BS_1912_09

Ficha

Título
BS_1912_09
Descripción
Boletín Salesiano. Septiembre 1912
Fecha
1912.09
extracted text
I
A Ñ O X X V II - N. 9
Edicii^n de España
S ep tie m b re de 1912
S2----------------------------------------------------------------------------------------------------- S?

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o;ti£i&ciCiCiCiCir^
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<?<nr o ó c c o A

B o le tín S n le s ia n o
O

T u rin —

V ia G otiolcngo N.

SUM ARIO. — L a caridad en la educación V .
. 234
El Sr. D . Pablo A lbera en Em ilia y T oscan a
. 237
El contrato de aprendizaje eu la sem ana social de
Pamplona . . . . -..................................................239
Tesoro e sp iritu a l.................................................................240
De n u e s t r a s u is i o ñ e s . — C ongo B elga: L a nueva
fundación de Elisa bethvüle — T ierra s M agallá• nicas: „F o lk -lo r e '‘ fu e g u in o — D e la C andelaria

52.

^

Q

y S an ta I n é s ..................................................................241
Libros regalados a nuestra R e d a c c i ó n ...................... 348
249
G racias de M aría A uxiliadora
P o r e l mundo s a l s s ia n o : Asociación de E x ­
alum nos: Cindadela, — Crónica de los Oratorios
festivos: F ig o . — Noticias varias: Córdoba, S a­
r r ia , F igo, Cindadela, C á d iz, S antan der
, . 25a
M emorias biográficas d e M ons. L u is Lasagn a . . 258

^1

l^a c a r id a d e a la e d a c a c ió a
Y.

Habla el Maestro, (i)
teníamos pensado pasar
adelante en estas ligeras ob­
servaciones sobre la caridad
en la educación, después de haber de­
mostrado que esa caridad benigna y
paciente con que D. Bosco quiere que se
trate a los niños, no excluye la firmeza
de parte del educador ni el esfuerzo de
parte del educando, y sabe encontrar,
además, estímulos eficacísimos para lan­
zar la voluntad del niño a las más
arduas empresas y costosos sacrificios,
hemos pensado que algunos de nuestros
lectores, que sólo conocen de los escritos
del Venerable sus Apuntes sobre el
Sistema preventivo, se habrá extrañado
un tanto de nuestras afirmaciones, bien
que comprobadas con los hechos y re­
sultados descritos en nuestros anteriolUNQUE

(i) V. d núm. anterior.

res artículos. Esta vez cederemos la
pluma al Fundador de la Pía Sociedad,
citaremos sus palabras textualmente y
le dejaremos exponer en su propio len­
guaje los fundamentos científicos de esta
parte importantísima de su sistema.
Hemos insistido sobre el esfuerzo y
la formación del carácter porque Don
Bosco, cuando habla de la educación
moral, del dominio de sí mismo, del
vencimiento de las pasiones, indica
siempre la facultad superior que debe
ejercer esa dominación, la voluntad.
Esa palabra aparece a cada renglón,
no cesa de repetirla, indicando al mismo
tiempo el modo de realizar su educa­
ción y fundando su método en el co­
nocimiento profundo de la naturaleza
humana.
Indicábamos en nuestro artículo pre­
cedente que, para escribir la « Pedago­
gía de D. Bosco » es preciso, además
de recoger los materiales de que están

l

—•

234

llenos los volúmenes de las < Memorias
biográficas », entresacar de sus escritos
las ideas pedagógicas de que están
salpicados. I). Bosco era ante todo un
educador, así es que cuando escribe y
cuando habla, ya como sacerdote, ya
como historiador, ya como fundador de
una religión, él es siempre un artista
que expone sus principios y procedi­
mientos, un maestro sapientísimo que
enseña a sus discípulos, niños o adultos,
oyentes o lectores, el arte más excelso
que puede ejercer el hombre: modelar
las almas esculpiendo en ellas la imagen
del hombre tipo, del hombre ideal, Je­
sucristo. Por esta vez nos limitaremos
a uno solo de sus opúsculos del cual
hemos citado ya un largo trozo (i) con
el comentario de Jorgensen ; y esto ser­
virá de paso para demostrar la abun­
dancia de material pedagógico que
encierran los libros del gran educador,
aun aquellos que sólo indirectamente
tratan asuntos educativos. A l citar sus
palabras, tal vez tengamos que repetir
algunos conceptos; pero así también que­
dará satisfecha la justa curiosidad del
lector y la exposición de las ideas ganará
en lucidez lo que pierda en variedad.
Durante el último tercio del pasado
siglo, los pedagogos no han cesado de
insistir sobre la necesidad de dar a la
cultura física, y sobre todo a la cultura
estética, la parte que le corresponde
en la educación del niño; pero por
esa dificultad, tan propia de nuestra
inteligencia limitada, de dar a las cosas
su justo valor, se ha ido al extremo
opuesto ; y hoy los que llevan la voz
cantante en esas cuestiones, ya de­
nuncian en los remilgos de la estética
y en los deportes exagerados un gra­
vísimo peligro para la educación moral.
También se había proclamado, para
formar racionalmente la conciencia del
niño, una especie de racionalismo es­
colar por el cual debía razonar su Moral,
(i) V . Boleün de ttiAyo, p ig. 123.



como se razona la solución de un pro*
blema matemático, averiguando los in(h
tivos en que se funda, como si el funda­
mento de la moral no fuese los dogmas
y los dogmas misterios aun para los
adultos y los sabios; bien que en esto
entraba por mucho la influencia de la
escuela neutra y la aversión a la au­
toridad religiosa; pero la moral que se
funda tan sólo en un razonamiento hu­
mano acaba por una egolatría refinada
que destruye los efectos de la mejor
educación, o por fluctuaciones estériles
a que dan lugar las intermitencias de
esa luz harto variable que llamamos
pensamiento. La cultura intelectual no
basta para formar buenas costumbres,
si no va acompañada del ejercicio de
la voluntad en la práctica del bien y
sostenida por la autoridad de Dios (i).
« ¡ A y del niño, escribe D. Bosco,
si al educarle no se procura más que
desarrollar sus facultades intelectuales
y la facultad de sentir, la cual con fre­
cuencia se toma equivocadamente por
la facultad de amar, descuidado en con­
secuencia la facultad superior del hom­
bre, única fuente del verdadero y puro
amor, la vohmtad, de la cual la sensi­
bilidad no es más que apariencia en­
gañosa! Si la inteligencia y el senti­
miento se desarrollan demasiado por
medio de una cultura intensa, absorben
las demás fuerzas vitales y las facul­
tades del alm a; y pronto alcanzan una
una vivacidad extrema unida a un ex­
traordinario y peligroso refinamiento.
Su fantasía se caldea y llega hasta a
exaltarse; su sentimiento encanta a los
que llegan a conocerlo; pero estas bri­
llantes cualidades apenas pueden disi­
mular las debilidades más lastimosas e
incomprensibles. El niño, aun cuando
llegue a ser joven, se embriaga con sus
fantasías y no alcanza a discurrir y obrar
(l) Este trozo y a lo hablam os publicado en el númefO
de m ayo; pero, para no molestar al lector haciéndole
buscar dicho núm ero y para que se vea m ejor la ilación
de las ideas, lo ponem os de n uevo aquí.

— 236 —

gresos de su vanidad naciente que pronto
se cambiará en presunción, suficiencia
y orgullo insoportables. Todos encuen­
tran gran satisfacción en las demonstraciones efectuosas del niño; se contem­
plan con admiración sus gracias inge­
nuas; se reciben y provocan sus zala­
merías como se haría con las caricias de
de un perrito; y, como a este animal,
se le castiga también con impaciencia
y cólera cuando cansa, y no quiere
obedecer ni estarse quieto. Que sea
cariñoso, atento y muy listo ; esto basta.
Merced al espíritu de Jesucristo y
a la práctica de su divina moral, los
padres de Luis, lejos de darle esta edu­
cación enteramente animal, lo pusieron
desde el principio, enseñándole a dar
los primeros pasos, en el camino de la
santidad cuyos polos se llaman gene­
rosidad y renunciación. Para comuni­
carle este espíritu de sacrificio se de­
dicaron especialmente a cultivar su
razón y su voliintad; pero sin descuidar
por lo demás ninguna de sus facultades,
ninguno de los recursos de su natura­
leza rica, de su organización tan apta
para los trabajos del espíritu; fortifi­
cando su voluntad, afinándola ,y regu­
lándola por medio de una prudente
disciplina » (pág. 30 y sigts.). Para
simplificar en lo posible la dirección
de la voluntad y proporcionar a la con­
ciencia del niño un motivo claro y sen­
cillo de aplicarla « a hacer el bien y
evitar al mal » « desarrollando en él
la pasión del uno y el odio al otro, »
dice D. Bosco que ambos se le deben
presentar « definidos por la correspon­
dencia o disconformidad con la Voluntad
divina: de modo que, el bien es obe­
decer a Dios y desobedecerle, el m al;
resumiendo así toda la dirección moral
práctica en este imico principio: un
Dios que debemos amar por encima
de todas la cosas; y todas las cosas
según él, en él y para él.
He aquí admirablemente expresado

el medio único de confirmar la vo­
luntad en el cumplimiento del deber,
dándole ese movimiento « incompatible
con la tibieza y las indecisiones del
espíritu como con la languidez y debili­
dades del corazón;» «esa indomable
y perseverante actividad que nos em­
puje con fuerza siempre creciente....
a caminar hacia Dios sin pararnos ja­
más. »
Después de describir el desarrollo
maravilloso de las facultades estéticas,
morales e intelectuales de Luis A. Colle,
vuelve el pedagogo a dar la razón de
estos felices resultados. Para D. Bosco
esto consiste en los principios pedagó­
gicos que habían regulado su educación.
« La riqueza, dice, y la perfección de
este desarrollo armónico de las facul­
tades de nuestro joven no sorprenderá
al que recuerde los principios que pre­
sidieron a su educación; pues hemos
visto ya cómo esta educación cristiana,
procura desarrollar regularmente todas
las facultades del niño, para obtener
de él, sin agobiar su inteligencia, toda
la suma de actividad de que es capaz. »
Pero como él entiende que la voluntad
es la que debe mover y dominar todas
esas energías, pues sin ella « las más
hermosas facultades se extinguen en
una triste esterilidad », vuelve a in­
sistir en su formación para que el lector
no olvide que de ella depende el éxito.
« Hemos hecho ver cómo esa misma
educación se aplica particularmente a
formar la voluntad, enseñándole a po­
seerse a sí misma, y a gobernarse por
la razón en vez de dejarse llevar por
la inclinación. Esta potencia reguladora
previene felizmente los extravíos a que
pudiera dar lugar el desarrollo com­
pleto de las demás facultades; el orden
y la paz reinan en el alma; y, dueña
de sí misma, aplica toda su actividad
a un objeto o la retira según su be­
neplácito. La pereza y la preocupación
le serán igualmente desconocidas; y



237

obrando con todas sus fuerzas, obtendrá
sin molestia los más felices resultados
en todos los sentidos adonde lleve su
actividad » (i).
Creemos suficiente para nuestro objeto
lo que hemos citado, aunque pudiéra­



mos citar mucho más. El lector nos
dispenserá el que hayamos copiado
casi todo este artículo; pero ello era
preciso y valía la pena de oir hablar
al Maestro.

61 $r. 0. Pablo fllbera en 6milia y Coscana
-£-e=38fSH *

Después de las fiestas de María Auxiliadora,
y precisamente el 29 de mayo, volvió a partir
nuestro queridísimo Superior para \nsitar las casas
salesianas de Emilia y Toscana. Toda la prensa
local le ha tributado expresiones de sincera sim­
patía, relatando sus viajes y dando a conocer sus
proyectos. Nosotros nos limitaremos a extractar
los datos.
B O L O N IA .
Llegó a esta capital con su secretario parti­
cular, D. A . Franco, y el Inspector, D. J. Laureri.
En la estación lo esperaban el Director de la casa
salesiana, el abogado Sr. Brazioli y el conde de
Cays, que lo condujo a nuestro instituto en su ele­
gante automóvil. A l aparecer en la puerta, estalló
una tempestad de aplausos y la banda tocó el
himno salesiano. Todos se le acercaron para sa­
ludarle, besarle la mano y oir de sus labios ima
buéna palabra. E l Sr. Director le dió después las
gracias por la \Tsita, y un simpático rapazuelo le
saludó en nombre de sus compañeros con tanta des­
envoltura. que D. Pablo conmovido abrazó al im­
provisado orador y les dev'olvió el saludo, enviando
a D. Bosco el que a él se le dirigía. También se
presentó a saludarle rma comisión de ex-alumnos.
El día 30 era el fijado para la fiesta de María
•A.uxiliadora y huelga decir con cuánta solemni­
dad y concurrencia se celebró. E l Sr. Arzobispo
tomó parte en ella, entreniéndose con nuestro Rec­
tor Mayor en familiar coloquio. En la mañana
misma, hubo uno solemnísimo acto Uterario que se
vió honrado con distinguidos personajes; entre
ellos Mons. Canetoli, Condes de Cays, Mons,
Cajani y el conde de Zucchini. Mons. Canetoli le
saluda en nombre de los cooperadores arrancando
atronadores aplausos, y el profesor Montanari de
parte de los exalumnos. Después del interesante
programa, la asamblea espera las palabras afectuo­
sas de D. Pablo que son coronadas con %'ivas y
aplausos. S. E . el Sr. Arzobispo quedóse a comer
con nuestro Superior.
Por la tarde después de las vísperas solemnes,
verificóse la procesión que resultó brillantísima.
Al anochecer, en el patio fantásticamente ilumi­
(I) P ág. 87 y 88.

nado, dió la banda un brillante concierto, y los
alumnos del colegio obsequiaron a nuestro Supe­
rior con ima afectuosísima velada.
E l 31 lo empleó en visitas: estuvo en el palacio
del Sr. Arzobispo, visitó también al Sr. Obispo
auxiliar, devolvió la visita al Sr. Acri, catedrático
de la Universidad y. por fin, se llegó a la villa de
los Condes de Cays que lo colmaron de honores.
Por la tarde examinó las obras de la igle.sia del Sdo.
Corazón y partió para Faenza, llevándose los afectos
de los salesianos y alrimnos.
PA EN Za.
Los periódicos anunciaron su llegada, llamándole
irnos le Petit Don Bosco, como ya le llamaban en
Francia, y otros el íerur D. Bosco. Apenas lle­
gado le aclamaron los colegiales, exalimmos y bien­
hechores a los acordes de la banda. E l sábado dió
en la iglesia del instituto, atestada de gente, una
conferencia sobre las obras salesianas. Los hechos
que presentaba, recogidos por él mismo en toda
Europa , Palestina , Argelia , T ú nez, y las dos
Aniéricas, encantaron al auditorio durante más
de una hora. E l día después. prc.sidió una reunión
de exalumnos donde se trató del monumento a
D. Bosco. Tenninadala misa solemne, se reunieron
en un banquete, imponente por el número y la
cualidad de los comensales. Los brindis del Sr.
Obispo de Modigliana, del Sr. Cavina, Diputado
a Cortes, y del abogado Sr. Archi, etc. hicieron
estallar aplausos sin fin; D. Pablo fué ovacionado.
Por la tarde en el patio del colegio, continuaba
la grandiosa rifa cuyo producto se dedicó a las
obras salesianas, mientras el cinematógrafo, la
banda y la iluminación atraían multitud de per­
sonas. E l Padre Santo respondió con un afectuoso
telegrama al que le había en\úado el director con
motivo de su cumpleaños.
LUGO.
Solemne y memorable fué el recibimiento que
se le hizo en esta ciudad. Los jóvenes del Circulo
Manzoni imprimieron un gran ammeio que, pegado
en las esquinas y plazas públicas, despertó im en­
tusiasmo indescriptible, por tocarse en el la cuerda
patriótica, que D. Pablo Albera había hecho vi­
brar gallardamente, acogiendo los niños expulsa-

— 2A8 —
mo con la distribución de premios a los niños.
Presidia S. E. y gran número de distinguidas
personas. Todos los números del programa, en
su amena variedad, eran un canto de gratitud
filial, im himno a la sublimidad del trabajo fecudado por la oración. D. Pablo habló con acento
conmovido, diciendo que no tenía las virtudes de
D. Bosco ni de D. M. Rúa, pero sí un gran deseo de
hacer bien. Puso fin a la velada el Sr. Arzobispo,
alabando el gesto patriótico de nuestro Superior
al abrir las puertas de sus colegios, a los niños ex­
pulsados del imperio otomano y recomendando a

dos de Turquía. En el colegio fué recibido con
grande alborozo por parte de los niños y las comi­
siones de las Sociedades católicas, mientras la
banda llenaba los aires con sus regocijadas notas.
También allí se había trasladado la fiesta de
María Auxiliadora para celebrarla con nuestro
Superior, y resultó igualmente esplendidísima. Lo
mi.smo la velada a la cual asistió lo más granado
de la ciudad. Cantos y música, exquisitas poesías,
elocuentes discurs<xs, todo alternado con sonoros
aplausos y entusiasta afecto. D. Pablo respondió
<lando a todos las gracias con paternal bondad.

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B O L O N I A (Ita lia ) —

E n la v is ita d e D . P a b lo A lb e r a .

considerando hechas no a él. sino a la Congregación
Salesiana, tantas obsequios. Por la noche la banda
dió un concierto en el patio ctiya iluminación atrajo
un gentío inmensa). Todos querían saludar a nue.stro Rector Mayor; éste, después de agradecer tanto
se cariño, .se disj)uso a partir y partió en efecto al
<lia siguiente.
K nvEN n.
líl paseo triunfal, decía el Porvenir de Italia,
del Su^K'rior de U» Salesianos continúa con el más
midaso recibimiento. ICn la estación le esperaba
el secretario de Sr. Arzobispo y una comisión de
eclesiásticos. Después de dar gracias a s\ts hijos
los salesianos y alumnos, ^^sitó al Sr. Arzobispo.
Por la tarde en el teatrito, hubo un acto brillantisi-

los presentes la generosidad para con la Obra sale­
siana.
Ivl miércoles. 5 de junio, celebróse la fiesta de
María Auxiliadora. E l canónigo Sr. Biguardi pro­
nunció un discurso sencillamente admirable y el
Sr. Arzobispo dió la l>endición con S. D. M. Fué
muy admirada la exposición didáctica; entre todos
los trabajos sobresalía por su significado uii opús­
culo de la Escuela tipográfica en el cual, sin retórica
de ningún género, con la lógica de los números, se
demostraba que, en los 5 años que lleva de exis­
tencia, se han gastado cincueytta mil ptas. a bene­
ficio de los artesanitos.
(Continuara).



239

E l contrato de aprendizaje
en la semana social de Pamplona

LECCIONES DEL P. FIERRO.
Con este Ululo publica L a Gaceta de Cataluña
dos extensos extractos de las dos hermosas lecciones
de nuestro hermano, el P . Fierro, extractos que cree­
mos pueden ocupar con honra una página de nuestro
Boletín; y no dejarán de interesar a nuestros coopera­
dores por tratarse de un problema que resuelven cada
dia y en cien lugares a la vez sin discursos, sin mítines
y sin alharacas de ningún género, las Escuelas Pro­
fesionales del Vble. Juan Basco. Los reproducire­
mos Íntegros para mayor precisión, absteniéndonos
de todo comentario.

P r im e r a C o n fe re n c ia .
Comienza el orador definiendo claramente la
cuestión, explica su alcance y señala sus causas,
que a su juicio son las mismas que lian traído la
complicada cuestión llamada social, de la que es
una fase la crisis del aprendizaje : tales son: hechos
y -fenómenos en si indiferentes, acaso buenos, como
d maquinarismo y la división del trabajo; yerros
positivos como la fiebre de lo barato, y especial­
mente el liberalismo que, destruyendo la corpora­
ción, aisló al individuo y erigió, tal vez sin darse
cuenta, el egoísmo por base de la vida de relación.
Canta la dignidad humana que brilla en el obrero
como en el monarca, porque amique envuelta en
harapos, lleva en su frente la lumbre del divino
rostro. (Aplausos).
Hace ver como el egoísmo y la codicia supri­
mieron el aprendizaje, considerándolo como carga
inútil; pero sufren las consecuencias en la misma
Economía que es al parecer lo único que les preo­
cupaba. Afirma que las clases medias (a las que
llama el sostén de la sociedad) son las que primero
se han dado cuenta del mal y aplicado los remedios,
creando las Escuelas profesionales.
Examina las principales naciones que poseen
escuelas de este género, y se detiene particular­
mente en Bélgica, a la que llama nación admirable,
cuna del sentido común, favorecida por Dios, la
más sabia prácticamente, la más católica, acaso
porque en sxis venas corre la sangre española de
los tercios de D. Juan de Austria (Ovación).
ExpUca detalladamente la forma y procedi­
mientos de sus Escuelas profesionales y cita el pro­
grama de las de Gante.
Alabó al Gobierno belga, que no ha monopoli­
zado la enseñanza sino que la mantiene libre sub­
vencionando a quien lo merece.
Pasa a estudiar los talleres de aprendizaje y dice
que son indispensables porque la Escuela se con­
tenta con la teoría y la generalidad, mientras que
ellos van a la práctica y las especializaciones.
Entona un himno a los antiguos gremios, que


se preocupaban del aprendizaje como un padre de
sus hijos. E l aprendiz veia entonces el horizonte
de la vida despejado. H oy el aprendizaje no sólo
está en crisis, sino muerto. Pero puede resucitar.
Vuelve a hablar de Bélgica.
Examina el contrato de aprendizaje, en Suiza,
en Alemania y en Austria. Dice- que estos pueblos,
más positivos, han Nnielto la mirada atrás y se ins­
piran en su historia y en el carácter que ella iuxprime en la raza, para restaurar el aprendizaje en
la forma antigua gremial, en cuanto cabe, y ex­
clama: « Pueblo que reniega de su tradición y se
olvida de su pasado, es pueblo muerto ». (<jr»oHri«s
aplausos).
Sostiene que con los aprendices se cometen ver­
daderas injusticias.....
Cita algunos casos observ'ados por él en nuestras
ciudades, casos que por desgracia son comunísimos.
¿Y en España qué hemos hecho ?
¡.;Ui! Hace siglos que sabemos a qué atenemos.
Alfonso el Sabio, en sus Partidas, ya habló del
aprendizaje y dio nonnos hasta para el examen
profesional.
Pero como esto no era importación extranjera,
lo han despreciado los hombres de la política y
hasta han tratado de barrerlo con mano airada.
Mas la necesidad se impone.
y hoy tenemos una ley regulando el contrato
de aprendizaje.
Habló del Instituto de Reformas sociales, y dice
que está en mejores condiciones de hacer el bien
que los similares de las demás naciones.
Hace votos para que al legislar, al mismo tiempo
que miran a lo que hacen los otros pára imitar
lo bueno, no dejen de volver la vista atrás y mirar
el carácter español, a fin de que puedan aclimatar
mejor los sistemas extranjeros adaptándolos a
nuestro carácter. (Aplausos).
E l orador se muestra agradecido a la o Acción
Social Popular *, de Barcelona, que le dió generoso
acceso a su Biblioteca y Museo social, donde halló
muy buenos datos para su conferencia.
Se suspende la lección para recibir al Emo. Car­
denal Vico, Prommeio de Su SantidadS e g u n d a C o n fe r e n c ia .
Empieza recogiendo los principales asuntos del
discurso de la señorita María de Echarri, a quién
felicita por su labor, práctica y fecunda. Dice que
en todos los asuntos tratados por la insigne escri­
tora, sobresale una idea que ñota como tabla sal­
vadora: la educación. Glosa la frase de De Maistre,
citada por la señorita de Echarri, que « la misión
de la mujer es formar hombres ♦ , y añade: Hemos
llegado a im punto en que todos debemos preocu­
pamos por formar mujeres.
Habla del trabajo de la mujer, expone los pe­
ligros que ofrecen a la mujer y por consiguiente
a la familia, la fábrica y el taller a que. se ve obli­
gada a marchar para ganar el sustento. Es preciso
que remediemos esos males, prevengamos esos
peligros, que salgamos a su camino y la defendamos
dándole una educación suficiente para que sepa



240

cumplir la misión que le asigna la Divina Provi­
dencia.
Canta la influencia de la mujer parafraseando
la frase del Congreso de Rombaux; « Tanto vale
la sociedad, cuanto vale la familia; tanto vale la
familia, cuanto vale la mujer *.
Hace gráficas consideraciones sobre la condición
del obrero en la fábrica, y dice que si al llegar a
su casa no encuentra bien preparada la comida,
arreglados los muebles, limpia la casa, cuidados
los niños, no podemos quejarnos de que abandone
el hogar por la taberna, pues, al fin y al cabo, ese
hombre necesita expansión, y si no la encuentra
en su casa, en algún sitio ha de ir a buscarla. De lo
contrario tendría que tener más paciencia que J ob
y más resignación que San Benito L ab re; y
sabéis que estos santos son muy raros (i?tsas y
aplausos). Pues bien; es preciso dar a la mujer una
educación en que predomine la economía domés­
tica, que se le comuniquen hábitos de benevo­
lencia, ternura, etc., etc.
l ’ara esto recomienda los cursos y escuelas lla­
madas menagéres en Bélgica y Francia, casalinghe
en Italia, y aquí podrianios llamar de educación
casera.
Ruega a filaría de Echarri que se apodere de la
idea y la difunda en sus ])ropí)gandas.
Continúa su tema sobre el « Aprendizaje *. na­
rrando una visita del sabio sociólogo y eminente
Prelado, Monseñor Doutreloux, al General de los
Salesianos, I^ io. Don Miguel Rúa, en el Oratorio
de Síui Francisco de Sales en Turín, y dice que el
Obispo le contó entre lágrimas al P. Rúa que había
fundado ‘una gran sociedad en Lieja, de obreros
adultos, y cpie mi dia se le pasaron más de 5.000
al campo socialista por no haber él accedido a
ciertas exigencias. De lo que deducía el Prelado
la necesidad de fundamentar todo trabajo social
profundo en la educación de la juventud. Mientras
no haya convicciones profimdamente arraigadas
en el alma, el menor viento arrancará las semillas
que creíamos haber hecho germinar. {Aplausos).
Añade que los más interesados en mantener a
los obreros en la ignorancia son los demagogos y
los que a si mismos se llaman redentores de los obre­
ros, y que se sirven de esa misma ignorancia como
de pedestal de su propio encumbraiuiento, y de
su miseria para amontonar riquezas. {Prolongados
aplausos).
Los católicos debemos mostramos cual somos
amantes de la luz. amigos de los hvunildes.
I^a cultura dcl joven obrero exige estudios va­
riados. Pero a nuestro pobre entender, han de
basarse en la enseñanza religiosa.
Predicar reiviiulicaciones sociales volviéndose
de espaldas a la Cruz, es un absurdo.
Habla de las escuelas de Bélgica, en donde el
contrato de aprendizaje obliga al patrono o maes­
tro a velar por el aprendiz, a procurarle tiempo y
comodidad para que asista a la explicación de la
religiém. Diclia exiilicación será católica en los
cantones católicos y protestante en ios cantones
protestantes; pero es religión al fin y religión cris­
tiana. I<os suizos no reconocen la enseñanza líiica,



ni siquiera la educación neutra. Suiza es un
pueblo libre, quizá el más libre de Europa, porque
al fin es una república federal. Pero es una repú­
blica adelantada.
Y cuanto más adelantado es un individuo o un
pueblo, reconoce mejor su dependencia de la ley
moral y por consiguiente de Dios. {Muy bien, muy
bien).
Habla del sistema de enseñanza de los Salesianos.
para que si a los oyentes les agrada algo de él, lo
imiten, y para que si le notan deficiencias, se 1^
adviertan al orador a fin de subsanarlas.
E n sugestivos párrafos desarrolla el plan de
enseñanza salesiano, explica lo que entienden por
cultura general y cultura especial, y la manera de
conumicarla que se sigue en sus escuelas profe­
sionales, que no han venido, dice, a crear obreros
rencorosos como los crea el socialismo, sino aman­
tes del trabajo, de la familia y del prójimo; no a
levantar barreras, sino a franquearlas.
Pide el concurso de todos para la elevación de
los humildes, y tennina con un apólogo, visión o
sueño de un aluumo del Venerable Bosco, Domingo
Sabio. Le pareció estar viendo ima llanura cu­
bierta de espesa líiebla, la gente andaba a tientas
tropezando y chocando unos con otros. De pronto
aparece un anciano con una custodia en lá mano:
de la Hostia salían grandes resplandores. A medida
que avanzaba el anciano, se hacia la luz en la lla­
nura; los hombres se respetaban y ayudaban y
venían a venerar al anciano y adorar al Sacramento.
Señores, ahí tenéis la solución del problema.
Jesucristo iluminará las inteligencias y moldeará
los corazones y el Papa señalará las sendas.
E s la única solución práctica que yo veo. La
presencia de Su Emcia. el Cardenal Pronuncio me
ha recordado el sueño de Domingo Sabio.
Trabajemos y preparémonos a saludar en el
advenimiento de Jesucristo la verdadera frater­
nidad universal. {Ovación que dura largo rato).

TESORO

E S P IR IT U aL .

L o s Cooperadores Salesianos que confesados
y comulgados, visiten devotam ente una iglesia
o capilla pública, o si viven en comunidad, la
propia capilla, y ruegpien según la intención
del Sum o Pontífice, pueden ganar las siguientes
indulgencias plenarias:
Para el raes de Octubre:
Día 6 Ntra. Sra. del Rosario.
» 13 La Maternidad de la Virgen SS.
» 20 L a Pureza de la Virgen SS.

DE MUESTRAS MISIOJvlES
CONGO BELGA
La nueva fundación de Eüsabethvílle.
{Carta d d P . José Sak).

bancos de carpintero y cinco negros robustos
sudan m anejando el cepillo que prefieren a
la sierra porque cansa menos; nuestro her­
m ano Verboven se siente feliz y orgulloso,
cuando a las siete de la m añana v e llegar a sus
alumnos, que trabajan hasta las i i v después

Ram o. Sr. D . P . Albera:
“acía algún tiempo que
quería escribirle exten­
samente y siempre me
parecía mejor esperar para poder
darle alguna noticia consoladora
de la primera M isión del Congo
Belga; porque sé, y de corazón
se lo agradezco, que V ., no obs­
tante sus numerosas ocupacio­
nes, siente un v iv o interés por
esta nueva obra emprendida por
los hijos de la P ía Sociedad de
S. Francisco de Sales; por fin hoy,
con gran satisfacción mia, puedo
darle algunas noticias.
E l domingo, primero de marzo,
administré el Sto. Bautism o a i8
negros, lo hombres y 8 mujeres,
y tendré el gusto de mandarle el
retrato de estos nuevos cristianos.
Las Hermanas de la caridad de
Gante, que prestan sus servicios
EÜSABETHVILLE (Coa{o) — Después del bautismo del 10 de mano.
en el H ospital de los blancos de
de Elisabethville, donde ahora
descansan dos horas, terminando el trabajo
hago de capellán, me ayudaron a prepararlos
a las 5 J/2 de la tarde por causa del mucho calor
del mejor modo posible. E l sagrado rito dejó
que hace.
en todos la m ás grata impresión, sobre todo por
P ara la escuela de sastres nos hemos conten­
la piedad y alegría santa de que se mostraron
tado con menos aún; la hemos establecido en
llenos estos buenos negros durante todo el
una esquina exterior de nuestra casita, que está
tiempo de la ceremonia.
rodeada de un cobertizo para defender mejor las
Nuestras escuelas y a se han preparado, se
habitaciones de los rayos del sol, separándola
entiende, m uy a la buena. Figúrese, amado
de lo demás con algunas cortinas; la máquina
Padre, un grande hangar cubierto de zinc y
del m aestro Ferraris trabaja y a febrilmente,
abierto por delante en todo lo largo, pues el calor
colocada, a falta de mesa, sobre una tab la que
es muv riguroso. A q u í hemos colocado cinco
está encim a de un banco. H asta ahora no tene­
mos mág que im alumno sastre; pero pronto
;i . Nuestros M isioneros del C on go, d e acuerdo con el
tendremos otros cinco deseosos, como ellos di<^n,
Gobierno B elga, han determ inado suspender la funda­
ción de la residencia d e B un keja, hasta qu e esté defikas: na uguu », esto es. de trabajar el paño.
niti. .líente establecida una E scuela Profesional para
Hemos abierto tam bién la escuela de mecáninegros en Elisabethville (N . d. R.).



242

eos, ai)rovechando la m itad de la tejavan a de
los cari)interos; pero h ay un inconveniente,
tciií. mos que abrir tam bién im a escuela elem ental
para los negros, y por tan to o la una o la otra
habrá que darla al aire libre.
Tenemos tam bién una m odesta escuela para
los blancos, a la cual asisten por ahora cuatro
alumnos que aum entarán sensiblemente apenas
se difunda la noticna de su apertura. Tam bién
hemos empezado a dar clase a los adultos para
(jue nuestros colonos puedan aprender francés,
aritm ética, dibujo profesional, etc., con sacri­
ficio de parte nuestra; pero tam bién nos sirve
de alivio, pues por la noche nos encontramos
cansados de ejercitarnos todo el día en la lengira
del país, el famoso Swahili, que es tan difícil.
Nuestro hermano Maus tiene tam bién un
ayudante en la cocina; de modo que puede ocul)arse mejor con el P. Mariage en el huerto, del
cual ya hemos recogido habichuelas, raíces, en­
salada, tom ates, patatas y otras legumbres que
aquí cue.stan mucho.
listam os ansiosos de entrar en el estableci­
miento definitivo para poder desarrollar rápi­
damente nuestra obra. H ace y a seis meses que
estamos aquí y se nos han pasado como un
relámpago; jxjro hemos procurado emplearlos
del mejor modo posible, para acostum bramos
a este nuevo género de vida.
lil que esto escribe ha hecho, poco tiempo ha,
una excursión al bosque, durmiendo m ás de
una noche bajo la tienda y haciendo marchas
forzadas sobre su caballo de hierro, y este viaje
le ha dejado una grande impresión. T a soledad
de la floresta, el aspecto de las aldeas de los
los negros, la vereda trillada de la cual no puede
uno apartarse si no quiere verse perdido, las
huellas de las fieras que se encuentran por vez
j)rimera, y sobre todo e l bramido de los leones,
que oí la últim a noche que pasé en la tienda de
cam paña, todo esto me ha abierto un horizonte
hasta ayer desconocido.
F u i a visitar al Jefe negro. Katanga, que
tiene muclia influencia. Tres rollizos muchachos
de su aldea están en nxiestra escuela de carpin­
teros. SIe pidió que sus hijos {niototo), (todos los
dei>endientes de un Jefe son hijtís para él,) le
hiciesen una litera (kiti), y me explicó ix>r
señas que la quería m uy cx'nuoda, y yo natural­
mente prometí darle gusto. Después de traer
sus muchachos, volvió varias veces a verlos
trabajar en la escuela.....
lie aquí, amadísimo rad re, las pocas noticias
de kw Salesianos del Congo Belga, que mientras
hacen lo (pie pueden, cuentan tam bién mucho
con las oraciones de sus hennanos de Europa; y
soba' Itxlo con las de
Tenga a bien bendecimos,
amado l ’adre, para que nuestros sudores sean



fecundos; y bendiga de una manera espedal
al que le promete enviarle apenas pueda otras
noticias consoladoras, y se repite con filial carióo
S u afmo. hijo in C. J.

J osé S a k , Pbro.,
MisioTiero Salesiano.

TIERRAS MAGALLANICAS
,Folk-lore** fueguino.
L o s In d io s H a u ss .
Generalmente se suelen contar sólo tres tri­
bus diversas en el Archipiélago Fueguino; pero
después de estudios atentos se h a venido a
conocer otra, sem ejante a los Onas, aunque no­
tablem ente distinta por la lengua y las cos­
tumbres. E s ta tribu v iv ía un tiem po entre
Bahía Tetis o Bahía Fotbey y ahora está redu­
cida a una sola fam ilia com puesta del padre y
de dos hijas, y ima m ujer de unos 37 años. Es­
ta había sido robada por algunos cazadores de
indios cuando no tenía mas que 12 años y des­
pués la llevaron a U shuaia, donde Mons. Fagnano la pudo librar y llevar a la misión (i).
V

a r ia c io n e s

en

los

m it o s ,

leyen das

y

E l fondo de las creencias mitoló­
gicas que poseíanlos H auss es m u y semejante
al de los Onas. H ay, sin em bargo, muchas va­
riantes, como tam bién respecto a las costum­
bres. U na por ejem plo, de la m ayor impor­
tan cia etnográfica, es la práctica del tatuaje
aun por parte de las mujeres.
L a m ujer de que hablam os lleva 12 señales
trasversales en los brazos, y cuenta que cuando
su tía le hacía aquellas heridas profundas, que
le causaban dolores agudos e inflamaciones, ella
preguntó la causa y le respondieron: « Hay que
hacer asi para crecer ». L as heridas las abren con
vidrio y después las rocían con polvos de car­
bón que, penetrando en la piel, dejan una
señal indeleble.
E l m ito de K uanip tiene esta particularidad.
Cuando subió al c ie lo , dejo una huella pro­
funda en una roca de la p laya jun to a Bahía
Succes, lugar que los H auss llam an Ko<:hcn.
Dos estrellas m u y cercanas y pequeñas lla­
madas Sasuanclk dicen que son los hijos de
Kuanip.
E n tiempos remotos cuando los indios que
C O STU M B R E S. —

(1) T odas las noticias de los H auss se deben a
notas d el prof. T on elli, qu e preguntó directamente •
esta mujer.

m

rían cambiar de habitación, las chozas andaban
solas y se paraban donde los iía« ss querían.
Los hombres conservan el uso del klóketen,
como los Onas. E n efecto, esta m ujer dice que
cierta Kola, habitadora del cielo, suele aparecer
en figura de m ujer con la cabeza alargada como
un cuerno, pero sólo dentro de una choza pre­
parada al efecto, a m ás de 200 metros de las
demás chozas, entre dos médicos o brujos y
lejos de ojos indiscretos. E l espíritu sale del
toldo apretándose las sienes con lo s -p u ñ o s ,pateando y cantando al unísono así: Ka-la 4 ala-la-la-la-la- ha-la-la-la la-la la, andando siempre
entre dos brujos envueltos en pieles de guanaco.
Se puede verla porque no hace daño, pero con esta
reser\’^a: los hombres atmque sea de cerca, pero
las mujeres a m ás de 30 metros de distancia.
Además del este espíritu femenino h a y otro
masculino, m uy m alo que v iv e dentro de la tierra
y se llama Ksorten. Sale de la tierra en medio
del fuego, en una cabaña m u y lejana del bosque,
preparada por hombres solos invitados por los
médicos, y después se acerca a los toldos. Tiene
la piel dura como el cuero y la piedra; está
todo pintado y no puede atravesar los arroyos;
por esto lo pasan los hombres a cuestas. Se
adelanta bailando; entiende las palabras de los
indios, pero nunca responde; sólo grita cuando
le muerde un perro. E s inútil intentar m atarlo,
porque, aunque se consiga, de su cabeza salen
otros muchos Ksortens. Cuando está cerca de
los toldos, agarra los cestos y con ellos golpea a
las mujeress sobre todo a las m ás caprichosas;
por lo cual le temen m ucho y , cuando lo ven, se
encierran en el toldo, tapándose la cara y los
ojos con la capa. Los niños, asustados, huyen.
Tienen miedo a la luna cuando se eclipsa o
está encam ada, porque esto lo atribuyen a la
sangre de los hombres que ha comido.
También entre ellos la zorra hace el papel de
animal astirto que engaña a los demás. E l zono un ticmiK) era doméstico como el guanaco,
la foca, todos los peces y los pájaros, y cantaba,
sobre la m ism a nota, así: ekelé ekelé ekelé. Pero
un día le pusieron debajo de la nariz un olor
muy malo, por lo que se volvió salvaje e incitó
’os demás animales a hacer lo mismo.
El uso de la sepultura entre los Hauss es di­
verso del de los Onas. E n vu elven en pieles el
cadáver, lo atan y después lo entierran m uy
profundo para que el zorro no lo pueda desente­
rrar ni comer. Si es un hombre o una m ujer cual­
quiera, boca arriba; pero si es un médico, boca
abajo, para que pueda hablar con los espíritus
que \*iven dentro de la tierra (i).
(i) Los H auss, m ejor qu e una tribu, son u na ramifir de ¡os O nas y su lenguaje constituye una especie
« - '.^to de la lengua d e éstos.

L o s In d io s Y a g a n e s .
....Conviene recordar ante todo que el nom ­
bre les fué dado por el Sr. Tom ás Brigdes de
Yaaganasciaga (estrecho de Slurray que separa
la isla de N avarino de la isla H o rte ); que ellos
se llam an Yamana (seres racionales); y por fin.
que pueblan los dos tercios del canal de Beagle,
es decir, entre la isla P ic to n . a Oriente y la isla
O ’Brien a O ccidente, y todo el archipiélago
de aquel trozo de canal (i).

Indio yagan.
H asta ahora los Salesianos no tieneti un
centro estable de misión entre estos indina,
pero un misionero hace cada año una e.xcursión de la isla grande a H aberton e isla X avarino, instruyendo a los indios que encuentra;
en Ü shuaia reside constantem ente un sacer­
dote salesiano, que tiene ocasión de instruir a
estos indios, cuando va n a la capital para hacer
sus cam bios con los civilizados.
R e l i g i ó n e n g e n e r a l . — Sus creencias reli-

(I) V . E l T erritorio de Magall.niies jKjr Fernán W ieghard. T om o V I - Santiago de Chile, 1896, p. 6.



244

giosas se lim itan a adm itir im dios benévolo y un
dios m alvado; pero uo tem en ni respetan más
al uno que al otro.
Citrspi es el dios malo que los castiga con
viento, llu via y nieve. E l arco iris lo consideran
como el mensajero de sus ir a s ; las mujeres
y los niños tiem blan cuando aparece, pero los
hombres lo m aldicen y le escupen (i).
E l Diluvio. — Sobre este asunto conservan
tradiciones y cuentos m ás precisos que los Onas.
Una tribu de Yaganes, junto a Ushuaia. cuenta
que una vez la luna cayó en el mar, y a causa
de esto el m ar se alzó tan to que sólo quedó fuera
la cim a de un monte, sobre la cual se salvaron
los hombres y los animales mas ágiles. Después,
cuando la luna se volvió m cielo, la aguas se
bajaron, y entonces aquellos hombres y anim a­
les descendieron de la m ontaña y encontraron
en una laguna cercana una ballena m uerta y se
la comieron.
Otros Yaf^aiii's del Oeste de H aberton varían
algo esta leyenda. Algunos hombres y animales
no se salvaron én la cim a de un monte, sino so­
bre la isla Cable, que, habiéndose separado del
fondo del mar, estirvo flotando como una barca
grande, hasta que se asentó de nuevo cuando
la luna se volvió al cielo.
I ’o D E R K .s .M ALÉFICOS. — Creen que cierto
escollo de una isla del Sur era en otros tiempos
un hombre y que ahora conserva la virtud
m ahlica de poner enfermos a los niños que se le
acercan.
Creen, adtm ás, que los espíritus nocturnos,
visibles jK‘ro uo tangibles, son la causa de las
enfermedades y de la muerte. E stos espíritus
reeiljen el nombre de cashpik (almas), palabra
([ue usan tam bién para indicar un hombre muy
desagradable. Creen igualm ente en la existencia
de unos hombres salvajes y feroces llamados
¡lannush, que viven sin fam ilia en soledad ¡jer¡)etua y que están siempre acechando a los in
dios para matarlos.
Tanto ellos como los onas abribuyen las
enfennedades y la muerte a puntas de lanza y
de flecha que los brujos llam ados yacannisch
Ungen extraer del cuerjro del paciente. Las ce­
remonias de esta cura médica ])rimitiva son
sem ejantes a las que usan los Onas; con encan­
tos y m ovimientos ridículos pasan las manos por
encima del enfermo, haciendo sonar los dedos
Y prrduciendo en el enfermo un cierto grado de
hipnotismo (J).
K l . M IT O D IÍL LOBO M AR IN O
V lia jo v c n
> agón estaba en la playa jugando con las olas,
ii) V . (Imcomo Rovo:
T erra del Fuoco,
Miui .-tuslrali - G enova iSS,?. pa^. 139.
(2) V . Diccionario Geográñv» .\r>ieuiino por Francisco
L a tíin a , jvíjí. 754-S*



acercándose cuando éstas se retiraban y huyendo
con grandes risas cuando volvían hacia la tierra.
U n lobo m arino que la estaba mirando desde e)
mar, esperó a que se form ara una más alta
que las otras, se m etió en ella y se dejó llevar
hasta la orilla. L a onda vino tan de repente y
con tan ta fuerza que no solo alcanzó a la joven,
sino que la tiró de modo que involuntariamente
se apoyó en la foca. E sta en seguida se metió
en el m ar y la trasportó sobre el lomo lejos, muy
lejos, a la p laya de una isla deshabitada. Allí
vivieron los dos muchos años durante los cuales
la foca'aprendió la lengua yagan y así pudo
entender a la joven, casándose por fin con ella.
Tuvieron un hijo sem ejante en todo a un niño,
excepto el pelo que era de foca. U n día la mujer
yagán sintió nostalgia de su tierra y de sus pa­
dres, y empezó a v iv ir presa de una tétrica me­
lancolía ; por lo cual la foca puso a la mujer
y al hijo sobre el lomo, y a nado llegó hasta la
playa. H abiendo llegado, dijo la m ujer a la foca:
« Espera aquí algunos días; yo iré con el chico a
visitar a mis padres y después volveré ». Cuando
llegó a las chozas de los parientes y amigos, nin­
guno la conocía; y cuando ella se dió a conocer,
se adm iraron mucho porque la creían muerta.
L as antiguas amigas de un modo especial fes­
tejaron mucho su llegada y la llevaron a la
pesca, m ientras el hijo quedaba en la aldea
jugando con los muchachos. Pero durante
este tiempo los hombres advirtieron que en la
p laya había un lobo m arin o ; lo sorprendieron
con los arpones, lo m ataron y lo llevaron a la
aldea donde lo asaron y em pezaron a comerlo.
Tam bién el hijo com ió con gusto y hasta cogió
un pedazo y corrió a la p laya para darlo a la
madre que \-enía de pescar. L e salió al encuen­
tro diciendo: « Totna y come; mira que buena está
la carne de lobo marino ». L a m adre viendo
aquello tu vo un terrible presentimiento; corrió
al lugar donde había dejado al marido y en­
contró los rastros de la sangre y los restos de la
víctim a. Entonces se volvió furibunda y con
un erizo de mar (que en aquellos parajes son
m uy grandes y con espinas m uy largas) dió re­
petidos golpes en la frente al hijo,-que cayó en
el m ar y se trasformó en el ¡)ez sciuno, rjue aun
tiene la cabeza agujereada.
U so s Y CO STU M B R E S. — Como se v e por I"> mi­
tos y leyendas, eu terlo s Yaganes y los Onas hay
diferencias notables; lo cual sin duda dejxíiide
del género de \úda que ellos pasan casi siempre
en la canoa. E l m ar ocupa un puesto m uy impor­
tan te en sus cuentos y supersticiones. También
muchas costum bres caracterí'íl icas se delje atri­
buir a la misma causa. Por ejemplo, cuando una
m ujer da a luz a un niño, al día siguiente, aun
en el más crudo invierno, coge a cuestas al

F1



245

recién nacido y con él entra en el agua, sumer­
giéndose hasta el cuello. A sí tam bién cuando
matan el primer guanaco en invierno (porque
sólo durante esta estación se acerca el guanaco
a la playa, único lugar libre de nieves, pues en
el verano se retira a los montes), antes de co­
merlo, todos se m eten en el m a r ; con esta dife­
rencia. que las mujeres se ponen a nadar, en cam­
bio los hombres, se lim itan a internarse hasta
que el agua les llega al cuello. E sto obedece al
hecho extraño que sólo las m ujeres saben nadar
y lo enseñan a las niñas y no a los niños. E l


madera que unen con tendones trenzados o jun­
cos, reforzada por dentro con traviesas.
E n medio de la canoa, sobre un montón de
tierra, arde constantem ente la lumbre que
sirve para guisar, ali m brar,' etc. Eas mujeres
guían y m ueven las canoas m '.nejando dos re­
mos; los hcm bres están siempre alerta, para
herir los peces con el arpón. Conocen tam bién
un sistem a prim itivo de vela, fom iada por \ma
tela o una piel de foca y sostenida por una
va ra colgada de un palo atado a una de his tra ­
viesas. Después de la pesca, sacan a tierra la ca-

y

i
*



A ' - V 'r
. . . .

• . ‘.j

M A T T O G R O S S O ( B r a s il) —

modo de nadar de las mujeres es diverso del
nuestro: m ueven los brazos verticalm ente como
los perros y no lateralm ente en semicírculo; y
esto es quizá efecto de que así pueden nadar
también donde h a y saigazo, que es aquella alga
larguísima que impide los m ovim ientos circu­
lares.
D a s c a n o a s . — P ara los Y agan es son m ás im ­
portantes las canoas que las chozas, porque la
mayor parte de la vid a se la pasan en los cana­
les. Son de construcción sencilla, de unos 4 me­
tros de largo y menos de uno de ancho. En ma­
dera usada es la corteza de roble {fagus aniariiea)
o de coibo ijagus betidoides), cortada en pedazos
y después fijada en una arm adura tam bién de

U n a a ld e a de B o ro ro a.

noa y la ponen jun to a la cabana, que ordina­
riamente es de form a cónica, construida coa
ramos entrelazados y con dos aberturas opues­
tas diam etralm ente jw r puertas.
A r m a s . — Se reducen a los utensilios de
pesca, esto es, una espc-cie de tridente que el
Sr. B ove (i) llam a dardo y que en los com bates
se trasform a en lanza, el arj>ón y además la
honda. X o saben hacer arcos ni flechas.
E l dardo consta de dos jjartcs: de un palo
de h a ya o m agnolia reducido a sección octogo­
nal, de dos o tres m etros de largo, y de una punta
de hueso de ballena con el corle <entado, de

(ij

Obra citada

pag. Jj6.
« *

1

\
j

— 246 —
25 a 30 centím etros de largo, unida fuerte­
m ente a un extrem o del palo.
De las mismas dimensiones y forma es tam ­
bién el arpón, con la diferencia de que la punta
no sólo está ataSa al hasta, sino tam bién ase­
gurada a una correa de piel de foca de 15 a 20
metros. Da honda es una cinta de cuero que se
v a extrechando a los extrem os y a la cual se
unen dos cuerdecillas de tendones. E s ta es un
arma terrible en sus manos, pues, como asegura
el Sr. Bove (i), a 40 ó 50 pasos de distancia
m atan al animal más pequeño con una piedra
del tam año de un huevo de gallina. L as chozas
y kis canoas de los Y agan es están siempre
l>rovistas de piedras en abundancia.
A l i m e n t o s . — Los sacan sobre todo del mar
y son: peces, moluscos, cangrejos, focas, etc.
lín sus débiles canoas se atreven a atravesar
los canales, internarse en todos los brazos com­
plicados de aquel archipiélago y hasta a salir a
alta m ar para perseguir a una bandada de del­
fines y cogerlos con el arpón, o a una ballena he­
rida que lleva clavada en las carnes la punta
atada a la correa.
Pero su manera más común de pescar es la
los Onas a i>esar de que éstos no entienden
jo ta de cosas de m a r ; consiste en coger los
moluscos que quedan descubiertos entre los es­
collos y los llecos (jue quedan en las pozas du­
rante la m arca baja.
L as conchas se ¡)onen a la lum bre hasta que
se abren y sacan el molusco con la uña del
pulgar. Tam bién lesgirsta mucho el erizo de mar
que cogen con el mismo sistema. L as mujeres
suelen coger otros peces con unos anzuelos
IHiqucüos, sobre todo entre el sa rg a zo ; y los
hombres procuran cazar mamíferos marinos
con preferencia focas, que estim an nuicho.
porque utilizan todas sus partes para comida,
vestido y utensilios. Pero no hay ([ue creer que
viven sólo de p e s c a ; comen tam bién las aves y
animales que se encuentran en las islas habi­
tadas.
Sin embargo, se abstienen de comer canie de
zorro y de carrancho, porque están persuadidos
de que estos animales se lUimentan de canie
humana. V sirva este uso certísimo para demos­
trar la falsedad de la opinión, tan difundida
hasta ahora, de que krs Yii'^aties son antropófagos.
h'l Sr. Bove dice tam bién que ha tenido que
morliticar mucho la opinión que se habla for­
mado leyenilo la obra de Darwin: \’ iaje de un
naturalista. Se esixíraba tener que asistir entre
los
a horribles escenas de antropofagia,
asesinatos y malos tratos con los pobres viejos de
aquella fmuosa t r ib u ; pero no vió nada de eso.
(t) O bra citada pug. 136.

E

n f e r m e d a d e s , M U ERTEYSEÑ ALES d e luto

— E n tre los Yaganes hacen el oficio de médicos
los brujos Yacmnitsch, como los K on , entre los
Onas. E l modo de curar las enfermedades es el
mismo; pero toda la habilidad del médico con
siste en fingir que extrae del cuerpo del paciente
puntas de flecha, de arpón, pedazos de piedra
etc. A ntes de vom itar tales objetos, el brujo finge
ser presa de extrañas convulsiones; abre desme­
suradam ente los ojos, d ilata las narices, hincha
los carrillos y con la boca medio abierta lanza
estos sonidos extraños: dehitaka-dehitaka-deJiiiaha.
A l acercarse la muerte, los miembros de la
fam ilia y todos los que están presentes pronim pen en chillidos terribles. Después de la
muerte, los parientes más próximos se pintan la
cara y las m anos de negro, se arrancan el j>elo
y se hieren el cuerpo con conchas o cuchillos.
E l cadáver envuelto en algunos trapos lo entierran con sus armas, si es un hombre, con los
cestillos y demás arreos de pesca, si es una
mujer. E n tiempos pasados los Y agan es acostum­
braban a quemar sus muertos en el bosque,
cercano al lugar de la m u erte; el Sr. Bove
que aseguró esto, dice que la precipitación
con que lo realizaba causaba sorpresas des­
agradables. P or ejemplo, unos incüos « acom­
pañaba a la hoguera a un pariente suyo. Muchas
fueron las lágrimas y la desesperación cuando
el Yacumusch dió al difunto el últim o adiós
y prendió fuego al m ontón de leña en que habían
colocado el cadáver; pero con honda sorpresa,
apenas empezaron las llam as a tostar las car­
nes, saltó el m uerto al grupo de los que lo llora­
ban. E l calor le había hecho vo lver en sí, pues la
muerte no había sido m ás que un desm ayo pro­
longado, a lo cual parecen m uy propensos los
fueguinos *.
Ahora los Yagafirs han dejado y a el uso de la
cremación, cuando se tra ta de muertes que su­
ceden en las localidades m ás frecuentadas por
ellos; pero lo conservan cuando alguno muere
en localidades extranjeras. Entonces los com­
pañeros del difunto queman el cuerpo, i)ara que
los enemigos no cojan los huesos y hagan con
ellos arjíoiies para la pesca.
Tam bién entre los Yaganes, como entre los
Onas, los parientes del difunto queman la choza
en que murió y abandonan el lugar por algún
tiom¡x). Parece que no conservan recuerdo largo
y doloroso de sus d ifu n tos; los gritos y las
heridas que se hacen por la muerte de un pa­
riente son más bien efecto de la costumbre
que no de verdadero dolor. E l Sr. B ove quedó
admirado de la poca dificultad con que pudo
com prar algunos esqueletos a los mismos pa­
n e ites de los difuntos; es más, im indio llamado
Fred «no opuso dificultad alguna para vender el



247

esqueleto de su padre; y el adiós que dio a la
calavera cuando lo em balaban, d aba a entender
claramente que la m em oria de los m uertos en
nada turba el ánimo de los que les sobreviven ».
El adiós recogido textualm ente de la boca del hijo
es una m uestra de aquella poesía tan espontánea
como verdadera, que vibra en el alm a primi­
tiva del pueblo:
querido padre; iii que en
vida no has visto más que nuestras iiie<ies, nuestras
tempestades; ahora muerto vas lejos, lejos. Adiós,
que tengas buen viaje ».
Creen que las almas de los difuntos van
errando por bosques y m ontanas, inquietas y



nuestros misioneros y el prof, Tonclli recibieron algunas m uestras por las que se puede
afinnar que aquella lengua es m ás rica de lo que
se podría suponer. H e aquí algunos ejemplos
de sinónimos, como se esperaría encontrarh.s
sólo en las lenguas m ás desarrolladas: Usi, país,
— hauna, terreno, — tun, tierra, — yuscha,
costa, — paiaca, playa.
D an nombres diversos a las distintas fonuas
de playa: hahshuk, p laya rocosa.— duan, p laya ilo
guijarros; — lahpicum, p laya fangosa; asciau,
playa arenosa; iuihan, p laya jjara canoas.
Tratándose de lagunas y lagos usan amaca

M A T T O G R O S S O (B ra s il) — L a c iv iliz a c ió n a v a n za .
D oraros de ¡a Colonia del Sgdo, Corazón jugando a l f'ooi-ball

apenadas, si en m da fueron malas; alegres y
tranquilas, si en vid a fueron buenas (i).
L e n g u a . — E lS r . Tom ás Bridges, y a muerto,
demostró que la lengua yagán es riquísima y
de ella había recogido más 30.000 palabras.
El manuscrito, que habría sido un preciosa cu­
riosidad para la ciencia del lenguaje, tanto
más que la raza está próxim a a extinguirse,
tuvo un fin bien desgraciado ; se lo prestó al
doctor Cooke, falso descubridor del Polo Norte
(como se sabe), que había pasado por allí y había
curado al Sr. Tom ás, y ahora se tem e que se
haya perdido. D e los hijos del Sr. Bridges
(i) Bove, obra cit. p g . 134-38.

para indicar las aguas al abrigo del viento
por estar entre islas cercanas, ñeca para signi­
ficar un lago grande, acotnaca, un lago ordina­
rio, acaloaia, una laguna propiamente dicha.
N otable riqueza tienen tam bién para indicar los
diversos ^ :ddentes del terren o : tahshapala, la
d m a redonda de una colina, cubierta de hierba,
pero sin árboles; liaca, una llanura con árboles
y rodeada de m ontes:— ptiian.MnOi concavidad;
luci, un valle; usluci, un valle pequeño; haracuhr, una roca; shahquina, tierra arcillosa.
Pero la m ayor riqueza de la lengua yagán se
revela en los verbos.
E jem plo s. —
colocar piedras en un lu­
gar fangoso para hacer un camino; ckium, ha-

— 248 —
cer un camino con hojas o h ierb as; ata, alzar
con las manos; mnikaia, levantar en los brazos;
kximala, levantar un objeto con la extrem idad
ílc otro; mubata, levantar im a cosa sirviéndose
<le dos dedos com o de tenazas.
E l Sr. B ove dice de la lengua d élos Yaganes:
« E l estado decaído en que se encuentran, con­
trasta sensiblemente con la riqueza de su len­
gua, que conduce a la hipótesis de im origen
m u y superior al estado actual. L a lengua yaf^án es sin duda una de las m ás antiguas y más
puras. E s sobremanera com pleta en su gram á­
tic a y en su vocabulario. L a lengua de los Y a ­
ganes se diferencia sensiblemente de la de sus
vecinos los Alacalufes y los Om js; las palabras
de estos últim os son duras, guturales, formadas
de consonantes, las de aquellos son dulces,
agradables y llenas de vocales. T an ta ri­
queza de lengua da a los Yaganes una facilidad
oratoria verdaderam ente adm irable. Cien veces
he visto en las chozas a los viejos tom ar la pa­
labra y hablar por horas y horas sin pararse,
sin uiui inflexión de vo z, sin un indicio que reve­
lase el más ligero esfuerzo de parte del orador. *
E l único documento literario de esta lengua es
la versión de los Hechos de los Apóstoles, hecha
por el Sr. Tom ás Bridges e impresa en Londres,
de la cual posee una copia nuestro museo.

nuestro Boletín. Y o por m i parte prometo
tam bién corresponder con la inserción de varias
relaciones de este género. ¡Quiera Dios que entre
nuestros misionerios se suscite una santa porfía
para edificar a nuestros lectores con reseñ a y
aventuras de las m isiones! ¿Quién earce de ma­
terial para narrar las curiosas y hermosísimas?
N o es para descrito el placer que experimenté
al visitar por v e z primera la Misión sucursal del
R io Fuego y de Sta. Inés, al ver tan tos buenos
indios de ojos vivarachos y corazones inocentes,
educados con tan to esfuerzo por D . Juan Zenone, el cual h a sabido inculcarles tan sólidos
principios cristianos y hacerlos ta n fervorosos.
L a casa residencia distará próximamente
unas cuatro horas de caballo a buen paso. El
viaje precipitado de ida y vu elta en solos dos
días, y por añadidura con pésimo tiempo, hizo
que me causara demasiado, pues, so y y a bas­
tan te entrado en años y además no puedo mon­
ta r y a a caballo con aquella agilidad y desen­
voltu ra de antes.
H e aquí, D. Pablo Albera, la breve reseña de
m i visita a nuestras misiones de Tierra del
Fuego. Todos nuestros hermanos m e encargan
que le salude en su nombre y todos le rogamos
se digne enviam os su paternal bendidó».
D e S. V . humildísimo hijo
M A V ü R I^ fo B

orgatello

, Pbr$.

De La Candelaria y Santa Inés.
{CartadelPbro. Salesiano D.Mayorino Borgatello).

CIbros regalados a nuestra Redaccfdi.

Punta-Areiias, 30 de abril 191a.

Revmo. Sr. D. P . Alhera:

Í

’ ediendo gustoso a las súplicas de nuestro amadísimo Sr. Prefecto Apostó­
lico, Mons. José Fagnano, fu i por su
orden a visitar a nuestros hermanos de la m i­
sión de L a Candelaria y Sta. Inés situadas en la
Tierra del Fuego. Todos ellos hallábanse sanos
y robustos, animados de simto celo para trabajar
por la gloria de Dios y salvación de las almas.
E n La Candelaria habían hecho y a la comunión
por Pascua todos los indígenas adultos, tanto
hombres como mujeres, y la volvieron a repetir
la dominica iu Albis. Tam bién la recibieron en
esta ocasión cinco indias que habían llegado
y a ...... al uso de la razón Sus nombres son: Ca­
talina de 40 años; Alejandra de 60; María de
65; Josefa de 68 y
de 70.
O tra escena impresionante, si bien de género
diverso, m e acaeció en La Candelaria. L íi narraré
aparte, en la sección de «Flores y fm tos*. a fin
de que nuestros buenos Cooperadores se vean con
ella agradablem ente correspondidos, y a que
ta n buena acogida han hecho a esta parte de
/]

De la Librería Católica Internacional.
La ayuda de la casa, destinado al Grado Medio
de las EscueUas Graduadas y a las Escuelas Ele­
mentales. Prólogo de la ilustre propagandista y
Directora del Grupo escolar ,,Cervantes", de Va­
lencia, Da. N a t i v i d a d D o m ín g u e z
Un volumen de ii*/* ^ t8V*cni., de YTII-344
páginas. Encartonado, Ptas. 2.
Por correo, certificado, Ptas. 2*35.
Dlsciplloa vigente sobre absolación de censuras y pe­
cados reservados, por el Licenciado en Derecho ca­
nónico D. T o m á s L a r u m b b y L a n d e r , Rector del
Seminario de San Francisco [avier, de Pamplona,
redactor de la La Ciencia Tomista, de Madrid, etc.
Un folleto de i i */2 x 19 cm. de 56 págs. En
rústica, Ptds. o ’so. Por correo, certificado, Ptas. o’8o.
Ejercitatorio de la vida espiritual, compuesto por el
V . P. G a r c ía d e C is n e r o s , O. S. B., Abad de
Montserrat, reproducido conforme a la primera
edición por el R . P. Fausto Curicl, Monje del
mismo Santuario. — Un vol. de 11 ■ /• 19 cm., de
XXXII-272 págs. En rúsiica, Pt.is. 2; elegantemente
encuadernado en tela inglesa, Ptas. 3. Por correo,
certificado, Ptas. 0*35 más.
De la Tipografía Salesiana. Málaga. Espaba.
María .Auxiliadora en Carmóua. Por Fermín Molpeoeres, Pbro. Salesiano.

EL CULTO

de María /luxiliadora

Nos tenemos la persuasión de que, en las eld sltad e s detorosas de (os tiempos
que atravesam os, no nos quedan m is consuelos que los det Cielo, y entre eslos,
la poderosa protección de la Virten bendita, que f u i en lodo tiempo el A nxillo
de los Cristianos.
r io x.

GRACIAS DE MARIA AUXILIADORA.
B u en a v en tu ra (Colombia). — Agradecida a
María Auxiliadora por los favores que de su bon­
dad he recibido, complázcome en darlos a conocer
para mayor gloria de nuestra SS. Madre.
I'iio de los muchos y grandes fué el siguiente.
Durante más -de un año sufrió terriblemente un
hijito mío recién nacido de una enfennedad de
la \ista; tanto, que creimos ante la gravedad y per­
sistencia de la enfennedad que perdería los dos
ojos. E l médico que lo curaba, después de ensayar
un sinnúmero de remedios, se declaró impotente
para curarlo, y cansado lo desahució. Pero yo,
siendo su madre, no podía resignanne a tenerle asi
deguecito; y \iendo que la ciencia era inútil, acudí,
con toda la fe í|ue me inspiraba el amor materno,
a la Auxiliadora de los cristianos, de la cual fui
siempre devota. A pe.sar de que todos sabiamas
que débia quedar absolutamente ciego, la \’irgem
S. S. quiso consolarme conservándole a lo menos
un ojo. Otros grandes favores me ha hecho esta
Madre piadosa, y por todos ellos le doy públicas
gracias.
M ayo de 1912.

R osa A n g u l o .

L a s P a lm a s (Gran Canaria). — Una joven fué
atacada de tifus, y tan \-iolento fué el ataque que
desde los primeros días quedo como tullida de
modo que no podía moverse en el lecho. Su pos­
tración era tan grande que daba lástima el verla y
los que la \*isitaban temían que un fatal desenlace
pusiera fin a aquella dolorosa escena. Una persona
de\'ota de María Auxiliadora le llevó una noveña
y :fia estatuita de esta milagrosa Virgen, indicándolf que comenzara a rezar dicha novena, con­
fiando en la intercesión de la Madre de Dios. Hi­
tóse dos veces la nox*ena sin experimentar ninguna
mcjoria; pero a la tercera ya la enferma comenzó
a poderse mover }• los últimos dias, con gran ma­

ravilla de la familia, pudo levantarse y rezar las
oraciones de la novena de rodillas, como si e.stxiviera absolutamente sana.
Pero lo más prodigioso del cíiso fué qxie la última
novena la lucieron también por una conocida ejue,
después de dar a luz un niño y habiéndosele muerto
éste a los cinco dias, quedó la pobre loca y con xma
fiebre altísima. Nadie tenía esperanza de que .sanara,
pero ella comenzó también la novena a su manera
y al terminar estaba completamente sana. Ltus dos
favorecidas con tan singulares beneficios dan las
más sinceras gracias a María Auxiliadora, y cum­
plen las promesas hechas en prueba de su eterna
gratitud a tan bondadosa Madre.
M ayo 1912.

A na M o r a lk s.

G u a y a q u il (Ecuador). — Hace tres meses fué
atacado de terrible calentura palúdica iiuo.stro
primogénito, y durante 36 días esta calentura
con temperaturas intennitenles cousmnía, ]>or de­
cirlo asi, la existencia de nuestro lüjo, cau.stuulo
con ello un verdadero martirio a sus padre.s, (jxiienes veíamos materialmente agotarse 1(m recursos
del facultativo sin que el enfermo diese algún in­
dicio de mejorar. Nuestras súplicas.a María A uxi­
liadora desde el princijjio del atatjue fiu-ron ince­
santes. y aumentaron aún más cuando las e.speranzas en la ciencia se dcsx'anecicron por comjileto.
Empezamos entonces mías novenas en honor de
María Auxilio de los Cristianos y le pedimos la sa­
lud de nuestro hijo. Durante el curso de la primera
y segxmda novena, aim cuando se notaban mejorías
alternativas, no se iniciaba todavna un franco
estado satisfactorio. Durante la tercera, la fie­
bre empezó a disminuir poco a poco hasta nor­
malizarse la temperatura, y de consiguiente el es­
tado general del enfermo mejoró notablemente.
Desde esa época goza el niño de salud pr<>si>era y
nosotros no dejaremos jamás de x^radecérselo a la
bondad de la \'itgen Auxiliadora.
A bril 1912.

Celeste

de

F rk sx h .



250 —

L íó n (Francia).— Un mes hacia que mi nietecito
l'.nrifjue Tuset se hallaba atacado de una broncopulmonía (|ue amenazaba sumir en la desolación
a su afligida familia. Añádase a la gravedad del mal
•SU tierna ediul de 17 meses, el desahucio termi­
nante del facultativo ciue anunciaba lui desenlace
fatal y la fiebre ardiente que especialmente en los
últimos ocho dísis parecía cebarse despiadadamente
en su minúsculo corpezuelo; y dígase si no era na­
tural íjue se elevasen nue.stros ojos llorosos a la
cpif es Consoladora de los (jue sufren y Auxilio
poderoso de los Cristianos.
Asi lo hicimos corroborando nuestra súplica con
la promesa de una limosna, y ahora que María
Auxiliaílora nos ha devuelto inilagrasamente sano
y lleno de vida la prenda querida de nuestro
amor, nos complacemos en publicar el poder y
la bondad de la excelsa Virgen de D. Bosco.
Junio de 1913.

M a r ía D e n a c l a r a V d a . de T u s e t .

C a rn io n a (Ivsp.) — Hallábase un sobrinito mió
cbu pulmonía y ata(]ue cerebral sin esperanza tle
salvarse. lya fiebre había subido más de 40 grados,
y el médico manifestó (jue había hecho por el en­
fermo cuanto estaba de su parte y por lo tanto lo
dejaba en manos de la Providencia.
lira la noche del 27 de marzo cuando rodeába­
mos totlos al niño (pie ya parecía cadáver, espe­
rando de un momento a otro que la muerte nos lo
arrebatara. I<os vecinos allí presentes sufrían y
lloraban con nosotros al ver que el hijo querido nos
iba a abandonar. Pero no, la Sma. Virgen quiere
hacer un milagro,
Hn efecto, el sacerdote que asistía al enfermo se
vuelve hacia un cuadro de María Auxiliadora que
había en la sala, y lleno de fe implora el auxilio de
la Sma. \^irgen sobre aquella desconsolada fa­
milia, invitando a todos a rezar la Salve. Iimiiediatuiuente tomo yo en mis manos el cuadrito y lo
aplico a la cabeza del niño que todo el dia pemianecia inmóvil y sin sentido. ¡Oh prodigio! E l niño
al contacto del cuadrito vuelve en sí. besa la imágen bendita de María Auxiliadora e incorporándose
(iice con acento angelical: Virgen Saníísinta, ponme
bueno.....y en el acto desaparece la fiebre y se siente
perfectamente bien.
Indescri]>tible íué el gozo de los circunstantes
tjue, estupefactos, casi no se daban cuenta de lo
([ue sucecÜa; es que lo sobrenatural nos conmueve
y nos hace ver algo cpie no conocemos, algo cjue
sacude las fibras mas delicadas del coriuón e ilu­
mina como rafaga clarísima nuestra débil inteli­
gencia. líl poder de la Sma. Virgen se habia hecho
patente en esta ocasión, premiando la fe de los
(¡110 confiadamente la invocaron. Así lo explica el
facultativo, quien, ai otro dia, creyendo hallar al
mismo niño (ie cuerpo presente y viéndolo en per­
fecto estado, exclamó: Esto es un /ntlagro de la Í'j>gen; ao se concibe de otro modo y estoy dispuesto a
prmatlo.
En reconocimiento de tan insigne beneficio se
celebni una Misa en la capilla do María Auxilia­
dora con iisistencia de tíxla la familia.

Gracias, pues, a la poderosísima Auxiliadora
de 1(5S Cristianos.
Junio de 1912.

R o s a r io P ^ r x -Án d e z .

Carm ona(Esp.) — Mi liijita Gracia amaneció un
dia con ima inflamación tan maligna en la cabeza,
que en menos de una hora la dejó casi desconexida.
Habiéndola visitado im médico, juzgó conveniente
sajarle la parte inflamada, operación que, llevó a
cabo dos veces, pero de tal manera que, en vez de
aliviar a la enfermita, recrudeció más sus dolores.
E n tan angustioso trance acudi a la poderosa in­
tercesión de la Virgen Auxiliadora y, poniendo im
vestido de la niña en su capilla durante la solemne
función del 24 del pasado agosto, le pedi con toda
mi alma que le otorgara la curación. Devuelto el
vestido lo tuvo puesto mi hija tres dias, al cabo
de los cuales la entregué en manos de los médicos
para una última operación, aunque dificil y peli­
grosa por tener y a dañado el hueso.
Pero ¡oh poder admirable de María! la opera­
ción resultó tan favorable que pocos dias desjiués
y a pudo salir mi hijita a la calle completamente
sana.
Publico el favor para que todos recurran, en sus
necesidades a la que es Auxilio poderoso de los
Cristianos. ¡Gracias, Madre mia!
Junio de 1912.

A n a O v a , V d a . de L ó p e z .

G ra n a d a (Nicaragua). — A consecuencia de una
caída estuve postrada en cama cuatro meses, su­
friendo horribles dolores en mía pierna por la ro­
tura de im nervio, que me la dejó sin movimiento
alguno. E n todo este tiempo tenía la firme convic­
ción de que sólo el poder de la Santísima \'irgen, en
quien siempre he esperado y esperaré, podía curanue, pues ninguno de los médicos que me vieron
me (lió esperanzas de curación por mi avanzada
edad y por la complicación del reumatismo crónico
que he padecido muchos años ha. A l cabo de esos
cuatro meses, empezó mi buena madre a escuchar
mi petición, pues pude andar un pococon muleta y
desde entonces, aunque lentamente, he venido me­
jorando cada dia. H oy llevo cinco meses de haber
dejado la muleta, y lo considero como un milagro,
pues creia que no iba a recuperar el movimiento
de mi pierna; por lo que le doy gracias mil a la
Santisima \'irgen, que como bueua madre nunca
desoye las súplicas de sus hijos.
H oy llena de agradecimiento cumplo lo ofrecido,
enviando la limosna de 5 pesos plata y publicando
la gracia que me ha concedido en el Boletin Sal- siano.
M arzo 39 de 1913.

D o m it il a

de

Mo r a l e s .

- L a M esa (Colombia). — Después de ima terrible
erisipela, que me tuvo durante tres meses sufriendo
el tonnento más cruel, sin poder descansar ni de
día ni de noche, todos los de casa pidieron a nues­
tra sin igual madre María Auxiliadora, me alcan­
zara la curación, ofreciendo con ese objeto publi­
car tal merced en el Boletin salesiano. Pronto ob-

2 5U —
tuve la reposición, y asi al presente, no obstante
inis ochenta años, estoy disfrutando de completa
salud. ¡Bendita sea para siempre la incomparable
Auxiliadora, y afortimados los que a ella nos aco­
gemos con ilimitada confianza!
Mayo de 1912.
K u d e c i n d o Z a m u d io .

S a la m a n ca (España). — Mil veces bendita sea
nuestra querida Madre María Auxiliadora por ha­
berme sanado de una gravísima enfermedad que
me tuvo postrada en cama por más de cuatro meses
sin esperanza de poder sanar. Los remedios y los
cuidados de los médicos de nada me servían; cada
día me encontraba peor.
Recurrí con confianza a la bondadosa Madre de
Dios, prometiendo xma limosna y publicar la gracia
si' me la alcanzaba, y al poco tiempo me vi libre de
la terrible enfenuedad.
Deseo sea publicada esta gracia porque así se lo
prometí a la Virgen Auxiliadora, y servirá para
demostrarle mi profimda gratitud.
Abril 1912.
M a r g a r it a S á n c h e z

y

S án ch ez.

Dan también gracias a María Auxiliadora y envían su
limosna:
Acevedo (Argentina), — La Sra. Da. Teresa Cor­
tés, por haber obtenido la curación de su nuera
sin operación quirúrgica y envia la limosna de
veinte pesos.
Almodóvar del Campo (Esp.). — Dolores Anón,
por un gran favor y envia una limosna.
Asunción (Paraguay). — E. de G ., por varios
favores y sobre todo por haber librado a su esposo
de lina terrible desgracia de la cual salió ileso mi­
lagrosamente. — Id.: Una Hija de María, por ha­
berla librado de una grande aflicción que humana.meiite no tenia consuelo, y envia una limosna. —
Id.: — J. S., por haber librado a uno de sus hijos
de una disenteria y envía una limosna.
Barcelona. — R. J., por liaberle socorrido en circustancias muy criticas y envia una limosna. — Id.:
Una devota, por haberla librado de una gravísima
calunnia y manda una limosna. — Id.: Delfina Du­
ran, por haberla curado de una hemorragia que los
médicos no podían curar y envía una limosna.
Burgos (Esp.). — Francisca Montero, por varios
favores.
Calamuchita (Rep. Arg.). — Zoraida Vélez, por
haberla curado de un reuma y hace una limosna.
Cali (Colombia). — Teresa Cuevas Vázquez, por
favores obtenidos y ofrece una limosna.
Campello (Esp.). — M. Aragón, por haberle sa­
cado bien de unos exámenes para los cuales no
estaba preparado.
Carmena (Esp.). — Micaela Trigueros, por ha­
berla curado de una grave afección del corazón,
que su esposo e hijos creían mortal, y manda ce­
lebrar una función en acción de gracias. — Id.:
Josefa Guerrero, por haber curado a su hermano
de una afección nerviosa y manda celebrar una
misa cantada. — Id .: Juan R. de Verger y Con­
cepción Pérez, por varios favores. — I d .: Carmen
Sobén, por haberla librado de un apuro. — Id.:
E. de la E., por haberla librado de una grave en­
fermedad. — Id.: Rosario Cruz, por haber devuelto
sana y salva de l.a guerra a una persona muy que­
rida. — Id.: Una cooperadora, por haber alcanzado

una gracia muy señalada y regala a Maria Auxi­
liadora una sortija de oro.
Córdoba (Rep. .Árg.) — Rosa González, por haber
curado a su esposo de una grave enfermedad que
le aquejaba desde hacia muchos años. — Id.: Rita
Torres de Luna, por haberla curado de una enfer­
medad. — Id.: Saturnina M. de Colina, por un
favor muy especial y envia una limosna.
La Coruña (Esp.). — E. U., por varios favores
y envía 5 ptas. de limosna.
L a g u n a S e c a ( C u e n c a ). — P lá c id o M a rtiu e/ , p o r
u n fa v o r re c ib id o , y e n v ia 7 p ta s.

Málaga (Esp.). — La Sra. Josefa Córdoba, por
un favor recibido, y envia francos 47 de limosna.
Masaya (Nicaragua). — Mercedes G . de Ortega,
por haber curado milagrosamente a sn marido de
un cáncer cangrenóse en la cabeza.
Montevideo (Uruguay). — Un cooperador, (lor
haberle librado de una enfermedad, y envia una
limosna.
Montilla (Esp.). — M. A ., por haberle carailo una
sobrina y por otros favores, y envia una limosna.
Orense (Esp.). — Domingo Diez, por una gracia
y envía ptas. 2*50 de limosna.
Río Primero (Rep. Arg.). — Javiera de Alfonso,
por haber curado a su esposo de una grave enfer­
medad.
S. Marcos (Nicaragua). — José D. Villagra, por
haber recobrado la vista, y envía 10 pesos de li­
mosna. — Id.: Cándida Ramos, por haberla sacado
bien de un parto-difícil en el cual estuvo su vida
en grave peligro, y envia una limosna.
Sarandi Grande (Uniguaj'). — T . U., por haberla
librado de una gran tribulación, y envia una li­
mosna.
Sarriá (Esp.). — Concepción Arólas, por haber
devuelto la salud a su esposo y a un nietecito, y
envia una limosna.
Serrezuela (R. Arg.). — Baudilio Parias, por ha­
berle librado de una peligrosísima operación, y
envía una limosna.
Sevilla (Esp.). — Juan de Dios Fernández, por
nn favor y manda dos ptas. de limosna.
Valencia (Esp.). — Pura Estruch, por liaber de­
vuelto la salud a su esposo, después de una grave
operación y por otro favor especial; y manda una
limosna. — Id.: Ana Molina, por haber devuelto
la salud a su papá, desahuciado por los médicos,
y envia una limosna. — Id.: Antonio Alonso, por
haber sácado bien de una difícil operación a una
hermana suya.
Vigo (Esp.). — Merceiies Viso, por haberla li­
brado de una fiebre. — Id.: Antonio MeiHero, por
un favor especial. — Id.: Maria Pérez, por varios
favores, y envia 21 ptas. de limosna.
2 apatoca (Colombia). — R. S., por haberse cu­
rado de una gastralgia que le molestaba mucho y
envia dos francos de limosna. — Id.: M. F., por
haber sanado de tifus y por otros favores, y envia
diez pesos de limosna. — Id.: Rosalía Rada, por
haber curado de una grave enfermedad, y envía
20 ptas. da limosna. — Id.: Angelina Qnijano, por
muchos favores y envia 50 ptas. de limosna. — Id.:
Antonio Rueda, f>or una curación milagrosa, y envía
15 pesos de limosna.
Z a r z a d e T a jo (E sp a ñ a ). — J o sé A r a g ó n V e llis c a ,
p o r un f a v o r r e c ib id o , y e n v ia d o s p ta s . d e lim o s n a .

P O R E I j N U N D O S fH iE S IS n O
A.

K

A sociación de Ex-alnninos.

CIUDADELA (Menorca). — Los festejos patrióticos
organizados por los antiguos alumnos de Cindadela
han sido una página brillante en la brillante his­
toria de est^i tan joven y tan bien organizada
« Unión *. líl dia 13 de julio por la tarde comenza­
ron las fiestas con un gran concierto de la banda
junto al monumento de los héroes espléndida­
mente iluminado, alternando con fantásticos fuegos
de artificio costeados por el Circulo Artístico. E l
día 14 llegaron de Mahón los fooiballislas del ieam
* 2 de mayo * que venían decididas a disputar la
palma de la victoria a los nuestros del « Robur ».
Por la mañana se inauguró la exposición didácticoescolar de que hablamos en otro lugar de este nú­
mero >• por la tarde lucida procesión cívica al mo­
numento.
• El grupo de ginmastas, escribe « Nuestro Auxi­
lio ». iba delante con su bandera; seguían luego las
secciones de foot-ball * 2 de mayo * y * Robur », la
banda, rq>resentaciones del M. I. Ayuntamiento,
Circulo Artístico del Borne, Círculo Católico, Ter­
tulia Quadrado, los Estanislaos de Mahón y final­
mente los Antiguos Alumnos con su hermosa ban­
dera.
" Después de haber recorrido las principales calles
de la ciudad, llegó la manifestación al pie de la
pirámide del Borne y las banderas de los Gimnastas
y Antiguos Alumnos fueron depositadas junto al
monumento, para dar honor y rendir homenaje a
los que supieron luchar y morir por defender su
patria.
Acto seguido, empezó el mach de foot-ball entre
los teams 2 de mayo y Robur.
Despertó este muclio interés en la muchedumbre
que asistía. Y a la vcr Uu I difícil será encontrar
otros jóvenes jugadores que con mayor ánimo y
dcimetlo sepan disputarse la victoria como los dos
teams del dia 14. Mereció públicos elogios y escu­
chó más de un aplauso el inteligente guarda-meta
tlcl 2 de Wíí \'i). Por fin, después de más de una hora
de una lucha pertinaz, el Robur logró apuntarse
el primer ^oal, siguiendo a éste poco después un
scgtindo. Resultado fiual, dos goals contra ninguno.
Llaitiaron poderosamcute la atención los cua­
dros ginmásticos con palos, ejecutados con exacti­
tud matemática por los ninas del Colegio Salesiano.
Simulabait ora ataques, ora e^rim a, ora descaigas

en enboscada, etc. resultando un conjimto admi­
rable.
Terminado el festival, la manifestación volvió
al Colegio Salesiano, donde la Junta de los Antiguos
Alumnos obsequió a los manifestantes con un
refresco, durante el cual se dieron vivas a los Esta­
nislaos de Mahón, a Cindadela y a los dos teams.
A las 9 de la noche comenzó la velada en la cual
se iban a adjudicar los premios a los trabajos del
Certamen histórico-Uierario, organizado por los
ex-alumnos. Presidia el M. I. Sr. Vila y represen­
taciones de las principales sociedades de Cindadela.
Leyóse im erudito trabajo del Presidente del Ju­
rado, M. I. Sr. Miralles, Canónigo archivero de la
Catedral de Palma, en el cual antes de pasar a las
consideraciones históricas que el acto silería,
ensalzó admirablemente los procedimientos postes­
colares del Vble. Juan Bosco. Después de las piezas
musicales con que la orquesta y la banda recrearon
los oídos de los asistentes, se procedió a la lectura
del veredicto resultando premiados los trabajos
siguientes:
E n prosa.
Decor Minoricae del Rdo. D. Juan Roselló, con
premio del Exmo. Sr. Conde de Torre-Saura.
Santidad del Sr. D. José Polo Barbero, con pre­
mio del Circulo Católico.
Angel y Mártir del Rdo. Sr. D. Miguel Sure<la,
con Accésit.
Por el año 1850 del Sr. D. Pedro Sintes Seguí,
con Accésit.
En verso.
Patria nova del Sr. D. Andrés Ferrer Giiuirt,
maestro de S. Cristóbal, con premio del M. I. Avuntamiento de Cindadela.
Rccordansa del mismo, con premio del Exmo. Sr.
D. José de Olives.
Madre del Sr. D. José Polo Barbero, con premio
del Ateneo científico, literario y artístico de Mah<)U.
Usque ad mortcm del mismo, con Accésit.
La leyenda es hermana de la historia del Sr. D. Ra­
fael Torrent, con mención honorífica.
Quam pulchra es, amica mea, quam pulchra es del
Rdo. Sr. D. Antonio Mir Ribas, con Accésit.
Terminó el acto con el mayor regocijo, quedando
la Unión de ex-alumnos satisfeclusimos del lison­
jero éxito.



253

VIOO. — Los niños y niñas del oratorio festivo
de la parroquia del Arenal, encomendada desde
hace años a los hijos de D. Bosco, con m otivo de las
brillantes fiestas del Sagrado Corazón, Titular de
la parroquia, a las cuales haTi asistido con edifi­
cante compostura y piedad, han quedado archicon-

s a r r ia

broso mtnú. Los de casa les obsequiaron por la
tarde con una función teatral en que se divertie­
ron a su gusto. L a alegría expansiva y alborozada
de los jóvenes estallaba en vivas a D. Bosco. a sus
superiores, y a la Congr^ación salesiana que les
habían proporcionado tantos beneficios y tanto
r^ocijo. Las fiestas titulares continuaron devotas
y espléndidas y fueron coronadas por la inolvi­
dable procesión. H ay que advertir que los párro­
cos de Vigo y pueblos limítrofes, dando pniebas
de las simpatías que les inspira la labor de los
Salesianos de la parroquia, ha querido dar realce
a los festejos con su asistencia. Asistieron también

(Barcelona)

Guardias nobles
de María Auxiliadora

tentos de algunos números del programa, puestos
en él expresamente para ellos. Aparte de una pri­
mera comunión numerosa, hennosas pláticas que
elocuentísimos oradores les han dirigido y entrete­
nimientos escogidos, turieron una espléndida rifa.
Un futuro Méndez Núñez no cabía en sí de gozo,
ostentando la brillante cadena del reloj que le ha­
bía tocado; y así los demás cada uno con su premio.
N‘o fueron las niñas menos afortunadas, recibiendo
también en su patio correspondiente sus vestidos,
enseres para niñas, estampas, etc. Otro número de
las fiestas fué la reunión de ex-alumnos. invitados
a recocijado banquete con una circular a propósito
que les envió el infat^able párroco, D. Francisco
Perramón. Los ex-alumnos de la casa volvieron
a sentarse después de larga ausencia al lado de sus
superiores entreteniéndose con ellos en sabrosa
coQversacúón mientras iban dando cuenta del sa-

los M. I. Señores Deán y Maestro de Ceremonias
de la catedral de T u y que pronunciaron olcKUcntisiiuas oraciones sagradas. Las autoridades civiles
y distinguidos caballeros se asociaron como buenos
cristianos. Para que los lectores se fonnan una idea
de la solemnidad, añadiremos dos palabras sobre
dicha procesión, en el centro de la cual iba Jesús
Sacramentado bajo precioso palio.
Abrían la marcha 5 guardias de a caballo, diri­
gidos por su cabo; seguían los niños de la Escuela
Salesiana de S. Matías y los de esta Escuela con
sus respectivos estandartes; dos largas filas for­
madas por los socios del Círculo Católico y de las
Adoraciones Nocturnas de Navia, Bouzas y de esta
ciudad, con ^•elas y sus respectivas banderas. Se­
guían varias cofradías del Apostolado, del Carmen
y Terciarios y numeroso acompañamiento, todos
con velas. E l estandarte de esta parroquia fué con-



254

-duciclo por un socio del Apostolado; el guión se
ofreció al distinguido católico D. Luciano Bueno,
Capitán de Carabineros, de esta plaza, y los cor­
dones eran recogidos por dos distinguidos jóvenes
amigos suyos. Hu el centro de las largas ñlas, se
destacaba un numeroso grupo de niñas vestidas
de blanco con cestitas de flores, que ofrecían al
paso do S. D. M. Venia luego el pequeño clero de
S. Matías y de esta parroquia, después el clero
secular y regular de esta ciudad y como prestes
con capa, el Sr. Párroco de Lapadores y Sr. Di­
rector del Colegio de S. Matías. Por fin S. D.
M. escoltado por 4 números de la Guardia G víl.
•Cerraba la marcha una comisión del P'xmo. Ayun-



y bebiendo amigablemente con los curas!... jVaya
que D. Bosco, ha hecho grandes milagros!

CORDOBA.— Hace ya algimos meses que no te­
níamos el gusto de dar a nuestros cooperadores
noticias de esta casa salesiana. L a labor de los hi­
jos de D. Bosco benéfica y silenciosa, como el arroyo
que se desliza callado bajo el follaje de las plantas

/•

C Ó R D O B A (E s p a ñ a ) — G ru p o de a lu m n o s in te rn o s d e l C o le g io de S . F ra n c is c o de S a le s

tamiento de esta ciudatl y la banda municipal.
Durante el trayecto se cantaron himnos sagrados
por el clero, y el del Congreso Kucaristico por
tos fieles (icompañuntcs. y se dispararon profusión
de bombas y morterete.s.
Iva procesión recorrió las engalanadas calles,
alíoinbadas do verile follaje, dándose la l>endición
en tm altar preparado en la mitad del trayecto.
desi)ués de hal>er cantado preciosos motetes. Antes
do entrar de nuevo en la iglesia parroquial, elM, I.
Sr, Deán <pie lleva la custi^dia volvió a dar la ben­
dición a la puerta dcl templo, mientras atronaban
los aires los estampidos de los cohetes y li» acor­
des do la marcha real.
i Quién había de pensar que en el Arcual de
hace 15 años se hablan de \-er estar cosas; y los
pilletes de la playa, con^’ertidos en ex-alumiios de
D. Busco reunidos en amplio comedor, comiendo

fecundando la tierra en el silencio y la humildad,
sin el rumor de la brisa que pasa « gárrula y sonante
por las cañas,» va regando esas tiernas plantxis que
la Providencia le confía.
Y a que en todo el curso apenas hemos dado una
noticia de sus resultados en Córdoba vaya esta espe­
cie de crónica para compesar el pasado silencio.
4 Ubérrimos y consoladores en extremo han sido
los frutos que, con el auxilio divino y la jamás desnientida protección de María Auxiliadora, nos lia
sido dado reportar en el vasto campo que la Provi­
dencia confiara a los hijos del Ven. D. Bosco en
esta capital.
A ello ha contribuido la caridad de los Coopera­
dores y la generosidad del Exmo. Ayxmtamiento,
que reconociendo los servicios prestados por los
Salesianos al pueblo de Córdoba, acordó concederles
una cuantiosa subvención. Con estos auxilios pudo

mejorarse mucho el local destinado a clases, ha­
ciéndolo más adaptado a las necesidades y exi­
gencias de la P ed^ ogia moderna.
Con la Tnirada. fija en el ideal de nuestro Ven.
padre de hacer de los aliuunos que se educan en
sus escuelas, ante todo y sobre todo, buenos cris­
tianos, hemos procurado fomentar entre ellos el
espíritu de piedad, nota caracteristica de toda
salesiana, exhortándolos a la comunión fre­
cuente, dando gran importancia a la instrucción
religiosa, en particular ai estudio del catecismo.
Acomodándonos a los deseos del S. Padre,
hemos procurado que no quedara ningún niño
mayor de siete años sin ser admitido al Sagrado
Banquete, y aim a costa de vencer la repugnancia

tuitas nos remitimos al juicio de la Comisión exa­
minadora enviada por el Exmo. Ayuntamiento,
juicio altamente satisfactorio y halagador, públi­
camente manifestado por uno de los miembros de
la citada Comisión, el Sr. D. Manuel Enríquez
Barrios, el cual en el discurso pronrmciado con
m otivo de la distribución de premios a los alumnos
de dichas Escuelas, afirmó que muchos de éstos
podían competir con los más aventajados bachi­
lleres.
Las fiestas religiosas hemos procurado celebrarlas
con todo el esplendor posible, aunque ésto no ha
podido ser sino m uy relativo dada la estrechez del
local de que disponemos para capilla.
Especial mencióu merecen las de S. Luis y Maria

C Ó R D O B A (E s p a ñ a ) — G ru p o de a lu m n o s e x te r n o s d e l C o le g io d e S . F r a n c is c o d e S a le s .

y las preocupaciones de muchos padres, hemos
tenido el consuelo de dar a Jesús posesión de las
almas angelicales de más de 18o niños que por vez
primera tuvieron la dicha de recibirlo en su pecho.
Xo se ha descuidado tampoco la educación física,
para la cual, además de la clase de gimnasia, se
han fomentado deportes tales como el de Foothall y bicicleta, tsm recomendados para el desa­
rrollo íisico del niño.
Por lo que se refiere a la educación intelectual,
a todo le que nosotros pudiéramos decir, suple con
ventaja la estadística de las calificaciones otor­
gadas por los Profesores de la Escuela de Comercio
de Sevilla a nuestros alumnos de Comercio que
obtu\*ieron 91 sobresalientes, 73 notables y 43 apro­
bados. De donde podrá deducirse el prc^esivo
anmento de los alumnos de Comercio, los cuales
en este curso llegaron a sesenta.
En cuanto a los alumnos de las Escuelas gra-

Atixiliadora. Iva primera hubimos de odclauturla
celebrándola el 28 de Abril, con objeto de (jue pu­
dieran tomar parte en ella los alumnos internos y
externos de segunda enseñanza que el 2 1 de J unió
y a hablan dejado el Colegio.
Los socios de la Compañía de S. Luis, aqtii muy
floreciente, fueron el alma de la fiesta, imponién­
dose no leves sacrificios para que el homenaje
que dedicaban a su angélico Patrono resultara ver­
daderamente espléndido. Por la mañana hubo la
misa de comunión general, a la que puede decirse
no faltó ninguno de los alumnos del Colegio. A las
10^2 hubo la misa cantada; en ella D. Agustín
Kofre puso de relieve sus dotes oratorias haciendo
un acabado panegírico del Patrono de la juventud.
Por la tarde los socios de los diferentes clubs
deportivos lucieron sus habilidades en xm concurso
de foot-ball. tiro ai blanco y carreras de cintas en
bicicleta. Terminados estos ju ^ os, los Cemgre-

— 2^6 —
gantes fueron obsequiados con un espléndido lunch.
Terminó la fiesta con la procesun de S. Luis,
cuya imagen recorrió en medio de los cantos y
vítores de los alumnos, los patios del Colegio, vis­
tosamente engalanados con banderas e iluminados
con mecheros de gas y multitud de farolillos a la
veneciana, que les daban un aspecto fantástico
y sumamente agradable.
L a fiesta de María Auxiliadora, celebróse tam ­
bién con la esplendidez que era de esperar, dado
el consolador incremento que esta devoción ha
tomado en Córdoba, en donde ya puede llamarse
popular.
Durante el triduo, la capilla vióse concurridí­
sima por toda clase de persoiuus, ávidas de tributar
sus obsequios a la Auxiliadora de los Cristianos y
de escuchar la inflamada palabra de los oradores
PP. Serafín López Alcalá, Dámaso Navarro C. M.
F. y Antonio de Úbeda O. C. liste último tuvo ade­
más a su cargo el panegírico el día de la fiesta, y en
él demostró una vez más su tierno cariño a María
SS. y el acendrado afecto que profesa a la obra
del Ven. D. Hosco.
Digno remate de curso tan fecundo fué la so­
lemne distribución de premios a los alumnos de las
Escuelíis gratuitas. A ella asistieron numerosa re­
presentación del Cabildo Catedral y Ayimtamento
de las Comunidades religiosas, la Junta directiva
de las Sras. Cooperadoras e inmenso público; no
bajarían de 1.200 personas las que llenaban el
amplio patio destinado al electo. Los premios,
proporcionados por la caridad de los cooperadores
y cooperadoras cordobeses eran 116. Uno extra­
ordinario consistente en traje hecho con botas y
sombrero, 25 cortes de traje con botas, 40 cortes
de traje sólo y 50 cortes de blusa o pantalón y
gorras para todos.
Un coro de niños ejecutó la hermosa ópera de
Vecchi II Fabro que gustó sobremanera, a juzgar
por los plausos que les dispensó el público.
ICI eminente abogado y elocuente orador D. Ma­
nuel Enriquez Barrios, grande entusiasta y deci­
dido cooperador de las Obras Salesianas, de quién
ya se ha hecho mención, pronunció un magnífico
discxirso en el que puso de relieve la misión social
de la Obra de D. Bosco, ehxortando a todos los pre­
sentes a prestarle su apoyo y a trabajar con ahinco
para que en mayor escala pueda desarrollar su
benéfica acción en pro de la juventud cordobesa.
Las ovaciones tributadas al orador puede decirse
fueron tantas como párrafos tuvo su elocuente
discurso, el q\ie creemas haya contribuido no poco
a hacer conocer y apreciiu" la grandiosa institución
de D. Bosco.
Tul ha sido, a grandes ra^os, la labor realizada
por los Salesianos en esta casa. Mucho se ha hecho:
pero mucho queda por hacer. Quiera el Señor sus­
citar personas generosas que aúnen su caridad con
nuestros trabajos, para que se dilate más y más el
reinado de Jesucristo en el corazón de los niños
y de la sociedad entera.
SARRIA (Barcelona). — Las escuelas profesio­
nales de Sarriá que desde hace 28 años vienen

dando a la sociedad obreros instruidos y ciudada­
nos modelos, han cumplido también este año su
caritativa misión con no menor fruto. E s cierto que
son pocos los alumnos que tienen la paciencia y el
tesón suficientes para esperar a terminar en regla
su aprendizaje; las necesidades de la vida, las vici­
situdes de la s .familias, la cualidad misma de la
instrucción profesional que los capacita y a al cabo
de dos años o tres para ganar un jomalillo que lee
padres necesitan para atender a las necesidades
domésticas, la lijereza de la edad, todo conjura
para que no lleguen al fin de su aprendizaje. No
obstante, si se cuentan los que entran y van sa­
liendo antes de completar su instrucción profesio­
nal durante los tres últimos años del aprendizaje,
resultan im número consolador que debe llenar de
santa alegría el alma de nuestros generosos bien­
hechores, pues sus limosnas van empleadas del
mejor modo posible, porque mmea es mejor la ca­
ridad que cuando previene la miseria y el vicio,
en vez de remediarlos cuando se ceban en el individuo.
L a fiesta que en dichas escuelas se realizó para
distribuir los premios a los artesanitos de este año
ha tenido también su nota extraordinaria, cual fué
la entrega del diploma profesional a algunos que
terminaron el aprendizaje de su oficio. E l patio
del colegio, engalanado como en los mejores días,
reimió en su recinto numeroso y distinguido pú­
blico que siempre ve con gusto estos actos alta­
mente educativos.
« Presidian, dice E l Correo Catalán, el Rdo. P.
Ernesto MigHetti, director de las Escuelas; el Sr.
Margenat, alcalde de Sarriá; el P. Hermida, los
Directores del Colegio de San Antonio de Matará
y de la Escuela de Electricistas de Sarriá, y otras
distinguidas personas.
E l acto se abrió con el canto de im hermoso
« Himno Escolar ^ del maestro Villani, S. S., y a
continuación ocupó la tribima el joven abogado
D. José M. Boix. distinguido propagandista de la
Acción Social Popular. Felicitó a los alumnos que
por su virtud y aprovechamiento se habían hecho
acreedores a la distinción, y como viera el retrato
del Ven. Bosco en el estrado presidencial, hizo un
precioso análisis del espíritu de la obra salesiana,
espíritu de trabajo, de paz y de annonia en un
siglo de luchas e incredulidad. Felicitó a los Salesians por la obra patriótica y humanitaria que están
realizando, obra la más práctica, dijo, la más bella,
la más fecimda de las que puedan emprenderse
Itoy para la restauración de la sociedad en Dios.
Terminó elogiando la Institución de Antiguos
Alimmos, coronamiento feliz de la obra educativa
de ese gran genio>que se llamó Juan Bosco.
Se premió primero a los almunos de la Sección
de Artesanos, tanto de las clases literarias como
de las técnico-prácticas. Una ovación calurosa
estalló en todas partes del amplio patio cuando el
Rdo. P. Prefecto de estudios leyó el nombre de lc«
tres alumnos que, terminado su aprendizaje, reci­
bían el Diploma profesional: don Agapito González
Gaspar, don José María Ayerbe Ramón, y don
Salvador Berenguer Catalá, a los cuales la casa con*



257

cedió además una prima de pesetas 154-S0, 169-94
y 142-41, respectivamente.
Dos cantos, a’gimas piezas admirablemente eje­
cutadas, por la banda de las Escuelas, dos diálogos
V tres poesías amenizaron el acto, que terminó con
ioí premios de la sección de estudiantes.
Cuantos presenciamos el acto salimos admirados
V complacidos de la labor fecunda que realizan los
Hijos del ^'en. Bosco. »
VICO- — Las escuelas de S. Matías de la Ronda
han tenido un fin de curso digno del curso mismo
en que alumnos y profesores rivalizaron en apli­
cación y celo para salir airosos en su empresa.
En la fiesta pedagógico-religiosa que puso el broche

SAN TAN D ER —



bien afinadas, arrastraban las simpatías de nuestras
almas recordándonos las auras de nuestra incom­
parable Galicia.
E l coro fué ovacionado; muchas personas pi­
dieron que se repitiese, y todas lo deseaban.
Se distribuyeron los premios a los alumnos de
las clases de Comercio, Bachillerato y a los ven­
cedores de los certámenes.
Los premios consistían en libros, diplomas, cua­
dros y ropas hechas.
E l fotógrafo Sr. Gil tomó vistas de todos los nú­
meros y del aspecto general que ofrecía la fiesta
que se celebró en la espaciosa huerta del colegio.
Presidian este acto, el Director del Colegio, Rdo.
P. Honorato Zócola, el Alcalde Sr. Martínez Ló-

S u p e rio re s y n iñ o s d e l C o le g io s a le sia n o d e l A lta .

de oro al año escolar recogieron unos y otros los
primeros laureles ganados en buena lid. Los estu­
diantes honraron con devotos y lucidos cultos reli­
giosos el dia de su patrón S. Luis Gonzaga, verifi­
cándose después la solemne distribución de pre
mios. Por la mañana les predicó un elocuente ser­
món el P. Bemardino, el cual por la tarde al prin­
cipió de la velada, a la cual asistían innumerables
personas de uno y otro sexo, leyó también un dis­
curso bellísimo acerca de la neutralidad escolar.
Procedióse luego a la distribuciÓDi de premios in­
tercalada con armoniosos cantos y 1irida.s composi­
ciones en las cuales los diminuteé artistas, acredi­
taron tanto la habilidad propia como la pericia
de los maestros.
« E l último número, Airiños d'a nasa tetra fué,
dice £/ Reslaurador. imo de los que más gustaron.
Aquellos cantares g a lla o s, en voces de ángeles

pez, los párrocos Srs. Ande, Martínez y Perramón,
el concejal D. Ramón Lorenzo, y don Leopoldo
Gómez.
Después en el salón de actos del Colegio, el fotó­
grafo Sr. Gil exhibió películas de más de 700 metros
que representaban los últimos festejos de nuestra
ciudad, los del Corpus de Redondela y las cascadas
y saltos naturales de agixas de Caldas de Reyes.
L as películas salieron admirablemente bien y la
fiesta un éxito. »
CIUDADELA. — La Exposición didáctico>escolar
que para muestra del provecho de los aliunnos, se
abrió el 14 de julio en el salón del c o ló lo salesiano.
fué un triunfo para los niños y para los hijos de
D. Bosco. Continúa abierta todavía j lo estará
todo el mes de septiembre para que los interesados
y los que deben interesarse por la cultura popular.

puedan observar allí el método y el fruto de la en­
señanza. L a exposición está distribuida en siete
secciones, correspondientes a las siete clases en
que se divide en nuestro colegio la enseñanza ele­
mental.
lín cada sección puede notarse el adelanto pro­
gresivo de cada niño durante el año. E n la sección
de párvulos, por ejemplo, se nota como niños de
seis {iños, <]ue al principio no saben más que hacer
borrones, van poco a poco adquiriendo forma de
letra hasta llegar a escribir bastante clara y correc­
tamente.
Esta gradación se nota igualmente en todas las
demás clases. Casi todas ellas presentan unas li­
bretas encuadernadas, las cuales contienen tra­
bajos de todo el cur.so y están a la disposición de
todos los que deseen examinarlas.
E n cada sección se presenta también ima serie
de trabajas manuales de marquetería, tejidos,
estrellas, dibujos a colores, a difumino y a acuarela,
observándovSe en todos estos trabajos la misma
gradación antes citada.
Llaman mucho la atención los trabajos de cali­
grafía y dibujo; en marqueteria hay trabajos pre­
ciosas; hay tejidas de serpentifia de mucho efecto,
trabajo y paciencia. Pero lo ejue llama de modo
particxilar la atención son los diversos ejercicios
de Gramática, Aritm étiai, t^onietria, etc., en los
cuales se descubre el verdadero adelanto de los
alumnos según su mayor o menor capacidad.
A profesores y alumnos nuestro más sincero pa­
rabién.
CÁDIZ. — Clausura del curso en el Asilo-Escuela
de S. Ignacio. — K 1 día i 6 de julio celebróse en
este Asilo una fiesta de familia cuyo recuerdo vi­
virá perenne en cuantos la presenciaron: se trataba
de dar digno remate al curso cuyos frutos se habían
recogido en los examenes celebrados los días lo, i i ,
•.1 y 15 del mismo mes.
Preparadas los alumnos desde el día 15 con una
seria confesión y con las fervorosas palabras que
les dirigió el Sr. Director después de las oraciones
de la noche, se presentaron en el colegio la ma­
ñana del día 16 para fortalecer sus olmas con el
Pan de los fuertes.
Cantóse a las 8 ^ un Te Deuni en acción de gra­
cias por los favores recibidos durante el año, y acto
seguido se celebró la Mi.sa solemne de comunión
general después de la cual pasaron los alunmas a
uno de los patios convertido en artístico jardín,
donde les obsciiuiaron con un abundante alin\ierzo
el Sr. Director y demás suj>eriores que tuvieron
el gusto de ser^•i^ a tíui bulliciosos y alegres co­
mensales.
Inq>osible es describir la alegría y cordialidad
que reinó durante la comida. Al fin. los almnma
internos ol>sequiaron a los externos con un pro­
grama musical tan escogido como bien interpretadQ.
Entusiastas vivas al Sr. Director y demás su­
periores. a la fundadora del benéfico estableci­
miento, Da. Ana de \’iya, a la Virgen del Caniien,
al Papa, a 'E ^ a ñ a . en una palabra a todas las

personas a quienes sus corazones se juzgaban
deudores, fueron la traducción fiel de los afectos
que una fiesta tan íntima había despertado en sus
sencillos y agradecidos corazones.
Terminada la expansiva refección, se despidie­
ron Superiores y alumnos, aquellos dando a estos
sabios consejos para pasar santa y útilmente las
vacaciones, y éstos prometiendo ser fieles a lo que
con tanto desinterés y amor les habían inculcado
sus amados superiores durante el año para hacerlos
felices en esta vida y en la eterna.
SANTANDER. — E n la sesión celebrada por la
Sección santanderina de la Real Sociedad de His­
toria Natural el 28 de junio, recibió el R. P. Carbailo salesiano im nuevo homenaje a su saber y
reconocida competencia en la ciencia espeleológica
que tanto ha ilustrado con sus estudios y descu­
brimientos.
Habiéndose creado por real orden el 28 de mayo
último una comisión de exploraciones espeleológicas, agregada al Instituto Nacional de Ciencias
Físico-Naturales, y deseando dicha Comisión siste­
matizar lo relativo a la provincia, comisionó al
P. Carballo para que comience las exploraciones
en las cavernas de los montes Miera.

M EM ORIAS B IO G R Á FICA S
de Mons. LU IS LASAGNA.
(7^

O

CAPITU LO X L II.
El Obispo de los salvajes. — ¿Cuáles? — Un ea*
cuentro con su correspondiente coloquio. — Los
Coreados. — Usanzas y costumbres raras. — No
yerran un flechazo. — Supersticiones. — La Co­
lonia Teresa Cristina en peligro. — ¡Dios lo quiere!
— Gestiones y preparativos. — El primer Director
Salesiano de la Colonia. — Nobilísimo llamamiento
y su feliz éxito. — Respuesta a una observación.
Auiuiue el misionero apostólico durante su es­
tadía en Cuyabá se consolaba tanto con la inicia­
ción del oratorio festivo que presto había de pro­
ducir sazonadísimos frutos; aimque se llenaba de
santa ufanía con los nuevos talleres de S. Gonzalo
que se iban poblando de niños arrancados al peligro
de perderse en la holganza y en el vicio, y con el
bien que se obraba en la iglesia pública; sin embargo,
su corazón no quedaba satisfecho hasta no em­
pezar el trabajo en pro de los salvajes de Matto
Grosso. Le parecía que esta misión estaba reser­

vada a los Salesianos. y él mismo desde el momento
de su consagración episcopal había creído deberse
considerar como el Obispo de los sak'afes. Pero a
menudo se preguntaba por cuál de las tantas tri­
bus de Indios había de comenzar y cómo; dónde
había de conseguir los medios para el logro de sus
fines. Mas como la divina Providencia es la que se
encarga de dar cima a las obras que ha preorde­
nado, asi tampoco en esta ocasión faltó la mano
de Dios. E l dia 5 de junio, yendo a verse con el
Presidente del Estado, D. Manuel José Jlurtinho,
para tratar de varios asimtos concernientes al
nuevo instituto, se encontró con un hermano
suyo que acababa de U ^ar aquellos días de la visita
oficial a la Colonia Teresa Cristina, creada por el
Gobierno con el fin de reducir a vida cúnlizada y la­
boriosa a los Indios Coroados. L a conversación
versó naturalmente sobre estos Indios y sobre los
medios de civilizarlos, y a la narración del Sr.
Mxutinlio apoderóse del ánimo del Obispo un sen­
timiento profundo de compasión y de amor hacia
aquellos infelices. Resimiiremos los pimtos más in­
teresantes de aquel coloquio, porque son nece­
sarios para la cabal inteligencia de lo que en ade­
lante iremos exponiendo.
La Colonia Teresa Cristina dista seis jom adas a
caballo de Cuyabá, y está situada a la margen del
río San Lorenzo. Cuenta diez años de existencia y
está compuesta de Indios Coroados, o tonsurados,
porque llevan en la coronilla rma especie de ton­
sura que se hacen arrancándose los cabellos, y que
quizá es una reminiscencia de antiguas relaciones
con los misioneros. Los Coroados son de estatma
más bien grande que pequeña, de tez cobriza, ca­
bellos lacios y espesos, negros y prolongados los
ojos, el pómulo saliente, la nariz aplastada, la boca
grande y los labios abultados, tal cual se suele
pintar a todos los indígenas de la raza americana.
Lle\'an un cerquillo hasta las cejas las que se arran­
can jimlamente con los pelos de la barba.
Andan en carnes vivas, pero les agrada adoraanse
el cuello y las muñecas con pedazitos de concha
de ostra o de caracol, redondeados a diente o en una
piedra y í^ jerea d o s en el centro con lur hueso
puntiagudo, para ensartarlos en un cordoncito
que fabrican con los filamentos de las hojas del
coco; con aquellos fragmentos alternan algunas
cuentas rojas o negras de ciertos fmtos, que dan a
los susodichos sartales el aspecto y semejanza de
rosarios. En las grandes fiestas se ciñen extraña­
mente la cabeza y el talle con guirnaldas de ro­
zagantes plumas de papagayos, de tucanes o de
otros pájaros de \-ivos colores.
Embijanse caprichosamente todo el cuerpo
con una especie de pomada roja que hacen con
el zumo de las bayas encamadas de la planta que
llaman ururú, mezclado con grasa de trigre, y
más comúnmente de cocodrilo. E sta pomada con
su hedor y ^^scosidad los defiende de los mosqui­
tos y de otras cien sabandijas que abundan en
aquellos países.
Estos salvajes son en extremo vengativos. En
los casos de asesinato de algún miembro de su tribu
siempre toman atroz venganza, m otivo por el cual

están en continua guerra, y sin advertirlo, se van
exterminando a si mismos. Sus armas son el arcoy las flechas; y los manejan con tal destreza que a la
distancia de 25 metros matan infaUblemente un
pajarillo al vuelo o un pez que se deslice por las
aguas. Asimismo todos, hombres y mujeres y niños,
son tan buenos nadadores que se zambullen en los
parajes más hondos y permanecen gran pieza de­
bajo del ^ u a , de suerte que se les podría creer an­
fibios.
Las mujeres son consideradas como bestiiu? de
carga. Para ellas están reservados los trabajos
más humillantes y penosos. Cuando el hombre
vuelve a casa, ha de hallar con que sacie su glo­
tonería; la mujer ha de buscar, pedir ni vecino,
robiu, pescar, ingeniarse para que su marido quede
satisfecho o sobre ello morena.
Los niños al décimo dia de su nacimiento sonpresentados con cierta solemnidad al taire o mago
de la tribu, quien con un hueso puntiagudo, a ma­
nera de estilete, les horada el labio inferior; y para
mantener abierto el horado introduce un tarugo,
de manera que durante toda la vida en his grandes
fiestas pueden meter por él cañaliejas blancas, ne­
gras o rojas, conforme al gusto de cada uno. El
baire desempeña también el oficio de sacerdote y
hace conjuros sobre los alimentos que, como la
carne del tigre o del yacaré, pueden hacer daño.
Su principal operación consiste en chupar con
fuerza la parte dolorida para extraer al espíritu
maligno. Si esto no da resultado, entonces el baire
profetiza el dia y hora de la muerte, y el pobre en­
fermo tiene que fallecer inexorablemente para que
se cumpla la profecía. Acercándose el momento
fatal, el hechicero cubre el rostro del doliente con
im tejido de hojas, y luego metiendo la mano por
debajo de aquel cobertor fatal, con dos dedos le
aprieta las narices, y con el resto de la mano le
tapa y comprime violentamente la boca y le sofoca
por asfixia.
Cuando expira la víctima, el baire pronuncia la
palabra bi, que significa: H a muerto. Entonces
comienzan los gritos, los alaridos, las escenas horri­
bles. Los parientes más cercanos se sajan los mxislos y otros miembros, hasta hacer chorrear abundan­
tísima sangre sobre los cadáveres; y luego en señal
de luto se untan de negro todo el cuerpo y mésanse
los cabellos.
Doce horas después de la muerte, sepxiltan el ca­
dáver a poca distancia de la choza, casi a flor de
tierra, y para acelerar la descompo.sición derraman
cada dia sobre él gran cantidad de ^ u a . Después
de quince días, descubren aquel cuerpo ya putre­
facto, le llevan al río cercano, sumérgenle en el
agua, y luego los parientes le arrancan y cuartean
los miembros. Hecho lo cual, con las uñas mondan
los huesos, los lavan y limpian bien, y así los lle­
van al chozo donde los ungen con su pomada roja y
los acomodan en im cesto adornado de vistosí­
simas plomas. Finalmente cantando una endecha
incomprensible e interminable, depositan este ca­
nastillo en algún abismo profundo del río, o, sí se
trata de persona vulgar, lo entierran cerca de la
choza. Tienen el sentimiento de la inmortalidad

— 2ÓO —
del alma, pero creen groseramente en la metempsicosis o transmigración de las almas. Abrigan la
persuasión de que el alma del baire trasmigra a una
estrella y de que las del vu ^ o entran preferente­
mente en unos corpulentos papagayos, de enorme
pico y de rozagante plumaje. Por esto se aficionan
mucho a tales pájaros, y las mujeres los llevan
consigo siempre que mudan de habitación.
Los Coroados no tienen afición al trabajo, acos­
tumbrados como están a la vida nómada y libre.
Inconstantes y en extremo imprevisores, son inep­
tos para mejorar por si mismos su condición.
Para tratar de civilizarlos un poco y hacerlos útiles
a su país, el gobierno de Matto Grosso les envió
en el año de 1885 cincuenta soldados mandados
por un coronel, que es también Director de la Co­
lonia denominada Teresa Cristina. Conforme a la
ley, el terreno destinado a la colonia no podía ser
enajenado, sino que debía distribuirse a los indí­
genas cuando fuesen capaces de cultivarlo y diesen
pruebas de estabilidad. Entretanto el gobierno se
comprometió a correr con los gastos necesarios
para la manutención de la tropa encargada de tener
a raya a los Indios y para estimularlos al trabajo
les concedió, amén de los frutos de la tierra que cultiviusen, una subvención suficiente para el manteni­
miento de todos los salvajes de la colonia. E l Sr.
Murtinho añadía que hasta entonces no se notaba
provecho alguno en aciuellos infelices hijos de la
floresta. Sin culpar a nadie opinaba que ello pro­
venía de la negligencia de los jefes, tal vez más afa­
nados en allegar un buen caudal para si y para su
familia, que en trabajar en pro de los colonos. E s­
te era el m otivo de haber fracasado la Colonia
Isabel, fundada con el mismo objeto y conforme al
mismo régimen, e idéntica suerte amenazaba a la
Colonia Teresa Cristina.
Este encuentro con el Sr. Murtinho, esta viva
descripción de los usos, y costumbres de los Coroa­
dos, pero más que todo la clausura de la Colonia
Isabel y la inminente destrucción de la Teresa Cris­
tina. inflamaron más y más la sed ardorosa de la
evangelización de salvajes que de\’oraba a nuestro
Obispo: el cual en todas estas cosas vió claramente
que era voluntad de Dios no se aguardase más
tiempo, sino que se corriese imuediatamente en
socorro de aquella de^raciada tribu. A l punto
inició las gestiones con el Presidente del Estado y
no perdonó trabajo para establecer las bases de \m
acuerdo entre el Gobierno y los Salesianos. Se con­
vino en que el comandante de las fuerzas y di­
rector de los Indios de la colonia sería exonerado
de su cat^o y todo pjisíiria a manos de los misio­
neros quienes gozarían de plena autoridad en el
gobierno y de absoluta libertad para iniciar y lle­
var a cobo las refonuos que juzgaran del caso.
Estas negociaciones marcharon sin tropiezo: aun
más: para que los Salesianos pudieran darse cuenta
cabal de las cosas, Don Manuel José Mmtinho pro­
metió hacerlos acompañar hasta la colonia por un
buen guia y cuatro criados con muías de repuesto
y provisiones para el \*iaje. Fijóse para la salida
el día 16 de julio, consagrado a la Virgen del Car­
men. Monseñor deseaba acompañarlos, pero asun­
tos de mgencia le forzaron a ponerse en viaje para

Montevideo cinco días antes del plazo señalado
para la entrada de los Salesianos en las florestas
de Matto Grosso. Mas como y a tenía resuelto pri­
varse de su fiel secretario, el Padre Juan Bálzola,
en beneficio de los salvajes, le puso al frente de
de aquella empresa tan erizada de dificultades y
de peligros. E l P. Bálzola, inflamado en el mismo
celo en que se abrasaba el corazón de su Obispo,
consagró sin reserva su ingenio , su salud y sus ener­
gías a tan importante misión y en el plazo fijado
salió con otros varios hermanos para el campo de
su labor, adonde llegó después de cinco días de fa­
tigosa cabalgata. No tardaron los misioneros en
darse cuenta de las inmensas dificultades y sacri­
ficios que les aguardaban: pero lejos de arredrarse
empezaron generosamente a cultivar aquel ter­
reno baldío, haciéndose salvajes con los salvajes
para ganarlos a Cristo. L a generosidad de aquellos
hermanos nuestros allanó en pocos meses todos lós
obstáculos, y el 19 de abril de 1895 la Gaceta ofi­
cial del Estado publicaba el siguiente decreto gu­
bernativo: « E l Exmo. Sr. Presidente del Estado,
considerando la conveniencia de encomendar
la Colonia Teresa Cristina, fondada en las márge­
nes del S. Lorenzo, a los Misioneros Salesianos,
que han venido a Matto Grosso persiguiendo, en­
tre otros fines, el de catequizar y civilizar a los
Indios, decreta: — Nómbrase Director de dicha
Colonia al Rev. P. D. Juan Bálzola y Vice-Director
al Rev. P. D. José Solari, ambos de los menciona­
dos Misioneros, quienes desempeñarán sus respecti­
vos cargos en conformidad con las Reglas d d Ins­
tituto a que pertenecen y con las instrucciones que
les ha commiieado esta Presidencia ». E ste decreto
mereció el aplauso dé todas las personas de bien.
De todas partes llovieron cartas de felicitación
al Presidente y de aUento a los misioneros, augu­
rando el éxito más halagüeño a \ma obra tan emi­
nentemente cristiana y caritativa. Monseñor Lasagna, viendo colmados sus anhelos más ardientes,
no cabía en sí de regocijo.
(Continúa)

Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica:
G erente: JO SE GAM BIN O.
Establee. Tip. de la S. A. Int. de la Buena Prensa
Corso Regina Margherita, N. 176- TURIN.
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1912