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Título
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BS_1926_02
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Descripción
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Boletín Salesiano. Febrero 1926
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Fecha
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1926.02
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extracted text
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BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
Año XLI.
FEBRERO,
1926
£1 S ierro de Dios Domingo Sario.
R E D A C a Ó N Y A D A U N IS T R A aÓ N : V IA C O T T O L E N G O . 32 - TURÍN
Número 2.
COOPERADORES SALESIANOS
O m odo práctico para m oralizar la sociedad.
Es el periódico oficial de las Obras y Misiones Salesianas, que se envía
mensualmente a los Cooperadores Salesianos y a las Cooperadoras Sa
lesianas, o sea a los que sostienen dichas Obras y Misiones.
Salesiono
Fundador de las Obras y Misiones Salesianas y de los Cooperadores
Salesianos es el Venerable Padre Don Juan Bosco {1815-1888) apóstol de la juventud y fundador
de la Pia Sociedad Salesiana y de las Hijas de María Auxiliadora.
"Bo/effn
Cooperadores
Salesianos,
Ea Unión de los Cooperadores Salesianos — como dice Don Bosco — no
crea vínculos de conciencia y por lo tanto pueden participar las familias
seglares y religiosas, y los institutos y Colegios, por mediación de sus
padres o Superiores.
Las condiciones establecidas por Don Bosco poj'a ser inscriptos en la Unión de Cooperadores
Salesianos son:
1. Tener 16 años de edad.
2. Gozar de buena reputación religiosa y civil.
3. Estar en grado de promover por sí mismo o p or otros, con oraciones, ofertas, limosnas
o trabajos, las Obras de la Pía Sociedad Salesiana.
NB. _Los que desean inscribirse entre los Cooperadores y sobre todo aquellos que proponen
nuevos socios, reflexionen sobre la tercera de las condiciones, requerida por el Venerable Fun
dador; es a saber: que puedan promover por si o por otros, con oraciones y limosnas — que
compensen por lo menos el .envío gratuito del < Boletín > — las Obras Salesianas.
Los pedidos de inscripción envíense directamente al Rector Mayor de los Salesianos, Cottolengo
32, Torino, g — Italia.
En el Cincuentenario de las Misiones Salesianas (1875-1925) recomen
damos a todos la celebración de Jornadas Misioneras a favor de las
Misiones Salesianas, para que se difundan con su conocimiento sus mude caridad.
cjias necesidades — extendiendo el marco de las simpatías y procurán
doles el apoyo de todos los buenos — Es cierto que las Jornadas Misioneras no recogerán de
golpe la ayuda necesaria. Nuestros Misioneros piden por ejemplo con insistencia diaria, géneros
y objetos para el sagrado ministerio, y principalmente telas, vestidos, calzados, para sus huér
fanos y neófitos, medicinas y mil otras cosas necesarias para el inicio de la vida civil de los nue
Obra grande
vos cristianos.
Indicamos pues, a las Casas de Comercio, esta grande obra de civilización y de fe, rogáiidoles quieran enviar al Rector Mayor de los Salesianos Don F E L IP E R IN A L D I, Cotto32 - TORIN O (9) - Italia, cuanto estimen oportuno dar a las Misiones Salesianas. El
Señor, por las fervorosas plegarias de los protegidos, bendecirá sus negocios proporciona
damente a su generosidad.
Enofo de
/as ofertas.
Ruégase en\dar las limosnas y ofertas directamente al Rmo. Rector
Mayor de los Salesianos, que es asimismo el Director General de la Unión
de Cooperadores Salesianos y de las Cooperadoras Salesianas, con esta
dirección: fimo. Sr. Don F E L IP E R IN A L D I - Oratorio Salesiano -
Cottolengo, 32 - TORIN O (9) - Italia.
¿Qué cosa es un Oratorio Salesiano?
Históricamente es la célula madre de la
Congregación Salesiana, pues ésta nació en un
Oratorio festivo; y en cuanto a importancia es,
sin duda alguna, una de sus obras principales.
¿Qué fin persigue? La regeneración de la so
ciedad, especialmente del pueblo llano, el que
a veces, por falta de medios, yace en la igno
rancia, sin instrucción alguna, y generalmente,
por abandono, se malea en el arroyo al contacto
de, gentes sin honor ni conciencia.
Don Bosco, partiendo de la convicción de
que el perfeccionamiento es algo a que el
niño y el hombre se sienten inclinados por na
turaleza, de modo que apartándoles de la ocasÓQ de pervertirse, y facilitándoles la adquisición
positiva de la moralidad y la cultura, el efecto
no puede menos de hacerse sentir en la masa
del pueblo, fundó sus oratorios festivos.
Comenzó a desarrollar esta obra providencial
y regeneradora entre la población obrera, en los
barrios más abandonados, y por lo mismo más
corrompidos, de las grandes ciudades, donde
los pobres niños se asfixian moralmente en un
ambiente malsano, contra el que nada pueden
su debilidad e inexperiencia.
¿Ha cosechado algunos frutos? Más abun
dantes y excelentes que cuantos su optimismo
ic prometiera. Basta hojear las crónicas incom
pletas de algunos oratorios, conversar un rato
Coa cualquiera de esos obscuros apóstoles del
bien que en los oratorios han consumido su vida,
consagrándoles todos sus entusiasmos y energías,
P®ía maravillarse ante el crecido número de
honrados e ilustres ciudadanos, de sacerdotes
ejemplares que han salido de entre esa turba
de birichini, como les llamaba el gran plasmador
de almas, Don Bosco.
Y el Oratorio, que nació festivo, es decir:
destinado a recoger y reunir los niños durante
los días de fiesta cuando, por no tener escuela
o trabajo, más fácilmente pudieran ser perver
tidos con mil pasatiempos o diversiones, gene
ralmente peligrosos, hoy día se ha convertido
en cotidiano, porque muchos niños, por culpa
o negligencia de las familias, están de fiesta
toda la semana, y el Oratorio, para cumplir
con fruto su misión, debe abrir desde el mediodía
en adelante, y , a veces desde la mañana a la
noche, sus puertas.
¿Y qué es lo que se requiere para establecer
un Oratorio festivo? Pasando por alto la cues
tión del personal dirigente que, además de
tener las cualidades de buenos educadores deben
estar dotados de caridad sin límites y abnega
ción a toda prueba, digamos algo sobre los lo
cales.
Si bien no hay que llegar al extremo de ca
recer de todo, como le ocurrió a Don Bosco en
sus principios, que reunía a los chicos en un
prado o corralón, cosa que sólo pueden hacer
hombres de la talla de nuestro Venerable Padre,
que por sí solo era una institución, tampoco
hay que pretender lujosos edificios con todas las
exigencias modernas, que más tienen de museo
y aparato, que de centros de vida y movimiento.
E n el Oratorio salesiano se requiere im patio
espacioso cercado con su muro, y que se halle
de ordinario en los barrios más populares. De
un lado el edificio para los superiores o personal
del oratorio, de otro el teatro, que a menudo
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es un alraací^n, y al lado la iglesia o capilla,
pobre si se quiere, pero muy limpia, llena de
bancos, y con cuadros o estatuas del Sagrado
Corazón, de María Auxiliadora y de S. Luis
Gonzaga. En el patio no deben faltar pasavo
lantes, tío vivo, y toda clase de juegos que re
quieran movimiento, agilidad y destreza,
excluidos, por tanto, los de azar y los que son
propios de taberna.
También debe haber salones para la banda
de música, archivo de las diversas congrega
ciones, y para las reuniones de los círculos.
dirigen. Vuelva al anochecer y verá la alegría
que reina en el teatro, la satisfación que respiran
estos jóvenes que se han divertido cuanto han
querido y santamente durante el día, y como
se retiran contentos a sus casas con el alma
llena de buenas impresiones, sin echar de menos
esos centros de etiqueta, cines y demás lugares
donde quizá se atolondran, embriagan de pla
ceres, pero no gozan.
E l Oratorio hay que estudiarlo de otra ma
nera, mirarlo de diverso^ modo. H ay que aden
trarse en él para encontrar el alma que le da
O ratorio festivo salesiano de Bel¿n.
Quien visite por vez primera un humilde
Oratorio, cuando el nido está vacío, y lo con
fronte con tantos centros modernos de recreo
para la juventud, con salones regios, con ma
terial costoso y abundante, tal vez se descora
zone y le asalte la desilusión ante la carencia
de todo ese boato de material escolástico y recre
ativo que la pedagogía moderna prescribe mi
nuciosamente.
Pero que espere un momento nuestro amable
visitante. Dentro de poco una muchedumbre
de niños y jóvenes cubrirá el patio, darán vida
a los juegos, llenará de alegres cantos el am
biente, rezarán como ángeles en la capilla, y
les verá alegres como pascuas con cuatro ca
ramelos, dos cosillas de nada, con una sonrisa
de sus amigos mayores, los salesianos, que les
vida, la gracia que lo santifica; es necesario
prescindir de las exterioridades, saber leer en
las frentes de los niños y amarles como a nos
otros mismos.
E l Oratorio ha nacido para los hijos dd
pueblo, pero no están excluidos los señoritos,
deben frecuentarlo también los hijos de las
familias pudientes y acomodadas, pensando
que no es el polvo, el ruido y las maneras poco
delicadas de los compañeros obreros los qo®
deshonran, sino el lenguaje soez, la blasfemia7
la inmoralidad y estas cosas no existen ni st
conocen en las casas salesianas.
E l Oratorio es un lugar sagrado, un inverna*
dero. En él encuentra abrigo el pequeño
que se troncharía al primer soplo del vendabal
se esconde la rosa y se circtmda de espinas pal*
37
qne no la deshojen manos criminales, y el arbolillo que se yergue ufano sobre su débil tronco,
tiene allí un amable jardinero que no le deja
torcerse y le dirige recto hacia el cielo;
Y todas estas hermosas flores despiden ho
mogéneo y agradable aroma, que se respira a
todo pulmón, y se distingue a la legua del que
produce una flor marchita, que, si la hubiera,
se arranca y se echa en seguida a fuera.
*
* «
Las cuatro palabras antedichas, poco o nada
manifiestan, sin embargo, de la vitalidad de
un oratorio salesiauo, del bien inmenso que
produce. Para dar una idea aproximada, voy a
consignar algunos datos del trabajo religioso
social realizado en este año que acaba de fe
necer por el Oratorio salesiano de S. Pablo,
Turín, situado en un centro obrero, poco ha
foco revolucionario terrible.
Secciones del Oraíorio:
XJnián de los Padres de familia. — Circulo
iwenil. — Conferencia de 5 . Vicente de Paul.
Sección de Aspirantes. — Exploradores. — ComfiaiUa de S. Luis. — Pequeño clero para servicio de
la iglesia. — Unión de damas paironas. — Apos~
i'lado de la oración. — Circuios gimnásticos, de
ciclistas, de foot-ball. — Compañía dramática._
Coro de cantores. — Orquesta. — Banda de mú~
sifíí. — Escuelas nocturnas de letras y profesioniles. — Bolsa del trabajo. — Biblioteca. — Sala
d: lectura. — Ocho clases de catecismo para los
«titos de la escuela.
Piense cada cual que todos estos grupos tie
nen sus reuniones, escuela de religión, su mo
vimiento e iniciativas, y vaya calculando.
fuerzas organizadas?
Helo aquí:
Unión de Padres de familia
Circulo juvenil
Sección Aspirantes
Exploradores
Compañía de S. Luis
Pequeño clero
ScboKi cantorum
Banda de música
Aquesta
^cuelas nocturnas de letras
^fcaelas nocturnas profesionales
Gimnastas
Giníerencia de S. Vicente
^ ó n del Sagdo. Corazón
patronas
610
120
135
90
70
40
70
54
16
50
35
35
15
400
327
socios
»
»
»
V
»
»
»
»
»
»
»
»
>
%
Apostolado de la oración
720 socios
Deportes: cidistas, foot-ball
103
»
Compañía dramática
30
»
Los que hemos tenido la satisfacción de visitar
varias veces este Oratorio y observar el movi
miento que en él reina, nos explicamos la im
portancia que le daba Don Bosco y nuestros
actuales Superiores.
Pasando por alto muclias cosas, la vitalidad
de las clases, la asiduidad a la lectura, la obra
de la bolsa de trabajo, las funciones de teatro,
iglesia, novenas, triduos etc., los padres ense
ñando el catecismo a sus hijos, juntos padres
e hijos en la iglesia, donde este año se hicieron
35.400 comuniones, contagiados por este apos
tolado santo, invitamos a nuestros lectores a
establecer y dar vida en sus respectivas lo
calidades a estos Oratorios, centros donde se
conserva buena a la juventud y se preparan
honrados ciudadanos y buenos cristianos.
Si los bolcheviques sacrifican su vida y gastan
sumas inmensas por extender sus ideales, ¿no
haremos nosotros nada por sostener y propagar
los nuestros, que son los de Cristo, y nos mere
cerán en día no lejano una corona eterna?
Don Bosco y los
Cooperadores Salesianos.
Con gusto damos a conocer a nuestros lecto
res algunos párrafos de una conferencia del
Excmo. Sr. Arzobispo de Tegucigalpa, Hondu
ras, a los Cooperadores Salesianos de aquella
capital.
« .....En las épocas difíciles en que la con
ciencia social fué blanco de los dardos de la
impiedad y del sofisma, hubo hombres suscita
dos por Dios para redimir y preservar las al
mas. En cada siglo, se puede distinguir la
silueta de un grande hombre, que absorbió
todas las miradas y captó la atención de todo
un siglc Enumeró los siglos con sus hombres,
y al llegar al siglo en que vivimos, preguntó:
¿Quién es el hombre de nuestro siglo? Y res
pondió: « Sin duda ninguna, este es el inmortal
Don Bosco. E l hombre elegido por la divina Pro
videncia para i>oner en salvo la sociedad a quien
amenaza la polilla de la vana filosofía, el veneno
de la mala prensa y el influjo poderoso de las
mala.s costumbres.
Tres víctimas vió Don Bosco, prestas a su
cumbir al filo del verdugo si una mano amiga
no las arrebataba de la muerte. Estas víctimas
son: los niños, los obreros y el pueblo en general.
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Víctimas hábilmente rescatadas por Don Bosco.
Los niños en el colegio, y a en los talleres, ya
en los oratorios festivos, dejarían fácilmente
los errados caminos del mal ejemplo y del li
bertinaje. Y en efecto, cuántos callejeros y
abandonados al infortunio, que eran la amenaza
de la sociedad y peligro para la patria, se con
virtieron, al influjo salesiano, en hombres no
simplemente buenos, sino hasta benéficos para
los (Jemás.
Los obreros, abandonados, sin preocuparse
El Venerable Don Eosco.
por su alma, hallaron en Don Bosco al amigo,
bueno, abierto y bienhechor. Conocieron que
el trabajo no era un castigo sino una virtud, y
un medio para honrar a Dios y salvarse. Y esos
obreros, de manos ásperas, los vemos a los pies
de M. Auxiliadora, no con la sierra o el formón
en la mano, sino con el rosario; y en sus labios
ya no suenan las blasfemias, las obscenidades,
las mentiras y las tonadas callejeras, sino las
plegarias y los cánticos a María.
El pueblo, el \nilgo, masa fácil para amoldarse
a los caprichos de los hombres de la libre prensa,
fue otro objeto de las miradas de Don Bosco.
Enseñó al pueblo cuál era su destino. Le enseñó
tt temer a Dios infiltrándole los mandamientos
y los rudimentos morales cristianos.
Así Don Bosco, por medio de'sus hijos, los
salesianos, vive para la niñez, para el obrerismo
y para el pueblo, tres ruedas poderosas, cuyos
engranajes son necesarios para la buena y
estable marcha social, que- es un mito fuera
de Dios.
Dirigiendo su Conferencia, el Sr. Arzobispo,
a la parte efectiva y práctica del por qtd de esa
sociedad de « Cooperadores Salesianos » habló
del fin que dicha sociedad lleva.
Los niños pueden atraerse, arrancarse de la
calle y llevarlos y a al colegio, y a al oratorio
donde hay maestros y catequistas. Los obreros
también pueden atraerse del mismo modo.
Pero le quedaban los hogaíes; y estos lugares
que influyen tanto en la vida social, no podrán
quedar fuera del hermoso programa social de
Don Bosco. Para la niñez los Salesianos y las
Hijas de María Auxiliadora; para los obreros el
Oratorio Festivo, y los Cooperadores para los
hogares.
Un cooperador salesiano tiene preciosos de
beres. iDifundir la fe y el reinado de Dios por
doquiera!
E l cristianismo es un cuerpo. Así como el
cuerpo se compone de millones de células ali
mentadas sabiamente por las arterias y venas,
mediante la sangre, así el cristianismo, compues
to de millones de corazones, tiene sus arterias,
que son el Clero, y sus venas, que son los demás
cooperadores mediatos; la sangre es la doctrina
de Cristo, la virtud predicada por Cristo, la
santificación mandada por Cristo: ¡Sed santos!
Como el sacerdote, por ciertas circunstancias,
se ve obligado a no penetrar en ciertos hogares,
este vacio lo deben llenar los Cooperadores Sa
lesianos. Llevar a Cristo, pero no sólo de nom
bre de estampa, a los hogares, sino a Cristo
verdadero, mediante la gracia santificante y
los S. Sacramentos.
Cada cooperador salesiano, como pequeña
célula vi'viente y activa, debe trabajar por el
bienestar del cuerpo moral de la sociedad.
por tanto ser apóstol', combatir el \ricio y pro*
' palar la virtud. Procurar, que en su casa em
piece esa regeneración moral. Allí entre el misiH'''
circuito de su familia debe levantar su ^■ oz áe
coopirador: sus hijos, sus hijas, su esposa y
criados, todos deben sufrir el influjo de su celo
por el reino de Cristo, reino por cuyo engraadecimiento trabajó Don Bosco en vida y tra
baja aún en cada salesiano. E l cooperador
salesiano no debe ohridar el bellísimo lema de:
inmortal Don Bosco: « Dejadme las alm^llevaos lo demás *. Lo único que en el vaiveentre la muerte y la \rida queda firme es el alma
por cuya salvación no hay momento ni sacnficio que perdonar ».
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El Cooperador Salesiaho debe ser
otro D. Bosco.
Continuación (l).
Misiones.
Pero la caridad del Venerable no conoce
límites. Se conmueve hasta derramar lágrimas
cuando piensa que hay millones y millones de
almas que aún no conocen al verdadero Dios.
Su corazón, en alas de su inmenso celo, vuela
a las regiones más remotas y se deshace en
lágrimas de ternura al descubrir pueblos y
tribus numerosas en\*ueltas aún en las tinieblas
de la idolatría y en el fango de la abyec
ción.
<<Usted no debe ir a las Misiones », le había
dicho Don Cafasso; pero si no puede ir perso
nalmente, sabrá multiplicarse ^n la persona
de sus hijos allí donde tiene tan -gran parte de
su corazón. Y éstos desde 1875, guiados por el
intrépido D. Juan Cagliero, por aquél que Dios
había elegido para ser una de las glorias más
preclaras no sólo de la humilde Sociedad Salesiana, sino también de la Iglesia; por Aquel,
cuyos merecimientos de Apóstol y de defensor
de los derechos de la Esposa de Cristo, la San
tidad de Benedicto X V premió en Diciembre
de 1915 con los esplendores de la sagrada Púr
pura, los veremos que con generosidad, valentía
e intrepidez apostólicas van a la Patagonia, a
la Tierra del Fuego, a las inaccesibles florestas
del Matto Grosso, entre los feroces Jívaros,
a Mozambique, a las abrasadas regiones del
Congo, a las vastísimas zonas de la India y de
la China para realizar las maravillas de celo
que en todos los siglos supieron llevar a cabo
aquellos que tenían su corazón lleno de los te
soros de la fe de Cristo.
E l apostolado de ¡a prensa.
Ni se contentó con.esto su celo sin límites.
Dadme almas, había escrito sobre su escudo,
y su gran corazón nunca dijo basta, sino que
siempre estaba sediento de almas.
Advierte con amargura que la prensa, ven
dida a los satélites de Satanás, se ha convertido
ín já más terrible y poderosa arma para per
vertir las inteligencias y los corazones; con
dolor ve como invade, sin oposición de ninguna
ríase, la familia, la oficina y la escuela, destílando por todas partes el veneno que corroe.
t í í s e aiím ero d e D iciem bre.
atrofia y mata: es la maldición que vió Zacarías
que, bajo la fonna de fatídico rótulo, se ex
tiende por toda la tierra (i).
Adelantándose a su siglo, comienza en forma
eficaz y atrevida aquel apostolado de la buena
prensa que por.desgracia no fué inmediatamente,
ni siempre, ni por todos suficientemente com
prendido. Solo, desprovisto de medios, no se
desanima ni retrocede: se hace escritor fecundo,
llano, popular y eficaz: implanta tipografías y
librerías, y con la publicación de las Lecturas
CatóUcas, de los Clásicos espurgados, de las
Lecturas Amenas, de numerosísimos libros de
escuela, de las Lecturas dramáticas, del Boletín
Sahsiano y de millares de obras ascéticas, agiográficas y de todas clases, se esfuerza por poner
un dique a la corriente que amenazaba man
cillarlo todo con la inmundicia de la impiedad
y de la inmoralidad.
E l buen Samaritano.
E l es, sin duda, el buen Samaritano que f*n
el camino de la vida, donde quiera que des
cubre un herido, se detiene para curar amoro
samente sus llagas.
Conociendo su propia debilidad para llevar
a feliz término tantas y tan atrevidas empresas,
el buen Siervo de Dios busca energías y auxilios
en el tesoro inagotable de la divina Omnipo
tencia. Para obtener con mayor abundancia
las misericordias del Altísimo procura el acre
centamiento del esplendor del culto; fomenta
oradones, triduos, novenas y misiones; quiere
que se redoble el fervor de la piedad, y especial
mente desea que todos se acerquen con frecuen
cia, y hasta diariamente, a' recibir a Jesús en
el Sacramento de su Amor, luchando sin des
canso por fin tan sublime contra la apatía
inveterada y los obstáculos sistemáticos que
el jansenismo frío y egoísta oponía por doquiera.
María Auxiliadora.
Pero sobre todo está convenddo de que para
vencer en esta lucha titánica es predso recurrir
a L a que, siendo nuestra Madre y la dispensa^li H aec est maledíctio, quae egredietur super íacieni
omnis terree (Zach., V , 3).
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dora de los celestiales tesoros,« es terrible contra
el enemigo como un ejército dispuesto para la
batalla » (i).
IvU Airgusta Matroha que siendo niño \ió en
reveladores ensueños; la Celestial Señora que
desde su infancia guiara sus pasos en las pruebas
más duras, se convirtió en el amor, la espe
ranza y la fuerza de nuestro Venerable Padre
D. Bosco.
Kn una época de euervamiento moral, cuando
la humanidad necesita más que nunca dcl au
xilio poderoso de lo alto, D. Bosco, iluminado
por Dios, invoca a la que es Reina del Cielo con
el título que es síntesis de afecto, de-aliento y
de esperanza, con el dulce y suave nombre de
María Auxiliadora.
Siempre será su hijo amantísimo; se conver
tirá en apóstol ardiente de María Auxiliadora
(i) TerribiUs ut castrorum acies ordinata {Cant., V I, 3).
y difundirá por todas partes de un modo ma
ravilloso su devoción y su culto.
Quiere que se le levanten primero en Turín
y luego en uno y otro hemisferio templos gran
diosos, santuarios devotos. Todas sus empresas
e iniciativas quiere sean consagradas a Alaría
y en nombre de María Auxiliadora vemos
realizarse los más estupendos prodigios. No se
cansa de repetir a sus hijos: « Todo lo que se
ha hecho es obra suya », y hasta en su lecho de
muerte, al darles los últimos recuerdos, les dice:
« Propagad la devoción, el culto y el amor a
María Auxiliadora »>.
Y la gratitud de los pueblos que sabe mani
festarse a veces en creaciones geniales, quiso
unir perpetuamente en suave síntesis de amor
y gratitud los nombres de María Auxiliadora
y D. Bosco, que vió siempre asociados en la
difusión del bien, creando un título nuevo; La
Virgen de- D. Bosco.
Festejos del Cincueníenario
de las Misiones Salesianas en Turín.
Discurso del Einmo. Cardenal MaiB.
(C on!Ínoaci6n! v í a s e e l n ú m e ro d e E n e ro ).
¿Con qué armas?
Las armas de los indios eran astas y lanzas,
en cuyas puntas desgraciadamente y en epi
sodios recientes se han visto colgar miembros
humanos sangrantes; armas de los indios el
lazo que ahoga y arrastra, la boleadora que,
golpeando fuertemente, entontece, aterra y
aniquila. Son dos piedras a la extremidad de
una cxierda, que vienen silbando y no sólo hieren,
sino que se enroscan en la presa como una cu
lebra y la derriban en tierra, momento que
aprovecha el cazador para dar muerte a la
víctima. Recelosos e impenetrables hasta el
punto de no permitir jamás que fueran contados,
qire se supiera su número, con las armas des
critas se opusieron siempre a que alguno se
les acercara. Y así las cosas ¿qué hará el mi
sionero? Recordemos que Don Bosco había
\ isto a aquellos hónrbres feroces, vestidos con
pieles, armados con lanzas y lazos hacer bar
baridades, causar destrozos y asesinar sin piedad
a ios abnegados apóstoles que se les acercaron
para convertirlos, y que temía también una
catástrofe para los suyos, los cuales aparecían
en escena y , con gran sorpresa del buen padre.
en seguida quedaban vencedores y triunfaban.
¿Con qué armas? ¿Qué táctica usaban? Señores,
no la rebaje el muy sencillo y vulgar parangón, y
dejad que yo lo diga al instante: con las anuas,
con la táctica de la aguja de coser. Es impre
sionante el martillo que golpea y aplasta, que
ensordece y agita el bronce, que obediente re
cibe la forma que le impone; potente es el explo
sivo que improvisamente se inflama y hiende
y desgaja los flancos de granítica montaña, que
hace rodar al abismo. Pero las violencias gene
ralmente no producen más que ruinas. No las
conquistas de la espada, sino las de la cruz son
las duraderas. Mirad como penetra la aguja,
insensiblemente, con punta fina, sutil, casi
nada: no rompiendo, sino separando dos hilos
ligeramente; • no destrozando, sino uniendo;
es una punta insignificante que penetra casi
inadvertidamente, pero detrás v a la hebra, y
a continuación ¡cuánto hilo! Y en esta, como
en mil obras más y conquistas salesianas, se
mueve sabiamente la aguja, los niños: ¿no los
veis en el sueño de Don Bosco a falanges, inter
puestos entre los salvajes 5^ los misioneros?
¿Prohibis, os oponéis a su entrada en tierras
tan suspiradas? Pues bien, se detendrán a los
confines, y allí con cuatro regalillos, con música
y diversiones, con escuelas y oratorios, educarán,
formarán a los niños, angelitos inocentes to-
41
dada, que no saben de lanzas, ni del manejo
de lazos y boleadoras, y les dirán una buena
palabra: vohdendo a la triste tierra, las' repe
tirán, y la aguja insignificante llevará de una a
otra parte hilo y más hilo que hará un buen
cosido, de dos telas hará una, de dos tierras
tma, de dos casas una ,y de mil voces una sola
voz que dará mucha gloria a Dios.
Los caminos del Señor.
Pero dada la infinita distancia de los már
genes en esa superficie inmensa, las casas es
tarían poco menos que perdidas, siendo su acción
y penetración muy lenta e insignificante; y así
las cosas, ¿cuándo y cómo la aguja hubiera
podido presentar la d cto ria del primer cosido
que valiera la pena? E l hombre se agita, pero
Dios es quien lo conduce, ha dicho un sabio que
entendía algo de acontecimientos; ¡y cuántas
veces el acaso — no el acaso ciego y fatal, sino
el que es maternidad y providencia divina —
se sirve del carruaje del anónimo para arrancar
a Lucía de las manos de Nibbio y de D. Rodrigo,
y volverla sana y salva a su madre Inés!
La primera expedición de misioneros del 1875,
a ruegos del Arzobispo de Buenos Aires, se
había divido en dos, una de las cuales, llevando
por jefe al P. Fagnano, se dirigió a S. Nicolás
de los Arroyos a fundar el primer colegio salesiano en América, mientras la otra, bajo las
órdenes del P. Cagliero, sentaba sus reales en
la iglesia de los italianos, en la capital, donde,
al par que se adiestraban en la lengua y hacían
conocimientos, se dedicaban con afán, según
la recomendación de Don Bosco, al bien de los
compatriotas que hallaban allende los mares.
Al llegar nuevas expediciones de obreros evan
gélicos, y junto con ellas las primeras Hijas
de María Auxiliadora, ansiosos de dilatar el
reino de Jesús, inmediatamente el P. Cagliero,
en el año 1877, disponía una excursión hacia
S. Cruz, desde donde, a caballo, se lanzarían
tierra adentro. El proponía, pero Dios disponía
otra cosa, llamándolo a Europa. Al año ^guiente, el 8 de mayo, los P.P. Costamagna y Rabagliati, generosa y abnegadamente, quisieron
realizar el programa propuesto, embarcándose
al efecto en el vapor S. Rosa para llegar al
ntenos hasta Bahía Blanca. No pueden lograrlo:
'wa desecha tempestad rompe antenas y timón
del buque, teniéndoles durante cinco días entre
!a vida y la muerte hasta que, salvos milagro5amei:te, les empuja a Buenos Aires. E l mismo
que había hablado en los sueños, era el
nae disponía la tempestad según sus designios.
8i aquel era el método, no era sin embargo, el
«r.ico; si aquel era el camino a seguir, también
había otros, que el Señor preparaba, más rá
pidos y de mayor alcance en su penetración:
y era éste un ejército y una guerra. ¿Paradojas
de la Procedencia? Como queráis, pero dignas
de ser adoradas y bendecidas.
He aquí que el gobierno argentino — resuelto
a no tolerar por más tiempo las arrogancias de
los salvajes — ni querer sufrir contratiempos
en exploradores y soldados — determina rea
lizar la conquista del desierto, con la cual el
general Julio Roca abría a la civilización todas
las tierras de la Aigentina, hasta las más in
ternas y lejanas; reunía en la sociedad ci\il las
tribus, enemigas hasta el día anterior, retirándo
se otras a las gargantas de las cordilleras con
sus caciques, más cautos y menos agresivos; —
el primero de junio del 1881, en las riberas del
Nahuel Huapí, demarcados los límites defini
tivos entre Chile y la Argentina, se elevaba
majestuosa la estatua del Redentor, entre
himnos de agradecimiento, para que fuera el
fiel custodio de los mismos, reinando soberano
sobre las crestas andinas. En esta expedición
guerrera se halló el salesiano P. Costamagna,
invitado, rogado para que asistiera al ejército.
¡Providencial ¡Era la Prorndencia que, con la
tempestad de Bahía Blanca, dirigía a los Salesianos para eyitar derramamientos de sangre
entre la lanza y la espada! lEra la Providencia
que de este modo imponía moderación a los
conquistadores, y a los conquistados les anun
ciaba que no caían esclavos, sino que se hacían
hermanos! }Era la Pro\ndencia que cien veces
convierte una batalla en un idilio; que hace
arrojar las armas para unir en un abrazo a los
enemigos, en un murmullo de voces extrañas
pero que todos los corazones sentían y bendecían
como a voces de amor y de paz! [Era la Pro\ndencia que hacía que la civilización, inspirada
y asistida por la fe, fuera civilización y no, como
ha sucedido con frecuencia, barbarie más horro
rosa que la misma barbarie! ¡Era la Providencia
que, no satisfecha de servirse de los hijos entre
los padres y los misioneros, se valía de los mi
sioneros entre grupos adversarios! jCnán admi
rable es la Pro\*idencia en sus designios! En
esta ocasión utilizaba los Salesianos para hacer
más benévolos a los vencedores, y hacía que los
salvajes los recibieran con los brazos abiertos,
como a los hombres de la caridad, abriendo el
campo a su apostolado en modo jamás sona
do por lo fácil, cómodo y rápido.
E i apostolado misionero.
Y en correspondencia a las disposiciones
di\-inas ¡cuán hermoso y conmovedor es el apos
tolado de los hombres! Eminentísimo Cardenal
42
Caglíero, yo bien sé que ayer tarde, interrum
piendo los aplausos fragorosos que arrancó un
orador narrando vuestras hazañas, vos dijisteis
humildemente: Soli Dco honor et gloria! Lo sé
y lio me extraña, porque conozco vuestro co
razón rebosante de fe y de caridad; pero per
mitidnos que por un instante nos unamos a
vos, y en el éxtasis de vuestro celo y en los
ardores de vuestro apostolado, elevados en
vuestra compañía a una atmósfera, que no es
terrena, nos sintamos penetrados, absorbidos,
transformados en la contemplación de los mi
lagros en que tan paradisíacamente resplandece
el Señor. A miles de metros de altura vos habéis
visto al condor perderse, desaparecer en el
cielo. Es la tenue imagen de un alma, que vos
conocéis, a la cual le fueron y le son fáciles y
familiares estos vuelos y ocultamientos en la
divinidad. ¡Dejad qué también nosotros, por
un .momento, bendigamos con vos y por vos
al Señor! L a Patagonia y a dejó de ser la Patagonia; ya no es la Patagonia del misterio, del
terror, de la esterilidad. Hoy la cruzan las loco
motoras, los automóviles, sobre ella se ciernen
los aeroplanos, y por doquiera emergen, como
por encanto, cortijos, pueblos y ciudades, que
sobre ella edifican con afán y cariño gentes
nuevas o renovadas. Roturadas las llanuras,
desgajadas las rocas y agujereadas las montañas,
el oro del sueño de Don Bosco ha aparecido,
junto con el cobre, el hierro y el carbón fósil,
mientras el petróleo mana a borbotones, y más
allá, entre pastos exuberantes, se multiplican
vacas y ovejas que llenan con sus productos
copiosos todos los mercados del mundo. Esto
ahora, pero ¿y cuarenta, cincuenta años hace,
cuando todavía había que calmar los ánimos,
y todo era terreno pobre, estepario, que no
cruzaba camino alguno; cuando para descender
del alto Chile a las playas del Atlántico ni siqxiiera se soñaba con atravesar el continente,
y se veían precisados a dar la vuelta por el
estrecho de Magallanes?... Vosotros, sin em
bargo, disceniis allá en las gargantas de.Malal
Cavvaller, la pequeña caravana que camina
y avanza... y que por fin se para, porque una
muía ha dado en tierra con su caballero, que
sangra mal herido, con riesgo de la vida. Aquel
herido sois vos. Eminencia, que no se arredró
ni abandonó la empresa, sino que, apenas dejado
el lecho, continuasteis las exploraciones, y
volvisteis a Italia para exponer a Don Bosco,
«1 Tapa los planes estudiados que deben con
ducir a la gran conquista. ¿Y los resultados?
Al finalizar el año 1924, debido a sus trabajos
y méritos, los Salesianos y las Hijas de María
Auxiliadora cuentan en su haber con 16 parro
quias, más de 40 iglesias, 15 colegios para va
rones y 13 para niñas, además de 40 residencias
con escuelas, escuelas talleres, granjas agrícolas,
oratorios festivos, farmacias, hospitales, tip ejafías, y otras tantas actividades y obras de ca
ridad; con más de 300 personas consagradas
a este magno triunfo de la gracia y del reino
de Dios.
La Patagonia y a no es la Patagonia; ¿pero
se ha calculado la parte que en esta sob^bia
transformación le cabe a la cruz, al misionero,
a D. Juan Caglíero? Si otros no la vieron o no
supieron ponderarla, la vió y admiró él Sumo
Pontífice, que primero creó allí un Vicariato,
subdividido luego en cinco vicarías; la \-ió y
admiró el Papa que, en premio y reconocimiento,
como en otra ocasión al venerando P. Massaia
del Africa, os llamó a vos. Eminencia, de la
extrema América, y yo no olvidaré jamás la
emoción y satisfacción inmensa que experimenté
y v i que se traslucía en todos cuando, el 6 de
diciembre del 1915, erais investido con la púr
pura romana. Pasabais camino de Roma a
visitar al Papa, que os esperaba para daros el
ósculo santo, mientras yo me perdía en conje
turas queriendo descubrir los secretos de \*uestro espíritu, y, pensando que, aun en medio de
la grandiosa ceremonia, vos estabais todavía
con el corazón entre vuestros salvajes, los
caciques que os habían llamado maestro y
padre, perdido en el desierto, en cuyas arenas
habéis pasado tantas noches durmiendo o ve
lando, protegido por las estrellas de la Crui
del Sur.
Inconmensurable panorama,
¿Por qué he dedicado yo casi todo el discurso
a la primera Misión, y aun de ésta he callado
la mayor parte de lo que se presta para la his
toria y las ciencias, a descripciones fascina
doras? Por lo siguiente: porque deseaba cimentar
bien en las mentes la obra de Don Bosco y sos
comunicaciones con Dios, y hacer sentir, como
enseñanza grave y profunda para las almas,
que hasta en la tenuidad de los sueños de sus
predilectos, es siempre
Dios que pasa,
nuevos soles sembrando en el infinito:
a las criaturas que se abandonan en El.
Y conocida la semilla ¿nos maravillará U
planta? Y conocida la planta ¿nos mara\illara®
los ramos? Pues entonces dilatad las pupilas
y contemplad, contemplad el sorprendente,
el indecible, el inconmensurable panorama,
A la otra parte del canal de Magallanes, ta
Tierra del Fuego, con más propiedad la
de los juegos, la isla más grande del archipicla?*^
que abajo teraiina con el cabo Hoorn y parece
una tierra hecha pedazos o los restos que sobre
nadan de una inmensa extensión hundida. Se
ñalada con horror, Darwin la describió como
el rincón habitado por las criaturas más abyectas
y miserables, donde el hombre se hallaba en
el estado más bajo y degradado de cuantos
pueblan la tierra, un hombre sabe Dios de que
progenie. Es curioso el problema que se plantea
el naturalista inglés, y que le hace ver lejos,
muy lejos, algún resplandor de civilización
para aquella ínfima raza... jóh! no. señor pro
fesor: ¡cómo 5’erra vuestro horóscopo! V. an
daba por allí entre el 17 de diciembre del 1832
y el marzo del 1833; pero dejad que pasen
cincuenta años apenas, y henos aquí en el 31
de noviembre del 1886, cuando el ,P. Fagnano
desembarca en la bahía de S. Sebastián, y, con
la cruz, inicia el reino de la fe, junto con el de
la cmlización. Se lo dijo a Don Bosco la pe
queña fueguina que, el 9 de. diciembre del año
1887, le daba las gracias por la nueva luz que
había encendido en aquellas tierras extremas;
lo dicen con. voz infantil y palabra angélica
los niños, flores silvestres magallánicas, que el
P. Borgatello ha ilustrado en una hermosa
publicación. Hay, sin embargo, otra cosa, que
por muy dolorosa que sea y nos avergüence,
es necesario que se diga; es a saber: que ios obs
táculos a la civilización, también allá abajo,
más que de los salvajes procedían de algunos
explotadores de los países civilizados, los cuales,
entre otras muchas iniquidades, cometieron
la siguiente que hace horrorizai: daban caza
a los inocentes y tranquilos indígenas, como si
fueran b a tía s feroces. Y aun hay más y peor
todavía, pues en el corazón de la Europa civi
lizada. en París, durante aquella apoteosis del
pr^reso, la exposición del año 1889, hubo
quien presentó en jaulas de hierro a once po
bres indios fueguinos, como si se tratara de
fieras, obligándoles a comer carne cruda para
hacerles pasar por caníbales. ¡Qué sarcasmo e
impiedad! Seis de aquellos pobrecitos muriefon, y los cinco restantes conservaron la \nda
merced a la caridad de los Salesianos. He ahí,
señores, los resultados y los frutos de los sís^mas con los cuales se cree civilizar o se <ivirealmente.
Pero, llegado que hubieron a las últimas rede Puntarenas al Cabo de Hoom, de
1^ islas Malvinas a la isla de los Estados, no
podían los Salesianos no llegar con la mira y el
^"■ ^7.--.- a otros países, bañados por el cálido
del ecuador y de los trópicos, pero a los
<^Jales otro sol superior no les había llevado
ni mayor luz ni mayor caridad. Por eso el
ano
log vemos y a entre los Jíbaros del
Ecuador; y en el 1900 en las florestas de los
Bororos y del Matto Grosso, del Brasil; más
tarde, en el mismo Brasil y el año 1915, apare
cerá la Prefectura, ahora Prelatura del Río
Kegro; para abrir la Misión del Chaco Paraguayo
el 1920. Son extensiones inmensas y dificul
tades enormes las que encuentran, y, no'obstantc,
a estas horas son va unas treinta casas las que
han sembrado los misioneros en estas cuatro
nuevas regiones, y unas quince las Hijas de
María Auxiliadora.
De la América del Sur han pasado al Africa,
con la cual tiene mucha simetría,. Aquí, en.,ql
año 1911, empiezan con la misión del Kataxiga,,
C o n p Belga, en la Prefectura de los PP. Bene
dictinos; además otras en Argel, Túnez. Egipto
y el Cabo de Buena Esperanza. Otro salto .más,
y ya .los tenemos en Australia, en el Vicariato
de Kimberley, poco más tarde en Melboiirne.
También le llega su tum o al Asia. Florecientes
son las misiones en Turq.uía, el Asia Mepor^’y
en Palestina; después, siguiendo el continente,
se llegan a la India y a la China, y últimamente
al Japón. Da Prefectura Apostólica del Assam
y el Vicariato de Shiu-Chow datan del 1920.
Tanjore funciona ya desde 1905. De grande
importancia son también los centros de misión
de Hung-Shan, Macao y Sangai, al que pronto
habrá que. añadir el de Nagasaki. Y como si
esto fuera poco, se han abierto muchas Casas
Salesianas en los Estados Unidos y en los países
de Europa, no católicos, donde los hijos de
Don Bosco sudan y rezan para tutelar la in
tegridad de la fe. Es más, yo creo que habría
que considerar misión toda la obra salesiana
— con mil institutos esparcidos en 48 naciones,
de los cuales 247 en 23 naciones de las tres
Américas, con 2^ ,6 12 alumnos y 1354 salesianos que se cuidan de ellos, con otras tantas
H ijas de María Auxiliadora — cuya finalidad
es conserv’ar cándidas las mentes con el candor
de los corazones, frecuentemente insidiados en
pueblos que se llaman civilizados, más que
entre los mismos cafres y otentotes.
De cualquier manera, y concretándonos so
lamente a las puras Misiones, nos encontramos
con 1.169 misioneros: sacerdotes y hermanas,
esparcidos por el mundo y dando vida a 1.077
obras misionales en las que se catequizan a
112.819 catecúmenos y alumnos. Reflexionem<»
un momento sobre los misioneros muertos en
su campo de acción durante estos cincuenta
años: sobre las almas conquistadas y conv'ertidas; pensemos en los edificios edificados, los
viajes realizados y la influencia ejercida por
esta falange de apóstoles de la cruz ¿no parece
que estemos soñando?...
Y este cuadro que os presento, ya no responde
44
u la verdad, porque lo modifican los 224 nuevos
misioneros que hemos visto ayer tarde, dis
puestos a partir, después de haber recibido la
cruz y besado a los hermanos en la conmovedora
íunción que se v'erificó bajo los ojos de la A uxi
liadora. Habló en ella el sobreviviente de los
diez que en el ano 1875 oyeron hablar a Don
Bosco. Sus recuerdos, comparaciones y cifras
jcómo se imponían e invitaban a la meditación!...
iQué maravillosos son los sueños de los santos,
sobre los cuales fabrica sus majestuosas construc
ciones el Señor!
Y a hubiera terminado, o mejor, debo ter
minar. ¿Pero cómo no dedicar antes un recuerdo,
con corazón agradecido, al émulo de los PP.
Damián y Daniel, al P. Unia y demás salesianos,
sacerdotes e hijas de María Auxiliadora, que
fueron sus colaboradores y herederos de su
amor y caridad para con los leprosos? E l mar
tirologio creado por esta caridad especial es
y a muy copioso, e innumerables sus páginas,
las cuales han arrancado aplausos de admira
ción a todo el mundo, aun a los más egoístas,
apáticos y soberbios, por el admirable heroísmo
de estos hombres. ¿No fué, acaso, por él, que
entre los Salesianos se ofreció y cayó el primero
víctima en el campo desolado, por el que la
República de Colombia, con decreto .del lo de
diciembre del 1896, hacía pintar el retrato para
la sala de reuniones de la Sociedad de S. Lázaro,
y colocaba su estatua de mármol en la plaza de
Agua de Dios, con la sintética y eficaz inscrip
ción: A D . Unia — Apóstol de los leprosos en
Colombia — la gratitud nacional?
Cooperación a las ciencias.
Tampoco es despreciable la cooperación de
los Salesianos a las ciencias. Dejando aparte
la difusión del saber, de la historia, de las glorias
y del amor n nuestra tierra con colegios, escuelas
c institutos; el llevar la lengua italiana a lugares
donde no se habían oído jamás palabras de
Dante y de Manzoni, concretémonos a la coo
peración directa, inmediata y positiva de un
mayor y más profundo conocimiento del mundo
que habitamos y del que somos parte.
Acerca del hombre, de sus caracteres físicos
y morales: (cuántas y — lo que más importa —
cuán segirras noticias han proporcionado las
Misiones Salesianas, obligando a rectificar sobre
etnografía afirmaciones fundamentales, tenidas
poco menos epte dogmas! \'éanse en modo es]>ecial las últimas cmidusiones sobre los senti
mientos religiosos de los Patagones y de los
Fueguinos: so había dicho que no tenían religión;
tan falsa era esta aserción, como la carencia de
ritos, de kvs cuales han tenido conocimiento los
Misioneros, y como también han podido reco
ger plegarias. Con estas conclusiones de los Sa
lesianos, a las cuales llegó también el Padre
Gusinde, después de sus exploraciones, se pudo
demostrar el cuarto día de la semana etnoló
gica, verificada en Milán el septiembre pasado,
la falsedad de muchas aseveraciones acerca
de los fueguinos, que combatía dicho P. Gu
sinde, diciendo: — (He aquí el pueblo que cin
cuenta años hace se nos presentaba como ca
níbal, falto de religión! — ¡Pobrecitos! Además
de miserables, calumniados y deshonrados! Se
necesita poco para hacer aparecer a los pobres
como bribones. Y antes de dejar la Tierra dt!
Fuego, vaya un aplauso para el libro que le ha
dedicado el P. Borgatello, salesiano, descri
biendo con cariño sus tribus, sus usos y cos
tumbres, lo mismo que su fauna característica,
tan bien representada en la Exposición Misional,
genialmente ideada por el Papa y realizada en
los jardines del Vaticano. También merecen
un recuerdo el Dicionario Fueguino-Ona, re
copilado por el P. Beauvoir; las páginas her
mosas escritas por el P. Cojazzi sobre el Folk
lore fueguino y la importante obra « M is viajes
por la Tierra del Fuego » del Rdo. D. Alberto
De Agostini, admirable en su elegante presen
tación y en sus insuperables vistas fotogrtócas.
Está dedicada al infatigable aposto! de la Tiena
del P'uego, Mons. Fagnano, nombre que tam
bién lleva uno de los lagos más pintorescos de
aquellas tierras.
De la Tierra del Fuego a la Patagonia ¿y
acaso no nos ha revelado en cuatro volúmenes
maestros el Rdo. P. Lino Carbajal, los secretos
y bellezas de esas regiones? Y si avanzamos
hacia arriba y nos llegamos a las tribus de los
Bororos orientales del Matto Grosso, Brasil,
conquistadas por el celo y la sangre de Mon?
Lasagna ¿no nos encontramos también con o!
libro del P. Colbacdiini, el primero de un?,
serie rigirrosamente científica, saludado con
calurosas alabanzas por- cuantos se ocupan dtinvestigaciones serias? Abrid ese volumen, que
ya leen los alemanes traducido a su len^ a, y
veréis que llena debidamente las exigencias de
cualquiera que se interese de cosas de geografú».
etnografía y de lingüística. ¿Y qué decir de los
demás volúmenes, algunos de ellos hojeadi’^
ya, de las trece monografías que se están nuprimiendo, y de cien publicaciones más quv
ilustran las regiones, los pueblos y costumbres,
donde misionan los salesianos? Ahí teneis tam
bién el Boktin Salesiano » que sin pareceríaes un verdadero periódico que se codea con no
pocos especializados en cuestiones de geografíaios obseh'atorios, que, establecidos donde eran
una necesidad, en las regiones más lejanas }
1
45
iliiidles, recogen datos y- observan fenómenos
atmosféricos, ^ue varios gobiernos aprecian
como merecen, difundiendo sus noticias para
mejor conocimiento y estudio de las regiones
en que están enclavados; los museos en que se
coleccionan y custodian verdaderos tesoros,
L-jempIares de la fauna que se va extinguiendo,
y monumentos y documentos de antropología,
que, con las piedras prehistóricas, darán a las
generaciones venideras testimonio de razas
humanas, de tribus y de formas de vida que
pronto desaparecerán para siempre.
en el Cabo Hoom que en el de Buena Esperanza,
en la China que en el Japón, en la vieja Europa
como en la joven Australia. ¿Pero cómo se luí
llegado a esta hermosa florescencia? ¿De qué
manera el sueno se ha convertido en realidad?...
¿Recordáis, señores, las gotas de agua que nos
llegan en alas del viento y en las cuales refleja
el sol sus colores? Oh almas generosas que, ol
vidándoos de vosotras mismas os abandonáis
en las manos de Dios, que os guía como rocío
a las corolas sedientas, a las conciencias qre
suspiran por vosotras; almas límpidas y purus
IndiecUos dci Chaco en la escuela.
Sueño... que ahora es reatidad...
Pero no quiero, señores, continuar molestán
doos más con mis palabras sin ventaja alguna;
trasladaos conmigo, por un momento, a la
s ^ ió n salesiana de esa Exposición Misional
Vaticana, apoteósis de la caridad y de las in
molaciones supremas, de la civilización y de
íe, que ella os hablará con más elocuencia.
Allí pasando de mara\411a en maramila, de
milagro en milagro, llegareis hasta donde se
alza Don Bosco contemplando la obra de sus
y cooperadores con complacencia y canño 4e padre, y al leer la inscripción que tiene
en su pedestal oiréis sus palabras de gratitud
y la realización de su sueño: Coft vuestra caridad
hen’.'^ ' 'dido extender el Reino de Dios hasta los
de la tierra. Es el sueño de un niño de
*^Ce cien años, sueño que hoy es hermosa reaHdad de obras, de luz y de bondad, lo mismo
en las cuales muestra el Señor sus maravillas
sin contrastes; hombres que se estiman des
preciables ‘y son gigantes y héroes, y de los
cuales se sir\'e Dios para convertir sombras y
sueños en em ídiables realidades.
Este es el motivo, Eminencia, porque, ben
diciendo al Señor, al que os ofrecisteis sin reserv’as para que realizara sus prodigios, os ro
gamos una bendición para nosotros, para Turíu
y para todas las naciones. Nosotros la recibi
remos como una caricia de padre, una suaN'ty dulce caridad ».
Evü:id el pecado y recibid con frecuencia los
Sanios Sacramenios: ahi esta la razón y el secreto
de la feliciiad cristiana.
D. Bosco.
DE NUESTRAS MISIONES
** ... Haced io que podliis; Dioa hará lo que nosotros no podamos. Confiad en Jesús Sacramen
tado y en M arta Auxiliadora, y veréis que cosa son milagros...
D O N B O S C O a sus primeros misioneros.
Aurora de redención
para los indios del Chaco.
{Relación del P . Ricardo Pittini,
Inspector Salesiano).
Con sumo gusto damos a conocer a nuestros
lectores las páginas que sobre la Misión Salesiana del Chaco paraguayo nos envía el Rdo.
P. Pittini, Superior de aquella difícil e intere
sante misión.
¡Quiera Dios premiar con ^1 éxito los traba
jos de nuestros hermanos, que se esfuerzan por
ganar a la civilización cristiana miles de indios
esparcidos por una rica e inexplorada región
de más de 270.000 Km z.l
isla ** Tagaíiyá „ (P, Napegue)
A lto Paraguay.
Mientras escribo estas líneas, corren silen
ciosas, al pie de las próximas barrancas las
aguas de los dos grandes brazos del río Para
guay, que formaron, en las máximas crecientes,
esta isla físcal, asiento de la primera Misión
Católica para los indios del Chaco Paraguayo.
No ha sido posible conseguir en otra parte
un lugar, por el sencillo motivo que los propie
tarios de los grandes latifundios'chaquefios son
inaccesibles a la enajenación de_ quequeñas
fracciones.
Además difícilmente se encontrarían en la
costa occidental del río posiciones seguras frente
a las grandes crecientes periódicas.
E l Primer paso,
A principios de Febrero pasado llegaron
aquí el Pbro. Emilio Sosa Gaona, salesiano pa
raguayo, y el coadjutor Gregorio Acc«ta, uru
guayo. para poner la primera piedra de la Obra.
Una modesta y pobre capiÚita de m. 4 x 12
y una más pobre habitación, hechas de troncos
de palmas, son la primera base material.
El núcleo reducido de cincuenta a sesenta
i.idios « £»h.^Ú'Í> " (Lenguas) de la toldería que
humea allá en la costa, a medio kini. de distancia,
es el primer plantel de la Misión.
¡Modestísimos principios! Pero María Auxi
liadora que da su nombre a la Misión y cuya
artística estatua, obsequio de los salesianos ar
gentinos, sonríe y bendice desde el altarcito los
primeros sudores, fecundará la obra, impul
sándola por caminos imprevistos.
Una agradable sorpresa.
F u e precisamente al pie de esa estatua, en
donde, al llegar el sábado pasado, experimenté
una de las • más intensas alegrías, cuando el
grupo de los indiecitos y de las indiecitas, en
tonó el
Venid y vamos todos
Con flores a porfia.
Con flores a María
Que Madre nuestra es!
Sonaba en mis oídos la realidad de lo que
Don Bosco soñó eií el ano 1866, nueve años
antes de la primera expedición de misioneros
salesianos a tierras americanas.
En verdad, la afíuación no era de lo más per
fecto. Ademáá, por la difícultad que estos indios
tienen de pronunciar la d, que confunden con
la r, cantaban:
Venid y vamos toros...
Pero en su canto vibraban los primeros latidos
de amor de estas pobres razas a la que es y será
en adelante su Madre y Señora.
A l día siguiente hubo un breve examen de
los adelantos escolares.
. Y a saben deletrear las primeras sílabas; ya
cuentan hasta cien y aun más alto algunos; ya
escriben, con más o menos acierto, en las pi*
zarras las primeras letras y números.¡Y esto es el fruto de un mes y algo más de
clase diaria del P. Sosa!
Hasta comienzan a soplar en los viejos ^
trumentos de una pequeña banda de músK-.
obsequio de los « Exploradores paraguayos de
Don Bosco » y con ella pretenden lucirse alg"‘día en Asunción, rivalizando con sus... col^'>sCon todo, es preciso asociar en el mérito Je
este sorprendente resultado al señor Juan Co
briza y su excelente esposa, doña TeodosiSi
desde varios años residentes en la isla, quieu^^
al mismo tiempo que ocupaban a los indios
ir
47
un obraje de la costa oriental, con su trato hu
mano los prepararon próximamente a la acción
de los misioneros.
Y esta acción, inspirada en la dulce familiaridad salesiana, ha roto la barrera de descon
fianza sospechosa y huraña, característica del
indio, máxime de los pequeños, qmenes hoj'
conviven con nosotros y nos acompañan a todas
partes con la más franca y sincera confianza.
Amenaza somfiria,
Pero hay un problema más grave que el eco
nómico, ligado a la \dda misma de la Misión.
Es el problema de la creciente del río, capaz
de arrasar en un momento todo el fruto de
muchos y largos sacrificios.
Dificultad económica.
Como es natural, la obra implica un serio
problema económico.
Por modestos que sean los principios, exigen
una serie de gastos no despreciables.
Además, los veinte o treinta indiecitos que
frecuentan la escuela de la Misión, se alimentan
en ella. Suenen de la toldería y regresan a la
toldería con el sol.
En verdad se conforman con una comida
sencilla.
Desde aquí veo a las tres indias cocineras, la
Rosita, la Guillerma, la María Estela, movién
dose en derredor de la gran* olla, en la que hier
ven la carne seca y los porotos que don Gregorio
les dió, juntamente con el maíz pisonado en el
hoyo hecho por ellas en un tronco caído.
Don Gregorio tiene que ábaudonar el arado
en el surco y, so pretexto de ayudar a las coci
neras, no pierde de vista la olla expuesta a los
asaltos del apetito impaciente.
Es cierto que el núcleo principal está corriendo
detrás de la pelota de football en la cancha, más
allá. Pero nunca falta algún excursionista sola
pado y peligroso.
Cuando llega la hora, todos acuden; se sientan
a una rústica mesa a la sombra de un árbol, re
ciben su ración de galleta y de sopa; hacen la
señal de la Santa Cruz y... lo demás se entiende.
Para la provisión de carne se ha comprado
un pequeño lote de animales que pastan en la
isla. Otros se comprarán más tarde. Todos lle
van la marca — O. D. B. — Obra Don Bosco.
Las demás provisiones U ^an por ahora de
los almacenes de Concepción.
Más tarde los surtirán en parte los pequeños
^ tiv o s que se están formando, en los que los
indios tienen su clase práctica de agricultura,
haciéndose al manejo del arado, de la azada y
'lemás instrumentos de labor.
^Naturalmente no se les puede exigir y no se
les carga ni siquiera el horario de las... ocho
horas.
Con los demás buenos hábitos les entrará
'^ b ién este del trabajo. Es cuestión de tiempo
de paciencia. Por ahora están muy lejos de
P<seerir-¿.
Una canfora india ambulante.
Su Única solución es la compra de ima fracción
de tierra en la próxima costa oriental.
Con este objeto y a se han dado algunos pasos.
El que escribe estas líneas confía en que el pa
triotismo de los propietarios no nos negará su
cooperación a una Obra eminentemente patrió
tica y cuya vida ha encontrado y a generoso y
entusiasta concurso en las repúblicas próximas,
particularmente en la del Uruguay.
La toldería en e l Chaco.
La palabra c toldería », que en otras partes
evoca una remota realidad histórica, aquí en el
48
Chaco es la expresión de hecho difuso y corriente
entre todos los indios que lo pueblan.
Kn estas dos liltimas semanas yo mismo tuve
ocasión de visitar cinco de ellas, sin apartarme
media legua de la costa del río, hacia la que
son impelidos desde el interior por la grande
sequía.
Jín su estructura material es de lo más pobre
y rudimentario. Unos troncos de palmera sos
teniendo un cobertizo bajo de enramada, con
alguna protección hacia el viento frío del sur
y nada más.
Por otra parte las exigencias del clima no
Rasgos hermosos.
Y sin embargo, no es todo repugnante alH.
En particular si se trata de los « Tinelct »,
comunmente llamados Lenguas, cuya raza pre
domina entre las otras del Chaco, uno descubre
en ellos rasgos físicos y morales que, sino han
sido borrados por el alcohol, los hacen en alto
grado simpáticos y atrayentes.
En la misma vida, cuya expresión social en
la toldería, entre no pocas tendencias defec
tuosas a la indolencia, a la gula, a las raterías
etc., asoman cualidades hermosas que pueden
Indios de la Misión Salesiana del Chaco Parajjuayo en el trabajo.
requieren mayor defensa y la frecuencia con
que emigran no justificaría una construcción
más costosa.
Allí vive un núcleo de 15 a 20 familias en
una repugnante promiscuidad de personas y
de perros, compañeros inseparables, ocupando
cada familia su lugar detenninado en tom o a
un fogón que siempre arde contra el frío o
los mosquitos, entre un her\*idero de parásitos
cuya multiplicación es favorecida por la más
absoluta falta de higiene y la presencia de los
j>erros.
Desnudos completamente los de menor edad,'
semidesnudos y mal cubiertos de andrajos
Uís mayores; siempre en acecho de algo capaz
de acallar los clamores del estómago, ofrecen
un espectáculo que parte el alma y arranca
■ lo ella un grito de conmiseración y de pro
testa.
ser punto de partida para una verdadera re
dención moral.
La mujer desde una cierta edad, se esconde
o por lo menos no se presenta al estrano recien
llegado.
Podrá en parte ser consecuencia de timidez:
pero no podemos excluir una forma de pud*^’.
desconocido entre otras indias, por ejemplo
de la raza chamacoca del extremo norte del
Chaco.
Quizás no sea exacta la palabra « promis
cuidad ' con la que designamos anteriormente
la convivencia de la toldería, y a que podna
crear conceptos erróneos acerca de la organi
zación familiar.
Entre los Einelet el matrimonio monogámiv •
es un hecho normal, que dificilmente se disuelve,
máxime cuando la prole viene a edmentarif
Es interesante la forma cómo se tramitan !•'
49
preliminares de un matrimonio y no lo es menos
la ceremonia con que se festeja la potestad para
una jovencita, Quizás las expondré en una
próxima correspondencia.
Entre ellos son rarísimas las reyertas perso
nales y mmca llegan a las manos.
Ni siquiera protestan contra la apropiación
indebida de algún objeto o alimento por parte
de extraños. En último caso se limitan a criticar
la substracción en la intimidad de sus relaciones.
Son en alto grado cariñosos con los hijos, y si
alguien cae en orfandad, es recogido de inme
diato y cuidado por los parientes más próximos.
{Continuará).
R ic a r d o P it x in i
Pbro. Salesiano.
Orfelinato Salesiano de Ho-S¡
en China.
{De la relación del miaionero
D. Carlos Bra^a ul P. RinaUi).
V I (I).
Segadores improvisadosLos campesinos, viéndome salir todas las
tardes en grupos compactos, a pesar del tableteo
de las ametralladoras y del horroroso fuego de
liisil y de cañón, hacia el campo de balónpie,
empezaron a reaccionar un poco y se unían á
nosotros en el breve trayecto que debían re
correr.
Me dolía sobremanera ver los fértiles arro
zales, de color de oro, ya más que maduros, sin
que a ellos se dirigiera un compasivo segador.
Cobardes como conejos, ninguno se atrevía a
salir de casa por temor de los síjldado.s, qué,
abusando de su fuerza, se apoderaban de tra
bajadores y maestros, de jóvenes y viejos, de
hombres y mujeres para hacerles acarrear,
como a esclavos, víveres y municiones hasta
la linea de fuego, a las trincheras y hasta las
n^mas alambradas. Todos lamentaban la trá
gica situación; todos se hallaban acobardados,
sin que hubiera uno que tomara una decisión.
L'na tarde encontré a la puerta de
a
varios cristianos, y , después de oír sus tristes
lamentos, les hice la siguiente propuesta:
Y o os buscaré segadores, pero c»n una
^^ndición: que no quiero charlas, ni vino, ni
^ba:. : ninguna vulgaridad. Venid mañana
^ orielinato, y eno)ntraréis obreros dispuestos
a tra'^-ajar.
(i) \ ease eJ Boteíin de O ctubre.
Entre los jóvenes que habían quedado cji
casa, al estallar de nuevo la, revolución, tenía
una porción de hijos de labradores, acostum
brados a las duras fatigas del campo y de los
arrozales, y yo me alegraba de que .se me pre
sentara una ocasión en que pudieran probar
otra vez esa vida, para que supieran apreciar
mejor el beneficio del estudio, y al propio tiempo
se ejercitaran en la caridad cristiana, Duvanie
la.s buenas noches, breve discursito que se acos
tumbra dirigir a nuestros alumnos antes de
retirarse a dormir, les propuse cambiar, p<jr
algunos días, la pluma por la hoz; y a la mañana
siguiente, después de la Misa, una veintena de
jóvenes se me presentaron en traje de segador,
satisfechos de poder prestar un servicio y re
mediar alguna miseria.
Varios catecúmenos me esperaban 3m; y
pronto empezaron a disputarse los jóvenes más
robustos y prácticos, los más animosos. Les
dividí en grupos iguales, tanto por número
como por habilidad, y al frente de cada uno
puse un jefe responsable. Después de haber
invocado sobre ellos la l>endición de Dios y el
amparo de María Auxiliadora, les despedí.
Apenas partieron, fui en seguida a visitar
al coronel que manda este sector de Ho-Si. I.e
alabé sus dotes de estratega habilísimo, y le
telicité por la importante victoria que había
alcanzado el día anterior, y que fué nuestra
salvación. Le presenté los obsequios de todos
los cristianos y catecúmenos, y le rogué se in
teresara por ellos. Le informé tanilnén de que
había enviado a mis jóvenes alumnos a segar
el arroz que se estaba cayendo ya, y le supliqué
ordenara a sus depeudientes que no les re<iuisaran como cargadores. Y le aseguro que no
fué una recomendación superflua ni inútil.
En efecto, hada las tres de la tarde, mientras
los pequeños que habían quedado eii casa sacu
dían el arroz, vino un cristiano a llamarme,
diciendo:
— Padre, los soldados se han apoderado de
uno de tus jóvenes; le han atado y le conducen
a las barcas, y mucho me temo de que hayan
partido ya.
— Me llego al río corriendo, doy un vistazo
a las numerosa.^ barcas en marcha y paradas
y no le veo. A poco oigo que llaman: ¡Sin Fu!
Era él precisamente: Yun% Sin, atado fuerte
mente al palo de una barcaza, como si fuera
un malhechor.
La sangre me hervía en las venas, pero^supe
disimular y contenerme, y pregunté por el ca
pitán de la embarcadón. Se me presenta un
cabo descamisado, un pirata arrogante, provo
cador altanero, que, a boca de jarro, brusca
mente, sin los cumplidos y excusas que todo
so
buen chino presenta, aunque sea más por cos
tumbre que por cordialidad, y me dice: •
— ¿Qué quieres? ¿qué tienes tú que ver con
migo? ¿qué vienes a hacer en China?
— No quiero nada tuyo; sólo qiüero que
pongas en libertad a este alumno mío. Si des
pués deseas saber que es lo que hago en China,
ven a tomar una taza de té, a pocos pasos de
aquí, y no necesitarás muchas explicaciones.
— Dices que el joven es tuyo y no tiene
altercado pasara por allí el coronel que había
visitado pocas horas ■ antes, el que, al ver la
violencia brutal con que me trataba su subor
dinado, le dió un grito que lo dejó como petri
ficado. Y o, entretanto, desaté a mi querido joven,
a las narices del ordinariote cabo, y me lo llevé
conmigo. El coronel apenas llegó frente a mí,
me hizo cien reverencias y me pidió mil per
dones; después llamó al cabo y, cuando estuvo
a su alcance, le descargó ima serie de bergazos
Leyendo la correspondencia a los chiniíos de Ho-SL
ningún distintivo, ningún documento que lo
acredite como alumno tuyo.
•
— Mírale en los ojos y en la cara, y dime si
no se distingue a la legua de todos vosotros por
su lozanía. Mi palabra, que no sabe de mentiras,
debiera eximinue de presentarte documento
alguno.
— No te lo devuelvo. Aunque lo encerrases
cu una casa de hierro, iría a robártele lo luisnio.
Pero ahora que está en mis manos, y es mío,
no lo dejaré escapar, ni hago caso de tí.
Y volviéndome la espalda, se va.
Yo, a mi vez, ni torpe ni perezoso, me puse
a desligarle las ataduras; pero avisado por sus
esbirros, \'ueh*e y se opone con todas sus fuerzas.
El momento era crítico en veivad, pues a dos
dedos del agua, el menor movimiento daba con
el uno o el otro en el río, bien crecido por cierto.
Pero quiso la Providencia que en nuestro
que le doblaban, tanto que tuve que interceder
yo mismo por él. E l desgraciado se retiró a su
barca a digerir aquella buena merienda, mien
tras yo volvía a mi orfelinato, entre Jos comen
tarios de extrañeza de cuantos presenciaron
el caso.
Era y a de noche cuando llegamos. Los pe
queños que habían quedado en el colegio estaban
y a dormidos. Como era tarde, subí a la terrap
para ver si entré las sombras de la noche dis
tinguía algún movimiento de persona, u oL
voces de al gnnosque llegaran; pero nada. Cn;:
empezaba a impacientarme, porque aún u®
habían vuelto los pequeños segadores, cuand®
veo aparecer en la inmensidad obscura, hacia
donde se extienden los huertos, tres antoreba?
de viento, que, partiendo de diversos puntos,
tienden a converger hacia donde estamos ncí*
otros. A poco, llegan también a los oídos el eco
51
de alegres cantos, de coplas entonadas y apren
didas en el colegio. No c ^ e duda: gon ellos.
En efecto, poco tiempo después entraban alegres
los jóvenes segadores rezando las oraciones de
la noche. Puedo asegurar que en el profundo
silencio de la noche obscura, aquellas luces y
oradones tenían mucho de sugestivo, encerra
ban un gran significado: luz de buen ejemplo
y ardor de caridad, reclamo al conocimiento
y amor de Dios.
Una vez en casa, los tres grupos se fundieron
en uno solo, y, terminadas las oraciones, les
dirigí dos palabras de salud y vida espiritual.
Las impresiones del día me las contaron a la
mañana siguiente, en medio de la alegría más
cordial y el gozo más puro e intenso. ¡Cómo se
reían los unos de los otros! Porque conviene
advertir que los pobrecitos sentían ahora los
efectos de la fatiga más que en las horas del
trabajo. Quién se quejaba de que le doh'a una
pierna, el otro mostraba las ampollas producidas por la hoz, un terc'ero decía que tenía las
espaldas tostadas por el sol. En fin, que habrá
materia para divertirse y reir de lo lindo.
Después de un día de merecido descanso,
renovaron la siega, que duró hasta el día cinco
de agosto, en que terminaron las hostilidades.
Los jóvenes mostraron claramente el temple
de sus almas, dispuestas a la abnegación y el
sacrificio en biéii de sus hermanos.
Los cristianos y catecúmenos, por su parte,
satisfechos del trabajo de nuestros alumnos,
se portaron caballerosamente y les retribuyeron
et trabajo con generosidad.
Nada más hermoso y alentador para el misiouero que el ver la correspondencia a sus
esfuerzos. Por eso es difícil manifestar la alegría
que experimenté cuando los jóvenes, con la
sonrisa en los labios y los ojos brillantes •de
alegría, me trajeron el puñado de monedas que
habían ganado con su sacrificio.
¡El Señor recompensa y a en este mundo con
el ciento por uno!
(
Coniinuará) .
C a r l o s B r a g a Pbró.
Misionero Salesiano.
Episodios d e la s N íisiones.
Jusíida china.
El distrito de Heung-Shan se halla situado
3l sur del triángulo que forman las tres grandes
ciudades de Cantón, Hong Hong y Macau.
i'oiiticamente forma parte de la república
Meridional de la China, siendo administrada
un gobernador (mandarín) y un general.
^ mandarín ha pagado en Cantón su mandato
de .gobernador de este distrito, por lo que le es
Hcito explotarle a su antojo. Claro que para
ello debe contar con la aquiescencia y ajíoj’o
del general, que a su vez, saca buen partido.
Estas dos autoridades unidas, cobran los im
puestos, los establecen nuevos,abren casas de jue
go con este fin, venden la justicia, en fin, cometen
toda suerte de iniquidades para obtener dinero.
Si para muestra basta un botón, he aquí un
caso que puede dar idea de la avaricia y proceder
indecoroso de los mandarines chinos.
Vong Kam Seng, joven y rico señor chino,
de vuelta de S. Francisco de California, se .es
tablecía definitivamente en su país natal. Se
compró un hermoso jardín, con magnífico pa
lacio, situado entre dos rientes lagos, y para
colmo de fortuna, se casó con una señorita,
tan rica como noble.
E l mandarín del distrito, un picaro de siete
suelas y con más olfato que un perro perdiguero,
olió las peluconas, y le tendió una celada para
darle un tiento a la bolsa.
E l secretario del mandarín, su alter ego, debía
hacerse amigo de Vong e inclinarlo con los demás
de casa al juego de Ma-Chok, de azar, hoy
corriente, pero severamente prohibido entonces.
Cuando estuvieran engolosinados, un aviso
del falso amigo al mandarín, y el magistrado
los cogía in fraganti para conducirlos a la cárcel,
de donde no saldrían sin rescate.
Vong cayó en la trampa. Comeruó a jugar
todas las noches con el secretario y los demás
de la familia, divirtiéndose hasta hhra avan
zada. Una de ellas, y cuando menos lo espera
ban, fué asaltado el palacio por los soldados.
La sorpresa, sin embargo, no resultó tan bien
como esperaban los que la prepararon. En el
tumulto, y mientras Vong escapaba acompa
ñado del falso amigo, que lo conducía al lazo,
un soldado disparó el fusil, haciendo blanco en
el secretario del mandarín, que cayó muerto con
el pecho atravesado. A poco, apresaban a Vong.
Cuando el mandarín vió que la cosa se com
plicaba, envió a Vong al general, acusándole
como a jugador, con la agravante de la resis
tencia a la fuerza armada, de la que resultó un
homicidio. En la acusación se afirmaba que
Vong había matado al secretario de un balazo.
Esta acusación era tan grave, que casi podía
darse por seguro que le confiscaban los bienes
y le fusilaban. E l pueblo, fácil siempre al engaño,
era el primero en agravar la situación de Vong
con la desaprobación calurosa del hecho.
L a Joven esposa de Vong, tenía una hermana
católica, junto con la cual se me presentó al día
siguiente por la mañana, anegada en lágrimas,
contándome el caso con todos sus pormenores
y rogándome las aconsejara.
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Muy aficionado de niño a leer los libros de carcajada. Era un revolver de tambor, y éste
Julio Verne. Robinsón etc., siempre me gus estaba tan enmohecido que era imposible darle
taron e interesaron las aventuras; por lo que, una vuelta. Figurarse el tiempo que hacía que
sin comprometerme a nada, decidí examinar no lo habían tocado.
— Ilustre general — le dije seriamente — te
el hecho. Llamé por teléfono a uno de los prin
aseguro
que Vong es inocente, y que toda esta
cipales periodistas, muy amigo mío, y acom- •
escena
es
falsa, preparada por el magistrado.
panados por la esposa, un fotógrafo y un criado,
— Imposible — ¿no ves?
nos dirigimos al lugar de la escena.
— Y a lo creo que veo — ¡Mira! el revolver
Atravesado el río, entramos en un hermoso
no
funciona, el tambor no da vuelta. Pero tengo
jardín, cubierto de naranjos en flor. E n medio
se hallaba el palacio, denotando cuanto le rode otras pruebas. Observa estas fotografías. In
dican dos cosas: primera que la bala no es de
aba el gusto artístico exquisito de Vong. Un
pelotón de soldados del general ocupaba la revolver, sino de fusil; segunda que fué dispa
entrada, manteniendo a distancia al grupo nu rada de fuera a dentro, lo que no podía ser si
hubiera disparado Vong.
meroso de curiosos.
Además, el secretario era su cómplice en el
Al presentar nuestras tarjetas de visita, pri
juego.
E l tiro partió de un soldado del man
mer concejal y director de un diario respecti
vamente, nos dejaron libre el paso presentando darín, de los que rodeaban la casa.
E l general cambió de color, y por un momento
armas. E n la primera grada, bajo una manta
temí que, desechando mis razones, me mandara
de lana roja, yacía el cadáver del secretario.
a cajas destempladas; pero se dominó. Después
Levantamos la manta, y yo examiné deteni
de un breve silencio, me invitó cortesmente a
damente la herida. Por donde entró el poyectil
tomar el té; a continuación guardó mis fotogra
apenas si se notaba el agujero, en cambio había
fías, se levantó, me tendió la mano a la europea,
rasgado por la parte de salida. Tomamos dos
y me despidió diciéndome:
fotografías. Continuamos nuestro examen,^ y
— Te aseguro que examinaré bien la causa. Yo
yo pregunté al jefe del pelotón donde habían
también creo que Vong no merece ser fusilado.
recogido el cadáver. Galantemente nos con
— Justo,'justísim o, querido amigo, aunque
dujo a un corredor que hay detrás de la casa y
una
buena multa se la merece, para que aprenda
que termina en una cancela que dá al jardín
a
no
jugar a los prohibidos.
Me fijé en el cancel de madera y le hice observar
— La multa es indispensable — me dijo
al periodista un medio agujero hecho por la
muy serio.
bala al rozar una arista del cancel.
— La multa es indispensable — repetía yo
— ¡Es bala de fusill — exclamó al instante.
distraído, mientras los soldados presentaban ar
_ Y de fuera a dentro, añadí yo examinando
mas, y me alejaba mascullando; ¡justicia china!
una astilla arrancada. — L a bala del fusil fué
Ese mismo día el diario comentaba de nuevo
disparada desde fuera, atravesó el cancel, mató
el caso, pero con mucha prudencia. Probaba
al secretario que escapaba con Vong, y se per
la inocencia de Vong. Antes de ponerse el sol.
dió en el jardín.
— ¡Entonces Vong es inocente! replicó el el mandarín salía para otro distrito, y el soldado,
axitor del involuntario, aunque impnidente
fotógrafo.
— Pues toma una fotografía del cancel, ha tiro, se escapaba. Entonces los otros soldados
ciendo resaltar la astilla levantada por dentro. explicaron cómo aconteció la desgracia, y
Sacó la fotografía y nos retiramos. E l perio Vong era puesto en libertad, no sin que ésta 1«
costara mil dólares.
dista pensaba como yo — Vong es inocente,
Resucitado a nueva ^^da, vino con toda la
decía con vehemencia, pero el mandarín es un
familia a la misión, y apenas me \rió, se
bandi.....
arrodilló conmovido para darme las gracias.
— • Silencio y pmdencia, amigo mío.
El día siguiente, a eso de las diez, ya tenía Me in\ritó a comer, y dimos un paseito por la
encantadora propiedad. A l atravesar el río,
en n\i poder las fotografías. Las metí en el bol
nos recibieron con disparo de cohetes y bombas.
sillo y me fui a visitar al general, muy amigo
L a comida se hizo a la cristiana, sin asomo
mío. rogándole que no fusilara a Vong.
de supersticiones. En el centro de la casa
Tuvimos una discusión animadísima. Llegó
loqué un hermoso cuadro del Corazón de Jesús.
a su apogeo cuendo me dijo que ya tenía el
Huelga el que diga que toda la familia se
revoh’er con que Vong había matado al secre
hizo c ris tia n a 'y es hoy día ejemplaríái^tario. A los dos minutos estaba ante mis ojos el
guardándose muy bien de jugar al Ma-Chokpaquete fatal. E l general, con la sonrisa en los
P. P edrazzini
labios, lo abri^ y me puso el arma en las manos.
Misionero
Saksir.y.oEmpecé a examinarla, y a poco no suelto la
CULTO
DE MARÍA AUXILIADORA
La Sma. Virgen se ha constituido ella misma protectora de los niftos mAs
pobres y abandonados... por eso concede a los bienhechores que se interesan
por ellos muchas gracias espirituale y aún temporales.
D O N B O S C O a sus Cooperadores.
Fiesía de M aría Auxiliadora
en Trelew.
Todo un éxito de imborrables recuerdos ha
sido la fiesta de María Auxiliadora, celebrada
el día 24 de mayo. Y a durante el transcurso
de la novena, predicada sobre puntos impor
tantes de religión, se pudo observar el gran
entusiasmo reinante por la inusitada solemni
dad. Por su parte, las señoras y señoritas que
formaban la Comisión de Mayordomas de la
Fiesta, siempre entusiastas cuando se trata
del engrandecimiento del pueblo por la fe, no
cejaron un momento en su patriótica empresa,
enardeciendo por doquier el ánimo de ese mismo
pueblo a fin de rendir el mayor homenaje po
sible a su excelsa Patrona.
El fuerte estampido de unas bombas dispa
radas al amanecer del fausto día. indicó que se
iba a dar principio a la fiesta, y a los pocos
momentos hormigueaba el patio del Colegio
repleto de niños que, con cara de júbilo, lu
ciendo su mejor trajecito, aguardaban el mo
mento para entrar a la iglesia a oir la misa de
las 8, que rezó el R. P. J. Marcinashy.
Apiñada multitud de fieles que quisieron
asociarse al hermoso acto de Primera Comunión,
la que hicieron en dicha misa buen número de
niños y niñas, llenó por completo la Iglesia
haciéndonos ver, una vez más, la apremiante
necesidad de disponer de más espacioso templo
para poder cobijar a todos los fieles católicos
de Trelew.
El Coro de Alumnas y Exalumnás de María
Auxiliadora amenizó el acto con escogidos
cantos, interpretados con mucho ajuste y perfecdóu.
A las 10 hubo solemne misa cantada, acom
pañada por orquesta e inmediatamente salió
la procesión, la que resultó una \'erdadera manifest adón de fe. Formaban en primer término
•03 n;uos y niñas de los colegios; luego aparecía
la hermosa imagen de María Auxiliadora, lle
vada en andas por distinguidas personas de
Trelew y escoltada por la flamante escuadra
de niñas del Colegio M. Auxiliadora en correcta
formadón, con su estandarte al frente, ofreciendo
brillantísimo aspecto. L a Comisión de señoras y
señoritas Mayordomas, acompañaba la sagrada
imagen, sosteniendo sendas cintas que pendían
de la misma. Seguía después la Banda de Mú
sica de la Gobem adón que, al son de bonitas
marchas, daba mayor realce a la manifestación.
Por último, numeroso y devoto público acom
pañó a M. Auxiliadora en su paso triunfal por
las calles de Trelew. A l final de la procesión
dirigió su palabra al público el Rdo. P. Názario
Bartoli, quien en elocuente discurso, lleno de
undón cristiana, puso de manifiesto la rele
vante fe demostrada por el católico pueblo de
Trelew, y el auxilio poderoso que nuestra pa
trona ha dispensado a las pobladones cristianas
en el transcurso de los siglos. Numerosos ai>lausos sonaron al final.
Fuerte Olimpo (Paraguay).
María Auxiliadora es la Patrona de Fuerte
Olimpo. Con mucho entusiasmo y devoríón se
prepararon los católicos olimpeños a festejar
tan gran día.
Se prepararon con una novena fervorosa y
m uy concurrida.
E l 24 de Mayo apareció radiante y esplendo
roso. Toda la pobladón estaba engalanada con
arcos de triunfo, gallardetes, banderas y otros
adornos que hermoseaban las calles de nuestro
Centinela Norteño.
El Padre Sosa rezó la misa dando la comunión
a más de roo personas, mientrás voces angeli
cales entonaban canciones y loas a la Rtina y
Auxiliadora de Lepante.
Después de la segunda Misa, en la que tomó
parte toda la población en masa, se llevó a cabo
la solemne y devota procesión con la Imagen
bendita, llevada en triunfo por las calles del
pueblo entie himnos y plegarias.
54
Al terminar la procesión el P. Sosa, Superior
(le nuestra Misión del Chico, pronunció una
hermosa alocución .que hizo vibrar los cora
zones de los oyentes de amor y gratitud hacia
la incomparable Señora y Patrona del pueblo
olimpeño.
Los juegos profanos lueron como todos los
años muy animados y llenos de esa ingenua y
característica alegría propia de nuestro pueblo.
ICl bravo y querido Capitán Segovia se desveló
para que la fiesta adquiriera los mismos con
tornos de solemnidad de todos los años. Y el
pueblo olimpeño correspondió al amor de su
Patrona.
BARCEI.ONA [España). — El mayo pasado en
fermó de mucha gravedad mi hijito. Nada se omi
tió para arrebatárselo a la muerte, que parece se
empeñaba en llevárselo. Yo estaba desolada, por(|ue veía que se iba acabando, y l(is- médicos mo
vían tristemente la cabeza ante la cunita.
En vista de que los remedios humanos resul
taban ineficaces, me dirigí llena de fe a María Au
xiliadora, poniendo en sus manos la curación.
Esta buena ^ d r e se condujo como tal, pues
a poco el niño estaba sano y salvo.
Agradecida cmnplo la promesa -de publicar la
gracia.
F. G. y C,
id. id. — Hacía dos años que sostenía un pleito
oficial muy difícil, y que por lo mismo me ponía
en peligro de perder cuantos bienes poseía.
Aunque convencida de la justicia de mi causa,
mi situación se comprometía por las largas que
daban al asunto, lo que me deciclió a encomendarlo
a María Auxiliadora para que moviera los cora
zones a proceder con rapidez y justicia.
Como lo esperaba sucedió. La \’irgen falló el
pleito.
Agradecida envío una limosna de 250 pts. para
su culto.
Una Coopetadova Salesiana.
ZAR.AGOZA [España), — Cinco meses, que se me
hicieron más largos que cinco años, llevaba en
ferma de peritonitis ulcerosa, pcxstrada eu el. lecho
y sufriendo continuos y horribles dolores, sin que
opciins encontrara alivio para mi dolencia.
Tan grave mo puse, que fui desahuciada por el
médico de cabecera.
Cuando lo creí todo perdido, una persona de
vota de María Auxiliadora me aconsejó acudiera
con fe a esta Madre celeste, que tantos favores
pnxliga. Nada <x>staba hacer la prueba.
Mi familia colocó su imagen en mi alcoba y em|xv,!\tno.s la novena. Tasaban los días, y como si
lu X’irgen quisiera probar nuestra fe, eu lugar de
mejorar; empeoraba. Llegó, por fin, el día noveno,
que yo cn'eí fuera el último de mi vida, y qne
fué el de la curación. Con asombro de todos curé
completamente.
Al día siguiente pude oir la misa de rodillas, a
pesar de la debilidad. Agradecida al singular favor.
de la Auxiliadora, pues hoy puedo trabajar sin
molestia algima, hago pública mi gratitud.
ANGEI.A D ia g o .
A r g e n t in a . — Una hermana mía estaba para
imirse en matrimonio con un joven de cuya con
ducta no teníamos buenos informes, y que ni si
quiera había hecho su primera comunión.
Mi pobre hermana, a pesar, de ser muy piadosa,
no escuchaba nuestras razones. Durante más de
un año. que duró esa lucha, invoqué con confianza
a María Auxiliadora, haciendo novena tras no
vena, y María Auxiliadora nos concedió el favor
solicitado. No sólo mi hermana abrió por fin los
ojos, sino que le salió otro partido, dándonos a la
familia y a mi mismo entera satisfacción.
Como lo prometí, hago público mi agradeci
miento a nuestra Madre María Auxiliadora,
N. S. BELGRANO.
• B uenos A ires [Argentina). — Llegó el temido
pago de los intereses de una hipoteca, el 16 de
julio de 1923, y no teníamos el dinero necesario
para verificarlo. En tan gran apuro, pues hubieran
puesto en remate la propiedad, empecé a rogar a
María Auxiliadora con gran ■ fervor, y unos días
después conseguimos el dinero, impidiendo se nos
vendiera la casa.
..
Desde entoifees, y en manera verdaderamente
extraordinaria, a cada vencimiento de interés, siem
pre tenemos lo suficiente para hacer el pago.
• Aimque muy tarde, hoy cmnplo la deuda con
traída con María Auxiliadora publicando la gracia
en el Boletín Salesiano.
{Gracias, Madre mial
Tu devota E.
B uenos A ires (Argentina). — En Mayo del 1923
tenía gravemente enfenno a un hijito de 7 meses
con maligna infección que me lo ponía a las puer
tas de la muerte.
Como la cosa era tan grave y los remedios poco
aprovechaban, me dirigí "a María Auxiliadora
que curara a mi hijito. Po<X) importó a esta di^^na
Madre que los m ilicos lo, hubieran desahuciado,
pues en seguida lo sanó.
Muy agradecida hago público el favor.
E mma N inin de S ada.
E nsenada [Argentina). — Combatido por fuerte
ardores de estómago, estm-e en manos de los mé
dicos por más de cinco años, sin que valieran
alivianue los más activos y variados reinech^
ni las inyecciones que por año y medio se me apn*
carón.
Fatigado de tantos sufrimientas y convencido
de la inutilidad de la ciencia humana para nn
medio, acudí con fe y confianza a la que es * Salí»
de los enfermos», inv(Káudola <x>n el consolado^
título de Auxilio de los Cristianos.
55
María no se hizo rogar mucho. Hoy, completa
mente curado, quiero dar testimonio de mi agrailecimiento publicando la gracia en el Boletín
Silesiano, como se lo había prometido, a la par
que en\'ió \ma limosna para una Misa de acción
de gracias en su Santuario de Turín.
P rimo R ossi.
MEUQUEX [Argentina) .— Loor a María. — Me
creo verdaderamente obligada en conciencia a
ileclarar que la Virgen Santísima me ha favore
cido una vez más poniendo de manifiesto su iii-
en que otro de mis hijos jo's’en de 20 años, daba
xm paseo en auto con varios amigos sxiyos, fueron
víctimas de xm accidente fatal, quedando mi hijo
bajo el coche, y en trances tan angustiosos sus
amigos para salvarle de mía muerte segura, me lo
trajeron a casa lodo magullado y con una gran
herida en una pierna. Ku medio de mi dolor in
voqué a mi buena Madre María Auxiliadora, ofre
ciéndole publicar la gracia y eiix iar una limosna
al Santuario de Fortín.
Mi hijo curó rápidamente sin iiiten'ención de
médico alguno.
Los Asambieistss exaluionos de S. Pablo, B raúl, coa el Rdo. P. Vespt^osni,
finita bondad para conmigp al escuchar mi ple
garía y derramar su bendición sobre mi hogar.
Hace dos años en el mes de Jimio, mi hijo
Héctor de 15 años de edad, montaba brioso ca^^o; el animal se asustó, y al emprender una
•iesenfrenada carrera mi hijo fué despedido de
- silla, cayó en terreno duro, perdió el conoci^ento, y ¿ golpe le removió los sesos; produciénir-ie a la vez una hemorragia por el oído tan abim«^le que el médico desesperó salvarle.
En tan angustioso trance invoqué a María Auxi^^dora, ofreciéndole una limosna para el Santuario
Qe Fortín Mercedes y hacer publicar la gracia en
’ ■ B e ,S a le s ia n o .
de pronosticar el médico que el enfermó
aca -- curaría del todo, hoy mi hijo goza de
K^rítcta salud.
La N’oiiembre del año pasado, en árcunstanda-
En Agosto del corriente año cayó gravemente
enfermo mi esposo; como la enfermedad era de esas
que denominan repentinas, sin pérdida de tiempo
hice llamar al sacerdote y ante la gravedad del
caso, redbió inmediatamente la Extrema Undón.
El médico sólo le daba horas de vida
Perdida ya toda esperanza invoqué llena de fe
a María Auxiliadoray. a pesar de ver a mí querido
esposo luchando con la muerte, yo invocaba cada
vez con más fervor a mi Madre Santísima, hasta
que después de un violento ataque, empezó a
reaedonar paulatinamente y hoy se encuentra en
\-ías de restablecimiento.
Esto es para mí y los míos, así como para todas
las jKrscaias que deron a mi enfermo agonizando,
un verdadero milagro, pmes era tal la gravedad
que aun nos parece increíble sea el mismo que hoy
V; encuentra fuera de pKrIigro.
■
56
llago público mi agradecimiento en cumpli
miento a mis promesas y principalmente para au
mentar más y más la devoción a María Auxiliadora.
ÜMMA DE C. DE D ’ACHARY.
CilUBUT (Argetilina). — Hallándome sin tra
bajo y sin esperanza de conseguirlo, me encomendé
a nuestra Madre María Auxiliadora prometiéndole
hacer una Novena, confesar y comulgar en ella,
mandar una limosna para una misa en Fortín
Mercedes, publicar la gracia en el Boleíin Salesiano
y hacerme cooperador .salesiano.
Y antes de terminar la Novena tuve coloca
ción y agradecido cumplo com mi promesa.
F rancisco F ernandez S egura .
E stado de P uebla [Méjico). — Se hallaba nues
tra (querida mamá enferma de diabetis desde ha
cía mucho tiempo, habiéndonos hecho pasar malos
ratos algunas veces. Por fin el 29 de mayo se agravó
notablemente, teniendo continuos vómitos de
sangre, que nos hicieron temer de un momento a
otro el desenlace fatal. El día 7 de junio, desahu
ciada ya de los médicos, creimos fuera el último
de su vida.
Acudimos entonces a la Virgen de Don Bosco,
l^romeliendo publicar la gracia. Esta buena Madre
nos consoló, pues después de la bendición que un
Pudre Salesiano dió a la enfenna, se encontró mejor,
y poco a poco ha seguido mejorando notablemente.
¡Sean dados gracias a María Auxiliadora!
Familia Mateos.
MEJICO [Méjico). — El mayo del año pasado
sufría una enfermedad que los médicos llamaron
oscema. Yo estaba smnamente afligida, no sólo
por la comezón y los ardores que me ocasionaba
la enfermedad, sintí ¡xirque como obrera que vivo
de mi trabajo, me veía privada de lo necesario.
Llevaba ya varios días de enfermedad, y deses
peranzada de lo Immuno, me dirigí a María Auxi
liadora, cuyo santuario está cerca de mi casa, emjíezando una novena con este fin. En seguida co
menzó la mejoría, y al finalizar la novena podía
volver al trabajo. Cumplo, agradecida, mi promesa.
Matilde C alderón .
M a u x in a i >0
— Hallándome ago
biada por un ataque de npcndicitis y otras do
lencias que revestían gravedad, y considerándose
necesaria una intervención quinírgica, una buena
señora de mi amistad interesóse por mi salud, rogatido a María Auxiliadora, y merced a tan bondavUxsu Matlre he tetiido franca reacción sin necesidad
de ser operada. Hago ptiblica esta gracia que me
fué otorgada por la Gran Madre de Dios, a la que
rindo tributo de gracias y me inscribo como Coo
peradora.
Agixsto de 1925.
M.aRIA P. S. de CLA^^JO.
Montk\tdeo .
María M. Arocena de Ferrés
agradece a María Auxiliadora por una gracia reci
bida de su bondad y envía 50$ para sus obras en
Montevideo.
Agosto de 1025.
Dan también gracias a María Auxiliadora:
Barcelona (España). — Dña. Pilar García por
varios favores recibidos, y envía limosna.
id. id. — Dña. Mercedes Torrent por dos seña
lados favores.
RuH (España). — M. A. y M. S. per gracias
recibidas y envían su limosna.
Barcelona (España). — Dña. Raimmida Casas
por gracias señaladas, y manda decir ima misa.
Gerona (España). — D. F. de G. por haber ob
tenido la curación de su sobrinito, y envía limosna.
Cali (Colombia). — Dña. Rita Manzano por
beneficios obtenidos y manda limosna.
Jumbo (Colombia). — Mercedes M. Vda. de
García y Rafaela García M., dan gracias por fa
vores recibidos y envían limosna para la Obra
Salesiana.
id. id. — Dña. Rosa Amelia Menéndez por
im favor recibido, y envía limosna.
Sarandi (Uruguay). — Avelina Larrosa desea
liacer público su agradecimiento a la Sma. Vixgen
Auxilio de los Cristianos por un favor recibido por
su intercesión y envía ima pequeña limosna para
los huerfanitos de D. Bosco en Montevideo.
Agosto de 1925.
Montevideo. — Con el alma llena de gratitud y
de amor hacia mi buena Madre María Auxilia
dora hago pública como prometí, una gracia sin
gular de tan buena Madre.
Estando enferma de sarampión con otras com
plicaciones y dando los médicos que la asistían
muy pocas esperanzas sobre su mejoría, acudí de
todo corazón a María pidiéndole que salvara a mi
hija. Asi lo hizo librándola de ima muerte segura.
I<e doy gracias y cumplo gustosa mi promesa.
L u isa O. d e S an g Uin e tti .
Montevideo. — Sabino Secco da gracias a María
Auxiliadora por favores recibidos.
Septiembre de 1925.
Montevideo. — Quiero exteriorizar y manifestar
mi reconocida gratitud a María Auxiliadora por
liaber permitido que naciera sano y con felicidad
mi liijito, cuya existencia peligraba al venir a este
mundo. — Agradezco a mi buena Madre gracia
tan señalada considerándome fiel y adicta hija siiyaSeptiembre de 1925.
ANGEUTA PENDOLA DE BERETT.^.
Mercedes (Uruguay). — María P. de Hatchondo
agradece a M. Au^liadora por una gracia reci
bida por su valiosa intercesión y manda una hmosna y celebrar una misa, pidiendo que se pu
blique en el Boletín Salesiano.
Octubre de 1925.
Montevideo. — M. R. R. da gradas a María Auxi
liadora por gracia redbida y envía una limosM
para la Misiones Salesianas y los huerfamtos d*
D. Bosco.
Agosto de 1925.
POR
EL M U N D O
SA L E SIA N O
Las obras que con vuestra ayuda he comenzado, ya no tienen necesidad de mi, pero sí de
vuestro apoyo y el de todos aquellos que, como vosotros, desean promover el bien sobre
la tierra.
D O N B O S C O a sus Cooperadores.
Sección de Antiguos Alumnos.
Revisfas de los Antiguos Alumnos. — Hojeando
a fin de año las que llegan a nuestra redacción,
hemos podido comprobar una vez más la verdad
del adagio que reza: «el premio sigue al trabajo
como la sombra al cuerpo v; y al ver la vitalidad
exuberante de algunas, concluir diciendo en voz
baja: No hay que darle vueltas, para el triunfo
se reqmere una condición necesaria sin la cual es
inútil esperarlo: es el trabajo.
Sin fe y entusiasmo en nuestros ideales, capaces
de estimular y encauzar todas las fuerzas de la
juventud, que a veces se malgastan porque van
dispersas, sin trabajo diligente y constante no se
pueden esperar milagros.
Uno de estos ejemplas de laboriosidad inteli
gente y entusiasta, nos lo da el <Don Bosco » de
Cádiz, España, que entra en el sexto año de su
publicación lleno de vida.
Sin detenenne a elogiar la revista en su paite
técnica, redacción esmerada y culta y al formato
elegante con que se presenta, llamo la atención
de nuestros exalunmos, especialmente de los que
dirigen las revistas, para que se pongan al habla
con la «Don Bosco» y se enteren como la admi
nistran para presentamos balances tan halagüeños
como el del pasado diciembre, que ofrezco a con
sideración de todos:
Estado de caja de la Revista.
DEBE
Franqueo y correspondencia , .. Fias.
A un colaborador............................... »
Al co b ra d o r......................................... »
Importe del número de Noviembre
.»
35*39
89.50
30,00
934.00
Total de gastos en Noinembre .
1088,89
H ABER
Saldo del mes anterior........................Ptas. 1846,46
Letras puestas en circulación . . .
» 719,04
Cobrado a los Colegios de E dja, San Be
nito de Calatrava de Sevüla, y Córdoba » 84,95
Cobrado a los anunciantes Sres. López
Antolí, Celestino Solano, Agapito Ala
dro y Textil del Sagrado Corazón . * 181,00
®*dregado por el cobrador
. . . »
860,75
Cobrado directamente por el admínis...................................................... * 304.45
®*dñcacióii de la imprenta . . . .
* 50,00
Total de ingresos en Noviembre
»4046,65
Baja del debe de Noviembre . Ptas. 1,088,89
Saldo para Diciembre . . . »
2,057,76
El administrador
JO A Q U IN D E P U E L L E S .
Nuestro aplauso y enhorabuena a la directiva
del «Don Bosco *.
S. P A B L O (Brasil). - Exito grandioso det
Primer Congreso Nacional de los A . Alumnos
del Brasil.
Como saben ya nuestros lectores se verificó en
los días I , 2 y 3 del pasado Octubre. De él nos han
dado magníficas reseñas el « O Monitor » órgano de
los Antiguos Alumnos del Brasil, y varios diarios
de la capital.
Entre los congresistas se hallaban los prelados
siguientes: Exemo. Sr. D. Alberto Gonzálves, obispo
de Ribeirao Preto; Exemo. Sr. D. Benedicto de
Souza, obispo de EIspíritu Santo; Exemo. Sr. D.
Joaquín de Oliveira, obispo de Florianópolis; y el
Exano. Sr. D. José Carlos de Aguirre, obispo de
Sorocaba; los dos últimos exalumnos salesianos.
El primer día se discurrió sobre el «Sistema
pedagógico de Don Bosco». El segundo, sobre Io.s
«Deberes del Antiguo Almnno Solesiano », que en
síntesis redujeron a amar y propagar la Obra de
Don Bosco. Amarla con la g^ratitud del que ha
recibido sus Ijenefidos, y propagarla con el .senti
miento cristiano de liacer partícipes a los demás
de los beneficios propios.
Durante los tres días la coral de los Antiguc.s
Almnnos de S. Pablo ejecutó herniosos cantos.
Como coronación del Congreso, el día 4 se ce
lebró una Misa en el Santuario del Corazón de
Jesús pidiendo la pronta Canonización de Don
Bosco, y se terminó consagrando a los Antiguos
Alumnos del Brasil, con sus familias, amigos y
bienhechores de la Asociación al Sagrado Corazón
de Jesús.
Esperamos que los frutos de este Congreso serán
abundantes.
S A N T IA G O (Chile). - "La voz de las ex~
alumnas,,.
esta hermosa revista, órgano de las exalumnag de las Hijas de María Auxiliadora, de Santiago
de Chile, hemos visto <»n sumo gusto que han
empezado a publicar la vida de l^rgarita Bosco.
Nos parece muy acertado que se formen en esa
lectura y aprendan en esa madre modelo lo que
debe ser «na mujer cristiana. Es cosa sabida que
rAgi todos los grandes hombres han tenido una
gran madre.
S8
M O N T E V ID E O (Uruguay). - Peregrinación
de exalumnos al Santuario de Villa Colón para
conmemorar ¡a ¡legada de los Salesianos.
I.as manifestaciones de la gratitud y el amor
])nc(leii ser muclias y muy diversas. Mientras se
celebran fiestas varias en el mundo salesiano, con
memorando el Cincuentenario de la Misiones salesiatias, los Antiguos Alumnos uruguayos se dispo
nen a Celebrarlo con una peregrinación al San
tuario de Villa Colón.
Al par que manifiestan su simpatía a la Obra
de Don Bosco, de cuya benéfica labor se hacen
solidarios, será esta peregrinación im motivo especialí.siino para realizar im gran acto de compa
ñerismo y de verdadera confraternidad.
M O N T E V ID E O (Uruguay). - E l día del ex
alumno.
I.a fiesta del exalunmo celebrada poco ha en
los Talleres de Don Bosco, tiene todas las moda
lidades de una fiesta de familia. Sólo que. esta
familia es muy grande y con ser tan grande,
su fortuna es aún mayor, y cada cual de los
legatarios de ella la disfruta en pleno y sin que
sea menester la escisión y desaparición del hogar
primitivo. Es la riqueza que consiste en el apro
vechamiento de las dotes naturales: la única for
tuna realmente inalienabile: el único tesoro inex
tinguible e indilapidable. Y todos esos exalum
nos, al juntarse como hermanos a quienes intereses
no dividen, ante la mesa de sus maestros, padres
(le sus espíritus cultivados y fuentes de sus acer
tadas orientaciones, han sentido la dulzura del
■ calor hogareño, el suave regalo del recuerdo y
el cariño confortable que en los ánimos suscita
•d cotejo de lo pasado con lo presente, cuando
lo marca ima linea recta, nítida, realzada por la
belleza sugestiva que tienen los trazos firmes, sen
cillos, e indefinidamente prolongables.
TURÍN (UaWñ). ■ P or una lámpara perenne
en la tumba de Don Bosco.
revista « Voci Erateme » ha acogido en sus
colnmna.s la aspiración de un antiguo alumno que
proixme colocar en la tumba del Padre, en Valsalice, una lámpara para que arda siempre ante los
restos gloriasos, como símbolo del amor que a
Don BostM nutren Uvs antiguos alunmas.
Nos parece una proposición digna de conside
ración y aplauso.
Noíicias varias.
B U E N O S A ÍR E S (Argentina). - La Liga de
los Padres de los alumnos del Colegio Sale
siano P ío IX al Santuario de Luján.
El 7 de noviembre, mil padres de familia de
los niños y jóvenes que se educan en los colegios
salesianos de Bxiencw Aires, se dirigieron en pere
grinación al Sanlúario de Luján.
l'nidos con los superiores y preceptores de los
propios lujos, estos jefes de familia fueron a Lu
ján para depositar a los piés de Nuestra Madre
Santísima, las esperanzas de su corazón, a pedirle
su maternal bendición sobre los comunes trabajos
de educación y asegurar la poderosa proteeden
de la clemente Señora sobre sus hogares.
El acto fué cordial y solemne.
Es rm hecho singular que sugiere serias consi
deraciones. La unión hace la fuerza y cuando el
jefe del hogar conviene con el jefe de la escuela
con espíritu cristiano para la educación, el éxito
queda facilitado y asegurado.
B U E N O S A IR E S (Argentina). - Colocación
de la primera piedra del instituto salesiano
''Domingo Savio,, - Hogar del niño.
En el IX Congreso Internacional de Ccxiperadores salesianos, celebrado brillantenrente el año
pasado en Buenos Aires, se. determinó levantar,
como recuerdo del Cincuentenario de la Obra Salesiana en la Argentina, un grandioso colegio que
debiera titularse -« Hogar del niño & e instituto
salesiano Domingo Savio ».
Ese deseo comienza a realizarse. Monseñor
Alberti ha bendecido la primera piedra.
El Presidente de la República, doctor Marcelo
T. de Alvear, y su esposa, la señora Regina Pacini, apadrinaron el acto conjuntamente con el
ministro de Gobierno de la provincia de Buenos
Aires, doctor José O. Casás, y su esposa, la señora
Isabel Martín, que lo hacían en nombre del go
bernador de ese Estado, señor José Luis Cantilo,
y de su esposa Josefina Achával, que explicaron
su ausencia y confirieron esa representación por
medio de im expresivo telegrama.
Asimismo concurrieron los Ministros de Rela
ciones Exteriores y Culto y de Justicia e Instruc
ción Pública, doctores Gallardo y Sagama, el
obispo de La Plata, monseñor Francisco Alberti,
el senador nacional señor Lariús, el diputado na
cional doctor Canale, las autoridades munici
pales del partido de Matanza, en cuya jurisdicción
se encuentra el pueblo de Ramos Mejía, el cura
párroco de la localidad, presbítero Manuel Fer
nández, los doctores Vicente C. Gallo y Artw«
Bas y otros caballeros.
El Dr. Bas dijo, entre otras cosas:
...Haré apenas un año, al declarar abiertas li‘'
sesiones del noveno congreso internacional de
cooperadores salesianos, que me cupo el honor de
presidir, tenninaba mis palabras diciendo: Coiuc
el mejor homenaje en recuerdo del cincuentenanc*
del arribo de los hijos de Don Bosco a las playa*
argentinas se habrá de levantar, con ocasión de
este congreso, el Hogar del Niño, donde encuentren
albergue y cariño esas tiernas criaturas de <xi*o a
doce años que vagan por las cralles arrastrando sa*
dolencias físicas y cubriéndose de lacras morales.
¡x>rque no tuvieron la inefable ventura de lO
cristiano hogar donde la santa madre, entre bes»,
cxmsejos y plegarias, se inmola en perenne
fieño por la belleza moral del alma incontamin^
de sus hijos, por el éxito de sus destinos en la vid¿
Y hoy, en presencia de este acto, expoco*^
sublime del milagro de la caridad, cuando cc*^
camos ya la piedra fxmdamental del magno es**'
59
bledmiento destinado al amparo de la niñez aban
donada, y a su rehabilitación con las armas de
la virtud y del trabajo, viene a mi mente, como
halagador contraste, el recuerdo de aquella terrible
frase de Petronio lanzada como d mayor estigma
contra la Roma corrompida y decadente: «P)n
esta ciudad, nadie cuida de sus hijos ».
Más adelante agregó el orador;
En este futuro laboratorio del alma humana,
se forjará el carácter de los nuevos ciudadanos,
templando el alma nacional bajo la inspiración de
cuelas rurales y colonias, su espíritu de abnegación,
de inteligente y pemeverante trabajo.
Por encima de toda preocupación de orden
fesional o religioso, es justo hacer de su obra el
elogio que no ha de negarle ningiin espíritu ecuá
nime, y reconocer todo el bien que la congregación
salesiana ha hecho al país, tan necesitado <Íe cul
tura manual y agrícola, enfrente de la frondosidad
excesiva de la instrucción verbalista y doctoral
que es uno de nuestros grandes males.
El doctor Aráoz Alfaro tcnninó diciendoj
S . Salvador. - Niños que lomaroa parte en el certamen caicquisüco.
los manes de la patria y cimentado en el culto a
la divinidad, ya que, señores, el ejemplo palpi
tante de la Rusia atea de los sov-iets nos omfirma
una vez más en la verdad de aquella profunda sen
tencia; «los pueblos que no se arrodillan ante
Dios, se prosternan ante los ídolos y los tiranos *.
Y el presidente del Departamento Nacional de
Higiene, doctor D. Gregorio Aráoz Alfaro, añadió;
La institución que ha de regir este estableciuiieato tiene sus títulos de nobleza reconocidos
ya en todo el mundo. Los discípulos y suce
sores de Don Bosco han acreditado en todas
partes su escuela y sus procedimientos, durante
laiga prueba, y en nuestro país no sólo han
-’ io los iniciadores de la enseñanza de las artes
y loa oñdos en las ciudades, sino que han llevado
K-. poUadones salvajes y a los pobres mora-'•es de los lejanos territorios, en prósperas es-
Proseguid en vuestra noble tarea, que es, no
sólo de dulzura evangélica y de alta filantropía,
sino también de sabia previsión social. Multi
plicad, si podéis, en todo el país, estos hogares
afectuosos y benéficos, en que nuestros niños
encuentren el vigor físia>, la aptitud para el tra
bajo y la salud del espíritu, que han de formar las
fuertes y buenas generaciones de mañana, y ase
gurar para nuestra patria argentina, viviendo en
paz y armonía con todas las naciones del orbe,
el bienestar, la prosperidad y la riqueza a que jus
tamente debemos aspirar *,
Al finalíyjtT la ceremcmia, el niño Juan Llamazares,
del colegio Santa Catalina, ofreció con significativa.s
palabras y en nombre de los 30.000 alumnos de
las escuelas salesianas. un hermoso ramo de ñores
a la señora Regina Padni de AJvear y agradeció
al primer magistrado su concurrencia al acto.
6o
STR O E D ER (Buenos Aires). - Gesfión para
conseguir una escuela Salesiana de aríesy ofícios.
Un grupo numeroso de vecinos de Stroeder,
provincia de Buenos Aires, se reunió en asamblea
popular pf’ra estudiar la manera de levantar un edifii'io destinado a la Congregación Salesiana, para
([ue realice en aquella localidad su obra civili
zadora, especialmente con la dirección de escuelas
de artes y oficios.
La asamblea resultó un acto imponente, y, a
juzgar x>or las resoluciones tomadas, el deseo imánime de tener a los hijos de Don Bosco será pronto
una realidad.
EN SEN AD A (Argentina). - E l Colegio Salesiano de Níra. Sra. de la M erced celebra sus
bodas de Piala.
Ivl 25 del pasado octubre celebró sus bodas de
ríala con .solemnes festejos, el Colegio Salesiano
de Ntra. Sra. de la Merced.
En el 1900 llegaron los primeros salesianos y
abrieron xuia escuela con 57 alumnos.
Muciio tuvo que luchar en sus comienzos la
nueva escuela, debido a oposiciones de mil géneros
y por motivos que no es el caso consignar en esta
crónica.
Con todo, el trato bondadoso de los maestros y
los atractivos del método con que se les ganaba el
corazón a los alumnos, hicieron que fuera progre
sando día tras día. En 1909 inauguró un hermoso
etlificio sobre la calle Méjico donde se instalaron
las aulas y un salón de conferencias, con lo que el
Colegio se colocó entre los mejores de su clase,
mereciendo la confianza y el aprecio de cuantas
personas han tenido oportunidad de corroborar
su eficiencia.
Hoy el Colegio, en tren de franca prosperidad,
goza de la simpatía de Ensenada entera por sus
métodos de enseñanza, por la preparación técnica
de sus profesores, por los medios de estímulo y
el cultivo patriótico de sus pupilos, siendo imn ga
rantía de éxito para los alumnos que frecuentan
sus aulas. Pero lo que más contribuye a darle re
nombre es sin duda el resultado excelente que se
ha podido comprobar en los exalutimos del Co
legio, entre los que figuran médicos, ingenieros,
farmacéuticos, militares y honestos comerciantes,
(juc son el exponente de sus familias y de la so
ciedad.
C A R T A G O (Costa Rica). - Congreso misio
nero de niños.
Tuvo lugar en la Escuela. lEncantador espectá
culo! Hay que ver el interés que despiertan en los
niiVxs los nobles ideales!
El 11 de Octubre fué el día señalado para el Congre.so. La Directiva supo prepararlo y disponerlo
todo de tal manera, que los resultados fueron admi
rables. Un conjunto de actos de distinta naturaleza,
a cual más interesantes, dió a la jomada un aspecto
sumuuvente animado e interesante. Y los intemos
y los niños del simpático oratorio festivo fueron
dejiuido caer su óbolo para las misiones con tanta
soiisfacción de su alma. E l acto colectivo se realizó
por la tarde. Los delegados de las compañías 7
del oratorio pronunciaron entusiastas discursos,
que sembraron en los niños principios de nobles
aspiraciones y quizás de alguna covación.
LIM A (Perú). - Jornadas misioneras.
Respondiendo al deseo manifestado por los
Superiores del Capítulo Superior de la Congref.;ación Salesiana, los Cooperadores, exalumnos,
y almnnos del Colegio salesiano de Lima, Perú,
celebraron jomadas misioneras, como acto de
adhesión al X Congreso Internacional que se rea
lizará en mayo, en Turín, los días 22 y 29 de no
viembre, 6, 8. 13 y 20 de diciembre.
La asamblea del 22 de noviembre estuvo a cargo
de los alunmbs estudiantes internos.
La del 29 de noviembre fué la de los alumnos
extemos.
La del día 6 de diciembre la realizaroa los artesanas.
La del día 8 los aspirantes, salesianos.
Los exalumnos tuvieron la del día 13 de diciembre.
Y la asamblea general o de Cooperadores, se
verificó con grandiosidad el día 20 de diciembre.
5 . JU A N IC O , T A C U B A (Méjico). - Pequeño
Congreso Misional.
Los días 25, 26 y 27 de noviembre, celebró el
instituto salesiano de Tacuba, Méjico, el congreso
misional para conmemorar el Cincuentenario de las
Misiones salesianos. El hermoso programa y me
moria que tenemos a la vista, nos dan idea de la
gran importancia del mismo.
Se dió comienzo al Congreso con la misa de co
munión general, celebrada por el Hiño. Sr. Dr.
Don Maximino Ruiz, obispo de Derbe y auxiliar
de la arqvddiócesis de Méjico.
Entre las conclusiones vemos:
1® La de leer y propagar la vida de Don Bosco.
2® Procurar muchas suscripciones al Boletín
Salesiano y Juventud Misionera.
3® Hacer propaganda de las Misiones mediante
cartas, tarjetas ilustradas y conversaciones con
amigos y conocidos.
4® Fonnar un Comité Misional permanente.
5® Deber moral de los alumnos de llenar una
alcancía.
6® Celebrar con frecuencia jomadas misioneras.
P A Y S A N D Ú (Uruguay). - Semana misionera.
Salesianos, aluimios, exalunmos y cooperadores
de Paysandú, celebraron a primeros de noviembre
la semana misionera con grande entusiasmo.
Días antes ya había comenzado la prensa loc^
a preparar los ánimos publicando hermosos artí
culos sobre la Obra Salesiana y sus misiones en
tierras americanas, ilustrándolos con grabados.
El día 3 comenzó la semana con ima misa en la
que tomaron parte, además de los niños del co
legio salesiano unas 600 niñas, quienes rezaroa
e liideron la comunión por los misioneros.
Los temas tratados son, más o menos, ios que
ha propuesto el Comité central de Turín.
Se clausuró celebrando el día del exalumno, al
<iue concurrieron unos trescientos.
6i
P A YSA N D Ü (Uruguay).* Monamenfo a D o
mingo Savia.
A los pocos días de la semana misionera, el sá
bado 14 de noviembre, se inauguró el artístico
monumento a Domingo Savio en el Patio del Co
legio de Ntra. Sra. del Rosario, ante la presencia del
Hmo. Mons. Tomás Gregorio Camacbo, Obispo
diocesano y del Rdo. P. Ricardo Pittini a cuyo
ca^o estuvo el discurso de la inauguración.
Por la noche en el patio, se desarrolló un variado
V hermoso programa familiar: fuegos artificiales,
concierto de banda, kermesse, y ejercicios gimnás
ticos de clavá.'
Apadrinaron la ceremonia el Sr. Concejal,
Juan Hiriart y su hija María Havdee Hiriart
el Sr. Manuel Saráchaga y Sra. el Sr. Rodolfo Merello y Sra. el Sr. Nery Merello y Sra. el profesor
Don Bruno Goyeneche y Sra. el Sr. Miguel Saralegui y la señora Sinforosa E. de Oholegy, el señor
Arturo Firpo, y la Sra. I^ n ard a R. Menéndez,
el Sr. Roberto Carottini y la señorita Sara Montiel.
El profesor Don Brtmo Goyeneche compuso para
esta ocasión el himno a Domingo Savio, que fué
acompañado por la banda Centenario y coreado
por los alumnos.
Lo que más admira es que este monumento ha
sido levantado por el esfuerzo de los mismos niños,
que, con pequeñas ofertas, rifas, sorteos y fun
ciones teatrales, realizados todos con su entusiasta
participación, han juntado centésimo a centésimo
la suma necesaria para levantar esa hermosa estátua a otro niño y escolar como ellos.
SA N S A L V A D O R (El Salvador). - Ceríamen
colequisíico en e l Colegio Salesiano.
El 22 del pasado octubre tuvieron los niños del
colegio salesiano de San Salvador el certamen cate
quístico.
A las tres en pimto entraba Mons. Belloso y los
niñas ocupaban sus puestos, esperando nerviosa
mente el momento del combate.
Después de cantado el himno del Papa se rom
pió el fuego. Los niños estaban tan bien preparados
y contestaban con tanta seguridad y firmeza, que
era casi imposible descartarlos.
Mon-señor Belloso, impresionado, abrazó al final
al Director y no se cansaba de aplaudir y elogiar
a los vencedores. Cuando estos fueron premiados
con las bandas y medallas, todos los compañeros
ovacionaron con cariño y entusiasmo.
M ERCED ES (Uruguay). - Nueva capilla sahsiana.
El 12 de Octubre, coincidiendo con la <Fiesta
óe la Raza • y el Centenario de Sarandi, .se bendijo
cu Mercedes una capilla en honor de Ran Juan
flautista.
Con ella las hijas del ex-presidente de la Repú^ca E>on Juan Iriarte Borda han querido vincular
o nombre paterno a una obra que reclamará por
Iwgos años las bendiciones agradecidas de aquel
®o*cciente barrio de Mercedes.
Por su parte los Salesianos han convertido la
*>^n7nna de la capilla en un parque de recreo para
los rúños oratorianos, que fué bautizado con el
nombre sugestivo de « Parque Don Bosco i.
Y el vecindario, con el instinto tan delicado y
espontáneo del pueblo, va empleando este mijímo
nombre para denominar todo el paraje « Barrio
Don Bosco ».
La mañana del 12 una grande concurrencia se
congregó en el flamante local para asistir a la solenme bendición litürgica, efectuada en repre
sentación del limo. Sr. Obi.spo del Salto, por el
Rmo. P. Arturo ArrivÜlaga, Cura I'árroco de Mer
cedes.
Teniiinada la bendición el Sr. Inspector Sale
siano dijo unas palabras de .circimstancia, que
dando reservado a la elocuencia del Sr. Cura el
discurso patriótico que pronunció al tenninar la
fimción.
La banda de miisica del Colegio Salesiano, diri
gida por el P. Armando Dipema, y el cuerpo de
gimnastas con sus magníficas evoluciones impri
mieron al acto un sello de alegre festividad.
Mercedes cuenta desde hoy con xm nuevo foco
de vida religiosa.
MOT^JTEVIDEO (Uruguay). - Noble empresa.
La última Asamblea de E¿dumnas realizada en
la Escuelas Taller «María Auxiliadora >, ya va
dejando ver sus frutos. Las Sras. Elisa D. de Marroig-Catalina C. de Santana, Luisa O. de Goyret
y las Sitas. Lía Durán, María del C. Santini y Palmira Cetrini, lian proporcionado becas para cuatro
alunmas, que gracias a la generosidad y celo de
estas ezalumnas, puedem disfrutar de los beneficios
de una educación sólida y completa; jxirque en
las aulas donde la religión y la moral están en co
nexión con las demás ciencias, el corazón concibe
nobles y elevados sentimientos, se fonna recta la
conciencia, y coiren a la par la instrucción y la
virtud.
Las Exalumnas en su obra admirable no sólo
favorecen el bienestar del hogar, sinó también el
de la sociedad entera.
Siendo el fin particular de esta Sección de Ex
alumnas, conducir el mayor número de niñas a los
Colegios donde impera la fe cristiana, continuará
creciendo el entusiasmo entra las Asociadas para
que logren con sus actividades, que la sociedad
sea saturada de im ambiente emanado de los sanos
principios.
Bernardo Musso.
Este ejemplar coadjutor salesiano, murió san
tamente en el Colegio Pío IX , Buenos Aires, el 24
de septiembre del año pasado, a los 74 años de edad.
Partió de Turín en la tercera expedición de mi
sioneros, que Don Bosco envió a la República Ar
gentina, el año 1877.
62
Tomamos algunos párrafos de un hermoso ar su porte, distinguido; sus modales, delicadísimos;
tículo necrológico publicado por uno de los diarios su aspecto, atrayente; su bondad, ilimitada; coajunto de virtudes que lo convertían en el amigo
de la Capital Federal.
Cada vez cjue muere imo de estos primeros incomparable de cuantos le trataban y de toáos
hijos de Don Bosco, de estos venerados ancianos, los momentos.
Don Bosco llama uno a xmo a sus hijos al cielo.
rcliíiuias de la edad de oro del Oratorio, parece
como que se apagara ima antorclia, o un cirio de Dios nuestro Señor, como el buen padre de fa
los cjue han quedado iluminando el mausoleo del milia, recoge en sus graneros eternos el buen trigo,
después de haberlo aventado y purificado en esta
Pudre y Fundador de los Salesianos.
Muerto Don Bosco, quedaron como lámparas vida, trigo, que ha de servir de alimento por sus
votivas encendidas todos sus hijos destinados a méritos, por sus ejemplos, a las generaciones veni
conservar sus enseñanzas, a recordar sus virtudes deras y que al germinar ha de producir el ciento
por uno de vocaciones, según la promesa de Don
y a rememorar sus beneficios.
Bosco ».
Pero he aquí que pasan los años, y imo tras
Rogueinos por él y que el Señor mande a la
otro, también se consumen esos cirios vivientes;
ilespués de un chisporroteo más vivo, de un fulgor Congregación y a la Sociedad muchos salesianos
más intenso, suave fragancia de inciensp y mirra de este temple.
y luego, oscuridad, silencio, frío... |Qué pocos que
dan yal La soledad se hace cada vez má!s sensible,
Don Matilde Serrano.
el silencio más profxmdo, el frío más intenso...
Uno de esos focos votivos de amor a Don Bosco
Una vez más hemos visto comprobada la palabra
ha sido Don Bernardo, su muerte nos apena pro divina que dice: «ser preciosa en la presencia de
fundamente y nos asocia intimamente al dolor que Dios la muerte de los justos».
experimentan los suyos...
Hombre de fe ardiente y sincera, católico prác
Trabajo ha de costar a nuestros ojos acostum- ^ tico de comunión diaria, buen esposo y buen padre
bratse a la oscuridad que produce su desaparición, de familia, Don Matilde Serrano generosamente
a nuestros oídas, al silencio de cosas bellas de los consagró al Señor en la Sociedad Salesiana a sus
primeros tieiiipos del Oratorio, a nuestro corazón tres hijos, todos con vocación al Sacerdocio. El
al frío que naturalmente se hace más notable a mayor, José, siendo acólito, muñó en concepto
medida (jue desaparecen estas encendidas hogue de santidad el 25 de Agosto de 1920, y pronto
ras de amor a Don Bosco y a su Congregación. saldrá impresa su biografía edificantísima.
Dios ha concedido longevidad a estos primeros sale
Serían las 9 y ^ de la noche del día 9 de Octubre
sianos. como a los primeros patriarcas déla antigua de 1925 cuando Don Matilde entregó al Creador
ley, a fin de que la tradición se transmita más pura, su henuosa alma, fortalecida con la recepaón dé
más genuina, de ima generación a otra por el menor los Santos Sacramentos y de la Bendición Apos
número posible de intermediarios.
tólica con la Indulgencia Plenaria.
Con santo orgullo,, más tarde, los que no han
Una plegaria por el eterno descanso de su alma.
tenido la .suerte de conocer personalmente a Don
Bosco dirán: hemos visto, hemos tratado intima
Doña Gertrudis Herrera de Aquino.
mente como a reliquias sagradas a los primeros
hijos del Fundador de los Salesianos, a esos vaAcordándonos de que la caridad que usáremos
rone.s esforzailos, elegidos por él personalmente;
con las benditas almas del Purgatorio, Dios dis
■ con.sagradas misioneras y apóstoles por la mirada
pondrá que se use con nosotros después de nuestra
del Padre, que cu ellos había depositado su afecto
muerte, recomendamos a los sufragios de nuestros
y que los había juzgado dignas de merecer su conpiadosos lectores el alma de la buena Cooperadora
fuuiza.
Salesiana Doña Gertrudis Herrera de Aquino, fa
Don Bernardo Musso ha sido el tipo ideal del
llecida en la ciudad de Izalco el 14 de Septiembre
hermatio salesiano, segvln lo describen los Supe
riores mayores. Así como el cardenal Lavigerie p. p.
Su vida de silencio, piadosa y hiunilde, de sa
etwiaba a sus misioneros sacerdotes, acompañados
crificio
diario, su fe probada, su caridad que ^
V protegidos por henuanos soldados, encargados
extendió a cuantos la conocieron... le merecieren
do la defensa y de la guarda de las misiones, así
una muerte serena y confiada, con la sonrisa del
IXm Bosco envió a sus primeros hijos, acompañados
justo, purificada por padecimientos sin número y
por estos henuanos coadjutores, cual soldados del
fortalecida por los Sacramentos de nuestra Santa
tnvbajo. pam que sostuvieran y ayudaran como
Religión.
diáconos, a sus henuanos, dedicados al ministerio.
Reciban sus apreciados deudos nuestro m**
Cuando veiamos a Don Bernardo tan atento,
sentido
pésame.
bondadoso y trabajador, recordábamos que había
estado al frente del taller más humilde, el taller
R. I. P.
de calzado, durante más de cuarenta y cinco años,
demostrando a las claras, que no es el puesto, el
que eur.oblece o rebaja al hombre, sino que es el
Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica.
hombre que con su conducta ennoblece o desacre
Gerente: G eminuno F e rr a r i .
dita su cargo, que dignifica o envilece su oficio.
Establecim . T ip . de la Sociedad Editora I m e m a o ^
Coreo R egina M agh eriu , 174 — T U R IN 9 (Itali*^
Sus cualidades personales fueron sobresalientes;
s o c j ih í
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T O R IN O
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— C o r s o R e g i n a M a r g h e r l t a , 174 -
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(I T A L I A )
—
Sac. Doct. ERNESTUS RUFFINI.
INTRODUCTIO IN S. SCRIPTURAM
Praeíectiones habitae A thenaeis P o n t. Sem. Rom . et Prop. Fidel.
Pars secun da : Introdactio in novum Testamentam liber primas . — V o lu jiieu in-S” pp. xxii-450. —
L ib ellae
30. — A p u d exteros: L . 36. — Editio
FRANCISCUS VARVELLO
S a c e r d o s . P h tio s o p h la e P r o f e s s o r l o S e m in a r io S a le s ia n o a p u d T a a r in e n e e s .
INSTITUTIONES PHILOSOPHIAE
PARS L C om plecteas Introduct.onem ad pbUosopbiam et Logicam . Libellae 10. — Apud’
exteros: Libellae 12.
PARS II. M etapbysica.
Volumen I. Compiectens Metaphysicam generalem seu Ontologiam< L. 6. — Apud exteros: L. 7 20.
V olumen II. Compiectens Metaphysicajn specíalem seu Cosmologiam, Piieumatologiam et Theodiceam:;
L. 15. — Apud exteros: L. 18.
PARS III. Etica et J a s naturae.
Volumen I. Compiectens Ethicam; L. 5. — Apud exteros: L. 6.
Volumen II. Compiectens Jus naturae: L. 15. — Apud exteros; L. iS.
HORATIUS MAZZELLA
A r c h le p ie c o p u s T a r e n tin u a .
PR AEIECTIO N ES SCHOLASTICO-DOGM ATICAE
J3 JR IS V IO JK I
C Ü R S Ü I
A C C O M O J D A T A O
Editio Quinta recognita e t aucta.
Volumen
I.
Tractatas de vera R eiigione, de 5 cr/ptora, de Traditione et de Bccieaia CbristL
L. 25. — Apud exteros; L. 30.
Volumen II. Tractatas de Deo Uno a c Trino et de D eo Creante. L. 15. — Apud exteros': L. 18.
Volumen III. Tractatas de Verbo lacarnato, de Qratia Cbriati et de Virtatibas infusis. L. 15. — •
Apud exteros: i-. 18.
Volumen IV .
Tractatas de Sacram entis et de N ovissim is. L. 15. — Apud exteros: L. 18.
ALOYSIUS PISCETTA e t ANDREA QENNARO
S a c e r d o t e s P l a e S o c le t a t is S . P r a o c lr c i S a le s ll.
THEOLOGIAE MORALIS ELEMENTA
AD CODICEM JURIS CANONICI EXACTA
Jam edita sunt in lucem:
Volumen primum ; D e T b eo io xia e Moralis Fandam entis. — i . De actíbus humanis. - 2. De consdentía..
- 3. De legibus. - 4. De peccatis. — Vol. in-i6, pp. cvii-404: L. 15. — Apud exteros: L. i8.
Volumen secun dum : D e obligationibas er g s Dew n e t nos ipsos. — i. De virtutibus theologicís. -
2. De virtute religionis. - 3. De prudentia, fortitudiiie et teraperantia. — Vol. in-i6 pp. X-630:
L. 20. — Apud exteros: L. 24.
Volumen ter tiü m : D e obligationibas erga proxim am . — i. De justitia et jure. - 2. De iniuriis-et'
restitutione. - 3. De contractibus. — Vol. iu-i6. pp. xii-250; L. 25. — Apud exteros: L. 30.
Volumen quartum : De obligationibas pecatiaribus e t d e p o e a is eccJesia sticls, — Volumen ín-i6
pp. XII-420: L. 15. — Apud exteros: L. 18.
Proxime edenda:
Volumen quintum ; D e Sacram entis in g en ere e t de qaingae p rim is Sacram entis in s p e d e . —
I . De Sacramentis in genere. - 2. De Baptismo. - 3. De Confirmatione. - 4. De Eucharistia. 5- De Pcenítentia. - 6. D e Extrema Unctione.
«olumf.n sextüm : D e Ordiae et de Matrimonio.
*OLv>::c*r septim um : D e se x to et nono p ra ecep to d eca lo g i; de asa m atrim onii et d e ratione ser^randa in sacram entoram adm inistraíione.
S 0 0 I E ) T A
liV J r ii^ R I V A ^ tO iV A X v E Í
T O R I N O — C o r s o R e g i n a M a r g h e r i t a , 174 — QTAL1A)
OPERA EDITA APUD NOS
A T L A S O E O Q R A P H I A E B I B L I C A S addita brevi notitia Regionum et Locorum. Textua cum 8 tabularum originalium. — Editio minor: L. l o
Apud exteros: L. 12.
CANTUS
CH ORALES
M A J O R IS
H E B D O M A D A E . E x editione Vaticana (1924).
In-8® pp. 100. — L. 4 — Apud exteros: L . 5.
DE
C E N S U R I S L A T A E S E N T E N T I A E quae in Códice Juris Canonici contmentur
commentariolum digessit Jo a n n e s C a v i g l i o l i . — Vol. in-16 pp. 170. L. 3,75. —
Apud exteros: L. 4.50.
E L E M E N T A G R A M M A T I C A E H E B R A I C A S cum chrestomathia et glossario scnpsit
iTALUS P izzi Doctor i'hilol. linguarum Orient. professor in R . Universitate Taurin. —
Vol. in-16 pp. xii-232: L. 8 — Apud exteros: L. 9,60.
F L O R I L E G I U M H I E R O N Y M I A N U M , anno MD a Maximi Doctoris obitu recensmt
adnotationibns auxit Angelus Ficarra, prefatus' est Félix Ramorinus, curavit Fia Societas
a S. Hieronymo nuncupata evangeliis itaÜce pervulgandis.
In-16 pp. xii-236: L. 10.
— Apud exteros: L. 12.
^
.
t. 1 •
♦
Continens: Scripta paraenetica - Epitaphia - Scripta histórica - Scnpta theologica et
polémica - Scripta exegetica.
G R A M M A T I C A H E B R A I C A a punctis massorethicis libera cui accedit Chrestomathia et
Glossarium, scripsit F e r r u t iu s V a l e n t e M. J. — Vol. in-16 pp. xvr-144 — L. 10 —
Apud exteros: L . 12.
O F R C Í U M M A J O R I S n E b u O j v l A D A E E D O C T A V A E P A S C H A E a Dominica in
Palmis usque ad Sabbatum in Albis juxta ordinem Breviarii, Missalis et Pontificalis cum
cantil juxta editionem Vaticanam. — Vol. Ín-i6 pp. 630 (altum 17 latum i i ) . Charla
indica, cum lineis rubris in quadrum ductis ad omnes paginas.
Linteo anglico contectum, sectione foliorum rubra: L. 22,50 — Apud exteros. L. 25Ciiorio nigro contectum, sectione foliorum rubra: L . 30
Apud exteros: L. 36P S A L M O R U M L I B E R I. — Edidit signisque modernis auxit F. V a l e n t e M. J. —
Vol. in-i6 pp. vm -72: L. 3,50 — Apud exteros: L. 4,20.
Editio est elegantissima novissiniaque psalmorum, hebraica lingua concinnata.
T H E O L O G I A E M O R A L I S S Y N O P S I S . — Breve opus ex saplentissimis scriptori^ s de
re morali eductum et ad noripam novi Codicis Juris Canonici ■ exaratum a Sac.
•
P e t r o R a c c a . — Vol. in-i6 pp. 700: L. 12,50 — Apud exteros: L. 15.
Redacción y Administración: Via Cottolengo, 32 - Tarín (9)