BS_1926_03

Ficha

Título
BS_1926_03
Descripción
Boletín Salesiano. Marzo 1926
Fecha
1926.03
extracted text
BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LA S O BR A S DE DON BO SC O
Año XLI.

M A RZO , 1926

Número 3 ,

S . P a U o (B rasil). - Sanfaarío e Instíloio Salesian o del Sagd o. Corazón de JesA s.

RED A C aÓ N Y ADAilNISTRAaÓN: VIA COTTOLENGO. 32 - TURÍN (Ualm)

C O O PER A D O RES SALESIANOS
o modo prácíico para moralizar la sociedad.
Es el periódico oficial de las Obras y Misiones Salesianas,
que se envía mcnsualmcnte a los Cooperadores Salcsia=
SALESIAN O ” nos y a las Cooperadoras Salesianas, o sea a los que
sostienen dichas Obras y Misiones.
Fundador de las Obras y Misiones Salesianas y de los Cooperadores Sale=
sianos es el Venerable Padre Don Juan Bosco (1815:1888) apóstol de la juventud
y fundador de la Pía Sociedad Salesiana y de las Hijas de María Auxiliadora.
^‘B O L E T Í N

COOPERADORES

Unión de los Cooperadores Salesianas — como
< A Í F ^ Í A M D ^ dice Don Bosco — no crea vínculos de conciencia y
O A L C O I / liy iJ - J
Iq
pueden participar las familias seglares y
religiosas, y los institutos y colegios, por mediación de sus padres o superiores.
Las condiciones establecidas por Don Bosco para ser inscriptos en la Unión
de Cooperadores Salesianas son:
1. Tener 16 años de edad.
2. Gozar de buena reputación religiosa y civil.
j . Estar en grado de promover por sí mismo o por otros, con oraciones,
ofertas, limosnas o trabajos, las Obras de la Pía Sociedad Salesiana.
"MB. — Los que desean inscribirse éntrelos Cooperadores y sobre todo aquellos
que proponen nuevos socios, reflexionen sobre la tercera de las condiciones, requerida
por el Venerable Fundador; es a saber: que puedan por sí o por otros, con oraciones
y limosnas — que compensen por lo menos el envío gratuito del « Boletín » —
las Obras Salesianas.
Los pedidos de inscripción envíense directamente al Rector Mayor de los Sale=
sianos, Cottolengo, 52, Torino (9)— Italia.

OBRA GRANDE

Cincuentenario de las Misiones Salesianas (1875=
1925) recomendamos a todos la celebración de/ornaí/íis
UL
prisioneras a favor de las Misiones Salesianas, para que
se difundan con su conocimiento sus muchas necesidades — extendiendo el
marco de las simpatías y procurándoles el apoyo de todos los buenos.— Es
cierto que las Jornadas Misioneras no recogerán de golpe la ayuda necesaria.
Nuestros Misioneros piden por ejemplo con insistencia diaria, géneros y objetos
para el sagrado ministerio, y principalmente telas, vestidos, calzados, para sus
huérfanos y neófitos, medicinas y mil otras cosas necesarias para el inicio de la
vida civil de los nuevos cristianos.
Indicamos pues, a las Casas de Comercio, esta grande obra de civilización
y de fe, rogándoles quieran chyiar al Rector Mayor de los Salesianos Don F E L IP E
R lN A L D l, Cottolengo, 72 = TO RIN O (9) = Italia, cuanto estimen oportuno
dar a las Misiones Salesianas. El Señor, por las fervorosas plegarias de los pro»
tegidos, bendecirá sus negocios proporcionadamente a su generosidad.
C A R I F í AF í

Ruégase enviar las jimosnas y ofertas directamente al
Rmo. Rector Mayor de los Salesianos, que es asimismo
el Director General de la Unión de Cooperadores Sale»
sianos y de las Cooperadoras Salesianas, con esta dirección: Rmo. Sr. Don FE^
L IP E R IM A L D I • Oratorio Saíesiano = Cottolengo, 72 » TO R IN O (9) = Italia.

ENVÍO DE
LAS OFERTAS

BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LA S O BR A S DE DON BO SC O
Año XLI.

M A RZO , 1926

Número 3 .

S U M A R IO : X Congreso Infernacional de Cooperadores SaleManos. — Don Bosco
ciones eclesiásticas. — Don Bosco protege a los misioneros. — El Saperior de los
^ Polonia. — Tesoro espiritual. — El Cooperador Salesiano debe ser otro Don
" “estras Misiones. — Episodios de las Misiones. — Culto de Marta AuxÜiadora.
de M aría Auxiliadora. — Por el mundo Salesiano. — Los que mueren.

y las voca­
Salesianos
Bosco. —
— Gracias

X Congreso Internacional
de Cooperadores Salesianos.
Como ya anunciamos en el número de
enero, el próximo mes de mayo se celebrará
en Turín el X Congreso internacional de Coo=
pecadores Salesianos, que se dedicará de un
modo especial a la Cooperación Salesiana
en la importantísima rama de las M i s i o n e s .
Grande es el entusiasmo que este anuncio
ha despertado en todas partes; de todas las
naciones llegan cartas pidiendo informes dc =
tallados y dando cuenta de las iniciativas que
se están actuando para contribuir a la mayor
eficiencia y esplendor de la magna Asamblea.
Y es necesario que ese entusiasmo crezca y
se multiplique a medida que se acerca la
suspirada fecha, sólo dos meses nos separan
de la celebración del Congreso; no se retrasen
los trabajos de organización; téngase en
cuenta que en semejantes ocasiones suele
haber luego muchos que se lamentan de no
haber hecho tal y cual otra cosa que hubiera
contribuido al mayor éxito de la empresa,
de falta de tiempo para la organización.
enemos la firme convicción de que España
y las nobles y emprendedoras Repúblicas
"is^no=amcricanas contribuirán eficazmente
* éxito y esplendor del X Congreso de CooP^odores Salesianos.
¡Cuántos motivos tenemos para e llo !
Celebración del cincuentenario de la ins=

titución de la Pía Unión. Sí, amados coopera»
dores y cooperadoras. Van a cumplirse los
50 años de la fundación de Vuestra Asocia»
ción, de esa Asociación que os ha permitido
sumaros como parte activa a la Obra Frovi»
dencial por excelencia de nuestros tiempos
la Congregación Salesiana, de cuya acti»
vidad benéfica en tantos órdenes, parti»
cipáis como miembros de una misma fa=
milia. ¿Y qué mejor manera de festejar este
fausto cincuentenario que un Congreso ¡n=
ternacional en el que os juntéis cooperadores
de todas las naciones y latitudes del Globo
para conoceros, para comunicaros entusias*
mos e iniciativas y sobre todo para unir y
coordinar vuestras energías para una acción
cada vez más ordenada, más antplia, si cabe,
que hasta el presente?
¿Y dónde va a tener lugar el Congreso?
En el Oratorio Salesiano de Turín, en la
Casa Madre de todas las obras salesianas,
cabe la Basílica de María Auxiliadora, ver»
dadero Lourdes salesiano donde nuestra
buena Madre derrama a manos llenas sus
gracias y prodigios. Para todo corazón sale»
siano tiene Turín un actractivo especial
comparable al que ejercen para el cristiano
Roma y Jerusalén. Aquí se contempla en
toda su magnitud la grandiosa Obra de Don

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Bosco; ocho grandes establecimientos sale=
sianos dedicados a distintas actividades;
colegios, oratorios festivos, Iglesias; pero
sobre todo el Oratorio de Valdocco, la pri=
mera obra de Don Bosco, que él sembró
como diminuto grano de mostaza, que ya
durante su vida vió crecer de un modo asom=
broso y que es hoy árbol frondosísimo a
cuya, sombra se cobijan y encuentran el
fruto de la vida multitud de niños internos
y externos, estudiantes y artesanos, bajo los
cuidados amorosos de los superiores mayores
de la Congregación y con las sonrisas y pro=
tección especialísima de la Madre y sosten
de todas las obras salesianas, María Auxilia*
dora. En Turín es donde se encuentran todos
los recuerdos y reliquias y los despojos mor=
tales de aquel hombre extraordinario, que
tanto ha cautivado vuestro corazón desde
que le conocisteis, el apóstol del siglo X IX ,
nuestro dulcísimo Padre Don Bosco; en
Turín y visitando la humilde estancia donde
el vivió y trabajó y sobre todo la mísera ca*
sita del humilde villorrio de / Becchi que
le vió nacer, es donde se comprende y se
siente con una eficacia especial lo provi*
dcncial y milagroso de su obra; pues sola*
mente Dios puede, sin medio humano al*
guno,. hacer surgir obra tan maravillosa y
fecunda como la Institución Salesiana, que
cuenta ya con más de mil fundaciones, espar*
cidas por toda la faz de la tierra.
¿ Y cual es el motivo especial que os
congrega ? La obra de las Misiones. Puede
haber algo que ejerza mayor atractivo para
un corazón cristiano ? ¿No es verdad que
al solo oír la palabra misionero se despierta
en el corazón un sentimiento de veneración
religiosa hacia esos héroes que, en un arranque
sublime de generosidad y amor divino, sacri*
tkan los más legítimos amores de esta tierra,
la Patria y la familia, para lanzarse a través
de mil privaciones y penalidades, arries*
gando amenudo la misma vida, a conquistar
almas para Dios, a esparcir la luz del Evan*
gelio entre aquellos pueblos sumergidos
todavía en las tinieblas del error y del paga*
nismo, casi siempre barbaros o salvajes?
i Cuántas veces leyendo con lágrimas en los
ojos sus vicisitudes y trabajos apostólicos
habréis sentido en vuestro corazón de ¿eos
generosos, ans as de imitación, santa envidia
de esos valientes luchadores de las avanzadas

de los Ejércitos de Cristo! Pues bien el
X Congreso Internacional de Cooperadores Sale=
sianos en Turín os ofrece una ocasión pro*
picia para . contribuir eficazmente, aún sin
moveros de vuestros hogares, a la obra di*
vina entre las divinas, de la evangelización
del mundo. Ya conocéis el ancho campo
misionero que la Providencia ha confiado a
la Congregación Salesiana, que cada día crece
y que ha de alcanzar, según loss ueños pro»
féticos de nuestro Vble. Padre, proporciones
gigantescas. Ya sabéis que todas las obras
salesianas son especialmente vuestras; los
cooperadores salesianos sois el instrumento
de que Dios y María Auxiliadora se valen
para llevarlas a cabo y las misiones de un
modo especial necesitan vuestro concurso.
Lejos de las naciones ricas y civilizadas, en
medio de elementos casi siempre hostiles,
evangelizando, a ejemplo de Jesucristo, a la
gente humilde y pobre, toda la eficacia de
su acción, depende de la gracia de Dios en
el orden sobrenatural, pero en el orden
natural y de las causas segundas del cual
generalmente Dios no prescinde, todo de»
pende de la cooperación constante y orga­
nizada de los países cristianos.
Acudid pues, cooperadores y cooperadoras
.salesianas, al X Congreso Internacional de
Turín, acudid numerosos, preparados, or»
ganizados. El éxito del Congreso será tanto
más práctico y halagüeño cuanto mayor haya
sido la preparación en cada una de las na»
ciones. Los Superiores Mayores de la Con»
gregación os esperan con los brazos abiertos
y tened la seguridad de que con este Congreso
celebraréis de una manera digna el !«*■. Cin»
cuentenario de la fundación de vuestra Aso»
ciación, vuestro corazón salesiano probara
las más dulces emociones y vuestro celo apos»
tólico encontrará ancho campo en que ejer»
citarse, atrayendo con ello sobre vosotros
y sobre vuestras familias la intercesión eficaz
de nuestro Vble. Padre Don Bosco, que tan
agradecido fue siempre a sus cooperadores,
y la protección constante y especialísima
de María Sma. Auxiliadora, madre y
lectora especial de los Cooperadores Sale»
sianos.

69

Don Bosco y las vocaciones eclesiásticas.
Para los buenos sacerdotes el amor a la
Iglesia lo es todo, y como, al decir de Du=
panloup, el sacerdocio es el centro de la
vida en la Iglesia, el órgano permanente mc=
diante el cual Jesucristo realiza la obra de
la Redención en el mundo, de ello se sigue
que una de las obras más importantes del
ministerio del sacerdote sea precisamente
ia de suscitar y cultivar vocaciones al sagrado
ministerio, porque de éllas depende el por=
venir del clero y de la Iglesia.
La constante penuria, la queja unánime
de los Obispos por la falta o escasez de vo=
caciones eclesiásticas en nuestros días, pone
de relieve la gran figura del Venerable Don
Bosco y muestra la actualidad de su vasta
y benéfica obra. Este gran bienhechor de
la humanidad no se limitó a un sólo problema,
los abarcó todos con su celo ardiente, pu=
diendo decirse con verdad que no dejó nada
por resolver en la compleja cuestión social.
Trabajador incansable, como todo el qué
trabaja con amor, y sostenido y guiado por
la Bondad y Providencia Divinas, supo in=
vestigar y descubrir todos los senderos que
pudieran conducirle a la salvación de las
almas. Por eso su vida de fatiga cotidiana, fué
de continua restauración, porque hasta sus
mismas iniciativas materiales iban todas
orientadas al último fin, a la regeneración
de sus hermanos. Su prodigiosa actividad,
sin embargo, lleva el sello de un sentido real
de las cosas, que nos da la clave del éxito
alcanzado en todas ellas.
Cuando el jovencito Juan Bosco, apenas
contaba entonces quince años, hablando en
la intimidad con su buena madre Margarita
le decía resuelto y conmovido: « Si yo llego
un día a ser sacerdote, consagraré toda mi
vida y^ energías al bien de los niños, me
rodaré de ellos. Ies amaré y me haré amar;
les daré buenos consejos, y no repararé en
sacrificios a trueque de salvar sus almas‘>
sin darse cuenta exacta trazaba un gran pro=
^ama. Comprendía, sin embargo, con su
inteligencia de. genio, que en este grandioso,
^agmfico programa de redención no podía
íaltar el sacerdocio, factor incomparable de
^dón social, de utilidad pública. Es más, la
Salesiana no se concibe ni hubiera
podido cuajar, ni llegar al actual florecí»
iTilcnto sin este factor eminente c indis»
Ponsable. Los sacerdotes son tan necesarios
® la Iglesia como los soldados a la Patria,

como los obreros a las industrias. Esto está
fuera de toda duda.
Don Bosco, por tanto, que amaba con
amor entrañable a la Iglesia, necesariamente
debía preocuparse por las vocaciones cele*
siásticas, y llegó a ser un apóstol de ellas.

La agraciada con la curación.

Sin contar los sacerdotes salcsianos por él
formados, Don Bosco mismo mostró en 1883
una estadística donde se contaban más de
2.000 sacerdotes salidos o iniciados en sus
colegios para los seminarios.
Pero aun en este ramo de su misión, e
iniciativas, Don Bosco mostró su espíritu
práctico. Comenzó rogando humildemente
al Dueño de la mies para que no faltaran
obreros evangélicos en la viña mística, y, a
poco, a las oraciones unía’ la cooperación,
fundando el año 1876 la <'Obra de los hijos
de María Auxiliadora». Esta institución,
creada, para ayuda de las'vocaciones sacer»
dótales de los adultos, obra providencial
que tantos y tan buenos frutos ha producido,
no excluía las vocaciones de los jovencitos.
El Señor la bendijo, a juzgar por la abun»

dancia de las mismas, parte de los cuales en=
grosaron las filas salesianas, y otras fueron
a llenar huecos en los seminarios, y no
pocas a trabajar por el reinado de Cristo
en tierra' de Infieles. En la actualidad, la
Obra de Don Bosco cuenta con varios cen*
tros de «Hijos de María» semilleros de
buenos sacerdotes.
Nuestro Venerable Padre, tan bondadoso
y complaciente con todos, se mostraba se=
vero con cuantos, pudlendo, no secundaban
o seguían el llamamiento divino al estado
sacerdotal. Buena prueba de ello nos la da
el siguiente episodio, sucedido el año 1884.
Una señora de la aristocracia turinés,
hizo una visita a Don Bosco, acompañada
del más pequeño de sus hijos. Durante la
conversación se habló de éstos y de la ca=rrera o estado que cada cual debía abrazar.
Según la madre, el primogénito seguiría
la carrera diplomática, como su padre. El
segundo sería militar. ¿ Y qué haremos de
éste? preguntó Don Bosco señalando al
pequeño que la acompañaba, ¿ no le parece
bien que lo hagamos sacerdote ?
— ¿ M i hijo sacerdote? exclamó casi ate=
rrorizada la señora, i antes lo prefiero ver
muerto!
Mortificado y triste Don Bosco por la
insipiencia de aquella madre desgraciada,
procuró disuadirla y atraerla a mejor con=
sejo, pero todo fué en vano.
Ocho días más tarde era llamado con ur=
gcncia, para que asistiera a un jovcncito
que moría, sin que los médicos se dieran,
razón de la enfermedad. Don Bosco asistió
con lágrimas en los ojos a la muerte del niño
que, tan sano y alegre, lo había visitado pocos
días antes, y que su madre no quiso con»
sagrar al Señor.
Desgraciadamente no faltan padres en
nuestros días que obran como aquella madre,
violentando la voluntad de Dios y de sus hijos.
5 / alguna vez podéis disponer de una limosna,

o si podéis inducir a alguna buena persona a dar
una pequeña oferta en favor de nuestras Mi=
siones, no os duela el hacerlo, para que con la
cooperación de todas, logremos pronto conducir
un buen número ^ e salvajes y de idólatras a
la fe y a la civilización, presentar a la Iglesia
nuevos hijos, ofrecer a Dios sinceros adoran
dores, y obtener asi, que donde hasta ahora
surgía la Cátedra de Satanás, se levante el
trono de Jesucristo y se alatfe y reverencie su
Santísimo \ombre en todos los confines de
¡a tierra.
Vble. juAN Bosco.

Pío XI recuerda con afecN
tuosa admiración a D. Bosco.
Después de la clausura solemne del Año
Santo, coronamiento glorioso de las grandiosas
manifestaciones de fe, de amor y sumisión
filial que más de un millón de peregrinos,
en representación de todos los católicos es»
parcidos, por la redondez de la tierra, han
tributado en Roma al Padre común durante
el Jubileo; saciada nuestra admiración y
elevado al Señor un himno de agradeci=
miento por formar parte de esta venturosa
Familia, pasemos a relatar a nuestros queridos
lectores algunos dulces recuerdos, intere=
santes para todos los hijos y admiradores
de Don Bosco.
Fieles a las enseñanzas, deseos y ejemplos
de nuestro Venerable Padre, los Salesianos
hemos procurado durante el Jubileo mos=
trar nuestro afecto y filial acatamiento al
Papa, ya sea concurriendo esforzadamente
al éxito de la Exposición Misional, ya sea
organizando peregrinaciones a Roma de
Cooperadores, Antiguos Alumnos y de sa=
cerdotes, clérigos y coadjutores salesianos.
Su Santidad, no sólo ha recibido siempre
con soberana bondad, en audiencia pú*
blica o privada, a estos numerosos grupos
que integran la Familia Salesiana, sino que
también ha recordado con frecuencia y con
deferente y afectuosa admiración a nuestro
Venerable Padre, lo cual prueba elocuente»
mente la profunda y agradable impresión
que le produjeron el conocimiento personal
y trato con Don Bosco.
Recordemos lo que el Papa dijo en las
memorables audiencias del 13 y 25 de agosto.
*

* *
El
de agosto Su Santidad recibía en la
Sala Ducal a ciento cincuenta salesianos:
sacerdotes, clérigos y coadjutores de la ins»
pectoría de Roma. La mayor parte de ellos
habían hecho ejercicios espirituales, coro»
nándolos con las visitas regíamentarias para
ganar el Jubileo.
,
Al terminar, los recibió el Papa con bondad
exquisita a besar el anillo del Pescador,
diciéndolcs a continuación que no era ncce»
sario les manifestara la gran satisfacción que
probaba siempre que se veía rodeado de
hijos de Don Bosco. Su nombre nos recuerda
cosas muy gratas a nuestro corazón, V

nemos y consideramos como una de las
gracias que el Señor nos ha concedido el
haberle conocido y tratado intimamente,
pudicndo admirar en él una inteligencia
privilegiada, al par que un alma santa y un
corazón según el corazón de Dios.
Añadió que cada vez que ve a los Sale=
sianos se le representa en visisión magnífica
el desarrollo maravilloso de las obras apos=
tólicas que ellos 'realizan en todo el mundo.
Luego dirigiéndose al Inspector salesiano
que les acompañaba, le mostró su compIa=
ccncia por el bien grande que hacían junto
a la casa del Padre común. « Muchos de
vosotros — concluyó diciendo el Papa —
habéis hecho los Ejercicios Espirituales, que
son una gracia especialísima, un ramillete
de gracias; ellos son, y así debéis conside=
rarlos, como el punto de partida de un ca=
mino más' elevado en la gloria y servicio de
Dios.
Nos bendecimos todos vuestros deseos,
las Casas a que os destina la obediencia para
desarrollar vuestra actividad, bendecimos
vuestros trabajos, a vosotros y a vuestras
familias. Llegue esta nuestra especial ben=
dición a todas las obras de la gran Familia
Salesiana».
*

* *
El 25 de agosto recibía en audiencia a los
Aspirantes a la Congregación Salcsiana de
la Inspectoría romana, llegados desde Gen=
zano para ganar el Jubileo.
Después que los animosos y buenos jo=
vcncitos besaron devotamente el anillo del
Papa, éste Ies dijo que les daba complacido
la Bendición Apostólica, porque venían en
nombre de Don Bosco, nombre venerado y
?rato a toda la cristiandad « y muy espc=
cialmente a Nos que tuvimos la fortuna de
^atar y conversar con el gran Siervo de
Dios». « Nos congratulamos con vosotros,
nijitos — continuó Su Santidad — que os
preparáis a la vida salesiana, vida de fe, de
piedad y de trabajo, de aquella fe viva, in=
mensa de Don Bosco, de aquella su piedad
grande y filial y de su laljoriosidad incan®
sable».
Con estas palabras el Papa confirmaba que
« trabajo es una característica de los hijos
Don Bosco, siguiéndose de ellas, como
consecuencia, que para ser buen salesiano
«s necesario ser laborioso; y la recomenda®
^ n que hacía era la de recordar en todos
momentos y circunstancias de la vida

la gracia recibida, a la que se debe corres®
ponder generosamente. De aquí a diez o
quince años, sólo el Señor lo sabe, porque
es Dios y El es el que marca a cada cual el
camino a seguir y le señala la misión que debe
desempeñar en la vida, estos jovencitos,
decía el Papa, ocuparán su lugar, por lo
que es conveniente que no olviden jamás
la gracia de la educación recibida en los
colegios de Don Bosco, educación no sim®
plemcnte cristiana y religiosa, sino exquisi»
tamente cristiana y religiosa..Y les impartía
la Bendición Apostólica con la intención
particular de que se preparen lo mejor posi®
ble a la misión que les espera, haciéndola
también ostensiva a sus familias y a los Su®
perióres que con tanto esmero los cultivan,
y a cuantas personas éllos recordaban.
*
* «
Después de este recuerdo afectuoso al
Maestro, el Papa hizo una alusión muy signi®
ficativa a su discípulo predilecto, Domingo
Savio, una de las perlas más hermosas, de
las glorias más puras del Oratorio Salesiano
de Turín.
Esta alusión se encuentra en el cariñoso
discurso que Su Santidad dirigió el 13 de
septiembre a la juventud católica italiana,
llegada a Roma en imponente preregri®
nación.
Junto a los santos jóvenes más conocidos,
astros de primera magnitud que adornan el
cielo de la Iglesia, figura ya el nombre de
Domingo Savio, de ese simpático.y santo
jovencitc|iquc Don Bosco plasmó y condujo
al pináculo de la perfección cristiana.
He aquí el párrafo del texto oficial del
discurso, publicado por el
Osseruafore
Romano *:
Y qué espléndidos ejemplos y atractivos ha
sabido la Iglesia hacer brillar ante vuestros
ojos, oh jóvenes, lo dicen bien alto los nombres
de Pancracio y de Tarsicio, de S. Luis Gonzaja
y S , Estanislao de Kostka, de Domingo 5 owo,
de Gabriel de la Doloroso, y de, los jóvenes
Mártires de Uganda.
Estas palabras afectuosas, estos gratos
recuerdos del Papa, deben servirnos de
acicate a los numerosos hijos de la gran Fa®
milia Salesiana para seguir fielmente las
huellas y enseñanzas de nuestro Venerable
Padre Don Bosco y alcanzar con la imi®
tación de sus virtudes y nuestras buenas
obras su pronta beat ficación.

Don Bosco protege a los misioneros.
Al hablar de Don Bosco como de los demás Siervos de
Dios nos Importa hacer constar que no queremos cri ma*
ñera alguna contravenir a las disposiciones pontificias, ni
atribuir a ningíin hecho una autoridad superior a la que
merece un simple testimonio humano, ni prevenir el )uiclo
de la Iglesia, de la cual, a ejemplo de Don Bosco, nos
gloriamos de ser obedientísimos hijos.

¡Viva el Vbl‘c Don Bosco! En el dncuen»
tenario de las misiones salcsianas dirigió
Don Bosco sus miradas a sus hijos del lejano
IVlatto Grosso y los consoló con un ras^o
de paterna! bondad devolviendo la salud a
una religiosa, Hija de María Auxiliadora.
Hacía más de cinco años que Sor Blanca
Bozza yacía casi inmóvil, atacada de tisis
ósea espinal, que le había paralizado comple»
tamentc las piernas, no pudiendo en manera
alguna sostenerse de pié y viéndose obligada
a pasar sus días entre la cama y una hamaca
colgada junto a élla.
Se le prodigaron todos los cuidados y
remedios posibles, pero la rebeldía del mal
hizo de la pobre religiosa una víctima en
continuo y lento sacrificio. Se pensó también
trasportarla a la ciudad de Cuyabá. Pero
¿Cóm o hacerlo? La única manera posible
hubiera sido a espaldas de un hombre, dentro
de una hamaca. ¿ Y habría resistido en estas
condiciones un viaje de -550 Km. por !u=
gares desiertos y Henos de bosques? No que=
daba sino confiar en la Divina Providencia.
Y Sor Blanca se había resignado al nuevo
apostolado. Encontraba sus delicias en la
oración y se entretenía con gusto Placiendo
flores y otros adornos para nuestra capilla
y conversando con los pequenitos bororos
que escuchaban sus consejos y la distraían
con sus inocentes juegos.
Perdida toda esperanza en los medios bu*»
manos, aún a juicio de los mejores médicos
consultados por escrito hasta en Europa, no
nos quedó más recurso que acogernos a la
misericordia del Señor a quien invocamos
interponiendo siempre y explícitamente la
intercesión del Vble. Don Bosco.
Funciones solemnes se hicieron especíala
mente en el pasado junio y en agosto, durante
la visita inspectorial, se celebró una verdadera
jornada cucarística, insistiendo dulcemente
ante jesús para que se dignara glorificar al
Vble. Don Bosco, devolviendo la salud a
Sor Blanca. Fué un día de oraciones fervo=
rosas que, si no obtuvieron en seguida la sus=
pirada gracia, infundieron en todos los cora»

zones suave alegría y consoladora confianza.
Y Sor Blanca continuaba su vida de víctima.
Pero' el prodigio llegó.
Era la tarde del Domingo jo de agosto
cuando de pronto se oye un desacostumbrado
clamoreo mezclado de aplausos^ y señales
de extraordinaria alegría en la residencia de
las monjas, en cuya puerta apareció una ni»
ñita bororo gesticulando y voceando de suerte
que apenas se llegaba a entender: « Sor
Blanca se ha levantado y anda ».
Llamo a otro salesiano y corremos a ver
qué sucedía. Y era verdaderamente ella,
de pié, sonriente, rodeada de sus hermanas
y de las niñas presa de viva conmoción.
Nos recogimos todos en la capilla para una
primera oración de acción de gracias y du=
rante lo que resta del día no se habló más que
del prodigioso- hecho. Invitada Sor Blanca
a narrar lo sucedido no sabe sino repetir:
« Pues, me he sentido repentinamente con
fuerza y me he levantado sin dificultad al»
guna; he ido en seguida a la capilla y luego
he corrido a daros la alegre noticia. Estoy
bien, no siento malestar alguno».
Aquel « me he levantado sin dificultad
alguna» hizo en todos honda impresión
pues, pocos días antes, accediendo a los deseos
de la Rda. M . Inspectora, había intentado
levantarse. Ayudada por dos hermanas que
la sostenían una por cada lado, desde la
hamaca puso los pies en el suelo, probó de
enderezar el cuerpo, pero no pudo; quedó
encorvada entre los brazos de sus hermanas
y hubó que volver a tenderla entre las aU
mohadas de la hamaca presa de vivos dolores.
De la pared pendía la oleografía de Don
Bosco con sus faz sonriente y una bororita
señalándola decía a las demás: «¡Mirad,
mirad a Don Bosco!... ¡Cómo nos mira!
¡ Es él que nos ha concedido la curación de
Sor Blanca! ¡Viva Don Bosco!>'
A la Bendición solenfnc con el Smo. Sa»
cramento que se impartió después, intervino
toda la Colonia para elevar junto con la agra=
ciada un himno -de gracias al Cielo...
Después de la función todos se estrecha*
ron alrededor de la feliz religiosa; los indios
la contemplaban con respeto, por no decir
con veneración y a intervalos le dccianj
«¡Camina, queremos verte andar!' y
ejecutarlo la agraciada, prorumpíah todos
en gritos de alegría y admiración.
Y Sor Blanca, que durante más de cinco

75

años había quedado inmovilizada por el
mal, hace ya un mes y medio que sigue la
vida común de sus hermanas misioneras,
prueba palpable de la bondad del Señor que
quiso premiar al misionero que en El confía
y por El trabaja y glorificar al mismo tiempo
a su fiel siervo el Vble. Don Bosco.
Sangradouro (Colonia • S. losé»)

C esar A lbisetti
Misionero Salesiano.

si faltase sólo este milagro para la Beatifia
cación de Don Bosco ?»
En aquel mismo instante una energía
desacostumbrada, me hace saltar de la ha»
maca, y sola, sin ayuda siquiera del bastón,
bien derecha me puse a caminar y aun a
correr por mi celda. Corrí en seguida a la
Capilla y me arrodillé delante de Jesús Sa»
cramentado para darle gracias por haber
querido así glorificar a Don Bosco ».

La agraciada eníre sus aloennas y las hermanas.

He aquí ahora como expone el hecho la
misma agraciada:
« El 27 de agosto, la Rcv. M . Inspectora
antes de partir vino a visitarme con maternal
bondad. Mostróse muy apenada por mi es=
tado y me recomendó que hiciera novena
tras novena a Don Bosco hasta obtener la
Sracia, c hizo la promesa de que, si curaba,
me dejaría siempre en la Misión.
Pareció que Don Bosco esperaba esta pro=
mesa. Empecé la novena y en seguida noté
una pequeña mejoría. AI tercer día, precisa*
mente el 30 de agosto, a. los dos meses del
dia.cn que con tanta fe se había interpuesto
b intercesión del Venerable para obtener, la
íracla, habiéndome puesto a descansar dcs=
pues de la comida, aun no había acabado de
conciliar el sueño, cuando de momento me
®5alta con viveza este pensamiento: «¿ Y

Un juicio autorizado
sobre la Misión salesiana de la Isla Dawson.
Por venir de persona tan conocida como el expío*
rador Nordenskijold, reproducimos el juicio que
sigue acerca de la Misión Salesiana de la Isla
Dawson, hoy abandonada por haber solicitado
nuevamente el gobierno chileno la isla qué había
concedido a los salesianos.
< Las únicas partes en que (los indios) pueden
mantenerse ahora en contacto con la civilización
llevando una vida algo semejante a la que les es
propia, son los establecimientos de los padres
salesianos en la isla Dawson y en Río Grande.
Después de haber estado yo y mis compañeros en
las misiones de Río Grande y de la isla Dawson,
y según la opinión de distinguidos viajeros que
visitaron aquellas regiones en la misma época, creo
poder afirmar que esta Obra parece una de las más
filantrópicas ».

74

El Superior de los Salesianos en Polonia.
El pasado mes de octubre de 1925 nuestro Rector
M ayor, Rdmo. D. Felipe Rinaldi visitó las princi=
pales' fundaciones salesianas de Polonia, en donde
la Congregación Salesiana se ha desarrollado, es»
pecialmente después de la guerra, en proporciones
grandemente consoladoras.

En Oswiccim.
Después de saludar a los salesianos de Venecia
y Vierta entró nuestro Superior en Polonia. La
primera casa salesiana que le recibió fué la de
Oswiecim, conocida ya por los lectores de\ Boletín,
que alberga en la actualidad 400 alumnos, estu»
diantes y artesanos y que posee una hermosa iglesia
gótica dedicada a María Auxiliadora. Y a hace más
de cinco lustros que los hijos de Don Bosco tra»
bajan en pro de la juventud polaca de esta ciudad,
que antes de la guerra se encontraba en los con=
fines de los tres imperios ruso, alemán y austro»
húngaro.

En Lódz.
Desde Oswiecim se dirigó Don Rinaldi a Lódz
donde funciona una floreciente escuela profesional
de mecánica. Del diario local « Kurjer L o d z k i»
tomamos los siguientes datos: «Ayer, 1® de octu=
bre llegó a Lódz el General de ios Salesianos para
visitar sus florecientes escuelas. El gobierno po»
laco ha concedido al Sucesor del Vblc. Don Bosco
pase gratuito de 1* clase en todos los ferrocarriles
del Estado. En la estación de Varsovia lo esperaba
el Director Rdo. Dr. Latka, el primer teniente
Alcalde de la ciudad, el Inspector de Policía, los
representantes dcl Club Artesano y de otras so»
ciedades obreras y asociaciones religiosas...
» El Rdmo. P. Rinaldi con su bondad paternal
so gana los corazones de cuantos tienen la dicha de
saludarlo.
» A la entrada de la Casa Salesiana se había
levantado un grandioso arco triunfal con flores y
guirnaldas. Un gran número de Cooperadores
había acudido, aún de localidades lejanas, para dar
la bienvenida al Sucesor de Don Bosco. Después
de los primeros saludos pasó a la Iglesia donde dió
la Bendición con su divina Majestad, pasando acto
seguido al salón de actos, donde se le ofreció una
solemne velada.
* Dieron la bienvenida al Superior General
el Director dcl Establecimiento en italiano, un
clérigo en latín y un Concejal dcl Ayuntamiento que
le dió las gracias, en nombre de las numerosas
familias de los alumnos de las Escuelas Profesio»
nales por la cultura religiosa y profesional que los
salesianos dan a sus alumnos. Un niño dcl -jer
curso le dió las gracias en nombre de sus compa»
ñeros por el bien que reciben de los hijos de Don

Bosco y finalmente una comisión de Cooperadoras
Salesianas obsequió al festejado con un ramillete
de Josas blancas.
» El Rdmo. P. Rinaldi visiblemente conmovido,
con cariñosas y paternales expresiones, agradeció
a la población de Lódz la simpatía y el apoyo que
presta a la Obra Salesiana.
* Al anochecer todo el edificio de las Escuelas
ostentaba artística iluminación atrayendo gran con»
currencia de público hasta hora muy avanzada».

En Varsovia.
De Lódz se dirigó a Varsovia donde tuyo tam=
bién un recibimiento espléndido, acompañándole
a la mesa altas personalidades de la ciudad, de la
prensa, del Clero y del Gobierno que ensalzaron
la Obra de los Hijos de Don Bosco y Don Rinaldi,
agradeciendo a todos la cordial acogida que se le
tributaba en la capital de la nueva Polonia, pro»
metió hacer todo lo posible para fundar en Polonia
gran número de casas salesianas.
Pronunció después un largo discurso S . E. el
Cardenal Kakowski haciendo resaltar en primer
lugar como Polonia debe a Roma y a Italia, no solo
la religión católica, sino también la cultura y civi»
lización cristiana. « Estos inapreciables tesoros
espirituales han asegurado a nuestra Patria la glorii
y el poder político en el tiempo de la independencia,
la fuerza y estabilidad en los duros momentos de
la esclavitud y el triunfo de la resurrección y del
renacimiento en la hora presente. De Italia nos
vinieron también las ideas nuevas sobre la edu»
cación de la juventud y de estas ideas es la expre*
sión más bella la Congregación Salesiana. El dcsa»
rrollo de Escuelas Profesionales, con programas
escogidos e inspirados en el amor sobrenatural de
Dios y del prójimo, he ahí la sublime misión de la
Sociedad del Venerable Don Bosco en nuestras
tierras».
Su Eminencia terminó dando las gracias mis
expresivas a Don Rinaldi por las Obras por él
iniciadas en la Archidiócesis de Varsovia.
En nombre de los Salesianos de Varsovia sa»
ludó a Don Rinaldi el Sr. Inpsector D. Antonio
Hlond y luego hicieron también uso de la palabn
los representantes del Gobierno, del Municipio
y el mismo S r. Nuncio Apostólico S . E. Mons.
Cauri.
Por la tarde se dió en honor de Don Rinaldi un*
conferencia con proyecciones, despertando vivo
interés en la numerosa concurrencia de Coop«*
radores, entre otras vistas, la dcl progresivo des*»
rrollo de la Casa de Varsovia. Fué fundada, y*
bajo el régimen ruso, por el benemérito
Siemiec, y los salesianos la ampliaron con escudas
profesionales y desde hace dos años con la éneo**
dernación y una gran imprenta, dotada reciente*
mente de una magnífica máquina de compon*^'

75
la «Intertype» que permite la publicación de un
periódico archidiocesano, del suplemento provi*
sional del BoUtín Salesiano, una edición polaca de
Juventud Misionera y otros periódicos de juven«
tudcs Católicas, como el titulado « Cruz R o ja ».
Publica además una galería dramática para esta»
blecimientos educativos y obras de tecnología
para artes y oficios.

En Wilna.
Desde Varsovia el Rvmo. Sr. D. Rinaldi se di»
rigió a Wiina, cuya casa salesiana esta integrada
por un conjunto de edificios fundados en 1907 por
el Canónigo Lubianiec, hombre de grandes ini»
ciativas y considerado por todos como bienhechor
insigne. El había fundado un establecimiento
mixto que durante la guerra albergó hasta 840
niños y niñas^ todos huérfanos o abandonados.
Fué confiado a los salesianos en agosto de 19 2 1,
procediéndose en seguida a la separación de los
asilados y encargándose de las niñas las Hijas de
María Auxiliadora. Actualmente son 200 las niñas
y otros tantos los niños que gozan de los beneficios
de la educación salesiana. Los huerfanitos frc=
cuentan las escuelas elementales y profesionales y
se ejercitan también en las tareas agrícolas y todas
estas enseñanzas son reconocidas por el Gobierno.
Nuestro Rdmo. Rector M ayor fué recibido en
la estación por todos los niños y gran concurso
de cooperadores con la banda de música al frente.
Visitó la casa de las Hijas de María Auxiliadora y
la de los Salesianos. Acudieron a saludarle las au»
toridades eclesiásticas, militares y civiles de la
localidad, a quienes restituyó la visita.

En Rozanysfok.
A poca distancia de Crodno se encuentra esta
población donde se levanta una magnífica iglesia,
oficiada en otro tiempo por los PP. Dominicos y
en la que se venera una milagrosa imagen de la
Virgen. Bajo la dominación rusa la iglesia con el
adjunto monasterio pasaron a los cismáticos lie»
gando a ser un gran centro del cisma. A la caída
del imperio ruso las monjas que lo habitaban se
refugiaron en Kiew, llevándose consigo la tauma»
turga imagen de la cual dejaron una copia. Desde
>919 tomaron posesión^de la Iglesia y de los nu»
mcrosos edificios que la rodean los Salesianos,
•ccediendo ai ofrecimiento del obispo de Wilna
“poyado por el Nuncio Apostólico Mons.-Aquiles
Ratti, hoy Papa Pío X I felizmente reinante.
Los salesianos han establecido allí un colegio
de segunda enseñanza oficial y Escuelas Profesio»
"Bies de carpintería, sastrería y zapatería. Ambas
®oras tienen vida muy floreciente y cuentan ade»
con un batallón de preparación militar, una
sección de la Cruz Roja y un Círculo de * Juven»
tud M isionera».
La Parroquia confiada también a los Salesianos
Cuenta 4.000 almas.
También las Hijas de María Auxiliadora tienen

en Rózanystok un asilo infantil donde atienden
a 150 niños y niñas y talIeres=obradores para Jó»
venes.
La acogida tributada a Don Rinaldi fué solemne
y grandiosa y el buen Padre ante 1er grandiosidad
y hermosura de aquel conjunto de edificios no pudo
menos de llamarlo un pueblo salesiano.

En Czerwinsk.
Pero donde la alegría y emoción de nuestro
venerado Rector M ayor debía llegar a su colmo
fué en la casa de CzerwinxU donde el 11 de octubre
recibieron la sotana salesiana de manos del Rvmo.
Sr. D. Rinaldi más de 100 novicios polacos. Este
noviciado era un antiguo convento de Canónigos

Mapa de F clo:.ía.

Lateranenses Junto a un hermosísimo templo nueve
veces secular, de puro estilo romano, sobre una
encantadora colina en las márgenes del Vístula.
A la ceremonia de la vestidón quiso también
asistir el Exemo. S r. Obispo de Ptock a cuya Di6«
cesis pertenece la casa, con otros prelados y gran
muchedumbre de pueblo. El coro parroquial eje»
cuto magistralmente música litúrgica. El Rdmo.
D . Rinaldi habló conmovido, y sus palabras fue»
ron traducidas por el Inspector D. Hlond. Exte»
riorizó su inmensa alegría al ver tantas nuevas
vocaciones para la Congregación Salesiana, tanto
afecto y veneración por nuestra Obra y por el grande
Apóstol de la juventud el Vble. Don Bosco. Y esto
fué lo que más hondamente impresionó a Don
Rinaldi durante su viaje: la veneración universal
de que es objeto nuestro Venerable Fundador.

En Alexandrow.
También en esta localidad pudo admirar Don
Rinaldi el hermoso florecer de la Obra Salesiana,
que comprende un floreciente Colegio de segunda

?6
enseñanza oficial, inaugurado en 19 19 y que cuen=
ta en la actualidad con 170 alumnos, una casa en
construcción para 200 internos y una magnífica
iglesia parroquial confiada a los salestanos, que
además dan clase de religión en las escuelas mu»
nicipales de la ciudad y alrededores. La parroquia
cuenta 8.000 almas.

En Lod.
Después de recibir los homenajes de las auto=
ridades, de los niños y de toda la población, pro»
siguió su viaje hacia Lod, en otro tiempo célebre
Abadía cistercíense situada a orillas del rio Warta
con un templo quizá el más hermoso de toda la Po=
lonia. El Convento, la iglesia y la Parroquia fueron
aceptados por los salesianos, que en 1920 estable^
cieron allí una casa para la Obra de los Hijos de
María, o sea para jóvenes adultos que desean abra»
zar el estado eclesiástico. Allí acuden de todas
las partes de Polonia siendo hoy 150 los aspirantes
a la vida salesiana. Nuestro Rector M ayor probó
íntima satisfacción ante un florecimiento tan grande
de vocaciones.

En Cracovia.
El 17 de octubre el Rvdmo. Don Rinaldi pasó
a CrocoWa para asistir a la reapertura del Colegio
Lubomirski, que desde la guerra había servido
para otros fines. El instituto ha reanudado sus ta*
reas con 108 niños artesanos que frecuentan las
Escuelas Profesionales de la ciudad. En el mismo
. Colegio funcionan un Oratorio Festivo y varios
círculos juveniles.
Al homenaje ofrecido a Don Rinaldi en el Salón
de Actos del establecimiento tomaron parte S. E.
M ons. Sapriecha, Principe Arzobispo, el Gober­
nador de la Provincia S r. Kowalikowski y otras
distinguidas personalidades. Don Rinaldi se mani=
festó muy conmovido al ver el gran aprecio en que
es tenida la Obra Salesiana.
Al día siguiente restituyó la visita al Exemo. Sr.
Arzobispo y visitó también la iglesia Mariana, es­
pléndida y grandiosa, la Catedral y el célebre cas­
tillo real de Wawel. Celebró también la Sta. Misa
en la parroquia confiada a ios Salesianos junto a
otra Casa Salesiana en la misma capital.

Ulümas visifas.
En PrzemysI.
Vuelto a Varsovia saludó nuevamente a S . E.
Rvdma. Mons. Lauri, Nuncio Apostólico, y dcs=
pidiéndose de los salesianos y alumnos a quienes
recomendó vivamente la devoción a María Auxi=
fiadora salió el i f de octubre para PrzemysI, la
fortaleza tan tristemente célebre durante la guerra.
La acogida que aquí dispensaron al ?er sucesor
del Vble. Don Bosco fué solemnísima. Hasta la
estación fué engalanada ostentando la efigie de
Don Bosco.
La Casa Salesiana de PrzemysI se inició en 1907
con un gran Oratorio Festivo; después vió surgir
una hermosa iglesia en honor de San josé, según
proyecto del arquitecto Ceradini ya casi terminada
y sede de una parroquia de t ; mil almas que fors
man un verdadero barrio a orillas del San. Esta
casa posee una obra característica consistente en
un,a floreciente escuela para organistas, con un
centenar de alumnos, los cuales a la par que desa*
rrollan un completo programa musical, {contrapunto, instrumentación, canto, etc.), aprenden
también el oficio de sastre o zapatero, o se dedican
a jardinería y agricultura.
El Oratorio Festivo es frecuentado por más de
700 alumnos, siendo también considerable el nú­
mero de cooperadores salesianos, con dos juntas
de caballeros y señoras, que se ocupan de la cons­
trucción de la nueva Iglesia.
Además de la Casa principal cuenta también
PrzemysI con un asilo para huérfanos y abando­
nados titulado * Patrocinio de San Jo sé*,q u e al­
berga 450 niñosde los 8 a los 17 años, que frecuen­
tan las escuelas municipales y distintos talleres de
la ciudad. Una .Asociación benéfica provee a su
sustento. S . E . M ons. Nowak, obispo de Przem>-sl
es el grande amigo y bienhechor de estas obras.

Dirigióse luego a L a Lewsa casa-escolasticado
para los clérigos estudiantes de filosofía, en la
cual se están levantando dos pisos más, llegándose
también a Klecza Dolna, pueblecito de montaña
donde provisionalmente residen los clérigos, que
tributaron un cariñosísimo recibimiento al ^er
sucesor de Don Bosco.
Por último volvió a Oswiecim, donde se detuvo
dos días, durante los cuales presidió una reunión
de Directores de toda Polonia y recibió una vez
más el homenaje de la población y la visita dcl Sr.
Alcalde.

Dejando con el corazón henchido de consuelo
la Polonia pasó nuestro Rvdmo. Rector Mayor a
Hungría, visitando las Casas de Budapest y otras
fundaciones saleSianas. Después volvió a Viena
y dirigiéndose luego a Baviera, visitó las casas de
Passaú, Ratisbona, Ensdorf-y Munich.
En el viaje de regreso a Italia al pasar por Innsu*
bruck fué agasajado por los alumnos de la Casa
Salesiana de Pulpmes. También en Trento tuvo el
gusto de saludar a aquellos hermanos con sus
alumnos y desde Trento, después de una breve
parada en Verona, llego felizmente a Turín el 28
de octubre, con el corazón lleno de las más gratas
emociones y dando gracias a María Auxiliadora
por la visible protección que en todas partes dis*
pensa a la Obra Salesiana.

77

La Obra Salesiana en Polonia.
Ampliando las noticias que acabamos de dar
sobre el viaje de nuestro amadísimo Rector M ayor
a Polonia, ofrecemos, a nuestros lectores un breve
resumen sobre el desarrollo de la Obra Salesiana
en esta católica nación, que hace augurar un por=
venir espléndido para nuestra Congregación en el
Oriente europeo.
Él primer Polaco que se relacionó con Don Bosco
fué 5 . A . R . el Príncipe Augusto Czartoryski, con
derecho de sucesión a la corona de Polonia y em«
parentado con la Familia Real Española* el cual,
habiendo conocido a Don Bosco, quedó tam pren»
dado del hombre de Dios que pidió y obtuvo, por
mediación de León X l l f , ser admitido como salc=
siano. En pocos años se elevó a un alto grado de
santidad y acariciaba la idea de introducir la Obra
de Don Bosco en Polonia; pero su temprana muerte
no le permitió ver realizados sus deseos, aunque
sin duda desde el Cielo ha contribuido eficaz»
mente al consolador desarrollo que ha ido adqui»
riendo la Obra Salesiana en aquella noble y tra*
bajada nación.
Atraidos por el ejemplo y fama de su príncipe
comenzaron los polacos en gran número a alistarse
bajo las banderas de Don Bosco en Italia y el Sa»
cerdote Don Víctor Crabeiski que se cuidaba de
su formación empezó en el año 1897 la publicación
del Boletín Salesiano en lengua polaca, el cual era
enviado a todas las regiones de Polonia, exten>
dendiendo por doquier el nombre de Don Bosco
y el entusiasmo por su obra.
Finalmente el ty de agosto de 1898 entraron los
salesianos en la Polonia sometida a Austria=Hungría
con el Rdo. D . Francisco Trawinski, que fundó la
primera casa en Oswiecim, restaurando la ruinosa
iglesia de la Sta. Cruz que fué dedicada a María
Auxiliadora y construyendo un edificio capaz para
4^0 internos. El establecimiento fué inaugurado
en 20 de octubre de 1901 con asistencia del Rvdmo.
Don Miguel Rúa.
En 1904 se fundó la'segunda casa en Daszawa
•i Sur de Leopoli, para Noviciado, pero habiendo
sido luego trasportados los Novicios a Radna (Yu»
goeslavia) se destinó la casa para Hijos de María.
En >905 se formó una nueva Inspectoria austro»
húngara y el nuevo Inspector Rdo. M . Manassero
estableció su residencia en Oswiecim, iniciándose
un nuevo período de desarrollo.
En 1907 tuvo lugar la fundación de la Casa de
Przemysl siendo su primer superior Don Augusto
Hlond,hoy obispo de la Silesia Polaca. Había sola»
mente una pequeña capilla y escasas habitaciones,
pero poniendo enseguida manos a la obra en 19 11
pudo ya inaugurarse el nuevo Colegio. Se pensó
también en la construcción de una gran iglesia
cuyes trabajos fueron interrumpidos por la guerra;
pero, acabada ésta y venciendo no perqueñas difi=
cultades, se llevó a feliz término la construcción
templo que pronto será consagrado.
En 19 11 fue confiada a Iqs salesianos la fon»
«eción de los príncipes Luboniwski, en la ciudad
Cracovia donde se estableció un internado para

niños pobres, estudiantes y artesanos, que durante
la guerra tuvo que desalojarse por exigencias mili»
tares y que finalmente ha sido devuelto a los salo»
sianos. E s sin duda uno de los edificios más her­
mosos que posee la Congregación.
Cuatro casas florecían ya en la Polonia austríaca
cuando estalló la guerra y , a pesar de las dificul­
tades extraordinarias que élla creó, la Obra Salesiana guiada por María ¿Auxiliadora siguió su
marcha progresiva. En 19 17 se abrió una nueva
casa en Pzremysl para niños huérfanos y abando­
nados, bajo el patrocinio de S . José, que hizo vi­
sible su protección extraordinaria en los terribles
y repetidos combates de que fué teatro la celebre
fortaleza.
Terminada la guerra, un nuevo campo se abrió
a la actividad de los Salesianos de Polonia: hasta
entonces las fronteras alemanas y rusas estaban
cerradas para los Hijos de Don Bosco, pero unifi­
cada e independiente la nación polaca, los salesiano pudieron establecer sus reales en Kielce,
ciudad de la antigua Polonia rusa, haciéndose
cargo en 19 18 , debido a la solicitud del canónigo
Burieck, de la iglesia de Sta. Cruz a cuya sombra
levantaron unas Escuelas Profesionales con un
floreciente Oratorio Festivo.
En el mismo año se adquirió en Cracovia el cas­
tillo de los condes Lós que se habilitó para Novi=
ciado y Escolasticado filosófico; pero creciendo el
número de adscritos a nuestra Pía Sociedad, al
añer siguiente 19 19 se trasportó el Noviciado a
Klecza Dolna. En Cracovia se hicieron además
cargo los Salesianos de una parroquia con Oratorio
Festivo.
También en i9«9 aceptaron la dirección de un
Instituto de 2* Enseñanza oficial en Aleksandrow
(Polonia rusa) y el mismo año penetraron los
Salesianos en la capital de Polonia, Varsovia, acep­
tando el establecimiento fundado por M ons. Siemiec y tomaron posesión del antiguo convento
de PP. Dominicos en Rózanystok, puesto avanzado
en el N .E . de Polonia.
El año 1920 fué el año de la guerra contra los
bolcheviques rusos, que creó gravísimas dificul­
tades; pero apenas las masas bolcheviques se hu­
bieron retirado, después del milagro a orillas del
Vístula, los salesianos se acercaron más a la nueva
frontera rusa, aceptando en 1921 un internado con
instituto de segunda enseñanza en Biaba de Podlaska,
en la tierra de los mártires víctimas del gobierno
cismático por su adhesión al catolicismo romano.
Rotas las cadenas, el pueblo fiel ha encontrado en
los salesianos amparo y consuelo.
En el mismo año 19 21 fué entregada a los sale»
sianos la antigua Abadía de los PP. Cistercienses
de Lod, destinada al cultivo de vocaciones.
En 1922 leTlegó el turno a la antigua Polonia
Alemana, aceptando en Anfoniewo, provincia de
Posnania, la dirección de un establecimiento oficial
para niños pobres, en el cual se ha introducido el
sistema de Don Bosco, estableciendo Escuelas
Profesionales y Colonia agrícola.
En el mismo año-1922 se hacen cargo los sale­
sianos en Lódz de una escuela profesional de me»

#

78
cánica, dotada de todos los adelantos modernos,
con 200 alumnos, empezando en seguida la cons=
trucclón de un edificio para internado y Oratorio
Festivo.
También se adquiere en este año una casa en
Skawa situada en los Cárpatos, verdadera estación
sanitaria para delicados y ancianos, junto a la cual
surgirán escuelas profesionales.
En tpzo fu é cedido a los Salesianos el antiguo
convento de Canónigos Lateranenses de Czenvinsk
a 55 Km . de Varsovia hacia Danzig, posición en«
cantadora, a orillas del Vístula, adonde ha sido tras»
ladado el Noviciado.
El año 1924 se acepta una nueva casa en Wilna
para niños pobres y abandonados y huérfanos de
la guerra, encargándose las Hijas de María Auxi»
liadora de la sección de niñas.
Finalmente en el año 1925 ha sido confiado a los
salesianos otro instituto oficial de segunda enses
ñanza en Sokolow, en la línea férrea entre Varsovia
y Brest»Lltowsk¡, a 50 Km . de Varsovia. Es un
centro muy importante de la Polonia Oriental que
promete un gran porvenir para la obra salesiana.
Gran parte de este consolador desarrollo se debe
al Sr. Inspector Rdo. Don Pedro Tirone que,
después de 21 años de trabajo incesante, fué tras=
ferido a Yugoeslavia y últimamente nombrado
miembro del Capítulo Superior de nuestra Pía
Sociedad. Como justo homenaje a tanta actividad
el Presidente de la República Polaca concedió al
ilustre hijo de Don Bosco una medalla de oro en
señal de gratitud por el bien desinteresado que,
aun siendo extranjero, ha hecho a la Nación Polaca.

Resumen cronológico.
1. Antes de la guerra.
1897 — Boletín Salesiano en lengua polaca.
1898 — Oswiecim ■ 2* enseñanza y Escudas
Profesionales.
1904 —- Daszawa ■ Hijos de María (Vocaciones).
1907 — Przemysl ■ Asilo de huérfanos y Oratorio
19 11 — Cracovia • Fundación de los Príncipes
Lubúwirski
//. Durante la guerra.
191 ’
19 18
»
*
19 19
*
»
*








Przemysl ■ Asilo de San }osé y Oratorio.
Hielce — Escuelas Profesionales.
Cracovia • Estudiantado filosófico.
Cracovia ■ Parroquia y Oratorio Festivo.
Ale.xandrow ■ Instituto de 2‘ cnscñanza.
Rózanystok ■ 2* enseñanza ■ Artes y
oficios - parroquia.
— Varsovia ■ Escudas Profesionales Oratorio.
— HIecza Dolna « Noviciado y Colonia
agrícola.

I I I . Después de la guerra.
1921 — Biaba Podlaska ■ Internado.

—r Lod • Hijos de María = Parroquia.

1922 — Lódz — Escuela de Mecánica « Ora»
torio.
» — Antoniewo — Escuelas Profesionales ■
Colonia agrícola.
» — Skawa = Sanatorio y Parroquia.
1923 — Czerwinsk a Noviciado y Parroquia.
1924 — Wilna = Escudas Profesionales * Asilo
y Oratorio.
1925 — Sokolow = Instituto de 2® enseñanza.
— Hay además dos fundaciones de las Hijas
de María Auxiliadora en Rózanistok y Wilna.
— El. número de alumnos internos de las dit
versas casas se eleva a unos tres mil.
Si hasta aquí se ha logrado ya un desarrollo tan
consolador ¿qué no hace esperar el gran número de
vocaciones que florecen en Polonia?
S í, amados cooperadores, en todo el mundo
nuestra obra multiplica sus fundaciones en la me*
dida. que permiten las nuevas vocaciones. Fomen*
. tad esta obra de María Auxiliadora para las voca*
ciones, poniendo en manos de los Salesianos los
medios para sostenerlas y veréis crecer la Obra
Salesiana y con ella extenderse el Reinado de jesu*
cristo.

Los Sres. Cooperadores Salesianos, cum»
pliendo los requisitos de costumbre, pueden
ganar Indulgencia plenaría:
1. El día que se inscriben en la Pía Unión.
z. Una vez al mes, a elección de cada cual.
3. Una vez al mes, asistiendo a la confe*
renda.
4. Asimismo, una vez al mes, el día en
que hagan el Ejercicio de la Buenas Muerte.
5. El día que por primera vez se consa»
gren al Sagrado. Corazón de Jesús.
6. Siempre que hagan Ejercicios Espiritua*
les durante ocho días seguidos.
Además, los siguientes días
del mes de A\arzo:
El 25 Anunciación de Ntra. Sra.
El 26 Dolores de Ntra. Sra.
El 28 Domingo de Ramos.
También pueden ganar otras muchas induh
gencias plenarías y parciales y gozar de
rios privilegios, como puede verse en el
glamento o « Cc 3 ula de admisión a la
Unión», a la cual nos remitimos.

El Cooperador Salesiano debe ser
otro D. Bosco.
ConfinnaciÓR.

fíe ahí vuestro modelo.
i Admirable es verdaderamente el cuadro
de laboriosidad de este apóstol insigne!
¡Ilimitado su celo y abundantes los frutos
de sus sudores y sacrificios! No es de maravi=
llar por consiguiente que la humanidad haya
querido tributar el merecido aplauso de agra=
decida admiración al Hombre Providencial que
consagró /toda su vida al bien de su prójimo.
Y mientras vosotros que de corazón os
habéis asociado a su obra, al, admirar su
prodigiosa fecundidad os disponéis a tri=
butarle una vez más el afectuoso homenaje
de vuestras alabanzas, permitidme a mí; su
humilde hijo, que señalándoos la figura moral
del Venerable, iluminado con la aureola de
sus obras, os diga: He ahí vuestro modelo.
Y no creáis que mi afirmación sea exage=
rada; el mismo Don Bosco es quien al de=
terminar el fin de los Cooperadores Sale=
sianos, dice de ellos esta precisas palabras:
A todo asociado se presenta la misma mies
que constituye el fin de la Congregación
Salesiana» (i).
No iba, pues, equivocado cuando en el
exordio os decía que el Cooperador Sale=
slano es otro Don Bosco que se consagra
generosamente a la salvación de las almas,
especialmente a las de la juventud.
Queriendo guiar vuestros pasos en el
campo del trabajo, cuando señaló los medios
para santificaros con los auxilios de la fe,
así ahora, animándoos a la acción, os señala
específicamente el programa.

Luz, Luz.
Del más excelso poeta de. Alemania se
cuenta que cuando las tinieblas de la muerte
iban invadiendo poco a poco sus pupilas,
exclamó: • Luz, luz».
Don Bosco grita a sus Cooperadores al
contemplar éstos cómo se hacen cada vez
densas las tinieblas del error, que nu=
blan los ojos de la humanidad: " Luz, luz:
<|ifundid por todas partes la luz de las ver=
cades religiosas».

Ante la disolución del sentido mora! de
la juventud; ante el crecimiento de la crimi=
nalidad; ante la anarquía; ante el rugido,
sordo hoy, violento mañana, de las pasiones
triunfantes de las nuevas generaciones, todos
a una, legistas y sociólogos, hasta los no cató=
heos, proclaman que no hay otro remedio
que el de restituir al hombre, la luz de la
Religión que le había sido arrebatada.
« Es una crueldad, escribía el gran Pontí=
fice León X l l i , pretender que sobre todo
los niños crezcan sin ideas y sentimientos
de Religión hasta que, llegada la adolescen=
cía, se encuentren ante lisonjeras o violentas
pasiones, desarmados, desprovistos de todo
freno, con la seguridad de ser arrastrados
por las impuras corrientes del vicio».
Por esto precisamente el Venerable no se
cansa de repetir, que «el catecismo católico,
y a la vez los Oratorios festivos, son la única
tabla de salvación para la pobre juventud
en medio de la perversión de la sociedad».
Pero desea que los Cooperadores hagan
brillar la luz de las verdades religiosas pri»
mero en sus propias familias ensenando el
catecismo a sus hijos, haciéndolos crecer en
el santo temor de Dios. Quiere además que
después ayuden también eficazmente a di>
fundirlo en los Oratorios festivos, en las
Parroquias y en la^ varias Asociaciones de
que formen parte. Luz de instrucción reli»
giosa y calor de piedad: he ahí el primer deber
que asigna a sus Cooperadores. « Será por
tanto deber del asociado el promover no=
venas, triduos, ejercicios espirituales y cate=
cismos, sobre todo en los lugares donde faltan
los medios materiales y morales» (i).

Obreros evangélicos.*
Para que la luz de la verdad cristiana pueda
difundirse cada vez más, invita a sus Coope»
radores a que contribuyan con todas sus
fuerzas a acrecentar el número de aquellos
que están destinados a llevar los resplandores
de la fe hasta los últimos confines de la tie«
rra; de aquellos que Jesucristo mismo al
( i j Reglamento.

8o

elevarlos a la nóbilísima misión de Apóstoles
llamó «luz del mundo» (i).
« Ya que en estos tiempos, dice, se siente
grandemente la falta de vocaciones al estado
eclesiástico, los que se hallen en condiciones
de hacerlo, tengan un cuidado especial de
aquellos jóvenes, aunque sean adultos, que
dotados de las necesarias cualidades morales
y de la suficiente aptitud para el estudio, den
señales de ser llamados, ayudándoles con sus
consejos e indicándoles aquellas escuelas,
aquellos colegios en qu» puedan ser dirigidos
y cultivados a este fin» (z).

Bernardo recriminaba « a aquellos padres
inhumanos y madres crueles (i)» que bajo
las apariencias de un amor mal entendido,
ponen obstáculos por todos los medios posi=
bles a la vocación de sus hijos, acudiendo a
veces a medios reprobables para sofocar,
hasta con el vicio, el divino llamamiento,
como si el formar parte de la milicia de Jesu=
cristo fuese deshonra o desventura.
¡Ah no! Los Cooperadores y Cooperadoras
de Don Bosco son de temple cristiano más
viril y están formados en los sentimientos
de la más sublime generosidad.

Toldería del Choco paraguayo.

Y luego, cuando en 1875, iluminado y
guiado por La que dirigía todos sus pasos,
instituyó (después de haber expuesto el
programa al Vicario de Cristo que lo bendijo
ampliamente) la Obra de María Auxiliadora
para las vocaciones de los adultos al estado
eclesiástico, no sólo recomienda esta obra con
especial eficacia a los Cooperadores, sino
que quiere que en su Reglamento se haga de
ella especial mención, para que siempre que
hayan de interesarse por las vocaciones, digan
que « la Obra de María Auxiliadora tiende
precisamente a este objeto».
Estaba persuadido el Venerable de que a
ninguno de sus Cooperadores se les habían
de aplicar jamás las palabras con que San
(t) .Vos «stls lux mundi. {Matth., V 14).
(2^ Reglamento.

Yo me siento orgulloso al poder tributarles
hoy desde esta cátedra la expresión de los
más ardientes al par que merecidos elogios.
Y el sentimiento de nuestra admiración
crecería de punto si tuviéramos tiempo para
referir, para consuelo y estímulo de todos,
los nobles ejemplos de aquellos que, no con=
tentos con participar plenamente de las ideas
y sentimientos del Venerable, se consideran
muy dichosos cuando tienen la suerte de
poderle ofrecer a sus propios hijos para que
consuman su vida y sus energías en el vasto
campo de las obras Salesianas, trabajando
en la salvación de las almas, sobre todo de
la pobre juventud.
[Continuará).
( 1 ) o durum patremi o saevam matreml quorum con»
solatio mors fiUí cst; qui maiunt nos perire cum ***■
quam regnare sine eis (S . fiern.}.

D E N U E S T R A S M IS IO N E S
" ... Haced lo qoe podáis; Dios hará lo que nosotros no podamos. Confiad en Jesús Sacramen­
tado y en Alaria Auxiliadora, y veréis que cosa son milagros...
DON B O SC O a sus primeros miuoneros.

Fruíos de un año de frobajo.
El Rdmo. D. Luis Mathias, Prefecto Apos=
tilico del Assam, nos envía un resumen de
los trabajos apostólicos realizados en su Pre=
lectura Apostólica desde el agosto de 19 2 4
al agosto de 19 2 5 . Hela aqui:
Número de habitantes
»
»
católicos
»
»
catecúmenos
Misioneros salesianos sacerdotes
*
»
coadjutores
»
»
clérigos
Hijas de María Auxiliadora
Trish Christian Brothers
Monjas de Ntra. Sra. de Loreto
»
í
»
»
de las
Catequistas indígenas
Cristiandades

8.200.000
7.307
1-774

12

4

24
5
9

Misiones

o
20
87
»75

Obras diversas.
Número de iglesias
'> capillas
»
* Oratorios festivos
*
* Orfelinatos
»
» huérfanos
>
» de escuelas profesionales
Colegios para europeos
»
internados para europeos
Escuelas de niños
»
» niñas
Númerro total de alumnos
Maestros seglares
Maestras
*
Asilos para ancianos
Asociaciones
Miembros de estas asociaciones
Farmacias

10
46
2
4

2t9
8
1
2
4

2
1.18 7
61
10
2
8
285
4

Labor realizada desde el
1. de agosto de 1 9 2 4 al 1 . de agosto de 1 9 2 5 .
Dias en gira apostólica
S^nnones predicados
Instruciones catequísticas a los niños
*
a los adultos
dadas por los catequistas
kantismos
Confirmaciones
Confesiones
Comuniones

6 13
1.17 0
2.605
9 15
5.277
775

180
34.422
102.865

Extremaunciones
Matrimonios entre fieles
»
mixtos
Funerales
Cursos de Ejercicios Espirituales
Triduos y novenas
Visitas a los hospitales
»
a los enfermos
Medicinas distribuidas

51
/7

3
79

19
75

154
672
12.295

A esta estadística, añade el Prefecto Apos=
tólico la siguiente nota:
Comparando la estadística del año en que
llegamos al Assam con la presente, se ob=
serva en seguida el aumento de cerca 5.50 0
entre cristianos y catecúmenos, con 2.686
nuevos bautismos. Y esto, a pesar de ab=
sorber la organización de la Misión la mayor
parte de los misioneros, obligándoles a sa*
crificar, aunque sea temporáneamente, la
verdadera vida misionera para acelerar el
porvenir de la Misión. Ayúdennos, ayúdennos.
Nuestro Superior General, el Rdo. Don
Felipe Rinaldi, se ha hecho eco de esas ncce»
sidades y ha enviado en ayuda de esos her»
manos nuevos misioneros y aspirantes.

Noticias tristes y alegres
de la Misión del Congo, Africa.
De la Misión del Congo Belga nos llega
la buena noticia de que 22 jóvenes negros
estudian el latín y se preparan para el sacer=
docio. Además, que al visitar recientemente
aquella Misión S. A. R. el Príncipe Leopoldo,
Duque de Brabante y heredero de la corona
de Bélgica, quedó sumamente complacido,
especialmente de la residencia « Don Bosco »
en La Hafubu, de donde salió entusiasrnado,
gratamente impresionado de la labor que
realizan nuestros misioneros y del buen es»
píritu que anima a los convertidos.
Pero como en esta vida no hay dicha com=
pleta, a neutralizar la halagüeña noticia
expuesta, nos llegó el 22 de diciémbre esta
otra muy triste, que nos encogió el corazón
de pena. Dice así:

82
<i Acaba de ocurrir una gran desgracia
en nuestro territorio. Un negro cruel, de
alma más negra que su pie!, protestante afi=
liado a la secta Batista — desgraciadamente
los propagandistas protestantes han llegado
también a Katanga — ha dado muerte a loo
negros de la Prefectura, porque^ no querían
ser bautizados por él. i Es una desolación!
A 8o Km. de Kiama fueron hallados 89 cadá*
veres, bárbaramente asesinados en la flo=
resta. He prometido a nuestros pobres ne=
gros que les mandaré misioneros para que

Aquí tienen Vdes. a A Fat.
— ¡Thien chu pau yu. Sin fu! (Dios te
proteja. Padre).
— Thien chu pau yu, A Fat.
Y el jovencito me mira con ojos interroga^
tivos renovando el saludo cristiano. Yo ie
contesto de nuevo; y él me repite:
— iThien chu pau yu. Sin fu!...
En el saludo, por tercera vez repetido,
siento que aquel pequeño corazón tiene algo
que confiarme, por lo que le interrogo, dU
ciendo:

£1 Principe heredero de Bélgica en la misión de Katanga (Congo belga).

los instruyan en la escuela,, y de este modo
ponerles bajo su protección. ¿Pero de dónde
saco yo este personal?»
Esta carta de Mons. Sak tiene fecha del
i6 de noviembre. — Desconocemos más de
talles — Entre tanto recomendamos esta
Misión a las fervorosas oraciones de nuestros
Cooperadores.,

Don Bosco ha dicho...
Don Bosco ha dicho: ^ Con el tiempo irán
nuestros misioneros a China... No se olvide
que la misión que allá nos lleva es la de aten=
der a los niños pobres y abandonados; y
nosotros, pobres misioneros, comprobamos
cada día que nuestro campo especial es <sel
de los niños pobres y abandonados»,

— ¿Qué tienes, mi querido A Fat?
Sus vivos ojos, humedecidos por las lá*
grimas, me manifiestan, junto con un sus*
piro, las ansias de su alma.
— i Quiero estar contigo. Sin fu!...
Tuve que hacerme violencia para no dc=
jarme vencer por la conmoción. Le hic-.'
observar que por el momento no podía
recibirlo, pero que pronto satisfaría su desee.
Se marchó casi llorando. A la mañana
siguiente, helo de nuevo delante y con aire
más decisivo.
— ¿ No has conducido a pastar el ganado
esta mañana? Le pregunté.
— Sí, pero he dejado el búfalo en la mon*
taña, porque... yo quiero estar contigo. M'
amo se ha hecho protestante, los otros ado*
ran al diablo, y yo quiero adorar al verdadero
Dios, quiero hacerme católico.

85

Y en seguida me toma un dedo, como di»
ciendo: Ahora no te dejo más.
Entonces me dirigí a sus parientes para
decidir la cosa, .y A Fat se vendrá con el
misionero. Su historia, aunque breve, es
muy triste.
Huérfano de padre, cuando comenzaba
a gustar las dulzuras del amor materno, los
piratas le robaron la madre, de la cual ya
no supo nada más. Si le preguntáis por la
madre, os mira con una expresión tal que os
conmueve hondamente: tal vez se le repre=
senta la escena de aquella noche fatal...
Nacido en el dolor y crecido entre pri=
vaciones y lágrimas, humilde flor de los
montes amenazaba agostarse antes de tiempo,
si el Señor no lo hubiera.cobijado a la som=
bra de su casa, donde a la luz de la caridad
cristiana recobra nueva vida.
Recordando las palabras de nuestro Vene»
rabie Padre, y escuchando la voz del corazón,
el misionero ha recogido una humilde flor,
en la seguridad que no le faltará un plato de
arroz, porque la Providencia suscitará cora»
iones generosos que me ayudarán a cultivar
este botón para que llegue a ser una hermosa
flor y dé después sabrosos frutos.
Cuantuní (China).

B enjamín R onchi Pbro.
• Misionero Salesiano.

Aurora* de redención
para los indios del Chaco.
{Relación del P . Ricardo Pittini,
Inspector Salesiano).
(Continuación).

Alegría.
Las angustias de la existencia no han po=
dido secar, ni mucho menos, entre éllos la
fuente de alegría.
Con frecuencia celebran fiestas en las que
participan, invitadas especialmente, las toI=
derías próximas,
Cualquer pretexto las ocasiona, como la
cosecha de la batata dulce, la llegada de la
pubertad en una india, un matrimonio, la
presencia de un huésped apreciado.
Hace unas noches en la toldería de núes»
ira Misión de Napegue se celebró una fiesta
en honor de quien escribe estas lineas. Como
no hay fiestas sin provisiones, era natural
que le tocase al festejado pensar en una abun=
dante distribución de galleta y de cigarros.

La caña está desterrada de la boca, si no
del corazón de nuestros indios.
Cuando llegamos a la toldería, ya puesto
el sol, el grupo de los hombres maduros había
formado sobre la plazoleta del toldo un cír­
culo, apoyando el brazo izquierdo en el
hombro del vecino y agitando con la derecha
grandes calabazas hallas, de cuyo interior
las semillas despedían un sonido lento,
lento, acompasado, interminable.
Mientras tanto se alternan entre ellos con»
versaciones íntimas y cantos.cn voz queda,
interrumpidos a veces por gritos extempo»
ráneos y desafinados.
Y así siguen, siguen hasta el amanecer.
Los jóvenes en cambio prefieren bailar,
se toman de la mano pasando los brazos
detrás de la espalda del vecino. Formando
el círculo, comienzan un canto de melodía
sencillísima, cuyo ritmo imprime la cadencia
al baile circular, que se prolonga hasta ago»
tarse sus fuerzas.
Las mujeres de edad no intervienen. Se
limitan a acompañarlo todo con alegres co»
mentarlos y carcajadas sonoras.
Si los huéspedes se cansan, corno en el
caso nuestro, y se retiran, ellos siguen im=
pertérritos hasta muy entrada la noche.
Se deslizaba nuestra canoa sobre las aguas
tranquilas del río y desde la lejana toldería,
envuelta en una claridad tenue, llegaba hasta
nosotros en el silencio de la noche el vocerío
confuso y el monótono ruido de las calabazas.

Mancha de sangre.
En Puerto Pinasco, desde donde escribo,
no encuentro más las tolderías tan pobladas
de indios.
Algunos han desaparecido completamente.
No experimento, pues, la intensa satis»
facción de otros años al visitar y traer algún
regalo a estas pobres criaturas.
Cuando un amigo al pasar por un sitio
cercano me detuvo para decirme que habían
sido enterrados allí cuatro indios caldos no
ha mucho en una reyerta con la tropa, un
estremecimiento de angustia recorrió todo
mi ser.
Parecía que brotara del suelo y- se exten =
diese de nuevo roja y humeante a mi vista
una gran mancha de sangre humana.
No me atrevo a juzgar el hecho, no poseo
para ello elementos de juicio suficientes.
Ni siquiera me atrevo a comparar la efu»
sión de esta sangre de pobres indios, con la
que se ha derramado a torrentes en otros
países de América.

84

Pero el corazón formula el voto ardiente
que ci suelo paraguayo no haya de beber
en adelante ni una sola gota de sangre india,
vertida por el plomo destinado a protejer
la integridad de la patria.

Entre los indios Cuanás.
He llegado aquí en compañía del misio=
ñero salesiano Pbro. Emilio Sosa Gaona,
con el propósito de conocer a los indios
«Guanás», única raza chaqueña con la que
no habíamos tenido aún contacto personal.

Hacia las tolderías.
El contratiempo fué salvado por la genti=
leza del señor Administrador de la Fábrica,
don Tomás Sánchez Herrera, quien puso a
nuestra disposición buenos caballos y un
guía.
Y emprendimos la marcha en seguida,
aprovechando las horas frescas de la ma*
nana.
Esta llanura sin fin, cubierta de bosques
y palmeras donde la vida rebosa en la época
lluviosa del estío, es la imagen desolada de

El Rdo. P . Pitüni repartiendo ropas a los indios del Chaco

Con los «Lenguas» del Sur y con los

* chamacocos» del Norte estarrws en rcla=
ción constante.
Nuestro interés en conocer a los « Guanás»
era muy grande por los excelentes informes
orales recogidos a su respecto y confir»
mados por una relación escrita del señor don
luán de Cominges, conocido explorador
español que vivió con ellos durante una larga
temporada en la segunda mitad del siglo
pasado.
Nuestras esperanzas de encontrar sus tol=
dcríás en la proximidad de la fábrica de
tanino de la Compañía Nlihanovich quedó
defraudada.
Los «Guanás» se habían retirado hacia
el interior ahuyentados por el miedo del
contagio de la viruela que acababan de traer
a este punto unos indios « Lenguas» prove=
nicntcs del Sur.

la muerte cuando se abate sobre ella el azote
de una sequía prolongada por meses y meses.
El viajero avanza entre nubes de polvo que
se desprenden de las patas del caballo, bajo
el rayo de un sol canicular, al través de una
perpétua y agobiante uniformidad, interrum»
pida tan solo por el silbido frecuente de aves
extrañas, entre las que predominan cigüeñas
y loros en sus múltiples variedades, cuando
no algún reptil, como la hermosa víbora de
la cruz, a la que nuestro guía regaló un con
fite de su... revólver.
A un cierto punto el guía vaciló. En una
tan grande uniformidad de panorama extra*
viar el rumbo es cosa corriente.
Fué posible orientarnos tan sólo por las
huellas de! paso de los indios, impresas en
el polvo del camino.
Efectivamente media hora después nos
apeábamos ante la toldería del cacique

8y

c Ramón». El mismo salió a recibirnos, os=
tentando en los pelos ralos y cortos del bi=
gote el signo característico de los « Guanás »,
que no los arrancan como la mayoría de los
indios del Chaco.
En la estructura del toldo, bien cons=
truído con troncos de palmas y abierto tan
sólo hacía el norte, en la mayor variedad de
utensilios, en el vestido que les cubre casi
totalmente la persona, y, más .aún, en las
pequeñas «capuctas» alambradas que ro=
deán la toldería con sembrados de batata
dulce, maiz, porotos, zapallos y caña de

Con e l Cacique “ AÍ/cA/,„
Siguiendo las indicaciones de «Ramón»
y después de cruzar amplios y espesos mon»
tes, desembocamos en un grande « pirizal»,
en cuya orilla está la gente de « M ichi» uno
de los más prestigiosos caciques.
A nuestra llegada se levanta, nos estrecha
la mano y me invita con gentileza a scntaimc
en la hamaca que el mismo ocupaba.
Lamenta la ausencia de su gente, dispersa
por los montes en busca de miel silvestre.
No volverá hasta la noche siguiente.

Una india dei Chaco preparando la comida.

azúcar, se descubre en seguida un tipo social
más elevado.
Poseen también animales vacunos, uno
que otro caballo, ovejas, cabras, gallinas, etc.
Ahí está a pocos pasos del toldo el corral
donde los reúnen todas las noches.
Nos llama la atención una india muy a=
mena, hilando con admirable destreza aL
godón silvestre con un huso primitivo.
Tejen muy bien las mujeres y saben algo
de alfarería, como lo dicen los cántaros
diseminados por el toldo. Es notable la regu=
-aridad de los dibujos con que adornan la
superficie exterior, sirviéndose de colores
‘^^cgctalcs.

La especialidad de los hombres está en
“ confección de fuertes y hermosos som=
~feros de paja y de hamacas hechas con
•3njas de cuero, que Ies sirven de asiento y
cama.

Habla con cierto orgullo de su raza, tra­
zando con amplios ademanes hacia el hori­
zonte los límites del territorio «guaná».
Ante la posibilidad de una misión Salesiana entre los suyos demuestra viva satis­
facción. Le brillan los ojos de alegría cuando
se le habla de arados, de semillas, de abun­
dantes cosechas.
El mismo nos acompaña a la toldería pró­
xima del capitán « Andrés » donde podrá ofre­
cernos « chicha » de miel silvestre y « aloja ».
Efectivamente delante del toldo aparece
un trapiche rudimentario del que salió el
líquido espeso y nauseabundo que hubimos
de gustar.
La Besfa de ¡a puberíad.
A pesar de la ruda oposición de esta raza
con la limítrofe de los « Chamacocos», di-

8Ó-

seminada hacia el noroeste, coinciden con
ellos en el modo de celebrar la llegada de la
pubertad en los varones.
A las mujeres les está terminantemente
vedado intervenir en estas fiestas, cuya <Ju=
ración abarca varias semanas.
Esta coincidencia es quizá el signo de la
superioridad del hombre sobre la mujer
que se nota en las tribus del norte, en con=
traste con las del sur del Chaco, donde pre=
domina lo contrario.
Entre los « Lenguas» se celebra por igual
la llegada de la pubertad en la niña y en el
varón.
Hace pocos días fué objeto de ella la in=
diecita « Guillerma », una de las mejores de
nuestra misión. La pobrecita hubo de aguan=
tar una noche entera de cantos y de bailes
monótonos encabezados por dos indias « can=
toras» expresamente invitadas para el acto.
Mientras tanto los hombres permanecían
impasibles e indiferentes en el toldo.

Una esperanza.
Un claro resplandor de luna caía sobre
el sendero desierto que nos conducía ya
entrada la noche, hacia la orilla del río Pa=
raguay.
El espíritu recogido en aquella vasta y
misteriosa soledad, busca instintivamente
las alturas donde brillan, en un ciclo purí=
simo, innumerables estrellas.
Y una dulce esperanza brotada de sus
intimidades, se convierte en voto ferviente
para que la luz ténue de los astros sea como
una áurora de próxima y definitiva redención
de las pobres razas chaqueñas.

Pbro. R icardo Pit t in i .
Inspector Salesiano.

Episodios de /as M isiones,
Ju Soi Van el apóstata.
Era una tarde del 19 de junio del 1913,
y yo me hallaba en Seung Chan. Este peu*
blcclllo, perdido en una región infestada de
piratas, está separado del resto del mundo
por altas montañas, lagos y ríos profundos.
En mi pequeña habitación se habían rcu=
nido en concilio secreto toda la comunidad
cristiana del lugar, 24 cristianos en junto.
¡Pobrccitos! Llevaban treinta años de pcr=
sccución religiosa, treinta años de exclavitud,
de humillaciones )’ malos tratos bajo el des=
-potismo dcl miserable apóstata Soi Van.

Este desgraciado prepotente había rene=
gado de la fe de Cristo, se unió con una se=
gunda mujer, y no contento todavía hacía
guerra a los demás cristianos. La fe de estos
le recordaba sus juramentos, por lo que
hubiera deseado acabar en Seung Chan con
el nombre de cristiano. A fuerza de violencia,
y secundado en parte por los paganos, se
había adueñado de los campos de los cris=
tianos, dejándoles más pobres que las ratas.
Muchos de estos pobrecitos se escaparon a
Hong Hong y a Macau, pero los más pobres
y miserables, sin apostatar de su fe, estaban
esclavizados por la omnipotencia del vil
apóstata.
El jefe de la cristiandad, Pablo, hombre
independiente y libre, había hecho frente al
tiranuelo, y se atrevió hasta acusarlo al man=
darín; pero estas autoridades, compradas
por el oro de Soi Van, o no le hacían caso o
le culpaban a él, Por .esto no le podía ver el
apóstata, le odiaba a muerte, pero Pablo se
reía de sus amenazas. Siempre llevaba su
fusil, y era un gran cazador de ojo y pulso
seguro. Sin embargo, lo que no pudo la
fuerza, lo logró la astucia, y un día Pablo
moría envenado.
El misionero salesiano P. Olive, que fue
el primero en acercarse a este pueblecillo,
después de diez años que se veía sin mÍsio=
ñero, procuró reanimar a los cristianos que
quedaban, pero por poco no mucre también
envenenado.
Ahora me tocaba a mi. Conocía toda esta
triste historia, y continuamente llegaban a
mi las noticias de nuevas tropelías. Puedo
asegurar que aceptaba la lucha con voluntad,
casi seguro del triunfo, y ansiaba el mo=
mentó de verme cara a cara con el apóstata.
Tantas lágrimas, el pánico de aquellos
hombres que hablaban de aquel demonio,
las continuas injusticias me habían casi tras=
tornado la cabeza. Aquella misma tarde,
después que despedí a los cristianos, entré
yo sólo en el templo de los antepasados de
aquel pueblo, y ordenaba al campanero to=
cara el tam fam, para la reunión de los am
cíanos. Este se me quedó mirando displi*
centc y me dijo con desenfado: « T u , diablo
europeo, ¿tienes derecho a esto?»
— Sí, yo diablo, así nos llaman a los cu®
ropeos, tengo derecho de hacerte tocar, can®
tar y también de hacerte pudrir en una
prisión de Sek=ki... Toca muchacho. —
Mis palabras debieron ir acompañadas
una mirada poco benévola, porque el hom­
bre comenzó a mover nerviosamente
badajo.

87

En seguida le di buena propina, y le or* acusaciones contra el apóstata y tiranuelo
dené que preparara tabaco, té y luz de pe= Soi Van.
trólco.
Una semana más tarde apresaron a Soi
A los pocos minutos el ten>plo estaba lleno Van y lo condujeron a la cárcel. Entonces
de ancianos. Yo, después de los cumpli= devolvieron sus campos y propiedades a los
micntos de costumbre, me puse en medio, cristianos, que habían sido despojados de
y les dije;
ellos violentamente. Se hizo una gran fiesta.
— Barbas venerandas de Seung Chan.
La mano de Dios se dgjó sentir fuertemente
Este vuestro nieto, llegado del lejano occi= sobre el apóstata envenenador.
dente, ante vuestra presencia inclina su
Al salir de la prisión, en menos de tres
frente hasta el polvo. El templo está dedi= meses vió morir a los tres hijos de la primera
cado a vuestros abuelos. Pues también a
ellos les saludo. S é que su virtud principal
fué la justicia. Veo que sus sombras salen
de las tumbas y me parece oír su voz. ¿No
oís que hablan de justicia, que gritan y
piden justicia?... ¿No oís que ese grito po=
tente se eleva hasta el ciclo? Un hombre,
despreciando las tradiciones de vuestro pue=
blo, se burla de la justicia, y ese hombre es
el apóstata Ju Soi Van.
Si gran impresión produjeron las palabras,
mayor la produjo aún el nombre. E l templo
estaba lleno de personas, y no obstante pa*
recía vacio, tal era el silencio.
A la pálida luz de la lámpara de petróleo,
aquellas caras más pálidas aún miraban con
ojos extraviados a las tablillas de los antepa»
sados, que parece que hablaban.
En aquel momento veo que de la penum=
bra avanzaba una figura muy pálida, escoU
tada por dos hombres armados de fusil: era
Soi Van.
— ¡Fuera, fuera de nuestro templo, diablo
europeo! gritó con voz cavernosa y trémula
— no profanes el lugar de nuestros abuelos.
Como alumbrados por un relámpago, se
agolparon a mi mente treinta años de lá=
grimas, de persecuciones, de abusos, de
Dos jÓTcnes esposos chinos.
crímenes contra los cristianos, mis hijos...
Me consideré revestido de la autoridad del
juez ante aquella asamblea. Eché mano a mujer, que él había conducido a la apostasía..
un revolver, y apuntándolo contra aquel ser No permitió que se llamase al sacerdote.
Los dos que tuvo con la concubina, uno era
miserable;
— i Fuera de aquí, apóstata, satanás! — tonto, y el otro, muy guapo y dispuesto, se
lo robaron los piratas, haciéndole pagar por
ordené con fuerte y dura voz.
El ciclo me ayudaba. Aquel desgraciado su rescate hasta la camisa, con lo que quedó
> los dos hombres que lo acompañaban, ar= reducido a la extrema miseria.
La primera mujer, buena cristiana, apenas
mados de fusil, desaparecieron entre las
wmbras. Todos respiraron como si se vieran se vió libre de las manos de aquel monstruo,
libres de las garras de una fiera. E! áspid se vino a la iglesia a llorar y rezar. Una hija
dañino estaba vencido. Entonces comenzaron se marchó horrorizada de casa y se hizo reii=
las acusaciones contra él de toda aquella giosa donde encontró paz, y donde tal vez
''Cnerable asamblea. Un vicjecito me dijo, consiga ablandar con sus plegarias y morti*
suspirando: «¡Padre! libra este pueblo de ficaciones el duro corazón de su padre. La
oración de los ángeles es omnipotente.
ese Soi Van. Cuenta con todos nosotros ».
Volví a la casa de la Nlisión en triunfo.
P. Pedrazzini
A! día siguiente reuní un paquete de graves

yiisionero SdJesíano.

CU LTO

4

D E M A R ÍA A U X IL IA D O R A
'-w j I

La Sma. Virgen se ha consIUuido ella misma protectora de los niños más
pobres y abandonados... por eso concede a los bienhechores que se interesan
por ellos muchas gracias espirituale y aún temporales.
DON B O SC O a sus Cooperadores.

Triunfos de María
Auxiliadora en España.
SEVILLA.
Es consolador el ver continuamente el
trono de nuestra Madre frecuentado por nu=
merosos devotos.
Muchas veces hemos visto a militares,
otras a jovencitos, otras a madres con sus
hijos traer a la Virgen preciosos ramos
para el adorno de su altar. Eran flores a veces
de inocencia, a veces de arrepentimiento,
siempre de pechos agradecidos, y la Virgen
las recibe con amor, y el perfume quQ des=
piden es símbolo de las gracias que concede.
iQué plegarias más sentidas brotaban
de aquellos pechos!
i Cuánto gozo nos da ver a la Virgen, nos
decía una mujer de un pueblo cercano! De
aquí llevo yo aliento, fuerzas, resignación...
para todas las adversidades de esta miserable
vida.
Archicofrades de María Auxiliadora y
los que formáis parte de la V isita D iaria ,
acudid a María Auxiliadora en todos los
trances dolorosos de vuestra vida. |jEs una
Madre tan buena y tan cariñosa!!

AUCANTE
y su Provincia.
No solo en Alicante sino también en su
provincia, se va propagando la devoción a
María Auxiliadora. iQ ué hermoso y con=
solador es entrar en la Parroquia del SaU
vador de Elche y ver el cuadro de María
Auxiliadora y lo mismo en Crevillente, no
digamos en Orihucla donde se la quiere
con delirio y la aclaman los niños y el puc»
blo entero. San Vicente, Agost, Monóvar,
la conocen también y honran; en Novelda

tiene un precioso y artístico altar, en Aspe
lo mismo y en Villena un Colegio Salcsiano.
Muchamicl tiene una capillita y Campe=
lio un Colegio Salesiano; en Alcoy se está
levantando otro y hace ya muchos años
que conocen y aman a María Auxiliadora.
Villajoyosa, la ciudad de María Auxi=
liadora, en donde hay tres coros de la Ar=
chicofradía con sus infatigables Celadoras,
cuatro Capillitas de la Visita Domiciliaria
y en la Iglesia un cuadro de María Auxi=
liadora y en todas aquellas buenas almas
mucha fe y mucho amor a la Virgen.
Con gusto iremos publicando las reseñas
que se nos envíen de todas las naciones y
provincias de lengua española, donde el culto
de María Auxiliadora se vaya propagando.

Bañólas (Ger. Esp.). — Víctima mi esposo de
un ataque de urémia se puso tan grave que temíe»
mos no llegaría al día siguiente. En tan apurada
situación, acudí, llena de confianza, a María Auxi»
liadora haciéndole una promesa, si conseguía lo
que deseaba. Habiendo conseguido la gracia desea«
da, cumplo la promesa y envío 5 ptas. para su
Santuario.
C armen F igueras de G abanach.
C ass.á de la S elva (Ger. Esp.). — A los setenta
años tuvo mi padre que someterse a una peligrosa
operación, que los médicos dudaban que fuera eficaz,
pues la enfermedad se presentó con todos los sin»
tomas de una probable infección de la sangre.
En tan crítica situación encomendé a mi padre
a María Auxiliadora, pues en nuestra familia so*
mos de antiguo Cooperadores Salesianos, y 1^
Virgen Sma. Auxiliadora oyó mis súplicas, porque
mi padre, después de operado felizmerlte, a los
pocos días estaba ya restablecido, y hoy a la distan»
cía de tres años, goza aún de perfecta salud.
D. A. T.

Cubo de D. S ancho {España). — Cayó cnfer=
ma mi hija política, Isabel Muñoz, de un fuerte
ratarro a la veji|:a. Durante esta su enfermedad
58 agravó de tal manera, que a los cinco meses de
estar enferma, el médico de cabecera, después de
innumerables esfuerzos, vino a declarar que el
estado de la paciente era muy preocupante, por
tener ulcerada la vejiga y el riñon izquierdo com=
pletamente lesionado, por lo que era indispensable
trasladarse a la ciudad para ser operada.
Yo viendo la angustia de mi hijo y de los
nietecitos, como Cooperador salesiano que soy,
ofrecí, si la enferma volvía a abrazar a sus hijos,
dar una limosna para el culto de María Auxilia»
dora y publicar la gracia en el « Boletín Salesiano ».
Visitada la enferma por un especialista de Sala»
manca, el Doctor D. Juan Montero, quien estuvo
veinte y cinco días tratándola y curándole las ul=
ccracioncs de la-vejiga, hasta que pudo apreciar
la fuerte lesión de que padecía el riñón izquierdo
y que había que hacer üna operación dificilísima:
extraerle el riñón, lo que se verificó hallándole
corrompido de tal manera, que causó extrañeza
a varios doctores de la capital (pues la enferma
tenía pocos días de vida)..
Hecha la operación, el doctor exclamo: jOh pro=
digio! Alguien me ha ayudado en una operación
que la encontraba muy dificil, mientras me resultó
con toda facilidad. No se engañó el facultativo,
porque quien le ayudó fue María Auxiliadora, a
quien toda la familia le rezaba la novena recomen»
dada por el Venerable Don Bosco.
La enferma ha vuelto al pueblo en estado satis»
factorio, llenando de regocijo a la familia. Yo cum»
pío la promesa enviando 20 pesetas al Santuario
de Turín para el culto de María Auxiliadora.
J oaquín E ras.

G irón {Colombia). — No tengo palabras pare
agradecer los grandes beneficios que la Sma. Vir»
gen María Auxiliadora me ha conseguido. Uno,
entre varios, es el de haber encontrado una cadena
de oro con la medalla de María Auxiliadora, que
había perdido, recuerdo apreciadísimo que supliqué
a la Virgen volviera a poseer.
Hoy está en mí poder, y cumplo con la promesa
que hice de publicar este favor y dar una limosna.
Una Cooperadora.
G irón (Co/onj¿/a).— M e encontraba muy atri»
budada por el mal cariz que tomaban los asuntos
de mi casa. La causa era que mi marido se había
dado a la bebida y al juego, abandona'ndo por lomismo sus deberes, y aun encima nos maltrataba.
Agotados todos los medios que la prudencia
me aconsejaba Sin resultado satisfactorio, recurrí
a María Auxiliadora para que Ella lo arreglara.
De mil modos y medios se vale la Providencia
para obtener sus fines. A los quince días debió
partir a un viaje por climas poco sanos, lo que le
produjo una enfermedad que le puso a las puertas
de la muerte. Curó fácilmente y cambió por com»
pleto, volviendo a reinar en nuestro hogar el bien»
estar y la paz.
Agradecida por tan señalo favor, cumplo la
promesa de publicar la gracia en el Boletín Salea
siano y envío gustosa una limosna.
D . R . DE P.
L ebrija {Santander a Colombia) . — Con el co»
razón rebosando gratitud y alegría doy gracias ^
a María Auxiliadora por el inmenso favor de ha»
berme curado de una enfermedad a la vista, que
ya me tenía casi ciega.
Como le ofrecí publicar el favor, lo cumplo
gustosa y llena de agradecimiehto.
N ieves M . de S errano.

S antander (fsp.). — Un sobrinito mío, de pocos
meses, cayó gravemente enfermo, dejando eos»
temada a toda la familia.
No viendo remedio en lo humano para él, lo
encomendé de corazón a ^ a r ía Auxiliadora, pTo»
metiendo celebrar la misa en su honor para ob»
tener la gracia,,y publicar el favor en el «Boletín
Salesiano *.
Para mejor obtener la gracia rogué a alguno de
mis discípulos y amigos que también ellos se in»
teresasen por el enfermo encomendándole a María
Auxiliadora.
A poco el niño estaba fuera de peligro, y hoy
completamente restablecido.
iSea bendecida María Auxiliadora!
E. D . J.
Pbro. Salesiano.

Cali {Colombia). — Hace tiempo que debí mos»
bar mi gratitud a María Auxiliadora por haberme
*acado con bien de una operación quirúrgica, y
haberme curado después de una grave enfermedad.
Hoy, llena de reconocimiento, cumplo la pro»
mesa que le hice de publicar los favores recibidos
«1 Boletín Salesiano y mandar una limosna para
^ huerfanitos de Don Bosco.
Una Cooperadora.

L ima {Perú). — Agradecidas cumplimos con la
promesa de publicar la gracia que a María Auxi»
liadora le pedimos por intercesión del Venerable
Juan Bosco, para obtener la salud a un hermano
que se hallaba mal desde hacía varios meses sin
poder atender a sus ocupaciones.
Después de repetidas súplicas a esta buena
Madre y al Venerable Don Bosco, el enfermo
recobró la salud y se acercó a los Santos Sacra»
mentos, como había prometido, y hoy, comple»
tamente restablecido, ha podido entregarse a sus
ocupaciones.
Sumamente agradecidas nos es grato manifestar
nuestro reconocimiento a tan compasiva M adre.
S or S. y F. C eruti.
T iaticura (Uruguay). — Hallándome enferma
de gravedad, invoqué con toda la fe de mi corazón
a María Auxiliadora, prometiéndole publicar la
gracia y dar una limosna para el Boletín Salesiano.
Hoy me hallo restablecida y cumplo gustosísima
lo prometido a tan buena M adre.
Agosto de 1925.

L ili P. de L eurda.

U ruguay. — Remigia Silveira da también gra»
cias a María Auxiliadora por favores recibidos.

90

Pavsandu (Uruguay). — Teniendo a mi mamá
enferma, acudí con toda confianza a María Auxi*
fiadora prometiéndole hacer pública la gracia por
medio del Boletín Salesiano si me concedía el favor.
Habiéndolo hecho así cumplo con lo prometdo.
Doy igualmente gracias por otros favores recibidos.
Octubre de 1925.
Ni. N .

boca. La vieron varios médicos y se le aplicaron
diversos remedios, pero sin resultado favorable
continuaba de mal en peor.
Entonces acudí a la Virgen de Don Bosco, y
como por encanto desapareció aquella seria crup*
ción que nos tenía alarmados.
M il gracias a tan buena Madre.

Isabel de Obregon.
PiEDECUESTO (Colombia). — Pedí a María Auxl=

fiadora la gracia de que mí padre no muriera sin
recibir los Sacramentos, prometiéndole publicar
este favor y enviar una limosna.
Cumplo llena de gratitud mi promesa, dando
gracias a tan misericordiosa M adre, por haberme
concedido tan gran favor.

V icenta N avas.
S . Pedro de S avaco. — Habiendo sido atacado
mi sobrino Juan Alemán de una enfermedad dess
conocida, llegó éste a tal extremo, que el médico
le dió pocas horas de vida. Se le aplicaron infinidad
de remedios y ninguno de ellos pudo disminuir la
gravedad del enfermo.
En este trance recurrí llena de fe a María Auxi*
fiadora, prometiéndole publicar la gracia.
Inmediatamente comenzó a notarse la mejoría
y desapareció el peligro, cuando ya los de mi fa*
milla habían perdido toda esperanza.
Agradecida cumplo mi promesa.

V entura v . de R amos.
S an»G il (Colombia). — Profundamente agrade»
cido a la proteción de la Santísima Virgen María
Auxiliadora por haber devuelto la vida a mi hija
Rosa Paulina de Fiallo, a quien le sobrevino una
abundante e incontenible hemorragia, la cual no
cedía a los remedios humanos, además, un fuerte
dolor de cabeza que la atormentaba día y noche,
sin bastar tampoco ningún remedio; ya exangüe,
casi exánime sin esperanzas de vida, como así me
lo dió a entender el médico, corrí a implorar el
auxilio de la Virgen de Don Bosco para que le
devolviera la salud, con intención de publicar esta
gracia en el Boletín Salesiano y mandar una li»
mosna de cinco pesos legales para las misiones o
para el sustento de los huerfanitos de las Casas
Saicsianas.
Gracias sean dadas, hoy se halla ya restable»
cida y con gusto cumplo mi propósito de hacer
esta publicación en testimonio de mi agradecí»
miento y para mayor honra y gloria de la Santí­
sima Virgen.
F eliciano S antos.
C ali (Colombia). — Entre los muchos favores
que me ha concedido María Auxiliadora, deseo
publicar los dos siguientes.
Gemía esta ciudad bajo la terrible epidemia de
la grip, que causaba tantas muertes.
Yo puse a toda mi familia bajo la protección de
la Sma. Virgen y, aunque uno de mis pequeños
cayó enfermo con señales de contagio, no tuvo la
menor importancia.
A una de mis niñas le salió una erupción en la

Dan fambién gracias a María Auxiliadora:
Abía de la Obispalía (España). — Julián Herraiz
Sevilla por favor recibido y envía limosna.
Vigo (España). — Hipólita Caballero, por gra*
cía recibida, y envía limosna.

\

Bucaramanga (Colpmbia). — El Sr. D. Pedro
E. Novoa y esposa hacen manifiesto su profundo
agradecimiento a María Auxiliadora por favores
obtenidos mediante su intercesión, y cumplen la
promesa de enviar una limosna en sostén de la
Obra Salesiana.
C ali (Colombia). — Pastora Flores v. de Al*
varez, Evarist Ayala de Alvarez, Pastora Flores v.
de Chávez, María Sánchez de Ayala tributan eterna
gratitud a la bondad de la Auxiliadora de los Cris»
tianos por beneficios que les otorgó generosamente,
y envían una ofrenda para el sostenimiento de los
huerfanitos del Venerable Don Bosco.

Girón (Colombia-Santander). — Varios Coopc»
radores y devotos de María Auxiliadora agrade»
cidos por favores que la celestial Madre Ies otorgó
en graves circunstancias, hacen público su tes»
timonío de gratitud y por medio del honorable y
activo Decurión Salesiano, Sr. D. Ramón Prada
G . envían cada uno su limosna para los huerfanitos
del Venerable Don Bosco y para ayuda de la Obra
Salesiana.
Pavas (Colombia-Valle). — Marcellino Albán,
Gregoria Escobar Vda. de Correa y María Coneep»
ción Albán de Reina hacen manifiesto su profundo
agradecimiento a* María Auxiliadora por favores
que bondandosamente Ies concedió, y cumplen la
promesa de enviar una limosna en favor de los
huerfanitos del Venerable Don Bosco.
Montevideo (Uruguay). — Gabriela Royol de
Romero envía una limosna para el culto de Mana
Auxiliadora por gracias obtenidas.
id. id. — Benita R. de Peregalli da gracias a
María Auxiliadora por haber curado a su hermanita,
y en cumplimiento de su promesa envía una li»
mosna.
id. id. — Rosa O. de Requena da gracias a
María Auxiliadora por favores recibidos.
id. id.. — Carmen Jiménez de Cavassa agra»
decida a María Auxiliadora.
M eada (Venezuela). — Ramón Montoya da
gracias a María Auxiliadora por haberle concedido
la salud y envía limosna.

POR

EL

MUNDO

S A L E S IA N O

Las obras que c o q vuestra ayuda he comenzado, ya no tienen necesidad de mí. pero si de
vuestro apoyo y el de todos aquellos que, como vosotros, desean promover el ifltn sobre
la tierra.
D O N B O S C O a sus Cooperadores.

Sección de Antiguos Alumnos.
SEVILLA (España) - P o r los fruíos la cono­
ceréis.
^
Espigando en las numerosas y florecientes re»
vistas salesianas, entre ellas contamos también
las de nuestros antiguos alumnos, topamos en el
* Eco de María Auxiliadora», de Sevilla, con las
noticias siguientes, que ofrecemos a nuetros que=
ridos lectores:
* Del frondoso árbol de la Obra Salesiana par*
ten vigorizadas con la nutriente savia las ramas que
se separan de ella; pero separación, no la podemos
llamar porque las ramas sí se separan del tronco
quedan sujetas a éi, por un lado y con el otro ha=
cen más grande al árbol, amplían su copa y lo agis
gantan, de tal manera, que viene a ser el abrigo de
todos los pajarillos que vuelan por el aire sin abrigo.
Estas ramas son los Antiguos * Alumnos Sale=
sianos, y estos pajarillos son los niños que educan.
Basten tres ejemplos admirables, para demos»
trar nuestra proposición. El que llena, nuestro
corazón de entusiasmo de una manera especial es
el Antiguo Alumno y Fundador del Oratorio Fes=
tivo de Cañete la Real. Dignísimo Sacerdote y
envidiable Antiguo Alumno que es digno de todo
elogio y ponderación del Emmo. Cardenal/ La
carta que a continuación transcribimos, será el
mejor elogio de la labor del Rvdo. Señor Don
Rafael Rodríguez.
• El CardenaUArzobispo de Sevilla, bendice muy
corJialmente y con el mayor afecto al Oratorio Festivo
de Cañete la Real y a todos los niños que a él perte»
neceo, en el día de la entronización del Sdo. Corazón
de Jesús. Pido al Sdo. Corazón que cobije amorosa>‘
mente a esos buenos niños y los llene de sus gracias,
osí como a las familias y a todos los que favorecen
esa institución que es muy de Nuestro agrado; haga
el Sagrado Corazón de Jesús que en Cañete reine
m doctrina y su moral santa que es la base de la
verdadera felicidad de los pueblos.
Sevilla, 25 de Junio de 1925.
El segundo ejemplo de laboriosidad y de celo
<le los Antiguos Alumnos es el que nos da desde
Talavcra de la Reina el Antiguo Alumno D . Manuel
Córdoba, aplaudido solemnemente por todas las
autoridades según nos refiere estensamentc la
Prensa.
El acto de la repaticíón de premios, fué tanto
*l«l agrado del Inspector provincial y demás Auto»
ridades, que, feliz creyeron a Talavera de la Reina,
oon maestros de tal índole y de tal pedagogía.
El tercer ejemplo no es menos consolador. Un

A. A. de Sevilla, desde Marruecos pide una medalla
con instancia al Sr. Director, porque dice que ha
perdido a su querida Protectora dcl Colegio donde
pasó cuatro años, que sin ella no puede vivir.
Estos son los verdaderos alumnos, los que guar»
dan bien recóndito lo que aprendieron y los que
saben nutrirse con la savia que emana aún del tronco
con las ramas gigantes que dilatan la copa, y dan
abrigo a los pajarillos; son el truinfo finalmente
de nuestros Cooperadores, la victoria ruidosa de
su Caridad.

G E N E R A L A C H A (Pampa-Argenf.) - Nuevo
Centro de Exalumnos.
Al ver la rapidez dcl movimiento de los Antiguos
Alumnos, el cómo nacen casi cada día nuevos cen®
tros, a los puntos de la pluma se nos cuelga la ce»
lebre frase: « Somos de ayer y ya lo llenamos
todo *. La semilla que los salcsianos sembraron
a voleo en la tierra virgen de las Pampas, ya co»
mienza a dar sazonados frutos; en el colegio sale»
siano de General Acha brota un nuevo centro de
antiguos Alumnos, inesperadamente, centro de
importancia y porvenir en aquella rica región.
Vaya nuestro saludo a los nuevos amigos.
*

C H IL E - Federación Nacional Chilena de
Exalumnos salcsianos.
Acaba de constituirse la Federación nacional
Chilena de Exalumnos de Don Bosco, como fruto
de la imponente y magnífica Asamblea celebrada
el año 1924.
El exalumno salesiano señor D. Clemente Díaz
León, Více Director de " E l Mercurio» ha sido
designado para ocupar el alto puesto de Presidente
de la Federación.
Entran pues a la arena, nuetros hermanos de
Chile, perfectamente equipado? y dispuestos ya
a librar batallas por la buena causa con entusiasmo.
N o dudamos que dentro de breve tiempo serán
los dueños de la situación y adornarán sus frentes
con el laurel del vencedor.
Nuestras felicitaciones más entusiastas.

C H IL E - “ E l B ien S o cial'' revista oficial de
la Federación de Exalamnos salcsianos chilenos.
Llegó a nuestra mesa de redacción el primer
número de la Revísta Oficial de la nueva Federación
Nacional Chilena de Exalumnos de Don Bosco
recientemente constituida.
Lleva por título * El Bien Social *, y al anunciarse
nos dice lo que es y cual es su programa.
« El Bien S o cia l» es un pequeño sembrador.
4 E l Bien S o cial» es un sueño que empieza a rea»

92
lizarse, un ardiente anhelo que se cumple, una es=
peranza largamente acariciada.
* Los antiguos alumnos Salesianos vivíamos
dispersos, sin más lazo común que el dulce c in=
dividual recuerdS de los días alegres pasados bajo
el alero del Colegio... cuando todo era un Jardín
de rosas...
» Hoy... nos hemos contado: somos muchos.
Nos hemos unido: somos una fuerza.
» Esta revista será el lazo de unión de la gran
familia de Exalumnos; despertará las dulces me=
morías dormidas de la niñez... marcará rumbos
para la urgente faena de la acción social cristiana.
» Será la Revista de todos y hay que amarla
como se ama lo propio».
A la par que la saludamos, hacemos votos fer»
vientes para que realice labor próspera según el
espíritu de Don Bosco.

PA, Y S A N D Ú (Uruguay) - E l día d el exa/umno.
El ocho de noviembre celebraron el día del exs
alumno en Paysandú números colegiales de otro
tiempo de aquel colegio salesiano.
La invitación del comité organizador decía a
sus compañeros:
« Los antiguos camaradas y compañeros del que=
rido Colegio Nta. Sra. del Rosario, los que hemos
convivido las horas felices de la infancia, en un
momento olvidaremos nuestros distanciamientos
producidos por cl egoísmo de la vida y nos volve»
remos a abrazar como antes, en cl mismo patio
en que fuimos felices, en las mismas clases en las
que por primera vez se labró huestra inteligencia.
Volverá a sonar aquella campana testigo del orden,
de la disciplina de muchas generaciones. S i esa cam»
pana pudiera habler y reírse y contarnos las veces
que estuvieron debajo de ella en « galleta » tantos
de los que hoy peinan canas y son* abuelitos y
padres de familia.
Exalumnos del col gio Ntra. Sra. del Rosario:
las puertas del colegio están abiertas para vosotros,
entrad por ellas como en vuestra casa, porque es
vuestro segundo hogar, porque tenéis derecho.
En medio del rudo materialismo que nos rodea,
tras cl rudo batallar de la vida, volvamos nuestra
vista al pasado y recordemos entre nosotros las
figuras de nuestros maestros antiguos, de aquellos
a quienes el trabajo aplastante llevó prematura­
mente al sepulcro y de los que, desparramados por
cl mundo, quisieran pasar con nosotros este día
de rs'cucrdos.

Sentémonos alrededor de las mesas y rememo»
remos nuestros hechos de niños, nuestras viejas
amistades *.

Noticias varias.
J3L /E ^O S A /líE S (Argentina) - dornada m i­
sionera.
La jornada misionera que, para conmemorar
cl cincuenta aniversario de la llegada de los salesianos a la Argentina, se celebró en cl Colegio
Pío IX . de Buenos Aires, los días 13 y 14 de di­
ciembre. fué un éxito completo.

El amplio programa religioso-social publicado
en los diarios 3e mayor circulación en la Repú=
blica, fué integralmente desarrollado con nume o*
sísima intervención de Cooperadores y e alumnos
que acudieron de la Capital y de los pueblos tír=
cunvecinos.
En los discursos se historió la fundación de les
colegios, centros de misiones y residencias con las
diversas obras sociales a que atienden, resultando
una exposición consoladora, un espléndido triunfo
de la Divina Providencia y de María Auxiliadora.
Uno de los frutos de esta jornada misionera ha
sido el despertar en los concurrentes un generoso
espíritu de cooperación.
Hablando de esta jornada decía cl gran rotativo
« La Prensa»:
Las misiones de religiosos salesianos cumplen
hoy el quincuagésimo aniversario de su estable*
cimiento en el país. La piadosa y benemérita Con*
gregación, constituye una de las valiosas obras de
fe aquí radicadas, que ejercita en forma mentí*
sima una labor de mejoramiento cultural e inte*
lectual entre los núcleos más densos de la sociedad.
Esta última fase del fin de la institución, que ha
alcanzado en la actualidad una amplitud notable,
es sin duda la que más enaltece a la antigua fun*
dación de Don Bosco, pues ella ha revelado con la
claridad de la evidencia el alto valor de la obra y
los beneficios positivos que ésta ha surtido como
factor de instrucción y educación, de moral y aun
de patriotismo.
Las obras que tienen'establecidas en la Repú*
blica Argentina los religiosos salesianos son en el
presente numerosísimas. Desde cl taller de artes y
oficios hasta le escuela femenina de superior ca»
lidad toda clase de centros de cultura han insti*
tuído en nuestro país los sucesores de Don Bosco.

C A L L A O (Perú) - E l día d e l exalamno.
Hacía tiempo que nuestros buenos exalumnos
del Callao se venían preparando a celebrar digna»
mente su fiesta, y después de algunos acuerdos
determinaron hacerlo a mediados de septiembre.
A este fin se suplicó al Rvdmo. P. Inspector que,
con su autorizada palabra, preparara a los exalum*
nos a celebrar dignamente tan grata fiesta.
El P. Inspector accedió gustoso, y cl juves 10
de septiembre dió principio a un triduo de confe*
rendas religiosas que resultó, bastante concurrido
gracias a la amenidad de palabra y a ese no sé qué
de atrayente que caracteriza al P. Pedemonte.
El domingo 13 fué cl día designado para cl gran
día. Desde muy de mañana numerosos jóvenes
exalumnos discurrían entre la capilla y la sacristía
preparándose para la misa de comunión general
que debía celebrar el señor Inspector.
Al empezar la función religiosa estaban pre»
sefites la totalidad de los miembros del < Centro
Don Bosco» los alumnos y muchos cooperadores.
Se cantaron algunos motetes, y, a la hora de 1*
comunión, los exalumnos rodearon el altar comt>
en sus mejores años, mientras el P. Inspector io*
flamaba sus corazones con fervorosas frases prc*
parándolos a recibir al Dios tres veces santo.
Después de la misa pasaron todos al comedor

95

donde se había preparado un desayuno sostenido.
Alli empezó la tradicional alegría a manifestarse
en toda su frescura. S e hacían proyectos, se re=
cordaba tal o cual episodio, tal o cual profesor.
Se repartieron bellas estampas, recuerdo del gran
acto que se acababa de realizar.
Y en estos momentos la alegría invadió todos
los corazones, la que no decayó todo el día.
A la 9 y ?o se celebró una misa cantada a la que
tainbién asistieron los señores exalumnos.
Cerca de las i i llegaron los representantes de
los exalumnos de Lima, expresamente invitados:

cerles vivir unos cuantos días de aspiraciones ge»
nerosas y hacer germinar en sus almas santas reso­
luciones, que sellan con comuniones generales que
hacen estremecer de gozo a los ángeles custodios,
pudieran aconsejarse y bendecirse.
Pero hay algo más, no solo se llevan en sus almas
los jóvenes congresistas emociones santrs inten­
samente vividas, sino que después la mayor, parte
de ellos cumplen sus promesas y realizan los com­
promisos contraidos convirtiéndose en pequeños
apóstoles. ¡Cuántas alcancías que antes no llegaban
jamás a llenarse, se llenan ahora con generosos

Los antiguos alumnos del Callao, Perú, en una reunióo.

llegó también el Rmo. P. Briata, director del Co­
legio Salesiano de Lima, acompañado del Sr.
Pedro Bustamante.
Entretanto el Sr. Director R. P. Alfonso Garzón,
•sesorado por el P. Gutiérrez, el presidente del
ntro, Sr. Benjamín Carrasco y varios jóvenes
bían dispuesto el salón para el almuerzo quefué
una verdadera sorpresa. Habia lugar para cien co­
mensales.
El almuerzo empezó a las 12 y 70. Presidian la
mesa el Rdmo. P. Luís Pedemonte y.los directores
los colegios de Lima y del Callao. Estaban taml>íén los R.R. P.P. Pesce, Bruzzone, Ponte, Gutié=
el Sr. Verme, secretario general de los exalumoos y 92 jóvenes Exalumnos del .Callao.

e

(Argentina) - Cong'reso misionero.
& admirable ver el entusiasmo que en los jódespiertan estos Congresos misioneros. Aun
no produjeran otros frutos que el de ha-

sacrificios de golosinas y caprichos para contribuir
a la salvación de un alma, a la conquista de un sal­
vaje para Cristo y la civilización!
El congre^D realizado en Mendoza, Argentina,
es una prueba elocuente de ello. Algunos señore»
que presenciaban por vez primera un congreso de
niños hubieron de quedar admirados y con la pro­
funda convicción de la necesidad de realizarlos.
A la clausura asistió el Sr. Obispo del lugar,
M ons. Orzalí, quien Ies dijo la misa y a continuación
un hermoso discursito.
"Nuestra enhorabuena a los organizadores y un
aplauso a los congresistas.
B U E N O S A I R E S (Argenfino) - E l Aiinisfro
d e Instrucción Pública asiste a la Besta escolar
d e l C olegio Salesiano P ío IX .
Con motivo de distribuirse los premios de fin
de curso, hemos presenciado una fiesta llena de
satisfacciones.

94

La presidía ti Dr. Antonio Sagarna, ministro
de Instrucción Pública, acompañado por el R. P.
José Vespignani visitador general salcsiano; R.
P. Valentín Bonetti, inspector provincial: R. P.
Jorge Serié, rector del Colegio; monseñor Villas
nova Saenz, coronel Marambio Catáu y Dres,
García Reynoso, Pedro Olaechca y Alcorta, Mario
Gorostarzu y la comisión de la sociedad Padres de
Familia.
El patio más amplio del Colegio Pió IX estaba
convertido, con banderas argentinas y pontificias, en
grandioso salón de actos, llenísimo de concurrencia.
El doctor Sagarna con facilidad de palabra y
conceptos de notoria claridad comenzó su alo»
cución parafraseando algunas ideas que acababa de
verter el pádre Serié, robustecidas en el desem=
peño de su elevado cargo de ministro de instrucción
Pública; se declaró un partidario decido del sis»
tema preventivo de Don Bosco para la niñez; se
lamentó de la abundancia de profesores que hablan
mucho de derechos pero nunca o casi nunca de
obligaciones o deberes, con lo que la enseñanza se
resiente en forma lamentable.
El doctor Sagarna terminó su interesante dis®
curso, frecuentemente interrumpido con aplausos,
elogiando los admirables métodos de enseñanza y
educación de los establecimientos de Don Bosco —
que el conoce muy al dedillo— a juzgar por sus opor=
tunísimas observaciones sobre pedagogíasalesiana.
El doctor Sagarna, que fué muy aplaudido al
terminar su discurso hizo entrega de los diplomas
y las medallas a los mejores alumnos.

pojándose del hombre viejo y revistiéndose de
un nuevo hombre para consagrarse a Dios en la
Congregación Salesiana, añadió: « Vuestros padres
han hecho el sacrificio de entregaros a Dios >
grande será su premio en el Cíelo y vosotros y
nosotros invocaremos constantemente sobre ellos
las bendiciones celestes; pero vosotros no olvidéis
nunca el fin que os habéis propuesto...».
Acto seguido se celebró la Misa Solemne y por
la tarde, después de Vísperas, se reunieron todos
alrededor de Don Rinaidi a quien dedicaron una
hermosa velada.
Después de cenar, el buen Padre les recordó un
sueño de Don Bosco en el cual el Venerable había
visto... de países lejanos, cubiertos de nieve, tantos y
fantos jóvenes que corrían hacía él, con abrigos át
pieles y altas polainas...
Ahora comprendo, añadió Don Rinaidi, que
Don Bosco en aquel momento leía en lo futuro,
pues a mí me ha cabido la dicha en estos días de
vestir la sotana a unos 200 futuros salesianos, entre
Polacos, Húngaros y Alemanes y por esto me con=
sidero, en cierto modo, más feliz que nuestro Vble.
Padre, pues lo que él contempló solamente en
sueños, yo lo veo con mis propios ojos en la más
consoladora realidad. Dad continuas gracias a
Dios y a María Auxiliadora por la señalada gracia
de vuestra vocación y, para no haceros nunca indi»
gnos de élla, tened siempre la mirada fija en Don
Bosco, vuestro modelo, para posesionaros de su
espíritu, procurando seguir sus huellas y practicar
sus .enseñanzas.

E N S D O R F (Baviera) ~ S esen ta y fres alema­
nes visten la sotana salesiana.
El 24 de octubre de 1925 será una fecha inol­
vidable para la Casa-Noviciado de Ensdorf en Ba«
viera. Por la noche, a eso de las 10, llegaba a aquella
casa el Rdmo. Sr. D. Felipe Rinaidi, Rector M a­
yor de los Salesianos, acompañado por los Inspe­
ctores de Polonia y Alemania. Los novicios im­
pacientes por verle y besarle la mano, después de
haber adornado e iluminado toda la Casa, lo espe­
raban a la entrada junto a un arco triunfal.
A su llegada la banda rompió en una airosa mar­
cha y uno de los novicios dirigió al amado Padre
un afectuoso saludo.
Al día siguiente en la iglesia parroquial se ce­
lebró la ceremonia de la vcstición de la sotana a 65
novicios, a la presencia de numerosos parientes que
habían acudido de muchas provincias de Austria
y Alemania y de una gran muchedumbre que
llenaba la Iglesia.
Terminada la ceremonia, Don Rinaidi recordó
las palabras que Mamá Margarita dirigió a Don
Bosco, el futuro apóstol de la Juventud, cuando
vistió el hábito eclesiástico:
< Mi querido luán, acabas de recibir la sotana;
ello me proporciona el consuelo más grande que
puede sentir una madre ante la dicha de su hijo,
pero acuérdate de que no es el hábito lo que honra
el estado que has abrazado, sino la práctica de la
virtud». Inculcó también la devoción a María
Auxiliadora y, glosando las palabras que habían
repetido poco antes de renuncia del mundo des­

Cooperadores difuntos.
España (Barcelona): Exema. Sra. Ana Girona
Vidal, Vda. de Sanllehy, Marquesa de Caldas de
M ontbuy, Dña. Trinidad M . Porta, Dña. María
Mcdan y Codina, Vda. del doctor Suñé, Dña.
Claudina Medrano y Pont, Vda. de Federico Marsó.
D. Francisco Coll y Portabclla, D. José Mayría,
Dña. Mercedes Coll Ros de Rius.
Soutopenedo (España), Dolores Cid López, Fcli»
cidad Canal, Evencio Canal Dera, Agustín Cid,
Benita Dominguez G il, Ramón Domur, Josefe
Morciras Sierra, Castor Sierra, Isabel Perez Castro.
Colombia (Imubo). Srla. Rafaela Arro.
Caldono (Colombia). Miguel V . García, Buena*
ventura Quijano, Dimas Ramos, Purificación Pa*
tiño, de Aragón, Rafaela Arroyo de Ruíz, Amelia
Tejada v. de Guerrero.
Girón (Colombia-Santander). Juan de Jesús Gon*
zalez, Lastenia González, Ceferino Prada, Pablo
Santos, Micaela Parada de R., Antonio Valdivia R-f
Josefina Ibañcz, Erila O. de Prada, María H.
Rueda, Próspero Ruíz, Francisco Navas, Lorenzo
Navas, Mercedes de Arguello, José María Garda
Hernández, Elíseo Moreno S .
Pavas (Colombia). Don Jorge Lorenzo Perlaza.
Salado (Colombia). Daniel Ramírez.
Coa » proh 9 cióm de la amioridad eclesláailca .
E-UUcnBÍcm lo

G ere«Je: D . DO.VIENICO G A R N ER I.
. ^
de la Sociedad Editora laluaaciciaal - Toria t -

Carao Ke^ma f/íar^terila, 174.

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T O R IN O — C o r s o R e g in a M a r g h e r ita , 174 — (IT A L IA )_________
S ac. D oct. E RN ESTU S RUFFINI.

INTRODUCTIO IN S. SCRIPTURAM
Praelectiones habitae Athenaeis P on t. Sem . R o m . et P ro p . FIde!.
Pars

secu n d a:

Introductio in novum Testam entam liber p rim as. — Voluineti in^S* pp. xxa-4S0. —

Libellae 30. — A pu d exteros: L . 36. — £ d iiio 192$.

FRA N CISCU S VARVELLO
Sacerdos, Phllosophiae Profeesor la Semioarlo Saleslano apud Tanrlnenaei.

INSTITUTIONES PHILOSOPHIAE
P A R S I. Com píectens Introducttonem ad philosopbiam et Log.cam . Libellae 10. —- Apud
exteros: Libellae 12.
P A R S II. M etapbysica.
Volumen I. ' ©omplectens Metaphysicam generalem seu Ontologiam: L . 6. — Apud exteros: L . 7.20.
Volumen II. Complectens M etaphysicam speciaiem seu Cosm ologiam , Pneumatologiam et Theodiceam :
L . 15 . — A pud exteros: L . 18.
P A R S I I I. Etica et J a s natarae.
Volumen L Complectens Ethicam : L . 5. — Apud exteros: L . 6. •
Volumen II. Complectens Ju s naturae; L . 15 . — A pu d exteros: L . 18 .

HORATIUS M A ZZELLA
Arcbieplacopas Tareattnua.

PRAELECTIONES SCHOLASTICO-DOGMATICAE
J B R J 3 J V I O J » t O X J i e S Ü I A O C O JM O r > A .T A B >
Editio Quinta recognlta e t aucta.
Volumen

I.

Tractatas de vera R eiigio ae, de Scriptura, de Traditione et de B cciesia Cbristi.

L . 25. — Apud exteros: L . 30.
V olumen I I .
Volumen I I I .

Tractatas de Deo Uno ac Trino et de Deo Creante. L . 15 . — Apud exteros: L . 18.
T ractatas de Verbo iacarnatOp de Qraíia C bristi et de Virtatibus infusis. L . 15* *~“

Apud exteros: i-\ 18.
Volumen IV ,

T ractatas de Sacram entls et de Novissim is. L . 15 . — Apud exteros: L . 18.
ALO YSIUS P ISC E T T A e t ANDREA QENNARO
Sacerdotes Plae Soctetatis S. PrancIscI Salesü.

THEOLOQIAE MORALIS ELEM ENTA
AD CO DICEM JU R IS CAN O N ICl E X A C T A
Jam edita .su nt in Incem :
p k jm u m : De T b eo io . iae i»fora//s Fundam eníis. — i . D e actibus humanis. - 2. De conscientia.

V o lum en

- 3. De legibus. - 4. De peccatis. — Vol. io-i6, pp. cvn -404; L . 15 . — Apud éxteros: L._ 18.
s e c u n d u m : De obligationibas erga Deam et nos ipsos. — i. D e virtutibus theologicts.
2. De virtute religionis. - 3. De prudentia, fortitudine et temperantia. — V o l. in-i6 pp. x-630:
L . 20. — Apud exteros: L . 24.
. . .

t-» • • •*

V o lum en t e r t iu m : De obligationibas erga proxim am , — 1 . De ju stiu a et ju re . - 2. De imurus et
restitutione. - 3. De contractibus. — V ol. in-ió, pp. x ii-2 5 0 : L . 25. — Apud exteros: L . 30.
V olum en q u a r t u m : De obiigationibas pecaliaribas et de p o ea is eccleslasticis.
Volum en m -i6
pp. XII-420: L . 15 . — A pud exteros: L . 18.
V olum en

Proxim e edenda:
q u i .n t ü m : De Sacram entis in g e n e re et de qainqae p rlm is Sacram entis in apecle. —

V o lum en

I, D e Sacram entis in genere. - 2. De Baptism o. - 3. De Confirmatione. - 4. De Eucharistia.
5. De Posnitentia. - 6. De Extrem a Unctione.

et de Matrimonio.
„ ^ .
u,
et nono praecepto d ec a lo g i; de a sa m atrim oaii et d e ratio ae serTanda in sacram eatoram adm inistratioae.

V olum en
V olum en

s e x t u m : De Ordine
s e p t im u m : D e sexto

^ o o le c lc ic l

E ^ d ito ro .

Iix te r n o o lo n a i

A v e n id a R e g i n a M a r g a r id a , 174 - T U R ÍN (ita ü a )

PARA LA SEMANA SANTA

OFFICIUM MAJORIS HEBDOMADAE
ET OCTAVAE PASCHAE
A DOMINICA IN PALM IS USQUE AD SABBATUM IN A LEIS
JU X T A ORDIN EM BREVIA RII
M ISSA LIS E T PO N TIFIC A LIS CUM CANTU
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ficalis Romani. Editio iypica Vaticana, de 650 páginas ( 2 3 x 1 5 } . — Precio 15 L. y
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La correspondencia a ¡a Sociedad E ditora Internacional
Corso I^eglna M argherita, 174 - T urin 9, (líaiia)»

R e d a c c i ó n y A d m in is t r a c ió n : V ia C o t t o ie n g o , 32 - T U R ÍN .
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1926