-
Título
-
BS_1924_01
-
Descripción
-
Boletín Salesiano. Enero 1924
-
Fecha
-
1924.01
-
extracted text
-
^ 5)
BO LETÍN SALESIANO .
A,
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
Año XXXIX.
ENERO 1924
Número t.
■.ÉSáíiL.
Fueats de la Vlrgea eo Nazaiti.
RedacciÓQ
j
A d m in is tra c ió n : V ia C otto len g o N. 32 - T U R IN , 9 (Italia).
a
r
® o o iK i> -¿ v i>
]© r> r"ro R A .
i i v 'i ' e í r :[v a o i o
2VA. i ^
A v e n i d a R e g i n a M a r g a r id a , 174 — T U R ÍN (Ita lia )
NOVUM MISSALE
ex decreto S acro san cti O oncilii T rid én tin i
re stitu tu m S. P ii Y. P . M. ju ssu editum aliorum P ontificum cu ra recognitum a P ío X reformatuuL e t SS.mi
D . N . B enedicti X Y a u c to rita te vulgatum .
im ie R om am n
1) Editio typica Vaticana nigro tantura impressa, cum rubricis italicis literis resiiltantibus,
in charta subtili sed solida. Cra. 1 7 x 2 6 marginibus comprehensis.
Sino tegumento: Libellae 30. — Apud exteros: libellae 42.
Contectum: 1) SemipeUc ac tela, sectione rubra, titulo ac cruce deauratis: Libellae 60. —
Apud exteros: lib. 84.
2) Tota pelle rúbeo colore, sectione rubra, titulo ac cruce deauratis: Libellae 80. — Apud
exteros: libellae 11 2 .
3) Tota pelle rúbeo colore, auratis foliis, titulo deaurato in dorso ac cruce a u ra ta in
planibus: Libellae 100. — Apud exteros: libellae 140.
2) Editio Turonica ju x ta typicam Vaticanam. Cm. 2 3 x15. Impressum rúbeo nigroque
colore. 8 ine tegumento: Libellae 70. — Apud exteros: lib. 80.
Contectum: 1) Linteo, cum titulo áureo, sectione rubra. Libellae 84. — Apud exteros: lib. 90.
2) Omnia u t supra Ñ. 1 sectione vero aurata. Libellae 91. — Apud exteros: libellae 100.
3) Tota pelle, cum titulo áureo, sectione rubra. Libellae 112. — Apud exteros: libellae 120.
4) Omnia u t supra N". 3, sectione vero aurata. Libellae 140. — Apud exteros: libellae 150.
3) Editio Turonica ju x ta typicam Vaticanam (2í. 14 typus 28x19). Impressum rúbeo
nigroque colore. Textus illustrationibus nitet, chrolibinaque impressione adeo perbelli refulget,
perspicuitas literarnm visum non laedit. ArínimuTrt est pondus Imjus Missalis (2 Kg.) u t
a pueris ecclesiis inservientibus ferri potest.
Sine tegumento: Libellae 70. — Apud alias nationes: libellae 80.
Contectum: 1) Semipelle ac tela rúbeo colore, sectione rubra, titulo ac cruce deauratis:
Libellae 125. — Apud alias nationes: libellae 140.
2} Tota pelle rúbeo colore, sectione rubra, titulo ao cniee deauratis: Libellae 200. — Apud
alias nationes: libellae 220.
3) Tota pelle, rúbeo colore, auratis foliis, titulo deaurato in dorso ac cruce aurata in planis;
Libellae 225. — Apud alias nationes: libellae 245.
4) Editio Turonica ju x ta typicam Vaticanam, manualis 1922 {cm. 10 x l5 ). Editio in óm
nibus cum editione concordans, charta indica tenui et solida, cum characteribus magnis et
perspicuis rubro e t nigro impressis, accuratissima.
Sine tegumento: Libellae 28. — Apud exteros: libeUae 40.
Contectum: 1) Linteo, cum titulo áureo, sectione rubra: LibeUae 35. — Apud exteros: L i
bellae 47.
2) Omnia u t supra, sectione vero aurata: LibeUae 40. — Apud exteros: libellae 55.
5) Editio I Taurinensis, 1921, iuxta typicam, commodissima, in paginis confíciendis comm oditatis ratione habita, fere numquam lectorem ab una ad aliam paginam rem ittens, pag.
patent cra. 14x23*4» rubro-nigro impressae, cum lineis rubris in quadnim ductis, charactelibus nitidissimis apposite fusis, lectu valde idoneis.
Editio haec in duabus chartis diversis venit:
In charta indica subtUi ac solida (Missal. religat. gramm. 600 pondo)
In charta a m achina crassiore (Missal. religat. gramm. 1100 pondo).
íSíne tegumento: LibeUae 50. — Apud exteros: libeUae 65.
Contectum: 1) Seiui-peUe rúbea ac tela eiusdem colorís in planis, titulo ac cruce in plañís,
foliis coloratis (vel infectis coloribus): LibeUae 75. — Apud exteros: UbeUae 97,50.
2) Tota pelle rúbea, foliis coloratis, titulo in dorso ac aurata cruce in planis: LibeUae 90.
— Apud exteros: UbeUae 117.
3) Tota peUe rúbea, deauratis foliis, titulo in dorso ac aurata cruce in planis: Libellae 100.
Apud exteros: UbeUae 130.
BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
Año XXXIX.
ENERO 1924
Número
SU M A R IO . E l Rámo. Don Felipe Rinaldi a lo$ Cooperadores Salesionos. — E l nwevo .Santuario
de Nazarel. — 36^ aniversario de la muerte de Don Basco. — De nuestras Misiones: Assam
(India) - Misión del Chaco Paroguapo. — Episodios de las Misiones: Sólo deseo ir al Cielo,
— Triunfos de Afarío Auxiliadora. — Gracias'de María /luxi/íai^ora. — Por el mundo lo/c»
siano, — Eos que mueren.
EL Rdmo. DON FELIPE RINALDI
a ios beneméritos Cooperadores Salesíanos.
Tuiín, I® de Enero de 1924,
los tiempos que corren. Pero esto no es todo,
con ser mucho. A la par de las obras a que aludo,
ya conocidas de nuestros Cooperadores, flo
Beneméritos Cooperadores
recieron con vida próspera otras muchas, su
y Cooperadoras:
ficientes, por sí solas, para probar con evidencia
¡Qué bueno es Dios para con los hijos de Don una particular asistencia divina.
Bosco!
Treinta y cinco años hace que el Ven. Don
¡Con razón mi primer pensamiento se derige Bosco voló al cielo y, en este breve espacio de
a El también este año, para agradecer, conmo tiempo, su obra admirable, junto con su nombre,
vido, su providencia divina que nos favorece se extiende por el mundo entero de una manera
generosa a medida de nuestras necesidades! portentosa. ¿Quién, en vista de esta maravilla,
Cada año que pasa es para nosotros una prueba no se siente conmovido y da rendidas gracias
elocuente que corrobora las palabras del Ven. al Autor de todas las gracias y bendiciones?
Don Bosco. « La Obra Salesiana, decía con
¡Bendigamos, pues, a Dios con todo el corazón
vencido, no debe su existencia a un pobre sa y correspondamos a sus beneficios secundando,
cerdote que, no obstante su buena voluntad, especialmente, aquellos fines para los cuales
escasamente hubiera servido para regir la h u -, inspiró a Don Bosco la Obra Salesiana!
milde capellanía de un pueblecillo de montaña,
II. El V'en. Don Bosco fué un varón, todo
sino a Dios que la suscitó y la conserva bajo de Dios, en cuya presencia vivía, esperando de
la especial y amorosa protección de M^ría Auxi El la inspiración y la gracia con que realizar
liadora.
toda obra buena. A pesar del abrumador y
continuo trabajo, vivía en íntima unión con
T res m otivos de agradecim iento. Dios, como si no tuviera otra ocupación que la
del rezo. Sólo así se explica su acometividad
I Al considerar los innumerables favores para realizar los planes, aun los más atrevidos,
que, mediante la intercesión de nuestra buena que le inspiraba el cielo, seguro como estaba
Madre, nos ha prodigado el Señor el año pasado, que no había de faltarle el auxilio divino. Y
brota en nuestros corazones espontáneo el reco de esa manera llegó a ser dócil instrumento de
nocimiento. No solamente continuaron, sin (jue se valió el Señor para obrar grandes pro
tropiezo, su labor benéfica las muchas obras digios. Estudiando al Venerable Fundador
emprendidas, años atrás, por los Salesianos y desde este punto de vísta, se comprende fácil
las Hijas de María Auxiliadora, sino que, al mente la razón de sus éxitos, se manifiesta
gunas de ellas, se desarrollaron tan prodigiosa claramente el secreto del admirable resultado
mente como ninguno ló hubiera esperado en de sus empresas, y se nos muestra el camino
"
En Polonia: Además de un sanatorio con
iglesia pública, en la ciudad de Shawa, se ha
establecido una Casa para fonnación de personal,
con regencia de ima parroquia, en Czcncinzk.
E n Portugal: Se ha fundado una Casa para
formación de personal en Regoa.
E n Canarias-España: En la capital, Las
Palmas, se ha establecido la primera residencia
salesiana con escuelas y Oratorio festivo.
5 E n el P erú , y en Huancayo, que goza de un
clima inmejorable, hemos abierto un sanatorio.
En ios Estados í/nidos; Dos son las funda
ciones, y a cual más importantes, hechas en
esta floreciente república: una en Los Angeles,
California, con escuelas externas, parroquia y
asistencia a los numerosos emigrados, y la otra
en Elizabdh, Estado de Nueva Jersey, con iglesia
pública y Oratorio festivo.
BUBN RETIRO (B raflI). — Na«vo Colegio • Igleelo eeleilono».
En la colonia del Cabo: Para atender a los
•jóvenes estudiantes salesianos, se ha fundado,
en Claremont, un instituto y colonia agrícola
florecientes.
E n B rasil: En el Estado del Espíritu Santo,
se estableció una residencia de Misioneros, en
Virginia, para prestar asistencia espiritual a los
numerosos emigrados q u e ll^ a n de los contornos.
En A rgentina: En memoria de su hijo Tulio,
levantó en Tucumán un grandioso colegio el
caballero Don Manuel G arda Fernandez {q.
e. p. d.), confiándoselo a los Salesianos.
En Paraguay: En Vista Alegre, muy cerca
de Asundón, se abrió una nueva Casa con escue
las y Oratorio festivo.
Merecen especial mendón las nuevas Casas
de Jlisión de Kimherley, en Australia y la del
Chaco Paraguayo; la de Taracuá, en la Pre
fectura Apostólica del Río Negro, Brasil, y la
de Haftong, en el Assam, donde, a su vez, se
han desarrollado en gran manera las residend as de Shillong, Kaliang, Gahauti y Lailkynsc.¡!,
merced al refuerzo de los nuevos misioneros
enviados.
Conviene tener en cuenta que el número de
los Misioneros que partieron en el año 1923
para las diversas Misiones, rebasó el centenar.
Varios de ellos eran aspirantes, que harán su
novidado en el mismo campo de su futuro
apostolado, reforzando, a la vez, los centros
de Belén, Tierra Santa, y siendo base de otros
—
o
nuevos en las importantes Casas de forma
ción del Assam y de China. •
Estas son las nuevas fundaciones del año
que acaba de expirar; pero para dar una idea
completa del desarrollo de la Obra Salesiana
durante el año 1923, es preciso, además, reseñar
los nuevos Oratorios festivos que se abrieron
en algunas Casas, como el de Rosario, en la Ar
gentina, instalado en magníficos locales, y el
de Quito, en el Ecuador, frecuentado por más
de 800 jovencitos.
Del mismo modo deberían tenerse en cuenta
las nuevas iglesias abiertas ai culto, como son:
el Santuario de Jesús Adolescente, en Nazaret;
el templo de la Virgen del Rosario, en Monte
video, y el de San Antonio Oeste en la Patagonia.
También se ha dado un gran impulso a otras
varias e importantes iglesias en construcción;
a saber: la grandiosa que se construye a J esús
Adolescente, en TuHn; a la del Sagrado Cora
zón de Jesús, en Livorno; a la de San Pedro
y San Pablo, en San Francisco de California:
a la del Sagrado Corazón de Jesús, en ChoelChoel, Argentina y a la de María Auxiliadora
en Fortín Mercedes, que se levanta, precisa
mente, sobre el mismo lugar donde celebraron
la primera misa los Misioneros enviados por
Don Bosco a la Patagonia.
En el pasado año, además, se han echado
los cimientos de otras iglesias, algunas de ellas
dedicadas a María Auxiliadora, como la de Vigo,
en P^spaña, y la de Bagé y de San Pablo, en
Brasil. Especialmente la última, será un templo
monumental, ya que medirá más de 70 metros
de largo, y sobre su cúpula, a 52 metros de al
tura, campeará la grandiosa estatua de nuestra
Patrona, sostenida por ocho ángeles.
Para ser exacto, todavía debiera añadir
algunas ampliaciones de importancia en los
colegios de Varó, Vcrona, y Milán, en Italia;
las de Nueva York, Estados Unidos, como asi
mismo la erección de nuevos edificios para
Orfanotrofios, Escuelas Profesionales, Obras
Parroquiales, etc...; pero me haría, tal vez,
demasiado largo.
II. — O bras de la s H ijas
de M aría A uxiliadora.
También las Hijas de María Auxiliadora
cuentan en su activo con numerosas fundaciones.
En ¡talla: Abrieron una Casa muy importante
ea ]'enecia, con escuelas privadas, asilo de in
fancia, oratorio y pensionado. - también se
abrieron Oratorios festivos, asilos de infancia
y escuelas externas en
Piamonte,
en Cliiesina Uzzenicsc, Toscana y en Rimini
de la Romana.
—
En Perusa, Umbría, cuentan con dos funda
ciones más: el nuevo instituto para Huérfanos
de guerra, y un asilo para niñas abandonadas;
— en Turín tienen dos residencias más: la
una junto al Colegio de las Misiones Extran
jeras y la otra al lado de nuestro Instituto
Internacional de la Crocetta.
E n Bélgica: Se hicieron cargo de una obra
muy necesaria en Scheunt-Anderleck para aten
der en un asilo a los pobres niños de gitanos y
saltimbanquis. Importantes son también las
fundaciones de nuevas Casas con escuelas,
obradores y jardines de infancia etc. en Victórica,
Pampa Argentina, — en Salto, Uruguay, —
en Puerto Natales, Tierras Magallánicas, — en
Huancayo, Perú, y en Concordia, Colombia.
Tampoco en las Misiones se han rezagado,
porque, a más de atender al desarrollo de las
ya existentes, han aceptado otras nuevas en
China y en el Assam, India, donde los Salesianos les habían preparado el campo, y han
empezado a trabajar con halagüeños resultados,
que prometen abundantes bendiciones del Señor.
Pero con esta reseña, a grandes rasgos, no
manifiesto bien el notable desarrollo que ha
tenido en el año 1923 el instituto de la Hijas
de María Auxiliadora, porque sería preciso
añadir el engrandecimiento de algunos de los
colegios con nuevas obras, jardines de infancia
etc. como los de Craveüona Toce, Bibbiano y
Conegliano. — de obradores en los colegios de
Cassolnovo y Cassol Molino, Umbría; — de escue
las nocturnas en el Oratorio de San Sabas, de
Roma; — del nuevo centro para formación de
personal en el Asilo de Sto. Spíritu de Aqui. —
de importantes obras en las Casas de formación
de Santiago, Chile, y de Maldonado, en la Ar
gentina.
También han dirigido, aunque temporánea
mente, la Colonia de montaña, para los huér
fanos de guerra, en Roncovero de Betiole; una
Colonia marina, para las niñas de Leñano, en
Borgio, y una escuela estival en la populosa
barriada de « Oltre Torrente » en la ciudad de
Parma.
Como véis, también las Hijas de María Auxi
liadora son bendicidas pródigamente por el
Señor y recogen abundantes frutos por doquiera.
PROPUESTAS PARA EL AÑO 1924.
Mirando la labor realizada en el año 1923,
tanto por los Salesianos como por las Hijas de
Jlaría Auxiliadora, no hay quien no vea que
hemos sido mimados por la Procedencia, reci
biendo en abundancia sus gracias y bendiciones;
pero si atendemos a las continuas peticiones
— 7 —
que se nos hacen para nuevas fundaciones,
no sólo en tierra de Misiones, sino también en
los países civilizados, cabe pensar que nos aguar
dan nuevas y más grandes sorpresas de la mise
ricordia del Señor. Pero quisiera que reflexio
narais conmigo sobre este fenómeno, bien ori
ginal y que se repite de continuo. A medida
que crecen las necesidades en forma que, a
veces, impresiona y casi acobarda por la mag
nitud, llueven peticiones de nuevas obras y
necesidades sociales importantísimas y de pe
rentoria urgencia, a las cuales, muy a pesar
nuestro, nos vemos obligados a responder nega
tivamente, por carecer del personal y medios
indispensables.
Pero, como comprenderéis, no podemos quedar
tranquilos, porque es la Providencia la que
llama a las puertas de nuestra generosidad, y
es necesario que nosotros estudiemos el modo
de corresponder a estos amorosos llama
mientos.
El 1925 es para todo el mundo cristiano una
fecha gloriosa, porque se trata del Año Santo,
del Año Jubilar para la Iglesia Católica; pero
para la Familia Salesiana tiene, además, otro
motivo de regocijo, pues celebra las Bodas de
Oro de su vocación misionera.
El I I de noviembre del 1925 se cumplirán
los cincuenta años de la partida de los primeros
misioneros que nuestro Ven. Padre Don Bosco
enviara a trabajar a la viña del Señor. Todavía
cjueda un sobreviente de aquella gloriosa expe
dición, y precisamente el jefe, el actual Emmo.
Cardenal Cagliero, que el Señor conserve a
nuestro afecto hasta aquel día et ultra.
¿No os parece que conviene celebrar esta
fecha con toda la solemnidad posible?
Con este objeto se ha constituido en Turín
un doble Comité Central, compuesto de ilustres
Cooperadores, que ha lanzado ya un mani
fiesto a los Cooperadores del mundo entero,
a nuestros ex-alumnos y a las ex-alunmas de
las Hijas de María Auxiliadora; y los Comités
Nacionales de las exalumnas de las Hijas de
María, junto con el Comité Central de las « Da
mas Patronesas de las Obras Salesianas», se han
adherido con entusiasmo al llamamiento, ha
ciendo ellas otro, a su vez, a las asociaciones
hermanas, todo lo cual hace esperar una fervo
rosa y fecunda cooperación misionera.
« Este Jubileo, las Bodas de Oro de las Misiones
Salesianas, dice el manifiesto, no sólo se celebra
para conmemorar las glorias de medio siglo de
heroísmos, realizados según d espíritu de Don
Bosco en favor de pobres hermanos nuestros paga
nos, sino también para despertar por ellos nuevas
simpatías en iodos los pueblos y clases de la so
ciedad, nuevos y duplicados entusiasmos qu&
hagan florecer más abundantes mieses con su
generoso esfuerzo ».
Yo hago mía esta generosa y caritativa in
vitación y os la recomiendo encarecidamente
para realizarla en el nuevo año. Ayudadnos a
fin de que las Bodas de Oro de nuestras misiones,
sean fecundas en frutos consoladores. Necesi
tamos de más personal y medios, de vuestras
oraciones para atender debidamente ni creci
miento de nuestras misiones. Por eso acudimos
con tanto calor a vuestra probada generosidad.
Mucho se conseguiría si por todas partes se or
ganizaran Comités que ilustraran con actos pú
blicos y privados nuestras Misiones, si iodos los
Cooperadores y amantes de nuestra Obra convir
tieran en realidades la admiración y entusiasmo
que sienten por nuestros misioneros, a fin de
que a todos ellos llegara, de una u otra forma,
nuestra esplendida y provechosa cooperación.
Necesitamos más Misioneros,
Es sensible, pero natural, que nuestros gene
rosos hermanos, los que primero se lanzaron
ardorosamente al campo de las Misiones, vayan
desapareciendo poco a poco, y que los que
siguieron inmediatamente su noble ejemplo,
vean agótame sus energías, con harto senti
miento suyo y daño de la Misión donde cose
charon abundantes frutos. Pero, ¿deberemos
cruzarnos de brazos y contentamos con lamentos
estériles, con riesgo de que aquellos florecientes
campos tomen a su primitivo estado salvaje,
malográndose tantos sudores y fatigas derra
mados i>or nuestros hennanos? No debe ser.
Y, sin embargo, ¿cómo arreglárnoslas para
atender a las nuevas peticiones y corresponder
a los compromisos aceptados?
Se necesitan nuevos misioneros, y no sería
difícil encontrarlos. Por gracia de Dios abun
dan en nuestros días, especialmente entre la
juventud, almas generosas que acarician la
idea de llegar a ser sacerdotes misioneros, y
otras, no menos nobles, que, sin atreverse a
llegar al sacerdocio, ofrendarían gustosas su vida
a las misiones. Buscad a estas almas buenas,
llenas de amor de Dios y de caridad para el
prójimo y enviádnoslas a nosotros, que con
satisfacción les abriremos las puertas de nues
tras Casas de formación.
Necesitamos de vuestras limosnas
y de toda suerte de socorros materiales.
Es doloroso <»nfesarlo, pero es lo cierto que
nuestros Misioneros llevan una vida demasiado
pobre, de continuas estrecheces. Necesitan
medios para recoger y mantener más alumnos
—
en los orfanotrofios; para fundar nuevas es
cuelas y pagar los maestros; para socorrer a
los neófitos más necesitados; construir nuevas
iglesias, capillas, hospicios y multiplicar las
residencias. Cualquier cosa, aunque sean piezas
de tela, medicinas, máquinas y otros utensilios
para las Escuelas Talleres, material escolástico,
libros, instrumentos de música, objetos para
premios, ornamentos sagrados y otras mil pe
queneces...; todo lo aprovechan, todo es para
ellos una providencia que les saca de apuros
y les ayuda a multiplicar sus trabajos.
III), L os M isioneros confian en v u estras
oraciones.
El entusiasmo generoso con que, renunciando
a toda suerte de comodidades, dieron un adiós
a la patria y la familia, para llevar la felicidad
de la fe a los pobres paganos, se halla, a veces,
debido a las contrariedades, a los graves pe
ligros que corren, al trabajo abrumador, y, no
pocas veces, a la privación de lo indispensable
para la vida, sometido a dura prueba. Recor
démonos de rezar por ellos, y así el Señor les
prodigará sus dulces consolaciones.
liste es, en resumen, mis amados Coopera
dores, el programa que confío a vuestro em
prendedor y activo celo.
Sabéis muy bien que el Ven. Don Bosco, al
fundar la Unión de los Cooperadores Salesianos,
entendió formar un ejército de almas celosas,
dispuestas a realizar generosamente cualquier
iniciativa que les comunicara. Por este motivo
no estableció para vuestra dirección ningún
Director General o Nacional, pues deseaba que
todos y cada uno de los Cooperadores estuviera
en relación directa con él, sirviéndose del Bo
letín Salesiano para comunicarse con todos y
exponerles sus planes y deseos. Volveré, en otra
ocasión, a tratar este punto, de capital impor
tancia, a fin de que la Pía Unión siga fiel
mente el camino que le trazó el mismo Don
Bosco.
Entre tanto, encarezco de nuevo a todos: —
Que prestéis durante este año generoso apoyo
a las varias iniciativas, sean generales o locales,
que se emprenderán para la celebración del Cin
cuentenario de las Misiones Salesianas, o haceos
vosotros mismos los promotores. Para el. buen
acierto y resultado será bueno que:
Recéis todos los días por los Misioneros;
Enviéis directamente a Turín las limosnas <Jue,
individual o colectivamente entendáis consignar
para las Jlisiones Salesianas.
Dirijáis al Inspector Salesiano más próximo
toda propuesta o petición referente a la acep
tación de nuevos aspirantes para las Misiones.
8
-
Conclusión.
Mis amados Cooperadores y beneméritas Coo
peradoras, yo ruego a Dios para que bendiga
nuestros trabajos. Todo lo que hagamos para
la difusión de su reinado sobre la tierra, se con
vertirá en copiosas bendiciones para nuestras
familias y países.
El mundo, hoy más que nunca, suspira por
la posesión de aquella paz que los Angeles
anunciaron en el nacimiento del Salvador.
Industriémonos para procurar el conocimiento
de Ntro. Señor Jesucristo y su gracia a otras
almas, porque ese es el modo más seguro y
eficaz para acelerar el reino de la paz en nues
tros pueblos.
Este año esperamos comenzar a reedificar
el antiguo Maríyrium sobre el sepulcro de San_
Esteban, que, como sabéis, hemos descubierto
en uno de nuestros orfanotrofios de Tierra Santa.
Su Santidad ve con gran satisfacción esta obra,
y se promete del aumento de culto al glorioso
Protomartir su eficacísima intercesión por la
paz universal.
¡Qué el Señor oiga propicio nuestras preces,
y nos conceda, a cada uno de nosotros, la paz
y plenitud de su gracia, dones que serán prenda
de la futura felicidad del Cielo!
Con el más profundo respeto y viva gratitud
me repito de vosotros, beneméritos Coopera
dores y Cooperadoras,
Obligadísimo servidor
F e l ip e
R in a l d i , Pbro.
P IA U N IO N
de los
C O O PE R A D O R E S SA L E SIA N O S
Más de nueve mil Misas, y centenares de
millares de Comuniones y Rosarios pueden
aplicar cada año por sus difuntos todos los
Cooperadores Salesianos.
Para ser Cooperador Salesiano, es nece
sario inscriberse como tal, y rezar un Pa
drenuestro, Avemaria y Gloriapatri, diaria
mente, a San Francisco de Sales; ser buen
cristiano y ayudar de algún modo a las
Obras Salesianas.
El nuevo Santuario de Nazaret.
En el regazo de sus padres aprendía a conocer
a Dios, sus mandafnientos {Tob. 1 , lo) y 1;\
historia sagrada de su pueblo. A la ptiertu de
las casas de Israel, por la parte interior, pendía
una arquilla en la que se guardaban algunas,
tiras de pergamino con pasajes de la Ley (l)eut.
6 , 4-9 ; I I , 1 S-21), arquilla que todos tocaban
al entrar y al salir, diciendo una oración. K1
oficio divino de las sinagogas ampliaba la ins
trucción religiosa dada en casa. Desde el regreso
de Babilonia, se había regulado este culto de
una manera perfecta. Casi todas las aldeas
poseían un oratorio o una sinagoga que a veces
era un edificio magnífico. Las sinagogas se erigían
con predilección en altozanos, en las esquinas de
las calles, o en otros lugares a propt)SÍto, y un alto
mástil por lo menos o bien otro signo religioso
cualquiera, como el candelabro de siete brazos
o el vaso del maná, debía indicar la casa de la
oración y de la enseñanza. Según el modelo del
Templo de Jerusalén, la sinagoga contenía pri
meramente un espacio para el pueblo, con al
fombras y almohadones, y para las mujeres un
departamento separado o un espacio superior
con rejas; después, semejante a nuestro presbi
terio, venía el lugar elevado con el candelabro
de siete brazos, con el púlpito, la cátedra y
asientos de honor para los doctores insignes de
la Ley; y por último, unas gradas más alto, el
nicho pintado de muchos colores donde estaban
los rollos de las Escrituras.
El sabado, día establecido para recuerdo per
petuo del descanso de 1 )ios después de la obra de
la creación {Gen. 2 , 3. li.x 20, 11 ) y también de la
V ida oculta de Jesús en N azaret.
Pascua, en memoria de la liberación de Egipto
La Sagrada Familia se había establecido {Ex. 31,13 y para avivar la esperanza del Mesías,
fijamente en Nazaret, y allí pasaron los años solía pasarse en la lectura y explicación de la Ley
de la vida oculta de Jesús, hasta su aparición y de los profetas, hecha por i)rcdicadores del país
o transeúntes, y en oraciones por la venida del
jmblica a los treinta de su edad.
Es un tiempo largo, tiempo de santa obscu Mesías. La Escritura se leía siempre en hebreo,
ridad y de majestad misteriosa. —• AI contrario ]>ero la explicación se daba en el idioma sirode los apócrifos, que narran muchas cosas caldeo (araineo). Durante la semana se hacían
milagrosas de esta parte de la vida del Señor, otras tres funciones religiosas en común, y al
los Evangelios refieren pocos rasgos, pero gunos judíos piadosos visitaban todos los días
altamente significativos e importantes (Luc. 2, la sinagoga para orar y leer la Escritura. Así
lo haría también el Salvador, sentándose sin
40. 5L 52).
El primero es, que los padres de Jesús iban duda frecuentemente entre los demás israelitas,
todos los años a Jerusalén a celebrar la Pascua, con la cabeza cubierta, orando y leyendo en
y que el Salvador los acompañó cuando cumplió la Sagrada Escritura {Luc. 4 , 16). Mas sobre
los doce (Luc. 2 , 42). Esto da a entender la \úda todo, los puntos culminantes de la vida reli
de oración y de piedad que el Salvador llevaba giosa de Israel eran las grandes fiestas nacio
en casa de sus padres. La educación del niño nales de la Pascua, Pentecostés y de los Taber
judio en la familia era eminentemente reli^osa. náculos, en Jerusalén.
Con gran satisfacción damos noticia a los
Salesianos y Cooperadores de algunos detalles
de la solemne consagración del nuevo templo
salesiano dedicado a Jesús Adolescente en Na
zaret.
Por descuido incomprensible faltaba un
templo consagrado a la adolescencia de Jesús
precisamente en la pequeña ciudad de Nazaret,
donde E l pasó la ma^'or parte de su \nda y en
la que los peregrinos buscaban, afanosos, algo que
les recordara la risueña edad de nuestro Salvador.
Por fortuna el olvido está subsanado. Al lado
de la Casa salesiana, y confiado al celo de los
hijos de Don Bosco, se yergue airoso el nuevo
>• hermoso templo, llenando de satisfacción a
la gran Familia Salesiana, que en ello ve una
prueba más de la predilección de la Divina Pro\-idencia, que la ha destinado a la educación
de la juventud, y con preferencia a la más pobre
y abandonada.
Este nuevo templo, como escribía al Rdo.
Don Felipe Rinaldi el infatigable promotor de
la iniciativa, Monseñor Carón, — está llamado
a ser el centro de donde se difundirá al mundo
entero la devoción y culto a Jesús Adolescetite.
Por parte nuestra no omitiremos medio al
guno para que devoción tan tierna y consola
dora se propague entre la juventud y el pueblo
cristiano.
¡Está tan llena de ejemplos prácticos y su
blimes enseñanzas para la vida cristiana esa
misteriosa edad de Ntro. Señor!
T
—
Su obediencia.
Otros dos rasgos que la Sagrada Escritura
refiere de la vida oculta del Salvador, son: que
estaba sujeto a sus padres [Ltic. 2, 51 ), que fue
llamado el hijo de José, del carpintero {Mat.
13 . 55) y que él mismo era carpintero [Maro. 6,
3). l ‘sto nos hace penetrar profundamente en
la vida doméstica de la Sagrada Familia.
Kn oriente, la casa de la gente común es casi
siempre un cuadrado, construido de piedras o
de arcilla y maderamen, y revocado de blanco.
Sobre las escasas habitaciones del piso bajo, se
levanta, como vivienda superior, la azotea con
baranda baja, donde en verano se ora, se con
versa y se duerme, ya en una cabaña de follaje
o de juncos, o bien en un pequeño edificio en
forma de torre. Una escalera, de mano o fija,
une la azotea con el patio que, cercado de un
muro de piedra o de un vallado, suele contener
una higuera, una parra, y en un rincón el horno
de barro y piedra. K1 ajuar es de lo más sencillo
que darse puede: unos cuantos taburetes, una
mesa baja, a lo largo de las paredes de la habi
tación cojines, colchones y alfombras para sen
tarse y para dormir, algunos cántaros de agua;
una lámpara, un cofre para la ropa blanca y de
vestir, un plato y un molino de mano para moler
el trigo. Tal hubo de ser, poco más o menos, la
casa de la Sagrada Familia. Se encontraba quizá
en el lugar de la actual iglesia de la Anunciación
y debía constar de dos partes. La parte anterior
era constniída, y la posterior cavada en la roca,
con varios huecos que forman la cripta actual
de la iglesia. Aquí fué, pues, donde el Salvador
pasó su vida en la obediencia y el trabajo. Su
obediencia principalmente se hace resaltar en
la Escritura como una determinación suya pro
pia, libre, meditada y constantemente repetida;
de manera que no parece que en esta parte de
su vida pretendía ni aspiraba a otra cosa que
a la práctica de la obediencia y de la sumisión.
Así que la obediencia a sus padres era el objeto
primero y capital de sus pensamientos, de sus
deseos y de sus planes, y como el marco dentro
de cual se movía toda su vida.
Jesús trabaja.
Según parece, el Salvador ayudó también a
San José en su oficio de carpinero {Marc. 6 ,
3). Y mientras la Sladre de Dios cuidaba de
la casa, tejía o cosía, hacía las pequeñas coml>vas, preparaba la comida o iba por agua al
pozo — seguramente el mismo que aun está en
la parte oriental de Nazaret, rodeado de olivos
y de cactos y que se llama pozo de María —
San José y el Salvador trabajaban en el taller
l o
—
en las cosas de su oficio. Los primeros cris
tianos pretenden haber visto todavía yugos y
arados hechos por el Señor. El trabajo del
Salvador era lUil, necesario y serio, porque con
él había de ganarse el pan; era un trabajo común
y exterior, que ni siquiera se relacionaba direc
tamente con Dios, ni requería un talento espe
cial; era, en fin, un trabajo fuerte y penoso;
su mano estaba callosa y endurecida, su rostro
tostado por el sol, y frecuentemente las gotas
del sudor esmaltaban su frente. Cierto que el
trabajo manual disfrutaba de grande honor
entre los judíos, de manera que aun el hijo
del sumo sacerdote debía aprender un oficio.
Pero ¿quién puede ver sin enternecerse al
Hijo de Dios trabajar de aquel modo para
ganarse el pan?
A las horas de trabajo seguía la comida coti
diana, que en las familias pobres se componía
de los productos más sencillos y ordinarios
del campo. Después de la comida venía la con
versación en sociedad o la lectura de la Sagrada
Escritura, de la cual existían copias, completas
o fragmentarias, casi en todas las familias. Y
tenninaba la jornada con la oración en casa, a
la luz de la lámpara.
Jesú s crecía en edad, sabiduría y gracia.
El cuarto rasgo que la Sagrada Escritura nos
conserva de la juventud de Jesús, es su progreso.
Dos veces lo menciona San Lucás {2, 40 y 52).
Este crecimiento y este progreso es exterior
o sea, en cuanto la sabiduría y la santidad in
natas se revelaban con la edad y crecían exteriormente con el desarrollo de la vida. Un cre
cimiento interno en conocimiento solamente
puede admitirse con re.specto a la ciencia natural
y experimental. Desde el primer instante de su
existencia gozó el Salvador de la contemplación
inmiediata de Dios {Juan 3, i i ; 8 , 38) y con
ella, de toda santidad y de toda ciencia de una
manera excelentísima. De igual modo habíansele infundido también desde su concepción,
y con toda plenitud, la ciencia, la gracia, la
pureza y la santidad sobrenaturales. Tal era la
dote que le correspondía como a Hijo de Dios
y como a cabeza de los ángeles y maestro de
los hombres. lín esto no creció, y con esto no
hizo méritos para si mismo, sino para nosotros
solamente. Creció, pues, el Salvador tan sólo
en el, coUvX:imiento natural o adquirido, en la
ciencia exjierimental, y puramente a medida
del tiempo y del desarrollo de las facultades.
Lo que su entendimiento veía en imágenes y
en conceptos ideales, merced a su superior saber,
también lo conoció poco a poco por medio de
los sentidos y de las facultades mentales y por
—
el uso de ellas. Pero con esto no aprendió pro
piamente nada nuevo. Ko obstante, puede ad
mitirse que el Salvador, o en casa en el regazo
de la madre, o con otros niños en la escuela, a los
pies de un maestro, se ejercitó en leer, escribir,
recitar oraciones y pasajes de la Escritura. En
tiempo de Cristo, en casi todas las sinagogas había
una escuela, servida por empleados de la sina
goga. Hubiera llamado la atención que él no se
hubiese atenido a la costumbre general. Mas
II
—
blemente. Todos gustaban de encontrarse con
él, y se consideraban felices de verle. Las ma
dres, con el cántaro a la cabeza,”se detenían
cuando pasaba al lado de ellas, volvíanse hacia
la madre que tal hijo tem'a.
Vida humilde.
Esto no obstante, la vida del Salvador en
Xazaret fué una vida de obscuridad y de hu-
NAZARET. — V I*U p a rc ia l.
nunca frecuentó la escuela superior de un rabino,
ni solicitó el título de doctor de la Ley {Juan. 7 ,
15 ). De este modo es como debemos entender
el progreso de Jesús. Su noble y esbelto cuerpo
creció, su fuerza se desarrolló, pudiendo él darse
a los trabajos correspondientes a su edad, y
asimismo se manifestaron su sabiduría, su in
teligencia y su virtud con el progreso propor
cionado a la edad y a la exigencia de las cir
cunstancias exteriores. Fué aquel un creci
miento humano, físico, intelectual y moral,
dentro del único marco en que dignamente
puede suponérsele. La complacencia de Dios
5' de los hombres descansaba en el Salvador, la
edificación y la gracia procedían de él inagota-
mildad la más profunda. Por eso se la llama i>or
excelencia * la vida oculta 9. Y realmente, el
Sah'ador se substrae en ella a toda relación, y
se esconde. Se esconde del mundo por la misma
elección del lugar que fijó para su residencia.
Xazaret es insignificante y no nombrada en la
antigua Alianza (Juan I, 4O): se distingue tan
solo por sus aires y sus bella,s vistas en las emi
nencias que la rodean. El Salvador se oculta
además por su ocupación que es de tal clase,
que en ella nadie se ha conquistado un nombre
hasta ahora. Y también oculta sus gloriosas
cualidades personales.
¡Qué pocos de los hombres contemporáneos
suyos ven y admiran su apacible y dulce hermo-
-- 12
sura! ¡Qué poco se descubrió de los tesoros de
sabiduría y de poder en él encerrados! ¿Quién
fuera de María y de José, vislumbraba la san
tidad que en él estaba escondida? Todolo ocultó.
Cuando se presentó en público, no se sabía de
él sino (|ue era de Nazaret, e hijo de José y de
María {Mat. 13, 55, Marc. 6 ,. 3). Ki aun Natanael, que era de Cana, distante legua y media
de Nazaret, había sabido más de él {Juan I, 46).
í>e ve (¡ue, efectivamente, en Nazaret había
<|Uerido sepultarse en la obscuridad y humil<lad más profunda. ¡Qué no hubiera podido
liacer por la salvación del mundo y de los hom
bres en aquel largo tiempo y en otras circuns
tancias! ¿No le impulsaba a ello su propio cora
zón, rebosante de amor a Dios y a los hombres?
¿Y no es un misterio, y muy grande, que se ocul
tara de tal manera, con la plena conciencia
que tenía de su poder y el ardor propio de
su, corazón juvenil?
No deja de ser importante, así para la inteli
gencia del misterio como para nuestra ense
ñanza, penetrar en los motivos por los cuales
ob.ró así el Salvador. Ante todo, obró de esta
manera porque tal era la voluntad de Dios, y
a.sí le tributaba respeto y obediencia. Es manitlesto (¡ue el Señor quiere con ello darnos la
importante enseñanza, la más importante sin
<luíia, de que en nosotros todo ha de reducirse
al cimqiíimiento de la voluntad de Dios. Hacer
la voluntad de Dios es el todo en el hombre y el
lodo en la vida {Eccle. 12, 13). El que hace lo
<iue Dios quiere, hace bastante, y es bastante
.'^abio, rico y afamado. Muchas cosas y muy gran
des se ejecutaron durante aquel largo tiempo
cni el mundo científico, político y religioso; pero
nada glorificó m á s a Dios, y nada contempló
Dios con mayor complacencia que la vida tran<iuilá y en lo exterior insignifi.cante de su Hijo
en Nazaret. Por. eso se dice: « Y la gracia de
Dios estaba en él » [Luc. 2, 40).
P a ra enseñanza nuestra.
Pero aquella voluntad de Dios se dirigía
también.a un fin determinado y de gran im])ortanda respecto de nosotros.- El divino
l-falvador en su vida oculta nos da un
ejemplo de lo que Im de ser la vida cristiana or
dinaria, y, partiendo de la reforma de la fa
milia, pone los fundamentos de todo progreso
personal y s(KÍal. y de toda prosi>eridad privada
Y jmblica: fundamentos que consisten en la
•oración y cumplimiento de nuestros deberes
para con Dios, y .en las grandes leyes del orden
universal; en la obediencia a los representantes
<,le Dios en este mundo; en el trabajo obligatorio
>' santo. Y en la humildad abnegada y renuncia
<le toda ambición de honores y de todo espíritir
de dominación, que son los enemigos de toda
virtud, de toda paz y de todo orden. Se com
prende, pues, que el Salvador haya llevado
tanto tiempo una vida de obscuridad, de tra
bajo y de obediencia en la familia. El Salvador,
por esto mismo, se halla muy en su lugar en
Nazaret. En la iglesia, en la escuela y en el
taller pasa su vida la ma^’or parte del género
humano. Así también vivió el Redentor de los
hombres, acompañando todas estas cosas con
un ^ a n espíritu interior, y con pensamientos
y miras que abrazaban a todo el mundo. Y aUí
es él verdaderamente Dios escondido y Redentor
[Is. 45, 15 ). Nazaret es el escenario más a pro
pósito y adecuado para esta vida. No se ven en
ella cumbres audazmente escaladas, ni hondos
barrancos, ni retiros frondosos con sombras
de frescura embelesadora; nada romántico. El
carácter de Nazaret es el aislamiento, el se
creto, la apacible serenidad, la imagen de la
vida humana de todos los días (i).
C onsagración del nuevo T em plo.
Corría el año 1896 cuando los Salesiancs
llegaron a Nazaret, para dedicarse con amor a
la educación de la niñez en la patria de Jesús.
Como fruto de sus privaciones y fatigas se desa
rrolló el Orfanotrofio Salesiano que, desde en
tonces, cobija y educa bajo sus muros tutelares
a una porción de niños abandonados.
Para coronar la obra faltaba el templo de
Jesús Adolescente, que debía alentar en el ca
mino de la virtud a los niños, con sus recuerdos,
y éste no tardó en levantarse, merced a las
limosnas que llovían de todo el mundo cristiano,
especialmente desde Francia, donde el benemé
rito Canónigo Sr. Carón de Versailles, apóstol
de la juventud, trabajó con carino e interés
por la realización de esa'idea.
<( Es el mejor templo de toda la Galilea »,
dicen con marcada satisfacción y orgullo los
Nazarenos, que no han pemietido que extran
jero alguno trabajara en la construcción de la
obra, como si con ello quisieran reparar la negra
ingratitud de sus antepasados para con su Divino
Conciudano Jesús.
El esbelto monumento corona una altura,
distante unos veinte minutos de la población,
desde donde se domina uno de los más hermosos,
panoramas de Tierra Santa, en amph'simo ho
rizonte de cerca 80 kilómetros de circunferencia.
La consagración la realizó S. E. Monseñor
Alfredo Braudrillart, Obispo titular de Imería,
el día 6 de Septiembre, como a tiempo debido
( n Pensamientos sacados de ia obra del P . Meschier,
E l D ivino Salvador.
i
—
I ^
—
anuncíanos a nuestros lectores. Desde el alba fieles de la mq>onente procesión. Sesenta sacer
comenzó a llegar una pintoresca muchedumbre dotes, seguidos de los representantes de la ju
de nazarenos de ambos sexos hasta llenar la ventud mundial y numerosos romeros se diri
esplanada que se extiende delante el santuario, gían a postrarse de hinojos a los pies de Jesús,
en espera de la solemne ceremonia. Durante las llenando literalmente el espacioso templo.
Monseñor Carón, alma de todo el mo\'icuatro horas que.duró el rito litúrgico, seguido
con \rivo interés 5- devoto recogimiento por los miento, dirigió, conmomdo, la palabra para renumerosos fieles, tres coros de can
tores: el de los novicios de los
Padres de Betharram, el de los
niños nazarenos del Colegio Salesiano y el formado por parte de
los peregrinos, ejecutaron hermo
sos cantos religiosos.
En ausencia del Rector Mayor
de los Salesianos, quien, muy a
pesar suyo, no pudo asistir a tan
fausto acontecimiento, representó
a la Congregación Salesiana su
Procurádor en Roma, Rdo. Don
Dante Munerati, quien era por
tador para el Sr. Obispo celebrante
de la facultad de impartir solem
nemente a todos los presentes la
Bendición Apostólica, en nombre
del Papa; como asimismo del breve
ñ
que nombraba prelado doméstico
de Su Santidad al Canónigo Sr,
Carón.
Este nombramiento se le hizo
público al interesado en una reu
nión de sacerdotes, en la que, pre
sentado por el Director del Orfa
notrofio Salesiano de Nazaret, el
i- 'A i
portador Rdo. Dr. Don Dante
Munerati dirigió un saludo al agra
ciado, relevando, en nombre del
Rdmo. Don Felipe Rinaldi, la
alegría que experimentaban los
Salesianos al ver confiada a la
Congregación Salesiana, dedicada
especialmente a la educación de la
juventud, la custodia del nuevo
templo, lo que consideraban como
casi un mandato pro\ndencial de
extender por el mundo la devoción
a Jesús Adolescente. Monseñor
Braudrillart puso fin a la íntima
NA ZA RET. — I n te r i o r d e l T e m p lo d e J e i ú i A d o ie tc e n te .
y grata reunión con un entusiás
tico elogio de la Obra de D. Bosco.
Una grandiosa manifestación debía cerrar con cordar la historia y origen del templo y mani
broche de oro el solemne acto religioso. Las festar públicamente su gratitud a los que tan
campanas del nuevo templo, en voltear festivo, generosamente habían concurrido con sus li
hicieron llegar sus alegres notas a la ciudad y mosnas a la erección.
Le sucedió en el uso de la palabra Monseñor
caseríos.del contorno, invitando a los fieles a
la función de consagración de los jóvenes a Braudrillart, consagrante del templo, quien,
Jesús Adolescente. Pronto, por entre la verde a su vez. ensalzó la laíior y méritos de Monseñor
fronda de los oli\*os, se divisaron los primeros Carón y del arquitecto M. L. Gautier, como
—
asimismo la colaboración prestada desde el
primer momento por los Salesianos, a quienes
se hace entrega del religioso monumento, para
<iue con su celo y laboriosidad lo hagan el centro
frecuentadísimo de las preregrinaciones juve
niles del mundo entero.
De la adolescencia de Jesús, continúa el ilus-
NAZARBT. —'B e n d Ic lA n d«l te m p lo .
tre obispo, podemos recoger preciosas y opor
tunas enseñanzas. La juventud de nuestros
días, que yo no humillo, porque conozco bien
sus recursos, se halla trabajada por tres males
o gangrenas que la conducen a la mina: el odio
a todo yugo, la superficialidad y el frenesí jjor
el dinero.
Conviene que dirijan sus miradas a Jesús
Adolescente, modelo de obediencia y docilidad
a los padres; que recuerden su profunda prepa
ración durante treinta anos de vida oculta y
silenciosa, y mediten sobre la pobreza de un
Dios-Hombre, abrazada con amor v verán con
í4
—
denadas las exageradas ansias de riqueza de
nuestra juventud, acentuadas después de la gran
guerra. Aceptemos estas saludables lecciones que
nos vienen de lo alto y se trasfonnarán nu^tras
vidas en provecho propio y de nuestros her
manos. En la contemplación de la vida de N. ,S.
Jesucristo, dos caminos se abren a nuestros
■pasos, y debemos escoger.
Si al salir del templo os paráis en el umbral
a contemplar en el crepúsculo de la tarde el
hermoso panorama, vuestros ojos toparán con
la silueta del monte desde el que los nazarenos
quisieron precipitar a Jesús, para verse libres
de sus dulces reproches. ¿Imitaréis vosotros
ese ejemplo? ¡Ah! no, leo en los ojos de todos
vuestra protesta. Queréis más bien asemejaros
al joven que, a pocos kilómetros de aquí, en
Naím, Jesús resucitaba a la vida. A^olescens
surge, le dijo; levántate a nueva vida, y, con
la ayuda de mi gracia, disponte a realizar gran
des cosas, a cumplir entre tus hermanos la
gloriosa m'isión, aunque oscura, que yo te confío.
Dirigid hacia Naím vuestra vista; asentada,
como un nido, en las faldas de Hermón, tendrá
para vosotros la potencia sugestiva de una evo
cación elocuente.
Terminado el sentido discurso de Monseñor
Braudrillart, que conmovió hondamente a todos,
especialmente a los jovencitos, cuatro niños
nazarenos, seguidos de otros veinticuatro: doce
Orientales y doce del Occidente, se acercaron a
depositar a los pies de Jesús un cestito con miles
de firmas de niños de todo el mundo que con
sagraban gozosos su juventud a Jesús Adoles
cente. Arrodillados entorno al Sr. Obispo, reci
taron en alta voz la fórmula de consagraciór,
recibiendo, acto seguido, la bendición con S.
D. M.
De esto modo, el nuevo templo salesiano de
Tierra Santa comenzaba su historia de bien y
expiación. A él recurrirán con frecuencia, en
espíritu, todos los jovencitos católicos, especial
mente los que se educan en los Colegios de Don
Bosco, e impetrarán de Jesús la fuerza necesaria
para combatir vicl.niosos las luchas de la vida,
imitando, a la vez, las virtudes del Divino Mo
delo: su humildad, obediencia y laboriosidad
ejemplares.
Hacemos votos para que tan tierna y conso
ladora devoción se extienda y arraigue entre
las falanges numerosas de niños que militan
bajo las banderas de la Cruz, para que unidos
en sentimientos y afectos formen el poderoso
ejército cristiano que, con sus virtudes, ora
ciones y sacrificios conviertan el mundo juvenil
a Cristo.
T
36.“ aniversario de la muerte
de Don Bosco.
enviado centenares de obreros evangélicos a cul
tivar ¡a viña del Señor. Con ella hemos fundado
tipografías )■ difundido millares de publicaciones
entre el pueblo en defensa de la verdad, foinento
de la Religión y apoyo de las buenas costumbres...
Y pues con tanta bondad y perseverancia me
habéis ayudado a mi, os suplico sigáis la Santa
Obra con mis Sucesores. La labor comenzada yn
no tiene necesidad de mi, pero si de losotros y
de los que desean que reine Dios en la tierra...
« Para que os sin'a de consuelo os digo que he
ordenado a mi Sucesor que, m las oraciones
públicas y privadas que se recitan en nuestras
Casas, se pida por nuestros Cooperadores y Bien
hechores. También os digo, para satisfacción
vuestra, que la limosna es la obra más eficaz para
alcanzar de Dios el perdón de los pecados.
«■¡Adiós, amados Bienhechores y Cooperadores!
S i la Divina .Misericordia me juzga digno de
entrar en el Paraíso, yo no cesaré de rezar por
vosotros y vuestras familias, para que un dia
poíiamos entonar juntos un himno a la infinita
bondad de Dios ».
Al par que recordamos la inolvidable fecha
del tránsito de nuestro \''enerable Padre, roga
mos a todos los Cooperadores y amigos de la
Obra Salesiana para que unan sus oraciones
a las que nosotros dirigimos a Dios, por medio
de María Auxiliadora, por la pronta glorificación
de su fiel Siervo.
El 31 de Enero de 1888 nacía para el cielo,
ya que esta vida, como canta el poeta, no es
vida, sino pura ilusión, el Venerable Don Bosco,
fundador de la Pía Sociedad Salesiana y del
instituto de las Hijas de María Auxiliadora.
¿Quién no conoce hoy a Don Bosco, al gran
Apóstol de la. juventud? Aunque nacido de
humilde cuna en un rincón apartado de la her
mosa Italia, su obra, cuyo principio puede
muy bien compararse a la gemiinación del grano
de mostaza, se extiende ya por el mundo en
tero, exuberante de vida, difundiendo en la
sociedad, medio paganizada, el espíritu cris
tiano y la alegría del vivir, secuela de la prác
tica de las virtudes religiosas.
Su misión fué educar a la juventud, especialráeute a la pobre y abandonada, cuA-a vida es un
tejido de privaciones y tristezas, pues vive siem
pre bajo un cielo sombrío que les niega, con el
pan, hasta el gozo y las sonrisas que debieran
alimentar la primavera de su vida.
Secundado por la caridad generosa de los
Cooperadores Salesianos, sembró la tierra de
instituciones pro\ddenciales donde innumerables
huérfanos hallaron asilo y se educaron, ejerci
tándose, a la vez, en las ciencias y en las artes,
para salir, al cabo de los años, transformados
en sacerdotes celosos e infatigables misioneros
que derraman a torrentes entre sus hermanos,
en la sociedad, los bienes que recibieron en las
Casas de Don Bosco.
¡Cuántos frutos cosechados, qué abundancia
de mies que se sazona!
Los Sres. Cooperadores Salesianos, cum
Para satisfacción de los que secundaron a
pliendo
los requisitos de costumbre, pueden
Don Bosco en sus empresas y de los que en la
actualidad protegen con cariño e interés sus ganar Indulgencia plenaria:
1° El día que se inscriheii en la Pía Unión.
obras, no encontramos, eji la conmemoración
2® Una vez al mes, a elección de cada cuol.
de este 36 aniversario de su muerte, palabras
3® Una vez al mes, asistiendo a la conferencia.
más oportunas y hermosas que las que el mismo
4® Asimismo, una vez al mes, el día en <¡ue
Venerable Padre dirigió desde el lecho de muerte,
hagan
el Ejercicio de la Buena Muerte.
como testamento, a sus Cooperadores:
«jO El día que por primera vez se coiLsagren
« Una deuda inmensa de gratitud tengo para con al Sagrado Corazón de Jesús.
6® Siempre que hagan Ejercicios espirituales
vosotros... por todo lo que habéis hecho ayudán
dome a educar cristianamente y a guiar por el durante ocho días seguidos.
camino de la virtud y del trabajo a tantos y tantos
Además, los siguientes días del mes de Febrero:
niños
llegaron a ser el consuelo de la familia,
El
2 Purificación de Ntra. Sra.
útiles 0 s( mismos y a la sociedad, y sobre todo...
» 25 Cátedra de San Pedro en Antioquía.
felicesjén ú cielo.
fStM vuestra ayuda no habríamos podido hacer
También pueden ganar otras muchas indu'
nada o sólo muy poco,' con ella, en cambio, hemos gencias plenarias y parciales, y gozar de varios
podido enjugar muchas lágrimas y salvar muchas privilegios, como puede verse en el le la m e n te
almas. Con ella hemos fundado numerosos Co o * Cédula de admisión a la Pía Unión *, a la
legios y Escuelas... hemos fundado misiones y cual nos remitimos.
[ODinovedor llamaniiento de nuestros Misioneros del
tssam (India) a la raridad de los [oopeiadoies.
[Carta del Pref. Aposi. Mons. Luis Mathias
al Rdmo. Don Filipe Rinaldi).
Amado Padre:
Perdone, pero no puedo prolongar por más
lieinpo mi silencio. U1 trabajo en esta Misión
aumenta cada día, las necesidades se multi
plican y los frutos de nuestra labor se presentan
halagüeños y abundantes. La mies, más que
copiosa, contrasta con el reducido número de
operarios, que, por más que se fatigan, no al
canzan a recoger tanto don de Dios. Por eso
yo quisiera encontrarme en la cumbre de una
alta montaña y, si posible fuera, gritar con toda
la fuerza de mis pulmones para ver si me hacía
oir de todos los hijos de Don Poseo a quienes
exi)rondría, hasta cansanne, la necesidad pe
rentoria de misioneros, de almas generosas, a
cuj^ocelo por la salvación de las almas ofrecemos
campo vastísimo, de éxito seguro en esta Mi
sión del Assam, donde están confiadas a nuestros
cuidados cerca de ocho millones de almas.
Pero lo que no me es dado a mi lo puede hacer
V. amado Padre. Escriba a sus numerosos hijos,
entre los cuales de seguro abundarán los que
ansian consagrar su vida a las Misiones, y dí
gales que los Salesianos del Assam los esperan
como agua en Maj'o. E sta buena gente responde
generosamente a nuestros trabajos, y por eso,
del número de Salesianos que vengan en nues, tra ayuda, depende el éxito rotundo de nuestra
empresa, el que crezca la gloria de Don Bosco
y aumenten considerablemente los buenos
hijos de la Iglesia.
Baste decirle que, desde nuestra llegada,
hemos administrado más de tnil bautismos;
confesado xinos treinta mil individuos y repar
tido cien mil comuniones; número que hubié
ramos duplicado o triplicado si fuéramos más
salesianos. Pero *es necesario convencerse de
que para la evangelización de estos pueblos
se necesitan misioneros y dinero, y por esto
P r e f e c t u r a A poeK SlIca d e l A e sa m . — R e s id e n c ia S a le s ia n a d e L a lt k y s e w .
i
— 17
'¥
▲
P r e f e c t n r a A p o s tó lic a d e l A ssa m . — T íp ic o p u e b lo d e R a lia n s .
yo acudo a la probada generosidad de nuestros
Cooperadores, para que nos ayuden pronto y
eficazmente. En este caso, ellos di\ndirán con
los misioneros el mérito de las conversiones
realizadas, y aun creo que Dios les asignará la
mejor parte.
Voy a proponerles un medio que yo juzgo
muy práctico. En lugar de enviar las limosnas
sin intención alguna determinada, yo les acon
sejaría que se encargaran de la manutención
de un huerfanito, de un maestro, catequista
o de un misionero. También pudieran cuidarse
de la erección de una capilla, escuela etc... para
que sirva de centro de cultura o religioso en
alguno de estos pueblecilos paganos.
Para nosotros ha sido de gran satisfacción
la solicitud con que varios Cooperadores han
respondido a la demanda de nuestro hermano,
Padre Deponti, en favor del huérfano U Jiri.
Al ver la felicidad del afortunado huerfanito
no podemos menos de unirnos a las oraciones
que brotan de su agradecido corazihi para im
plorar bendiciones del cielo en favor de sus
generosos bienhechores. Dentro de poco en
viaremos al BoUtin su fotografía, para darloa conocer a los buenos Cooperadores que se
interesaron por él.
Pero U J iri no es el único huérfano de estas
Misiones. Por desgracia abundan más de los que
nuestra buena voluntad puede atender y educar.
Actualmente tenemos sesenta y cuatro en
nuestro orfanotrofio de San Antonio y otras
tantas niñas en el orfanato de vSanta María, en
Skillong, que junto con los veinticinco que,
con U Jiri. llenan la casa de Raliang, suben a
la bonita cifra de ciento cincuenta huerfanitos.
A estos habrá que añadir necesariamente una
porción que e.stán abandonados en los alrede
dores de Ganhati, con los que aumentará con
siderablemente la fainilia. ¿Cómo nos las va
mos a componer si nuestros buenos Cooperadores
no nos ayudan?
Reduciendo el número, pudiera insinuar al
guno de broma, que a buen seguro no se le ocu
rriría si presenciara ios casos lastimosos que
se nos ofrecen con frecuencia. No creo que el
corazón, no digo de un Cooperador, de un eu
ropeo, por insensible que sea, fuera caj)az de
contemplar impasible la horrible agonía de huer
fanitos que perecen de hambre. Ks muy dolorosa la historia de muchos de estos pobres niños,
para oírla sin que se encoja el corazón y se
llenen de lágrimas los ojos.
Hoy día nos cuesta la manutención y equi
po de un huerfanito cerca de seis libras ester
linas al año. Con ciento veinte libras esterlinas
se podría asegurar una beca perpetua para un
huerfanito.
El sueldo de un maestro no baja de una libra
esterlina por mes, que hacen doce al año. No
cabe duda que es grandísimo el bien que hacen
entre los niños y que la persona que con 250
libras esterlinas asegurara un maestro para
siempre sería benemérita en gran manera de la
Misión.
A otras personas pueda que les guste más la
erección de una capilla o escuela, para perpe
tuar la memoria de algún ser querido de la fa
milia, y las vendría a costar de ocho a diez libras
esterlinas.
Pero de poco o nada serviría que las almas
buenas se preocuparan de las obras enumeradas
si faltasen los misioneros que las realizaran para
gloria de Dios. Ante todo es preciso sostener
a los misioneros de ambos sexos, cuyo mante
nimiento puede calcularse a tres libras por mes
y treinta y seis por año. Sobre este cálculo,
la i)er^ona piadosa que deseara tener en la
vina del Señor a un misionero in perpetuum,
bastaría que depositase una suma de 700 libras
esterlinas. ¡De cuántos méritos no se haría acree
dora ante Dios! Si a un vaso de agua fresca,
dudo en su nombre, promete el Señor un ga
lardón eterno ¿qué no hará con las almas que
fueron causa, con su generoso desprendimiento,
de (pie tantos infieles se convirtieran a Dios y
se salvasen?
Y si hubiera algunas que, a pesar de sus bue
nos deseos, no pudieran sostener a un misionero,
pueden encargarse del mantenimiento de un
catequista, un maestro o algún huerfanito, y
esto por un año, un mes o una semana.
Para mayor claridad de nuestros Cooperadores
adjuntamos el siguiente cuadro:
dia
mes
año
siempre
Un Misionero pts. 3 90
1080 23.350
Una monja
i>
»
»
»
30
360
6.700
Un maestro
i
Un catequista
»
»
»
»
Un huérfano
0.50
15
180
3-350
Un aspirante
para misiones
2
60
720
13 350
Edificar una capilla o escuela de las que se
acostumbran en estas regiones, cuesta de 250
a 300 pesetas.
Aquí tiene V. amado Padre, cuanto las apre
miantes necesidades de nuestra Misión me su
gieren en bien de estas pobres gentes del Assam.
lístoy seguro que, bendecidas por V. nuestras
proposiciones tendrán buena acogida entre
nuestros Cooperadores.
Ruegue por nosotros a María Auxiliadora y
Don Rasco, para que nuestros trabajos fructi
fiquen y ganemos muchas almas para Dios.
Afmo. in C. J .
h . M.\th i .\s Pbro.
Vrcjecto Apostólico.
Estado de la Misión Saicsiana, M . dnostóliia del Assam
Nuestro queridísimo hermano. Monseñor Mathías. Prefecto Apostólico del Assam, India, nos
envía un estado de la Misión, con los trabajos
realizados desde que de ella se hicieron cargo los
salesianos. La insertamos en el Boletín para sa
tisfacción de los buenos Cooperadores que ayudan
con sus limosnas y oraciones a la evangelizacáón
de aquellos apartados territorios.
Del Asesto di 1921
Al Agosto di 1922
Número de habitantes
7.500.000
Número des católicos
5-844
212
Catecúmenos
448
Bautismos
Confinnaciones
154
.18.584
Confesiones
Comuniones
60.237
Primeras Comuniones
52
Matrimonios
47
Extremaimciones
41
Viáticos
41
Funerales
39
Veces enseñado catee, a los niños 429
»
»
a los adultos
25
»
»
por los catequistas
Sermones predicados
462
Ejercitaos espirituales a los relig.
i
i>
»
»
laicos
3
Triduos y novenas
Visitas a los hospitales
Visitas a los enfermos
208
Cristiandades
103
Sacerdotes Salesianos
Coadjutores
Iris Christiam Brothers
9
Monjas de Loreto y de Ntra.
Sra. de las Misiones
28
Catequistas
48
Maestros laicos
40
Maestras laicas
7
Escuelas para niños europeos
i
»
*
niñas europeas
2
»
>
niños indígenas
2
»
»
niñas indígenas
i
m ixtas
24
Orfanotrofios
4
Fannacias
2
Iglesias
8
Capillas
26
Cementerios
7
Niños en los colegios
150
Niños eu las e.scuelas
314
Niñas en los colegios
90
Niñas en las escuelas
189
Escuelas de Artes y oficios
3
Cofradías
2
Socios
Del Agoste di 1922
Al Asesto di 1923
7.990.246
6.229
1.479
752
143
23-295
75-071
238
87
44
44
86
837
245
3-734
721
10
24
13
55
435
167
11
7
9
29
62
32
12
1
2
2
1
34
4
2
8
27
34
347
721
219
292
6
7
165
Estos datos nos hablan bien claro del trabajo realizado
por los Misioneros Salesianos en el poco tiempo qu e llevan
eti e l .\ssam. D esde su llegada a ese n uevo cam po de
Misión pueden calcularse en 1200 los bautism os om feridos
con unas 41.970 confesiones y 135.508 com uniones. C o a
la ayuda de nuestros Cooperadores esperamos aum entar
las cifras reseñadas considerablem ente.
-
1 9
shane ki la 5«<»íar ia nga, bad nga ainguh ia phi.
han cuidado de mi. y yo os lo
agradezco.
d/vHia nga iip ba¡: pule ban thoh tang khyndiatY a sé leer y
escribir m poco;
Saludo del huerfanito U Jiri
a sus bienhechores.
Recordarán nuestros ainables lectores la carta
que el misionero salesiano Padre Deponti dirigió
a los Cooperadores en el número de Slaj'o con el
título de ¿Quién desea prohijar a un huerfanito?
Pues bien, bendecida por Dios, hallaron eco sus
sentidas palabras en corazones generosos que
procuraron medios al buen misionero, no sólo
para cuidar del pequeño ü Jiri, sino también
para atender a las necesidades de otros varios
huerfanitos no menos necesitados que él.
Esa magnanimidad cristiana conmovió al pobre
misionero que, con lágrimas de agradecimiento
en los ojos, no cesaba de repetir a los huerfanítas
que debían bendecir a la amorosa Providencia y
rezar por los buenos Cooperadores que con tanta
solicitud les socorrían.
Fruto de todo ello es el cariño que estos pobres
niños nutren hacia sus bienhechores, a quienes
aman sin conocerlos, y desearían de algún modo
mostrarles su gratitud.
Como saben que las Pascuas de Navidad es un
tiempo muy a propósito para exteriorizar senti
mientos de amor y reconocimiento, alguno de
ellos, como U Jiri, nos han enviado carlitas para
publicar en el Boletín.
E l agraciado ha sido nuestro conocido U Jri,
cuya cartita insertamos en su propia lengua y
traducimos en cuanto es posible al castellano.
Dice así:
RaÜang ka sngi burom jong ka jingshimnoh ia
ka Mare Theisotit 1923.
Ko Nong leh bha ba ieit.
Kga dei U J iri a khan suct 'aba duk had niynta
uba don bok. K i Phadar kiba phi la phah shane ki
la sumar ia nga bad nga ai nguli ia phi m ynta vgn
íip ban pule tang ban ihoh tang kydit kynsoit hynrei
usan hi kai bha.
Kuinia ruh ligan hikai bha ia ka vim bad nga
kyrmen ban pdang ia ka ka sa Kra men jing baptisma
ha ka ka por khrimat hadin ligan ia rap ia wei pat
ban kylla bha nga duwai ia u Blei na ka bynia jong
phi lo koit khiah bha. Tang kumla. Khuhlei shi bun.
U ba snguh ia phi
U JIR I.
Que corregido y vertido a nuestra lengua dice,
más o menos:
Raliang, ka sngi burom ka jingshimnoh ia ka
Rahang, fiesta
de la Astmeión
de
.Mati Theisotti 1923.
la Santísima Virgen, 1923.
Ko Nongleh bha baicil:
Queridos bienhechores:
nga dei u Jiri, u khan swet uba duk bad mynta
Y o soy u Jiri, im pobre huérfano, pero ahora
ka sngi uba ¿on bok. K i Phadar ia kiba pht la phah
afortunado. Los Padres que
—
halx-is enviado
khynsoit; hynrei ngan sa hikai bha. Rumia ruh
pero
aprenderé
bien.
También
ngan sa hikai bha ia ka niam, bad nga kyrtnen
aprenderé bien la réligion,
y
es}x*ro
ban pdiang ia ka Sakramen ka jingbaptisma ha ka
recibir el Sacramento del
bautismo por
por Khristmas. Hadien ngan iarap ia kiwei pai ¿toí
Navidad.
Después ayudaré a
los otnxs a
kylla bha. Nga aduwai ia u Blci na ka hyiita jong phi.
convertirse. Y o ruego al
Señor por vasotros
To koit-khiah bha. Tang kumia. Khuhlei shibun.
Conservaos bien.
Nado md.s.
Muchos recuerdos.
í'7>rt .’üigewnguh ia phi.
Vuestro agradecido
U. JRI.
N . B. — Recibió solemnemeiUe el bautismo el d ía de
Navidad.
— XazX:::
Euuisióii del Rdo. Padre Pitliai al [baro Paraguayo.
LaiDGDtable situación lie los indígenas.
F uerte Olimpo (Alto Paraguay)
30 de agosto de 1923.
Rdmo. Padre RinaJdi:
Conforme a su deseo, aprovecho mi visita a
las Casas Salesianas del Paraguay, para estu
diar sobre el terreno la posibihdad de comenzar
a fondo la evangelización de los indios del Chaco
Paraguayo.
Digo la posibilidad, porque el hecho de que
durante cuatro siglos el celo de abnegados mi
sioneros, entre los cuales los intrépidos hijos
de San Ignacio, no hayan podido fundar en
él ni una sóla Misión estable, cuando tantas
y tan florecientes establecieron sobre la orilla
opuesta del río Paraguay, hace suponer la exis
tencia de dificultades locales superiores a la
buena voluntad de los hombres.
Y así es, en efecto. Una de las más grandes,
a mi entender, para la vida de la Misión, es la
abundancia y escasez alternativa de agua.
Cuando llega la temporada de las lluvias, estos
ríos caudalosos se desbordan, transformando en
mar las extensas e impermeables llanuras,
que obliga a los indios a emigrar a gran distancia.
En la temporada de sequía, en cambio, llega a
veces a ser esta tan extremada, que convierte
¡xxx) menos que en árido desierto lo que meses
antes era un paraíso de lujuriante vegetación.
Imposible encontrar entonces un riachuelo,
un arroyo o mal charco de agua. Hasta la que
en tanta abundancia se liabía detenido durante
la inundación, se evapora rápidamente.
—
Si al menos se pudiera suplir la falta con agua
de pozos u otros nacimientos artificiales, se
podría hacer frente a la ardorosa sequía; pero
resulta que la mayor parte de las aguas subte
rráneas extraídas son impotables por lo muy
salitrosas.
r
Añádase a lo apuntado la espesura impene
trable de los bosques que obligan, para abrirse
paso, a manejar de continuo el hacha o el ma
chete. I^a abundancia de animales feroces: tigres,
serpientes de cascabel etc.; infinidad de moles
tísimos insectos; el sol que tuesta y las sorpresas
de tribus salvajes, poco propicias al ingreso de
la civilización, y tendrán explicado el prolon
gado e incomprensible misterio que rodea a
este grande territorio.
El cebo de remuneradores negocios en la
explotación de los bosques de quebracho para
la obtención del tanino, atrajo en los últimos
lustros grandes capitales a estos territorios,
estableciendo, a orillas del río, importantes
fábricas y obrajes desde donde los obreros
penetran en la selva, por quilómetros y qui
lómetros, en busca de madera, abriendo así
los primeros senderos hacia el interior.
Con estas empresas comerciales llegó también,
hace unos treinta años, una Misión protestante
que se introdujo en el Chaco, obteniendo al
gunos resultados en el orden religioso, si bien
no comparables con las pingües ganancias eco
nómicas.
La labor de los Salesianos en los tres años
que llevan aquí establecidos, desde que se hi
cieron cargo de la evangelización del Chaco, se
ha limitado hasta el presente a estos centros
industriales, a donde acuden miles de trabaja
dores con sus familias, y a los que hay que aten
der espiritualmente. Pero para los indios que
vienen con frecuencia, obligados por la sequía
o atraídos por los buenos jornales que ganan
en la corta o arrastre de madera, nada o casi
nada se ha podido hacer todavía. No se diga
de los muchos que vagan por la floresta y de
los cuales no tenemos más noticias que las in
ciertas que nos da algún aventurero explorador.
Vn rayo de esperanza.
¿No habrá llegado la hora de arrojar sobre
esta grande sombra del Chaco, un primer rayo
de civilización verdadera? Las autoridades reli
giosas y civiles de la nación me mostraron,
días atrás, el más vivo deseo e interés por esta
Misión, (pie comparten nuestros hermanos mi
sioneros, las cuales ven con dolor decaer a estas
tribus, sin que llegue a iluminarlas ni siquiera
un tenue rayo de fe.
Yo mismo he podido estos días, acompañado
20
—
por un gran comerciante de maderas, llegar hasta
una toldería de los indios Chamacocos, distante
unos cincuenta quilómetros, y cerciorarme de
la miseria de estos infelices, que acongoja de
veras.
En cuanto a fundar alguna Misión, no lo
creo tan difícil como a primera vista pa
rece, y a pesar de las dificultades apuntadas.
Estas disminuyen a medida que se penetra en
el interior, hasta ahora inexplorado. El suelo
se va elevando poco a poco, lo que aleja los
peligros de la inundación, tanto de parte, del
río como de las llu\nas interiores del Chaco.
Además abundan los pastos con que alimentar
ganados, que, debido al buen clima, se multi
plican extraordinariamente, como he podido
comprobar en la hacienda de la familia Salsa.
El terreno es fértilísimo, no sólo para los
productos .locales sino también para los exó
ticos, como el algodonero, la vid, peral, el arroz,
hortalizas y pueda ser que hasta para el trigo.
La escasez de agua se podría solucionar, en
parte, haciendo estanques de unos dos metros
de profundidad, ya que la impermeabilidad del
terreno lo pennite. Si se profundiza más, bro
tan fácilmente aguas salobres a las que, no obs
tante, llegan a acostumbrarse los animales.
Tampoco sería raro tropezar con aguas pota
bles, como las que encontró en su hacienda la
familia Salsa hace poco tiempo.
La cuestión de la vivienda la veo más fácil
todavía. Se pueden construir casas de planta
baja, de prisa y a poco coste. Aquí se hacen con
troncos de palmitos, que se clavan en el suelo
uno junto al otro, como una estacada, y des
pués se atraviesan otros por encima para la
techumbre.
Las rendijas las tapan con lodo, y, si alguna
queda por donde se cuele el aire, aun se agradece,
pues refresca el ambiente.
La tribu elegida.
Como campo de nuestra evangelización in
mediata hemos escogido la tribu de los Chama
cocos, una de las tres que pueblan el Chaco, de
Norte a Sur, a orillas del río Paraguay. Están
establecidos en la parte septentrional, entre
los 20 y 22 grados de latitud austral.
Con el frecuente trato que muchos tienen
con los cristianos, cuando éstos invaden pacífi
camente su territorio, han perdido algo de su
rusticidad y fiereza salvaje, de espíritu de exter
minio a que les arrastraba la continua lucha
a muerte con sus veciníjs del Matto Grosso, los
Caduvei, y otras tribus del interior del Chaco.
Pero si bien es cierto que los civilizados les
han proporcionado algunas ventajas materia-
—
¿I
les y con ellas armas de fuego, vestidos, y les
han enseñado un poco de lengua española, no
es menos verdad que han introducido también
vicios V gérmenes de enfermedades que los
diezman como la peste y amenazan acabar con
la existencia de las tribus. No puedo olvidar
lo que a este respecto me decía hace unos días
el guía que me conducía a' la toldería de los
Chamacocos: <» Entre esas malezas, junto al
bosque, hemos enterrado hace poco tiempo
unos treinta indios que, enfermos de pulmunías
y otras enfermedades, fueron abandonados por
sus compañeros para que siivúeran de pasto
a los animales feroces y aves de rapiña ». Y
casos semejantes se repiten con frecuencia.
He pasado con los indios varias horas en una
toldería bastante internada en la floresta. KstA
situada a unos centenares de metros de una
grande charca de aguas verdosas, de las que
beben y de donde sacan enormes anguilas que
asan al fuego.
Entre ios Chamacocos.
¡Madre inía que revoltijo de hombres y mujerés,
poco menos que amontonados en reducido es
pacio y mal cubiertos de sucios andrajos! jQué
miseria. Dios mió! Yo no se como puedan \ú\dr
así seres humanos. Para completar el cuadro
desolador, no faltaban una nube de mosquitos,
.le moscas y de otros numerosos y molestos
insectos que, junto con infinidad de perros,
llenos de pulgas, forman la compañía insepara
ble de los indios.
Los visité también una clara noche de luna.
\ ’aya una música que armaban las plañideras
(jue lloran todavía la muerte del cacique, en
terrado hace dos meses. La viuda y las parientes
próximas se habían rapado, en señal de duelo,
la cabeza, y desde el día de la muerte no han
vuelto a lavarse la cara, hecha un basurero
nial oliente, y que indica, por la cantidad de
porquería, la intensidad del dolor y duración
del luto.
Cuando terminaron los destemplados lamen
tos, Patricio, uno de los más viejos de la tribu,
cogió una calabaza, con varias piedrecitas dentro
y con ella comenzó a acompañar una extraña
cantilena interminable, de extravagantes so
nidos guturales, que de todo tenía menos de
melodía.
En vano he procurado sorprender en ellos
algún pensamiento, un sentimiento religioso o
cualquier manifestación de culto. Todas sus
ceremonias se reducen a una estúpida supers
tición de fantasmas nocturnos y una fe incierta
en la supervivencia de las almas.
Pero, a pesar de todo, en su vida se obser\*a
—
un reflejo de moralidad que soiprende en gran
manera y que pudiera ser\’ir de ejemplo a no
jxxxKs ci\'ilizados. Ordinariamente se respeta
el matrimonio mouogámico y permanente,
y la familia nutre un intenso amor a los hijos
y a los huérfanos de los parientes. La propiedad
se respeta mucho, por lo que el robo, las riñas
sangrientas y los homicidios son cosa rara entre
ellos.
De los cristianos, especialmente de l«is que
invaden con frecuencia su territorio, se fian
poco. De allí que las informaciones que se les
piden del interior e inexplorado del Chaco, sean
poco seguras. Procuran por todos los medios
ocultar los senderos que ellos siguen para in
ternarse, como asimismo los manantiales o
charcas de agua a que recurren en tiempos ile
seciuía.
Cuando yo les hablé de la intención ipie tenía
de fundar una escuela para instruir a sus hijos,
mostraron todos verdadera satisfacción y alegría,
que se cambió por desconfianza y ca.si mal
humor, al requerirles para que me condujeran
al enterior para encontrar un lugar a proi>ósito.
Para calmarles un poco comencé a repartir
unas baratijas que traje expresamente de Mon
tevideo. Hombres y mujeres, niños y niñas se
abalanzaron sobre mi en un tumulto indescri])tible. clamando y reclamando, arrebátandose
recíprocamente los objetos, hasta llegar si
reñir las mujeres, que confundían sus gritos
con los ladridos de los perros.
Hube de suspender el reparto gratuito e
iniciar un intercambio con objetos de su uso,
con lo que se calmaron los ánimos y nuestras
relaciones procedieron más ordenadas.
Propósitos de ios Chamacocos.
Desde que murió su cacicpie. la tribu vive
en una especie de anar<[uía. Diseminados en
varios grupos, algunos se dedican a la corta de
árboles para los obrajes, aguardando la época
de las próximas lluvias.
Para entonces ya tienen })royectada una
excursión al interior del Chaco, con el propósito
de caer de improviso sobre la tribu de los « Tinani » o la de los • Tinama », matar los hom
bres y las mujeres y apoderarse de los niños
que les han de servir como esclavos durante la
adolescencia y más tarde robustecer la tribu,
diezmada en estos últimos años i>or la peste
bubónica y las enfermedades pulmonares, con
secuencia de la « grippe » mal curada.
A pesar de su esca.so número van animosos
a la empresa, con la seguridad de.la victoria.
♦ Nosotros tener armas de fuego y los otros
flechas y palos » me repetían con los ojos chis
peantes de gozo como si pregustasen el próximo
triunfo.
En vano me cansé para disuadirles de su mal
intento; no estáu en condiciones de comprender
esas injusticias y barbaridades.
Como ve, de poco les ha servido el contacto
con los civilizados durante los últimos 25 años.
Ninguna iniciativa, ningún empeño en su
elevación moral, en la mejoría de su suerte, en
el conocimiento de su procedencia y de sus des
tinos humanos. Los indios que esta mañana
desfilaron a mi lado, hacia el monte para el
corte del palo santo, provistos de hacha y de ma
chete, de escopeta, algunos, y hasta de revólver,
son tan indios como los de hace un siglo y quizás
más peligrosos por los medios que la civiliza
ción ha puesto a su alcance. Los emplearán
dentro de unas semanas para m atar a otros
indios y robarles sus hijos.
Y lo que pasa al norte con los Chamaco
cos, pasa al sur con las otras tribus de los
« Angaytés », de los « Senapanás », de los
« Lenguas » y de los « Tobas », en contacto
con los obrajes y las grandes fábricas de tanino.
Tuve ocasión de visitar hace dos semanas la
inmensa fábrica de Puerto Pinasco y de admirar
los últimos progresos de la mecánica, implan
tados allí por los capitales norteamericanos.
Pero a dos pasos de la fábrica, visité también
enseguida una toldería de « Lenguas » estable
cidos de paso sobre la barranca del río, en toda
su salvaje desnudez, illuminada al mismo tiempo
por las llamas temblorosas del toldo y la luz
clarísima de los grandes arcos voltaicos de la
próxima fábrica.
Un pequeño esclavo.
Traigo conmigo el recuerdo doloroso de un
pobre indiecito chamacoco, robado hace años
y esclavo actualmente de « Toloy », un indiazo
bastante malo.
Esta mañana al despertarnos, sorprendimos
al chico durmiendo sobre las cenizas calientes
del fogón en que habíamos preparado la cena.
La noche había sido muy fresca. Alguien nos
dijo que a menudo se escapa de la toldería, por
que allí lo m altratan y apalean. Más aún: los
indios llegados poco después nos aseguran cjue
« Toloy » no tiene reparo en matarlo, y que no
lo hizo días antes tan solo por haberle negado
fuego la escopeta.
En seguida resolví salvarlo, llevándolo con
migo. Se lo propuse por señas al niño y me con
testó de inmediato que sí. Fui al toldo para
hablar con « Toloy *. Va se había ido al tra
bajo, a una legua de distancia. Mandé por él.
Pero su mujer y las hijas, apenas descubierto
mi propósito, corrieron en busca del indiecito,
y , después de una tremenda apaleadura, lo ataron
a un árbol en el interior de la selva. Llega « To
loy »: le propongo su adquisición a cualquier
precio. Me contesta que de su parte me lo en
tregará de balde, por tratarse de un niño muy
« cabezudo », pero no puede hacerlo por ser
propiedad de una hermana que se encuentra en
Puerto « Ramos » cerca de Bahía Negra. Pro
mete, sin embargo, que lo tratará con menos
rigor en adelante.
Al fuego antes que la lleven
los Cadiuvei.
En nuestro Colegio de Concepción, Paraguay,
se educa un niño, llamado Nemesio Acosta,
hijo de una india chamacoca. Lo colocó allí
una buena señora de Fuerte Olimpo, (Alto Para
guay), que también se había hecho cargo de
la madre del niño, cuando pequeña.
Esta excelente Cooperadora, Dña. María del
Rosario Acosta, me contó la historia de la in
dia, madre de nuestro colegial Nemesio Acosta.
Hace unos años me encontraba yo con mi di
funto esposo en Puerto Murtinho, Matto Grosso,
cuando un día se nos presentaron algunos indios
cadiuvei a ofrecernos una indiecita que traían
envuelta en sucios harapos, sin duda para ocultar
las llagas horrorosas que cubrían gran parte
de su cuerpo.
Me dijeron que el día anterior habían hecho
una excursión al Chaco, al otro lado del río,
donde sorprendieron una pequeña toldería de
chamacocos, varios de los cuales cayeron bajo
sus certeros golpes, huyendo los demás con sus
mujeres a esconderse en la espesura. Una de
las mujeres, cuyo marido yacía muerto, en un
arrebato de desesperación y para huir más
desembarazadamente, arrojó al fuego a la
niña que tenía en brazos, gritando; «.Al fuego
antes que caer m manos de los Cadiuvei », los
cuales apenas si llegaron a tiempo para arreba
társela a la muerte. Yo se la compré por una
bagatela y la adopte por hija, como asimismo
más tarde al pequeñuelo que Vdes. educan en el
colegio, que es hijo suyo.
La madre a vuelto al bosque con los suyos,
y viene de vez en cuando a verme y a pre
guntar por su hijo, que no quiere saber nada
de su madre.
Este, no obstante su carácter algo taciturno
5* rebelde, crece y se educa a la sombija benéfica
del colegio de Don Bosco.
E! bautismo del viejo Tomás.
Durante el tiempo que estuve en Fuerte
Olitnpo me hice amigo de un viejo chamacoco
i
— 23 —
llamado Tomás, que estaba al sem cio de la
familia de Don Miguel Acevedo.
Como el amo era medio creyente, por desgracia,
había infim'do con sus prejuicios en el ánimo
del pobre viejo, que, aunque bueno en el fondo,
se negaba a recibir el bautismo. A sus repetidas
negativas yo respondí con algunos regalillos
que me lo aficionaron. Con frecuencia venía
a visitarme, pero siempre dispuesto a no de
jarse sorprender, si es que se tratara de bau
tismo.
Me contó por largo y tendido su triste his
toria. Pertenece a la tribu más fiera de los Cha
macocos, apodados los bravos, y de niño fué
robado por la tribu de los mansos, en una de
sus correrías.
Cuando ya lo tuve bien encariñado, yo le
mostré mi sentimiento por tener aún un amigo
que no estaba bautizado y le insté para que se
hiciera cristiano. Todavía opuso alguna resis
tencia, pero al fin se decidió.
Ahora lo prepara la hija de su difunto amo,
que lo hace a maravilla, y él está contento. La
víspera de mi partida fui a visitarlo, y para
animarlo más en su buen propósito le regalé
una camisa, no podía hacerle mejor regalo,
con la condición de que la estrenara el día feliz
de su bautismo. Me lo prometió gozoso. ¡Una
camisa por un alma! Yo no me arrepiento de
mi generosidad.
Inesperada alegría en el vaporcHo.
En Fuerte Olimpo me embarqué en un vaporcito que regresaba a Asunción. Remolcaba dos
grandes balsas, cargadísimas de mercancías,
animales y pobre gente trabajadora de los obra
jes del Alto Paraguay', contratada por otra em
presa. Entre ellos iba una familia de indios: un
viejo, la vieja y una niñita.
El segundo día de viaje, por la mañana, se
llegó a mi un señor y me dijo; « Padre, en una
de las balsas viaja una familia de indios. El
marido y la niña están bautizados, pero no la
mujer, que desea también hacerse cristiana *.
Bendije al Señor con todo el corazón por con
cederme la gracia de ganar un alma para su
Iglesia sobre las aguas del río Paraguay, que
tantas generaciones había visto pasar en sus
riberas sin la fe de Cristo, esclavas de los en
gaños de Satanás.
Me trajeron a la vieja con su esposo y la
niñita, y, con el poco portugués que sé, la pre
paré lo mejor que pude para el bautismo. Por
la tarde, en el comedor del vaporcito y acom
pañado por el capitán, antiguo alumno nuestro,
derramé sobre la frente de Amelia las aguas
regeneradoras del bautismo.
Al nombre primitivo le añadí el de María.
De todos los señores que asistieron al acto re
cibió regalitos que la pobre, loca de alegría, no
sabía como agradecer. A continuación hicimos
un poco de fiesta, bastante inferior sin duda
a la que en el cielo celebraban por el rescato
de esta nueva alma.
Después, con ayuda del marido, me contó
su historia, triste como la de la mayor i>arto
de los pobres indios. Nació en la tribu de los
Oiamacocos bravos, en el interior del Chaco,
y fué robada por los Chamacocos «íiíhsos, ribe
reños del río Paraguay. Poco tiempo después,
los Cadiuvei, del vecino Matto Grosso, pasaron
el río y entraron a saco por la tribu de los Cha
macocos waMS05. matando a muchos y llevándose
como esclavos a todos los que cogieron vivos,
contándose entre ellos nuestra neólita, que
pasó a ser esclava dcl famoso capitán de los
Cadiuvei, Xauvilo. A la muerte de este cacique
le tocó en herencia a una hija suya que la con
dujo a Bahía Negra, Alto Paraguay, donde
poco después la cedió a un fazendero brasilero,
llamado Maneco Braga.
En la misma hacienda y conviviendo con un
sieiv^o indio de la tribu de los Quiniquinaos, ya
bautizado, tuvo la hija que les acompaña, a
quien bautizaron con el nombre de Angela.
Ella, sin embargo, y a pesar de las instancias
de su marido, no quiso saber nada de su bau
tismo.
¡Pobre Amelia Alaría! Ahora vnielves de nuevo
a los bosques para volar dentro de poco al
cielo, cuyas puertas se te franquean por el bau
tismo! Allá arriba nos veremos.
Termino aquí, amado Padre, para no hacerme
demasiado pesado.
No me ha sido posible, por negarse a ello
los indios, introducirme más adentro del Chaco
en busca de un lugar apropiado para la misión.
La empresa se la he encomendado al Rdo.
Padre Emilio Sosa Gaona, que ya lleva misio
nando por aquí tres años, l^e aconii)añará en
el viaje de exploración el excelente caballero
y Cooperador Salesiano Don Gregorio Segovia.
Sobre el éxito de su misión abrigo algún temor
cilio, pues pudiera hacerla fracasar la gran
sequía que reina desde el Abril pasado.
Sus oraciones y las de nuestros buenos her
manos pueden alcanzar de María Auxiliadora
que todo resulte bien.
Afmo. hijo in C. J .
R
ic a r d o
P it t in i Pbro.
—
E P IS O D IO S D E L A S M IS IO N E S
Sólo deseo una cosa:
volar pronto al Cielo.
iCuAntas veces había visto el viejo Yeun
1*0 al misionero de Shekki de paso para Ma Kok
o bien hacia la isla Tan Mnn, la tierra de los
piratas!
lín aquel pobre villorrio, formado por unas
cuantas cabanas humildes, deben, a veces, los
pasajeros esperar horas enteras hasta que llegue
la barca que debe conducirles al otro lado del mar.
K1 misionero y su catequista aprovechan esta
parada obligada para hablar de religión a los
habitantes del pueblecillo y a cuantos viajeros
se aburren en las largas horas de espera.
Nuestro buen viejo Yeiin l*o es dueño de
un pequeño figón que él mismo atiende y
gobierna con dos nietos, sirviendo comida a
cuantos se presentan.
Como el misionero es uno de los más asiduos
l)arro(iuianos (¡ue visitan su tenducho, el viejo
le ha cogido buena ley, y por eso, apenas le ve
llegíir, le convida a tomar una taza de te y
a fumar en su pipa, señal entre los chinos de
grande amistad y respeto, líl misionero se vale
de este afecto del viejo i)ara hablarle de Dios,
y de la conveniencia de recibir el bautismo y
hacerse cristiano; pero él, siempre sonriendo,
le contesta que ya está demasiado viejo, y, como
no sabe leer, le es imposible ai)render el cate
cismo. Kn este amigable altercado han pasado ya
varios años y el pobre misionero casi ha perdido
la esperanza de verle fomiar parte de su grey.
Dios, sin embargo, tiene en sus manos los
corazones de los hombres y dispone las cosas
cómo y cuándo le parece, aun contra nuestras
previsiones y esperanzas.
K1 Junio pasado quiso la Providencia que el
misionero pasara de nuevo por el pueblecito
de nuestro buen viejo. Yemi Po lo recibió con
más regocijo y cortesía que de costumbre, y
en seguida le ofreció una silla y )a consabida
taza de café. El misionero, después de agrade
cerle su hospitalidad, le preguntó por qué no
se decidía, de una vez y se hacía cristiano. El
contestó diciendo cpie el « Scíior dd Ciclo * es
bueno; pero que él está ya viejo y sin fuerzas y
no ve ninguna convenienza ni utilidad en ha
cerse cristiano. Ivs decir, la misma contestación
que le había dado cuantas veces le habló de
este asunto.
Partió el Padre para visitar la cristiandad
de Tan Mun, y, después de celebrar la fiesta
del Sagrado Corazón de Jesús, que resultó miubrillante y devota, retornó a su residencia de
24
-
-
Shekki, por el mismo camino que había llevado
a la ida.
Al llegar al pueblecito de nuestro viejo hos
telero, como había que *paEarse cuatro horas
en espera de la barcaza, el misionero fué a sa
ludar a su buen amigo y a descansar un poco en
su cabaña. Eos nietos estaban despachando co
mida a los viajeros, pero no el viejo que, contra
la costumbre, estaba todavía durmiendo, ten
dido sobre una miserable alfombra. Para no des
pertarle se retiraba a un rincón de la cabaña,
cuando el viejo Yeun Po abrió los ojos, y al ver
al misionero, se sienta sobre la estera, y sin
mediar las consabidas frases de etiqueta, le
pregunta a quema rapa;
— Padre ({puedo yo todavía ser aceptado entre
tus cristianos?
Admirado el misionero de las palabras del
buen viejo, que no esperaba, le respondió lleno
de alegría:
— Claro que sí, m i querido Yeun Po; no faltaba
más. Si lo deseas de veras, hoy mismo te admito.
— Estoy resuelto a servir y adorar al único
gran Sefwr del Cielo; ya no quiero saber más
de los ídolos y de las tablas de los abuelos difuntos;
ahora sólo me preocupa una cosa y no tengo más
que un deseo: el volar pronto al cielo.
Vista su buena disposición y sinceridad, que
manifestaban bien a las claras la gracia, de Dios,
el rriisíóáeró le habló por más de una hora de
las verdades fundamentales de la fe, añadiendo
algo más por su cuenta el catequista. Cuando
^•a le creyeron suficientemente preparado, a
la \dsta de un numeroso público, que contempló
con viva curiosidad la ceremonia, le adminis
traron el bautismo, que recibió acurrucado sobre
la estera. Le pusieron por nombre Juan Batitisia.
No es para describir la alegría que reflejaba
el rostro del buen anciano. A pesar de sus 83
años, comunicaba a todos', parlero como un
niño, la dicha que le embargaba en aquellos
momentos, los más felices de su vida.
Excuso decir el buen efecto que estas mani
festaciones del nuevo cristiano produjeron en
la concurrencia.
Han transcurrido ya dos meses desde aquel día
dichoso. El misionero no ha tenido ocasión to
davía de pasar por Ma Kok ni ver al viejo neó
fito Juan Bautista... pero reflexionando sobre
aquel cambio ta n inesperado e imprevisto, no
puede menos de reconocer en él una gracia es
pecial del Sagrado Corazón de Jesús, al cual
miles de cristianos chinos repiten tres veces
al día la súplica siguiente:
Sagrado Corazón de Jesús, reinad pronto en
nuestra Cliiyia. .
I g n ac io C \ n a ze i Pbro.
Misionero Salesiano.
o
CULTO
de María Auxiliadora
M i s teo etn o s ¡a p e rsu a sió a de q u e, e n la s v ic isitu d es d oiorosa s de tos íh m p o s q u e a tra v esa m os, n o n o s quedan m ás co n su e lo s q u e lo s d e l C ielo , y e n ti»
é s to s , la poderosa p rotección de la V irgen b e n d ita , q u e fu e e n todo tiem p o el
A u x ilio d e lo s C ristia n o s.
PIO X .
Triunfos de María Auxiliadora.
María Auxiliadora en Sevilla.
Es la labor que vienen realizando los Padrc'í
Saiesianos tan humilde y desinteresada, que,
contra lo que suele ocurrir de ordinario, sus obras
exceden en mucho a lo que la pública voz y fama
pregonan. Esta es, al menos, la impresión del
humilde cronista, al asistir a las solemnísimas
fiestas que el día 24 se celebraron en honor de
María Auxiliadora, cuya devoción de tai modo
ha arraigado en d corazón de los sevillanos que
difícilmente se encuentra quien no sienta predi
lección por esta Virgen de D. Bosco, a cuya som
bra se cobijan los atribulados, enfermos y perse
guidos, encontrando siempre en Ella alivio en
sus dolores.
No es cierto que la enseñanza religiosa que
reciben los almnnos de los Saiesianos muera agas
tada a poco de salir de los muros tutelares del
Colegio. El acto celebrado en la noclie del 23 es
una prueba de mi aserción. Muchos antiguos
alumnos Ixabían de trabajar el día de María Au
xiliadora, pues asi lo exigían sus faenas y com
promisos; encontraban, no pocos, dificultades
para hacer, en honor de su Excelsa Patrona, la
Sagrada Comunión con que acostmnbraban a
honrarla en sus añas de colegiales, y para no
omitir práctica tan agradable a la Reina de las
Flores, pidieron y obtuvieron pasar una noche
de vela ante Jesús Sacramentado, preparándose
con verdadero esmero para la Sagrada Comunión,
que de manos del señor inspector de los Saiesianos
de Andalucía recibieron en la Misa que por los
mismos se cantó a las cuatro de la mañana.
Cuantos contemplamos a aquellos hijos del
trabajo, rendidos ante Jesús Sacramentado, y
escuchamos sus rezos y cánticos entusiastas y
devotos, no pudimos menos de sentimos conmo
vidos y de admirar más y más la obra salesiana,
al mismo tiempo que pedíamos por el completo
desarrollo de su programa en nuestra amada Sevilla.
Apenas había tenninado la Misa de los ex alum
nos cuando comenzó a acudir a honrar a María
Auxiliadora
crecido número de personas del’
barrio, que antes de entregarse a sus trabajos
quisieron también recibir la Sagrada Comunión.
Desde las cuatro hasta las doce las misas se
sucedieron cada media hora, y en todas ellas se
administró la Sagrada Comunión.
El día entero fué una verdadera peregrinación
al templo de la Santísima Trinidad, acudiendo
de todos los pvmtos de la ciudad infinidad de per
sonas a postrarse a los pies de la Virgen de D. Bosco.
Pero la nota más simpática y entusiasta fué la
Consagración a María Auxiliadora de más de tres
mil niños y niñas, que de toda la ciudad acudieron
a tan hermoso acto, llevando sendos ramos de
flores, que cubrieron materialmente el amplio presbiterio.
Por la noche volvió a llenarse la iglesia de per
sonas devotas, que asistieron a la función, en la
que el orador sagrado y muy ilustre señor D. Is
mael Rodríguez, lectoral de la Santa Iglesia Ca
tedral de Málaga, estuvo tan inspirado como
siempre que he tenido la ^satisfacción de escu
charle y saben mis lectores.
María Auxiliadora rciná vcnladeramente en
el corazón de los sevillanos y su fiesta ha sido la
fiesta del amor, de la gratitud y de la ternura.
María Auxiliadora en Santiago de Cuba.
Solemne, mucho más de lo que himianamente
esperábamos, resultó el día dedicado a la Virgen
de Don Bosco. Para este barrio podemos decir
que ha sido un verdadero acontecimiento y que
la Virgen ha triunfado en todos los corazones
buenos. La Misa primera nos ha dejado una grata
impresión de Paraíso con las numerosas Comu
niones de grandes y pequeños. La cantada ha
dado im timbre de grandeza a nuestra humilde
Capilla, pequeña e insuficiente para tantos devotos;
parecía ima Baisílica con la majestad de las cere
monias y la presencia imponente del Qero, re
presentante de las Parroquias y Comunidades..
I
— 26 —
E l Rdo. P. Santesteban deleitó al culto audi
torio narrando las glorias de María y en especial
de la Auxiliadora del pueblo Cristiano, haciendo
votos por el desarrollo de la Obra del gran D. Bosco.
Nuestro querido Monseñor estaba ausente,
pero no quiso dejamos solos en día tan solemne y,
venciendo toda clase de dificultades, tuvimos
el gusto de verlo dar realce a la grandiosa proce
sión que fué una verdadera apoteosis y un seña
lado triunfo de la Auxiliadora. Todo contribuyó
a este éxito: el tiempo apacible, la suavidad de
los rayos del sol, la falta de polvo por la calles y
la inmensa afluencia del pueblo que asistió. Allí
se dieron cita todas las Agrupaciones católicas
existentes en la Ciudad, muchas de ellas con es
tandartes y todas con distintivos. E l cordón lar
guísimo, imido, compacto y devoto recorrió las
calles del programa con mía brillantez nimca
vista por este Reparto, despertando la fe dormida
en muchos corazones. E l éxito se lo debemos a la
Virgen Auxiliadora, a los Caballeros de D. Bosco,
a las Asociaciones Católicas, al dignísimo Clero
de la Ciudad y al entusiasmo despertado durante
el mes de Mayo en todos los moradores de este
barrio. A todos las más efusivas gracias y que la
Virgen Auxiliadora les recompense con nuevos
favores y cele.stiales bendiciones.
bajo la dulce advocación de Auxilio de los cristianos,
celebrando en su honor durante nueve días el
santo sacrificio de la misa y poniendo como in
tercesor al angélico jovencito Domingo Savio,
pideudo al mismo tienspo para que muy pronto'
podamos venerarle sobre los altares.
Celebradas las misas, me v i libre del mal que
me afligía, y, muy agradecido a María Auxilia
dora y a su fiel siervo, cumplo gustoso mi pro
mesa de publicar en el Boletín Salesiano la gracia
obtenida, para que sirva de ejemplo a los atribu
lados, alentándoles a invocar la valiosa protección
de Madre tan amorosa y del santo jovencito D o
mingo Savio.
F1.0RENXINO G ómez P ero .
T arragona [España). — L a señora G. P. da
infinitas gracias a la Virgen Auxiliadora por ha
berle librado con su valiosa protección en trance
peligroso.
No podía ser su situación más desconsoladora,
pues era inútil esperar solución favorable de la
piedad hmnana; por lo que acudió con toda la fe
de su alma al amparo y protección de María Au
xiUadora, que, como Madre bondadosa, la socorrió
a tiempo y satisfactoriamente.
Para hacer público su filial reconocimiento a
la bondadosa Señora, se dirige al boletín salesiano,
órgano de las maravillas de María.
J osefa G isb e r t .
Dan también gracias a Mana Auxiliadora.
Avrr,A (Espafia). — Don
gracias a María Auxiliadora
recibidos por su intercesión
miento, mía limosna para
Fortunato Muñoz da
por señalados favores
y envía, en reconoci
su Santuario.
M aTaró {Barc. España). — Doy gracias a la
Santísima Virgen Auxiliadora por haberme al
canzado la gracia de poder conciliar el sueño
después de diez años d? sufrir insonnio y haberme
causado grandes tristezas, siendo inútiles cuantos
remedios me proporcionaron los muchos médicos
-que visité. Sin esperanza ya en los medios hu
manos. me dirigí a María Auxiliadora; rogándole
me obtuviera la salud.
Recibida la gracia, cumplo con la' promesa de
publicarla en el Boletín Salesiano, y mando ce
lebrar las tres misas, como manifestación de sen
tido agradecimiento.
JOSKFA C atj^do .
A i . i u í r c a (Srt/amancrt-EspaSo). — Hace algunos
meses me salieron en la boca y garganta unas
como especie de úlceras que me ocasionaban no
poca molestia.
Consulté varios métlicos y con ninguna de sus
recetas, que experimenté por algún tiempo, logral')a
curaniie.
l’erdida, pues, toda esperanza en las medicinas,
determiné encomendanue a la Santísima Virgen,
Barcelona (España). Dña. Encamación Miró
por gracia obtenida; S. Sagrera, por haberse hbrado de neurastenia y envía limosna.
San Pablo de Ordal (Barcelona). Dña. María
Rovira y Masana por haberse curado de un brazo
sin necesidad de operación.
Santander (España). — Dña. María Díaz de
Guateda, por favor recibido, y envía limosna.
Vera (España). Dña. Ana Román da gracias
a María Auxiliadora y envía limosna para los
huerfanitos de Don Bosco.
Carmen (Colombia). Teófilo Ramírez, agrade
cido a la Virgen por un especial favor que le dispen
só, manda una ofrenda para los huerfanitos del
Vble. Don Bosco.
Pescador (Colombia). Da. Julia Uza v. de Paz,
tributa inmensa gratitud a la Auxiliadora de los
Cristianos y hace una ofrenda por uu importante
beneficio que le concedió.
Tona (Colombia). E l Sr. Adelantado Aguilera H.
agradecido a María Auxiliadora por dos favores
recibidos y envía limosna.
Blxupeldes (Nicaragua). María Castillo, da gracias
a María Auxiliadora por varios favores obtenidos
de tan buena Madre y de un modo especial por
haber alcanzado la s^ud de su liijita.
Bluefields (Nicar{^;ua). Nataha Macre, desea
hacer pública su gratitud a la Vii^en por haberle
conseguido la salud a su chiquito.
Montevideo [Uruguay). E. Delfino hace público
su agradecimiento a María Auxiliadora por dos
favores que consiguió mediante su intercesión.
ESPAf^A. — Labor realizada por los Antiguos
Alumnos de la Tarraconense.
e intimidad entre los compañeros y Superiores
que los acompañaban.
Imposible en los estrecbos límites de un resmnen,
exponer cuanto de grande y digno de imitación
encierra la Memoria, que del año 1922, nos envía
el activo Secretario Regional Sr. Picó.
Pero basta para damos una idea de la pujanza
y esplendor del espíritu cristiano y de la actividad
que alienta todas las Asociaciones locales de la
Federación Catalana, el siguiente párrafo del
meritísimo trabajo.de D. Emilo Picó.
« Lo que yo puedo decir de esta Región es alta
mente consolador, pues la Comunión mensual, el
Apostolado de la Oración, el día de Retiro mensual,
los Ejercicios Espirituales, el Vía Crucis, la devo
ción ardiente a nuestra madre María Auxiliadora,
el espíritu de caridad y sacrificio, la práctica de
la Adoración nocturna, el cariño entrañable a
todo lo salesiano, y otras virtudes y prácticas
religiosas y morales son las que inás o menos
profusamente hallamos en todas nuestras agru
paciones. Aquí es una práctica reglamentaria,
aUí es una costimxbre individual o de un grupo:
ora se trata de nm -hecho aislado revelador de mi
alma apostólica, ora de un acuerdo motivado por
el común sentir de ima Junta ».
Y como brillante muestra, como manifestación
gallarda y cristianísima del espíritu que reina
entre esos buenos A. A., nos complacemos en
reproducir dos líneas de la citada * Manoria »
del Sr. Picó:
Este año, siguiendo religiosaineute la plausible
tradición, se reunieron en Luján 3,200 alumnos
de los Colegios de Don Ba«ico, y un crecido número
de Exalmunos se prepara para la mi.sma romería.
Reseñando mía de nue.stras revistas de la Ca
pital la peregrinación de los alegres romeros
dice así:
La tradicional fecha del 12 de Octubre reunió
en Luján a 3.200 niños de la Obra de Don Bosco.
Las descripciones y comentarios son impotentes
para dar idea de aquel hennoso e infinito cuadro
infantil.
Los pequeños peregrinos llegaron a lyiiján en
dos largos trenes, presididos por el Rmo. Padre
Inspector D. Valentín Bonetti. a quien acompa
ñaban los superiores de todos los Colegios que
participaban en la peregrinación.
— «No quiero omitir la emoción profimda que
sentí al oir a mi compañero, cómo, con riesgo de
su persona, logró que recibiera los Santos Sacra
mentos un moribundo ».
¡Ojalá q u e.en todas partes se dieran paseos
semejantes, que, al fin y al cabo, son mía de tantas
tradiciones que nos legó nuestro Ven. Padre!
¿Puede decirse más, en menos líneas? En la
hermosa síntesis del Sr. Picó ¿cabe algo más grande
y consolador?
Con ese espíritu cristiano, las Asociaciones de
A. A. de la Tarraconense, de España y del mundo
entero, harán mucho bien, no sólo entre ellas
mismas, sino en la sociedad en general, que tan
falta se encuentra del e.spíritu de Cristo.
¡Nuestra cordial y sincera enliorabuena a los
A. A. de España por su sólida y progresiva marclia!
VIEDMA PATAQOMA (Argentina). —
vísta de los Antiguos Alumnos.
ARGENTINA. — Simpática romería de Alumnos
y Exalumnos a Luján.
Entre las muchas iniciativas y cosas buenas
porque merecen alabanzas los Salesianos, Alumnos
y Exalumnos argentinos, deben citarse las rome
rías anuales al templo de Luján. •
Hemos tenido ocasión de hablar de ellas con
Exalnmnos veteranos que nos contaban compla
cidos lo que disfrutaban física y espiritualmente
en esas giras, donde reinaba la más franca alegría
Todas los diversos actos constituyeron un expouente conmovedor de la piedad, del orden y la
sana alegría que anima a los niños de los Colegios
Salesianos.
Por la tarde ccaicurrieron a la inauguración del
museo histórico pro\Tncial y del monmnento eri
gido en aquella Villa por el Centro Católico de
Estudiantes al Dr. José Manuel Estrada, adalid de
la Causa Católica y de la libertad en nuestra tierra.
El día transcurrió en medio de gratísimas im
presiones dejando en los niños un indeleble re
cuerdo, herencia valiosa para su vida de honibres.
Nueva re
Con el hennoso título, que es todo un programa,
Oración Trabajo v Sacrificio, dió comienzo n .su
publicación, el 24 del mayo pasado, el órgano men
sual de los Antiguos Aluimios de la Patagonia,
que tienen su .sede central en Viedma.
No podemos menos de alegramos al ver crecer
estas publicaciones que sirven de lazo de unión
entre nuestros Exalmunos y mantienen vivo el
entusiasmo por todo lo bueno que aprendieron
con los hijos del Venerable Don Bosco. Y no sólo
mantienen vivo el fuego .sagrado, sino que lo
aumentan, porque nuestras publicaciones, siguien
do las enseñanzas de Don Bosco y las inspira
ciones de nuestros actuales Superiores, son mía
cátedra, «na verdadera escuela que continúa la
labor comenzada en los primeros años de nue.stra
juventud.
Felicitamos de corazón 3 la nueva revista y le
auguramos largos y prósperos años de vida.
I
— 28 —
VALPARAISO (Chile). — Homenaje de los An
tiguos Alumnos a Alaría Auxiliadora.
Aunque tarde, no queremos dejar de reseñar
la ejemplar fiesta con que los Antiguos Alumnos
de Valparaíso manifestaron su acendrado amor
filial a María Auxiliadora.
El 24 de Mayo asistieron en crecido número,
a pesar de ser día laborable, para oir la santa
misa y comulgar, en obsequio a tan buena Madre.
El espectáculo que ofrecían, además de los jó
venes, los padres de familia, que tienen ya a sus
hijos en el Colegio, acercándose al banquete eucarístico con el fervor de los años felices de colegio,
era encantador.
Este año inauguraron sus tareas el día 28 de
octubre, con solenme misa de comunión general
a la que concurrieron casi todos los niños matri
culados, que ya pasan de los 180.
E l domingo, día 4 de noviembre, tuvieron por
la tarde una interesante velada, en la que se decla
maron hennosas poesías, como podrá juzgar el
lector por la siguiente, de D. Mariano Lazán que
a nosotros nos ha gustado. Dice así:
L os niños y la futura E spaña.
P o e s ía le íd a e n la v e la d a d e a p e r t u r a
d e c u r s o d e l O r a to r io S a le s la n o .
El señor Director, profundamente emocionado
por este rasgo de sus ex-alumnos, les dirigió la
palabra, teniendo pasajes felicísimos y recalcando
su significado en el momento solemne en que la
Juventud Católica de Valparaíso, se levanta como
un sólo cuerpo y una sola alma, proclamando
muy en alto su ardiente fe religiosa al acercarse
al Convite Eucarístico y recordando las palabras
del Divino Salvador que dijo a sus Apóstoles: el
que come mi .carne y bebe mi sangre, tendrá
vida eterna i.
Después de la misa, se sirvió un chocolate a
todos los presentes, en cuya oportimidad, el
presidente del Centro, señor Acuña, invitó a todos
los ex-ahuunos a concurrir en masa a la procesión
solemne de Corpus Christi que saldrá el jueves
próximo de la Iglesia del Espíritu Santo.
Por la tarde, para completar el programa tra
zado, los ex-alumnos pasaron al oratorio festivo
de « Don Bosco * para e tretenerse con los niños
(jue, en número superior a trescientos, concurrieron
a recibir golosinas con que fueron obsequiados
por aquéllos.
Yo veo en lontananza brillar una luz pura,
M ás hermosa que aquella que nos envía el sol.
Que presagia una España de paz y de ventura,
La España que ambiciona el que es buen español.
VICO (España).— Colocación de primera piedra.
E l 24 del Septiembre pasado, se colocó, con
asistencia del Gobernador Militar, el Comandante
de Marina, prestigiosas autoridades y nmneroso
pueblo, la primera piedra del templo que a María
Auxiliadora levantarán los Salesianos y amantes
de la Virgen, en Vigo. Fué consagrante el Sr. Obispo
Diocesano, E xano. Don Manuel Lago González,
que dirigió a los concurraites palabras de aliento
para que los fieles puedan ver pronto levantado
el nuevo templo a la Virgen de Don Bosco.
Se tenuinó la función con la bendición con S. D.
M.
La religión enseña a ser noble y valiente.
La religión enseña la Patria a defender,
La religión infunde valor al combatiente.
La religión enseña a morir y a vencer.
ZARAGOZA (España). — Fiesta en el Oratorio
festivo.
Amujue Zaragoza no alberga todavía en su
seno a los hijos de Don Bosco, su espíritu fiota y
se propaga entre los zaragozanos, merced al celo
y amor de algunos admiradores y amantes de la
Obra Salesiana.
En el antiguo convento de San Juan de los
Pañetes, hace años que se desarrolla floreciente
el Oratorio festivo, del que es alma el M. I. señor
Canónigo don Juan Carceller, secmidado por be
neméritos Sacerdotes y Seminaristas de la loca
lidad.
Aquella España grande, que del mundo fué espánto,
Aquella que en su cetro dos mundos cobijó,
Aquella que de gloria se coronó en Lepanto...
Esa es la España grande la que presagio yo.
E n vosotros, ¡oh niños! la veo retratada.
Porque tenéis por lema la ciencia y la virtud;
Y tened por seguro que si no con la espada.
Conquistaréis los mundos por medio de la cruz.
Aquella cruz que un día los mares paseaba.
Tremolando en las naves del inmortal Colón
Porque tan solo en ella su gran triunfo esperaba.
Porque tan solo en ella cifraba su ambición.
La misma cruz ahora os brinda nuevos mundos.
Para que hagáis de España la más grande naci'>n,
Pero vuestros deseos jamás serán fecundos
S i despreciáis, ingratos, la cruz, la religión.
Con ella iréis seguros a ganar la victoria.
Con ella seréis bravos porque tendréis la fé;
S i peleáis con ella, vuestra será la gloria
De haber devuelto a España cual otro tiempo fué.
Con esa nueva patria la escuela salesiana
Os brinda, si sus normas iodos queréis seguir.
Porque ella es la que forma los hombres de maña.
Infiltrando en las almas la fe del porvenir.
Sed buenos, sed creyentes, la fe iodo alcanza
Y si seguis las normas que os da la religión,
E n vosotros ¡oh niños! se encarna la esperanza
De hacer de nuestra España la más grande nación.
E l programa que desarrollan se ajusta en todo
al que para los Oratorios Festivos estableció
Don Bosco.
Felicitamos de corazón a los organizadores y
mantenedores de obra tan floreciente y dese
amos cosechen abimdantes frutos en pro de la
niñez y juventud obrera.
— 29 —
RAWSON-CHUBUT (Argentina). — Fuertes lluvias
y vientos huracanados causan daños en la Casa de
la ;M¡sión.
La racha de huracanes que tan grandes per
juicios va causando en muchos puntos de la tie
rra. ha querido también dejar sus dolorosos re
cuerdos en estas apartadas regiones.
Desde principios de Octubre comenzaron a
azotar la costa, causando mucho daño, y, por fin,
le tocó su parte a Rawson, capital de la Región.
En la Casa de la misión salesiana, se demunbó
la parte vieja, quedando, a su vez, malparada la
parte nueva.
Llamamos la atención de nuestros amigos y
Cooperadores para que no olviden a los pobres
misioneros de aquel pobre y lejano territorio.
Cuando los hijos volvían al altar, las madres,
de rodillas en la balaustrada y con los ojos fijos
en María Auxiliadora, renovaban a la excelsa
Madre la ofrenda de sus hijos.
Don Felipe Rinaldi tenninó la función con los
recuerdos que mamá Margarita dió a Don Bosco
en ocasión semejante.
La enseñanza religiosa en Italia. Para el exa
men de los libros de texto que ha:i de ser\ ir
para la pn«:!f‘ñflTi7JL religiosa en las cscuclo-s de
Italia, el Gobierno del Sr. Musolini Im nom
brado tma Comisión, que componen los señores
siguientes: El Rdo. P. Genocchi, de la Congre-
QUITO (Ecuador). — Solemne distribución de
premios.
Solenme fué la distribución de premios que se
realizó en el Colegio Salesiano de Quito con a.sistencia del representante de Italia, 33xmo. Don \'icenzo Fileti y del Comendador Sr. Pirzio Biroli.
Después de saludar a las autoridades presentes,
el Sr. Director del Colegio dirigió calurosas frases
de despedida a los almnnos, diciéndoles que
antes de partir a vacaciones deseaba manifestarles,
especialmente a los premiados, que el verdadero
premio consistía en la alegría de st^ rostros, en
la satisfacción de todos los Superiores, en la feli
cidad de poder, dentro de poco tiempo, dar un
abrazo a los padres, y especialmente en aquella
firmeza de voluntad, consecuencia de las fatigas
laboriosas, soportadas durante el curso escolar y
de los consiguientes triunfos alcanzados en los
exámenes.
No olvidéis, terminó diciendo, las mágicas pa
labras de Don Bosco «Trabajo y Oración», porque
sin oración y trabajo ni se puede ser buenos ni
amar a la patria.
Bl P . P I ttIn I c o n lo s C h am aco co o .
TURÍN (Italia). — Imposición de sotanas en la
Basílica de María Auxiliadora.
El día 21 de Octubre, aniversario del día en
que Don Bcsco, desprendiéndose de las vestiduras
del mundo, recibía la de los ministros del Señor,
21 novicios salesianos se arrodillaban ante el
altar de María Auxiliadora para recibir de manos
del Rdmo. Don Felipe Rinaldi la librea de los
liijos de Don Bosco.
Como día festivo, la iglesia estaba llena de fieles
que se complacían viendo a tantos jóvenes que,
radiantes de alegría, recibían el hábito religioso,
consagrándose por completo al Señor .
Eran de ver las tiernas escenas que se verifica
ban en la sacristía. Los padres de los nuevos le
vitas esperaban a sus hijos para besarlos y ben
decirlos, pero ningimo se atrevía, tanto era el
respeto que les infxmdía la sotana. Algunos padres
se arrodillaban para abotonar el hábito de sus
hijos, mientras las madres, más recatadas, conteplflhan la operación de sus maridos a través de
las silenciosas Intim as que se desprendían de sxis
ojos.
gación misionera del Espíritu Santo, el salesiano
Padre Ubaldi, y el P. Trípodo, benedictino.
El primero fué el hombre de la confianza de
Pío X, Benedicto XV, y lo es hoy de Pío XI. Per
sona de vastísima preparación científica y rara
liabilidad política, su nombre suena como el de
próximo cardenal.
El salesiano Padre Ubaldi gozó de la amistad
de Benedicto XV, que lo quería y di.stinguía.
Cursó brillantemente sus estudios en la Univer
sidad de Turín, de la que fué cate<irático después,
v boy explica en la Universidad de Cataiiia, con
gran satisfacción de los estudiantes.
El P. Trípodo es profesor del seminario de Palermo.
Esta comisión propondrá el catecismo único
que se deberá estudiar en 1^ escuelas.
Al par que les deseamos acierto en su cometido,
enviamos nuestra enhorabuena a los esclarecidos
profesores, especialmente a nuestro querido her
mano en religirá, Rdo. P. Ubaldi.
—
LOS QUE M UEREN
la a c :
El Misionero R. P. Costanzo Melfano.
Kn, Viodnia, la antigua sede del Vicariato Apos
tólico que desempeñó el Cardenal Juan Cagliero,
falleció el Octubre pasado otro de los beneméritos
y antiguos misioneros, el R. P. Constanzo.
Nacido en Italia, conoció la Patagonia por las
relaciones que de ella enviaban a Don Bosco y a
Don Rúa los primeros salesianos que la recorrían,
lamentando la propia insuficiencia para hacer
frente a las necesidades de la extensa misión.
J oven y lleno de esperanzas, el abnegado estudiante
Constanzo Mellano se brindó como ayudante
catequista y supo darse maña, sacrificando las
horas de reposo, hasta cursar los últimos estudios
que habían de habilitarlo para ser ilmuinado con
sejero' y director de espíritu.
Luchó con la esterilidad del desierto y preparó
para la agricultura a numerosos jóvenes del Río
Negro, (|ue han convertido en campos fecundos
l:is tierras baldías tpie antes poblaban los salvajes.
Por fin, agotado por el trabajo abrumador que
re{iueríu la cura de las almas, se despedía de sus
amados feligreses para volar al cielo a gozar el
premio (jue Dios prepara a los que trabajan como
buenos en su viña. Su sepelio fué mi triunfo, pues
se manifestó el grande afecto que le profesaban
los vecinos de Viedma y Patagones.
líl Padre Mellano es el tercer misionero que la
Patagonia, ha perdido en el año 1923. Con su pér
dida se multiplica el trabajo en estas regiones,
aumentan las necesidades espirituales de las almas
(pie en manera algmia puecien atender los misio
neras que quedan.
[Que Dios mueva el corazón de muchos jóvenes,
para (jue con sus entusiasmos santos y energías
fecundas llenen los huecos que van dejando los
misioneros veteranos que mueren.
Don Manuel García Fernández.
No ha mucho que comunicábamos a nuestros
lectores la honrosa distinción que al caballero
católico D. Manuel García h'emández le había
conferido el rey \ ’ictor Manuel, nombrándole
Comendador de la Corona de Italia, como premio
a la genen>sa protección di.spensada a la Obra de
Don Btxsco en Tucunián, Argentina.
Muy lejos estábamos de pensar entonces que
la muerte se preparaba para arrebatarle tan pronto
a la gratitud y cariño de las jovencitos que, merced
a su desinteresada ’ caridad, se disponían a em
3
0
—
prender el camino de la honradez y laboriosidad,
para ser después dignos ciudadanas, que, con sus
virtudes cívicas y religiosas, coronaran la obra
meritoria que en Tuciunán ha desarrollado con
tesón e inteligencia el ilustre finado.
Lamentamos de veras su pérdida, pero nos
sometemos a los designios de la Providencia que,
según un ilustre purpurado, hace que cada uno
muera en la hora más oportuna para su salvación.
Los juicios de Dios son tan sabios y amorosos
como incomprensibles a los hombres.
No obstante, y pensando piadosamente, pode
mos creer que a las buenas obras realizadas por
D. Manuel les faltaba la erección del nuevo co
legio salesiano, ese centro donde tantos niños
aprenderán a ^ a r a Dios y a ser grandes, para
que el Señor lo llamara a recibir el premio de su
generosidad.
Al propio tiempo que damos a la familia el más
sentido pésame, el Boletín Salesiano invita a los
Cooperadores todos para que nieguen por el eterno
descanso del amigo finado.
Dña. María Rolan de Leroy.
La insigne celadora salesiana Dña. María Rolán
de Leroy entregaba plácidamente su ahna al Criador
en Cartagena, Colombia, el 18 del Mayo pa
sado, después de una vida cristiana ejemplarísima,
consagrada por completo al servicio de Dios y al
bien de sus prójimos.
Antigua C(X)peradora salesiana, se interesó por
propagar en su patria la devoción de María Au
xiliadora y dar a conocer la Obra de Don Bosco,
a cuyos huerfanitos beneficiaba con generosas
limosnas.
Cuando en igog se estableció en Cartagena la
Asociación de María Auxiliadora, fué nombrada
presidenta, cargo que desempeñó a satisfacción
de todos por espacio de nueve años, a pesar de
sus achaques.
María Auxiliadora se ve que estaba satisfecha
del trabajo de su fiel siei^’a, pues, para premiarla
con largueza, desatendiendo los ruegos de sus
familiares, se la llevaba al cielo el 18 de Mayo,
precisamente en la novena de su fiesta, sin duda
para que la celebrara radiante de alegría en el
cielo.
Acompañamos en el sentimiento a su buena
familia y nos unimos a sus oraciones, para si de
algún modo las necesitara la difunta.
Otros Cooperadores difuntos.
Barcelona (España): Dña. Josefa Egea Sánchez;
Don Ignacio Gispert; Dña. Mercedes Ferrer y
Abelli; Don Miguel Pérez.
Vera (España): Dña. Antonia Ruíz Ramírez.
Córdoba (Argentina): Don Arsenio Mayorga.
Cali (Colombia): Don Caricas Ma. Viera; Ale
jandro Tenorio; Elvira Lalinde v. de Hernández.
Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica: Gerente: GEM IN IAN O FE R R A R I.
Establee. Tip. de la Sociedad Editora Internacional. — Corso Reg;ina Margherita, N. 174 - TURIN
ÍS O C IO O A 1 3
E ÍI3IT O R JV
I3 V T l5 R r« -^ C IO r« ^ JV rv
___________ A v e n i d a R e g i n a M a r g a r ld a , 174 - T U R ÍN (ita lia )
THEOLOGIA DOGMATICA, MORAUS, MÍSTICA, FASTORAUS, Etc.
EACCA Sac. PETRUS. — Theologiae moralis synopsis. Breve opus ex sapientissimis scriptoribus de Re Morali eductum et ad normam nóvi Codicia Jaris Canonici exaratum : Libellae 12,50. Apud exteros: libellae 16,50.
MAZZELLA HOR. Arcbiep. Tarentimis. — Fraelectiones Scholastico-Dogmaticae brevioii
cursui accomodatae. Editio quinta recogrdta e t anota.
Vol. I. — Tractatus de vera Religione, de Scri'piura, de Tradiiione et de Ecclcsia Christi.
Libellae 25. — Apud exteros: libellae 30.
Vol. n . Tractatm de Deo Uno ac Trino et de Eeo Creante: Libellae 25. — Apud exteros:
libellae 30.
Vol. m . — Tractatus de Verbo Incamato, de Gratia Christi et de ViríMíiftiw infusis:
Libellae 25 — Apud exteros: libellae 30.
Vol. IV. — Tractatus de Sacramcntis et de Novissimis: Libellae 25. — Apud exteros:
lib. 30.
SEBASTIAN! Sac. NICOLAUS S. Theol. e t utriusque iuris Doctor, Cancellarius a Brevibus
Apostolicis Pii P P . X I. — Summarium Theologiae Moralis ad Codicem Juris Cauonici
accomodatum cura lucupletissimo índice analytico:
Editio quinta m aior (1920). I n -8 max.: Libellae 9,50. — Apud exteros: Libellae 12,50.
Editio sexta ndnor-manualis. I n 24° {cm. 9 x 1 5 ) cliarta indica pondere mínimo, pag. 650.
Linteo contecta: Libellae 14,50. — Apud exteros: libellae 18.
NAVAL P. FRANCISCUS Missionariis Filiis S. Cordis B. V. Mariae. — Theologiae asceticae
et Mysticae cursus, ad usum Seminariorum, Institutorum rehgiosorum, clericorum, necnon
Moderatorum animarum. Prim a versio latina ab auctore recognita et adprobata: Libellae
8,50. — Apud exteros: libellae 11,50.
GARRIGOU-LAGEANGE P t. REG IN . o . P. — Theologia fundamentalis secundum S. Thomae doctrinam. Pars apologética: Be revelatione per Ecclesiam catholicam proposita.
Editio 1921 emendata. — Opus ju x ta S. P . Benedicti X V optata sacrae praesertim juventu ti commendatum: 2 tcm i. Libellae 45. — Apud exteros: libellae 60.
GXJRY P. J. PETRU S S. J . — Compendium Theologiae moralis recentioribus actis Sanctae
Sedis legibus Codicis Juris canonici accomodatum, habita simul rationeitaliei juris, cura
P. R aph. Tummolo ej. Soc. etc. 2 vol. LibeEae 50. — Apud alias nationes: libellae 65.
CAPPELLO Sac. F E L IX S. J. — Tractatus canonico-moralis« De Sacramentis», ju x ta codicem
juris canonici: Vol. I. Be Sacramentis in genere (De Baptismo, Conürmatione e t Eucharistia) 1921: Libellae 20. — Apud exteros: libellae 26.
CARBONE Sac. C.. Theologiae et Juris Canonici Doctor, in Seminario R<‘gionali Apulo-Lucano,
Theologiae Dogm. e t Sacrae Eloquentiae Magister. — Examen Conlessaríorum ad Codicis
Juris Canonici norman concinnatum: Libellae 12,50. — Apud exteros: libi>llae 16,DO.
MUNERATI Sao. DANTIS. — Frontuarium pro ordínandis et confessionis examinandis;
Libellae 4,50. — Apud exteras nationes: libellae 6.
ANTONBLLI Sac. JO SEPH . — Medicina Fastoralis in usum coníessiariorum e t curiarum
ecclesiasticarum. Editio quarta in pluribus aucta. Accedunt 94 flgurae et 25 tabulao anatomicae coloratae. 3 vol.; Libellae 60. — Apud exteras nationes: libellae 80.
CHELODI Sac. JOANNES. — Jus matrimoniale ju x ta Codicem Juris Canonici: Libellae 6,50.
— Apud exteras nationes: libellae &
B. ALPH. M. DE LIGORIO. — Theologia moralis. Editio nova cum antiquis editionibus diligenter cellata; in singulis auctorum allegationibus recognita notisque eriticiset commimtariis illustrata cura e t studio P. Leonardi Gaudé e Congr. Ss.mi Redemptoris, 4 volum.
paginis 3200. In-4°, charta manufacta: Libellae 75. — Apud exteros: libellae 100.
P. GEMELLI A üG . O. F. M. — De Scrupulis. Psycho-pathologiae specimen in usum confessariorum: Libellae 12,50. — Apud exteros: libellae 16.
GENICOT E d. S. J . — Casus conscientiae propositi ac soluti. Opus postumum accommodatum ad Theol<%iae moralis Institutiones ej. auct. Editio 4» adnorm am Codicia Juris reco
gnita e t pluribus casibus aucta a J . Saismans S. I. etc.
Libellae 34. — Apud exteros: libellae 40.
« s o o iK O J v r»
K ü i 'x 'O R A
liv o r
A v e n id a R e g i n a M a r g a r id a , 174 - T U R lN (Ita lia )
CODEX
lU R lS
C A N O N IC l
Pii X Pontificis Maximi iussu digestus, Benedicti Papae XV auctoritate promulgatus, praefatione E.mi Petri Oard. Gasparri et índice analytico-alphabetico auctus.
1 ) Editío m inuta in-18(cm .954x15) characteribus nitidis lectuquefacilliims, charta subtill
non translúcida.
8 ine tegumento: Libellis Italicis: 7,50. — Apud exteros: Lib. 9.
Cum tegumento: 1) Linteo contectum cmn titulo áureo in dorso: Lib. It. 12. — Apud ex
teros: Lib, 13,50.
2) Pelle contectum dorso, áureo titulo in dorso, foliis intonsis: Lib. I t. lá . — Apud exteros:
Lib. 15,50.
3) Chagrín contectum dorso e t angulis, cetera linteo, nervis in dorso distinctum omamentis aureis et tesscllis cum titulo e t stem mate áureo foliis intonsis: Lib. It. 15. — Apud
exteros: Lib. 16,50.
2) Editio in-18 — ut supra — cum fontium annotatione.
Sine tegumento: Libellis Italicis:
10,50
Apud exteros: Lib. 12,50
Cum tegumento: 1) u t supra: Lib.
Ital.
15,—Apud éxteros: Lib. 17,—
Cwwí tegumento: 2) u t supra: Lib.
Ital.
17,—Apud exteros: Lib. 19,—
Cum tegumento: 3) u t supra: Lib.
Ital.
18,—Apud exteros: Lib. 20,—
3) Editio Manualis in-12 (cm. 12x1954) characteribus paulo maioribus ac perspicuis,
■«harta subtili.
Sine tegumento: Libellis Italicis:
11.50
Apud exteros: Lib. 14,50
Cum tegumento: 1) u t supra: Lib. Ital. 17.50
Apud exteros: Lib. 20,50
Cum tegumento: 2) u t supra: Lib. Ital. 19.50
Apud exteros: Lib. 22,50
Cum tegumento: 3) u t supra; Lib. Ital. 20.50
Apud exteros: Lib. 23,50
4) Editio in-12 —
stt'pra —^isum' ftmtánm 'aonotulaoBe.
Sine tegumento: Libellis Italicis:
16,50
Apud exteros: Lib. 20,—
Cum tegumento: 1) u t supra: Lib. Ita l. 23,—
Apud exteros: Lib. 26,50
Cum tegumento: 2) u t supra: Lib. Ital. 25,—
Apud exteros: Lib. 28,50
Cum tegumento: 3) u t supra: Lib. Ital. 27,50
Apud exteros: Lib. 31,—
5) Editio in-8 (cm .l 6 54x26), cum fontium annotatione charta crassiore, characteribuf
grundiusculis.
Sine tegumento: 1) Libellis Italicis:
21,—
Apud exteros: Lib. 25,—
Cum tegumento: 2) u t supra: Lib. Ital.
32,—
Apud exteros: Lib. 37,—
Cum tegumento: 3) u t supra: Lib. Ital.
35,—
Apud exteros: Lib. 40,—
Litterae nniversae ad nos remittendae, hac signentur inscriptíone quae nostram offloi■nam aliarum caput, respioit:
SOCIETA EDITRICE INTEBNAZIONALE. — Corso Regina Margherita, 174.
TORINO (9) (ITALIA).
Qnomodo in diem deposcentibus obtemperabimus.
R e d a c c i ó n y A d n n in is tr a c ló n : V ia C o t t o le n g o , 32 • T U R lN .