado.
LEON X III, PA PA .
M e d ite n a t e n t a m e n te n u e s tr o s b e n e ­
m éritos C o o p e r a d o r e s , e s p e c ia lm e n te lo s
sacerdotes, t a n p re c io s o y te r m i n a n t e do® iniento d e l V ic a rio d e J e s u c r i s to ,y v e a n
81 no e s lle g a d a y a l a h o r a d e r o m p e r
a p a tía y e m p re n d e r u n a e n é rg ic a

d a b le p rá c tic a , y la p u so co m o b a s e d e
s u s is te m a e d u c a tiv o (1). S i a s í lo h a ­
cem o s, m e re c e re m o s b ie n d e la Ig le s ia ,
d a re m o s u n g r a n g o z o á J e s u c r is to , y
c o n trib u ire m o s im d e ro s a m e n te á co n so ­
l i d a r s u re in a d o s o b re la s a lm a s y so b re
la s so c ie d a d e s.
(1) V. D. Botco y la Eucaristía. Librerías Salesianas; 0,10 ptae. ejemplar.

— 150 —

aoT O

M

;s í « ^ 7 | uando e n tre la s evoluciones c<5sm icas surgió de la n a d a el m undo
m aterial obedeciendo a l ^ í om ni­
potente d el C riad o r; cuando los
m ares se separaron d e la t i e r r a ;
cuando la luz ilum inó los abism os; cuando
la creación e n tera despertó á la v id a y cuando
en el inm enso palacio de la n atu ra leza ap a­
reció el hom bre, síntesis y com pendio d e todas
sus m aravillas, de todos sus prodigios, Dios,
contem plando su obra portentosa, la dió por
perfecta y ac ab ad a ; y, sin em bargo, con ser
ta n ta la herm osura del universo, E l perm a­
neció en su trono, cercado de legiones de
arcángeles y querubines sin descender á este
suelo, p or no e n c o n trar en él u n solio para
su m ajestad, u n tem plo digno de sus per­
fecciones infinitas.
Se deslizaron los siglos, tran sc u rriero n las
edades, y razas y pueblos y civilizaciones
desaparecieron con la rapidez de seca a rista
a rra s tra d a por el h u ra c á n ; pero D ios no se
dignó v e n ir á la tie rra , porque la s m acizas
pagodas indias, los laberínticos tem plos egip­
cios, no eran el santuario en q u e deseaba
re c ib ir pleito hom enaje; los m aravillosos pen­
siles de B abilonia no eran el h u erto cerrado
donde q u ería h a b ita r p a ra em briagarse con
m isteriosos perfum es; el estruendo de las b a ­
talla s que derrocaban im perios y asolaban
ciudades no eran los him nos y los salm os
q u e an h elab a csc u o h a r; los alcázares, los
tronos d e oro y de m arfil erigidos p o r los
soberanos d e la tie rra , n ad a v alían p a ra El,
que p o r u n solo acto d e su voluntad, suspen­
dió en el espacio los astros m ás b rillan tes
q u e las lám paras de O rie n te ; pobló los m ares
d e p erlas m ás preciadas que los tesoros de
A l-H a m a r; llenó los valles do flores m ás olo­
ro sas q u e los perfum es do la A rab ia, y formó,
en fln, d e u n a m ateria desconocida y única,
el opaco carbón y el fúlgido d ia m a n te , el
a g u a d el arroyo y el copo de la n ie v e , el
b a rro despreciable y el hom bre racional.
U n a sola cosa ta n ideal y ta n bella que
exctnlía á todas las m arav illas del universo,
hizo que D ios descendiese á la tierra , que
trocase su cólera y enojo en d u lzu ra y am or:
é l alm a hum ana, lo único d e este mundo,
m ezquino y terreno, q u e tien e u n destello de

llO

A B Ü f

lo esp iritu al y divino. E lla fuó am ada de
D ios desde la etern id ad d e los sig lo s; ella
fué el ja rd ín cuyos perfum es le cautivaron;
ella fu é el tem plo elegido p a ra su c u lto ; ella,
en fin, cread a á im agen y semejanza suya,
fuó el único altar, el único tabernáculo, el
único trono en que quiso depositar su gran­
deza. P a ra elevarla la dotó de las facultades
m ás prodigiosas, de los sentim ientos más de­
licados, de las v irtu d e s m ás adm irables: y,
au n q u e enlu tad a por la prevaricación del
p rim er hom bre, como en ella ten ía todas sos
delicias, al p a r que el anatem a de condena­
ción y m uerte, se escuchó la prom esa de sal­
vación y consuelo, risu eñ a aurora, iris de
paz en la tenebrosa noche d el pecado. Para
dignificarla, p a ra en n o b lecerla, la iluminó
con la luz de la fe, la in sp iró el arrepenti­
m iento y la esperanza, y la abrasó con infla­
m ados incendios d e caridad.
M ás tard e, en el orden m aterial y cronoló­
gico d e los hechos hum anos, eligió u n pueblo,
fiel á las inspiraciones de su gracia, para
q u e no pereciera en tre los horrores de la
im piedad y de la idolatría, y, lleg ad a la ple­
n itu d de los tiem pos, u n ió su esencia divina
á la n atu ra leza hum ana, y, antes de dar la
v id a en p re n d a d e am or, in stitu y ó el Sacra­
m ento de la E u ca ristía , desde donde le dice
incesantem ente como u n amigo, como un be^
m ano, como el m ejor y m ás amoroso de loa
p a d re s: « L ev á n tate y d ate p risa, querida
mía, herm osa mía, y ven. N o tem as m i majes­
tad , porque está h u m illad a p a ra anim arte y
d a rte confianza, y pues tu me amas, yo tam­
b ién te amo. {Herm osa m ía! m i gracia te he
hecho b e lla .»
P ru e b a inequívoca del am or infinito de
D ios h ac ia el alm a h u m an a son estos duloeí
sím bolos del ca n ta r d e los cantares. Las to^
tu ra s de la P asió n lo co n firm an ; cada dolor
cada afrenta, cada g o ta de sangre divina ei
u n a le tra que escribe en caracteres indelebtó
el inefable idiom a d el am or d e D io s; peí*
m ás q u e n ad a lo dem uestra la institucioi
d el Santísim o Sacram ento, en el cual se cofr
v ie rte en m anjar d el alm a hum ana para **
su fortaleza, p a ra ser su consuelo, x)ara s*
su alegría y no separarse d e ella n i en
tiem po n i en la eternidad.

— 151 —
T es que Dios, con su m irada infinita, que
penetoa h asta lo más recóndito d e los cora­
zones, y escudriña h a s ta lo m ás lejano de las
edades venideras, debió d e v e r los m ilagros
que la d iv in a E u c a ristía h a b ía de o b ra r en
la débil n atu ra leza h u m an a; debió de v er
muchos Saulos que, convertidos por su am or
ardiente, serían faros de su Ig le sia y após­
toles de su d o ctrin a ; debió de v e r m uchos
Zaquees que, p a ra seguirle, d aría n gustosos

him nos y hosannas los ayes lanzados en tre
crueles m artirios y las frases de a rre p e n ti­
m iento de los pecadores; como tro n o la s a l­
m as de los san to s; y, las d e las n iñ as p u ra s
y candorosas, como verjel florido, como h u erto
cerrado, donde sem brar las rosas do su am or,
los lirios de su pu reza y las violetas d e su
hum ildad.
B ien podemos d ecir con los goiitU es; “¡Ouán
bueno es el D ios d e los cristianos, cuán

He aquí el Cordero de Dios que quita los pecados del luuudo.
(Ouadro ai oUo M taU tiano D . Viem U O utU rru d t Sarriá.)

mendigo sus m undjinas riq u e z a s; debió de
▼er á la S am aritan a q u e encontraba en E l
la fuente de ag u as v iv as, que q u ita la sed
Janm m ente; debió de v er á la a ltiv a castefiaím de Ü ag d ala, d isip ad a en cien banquemorir de am or, tr a s la rg a s penitencias
® el banquete E ucaristico, en tre las alas de
^ querubes; debió d e v er á los m ártires y á
^ confesores que, fortalecidos con la g racia
m anjar d el cielo, desafiaban á los
y>®bio3 tiran o s de la tie r r a ; y, p o r eso,
como tem plo, las alm as de los docto^ de la Iglesia, lám p aras encendidas, focos
de las etern as v erd ad es; como

bueno es!” porque — como dice S. A lfonso
Ligorio—au n q u e ellos inv en tab an los dioses
á su capricho, no crearon, no supieron id e a r
siq u iera u n Dios ta n enam orado d e los hom ­
bres, como lo es nuestro verdadero Dios.
A ú n existen m uchos Zaquoos avaros, m u­
chos Saulos incrédulos, m uchas S am aritan as,
m uchas M agdalenas pecadoras, por ellas, p o r
todas las generaciones pasadas, presentes y
fu tu ra s se h a quedado en la E u caristía. E l
nos busca, nos llam a con am or. ¿Quién se rá
ta n osado que eche al E ey de su alcázar
eleg id o ! ¿Quién será ta n ateo que arroje á
D ios del tabernáculo consagrado T ¿ Q uién

— 152 —

tan impío que no permita entarar en el verjel
al cordero sin mancha que sólo quiere morar
entre azucenas f I^jos de eso, preparemos el
palacio de nuestras almas abrillantándole
con el oro de la caridad j perfumemos el
santuario de nuestro corazón con el incienso
de puras y fervorosas plegarias; sembremos
entre el lodo de nuestras pasiones la mina
do la mortificación, y, al uniruos con El, al
pié del sagrario, libres de trabas terrenas,
digamos con el místico arrobamiento del
amor de los amores: ^‘Mi amado es todo para
mí y yo soy todo para El”.
Magdalena Santiago F uentes .

--------

L a 6 Í)bra 9 Saleaiaflas de <5ráfl.
(Correspondencia del P. Garlos BeUámyJ

I . — A ntes de la fundación.
B i l e i i c i o p r o f \ i n U o —L a A r g r e l i a b a u ­
t i z a d a : -v e ird a d e ra M is ió n e n e l
i n t e r i o r — ¡ O b r a s , O b r a s ! - Coepit
fa c e r e e t do cere. — ¡ H i s t o r i a s ! — H a y
tie m p o d e c a lla r y tie m p o d o h a b líir.
OMPiENDO el profundo silencio que hasta
ahora hemos guardado, vamos á dar
á nuestros queridos Cooperadores una
sucinta noticia de nuestras fundacio___________ nes de Argelia. El motivo de haber
calJado por tanto tiempo, es porque nos parecen su­
perfinas las descripciones de estas tierras, de sobra
eonocidas. Además, nosotros no hemos venido aquí
ni como exploradores — el tiempo pasó ya — ni
eomo turistas — no tenemos tiempo — sino como
apóstoles. Sí, como apóstoles, porque este pueblo
a^olino, amalgama do tantos pueblos, estos fran­
ceses de todas las naciones ultra civilizadas en el
sentido naturalista de la palabra, tienen un bello
y gran deseo de convertirse á la religión crisfiana
y verdadera.
Nuestra tarea aquí no consiste únicamente en
evangelizar las poblaciones salvajes, sino en preser­
var y salvar de la perdición á estos cristianos eiviUsados, que peligran de sumergirse en una cloaca de
&lsas religiones y de prácticas supersticiosas.
De aquí la necesidad de Obras encaminadas es­
pecialmente al bien de la juventud, á preparar ge­
neraciones sanas y robustas y celosos misioneros que
evangelicen el interior de estas regiones. Esta es
nnestra Misión real. En vano, pues, esperabais no­

ticias de estas Obras Salesianas, porque nosotros
inspirándonos en el Divino Maestro, el cual c a ^
(acere et docere, nos habíamos propuesto callar hasta
después de haber obrado, y enviaros no la espresion
de nuestros ardientes deseos, sino, gracias á Dios,
y mediante el auxilio de María, la relación de las
obras que hemos realizado: Gesta A u x ilia r e is
per Salesianos.
Bajo este sol africano, en donde, desde hace si­
glos, e! indolente fatalismo musulmán no deja crecer
más que algunas palmeras enanas (imagen bastante
exacta de nuestros cristianos degenerados), en esta
tierra empapada en sangre cristiana, nuestras Obras,
por la gracia de Dios unida á nuestros trabajos,
germinan y se multiplican tanto, que antes de ahora
habría podido decir algo.
Pero por la tarde, rendidos de fatiga, repetimos con
alegría la frase del barbero: A q u i se afeita de lalde
m añana y dejamos siempre para mañana participar
al Boletín nuestros consuelos y esperanzas. Llega
una hora en que, habiendo recibido un refuerzo,
podemos emplear en rigor un momento para escribir,
pero la voluntad eficaz no la tenemos nunca.
He dicho bien la voluntad, porque no hemos sido
nunca, gracias á Dios, como aquellos pueblos qitt
se creen felices, porque no tienen historia. Nosofrés
hemos tenido historias á granel y iquó historias!
Historias tan divertidas que harían reír á un muerto,
y á veces tan conmovedoras que enternecerían á una
estatua; historias á propósito de todo y á propósito
de n ad a; historias, porque no trabajábamos bastante,
'é historias porque hacíamos demasiado; historias,
sobre todo, por parte de los órganos oficiales de
una clase de gente que sospechan sin razón alguna
de nuestra nacionalidad y de nuestro patriotismo y
que han tratado de atraer sobre nuestras Obras la
severidad injustificada del poder público.
Además, ¿cómo, sin faltar á la verdad, escribir
nuestra historia, omitiendo las dificultades que forman
el fondo de la vida del Misionero en país civilizado,
y que constituyen todo su mérito y encanto? Por
otra parte ¿cómo referir esas diarias luchas sin ex­
ponerse á faltar á la prudencia y caridad?...
A si, pues, no pudiendo decir lo interesante, pre­
ferimos esperar en silencio la hora propicia, porque
hay tiempo de callar y tiempo de hablar; y éste,
si no me engaño, ha llegado ya.
¿ Podríamos, efectivamente, sin asombrar, mejor
dicho, sin escandalizar á nuestros Cooperadores, ha­
cer caso omiso de la primera visita de nuestro ve­
nerando Superior general D. Miguel Búa, visita tan
ardientemente deseada y de la que nuestras Obras
han recibido nuevo impulso y su definitiva orien­
tación ?
Por este motivo, para que nuestros Cooperadí^
puedan apreciar mejor la importancia de esta visita,
vamos á bosquejar concisamente la histeria de nues­
tras Obras y á exponer su actual situación en OriaPre-vision <
1©Hon Hosco —E l C b x denni Lnvififerie in'vi'ta á los liijo®
<i©Hon Hosco A que se estut»!®**
can ©a Kabilia —
E l limo. Sr. Sool>rlet- los cousis'u© pax*a Oríia Pi'oposicioucs aceptadas.

El celo de nuestro muy amado Padre Don B(W*i

153 —
como el de nuestro divino Maestro se estendía á toda
la berra; la evangelizacion de la pobre Africa era
el row s^te anhelo de su alma de apóstol.
Veia (los hombres de Dios tienen sos sueños),
yaa que sus lujos arribaban á las playas del Coatínente negro, d^igian sus pasos y sus esfuerzos hacia
comarcas de misteriosas profundidades y arrancaban
rnmones y Huilones de almas, que Satanás en la
más hedionda y repugnante esclavitud tenia. Nuevo
Moi^s, mund todavía sin poder más que echar una
mmda sobre esta tierra prometida á sus hijos, á sus
misioneros; D ios no debía tardar en principiar la
re^izacion de estos sueños apostólicos.
.« 5 ;: *
lAvigerie, ilustre miembro de la Iglesia,
tiernamente aficionado
on
Kahm»“
T,
®
“ j"®noresidoncias
en Kabilia. Tan generoso ofrecimiento
pudo por
entonces ser aceptado por D. Bosco.
^
T
obispo de Orán,
y prelado de corazón piadoso y bueno, hizo oír su
tentativas infructuosas para
^
Pebres el beneficio de
hSn
(recientes acontecimientos haJesuitas á abando­
comenzase el apostolado de su d i i
cesm por los mas pobres de su rebaño.
convicción, encargó al Dmo. Sr. Lafuma,
Vicario genera], cuya diócesis llora y llorará larro
Obra de Z
^ arriesgase algunas tímidas ofer£ el S
dichosamento para escuchar^ el oído y diciendolo mejor, el corazón compasivo
p e ^ r de todas las Obras salesianas de Francia.
d el^f^S p ® ^
®“^brier, á consecuencia
r
bizo, y aprovechando
®’ Oratorio
de & n León. Encantado de la sencillez de corazón
de nuestros niños, encargó á Don Albera presentase
venerable Don Rúa, una
^ücion en forma, de fundación salesiana en su ciu­
dad episcopal de Oran.
De esta manera la Providencia destinó á Orán
é S
^
Inmaculada Con^pmon, á ser la primera estación de las Misiones
hdad do relaciones con Europa, su clima, sus cost^ b re s y su idioma, asi como por ser una especie
aé^L^ri”
^‘=bmatacion, hacíase esta comarca mV
apreciada para instalar en eUa un Noviciado p rá¿
tico para los futuros Misioneros.
de 1891, Don Durando, Asistente del
Su^nor (^neral, en compañía del futuro Director
M M a d ó á Orán; visitó los inmuebles propuestos’
^ lo s acepto en nqmbm de la Congregación S
La diócesis de Orán puso á nuestra disposición
^ sa s : una en la calle de M e n e r v ü le ,T S “
de oficiar la iglesia de San Ln¿
L íío
^ barno una escuela cristiana
p im n a , de la que estaba desprovisto; la otra sife d a en Echmufcl, suburbio de Orán, destinada á
«a Obras salesianas propiamente dichas

Piadosos px*epax*ati-v^os —P ereeriaaciond
A X>ios - l>esoinoarque ea Ordn - Prim era impre­
sión —Tra 2 fe p r o f u n d i s —Comida
*i*ugal, pero i x i x i y ale^pre.

^®bces Salesianos destmados al Africa, reunidos en Turto, fueron en noregnnacion á £eccht, cuna de Don Bosco. La
«“tendieron en la capilla de
*1® pon Bosco) una lámpara que
en adelante alimentanan las Misiones del Africa
b^ j
Agosto por la mañana, asistieron en el
cuarto de Don Bosco á una Misa que Don Rúrce
^hró, y recibieron de su boca veneranda la contra­
e ré’
conejos y su bendición, y porto
S i é
de misioérM de
é
• ^^,‘^®J®ovedora ceremonia de despedida,
de María Auxiliadora.
e ®^bado 22 de Agosto,-después de haber recitado
iS
^ d n de Marsella
iéi 5 ^
del Itmerario y recibido el abrazo pater­
nal de Don Albera, todo bañado en lágrimas^ ^ barcaron en la ViUe de Home y se a l S é ’de to
exudando, no sin emoción, á la
f S a ^
humillaron en cuerpo
L d ,“ tor y t e "
""
dA^r^ír*^®
de San Luis, patrón
de Argelia, desembarcamos en Orán, siendo recitodos en el puerto por los Angeles Guardianes de la
Nutótra primera visita mó para Nuestro Señor
que visitamos en la Iglesia de San Luis; después
^

de V

Era el anfi^uo /ridunal civil. Compuesta de una
aglomeración de construcciones, encontrábase este
inmueble en un estado tan ruinoso, que con facilL
don ®Ad^emé*'^
destinado á próxima demoUln7
ventilación ypoca
luz, y celdas de prisioneros. Seríame difícil describir
mera m

Por to pri-

®

que probablemente se transformará en capilla nos
arrodiUames y entonamos el De profundé po’r l é
^mas de los numerosos criminales que la tosticto
S T ó
sumariamente condenado á ¿ ^ r te .
Esta fué nuestra primera súplica.....
Cito, únicamente para recordaríárnuestra primera
céíebre en nuestros ^anales
F eb^ente to n^s franca alegría salesiana fuó el
«ndimento, y vino muy bien para disipar to m é
parte de los
curas e s t^ en Francia. Presentamos nuestros resf*"'
general, dimos
una vudta por to ciudad, por el barrio de los n ^ é
a“ n t s S ’¿ C - “

^ ^

^



continuaráJ

— lo á —
tina, visitaba la. Tierra
del Fuego y tocaba en
U show aia, y de paso
también en la isla de
los Estados.
\
^ ^ >1—..
3 — E n el año
^
1888-89, Mons. José
Eagnano hacía la ter­
cera exploración, des­
embarcando en el puer­
to Porvenir. Desde la
W
f A i/ i/ m
.
bahía Gente Grande,
atravesando la zona que
se extiende entre el Es­
trecho de Magallanes
y la bahía S. Sebas­
tian , llegó al cabo
omónimo, de donde,
cruzando pantanos, la­
gunas , corrientes y la
s ^ jy L ^ á
\
Serranía de Carmen
4
Silva, por bahía Inútil
.
y tocando el cabo Bou^
querón regresó á la co­
lonia de Puntarenas,
de donde había salido.
4. _ A principios de 1889, se fundaba la
primera Misión Fueguina ™
cuarenta y cinco millas distante de
isla que el Gobierno de Chile cedía á los Salfr
sianos, para que estableciesen en ella una ^
I*rli»iei*a8 excursiones —
duccion de Indios, la que una vez formada, em­
*Son <lo la primera
isla ae I>aTVson —Sns adelantos.
pezó desde luego á dar excelentes
«STTIn Noviembre del año 1886, Mona. desde su principio frecuenta.da
I V J o s é Fagnano visitaba por primera indios Alacalufes, parte de los cuales fijaban en
ella su residencia, cautivados por los buenM
vez esta grande Isla, á la que
bía ido á bordo del transporte Fi** modales con que eran tra íd o s y el sijm?
que se les mostraba, y sobre todo atraídos por
____ llarino de la Armada Argentina,

‘ LE^

TIEIlllA DEL FUEGO

formando parte do la expedición Lista
Tierra del Fuego, desembarcando en la bahia
S. Sebastian. Atravesó la Serranía de Carmen
Silva y vadeando el río Chico, se internó pMO
á paso hasta llegar á la gran laguna, que. dos
años después, el señor teniente coronel D. Eduar­
do O’connor bautizaba con el nombre de Lago
Fagnano, por haber sido dicho Padre el R i­
mero que había dado noticia de él. De allí
dobló S. lim a, hacia el Sur. y atravesando pan­
tanos. lagunas, valles y monUuias hasta el
S. Pablo! llegó por la costa del Atlántico _á la
bahía Tetis, de donde volviendo atrás hacia el
Norte y costeando siempre el citado m ar, re,^eso
á la bahía de S. Sebastian, en donde se embarcó
para la Argentina, en el pailebot nacional Fie2. — E n el mes de Agosto de 1887, el P .
José María Beauvoir. náufrago del Magallanes,
otro transporte nacional de la Armada Argen­

Lago Fognamo.
las comodidades de TÍveres, Tostido y abrigo Mn
que se les brinduba. ^
1
í a , en el fondo de la bahía H arns, de la niis
ma Isla, una población enteramente m ig e n a qM
cuenta con quinientos habitantes, Tiviendo todos

155
en cómodas casitas de madera y hierro galva­
nizado, las que en númeno de ciento, bien ali­
neadas, forman rectas y espaciosas calles.
Cuenta esta población con un aserradero mo­
vido á vapor, en el que se hallan ocupados unos
cien hombres de quince años en adelante. De
éstos, unos estáu dedicados á la corta de árboles
^robles), otros á acarrearlos del monte, á colo­
carlos en la máquina de aserrar algunos y los
restantes á trasportarlos al puerto una vez ase­
rrados y allí apilarlos distintamente según sus
diferentes dimensiones. Para trasportarlos del

horas del recreo, principalmente en los días fes­
tivos y cuando algunos caballeros se dignan, do
vez en cuando, honrarlos con su visita, á los que
tienen un placer especial en recibir, manifestóndolo por el entusiasmo con que tocan y el sumo
cuidado que ponen a l ejecutor las pocas piezas
que saben. Es verdad que todo esto ha costado
miles de duros y que es una enorme carga que
sobre sus hombros han puesto los P P . Salesianos, que por otra parte nada poseen, pero,
echándose en brazos de la Divina Providencia,
han dado comienzo á esto grande obra, la han

'
Isla Dawson. — Vista de la Misión Salesianti.

monte al aserradero, se han construido caminos
y carriles por los que suben y bajan unas zorras,
cargadas de vigas cortadas y desramadas; del
aserradero siguen los mismos carriles, por los que,
en las mismas zorras, se trasportan las piezas
ya aserradas y clasificadas según su tamaño, á
un muelle, que tendrá unos m il metros de lon­
gitud, donde, como ya están bien preparadas, las
embarcan. Ya funcionan allí los tolleres de car­
pintería, zapatería y una curtiduría, donde se
trabajan los cueros de las tres ó cuatro reses
que se matan diariamente para el consumo de
la población.
Una parte de los hombres están dedicados á
apacentar las ovejas, que tienen en la punta
norte de dicha Isla. Las mujeres están ocupadas
por las Hijas de María Auxiliadora en las la­
bores propias de su sexo, es decir, en cocinar,
coser, lavar, planchar y tejer con la lana de
las ovejas de la misma Misión, medias, colchoncillos. elásticas, frazadas, etc.
Existen también una espaciosa capilla y dos
colegios uno para varones y el otro para mu­
jeres. Tiene ya su hospital, á donde todos los
meses manda el gobierno un médico para que
visite á los enfermos.
Una pequeña banda de música ameniza las

i

seguido con constancia y con firmeza la prosi­
guen, haciendo el bien incalculable que toda
persona de sano criterio y juicio imparcial no
puede menos de reconocer.
E l gobierno del malogrado José Manuel Balraaseda dio esta isla á los Salesianos, facilitóndoles desde el principio quinientos reses vacu­
nas y algunas subvenciones.
El goftemo de Jorje Mont, por medio de sii
ministro Sr. D. Antonio Manuel Mata, los ha
ayudado con la subvención de seis mil pesos
anuales y con el auxilio de sus buques aposta­
dos en el Estrecho.
Con no menos desinterés y desprendimiento,
les atiende y socorre, en cuanto le es posible,
el gobierno de D. Federico Errasuriz.
La sociedad chilena, como temerosa de ser
vencida en generosidad por su gobierno, concurre
también con largueza á la grande obra de los
Misioneros Salesianos, los cuales, alentados
tan felices auspicios y confiados en que la Divina
Providencia, que ton claramente ha velado por
ellos hasta ahora, no les abandonará jam ás, y
ardiendo siempre en los mismos deseos de hacer
el mayor bien que puedan á aquellos infelices
indígenas, han proseguido durante los ocho años
pasados desde su fundación y esperan, con la

— 156 —
ayuda de Dios, perseverar en la bienhechora obra
de la civilización cristiana que el cielo les con­
fiara.
Tanto ó acaso mayor bien, y desde luego m u­
cho antes, hubiéramos podido hacer en la Kepública Argentina, si sus gobernantes hubiesen
dado oidos á las solicitudes 6 instancias que re­
petidas veces les hicimos en los veinte últimos

el embarque y desembarque tenía por sus gran­
des mareas, y por la comodidad que ofrecía para
las comunicaciones, era el más apropósito para
nuestro objeto.
Monseñor dejó á mi elección si había de sei
á la derecha ó á la izquierda de aquella ver­
tiente, donde habíamos de establecer la residencia
de la misión.

Isln Dawfiou. — Banda de música, compuesta de indígenas.

años, pero no fuimos escuchados ni aceptadas
nuestras proposiciones; sea Dios bendito.
Quizíi no había llegado todavía el tiempo, 6
Uú vez no éramos dignos de liacer este bien á
los pobres fueguinos del lado argentino, ó acaso
líuupoco ellos estarían preparados para reci­
birle (1).
5. ■— En Febrero do 1893 acompañaba, el
que estii memoria escribe, á hlons. Fagnano,
que, por cuarta vez iba & explorar la Tierra
del Fuego, en busca de un lugar apto para esta­
blecer el centro de una misión.
Después de un mes de viaje y exploraciones,
convenimos en que el Río Grande, por ser el
centro de dich.a Isla, por la facilidad que para
(l) V. B olbtI k de

p*g. 129.— Concesión del Gob. A rg.

Vueltos á Puntarenas, preparamos con la ma­
yor presteza que nos fué posible lo necesario
para establecernos en el citado paraje.
Al poco tiempo nos embarcamos en el vapor
Amadeo, de D. José Menéndez, que se compro­
metió á llevarnos y desembarcarnos en el puerto
de Rio Grande en la Tierra del Fuego. Formá­
bamos la expedición otro sacerdote y yo, tres
hermanos, tres peones con carretas y todos los
útiles y herramientas, cuatro carpinteros, un
campañista, un cocinero y un oficial. Llévabamos con nosotros más de cien m il piés de ma­
dera de construcción y planchas de hierro para
las techumbres, sesenta reses entre ganado vacuno
y caballar y víveres de toda clase para alimen­
tarse quince personas por espacio de seis meses.

F
— lo 7 —

COLOMBIA
Algo sobre L azareto s

I n í b r m e d e l R d o . Ir*. E v a s l o R a l > a ^ l i a t l s o l> re e l L a a s a r e t o d e C o a tra ta c io u .
3r. Dr. D. Alejandro Peña, Gobernador.
Bncaramanga.
UMPLO con la promesa hecha á Usía tan
pronto como llego á esto Lazareto. El
12 del próximo pasado Mayo, sin ningana novedad, llegué entre estos qne_________ ridos enfermos, muy tarde de la noche,
porque la quebrada de Chima, por lluvias recientes,
estaba crecida y no daba paso. Esto sucede con
mucha frecuencia durante el invierno, y es uno de
los inconvenientes, entre otros muchos, que actual­
mente tiene este Lazareto. No es raro el caso de
enfermos que lleguen á la orilla de la quebrada, y
no la puedan pasar durante todo un día y hasta
una noche, teniendo que pasar el tiempo á la intem­
perie, sin recurso de ninguna clase, pues allí cerca
no hay ni casas, ni ranchos, ni nada; lo cual no
es muy agradable, por cierto, tratándose de enfermos
de esta clase. T cuando la quebrada da paso, no
es sin inconveniente y algún peligro, pues la mayor
parte de ellos vienen á pió cargando sus trastecitos;
y eso de tener que entrar en la quebrada con el
agua hasta la cintura á veces, francamente que no
es muy agradable. Hace años que se dice que está
hecho el contrato para reconstruir el puente caído;
pero hasta hoy no se ha hecho nada y debería ha­
cerse algo luego, pues de las necesidades actuales
del Lazareto, es ésta la más oliente.
Muy bueno es todo el camino desde el Socorro
hasta la quebrada de la Macaligua, con excepción
del paso de la quebrada de Chima; pero por el
abandono en que ha sido dejado, es bastante malo
desde la Macaligua, por más de una legua. Las
lluvias torrenciales, que aquí son muy frecuentes,
han abierto en el mismo camino zanjones enor­
mes que hacen dificilísimo y hasta peligroso el
viajar tanto á caballo como á pié. Observo que con
poquísimo gasto podrían hacerse las composiciones y
hacer transitable este camino, que es muy frecuen­
tado. Si al Municipio de Contratación corresponde
este gasto, no lo hará nunca por su estado de extrema
pobreza.
Desde mi última visita á este Lazareto, Octubre
de 1897, hubo bastante aumento en esta población;
en los alrededores vi muchos ranchitos nuevos ro­
deados de labranzas. La lista de las personas que
reciben ración alcanza á la cifra de 925. De estos
son enfermos como unos 580; todas las otras son
personas de servicio, enfermeras, lavanderas y mujeres
sanas casadas con enfermos, á quien la ley da de(I) V . B o letín - d e M a y o , pWg. 131.

recho de cobrar la ración, precisamente como si estu­
vieran elefanciacas. Pasen los matrimonios ya hechos:
pero ¿ no podrá reformarse este punto para el poivenir? ¿No es esta una cooperación directa ó indi­
recta á la propagación de la lepra? Aunque, como
lo aseguran lo médicos, no sea hereditaria la enfer
medad, siendo contagiosa, ¿ cómo so salvarán del
mal los hijos que nazoan do talos matrimonios
mixtos, si esos hijos tendrán que vivir bajo el misinotecho de sus padres? Sii que esto no gusta á los
enfermos, quienes, tratiindose do tomar estado, pro­
ferirían siempre una mqjer sana á una enferma
¡pero qué se hace! El Gobierno departamental no
puede fomentar el mal como lo está haciendo sin
quererlo; y el bien general debe prevalecer sobre el
bien particular. Más de mil personas alentadas viven
a q u í; las unas acompañando á sus enfermos, y son
las más: hijos, parientes, etc.; otras son personas
do servicio; hay familias enteras compuestas de
personas alentadas, que viven con su trabajo, con
el comercio, etc. Pregunté á algunas de estas fami­
lias ¿ porqué no se iban á otra parte ? contestaron:
que habiendo siempre vivido aquí, y teniendo su ca­
sita y labrancita que les da con qué vivir, prefieren
el Lazareto á cualquier otra población: todas estas
personas han tenido algún antenado enfermo.
La Escuela de varones es frecuentada por 54 alumnos,
y la de niñas por 62. En general todos estos niños
y niñas están perfectamente alentados ; algunos pocos
en el primer período del mal, ninguno agravado; á
los del segando y tercer período no se les permite
concurrir á la Escuela. La asistencia á la Escuela
es normal; tanto los alumnos como las aluumas con­
curren muy gustosos; el orden y disciplina son
buenos; maestro y maestra están muy satisfechos
de los progresos de los respectivos escolares. ¡ Lástima
que sean tan extremadamente pobres ambas Escuelas!
Los hospitales están siempre en staiu quo: llámanse
así las peores casas del Lazareto; hay cambios y
mejoras notables en el orden, la disciplina y el aseo
desde que han llegado aquí las religiosas Hijas de
María Auxiliadora. Estas son cuatro, y mañana y
tarde visitan todos los hospitales (cinco), enseñando
el catecismo á los 72 enfermos que viven allí, dando
órdenes á las enfermeras, recibiendo la.s quejas de
los enfermos, cuando no son bien tratados, procurando
que baya aseo riguroso y preparando á los más graves
á bien morir. Cuando' la necesidad lo exige, estas
religiosas, avisadas con tiempo, asisten á los enfer­
mos á domicilio, cuando son solos y abandonados y
no pueden ser admitidos en los hospitales por falta
de cama. Advierto que de estas cuatro religiosas,
dos solamente, hasta ahora, han sido subvencionadas
por esa Gobernación, á razón de 30 pesos mensuales
el año pasado, y ahora á 25. T con estos 50 pesos
deben procurar vestirse, calzarse y alimentarse cuatro
personas aquí donde todo cuesta tan caro, por tener
que proveerse de lo necesario, pidiéndolo directamente
al Socorro. Muy justo me parece que la subvención
vnelva á ser de treinta pesos mensuales, y no tan
sólo para dos de ellas, sino para las cuatro. Serian
necesarias dos más, porque el trabajo es mucho y .
fuerte; con este fin Jas traje de Europa á principios
de este año, y están aguardando órdenes en Bogotá:
pero la estrachez de la casa que tienen aqm‘ no per-

— l.hS mite mayor número de personas; pues la casa se llas regiones que llegan hasta el Oj>ón^ pero por
compone tan sólo de tres piezas que sirven; una ahora el invierno y la falta de caminos no lo per­
convertida en oratorio, otra en dormitorio y la ter* mitirían, y tengo datos suficientes para saber que el
cera en sala y comedor. Hay también una cocina y punto se presta para el objeto á que se quiere des­
despensa, pero en estado lamentable. Como quiera tinar, y la visita la podré hacer despacio con una
que sea, habiendo el Gobierno de Santander paga- comisión oficial, cuando se tratare en serio de dar
(loles el pasaje de Ivuropa hasta a q u í, ellas vendrán, principio á los trabajos.
Un buen síntoma es que los enfermos están muy
^i osa Gobernación lo ordena ó lo desea, con tal de
que se los asegure á ellas también una subvención entusiasmados con la idea y la probabilidad de este
traslación, y es gran cosa que no tengamos la re­
suficiente para vivir.
, , , ,, t i
La iglesia ha sido aumentada del doble de lo que sistencia de los enfermos, que son los verdadera­
mente interesados en el cambio. Vaya usted pensando
-ra antes, y este trabajo lo han hecho los mismos
enfermos con sus limosnas. A pesar de esto, durante lo que más convenga.
No insisto sobre la traslación de este Lazareto á
la misión no era todavía capaz para contener a toda
la Sábancta de Chima, principalmente por haberme
la gente que á olla concurría.
asegurado unos médicos del Socorro que en aquella
El servicio religioso es prestado por dos Padres
región son periódicas unas fiebres malignas de mu\
Salesianos y un Clérigo que tiene á su cargo la
mal carácter cada cinco ó seis años, y si esto pasa
Escuela de varones-, de los dos Padres, uno solo
está subvencionado ú razón de pesos 80 men­ ahora con los sanos, ¿ qué seria tratándose de en­
. , , X 11
suales : con esta cantidad tienen que vivir ambos. fermos ?
Hay aquí una cái'cel nueva, pero mhahitablo por
No pido aumento do subvención para el capellán,
lo muy húmeda quo es -, se la construyó casi á la
pero si me parece muy justo que se le asigne algo,
la mitad siquiera, á su ayudante. Y no se crea que orilla de una quebrada, por esto fue por lo que re­
sultó tan inadecuada. A propósito de cárcel, yo de­
uno de estos dos Sacerdotes se está aquí de balde,
searía que se dieran órdenes terminantes para <pe
sin trabajo el trabajo es muchísimo para ambos,
como lo pueden asegurar todos los vecinos de este de aquí se desterraran en absoluto los castigos del
vecindario-, el cambio notable que aquí ahora se cepo y de los grillos, aunque se tratara de gramdes
observa en cuanto á la buena armonía entre los en­ culpables -, debe ser horroroso este castigo cuando se
fermos y á la moralización de todos, es debido a trata de leprosos cubiertos de llagas en las m nos
V en los piés; y si se trata de criminales alentados,
bUS trabajos incesantes.
. , , „
r .
deben ser llevados á otea parte y no meterlos al
Desde la creación do la Diócesis del Socorro, íue
contacto
de los enfermos.
también elevado á la categoría de parroquia este
El problema de las A ltas y B ajas, ahora, por
vecindario de Contratación, dándosele limites hjos
que son distintos do los que tiene, en cuanto a lo falta de médico, se liace aquí, dificilísimo, y hay mu­
civil; estos vecinos desearían que estos limites meian chas quejas por este motivo. El método mejor para
resolver este problema seria crear en el Socorro una
idénticos, tanto en lo civil como en lo eclesiástico.
comisión de dos ó tres médicos que reconozcan a los
j N o seria posible satisfacerlos?
Por ahora, lo que más falta hace aquí es im me­ enfermos, y declaren cuales lo son de veras y cuales
dico v una botica. Pi-ancamente, uu Lam-eto de fingidos, para cerrar la puerta á las trampas, y me
estas proporciones, con tantos enfermos, sm médico aseguran que de trampas se están valiendo muchos
ni medicinas, me parece una anom alía; y os en con perjuicio del Gobierno y de los mismos enfermos.
nombre de todos los que viven aquí que yo suplico Esto debería liacerse luego.
Debería pensarse en componer edificios que se
á Usia no les dejo faltar por mucho tiempo la asis­
están
cayendo por la vejez y las intemperies ; crear
tencia médica á estos pobrecitos enfermos.
otros nuevos quo faltan en absoluto, como por ejemplo,
Hace cuatro afios que la Asamblea de Santaniter
destina anualmente una cantidad para poder propor­ una escuela para niñas, pero mientras no se deter­
cionar alguna ropa á los enfermos, pero hasta hoy mino el punto capital que es la teaslacion de este
Lazareto á otra parte, juzgo prudente que no se haga
no ha llegado aquí ni dinero ni ropa, y los hay tan
ningún gasto en esto.
• ,
^
andrajosos y tan sucios, que da lástima, ^ o puede
Es probable que pueda dejar organizado un pe­
ser de otra manera; de aquí que ol aseo en general
queño banco que se llamará do
ifU a ro ( y , que
ileje mucho quo desear.
En los -2 días quo he pasado en este Lazareto, tendrá por único objeto prestar plata a los enfermos,
lili hubo noche en quo no lloviese á cántaros ; los sin interés alguno, las veces que por cualquier
enfermos so quejan mucho por el frío, y se resienten accidente no llegaren las raciones del Gobierno a
mucho por la humedad; los pobrecitos padecen mil tiempo: con esto se evitarán muchos inconveniente
novedades p>r causa del clima, y se hace absoluta­ que ahora ocuiren, se destruirá por de. pronto Ja
mente necesaria la traslación de este Lazareto á otra usura, se evitará que los enfermos continúen siendo
parte Todos los enfermos lo desean y lo piden. Al­ explotados miserablemente, y el hambre no so liara
gunos meses hace, el Sr. Caiiellán P. Garbari, acom- sentir tanto como en lo pasado. Para esto son su­
paitado de unos quince de estos enfermos, utrave- ficientes 4.800 Ilesos, en gran liarte ya reunidos.
Urow la cordillera y encontraron terrenos fiscales Estoy redactando un pequeño reglamento para ei
maravillosos i>or su feracidad y buen clima, sobre segmo y buen manejo de estos fondos ; Lsia pue
la orilla del rio Oibita: la escursion duró veinte
días, y volvieron encantados por lo que vieran.
(1) V. B oletín- de Mayo, p lg . 132.
Habría deseado inspeccionar personalmente ique-

— 159 —
pedir el reglamento al Administrador, cuando á bien
lo tenga.
Como ahora se está discutiendo por una parto de
la prensa de esa capital la conducta del P. Kabagliati, y hay sospechas de que haya abusado y
pueda seguir abusando de la confianza de las Auto­
ridades y de las personas privadas en los manejos de los
fondos que le son enti'egados; como hay individuos
que creen ó sospechan que estos viajes míos y estas
visitas tienen carácter oficial, y cuestan muy caros
al. Erario público, faculto á Usía para que diga á
todos los que lo quieran saber, que todos mis viajes
relacionados con los Lazaretos han sido privados,
como lo es el actual; ni un centavo he pedido yo
á esa Gobernación, porque no lo necesitaba. La junta
Central de Bogotá, después de aprobar mi viaje á
Cúcuta, y mi visita á este Lazareto, me onü'egü la
suma de doscientos pesos de los fondos que tiene en
el Banco de Bogotá, suma que debió ser aumentada
en cien pesos más, porque, prolongándose la correría
más de lo que yo había pensado, se me agotó por
completo la primera cantidad. En San Gil, los Sres.
Silva Otero me entregaron esos cien pesos por orden
de la Junta de Bogotá. En este viaje, pues, que ha
dorado tres meses antes de que yo no pueda estar
de regreso en Bogotá, Iiabrá invertido la Junta
Central de Bogotá la suma de trescientos pesos,
gastados la mayor parte en bestias, fletes, potreros,
herraduras, etc., etc.
Esto lo digo para evitar ataques injuriosos para
Usía ó para el que suscribe.
Deseando que esto informe no lo sea desagradable,
y pueda ser de alguna utilidad, agradeciendo una
vez más á Usía todo lo que ha hecho ó pueda liacer
en beneficio de los pobres elefanciacos, me suscribo
de Usía su seguro servido y Capellán,
P. E . E abagliati,
Salesiano.

fin de que de día en día se aumente el fervor de
los fieles hacia aquella Madre, que es toda amor y
ternura para los que á Ella humildemente acuden.
Es mucho más sorprendente y digno de admira­
ción, si se tiene en cuenta que el dispensado favor
no ha sido concedido á una persona joven y vigo­
rosa, sino á una señora de 86 años do edad. Estiv
venía padeciendo congojas diarias, desdo hace cinco
años, que la ponían á las puertas do la muerte, y
cuya duración era de cuatro á cinco horas, imposi­
bilitándola de tal manera la respiración, que cuantos
la observaban la veían concluir por asfixia, y hashi
el extremo de tener que darla los últimos auxilios
espirituales en alguno de dichos ataques. Agotados
los recursos todos do la ciencia, según el parecer
de reputados médicos que la liabian tratado, para
poder remediar los referidos accidentes, por tenor cu­
bierto el corazón do tejidos grasos, única causa do
la difícil respiración, una de sus hijas que tenía de­
voción y noticia do los beneficios dispensados por la
Madre de Dios con el precioso lema de M aría A u ­
xiliadora, resolvió hacerle una fervorosa novena ;
pero ¿cuíú no seria su asombro viendo que al ter­
minarla tuvo un acceso violentísimo el día último,
creyendo cuantos se hallaban presentes que sucuinbía
por instantes? Por la misericordia de Dios no su­
cedió asi, antes al contrario, terminó con un plácido
y tranquilo sueño, como no había tenido en los
cinco años que venía sufriendo.
De dos meses á esta parte, en que le ocurrió el
ataque con la terminación de la novena, continúa
como nunca, esto es, tranquila, buena y apesar do
sus 86 años, ocupada en los negocios domésticos,
que causa admiración á cuantos la vieron y hoy la
ven. Yo mismo, el que escribo estas lineas, he pre­
guntado á los médicos á donde fué esa capa de
grasa de qne me hablaban; cómo desapareció. Efec­
tivamente, me contestaron, es un misterio que no
comprendemos ni podemos atribuir á otra cosa más
que á un fenómeno milagroso y que en lo humano
no tiene explicación, y que sólo el poder de Dios,
que es superior á toda ciencia, puedo hacerlo.
Para mayor gloria do la Virgen Santísima, bajo
el titulo de María Auxiliadora, liago publicar esta
gracia, mientras que toda esta familia so coloca bajo
su poderosa advocación, así como cuantos tienen no­
ticia de tan estupendo beneficio, dándola rcpetitlas
gracias, y encomendándose desde hoy en sus Iminíldes plegarias éste fiel
D evoto

de

María A oiiliadoea.

Garcibney (Salamanca), 6 do Sl>re. de 1899.
ítv-

-'i'- -/re

Z j o o r y s 'lo x ria . ú. la . I M l a d r e d e D i o s ,
D a j o e l p o d e i ’o s o t i t u l o
e le ^ f l a i á a . ^ u x I l i a d l o z * a .
Apesar de pertenecer á esta Provincia y no muy
distante de una Casa de P P . Salesianos, desconocía
el glorioso título con el que encabezo esta desaliñada
reseña, y con el que tan merecidamente rinden, culto
á María dichos religiosos.
Un extraordinario favor otorgado por la bondad,
de tan cariñosa Madre, hace hoy qne dé vuelo á mi
humilde ploma, y á grandes rasgos lo publique, á

'X e s t í m o n i o <le ¿ r r a t i t r u d
éL 3 £ a i r í a . A .u3ciíia<loxrE i.
El 13 de Diciembre de 1899, cayó gravísiraamente enferma de fiebre una hijita de Don Ernesto
Trueco y de D.* Cándida Vaccaro de Trueco, ita­
lianos, domiciliados en Talca (Chile) desde hace más
de 25 años. Siguió agravándose más la en&rmíta
María Mercedes, qne solo cuenta 20 meses de edad,
hasta perder toda esperanza de salvarla. La tarde
que la desahuciaron los médicos, la mamá (b la
niña, loca de dolor y angu^ia, se lanzó á la calle,
y filé corriendo á la vecina Iglesia de San Joan do

★A

— 160 —
Dios, de los ER. PP . Salesianos, á pedir á la San­
tísima Virgen la vida y la salud para su hijita mo­
ribunda. Ofreció una limosna al Colegio y otras
mandas más, se rezó en el Altar de María Anxiliadora los nueve días que la mamá de la niña siguió
rezando la novena, con gran devoción. Poco á poco
disminuyeron los síntomas de ataque al celebro, y si­
guió poco á poco la mejoría, hasta que acabándose
la novena, quedó la enfermita en estado de convale­
cencia. La familia Trueco es feliz en conservar á su
hijita adorada, gracias á María Auxiliadora, y mien­
tras vivan le darán gracias por tan señalada merced.
J . E.
Talca, 28 de Diciembre de 1899.
¡ O I o r l a <l M a r í a
i^ u x ilio a o lo » C riH tla n o s !
A la par que cada día se demuestra más la omni­
potencia del Señor, se ve también la gran protección
que nuestra buena y celestial Madre María dispensa
á los que la invocamos como nuestro consuelo y am­
paro, cuando nos encontramos sumergidos en la
aflicción.
Hallándome enfermo con calenturas tifoideas, desde
el 7 de Dbre. do 1899, y habiendo llegado á dudar
de mi salvación el doctor que me asistía, por los
funestos síntomas que presentaba mi enfermedad,
vino á mi mente, á posar de lo grave que estaba,
el recuerdo de que era Cooperador Salesiano y de
que la Virgen, bajo el consolador titulo de Auxilia­
dora, protegía á los que militamos en las numerosas
huestes patrocinadas por el glorioso obispo S. Fran­
cisco do Sales y por la veneranda memoria de Don
Bosco. Acudí á Ella, prometiendo la publicación de
esta gracia en el B oletín Salesiano, y á los pocos
días estaba completamente sano.
Gracias mil sean dadas á María Auxiliadora, y
aprendan todos que solamente en Jesús y en su
santa Madre hallaremos la felicidad que en vano
buscamos en este valle de lágrimas. Cumplo gustoso
mi promesa, y mando á la Casa Salesiana do SarríáBarcelona, la limosna de tres pesetas.
Bu. M ariano L acambra-G arcía.
Cuenca, 2 (le Enero de 1900.
¡ C A a n l> o iK la < lo » a e s M a r í n !
Mi hijo yacía en el lecho dol dolor sin esperanza
de vida. Un violento tifus lo tenia en los umbrales
de la otra vida. Desahuciado de los médicos, que
le daban á lo sumo tres días de vida, no esperába­
mos más que un fatal dosenlanco, cuando acertamos
á implorar la protección do la que con justo titulo
es llamada Auxilio do los cristianos, prometiéndole
dar una limosna do 5 pesos y hacer insertar la
gracia en el Boletín S alesiano. N o quedaron falli­
das nuestras esperanzas, la mejoría fue tan rápida,
que ya no nos queda duda hayan sido oidas nuestras
súplicas.
He dado ya la limosma prometida. Suplico no se
deje do dar publicidad á tan extraordinario favor.
F elipe A migo.

Loututf, 6 de Diciembre de 1899.
M u r i u to d lo l o p u e d o .
Hacia tiempo que me preocupaba el estado de
una oersona, á Quien quiero, por hacer más de

cuarenta años que no se acercaba á los santos sa­
cramentos. Empezó á encomendarla do todo corazón
á mi buena Madre María Auxiliadora, prometiendo
publicar la gracia en el B oletín Salesiano y dar
una limosna. No pasó mucho tiempo sin alcanzar lo
que tanto deseaba; dicha persona se acercó con bue­
nas disposiciones á los santos Sacramentos.
Al darte las gracias, Madre mía, por tan seña­
lado favor y cumplir con mi promesa, te suplicóle
alcances la perseverancia.
L. M.
R. O., Enero de 1900.
H o m e n a j e d e a m o r y g T .* a titu d
q n e p r e s t a n A M a r í a A u x i i l i a d o x ’a
lo » n iu o » y s a le s ia n o »
d e l O o le g ílo d e U t r e r a .
La Pascua de Resurrección debía pasar entro nos­
otros con una corte do cadáveres, pero la mano in­
visible do María Auxiliadora detuvo la inmensa tra­
gedia cuando trescientos niños la llamaban Madre
al pié del altar y con un alma ajena á la desgi-acia,
se abandonaban á su devoción tan dulce y resignada
como las líricas estrofas del M agníficat que recorría
los tonos del entusiasmo.
Tenemos en el altar mayor de la Iglesia uno de
esos retablos monumentales que tanto se admiran en
España, legado escultural de nuestros antepesados,
que sabían revestir los templos do metales tan bri­
llantes como su fe, y tallados tan perfectos y miimciosos como su piedad proverbial en todo el mundo.
Tiene el altar dos órdenes de arquitectura sobrepues­
tos con seis estatuas laterales de tamaño natura).
Una de éstas, la superior de la izquierda, tal vez
porque flaqueara el pedestal, se desplomó al termi­
narse las sagradas funciones, arrastrando el tem­
plete y varios macizos de ornamentación, quo llenaron
de escombros la parte dol presbiterio donde minutos
antes sentábase el Sr. Director con otros dos minis­
tros y un clero numeroso que hubiera dejado muchas
y muy sensibles victimas.
De haberse adelantado el accidento algunos mo­
mentos, tocaríamos tan luctuosas y terribles conse­
cuencias, que no so pueden columbrar sin que la
pluma vacile de estremecimiento, y pai-a que lo so­
brenatural saliera á la evidencia, le sobrevino al Sr.
Director, en el altar mismo, la inspiración instan­
tánea y al parecer inmotivada, do omitir el sermini
que había preparado, estrictamente prescrito á los
salesianos en tales solemnidades, con el cual so liubicra dado lugar á la irreparable catá.strofe.
Es tan extraordinaria la asiduidad con que escuda
á su Obra la divina Inspiradora de D. Bosco, que,
á través de los densos vapores del racionalismo, se
oyen todavía en este siglo decrépito las palabras Jo
Isaías: < Ecce non est ábbreviaia manus Dom in i ( 1 ) * y en cuanto al hecbo que nos ocupa,
puede asegurarse que el que desmintiere la inter\-encion del cielo, debe de estar tan cegado por el polvo
de las preocupaciones pscnso-racionalistas, como las
apelilladas ruinas dol retablo.
^ ^
Utrera, 16 de Abril de 1900.
(1) Isai. 69-1.



161



P a ia g iu iy . — N iu o s d e l C o le g io í^alesiaiio d e A su n c ió n .



162

Fernando Bolaños, de Granada (Nicaragna): Cumplo
OOQ ntia protueaa ofrecida á María Aiix. y mando una
limosua dw 50 cv. — Josefa Dolores Callado, de Id.:
Doy gracias íí María Anx. por favores recibidos, y
mando para sn templo una limosna de 5 pesos- —
Maria de Bonilla de Id.: Doy gracias á María Anx.
por un favor recibido y mando una limosna. — Fia
Tollo 8 do Jtuiz, Feliciana Paladino y jFjjm'Í ío Jilalespin,
do Id.: Damos gracias lí M.“ Aux. por favores reci­
bidos, y mandamos 40 cv. cada uno. — Maria Emilia
Gómez do Jlobleto, do Id.; Doy gracias ú M.® Anx. por
favores recibidos de sn mano, y mando una limosua
de 50 cv. — M. Justino Pacheco, de Arequipa: Doy
gracias ú M.® Anx. por habotmo curado de una pelieiiformodad. — Domingo Soldati, de Valparaíso:
f rosa
[aliándome en la necesidad do tener que i>ngar una
crecida suma á mi parecer injusta, empecé con los
niños una novena á María Aux. y el asunto resol­
vióse satisfactoriamente. — Josefa Pon de Oller, de
Barcelona: Gracias mil sean dadas á mi buena Madre
M.“ Aux., por oí bonclicio que me ha alcauzado, de­
volviendo la salud á mi Injo que estaba gravemente
enfermo y sin esperanza desalud. — Una devota de M.
Attx., de 6ta. Olalla: Kn agradecimiento á los muchí-simos favores q^ue do esta lieinay Señora de mi alma
recibo, remito la limosna de 250 ptas. que quiero se
empleen en su honor, y la pido que proteja siempre
i toda mi familia, y lleve á la gloriad mis difuntos.
— Una Cooperadora Sales., do Puebla: Habiendo sido
atacada mi hermana de mía insolación que puso
en peligro su vida, y careciendo de médico y medi­
cinas, nivoqué d María Aux. y d las pocas horas mi
heriiiaua estaba fuera de peligro. — Luz Ramos de
Uerras, de Chalohicoinula : Graiuíe era mi aflicción por
el estado de una enfermedad grave en los ojos; acudí
d María Aux. con una novena, y al concluirla me he
visto libro do esta enfermedad. — 2f. de los Angeles
Garda, do Puebla: Estando gravemente enferma de
un tumor, toniorosa de ser operada acudí d M.“ Anx. con
una novena, y antes de concluirla curé de una manera
asombrosa. — M. Lavara do Id.: Doy gracias d María
Aux. por un señalado favor recibido. — Luis G. Del­
gado, de Cuestablauca.* Doy gracias d M.® Aux. por
un favor especialísimo recibido de su bendita y ado­
rable mano. — Una devota, de N.: Habiendo conse­
guido el alivio de mi esposo de un cáncer en la gar­
ganta, doy gracias d Moría Aux. — J. G. J., de Puebla:
llubiendo tenido aflicciones gravísimas, acudí d María
Auxiliadora, le pedí con fe que me favoreciese, y no
solo me remedió la aflicción, sino otros muchas. —
Pedro C. Ablanech, de la Hda. de Sta. Ana do Abajo:
llalldhame padeciendo hacía sois meses do una en­
fermedad para mí desconocida, que me ocasionaba
unas ansias mortales, con gravo riesgo de la vida:
hice una novena d M.“ Anx., y bien pronto recobró
la sa lu d .— J. Jf., do Chnlchiconmla; Estando en­
ferma del corazón, y habiendo visto d muchos médicos
para que rae quitaran una ansia quo me hacía sufrir
mucho, sin conseguir nada, acudí d M.‘* Aux. y ob­
tuvo ío que deseaba. —
N.; Doy gracias ú María
Aux. y al glorioso Patriarca S. José por haber obte­
nido la conversión do un miembro do mi familia. —
Dolores Manleon; Ilallámlome yo ouferma do la vista,
y mi hija do alaquM opilépticos y mi hyo do fiebres,
acudí a M.* Aux., y esta buena Madre «liguóso oirme.
— Dolores Rivadenepra, de Puebla : Habioudo agotado
todos los recursos que d mi alcanoe estaban pura lo­
grar que una persona mo pagase lo que me debía,
penliua ya toda esperanza, acudí d María Aux., y aí
terminar la novena recibí el dinero. — Pascuala Ró­
sete: Deseando una colocación para mi esposo, luo eneomoudé d María Anx. y la obtuve. — A. T., de Orihnela: Doy gracias d María Aux. por uu grau favor
alcanzado. — J. T. M., de Sta. Ana (Costa Rica):
Desdo liaoe muchos afios padece mí esposa uu fuerte
dolor do cabeza, quo le pone sin acción en el onerpo,
pues siente quo la cabeza so le abre, durándole al­
gunos días, después de muchos temedlos. Ultimamente
Lo atacó cou tanta fuerza, que loe remedios fucrou
inútiles, luvoqué d María Aux., le hice varias pro­
mesas, Y la cufermodad desapareció inmediatamente.
Una Coop. Sales, de Méjico; Carmen Bereuguer, de
Pinoso; M. Lavara, de Puebla; Angel Díaz, de Sta.

Cruz de Campero; Q. S. H., do Salamanca; Sor M.®
del Carmen Suarez, de Sevilla; Luis González, de
Madrid, y el Director de la Casa Salesiaua de Arequipa
nos han remitido relaciones de favores recibidos de
María Auxiliadora, las cuales l a s p u l> lic n i* e 1 1 1 0 S <1 l a iiia y o x * b r e v e í l a t l , o u a i u l o
ú o a c la u u a l a lle g ^ u ^ s u x * e s p e c tiv o
t u x 'u o .

UESTRA

— *
C O K R E S P O IÍD E IÍO IA

fi
^ 4

mmA.
Sr. Director ilel B oletín S alesiano .
*0 extrañe V. si con tanto retardo le en­

vío la relación de la fiesta celebrada
en honor de nuestro Patrono S. Francisco de Sales, pues no nos ha sido
posible celebrarla hasta el día once de los corrien­
tes; y esto á causa de la influencia 6 dengue,
como aquí se le llama, que de un modo alarmaute
sentó sus reales en esta capital, principalmeuto
durante los meses de Diciembre, Euero y Febrero.
Muy contadas eran las familias que no tuviesen
algún enfermo ; hubo algunas que tenían varios
coutcmporaueainente, y otras en que lo eshibau
todos.
A causa de esto importuno huésped, creimos
conveniente retard ar la fiesta hasta que so liuhiese marchado. Pero filó el caso que al mar­
charse de la ciudad, entró en nuestra ca.sa, pre­
cisamente cuando monos lo esperábamos. Y no
86 crea V. que hayan sido pocos los atacados por
tal enferm edad; casi todos tuvieron (pie pasarla
Y hubo dos ó tres días quo esta casa parecía un
hospital. Sin embiu-go, debemos dar gracias á
María Auxiliadora, porque la enfermedad so
presentó cou caracteres muy heiiiguos.
Fijamos la tiesta para el día sobredicho, c in­
vitamos á nuestro muy apreciado Superior D. Fe­
lipe M.® Rinaldi para que la realzase cou su
presencia y tuviera la Confei*encia A los Coope­
radores Salesianos.
Con él, y con algunos días do anticipación,
vino también el Rdo. D. Honorato Zóecola, cate(piista do los artesanos de Sarriá, para encargarse
h>s dos do los ejercicios espirituales de los niños,
que cou tan buenos predicadores, no pudieron
menos do sacar mucho fruto de ellos. Se conclu­
yeron los ejercicios con la Fiesta de S. Francisco,
celebrando la Misa do Comunidad nuestro Supe*
rio r; D. Zóccola cantó el Oficio.
A las tres y media debía verificarse la confe­
rencia, pero media hora autos empezó á llover
cou tales ganas, que se las quitó á casi la tota­
lidad de nuestros Cooperadores para asistir. No
olvide V. la distancia que m edia entre Gerona y
nuo.stra casa, y la poca comodidad que hay par»
tnu<hidarso á ella.
En vista de la escasa concurrencia, nuestro
Superior se propuso decir solam ente algunas na-

— 1Ü3 —
labras, para no despedir ayunos á los que con
tan buena voluntad habían desafiado las incle­
mencias del tiempo. Y sucedió que m ientras iba
hablando, iba tam bién aum entando el núm ero de
los concurrentes, y esto fuá causa de que en lu­
gar de pocas palabras, resu ltara una regular con­
ferencia.
Como se supone, entre las varias cosas de que
trató, y que dejo para no ser largo, una fue la
iglesia en construcción, expresando su m aravilla
al verla tan adelantada, y felicitando á los ge­
nerosos cooperadores de esta provincia, que con
su óbolo concurren para sufragar los cuantiosos
gastos que ocasiona. Demostró tam bién la abso­
luta necesidad que tenemos de ella, debiéndose
limitar el mímero de asilados por falta de local.
En la colecto que se hizo desinies en favor de la
nueva iglesia, se recogió una regular cantidad,
y esto dem oitró que los que se habían im puesto
el sacrificio de venir, á pesar del mal tiempo,
supieron tam bién imponerse el de privarse de
algún dinero para favorecer obra tan santa.
Éntre los demás m uy apreciados cooperadores,
tuvimos el gusto de ver á la Sra. D.* Dolores
Guitó de Almeda, m adrina de la nueva iglesia,
y su muy apreciada mamá y distinguida familia.
Antes de la Bendición con S. D. M., que dió
nuestro Superior, los asilados cantaron un mo­
tete del m aestro Melazzl, que gustó muchísimo.
La fiesta se acabó con un concierto dado en el
patio por la banda iuscruiuental de la casa.
Ya dejo dicho que la iglesia está bastante ade­
lantada. Pero me parece que V. no estaría satis­
fecho si no le dijera á que punto están los tra ­
bajos- P ara que V. no tenga de mí motivo
(le queja, y p ara cum plir con mi palabra de
tenerle al corriente d e lo^ trabajos, le diré que
ya están hechas las bóvedjís del sótiiuo, el cam­
panario está tam bién acabado, se está dando la
última mano á la fachuda, las bóvedas de arriba
ya están medio hechas y se trab aja en el coro.
Si alguien preguntara quien ha hecho todo
esto, yo le contestaré con las m ism as palabras
de nuestro F undador D. Bosco, respecto de la
iglesia de María A uxiliadora de T urin, á saber:
todo lo ha hecho María. Pasan de sesenta los que
me declararon haber sido favorecidos por María
Auxiliadora, recomendándose á las oraciones de
nuestros asilados, ó haciendo celebrar una misa,
y todo esto desde que se colocó la prim era piedra.
Como es n atu ral, casi todos dan una limosna para
su iglesia, en agi-adecimiento del favor recibido.
Lo recogido llega actualm ente á 9.753 Ptas. Bueno
es observar que tal suma ya está desde hace
tiempo agotada, porque los gastos pasan ya de
15.000. La Virgen Auxiliadora se encargará de
ayudarnos para salir de apuros, favoreciendo á
cuantos dan ó prom eten d ar una limosna para su
templo.
Creo conveniente añadir aun una palabra, an­
tes de concluir esta relación. Como todas las
o b r^ de Dios tienen contrariedades, así tam bién
ésta de la nueva iglesia no podía quedar exenta
de ellas. Obra del demonio fué siempre la de
procurar de poner entorpecim iento á las obras
que deben redundar en mayor gloria de Dios, y
*»to mismo procuró hacer con nosotros. ¿ Y sabe
V. cómo? Haciendo correr por aqm' la voz de que
nos había presentado un paisano, y sin decir
quien fuese, nos había entregado nna crecida
«ana, más que suficiente p ara cubrir todos los
ÍMtos de la iglesia, lo cnal es falso de toda fal­
sedad. Creyó el malvado que con esta fábula nos

privaría de ulteriores limosnas y tendríam os que
p arar las obras. Pero ¡Viva Dios y María Auxi­
liadora! por esta vez se llevará un solemne
chasco, porque las obras siguen y seguirán á pe­
sar suyo, y las limosnas, aunque poco á poco, se
van aumentando.
Cuando comencé á escribir esta correspondencia, estaba muy lejos de pensar que resultaría
tan larga. No sé explic-arme lo quo me pasa
cuando le escrilm á V. Desearía sor breve, y ul
mismo tiempo decírselo todo, y acabo siempre
con ser largo, de lo cual le pido por favor me
dispense y me crea suyo
Afmo. in C. -K
S.\NTiA<;o G iuonk , I‘bro.
G enuia, 25 do M arro de 1900.



^



ASUNíMí^N (Para'jTUiiy).
fConchisionJ. (t)
Y he aquí que llegamos al día de la fiesta. Por
la maiiana todo el pueblo y gran número de per­
sonas, venidas de los pueblos cercauos á caballo
y en carretas, asistieron á la celebración d (3 las
Misas, acercándose muchos de ellos á la Sagrada
Comuuion, con nuestros niños. A las 8 i/j> dióse
comienzo á la Misji solemne, que fué cautada con
acoDipauamiento de banda. Después del Evangelio,
nuestro P. Director, que oficiaba de celebrante,
subió al púlpíto, y anim ada su natural elocuencia
con la visto del numerosísimo gentío y con el
recuerdo del solemne recibim iento, pronunció su
discurso con palabras tan llenas do fuego, que
arrebató á los oyentes. El Sr. Cura se había si­
tuado frente al púlpito, y i>or todo el tiempo que
duró el sermón ni tomó asiento, ni apartó la
vísta del predic;ulor; cosji que nos edificó á todos.
Aquello fué un trimifo de elocuencia de parte de
nuestro amado Director, y un derroche de piedad
de parte del pueblo.
Term inada la Misa, se organizó la solemne Pro­
cesión de Corpim. que aquí se acostumbra hacer
el día mismo del P atro n o , reservando p a r a la
tard e la de éste. Iluelgjui comontnrios sobro lo
religioso y soUnnue del acto ; como también sobre
lu piedad y coní|K)stura de los devotos. Las prímerjis autoridades del pueblo Imeían acto de pre­
sencia, orgullosos de jmder tom ar jm rte activa en
ella. Se conclnyó con «1 canto de un solemne
Tantum ergo. Después do comer y antes de la
Procesión que se debía hacer por la tarde, el Sr.
Jefe nos invitó á dar una vuelta por el pueblo; y,
¡cosa adm irable, Sr. D irecto r! notamos entonces
qne no tan solo se habían adornado las calles
con ocasión de nuestra llegada, sino que habían
sido tam bién blanqueadas todas las casas, lo que
daba un aspecto tan aseado y candoroso, que en­
cantaba. £ls más : varias semanas antes de nues­
tra llegada, el Sr. Jefe Político había invitado á
los vecinos para cmni)oner la picada (camino á
través del bosque), imrque estaba echada á j>erder,
constituyendo un serio jieligro para las carretas.
Bastó esta invitación jtara qne más de 60 hom­
bres se pusieran incondicioaalm ente á disposición
del Sr. Je fe ; así es qne en poco tiempo, relativa(1) V. B oum s de Mmyo, pág. 139.

— m
m ente al trabajo, arreglaron aqnel camino, cor­ hacia los vecinos de S. José. E ra ya mny tarde,
tando árboles, rellenando zanjas y basta desviando y tras breves preparativos para estar listos para
el camino donde no adm itía compostura, y esto p a rtir al rom per el día, fuimos á tom ar descanso
debajo de los naranjos.
en el trecho de legua y media.
Y aquí, Sr. D irecto r, vienen U dolenü note;
A las 4 se cantaron las Vísperas y se sacó en
Procesión al Santo Patrono del pueblo, con la había llegado por fin el día de la partida. Eran
misma solemnidad y con igual devoción que por las 11 de la noche y el Sr. Cara todavía daba
órdenes á los sirvientes y cocineros atareados en
la m añana. Al term inar dicha procesión, nuestro
P . D irector subió al prim er descanso de la torre prepararnos el viático. A las 3 de la madrugada
y a descrita, y desde allá, teniendo á sus pies al empezaron á repicar' las campanas para invitar
pueblo entero que llenaba la ancha pradera ó plaza, al pueblo á qne acudiese á la iglesia, pues los
como quiera llam ársela, tejió el panegírico del SalcsianoB se iban. A eso de las cinco, signiendo
santo, hallando siempre nuevos y bellos conceptos el repiqueteo, nos despertamos y dirigimos á la
encaminados ó enfervorizar siempre más y más a iglesia para cumplir con nuestras obligaciones de
aquellos devotos, que lo escuchaban con creciente buenos cristianos, y á continuación nos restau­
avidez. Concluido id sermón, una n iñ ita do seis ramos bien con un abundante y suculento al­
muerzo. Cargados los bultos en las carretas, pa­
años declamo una muy tiern a poesía al Santo, la
que, impresa eii hojas sueltas, fué repartida á la samos por la iglesia para despedirnos de Nuestro
Señor Sacramentado j en la puerta nos esperaba
m ultitud. Se acabó con la bendición con el Santo,
y acto continuo la banda ejecutó unas cuantas el Colegio de varones uniform ado, con á la ca­
piezas en la plaza. Después de la cena, ya que beza su digno preceptor, que nos leyó un disenso
el ilulce res¡>landor de la luna y el aire tibio y de despedida •, después de él, tomó la palabra uno
de los luayovcitos en nombre de sus compañeros,
perfumado invitaban á pasearse, dimos una vuelta
con nuestra banda por el pueblo, parándonos para con el mismo ñu de darnos la despedida. A estos
contestó nuestro querido D irector , aunque coa
saludar á las familias principales.
Al día siguieute, fiesta de S. R oque, volvimos palabra poco segura, embargado por la emodon.
á repetir la misma función del día anterior. Misa Luego, como á la venida, empezó á desfilar uaa
cantada con acompañamiento de banda, y sermón procesión imponente, tanto más en cuanto que
dcl R. P. T u n iccia. siempre fecundo y feliz en reinaba entre ta n ta m ultitud de personas un ri­
guroso silencio j el dolor ataba las lenguas. El
sus concepb)8. So llevó en procesión la estatua
de S. Roque, con la misma solemnidad con que B. Cura Párroco tomó de la mano á nuestro Di­
el día anterior se había llevado la del Patrono j rector, y así fué caminando, caminando silencioso
fuó por lUtimo dada la bendición, poniéndose con la cabeza baja, siü dar ningún viva. Así feitérm ino á las fiestas religiosas. P or la tarde nues­ nios hasta casi un kilómetro del pueblo, sin que
ni el Sr. Cura, ni la gente qne nos segnúa diesen
tros niños se divirtieron librem ente en la ancha
pradera, al lado de la iglesia. Los vecinos se di­ señal de querer volverse j hasta que por fin',
aprovechando nuestro Sr. D irector, del paso de
virtieron inm ensam ente conteraidandosusjuegosj
riyémlose porque loa muobachos se caían j riyén- un pequeño arroynelo , rogó encarecidamente ,‘U
dóse porque se alcanzaban j riyéndose porque se Sr. Cura que no se cansase tanto, pues ya estabnn
dalmn pelotazos j eu fin, riyéndose porque los lejos del pueblo. El Sr. Cura no tuvo fuerzas para
niños 80 roían. Se me olvidaba, Sr. D irector, que resistir ni para decir n a d a ; echó los brazos al
la noche de nuestra llegada, la escuela de ninas cuello del P. Turriccia y dió rienda suelta á sns
nos dedicó un muy bien preparado certam en, en lágrim as; los músicos perdieron su brío y hubo
el que hubo declamaciones y cantos muy varia­ que concluir la pieza que tocaban, casi de impro­
dos. Al concluir la velada, el P. T urriccia impro­ viso; los piadosos feligreses que nos rodeaban, al
viso un discursito de agradecimiento á la digna contemplar al anciano Cura tan conmovido, o lo
M aestra y á sus aprovechadas discípulas. La te r­ acompañaban en el llanto, ó bien, haciéndose los
distraídos se daban vuelta á otro lado conleaieLilo
cera noche volvimos á rodear el pueblo, saludando
á las familias que habíamos dejado la noche an­ á dunvs penas las lágrimas. P o r fin hubo que de­
terior. Digno de nota es que en todo aquel día cidirse, y después de abrazado repetidas vocea al
fueron llegando al P. Turriccia cartas y más car­ bueu CuVa, salvamos de un salto el riachuelo, su­
ta s de felicitación, que loa buenos vecinos lleva­ bimos eu nuesti-os caballos, los niños se alojaron
ban personalm ente 5 pero ¡cosa aún más particu­ eu las carretas y nos alejamos, acompañados por
muchos hombres á caballo. El Sr. Cura, de pío
la r! en cada carta iba Incluida alguna limosna;
nos felicitaban y soeovnau nuestra pobreza, obe­ en medio de sus queridos feligreses y sin pod«
deciendo á una simple indicación de su digno articular palabra, quedó con el sombrero en w
mano, agitándolo siempre que uno de nosotros te
C ura Párroco.
Aquella noche. vUtima de nuestra permanencia volvía pava darle uu xUtimo á Dios. Al e n tra rla
en S, José, fuimos recibidos, al en trar en casa carretas en la jJícado, que antes habíamos pasado
del Sr. Cura, por mía lum inaria am bulante muy durante la noche, los ñiños bajaron de ella.s,qmtáronse el uniforme y empezaron á perseguir pá­
fantástica: eran mujere.s, niños y hom bres con
farolillos en las manos, rodeando al simpático jaros V monos, que abundan en el bosque. Parecía
joven Sr. Frutos, el cual nos leyó un discurao de del todo imposible la caza de este último animn>,
mucho mérito, que declamó cou la gracia y el no contando con ningún .arma de fuego, y el brbrío que lo car,icterizan. Nuestro D irector halló Jefe, que había quedado con nosotros para acom­
todavía palabras y frascvs nuevas para agradecer pañarnos basta Caballero, se reía muy á su aabor
por centésim a vez estos m uestras de sim patía al pensar eu los girones de camisa que los inex­
trib u tad as jun* el vecindario de S. José á la So­ pertos cazadores dejarían como trofeo por el bos­
ciedad SaU'siana. Dirigiéndose en su discurso á que ; pero ta n ta m aña se dieron los diablillos, qulas priucipale.s autoridades del pueblo, les pro­ lograron encerrar en un círculo á toda una
puso que eligiesen algán huerfanito imís necesi­ inilia de monos. Ya la victoria era segara;
gritos de júbilo llegaban al cielo, y certeuis t '
tado y lo enviaran al Colegio ‘‘ Mons. Lasagna,”
como prenda de gratitud de la Sociedad Salesiaua pedradas al cuerpo de los animales, que no te-

mmm
— 165
nían otro escape que las copas de los árboles.
Nuestro D irector y todos bajamos del caballo y
nos internam os en el bosque p ara presenciar la
caza; era el momento oportuno; el mono más
viejo, al y er cortada su fuga por otro pequeñito
que se asía de él, dióle ta l bofetada, que el pobre
rodo por el suelo, donde lo atraparon los niños*
faé atado fuertem ente y llevado ai Colegio, donde
ya vive contento. Con las provisiones que tenía­
mos en las carretas, pudimos almorzar espléndida­
mente, á la m itad de nuestro viaje. Pernoctam os
al pié de la cordillera, la cual pasamos al des­
puntar el alba del siguiente día, no siendo p ru ­
dente pasarla de noche por lo peligroso del
camino. A eso de las 8i/g ya estábamos en la es­
tación de Caballero. Nos despedimos con m ucho
sentimiento y cordialidad de nuestro amigo el
or. Jefe Político; y á las 9, embarcados en el tren,
volvíamos para nuestro querido Colegio de A sun­
ción con mil g ratas impresiones de tan hermoso
paseo, que deseamos se rep ita otro afio y otro
mientras continúen en S. José las simpáticas p er­
sonas que nos hicieron tan placentera nuestra
permanencia en dicho pueblo.
Sr. D irector; he concluido m i charla. Si fuera
de algún provecho p ara los lectores del B o letín ,
sen gloria á D ios; y si en cambio fuere de m or­
tificación y penitencia p ara algún p u ris ta , tam ­
bién sea g lo n a á D io s; porque con esto habría
ganado m éritos p ara el cielo. Mande V. como
guste, y ruegue al mismo tiempo por este
S. S. y herm ano en Jesús y. María
J . N., Pbro.
Asunción, 29 de Setiem bre de 1899.

que no quieren ya esta fe salvadora del mundo.
L a prim era Misa en la nueva Iglesia, que fué
tem bien de Comunión general, la celebró el Sr
Delegado Apostólico, lim o. Sr. D. Pedro Gasparri,
el día del Santo: á la solemne asistió el ^ ñ o r
Obispo de Eiobam ba (Ecuador), Señor D r D Ar^ n io . ^ d r a d e ; tejió las glorias dol Santo el Sr.
D. Emilio Matovelle, fundador de los Oblatos de
M ana, desterrado de la p atria dol gran García
Moreno, como el Obispo de Eiobamba.
i« c J
n n ^ tr o nuevo Prelado adm inistró
la bta. Confirmación, concluyéndose la fiesta
con la bendición con S. D. M.
El dia siguiente celebróse una Misa solemne en
sufragio de los Bienhechores difuntos, y el 80 la
D B o sw ” ^'^^°
nuestro Padre
Dios bendiga á todos nuestros bieuliechores. á
nuestros niños y especialmente bendiga y remu­
nere á los celosos y benignos Prelados, que con
o
V presencia tanto realce dieron á catas
sencillas fiestas salesianas, que abren el año 25
de la Obra de D. Bosco en la América Latina.
De A., Sr. Director, S. S. y hermano
Callao,

11

A n to n io S a ni , l>l)ro.
dei F ebrero de 1900.

V A lPA gA IBO (CMíe).
Señor D irector del B oletín S alesiano .

AiiBiEN Valparaíso puede empezar á fi­
gurar en el campo de la Obra SaleX>^
K>-<-------- siana. Hace ya seis años que la caridad
sm p ar de la bondadosísima Sra. Coo11
Pcradora Dona Ju an a Ross de Esdwasds
U l\M
(P o rú ).
nos llam aba á ésta y nos cohicaba en la deliciosa
Quinta V addington, que ocupa uno de los lugares
Sr. D irector del B oletín S alesia no .
más hermosos é higiénicos de la ciiuhul. D ^ e
entonces, trabajamos con nJiinco jior el bien de la
JoR encargo del Sr. D irector de nuestra
« casa de L im a , doyle relación de juventud de este puerto, ya s.-a íon los talleres
estudios y oratorios festivos. Sin <mila hermosa fiesta que celebramos en
bargo, lo reducido del local lim itaba nuestra
nuestra casa de Breña el día 29 de
acción, no pudiendo tener si no unos 140 internos
c 1.’
.
solemnidad de nuestro Patrón
o. francisco de Sale.s, con motivo de la beiidid e ^ d a rri?
Salesianos Porteños
de dai á su celo una esfera m.ls amplia, con
tie rn p í ^
Iglesia, erigida aquí en breve
verdadera nmgniGcencia digna de su gran cora­
Colegio del Callao, con su personal do- zón. jionía manos á mía obra el año pasado, i»or
cuite Tíos cantores, se unió á los amigos limeños
di* í n í
Ja gratitud
de los Salesianos y de la juventud desamparada
d A*
solemnidad á la fi¿ ta , pero lo
P''es, ini espléndido edificio
sínli.^ A
im portancia al acto y
auplm á la pobreza de la nueva Iglesia, aun no nuevo para a rt^ a n o s, con amplias modificaciones
in c lu id a , pues falta ser decorada en su interior
d p /o t? n
<Ieparlnmento, separado
i i t í í S eolainente por la capilla, colocadá en el
á iS n í? » ® ^
« t e r i o r ,f u é l a presencia do tres
^7 I*’'
■^ícne á tener más de 100
gmsmios I^elados, que se ofrecieron gustosos
inetTos de largo, con todas las comodidades po8ible.s para salones, talleres y sobre todo pm ^
0“
dormitorio.^, que son adm irables por su elegancia
Iglesia, la hizo la limpieza
é higiene.
S i f
28, el Sr. Arzobispo de Lima,
En cuanto este acabado, podremos tener unos
S S L Íf
concluir dirigió la palabra á los
finenos Cooperadores, fieles v niños nresentí^a
^
í
estudiantes, formando
así una Casa Salesiana bastante numerosa.
« " i "
cémo
Con grandes fiestas procuraremos inaugurar los
una nueva Iglesia es el centro de u na nueva vida
nuevos edificios, una vez que estén concluidos
L
.
Il'^sco la Iglesia era el lo
que no será hasta Marzo del 1901.

Pnoiipio de la refomi.a de los coi-aimes tiernos
Un artístn » salon-teatro, en construcción, nos
M
en fin, á todos para que
w desengañaran, porque era tiempo de seguir las d ara comodidad para festejar á nuestros buenos
ncjjs qne salen de la Iglesia, es decir, la fef v que A p e ra d o re s , y alegrar á los niños que la Virgen
A uxiliadora nos ira mandando para hacerles fe­
«ío (Icbpnios dejam os enredar pur ciertas g¿ntes,
lices; y estos ninos no dejarán por toda su vida

1C3 —
ü ^3 ensalzar con nosotros al gran D.Boaco, y á la
que para ellos es bondadosísima madre.
Ruegue V. ¡i Dios para que nuestro risueño
porvenir sea cuanto antes una consoladora rea­
lidad.
Afmo. her. in C. J .
D omingo S oldati, P bro .
V nlparnlfio. 13 de F e b re ro d e IflOO.

Rdo. D. Cuis de p ilan y Sequedo.
' l día 10 de Marzo falleció en la ciudad
do Gerona este insigno Cooperador Salesiano. Con cuanta predilección mirase nues­
tra Obra, bien se manifestó en los prime\ 5 —x '-i/ tos días de la instalación de la Colonia
Agrícola en aquella capital, cuando nuestros herma­
nos, faltos do todo, vivían,en una casa alquilada.
Les hacía frocuoutes visitas, enterándose de sus ne­
cesidades y ofreciéndose en todo lo que les hiciera
falta; y oii más de una ocasión les sacó de ver­
daderos apuros.

Siendo simplemente beneficiado, su sueldo no era
muy crecido, y por esto ahorraba en todo lo que
podía para favorecer á las obras piadosas y la edu­
cación de la juventud desvalida.
Era un sacerdote ejemplar en todo, y muy esti­
mado de cuantos tuvieron la dicha de conocerle }
tratarlo.
Desde hacia algunos años, su salud dejaba algo
que desear. Con todo, no perdió nunca la tranquili­
dad y conformidad con la santa voluntad do Dios.
Su muerte fué la do los santos. Encomendamos
su alma á las oraciones de nuestros beneméritos
Cooperadores.

D.“ Casilda de Iturrizar y UrquUo
Viuda de €palza.
^I^ENDITA sea su memoria! lia muerto, y alborean para su nombre los resplandores de
\t T \ nueva y más gloriosa vida. La muerte
rospotó aquolla íxistencia bienhechora hasta
}-a senectud avanzada (1818-1900), desen­
vuelta, en su largo curso, sin apenas dolencias, plá­
cidamente extinguida iwr ol rigor de las leyes natu­
rales, para dar imuTjen á los vuelos de la inmor­
talidad.
,
,
Durmió en el ósculo del Seilor, confortada con los
Santos Sacramentos y todos los auxilios espirituales,
iH'udeeida además eu nombre del Pontífice; bende­
cida, llorada y aclamada por los ministros y los
amisros do Jesucristo.
Quiso Dios que sobreviviera ella á sus hermanos,

á sus cercanos parientes, á respetables amigos, todos
más jóvenes, para descansar en los brazos amorosos
de sólo su áíigcl inspirador: la caridad.
Copiamos do la prensa bilbaína; « Su muerte faé
en el ósculo del Señor, recibidos los Santos Sacra­
mentos y la bendición Apostólica: la noticia se ex­
tendió por Bilbao como una nube de tristeza: sin
haber invitado á nadie, concurrió á su entierro y
funerales todo lo más saliente de nuestra capital,
formando en el cortejo fúnebre secciones de los Co­
legios del Corazón de María y demás fundados por
la difunta, y en el duelo, que presidieron los Sres.
Presidentes de la Diputación y Exemo. Ayuntamiento,
D. Victoriano de Zabalinchaurreta, D. Tomás Epalza,
D. Benigno Chávarri con los venerables Párrocos de
San Antón y Santiago, viraos confundidos en los
mismos afectos de simpatía y luto por la difunta á
los miembros de todas las Juntas con sus Presi­
dentes, comisiones de todas las órdenes religiosas,
muchísimos sacerdotes, el clero de todas las parro­
quias y una selecta y numerosísima concurrencia,
elementos todos que en pos del modesto féretao que
escondía los restos de la llorada dama bilbaína, ve­
nían á dar idea y semejar algún tanto la proftmda
y extensa estela de dolor que á su muerte ha dejado
entre nosotros la opulenta y caritativa viuda de
Epalza.»
j V
A su generosa é inagotable candad se deoen:
Iglesia, residencia y Escuelas del Sagrado Corazón
de María, en Bilbao. — Escuelas de la calle del
Tivoli, cedidas al Exemo. Ayuntamiento. — Escuelas
nocturnas para obreros y cigarreras de la calle de
la Ronda. — Casas y solares para el establecimiento
del Patronato de Obreros, é iglesias de las Siervo
de Jesús, Ministras de los enfermos. Llevó acaw
además otras obras de grandísima importancia, siendo
cuantiosos los donativos que distribuía en favor de
toda clase de Obras piadosas y Comunidades y Am ciaciones religiosas; aparte de la protección á nmchos
jóvenes para seguir carreras eclesiásticas ó civiles;
dotes para doncellas pobres, pensiones á familias
vergonzantes, préstamos incobrables, suscripciones
paia todas las peticiones, establecimientos, calami­
dades, necesidades generales y particulares.
Esto es lo do bulto y relieve; lo que aparece a
los ojos del público y se ha celebrado con aplausos.
Mas la señora formaba empeño en que se mantu­
vieran ocultas sus limosnas abundantes, y su ^zo
jirincipal estribaba en favorecer a familias decaídas
do alta posición, manteniéndolas bajo su sombra con
decoro y silencio.
La Obra Salesiana no ha sido una de las menw
fiivorocidas de tan caritativa y piadosa señora. Amante
cuanto más del pobre pueblo, no podía menos de
mirar con predilección una Obra como la nuestra,
cuyo principal objeto es precisamente la moralización
de los niños pobres y abandonados. Muchos son los
beneficios do que los Salesianos de Bilbao van deudores
á esta Señora, cuyo santo recuerdo consert-aran
siempre. ¡Densanse en paz tan virtuosa y santa
Señora!

— 167 -

Don €varisto Carabias Euste.
^üBid en Béiar el 2 de Abril, después de
una enfermedad larga y penosísima,
dorante la que dió repetidas maestras
de paciencia y resignación cristianas,
_ .
habiendo recibido los Santos Sacramentos
y la bendición de Su Santidad, y contando 39 años.
Don Evaristo Carabias Ynste nació en Béjar de
padres cristianos, que le educaron en la Eeligion y
en la piedad desde sus años infantiles; estudió la
carrera eclesiástica en Plasencia y, ordenado de sa­
cerdote, desempeñó durante algunos años el cargo
de mayordomo del Seminario, por nombramiento del
Excmo. ó limo. Sr. Obispo, que le designó después
para coadjutor de la parroquia de San Juan, en la
que íuó bautizado y ha muerto. En Plasencia dejó
gratos recuerdos de sus iniciativas, actividad ó in­
terés en el cumplimiento de los deberes que le fueron
encomendados.
En Béjar hizo mucho y bueno que Dios no dejará
sin recompensa, si es que ya no se la ha concedido.
Sin hablar de su asiduidad diaria en el confeso­
nario, ni de sus trabajos en el pulpito, cuando tenia
sdud para ello: sin recordar que fue director de las
Hijas de María y que lo era aún, cuando ha muerto,
de la Congregación de San Luis; sin mencionar su
caridad para con los pobres, que pueden testificar
su generoso desprendimiento ; sin traer á colación el
concurso que prestó para la erección de la capilla
de las Hermanitas de los ancianos desamparados y
para las obras de reparación y embellecimiento del
Santuario de nuestra excelsa Patrona ; sin pararnos
en otros hechos de su vida, no podemos dejar de
consignar dos sucesos de gran importancia y trascen­
dencia indudable en los que tomó pai*te principalí­
sima, y cuyos beneficiosos resultados saben y sabrán
apreciar cada vez más, á medida que más se vayan
conociendo, los buenos bejaranos.
Nos referimos á la fundación del Colegio que en
esta ciudad tienen los Hijos de Don Bosco y á la
venida de los religiosos EVanciscanos al Castañar.
La fundación del Colegio Salesiano, en el que,
además de darse instrucción y educación á muchos
alumnos, se hallan acogidos, para participar gratui­
tamente de iguales beneficios, recibiendo también en
la misma forma alimento, vestido y habitación
varios pobres huérfanos, débese, después de Dios,
en primer término á la piadosa y caritativa Señora
que todos conocemos, y en segundo á nuestro amigo
inolvidable.
Y, antes de ver en él asilados á los hijos de
nuestros obreros que quedaron si padres, ¡ cuántos
trabajos y cuantos esfuerzos, cuántos sufrimientos y
cuántas tribulaciones!...
La venida de los religiosos Franciscanos al Castañar
también se debe, después de Dios, primeramente á
la femilia que ha costeado las obras de la casa en
qne los religiosos residen, y en segando lugar á dos
sacerdotes bejaranos, uno de los cuales era nuestro
amigo muy querido.
¡ Páguele Dios en el cielo, si es que ya no lo ha
tobo, cuanto bueno, y no fuó poco, hizo en la
tierra!

0 T IC IS J
Af «V

a r ie d a d e s

J /\l
S . S» liC Ó n X I I I
l a O U rn S n lo n in iia e n
M a l l a . — Enterado el Padre Santo dol ardor
con que los Ctíoperadores de M alta trabajan para
conseguir una fundación Salcsinna, dignóse benig­
nam ente dem ostrarles su benevolencia y mandarlOvS una beudicioii especial, dirigiendo por modineion de su Cardenal Secretario, la siguiente
carta á los Srea. D. Pablo Sainmut y D. Alfonso'
Galea.
R espetabilísim os S eño k es :

El P adre Santo ha sabido con singular compla­
cencia que muy pronto ha de fundarse en Malta

.-'r

Malta.—Vista de la Catedral.
una Casa Salesiana, debido á la iniciativa de un
insigne bienhechor y á la loable cooperación de
Vdes. Conociendo S. S. el bien grande que loa
hijos de D. Bosco hacen doquiera son llamados,
se complace en la esperanza de qne los católicos
m alteses han de en trar muy pronto en la parti­
cipación de ese b ien ; y este su gozo ha crecido
de punto al saber que se tiene tam bién el proyecto
de levantar u n a iglesia que se confiará á los mis­
mos beneméritos Salesianos, pues de este modo
los católicos malteses, en mo<^ especial losjóve-

y


168

nee, ten d rán mayores facilidades p ara el cumpli­
m iento de sus deberes religiosos.
En BU consecuencia, el P adre Santo m e h a orde­
nado de hacerles presente á Vdes. su augusta
satisfacción al conocer el proyecto del nuevo
Institu to , y deseando que cuanto antes quede
term inado, se ha dignado de d ar una especial

y"

\

M alta.—Interior de la Catedral.
bendición así A los promotores como á cuantos
contribuyan á la realización dol proyecto.
Al cum plir, sumamente complacido, el vene­
rando encargo de S. S., me es grato ofrecerme
con la más distinguida consideración
De Vdes. afmo. S. S.
Cardenal R a m p o l l a .

O rato rio d e S . F ra n c is c o d e S a le s d e
M adrid . — Con este título escribe las siguientes
im portantísim as lineas la excelente revista católica
d e M adrid L a Lectura Dominical, órgano del Apos­
tolado de la Prensa, que tan to bien está produ­
ciendo desde su fundación.
« Nunca nos cansaremos de encom iar hi impor­
tancia de las instituciones cristianas que se pro­
ponen educar á la niñez desvalida, capacitándola
^ a ra sor parto ú til de la sociedad, donde^bonraJnm eute se gano el sustento. Al ver A los mo­
dernos pueblos corionpidos en la inteligencia y
en
linaje de errores
V
7AA el
VA conizón i>or toilo -------»y ooncupisccuoiaS) 8Írv 6uos de consuelo el pensar que acaso tras de estas generaciones m alditas vendrAu
otras que levanten sobro las ruinas de los pueblos
podridos, otros fuertes, siuios j- prósperos.
P o r eso el iiroblcma de la educación de la nifiez es el prim ero do loS problemas sociales, y en
los tiem pos pi'esentes es de una im portancia in­
m ensa. En efecto: destruido el hogar doméstico
por la corrupción general de las costum bres y
por el trabajo de la m ujer en fábricas y talleres,
los niños, solos y abandonados, se crian en me­
dio del arroyo, siendo fácil campo p ara toda
suerte de ctiltivos patológicos, así en el orden
físico como en el moral. Nunca se ban visto tan ­
tos niños desamparados como en estos tiempos,
n i nunca tampoco se llegó A la infame explota­
ción de la infancia, auo es horrible deshonor de



la industria m oderna. Las estadísticas módicas y
renales, en relación con la niñez, son desconso­
ladoras. Urge, pues, una vigorosa campana de
protección á la infancia desvalida, en la que en­
tre n todos, gobiernos, corporaciones, sociólogos
y particulares. E l mal es gravísimo, y los medios
de curación han de ser enérgicos y costosos.
P ara esta santa labor, nadie mejor que las ins­
tituciones religiosas nacidas ad hoc en presencia
de la grave necesidad. E ntre ellas se cuenta la
adm irable de D. Bosco, que recientemente ha
inaugurado con suma pobreza una casa en Madrid,
con el título de Oratorio de S. Francisco de Sales.
Todo el mundo sabe lo que esto significa, y cómo
realizan los salesianos la ardua ta re a de educar
á los jóvenes en la v irtu d y en el tra b ajo, cris­
tianizando el taller, que es la gran necesidad de
los tiempos modernos.
L a mies que los hijos de Don Bosco encontra­
rán en M adrid es abundantísim a: por todas las
calles de esta corte pululan muchachos desvalidos,
golfos despreciados, los cuales, con la ayuda de
las personas caritativas, podrían hallar su puerto
de salvación en el Oratorio de 8. Francisco de
Sales. L a mies es abundante: faltan recursos con
que aprovecharla. Pienseu los católicos de Madrid
que pocas obras serán tan aceptas á los ojos de
Dios como éstas que se hacen en obsequio dé los
niños, que Jesús distinguió con santa predilección,
y que la moderna sociedad positivista explota de
un modo infame. »
In stala ció n d e lo s S alesia n o s en Cinda­
d ela. — Copiamos del Boletín Oficial dél Obis­
pado de Menorca.—L a Obra Salesiana fundada en
esta ciudad desde hace muchos años por el Pbro.
D. Federico P areja M esa, Beneficiado del Con­
cordato de esta Santa Iglesia Catedral, y sostenida
por el mismo con celo incansable, digno de todo
encomio, acaba de recibir nuevo y difinitivo im­
pulso con la instalación de los religiosos de la
Congregación Salesiana, re d e n llegados á Cinda­
dela para hacerse cargo de la Obra.
Con este motivo, el Oratorio Salesiano de esto
ciudad dedicó A María Auxiliadora, el día del
Patrocinio de la Santísima Virgen, solemucs fun

Malta.—V ista del puerto^
ciones de acciones de gracias, celebrando
m añana A las siete y m edia Misa de Comunión
ceneral para los alumnos del Oratorio y devow
de María Auxiliadora, y Misa solemne a las úie
por la música del O ratorio , P red ican d o el Rau
P. D. Francisco Atzeni. Pbro. Saiesiano. Director

— 1C9 —
de la naeya Casa de Cindadela. Term inada la
Kisa, se cantó el Te Deum por el Clero y la Ca­
pilla de la Iglesia de María Auxiliadora.
Por la ta rd e tuvo lugar en el salón de actos
ded Seminario u n a reunión convocada y presidida
por el £xcmo. Sr. Obispo, á la cnal asistieron las
dignísimas autoridades de la población, Hmo.
Cabildo y distinguida concurrencia que llenaba
por completó el espacioso salón. A bierta la sesión,
el coro y banda del Oratorio ejecutaron u n him no
de María Auxiliadora. Después el Bdo. Sr. P areja
leyó una mem oria de los trabajos por él realiza­
dos en pro de la Obra Salesiana de Cindadela,
desde el día en que concibió la idea de fundarla
en esta ciudad hasta que cumplida ya su constante
«aspiración de v er instalados en la misma á los
^¿ügioBos de la Congregación Salesiana, les hacía
entrega generosa del fruto de sus trabajos de más
de doce años, seguro de que la V irgen Atixiliadora, con cuya ayuda la había sostenido y fomen­
tado él hasta el presente, la m antendría en adelante^ concediendo una vida próspera á la Obra
Salesiana de Cindadela p ara gloria de Dios y ho­
nor de la Congregación religiosa de D. Bosco, y
para provecho de la ju v en tu d de esta ciudad y
s a tis f ^ io n y recompensa de los esfuerzos con
que muchas personas le habían apoyado en su
obra como cooperadores de ella.
Los jóvenes D. Gaspar Capella y D. José Tudurí recitaron hermosas composiciones poéticas
en alabanza de la Obra Salesiana, y los niños del
Oratorio cantaron u n inspirado coro titulado L a
G ratitud, term inado el cual se levantó el Exce­
lentísimo Sr. Obispo, para d irig ir su palab ra á
los concurrentes. Empezó su discurso diciendo que
precisam ente hacía pocos días se había celebrado
en la U niversidad de Valencia una reunión para
tra ta r de la instrucción integral de la niñez.
Aquella reunión, decía, por la reconocida ilustra­
ción de las personas que á ella concurrieron y
las muchísimas adhesiones que recibió, contándose
entre ellas desde la del P residente del Consejo
de M inistros y las de los periódicos de mayor cir­
culación de M adrid, hasta las de m aestros de
escuelas elem entales y directores de revistas de
las provincias m ás distantes de España, es una
]uueba cum plidísim a de que hay necesidad do
mejorar la instrucción de los niños, y de que esta
necesidad es general. Se extendió en algunas con­
sideraciones p ara dem onstrar que esa necesidad
se dejaba sentir tam bién en esta ciudad, donde
á pesar de h aber maestros competentísimos, se
liabía dado el tristísim o caso de ofrecer á los
niños, en cierta escuela, como único libro de texto,
un periódico anarquista. Dijo que la Iglesia, lejos
de ser u na piedra estacionaria, cam inara á teavés
de las edades como nave que sigue siempre su
rumbo hacia los puertos de bienandanza, y sabía
acomodarse en todo tiem po á las necesidades de
la sociedad} y que así como en los siglos medios
supo vestir á sus hijos con el tosco sayal francis­
cano para refrenar con su hum ildad el orgullo de
los Señores feudales y rem ediar de este modo las
necesidades de aquellos tiem pos, tam bién en los
presentes h a sabido form ar los corazones de los
reli^oso s consagrados á la enseñanza p ara que
pudiesen, llenos de abnegación y de espíritu de
sacrificio, consagrarse á la instrucción y educa­
ción cristiana de la niñez, verdadera enseñanza
integral, y única sólida y verdadera, pues h asta
entre los mismos que almminan de la religión y
alardean de im piedad, se h a dado el caso de no
querer confiar la educación de sus hijos m ás que

á los institutos religiosos que se consagran á ese
objeto. Hizo á este propósito una hermosa des­
cripción de la sim pática figura de D. Bosco, a tra ­
yéndose á sí á los niños y consagrándose á su
cuidado, y ponderó los grandes beneficios que po­
dría rep o rtar Cindadela de la instalación de tos
religiosos S a lesian o sin stalació n que él tenia i>or
providencial y por especial gracia concedida á
esta ciudad por María Auxiliadora, pues tivu solo
así se puede explicar que se superasen dificulta­
des im previstas que se oponían á la realización
de la obra. Exhortó á todos los allí presentes, á
quienes tendía la mano en dem anda de ayuda
para el sostenimiento de la fundación siilcsiaua,
á que prestasen su apoyo á la obra oue él estaba
dispuesto á favorecer en todo, hasta donde alcan­
zasen sus fuerzas. Felicitó á Ciudadela porque
podía contar ya con una comunidad religiosa de
hombres, de la qne carecía, y de la cual estaba
necesitada; porque, yo, decía, yo que por razón
de m i ministerio tengo el deber de pulsar los
pueblos cuya dirección se me h a encomendado,
he visto con dolor que éste presenta los síntomas
de la fiebre de las pasiones por que se sienten
devorados los pueblos modernos; y si queremos
ten er alguna esperanza de verdadera regeneración
social, no podemos abrigarla fundadam ente si no
es preservando á la niñez de la corrupción que
hoy día lo invade todo, y procurando que se forme
cristianam ente su corazón al propio tiempo qne
se ilustra su inteligencia, como saben hacerlo,
según es su misión, los religiosos salesianos que
hoy 86 instalan en esta ciudad. Por esto son tan
beneficiosas para la sociedad las congregaciones
religiosas consagradas á la enseñanza, y por eso,
exclamó, es precisamente por lo que tanto se los
persigue y difam a en nuestros tiempos. Porque
si la prensa corrompida publica á diario im puta­
ciones calumniosas contra venerables institutos
religiosos, es tan solo, dtio brillantem ente el Sr.
Obispo, porque comprende que ellos son como
otras tantas sociedades de salvam ento que van
cruzando los alborotados mares do las pasiones y
recogen á los náufragos para conducirlos al puerto
de salv ació n ; y si hay tantos que los maldicen,
es porque son muchos los que desean negociar con
el honor de los hombres y no pueden consentir
que se les arrebaten los almas do los que ellos
querrían contar entre sus víctimas. Por e s to ,
añadió que so consideraba luuy honrado al pre­
sentar á los religiosos salesianos que venían á
esta ciudad para traba¡iar en favor de los in te­
reses morales de la misma, y contribuir do este
modo á su regeneración social, y que a b rig ab ais
esperanza de que esta Obra salesiana había de
ten er una vid a próspera y floreciente, porque
acababa de ser consagrada con el sacriflcío heróico que hacía el sacerdote que la había iniciado,
sostenido y fomentado durante tantos años y que
se disponía á dejarla precisam ente cuando era
llegado el momento de recoger el fruto de tantos
trabajos. T no conozco, dijo el Sr. Obispo, nin­
gún sacrificio qne sea in ú til é infructuoso. Dedicó
con este motivo frases de elogio al Sr. Pareja, dió
las gracias á todos los que habían asistido á la
reunión, y finalmente indicó que en breve pro­
cedería á la constitncion de una ju n ta protectora
de la Obra Salesiana de Ciudadela, para que en­
tendiese en todo lo referente á la misma. E l dis­
curso del Sr. Obispo fuá muy aplaudido.
XosotroB, al reseñar esta reunión, enviamos
nuestra cordial bienvenida á los religiosos sale­
sianos que acaban de instalarse en esta ciudad,

— 170 —
y Lacemos votos para que sus ti'abajos reciban
la bendición del Señor y redunden en m ayor au­
m ento (io su gloria y beneficio de la sociedad
ciudadelana.
F ÍeH < a d e S . J o n e e n l a s E s c u e l a s Sa*
l e s l a i i a s d e S a r r i a . — F u e precedida este
año de los 4 días de santos espirituales ejercicios,
que nuestro Reglamento prescribe para el tiempo
Pívscual; pre{)nracion óptima y de felices resulta­
dos, y medio el más seguro para estar todos ale­
gres,- pues sabido es que no hay talism án más pre­
cioso para los corazones, que la gracia de Dios.
Inauguróse con gran repiqueteo do campanas y
estrepitosos truenos, especie de despertador reser­
vado para nuestras giuudes festividades, y los
espaciosos patios, engalanados con m últiples y vis­
tosas banderas y artístico arco de follaje y flores,
regonaban tam bién á su m anera la festividad
el día.
La Misa de Comunidad, que fuó á las 7
celebró el Sr. Director, y en ella hicieron su pri
m era Comunión 26 ñiños del C olegio; almas ino­
centes y puras, que al recibir á Dios dentro de
su pecho, llenaban de gozo á los Angeles del
Cielo y de dulces lágrim as los ojos de sus queri­
das madrea, que á poca distancia los contempla­
ban. F ud el oficio solemne á las 10 V2. cantado
por el Sr. Inspector con pompa de Catedral, ya
por la m ajestad y porte piadoso del joven y nu­
meroso cloro, que en ordenada y progresiva fila
precedía á los m inistros y celebrante, ya por el
severo y profuso adorno de los altares, ya, en fin,
por el concurso de cantores que con gran perfec­
ción interpretaron la Misa concertada á tres voces
del maesti'o Terziani, con acompañamiento de
orquesta. El R. Dr. Don Miguel Mir, Pbro., desde
la Cátedra Sagrada supo poner m uy bien de ma­
nifiesto, con argum entos de los Santos Padres, la
gran santidad que poseía el glorioso P atriarca S.
José, á juzgar por su dignidad de padre putativo,
tu to r, ayo y custodio de Jesús y esposo de María
Sautísima.
P or la tarde, á las 2, tocó la Banda de estas
Escuelas varias alegres piezas de su repertorio,
hasta las 8 í /2 en que empezaron las Vísperas
solemnes. Concluidas éstas, hubo imposición de
medallas á más de 50 alumnos, que unos bajo la
bandera do S. José, y otrovS bajo la de S. Luis,
ingresaban como Congremmtes de dichas Asocia­
ciones. A continuación do este acto, se organizó
la procesión, que recorrió todo el interior y ex­
terior de este grande edificio, precediendo la
Cruz; detrás de ella, en dos l a r ^ filas, los alum ­
nos de la C asa, niños de prim era Comunión,
pequeño cloro y Comunidad en núm ero de 400;
en el centro m archaban los estandartes de las
Asociaciones de S. Luis y S. José, y detriís la
im agen de éste, llevada en hombros por cuatro
robustos jóvenes artesanos, cerinndo la procesión
el Sr. Superior, revestido de caim pluvial, diácono
y subdiácouo, de acomixifiantesy Banda de estos
Escuelas. De regreso cantóse un bonito Tantum
ergoy y term inó la fiesta religiosa con la bendi­
ción con S. D. M.
«
Los entretenim ientos oue después buho, fueron
varios : so elevaron glolios, so hizo u n a rifa de
una preciosa estatua de S. José bronceada, repar­
tiéronse estami^as y caramelos, y no faltaron juegos
y auiinaoiou capaces de poner cara de pascua al
m ás abstraído.
P or la tarde se puso en escena el dram a ban
Vito, V así term inó esta fiesta de tan gratos re ­

S

cuerdos para todos, completa y satisfactoria como
nunca se había pasado, según confesión de mu­
chos.
O ratorio <lc I>. B o se o , d e Santand er.
De la notable pastoral que, con motivo de la
cuaresma, h a dirigido á su clero y fieles el sabio
y virtuoso obispo de la diócesis, entresacamos los
siguientes párrafos referentes á los Salesianos.
Ya que hemos mencionado á los niños, con­
viene que fijemos nuestra atención en esos pobreoitos que, huérfanos ó abandonados de sus
padres, vagan por las calles medio desnudos y
ham brientos, sin tener donde recogerse ni de día
ni de noche : niños miserables, más que en el
cuerpo eu el alma, que arrastrados por otros ma­
liciosos, ó llevados de su propia miseria, se hacen
delincuentes aun antes de conocer la responsabi­
lidad de sus a c to s; y si la caridad no los abriga
en su seno, irán á aum entar la población de las
cárceles y de los presidios. — Esos niños, amados
de Jesucristo, son dignos de nuestra coumiseracion. iDioboao, h a dicho D avid, el que cuida del
pobre y del necesitado! Lo que hiciéremos con
esos pequefiuelos, Jesucristo lo rem unerará com.^
si á E l mismo lo hubiéremos hecho. — Demos,
pues, pan á esos que tienen ham bre, vestido á
esos desnudos, y albergue á esos desamparados.
Y, pues, la obra de caridad aislada no puede ser
adecuado remedio á sus necesidades, procuremos
buscar para esos infelices un lugar en los asilos
benéficos y c aritativ o s, donde puedan hallar no
sólo el alimento corporal, sino el pan del espí­
ritu,
E ntre otros Asilos que vosotros conoceréis, es
recomendable el Instituto Salesiano, que hace de
los pobrecitos niños abandonados y desvalidos el
objeto preferente de sus desvelos y cuidados. Gran
número de ellos viven amparados eu la pequeña
Casa de los Salesianos de S antander: mucho más
crecido sería ese número el día eu que el magní­
fico edificio, que esos heróicos sacerdotes tienen
en construcción, se viese terminado. La escasez
de recursos tienen en suspenso las obras: sería,
pues, muy del agrado de Dios la lim osna que en
este Año Santo diéramos para continuarlas. —
Démosla con gusto: que la limosna, mayor ó
menor, según la posibilidad de cada cual, á más
de ser homenaje agradable á Jesucristo, sirve ad­
m irablem ente para alcanzar el perdón de los pe­
cados, ó de la pena debida por ellos, conforme
á lo que está escrito : Bedime tus pecados con li­
mosnas: ella libra de la muerte y hace hallar la
vida eterna (Dan. 4 : Tob. 12.).
S.
E a C o iig re sa clo ii S a le s la n a . — Con este
título bn publicado el Rdo. Sr, D. Baltasar Castro
un notable artículo en la preciosa revista el Men­
sajero del Divino Corazón, del cual entresacamos
los siguientes párrafos:
Cuando en el mes de Abril de 1897 vimos
aprobada por el Poder Ejecutivo la contrata ce­
lebrada entre el Ministro de Fomento y el Pres­
bítero Angel Piecono, a nom bre de la Congrega­
ción Salesinna establecida eu T urín, para fundar
en el Salvador una Escuela de Artes y Oficios,
incluso el ramo de Agricultura, nos sentimos po­
seídos de no poca satisfacción, nacida de la es­
peranza de v er pronto eu nuestro j>aís un E sta­
blecim iento de enseñanza dirigido por Padres Sa-

F
— 171 —
lesianos, de quienes, si bien sólo teníam os escasos
informes, éstos eran bastante halagüeños y más
que suficientes para e 8i>erar un buen resultado.
Posteriorm ente hemos tenido ocasión de leer
algunas obras y periódicos referentes á la Insti­
tución Salesiana y á su adm irable y sabio funda­
dor, don Ju a n Bosco, llamado con justicia E l

S. Salvodor.—Grupo de niños del In stitu to

su p a rte , sin muchos esfuerzos, logra también
que vengan á la Finca Modelo, en donde se es­
tablece la Escuela de que al principio hemos hecho
referencia.
Este incipiente Establecimiento, debido á nues­
tras dificultades económicas y á los recientes
acontecimientos políticos, y más que todo, por la
m uerte de su D irector, Kevorondo
P adre Calcagno, ha sufrido algu­
nas contrariedades, que natural­
m ente han entorpecido el curso
de sus trabajos; poro ültimimicnte
el señor Presidente de la lítmúi,i:........y su digna
i;__ y cax'itatíva
.. . f
bliea
' >ña C^oucepoiou
Co
esposa, Doña
Gonzá­
lez do R egalado, han visitado
personalmente la i-oforida Escuela,
é informados do sus necesidades,
tratan de remediarlas, habiendo
ambos ofrecido su valioso aj)oyo,
á fin de que cuento con todo' lo
necesario y pueda llenar el objeto
á que está destinada.
Además, la misma señora de
Regalado, sabedora de que los
Salesiano
Padrea Saleaianos carecen de
^
Oratorio destinado á María Auxi­
liadora y de nn T aller para la Escuela que les
esta encomendada, llevando á la práctica sus
generosas o f^ ta s, ha convocado á las principales
y señoritas de esta c a p ita l; ha organi­
zado J n n t ^ de beneficencia, colectado limosnas
y establecido una rifa de variados objetos; todo
con el la v a b le fin de reunir fondos suficientes
para el Oratorio y el T aller; de cuyos edificios
se hacen ya, por un Ingeniero competente, los
planos respectivos.
Al observar tan inusitado movimiento, el entusia.smo de tantas familias y la voluntad con que
contribuye el comercio y las demás clases socia­
les, no puede creerse sino que la mano de Dios
está de por medio, que el Es{>íritu de Don Bosco
sostiene su obra y que María Auxiliadora, pró­
diga siem]ire en gracias y consuelos, mueve los

Gran Apóstol de la juventud en el siglo X I X , y
confesamos, en verd ad , que nos ha sorprendido
agradablem ente saber de u n modo cierto los m a­
ravillosos progresos y ensanche que, en pocos
anos, ha tenido ta n im portante y benéfica Tnstitucion........
E n la actualidad son m uy pocos los países á
donde no ha llegado el poderoso influjo de los
hijos de Don B osco: — ellos no esquivan sacri­
ficios ; pues guiados por espíritu de verdadera ca­
ridad y sin aspiraciones de otro género, buscan
por doquiera al necesitado y acogen con am or á
la juventud desvalida, para prestarle en cuanto
es posible su paternal apoyo. Y así, siempre per­
siguiendo el bien, faltos de recursos y sin ele­
mentos necesaiíos, confiando solo en la Providencia
y amparados ])or nuestra Augusta M adre, María
Auxiliadora, ellos se abren camino
seguro y por doquiera edifican
Templos y Oratorios, fundanAsilos, Lazaretos, Colegios y Escue­
las de toda clase.
Sus establecim ientos de ense­
ñanza han sido y son fecundos en
benéficos resultados: de ellos han
salido Sacerdotes em inentes, que
hoy ocupan puestos elevados en
la jerarquía eclesiástica ; m isione­
ros abnegados, artistas insignes,
agrónomos y artesanos de toda
clase, que habiendo sido desvalidos
y quizá u na amenaza p ara la
sociedad, hoy son ciudadanos ú ti­
les y honrados, y bendicen agrade­
cidos á los infatigables obreros
que han contribuido á su ense­
ñanza y bienestar.
El Salvador, pueblo esencial­
S. Salvador.—Los pequeños agricultores.
mente católico, no podía quedarse
rezagado, ni privado por más
tiempo del valioso concurso de los P adres Sale- corazones, y atrayéndolos con celestial encanto,
sianos; así que, al mi.ísmo tiempo que el filántropo los impulsa á las sublimes y dulces prácticas de
Dr. don Manuel Gallardo, impulsado de c a rita ti­ nuestra santa Religión.
vos sentimientos, funda con sus propios fondos
No cabe d u d a , pues, que con el apoyo de tan
nn Hospicio en Santa Tecla y llama á dichos P a­ infatigables cooperadoras, las obras proyectadas
dres para confiarles su servicio, el Gobierno, por
serán pronto una realid ad , y que ios Padres Sa-

1
— 172 —
lesianos, hoy tan necesitados, ten d rán no sólo nn
edificio apropósito donde ensanchar sus talleres,
sino tam bién una Capilla cómoda y decente donde
adorar á Dios y trib u ta r á la Excelsa B eina del
Cielo, bajo el atrayente título de María Auxilia­
dora, el sincero liomennje de nuestro am or y gratitu<l, cultí) á que justam ente es acreedora por
BU constnnte auxilio y protección.
C o n fe re n cia Sale»in n a en T eo tU lan
(O n x a ca ). — Un celoso Decurión Salesiano de
esta localidad, nos rem ite la siguiente interesante
rebicion.
El día 29 de E n e ro , festividad del glorioso
Obispo San Francisco de Sales, patrono de las
Obras del inm ortal Don Bosco, fuó un día de j ú ­
bilo para los Cooperadores de Teotitlán.
A las 7 de la m añana celebró misa cantada el
Señor Cura Vicario Foráneo. Don Rafael M. Osorio,
Decurión y D irector local do este centro de Coo­
peradores.
A las 11 de la misma dió principio la Confe­
rencia de reglam ento, asistiendo casi todos los
Cooperadores de la Cabecera y muchos de los
pueblos vecinos. Presidió la Conferencia el mismo
Sr. Cura Osorio. Después del Veni Oreator, el
Sr. Cura pronunció un magnífico discurso, sirvióiulole de tem a el pasaje del Evangelio de San
Mateo, en el cap. 13: B l reino de los cielos es se­
mejante á un grano de mostassa.
El orador, guardando respetuosa y debida comÍ>araciou, dijo que aquel texto podía aplicarse á
a grande Obra de Don Bosco, enunciando esta
proposición : L a Obra Salesiana es sentíante d un
grano de mostaza...
L a probó recordando en brillantísim os períodos
los humildísimos orígenes de D . Bosco y de su
O b ra } estableciendo un bien adecuado paralelo
entro las cualidades de ésta y de la mostaza, y
patentizando los copiosísimos finitos que ya ha
dado y continúa dando la Obra Salesiana en todo
el mundo, y las generales y bien m erecidas sim­
patías de que goza en todas partes y entre todas
fas clases de la sociedad. El orador concluyó con
estas palabras : « Os exhorto, Señores, á continuar
con buen ánimo en vuesti’os deberes de Coopera­
dores Salesianos ; ose árbol frondosísimo toca con
sus ram as
Cielo y por él llegarem os á esa
mansión feliz donde ver podremos al inm ortal
Don Bosco coronado de gloria. »
Después, el Decurión D. José G. Mendoza hizo
una reseña de la m archa de la Sociedad de Coo­
peradores Salesianos de Teotilán durante el año
pasado, proponiendo algunos medios adecuados
para lograr más abundantes frutes por medio de
la limosna á las Casas de Don Bosco.
Relató varios hechos milagrosos acaecidos en
Oaxaca por m edio de M aría Auxiliadora y que
han producido nuevos y fervorosos Cooperadores,
y anunciando que era necesario n«»mbrar nuevos
Decuriones en los lugares donde aun no los hay
en esta Diócesis.
Se hizo luego la colecta prescrita por la regla,
y term inó la Conferencia con las preces de cos­
tum bre. Sea todo á m ayor gloria de Dios y de
M aría Auxiliadora.
E x p lic a c ió n «|el P a d r e N n estro p o r
nnn H o rte lan a. — E n los deyocionarios rranoea se lee que paseándose un lim o. Prelado, en­
contró una hortelana, á la cual, por modo de

recreación, preguntó si sabía hacer oración, y la
pobre sencilla m ujer respondió que no sabía otra
oración que la del Padre nuestro. E ste Prelado
la instó para que la dijese, y ella lo hizo con
estas ó semejantes palabras.
Ladre nuestro que estás en los cielos. — ¡Que
dicha es la m ía en tener por P ad re al Rey de
los Reyes que habita en los C ielos! ¡ y qué con­
tenta ü saber que con su ayuda y misericordia
iré á verle allí algún día!
Santificado sea tu nombre. — ¡Padre mío ce­
lestial! ¡qué pena es la m ía cuando veo despre­
ciado y blasfemado vuestro santo nombre! ¡Oh
cuanto deseo que sea honrado y santificado y
adorado en todo el m u n d o !
Venga á nos el tío reino. — ¡ Oh Rey de cielos
y tie r r a ! reinad en nuestros corazones y no per­
m itáis que reinen en ellos n i el m undo, ni el
demonio, ni la carne, que son los enemigos del
alma.
Hágase tu voluntad asi en la tierra como en fll
cielo. — P adre mío soberano, pues todas las co­
sas 08 son posibles, haz que los hombres en la
tierra, os sirvamos y obedezcamos como lo ha­
cen los ángeles en el cielo.
JEl pan nuestro de cada día dánosle hoy.
Tres m aneras de pan os p id o , Padre mío
amabilísimo, prim eram ente el sustento de m i mi­
serable cuerpo, y os doy palabra que lo sobrante
lo repartiré á m is hermanos los pobres y necesi­
tados} segundo : diariam ente pido el pan de
vuestra divina palabra, que es el sustento del
a lm a } terceram ente pido el pan sacramentado que
es el cuerpo y sangre de vuestro Hijo Soberano.
Y perdónamos nuestra deudas, así como nosotros
perdonamos á nuestros deudores. — Los pecados
que hemos cometido contra Vos merecen que
todas las criaturas me mortifiquen, y por esto, y
porque Vos lo m andáis, yo les perdono cuanto han
hecho ó hicieren contra m í, asi como deseo que
Vos m e perdonéis.
Y no nos dejes caer en la tentación. — Solo
Vos, Padre mío sapientísimo, conocéis entera­
m ente cnanto nos combaten nuestros enemigos
continuam ente, y solo Vos comprendéis nuestras
flaquezas y el peligro en que estamos de caer en
tentación,* si no nos asiste vuestra gracia eficaz,
que hum ildem ente os pedimos para no caer.
Jifas líbranos del mal. — Del mal del alma,
pido que rae libréis, Señor, pues el mal del cuerpo
no es sino un gran bien, si sabemos aprovechar­
nos de él, tomándolo con paciencia y resignación.
^m en. — Así sea, m i Dios, por vuestra mi­
sericordia en que confió totalm ente. Yo soy do
Dios, y yo nací para Dios, y no debo ofender á
Dios.
Admirado el lim o. Prelado, oyendo las palabras
de sabiduría y gracia que salían de aquella boca
sencilla, dijo su lim a, que jam ás había hallado
persona que mejor hiciese oración, n i aun supiese
ju n ta r la m ental y vocal con ta n ta perfección.
F e iu m b a to s
1 ^. Foseo.
— L a Sagrada Eucaristía es el más augusto de
todos los Sacramentos j porque contiene á Jesu­
cristo todo entero, verdadero Dios y verdadero
hom bre, con su Cuerpo Santísimo, su Sangre, su
Alma y su D ivinidad.
— Recordad que la Sagrada Comunión no sólo
filé instituida por Jesucristo como reeoir^ensa de
la virtud adquirida, sino tam bién como un medio
eficaz para adquirirla

— 173 —
— Algunos suelen d e c ir : Yo no me atrevo á
comulgar con frecuencia, porque siempre recaigo en
las mismas faltaS’ Pero si te abstienes de acercarte
frecuentemente á la Sagrada Comunión, recaerás
m¿8 fácilmente y quizás en faltas m ayores; puesto
que absteniéndote del pan de los fiiertes, crecerá
cada día más tu languidez y debilidad, y acaba*
rás por m orir espixitualmente.
— En la Sagrada Comunión los m ártires ba.n
encontrado su fortaleza, las Vírgenes su fervor y
los Santos su valor y perseverancia.
— E stá comprobado por la experiencia que el
sostén más ñrm e y poderoso p ara la ju v en tu d es
la frecuencia de la Confesión y Comunión. Dadme
un jovencito que frecuente los Santos Sacramen­
tos, y 08 aseguro que crecerá e n la virtud, tanto
en la juv en tu d como en la edad viril, y aun lle­
gará á la más avanzada edad, si Dios se lo con­
cede ó es de su divino beneplácito, observando
siempre una conducta que pueda servir de ejemplo
á todos los que le conozcan.
> -< » « >

<

HISTORIA DEL ORATORIO
DE S. ERANCISCO DE SALES
C A P IT U L O L V I.
( Oontinuaeion.) U)

| a b a satisfacción é in stru cció n de los
que quizás, leyendo estas páginas,
p u d iera n escandalizarse al v e r la
ligereza coa q u e D o n Sosco aco­
metía ciertas em presas, debo añ a d ir aquí,
que él solía d ecir: Cmndo queremos hacer
algo, examinemos antes si es de la mayoi'

gloria de D ios; en caso afirmativo, vacamos
adelante y cualesquiera qtie sean las dificultades
que se levanten, no desistamos en nuestra em­
presa, y el éxito coronará nuestros esfuerzos.
T decía á los suyos: L a Virgen pensará
en edificarse esta iglesia, yo no soy más que su
instrumento y su tesorero. Ya lo vereis. Y
nosotros vemos que todo salió exactam ente
como él lo h ab ía predicho y que M aría Sma.
se encargó d e alleg ar los recursos necesarios
mediante la d istrib u ció n d e gracias espiri­
tuales y tem porales, con que favorecía á sus
devotos.
Em pezados y a los trabajos y p racticadas
las excavaciones, el maestoo albaS il, seSor
Buzzetti, fué á ro g a r á D on Bosco se dignase
colocar la p rim era piedra, el cual acudió gus­
toso, acom pañado d e varios sacerdotes y aluinnos d el O ratorio. T erm inada la función,
Don Bosco, p a ra m anifestar su com placencia,
volviéndose a l señor C arlos B uzzetti, le dijo:
< Quiero desde luego en tre g arte tíg o á cu en ta
de m ayor cantidad. K o sé si será m ucho, pero
(1) y . BomsTiN de Noviembre ultimo pág. 306.

será todo lo que tengo. » D iciendo esto, sac6
sn bolsita, la abrió, y volviéndola boca abajo,
derram ó su contenido en las m anos del b u en
m aestro, a l cual se le hacía ag u a la boca,
creyendo q u e ib a á re tira rla s cargadas d e fla­
m antes esterlinas. P e r o ,; qué asom bro el nues­
tro y d suyo, cuando no se hallaron m ás que
ocho m iserables p erras chicas I D on Bosco, son­
riendo anadió: — No te desauim osj la V irgen
proveerá el dinero necesario p a ra su iglesia.
S in d arle u n a im portancia m ás que hum ana,
debo referir aq u í lo que e ra p a ra nosotros
argum ento de m uchos discursos, y causa d e
m ucho pesar. — D on Bosco nos aseguraba
que presto nos h a b ría dqjado y que los dias
de sn v id a eran m uy contados: — No tengo
m ás que dos años de v id a , nos decía. Y a
anteriorm ente ib a repitiendo con frecuencia j

Dgo jam delíbor, et tempus resolutionis mea
instat. Se le exhortaba con insistancia á p e d ir
á D ios siq u iera dos años m ás de v id a p a ra
nuestro consuelo, y se le p reg u n tab a lo que
debían hacer sus niños p a ra obtenerle esta
longevidad.
E l contestaba pidiendo que lo ayudásem os
en la b atalla que debía sostener contra él
enem igo de las alm as, y luego añadía: — S i
m e dejais sólo, me consum iré m ás pronto,
porque h e resuelto no ceder, au n á costa de
caer m uerto sobre el campo. A yudadm e, pues,
á lu ch ar co n tra el pecado. Yo os aseguro que
cuando veo a l dem onio ocultarse en algün
rincón de la casa con el in ten to de hacer co­
m eter pecados, quedo oprim ido de ta l suerte
que no h ay en t í m undo m artirio m ás to r­
m entoso que el que yo sufro entonces. ¿Cómo
h a d a s e r i estoy hecho así; cuando veo la
ofensa de D ios, aunque tu v iera que pelear
c o n tra u n ejército, no cedo.
Y, viendo á sus querido.s hijos afligidos, y
en tre ellos, algunos clérigos, concluyó: B ogad
y el Señor p erm itirá que os asista á todos
cuando receis la p rim era misa.
E sta s p alab ras despertaron u n a verdadera
ferm entación en tre los niños del O ratorio, que
resolvieron hacer todo lo posible p a ra con­
servar la v id a de su querido padre y m aestro.
E r a u n g ra n bien q u e se tocaba con la
m ano y q u e no.s dem ostraba cuan potente e ra
t í ascendiente d e D on Bosco sobre los niñ o s
del O ratorio. E n tre ta n to él seguía trabajando,
si cabe, au n m ás que en lo pasado. P orque,
a l paso q u e d eb ía p ensar en la casa, en la
iglesia q u e se estaba construyendo, por cuyo
m otivo h ab ía organizado u n a n n ev a rifa, de
donde sacab a ab u n d an tes recursos, no olvi­
d ab a la o b ra d e las escuelas. L a autoridad
superior h ab ía concedido la aprobación p ro ­
visoria, como se h a dicho, pero con la obli­
gación d e proveer legálm ente á la m ayor brev ed M p o sib le; y era necesazio no dejar p asa r
él tiem po inútilm ente. F u é entonces que D on
Bosco to v o q u e llam ar á p artic ip a r d e sus
trabajos á u nos cuantos d e los prim eros ar
luinnos, y a enseñantes, y proponerles p a ra l a

— 174 —
aprobación regular. E llos bab ían cursado los
estu d io s de filosofía y de teología en u n se­
m inario del E stado, y el exam en rendido, se­
g ú n las disposiciones de entonces, podía b astar
p a ra la adm isión á los cursos de la U niversidad,
especialm ente p a ra el do literatu ra. E n efecto,
v ario s sacerdotes de diversas diócesis h ab ían
sido adm itidos, en aquel m ismo tiem po, con
este solo título. M as nadie de los que ten ían
entonces la dirección de la U niversidad, q u i­
sieron com placer ú U on Bosco, que invocaba
e sta disposición legal en favor de los suyos,
porque no recordaba á punto fijo la ley que
los favorecía. Luego, cuando después d e haber
estu d iad o la ley, citó textualm ente el artículo
favorable, so le contestó, que aquella disposi­

ción de los reglamentos deMa considerarse como
abrogada.
N u estros enseñantes frecuentaban y a desde
algunos años v ario s cursos universitarios, como
sim ples oyentes y tom ando p a rte en los ejer­
cicios y en la lectu ra de composiciones que
solían te n e r lu g ar cada sem ana. A p esar de
todo se les obligó á re n d ir exam en de adm i­
sió n á la U niversidad, E sta s dificultades se
lev an tab an u n a tra s o tra , sin interrupción.
P arecía, y quizíís e ra la verdad, que de in ­
ten to so oponían obstáculos á D on Bosco_con
e l fin do ctuisarlo ó im pedir que los ensenan­
tes alcanzasen sus títu lo s legales p a ra el ano
siguiente.
F inalm ente, en los prim eros días de julio,
se otorgó á los m aestros del O ratorio el per­
m iso de re n d ir exam en, que con el favor de
D ios, salió b rilla n te p a ra todos. Los exam i­
nados eran cuatro, y me hago u n deber de
p u b licar aq u í sus nom bres, porque abrieron
u n nuevo camino á los jóvenes del O ratorio,
arro stran d o al efecto trabajos h a rto molestos
y pesados. Son los siguientes: D on C erm ti,
D o n D urando, D on F ran cesia y D on A nfossi.
A los pobrecitos se les com padecía y se les
consideraba como víctim as generosas d e u n a
id e a , pero siem pre como víctim as. H abíase
d ich o que D on Bosco ten ía do ellos un con­
cepto dem asiado a lto , pero que, en realidad,
apenas h u b iera n podido ser alum nos en las
p rim eras clases preparatorias. S in em bargo,
h ab ían síilido siem pre victoriosos en todos los
exám enes de licencia. M as las dos Com isiones
org an izad as expresam ente p a ra ellos y ta n
m al prevenidas á su respecto, se vieron m uy
p ro n to obligadas á reform ar com pletam ente
s u juicio. P resentóse priniero el clérigo F ra n ­
cisco C erruti, que y a desde entonces era de
ap arien cia m uy hum ilde. P ero Uenó de asombro
á los exam inadores con la v astid ad de sn eru­
dición y la sab id u ría d e sus respuestas. Yo
m ism o h e visto al célebre pedagogo A bad
R ayneri, que presidía u n a Com isión exam ina­
d ora, lev an tarse de su asiento, acercarse al
profesor V iülauri, y d irig irle con viveza esta
p re g u n ta e x tra ñ a : — D ígam e V d. profesor,
dígam e iqué votos merecen, en su concepto,
los profesores de D on Bosco?

— iV ay a u n a pregunta! — contestó Talla u ri — 4no acaba V . de exam inarlost
— E l hecho es que saben m ucho m ás de
lo que se creía...
— iToma! ¿y á quién se lo cuenta V.? —
añadió el célebre la tin ista — son los mejores
d e m i curso y no le digo más.
Los cuatro candidatos fueron aprobados
con plenitud absoluta de votos y uno de ellos
con la n o ta de sobresaliente.
Alg”ún tiem po después, llegué á saber que
de intento se h ab ía excluido d e la Comisión
exam inadora al P rof. Y allauri, por demasiado
afecto á Don Bosco.
E sto s v alientes hijos de D on Bosco, al sa­
lir (icl aula, fueron objeto de u n a improvisa
y cordial ovación por p a rte de los numerosos
com pañeros estudiantes de la U niversidad, que
los lelicitaban sinceram ente por el éxito briUaute. E ra xina especie de compensación para
el corazón de D on Bosco, el cual sentía en
aquellos días en sí m ismo las ansiedades y
las penas de los hijos que d iv id ían con él el
trabajo y la hum ilde gloria de su misión. Este
exam en levantó tam bién algrúu ruido fuera de
la U niversidad, y e n tre los profesores no se
acababa de ponderar el buen resultado al­
canzado. E l prof. P r ie r i, m aestro de griego
y P resid en te de la F acu ld ad y de la segunda
comisión, entusia-smado por la b rilla n te prueba
de saber á la que hab ía asistid o , salió con
uno d e sus exam inados y le dijo: i L a ver­
d a d es que los hijos de D on Bosco estudian!
P ero , créame, los enemigos d e Uds. no están
sólo en la U niversidad: los tienen también
y m uy poderosos en o tras partes. » Entre
ta n to acortaba á p asa r por allí el poeta Prati.
« Ju a n , le dijo el profesor P rie ri, venga V.
ac á: óigame. E s u n a lástim a que no se baya
V . hallado esta m añ an a en la U niversidad.
H u b iera presenciado el examen estupendo de
este señor. Sepa V. que en el Colegio de
D on Bosco se estudia, y se estudia á más no
poder. *
E r a u n a pequeña satisfacción p a ra Don
Bosco, p orque con esto proveía á la s escuelas
d el O ratorio, pero y a se dejaban sen tir otras
necesidades y m ny aprem iantes. E n aquel
año debía a b rirse la prim era casa fu e ra de
T urín y se necesitaban nuevos profesores. P ara
satisfacer á todos los pedidos que llegaban
del M onferrato, m ediante el auxilio de algu­
nas personas l^ u em érita s habíase preparado
u n colegio en M irabello, que m ás ta rd e fué
trasladado á B orgo S. Martdno cerca de Casal
M onferrato. E sperábase con ansiedad el día
en que ¿1 O ratorio h a b ría hecho este prim er
ensayo.

(8e continuará.)

Coi tpnbftcioi di U AiUrídid Eclniistici. - Gereiti: JOSÉ GAIBIMO

Almagro — LI BRERI A S ALESI ANA - Buenos Aires

PARA JUNIO Y JULIO
M anual d e la, P r im e r a C o m u n ió n y
consagración solemne al Sagrado Corazón dé
Jesús y á María Auxiliadora, por el P. Ca­
milo Ortúzar, Salesiano. 320 pags. en 32,
en t e l a .......................................... Ps. 1^50

Corona d e l o s S a g r a d o s C o r a z o n e s
de J e s ú s y d e M a r ía , en sufragio de
las benditas Almas del Purgatorio y otras
prácticas de devoción. 16 págs.
» 0,10
E je r c ic io s d e v o t í s i m o s para visitar á
Jesús Sacramentado.32 págs.en 32.® i 0,05
E jercicio p ia d o s o en obsequio del Sagrado
Corazón de Jesús. Contiene los nueve oficios
del mismo Sagrado Corazón, algunas expli­
caciones y varias devociones y oraciones. 48
págs. en 32.® ......................................i 0,05

El P ie l C o n g r e g a n te d e l S a g r a d o
C o ra zó n d e J e s ú s , ó sea, reglas para
mejor alcanzar el fin y el espíritu de la pía
unión del Sagrado Corazón, por un Padre de
la Compañía de Jesús; en tela . » 1,00
M anual de la devoción al Sagrado Corazón de
Jesús, que ofre,ce á los promotores de tan
santa devoción y á todas las almas piadosas
el P. F. X. Scnouppe, S. J. en 32.° de 100
págs. en rústica . . . . . .
i 0,15
N ueve o fic io s en obsequio del Sagrado
Corazón de Jesús; con muchas oraciones; 80
p ^ . en 64.° 4.* edic.
. . . »
0,10
Oñcío p a r v o del Smo. Sacramento del
altar; 2.^ edic., por F. Román; 28 págs. en
3 2 . ° .................................................> 0,10
S o lilo q u io s del corazón ante Jesús Sacra­
mentado; 2.* edic. en rústica. . » 0,20
en t e l a ............................................i 0,40

V isita s a l S a n t í s i m o S a c r a m e n to ,
á María Sma. y á S. José, por S. Alfonso

M.* de Ligorio. 264 págs. en-32.° en tela,
edic. c o m ú n .................................• 0,50
Id. Id . edic. de lujo, en cuero . » 1,00
V isita s á J e s ú s S a c r a m e n ta d o en
testimonio de amor y desagravio á su Sa­
grado Corazón, por P. F. Gautrelet. 32 págs.
en
............................................ i 0,05

N ovena d e l S a g r a d o C o r a z ó n d e
J e s ú s . 32 págs. en 32.° . . . i 0,10
£1 S a g r a d o C o r a z ó n d e J e s ú s según
¿ttii Alfonso María de Ligorio, ó Meditaciones
del Sagrado Corazón, sacadas de las obras

del Santo Doctor, por el P. Saint-Omer; 376
págs, en 32.°, en cuero, corto dorado y estu­
che ................................................. ...... 3,00

B i a s a n tific a d o e n e l S a g r a d o Co*
r a z ó n d e J e s ú s , devocionario selecto que
á los devotos del mismo Sagrado Corazón
ofrece el P. Antonio Secrest; preciosa encua­
dernación en cuero y corte dorado; 694
págs. en 32.°
........................... b 6,00
E l C o ra z ó n d e J e s ú s al alcance de los
niño;, por el P. Barberá . . . • 0,10

L a a u r o r a d e l a d e v o c ió n a l C o ra z ó n
d e J e s ú s , por el P. Luis Coloma i 0,10
L a p r e s e n c ia r e a l d e J e s u c r i s t o
en el Smo. Sacramento del altar, i
176
págs...................................................» 0,15
i S e i a ^ o n e del miracolo avvenuto all’arca del
Taumaturgo S. Antonio di Padova » 0,03
V id a d e S a n L u i s por el P. Ribadeneira.
li o págs.......................................... B 0,06
L o s s e i s D o m in g o s y la Novena de S.
Luis G o n z a g a ................................ b 0,05
V ita di San Pietro Apostelo, 224 págs. en
3 2 . ° ................................................. B 0,15
V id a de Santa Germana Cousin, pastora, por
el Rdo. P. Francisco Butifiá S. J. • 0,05
D ie V J u lii. Missa Sanctorum Cyrilli et Methodii, P. et C................................. I 0,20
D o m in ic a prima non impedita post Pentecostem. Missa B. Mariae V. sub titulo de Pietate . . . . ' ........................... I 0,20
D ie X X J u n ii. Oflicium S. Silveri, P.
et M.................................................. 1 0,15
D ie V J u lii. Olficium Sanctorum Cyrilli et
Methodii, P. et C............................i 0,15
F e r ia Fipostoctavam Corp. Christi. Officium in
solemnitate Sacratissimi Cordis Jesu » 0,15
jD ieX JJa líz .O ffic iu m S .P ü L P .e tM . i 0,15
M is s a e p r o p r ia e sanctorum quae in archidioecesi S. Jacobi de Chile celebrantur.
P r o p r iu m M i s s a r u m quae praeter missas
pro Hispania indultas in Ecclesia Mexicana
celebrantur.
M is s a e p r o p r ia e sanctorum quae in Hispania celebrantur, cum supplemento pro dioecesibus Cathalauniae.
P r a e f a t i o n e s sine can tu per totuin annum.
j C a n o n missae.
' M is s a e votivae per annum.

i * \ * \* \

¥I¥&

I » I * I * í~jTT* I » í -»Lj « — »

H & 11&

& ¥Z IM & B i

•s>

ESCÜELAS DE ARTES Y OFICIOS

OBRA DE DON BOSGO

O A R G E L O IV A

EL

M E JO R

M E D IO

d e fo m e n ta r l a d e v o c ió n á ' ^ a v i a ^ u - e t C i a & o r a e s t e n e r e n c a s a n n a de
BUS e s t a t u i t a s ; á e s te fin la s te n e m o s p r e p a r a d a s á, p ro p ó s ito , b u e n a s j á
p re c io s s u m a m e n te m ó d ico s, co m o á c o n tin u a c ió n p u e d e v e r s e :
TAMAÑO

en Centímetros
30
40
45
50
60

Pesetaa
»

»
»
»

50
75
85
100
150

CLASE SEGÜRDA

CLASE PRIMERA

CLASE EXTRA
»
»

P esetas
»

»
»
»

»
»

40
55
65
80
100

»

»
»
»
»

P esetas
»
»
»

30
45
50
65
-70

»

»
»
>
»

O B S E R V A O I O IV E S

Estas estatuas son de pasta vaciada á mano; tienen peana de madera y cincelada. La
corona y el cetro son de metal dorado. Las de clase extra van con ropaje adamascado, fondo
oro. Las de primera van con una rica orla de oro bruñido, cincelado y policromado. Júas
de segunda con wíia orla dorada cinceladaj y mitrelazaÁa oon adornos.
E s t a s e s t a t u i t a s re c ib e n la b en d ició n .
E l e m b a la je s e c o n ta r á p o r s e p a ra d o .
N o s e s e r v i r á n in g ú n p e d id o q u e n o v a y a a c o m p a lia d o d e s u im p o rte .
A n u e s tr o s c o r r e s p o n s a le s s e le s h a r á u n d e s c u e n to r e la tiv o á la im p o rta n c ia
d e s u s p e d id o s.
5.* D iríja n s e lo s p e d id o s á la IiIBBERTA SAIiESIANA — Sarria (Barcelona).
£ 1 J o v e n I n s tr u id o en la práctica de sus deteres y en los ejercicios de piedad cristiana, seguido
del Oñcio de la Sma. Virgen, del Oficio de Difuntos y de las Vísperas de todo el año por el Sacer­
dote Don J oan B osco. Un tomito en-32.
S«tn obrtt» oatA diridida en troa partea. E u la prim era
enoontrai^is todo lo que debáis p ra c tio a r^ lo qne debéis
b u ir p ara v iv ir oristianainonto. En la ao^unda ae encuen­
tra n reunidas las principales oracionoa que estén en uso
en las parroquias s eu las casas de oduoaoion. 1a tercera,
en 6n, coutloue el Oficio de la Sm:». V irgen, las Vlsperaa d e todo el afio y el Oficio do U ifuiiios. Enc<'utrai«is
adem ás un poquefio diálogo sobre los fundam entos de nues­
tr a aanta rediglon católica, adoptado al tiempo en que vt*
vimos. Afiadimos al fin un a «-urta oolecolon do cancionee
espiritnaJes.
Queridos mi os, os amo con todo mi oorasón, y me basta
^ n e seáis jÓTsnes p a ra que oe ame tanto. Conserrad oal-

dadosamente en vuestro ooraadn el tesoro de la virtud:
oon ese eolo sois b astante rioos y estáis eu posesión de
todos los demás, pero s i lo perdéis, llegaréis á se r los más
m iserables y desgraciados del mando.
Que el Señor oa aoorapafie siempre, y os b aga la gracia
de poner en práctica m is consejos, para que podáis aumen­
ta r la gloria de Dios y salvar vuestra aúna, único fin qas
me he propuesto oonsegulr al escribir este llbrito.
(Del prilogc}.
E nonad em ad o en te la . . . . .
p ta s . 1’95
»
p ie l
« . . .
» 1’5 0
• o h a g r in , co r te d orad o .
» 3 ’0 0

s
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1900