BS_1912_05

Ficha

Título
BS_1912_05
Descripción
Boletín Salesiano. Mayo 1912
Fecha
1912.05
extracted text
A Ñ O X X V II - N. 5

Edición de España

M ayo de 1912

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Xurín — Via Goífolcngo N. 52.

SUMARIO. La caridad en la educación . . . . ii8
Tesoro espiritual............................................................ 12 c
Homenaje a la memoria de D. Miguel Rúa . . . 122
Juicios sobre D. Hosco y su sistema educativo . . 123
Las Escuelas Salesianas en el primer Concurso Agricoia-industrial del Departamento de la Libertad República de El S a l v a d o r ....................................124
D e n u e s t r a s m i s i o n e s . — Tierras Magallánicas:
t Folk-lore n fu egu in o.................................................126

^ ^

E l c u l t o d e MARÍA a u x i l i a d o r a ; P a ra e l raes

de María A uxiliadora— Fiesta excepcional . . 1.10
Gracias de María A u x ilia d o ra ................................... 131
Por k l mundo s a l iís ia n o : En Valdocco. — Aso­
ciación de Ex-alumnüs; Méjico, Ciudadela. —
Crónica de los Oratorios Festivos: Cádiz, Vigo,
Trieste. — Noticias varias: Huesca, Valencia,
Tegucigalpa, Buenos A ires, Tttrin. Alejandría. 133
Memorias biográficas de Mons. Luis Lasngna . . 1.42
Libros regalados a nuestra R e d a c c ió n .....................144
Necrología — Cooperadores Salesianos difuntos . 144

i hay algo esencial en el sis­
tema pedágogico adoptado
por D. Bosco, es, a no du­
darlo. ese fondo de amor desin­
teresado y fecundo que en el lenguaje
cristiano se llama caridad. Tal vez
se nos objete que esa es la caracte­
rística de todos los educadores que
han bebido en el Evangelio el es­
píritu de amor que es la esencia mis­
ma del cristianismo, la plenitud de
la ley, como dice S. Pablo, lazo per­
fecto de la sociedad, que diría un so­
ciólogo, copiando sin quererlo otra
frase del Doctor de las gentes. Sin
embargo, si esa es una nota común
a todos los educadores que se inspi­
raron en el Evangelio, ¿cómo es que
sólo a D. Bosco cabe la gloria, que le
reconocen creyentes e incrédulos, de
haber introducido la caridad en la

educación? Este es un lincho patente
y resabido, y por lo tanto nos cree­
mos dispensados de aducir las prue­
bas. Dándolo, pues, por tal. seguimos
adelante preguntándonos: Si desde
Jesuscristo acá se viene predicando
la caridad, y practicándose también,
¿cómo es que, después de tantos san­
tos y personas i)iadosísimas que han
educado niños, viene el gran educa­
dor italiano y la Historia lo consagra
« humanizador de la Pedagogía » ?
¿no le hibían precedido Rousseau y
Pestalozzí, S. Felipe de Neri y S. José
de Calsanz?
A nuestro parecer, pasaba y pasa
con la Pedagogía y la caridad lo que
pasa y pasaba con la caridad y la
Sociología; que estamos todavía muy
lejos de ser verdaderamente caritati­
vos con nuestros semejantes; el día

— ii8 —

que lo seamos de veras, si es que lle­
gamos a serlo, habremos realizado la
plenitud de la ley. Por lo que a la edu­
cación se refiere, la caridad continúa
consistiendo para muchos más en las
palabras que en las obras; y de aquí
la novedad del Sistema preventivo,
que, como sistema, dice D. Bosco,
se ha usado en todo tiempo; como
aplicación nueva hecha por él, decimos
nosotros con todos los que citan a D.
Bosco, « asombran los prodigios que
este hombre supo realizar sobre mi­
llares de seres humanos con un mi­
núsculo bejage de normas reglamen­
tarias, pero con abundancia de amor
ilustrado, intuitivo, y observación psi­
cológica » (i). Ahí está, si no erramos,
su originalidad asombrosa. Desde h ice
veinte siglos que la caridad cristiana
va penetrando, por desgracia muy len­
tamente, en las diferentes partes del
organismo social; D. Bosco tuvo la
santa audacia de hacerla adelantar
un gran paso en un campo, donde se la
consideraba en gran parte extraña. Y a
iremos explicando el sentido de estas
palabras; por ch ira nos limitamos a
consignarlas dejando para más tarde
su cumplida demostración.
Aun los más empedernidos alaba­
dores del tiempo pasado hibrán de
convenir en que nuestras costumbres
se van dulcificando poco a poco; el
mismo curso sigue la legislación y en
general las relaciones sociales, aun­
que, como todos sabemos, m u th i falte
todavía por andar. S. Francisco de
Sales introdujo un poco más de ca­
ridad práctica allí mismo donde se
creía que la caridad lo era todo, en la
Ascética; S. Alfonso de Ligorio sua­
vizó un tanto la Moral aportando tam­
bién un poco de caridad para Incer me­
nos austera la rigidez de los preceptos
absolutos; otros lo hicieron con las de(i) l)r. Lorento Ellero. .\puntes sobre los pre­
sos llamados incorregibles.

ferentes ramas del derecho, sobre todo
con Derecho penal, donde la caridad
cristiana ha hocho maravillas, aún
filtrándose a través de las obras de
muchos penahstas que no aceptaban
el dogma católico; a D. Bosco le es­
taba reservado darle el correlativo im­
pulso en las relaciones entre el edu­
cador y sus educandos. Antes de él,
y aun en sus mismos días, se escribie­
ron hbros preciosos donde los espíritus
rectos reclamaban para los niños la
caridad que se debe al hombre; y al
niño con más razón todavía porque
la necesita más; es débil, no sabe pe­
dirla y se le puede negar con toda im­
punidad. Respeto a su delicado or­
ganismo, respeto a su voluntad, a su
entendimiento, a .su vocación, a sus
inclinaciones, a su persona en m a pa­
labra; todo esto se escribía y se escribe
todavía, bien que en la práctica son
contados los maestros que merecen
el nombre de padres de sus discípulos,
sin contar que muchos padres son
peores aún que los maestros.
D. Bosco no era « un ideólogo so­
ñador » y estuvo bien lejos de supri­
mir la autoridad de la educación, ni
de eliminar enteramente el castigo,
a veces necesario para domesticar la
bestia hiimana; pero todo su Sistema
preventivo no es más que una reco­
mendación continua del respeto que
se debe a la personalidad del niño; la
práctica de ese sistema tal como él la
llevó a cabo, es la actuación com­
pleta de la libertad de la verdad.
Modesto como todos los verdaderos
sabios, apenas se permitió D. Bosco
apuntar las razones en que fundaba
su manera de educar, aunque el éxito
ha confirmado plenamente la bondad
de sus teorías; nosotros las vemos
ahora m uy claras y hombres emi­
nentes han glosado ya las pcx:as obser­
vaciones que el dejó escritsa, encon­
trándolas tan breves como fecundas.

-

II9 —

Uno de ellos, el ilustre escritor F.
Crispolti, dice en su « D. Bosco » a
propósito de esto: « E l método de
D. Bosco crea el perfecto alumno por­
que se obliga a crear el perfecto edu­
cador. E l sistema represivo es la con­
fesión del maestro que no puede ejercer
una influencia directa en el ánimo de
su alumno y debe por lo tanto recurrir
a medios materiales, extraños a las
dos almas, los castigos brutales ». Lo
que el cultísimo marqués escribe res­
pecto al abuso del castigo que el Sis­
tema preventivo impide al maestro,
puede aplicarse m uy bien al trato que
dithj sistema le impone en general
con respecto al discípulo. Esa cari­
dad amplia, ilustrada y generosa
que D. Bosco exige a los suyos, dis­
pone al educador al respeto profundo
que le debe inspirar un alma cau­
tiva todavía en el organismo del
niño; un alma que espera de él, y tiene
absoluto derechD a exigírselo, no sólo
protección y estímulo, sino también
libertad para realizar su potenciali­
dad propia. E l educador debe acer­
carse a la voluntad del niño con toda
la delicadeza con que se toca la matita
de una planta preciosa por miedo de
perturbar su crecimiento o march’tar
su frescura y vitalidad. El fin de la
coacción exterior, cuando sea abso­
lutamente necesaria, ha de ser pro­
ducir en el niño la ga'na de educarse,
porque nadie se educa por fuerza; por
fuerza se podra domesticar un oso
hista cierto punto, pero jamás se cirilizará a vm hombre. Los seres or­
ganizados se desarrollan de dentro
afuera, y el him bre no sería educable
si no fuese Ubre, lo cual quiere decir que
no se le puede educar si en ello no toma
parte su voluntad; es él el que debe perfecionarse a sí mismo, el educador sólo
puede decirle cómo ha de hacerlo. Por
otra parte, la fuente no sólo de la morali­
dad. sino también de toda actividad hu­

mana, está en esa misma volunta dlibre que es el motor del hombre; de
modo que, todo sistema educativo
que no ponga en movimiento esa má­
quina es infructuoso; y peor aun si re­
prime o perturba su funcionamiento
normal, porque entonces la estropeará
y eso sería esterilizar al hombre fu­
turo, haciendo de él un autómata.
Educación no quiere decir repren­
sión solamente, quiere decir también
y sobre todo dirección y estím ulo;
desgraciadamente el egoísmo tiende
más bien a la reprensión, que es un
ejercicio de la autoridad más cómodo
que el trabajo de estudiar las dispo­
siciones y aptitudes del niño, regu­
lando por ellas los medios de dirigirlas
y estimularlas.
Se requiere todo el respeto religioso
para con el niño que el Sistema de T).
Bosco inspira al maestro, mucha ampHtud de criterio y mucha tacto peda­
gógico para no .\riolentar la persona­
lidad naciente del discípulo. Porque,
queriendo o sin querer, cada cosa en­
gendra su semejante y el educador
•tiende a estampar en el alma del edu­
cando su propia figura; es indudable
quel le debe ensenar a cumplir el de­
ber, pero h ry muchas deberes y mu­
chas maneras de cumplirlos. La uni­
dad de la ley moral no destruye la
variedad de los individuos; un mismo
principio puede tener aplicaciones con­
tradictorias que provienen de circuns­
tancias contrarias; una misma vir­
tud tiene mil grados y matices, y den­
tro de los preceptos del Decálogo ca­
ben todas las aptitudes, todas las vo­
caciones y todas las ansias legítimasde expansión y santitad. La Provi­
dencia h i dado a cada hambre una
cantidad de energía concreta, es decir
con una modalidad determinada, se­
gún el fin a que le destina; y así como
por mucha que el hambre piense no
puede añadir una pulgada a su estatura.

-



120

según la frase evangélica, del mismo
modo no podrá aumentar ni modificar
esencialmente ese fondo y modalidad
quecada uno recibe; el objeto de la edu­
cación es ponerlos en condiciones para
filie puedan desarrollarse completa­
mente y la gloria del individuo, el
cumplimiento perfecto de su deber, es
hacer producir a esas energías todo
el rendimiento posible. Que se le debe



propia con el adelanto del discípulo,
exigiéndole muchas veces lo que el
pobrecito no puede dar ni moral ni
intelectualmente, o lo da con mucho
trabajo que perjudica su desarrollo;
de shí los recursos violentos que
indisponen el ánimo del niño para
recibir la educación de que es capaz.
Para hacerlos hombres antes de tiempo,
para que su adelanto sea m uy visible y

C O M A Y A Q Ú E L A (H onduras) — C olegia Salesiano de S . M iguel.

poner delante al niño un ideal, con­
formes; pero éste ha de serle asequible,
es decir, debe adaptarse el ideal al in­
dividuo, no el individuo al ideal: no
sea que, para no matar el ideal, inutiliccnuís al individuo que es peor.
iCste trato con los niños basado en
la caridad, en esa delicadeza cristiana
<iue perfuma todo el Sistema de D.
Hosco, debe precaver, además, al edu­
cador contra sus propias debilida­
des y errores. Es preciso mucho cciiocimiento de sí mismo y mucha hu­
mildad para no encubrir la vanidad

si puede ser extraordinario, el maestro no
cesa de molestarle, creando una antipa­
tía profunda entre esas dos almas (¡ue
debían estar tan unidas. Y si de to­
das esas molestias resultara un pro\’f\h > positivo, podrían darse por bien
empleadas, porque lo que algo vale
algo debe costar; pero lo más sensible
es que, ordinariamente, esos sacrificios
impuestos a la fuerza, lejos de ser
provechosos, son perjudiciales e im­
piden el fin mismo que con ellos se
desea conseguir. Cada viviente tiene
también un límite en su desarrollo, de-



I2I

tenninado por sus condiciones intrínsecas, del cual no pasará a pesar de
todas las violencias; para alcanzar ese
máximun de crecimiento es preciso,
no sólo respetar, sino valerse de las leyes
según las cuales ese desarrollo máximo
debe verificarse; si no se respetan esas
leyes las violencias no liarán otra cosa
que consumir parte de la fuerza vital
en esfuerzos estériles; tratándose de
un orgamsmo tan complejo y delicado, esos esfuerzos pueden gastarlo
antes de tiempo, o cuando menos se le
hace trabajar dolorosamente lo cual
produce tedio y desaliento.
Pero lo más grave aun no es eso;
lo más trascendental para la obra
educativa es que se trata de educar
ante todo la voluntad, lo cual sólo
puede lograrse por medio de esa
voluntad misma, enseñándola a querer rectam ente, con toda la intensidad y constancia posible; y esto
no puede obtenerse sino mediante
la actividad interior del sujeto. Bas
sorpresas, con que los maestros se
encuentran a menudo, provienen de
ahí; después de cuatro o más años
de educación al parecer eficaz, niños
que parecían santos nos h in dado
grandes chascos; es que se ha educado el hombre exterior, pero no la
facultad volitiva, dominadora de las
pasiones;
^
. j
-se h in civilizado
> j. un
a poco los
cnadosyelam ocontm ua tan flojo como
antes. Por eso en el lenguaje ascético se
h ibla siempre de negar la propia voluntad, de disciplinarla; sin ese trabajo indiridual no hay educación ni perfección
posible, y bien se ve que ese deseo ardiente de santificarse no puede imponerse a la fuerza, ni por repetición de
,
, .
^
^
actos mecánicos que no provienen de
la voluntad misma. « Esa educación
superficial, según las ideas de D. Bosco,
no es más que ima imagen engañosa
de la verdadera educación; virtud que
no proviene del alma smo del regla-



mentó del colegio, y oculta bajo esa
docilidad encantadora la más incomprensible debilidad de carácter ».
« Kn esta materia, dice Mons. Dupanloup (i), encuentran seria y profunda aplicación las hermosas y saiitas doctrinas del cristianismo sobre la
libertad del hnnbre, sus nobles des­
tinos y el respeto que se le debe. En
efecto, el principio más eficaz eii el
niño, el más enérgico y profundo de su
educación, es la libertad humana, pero
a condición de (pie se la respete ».
Y
aquí como D. Bosco, practicando la caridad cristiana, aplica a
la educación, casi instintivamente, los
grandes principios del cristianismo,
que en el fondo son la expresión de
las lej’^es supremas de nuestras naturaleza, y por lo mismo son los únicos
que pueden elevarla a la perfección
integral que le es posible,
(Continuará).

t e s o r o ESPiRiTuai,.
Cooperadores .Salesianos que confesados
devotamente una iglesia
propia capilla, y ruc^utm según la intención
del .Sumo I’ontífico, puetlcn ganar las siguientes
indulgencias plenarias:
para el mes de Jenio:
r-i
i*
t- . i i c
Ibl día 2 Piesla
de la .Sma. Irimdad..
» » 6 » del Corpus Chrisii.
» » 23 Natividad de S. Juan Hautista.
» » 3° ConmrmoradAu de .‘=
5. J^iblo Ap..
^ ----------- ........... .................. ....................
im p o r t a n t e .
•-* ‘"■ y»»’
«Je nuestros lectores esperarán el re*** í*
Librería Salesiana de Sarriá (Barcelona)
r.'gala a sos dientes. Advertimos pues 8 los loteresadoa
número asnciado es ei
426
de la serle p.
---------- ;-----Turin, 1870; pág. 240.



122

t
nomenaje a la memoria de D. M. Rúa
6 d e A B R I L 1910.

,

bros del Capítulo Superior
déla Pía Sociedad Salesiana
y los I nspectores de las casas
del anticuo continente. D.
Juan Francesla, celebró la
;- a
santa misa y la Schola cantorum nos hizo oir sus gra­
ves melodías.
;
Por la tarde nuestros
alumnos se reunieron en el
teatro para rendir un tri­
buto de filial recuerdo al
! querido extinto con una ve^ lada necrológica. Comenzó
el Sr. Director del Oratorio
I dedicándole el afectuoso
i homenaje; D. Juan Fran, cesia leyó una sentida po­
esía, recordando la vida de
su antiguo condiscípulo y
especialmente sus últimos
I días; los alumnos cantaron
todos el himno á Don Bosco
: del M.® Pagella, y después
j de haber admirado en el
bastidor del cinematógrafo
el entierro grandioso ile
D. Miguel Rúa, cantaron
ellos también en prosa y
verso su bendecida memo­
NA prueba elocuente del ria, no olvidando en sus cantos al pre­
profundo afecto que une sente sucesor de D. M. Rúa, D, Pablo
nuestros corazones a la Albera, y a los demás superiores pre­
memoria de I). M. Rúa sentes. Tomó después la palabra el Dr.
fue el solemne aniversario D. Arturo Conelli, Inspector de la pro­
habido en el Santuario de vincia romana, hablando a los niños y a
María Auxiliadora el 21 los amigos con frases que le salían del
de Marzo, anticipado por ser el 6 de Ai)ril alma. Dió fin al acto el Sr. D. P. Albera,
sábado santo. Los cooperadores sale- ensalzando las virtudes de su prede­
sianos, invitados por el Sr. D. W Albera cesor y haciendo notar la aureola de
con una circular, llenaron el vasto templo santitad que de día en día va brillando
<|ue ostíuitaba sus imponentes colgadu­ cada vez más sobre la frente del pri­
ras de luto. .Asistieron tambitm losmiem- mer sucesor de D. Bosco.

1

— 123 —

Juicios sotre D. Bosco y su sistema eJucativo.
famoso escritor dinamarqués J u a n
■ JO r g e n s e n , que después de su con­
versión al catolicism o va enriqueciendo la l i ­
teratura cristiana con sus hermosas obras,
traducidas ya a varias lenguas, ha dedicado
un entero capítulo de su M osaico rom an o a
D. Bosco y su obra. D e la edición alemana (i)
traducimos los siguietites párrafos de dicho
capitulo que lleva por título U n ev a n g elista .
« Puede decirse con toda verdad que pocos
hombres del siglo decimonono han hecho tanto
como D. Bosco por la evangelización del mundo.
H a sido un evangelista en el m ás profundo
sentido de la palabra: — H abía sido enviado para
evangelizar a los pobres; para curar a los que
tienen el corazón contrito, para anunciar a los
esclavos su libertad, redim ir los cautivos y pre­
dicar el año aceptable del Señor. (Luc. IV , 1S-19).
D. Bosco no era solam ente un héroe por su
gran corazón, era, adem ás, una gran inteli­
gencia, un pensador de ideas propias, im escritor
de nota. Tom o de un escrito biográfico suyo:
— Vida de Luis A. Colle — las siguientes con­
sideraciones que tienen la ven taja de dam os á
conocer los principios pedagógicos, según los
quales quería que fuese educado el inmenso
ejército de sus jóvenes.
¡Ay dcl niño, escribe D . Bosco, si al educarle
no se procura más que desarrollar sus facultades
intelectuales y la facultad de sentir, la cual con fre­
cuencia se toma equivocadamente por la facultad
de amar, descuidado en consecuencia la facultad
superior dcl hombre, i'mica fuente del verdadero y
furo amor, la voluntad, de la cual la sensibilidad
no es más que apariencia engañosa! S i la inieli•^encia y d sentimiento se desarrollan demasiado
por medio de una cultura intensa, absorben las
demás fuerzas vitales y las facultades del alma; y
pronto alcanzan una vivacidad extrema unida á un
extraordinario y peligroso refinamiento. S u fanta­
sía se caldea y ¿lega hasta a exaltarse; su senti­
miento encanta a los que llegan a conocerlo; pero
estas brillantes cualidades apenas pueden disimu­
lar las debilidades más lastimosas e incomprensi­
bles. E l niño, aun cuando llegue a ser joven, se em­
briaga con sus fantasías y no alcanza a discurrir y
obrar lógicamente; carece por completo de cri­
terio sano, de tacto y moderación.
( i ) Rómische Mosaib von Juhnnnes JOrgensen — Beniiger — Einsiedein — 1906.

N o le pidáis n i orden n i método; el joven es
tatito en sus ideas como en su conducta confuso e
incoherente. Ayer sostenía con entusiasmo esta o
aquella verdad ; hoy afirma con igual fuerza de per­
suasión precisamente lo contrario. S u razón se
oscurece con las debilidades de su voluntad y no
le permite razonar seria y cohereniemenie. Recibe
iodos sus principios y opiniones del exterior,
los hace suyos solamente porque corresponden á
su fantasía o porque han focado su sensibilidad;
pero los abandona con la misma ligereza cuando
le parece que esta correspondencia ha dejado de
ser; entonces ya no le placen porque otras teo­
rías más brillantes han fascinado este espíritu mo­
vedizo. La inconstancia de estas almas no les deja
conocer claramente su propio interior, conocen so­
lamente la superficie de su ser, es decir, los estados
de ánww que cambian. Pronto a todos estos mo­
vimiento superficiales, cree querer seriamente lo
qxie sólo por un momento lo atrae; y como no es
capaz de resistir a sí mismo, ejecuta en seguida sin
reflexión otro nuevo proyecto.....
Pero (Compensa a lo menos el corazón lo quele
falta a la voluntad?^no le ha dado al joven esa cul­
tura excesiva del sentimiento un corazón delicado
y afectuoso? N o ; aquí encontramos el mismo vacio
y tanta falta de lógica coma de inteligencia. Se en­
cariña con facilidad y con la misma facilidad se
enfría ese cariño. S in ser precisamente malo, no
conoce más ley que su capricho..... fácil inflama­
bilidad e inconstancia, he cüií la base de tal carácter.
Se ha querido formar un hombre y no se ha lo­
grado otra cosa que fornuir un ser inteligente de
sentidos refinados, pero débil e irracional; ¡un
animal muy desarrollado!...
E ste análisis psicológico no cede en delicadeza
y sagacidad a las mejores pinturas psicológicas
francesas. E n cuanto á la realidad de lás cosas,
¡qué bien exam inada y pesada está la moderi a
cultura de la inteligencia y del sentimiento, com­
parada Con la verdadera cultura, la cultura del
corazón y de la voluntad. E l sacerdote italiano
no era un filántropo chirle; era un hombre que
había cursado por sí mismo la única escuela ver­
dadera de formación que h ay en el mundo,el Cris­
tianism o, y quiso hacer partícipes á los otros de
la misma civilización. E l fue en nuestros días
la m ejor dem ostración de que el Cristianismo y
la civilización son la misma cosa; y que tienen
entre sí la misma relación que la raíz y el árbol,
la flor y el fruto. A pesar de todas las alharacas
del KuUurkanpf, esta m u y demostrado que los
enemigos del Cristianismo son en resumidas



124 —

dientas los enemigos de la civilización y que en
el fondo quieren conducimos á la barbarie, o,
como ellos dicen, a la naturaleza.
Este es, por lo tanto, el sentido oculto de esa
lucha terrible con que se combate el Cristianismo
en Europa; por eso se expulsan las Congrega­
ciones de Francia, en España se combate el cle­
ricalismo, en Portugal se apedrean los conven­
tos; no se quiere que la juventud se eduque en el
Cristianismo, en principios como los de D. Bosco.
Ea cruz de Cristo es la mayor potencia de cultura

del mundo, porque toda cultura está basada so­
bre el dominio de la naturaleza. Contra la cruz
combaten, por lo mismo, todas las potencias na­
turales de las pasiones, todos los espíritus del
abismo y de la anarquía. Abatida la cruz, la civi­
lización diez y nueve veces secular de Europa
pierde su fundamento y debe veóirse a tierra poi
sí misma; entonces 5'a puede venir el caos y co­
menzará a despuntar el crepúsculo del paga­
nismo ».

XX. oc. 0 -X > .X > < 'O X > s> < X O c O c ( X O X X : o XXn (>c o x x r o X X C O X X «iX X iT X X T S X J

L/\S ESCUELAS 5ALESIANAS
en el primer Concurso ñgrícola-industrial
DEL

DICI'AU'i'A.MKNTQ DK

L A L IB E R T A D - RETU BLICA

Invitados por el Señor Gobernador, D. Manuel
A. Meléiidcz, u tomar parte en la Exposición de­
partamental, los salesianos han procurado corres­
ponder con cntusiíismo para satisfacer, en la me­
dida de sus fuerzas, a la ex]>ectación del Gobierno
y de la sociedad salvadoreña, l^ara satisfacer tambión la curicxsidad de nuestros lectores que non
han podido presenciar dicha exposición tomamos
los datas .siguientes de un semanario de Sta. Tecla.
La ex]iasici6n se instaló en el amplio y hennoso
IIos|)icio (iuirola; dos eran los salones destinados a
l;is escuelas salesianas.
Ix> primero c[ue impresionaba la v'ista entrando
por el lado de la izquierda era la peana de altar
(jue .se construye para maestra Capilla de María
Auxiliadora; este magnifico trabajo juzgado como
el mejor de los presei-tados, es un bello mosaico de
c.stilo romano, compuesto de más de seis mil pie­
zas de escogidas maderas del país. Lo fonnan tres
tableros encerrados en una cornisa que corre al ex­
terior y los divide netre si. Ivos tableros laterales
tienen im fondo amarillo pajizo e incnistado en el
medio im sarmiento de vid cou racimos y hoja del
color natural. El tercer tablero tiene en el centro el
monograma de María Auxiliadora. Ivl trazado es
del R. Padre Don Jos6 Misierí y la ejecución del
aprovechado alumno Don All>crto Salazar, bajo la
dirección del experto Maestro Don José Daghero.
Hacia la izquienla de la peana se hallaba una \'itrína de estilo modcnio Libertw hecha en cedro y
baniizada de barniz mate. E l frente está compuesto
de una riuua central de donde se desprenden otras
udyacejites, fonnando tres hojas de puerta y rema­
tando en tres flores. Diseño sencillo pero de muy
buen gusto.
L a Herrería presentaba un balcón de estilo mo­
derno y un racimo de uvas con su hoja. L a Fun­

DE

E L SA LVA D O R

dición: Chumaceras y válvulas. L a Mécanica: piezas
de esmeril, válvulas para cañerías, tornillos, planos
para ajustadores, etc. obras estas que no llamaban
la atención de los visitantes; pero que personas en­
tendidas supieron juzgar por su mérito, pues su­
ponen ellas ima sólida instrucción técnica como la
que posee nuestro maestro mecánico D. Luis Rassi.
L a Tenería ofrecia muestras de escogidos y varia­
dos productos . Descollaban sobre todo por su im­
portancia indiscutible para la Industria Nacional
los fajas para maquinarias y correas de ttnión, curti­
das con métodos adecuados. Muchos de los indus­
triales que las han usado en sus ingenios y bene­
ficios nos aseguran que son más resistentes que las
extranjeras á la par que más económicas. E l maes­
tro de este taller. Don Amadeo Suliani, emplea con
actividad sus conocimientos y práctica adciuíridos
en Europa, para desarrollar esta industria emi­
nentemente útil.
L a \'itrina de la Encuademación formaba el en­
canto de señoras y señoritas. AUi se admiraba un
artístico misal empastado en cuero a estilo moderno;
nada de máquina, todo a mano. A l pié de la henuomosa portacia nacen tallos de lirio, que diridiéudose desde la raiz se alzan adornando el frente \fonnando guirnalda con sus blancos cálices a la
imagen en plata de J esucristo. Los cantos dorados
de fino adamascado están surcados de espigas y
parras con sus colores. Los demás trabajos se dis­
putan el premio unos por su gracia, otros por su
elegancia, otros por su seriedad y solidez. Bien
puede decirse que la Encuademación como arte
apareció allí por vez primera en E l Salvador. Lo
notable es que se presentó adulta. E l merecido
elc^ o al inteligente maestro Don Egidio Valenti
La Tii>ografia. tan conocida y a en la República
piesetuaba números de periódicos de magnifica im-

— 125 —
presión y extenso surtido de tarjas, tarjetas, invi­
taciones, libritos, biUetes, cheq%us, estampas, foto­
grabados, etc., con fondos de fina entonación y
estética admirable.
La Sastrería, prendas de vestir para sacerdotes,
caballeros y niñee, gorras para chaufeurs etc. Maes­
tro Dn. Julio Alfaro.
La Zapatería ha llamado la atención del J urado
examinador por la finura de los trabajos, perfec­
ción en la costiira y elegancia en el corte. Allí se
admiraban como trabajo de fantasía: Zapatillas
para señora, sandalias, zapatos para caballero, todos
del más exquisito gusto artístico. E l maestro Don

Con ellos se forma el artesano porque llega a te­
ner conocimiento perfecto del trabajo que va á
ejecutar. Alli lo dibuja antes en conjunto, después
en sus principales detalles traza las secciones hori­
zontales y verticales, usa las escalas, etc etc.
En las mesas había trazados geométricos teó­
ricos y prácticos, pruebas de Aritmética, de com­
posición, dictado y contabilidad.
E l artesano en nuestras escuelas recibe una ins­
trucción completa con carácter práctico ; tiene una
hora de clase por la mañana y dos horas de estudio
por la noche, de modo que el que desea aprove­
charse, en los cinco añas de ajirendizaje puetle for-

■ n- J i Sí.

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T R I E S T E — Circulo « M igu el R ú a ».

Carlos Pasqualoni, además de ser competente di­
rector de banda, ha sido premiado y a como Maes­
tro de Zapatería en varias exposiciones de Italia.
Presentáronse también muestras de quesos Grana
y Emeníal, imitación de quesos sxüzos y holandeses,
confeccionados por el Salesiano Don Esteban Tosini.
Esto en cuanto a la parte práctica. L a Teórica
ocupaba el salón contiguo y estaba representada
por las muestras de enseñanza técnica de los mis­
mos alumnos artesanos. E n la pared del frente pre­
sentaban artístico golpe de ^•ista los dibujos de
adorno: capiteles, hojas, remates, frisos, rosetones,
etc. A l lado derecho una colección de dibujos de
estilo moderno jloreal. Más allá, unas muestras de
primeros ensayos. Lo más importante eran los diuños de obras de Carpintería, Herrería-Mecánica, etc.

marse un experto obrero y salir dotado de una
acabada instrucción teórico-práctica.
Se ha expuesto también una Sección Didáctica
por parte de los aliunnos estudiantes, formada de
colecciones de tareas escolares, trabajos manuales,
mapas, tejidos, cuerpos geométricos, construcciones
en papel-cartón, etc.
Creemos que con esto tendrán nuestros lectores
una idea de los progresos de nuestras Escuelas
Profesionales de S. Cecilia. A la gratitud que lossalesianos de Sta. Tecla han maiñfestado al Go­
bierno añadimos la nuestra; y el éxito de esta ex­
posición sea para todos bienhechores y beneficiados
tm poderoso estimulo para cosas mayores a fin de
aumentar la prosperidad de la República de E l
Salvador.

D E ^ IU E ST R A S MI5 IOJME5
¿ r

H ERID AS M AG A LLÁ N IC AS
,Folk-lore*‘ fueguino. (0
Los Onas tom an con mucho empeño sus lu­
chas entre tribu y tribu y qiieda m uy honrado
el- que se distingue en ellas. L as peripecias de la
lucha y el valor de cada uno es el tem a general
(le todas las conversaciones en los toldos.
M uy semejante es la lucha entre dos perso­
nas solas. Cuando un indio quiere saber si un
amigo o adversario suyo es ta n fuerte como él,
v a a buscarlo, y , sin cuplidos, le dice; «¿Quieres
luchar conmigo para ver si puedes tanto como
yo? i> Naturalm ente el otro acepta y en se­
guida van a buscar un campo sin piedras ni
troncos ni m atas. Habiendo encontrado uno a
gusto (le los dos y de los testigos, el primero que
desafió extiende el brazo horizontalmente y dice:
« ¡Bueno! Luchemos para ver si puedes tirarme al
sudo. ICl provocado se acerca en seguida y le
coge por una mano tentando abrazarlo por los
sobacos lo cual debe el otro prem itir, hasta
([ue le d ic e : « ¡Ahora! »; y con esto em pieza la
lud ia del modo ordinario, sirviéndose de todas
las tretas para vencer.
Urbanidad de los Onas. — Cuando un pariente
ó amigo quiere hacer una visita, entra en el toldo
y tom a asiento junto al fuego, sin que ni él ni el
dueño de casa digan una palabra. E ste silen­
cio dura más de media h o ra ; después em­
pieza la conversación, sin hacer alusión alguna
al viaje, á la salud etc. como si hubieran estado
siempre juntos. Q iren al llegar de lejos contara en
seguida sus aventuras, seria considerado como
un charlatán. Si uno desea noticias o quiere pre­
guntar algo, tiene que disimular y esperar uno
o varios ellas antes de exponer sus deseos.
Después de la visita el huésped parte sin despcílirso.
E l que recibe un regalo no debe nunca dar se­
ñales de gratitud ó reconocimiento, porque los
hombres deben ser formales y es propio de chi­
quillos mostrarse contentos cuando se ha reci­
bido algo. D e esta costum bre original se cuen(l) V¿os« et Boletín de .Abril.

tan varios ejemplos. D e unos veinte indios que
habían ido á caza, sólo uno había m atado un
guanaco que, según el uso, era de su propiedad.
Todos estaban en ayunas desde el día anterior
y con hambre de verdaderos cazadores fue­
guinos. E l indio que había m atado el guanaco
lo descuartizó por la tarde echando un pedazo á
cada uno de sus compañeros. E stos, durante
la operación, fingían no estim ar aquel pedazo
de carne que devoraban con los ojos y mira­
ban distraídos, a una y otra parte. Por fin
con m uchas señales de negligencia se pusieron
a asar el propio pedazo y a comerlo. N atural­
m ente todos se guardaron bien de dar las gra­
cias al donante, ni siquiera con im m ovimiento
de cabeza o de manos.
O tra vez un civilizado regaló a un indio una
navaja fuerte de varias hojas, con mango de
colores, que sabía le gustaba mucho. E l indio la
cogió y se la m etió en el bolsillo sin hacer caso
del regalo ni m irarlo y sin una palabra de agra­
decimiento. E l civilizado, admirado por esta
falta absoluta de estim a por un regalo bastante
considerable, m anifestó esta sorpresa dolorosa a
la madre que presenciaba la escena. L a madre le
hizo obser\'ar que el indio, apenas se había
vuelto, había cogido el cuchillo, lo había exa­
minado con curiosidad y que no cabía en sí
de alegría. A quel indio que tan to gozaba por
tener la n avaja, tem ía mostrarse chiquillo si hu­
biera dado señales de desearlo.
Ahora los Onas, después de un contacto tan
largo con 1<» civilizados, cuando ven en manos
de alguno de estos o en sus casas tan tos objetos
nuevos y de primera necesidad, se atreven a pedir
alguno.
¿Qué se debe pensar de esta urbanidad al re­
vés? Ciertam ente que la m ayor parte se puede
atribuir á la fiereza natural del salvaje, a quien
repugnan las formas que nosotros llam am os de
cortesía y que él interpreta como niñerías o de­
bilidades.
Médicos y medicinas. — U na de las mayores
dificultades del misionero es la de librar a los
pobres Onas de las garras de sus médicos o
brujos llam ados Kon.
E s c»mún entre los indi(DS la creencia de que

— 127 —
sus enfermedades pro\*ienen de puntas de fle­
chas. de pedazos de madera o de hueso, de chinitas, etc, que han penetrado en el cuerpo. E l
poder maléfico de m eter estos objetos en los
cuerpos de los indios se atribu ye a un kon de
tribu diversa, o tam bién á vectó á la lu n a ;
la cual, habiendo sido, como hemos dicho,
ima gran cu ran d era , tam bién ahora puede
amenazar especialm ente en tiem po de eclipses
y cuando enseña los dientes cubiertos de san­
gre. D ada esta creencia supersticiosa en las cau­
sas de las enfermedades, se com prende que los
Onas no conozcan el uso de las m edicinas y se
entregen totalm ente en poder de su kon, al cual
toca sacar aquellos cuerpos extraños del cuerpo
del paciente. A sí pues, cuando uno cae enfermo
el kon v a a visitarlo, vestido y adornado como
exige su oficio: la cabeza cubietra de ceniza o
arena, la frente rodeada con una cinta de piel
que sostiene en posición vertical cinco o seis
largas pítimas de pájaro, que le rodean la cabeza
dándole el aspecto de una m itr a ; la cara y el
cuerpo pintados de varios colores. L legado a la
presencia del enfermo y habiéndolo observado, lo
primero que dice a los parientes es qué objetos
se encuentran en el cuerpo del paciente y qué
brujo maléfico se los ha mandado. A cto se­
guido em pieza la cura. Tom a una m anta de
piel de guanaco, y , después de haberla sacu­
dido la e x t’ende en el suelo y coloca en medio
al enfermo de rodillas y com pletam ente desnudo.
Después em pieza a dar vueltas al rededor a cierta
distancia, escupiendo a cada paso hacia la parte
opuesta al enfermo, y se acerca poco a poco es­
trechando el círculo y cantando con ritm o lú ­
gubre y monótono palabras incomprensibles en
un tono y a fuerte, y a bajo, y a bajsísimo.
Habiendo llegado así junto al paciente, em ­
pieza a frotarle la parte enferma; después acerca
la boca tapad a por los lados con las dos manos,
y empieza a chupar con largas aspiraciones, le­
vantándose en pie de cuando en cuando, y ha­
ciendo como si echara lejos los espíritus con
fuertes resoplidos acompañados de m ovimientos
rápidos de los brazos hacia el cíelo.
Después de haber alternado así varias chu­
padas y varios resoplidos, em pieza el kon a v o ­
mitar en el suelo o en las manos todos los
objetos malignos que antes había dicho se en­
contraban en el cuerpo del enfermo. Luego lo
hace levantar y se apresura a pisotear con rabia
la m anta y luego a sacudirla para ahuyentar
los espíritus. Después la extiende, coloca en
ella de nuevo al enfermo y vu elve a empezar
la cura, que puede repetirse cierto número de
veces a juicio del kon. Si la cura tiene efecto y el
enfermo sana, el médico aum enta su reputación y
es recompensado con abundancia por ello; pero

si empeora, el kon declara que los objetos son
dem asiado numerosos y que no se pueden ex ­
traer todos y que por tan to tiene que morir. Y en
esto el kon es profeta infalible, porque si la en­
fermedad no causa la m uerte al enfermo, lo m ata
el médico ó algún miembro de la fam ilia para ali­
viarle los dolores. E l misionero P. Borgatello dice
que h a visto varias veces a alguna m ujer estran­
gular á su marido, porque había sido declarado in­
curable y después llorarlo desesj>eradamente con
las pruebas habituales de luto; algunas veces
el este misionero pudo sah'ar a algún enfermo
que después sanó y viv ió largo tiempo.
Descrito así el procedim iento de la cura mé­
dica, sólo resta exponer algunas particularidades
de estos kon.
E n primer lugar poseen una habilidad m a­
ravillosa para esconder en la boca el guijarro, la
punta de flecha, etc. y para hablar con estos
objetos en la boca sin alterar la vo z y realizar
actos que parecen prodigios. D e esta habilidad
el Sr. L ucas Bridges fué testigo dos veces. D u­
dando de las m aravillas que los Onas le conta­
ban de su médico, le invitaron á presenciar una
prueba. II m édico, com pletam ente desnudo, tom ó
un pedazo de piel de guanaco de unos veinte cen­
tím etros de largo, teniéndolo por las dos extre­
midades recogidas con los puños vueltos hacia
abajo. Después extendió los brazos hacia ade­
lante y empezó a separarlos lentamente. La
tira de piel se alargaba poco a poco sin adelga­
zarse. Cuando llegó a tener los brazos en cruz,
dió a un vecino una extrem idad de la piel te­
niendo él la otra, 5^ empezó a a leja rse: la piel se
iba haciendo larga, larga.....hasta medir cuatro
o cinco metros. L uego el médico, cantando siem­
pre, hizo que se fuera acortando lentam ente has­
ta vo lver á las dimensiones p rim itiv a s; después
la hizo desaparecer sin que el Sr. Brigdes su­
piera de donde había salido ni donde se había
escondido aquella larga correa. L a com pleta
desnudez del médico excluye toda tram pa de
m angas o de otra cosa, tan común entre nuestros
prestidigitadores.
A su habilidad histriónica los kon unen una
astucia no menor para explotar la reputación de
que gozan y el m iedo que les tienen los indios.
Con el pelo de todos los enfennos a los cuales
asisten, hacen una bola y de eila se sir\'en como
de instrum ento de lucro. Dicen que si tiran esta
bola a cualquiera entra en él el espíritu malo
y la m uerte es ine\4table. Si un médico no
tiene enfermos que curar y quiere no obstante
ganar algo, d ice al primero que encuentra en­
señándole la bola: <• S i no me das de comer, te
mando el espíritu malo », y el aludido, obligado
por el miedo, da lo m ejor que tiene. Estos kon
no sólo son considerados como médicos, sino

tam bién como brujos, en cuanto que pueden
echar enfermedades sobre los enemigos y con­
jurar el m al tiem po......
L a credulidad y la fantasía popular han creado,
además, leyendas sobre la vid a ultraterrena de
los kon.
Los Onas creen que sus médicos siguen ejer­
citando su arte en favor de los habitantes del
cielo. Cuando en verano oyen un trueno fuerte,
pero que dura poco, no temen porque lo atri­
buyen al clioque de las nubes. Por el contrario,
tienen mucho miedo al trueno prolongado, ale­
jado y débil, porque creen que son las almas
de los kon, que, después de haber chupado los
objetos patógenos los están pisoteand o; pues
temen que, atraversando las nubes, lluevan
sobre ellos.
Muerte y sepultura. — A m edida que la enfer­
medad de un indio se v a agravando, crecen en
intensidad los gritos y llantos de los parientes.
Estos, después de la muerte del enfermo, se cor­
tan el pelo, dejándose una tonsura ancha que
después pintan de encam ado, y se hieren todo el
cuerpo con conchas, en rayas paralelas. E n vu el­
ven el cadáver en pieles de guanaco, lo atan
con correas y lo entierran a una profundidad
considerable para que el zorro casaucho no lo
pueda desenterrar y siempre cara abajo. H abién­
doles preguntado el por qué de este uso, respon­
dieron: fti-ísí está bien » y no supieron dar la ra­
zón : pero no quisieron cam biar la posición del
cadáver. Después de la sepultura, los parientes y
amigos se reúnen al rededor del fuego tres v e­
ces al día, por la mañana, á mediodía y por la
tarde, durante varios dias seguidos por espacio
de casi una hora, cantando y llorando. Todos
están sentados en el suelo tristes y cabizbajos.
Sólo uno m odula en tono débil algunas voces
ininteligibles, repitiéndolas en todos los tonos,
m ientras los otros forman una especie de coro,
cantando un estribillo lúgubre, entrecortado de
suspiros y gemidos prolongados.
Parece que el jefe canta una especie letanía a la
que responde el coro siempre con la misma frase.
A l fin de la ceremonia, se disuelve la asamblea
y cada imo va a sus quehacerres sin sombra de
tristeza y hasta alegres y bromeando, como si
nada hubiera pasado. L a choza del difunto se
quem a y se abandona el lugar de su habitación,
aunque no sea más que separándose algunos
metros.
Pero los parientes más próxim os se acuerdan
del difunto, sobre todo las mujeres; todos los
días por meses y anos, a la salida y a la puesta
del sol, muestran su dolor con un tonillo sen­
tim ental que va en escala de las notas más altas
a las más bajas. H é aquí como describe una es­
cena de duelo el prof. Tonelli en una carta fe­

I

í

chada en R ío de F u e g o :« ¡Qué impresa me quedó
la visita á una choza 1 U na m añana con el P.
Zenone m e introduje en el bosque mientras
el sol salía del mar. A l acercarnos corrían, se
cruzaban y huían los niños desnudos, que no
querían recibir nuestra visita en traje ta n ligero.
Pronto volvieron a aparecer gritando y riendo,
uno en camisa, otro con una garibaldina, otro en
calzoncillos, quien con la chaqueta sólo, y uno
con la cam isa y una bota. E ra una toilette hecha
tal vez demasiado de p r is a ; pero suficiente para
salvar las conveniencias. U no de estos nmos,
invitado por el misionero, se unió a nosotros
m ientras nos acercábamos a una choza de la que
venía una tonada triste sobre la vo cal o.
« E l niño que nos acom pañaba no quiso res­
ponder a ninguna de las preguntas que le ha­
cíamos a cerca de aquel llanto. Cuando llega­
mos a la puerta, vim os a una m ujer sentada junto
al fuego, rodeada de tres hijas silenciosas, que
teniendo los codos apoyados sobre las rodillas y
la cabeza entre los puños cerrados, seguía llo­
rando sin percibir nuestra presencia. Su cabeza
m ostraba una tonsura m u y ancha, bien rapada
como la corona de un capuchino, en la cual se
veían las heridas hechas al afeitarse con una con­
cha. L a corona de los cabellos y la tonsura esta­
ban pintadas de encarnado con una m ezcla de
arcilla y grasa. Cuando nos vió, la m adre conti­
nuó la triste cantilena, sólo bajó la voz. A nues­
tras preguntas respondió con las lágrim as en los
ojos que lloraba a un niño m uerto hacía dos años.
H abiéndole preguntado el nombre del difunto,
no quiso responder; supe después que entre los
Onas h a y la costum bre de no nombrar nunca a
los muertos; es más, el sólo recordar el nombre de
un m uerto constituye una de las ofensas m ás gra­
ves que pueden hacerse a sus pareintes o amigos.
» E s ta costum bre m e explicó el retraimiento
de la m ujer que lloraba y del niño que nos acom­
pañaba: era hermano del difunto. Nos alejamos
de allí conm ovidos m ientras la m ujer vo lvía a
su llan to....... »
Carácter físico, moral e intelectual de los Onas.

— Después de todo lo que hemos dicho sobre los
Onas, es fácil delinear su tipo físico-moral con
m ayor am plitud de lo que se hizo en la intro­
ducción. E l tipo común es de estatura alta, cara
ancha y casi redonda, con pómulos salientes y
frente m uy estrecha, porque el cuero cabelludo
se extiende casi hasta las cejas; color bronce
claro y en algunas mujeres casi blanco. E l ojo
es diagonal m uy negro, como los cabellos que
nunca se les ponen blancos, sino en parte y en
edad m uy avanzada; la nariz aplastada y algo
respingona, boca ancha y ordinariam ente abier­
ta por la m aravilla o la sonrisa, dientes muy
sanos y blancos, aunque nunca se los limpian-

— 129 —
El pelo es grueso, sedoso y siempre m uy poblado;
barba rala solo en la barbilla y en el labio supe­
rior, mas ellos siempre se la arrancan. L a cara,
por lo tanto, presenta siempre un aspecto ju ­
venil nada repugnante, no obstante los ojos ne­
gros y astutos. Tienen las m anos pequeñas y sin
pelo alguno, como las demás 'partes del cuerpo,
que son bien proporcionadas, musculosas y ág'les, lo cual para los hombres constituye el tipo
de la belleza. L a mujeres generalm ente son
más bajas, gruesas y de formas más redondas a
causa de la gordura debida a la \id a seden­
taria. Todos despiden constantem ente tan m al
olor que hacen insoportable un local cerrado
donde hayan pasado rm poco de tiempo.
Su potencia visual es extraordinaria: a sim­
ple vista llegan a descubrir lo que los civiliza­
dos pueden ver sólo con ayuda de fuertes lentes.
También D arw in nota esta particularidad y
dice que superan en mucho a cualquier m ari­
nero de a bordo, los cuales por la grande práctica
que poseen pueden descubrir un objeto lejano
mucho antes que un hombre que esté siempre
en tierra (i). Tam bién tienen m u y agudo el
sentido del o íd o ; no cabe duda de que su género
de \dda favorece mucho el desarrollo y perfec­
cionamiento de los sentidos, obligados siempre
a observar los fenómenos de la naturaleza y a
estar continuam ente alerta contra los enemigos,
cuyos pasos sienten a distancias immensas tirán­
dose boca abajo en el suelo.
E l carácter moral, juzgado por quien trató con
ellos con intim idad y por largo tiempo, es en
substancia sem ejante al de otro hombre cual­
quiera. E s claro que no encontramos aún hue­
llas de aquellos principios ético-cristianos, que
forman una parte tan im portante de nuestra
dm lización. Para ellos no h a y m ás que la luz
natural de la razón y aun ésta con frecuencia
obscurecida por efecto de las míseras condicio­
nes de vid a a que se ven obligados por la po­
breza de la región en que viven . N o hay, pues,
que admirarse de que se muestren indolentes,
apáticos, embusteros, ladrones, iracundos, dé­
biles en cuanto a costumbres, sobre todo las
mujeres, y vengativos de un modo particular.
A estos defectos, no absolutam ente generales,
hacen contrapreso bondad de corazón hacia
los bienhechores, hospitalidad, docilidad en se­
guir los consejos, dulzura de carácter para con
quien los tra ta bien, deseo de elevarse a nuestra
cultura, sobre todo en cuestión de religión y
moral. E\ndentemente todas estas energías es­
taban latentes y casi sofocadas ante la hostili­
dad de los ci\-ilizados explotadores ; fué nece­
saria la caridad del misionero para que mani­

festasen tam bién al europeo aquellas buenas
cualidades que y a se conocían en sus relaciones
privadas. E sto explica por qué los viajeros super­
ficiales, ignorando su lengua y míseras condicio­
nes físicas, han podido dar un juicio poco favo­
rable a su carácter moral.
Respecto a la inteligencia, se puede repetir
con Nordenskjold que son m as dignos de com­
pasión que de desprecio. Cuanto hem os dicho
de sus utensilios y de su industria demuestra
que tienen una inteligencia m ás que m ed ia n a :
« Las armas, los adornos, la manera de procurarse
el fuego y la comida son lo mejor q'ue las circun­
stancias actuales les podian permitir (i).
Después que el misionero cu ltivó su ingenio,
puso a los hombres al trabajo del pastoreo y a
la industria de la madera, a las mujeres a la in­
dustria te x til y a los niños a un régimen alter­
nado de estudio y trabajo, entonces se pudo ver
que su inteligencia es como la de cualquier otro
hombre. E n el rico Museo Salesiano del Terri­
torio m agallánico de Puntarenas, están expues­
tos muchos trabajos escolásticos ejecutados por
los indios y tejidos hechos por las mujeres (2).
E stos trabajos demuestran que correspon­
dieron a las fatigas de los misioneros y al mismo
tiem po justifican las palabras de Nordensckjóld
respecto al trabajo de estos: « Después de haber
visto allí la educación de los niños, sus juegos,
sus trabajos repartidos según los sexos, los trabajos
de los hombres en los talleres y aserrando la ma­
dera, en los campos y con las ovejas, creo que no
pasarán muchos años sin que salgan de entre
ellos muchos miembros ú iil^ á la sociedad t>(3).
(r) Nordenskjold : Algunos dalos sobre la parle austral
del Continente sud-amet kano.
(2) Hé aquí el horario que se si^ue en nuestras mi­
siones con los nifíos que viven con los niisioneros. H o­
rario diario; a la s ó levantarse; 6..1I) oración; 7,30
clase, desayuno y recreo; 8,30 trabajo; 13 comida y
recreo; 14 trabajo; 15,30 merienda (mate y pan); 16
trabajo; 18 clase; 19 cena y recreo; 20,30 oraciones y
descanso.
Horario escolástico: Lunes por la mafíana ReliRfón,
la tarde lectura y escritura; martes por ¡a mañana ur­
banidad, por la tarde geoRrafla y deberes civiles; miér­
coles p or la mañana Keli>;íón, por la larde historia
patria por medio de ejem plos; jueves p or la mañana ¡cnKua hablada, por la tarde aritmética y escritura ; viernes
por la mañana historia sagrada, par la tarde nociones
de historia natural; sábado p or la mañana reglas de
higiene,
/ < z d i l u j o y lectura; domingo y fiestas
paseo por la mañana, por ¡a tarde canto y música. Un
horario análogo usan las Hijas de María Auxiliadora
para las niñas.
Los alimentos son : sopa (pasta y arroz), carne en abun­
dancia cocida y asada y pan a discreción: en las fiestas
postres.
Los adultos viven independientes en las chozas de la
aldea.
(3) Obra citada.

(i) Viaje de un naturalista, pr.g. 18.

« «

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®ooO

E L CULTO

de María Auxiliadora
N6s teocmoi la persuailóo de que, eo las vicitiindes doloroaas de los (lempos
que alravesanos, oo dos quedan más consuelos que los del Cielo, y entre estos,
la poderosa protección de la Vlrfen bendita, que (ué en todo tiempo el Anillo
de ios Cristiaaos.
p ío x .

£ara el me^ de J12qi[íq ^u^iliadoija.
meg de filaría ^u^iliadorQ ^ con éí la fíegfa salc^siana por excelencia ge acercan.
H q8 afniag devoíog de fa ^ran Inspiradora de íps 0 íra s de I), jfíosco se pre__ paran a recordar goleniiicn^cníe los días ñistóricos en gue su poderoso auxilio
ííiSo cglrcn]ccer de jú6ilo a la crisliandad ci^^íera. J^ero ¿es precjso recordar los ^rai^^es
com6alqg del caíolicisnio i sus nips gropdes vicforias para gue 6roje del co^asón ogradecido
ui\^ I^imno de írÍui\fo a nuqsfro Jluxiliadoro? d2ps parece gue no; 5aslü gue cada coopc^ d o r 8alc8Íai\o, coda devofo de fa ^ii;;3er^
Iioga su propia Biografía v ei\^elfa cncoi|;
fraró las fioras críficas, log aconlecin^icníqs noíabícs en gue la )I2.odre de Dios Bacc ver
gil Hiixilio en lo^ monieníos difícirqs de coda individiio, como en los días írágicos de fa
:ÉÍ8lo^ia. ¿Qué ci[Í8liai\o Ba^ gue pueda decir gue no Ba recibido ningúi\ favor de fa jl2^odrc
de Dios, deí ^uxilio de fqs cijisliagos? ^cgúi\^ p^uesfra forpe iponcra de cr^ender, es lasfinia gue no conoScamos fodqs los Beneficios que cada día reciBinios de fap^ Bondodqsa
■|]2adrc, poija agi^adeccrgelos deBidamcpfe y oumcpfa^ nueslra confiansa ci|^ su poderoso infei[cegión; porgue es un ^ccBo gue nosolros no conocemos lof veS log movores ^ por eso
gon\ós o vcceg Ion friog en n^anifcslarfe nucsíqo agradccimienlo. E s oxionia vulgoi[ de lo Icología cafólica gue iodos los Beneficios gue rcciBimos de Dios D.
pos vienen por niapqg
de ■)I2!oi’ía; psí gue mucBas nicrccdcs gue nosolros creemos indepcndienlcg de su ipjcn'cnción
no sop oirá coga gue pruebas oculfag de ^u on|or. U sí fo Bap enfendido fos lcófog;qs v
los ganíog; de ahí esa dcvocióp fcrnísin|a gue se fe Ba profesado siempre en la Iglesio;
de allí el empeño de coiigcqvaij sus gforiosas prorogalivas, cuopdo las Bcrejías se Bop aírevido a conibofirlpg; de ahí el aipor v grofilud ipmcnso cop gue los crislionos de iodos los
fiempos la han reconocido por su Jluxiliodbra.
D. Dosco lo saBía muv Biep. ÜI luvo prucBos cxlraordinorios, como exfraordipario
era su npsión, de Ib Bondod de esfo "Jlíadrc de los Bijos de Dios v por eso se Bi-o
apógfol de gu culto. Dosofros v vqgolrog que jiinlan\cnlc con sus ©Bros fiemos Bcredado
fa devoción a la que se los boBía sugerido, no podemos menos de reanimar nueslro ferx’or.
djspopléiidbnqs o fcslcjar debidamenfe el mes de las o^racias, gue íal se puede Ifainar el
mes de J]2aría Auxiliadora.

B al veH pa^a muchos de Io3 guc Icci^dn nuestra hun\ildc exfiorlación, íenga esfe mes
rccuci^dos ^raíos de favores insigiics; íal ves para oíros íiava sido el coniici\so de una
nueva vido; para muchos se habrá decidido o se decidirá su j)on'cnjF cierno.... ;^eunomos,
pues, los fuersa^s de nucslro fe v fa ¿ralifud de nucsiros corasoi\c^s; íiogamos durai^lc
el mes de fl2avo dulce v¡olei|c¡a a la dispensadoj;;a de fas g rad o s; ^ como la pifincipaf
disposición para guc ella nos Tas otorgue es guc nosotros qo seamos iqdignos de reci­
birlos, ui^amos o nucslros plcgarios nuevos actos de virtud, nuevos obros de caridad guc
Hagap^ 6uepas (as e^lecioridodes de nueslra devoción; ^ Q^st el mes de J12aría Auxiliadora
será pora nosoirps raes de grados v n^cs de nicrilos a fa vc2.

Fiesta excepcional.
CABEZA DE FRAMONTANOS (Salamanca).— Q re
en la provincia de Salam anca está m u y difun­
dida la devoción a M aría Auxiliadora, es cosa y a
sabida de nuestros lectores; pero conviene que
sepan la brillantísim a prueba que de ello die­
ron los habitantes de Cabeza de Fram ontanos
el pasado febrero. E l Sr. Cura párroco de dicho
pueblo, activísim o cooperador salesianoy como
tal propagador de la devoción a la V irgen de
D. Bosco, preparó unas espléndidas fiestas. D u ­
rante el novenario turnaron en la sagrada cá ­
tedra nueve párrocos lim ítrofes, rivalizando to ­
dos en ensalzar las glorias de la Auxiliadora de
los cristianos. E l día de la fiesta se distribuyeron
más de tres mil comuniones, número extraor­
dinario, si se tiene en cuenta que Cabeza de F ra ­
montanos es un pueblo de ciento cincuenta ve­
dnos. Merecen especial mención las comuniones
de los niños y niñas de las escuelas públicas,
que con sus profesores com ulgaron todos los
días del santo novenario.
E l E xm o. Sr. Obispo de Salam anca concedió
indulgendas por la asistencia a cada uno de
estos cultos que fueron un triunfo para el ce­
loso párroco y sus generosos colaboradores.
Conviene advertir que dicho señor es uno de los
párrocos que entienden la cooperación salesiana.
No sólo hace de sus feligreses otros tantos devo­
tos de M aría Auxiliadora, tra b a ja adem ás las
vocaciones salesianas, enseñando el latín a los
jovendtos que dan ind idos de tenerla, prepa­
rándolos cuidadosam ente para entrar en nues­
tras casas de H ijos de M aría. In útil es decir cuan
provechosa es esta labor; desde estas columnas
le m anifestam os nuestra m ás sincera gratitud,
pidiendo a la Auxiliadora de los cristianos, cuya
devodón propaga con tan to celo y fruto, que se
lo recompense debidamente; y sirva su ejem plo
de estím ulo a nuestros cooperadores sacerdotes,
a fin de aum entar los obreros de la viñ a del Se­
ñor que tan ta falta hacen.

V

Gracias de María Auxiliadora.
...........

S id i H am et (Marruecos). — A María Aux.
debo sin duda el haber salido ileso de los últimos
combates habidos en diciembre con esos desgracia­
dos rifeños refractarios a toda idea de civilización.
Hallábanle con otro compañero mió destacado
en la avanzada de Imarufen, v-igilando los movi­
mientos del enemigo, cuando sin saber cómo ni
por qué aperecieron cuatro o cinco moros y se
echaron encima de nosotros. Apenas si pudimos
tomar las armas y defendemos de aquella aco­
metida.
Pronto cayó muerto mi compañero de un certero
gumiazo; al verme solo contra tres de ellos, invoqué
el nombre de María Auxiliadora y me preparé a deferme en aquella lucha tan desigual. Cuando Ic^ré
tender a uno en tierra, diéronse los otros dos a
la fuga; pero, a consecuencia del cansancio y de la
pérdida de sangre, cal rendido al suelo y sin sentido,
hasta que me recogieron a la mañana del día si­
guiente unos soldados de la Cruz Roja, los cuales
me trasladaron en mía camilla a la ambulancia
sanitaria, donde me apreciaron una herida de
arma blanca en el costado izquierdo, por fortuna
de poca importancia.
Trasladado a Melilla, ingresé en un hospital dónde,
merced a la cuidados y esfuerzos de los médicos y
las solicitudes de las Hermanas de la Caridad, logré
sanar, estando hoy dispuesto para verter de nuevo
la sangre por la Religión y por la Patria; pues es­
pero que María Auxiliadora protegerá mi vida como
lo hizo en este apurado trance.
Dicembre 1911.

J. P.
A lla r iz (España). — Más de tres años venía pa­
deciendo ima enfermedad tal que, consultando a
varios médicos y aplicándome durante ese tiempo
cuantos medios puede la ciencia médica discurrír,
no sentía mejoría, sino que me ponía peor; cada vez
se descubrían nuevas enfermedades y últimamente
me agravé tanto que y a no había esp»eranza de ali­
vio alguno, teniendo los médicos por imposible mi
curación y me desahuciaron. N o esperando y a más



132 —

que la muerte, se hicieron en Comunidad algimas
devociones y varias promesas, entre ellas la de pu­
blicar la curación en el Boletín. ¡Oh prod^io! Desde
aquel momento empezó a sentir mejoría y grande
confianza de (jue sanaba; se hicieron los sábados
seguidamente y el último me encontraba buena con
admiración de t<xla la Comunidad y de los médicos
que me contaban ya enterrada. H oy no siento mal
alguno y me encuentro comiiletamente bien; des­
pués de estar quince meses sin poder seguir la Co­
munidad, hoy la sigo sin sentir molestia alguna y
con mucho gozo de mi espíritu y agradecimiento
a la Sma. Virgen a quien amo con todas las fuer­
zas de mi alma. ¡Gracias, oh madre mía, gracias!
Octubre de 1911.
Sor C o n s u e l o R o d r í g u e z de M. Aux.

Religiosa Clarisa
L a C o ru ñ a (Esi>aña). — Vindo el grave peligro
en (¡ue iba á encontrarse un hijo mío, teniente de
Artillería destinado a Mellilla, lo encomendé muy
de corazón a María Auxiliadora ofreciéndole xma
novena y una limasna parados niños receñidos por
los PP. Salesianos en Sarriá. L a Viigen Stma. oyó
mis ruegos; mi hijo regresó sin que le haya ocurrido
dtuio alguno, a pesar de haber tomado parte en to­
das las acciones de güera oceurridas desde el 26 de
Julio de 1909 hasta la temiinación de la campaña
en aquel ano. Como he ofrecido también publicar
este favor tan señalado en el Boletín Salesiano,
ciuuplo mi promesa para gloria de María A uxi­
liadora.
18 de Enero de 191a.

L. vS.
Daa también gracias á María Auxiliadora y envían sn
limosna:

A) — Arenal de S. Carlos (Costa Rica) : E lS r. D.
Hugo Kurlson, por haberle aliviado de una bron­
quitis y envía once francos. — Acarigua (Vene­
zuela): Ana Joaquina Ivópez, por haberla sanado
de una enfermedad terrible que padecía desde 12
años. — Arenal de S. Carlos (Costa Rica): Francisco
C. Hernández, por favores recibidos y envía dos
pesos.
B) — Barcelona (España): C. C. de G., por haberle
obtenido una colocación para su marido. — Bó­
veda (España): Gelasio Prieto, por haber librado a
su mujer de una enfenuedad de un oido que le
impedía oir y envía 5 ptas. — Badajoz (Esj>ima):
Olegario Briones, por muchos favores y envía tina
limosna. —
Cali (Colombia): Augusto Tejada, por varios fa­
vores y ciuna una limasna para su culto — I d .:
Ana Oya, por hal>er stinado a su hijita de una grave
pulmonia, y manda ctmtixr una Misii en su altar. —
I d .: D. Dolores Jiménez, por haber salvado a su
hija de una terrible congestión, y envía dos veUis.
— I d .: Elisa García, por varios favores recibidos.
— I d .: I^tim Calvo, jx>r haberle devuelto la
salud a su padre. — Id .: Patrocinio Jiménez,
por haber librado a su luja Xuuilia de una grave
eafenuedad. ~ id . .• Josefa Carrión, i>or varios
favores recibidos. — I d .: Encamación Pelayo,
por una sei'ialadisima merced recibida, y monda

decir una Misa. I d .: Manuel Pérez, por haber
salido bien de una operación en el costado su
querido liijo Manuel. — I d .: Pascual Garda, por
haberlo librado de una grave pulmonía, y manda
decir una Misa. — I d .: Gracia Sastre, por haber
proporcionado trabajo a im sobrino suyo que se
hallaba en la indigencia. — I d .: Concepción Pé­
rez, por varios favores recibidos. — I d .: Gracia
Balboa, por haberla librado de las consecuencias
de una terrible caída. — I d .: Gracia Porra, por
haber sanado de tma grave dolencia. — Comalapa (Nicaragua).: - Flora Enriquez, por haber de­
vuelto la salud á su querida madre y enria una li­
mosna. — Coruña (España): C. L-, por haber cu­
rado a im niño cuando estaba y a a punto de que se
le amputara una pierna, y envia una. limosna. —
I d .: E. U., por varios favores y envía una li­
mosna. — Chinandega ( N icaragua) : María T.
Alfaro, Andrés Chavarría y ima devota, por fa­
vores recibidos.
D) — Diciá (Nicaragua): Modesta Vázquez I.,
por haberle concedido la salud a su madre gra­
vemente enferma de pulmonía y un empleo para
ganar la vida.
E) — Espinal (Colombia): Una cooperadora, por
una gracia recibida y envia cíen pesos.
G) — Guisena (España): J. M. P.. por varios fa­
vores y manda 7 ptas. de limosna.
M) — Málaga (España): T. D., por haberle arre­
glado varios asuntos domésticos y envía rma li­
mosna. — Mfi«¿í>¿fl(Argentina)..: Rosa V . de Alvarado, por muchos favores y en e.specialpor haberla
librado de una operación quirúrgica que los médi­
cos creían necesaria, y envia una limosna. — Id .:
Regina B. de Bet, por un favor y envía cinco pesos
de limosna.
O) — Orense (España): Demetria y Hermógenes Duilla, por varios favores. — I d .: Avelina
Neira, por im favor y envia 25 ptas. de limosna —
I d .: Dolores Taboada, por varios favores y envia
tres pestas. — I d . : Manuel Rodríguez, por mi gran
favor y en\*ía 25 ptas.
P) — Paysandú (Uruguay): M. T. S., por irnos
favores que se dignó alcanzarle del buen Jesús, y
enria mía limosna.
S) — S. Ciprián (España): Julián I/'rpez, por va­
rios favores y envía 35 ptas de limasna. — Sarria
(Espafia): José Roch, por haber deimelto la salud
a su liija. — Salamanca (España): María J . Sánchez,
por halier devuelto la salud a su marido y a un her­
mano enfenuos. — I d .: Dolores Marcos, por un
favor y em*ia una limosna.
V) — Vigo (España): Victorina Pita de Bugallo,
por un favor extraordinario y manda 25 ptas de
limosna, para los niños del Colegio Salesiano. —
Villagaión (Astorga); E l Rdo. Sr. D. José Com­
barros, por favores obtenidos y envía 20 pesetas.

POR EL MIINDO SfILESlílINO
Ea Valdocco.
E l i8 de Marzo se reoinieron en la casa madre de
Turín los Inspectores todos del antiguo continente
para tratar con el Capítulo superior asuntos de
nuestra Pía Sociedad, asegurando sus copiosos fru­
tos y teniendo palabras de alto elc^ o y profunda
admiración para nuestros cooperadores, que en
todas parte manifiestan interés‘ siempre creciente
por las Obras salesianas. Con gran complacencia no­
tamos esta concorde declaración y nos opresuramos a expresarles nuestro profunda gratitud y. en
retomo, promesa de más fervorosas oraciones.
Terminadas las importantes conferencias, volverán
nuestros queridos Superiores a sus respectivas ins­
pectorías para realizar las decisiones tomadas cabe
el Santuario de la Inspiradora de las Obras salesia­
nas, decisiones que certisimamente no tienen otro
fin que multiplicar su eficacia para gloria de Dios
y provecho de nuestros prójimos pobres y aban­
donados.

ASOCIACIÓN DE EX-ALUMNOS. ^
'^ D D ^

2^

MÉJICO. — E l inolvidable Congreso de los ex­
alumnos habido en Turín el pasado septiembre va
produciendo sus efectos y repercute, como ya han
visto nuestros lectores por el mundo salesiano.
Ahora son los ex-alumnos de Méjico que se orga­
nizan seriamente formando una Unión nacional
que promete éxito completo. En nuestro estimado
colega, • La obra saJesiana en Méjico *. del mes de
enero leemos la relación de la soberbia asamblea
que alli celebraron en noviembre del pasado año;
y, aunque tarde, nos es sobremanera grato darla a
conocer a los ex-alumnos que leen el Boletín sale­
siano, porque estimamos que les ha de seivir de
estimulo. Tomamos, pues, de la citada re\*ista lo
que va a continuación.
E l dia 8 de octubre se reunieron 24 ex-alimmos
y, preádidos por el Sr. Director, pasaron a cam­
biar impresiones para formar una Sociedad de ex­
alumnos. Nombróse una Junta directiva provisio­
nal y esta se puso a trabajar para organizar una
asambla en toda regla, fijando el día 19 de no­
viembre para la inauguración oficial.
Llegó el día ansiado y el colegio de S. J ulia se vió

II

invadido por los ex-alumnos que acudían gozasos
a la invitación. A las diez, recibidos por la bimda
de alumnos internos de nuestro Colegio y por todos
los de casa, llegaron las numerosas representa­
ciones de los Ex-Almmios de Puebla. Morelia y
Guadalajara. L a recepción fué entusiasta, y los co­
razones de nuestros amigos trabaron al instante
nuevas amistades que no dejarán de producir opi­
mos frutos de acción social. Acto seguido, subieron
todos al salón destinado para la asamblea, donde
los presentes tomaron asiento en sus re.spectivos
lugares, dispuestos de este modo: E n el fondo, bajo
un elegante dosel, el Padre D. Pablo Montaldo, ro­
deado de algunos señores cooperadores de la ca­
pital, y de la SIesa directiva; a los lados, las Dele­
gaciones de las varias ciudades de la República; en
frente, los socios de la Unión.
Las melodías de la banda de música saludaron
la apertura de la imponente asam blea, recreán­
donos también durante los intermedios y al finaüzar el acto.
E n seguida, la Escolania del Colegio interpretó
magistralmente un breve himno de ocasión.
Luego el Sr. Agxiilar, con galana frase, dió
tm detallado informe de los trabajos de la Mesa
pro\4sional. resultando de su concienzuda exposi­
ción el celo desplegado en asentar sobre sólidas ba­
ses la naciente sociedad. Nutridos aplausos coro­
naron el sencillo pero elocuentísimo relato del Sr.
Aguilar. Acto seguido, subió a la tribuna el Sr. Se­
cretario de la Unión, D. Gustavo Silva, que dió
lectura a las bases generales de la Sociedad (lue
fueron aprobadas sin modificación alguna. ICl Padre
OselJa felicitó luego a la Junta y a los socios fun­
dadores por el laudable celo con cjue habían i)reparado el nacimiento de la nueva Socie<lad. El
Padre Montaldo impuso á los socios el elegante
destintivo; y luego tomó la palabra el Sr. Orea
para dar la bienvenida á los Delegados y a los Srs.
cooperadores que asistían al acto. A continuación
hablaron los delgados.
A los señores Delegados contestó el señor Se­
cretario de la Unión, D. GiLstavo Silva, dando las
gracias en nombre de la asamblea por las palabras
de cariño que tuvieron para la incipiente Sociedad.
Prometió que los socios de ésta no frustrarían las
hal^üeñas esperanzas que todos abrig m, y soli­
citó para ello el apoyo de los Ex-alumnos Saleáanos de toda la República.
con frase
tierna a los muníficos cooperadores salesianos,
que a costa de tantos sacrificios sostienen laOlíra
de Don Bosco, y proporcionan a la juventud des­
valida el pan del cuerpo y del espíritu.

— 134 —
Dirigió luego frases elocuentísimas de profunda
gratitud a los Padres Salesianos y tenninó con una
sentida invocación a María Auxiliadora y a Don
Basco.
líntre estruendosíis ovaciones a María Auxilia­
dora a Don Hosco, a los Salesianos y a sus Coope­
radores, terminó la solemne Asamblea que dejó en
toílas las ánimos gratos c iniperecedederos re­
cuerdas.
A la una de la tarde, en el pórtico más amplio
del Colegio, se verificó el banquete fraternal,
ofrecido a los Hx-alumnos por el Padre D. Pablo
Montaldo, Director del c o e 'io .
Sobre un elegante entarimado revestido de ta­
pices, entre el ])crfuma(lo ramaje de sinnúmero
de plantas naturales, destacábiuise los ciento veinte
cubiertas, con todo lo más a pro^>ósito para dar
un buen rato al paladar, A los lados reiiartianse
las mesas de las alumnos internos.
A la señal convenida, las cuatrocientos comen­
sales tomaron tusiento en sus lugares respectivos.
iQuó magnífico golpe de vista!
Ocupó el puesto de honor el M. R. P. D. Pablo
Montaldo, con los Señores Directores de las Ca­
sas Salesianas de Morelia y Puebla, los munífi­
cos Cooperadores D. Feliciano Areño y D. De­
metrio l*'agoaga, el socio honorario de la Unión,
Ingeniero 1). Pedro Roveda, y otros distinguidos
caballeras de la capital. Cuando el Padre Montaldo
acabó de bendecir la mesa, rompió, como oleada de
celestial armonia, el himno nacional mejicano, to­
cado por nuestra banda de música.
K1 entusia.smo que suscitó es indescriptible:
todos 4iplaudiim con frenesí, cautivadas por las
mágicas mehxlias de aquel trozo de música que
lleva en pos de si el corazón de todo buen mejicano.
Acto seguido comenzó....... el asalto.
K1 precioso iiicmi, impreso en seis tintas por nues­
tra líscuela Tipográfica Salesiana de Santa Julia,
llevaba hxs nombres exóticos de las viandas, aderezadius con arreglo al arte culinario extranjero, pero
saboreadas con legitimo apetito mejicano por esa
juventud fuerte y lozana (¡ue se robustece con el
tríibajo y aüenta con el soplo de la virtud.
Da más cordial alegría recorrió his mesas, y en­
tre el chocar de la vajilla y el clamoreo de los con­
vidados, rompían a menudo en nutridos vivas a
Don Bosco, a las Salesimios y a sus Cooperadores.
Da banda alegró el acto con escogidas j)iezas de
su rejjertorio. y el Sr. línriqxíc Coppel Rivas, íulmirudor de mxestra Obra, regocijó a la concu­
rrencia. cantando con arte varias rrMjaíuos muy
aplaudidius.
I la llegado el momento de los brindis,
líl 8r. D. Anastasio Agiülar canta en versos
anuoniosos la amistad de los líx-alunmos Salesianos, y una ovación atronadora sella su hermosa
poesía.
K1 Sr. D. Antonio Marín, Vice-presidente de la
Diga de Ihxebla. brinda a la unión de todos los Exjüumnos Mexicanos, y hace votos para que la ju ­
ventud del \’en. Don Bosco marche a la cabeza del
movimiento democrático nacional.
El 8r. D. lín iesto Corona, Presidente de la citada
Diga poblana, anima a los presentes a perfeccionar

la obra comenzada, y a realizar en la República la
idea grandiosa que inspiró a Don Bosco la funda­
ción de los Circuios de Ex-aluumos Salesianos.
E l Sr. Casas eleva im hinmo de gratitud a sus
antiguos Superiores, y brinda por el triunfo com­
pleto del Instituto Salesiano en la República.
E l Sr. Silva traduce en versos jocosos sus deli­
cados y nobles esntimientos de amor filial, y en se­
guida el Sr. D. Vicente Albanés, Ex-alumno de
nuestro Colegio de Sevilla, España, nos hace re­
cordar las leyendas de Zorrilla con su chispeante
gracejo andaluz.
Enérgico y batallador el brindis delSr. Zayas, de
Puebla, que tratando de los principales deberes de
los socios de las Uniones de Ex-alunmos. dijo que
estos debíanse constituir en defensores de la Obra
del Ven. Don Bosco, siempre que la calumnia ame­
nace menguar sus méritos o empañar su fama.
E l Sr. Ingeniero D. Pedro Roveda habló con ins­
pirada frase de la educación salesiana, y el Padre
Osella, haciendo alusión a los acontecimientos polí­
ticos actuales, recordó que la verdadera democracia
triunfará sólo cuando la moral del pueblo estribe
en la obediencia al poder constituido y en la prác­
tica de las virtudes sociales y religiosas, tal como lo
ha entendido y enseñado Don Bosco.
Por fin, el Padre Director del Colegio expresó
su consuelo por el feliz acontecimiento de este día
memorable; y dió las gracias por las frases cariñosas
que se habían dirigido a él, a sus hermanos y a los
Señores Cooperadores.
Todos aplaudieron enternecidos las afectuosas
palabras del Padre Montaldo, quien dió término al
banquete con las plegarias de rúbrica.
Como despedida, se trasladaron por la tarde al
Oratorio festivo, donde sacaron ima fotografía y la
banda les tocó escogidíis piezas; y para terminar,
dice La Esperanza « un solemne Tedeum, cantado
por los ex-alumnos, y una esplendida iluminación
de fuegos artificiales coronó de luces, annoíiías y
colores la fiesta que yo llamaría de la fraternidad
salesiana ».
CIUDADELA (Menorca). — La Unión de Antiguos
alumnos prospera a ojos vistas. Aparte de las mues­
tras de SM prosperidad que ya conocen nuestros
lectores, hoy queretnos indicar otras iniciativas que
merecerán el aplauso de los demás exalumnos y tal
vez los estimulen a hacer algo semejante, si acaso no
lo huhxesen hecho. A la vista tenemos el Reglamento
por el cual se rige la floreciente Unión de los exalum­
nos menorqttinos, y nos parece muy oportuno dar
a conocer algunos de sus artículos.
F in de la U nión. — Da Unión de los antiguos
alunmos salesianos de Ciudadela, tiene por objeto
el q\ie los indiriduos que a ella pertenecen, con­
serven los buenos principios de educación moral y
religiosa, que aprendieron en sus años de colegia
Podrán pertenecer a ella todos los que hayan
frecuentado las clases diurnas o noctiumas del Co­
legio, o al menos hayan frecuentado por dos años
el oratorio festivo.
Desde el momento que xmo deja las clases del
Colegio, puede inscribirse en la Unión de antiguos
alumnos.

Podrán pertenecer a ella otras personas, en ca­
lidad de socios protectores.
V en taja s de la U nión. — Los miembros de la
Unión, en caso de traslado a otras regiones de
dentro o fuera de España donde haya una casa
salesiana. serán recomendados al superior de diclia
ratia O al presidente de los ant^uos almnnos de
aquel lugar.
En caso de que algún miembro de la Unión se
halle sin trabajo, la Jim ta directiva de acuerdo
con el Consiliario, procurará buscarle cuanto antes
aigmifl. ocupación, en la que pueda ganarse honesta­
mente la \"ida.
Los miembros de la Unión tienen derecho a

por el finado en la Iglesia de María Auxiliadora,
al que procurará asistir el mayor número posible
de miembros.
G o b iern o de la U nión. — L a Unión dependerá
de una Junta directiva, formada de presidente,
vice-presidente, secretario, tesorero y cuatro vocales.
E l director del Colegio Saleisano es miembro de
la Jimta por derecho propio y tiene el nombre
de Consiliario.
L a Jimta durará en su cargo cuatro años y
sus miembros pueden ser reel^ d os. Estos se re­
novarán por m itad cada dos años. (i).
L a banda de música, la sección de actores, ci­
clistas y foot-ballistas, dependen de la Junta di-

CIUDADELA (Menorca) — El Sr. lospector, D. José Maafrediai, coa los antituos alutnoos.

pertenecer a la banda de música instrumental,
sección de actores, ciclistas, foot-ballistas, siempre
que estén dispuestos a conformarse con el regla­
mento propio de cada sección.
Todos los domingos y demás días festivos, ten­
drán los antiguos alumnos a su disposición el billar
y otros juegos honestos que se encuentren en el
co l^ o salesiano.
En caso de que enfermara algún miembro de la
Unión, la Junte directiva procurará no le falte la
asistencia espiritual, y le ayudará con socorros,
teniendo en cuente las necesidades del enfermo y
lo que permiten los fondos de la Unión.
En caso de fallecimiento de algún miembro,
ona representación de la Unión, elegida por el pre­
sidente o vice-presidente, tomará parte en su en­
tierro: y la Junte directiva, en unión con el Con­
siliario, procurará se celebre un solemne fmieral

rectiva de la Unión, aunque tengan reglamento
particular.
Cada sección se elegirá su presidente, el cual dará
cuente de la marcha de su sección a la J unta di­
rectiva a lo menos una vez al mes.
También una vez al mes el tesorero dará cuenta
de las entradas y salidas; y el secretario tomará
nota de todo.
Los vocales se turnarán en las diversas depen­
dencias de la Unión (billar, salón de juegos, etc),
haciéndose responsables del orden que en todo
tiempo debe reinar.
L i Junte directiva se reunirá ordinariamente dos
veces al mes. en los días que se indicare. E l se(t) Después de los dos primeros aRos de vida de la
Utiióii, cesará 1 ea sus caraos el vice-]>residente, e i teso­
rero y dos vocales sicados a suerte.

— 136 —
cretario es el encargado de avisar a los miembros
que forman la Junta.
Cuando alguno deseare inscribirse en la Unión,
satisfará al tesorero 0.20 ptas, una vez al año,
para ser inscrito en la Federación Iniemadonal con
sede en Turín. Además dará su nombre al secretario
y adquirirá el carnet propio de la Unión. E l carnet
da derecho a todas las ventajas de la Unión.
E lecció n de la J u n ta d ire ctiv a . — Tendrán voz
activa todos los miembros de la Unión que hayan
cumplido los 16 años de edad.
Para que uno pueda ser elegido presidente o
vice presidente, es menester {jue haya cumplido 24
añas de edad, haya observado siempre buena con­
ducta moral y religiosa, y tenga habilidad para
cumplir tan importantes cargos.
Pueden ser elegidos secretario, tesorero y vo­
cales, todos los que tengan derecho a votar, con
tal que hayan observado buena conducta moral y
religiasa y tengan capacidad para el cargo que de­
ben desempeñar.
L a votación será secreta; y el que obtenga mayo­
ría absoluta de votos, será elegido. Si en el primero
y segundo cscnitiuio ninguno hubiera obtenido
mayoría absoluta; se elegirá en el tercero el que
obtenga mayoria relativa.
L a elección se verificará para cada cargo, ex­
cepto los vocales que serán elegidos en una sola
votación.
S o c io s p ro te cto re s. — Son inscritos entre los
socios protectores todos los que de alguna ma­
nera ayuden a la Unión de los antiguos almnnos.
Dichos socios no pueden tenez voz activa ni pa­
siva en la Unión: sin embargo sus óbservaciones
serán tenidas en mucha consideración.
Los miembros de la Unión invitarán durante el
año a los socios protectores, a alguna de las fun­
ciones que organizaren.
C ró n ica de lo s A n tig u o s A lu m n o s. — La
crói^ica de los Antiguos Almnnos qite
Nuestro
Auxilio es también inieresantisima y da a conocer
la ptardia de la Unión, que revela una vida lozana.
Para muestra' entresacamos algunas jxoticias.
Dia 9. — Con una circular, firmada por el Sr. Secre­
torio de la Unión, se invitaron los A; A. para asis­
tir a una conferencia del Sr. Inspector. Todos acucüeron, y el entusiasmo que reinó fué- grande. Al
tenniníu- levantóse el Sr. Director e imntó a que
todos contribuyeran con lo que sus fuerzas permi­
tiesen a adquirir la bmidera de la Unión.
Día 16. — Al as 8 y mwlia de la noche reunióse
la Junta. Desptiés de leer el secretario el acta de la
reunión anterior, que fuó unánimemente aj>robada,
se pasó a la discusión de los reglamentos del football, de los ciclistas y del billar. Desjuiés de varias
enmiendas, fueron aprobados. Se trató también de
algunos otros asmitos relacionandos con la Unión;
pero por ser ya demasiado tarde, se convino en
volver sobre ellos en la pn')xima junta.
D ia 17, — Recibieron un atento oficio finuado
por el Sr. Alcalde de la ciudad, en el que se Ies
<,omutücaba. que el M. I. Ayuntamiento acordó
por'tíana.';j::'íí<i<Í. el día 7 del corriente, subvencionar
coi» 6¿ pts. la banda de ios Antiguos Alumnos
dmante el presente año.

Dia 18. — Los miembros de la Junta fueron
a obsequiar y hacer acto de entera sumisión a
su amadisimo Prelado. Su Excelencia recibiólos
con el cariño y afabilidad de un Padre y les dijo
palabras de aliento, que quedarán, no cabe duda,
muy grabadas en el corazón de los individuos de
la Junta.
Les recomendó sobre todo el buen e j^ p lo .
S i los Antiguos Alumnos de España siguen iodos
por este camino, es fácil prever que, dentro de pocos
años, llegarán a formar una fuerza social tan impor­
tante como la que forman sus colegas de la Repú­
blica Argentina, con incalculables ventajas para ellos
y para la sociedad en la cual viven.

.^ r o ñ ic a de lo ^ ^ to r io s F e stiv o y
CÁDIZ. — Animadísima resultó la hennosa rifa
celebrada en el Oratorio festivo de San Ignacio
con la que su digno Director, Rdo. D. Joaquín
Bressan, quiso premiar la constancia de los niños
que lo frecuentan.
Si concurridos y animados se ven los Domin­
gos y días festivos los espaciosos patios del gran­
dioso colegio, en este día creció considerable­
mente el número de los Oratorianos y la alaria
que los inundaba no es fácil de describir.
Dignóse presidir la simpática fiesta la insigne
fundadora y sostenedora del Asilo Escuela, Sra.
Doña A na de V iya y Jáuregui acompañada de su
ahijada, Sta, Ana i l . Beltrami. Antes de dar co­
mienzo a la suspirada' rifa se impresionaron »mas
placas fotográficas de la mencionada bienhechora
rodeada de todos s\is protegidos; cobijados todos
bajo el amorosisimo m anto de María Auxiliadora
que bajo xm Hndo dosel fonuado por guirnaldas
de múltiples colores parecía sonreír bendiciendo
a sus amantes y cariñosos liijos.
Los niños al ver los premios, consistentes en vis­
tosos cortes de trajes, americanas, pantalones, ca­
misas, etc. etc. no cabían en sí de gozo y pintar su
satisfacción y contento cuando la suerte le favo­
recía nos es ünposible.
A l terminar dieron entusiastas vivas a María
Auxiliadora, a la fimdadoray alS r. Director; y con­
tente» y satisfechos de xm dia tan agradable y de
jOS premios alcanzados, regresaron a sus casas.
VICO. — D e dos actos escolares celebrados en
las Escuelas Salesianas de S. IVIatias, tenemos que
dar cuenta a nuestros lectores. Con ocasión de la
fiesta onomástica de Sr, Director, tuvieron los ni­
ños un dia clásico, de esos cuya influencia bienhe­
chora en la vida escolar hemos sentido los que la
hemos vivido. E l Koticiero. de Vigo dice ,a propó­
sito de ella: « L a fiesta celebrada ayer en el bonito
teatro qxxe en su c o l^ o de S. Matías poseen los
hijos del gran D. Bosco, üié. Como todas las que
allí se celebran, verdaderamente deliciosa.

— 157 —
Dedicada al Director del Colegio, nuestro querido
íunigo don Honorato Zóccola, y conociendo el filial
c.-uiño que le profesan todos los alumnos, no hay
para qué decir que los diminutos actores se esmen ron aún más que de ordinario en el desempeño
de sus respectivos papeles. Todos los números del
programa fueron ejecutados con siuno acierto, me­
reciendo especial mención la jota aragonesa can­
tada por im nutrido coro de niños vestidos con el
clásico traje del país, que se vieron obligados a re­
petirla entre los atronadores aplausos del público,
que salió en extremo satisfecho de la velada *. Mu-

P. Salesianos en esta ciudad entre las personas ca­
ritativas, y que sin duda aumentarán, tanto m áS’
en número, cuanto más. se conozca la grande obra
salesiana, que encierra en si el ideal más sublime de
la época, es decir: preparar por medio de la edu­
cación de la juventud, generaciones sanas del por­
venir, el triunfo de la ci\*ilización y de la religión *.
L a algazara de los chicuelos no es para dicha al
ver tañías cosas dispuestas para ellos solos; y más
de uno se arrepentía para su chaleco de no haber
asistido más veces al catecismo, en vez de ir al imieUe a oir blasfemar o a ver los bailes áe la Alameda.

CÁDIZ — La ilustre bienhecbora del colegio. Da. Ana de VIya y Jáuregui, y su abijada, la Sta. Aua M. Beitraml,
coa los superiores y uiflos.

cho más satisfechos quedaron los niños en cuya
alma dejan estas fiestas imperecederos recuerdos
de alegría y gratitud.
Pero si los internos *y externos se regocijaron
a sus anchas ese día, los oratorianos tuvieron
otro exclusivamente para ellos con una gran rifa.
De la espléndida vista del salón dice « E l Faro
de Vigfi *: Con exquisito gusto está convertido el
salón de actos de este centro docente en im bazar
de beneficencia, con que las señoras cooperadoras
salesianas obsequian a los niños que se han distin­
guido por su puntual asistencia a las escuelas
dominicales llamadas por el venerable D. Bosco
• Oratorio Festivo *. Los numerosos objetos consis­
tentes en hermosos trajes, botas etc., son otra
prueba más de la simpatía con que cuentan los P.

i I

E l resultado fué completo:« I/3S numerosos niños,
dice E l Noiiciero, que asisten al Oratorio festivo
acudieron ansiosos a comprar con sus sellos de
asistencia los hennosos trajes, variados en tela y
confección: los vistosos jerseys, elegantes zapatos,
alpargatas, blusas,- camisas, camisetas, calcetines,
pañuelos, libros, juguetes y una infinidad de cosas
prácticas.
Muchos admiradores de la Obra Salesiana, tan
adaptada por sus trabajos sociales a los tiempos
modernos, acudieron a la rifa para presenciar la
alegría de tantos niños, dando así con su distin­
guida asistencia mayor realce y consideración al
acto *.
Alg^ina de las caritativas señoras que habían
contribuido con sus regaJitos, hubo de exclamar al

138 ver los niños tan entusiasmados: * ;Es triste que no
l'.aya en cada ángulo de \’'igo un Oratorio festivo,
para divertir los domingos con tanto provecho a
la multitud de muchachos que pululan por esas
calles, aprendiendo picardías! •>. De veras que es
triste; pero ¿(juién tiene la culpa? jQué poco cos­
taría el remediarlo!
TRIESTE (Austria). — En el Oratorio festivo
(le esta ciudad hubo el lo de marzo una irran
Hcsla, tanto para lo.s niños como para los coo­
peradores. Por la mañana las funciones religiosas
nada dejaron que desear ni por lo que se refiere
a solemnidad, ni por lo que respecta al número
de asisicnte.s. Por la tarde en el teatrito ates­
tado cíe gente dió una conferencia delante del
Sr. Obispo el P. Luddi O. P. que fué aplaudidi.simo por el disiinguido auditorio. ICl orador en
párrafos (le arrebatadora elocuencia exhortó a los
concurrentes a salvar la juventud y al terminar
fué ovacionado. Al final se representó el deli­
cado melodrama í.a Niñez de Co/bw que encontró
profunda simpatía y muchos aplausos por parte
del público.

HUESCA.— En la Fic.sladel árbol, celebrada en
esta ciudad el 20 del mes pasado, tomaron parte
la banda infantil con su sección de cometas y
tambores y tcxlos los alunmos de nuestro Colegio.
A juicio de <<E l Porx>enir », diario local, «Da nota
sobresaliente en el festival infantil fué la bien or" gaiii/.ada banda de música dol colegio de Pa<
■ (Irc.s v^ale.sianos, quienes con sus bonitas coni’• pariciones hicieron las delicias de los peque>> únelas y de todo el público.....
I^as varias veces que cmzó la ciudad tocó
dicha banda con vibración igual e idéntica pre­
cisión, como la mejor banda de ingenieros (Íríise
recogida del público asombrado! los marciales
paso-dobles de aires csjxxñolcs: Dos Bohemios,
a Oran velocidad y Ivl Conde de Duxcmbnrgo,
mientras las doscientos treinta alunmos de.sfilaban. marcando el paso al redoble dcl tatnbor, que
daba gloria verlos.
Asistienm por la mrmana a una intcrc.sante y
escogida sesión ciucmatográficít, con icxlos las
demás ahumias de los diferentes centras de cnñniua de esta ciudad en el salón del teatro donde
reson;u-on las himnos de la I'iesta del árbol y la
Bandera. vSc levantó el 8r. Alcalde, D. Máximo Kseuer. y el Sr. Inspector de In.sinu'ción Pública quie­
nes pronunciaron elocucutos dLscar,si»s en armonía
:on la simpática b'ie.sta del árbol, siendo ovaciolUuUvs ; por último imestra banda de música intcrim'tó una linda jota cantada por dos nlumuos
vine arrancó nutridos aplau.sos.
Hacia las tres de la tarde so prix-;edió u la plan­
tación de los árboles. Unos diez v seis álamos

plantaron nuestras alumnos junto al puente de
S. Miguel, a orillas de Isuela; luego fueron a ocu­
par el puesto determinado en los caprichosos repli.gues de los tozales de los Mártires. Con verdadero
júbilo fué recibida una suculenta merienda por la
grey infantil.
Da fotografía está tomada momentos antes de
que nuestros niños entonaran el canto a la Fiesta
del árbol y el himno guerrero « Da toma del Gurugú f>. Despertó mucho interés, durante el pequeño
concierto. « Adela •>obligado a lira.
Con gratos recuerdos en el alma terminó la
Fiesta, desfilando por el Coso bajo y alto en ani­
mada manifestación todos los diferentes colegios;
y volvieron a resonar por última vez las notas vi
bruntes y metálicas de los pequeños músicos de
los salesianos, cautivando la atención del público
y atrayendo todas las miradas.
VALENCIA,— Ivn un diario de la ciudad de las
flores leemas una noticia referente a nuestras es­
cuelas (jue nos es grato consignar aquí. Se trata de
un certamen de Contabilidad y por cierto que debe
tener algo de original dicho certamen. Dástima
que el periódico no nos dé más detalles; sin em­
bargo, allí v a lo que sabemos para satisfacer la
curio.sidad.
<? A las cinco y media de la tarde, y ante nu­
meroso y distinguido público, ocupó la presidencia
D. P^rancisco Mata, peritísimo profesor, teniendo
a sus lados a dos profesores de la Escuela Oficial
de Comercio.
E l señor director del Colegio, reverendo P.^’^iñas,
indicó a la concurrencia las finalidades del Cohcurso, leyendo las bases por las que debía regirse
el certami?n y dando las gracias a los señores que
componían el jurado, por haberse dignado pre.sidirlo.
Acto seguido, pricipió el certamen que deleitó
tanto al público, que al celebrarse el libre, tan
amarraos estaban los chicos, que los premios no se
pudieron repartir, pues no hubo quien hiciera
claudicar a su contrario.
Se acordó por el tribunal que otro día se cele­
brara éste para hacer la adjudicación.
E l presidente Sr. Mata dió las gracias a la con­
currencia, así como felicitó, no sólo a los niños,
.sino también a sus padres.
I^a parte sinfónica fué magistralmente interpre­
tada por los profesores que en ella tomaron parte ■.
TEQUCIGALPA (Honduras). — Según nuestro
estimado colega <* D. Basco •' los exámenes verifi­
cadas cu nuestras escuelas han tenido un éxito
.‘satisfactorio, confinnado por la inspección oficial.
El informe de los encargados de fiscalizar la labor
jíedagiigica del colegio es tan halagüeño que no
])odemos resistir a la tentación de copiarlo.
'■ I lemos presidido, escriben los informantes, como
comisiihi calificadora los Exámenes de fin de
ano en el Colegio San Miguel y nos es sumamente
grato manifestar nuestro juicio sereno e imparcial.
IwOS exámenc.s .se practicaron desed el i** hasta
el 7 de diciembre en los Gradas de Instrucción
Primaria, que abraza el Col<?gio. Fueron severos y

— U9 —
prolijos sobre cada materia y sobre cada alumno
V quedamos convencidos de que el programa
oficial fue completamente desarrollado en todas sus
partes y que los alunmos poseen los conocimien­
tos, no por sólo esfuerzo de memoria, sino que los
tienen bien arraigados de un modo práctico y racio­
nal, como se desprende del método usado por los
maestros y de la costumbre adquirida por los alumnos de sintetizar y ordenar sus ideas.
Los alumnos se distinguieron en las asignaturassiguientes; idioma nacional, aritmética y geografia, por la seguridad y franqueza de sus contesta­
ciones sin la menor sombra de titubeo. Hemos ob-

gran variedad de objetos de calado, de plástica y
de vaciado de una ejecución correcta y de una
decoración de fino gusto, asi que dichos objetos
pueden figurar en cualquier salón.
E n fin, estamos gratamente impresionados de
la disciplina y orden excelentes que reinan en las
largas filas de alunuios, efecto obtenido, no por U‘itior al castigo, sino por la convicción del proj io
deber.
Sabemos que los Professores tienen muchas afu«
de enseñanza en E l Salvador, donde ohluvieroii
éxitos; cuales se los deseamos también en Hon­
duras.

HUESCA — Los niños en la Fiesta del Arbol.

sen'ado las pruebas por escrito y, además del or­
den V hmpieza que saltan á la vista, nos agrado
la diligencia y exactitud.
Como complemento de los Exámenes diremos de
la exposición didáctica, que si no fué grandiosa,
porque es fruto de los esfuerzos de los alumnos de
primera enseñanza, no carecía de importancia por
los muchos y diferentes objetos presentados. Vimos
los cuadernos de cada grado desde los primeros dias
del año escolar y nos complacimos del continuo y
sensible progreso. Había muchos mapas trazados
con suficiente exactitud, desde el croquis del De­
partamento de Tegucigalpa hasta el mapa de Aus­
tralia, V un sinnúmero de trabajos manuales de to­
da clase y dimensión.
Pero lo que más llamó nuestra atención fué la

II II

Este es nuestro informe, qtic si resulta un en­
comio para el Colegio San Miguel, recíbanlo los
Salesianos sin v acilar. pues es conforme á la verdad.
Tegucigalpa, Enero 15 de 1911.
L íe . C r e s c e n c i o G ó m e z .
L ie . E

rn esto

F

ia l l o s .

L 4c. F

r a n c is c o

E

s c o b .x r .

BUENOS AIRES (Kep. Arg.). — Como ya hemos
anunciado en otro número, en la Parroquia salesiana de S. Carlos se han federado muchas asocia­
ciones católicas para intensificar su actividad so­
cial. Los miembros que componen las diferentes
comisiones han tenido su reunión anual para dar
cuenta de las obras realizadas durante el año.
Ocuparíamos algunas páginas del Boletín sí qui-

— 140 —
siéramos detallar toda la hermosisima labor de
estos crisiiavos prácticos que forman la Junta parrotiuíal. Copiaremos algunos para muestra.
Subcomisión de la doctrina cristiana de caballe­
ros y señoras.
Fuera de los centros de reimión tradicionales
existentes en la parroquia, bajo el nombre de ora­
torios festivos, de carácter y eficacia bien cono­
cidos. los niños y niñas han hallado en el recinto del
templo parro<iuial á celosos catequistas de ambos
sexos, (¡lie los han atendido puntualmente todos
los domingos y días festi .'os a las horas señaladas.
Las explicaciones catequísticas eran precedidas
y seguidíis de cánticas sagrados, aprendidos allí
mismo, bajo la dirección de un sacerdote. K1 primer
domingo después de Pascua, previo un triduo de
explicación, tuvo lugar la solemne comunión pas­
cual de las niños y niñas de la parroquia; por la
tarde del mismo dia, para solaz de los mismos, se
preparó en el anejo salón de actos una entretenida
{micción teatral y cinematográfica.
l''u otra época se efectuó una hemiosa fiesta de
carácter sumamente interesante, a fin de allegar
fondos para la comisión de la doctrina cristiana.
\’aliéndose de la comodidad (juc ofrecen las igle­
sias independientes, se estableció para todos los
domingos una misa con plática especial, destinada
a los niños de la parroquia. Meusivdmente (el 2 ’
domingo), quedó fijada la misa de comunión gene­
ral, a la cual concurren los que pertenecen a la con­
gregación de la doctrina cristiana, ostentando en
su pecho el correspondiente distintivo.
Además de esta tarea dominical, se atendió entre
semana a la enseñanza del catecismo en las ecsuelas
del estado, prestando para ello una valiosa ayuda
un selecto cuerpo de eclesiásticos de la parroquia.
Para ofrecer un estímulo y un aliciente a la asis­
tencia de esta enseñanza tan fuertemente tentada
por las disposiciones reglamentarias del Consejo
nacional de educación, dos veces por mes, en días
do fie.stn, se prepararon funciones de teatro, cuya
entrada se adquiría con el vale de la asistencia al
f'utecismo. No obstante los varios trimos con que
se debió efectuar estas funciones, hubo reuniones
en que se contaron más de 1300 criaturas.
Para premiar la conducta y la aplicación obser­
vadas en el curso de las lecciones se repartían a los
niños estampitas, medallas, libritos y vales, cuyo
valor se cotizaba en frecuentes rifas, preparadas
con objetos que la industria de la comisión de la
doctrina sabia encontrar.
Asimismo se ha hecho eV reparto de vestidos y
trajecitos a niños y niñas jK>bres para que pudie­
ran acercarse con buena presencia, por primera vez.
u la segrada mesa.
F1 número de primeras comuniones hechas en
la parrcKpüa durante el año, fue de 1800 incluyendo
las preparadas por los colegios y oratorios salesianos
anejos á la parrcxiuia. Para la primera comunión
del 8 de diciembre se prepararon sólo en la iglesia
parroquial y en la forma más arriba ex|>resada alre­
dedor de 230 entre niños y niñas.
Cada muí de las asociaciones de la confederación
además de sus trabaios ^>eculiares. se lUstinguic'
por el celo en promover la frecuencia de los santos

sacramentos, y asi, gracias también a esta poderosa
ayuda, se han podido administrai en la parroquia
de vSan Carlos 130.525 comuniones, de las cuales
10.250 son de socias del Apostolado de la oración
y 3600 de los caballeros que fonuan la Asociación de
San J osé. E n el seno de ésta surgió hace pocos años
vm grupo de hombres dé aptitudes y decidida vo­
luntad, que tomaron a su cargo el canto tanto
religioso como teatral, siempre al senúcio de la
buena causa; con análogos propósitos se organizó
el floreciente cuadro dramático de San José.
Subcomisión de la buena prensa de caballeros y
señoras.
Estas secciones han llenando por su parte am­
pliamente su prograinma de favorecer la buena
prensa con la palabra, la propaganda y la coopera­
ción; la han sostenido con las subscripcioues, obla­
ciones y colectas, y contribuyeron con el contingente
a su alcance de noticias, avisos, escritos intere­
santes, según exige su programa.
Así lo acreditan las cifras que van a renglón
seguido:
«E l Pueblo »números repartidos en el año, 27.840;
* L a Cruz », números repartidos en el año, 120.000;
♦ E l Templo de San Carlos *>, números repartidos en
el año, 240.000: « E l Descanso Dominical », núme­
ros repartidos en el año, 96.000; « L 'Italia », nú­
meros repartidos en el año, i6.ooo; « Hojitas Popu­
lares », números repartidos en el año, 480.000;
II Mulo » (Bolonia), números repartidos en el
año, 10.080: « Lectura Dominical «> (Madrid), nú­
meros repartidos en el año, 960; « L a Semente ■>
(Bolonia), números repartidos en el año, 5.200.
Fuera de lo anotado, estas comisiones han costeado
varias subscripciones gratuitas del diario católico
<- E l Pueblo •>; repartieron hojitas extraordinariis
según las diversas oportunidades y días festivos del
año, como p. ej.: Ivl precepto Pascual, Toma y lee.
Consagración al Sdo. Corazón de Jesús y a María
Auxiliadora, Lecturas católicas. Boletín Salesiano,
Opúsculos de Sardá ySalvany. Devoción a San José,
Preguntas y respuestas sobre la comunión frecuente.
La comunión frecuente. E l sacerdote católico, Ca­
tecismo explicado en estampas. Vida del venera­
ble Don Bosco. Dia de los difuntos, etc. etc.
Mensuahnente llevóse a cabo la prescripta sesión
de caballeros y señoras, en la que se trataba con el
mayor interés y entusiasmo todo lo relativo a la
marcha del trabajo de la comisión y los medio.s
más expeditos para introducir en todas las familias
de la parrcKiuia alguna hoja de propaganda cató­
lica. Y asi se ha podido conseguir ya que respon­
dieran al llamamiento hecho en este sentido, las
familias de casi todas las socias del Apostolado de
la oración, de los socios de San José, niños y niñas
pertenecientes a la congregación de la Doctrina
cristiana.
Con el objeto de reforzar los fondos de propagan
da se han realizado varias funciones dramático-mu­
sicales, todas muy concurridas y de eficaces resul­
tados. Uno de los caracteres más típicos de esa pro­
paganda franca y celosa lo ofrecieron esos caballe­
ros que costearon subscripciones de periódicos
para colocarlas con toda regularidad en los centros
de concurrencia, ahnaceiies, restaurants, fondas.

— I4 I
kioscos, etc.; impulsados por el anhelo de presen­
tar un antidoto alli donde la mala presa ofrece
a diario su letal veneno.
Las Subcomisiones de la beneficencia crístiam
coadyuvando eficazmente en esta empresa peculiar
a la Sociedad ^-iceutina. han oi^anizado festejos con
el objeto de arbitrar los medios necesarios para ha­
cer efectivo su deseo de subvenir a las necesida­
des del prójimo. De esta manera se ha podido pro­
veer a algunos la ropa necesaria pára sus hijos, se
ha p ^ ad o en parte o todo el alquiler a quien no 1q
podia hacer por la escasez de sus entradas, y a mu­
chas familias, caídas en la desgracia por motivos
de gastos extraordinarios demandados por la en-

los cooperadores y demás cristianos de obra que
los lean harán los comentarios con su propia con­
ciencia y con seguridad que sacarán de ello algún
buen propósito.
TURIN (Italia).— E l Congreso de las ex-alumnas
de las Hijas de María Auxiliadora va produciendo
también frutos consoladores. L a Superiora General
ha podido formar la Junta centra! de las varias aso­
ciaciones. D e conformidad con el articulo 9® del
Reglainento, la Jimta central, « respetando siem­
pre la autonomía y el carácter local de cada .\.sociación, prestará su apoyo moral y material a
aquellas que. siguiendo el ejemplo de la nmlüformo

ViQO '— El ralófl de ia rifa.

fennedad ó muerte de parientes, se les ha socorrido
haciendo nieuos estrecha y difícil su situación.
Niños y niñas, semiabandonados por falta de
medios pecuniarios, recibieron colocación conve­
niente en colegios o asilos, como también se ha fa­
cilitado la entrada en los hosj)itales a enfermos que
no podían absolutamente recibir de otro modo cui­
dado en sus dolencias físicas.
El total de los gastos, efectuados en el desarrollo
de sus empeños por las asociaciones adherentes al
programa de la Confederación parroquial, ascien­
den en el año 1911 á pesos 5682.14 (cinco mil seis­
cientos ochenta y dos pesos con catorce centavos).
Pero más sobresaliente fué la gran rifa para
los pobres, cuyo éxito ha sido brillantísimo. En
efecto, después de grandísimos trabajos se ll^ ó a
reunir la suma de pesos 18.663.65. de la quese subs­
trajo la suma de pesos 6392.95 de gastos, quedando
12.260.70 que se distribuyeron en varias formas.
Después de estos datos, huelga todo comentario;

I I

e industriosa caridatl de D. Bosco *, ademas de los
fines comunes a todas las Asociaciones, ise jiropoiieu actuar otras obras religiosas morales o socia­
les, requeridas por las condiciones locales ». I-os fi­
nes comunes a todas las asociaciones son los mismos
de nuestros ex-aimnnos, con las modificaciones
que la condición de las ex-aluumas exige; iiero
siempre dentro del espíritu de D. Busco. Ilaccmos
votos para que los trabajos de la nueva Junta se
vean coronados con el éxito más feliz.
ALEJANDRÍA(Egipto).— ElAf¿nsa;>ro egipcio re­
lata una hermosa fiesta de beneficencia habiíla en
la
del círculo Miguel Rúa en favor de los ni­
ños que acuden al Oratorio festiva de S. Miguel.
Asistió el comendador D. José Degiardé y su dis­
tinguida señora con otras notabilidades. E l Sr.
Madiona pronunció un elocuente discurso dando
las gracias a los presentes que con tanto afecto se
sacrificaban por el bien de los hijos del pueblo.

— 142 —
Sij;ui61eel Director del Instituto«D . Bosco»que re­
comendó a todos la obra de los Oratorios festivos.
J^s niños prepararon también sus cantos de ocasi<)U y la banda no dejó de ajnidarles. Después hubo
la (li.stril>ución de las prendas, que los niños recibían
de manos de las elegantes damas a las cuales ma­
nifestaban su satisfacción y gratitud.

MEMORIAS BIOGRÁFICAS
de M ons. L U I S L A S A G N A .
o

^

CAPITUIíO X X X V III {Coniitiuación).
Acompañado hasta el puerto de Montevideo por
el vSr. Alonso Criado y por varios Directores salesianos se embarcó el 8 de Mayo de i8o-| en el va^>or
Mercedes con destino al Paraguay. Se determinó
(¡uc lt).s otros mi.sioneros de Matto Grosso se le reunirian en la Asunción, Por un día y una noche el
biKiue remontó el Mar Dulce de vSoiís, cuya embo­
cadura mide 275 kilómetros. Internóse luego por
una de las boc:us dcl Paraná cine después de recibir
el caudal del Paraguay, su afluente más conside­
rable, tiene un cauce de diez kilómetros de ancho
y arrastra tal ma.sa de agua que en su comparación
los más caudalosos ríos de líuropa no pasan de
sinqdes riachuelos. Kn el puerto del Rosario aunque
ya era ncx.'he encontró Monseñor id P. Piovano,
Director del Colegio Salesiaiio de aquella ciudad,
el cual cjuiso a totla costa que pl misionero pasase
entre los hermanos y alumnos las dos horas que
])araha el vapor. Siguiendo el viaje, a medida que
el Mercedes se iba alejando del Rosario ofrecíanse
a la vista de nuestros peregrinos nuevos y atrayen­
tes panoramas. Primero se extendían a su i^ejuierda
las vasti.simas llanuras de Santa Pé que, fecundadas
por los sudores de centenares de miles de Itali.mos,
producen millones y millones de hectólitros de
trigo y de otros cereales. A fuer de castizo misio­
nero católico, al paso que se alegraba de la prosjieridad material de a(jxiellas colonos, gemía triste­
mente pen.sando que aquellos nuestros amadas
com]>atriotíus ciu-ecen a menudo de la necesaria
asistencia religiosa, causa por la cual se dejan
seducir á veces por uudat'es embaidores y arrastrin
á promuiciamentos y revoluciones cxjino la del 1893
en la (juc llevaron la peor parte, pues el gobierno
Argentino sofoct') aquellos movimientos en la Siuigre de las revoltosos. ¡Pobres inmigrantes! ¡Qué
depUírable es la condición de muchas de ellos cpie
tienen que comprar su biene.stm- material a costa
de la fe! Más adelante nuestro Obispo, siempre
s;jga7. olwcrvador de los países que atravesaba,
sintió un escalofrío por sus miembros contcnqjlando
el tristisimo aspecto de aquel Chaco Ai^entino
de que le habla hablado el Presidente Sáenz Peña.
P 1 Chaco es un inmenso territorio bajo y panta­
noso que. sujeto en la mayor parte del año a for­

midables aluviones, viene a cjuedar poco menos
que inhabitable. H oy día está casi enteramente
despoblado porejue los anteriores gobiernos de la
Argentina, llenos de horrible saña, exterminaron
a los más de los Indios que allí liabitaban. H ay que
confesarlo paladinamente: la llamada civilización
moderna es implacable con aquellas criaturas y las
hace sin piedad blanco de sus terribles fusiles. No
tardó nuestro Obispo en encontrar ejemplos de
ello. Su llegada al Paraguay coincidió con la de mi
Suizo que formaba parte de la expedición del Sr.
Jlüller exploradora del Chaco. Aquel hombre, co­
nocido con el espantoso apodo de E l Cazador de
Indios, tenia la fama de héroe porque su carabina
no había errado un tiro; tanto que en el Chaco
Argentino acpiel europeo había visto caer fulmi­
nados a sus ])ies a más de cien infelices indígenas.
Sucesos horrendos, pero que entonces a nadie asom­
braban en aquellos parajes. Afortunadamente las
cosas han cambiado.
Importantes informaciones recibió Monseñor del
excelente capitán del Mercedes. D. lísteban Noceti.
genovés, el cual hacia cuarenta años que navegaba
por acjuellos ríos. Conocía pahuo a pahno los países
por donde cruzaba y á gran dicha tenía el con­
versar con el Obispo y comunicarle los datos que
le pudieran interesar; además se desvelaba por
hacerle el viaje lo metros incómodo posible. A él
debía, pues, Monseñor la comodidad de celebrar
la santa Misa a la que los domingos asistían muchos
pasajeros y casi toda la oficialidad de a bordo;
había asimismo proporción para las otras prácti­
cas de piedad en las que el Obispo era puntualí­
simo. Sin embargo, faltaba el Santísimo Sacra­
mento: y asi en cuanto el vapor se detenía para
ciugar combustibles, trigo n otra merc.ideiia cual­
quiera, Monseñor y su Secretario se apresuraban
a desembarcar, y si 11 iglesia parror[uÍ il no estaba
demasiado lejos, a ella encaminaba sus pa.sos. De
esa manera, habiendo parado el vapor en lUamante,
Monseñor bajó al punto y se dirif^ió a la icle.si i.
donde, mientras conversaba con el Divino Prisio­
nero de nuestros talternáculas, tuvo la graüsiina
sorjjresa de encontrarse con el sacerdote D. José
González, diez y ocho años antes Teniente Cura de
Das Piedras. ¡Oh, cuánto se holgaron ambos de
poderse abrazar después de tanto tiempo y en tan
apartadas regiones, y con qué reciproca efusión
de afectos aprovecharon de aquellos pocos instan­
tes para traer a la memoria tantas \*icisitudes pa­
sadas!...
De Diamante Monseñor anunció por telegrama
su paso al Obispo de Paran;! con quien y a había
tenido larga correspondencia epistolar, y cuva dió­
cesis dm dida en tres provincias. Entre Ríos. Co­
rrientes y Misiones es tan vasta, que el excelenté
Pastor, no obstante su apostólico celo, no podía
recorrerla toda, a no ser que Dios le prestara las
alas de un ángel. En la provincia denominada
Entre R ío s , situado entre el Paraná y el Urugay.
riven muchos inmigrantes italianos que anual­
mente son visitados por nuestros sacerdotes los
cuales contribuyen en gran manera a consen-ar
integra en ellos la fe. El iniciador de esta misión



143 —

fué 3Ions. Juan Cagliero, siete años antes de ser
«nciimbrado a la d^nidad episcopal, es decir, eu
Abril de 1877. La interesautisima carta eu que daba
una sucinta noticia de su labor apostólica durante
aquella excursión, carta incluida en el primer nú­
mero del Boletin Salesiano, que empezó a publi­
carse eu agosto de aquel núsnio año, abrió la serie
de las Noticias de los Misioneros de D. Basco que
forman la delicia y edificación de los Cooperadores
Salesianos de todas las lenguas y naciones.
Entretanto el Mercedes tocó en la ciudad de P a­
raná, durante la noclie. E l Vicario General estaba
en el puerto desde hacia largas horas aguardando
al Misionero a fin de saludarle en nombre del Obispo
Diocesano, pero Monseñor no pudo bajar a tierra,
V hubo de pasar a bordo y en ^^aje la solemnidad
de Pentecostés que en aquel año caía el 13 de Mayo.
l'.l diario nota que en aquel dia para estar más recoj^ddo qiüso celebrar en su hmuilde camarote. Aun(]ue habituado a dejar a Dios por Dios, sin embargo,
según se deduce de sus palabras y conducta, no
pudo menos de recordar que el año anterior eu
aquella misma fiesta había celebrado solemne pon­
tifical en Monte\*Ídeo y predicado por dos veces
a los terciarios de San Francisco de Asis. E ra muy
explicable que sintiese en el alma el verse obUgado
a pasar entre las ai^ostas paredes de un camarote
la festi\'idad más solemne y memoranda para im
obispo, natural dispensador de las luces y dones
del Espíritu Santo. Pero como en tales circunstan<*ias no le brindaba la ocasión de trabajar en bene­
ficio de las almas, bien podremos imaginar que se
habrá concentrado en si mismo para echar una
mirada a la suya, para reflexionar sobre la abun­
dancia de carismas que el Espíritu Santo le había
comunicado en su consagración episcopal, para
examinarse esmeradamente sobre el cómo había
inrrespondido a tales gracias, penetrado de aquella
sentencia de Jesucristo: Omni autem cui muUum
daíunt esi, mulium quaretur ab eo: el cui commendalerunt muHum. plus peievt ab eo (i): « Porque se
pedirá cuenta de mucho, a aquel a quien mucho
se le entregó; y a quien se han confiado muchas
cosas, más cuenta le pedirán ».
Tres dias trascurrieron de monótona y aburrida
navegación entre las ^:oledades dcl Chaco, ante¿
de llegar a la ciudad de Co*''ie'<tes : alli nuestro Mi­
sionero fué recibido por varios amigos rlé igos y
laicos, cjue le acompañaron a casa del Sr. Gober­
nad'r de la P^o^ incia. señor Virasoro; le entregó
la carta dol Sr. Presidente y fué tratado por él con
toda cordialidad, honra y agasajo. Ofrecieron a
Monseñor un vasto local para que abriise un asilo
de huérfanos, pero no creyó acertado comprome­
terse a ello porque las nece.'^idades religiosas de la
ciudad y de las afueras estaban atendidas por dos
comunidades de excelentes Padres Franciscanos
•I quienes quiso visitar. Y en verdad que le espe­
raba una grata sorpresa. Una de tales comunidades
estaba compuesta de religiosos italianos que de­
pendían inmediatamente de Roma, de la Congre­
gación de Propaganda. ¡Quién acertará a desenLoe. XII, 48.

bir el consuelo de nuestro Obispo y de aquellos
buenos religiosos al encontrarse reunidos y hablar
el imtivo idioma a tan euiomie distancia de la
patria común! Fué mi verdadero r^ o cijo para
todos. Hallábase también el buen hermano Fr.
Adán de h'arigliauo, proNÚncia de Cúneo, aquel
mismo que cuando la expulsión de los reli^osos se
acogió al Oratorio de D. Bosco y habiendo tenido
Ucencia de salir para el Nuevo Mundo con la expe­
dición de 1876, se había retirado después al con­
vento de Corrientes para terminar eu paz los dítus
de su vida. Monsefmr habría tenido mucho gusto
en verle, mas el buen viejo estaba cu a<]uel mo­
mento fuera de casa y el misionero tuvo (pie volver
a bordo para continuar su viaje.
Al cabo de tres horas de navegación, dejando a la
derecha el Paraná, entraron nuestros misioneros
en el Rio Paraguay. E l tiempo que les dejaban
libre las prácticas piadosas lo enqfieaban eu con­
templar el onduloso y lozano suelo paraguayo,
aun más atrayente por su contraste <x>n la orilla
izquierda donde se extiende el interminable Chaco,
siempre yenno, bajo y falto so . Mientras iban ra­
sando las costas del rio, buscaban con la mirada,
bajo los árboles colgantes de la ribera, la estúpida
figura de los rechonchos cocodrilos que acá y
acullá asomaban e flor.de agua para tomar el sol;
aquellos repugnantes anfibios se estaban imnóviles
como si fuesen de granito, con los ojos desmesura­
damente abiertos. De a bordo les hadan repetidos
disparos; mas. cuando las balas no los tocaban,
ellos no se meneaban ni rebullían y seguían mi­
rando (X>n el mismo aire alelado que antes. E l Para­
guay y sus afluentes están llenos de ellos y su pre­
senda hace muy arrie^ado el bañarse en aquellas
aguas. E l bueu capitán Noceü le contaba a Monse­
ñor como varios años atrás tenia un grumete tra­
vieso, hijo de un amigo suyo. En el resistero de un
día de verano, ajirovechando la ocasión de estar
parado el buque por falta de viento, el mal acon­
sejado muchacho, eu un abrir y cerrar de ojos
quítase la ropa y (.'orriendo por la escalerilla abajo
échase ai río para refrescarse. No bien tocó el agua,
(iió un terrible alarido: corrieron todos los marine­
ros a cubierta y le vieron contorcerse dese.sjicrud.imente entre las espantosas mandíbulas de un enorme
yacaré. E l Capitán le asestó su infalible carabina
que mató al monstruo y también ¡ay! al niño. A lo
menos, concluía tristemente el Capitán, jnulimos
darle sepultura en tierra. ¡Menguado con.suclo jiara
los desolados padres!
Perspectiva encantadora ofredan también la.s
islas flotantes formadas de plantas palustres de
andias hojas, que las aguas arrastran a veces en
tal cantidad y tan compactas que en poco tiempo
forman un suelo todo cubierto de verdura, como
en los mares de sargazos. E l vapor se detuvo al­
gunas horas en Ilum aitá que es la primera pol.'lad ón en territc^o paragiiayo, y después en Villa
del Pilar. A l proseguir el -s-iaje Monseñor y sus com­
pañeros v d a n desfilar islas como las mendonadas
TTiá»; o raenc»s vastas, según las credeníes. que arram­
blan con unas para formar otras nuevas; o asistían
a las fat^osas maniobras de la tripuladón para

— J44 —
sacar los buques de los bajíos en que a veces en­
callaba a pesar de todas las precauciones del Ca­
pitán. Siempre que la embarcación hacía un breve
alto, nuestro Obispo, a ^ e r de buen observador y
celo^ misionero, aprovechaba de buen grado la
ocasión para estudiar la índole y las costumbres
de los habitantes, e.specíalmente si eran salvajes, y
para examinar la favina y la flora y la etnografía
de aquel país, y cuanto fenómeno le parecía de
alguna \itiliclad para la ciencia y para las misiones.
De todo ello sabía a])rovechar en sus conversacio­
nes, pláticas y discursas, y a sacando oportunas
reflexiones morales, y a exhortando a los oyentes
a bendecir a aquel Dios que obró tantas maravilIOvS, y exclamaba: Quatn magniftcaia stini ópera
itta, Dotmne. Omnia in sapienlia fecisti. impleta esi
ierra possessione lúa (i): ¡Cuán magnificas son.
Señor, todas tus obras! Todo lo has hecho consabi­
duría: llena está la tierra de t\is bienes y riquezas.

Cfbros regalados a nuestra Rcducfán.
D e la L ib re ría E d ito ria l de M aria A u x ilia ­
d o ra . — A p a r . 37. — S e v illa .
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H ija modelo, dotada de hermosas cualida­
des y de un corazón según Dios, constituyó el
encanto de la fam ilia y de cuantos tuvieron
la dicha de conocerla. Profesó una tierna devo­
ción a la Sma. Virgen en su títu lo de Auxilia­
dora de lo^ Cristianos y a E lla se encomendó
m uy especialmente durante los dias de su pe­
nosa enfermedad. Sufría lo indecible y , sin em­
bargo,recibía a todos con suma am abilidad y con­
tento, revelando su alm a pura y alegre que vi­
v ía la vid a de los ángeles. Recibió con extraor­
dinario ferv’or los santos Sacramentos, y mo­
mentos antes de expirar pidió la im agen de Ma­
ría Auxiliadora, la besó dulcemente e hizo que
rezaran por e lla , m ientras repetía con edi­
ficante piedad las palabras del sacerdote que
la asistía, hasta que inclinó la cabeza para en­
tregar su bendita alma al Creador y a la Sma.
Virgen en la festividad del inefable misterio de
la Encarnación por el cual hemos sido salvados.
H acía cuatro meses que se había traslado a
Carmona para reponerse y deja en ella el re­
cuerdo de un ángel. L as flores que le daban las
llevaba ella misma con filial am or a María Au­
xiliadora de la cual recibió gracias extraordi­
narias. E l profundo dolor de sus desconsolados
padres y hermanos, distinguidos bienhechores de
nuestras obras, sólo puede mitígam e con el pen­
samiento de que, si perdieron un ángel de su
hogar, tienen ahora otro en el Cielo que no de­
jará de rogar por los que la am aban con delirio,
siendo para ellos de ahora en adelante el Angel
de la esperanza.

Cooperadores Salesianos difuntos.
ESPAÑA.

N E C R O L O G IA
D

O

L a Sra. Da. ANA MARIA QAVIRA de Carmona
(Sevilla) entregó su alm a á Dios el día 14 de
Jiarzo de 1912. Virtuosa, am ante de los pobres
y dotada de excelentes dotes de gobierno, hizo un
bien inmenso a los hijos de esta ciudad que la
lloran como a verdadera Madre. Fué insigne
bienhechora de las Obras Sulesianas y siempre
sintió particular afecto por los niños a quienes
obsetiuiaba con frecuencia. Descanse on paz
la ilustro finada.
Srla. AURORA VALVERDE Y LASARTE
de ao «noB de edad

falleció santam ente en Carmona (Sevilla) el
25 de Marzo de 1912.

U) P?. cm. 34.

Sra. Da. Josefa A. Ferrer Bordes
Alicante..
»
» María Serret de Llol)et
Barc •lona
»
» Guadalupe Riera v. de Granados
»
» Berla Cois.'Wrd de Giroiieila
»
» Rosa Gouzáler
Sr. D. José Nueda

» » M. Biiró
Rdo. Sr. D. Eloy Sánchez
Cuer.ra.
Sra. Da. Concepción Alfonso
Carmona (Sevil al.
Sr. D. José Ramires Verges
Madrid.
Da. .Asimcióti Mor.iles de los Ríos Vda. Bulnes
»
Exmo. Sr. Conde de Sol
>
Da. Carmen Cortés y Urcjola
Kxma. Sra. Condesa Vda. de Kgafia

Da. Dolores Jugo Vda, de la Torre
.
D. Juan B. Micheo
>
Da. Leonor Grandes de Fernández
»
Exma. Sra. Marquesa de Navarrés
»
»
^
»
Vda. de la Romana
»
Da. Ma. Vicenta Román Vda. de Román
»
D. Ramón M. Moreno
>
Da. Teresa Vicente Vera
.

Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
G erente: JO SE GAM BIN O.
Establee. Tip. de la S. A. Int. de la Buena Prensa
Corso Regina Margherita, N. 176- TURIN'.

áá
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1912