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Título
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BS_1901_09
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Descripción
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Boletín Salesiano. Septiembre 1901
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Fecha
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1901.09
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extracted text
-
.o ^
Q,,
OLETIN
SALESIANO
J I e d a c c io n
y
4*
Turín (Italia)
A d m in is t r a c ió n
Iledoblail v u e s tra s fu e rz a s li flu *
> do a p a r ta r A ]a ninoz y ju v e n tu d do •
la currupciim ó iiicro4luÍidad y pru- 7
p a r a r a si u n a u u u v a gunorariuu
[7
{Lkón X I I I ) 'jl
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T-'Í''S—
A NO X X II
— N. 9
PUBUCAG/ÓN MENSUAL
S U M A B I O . — C a r ta d© X . S. P . e l P a p a L eó n X i r t A
los S u p e rio re s G e n erale s d e la s ó rd en es é in s titu to s relid io s o s ....................................................................................... .....
233
E l R e p re s e n ta n te d e l S u ceso r do D on Bosco en A m é-
................................................
l)K KURSTRAS MisiON'RS. Pata^^ooia, — T ie r r a d e l F u e g o . 241
G ra c ias d e M a ría A u x i l i a d o r a ................................................. 246
N üestka CouuRsro.N'DBsciA. — 4 m rrica. Bogotó (Colombia),
SETIEM BRE de 1901
S e re n a (C hile), Q u ito ( E c u a d o r ) ...........................................248
D os Ig le s ia s d edicadas A M arta A u x i l i a d o r a ...................... 232
. 2.17
C ró n ic a S a l e s i a n a .................................................................
T xiukdadks
.......................................................... .... .
. 2ííub
^ te n io ria s b iográficas d e M ons. L u ís L asagiia. CAr. J1 . 20üo
G uahauos . — San J u a n B a u tista y J e s ú s e n el S a n to Se
p u lc ro . E s c n ltu r a s d e los ta lle re s salealanos de SarriA .
de nuestro Santísimo IPadre
II
15W
i
á los Superiores Generales
de las órdenes é institutos religioío;
---------
L e ó n P a p a XIII
Amados hijos:
salud y Bendición Apostólica.
Jas congregaciones religiosas obtu
vieron en todos los tiempos par
ticulares testimonios de amorosa
_
_ y próvida solicitud de esta Sede
Apostólica, ya en días de fecunda pa2, ya,
y todavía m ás, en aquellos otros de dura
contradicción, cuales son los que hoy corren
para ellas. La gravedad de las ofensas que
en algunas naciones se han inferido recien
temente á las Ordenes ó institutos dirigidos
por vosotros, nos causa singular pena. La
sania Iglesia llora á causa de ellas, porque
sobre verse vulnerada en sus derechos, ex
perimenta gran detrimento en su propia
acción, la cual se desenvuelve mediante el
concurso armónico de entrambos cleros, el
secular y el regular; porque, la verdad, el
— 234 —
que toca a los sacerdotes ó á los religiosos,
ese hiere á esta Santa Madre en la niña de
sus ojos. En cuanto estuvo de Nuestra parte,
bien lo sabéis vosotros, no liay medio al
guno que no hayamos intentado para que
ceso contra vosotros una persecución tan
indigna como venís sufriendo, así como para
salvar á tales naciones do tan acerba ó in
merecida desdicha. Con esto fin, ya en mu
chas ocasiones hemos defendido calurosamente
con todo Nuestro poder vuestra sagrada
causa en nombre de la religión, de la jus
ticia y de la misma civilización; pero en
vano esperamos que Nuestras advertencias
fuesen escuchadas.
Precisamente en estos días, y en una na
ción singularmente fecunda en vocaciones
religiosas, á la cual consagramos siempre
especial solicitud, han sido aprobadas por
los poderes públicos y promulgadas, leyes
de excepción que hace algunos meses ha
bíamos procurado conjurar levantando Nues
tra voz. Nos, acordándonos de Nuestros
sacrosantos deberes, y siguiendo el ejemplo
de Nuestros ilustres predecesores, reproba
mos altamente tan perversas leyes, contrarias
al derecho natural y evangélico y á la cons
tante tradición que hay para asociarse li
bremente en un género de vida, no sólo
honesto en sí mismo, sino santo; leyes
contrarias igualmente al derecho absoluto
que tiene la Iglesia de fundar institutos
religiosos exclusivamente dependientes de
ella, los cuales la auxilian en el cumpli
miento de su misión divina, produciendo
grandes bienes en el orden religioso y civil,
que á su vez redundan en particular ven
taja de aquella nobilísima nación.
Ahoni, secundando el impulso de Nuestro
corazón paternal, juntamente con el deseo
de daros y de recibir de vosotros consuelo,
y con el propósito de proveeros de oportu
nos documentos para que permanezcáis cada
vez más firmes en estas pruebas y percibáis
abundante mérito delante de Dios y de los
hombres, queremos manifestaros los afectos
de Nuestro corazón. Entre las muchas ra
zones para sentir aliento y fortaleza, que
nacen de la fe, acordaos, amados hijos, de
aquella palabra solemne de Jesucristo: Beañ
estis quum maledixerint vóhis, et persecuti vos fuerint et dixerint onine maliim
adversum vos mentientes, propter me (1):
improperios, maldiciones, calumnias, vendrán
sobre vosotros por mi causa; pero bien
aventurados de vosotros. Por muchos pre
textos que se quieran acumular para acu
saros y deprimiros, la triste realidad se
muestra por sí misma. La verdadera causa
es el odio capital del mundo contra la
Ciudad de Dios, que es la Iglesia católica,
y el verdadero intento es lanzar, si posible
fuera, del seno de la sociedad civil la acción
restauradora de Jesucristo, tan saludable y
universalmente bienhechora. Porque no hay
quien ignore que una porción escogida de
la Ciudad de Dios, son los religiosos de
uno y otro sexo, puesto que ellos son los
que más especialmente representan en sí
mismos el espíritu y la mortificación de
Jesucristo; ellos son los que, con la ob
servancia de los consejos evangélicos, tien
den á levantar las virtudes cristianas hasta
las cumbres de la perfección; ellos los que
de innumerables modos ayudan eficazmente
á la santa Iglesia.
No es maravilla, pues, que contra ellos,
ahora como en otros tiempos y con otras
inicuas artes, se revuelva maligna la ciudad
del mundo, principalmente aquella parte
de ella que con sacrilegos pactos está más
estrechamente ligada al Principe de este
mundo; y más servilmente le obedece. Eii
sus planes, la dispersión y la extinción de
las Ordenes religiosas es un medio habilí
simo ideado para realizar el propósito que
han formado de arrastrar á las naciones
católicas á la apostasía de Jesucristo. Pero
siendo esto así puede decirse con toda verdad
de vosotros: Bienaventurados sois, ya que
no por otra causa sois odiados y persegui
dos, sino por el género de vida que en
obsequio de Jesucristo libremente habéis
elegido. Si hubierais seguido los consejos
ó inclinaciones del mundo , no os daría él
ningún disgusto, sino antes os colmaría de
(1) Jlatth., V. 11.
— 235 —
favores: Si de mundo fuissetis j mundus
qttod suum erat diUgeret; mas porque camüiáis eu dirección opuesta totalmente á la
senda que él sigue , por eso os odia y os
hace guerra: Quia de mundo nos estis.,.
propterea odit vos mundus (1). Así os lo
anunció Jesucristo mismo; y así tanto más
se complace en vosotros y os ama con sin
gular predilección, cuanto os ve más con
formes en padecer con El por la justicia,
y vosotros commmiicantes Ghristi passionihis gaudete (2): aspirad á la imitación
de aquellos grandes varones que ibant gau-
dentes a conspectu concUii, quoniam digni
haUti sunt pro nomine Jesu contumeJiam
pati (3).
A la gloria que nace en vosotros del
testimonio de la concieiicia (4), se juntan,
aunque vosotros no las buscáis, las bendi
ciones de todos los buenos. Porque éstos,
solícitos como son verdaderamente de la paz
y prosperidad común, juzgan que no hay
ningunos ciudadanos tan honestos, tan de
votos y útiles á la patria como los miem
bros de las Congregaciones religiosas, y se
estremecen y tiemblan al considerar el pe
ligro en que se hallan de perder en voso
tros tantos y tan preciosos bienes. Hay gran
multitud de indigentes, de infelices, de
criaturas desamparadas, en cuyo auxilio
promovéis vosotros, con inteligencia y ca
ridad admirable, instituciones bienhechoras.
Hay padres de familia que antes vivían
tranquilos sobre la educación sana, vigorosa,
fecunda en virtudes sólidas. Hay sacerdotes
que tienen en vosotros óptimos auxiliares
en sus graves y laboriosos ministerios. Hay
hombres de todas clases y condiciones que,
en tiempos de tanta corrupción como ios
nuestros, buscan dirección y estímulo para
obrar bien en vuestros consejos, confirmados
con la autoridad de vuestro ejemplo. Hay,
principalmente, sagrados Pastores que os
honran cen su confianza, que os reputan
expertos maestros del clero adolescente, y
fl)
(2)
(3)
(4)
lono., XV’^. 19.
I Petr., IV. 13.
Act-, V. 41.
II Cor., I, 12,
reconocen en vosotros los amigos verdaderos
de los hermanos y del pueblo (1), por
quienes ofrecéis á la clemencia divina ple
garias y expiaciones incesantes.
Pero nadie mejor que Nos, que desdo la
altura de esta sede debemos velar por las
necesidades de la Iglesia universal, puedo
apreciar justamente los merecimientos insig
nes de las familias religiosas. Ya, eu otros
actos, hemos hecho mención especial de ellos;
ahora bástenos encomiar el singular ardor
que los hace tan prontos y obsequiosos del
Vicario de Jesucristo, cualquiera que sea
la obra de cristiana y civil utilidad que
haya de emprenderse, aun en los lugares
más inhospitalarios, y aun á costa de infi
nitos trabajos y de la misma vida, así co
mo muchos lo han comprobado gloriosa
mente en las últimas desventuradas convul
siones de la China. Y si Nosotros guardamos,
entre los más caros recuerdos de Nuestro
Pontificado, el de haber elevado con Nues
tra autoridad á no pocos siervos de Dios
al honor de los altares, también recordamos
con gozo que la mayor parte de ellos fueron
precisamente fundadores ó alumnos de ins
titutos regulares.
No hemos de ocultar, para mayor con
suelo, cómo entre los mismos hombres del
siglo, notables por su posición y civil pru
dencia, no han faltado espíritus rectos ó
imparciales que se han levantado en favor
de vuestra obra, defendiendo vuestro dere
cho inviolable de ciudadanos y vuestra li
bertad de católicos, más inviolable todavía.
Tan cierto es, que ni á los ojos oscurecidos
de la pasión puede ocultarse todo cuanto
de imprevisor é innoble tiene el acto de
injuriar á personas que, no buscando ni
esperando nada para sí, se consagran á pro
curar, por los medios que están á su al
cance, el bien de todas las clases sociales,
aunque la obra de los religiosos sea consi
derada solamente desde el punto de vista
de la industria de hacer fructificar en los
hijos del pueblo los gérmenes buenos de su
naturaleza, que de otro modo podrían eon(1) Macbab., XV, 14.
— 23G —
vertirse en instramentos de propio y ajeno del espíritu religioso, librándola del conta
daño. Ellos los previenen con la fe y la gio disipador del siglo, á fin de estar pron
gracia, los cultivan con la paciencia, y de tos y aguerridos para cualquiera otra
este modo maduran el discernimiento de lo prueba más ardua.
verdadero, el amor á lo honesto, el senti
fi
miento del deber, la firmeza del carácter,
la generosidad del sacrificio; frutos, como
todos ven, inestimables para el orden pú
blico y para el florecimiento de los Estados.
Pero, entre tanto, ya que la malignidad
del mundo os ataca con tal saña que, con
culcando en vosotros la razón más sagra
da, aún argumenta que hace una obra digna
y útil, arhitrctur óbsequium se ^raeúare
Deo (1); adorad, amados hijos, con hu
mildad confiada, los altos juicios de Dios,
que si ahora deja al derecho sucumbir á
manos de la violencia, no lo hace sino con
elevado conocimiento del bien, aparte de
que suele por vías inopinadas socorrer po
tentemente á quien sufre por E l y en E l
se apoya.
Dispone la divina Providencia los reveses
y contradicciones para aquellos, señalada
mente, que por particular instituto profesan
la perfección cristiana, con el fin bien co
nocido, no sólo de cimentar y consolidar su
virtud, sino muy especialmente para templar
y vigorizar su espíritu, que se enerva con
la calma continua.
Corresponded, pues, dignamente á sus
paternales miras. Entregaos con redoblado
ardor á una vida de fe , de oración y de
santas obras; vigorizad entre vosotros la
disciplina regular, la unión fraternal de los
corazones, la abnegación de la humilde obe
diencia, la rigidez del desprendimiento ter
reno, la piedad de las divinas alabanzas, y
sean elevados vuestros pensamientos, gene
rosos vuestros propósitos ó infatigable vues
tro celo por la gloria de Dios y la exten
sión de su reino. Y ya que por la malicia
de los tiempos os halhüs ahora oprimidos
S. J uan B autista.
bígo el peso de esas leyes y en inminente
EttMHuTO, de lot talieret taUtianot de ¿íarriá (Bareeletut).
peligro de dispersión, reconoced cuánto de
Sobre esto hemos de recordar que varias
be acrecentarse en vosotros el deseo de
conservar con mayor cuidado la entereza instrucciones á los regulares fueron dicta
das oportunamente por esta Sede Apostólica,
que otras prescripciones semejantes fueron
(1) Joau., XVI, 2.
m
1
_ f>n7 —
dirigiiias á los Superiores de las menciona
das órdenes, y que todas ellas se hallan
en pleno vigor y deben ser concienzuda
mente observadas. Tened puestos los ojos
en vuestros ínclitos fundadores. Ellos os
hablan con sus máximas, os guían con sus
estatutos, os preceden con su ejemplo; sea
para vosotros sagrada y amorosa obligación
escucharles, seguirles é imitarles. Esto hi
cieron en condiciones de tiempo también
tristísimas vuestros mayores, que así os
transmitieron rica herencia de invicta cons
tancia y de todas las demás virtudes. Mos
traos dignos de tales padres y hermanos,
para que todos podáis decir con justa gloria:
FiUi sunms et fratres Sanctorum/ De
esto podéis prometeros, en buena ley, seña
ladas ventajas para vosotros imsmos, para
la Iglesia y para la sociedad, y alcanzaréis
el grado de santiftcación á que os llama
Dios, cumpliendo los designios de su amo
rosa Providencia y mereciendo, al fin, las
amplias mercedes que os han sido prome
tidas.
La Iglesia, que, cual madre caritativa,
prodiga sus gracias á vuestras varias fa
milias, obtendrá de vosotros, en cambio,
una cooperación cada día más fiel y de ma
yor eficacia para hu misión de paz y de
salud; de esa paz y salud de que tanta ne
cesidad tiene la sociedad, miserablemente
enflaquecida y depravada.
Para rescatarla y conducirla á los pies
de su piadosísimo Redentor, son necesarios
hombres de virtud excelente, de palabra
viva, de corazón apostólico, y que sean, al
mismo tiempo, dignos de ser aceptados por
El como mediadores de la gracia. Esos hom
bres, no lo dudamos, seréis vosotros, que
recabaréis para la sociedad los más oportu
nos y nobles beneficios.
Una palabra, y es la últim a, amados
hijos. Nos inspira la caridad de Cristo para
afirmar en vosotros los sentimientos de que
estáis animados, como cumple á -vuestros
institutos y á la obra que habéis comen
zado. Tanto como vuestro continente debe
ser firme y digno por conciencia, debe ser
por profesió:i manso é indulgente, ya que
en el religioso ha de resplandecer siiigulurmente aquella caridad verdadera qiu\ mo
viéndose á la conmiseración, no cedo á la
indignación. Verse rechazado y desconocido,
ser objeto de escarnio y menosprecio, no
puede dejar de entristecer á la naturaleza;
pero la voz autorizada de la fe os impone
esta admonición sublim e: VÍ7ice in l)ono
malum (1 ); y os obliga á aquella esplén
dida magnanimidad del A póstol: Malcdici'
mur, et benedicimus: persecutioncm patimur, et sustinemus: hlaspliemamiir, et
obsecramus (2); y, sobre todo, os invita á
repetir suplicante con Jesucristo, el sumo
bienhechor del género humano pendiente de
la c ru z : Pater, dimitte illis.
Coníortaos en el Señor (3). El Vicario
de Jesucristo está con vosotros, con voso
tros está todo el mundo católico, que os
mira con reverente afecto y gratitud. Desde
el cielo os alientan vuestros gloriosos pa
dres y hermanos: vuestro Soberano Señor
Jesucristo os defiende y cubre con su virtud.
Vosotros, sus predilectos, insistid cerca de
su Conizóii divino con fervorosa oración,
con la certidumbre de adquirir la confianza
y la fuerza necesarias para vencer á todas
las iras del mundo. Confidite; ego vid
inundum (4).
Confórteos además y os sostenga Nuestra
Bendición, que en este día sagrado por la
triunfal memoria de los príncipes de los
Apóstoles nos complacemos en otorgaros
copiosa á cada uno de vosotros y á todas
vuestras familias, carísimos para Nos en el
Señor.
Dado en Roma, cerca de San Pedro, el
29 de Junio delañ o 1901, vigésimocuarto
de Nuestro Pontificado.
LEÓN PP. z n i .
(1)
(2)
(3)
(4;
Rom., XII, 21.
Cor., IV, 12-13.
Eph., VI, 20.
Joan., XVI, 33.
—
e n
A
—
. x n é n i c n
( Continuación.)
Kvmo. Sr. D. Migukl Kúa.
Anuido Padre: Le escribo desde Buenos
Ajres donde habeinos regresado después de
una breve excursión á Rosario y S. JSTicolás
do Jos Arroyos, lioeba (jasi iiimediataineute
después del Congreso Salesiano.
Rosario, capital de la provincia de Santa
Pe, está formada en su mayor parte por obre
ros piauionteses. Por luuolio tiempo no fué
otra cosa que una villa pobre y pequeña,
l>ero ahora es una hermosa Ciudad cou un
comercio bastante activo. Cuando debido al
dictador Urquiza se procuraba separará Bue
nos Aires de las otras provincias confederadas,
ayudó y protegió un nuevo centro cerca del
Paraná, favorecido por las comunicaciones flu
viales para el comercio de exportación, al cual
so le dio el nombre de su origen porque, según
dicen, se colocó Ja 1.* piedra el
domingo
de Oidiibro, flesta de Ñ.* Sm. del Rosario. La
Ciudatl es alegro y elegante y sus callos son
larguí.sinuis, cortándose todas en ángulo recto:
el puerto os frei'.ucnbidísimo, abundando sillí
ricos negociantes ilc todas las naciones; para
concluir lUró que Rosario es la segunda ciu
dad do la Oonfeilcracióu y el emporio do todos
los productos que llegan de Bolivia y de las
otras naciones del X., siendo aquí otubarcur
dos para verilicar después su transporte á
diversos puntos del antiguo continente.
La im[)ortancÍa de este centro no podía
menos de eaer ba.jo el infatigable celo de
nuestros hermanos de América, deseosos de
ayudar á los numerosos comerciantes y agri
cultores italianos que desean una educación
moral y religiosa para sus hijos, |)oro es muy
difícil, porque una Ciudad que tiene 100.000
habitantes próximamente uo cuenta más que
con dos Parroquias y uii convento de Reli
giosas. de modo que por celosos que sean no
pueden contrarrestar el mal que hacen hw
diversas sectas modoriutó y las capillas y co
legios protestautes, frecuentados de.sgr5unada-
meiite por jóvenes católicos. Ya estaban bas
tante instruidos eii las prácticas de piedad y
el auo 1884 se puede decir que había todo
concluido, cuaudo el deiuouio, con un golpe
bien asextado, lo echó todo a perder. Se h i
cieron varias tentativas y pocos años después
se comenzó de nuevo, arrendando una casa,
cuyo coste hace varios años que es abonado
por el Gobierno Provincial. En la actualidad
hay un floreciente »!olegio de estiidi.intes y
además talleres de sastrería, zapatería, cerra
jería, carpintería, tipografía, encuadernaoióu,
etc. etc. Me vino á la memoria que aquello.s
buenos hermanos, como en los primeros tiem
pos, carecían de todo, hasta de casi lo indis
pensable eu todos sentidos, teniendo que su
plir lo más preciso, pidiéndolo prestado: á
pesar de todo los Salesiaiios tenían ilimitada
confianza en la Providencia Uiviua y el día
19 de Pebrero, deiücado á S. José por em
pezar en él su mes, se abrió la Casa, siendo
un hermoso pronóstico el haber encontrado un
buen cuadro de Santo Patriarca. Conociendo
estos caritsitivos habitantes, nuestra mise
ria, al momento su noble desprendimiento
nos proveyó de todo, inclusas cjimas, ropiis
y demás utensilios, dando una sola i)ersoiia
100 pesos paracompnir objetos de carpintería;
otra mandó comestibles, etc. etc. El Sr. lus8i>eotor de 1.* enseñanza mandó abundancia
de material para las clases.
Mediante una suscripción se recolectaron
500 pesos que se emplearon en uu toldo para
cubrir el patio, y eii genersil todos cooperarou
cu la medida de sus fuerzas, habiendo algunos
(jue se suscribieron mousuahnente por una
cautidíui determinada. íí’nestros hermanos
dieron gracias al Señor por tantos beneficios
i'omo les había dispensado y emi)ezaron á
trabajar con verdadero ahinco. Clases, cate
cismo, talleres, oratorio festivo, predicación,
confesión y demás ocupaciones eran el trabajo
cotidiano. Celebraron funciones en las varias
comarcas vecinas y en tocias predicaron, con-
230 —
i
fesándose mucha seiite. Fundaron el perió- |
dico semanal Crktoforo Colombo ” con el
cual hacen un bien iinmeiiso. pues lo leen
todos los italianos que son en gran número,
instruyéndose por medio de él en los miste
rios de la Ueligióu Católica.
El día 8 de Diciembre fuimos á S. ÍTicolás
de los Arroyos donde estaba D. Albera con
el fin de predicar el panegírico y hacer la
procesión de la Purísima. Estuvimos un día
en compañía de Monseñor Oagliero, D. Vespignaui, D. Tomatis y la banda de Buenos
Aires, porque se lo quiere dar toda la solem
nidad posible al traslado del antiguo al nuevo
Colegio. Hace 25 años que llamados por estos
buenos habitautes, y por Monseñor Ceccarelli,
entonces párroco, se establecieron en aquel
lugar; pero viendo que era verdadera neeesidad, estos generosos amigos han coope
rado á la coustrm;ción del nuevo que es her
moso , levantándose á la vez la magnífica
Iglesia.
En aquel día tomaron parte todos nuestros
bienhechores para festejar tan sublime acon
tecimiento. Todos con la süiu'isa en los labios
y la alegría en el rostro asistían alegres á
contemplar el fruto de sus limosnas. Se pa
recían á los antiguos patriarcas, cuyo nombre
les cuadra muy bien, ])ues son de costumbres
sencillas y bondadosos de corazón. Todos tra
bajan mucho y viven en verdadera paz y
concordia, sin conoí^er ni ])or pienso la mur
muración, y en medio de una piedad y la
boriosidad casi heroditorías.
Los antiguos aliiinuos son el verdadero de
coro de la sociedad uo faltando en la magis
tratura, en el foro y en las armas, conser
vando la buena educación que recibieron. To
dos recuerdan con entusiasmo á D. Faguauo,
llegado la misma mañana con D. Tomatis y
otros Superiores. Fuó una escena coiimove<lora cuando el l)r. D. Manuel García Bei11080, Juez del Tribunal, lleno de eiitusiasui j
recordó los primeros tiempos y dijo que si
no había cometido en su vida ninguna acíúóu
digna de reproche era debido á que sus Snperiores y Maestros le habían hecho ajireuder
con la ciencia el temor de Dios. Este día será
siempre memorable en los fastos del Colegio.
Se celebraron Varias funciones religiosas
en las que la Iglesia estaba completamente
llena de gente. Desde el corredor contemplé
una hermosa escena, pero desconocida para
nosotros, cual es, que veníau muchos carros,
unos tras otros, llenos de gente, y otros va
rios llegaban montados á caballo, todos an
siosos de asistir á la función, y uo faltan
lK>bres operarios que andan leguas y leguas
por venir á oir la santa Misa : todos estu
vieron con religiosa comiK)Stnra hasta que se
concluyó Ja procesión. Muchos son genoveses
y nos agradó sobremanera el ver quo conser
van intactas sus creencias y su proverbial
devoción á la Virgen Santísima. La salida
fué como la entrada, y todos procuraban siv
Indar á 1). Albera quien estaba muy contento
al oir hablar el dialecto geuovés, parcciénd»)le haber atravesado de nuevo el Océano y
que ya se encontraba en San Bier do Arena.
Cinco mil millas nos separan de Italia. Don
Albora quiero hacer una visita á estos pri
meros bienhechores para lo cual hornos ido
á sus mismas quintas: esto os un verdadero
paraíso teiTe^stro. Todos aeogon á D. Albera
con amor cordial y ttalos le ofrecen las pri
micias de sus productos, deseando estuviese
más tiempo entre ellos. Casi todos son de la
Liguria y varios conocieron ]>ei'aonalmoiito á
D. Büsco antes de venir á América. Es digno
de santii envidia el Sr. D. Juan Montaldo,
padre de algunos de nuestros lierimmos y po
seedor de uu hermoso manuscrito de 1). Bosco
mandado eu 25 de Julio de 189C á. estos buem»s
habitautes, cou motivo de una donación de
12.ÜÜ0 pesos que hicierou para el templo del
Sagrado Corazón de Jesús de Boma. La carta
en cuestión dice así:
A mis beneméritos y caritativos Cooperadores
y CooperaMras, á todos sus parientes y amigos
que viven en la Ciudad y en pueblos circunve
cinos d ÍSan Nicolás de los Arroyos de America.
Nuestra religión y vuestra caridad, benévolos
Cooperadores y Cooperadoras, es conocida no so
lamente en América sino también en Europa,
y de un modo especial la protección que dispensáis d ntwstros amados hijos que viven entre
vosotros. Ellos han abandonada gustosísimos su
patria para ir á ocuparse en su sagrado minis
terio d fin de procurar la mayor gloria de Dios
y la salvación de vuestras almas y de un modo
especial las de la juventud. Esto les fu é reco
mendado antes de marchar por aquel que tanto
los ha amado y ama en nuestro ¡Señor Jesucristo
Sé que les profesáis cariño y que lo poco que
tienen es debido á vuestra caridad. Seguid vuestra
obra que yo continuaré rogando por vosotros aX
Señor para que sus gracias se multipliquen y
desciendan sobre vuestras empresas y familias.
De tan caritativas obras tiene conocimiento S. 8.
León X I I I , recibieTido gran consuele con tal
noticia. — Vos, me dijo el Santo Padre, les
comunicaréis mi especial benevolencia y decidles
que los bendigo de todo corazón y les concedo
— 2á0 —
una indulgencia plenarm especial para todos los
Cooperadores y eus familias así como igualmente
para todos sus parientes difuntos que necesitaren
sufragios por estar detenidos en el purgatorio. —
Vosotros sabéis que estos mis Salesianos no po
seen nada temporal: su patrimonio es vuestra
j)iedad y caridad. Monseñor Aneyros venerabi
lísimo Arzobispo de esa región, y Monseñor Pe
dro CeccarelU, Vicario de S. Nicolás, son quienes
nos han animado á que vayan los salesianos ahí,
y mcestra confianza se funda en ellos y en vo
sotros.
Si jyios me conserva la vida, os escribiré otra
vez, pero no es seguro, porqne siendo ya anciano
me cuesta mucho trabajo escribir, y mucho más
si es una cat'ta larga. Pero tengo gran esperan
za en vuestras oraciones y en las buena; noti
cias que espero recibir de vosotros, á quienes amo
en Jesucristo y por quienes hago todos lo días
un memento especial en el altar del Señor.
l>io8 08 bendiga y María Santísima A^lxilladora 08 condíizca á todos seguros por el camino
del Ciclo.
Vuestro affmo. amigo
Sac. J uan B osco.
T u rín 25 de Ju lio de 1886.
De buena gana nos hubiéramos estado más
tiempo en San Nicolás, pero la apertura de
la Casa de Palermo reclamaba la presencia
del represontanto de D. Rúa en Buenos Aires.
Por no exteiidormo demasiado diré lo princi
pal de tJiii liermosa ceremonia verificada el
16 de Diciembre. El celosísimo Prelado, Excoleutísiino é limo. Sr. D. Mariano A. Espi
nosa vino ú bendecirla y al bajar del cocho
dió á D. Albera un bulto diciéndole: tenga
V. esto, pues deseo que María Santísima tome
posesión do esta Casa desde el principio. Era
la A’^irgon do liiijau y una estatua de S. José
para colocarlas al lado de la del Sagrado
Corazón de Jesús ú quien se lo ha dedicado
esta Casa en memoria de la Consagración que
todos han hecho lo mismo niíios que coopemdores con arreglo al mandato de nuestro
amado Padre D. Rúa al querer dar increlueuto á esta devoción.
Cuando fui muy de mauaua ú la Casa de
Piüermo no había absolutamente n a d a ; pero
ú las 9 nada faltaba, por lo cual no encuentro
piüabras con que encomiar el celo y caridad
de estas amables y bondadosas Seüoras de
Buenos Aires. Dona Enriqueta Aliáis de Nivot. Presidenta de la Comisión de Señoras,
dijo que se habían encoutratio los 2.000 pesos
que faltaban para completar los 25.000 que
había que pagar por la Casa. Se presentaron
al Sr. Presidente de la República dando ge
nerosamente lo que faltaba. El Señor Alcalde
de la Ciudad fué el padrino en la bendición
del nuevo instituto. Estos son los primeros
frutos del Segundo Congreso Salesiano. Dos
Padres Jesuítas están dando ejercicios espi
rituales en nuestra iglesia de Palermo, inau
gurándolos Monseñor Espinosa. Nuestros her
manos en este tiempo de vacaciones se ocupan
en enseñar el catecismo á 150 niños y 120
niñas, instruyéndolos á todos en las verda
des do nuestra Sacrosanta Religión.
Su hijo en J.C.
q. b. s. m.
Oa l o g e u o G usm a no.
Buenos Aires 25 de D iciem lire de 1900.
T aller d e E scn ltn ra d e Sarria (B a r c e
lona). — E s c ie rto q n e n u e s tro B o l r t ín h a h a b la d o
b a s ta n te s v e c e s d e e s te in te re s a n te ta lle r j p e ro
a l te n e r c o n o c im ie n to do la s ú ltim a s e s ta tu a s q u e
e n él se b a u c o n s tru id o n o p o d em o s m e n o s d e
d e d ic a rle d o s p a la b ra s . Con et\-cti>: e l J e sú s y S .
J u a n B a iilis ta , cu y o s g ra b a d o s «buaos á co n o c e r
eu e l p re s e n te n u m e ro e s tá n Iieclios con u n a d e
lic a d e z a V e rd a d e ra m e n te e x q u is ita e n to d o s su s
d e ta lle s.
N o ta n to la re c o m e n d a m o s p o r tr a ta r s e d e u n a
>-usa n u e s tr a com o p o r lo s a tis fe c h o s q u e e stá n
to d o s lo s q u e h a u m a m ln d o c o n s tr u ir a llí im á g e n e s.
H em o s d e lla m a r la a te n c ió n a c e rc a d e u n d e
ta lle e sp e c ia l, y q u is ié ra m o s h a c e rlo v a lié n d o n o s
d e la s m ism a s p a la b r a s d e u n in te lig e n tís im o
a m ig o n u e s tro . D e c ía e s te poco m jís ó m e n o s re
tirié n d o se a l d o r a d o :— N o sé q u e h a c e n lo s S a
le sia n o s, p e ro ! • c ie rto es q u e n ó h e v is to ta n
b u e n d o ra d o , ta n fino y ta n c o n s is te n te com o el
q u e tie n e n h e estatu.as p o r e llo s c o n strn id a « . _
N o so tro s só lo a ñ a d ire m o s q u e e sto m ism o h a n
d ic h o o tro s v a r io s c o n o c e d o ra s d e l ai-te.
A m u c h o s le s a i.im a e l s a b e r el fin ta n sa n to ,
p o rq u e , com o p a r t e d e la o b r a S a le s ia n a , to d a
r e d u n d a e n b e n e fic io d e lo s n iñ o s .
— 2:11 —
®5^®'-5^®
*1.<5'*i.'*'j.®
«DE NUESTRAS MISIONES
.á k
m
Casa y anexo Oratorio festivo, donde nues
tros dos hermanos D. Carlos Cavelli y Don
Fabricio Saldauo tanto han trabajado por la
gloria de Dios y la salvación de las almas.
‘F j L . r r j í ^ G - a i s r x j ^
Vió asimismo nuestro Hospicio de la Piedad,
dando orden de instalar nuevos trabajos para
las escuelas de Artes y Oficios. Fué al Co
Ba Bahía Blanca y en la Bampa Central. legio
de las Hijas de María Auxiliadora donde
se educan más de 500 ninas y también á su
(Relación de D. Juan Berafdi).
Oratorio Festivo en el que hay unas 100 entro
E vmo. y amado P a d k e D. E úa .
jóvenes é hijas de M aría: es un verdadero
jardín de la Sma. Virgen, donde miles de
PROVECHO, amado P a d re , algunos flores despiden olorosos parfumos que llegan
momentos libres para escribirle y hasta el Paraíso. Lo que me hizo mucha im
darle conocimiento de algunas no presión en Bahía Blanca fué el exquisito
ticias por lo que bace á nuestros gusto y la asombrosa sencillez de los altares,
Colegios de Bahía Blanca y de las de los adornos y de los vasos sagrados. Ins
piran profunda devoción y h.acen concebir la
Misiones de la Pampa Central.
sencillez y delicadeza de conciencia de que
están adornados aquellos piadosos jóvenes y
f i n ISaliia. B la n c a . —B e n e fic io s Que
a llí x'cpox'tan lo s i$ul«*siauos y i a s
celosísimos Superiores.
I-ltJíis <le ]>£ai*ía A.uxiliu<loi*a. —
El domingo, 3 de Junio, se celebró en el
F i e s t a <le M.ui*ia Auxillafiox*a.
Colegio Don Sosco la fiesta de María Auxi
Eecibí una sorpresa muy agradable al ver liadora y le aseguro que no ha })odido re
la hermosa ciudad de Bahía Blanca y su mag sultar, ni más solemne y agradable á todos,
nífico puerto, acrecentándose después cuando ni de más provecho para las almas. E l tiempo
entré en nuestro suntuoso Colegio Í>, Boaoo favoreció muy poco y con todo oso la concu
que con tanto acierto dirige el incansable rrencia de fieles que vino á honrar á la que
I). Borghino, siendo esta alegría una conse es Auxilio de los Cristianos fué numerosa.
cuencia muy lógica después de haber vivido Celebró la Misa de Comunión general Mon
tres anos en las casi despobladas llanuras de señor Cagliero y tuvo el consuelo de verse
la Patagonia, raramente interrumpidas por rodeado de una multitud de jóvenes que con
algunas pequeñas casas colocadas á gran dis edificante fervor recibieron el Pan do los An
tancia las unas de las otras.
geles. También predicó S. E. I. en la Misa
A l entrar Mous. Cagliero los 500 alumnos Solemne hablando con entusiasmo de lo ma
que se encontraban en fila debajo de los es- cho que nos puede ayudar á nosotros jmbres
jíaciosos y elegantes pórticos del immeuso pecadores la Santísima Virgen y además de
patio lo saludaron con calurosos vivas y en los grandes beneficios que ha reportado á
tusiastas y prolongados aplausos. Después que Bahía Blanca la Obra Salesiana, excitando
S. É. I. saludó-á sus amados hijos y pequeños á los Cooperadores á continuar su caritativa
amigos, fué á la Iglesia para celebrar el misión. Una hermosa y variada academia co
Santo Sacrificio de la Misa, dirigiendo des ronó las funciones del día.
E l momento de la separación de nuestros
pués de ella la divina palabra á todos aque
llos jóvenes, quienes la escuchaban con in hermanos y jóvenes de Bahía Blanca vino
más pronto que fuera de desear. Al siguiente
decible placer.
Los pocos días que estuvimos en Bahía día por la mañana fuimos á la estación, acom
Blanca se consagraron todos en beneficio de pañados de D. Borghino, para tomar el tren
la juventud y de los intereses espirituales que debía conducirnos á la Pampa Centrad.
de aquella población confiada á nuestros cui Esto nuevo territorio ocupa una extensión
dados. S. E. I. visitó los trabajos de la nueva de 144.000 kilómetros cuadrados con muchas
y grandiosa Iglesia Parroquial y además la selvas de caldenes y ricos pastos: su población
— 242 68 de 30 ó 40 mil almas próximamente con
fiadas á miostros Misioneros. Es la segunda
vez que Monseñor visita esta Misión.
A ^ c t i a . —Ilu m in a c ió u . —
X
%
>4^<*il>imi<‘u to A.oudémico. — I^iMioneN. —Xfen<lÍoí<5n d e l nvie-vo Co—L íOh italiunoiü e u l a P u m p a .
—I d u á T oay .
Después de 11 horas de viajo llegamos á
Acha que es un pueblo de unos tres mil habitíintes. Eran las 7 y como quiera que en
esta paito do América sea el invionio en
este mes do Junio, se sentían el frío y la os
curidad do la noche. La estación estaba llena
de gente deseosa de ver, como ellos decían,
al Obispo Salesiano, y entre otras i)ersonas
80 encontraban las autoridades civiles y mi
litaros, una Comisión de respetables Señores
de la localidad y nuestro hermano D. Pedro
Orsi, Director del Colegio y Vicario de la
Parroquia. El Colegio Salesiano estaba ilumidado con luces de Bengala. En un largo y
espacioso salón se dio un ligero refresco en el
que tomaron parte distinguidas personas,
amenizándolo las hermosas piezas musicales
que dejo sentir una orquesta. Se pronuncia
ron discursos de ocasión y se declamaron
hermosas poesías. S. E. I. aprovechó tan fa
vorable ocasión para excitar á aquellos bue
nos habitantes á que funden una casa de Hijas
de María Auxiliadora.
Al día siguiente empezó la misión, durando
esta cinco días, y aunque el tiempo favoreció
bien i)Oco se bizo mucho beneficio á las almas
bien dispuestas. Hubo nnnierosas confesiones
y <;omuniones y en todos ellos nos ocupamos,
tanto por la mañana como jior la tarde, eu
preparar á aquellos que debían recibir el Sa
cramento de la Confirmación. Un día no pu
de asistir á la Jlisa de Monseñor por con
fesar á cinco jóvenes italianos que trabajaban
en la línea férrem siendo preciso para esto
venir antes del día y sacrificarse no poco i>or
recibir la Santa Comunión. Con mucha fi*ecuencia eucoutramos empleados, ya en la vía,
ya en las estaciones, que hablan nuestra her
mosa lengua italiana y ti\inbién muchos ha
blan el piamontés, el genovés, el lombardo,
el véneto, y el toscano. En la construcción
de lincas férreas que tanto se multiplican en
esto territorio tomado á los Indios en 1880,
son preferidos pava trabajar los de alta Ibilia
porque dicen que soportan las fatigas y tra
bajan bien. Tor esta razón pierden demasiado
pronto las buenas costumbres y con ellas la
fe que han traído de su país.
Debo haeor mención especial de la solemne
bemlición do miestro nuevo Colegio. A ella
asistieron todas las autoridades y las princi
pales familias del pueblo, por lo cual resultó
una función verdaderamente conmovedora.
Las Rijas de !María Auxiliadora gozan de un
apmúo excepcional, siendo muy consideradas
en Aeha, pues además del Colegio les quieren
dar la dirección de un nuevo hospital: sea
todo para mayor gloria de Dios y bien de
las almas.
El domingo por la mañana, 10 de Junio,
fiesta de la Santísima Trinidad, después de
celebrar S. E. 1. la Santa Misa fué acompa
ñado á la estación por muchos de sus admi
radores y j)or D. Orsi, y después de una ca
riñosa despedida partimos para Toay que es
lili pequeño pueblo cercano á Santa Rosa. Su
fundador llamado John Brown es un señor
muy bueno, y aunque en la actualidad es pro
testante, creemos que con la ayuda de Dios
se convertirá al Catolicismo; pues bien, quiso
tener la honra y honor de hospedar en su
casa á Monseñor, prodigándole todo género
de consideraciones, como igualmente lo hizo
el Sr. Director de las escuelas del Gobierno.
Reunió al momento todos los niños (lo mismo
bizo la Sra. Maestra con sus niñas) para
que su amado Pastor los animase á estudiar
con gusto la religión, á practicar la virtud y
á cumplir los deberes religiosos. Les habló
con el interés que un padre lo hace con sus
hijos y les prometió que había de enviar un
Sacerdote que los preparase bien para recibir
la Santa Comunión. A i estar presentes todos
los principales señores de la localidad les
preguntó S. B. I. que cual había de ser el
patrono de la nueva iglesia que se ha de edi
ficar y todos á la vez respondieron que María
Aíixiliadora. Monseñor so alegró muchísimo
do la elección y bendijo tan santa empresa.
Con el fin de que todos, aun aquellos que
viven más lejos, pudiesen recibir los Santos
Sacramentos de la Penitencia y Comunión y
además traer á sus hijos para que recibieran
la Santa Confirmación, les dijo que volvería
el martes, 12 de Junio. El Sr. D. José nos
acompañó á la estación, partiendo para Santa
Rosa que es la capital provisional de la
Pampa Central.
E u i^ au ta Rostn tle T o ay . —Xtef»il>ii>iioiito. —]Mit<iono9S OI» T o a y y
H unta RoHa. —Eotoíri'íiíiaw. —Ro5r**<^*»*<>
ooelie. —A IJueiiois A.ii*e«.
También aquí fué recibido S. E. I. con
mucho entusiasmo por parte de las Autori
dades y de respetables señores, entre quienes
se encontraban el fundador del pueblo Don
Tomás Masson y el Sr. Director de aquella
floreciente misión salesiaiia, D. Estanislao
Cinaleski. Al día siguiente fué á visitar al
Sf. Gobernador, Dr. D. José Luro, y aunque
se encontraba en cama atacado de la gripe,
lo invitó á comer con su familia. Visitó á
los principales señores y concluyó ocupándose
totis viribus en beneficio de la juventud. Por
la_tarde hizo venir á la iglesia á todos los
ñiños y ninas de las escuelas del Gobierno
teniéndoles una hermosa plática acerca de
la obligación de estudiar el catecismo, asis
tir á la Santa Misa y recibir los Santos Sa
cramentos. Muy bien respondieron al llama-
1
miento de su amado Pastor, pues no lian deja un camarero que nos proveyó de todo lo ne
do de asistir á la Doctrina Cristiana y á las cesario.
E l viaje aunque largo (pues duró l.S liorna)
funciones religiosas.
E l día 12, como había prometido, regresó fué agradable por la variedad del terreno.
á Toay para confirmar: ten crecido era el
número de fieles que deseaban confesarse y
tantos los niños y niñas de primera Comunión
que siendo ya muy tarde, y para hacer las
cosas con mayor devoción, avisó S. E. I. que
para la Confesiones y Comuniones vendría
un Sacerdote la víspera del Corpus. Dió una
breve instrucción ú los numerosos confirman
dos en la sala principal del Colegio conver
tida en Capilla. To confesaba á los niños en
la habitación inmediata, D. Orsi en uno de
los bancos de la escuela, y Monseñor, impro
visando un confesonario con un caballete, un
tablero contador y unos lienzos, confesó á
las niñas y mujeres.
A las 11 se empezó la Santa Misa y des
pués de ella administró S. E. I. el Sacra
mento de la Confirmación, durando la cere
monia hasta después de las 2. Vea V., ama
dísimo Padre, cuanto se trabaja en las misiones
y como se i)alpa la verdad de las palabras
de Jesucristo: Mems qiddem muUa, operarii
antem pauci. | Cuántas almas que salv ar!
¡Cuántos se pierden por carecer de obreros
evangélicos!
Después de comer nos despedimos de nues
tros amigos de Toay y volvimos'á Santa Rosa
para atender á los niños y ninas de primera
Comunión y dar la bendición con el Santí
Snntisimo Sacramento. Aunque S. E. I. estaba
muy cansado, predicó á los fieles la divina
palabra como lo había hecho las dos tardes
anteriores con gran provecho espiritual de
las almas. La Señora Maestra de la escuela
pública merece un elogio especial, jiues el
canto de sus bien educadas niñas amenizó
las funciones religiosas de nuestra Misión :
también dedicaremos una palabrita á nuestro
hermano D. Ambrosio Barelo por el celo y
paciencia que desplega en el nuevo Oratorio
festivo, frecuentado por muchos jóvenes.
Precedida de un solemne triduo edebramos
muy bien la función del Corpius-Ckristi, resultan'do hermosa é imponente; aunque una llu
via casi torrencial impidió que asistiesen al
gunos fieles: en dicho día hicieron muchos
niños y niñas la primera Comunión. Antes
que concluyera la última Misa cesó la lluvia,
acudiendo mucha gente á oir á su buen Pastor
y con el fin de llevar á sus hijos para que
recibieran la Confirmación: concluida esta
ceremonia se dió la bendición con S. D. M.
cuyo acto puso término á la fructosa Misión
de Santa Rosa.
A las dos de la tarde dejamos á aquella
buena gente, tomando el tren que debía conducirno.s á Buenos Aires, acompañando á A las 8 de la maüaua del día 1.^ de Junio
S. E. I. las Autoridades en dos coches has Regamos á Buenos Aires, donde Monseñor era
ta la estación : un fotógrafo tomó el grupo. El esperado con ansia por los hermanos SaJeSr. Gobernador y los otros señores pidieron sianos, por los .'KH) ó mas niños y jóvenes del
un coche de 1.* reservado en el cual había Colegio de S. Carlo.-i y los 800 de las escuelas
244 —
externas Z>. Bosco, y por las Hijas de María
Auxilia«lora; venía para tratar personalmente
con el Sr. Presidente de la Eepública y los Mi
nistros algunos asuntos relativos á las MsioiK*>s Salüsiaiias de la Patagouia y Tierra del
Puogo.
El Angel del Señor hizo que nuestro viaje
fuera próspei-o, librándonos de todo peligro.
¡ Sea por todo alabado D j o s quien con su pa
ternal protección nos ha defendido de todo
]nal.
Comduyo mi relación porque los deberes
del proi>io ministerio no me permiten exten
derme más ’j aunque desearía darle otras mu
chas noticias. El Señor que ve los grandes
sacrificios de los pobres Misioneros de Don
Bosco, los premia abundantemente con la
salvación de innumerables almas.
Dígnese , amado Padre, pedir mucho por
nosotros y bendecirnos para que seamos dignos
hijos suyoS; y en especial á este
Su afmo. hijo in C, J.
q. b. 8. m.
J uan B b e a l d i , Pbro.
Buenos A ires 15 de J u lio de 1900.
^cmopias del Re^. ©. )|eaxi^oif>
TIEIIIIA DEL FUEGO
£11 JuosR <le p n» y la. Oomisión
iiivcí«ítiíriid.ot*a.
Después de diez días llegaron de San Sebas
tián ocho hombres, cinco del páramo y tres con
el Juez de paz de la Comisaría, hospedándose
en nuestra Casa dos días. Manifestó el Juez de
seo de que yo mismo les acompañara y no sin
gran trabajo lo persuadí de que sería improce
dente y peligroso el que yo abandonara la Casa
por un asunto que creía nada se había de con
seguir: por otra parte los indios andaban conti
nuamente alrededor do la Misión observando
minuciosamente cuanto se hacía. Además nada
se remediaría, puesto que en el lugar del crimen
no habría otra señal que cenizas. — V., le dije,
debe ir personalmente para instruir el sumario;
pero que ya verá no encuentra allí el menor
vestigio. — Fueron y después de tres días re
gresaban, sucediendo todo al pié de la letra como
se lo liabia dicho. Permanecieron con nosotros
tres días al cabo de los cuales marcharon: tal
visita nos costó un saco de galletas, doscientos
kilogramos de carne, un caballo que le presta
mos y que no devolvieron y otras varias cosas.
De dar gracias no se hable: creían se las de
bíamos dar nosotros á ellos: esto tuvo lugar en
el mes de Septiembre de 1894.
£31 lioiiibr*' propoiLO X>ioss dispone.
—¿ Q u i é n ei'n C opelo
Se dijo que el protagonista había sido el in
dio CojH'lo con su tribu, pero no se pudo ave
riguar. Varios meses después supimos que Co
pelo, nuestro conocido desde Marzo último, había
cometido ese crimen, y que yendo por los mon
tes poco á poco había llegado á 1^ cercanías
del canal de Beagle: penetrando en la estancia
del ex-ministro protestante Mr. Breadges, le ha
bía amenazado si no le daba lo que le pedía, y
además que pegaría fuego á todas sus casas.
Mister envió secretamente á uno de sus peones
á la vecina Ushwuaia á dar cuenta y pedir au
xilio á la policía. De allí partió en seguida el
Jefe con unos gendarmes y sorprendieron impro
visamente á los indios y como intentasen huir
mataron á unos quantos hallándose entre estos
Copelo á quien el mismo Jefe de cuyas manos
había logrado escaparse, mató con dos tiros de
revolver. Más tarde diremos su historia: por
ahora bnste saber que había ideado dar un golpe
al Ei-pastor inglés y después venirse á repetirlo
en la Misión de Ríogrande. Si es verdad que
esto había ideado, echó las cuentas antes de
tiempo; no sabía el desdichado que si el hombre
propone es Dios quien dispone.
¿ Quién era Copelo ? El fruto de la moderna
civilización, de la sociedad moderna, de la es
cuela sin Dios. Era, cuando vino á la Misión,
un jóven bien parecido: de indio casi nada le
quedaba, á no ser el idioma, aunque hablaba
algo el castellano. Vestía levita negra, chaleco
y pantalón del mismo color, llevaba botas gra
naderas y un sombrero ovalado: sólo le faltaban
los guantes para hacer creer que era un mozalvete recién llegado de la Capital. Según me
dijeron después, ya había cometido dos muertes,
y parece haber venido á nuestra Casa con de
pravada intención. Tenía un descompuesto remington, algunas municiones y un largo machete.
Se presentó en la Misión muy bien, con política,
como se dice vulgarmente, y se portó tan bien
— 245 —
en los ocho días que aquí estuvo, que no sólo
no dió motivo de queja ni sospecha, sino que
nos sirvió muy bien, trabajando como los otros,
obedeciendo en todo lo que se le decía. Si ya
entonces abrigaba la mala intención que sospe
chamos, es necesario confesar que hizo admira
blemente el papel de hipócrita. Con todo eso
si lo hubiéramos podido tener mucho tiemfw
entre nosotros, tal vez hubiera llegado á ser útil
á la sociedad, salvándolo, como á muchos otros,
mediante el auxilio de lo alto. ¡ Cuán poiuiieiosa
es á la Sociedad la escuela sin Dios!
Esto era Copela, presunto asesino, según se
dice, de un marinero guarda-costa de la sub
prefectura de Bahía Tetis, de un minero de
Bahía Sloget y del malogrado Jacobo Sanmar
tín y demás compañeros. Presunto he dicho,
porque aun no se ha averiguado que fuera el
autor de ^os delitos.
Grcilpón eii lo. i>lazo. —O o sa d e cixati*o lio ljita c io n e s á. lo s t r e s m au o u tia lc s.
Al salir Monseñor de Ríogrande nos dijo que
construyéramos en la plaza unas casetas para
poder guardar en ellas los viveres, útiles, etc.
Así lo hicimos y al cabo de un mes estaban
terminadas. Después empezamos á allanar ima
loma y á hacer unos terraplenes en medio de
los tres manantiales, siendo este el sitio elegido
por Monseñor para la Misión y el día 4: de Oc
tubre de 1894, fiesta de S. Francisco de Asís,
colocamos el primer suquete del primer galpón.
Trabajaron en cavar la tierra para allanar y
terraplenar este sitio por espacio de un mes
diez indios dirigidos por nuestro hermano Fe
rrando. De modo que cuando el 28 Octubre de
1894 llegó por 2* vez el vapor Torino, en que
venía el P. Juan Bernabé con un cargamento
completo de maderas y p’anchas de hierro gal
vanizado y varios carpinteros, estaba concluyén
dose la casita, y allí pudieron colocarse y prin
cipiar los edificios de la Misión.
Id a y
íi I?uiit«r*eiias. —
IToirvet opiix.
Aprovechando la venida de ese Sacerdote, lo
dejé encargado de la casa y me fui a Puutarenas por varios asuntos y para completar el
material que nos faltaba para concluir nuestros
edificios. Después de casi dos meses de ausencia
vuelvo á la Misión: ésta había abandonado la
antigua casa del Río y se había trasladado al
nuevo parage donde, según el plano trazado ^ r
Monseñor, va se babía levantado el primer piso
del edificio en gran parte, y ya estaban habita
bles siete habitaciones, una de las cuales servía
de capilla y las otras de dormitorios y depósi
tos. A mi llegada, con el nuevo material y con
los obreros que traía, se dió mayor impulso á la
i
i
obra, así que en pocos meses tuvimos casi con
cluida nuestra casa, y además empezada la do
las Hijas de María Auxiliadora, y mientras so
trabajaba en ésta, otra partida de carpinteros y
oficiales levantaban en medio do las dos castis
una espaciosa capilla quo pudiera siquiera con
tener mil personas, formada á manera do cruz
latina, de modo que el cuerpo del medio, parto
mas grande y elevada, estala destinada para el
pueblo y los brazos laterales para capillas par
ticulares do los dos colegios do niños una y do
niñas la otra. Por esto so puede propiamente decir
en este momento fervet qpws, quo todo está en
movimiento y que todo se mueve con una acti
vidad asombrosa, desde el amanecer (y cuidado
que se mandruga, pues á las 4 todo el mundo
se levanta) hasta la puesta del sol, todos tra
bajamos. Cumplidas nuestras devociones, cada
uno vuelve á su tarea del día anterior. El P.
Bernabé atiende como arquitecto á sus carpin
teros y oficiales. El hermano A. Bergese en su
taller y J. Ferrando con su compañía de peones
de toda clase y mientras á unos les traza unos
hoyos ó indica el modo do usar la picota y la
pala para cavar tierra, á los otros los entretiene
en limpiar y trasladar con carretillas á mano
la tierra recien cavada, y entre uno y otro inter
valo, él mismo prepara las suquetas que deben
sostener todo el edificio, Pablo Ronchi, cocinero
improvisado, está preparando la sopa y el pu
chero para toda esta familia que va creciendo do
día en día y él, como los otros, anda de este á
aquel punto, observando si todos estón en su
lugar, si en las casetas y lugares apartados no
queda algún rezagado y poseído do la pereza,
para sacudirlo, moverlo y llevarlo con los de
más, con buenos modos se entiende, pues de
otra suerte se irían al momento los indios. Los
cuatro muchacliones que he traído de Puntarcnas se muestran ahora más atentos y celosos que
antes: á la mañana ellos solos buscan sus yuntas
de bueyes, las uncen á las dos carretas, van á
la playa adonde se descargó el v a^ r y traen á
casa todo lo que hay que acarrear, vívere.s, útiles,
maderas etc. y esto con tanta prolígidad y buen
modo, como si este hubiera sido siempre su ofi
cio. ¡Bendito y alabado sea D.os que con tanta
benignidad nos ampara y favorece í Estos pobres
salvajes que pocos años há infundían tanto temor
y espanto, están ahora tan dóciles y obedientes.
Nunca han sido feroces, cannibales y antropófagos
de que los romanceros nos han hablado con pa
vorosas descripciones. Mentiras y calunnias con
que han faltado á la verdad, denigrando á seres
que no conocieron nunca. Sí sólo, y esto lo anhe
lan, tienen necesidad de quien con mano amiga
los sustraiga de las oscuras tinieblas de la igno
rancia y del bárbaro salvagismo en que yacen,
y los lleve paulatinamente á disfrutar del sol de
— 246 —
la civilización que ya irradia en la mayor parte
de la faz de la tierra, y esta mano amorosa y
benéfica es el Misionero católico, quien se la
ofrece y pacientemente le ayuda á salir de su
tenebroso labirinto.
Gracias infinitas debemos dar á Dios porque
á nosotros los Salesianos nos ha cabido tan hon
roso como benéfico cargo de ayudar á esos po
bres hermanos á salir del salvajismo en que
yacían para que puedan participar de los bene
ficios de la Luz increada que les dió el ser,
criándolos, y que ahora los redime á la libertad,
llamándolos al conocimiento, al amor y al ser
vicio de su Dios, para poder también un día
gozar de la visión beatífica, que los hará felices
por toda la eternidad.
Esto hace que vean en el Misionero á un
semejante suyo, á un hermano, porque todos
descendemos de un mismo Padre, criado direc
tamento por Dios, y de ahí la obligación, que
á ellos también les incumbe, de respetar y amar
á todos los individuos de su misma especie, sea
cualquiera la parte de donde vengan, el idioma
que hablen y el liábito que vistan, haciéndose
de este modo capaces de los beneficios de la
civilización. Allí está á la vista: todos pueden
ver nuestras Misiones de la Tierra del Fuego,
pues son una prueba evidente. Sí de este modo
se trabaja en la Misión de Ríogrande, cada uno
desempeña en el modo que sabe y puede, lo que
le filé confiado. ¿Qué extraño será si en pocos
meses llegamos á concluir ocho habitaciones más
de la casa de las Hijas de María Auxiliadora,
para que apenas lleguen tengan adonde alojarse,
levantar el esqueleto de la capilla, techarla toda,
concluir primero la sacristía, luego un brazo y
establecer allí (aunque provisorio) el asiento de
nuestro santuario para nuestras devociones? En
estos intervalos tuvimos también varias visitas.
Además de las de los comisarios de policía do
S. Sebastián que se hacen casi periódicas en to
dos los meses, nos visitaron los ingenieros agri
mensores de la Comisión de límites Argentinos,
el Sr. Alberto Palacios, el Teniente Moneta con
sus ayudantes y peones, y tuvimos la satisfacción
de hospedar por varios días y varias veces
en nuestra cusa y proveerles de víveres y de
útiles — gratis et amore patriae — y siempre
salieron muy satisfechos, agradeciéndonos lo poco
con que los habíamos obsequia lo. ¡Qué hermoso
es el hacer el bien á nuciros semejantes! Cuán
tas gracias debemos dar á la Divina Providencia
y á nuestros Bienhechores, (que de ellos se
sirve) por las dulzuras y placeres que nos pro
porciona!
U n clebei*
g rra titu d
lia c iu SXui*in .A.ux:ilia<lox.*a.
Puse en manos de María un asunto difícil,
y desde que empecé la novena, entró en vías
de arreglo y de feliz término. Més adelante
una persona de mi familia se vió amenazada
de grave enfermedad y también la encomendé
á la yma. Virgen, teniendo el consuelo de
ver pronto sana á mi enfermita.
Hoy cumplo mi promesa y un deber de
gratitud publicando en el B o letín S a l e siANO tan señalados favores.
D o loees J . d e C uadea
Marquesa de S. Marcial,
u tr e r a (S ev illa) 4 de F eb rero de 1901.
Xjibvcts d e l a pesste.
Cuando en el raes de Noviembre, la terrible
peste bubónica invadió á Villa Concepción,
afligida por el temor de que atacara á mis
tiernos hijitos, invoqué á María Auxiliadora
y le promití que si esta enfermedad respe
taba á los de mi casa le haría una novena
y al final de esta mandaría decir una misa, v
á la vez darle nua limosna. Se desarolló con
fuerza en las inmediaciones, murieron mu
chos; pero mi csisa fué respetada gracias á
María Auxiliadora. La novena la concluí hoy.
la misa fué dicha después, mandando asi
mismo la limosna ofrecida y lo ruego, que
para mayor gloria de Dios y aumentar la
devoción de María, tenga á bien hacer pu
blicar esta gracia.
E l is a R. d e Q u et e d o .
V illa Coxicepción (P arag u ay ) 9 de A b ril de 1901.
Uo. c o n lia u z a e u 3 Xax*ia d á
s u auxilio.
Próximamente hace tres meses que mi pa
dre padece una enfermedad casi desconocida.
Al cabo de ellos guardó cama, y tal era su
estado que los facultativos desesperaban de
su curación, puesto que ellos mismos confe
saban que tenían que andar á ciegas por la
índole poco franca del padecimiento. Un día
tuvo un acceso tan grave, que nos hizo creer
estaba muerto, hasta que al inmediato, muy
i
— 247 —
cerca de la misma hora en que se iniciara actos de la vida, vayamos guiados, como la
Sü accidente, notamos en el enfermo señales pobre Josefa, de fe ciega y que siempi'e Minría
de vida. Durante este tiempo, llena de espe Santísima sea nuestro amparo.
ranza, di una medalla de María Auxiliadora
J o s é L t jo k n a .
á un hermano mío, para que se la pusiera al
cuello, mientras yo empezaba una novena á la
M álaga 30 de D ioioinbre d« 1900.
Santísima V irgen: su intercesión se dejó
sentir muy pronto, pues á los tres días em XJim gri'uoli». ol>toiil<Íi\ poi* m otilae i6 u tic M.ui*ííi A-uxlllatlora.
pezó á mejorar de una manera tal, que quince
después pudo levantarse y hoy se encuentra
Hallábase una persona de mi mayor aprecio
bien. Admirados todos de tan estupendo favor
invocan en todas sus necesidades á María á las puertíis de la muerte á causa do una
Auxiliadora, bajo cuyo título ha sido casi grave enfermedad que le tenía ya j)rivada tle
todos los sentidos, sin haber arreglado antes
desconocida hastíi hoy en este pueblo.
Yo, impulsada por la más grande gratitud, sus cosas ya espirituales, ya tenqmrales. Acudí
publico tan insigne gracia que la bendita a María Auxiliadora con otras personas pia
Madre de Dios hizo á mi padre, rogando á dosas haciéndole una novena en la que im
todos acudan á Ella, que como fuente inago plorábamos su eficaz auxilio eu favor de
table de gracia y de misericordia, siempre aquella alma que se encontraba en tan de
está propicia á dispensar los celestiales dones. plorable estado. Esta Madre do misericordia
pronto dejó sentir su influencia: al segundo
JüiiiA C abo.
día de la novena empezó á mqjorar la enferma
con tales progresos que al tercero recobró
C h an tad a (L ugo) 13 de Marzo de 1901.
perfectamente el conocimiento, y acto seguido
se pusieron los medios para sacar su alma
¡ Grx*acias, M adlre roía.!
del grave peligro que corría, y poco después
E n el momento en que veníamos acompa de haber alcanzado satisfactoriamente todo
ñando en procesión á Nuestra Madre, llevada lo deseado llena de un gozo inexplicable y
sin duda por el g r ^ d e afecto á la Sma. Vir colmando de besos una estampa de María
gen , y más que todo, entusi^m ada por el Auxiliadora, espiraba tranquilamente en la
^mouioso cántico de los pequeñuelos en loor paz del Señor.
á la Ecina de Cielos y tierra, abandonó el
E u l g e n c ia N a v a b b o .
aposento en que se encontraba la asilada Jo
Piuoso
15
de
F
eb
rero
de 1901.
sefa G-utiérrez Páez, anciana y casi sin vista,
quien en vez de tomar la dirección hacia la
puerta de la calle, tomó la contraria, cayendo
B ) — Barcelona. Doy g racias á M. A. por h a b er
por la muralla del patio principal, que mide
d ev u elto la salud á m i tía . J. 3f. I . — Id. Doy gracias
una altura de siete metros próximamente.
d M- A. p o r haberm e alcanzado u n fav o r de m ocha
Examinada, vimos con gran sorpresa que im
p o rtan cia y cum plo la prom esa de ser C ooperadora
estaba ilesa, imr cuanto natía encontramos en Safoainiia y d a r u n a lim osna. M aría de la t Meroeáee.
ella de particular; mas interrogada por mí _Burgos. Creí no podría m i h ijo c o n tin u ar los
estudios i>or n u a afeocirtn nerviosa. Lo encom endé i,
de la causa de su caida, me dice en palabras M.
A. prom etiendo p u b lic a r la g racia y m an d ar u n a
firmes y de profunda convicción. « Padre, lim osna, y como y a e sté b ien cumplo lo ofrecido.
» me dijeron que se celebraba una gran fiesta .Francisca Mpnteverae.
>» en honor de María Sma. i>or los Padres SaO ) _C allao (P erú ). Ya e sta b a desahuciado mi
* lesiaiio.’t, y ansiosa yo, al oir aquellas voces h ijo y te n ía to d as la s soflaics de m u erte p ró x im a
cuando
acudí á M. A. prom etiéndole u n a lim osna AJ
> de Angeles, y confiada en que Ella me daría
om ento sen tí la protección y e stá oorapletam ento
» ftierzas bastantes, sin más ayuda que la bmien
. Eliea Poteetá. — Concepción (P arag u ay ). Mía
>? suya, me fui á buscar aquella hermosura, h ijo s D an iel y J u a n a E v a ris ta y u n a servidora hemos
> y por mi suerte, más bien qne por des- alcanzado la salu d in vocando á M. A. Doloret B . d*
^
» g ^ cia, ladeé el camino, cayendo donde us- Queredo.
C U ) — Chinondego (K iearagoa). D oy
£
>* ted me ha visto y recogido; podiendo aseA. por h a b er enco n trad o u n o b jeto percudo a l in
> gnrarle qne me encuentro bien y que nada M.
> en absoluto me duele; pues, gracias á la vocar su protección. M aría Luna.
1 » — Oon Bonito (B adajoz). M ando 20 peseta*
Sma. Virgen, y nada má¿ que á Ella debo
p a ra la ig lesia que en ho n o r de M. A. se le v a n ta en
la vida.
S a rriá por v ario s favores alcanzados y otros que eo« Sentía en aquellos momentos, en vez de pero a lca n zar por su in tercesió n : adem ás envío ofras
^ tristeza, grande alegría, y al llegar á mis 10 pesetas p o r h a b er concedido la sa lu d á u n h ijo
> oidos el sonido de las campanillas de la mío ata c a d o de d ifte ria . Francisca Gañán Carraeoo.
iglesia anunciando la bendición con el San<3 }.)_ Granada. Siendo a ta c a d a m i m ad re de 1»
tísimo, le pedí en aquella situación, lo qne orive acu d í á M. A. y recobró la salu d . I . O. —
Gerona. D oy 10 pesetas por u n frv o r alcanzado p o r
^ más me conviniera. »
in tercesió n de M. A. D. L . — Id. M i á n d o s e dos b iCreo no dejará de admirar el hecho que ia6 mÍM 2 ra v 6 iB6n t 6 ©aftnDas se n d í á M# A* y t6COacabo de referir; por lo que pido á Dios, nos b ra ro n la salu d . C. B. de F . — W- D oy 10 p e ^ t M
conceda la gracia de que en todos nuestros p o r tav o res recibidas por in tercesió n do M. A. Uoi»-
— 24b •*M Comae. — Id. Doy 20 p esetas p o r g ra c ia s o b te n i
d as de M. A. A . C. — Id. Cinco pesetas á M. A. p o r
favor alcanzado. José Biera, Pbro. — Granada (Ni•laragiiaj. Invoqué á M. A. en fav o r d e m i onSada
eme se h a lla b a m o ribu n d a y Je concedió la salud.
Pelroua 1*. Bonilla. — Id. D oy s a c i a s á M. A. por
un favor reoibldo. Leandra DelgaMllo, v. de Zambrano.
— Id. T enia u n a n ie te c ita m uy e n ferm a: in v o q u é á
M. A. prom etiendo d a r n u a lim osna y p u b lic a r la
gracia, estando y a com pletam ente bien. Angela P .,
V. de Alegría. — Id. D. llamón Malegpín, aif hijo y las
Srltae. M aría Brígida Pérez y Manuela Saray d an una
lim osna de dos posos y cin cu en ta céntim os por u u
favor que esperan alcan zar invocando h, M. A. — Id.
Doy u n peso de lim osna á M. A. por h a b e r cobrado
u n crédito que lo te n ía como perdido. M aría Lejarza.
— Id. Teniendo & mi h ijo cuierm o invoqué la pro
tección de M. A. y habiendo recobrado la sa lu d m ando
u n a lim osna y deseo se publiq u e la g racia. J u a n a M.
de Barbuena.
IX) — Huolva. Doy 10 pesetas de lim osna por
h eb er obtenido u u fav o r de M. A. L . S . de S .
J) — Jinolepe (N icaragua). E s ta b a g ravem ente
enferma, pues según los m édicos no h a b ía p a ra mí
rem edio. Alia h ija s acud iero n M. A. y en poco tiem po
recobré la salud. Deeiderio Bomán.
3MC)— Managua. (N icaragua). P a d ecía de asm a y
prom etí sor coojieradora sa le sia n a si o b te n ía la salud';
cum plo hoy m i prom esa por e sta r y a san a. Pastora
P . de Bone. — lo. D ebía som eterm e á u n a operación
muy difícil. Invoqué á M. A. y p rom etí d a r u n a li
m osua: hoy estoy bieu y lo cum plo to d o . Peirona
Corea de Ba'tniidez — Málaga. Doy g racias á M . A.
por favores rei'ibidos y doy de lim osua 25 pesetas.
A . S . do 2). — Id. X . A . profesor de u n colegio de
M elilla padecía c a le n tu ra s: invocó á M. A, y dió una
lim osua de 2,60 pesetas recobrando la saln d . — Id.
P adecía do pulm onía: h ice u u trid u o y después una
novena Á U. A., recobrando la salu d . Victoria García
R am írez,— Id. E l Revdo. X , N . celebró el S an to Sa
crificio de la M isa en el a lta r de M. A. y d ió de l i
m osna 10 pesetas por h a b e rle obtenido ta n bneuii
M adre la salu d á u u sobrino enferm o. — Managua
^N icaragua). Mi casa parecía u u h o s p ita l: hicimos
u n a novena á M. A. y p rom etí u n a lim osua, comeuzaudo después al momento la m ejoría y ya todos es
tam os bien. Margarita Vega.
— Quito fE ouador). P ed ía u n a Señora la c ó n
versión do su m arido y la alcanzó invocando á M. A.
U n carro pasó p o r ouoimn de u u pié de u u nillo que
e stá en nuestro colegio y M. A. lo lib ró de uu des
trozo horrible. P or fin o tra persona g ravem ente en
ferm a sanó a l Hum ar en su a u x ilio á M. A. Guido
Roca, Pbro.
S ) — Santander. Inv o q u é & M .A . pidién d o le me
m ostrara bien la v o lu n ta d de su h ijo acerca de lu
vocación y a l m om ento m e allan ó to d a s la s dificul
tades. Justa Saro y Cano.
*V) — Villa Concepción (P arag u ay ). C reía un
asunto civsi imposible.- invoqué Á M. A . y le ofrecí
u n a peiiueña lim osna venciendo al m om ento todos
los oustói'ulos. Una Cooperadora, — Vlllanueva de
Tapia (M álaga). Doy gracias á M. A. uor h a b er dado
la salu d á u n a sobrina que y a e sta b a d esah u ciad a de
los m édicos. .Miíii'idad Rosa del Rosal.
X ) — Doy gracias á M. A. por u u fav o r recibido
y otros que espero rio ib ir, y prom eto p u b licarlo s por
extenso pues oreo será p a ra m ayor g lo ria d e D m s.
E l mde injimo Cooperador Espaüol.
UESTRA
O O E R E SPO N D E líO IÁ
«i<g>5 ^
i
J
BOGOTA (Ooíombia).
Muy Rvdo. Sr. D. M ig u e l E úa :
Amadísimo Padre : Veo por cartas y periódicos
que ya creen termiuada por completo la guerra
en ésta 5 pero desgraciadamente no es cierto, su
friendo este pobre país las consecuencias tan tris
tes y aterradoras que deja tras sí. Fabuloso es
el precio de los artículos de primera necesidad,
y tan fabuloso que muchos no querrán creer que
un Kilogramo de carne cueste 20 pesetas, un par
de zapatos ordinarios 150, y así sucesivamente en
proporción lo demás.
Pero nuestros leprosos ¿se habrán muerto en
este tiempo? No, amado Padre : loa de Agua de
Dios han recibido diariamente 1,50 pesetas que
de Bogotá les manda la Sociedad de Beneficencia:
no es gran cosa; pero tienen para ir pasando. Por
lo que respeta á los de Contratación la caridad
verdaderamente inagotable de Bogotá los ha sos
tenido y está sostenieudo. Pasan de seiseientae
)HÍÍ las pesetas que lie recibido por conducto del
Exemo. ó limo. Sr. Obispo de Socorro y todas
ellas son producto de tan caritativa Cuidad, pues
nunca sus generosos habitantes han faltado á
mis llnmaniientos. Y no solamente han contribuido
los ricos, sino también los polu-es. aunque en
]>equeñas cantidades, como es natural, pero todos
¡m il querido cooperar á una obra tan religiosa,
caritativa, patriótica y liumauítaria: me han
ayudado los Colombianos, sin excluir los extran
jeros y es de admirar tauta generosidad en época
do tantiv miseria. Hay quien dice que lo que eatii
pasando con los leprosos de Santander no es otra
cosa que obra de D. Rosco quien desde el Cielo
trabaja todavía en beneficio de los pobres desgra
ciados, pidiendo á Dii>s que mueva en sn obse
quio los corazones caritativos : si es esto ó no, lo
ignoro; pero no sería difícil que quien se con
sagró en este mundo completamente y se sacri
ficó en beneficio de los pobres, continúe desde
el Cielo haciendo prodigios de verdadera caridad,
como Dios parece que se complacía en hacerlos
por su mediación cuando vivía en este valle de
lágrimas, pues la intercesión poderosísima de
María Auxiliadora para con su Divino Hijo no se
ha mermado en lo más mínimo. Sea como quiera
siempre diré que la ceridad cristiana en Bogotá
se practica en muy alto grado, por lo cual en
nombre de D. Bosco y de sus hijos los Salesianos
les doy los más cordiales gracias.
Hoy por hoy la ración que se reparte es excasísima. porque como digo antes los artículos de
primera necesidad están á precios exliorbitantes :
las limosnas han disminuido un poco porque los
pobres no pueden, y porque ya la miseria casi es
general: ;que hacer en este* caso?
— L»40 —
£ d 6u carta de Euero veo que invita á todos
los Cooperadores del mundo á que sean genero
sos con los leprosos de Colombia: mil gracias le
doy en su nombre. Quiero unir mi voz, aunque dé
bil, á la muy autorizada y poderosa de V. R. para
decir á TODOS que en nombre de Dios, de la Religión
y de la caridad manden su óbolo, por pequeño que
sea en beneíiciu de los seres más desgraciados
de la tierra. Si D. Bosco ha empezado, continuad
vosotros, amados Cooperadores y Cooperadoras,
tan caritativa obra. Eutre todas las Obras que
sostienen los hijos de D. Bosco en todo el mundo,
creo que ninguna es más urgente ni seró más
agradable á los ojos de Dios que la obra do los
leprosos de Colombia, quizá sujetos ú morir de
hambre por causa de la revolución. Tengo evi
dencia que si los vierais quedaría traspasado
vuestro corazón de dolor é inmediatamente aoudiríais con vuestras limosnas ¡PobrecitosI ¡Sufrir
hambre después de soportar tan terrible enfer
medad !
Además del pan, que gracias á la Divina Pro
videncia hasta ahora no le ha faltado, necesitan
ropa para cambiarse. Eu Mayo de 1S99 su estado
era ya deplorable; muchos no solamente excita
ban á compasión, sino que hasta daba miedo ver
los ;■¡hacía ya varios años que no habían podido
comprar un traje ! En la actualidad carecen hasta
de ropa blanca para cambiarse. Hace poco me
escribía la Superiora de las Hijas de María Auxi
liadora lo seguiente: muchas de las Hijas de Ma
ría no pueden ya venir al Oratorio ni asistir á las
funciones religiosas porque el pudor se lo impide,
pues el estado de desnudes en que se eyicuentrun se
opo7ie á la decencia cinstiana. Las que-vienen to
davía. da compasión el verlas.
Todos, lo mismo hombres que mujeres, niños
y niñas son viva imagen del pobre Lázaro del
Evangelio que no tenía ni un harapo con que
cubrir sus llagas. ¡Oh, cuánta miseria en esta
misérrima población ! Poco más ó menos se en
cuentran los del Lazareto de Agua de Dios: más
de dos mil leprosos tienen verdadera necesidad de
vestirse, por lo cual se necesita toda ciase de ropa
lo mismo blanca que de color, para hombres, que
para mujeres y niños.
Que este llamuinieuto quo sale d o lo íntimo de
mi triste y desgarrado conizón al ver tanta d es
gracia y no poder remediarla, repercuta en vues
tros oidos, y pensad que baciciido un pequeño
sacriñeio podréis remediar tan gnindes necesida
des, y tened la seguridad que Dios X. Señor os
lo pagará centupliciulameute en el Keino de los
Cielos, y quizá aun eu esta vida.
Perdonadme, pero no be de dejar de deciros
una palabra á vosotros dueños de grandes fábricas
de tela, sea del género que quiera: aquí hace
falta todo: contribuid con esas piezas que quizá á
vosotros no os sirvan por alguna circunstancia, ó por
exigencias comerciales ó de moda, y haréis una ex
celente obra de caridad que el Señor, siempre rico
en magnificencia y siempre fiel á sus promesas, os
dará el ciento por uno de aquello que le déis á El
en la persona de los pobres, y no os quepa duda que
bendecirá vuestras familias y negocios, y sobre todo os
dará galardón perdurable en el Paraíso. Cumplid mi
propuesta que os aseguro no tendréis de qne arrepentiros, pues las promesas divinas jamás faltarán (I).
(1) Se pueden d irig ir la s o fe rta s: en E sp a ñ a a l Sr.
D irector d e l a C asa S alesian a-d e S a rriá (B arcelona)
y en A m érica d el Snr, a l Sr. D irecto r d el Colegio
Solesiano P ío I X , A lm agro, B nenos Airea,
!
i
Hemos obtenido del Gobierno quo nada habrá
que pagar por lo que se dirija con destino á los
leprosos. Varias compañías de vapores harán los
trasportes gratis hasta Monda y confío quo la
Veloce hará tambiéu i-ebaja.
Bendiga, amado Padre, á sus hijos y á las obras
de Colombia y sobre todo á su hijo tu 0. J.
q. b. 8. m.
Evasio Ua iu o u .m’i , Pbro.
Bogotá 12 de Abril do 11K)1.
HKr^KNA
R vmo S u. D. Miguei. Rüa.
Muy Ajuado Padre; De regreso eu este mo
mento desde el célebre Santuario do la San
tísima Virgen de Andacollo, creo muy oportuuo
enviarle algunas noticias muy cousoludoras.
A fines del pasado Agosto nos entregaban el
espacioso terreno aceptado va por Monseñor Fagnano y destinado desde hace seis largos años
para un nuevo colegio salesiano.
Fué nuestra primera ocupación reunir cuantos
niños podíamos eu los días festivos pava instruirlos
en el Catecismo. Al propio tempo se empezaron
los trabajos de ensanche en la casa, á fin <le que
nos fuera posible admitir muy pronto im buen
número de internos y externos estudiantes, y for
mar un internado pax’a niños artesanos. Cí>mo se
supone, todo esto exigía gi’andes gastos; gastos
que nuestra pobreza no podía cubrir. Acudimos
entonces a María Auxiliadora y á S. José, ó hi
cimos una promesa, y esta buena Madre por in
tercesión de su purísimo Esposo, bendijo á sus
labres hijos.
Eu efecto el día dos do Febrero del presente
año 86 bendijo con toda solemnidad una nueva y
espaciosa Capilla \ y á mediados de Marzo nos
fué dado inaugurar este nuevo colegio salesiano
de la Sereim, que en obsequio ul Papa llevará
el nombre de Oolcgio ¡Salesiano León X I I I . Se
debían satisfacer m'ni muchos gastos do construc
ción, y ])ropiamento el día 19 do lilarzo, fiesta
de S. José, la generosidad do la Sra. D.* Juana
Koss, v. do Edwards, ya por tantos motivos ver
dadera protectora y madre do los saleaianos de
Chile, pagó cumjilotamuuto tudas las deudas.
Muy justo era pues que cumpliéramos nuestra
promesa , y agradeciéramos y saludárumos á la
Santísima Virgen eu su Santuario de Andacollo,
en donde la piedad, la devoción y el entosiasmo
nos representan al vivo lo que pasa en Turin á
los pies de Mxiiía Auxiliadora. El lunes de Pascua
salíamos todos los salesianos y niños de este nuevo
colegio, y después de haber recorrido catorce le
guas de camino jnirte en tren y parte en coche
ó á caballo llegábamos cerca del célebre Santuario,
situado en la cuna de altas montañas, á 1031 me
tros sobre el nivel del mar, y rodeado de cente
nares de minas de cobre, manganeso y oro, y de
quebradas fértilísimas. Creimos entraren el pueblo
de Andacollo sin que nadie lo supiera, pero nos
equivocamos, pues casi todos los habitantes capitanadoB por los RR. PP. Hijos del 1. Corazón
de María nos salieron al encuentro, y en medio
de aclamaciones de repique de camimuas y de los
vivas al Papa á D. ^ s c o y á los Salesianos nos
acompañaron basta al Santaaido. Allí un discurso
muy afectuoso de bienvenida y los cánticos devotos
llenaron de santa alegría á nuestros corazones. AI
— 2:o —
día siguiente por la mañana se cantó Misa so
lemne y liubo la Comunión general para dar gra
cias á la Santísima Virgen, presentarles ios niños,
I)rimicias de este colegio, y pedir una bendición
articulurísiiua para nuestra bienhechora la Sra.
Juana Ross.
Los lili. PP. Misioneros no sólo nos hospedaron
en BU casa, sino que nos prodigaron las mas gran
des mauifestaciones de caridad y cariño, y nos
hicieron dulce violencia ñ ñn de que nos quedá
ramos , en vez de u n o , dos d io s, (|ue pasa
ron veloces y felices en medio de la oración
y do hv Icgría mas im ra, visitamos el cé
lebre Santuario; y, acoinpañados por los niños
uiiducolliiios, dimos nuestros paseos á las minas
de cobre, á los lavaderos de oro y ix)r las que
bradas cubiertjís de higueras y viñedos. Otra manifestíición de cariño luó una bellísima academia
músico-literaria improvisada en pocas horas y
4]ue nos llenó de entusiasmo. Incausablos ee mos
traron los Reverendos Padres en su caridad tan
exquisita: todo lo idearon ellos, y lo realizaron
en favor de los pobres Síilesianos. No fue por
cierto la lUtinia cosa la caridad desinteresada y
la liberalidad con que nos trataron á la mesa.
Que nuestra bendita Madre María Auxiliadora
retribuya á estos buenos lujos del Venerable Padre
Claret. ; Que hermoso es ver los lujos de dos Con
gregaciones t:iu unidos cutre s il
Al íin esta mañana, después de oir la Santa
Misa y de haber pedido su bendición á nuestra
buena Madre, á las 8 y t/2 dejamos con pena el
Sautuai'iu de María, y á las 4 y t/2 entrábamos
otra vez en nuestro colegio para seguir con mayor
empeño la labor emprendida. Las dos fotografías
adjuntas representan nuestro colegio eu el estado
actual.
Perdóneme, amado Padre, si he sido demasiado
lai'gü, y dígnese bendecir con todo su afecto á
este buevo colegio y á su obediente y afect. hijo.
de la Tola, y llamándome por mi nombre me
dijo ;— venga Padre, venga, el Sr. Jijón le saluda
y le manda el coche. — Nos apeamos de la dili
gencia y subimos en el coche que nos dejaba des
pués de media hora de camino en nuestra casa
de la Tola. Allí nos esperaban llenos de júbilo
el Salesiano Coadjutor D. Octavio Donoso, los
antiguos alumnos Carlos M. López, José María,
Ursicino , Valentín A vila, M. Alberto Guerra y
V., y nuestro buen amigo D. Rafael Acosta es
tando además las respectivas familias de todos
ellos. Todo estaba dispuesto y se habían esme
rado en preparar toJo lo mejor posible en con
formidad con la pobreza.
El Cooperador Salesiauo y generoso bienhechor
D. Manuel Gijón, había venido para cubrir los pri
meros gastos. Gracias sean dadas aquí pública
mente á todas las personas que tautu se han in
teresado {>ara el regi'eso de los Salesianos á l:i
capital de la República del Sagrado Corazón de
Jesús. Lo primero que hice fué visitar la Ca
pilla eu donde encontré adornada, annqne mo
destamente, la imagen de María Auxiliadora, la
misma bendecida por nuestro inolvidable Funda
dor y Padre Don Busco, la misma que se salvó
del robo general eu la casa de la Proviilencia eu
Sangolqui en la época de nuesti-o destierro. ¡ Con
qué fervor no le daríamos las gracias al habernos
traído sanos y salvos á Quito, á través de tautas
y tantas peripecias!
Encontramos la& obras del Colegio muy adelan
tadas, presentando nn aspecto muy bonito y pro
mete ser un grandioso y extenso ediücio. Medí
las fuerzas y aunque paulatinamente se empezó á
pre]>arar lo necesario para los niños que habían
de venir más tarde.
Al día siguieute celebré la Santa Misa en la
Capilla y no me pude contener, dirigiendo á los
oyentes una corta, ]>ero sentida pláiica de cir
cunstancias. Empezamos nuestra misión con el
Oratorio festivo y el primer Domingo asistieron
P. J uan Gasparoli.
unos 20 ó 25 niños de la vecindad inmediata. El
B ereoa (Cbilo) 11 d e A b ril d a 1901.
segundo hubo lUils de 100 ¡ el tercero ascendieron
á 200 y así sucesivamente hasta reunir el conso
lador número de 600, y que gracias á Dios y á
María Auxiliadora se conserva en la actualidad,
QUITO (KcuíhIüi-).
sin que falten esos insiguiücautes iuíceusos ó dedescensos de un número exiguo.
A medida que venían los niños aumentaba yo
Kolaflión dcl R. ír . 0 . (luitlo Uoca, Misionoro
los juegos, de tul suerte que hoy el Oratorio fes
Salcftiano en ía fíejuiMica tlei Kcmulcr.
tivo de Quito está bien organizado y se frecuenta
con asiduidad y x)rovechu por parte de los niños.
( ComUtsiónJ (1).
Quise también celebrar' con solemnidad la primera
función religiosa después de mi regi'eso y esta
Otaif.o. —Ool<'m*lo 13oii JBoíbk^o eii
fué la hermus:i á la vez que sencilla festividad
Iti
l> ttouu y
de Nochebuena. Nuestra civs:r tenía mucha seme
látmlllu. —
clí’íl aSr. ÁV»
janza eu lo pobre y humilde al portal de Belén,
scol>ÍMpo <lo MU
li
Puul£01*l.— siendo mi soledad algún tanto parecida á la deí
R iu tp e i'tu i'u tlt‘1 CJíílt'íjrio, low p riNiño Dios. María Auxiliadora que cual bondadosa
iu te ru o M . — O o u o lu i^ ió u .
Madre provee hasta de las cosas que parecen inSabiendo que regresaba á Quito, era esperado signiticautes, nos había enviado en el antigao
alumno M. Alberto Guerra y V un buen Maestro
con ansiedad: tal vez eou la misma que yo anhe
laba llegar. El Sr. D. Manuel Gyón demostró una de Capilla. Con su concurso y buena voluntad,
vea más su generosidad, proveyéndonos de todo y haciéndonos todos los de cosa cantores, ce
lebramos la novena del Niño Dios y después el
lo necesario. S<»biendo que no teníamos cocinero
mandó por su cuenta uno provisionalmente, y ade día 24 hubo la célebre 3físa del gallo á la media
noche. Bastantes personas concurrieron á nneetr;^
más mandó su ci>che á recibirnos á dos leguas
pequeña Capilla y numerosas fueran brs Comu
de distancia, en un punto llamado San Bartolo.
niones. ¡Que consuelo para mi corazóu!
Mi asombro fué grande al detener su marcha la
En tan hermoso día quisieron los antiguos alum
dili^ n oia y ver salir de un coche al ex-alumno
José Delgado que era al jefe de nuestra fábrica nos conmemorar nuestro regreso, teniendo ai
efecto una sencilla, pero agradable academia, de
( l) Ycaiisü li»s tiiimerus uuteriores del BtM.Kxfx.
seando, como es natural, toda suerte de prospe-
£
— U51 —
ridades. { Cómo se palpan los efectos de una buena
educación ! \ Cómo quedan gravadas en el alma
las buenas impresioues 1 ¡Qué poderosas se mani
fiestan las pruebas de amor y gratitud en los co
razones bien dispuestos! Lo más pronto que pude
visité á todos los Cooperadores Sulesianos á quie
nes vi animados de los mejores deseos para que
florezca nuestra Obra en esta Capital. Buen amigo
y consejero encontré en nuestro vecino de casa
Don Manuel Cubi y su familia. Mucho me alegi-é
al saber la próxima llegada de Roma del limo.
Metropolitjiuo, sabiendo ya el cariño que profesa
á sus hijos los Salesianos. Creo será de su agrado
que le diga el recibimiento que Quito dispensó á
su Prelado, el Ecmo. ó limo. Sr. D. Pedro Rafael
González y Calixto. Su llegada tuvo lugar el 8 de
Enero de 1900 y tanto el pueblo como la alta aris
tocracia dieron pública muestra de piedad y adesión á su Prelado. Toda la Ciudad estaba ador
nada con banderas y arcos y además el camino
en uua distaucia de 10 Kilómetros. Cerca de mil
personas á caballo y 50 coches fueron á su en
cuentro y no es fácil describir el regocijo de la
población , manifestado con lágrimas, y aclama
ciones. Baste observar que el coche de S. E. I.
en vez de ser arrastrado por los caballos era como
llevado en hombros por la multitud. Mi compa
ñero y yo fuimos liasta Zauibilloj al veruos hizo
parar el coche, y después de apearse me abrazó
fuertemente exclamando en correcto italiano : Lei
qui, giá lo sapera che era venuto, ma mi aspettavo
rederla ancora t« altra uniforme: aludía á mi
traje de seglar con que Labia llegado al Ecuador
Hablamos largo rato siendo esto para mi un ver
dadero consuelo. Las cusas marchaban bien y te
nían viso de progresar pero sentía la ausencia
de Paiikeri. Deseaba verle y tenía urgente nece
sidad de hablar con él sobre lo.s asuntos de casa.
De una á otra semana se iba adelante con tales
esperanzas, basta que al fin me decidí ir á v isi
tarle ; ya dije que se encontraba en S. José, más
arriba de Ibarra, á dos días de Quito. Resuelto,
pues, el viaje y yendo conmigo Polo y Carlos M.
López fuimos á San José el día 9 de Enero. Sa
limos á la una de Quito y llegamos á Macliingui
á las $ y tjg de la noche. Esperamos hasta las 11
con el fln de tomar algo y después se durmió
como se pudo, y al día siguiente por la madru
gada seguimos la marcha, llegando á Otavalo á
la una de la tarde. Nos encontramos con nuestros
queridos antiguos alumnos Pintos, quienes nos
agasajaron como mejor pudicion. Hubieran ellos
deseado tenernos en su cusa siquiera un día,
pero el deseo de encontrarnos pronto con el querido
Pankeri hizo que después del almuerzo continuá
ramos el camino. Sabiendo que D. Jacinto estaria
en la hacienda de Quitumbitu, propiedad del Dr.
D. Adolfo Paez, gran amigo nuestro quien sabía
tratarlo con muchas consideraciones: pensé pasar
por dicha hacienda, pero nuestra sorpresa fue
grande cuando al llegar á las 6 y Vs de la tarde,
snpiroos por la Señora que Pankeri babíá salido
á nuestro encuentro, tomando por desgracia nn
camino distinto del qno habíamos traído nosotros.
Naturalmente nos hospedamos allí^ pues Paukeri
al no encontrarnos, regresó nuevamente. No es
para decir la fineza con que fuimos tratados; nos
parecía no estar en el campo sino en la más có
moda casa de la Ciudad. Hasta las diez de la
noche estove esperando á D. Jacinto, al fin
vencido por el sueño me acosté, cuando al poco
rato de haber concilíado el sueño, oigo golpear á
la puerta y por la voz conocí qne era Pankeri
que regresaba de Otavalo á pesar de la lluvia y
de la oscuridad de la noche. No es fácil drsexibir
el encuentro, después de 4 años de ausencia. AI
abrazarnos ¡ cuántas cosas decían nuestros cora
zones ! ¡Qué cambio de afectos y de alegría ! llustii
las 12 de la noche estuvimos Imhhuido desalíogáudouos un poco, luego pensamos en desciuisar.
Al día siguiente, celebrada en Quitiimbita la Stn.
Misa, maivhamos á San José en donde pasamos
todo el día hasta la tarde del siguiente. Se vi
sitó la innquiniu'ia y tuve ocasión do ponderar
toda la gravedad del compromiso á que se había
obligatlo 1). Jacinto y que lo motivaba su tan
prolongada ausencia. En la Misa que cohdiré dije
dos palabras á aquella buena gente, entusiasmán
dolos á concluir su caiiilla que debía ser iledioada á San José, previaa Misiones. El día 12 sa
limos de San José y llegamos á Otavalo en donde
descansamos en la casa do los Pintos. Al día si
guiente nos pusimos cu marcha y llegamos á
Quito á las 7 y Vg de la tarde. Otro fin del viaje
había sido tomar acuerdos para la marcha de la
casa; asi que al regreso detenniué abrir definiti
vamente el Colegio interno con los primeros alum
nos. Estos fueron ciuco, habriéndose por de pronto
los talleres de Caiqñntería, Escultura y Herrería.
Se festejó este acontecimiento de no pequeña im
portancia con la fiesta de San Francisco de Sales,
y una academia en honor del Excnio. y limo Sr.
.\rzobispo.
Para concluir esta relación invito á los lectores
<le estas páginas á que unan sus plegarias con Ins
de todos los Salesianos y especialmente los del
Ecuador para dar gracias al Todopoderoso, quien
en su bondad, si á veces permite que sean opri
midos los suyos, no deja que venza el demonio.
Cuánto no tenemos que admirar la Providencia
divina en el regreso de los Salesianos á Quito, y
esta admiración aumenta tanto más si se consi
dera que á |)csar de todas las dificultades sigue
tranquila en Quito la Obra Salesiaua y no sólo
sigue, sino que goza de cierta prosperidad y pro
mete pronto recobrar aijuella grandeza que ya
había un tiempo alcanzado, extendiendo sus be
néficos efectos á innititiid <lo niños «¡ue en los
Colegios Salesianos buscan pan. tralmjo, y paraíso.
Gloria á Dios y á María SS. Auxiliadora.
G uido R oca.
2 i de M ajo de 1900.
Importantísimo.
E l B o l e t ín S a l e m a n o , del que se ti
ran de 30 á 35.000 ejem plares m ensual
m ente, es órgano de la Pía Union de los
Cooperadores de la Obra de D. Bosco ; no
se ex ig e, p u e s, cantidad alg u n a ¡)or su
subscripciou, pero se recibirán con g ra
titu d las lim osnas que se nos m anden
p ara contribuir á lo.s g astos de su publi
cación. Si cada uno de los subscriptores
pagase cuando menos 3 pta.s. al año, se
conseguiría cubrir en casi su to talid ad
estos gastos.
.i.
^
^ •*• **• + + +
IGLESIAS
2^
— » Q_
<* > c '>/'
dedicadas á María Auxiliadora
A la vista toneuios la descripcióii de las Martín, religioso capuchino, desarrollando con
üestiis que en liotior de la Santísima Virgen la unción, claridad y elegancia que le son
y con motivo de inaugurar dos templos á propias los temas siguientes: Horror al pe
Ella dedicados, se lian celebrado en Sarriíi y cado y obediencia á los padres, no haciéndolo
en Gerona, y sentimos en el alma no haber el día tercero con el hermoso tema Amor á
María por no prolongar demasiado la función
sido testigos oculares, entre otras riizones y lio abusar de la bondad del numoroso pú
porque so trata de lionrar á nuestra benditsi blico que impaciente esperaba la bendición
Madre y liourarla precisamouto en nuestra del nuevo templo.
El (.lía 22 de Junio y á la-s cinco' de la
amada ó inolvidable Patria. Que en Bspafia
tarde
dió comienzo á tan interesante <3erehay mucha devoción á la Madre de Dios es remouia
el M. R. Sr. D. Vicente Estamlella,
evidente, y si á alguno le quedase el menor Párroco de Sarriá, en rejiresentación del Muy
vestigio de duda que vaya á Sarria y á Ge Ilustre Sr. Vicario Capitular de Barcelona,
rona y verá que las piedras y todos los ma asistido del Clero Parroquial de Sarriá de la
teriales empleados en levantar tan hermosas compañía del i>e(pieuo cleró y de algunos
Salesiaiios, y después de verificar lo prescrito
Iglesias no son otra cosa que donaciones he en el Ritual liomauo fué trasladado en pro
chas por devotos de María en reconocimiento cesión (le la antigua capilla á la nueva Iglesia
el Santísimo Sacramento, llevando el palio
de uno ó varios favores alcanzados.
Líís escenas de Valdocco al construir nuestro los Cooperadores Salesiaiios D. Manuel P as
D. Policari>o Pascual, D. Enrique Sagbuen Fundador y Padre la Iglesia de IMaríu cual,
iiier (que es el arquitecto que ha dirigido
Auxiliadora so han repetido ahora en Espuiia las obras), 1). Joaquín Sagnier, D. Dionisio
como ha dicho el incansable Sr. Director do Cabot y el Sr. Marqués de Ju lia : la proce
Sarriá. ¡Cuantas cnvaeioues! ¡Cuántos asuntos sión salió del establecimiento para entrar por
aijroghidos y de qué diversa índole! ¡Cuántas la piierta principal en la nueva Casa de Dios,
asistiendo á ella distinguidas personas, el
diücultades vencidas ¡ ! Cuántas lágrimas en Ayuntamiento de Sarriá presidido por el pri
jugadas!....
mer teniente Alcaide Sr. Vallet, la Ju n ta de
Habría abundante y curiosa materia para Cooperadores Salesianos, varios Padres Ca
escribir algunos volúmenes si se hubiera de puchinos, Jesuítas, Escolapios y Maristas, ce
la procesión la banda de la Casa.
detallar mimiciosamoute la historia de los dos rrando
A todos los asistentes dió el Señor por
maguíüct>8 templos en cuestión. Pero no nos primera vez en el nuevo templo su santa y
detengamos cu digresiones setmmlarias sino consoladora bendición. Los alumnos y arteque atendamos al (»bjeto principal: perdónon- siHios elevaron varios globos y se entretu
Uüs nuestros lectores y el crouistii de las fun vieron durante el día con varios .juegos es
colares, esperando impacientes el deseado 23.
ciones si damos esta esi>eeie do desahogo á
En la mañana de este remaba esa anima
nuestro corazón que es t<xio amor y entu ción (jue parece es característica de las Casas
celebró la Misa de
siasmo siempre que se tratíi de algún asunto Salesianas. A las 7 y
Comunión
general
el
citado
Sr. Estadella, alique se relaciona di remotamente con nuestra
meutiíndose con el Pan vivo que descendió
cclobérriuuk heróica y cara Espuiia.
del Cielo mas de quinientos alumnos entre
internos y externos, incluyéndose en este nú
mero unos cnareuta y tres que por primera
Fiestas religiosas en Sarriá (Barcelona).
vez dei>ositaban en sn alma al Rey de los
Con muchísima animación precemlió un so corazones: también comulgaron m u ch ^ perlemne triduo de preimnKjión para los niños soua.s de fuera.
internos, <íirigiC‘ndoles la divina palabra los
A las 9 y
con asistencia de las antodos primeros días el K. P. Martin do íSan ridades y (le muchas almas piadosas, bendijo
1
— -53 —
el Muy Ilustre Señor Canónigo Arcipreste de
la Santa Basílica Catedral de Barceioua, Dr.
D. EduiU’do Villarrasa, cuatro estatuas, dos
de María Auxiliadora (uua para el altar y
otra para la fachada) y otras dos de S. José
y S. Luís para los altares laterales, dando
conmieuzo á continuación la Misa Solemne,
contiábuyendo á dar más esplendor y solem
nidad la x>reseiicia del Excmo é limo Señor
Obispo de Hierái>olis, l)r. D. Eraucisco Mora
que asistió de Medio-pontifical, oficiando de
Diácomo el Sr. Párroco de Sarriá y de Subdiácouo el Sr. Director de San Vicens deis
Horts, D. Antoiiio_Balsario: hubo bastantes
niños de la compañía del pequeño Clero.
A toda orquesta se cantó la bellísima misa
de Cherubini y á su tiempo ocupó la sagrada
Cátedra el joven Sacerdote Dr. D. Santiago
Estebauell, Ca])eUán Mayor de la Casa pro
vincial de Caridad de Barcelona, quien to
mando como texto las palabras: et habitabo
in medio Jiliorum Israel,ot non derelinqtiam popuium meum Israel, con frase correcta y ele
gante, hermosísimo estilo y bien poseído de
la situación probó que precisamente en estos
tiempo en que tanto se persiguen las Ordenes
Beligiosas, es cuando se han levantado ix>r
las mismas más templos, lo cual prueba que
el Señor vivirá en medio de los hijos de
Jsrael y no abandonará á su pueblo, y del
mismo modo que Jesús dijo : operibus ci'edite,
— esto, repitió el orador, os digo de las Or
denes Religiosas: operibus ci-edite'. — gustó
muchísimo á todo los asistentes.
Aunque antes de inaugural':^ el templo
había asistido ya mucha gente á visitarlo y
á admirar su hermosura y esbeltez arquitec
tónicas, sin embargo en todo el día dtjaron
de asistir, los unos para recrear nuevamente
sil vista con tjui agradable aspecto y los otros
á ver i>or primera vez la nueva Casa dediea«la
á la soberana y predilecta Hija del Eterno
Prnlre, derramando muchos lágrimas de ale
gría al ver ya realizad») lo que hace imkíos
años fuera solamente un proyecto.
Por la tíirde se cantaroii las solemnes vís
peras del Maestro &. KossU y tanto en éstas
como en la misa de la mauana hicieron que
se confirmara una vez más la justa fama qae
gozan los jóvenes cantores, pues no hubo ni
la más leve nota desagradable á }>e8ar de
que se trata de música tan difícil como la
de los autores citados : la bendición dada con
con S. D. M. á la que precedió un bonito y
difícil Tantum ergo, puso fin á las funciones
de este día.
La fiesta del 24 fué celebrada toda ella por
la Casa de S. José de Barcelona. En la Misa
de Comunión general se cantaron escogidos
V variados motetes de PALE.STEIXA y P e eo si
y á las 9 y ^ la Capilla Salesíana formada
¡K>r la Escbiauía de María Auxiliadom y el
Orféon del Centro D. Bosco cantaron la misa
á cuat o voces A ten ía Chrvdi muñera de P a T.F.sTRiNA é infra Missam la Cc^na de P e e o s i .
Adorarnos de P a lestbina y
Aiailium
Ckristianonm de C a p o c c i , y nos abstenemos
de tributarle elogios, no crean que son exageiaciones , diciendo solamente que parece
mentira se llegue tan allá y que produzca
el efecto tau agradable que j>rodujo un coro
tau nutrido y sin haber la más levo discor
dancia: luiestni sincera enhorabuena á to
dos los cantores y músicos; imro de un
modo esiHMÚal al imwmsable í>ou (JuilUtriuo
Viña.s que tanto se sacrifica para que resulte
todo del agrado de todos. El Sr. Vico-ins
pector do las Casas Salesiaiias de la Ins
pectoría Tarraconense, D. Antonio Aime,
dijo la Siiuta Misa, predicjindo el Udo. Señor
D. Juan González Hernández sobre el tema:
Arca»! meum ponam in nubibus et erit siynum
feederis ínter me et ínter tormw, ai)licando tan
'hermoso texto y con la facilidad asombro.sa
que él lo sabe hacer al templo, «jue no era
otra cosa que una verdadera alianza entre
Dios y los hombres: excuso decir (pie tuvo
al auditorio pendiente »le sus labios, y todo.s
sin excepción quedaron agradabilísimameiito
impresionados de tiiu sublimo sornióu. Por la
tarde hubo rosario y bendición; pero lo que
agradó sobremanera fué la ¿Salve del M.” O a SADEVAXL cantada con verdadero gusto c in
teligente modulación, do tal modo que los
»>yentes la hubiesen escuchado de buena gana
otra vez.
La función que más agradó fué la del día
27, esto es, la que so celebró para consagrar
á los niños á María Auxiliadora. En todas
partes se hacen simpáticas las fiesta.s eu que
temían parte los niños. ^Cuál es la causa?
Xo lo dudéis : esos sores exhalan oloroso ti
miama y i>cbcte de caudor ó inocencia que
»Mial fuerte imán atmeii Inwda sí irresistible
mente á los corazones de todos. iK o sabéi.s
que el l>iviuo Maestro áwAn-. tSinife ¡torvulox
lenire ad niel ¿P or qué hacia esto? Porque
aquellos puros y candorosos corazones 8»m
los que tienen más scttnijaiiza con su purí
simo y etiamorsido Corazón: el niño ama y
ama «Icsinteresmlameiite, sin miras rastreras
y bajas, v i>or esto se hace amar de to«los y
e.si>ocialu¡ente del Rey del Amor y do la ma«Ire de Amor Hermoso. Los nifjos son llamas
vivas, de modo que esto unido al pabítico
sermón del M. R. Sr. D. Juan Román García
sobre el tem a: Mille chjpei pendeiU ex ea, omnis armatura fortium hizo que sus almas se
encendieran de tal modo que al lw*.r el Señor
Director de la Casa de Sarria, D. Manuel
B. Hermida, el acto de Consagración á María
Auxiliadora, los 7<K) ó más niños q'Jo asis
tieron de los Colegios,- Escuelas Muníci]>alee,
Escuelas Cristianas de Sarriá y de alguna
Escuela y Colegio de Barcelona en repre.seataeión de los lÜ.WOque figuran eu las listos,
prometieron de todo corazón ser fieles á ton
buena Madre, cuya promesa había acogido
1)euignai(ieute la Reina de las Misericordias,
y i>or meílios para nosotros completamente
— 254 —
'le»(;ono(d(lo8 no permitirá que esos jóvenes
vástagos hoy, sean presa del maldito satanás,
ai que en sus corazones penetre el pecado
con todas sus fatales consecuencias. En e ^
día estuvo expuesto durante la Misa S. B. M.,
siendo celebrante el Sr. Estadella y mere
ciendo justa alabanza la preciosa mina del
M.® B u u n b t y K e c a s e n s , Maestro de música
del Seminario Conciliar de Barcelona y el
bonito Himno á María Auxiliadora, (iuya letra
del Su. B. Baldíunero Vidal corría parejas
con la música del Sr. antes citado, l’or la
tarde hubo trisagio , motetes acompañados
por arpa, violín y armonio, y por último
solemne bendición con el Santísimo Sacra
mento.
El día 28 se celebraron solemnes funerales
en sufragio de los Cooperadores difuntos y
el 29 filó celebrante el Sr. Director de la
Casa de Cindadela (Menorca), B. Francisco
Atzeni predic4indo un buen sermón el cono
cido orador Salesiano B. José Calasanz, can
tándose la mmi real á gran coro del M.®
B oumont, y por la tarde hubo función como
los días anteriores.
El día 30 se reunían en consorcio dos her
mosas funciones, esto es, la terminación del
mes del Sacratísimo Corazón de Jesús y la
clausura de las liestas en honor de María
Auxiliadora, j Que concurrencia tan digna de
tenerse en cuenta I ¡ Celebrar en un mismo
día el amor que el Sagrado Corazón de Jesús
y ol purísimo de su Augusta Madre tienen
á loa mortales! Jesús se congratula de que
consideremos á su bendita y querida Madre
como la única dispensadora de todas las gra
cias y la única depositaria de las infinitas
riquezas de su Corazón: Jesús nos brinda
con gracias y María con su cetro en la mano,
que no lo tiene en señal de mando sino de
benevalencia, nos invito á pedir y i>edir mu
cho, pues tanto el Hijo como la Madre arden
en deseos de Inuiornos felioes y sólo desean
que le pidamos favores. Todo en este día re
sultó admirable, lo mismo por lo que hace á
la misa de FALiaiNAitiV como al sermón del
R. Sr. 1>. Francisco Atzeni.
Ya Sarria tiene una Iglesia donde pueden
ir todos los enfermos del espíritu y del cuerpo,
sobre todo los primeros, á buscar la salud, y
vayan confiados en que no saldrán de allí sin
haber enjugado sus lágriums y ver cicatriza
das las llagas de su corazón, por hondas que
sean.
Fiestas en Gerona.
También los imqueños agricultores de Ge
rona tienen ya su Iglesia donde pueden ir á
demandar fuerzas espiiituales y corporales á
la Augusto Patrona de los Salesiauos. En
todos las trabi^ios, sea cualquiera su índole,
so eumv>le la obligación impuesta i>or Dios
de ganar ol pan con el sudor del rostro; pero
en esto se patentiza más claramente porque
á la verded, el agricultor riega siempre el
terreno con el sudor de su frente, cuyo sudor,
si va santificado con el amor de Dios hace
que la tierra produzca el ciento por uno de
bueua semill?». y no de espinas y cardos : es
que el agricultor católico tiene siempre pre
sente que neqvs qui plantat, ñeque qui rigat est
ídiquid, sed qui incrementum dat, 2)eus, y aun
que todos los oficios tienen sus quiebras, no
obstante, el labrador depende más visible
mente del poderoso auxilio de la Providencia
tlivina, y como decía. un labrador que era
fervoroso creyente: todo depende de JD-iosysolumente de Dios. i Qué campo tan hermoso I
¡Qúó trigo.... que vina!.... ; pero una hora
después uii terrible pedrisco ha sembrado el
horror y la desolación: por eso el agricultor,
fueüte primitiva de toda riqueza, debe invo
car la protección divina de un modo especial.
Dispénsennos nuestros lectores estas lí
neas, pues parecen expontáneas al narrar las
fiestas de una Iglesia donde sus habitantes
se dedican al más puro y honroso de todos
loa artes, aunque por desgracia se le tenga
una especie de aversión.
A las 6 y media de la tarde del día 28 de
Junio bendecía el M. I. Sr. D. Antonio María
Oms. Canónigo Penitenciario de la SantaBasílica Catedral de Gerona (decidido Coo
perador Salesiano) y en representación del
Excmo, ó limo. Sr. Obispo de la Diócesis,
la nueva Iglesia, siendo Padrinos de las fies
tas los Sres. B. Jaime Regás y D.* Carmen
Pona de Regás. Todo el acompañamiento,
que fuó numeroso, entró en el nuevo Templo
quien recibió la bendición dada con S. B.
M. después de ser trasladado procesíonalmeiite de la antigua cn-pilla.
El día 29 á las 7 y <1®1*»' luauaiia celebró
la Misa de Comunión general el infatigable Sr.
Director déla Granja, B.Santiago M‘ Gbione,
y en ella cantó la Capilla Salesiana de S. José
de Barcelona los motetes Adommus de P a LESTRINA, Cor Jesús Floqrans de P ebosi y
María AujúUum Grístianorum de C apocci.
¡Con qué devoción y recogimiento se acerca
ron todos á la Santo Mesa! No sabían como
dar gracias á Dios y á su Santísima Madre
l>or el favor ton grande que les había con
cedido al tener concluida una joya para ellos
de tanto valor: es de advertir que comulga
ron bastantes Cooperadores y mucha gente
de países muy lejanos.
A las 10 y
hubo Misa solemne, cantán
dose la célebre á cuatro voces HUterna Cristi
numera de P alesteika y al ofertorio la Coena
de P brosi. N o os cansen, amados lectores,
algunas degresiones que haga, pues me con
mueven mucho los jovencitos de la Granja
de S. Isidro, porque dada la índole del tra
bajo no pueden oir con tanto frecuencia como
los de las otras Cassis trozos de música como
los anunciados, i>or lo cual los pobres les pa
recía que estaban así como en el otro mundo
y entre ángeles que dejaban oir su hermosas
voces. Todos los gastos do la abundante co
mida fueron snfragíuios por los generosos
Padrinos antes dichos.
Por la tarde se cantó el Santo Rosario y
á continuación ocupó la Cátedra Sagrada el
Sí. I. Sr. Arciprete de la Santa Basílica Ca
tedral de Gerona, Gr. D. Faustino Sánchez
de Luna y sentimos no poder transcribir los
hermosos períodos que tuvo en su elocuente
discurso relativos á lo indispensable que es
la educación cristiana en estos tiempos, te
niendo al numeroso auditorio pendiente do
sus labios: Dios le pague tan gran favor y
sepa que los hijos de 1). Bosco le estanin
sempre agradecidos. Precedieron á la ben
dición dada con S. I). M. el cauto del Ave
Maris Stella y Tantum ergo (á cuatro voces)
y se termiuó el acto con una Salve y una
eepla dual.
íx>8 jóvenes de S. José estuvieron verda
deramente amables y generosos: por la noche
celebraron una solemne velada músico-literaria
en el teatro del Centro Católico de Obreros
á la que asistieron muchos Cooperadores Salesianos.
El día 30, último de las funciones, hubo
como en los anteriores motetes, misa, etc. etc.
y por la tarde dirigió la divina palabra á
los fieles el R. Sr. I). Antonio Aime y como
todo es amor para sus hijos y Cooi>eradores,
á todos les de<licó frases de verdadero y cari
ñoso Padre de^uós de encarecer la devoción á
nuestra bendita Madre María Auxiliadora.
Por último el 1.® de Julio so hicieron so
lemnes funerales por los Cooperadores di
funtos. ífo he querido detenerme en detalle»
minuciosos que no dejan de tener relativa
importancia; pero temo cansaros con una re
lación que ya sería demasiado larga.
A pesar de todo queremos dar la más ex
presivas gracias á todos los que han tomado
parte en las funciones y de un modo esj)ecial
á los Sacerdotes que han contribuido á dar
el esplendor que merece el culto divino.
Academia celebrada en Barcelona con motivo
de las flestas de Sarria.
Poé soberbia é imponente, tanto por la
concurencia cuanto por el entusiasmo qne
reinaba en todos los asistentes. El salón es
taba completanieute lleno y sentimos no fuera
mayor pues distinguidas personas no pudieron
entrar á causa de la machedumbre que ya
lo ocupaba to<io.
He aquí lo que acerca de La misma dice
un ilustrado y católico diario de la Capital
del Principado Catalán.
« Tafi concurrida se vió la sesión literariomnsical celebrsula por la jn n ta de Coopera
dores Salesianos con motivo de la inaugura
ción del templo que a María Auxiliadora en
las Escuelas Salesianas de Sarriá se ha de
dicado, que el espacioso salón y galerías de
M
la Asociación de Católicos (Onnuda, 31,) oii
que se verificaba, á duras penas podía dar
cabida á los que á ella asistieron. Fué presi
dida por el M. I. Señor Canónigo Caaanovns.
en representación del Rdmo. señor Vicario
Capitular. Las composiciones en ella recita
das fueron notables bajo todos conceptos,
mereciendo todas ellas entusiastas aplausos
que la distinguida comairrencia dedicó á sus
autores. Con elocuente palabra demostró el
joven y distinguido orador J)on Benito de
Pomés el bien que los hijos de Don Bosco
y todos los Institutos Roiigiosos Imcen á la
sociedad y la injusticia con quo proceden los
que i)or tantos modos intentan iwrseguirlos
ó impedir su boiiófica acción.
Puso fin á la sesión el doctor Don Manuel
M.“ Pascual quien con fascinadora eloeneuciu
dijo que la construcción del Jiu ev o templo en
nuestros días es una viva protesta de la
multitud de católicos quo han contribuido á
su erección, haciendo por fin im caluroso
llamamiento á la nunca desmentidiv caridad
de los berceloneses para que en plazo no le
jano pueda llevarse á término dicho templo,
hoy bastante atrasado todavía. A propuesta
del mismo Don Manuel M.“ Pascual se expi
dieron dos telegramas, uno de sidhesión al
Sumo Pontífice y otro al Rvmo. Don Miguel
Rúa. Rector Mayor de los Salesianos, prometióndole continuar y aumentar la cooperación
á favor de las obras del inmortal D. Bosco.
La « Capella Catalana», ba¡jo la dirección del
distinguido director Don Joaquín Cassadó in
terpretó escogidas piezas clásicas.»
Por nuestra parto sólo añadiremos á lo relatíido por el i>eriódico El Diario Catalán que
la jmesía do la conocida escritora D.® Aurora
Lista, dedicsida á Miiría Auxiliadora, la dare
mos á conocer tan pronto como dispongamos
de espacio en el B ot^etín , no haciéndolo con
algunas catalanas por <leRconocor la mayoría
de los lectores esta lengua.
En contestación á los telegramas que en
nombre de los Cooperadores ídalesiaiios ex
pidió la Junta de los misinos á Su Santidad
y al Boverendísimo UíCfcor Mayor de lo» Sale
sianos, Don Miguel Rúa, al terminar la sesión
celebrada en la Asociación de Católicos el
sábado último, se han recibido los siguientes
telegramas:
Roma, 2 Julio. — Junta Cooperadores Sa
lesianos. — Barcelona. — Su Santidad agra
dece Cooperadores SalesUinos reunidos por motivo
inauguración templo María Auxiliadora, reite
rando homenaje su adhesión y les bendice á to
dos. — Cardenal Rampolla. »
€ Tunn, 3 Julio. — Junta Cooperadores Sa
lesianos. — Agradezco vivamente sentimientos
Cooperadores Salesianos complaciéndome mucho
sus propósitos de seguir cooperando desarrollo
de la Obra de Don Bosco. Imploro sobre todos
bendiciones María Auxiliadora — Miguel Rúa. »
— 256 —
Conclusión.
Sin perjuicio á lo que digamos después por
lo (jue respeta d la arcjuitectura del edificio,
rcBerváudülo para cuando se puedan acom
pañar algunos grabados, adelantamos q u e ,
construido bajo el plano y dirección del ar«iiiitecto Sr. Sagnier, es de estilo gótico mo<loruo; por las esbeltas ventanas y artísticos
rosetones abiertos en las pa
redes, penetra á raudales la
luz, que con los dorados del
techo artcsoiiado y del altar
mayor, con las imágenes residaiidecientes, con las pinturas
jiuirales y con la nota azul
íjue destaca aquí y allá, ofrece
á la vista grata armonía é
infundo al alma nn goce paro
y un lu'ofiuulo recogimiento.
La facbada, construida hasta
ahora solamente en su parte
inferior, está coronada por la
imagen de María Auxiliadora,
do una belleza notable, ta
llada en piedra y esculpida
con singular maestría por el
escultor Señor Vallmitiana y
costeada por la generosidad do
un Cooperador.
Enviamos nuestra sincera y
cordial cnborabuona á las dig
nas y celosas Autoridades, así
eclesiásticas como civiles, á
todas.las Comunidades do Re
ligiosos que nos han honrado
con su presencia, á los eruditos
oradores, al atento clero de
ÍSarriá, á todos los Cooperado
res y Cooperadoras y en gemvral á todos los que han tomado
parte en tan l>ollas funciones.
de
No hemos de eoiicluir .sin di
rigir una palabra id incansable
Sr. Director de Sarria D. Ma
nuel 15. lleriuida que tnuto se ha sacrificado
y sacrifica ou bien de la obra de quien es
digno lii.io: iio so ofenda su modestia si
le deiámos con im eopiH>rador: este Sr. I>i~
rector es santo y como tal hace sus milagros,
IKínjue viendo la iglesia que se concluye
de inaugurar surge la idea de que sólo
la oración de un santo puede haber llegado
al Cielo para que Diiw imr mediación de
María Auxiliadom y de nuestro amado Fun
dador, huya movido tantos cor.rzoues como
BOUiieccsari(.>s para reuuir sumas tan crecidas
Nuestros plácemes á los Señores ^Maestros y
Maestras de Sarriá que tan bien educan á
esos nuevos retoños á ellos confiados, y por
último á aquellos que debiéramos nombrar
particularmente y nuestra memoria no nos
recuerde su nombre.
Elevamos preces al Todopoderoso para que
sobre todos los que han cooperado, auu en
lo más mínimo, reciban del Señor abundante
y saludable rocío. Animo, pues, generosos
la im e v a I};les¡ji d « M aría .\iix ilia iIo ra d e S a rriá .
Cooperadores, continuad, que cuando el mundo
os abaudone porque habéis cerrado los ojos ú
él para siempre, eucoutraréis la más heimiosa
corona como recoiui)eusa á los sacrificios que
eu estii vida hal)éis hecho al practicar la m<is
hermosa y la reina de rodas las virtudes, la
que vivirá con nosotros eternamente, la Ca
ridad.
^
> Tsr
;róDica Salesiana
»3' ’•
“íYC*
ANTIGUO CONTINENTE
ESPAÑA
V a le n c ia . — El día 31 de Mayo dióae comienzo
á nn Triduo en lionor de María Ausiliiidoi'a, al
ue acmlió mucha gente, aunque c s íj Í la Iglesia
e San Antonio en Ijvs afueras, pero todos acu
diei-on deseosos do presenciar la ceremonia do la
bendición de la nuera y hermosa imagen do María
Auxiliadoi’a qiie se iba á bendecir, para ócupar
el altar arreglado con esto lin. Grande fuó la
alegría de todíis, al verla sobre gracioso pedestal,
adornada con doradas y ricas telas. Su presencia
nos inspiraba la eficacia <le su poder y los deseos
con que esperaba fuesen á postrarse ante Ella sus
bijos para concederles favores.
A las 5 y f/g del mencionado día se comenzó la
función de Iglesia con la Exposición del Santí
simo, cantándose en este lo mismo qne en los
demás días, Trisagio con orquesta y Motete, á
cargo del muy celoso y querido cooperador Don
Angel Pablo, que dio claras muestras del cariño
qne profesa á los bijos dcl inmortol D. Bosc<*,
contribuyendo él con su gallarda voz al may..r
explendor de las tiestas. El orador sagrado fné
el K. P. Juan María Solá S. J. quien enumerando
algunos (le los favores qne aquí se habían obrado
por .María conmovió los corazones, aninióndonoH
á confiar en tan celestial protectora. A continua
cióu bendijo la nueva imagen por (lelegación del
Exemo. Sr. Arzobispo, el -M. lltre. Sr. Provisor
D. Francisco García, tan favorecedor de los Salesianos, siendo padrinos el ilustre joven Exemo.
Sr. D. Joaquín R. Valcárcel y do León, Conde de
Pestagna, y la insigne bienhechora Sita. D*. Vir
tudes Margelina Marco, sobrina del difunto señor.
Marqués de Colomer. Terminado el acto tan so
lemue, los presentes acudi(?ron á ver y á la s
trarse ante la (lue desde el Cielo rige el mundo.
El 1* de Junio tuvo la Conferencia do Regla
mento el M. R. P. Rafael Tom. s de las Escuelas
Pías, qnien con la elocuencia que le caracteriza v
que tanto renombre lo alcanzó, animó á los co<>lloradores á la obra coinenzjida. para que ayudaran
á los <)ue sin su anxilio inútiinieute ségiiíríun
trabajando en esta Ciudad, donde tanto se nece
sita atraerá los infelices jóvenes y hacerlos hon
rados y virtuosos. La Bendición fué daila por el
dignísimo cooperador D. José Casanova, Párroco
de S. Juan del Hospital.
El (lía 2 se celebró la fiesta á la Patrona de las
obras de D. Bosco. A tas 7 hubo misa de comu
nión. <|ue celebró el canónigo M. lltre. Sr. Dr. D.
Marcial López, quien dirigió una ferviente invi
tación á los 40 niños externos de los qne fre
cuentan estas escnelas, que se acercaban por
primera vez al sagrado Banquete. Además se
acercaron á la sagrada mesa la mayor parte de
las personas que asistieron al santo Sacrificio.
A las 10 hubo .Misa solemne, qne ofició el ca
nónigo M. lltre. Sr. D. José Barbarrós. Cantaron
lii misa de María Auxiliadora de Moas. Cagliero,
:U‘nmpañada por el «Quinteto» de Medina, resul
tando brillante, lo mismo qne el sermón dicho
por el notable orador sagrado M. lltre. Sr. MagUtrul, Dr. D. Jn.an Garrido. Por l.a tarde la fun
3
ción revistió mayor solemnidad: so había imosto
empeño en ensalzar y glorificar á María. La Iglesia
estaba llena de variadas y hermosas arañas y ol
altar mayor y el de la Virgen fueron muy íiieu
arreglados con profusión do flores. Y para coro
nar la fiesta el M. lltre. Sr. Deán Dr. D. Josó
Cirujeda pronunció un eloeuento sermón, descri
biendo con la maestría y gnlammi do la fra.so
que le son propias, la ostentación quo Muiía
Auxiliadora ímw do su poder, con multitud do
prodigio.^, moviendo así los corazones do los fie
les á que la iinmquen con tan hermoso título. Y
A pesar do la fatiga cousiguionte, esto benemérito
y celoso cooperador presidió la procesión y dió
la bendición con el Santísimo, y después so cantó
una Salve por D. Angel Pablo torrninando con
esta la función do Iglesia, quo tanto gustó ó im
presionó á todos los asistientes.
Al día siguieuto hulm la Academia quo resultó
lucida, mereciendo todos los mayores elogios,
pero principalmenle la Poesía « Volvamos los
ojos á María » de D. Vicente Memlialngoitia, y
« Comienzo de la obra salesiniia » por el niño in
terno Enrique González y sobro todos sobresalió
el que ocupaba la presidencia, el distinguiilo coo
perador, Presidente del Patronato, D. Rafjiel Ro
dríguez de Cepeda, quien cenó la Academia di
rigiendo su autorizada y elocuente palabra á la
concurrencia que ávida le escuchaba. La música
y canto portóse á maravilla.
El día 4 se dió la función de Teatro resultando
l>equeño por la aglomeración do gente el e.>({)acloso local. Púsose en escena el drama: « Un ve
neno » del Salesiauo Dr. D. Francisco Fenogtio,
interpretando con gran acierto los papeles resjiectivos los pequeños é improvisados cómicos.
.Muchas de las señoras presentes derramalmu
lágrimas: tanta érala naturalidad sin afectación
con (jiie representaban estos niños, á pesar del
escaso tiempo que liá se fundó esta casa. El Sai
nete « Dar de comer al hambricnte » excitó la
hilaridad en los concurrentes, disminuyendo ilo
i'rtta manera las fuertes impresiones del drama.
.Así terminaron las fiestas «luo los Salesianos doilicaroii á .María Auxiliailora, (bqáiuluuus conten'ísimos y llenos de suiistacción.
NUEVO
CONTINENTE
A -Tí.C 3-E3SrX IlT^
B a o n o H Alrow. — Oratorio festivo de la Calle
Belgratur.— El día 28 de Abril bendijo el Exemo.
é limo. Sr. Arzobispo la nueva fachada de la
Iglesia que se ha destinado para Oratorio festivo.
Monseñor Espinosa, revestido de capa pluvial y
con asi.stencia de D. Vespígnani, y otros Salesianos procedió, según el ritual, á la bendición de
la estiítua de Cristo Redentor, qne se destaca en
el frontis de la esx>nciosa capilla. A los soaves
acordes de la banda do música, vióse como por
encanto llena completamente de cabecillas huma
nas dicha capilla, calculándose en cerca de dos
mil los niños que concurren los domingos y demás
días de fiesta.
Nuestro amado Pastor, que se encuentra siem
pre en su propio elemento cuando vése rodeado
de chicuelos, aprovechó la oportunidad para di
rigirles apropiadas palabras, mostrando hasta
donde llegaba el amor de Jesús para con los
niños, escuchándolo éstos con macho recogimiento
y devoción. Ense|piida nn selecto coro cantó una
hermosa canción a María Auxiliadora v et Tantun
— 258 —
d'ÍJOf imi»iirtiendo después el mismo Prelado la
beijilicióij uoii el Smo. Sacramento.
Nuestro imraUien á nuestros liermanos y en
])iu'ticuliir á D. üuerra jior tan notable progreso
<luo va haciendo nuestra hermosa Obra.
AliiiaK;ro {Pueno8 Aires). — Copiosísimos fru
tos han obtojiidü los KR. PP. Kedeutoristas en
la misión que han celebrado en la parroquia de
Almagro cojifiada á los Salesinnos. E aquí el in
formo 41U6 (d Sr. Inspector, D. José Vespiguani
manda al Excmo. 6 limo. Sr. Arzobispo de aquella
Diócesis. « Almagro 11 do Junio do 1901. — lim o,
y liihno. Monseñor Doctor Don Mariano Antonio
Espinosa Arzobispo de Buenos Aires. — limo, y
Rdmo. Monseñor: Con la mayor satisfacción me
dirijo'ii 8 . S. Rdma. j>ara darlo cuenta del éxito
feliz y abundantes frutos, que se cojisiguieron ou
esta parroquia de San Carlos, en la santa misión
predicada por los KR. PP. Kedentoristas, desdo
<d ‘¿Q de Mayo hasta (d 9 del corriente. Al mismo
tiemj)o (piiíU'o expresar ol uuU vivo agradecimiento,
que experimontamos hácia S. S. lima, los Salesiaiios y feligreses de e.sta parroquia, por habernos
proporcionado un medio tan adecuado para santUicar esto año jubilar, reanimar el espíritu cris
tiano do esta población y despertar un vivo in
terés para oir la divina palabra y tomar parte en
las funcioiiea religio.sas.
En efecto, la i>al.abra fácil y la manera insinuaiito del R. P. Santiago Lnugeuberg, que en
muy sustanciosas pláticas exponía la Doctrina y
delteres cristianos 5 así como las graves amones
taciones y oportunas reflexiones que dirijía á los
lt«‘les ou sus elocuentes sermones sobre verdades
eternas ol R. P. Jorge Noever, mantenían viva
la atención de todos y cautivaban las voluntades,
mostrando ol divino poder de la palabra evan
gélica y la eficacia de la predicación apostólica.
La concurrencia extraordinaria desde el primer
día, filé aumentando de tal manera que una vez
más tuvimos que deplorar que el templo fuera
tau estrecho para tan crecido número <lo piadosos
feligreses; y general era la insistencia pava que
prqut«) so dé principio á la obra dol nuevo Ti-mplo.
Kii la segunda semmm di' la Misión esíabji la
genie literalmente apiñada, siendt) admirable así
ol número muy crecido de hombro-s, como tam
bién su religiosa atoución. á p(‘snr de estar todos
de pié y con suma incomodidad.
Los cánticos sagrados, á cargo de un coro do
hombres, 4|Ue «*xjH>utiiueamente se formó bajo la
(lireeciüu del R. P. Milanesio, dier«m realce á las
funciones y aeasfuuibruvon al pueblo en ma:ja á
cantar las alabanzjis del Señor.
Desdo uu ])rinci]>io se conoció la conveniencia
do que |Kir la mañana buldcse plática á las d v
otra á las 8. y imr la imche á las 7.30 otra plá
tica y sermón; y si por una parte las dos plátiticas 4Íola mafiaua aumentaban considerablemente
el trabajo de los mÍ8Ít)iieros, jHir 4>tra ofrecían á
todos los fieles la comodidad «le oir la palabra de
D io s , asistir á la wuita Misa y acercarse á ios
santos sacramemos; lo cual se' con.sígnió de tal
manera «pie ol templo desde las priunmas horas
del día basta la noche se veía concurrido, y los
coufe.'*i<marios rodeadtvs j»or toda clase de perso
nas i'omo en los ilñis festivos.
Muy conmovedoras han sido las solemnes fun
ciones ile la Consagración á María SS. Auxilio de
los Cristiaims, Protectora de la Misión, el desagravit» al S. C. de Jesús, el sermón de los triunfos
de la Santa Cruz, el solemue funeral para los tlifimfi»-. de la PariíHjuia y la bendicióu de la Ciuz
de la Misión, que quedará como perpetuo recuerdo
en esta Iglesia.
Las comuuiones de adultos que se administra
ron durante la Misión en la sola Iglesia de San
Carlos, llegaron al número de 3170 ; y aunque no
se tuvo cuenta detallada de los hombres que co
mulgaron, puede asegurarse que su número fué
considerable.
No terminaré este informe sin dar cuenta á
S S. lima, del mucho trabajo del R. P. Antonio
Bueno en las misioncitas de los niños y niñas de
la Parroquia, especialmente los que ú-ecuentau
los Oratorios festivos de San Francisco de Sales
y María Auxiliadora.
Las misioucititB fueron cuatro, y estas, además
del provecho especial que sacaron tantos niños y
niñas de la parroquia, favorecieron tiunbién la
misión de adultos, pues los niños ijueclaron com
pletamente apartados en sus resfiectivas capillas.
La primara semana se dedicó á los niños, con
idutiquilla'por la mañana, á las 11, para los 570
niños del Colegio; y por la tarde á las 4 y
para los del Oratorio Festivo, Colegio de San
Francisco de Sales y algunos otros exteruos, ó
quienes S. S. tuvo la bondad do alegrar con su
palabra, en la preciosa visita que les hizo, en
los primeros días de la Misión.
La segunda semana fué misión especial
ninas, con sermoncito á las 11, eu la Iglesia diMaría Auxiliadora y por la tarde á las 4 y Vg para
niñas oratoriauas y externas eu la Iglesia de San
Carlos.
Las comuuiones de estos niños y niñas (exclui
das las personas relighisas) llegaron á 2395, siendi»
915 de los colegios y oratorios de Sau Francisco
de Sales y María Auxiliadora, y las restantes
1480 de este colegio. Las varias festividades que
ocurrieron explican esto crecido número.
Dios quiera que todas estas comuniones hayan
sido dignas y fructuosjis, como lo hacen esju-rav
los trabajos de los misioneros, y el -santo entu
siasmo y fervor, que en todo.s ha despertado la
Sta. Misión.
Mientras los fieles de ésta Parroíjuia quedan
con el sentimiento de (lUe tan herniosos dí.as de
gracia y consuelo.>» espirituales hayan pjisado rá
pidamente; h)s Salesinnos eouipreiulemos la gran
responsabilidad (pie tenemos de conseiv’ar el fruto
de la Santa .Misión eu el pueblo y en la niñez
que nos ha sillo confiada.
Pava lo cual imploramos las oraciones y la Pas
toral bcudicióu de S. S. lima., á quien besa el
Pastoral .\nillo.
Su humilde hijo en J. C. — Firmado — José Vespipnani — Pbro., Cura Rector.
Ilc aquí la cmitestacióu ijue S. E. I. se dignó
enviar. A la izquierda hay un membrete que dice :
Arzobispado de Buenos Aires. Y en medio* Bue
nos Aires, Julio 20 de 1901. — Señor Oiira Rector
de San Carlos K. P . José Vespiynani. Tengo el
honor de comunicar á Ud. que enterado el Éxmo.
Señor Arzobispo del informe de la Santa Misión
celebrada eu esa Parroquia de su digno cargo,
agradece de todo corazón el empeño puesto por
Ud. para el mayi>r éxito de ella, y lo felicita por
los consoladores resultados obtenidos.
Saludo á Ud. con mi mayor consideración. —
Pbro. Miguel de Andrés. Serio.— A la izquierza se
encuentra el sello del Arzobispado.
C H IL E
C o n o o p o íó n . — El 26 de Mayo tuvo Ingar en
la Casa de los Srs. Presbíteros Sr.lcsianoí. la cele-
i
— 250 —
bración de la fiesta de María Auxiliadora. Patrona
de la Institución del célebre Don Bosco, debiendo
á Ella, bajo el' título indicado, el auiueuto vervaderauiente asombroso que ba alcanzado eu todo
el mundo la obra civilizadora de Don Bosco.
Ha podido Concepción en más de una circuns
tancia palpar los benéficos resultados que dá día
por día entre nosotros esa obra. Ha podido niucbas
veces ver la abnegación que desi»liegan los dignos
sacerdotes que están al trente de ella, dirigidos
por su diguü Superior, Sr. Presbítero Don Luís
H. Sallaberry, en la ju’eparación de cientos de
niños pura que se ganen más tardo la vida de
una manera bom*ada j provechosa para sus fa
milias y pura la sociedad.
El jtveiiiio se lo reserva Dios; el único diguo
del heroisuio oculto y modesto. Pero la sociedad,
que resxiiru el perfume de la violeta aunque esta
se oculte, Its rinde su admiración y su cariño,
coiuo recompensa anticipada de la que con jus
ticia, más tai de les espera.
Para las 10 a. m. estaba anunciada la Misa so
lemne eu la Capilla salesiami, y á esa hora estaba
ya llena de gran j)arte de nuestra sociedad más
distinguida.
Poco dcsjiués empezó la Misa, que fué cantada
por el Sr. Presbítero Don José Angel Veuegas V.
y oficiada en cauto gregoriano, i»or el coro de
niños dcl Esiablecímieuto, que lo hicieron con
toda i)crfeccióu.
Esperaba la distinguida conciUTencia la palabra
elocuente del ]'iiii(‘girista R. P. Blas Martínez,
líeligiosa espcctai'ión imdo observar en su público
desde el principio el P. Martínez, y aprovechando
ta-u felices dis¡»osicioucs , comenzó el exordio de
su discurso.
Con dicción vcnladeramciite castellana, á fuer
de buen es}*afn>l, «d P. Martínez espuso que si el
mundo contemporáuco, ([ue vé ix>co» milagros
íioy día. desea verlos é informarse
(jue la omoixtoteute Miscrirordia divina no ha cesado nunca
le ]uo8trarse pródiga en favor de sus hijos de la
tierra, vaya y recorra los anales de la Santísima
V^irgeu, y allí verá «|Uc. e l título de Auxilio de
ios Cristianos con ((ue la honra la Iglesia Cató
lica es cu extremo justificado.
Llega el siglo x ix , y hay «jue combatir otros
enem igos: la ignorancia eu la niñez desvalida es
un peligro constiinte ¡)ara las almas de esos niños,
expuesto.s de día en día á sumergirse eu el lodiizul de
los vicios, y más tarde para la misma patria, que
en vez de útiles ciudadanos tendrá en su seno
víboras (jue la devoreu.
Don Bosco es el héroe en esta nueva guerra, y
el siglo XIX presenció el espectáculo sublime de
la caridad de ese hombre celestial vencedora de
las pasiones y de la naturaleza misma.
Al mismo ticmjM) levanta en Turín la gran
Iglesia de María Auxiliadora y la Casa que da y
dará all>erguu á futuros salesianos.
Pasan muy pocos años, y los salesianos se lian
repartido el mundo para den’aiiiar el bien á manos
llenas, educar é instruir al pobre sobre todo, que
es el más necesitado, prepararlo ]>ara que se gane
m:Í8 tarde hom-adamente la vida, por medio del
oficio que hubiere escogido, y entregar á la socie
dad hombres de trabajo, ciudadanos de prí*vecho.
Si quisiéramos dar una idea cabal de] discurso
del P. Martínez tendríamos que extendernos de
masiado.
Bástenos agregar que la distinguida conen
rrencia quedó sumamente bien impresionada en
favor del hábil orador.
ii
El Iltmo. Sr. Labarca que había deseado asistir
á la Misa tuvo que privarse de sulemuizarla con
su presencia, pues ayer ú la misma hora confería
Ordenes en la Catedral.
Terminamos felicitando al Señor SuUubcrry y
dignos com]>añcros y Cttopcradorcs i>or el estado
floreciente en <)ue so halla esa Obra, y deseando
que María Auxiliadora derrame día á día sus ben
diciones más fecundas sobre sus beucücos tra
bajos.
Snii(hig;o. — Con imu-bo gusto poblieumos la
solicitud que el Sr. Director del 1'ati'ocinh do
S. José eleva al Gt>bieriio de la Católica Repú
blica y el informe dado por el visitador de liceos.
A la letra dicen a s í:
El presbitero Luís Costumagua, Director del
Colegie Salesiauü el Patrocinio do S . José, ante
S. E. cou respeto dice: que con motivo de haber
adquirido este colegio un iutremento coyas exi
gencias son apreutiautes, atendido el bajo i»vecio
de la pensión, que para facilitar la instruecióu y
el estudio se ticue establecida, y recibiendo diariameute numerosas peticiones de becas gratiiitíis
cuya provisión se hace imposible á causa de la
escjisez de recursos líeciiiiiarios, ruega á S. E. que
en vista de las filantrópicas leyes de instmccióii
que rigen en el país, se digne «lotar ú este e.stablecimieuto .con la pensión de, cuatro mil ik:küs
anuales, para la provisión de ocho ó diez becas
designadas por esa Sui)erioridad.
Esperando en los sentimitmtos de ud<‘lanto y
progreso científico y literario que animan á S. E.
se |)ermite agradecer anticipadamente una obra
(}ue le merecerá la gratitud de tívutos pobres
educaudos.
Dios guarde á S. E.— L. Co.stamagn.v, Director.
Núm. 300. Santiago, 1.'* de Marzo do 1901.—
luftu-mc el Visitadov «bí liceos y colegios subven
cionados, Don F. Ví'lazco. — Anótese. — Por el
ministro, Mati'a V iai-.
Santiago, 26 d»i Abril de 1901.— Señor minis
tro: El l^ifrociiiio de S. José es un vast«) e.stablecimiento que niiilii cerca «le odio mil ocho
cientos metros cuadi'julos de superfici»*, con huerto,
baños, jardín, anchos tiorrcílores y patios espu«iosos. Con excepción del dormiloiio de los gran
des, que se encuentra en los bajos, los rt;siaiites
«’stáii situados en los altos, y (mi todos son )>eriVctas la vigiluiicia y la vcnlilm'ióii. Djs[>onen de
MZ en abundancia las clases y los saloiir-s de esu d io , y brilli n p o r s u lin ijd c z a lo s «ainie.ilojcs y
a cocina. Por las condiciones esfíeciales de la
acequia, las letrinas son la única nota diwrordante eu este plantel do educación y imra trans
formarlas enteramente se ha hecho un presujiuesU)
de dos mil ]>csos.
El establecimiento cuenta con intenios, mediopupilos y externos, cuyas {Mínsiones valen dos
cientos, ciento cincuenta y cinenenta peso.s al
año, no alcanzando á veinte los alumnos que las
].Hguii íntegras.
Las clases que unís me llamaron la atención
las de francés, deseini>efia<las por M. Lescure. A la infatigable vívaci<la«i del profesor cor
respondía una atención jierseveraute r una mar»-ada prontitud eu los alinnrins. El diáb»go entre
í'stíiB y el profesor tiene lugar wdo eu francés,
auim-iitaiido de hora en hora el número de jwlabras y de giros que se eiiijdean.
En las de castellano, que se hacen en confor
midad al antiguo sistema, es la gramática y no
el uso correcto y amplio del idiuiua. el único fin
—
260
de la enseñanza. En nna de la primera prepara
toria preguntaba el maestro á un niño de diez
años:— ¿Que es nombre? Y el niño respondía con
una fluidez (jue sólo manifestaba el poder de su
m e m i i r i n B a j o la denominación de nombre se
comprenden el sustantivo y el adjetivo, porque
Ciinibian de oficio entre sí y porque ambos ex
presan la unidad y la pluralidad con termina
ciones semejantes. Y en otra de la tercera de
humanidades so decía la clase do irregulares y
el grupo de formas afines á que pertenece el
ver'oo hacer.
El Director del Patrocinio prestó muy benévola
atención lí las breves indicaciones que inc per
mití sugerirlo sobre la absoluta esterilidad del
método á que obedecían estas clases, y convino,
sin la menor dificultad, en que desde la última
«luincena del mes actual se incorporarón al curso
correspondiente del Instituto Pedagógico, los dos
jóvenes é inteligentes religiosos por quienes ellas
son dirigidas.
La enseñanza de los otros ramos no da lugar
á observación: la do aritmética so hace con
arreglo á los riltimos adelantos do la pedagogía;
las do física y química estún provistas de los
aparatos esenciales : hay globos y cartas murales
para la geografía y la historia, y una numerosa
colección do cuadros para la botánica y la zoo
logía. El orden es inalterable; y aunque lleno de
dulzura el tratamiento que reciben de sus supe
riores, anima á los alumnos un invariable espí
ritu de disciplina.
Es favorable, pues, á la anexa solicitud la opi
nión que de ella me he formado, después de
visitar el establecimiento en rej)etidas y prolon
gadas ocasiones. Ninguno de los colegios sub
vencionados educa un número de niños tan con
siderable; y la circunstancia de que una con
gregación religiosa se haya apresurado á acordar
la incorporación de dos de sus miembros eii el
Instituto en que se preparo á los profesores del
Estado, manifiesta de un modo muy elocuente
que la dirección del Patrocinio de San José, lejos
de mirar con hostilidad ó indiferem-iu los progi’esos que se verifican en el arte de la enseñanza,
desea empaparse en ellos para ponerse en aptitud
de trasmitir los conocimientos por los medios
más eficaces que hasta hoy ha señalado la e.vperiencin.
Dios guardo á US.—F anor V klasco.
Nihu. 679. — Santiago 27 do Abril de 1901.—
PublÍ4juoso en Diario Ó/íc»aí.— Anótese.— Por el
ministro. Matta V ial .
M is a n u e v a . — El domingo celebró su pri
mera misa, en la capilla del Colegio Salesiano
de la callo de Santa Rosa (Santiago), el R. P.
José Valle, nuevo sacerdote de la Sociedad Sal.
Le sirvieron de padrinos, represvntando ú la
vez á sus padres ausentes, el señor Ministro de
BoUvia en Chile Don Claudio Pinilla y su dis
tinguida esjmsa. Padrino «le «\ltar fue el CuraPárroco «le San Isidro, el Presbítero Don Eduardo
Gimper.
Lar ceremonia fué sidomne. tierna v conmove
dora. La elegante capilla del Colegio Salesiano
se pn'sentaba «i la vista hermosísima, ataviado
su altar, esplendente de luces y flores.
Pequeñita como es. apenas daba cabida en sn
única nave á los invitados, amigos íntimos todos
V muchos de ellos compatriotas del P. Valle y «í
ios alumnos internos del Colegio, sas discípulos.
A las diez v metlia salía al altar el nuevo sa
—
cerdote revestido con las galas que prescribe el
ritual y daba comienzo á la Misa.
Un placer inefable se reflejaba en todos los
semblates. Era solemne el instante cu que aquel
joven virtuoso iba á entregarse irrevocablemente
al servicio de Dios, á ver coronada la más dulce
de sus esperanzas, á realizar el ideal soñado eh
muchos años trascurridos, en pedir al Altísimo la
gracia necesaria y al mundo la ciencia que le es
indispensable para llenar cumplidamente su co
metido.
Cuando después del Kyrie el P. Valle cantó el
Oloria in excelsis Deo pareció que su voz tem
blaba arrancada del fondo del alma : fué un himno
de gracias al Creador elevado en aquella única
frase lanzada j)or un corazón bueno purificado
por la penitencia.
Después del Evangelio nuestras ideas tomaron
otro giro : había ocupado el púlpito el R. P. José
Campos, hermano en religión y compatriota del
P. Valle y nos recordaba á los padres ausentes
«leí nuevo sacerdote.
¡Felices padres! pero ¿cuántas lágrimas habrán
derramado por su hijo que se halla tan lejos!
El R. P. Campos con pinceladas soberbias riazó
el cuadro de la felicidad que, como recompensa
etei*na, espera en el cielo á los padres que saben
dirigir á sus hijos por la senda de la virtud.
Concluida la brillante alocución, continuó la
misa cantando la parte de coro una veintena de
voces infantiles bajo la dirección del profesor de
canto del colegio.
Después de la Misa el nuevo sacerdote entonó
el Te Dextm y un momento más tarde llegaban
los oyentes basta el altar para besar las manos
al nuevo ungido del Señor.
La Sociedad Salesiaua celebró el fausto acon
tecimiento con una espléndida fiesta. A las doce
ocupaban el espacioso cometlor, el Iltmo. Obispo
de Colonia Monseñor Costamagna , un buen nú
mero de caballiTos invitados y delegaciones del
Círculo «lo Don Bosco y de la Sociedad Ex-alumuos
Salesinnos.
El nuevo sacerdote ocupó asiento de honor al
ludo del Iltmo. Mons. Costainngiia quien tenía á
su izi¡uier«la al sefum Ministro de Bolivia.
Dimintc el almuerzo se pronuncinrou elocuentes
brimii.s y alumnos del colegio declamai’ou preciosjis composiciones poéticas.
Ct'vró la manifestación el Iltmo. Mons. Co.stamngna invitando á todos á dar gracias á Dios
por el nuevo señalado favor que concedía á la
Siieieihul Salosiana. Tuvo lisonjeras frases para
Chile y recuerdos cariñosos pam Bolivia donde
él ha residido muchos años.
liig a p ro tecto ra I>oii B o se o . — Con este
nombre se ha fundado hace un mes en. Santiago
luia sociedad que tiene por principal objeto pro
porcionar los medios de que se eduquen cristia
namente todos los j«>veues que, siendo de buenas
costumbres y estando dotados de regulares aptitu
des para estudiar con provecho, cai*ecen de re
cursos {«ecuniarios.
Merced á la actividad, á la abnegación y al
generoso entusiasmo de sus fundadores. La Li{ia
protectora de Don Sosco, á pesar de que sólo lleva
treinta días de existencia, cneuta ya con gran
mlmero de s«>cios y ha comenzado á dar ían ga
llardas muestras de energía y de vitalidad, que
ha merecido los más calurosos parabienes de parte
de todas laa personas que miran con inteiús la
óp la regeneración social y que saben que
—
260»
el porvenir áe la patria depende de la edacación
de la iuventud.
La Liga Polectora de Don Poseo tuvo su cuna
en el Pati'ocinio de San José, establecimiento de
educación dirigido actualmente, como se sabe,
jK)r Jos Padres de la Congregación Salesiana, y
á la valiosa mediación de estos socerdotes, y se
ñaladamente al esfuerzo del limo. Señor Obispo
Facliada de la Ig lesia dedicada á H a ría A qx . en S arriá (1).
Costamagna, debe al acierto de sus primeros pasos
y el alto vuelo que últimamente ha tomado.
Dispone la Liga de un salón para sesiones en
el establecimiento que los Padres Salesianos ik >-*
seen en la calle de Santa £osa, y en dicho salón
ha funcionado basta h o y } más, en vista de que
el número de socios aumenta considerablemente
de día en día, el Señor Presbítero Don Rodolfo
Vergara Antúnez se ha dignado ofrecer el vasto
salón (|e Academias de la Universidad Católica,
local qne la Liga va á estrenar el 21 del mes en
trante con una fiesta lírico-dramática, que le va
( II Debido á U e scsw s de recaraoe M h all* á medio term inar.
—
a servir para proporcionarse recursos y para darso
á conocer de la sociedad santiaguina, que sicm]»re
se ha mostrado solícita y generosa para ostimular
el progreso de las instituciones de caridad.
COI-.OI«rBI-ACar(a|i;ona. — llo in o n i\|o á María AiixÍlia<lora. — Existe en la sociedad crisriaim
un bellísimo sentimiento de amor y de piedad,
que lia sido cultivado siempre, y que ha en iiv<las las épocas, y siempre, derramado solne *•!
mumlo. las hermosas llores de las virtudes del
Cielo. Este sentimit'iito es el amor ú la Ruina de
los Angeles, amor innato en la humanidad que,
en uualio de las faligas y penas do su peregrinaeión ,'iobre la tierra, tiende á Ella la doliente miralla, y ul dirigirle una oración halla el consuelo,
i-maieutra la alegiía y sobrelleva , puesta la eonilaiiza en tan Buena Madre, la mordedura de los
«lotores que á veces nos destrozan el corazón.
Cartagena ha demostrado siempre, rendir callo
especia! á la Santa Virgen María, y Ella la ha
protegido en todas las pruebas il que como pueblo
ha estado sometida. Una Madre tan generosa,
siempre escucha con amor las plegarias de sus
hijos, y la Virgen del Cielo ha derramado tántos
bienes sobre nosotres, que estamos obligados por
gratitud á reconocerlos; y cualquier homenaje
que rindamos á la Divina Reina, es apenas una
piilida ofrenda de nuestro cariño por Ella, que
mei’ece todo nuestro amor, toda nuestra venera
ción y los más puros seutimientoB de nuestra
alma.
Se trata ahora de erigir en la Parroquia do la
Santísima Trinidad un artístico altar de granito,
donde será colocada, pora rendirle culto, la be
llísima Imagen de Marín Auxiliadora, que en días
pasados y en medio de solcinnísinm fiesta fuó ben
decida y venerada por la piedad de esto jmeblo
cristiano. Para llevar á cima esta grau obra se
necesita el concurso de todos los cartageneros^ de
todos los bolivarenses y do cuantas personas sien
tan palpitar en sn alma el hermoso sentimiento
del amor ]K>r la Madro de Dios.
Nada más nublo y más conmovedor que esto
homenaje á la Virgen de Don Bosco, y, cuanto
necesitamos dar esta prueba de cariño á Quien
á todas huras acudo solícita en nuestro auxilio,
y derrama á manos llenas los tesoros de su mi
sericordia infinita!
Y tiempo es este propicio para la loable colecta,
l>orque parece que la Naturaleza nos lo aconseja
con su ejemplo! En este bellísimo mes de Mayo,
qne todos los cristianos consagramos á María, la
galana primavera hermosea con primores todos
los jardines y derrama sobro la tierra colores y
]>erfume8. Brotan de las plantas las aromadíu
ñores, trinan en las selvas las canoras aves, y
centellean sobre el azul de los cielos, la vividas
estrellas! Las ñores nucen y nos reclaman las
llevemos ante el altar de la Santísima Virgen;
las ares entonan su canción á la Reina de los
Angeles^ y los Cíelos se visten de esplendor para
cobijar, bajo su palio de zafiro, las oraciones y
clamores que suben de la tierra hasta el Trono
de la Divina Madre! ¿Cómo nosotros en este mes,
no hemos de dedicar, siquiera un pensamiento, á
la qne tánto nos quiere y nos ampara?
La piedad, nanea desmentida de este pueblo,
dará eu nota más alta en la ocasión presente; y
estamos seguros de qne acudirán las 'ofrendas, y
será cuantiosa la colecta. La Santísima Virgen
f
— 260^
nos pagnr/i cnanto hagamos en sn obsequio; y
tíos quedará, en nuestros corazones, la santa ale
gría de liaber contribuido con nuestro pobre es
fuerzo Á la mayor gloria de María Auxiliadora.
Tiempo es ya de que esta hermosa devoción á
María Auxiliadora su extienda y propague entre
nosotros, porque ningunos más que nosotros ne
cesitamos siempre do los divinos auxilios. | Em
prendamos todos unidos estiv hermosa cruzada en
favor do la Virgen, y Ella llevará nuestro estendnrto y nos protegerá en medio do las olas de
esto mar embravecido que á veces forman las
pasiones!
No dudemos que la Santísima Virgen nos ha
protegido y nos ha evitado que nuestra Ciudad
y nosotros hubiéramos sufrido los horrores de la
devastación, como ha acontecido á otras ciudades:
seamos agradecidos y paguemos, en la esfera de
nuestros iiobres esfuerzos, la deuda que tenemos
contraitla. María Auxiliadora multiplicará sus
bienes y derramará bendiciones sobre la tierra
que la aclama!
) ^ a p ie d a d e s
Diálogo de actualidad.
Al entrar en un coche del tren:
— Mire que me piaa el manteo. Señor...
— Ah! Dispense V., D. Pascasio... Venía
tan embebido en el recuerdo de la fiesta.
— 4 De qué fiesta 1
— 1 Otra I Pues de la de María Auxiliar
dora, celebrada en el Seminario Solosiuno,
el Viernes 2-i.
— A h! ya... 4 Y qué hicieron de bueno?
— Me admira su preguuta, D. Pascasio.
¿Que qué hicieron do bueno? Pues nada.
Ante todo prepararse á ella coa iiu mes....
morrocotudo, con im entusiasmo sin igual
con un fervor hasta allá....
— Bueno, bueno: eso ya se entiende. Pre
gunto el día de la fiesta.
— No, Señor, que iio se eutioude si no se
dice. Y si hubiera visto V. cuando emiHizó
la novena... aquello era lo último. Digo, lo
último no, iwrqiie la oosa aumentó de tstl
modo al Hogar el triduo, que V. hubiera te
nido que confesar que digo poco á pesar de
toda su iucredilidad do V.
— Hombre, no me trate así, por Dios.
— Vayju D. Pascjisio, no se sulfure V. que
tongo muelio que decirle. Y para no i>evdor
tiempo voy adelanté). Pero antes do hablar
de la fiestor. teng«> que comnuinicarle como
habiendo el Sr. \ icario Capitular establecido
que nuestra capilla fuera estación para ganar
el Jubileo, el Domingo 19, se dirigió la pro
cesión (después de haber hecho una visita en
la Iglesia parroquial) á la nuestra.
— ¿ Y cómo cupo allí toda la gente?
— i Que cómo? Pues no lo sé....apretouliilos estábamos, y alguno tuvo que conten
tarse con asomar las narices. Pero allí entró
la procesión y salió, volvió á eTitrar, baciendo
de este modo dos visitas, volviéndose luego
á la Parroquia para la cuarta.
¿ — Y con cuatro visitas han ganado Vds.
el jubileo ?
— No, hombre, no. Lo mismo se hizo el
Domingo de Pentecostés, y otro touito el de
la Sma. Trinidad. Tres Domingos á cuatro
visitas por Domingo, resultan...
— Doce visitas.
— Bien por D. Pascasio. Y tal es el nú
mero prescrito.
— A Ii! ya. Pero venga pronto lo de la
fiesta.
— A eso voy. Llegó, pues el día 24... y aque
llo filó lo de echsir la casa por la ventana;
no digo por el ruido, porque ya sabe V. que
no somos tan amigos de fracaso; sino por
esa alegría, ese júbilo santo que se refleja en
el rostro, en las palabras, en los ojos, de
modo que no parece sino que el alma se
asoma á la ventana para decir: ; Qué contenta
estoy a(jid! y haciendo una mueca al picaro
mundo, se vuelve á entrar para gozarse allá
adentro sola, sólita con su Dios.
— i De modo que á eso se redujo la fiesta ?
— N o , D. Pascasio. Aunque bien consi
derada la cosa ¿le parece á V. poco lo
que llevo dicho ? ¡Üh! si de todas las fies
tas pudiérase decir otro ta n to ! Por sabido
dejo lo de las funciones, hechas con aquel
fervor que se dojp entender, y aquella pompa
que nuestras pocas fuerza nos permiten.
— 4 Y de la música uó me dice V. nada ?
— Ya lo creo. La música merece párrafo
aparte. Como que eu la Misa de comunidad
nos cantaron dos hermosísimos motetes el
* Shut novellíB» de Meluzzi, y otro el c Venite FHii» de Oapocci, ya ve V. que la cosa
empezó bien.
— Y por supuesto habrá continuado mejor.
— Ya lo creo. Pigiire.se V. que al maestro
se le ocurrió cautaruos la misa....adivino
V. que misa.
— La del « Papa Marcello de Palestrina ?
—¡Qué Papas ni que niños muertos! La
de Porosi « Te I)cuin Umdamu^ * porque, según
él dice, hasta aquí llegaron los ecos del Va
ticano sobre la música sacra, lo que no es
poco, pues á venir por mar, tuvieron que
atravesju’ el Mediterráneo y si por tierra lle
garon, teniendo que salvar los Alpes y P iri
neos.
— Siga, siga la música, que á mi mucho
me interesiv.
— Pues 4 y las vísperas ? AUí hubo un Domine de puro estilo perosiano compuesto por
el mismo maestro (á V. se lo digo, aunque
él no quiera que se sepa); uuos salmos en
falso bordón, pero de lo clásico; un Magniticat del M.® O. Kavauello que daba gloria
oirlo, y el Ave Maris Stella del AT.® Arrigo,
cuyo mérito todos conocen. Y como si esto
fuero poco nos cantaron en la bendición un
Tantum ergo tamaño, digo de Tainaüone, que
no hay para más. Y callo lo de la Salve de
Calahorra, porque no hay español que no
sepa lo que vale. En definitiva tan bien salió
la parte muNicnl que, á haber estado presente
el descontentadizo Señor Bino Sincero, que
desde las columnas del Santa CeeiWi do Ta
rín suele vapulear á todo bicho viviente, se
habría marchado chupándose el dedo de puro
gusto. Una palabrita añadiría sobre lo que
podemos llamar liarte proiana de la tiesta,
pero sólo me limitaré á meuciouavlo la iu»cturiia y fiintástica velada, heclni á la luz de
la luna y de algunos farolillos, delante de una
improvisada gruta. Xo le digo para no cau
sarle, como eti ella, cada uno de los liresontes,
dijo dos palabritas á la Virgen, que desde
la gruta nos sonreía.
— Conque ha terminado V?
— Sí, señor: digo, no. Tenga V. paciencia,
que otra cosa quiero decirle, aunque no se
relacione con la fiesta. Sabido es que la Casa
que habitamos es para nosotros muy pequeña,
y ahora que llegan los calores, casi casi no
se puede vivir.
— Ah! ya entiendo, y por eso querrán Vds.
empezar otra.
— Empezar, no señor; porque ya está em
pezada. Lo que yo quisiera es decirle á V.,
que tan bien sabe hacerlo, que vaya por esos
mundos de Dios diciendo á nuestros infati
gables cooperadores que estamos en peligro
de tener que interrumpir la obra por falta
de... ¡vaya! no se lo digo.
— Ya I lo de siempre.
— Lo de 8ieuii)re, no señor, D. Pascasio.
Hay cien razones para que nos ayuden á
nosotros, quiero decir á los de S. Vicens deis
Horts. Y dejaiulo las noventa y nueve para
Vd. le diré sólo una que vale por todas. Los
Cooperadores? de muchas ciudades de España
(mire que digo muchas^ ehl) están pidiendo
á los Salesiaiios, y nunca llegan. Pero ¡hífmítanme que les diga que casi casi tienen
ellos la culpa. Cuando tienen sed ¿ á dónde
van á buscar agua! Pues á la fuente. 4 Y
cuándo la fuente da poco porque el grifo es
IMjqiteño? Se ]>one uno más grande ¿verdadt
Pues ahora aplique V. el cuento. De aquí
han de salir los salesianos para las f n t u ^
c a s ^ de España; pero como la casa es pequena , no podemos admitir á un número
mayor del que tenemos: hay que ensanchar
pues, el grife para que dé más. Es así que
sin su cooperación no podemos ensancharlo.
Luego.......saque V. la consecuencia.
— Luego V. quiere que yo vaya á decir
por ahí que necesitan un socorro pronto, efi
caz, etc. etc.
— ¡Y qué bien me entiende V., D. Pascario !
Pues no 80 olvido de ello, y hasta la vista.
M O M S . L U IS
> •< « 1 3 0 —
Cavítulo
E l n iiio E iiík
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<lutl. — s»u
O oinuiiióu. —
IIjU tocio o.m c*l i>i’iiuox*o.
enfovmodades físicas que quisieron
marchitju’ lo.s dcliciidos pétalos doestii
3 =^ hermosa y aromática llor hicieron que
se aumentara considerablemente el (íariño <]uo
los i>adros tenían al niño Luís, aunque vieso
por primera vez la luz del día, precisaniouto
entonces, su henmmito Josó y tuviese neesosidad, como os natural, do esos indisponsaÍ>les
y primeros cuidados: tanta ora la solicitud q uo
desplegaban en atender áLuisito, que tío día y
de noche era objeto de especiales cuidados: pjvrece ser que ya preveían su glorioso porvenir.
Siempre que la madre salía ile casa y lle
vaba consigo á su pequeño Luís, tanto Jos
parieutes como los amigos se alegraban do
que las enfermedades en nada habían afecbulo
á su exterior ni que por esto habían sufrido
menoscabo su inteligencia y gran vivacidad j
antes al contrario, so puede decir que contri
buyeron á hermosear su rostro do ángel, al
que los dorados cabellos y los ojos centellautes le daban una belleza excepcional. Muchos
lo comparaban con David de quien estil es
crito (jue tenía sus cabellos rojos y un lum
inoso aspecto: erat autom 7'vf‘U8 et pulchor aspectu (Iteg. XVI, Jlí).
En el seno de sii familia se respiraba una
atuiúsfera coinplutaineiito cristiana, por lo que
le era muy fácil aprender los principios «lo
la moral católica y tomar hábitos que le con
dujeran á una sólida piediul cristiana, pues
sus oídos no escuchaban otra cosa que ]>alabras santas é instructivas y sus ojos 110
vieron más que sublimes ejemplos de vir
tud. Nunca se vio en aquella casa un acto
repren.sible ni se oyó una jialabra que pu
diera mancillar en lo más mínimo la inocencia
de su corazón, iii impedir la serenidad de su
me:ite. Si el amor materno no condescendía
algunas veces (xm sus deseos infantiles ó i>onía alguna resistencia á sus pueriles sí, pero
impertinentes peticiones,el niño Luís ni lloraba
ni dejaba entrever el menor ve.stigío de cóle».
De esto modo en el regíizo de su madre y entre
las caricias de un padre verdaderamente cató
lico recibió su primera educación, conservando
tan agradable recuerdo durante toda su vida.
P ara completar la e<lucación que había re
cibido de su familia fué preciso llevarlo á la
escuela. También aquí la Divina Providencia
derramó á torrentes sobre el iuoceutó niño
AS
— 260<i -
HiiH gracias y favores, pues le deparó uii ex
celente JMaestro. El nombre de D. Carlos Be
rra se escnli>ió profundamente en el corazón
<le Monseñor Laaagna, porque comprendió
muy bien la actividad que desplegó, el esinritu de sacrificio que se impuso y el amor
<5011 que lo trataba, sin otro fin que el de ilus
trar su mente con sanos y útiles conociniieulos y modelar en la virtud su tierno y dcli«•ado corazón. La esimela se coin}>onía de tres
secciones, por lo <5iial el násmo profesor se
encargaba, con m enoscabóle todos, tanto do
tiquellos (pie aun no sabían leer ni escribir,
como de los otros más adelantados en el es
tudio de la grjnmUica. A ]>esar de todo esto
los progresos del joven Lasagna fueron ad
mirables, consiguiendo muy pronto los pri
meros puestos.
Sin embargo no liemos de imsar en silencio
<pie la i)a(5Íencia del pobre Preceptor sufrió
rudas pruebas (;ou la vivacidad de Luís quien
expuso inuülias voces su vida á grandes ries
gos, no por otra cosa que por su manera de
sor. Un día so ouearamó sobre un árbol
muy alto con el fin de coger un nido con
pájaros, y al extender la mano para agarrarse
de una rama, se rompió aquella donde estaba
subido. Tuvo la suficiente serenidad para
abrazarse inmediatamente al trouco, pero per
diendo el eijuilibrio, cayó al suelo: afortiiiiailameiite no se liizo muebo daño, por lo cual
dió gracias á la Santísima Virgen porque lo
había librado de un gran peligro. Otra vez,
al comenzar los primeros calores de verano,
fuó invitado, al salir de la escuela, por algunos
<le sus amigos para ir á bañarse en el arroyo
Grana, quelamiendo la colina de Moutemaguo,
pasa por la parte lN’’orte. Luís sin tener en
cuenta las coinsecuencias (pie pudieran sobre
venir, aceptó al momento, y ya junto al arroyo
llevado de su vivo caráefer se arrojó en un
l)rofuudo cadozo donde ciertamente se Imbiera
ahogado al no sabor nadar; ])cro un operario
que pasaba por allí, al ver el iuinineute pe
ligro en que ponía su vida, se arrojó al mo
mento, y medio abogado como estaba, lo con
dujo al mometito á casa de sus padres. Estos
iú ver el estado de su hijo se afligieron so
bremanera; jH'ro tan dura lección produjo en
I j u í s excelentes resultados, i)iies prometió á
sus amados padres que jamás seguiría en ade
lante los consejos de los malos amigos y que
desde luego procuraría corregirse de su fatal
ligereza ó irreflexión.
El ]>ensjimieuto de su primera Comunión
influyó poderosamente en la reforma de su
carácter. El sacerdote I). G. B. Beccaris pro
fesaba á Luisito uu cariño excepcional, debido
á las íntimas relaciones que tenía con el pa
dre de éste, y viendo las bueims cualidades
del niño, procun') preimrarlo para tan solemne
acto, aun euamlo no contaba más que ocho
años de edad. Tan piadoso y bu u Sacerdote,
imra quien los pechos do los niños eran de
cristal, pues leía perfectamente los pensamien
tos que abrigaban eu su corazón, se cercioró
más y más de que el del hijo de su amigo
Sebastián era verdaderamente de oro, aunque
al exterior manifestaba ser inquieto y reboltoso, convenciéndose de que los medios coer
citivos y bruscos habrían producido el efecto
contrario, dado el carácter del jovencito. Bou
Beccaris eligió, sin duda alguna, el mejor
medio, empezando por acrecentar en aquélla
viva naturaleza uu noble y santo fin, esto es,
el amor á la piedad, á la virtud y al estudio.
Xo se equivocó porque tan excepcional cua
lidad, bien dirigida, vino á ser, la que iuIbrniaba aquel celo ardiente del que salieron
todas las sublimes y elevadas empresas de
IVIoiiseiior Lasagim, y el buen sacerdote, des
pués' de ser nombrado Párroco do Cerrina y
antes de re|)osar sus restos eu la triste y si
lenciosa tumba, tuvo el inefable consuelo de
ver los copiosos frutos de su esmerada edu(5ación eu favor de su inquieto y vivaracho
alumno. Es una verdad evidente que el edu
cador de la juventud debe distinguir entre la
vivacidad de carácter y la maldad
corazón.
Al deslizarse alegremente los primeros años
de la juventud de nuestro joven en cuestión
entre su familia, indicó claramento que no
había nacido para ser de los del montón, como se
dice vulgarmente, n i permacer entre sus com
pañeros como una simple medianía. Cuando
jugaba con sus amigos jamás fué el segundo
eu nada; tanto por lo que hace á la animación
que se debe tener en los juegos, como á la
destreza y habilidad que en ellos debe reinar,
sobre todo en el juego de pelota: por esta
razón siempre era 61 el jefe. Tampoco eu -la
escuela fué medaiiía, sino que siempre de
mostró estar dotado de uu ingenio excepcio
nal, conservando eu la memoria muy bien las
lecciones, por lo que dejaba atrás á aquellos
que habían em])ezado ei curso primero que
él. Cuando rezaba las orariones, y sobre todo
estando en la Iglesia postrado delante de la
Magostad divina do quien ya tenía una idea
justa y bastante cabal, sobresalía por su pie
dad, luiciéndose admii ar <le todos i>or su com
postura, y á la vez todos qiUMhibau edificados
al conocer su carácter y con.sidorar los he
roicos esfuerzos que debería hacer para no
moverse ni uu solo istaiite. Por esto puede
decirse que eu el mismo j\Iontemagno emi>ezó
su cañera de apóstol, conduciendo fiecuentemeiite á otros jóveiios á ayuibir á la tíanta
Misa, y exhortándolos á la \ ez á que .se acer
caran á recibir cjUj iVeciiencia los Santos íSiveranieiito.s. ^luchas A'e<;e.s tendremos que reIKítir Olí estas ineiiioria.s que Luís Lxsagiia,
aun siomlo joven, ajiarecía como luvcnui ardens et lueons (Joan., V, 25), y que no era
ilestimido á arder de bajo del celemín sino
puesto sobre un candelero para alumbrar
con su clara é intensa luz todos los <)hjetos
que se hallasen á su alrcdinlor.
continnord).
Cm i f n k o H
k h á a d U E d n a d i a - G n o le : JOSÉ G lM fíK ".