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Título
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BS_1903_12
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Descripción
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Boletín Salesiano. Diciembre 1903
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Fecha
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1903.12
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extracted text
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OLETIN
SALESIANO
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(Pío IX.) ¡rl
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ANO x v n — N. l a
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Publicación mensual
SUM.4RÍ0 : F elicid ad es.......................................................317
Documentos S a l e s i a n o s ................................................. 3x8
Ecos del Congreso y de la Coronación
. . . .
321
De anearas Misiones: Apostolado Salesiano en Pa*
tagonia — Bogotá (Colombia) — Patagonia (Rio
N e ^ ...................................................................... 324
Gradas de María A u x ilia d o r a ....................................... 330
—
T-i'-S"
D ICIEM BRE de 1903
Crónica ¿ a l e s i a n a ........................................................... 33*
Memorias Bit^rafícas de lilonsLuis Lasagna . . 334
Biblioteca Agraria Solariana............................................ 337
N ecrolc^ a: Sr. Santiago Montaido — Sr. Augusto
I. P a r e d e s ..................................................................... 337
Cooperadores Salesianos d ifu n tos.................................. 33^
Indice del año 1 9 0 3 ...................................................... 339
¡¡FELICIDADES!!
ue cl I^Jiño-^Dios, desde su humilde pesebre,
derrame sobre vosotros, beqeméritos Coo
peradores y Jectores amables, sus gracias
y sus beqdicioqes; que colme de saqta y dulce
felicidad vuestras almas y vuestras familias; que
os coqceda pasar eq vida el año veqidero, como
os coqcedió pasar el pasado; soq los votos que
por vosotros eleva al troqo del Diviqo )^iño, el
Rdísimo. ©, Miguel Rúa eq qombre de la Coq^re^acióq
felicita á sus amados
c iqolvidables Cooperadores.
¡¡Felices Pascuas de Navidad!!
¡¡Buen fin y principio de año nuevo!!
a
— 318 -
D ocumentos salesianos
Discurso pronuuoiado por su autor, el Excnio. é limo. Sr. Dr. D. PASGIIAL MORGffl,
Obispo de Bobbio,
en la ///* Sesión del tercer Congreso de Cooperadores, e l 15 de Mayo
D ei enim sumus ad/ulores.
Somos cooperadores de Dios.
(I Cor. n i, 9).
Heme encontrado mil veces en ocasión de
hablar de los Cooperadores Salesianos con toda
clase de personas, y he leído mucho sobre ellos
en libros y periódicos, y á nadie, ni siquiera por
descuido, he oido llamar al Cooperador Salesiano, filántropo ó altruista (1), bien que en len
guaje, moderno muchos apliquen estos bárbaros
epítetos á Jesucristo mismo y á los grandes
bienhechores de la humanidad: la obra de los
Cooperadores Salesianos aun la llaman todos con
la antigua palabra evangélica, caridad. Y si bien
los Cooperadores, como los Salesianos todos,
hacen la caridad á la antigua, dando limosna y
cuidando de los niños y enfermos con variada
pero unida actividad; si bien se dedican á toda
clase de empresas, que no son siempre de Indole
abiertamente religiosas, aunque siempre civiles,
científicas y artísticas, usando medios y métodos
modernos, humanos y materiales, los mismos
que usan los empresarios y profesores laicos; con
todo no se le llama nunca filántropo ni altruista
al Salesiano, que por el bien de sus semejantes,
principalmente de los niños, maneja el martillo
ó el buril, el dinamo ó la carretilla, que enseña
desde una «átedra ó comparte el trabajo con los
niños en una granja agrícola, que se encierra en
un taller ó surca el Atlántico y corre por las
Pampas de la Patagonia para sembrar la civili
zación del Evangelio. Si vosotros le felicitáis
por su filantropía ó altruismo, os dirá que ni él
(i) A fn tista y altruismo, del vocablo italiano aJtrui
de otro, ajeno, »on términos ca» sinónimos el 1* de ñ
lántropo y el 3*’ de ñlantropla y que han adoptado y:
algunas lenguas modernas. Como el castellano no tieiv
un vocablo que le corresponda, con§^-amos el italiano
entiende vuestro lenguaje, ni vosotros entendéis
su objeto. Lo mismo os diría el Cooperador,
que persigue en cuanto hace el mismo ideal,
coadyuvando al Salesiano; os diría santamente
airado, que de los labios del grande D . Bosco
jamás salieron esas palabras nuevas y frías, fi
lantropía y altruismo, sino sólo la otra perfu
mada, melódica; dulce y celestial, ¿a caridad;
la antigua caridad, aquella que, estimulada y
alimentada del amor de Cristo por espacio de
20 siglos, antes que se intentase disfrazarla y
desfigurarla con nombres nuevos y retumbantes
pero bárbaros, había ya abierto sin tanto boato,
hospitales, institutos de educación popular y asilos
á todas las necesidades de la pobre humanidad.
Y ¿por qué el Cooperador pretende que su obra
sea llamada sólo con el título evangélico de ca
ridad? — Porque sólo le mueve á obrar la fe;
vive de fe , no ya de los estatutos de una nueva
sociedad filantrópica, sino de las reglas eternas
de la caridad del Evangelio.
Ahora bien, esta índole religiosa y pía de la
acción salesiana supone religión y piedad en el
que le da vida, y por tanto el Cooperador, que
como dice su nombre, no sólo presta á los Sa
lesianos su ayuda y favor, sino que se asocia á
él, se propone los mismos fines y usa de los
mismos medios, de tal manera que las dos
acciones, la de los Salesianos y la de los Coo
peradores, se funde como en una misma fuerza
de igual índole y de igual naturaleza. Y asi como
los Salesianos pueden llamarse, y no sin razón,
cooperadores, coadyruvadores de Dios — D ei em»
sumus adjutores, — continuando Su obra de re
dención, difundiendo la fe de Su doctrina y ejer
ciendo Su misma caridad en pro de -las almas;
del mismo modo los Cooperadores tienen todos
los derechos para apellidarse á si mismos De^
— 319 —
adjutores, coadyuvadores de Dios, pues no es
otro su objeto al sostener las obras salesianas.
sino ayudar á Cristo en la redención del mundo.
Por ésto no sólo el Salesiano perfecto, vinculado
con votos á su Congregación, sino también el sim
ple Cooperador debe estar animado por la misma
fe, por la misma piedad religiosa y al cumplir
un acto de caridad para con el prójimo y en su
piedad personal, debe proponerse por objeto
primario la santificación propia, como lo hacen
los Terceros de las demás Órdenes religiosas.
Era pues, no sólo justo y oportuno, sino ur
gente y necesario que al recordar en esta gran
diosa asamblea algunos de los pasajes del Regla
mento de los Cooperadores, se recordase y ex
plicase también el fin sobrenatural que D. Bosco
se propuso al fundar esta Asociación, á fin de
asegurar su cumplimiento, ilustrando su impor
tancia y extensión. Esta necesidad crece de
punto, si se considera, cómo una de.sastrosa sed
de naturalismo moderno lo va invadiendo todo
y hasta las personas más timoratas están en
peligro de contagiarse de él en el cumplimiento
de sus empresas, sino procuran precaverse con
suma prudencia. Pues no es raro ver que, aun
en aquellas obras que tienden directamente á pro
curar el honor de Dios y la salvación de las
almas, se emplean medios puramente humanos,
se confia sólo en las diligencias materiales, como
á no se creyese ó al menos no se esperase en la
intervención sobrenatural de la gracia, que es la
fuente de donde directa ó indirectamente dimana
lodo bien.
Nada hay, pues, que extrañar que también
el Cooperador Salesiano, que vive en medio de
un mundo que no cree y que no espera sino en
lo que palpa con sus manos, que también el
Cooperador, repito, acabe por acostumbrarse al
ambiente que lo rodea y se deje arrastrar por
la corriente naturalista, prescindiendo de todo
lo que desurswn esi, prescindiendo de Dios, del
cual sólo debemos esperar y al cual sólo debe
mos pedir las luces, el impulso, la victoria en
las dificultades, la fortaleza, la adhesión de las
demás voluntades á la nuestra y todo lo que ne
cesitamos en el cumplimiento de las piadosas
r santas empresas. D e otra manera mal se ar"•onizaría el nombre de Cooperador Salesiano,
;je todo respira perfume evangélico, con quien
'ábrase el bien al modo de un industrial cualT^era sin inspirarse en la fe que debe ser su
®>dvil. Un observador discreto hallaría una dis**acia infinita entre ese tal y D . Bosco, aún en
el instante mismo en que trabajan ambos con
igual celo en el desempeño de una obra santa;
entre D. Bosco, que obra sólo por la fe y la
caridad de Cristo, que lo inspira, que lo agita,
que lo sostiene; y el otro que trabaja á su lado,
impelido sólo por sentimientos y fines humnno.s,
que sólo confía en las fuerzas de la naturaleza.
D. Bosco sentia en sí una vivísima gratitud
hacia sus Cooperadores, y como un gran Mo
narca también él dispensaba sus condecoraciones
á los bienhechores de su o b ra ; pero no ya co
ronas de laurel ó de en cin a, no ya joyas,
limo. Sr. Dr. D. Pascaal Morgaatl, Obispo de Bobblo.
cordones ó insignias ni pomposas y cómo
das encom iendas; sino que al pecho de sus
leales colgaba siempre y sólo la medalla de
María Auxiliadora, precisamente para indicarles
que habían obrado por E lla y que por Ella de
bían segruir obrando. Dar un premio de otra
especie hubiera sido impropio.
E l Cooperador Salesiano por tanto, debe ser
por su naturaleza cual D. Bosco lo excogitó y
formó y como lo exige la opinión pública: debe
ser una persona que vive de fe y obra por la
fe; su fin es sobrenatural, y su filantropía ha de
llamarse con el nombre evangélico, celestial y
glorioso de caridad, que lejos de envilecer al
— 320 —
protector y al protegido, los eleva hasta Dios, que
es caridad.
Y para que no pueda pareceros que soy capri
choso y arbitrario, permitid que os cite algunos
de los artículos formales de nuestro código, que
es el Reglamento de los Cooperadores Salesianos
compilado por D. Bosco y aprobado por Pío IX,
para que veáis palpable la verdad de lo pue os
voy diciendo: « E l fin fundamental de los C oo
peradores Salesianos {se lee en el \ III) es obrar
el bien, mediante un tenor de vida que se ase
meje, en cuanto es posible, al que se observa j
en la vida de comunidad. Pues muchos tendrían
deseos de encerrarse en un claustro, pero se lo
impiden absolutamente la edad, la salud ó las
circunstancias y casi siempre la falta de oportu
nidad. Pistos tales, haciéndose Cooperadores Sa
lesianos, pueden seguir ocupados en sus queha
ceres ordinarios, vivir en el seno de sus fami
lias y llevar una vida como si en efecto vivieran
en una Congregación. Por este motivo el Sumo
Pontífice considera esta A.sociación como una
Orden Tercera de los antiguos, con la sola di
ferencia de que, aquellos se proponen la per
fección cristiana en el ejercicio de la piedad ;
éstos, tienen por objeto principal la vida activa
en el ejercicio de la caridad para con el prójimo,
especialmente para con la juventud expuesta á
los peligros. > Llegados á este punto, yo os in
vito á considerar cómo D. Bosco llama funda
mental el fin de la santificación de los Coopera
dores, y que dejaría de serlo si, á pesar de hacer
con los demás, esfuerzos de generosidad, no pasa
los límites de la filantropía y beneficencia hu
mana no inspirada ni alimentada por la fe, la
sola, la vínica que da á nuestras obras un mérito
sobrenatural. El espíritu de fe, la intención
sobrenatural es fundamental, es esencial, es ne
cesaria en un Cooperador, que debe proponerse
lograr su propria .santificación.
L e importaba mucho á D. Bosco alcanzar este
fin sobrenatural, y por ésto pa.sa á establecer
los medios necesarios; y no los saca de los tra
tados de la sabiduría y prudencia humana, sino
de la santa y sencilla ascética cristiana. Leamos
el - VIH y veremos que el Cooperador Salesiano
debe usar « modestia en el vestir, frugalidad en
la mc.sa, sencillez en el moviliario doméstico,
moderación en el hablar, e.sactitud en los de
beres de su estado y santificación de los días
festivos » todas ellas cosas que la simple filan
tropía ó el puro altruismo no aconseja, sino que
desprecia y escarnece, buscando acaso un pedazo
de pan para un mendigo en bailes indecentes, en
escenas impuras, profanando con el trabajo la
santidad de las fiestas. ¡Oh qué diversidad, qué
distancia entre un orgulloso filántropo y un
Cooperador Salesiano, hijo y secuaz de Don
Bosco 1
Pero no se pára en ésto nuestro santo funda
dor, sino que sigue en el mismo párrafo acon
sejando y recomendando á los Cooperadores, los
Ejercicios Espirituales cada año, el Ejercicio de
la Buena Muerte cada m es; el rezo de un Páter,
A ve y Gloria á S. Francisco de Sales cada día
y la frecuencia de los Santos Sacramentos.
Y para atraerlos á todos á dar el nombre á
la Asociación, recurre al aliciente de grandes
promesas. Pero ¿qué prometerá el pobre Don
Bosco siempre rodeado de menesterosos, siempre
cargado de deudas? — Seguid leyendo el Regla
mento y veréis una serie interminable, en la que
cuenta y nota, no ya sumas de dinero, sino in
dulgencias plenarias y parciales, que para el
Cooperador son la moneda mejor y más sonante,
los billetes de un banco que nunca quiebra y
que á nadie deberá dejar en testamento, y que
gozará por toda la eterninidad en el cielo.
Tam bién aquí podemos observar, cómo Don
Bosco creó un ideal de Cooperador todo im
pregnado y perfumado en la piedad. A si se ex
plica como al Cooperador Salesiano nunca se le
confunde con un simple filántropo ó altruista:
todos ven en él algo que^está fuera de lo ma
terial de la beneficencia, ven algo de particular,
algo de más elevado y santo: ven en él la fe,
que es la madre de la caridad. Entre los votos
que hará el Congreso, que no falte el voto vi
vísimo de ver siempre manifiesta, ardiente y do
minante la piedad, el espíritu evangélico en el
Cooperador Salesiano. Y para terminar con una
cosa palpable y práctica, hago votos por que
alguien, para fomentar la piedad de los Coope
radores, les proporcione un Manual piadoso,
como le tienen los demás Terceros, adaptado y
oportuno, como D. Bosco quería hacerlo, en el
cual el Cooperador tenga siempre á la vista y
se le explique, el fin sobrenatural de su obra;
i que le guíe con apropiadas meditaciones y lec
turas, con oraciones adaptadas á cada una de sus
múltiples empresas, para que así pueda obrar
con recta intención y según el espíritu cristiano
y el espíritu de D . Bosco.
— .521 —
8 de! lonireso y de la lofoiiaeión
Frutos del Congreso
Estos son los votos y deliberaciones
tomadas en la importante asamblea,
pero, para que produzcan frutos de salud,
es preciso que con acción compacta y
constante procuren llevarlos á cabo
nuestros amados Cooperadores.
Escuelas, Colegios y Peusíonados
tólico, no sólo aquellos en que los maestros se con
tentan de alguna que otra práctica de piedad ó de
utia sencilla instrucción religiosa, sino donde toda
la educación, toda la vida de los alumnos está
basada en los principios cristianos;
V® los Cooperadores, como se deliberó en el
Congreso de Buenos-Aires, difundan en ciudades
y aldeas los programas de los Colegios Salesia
nos é Hijas de María Auxiliadora ó de los C o
legios del mismo espíritu, para extender así lo
más difusamente posible, los beneficios de la edu
cación moral y religiosa de la juventud.
I.
El Congreso considerando:
1® que cada día van aumentándose los peligros
que rodean á la juventud estudiosa, que crece
sin las energías y sin las fuerzas que puede pres
tarles un ideal civil y relig io so ;
2® que las actuales condiciones de la vida im
piden ó debilitan en gran parte la acción salu
dable y educadora de los padres, aun siendo las
familias de rectos y cristianos sentimientos ;
3® que no habrá nunca una juventud civil y
moralmente educada, si la instrucción y la edu
cación no se basan en el verdadero espíritu del
Cristianismo;
4® que el principal objeto de los Cooperadores
Salesianos es el de coadyuvar con todas sus
fuerzas al progreso civil y religioso de la S o
ciedad, especialmente dirigiendo sus solicitudes
y desvelos á los jóvenes, que serán mañana sus
iateligencias directivas y m otrices;
hace votos porque
1* presten los Cooperadores su lavor y su eficaz
«poyo á las Elscuelas y Colegios católicos;
II® como afortunadamente se va haciendo des
pués de los Congresos de Bolonia y BuenosAires, sigan los Salesianos é Hijas de María
Auxiliadora fundando, con la ayuda de sus Coo
peradores, nuevas Escuelas y Colegios en todas
¡as partes del mundo, para salvación de la ju^ tu d ;
III® se recomiende á los padres ó tutores, que
•1 educar á los niños, elijan con conciencia la
Recuela ó el Colegio donde los co lo can ;
IV® considérense como Elscuela ó Colegio ca
ik
II.
E l C o n greso :
I® afirmando el deber imprescindible de que los
padres no coloquen á sus hijos en Elscuelas
donde reina el ateismo y escepticism o;
2® acatando el pensamiento de D. Bosco, que
sin reparar en fatigas y sacrificios para tener un
personal docente formado é instruido, salvó á
sus Colegios de la enseñanza sin fe y sin moral
católica;
3® sabieyido que no siempre puede haber en los
Colegios escuelas annexas á ellos;
reconoce como recurso excepcional y subordi
nado. la utilidad de un pensionado, con tal que
en él se respire un ambiente santo de virtud,
de fe y de caridad cristiana;
y hace votos porque:
I® se establezcan anexos á los Oratorios Fes
tivos á ejemplo de los Salesianos, Pensionados
en las ciudades, y centros de estudio, donde los jó
venes tengan asistencia, guía é instrucción contra
los peligros de la enseñanza sin fe y de com
pañeros sin moralidad, y sean al tiempo mi.smo
ejemplo de moralidad para los hijos del pueblo,
que frecuentan el O ratorio;
II® para que tales instituciones sean como sa
natorios del cuerpo, de la mente y del corazón,
tengan tam bién: clases de Religión — biblio
teca — sala de lectura y recreo — palestra de
gimnasia ó diversiones sem ejantes;
III® los Pensionados salesianos y los católicos
que en ello se basen, obtengan el apoyo de los
Cooperadores, de la prensa y de las personas
de generoso corazón.
— 322 —
Ecos de la Coronación
ALMAGRO (Buenos-Aires). — Coronación de la
Imagen de Marta Auxiliadora en su Santuario de Al*
magro. — Se ha dicho y se ha demostrado que
el barrio de Alm agro en Buenos-Aires, es la
más fiel reproducción de Valdocco en Turín, res
pecto á la Obra de Don Bosco. — A quien nos
pregunte, cómo se ha venido desarrollando esta
Obra así en Valdocco como en Almagro, le contes
tamos, con las palabras del Fundador de esos
Institutos: < ¡T od o se debe á M aría A u xilia doral >
En estos hechos admirables y en esta res
puesta categórica encontramos el motivo de la
solemne Coronación del Cuadro de María A u xi
liadora de Turin y la explicación de la solemni'
dad que celebróse en Alm agro el 8 de Septiem
bre, en ocasión de la Coronación de la Venerable
Imagen, en derredor de la cual se ha educado
tanta juventud argentina.
Hay m ás: en estas dos coronaciones se ha
notado una especie de santa porfía y ciertas
iniciativas en la que se previenen; y casi
se diría que Almagro y Valdocco recíprocamente
trataban de ganarse la delantera, no por cierto
en cuanto á la celebridad del santuario, sino en
cuanto A la coronación.
En 1878 fundáronse en Almagro y en la Boca
los dos primeros Colegios de María Auxiliadora,
tomando desde entonces el de Almagro el nom
bre de Instituto, para indicar que debía ser la
Casa-Madre en esta República.
La Casa primitiva llamóse el Rcmchito de Belén,
por su extremada pobreza, pues era un rincón
del terreno que ocupa hoy el Colegio Pío IX,
en la esquina de Victoria y Yaperú. — En el
año 1882, habiendo la distinguida Sra. de Rodrí
guez hecho una considerable donación á la
Pía Sociedad Salesiana, el Rvmo. Inspector
Costamagna dispuso que se levantara una C a.
pilla dedicada á María Auxiliadora, con un edi
ficio para Colegio de niñas frente á la antigua
casit que había hospedado interinamente á las
Hgas de María Auxiliadora en un terreno que
constituía la pequeña quinta del Colegio Pío IX .
La nueva Capilla inaugurada y bendecida por
el limo. Señor Aneiros (d. f. m.) en Mayo de
1S83, solemnemente consagrada por el limo.
Señor Cagliero en 1885, llamóse desde entonces
popularmente el Santuario de María Auxiliadora,
en el que no sólo las Hermanas y niñas del
Instituto, sino también los Salesianos y niños
de los Colegios Salesianos y sus Cooperadores
y Cooperadoras iban en ciertas épocas del año
á pagar su tributo de filial amor á la Patrona
de la Obra de Don Bosco.
Muy pronto se vió la necesidad de dar á la
Capilla mayores proporciones, y en 1890 se
construyeron las dos naves laterales, que aumen
taron más del doble su capacidad siempre insu
ficiente, aun ahora para tanta niñez, que allí se
reúne en los días festivos, contándose hasta 700
y 900 en ocasión de solemnidades.
L a primera imagen de María Auxiliadora que
se veneró en este Santuario, fué un Cuadro del
célebre pintor Rollini, discípulo de Don Bosco
y decorador del Santuario de Turín. Este cuadro
(que ahora se venera en la Capilla de S. Ni
colás de los Arroyos) fué sustituido en 1897 por
la hermosa y devota estatua, que actualmente
forma la admiración de sus devotos, obra pri
morosa y especialísima de los talleres salesianos
de Sarriá (Barcelona).
En Almagro, como en Valdocco, se nota que
lo que constituye la característica del Santuario
de María Auxiliadora, no es sólo el Templo, ni
la Imagen, ni la solemnidad de los cultos, sino
y más que todo, cierta habitual devoción, con
fianza filial y demostraciones continuas y comu
nes de cariño á la Auxiliadora del pueblo cris
tiano. — Las Hermanas, las alumnas, las Coo
peradoras parecen animarse recíprocamente en
ensalzar á su celestial Patrona : constantemente
se piden gracias y se agradecen y publican las
que se han recibido. — E l Santuario pues lo
forma, como siempre, la devoción de los fieles,
y en este caso es más atrayente y simpático el
ver que- son almas tiernas y sencillas las que se
encargan de propagar las glorias de la Virgen
de Don Bosco. « E x ore infantium... perfecísti
laudem > Por boca de la niñez M aría A u xilia
dora proclamó a l mundo sus alabanzas.
Si el lim o. Mons. Costamagna debe recono
cerse como el porta-estandarte de la devoción
á María Auxiliadora en América y fundador de
su Santuario en Almagro, no ha faltado tampoco
una humilde Hija de María Auxiliadora, la Ma
dre Visitadora Sor Luisa Vaschetti, que como
Superiora de las Hijas, supo hacer conocer y
amar á la celestial Madre, ya promoviendo la
Pía Asociación de sus Devotas, ya convocando
alumnas y Cooperadoras en derredor de la santa
Imagen todos los 24 de cada mes, y finalmente
embelleciendo con el nuevo altar de mármol y
fomentando con muchas manifestaciones de pie
dad el culto de la Auxiliadora. — Para esto fué
admirable el concurso y cooperación que pres
taron las más distinguidas familias de la Capi
tal, antiguas Cooperadoras de Don Bosco. Ellas
han bien comprendido que la Obra - Salesiana
es Obra de María Auxiliadora, y que la Sma.
Virgen parece decir como Jesús < lo que hi
cisteis á estos pequeñuelos (niños y niñas de Don
Bosco) á mi me lo hicisteis; » á la vez que la
—
323 —
misma Virg’en Auxiliadora derramando especiales
gracias sobre los que cooperan á su Obra, hace
Ella misma la propaganda asi de su culto como
de su Institución.
Entre estas buenas almas nació la idea de dar
á la Auxiliadora de Alm agro una prueba sim
bólica de la común devoción, juntando joyas y
preciosas prendas para labrarle una hermosa C o
rona, en la que figurarán perpetuamente los ca
riñosos tributos y donativos de las familias C oo
peradoras de Buenos-Aires. — Todas las devotas
de María Auxiliadora con celo extraordinario
fueron recogfiendo alhajas, joyas y brillantes y
todo se envió á Turin el 1901 para que se la
brasen las Coronas de la Sma. Virgen y del
Niño Dios, las que á fines del año siguiente
1902 llegaron á Alm agro, admiradas como pri
morosa obra de arte de piedad y devoción
hacia la Virgen Auxiliadora.
Sólo faltaba determinar la época y forma en
que se bendecirían y colocarían esas Coronas.
Y he ahí que el Sucesor de Don Bosco, el Rmo.
Sr. Don Rúa, alcanza de S. S. León X III el
espléndido Breve para la Coronación de María
Auxiliadora en Turin. Entonces se reconoce que
la Coronación de Almagpro no podía ser sino un
eco de la Coronación de Valdocco; y con este
fin. el Inspector Salesiano con la aprobación y
recomendación del lim o. Señor Arzobispo solí
cita de la Santa Sede especial autorización para
esta nueva Coronación. — D e Roma y de Turin
se nos contesta que, coronada la imagen prin
cipal por S. S. León XIII, podían los limos.
Prelados por su autoridad coronar imágenes de
I2 misma advocación sin especial decreto de la
Santa Sede.
i He ahí cómo se enlaza la fiesta de Almagro
con la de V ald o cco ! La una y la otra se refieren
¿ la Obra de Don Bosco, que es el prodigio de
María Auxiliadora en nuestro siglo. En ésta
como en aquella se ven los Salesianos, las Hijas
María Auxiliadora, sus Cooperadores y Coo
peradoras, con los respectivos alumnos y alumj»s, que entretejen la corona de María Sma. y
la colocan en sus sienes, para manifestarle su
confianza, su amor y su agradecimiento. — Con
esta solemnidad la juventud y el pueblo recobran
^>eranza en el auxilio de la gran Madre de
Dios, que les ha de conseguir todas las gracias
“ccesanas para su salvación. — Es un paso más
^ el camino de la restauración social, que se
^ de conseguir por María y empezando por la
1 — ¡ E s un pronóstico de nuevas victoda^ en pro de la Religión, cuales ya se consiPtieron en Lepante, Viena y Rom a!
i Ojalá la fiesta de Alm agro se repita muy
J ’onto en todas las poblaciones donde María
A»*iliadora ha sentado sus reales, y se establezca
en ellas la Obra de Don Bosco para la salva
ción de la juventud y del pueblo cristiano!
(Del Nuevo Templo de S. Carlos),
GUAYATÁ fEcuadorJ. — Nos escribe el celoso
y activo Cooperador salesiano D Andrés Avelino Garzón: Ansiosos los Cooperadores Guayiitenses de honrar á su celestial patrona, Mana
Auxiliadora de una manera especial, acordaron
por primera vez celebrar una solemne función
religiosa en honor de la que es el poderosísimo
A uxilio de los Cristianos, colocados como estamos
bajo su protección y amparo, la invocamos
para que nos obtenga la gracia necesaria para
la cooperación y propaganda de la Obra de
D. Bosco. E l 23 de Mayo al toque del Angelus
se anunció á los fieles algo de extraordinario,
cual era la celebración de la fiesta para el día
siguiente, cantándose por la tarde solemnes vís
peras.
La hermosa y artística imagen, obsequio del
Sr. Felipe H errera, fué colocada sobre un
elevado trono, rodeada de aromáticas flores é
infinidad de luces. Sin cesar era visitada por
gran número de fieles, los que se sentían atraí
dos a la piedad y devoción h ada María Auxila ora. Grande e|^ el regodjo y entusiasmo
que animaba el corazón de los señores que pro
movieron la fiesta. E l 24, el dignísimo Sr. Dr.
. anuel María Prada, Cura Párroco, siempre
dispuesto á complacer á sus feligreses, celebró
la misa,
banda, compuesta de Cooperadores,
bajo la dirección del hábil cantor-organista Sr.
Felipe Herrera, ejecutó una bellísima misa que
produjo sensaciones agradables. A l terminar la
misa, ocupó la cátedra de la verdad el mencio
nado Sr. Dr. Prada, quien con su genial elocuencia nos presentó á María como el objeto
de nuestro amor. Fué su palabra tan correcta,
sencilla, arrebatadora y acomodada al auditorio,
que estuvo pendiente éste de sus labios durante
hora, y media.
Deseando dar á la fiesta un realce extraordi
nario, se verificó á las dos de la tarde una so
lemne procesión. Organizada que fué, hizo María
Auxiliadora su carrera triunfal por las calles de
Guayatá. Durante el trayecto hubo muchas ova
ciones tributadas á la Madre de Dios. Bellísimas
composiciones fueron pronunciadas en las esqui
nas de 1^ calles por niñas preparadas al efecto,
merced á los esfuerzos de la Sitas. Mercedes
Bomal y RosaJina Garzón. A l cabo de una hora
regresó á la iglesia donde después de cantar
varias Salves, el Sr. Cura dió la bendición á los
fieles.
El Sr. Felipe Herrera desplegó un gran in
terés á fin de que la fiesta saliera lucida: en
ella hubo verdadero entusiasmo. Todos los C,oo-
— 324 —
peradores Salesianos coadyuvaron ccn actividad
y abnegación al realce de la fiesta. ¡ Gloria á
Dios y á María Sma. Auxiliadora 1 ¡ Que Ella
derrame copiosas bendiciones sobre sus devotos
Guayatenses, muchísimo se esmeraron en honrarla!
CUENCA (Ecuador). — Dice en una carta el
P. F élix T allach in i: < Aprovechando el fervor
con que siempre, pero sobretodo en el mes de
Mayo, acudieron los fieles á nuestra Capilla de
Lourdes, el Sr. Director, Pbro. D. Luís Colombo, supo en tal manera entusiasmarlos, que
con su óbolo se modeló y labró en pocos dias
una hermosa estatua de la Virgen de D. Hosco.
Bendecida en la Catedral por el lim o. Sr. Adm i
nistrador apostólico con asistencia del V . Ca
bildo, fué trasportada en procesión solemne á
nuestra Capilla en la tarde del 23 de Mayo. Cin
cuenta de la principales matronas llevaban alre
dedor de la estatua sus cintas rosadas ; que para
tanto da la piedad cuencana. L a imagen es obra
elegante y expresiva del Sr. Alvarado afamado
discípulo del insigne Vélez, hijos ambos de este
suelo.
^
%
1 .SI).®).® 5
.
®
1
El Pbro. D. Joaquín Spinelli, durante las mi
siones de Cuaresma, había ya colocado la ima
gen de María Auxiliadora en varias parroquias,
y son contadas ahora las que no la tienen. El
intrépido misionero de Gualaquiza, el P. Mattana,
acaba de poner la primera piedra de una capilla
dedicada á María Auxiliadora y con ésta son
cuatro en la provincia.
Los habitantes de la suburbana parroquia de
S. Roque, entusiasmados por su digno Párroco
y activo Cooperador Salesíano, el Sr. D, Napo
león Piedra, quieren alzar, no ya una capilla,
sino un templo regular. Con este fin trasportaron
en solemne procesión campestre la imagen de
María Auxiliadora á una humilde casita, donde
le prestan culto, mientras con ahinco trabajan
por construir el templo que pronto se erguirá en
el lugar llamado Llano de S . José. Con ésto ya
puede V . pensar que se va p rop ^ ando también
la Cofradía de María Auxiliadora. > ¡ Gloria,
pues, á la Virgen de D . Hosco y honor á los
devotos Cuencanos 1
. ®1,
®
í^DE N U E S T R A S
1, ®1.1?! .SI'
1 ,S) ^0
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M ISIO N E S
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ti)
/tP O S T O L ^D O SULESIUNO
E N P A T A G O N IA
Viedma, Julio de 1902.
S fí^or D. M i g u e l R ü a :
Muy amado P adre: Tengo el gusto de remi
tirle la presente, que no tiene otro móvil que
referirle en breves palabras los adelantos de las
Misiones Salesianas en los territorios del Sur, y
su acción benéfica para trasformar estas vírgenes
regiones en hermósos centros de virtud y de
progreso.
Nadie negará que en la Patagonia pueden vivir
cómodamente muchos millones de habitantes, por
este motivo la inmigración y civilización cris
tiana han de sentar aqui sus reales, la industria
y el trabajo explotarán las riquezas encerradas
en la Cordillera Andina y cultivarán con pro
vecho las inmensas llanuras, que cual verde
manto, visten y hermosean los Territorios del
Sur. En su horizonte se ha levantado ya entre
nubes de gloria, un delicioso iris de p a z, y la
jóven Patagonia seguirá firme su estrella de virtud
y de progreso.
F un dación y ad elan tos de la s
S a le sia n a s del Sur
Misiones
Los Misioneros Salesianos entraron en la Pa
tagonia con el ejército argentino el año 1879.
Fundaron la primera Casa de Misión en Car
men de Patagones, en Enero de 1880, y reco
rrieron repetidas veces el Territorio del Rio
Negro, instruyendo y bautizando á los indios.
Se establecieron además en los territorios del
Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego,
levantando templos, abriendo asilos, escuelas y
— 325 —
formando reducciones de indios, que en número
de veinte á treinta mil, se han convertido á la fe.
En 1896, secundando los deseos del Superior
Gobierno y de la Autoridad eclesiástica, se hi
cieron también cargo de la misión de la Pampa
Central, estableciendo parroquias y escuelas para
niños y niñas. Actualmente la misión tiene en
los Territorios Nacionales del Sur cuarenta casas.
El personal, entre sacerdotes misioneros, maes
tros de escuela, de artes, de industria agrícola
y catequistas, consta de ciento treinta individuos.
En todas las estaciones del año los Padres mi
sioneros recorren la campaña, desde la Pampa
Central hasta la isla de los Estados, administran
los santos Sacramentos y moralizan á las fami
lias, legitimándolas eclesiástica y civilmente.
En el Chubut se visitan é instruyen en la vida
cristiana y civil á los indios Thehuelches. En
el Neuquén á las numerosas tribus de Namuncurá y de Curuhuinca. Los indios de Yancuche,
y muchos centenares de familias de descendencia
pampeana y patagónica, esparcidos por los vastos
campos del Sur, son atendidos con esmero por
los PP. Misioneros Salesianos.
Todos estos indios son humildes, sufridos y
ya van tomándole amor al trabajo: cuidan sus
rebaños, levantan ranchos para sus familias, de
sean la educación de sus hijos y escuchan con
interés la palabra evangélica.
Es un error, pues, creer que en la Patagonia
ya no hay indios, más correcto sería decir que
ya no hay salvajes, pues hace más de veinte
años que los Misioneros trabajan por su con
versión.
E scu ela s p ro fesio n ales y a g ríc o la s —
B en eficen cia
La Misión además de sus numerosas escuelas
dominicales y diurnas, á las que acuden entre
externos y pupilos como dos mil quinientos
alumnos, tiene abiertos en Víedma para artes y
oficios los talleres de carpintería, herrería, sas
trería, hojalatería, zapatería, y posee una quinta
normal de diez y ocho hectárea.s, regada artifi
cialmente y cultivada con gran provecho de los
300 asilados.
En Roca se educan como cien huerfanitos, de
los que una parte se dedican á la agricultura en
dos grandes chacras: lo mismo en las orillas
del Río Colorado y en Junin de lo Andes, donde
reciben educación cristiana como docientos
alumnos, entre indígenas y naturales.
En la Tierra del Fuego, la Misión tiene dos
reducciones de indios, escuelas para niños y niñas. lavaderos de lana, tintorerías y máquinas
de tejidos, ganadería y aserraderos de madera.
A más de la tarea árdua é interesante de ins-
I
!
'
■
1
truir y educar moral y cristianamente á los in
dígenas y á las nuevas poblaciones, que paula
tinamente se van formando en los Territorio*»
Nacionales del Sur, los PP. Misioneros se ocu[)an
también en aliviar al prójimo en su indigencia
y enfermedades.
Con tal motivo existe en Viedma, capital del
Rio Negro y centro de la Misión, una impor
tante botica y un Hospital de Caridad.
Dió motivo á su fundación un pobre enfermo
de nacionalidad e.spañol, que yacía desatendido
á la intemperie en un galpón de Viedma. Los
Salesianos sabedores de su grave estado, lo fue
ron á visitar, lo retiraron, llevándolo á la Casa
de la Misión y lo atendieron en su larga enfer
medad, hasta que sanó, quedando el pobre muy
agradecido y admirado de la caridad cristiana,
hija de aquella Religión, que había olvidado.
Eso fué el 1889: y la voz cundida en todo
el valle del Rio Negro, de que los Salesianos
recibían á los enfermos, los hizo afluir de todas
partes. Entonces los hijos de Don Bosco, con
fiando en la Divina Providencia, se determinaron
á destinar para enfermería, primero dos cuartos,
luego cuatro salones para hombres, después en
patios y en jardines separados, otras cuatro salas
para mujeres. Se levantó al fin un edificio ade
cuado con todas las comodidades y exigencias
de la higiene, y su dirección se confió á las
Hermanas de María Auxiliadora.
El asistente, el doctor y el boticario, son Sa
lesianos.
Unas virtuosas y abnegadas enfermeras, ya de
edad, se han consagrado á esta grande obra de
caridad, y cuidan con admirable paciencia á los
pobres dolientes.
Se reciben á todos los enfermos que se [)resentan, y á todos se les atiende gratuitamente,
como también gratuitamente se dispensan los
medicamentos á los pobres, cuando los necesitan.
Existen dos salas para pensionistas y se han
destinado algunas camas para viejos inválidos é
impotentes para el trabajo. Llegan enfermos de
15, 20, 30 y hasta 80 leguas.
Desde su fundación han entrado 3144 enfer
m os: relativamente pocos han fallecido; los de
más salieron curados en la salud física y muy
reformados en su estado moral. El hospital no
ha recibido hasta hoy ninguna subvención, ni
de la Municipalidad, ni de la Gobernación , ni
del Superior G obierno; está enteramente á cargo
de la Misión Salesiana. No pocos modernos li
berales, en vez de apoyar una obra tan huma
nitaria. la hostilizaron con increíble m aldad;
;p o rq u é Hospital cñ sú zn o l/q u é /os pobres y los
enfermos padezcan, poco se les importa, con tal
que triunfe su ódio contra la R eligión!...... A
pesar de todo, los Salesianos siguen impertérritos
— 326 —
su obra de caridad, sólo esperando la recom
pensa de aquel Dios que ha d ic h o ; Infirmus
eram et visitasti m¿.
L a s H erm anas de M a ría S S . A u x ilia d o ra
Un número considerable de .Hermanas de
María SS. Auxiliadora consagran á la instrucción
y educación de las niñas y de las indígenas en
sus institutos de caridad, esparcidos hoy día en
todos los Territorios del Sur.
Dirigen la Pía Unión de las Hijas de María,
la Asociación del Sagrado Corazón de Jesús, y
las Conferencias Vicentinas para asistir y soco
rrer á los pobres y desvalidos.
Tienen además varias secciones de menores
asiladas; y en los centros más importantes po
seen casas de corrección , para reabilitar á las
mujeres delincuentes, en el honor, en la virtud
y en el trabajo. Para estas casas correccionales
el Superior Gobierno pasa una módica subven
ción.
O b se rv ato rio s m etcrco ló g ico s — Im prenta
— C la se s de canto —
M úsica instrum ental — C om pañías
Comuniones en los Colegios de los Salesianos. Colegios de Hermanas de María Auxilia
dora, parroquias, oratorios festivos de todas las
misiones 612.489.
Bautismos 49.102.
Matrimonios 11.564.
Niños atendidos en las misiones, oratorios fes
tivos, externos y pupilos 14.057.
Concluyo, muy amado Padre, encomendán
dole apoyar, como siempre, la causa de las Mi
siones Salesianas ante nuestros buenos Coope
radores, pues, la jóven y neófita Patagonia sólo
de la Cruz puede prometerse su vida, su honor
y su felicidad en un porvenir risueño.
O Crux, ave, spes ú n ica !...
Su humilde hijo en J. C.
J u a n B e r a l d i , Pbre.
BOGOTA - COLOMBIA
La brevedad de una simple relación no me
Medellín, 30 de Junio de 1903.
permite extenderme más sobre una obra de
tanto interés para los Territorios Nacionales del
Veneradísimo Padre D. M i g u e l R ú a :
Sur. Tendría que hablarle aún de los Observa
torios metereológicos de Patagones, Roca, Junin
Como le decía en mi anterior, el 24 de Mayo,
de los Andes, Santa Cruz y Tierra del Fuego,
solemnidad de María Auxiliadora, el Arzobispo
dirigidos por los PP. Misioneros. Observatorios
de Medellín bendijo en la Catedral á la pre
que enán en comunicación con el nacional de
sencia de innumerable pueblo, la primera piedra
Córdoba, con otros de la Capital Federal, de la
del primer Lazareto departamental, que ha de
Banda Oriental y hasta con los principales de
eregirse en las cercanias de esta ciudad, á una
Europa. Pero dejaré á otra pluma mejor que la
legua de distancia. Iba ya á darse principio á
mía, relatar los señalados servicios que prestan
los trabajos de construcción, pero ocurrió una
á la ciencia todos estos adelantos modernos.
grave dificultad. E l terreno destinado á la con
Nada le diré tampoco de las clases de canto y
strucción no era suficiente, y era necesario am
de música instrumental, de los Círculos Cató pliarlo. Se enviaron al lugfar dos señores de la
licos de Obreros y de las Pías Asociaciones de
Junta de Lazaretos con plenos poderes para
de San José y de San Luis G o n zag a , porque
contratar un terreno no menor de cuatro cua
demasiado prolija resultaría la presente, y yo
dras lindante con el anterior. Pero el negocio,
abusaría quizás de su bondad.
resultó mucho más difícil de lo que se creía.
Creo, sin embargo, de común edificación y
Los propietarios de los terrenos en cuestión
justa satisfacción de los caritativos bienhechores, ¡ hicieron el pacto, ó mejor dicho, se dieron pala
que ayudan con su óbolo las Misiones del Sur
bra de no venderlo á ningún precio, no queriendo
y sostienen todas estas obras de religión y pro
tener á coste alguno, por vecinos á los pobres
greso, publicar el resumen general de los frutos
leprosos. Hizo entonces la autoridad correr la
copiosísimos, que se han alcanzado.
voz de que, tratándose de la utilidad pública,
Son datos que he podido conseguir de los
despropiaría el terreno que más le conviniera.
archivos de la misión.
' Prodigioso remedio. Todos se ofrecieron á ven
Resumen general (iSy^-i^os). Veintidós años de
derlo; ¡pero á qué precio! E l primero pedia
tareas apostólicas:
nada menos que 100.000 pesos por.cuadra; y
Comuniones en la campaña, en los pequeños
nosotros necesitábamos almenos un terreno de
centros, en los valles y quebradas de la Cordi de cuatrocientos metros de lad o; otro pedia seis
cientos escudos de oro; un tercero otro predo
llera y entre los indios 400.173.
— 3 *7 —
exorbitante. De nuevo la autoridad hizo oir su
voz amenazando tasar el terreno por peritos, si
no se usaba discreción en el contrato. Entonces
el primer vendedor se contentó con cien mil
pesos por las cuatro cuadras á razón de veinti
cinco mil pesos la cuadra. Para acabar de una
vez con tal obstáculo ^e aceptó el contrato,
aunque aún era el precio demasiado elevado.
Habiéndo fijado el día para hacer la escritura
pública, el dueño del terreno no se presentó j
se estableció otro día y otro, y sucedió lo mismo.
Finalmente mandó á decir que no quería cerrar
el contrato á ningún precio. Procuramos descu
brir el misterio de esta n ega tiva , y llegamos á
saber que los vecinos del pu eblecito , en cuya
jurisdición se hallaba el terreno del Lazareto, le
habían amenazado si vendía el terreno. É l em
pezó á temer y de esto vino la indecisión pri
mera y la negativa después. Por tercera vez de
jóse oir la autoridad y finalm ente, como Dios
quiso, se vino á un a cu erd o , pagando , se en
tiende, los 100,000 pesos pactados. A l día si
guiente, el ingeniero con sus a5uidantes tiraron
las lineas principales del grande edificio, que
ocupara una superficie de 400 metros en cuadro,
sin contar las partes accesorias que se elevarán
en otra área de trescientos metros. Hace pocos
dias fui con el Sr. Arzobispo y el Sr. Gober
nador á visitar los trabajos, y se dió orden de
aumentar el número de los obreros hasta ciento
y después hasta doscientos. Y a puede partir
cuando quiera, me decía el Sr. Arzobispo de
vuelta á la ciudad; ahora estoy seguro de que
el Lazareto se hará; ya se puede ir tranquilamente.
Con esto quería decirme, que ya podía cumplir
mi ardiente deseo, que varias veces le había
manifestado, de ir al próxim o departamento de
Cauca que limita con Antioquía, para dar tam
bién en él principio á la obra de los leprosos
que tan buenos resultados va dando aquí. Pero
(donde está el dinero pera llevar á cabo una
obra tan costosa? — Las Provincias del Sud
oeste que visité en Diciembre y Enero han
concurrido con 310.000 pesos; la Provincia del
Sud, visitada en Febrero y Marzo, con 974.000;
la ciudad de Mefiellín sola, con 351.220; la ley
ti3. llamada la Uy de las mortuarias y donada*es entre vivos, cuyo producto está destinado por
el Gobierno de la República á beneficio de los
latosos, ha dado en 8 meses 175.000 pesos y
seguirá produciendo mensualmente algunos miles
de p esos; además el Gobierno Departamental
ha dado 100.000 pesos para pagar el terreno
comprado. Total x.914.220 pesos de esta mooeda. Antes de la guerra con esta suma se hu
biera podido construir un Lazareto grandioso,
l«ro ahora no será suficiente. Estaba ya ded^do ¿ visitar las otras provincias, que son tres,
y reunir asi los tres millones que el ingeniero
cree necesarios para terminar la o b ra ; pero tuve
la sorpresa de recibir de Bogotá un decreto le
gislativo con fecha del 6 de Abril de 1903,
firmado por el Sr. Presidente de la República
y de todo su ministerio, que fué para mí una
verdadera revelación.
E l decreto consta de 28 artículos, de los cua
les le transcribo aquí los principales. Después de
algunos considerandos , acerca del desarrollo
enorme que en Colombia va tomando la lepra,
y de la necesidad urgente de salvar por todos
los medios posibles á esta pobre Nación, corroí
da por este terrible cáncer, vienen los siguien
tes artículos.
1. E s obligatorio para todos los departamentos
de la República, el establecimiento de un Laza
reto dentro del territorio de su jurisdición,
en el cual se recogerán todos los leprosos que
se encuentren en el mismo Departamento.
2. Corresponde á los respectivos Gobiernos el
cumplimiento de la anterior disposición y se les
da amplia facultad para que , prévias las infor
maciones científicas necesarias, procedan á dictar
las medidas conducentes al efecto; de modo que,
á más tardar, dentro de tres años, se hayan
hecho todos los Lazaretos y recogido en ellos
todos los leprosos. Los Gobernadores entre tanto,
pedirán á las respectivas asam bleas, las sumas
que crean necesarias al efecto.
3. Mientras se oiganizan convenientemente los
Lazaretos departamentales, los Gobernadores to
marán todas aquellas medidas que creyeren
oportunas para evitar el contagio de la lepra.
4. E l Gobierno centra! tomará las determina
ciones más enérgicas para que este decreto sea
rigurosamente observado; y los gastos que oca
sione, se considerarán tan urgentes y necesarios,
como el pago de los empleados públicos.
5. Terminados los tres años, el Departamento,
que sin graves razones, no hubiera hecho su
Lazareto, perderá el derecho al producto de la
ley 113, que será enviado á Bogotá integral
mente, para dividirlo entre los Lazaretos más
numerosos y necesitados.
6. Para poder atender á la costrucción y sos
tenimiento de los respectivos Lazaretos, los G o
biernos dispondrán libremente de todo lo que
produzca la ley 113 del 1890: lo que faltare lo
tomarán del fondo común, ésto es, de las arcas
fiscales.
7. E l Gobierno de Bogotá conservará la su
prema inspecdón de todos los Lazaretos, con el
fin de darles una organización uniforme; y de
acuerdo con las entidades directamente encar
gadas de los mismos, podrá introducir todas las
reformas que creyere necesarias ó convenientes.
— 328
8.
En cada departamento los Gobernadores
nombrarán una Junta de beneficencia, compuesta
de hombres de absoluta honorabilidad y com
petencia, para manejar todos los fondos nece
sarios á la construcción y sostenimiento de los
General Roca, 5 de Marzo de 1903.
Lazaretos.
Todos los demás artículos , hasta el 28 , van
A m a d ís im o S r . D . R ú a :
dirigidos á explicar las obligaciones y los de
Habiendo por primera vez recorrido el Sur del
rechos de estas Juntas de beneficencia, cosa
excelente para asegurarse de que los fondos son .R íoN egro, he pensado enviarle una pequeña rela
ción para darle á conocer algo de lo que en estas
empleados en lo que se debe. De este modo la
ley no será defraudada, como lo fueron las pri remotas regiones hace el Misionero. E l día seis
de Febrero, hechos mis preparativos, me dirigí
meras, no sabiendo el público á donde iban á
hacía la costa del Río Negro, pero no pude va
parar las sumas que según la ley del 1890, estaban
destinadas á los pobres leprosos. Ahora la ley
dearlo hacia el Sur por imprevistos inconve
existe y es clara y perentoria, y podemos espe nientes. El día siete finalmente pude vencer to
dos los obstáculos y pasar al otro lado, desde
rar que se cumpla.
T u ve más tarde también otra grata sorpresa.
donde me dirigí al Sur, acompañado por el señor
E l 20 de este mes, el Congreso de la República,
Antonio Córdoba, íntimo amigo nuestro, deci
formado por una Cámara de Senadores y otra
dido y entusiasta Cooperador Salesiano. Nuestro
de diputados, elegido por voto de la Nación, se
viaje empezó con felicidad; después de siete ho
reunía en Bogotá en sesión extraordinaria por
ras de camino debimos hacer alto, siendo ya muy
mandato del Presidente. El 25 recibía yo un
avanzada la noche y necesitando descanso tanto
telegrama del Secretario del Congreso, en estos
nuestros cuerpos como nuestros caballos, que
términos: Como uno de los argumentos expues empezaban ya á sentir el peso del trayecto. Dor
tos al Congreso por Su Excelencia, el Sr. Pre mimos á la apostólica, teniendo por techo la bó
sidente de la República, es el de los Lazaretos,
veda del firmamento y por cama el duro suelo;
que se discutirá cuanto antes, juzgam os que
pero cuando se busca la mayor gloria de Dios,
seria muy conveniente su presencia en la Capi
no repara uno en incomodidades. A l aclarar del
tal. Creemos además que S. S. puede alcanzar
día continuamos la traversía de las áridas sie
mucho en beneficio de los leprosos y de los
rras, que ocupan una extensión de veinte leguas
Lazaretos, por que los Congresistas están muy
sin, viviendas humanas, morada tan sólo de ani
bien dispuestos á trabajar por el bien público.
males feroces. A eso de las diez, llegamos á
E l 28 recibía otro, firmado por el mismo Sr.
una fonda, especie de oasis para el viajero, en
Presidente en sentido idéntico, metiéndome pri
donde, después de celebrar la santa Misa, fuimos
sa para que lo más pronto posible vaya á la
obsequiados con un modesto almuerzo. Nuestro
Capital.
viaje continuó sin novedad por espacio de dos
Partiré, pues, dentro de 3 ó 4 dias y, si las
días, después de los cuales, empecé mi Misión
muías resisten, dentro del 15 estaré en Bogotá,
en casa de Sr. Regino Suárez, que me recibió
decidido á todo, hasta á perorar en el Congreso,
con mucha bondad, ofreciendo generosamente
si fuera necesario, para obtener finalmente la
su casa para obra tan pía. Aquí tan sólo se re
redención de los pobres leprosos de Colombia,
dujo mi ministerio á algunos Bautismos por coin
por tanto tiempo descuidados y olvidados. Ruecidir mi llegada con una fiesta de los indígenas,
gue por m i . amado Padre. E l 27 de Marzo,
llamada camaruco, cuya explicación daré en otra
S. S. León X Ill envió una bendición especial á
parte.
los leprosos de Colombia y á los Salesianos que
Por tanto dos días después, partí, pasando por
los tienen á su cuidado; mándenos también la
del Sr. Córdoba para Michehuas, que dista
suya y el Seúor hará lo demás.
sesenta leguas de Roca, paraje por donde jamás
Créame siempre su obediente y afmo. hijo en
cruzó Sacerdote. En el camino divisé á lo lejos
el Señor
una toldería de indígenas y me dirigí á ella,
pensando encontrar favorable acogida, pero á
E v a s i o R a b a g u a t i Pbro.
mi vista huyeron todos y tan sólo después de
haberme bajado del caballo, se presentaron al
gunos hombres que por mala voluntad ó igno
rancia , impidieron bautizar á varias criaturas
que yo había visto ocultarse. Este hecho no me
desanimó y continué adelante, pudiéndome con
vencer muy pronto de que no todos los indígenas
PflTaGOriia (Río negro)
— 329 —
estaban animados de los mismos sentimientos ;
pues no muy distante me recibieron con los
brazos abiertos, presentándome sus niños para
que los bautizara.
En Michehuas, centro de mi Misión, fui reci
bido por el Sr. Francisco Gabilán, quien lo puso
todo á mi disposición. A lli innumerables fueron
las familias indígenas, que desde siete ú ocho
leguas á la redonda, acudían con sus hijos para
que le administrara el bautismo y recibir ellos
los Santos Sacramentos; entre estos se encon
traban ancianos de más de ochenta años, aun
infieles.
En los días de mi corta permanencia, pude
preparar también algunos niños (no indígenas)
al Banquete Eucaristico. Aunque estos pobrecilios están ignorantes de todo progreso mate
rial, sin embargo su corazón abriga una fe viva
y ardiente en la Religión y sus Ministros, prueba
de ésto, es el cariño que me demostraron y la
tristeza que embargó sus corazones á mi despe
dida. Conmovido me dirigfi á otro de los puntos,
Uamádo Mencué, en donde esperaba encontrar
solo algunas pocas familias, pero ^cuál no fué
la sorpresa al presentarse ante mi vista un pueblo
immenso, diseminado en una grande extensión,
cuya existencia ignoraba aun el Misionero? Mu
chos fueron los bautismos que administré, muchos
los matrimonios que bendije. No permitiéndolo
el tiempo, por tener que emprender otra Misión
antes del invierno hacia el Norte, con senti
miento tuve que regresar dejando á aquellas
pobres gentes, que con instancia me pedían per
maneciera aun entre ellos algún tiempo más.
Mi vuelta ha sido penosa y llena de contratiem
pos: pues perdidos en un desierto arenoso, va
gamos un día bajo los rayos de un sol abrasa
dor, sin poder encontrar, sino al caer d e la tarde,
un poco de agua.
Muy poco permanecimos en el Ojo de agua,
pues el hambre que ya empezaba aguijánearnos
nos obligó á ir adelante, pensando encontrar
una morada que nos ofreciera alimento y des
canso. ¡ Vanas esperanzas! Dos días caminamos
perdidos entre unas interminables sierras, des^lecidos, sin poder pronunciar una sola palabra
por la suma d ebilidad; estábamos á punto de
hacer alto y esperar allí la voluntad de Dios,
cuando como inspirado exhorté á mi compañero
que hiciera un supremo esfuerzo , dirigiendo á
Dios una fert'orosa plegaria, y confiando en
María Auxiliadora, á quien con fe viva invo
camos antes de emprender el viaje. Nuestra
buena Madre visiblemente acudió á nuestro aurilio, y haciéndonos cambiar de derrotero, nos
condujo á una
que fué nuestra salvación.
Desde aquí nuestro viaje prosiguió, á Dios gra
cias, sin novedad, pudiendo dos días después
'"er nuevamente á nuestros queridos Hermanos
Roca. A hora por cumplir con mi palabra, no
qwero terminar mi relación sin narrarle la fiesta
<le los indígenas, llamada Camaruco, como antes
prometí.
Al llegar la estación de la madurez del
planta que abunda mucho en estos parajes, los
ik
indígenas recogen su fruto, que puesto en ebu
llición alcohólica, produce un licor que ellos de
nominan chicha. Convocan á todos los vecinos
y preparan dos caballos, el uno alazán, y el otro
blanco, adornados ambos con sendos collares de
cascabeles entrelazados con cintas blancas y ce
lestes. Dos jóvenes indígena.s los montan, y van
á recibir á los invitados, llevando uno la ban
dera argentina, y el otro la española, par.i con
ducirlos al punto de reunión. Llegados al lugar,
ocupan una extención de 500 metros en semi
círculo, cuyo centro ocupa la llamada diosa, an
ciana de edad muy avanzada, y al son de una
flauta de madera, artísticamente labrada por ellos,
rompen la carrera al derredor, lanzando desa
forados alaridos con los que creen implorar las
bendiciones del Cielo. De pronto cesa la ca
rrera, algunos de ellos colocan en el centro
cuatro palos en forma rectangular, otros enla
zan un hermoso animal vacuno, de color blanco,
y amarrado lo llevan al centro del rectángulo.
Un indígena muy diestro le da el g o lp e , y sin
ultimar la víctima, le arranca el corazón, y á
toda carrera seguido por todos los presentantes
lo pone, palpitante aun, en las manos de la
diosa, la cual lo presenta á todos para que de
positen en él las reliquias, que consisten en piedrecitas y palitos. Después las mujeres forman cír
culos asidas por las manos al derredor de la
diosa, que tiene en alto el corazón del animal, los
hombres vuelven á sus cabalgaduras y al son de
la flauta , emprenden nuevamente su carrera y
aquellas el baile, pidiendo á voz en cuello la
multiplicación de sus haciendas. La primera se
sión de la fiesta termina con una procesión
hasta un manantial llamado mcnuco, en donde
colocan el corazón.
A l día siguiente empieza la o rg ia ; una gran
matanza de animales ovinos. Con los intestinos
adobados con sal, pimienta, ajos y especies, ini
cian la fiesta. La chicha circula en abundancia y
empiezan á devorar crudos aquellos intestinos
llamados apol, que constituye su desayuno.
A las dos de la tarde es el almuerzo, en el
cual presentan las carnes asadas, con la famosa
chicha y otras bebidas, que los dejan en com
pleta embriaguez, de la cual no se levantan sino
después de muchas horas para continuar la fiesta
de la misma manera hasta el tercer día. Por lo
dicho verán nuestros lectores cual sea la crasa
ignorancia de estos indígenas y cuan benéfica
es la presencia del Misionero, para apartarlos de
tanta degradación.
A todos nuestros Cooperadores elevo mis rue
gos, p>ara que quieran interesarse ante Dios por la
suerte de estos desventurados hermanos nuestros.
Soy de V ., amadísimo Padre, afmo. y obe
diente hijo en J. CJUAN V
a ir a
,
Pbro.
— 330 —
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f))^ A R A sorprender á D io s form ando el tipo p erfecto de la m ujer, es necesario
subir h a sta el trono resplandeciente de M aría. M aría es una criatu ra aparte,
m ás b e lla por si so la que to d a la creación. E l hom bre no es digno de tocar sus
b lan cas v e s tid u ra s ; la tierra no es digna de s e rv irla de peana, ni de alfom bra los
paños de b ro cad o . Su blan cu ra ex ced e á la n ieve que se cu aja en la s m ontañas, su
ro sicle r al ro sicle r de lo s cie lo s, su esplendor al esplendor de la s e strella s. M aría es
am ad a de D io s, ad o rad a de lo s hom bres, se rv id a de los ángeles. E l hom bre es una
criatu ra n o b ilísim a, porque es señor de la tierra , ciudadano del cielo, hijo de Dios;
pero e sta m ujer se le adelan ta y le deslu stra y le ven ce, porque M aría tiene nombres
m ás d u lces y atributos m ás alto s. E l P a d re la lla m a H ija y la en vía em bajadores;
el E sp íritu Santo la lla m a E sp o s a y la h a ce so m b ra con sus a la s ; el H ijo la llama
M adre y h ace su m orada de su sacra tísim o v ie n t r e ; lo s Serafines com ponen su c o rte ;
lo s cie lo s la llam an R e in a ; lo s h om bres la llam an Señora. N a ció sin m ancha, salvó
al m undo, m urió sin dolor, v iv ió sin p ecad o.
D O N O SO C O R T E S.
S a lu s infirmonim
En Julio del presente año tuve noticia de
que la Señora D. A ., persona á quien profeso
especial cariño y estimación, habla caído postrada
por una fuerte pulmonía. Poco después, supe
que el mal habla avanzado extraordinariamente,
y que, desahuciada por los médicos y recibidos
ios últimos auxilios que la Religión prescribe, se
esperaba ineludiblemente su postrer momento.
Como me fuera imposible trasladarme al lugar
en que se encontraba, lleno de fe, á propósito
de haber leído en esos dias varios milagros
obrados por María Auxiliadora, no me quedó
otro recurso que invocarla para que curara la
enferma, ofreciéndole si así lo hacia, enviarle
una pequeña limosna y publicar la gracia en el
B o l e t ín S a l e s ia n o .
En efecto, á los pocos días supe con gozo
que la señora se habla repuesto. H oy cumplo
con el deber de enviar la limosnita ofrecida y
la relación para que sea publicada.
Actualmente con mucha instancia solicito de
María Auxiliadora, me saque de un compromiso,
concediéndome una gracia inmensa. Si como se
¡o prometo, E lla me la hiciese, enviaré una
ofrenda para la Obra de Don Bosco, haré publi
car la gracia y seré por siempre cooperador sa
lesiano, propagando su devoción para bien de
de muchas almas. Pido á los Cooperadores una
plegaria.
Gracias pués, sean dadas á tan bienhechora
S eñ o ra , que jam ás desoye nuestras plegarias
cuando se le pide con fe.
C , A . R.
Bogotá, Agosto
I de
1903.
G racias á M aría A uxiliadora
Con motivo de habérseme agotado los recurso.'para la continuación de las obras de esta nuev.'i
iglesia parroquial, y viendo el horizonte cerrado
por todas partes, á primeros de Enero de 1902
acudí á nuestra buena Madre con una Novena
de las que encargaba D . Bosco, y aunque tenia
gran confianza en Nuestra Señora empecé á de
salentarme algo, viendo que transcurrían los me
ses y que la obra seguía paralizada, no encon
trando más que desengaños en cuantos había
puesto la esperanza de a yu d arm e...; pero llegó
el mes de Diciembre, y durante la novena de
la Purísima recibí una carta y en ella la s ^ -
—
331
ridad de concluir las obras este verano, como
asi ha sucedido, pues el 3 del p. p. festividad
de nuestro santo Patrón, celebramos la inaugfuración de este templo parroquial. — Loado sea
Dios y bendita un millón de veces su Santísima
Madre.
P e d r o R a m o s , Párroco.
¡Gracias, M adre m ía!
Hallábase mi esposo atacado de una enferme
dad peligrosísima, los médicos que le asistían
se declaraban impotentes para combatir el mal
y esperaban su fin por momentos. Y o en aquel
desesperado trance recurrrí á María Auxiliadora,
me arroje de rodillas ante una imagen suya, y
la dije: Madre mía, sálvalo, cúralo de esa mor
tal enfermedad, y te prometo en cambio rezarte
una novena, salir de puerta en puerta recogiendo
una limosna para ofrecerte una misa y contribuir
con cuarenta bolívares de mi propio peculio al
engrandecimiento de la obra de Don Hosco. Si
me concedes esta gracia la haré publicar en el
Cadón y Cuchía (Santander), 3 de Septiembre 1903.
U na gracia
Durante el mes de S. José y en este Colegio
Salesiano de Valencia, se puso enfermo de gra
vedad el Sr. Pedro Ruiz, que cuidaba de la por
tería del Colegio. En pocas horas el mal avanzó
de tal manera y se hizo tan grave, que el mé
dico mandó administrarle enseguida el Viático
y la E.\trema Unción. A l caer de la tarde asis
tíamos conmovidos á la triste escena de enco
mendar el alma al pobre señor ya moribundo.
Todos pedíamos á María Auxiliadora y á San
José, la salud del enfermo, mas el mal seguía
y parecía inminente la muerte. Uno de los pre
sentes hizo la promesa de publicarlo en el B o
letín S a l e s ia n o si curaba el enfermo, y la
Virgen nos escuchó. Pocas horas después desa
pareció el pcligjo y, á la mañana siguiente, el mé
dico. que venia casi seguro de encontrarlo muerto,
lo encontró en completa convalescencia. Pocos
días después, estaba ya desempeñando su cargo
d que pensábamos llorar como muerto...... La
Vigen de D. Hosco lo salvó. L e sean pues dadas
mil gracial ahora y siempre.
Ho l e t í n S a l e s i a n o .
Mis ruegos fueron atendidos, como los son
todos los que se hacen con fe á tan bondadosa
Madre. Desde que comencé á rezarle la novena
empezó á notarse cierta mejoría en el enfermo,
corroborada por el dictamen de los facultativos,
quienes abrigaron desde entonces la esperanza
de prolongar su vida por algunos meses, pues
según ellos, la curación no seria radical y podía
en cualquier momento repetir el m a l; pero María
Auxiliadora lo dispuso de otro modo.
H oy mi esposo se halla curado radicalmente,
y yo, después de haber cumplido mis dos ofre
cimientos primeros, publico la gracia en el Ho
l e t í n S a l e s ia n o como un deber de gratitud.
M a r ía d e D e l g a d o .
Caracas, 20 de Diciembre de 1902.
¡A cción de gracias!
J o s é V . Salesiano.
Valencia, Septiembre 1903.
¡Cuán buena es M aría A uxiliadora!
Por espacio de siete meses estuve reducido
á la cama, sufriendo en una pierna una enfer
medad de carácter funesto. El tubérculo de la
enfermedad se extendió por todo mi orga
nismo. temiendo con fundados presentimientos,
el desarrollo de una tremenda tisis pulmorar.
Ya la medicina se hacia ineficaz y se habían
igotado todos los recursos posibles para ven
cer la enfermedad completamente. En tan de
sesperada situación acudí á María Auxiliadora,
V le ofrecí una limosna para su culto si me de■ 'olvia la salud y me ayudaba á sufrir resignado
iquellos días tan amargos. E l milagro se obró,
mmentadó con la buena marcha de todos mis
negocios, y una dulcísima paz en mi alma de
que antes no gozaba.
Con mucho g^sto envío á mi buena Madre
a pequeña limosna de diez y seis pesos para
que sean dedicados á su culto.
C ir í a c o M a t e o s L o b o .
República de Venezuela,
Betijoque, eo el Estado Trujillo,
—
El 20 de Mayo del corriente año, mi esposo,
José Suárez, fué reducido á prisión por los ene
migos del Gobierno del General Zelaya, que
asaltaron el cuartel de esta ciudad en la noche
del 19 del mismo mes; mí esposo fué conducido
preso al puesto de San Ubaldo y metido con
otros compañeros en una lañe ha en donde esta
ban expuestos á gran peligro. Después mi hijoEudoro Suárez marchó en seguimiento de su
padre y se fué á bordo del vapor Victoria, que
ocupaban los revoltosos, á cuyo barco hablan
trasladados ya á mi esposo, en donde le moles
taron sus enemigos políticos y se le amenazó
hasta con la muerte, lo mismo allí que en el
| pueblo de Moyogalpa. Mi hijo también arrostró
1 todos los peligros de los combates y peripecias
| de la guerra hasta el desastre del Victoria.
I En conflictos semejantes para mí dolorosísimos,
invoqué á María Auxiliadora, y mediante su pro
’ tección mi esposo é hijo salieron ilesos, después
de pasar tantas difícultades y peligros.
Hago pública manifestación de tan gran favor
y doy las gracias á María Auxiliadora.
j
E m p e r a t r íz d e S u á r e z .
Juigalpa (Nicaragua), 17 de Julio de 1903.
— 332 —
ALMAGRO (Rueños-Aires). — En el Colegio Pío IX. —
El XXV“ analverearlo de su fundación. — Tomamos de
E l Pueblo: « Una hermosa fiesta, digna de la fecha
que se commemoraba, se celebró el domingo, 30 de
Agosto, en el Colegio Pío IX de Artes y Oficios. A
las 5,30 de la mañana se hallaban reunidos muchos
de los ex-alumnos de D. Bosco, invitados á festejar las
bodas de plata del R. P. Vespignani, superior del
Colegio y el 25“ aniversario de su fundación.
» Momentos después la banda del Colegio Pió IX,
que dirige el maestro D. Francisco Rarderi, en
tonó una airosa marcha militar, empezando el des
file de los ex-alumnos para dirigirse á la Cripta de
San Carlos, donde se celebró una misa cantada,
oficiando el R. P. Milano.
» El espacioso Templo estaba totalmente ocupado.
Ocupó la Cátedra Sagrada Monseñor Lugones,
quien en breves y concisas palabras puso de relieve
la gran obra realizada por los Padres Salesianos é
¡nidada por el inmortal Don Bosco, invitando á la
selecta concurrencia á dar por ello gracias á Dios
y á acompañar con el corazón el Te Deum que iba
ú cantarse en acción de gracias.
» Concluido el santo oficio, la asociación ex
alumnos de Don Bosco, se reunió en el pórtico del
templo, y de nuevo la banda del Colegio hizo oir
sus melodiosos acordes.
» En seguida se pasó al Colegio, transcurriendo las
horas en amena conversación recordando todos los
juveniles dias pasados en él, y evocando como un
recuerdo lejano la tranquilidad de espíritu que go
zaron.
» Los grupos que se formaron, comentando unos
los inmensos progresos realizados por los Salesiaiios, y otros saludando á sus maestros y superio
res, reflejaban en sus semblantes la dicha de en
contrarse de nuevo dentro de aquel colegio, donde
tan felices dias han pasado.
» A las 12,30 llegaba Monseñor Sabatucci, siendo
recibido con vítores y aplausos. Lo acompañaba su
secretario.
» En el ancho patio de los artesanos se habían
colocado mesas para los alumnos del colegio, á fin
de que participaran también de la fiesta.
» A la hora de los brindis, se levantaron varios
Señores y algunos ex-alumnos para felicitar á los Sa
lesianos por los beneficios inmensos que en 25 años
de labor hablan esparcido en la República.
» En un ambiente de franca intimidad pasaban
las horas sin apercibirse.
» A las tres se pasó al amplio patio que sirve
de recreo A los estudiantes, en donde se tomó una
fotografía.
* Los ex-alumnos de Don Bosco. firmaron tres
albums: uno para Pío X, otro para D. Miguel Rúa,
sucesor de Don Bosco, y el tercero dedicado al
Padre José en prueba de reconocimiento y cariño.
» A las 3,30 pasó la concurrencia al teatro, ha
llándose ya ocupado por numerosas y distinguidas
familias, dándose en seguida principio al programa
anunciado.
» Desde el proscenio habló el ingeniero señor
Briano, ex-alumno, pronunciando un extenso dis
curso, en que estudió los progresos de los Salesia
nos, sus primeros esfuerzos en favor de la niñez,
y haciendo constar el bien que esta Institución ha
prestado á la civilización, saliendo de sus colegios
jóvenes aventajados, que ocupan hoy honrosas po
siciones, debido, sin duda, á los esfuerzos perso
nales y á la educación recibida en el Colegio Pío IX.
» El programa de la fiesta fué muy bien ejecu
tado en todas sus partes.
» Hablaron también los ex-alumnos Castellanos
y el R. P. dominico Castro, siendo ambos muy aplau
didos.
» El terceto bufo « Di Pandolfetti medico », gustó
muchísimo, siendo muy aplaudidos sus intérpretes.
» A las 4,30 llegó el arzobispo monseñor Espi
nosa, que fué saludado con nutridos aplausos.
» La banda del Colegio amenizó los entreactos
con escogidas piezas, recibiendo ovaciones.
» La fiesta del 30 será recordada con cariño por
todos los que á ella asistieron y por los Padres
Salesianos que deben estar satisfechos de su obra
realizada y de las múltiples manifestaciones de sim
patía de que fueron objeto. »
Asi compendia E l Tiempo de Buenos-Aíres los
25 años de existencia del Colegio Pío IX :
< Desde la llegada de los Salesianos á Buenos
.Aires (Diciembre de 1875), comenzó á agitarse la
idea de fundar un colegio de artes y oficios. La
obra de Don Bosco había despertado mucho in
terés.
* El doctor Eduardo Carranza Viamont, preridente de la .Sociedades de San Vicente, se puso á
disposición del R. doctor Caglíero (hoy Obispo titolar de Magida y Vicario Apostólico de la Patagonial y del R. P. Bodrato. para instalar proviso
riamente un aescuela. A l efecto se alquiló la casa de la
calle Tacuari, esquina de San Juan. — Allí se insta
laron con maestros salesianos, los talleres de en
cuadernación, sastrería, zapatería y carpintería. Se
admitieron como primeros aprendices á unos 25 jó
venes del Asilo de Huérfanos y algunos otros, que
i formaron al mismo tiempo una banda'de música,
i que se estrenó en ocasión del regreso de Italia de
i Mons. Cagliero, quien volvía de su visita al Pon¡ tifice Pío IX y á Don Bosco, en Agosto de i 877-
—
333
* A fines de 1877 llegaban á Buenos Aires al Rmo.
P. Santiago Costaniagna, el P. José Vespignani y
otros compañeros, y alquilaron al lado de la ca
pilla Mater M isericordiae, residencia de los Salesianos desde su llegada, una casita donde se esta
bleció un colegio de enseñanza elemental, con clase
de latín para los que aspirasen al sacerdocio. Este
colegio rudimentario tuvo unos 14 ó 15 pupilos y
unos 25 externos al cargo del mismo padre Vespi
gnani, mientras el R. P. Costamagna (hoy Obispo
tit. de Colonia y Vicario Apost. de Méndez y Gualaquiza en el Ecuador), se dedicaba con ardor al
ministerio apostólico, y por encargo de la V . Curia,
á la dirección de varios institutos religiosos. Entre
tanto, el Rev. P. Bodrato sustituía al Dr. Cagliero
«1 el cargo de Inspector.
* Se comenzó á buscar un terreno donde esta
blecer definitivamente la obra de D. Bosco con su
Oratorio festivo, talleres y clases de enseñanza.
» La sociedad progresista de Almagro ofreció la
administración de la iglesia de San Carlos que aca
baba de construirse, y con aprobación del Arzo
bispo Aneiros, se aceptó dicho ofrecimiento con la
carga de los 800.000 S, moneda corriente, que dicha
iglesia adeudaba.
» La sociedad de San Vicente prestó su auxilio
á los hijos de Don Bosco para la adquisición de
los terrenos limítrofes á la iglesia y bajo la direc
ción del arquitecto Benito Spinedi, se inició la constnicción del edificio para los talleres.
► El dia del Patrocinio de San José del año 1878
se trasladaron á San Carlos los dos colegios de es
tudiantes y artesanos que funcionaban provisional
mente al lado de la capilla Mater Misericordiae.
» El R. P. Rabagliati, actual Inspector Salesiano
en Colombia, dirigía á los artesanos y el R. P. Vespignani á los estudiantes.
» Entre los primeros Cooperadores figuran, ade
más del limo. Monseñor Aneiros y su digno V i
cario Mons. Espinosa, los Canónigos Casas, Párroco
del Socorro, Cang. García Zúñiga, párroco de la
Concepción, D. Luis De I.,a Torre, etc., etc..... y
los caballeros: Dr. Carranza, con todos sus Vicentinos, D. Francisco Benitez, D. Félix Frías, Don
Isidoro Calderón, D. Tomás de Anchorena, Don
Bonifacio Lastra, los Ayerza, los Estradas, los Re
pelo, etc., etc., y las señoras Isabel A. Elortondo,
í'elisa Dorrego de Ortiz Basualdo, Angela Dorrego
de Miró, Petrona C. Lamarca, María de Cazón,
Sra. Zelis, señoritas Aneiros y muclias otras fami
lias relacionadas con éstas.
El R. P. Bodrato de acuerdo con el Vdo. Don
Bosco y con los Vicentinos de Buenos Aires, de
terminó imponer al nuevo colegio el nombre del
Pontífice Pío IX.
» El dia de Santa Rosa del año 1878, se inau
guraban solemnemente las escuelas de Almagro.
» Han pasado 25 años: la primera escuela de
^ e s y oficios, tiene hoy treinta y tres colegios fi
liales. Los alumnos se aumentaron por millares,
l*asta contarse hoy Sooo niños pobres que se educan
fcn el país en las casas de Don Bosco.
» Cerca de 10.000 niños han pasado por la es®teia de Almagro en el curso de estos 25 años,
alrededor de 4000 niños se dedicaron á los oficios.
y los restantes al estudio. En él, más de un cen
tenar de niños pobres se educán y mantienen gratis
cada año.
» i Qué satisfacción experimentará el R. P. José
Vespignani, el antiguo maestro , al ver á su alre
dedor á los que conociera niños alegres y bulli
ciosos ! »
Si en algo puede animar á nuestros hermanos
de Almagro nuestra enhorabuena, se la damos
cumplida y de corazón, desde estas columnas, con
el anhelo de que el nombre y la acción Salesiaim,
que ellos tanto han honrado en el Nuevo Mundo,
se extienda en los pueblos que aún no lo conocen
para que la gloria de Dios sea exaltada en todos
los ámbitos de la tierra.
S. TECLA (S. Salvador). — Visita del Sr. Presidente
de la República. — El dia 28 de Junio amaneció
espléndido, porque suspirado por todos los mora
dores de este plantel. A la verdad, aguardábase en
dicho día una visita del Jefe mismo del Estado.
Habíanse preparado los músicos con sus más se
lectas piezas, los gimnásticos con sus militares evo
luciones..... todos se habían, por decirlo asi, dado
la mano para que el lucimiento fuera general. A
las 3 de la tarde llegaba en coche al Colegio el
Exemo. Sr. Presidente de la República, Sr. Don
P. J. Escalón. Recibiéronle en el atrio el R. Señor
Director, Pbro. Don J. Misien y los Bienechores
del Colegio Señores Gallardo, verdadero lustre de
la caridad cristiana en Sta. Tecla. A l pasar Su Ex
celencia el dintel rompió en una marcha triunfal la
Banda del Colegio, que ostentaba en ese día un
precioso uniforme nuevo. El Sr. Presidente se en
tretuvo algo tiempo hablando de la Capilla de María
Auxiliadora, cuya belleza arquitectónica, que os
tenta en la fachada, lo impresionó desde luego.
Acto continuo visitó el taller de encuadernación
con sus preciosas máquinas modernas; pasó al de
sastrería y zapatería donde mostró su satisfacción
por los resultados de nuestra tenería, y quiso des
pués ver la carpinteria con sus máquinas y motores
de último sistema. Mientras la banda desenvolvía
un precioso programa musical, .Su Excelencia en
su bondad quiso llegarse á visitar la propia tenería
y los ensayos agrícolas de nuestra finca. De vuelta
sentóse en un hermoso palquíto preparado al efecto
y asistió con evidente satisfacción á las evolucíóne»
gimnásticas que los estudiantes quisieron ejecutar.
.Atendido que sólo hace 4 meses que se están ensa
yando y con sóla una hora semanal, se mostraron
muy aprovechados ya en las marchas al son de la
banda como en los demás ejercicios de formación,
etc. También se lucieron con ejercicios á la barra
varios de los mismos jóvenes, llegando alguno á
arrancar al mismo Sr. Presidente nutridos aplausos.
La satisfacción del Sr. Presidente y el interés que
consiguientemente mostró, quiso manifestarlo ha
blando cordialmente con el Sr. Director, diciéndole
entre otras cosas que deseaba volver á solas para
ver á los niños en sus varias ocupaciones. No dejó
al propio tiempo de expresar su deseo de que se
acabe pronto el edificio que falta para completar
el plan del establecimiento.
Muy expresivas gracias debemos tributar ante
—
334
—
todo al Exmo. Sr. Presidente por habernos honrado
con su preciosa visita y habernos mostrado su distin
guido aprecio; y al propio tiempo, á todos nues
tros bienhechores que acudieron presurosos á realzar
con su grata presencia la fiesta de nuestro Colegio.
A todos nos depare Dios mayor ahinco para el
bien, para que recojamos ahora y más allá de la
tumba numerosos laureles.
DE
CUENCA (Ecuador). — Cortamos de una carta del
P. Félix Tallachini: « Ahora que el mundo está
lleno de noticias acerca de María Auxiliadora y el
Congreso Salesiano ¿no se dirá nada de Cuenca,
de la sabia Cuenca del Ecuador? Verdad es que no
(Continuación), (i)
tenemos grandes cosas que referir, por que hace
apenas seis meses que los Salesianos se han esta
blecido aquí, pero al fin algo hemos hecho.
En primer término, atendidas las difíciles circuns
No quería otra cosa más, que D . Bosco co
tancias por que atravesamos, nuestras tareas peda
menzase
la obra, y que escribiese inmediaugógicas se han reducido á un Oratorio festivo, ese
mente á D. Lasagna, exortandole para que bus
jardín de la infancia que fué el fundamento de
nuestra Congregación. Ee abrimos precisamente
case un local apropriado y los medios para
para quitar de en medio á unos protestantes, com fundar un Hospicio, destinado principalmente
pletamente exóticos en esta católica tierra, á quienes
á los jovenes artesanos. Por parte suya, aunque
autorizó la libérrima autoridad civil. Con sus ins
no podía ofrecerle dinero, le aseguraba, que
trucciones hicieron bonita figura nuestros chiqui
una vez terminada la obra le facilitaría los asis
tines con su enciclopedia infantil, su poliglotismo
tentes y maestros de oficios entendidos, que
y su cámara de lores, que bien pudiera ser de loros.
Pero gracias á Dios los señores pedagogos meto fueran necesarios. A si es, que esta empresa vin<
distas recogieron sus trastos y se fueron con la
á aumentar la pesada carga de ocupaciones y
música á otra parte.
trabajo de D. Lasagna, pero que él gustosamente
En estos días hemos inaugurado nuestra obra pre
aceptó, no teniendo la menor duda, que la Di
dilecta, los talleres.
vina Providencia le favorecería con su poderosa
Hemos Iniciado asimismo un curso superior de
influencia, para acabar una obra ordenada por
Religión en forma académica, mediante el concurso
do un Liceo de jóvenes católicos, cuya alma es
Su representante sobre la tierra.
nada menos que el preclaro escritor y poeta ame
Además de ésto, le invitaba al mismo tiempo,
ricano, el ex-presidente del Ecuador, Sr. D r. Luis
para que aceptase el nombramiento de Párroco
Cordero. Esperamos que el Señor bendiga la se
de Las Piedras y preparase en aquella parroquia
milla arrojada, pues en la época de laicización que
vamos á abordar, esta especie de cursos viene á
una habitación para las Hijas de María Auxi
ser una imperiosa necesidad. Con ésto hemos que liadora, que estaban próximas á llegar de Italia
rido realizar uno de los votos más ardientes, emi
con objeto de abrir allí una escuela para niñas.
tidos en los Congresos Salesianos, e.specialmente
Para facilitar á nuestros lectores, una idea exacta
en el último.
de
los espinosos quehaceres que pesaban sobre
Y no es ésto solo. Para corresponder al llama
miento de la Comisión Congresista, hemos hecho
D. Lasagna, no estará fuera de propósito el ha
algo más por la clase obrera, reorganizando una
ceros una breve reseña de cuanto trabajó para
antigua sociedad de artesanos que tenia su sede en
asegurar la existencia del Instituto de las Hijas
el local que ahora ocupamos. Fué inaugurada el
de María Auxiliadora en V illa Colon, las cuales,
din del Patrocinio de S. José, y con la protección de
por varias vicisitudes imprevistas corrieron ries
este gran Santo, va tomando incremento y solidez.
El dia de S. Luis Gonraga, fué también una oca go en los años 1878 y 79 de no continuar más
sión propicia para adherimos corde ci opere al mo su obra benéfica en aquella región.
vimiento salesiano de ultramar en favor de la ju
ventud.
nuestros niños se juntaron los de otras
escuelas, y lo que es más, los de nuestros queridos
(1) Veas« BoUtin Octubre, pág. ?Si. Como habrán
y sAbios Hermanos de las Rscuelas Cristianas. La
risto nuestros lectores en las Afemorías biográficas publi
fiesta se celebró en la inmediata parroquia de San
cadas en ese mes, habia varias erratas notables: asi
Francisco con asistencia de 1500 niños, de los que
en la 2* linea del Breve Pontificio. i>ág. 284, falta un
q^u después de cosas, está mal acentuada la palabra escri
la mitad comulgaron. La procesión solemne fué
bisteis, etc. y éstas fueron motivadas porque la premura
como el sello de esta grandiosa fiesta. Nuestros
buenos Cooi>eradores se han reunido ya tres veces • del tiempo no dió lugar á corregir estas últimas páginas.
en conferencia pública. se organizaron con sus ' Habrán visto asimismo que en la pág. 258, en la linea 6*
de la Oración á la palabra pos debe sustituirse fiax; y
correspondientes juntas y subjuntas y enviaron su
algunas otras, por las que pedimos excusa á nuestros
adhesión al Congreso. »
.buenos y pacientes lectores.
0 emoria$
BiograíÍca$
M ON S. L U IS L A S A G N A
—
335
La pequeña casa que habitaban, además de
ser insuñciente al gran número de niñas que
acudían á las clases y al oratorio festivo, ame
nazaba ruina por graves defectos de construcción.
No fueron capaces de asegurarla los 700 escudos
que gastaron en ella las beneméritas señoras
Jackson, que han sido siempre las bienhechoras
más insignes de la Obra Salesiana en U ru guay;
era preciso que el incipiente instituto transportase
sus tiendas para no poner á peligro la vida de
tantas jóvenes. Y aquí del celo y paternal so
licitud del buen Director para proporcionarles
casa, aunque no tenía dinero para comprarla.
La Providencia con un rasgo especial de bondad
vino en su ayuda, pues el Sr. Carlos Uriarte
puso á disposición de D. Lasagna una hermosa
quinta de veraneo y allá se trasladaron las Hijas
de María Auxiliadora. Pero D . Lasagfna conti
nuaba aún buscándoles una habitación fija, pues
el propietario de la quinta no tenía intención de
venderla, y aunque la hubiese tenido, hubiera
sido tan elevado el precio, que á los Salesianos
no les pasaba siquiera por la imaginación com
prarla. Pero garande fué la consternación de Don
Lasagna, cuando á los pocos meses recibió la
noticia de que el Sr. Uriarte, por un revés de
fortuna, se veía en la necesidad de vender cuanto
antes y al contado la quinta que ocupaban las
Hermanas. Parecía inútil entrar en contrato
con el dueño , no sabiendo de donde tomar
la suma necesaria. A l propietario le habían ya
ofrecido 25.000 duros por ella, pero él, deseando
ver la quinta habitada por religiosas, dijo que
prefería entrar en trato con Don Lasagna, con
cediéndole alg^n tiempo de tregua para poder
reunir el dinero necesario. Esta propuesta lo
consoló y desconcertó al mismo tiempo. Por
wia parte le halagaba la esperanza de poder
hacerse dueño de la casa, por otra la brevedad
del tiempo le ponía en la imposibilidad de pro
curarse los remedios necesarios para comprarla.
Expuso sus esperanzas y sus temores al Sr. Obispo,
quien á pesar de sus buenos deseos y de la pena
que le causaba la situación de D. Lasagna, dijo
que en nada podía ayudarle. Pero con todo no
se dió por vencido. Recomendó oraciones espe
ciales en honor de S. José y, mientras los de
casa rezaban, él recorría las calles de Monte^deo, haciendo una llamada á todos los cora
zones generosos. Pero el Cielo parecía sordo á
*us demandas. Dios quería sin duda poner á
prueba la fe de su siervo, pues á cualquier parte
•e dirigiera, no encontraba más que amargos
—
desengaños. Espiraba ya el último día del plazo
y D. Lasagna se hallaba aún con las manos
vacías. ¿Quién podrá describir las angustias de
aquella noche? E l buen sacerdote no pudiendo
cerrar sus ojos al sueño, fué á la capilla á
postrarse á los pies de Jesús Sacramentado con
indecible fervor. Después de haber orado largas
horas, volvió á su aposento y con el ardor que
le conmovía, ó más bien bajo la inspiración de
la caridad que le infiamaba, se puso á escribir
una carta á la Sra. Elena Jacksón, y al despuntar
el día se la envió por el medio del entonces
joven Salesiano, D. José Gamba. La benemérita
señora estaba ausente, y volvió á casa pocos
minutos antes del mediodía, ésto es, poco antes
que espirase el plazo fijado por el propietario.
Pero Dios misericordioso dispuso que aún fuese
á tiempo para conceder el socorro que antes le
había negado, y concederlo antes que se cerrare
el contrato con otros compradores.
E s verdad que no alcanzó toda la suma que
necesitaba, pero la que alcanzó era suficiente
para contentar al Sr. Uriarte y asegurarse la
posesión de la casa que tanto se prestaba para
las Hermanas.
L a Virgen Auxiliadora no tardó en recom
pensar al Sr. Uriarte la caridad que con sus
Hijas había tenido. A l cabo de pocos meses,
habiendo caído gp^vemente enfermo, recuperó
prodigiosamente la salud por las oraciones de las
Hermanas y la bendición de María Auxilia-dora
que le dió D. Lasagna. Complacíase éste en re
ferir el hecho con todos sus pormenores, para
aumentar en sus oyentes la confianza sin lí
mites en el poder de S. José y para demostrar
la eficacia de la oración hecha en los momentos
en que más difícil parece vencer los obstáculos
que se nos presentan.
—
•—
• ---------
C A P IT U L O X X .
Misión en Las Piedras. — Las vocaciones. —
Desahogos del corazón de un Misionero. — La
medida de su celo. — A la ‘ cabecera de un mo
ribundo. — Planes cumplidos. — Crecmi ios S á
lemenos.
Aunque siempre ocupado en la dirección de
tantas y tan variadas obras, D. Lasagna conocía
bien el peso de la responsabilidad que se había
tomado, aceptando el titulo de párroco de Las
Piedras. T odo el tiempo que sus ocupaciones
le dejaban libre, lo empleaba en ' aconsejar y
alentar á los Sacerdotes Salesianos, que con él
i
— 336 —
If
dividían la cura de almas, y en visitar las escue
las abiertas por las Hijas de María Auxiliadora.
No satisfechas aún con ésto las ansias de su
celo, en Agosto de 1879 dió una Misión en Las
Piedras para despertar el fervor de sus feligreses,
que desde algún tiempo descuidaban bastante
sus deberes religiosos. Suplicó al lim o Sr. Vera,
Obispo de la diócesis, que viniera él mismo á
predicar la divina palabra junto con el elocuente
orador Salesíano D. Santiago, Costamagna. Él
por su parte dispuso con tiempo á los fieles
para recibir con fruto la gracia divina, y sus
palabras hallaron eco en todas las almas. El
buen Pastor, acogido en Las Piedras con los
honores debidos á la dignidad episcopal y agasa
jado por la autoridad civil, tuvo la satisfacción
de ver á todo aquel pueblo, acudir al templo se
diento de la divina palabra y acercarse nume
roso á los santos Sacramentos. \ Cuántas ovejuelas
extraviadas no volvieron entonces al redil! Grande
fue la fatiga de los predicadores, catequistas y .
de los hermanos, pero abundantes fueron tam
bién los frutos. Fácil es, pues, imaginar lo que
gozarla el alma de D. Lasagna, siempre sedienta
de almas.
Pero como fiel imitador de D. Hosco, no tardó
en conocer que entre aquellas almas había al
gunas, que aspirado á más alto grado de p er
fección, no debían quedar confundidas con los
demás y expuestas á los graves peligros del
mundo. A estas almas D. Lasagna dedicaba sus
esfuerzos y su celo, para guiarlas por el sendero
de la virtud, soltarlas de todos los lazos que
aún las ligaban al mundo, transplantarlas, cual
delicadas flores, á las Congregaciones religiosas
en los jardines cerrados, delicias del Corazón de
Jesús. A esta su solícita é inteligente cultura
de las almas llamadas á vida más perfecta, de
bieron su vocación muchas jóvenes, que fueron
más larde esposas de Jesucristo en varias co
munidades religiosas, especialmente en la de
las Hijas de María Auxiliadora.
Más fatigosa y larga fué su solicitud por los
jóvenes llamados al estado eclesiástico ó reli
gioso : pero también en este campo ganó laureles
de triunfo. No tardó mucho en fundar en Las
Piedras un noviciado, que dió más tarde al Uru
guay, á la Argentina y á la Patagonia numerosos
y esforzados obreros e\'angélicos. Fué ésto de tanto
agrado á nuestro Padre D. Hosco, que varias
veces tuvo palabras de encomio pava D. La
sagna que tanto trabajaba por cultivar las voca
ciones.
Y no disminuían su entusiasmo ni las ocupa
ciones. ni los mil desengaños que hubo de pro
bar. ni las continuas dolencias que agotaban
»us fuerzas, pues bastábale considerar el estado
deplorable de tantas almas, para inflamarse en
santo celo por su salvación. El 3 de Abril del
1880 ésto escribía, después de anunciar la muerte
deSor Virginia Magone: « Pero no es este el tiempo
de hablar de agonía y de muerte, pues tenemos
necesidad de vigor y de vida para trabajar en
el campo inmenso que Dios nos pone delante.
Tantas son las necesidades espirituales de estos
pueblos, que por más que nos esforcemos en
poner mano á todo y abrazar más de lo que
podemos, nos apena el corazón tener que aban
donar tanto campo al demonio, que libremente
y sin trabas hace immenso estrago en todos y
en todas partes. Pero lo que más me oprime el
corazón, es ver á la juventud presa de los per
versos que labran su perdición y su ruina. Pues
habiendo conseguido las sectas enseñorearse de
la instrucción, han introducido sistemas tan des
caradamente materialistas, que horroriza ver á
inocentes niños iniciados ya por sus mismos
maestros en los misterios más vergonzosos de
la naturaleza degradada, y ésto so pretexto de
enseñar las ciencias y el progreso. » En esta
misma carta podremos también conocer los mo
tivos que le indujeron á defender con tanto
ardor la cristiana educación de la mujer. Estas
son sus palabras: ■ «No se perdona siquiera el
honor de las niñas, pues para acatar programas
sin religión y sin prudencia, deben también
sacrificar en las aulas, la vergüenza y el pudor,
esas dos galanas flores de la inocencia, que
hacen de la tierra un cielo. Seguro estoy de que
el Corazón de Jesús, á quien este espectáculo
renueva los dolores de la Cruz, mirará con ojos
de complacencia el celo y la caridad de Don
Hosco, que á costa de privaciones y sacrificios
manda hasta estas regiones, á multitud de sus
hijos p.nra disputar á Satanás el dominio de
tantas almas que han sido creadas para el
cielo. »
Y no le intimida el fragor de la borrasca que
le amenaza, pues, después de hablar del daño
inmenso que causan los diarios, añade: « El
Colegio Pío es una obra demasiado importante
para no merecer los primeros y más fuertes
ataques de un enemigo tan feroz y traidor como
el demonio. Los diarios en su mayor parte han
querido mancillar nuestra honra con sandeces é
imposturas; las sectas han tendido á nuestro
paso sus lazos y sus insidias, pero hasta ahora
nada han conseguido. El Colegio prospera á
despecho de todos los perversos, y el reino de
I Cristo se va extendiendo. Hemos fundado ya
I en tres años cinco casas salesianas, cinco centros,
donde Jesús se ve rodeado de numerosos ado
dores que van aumentando cada día. »
fS e continuará).
—
337
Biblioteca Horaria Solarlana
La cuestión social, que hoy se agita en el mundo,
está intimamente ligada con la suerte de la agri
cultura, como que ésta fomenta la industria, da vida
al comercio y es la principal fuente de riqueza para
un país. Desgraciadamente en nuestra amada patria
esta arte honrada y fructífera está bastante aban
donada, ya por la deserción general de los campe
sinos á las ciudades en busca de vida más cómoda,
ya porque, demasiado apegados á los sistemas an
tiguos, no quieren aceptar los modernos adelantos
que á este respecto ha hecho la ciencia.
Con feliz idea se ha fundado en Sevilla una Bi-
—
forma el III tomo de la Biblioteca Agraria Solariana, con más de 100 páginas en 4** Español. En
rústica 1,25.
Lecciones de Agricultura moderna, por el C. B o n stg n o r i .
Forma el IV tomo de la Biblioteca Agraria, en 4°
español, con más de 115 páginas é ilustrada con
16 hermosos grabados de plantas y máquinas. En
rústica, 1,25.
Instituciones prácticas populares de Agricultura Moderna,
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dicha Biblioteca. En rústica, 1,25.
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Se publicará cada mes un tomo de 100 á 150
páginas, encuarto, con ilustraciones, grabados, buen
papel y esmerada impresión.
España: un
trimestreptas.3,50Extr.: ptas. 4,50
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» semestre
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con plancha. en plata y sobrecubierta en papel de
seda.
España: un trimestre ptas. 7 Extranjero: ptas. 9
»
» semestre » II
»
»
15
»
» año
» 20
»
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28
Se venden además los tomos por separado. Para
explicaciones y detalles dirigirse al
fl5m ínish'aíor 6o la Biblioleca Agraria $olarian a'$ovilla.
PAGO A D E L A N T A D O .
Don Estanislao Solarl.
blioteca-Agraria-Solariana, cuyo objeto es difundir
ios adelantos, que en la agricultura ha hecho la
ciencia en estos. últimos tiempos. V'an publicados
hasta ahora 6 tomos, que según lo completos,
prácticos y bien escritos que están, dejan esperar
que podrán ser de gran provecho para despertar
la atención general hacia el estudio de la agricul
tura y de un gran provecho para los que ponen en
práctica sus enseñanzas.
Tomo I» y lio ; Los Labradores, la Agricultura y la
Cuestión social, por P e d r o R i c a l d o n e , en 4.0 es
pañol, buen papel, esmerada impresión é ilustrado
con un hermoso grabado del eminente ag^-ónomo
Don Estanislao Solari. En rústica 2,00.
B cahiT* de ios terrenos según el sistema Solari por
ei ingeniero agrónomo Don F r a n c i s c o B o a s s o ,
Sr. SanLago lüonlaldo
E
ste incomparable Cooperador, verdadero Pa
triarca de los Quinteros de S. Nicolás de
los Arroyos, murió el 29 del pdo. Septiembre
en edad avanzada,
Según nuestras miras, hombres del valor y de
la virtud del Sr. Montaldo no debieran morir
nunca; pero Dios que ve las cosas con los ojos
de su sabiduría muy diversamente que los hom
bres, lo llamó á Sí para darle el premio eterno:
bendito sea su santo Nombre.
Si santa y laboriosa fué la vida de nuestro
tinado, su muerte fué edificante y santa como
su vida. Quisiéramos decir algo de las santas
lecciones de virtud que nos ha dado durante su
enfermedad, pero hubiera sido preciso presea-
338 -
ciarla para conocerla. Testigos son sus nu
merosos parientes, amigos y admiradores que
acudieron á visitarle y á prodigarle las finezas
de la caridad ; su aposento vino á convertirse
en escuela de piedad y de virtud. Rezad, repe
tía continuamente, rezad que ahora sois muchos
y rezando podréis mucho: y como le dijésemos
que se cansaba con tanto rezar — No, respon
día, la oración no me ha cansado nunca; quiero
rezar hasta mi último suspiro. Nunca se reza de
masiado.
Murió rodeado de sus hijos, de los cuales
uno es sacerdote salesiano y dos hijas de María
Auxiliadora. Dió antes de morir consejos de
vida cristiana á todos los presentes, y espiró con
el nombre de Jesús en los labios y la paz del
justo dibujada en el semblante.
Este buen Genovés, que habiendo recibido
educación cristiana en sus primeros años, fué
después el modelo de sus connacionales, llegó
á Buenos-Aires el año 1857. Indignado contra
la indiferencia religiosa y desenfreno moral que
reinaba ente sus patriotas, se retiró á S. Nicolás
de los Arroyos con toda su familia. Levantó
una gran Cruz en medio del campo y, como
por la gran distancia no podían él y los suyos
acudir al templo, todos los dias y especialmente
los festivos , dirigía las oraciones del buen
cristiano.
Habiendo con mil sacrificios y penalidades
comprado un vasto terreno á orillas del Paraná,
estableció alli una vedadera colonia genovesa en
su lenguaje, en sus tradiciones y en su religión,
que llegó é ser un oásis donde reinaba la solÍdaríedad cristiana, patriótica y caritativa. Alli
vivió largos años amado y respetado de todos,
como uno de los patriarcas antiguos en medio
de su pueblo.
Cuando los hijos de D. Bosco se establecieron
en medio de aquellos buenos quinteros p;*r-i
encargarse de los asuntos religiosos de aquella
floreciente colonia, empezó á notarse en él
grande amor y entusiasmo por los hijos de Don
Bosco, quienes lo considerararon siempre como
uno de sus más insignes bienhechores.
El buen Anciano no contento con haber dado
tres hijos á la Congregación Salesiana, puso su
casa á disposición de los Hijas de María A u x i
liadora, que por su bondad y caritativo corazón
le llamaban con el dulce nombre de Papá San
tiago.
Su \nda fué la del varón justo de la Esetitura:
recto criterio, conciencia delicada, piedad asidua
y firme carácter fueron los rasgos de esta figura
patriarcal.
Su memoria dulce y santa permanecerá como
perpetuo modelo de honradez y virtud en la
colonia italiana, y nosotros al mismo tiempo
que bendecimos su recuerdo, pedimos á nuestros
Cooperadores una plegaria por su alma,
Sr. Augusto I Paredes
La muerte ha venido á cortar el hilo de una
existencia querida para los Cooperadores Salesianos de la ciudad de Vinces (Ecuador). El
Sr. Augusto S. Paredes pasó á recibir el premio
de los justos, el 26 de Mayo á la temprana edad
de 27 años.
A pesar de las ocupaciones que le daban
sus cargos en el juzgado y varias corporaciones,
no dejó nunca de fomentar el bien entre sus
semejantes y contribuyó no poco á la fundación
del Oratorio festivo que organizó el Dr. A . Metalli. E l y su digno herm ano, D . José M‘ Pa
redes, se constituyeron en Vinces, defensores y
propagadores acérrimos de la Obra de D . Bosco.
» Su devoción á María Auxiliadora fué fervo
rosa y tierna y murió resignado y piadoso como
buen devoto de María.
Encomendemos su alma al Señor, en muestra
de fraterno amor y en pago de sus méritos.
Cooperadores Salesíanos difuntos
E S P A flA .
Sra. D.* Magdalena Mira Albert
Alicante
»
Catalina Arias de Velasco
Barcelona
»
Antonia Vadrines V . de Barret
»
Rdo. Sr. D. José Trinidad Rodríguez
»
Sra. D.* Filomena Capderá
»
Sor M.‘ del Carmen Rodrigfuez
Burgos
Sr. D. Francisco Ruiz Marza, Castellón de la Plana
Sra. D.» Manuela Cedrón
Ferrol-Coruña
Sr. D. Higinio Escabedo Zuazo
Jerez
> Ramón Linares
Málaga
» Francisco Calvez Mongrand
» Manuel García
» Pedro Aguirre
» Mariano Peralta
Sra. D.‘ Antonia Vignote Vundellch
»
Julia de Bundsen
Sr. D. Modesto Villar y Arge
Siantander
Sra. D.* Dolores Polo Casamayor, S. Mateo-CastellóD
Sr. D. Francisco Crego Hemández-Tejada
»
» Manuel Serrano Salazar
T iñ a n a-A m érica
» Valentín Jaura y Hendrell
Zaragoza
AMÉRICA.
Sra. D.* Concepción Girón, El Dividive-Veneziiela
*
Dorila Ortega
Granada-Nicaragua
»
Lorenza Alvarez
>
»
—
539
Guayaquil-Ecuador
Sábana da Mendoza
Venezuela
Sni. D.* Concepción C. de Márquez, S. MárquezNicaragua
*
María de la P. Pérez de Santander Montalbán-Venezuela
Sra. D.* Dolores Gómez Miranda
Valencia
»
Amalia Castrillo
»
»
Virginia García
»
>
María de Jesús García de Hernández
Yaritagua
»
Saturnina Varela de Yratiral
»
»
Petrona Almeida de Mendoza
»
*
Josefa Antonia Portillo de Pérez
»
»
Gumersinda Rivas de Yepes
»
*
Carolina V . de Lozada
»
*
Rosa Quiroz
»
»
Leticia Heredia
»
Sra. D*. Petra Roca
Sr. D. Pedro Carmeles
—
Sra. D*. Petrana Urritazu
»María Castillo
»
María Arochena
Sr. D. Clemente Granadíllo
»
Dionisio Mantilla
Jaritagua
»
»
»
»
R . I. P .
N.B. — Se súplica á los Sres. Directores, Decurio
nes y Celadoras nos envíen cada mes el nombre de
los que han pasado á mejor vida, asi como tam
bién la fecha de su defunción y el pueblo y provincia
á que pertenecían. De este modo, además de ser
un lenitivo al dolor de los parientes del finado ver
que se acuerdan de sus queridos, al verlos inscritos
en la Necrología, nue.stros benévolos lectores su
fragarán con fervorosas oraciones por el alma de los
finados, pues: Santo y saludable es el pensamiento
de orar por los muertos.
I N D I C E D E L A N O 1903
Enero
Dedicatoria y a v i s o .............................................................. 1
Carta del Sucesor de Don H o s c o .................................... 2
Un afio m á s ............................................................................ 7
El Espíritu de un A p ó s t o l .............................................. 7
De nuestras misiones. — Patagonia (Territorio del
Neuquén) Carta s e g u n d a .............................................. 9
— Carta t e r c e r a ................................................................. 12
— Jamaica (Antillas)
.......................................................16
Gradas de María A u x il ia d o r a ........................................ 18
Nuestra Correspondencia; Santa Rosa de Toay —
T ú n e z ................................................................................21
Noticias y v a r ie d a d e s ...................................................... 24
A los n i ñ o s .......................................................................... 26
N e c r o lo g ía .......................................................................... a8
Nuestros grabados. — Lavadero de oro en Chosmalal
— Bañadas del Neuquén — Lago Carri-Lanquén
— Paso del Rio Curíleo — Cordillera del viento.
Febrero
El Papado ............................................................
Aviso á las Hijas de M a r í a ..............................
A loe pies del P a p a .............................................
El Espíritu de un Apóstol
De nuestras misiones. — Patagonia (Territorio de
N e u q u é n ) .......................................................
— A través del E c u a d o r ...................................
~ Matto Grosso (Brasil)j Entre loe indioe Coroados
®**cias de María A u x il ia d o r a ..........................
Crónica Salesiana: Barcelona: en el Tibidabo
— S. Vincéns deis Horts (Espafia)
. . . .
— Baranquilla (Colombia)....................................
N e c r o lt ^ ía ............................................................
Memorias biográficas de Mons. Luis Lasagna.
Xjbros r^alados á esta d ir e c c ió n ....................
Nuestros grabados. — Vista de Throlón — Habita'
óón de Qnili-Aialal — Hilandera Indígena — En
tre los Jibaros.
Marzo
El n ier Congreso Internacional de los Cooperadores
S a le s ia n o s ..................................................................57
29
E l Modelo del Obrero C r i s t i a n o ............................ 60
Las C o n gregacio n es......................................................61
El Espíritu de un A p ó s t o l ...................................... 6^
De nuestras misiones. — A través del Ecuador
; 66
— C o lo m b ia ............................................................ '.
. 68
Gracias de María A u x il ia d o r a ................................. 70
El Representante del Sucesor de D. Bosco eu América 73
Alocución del Emmo. Sr. Card. Casañas á los Barce
loneses
...........................................................................75
Crónica Salesiana: Maracaibo (Venezuela) — San
Rafael (Venezuela) — Baracaldo (Bilbao) — Vigo 76
A los n i ñ o s .....................................................................78
El Banco de los pobres l e p r o s o s ............................ 80
Memorias biográficas de M, Luis Lasagna
. . .
82
Necrología: Cooperadores Salesianosdifuntos
. . 84
Nuestros grabados. — Su Erna, el Card. Riclielmy
— S. E. el Card. Lúcido María Parocchi — In
terior del Santuario del Sdo. Corazón : de S. Pablo
(Brasil) — Alumnos internos del Colegio del Sdo.
Corazón, S. Paulo (Brasil).
A bril
32
33
36
38
42
44
48
50
53
54
54
5.5
56
La Coronación de María SS. Auxiliadora y el Iller
Congreso de los Cooperadores Salesianos . . .
85
El triunfo de María Auxiliadora y León X III . . 89
Preparativos para el C o n g r e s o ....................................... 92
E l Divino R e o ..................................................................... 93
El Espíritu de un A póstol................................................. 93
De nuestras misiones. — A través del EcuuíD i . . 95
— Patagouia (Territorio del N e u q u é n ) ........................ 98
Gracias de María A u x il ia d o r a ......................................104
Necrología: El Sr. D. Luis Costam agiia.......................106
Crónica Salesiana: Senado de S. Pablo del Brasil —
Santiago ( C h i l e ) ..........................................................107
Memorias biográficas de Mons. Luis Lasagna . . . i i i
Nuestros grabados. — Cuadro de María Auxiliadora
— Mons. Luis Spandre — El Barón D. Antonio
Manno — E l Abogado Caballero D. Riccardo Cat«
tanto — El Conde D. Deodado Olivíeri di Vernier — L a v ^ a de Norquin — Campamento de
Las Lajas — Mons. bendice la Guarnición de Las
Lajas — E l Exento. Sr. Duarte de Azevedo.
340 —
Mayo
A los C o o p era d o res.......................................................... U 3
La Coronación de María SS. Auxiliadora . . . . 114
£1 Espíritu de un A póstol................................................115
Documentos S a lesia n o s.....................................................117
De nuestras misiones. — Patagonia (Territorio del
Neuquén) — Colombia: D. Albera en los Lazareretos de Contratación y de Agua de Dios .
Gracias de María A u x ilia d o r a .........................
•Crónica Salesiana ...................................................
A 1<» n i ü o s ............................................................
Memorias biográñcas de Mons. Luis Lasagna
Necrología: Da. Dolores Serra de Chopitea
Nuestros grabados. — Santuario de María Auxiliadora
— Estancia Pavia en Cohunco — Pasando al Río
Catanlil — Cementerio de Indios del Neuquén.
Junio
£1 Congreso
..................................................................*4 ^
Amor y S a crificio ............................................................... *4*
E l Espíritu de un A p ó s t o l ........................................... ^43
Documentos Salesianos ..................................................... ^45
De nuestras misiones. — Patagonia CTerritorio del
NeuquénJ — Colombia: D. Albera en los Lazare
tos de Contratación y de Agua de Di os . . . . 150
O rad as de María A u x il ia d o r a ......................................iS7
E l Representante del Sucesor de D. Bosco en América 160
«Crónica S a le s ia n a ...............................................................164
Necrología: Exma. Sra. Da. Julia Grund — L a Srita.
María Luisa Tobar ..................................................... 167
Memorias biográficas de Mons. Luis Lasagna . . . 167
Nuestros grabados. — Mons. Cagliero acompañado
del Elstado Mayor de la Guarnigión de S. Martin
de los Andes — Mons. Cagliero hospedado por el
Coronel Pérez — Indios de la tribú de Curuhuinco
_Bosques en S. Martin de los Andes — Funi
cular en construcdón al Monumento de María
Auxiliadora en Nictheroy.
Jtilio
•Salve R e g i n a .................................................................... 169
Fiestas y Triunfos de María Auxiliadora . . . . 170
Primer dia del C o n g r e s o ................................................ i 73
-Segundo dia del C o n g r e s o ........................................... 179
Tercer día del C o n g r e s o ................................................183
Autógrafo que León X III dirige á D. Riia
. . .18 4
El gran día, Coronación de María Auxiliadora . . iSo
A los niños: Dios á b o rd o ................................................ 195
Nuestros grabados. — S. E. el Card. Ram]>oIIa —
Salida de los Obispos y Prelados del Congreso
_A la tumba de Don Bosco — Interior del San
tuario de M. A.
Asociaciones católicas — Des
file de los Obispos — La Coronación de la Elstatua
_ La salida de la Iglesia — La Procesión.
A gosto
¡|H a muerto T.eón X I I I ! ! ................................................197
E l Papa León X III, sus datos bi<^\ficos y la enfer
medad .............................................................................. 203
Ecoe del Congreso y de la C o r o n a c ió n .......................205
De nuestras misiones. — Patagonia fTerTitorio del
NeuquénJ — Colombia: El primer Lazareto de
partamental para los pobres leprosos.......................209
Gradas de María A u x il ia d o r a ......................................218
Crónica S a lesia n a ...............................................................aao
Necrología: D. Felipe Neri Huerta — Da. Ramona
Mer Ribot de G ó m e z ................................................234
Libros regalados á esta d ir e c c ió n .................................235
Ueiuoriaa biográficas de Mons. Luís Lasagn a. . . 236
Nuestros grabados. — S. S. León X III — Los pajes
de la Virgen — Imagen de María Auxiliadora de
Turln — Río Aluminé, Paso S. Ignatío — Ranchos
de Namuncurá — E l Conde Sr. Deodato Olivieri
de Vem ier.
Septiem bre
Nuestro Smo. Padre Pió X ......................................... 229
Un nuevo P a p a ..............................................................230
Datos biográficos de Pió X ..........................................231
Pensamiento sobre el P a p a ......................................... 232
Elcos del Congreso y de la C o r o n a d ó n ..................... 233
Gracias de María A u x ilia d o r a .....................................23S
De nuestras misiones. — Pat^onia (Territorio del
N e u q u é n ) ................................................................ ,241
— Mntto (Grosso B r a s i l ) .............................................244
— A través del E c u a d o r .............................................247
Una fecha m e m o r a b le ....................................................252
Memórias biográficas de Mons. Luis Lasagna
. . 254
Cooperadores Salesianos d if u n t o s ................................25$
Nuestros grabados. — Casa de Junín de los Andes
— Medios de transporte en la Patagonia — Indios
jóvenes y un cadque de la tribú de los Coreados
(Matto Grosso-Brasil).
Octubre
Una prenda del amor de Pío X
. • ......................257
E l momento s o c i a l ......................................................... 258
El Recuerdo de León X I I I .......................................... 260
Ecos del Congreso y de la C o ro n a ció n ......................263
De nuestras misiones. — Patagonia (Territorio del
N e u q u é n ) ................................................................... 268
— C o lo m b ia........................................................................ 273
— Matto Grosso ( B r a s i l ) ............................................... 277
Memorias biográñcas de Mons. Luis Lasagna
. . 279
Necrología: El Canónigo B e l l o n i ................................ 281
B ib lio g r a fía .........................................................................284
N oviem bre
Carta E n ddica de N. Smo. S. Pío X ......................289
Documentos S a lesia n o s....................................................295
Ecos del C o n g r e s o ......................................................... 29S
Ecos de la C o ron ació n .................................................... 299
El Representante del Sucesor de Don Bosco en América jet
B ib lio g r a fla ........................................................................306
Misiones. — P a ta g o n ia ....................................................joj
Gracias de María A u x il ia d o r a .....................................31°
Crónica S a lesia n a .............................................................. 3H
D iciem bre
F elicid ad es..........................................................................Jir
Documentos S a l e s i a n o s ................................................ 3'^
Ecos del Congreso y de la Coronadón
. . . . 3^^
E>e nuestras Mlssíones: Apostolado Salesiano en
Patagonia — Bogotá (Colombia) — Patagonia
(Rio Negro)
................................................................3*4
Gracias de María A u x ilia d o ra .......................................33‘*
Crónica S a l e s i a n a .............................................., . 33*
Memorias Bic^n^cas de Mons Luís L a s a ñ a . . 334
Biblioteca Agraria S o l a r i a n a .......................................337
Necrología: Sr. Santiago Montaldo — Sr. Augusto
J. P a r e d e s .....................................................................337
Cooperadores Salesianos d ifu n to s................................. 33*
Indice del año 1903 . .................................................339
Coo aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
Gerente: JOSÉ GAMBINO.