BS_1920_01

Ficha

Título
BS_1920_01
Descripción
Boletín Salesiano. Enero 1920
Fecha
1920.01
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LIBRERIA EDITORA INTERNACIONAL DE LA S. A. I. D. BUONA STAMPA
TORINO — Corso Regina Margherita 174-176 — TORINO

JOSEPH RICKABY.S. J.

DE NIÑO A HOMBRE

Traducido directamente de la 3* Edición inglesa por R o d o l f o F i e r r o T o r r e s , Salesiano.
Volumen de 300 páginas
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Pías. 3 —
P o b lic a c io n e s r e c ie n te s

T H E O L O G IA E M O R A L IS S IN O P S IS
A u c to r e P E T R O

RACCA

fírchidIcBceslB faupinenslB Sacerdos Sacrae Theohgiae Docíors.

B r e v e o p u s ex sapientíssimis scriptoribus in R e Morali eductum et ad normam n o v i
C o d I c i S J u r i s 6 a n o n Í C Í exaratum. — Vol. (2 0 x 1 3 ) en i6 “, casi 60b pág§. Ptas. 12,50

DE CEN SU EIS «LA T A E SE N T E N T IA E 55
QUAE IN e O D i e B JORIS e H N O N iei CONTINENTUR COMMENTARIOLUM DIGESSIT
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C A V IG IO LI - A rch ip re sb yte r S . MaurItlI a d iv o

Hermoso volumen en 16* páginas 164

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Ptas. 3 75

NOVUM JESU CHRISTI TESTRMENTUM
Vulgatae Editionis iuxta exemplar Vaticanum cum appendix
Volumen manual ( 1 3 x 8 ) impreso en finísimo papel opaco, contorno encarnado en todas las
páginas. Págs. xvi-800. Encuadernación en tela negra, corte encarnado
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Encuadernación en tela negra, corte dorado
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7 50
BECHIS Sac. MICHAEL
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leu totius Sacrae Scripturae concordantiae iuxta vulgatae editionis exemplar Sixti V P. M.
iussu recognitum et Clementis VIII auctoritatae editum praeter alphabeticum ordinem in
grammaticale redactaí. — Dos grandes tomos en 4, de más de 200 páginas Ptas. 14 —
MAZZELLA Mons. ORAZIO
{ARZOBISPO DK T A R B N T O )

PRAELECTIONES SCHOLASTXO=DOQMATICAE
B r e v io r i c u r s u i a c c o m o d a t e
Cuatro tomos en 8" mayor
Volumen
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Volumen
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Ptas. 25.

I complectens Tractatus de vera Rellgione, de Scríptura. de Traditione, de Ecciesla ChrístI Ptas. 6,35
II complectens Tractatus de Deo uno ac trino et de Dio creante
» 6,35
III complectens Tractatus de Verbo incarnato, de Graba Christl et de Virtutibus Infusls » 6,35
IV complectens Tractatus de Sacramentls et de N o v i s s i m i s ..................................» 6,35

A d v e r t e n c ia s . — Todas estas ediciones se hallan sólo en la Sociedad E d ito ra In te r ’
nacio n al p ara la d itu s ié a de la B uena Prensa, Corso R eg in a M a rg h e rita Í7 4 ’ I76,
T u rin ( It a lia ) , a la cual deben dirigirse los pedidos acompañados de su importe. - E l precio
del franqueo está calculado para cada volumen. — Se hacen rebajas tansolo para los grandes
pedidos. Los gastos de envío son a cuenta del comprador.
Las rebajas son sobre e l precio dcl
libro, no sobre el franqueo. — D e la rebaja disfrutan los Seminarios, Colegios, Institutos.

E n e r o de 1920

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Boletín Salesiano
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Turín — Via Goltoicngo N. 3 2 .

S U M A R IO .
Carta del Rdm o. S r. D . Pablo A lbera a los Sres. C oo­
peradores S a le s i a n o s ............................................................. 3
Flores de nuestro jardín...........................................................12
B ib lio g ra fia .................................................................................16
De n u b s t r a s m i s i o n e s : Excursiones apo-Jólicas a
lo largo de los aQuentes del Rio N egro Brasil).
Relación de Mons. Lorenzo G iordano Pref. Apost. 17
C u l t o d e M a r í .a A u x i l i a d o r a ; F iestas T itu lares:
Habana, Puerto N atales, L e b r i j a ...................................23

. ................................. 25
e l m u n d o s a l e s i a n o : España.- M adrid, G e ­
rona — A m érica : Lim a, Bahía B la n ci, Buenos
A i r e s .......................................................................................... 28
Tesoro e s p i r i t u a l ...................................................................... 3°
Necrología: Salesianos difuntos — R do. D ., Pedro
Rosm ini - D a E nriqaeta Alais de V iv o t - lim o. Sr.
D r. D . José G . Rom ero - D a Asunción M artínez
R i n c ó n ...................................................................................... 3 >

G racias de M aría A uxiliadora
Por

D. PABLO ALBERA
a lo s C o o p e r a d o r e s y C o o p e r a d o r a s S a l e s i a n a s
Turín, I de enero 1920.

Beneméritos Cooperadores
y Cooperadoras:
)L echar, al cabo de cada año,
una m irada sobre el camino
andado por nuestra O bra du­
rante él, dos sentim ientos nacen siem ­
pre y se apoderan de mí ánimo y lo
embargan por e n te ro : uno de m aravilla
y asombro, al abarcar de un solo vis­
tazo el cúmulo de bienes y m ercedes
grandes, con que ha sido favorecida la
Obra S alesian a; el otro, de hum ilde y
vivísima gratitud y reconocim iento a
Dios N uestro Señor, de cuyas benditas
manos nos viene todo bien, y a vo s­
otros, benem éritos C ooperad ores y p ia­
dosas C ooperadoras, que sois los án­

g e les visibles y m ensajeros de la Pro­
videncia divina.
T a les afectos hem os debido probar
una vez más este año, pero con tanto
m ayor intensidad y viveza, cuanto ma­
yores han sido las gracias y favores
recibidos. B astará exponer breve y su­
cintam ente las em presas que han aco­
metido y llevad o a cabo los Salesianos
e H ijas de M aría A u xiliad o ra durante
el pasado año de 19 19 para que vos­
otros mismos os deis cuenta y razón
de lo que d igo, y me ayudéis a ben­
decir y tributar acciones de gracias a
la Providencia divina.
U n año hace apenas que ha cesado
el fragor de las a rm a s: la vida pública
y social hállase perturbada por conti­
nuas convulsiones, sin que llegu e a
entrar definitivam ente en sus cauces
norm ales y ordinarios, y graves apuros

— 4
y estrecheces económ icas siguen pesando
sobre casi todas las. naciones del mundo.
— A h o ra bien : a pesar de todas esas
dificuldades, los Salesianos y las H ijas
de M aría A u xiliad ora han podido m an­
tener eu pie y con su acostum brado
esplendor y íiorecim iento todas las obras
anteriorm ente em p ren d id as: no sólo,
sínó que adem ás han abierto las puertas
y visto repoblarse de alumnos las casas
requisadas durante la guerra, y han
acom etido el establecim iento y íundación de otras nuevas. Son alrededor de
sesenta las nuevas fundaciones de que he
de dar cuenta en esta mi ca rta: y muchí­
simas más las dem andas que se nos
han dirigido desde diversas naciones,
pero apoyadas con tan vehem entes ins­
tancias y aprem iantes razones, que no
sin gran dolor y pena hem os debido
desatenderlas, por no disponer de per­
sonal suficiente para todas ellas. D e ­
cidme ahora, si no es esto una clara
y patente m uestra de la tierna y m a­
ternal solicitud con que nuestra amada
A u xiliad o ra sigue velando sobre una
O bra, que es totalm ente suya, y si no
nos hemos de sentir m ovidos y espo­
leados a trabajar con m ayores bríos.
N o es este el único m otivo, que te­
nemos, de bendecir y ensalzar a la
V irg en . Juntamente con las innum era­
bles relaciones, (pie a diario nos llegan,
de m ercedes y favores concedidos por
ella a nuestros bienhechores, recibimos
tam bién otras muchas de gracias atri­
buidas a la intercesión de nuestro V e ­
nerable Padre D on Hosco, y son tales
y tan tas,q u e dem uestran palm ariam ente
cómo la intervención sobrenatural que
tan grande parte tuvo y tan manifiesta
en el origen y desarrollo de las O bras
Salesianas. sigue todavía hoy influyendo
eficazmente en su existencia y floreci­
miento. ¡O h ! sea nuestro prim er cui­
dado y em peño el de m antenernos fieles
y conservar íntegro y sin m enoscabo el
espíritu de D on H o sco: pongam os nues­
tros pies sobre sus mismas pisadas

dedicando por entero nuestras fuerzas,
cuanto som os y valem os, a la salvación
de la juven tud ! Si esto hacemos, las
bendiciones de D ios, como una vez más
nos ha dicho el P adre Santo, no nos
faltarán jamás.

A los Pies de Su Santidad.
E l 30 de noviem bre últim o pasado,
cúpom e la dicha de prostrarm e a los
pies del Papa B enedicto X V , que se
dignó acogerm e con afable y risueño
sem blante y entretenerm e largamente
en audiencia con particular bondad.
O yó su Santidad con singular satis­
facción y contento los decididos pro­
pósitos que abrigan los Salesianos y
C ooperad ores, de contarse, a ejemplo
de D on Hosco, entre sus hijos más
aficionados y devotos. Certifiquéle al
A u g u sto V ica rio de Jesucristo que en
todas y cada una de la s C asas Sale­
sianas se ruega por él, podiendo añadir
que la « F iesta del Papa > se celebra
con fervor y entusiasm o crecientes, no
sólo aquí, sino tam bién en' las casas
de A m érica; de lo que Su Santidad se
enteró con placer, por el bien y pro­
vecho que de tal fiesta se sigue para
las almas. D espués se dignó manifes­
tarm e su paternal com placencia y pa­
rabienes, por el esfuerzo y buena vo­
luntad con que los Salesianos e Hijas
de M aría A u xiliad o ra trabajan en el
servicio de nuestro S e ñ o r: se mostro
altam ente com placido y e lo g ió los ex­
celentes servicios prestados por nues­
tros C ap ellan es m ilitares y la firmeza
y constancia en la vocación que han
m ostrado los dem ás Salesianos movili­
zados, al dejar el cuartel y tornarse deci­
dida y fervorosam ente al recogimiento
de la vid a religiosa, venciendo por se­
gunda vez los p eligroso s atractivos del
mundo.
L as noticias referentes al desarrollo
de nuestras C asas, im presionáronle muy
agradablem ente. M erecióle una especial

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alabanza la actuación eficaz d é lo s O rato ­ guerra, la noble y gen erosa iniciativa,
rios Festivos, y es mucho lo que se pro­ acogid a y secundada con filial y uná­
mete de las N orm ales de m aestros que nime entusiasm o por los alumnos de
dirigen los Salesianos e H ijas de M aría todas las C asas Salesianas y las Alum Auxiliadora, pues de ellas espera que nas y Exalum nas de las H ijas de M aría
han de salir muchos educadores, form a­ A uxiliad ora, habría tenido solem ne y
dos e imbuidos en el espíritu de nuestro feliz coronam iento en agosto de 1915,
Venerable Fundador. Supo con alegría al ocurrir el prim er centenario del na­
las recientes tundaciónes que hemos cim iento del V b le. D on Bosco.
Pero tam poco ahora faltará una ma­
hecho en la E uropa C en tral en bene­
ficio de los niños más n e cesita d o s: y gnífica oportunidad para la ceremonia
al bendecirnos a todos, Salesianos e solemne. E l espectáculo que ha de pre­
Hijas de M aría A uxiliad ora, alumnos, sentar la plaza de M aría A uxiliadora,
exalumnos y C ooperadores, díjonos que cuando, atraídos y guiados por un mismo
nos asegurarem os las bendiciones del y único afecto, se agruparán en torno
Señor, las cuales no faltarán ni dejarán del M onum ento de nuestro ínclito Fun­
de llover sobre nuestras O bras, mien­ dador los representantes de todas las
tras perm anezcam os fieles al espíritu naciones donde existen C asas Salesia­
de Dom Bosco.
nas, aparecerá a la faz del mundo en­
Este pensam iento y recom endación tero como el anuncio de un program a.
del Padre Santo, es de grandísim o peso, A s í com o nuestros Exalum nos, por en­
amadísimos Cooperadores. Porque, se­ cim a de todas las tendencias y rivali­
gún se desprende de la vid a de los dades políticas, se darán cita y acudirán
Santos, D io s señala y fija a todos los desde los más lejanos puntos y opuestas
Fundadores de C o n gregacio n es religio­ direcciones para alinearse alrededor de
sas, el camino que han de recorrer; y lo estatua de A q u el que vertió raudales
la H istoria E clesiástica atestigua y de­ de luz en sus inteligencias y llam as de
muestra que el bien y ven taja que a- caridad en sus corazones, así también
carrea un Instituto religioso al pue­ los pueblos, todos a una sedientos de
blo cristiano, está en razón directa de paz, verán que de igual modo pueden
la m ayor o m enor fidelidad de sus unirse y darse el abrazo de paz y fra­
miembros en guardar vivo e inalterable ternidad, un día no lejano a los pies
de la Cruz. Pero en vano se espera
el espíritu de su Fundador.
que torne al mundo la tranquilidad y
el sosiego, mientras no brille y res­
{Sigamos en pos de Don Bosco!
plandezca sobre él la luz del E vangelio
L a inauguraci67i del Monumento a y la caridad d e N uestro Señor Jesu­
Don Bosco. — Congresos Salesianos In ­ cristo. ¿ Y cuál otro fué el ideal de D on
ternacionales. — H éos aquí una ocasión Bosco, sino conducir todos los hombres,
excelente de reflexionar e insistir se­ y particularm ente la juventud, a Jesu­
riamente sobre el pensam iento antes cristo para la restauración de la socie­
dicho. E l 23 de m ayo, D io s me­ dad? T a l debe ser también y no otro,
diante, se inaugurará aquí en Turín, el program a invariable de sus segui­
delante del Santuario de M aría A u x i­ dores y discípulos.
M uy acertada, pues, auduvo la C o ­
liadora, el M onum ento que los E x ­
misión
ejecutiva del Monumento, pre­
alumnos Salesianos, reunidos en C o n ­
greso Internacional e l año 1 9 1 1 , resol­ sidida por el ilustre adm irador de D on
vieron erigir a su M aestro, Bienhechor Bosco, y distinguido Senad or señor
y Padre. D e no haber sobrevenido la Conde E u g e n io . R ebaud en go, al deter-



minar que el acto solem ne de la Inau­
guración fuese precedido por la cele­
bración contem poránea de los varios
C on gresos Salesianos Internacionales,
los cuales serán en los días 20, 21 7 2 2
de mayo, esto es, el V III C ongreso
Internacional de Cooperadores, que se
subdividirá en tres secciones especiales;
de sacerdotes, caballeros y señoras; el
II C o n greso Internacional de Exalum nos
de Institutos S a lesia n o s: y el II C o n ­
greso Internacional de Exalum nas de
las H ijas de M aría A uxiliadora.
C ad a uno de estos C ongresos se .de­
dicará por separado al estudio de di­
versos asuntos relacionados con los
deberes y andam iento de la asociación
co rresp on d ien te: y se tendrán también
asam bleas gen erales, en las que inter­
vendrán todos los congresistas. E s mi
ardiente deseo, que así en las sesiones
parciales como en las plenarias, se bus­
que el modo práctico de apropiarse a
sí mismo y difundir y propagar entre
los dem ás el espíritu de D on Bosco.
Perm itid que lo diga otra vez, amados
Cooperadores: el progreso y floreci­
miento de la O b ra Salesiana andará
siem pre parejas con nuestra adhesión
y estrecha fidelidad a los ejem plos
y enseñanzas de nuestro V en erab le
Fundador y Padre.

NUEVAS FUNDACIONES.
T ócam e ahora daros una breve re­
seña de las muchas fundaciones a que
han dado cim a los Salesian os e H ijas
de Marta A uxiliadora, durante el p a ­
sado año.

I. — De los Salesianos.
E uropa lleva este año la m ayor parte
de las fundaciones Salesianas. D e ellas
seis corresponden a Italia, todas enca­
minadas a la cristiana crianza de la
juventud. H élas a q u í: Un « O ratorio
F estivo » anejo a la iglesia de San

6

S a b a s en R om a; el « Patronato de
L eón X III » en Venecia; el < Instituto
de Sta. C la ra > en Palerm o; el « Ora­
torio de la V icto ria » én A sti; el < Ins­
tituto Salesiano » en R im in i; y la
« G ranja A g ríco la » de Montechia^-iigolo^
jun to a Parma.
U n número bastante m ayor de fun­
daciones se em prendieron para acudir
al rem edio y socorro de la necesita­
dísim a niñez de la E urop a Central,
cuya grave situación ha hecho conocer
al mundo la últim a E ncíclica del Papa.
L a resucitada Polonia ha visto esta­
blecerse los Salesianos para atender a
diversas obras en seis poblaciones: en
Rósanystok (Grodno) nos hem os encar­
gad o de una Parroquia y un grande
establecim iento, capaz para 700 mu­
chachos, de E scuelas profesionales y
agricultura; en Aleksandrów^ hemos to­
mado otra Porroquia y un colegio de
2“ enseñanza de 300 a lu m o s: en Varsovia, una iglesia pública que lleva anejos un externado con escuelas popu­
lares y unas E scuelas profesionales; —
en Cracovia., una cuarta Parroquia y un
O ratorio F estivo : en Prz^mysl, un Hos­
picio para niños pobres y desam para­
d os: y por último, en K lecza-D olna,
se ha establecido un Sem inario y Casa
de estudios para la formación del per­
sonal salesiano. ¡ B en diga el Señor la
tradicional religiosidad y alivie los su­
frim ientos de esos nobles y generosos
pueblos 1
Un tercer centro y foco de expan­
sión salesiana ha aparecido en Baviera.
C onform e os anuncié ya el pasado año,
abrim os en VVurzburgo
pensionado
para jóvenes artesanos con un O ratorio
F estivo adjunto, que es el centro del
movimiento y vida juvenil de la ciudad.
Por el tenor y estilo de este, hemos
aceptado otros cuatro establecim entos
en Freyung, Pasan, G raz y Bainberg.
E n fin, hem os abierto otra casa en Munichi igualm ente destin ada, a la edu­
cación religiosa de la juventud.

— 7 —

No podíamos en manera alguna per­
manecer indiferentes e insensibles ante
las urgentísim as y lastim osas necesi­
dades de los niños de A u stria y Hungíra. Y a en tiem po de la guerra a ins­
tancias. del Emmo. C ard. A rzobispo de
Viena, la autoridad municipal había
puesto bajo el cuidado de los Salesianos y confiádoles la dirección de un
Colegio abierto por el G obierno para
los hijos de las fam ilias fugitivas de
los territorios asolados por la guerra.
El desorden e indisciplina que re i­
naba en el establecim ento desapareció
en el mismo punto y hora que comenzó
a regir y se puso en práctica el sis­
tema educativo de D on Bosco. E ntre
sus ciento sesenta alumnos en muy
breve espacio de tiem po se obtuvo
cierto número de com uniones diarias,
que poco después alcanzaron a la cifra
de sesenta y aún ochenta: y cuando
hubo que cerrar el colegio vein te de
esos muchachos pidieron ingresar en
nuestra Pia Sociedad, de los cuales
ocho han visto ya satisfechos sus anhe­
los, al ser enviados a Italia para com­
pletar sus estudios en el Sem inario de
Vocaciones E xtran jeras de V alsálice
(Turín). E ste feliz y venturoso ensayo del
sistema educativo de D on Bosco, trajo
como resultado el ofrecim iento y acep­
tación de otros dos establecim ientos
en dos barrios de la referida c a p ita l;
un Instituto correccional de niños en
V ien a ^ X V III y un O ratorio Festivo
con aneja iglesia pública en VietiaSiadlau.
En H ungría se abrió un O ratorio
Festivo con los prim eros cursos de
Humanidades en N yergesnjfahi y otro
Oratorio se inausfuró en Lubiana-M oste.
(Yugoslavia).
Per últim o, cediendo a los vivos de­
seos e instancias de nuestros H erm anos
y C ooperad ores irlandeses, el 8 de di­
ciembre últim o, se dió principio a una
Granja A g ríco la en Copseioood-Palleshenry, jun to a Lim erich .{Irlanda).

T a le s han sido las nuevas fundaciones
realizadas en E uropa por nuestra Pía
Sociedad.
E n el N uevo M undo hay que contar
dos, am bas a beneficio de los pobres
em igrados: un « O ratorio F estivo » en
Crítzeiro, jun to a Lavrínhas (Brasil) y
una C asa de estudios en N ao-R ochelle
(Estados U nidos de N . A .).
O tro cam po de expansión y desen­
volvim iento, muy notable y consolador .
por cierto, tuvo nuestra O bra en la
C hina. Según se dirá más despacio y
cumf)lidamente en este B oletín cuando
la ocasión se ofrezca, el lim o. Mons.
de G uébriand de las M isiones E xtr. de
París y V icario A p . de Cantón, obede­
ciendo a una indicación de la Santa
Sede, cedió gustosam ente a los Salesianos una porción de su vastísim o V i­
cariato, portándose con tal m agnanim i­
dad y delicadeza, que no se borrará
jam ás de nuestro corazón. Refierom e a
la nueva Misión Salesiana, recién em­
prendida al norte del K u an g -l^ in g, que
se extien d e y abarca los confines p o ­
líticos de una provincia gubernativa tan
extensa como B élgica y con una pobla­
ción de dos millones y medio de almas.
M erced a dos expediciones, de M isio­
neros, efectuadas en 1918 y 19 19 , he­
mos podido establecer residencias en
los once distritos, en que se divide la
P rovin cia: así que, son once los nuevos
cantros salesianos abiertos en China,
desde los cualas se elevarán diariam etc
fervientes plegarias al cielo por todos
nuestros bienhechores.
A h í tenéis el d esarrollo y ensancha­
miento que ha tenido nuestro cam po de
trabajo: bien podem os bendecir y alabar
por ello a D io s N uestro Señor!

n. — De las Hijas de María Auxiliadora.
E sta Institución, que el V b le. Bosco
fundó para educar y formar en la piedad
y virtudes a las niñas con igual mé­
todo y bajo las mismas normas que



8

emplean los Salesianos con los mucha­ giendo numerosos huerfanitos de uno y
chos, principalm ente m ediante los O ra­ otro sexo, víctim as inocentes de la guer­
torios Festivos, y puso bajo la protec­ ra, en cinco nuevos a silo s: en Bova
ción de nuestra común Patrona, tam­ (R e g g io Calabria), — Camníarata (Girbién dió durante el pasado año mue­ genti) — Palerm o — Trem estieri (Mestras de exuberante vitalitad y lozanía. sina) y P e g li (Genova), y en su Casa
Sin aflojar un punto ni alzar la principal de Ttirin. E n ésta son cin­
mano de ninguna de aquellas em presas cuenta las huerfanitas recogidas; y cada
de urgente asistencia material y moral ju eves es un espectáculo en extrem o her­
que aconsejó la guerra, el Instituto de moso y consolador el que ofrecen esos
las H ijas de M aría A u xiliad ora no sólo inocentes angelitos rezando juntam ente
pudo atender a todas sus obras ya exis­ con nuestros huérfanos a los pies de
tentes, sí que también alargar su acti­ M aría A uxiliad ora, encom endando a
vidad y poner mano en otras nuevas D io s a sus queridos difuntos y pidiendo
y cooperar así eficazmente a la restau­ la recom pensa de celestiales mercedes
ración cristiana de la sociedad, m e­ para sus bienhechores.
A l asilo de huérfanas de Trem estíeri
diante la educación religiosa de la mujer.
va
unida « una E scuela de amas de
En Roma, a más de las seis casas
({ue ya tenían con un total de más de casa» bastante concurrida; y al de
tres mil muchachas, las H ijas de M aría P e g li está adjunto un pensionado para
A u xiliad ora han abierto en la barriada señoras, que desean pasar una tempo­
del Tcstaccio una nueva Escuela profe­ rada en la marina.
O tras dos casas fundaron también en
sional para jóvenes obreras, y en la de
San Sabas, un O ratorio F estivo, verd a­ Italia, que si bien tienen un objeto algo
dera arca de salvación para otros mu­ diverso de las anteriores, miran siempre
chos centenares de joven citas abando­ a los más elevados in tereses: tales fue­
ron un Sanatorio en A sti; y una « C o ­
nadas.
M erecen mención aparte las Escuelas lonia M arina» en Ancana.
Por lo que toca a fuera de Italia, las
Profesionales, con un jardín de la in ­
H ijas de M aría A uxiliad ora efectuaron
fancia y O ratorio Festivo, que se han
abierto en N ovara-Cittadella, por vo ­ dos nuevas fundaciones en E spaña y
luntad e iniciativa del Prelado de esa otras dos en la A rgentin a.
En E spaña abrieron en Fórrente
ciudad: en Tornaco, lugar de la misma
p ro vin cia ; en San N icolás de Ferrara: (Valencia) el < Patronato del Sdo. Co­
en Robbiate y Comerlo (Com o): caluro­ razón » para tutelar, educar e instruir
sam ente apoyada ésta última por el a un gran número de niñas pobres;
Exem o. Señor A rzobispo de V ercelli. y en A lella , cerca de Barcelona, se
N uevos establecim ientos, para educar encargaron de una Escuela Parroquial
cristianam ente a las hijas del pueblo, y O ratorio Festivo, muy frecuentado.
han tenido efecto en A lb a , — Piedi- En la A rgen tin a se abrió un E xternado
monte Etneo (Sicilia), — San Giovanm con Escuelas y O ratorio en Ensenada
la Punta (Catania) y Senise (Potenza). (La P la ta ): y en B ahía B lajica un C o ­
En M asillo d i Sopra se encargaron leg io de Señoritas N orm alistas, equi­
de un pensionado para mozas obreras. parado a los establecim ientos g u b e r­
No paró ahí el caritativo celo de las nativos para los efectos académ icos, del
H ijas de M aría A u xiliad o ra : sino que cual se espera saldrán muchas excelen­
con noble y generoso arranque, que a tes m aestras y educadoras cristianas
buen seguro les ha de valer particulares para bien de aquella noble y hospita­
bendiciones de D ios, siguieron reco­ laria nación.

i

— 9 —
Y todas estas nuevas casas de las
Hijas de M aría A uxiliadora, ¿por ventura no son otras tantas prendas de la
solicitud y ciudado exquisitos con que
la Providencia divina vela sobre la
Obra de D o n Bosco?

y propagar en el seno de la sociedad
el espíritu de D on Bosco y hacer mas
útil y provechosa la C ooperación Salesiana. Proponeos desde ahora, j oh
am ados Cooperadores y celosas Cooperad orasj de adoptar esas resoluciones
y apropiároslas y ponerlas por
obra.
Por lo pronto, permitidme,
que a ejem plo de Don Bosco
y D on Rúa, os indique y reco­
m iende a vuestra caridad dos
obras de im portancia suma.
L a primera es el Templo c|ue
hem os determ inado levantar aquí
en T urín en honor de
A dolescente y de la Sagrada F am ilia
^;¡r*
para que sea en el transcurso
de los siglos una invocación
perenne y una prenda que atraiga
y asegu re las benediciones del
cielo sobre los Salesianos y las
H ijas de M aría Auxiliadora, para
que puedan cumplir fructuosa­
mente su misión en favor de
m
juven tud que tienen encomen
dada a sus cuidados, y sobre
vosotros para que ofrezcáis a la
M
taz de la sociedad entera el
ejem plo edificante de las fami^ ''
cristianas. E s una obra ésta
en que tengo grandíssím o em ­
Ir
peño : por lo que, al paso que
reitero las más expresivas gra­
cias a los que ya han enviado
su ofrenda, ruego hum ildem ente
a los dem ás que se sirvan imi­
El Ttm plo Nadoiul-Expistorío del Sdo. Corazón de Je»ds
que se está construyendo en el TIbCdabo (Barcelona)
tarles.
G racias a vuestra caridad,
( h í a q u t t a o b o c t t o d t l A r q . D . E . S ti/r n t e r /
el año pasado pudo dejarse d ecente­
mente arreglad a la capilla provisional
Propuestas y recomendaciones.
y tapiar en un buen trozo, el terreno
Justo es que a tantas bondades y del adjunto O ratorio F estivo, que con­
finezas por parte de nuestro S eñ o r, tinúa su provechosísim o apostolado a
respondamos de la nuestra con mayor f^^or de la juventud de la populosa
generosidad, trabajando con redobla­ barriada. E ste año confiamos poder
dos bríos y ardor para g lo ria de D ios echar los cim ientos del sagrad o edificio.
A nuestros C ooperadores y am igos
y la salvación de las alm as. L os C o n ­
de
E spaña debo recordar adem ás el
gresos fft-óximos venideros señalarán los
com
prom iso de honor y de amor que
medios más a propósito para difundir



tenem os contraído con el Sacratísim o
Corazón de Jesús de levantarle a poder
de sacrificios y privaciones el grandio­
sísim o trono de la cumbre del Tibidabo. Mucho se ha hecho ya, pero ahora
se ha puesto mano en la parte n-^ás
im pórtente y vistosa de la O b ra. E l
Papa no hace mucho nos ha animado
con su palabra y ejem plo. H a y que
propagar y hacer conocer la herm osa
em presa: todos los que aman al Sdo.
Corazón tomarán parte gustosos en
ella; hagám onos de esto un deber, y
una consigna.
L a segunda recom endación que d i­
rijo a todos muy ahincadam ente es de
acudir en socorro de nuestras M isiones.
Y a he tocado más arriba la nueva M i­
sión que hem os acom etido en China.
Pero urge adem ás tender la mano a
rem ediar las necesidades de nuestras
m isiones de M atto Grosso y R io N egro
del B rasil;, y del V icaria to A p . de
M éndez y G ualaquiza (Ecuador) y afian­
zar los frutos alcanzados hasta ahora
en el V icariato A p . de M agallanes.
M ás os d iré: la San ta S ed e acaba de
encom endar a la hum ilde Socied ad Salesiana una nueva misión en el Chaco
Paraguayo. Cierto estoy que nuestro
V en erab le Padre D on Bosco, cuya cari­
dad y celo no conocía lím etes, sinó que
abrazaba el mundo del u n o a lo tro co n fín ,
debe regocijarse y recibir soberano con­
tento de ver dilatarse tanto el campo
de los hijos de su corazón: pero tam­
bién os confieso, que considerando las
gra ves responsabilidades, que nos hemos
asum ida delante de D ios y de la Ig le ­
sias, siéntom e desfallecer y sin aliento
y me p r e g u n to : ¿ Cóm o podrán los
Salesianos acabar y dar cima a tam a­
ñas em presas? Por sí solos, de ningún
m odo: siem pre necesitarán, muy am a­
dos C ooperadores, de la m erced de D ios
y de vuestra caridad.
A im plorar esta caridad ayúdam e
con providencial oportanidad la palabra
a u g u r a del Padre Santo. E l Papa B e­

10



nedicto X V , en su Carta Apostólica del
30 de noviem bre pasado, acerca de la
Propagación de la P'e en todo e l mundo,
— documento preciosísim o, que rebosa
celo y celestial sabiduría por todas sus
letras — Índica y recom ienda tres modos
de auxiliar a las M isiones C atólicas:
— A tres linajes, escribe Su Santidad,
pueden reducirse los socorros con que
se ha de acudir a las M isiones, y que
los M isioneros reclam an con insistencia:
1) E l prim ero, está a l alcance de
todos, y consiste en atraer sobre ellas
las divinas m isericordias por medio de
la oración. E stériles y sin provecho serán
los trabajos del m isionero, si no les
comunica eficacia la gra cia divina: cla­
ram ente lo enseña San Pablo : « Yo
planté, A polo regó, pera-D ios fu e quien
dio e l crecer y hacer fr u to > (I C or. III, 6).
P ara alcanzar de D io s esta gracia
no hay más que un cam ino, que es
p erseverar en la oración hum ilde y fer­
vo ro sa : pues que E l mismo ha dicho:
« Cualquier cosa que pidieren, les será
otorgada p or m i Padre'» (M a t.X V III,iQ ¡.
N o puede caber duda alguna de que
han de ser escuchadas tales oraciones,
por tratarse de una cosa tan excelsa y
tan agrad able y acepta a los ojos de
D ios. Por lo cual, así como en otro
tiem po M oisés desde la cim a del monte
im petraba con las m anos levantadas
hacia el cielo el auxilio divino en tavor
de Israel en lucha contra A m alee, del
mismo modo los cristianos todos con
sus oraciones y plegarias han de venir
en ayuda de los pregoneros del E van­
gelio, m ientras éstos derram an sus su­
dores en el cam po del sagrad o minis­
terio ».
A tal fin el Papa recom ienda el A pos­
tolado de la oracón, confiando < que
nadie se ha de n egar a entrar en él,
antes por el contrario, todos querrán
tener parte, sinó por los hechos, alme­
nes por el celo, en las arduas empre­
sas del a p o sto la d o .»
,
2) L o 'segundo, sig u e diciendo el

Papa, es metiester rem ediar y suplir la
escasez de m isioneros, la cual, si era
ya notada y sentida antes de la guerra,
hase agudizado mucho más después de
ésta, hasta el extrem o de que en muchas
partes de la viña del Señor faltan total­
mente los cu ltiv a d o re s.»
A este punto, el Papa d irígese a los
Obispos y díceles que harán obra santa
y altamente provechosa para la religión,
si tratan de iom entar y prom over entre
los aspirantes al sacerdocio, la vo ca­
ción para las m isiones extranjeras,
entre los que den señales de ella: y para
alentarles a ello, hácese eco de unas
Palabras que mil veces pronunció D on
Bosco: « N o os engañen ciertas apa­
riencias de bien, o m iras humanas,
temiendo que redunde en m enoscabo
de vuestras diócesis, lo que déis a las

vado notablem ente sus necesidades,
pues ésta ha devastado y con ven ido
en ruinas, escuelas, asilos, hospitales y
otros institutos de caridad y benefi­
cencia. A pelam os, pues, con el m ayor
ardor a la piedad de los buenos y
generosos corazones, para que acudan
con larga mano y en la m edida de sus
faculdades al proveim iento y remedio
de aquellas. Y a que, quien iiene bienes
de este immdo y viendo a su hermano en
necesidad, ciei'ra sus entrañas para no
compadecerse de él, ¿ cómo es posible que
resida e?i é l la caridad de D io s? (I Joan.
3, 17). P alabras son éstas del A p ó sto l
San Juan, refiriéndose a la pobreza y
necesidades m ateriales del prójimo.
¿ Con cuánta m ayor fuerza apretará
en nuestro caso la santa le y de la ca­
ridad, pues que no sólo se trata de

S i c a d a uno de n u estro s C o o p erad o res y C o o p era d o ra s, bien de su s ah o rros,
bien de lim o sn ita s re co g id a s entre p erso n as a co m o d a d a s, lle g a s e a ju n tar siqu iera
un fran co ca d a m es, a l cab o del año p o d ríam os p a g a r la m a y o r p arte de n u estros
gastos y acom eter las m ás le v a n ta d a s e m p resa s......
D io s n o s bendiga a to d o s, am a d ísim o s m ío s, y nos dé poder h acer m ucho
bien m ientras tenem os tiem p o......
Vble. J. BOSCO.

misiones: por un m isionero que dejéis aliviar y socorrer a una mucliedum bre
partir, daráos el Señor muchos buenos sin número que gim e bajo e l.p e s o de
sacerdotes, que vigilen y trabajen con la m iseria y del hambre, sino también
santo celo por la salvación de vuestra y principalm ente, de arrancar innum e­
grey. > Y a los Sup eriores de O rd e­ rables alm as de la esclavitud del de­
nes religiosas y C o n g reg acio n es que se monio, para restituirlas y levantarles
consagran a las m isiones extranjeras, a la libertad de las hijos de D io s?...» .
aprémialos Su Santidad con ahinco: « a
A m ad o s C oo p erad ores y piadosas
que escojan y destinen para ellas la C ooperad oras, escuchad y acatad dócil­
flor y nata de sus subditos, es decir, m ente la recom endación del Papa. N o
aquellos religiosos que por su vida escatim éis vuestro apoyo a las obras
ejemplar, espíritu de sacrificio y celo instituidas a favor de las M isiones, tales
por las almas, aparecen verdaderam ente como la < Obra de la Pi'Opagación de
aptos para el penoso y déficil m ini­ la F e'* la < Obra de la Santa In fa n cia »
sterio del apostolado. >.
y la « Obra de San Pedro * que mira
3)
M as para sostener las Afisiones, a la formación de C lero indígena en
añade el V icario de Jesucristo, requié- las respectivas m isiones. L o s sacerdo­
rense adem ás recursos m ateriales nada tes no vacilen en inscribirse a la
< Unión M isionera del C le r o * , com o
escasos y ahora más que nunca, ya que
por efecto de la guerra, se han agra- desea el Sum o Pontífice. Pero tam bién



debo suplicaros ahincadam ente que so­
corráis a las M isiones Salesianas por
los tres modos antes indicatos: también
ellas han m enester de plegarias, de
muchas y buenas vocaciones y de re­
cursos m ateriales, j Q ué pena da leer
las continuas dem andas de auxilio de
nuestros m isioneros sin poder darles
satisfacción y cumplimiento !
¡ 1 la g a el Señor que estas recom en­
daciones mías, apoyadas eficazm ente
por su gracia, sean atendidas y secun­
dadas en la medida ([ue pide la ne­
cesidad !

Conclusión.
Am adísim os C o o p erad ores: mis po­
bres oraciones, las de los Salesianos
e I lijá s d e M aría A uxiliad ora os im pe­
trarán del Señor toda clase de gracias
y mercedes, así para el tiempo como

Nuestros amigos y bienhechores pueden segura
ta marcha de nuestra obra, admirar sus hazañas
!• contemplar sus flores y frutos, leyendo mes tras
mes las páginas del Boletín. Pero esos frutos y
esas flores, las ven solamente de lejos a bulto .r
en montón; Por esto creemos que vendrá mnv al
caso y será del gusto de todos, que tomemos alguno
de esos frutos, de esas flores, ,v las presentemos
a nuestros amigos y lectores despacio y en delatie,
para que admiren y se recreen con sus exquisi­
teces, vistosidad y esplendor. Esperamos que ello
traerá aliento y consuelo al corazón de nuestros
bienhechores al ver hs buenos frutos que proaucen
sus sacrificios y Jarguezas: y al propio tiempo
¿quien sabef estos cuadros vivientes de virtud ,v
piedad acendrada, puede que prendan en alguna
alma v la guien a mejores pasos\ que, al fin, nada
hav que asi se pegue a tas almas j* las arrastre
al bien, como ¡os buenos ejemplos.
Se> dn .semblanzas de religio.sos, exalmnnos, coo­
peradores nuestros, cuya memoria in benedictione
esl; y cuyos sanios ejemplos no se deben dejar
perder. Tenemos en cartera varias de esas sem­
blanzas: hov comenzaremos a presentar la de un
joT>en 'iermano estudiante satesiatw. doctor encien­
das malemálicos. muerto en el campo de ¿Mtaila
dioanfe la tiltima guerra.
Misterioso presentimiento.
• Í..U noche del o de marzo de 1918. una mujer,
madre desolada de un solo hijo, se despenó

13



para la e te rn id a d ; pero mayormente
quiero certificaros para vuestro aliento
y consuelo de que todos nuestros alum­
nos, especialm ente los num erosos huerfanitos y los neófitos de los centros de
misión últim am ente establecidos, os
tienen presentes y encom iendan todos
los días sin falta a M aría Auxiliadora
a todos y a cada uno de vosotros en
particular, vuestras familias, vuestras
intenciones y propósitos.
R ecordadlos también a ellos en las
vuestras, sin olvidar a quien humilde­
mente se profesa
D e vosotros, benem éritos Coopera­
dores y C ooperadoras,
O bligadísim o siervo

con sobre.saito por un extraño ruido en la ven­
tana, como de per.son'a que pidiese permiso de
penetrar en la estancia.
— ¡Virgen Sma. exclamó al punto la triste
mujer, mi Juanito se muere I
Por tres veces se repitió la misteriosa llamada,
y, otras tanta.s la desolada madre repitió con
acento desgarrador i
— ¡Virgen Sma. que se muere mi Juanito!
Y ya no pudo dbrmir. Pasó la noclie rezando,
el corazón en ansias y el pensamiento fijo en su
hijo, soldado, que combatía en la lejana Macedonia. Cuando fué día, contó el caso a los
vecinos, a quienes conmovió más el dolorido
semblante que las palabras de la cuitada. Pero
una semana después, cuando el venerable se­
ñor cura del lugar llamó a la ¡)obre madre
para darle cuenta de una c a rta 'a ella diri­
gida, entonces hubo de repetir con abrumadora
certeza:
— ¡ Ha muerto mi Juanito...... mi Juanito ha
muerto!
Y asi era en efecto: la carta era portadora de
la tristísima nueva de la muerte de Juan, su
hijo único.
— Mamá, ¿ es ya la hora de la misa ?
Juan Miglio, Hermano estudiante salesiano.
doctor en ciencias, subteniente del 62 reg. de
infantería, murió el 9 de marzo de 1918 en
Macedonia. Esta muerte fué una de ¡as pérdidas

r

— n ~
más sensibles que hubo de sufrir la Pía Socie*.
dad Salesiana por causa de la gran guerra.
Era natural de Bellinzago, cerca de Novara;
Sus padres, de humilde posición pero cristianos
ejemplares, criáronlo en mucha piedad y en el
cumplimiento del deber.
Correspondió el niño a tan buena educación
con su claro y despejado ingenio y una admi­
rable docilidad.
Su madre recuerda con ternura, que en los
primeros años de la infancia» pretendía el niño
que su camita estuviese cerquita de la de su
madre para poder dormir con su manita unida
estrechamente a la de ella. ¿Quién diría con
que fin?... Para despertarse y levantarse al mismo
tiempo que su madre y poder así acompañarla
a misa. Ella que madrugaba 'mucho para sus
devociones y veia a su hijito demasiado flacucho
y delicado, no se atrevía contentarle ese deseo,
por temor de su ^salud: más luego que Juanito
acudió a esa industria, hubo de venir en ello,
para no verle llorar. No era posible desasirse de
su manita sin despertarle: y en abriendo los
ojos, el niño preguntaba al punto:
— Mamá, ¿es hora de ir a misa?
Y si ella se alzaba, alzábase é f también; y
sino, asíale la mano con más fuerza, y tornaba
a dormirse esperando la hora ansiada.
Añade la buena y piadosa madre, que la amable
criatura estábase toda la misa rezando con los ojue­
los fijos en el altar; y que tan pronto pudo alcanzar
al misal, comenzó a ayudar a misa, con mucho
contento y edificación de los fieles que la oían.
Los prAeros estudios.
Era Juanito de regular estatura; más tenia
ancha y despejada la frente, los ojos dulces, el
continente garboso y movido: era la admiración
y el encanto de todas las madres de Belinzago
donde cursó la primera enseñanza bajo la di­
rección de maestros buenos y cristianos.
Su celoso Párroco, Mons. Pattaroni, pronto
echó de ver la hermosa perla de muchacho que
era Juanito, y, puesto que conocía su inclinación
al sacerdocio, e.'tperimentó alegría y consuelo
grande, cuando supo que había ido a estudiar
en el Oratorio Salesiano de Turín.
Un compañero de infancia del virtuoso jovencito, refiere lo siguiente:
« Confieso que hube de sentir cierta envidieja
cuando al fin de nuestros estudios primarios, vi
a juanito partirse del pueblo para entrar en el
Oratorio Salesiano y continuar allí la realización
de sus dorados ensueños, al paso que yo hube
de acomodarme a los deseos de mi pobre madre,
quien privada de sostén por la reciente muerte
de mi padre y apretada por los crecientes gas­
tos, me buscó colocación en una panadería,
para que la aliviase con mi trabajo. Juntos pa­
gamos ios años de la niñez: él mostrábase más
serio, más formalito y arrimado a su madre: yo,
s« bien aparecía más tímido y apocado que él,
pero érame lo que se dice una buena pieza, pues
sin reparo escapaba de mi casa para ir a
solazarme con él en la suya.

Por dicha nuestra, ambos tuvimos maestros
excelentes y ejemplarísimos: pero de ellos, uno
sobre todos se granjeó el afecto y gratitud de
una multitud de muchachos, que actualmente
combaten bajo.la bandera de la patria: llamabase Guillermo Giovanelli, y era un hombre que
valía todo el oro, justo y honrado, cuya prernatnra e inesperada muerte puso en iludo a
toda la población. Recuerdo que en su entierro,
que fué una manife.stación pública y solemne de
afectuoso luto al maestro inolvidable, mi malo­
grado amigo Juan leyó un breve elogio fúnel)ie
del .difunto en presencia de una incontable
muchedumbre de pueblo: y al leerlo ¡niso en
su'Voz tales acentos de dolor, y supo hacerlo
con tan buena traza y muestras de sentimiento,
que .arrancó lágrimas a todas'las personas de
bueno y leal corazón. Ya entonces Miglio me
merecía toda la estima y le miraba con ojos de
veneración: reconociame inferior a él, y no me
pesaba ».
Eli el Oratorio. — « Amigos para siempre ¿verdad ? »
El i» de octubre de 1 9 Juan Miglio pasó
a Turín e ingresó en el Oratorio de S. Fran­
cisco de Sales, primera Casa fundada por el
Vble. Juan Hosco y cuna de la Pía Sociedad Sa­
lesiana. Era el año de la solemne y pontificia
Coronación de la Virgen Auxiliadora: los ecos
de tan glorioso y memorable acontecimiento
llenaban todavía el Santuario, las escuelas y los
claustros; y ese ambiente de piedad embriaga­
dora que se respira a los pies de la Virgen de
D. Hosco, penetró y empajjó bien pronto el co­
razón del nuevo alumno.
Desde los primeros momentos que puso los
l>ies en el Oratorio, Juan era ya salesiano de
corazón por sus ardientes deseos. Estos espo­
learon su actividad y diligencia de tal manera,
que en tres años hizo los cuatro cursos de hunianitlades con excelentes calificaciones. Seña­
lóse .sobre lodo por su buena conducta y espí­
ritu de piedad; y al igual que en sus primeros
años, hallaba sumo gusto en ayudara misa. Du­
rante el último año, iba todas las mañanas a la
sacristía, y cuando el Rdmo. Don Miguel Rúa,
nuestro venerado Superior, después de celebrar
salía a tomar el ligero desayuno, Juan iba a be­
sarle la mano sin falta. Cruzábanse las dos mi­
radas: la afectuosa del alumno con la tierna­
mente paternal del Sucesor de Don Hosco, como
si fueran las de dos amigos de muclios años: y
Don Rúa a veces le preguntaba:
— Amigos para siempre ¿verdad? A lo que el
ardoroso jovencito respondía: — Sí. Padre: por
siempre.
Y el 14 de octubre de igo6 Juanito recibió
y vistió la sotana de manos del mismo D. Rúa.
El religioso y amigo ejemplar.
No es nuestro intento ni es aquí el caso» de
referir punto por punto el intenso laborío de
stfrttidad que desde tai fecha fué realizando en
su interior el bisoño recluta Salesiano. Con todo,
es razón que consignemos, que por cuanto se

-

1

deja entender de sus cartas, el progreso y ade­
lanto que hizo en la virtud fué muy grande y,
casi diríamos, fuera de lo ordinario. A los veinte
años ligóse definitiva e irrevocablemente a la
Pía Sociedad Salesiana: y ya entonces sus de­
seos de apostolado eran gigantes; de suerte que
si se le hubiese dado proporción, hubiérase lan­
zado al campo del trabajo con todo el ardor de
su alma. Mas los Superiores, que conocían y
estimaban su mucha virtud, índole suave y a pacible y la gallardía y tenacidad de su talebto,
luego que terminó el bachillerato, matrículárónle
en la facultad de ciencias matemáticas de la
Universidad de Turín, donde, tras brillantes
ejercicios, alcanzó la borla doctoral.
Los estudios serios y abstrusos a que se aplitíó
con igual ardor que provecho, no fueron parte
para que aflojase un punto en su marcha ace­
lerada por el camino de la perfección. Apa­
recía cuidadoso y ejemplar en todo, al paso que
su corazón ardía y se abrasaba en el amor de
Dios y del prójimo. Era un dechado de piedad y
devoción: y no desperdiciaba ocasión alguna de
hacer merced y servicio a los demás, hallándose
siempre pronto a ello, como si de su propio
bien se tratase. A primera vista, hubiérasele
creído de genio timitjo y retraído; pero en rea­
lidad era su trato y conversación afabilísima y
agradable en extremo, como lo atestiguan sus
compañeros y condiscípulos, que cultivaron
con él cordiales relaciones de amistad, con verda<lero gusto y edificación de entrambas partes.
Las palabras que dirigía a sus amigos, aconse­
jaban, sacudían, consolaban.
«Dicesme, escribía a su antiguo condiscípulo,
de Hclinzago, que procuras darte trazas para hacer
algún bien a los .que te rodean. Bien está: pero
no veo, que para salir con tu intento, necesites las
dotes, que dices te íaltan: requiérese para ello y
basta tener un
corazón bueno* \ y el corazón
no sabe más que un camino: ¡ e l amor! *
Al mismo, a quien la obediencia había tras­
ladado a Inglaterra, anunciándole la partida
para las Misiones de Patagonia de un amigo de
entrambos, le escribía estas reflexiones:
« Ya ló v e s : andamos desperdigados por e¡
mundo: pero tengo para mí que en manera al­
guna quiere esto decir que estemos separados:
el espacio y el tiempo podrán separar los cuer­
pos, pero nunca las almas: ¿Estoy en lo cierto?
A menudo, viéneseme a las mientes el cantar
Óuc la Iglesia pone en boca de sus hijos, que
están en el cielo, la fiesta de Todos los Santos:
— € Tú ¡ oh .Señor! nos has redimido con tu
Sangre, y escogídonos de todas las tribus, len­
guas, pueblos y naciones; y has hecho de todos
nosotros una sola nación y pueblo». Atnigomio.
será un día de alegría y regocijo para ambos
a quel en que nos volvamos a ver: mas advierte, que
no seré vo el que corra detrás de ti con el dicciettario inglés bajo el brazo para entenderte.
Recomiéndote muy mucho que no te olvides de
nuestra hermosa Italia, y menos de tantos ami­
g o s’v personas amadas que te has dejado en
este viejo rincón de un viejísimo mundo..k -

4



• ¿Y ese país norteño, ¿es de verdad tal cual
nos lo pintan exóticas relaciones? ¿Son íundadas
las acariciadas esperanzas de una próxima con­
versión de esas gentes al catolicismo? — Tú te
has hecho ya uno de ellos, y pienso que por
ventora la Inglaterra tiene ya un trono en tu
corazón al lado de Italia, si no ya un poco más
arriba... ».
Y luego le pedía que le contestase con cartas
« algo más largas y cumplidas y llenas de esas en­
señanzas, que el camino del destierro, lo mismo
que el del dolor, suele comunicar a las almas».
— Y luego, para consolarle y alentarle a la
santa empresa, añadíale esta afectuosa conside­
ración: «Por lo demás, al volar mi pensamieuio
a tí, pienso también en la conocida visión de
nuestro Domingo Savio. j Quien sabe si te ha
escogido el Señor y destinado a que seas la
antorcha salvadora que, empuñada por el Sumo
Pontifice, debe romper y disipar las tinieblas
que envuelven a esa Isla de los Santos ! »
Soldado apóstol.
También para él sonó la hora de dar un adiós
y alejarse dq aquellas Casas,- dentro de cuyos
muros había hecho cuenta de pasar y concluir
en paz sus días.
Sobrevino la guerra: y nuestro piadoso Her­
mano hubo de trocar la sotana, por el uniforme
militar, sin que le valiese su débil y flaco or­
ganismo ni el ser hijo de Wiadre viuda desva­
lida. Al entrar en filas, aunque sus títulos aca­
démicos le daban derecho a lucir algunas e.strellas
en la bocam ^ga, prefirió quedarse en soldado
raso. A brazó* a la nueva profesión con ánimo
alegre y resuelto, pues decía; — Ella será para
mí un deporte y una excelente ocasión de hacer
algún bien. Claro está que en Val.sáUce o en
el Oratorio estaría mejor, mas lo verdaderamente
mejor es cumplir el propio deber.
En otoño de 1915 se le destinó al Cuartel
« San Juan » de Luserna, en los Alpes.'^para
prestar asistencia, en calidad de enfermero, a
ios prisioneros de guerra. Participaba su saii.*!facción a los Superiores con una carta, que
respira piedad, mortificación y humildad; —
« Estoy bastante bien, escribía; a más, si com­
paro mi suerte con la que les ha cabido a tantos
otros Hermanos soldados, tengo sobrados mo­
tivos para dar muy rendidas gracias a l . Señor,
que me trata con el amor y suavidad que pide
mi debilidad y flaqueza. Tengo comodidad y
holgura para comulgar y oír hasta dos misas
todas las mañanas. Por la tarde voy a rezar el
rosario en la parroquia, delante el Smo. Sacra­
mento de manifiesto, como es piadosa costumbre
en este mes de octubre. Los señores curas de
los pueblos comarcanos, guárdannos toda clase
de consideraciones y muéstranse bastante gene­
rosos y caritativos en la hospitalidad y cristiana
-cortesía. Pero sobre todo debo un gran tributo
de gratitud a las buenas Hijas de María Auxi­
liadora, cuatro Hermanas benditas que se des­
viven por el bien -de ia.s almas y por ganarse
el cielo, en una fábrica de tejidos, distante un ^

i

— 15 —
cuarto de hora de nuestro cuartel. Esas buenas
Hermanas no sólo cuidan de mi ropa, sino que
han querido ayudarme también con otros muchos
socorros y finezas, que me tienen hondamente
conmovido. La caridad de nuestro Señor y el
espíritu de nuestro Vble. Padre son ñores tan
vistosas y fragantes, que donde brotan y florecen
tornan bella y agradable la vida más incómoda
y trabajosa.
« Ruégole me ayude a dar gracias al Señor
por todas estas mercedes y otras muchas que
me ha hecho, y a hacerme digno de ellas con
mi comportamiento, como de todo corazón deseo.
Procuraré no le falten de vez en cuando noti­
cias mías; pues, aunque esté lejos con la per­
sona, mi espíritu y mi corazón siguen viviendo*
en medio de mis hermanos, bajo la paternal
mirada de Don Bosco ».
Nuestro buen Hermano-soldado, cumplió fiel­
mente sus santos propósitos. La llama del apos­
tolado que de día en día se hacia más grande
y poderosa dentro de su pecho,-era también su
mejor alivio, su cotidiano sustento. El 21 de
diciembre escribía santamente alborozado : « ¡ Al
fin, he logrado eLpermiso de que los prisioneros
puedan tener misa al día de Navidad! ». En
efecto, siendo como era, estimado y apreciado
de todos, aún de sus jefes, nuestro hermano
pudo obrar un gran bien en Luserna.
De dónde provenía la paz y sosiego de su alma.
En marzo de 1917 Juan Miglio, que -había
sido trasladado a la ambulancia n. 167, tuvo
que salir de Italia y embarcarse para la Macedonia, adonde llegó el 3 de abril: mas tal con­
tratiempo no fué bastante pára turbar su sere­
nidad ni menguarle el fervor. « He llegado hoy
a Salónica, escribía. Tengo la mente toda ocu­
pada por el recuerdo del Apóstol, cuyas dos
epístolas dirigidas a los fieles de esta Iglesia he
leído durante el camino
Y allí se puso a
continuar con igfuál celo su empresa de caridad
y abnegación.
Poco tiempo después se le dijo que vendría
obligado a denunciar sus títulos académicos, y
a comenzar por tanto los estudios de oficial;
tamppco esto le desasosegó : « Echóme confiado
en los brazos del Señor, seguro de que ningún
mal me puede venir de Padre tan bueno ».
Y asi, poco después, comenzado ya el curso,
escribía: « Por ahora estoy bastante bien, y
conservo la alegría, según deseaba D. Bosco.
-A la bondad y verdadera caballerosidad de mi
Coronel, debo la dicha de poder oir la misa y
comulgar los días festivos. Consuélame este
pensamiento de San Pablo, que no se me aparta
de la mente: Diligeniibus Deum omnia cooperantnr in bonum >.
Una dulce queja.
Cuando hubo terminado el cursillo de oficial,
diéronle unos días de licencia, mientras espe­
raba el nombramiento, y vínose a pasarlos con
nosotros y a hacer una visita a su desolada
madre.

Durante ese tiempo nos edificó a todos con
su conversación seria, ardiente y apasionada por
el bien.
■ En ella solía mezclar la dulce queja de haber
encontrado a varios ex-alumnos nuestros, aficio­
nados si, y llenos de cariño para sus antiguos
superiores, pero flojos, remisos y descuidados
en las prácticas piadosas y deberes del cri.stiano.
Nuestros ex-alumnos, nos decía, poniendo
en sus palabras una santa complacencia, no se
avergüenzan ni empachan de acercarse a los
curas; no hablan mal ni desuellan a los curas:
pero hállanse bastantes de ellos, (y aquí el sem­
blante se le teñía de tristeza) que ya no sirven
al Señor! Eis menester trabajar más con ellos,
insistir mucho sobre este punto en todas sus
reuniones, para que vuelvan y se afirmen en la
práctica de los deberes del cristiano ».
Camino del Ideal.
Alcanzar el fin de su vocación y en ello tra­
bajar con denuedo y bríos hasta la muerte, tal
era el único cuidado y más vivo deseo de su
corazón. Luego que tuvo la promoción a sub­
teniente, partió de nuevo para la Macedonia y
desde allí escribió al Revmo. Sr. D. P. Albera
las siguientes confidencias;
« Ya sabe V. que me encuentro lejos del
amado asilo que en los años de mi juventud
fué el lugar de las bendiciones de Dios, donde
tantas veces se hizo oir a mi corazón. Mas tam­
bién aquí, en el desempeño de nii difícil cargo,
hallo tan buenas ocasiones de practicar las vir­
tudes que he aprendido de mis maestros, que
dificilmente las hallaré mejores; por esto estoy
firmemente persuadido que este trabajoso pe­
riodo de mi vida no será perdido para mi más
completa formación en las virtudes cristianas y
religiosas. ¡ Oh ! y qué bien comprendo ahora
lo que nos quiso dar a entender nuestro Divino
Maestro Jesús, cuando dijo, que no somos de
este mundo: que los que creemos en El, for­
mamos un pueblo nuevo; que debemos ser luz
y sal en medio de las tinieblas e insipidez de
los hombres ! Con toda verdad puedo asegurarle,
que los años que llevo de servicio militar han
aumentado en mi corazón los deseos de consa­
grarme enteramente al Señor, para ser admi­
nistrador de su palabra y de su gracia para la
salvación de todos los hombres. ¡ Cuán desco­
nocidas, menospreciadas y ultrajadas andan por
el mundo las obras de Dios! ¡Qué gran nece­
sidad hay de fe y fervor santo para asentar en
medio de los hombres el reino de D ios!
..
Por ahora no necesito de nada. Me las
arreglo muy bien con mis' camaradas. Conocen
mi particular modo de ver y mis opiniones: y
aunque no todos participan de ellas, con todo
las respetan, a menudo les rinden homenaje y
hasta me las envidian...
« Lo que más apenado me tiene es la absoluta
imposibilidad en que estoy de ir a misa y hacer
la comunión. Témome que así .como hube de
pasar la Inmaculada sin Pan, otro tanto me su­
cederá por .Navidad. Estamos lejos de toda po>

— i6 —
l)lacióii, en medio de un desierto, metidos en al año. — E l producto liquido de la revista, se destina
a las Misiones F ranciscanas de China.
las entrañas de la tierra... Por esto, amadísimo PaE l Propagador de las Tres Avemarias. —
ilre, creo que yo mas que nadie, teng’O derecho a
las migajas y mendrugos de la Mesa Común, para Revista mensual dirigida por los P.P. Capu­
que la gracia del Señor no me encuentre insu- chinos. — 7 otana (Murcia).
E s una linda rev.stilla, hermosam ente presentada, que
ficientemenie alimentatlo. ¿Cuándo será el día,
con estilo sencillo, popular y ameno, al fin com o cosa
que podamos a volver a nuestro puesto, a la netam ente franciscana, trata de propagar y difundir la
casa de la abundancia^ Por ahora nuestra con­ devoción a la Sm a. Virgen M aría, R eina de los Cora­
zones, inculcando especialm ente la práctica salvadora de
dición parécese del todo a la del hijo pródigo...
tres A vem arias diarias. Precios de suscripción; España,
Ayudábale a mantenerse en esas alturas de las
un año, 1,50 ptas. Extranjero 2,50 ptas.
paz y fe iinperturbahles la ternísima devoción
El Pilar. Semanario Católico. — Plaza del
que profesaba a María Auxiliadora : c Nunca
Pilar, 14, 15 y 16 — Zaragoza.
me ha cabido la menor duda, dice, que nuestra
Recomiéndase esta revista de un m odo especial a las
poderosa Auxiliadora nos (iispensa su palpable personas y familias devotas de N .tra Sra. del Pilar, a la
protección, dondequiera nos hallamos, y nos cual está consagrada pi iiicipalm ente. T ra e tam bién todas
las sem anas varios artículos piadosos y amenos, muy
cobija bajo su manto. También yo experimento
para ser pábulo espiritual de las familias. —
a cada instante los efectos de su bondad y ter­ apropúsito
Precios de suscripción: E n Zaragoza, 4 pías. Fuera 4,50.
nura, sacándome de toda clase de peligros, sos­ . pevista Popular. — Publicación semanal ilus­
teniéndome en tollas mis necesidades y derra­
trada. Librería y Tip. Católica. C. Caspe, 108. —
mando dentro de mi atribulado corazón raudales
Barcelona.
de tlulzuras, para que no desfallezca en tantos
E s e l S em anario. católico más antiguo de España,
vaivenes y desazones ».
fundado en 1871 por el exim io publicista D. F élix Sarda
Verdad es que a las veces sufría, mas sopor­ y S alvan y, Pbro. Los méritos contraídos por sus cam­
pañas en defensa y por la difusión de las verdad es de
taba sus padecimientos por amor de Dios. En
fe en los países de habla castellana, publicaiilos "las
•SU soledad se consolaba con esta consideración: la
treinta y tres veces que la han bendecido los Papas
« Cierto estoy que ile las actuales tribulaciones
Pío IX , Léon X I I I, Pió X y Benedicto X V . A l sobresa­
ha de provenir mayor gloria de Dios y provecho liente valor intrínseco que le da la brillante plana desús
sabios y literatos, débese añadir su pulcra
de las almas. Los sufrimientos y lágrimas de colaboradores,
y elegante presentación, en papel cuché, nítida impresión,
los servitlores de Dios no son nunca en vano : avalorada por la profusión de sus artísticas y escogidi-'
aunque se viertan y caigan sobre las arenas del simas ilustraciones. N o sabem os si tiene rival entre los
sem anarios de nuestro cam po. — Precios de suscripción;
desierto. Dios las've y las cuenta ».
Un año, to ptas. para España; 15 ptas para el Extranjero.
(Continuará).
E l Pan de ¡os Pobres. Revista religicsa men­
sual. — Asean, 2, 1® derecha. Bilbao.

BIBLI0 GRAFm.
Revistas y pubilcaclones qae llegaa a nuestra Redacción.

De España:
El Mensalero del Sdo. Corazón de Jesús y del
Apostolado de la Oración. Revista mensual diri­
gida por Padres de la Compañía de Jesús. Bilbao.
Hermosa y autorizada revista, que no deberla faltar
en uiiiKiina familia cristiana. E s órgano del Apostolado
de la Oración, y trata todos los meses asunto.s de pal­
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cuestiones que se refieren a l.i familia v a la acción
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sioneros H ijos del Inm aculado C on u ón d e M aría, órgano
de su Archicofradla y de los Legionarios de la Buena
l’ rens;!. T ien e alguna sección de carácter batallador,
escrita en am eno y desenfadado estilo, en qu e se ven ­
tilan la» cuestiones más interesantes del día. T ra e también
un resum en de las noticia» nacionales y extranjeras de
la semana, seguidas de atinados y vigorosos comentarios.
Su lectura es tan a g ra A b le como provechosa. — Precios
de su scrip ció n : España 5 plus. Extranjero S ptas al año.

El Apostolado Franciscano. - - Rivista mensual
ilustrada de Misiones Franciscano-Españolas, diri­
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vincia d e C antabria. S ale en papel coMckt- hermosamente
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la C hina, ilustradas con curiosos fotograbados. — Precios
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E s un periódico sum am ente popular, com o es popular
y sim pática la devoción y causa que patrocina: la de­
voción a San Antonio y el pan de los pobres. H a sido
bendecido por los Papas Léon X III, Pió X y Benedicto X \ ’ .

Las Idisiones Católicas. — Ilustración mensual.
Organo en España de la Propagación de, la Fe.
Barcelona,*.'T\\y.Y Libr.Católica» CalleCaspe 108.
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Boletín ofícial del Obispado de Orihuela.
Boletín ofícial del Arzobispado de Valencia.
Recom endam os todas estas revistas m uy encarecida­
mente u nuestros lectores de España y de la America
española, asegurándoles que en ellas encontrerán doctriiiR sana, literatura am ena y pu reza y casticidad de
lenguaje, cosas ésta- qu e se echan meno.s en gran pane
de las publicaciones de hoy.
Otro vez daremo-t a
conocer las que nos llegan de A m érica , y por fin dedi­
caremos una reseña especial a las publicaciones Salesianas.
Serán recibidas con gratitud en esta Redacción y co­
rrespondida con e l cam bio todas las dem ás revistas y
periódicos qu e vinieren: mas para evitar confusiones recor­
damos qu e deben enviarse con estas señas: V i a <3otto«
le n a o . 3 2 — T u r i t i \ltalia).

J

D E J S ÍU E S T R A S M I 5 IOJMES

E X C U R SIO N E S A P O S T O L IC A S
a lo largo de los afluentes del R io Negro.
Relación enviada por Monseñor Lorenzo Giordano,
Prefecto Apóstolico.

A lo largo del Río Cayarí.
Tribus que lo habitan y sus lenguajes — Una ad­
vertencia —■ En viaje.
En la cuenca del rio Cayarí y sus afluentes
habitan siete tribus, diseminadas y mezcladas
entre sí, cuya situación geográfica es como
sigue: Entre el río Cayarí y el Tiquié se encuen­
tran los Dessanos, los Tucanos y los Piratapuyos, Desde el Tiquié al Paporí, los Pi?aíapavos, los Tiuanos y los AraPasos. A lo largo
del Paporí, hállanse los Tarianos, los P i 7atapuyos y los Txuanos; y desde el Paporí al
Kerarí hállanse los Tarianos y los Uabanos y
algunos pocos Cúbeos.
El Rio Issana tiene una sola tribu, que es
la (le los Badinas. A orillas del Xié encuéntranse también familias de Indios fiares. Los
Manís viven en el interior de la floresta, deiúudose ver muy de tarde en tarde en las orillas
de los ríos.
Cada tribu tiene su lenguaje propio. Estas
lenguas son tan diferentes entre sí, que no se
descubre casi ningún parentesco ni semejanza
entre ellas, tanto por lo que toca a las raíces
como a las desinencias de las palabras. T o ­
memos, por ejemplo, la palabra hijo : en
f/hengatú se dice « tahh'a »; en Tucano <>mSg•h' -•>,* en Arafaso « kinim i »; en Desano « noUr-ü ; en Piraiafuyo « kijida » ; en Tariano
niri » ; en Badina « bxistnin >>/ en Cubeo
• ucsfhgue » ; en Bard « idori».
Pero como los Tucanos son los más nume­
rosos en la cuenca del Cayari, su lengua tam­
bién predomina sobre todas las otras y es la
más generalizada en aquella vastísima región.
Además, los Tuchanas, es decir, los jefes, y
m.j-hos
pf^rsonajes >■> de la aristocracia indí­
gena, entienden y hablan más ó menos per­

fectamente el Nheugatú y un poquito también
el portugués.
Antes de comenzar la relación de mi viaje,
advierto que, con el fin de ahorrar tiempo,
tinta y papel, anotaré de ordinario entre pa­
réntesis la fecha y el nombre de la tribu vi­
sitada y no hablaré sino en muy contados
casos, de la celebración de la santa misa, la cual
rezaba invariablemente tocas las mañanas
en el paraje donde habíamos hedió noche,
haciendo siempre después de ella una breve
platiquita a los pocos o muchos concurrentes
a la misma.
Con este fin, a medida que remontábamos
el Cayari avisaba o hacía avisar a todos, que
preparasen los niños para llevarlos a bautizar
a determinados centros, donde a la vuelta me
detendría con tal objeto.
Partimos de Bella-Vista al i8 septembre
1917 con el Sr. Manuel Antonio de Albuquerque y, pasando por Asahiparana-miri {ma­
loca o aldea de Piralaptiyos), fuimos a dormir
en Tupanaruca, en casa de unos cosecheros
de cauchu.
E l-día siguiente ( 1 9 ' salimo.s hacia Umbaa~
ba, Tatapunha, Cururú, haciendo noche en
fapurá-igarapc (Tucanos). Id otro día pasamos
las fuentes del Taná y del Uaimi, yendo a
pernoctara un lugar llamado Tucaxtdird, frente
a la desembocadura del Tiquié.
Ea el reino de los indios
de ellos. - Las comidas

- Huésped y comensal
Dificultades vencidas.

Hasta aquí encuéntranse todavía alguna-s
trazas de civilización, es decir algunas casuchas construidas más o menos a hi europea:
en adelante éntrase en el reino cerrado de los
indios de pura sangre con sus malocas y cos­
tumbres primitivas
A l internarme en esos países, vime en la
precisión de convertirme en un huésped aco­
modaticio y amigo de todos, adaptándome al
tenor de vida de los indios, en todo lo que
no repugnaba a mi carácter sacerdotal.
Por lo pronto comencé resueltamente a dor­
mir en las malocas, improvisándome dentro de

— i8 —

ellas una celdila con las sábanas y vestidos.
Escogía de ordinario el rincón más apartado
y dormía en la hamaca. Sin embargo, no fue­
ron pocas las noches que hube de pasar acu­
rrucado en la canoa o a cielo raso.
Una cosa había sin embargo a la que me
parecía no podría nunca acostumbrarme, a pesar
de toda mi buena voluntad y esfuerzos: esto
es, a los manjares de los indios y a los cos­
tumbres de su mesa. Los manjares me eran
ya conocidos desde mi primera excursión al
Tiguic: lo que toca a las costumbres y reglas
de etiqueta que se practican entre esa brava
gente, hube de aprenderlas ahora práctica­
mente. Ilélas aquí en pocas palabras.

cada cual un cacho, que va luego mojando en
el Kinha-óira entre bocado y bocado. Así que
la comida está encaminada, entra en juego un
enorme botijo hecho a veces de una calabaza
seca y a veces de madera, cuya capacidad va­
ria entre los dos y los ocho litros, lleno de
manicuera, o caribé u otras bebidas frescas,
tibias o calientes, Este porrón de nuevo cuño
pasa de mano , en mano, o por mejor decir, de
boca en boca, pues todos hunden en él los
labios y chupan en prolongados sorbos.
Cuando el botijo, después de dar la vuelta
de izquierda a derecha torna al punto de par­
tida, vuelve enseguida a girar hacia la izquierda.
En cuanto se vacía, tórnase a llenar de nuevo

Prefeetart ApostoUu del Rio Negro (Bresil) — Remojtuido en canoa el rio Apapnri.

Las mujeres colocan en medio de la malo­
ca, en el suelo ¡>or supuesto, algunas vasijas
de barro cociílo, de color negruzco, llenas de
Kinha-f>ira (.pimienta hervida con pescado y
saL poniendo a su lado el curadd (papillas
muy esposas de harina de mandioca). El ííí radá, es bastante consistente para cortarse en
tajadas, pero ellos encuentran más fácil y sen­
cillo partirlo con las uñas. Preparada de este
modo la mesa, acuden a sentarse al redededor
de las cacerolas, diez, quince, veinte o más
hombres. Dicho se está que el servicio de
mesa no puede ser más sencillo; y, como faltan
los cubiertos, platos, copas, servilletas, sillas
y aún la mesa misma, todos los comen.sales
sin excepción se acomodan discretamente sobre
los calcañares, y una vez puestos asi en cu­
clillas, sin más cumplimientos hincan a porfía las
uñas y aun los dedos en el curada, arrampiña

para anudar su viaje de ida y vuelta desde
el mismo punto donde lo hab.a intenumpido.
El Kinha-pira y el curadá sirven de entre­
més. sopa, principio y postres en todas las co­
midas, todos los días, durante iodo el año, en
todas las malocas de todas las tribus.
No se invita. No hay puesto de preferencia.
No se pierde tiempo en cumplimientos. Es un
asalto a arma blanca (¿hay arma más blanca
qtie los dientes ?) que dura de diez a doce
minutos no más.
Una vez satisfecho el apetito, cada cual se
endereza y se rqtíra para dejar el puesto a
una segunda tanda de hombres y mujeres.
Como sabía por experiencia propia el terrible
escozor que deja en la garganta, lengua y pa­
ladar el famoso Kinha-pira, sentíame muy poco
inclinado a ese g'énéro de alimentación. A l ver

19

después aquellas zarpas de gente desnuda en­ edad deben contribuir al aprovisionamiento
trar y salir de esas empecatadas ol.as, y a- común.
quel curada, arañado por tantas manos y aquel
Una vez llegados a la pubertad, esto es, hacia
vasote con las huellas de tantos labios, sentía los 14 o 15 años, antes de admitirlos a los dere­
una repugnancia tal, que ya desesperaba de
chos y consideración de hombres, sométenlos a
conformarme nunca a tales etiquetas. Pero pen­ la prueba de una luna o de un mes. Reúnen
sando luego en el lema de San Francisco de
un grupo de muchachos aspirantes de la misma
Sales, adoptado después por nuestro Vble. Pa­ tribu, escogidos de diversas malocas, entre los
dre D. Bosco, « hac€7se todo ci todos para la cuales debe haber por lo meno.s un hijo de
salvación de todos-i> y al propio tiempo (¿por­ jefe^ Tuchana, y les con ducen al interior de la
qué no decirlo también ?) un tantico apretado
selva para que se ejerciten en la caza y pesca
por el hambre, probé a hacerme comensal de y se adiestren en tejer redes, cestas, esteras y
los indios. Venciendo poquito a poco la repu­ en otros trabajos de mano por el estilo.
gnancia, acabé por
acostumbrarme y aún,
a engolosinarme tan­
to con esos manjares,
que al fin de mis ex­
excursiones hube de
sentir el dejarlos.
Bien que mi adiós al
Kinha-pira y al cu­
rada debía durar po­
co; pues no tardé en
encontrarme dé nue­
vo y volveré a me­
nudo a visitar a mis
buenos indios y ten­
dré a mucha dicha
participar de sus con­
vites: ¡ pueda yo así
ganarlos para D io s !
Esta convivencia y
continuo trato con los
indios en los viajes,
en las malocas y en
las selvas, me valió
Prefectnn ApoitóUet del Bío Kecro (Brasil) — Cascada arriba a faena de brazos.
el poder penetrar en
el sagrado de sus
Transcurrido el tiempo de la luna, cada uno
familiares, particular­
costumbres íntimas
mente en lo que atañe a la educación de la de esos muchachos debe pasar por la prueba
de los adabi (estacazos). Si los sufre con
juventud, que es el objeto de mis afanes.
valentía, sin dejar escapar ninguna queja, es
Cost iinbres de los indios — El bautismo de los
tenido por digno del nombre y consideración de
hijos • La vida de ios muchachos > Llegada a la hombre y a partir de aquel momento goza de
mayor edad • La fiesta del Cariamá • Sabias pre* los privilegios y prerrogativas propias de los
cauciones • La solemnidad de los esponsales.
varones y puede ver y manejar las trompas
Ningún indio se opone al bautismo de sus del jurupari, que las mujeres tienen siempre
prohibido curiosear bajo pena de muerte.
hijos: a lo más, encuéntrase a veces alguno
Para dar la mayor solemnidad posible a la
que pide su aplazamiento, por no tener a mano
los padrinos. Hasta el día del bautismo, el niño ceremonia de la investidura de los derechos
es llamado sera-hima, esto es, innominado, sin de virilidad a los jóvenes, se dispone la celebrarión de la fiesta llamada « Cariamá ».
nombre. Desde el momento que ha recibido
las aguas regeneradoras es llamado siempre Anúnciase ésta al son de un enorme tambor
o bombo, el trocano, consistente en un tronco
con el nombre de pila.
En tanto no llegan a la edad de diez años, ahuecado por dentro, el cual golpean con un
los niños son alimentados por sus padres: des­ pesado mazo de madera, íorradq de pieles.
pués comienzan a procurarse el sustento me­ Este instrumento no puede ser tañido sinó por
diante la caza y la pesca, pues desde esa el Tuchana (cacique) del distrito, para llamar

]

J

sus guerreros a las armas o en los casos de soIcmiiiclad extraordinaria: la fiesta d e l« Cariamá»
es uno tales casos.
I.os retumbos del irocano cortan a lo largo
tle los ríos y. resuenan en la espesura de las fiorestas. invitando a todos, vecinos y lejanos, a
la fiesta que se prepara.
Kn presencia de un buen grupo de gente,
proveniente de todas las malocas dé la tribu,
se aplican solemnemente los sijnbóÜcos basto­
nazos a las espaldas de los muchachos candi­
datos a la patente de virilidad; es asimismo emo­
cionante el acto de hacerles beber un brebaje es])ecial, preparado con el ¡ugo de las carnes de
varios animales: en fin, la fiesta termina con una
serie de solemnísimos bailes- nocturnos y diur­
nos, mojados con frecuentes y embriagadoras
libaciones del caxiri y del capí, que son sus
refrescos habituales.
l’ara favorecer y conservar el vigor y ro­
bustez corporal de la raza está rigurosamente
prohibida toda clase de deshonestidad.
Con igual fin y para evitar la degenera­
ción que suelen traer las uniones conyugales
entre parientes, están prohibidos los matri­
monios hasta entre personas de la misma
tribu.
Kl hijo de un Tuchana que aspira a obte­
ner la mano tle una muchacha de otra tribu,
va a pedírsela a los padres de ella. SÍ se la
niegan, el Tuchana, al frente de un escuadrón
de sus bravos, toma por asalto la maloca de la
muchacha escogida, y llévase a ésta a viva tuerza,
dejando a sus padres algún regalo en compen­
sación. De ahí que no suele ser raro en la
región tlel Cayarí la repetición del rapto de
las .Sabinas, tan famoso en la historia de la
primitiva Roma.
La muchacha, sin embargo, es tratada con
todo miramiento y delicadeza, dejándole una
semana de tiempo para resolverse o a que­
darse, aceptando, o a volver a .'«u maloca, huvendo. F.l mero hecho de quedarse, se inter­
preta como un consentimiento espontáneo en
el matrimonio propuesto: y en este caso se
celebran las btulas con bailes de día y de no­
che, mojados con frequentes libaciones de ca~
x ii i, V tle capí.
Los novios son entronizados después en me­
dio tle la maloca v vístenlos de plumas de
variadísimos colores, pegándoselas a la piel
metliantc la leche de los bananos.
Tres cascadas notables ■ Visita a una maloca • Una
buena jornada para el cazador • hallazgo de un
maravilloso « Sucurujú
El 2 1 nos embarcamos de m adrugada; pa­
samos por Suasti - I(^arap¿, ‘ Pt'raíapuvosj y
fuimos a hacer noche en ipanoré / Taríanos).

Son dignas de niencionarse las cascadas de
Jpanoré, Pinú-pinú y Urnbíicuara. No son de
las peores; pero no dejan de ser harto peli­
grosas para la navegación, a causa de la ra­
pidez de la corriente que forma abundantes re­
molinos, y de las *rocas que se ocultan . trai­
doras en el fondo, debajo del agua.
Pasárnoslas el día 22, apeándonos en los
pasos mas' peligrosos, y habiendo debido llevar
el bagaje a cuestas un buen trecho de camino,
al atravesar una colina.
El viaje, con todo, se efectuó sin contra­
tiempos, sino es un prolongado chubasco que
vino a sorprendernos entre la segunda y
tercera cascada, 'el cual no nos impidió ce­
nar alegremente,- al abrigo del paraguas, un
jiescado frito y un puñado de harina algo
más mojada que de costumbre.
AI llegar a ia tercera cascada, mientras
era transportada la canoa a fuerza de brazos
peñas arriba, pasé a visitar la cercana maloca
de los Tarianos, a quienes hallé con el rostro
pintarrajeado todavía por un Dabucuri que
acababan de celebrar. Los invité a trasladarse
el día siguiente a Urubucuara para hacer bau­
tizar a sus criaturas.
Me lo prometieron y cumplieron su palabra.
Desde la entrada de la maloca m e señalaron
Unibiuuara, que se divisaba, allá lejos, en el
horizonte. Llegamos allá a la una de la tarde,
siendo recibidos por los pocos indios ( Taria­
nos - miríti) que allí habían quedado, mientras'
que la mayor parte de ellos habían bajado a
la región inferior del R io.N egro paia em­
picarse cii la cosedla de- goma elástica.
En este punto hallé la armazón ó esque­
leto de una maloca de 60 m. de largo por 25
de ancho, destruida por un incendio. Las fa­
milias que en ella hai)ital>an fuéronse cada cual
por su parte, construyendo cada una su pe­
queña maloca.
Este sitio será escogido como uno de los
centros de misión del Alio Cayari por su po­
sición hermosa y ]ior la excelente disposición
(jue muestran sus moradores a abrazar la vicia
civil y cristiana.
El dia 23 mereció señalarse con piedra blanca
por la liucna suerte que acompañó a nuestro ca­
zador. Poco después de haber salido de í/íveé//ciiara, divisó, casi a ñor de agua, un jacaréHuya (pequeño cocodrilo) al cual dió caza,
hiriéndolo mortalmente. Cortado a trozos y
convenientemente asado, sirviónos de sabroso
plato para la cena. Mas este no debía ser
sino un feliz preludio de la caza siguiente.
Tendidos sobre el césped de la orilla, a
pocos centenares de metros el uno del otro,
hallamos tres Sucutytjiis, chicos aún. de pocos
metros de longitud, que dormían descuidados

o hacían quizá la laboriosa díg^estión de
grueso bocado. Nuestro diestro cazador hirió
al primero de estos anfibios, que contorcién­
dose lastimosamente, se dejó caer y desapareció
en las aguas. Mas afortunado en cambio fue
el tiro disparado a la cabeza del segundo j
habiendo quedado flotando sobre al agua, hice
que le pescaran, y lo dejamos a popa para
conservarlo. El tercero recibió una descarga en
el vientre que lo dejó moribundo.

de nuestra barca, bajaba majestuosamente por
la mitad del río, con la cabeza levantada,
balanceándose sobre las aguas, ligeramente
encrespadas por la brisa de la tarde.
O rrida m aestá nel fiero a«5petto
T error accresce e piú superbo il rende.

que habría dicho nuestro Tasso. Por supuesto
que a ‘ ninguno de nosotros .se le ocurrió plan-

Prefeetara ApostóUea del Rio Retro (Bras.l) — Entre los iadlot Tnctoos del rio Tlqnié: na “ loneb,, deipaéi del baile.


Durante il viaje saboreamos excelentes platos
de carne de araras y tocani (pájaros), de co­
torra, y hasta de mono.
Al atardecer llegamos a Bnsima - sapeciota
í 7'iirianos) y allí pasamos la noche.
El 24 tocamos
y JuarelehJpecuma (Arapasos). A las 4 de la tarde,
estaba yo garabateando a punta de lápiz un
esbozo de Calecismo Portugués - Tv/ungatit al
rumor cadencioso de los diez remos, quando
me siento llamar; « Pahi, yuri,
(Padre,
venga, venga!; Salgo y preséntase a mis o¡os
un espectáculo jamás visto ni imaginado. Un
gigantesco Sucurujü de doce á- trece metros
de ¡ trgo y a la distancia de unos cuarenta

tar cara y entablar lucha con aquel monstruo.
Herido y todo, habría podido lanzarse sobre
nosotros y hacernos pagar cara nuestra pro­
vocación. Y más, aún en el caso de rehusarse
a entrar en batalla con nosotros, al sumergir­
se de golpe en las aguas, podía originar un
remolino y levantar tales ondas, que pusieran
a nuestra embarcación en grave riesgo de zo­
zobrar.
Mas el monstruoso anfibio pareció cuidarse
poco de nuestra vecindad, ni se desvió un punto
de la ruta que llevaba. .Siguió su camino con
imperturbable majestad y nosotros le seguimos
silenciosos con la vista, hasta que desapareció
en lontananza.



22

El v Sucurujú *i cómo se caza ■ cómo se apodera
de ia presa •• cómo la digiere • .El « Sucurujú »
abunda en el Rio Negro. • Llegada a Jauaraté.
El Suctirujú no es una serpiente venenosa,
mas no jjor eso es menos temible por su
enorme longitud, y la fuerza de sus espiras,
y. las armas poderosas de que sabe echar mano
para olender y defenderse. Si estando en tierra
se ve acometido por alguna fiera, busca en
seguida un punto de apoyo enroscándose a un
árbol con la cola, póncse en defensa formando
una es{ni'al y lanza furiosamente golpes a die­
stro y siniestro, mirando de hincar los dientes
en el adversario.
El Sucurujii es también un cazador sagaz.
Apóstase en las orillas de los ríos con la
cola enroscada en las raíces de algún árbol
corpulento y pónese en acecho para sorprender
a los bueyes, ciervos, tigres, jabalíes u otros
animales, que bajan al río a beber. A l ver
venir la presa, le echa el ojo, calcula la di­
stancia, y asáltala de repente estrujándola entre
sus anillos. El infortunado animal forcejea por
desasirse y escapar: pero el enorme serpentón,
con la refinada astucia propia de su especie,
concede a su víctima una aparente libertad,
permitiéndole alejarse un trecho más o menos
largo, según la longitud y ligereza de su propio
cuerpo: pero luego, contrayéndose de nuevo,
la torna a arrastrar hacia sí. Con esta maniobra
de alargarse y contraerse sucesivamente, cansa
a la víctima hasta que la deja sin fuerzas
hi movimiento. Entonces se la enrosca a lo
largo del cuerpo, y le tritura los huesos apre­
tándola entre sus anillos, reduciéndola así a
una masa compacta que cubre con su baba.
Una vez preparado así el bocado, el monstruo
comienza a engullirlo. Su boca, que es rela­
tivamente pequeña, se dilata, puesto que el
cráneo no es más que la prolungación de la
columna vertebral,)’ las mandíbulas, desligadas
del cráneo, pueden abrirse y separarse desme­
suradamente.
r o r este arte, la boca de la serpiente
puede albergar dentro de sí y dar paso a un
cuerpo, que abulta mucho más que toda su
cabeza. El bocado, así como es engullido por
absorción, así también por absorción es intro­
ducido hasta el estómago, donde se descom­
ponen la carnes absorbidas. Como es fácil de
comprender, la digestión es larga y laboriosa;
por esto, después de un banquete tan desco­
munal. lo ordinario es que el enorme reptil
se pase ocho, diez y hasta quince días en pro­
fundo letargo, haciéndose entonces del todo
inofensivo y pudiendo ser muerto impunemente.
Estos reptiles gigantescos críanse en los lagos
y ríos, en parajes de ellos donde las aguas



alcanzan mayor profundidad. Dicen que los más
grandes salen muy raras veces de los abismos
que habitan y que se mantienen con la caza
de los más jovenes.
En el R ío Negro no es raro encontrar un
Sucui-ujú enroscado al tronco de un árbol o
flotando de medio cuerpo sobre las aguas del
río; y por buenas y certeras que sean las ar­
mas de que se dispone, nadie se atreve a ata­
carle, puesto que no se puede saber si está
aletargado o decansando.
Aún en su misma inmovilidad este reptil
gigante infunde terror. ¿ Y qué será cuando lleno
de vida y silbando en son de guerra pone en
movimiento la mole inmensa de su corpachón
de más de un metro de circunferencia por otros
treinta o cuarenta y más metros (al decir de
personas dignas de crédito...) de longitud?
A l anochecer llegamos a Jucuara-rapfcnma
( Tucanos), A l otro día (25) visitamos Amana rapecuma, Jariiara, Popunha - inipiiá {PtraiaPuyos). Desde lejos oímos el estruendo de la
cascada de Jauaraté, el cual fue aumentando
a medida que a ella nos acercábamos, hasta
que llegamos al pie de la misma.
Desembarcamos en Jajtaraté y fuimos reci­
bidos por el Tuchana Juan y un buen número
de niños, hombres y mujeres, pertenecientes a
las tres malocas que constituyen el núcleo de
la población y de otras situadas a la otra
orilla del río. Entregárnosles el pequeño Sucurujü, que habíamos cazado, rogándoles que lo
abriesen y limpiasen, y nos guardasen la piel,
la cual recogeríamo.s a la vuelta. Pero ellos,
golosos como son de la carne de ese reptil,
no supieron perdonar la cabeza, y sólo nos
reservaron la piel, que mide cuatro metros, y
que hemos depositado en nuestro incipiente
Afuseo de la Misión, en San Gabriel.
Jauaraté en otros tiempos había sido un
gran poblado de Indios, que hubieron de huir
a la desbandada para sustraerse a la persecu­
ción de los Carina, o sea de los « Blancos ci­
vilizados». Su posición topográfica y geográfica
es de las mejores. Hállase a las faldas de una
loma con tierras a propósito para todo género
de cultivos, a la orilla derecha del Cayari, ique
de allí adelante toma el nombre de Uaupés\
junto a la desembocadura del Papori y en la
trontera brasil - colombiana.
M o n s . L o r e n z o G io r d a n o
P refecto Apostólico del R io N e g ro (B r a sil).



-------

■ i¿ X

8

“0^,00"

E L CULTO

de María Auxiliadora
=========== = ^ ( ^ ; p = --------------------a

Nés tenemos la persuasión de que, en las Tlclsliudes dolorosas de los tiempos
qne atravesamos, no nos quedan más consuelos qne los del Cielo, y entre estos,
la poderosa protección de la Virieo bendita, qne fué en todo tiempo el Auxilio
de los Cristianos.
pío x .

A

Fiesta5 titulare5.
HABANA (Cuba). — Los devotos de María
leerán con fruición las siguientes noticias que
el importante Diario de la Marina (28 mayo
de 1919) de lo Habana, da acerca de la Archicofradía de María Auxiliadora en esa gran
ciudad y los grandiosos cultos que en su honor
allí se han celebrado Dice así:
« Fundada esta Asociación por el Venerable
Don Bosco el año de 1874, pronto se propagó
por el mundo. Hoy, apesar del corto tiempo
de su existencia (45 años) se extiende desde
Turín (Italia) su cuna, hasta la Patagonia, y de
aquí al Ecuador. D e uno a otro hemisferio.
En Cuba tiende sus ramas el árbol de la
Pía-Unión Salesiana de uno a otro confín de
la Isla. Las ramas más frondosas son las de
la Habana, Camagüey y Santiago de Cuba.
El centro de la Habana es de suma impor­
tancia por su exuberante vida y entusiasmo.
Merced a este centro y ante la venerada
Imagen de María Auxiliadora, se han celebrado
misiones en la Cárcel y Presidio con éxito
sorprendente. L o mismo acaeció en el Sanatorio
de la Esperanza, donde han colocado una bella
imagen de esta avocación, ante la cual oran los
tuberculosos, hallando paz para sus almas y
consuelo para su atribulado corazón*
La imagen de María Auxiliadora es visitadísima en la capilla de las Madres Repara­
doras, donde se halla expuesta a la veneración
de los fieles.
La Pía Unión de María Auxiliadora, tiene
establecidos coros de personas mayores en la
Habana y sus barrios ; Guanabacoa y los suyos.
Hay tres de niñas: dos en la Habana y
uno en el barrio del Cerro.
La Pía Asociación de María Auxiliadora de

la Habana demostró su gran entusiasmo con
motivos de lus fiestas patronales, celebradas,
los días 20, 21, 22, 23 y 24 del actual.
Los tres primeros días a las cinco de la
tarde en la ampia capilla de las Reparadoras,
tuvo lugar el Triduo en el cual, predicó el
R. P. Escolapio, Agustín Pagés.
Las Madres Reparadoras ejecutaron muy
bien la parte musical.
Concluyeron los cultos del Triduo, con la
reserva del Santísimo Sacramento, el cual, como
es sabido, está expuesto diariamente de ocho
a. m. a 5 p. m. Tanto el altar del Sacramento
como el de María Auxiliadora estaban primo­
rosamente adornados. El día 23 a las ocho de
la mañana, se verificó la, misa de Comunión
general. Estuvo concurridísima, demostrándose
con ello, que las socias de la Habana, sus
barrios y Guanabacoa, cumplen con lo funda­
mental de las disposiciones dispuestas por el
fundador Don Bosco, de llevar por mediación
de María Auxiliaria, a la frecuencia de los
Santos .Sacramentos. Después de la Misa, el
celebrante y Director de la Asociación M. I.
Dr. Manuel Arteaga y Betancourt, dirigió la
palabra a las asociadas y aspirantes, exhor­
tándolas a orar y laborar por su santificación y
por la del prójimo, así como por el féliz éxito
de las obras de la Escuela de Artes y Oficios
Salesiana, que merced a un legado se va a
levantar en la Loma del Mazo: si antes pe­
díamos por alcanzar esta gracia, ahora debemos
pedir por que alcance un término feliz
Después de la plática bendijo el 'primer
estandarte de la Asociación. Es una gran obra
de arte.
En el anverso lleva la imagen de María
Auxiliadora y en el reverso, la Hostia Santa
y el Cáliz de salud.

Fueron madrinas las bellas señoritas Carmen
Martí y Carmen y María Pola, celadoras de
los coros de niñas del Cerro y la Habana,
respectivamente. Las cintas las recogían las
encantadoras niñas Olga e Hilda Arrufat y
Mújica, vestidas de ángeles.
A la bendición del estandarte, siguió la
imposición de medallas a un centenar de nuevas
asociadas.
Hubo dos clases de recordatorios, uno pol­
la Comunión y el otro por el estandarte.
Después se les obsequió con el desayuno en
•el convento.
El 24 a las nueve en la Iglesia de Nuestra
Señora de la Caridad, celebró el I’ároco R . P.
Pablo Folchis, solemne Misa, ayudado de los
Padres Rosendo Méndez y José Rodríguez.
Predicó el M. I. Provisor del Obispado,
doctor Manuel Arteaga y ' Hetancoui-t, sobre el
origen, objeto y fines de la Pía Unión de María
Auxiliadora.
Orejuesta y voces bajo la dirección del mae­
stro Pastor, interpretaron la Misa'de este insigne
maestro en Do; al Ofertorio, Crucifi.xus de Faure;
Plegaria de Chapí e Himno final.
Fué brillantísima la artística labor realizada
por el laurcjido Académico.
El templo lució espléndida iluminación. El
altar mayor en que se verificó la fiesta prin­
cipal de María Auxiliadora, muy engalanado.
Concluida la Misa, el R. P. Salesiano, José
Calasanz, impuso medallas a nuevas aspirantes.
El amplio templo de la Caridad estuvo
•colmado de fieles, lo cual prueba que cunde
entre nosotros el entusiasmo por María Au.xiliadora y las obras Salesianas.
Vaya nuestra felicitación a la Pía Unirn de
María Auxiliadora de la Hal>ana, y <le un
modo especial a la Presidenta, señora Rosario
Riveron de Martínez
PUERTO NATALES {Punta Arenas-Chile). —
Recordarán nuestros lectores las dificultades
con que tropezaron los Salesianos al ir a esta­
blecerse en esta población. Pero, por fin, María
Auxiliadora ha llogradosentar en ella sus reales
y ya comienzan a sentirse los saludables efectos
de su presencia en la lluvia abundante gracias
V bendiciones que caen sobre sus habitantes.
Tonuunos de una carta las siguientes no­
ticias ;
v< También en este óltimo rincón de las
tierras Magallánicas se ha celebrado con grande
entusiasmo la festividad de María Auxiliadora,
titular de esta parroquia.
Era la primera vez que se festejaba a María
.\u.xiliadora en esta población: pero las fiestas
tuvieron un alcance que nadie se hubiera po<lido esperar.

Los días 24 y 25 la Iglesia resultó harto
pequeña para dar cabida a los muchos devotos
que venían a obsequiar a la Virgen. Hicieron
la primera comunión un buen grupo de niños,
así como fueron también muy numerosas las
Comuniones de los demás fieles. Un coro de
caballeros de la ciudad se ofreció a dar realce
a la misa solemne con instrumentos de cuerda.
El mismo día 24 quedó canónicamente esta­
blecida en esta parroquia y agregada a la de
Turín, la Archícofradía de devotos de María
Auxiliadora. Los niños del adjunto y flore­
ciente colegio «José Fagnano » el día 25 por
la tai\lc, clausurason la fiestas dé la Virgen
de D. Hosco, con una velada literario-musical,
que resultó hermosísima y del agrado del pú­
blico que a ella asistió.
Hemos podido ver y tocar en todos estos
sucesos la protección del cielo. ¡ Quién lo
hubiera dicho! E) ano pasado por esta misma
lecha, la floreciente ciudad y comarca de Na­
tales, carecía aún de sacerdote, reinando en
cambio el demonio a sus anchas, sin frenos
ni cortapisas. Pero la Virgen vino a ton ar
posesión de esta población: estableció en e¡la
su trono 5’^ha vencido y hecho retroceder ai
espíritu de las tinieblas, mostrándose iina vez
más providencial y potentísima Auxiliadora de
los Cristianos. »
LEBRiJA (Coloml)ia). — De una preciosa
carta que el muy apreciable y activo Decurión
de esta localidad, 1). Antonio Domínguez Ser­
rano ha enviado al Rmo. P. Albera. extrac­
tamos para edificación de los devotos de María
Auxiliadora y Sres. Cooperadores, la. siguien­
tes noticias, que juzgamos dignas de publi­
cidad:
« El 24 de mayo del año 1916 se ceíel'fó
en esta Parroquia de Lebriju la primera Misa
cantada en honor de María Auxiliadora, y <n
tal día se bendijo solemnemente \m hermosi.
Cuadro de la misma por el venerable señor
Cura y Doctor D. M. Trinidad Zerpa. En el
acto de la bendición recibí de los Señores
Padrinos una cuantiosa limosna, con la cual
di comienzo a la construcción del precioso
altar de madera, donde entronizar a la Celestial
Señora. El 8 de diciembre siguiente, en medio
de una concurrencia enorme y previos los pre­
parativos del caso, se bendijo por el misino
Sacerdote, el altar, y en imponente cuanto
conmovedor acto, se colocó en él el cuadro
de la Santísima Virgen, y ese mismo día se
dió principio a la formación de la Archícofradía
de María Auxiliadora, la que cuenta hoy con
469 socios, desempeñando mi madre, la señora
Da. Ramona Serrano de Domínguez, la Tes*'»rería, y el que suscribe, la Presidencia.

— 25 —
El incremento que de entonces a hoy ha
tomado la devoción a ila ría Auxiliadora, es
verdaderamente sorprendente; más de 250 ex­
votos penden del altar de la Virgen, testimonios
fehacientes de innumerables favores; la cons­
tante velación que se ve ante la Sagrada Ima­
gen es otra de las cosas que revelan la grande
lé del pueblo lebrijense, hacia aquella que ha
proclamado su Abogada y Protectora.
Las tres solemnísimas fiestas que se han
celebrado en los años de 1917, y 1918 y el
presente 1919 el día 24 de Mayo, precedidas
de regio Triduo, han sido actos que han con­
movido aun a los más fríos y disipados y .han
atraído a la ciudad a considerable número de
gentes de las poblaciones cercanas, quedando
tanto los vecinos en general como los visi­
tantes, gratamente impresionados, pues no es
aventurado asegurar que más de cinco mil
personas concurren anualmente a estas solem­
nidades; que las Comuniones no bajan de dos
mil en cada fiesta, incluyendo las de niños de
ambos sexos, que en dicho día 24 reciben por
primera vez en su pecho al Dios tres veces
Santo.
Por el Pi'ograma adjunto verá Su Reverencia
cómo se suceden los lestejos ».
Sabemos que el fervoroso entusiasmo desple­
gado por el Sr. Domínguez por la devoción
y culto de nuestra excelsa Auxiliadora, trae su
origen de un insigne fevor que la poderosa
Virgen de D. Sosco le otorgó al ser invocada
por él en un angustiosísimo trance; pero no
podemos menos de darle públicamente nuestros
parabienes, animarle a proseguir con igual
ardor en su nobilísima impresa y proponer su
ejemplo a la imitación de otros, que se encu­
entren en parecidas circunstancias.

Gracias de María Auxiliadora.
Curación de un cáncer.
V ico (Elspaña). — Doy gracias a nuestra
buena Madre, María Auxiliadora por haber cu­
rado a mi hija María de una enfermedad crónica,
es decir, de un cáncer en la nariz que sufrió
durante seis años. Después de recurrir a muchos
médicos, acudí a nuestra Madre Santísima y me
curó a mi hija. Doy cinco pesetas para el culto
de la Virgen, que nunca abandona a cuantos la
invocan, y mando decir una misa a tan bonda­
dosa Madre, f Bendito sea su santo Nombre 1
A todos los que la invocan de corazón les con­

L

cede lo que le piden. Deseo que se publique
este milagro en el k BoUiin Salesiano* (i).
G e r a r d o Mo n t e n e g r o -

Ibidem. — María Méndez da gracias a María
Auxiliadora por haberla curado instantáneamente
de un cólico nefrítico que padecía. Invocó su
auxilio y le ofreció una sortija de oro, como
ex voto, si mitigaba sus dolores. Heclia la ora­
ción y la promesa, éstos cesaron inmediatamente
i Bendita sea María Auxiliadora 1

P rodigios de M aría R nxiliadora.
I.
L a B i s b a l . — De esto hace ya algún tiempo.
Una hermana mía sufría una penosa enfermedad
nerviosa, que le impedía valerse por sí misma:
contaba 16 años y aun teníamos que vestirla.
Le daban muchos ataques diarios, quedando
mucho tiempo sin habla.
La llevamos a Barcelona, en donde estuvimos
cuatro meses empleando cuanto había ]>ara cu­
rarla; todo inútil. Los muchos facultativos que
la visitaron, nos desengañaron por completo, di­
ciendo que no curaría jamás. Viendo' inútiles
todos los remedios de la tierra, acudimos llenos
de fe y confianza a los del cielo, empezando una
novéna a María Auxiliadora y encargando una
misa en su Santuario de la Granja Salesiana de
Gerona.
Un día, a las 7 de la mañana, yo “entro en el
cuarto de la enferma para buscar un objeto y
la encuentro vistiéndose sola, toda sonriente, y
le pregunto asombrada: ¿qué Iiaces? Y me con­
testa : * Es que estoy curada : ya verás cómo
hoy os podre ayudar en los quehaceres de
casa...» Y en efecto toda la mañana no tuvo
ningún ataque.
A ia hora del correo recibimos carta de los
Sale.sianos diciendo que en aquel mi.Hino día a
las 7 se había celebrado la Santa misa... hora
precisamente en que se estaba levantando mi
querida hermana. A los pocos dias ya estaba
del todo bien, sin que jamás le haya vuelto a
repetir el mal. Hoy está perfectamente: hace
8 años que ha vestido el Santo Hábito de las
( I ) HemuH transcrito esta relación casi al pie de la letra
del original, qu e conservam os, y que respira la mas in
genua sencillez. A unque no lle\a fecha, le dam os entera
fe porque nos ha sido rem ili .0 por el M. Rdo. Sr. D
Antonio Alvarez, Párroco d el S do. Corazón en Vígo. J a
gracia, tal com o está narrada, tiene todos los visos de
un m iiagro. com o la llam a el firmante. Estos favoies
extraordinarios, qu e tanta gloria pueden dar a María
.Auxiliadora y ser los más eficaces pregoneros de su d e ­
voción, convendría q u e viniesen referidos extensam ente y
debidam ente autenticados, con los certificados de los
médicos, testigos, etc. E s un trabajo q u e deberían to­
marse los Sres. Decuriones, D irectores de los C entros de
devoción a M . A . etc., y pueden estar seguros qu e harán
una herm osísim a obra, q u e M aría A uxiliadora no dejará
de recom pensar. N os consta qu e milagros, verdaderos
m ilagros de prim era clase. Jos obra María A. ca.si a diario:
sabemos d e algunos, qu e qu izá no tardarán a salir en
estas {>áginas, si es qu e no se les reserva para m ás altos
fines.

Rdas. Carmelitas siendo una edificante esposa
de Jesús.
«9 - 5 - i 9 »9II.
En el mes de Septiembre p. p. mi hermano
de 25 años cayó gravemente enfermo. Tuvimos
consulta con dos famosos facultativos y nos die­
ron informes alarmantes y como la misma en­
fermedad tenia una sobrina mía de 12 años, de
los dos nos alarmaron mucho ios médicos. Se
les administraron los Stos. Sacramentos y em­
pezamos con lodo fervor una novena a María
Auxiliadora, mandando decir una Misa en el
Santuario de los Salesianos de Gerona, y nos
escribieron el día y hora que se celebrarla. Mi
hermano estaba con un delirio atroz y no quería
tomar nada: esto era lo peor, no le podíamos
medicinar.
Ful yo el dia indicado a oir la Santa misa
en nue.stra parroquia con la intención de unirme
a la que nos declan en Gerona. Al volver a
casa me dice mamá con gran entusiasmo: « Estoy
muy animada; el enfermo se ha puesto comple­
tamente bien .del delirio y me ha dicho que ya
lo lomarla lodo, con la ayuda divina; y que con
mucha frecuencia repetía aquellas hermosas ja ­
culatorias: «Salud délos enfermos... ruega por
nosotros. — Auxilio de los cristianos, ruega por
nosotros >. La niña igualmente: Desde aquel día
fueron poniéndose bien con una rapidez que
admiró a los facultativos y Hermanas que los
cuidaban.
Hoy gracias a Dios, los dos están con una
salud robusta como nunca habían estado.

i

III.
Una amiga mía se. encontraba gravemente en­
ferma : dos meses hacía que guardaba cama.
Los facultativos no veían el modo de salir de
trance tan apurado y su familia consternada
en extremo. Yo les aconsejé hicieran la no­
vena a María Auxiliadora y mandaran celebrar
una misa en su altar. Así lo hicieron con toda
la devoción posible.
Una mañana, a los 5, la enferma llama a la
Hermana y le d ice: ¡ Oh Hermana 1 yo no sé lo
que me pasa... me siento curada... Ya verá
como hoy el médico no encontrará fiebre. Vaya
corriendo a decírselo a mis padres.
Se levanta toda la familia y al verlos la en­
ferma los abraza y besa diciendo que conocía
que las señale.s de muerte habían desaparecido.
Al visitarla el médico la encuentra sin fiebre con
grande asombro, porque hacía tanto tiempo la
tenía en grados elevadisimos.
.■ \ los pocos días reciben carta de los Sale­
sianos diciendo que el día 26 se había celebrado
la Sta. Misa. Día y hora en que a la enferma
le p.isaba lo indicado.
Y hoy se encuentra perfectamente bien siendo
el apoyo de su familia.
Millones de gracias por rodo a María Auxiliadoia.
L a ü'.Ebr.l, 29 de M ív o de «910. '
CO-NCEPCtÓN F a RRENY:

[B en d ita s e á is , M a ría A u x ilia d o ra l
Tomad nuestro corazón; Madre nuestra, en
agredecimiento eterno a vuestros favores! [Qué
pena más horrible! Nuestros padres enfermos
los dos a la vez de la grippe. No mejoraban.
Cada vez peor. Nuestra madre sobre todo, cada
vez más débil, mal aquejada por multitud de
complicaciones a cual más dolorosa. ¿A quien
recurrir en aquellos momentos de angustia los
dos hermanos, sino a Vos, Madre nuestra Auxi­
liadora? ¡Y qué gracia tan inefable! ! Bendita
seáis, María Auxiliadora, que tan bien os apiada.steis de nosotros, devoviéndoles la salud hasta
encontrarse al poco tiempo perfectamente sanos!
¡Hágase pública una gracia más de la Santísima
Virgen! Y como una prueba de un agradeci­
miento por desgracia nunca bastante, tomad,
María Auxiliadora, nuestras almas, nuestro co­
razón, nuestros cuerpos, todo María Auxiliadora,
todo y para siempre!
Madrid, junio 1919.
A s c e n sió n y A n g e l S á n c h e z C á m a r a .

V is ib le p rotección de M a ría A u x ilia d o ra .
Mi hijo Emiliano de 33 años de edad se
hallaba sentado al lado de su casa en la hacienda
de Trojes, Estado de León (Méjico), cuando
unos jóvenes, jugando con una pistola, tuvieron
tan mala suerte que se les disparara, hiriendo
gravemente a mi hijo. La bala, entrando por
detrás de la oreja izquierda, le atravesó la cacabeza, destrozando a su paso el pómulo derecho
y saliendo por debajo del ojo del mismo lado.
Yo, que estaba en la Capital de la República,
atendiendo a mis negocios, recibí un telegrama
el dia 3 a las 8 de la noche, en el que mi fa­
milia me anunciaba que Emiliano estaba grave,
sin decirme de qué. Inmediatamente lo éneomiendé a Maria Auxiliadora, prometiéndole hacer
celebrar una misa en su honor y cooperar en
lo posible a la Obra Salesiana, como Decurión
que soy de los Cooperadores desde años, y partí
en el acto con otro hijo sacerdote. Por la dis­
tancia del lugar y teniendo que hacer el viaje
a caballo, empleamos cinco días en llegar;
pero, ¡cuál no fué mi.asombro y mi gozo al ver
a mi querido hijo Emiliano sentado en una silla,
y con la herida ya casi cicatrizada, quien al
verme se levantó repenlinanlente y se echó en
mis brazos! Todos los médicos y cirujanos que
habían visto la terrible herida, declararon que
sin la intervención, extraordinaria del Poder Di­
vino no se podría explicar esta curación, que
se mantiene perfectamente hasta la fecha.
¡ Gracias mil sean dadas a nuestra buena
Madre Maria Auxiliadora !
C iud ad d e León (M éjico), 1919.
S abas G

a r c ía

B etancour.

(G r a c ia s , M adre m ia l
Hada más de un año que tenia las manos
en mái esiadoV habiendo debido dejar por estq
mi oficio de sirvienta. Mas como no tenia mais

— 27 —
remedio que trabajar para vivir, volví después
de una temporada a la ciudad para colocarme
en una casa: mas tan pronto me mojaba las
manos, se me recrudecía el mal y tornábanse inú­
tiles. Resultó inútil la cura indicada por el mé­
dico. Como de niña he sido siempre muy de­
vota de María Auxiliadora, todo se me iba en
hacerle novenas y más novenas ; pero si bien
experimentaba algún alivio, mis manos no llega­
ban a curarse del todo. Al fin, al tiempo de em­
pezar mi última novena, vínome la inspiración
de dar la limosna de 5 ptas. al Colegio de las
Hijas de M*. Auxiliadora y otra de 2 ptas. para
su culto a los PP. Salesianos y ¡oh prodigio!
a los dos días de la novena las manos se me
pusieron perfectamente buenas, pudiendo lavar,
fregar y hacer las demás faenas sin dificultad
alguna: con lo que la Virgen recompensó con
creces el pequeño desprendimiento y confianza
que le demostré en dar la limosna antes de ob­
tener la gracia.
Con sentimientos de viva gratitud hago pú­
blica esta gracia y repito de lo íntimo del co­
razón: ¡Gracias Madre mía!
Salam anca, m ayo 1919.

L oren za H ern ández.

periodo agónico fué alejándose, iniciándose la
mejoría, hasta mi completo restablecimiento.
Hoy que gozo de plena salud, mi deber,
Virgen adorada, es agradecerte con todo fervor
tu benevolencia, por haber devuelto la vida a
este miserable cuerpo, que estaba maltrecho y
dolorido.
M adrid, ju n io 1919.

F a u st in o P a s c u a l .
S a la m .a n ca (España). — Enfermó gravemente

la menor de mis hijas. En tan desconsoladora
aflicción acudimos llenos de confianza a lu que
es poderoso Auxilio de los Cristianos, comen­
zando en la misma habitación de la enferma la
novena a María Auxiliadora y prometiendo a la
vez, si sanaba, una Misa rezada y dos velas para
el altar de la Virgen. No se hizo esperar por
mucho tiempo nuestro ruego y antes de ter­
minar el novenario la enlerma salía de la gra­
vedad, entrando poco después en franca conva­
lecencia. Agradecida al favor de tan celestial
Señora cumplo lo prometido y mando publicar
tan señalada gracia en el Boletín Saiesíano.
¡Auxilio de los Cristianos, seguid amparán­
donos !
3 diciem bre d e 1918.
C

Q uiero cu m p lir la p rom esa.
Hace un año que me encontraba atrozmente
atormentada de agudos dolores en los oídos.
Temiendo por la larga duración, como decía el
médico, y al mismo tiempo, hallándome impossibilitada para el trabajo, acudí a implorar el
alivio, al Auxilio de los Cristianos, empezando
enseguida una novena, prometiendo dar una li­
mosna y. publicar la gracia en el Boletín Sa­
lesiano.
Terminada la novena, desaparecieron igual­
mente los dolores, entregué la limosna y al mis­
mo tiempo relaté lo ocurrido al Rdo. Padre
Superior de los Salesianos.
Mas habiendo transcurrido un año, sin notar
el menor sintoma de dolor, deseo se cumpla la
promesa, publicando dicho favor de la Virgen,
en la hojita de la Archicofradía a cuya asocia­
ción pertenezco.
Ecija, 27 ju n io 1919.

Jo s e f a G o n z á l e z G o l f í n .

D e la m uerte a la vida.
Los doctores lucharon con denuedo para sal­
varme de la muerte, que traía aparejada la gra­
vísima enfermedad que últimamente padecí; pero
al llegar el momento álgido de ella, me desa­
huciaron, por considerar que la ciencia había
agotado todos sus recursos.
En trance tan desesperado, mi madre y mis
hermanos, transidos de dolor, confiando sola­
mente en su fé religiosa inquebrantable, implo­
raron mi salvación a María Auxiliadora, y ¡oh
prodigio! el mlíagro se hizo; la ciencia no podía
explicarlo, pero a partir de aquel momento el

arm en

F. H.

M a d r id . — Doy gracias a María Auxiliadora
por haberme arreglado un asunto que me inte­
resaba muho. Habiaselo pedido hace un año por
intercesión del Vble. D. Bosco y de Domingo
Savio, y he conseguido la gracia en su novena
del mes de mayo y ahora cumplo gustosa la pro­
mesa de publicarla en el Boletín Balesiano.
Aladrid, 2 agosto 1919.

R am ona G o ñ i .
M a t a r ó . — Hago público testimonio de la más
viva gratitud que abrigan nuestros corazones
hacia nuestra buena Madre María Auxiliadora
por la protección y auxilio que nos dispensó en
la pasada epidemia. Ni de los salesianos, ni de
los numerosos niños del Colegio tuvimos que
lamentar pérdida alguna. El mismo Prefecto del
Colegio, Don Julio Garnier y el sacerdote Don
Conrado Dardé, que llegaron a las puerta.s de
la muerte, se salvaron gracias al auxilio de María,
fervorosamente invocada por todos en aquellos
terribles momentos, alcanzándonos la gracia que
ardientemente le pedíamos.
Para su mayor honra y gloria y para aumento
en todos de su confianza, publicamos esta gracia.
Por todos los agradecidos
M ayo, 1919.

Ju l iá n M a s s a n a .

Director del Colegio Salesiano
de Mataró.
Damos gracias de todo corazón a nuestra oelestial Madre Marúi Auxiliadora por un insigne
favor que se ha dignado dispensarme, del cual
dependía el buen éxito de un negocio muy miportante de una persona muy querida.
Barcelona, 16 m arzo 1919.

N. A . M.

i

ESPAÑ A.
M a d r id . — La Obra Salesiana va desarrollán­
dose en la capital de España pasito a paso,
como todas las grandes obras de Don Bosco.
Ese año se lia comenzado el internado con al­
gunas escuelas de artes y oficios y María Auxiliatlora las protege visiblemente. Algunas per­
sonas acomodadas se encargan de ser sus manda­
deros : ahora se espera que surjan otras almas
generosas y se ofrezcan espontáneamente a ser
los colaboradores de la Virgen ¿quién serán esas
almas afortunadas?
Lléganos de allí la siguiente reladoncitá, con
el siguiente epigrafe: Fiesta simpática.
Lo fué la que se celebró el día 22 del pasado
noviembre, fiesta de Sta. Cecilia, en que', con
motivo del estreno de la Banda de música, pu­
dimos saludar a muchos de nuestros queridos
Cooperadores ilurante la velada preparada en su
obsequio. Había que oir a los noveles músicos.
Nadie hubiera imaginado que hacia apenas 9
meses habían empezado los rudimentos del solfeo;
la batuta del paciente e infatigable maestro Don
Dionisio Ulhvarri, salésiano, parecía una varita
mágica que hacía brotar de aquellos instrumentos,
puestos en manos de niños, armoniosas melodías
que se hubieran dicho ejecutadas por manos
maestras. Fueron singularmente gustosas y a|daudidas la sinfonía Mignonetie de Haumann, la
polka Stravaganza, obligada a fiautin. de J. Viliani, salésiano, la Serenata Orientaly « sur le Bosphore ^ y el vals Lluvia de Rosas de Kessels.
Todos los asistentes quedaron altamente satis­
fechos y muchos hubieron de confesar que el
resultado superaba en mucho a sus esperanzas.
Al día siguiente, domingo, completó la fiesta
una solemne Mi.sa cantada en honor de Santa
Cecilia, durante la cual .se ejecutó la Missa Pontificalis de 1‘erosi a gran orquesta, y un elocuente
panegírico de la Santa que predicó con su ha­
bitual maestría el P. Salésiano Tomás Nervi.
G k r o n a . — Inundación desastrosa. — A un
kilómetro de esta población tenemos establecida
una Granja Agrícola, muy floreciente y bien
encaminada, en la cual se educan en la piedad,
s i instruyen y pnxctican en el cultivo del campo
unos ochenta niños, casi todos huerfanitos pobres
y desamparados. La finca se halla limitada a lo
iargo por el rio Ter, el cual con sus inesperadas
y terribles crecidas, ha dado ya más de un dis­
gusto y producido tremendos perjuicios y daños,
llevándose las cosechas y arrastrando los árboles

y las tierras y dejando convertidos en áridos
pedregales de guijarros y arena, lo que poco
antes eran fecundos y verdeantes campos y prados.
Tal sucedió el año 1898, en que el río se llevó
la mayor parte de la huerta, en cuyo sitio de­
positó una cantidad inmensa de cantos rodados,
con los que luego se levantó el hermoso San­
tuario de María Auxiliadora, centro de su de­
voción en la comarca. Con todo la Casa quedó
tan postrada de fuerzas financiarlas, a causa de
ese desastre, que han sido precisos más de veinte
años de trabajo ímprobo y constante para repo­
nerse un tantico y volver a desarrollar su cari­
tativo programa en favor de la juventud cam­
pesina menesterosa. Ultimamente habíalo logrado
hasta cierto punto: el número de plazas para
huérfanos desamparados se había triplicado y se
esperaba aumentarlo aún : pero cuando m.is ri­
sueñas eran las esperanzas y más prometedoras
vino a principios de octubre una segunda ave­
nida del Ter, más, muchísimo más terrible y
devastadora que la anterior, que ha dejado la
granja casi totalmente destruida; cosechas, cam­
pos, árboles, máquinas, todo se lo llevó o dejó
inútil e inservible el agua destructora. Calcúlanse los daños en más de ciento cincuenta mil
pesetas. El Director, Rdo. Don Ambrosio Tirelli, ha comunicado la tremenda desgracia a lo.s
bienhechores de la Casa mediante una circular;
en ella expone con sencillez y calor de senti­
miento la deplorable situación en que ésta ha
quedado, y dirige un llamamiento a la caridad
y generoso corazón de las personas pudientes.
Pero dejémosle a él la palabra ; creemos con­
solará y será muy del agrado de nuestros lec­
tores el decidido propósito que manifiesta de
afrontar serenamente la situación, manteniendo
el mismo número de plaza.s, que hasta aquí:
«La Granja de San Isidro, en la que habían
fijado su mirada nuestros Superiores Mayores,
poniendo en ella las más halagüeñas esperanzas
para el porvenir ; en la que vosotros, benemé­
ritos Cooperadores, y nosotros todos veíamos
resuelto el difícil problema de la educación cris­
tiana e instrucción del hijo del labrador; la
Granja, donde en breve tiempo, dado el rendi­
miento que olrecian las cosechas, hubiéranse
admitido un centenar.de jovencitos, dispuestr.^;
a ser los hombres de mañana, aptos para el
trabajo, inteligentes agricultores (dados los ele­
mentos de maquinaria y adelantos modernos de
que disponíamos) y sobre todo, exactos obser
vantes de los preceptos del Evangelio, de los
mandamientos de la Iglesia y de los derechos

29 —
y deberes del perfecto ciudadano, ha quedado
limeña, que rindió un grandioso homenaje de
en su mejor parte improductiva por algunos años.
amor y adhesión a la Silla Apostólica, Presidió
En efect#, las aguas del Ter, haciendo cauce los actos el Exmo. Sr. Nuncio de S. S. Mons.
de la Granja, nos malograron toda la cosecha Lorenzo Lauri, acompañado del Sr. Arzobispo
de la huerta y algunos campos, propia de la y otros Obispos peruanos. Los Salesianos pu­
temporada; arrastraron la tierra laborable en sieron a disposición de la Autoridad eclesi.isiica
siete de sus mejores campos; en su impetuosa todas sus elementos para el mayor éxito y esplen­
corriente desquebrajaron y echaron por tierra la dor de la fiesta y en ella desempeñaron un papel
mayor parte de los árboles frutales, tan codi­ importante los Boys-Scouis Salesianos con su
ciados de los niños, y los que producían con banda y bandera. Por l a ‘larde tuvo lugar en o»
su sabrosa fruta no escasa utilidad, sucediendo salón del Colegio Salesiano una íiesieciia en honor
otro tanto 'con muchísimos árboles del bosque; de S. S. Benedicto XV, a la que al diario « 1.a
áin perdonar al molino, donde se conservaban Crónica» del 4 sept. dedica las siguientas linen.s:
algunas máquinas, entre ellas un dinamo y un
< Los salesianos y sus alumnos, que siempre se
motor adquiridos a costa de grandes sacrificios,
han distinguido por su filial afecto al Pontifico
dejando las primeras en mal estado, y el motor Romano, no podían dejar de organizar brillantes
y dinamo inservibles.
fiestas en honor de Su Santidad Bcneilicto XV.
No sé si con esta sencilla enumeración de
Deste la mañana viéronse muy animadas las
perjuicios causados por las aguas os habréis for­ secciones en que está dividido el Colegio Sale­
mado una idea aproximada del estado en que siano, con motivo de que la Banda de músicos
actualmente se halla nuestra Granja, a cuyo en­ y brigada de E.xploradoros, se disponían a escol­
grandecimiento y exuberancia con tanto gusto tar al Exmo. Mons Lorenzo Lanri en el trayecto
veníais contribuyendo con vuestros generosos del palacete dcjla Nunciatura al templo de San
donativos.....
Pedro, lo que cumplieron, dando realce a esa
Tenemos actualmente en casa cerca de setenta ceremonia religiosa.
niños; unos cuantos están esperando la admi­
Al regresar del templo, y, después que la banda
sión. Los productos, cada año más crecidos, de ejecutó el « Himmo Pontificio», el joven Carlos
los campos cultivados según el Sistema Sola- Soldi, que dirigía la linea de Exploradores, leyó
riano, nos proporcionaban los medios de aten­ un conceptuoso discurso saludando al señor Nunderlos sin molestar mucho vuestra caridad. La • ció en nombre de los Salesianos y sus alumnos.
inundación que nos quitó los campos, ¿nos obli­ Monseñor Lauri contestó, poco más o menos,
gará tal vez al paro forzoso de una obra en e! en esto términos: «Agradezco de corazón esta
momento en que empieza a dar resultados?
manifestación tan sincera y espontánea hecha,al
El revmo. D. Pedro Ricaldone, a quien todos al Sanio Padre en el persona de su Represen­
conocéis por sus trabajos publicados en la Biblio­ tante.
teca Solariana, actual Director General de las
No podía esperar otra cosa de los Salesianos,
Escuelas Profesionales y Agrícolas Salesianas, al de los hijos de Don Bosco, representados aquí
tener conocimiento de nuestra prueba, se dignó por su banda de músicos, brigada de Explora­
alentamos con sus palabras y consejos. De esta dores y comisiones de alumnos; pues sé muy
carta, que es para nosotros precioso documento bien que siempre se han distinguido por su
del cariño que nos tienen nuestros amados Su­ afecto al Papa. Honrando al Vicario de Cristo,
periores, extracto el siguiente párrafo: >< La
honráis al mismo Cristo cuyas veces hace.
dura prueba que recibisteis no os haga parar
El Santo Padre quedará complacido al tener
en el desarrollo de esa escuela que yo considero
noticias de esta manifestación, y ello ser.'i un
entre las mejor encaminadas. María Auxiliadora con.suelo para su corazón, que tanto ha sufrido
sabrá compensaros. Conviene que hagáis conocer con los horrores de la guerra. En su nombre os
la grave desgracia a los bienhechores ». Y nos­ bendigo, y que esta bendición sea prenda de
otros, acatando estas palabras como manifesta­ toda suerte de bendiciones y gracias celestiales »
ciones de la voluntad de Dios, no pararemos.
Las palabras del Nuncio fueron escuchadas
Organizaremos los cultivos sobre nuevas bases con religio.so respeto.
aprovechando las lecciones de los acontecimien­
Momentos después, a los acordes de una mar­
tos. Ninguno de nuestros niños tendrá necesidad cha militar desfilaban a su local, en el que
de salir de nuestra casa y las nuevas admisiones debía tener lugar una solemne academia en ho­
se efectuarán con la regularidad de costumbre.
nor de Benedicto XV.
Sin embargo con la confianza pueeia en Dios
En efecto a las 2 de la tarde, el amplio salón
que por la boca de nuestros Superiores nos d ice: de actos, estaba ocupado por los alumnos inter­
nos, externos y las familias de éstos.
¡adelante! no dejaremos, amados cooperadores,
En el proscenio estaba el retrato del actual
de implorar vuestro au.xilío....
Pontífice, adornado con guirnaldas de flores y
Ies colores ponticíos y nacionales.
A M E R IC A .
El « Himno del Papa /» que fué escuchado de
LIMA (Perti) - La fiesta del Papa. — Cele- pie, fué el primer número.' En seguida el R,
r>róse en esta ciudad con extraordinaria solemni­ P. Terrazos, de la comunidad salesiana, declamó
dad el día 3 de septiembre, aniversario de su un bellísimo discurso que fué todo él un elogio
Coronación. Tomó parte en ella toda la sociedad
al actual Pontífice, mostrándolo como el Angel

í!

i

— 30 —
de la Paz, y haciendo destacar su figura his­
tórica, y la gran participación que ha tomado en
todas las corles europeas para mitigar los horro­
res de la guerra.
La notable pieza literaria del P. Terrazos fué
muy aplaudida.
Los demás número, del bien combinado pro­
grama, fueron ejecutados por la orquesta, ban­
da, etc., que alternaban con los diálogos y poe­
sías declamadas por los alumnos.
Terminada la actuación literaria, se pasaron
vistas cinematográficas apropriadas al acto; tales
fueron : « Los últimos momentos de Pió X > y
« Conclave y elección de Benedicto XV ».
En seguida la banda se dirigió nuevamente
al palacete de la Nunciatura con el objeto de
amenizar la recepción oficial ».
BUENOS AIRES — Los Cooperadores Argentinos
comprendeo muy bien tu cooperación Salesiana.
Ahí va un ejemplo. Durante la presidencia
del Dr. Jcs¿ E. Uriburu, insigne protector y
amigo de la Obra de Don Bosep, se trató pro­
lijamente con el Ministro del Interior Doctor
Quirino Costa y con el 5 efe de la Policía de
la Capital, Doctor Beazley, de asilar el mayor
número posible de niños callejeros y abando­
nados, que se calculaban entonces en más de
cinco vul en la sola metrópoli.
La distinguida Sra. Leonor T . P. de Uriburu,
Cooperadora Salesiana, solicitaba del P. Inspe­
ctor de la Obra de Don Boaco un proyecto
para confiarle un millar de esos pobres niños.
El proyecto se lormuló sobre las siguientes
bases:
a) Abrir una Escuela Preparatoria o Casaasilo para un centenar de niños, que se saca­
rían de los cinco Oratorios festivos, que la
Congregación Salesiana tiene en la Capital, me­
diante una cuidadosa selección que harían los
Directores, Patrones y Protectores, añadiendo
los recomendados de las Comisarias,
b) Cada dos o tres meses se promoverían a
los Talleres de las Escuelas Salesianas de Artes
y Oficios y las de Agricultura unas decenas de
los mejor preparados y encaminados para la
vida de colegio; y asi, cada dos o tres meses
se haría lugar para que ingresasen en esa Escuela
preparatoria otros 20 o 30 rapazuelos, sacados
de la calle. Se establecería de este modo un
continuo trabajo de reforma y rehabilitación de
los niños callejeros.
c) Para la instalación o adquisición de esa
Casa-asilo, se solicitaba del Gobierno la suma
de cien mil pesos, esperándose además que poco
a poco la alta sociedad de Buenos Aires con­
tribuida a constituir unas cien becas a 15 pesos
m/n. mensuales (o'so al día) aunque no fuera
más que para librarse de las molestias que esos
chicos caus<\n a las familias y a los transeúntes...
La. pensión para contribuir a la educación
de e.sos niños desvalidos en los tres años de
aprendiraie. se fijaba en 15 pesos el primer año,
en 10 pesos el segundo, y 5 pesos al mes el
tercero, supuesta la buena conducta y aplica­

ción; y en los otros tres años a titulo cíe
se les formaría a los. aprendices un -pequeño
capital, devolviéndoles el Colegio ^nco pesos
mensuales el primer año, 10 pesos el segundo,
y 15 pesos el tercero, siempre que ellos corre­
spondan con su conducta. De este modo la
limosna de la beca lograba, no solo la forma­
ción moral del alumno, sino también constituir
un depósito a su favor con el cual podría afron­
tar los primeros gastos de su instalación al salir
del Colegio.
Este proyecto, que no fué considerado entonces
por el Exclmo. Gobierno como ' actuable por
falta de fondos consignados en el vresnpuesto,
encontró la protección y aceptación entusiasta
de la benemérita comiswn de Sras. Looperadoras
Salesianas y del 2®Congreso de Cooperadores Salesiarios Argentinos, y diócomo hermoso resultado,
mediante una suscripción iniciada por la misma
Comisión de Damas Argentinas, la fundación
del Colegio <tLeon X I ll^ para tos hu.-faniios
de Don Basco
Maldonado (Bs. As. Calle Dorrego N. .2120) floreciente Instituto que educa
lioy ciento cmcuenta huerfanitos en doce talleres
primorosamente instalados y unos 350 mediopupilos y externos en sus clases elementales,
además de otros 200 oratorianos.
He aqui cómo se desarrolla la Obra de Don
Basco, desde el Oratorio festivo hasta ¡as Escue­
las de Artes y Oficios, cuando encuentra nobles
corazones, que se asocian al Vble, Don Basco
para salvar la niñez desvalida, como lo hace ge­
nerosamente la Comisión de Sras. Cooperadoras,
cuyos nombres a titulo de gratitud y para ejemplo,
nos complacemos en publicar.

T E S O R O ESPIRITUAL.
Los Sres. Cooperadores Salesianos cumpliendo
los requisitos de costumbre, pueden ganar Indulgencia plenaria :
I® El día que se inscriben en la Pia Unión.
2° Una vez al mes, a elección de cada cual.
3® Una vez al mes, asistiendo a la Conferencia.
4® Asimismo, una vez al mes, el día en que
hagan el Ejercicio de la Buena Muerte.
5® El día que por primera vez se consagren
al Sdo. Corazón de Jesús.
6® Siempre que hagan Ejercicios, espirituales
durante ocho dias seguidos.
Además, los siguientes días del mes áe febrero:
El dia 2, la Purificación de Naestra Señora.
» > 22, la Cátedra de San Pedro en Antioquia.
También pueden ganar otras muclias indul­
gencias parciales y gozar de varios privilegios.
como puede verse en el Reglamento o « Cédula
de admisión en la Pia Uiuón > a la cual nos
remitimos.

\w
— 31 —

Era Eirector de la Casa Salesiana de esa Ca­
pital. Su entierro constituyó una solemnísima
manifestación be duelo que demostró el grande
aprecio que gozaba el finado y U Obra Salesiana
que él representaba dignamente.

S a le s ia n o s d ifu n to s.
Hacía tiempo, que por parte de muchas per­
sonas, especialmente de nuestros antiguos alum­
nos, se nos decía: — El Boletín Salesiano, trae
cada mes la lista de los Sres. Cooperadores di­
funtos, y está muy bien : mas ¿ porqué no trae
también la de los religiosos Salesianos? ¿No
cuentan también ellos con un buen número de
amigos que al saber su salida de este mundo,
les dedicarían afectuosos y caritativos sufragios?
Abemás, sucede con harta frecuencia que no se
llega a saber la muerte de un superior, de un
querido amigo, sino después de muchos años.
Hallamos la observación justa y muy puesta
en razón: tanto más que el Espíritu Santo dice:
— *£ s jnslo y debido acordarse de los hennatios »
(I, Macab. XII, i i) . Y no sólo la lista de los
difuntos, si que también nos proponemos trajar
las semblanzas de aquellos miembros de ambas
familias de D. Bosco, de cooperadores y exaluranos que sirvan de hacer conocer mejor el
espíritu e ilustrar el campo del Apostolado Salesiano, como decimos y hemos comenzado a
hacer en otra parte de este mismo número.
Y para comenzar, damos aquí el catálogo de
los Salesianos muertos en España y América
durante el pasado año 1919, es|)erando traer en
otro número el de las Hijas de María Auxiliadora.
Don Bernardo Cerri, Pbro. natural, de Careggio
(Italia). Murió en la Casa de San José de A li­
cante. a la edad de 49 años.
Fué de los primeros salesianos que pa.saron
a Hispana ^ en varias casas de ella trabajó con
un celo ardentísimo durante unos 25 años.
Hno. est. Antonio Galli, natural de Montevideo.
Murió en la Casa-noviciado de Manga (Argen­
tina) a la edad be 19 años.
Debió su vocación a un venturoso encuentro
con un sacerdote salesiano; pidió y obtuvo ser
admitido en nuestra Pía Sociedad. ¡Dichoso él
que pudo así prepararse debidamente para el
gran paso a la eternidad !
Hno. coadj. Ardnino Marcobello, natural de
Porto-Venere (Italia). Muerto en La Paz (So­
livia) a la edad be 39 años.
Partió muy joven aún para la América, y allí
trabajó sin descanso como buen hijo de D. Bosco.
Don Joan .Har;iaria, Pbro. natural de Monticello
d’.Alba (Italia). Muerto en Canago (Costa Rica)
de edad de 38 años.

Hno. Est. Antonio Martínez, natural de Madrui.
Muerto en Viedma (Argentina) a los 22 años de
edad.
Don Tomás Massello, Pbro., natural de Cavour
(Piamonte). Muerto en Torre Pellice a los 45 años
de edad.
Partió para América el año 1895 donde tra­
bajó incansablemente, en la Argentina primero
y después en Curazao, de cuya Casa fué Di­
rector, hasta que la terrible enfermedad que le
consumía le obligó a volver a Europa en busca
de alivio. Estuvo un año en Alicante (España)
y últimamente fué a acabar sus días en su patria.
El Señor premió sus trabajos con una muerte
placidísima.
Hno. Coadj. José Micebi, natural de Spezia
(Italia). Muerto en Lima (Perú) a la avanzada
edad de 86 años.
Don Francisco Redondo Pbro., natural deAguilar
(Córboba-Elsp.). Murió en Málaga a la edad de 33
años. Hno. Bernardo Hernández, natural be Villargordo (Salamanca). Muerto en San José del
Valle (Cádiz) a los 18 años be edad.
Don Antonio Josefides, Pbro., natural de Aguia
Marina (Isla de Chipre). Muerto en Vigo, (Co­
legio de S. Matías), el 28 de octubre a los 58
años de edad.
Este santo y ejemplar religioso era ^rie^o, por
su origen; inglés, por su nacionalidad; francés,
por su educación: pero netamente salesiano, por
su corazón. Se ordenó en Jerusalén; y ya sacer­
dote, entró en la Congregación de la Sagrada
Familia, fundada por el ilustre sacerdote Don
Antonio Belloni, que tenía abiertas varias casas
en la Palestina. En 1891 esta Congregación, por
consejo de S. S. el Papa León XIII, se incor­
poró a la Pía Sociedad Salesiana: y Don An­
tonio Josefides fué uno de los entraron en las
filas de Don Bosco. Hecho el noviciado en la
Casa de Belén, más adelante fué enviado a fun­
dar una casa en un arrabal de Túnez: y de allí,
buscando un clima más oonveniente a su flaca
salud, pasó a España, donde fué Director suce­
sivamente de las casas de Málaga y Béjar; y ios
últimos diez años los pasó retirado en Vigo,
preparándose al gran paso de la muerte, que
fué edificante en extremo.
Hno. coad. Salvador Pons y Pijoan, natural de
Aguiló (Tarragona). Muerto en Sarriá el 16 de
octubre a los 32 años de edad.

— 32 —

Enriqueta Alais de Vivot.
Falleció en Buenos Aires el 4 de octubre
i'iltiino, conforAda con los Santos Sacramentos
y la Bendición Apostólica esta distinguida y
piadosísima dama, Presidenta de la Comisión
de Señoras Cooperadoras Salesianas de aquella
Capital.
Desempeñaba este cargo con singular amor
y celo tlfcsde el año 1900 011 que se celebró
a'lí el primer Congreso de Cooperadores Salesianos. Profesaba un cariño verdaderamente
maternal a los hucrfanitos de ambos sexos
asilados en los Colegios de Ü. Bosco.
Su entierro fué una solemne y grandiosa
manifestación cíe duelo, que puso de maniücsto las inmensas simpatías que gozaba la
finada en todas las esferas sociales, lo mismo
en la alta sociedad cpie entre las gentes moilestas y sencillas del pueblo. En la fúnebre
comitiva intervino el secretario particular del
Kxcmo Sr. PresÍ<lente de la República, en
representación de éste, el Obispo Auxiliar Mons.
Albcrti, varios Padres Salesianos, una repre­
sentación de las alumnas de las Hijas de María
Auxiliadora y numerosísimas damas y caba­
lleros. Las Señoras de la Junta de Coopera­
doras llevaban los cordones del féretro. Abrían
la marcha y daban escolta al coche fúnebre
los escuadrones de Exploradores de Don
Bosco. Llegados al Campoanto, Mons. P'rancisco Alberti bendijo la tumba y rezó el res­
ponso. El R. P. Valentín Bonetti pronunció
unas [lalabras de despedida, en nombre de la Pía
Sociedad Salesiana, de los Sres. Cooperadores
y de los alumnos y alumnas numerosísimos
que experimentaron los efectos de la generosa
caridad de la difunta. También leyó un sen­
tido discur.sito de despedida una señorita nor­
malista, alumna de las Hijas de María Auxi­
liadora.
Vaya nuestro más sentido pésame a la dis­
tinguida familia Vivot mientras recomendamos
iniiv eficazmente a toilos los Sres. Cooperadores
eleven al Señor una oración por el alma de
la finada.

R. D. Pqdro Rosmini
S a le s ia n o .

A la etlad de 75 años entregó serenamente
su :ilma a Dios este venerable sacerdote después
de recibir los Sacramentos v todos los auxilios
vle la religión, en el Colegio del Sdo. Corazón
de lesús de La Plata ; Argentina).

Era natural de Casale (Alessandria-Italia) y
de edad de 32 años ingresó en el Oratorio de
Turín, donde recibió la sotana de manos del
Vble. Bosco Ordenado de sacerdote, fué en­
viado a América en 1891, habiendo tenido
ocasión de prodigar sus fatigas apostólicas en
varias casas de la Patagonia, siendo última­
mente destinado al Colegio de La Plata donde
trabajó largos años y dejó imperecedero re­
cuerdo.- Sus numerosísimos alumnos se han
propuesto perpetuarlo en un monumento.
Una oración por su alma pedimos a nuestros
lectores.

limo. Sr. Dr. D. José Gregorio Romero
O b isp o de S a lta (A r g e n tin a ).

Murió este ilustre Prelado argentino el 17 de
septiembre pasado, tías breve y penosa enfer­
medad. Pastor celoso, bueno y magnánimo, ha
sido muy llorado de todos sus diocesanos.
Los hijos de Don Bosco gozaban de sus
predilecciones. Cuando iba a Buenos Aires,
lionraba al Colegio « Pío IX », escogiéndolo para
su residencia. El Colegio Salesiano de Salta
bien puede decirse que nació y creció al calor
y abrigo de su sombra protectora. Prestó tam­
bién valioso v decidido apoyo a las Leciuras
Católicas, que se publican en la Escuela tipo­
gráfica del Colegio « Pío IX ». Bien le podemos
contar como uno de los más esclarecidos Cam­
peones ele nuestro ejército mundial y es muy
justo que go<'e de las oraciones de todos.

Da. Asunción Martínez Rincón
Vda. de Palatín.
Murió santamente en Aracena (Huelva) el 25
de agosto de 1919.
La Obra Salesiana de Andalucía
perdido
una celosísima Cooperadora con la muerte de
esta distinguida y piadosa matrona. Al amor y
protección que dispensaba a la Obra de Don
Bosco. juntaba una devoción ardentísima a Ma­
ría Auxiliadora, la cual propagó sin descanso
de.sde que tuvo noticia de ella. Las virtudes y
nobles prendas que la adornaban, atraíanle el
amor, respeto y veneración de cuantos la conociai\ V trataban. Damos nuestro más sentido
pesame a susseñores hijos y a todos nuestros
lectores pedimos una oración por su alma.

Con aprobación de la .\utoridad Eclesiástica: Gerente: GEMINIANO FERRARI.
Establee. Tip. de la S. A. Int. de la Buena Prensa. Corso Regina Margherita, N. 176-TURIN
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1920