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Título
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BS_1901_11
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Descripción
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Boletín Salesiano. Noviembre 1901
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Fecha
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1901.11
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extracted text
-
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OLETIN
SALESIANO
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CottolenQD, 32
flE D A C C iO N
E l am o r a l p ró jim o ea noo d e los
m aToros j mita ex celen tes dones que
! la 'd iv is a b o n d ad p u ed e con ced er á
!lo¿ liom bres.
V
(S. F e a sc . do Sales.)
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T'v'5"
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ANOXXn
— N . 11
Turín (Italia)
Os recom iendo la n iü M y la j u v c n - 'i
K edoblad v u e stro s fuorr.os A fln
t u d i c u ltiv a d con B rande esm ero s u 1 ¡
a p a r ta r A la niDo» y ju v e n trn l do
educación c ris tia n a : y p r o p o r c io n ó lo ; i | , a corrupción 6 in c ro d u ltd a d y prolib ro s q u e la « B eflo n A b u i r d e l v ic io ;♦ p a r a r a si u n a n u e v a generación
y A p ra c tic a r la v irtu d .
{P ío IX .) j ; |
(L k ó n X I I I )
C'*'b
''o
d m in is t r a c ió n
«S>
NOVIEMBRE de 1901
PUBL/OAC/ON MENSUAL
S T T K A S IO — C a rU s d e los Em m os. C ard en ales S v am p a
7 F e r r a r it- a l B o le lin S a l e t i a n o ................................. pAg. 289
Su S a n tid a d L e ó n Y IT r y los M isio n ero s Salesian o s . . 291
C ooperación S a le s i a n a ...................................................... : * ■
l>ocam ent 0 8 S alesianos. — S alu d o A D . B ú a (conclusión) . 294
£ 1 B e p re s e n ta n te d e l S u ceso r de D on Bosoo e n A m é ric a . 297
D k KiiKSTEAfi uisioxBS. P a ta g o n ia : Y ie d m a . . . . . .
390
Ju b ile o S a c e r d o t a l ................................................. .....
303
M em orias d e l B ev . I ) . B e a u v o i i ................................................. 303
G ra c ias d e A la ria A u x i l i a d o r a ...................................... ..... . 305
; «
X u B S iiu CoBaBSFOXUBNCiA. — E ip a ñ a . Pozoblanoo (Cór>
doba) — A m trico. L a P a a (B olivia)— Iliobam ba (E cuador) 807
C ró n ic a S a l e s i a n a ...................................... .....................................810
X e c r o l c g l a ...........................................................................................314
A lem orias biogrAficas d e M ons. L o is L asagna. Cap. T i l . 310
^uusT B oe G rabados. — L a p rim e ra pA gina d el P o ls ttn S a le« tañ o .— I n te r io r de l a ig le s ia d e M aria A u x ilia d o ra eti SarriA
— M isioneros é In d io s d e l a M isión d e la C an d elaria. —
T a lle r d e c a r p in te ría d e la P a s (B olivla). — D . B erald l de
v ia je . — £ x cm o . S r. D o u troloox.
Al precioso autógrafo con que el Emmo. Cardenal de Turín quiso honrarnos con motivo del
XXV aniversario de la fundación de nuestro Boletín {edición italiana), y que con suma gratitud y
reconocimiento publicamos en nuestro número de O ctubre: debemos ahora añadir otros dos. uno
de 5. E, el Cardenal Svampa, Arzobispo de Bolonia, y otro del Emmo. Cardenal Ferrari. Arzobispo
de Milán. Nos es grato reiterar á los dos Emmos. Campeones de nuestra Religión, lo que. en el
número citado, dijimos referente ai Emmo. Cardinal de Turín, eso es. que al publicar con la mayor
satisfactión sus preciosos documentos reconocidos á tan gran favor, les presentamos nuestros
humildes y sinceros obsequios,
S. €m. lima, el Card. Domingo Svampa, Arzobispo de Bolonia,
f I"
de flofediente vid^ ^ue Uevk el ^oUtií}
difundido don pdofu^ión 1^ Olifk dedentodh de
f). So^do, ventájo^í^iini í> ^
juventud, ^alvkdoifk pkfi lo^ opedár
dio^, dedididkinente jifotedtofk de lo^ eini^d^do^, ‘benefídio^
lo^
é infiele^, ^ín olvidkf^e de forqentóf el délo ^eddotkl^tie
tán ffudtuo^o de^ultá en tenefidio de Ik divüi^kdión, de l i fe y de
lá dáridad éfi^tikn^
doné^tulo don lo^ fedadtofe^ de tkq vklefo^
y kin^dk ^evi^t^ y l|^ o voto^ fod^ue en lo ^ude^ivo áldkn^e dádk
ve^ iqá^ pdó^efk y vi^ofo^ exi^tendik.
lo^ veii)tióii|éo
^hle^ihT)0
t i
Bolonia, 6 de Agosto de 1901.
D. C
a r d
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SVAM PA.
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E l E fflfflo .
8r .
290 —
E a rd . D . A n d ré s E n r m r í,
A R Z O B IS P O DB M IL Á N ,
£ x l
I B
o
l e t i n
Muy jRev. Señor.
on toda la efusión de mi alma felicito á la Dirección del
B o l e t ín S a l e s ia n o . Yenticinco años de vida en el ‘p erio
dismo es señal inequívoca de longevidad, porque en. este campo no
viven sino aquellas publicaciones que^ sobresaliendo de los que se
leen diariamente, logran una victoria completa en la dura prueba
de la lucha por la existencia. Que el B o l e t ín S a l e s ia n o ha
sido victorioso en esta lucha lo demuestran los setenta mil ejemptlares mensuales que se esparcen por toda Italia^ con tendencia á
aumentarse más y más esa falange de beneméritos Cooperadores
Salesianos que son el brazo derecho de los Hijos de D . Bosco. E l
pasado es señal inequívoca del porvenir, qwr lo cual bien puede
asegurarse que el B o l e t ín ha de difundirse notablemente de día
en día hasta que se lea en todos los hogares doméstico y sustituya
á folletos tan pestíferos como hoy por desgracia circulan.
Por vida tan lozana y pujante como es la que tiene el B o
l e t ín S a l e s t a n o , debemos dar gracias al Dador de todo bien,
advirtiendo que todos los honores que tributamos á tan bien escrita
R e v is t a , redundan en beneficio de la Bedacción y principalmente
de y ., Señor Director, que con inteligencia y amor á ella se
dedica.
Le augura las más copiosas bendiciones del Cielo
Su D . siervo
^ A n d r é s C ard. F e r r a r i
diócesis de MiMn, 21 de A^josto de 1901.
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291
4.
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S a n tid a d
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L e ó n
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X Ill
M isio n ero s
S a le sia n o s
C2 =*—í
illlf OTORio es á nuestros amados Cooperadores el amor é interés que siempre
IJ
se ha tomado S. S. León XIII por las Misiones' Salesianas, á las que distingue con particular predilección y en las que tiene fundadas grandes y
risueñas esperanzas. Basta ojear las páginas de nuestra humilde llevista para
encontrar pruebas más que suficientes de la verdad do cuanto decimos.
Recordarán aún nuestros beneméritos Cooperadores y Cooperadoras la
4.
benévola acogida que el Sto. Padre otorgó en 1898 al Edo. D. Bálzola
con otros Misioneros y tres .salvajes, que con motivo de tomar parte á la Exposición do
las Misiones Católicas de Turín (Italia) habían venido á Europa.
El vivo interés que S. Santidad demostró en aquella audiencia, informándose mi
nuciosamente de los usos, creencias y costumbres de aquellas pobres gentes, lo demostró
ahora en la audiencia privada que acaba de conceder á algunos de nuestros Misioneros,
venidos á Europa para asistir al IX Capítulo C-eneral de nuestra Pía Sociedad.
Publicamos á continuación lo que al respecto transcribe el Sr. Director de Babia
Blanca (Eep. Argentina):
R tm o . S r . D . Mig u e l R úa :
Amado Padre; Creo proporcionarle un gran placer enviándole la presente en la que le informo de la
audiencia privada que ayer á las 12, la Santidad de León XIII concedió á algunos de sus Lijos. Si S. R.
creyera oportuno publicarla en las columnas de nuestro Boletín, sería para mí de gran satisfacción, pnes
no dudo que La da producir buen efecto á todos nuestros bondadosos Cooperadores y Cooperadoras, y con
ello tendrán una prueba más del paternal amor que les profesa el Inmortal Pontífice del Smo. Rosario.
Como ya sabe S. R., terminado el Capítulo General de nuestra Pía Sociedad, nos dirigimos á
esta Capital del Orbe Católico á fin de obtener una audiencia privada del Sto. Padre para presentarle
nuestros filiales obsequios y solicitar su Apostólica Bendición en primer lugar para V., i>ara nuestros
beneméritos Cooperadores y Cooperadoras y do un modo muy especial para nosotros los Misioneros
todos, para nuestras Casas y para nuestros niños. Ko se Lizo esperar el suspirado día, y ayer á las 12
fuimos admitidos al beso del Sto. Pie, siendo objeto de una especial bondad que á todos nos con
movió, el que escribe la presento en compañía de D. Riccardi, D. Guerra, D. Costamagna, D. Gioia
Directores de Méjico, Paysandú, Santiago y Guarantiguetá respectivamente, D. Podroliiii «le Bernal,
D. Egas de Quito, D. Dos Santos de S. Pablo del Brasil y los tres niños que yo trajodo Haliia Hlam-a.
Lo primero que se nos ocurrió fué pedirle la Bendición para nuestro amado Superior General, cuya
fiesta oiioniásti(»t se celebraba en aquel día. Al oir el nombre de D. Rúa, el Sto. Padre sonriendo
quiso informarse de su estado de salud, y mostrando gran interés preguntó donde estaba y que liacía,
y tras una breve pausa añadió: Sf, sí, lo bendigo de todo corazón á el y á toda la Pía Sociedad.
OL, D. Rúa, bace un bien incalculable D. Rúa; el mismo interés demostró cuando le solicitamos
la bendición para nuestros Iltmos. Síes. Obispos y Superiores de América, pidiéndonos informes
de su estado de salud y de sus grandes y vastas misiones. Al ver á los tres niños preguntó quieues
eran y sabiendo que eran americanos tomó al más pequeño y extrechándolo conúa su corazón lo
acarició amorosamente y luego añadió: Yo quiero mucho á los niños Americanos y á los de la Patagonia, loa bendigo á todos, y volviéndose luego hacia los tres les recomendó que fueran siempre
buenos y qne quisieran siempre mucho al Santo Padre.
Dirigiéndose luego á cada uno de los presentes pidió noticias de nuestras Casas, del estado de
nuestras Misiones y de un modo particular de la snerte de los emigrados italianos.
Pai'a todos tnvo palabras dé consuelo y nos concedió la facultad de dar una vez la bendición
papal á los Cooperadores y Bienhechores de la Obra Salesiana y á todos nuestros niños; nos alentó
á proseguir eu nuestras obras iuculcándonos uu celo ardiente para la salvación de las almas.
Nos retiramos quedando todos admirados de la lucidez de su mente, de la sublimidad de su
doctrina y de su extrema bondad para con los hijos de D. Bosco.
Amado Padre, sería interminable si quisiera trauBcríbír loe trasportes de alegría que inundaban
nuestros corazones; solo puedo asegurarle que no se borrará jamás de nuestra mente el recaerán
de este feliz iustaute.
Encomiende en sus oraciones á este sn siempre a&no. hijo en J. y M.
M ig u e l
Boma, 30 de Setiembre de 190L
BoECniKO Pbro.
— 292 —
líl
L a l*ropa};an<la.
Lamentable equivocación padecerían los
que no le concediesen la misma importancia
A este tercer medio de cooperar A la Obra
Salesiana que á los dos anteriores, porque este
error influiría en su ánimo do tal juanera
que harían poco caso do él, sufriendo las
consecuejioiaa nuestra ^Pía Sociedad, y por
ende los Anos que la misma se propone.
Por importante y útil que sea una obra,
nunca llegará á gran ijreponderancia si se
ensimisma y permanece oculta, ó sa conoci
miento no trasciende más allá de un número
reducido de personas 6 familias. í Q uó aprecio
tendría la perla encerrada en la concha! ¿Qué
estimación se haría de un eminente sabio y
qué ventajas reportaría á sus semejantes si
llevase á ultratumba sus vastos conocimien
tos sin que fuesen conocidos, ora por escrito,
ora en la cátedra! 4Habrían sido la. admira
ción de todos y se habrían hecho tantas apli
caciones útiles si los experimentos de esa
brillante pléyade do sabios en todos los ra
mos del saber humano no hubiesen salido de
su habitación ó gabinete! Pero hay más to
davía. Nada de mayor transcendencia que la
salvación de las almas. 4S0 habría ésta veri
ficado si los Apóstoles, después que recibie
ron el líapíritu Santo, hubiesen^ continuado
encerrados en el Cenáculo! jNo les había
dicho el mismo Jesucristo: id y enaeñail á
iodiu las genios t (M at xxviii, 10). Esto prueha que debían propagar y dar á conocer su
doctrimv, no en una región determinada, siuó
4K>r todo el mundo: OMiaes genios.
Es, pues, evidente que toda obra buena y
útil debo propagarse y darse á coiioeer, y
siendo la salesiana una o&ra, necesita ser
conocida por todos, empleando imra ello cuan
tos medios lícitos estén lü alüi\nee de cada
uno, extendiendo la esfera de acción según
la mayor ó menor influencia que cíula pro
pagador tenga.
Todos ó la mayor p.arte do los que hoy
son Cooperadores Salosianos conocen los re
sultados prácticos de nuestra P ía Sociedad;
l>ero si alguno ignorase los finos que la mis
ma se projioue, sepa que no es otro que la
salvación de la juventud imbre y abandonada,
y \x>v lo tanto, donde quiera que haya jóve
nes que Sivlviu*. allí está el salesiano, si bien
no logra todo lo que desea i>or falbi de me
dios. Hoy lo mismo que ayer iwdemos decir:
*la mies verdaderamente es miicJia, mas lo s
OBREROS POCOS » (Mat. IX, 27), porqiie á la
verdad, somos un número iusigniñcante de
Socios con respecto á las peticiones que se
nos hacen de todas las partes del mundo.
Por esto, trabajad todos mucho en este sen
tido. á fin de que ingresen en las filas salesianas gran niunero de jóvenes, dispuestos á
trabajar sin descanso en beneficio de las
almas.
U. Bosco, sociólogo por excelencia, según
confesión de todos, veía que al hombre, tra
bajando entre máquinas, se le quería conver
tir en máquina también, y de este modo,
cultivando solamente en él la parte material,
esta tenía que obrar según sus impulsos, so
friendo tan terribles consecuencias la socie
dad doméstica en primer término, ó sea, aqiiella pobre infeliz que debiera tratar como
compañera, pues así se lo dijeron al unirlos
por el iudisoluble lazo del matrimonio: la
desventurada apenas puede dar un pedaz.o de
pan duro, producto de la mendicidad, y cu
brir las carues con algunos harapos á aque
llos que son pedazos de dos corazones, poro
que uno de ellos los desprecia ó quizá, lo
que es peor, los maltrata, al balbucir sus
pueriles y casi inertes lejigüecitas esas pala
bras que son capaces de ablandar al corazón
más duro: padre, pan». Exi>erimenta en
segundo lugar las consecuencias de la edu
cación material del ignorante obrero, la societlad civil al ver ésto el lujo y las como
didades incompatibles con su baja condición:
por esto se exacerban sus pasiones y pide
frenético la quimérica igualdad, procurándola
por cuantos medios estén á su alciiuce, sm
tener en cuenta para nada su ilicitud. No
así el obrero cristiano, que ve en esa desi
gualdad, iudispens.able en este mundo, el
orden más admirable de la Divina Providen
cia, y en vez de asistir al cafó, club, taberna
y en general á todos los centros de oorruí>cióu, practica alegre y contento todos los
deberes que, como cristiano, le impone nues
tra Santa Madre la Iglesia: por esto D. Bosco
fundó talleres donde en vez de convertir al
hombre eu máquina, las máquinas, movidas
poT la industria del hombre, alaben en su
manera al Supremo Hacedor y Ordenador del
Universo.
No menos conoció nuestro amado Funda
dor que al niño se le daba á beber en la
ciencia mortífero veneno, y que, dada lam añera de vivir en las capitales, seguiría, cual
— 293 —
caballo sin freno, el tortuoso sendero que
conduce á su ruina espiritual y material: por
eso quiso que sus hijos ensenasen con la
ciencia el temor de Dios, pues de otra suerte
ni aun merece tal nombre, no siendo otra
cosa que una serie de conocimientos sin fuudaniento sólido: la verdadera ciencia procede
inmediatamente, de Dios, porque « el Señor
es el Dios de los ciencias » (I Reg., ii, 3).
D. Bosco en fin, como decíamos antes, no
limitó la esfera de su acción; de modo que
en todos los ramos del saber humano cabe
la Obra Salesiaua, por haber donde quiera
jóvenes que llevar al cielo, sin que los salesianos ambicionen otra cosa, como palpable
mente se lee en su escudo: Da mihi animas;
cwfera tolle. (S. Francisco do Sales).
Siempre fné objeto de predilección de nues
tro amado Padre, y lo es hoy de su dignísimo
sucesor D. IVIigael Rúa, el dar á conocer la
obra de los Rijos de R a r i a trabajad mucho
en este sentido, pues el que consiga el ingreso
de un joven en nuestra Pía Sociedad, habrá
puesto una columna al edificio salesiano tan
pronto como haga su profesión religiosa y
sea verdadero hijo de D. Bosco. iQuién sabe
las almas que Dios salvará mediante la acción
de este socio! Y si el que salva un alma,
predestina la suya, según S. Agustín, ^uo
puede decirse que la vuestra se encuentra en
estas circunstancias, puesto que habéis coo
perado á arrancar do las garras del demonio,
no una, sino quizá centenares de ellas! Y
¿no se multiplicarán vuestros méritos si en
vez do dar simplemente un salosiaiio, dáis
un salesiano misloueroT Todas son almas, es
verdiul, redimidas con la preciosísima Sangro
de Nuestro Señor Jesucristo, y á este buen
Pastor lo mismo le costo su vida el europeo
que el patagón, i)cro es mucho más fácil en
contrar quien procure la salvación do aquél
que la do ésto, porquo si para verificar hv
del primero son necesarios sacrificios, abne
gación y fuerzas especiales, para llevar á
cabo la del segundo se necesitan esos mis
mos sacrificios, pero llevados al último grado
de heroísmo.
Dice S. Lorenzo Justiniano que « Dios
ocultó d lo mayor parte de los hombres la gra
cia del estado religioso, porgue «» su felicidad
fuera conocida, abandonando el mundo, todos
lo abrazartan á porfía»; y nosotros podemos
decir sin temor á errar, que estas mismas pa
labras pueden aplicarse á la gracia concedida
al misionero, porque si ésta fuese conocida,
desde luego habría más catequizantes que
personas á quien catequizar. El estado de
nuestro espíritu no nos deja ver claramente
lo que se refiere á su provecho, pues infor
mado por los impulsos de la carne, á esta le
asusta todo aquello en que entra como factor
la mortificación: esto sucede con la vida del
misionero. Nuestra imaginación nos repre
senta la crueldad más despiadada al aban
donar el hogar paterno y la propia patria
M
para encerrarse y vivir lleno de molestias y
privaciones y hasta quizá morir desamparado
ó comido por aquellos que trataba do salvar,
en las tierras de la Patagouia ó do la P i
gricia, sin tener en cuenta que en moilio do
esos que el mundo llama horrores. Dios Nues
tro Señor envía los más sublimes consuelos,
y que lejos de espnul-ar al misionero en sus
postreros momentos, muero alegre y íramiuilo
al ver que pronto se rasga ol V(¿o do la vida
n T T C M X U i tl( T .
B I B I I O H I O CATTOllCO
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La 1*. página del B oletiw S alesiano .
y qno después solamente le esi>era una dicha
perdurable y llena do bienes que ni el ojo
vió, ni hombre alguno se los puedo imagi
nar. Pero esto no le es concedido á todos,
imperando en los que juzgan do otro modo
la fuerza carne y no la fuerza espíritu.
También deseaba nuestro Padre D. ]3osco
que se propagaran mucho los Oratorios f u t i
ros. Hay bastantes pobrecitos que necesitan
trabajar los seis días de la semana y sólo
les queda libre el domingo: pues bien, lle
vadlos al Oratorio festivo, donde, después de
nntrir su alma con el sabroso alimento de la
oración y de la divina palabra, encuentran
lícitos y agradables recreos, y así evitaréis
muchísimos pecados. Hoy se cree desgracia
damente que no se puede uno divertir y es
tar alegre sin rodar por el fango del vicio:
— 294 —
éstos (leseoiiocen que los más alegres han
sido los más santos, porque tenían en su co
razón la verdadera paz, esa paz que el liombre busca en el inundo j que el mundo no
lo puede dar. líl joven necesita recreo, y en
el Oratorio festivo encuentra cuantas di
versiones luúUis pueda desear, incluso el
teatro que tanto agrada á todos.
No quisiéramos abusar de vuestra bondad
y por esto concluimos aconsejándoos que pro
paguéis muclio la Obra de D. Bosco, que la
déis á conocer á todos y que le procuréis
muchos y buenos operarios para que éstos,
salvando sus almas, salven á la vez las del
prójimo tan necesitado hoy de auxilios espi
rituales.
^Documeníos Salesianos
^ S a lu d o
á
® o n
l^ ú a
( 1)
( C oncluúón.)
IV
I j» atrapolóii d e los p o d ero so s
Con ser tan maravillosa la obra salesiana,
según se desprende de lo que acabo de expo
neros, lio sería suficiente, señores, ni llenaría
su cometido, si no abrazara otro e.Ktremo,
dol cual voy suciiitamonte á hablaros. Y cier
tamente que es de gran interés para nosotros
(|Uü timemos la honra do pertenecer á la gran
familia salesiana, con el nombre gloriosísimo
de cooperadores.
No merecen menor solicitud que los pobres
obreros, los (lue por sus recursos, su inteli
gencia ó su posición social ocupan lugar más
elevado. La racha de la incredulitlad o de la
indiferencia ó del positivismo Ies arrastra,
los revuelca y les despeña. Qui/.á podría ase
gurarse que la clase obrera no sufriría los
perjuicios morales y materiales que lamenta
mos, si las clases sociales más elevadas, no
participaran do la misma enfermedad que la
más humilde.
Era preciso regenerar las clases alti^s, para
que contribuyeran á la regeneración do la
clase obrera.
Ue aquí el espléndido y feeimdo i>eusamiento de 1). Boseo.
iQué significa la creación do los cooperadoivs salesianos T
Ante b)do, 08 un oueqm do auxiliares que
dan su dinero, su inüueticia y sus conoci
mientos pimi contribuir á la obra de la re
generación del obrero. Son la providencia
(1) Agosto i'ág. 20S y octebre pág.
terrenal de los salesianos; la representación
de la mano protectora de Dios; dichosos iuscrumontos do la caridad con que N. S. Jesu
cristo mira á los pobres y desvalidos.
Señores, el mal de las clases directoras, si
son capitiilistas, está en nua ambición desme
dida de riquezas; si políticas, en una ambi
ción sin fondo y sin oriUas de influencia y
l)odor; si científicas, en un ardor por la glo
ria humana que no se apaga ni extingue con
género alguno de liouieuajes. Y como quiera
que los males morales de hoy se eleven y
aspiren á las alturas de los principios, toda
esta práctica, todo este conjunto de aspira
ciones locas se ha refugiado en el positivismo
(jue exige para sí los honores de ciencia, y
hasta de
única ciencia.
Conseguir que el rico sea gener'*.,so, que el
hombre influyente se consagre al obrero y
que el sabio se convierta en catequista es
poner el dedo en la llaga, el remedio á la
raíz del mal: es ;ileanzar de un golpe la espaitualización de los grandes y el socorro
do los pequeños.
Sí, señores, los ricoa necesitan de D. Bosco
tanto como los • pobres. Necesitan aprender
que los bienes que poseen son de Dios; que
el acumularlos no es su fin; que es preciso
que do ellos se desprendan para bien desús
semejantes necesitados; y que si el pobre ne
cesita del rico para vivir, ¿ rico necesita del
pobre para salvarse.
Enseñar el desprendimiento, hacerlo suave
mente obligatorio, constituirlo en u n estado
l>or medio de la Cooperación Salesiana, es
obligar ú la riqueza á que rinda tributo á
— 295 —
Cristo, y á los ricos á que se acuerden del ¡
Cielo. Ks, en fin^ regenerarlos.
Sin contar, señores, con que así salvan sus
propios intereses temporales loa ponen á salvo
tlel socialismo amenazador, y se rodean de
{imigos sacados de entre aquellos que les
miran con más odio y con más rencor les
persiguen.
Con razón T>. Bosco promete el Cielo y
la tierra á los cooperadores salesianos, á
cambio de los recursos que para sus talleres
le proporcionan; el Cielo, por ser obra do
caridad; la tierra, por importar la derrota
de la anarquía.
|Ob poderosos del siglo, cuándo aprenderéis
que no podéis poseer la tierra sin haceros
dignos del Cielo!
Cooperadores salesianos, para vosotros en
primer término trabajáis, vuestro bien es el
que os proponen los salesianos.
Ko os ocultaré que vosotros sois la vida
materi£¿ de los talleres; que sin vosotros, á
no mediar un milagro, se cerrarían, y que la
regeneración del obrero en cierto modo está
en vuestras manos. Pero ; podéis imaginar
más noble empresa, un uso más fecundo de
vuestros bienes, una gloria más pura para
vuestros nombres? Don Bosco os ha asocia
do á su obra, y sois partícipes de su mérito,
de su gloria y del inmenso bien que por
sus hijos realiza. Así con una sola obra salva
al obrero y os salva á vosotros, le glorifica
y os glorifica, le redime y os redime. ¡Oh
santa cai-idad de N. S. Jesucristo, cuán her
mosa y fecunda eres! Sol, que á todos en
vuelve con sus resplandores, y á todos con
suavísimo calor vivifica; arco iris do bellísi
ma y consoladora esperanza que apoyando
sus extremos en los ricos y en los pobres se
eleva hasta el Cielo, juntando al género hu
mano entre sí, y uniéndolo estrechamente
con D ios; fuerza eficacísima, que con iiidocible blandura allana collados, eleva valles,
endereza caminos torcidos, siembra de llores
la senda de la vida, regenera las almas y
derrama mejor que la abundaucia del paga
nismo toda clase de bienes sobre los mor
tales. ¡Bendita sea la caridad! ¡Benditos sus
hijos!
Y ved aquí, señores, una solución modesta,
sin pretensiones científicas, sin alardes ni
ruido, de lo que se llama el problema social;
l>ero solución segura, cierta, infalible.
El problema qnetla resuelto con infundir
á ricos y pobres el espirita cristiano, con
dar aquellos á estos lo que sea necesm o
jiara mejorar razonablemente su situación,
y con ponerles en íntimo contacto de caridad.
E l espirita cristiano, esto ^ el desapego
de lo terreno, y el deseo ardiente de lo ce
lestial, lo infunde D. Bosco á sus obreros
en el mero hecho de seguirle, y á los ricos,
en el mero hecho de hacerse cooperadores
salesianos.
Eequiere la cooperación salesiana el que
los cooperadores se sacrifiquen en favor de
los talleres, y por ende de los obreros, cum
pliéndose la segunda condición.
Pero lo más importante era poner ou ín
timo contacto pobres y ricos; ya que el po
sitivismo anárquico, y la anarquía positivista,
hanse esforzado con actividad diabóUwt en
abrir un abismo insondable entre ambas cla
ses ; materializando el corazón del rico para
que no viera en el pobre sino materia explo
table; y envenenando el cortuón del pobre,
piu'a que esclavizado por la envidia y el en
cono, odiara con odio de muerte al que pose
yera algo en propiedad.
Modificados, señores, los corazones de unos
y otros, sólo faltsiba establecer entre ellos
una corriente de simpatía, llenar el abismo
de separación, allanar el breve trecho que
les separaba y arrojar en nombre de Cristo
los ricos en brazos de los pobres, los pobres
en brazos de los ricos.
Y así al pie de la letra ha sucedido. La
visita de los establecimientos sulosianos por
los cooperadores, cosa uaturalísima, i)ues se
desea conocer lo que se protege, acostmnbru
á mirar á los obreros oou amor de hijos, á
perdonarles sus imperfecciones, y á interesar
se más por su bienestar. En los obreros, que
ven á los señores identificados con sus empresitó, produce este contacto un sentimiento
de sorpresa, primero, de admiración después
y últimamente de gratitud, trocando la ])ievencióu que antes sentían por un verdadero
afecto, y perdouaudo acaso, ó no viendo si
quiera algún movimiento de superioridad 6
altanería de la naturaleza flaca y rebelde, que
en los ricos producirse pudiera.
Malos somos, señores; esta os la verdad y
podemos acentuarla tanto miia cuanto más y
mejor cada cual á sí mismo so lo aplique.
Bero convengamos en una cosa, quo también
es verdad, á saber, que cuando hablamos mal
de los individuos, y con mayor razón de las
clases, exageramos mucho, dejándonos llevar
de la pasión, y aquella experieucia nos revela
la verdad de aquel adagio que dice: «no es
tan fiero el león como le pintau.*
Basta, pues, á veces, poner en contacto dos
hombres de buena fe para que se desvanez
can todas las preocupaciones que a priori
existían; basta poner en comuuic^ióii dos
clases i>ara que desaparezcan las diferencias
todas. El espíritu de discordia separa con el
fin de triunfar; la caridad para triunfar acer
ca, estrecha y une.
D. Bosco suavísimamente obliga á los bien
hechores á codearse con los obrero.s, los
hace amables, con la amabilidad del benefi
cio, y salva las distancias y estrecha, y une
y hasta identifica.
P or su parte mueve á los niños y obreros
á que consagren sus inocentes y ternísimas
fiestas á los cooperadores y en ellas se ve el
abrazo fraternal, la efusión de corazones que
se odiaban, porque no conocían á Cristo, ni
— 2Í1G —
fie conocían; y que en Cristo y por Cristo
se sienten iguales, hermanos; se conocen
porque conocen á Dios, y se aman i)orque se
conocen, pues han empozado por amar á Dios
al tener la dicha de conocerle y servirle.
La conciliación tan necesaria entre obreros
y patronos, entre pobres y ricos está reali
zada en la obra salesiana. {Bendito sea Dios!
V
Rcütniiicn
He concluido, scilores. Al salinlar hoy á
D. líú a saludamos al sucesor dignísimo del
hombre providencial que transformó á la ni
ñez dcsarapada, sin matar su sencillez, su
fresca alegría, y las cualidades i>ropias de la
odad que la hacen tan amable.
Saludamos al Superior de la Obra Salesiaua,
que ha venido á regenerar al obrero, dán
dole pan y catecismo; educación, ilustración
y fe; sentimientos nobles y elevados que la
impiedad moderna le había robado, sem
brando en su alma los gérmenes de uua do
ble dicha, y conviftioudo los instrumentos
de la industria y los frutos del progreso, no
en mecanismos que atrofien las facultades del
trabajador, sino en fuerzas que alivien su
trabajo y en medios de alabanza al Dios que
todo en la tierra lo ha creado para el hom
bre, dando á este la inteligencia para que
todo lo sojuzgara, y de todo para su bien se
sirviera.
Saludamos al Varón virtuoso, que dispone
de millares de corazones y de entendimientos
para levantar á los ricos hasta las cumbres
de la caridad bafiadas con los esplendores
de Ja esperanza del Cielo, poniéndolos en
convicto del pobre y del obrero, enlazando
á ambas clases con el vínculo perfecto del
amor cristiano, haciendo que los ricos den
á los pobres sus bienes, protección y su al
ma; y que los i>obres den á los ricos su tra
bajo, su gratitud y su amor filial.
Ksta obra, mirada desdo el punto de vista
de la ciencia social, os un prodigio para los
gobernantes y filósofos, realizando lo que ellos
jamás podrán realizar, no obstante sus vigi
lias, sus experimentos y sus sutilezas.
Mirada desdo la altura de la fe, no cabe
duda on qiio es obra del Excelso, y fuerza
á exclamar : diffitus J)oi csí hic. Aquí est;i el
dedo de Dios. Sólo Dios puedo obrar tales
y tantas maravillas.
Y no olvidéis, señorea, que yo no quiero
hablar, imrque no cabe dentro del numío
que me he fijado, de esos colegios para la
clase media, que no puede costear otros de
más lujo, on los cuales se da uua instrucción
completa; de esos trabajos i>or fomentar voctMjiones eclesiásticas, tanto más necesaria
cuanto que quizá nunca como hoy el sixeerdooio ha sido un martirio de toda la vida;
n i de estas misiones con qne llaman á Jesn-
cristo á los habitantes de la región austral
en América, abandonados á su barbarie ó
ignorancia durante siglos sin cuento.
En el siglo de las maravillas, tal vez la
principal sea D. Bosco y su obra.
Alegrémonos: sólo la Iglesia puede dar
hombres como D. Bosco.
Eegocijémonos: sólo la Iglesia produce
obras tan grandes, tan fecundas, tan bienhe
choras.
E n presencia de D. Eúa, sucesor ínclito
de D. Bosco, elevemos al Cielo nuestro co
razón, rebosando esperanza, porque una vez
más la Iglesia do Cristo salvará el mundo,
contribuyendo en gran parte la gigantesca,
la admirabílisima, la nunca bastante bien
ponderada obra, por D. Bosco creada, por el
espíritu de S. Francisco de Sales sostenida,
y protegida y fecundada por la virtud del
corazón del Dios Hombre, el Eedentor de
todos los individuos, de todas las familias,
de todas las clases, de todas las órdenes y
de todas la sociedades.—He dicho.
D r. J
osé
E oca
t
P on sa
Magistral de Sevilla.
A nunciam os con dolor la muerte de uno
de nuestros más queridos hermanos, el Keverendo señor
D . U u a n J S 'zrta f'io iic
Director de nuestra casa de Ciudadela*inenoroa
(Islas Baleares)
IS’ombrado ultimameate D irector, partió
immediatamente de España para ir a Cin
dadela su nueva destinación doude el Señor
tenía dispuesto poner término a su apostó
lica vida.
Fortalecido con todos los consuetos de
nuestra S. Eeligióu volaba al cielo el alma
de nuestro hermano á las 10 de la noche del
día 26 del último setiembre.
Lo recomendamos a todos nuestros bené
volos lectores.
— 297 —
('Contin uación.J
■»x 5 a orgs»^<^-
E evmo. Sit. D. Miguet . E u a :
Cualquiera que oiga decir Tierra üél Fuego
supone que se trata de una vasta llanura
arenosa, abrasada por ios ardorosos rayos del
sol, con poca ó ninguna vegetación y cuyos
habitantes, de color negro, labios gruesos y
de inhumanas costumbres, se disputan la pre
sa como los feroces animales carniceros; y sin
embargo dista mucho de la realidad, pues
hoy hace 14 días que estamos incomunicados
en esta casa de madera y sin saber cuando
podremos salir de ella para visitar la Misión
que hay en esta isla, experimentando los
efectos de un frío terrible.
Con el fin de unir los acontocimientos, es
necesario que loa relacione con lo que dijo
en mi anterior del mes do Diciembre de 19U0,
así como también es indispensable hablar de
Buenos Aires por ser esta Ciudad como el
punto de partida y regreso de todas nuestras
visitas.
Una nueva Iglesia y Colegio
para nuestros emigrados en Montevideo,
El 19 de Diciembre estábamos en Buenos
Aires y el 20 nos recibieron con el consabido
entusiasmo nuestros hermanos de Montevideo.
ÍTada diré de la ciudad en general, porque
ya hice de ella una relación al llegar á Amé
rica: ahora me fijaré solamente en un nuevo
edificio, cuya fachada mide algo más de cien
metros, y que nuestros hermanos han empe
zado é construir; aunque los trabajos van
muy lentamente i>or falta de recursos, su
friendo las consecuencias, como es natural,
ios pobres niños: la fe empero de nuestro
Insi)ector es grande, y por esto con la ayuda
de Dios esi>eramos que pronto se podrá ter
minar la Iglesia, y el Colegio se hallará no
muy tarde en condiciones de ser habitado.
La mayor parte de los pórticos se utilizan en
la actu¿idad para Capilla, concurriendo á
las funciones numerosfeimos fieles entre quie
nes se encuentran aquellos de nuestros con
nacionales que renacen á la vida de la gra
cia. Operarios y comerciantes, ocupados cons
tantemente en los trabajos materiales y entre
quienes no participan i>or regla general de
ideas religiosas, experimentan necesidades
espirituales y necesitan la voz del compa-
triotii que los hable do Dios y resucito on
ellos los buenos sentimiontns que están como
adormecidos, y también el amor á su lejaua
patria. Es agradable en extremo encontrar
en estas apartadas regiones nn lioinbre que
tenga la fisonomía y el acento de nuestros
campesinos, porque so lo invita á que vaya
á casa y desde luego lo acepta como si se
tratívso del m«*jor amigo, y si quien invita es
un saceulote. le descubren todas las llagas
de su alma para que derrame sobro ellas sjvludable bálsamo. A tan gran beneficio so
encneiitrau reoouoci<lísimos unestrus paisa
nos: más de uno llora de consuelo al recon
ciliarse con Dios dospués de años que vivía
alejado do los Santos Sacrarhontos por el te
mor de no encontrar quien hablase su propio
dialecto. ¡El Señor colme de gracias á estas
pobres alm as!
Cnanto más recorremos la República dol
Río de la Platsi más me convenzo del inmeuso
bien que hacen los Salesianos en favor de
nuestros emigrados italianos. Además de los
mucho.s que liay en los pueblos, se encuentran
bastíintes do nuestra amada patria y todos
ellos 80 hallan confiados á los hijos de Don
Bo.sco, <iuiene8 han crea<lo una atmó.^fera verda^lcramento salosiana. En l\limtevi<leo el día
24 (le cada mes, y como recuerdo á María
Auxiliadora, se reúnen sus mucho.s devotos
para confesar, comulgar y oir la saiibk Misa
que se celebra oou (jste fin, diciéndoles siem
pre algún fervorín. I). Albora está muy con
tento al ver que las señoras se acercan á la
Santa Mesa con el escapulario do María Au
xiliadora al cuello y lo hacen sin ningún
respeto humano.
Do5 monumentos conmemorativos
de los dos Congresos Salesianos.
En el Instituto D. Bosco de Montevideo
han querido perpetuar el recuerdo del segundo
Congreso Salesiano, colocando en medio del
patio una hermosa imagen de María Auxi
liadora, esculpida en mármol y de la que le
mando la fotografía, 8e inauguró el día 8 de
Diciembre, fecha de grata memoria para nues
tr a Pía Seriedad y en el qne imrece se com
place la Madre de Dios multiplicar sus gratos
beneficios. Debía bendecirla D. Albera; pero
no podiendo lo hizo en sn lagar Monseñor
— 29S —
Fafíiiaiio. En el pedestal donde descansa la
imagen de la Sma. Virgen se lee esta incripción: A M A U ÍA , KN ACCIÓN DE GEACIAS POE
El- V V A A Z iíXlTO DEL 2.® CONGRESO DE OOOpj'JiiADORES S a l e s i a n o s . Niiestro pensamien
to se trasladó inimtdiatameiite al lagar donde
so encuentra otra estatua erigida en memoria
d(d Congreso de lioionia; i)oro tristes recuer
dos nos trae ó la mente porque la llaga que
abrió en nuestro corazón el desventurado su-
biográfioas de modo que parece creció en to
dos el deseo de que estuviera entre ellos
para oír su dulce voz. ¡Cuántas empresas te
nía entre manos y cuántos proyectos en fa^
vor de los salvajes de Matto Grossol Dios
en su inagotable bondad puede recompensar
la falta de Monseñor Lasagna, pues de otra
suerte, Immanameute hablando, confesemos
([ue sus afanes eran necesarios á nuestra Pía
tíociedad.
La imagen de D. Bosco.
lutorior de la iglesia de María Auxiliadora
ceso que todos conocen, ni se ha cicatrizado,
ni se cicatrizará jamás. Eu Villa Colón, en
el Colegio Pío y sobre una roca que arroja
en dciT(.‘iUn* varios chorros do agua, se alza con
gran uiagcstad la estatua de María Auxilia
dora á que idudimos antes; aunque el ini
ciador de tal monumento y de todo lo que
fuese iitil para bien de las almas, pues inme
diatamente después del Congreso de Bolonia
l>eusó en celebrar otro semejante eu América,
ya no exista. ¡Pobre Monseñor Lasagna!
Cuánto so habló do 61 eu Buenos Aires al
sentir el ti'omendo vacío de su persona y la
falta de su elocuente y fogosa palabra! Don
Albora lo retrató muy bien eu sus Memorias
Cerca de tres semanas pasa
mos en la parte oriental de la
liei)ública: jamás he visto á
D. Albora tan oprimido por el
trabajo: habiendo terminado do
dar una tanda de ejercicios es
pirituales á las Hijas de María
Auxiliadora, comenzó otra para
ciento ó más Salesianos de las
casas del Uruguay, reunidos
todos en Villa Colón.
Predicar, y oir á aquellos que
desean hablarle particularmen
te, que son ‘ todos, forman sus
ocupaciones diarias desde la
mañana hasta la noche. Desde
el 30 de Diciembre al 26 de
Enero dió ejercicios espiritua
les eu Montevideo, Villa Colón,
Bernal y Buenos Aires; des
pués en la isla Dawson y ahora
aquí en la Tierra del Fuego. En
todas partes me han dicho los
hermanos que conocieron á Don
Bosco que les parece oir á tan
buen Padre. Quizá sea esta
una ilusión debida tal vez á la
distancia que nos separa de los
Superiores Mayores, y á la gran
estima en que todos tienen á
Don A lbera, al espíritu que
conserva de nuestro Fundador
y que por lo tanto habla con
el mismo interés y entusiasmo,
será otra cosa; pero lo cierto
es que he sentido repetir la
de Sarriá.
misma frase muchas veces.
Como se ve, estas son cosas
que emanan naturalmente del corazón y
que las escribo porque van dirigidas a
nuestros hermanos y Cooperadores que to
dos uuidos formamos la. gran familia Salesiana y que desde luege se alegrarán unos
y otros íU tener conocimiento del buen espí
ritu salesiano que reina en América. Cree
que nuestro hermano el Sacerdote D. Pattiúi
ha compendiado muy bien estos pensamientos
en las frases qne cUjo delante de todos en
Villa Colón, durante la comida, y que poco
más ó menos sou estas: c Amadísimos her
manos: el Sr. Inspector me encargó que hi
ciese alguna poesía en honor de D. Albera;
pero le tengo tanto miedo á la rima que no
r
— :9» —
lue lia sillo posible complacerle; sin embargo
diré dos palabras y que desde luego salen
de lo íntimo de mi corazón. Aquella hermo
sísima expresión que el Doctor Zorrilla de
S. Síartín dijo de él: Es D. Bosco qtie pasa,
yo debo por lo que hace á uosotros refor
marla mi poco y decir: Es D. Bosco que ha
venido, que está con nosotros y cuya imagen se ha
eskimpado en nuestros corazones, no para pasar
como tina somb7’a sino para permanecer en él
siejnpi'e. Sí, amado Padre, el milagro que nos
recordaste esta mañana, so ha reproducido
en estos días: sobro el corporal se hallaba el
mismo Jesucristo y los ojos materiales no
veían otra cosa que pan: en estos días vues
tro rostro, sonrisa y palabras tanto en la
predicación como en la confesión han dejado
en nuestra alma grabada la imagen de iiu
padre que no so veía con los ojos materiales,
pero que desde luego se dejaba entrever en
Tos la misma fignia de D. Bosco. Nos per
donará V. la injuria que hacemos á vuestra
amada persona al decir que no es D. Al
bora sino D. Bosco quien queda grabado en
nuestros corazones: estos son nuestros afectos
y la culpa no es nuestra sino solamente de
Vos, porque lo representáis admirablamente.
Nos habéis dicho que experimentáis inefable
consuelo ai ver los buenos frutos de estos
santos ejercicios, cuya confesión es para nos
otros más preciosa que cualquier otro tesoro,
y sea bendito mil y mil veces el Señor que
nos ha aymlado á llenar de alegría el cora
zón de tan buen Padre. Nos habéis hablado
de D. Rúa y de nuestros hermanos de Eu
ropa que tanto nos aprecian y oran por nos
otros: creo no errar al aseguraros que tanto
los presentes como los demás de América les
corresponden con lo mismo, y os suplico en
nombre de todos, amado Padre, se lo hagáis
presente á D. Rúa. No quiero extenderine;
pero no concluiré sin daros las más cordiales
gracias por el bien que nos habéis hecho y
como dije al principio aunque paséis los An
des, vayáis á Méjico y traspaséis nuevamento
el Océano vuestra figura estará siempre con
nosotros y procuraremos en todo ajustarnos
á vuestras enseñanzas y nunca manchar con
indignas acciones tan acabado y perfecto
modelo.»
Primer Capítulo Saleslano 5uramerícano.
Del 20 al 29 de Enero tuvo lugar en Bue
nos Aires el Primer Capítulo Suramericano
al cual asistieron dos Obispos, el Represen
tante de D. Rúa, D. Pablo Albera, cuatro
Inspectores y cuarenta y cuatro Directores.
Se habló en italiano con el fin de qne todos
se expresaran con más facilidad. Todas las
sesiones daban comienzo con la lectora de un
capítulo de los recuerdos de D. Bosco y des
pués empezaban las discusiones basadas en
la larga experiencia de 25 años de Misiones,
y todas ellas encaminadas á la mayor gloria
de Dios, á defender los derechos de nuestra
.santa ]\radre la Iglesia, educar cristiamv
mente la juventud y extender el reiniulo de
Jesucristo.
Esta fué la síntesis del Capítulo. Oii’cunstaucias particulares contrihnyi'rou á su es
plendidez, pues la divina Proviileucia dispuso
que estuviera et»tre nosotros Monseñor Sabatiicei, Intermmeio de tí. S. en la. Argentina
(jiiieii después «leí I’ü/jí Crtiaíor dirigió la
palabra, diciendo que so creía muy afortu
nado al encontrarse cutre los Suiuunores (jiio
dirigen la Obra Saicsiaiia en América y que
giistosí.simo oprovüchaba la oca.sión para de
cirles que el ¡Santo Padre aprciáa mucho la
Pía Sociedad de D. Bosco; que conoce porícetamente el bien que ésta hace en el nuevo
mundo y que está tranquilo cuando confía
una Misión á los yalesianos. « En sii nombre,
dijo, bendigo á todos aquellos quo tomen
parto eii este Capítulo». La misma tarde so
recibió el telegrama que mandó Vuestra Re
verencia y que decía: «Estoy presente en espí
ritu: bendigo trabajos Capítulo».
Después dcl Capítulo se ordenaron 15 nue
vos Sacerdotes Salesiaiios, señal inequívoca
de la visible protección que el Señor dispensa
á nuestra Obra, siendo de notar que en la
noche del 31 de Diciembre habían celebrado
su primera Misa otros seis que dan un total
de veintiuno. Ya me imagino ver á estos
amados Misioneros desplegar su celo en el
pulpito, en el couíésonario, en las Pampas y
en la cabana del pobre salvaje, y tengo gran
cüiifi:uiza en la elicacia de su acción, y no
es infundada, pues se tocan palpablemente
los efectos en los sitios donde el Salesiauo
Ini podido extender. su boiiélica acción. El
indio, enemigo capital do la civilización, des
tructor inexorable de las más ílorecientes coloui:is y cruel a.sesino, sin ijiie nada respetase,
sembraba el espanto por doiele iiniitra (pío
iba; pero ahoni es manso y iimnilde, debido
á l:i iiKMisaute tarea dcl Misionero qne ha
urraucado de su alma tan destructoras plan
tas y ha puesto en su lugar las frescas y lo
zanas de la virtud. Ivstos cambios no se ha<a3U
sin el auxilio divino: [lero Dios no falta
cuando el hombro se ofrece pronta, generosa y
desinteresadamente á trabjijur á mayor honra
y gloria de Aquel que le jiresta abundantes
gracias. Por medio de nue.stros heriiianos y
de tantos otros religiosos que persiguen el
mismo fin, no está lejano el día de ver crecer
robustas y útiles plantas que conviertan á
esto sitio en hermoso edén, donde sólo ha
bía espinas y cardos, siendo colocada la Santa
Cruz en m e^o de estas selváticas regiones.
Sea el Señor bendecido por lo que ha hecho
crecer aqní sns oi>erario8, pues los diez Salesiauos que salieron de Tarín el 11 de No
viembre de 1875 se han convertido en 1.100,
y de una pobre casa en este continente, ascien
den hoy á 115 que tienen vigorosa vida.
Tieira del Faego 10 de Marzo de 1901.
w
1
— 300 —
f:DE NUESTRAS MISIONES
IP jí^ T ^ G -O IS rijíÍL
Tori'iíol’io <IoI ííio Ne?ro
(Relación de O. José Boido)
Amado P adiie D. IÍúa:
Le escribo desde estos agrestes parajes,
^teniendo la suerte do ser el primer Sacerdote
que aquí lia celebrado la Santa Misa), para
darle una ligera idea de los puntos recorri
dos y el resultado de esta Misión que desdo
ha(5e tiempo venía iireparaudo.
líl líO <le A bril último salí de Vieduia jiara
Priugles en eoinpanía del P. Aceto con el fin
de dejarlo cu dicbo pueblo, de Director eu
la Casa allí establecida. Salí para Ooiiesa al
HÍguiente día, para proveerme de lo que me
haciese falta para esta IMisióú, regresando ú
los pocos días á casa del beiiemórito c.ooiierador D. Bartolo Alfaro, porque ilebía em
pezar la visita por la parto Sur del Bío Ne
gro. Eli el trayerto celebró todos los <lías la
Santa Jlisa en diversas casas situadas cerca
«le este Itío y ailminislró algunos bautismos.
De casa «Icl JSr. -Vllaro tomó el camino (pie
<‘onduc(' á los jagüeles ó pozos, empezando
por la familia
1 ). «losó i ’il: aquí me espe
raba «il Sr. Britto, «pie se había ofreiúdo «lo
nuevo para acompiuianue en «‘sta I\lÍ8Íón, «It»seoso de hacer algo meritorio á los ojos «lo
Dios iluvant«( «4 Afm Santo, iustruyemlo ú
los iudigena.s. y á la vez aprovechamlo la ocasi«iu ])ava comi»lüt«r sus coum-imientos sobro
(«te exteiist) territorio del liío Negro.
Aquí estuvimos el día 11 de Mayo y al
siguiente «lijo la Santa ^lisa, ])rominciando
la acostumbrada pláti^5^^ exlmrtámlolos áque
no ih'Jastm nunca las pnb-ticiis do piedatl y
sobre todo el ¡Santo l{«>sario: administró dos
bautismos, saliomlo después «lo almorzar para
la «le Oornelio Rodríguez, donde hicimos uo«íhe: al siguiente día salí en «lireecióu á la
cusa do m‘gt>i-io del súbilito francés y buen
«aittilico Don l.ms Bernier, visitando en el
traví'cto ó las ibmilias de T,*Hlesma. •Fagunda,
.^ 2 -
Eubio, Llartínez, Curunao, Cayunado y Bor
nes.
Eu Oasa del Sr. Bernier dije Misa el 15 y
administré la Santa Comunión al dueño de
casa, saliendo enseguida acompañados de un
mqueano ó sea, de un práctico para ir á casa
de Mariano Aguilera, pues desconocía el ca
mino: excuso decirle los sustos que hemos
pasado todos: el peou Uevaba ocho ó diez
caballos para cambiarlos cuando fuese me
nester, porque mi pequeño coche de dos rue
das, yendo por medio del monte, se balan«ieaba
como una hamaca, á cansa de las desigual
dades del terreno muy pedregoso y lleno de
peligros: debido á esto, el año pasado me
rompí una pierna. Por fin, gracias á la divina
Providencia, llegamos sanos y salvos á «jasa
de diclio Mariano, precisamente á la puesta
del sol. Enseguida avisé á algunas familias
liroximus para que al día siguiente viniesen
íi oir Alisa, y terminada ésta bendije un ma
trimonio, saliendo luego para el toldo de un
indígena llamado Pancho Pauchito, en la la
guna seca ‘‘Tomás”. El día 17 nos levantamos
muy temprano: desimós de rezar el Bauto
Ko.sario y «le d«3cir Alisa, administré «los bautisnms, saliendo al moimiuto eu dirección
á la laguna do la Esperanza con el objeto
«le ihu’ agua á los caballos que se encontra
ban sin beber tlcsde el día anterior. En tanto
que «d peón lo verilieó. nosotros fuimos á
saliular al «lueño «le casa, Sr. Jolson, «le naeionalidatl Sueca.
-\1 siguiente día, salimos para la laguna
del “ Barro” para visitar al súbdito español
1). Casimiro Lugo. Eu casa de este señor
celebró uu matrimonio de «los indígenas. Por
la iioeho. «lespnés de rezjir el Santo Eosario,
j- en distint-as ocasiones durante el «iía, reúno
á grandes y poiiuefios ])ara darles á todos
lecciones de catecismo. El «lía IS^ Domingo,
«lije la Santa Alisa y les dirigí la palabra
para expll«Mirles algo de nuestra Santa Eeligióa, a«lmiuistrando después varios bautis
mos. entre ellos á uu indígena de 30 años.
El día 21, salimos para el puerto natural de
S. Antonio, en cuyo punto no existe más
jmblacióu que la imi>ortante «jasa de negocio
de los Sres. Peirano Hos.
Este puerto, formado por una extensa balifn en una extensión «le más de dos leguas,
— 301
es capaz de contener varias escuadras, pudieudo los buques entrar y salir de noche
sea cualquiera su calado, máxime si se coloca
el faro que el Gobierno Superior proyecta.
Esto punto es de gran porvenir comercial,
aunque no agrícola por la escasez de agua y
la mala calidad del terreno. De la casa del
Sr. Peirano se proveen de todos los habitan
tes de Conesa, aunque dista 17 leguas, y se
empiezan á vender las lanas del Sur. Muy
pronto habrá una línea de vapores y enton
ces el comercio de toda esta región se recon
centrará eu el puerto. La oficina del telógratb
está á ocho leguas de distancia, siendo un
trastorno para el comercio de este punto, así
como también para los buques que entran en
el puerto: seguramente después que esté cons
truido el Faro y que empiecen á venir va
pores, se pondrá otra oficina en el puerto y
además mi encargado de conducir el correo,
j)ues hace muchísima falta. E n estas condi
ciones el puerto será el centro del movimiento
comercial de una importante Zona del Sur
del Territorio, y los Sres. Peirano se remu
nerarán de los muchos trabajos y zozobras
que han pasado eu estos primeros meses de
su instalación en este sitio. El agna de los
jagüeles del puerto es regular.
E l 22 salimos después de Misa eu dirección
á la oficina telegráfica de San Antonio de
la cual es Jefe el digno Sr. Yansóuj para
ello dimos vuelta á toda la bahía que tendrá
unas 7 leguas de circunferencia. Este cató
lico empleado nos cedió muy gustoso una
habitación, la que transformamos en Capilla
piov’isoria.
Eu compañía de la numerosa familia del
Sr. Yansón y de los vecinos iManuel Coutre
ras, José Domingo, Pedro Morón y algunos
])asaJeros, celebré las fiesta de nuestra amada
Patrono, María Auxiliadora, administrando
comuniones, bautismos y matrimonios y dando
lecciones de catecismo á todos. El día 24 por
la tarde salimos para la laguna Picaza, desdo
cuyo punto entramos eu la travesía. A llí ad
ministramos 3 bautismos, dos Lijos y la mapire;
ésta de 25 años. Antes de cerrar esta primera
parte de mi Misión daré algunos datos de
los campos y el modo de vivir de estos fa
milias en su mayoría indígenas.
(Se continuará).
YIBDVIA
E l A.UO S a n to . —F i e s t a <le 3 ííii-ía
^ ^ .iix ilia d o t-a
Muy Revdo. Sr. D. Migu el E úa.
En virtud de una pastoral y previa circu
lar de nuestro Excmo. Sr. Vicario Apostólico,
Monseñor Juan Cagliero, dirigida á todae
nuestras Misiones del Eío Negro, del Valle
I
de Neuquen y de Chubut, en la que invita
á todos estos nuevos cristianos á ganar la.
indulgencia extraordinaria que con motivo del
Año Santo concede S. S. el Papa litain X I11
á todo el orbe católico, nuestros Misione
ros preparan con predicaciones extraordi
narias á los habitantes de estas poblaeÍoiu«
para tan santo y pimloso fin. Como ya lo dijo
en su carta Sloiiseñor, mandó á esto i)obre
su Secretario á Pringles y Conesa, donde re
cogió, gracias á Dios, ecipiosos y abundantes
frutos. Eu las ciudades de Viedma y l’abigones predicó S. E. i., preparándolos para ga
nar la indulgencia con lum especio de ejer
cicios espiritualos eu los que excito á procurar
adquirir el espíritu do penitencia como con
dición indispensable para ganarla.
Un servidor le ayudó cuesta santa Elisión
mientras nuestro Provieario D. Vaeehina, con
el celo que lo caracteriza, preparaba á una
veintena de pobres eondoiuulos á tralmjos
forzados. El Sr. Gobernador ha hecho la pe
tición al Sr. Ministro de Justicia de Miienos
Aires j)ara que le conceda que estos inlelices
puedan trabnjar en la construcción do la
nueva iglesia Catedral y Parroquial de Vied
ma, pues la antigua quedó inutilizada en la
inundación de 1899. La mayor parte do ellos
entienden el piamontés, el toscauo y el na
politano, siendo de admirar como la Eeligión
los ha trasfonnado y ha hecho que amen el trjibajo y las prácticas do piedad. Muchos llora
ban de cousuelo después de la Confesión y Co
munión, dando gracias al Señor x>orquo les
ha i)rocurado tan gran bien en un estado de
suyo repugnante, y mucho más al ser asis
tidos espirituulinento por Misioneros Salesiauos.
Con el fm do recoger inayorns frutos en la
predicación del Sanb) Jubileo, MonHeñor lia
dividido t<Mla la gente (tu dos secciones, to
mando liarte en la i>i'iiriei‘a las ninas educa
das i>or las Hijas de .María Auxiliadora, bis
mujeres (juo iicrtenecen á la Sociedad del
Sagrado Corazón de Jesils, las Hijas de Ma
ría y en general para todas bis mujeres, y
en la seguinla nuestros aluniiioH, las Comjiañías de S, José y ¡8. Luís y en general todos
los hombres.
Presentó un consolador ospeidáeulo la pro
cesión preparatoria que se hizo y el cauto
de la letanía de los Santos cu la (jtio iiinnerosoB coros de voces infantiles elevaban al
Cielo una continua, oración pidiendo al TodoIXKieroso gracias abundantes para la Iglesia
y la conversión de los jiobres pecadores.
Enternecía ver á estas almas inocentes,
acompañadas de sus madres, inclinarse y l>esar el suelo, estar de rodillas mientras decían
el Vía-Cnicis, rezar con los brazos en cruz
los dolores de la Sma. Virgen y jiracticar
otras mortifi(«iciones con el fin de oliteiier la
remisión de los pot'ados y de la culpa debida
por ellos. Se C/Onclnyeron estos santos e|erc.cios con la fiesta (le María Auxiliadora.
— 302 Fiostíi cío M aría A.uxiliadora —
]>íotu aatirrolig-iosa.
Kn Viedina se celebró con todo el esplen
dor ])OBÍblo la ñosta de nuestra excelsa Patroiia, habiendo mucha animación, tanto en
nuestros iiinos como en las ninas que edu
can las Hijas de María Auxiliadora. En el
vecino i)uel)]o de Carinen de Patagones se
altercaron (i la Santa Comunión unas 200
alumnas, y la mayor parte acompañadas por
sus madres. Tanto bien no podía agradar á
sutanós y sus secuaces por lo cual trataron
do hacer una demostración do protesta; poro
la prudente iuterveución del Sr. Cuestor de
Policía hizo que todo concluyera sin que so
alterara en lo más mínimo el orden público.
X o m a d o liA I>ito — Z c A ir ln a y
«To (3o 1 i%Y n u c u c l i c .
Mientras en el Santuario de Turín miles y
miles de corazones se ofrecían á la Auxiliadora
de los Cristianos, en las orillas del Kío Negro,
en Yiodma, Casa Central de esta Misión, un
buen número de jóvenes ritoibíau de Mon
señor Cagliero el Sagrado velo de las Hijas
de María Auxiliadora eu presencia de más
de trescientas entro jóvenes, alumnas y seño
ras, concluyendo el Año Jubilar con la Sa
grada Comunión y con las oraciones prescri
tas por S.S. León X III. Es de advertir que
llamo la atención de todos la joven Zeforina
Yancucho, hija del Cacique de los Manzana
res y hermana del Oapítan Miguel de Oomoyo. Es la primera indígena de la P a t^ o n ia
ipie visto el hábito religioso de las Hijas do
María Auxiliadora.
Monseñor Cagliero con B. Milanesio, Don
Panaro y el catequista I). Zauchetto (ahora
sacerdote en Chile) dieron en el año 1887
una misión á las tribus del Cacique Sayuhueque, instruyéndose y bautizándose más
de 1.70Ü indios. Entre las niñas indígenas se
hallaba la hija del Cacique Yaneuche, quien
vino para Chile por no caer prisionero en
manos de las tropas Argentinas, dqjando toda
BU familia en manos de Miguel, su hijo ma
yor. iustriiyóndose y bautizándose él y toda
su gente que ascendían á la resi>ectable cifra
de 3.001.
Lai>equeña Zeferiua contaba entonces nuevo
años y sobresalía de todas sus compañeras
por su virtud ó inteligencia: eu hermana
I\Iavia ñió la primera que recibió la Coufti’macióu, sirviendo después do madrina al
coulinuar á todas sus compañeras. Be la i>obvo María iio hemos tenido más noticias: eu
cambio, Zeferiua y su sobrina Josefa ingre
saron en el Colegio donde dieron prueba de
aplicación á los estudios y demás trabajos
propios de su sexo. Eu la exposición de Géuova del lSí>i’ irreseutiirou un finísimo bor
dado eu blanco. Tuvieron la suerte de ser
presentadas al Santo Padre eu Poma, de ser
bendecidas por Y. E., siendo muy bien reci
bidas por la Evda. Madre General eu la casa
de Niza Monferrato.
Habiendo vuelto á Patagouia continuaron
su educación, siendo Zeferina investida del
hábito de Hijas de María Auxiliadora, y Jo
sefa arde en deseos de que le quepa la suerte
de su tía para poder ir á catequizar á sus
hermanas de tribu en la vastísima región de
Oomajo, cerca de la Cordillera.
S olcm uo ncaclem ia.
El domingo siguiente, Pascua do Pente
costés, nuestros alumnos y artesanos dejaron
oir sus notas musicales en la academia inúsieo-litoraria que celebraron las Hijas de
María Auxiliadora á la que asistió el señor
Gobernador y demás autoridades civiles y
militares. En el sitio destinado á recitar los
discursos y poesías apareció, cual celeste vi
sión, la imagen do María Auxiliadora bajo
un cielo estrellado y entre nimbos de viví
sima luz, estando rodeada por más de 50
ninas que, vestidas con trajes á propósito,
representaban los ángeles, apóstoles, etc., etc.,
como imitando el cuadro de María Auxilia
dora de Turín.
La admiración fuó general y nn grito expontáneo de « Viva María Ana^Hiadom» se
oyó por todo el recinto. Otros cuadros se
presentaron durante la academia, alternando
éstos con la música, canto y recitado, dejando
grato recuerdo en los asistentes.
Mande, amadísimo Padre, su bendición á
estos hijos y en especial á su afmo. y S. S.
iu Ü. J.
q. b. s. m.
J uan B era -Ldi
Pbro. Sales.
U u b ilc o S a c e r d o t a l
24 dol p. pilo. Setiembre celebró el XXP
auiversíiriü de su ordénación sacerdotal el
Kevdo. Sr. D. ¡OSé Vespignanl, Rector del Colegio
P ío IX de Almagro (Buenos Aires) ó Inajíector
de nuestras Casas do la República Argentina. No
son para describir los trasportes de alegría ni la
santa expansión que dió lugar este feliz aconte
cimiento á todos sus subditos para demostrarle
fl cariño y gratitud que le profesan á los que él
con sus virtudes y sus méritos se ha hecho acreedor.
La Dirección del B o l e t ín S a l e s ia n o se asocia
ó dichas manifestaciones, y desde estas columnas
manda al amadísimo D. José Yespignani su más
eutusisista felicitación, haciendo ardientes votos
j-iara que el Señor le conserve aún por mnchos
años y le asista con su gracia para cumplir la
difícil ó importante misión que le ha confiado.
— 303 —
c m o F ía s
del
l^ e ^ .
ÍIIRA DEL FUEGO
«Tos<S
ILiUluax*. — 3T<^lix T?oüaw. —J . l^ s t e l m u A.i‘co . —J . ]>Xatoo
ü o l l i 'í o .
José Agustín Laiuar se reunió muy contento,
yendo á trabajai* con los que cavaban tierra, sin
duda animado por las galletas y todo lo demás
que se les daba. Tendría de 15 á 18 años, fuerte,
bien formado y al lüismo tiempo muy bonachón:
le agradó el género de vida, por lo cual desde
el primer día se puede decir que fue nuestro.
Cuando recibió el santo Bautismo lo llamó José
Agustín Lamar por haberlo visto venir de aquel
lado: este mismo apellido llevaron su padre,
madre y hermanos.
Félix Peñas llegó en aquellos días del Cabo
Peñas y de aquí su apellido. Este era distinto
del anterior pues no le gustaba trabajar, liaciéndolo por imibir á los demás. De vez en cuando se
escapaba, y volvía después de algunas semanas.
Hay que advertir que siempre que vuelven están
imiy flacos y la poca ropa que llevan, la traen
toda destrozada, inutilizándose completamente;
en este estado vuelven desnudos y hambrientos
á la Misión. José Félix fué uno de éstos: después
de varias idas y venidas, en una de ellos se
llevó un caballo con montura y lo que sucedió
non lo sé; lo cierto es que al día siguiente se
encontró con ios demás; yendo después á la co
misaría de S. Sebastián, allí se quedó, y según
me dijeron, le dan un sueldecito y lo visten.
Habiendo salido una vez José Bautista Boca,
volvió después de varios días, trayendo en su
compañía un jovencillo.
José Esteban Arco vino á la Misión cuando
tenía de quince á diez y seis años, siendo de
índole muy apacible; pero inconstante y an
dariego como casi todos los indios. Paraba poco
en la Irrisión, porque no le gustaba trabajar é
hizo sus escapatorias correspondientes. Cuando
regresaba nos traía noticias de la Bahía de San
Sebastián, de la Comisaría, de los galpones y de
los empleados en la Esplotadora Inútil, y hasta
de más arriba. Fué causa de graves y serios
daños y hasta de varias muertes. T no se podía
hacer otra cosa, sin que por esto escarmentaran
en otros compañeros al ver la§ consecuencias de
)|e a x i^ o iT >
su conducta. En uno do sus regresos do S. Se
bastián, dijo que lo iiabíaii recibido muy bien
y que podían irse y vivir sin cuidado; pero lo
sucedió todo lo contrario, pues fué uno do los
primeros que condujeron al vapor Condvr, Ya
so verá después los lamentos que hacía de su
conducta,
José Mateo Delirio era hermano do Simón
y do Carmen, mujer de Abuelo, á quien ya vimos
al pié del lecho de ese anciano moribundo. Ten
dría unos veinte años entonces, bajo do estatura
y algo deforme, pero de una índole muy buena,
porque era obediente, y siempre estaba dispuesto
para hacer cualquier cosa que se le mandaba.
Con sumisión recibía las observaciones que se lo
hacían, y aunque con alguna dificultad, aprendió
lo necesario y se le administró el Santo Bau
tismo, poniéndole el nombre de José Mateo y
el apellido de su hermano Delfrio. Conocimos
también á otro hermano suyo que es mayor y
ya está casado, pero no lo pudimos convencer.
3 I(ii*í u
o ii <‘uiiil>io d o
iK .'i'iitu u íto *T. v V u t o iiio L i i m u i * .
istu
Las mujeres tamlúén tienen sus rasgos Instóricos dignos de ser conocidos.
Además de las (jue ya dijimos, vino á la Mi
sión María Ana hermana de J. Agustín Lamar,
á quién su madre, M. Aquela Lamar, mandó á
casa de las Hijas de Alaría Auxiliadora para
que lo fuese devuelto en cambio un hijo do unos
tres ó cuatro años, José Antonio Lamar, á quien
ellas habían admitido deseosas de aumentar su
familia. Ellas lo cedieron con el fin de recobrarlo
después, como ocurrió.
Una. eacplieueidii y
tiii <.»|>iModio.
La circunstancia de procurar con tanto ahiuco
niños y niñas, exige por parte nuestra una ex
plicación. A primera vista parece una crueldad,
y lo seria en otros casos, el tomar una criatura
de los brazos de su madre. ¡Cualquiera puede
figurarse el indecible dolor de una madre que se
ve privada del más precioso tesoro de su corazóji, del fruto inapreciable de sus entrañas!.... .
¡Ah! no hay expresión que lo pueda explicar...
Es inmenso, es un dolor sin fin en su intensidad.
Ha habido casos en que los padres se han vuelto
locos por quitarles sus hijos.
— 304 —
tJn Indio Manzanero, á quien yo conocí,
volviendo do la expedición de los Andes, el año
1882, le roguó que me diera uno de sus cinco
hijos, prometiéndole que se lo había de educar
muy bien, que él podía verlo siempre que qui
siese, y que cuando fuera ya grande yo se lo
devolverla; además, le dije: yo soy tu amigo,
y querré á tu liijo como si fuera mío; en lle
gando al pueblo te los quitarán todos forzosa
mente, y se los llevarán. El de ningún modo
quiso ceder. Cuando llegaron los jefes se dividie
ron las familias de los indios, y los niños fueron
libramos á los pobres indios de crueldades que
no se pueden siquiera imaginar por lo que hace
á su cuerpo, y después procuramos salvar* sus
almas que es lo esencial.
]>Xai'ia P x’c s c u t a c i ó a B o s c o .
Un día vinieron del Sur unos cinquenta indios,
varones casi todos, pues solo traían tres ó cuatro
mujeres. Fuimos á visitarlos adonde habían al
zado sus toldos, llevándoles su acostumbrada ra
ción de galletas. Durante la distribución nota
mos que había un solo niño, que yo creí vai'ón
y"
\
••j . ..
V
. ;■
■
m
Misioiioroe 6 TmlioB de líi Misión de la Candolari:',.
distrilmídos entre los cristianos; la misma suerte
lo cui>o al indio en cuestión y el infeliz, el verso
privado do sus cuatro hijos hizo quo enloque
ciera. En tal estado, antes que le quitasen el
último que le quedaba, se lo arrebató de los
brazos de su angustiada madre y tomándolo ¡wr
las piernecitus, lo dio un fuerte golpe en la ca
beza contra una piedra rompiéndole el cerebro
y causando horror á todos los espectadores.
Nuestra intención, al tomar los hijos de los
indios es impedir que suceda esto y otras
escenas mucho más crueles, pues se dice que
algunos so dedican á coger indios y traficar con
ellos en exposiciones de Europa, ó que los lle
van y regalan en Puntareuas ú otros puntos.
Por esto nuestra conducta, lejos de merecer
reproches, ciwmos que todos la alabai-án, porque
por estar enti'o los hombres. Lo llamé; pero co
nociendo mi intención, salió de entre el grupo
en que estaba y se unió á oti'os varios, escapán
dose más lejos, á medida que yo me acercaba:
por fin lo alcancé, pero se escapó dejándome
enti'e la manos la piel con que iba cubierto.
Supe que no era niño por lo cual mandé á un
hermano que tomase á la niña, la cubriese con
mi manta y la llevase á las hijas de María Au
xiliadora quienes se pusieron muy contentas
y se reían al saber el chasco que me había
pasado. Se llamó María Presentación Bosco,
hermana de M. .\ngela, y que ahora tendría unos
diez años.
Después vinieron varias mujeres y todas se
llamaron María y estas fueron: M. Bárlmi-a Abuelo, hermana del Capitán y de Sebastián; M.
305
Kiifina, hermana de F. Peñas; Jil. Teresa En
carnación Gama, hermana de Pedro; M. Felicidad
Horno, madre de J. Bartolo; M. Josefa Ven,
madre de J. Tomás; M. Agueda madre de los
tres Lamar, y además Verónica, Ménica, Per
petua, Aglutina, Silvina, etc., etc., estando todas
bajo la dirección de las Hijas de María Auxi
liadora en la misma c^a. Demasiado prolijo
sería si de todos los indios con quienes tuve
yo que tratar quisiera escribir, aunque sola
mente fueran breves rasgos de su vida. No
hablaré más que de los principales cuando se
presente ocasión para aclaraciones de esta historia.
5Xai*ía e s .¿^uacllio d o l o s o n f o r m o s
Hace dos aüos recibí un fuerte golpe y
segiin el Doctor que me asistía eiu indispen
sable una dolorosa y arriesgada operación
por haberse formado varios tumores al coa
gularse la sangre. En tan tristes momentos
acudí á María Auxiliadora, me puso una
medalla do su imagen al cuello y le imometí
mandar decir una misa en su honor y hacer
una novena si me libraba de la opcracíóu.
¡Oh Madre de misericordia y Auxilio pode
roso do los cristianos I El ocho de Septiembre
del año pasado tuve una hemorragia tan co
piosa, aunque siu dolor alguno, que sepin
confesión del mismo Doctor quedaba ya libre
de lodo x>eligro, gracias á la visible i)rotección
de tan buena Madre que no desampara á los
que de corazón la invocan. Mandé celebrar
á Santo Sacrificio de la Misa y recé tres
novenas, confesando y comulgando, y además
deseo, si es posible, se publique la gracia en
el B o l e t ín S a l e s i a n o .
E l is a P otez,
San Isidro (Bnenos Aiios) 15 de Marzo de 1901.
U na. 31e< ia.lla <le 3Xai*ia A -ru c ilia d o ra
Hoy cumplo con un deber de agradeci
miento á María Auxiliadora publicando la
siguiente gracia obtenida de tan excelsa Ma
dre. Encontrándose una hermana tnía. niña
de 4 años, con un padecimiento en el vientre
por espacio de 4 meses y no haciéndole nada
los remedios de la ciencia, puse toda mi <-onfiauza en María Auxiliadora empozando nmi
novena, y poniéndole al cuello la imnlallu,
prometí publicar la gracia si obtenía su sa
lud: el favor no se hizo esperar: á los 15 días
estaba mi hermana completamente bien. Doy
mil gracias á tan bondadosa Madre y también
se las doy por oti'o favor recibido.*
I S ÍA R IA N A
B E L L O S O M A U T ÍN K Z .
Carmena 17 de .'unió 1901.
G i’u titu il, lioiioi' y srloritt ti
3 £ui*xa A.tixilatlora.
¡Cuántos tesoros ocultos nos rosorva la
Clemencia Divina y cuántos consuelos depara
la Virgen María al creyente atligido y que
con fe viva implora su protección!
Vivía eu Viedma, capital dtd Territorio
Nacional del Kío Negro, y ejercía mi profe
sión de abogado. Mi modesta posición inspiró
recelos y envidia.
Larga sería de contar mi historia: sólo diró
que pesó sobre mí una seiiteuoia infamante
é injusta á todas lucos. Mis amigos huí aban
donaron, y nadie se atrevía á visitarme. En
tan aflictiva situación acudí á la Madre do
l.)ios con una breve, pero ferviente depreca<dón. — ‘“Virgen Santísima ¡María, Auxilio
délos cristianos! Vos que veis el pensamiento
y conocéis ios secretos del corazón, Vos,
Madre mía, sabéis que soy inocente. Defen
dedme, socorredme y no permitáis que me vea
confundido por la perversidad: jirotejedme y
haceos cargo de mi causa por tu Madre Santa
Ana.” — Y elevando mis plegarias .á la di
chosa madre de la Sladro do Dios, deposité
en Ella mi conlianza, encomendándole el
asunto, y prometiéndole ser su fiel devoto y
publicar en el Bíjletín S alesiano sus fa
vores.
María Auxiliadora y Santa Ana e.sc.mdiaron
benignamente mis súplicas. Ai)csiir de las
casi insuperables dificultades J«>gré hacer lle
gar hasta la Eexma. Cámara de Apela<dones
los recursos telegráficos del ca.so, encargando
á mis divinas protectoras su pronto despacho.
Y hü aquí, que aquel Tribunal despachó
favorablemente mis peticione.s: pasa todo al
Juez Federal de La Plata, quien, apenas es
tudia el exiKidiente, mandó ¡Knierme inme
diatamente en libertad, y el
del mes que
espira el Dr. Godoy, actual Juez Feíleral,
acaba de pronunciar en fallo definitivo, de
clarándome inocente y mandando sobreseer
definitivamente la causa, con la declaración
de qne ella no perjudica mi buen nombre y
honor.
Cumplo mi i)romesa haciendo pública esta
gracia obtenida, rogando al Sr. üirwdor del
Boletín Salesiano se digne dar cabiíla á
estas líneas eu él, á fin de que quien las lea,
se persuada una vez más del gran a.s<-cndiente que goza Santa Ana eu la volui>t:ul
de su divina hija María y del i>oder que por
— 300 —
íjnicíft y amor ejerce Esta sobre el Corazón
(le 811 Divino Uijo.
ABEAHASr A e OE
Cooperador Salesiano,
La Plata (R. Argoiitina^ 30 do Abril de 1901.
JSo filo lin o o lu o p ci*a.ció ii
Me bailaba gravemente enferma siendo in
dispensable, según dijo el Médico que me
visitaba, hacerme una operaci(5n quirúrgica.
Por consejo de una amiga mía, muy devota
de María Auxiliadora, empecé una novena A
tan bondadosa Madre, siendo el fruto de ella
el haber recobrado completamente la salud
BÍJi necesidad de operación alguna. En acción
de gracias por tan señalado favor ofrezco un
cirio y doy una limosna para la nueva igle
sia de la G-ranja Salesiaua.
M a r ía Ca s a l s
Gerona 20 de Juuio de 1901.
de
G óhez.
A .) — A s u n c ió n (Paraguay). Estando enferma de
alguna gravedad mi abiielita y un eobriuo mío, eu los
illtimos momentos de su vida acudí lí M. A. pidién
dolo la vida de sures tau <pieridos, prometiéndole hacer
una novena y mandar cinco posos para cirios. Hoy
Olimpio la prome.sa )>ue» han recobrado la salud. Clo
tilde Vicari. — Id. Id. Enooiitntndose mi querida ina
dro gravomeuto enforma acudí á M. A. prometiendo
onviarle míos ^icsos de limosna y publicar la gracia
si obtenía alivio, y como lo haya obtenido cumplo mi
promesa. Ménica Jíscanrha,— A lm e ría . Fué atacada
mi hija do liebre tifoidea: invoqué la proteocióu do
M. A. pura lo cual le puse una medalla al cuello y
prometí dur una limosna: ya recobró la salud, y yo
cumplo lo ofrecido. Sortensia Ferrer.
S ) — B a r c e lo n a . Se hallaba una sobrina mía con
una enfermedad eu las rodillas: acudí d M. A. diciéiidolo que mandaría de limosna cinco pesetas para ce
lebrar dos misas y haría publicar la gracia, lo qno
hago hoy al obtener la salud. Fota l'ont. — Id. Doy
gracias a M. A. por haber obtenido al invocarla rdpida
onraoién de un hermano mío, y entrego sogün ]>roiuotí
lina sortija para eu corona y adonuis 5 poseías para
su templo. L. Ji. P. — Id. Doy giaoi.*is á M.
por
varios favores recibidos. Una hija rie MaHa. — Id. Doy
gracias á M. A. por las gracias <iue he alcanzado eu
favor do un joven, y nmiulo do liinosua una pesota.
Dolores Durén. — Id. Fuí atacada de un fiierto dolor
de cabeza al ver lo niuolio que padecía una hormaua
mía. Al conocer la.s gracias qno coneoile M. A. la in
voqué lie todo eorarón nrometiéiidolo mandar decir
una misa ou su honor: aecha la oferta sanamos los
dos casi de un modo Instuntiíueo. Jionell. — B a h ía
B la n c a (Argentina). Padre do una familia pobre, uiu
encontraba apurado por no poder oobrar una cantidad
do dinero. Acudí á M. A. y al poco tiempo recibí la
suma. Ancos ^atli.
O ) — C o r u iia (L a). 7>oüo dfnHo Villamil da gracias
áM . A. por dos favores recibidos. — Id. Doy gracias
á M. A. ñor un favor recibido y doy de linipsna 3
pesetas, una Cooyoradora. — Id. Doña Ramona Matos
as FsmdndsM da gracias á M. A. por favores reoibtdos
y ofrooo do limosna 4 pesetas. — C a r m e n a (Sevilla).
Agradecida lí M. A. por dos favores recibidos doy 5
pesetas de limosna y deseo so mibliqne eu el IlOl.KTÍy
S.vT.RSiANO. Rosa Languán. — C iu d a d e la (^íenorca).
Estando enferma de una rodilla tuvieron consulta
cuatro méiUoos. opinando que era iniUspeusable ha
cerme una operación. Hice una noveu.a tí M. A. y jí
los pocos días estaba completamente bien, por lo que
mandó una liiuosn.a y deseo so publique la gracia
Tt'cibida. ('at«ííKa Pons de Matías. — C u e n c a . Hacía
15 días que estaba enferma do la gargauta y el mé
dico disjiuso me aplicascu, como otras reces, eangni-
J ñolas tí la mafiana siguieute. Por la noche creí había
llegado mi última hora y tomado una niedaüa de
M. A. la apliqué á, la garganta y le prometí hacer
una novena si recobraba la salud. María oyó mis sú
plicas. Una Cooperadora.
G r)—G ra n a d a (Nicaragua). Pormuchos aüos padecí
terribleasma: la ciencia se declaró impotente y oyendo
yo los prodigios publicados en el B o l e t ín S a l e s ia n o
acudí & M. A. y hoy mando en agradecimiento una limos
na para los hijos de D. Bosco. pues estoy completamente
bien. Josefa Dominquez. — G e ro n a . Doy una limosna
ñor 1111 favor recibido. ITii devoto de Marta Auxiliadora.
Id. Doña Afra A. da una limosna para lanneva igle
sia por favoru.H qno ha recibido de M. A. — G a r r ig a s
(Gerona). Habiendo enfermado un hijo mío Sacerdote
y catedrático al Seminario de N. S. de (jollell acu
dimos lí M. A. promctiéudolü que 80 celebraríau eu su
honor nueve misas en la Caiiilla de la Granja Salesiana y como consiguiera el favor, cumplo la promesa.
Francisco Dnrdn. — G r a n a d a (Nicaragua). José Es
cocia da gracias tí M. A. por favor recibido y manda
50 cents, de limosna.
J ^ ) — L e ó n (Nicaragua). Pcírona 3fc/7to da un peso
para una Misa eu honor de M. A. por gracias recibidas.
— L a P la ta (Argentina) Deseaba obtener la salud
para una pursona enferma y cobrar una cantidad de
dinero: hice una novena á M. A. y obtuve las dos
gracias pedidas. Teresa M. Corti.
^ í ) — IH álag a. D*. Antonia Moreno, Concepción
Torres y D. Juan Fernández dan gracias ú M. A. por
favores que de tan bondadosa Madre han recibido.—
M a d rid , La Sra.
M. C. agradece á M. A. la salud
recobrada por su poderosa intercesión. — M e n d o z a
(Argentina). Doy gracias de todo corazón á il. A. por
haber sanado de la vista á mi hija quien había ya
sufrido dos operaciones y los módicos creían otra ine
vitable. Elisa C. de Alvarez.
I t ) — R o s a r io (Nicaragua). Eloy Marenco y D*.
Matilde Dominquez dan gracias it M. A. por un mvor
recibido y ofrecen de limosna 5,50 y 3,30 pesos res
pectivamente.
S ) — S a n ta T o r o s a (Nicaragua). María Romana,
t. de Conrado da un peso de limosna por un favor
recibido al invocar ú M. A. — Id. Id. Doy de limosna
50 cts, do peso ñor una gr.aoia que he conseguido por
intercesión de M. A. Pafecta Cepeda Chacón. — S a n
ta n d e r . Eu dos ocasiones que me vi apuraibi, iuvoqnó á M. A. y E lla me ayudó. M-u-ia Aguirre. —
S a r r i á (Barcelona;. Cumplo la promesa que hice de
nblicar la gracia que obtuvo de .M. A., pues salí
icii eu los exámenes únales. José Englada.
■T) — T o r t o s a (Tarragona!. D. Jvan Mar Vidas
da gracias á M. A. por un favor recibido y desea se
publique cu e l B o l e t ín S a l e s ia n o .
T J) — U tr e r a (Sevilla). Después de dos meses de
oalcuturas me .sobrevino una hinchazón tan grande
que no podía estar en pie. Empocé una novena :í M.
A. y al torcer día empecé á notar alivio, jmblioándolo como lo prometí. Una Cooperadora Solesiana.
V ) — V igo (Pontevedra). Cuando la guerra de
Cuba ofrecí hacer una novena á M. A. y al Santo
Cristo du la Victorias! quedabalibrem ihyo; resnltó
un defecto que lo libró y cumplo la promesa. Una
¿spota de María Auxiliadora.
3 0 — (1) Hacía 12 aQos que mi esposo no cnmplia
con el precepto pascual: encomendé el asunto áM . A.
sin indioaoióu alguna este aOo ha recibido los sa
cramentos de Penitencia y Comunión. P. M. R. —
Id. A^^dcoido á M. A. por un insigne favor recibido
doy mil graci.os á tau buena M.idre y deseo se pu
blique la gracia eu el B o l e t ín S a l e s ia n u . F. P.
Z ) — Z a r a g o z a . Una Sra. de esta Ciudad da
gracias ó Ü. A. por un favor recibido y mandn 2 pe
setas de limosna.
E
(1) Eu oata letra irán los gracias de aquellos cuyos
pueblos ignoremos ó los interesados no deseen que se
publiquen.
— 307 —
á^_-££2_^'í'.2_2í^_^5í- l»>$g .
M
u e s t r a
i
OOERESPONDENOIA
¡E'__________________________
J9»í• # S
4
ffíKOBl.ANCO (Córdoba).
R vmo. Sr . D. Miguel Kúa.
Entusiasta admirador de la obra do D. Bosco,
no puedo pasar en silencio las solemnes fiestas
que los Cooperadores de Pozoblauco, lian dedicado
á su Augusta Putrona, María Ausiliadora, en los
días 23, 2é, y 25 del pasado mes de Julio. La fe,
religiosidad y entrañable amor hacia María Au
xiliadora del joven y sinceramente cristiano Di>n
Eduardo Martín le hicieron, en su larga y penosa
enfermedad, dirigii- sus ojos á la grau Señora y
pedirle la salud, si le convenía : pero para más
obligarla, ofrecióle colocar su preciosa eíigie en
nuestros altares, enriqueciendo así con tan va
liosa joya á la Parroquia de Santa Catalina de
esta Villa. Semejante rasgo de generosidad movió
los corazones de todos los Cooperadores hasta el
punto de unirse y acordar dirigir al Rdo. Superior
de las Cosas Salesianas de Andalucía, una súplica,
expresándole el deseo de secundar la obra tan
felizmente comenzada por el Sr. Martín, prepa
rando, al efecto, un triduo y Misa solemnes en
obsequio de tan Excelsa Madre, díciciidole á la
vez, que se dignase enviar la banda de música
de la Casa de Sevilla y los niños que comjKtuen
la Schola Caniorum. El digno representante de la
Obra de Don Bosco en esta tierra andaluza, so
lícito ó incansable por la honra y propagación
Salesiana contestó accediendo gustoso á nues
tros deseos, ofreciéndose acompañar ó los niños
y traer en su compañía al virtuoso é ilustrado
Sacerdote del Ecuador, nmaute y admirador de
los Hijos de Don Bosco, Dr. D. Segundo Alvarez
Arteta y al Dr. D. Francisco Fenoglio; D. Ernesto
Oberti, Vice-Inspector de Castilla, también pro
metió vendría á tomar parte en nuestras fiestas.
£1 día 22 de Julio, será, Kcuo. Sr., de feliz é
imperecedera memoria para los fieles amantes do
Maáría Auxiliadora, en este católico pueblo de
Pozoblanco, que llenos de júbilo y revelando en
BUS semblantes satisfacción y alegría, formando
todos un solo cuerpo, salieron á esperar á los
niños de Don Bosco. Era verdaderamente conmo
vedor el verlos descender ordenadamente de los
vehícnlos y saladar al pueblo con un brillantísimo
pasodoble. Después, tocando un bonito pasacalle,
se dirigieron á la casa del Sr. Arcipreste, salu
dándole con las más selectas piezas de su variado
repertorio. Desde aquí fueron llevados por el
Cooperador Don Juan Bautista Tormo, incansable
por la causa de Don Bosco, á los espaciosos y
bien acondicionados salones del ex-café Colón que
al efecto se les tenían preparados, en donde des
cansaron del penosísimo viaje.
A las ocho de la noche, organizada la banda,
fueron á saladar á las autoridades, dirigiéndose
en primer lugar á la casa Palacio que aquí tiene
el Ilustre hijo de este pueblo, el Exmo. é Hns-
trísimo Sr. Dr. D. José Proceso Pozuelo, Obis(>o
de Córdoba, que á la sazón so hnllabiv aquí pa
sando una temporada de verano; después visitaron
boscosas del Exemo. Sr. D. Andrés Peralbo, ilustro
Senador del Reino y muy querido por todo ol
pueblo, de los Sres. Alcalde, Juez y Jefe do la
guardia civil. El día 23 á las cuatro do la tardo,
lleno el anchuroso templo do fieles y con exposi
ción de S. D. M. se dió principio al triduo, ro
zando primero el Santo Rosario y después leyendo
los ejercicios de costumbre, terminando esto pri
mer acto con la Lefanta Latiretana cantada por
la Schola Oantomm, á la que ahora y siempre
tributaré sus merecidos elogios, pues demostró
una vez nuls, el gusto, delicadeza, sontimiento y
altísima penetración do que estaban |>oseídos todos
los cantores, pues desde el primor tiple hasta el
último bajo siempre estuvieron perfectamente
acordes, sin que hubiese que lamentar la menor
nota desagradable, á pesar dé la «alidad do ios
cantores, en su mayor parto niños do 8 á 10 años.
Acto seguido, ocupo la cátedra sagrada el elo
cuente y erudito Sacerdote Dr. Artebi, di'sarrollaiulo con lenguaje puro y castizo, con viveza do
imágenes y profundidad de peneninientos la idea
que le sirvió de tem a: La Advocación de María
como Auzilio de los Cristianos es lamtís conforme
con la situación actual do los tiempos: dedico tam
bién sentidas frases á los atentados de Zaragoza
recordando el sinnúmero de favores que la Virgen
del Pilar ha derramado siempre sobro el pueblo
aragonés, h,aciéndolo con tanta profusión de datos
que el auditorio admirábase del profundo cono
cimiento que poseía de nuestra historia jmtri.a.
Se terminó el primer día con la bendición dada
con S. D. M. por D. Ernesto Oberti.
El día 24, segundo ilel triduo se repitieron los
anteriores actos, ocupando la cátedra sagrada por
segunda vez el Sr. Arteta, en que dió otra nueva
y elocuente prueba de su vasta y sólida instruc
ción; el día 25, día de nuestro glorioso Patrón
Santiago, so celebró á las 7 de la mañana Misa
de la Comunión general do los Cooperadores, re
cibiendo cl Pan «le los Angeles de manos dcl ce
losísimo Rector do la Parroquia, Don Rafael Ro
dríguez, 11U BÍDiiúineru do personas pues so unió
también la comunión do las bijas de María: á
las 10 comenzó la Misa solemne en la que se
dignó oQciar de celebrante cl Muy litro. .Señor
Arcipreste de Almería. Cantaron y tocanm du
rante la Misa la Schola Oantorum y la banda res
pectivamente; y tanto los jóvenes cantores como
los músicos demostraron una excelente educación
artística por la afinación y maestría con que in
terpretaron la hermosa é inspirada .Misa de Guunod y ocu{>ó la sagrada cátedra D. Podro Ricaldone. Pronunció el virtuoso Salesiatio una elo
cuente oración encomiando la obra de D. Hosco,
poniendo de manifiesto la grandeza ó importancia
de la niñez desvalida, tanto en el terreno religioso
y moral como en cl social. El Sr. Ricaldoue qne
apesar de ser italiano habla correctamente el es
pañol y es un orador en el que resplandece la
unción evangélica y el ardiente entusiasmo j>or
la gran obra que realizan los Snlesíanos, tuvo
pánafos verdaderamente inspirados y conmove
dores, cautivando al auditorio durante todo el
curso de su hermosa oración ; á las 4 de la tarde
se hizo como los anteriores el último día de triduo,
Yolvieudo á subir al púlpito el Sr. Ricaldone, que
á no dudarlo es una de las más preciadas joyas
ue en la actualidad posee la Sociedad Salesiana.
e dió fin á las fiestas religiosas con la Procesión
t
^1
— 308 —
de María Auxiliadora, á la que asistieron, el reve
rendo Clero, Autoridades y nuis de 6.000 personas,
Después que el lucido cortejo hubo recurrido el
trayecto 7)royectado, calles Jesús, Real, Andrés
Pcralbo, Pozuelo, Fuente y Risquillo regresó á
la Iglesia.
A dos veladas que en las noches del 24 y 25
dió la banda, acudió numerosa concurrencia,
siendo los jóvenes muy aplaudidos en todas las
partes del extenso lu'ograiiia. Al día siguiente 26
por la tíirdo salieron para Sevilia. La banda de
música tocó diferentes piezas durante el trayecto
hasta la carretera donde esperaban los carros.
Muclias personas acudieron á despedir ú los hijos
de D. Bosco, desolíndoles un feliz regreso. Estos
son, amado Padre, en resumen los cultos celebrados en Pozoblanco en honor de María Auxiliadora.
Sirva esta sencilla descripción para avivar más
Como se supone precedió el mes de preparación,
creciendo el entusiasmo y la asistencia en los
fieles á medida que se acercaba el día de la so
lemnidad.
Todos los días empezaban los ejercicios á las
siete y media de la tarde procurando, con el fin
de no molestar á loa asistentes, brevedad en todo,
y amenizar loa actos con bonitos y variados mo
tetes ; terminaba la función dando la bendición
con S. D. M. También los niños se han preparado
muy bien á la fiesta, pues además de hacer las
prácticas de piedad lo mejor posible y cada uno
agregar por su parte alguna oración especial, han
hecho, movidos do santo estímulo, altercitos en
todos los dormitorios, colocando en ellos la ima
gen de nuestra buena Madre, y adornándolos,
como se supone, con luces y flores: todas las
noches antes de acostarse cantaban de rodillas
una estrofa á la Sma. Virgen
y rezaban con mucha devo
ción tres AveD\aria 8 , un Gloria p a tri y la jaculatoria Ma
ría Auxilium Ghristianorum,
ora p ro nobis.
La novena fue muy so
lemne, aumentando los cán
ticos y sustituyendo el ser
món á la lectura que se hacía
durante todo el mes: el día
antes de la función se can
taron las Vísperas con toda
solemnidad. Después de ce
nar fuimos al patio donde
admiramos la hermosa com
binación de vasos y faroles
que coustituiau una bonita
iluminación dispuesta como
jinra hacer el cortejo á la
Reina de los Angeles, cuya
liermosa imagen, puesta en
la cornisa del edificio y con
un trasparente, estaba toda
circundada do infinidad de
luces; no faltaron fuegos
artificiales ni la elevación
de globos que iban á per
derse cu el es|mcio en medio
Taller de Carpintería do la Casa de La Paz (Bolivla).
do atronadores aplausos y
vivas á María Auxiliadora,
el amor á la Obra Salosiana que da tan abundantes amenizando muchísimo más tan alegre é inolvi
frutos do salvación, pidiendo á todos los' Coope- dable uucho los acordes de la música que tocaba
dores una ferviente oración }>or la salud de Don escogidas jiiezas de su repertorio.
El día 26 do Mayo se celebró la función prin
Martin que con tanta geiierusidad ha obrado,
queriendo se halle cu nuestra iglesia la que es cipal, siendo numerosísimas las comuniones que
se recibieron. A las 9 dió principio la Misa so
Auxilio de los Cristianos.
Se despido do V., amado Padre, S. S. en J. C. lemne honrándonos con su asistencia el Exemo.
Sr. Presidente de la República, D. José E. Pando,
q . b . B. m.
el Sr. Alcalde de la Ciudad y distinguidas per
Uíí CooPEUADOU S a l e s ia n o .
sonas La función fué celebrada por los Reveren
Poioblaucu 15 do Agusto do 1001.
dos Padrea de la Compañía de Jesús ó infra
------------- —
Missam ocupó la Sagrada Cátedra el Rvmo. Sr,
Rector y Superior de los PP. Jesuítas el P. Tovía,
haciendo uu elocuentísimo discurso sobre la de
voción á María Auxiliadora y terminó recomen
dando eficazmente la Obra regeneradora de Don
Bosco.
Después de la modesta comida, á la que se
LA FA X («Olivia).
diguaron asistir el Exemo. Sr. Presidente, el Señor
Alcalde, cuatro Padres Jesuítas y el Vicecónsul
R vmo . S k . D. M ig del R úa .
italiano, fuimos al patio para ver el pequeño ba
Amado Padre: He aquí la relación de las fiestas zar que se había preparado para entretenimiento
que eii esta Casa se han celebrado en honor de de los niños: se parece d la gran feria que se hace
en el patio de ese Oratorio en tales dios. S. !«•
María Auxiliadora,
— 309 —
el Sr. Presidente y el R. P. Superior de los Je*
suitas aceptaron algunas papeletas de la rifa y
causó agradable sorpresa al ver que una del Señor
Presidente resultó premiada con un pequeño biz
cocho : la banda tocó muy bien y recibió muchos
aplausos como recompensa á los afanes y sudores
de algunos meses de preparación.
A las 6 de la tarde fuimos todos á la iglesia
para concluir con las funciones religiosas del día
y dar gracias á Dios Nuestro Señor y ásu Santísima
Madre por tantos beneficios como nos han dis
pensado siempre, pero de un modo especial en
este día que jamiís se borrará de nuestra memoria.
He aquí, amado Padre, las fiestas que en estas
apartadas regiones hemos tributado á nuestra
Excelsa Patrona.
Encomiémleuos en sus oraciones y en especial
á su hijo en J. Q.
q. h. s. m.
José R e y n e r i ,
Piro. Sal.
La Paz 1 de Julio de 1901.
fílOBAMBA (Eoiiaáoi').
(Relación de D. Antonio Fusarini.)
------- ^ ------E vm o . S r . D . M ig u e l R ú a .
Amado Padre : Hace tiempo que había pensado
escribir una relación de los trabajos apostólicos
que, mediante el auxilio do Marín, realizan los
hijos de D. Rosco en esfa Ciudad, suplicándolo
que con los sabios consejos do su larga experiencia
se sirva dirigirnos, y ton las continuas oraciones
de niños y hermanos unidas á las suyas pueda
favorecernos en nuestras necesidades. El verme
rodeado do ocupaciones ha impedido la realiza
ción do mis deseos. Hoy, pues, haciendo nu ver
dadero esfuerzo, me propongo nariar simplemente
los hechos que merecen esiiecial mención por
estar vinculados con los intereses d éla gloría de
Dios, de su Madre Santísima, y dcl bien de las
almas.
cuya circunstancia no obstará para que también
86 dé el debido culto á esta Divina Madre bajo
el título, para nosotros predilecto, de María Auxi
liadora. Concurrieron ademiis varias cirenuRtancias con las cuales se vió palpablemente que la
Madre de Dios se complacía on la reedificación
de su templo y bajo su antigíia advocación.
La revolución on que nos vimos envueltos hace
unos seis años, y que nos arrojó á las costas ie
la vecina República, borró también do nuestro
corazón lá pRix'ranfa de recoger en estas tierras
el fruto de nuestros sudores, y con olla so des
vaneció la do poder recobrar la casa que poseía
mos; pero María do las Mercedes volvió á nosotros
sus ojos misericordiosos, y preoisnniente la víspera
del día de su fiesta, 23 do Sotionibro del año 1897,
se nos devolvió |x>r decreto gubematívo con todo»
cuanto contenía. He aquí otra no menos notable.
El Padre encargado por sus superiores para su
ministrar los fondos y los materinlos para la fá
brica, buscaba afanosamente un cuadro grande 6
una estatua que representara á la Virgen Reden
tora de los cautivos para la coleof.a do las limos
nas; después de practicadas imitilmonto varias
indagaciones se acordó mandar esculpir mía con
el producto de las primeras limosnas; pero su
sopresa y la de toda la comuuidiul tuo indescrip
tible al acercarse al locutorio de la -asa una
mujer que venía con el exclusivo fio do oreguntar
si era cierto que íbamos á construir de nuevo el
templo de Nuestra Señora de las .Nfercedes y que
de ser evidente esta noticia, ella conocí» la per
sona en cuyo poder existía la misma bellísima
estatua que el pueblo veneraba en la antigua
iglesia, y que aun estaba resuelta á entregarla.
Al momento fué el Padre en busca de tan her
mosa prenda, y ilosde entonces Ella le acompaña
á los pueblos dondo va á pedir fondos ó materia
les para el nuevo templo.
Colocación de la primera piedra del templo
de A’uesira Sra. de las Mercedes.
SÍDgalar derorión qno los habilantes de esta localidad
profesan á Haría bajo esta hermosa advocación.
Terminados los trab.ajos preparativos, y reunida
lina modesta cantidad, para dar principio al nuevo
templo acordamos con las autoridades respertives
la fecha de la colocación do la priinera piedra
cuya fecha quedó designada para el l.®de Enero
de 1901. Aireglóso aRÍinismo la ilorunicntación
correspondiente que debía encerrar dicha piedra
en cuya cara principal so gravó la siguiente ins
cripción :
No ignora V., querido Padre, que una de nues
tras necesidades más urgentes é indispensables
era el tener un templo donde poder dar gloria
á Dios en compañía de los niños y jóvenes que
educamos; pero nuestra escasez de fondos era tal,
que no podíamos ni siquiera intentarlo. Con todo
eso, los habitantes de esta ciudad tienen mucha
devoción á la Vii'gcn bajo la advocación de las
Mercedes por lo cual me propuse hacer frutificar
tan piadoso germen, haciéndoles notar que sería
muy grato á la Madre de las ^lerccdes ver la
reedificación del templo convertido en escombros
desde hace más de veinticinco años. Debo hacerle
notar que el recinto qne ant< s ocupaba dicho
templo con sn respectivo convento es precisamente
donde se edificó la casa qne habitóiuos: ei.area
que ocupa el nuevo templo es, con poca dife
rencia, la misma que tenía el antiguo. Esta fuá
la razón más poderosa para que se constroyera
bajo la advocación de Ntra. Sra. de las Mercedes,
La cristiana piedad de loa hijos dcl ChimhorazOf
cooperando al afán de los Pudres Salestanos, le
vanta taie templo en honor de Jfueslra Madre de
las iítreedes.
El sol del día 1® de Enero parece' brilló con
más lucidez sobre nuestra ciudad de Ríobamba y
muy singulannonte en el barrio de la MeiceO;
vestido do gala con sencillez; por todas partease
veían las banderas de la patria, y no sin razóu,
porque el nuevo templo eia dedicado á la Ce
lestial Patrona de las armas, por decreto de la
República. Bullía en toda la Ciudad el entusiasmo
y
donde quiera se hablaba de la Virgen de
las Mercedes y do su nuevo templo
Las campanas echadas á vuelo y las alegres ar
monías de dos bandas, uoa civil v otra militar,
que alternaban sus tocatas, anunciaban la pró
xima hora en que tendría lugar la significativa
ceremonia que atraía centenares de personas de
ELSOETOTEMPLODELAVIRGE1 DELAS lERCEDES
E nero
1®.
de
1901.
— 310 —
todo sexo y coudicióu eu tomo de la piedra fundumoiital.
A la utm de la tarde se dirigió la comitiva al
lugar donde bü debía colocar la primera piedra
del nuevo templo, cuyo orden fue el siguiente:
el Venerable Capítulo Catedral precedido del Sr.
Vicario (ieneral Dr. D. Juan Bernardo León, la
Comunidad Salesiaim, el Sr. Presidente del I. C.
Municiind, D. Daniel Zambrano, las autoridades
gubernativas y municipales, Jas cJiatro Madrinas
ü.** llosa Ordóñez de Merino, D.“ Hortensia Cbiriboga do Guerrero, Sritu. D'‘Julieta Colina, Srita.
D,“ Kafaela Saenz, los cuadro Pailrinos D. Isidoro
•Cordovez, Ü. Ricardo Ibuja, D. Ramón Zambrano,
O. Daniel Alzumora, los alumnos del Colegio,
aumerosísiiiios y distinguidos Señores y Señoras
y una multitud de gente de tan católico }>ueblo
parece que cerraban tan sorprendente y hermoso
cuadro.
El Sr. Gobernador aceptó gustosísimo la invi
tación, pero causas ageuas á su voluntad le im
pidieron tomar parto en tjui hermoso como con
solador acto.
(Se concluiráj.
lÉrónka Salesiana
-yvc- "
ANTIGUO CONTINENTE
Cn»<«*lnuovo d e A s t i (Jíaím). — El día 20
dül último Julio fueron un buen número de ninas,
ju-ocedeutes del Oratorio festivo de Chieri y acompañiidas de varias Hijas de María Auxiliadora, á
(.lastüluuovo de Asti con el fin de depositar, junto
al monumento dedicado ó D. Hosco, unahermosjv
corona cu agradecimiento al Fundador de los
Oratorios festivos. Oyéronla Santa Misa, celebrada
por el Señor Director del Instituto Paterno eu la
(.Capilla de Ntrav. Sonora del Castillo, y se acer
caron á la SanUt Comunión tudas la niñas. Asis
tieron nuevamente ú la función que se hizo a
las 10, después de la cual fueron procesionalmente
ú deposiUu' la corona, dirigiéndoles sentidas frases
el conocido salesiauo D. Aureli. Por la tarde re
gresaron á Chieri, dqjaudu grato recuerdo eu
Cnsteluuuvo.
I t c l é n {Palrstina). — Eu lameutjtble estado se
encuentra el Orfamatrofio de la ciudaul eu que
nació nuestro amado Salvador, debido sin dudar
alguna ó lats cumlicioues por que atraviesa aqueliav
Santa Tierm. Somos usediudos, dice D. Bulloui,
por multitud do niños que yavcou en verdadero
estado de miseria y que están eu peligro de per
derse si no se recugeu. Llama la atención de las
alnma oaritutivus parrar que socorran tan apre
miantes necesidades, cuyo Uamamiento lo barcenios nuestro y suplicamos que los que puedan,
remedien taintaia y tan apremiant<« uecesidaides.
Lo mismo pudiera también decirse de Kazaret,
pues se encuenU'a eu idénticos condiciones.
A l e ja n til i a ( J ‘<7ipto), — Con la solemnidad
que se puede su{>oner celebraron en est-a Casa la
fiesta de María Auxiliadora el 26 de Mayo rUtimo,
y después de la misa solemne hicieron todos ante
el Santísimo Sacramento la consagración al Sa
grado Corazón de Jesús, concluyendo alegremente
el (lia con una academia músico-literaria que tu
vieron por la tarde.
H e ja p — Centro de enseñanza. — Tomamos
de “ Xít Semana Católica” de Madrid: « Los Salesiauos fundaron eu Béjar hace cinco años un
centro de enseñanza que ha venido obteniendo
un éxito brillante en los exámenes de prueba de
curso, en los tres últimos la primera calificación
entre los de la provincia. Ahora acaba de fun
dirse eu el Ceuti’o de los Salesíauos el antiguo
Cíílegiü de primera y segunda enseñanza de la
misma ciudad haciéndose cargo de todo su me
naje y enseres, eu los (jue van comprendidos el
gabinete de Física ó Historia Natural. Con esta
nueva adquisición los Salesianos pueden ofrecer
á los padres de familia una garantía más del des
velo por ellos desplegado eu la enseñanza, y la
seguridad de que cuantos alumnos les confíen,
han de recibir una esmerada instrucción teórica
y práctica, y, lo que vale más seguramente, una
educación sólida y cristiana.
. NUEVO CONTINENTE
R e p . A rfire n tin a. — La Obra de L . Lasco
en la lárí/entina. — Los primeros Salesianos abor
daron á estas playas en 1875. El primer Colegio
fundado por ellos fué el de San Nicolás de los
Arroyos. Hoy día, después de 26 años de conti
nuos é incesantes trabajos y sacrificios en la Bepública Argentina, que Don Hosco llamó segunda
patria de sus hijos, cuenta 80 colegios para niños
y casi igual número para niñas. El número total
do alumnos pobres educados por los Hijos de
D. Hosco en nuestra República es de diez y
siete mil, entre pupilos y externos. A seis mil
de ellos se les suministra educación é instrucción
gratuitamente j á varios centenares con el pan de
la educación se les da alimento y vestido.
Eu la Patagouia é islas de la Tierra del Fuego
sou socorridos por los Salesianos los pobres iuclígenas; están distribaidos en varias reparticiones
y van aprendiendo oficios y artes que los harán
ciudadanos útiles para sí y para la sociedad de
la que poquito á poco van formando parte. Una
colonia de indígenas (cerca de 400} tejen é hilan
los vestidos que les han de resguardar de la intemperie'á ellos y á sna hijos. Otros se dedican
al pastoreo y á la ganadería. £1 Exemo. Sr. Presi
dente de la República en su viaje al Sor, visitó
personalmente las Misiones Salesianas y quedó
profuudameute (conmovido ante los trabajos y sa(U'ificios que los Misioneros Católicos arrostran
por la salvación de la parte más olvidada y más
necesitada de nuestra sociedad. Los hijos de los
indígenas sou educados en los colegios de Artes
y Oficios y en las escuelas que regentan los mis
mos Padres Misioneros.
E l B oletín S albsiano d a los d etalles m ás im
p o rtan tes d e la O b ra Salesiana.
María Auxiliadora es la protectora de la Obra
de D. Hosco. Ella inspiró á este hombre admirable
las grandes empresas que acometió con tan ha
lagüeño resultado.
A las falanges de Salesianos que zarparon de
las hermosas playas italianas se unieron mudii-
— 311 —
simos jóvenes naturales de este suelo y lioy la So
ciedad Salesiana cuenta entre sus miembros más
conspicuos á un aventajado número de argentinos.
Al Colegio D. B obco de San Nicolás cabe la gloria
de contar entre sus ex-alumnos á vatios ilustrados
y celosos Sacerdotes que trabajan activamente en
la viña del Señor.
Tantos trabajos hicieron los salesianos animados
y sostenidos por la poderosa y continuada coope
ración moral y material que en todo tiempo y
lugar les prestaron los limos. Obispos Diocesanos,
los Miembros del Clero Nacional, los Poderes
públicos y la inagotable caridad Cristiana que
anima á los generosos Lijos de la República Ar
gentina.
Los í^a'esianos y sus Luerfanitos y los numero
sos nií os que se educan en sus colegios ruegan
todos les días ]x>r la felicidad de sus bienhecliores,
por la prosperidad de aquellos cariñosos señores,
que les proporcionan pan, sustento y educación.
dos metros de altura, está apoyada sobre un
pedestal de cinco metros, siendo obra del srIosiano D. Andrés Colli, ayudado por aquellos niños
que tienen afición á la escultura. Después do la
bendición, verificada por el Sr, Director, se ce
lebró Misa de campaña y á la Elevación so tomó
una fotografía del monumento v do iodos los que
adoraron en aquel sitio al Roy del Universo.
Después del disparo de varios ‘cañonazos y dol
toque de varios aires marciales, fueron los asis
tentes á recuperar las fuerzas jierdidas, regresando
p*u- la tarde á casa uuosa-os alújanos, acom|iañados de sus Superiores, todos alegres i>or lo bien
que pasaron tiin memorable día.
R io b a ii ib a (itcHUííor). — Se empezó el mes
de nuestra querida Madre con grjvu entusiasmo,
habiendo por la torde, según costumbre <le nuestx'us Casas, sermón acerca de I jis virtudes do Maiía,
y beudic óu con S. D. M,
Amaneció el día 24 de Mayo, y los rayos del
sol vinieron á i-eflejarse en las b'jiudcrolas y de
más adiu’uos que embellecían los corredores y el
patio. La capilla estabix de gula y adornada con
A lm a g r o (B uen os A ire s). — Nuevo i&niplo
de S. Carlos. — Como homenaje á Cristo Redentor
y á María Auxiliadora se construirá este magníñeo templo con las limosnas
que las pereonas caritativas
y religiosas se dignen man
dar. Los que contribuyan á
tan buena obra pueden re
cibir el nombre de Socios
': ___ \
contribuyentes si dan lo, 10,
5 2 ó 1 pesos al mes du
rante un año; Socios suscriptores si dan 100 ó 50 pe
sos mensuales también, ad
virtiendo que estos últimos
tienen derecho á una beca
gratuita ó semigratuita en
el Colegio Pío IX por uno
ó dos años. Distinguidas
personas de Buenos A.res
han prestado ya su óbolo,
uiereciondo especial mención
el Esemo. Si-ñor Presidente
do la República que se diEl Misionero Salesiano D. José Benildi en su viaje de excursión
^uó encabezar la suscrip
á las Pampas.
ción.
C a b u fla re {Venezuela). — Con la mayor so
lemnidad posible celebraron los Cooperadores Sixlesianos de esta población la fiesta de María Au
xiliadora y en la que lea dirigió su autorizada
palabra el Reverendo Señor Director, terminjiudo
• on la bendición dada con S. D. M. Por la tarde
’-elebrarou la Conferencia de reglamento y num'<raron una Junta que la constituyen: Presidenta,
l).* Rita Patrizi; Vicepresidenta, D.* Magdalena
forres; Secretario, D. Rafael Guevara; Tesorero,
«-•l Rvdo. Sr. Director D. Jesús M.* Hartado ; De«-'uriones. D. Juan José Gutiérrez, D.* Elisa Peraza y D.* Adela Puente; Celadoras, D.* Fulvia
Aular, D.* Abelíua Guevara, D.* Rosa Mesa y Doña
María Caliegue. Todos están animados de santos
deseos y procuran propagar todo lo posible la de
voción á tan buena Madre.
C a c h o e ir a do C an ino (Brasil). — Todos
los alumnos de esta Casa Salesiana asistieron el
«lia 1^. de Mayo á la inauguración del monumento
que, como homenaje á Cristo Redentor, se ha
«.-rígido en el estado de Minas y á una altura de
1.360 mea os sobre el nivel del mar. £1 luonumenro,
formado por una Ci'uz de piedra que mide
}>rim«>r. El cuadro do uuestra Atujtda Madre María
Auxiliadora,-en medio de bluiicas azuemius y en
cendidas rusas, destacábase risueña á la vista de
BUS numerosos hijos que, con el coruzúu latiendo
de amor, se acercaron jí recibir á Jesiis, de manos
del Sr. Vicario GenerJil de la Diócesis. AljisOel
Sr. Canónigo D. Adolfo Granizo celebró la Misa
solemne que fuó caotad.a por nuestros niños. Por
la tarde hubo una velada literario-musical, en
lioüor de María Auxiliudura, acto que fué ame
nizado por la comedia bufa “ El alcalde de Pratoirazo.” Por la noche D. Mjtldouado jjronuució el
discurso de María bajo el hermoso título de Au
xiliadora, encareciendo la misión salvadora de
los niños, confiada por esta solicita Madre, á loe
Salesianos y sus Cooperadores, y después del
cauto de un motete, se dió la bendición con S.
D. M. Acabó la fiesta; mas sus recuenlos y bej éficos resultados periiianeceráu i>or mucho tiempo
entre nosutrus.
Aunque no se relacione con lo anterior es digna
de ser conocida la primera comunüín verificada en
esta Casa.
Desde la Cuaresma el Sr. Inspector, D. Fosarini, empezó á preparar á los niños con este fin,
— 313 —
haciendo lo propio con las niñas del Colegio de
las llortimiins do la Cavidad.
El día de la Ascensión del Señor faé el fijado
para tau fausto acontecimiento j pero la casi re
pentina eiiferniüdad del Sr. Inspector impidió su
realización, aplazándolo para el 6 de Junio, fiesta
dol SSmo. Sucraiiicnto.
Un triduo do ejercicios espirituales preparó á
los dichosos niños á tan solemne acto. £1 día de
Oorpun, á ln s 6 yV2 <lo la mañana, todos nuestros
niños se dirigieron á la iglesia del Hospital, lugar
donde debía celebrarse la 8olcmnida<l. Allí espe
raban las niñas con ansia la celebración dol ce
lestial banquete. Antes de empezar la Santa Misa,
el Sr. Inspector les hizo una breve exhortación,
después de la cual, acercándose los niños y niñas
al presbiterio, puestas las manos sobre el Santo
Evangelií), renovaron las promesas del Bautismo,
consagrándose adcim'w á los Sgdos. Corazones do
Jesús y María. Llegado el momento tau deseado,
el Sr. Inspector, con ardientes y devotas palabras,
recordó el inefable amor de Jesús j y el extricto
deber que tenemos do retornarle amor por amor.
En seguida distribuyó las Sagradas Formas, que,
palpitantes de fervor y devoción, recibieron los
dichosos niños. Hecha la acción de gracias, vol
vimos al Colegio. A tan feliz día, puso fin la
Bendición Sulcnine con S. D. M.
M o n tev id e o {Uruguaij). — En los Talleres
D. Bosco y después do una pequeña Misión pre
dicada con gran celo por los BR. PP. Brignardello y Murtinasso, celebróse el 24 de Mayo la
llestjr de nuestra muy querida Madre María Au
xiliadora.
Nuestros niños, Cooperadores y vecinos no in
diferentes á los esfuerzos de los celosos misioneros
acudieron ansiosos de oir la palabra divina; demostramlo después en las comuniones del día de
la fiesta, que aquellas sencillas sí, pero ardientes
palabras no habían caído en terreno estéril. Apesar do que el tienjpo se mostrara algo inclemente,
con todo, el Señor quiso premiar nuestros pequeños
esfuerzos, dándonos un hermoso y sereno día para
festejar á su Sonta Madre. Nuestra Capilla fué
pequeña para contener la afluencia do fieles. A las
7 y V2 nuestro muy qiiorido cooperador y amigo
el R. P. M. Iriarto, Óura de San Francisco, dijo
la Misa de Comunión General, en la que después
de un ardiente fervoríu dió la Sta. Comunión á
nuestros niños y Cooperadores, los que unidos á
los Tunebos que habían comulgado en las misas
anteriores ascienden al crecido número de quinieittos.
El Sr. Vicario General de la Diócesis, Mons.
Dr. D. Santiago Hni'etebe celebró la Misa can
tada. Al Evangelio, el joven Sacerdote y ex
alumno sjilesiano Pbro. E. Ríus ocupó la Sagrada
Cátedra. Con sentida y galana frase demostró al
numeroso auditorio el amor de María para con
el mundo entero y terminó con una ardiente
alocución á los Salesianos animándolos á seguir
adelante en su santa empresa. Nuestra piúncipiante Schola OiMforuia interpretó con muebo
guato la Misa del Sdo. Corazón de Mons. Cngliero
y una hermosísima Ace María á cuatro voces. A
las 3 y V'o nuevameute nuestra Capilla se veía
llena de Cooperadores. Después de las oraciones
de regla subió al púlpito el R. P. Oynsbehere.
Cura Vicario de Canelones, para dar la Conferencia
reglamentaria. En ella, nuestro querido ex-nluniuo
y celoso cooperador, en nada desdijo de la justa
nombradla de orador sagrado de que goza. Sus
expresiones llenas de amor y cariño hacia las
obras salesianas, alentaron á nuestros Cooperado
res á seguir adelante en la santa empresa comen
zada, á terminar la obra lo más pronto posible
de nuestros mieridos Talleres.
La Sellóla Óantorum, como por la mañana, cantó
con mucha afinación un Taníum Ergo y Ave
María de Mendelsohn y el Laúdate de Gounod.
Terminó la Conferencia con la bendición de
S. D. M. La numerosa concurrencia pasó luego
á visitar nuestro establecimiento, eu tanto que
la banda del Colegio nos hacía oir los más bellos
trozos de su variado repertorio,
l*an ip a C e n tra l. — Relato de un testigo
ocular. — He aquí lo que dice desde General
Aclin un corresponsal de “R l Oorreo Rspañol” de
Buenos Aires refiriéndose á nuestra Casa.
« Formando cuerpo común con la iglesia, están
los colegios salesianos, de extensos departamentos,
levantados allí no se sabe por quién; pero levan
tados y proporcionando á las familias la facilida-d
en la instrucción y educación de sus hijos, sin
irecosidad de hacer el sacrificio de mandarlos á
grandes distancias.
El P. Orsi, Director del establecimiento, único
que ahora se halla en él, fué sorprendido por mí
visita eu medio de sus albañiles, y tan empol
vado como ellos, pues creo quo se hallaba alcan
zando ladrillos en un andamio. Con la solicitud
propia de todo hombre que desea hacer ver el
resultado de sus desvelos, me exhibió los extensos
salones de las clases, en itno de los cuales tiene
un escenario, en el que trabajan los alumnos un.a
vez ó dos al año.
Este presbítero, ó mejor dicho apóstol de 1»
enseñanza, está luchando hace muchos años
con dificultades materiales que sólo la cons
tancia de un hombi*e convencido es capaz de ven
cer, y al fin ha conseguido levantar un buen edi
ficio.
La constancia de ese incansable trabajador ha
sido la base de todo: principió por nada; por
una pequeña porción del mismo con limosnas de
no se qué persona do la capibil y poniendo el
hombro, es decir, haciendo de albañil, al pur que
de arquitecto.
Después, otro año, el obispo Tal le proporcionó
dos ó tres mil pesos.
Adetnás, él cuenta ahora con una pensión del
gobierno por la atención de la parroquia.
La municipalidad le señaló otra pensión.
Y parece que así, arrimniido, como laboriosa
hormiga, el grano de arena cotidiano, sin tener
más sotana que la que llevaba llena de manchas,
inevitables dada la multiplicidad de los servicios
que de ella exige, y otra un poco peor y más
vieja, consigue desde hace algunos años aumentar
constantemente el cuerpo del edificio, que ya es
ahora el más extenso del pueblo.
« Falta aquí un salón dormitorio para los cole
giales, para destinar el actual á clase, me dijo,
y este año será completado con lo que estamos
habilitando al efecto. »
Después los huecos se convertirán en jardines
de experimentación; yo le aconsejó así, y me
prometió hacerlo.
Los achenses tienen mucha confianza en el in
discutible porvenir de progreso que espera á la
comarca, viendo con satisfacción, ese constante
afán del salesiano.
« ¡Son tau prácticos estos hombres! dicen, que
si no ha decaído su ánimo al saliy del pueblo la
— 313 —
capitalidad, ea porque nuestro porvenir es indis
cutible. »
Quise tener el reglamento del colegio para darlo
jV conocer á nuestros lectores; y encontré en él
.[ue se ba combinado, en alto grado, la economía
á fin de hacer propaganda.
De 7 á 15 años de edad para la admisión, otras
condiciones detalladas, sobre ajuar, álas que como
mero cronista no debo llegar.
Y la principal á que me refiero, 20 pesos de
pensión interna, que él, de palabra, me dijo re
duce á lo pesos, en casos determinados.
El programa de estudios es bastante extenso
y además se enseña el oficio de carpintero para
ios que quieren ingresar como aprendices.»
Progresos y datos del Instituto agrícola
del Colegio Salesiano di Arequipa (Perú).
Inauguración del Observatorio Metsreológioo. —
El Deber, periódico local, publica una larga rela
ción de la fiesta que tuvo lugar por la inaugura
ción del Observatorio Metereológico dirigido por
los Hijos de D. Bosco, de la cual he aquí el re
sumen (1).
El sitio destinado para el acto estuvo repleto
de distinguidos personajes del alta aristocracia,
ocupando los primeros asientos las autoridades
políticas, el Sr. Prefecto, el Presidente de H. Jnnta
Depai-tamertal y el Alcalde Municipal, y algunos
miembros del H. Consejo Provincial y varios sa
cerdotes del alto Clero.
Con la ejecución del Himno Nacional por la
banda Salesiana, se inició esa fiesta, el segundo
día de los festejos nacionales, el 29 de Julio.
Terminado el hiniuo el inteligente y activo
D. Alfredo Superior del Colegio pronunció un in
teresante discurso en que trató á grandes rasgos
de la utilidad y ventajas del estudio de la MeteTeología para la agi'icultura, discurso, que publi
caremos en el número siguiente.
Se cumplió en todas sus partes el variado pro
grama con satisfación general, y especialmente re
cibieron aplausos los magníficos discursos pronun
ciados por el Señor Escolástico Málaga socio de
Cuióu Universitaria, y el Señor M. Raiuires Gas
tón jiertencciente á la misma Unión, en fin el
Presidente de la H. Junta Departamental, Dr.
Vinatea que apoya y proteje el Instituto.
Antes de terminar, D. Alfredo Sacchetti, ben
dijo el Observatorio Jletereológico, siendo padrino
el Dr. D. Clodomiro Cornejo, digno Prefecto del
Departemeuto.
Datos de la Colonia agrícola de Arequipa. —
El fin de este Instituto es «leí todo práctico, como
el de educar niños á las labores del campo, no
de una manera rutinaria, sino acostumbrándolos
al trabajo y al estudio de las ciencias propias
del ramo. Él curso de agricultura propiamente
dicho comprende tres años, durante los cuales,
los alumnos se dedican al estudio de la agricul
tura, y á las ciencias que con ella se relacionan
uniendo el ejercicio manual de la labor en los
terrenos y oficinas del establecimiento.
(11 Lo« iDBtnimeiito* d®l O b se rv a to rio s o n ^ U j o a d e l ^ tin g n id o é in to lig e n ta astró n o m o E d n a rd o ^ s A u A re q n ip e fio .
En elprimeraño de aprendizaje estudia el alumno
Botánica general. Química y Meteorología agrí
cola. Climatología agrícola do la costa, sierra y
montaña del Perú. Maltiplicaoión do los vegeta*
les, Agrología. Análisis químicos do las tierra».
Mejoras de los terrenos. Enmiendas y abonos.
Labores del campo, lustnuuentos do labor y Mocánica agrícola. Dreuqje y riegos. Rotación de
cosechas y barbechos.
Segundo año. — Botánica clasificada. Cultive»
especiales. Cereales, Leguminosas, Tubérculos,
y raíces. Plantas oleaginosas. Plantas téxtilos.
Tabaco, Café, Caña do azilcar, Té, Caucho, Ca
cao, etc. Prados naturales y artificiales, Horti
cultura, Jardinería, Arboricultura.
Tercer año. — Patología vegetal, Industrías agrí
colas. Fabricación de féculas y azúcares. Vinicul
tura. Fabricación de aceites. Leche y productos
derivados.
Zootecnia. Alimeníación, higiene y mejoramien
to de las razas de los principales animales. Apro
vecbamieuto de granjerias.
Construcciones rurales. Economía rural. Con
tabilidad agrícola. Organización de empresa»
agrícolas.
If^uevos progresos. — Con el Observatorio Me
tereológico, gabinete de Qímica Agrícola y el
Boletín del Instituto Agrícolo tomará la obra
nuevo incremento. Se trata de ensayar semillas,
y nuevos abonos, analizar tierras, productos mi
nerales, vegetales y animales, establecer aunque
sea en pequeña escala las principales industria»
que se relacionan con la agricultura pues estos
son trabajos esencialmente útiles á los agriculto
res. Además con la ida del P. Santinelli á Italia
los Colegios Salesiunos del Perú y especialmente
la agricultura toinurán nuís impulso. El mediaute
la protección del Supremo Gobierno ba podido
recorrer los principales Institutos de Agricultura
V Huertos Botánicos de Buenos Aires y Moutevi'
Íleo, y desiíues en I’nuicia y especialmente á
Italia. Tenemos á la vista la importante relación
do las entrevistas que lia teiiiiio <*n Florencia
ton el Dr. Baccariiii y Escarlatti, en Milán con
lugegnoli, en Ivrea con el Directer del Instituto
agrícola Salesiano, en Paruia lia tenido conferen
cias con el celebre Estanislao Solari, del cual
existe ya el nuevo sistema de agricultura.
Lleva consigo de regreso al Perú obras de agri
cultura, semillas de todo género, y un profes ir
con otros Salesianos para la fundación de otro»
Institutos en la República.
Terminaremos deseando prosperidad y adelanto
para la obra Salesiana en el Perú, y agradeciendo
muy de veras á la H. Junta Departamental, al
H. Consejo de Arequipa, como también al S. E.
el Presidente de la República que ama y protejo
el progreso y bienestar del país.
-
314 —
El Excfflo. é limo. Sr.
© .
Ijo s é
© e u tp c lo u ^ ,
O bispo d e L ie ja (B élgica>
T in
Toda la cristiandad experi
mentó gran sentimiento cuan
do en Agosto último supo el
fallecimiento del Excmo. é
limo. Sr. D. José Víctor Doutreloux, porque la muerte ha
arrebatado, no solamente al
Obispo, sino también al hom
bre benéfico, al sacerdote pia
doso y al digno apóstol de
Cristo á quien los pueblos
profesaban el más sincero amor
y la más profunda veneración.
Era Presidente de la Junta
de Congresos Eucarísticos;
fundó varias Casas de huér
fanos, levantó algunos templos
y sostuvo escuelas católicas y
muchas obras de utüitad pú
blica. La moderna civilización
le proporcionó á la voz que
posada cruz, sublimo corona
do glox'ia. Aunque su oi'igon fuó humildo, su mente privilegiada le propor
cionó el rógimou espiritual de una de las comarcas más industriales de Eu
ropa, y su goueroso corazón unido al iufagable celo apostólico, supo aproveobar la favorable ocasión que so le presentaba para utilizar todo movimiento
en bien do la Peligióu Católica. En una empresa bastante ardua, venció
serias diíieultódes, demostrando entonces sor un verdadero campeón de Cristo
y como decía “i a Cí-tw» “ l'a ra ilouseñor Doutreloux la Encíclica Eerum
Xocaruin es una victoria personal.”
Sn celo apostólico se extendió mucMsirao más, pnés fundó la ntilísima
institución de Capellanes del Trabajo y nnestra Pía Sociedad ha perdido uno
de sns más decidos bienhechores de Bélgica, cansando profundo sontimionto
en todas las casas al saber su mnerte; pero de un modo especial la do
Huérfanos de S. Juan Berchmans, que desconsolada lloraba el fallecimiento
de su fundador y Padre. Conoció personalmente á D. Bosco y en una ocasión
ambos, llorando, pedían al Señor Sacramenbulo que se extiéndese en Liqja
la Obra Salesiana, y hoy, si bien incompleto, se eleva inagestuoso el Hospicio
de la juventud obrera.
Son dignas de notarse: la Iglesia que se ha levantado en honor do la
Santísima Virgen con ayuda del clero y de los fieles quienes respondieron
al instante á su llamamiento, el Instituto Salesiano de Lieja y la Casa do
S. Lorenzó. No es posible describir el amor qne tuvo siempre á los pobres
hijos de D. Bosco y á sus pequeños operarios, celebrando siempre en su com
pañía las fiestas de la Inmaculada, S. Francisco de Sales y María Auxiliadora.
Cuando regresaba de algún viaje, su primera visita era á la Casa do Huér
fanos, y siempre que le era posible acompañaba á personas distinguidas para
que la visitasen también. Nuestro noviciado de Hechtel jamás olvidará la
caridad de que fué objeto, especialmente en los momentos críticos de su fun
dación, y después, siempre que lo visitaba, decía que el mismo D. Bosco le
había prometido que pasados seis años loa Salesianos .se triplicarían, diciendo
con indecible alegría que eran su verdadera esperanza.
Nuestros hermanos y niños asistieron al entiero que fué admirable y
todos decían: “ Los Salesianos han perdido un verdadero Padre.”
Su muerte ha sorprendido á todos, pues aun cuando tenía 64 años, estaba
todavía ágil, tanto es así que el día mismo do su muerto conílció Sagrados
Ordenes y el día antes predicó un magnífico sermón á sus sacerdotes, comen
tando las palabras de Jesucristo:
in dilectwne mcaP
Sns 22 años de episcopado están llenos de actos gloriosos, siendo un
santo Obispo, un Padre amantísimo y un verdadero celador do la gloria do
Dios.
Elevemos al Señor fervorosas súplicas para qne lo colme de eterna gloria
y á la vez para que continúe en el Cielo siendo, como íué eu la torra, incan
sable bienhechor salesiano.
— 316 —
do una perla preciosísima y de inmenso
valor.
Ya había salido de la habitación de Bon
Bosco y se encontraba en el balcón cuando
retrocedió, como si se le hubiese olvidado
alguna cosa de suma importancia, y presen
tándose á este de nuevo le dijo, tomándole
la mano, con voz temblorosa y entrecor
HEMOlUAS BIOGRAFICAS
tada: — Ko ignoro la prudencia que adorna
DE
á los jóvenes maestros educados en su escuela;
sin embargo, quisiera advertirles que no se
extrañen de la excesiva viveza de este nuevo
alumno y que se revistan para con él de una
paciencia ilimitada. JEste procedimiento unido
á la sólida piedad que Vuestra Señoría sabe
C apítulo I V
inculcar eu el corazón de los jóvenes, cambiará
completamente el carácter de Luís y descubri
líloíjrt. n i Oi*ntoi*lo. — IQn l a lia l> ita «
rá las hermosas dotes que adornan su corazón.
<^ioii Uo 1>. Xloi^tío. — liljs ueo(iisut*io
]>i«i*at tríit.ui* <3011 élni*i>ini'($o<le i>u- — Una simple señal de B. Bosco bastó para
c^U'iiciu iliiiii^aK la. — Xi*i*sto OLoisue- indicar al celoso Pi'eceptor que le había com
<ll<lu. — !D iioiio tlo l e a iiip o . — X a
prendido perfectamente, quien con los ojos
laiiiMKlit d o r>. 1 3 ob>oo. — X C u o u c iitfa
\iii l>uoii m aoM ti'o. — Xai dofstauiuia- bañados en lágrimas abrazó á su antiguo
alumno y partió para Montemagno.
< 3 i ó i i . — H e OHCupu, pex*o l e p e r d o u u u l u lU ltu .
Luís al separarse de su maestro sintió una
vivísima conmoción que le produjo amargo
llanto, sin que por esto sus gemi(Íos llama
.unqno el viaje de Montomagao á Tarín, ran la atención á nadie, pues nadie lo ad
pasando por A s ti, no es muy largo, á virtió, porque Luís, después de breves ins
Luís le parecía interminable, siendo la impa tantes, había recobrado completamente la
ciencia que tenía hija de los deseos de ver calma, y mezclándose con los alegres jóve
nuevamente á B. Bosco y de experimentar nes del Oratorio comenzó á jugar con ellos
por sí mismo la vida de colegial. Una vez
que llegaron al Oratorio, el Sr. Berra, con el lleno de alegría.
Besde los primeros días hizo vida co
lili de llenar las formalidades para la admi
sión, condujo al nuevo alumno al Prefecto mún y se portó eu el recreo como si siempre
que á la sazón era eutoiices el venerando hubiera estado en la casa: su conducta con los
compañeros fué la misma que si se tratara de
sacerdote, de grata memoria, B. Víctor Alasoaatti; pero no quiso dejar el Instituto sin amigos á quienesconocíadesdo mucho tiempo:
besar la mauo á B. Bosco A quien conocía y cuando se trataba de discutir alguna cosa
veneraba hacía mucho tiempo, y presentarle relativa á loa juegos, sosteníalas razones que
su amado discípulo, para á la vez recomeu- él daba cou tal ardor, que muchas veces acu
dieron los asistentes (ireyendo se trataba de
díii’Sülo particularmente.
Luís tenía muy presente que Bou Bosco, una verci adera riña. Siempre quería ser el
cuando lo invitó á ir á Turíu, le había dicho: jefe eu todo. Sí conversaba familiarmente con
“ Vüu que seremos amigos”, jior lo cual se alguno de sus compañeros, al momento le
presentó, no con la timidez propia de un preguntaba, acerca de sus superiores, maes
alumno que por primera vez pisa los umbra tros y asistentes: visitó lo más pronto posi
les del colegio, sino con la conüanza que ble la tipografía, eucuadernación y todas las
puede inspirar el antiguo conocimiento de un demás (escuelas profesionales de la casa, y en
po(X> tiempo conoció, no solamente á todos
Verdadero amigo.
J). Bosco, como en Montemaguo, lo recibió los superiores, asistentes y maestros que Inw
con su proverbial bondad: le (lijo (lue recu bía eu el Oratorio, sino también á todos sus
rriese á él eou absoluta confianza siempre jiumerosísimos compañeros y especialmente á
ipio tuviese necesidad, alegnliulose muchísimo los más ingeniosos en los juegos, sabiendo
al sabor que habían sido vonc.idas todsw las de memoria sus nombres y cualidades: cuan
diflo.uKados que surgieron cuando pensó venir do ocurría alguna cosa en el colegio no des
lü Oratorio, recomendándole dulcemente que cansaba hasta saber cómo y por qué había
procurase en todo satisfacer los deseos de los ocurrido, alegrándose cuando veía satisfac
Superiores y de su inolvidable y buen tutor. toria solnción.
Concluyó rogando al maestro que dijese al
(Se continuará)
BíX’.tor Biuetti (lue desde luego podía tener
como seguro un éxito felicísimo por lo que
respetaba á su pupilo, y el Preceptor de Luís
C«i if n b ó í i de la lilw dad Icitiaaka - Gerate: JOSi GJJBQÚ.
60 despidió del gran educador de la juventud
pleuauieute convencido de haberle consigna-
MONS. LUIS L/ASTIGMTA