BS_1904_04

Ficha

Título
BS_1904_04
Descripción
Boletín Salesiano. Mayo 1904
Fecha
1904.05
extracted text
ivj

’■

Redacción y fldmiqistración
y/a Cottolengo, ^2 —

^

ANO X IX — N. 5



Publicación mensual

SUMARIO : Ante el altar de María Auxiliadora . . 89
Entíclica de la I n m a c u la d a ......................................... 90
Las Escuelas Profesionales según el pensamiento de
Don B o s c o .................................................................. 93
El Representante del Sucesor de Don Bosco en
América
....................................................................... 97
De nuestras Misiones; Matto Grosso (Braríl) . . lo i



Turin-Italia.
M A Y O de 1904

Gracias de María A u x i l ia d o r a .................................... 104
Crónica S a le s ia n a ..............................................................107
E s p i g a n d o ......................................................................... n o
Necrología: D. Juvenal Bonavia: — D*. Francisca
Carbonell — L*. Jacinta C re s p o ................................. m
Cooperadores Salesianos d if u n t o s ................................. ii3

Unte el altar de líiaría Huxílladora
Cuando este número llegue á vuestras manos, amados Cooperadores y lec­
tores amables, estaréis ya celebrando el mes de las flores y preparándoos para
honrar á María Auxiliadora en su fiesta. Estamos en el Año Jubilar de M aría;
celebramos el mes de María; el 17 de este mes es el Aniversario de su Co­
ronación y el 24 el día de su fiesta; tenemos buenos motivos y nada nos falta,
para poner este año todo nuestro entusiasmo, todas nuestras fuerzas y nuestra
devoción en celebrar bien la fiesta de María Auxiliadora.
En este dichoso mes y el día de la solemnidad, id, amados Cooperadores,
i postraros á los pies de María Auxiliadora, id á honrarla con vuestra piedad,
á darle gracias por los mil beneficios que cada día derrama sobre vosotros, á
pedirle nuevos favores y nuevo brío para continuar el espinoso camino de la
vida. María es la M adre de la gracia, la M adre del Buen Consejo y el Auxi­
lio de los Cristianos.
D urante e ste m es se pueden lu crar la s in d u lg en cia s: 1° de 300 d ia s, h aciendo en
publico ó en p riv ad o algún acto de p iedad en honor de M a r ía : 2 Indulgencia
píenaria el ú ltim o día, si desp u és de h ab er con fesad o y com u lgado, ro g á is según la *
intención del Sum o P on tífice.

i.



9

0



"3 ^

ncíclica de la Inmaculada
,T

,UESTRO Santísimo Padre, PIO X , con
fecha del 2 de Febrero^ escribió á los
Patriarcas , Prim ados, Arzobispos,
Obispos y otros Prelados ordinarios, en paz y
comunión con la Sede Apostólica, la Encíclica:
A d diem illum, sobre e l faustísim o hibileo de la
Definición Dogmática de la In m a cu la d a C o n ­
ce pció n de la Virgen Santísima. Llevados de amor
ardiente á la Virgen Purísim a y de filia l afecto a l
Sumo Pontífice^ ya que reproducirla toda no nos es
posible, señalamos á nuestros lectores los pasos más
importantes de este sabio documento.

1. La SSma. Virgen ha prestado eficaz amparo á la
Iglesia en la segunda mitad del siglo XIX.
Después de recordar aquel « día gozosísimo en
el cual se cumplirán cincuenta años de aquel
otro en que, rodeado de un magnífico acompa­
ñamiento de Cardenales y Obispos, Nuestro Pre­
decesor Pío IX , Pontífice de santa memoria, con
autoridad de infalible magisterio, declaró y pro­
mulgó, ser revelación divina que la Beatísima
Virgen María, desde el primer instante de su
Concepción, fué preservada de toda mancha de
pecado original », y la alegría, con que las N a­
ciones todas de la tierra acogieron esta proclamación
y * las esperanzas, de ningún modo temerarias,
que hizo concebir á Nuestro predecesor Pío IX
y á todo el Episcopado del mundo, la solemne
definición del dogma de la Concepción Immaculada de M aría», e l Sumo Ponttjice enumera los
señalados favores concedidos á ¡a Iglesia durante
la segunda mitad del siglo X IX . € Y en efecto;
¿quien podría enumerar los secretos dones de
gracia que, por intercesión de la Virgen, durante
todo este tiempo ha derramado Dios sobre su
Iglesia?...... ¿Q ué no habrá que decir del Con­
cilio Vaticano, con tanta oportunidad reunido,
ó de la infalibilidad pontificia, proclamada tan
á punto contra los errores que iban á levantar
cabeza, ó finalmente del nuevo y nunca visto
fervor de piedad con que los fieles de toda clase
y de toda nación acuden en persona á venerar
al Vicario de Jesucristo? ¿Y acaso no aparece
admirable la Providencia de Dios en dos de
Nuestros Predecesores, á saber. Pió IX y León
»XII1, que en tiempos turbulentísimos rigieron
santamente la Iglesia con longevidad de Ponti­

ficado, á nadie antes que á ellos otorgada? Añá­
dase que, apenas proclamado por Pío IX como
dogma de fe católica, que María fué preservada
de toda mancha original, en tierra de Lourdes
comenzó la Virgen misma sus apariciones mara­
villosas, en memoria de las cuales, con magnifico
y grandioso esfuerzo de la piedad, se edíficaroa
dos templos á la Inmaculada, donde los prodigólos,
que diariamente se obran por intercesión de la
divina Madre, son espléndido argumento contra
la incredulidad de la época presente. Tantos y
tan grandes beneficios, concedidos por Dios
mediante la bienhechora intercesión de la Virgen
en estos cincuenta años que pronto van á cum­
plirse, ¿por qué no han de convencernos de que
la hora de nuestra salud está más cercana de
cuanto hasta aquí creíamos? »

II. Por qué debemos celebrar el Jubileo de la lama*
culada.
< Mas la razón principalísima. Venerables Her­
manos, de que el quincuagésimo aniversario de
la proclamación del dogma de la Inmaculada
deba excitar un singular fervor en el ánimo
cristiano, consiste para Nós en lo que ya dijimos
en Nuestra primera Carta Encíclica, conviene á
saber, en la restauración de todas la cosas en
Cristo. Porque ¿quién no verá que no hay camino
más seguro y expedito que María para llegar á
Cristo y unirse á É l y obtener por su medio la
adopción de hijos, de manera que seamos santos
é inmaculados á los ojos de Dios? »
Y después de desarrollar magistralmente este
pensamiento, continúa: « ¿C ó m o pensar de otra
manera? ¿N o hubiera podido Dios damos sin
María al Salvador de la humanidad y Fundador
de la fe? Mas, habiendo querido la Providencia
divina que tuviésemos al Hombre-Dios por María,
la cual, por obra del Elspiritu Santo, lo concibió
en su seno, nada nos resta á nosotros sino recibir
á Cristo de las manos de María. A si es que
cuantas veces se habla proféticamente en las Sa­
gradas Escrituras de la gracia que aparecerá
entre nosotros, casi otras tantas se nos'presenta
el Salvador de los hombres, en compañía de su
Santísima Madre...... »
< Q ue por la Virgen, y por E lla más que pos

_
ningún otro medio, se nos concedió manera de
llegar al conocimiento de Cristo, nadie lo podrá
dudar si repara que Ella fué la única con quien
Jesús, como conviene entre hijo y madre, estuvo
en compañía y trato familiar treinta años. ¿A
quién, mejor que á la Madre, fueron revelados
los admirables misterios de la natividad y la in­
fancia de Cristo y, sobre todo, el misterio de
la Encamación, principio y fundamento de nuestra
fe?..... >
< Síguese de aquí, como ya indicamos, que
nadie es tampoco más apto que la Virgen para
unir á los hombres con Cristo. Por lo cual, si,
según la misma sentencia de Cristo, la vida eterna
consiste en conocerte á ti. D ios verdadero, y á
Jesucristo, á quien tú enviaste (i), consiguiendo
nosotros por María el conocimiento de Cristo,
por María conseguimos también más fácilmente
aquella vida de que Cristo es principio y manantial.
< Y si nos ponemos á considerar un poco
cuántos son y cuán grandes los motivos de que
esta Madre Santísima ponga todo empeño en
alcanzarnos tan preciosos dones, ¡ cómo se dila­
tará nuestra esperanza!......
< Pues si la Santísima Virgen es á un mismo
tiempo Madre de Dios y de los hombres, ¿quién
podrá dudar de que pone toda solicitud en que
Cristo, Cabeza del aierpo de la Iglesia (2), infunda
en nosotros, que somos miembros suyos, sus
dones, y, antes que ninguno, el de conocerle
para que por É l tengamos vida » {3).
Y concluye: <. María se sienta á su diestra
como Reina, segurísimo refugio y fidelUima A u x i­
liadora de cuantos se hallan en peligro, tal que
no haya lugar á temor ni desesperación bajo su
guia y auspicio, su favor y su defensa» (4).
Supuesto todo lo cual, ¿quién no verá con
cuanta razón hemos dicho que María, que desde
la casa de Nazaret hasta el Calvario hizo constante
compañía á Jesús, más que nadie conoció los
secretos de su Corazón, y que administra, casi
con derecho maternal, el tesoro de sus méritos,
es el principal y más seguro apoyo para llegar
al conocimiento de Cristo? Bien nos lo confirma
la deplorable condición de cuantos por diabólico
engaño ó por falsas doctrinas creen poder pres­
cindir del auxilio de la V irgen......>

ni. Cémo debemos celebrar el Jubileo de la
calada.

lama*

Siendo así todas estas cosas, Venerables Hernasos, á ese fin deben tender principalmente las
I^ vidades que por doquier se preparan en
:• S. Joftn. x rn , 3.
ti) Cok». I , 1 8 .
' S. Joan. I V . 9 .
R o IX, B aU I iu ffd b ü it.

91


honor de la Inmaculada Concepción de María
Santísima. E n efecto, ningún obsequio puede
ser más grato y acepto á María, como que co­
nozcamos según conviene y amemos á Jesús.
A sí, pues, acudan los fieles en gran número á
los templos, celébrense pomposas solemnidades,
haya públicos rego cijos; todo ello contribuirá
no poco á alimentar la fe. Mas si ñ todo ésto
no se junta el obsequio de la voluntad, tendremos
no más que exterioridades y sólo apariencias de
religión, viendo lo cual la Virgen podrá quejarse
de nosotros diciéndonos aquellas palabras de
C risto : Este pueblo me honra con los Ud>ios, pero
su corazón está lejos de mi » (i).
« Porque no es sincera devoción á la Virgen,
sino aquella que nace de la voluntad, ni en este
punto valen nada las obras exteriores si van
separadas de las del ánimo. Estas obras interiores
han de tender únicamente á conseguir que en
todo obedezcamos los preceptos del divino Hijo
de María; que si sólo es verdadero amor aquel
que une las voluntades, necesario es que la vo ­
luntad de María y la nuestra sean una sola para
servir á Cristo Nuestro Señor. Porque aquello
mismo que la prudentísima Virgen dijo á los
criados en las bodas de Caná nos lo repite ahora
á nosotros: Haced lo que É l os diga (2). Y el
precepto de Cristo es este: S i quieres etitrar en
la vida, guarda los mandamientos (3). Sepa por
tanto cada cual que, si la devoción que siente
hacia la Santísima Virgen no le aparta de pecar,
ó no le inspira el propósito firme de enmendarse
de las malas costumbres, es vana y engañosa
devoción, puesto que carece de su fruto natural
y p r o p io ...... »
« ¿Quién podrá negar que el primer deber de
quien aspira á congraciarse con María Santísima,
mediante la práctica de su devoción, consiste
en domar las inclinaciones viciosas y corrom­
pidas que nos arrastran al mal? Y si además se
quiere — y todos deben quererlo — que la de­
voción á María Santísima sea grande y en todo
perfecta, es necesario pasar más adelante y pro­
curar con todo empeño la imitación de los ejemijl-».-»
de María......
« Pero si, como conviene á hijos, no se ha
de prescindir de procurar la imitación de todas
las virtudes de tan excelsa Madre, deseamos que
los fieles se apliquen, ante todo, á reproducir en
sus almas aquellas virtudes que son las primeras,
y dan nervio y vigor á la sabiduría cristiana, á
saber: la fe, la esperanza y la caridad para con
Dios y los hombres, virtudes que resplandecieron
en todos los sucesos de la vida de la Santísima

MaL
S. >lat.

(i) S.

XV.

a.

(2j S. Joan. n. 5.
(3 j

X IX .

17

.


Virgen y que alcanzaron su mayor grado cuando
asistió á su Hijo en la agonía. »
y aquí pasa e l Sumo Pontífice á demostrar
K cuán grande y oportuno auxilio suministra
para conservar y fomentar convenientemente las
antedicha.s virtu d es» la Inmaculada Concepción
de M aría. Y a l observar « cuán acerba y rabio­
samente se persigue ahora á Cristo Jesús y á la
Religión santísima, fundada por É l, » invita á
todos d que « con humildes instancias y oración,
imploren todos del Altísimo, por intercesión de
María, que cuantos hayan abandonado la Re­
ligión enmienden su yerro, pues sabemos por
experiencia que, cuando procede del corazón y
la apoya la Virgen, esta súplica no ha sido vana
jamás. Ciertamente que los ataques contra la
Iglesia nunca cesarán, siendo, como es, forzoso
que aún ¡lerejias haya, para que se descubran
entre vosotros los que son de virtud probada (i).
Mas la Virgen no cesará de socorrernos en
nuestras angustias, por graves que sean., y para
que las gracias celestiales, con más abundancia
que de ordinario, nos ayuden á juntar la imi­
tación de la Santísima Virgen con los honores
que más ampliamente la tributaremos durante el
curso del año actual, y para que de esta manera
consigamos más fácilmente restaurar todas las
cosas en Cristo, siguiendo el ejemplo de Nuestros
Predecesores en los principios de sus Pontificados,
hemos dispuesto conceder al mundo católico una
indulgencia extraordinaria en forma de jubileo. »

IV. Proclamación y condiciones de la Indulgencia
extraordinaria, concedida en forma de Jubileo.
« Por lo cual, confiando en la misericordia de
Dios omnipotente, por la autoridad de los bien­
aventurados Apóstoles Pedro y Pablo y en virtud
de la potestad de ligar y desligar que á Nos,
aúnque indigno, ha conferido el Señor, á todos
y cada uno de los fieles de ambos sexos que
habitatt en esta Nuestra ciudad, ó que á ella
vengan, y que desde la primera Dominica de
Cuaresma, ó sea el 21 de Febrero, hasta el día
a de Junio, itulusive, festividad del Sanctissimum
Corpus Ckristi, visiten tres veces una de las
Basílicas patriarcales y, orando allí por algiin
tiempo, rueguen á Dios por la exaltación de la
Santa Iglesia católica y de esta .Apostólica Sede,
por la extirpación de las herejías, conversión de
todos los que están en el error, concordia entre
los Principes cristianos, paz y unidad de todo
el pueblo fiel y por Nuestra intención; que,
además, dentro del tiempo dicho, ajamen y se
abstengan de comer carne un dia, que no será
de los no comprendidos en el Indulto cuadragósimal, y. habiendo hecho confesión de sus pe-

(i) 1 Cor. XI. 19.

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cados, reciban la Sagrada E ucaristía; y á los
demás fieles, de donde quiera que sean, resi­
dentes fuera de la mencionada ciudad, que en
el sobredicho tiempo de tres meses, aúnque no
sean seguidos y que fijarán á su arbitrio los
Ordinarios en la forma más cómoda, y á con­
dición de que sea ántes del 8 de Diciembre,
hayan visitado tres veces la Iglesia Catedral, á
la hubiere, ó la parroquial, ó en defecto de ésta,
la principal, y cumplan devotamente las demás
obras mencionadas, concedemos plenísima indul­
gencia de todos sus pecados, permitiendo que
esta indulgencia, que no podrá lucrarse más que
una sola vez, pueda aplicarse por modo de su­
fragio á las almas que salieron de esta vida
unidas á Dios en caridad.
Concedemos, además, que los que están via­
jando por mar ó por tierra, si cumplen en cuanto
regresen á su domicilio las obras que quedan
mencionadas, puedan ganar la misma indul­
gencia......
« N o obstante lo cual, N.os place conceder
asimismo que en este año se conserve á todos
entero el privilegio de ganar cualquier otra in­
dulgencia, aunque sea plenaria, concedida por
Nos ó por Nuestros predecesores. »

V. Conclusión.
« Y ponemos fin, Venerables Hermanos, á las
presentes Letras, manifestando de nuevo la gran
esperanza, que verdaderamente abrigamos, deque
por la gracia extraordinaria de este jubileo que
Nos concedemos bajo los auspicios de la Inma­
culada Virgen María, muchísimos de los que
míseramente están separados de Jesucristo, vuel­
van á É l, y que el amor de la virtud y el fervor
de la piedad florezcan nuevamente en el pueblo
cristiano. Cincuenta años ha, cuando Pío IX
definió y proclamó dogma de fe el misterio de
la Concepción Inmaculada de la Santísima Madre
de Dios, vióse, como ya hemos dicho, que un
tesoro increíble de gracias celestiales se derra­
maba sobre la tierra, y aumentada en todos la
confianza en la virginal Madre de Dios, creció
mucho la antigua religión de los pueblos. ¿Im­
pide algo que nos prometamos para el porvenir
cosas todavía mayores? Cierto es que nos encon­
tramos en tiempo tan funesto, que podemos apli­
cam os aquella lamentación del Profeta: No
-verdad, ni hay misericordia, no hay conocimient»
de D ios en la tierra. La maldición y la mentira,
y e l hojnicidio, y e l robo, y e l adulterio lo ha»
inundado todo (i).
« Pero, sin embargo, en medio de este diluvio
de males, á modo de iris, se nos presenta ante
los ojos la Virgen Santísima, como árbitro de

(1) Os. rv, 1-3.



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par entre Dios y los hombres. Pondré mi arco
en las nubes, y será señal de la alianza entre M i
y entre la tierra (2). Aunque la tormenta se deseocandene y se entenebrezca el cielo, no tiemble
nadie. Viendo á María, Dios se aplacará y per­
donará. M i arco estará en las nubes, y en viéndolo
me acordaré de la alianza sempiterna. Y ya no
habrá más aguas del diluvio que destruyan todos
los vivientes. Certisimamente, si confiamos, como
es debido, en María Santísima, sobre todo ahora,
que con más ardorosa piedad celebraremos su
Concepción Inmaculada, aún en estos tiempos
(2) Gén. IX, 13.

conoceremos que es aquella Virgen potentísima
que con su planta virginal quebrantó la cabeza de
la serpiente (5).
< En prenda, Venerables Hermanos, de estas
gracias, á vosotros y á vuestro pueblo conce­
demos con toda caridad^ en el Señor la Bendi­
ción apostólica.
«.Dado en Roma, en San Pedro, á 2 de F e­
brero del año 1904, primero de Nuestro Pon­
tificado.
PIO P A PA X .
(4) Jbld. 15.
(5) Off, hnm . C o n c. B. V . M.

(3) Ibtd. 16.

. ■ otfi ■ og) .



. J

t e Iscüelas frofesioimles


Segiín el pensamiento de Don Bosco

III.
No es ya la ciencia patrimonio sólo
de los doctos ; las puertas de este alcázar
están abiertas para todos. Antes muy
pocos eran los afortunados que podían
franquearlas, y mecerse en este nimbo
medio misterioso que se llama ciencia.
Hace cincuenta años, un honrado
trabajador, hábil en su oficio, podía
hacerse una posición y labrarse una
buena fortuna sin saber leer ni escribir.
Pero las cosas han cambiado, y hoy
un obrero debe saber manejar la pluma
y el libro, como las herramientas de
su arte; y si los gobiernos no hicieran
obligatoria la instrucción, la harían tal
las circunstancias y el ambiente que nos
rodean. El obrero, como todos los demás
individuos de la sociedad, necesita una
cultura intelectual que le ponga á la
altura de ios rápidos progresos modernos
y le mantenga en el grado de elevación
sodal á que la Providencia lo destina.

No debe ser una máquina inconsciente
ó un instrumento mudo; debe sí, par­
ticipar de los adelantos de su arte y
darse cuenta del ambiente, para mejor
ganarse el pan de la vida.
Nuestras Escuelas Profesionales no
debían, pues, carecer de este elemento
de bienestar, tan necesario en nuestros
días. Y Don Bosco, que previó las
necesidades de los tiempos, supo ar­
monizar admirablemente la práctica del
taller con la teoría de la escuela, el
trabajo con el estudio, sin hacer que
el joven obrero hallase pesado ó enojoso
ninguno de los dos. Y a dijimos que,
como base de toda instrucción, puso
los eternos principios de la religión y
de la m oral; pero no por ésto descuidó
la enseñanza de las ciencias profanas.
Dió principio á su apostolado, de la
enseñanza en medio de los obreros,
con las escuelas nocturnas, obra genial
y toda suya, que bien pronto se extendió



por toda Italia. Y a desde entonces era
D. Bosco el refugio de todos los jóvenes
obreros pobres; á él acudían los que
no encontraban colocación ó trabajo, á
él los que, necesitando instrucción, no
tenían medios para procurársela. Y Don
Bosco empleaba todo el día en visitar
á sus protegidos en los talleres de la
ciudad, donde los había colocado; en

94



donar de maestro de sastrería ó car­
pintería, mientras enseñaba música y
latín á sus estudiantes y los vigilaba á
todos. Diríase qu e, como Pedro el
Grande, D. Bosco quería probar la vida
íntima del obrero, encallecerse las manos
con herramientas, comer el negro pan
de los pobres, para aprender así en la
oscuridad y en el sacrificio la historia

'

Escudas Profesionales « Lyccu do Sagrado Corazón » — S. Paulo-Brasil.
buscar colocación á otros, y en procu­
rarse los medios para mantenerlos. Se
interesaba por sus jóvenes, pedía infor­
maciones á los amos sobre el adelanto
que hacían y conducta que observaban;
y por la noche les enseñaba aquellas
materias que más útiles son á los tra­
bajadores, á saber, la aritmética, geo­
metría, física, etc.; y como en su juventud
D. Bosco había aprendido un poco de
todos los oficios, no era raro verle fun­

de todas las miserias y aplicarles el
reiYiedio. Se mezcló con los hijos del
pueblo para enseñarles á ganarse el pan
y el cielo, con su honrado oficio: sabía
bien lo amargo que es el abandono, y
lo .dulce que es recibir en el abandono
consuelo.
A l principio, D. Bosco se limitaba a
colocar á sus protegidos en los talleres
de Turín, buscando para el caso, los
amos más cristianos y los lugares donde



95



la virtud de sus jóvenes no corriese seis, según los lugares ó las estaciones
peligro; les suministraba alimento y del añ o: la duración de las clases es
asilo á muchos de ellos, é instrucción de hora y media diaria ó dos horas.
á todos por la noche. Más tarde con­ El curso escolar dura nueve meses,
cibió la idea de instalar talleres en su mientras el año de aprendizaje abraza
misma casa, porque todos los cuidado' once meses. Este es el programa que
que tenía por sus protegidos, no bas
D. Bosco dió á sus talleres. Según puede
taban muchas veces para apartarlos verse, no hay en él ni materias superfinas,
de todos los peligros que rodeaban á ni materias necesarias, tratándose de los
los jóvenes en una ciudad tan popu­ jóvenes obreros en general; todo es en
losa: creyó con razón que, teniéndolos él de suma importancia. En el primer
siempre bajo sus paternales miradas y período se enseñan materias elemen­
encargándose él mismo de su apren­ tales, como de preparación ; en el se­
dizaje, quedaba superado este obstáculo gundo se enseñan las materias supe­
que amenazaba esterilizar sus fatigas. riores, si bien no menos necesarias. El
Dio, pues, principio á sus talleres de estudio de la Religión no comprende
Valdocco el 1856.
sólo el catecismo, sino que en los últimos
Ya desde los comienzos dé sus Es­ años, comprende también Apologia po­
cuelas Profesionales, D. Bosco, antici­ pular. Los jóvenes obreros, próximos ya
pándose á sus tiempos, juntó y armonizó á salir al mundo, deben conocer de ante­
el estudio con el trabajo; y cuando, mano los peligros que los aguardan, las
gracias á su celo y á la cooperación torpes calumnias de los impíos y la men­
de sus primeros secuaces, llegó á dar tira y vanidad de sus vergonzosas doc­
á su obra mayor desarrollo y relativa trinas. En las demás materias, como
perfección, delineó con gran maestría historia, dibujo y ciencias naturales, se
el programa, que ha merecido el aplauso les enseña lo que el oficio y las circun­
y la admiración de muchos. Estableció stancias requieren. Sería inútil que un
cinco años para el aprendizaje profe­ obrero se enfrascase en profundas y de­
sional y cinco años de estudio (con­ talladas cuestiones de historia, mientras
temporáneos á los del aprendizaje), para le es necesario saber dibujo y geometría
que los jóvenes, no sólo aprendan el y poseer elementos, al menos, de las
arte ú oficio á que tienen inclinación, ciencias naturales.
sino también consigan al mismo tiempo
Pero lo que merece especial atención,
los conocimientos literarios, científicos es la sociología. Si no se quiere que
y artísticos que les son necesarios.
el obrero inexperto caiga en las garras
Dos períodos abraza el quinquenio del socialismo 6 del anarquismo, esos
escolar; de dos años, el primero; de dos abortos del infierno que minan los ci­
tres, el segundo. Durante el primer mientos de la sociedad, es preciso pre­
período se enseña: Religión, lengua venirle sobre este punto. Ese monstruo
liocional, geografía, aritmética, geo7neiria, del socialismo es tanto más peligroso,
^banidad é higiene ; durante el segundo: cuanto que se viste de apariencia atra­
Religión, dibujo, ciencias físicas, historia yente, risueña y halagadora para los
fuUural, francés, cálculo y sociología. Las pobres. Como la serpiente del Paraíso,
clases se dan por la mañana antes de que prometía á nuestros primeros padres
»as ocho, ó por la tarde después de las hacerlos dioses, el socialismo promete



hacerlos ricos; y ésto es lo que encanta
y fascina á los trabajadores, ser ricos.
Mientras la anarquía lucha por sacudir
todo yugo de autoridad; 7ii Dios, ni ley;
el socialismo pretende igualar las rique­
zas y establecer el reino de la igualdad.
Como estos dos errores se fundan
en un halagador absurdo, todos somos
iguales, es necesario que los jóvenes
obreros, antes de encontrarse frente á
frente de estos errores, estén bien conven­
cidos de lo contrario. Y á ésto tiende la
sociología, que pone en claro el destino,
dignidad, derechos y deberes del hom­
bre ; trata del origen de la sociedad,
de la familia, de la extensión y límites
del poder del Estado, de la Religión,
de la Iglesia y de las relaciones entre
la Iglesia y el Estado. Y no tienen
menos importancia las conferencias
acerca de la propiedad, del trabajo y
el capital, que son como el análisis ín­
timo y completa refutación del socia­
lismo y de las falsas ideas del destino
y naturaleza del hombre. El socialismo
no es sólo un error en materia religiosa,
lo es también en política y economía;
ese absurdo que quiere disfrazarse con
el atrayente nombre de igualdad, que­
branta todas las leyes y derriba todas
las instituciones.
Este era, pues, el fin de D. Bosco al fun­
dar sus Escuelas Profesionales: instruir
la mente, disipando en ella los errores,
y educar el corazón y el carácter para
el ejercicio de la virtud; porque la
ciencia sin la virtud tiene sus peligros.
A este propósito escribe el doctísimo
Obispo de Cremona: Un hombre, que
no sepa leer ni escribir, podrá hacer el
mal, pero en su profunda ignorancia,
le faltan los medios para realizarlo en
grande esfera; por el contrario, uno
instruido podrá hacer mayor mal, porque
pondrá su instrucción y su ingenio al

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servicio de su depravación. Un salvaje
de hercúlea fuerza, armado de su lanza,
maza, arco y flechas, será terrible; pero
un hombre instruido, que sabe manejar
el máuser y usar la dinamita, será más
terrible aún y no temerá á diez salvajes.
Lejos estamos de combatir los asilos,
escuelas y la instrucción; la ignorancia
es una plaga que queremos y debemos
estirpar; Jesucristo, que es el Maestro
por excelencia, quiere la luz y ha estable­
cido la Iglesia para difundirla. Nosotros,
sacerdotes del D ios de las ciencias, cla­
maremos siempre: | Luz, luz! ¡Ciencia,
ciencia! Con todo, preferimos un la­
briego, un trabajador ignorante, pero
bueno, á un labriego, trabajador, ó le­
trado si se quiere, que poseyendo in­
strucción y ciencia, sean depravados y
corrompidos. Y ésto mismo decía el
inolvidable León X III: « Quien en la
instrucción descuida la virtud y con­
centra todos sus esfuerzos en la cultura
de la inteligencia, hace de la instrucción
una arma peligrosa para los perversos,
porque el argumento de la inteligencia
se une tal vez á las malas tendencias
de la voluntad y les da una fuerza á
que no hay modo de resistir ».
Por ésto, si bien la instrucción en el
obrero debe servir para ponerle á la
altura de los tiempos, para el mejor
ejercicio de su arte y para darle una
vida más desahogada, el fin principal
debe ser, preparar su corazón y su
inteligencia á las rudas batallas de la
vida.
(S e continuará)



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El MFRESEHTilITE lEE SüBESOR RE DOS BÜSCO
EN A M É R I C A
(Correspondencia de D . Calógero Gusmano á nuestro Rector Mayor, D . M iguel Rúa)

V a lp a ra ís o
Proseguimos nuestro viaje hacia el Norte. En
Valparaíso, emporio comercial de Chile y el me­
jor puerto de la República en el Pacífico, asisti­
mos á la inauguración del, nuevo Colegio y Es­
cuelas de Artes y Oficios. La función se celebró
el i6 de Febrero; el Colegio, situado en una colina
que domina el mar, contando la parte destinada
á los estudiantes, puede dar cabida á cuatrocien­
tos alumnos. La capilla, que el Excmo Sr. Jara
había bendecido xm año antes, separa los dos
edificios y es una joya del arte, recogida y devota.
En presencia de las autoridades civiles y ecle­
siásticas y de un gran numero de distinguidos
señores, dió principio al acto de inauguración el
Dr. Darío Uryúa, quien demostró con hechos y
cifras los beneficios reportados á la Sociedad por
D. Bosco. Estas fueron las últimas palabras de
su discurso : « Los talleres cristianos de D. Bosco,
no hay duda, es una de las obras más excelentes
de los tiempos modernos, el arca que salvará del
naufragio de las ideas y costumbres, las genera­
ciones futuras reformadas más tarde por los mi­
les y miles de, niños que hoy pueblan las casas
Salesianas, esparcidas ya por todos los ámbitos
del mundo; son vastos planteles de honrados y
laboriosos obreros, que mañana no serán ni co­
rruptores, ni enemigos del orden y de la paz.
D. Bosco recibió la misión de oponer con sus ta­
lleres, un dique á las doctrinas demagógicas y
anárquicas. El Cristianismo salvó en otro tiempo
al mundo de la invasión de los bárbaros: Don
Bosco salvará á la sociedad actual de la des
trucción anárquica que la amenaza.» El Sr. Pre­
sidente de la República había prometido varias
veces asistir también; peroá causa de sus negocios
tK)pudo,yenvió para representarle alSr.Gobemador de la ciudad, D. José Alberto Bravo, quien
al terminar el acto pronunció estas palabras:
La obra de D. Bosco se presenta á nuestra mi­
radas en la forma más atrayente: el Colegio de
\’aIparaíso. Bajo este modesto nombre , como
bajo la modesta sotana de sus directores, se le'■ anta y florece una grande obra, una institución
que se impone á la estimación social, al aprecio
justo de todos los patriotas. Aquí, donde nuestra
¡wóvida naturaleza parece sonreir entre el per­

fume de las flores y las brisas del mar: aquí, desde
donde se contempla el panorama de nuestra al­
tiva Metrópoli; aquí, en presencia de esta muche-,
dumbre de niños, que reciben el hálito vital de
una educación física, intelectual y moral: aquí
parecen susurrar aquellas hermosas palabras del
divino Maestro: Dejad que los niños se acerquen
á M í. Los niños son una esperanza, pero son tam­
bién una amenaza. El niño aparece : no siempre
tenemos el derecho de preguntarle, de dónde vie­
nes, pero siempre el deber de saber á dónde vas.
E l niño por el mero hecho de vivir, tiene el de­
recho de presentarse á la sociedad que lo rodea
y decirle: Aquí estoy: puedo ayudar á mi familia,
ser útil á la sociedad, defender mi patria, si ella
se cuida de mí; puedo \avir sin Dios, sin ley y
llegar á ser imá bestia humana y un peligro, si
me abandonáis. Formar cuerpos sanos y en ellos
espíritus animados del amor á la verdad y á la
justicia, enriqueciéndolos con abundancia de vir­
tudes; fortificar ai niño para resistir á la lucha
por la existencia; trabajar continuamente, con
menos palabras y más obras, como con sabia prác­
tica decía el insigne D. Bosco; tal es el limpio ma­
nantial, que desde el principio de la vida hu­
mana, constituye el estímulo de perfeccionamento
constante, de progreso indefinido, siguiendo la
corriente á que, por divina ley, está sujeto el de­
sarrollo de la actividad humana. Este es también
el vasto campo de acción, en el cual, individuos y
comunidades, filósofos, políticos y legisladores
deben ejercitar sus potencias intelectuales y mo­
rales, en provecho de la instrucción y educación
del pueblo. Y esta es la Obra Salesiana. En esta
ciudad dieron principio á su misión el 1894, con
miserables cabañas y con 16 niños; hoy asilan en
amplios salones más de 400, muchos de ellos
desamparados, pobres otros, sedientos todos de
educación. Aquí, bajo la mano suave del Sale*
siano, fortificarán sus cuerpos, ennoblecerán sus
almas, amoldándolas á las exigencias de la vida,
para obtener la independencia del trabajo, la
confianza y s^uridad del ahorro y las bendiciones
de la templanza.
Ahora bien, y me congratulo al declararlo, es­
tas obras merecen todo el amor y la protección de
la sociedad en que se desarrollan, y el amparo de
la patria que las acoge. Termino, haciendo votos

9S
porque este magnífico y grandioso edificio, como
su generosa y noble fundadora, la Sra. D.® Juana
Ross de Edwards, halle la cooperación de los
buenos y la gratitud de los protegidos. Y ¿sabéis
vosotros, niños, como se pagan las deudas de la
gratitud para con los dignos hijos de D. Bosco?—
El modo de obtenerlo, al menos en parte, es de­
mostrar con vuestra conducta , cuando halláis
salido de este recinto, que os habéis hecho dignos
de las enseñanzas y de los ejemplos de vuestros
abnegados maestros. »
Acto seguido, Mons. Costamagna, vistió los
cmamentos pontificales y bendijo, segiin el rito,

-

Apesar de todo, va de cuando en cuando á visitar
nuestro Colegio y se complace en ver aumentarse
el número de los niños estudiantes y artesanos.
Después de su visita, vuelve á su casa en tranvía
ó á pie, confundiéndose con el vulgo aquella ex­
celente mujer, á quien tanto debe Valparaíso.
Terminado el acto académico, D. Albera habló,
recordando cuánto los Salesianos aman á sus
niños, y que no sólo los aman para el tiempo, sino
también para la eternidad, imitando en ésto á
D. Bosco, que se interesaba siempre por sus alum­
nos, aún cuando salidos del Colegio, ocupaban
su puesto en la sociedad. Haciéndose eco del Sr.

Segunda Sección. Escuelas Profesionales — S. PauIo*Brasil.
los nuevos talleres, explicando después el signi­
ficado de la función.
Pero yo no he dicho aún quien es la Exema.
Sra. Doña Juana Ross de Edwards. Creo com­
pendiar todos sus actos diciendo que, es la bien­
hechora de Valparaíso. No hay obra de caridad,
á que ella no haya concurrido, y muchas de ellas
le deben su existencia y conservación; y ¡son
obras que le han costado millones! En nuestro
Colegio ha gastado más de 800.000 pts. El día de
la inauguración no asistió á ella: y nadie se ex­
trañó, por que á todos es notoria su modestia.
Como verdadera secuaz de la caridad de Jesu­
cristo, huye de las alabanzas de los hombres.

D. Rúa. inculcó vivamente el esmero por el Ora­
torio festivo, que al tercer domingo de su aper­
tura se vió frecuentado por 800 niños. Dentro de
poco ¿quién sabe cuantos serán? Los pobrecitos
son ignorantes y van mal vestidos, como los de
Santiago, pero con un poco más de malicia, efecto
del puerto de mar. A l principio no creían que
bajo negras sotanas pudieran palpitar corazones
llenos de amor por ellos, pero ahora se nos acer­
can ya seguros y afectuosos.
E n la Serena
De Valparaíso fuimos á la Serena. Hacía siete
años que tenían preparada allí una casa para los



9^ —

Salesianos, y el buen Obispo tuvo la paciencia de
esperarlos por todo ese tiem ^ . Con ocasión del
Concilio Latino-Americano, IÜ20 viva solicitud al
paternal corazón de D. Rúa y obtuvo formal
promesa de fundar allí. Con tres Salesianos de
la Casa de Sucre (Bolivia) se abrió aquella casa,
que ahora cuenta unos 80 externos en las escuelas
y dos talleres que funcionan. Dios sabe que, si
tan cargados están aquellos pobres hermanos de
trabajo, no es por tentar su misericordia, sino
por absoluta falta de personal.
El Excmo. Sr. Fontecilla, Obispo diocesano,
lleno de celo y paternales cuidados, tiene puestas
sus esperanzas en este nuestro Colegio, el único
asito de niños que existe en su vasta diócesis.
Iquique
En compañía del P. Valetto, nos embarcamos
para Iquique, capital de la provincia de Tarapacá,
ciudad que antes del 1880 pertenecía al Perú,
pero que en la guerra del Pacífico se la arrebató
Chile. Tiene unos 28.000 habitantes, que se re­
nuevan con frecuencia extraordinaria, pues casi
ninguno viene á ella, con intención de quedarse;
sino que, cuando han hecho su fortuna, se van
á otra parte á gozarla. L a ciudad es, pues, cosmopólita. Prevalecen los ingleses, proprietarios
de la mayor parte de las minas de salnitro, que
tanto se exporta en Europa, donde al parecer es
el abono preferido. Hemos visitados una de las
14 fábricas existentes en la provincia de Tara­
pacá, llamada la Constancia, para acaso recordar
las luchas sostenidas y superadas. Esta fábrica
es propiedad de im dálmata , un tal Devéscovi,
y da trabajo á 600 obreros; se calcula que al año
tiene una ganancia de dos millones netos. Visi­
tamos las minas, las piedras en bruto, los ramales
de ferrocarril que las llevan á las calderas, cuyo
vapor penetrando en las masas, descompone el
mineral. El líquido pasa por varias calderas y
ebulliciones hasta que, separándose del yodio (que
se usa generalmente en la preparación de la pól­
vora) resulta el salnitro, que se parece mucho á
la sal común en grano. Aquella fábrica es un
pueblo, en ella todo se halla y todo se vende; el
hospedaje está á cargo del dueño mismo, quien
levantó también en medio del poblado una gra­
ciosa iglesia. Tuvimos la ocasión de celebrar la
santa Misa, pero por desgracia vinieron pocos á
oiiia.
Las compañías de fenrocaril están todas en
poder de los ingleses, y los sacerdotes viajan gra­
tis en I* clase: por cinco horas también nosotros
aprovechamos esta exención. En la estación nos
«speraba un tramvía, que el dueño, sabida nues­
tra llegada, puso á disposición nuestra; nos tra­
taron con muchísima cortesía.

No es de extrañar que Iquique no sea una de
las ciudades más reli^osas; se comprende. Nues­
tro P.Ortúzar (q. e. p. d.), después de haber sido
un valiente capellán de ejército durante la guerra
del Pacífico, fué nombrado Vicario Apostólico
de Iquique. El solo, qpe aun vive en la me­
moria de estos fieles, podría decimos lo que es
esta ciudad. A su actividad se debe la actual
iglesia parroquial, que como todas, es de madera.
Por último, para huir de los honores del episco­
pado, se retiró á vivir con los Salesianos y á edi­
ficarlos con su virtud; era, por tanto, muy justo
que fueran los Salesianos á continuar sus tareas
en aquel campo regado por los sudores y lágri­
mas del P. Ortúzar, y en Iquique se establecieron
el 1897, los desterrados del Ecuador. El trabajo
para atreer y servir á los fieles, es grande y,
gracias á Dios, algo se ha obtenido ya; ahora se
puede llevar públicamente el Smo. Viático, lo
que antes no se podía. El Sr. Obispo no dispone
más que de dos sacerdotes. D. Albera dió una
conferencia á los Cooperadores, y la iglesia es­
taba llen a: pero lo que más consoló á nuestro
buen Superior, fué contemplar con sus propios
ojos, realizado lo que le decía un buen Coopera­
dor, que hace unos 40 años vive por estas tierras.
« El espíritu de caridad de D. Bosco aquí se re­
fleja en todo : la instrucción popular se aumenta,
y la juventud felU y contenta se reúne en los
Oratorios festivos; las ideas religiosas van to­
mando ai^e; los sacerdotes desde la sagrada cá­
tedra propagan el bien; el confesionario y la Saggrada Mesa se ven frecuentados; el nombre de
María Auxiliadora sale como un liimno de la boca
de los niños y Jesús reina en los corazones: todo
ésto es lo que habéis venido á ver. o Queda mucho
j)or hacer, no hay duda; al Colegio salcsiano y al
de las Hijas de María Auxiliadora no acuden
más que cuatrocientos niños; mientras que los
C e ltio s no católicos de los ingleses, alemanes y
demás se ven muy frecuentados. Aquí hay que
vivir á p risa: á los 14 años es preciso ser ya
hombres y ganarse la vida. Las casas son todas
de madera, porque nO tienen paciencia para ha­
cer obras estables y serias, y nadie viene para
establecerse aquí.
H ay también en Iquique Hijas de María Auxi­
liadora: el principio de la fundación de esta
casa es curioso en verdad. Hacía varios años se
deseaba fundar aquí un colegio; una buena se­
ñora, llena de fe, metió una medalla de María
A uxiliadora en una casa que le pareció á propó­
sito para el caso.
Pasados algunos años, ya nadie pensaba en tal
c o l^ o , cuando el 1899, pasando Mons. Costa;
magna por aquella dudad, arrebatado por el
celo que lo consume por el bien de las almas, echó
en cara á las señoras no tomar á pecho la educa-

— lOO —
dónde sus hijas.se ofredó á sostener parte de los
gastos y avisó desde el púlpito que era presiso fun­
dar un colegio para niñas. Al cabo de un mes,
estando Monseñor en Lima, recibió im telegrama
que decía haberse recolectado ya 30000 pts.
para su fundación. Fueron á Iquique las Herma­
nas y se compró la casa para ellas: más tarde se
vino á saber que aquella casa era la misma en
que, años hacía, se había introducido una me­
dalla de María Auxiliadora.
Todo el gran bien que allí se hace, débese en
gran parte á Mons. Cárter, actual Vicario apos­
tólico, quien tanto celo despliega por nuestras
obras y tanto trabajó para que los Salesianos
fundasen en Iquique. Él fué quien Ies dió la casa
que habitan y la Iglesia en que oñcian y quien
continúa siendo su padre, ayudándolos en todo
y aconsejándoles en sus dificultades.
El Sr. Gobernador de Iquique, en presencia de
las personas más respetables de la ciudad, que
habían acudido á obsequiar á D. Albera, repitió,
poco más ó menos, lo que habían dicho los Go­
bernadores de Concepción y Valparaíso y, á fuer
de buen militar, exhortó á los niños á ser francos
en la profesión de los principios religiosos, que
los hijos de D. Bosco les inculcaban, diciéndoles
que de este modo podrían hacerse útiles á sí
mismos, á la familia y á la patria. Este
Go­
bernador en pocos meses se ha captado el aprecio
de todos y , aunque de ideas liberales, defiende y
protege las instituciones católicas de la ense­
ñanza y de los hospitales, y ha logrado lo que
otros no habían podido lograr: la fundación de
una casa de las Hermanas del Buen Pastor para
las jóvenes que están en peligro, que allí desgra­
ciadamente abundan. Nos condujo desde el mue­
lle á bordo en su elegante y cómodo bote, cosa
que le agradecemos de veras, pues en aquellos
días estaba bravio el mar y hacía ya dos se­
manas no se habían podido descargar las mer­
cancías de muchos vapores.
E n el plantel de M acul
Tengo aún que hablarle de una casa que, si
no es muy numerosa, es más importante que
todas las demás, que vive de la caridad de sus
hermanos y las demás viven de ella. De este plan­
tel á veces, por la necesidad de personal que nos
oprime, se deben arrancar tiernas aún las plantas
para trasladarlas á los otros Colegios: hablo del
noviciado de Macu!. Nuestros hermanos acari­
cian la esperanza de que Chile, del mismo modo
que se ha manifestado generoso en recursos materiales.lo será también en permitir que se inscri­
ban en nuestra Pía Sociedad muchos de sus hijos
que desean formar parte de ella, para que se
extienda más y más el beneficio de la educación

que tantos niños desamparados necesitan. Con
estas esperanzas y con el generoso y decidido
apoyo de todos los Directores, base ya cons­
truido ima casa espaciosa y cómoda, que bien
pronto será habitada. Macul dista poco de San­
tiago. Nuestros sacerdotes atienden al bien es­
piritual de los fieles de los alrededores, y dan de
cuando en cuando fructuosas misiones.
La acogida que los Novicios dispensaron á
D. Albera no podía ser más filial. En Macul hay
el mismo espíritu, el mismo afecto por D. Bosco
y por nuestros amados Superiores, que se respira
en los demás noviciados. Hubieran querido pri­
varse de todo para presentárselo á D. Albera: los
actos de mortificación que se impusieron, las vir­
tudes que procuraron practicar con mayor es­
tudio, son cosas de carácter demasiado íntimo
para que yo las repita aquí: lo que si digo es que
prop>orcionaron inmensos consuelos al represen­
tante del Rector Mayor. En medio de los p>eíigros
de su largo viaje, ésto es para él como el iris de es­
peranza que le conforta y le persuade que el
Señor le dará fuerzas para llevar á cabo tan deli­
cada y ardua misión.
Todo ésto sirvió admirablemente como pre­
paración á los ejercicios espirituales que D. Al­
bera les dictó. Algunos tuvieron la dicha de vestir
el hábito religioso y otros 15 hicieron los santos
votos. Pero ¿qué son quince con tanta falta <X)mo
hay de personal ?
Im presiones
Se había, pues, terminado ya la visita á las ca­
sas Salesianas de Chile. Durante el tiempo que
permanecimos en esta hospitalaria República,
pudimos admirar la fe y religiosidad del pueblo
chileno y la modestia en el vestido que las muje­
res usan en los templos. Estando en Italia, había
tenido ocasión de asistir á varios congresos reli­
giosos y había oido tratar y disputar con más ó
menos ardor de este argumento: según mi pare­
cer, el vestido de la mujer chilena pjodría ser\-ir
de modelo. En las iglesias chilenas, aún en las
más frecuentadas, sería cosa inútil querer dis­
tinguir la mujer noble de la plebeya, la jxjbre de
la rica: todas van vestidas con una mantilla
negra que les cubre la cabeza y casi todo el
cuerpx). Inútil sería buscar en aquellos centenares
y á veces millares de cabezas, un adorno, una flor,
ím lazo cualquiera;el lujo no ha p>enetrado en las
iglesias chilenas. Se quería introducir al menos
p>ara los desposorios, j>ero el Sr. Arzobispo per­
mitió tan sólo que se cambiase el velo negro en
blanco, p>ero nada más.
Durante la visita de Mons. Costamagna y de
D. Albera, presidimos los exámenes de religión
que dieron las maestras, y salimos muy satis­
fechos por la exactitud y precisión de sus res-



101

puestas á las cuestiones más difíciles. Visitamos
las casas de ejercicios espirituales, donde miles
de personas, especialmente hombres, se retiran
anualmente para aprender, en el silencio y la me­
ditación de las verdades eternas, á conocer á
Dios y los propios deberes de cristianos y ciuda­
danos. Duninte los diez días que duran , se les
provee en abundancia y gratis de todo lo nece­

sario, y por medio de la instrucción y reflexión
refórmanse las costumbres: cosa tan necesaria
á la sociedad. De ellos se derivan efectos benéfi­
cos, que la nación va palpando y experimentando
cada día. ¡Cuántos desórdenes no han corregido,
cuántas almas no hari convertido y santificado
los Ejercicios Espirituales !
{Se coutinuard).

E NUESTRAS MISIONES
m ano

o r o ^so

[Hrasii)

L o s Indios C o ro a d o s-B o ro ro s
f Carta d el P . Ju an B álzola).

Rdtno. y amado Padre D. Rúa:
Gracias á la visible y continua protección del
Sdo. Corazón de Jesús y de María Auxiliadora,
Nuestra Madre, vuelvo de nuevo á darle buenas
y halagüeñas noticias. Y a le notifiqué que en
Junio habían llegado 140 Indios que ya han fijado
su morada con nosotrosrdebo añadir,que en estos
dos meses y medio que llevan en nuestra com­
pañía, nos ha dado motivos para concebir de
ellos buenas y consoladoras esperanzas. ¡Sea
por todo alabado el Señor, y reciban las expre­
siones' de nu^tro agradecimiento los que nos
asisten diariamente con sus oraciones !
El trabajo de construcción está bastante ade­
lantado. Ajite todo hemos preparado una hu­
milde morada á Jesús Sacramentado, que ahora
permanece siempre en nuestra compañía; la ca­
pilla es de adobes, pobre en el interior, con un
pequeño altar, sobre el que vela Jesús. Al re­
dedor de un gran cuadrilátero de 100 metros
por 80, que forma la plaza de la Colonia, hemos
levantado y a cuatro filas de chozas, de las
cuales 20 están y a habitadas. En medio de la
pdaza se alza una grande cabaña, llamada Bryíto;
en ella se reúnen los indios durante las fiestas;
ahora sirve de dormitorio para los niños.
Hemos también derribado gran parte de flo­
resta y en el espado libre, dividido en lotes, cada
familia de nuestros buenos indios hace sus pri­

meros ensayos en agricultura. Los niños van to­
dos á la escuela, y algunos de ellos han aprendido
ya á santiguarse, el Avemaria y las letras mayús­
culas y minúsculas del alfabeto. Bien poca cosa
es, pero con ésto dan á entender que son inteli­
gentes. Habiendo recibido hace pocos días una
copia del Invito Sacro para las fiestas de la Co­
ronación de María Auxiliadora, hice deletrear
á algunos de ellos las primeras palabras; no puede
V. R. imaginarse la impresión que me causó el
oirlos leer aquellas pocas palabras en italiano.
Lo mismo sucede con las niñas que frecuentan
las escuelas de las Hermanas; han aprendido ya
á coser un poco y otros semejantes quehaceres
propios de las niñas.
Aun no hemos administrado el S. Bautismo á
ninguno, excepto á algunos recién-nacidos, jx)r
que con, la gracia de Dios, esperamos ir instruyén­
dolos poco á poco y haciéndoles comprender los
beneficios de la Redención. ¿Cuándo será ese
bendito y ansiado día ? Acelerémoslo con nuestras
oraciones y esperemos el consuelo de lo alto.
Lo que nos apesadumbra no poco, es no tener
lo necesario para vestirlos. Hemos, sí, recibido
diversos objetos de Cuyabá, algunas camisas y
un poco de tela, pero es poco para tanta gente.
No sé si aJmenos podremos proveerlos á todos de
una camisa larga. También con este fin se tra­
baja mucho, y á medida que se van haciendo las
camisas largas, se van distribuyendo á jos que
la necesitan : y es cosa digna de verse el gusto
con que la reciben y el cuidado con que la con­
servan. También ésto es una señal de que Dios
bendice nuetros trabajos.
Un viejedto ex-cacique, cuando hubo recibida
su camisa, me advirtió que para él, todo un caci­
que,aquelloera demasiado poco — Im í capitán, itni

I

capitán, yo soy cacique — me decía. No teniendo

ni un par de calzones, ni una chaqueta que darle,
le di... ¡un chaleco mío y un par de calzoncillos I
Imposible es describir el contento con que recibió
aquel regalo. Poco después le di también unos
pantalones viejos, pero ehpobre hombre estaba
todo el día diciéndome: ¡Im i capitán L u lú , arroia
pegal ¡Yo soy el capitán Lulú y llevo los calzones
rotos! Así es que tuve que remendárselos, y ahora
los lleva como oro en paño, y está siempre dando
vueltas por casa en camisa, chaleco y calzon­
cillos; cuando sale á cazar, generalmente no
lleva más que el chaleco. ¿Que le vamos á hacer?
H ay que tener paciencia con estos pobrecitos, y
aún tenemos que dar gracias á Dios de que sean
tan dóciles.
Por lo que hasta aquí le he dicho, conocerá
V. R. lo gustosos que con nosotros se encuen­
tran los buenos Bororos. Nos quieren mucho y
nos obedecen en todo; pero á causa de la ma­
tanza que de sus compañeros hizo aquel Clarismundo, como narra el P. Malán en la hermosa
relación que se publicó en el Boletín de Noviembre
de 1902, siempre que, á excepción de nosotros,
ven á algún civilizado, se espantan y echan á
correr. Y ésto sucedió el 13 de este mes por la
mañana. Mientras estaba preparándome para de­
cir Misa, llega el Capitán Joaquín todo turbado
y me dice :
— Padre, mientras yo estaba durmiendo, to­
dos los Bororos han huido.
— Y ¿por qué? le pregunté.
— Porque esta noche han llegado allá abajo
algunos soldados, y los Bororos tenían miedo.
No me pude convencer, por más que lo decía
serio y resuelto, y fui con él á visitar las chozas.
No había en ellas más que algunos pocos hom­
bres y los perros. Y , dirigiéndome al capitán, le
dije ; — Capitán Joaquín, han hecho mal. Es­
tando con nosotros, nadie se atreverá á tocarlos;
mientras que lejos de nosotros les puede suceder
cualquier desgracia. Mándalos á llamar.
El capitán me comprendió, y mandó á los po­
cos hombres que quedaban para que los llama­
sen. Estos subieron á una próxima colina y co­
menzaron á gritar : no ignoraban que los demás
estaban escondidos entre las rocas. Después de la
Misa, tuve el consuelo de verlos volver á todos,
excepto una familia, que por haberse alejado
mucho, no llegó hasta por la tarde. Entonces
tomé á algunos de ellos y fuí á ver lo que pasaba
en los alrededores. A poco me encontré con nues­
tro buen amigo y Cooperador, Sr. Calixto Barboza, á quien casi todos los indios conocen, con
dos soldados que iban al destacamento de Araguaya. El Sr. Calixto nos traía tres acémilas
caca d a s de objetos, que nos mandaban nuestros
hermanos de Cuyabá ; pero habiendo llegado }*a

de noche, para no asustar á los indios , pasaron
la noche cerca del torrente de la Colonia, y así
que los indios lo vieron, se dieron espantados á
la fuga.
Pero también este caso ha sido providencial,
pues ha servido para quitar á los indios el sobre­
salto en que estaban continuamente y animarlos
á prestar más fe á nuestras promesas. Desde
aquel día, para poner en ridículo su miedo,
cuando veo llegar á alguno: Huid, huid, les digo,
que vienen los soldados : y a volveréis mañana.
Y ellos se echan á reir y me responden : No; no,
nos iremos más. Pero estas bromas se las puedo
dar pocas veces, pues generalmente no pasa por
aquí nadie, y sólo cada mes tenemos correo.
Su última carta del 23 de Mayo, en la cual
V. R. Sr. D . Rúa, me daba tantos y tan preciosos
consejos acerca de los indios, por lo que le doy
mil gracias, llegó en Agosto á nuestra Colonia.
La noticia de la muerte de S.S. León X III (d. s.m.)
la supimos un mes después de acaecida, por
medio de los diarios del Matto Grosso, y apenas
si tuvimos tiempo de celebrar ¡a Misa de trigé­
sima en sufragio de su alma; en ella tomaron
parte muchos de nuestros indios. E l 17 de Julio,
casualmente mientras León X III estaba mori­
bundo, nació en la Colonia el primer niño: y co­
mo era dia de S. León IV, yen memoria del Padre
Santo, le puse el nombre de León P e e d : á otro
niño que ha naddo hoy, le he puesto el nombre
de Pío, en honor del nuevo Pontífice, cuya exal­
tación al trono pontificio hemos sabido poco
ha. El indio Miguel Rúa, uno de los barí (sa<^dotes) es bueno y valiente, participó en muchas
correrías y se salvó huyendo de la matanza que
hizo Clarismundo. Y o le doy mucha confianza y
de él he redbido en cambio gran copia de notidas
acerca de sus superstidones religiosas. Creo que
no le sea molesto una breve reseña de ellas. Por
estas pocas noticias verá V. R. como, el demonio se
ha transformado en ángd de luz para hacerse
adorar como Dios en estas fiorestas. E l bari me
declaró que si bendicen ciertos peces y anima­
les, gritando desaforadamente, mordiendo como
perros rabiosos lo que están bendidendo y temblándoles todo el cuerpo como azogados, es por­
que tienen la obligadón de invitar al Marebbd
bueno á comer algo de su caza ó pesca, para que
después puedan tomar de ello los indios con se­
guridad. Me dijo además que tenían que gritar
mucho, porque el Marebba bueno es uno solo y
está en el cuarto délo. En el primero, segundo y
tercer délo hay muchos Bope y Marebba, |»ro no
son buenos y quieren la muerte de los indios. ^
compañía del Marebba bueno, habita una mujer
muy buena y el Marebba hijo. Sólo los dos ban
(de los cuales uno es el indio Miguel Rúa) pued^
comunicarse con el Marebba bueno; los demas

— 103 —

sólo pueden tener relación con el Marebba hijo.
Y así como el Marebba bueno se le invoca para
que pruebe y limpie la caza y la pesca, así el
Marebba hijo para que sane á los enfermos; y
esta es otra de las ceremonias más extravagan­
tes. Los bari cuando están en sus funciones, tiem­
blan,porque el Bope está con ellos, cara con cara,
brazos con brazos, piernas con piernas. Acabada
la cerimonia, el dios se retira, y ellos vuelven á su
tranquilidad. Después de la muerte, sólo los Bari
suben al cielo donde está Marebba, los demás se
quedan en la tierra; por ésto cuando ven alguna
estrella fugaz rasgar el cielo, se ponen á llorar de­
sesperadamente, porque, según creen, el Bari

Concluyo, amado Padre, suplicándole no se ol­
vide de nosotros. La familia es numerosa y ne­
cesitamos recursos y apoyo; pero como á quien
busca el reino de Dios todo lo demás le será dado
por añadidura, le prometemos, amadísimo Padre,
conservamos siempre verdaderos y dignos hijos
de D. Bosco. V. R. niegue por nosotros y reco­
miéndenos á la caridad y oraciones de nuestros
beneméritos Cooperadores. Bendíganos á todos,
pero en particular á este su afmo, y obediente
hijo in Corde Jesu
JUAN BALZOLA, Pbro.
Misionero Salesiano.

Alumnos de la Casa Salesiana de La Serena (Chile).
está enfadado con ellos y baja á la tierra para
hacerlos morir.
Mientras me estaba contando estas corsas, el
pobre indio empezó á temblar, y tuve que desistir
de mi intento y dejarle en paz. Dejo para otra
vez el resto, para no cansarle, amadísimo Padre.
Yo creo que nos podremos aprovechar de estas
creencias supersticiosas, para convertirlos á N. S.
Religión, {dedicando á estos probre indios la uni­
dad de Dios {Marebba bueno), la Encamación de
su Divino Hijo {Marebba Hijo), la Maternidad
de María SSraa. (aquella mujer buena que habita
con Marebba bueno en el cuarto celo)... El Sdo.
Ccuazón de Jesús y María Auxiliadora bendigan
aoestras palabras y fatigas.

N O TA D E LA RED ACCIO N
Salió de Cuyabá el dia 29 del pdo. Septiembre
con dirección á la Oilonia, una nueva expedición
de Misioneros, capitaneada por él P. Ambrosio
Tuniccia, quien de vuelta á su casa de la Asun
ción, nos ha enviaío una interesantísima relación.
El Excmo. Sr. Presidente del Estado de Matto
Grosso, Don Antonio Paes de Barros, le ha favoiecido 5’ ayudado en esta excursión, poniendo
á su disposición las bestias necesarias. Acepte
el ilustre Señor la expresión de nuestro agrade­
cimiento.

^1


A

104



jli

JiL

1

RACIAS

de María Auxiliadora
©I
la eternidad tuve principio y desde antiguo antes que fuese creada
la tierra. No existían aún los abismos, y yo ya había sido concebida:
no brotaban aún las fuentes de las aguas; ni gravitaban los montes
sobre la pesadumbre de su mole, y antes que los collados había visto la luz....
Ahora, pues, hijos míos, oídme: Dichosos los que siguen por mis caminos.
Dichoso el hombre que me escucha y vela cada día á las puertas de mi morada,
y está atento en los umbrales de mi puerta: quien me hallare, hallará la vida
y recibirá la vida del Señor
Por que yo soy como la estrella de la mañana
entre la niebla y como la luna que resplandece en los días de su plenitud.
Y como el sol que brilla, así brillo yo en el templo de Dios.... Como el iris
que resplandece en medio de las claras nubes, como la flor de la rosa en tiempo
de primavera, como el lirio que crece junto á la corriente de las aguas y como
la planta del incienso que da grato olor en los días del verano..... En Mí está
el esplendor de la vida, y mis cadenas son como las vendas, que apretando
sanan
Y o soy la flor de los campos y el lirio de los valles....; los queme
ensalzan poseerán la vida eterna.
ESD E

E l S abio.
L a ciudad de la A u x ilia d o ra
Así puede titularse la de Cuenca en el
Ecuador, por la predilección que María le de­
muestra, sin perjuicio del título de « ciudad
del Sacramento ».
A las gracias ya publicadas, añado las si­
guientes;
— Manuela Linares Torres, padecía de pa­
rálisis en el brazo y pierna izquierda. Recibió
la bendición de María Auxiliadora, y en el
mismo día lué libre de la dolencia que la aque­
jaba desde hacía cuatro años y que no la volvió
acometer por cinco meses, hasta el presente.
— Natividad Escandón sufría agudos dolores
crónicos de emicrania, \'anos eran los remedios

de la ciencia; pero no lo fué una imagen de la
Auxiliadora que, aplicada á la parte dolorida
y acompañada de fervorosa oración, devolvió
á la paciente su perdido bienestar.
— En la ciudad de Azogues hace algún
tiempo que una anciana de 8o años, era ator­
mentada por un cáncer en el cuello. No atre
viéndose á confiarse al éxito de una operación
casi imposible, valióse de una estampa de Mana
Auxiliadora y comenzó una novena. A l tercer
día cesaron los dolores. A l concluir la novena,
el cáncer, seco, cayó de. por sí solo. _
— No hace mucho que el sarampión hizo
más de mil víctimas entre los niños de la exudadLos 150 de nuestro Oratorio festivo se sal

-

105

varón todos menos u no; y este era el único
que no llevaba la medalla de nuestra divina
madre y Auxiliadora.
F

T allachin
Presbítero Salesiano,

élix

i

Cuenca (Ecuador), «8 Octubre 1903.

U na g ra c ia portentosa
El día 24 de Diciembre de este mismo año,
tragué, al comer, un alfiler de 3 cm. que le
adjunto. Excuso decir la pena que se apoderó
de mí, que por la misericordia de Dios, soy
Cooperador Salesiano. Lo que padecí durante
siete horas, solo Dios lo sabe; no encontrando
alivio alguno, invoqué la protección de María
Auxiliadora. ¡Oh prodigio singular! A l estar
de rodillas en oración, siento en la boca un
cuerpo extraño, y ......... todos comprenderán
mi estupor al ver que, era el alfiler que había
tragado. Y o no me atrevo á juzgar el caso y
á decir que sea un milagro, pero lo que sí
puedo asegurar es que se trata de un hecho
quizá insólito y único en su clase, pues si hu­
biera tenido vómitos se explicaría; pero ¡ apa­
recer en la boca sin el menor esfuerzo I...
Agradecido á María Auxiliadora, doy una
limosna á la Casa de Sarriá (Barcelona), y
deseo se publique este hecho en el B o l e t ín
SALESIANO.

J a im e M a y ó l e .
Barcelona, 37 de Diciembre de 1903.

[Qué buena es M a ria l
La salud de mis tres hijos, niños aún, era
sumamente delicada: habían padecido de un
ataque de paludismo agudo que los puso á las
puertas de la muerte y con frecuencia tenían
recaídas, que me hacían temer un fatal desen­
lace. En tan duro trance acudí á María Auxi­
liadora, pidiéndole me les diese la salud y ofre­
ciéndole que serían ellos conmigo Cooperadores
salesianos, daría una limosna y publicaría en
el B o l e t ín el favor obtenido.
Habiendo cumplido las dos primeras partes
de la promesa, quiero satisfacer la última, hoy
que mis hijos están enteramente buenos y sanos
con una salud que parece presagiar una larga
vida. ¡ Gracias, pues, sean dadas á María Auxi­
liadora, salud de los enfermos!
M. Z e l a y a s .
Panamá, 10 de Noviiembre de 1903.

G lo ria á M a ría A u x ilia d o ra
I. Un pobre Señor de esta ciudad, encon­
trábase gravemente enfermo con complicación
de varias enfermedades, por lo que fué desa­
huciado por los facultativos. Había tratado en



años anteriores con los Salesianos y de ellos
había aprendido á tener gran confianza en la
devoción de María Auxiliadora. En medio, pues,
de sus sufrimientos, se acordó de Ella, y con
toda su familia comenzó una novena á María
Auxiliadora, pidiéndole la salud y ofreciéndole
mandar una limosna en acción de gracias.
No se hizo esperar mucho tiempo el favor
deseado, pues al concluirse la novena, el en­
fermo fué declarado fuera de peligro por los
facultativos, quienes aseguraban no poderse ex­
plicar humanamente este retroceso tan impre­
visto y repentino de varias enfermedades á
la vez.
La familia agradecida se apresuró á cumplir
lo ofrecido y mandó celebrar una Misa en
nuestro Santuario de la Tola, mientras tanto
sigue el enfermo con su mejoría.
II. En esta semana vino á este Santuario de
la Tola una de las principales familias de la
aristocracia de Quito, trayendo una generosa
limosna de 50 sucres para la Iglesia, mandando
además celebrar una Misa en acción de gracias
á María Auxiliadora por un insigne favor re­
cibido.
Hacía 14 años que estaban casados, y aún
Dios no les había concedido ningún hijo. Pero
poniendo por intercesora á María Auxiliadora,
consiguieron lo que, humanamente hablando,
parecía ya ser imposible. No fué esto sólo
el favor de María, sino que otros muchos les
concedió la bondadosa Madre. Sea pues una
vez más glorificada María Auxiliadora, que con
tanta bondad remedia á las necesidades de los
que con fe viva la invocan.
III. Un joven de esta capital encontrábase
desocupado sin empleo. Angustiado, vino al
Santuario de María Auxiliadora y despué.s de
haber clamado á la SS. Virgen, habló con c!
Director de la casa. El padre lo consoló, lo
animó á poner su confianza en la Madre de
Dios, honrada bajo el título de María Auxi­
liadora, y luego le aconsejó principiara una
novena en honor suyo. Dicho joven no sólo
aceptó el consejo del Padre, sino que ofreció
dar á la Virgen Auxiliadora una limosna del
dinero que ganara. A los pocos días se puso
lleno de júbilo el agraciado por María á contar
al Director de la casa que ya se había empleado
y en condiciones muy favorables: por lo que
cumplía con su promesa.
IV. L a Señora E. M. sufría del corazón ya
hace mucho tiempo. Se encomendó á la Virgen
Auxiliadora, y de pronto sintió tal alivio, que
puede considerarse como curada. Llena de gra­
titud, envía á la Auxiliadora en su Santuario
de la Tola una limosna y un corazón de plata
como ex-voto por la gracia recibida.

— io6 —

^1

V.
Una excelente Cooperadora Salesiana en­gracia: obtenida ésta, con el alma llena de gratitud
contrábase muy afligida por tener á un niñito cumplo la promesa.
Jinotepe (Nicaragua). Ignacio R ojas: despertéme
suyo muy enfermo. Al instante acordóse de
á altas horas de la noche sin poder respirar y con
María Auxiliadora. Mandó á celebrar una no­ síntomas de asfixia ; invoqué entonces á María Auxi­
vena de Misas con una limosna al Santuario, liadora y le prometí publicar la gracia ; pocos mo­
mentos después sin remedio alguno, me sentí aliviado
pidiendo á María la salud de su hijo. Antes
y con respiración expedita; agradecido cumplo la
que la novena concluyera María SS. había escu­ promesa. — C. R . y M. P . por favores conseguidos.
chado las súplicas de la excelente Señora y de
Madrid. Josefa de S. Gómez, Me encontraba po­
strada en cama con violenta hemorragia, tanto que
los muchos niños que pedían á la SS. Virgen
por dos veces me quedé sin sangre según el facul­
por esta necesidad, y contrariamente á lo que tativo. Hallándome un día con angustias de muerte,
los médicos habían dicho, el niño entró rápi­ me encomendé á María Aux., prometiendo hacerla
damente en convalescencia, encontrándose actual­ novena y publicar la gracia si mejoraba: á poco
mejoré y hoy estoy completamente sana.
mente perfectamente restablecido.
Ibidem. Atnalia Berriozábal: Encontrándome su­
En nombre de los agraciados
mamente angustiada, pues por razones que sería
E. A. Cooperadora Salesiana,
Quito, Noviembre de 1903.

------ ---------------------

Dan también con toda la efusión de su alma, gracias
á María Auxiliadora y ofrecen una limosna:
Almería (España). Adolfo Ramírez Falero: tenía
enfermo un hijo de 10 meses y prometí á María
Auxiliadora dar la limosna para una Misa, hacer
una novena y ponerle la medalla al cuello: esta es
la tercera vez que acudo á su maternal misericordia,
y siempre me ha atendido. Agradecido cumplo mi
promesa.
Asunción (Paraguay). Vitalia Cretella: Habiendo
enfermado de dolores neurálgicos en la cabeza, y
no encontrando alivio en mi mal que me atormentaba
sin cesar, llena de fe acudí á María Aux. pidién­
dole se apiadara de mi y me devolviera la salud.
No supliqué en vano; al poco tiempo mejoré y hoy
estoy completamente restablecida.
Burgos (España). Aurea Monteverde y Angel
Ledono: por favores obtenidos.
Comalapa ( N i c a r a g u a ) . Goss\ se veía cada
año acosado de fuertes vómitos de sangre; hace
próximamente cinco años se agravó en tal extremo
que se temió no tuviera tiempo para confesarse. Su
hermana, .Amalia Goss, en tan peligrosa circunstancia
invocó á Maria .Aux., puliéndole que no permitiera
muriese su hermano sin confesión, prometiéndole
publicar la gracia. Maria Sma, no sólo le concedió
recibir los Sacramentos, sino que le devolvió la
salud perdida, y de.sde entonces no ha vuelto á
arrojar sangre. Queda eternamente reconocido á
M.iria .Auxiliadora.
Ibidem. Ricardo M. Rea: por haber conseguido
la s.alud de su niñita, que cinco meses hacia, padecía
continua fiebre. — Isabel Espinosa y Jfdx-itno E .
Amador por varias gracias recibidas.
Cuenca iEsp.aña). Francisco H erráis; da repetidas
gracias á Maria Aux. por dos gracias recibidas.
Granada (Nicaragua). Concepción
.-hallán­
dose el niño Humberto al borde de la tumba, con
una fiebre maligna por espacio de una semana,
ofreci á María Aux. rezar su novena y publicar la

largo exponer, veía el porvenir de mi hija comple­
tamente perdido, y perdido todo lo que hasta en­
tonces habia hecho por asegurárselo, me dirigí á
María Aux. con una novena y otra, hasta que la
Sma. Virgen me concedió la gracia deseada; y no
sólo me concedió ésto, sino que allanó las otras
dificultades que surgieron. Y como estoy persua­
dida que ésto no se ha hecho por medio alguno
humano, sino por intercesión de María, quedo eter­
namente reconocida y publico la gracia.
María (Almería). N . N .: Hallábase enferma una
joven, y en el momento más grave de la dolencia,
acudimos á María Aux. en demanda de socorro,
empezamos una novena y prometimos publicar la
gracia: pronto se inició la mejoría, y ahora está
completamente sana la que antes estaba desahu­
ciada. Plenamente convencidos de que la salud de
esta joven sólo se debe á María Aux., agradecidos
cumplimos la promesa.
Masegosa (Nicaragua). M iguel Caballero: acudió
á Maria Auxil. y obtuvo la salud de su hija Nemeira
que estaba gravemente enferma.
Nocito (Huesca). D . M iguel Gella, fÁrroco: Ha­
llábame una noche á la cabecera de una pobre madre
con cinco hijos, todos menores de nueve años: la
paciente sufría vivísimos dolores que presagiaban
cercana la muerte, los hijos estaban llorando al
rededor del lecho y yo dispuesto á confe.sarIa. Doiiéndome hacer violencia á los angelitos aquellos
para separarlos de su madre y yo confesarla, acudí
á María Aux. pidiéndole, disminuyese los dolores
de aquella pobre madre y poder yo administrarle los
Stos. Sacramentos, ofreci celebrar una Misa al dia
siguiente en acción de gracias y ofrecer otras dos
según la intención del P. Rúa en beneficio de la
Obra Salesiana: en aquel instante comenzó á cal­
marse los dolores, cesaron después y yo conseguí
lo que deseaba. ] Gracias á María 1
Provencio (Cuenca). Un Cooperador y devoto de
M aria: en la triste situación en que me hallaba,
hubiera dado un grave disgusto á mi querida familia
y lo hubiera experimentado yo también, sino hubiese
visto realizados mis propósitos y deseos. Temiendo
mal éxito, acudí á María Aux., que ya tantas gracias
me habia dispensado, imploré su protección y pro­
metí publicar el favor. La que es consuelo de los

m
— 107 —
afligidos hizo que á los pocos dias mis deseos se
realizasen: rogándole que me conceda un nuevo favor
que le pido, cumplo mi promesa.
Puerto de Béjar (Salamanca). Mariana López:
Estaba mi esposo gravemente enfermo de pulmonía
y los médicos desesperaban de salvarle. En el pe­
ligro de quedar yo viuda y huérfanos mis hijos, y
aconsejada por una amiga, acudí á María Auxilia­
dora, prometiendo dar una limosna á los PP. Salesíanos y hacer celebrar una Misa en su Capilla. A
los pocos días el enfermo estaba fuera de peligro
y el lo de Noviembre cumplí agradecido la promesa
en el Colegio de los Salesianos de esta ciudad.
Ibidem. D . Juan Peña Sánchez Pbro.: por dos
favores alcanzados. — C L .; por gracias que ha
recibido.
Salamanca (España). M . A .: Una parienta mía
estaba enferma de gravedad y se temía no pudiese
recibir los Santos Sacramentos, por ser continua­
mente atacada de síncopes. Acudí á María Auxi­
liadora prometiendo mandar celebrar una Misa en
la Iglesia de los PP. Salesianos, si se alcanzaba la
gracia. Obtenida ésta, cumplo la promesa.
San Cairlos (Nicaragua). Lino Reyes: Son tantas
las gracias que del bondadoso Auxilio de los Cris­
tianos he recibido, que mi pluma no puede trazar
la gratitud y amor que mi corazón siente. Estuve
en peligro de perder la vida, á causa de una caída:

y-

ofrecí una limosna y publicar la gracia, y hoy estoy
completamente bueno. Cumplo lo prometido. —
Esmeralda Vargas: por gracias recibidas.
Ibidem. Servanda de Reyes: Padecía de mucho
tiempo hacia una penosa enfermedad: ofrecí una
limosna, y María Aux. me obtuvo la gracia. Eter­
namente reconocida, cumplo la promesa.
Santander (España). M, A guirre: da gracias A
María Aux. por un favor recibido por .su intercesión.
Sarriá (Barcelona). Una devota de Maria Auxi~
liadora: Encontrándome en una gran necesidad,
recurrí á Maria Aux. y Ella me obtuvo la gracia
implorada. — M. E .: da una limosna por una gracia
notable.

N. B . Recom endaba D. B osco tres medios
para obtener una gracia de M aria A uxilia­
dora : I. R eza r con fe y devoción nueve días
seguidos tres Pater-nóster, A vem arias, Glo­
ria s y S a lv e s ; 2. D ar una lim osna; 3. F re­
cuentar los S S . Sacram entos.
Con estos tres medios obtendremos las
gracias necesarias del A uxilio de los C ristia­
nos, si nos convienen, pues es imposible que
no se m ueva á n uestras súplicas la que es
la M adre de la s M isericordias.

ROÑICA SALESIANA
4

♦ W » y «jfe * ^

^

SALAMANCA, — Así describe la Semana Católica
de Salamanca la fiesta de S. Francisco de Sales:
Durante los días 28, 29 y 30 del mes pasado tu­
vieron lugar en la antigua iglesia de San Benito
piadosos cultos en honor del excelso Patrono de la
Pía Sociedad Salesiana, en los cuales demostraron
una vez más los beneméritos hijos de Don Bosco
su activo celo por la gloria de Dios y de sus Santos,
para ejemplo y beneficio de los pobres pequenuelos
encomendados á su excelente educación.
En los tres dias, ocupando la cátedra sagrada,
desplegaron las dotes de su elocuencia los RR. PP.
Capuchinos fray Alonso de Escalante, Fr. José de
Solórzano y Fr. Daniel de Bilbao, disertando con
notable acierto sobre puntos del más alto interés
social y religioso.
El día 31, fiesta de San Francisco, celebróse con
toda solemnidad la Misa de minerva del maestro
salmantino don Miguel Rodríguez, director de la
banda salesiana, siendo cantada á dos voces, con
acompañamiento de orquesta, por los jóvenes
alumnos del oratorio, en la cual lucieron los pe­
queños artistas, las galas de su genio musical, in­

______________

terpretando á la vez, con maravillosa ejecución,
preciosos motetes del limo. Mons. Caglíero, Obispo
Salesiano.
[Quién lo creyera 1..... Esos jóvenes, pocos días
ha indómitos, recogidos algrunos en el arroyo, donde
los abandonaron sus padres ó las autoridades, poco
celosas, vénse hoy convertidos en hombres útiles á
la sociedad y á la patria.
El R. P. Juan Guernica, Guardián del convento
de Capuchinos, pronunció en la mañana elocuente
discurso, haciendo el panegírico más acabado de la
vida y virtudes del santo Obispo y Doctor, confe­
renciando en la tarde del mismo día, en plática
dirigida á los señores Cooperadores Salesianos, sobre
el tema de la educación de San Francisco de Sales
en relación con el método instructivo de la gran­
diosa obra de Don Bosco, por el cual ha obtenido
tal desarrollo é incremento en ambos continentes.
Concluyeron los cultos con la solemne reserva y
bendición del Santísimo Sacramento, cantando la
capilla de música nuevos y inspirados motetes.
Damos nuestra más cordial enhorabuena á los
celosos Padres y Coop>eradores Salesianos, deseán-

— io8 —
cióles felices y prósperos dias, en que recojan el
fruto de sus trabajos y desvelos en favor de la so­
ciedad desheredada.
BÉJAR • SALAMANCA. — Un antigtto alumno y Coo­
perador Salesiano, nos escribe: La obra de D. Bosco
en Béjar parece que va tomando mucho incremento;
y Usted verá la verdad de cuanto digo, por algunas
noticias que le voy á dar, confiado en que serán
del agrado de nuestros Cooperadores. Suprimida
la 2* enseñanza por causas que no es del caso re­
cordar, este año se abrieron escuelas gratuitas para
los pobres. Esta determinación llenó el corazón de
alegría á centenares de padres, que asi se les pro­
porcionó un colegio provisto de todo lo necesario
para la completa instrucción de sus hijos.
Prueba de que Béjar recibió con entusiasmo esta
determinación, fué que los Padres Salesianos á los
quince dias de abrir sus escuelas, se vieron obli­
gados á cerrar las matriculas, por estar llenas las
clases de niños, alcanzando éstos la hermosa cifra
de 200; 200 niños, en su mayor parte hijos de obreros,
son educados cristianamente en este Colegio; docientas familias que bendicen el nombre de D. Bosco.
Con el nuevo rumbo que se dió á esta casa, tomó
mucho incremento el Oratorio festivo, reuniéndose
los domingos y dias festivos unos 400 niños. La con­
ducta, tanto de los primeros como de los segundos,
es inmejorable. Y como decía el Semanario de la
localidad, La Victoria: « es tal su comportamiento
en los ejercicios de piedad, que parecen personas ya
adelantadas en el camino de la virtud.
« Los parabienes que los Padres Salesianos reciben
son tantos cuantos son los padres qne mandan sus
hijos al colegio. 1 Lástima que no haya más per­
sonal para abrir nuevas clases, porque nos consta
que diariamente se presentan solicitudes para la
admisión de nuevos niños y que los Padres se ven
obligados á rechazar por estar las clases llenas. »
Los niños del Oratorio festivo parece que van á
porfía para tener buena conducta. Prueba es la fiesta
que en honor de S. Francisco de Sales celebraron:
todos se prepararon con un triduo, y el dia de la
fiesta se acercaron á los SS. Sacramentos de la
Confesión y Comunión.
La fiesta no revistió tal vez aquel aparato exte­
rior que ostentan las demás casas, porque aquí no
disponen de medios, mas fué aquella muy conmo­
vedora. Los que asi.stimos A ella salimos de veras
con el corazón henchido de consuelo y alegría por
haber contemplado á tantos niños encaminados al
bien. La Misa solemne la cantaron los mismos niños
en canto llano, fué celebrante el M. Rdo. Sr. Arci­
preste de Béjar y ensalzó las virtudes del Santo el
dignísimo Ecónomo de Sta. María, presentando al
Santo como modelo de dulzura. Por la tarde los pe­
queños cómicos mantuvieron alegres á sus compa­
ñeros en el salón del teatro, representando varios
chistosos sainetes. El dia siguiente también fué dia
de Jaleo,' á los 30 niños que, desde hace dos meses
están aprendiendo solfeo, se les repartieron los
instrumentos para la organización de una pequeña
banda infantil.
Otra noticia agradable es la de que, los Coope­
radores de esta localidad, se reunieron por vez pri­

mera bajo la presidencia del Sr. Director de los
Salesianos, y reunidos tomaron todos la deliberación
de aumentar el número de los colaboradores que,
esperamos, dado el entusiasmo despertado y lo bien
visto que ha sido el nuevo rumbo que se ha dado
á la Obra salesiana en esta localidad, irán aumen­
tándose. Dios quiera bendecir nuestros esfuerzos y
hacer fecundos los trabajos de los Hijos de Don
Bosco en esta noble ciudad.
AREQUIPA (P erú ). — Cortamos de la Revista Ca­
tólica de Lima. — El día 25 del pasado mes de
Diciembre, se inauguró con asistencia de Monseñor
Delegado Apostólico, ministros de Italia y España,
varios senadores y diputados y comunidades reli­
giosas, la Exposición de artefactos é industrias que
los hijos de Don Bosco, establecidos en nuestra
capital, dirigen en sus renombrados talleres Sale­
sianos, emporio del progreso moderno en la industria
y demás oficios mecánicos, que enseñan á una ju­
ventud en crecido número, proporcionando así una
instrucción sólida en los oficios, á que cada alumno
muestra empeño decidido, á la vez que cimentar á
aquellos en los más sanos principios religiosos.
Dicha Exposición estuvo abierta al público los
dias 26, 27 y 28 del referido mes último y fué visi­
tada por innumerable público, que no pudo menos
de admirar los rápidos adelantos en aquellos tra­
bajos manuales.
Las casas de Arequipa, Sucre y La Paz exhibieron,
como la de Lima, el aprovechamiento de sus jó­
venes alumnos bajo la acertada dirección de los
Padres Salesianos, porque la fotografía, pintura,
trabajos de meteorogía, muestras de trigos, ensayos
de vinos elaborados en dichas casas etc., da una
prueba evidente de la utilidad práctica social de
aquellos afamados Talleres.
CACHOEIRA DEL CAMPO (B r a sil ). — Las Escuelas
de Don Bosco. — Transcribimos aquí las cariñosas
palabras que, acerca de nuestras Escuelas de Cachoeira, se pronunciaron en el Congreso legislativo
de! Estado de Minas Geraes en la sessión del 2 de
Septiembre de 1903.
Sr. Ignacio Murta. — Sr. Presidente, he pedido
la palabra para enviar á la Mesa una enmienda al
proyecto en discussión, y es la siguiente: (lee) .Al
art. 2®, { 20, n. X X X , después de las palabras
« haciendas modelos » añádase: además s:ooo$ooo
para la Escuela Agrícola de Cachoeira del Campo.
Sr. Julio da Motta. — El mejor servicio que se
pueda prestar á la agricultura es la propagación de
la enseñanza práctica.
¿r. Murta. — Perfectamente.
Como bien sabe Su Señoría, Sr. Presidente, >*3
en las leyes anteriores de nuestra ordenanza, se ha
registrado esta acta en favor de aquel importante
establecimiento, en el cual funciona con toda regu­
laridad una escuela agrícola, un verdadero campo
práctico.
Muchos de nuestros ilustres colegas han ya visi­
tado aquel importante establecimiento y pueden dar
testimonio de su valor y de los grandes servicios
que los díganos Padres Salesianos prestan á la clase
desvalida y á los huérfanos desanijiarados.

— lo g —

Sr. Alves de Lemos. — Puedo dar testimonio de
ésto.
Sr. Murta. — Como puede verse en la ley n. 356
del 20 de Septiembre de 1902, constitución vigente,
se halla consignada la cantidad de 5:000^000 que
yo intento mantener en mi enmienda, por que estoy
convencido que es merecido y justo este pequeño
subsidio á un establecimiento que tantos servicios
presta al Estado, como espero demostrar á los Se­
ñores Diputados.
Como S. S. sabe, Sr. Presidente, la Pía Sociedad
Salesiana fundada por el grande D. Bosco, cum­
pliendo su santa y benéfica misión, entre las nu­
merosas casas que ha establecido en casi todos los
países del mundo, abrió el 1896 en Cachoeira del
Campo, con el patriótico auxilio del Estado de Minas,
un grande é importante instituto de enseñanza con
el título de Escuelas de D . Bosco, con el fin de dar
á los niños, junto con la educación moral y reli­
giosa, una instrucción proporcionada á su condición,
y asi formar de ellos ciudadanos virtuosos y útiles,
buenos obreros y agricultores teórico-prácticos.
Comprende el instituto dos divisiones: una de
letras, primera y segunda enseñanza, conforme al
Gimnasio Nacional, al cual fué equiparado por De­
creto federal n. 3934 del 20 de Abril de 1901; y
otra de enseñanza teórico-práctica de agricultura,
artes y oficios.
Sr. Presidente, en buen hora tomó nuestro prós­
pero Estado la feliz resolución de abrir las puertas
de su proverbial hospitalidad á los virtuosos Padres
Salesianos, dignos é infatigables discípulos y con­
tinuadores de la misión humanitaria y santa de su
benemérito fundador. Aceptada por su representante,
el Exmo. Sr. D. Luís Lasagna (de feliz memoria)
la donación que hizo el Estado, era deplorable el
estado en que se hallaba el antiguo palacio y cuartel
que sólo conservaba en pie las paredes; todo lo
demás eran escombros y el terreno y bosques de­
vastados.
Pero hoy, gracias á la constancia y sabia direc­
ción del digno, celoso é infatigable P. Domingo
Albanello, quién á costa de sacrificios y trabajos
sin cuento, ha ido rehaciendo aquel establecimiento,
puede ya admirarse un edificio grande, sólido y
cómodo, levantado sobre las ruinas del cuartel,
donde funcionan actualmente escuelas y tálleres con
más de 300 alumnos.
Al rededor del establecimiento, se extiende un
área cultivada de 250 hectáreas de terreno, dividido
por caminos costeados por árboles frutales. Aquel
terreno, antes inservible por su mala calidad y por
estar devastado por las caballerías, hoy está com­
pletamente trasformado con el arado é irrigación
en tierra fértil. Existen unas 20.000 vides prósperas
y llenas de vida y se cultiva mijo, mandioca, pa­
tata, hortaliza, forraje, etc. En fin, Sr. Presidente,
hay allí un perfecto campo práctico de agricultura
y de enseñanza profesional, el conocimiento y apli­
cación de los procedimientos modernos empleados
en la cultura intensiva, de la cual depende el por­
venir de la industria agricola en nuestro Pais. Se
educan en aquella escuela de mora! y de trabajo,
además de 6 alumnos que sostiene el Estado, mu­
chos huérfanos y pobres, que serán más tarde otros

tantos propagadores del engrandecimiento moral y
materiad de nuestro Estado, que tendrá en ellos
garantía segura contra las perniciosas doctrinas
nacidas de la ociosidad y de la ignorancia.
Por la exposición que acabo de hacer en breves
trazos, puede verse, Sr. Presidente, que las Escuelas
de Don Bosco prestan al Estado reales é impor­
tantes servicios, ya con relación á la enseñanza que
en ellas se da á los jóvenes patricios que se dedican
á la carrera de las letras, ya á la que dan á la no
menos noble y honrada clase de los obreros y agri­
cultores.
Yo espero, Señor Presidente, que la patriótica
comisión que tanto se interesa por las cosas públicas
de nuestro Estado, particularmente por la trabaja­
dora clase de los labradores, á la que tengo la
honra y el orgullo de pertenecer, no negará este
favor, que dará nuevo impulso á aquel estableci­
miento para que mejore de día en día, y preste
verdaderos servicios á la santa causa de la educación
é instrucción del pueblo.»
Se envía á la mesa, se lee y, apoyada por sufi­
ciente número de firmas, entra en discussión junto
con el proyecto la siguiente Enmienda n. 3. Al
art. 2°, I 20, no X X X , h á d a se al fin: además
5:000^000 para la Escuela Agrícola de Cachoeira
del Campo.
Sala de las sesiones, 2 de Septiembre de 1903.
Ignacio Murta, Julio da Motta, José Galdino R íos ,
José de Seixas, Jaime Gómez, Alves de Lemos,
Javier Rolim, Juan Velloso, Antonio Welersom,
Americo de Macedo, Afranio de Mello Franco,
Favarer de Mello, Ferreira y Mello, Juvenal Penna.
RIOBAMBA (Ecuador ). — Nos escriben: La fiesta
de Nuestra Señora de la Merced, patrona de las
armas ecuatorianas y titular de nuestra capilla, fué
celebrada en este año con particular pompa y d e­
voción. La precedió un novenario, en el cual pre­
dicó todos los dias con emoción y entusiasmo uno
de nuestros sacerdotes, y los devotos se esmeraron
en ofrecer numerosos objetos de arte á su « Virgen
Madre de Merced » y en hacer brillar en todo su
esplendor el culto mariano. Un grupo de hábiles
cantores por la mañana y por la noche, dieron un
singular realce á los cultos. Numerosisimas fueron
las comuniones del dia final.
£1 predicador panegirista, tocando un asunto de
vital importancia en el dia, consideró á la Virgen SS.
como fuente primera de la libertad y emancipación,
demostrando que la libertad, que de ella no fluye,
es más propiamente esclavitud.
Uno de los frutos principales de la solemnidad,
además del espiritual, ha sido el fuerte impulso que
se impnimió á los trabajos del nuevo templo, que,
Dios mediante, estará ya concluido en el próximo
año. Se aprovedió también esta ocasión para reor­
ganizar é impulsar activamente la Asociación de
Cooperadores y Cooperadoras y la de María SS.
Auxiliadora. La fiesta de la Merced señala para
nosotros el fin de las vacaciones y el comienzo del
^ o escolar. Es pues una prenda de bendiciones
para las nuevas tareas. Así lo esperamos.
R

VALENCIA (V knezüela ). — Entresacamos de La
e l i g i ó n — El Domingo 20de Diciembre.

— lio

presentaba el espacioso salón de! Colegio D. Bosco
un aspecto cautivador: se celebraba la fiesta de la
Concepción Inmaculada de María.
En un ángulo se levantaba un bellísimo altar,
artísticamente adornado, desde el cual, por sobre
un mar de luces y flores, dirigía la Madre del Amor
Hermoso sus tiernas miradas á los numerosos fieles
congregados para honrarla.
A las 9 de la mañana empezó la Misa solemne,
que fué interpretada á perfección por la orquesta
del Colegio.
Durante la Misa pronunció el panegírico el ilus­
trado Director del Instituto, Pbro. Juan B. Voghera,
quien, con palabra amena, robusta dicción y calor
oratorio, entusiasmó al selecto auditorio en el amor
á la Madre Inmaculada.
Puso término á la hermosa festividad la bendición
solemne con Su Divina Majestad.
Todos quedaron enfervorizados y animados; y
esperamos que esta fiesta sea un preludio de la que
los Snlesianos preparan para el próximo año, con­
fiando en que la caridad de los fieles Ies permitirá
concluir para esa fecha la Capilla en construcción,
á fin de que ella sea el homenaje que dedica V a­
lencia á María Auxiliadora en el 50®aniversario de
la Definición Dogmática de su Concepción Inma­
culada.

siempre grabada en nuestra memoria, pues, además
de ser un acto de bondad exquisita, fué también
un gran consuelo para los buenos Salesianos allí
desterrados. El Arcipreste del lugar, representante
del Prelado en Guernisey y Jersey, es también en­
tusiasta admirador de la Obra Salesiana.
La población es buena y las fiestas las obsen'an
todos ; nuestra Capilla es incapaz de contener todos
los que la frecuentan y entre ellos hay muchos
protestantes. Todo nos da esperanzas de que los
Hijos de D. Bosco, cuidándose de los niños en las
Escuelas y Oratorios festivos, puedan recompensar
á aquellos caritativos isleños de la buena acogida
y valioso apoyo que les han dispensado.
Nos anuncian de Loja (Ecuador), que aquella ca­
tólica y devota ciudad ha dispensado una triunfal
acogida á la estatua de María Auxiliadora, el primer
domingo del pasado Enero. Lo más granado de la
ciudad fué en procesión á la quinta del Sr. Carrión,
donde estaba la piadosa imagen, y en medio de los
cánticos y vítores de aquel devoto pueblo, fué llevada
al templo de S. Francisco y colocada en un elegante
altar de antemano preparado. Esta triunfal acogida
que ha hecho á la Auxiliadora de los Cristianos,
la católica ciudad de Loja, le sea prenda de ben­
dición y de prosperidad.

E5pigando

Por correspondencia de nuestro celoso y activo
Cooperador, Sr. Federico Arévalo, sabemos que
en Guatemala reina gran entusiasmo por María Au­
xiliadora y se celebran sus fiestas con solemnidad
y devoción singulares. La fiesta de Maria Auxilia­
dora del pdo. año, merced á la actividad del Dr.
J. Mariano Palomo, á la generosidad de D.‘ Ger­
trudis Z. de Salazar, y á la piedad de todos los
buenos Cooperadores, tuvo un éxito magnífico. Re­
ciban aquellos devotos Cooperadores, nuestras sin­
ceras felicitacioues y una palabra de aplauso y
aliento, para continuar animosos honrando á la Au­
xiliadora de los Cristianos, en la persuasión deque,
los que la ensalzan lograrán la -¡Ada eterna.

Recordamos á nuestros amados Cooperadores el
articulo 8 del capítulo V del Reglamento que dice:
E l día de la fiesta de San Francisco de ^ le s y de
María Auxiliadora^ cada Decurión reunirá á sus
Cooperadores para animarse reciprocamente en la
devoción hacia aquellos celestes protectores, invocando
su patrocinio á fin de perseverar en las buenas obras
emprendidas, según e l espíritu de la Asociación.
El que fué amadísimo Inspector de Cataluña, el
Revmo. D. Antonio Alme ha llegado á Bogotá, después
de un viaje de 40 días, en calidad de Inspector de las
Casas de Colombia, pues el infatigable D. Evasio
Rabagliati debe exclusivamente dedicarse al cuidado
de los pobres leprosos, que absorben todos sus
desvelos. El Sr. Arzobispo acogió al nuevo Inspector
con aquella paternal bondad que ha dispensado
siempre á los hijos de D. Bosco. AI día siguiente
de su llegada, en la iglesia del Carmen que está á
cargo de los Salesianos, se cantó un solemne Tedéum,
y el P. Aiine, después de haber dirigido á la mul­
titud un afectuoso saludo, dió la bendición apostó­
lica, gracia que benignamente le concedió el Sumo
Pontífice. Los que han por varios áños gozado de
las paternales solicitudes del inolvidable Don An­
tonio Aime, le envían con gratitud y afecto un ca­
riñoso saludo, deseándole que su apostolado en la
noble y atribulada Colombia, sea fecundo, como lo
fué en la hidalga y laboriosa Cataluña.
Los Salesianos de Dinao (Francia), han p>odido re­
fugiarse en la isla de Gnemisey^ una de las del
grupo Normando. El Sr. Obisp>o de Portsmouth
(Inglaterra), bajo cu>-a jurisdicción está Guernisey,
hizo una visita á nuestros hermanos y ordenó á du.s
de ellos sacerdotes. Esta delicada atención quedará

*

««
Nuestro desinteresado y celoso Decurión D .José
M. Paredes nos comunica lo siguiente: Los Coopera­
dores Salesianos de Vinces (Ecuador) reunidos en fra­
terna] conferencia resuelven: Cooperar pecuniaria­
mente para la pronta adquisición de una estatua de
María Auxiliadora, para venerarla en esta cinda­
dela; enviar un voto de gratitud al Rector Mayor
D. Miguel Rúa, por la benéfica influencia que ejerce
en pro de los Cooperadores de aquella población:
y publicar el acueMo de adhesión en el Boletín
S a l e s ia n o .

El documento, fechado el i® de Diciembre, trae
la firma de 18 Sras. Coop>eradoras y de 19 Sres.
Cooperadores.
Tan laudable decisión es digna de proponerse
á la admiración de todos los Cooperadores, así
como es digno de todo aplauso el Sr. Decurión de
aquella ciudad.

** *
Y no son menos entusiastos y celosos nuestros
Cooperadores de Yarltagoa (Venezuela) en honrar
á S. Francisco de Sales. Nos anuncia D .‘ Filomena
O tero, activa Cooperadora de aquella localidad,
que el 29 del pdo. Enero, todos los Coop^eradores,
con el V . Cura párroco á la cabeza, se reunieron

— III —
para celebrar la fiesta de nuestro Santo Patrón y
con laudable generosidad hicieron una colecta para
costear una estatua de María Auxiliadora. Reciban
también ellos nuestras felicitaciones y palabras de
aliento. [Adelante por María Auxiliadora 1
D. Manuel B . Hermida, Director de la Casa de
Sarria anuncia á ios que han tomado parte en la
rifa de la hermosa estatua de María Auxiliadora
(de Sarriá-Barcelona), que ha salido agraciado
en el sorteo, el número 1011 de la serie Z, que fué
despachado en Santander.

sereno y en continua oración. E l día antes de
morir preguntó si era viernes ó sábado, y ha­
biéndosele dicho que era viernes: Que largo se
me hace este día, respondió. Por la noche volvió
á preguntar el día y la hora, y cuando supo que
era la una del sábado, exclam ó: Elstá bien, e.stá
bien, dentro de poco me hallaré en mi casa.
Apenas amaneció, seguía preguntando por la
hora; á las 12 pidió sonriendo un poco de ag^a,
y se durmió plácidamente en el Señor, confor­
tado con todos los auxilios de nuestra Santa
Religión.

D. ¡uvenal Bonavia
Pbro. Salesiaao.

23 del pasado Enero espiró en el ósculo
del Señor, en nuestra casa de Londres,
este infatigable Salesíano, Redactor asiduo del
Bo letín in g l é s .

Nació en Genola (Italia) el 26 de Octubre de 1865
de padres piadosos, y desde sus primeros años dió
prueba de una prudencia y bondad superior á
su edad. Terminados los cursos de humanidades,
D. Bosco le impuso el hábito clerical el 3 de
Noviembre de 1881, y al año siguiente emitió
los votos religiosos. Durante algún tiempo es­
tuvo en el Oratorio de Turín en cualidad de
maestro y asistente, deberes que cumplió con
todo esmero, mereciendo por sus virtudes el
el aprecio y la confianza de D. Bosco. Pero el
Señor lo puso á dura prueba, pues contrajo una
grave enfermedad que más tarde debía serle fa­
tal. Ordenado de sacerdo*^** y enviado á Londres
para abrir una casa en aquella populo.<:a ciudad
y para restabl'.-cerse, dió en el ejercicio de su
apostolado, r uebas de gran prudencia y de­
mostró cele m iaügrble por la gloria de Dios y
de la salvación de la j almas que el Señor con­
fió á sus desvelos en la nueva patria.

Por su Índole mansa, serena y franca se captó
bien pronto el afecto de todos; el Exemo. Sr.
Boume, ahora Arzobispo de Westminster, le
bonró con particular amistad.
Pero la cruel enfermedad que le aquejaba, y
contra la cual luchó quince años, se agravó más y
iDás; con todo, él observó escrupulosamente hasta
pocos días antes de morir, el horario de la co­
munidad. Como preveyese que había ya llegado
d fin de sus días, esperó la muerte con rostro

ÉL

D. Juvena! Bonavia.
Los funerales que se celebraron el 26 de Enerofueron un verdadero triunfo para este digno hijode D. Bosco; como también lo fué el entierro.
Fué sepultado en el cementerio de Burwask,
cerca de la casa que él tanto amaba, y en la
que quedará, como en toda Londres, la grata
memoria de este infatigable Salesíano.
Una oración por su alma.

R. I. P.

D.‘ francisca Carbonell Oda. de Hroles.
Con profundo sentimiento anunciamos á nues­
tros amados Cooperadores la muerte de esta in­
signe bienhechora. En ella los Salesianos delColegio de San José de Barcelona han perdidouna protectora y una madre afectuosísima.

— I 12 —
Desde hace muchos años^ esta santa Señora
venia favoreciendo nuestro Instituto, y especial­
mente en los comienzos de esta casa, desplegó
un celo admirable en favor de la Obra Salesiana.
Ocupada siempre en educar cristianamente á
su familia, no olvidaba á la niñez pobre y des­
valida, y con la limosna, el trabajo de sus manos
y el ejemplo de una vida cristiana, procuraba
arrancar almas al infierno para llevarlas á los
pies de Jesús. Todos admiraban en ella una
virtud acrisolada, un celo admirable y una ca­
ridad generosa y activa; era un modelo acabado
de madre cristiana, formada en la escuela del
Divino Maestro.
Y nosotros, que hemos podido conocerla y
admirarla, no dudamos en afirmar que podía por
su caridad y sacrificio estar al lado de la santa
madre de D. Bosco y de las demás caritativas
Señoras, que en los principios de su Obra ayu­
daron á Don Bosco á vestir y alimentar á los
huérfanos que el padre de la juventud recogía.
Dios tenga en su gloria á la virtuosa Señora.
Los Salesianos y sus niños se harán un deber
de pedir á Dios por ella, y al mismo tiempo
suplican encarecidamente á todos los Coopera­
dores, que rueguen por esta nuestra insigne bien­
hechora. que por designios de Dios, nos precedió
en dormir el sueño de los justos.

D‘ . lacinia Crespo.
E l 17 de Diciembre de 1905, en Carmen de
Patagones, volaba al seno de Dios el alma an­
gelical de
Jacinta Crespo y Cooperadora Sa­
lesiana celosísima y ejemplar de vida cristiana.
En su corazón, dominado siempre por el amor
á Dios, ocupaba un lugar preferente la Misión
Salesiana. Era la más antigua y abnegada Coo­
peradora de la Patagonia.
Nosotros oramos sobre su tumba y pedimos
una oración por su alma, para que goce perpe­
tuamente de la gloria del cielo.
R.

1.

P.

AMÉRICA.
Rdo. Sr. D. James Joram Benfieldside — Co-Durham.
» » » Nicanor Corral
Cuenca (Ecuador)
Sra. D». Mariana Aragundi de Jara »
»
» » Mercedes Nájera
»
»
» » Domitila Donoso
»
■»
Sr. D. Vicente Fierro
»
>
Sra. D^. Mercedes Rivera Zambrano »
»
» » Rosa Gijón de Larrea
»
>
» » Alegría Andrade
»
»
Sr. D. Carlos Ferrei
Granada (Nicaragua)
Sra. D*.
Gertrudis Selva *
»
»
» Josefa Garay
Masaya
»
»
» Salomé Garda
Panaloya
»
»
» Josefa Dolores Collado — Pueblo Chiquito
(Nicaragua).
Rdo. Sr. Daniel Cepeda (can».) Riobamba (Ecuador).
»
» Eduardo Alvarado
»
»
» » Mariano Prats
»
»
» » Antonio Domínguez
»
»
Sr. D. José R. Mendoza — TeoHllan (Méjico).
Sra. D». Basilia Colmenero— Jerez (Méjico).
» » Juana Franciarena de Casal — Uribelarrea
(Buenos Aires).
* » Sara Lasternia Ubilla — Vinces (Ecuador).
R. I. P.

Cooperadores Salesianos difuntos
ESPAf^A.
Sr. D. Delfin Artos
Sra. D*. Manuela Gutiérrez
Sr. D. César Martínez Salinas
» > Oscar Pa.scual de Bofarull
» » Antonio Biada y Bíada
» » Juan Torra
> » Carlos Sacanell y Mayendie
Rdo. Sr. D. Estanislao Labayru
Sr. D. Eugenio Barbier
» » Domingo Mandalumiz

Sra. D*. Valentina Arriaga
» > Dolores Pueyo
Sr. D. Felipe Martínez
» » Salvador Zanón
» » Mariano Celada
>
Sra. D^. Dolores Ledó Baltar
Chantada (Lugo)
» » Aurora González Fuentes
»
»
Rdo. Sr. D. Tomás Costa — Castellón de la Plana
Sr. D. Fernando Cucala — Carcagente (Valencia).
» » Rafael Zurbano Messa — Churriana (Málaga).
Rdo. Sr. D. Salvador Lomas — Málaga.
Sra. D». Carolina Rubio y Castillo vda. de Molins
— Málaga.
» » María de la Concepción Pérez Souvirón
de López de Uralde — Málaga.
Sr. D. Pedro Pérez Ario — Bertrances (Orense).
Sra. D*. Rosalía Solleyro y Fernandez — Otñedo.
Sr. D. Antonio Merino Gutiérrez Santaella — Puente
Genil (Córdoba).
* » Lorenzo Viñas y Coll — Sabadell (Barcelona).
Sra. D*. Ana Segura Bonillo — Zurgena (Almería).

Barcelona
»
»
»
>
»
»
Bilbao
»
»

N. B. — Se suplica á los Sres. Directores, Decu­
riones y Celadoras nos envíen cada mes los nombres
de ios que han pasado á mejor vida, asi como
también la fecha de su defundón y . el pueblo y
provincia á que pertenedan. De este modo, además
de ser un lenitivo al dolor de los parientes del fi­
nado ver que se acuerdan de séres tan queridos, al
verlos inscritos en la Necrología, nuestros benévolos
lectores sufragarán con fervorosas oraciones al
alma de los finados, pues: Santo y saludable es el
pensamiento de orar por los muertos.

Con aprobación de ia Autoridad Ecle^ósüca:
Góenter JOSÉ GAMBINO.
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1904