BS_1926_06

Ficha

Título
BS_1926_06
Descripción
Boletín Salesiano. Junio 1926
Fecha
1926.06
extracted text
p

BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DO N BOSCO
Año XLI.

JU N IO , 1926

Número 6.

A\adríd — Proyecío de la naeva Iglesia Saiesiana, cuya prim era piedra
colocaron S S . MAL. los Reyes.

RED A C aÓ N Y ADMINISTRACIÓN: VIA COTTOLENGO, 32 - TURÍN Olal**)

COOPERADORES SALESIANOS
o modo práctico para moralizar la sociedad.
Es el periódico oficial de las Obras y Misiones Salesianas,
que se envía mensualmente a los Coopefadorcs Sales¡a=
nos y a las Cooperadoras Salesianas, o sea a los que
sostienen dichas Obras y Misiones.
Fundador de las Obras y Misiones Salesianas y de los Cooperadores Sale=
sianos es el Venerable Padre Don Juan Bosco (1815:1888) apóstol de la juventud
y fundador de la Pía Sociedad Salesiana y de las Hijas de María Auxiliadora.

B O LET ÍN
S A L E S ÍA N O ”

C O O PER A D O R ES

Unión de los Cooperadores Salesianos — como
Bosco — no crea vínculos de conciencia y
Iq
pueden participar las familias seglares y
religiosas, y los institutos y colegios, por mediación de sus padres o superiores.
Las condiciones establecidas por Don Bosco para ser inscriptos en la Unión
de Cooperadores Salesianos son:
1. Tener 16 años de edad.
2. Gozar de buena reputación religiosa y civil.
■5. Estar en grado de promover por sí mismo o por otros, con oraciones,
ofertas, limosnas o trabajos, las Obras de la Pía Sociedad Salesiana.
N B. — Los que desean inscribirse entre los Cooperadores y sobre todo aquellos
que proponen nuevos socios, reflexionen sobre la tercera de las condiciones, requerida
por el Venerable Fundador; es a saber: que puedan por si o por otros, con oraciones
y limosnas — que compensen por lo menos el envío gratuito del « Boletín» —
¡as Obras Salesianas.
Los pedidos de inscripción envíense directamente al Rector Mayor de los Sales
sianos, Cottolengp, 32, Torino (9)— Italia.
<ÍA/ F ^ I A M D ^

OBRA G R A N D E

Cincuentenario de las Misiones Salesianas (1875=
o t f \ A f \ 1925) recomendamos a todos la celebración de Jornadas
U C \ ..A l\ I L fA U Misioneras a favor de las Misiones Salesianas, para que
se difundan con su conocimiento sus muchas necesidades — extendiendo el
marco de las simpatías y procurándoles el apoyo de todos los buenos.— Es
cierto que las Jornadas Misioneras no recogerán de golpe la ayuda necesaria.
Nuestros Misioneros piden por ejemplo con insistencia diaria, géneros y obietos
para el sagrado ministerio, y principalmente telas, vestidos, calzados, para sus
huérfanos y neófitos, medicinas y mil otras cosas necesarias para el inicio de la
vida civil de los nuevos cristianos.
Indicamos pues, a las Casas de Comercio, esta grande obra de civilización
y de fe, rogándoles quieran enviar al Rector Mayor de los Salesianos Don F E L I P E
R I N A L D l , Cottolengo, 32 » TO RIN O (9) = Italia, cuanto estimen oportuno
dar a las Misiones Salesianas. El Señor, por las fervorosas plegarias de los pro»
tegidos, bendecirá sus negocios proporcionadamente a su generosidad.
Ruégase enviar las limosnas y ofertas directamente al
Rmo. Rector Mayor de los Salesianos, que es asimismo
el Director General de la Unión de Cooperadores Sale»
sianos y de las Cooperadoras Salesianas, con esta dirección: Rmo. Sr.D on F E ­
L IP E R I N A L D l ■ Oratorio Salesiano » Cottolengo, 32 = TO RIN O (9) » Italia.

E N V ÍO DE
L A S O FERTAS

El X Congreso Internacional
de Cooperadores Salesianos.
Aurora y preludio.
En el número de abril dijimos que, como
preparación de la labor del Congreso, y como
actos de adhesión al mismo, se habían orga­
nizado en todas las Inspectorías Salesianas
y Centros de Cooperadores, Congresos Pariiculares, locales y regionales de niños de
nuestros colegios. Antiguos Alumnos y Coo­
peradores.
Esta iniciativa ha tenido el éxito más con­
solador, y los programas y relaciones que de
todas partes del mundo salesiano han llegado
a nuestras manos demuestran claramente el
interés que en todas partes ha despertado
la idea de las misiones, que en estos últimos
años tanto se ha difundido, siguiendo la ini­
ciativa y obedeciendo a la voz del Supremo
Pastor de la Iglesia.
Son verdaderamente conmovedoras las
finezas de caridad y las explosiones de en­
tusiasmo que en los pechos infantiles, sobre
todo, han inspirado esos Congresos Misio­
nales, que con tanto empeño han celebrado
ios niños de nuestros Colegios. Sacrificios,
medios de propaganda, oraciones, comuniovocaciones misioneras, ha sido todo
un brotar y abrirse de fragantísimas flores
®n los pensiles salesianos, que sin duda han
fi-cho sonreir de alegría al Niño Jesús y a

todo aquel coro de niños inocentes que rodea
en el cielo al Cordero Inmaculado, j Cuantas
almas sumidas todavía en las tinieblas del
error y de la barbarie deberán su salvación
a esos corazones infantiles que con tanto
entusiasmo y con tanta eficacia se sacrifican
y rezan por las misiones!
Cuando escribimos todavía falta un mes
para la celebración del Congreso; cuando
este Boletín llegue a manos de los lectores
el Congreso se habrá celebrado ya. Por eso
damos cuenta aunque no puede ser detallada,
por falta de espacio, de esa labor prepara­
toria en todo el mundo salesiano, que bien
se puede comparar a una aurora y a un pre­
ludio de lo que serán los solemnes actos que
se preparan en Turín y que esperamos poder
reseñar en el próximo número.

La Exposición Níisionera.
Un número verdaderamente interesantí­
simo de la Conmemoración del Cincuente­
nario de las Misiones Salesianas lo constituye
la Exposición Misionera organizada en la
Casa Madre de Turín y que a juzgar por los
preparativos será verdaderamente espléndida
y grandiosa.
Habrá preciosas colecciones etnográficas
sobre los bororos y los jívaros; estatuas ta-

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164

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TURÍN (llalla) -

SITUACIÓN Y PLANO DE LA EXPOSICIÓN MISIONERA.

maño natural reproduciendo los tipos de las
distintas rasas evangelizadas por los Salcsianos con sus vestidos y adornos auténticos;
colecciones científicas de las distintas re­
giones, desde las mariposas del Matto Grosso
(colección quizá única en el mondo) a los
musgos del Oriente Ecuatoriano y a los her­
barios de las plantas bíblicas de Palestina;
multitud de objetos, armas y adornos de los
diferentes tribus y países; riquísimas coleccio­
nes de fotografías de paisajes, centros de
misión, grupos de indígenas etc. Habrá un
salón especial para conferencias con pro­
yecciones de vistas fijas y películas misio­
neras. Y en el centro de los edificios de la
Exposición un hermoso jard/n con plantas
exóticas, facsímiles tamaño natural de ca­
bañas de distintas tribus y multitud de jaulas
con fieras, animales domésticos y divers/
simas clases de aves de India, Ecuador,
Palestina etc.
Para que nuestros lectores se formen una
idea de la grandiosidad de esta exposición
publicamos el plano de la misma con la dis­
tribución de las distintas secciones.
1. Salón « Don Bosco
2. Oficinas de la Exposición.
j . Grupos de Misioneros.
4 y 4^ . Misiones de la Patagonia, Pampa
y Tierra del Fuego (Argentina).
5 y 5^. Misiones de los Jívaros (Ecuador)
Matto Grosso y Rio Negro (Brasil).
6 y 6*. Misiones del Asia Meridional (Tanjor, Madras, Assam y Calcuta), de la China
(Shiu Chow,Macao, Heungshan y Shanghai),
y del Japón.
7. Misiones de Palestina, Asia Menor y
Sud-Africa.
8. Gran diorama de las primeras Misiones
Salesianas.
^9 - Misiones de Kimbcrley (Australia).
9 * y 10. Misiones del Congo Belga (Africa).
H. Misiones del Chaco Paraguayo.
12. Bibliografía Saicsiana.
i j . Geología y Paleontología.
H- Asistencia religiosa y médico-sanitaria.
15. Salón de conferencias y proyecciones.
16. Maloca del Rio Negro (Ambigú).
17 . Cabaña de los Jívaros.
Observatorio Meteorológico.
' 9 . 20 y 2 1. Jardín con animales vivos de
«s misiones y cabañas de indígenas.

Oracias del Ven. Don Bosco.
Al hablar de Don Bosco como de los dem is Siervos de
Dios nos importa hacer constar que no queremos en ma»
ñera aiyuna contravenir a las disposiciones pontificias, ni
atribuir a ningún hecho una autoridad superior a la que
merece un simple testimonio humano, ni prevenir el iuicio
de la Iglesia, de la cual, a ejemplo de Don Bosco, nos
gloriamos de ser obedientisimos hilos.

Don Bosco nos ha obtenido la gracia.
A principios de octubre de 1924, mi padre San­
tiago Persichetti, que cuenta ya 8¿ años de edad,
sintió casi repentinamente agudos dolores en la
región renal izquierda. E l médico aseguró que se
trataba de un cálculo renal. E l caso en sí era gra»
vísimo y dada la avanzada edad del paciente, podía
considerarse desesperado. Lo atormentaban do­
lores agudísimos, no podía dormir ni alimentarse;
sólo podía tomar algunas cucharadas de agua al día.
Durante una semana se le aplicaron inútilmente
cataplasmas de harina de linaza con pomada de
morfina. Iba empeorando tanto que quiso recibir
el Santo Viático.que le fue administrado.
Una noche — y debía ser quizá la última — el
médico le ordenó inyecciones de atropina, pero yo
no se las administré y nisiquicra quise ponerle los
acostumbrados cataplasmas. Perdida la esperanza
en todos los medios humanos me dirigí al que
siempre he querido más que a un padre, al Ven.
Don Bosco; le apliqué en la parte dolorida su pre­
ciosa reliquia como único medicamento y empe­
zamos enseguida con mi madre, con mi tía, con mi
prima y otras personas, presentes entonces y testi­
gos del hecho, la Novena a María Sm a. Auxilia­
dora que aconsejaba cl Vblc, añadiendo una oración
para su deseada beati/icación.
A última hora puse en la alcoba de mi padre el
busto de Don Bosco, lo besé conmovido y lo dejé
mirando hacia el enfermo. Este dormía ya y du­
rante toda la noche no profirió la más leve queja;
también para mí fué la primera noche de descanso.
Al amanecer me desperté y viendo que mi padre
no se quejaba, lo llamé.
M e encuentro perfectamente, me contestó; ¡el
Ven. Don Bosco nos ha obtenido la gracia de María
Auxiliadora!
Efectivamente los dolores habían desaparecido
completamente como por encanto; el cálculo fué
expelido sin dificultad alguna reducido a un polvo
rojizo; a los pocos días dejó la cama y lo volvimos
a ver entre nosotros sano y vigoroso y hoy después
de un año {hemos querido esperar cl aniversario) ha
ido con todos nosotros a dar públicas gracias a
María Auxiliadora y a Don Bosco, pidiendo al
mismo tiempo que se publicara la gracia para honra
y gloria del Venerable Siervo de Dios.
A h ito , octubre de 1925.
V ic e n t e

P e r s ic h e t t i .

1
DE NUESTRAS MISIONES
” ... Haced lo que podáis; D ios hará lo que nosolros no podamos. Confiad en Je sú s Sacramen»
fado y en M a ría Auxiliadora, y veréis que cosa son milagros... „.
*
D O N B O S C O a sus prim eros misioneros.

En nuestras Misiones
de la China.
(D e la relación anual del V icariaío
Aposfótico M ons. Vcrsiglio).
{Ctnilnuadón. ■ Véase "B o le t ín " de A bril, pag. 108).

La labor descrita y estos acontecimientos,
si por una parte sirven para aumentar el
prestigio y la simpatía hacia la misión, cons­
tituye por otra un grande obstáculo para el
misionero que no puede dedicarse al minis­
terio inmediato de la predicación e instrucción
de los cristianos y catecúmenos.
Dificultades de orden moral.
Lo hasta aquí referido y mucho más que
omitimos puede hacer comprender, sólo en
parte, las dificultades de nuestra situación;
pero no es esto lo más grave, porqué, si bien
es verdad que, a la larga, acabarían por agotar
las energías de los pobres misioneros, sin
embargo, directa o indirectamente contri­
buyen a hacer conocer y admirar el espíritu
y finalidad de la Iglesia Católica. En cambio
este año se han añadido otras dificultades
tan graves que en algunos sitios han hecho
casi completamente estéril la labor del mi­
sionero. Sobresale entre todas una, que, mal
disimulada desde hace tiempo, ahora estalla
con violencia inaudita: El sentimiento de
antipatía contra el europeo, contra todo lo
que sabe a extranjero.
Y no se crea que este sentimiento sea
innato en el pueblo chino; todo lo contrario;
el pueblo chino es quizá el más tranquilo,
el más sosegado y hospitalario que imaginar
se pueda, dotado además de una especie de
afán por conocer novedades. Pero hábiles
embaucadores, especialmente de la clase
estudiantil, procuran envolverlo sofística­
mente con toda clase de medios: manifesta­
ciones, reuniones, discursos, proclamas, im­
presos, caricaturas, calumnias, amenazas, todo
lo ponen en juego para crear un ambiente
contrario al europeo, al misionero. Contra

éste especialmente parece que ahora se des­
encadenan las iras infernales pues una plaga
de estudiantes desocupados, abandonanco
las aulas, recorren, en grupos, toda la pro­
vincia, dando conferencias anticristianas y
presentando a los misioneros como espías
de los gobiernos; y dirigen sus más rabiosos
ataques especialmente contra las escuelas, lle­
gando a amenazar a los profesores y alumnos
para que abandonen la escuela de la misión.
Esta situación llegó a su colmo con los
sucesos que se desarrollaron en Cantón el
23 de junio del corriente año, de manera que
actualmente nos encontramos muy aislados.
Y aun aquellos que han sido siempre y son
actualmente amigos nuestros casi no se
atreven a frecuentar nuestra compañía pu­
blicamente. Nosotros seguimos trabajando
pero con gran dificultad y frecuentes obstá­
culos; una serie de bautismos, por ejemplo,
que debíamos administrar el día de la Asun­
ción, hemos tenido que diferirlos, quien
sabe hasta cuando.
Añádase a esto que el personal, lejos de
aumentar, fué disminuyendo; téngase en
cuenta la crisis financiera, la mayor sin duda
que hemos sufrido y se tendrá una idea de las
dificultades contra las cuales hemos de luchar.
En semejantes condiciones, son verdade­
ramente dignos de admiración nuestros bue­
nos misioneros por los frutos escasos que
han logrado cosechar; digo escasos, porque
en apariencia son tales; pero, todo bien con­
siderado, representan un esfuerzo extraor­
dinario; y tanto los misioneros que han tra­
bajado, como los bienhechores que nos han
provisto los medios necesarios, tengan la
seguridad de que su obra, aunque momen­
táneamente se resienta de la tristeza de los
tiempos, no dejará de producir abundantes
frutos cuándo y cómo quiera Aquel, qui in'
crementum dat.
Al dirigir estas palabras de gratitud y de
consuelo a nuestros hermanos y bicnechores
les exhorto vivamente, por amor de estas
almas, tan perseguidas por el demonio y sus
satélites, a no cejar en la empresa, para que
no se pueda decir que la generosidad de los

tÓ7

buenos en la práctica del bien es superada
por los esfuerzos de los malvados en procurar
el mal.

Otro punto que nos habíamos propuesto
era el establecimiento de catecumenados y
ya empiezan a funcionar dos, uno en Yan Fa
y otro en Tong Si, en el distrito de Liu Chow.

^cíiíac/di7 d e l programa.
En primer lugar nos habíamos propuesto
desarrollar la Obra de las Hijas de María
Auxiliadora para el apostolado entre las niñas
y mujeres, y a este fin hemos empezado un
edificio cuyo coste no bajará de unas 8o a
100.000 ptas. Los cimientos ya están hechos
y parte del material reunido, pero con la
crisis actual no sé como podremos continuar
la obra, y no obstante es necesario terminarla
para instalar debidamente las Escuelas « M a­
ría Auxiliadora » que no pueden seguir en
los locales actuales.
Las Hijas de María Auxiliadora han em­
pezado también la catequización de ¡as fa­
milias en los pueblecitos al rededor de Shiu
Chow acompañadas por una o dos aspirantes
chinas; así ademas de impartir la instrucción
religiosa van preparando una serie de reli­
giosas indígenas. También se ocupan de la
formación de catequistas indígenas, que en
número de cuarenta asistieron a una tanda
de ejercicios Espirituales. Igualmente, apro­
vechando la época de calma en les trabajos
del campo, nuestras Hermanas han abierto
un obrador para las niñas de H o-Si, arrabal
de Shiu Chow.
Otras obras importantísimas se ofrecen
al celo de las Hijas de María Auxiliadora:
un Instituto de la Santa Infancia, para niños
abandonados, un Asilo para ancianos, un
pequeño Hospital. Los locales para estas obras
no faltarán, pues el mismo municipio de
Shiu Chow está dispuesto a procurarlos;
lo que nos falta es personal.
También entraba en nuestro programa el
desarrollo de las Escuelas y, a pesar de las
dificultades arriba mencionadas, las Escuelas
' Don Bosco » han visto aumentar el número
de alumnos y su asiduidad, se ha inaugurado
la clase preparatoria a los cursos de la Normal,
lo qual significa que, dentro de un año, po­
dríamos introducir los cursos de Normal
propiamente dichos. También se hace algo
en las Escuelas Profesionales, pero se adelanta
poco por falta de maestros de taller.
Xosotros damos gran importancia a estas
Escuelas y no ahorramos sacrificios para verlas
llorecientes pues constituyen la mejor espe­
ranza para el reclutamiento de personal auxi­
liar s aún hay el proyecto de federar todas las
Escuelas del Distrito con esta de Shiu Chow
P3ra mayor unidad de dirección e inspección.

A ctividad de ¡os Misioneros.
Los misioneros, aún en medio de las preo­
cupaciones del anormal estado dcl país, no
han dejado de intensificar las instrucciones or­
dinarias a los cristianos y a los catecúmenos
que visitan al menos una vez al mes perma­
neciendo algunos días en cada sitio.
Tampoco faltaron predicaciones extraordi­
narias. Además de los Ejercicios Espirituales
predicados en nuestros colegios de niños y
niñas, se hicieron en toda la misión unas 20
tandas para el público, que duraban al menos
tres días.
Esta intensidad de trabajo de formación,
tanto ordinario como extraordinario, tiene
por objeto especial consolidar el espíritu de fé,
entre los cristianos que siendo minoría, ne­
cesitan gracias especiales para perseverar,
viviendo en contacto con los paganos y su­
jetos a su influjo y malos ejemplos. Y además
es necesario que surjan entre estos, indígenas
almas capaces de comprender y seguir la
vocación religiosa y sacerdotal.
Desde que se empezó esta misión se había
provisto a las necesidades más urgentes de
las cristiandades más numerosas con capillas,
residencias y escuelas; pero el centro de la
misión, sede dcl -Vicariato, carecía todavía
de uú local conveniente para el culto divino.
También esta necesidad se ha remediado en
el curso dcl pasado año con la construcción
de una capilla dedicada al Sagrado Corazón
que sirve a la vez para las Escuelas « Don
Bosco
para la cristiandad de Shiu Chow y
como catedral. Se inauguró el día de Todos
los Santos con la ordenación de nuestro pri­
mer sacerdota indígena Rdo. D,. Juan B. Ha.
En toda la región norte dcl distrito Nam
Young no había ni una residencia, ni una ca­
pilla donde el misionero pudiera reunir a los
cristianos; y también allí se ha construido una
pequeña residencia con la correspondiente
capilla. Semejante mejora se ha llevado a cabo
en las cristiandades de Sui Pin, distrito de
Yeug Tak, y de Au Fu Leang en el distrito
de Yan F a a las cuales se ha dotado también
de una pequeña escuela.
En otras localidades, como en las ciudades
mandarinales de Lok Chong, y Yeng Tak y
en la de Chong Cong {Yan Fa) se han adqui­
rido terrenos para el futuro desarrollo de
dichos centros.

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Paro e l próximo oño.
Deseamos en gran manera hacer un es­
fuerzo especial para formar catequistas de
ambos sexos, elemento absolutamente in­
dispensable y del cual padecemos gran esca­
sez. Pero para lograr un catequista, con la
necesaria habilidad y que al mismo tiempo
pueda dedicarse a su oficio con ánimo tran­
quilo hay que asegurarle una retribución
suficiente no sólo para él, sino también para
el sostenimiento de su familia y en China
resulta tan cara la vida como en Europa y la
bolsa de nuestra rhisión es muy pequeña.
Por esto hasta ahora hemos podido tener
muy pocos de estos importantes auxiliares...
Que el Señor nos ayude y la caridad de
nuestros bienhechores nos asista.
Sbiu Chow, 1925.
L u is V e r s i g l i a , Salesiano

Vicario Apostólico.

Hacia los campos de Misión,
Con gusto damos a conocer a nuestros lectores
algunos detalles del viaje de los últimos grupos de
misioneros que partieron para Oriente y Occidente.

En dirección d e l Ja pó n .
Un nuevo campo de misión se abre en el extremo
Oriente a la actividad de los Mijos de Don Bosco.
El D r. D. Vicente Cimatti, Presbítero Salcsiano,
es el iefe de esta primera expedición, que ha de
fundar tres residencias en el Archipiélago japones.
De una carta suya escrita durante el viaje entresacamos los siguientes párrafos:
Nuestro vapor ha hecho escala en Perg, para
aprovisionarse de aceite y yo aprovecho esta parada
para darles noticias nuestras. Gracias a Dios, son
buenas en todo sentido, excepto aquellos molestos
c inevitables malos ratos de los que tienen el mal
gusto de marearse.
Nuestros hermanos de Port S a id nos dispensaron
una cariñosa acogida, esmerándose en proveernos
de todo lo necesario especialmente para poder con­
tinuar celebrando ia Santa Klisa, que hasta ahora
hemos podido celebrar diariamente; dejamos allí
bastante correspondencia y volvimos a zarpar para
Suez y el M ar Rojo.
Novedad, nunguna; o mejor dicho las ya cono­
cidas y descritas en todas los libros y por todos los
salesianos que han hecho ya este viaje. ¡E l Africa,
a lo lejos la Tierra Santa, la Arabia!... ¡Cuántas
almas abandonadas que no conocen a Dios!
Por una parte la grandiosidad de la naturaleza,
por otra las obras colosales de la industria humana;
la explotación de un pueblo semi-bárbaro, y las
espontáneas manifestaciones de piedad del mu­

sulmán que, vuelto hacia el sol poniente, se postra
murmurando sus fórmulas.
Hoy día de la Epifanía con el concurso de artistas*
de ópera italianos que viajan con nosotros, hemos
cantado misa a bordo. Quizá nunca en un vapor
se habrá honrado a Jesús con tan espléndida eje­
cución musical. Era el mejor don material que po­
díamos ofrecer al Niño Jesús...
Un telegrama del P . Cimatti, recibido en Turin
el i2 de febrero anunciaba la feliz llegada de la expe­
dición al Japón. Demos gracias a Dios por éllo y que
M aría Auxiliadora y Don Bosco fecundicen ¡a labor
de estos sus animosos hijos.

Hacia a l Chaco Paraguayo.
Extractamos del diario de viaje del P . L.-Farina:
2? noviembre 1925. — Después de un día algo
agitado, al caer de la tarde el mar se tramquiliza,
pero una triste'noticia corre entre los viajeros. Un
caballero. Cónsul del Uruguay en Francia, que se
había embarcado en Marsella, se halla en peligro
de muerte por una afección al corazón, agravada
por la mala mar de los días pasados. Procuro ente­
rarme y desgraciadamente la misma esposa del
enfermo me confirma la gravedad del caso. Lo en­
comendamos con fervor a María Auxiliadora y al
procurar conocer los sentimientos del enfermo se
me dice que no es practicante...
1® diciembre. — Venerado Padre, ¿lo creería?
A yer por la mañana el librepensador enfermo re­
cuperó su verdadera libertad y se confesó con lá­
grimas de verdadera compunción: M ons. Olivcira
le administró luego la Extrema Unción y hoy en­
tregó su alma a Dios dejando en la afligida consorte
la certeza de encontrarlo un día en el Paraíso...
¡F u é una buena gracia de María Auxiliadora!
4 diciembre. — El « Mendoza »> ha entrado en
la grandiosa Bahía de Rio Janeiro a las 10 de la
noche. Mons. De Oliveira nos hace subir al puente
del Capitán para hacernos contemplar el maravi­
lloso panorama, explicándonos hasta los más pe­
queños detalles. — Ciertamente, concluye Mon­
señor, que Río, Nápoles y Hamburgo son los puer­
tos mayores y más hermosos del mundo.
4 diciembre. — Bajados a tierra firme nos dirigimos
de mañanita al santuario de María Auxiliadora de
Nietheroy, para dar gracias a nuestra buena Madre
por el espléndido viaje. Hermosa iglesia, grandioso
colegio, del cual han volado los pajaritos, pues hace
pocos día han terminado los exámenes. ¡Qué pena
me ha dado oir decir al S r. Director que se había
visto obligado por falta de personal, a servirse casi
exclusivamente de profesores externos para la
enseñanza! ¡Quiera el Señor suscitar numerosas
vocaciones para estas fundaciones del Brasil, tan
escasas de personal!
8 diciembre. — A las nueve de la mañana del día
de la Inmaculada avistamos Montevideo. Un Viva
a María Inmaculada sale espontáneo de nuestros
pechos y finalmente hacia mediodía podemos
desembarcar recibidos por el Inspector P. PittinJ
y su secretario, con el corazón lleno de alegría y
reconocimiento.

1Ó9

29 diciembre. — Dentro de pocas horas zarpa­
remos para Buenos Aires y de allí al Gran Chaco.
Lo deseaba con ansia este día y gusto anticipada­
mente la alegría de llegar a aquella tierra que creo
será el último campo de mi apostolado en mi vida
mortal. ¡Qué bueno fué para conmigo el Sagrado
Corazón de Jesús! En este instante mi pensamiento
vuela a la hecatombe de Mesina (i) y mientras de­
dico un recuerdo piadoso a los hermanos y niños
que vieron tronchada su vida en flor, me humillo
delante de Dios y le doy gracias por haberme sal­
vado de aquel desastre. ¡Misericordias Domini in
aeternum cantaba! He aquí la aspiración que brota
de mi corazón mientras envío un abrazo a las inumcrables almas que el Señor me confía.

Camino d e l Assam.
{De una carta del misionero salesiano Rdo. Don
Efisio Sanna, desde Shillong con fecha tz enero
último):
.... El viaje ha sido por todos los conceptos mejor
que el de expediciones anteriores, tanto por el mar
que se mantuvo siempre tranquilo como por la
buena compañía. Todos los días se hacían las prácti­
cas de piedad en común y la noche de Navidad pu­
dimos cantar misa solemne con diácono y sub­
diácono.
En Fort Said, Calcuta, Gauhati y Shillong los
hermanos nos agasajaron festiva y cordialmente.
En Calcuta nos esperaba M ons. Mathias. El reci­
bimiento en Shillong fué conmovedor; todos, her­
manos, niños, clérigos, nos salieron al encuentro,
enarbolando la bandera del Papa, regalada por una
distinguida cooperadora, y cantando el himno de
Don Bosco de Pagella. Nos parecía encontrarnos
de nuevo en el Oratorio de Turín, a la sombra del
Santuario de María Auxiliadora y en compañía
de nuestros amados Superiores...

De las florestas
del Rio Negro (Brasil).
(Caria del M isionero Salesiano, Don J o a n M archesi,
al Rdmo. P . Rinaidi).

A l publicar este llamamiento verdaderamente
conmovedor, aseguramos a nuestros lectores que
nuestro Rector Mayor ha enviado ya y sigue
enviando a los queridos misioneros salesianos
de Taracuá {Rio Negro-Brasil) socorros pro­
porcionados a los donativos que recibe para las
tnisiones. Quiera el Señor que la abundante
generosidad de nuestros bienhechores le permita
fnuliiplicar estos envíos para hacer frente a
í*' - de al terrible terremoto del ano 1908 que destruyó
«I Ce
' Salesiano sepultando entre sus ruinas a salesianos
V Rif.-;

r-

'i
El P . Rinaidi en la colocación de la primera piedra
d e las E scnelas de Triana (Sevilla).

necesidades tan urgentes como las indicadas
en esta carta.
Taracuá, 8 diciembre 192?.
Reverendísimo y amadísimo Padre:
Recibí su apreciadísima de setiembre último que
le agradezco en el alma. ¡S i supiera cuánto me ha
consoladol
Esta vez no será una relación mi carta, sino un
llamamiento a su corazón de Padre para que haga
conocer a nuestros buenos cooperadores y coope­
radoras las condiciones en que se encuentra esta
misión por falta de medios. Tengo la seguridad de
que este clamor será escuchado y atendido por
tantas almas generosas.

"N o podemos pretender
continuos milagros,,.
Nuestro activísimo Prelado, M ons. Massa ha
hecho sacrificios y economías extraordinarias para
hacer frente a los gastos de esta Misión; pero en la
última visita, a la vista de necesidades cada vez ma­
yores, con tristeza nos ha dado a entender que no
podrá continuar haciendo frente a ellas sin un
auxilio especial de la Divina Providencia. Ella ha
sido la que hasta hoy no nos ha dejado faltar lo ne­
cesario, pero no podemos pretender continuos
milagros.
Auxilios locales es inútil esperarlos y hasta la
misma tierra nos es ingrata pues dos tercios de la
misma están casi siempre inundados. Nos vemos
pues obligados a comprar todos los alimentos a
précios elevados y la dificultad de los trasportes
los encarece todavía un 80 por ciento.
Nuestra misión ha sido extraordinariamente
bendecida por Dios y la hora de la redención de
estos pobres hijos de la floresta se acerca. Corren
a nosotros en masa y se nos presentan grupos de
“^o y 40 todos los días, completamente desnudos.

170
pidiéndonos trabajo para poderse comprar un
poco de tela para cubrirse. Se me parf?e el corazón
sólo al pensar que, quizá próximamente, tendre­
mos que despacharlos, sin poderles atender y se
verán obligados a recurrir a mercantes sin con­
ciencia que, después de explotarlos, los dejan en
las mismas miserables condiciones.
Estos pobres indios nos presentan sus hijitos y
nos los ofrecen con toda confianza, manifestando
el placer con que los dejan al lado del misionero;
pero pronto, quizá, tendremos que devolvérselos
porqué los 36 niños que viven con nosotros, no
sabemos como sostenerlos.
¿Q uerrá creerlo? En estos últimos meses nos
hemos visto varias veces privados hasta de harina
de mandioca, i Cuántas veces hemos puesto a hervir
las ollas sin tener todavía qué cocer en ellas, hasta
que a última hora la Providencia nos hacía encontrar
alguna cosal ¿N o es ésto tentar a Dios?
Y sin embargo, amadísimo Padre, cuando vemos
a estos pequeños tucanos, tan dóciles e inteligentes,
tan aficionados a la Misión, agradecidos al misionero
que los nutre y los instruye, causa profunda pena
no poder admitir más y Dios no quiera que nos
veamos obligados a despedir, para volver a la vida
salvaje, a los que ahora conviven con nosotros.
1 Sería este el mayor sacrificio para nuestro corazón
salesianol

¿H abrán sido inútiles
tantos sacrificios ?
¡Y pensar, amado Padre, los sacrificios que cuesta
ya esta misión! Cuatro preciosas vidas de salcsianos
han sido sacrificadas en élla y otras varias no menos
preciosas se han consumido entre sacrificios enor­
mes, de los cuales sólo puede tener una idea quien
conozca estos países y la vida que en ellos se lleva.
Un día, nuestro primer Prefecto Apostólico,
M ons. Giordano, naufragó en uno de estos afluentes
y a duras penas pudo salvarse y conservar el bre- •
viario y el altar portátil. Se encontraba en el punto
más apartado de su escursión apostólica y en la
región más pobre de estos alrededores. Durante más
de un mes, para poder saciar su hambre, se vió
obligado a celebrar la Santa Misa antes de rayar
el alba para encontrarse a la hora de la comida de
los indios, que generosamente se la ofrecían y que
él, sentado en el suelo, formando corro con ellos,
tenía que tomar en su mismo recipiente, puede V.
imaginarse con cuanta repugnancia. A veces no
llegaba a tiempo y tenia que contentarse con un poco
de harina de mandioca cocida sin sal y nada más.
Asi se han portado nuestros héroes y ahora que
estamos próximos a recoger los frutos preciosos de
tantas fatigas ¿deberemos por falta de medios reducir
nuestra actividad y hacer inútiles tantos heroísmos?
esto sin hablar de otros gastos necesarios para
construcción do locales y adquisición de material
inédico-farmaccutico. Es urgente construir un
hospital, donde se pueden albergar unos 40 en­
fermos, pues de lo contrario estos pobrecitos mue­
ren abandonados en las orillas de estos rios y en el
interior de la selva, acurrucados a la sombra de un
plátano.

Pocas veces he hablado de estas necesidades,
pero ahora la caridad y el porvenir de esta misión
me obligan a dirigir este llamamiento a nuestros
cooperadores, ricos y pobres, (pues con igual gra­
titud se acepta el donativo cuantioso como el pe­
queño óbolo del pobre que cuesta quizá mayor
sacrificio) recordándoles que el buen Dios les re­
compensará generosamente.
Mucho más podría decirle, pues, como V. ya
sabe, en el próximo enero deben empezar los tra­
bajos para la fundación de dos nuevas residencias
entre los Tartaños y Piratapuyos; pero temo haber
abusado demasiado. Lo he hecho porque ya que
hemos llegado aquí y aquí permaneceremos, lejos
de todo centro civilizado, no queremos ni podemos
permanecer indiferentes y pasivos ante tantas ne­
cesidades, ni renunciar a las esperanzas de reden­
ción de estas pobres almas.
Le agradeceré, amado Padre, que por algún
tiempo nos haga llegar alguna buena cantidad
mensual; acuérdese de nosotros ante María Auxi­
liadora, denos su paternal bendición y perdone a su
afmo. y obediente hijo
Rdo. J uan M a r c h e s i .
Misionero Salesiano.

PALESTINA
Actividad cristiana
junto al sepulcro de San Esteban.
La Escuela Agrícola Salesiano de Beitgemal, donde
como ya saben nuestros lectores, se descubrieron
los restos del primer sepulcro y Martyrium de San
Esteban, va ganándose en toda la Palestina, gene­
rales simpatías. Ultimamente una Sociedad Ame­
ricana de Beyrouth le confió to huérfanos ármenos
que serán seguidos de otros diez al fin del año.
Actualmente el establecimiento está lleno; siendo
urgente la amplición de local, para poder desa­
rrollar como desea el Santo Padre, alguna obra de
caridad en favor de los musulmanes, que tan ne­
cesitados se encuentran de la acción del Misionero.
También están listos los planos para la recons­
trucción del antiguo Martyrium sobre el sepulcro
del glorioso Protomartir con un Santuario contiguo
y grandes aposentos para peregrinos. ¿Pero, cuáMO
se podrán empezar los trabajos? La respuesta queda
confiada a la generosidad de alguna alma buena
devota del Protomartir y de los Santos LugarWr
que siga la inspiración de abrir un nuevo centro de
culto en la Patria de Jesús, desde donde se irradie
al mundo entero el recuerdo y la práctica del perdón
cristiano.
.A nuestros hermanos de Palestina, no les es pe
sible, por ahora, dar un paso. Viven al día,
.
mosna y no tienen para hacer ningún extraori*
nario. Mientras que otra Escuela Agrícola, dirigid»
por judíos, la única que existe en Tierra Santa,
Mikweh Israel, merced a la generosidad de un b ^
breo americano ha podido disponer de 20.000 dolares sólo para una repartición de premios.

CULTO
DE MARÍA AUXILIADORA
La Sm a. V irgen se ha constifoido ella misma profecfora de los níftos més
pobres y abandonados... por eso concede a ios bienhechores que se interesan
por ellos muchas gracias espíriluale y aún temporales.
D O N B 0 3 C 0 a sus Cooperadores.

La Virgen de Don Bosco.
I.

María Auxiliadora, señala a Don Bosco,
niño de nueve años, su futura misión.
Como prometimos en el número anterior, vamos
a seguir el desarrollo de la obra de nuestro Vblc.
Padre haciendo ver la intervención constante de la
Santísima Virgen guiando a su fiel siervo para que
fuera instrumento de sus misericordias.
Las miradas de María se posaron sobre un niño
inocente y candoroso que crecía en el seno de una
familia de campesinos, allá en Becchi, rinconcito
olvidado del Piamonte {Italia). Eran pobres, muy
pobres de bienes materiales, pero había en aquel
hogar una madre rica de virtudes cristianas que
guardaba con especial cuidado una joya de inesti­
mable valor, el alma de su pequeño Juanito, tan
pura, tan ingenua, tan generosa que el Señor la
escogió como instrumento apto para crear en el
seno de su Iglesia una Institución providencial que
ofreciera remedio apropiado a los males de la época
presente.
^ , como siempre, fue la Sma. Virgen la encargada
de llevar a cabo esta grande empresa como corres­
ponde a su título de Medianera universal y Auxilio
de los Cristianos. He aquí como esta buena Madre
dió a conocer al niño Juanito Bosco, la misión que
un día habría de desarrollar ayudado por Ella. Es
un sueño que tuvo Don Bosco a los nueve años,
sueño ya conocido de nuestros lectores, pero que
nos place referir de nuevo no sólo por ser é! el prin­
cipio y como el compendio de esta intervención
maternal de M aría, sino también porque su lectura
hace descubrir siempre nuevos horizontes, hace
comprender cada vez mejor los caminos inefables
por los que Dios conduce a las almas que le son
fieles. Nos lo narra con sublime sencillez el mismo
Don Bosco, a quien el Santo Padre Pió IX obligó
• ponerlo por escrito junto con otras memorias,
<}ue forman precioso tesoro lleno de enseñanzas
para sus hijos:
* A la edad de nueve años tuve un sueño que me
quedó profundamente grabado en la memoria por
toda la vida. Mientras dormía, me parecía encon­
trarme en un extenso solar, cerca de mi casa.

donde estaba divirtiéndose una muchedumbre de
chiquillos. Unos reían, otros jugaban, no pocos
ultrajaban el nombre de Dios. Al oir sus blasfemias,
me lancé a ellos, valiéndome de puños y voces para
hacerlos callar. En aquel punto apareció un Perso­
naje venerable, de edad madura, vestido noblemente.
Un manto blanco cubría toda su persona; su rostro
era tan resplandeciente, que no podía mirarlo. Me
llamó por mi nombre y me invitó a ponerme al
frente de aquellos rapazuelos, añadiendo estas pa­
labras: « No con golpes, sino con mansedumbre y ca­
ridad te granjearás el amor de estos niños. Ponte, pues,
a hacerles una plática sobre la fealdad del pecado y la
hermosura de la virtud *. Confuso y asustado, re­
pliqué ser yo un pobre niño sin instrucción; incapaz,
por tanto, de enseñar la religión a esos jovencitos.
Estos entonces, dejando sus riñas, gritos y blasfe­
mias, se agruparon todos alrededor del Personaje
que me hablaba. Casi sin saber lo que me decía, le
pregunté:
— ¿Quién sois vos, que me mandáis una cosa
imposible?
— Precisamente porque esas cosas te parecen
imposibles, debes hacerlas posibles, obedeciendo
y adquiriendo la ciencia.
— ¿Dónde y con qué medios podré adquirir la
ciencia?
— Yo te daré una Maestra bajo cuya dirección
puedes llegar a ser sabio y sin la cual toda sabiduría
es necedad.
— Pero ¿quién sois Vos que habíais de ese modo?
— Y o soy el Hijo de aquella a quien tu madre
te enseñó a saludar tres veces al día.
— M i madre me prohibe juntarme, sin permiso
suyo, con personas que no conozco: decidme, pues,
vuestro nombre.
— M i nombre pregúntaselo a mi Madre.
Entonces vi junto a él a una Señora de majes­
tuosa presencia, cubierta de un manto que resplan­
decía en todas direcciones, como si cada uno de sus
puntos fuese una brillantísima estrella. Viéndome
cada vez más confuso y atolondrado en mis pre­
guntas y respuestas, hízome señal de que me acer­
case a élla; me tomó amablemente por la mano
y me dijo: — ¡M ira!; y al mirar noté que habían
desaparecido todos aquellos muchachos y en su

172
lugar divisé una multitud de cabritos, perros, gatos,
•osos y otros muchos animales. — He aquí tu campo,
he aquí dónde tienes que trabajar, siguió diciendo
•aquella Señora. Hazte humilde, fuerte y robusto;
■y lo que ahora veas suceder con estos animales,
haráslo tú después con mis hijos.
Volví entonces la mirada y he ahí que en lugar
de los animales feroces, aparecieron otros tantos
corderitos, que triscaban y balaban suavemente
en torno de aquel Hombre y aquella Señora, como
para festejarlos.
A este punto, sin dejar de soñar, comencé a llorar
y supliqué a la Señora se dignase hablar de modo
que la pudiera entender, porque no alcanzaba el
significado de lo que quería decir. Púsome entonces
ella la mano sobre la cabeza, diciéndome: — Todo
lo comprenderás con el tiempo. Dicho esto, des­
pertóme un fuerte ruido, y todo desapareció. Ha­
llábame como alelado. Parecíame sentir aún en las
manos y cara el dolor de los puñetazos repartidos
y el de las bofetadas recibidas de aquellos picarucios. Además, esc Personaje, esa Señora... lo que
había dicho y oído me llenaban de tal modo la ca­
beza, que ya no pude tornar a pegar el ojo en toda
la noche ». Hasta aquí el Venerable.
A los i6 años tuvo )uan Bosco otro sueño inti­
mamente relacionado con el anterior pero que no
refirió por extenso. Había empezado ya los estudios
de latín y se encontraba durante las vacaciones en
casa de un condiscípulo, que había querido pasar
algunos días con su familia. Bosco estaba muy aba­
tido pues temía tener que interrumpir sus estudios
por falta de medios.
M as hete aquí que un día se presenta lleno de
alegría a su amigo exclamando; ¡Buenas noticias,
buenas noticias! Esta noche he tenido un sueno en el
que se me ha hecho ver que podré continuar mis estudios,
¡legaré a ser sacerdote, me pondré al frente de multitud
de niños a cuya educación me consagraré por toda la
vida.
Habiéndole rogado que refiriera el sueño dijo
que había visto venir hacia si una gran Señora, al
frente de un numerosísimo rebaño y que al llegar
cerca de él, llamándole por su nombre le había
dicho:
— Mira, luanito, todo este rebaño lo confío a
tus cuidados.
— ¿Pero, cómo voy a hacer yo para cuidarme de
tontas ovejas y de tantos corderitos? ¿Dónde voy
a encontrar pastos suficientes para un rebaño tan
numeroso?
— A'o temos, repuso la Señora, yo te asistiré.
desapareció.
Tres años más tarde, mientras Don Bosco se
encontraba indeciso sobre la vocación a que Dios le
llamaba, se le reprodujo el sueño de los nueve años:
vió nuevamente al majestuoso personaje vestido de
blanco, radiante de vivísimo resplandor guiando
una inumerable multitud de niños: —* Ven, ponte
al frente de estos niños y guíalos tu mismo. — Pero
yo no me siento con capacidad para guiar e instruir
a tantos millares de niños. — El augusto personaje
insistió con imperio, señalándole a la que había de
ser su Maestra y su Au.xilio y luán Bosco se puso
al frente de aquel incontable ejercito infantil.

Estas sobrenaturales intervenciones despertaron
en el corazón del joven Bosco una tierna devoción
hacia la Madre de Dios, devoción que se exteriori­
zaba de diversas maneras. A veces regalaba a sus
compañeros alguna fruta que él había recibido, para
inducirlos a que le acompañaran en sus devociones
en honor de María. Tenía una predileción especial
por una hermita que se encontraba en lo alto de
una colina junto a Castelnuovo. Unas veces solo,
otras acompañado de un buen número de pequeños
amigos, subía a ofrecer a la celestial Madre el tri­
buto de su cariño filial. Sin duda le otorgó allí la
Virgen alguna gracia especial, pues en sus últimos
años se acordaba con grande afecto de aquel san­
tuario y amenudo enviaba estampas para que fueran
allí repartidas.
A conservar y aumentar esta tierna devoción
hacia la Santísima Virgen contribuyeron no poco
las palabras y los ejemplos de su buena madre, tan
profundamente cristiana. Son dignas de memoria
las palabras que esa mujer admirable dirigió a su
hijo cuando ingresó en el Seminario: — « M i que­
rido Juan, has vestido el hábito clerical; yo pruebo
todo el consuelo que puede experimentar una madre
al ver a su hijo feliz. Pero acuérdate de que no es
el hábito que honra el estado que has abrazado, sino
la virtud. Si un día llegaras a vacilar en tu vocación,
¡por amor de Dios! no deshonres esta vestidura sa­
grada; antes, despójate de élla. Prefiero ver a mi
hijo un pobre pero honesto campesino, que, ne­
gligente sacerdote. Cuando viniste al mundo te
consagré a la Santísima Virgen; cuando empezaste
tus estudios nada te recomendé tanto como una
filial devocción hacia élla, hoy quisiera que te con­
sagres a Ella por completo. Hazte amigo de aquellos
compañeros que honren a María y si llegas a ser sa­
cerdote, recomienda y propaga siempre y en todas
partes ¡a devoción a ¡a Santísima Virgen ». A estas
últimas palabras la madre estaba tan conmovida
que apenas pudo pronunciarlas. El joven semina­
rista lloraba y entre sollozos contestó: — <' Madre,
le agradezco esta recomendación que no será en
vano. Sus palabras serán para mí como un tesoro
que utilizaré durante toda mi vida ».
¿Quién no vé como María preparaba a su fiel
siervo para la misión extraordinaria que había de
confiarle? En el próximo número veremos como la
Madre de Dios le deparó la ocasión propicia para
empezar su Obra.

B at5o la s (Cerona-Espana). — Víctima mi esposo
de un ataque de urémia se puso tan grave que te­
míamos no llegaría al día siguiente. En tan apurada
situación, acudí, llena de confianza, a María .Auxi­
liadora haciéndola una promesa, si conseguía lo que
deseaba. Habiendo conseguido la gracia deseada,
cumplo la promesa y envío una limosna para su
Santuario.
C a r m e n F ig u e r a s

de

G a b a ñ ^ch .

17?
M ataró {Barcelona-Españá). — Hace algún
tiempo una prima mía tuvo un embolio de sangre
en un brazo. Los médicos declararon que si no se
procedía inmediatamente a la amputación del brazo
no aseguraban a la enferma veinticuatro horas de
vida.
En tan apurado trance invocamos a María Auxi­
liadora, haciéndole una novena y prometiendo una
limosna y publicar la gracia, si la salvaba sin ne­
cesidad de perder el brazo. A los pocos días empezó

Hoy me encuentro completamente restablecida
y llena de gratitud deseo se publique esta gracia en
el Boletín Salesiano, rogando al mismo tiempo a
tan buena Madre quiera alcanzarme la conversión
de persona para mí muy querida.
Enero, 1926.
M aria E. Patrón .
E nsenada (Argentina). — Se hallaba una sobrinita mía enferma de la vista y nos preocupaba gran-

■i'

. f ' «■

Cádiz — El P. Rinaldi con los Salesianos y Alumnos.
a mejorar y hoy está completamente curada. Su ­
mamente agradecida cumplo la promesa.
4 marzo 1926.

ANTONIA C ast ELL.

L a P lata (Argentina). — Un pobre obrero, padre
de familia y viudo con varios hijos corría grande
nc'oo de perder la vista, con las te.Tibles conse­
cuencias que ello suponía para la familia. Le enco­
mendé V le exhorté a encomendarse a María Auxil i ' - y ahora le damos las más rendidas acciones
de gracias, pues curado ya de su dolencii ha podido
re^-. .ia r su trabajo haciendo renacer la alegría y
el b!: -, :-íar en la familia.
Febrero. 192Ó.

Una devota.

Cr .', 0 3 A (Argentina) .— Hallándome gravemente
.i invoqué de corazón a mi celestial Madre
' Auxiliadora pidiéndole me otorgara la salud
Si me convenía-

demente por su porvenir. La encomendamos a
María Auxiliadora y hoy está completamente cu­
rada.
Así mismo, habiéndose un primo mío herido
gravemente en una mano con el cristal roto de una
puerta, acudimos a María Auxiliadora para que no
le quedara deformado tan importante miembro, y
mi primo curó perfectamente.
Agradecida por estos y otros m jchos favores
hago público mi agradecimiento a María Auxilia­
dora.
Febrero, 1926.
M . .M. C.
C a li (Colombia). — Los niños Pedro Miguel y
Carlos Enrique Gravenhorst, quienes viven bajo
mi cuidado y los de mi esposa, envían a la Bien­
aventurada María Auxiliadora las más fervorosas
gracias por haber conseguido un señalado favor

»74
de tan bondadosa M adre, por medio de las oracio­
nes de los niños del Vble. Don Bosco, que hicieron
la Comunión según su intención.
María Auxiliadora nos ha alcanzdao un verda­
dero prodigio, pues la madre de estos niños ha me}orado mucho de su enajenación mental y el esposo
que estaba desviado y la tenia casi abandonada y
sin enviarle recursos, hoy le manda con que atender
a sus necesidades y está este matrimonio casi arre­
glado, después de cerca de un año de estar al borde
de un abismo.
Por esta razón mis protegidos envían las gracias
a María Auxiliadora y a los niños del Oratorio por
tan portentoso milagro.
2 febrero 1926.
A p a r ic io

F igue-r o a .

C a r m e n {Colombia). — Hallábame gravemente
enferma y postrada en cama, con un tumor en una
pierna, que me hacía sufrir atrozmente noche y día
sin encontrar el menor alivio.
En tan triste situación recurrí con toda fé a la
Virgen Santísima, María Auxiliadora, haciéndole
una novena, y ofreciéndole una limosna y publicar
la gracia si me devolvía la salud.
Hoy me encuentro perfectamente bien y llena
de gratitud cumplo mi promesa para honra y gloria
de tan bondadosa Madre que nunca desatiende a los
que con fé la invocan.
Enero, 1926.
P a u l a M a n r iq u e .
C a m a g u e y {Cuba). — Atribulada por la crítica
situación de un asunto que me afectaba grande­
mente, y cuya solución era de grandes consecuencias
para mi porvenir, acudí confiada a María Auxilia­
dora, prometiéndole una limosna y publicar la
gracia en el Boletín Salesiano.
Todo se ha solucionado según la medida de mis
deseos por lo cual cumplo gustosa mi promesa y
doy publicamente gracias a tan buena Madre.
26 Febrero «926.
L o la M . P ic iia r d o .
S a n t a T e c l a {El Salvador). — Enferma de grave
afección intestinal y con fiebres altas que resistían
o todos los renrodios, al cabo de dos meses me ha­
llaba en estado verdaderamente grave.
Acudí con fé a María Auxiliadora, ofreciendo
una limosna para las Obras Salesianas y empece
a mejorar rápidamente, encontrándome hoy dcl
todo restablecida.
Gustosa cumplo mi promesa para mayor gloria
de tan buena Madre.
10 Febrero 1026.
B e n ig n a R o d r íg u e z

de

Parad a.

A l c a m p e l {Huesca). — Una manifiesta injusticia
amenazaba llevar la intraquilídad y el desasosiego
a un buen número de pacíficos hogares, entre ellos
el nuestro. Cuando no podía esperarse, dentro de
lo humano, que se rectificara el tortuoso camino
que llevaba al triumfo de la injusticia, me postré
a los pies de María .Auxiliadora en demanda de

socorro en nuestra tribulación. N o tardé en ser
escuchada, por cuanto bien pronto me fué dable
ver la mano providencial de la Santísima Virgen
en ios hechos que se sucedieron y en virtud de los
cuales resplandeció la verdad y la justicia, rena­
ciendo la paz en los hogares afectados.
M e complazco, haciendo honor a mi promesa,
en publicar en estas páginas el favor recibido, como
prueba de agradecimiento, y para que sirva de
pública edificación.
Abril, 1926.
M . F.
C a l i {Colombia). — Hacía doce años que un hijo
se había separado del .hogar sin que supiéramos
ni siquiera donde se encontraba; en tan terrible
angustia supliqué a María Auxiliadora que me con­
dujera a mi hijo a mi lado, prometiéndo publicar
la gracia en el Boletín Salesiano.
Poco tiempo había trascurrido cuando, en el mo­
mento que menos lo esperaba, veo volver a mi hijo,
sano y salvo.
En acción de gracias, hago celebrar una Misa'y
envío una limosna para los huerfanitos de Don
Bosco.
15 Abril 1926.
M

a r ía

M . C . V da.

de

C aiced o .

C a l i {Colombia). — Doy gracias a María Auxi­
liadora por haberme concedido un feliz alumbra­
miento y por haber devuelto la vida a un hijito mió,
que a consecuencia de un ataque había quedado
como muerto. Ella vió la amargura de mi corazón
y no tardó en consolarme devolviéndome a mi hijo
y con él la vida. Gustosa hago celebrar una misa
en acción de gracias y envío una limosna.
Marzo 1926.
M

e r c ed e s

A r a gó n .

M e d e l l in {Colombia). — ¡M aría nos salvó! El
8 de diciembre dcl pasado año salí con mi esposo
a dar un paseo en automóvil. Manejaba él mismo
el aparato y llegamos al cruce de la carretera con
la vía ferrea en el momento preciso de pasar el tren
de la tarde; no se podía proseguir porque la cadena
al otro lado estaba ya puesta, ni había tiempo de
volver atrás.
El choque mortal, inevitable llegó; nuestro coche
fué lanzado a gran distancia y nosotros despedidos
en distintas direcciones. Horriblemente desfigu­
rada, despedazados los vestidos y bañada en sangre,
volé en busca de mi esposo que yacía sin conoci­
miento, con aspecto cadavérico, cubierto con la
sangre que le brotaba de una gran herida en la
cabeza.
Devotísimos amantes tuyos, habíamos invocado
tu auxilio poderoso desde el primer momento dcl
peligro, con absoluta seguridad de que serías nues­
tra salvadora; y al encontrar inconsciente y mori­
bundo a mi esposo, sólo tu dulce nombre pronun­
ciaba.
En la más espantosa situación, como pudieron
presenciarlo cuántos nos vieron, fuimos conducidos
á la ciudad, en donde los facultativos, con especi*"
lísimo interés, lucharon toda la noche con nosotroSf

175

que la pasamos entre la vida y la muerte, para se­
guir en situación en extremo delicada, sobre todo
mi esposo, con su conocimiento y su memoria
completamente perdidos.
Con oraciones, con súplicas, y promesas fervo­
rosas á T í, Madre amada, en quien teníamos de­
positada toda nuestra confianza, y la seguridad de
nuestra curación, fuimos recobrando salud y fuerzas
hasta encontrarnos hoy perfectamente bien, sin
lesión alguna, y pudiendo mi esposo atender a sus
asuntos, como en sus mejores tiempos.
Reconocemos que todo es obra tuya, adorada
Auxiliadora, que a T í lo debemos todo, y por eso,
llena de gratitud, gustosamente cumplo la promesa
de publicar este milagro extraordinario, para que
se aumente más y más el amor, la gratitud y la fé,

joría, hasta curarnos enteramente; y después de
este portentoso beneficio le he pedido sus favores
en nuestras necesidades y siempre nos ha oído; por
lo que toda mi familia la adama por Madre y Reina.
17 Abril 1926.
L u z DE M

a r t ín e z d e l

R o sa l.

S a n t a n a {Ayacucbo-Ecuador). — Atacada una
hijita mía, de una fiebre maligna, a causa de unos
tumores perniciosos, y siendo declarado por el Fa­
cultativo que la asistía, c! peligro de muerte, acudí
con viva fé a nuestra Madre María Auxiliadora, y,
i oh ventura!, desde el mismo instante principió a
mejorar mi enfermita, la cual ya está perfectamente
restablecida, sin haber sufrido ningún retroceso.
Suplico a esa Dirección, publique en el Boletín

M adrid — Colocación de la primera piedra de la Iglesia y Escuela de los C u a tro Cam inos. La Presidencia.

a la incomparable Madre Auxiliadora de los Cris­
tianos.
Is a b e l R .

de

R estrepo .

P a vas {Colombia). — Llena de júbilo participo a
lid . el gran favor, que sin merecerlo, he recibido
de nuestra Madre Sma. María Auxiliadora.
Encontrándome víctima de grave enfermedad
y convencida ya de que los médicos eran incapaces
de curarme a pesar de haber hecho los esfuerzos
posibles, recurrí de todo corazón a María Auxilia­
dora y pronto obtuve completa mejoría. En agra­
decimiento hago público el beneficio recibido y
«nvío la limosna ofrecida.
7 A b ril 1926.
M

a r g a r it a

P rado

de

P erea.

f. {Chimalfenango - Guatemala). —
Habiendo caído enferma con cuatro de mis niñitos y estando grave, determiné ofrecer a la San­
tísima Virgen María Auxiliadora serle sincera­
mente devota suya y que llevaría con mis queridos
íiiños su medalla al cuello. Tan pronto hicimos
*sta promesa, todos experimentamos grande mcS an M a r t in

Salesiano, este prodigio admirable, por lo cual, llena
de gratitud a nuestra celestial Patrona, envió un
sucre de limosna para su Santuario de Turín. G ra­
cias Madre mía, gracias!
25 Abril 1926.
Z o il a P r im it iv a

de

R iv a s .

U r ib e l a r r e a . — En octubre del año pasado, a
consecuencia de un derrame cerebral, estuvo a
punto de perder la vida mi amado padre. Los m é­
dicos lo habían ya deshauciado cuando me dirigí
a la Sm a. Virgen Auxiliadora pidiéndole con fervor
lá gracia de ver a mi padre en vias de restableci­
miento, prometiendo publicarla en el Boletín Saiesiano.
Transcurrido bastante tiempo y hallándose ya
mi padre casi del todo bien, cumplo gustoso mi
promesa.
70 M arzo 1926.
A. G

u ayarello .

V ic o {España). — Deseo se haga pública una
gracia de la que yo misma fui testigo. Una noche
un vecino mío se puso tan gravemente enfermo,

17 Ó

que cuántos le rodeábamos creíamos inminente
su muerte.
Ocurióseme en tan doloroso trance sacarme la
medalla de María Auxiliadora que conmigo llevaba
y ponérsela al enfermo, prometiendo publicar la
gracia en el Boletín Salesiano. ¡Oh bondad de
M aría! La gracia no se hizo esperar, y hoy que se
encuentra completamente restablecido cumplo mi
promesa para mayor gloria de tan buena Madre.
14 Abril 1926.
M aría M éndez de L orenzo.

Dan famblén gracias a M aría Auxiliadora:
BarceJona (España). — Agapito Casellas, anticuo alumno
de Sarria.
CóUlga (Cucnca>España). — Manuela Castellano por una
{tracla espacial y cumple la promesa de hacer una ofrenda
al Santuario de Turln.
Cali (Colombia). — María L, Monzón, Luisa Monzón,
Elena Sánchez, Ascensión Prieto, Gregorio Jiménez, Mas
tilde Herrera, Manuel M. González; J. A. M . C. por la cu=
ración instantánea de un ataque epidémico; Adolfo Herrera,
Dolores Mera, Aurelia Lora v. de López, Carmen González,
Antonia Calcedo v. de Lloreda, e Irene Andrade de la Torre,
agradecidos a María Auxiliadora por varios favores, envían
una limosna en beneficio de la Obra Salesiana.
Carmen (Colombia). — Manuela Olave de Polanco, Fe»
Usa Mosquero de Salguero, Felisa - Galarza de Gamboa,
Joaquina Collazos de Espinosa.
Castillejo del Romeral (España). — Feliciana Martínez»
S. Castelblanque hacen pública su gratitud y envían una
limosna.
Cerríto (Colombia). — Trinidad Lora de C . y otros de*
votos por mediación del Decurión Adan Reyes,’ envían una
limosna. D. Silvestre Castrlllón envía zo pesos para las Mi*
siones y otra limosna para el Santuario por muchos favores
recibidos. Do. Inés Borona de Guei'ora envía un peso para
las Misiones por la curación de su hijo que estuvo en pe*
ligro de muerte. Srta. Ines Lucio, hace decir una misa en
acción de gracias a María Auxiliadora. Da. Ernestina Floras
de Soto, agradecida a María Auxiliadora y a Don Bosco
hace celebrar una misa. Da. Abigall G . de Tenorio hace
dedr una misa en acción de gracios por haberse recuperaco
la tranquilidad en el hogar. Da. Lastenla de García hace
celebrar una misa pidiendo la salud si le conviene. Da. Bc=
Itmr.lsa Tenorio, envía una limosna \ da gracias a María
Auxiliadora por haber restituido la salud a una niña. Da.
lst*r Je ,\fr//n, envía una limosna por haber salido feliz*
mente de una enfermedad. Da. Coila Dtlgado, manda una
limosna y pide oraciones. Da. Josefa Díaz envía una li*
mosna por favores recibidos. Da. Laura R. de Valencia,
ofrece una limosna para las Misiones. Da. Perpétua Cdr*
denos da gracias y envía una limosna. D. Feliciano Escobar
agradecido por haber obtenido la meforía de su esposa y
deseando nuevas gracias, envía una limosna. Dionisio Gil
envía una limosna para la causa de Don Bosco. Avelina
Cuéllar de Sánchez se hace cooperadora entregando un do*
nativo para la obra de Don Bosco y una limosna por. gracia
recibida. Ar.ita G arda hace celebrar dos misas en el San*
tuario de María Auxiliadora. Cupertino Daraviña manda

una limosna para el Boletín Salesiano. Margarita Romera
hace celebrar una misa en acción de gracias. Clemsntina
López de G. envía una limosna por gracia recibida.
Labateca (Colombia). — Julia C. de Villamízar, Agapito
García, Néstor C. Parra, Lorenzo Díaz, Patricio Vera y
C. L. B. dan gracias a María Auxiliadora por señalados fas
vores recibidos y envían una limo'sna.
La Plata (Argentina) Jorge Romero.
Maracalbo (Venezuela), María C. Pinol da gracias y envía
una limosna por haber obtenido la curación de su hermano
enfermo de apendicitis. — Varias personas agradecidas
envían una limosna por conducto de la Celadora Salesiana
Srta. Ana Juila Rincón y otras piden oraciones a los huér>
fanitos de Don Bosco para obtener gracias.
Paysandú (Uruguay). — J. Fabre.
Pescador (Colombia). — Rosalía Díaz de Espinosa.
Rioebico (Ecuador). ~ Guillermina Alvarado, agradecida
por haber obtenido una gran mejoría en una enfermedad
publica la gracia, se inscribe en la Pia Unión de los Coopes
radores Salesianos y envía una limosna. Rosa Amira Aivas
rado da gracias por haber obtenido la salud de su querida
madre y envía una limosna. Alcida Sánchez, agradecida
envía una limosna para los huérfanos de Don Basco y hace
celebrar una misa en el Santuario de Turín.
Rio Gallego (Argentina). — Gloria Méndez.
Rocafuerte (Ecuador). — Varios cooperadores, envían
una limosna pidiendo oraciones. Pilar de Aray, Gertrudis
Saltos de Mendoza, R. Virgilio y Mariana de Jesús Saltos
dan gracias a la Virgen de Don Bosco y por conducto,
de la Celadora Salesiana Srta. Rosa Matilde Alcívar envían
un donativo para la Obra Salesiana. Natalia Huerta de Nié*
mes da gracias por haber alcanzado la salud de su hijita y
envía una limosna para los huerfanitos de Don Bosco. Cem
linda E . Alcívar envía un exvoto al Santuario de M ar*
Auxiliadora por haber curado de una enfermedad nasal q •
la puso en grave peligro.
Tiple (Colombia). — Jesús M. Bonilla y Justina Polo.
Tosagua (Ecuador). — 2. J. A., da gracias y envía un»
limosna para los huerfanitos de Don Bosco por haber cu*
rado casi repentinamente de un ataque agudo que puso en
peligro su vida.
Valencia (Venezuela). — M . P. da gracias y pide oracionse
para la salud de su esposo. Cora M . Vda. de Capriles d»
gracias y se hace Cooperadora Salesiana con todos sus hijosVigo (España). — Carmen Duallo da gracias a María
Auxiliadora y envía una limosna.
Vofoco (Colombia). — Carlos Cedeño, Gerardo Rulz»
María Gómez y Manuel Jesús Escobar, dan gracias a Mari»
Auxiliadora.
Yumbo (Colombia). — Margarita P. de Perca, agradee. »
envía una limosna.
Zaragoza (España). — N . Bonct da gracias y envía un»
limosna para las Obras de Don Bosco. José Bcna.ente da
gracias a Moría Auxiliadora y hace celebrar uno r.i.so «y*
su honor.

María .Auxiliadora es el factor educativa
esencial del sistema de Don Bosco.

177

M adrid — S S . M M „ el P . Rinaidi y demás A uloridades dirigiéndose al lugar de la primera piedra.

¿ S . M M . los Reyes. S . A . R . la Infanta D a. Isabel, d Rdmo. P . Felipe Rinaidi y demás autoridades
en el momento de la B eadidóo d e la primera fnedra.

VI

PO R

EL M U N D O

SA L E 5IA N O

I./is obras que con vucslrn nyuila be comenzado, ya no tienen necesidad de mí, pero si de
vuestro apoyo y el de todos aquellos que, como vosotros, desean promover el bien sobre
la tierra.
D O N R O S C O a sus Cooperadores.

Nuestro Superior General en España.
Ha regresado ya de su viaje por España nuestro
amadísimo Rector Mayor, D. Felipe Rinaldi. Son■riente, contento, sin la menor manife;;tación de
•cansancio, en perfecto estado de salud y con reno­
vadas energías lo hemos visto llegar al Oratorio
Salesiano de Turín, señal evidente de que a pesar
de las fatigas del viaje, del cansancio por tantos
discursos pronunciados, veladas a que ha tenido
que asistir, recepciones, cambios de clima y comida,
las satisfacciones íntimas han sido tantas y tan
grandes que el cuerpo lejos de resentirse ha sacado
nuevo vigor y energía.
Ansiosos nos acercamos a nuestro Superior para
besarle la mano y pudimos oir de sus labios las
agradables impresiones que traía de España. Antes
de continuar la crónica de su viaje triunfal nos com­
placemos en transcribir lo que él mismo nos ha en­
cargado dijéramos a la España Salcsiana.
Aunque ya lo ha manifestado en los discursos y
en alguna interviú con los periodistas, quiere re­
petirlo desde las columnas del Boletín Salesiano,
Organo oficial de la Congregación.

Lo que dice el P. Rinaldi.
Su corazón de Padre ha experimentado una satis­
facción inmensa al comprobar el desarrollo conso­
lador que la Congregación Salcsiana va tomando
de día en dia en España; comprende que eso es de­
bido a que sus hijos, los salcsianos, trabajan ani­
mados del mejor espíritu, del que tantas pruebas
ha visto en este viaje; pero también tiene el conven­
cimiento de que este florecer extraordinario de
obras y fundaciones no seria posible sin la asistencia
cariñosa y el donativo constante de tantas almas
buenas, de ta«\tos cooperadores salcsiaiíos que se
entregan cuerpo y alma, con su cooperación activa
y con sus limosnas, a favorecer las obras de Don
Bosco. A estos los ha visto en toda España y desde
el Boletín Salesiano se complace en darles a todos
las más expresivas gracias, rogándoles continúen
siempre esta amorosa asistencia de la cual, como
lo dijo el mismo Don Bosco, nunca podrá prescindir
la Congregación Salcsiana; por su parte les ofrece
el tributo constante de sus oraciones y de las de
todos los Salcsianos y niños del mundo entero, in­
vocando una vez más sobre todos la bendición de
María Auxiliadora, bendición que desea descienda
abundantemente, de un modo especial sobre S S .
M M . los Reyes y todos los demás miembros de la

Real Familia (q. D. g.) que tanto afecto y estima
demuestran constantepiente hacia la humilde Con­
gregación Salesiana, que tiene a grande honor po­
derlos contar a la cabeza de los Cooperadores Salesianos Españoles.
Nuestro Rector M ayor envía también desde Turin un saludo especialmente cariñoso a esas verda­
deras falanges de Antiguos Alumnos que doquiera
ha llegado se han reunido en torno suyo llenas de
vida, de gratitud, de entusiasmo, prometedoras de
grandes realidades sociales, frutos consoladores de
la Acción Salesiana. Los ha visto y admirado orga­
nizados, amantes de sus superiores, fieles al espíritu
y tradiciones de Don Bosco; pero de un modo espe­
cial los ha contemplado con satisfacción extraordi­
naria en el Cuarto Congreso Nacional, cuya actuación
le ha complacido en extremo, tanto por Ío práctico
de los tcmal propuestos, como por \o salesianamente
que se han desarrollado y discutido, i Bien por los
Antiguos Alumnos Españoles! Han sido una de las
notas más simpáticas y consoladoras dcl viaje de
nuestro Superior.
A todos, Cooperadores, Salesianos, A. Alumnos
y Alumnos de nuestras Casas renueva la expresión
de su gratitud por las fiestas y agasajos que le han
dedicado c implorando una vez más sobre todos la
bendición de María Auxiliadora, repite el grito que
tantas veces le salió espontáneo durante el viaje:
iViva España! jViva Don Bosco!

Las úUimas visitas en Andalucía.
Hemos recibido con retraso noticias del gran re­
cibimiento que tributó al P. Rinaldi la muy noble
ciudad de C a r m o n a , donde llegó procedente de
Ecija, el dia 27 de febrero.
Con ser día laborable parecía sin embargo una
de sus mayores festividades.
Un repiqueteo general de campanas en todas las
Parroquias anunció su llegada, así como la despedida;
las autoridades tanto civil como eclesiástica, acu­
dieron a darle la bienvenida y a tomar parte en todos
los actos que se celebraron en su honor; el trayecto
por donde pasaba se veia engalanado con vistosas
colgaduras: los Sres. Cooperadores y admiradores
de la Obra Salesiana acudieron a recibirle en mul­
titud de automóviles y por todas partes se veia
aclamado y vitoreado.
El por su parte, quedó altamente complacidor
dando a todos las gracias, porque veía en todas esas

‘ 79
muestras de cariño y afecto hacia su persona, el
fran aprecio y simpatía en que se tiene la Insti­
tución Salesiana.
Merece especial mención la actitud del Excelen­
tísimo Sr. Alcalde Presidente, D . Diego Díaz V¡Uasante que además de haberse puesto a disposición
para todo lo que hiciera falta, tuvo la amabilidad
de mandar espontáneamente la banda del Exmo.
Ayuntamiento para la recepción. También fue muy
notable el discurso que en nombre de los Coope­
radores pronunció el M . R. Sr. Arcipreste, Don
José Molina Rivero, que fué todo él un himno glo­
rioso y elocuentísimo a la magna Obra Providencial
del Vblc J. Bosco, así como sus palabras de despe
dida, que fueron inspiradísimas y brotadas del co­
razón. El ilustrado Secretario de este Exemo. Ayun­
tamiento, el S r. D . Adolfo Chércoles y Vico habló

automóviles con el P. Rinaidi se dirigió hacia la
Casa-Noviciado de S an J osé del V a lle . El pueblo,
los Novicios y los Estudiantes de Filosofía, todos
participaron como una sola familia a la gran alegría
de la visita del Padre.
Desde San José del Valle se dirigió el P. Rinaidi
el día i6 de marzo a la ciudad de R o n d a doid c flo­
recen unas Escuelas populares gratuitas y un Co­
legio de Bachillerato muy acreditado.
A la hora de su llegada acudieron a recibirle los
Sres. Directores y Superiores de ambos Colegios,
el clero, las autoridades civiles y militares y nume­
roso público.
A las cinco y media de la tarde celebróse en su
honor en la Escuela de Santa Teresa, una velada
literario-musical, a la que asistió numerosa y dis­
tinguida concurrencia.

A\adrid — S S , MM. hablando con el P. Rinaidi.
«n nombre de los Antiguos Alumnos y reveló sobre
todo el gran afecto y carino que profesa a la Con­
gregación Salesiana.
Desde Cádiz se dirigió el P. Rinaidi con sus acom­
pañantes en automóvil hacia J erez adonde llegó
el día
de marzo. N o hay todavía en esta localidad
casa salesiana, pero sí hay una casa que bien puede
llamarse de los Salesianos, pues en ella son siempre
recibidos como hijos y hermanos cuantos van o
vienen al próximo Noviciado de San José del Valle.
Nos referimos a la casa del venerando anciano de
9S años, Hmo. S r. D . Rafael Romero, insigne cooP c dor salesiano y fundador de la citada casa No• 'do. A casa de este Ilustre cooperador que los
'i--=rios llaman cariñosamente el Abuelito, se
el P. Rinaidi y allí fué saludado por las autoí.dides locales. Como además existen en Jerez
“ OS ilorecientes establecimientos a cargo de las
' de M ana Auxiliadora el P. Rinaidi los visitó
v-.-no agrado y fué objeto de agasajos y aten®oncs por parte de las Hermanas y educandas a
que dirigió paternales frases.
'»! :r,ochecer de aquel mismo día la comitiva de

El Sr. Alcalde dió la bienvenida al Reverendo
Padre en términos elocuentes, expresando el amor
que Ronda debe a la Institución Salesiana, por la
labor de cultura y sentimientos religiosos que realiza
en nuestra ciudad.
En análogos términos y con su proverbial elo­
cuencia se expresó el señor Vicario Arcipreste, que
le saludó en nombre de los Cooperadores, expre­
sando el bien que Ronda debe a los Salesianos, que
con su enseñanza y método educativo han capacitado
a numerosos jóvenes que hoy ocupan puestos pree­
minentes en la banca, en el comercio, en la industria
y en diversas carreras civile.s y militares.
El teniente de Alba de Tormes don José Sánch?z
Gómez, saludó al venerando Padre Rinaidi en nom­
bre de los Antiguos Alumnos:
Después de dar al amado Padre la más cordial
bienvenida hizo resaltar la obra benéfica y social
de los Salesianos en Ronda. En nombre de los A n­
tiguos Alumnos expresó los sentimientos de adhe­
sión inquebrantable y de admiración cariñosa de
que todos se sienten animados hacia el dignisimo
Superior y abnegados miembros de la Congregación

i8o
Salesiana y terminó pidiendo al P. Rinaldi una ora­
ción especial ante María Auxiliadora por los An­
tiguos Alumnos de Ronda y por sus familias. Cerró
el acto el Rvdmo. Padre Rinaldi manifestando la
gratitud de los Salesianos hacia esta ciudad por su
noble asistencia en los momentos de angustia des­
pués del siniestro ocurrido en el Colegio del Sa­
grado Corazón y animando a todos a su reconstruc­
ción.
Dedicó un sentido recuerdo a la generosa donante
de los colegios Excelentísima Sra. Marquesa de
Moctezuma, y dió las gracias al pueblo de Ronda
por el cariñoso recibimiento que se le había dis­
pensado.
Después de la velada pasó el P. Rinaldi a la iglesia
donde le esperaban las Señoras de la Archicofradía
de María Auxiliadora. Las animó a propagar su
devoción que tantos beneficios derrama en la so­
ciedad y tantos consuelos en los hogares y luego
dió la bendición de tan buena Madre a los presentes
implorando sobre todos éllos y sobre España los
favores de María.
El día 17 lo pasó visitando los Colegios Salesianos
y el día 18 después de celebrar la Santa Misa salió
con dirección a Antequera y M álaga. En A nte quera visitó las obras de una nueva fundación saIcsiana llegando a MÁLAGA el día 18 a las seis de la
tarde.
En la estación se encontraban todas las autori­
dades y comisiones del elemento civil y particular,
invitadas al acto.
Como se había anunciado, en el automóvil oficial
del Ayuntamiento y acompañado del alcalde acci­
dental don Eduardo Heredia fué trasladado desde
la Estación de los Andaluces a las Escuelas de
San Bartolomé, donde le esperaba el pueblo en
masa, haciéndose imposible el transitar no sólo por
la calle principal que da entrada al Colegio, sino en
las laterales, que estaban también abarrotadas de
público.
Entre un viva continuado, hizo su entrada en
San Bartolomé a los acordes de una marcha triunfal,
interpretada por la banda del Colegio Salcsiano.
Scguidan\cntc y acompañado del alcalde penetró
en la iglesia de María Auxiliadora, donde a toda
orquesta se cantó solemne Salve y tras éste acto
hizo uso de la palabra el Rdmo. P. Rinaldi, expli­
cando a los devotos el significado y los beneficios
divinos que habían de recibir con la bendición de
María Auxiliadora que a continuación dió a los
fieles.
Acto seguido se celebró la recepción oficial y
particular a la que concurrieron infinidad de se­
ñeras y caballeros pertenecientes a todas las enti­
dades que forman corona a la Sociedad Salcsiana.
Al día siguiente, festividad de San )osc, celebró
el P. Rinaldi la misa de Conumióm General con
una concurrencia extraordinaria y el mismo día a
las 4 de la tarde en uno de los patios del Colegio se
cclcbió una interesante velada siendo dignos de
especial mención el discurso que, en nombre de
los Cooperadores pronunció el M uy 1. Sr. Don
Andrés Coll, arcipreste de la S . 1. C . de Málaga y
el saludo de los Antiguos Alumnos a cargo de D.
Luis Escobar. Por la noche a las 8 y media se reu­

nieron en el Colegio en sesión extraordinaria los
Antiguos Alumnos presididos por el P. Rinaldi que
pasó con éllos agradabilísimo rato.
El día 20 de marzo lo dedicó el P. Rinaldi a la
Casa de M ontilla celebrando una misa de Co­
munión General en la Parroquia de Santiago y asis­
tiendo por la tarde a una velada músico-literaria
en la cual lo saludó, en nombre de los Cooperadores,
el M uy Rdo. Sr. Arcipreste D. Luís Casado y en
nombre de los Antiguos Alumnos el Sr. Solano
Sánchez.
Finalmente, con el corazón lleno de las más
gratas emociones al ver la vida pujante de la Con­
gregación Salesiana en Andalucía, agradecido al
sinnúmero de atenciones y muestras de afecto de
que había sido objeto por parte de autoridades,
Cooperadores, Ex-Alumnos y Alumnos en todas
las localidades por donde había pasado, dejó el
P. Rinaldi la hermosa tierra de María Santísima
el día 21 de marzo para dirigirse a la capital de
España, a M adrid , donde su viaje triunfal por la
Península había de tener espléndida apoteosis y
donde habían de sumarse al homenaje que España
ha tributado al tercer Sucesor del Vblc. Don Bosco,
los más distinguidos miembros de la nobleza, los
ministros de la Corona, el Nuncio de Su Santidad
y S . M . el Rey Don Alfonso X l l l (q. D. g.) que
atento como él sabe estarlo a los anhelos y nece­
sidades del pueblo, convencido de la labor prove­
chosísima que la humilde Congregación Salesiana
desarrolla especialmente en favor de la clase obrera
española, no sólo dió realce a algunos actos asis­
tiendo él con la Real Familia, sino que departió
intimamente con el P. Rinaldi y aún llamólo a au­
diencia privada en Palacio, dando así a la Congre­
gación Salcsiana carta de nacionalidad, y ejecutoria
de nobleza.

El recibimiento en Madrid.
Llegó el Padre Rinaldi a Madrid procedente de
Andalucía el día 22 de marzo a las 10 y media de
la mañana.
La recepción que se le tributó fué magnífica.
Llenos estaban los salones de espera y el andén de
la estación dcl Mediodía.
Unos ocho minutos antes de la llegada del tren
apareció en el andén el Excelentísimo Señor Nuncio
de Su Santidad, a quien infinidad de gente besaron
el anillo, y que tuvo la dignación de ir a recibir al
sucesor de Don Bosco. También acudió a esperarlo
como delegado del Señor .Alcalde de Madrid, el
concejal Don Manuel Bofarull.
Apenas paró el tren y apareció el Reverendísimo
Don Rinaldi, sonó en el andén una nutrida ¿aba
de aplausos. Mucho tiempo duró en la propia esta­
ción el besamanos. Éntre las muchas personalidades
amigos de la Obra Salcsiana acudieron a recibir a
nuestro Rector Mayor los Exemos. S r. Duque de
T'Scrclacs y Conde de la Cortina, la junta d«
Sres. Cooperadores presidida por D . Fernando
Bauer y D. Angel García de Vinuesa, Presidente
da la Federación Nacional de Antiguos Alumnos
Salesianos.
, ..
El Rvdo. P. Rinaldi subió después al airtomovu

t8i

de nuestro egregio piadosísimo amigo el Señor
Conde de la Cortina.
Todos se dirigieron luego a la casa salcsiana
de la Ronda de Atocha, y allí (donde también es­
taban esperándole muchísimas señoras, entre ellas
la Junta de Cooperadoras presidida por la Exema.
Sra. Condesa de Via-Manuel), los patios estaban
rebosando de gentes y estaban formados en co­
rrectísima formación los niños de las escuelas y del
Oratorio Festivo, hallándose al frente a modo de
castadores, muy majamente vestidos los niños
gimnastas del grupo « Auxilium ».
Apenas entró el Padre Rinaldi sonaron forini-

paña! En esta bandera que tengo delante de mis
ojos y que están tocando mis manos, se juntan la
Patria y la Religión, pues campea entre sus colores
nacionales el nombre de la Santísima Virgen Auxi­
liadora... '
Dió varios vivas el Reverendísimo Padre, que
fueron repetidos con entusiasmo.
PR ENSA

S E A S O C IA

AL

H O M E N A JE .

Los más importantes diarios y revistas ilustradas
de la Capital publicaron extensas crónicas, artí­
culos laudatorios, fotografías de los diferentes actos

Barcelona — El P . Rinaldi en casa de los S res. M erli-C odoiar.
«

w l e jfru p o . p o ^ a e e n e l m i m o l o g a r y fo rm a K b a n aaca<Io la» ío io g ra B a » de D o n R o .c o .
U o n K u a . d e D o n A lb r r a y d e D o n F . R in a ld i. ro d e a d o s d e e s ta fam ilia ía s ig o e d e C o o p e r a d o r e s b a rc e lo n e s e s .

dables vivas, rompió la música, y echaron las cam­
panas a vuelo. Y el buen Padre amable y cariñoso
saludaba, sonreía, acariciaba y hablaba con los simpá­
ticos gimnastas. Uno de los niños más listos y más fopsos se subió en una silla y le dió elocuentemente
ja bienvenida a Don Rinaldi. Cantóse después un
himno marcial, y el Señor Rector Mayor dirigió
«ntonces la palabra a los niños, tomando pie del
mote o la divisa S P E S (esperanza) que en sus
pintorescos y airosos uniformes ostentan los del
gimnástico de los internos.
Algo de lo que dijo fué lo siguiente:
. ~~ Sois en verdad esperanza de la Patria y de
a Religión. Para que, en efecto, lo seáis, ha venido
t;.nta gente distinguida y al frente de ella Su
«ce..- ;ia ^ Señor Nuncio y las autoridades maN'o han venido por mí, sino por vosotros,
P-j" amor a vosotros para que logréis ser, como
:: .s, esperanza de la Religión y de la Patria,
iqué Patria la vuestra! iqué Patria vuestra Es-

y el importante rotativo católico E l Debate al darle
la Bienvenida dijo entre otras cosas:
• La casa de Madrid se cuenta entre las hijas
de sus desvelos. Fué fundada en 1900; y uno de los
motivos de su venida a la capital de esta España,
regada con sus sudores apostólicos, es precisamente
celebrar las bodas de plata de su fundación. Hace
veinticinco años el inspector de los salesíanos, hoy
Superior General, echaba los fundamentos de la
obra grandiosa que el lector madrileño puede ad­
mirar en la Ronda de Atocha. Los 200 chícuelos
de aquellos barrios que inauguraron entonces el
oratorio festivo, cosa desconocida en Madrid, se
han multiplicado hasta 1.700 que lo frecuentan hoy;
las escuelas gratuitas empezaron con 100 alumnos,
hoy las ocupan más de 600; las escuelas profesio­
nales, aunque están empezando como quien dice,
van formando en ios diferentes oficios a más de
100 obreritos, que mañana serán maestros de taller
y tal vez industríales o artistas notables. Cálcalo

t82
interesante sería el de todos los niños que de una
manera u otra han recibido durante estos veinti­
cinco años la semilla de la buena educación, en las
escuelas de la Ronda de Atocha. Sin que nosotros
los contemos, ellos serán los primeros en sumarse
al saludo afectuoso, lleno de recuerdos queridos,
que los salesianos, los cooperadores y todos los
que amamos entrañablemente la obra civilizadora
de los salesianos, dirigiremos al buen padre, como
le llamábamos en aquellos tiempos, y como con más
razón todavía, le llamaremos ahora.
Don Felipe María Rinaldi, pasa ya de los setenta.
Pero los años y el incesante apostolado y preocu­
paciones, no han podido disminuir su increíble
potencia de trabajo; sus grandes dotes de hombre
práctico, organizador y economista están servidas
por una resistencia física que envidiarían muchos
jóvenes. Pero sobre esa laboriosidad, tenaz y hábil,
está la modestia y la sencillez del padre Rinaldi.
Dice un proverbio malicioso que fray Modesto no
fue nunca guardián; pues aquí falla completamente
el refrán, porque el padre Rinaldi ha trabajado como
pocos y en lo más escondido donde sólo vé el Padre
celestial. Los superiores generales que le precedieron
le buscaron siempre para los puestos de más tra­
bajo; desde 19 0 1, fué el Prefecto de la Pía Sociedad
Salcsiana, es decir, el administrador general, el
hombre de los negocios y las finanzas, el que llevaba
el peso económico de las obras salesianas extendidas
por todó el mundo. Solo cuando le vimos algunas
veces en aquellos rígidos inviernos de Turin, tra­
bajando desde las cinco de la mañana hasta las alias
horas de la noche, con la vista ya gastada y la espe a
cabellera blanquísima ya por los años, compren­
dimos cómo practicaba él aquella última recomí ndación del fundador moribundo:
Lavoro, lavero,
lavoro ». Así se explica la difusión maravillosa de
la Obra de don Bosco.
Bienvenido seáis, padre Rinaldi, a nuestra ca­
pital. M adrid, ciudad hidalga y hospitalaria, exce­
sivamente generosa a veces con tantos « personajillos », no os escatimará su simpatía y sus agasajos,
pues sabe muy bien que España entera tiene para
C' n el actual Rector M ayor de los salesianos una
gran deuda de gratitud *.
L a s B o das d e P l a t a de l a s E sc u e l a s S a l e s ia n a s
DE LA R o n d a de A t o c h a .

Tres acontecimientos de gran trascendencia se
desarrollaron durante la estancia en Madrid de
nuestro amadísimo Superior General: Las Bodas
de Plata de la primera Casa de la Capital, la colo­
cación de la primera piedra de una nueva Iglesia
Salcsiana y el cuarto Congreso Nacional de Antiguos
Alumnos.
Ui\ triduo predicado sirvió de preparación a la
fiesta de las Bodas de Plata de las Escuelas Sale­
sianas de la Ronda de Atocha que se celebraron
solemnemente el juc\cs 25 de marzo.
A las ocho de la mañana hubo misa de Comunión
Cenerol celebrada por el P. Rinaldi, a las diez se
cantó la hlisa solemne oficiada por el M uy Rdo.
Sr. D . Antonio Candela, asistiendo de medio pon­
tifical el Exemo. Sr. Nuncio de S . S . Mons. Tcdc-

schini. Acabada la misa se cantó un solemne Te Deum
a 4 voces, con música del llorado Cardenal Cagliero,
en acción de gracias por los beneficios recibidos
de Dios durante los veinticinco años de existencia
de las Escuelas.
Después tuvo lugar la comida íntima. Ocuparon
la mesa presidencial el padre Rinaldi, rector mayor
de los salesianos, que tenía a su lado al Nuncio de
Su Santidad y al conde de la Cortina. En frente de
ellos, en la misma mesa, tomaron.asiento el alcalde,
señor conde de Vallellano, y el señor Bofarull.
En las otras mesas se distribuyeron en fraternal
mescolanza los cooperadores y superiores de las
casas allí reunidos, representaciones de antiguos
alumnos, sacerdotes, etcétera.
A los postres hablaron, en representación de los
cooperadores, el señor Martínez Berrueco; por los
antiguos alumnos, los señores Pando y Causapié;
el señor Bofarull dió las gracias al conde de Va­
llellano por su asistencia y lo presentó al padre
Rinaldi como un cooperador más. Pidió el señor
Bofarull al padre Rinaldi que pronto se empiece
la iglesia que proyecta en la carretera de Extrema­
dura, donde dicho señor sostiene varias escuelas
para educación de los niños pobres de aquellos
barrios, y para comenzar los donativos presentó al
padre Rinaldi un cheque de 1.500 pesetas, rasgo
que fué calurosamente aplaudido. El conde de
Vallellano contestó en breves y elocuentes frases
a las alusiones de varios oradores. Se manifestó
entusiasta de los métodos educativos de los padres
salesianos y añadió que deseaba verlos introducidos
en las escuelas que dependen de la beneficencia
municipal, especialmente en el Asilo de la Paloma.
Prometió también una subvención a los antiguos
alumnos de los salesianos. Fué muy aplaudido.
El padre Rinaldi dió después las gracias a los
presentes por su cooperación a la obra de don
Bosco.
Tuvo frases de exquisita gratitud para los Reyes
y autoridades. Recordó los proyectos de hace vein­
ticinco años; parecían entonces un sueño, y hoy
son hermosa realdad. « La Providencia, decía el
padre Rinaldi, nos asistió generosamente durante
estos veinticinco años. Pero la Providencia obra en
el mundo por medio de los hombres, de modo que,
después de ella, se debe todo a la caridad de los
cooperadores y bienhechores de la obra salesiana ••
Por último, habló monseñor Tedeschini, que
pronunció un breve pero inspirado discurso. Insis­
tió con profundos conceptos en el deber que tenemos
de educar al pueblo, haciendo de los niños buenes
cristianos. Considerando a los salesianos como
brazos de la Iglesia para la cvangelización de las
masas, se felicitó, como representante del Papa, de
que éste y la iglesia tengan tales colaboradores de
su misión divina. La confianza con que los sale­
sianos se arrojan a las más grandes empresas, como
lo atestiguaban los datos suministrados por el padre
Rinaldi, le pareció una de las características funda­
mentales de la Congregación fundada por don
Bosco, hoy extendida por todo el mundo y uno *
los pilares de la Iglesia católica. Este espíritu ®
santa audacia y confianza en Dios lo infunden
sus alumnos los salesianos, que monseñor Tcde-

i 83

schini calificó con acertadísima frase de «maestros
de osadía *.
El discurso del señor Nuncio impresionó viva­
mente a los comensales, que le tributaron repetidos
aplausos.
Por la tarde tuvo lugar la inauguración del mo­
numento a Domingo Savio, uno de los primeros
alumnos de don Bosco, muerto en olor de santidad
y que pronto honraremos en los altares. Es el mo­
delo del estudiante seglar, un santito de pantalón
y chaqueta; tipo profundamente humano y asequi­
ble a todos los muchachos que frecuentan las es­
cudas salesianas, los cuales pensarían tal vez que

evolucionan los niños con precisión y compiten en
saltos de altura; fueron premiados siete por saltos
de ! , 8 o metros.
El grupo de los internos Spes, de blanco y azul,
combina también en sus movimientos preciosas
figuras.
Cierran los dos la fiesta con los cuadros « Viva
Domingo Savio », » Viva don Rinaidi *, en que
formando las letras con muchachos, parece sinte­
tizarse la gratitud de los educados en la obra de
don Bosco.
La música y los aplausos acompañaron constan­
temente la simpática fiesta.

S arríá (España) — £! P . Rinaidi en la bendición y entrega de la nueva bandera de los A. Alumnos,

sólo se puede ser santo vistiendo sotana o hábito
religioso.
A las cinco, sin que la lluvia logre enfriar el en­
tusiasmo ni despejar los patios macizos de público,
el Rector M ayor de los salesianos, descorre la cor­
tina del monumento, entre los acordes del himno
nacional. La blanca figura del San Luis Salesiano,
modelo que a sus alumnos proponía el mismo don
Bosco, presidirá ya los recreos de los que siguen
siendo sus compañeros; procede la escultura de
las escuelas salesianas de Sarria, y es la sexta con
que se decoran los patios de juego de las casas sa­
lesianas españolas.
La banda ejecuta nuevas piezas y el antiguo di­
rector de las escuelas de M adrid, don José M_ría
Manfredini, pronuncia brillante arenga.
La lluvia cesa a las seis, como para no deslucir
®1 anunciado festival gimnástico. Desfila marcial
el grupo AuxiUum (zoo externos de uniforme blanco,
cruzado con banda de los colores nacionales), y des­
pués de un himno con acompañamiento de banda,

Después, reunidos todos para recibir la bendi­
ción solemne con Su Divina Majestad, cantaron
juntos salesianos, cooperadores, alumnos de ayer
y de hoy la Salve de gracias a María Auxiliadora.
U n a n u e v a ig l e s ia y a m p l ia c ió n
S a l e s ia n a s . — A s is t e n S S . M M .
EL N u n c io de S . S .

E sc u el a s
A A . RR. y

de
y

Tuvo lugar esta solemnísima fiesta salesiana el
día 24 de marzo en la barriada de los Cuatro Ca­
minos, extremo opuesto a la Ronda de Atocha,
donde desde hace algunos años funciona un Ora­
torio festivo y unas escuelas elementales gratuitas.
He aquí como el entusiasta y brillante redactor
de « E l Debate * D . Manuel Graña da cuenta de
la gloriosa jomada.
' Gran día el de ayer para los rapazuelos de aque­
llos barrios que atraviesa la calle de Francos Ro­
dríguez. Nunca habían visto tal cosa. El amplio solar
donde han de levantarse las escuelas y la iglesia de.

184
los padres Salesianos, cubierto de gente; entre ella,
brillantes automóviles, blancas pellices de sacerdo­
tes, rojas sotanas de monaguillos, un altar como
para decir misa, vistosos distintivos de gimnastas,
galopados uniformes de músicos, dibujos de verde
ramaje, abanicos de palmeras, pasillos de alfombra,
sillones de rojo granate, una artística tienda de
campaña y tapices regios a manera de dosel.
La banda de los Salesianos toca la Marcha Real
y llegan los Reyes, la infanta doña Isabel, el infante
don Fernando, con su esposa, y todo el séquito
palatino. Allí se encuentran también el Nuncio de
Su Santidad, el Obispo de Madrid-Alcalá, los mi­
nistros de Instrucción pública y Gracia y Justicia,
damas de la aristocracia, caballeros y autoridades.
Se pueblan los balcones y las terrazas, los terra­
plenes y las tapias lejanas; pero en torno nuestro,
a respetable distancia, se forma una barrera, mejor
dicho, un marco humano de miles de chicuclos
atónitos. Esta masa de hijos del pueblo, último es­
calón de la democracia, es precisamente el héroe
anónimo y amorfo de la regia jornada. Por éllos
estamos todos allí, desde el Rey hasta el último fun­
cionario, desde el Nuncio hasta el sacristán. Para
ellos es la fiesta, y la iglesia, cuya primera piedra
va a bendecir el señor Obispo y colocar el mismo
. Rey de España.
La madre Patria ha debido estremecerse de ter­
nura ante la simbólica ceremonia; y, ¡cosa digna de
notarse!: quien nos obliga a pensar en estos futuros
ciudadanos, quien congrega allí a la realeza y a la
aristocracia, al ministro de Instrucción pública y a
las autoridades para que sirvan los grandes inte­
reses de la Patria, la educación del pueblo, son
unos modestos religiosos, presididos por su vene­
rable Superior General: los padres Salesianos. Un
humilde sacerdote piamontés empezó por recoger
y educar a los pilludos que vagaban por los alre­
dedores de Turín; su espíritu generoso, traspasando
las fronteras, vencedor de la muerte, del tiempo y
del espacio, se ha encarnado en sus hijos; y estos
realizan la misma obra humanitaria en estas ba­
rriadas de nuestra capital. Allí están en torno nues­
tro, formando animado cordón, los miles de cabecitas por cuyos rostros atezados fluye la savia joven
del pueblo español. Nos contemplan con una mezclo
de asombro y regocijo, sin sospechar tal vez que
espectadores indiferentes, son ellos los actores,
el verdadero resorte de todo lo que allí pasa.
Ocupan Reyes y séquito los respectivos sitiales,
y el señor Bofarull dirige al Soberano un brc\ c dis­
curso en nombre de los Salesianos y de sus bienhe­
chores; pero especialmente en nombre de aquella
turba de chiquillos, si bditos como nosotros, pero
más necesitados que nosotros, de su majestad ca­
tólica. " La Iglesia nos dice, ya en tono de adver­
tencia, ya en tono de censura; Id al pueblo », ob­
serva el señor Bofarull. Hubiera podido añadir que
la Iglesia, madre amorosa de los humildes, no se
contenta con decírnoslo; nos lleva a! pueblo, nos
pone delante de sus miserias y de sus posibles gran­
dezas; nos ponía entonces delante de aquella mul­
titud de hermanos nuestros, hijos de Dios y de
España, a los Reyes, a los Infantes, a los ministros,
a los nobles, a los ricos; y nos decía: * Lo que hi­

ciereis al menor de estos chiquillos lo hacéis a
vuestra Patria, lo hacéis a esa España que queréis
ver sana, culta, laboriosa y buena ». Y nosotros
pensábamos también que si no educamos, si no
civilizamos en cristiano a estas « legiones de po­
sibles bárbaros », España está perdida. Ellos son
la esperanza de la Patria, si nosotros ponemos de
nuestra parte los medios para que esa esperanza se
realice; de lo contrario, son un gran peligro. Allí
rodeaban con inconsciente bondad a la Iglesia y a
la Monarquía; más tarde la rodearán también, y de
nosotros depende la actitud que adoptarán en día
no lejano ante la Monarquía y la Iglesia.
¡Oh! Si en todas las barriadas de las ciudades y
pueblos de España, donde surgen providencial­
mente estas multitudes de pequeños españoles, se
levantaran escuelas, talleres e iglesias, como hacen
ios padres Salesianos, el porvenir de la Patria estaba
asegurado; esas legiones que en nuestra inquietud
hemos apellidado de « posibles bárbaros », for­
marían los ejércitos de productores, de obreros del
progreso nacional, de soldados valerosos. Por de
pronto, en este rincón del suelo español el peligro
está conjurado; todos estos madrileños de extra­
muros tendrán en los padres Salesianos los educa­
dores providenciales, cuya labor abnegada y pa­
triótica vienen a consagrar con su augusta presencia
los Reyes de España, con los personajes que los
acompañan.
Mientras vamos pensando estas y otras cosas
parecidas, el señor Obispo comienza la ceremonia
de la bendición de la primera piedra de la iglesia.
Bajo la tienda de campaña mencionada arriba está
la mesa donde ha de firmarse el acta. La lee el di­
rector de las escuelas de la Ronda de Atocha, y
después de firmada se coloca en la piedra. El Obispo
y el Clero comienzan las letanías, y los demás, en
pie, cuchicheamos en torno de sus majestades. Él
Rey lo advierte; y con ese espíritu sinceramente
cristiano de que tantas pruebas tiene dadas, dice:
>' Rezan las letanías; debemos estar de rodillas ».
Sin más, nos arrodillamos todos, cada uno donde
puede; don Alfonso y doña Victoria vuelven a sus
reclinatorios, donde se arrodillan devotamente
hasta el fin de la ceremonia. También nos arrodilla­
mos para recibir la bendición episcopal, y los Reyes,
con los Infantes, se disponen para partir.
El Monarca estrecha, visiblemente satisfecho,
la mano a los superiores salesianos, con los cuales
ha conversado llanamente desde su llegada. La
banda y los cornetas tocan de nuevo la Marcha
Real; los gimnastas, que ostentan en su pecho el
simbólico mote " Spes *, saludan militarmente.
Huyen veloces los autos por entre la turba lilipu
tiense, al son clamoroso de los vivas y aplausos que
suben del solar y bajan de los balcones. De los altos
personajes queda solo monseñor Tedeschini, que,
sonriendo y mirándolos atentamente, como dU'®"
hace una cosa muy seria, va dejando besar su anillo
a toda la chiquillería de uno y otro sexo, que ic
estruja por todas partes. A su lado, entre los niños,
se ven todavía algunas damas cristianas, protecto­
ras de aquellos rapazuelos, dirigidas por la que es
alma de aquellas obras, la duquesa de T'Sc:clacs.
Al cabo se alejan y quedan los padres SalcJ^auos

i8y
con sus queridos alumnos. Entonces se desbordan
la alegría y el bullicio, contenidos por la presencia
de sus majestades; los músicos, en corro, se sientan
en sendas sillas y ejecutan unos « bailables », que
hacen bailar a las pequeñas parejas. El amplio solar
se inunda de gente menuda, que acude a los sones
de la música, como moscas a la.miel. Estos son los
* resortes » educativos que usan los Salesianos y
que dan resultado infalible.
Después recorremos las incipientes escuelas y
entramos en la capilla provisional. Nos choca el
ver que en uno de los extremos está el altar con sus

por ser presa más codiciada de brutales instintos.
Dios mediante, pronto unos y otros tendrán uno
hermosa iglesia y un vasto teatro, capas de cobijar
a foo niños, no bajo la misma tejavana, como ahora,
sino en* distintos edificios. A la vista tenemos los
proyectos de! señor Saldaña, que pone en ellos su
gusto de artista, su fe de cristiano y su entusiasmo
de patriota, para colaborar a la gran obra de educa­
ción que aquellos barrios necesitan. Esperamos que
los corazones generosos no se harán sordos a estos
requerimientos.
Nuestros Reyes han dado significativo ejemplo

M a ta ré (Espafia) — El P . Rinaldi a so llegada al C olegio Salesíano.

imágenes, candcleros, flores, etc.; y en el otro extre­
mo un escenario con sus bastidores, bambalinas y
candilejas. Entre ambos, unos bancos bajos sin res­
paldo, desde los cuales se oye misa, y volviéndose,
ve la función; es decir, aquello es iglesia y teatro
a la vez. A algún lector le sorprenderá esto; pero
nosotros, que hemos sido educados en este amIjícnte, le diremos que son genialidades del método
^lesiano.
Mientras la banda sigue tocando y los « hijos
del pueblo se divierten, el Superior General de los
Casianos, con los provinciales y directores que le
acompañan, se dirige a las escuelas de niñas, que
^ poco más allá tienen las Hijas de María Auxilia­
dora, las simpáticas monjitas salesianas, que reúnen
“ - al
pueblo femenino », Porque allí todo es
pueble, y numeroso. Digamos también en su honor
élle> fueron las primeras en volar al auxilio
5 tan* - niñas como por allá pululan, en mayor
Peligro todavía que los arrapiezos de Bellas Vistas,

y lección. iQue surja pronto la airosa rotonda, pla­
neada por el señor Saldaña, con todos los edificios
anejos, bajo los cuales se han de cobijar las turbas
de muchachos y muchachas de Cuatro Caminos,
entonando alegres el canto salesíano de la oración
y el trabajo! >

E l c o n g r e so N a c io n a l
S a l e s ia n o s .

de

A n t ig u o s

A lu m n o s

Uno de los acontecimientos que sin duda mayor
consuelo proporcionó a nuestro Superior General
ÍTié el
Congreso Nacional de Antiguos Alumnos
Salesianos, que se celebró en Madrid los días 4 y 5
de abril.
A las 1 1 V2
<li3 4 ^ celebró la Sesión de apertura
bajo la presidencia del P. Rinaldi. Después de la
presentación y saludo de los diversos delegados
el P. Rinaldi les dirigió su autorizada palabra en-

i86
cauzando en sus líneas generales los temas princi­
pales del Congreso.
Por la tarde del mismo día se celebró en el gran­
dioso salón-teatro completamente lleno de público
y de niños la solemne Velada-Homenaje con que
Cooperadores, Ex-Alumnos y Alumnos quisieron
festejar al buen Padre que tanto los honraba y ale­
graba con su visita. Habló en nombre de los Sres.
Cooperadores nuestro queridísimo amigo Mons.
Juan J . Santander que en un discurso magistral,
amenudo interrumpido por los aplausos, presentó
•a la Congregación Salesiana como árbol frondosí­
simo que cobija bajo su benéfica sombra y ofrece
sus sabrosos frutos a todos los pueblos de la tierra;
recordó su reciente viaje a Turín, evocando aquellos
lugares santificados con la presencia y actividad
de Don Bosco resultando su discurso un verda­
dero canto al Sucesor de Don Bosco y a la Con­
gregación Salesiana. En representación de los A n­
tiguos Alumnos hablaron el Presidente de la Fe­
deración Nacional D. Angel G . de Vinuesa y el
conocido propagandista católico y entusiasta ex­
alumno Don losé M . Gil Robles. Sus frases llenas
de afecto y gratitud hacia sus antiguos maestros,
su amor a la Congregación Salesiana y sobre todo
la preparación que demostraron para intervenir,
con gallardía de fuerzas, en la lucha a favor del bien
debieron consolar grandemente a nuestro Superior
General. Al finalizar el acto subió éste al escenario
tributándosele una cariñosísima y larga ovación;
siendo su discurso de gracias un canto a España
que con tanto entusiasmo, con tanto cariño, con
éxito tan lisonjero ha acogido en su fértil terreno
la salesiana semilla para convertirla en árbol nacional
que tan saborosos frutos produce. Durante el acto
que dejó en todos las más agradables impresiones,
el Director de las Escuelas Salcsianas hizo entrega
de un donativo para las Misiones que los Coope­
radores madrileños habían reunido, adhiriendo a
la invitación que les hiciera su dignísimo Presidente
Don Fernando Baucr.
Al día siguiente, 5 de abril, continuó el Congreso
sus trabajos, siendo admirable el espíritu que reinó
en la discusión de los distintos temas, resaltando
el interés de todos para un funcionamiento cada
vez más perfecto de las Asociaciones de Ex-alumnos.
En este mismo día tu\'0 lugar el ágape fraternal de
los Ex-Alumnos con sus Superiores y por la tarde
se clausuró solemnemente el Congreso que promete
los más consoladores frutos.
Seguramente tendremos ocasión de volver sobre
este Congreso; mientras tanto damos a continuación
el enunciado de los temas que se discutieron, de
los cuales se desprende el criterio verdaderamente
práctico de los organizadores y la utilidad que del
Congreso podrán reportar las distintas Asocia­
ciones. El P. Rinaldi consideró este Congreso como
un verdadero modelo.
T u t A s DEL C o n g r e so

de

A . .Al u m n o s .

/. - Vida religiosa del Antiguo Alumno Salesiano.
i" En familia.
2.® En la Asociación.

a) ¿Cual es el mínimum de deberes religiosos
imponibles al A. Alumno, dentro de la Asociación?
b) ¿Puede motivar la expulsión el incumpli­
miento de éllos?
c) Qué pensar de las Cofradías piadosas dentro
de la Asociación, y ¿cuales podrían ser?
d) Ejercicios espirituales.
e) ¿Qué clase de obligaciones y vínculos su­
pone la agregación o adhesión de nuestra Fede­
ración al organismo de las Juventudes Católicas?
3.° Individualmente.
I I . - Espíritu apolítico de nuestras Asociaciones según
el articulo 3® del Estatuto.
1.
® Importancia de esta doctrina para la plena
unión de nuestras asociaciones.
2.
® ¿Debe inscribirse nuestra Federación en Re­
gistro Oficial del Gobierno?
3.
° ¿Debe hacerlo a los efectos del voto corpo­
rativo?
4.
® ¿Como se pueden intensificar las relaciones con
los antiguos alumnos hispano-americanos?
I I I . - Relaciones de las Asociaciones con las casas
salesianas y con los Secretariados regionales.
1.
® ¿Qué grado de independencia puede tener la
Asociación respecto a la Casa Salesiana de la lo­
calidad?
2.
® ¿Seguirá perteneciendo a la Federación Re­
gional y Nacional, la Asociación cuya junta de Go­
bierno o cuya Asamblea General rompiera con
la Casa Salesiana?
3. ® Papel del Consiliario.
4.
® ¿Es práctica nuestra Organización en Secre­
tariados Regionales?
5.
® ¿Debe el Secrctariodo Regional mantenerse
en relación con los Antiguos Alumnos dispersos
en localidades en que no existan Casas Salesianas y
organizar nuevas asociaciones en dichas localidades?
R e g ia

a u d ie n c ia .

A poner el colmo a los agasajos y atenciones que
nuestro Superior General recibió en la hidalga
capital de España vino, con satisfacción inmensa
de todos los Salcsianos, la Audiencia particular que
S . M . el R ey D . Alfonso X I I I (q. D. g.) quiso con­
ceder, de iniciativa suya, al Sucesor de Don Bosco
acompañado por el P. Antonio Torm , Director de
las Escuelas de los Cuatro Caminos, dónde Sus Ma­
jestades habían colocado la Primera Piedra de la
nueva Iglesia Salesiana.
Su Majestad hizo notificar al P. Rinaldi su deseo
de recibirle en Palacio el día 27 de marzo, cuando
nuestro Superior se hallaba ya visitando la Casa
de Astudillo. Y al manifestarse a Su Majestad que
no había tiempo material de trasladarse a Madrid
en tan breve tiempo, Su Majestad fijó para la au
dicncia, el martes día 30. Hubo que precipitar pu«»
las visitas a Salamanca y Bejar y el día señalado,
a las 12 , el Superior General de los Salesianos en
traba en el Alcázar de los Reyes de España y
digno sucesor de cien Reyes, Rey Católico y Buenf^
por excelencia, aunque ya había departido fanu

i 87

liarmente con nuestro Superior en la ceremonia de
los Cuatro Caminos, tuvo la alta dignación de dar
esta muestra de deferencia al Superior de los Salesianos y en él a toda la Congregación, reconociendo
la labor benéfica y santamente patriótica que los
Hijos de Don Bosco llevan a cabo en España.
Ante rasgo tan caballeresco y tan cristiano de
nuestro Rey nos sentimos orgullosos, premiados
y animados a centuplicar nuestro esfuerzo, mientras
invitamos a todos los Salesianos, Cooperadores,
Ex-Alumnos y Alumnos de España a gritar con
entusiasmo: ¡V iv a el Rey!

M alaró ■“
Ot ra s

A l t o , donde el día 5 se celebró una interesante
Velada. En este mismo día el Exemo. S r. Nuncio
de Su Santidad quiso que el P. Rinaldi se sentara
a su mesa en el Palacio de la Nunciatura.

Por último, el día ó de abril dejaba la ca(3ital de
España donde tantas emociones extraordinarias
conmovieron su alma y donde tuvo el consuelo de
ver a los Ministros de la Corona, al Nuncio de S . S.
y a S. M . el Rey (q. D. g.) rindiendo tributo de
estima y admiración al Sucesor de Don Bosco y a
la Congregación Salcsiana.

La prc8ic!e.icia de ia Velado.

v is it a s .

El día 26 de marzo se dirigió el P. Rinaldi a
A st u d il l o donde este año se ha inaugurado una

Casa de formación de vocaciones que ofrece las
más halagüeñas esperanzas.
El domingo de Ramos, día 28, por la mañana
llegó a S a l a m a n c a visitando el Colegio Salesiano
de Bachillerato, las Escuelas Populares de San Bcnito y el floreciente internado de las Hijas de María
Auxiliadora. El mismo día llegó inesperadamente
a B e ja r para saludar a aquellos buenos hermanos
y regresó luego a Salamanca donde el lunes día 29,
^ celebró una comida a la que participaron el Sr.
Obispo, el Gobernador Militar, el Sr. Alcalde, el
«ector de la Universidad y el Director del Institirto, regresando luego a M adrid, dedicando el
díí 51, miércoles, a devolver visitas a las autori­
dades.
El día 2 de abril, Viernes Sonto, se trasladó al
•mportante Colegio Salesiano de C a r a b a s c h e l

De

nuevo

h a c ia

la

In s p e c t o r ía T

arraco n ense.

E l día 6 de abril llegó a H u esc a donde el mismo
día se celebró una velada con asistencia del Sr.
Obispo V demás autoridades. El jefe militar envió
de su iniciativa la banda del Regimiento para con­
tribuir al lucimiento del acto. Detalle típico y con­
movedor fué el que organizaron los Antiguos Alum­
nos, cantando durante la cena, desde el jardín
contiguo, preciosísimas jotas, con palabras apro­
piadas al festejado.
El día 7 por la noche llegó el P. Rinaldi de nuevo
a B a r c e l o n a y al día siguiente 8 de abril, en que
se cumplían precisamente 40 años de la llegada de
Don Bosco a Barcelona, bendijo la nueva iglesia
levantada en el Colegio de Santa Dorotea de Sarriá,
por las Hijas de María Auxiliadora.
El día 9 de abril le tocó el turno al importante
Colegio de 1* y z‘ enseñanza y estudios comerciales,
que tenemos en M ataró y que alberga 260 internos.
Todas las autoridades civiles, eclesiásticas y mí-

i£8
litares, los superiores de las órdenes religiosas y
multitud de personalidades admiradoras de la
obra de Don Bosco, acudieron a rendir homenaje
a su sucesor. La velada en uno de los patios del
colegio resultó interesante en extremo y en ella
pronunció un hermoso discurso el antiguo alumno
D. Ma^al Lupó.
El día JO, de regreso a B arcelona , tuvo lugar
la inauguración de un nuevo monumento a Domingo
Savio en las Escuelas de San josé (calle Rocafort)
con grande concurso y alegría infantil.
La estancia del P. Rinaldi en Barcelona debía
cerrarse con una fiesta hermosísima, sumamente
simpótica para el corazón del buen Padre y tuvo

finalmente con el corazón repleto de los más dulces
recuerdos, de sentimientos de profunda gratitud
hacia tantos personajes que habían querido honrar
al Sucesor de Don Bosco, pero sobre todo entonando un himno de acción de gracias a Dios por
la vida pujante y llena de grandes esperanzas de
la Congregación Salesiana en España, dejó nuestro
amadísimo Superior General esta Nación para
volver a la Casa Madre de Turín donde todos. Su­
periores Mayores, Salesianos y Alumnos le tribu­
taron un recibimiento cariñosísimo, una de estas
manifestaciones de afecto hacía el Superior que
son una de las características espontáneas del sis­
tema educativo de Don Bosco.

Slrocdcr (Argculina) — Com isíó.i pro C olegio ' ‘C ardenal Cagliero.

lugar el domingo día i i con la celebración del día
del Ex-Alumno. iQuc día de mutuas confidencias y
alegrías entre el Padre y antiguo director de las
Escuelas de Sarriá y tantos cx-alumnos que acu­
dieron a celebrar su fiesta a la casa solariega de los
Salcsia«\os de España. Además de la concurridísima
misa de Comunión general se cantó a las diez una
misa solemne durante la cual la inspirada y elo­
cuente voz del P. Felipe Alcántara glosó maravi­
llosamente la fiesta excitando el entusiasmo y el
fervor en todos los corazones. Acabada la misa el
P. Rinaldi bendijo la nueva bandera de la Asocia­
ción y luego los antiguos alumnos se reunieron en
familiar banquete con el P. Rinaldi y demás supe­
riores en número de 170 comensales. A las cuatro
de la tarde los Ex-alumnos dedicaron al Padre
amado una interesante velada-homenaje.
El lunes, 12 de abril, salía el P. Rinaldi para
G erona donde visitó la Casa Salesiana, acudiendo
todas las autoridades a agasajarle y obsequiarle y

B U E N O S A IR E S (Argentina). - Funeretes en
sufragio d el Emmo. Cardenal Cagliero.
El funeral que se celebró el 9 de marzo en la Me*
tropolitana, en sufragio del eminentísimo Cardenal
Cagliero, alcanzó grandes proporciones, por el nú­
mero da asistentes y la solemnidad de la ceremonia.
Manifestó el pesar producido por la desaparición
del insigne purpurado, fundador de nuestras mi­
siones patagónicas y gran misionero y civilizador
de esas regiones.
En el centro de la iglesia se alzaba un gran cata­
falco con las insignias cardenalicias.
Las dos naves laterales habían sido reservadas
para las Hermanas de María Auxiliadora y las niñas
de sus Colegios y para los Colegios Salesianos de
la capital.
En los asientos del centro se habían reservado
para el ministro de Marina, representante del Excmo
señor Presidente, el subsecretario de Cultos en r*'

189
presentación del ministro de Culto de luto; el en­
cargado de negocios de Italia, y algunos miembros
de la Embajada de Italia.
Monseñor Fortunato Devoto, Vicario general,
presidió el duelo con el visitador extraordinario
de los Salesianos, R . P. José Vespignani.
La nave central estaba ocupada por invitados
especiales, cooperadores y cooperadoras salesianas,
conocidas damas de nuestra sociedad y represen­
tantes de la Pía Sociedad Salesiana, Hijas de María
Auxiliadora, Cooperadoras Salesianas, Secreta­
riado Nacional de la Asociación de los Ex-Alumnos
de Don Bosco y otras numerosísimas asociaciones,
de modo que estaba la nave completamente repleta.
Ofició el canónigo don Pedro Ainciondo.
Cantó la misa de Réquiem del maestro Pagella,
un hermoso coro formado por los niños de los C o­
legios Salesianos de la capital, con acompañamiento
de órgano y orquesta.
Ocupó la cátedra sagrada el canónigo monseñor
Luis Duprat, quien pronunció una brillante ora­
ción fúnebre.
En los sitiales de los canónigos se hallaba el Illmo.
señor obispo de La Plata, el deán de la Metropo­
litana, y los canónigos Juan N . Kierman, Augusto
Mac Nac, José Apolinario de Casas, Manuel Elzaurdia, Juan Perazzo y otros.
Próximo al altar mayor se hallaba del lado del
Evangelio el encargado de negocios de la Santa
Sede, monseñor Alberto Lévame.
En el presbiterio se hallaban los representantes
de todas las congregaciones religiosas y miembros
del clero secular y regular.
Durante la ceremonia hicieron guardia de honor
los exploradores de Don Bosco. La banda del Co­
legio Pío IX , una vez terminada la ceremonia, eje­
cutó algunas marchas fúnebres.
Entre los muchos funerales celebrados en su­
fragio del alma del Emmo. Cardenal Cagliero me­
recen especial mención: el de la P a r r o q u ia d e la
B oca (Buenos Aires) en que fué celebrante nuestro
P. Vacchina, quien por más de 20 años fué acom­
pañante y sustituto de M ons. Cagliero, Vicario
Apostólico. El de la iglesia Parroquial de S an A n ­
to n io (Sur-Argentina), en la que participó el
Municipio en corporación, pronunciando una her­
mosa oración fúnebre el Rdo. P. Giannini. Los de
ViEDMA y P a t a g o n e s (Argentina) sede principal
de su Vicariato que resultaron solemnísimos y
afectuosos. El de la Parroquia de María Auxilia­
dora de M o n t e v id e o (Uruguay). Presidió el Exemo.
Sr. Arzobispo pronunciando una brillante oración
ícnebre el Rdo. P. Pittini; el de C a m a g u e y (Cuba)
en que pronunció la Oración fúnebre Mons. An­
tonio Salas, Vicario General y Sccrctario*de Cámaro
y Gobierno de la diócesis.
S T R O E D E R (Paíagonia-Argeníina). — Como
me:.era práctica de conmemorar el Cincuentenario
de .es Misiones Salesianas una benemérita comisión
de \ecinos se ha propuesto levantar un nuevo (Zo■ Salcsiano. La ceremonia de la colocación de
lá ' Timcra Piedra se celebró con solemnidad extraerc;naria el día 14 de febrero último. Acudió la
bt.:.c2 de música del Colegio Salesiano de Viedma,

y después de una misa solemne cantada en el sitio
donde se levantará el nuevo colegio, el Rdmo. P.
Inspector Gaudencio Manachino procedió a la
colocación de la primera piedra pronunciando
después una alocución que fué muy aplaudida.
El nuevo Colegio se llamará * Instituto Cardenal
Cagliero » en homenaje a la acción cristiana y civi­
lizadora del gran Apóstol de la Patagonia.
B U E N O S A I R E S (A r^níinn). - Visiía d cI
mecánico R ada a l C olegio “ P ío I X ,,.
Alguna salpicadura tocó a los salesianos de aque­
lla grandiosa hazaña del « Plus Ultra * que con­
movió al mundo entero.
En el colegio Pío IX de Artes y Oficios se realizó
una demostracción en honor del mecánico Pablo
Rada, organizada por los alumnos artesanos de las
escuelas profesionales del mencionado estable­
cimiento.
El mecánico Rada y su comitiva fueron recibidos
por el director del colegio Pío IX , sacerdote Jorge
Serié; director de los talleres del mismo, sacerdote
Domingo Martínez; ex director del establecimiento
sacerdote Esteban Pagliere, y director de la escuela
San Francisco de Sales, sacerdote Juan de Andrea.
Los visitantes fueron invitados a visitar las di­
versas dependencias del citado colegio, y recorrie­
ron en seguida los talleres de tipografía, imprenta,
carpintería, tallado, mecánica, herrería, sastrería,
zapatería y modelado, en cuyas circunstancias tu­
vieron frases de elogio para la obra que desarro­
llan los padres salesianos.
Luego el mecánico Rada y sus acompañantes,
entre los que se encontraban el comandante Gómez
Iglesias, el capitán Cernadas, y algunos miembros
allegados a su familia, se dirigieron a unO de los
salones dcl establecimiento, donde fueron obse­
quiados con un <’ lunch >.
En momento oportuno hizo uso de la palabra
el sacerdote Galo Moret, ex cabo dcl ejército español
quien se refirió a la afinidad de ideales híspanoargentinos, y a la satisfacción con que se tributaba
al mecánico Rada el homenaje de referencia.
Seguidamente habló el alumno artesano Carlos
Simón, en nombre de sus compañeros, expresán­
dose en conceptos de admiración hacia el obse­
quiado, a quien pidió fuese portador de un saludo
que los aprendices argentinos enviaban a sus co­
legas españoles.
El director dcl colegio Pío IX obsequió luego al
mecánico Rada con una estátua de la Virgen del
Carmen, modelada y decorada en los talleres del
establecimiento, que los alumnos de los mismos
destinaban a la anciana abuela de aquél.
Momentos después los visitantes recorrieron los
patios dcl colegio, en cuya circunstancia un grupo
de estudiantes les hizo objeto de demostraciones
de simpatía, a las cuales respondió el mecánico
Rada estrechándoles la mano cordialmente.
El mecánico Rada y su comitiva se retiraron del
establecimiento a las 20 en medio del entusiasmo
que había despertado su visita, de las aclamaciones
de los alumnos del colegio Pío IX y del público
que se había congregado en las inmediaciones del
mismo.

190

P A N A M Á — De esta culta y joven nación nos
llegan siempre las más gratas y alentadoras noti­
cias. El 1 1 de febrero p. se verificó la solemne Dis­
tribución de Premios en el Hospicio de Huérfanos
(obra encomendada a los Salesianos), con éxito
desbordante.
Honraron el acto con su presencia el Excmo.
Señor Presidente de la República, Don Rodolfo
Chiari, el Excmo. Sr. Arzobispo Metropolitano,
Dr. D. Guillermo Rojas y altas personalidades de
la culta sociedad panameña.
Pronunció el discurso de apertura el Dr. Oscar
Terán, distinguido miembro del foro panameño
y grande amigo de los Salesianos, haciendo en

Panam á — G rap b gimnasia “ P oíría” del C olegio S al.

una exquisita pieza oratoria un elocuente elogio de
la Obra de Don Bosco y un hermoso canto a la
virtud del Ahorro.
Todos los números del programa lírico-musical
arrancaron al público nutridos aplausos y fué el
acto culminante la entrega de los diplomas a los
jóvenes alumnos que terminaban su aprendizaje.
La labor de nuestros hermanos en Panamá re­
cibe siempre más creciente empuje debido a la caractefíslica generosidad y entusiasmo de la culta
sociedad panameña y sobre todo de nuestros be­
neméritos cooperadores y cooperadoras, a quienes
María Auxiliadora bendiga y favorezca abundan­
temente.

Alma profundamente caritativa dejó hermosas
huellas en no pocas obras de beneficencia, a las que
ayudó valiosísimamente con sus limosnas y con
sus consejos de varón prudente.
Su entierro y los funerales constituyeron cari­
ñosa manifestación de duelo.
Acompañamos a sus hijos, queridísimos amigos
de los Salesianos, y a sus nietos en la pena que llo­
ran, y pedimos a nuestros lectores una oración por
el eterno descanso del bien querido Don Clemente.

Recordad también en vuestros sufragios e:
Barcelona (España): D . Esteban Buscalleda,
Da. Josefa Epuñes y Orrit, D. Francisco Davi y
Piñol, Da. Francisca de P. Rosal de Medina.
Cernió (Vallc-Colombia). Juana M . González
V Balb^neda Paredes.
Cuenca (España). Rdo. D. José Casas.
Pasto (Colombia). Dr. D. Reinaldo Herbrand,
Canónigo.
Rocafuerte (Ecuador). María L . Moreira, Mer­
cedes S . de García, Pedro Ismael Macias, Rosario
Cobeña, Dámaso Intriago y Juana Intriago.
Valdecañas (España). Ventura Cordente, y Ma­
ximino Pozuelo.
Vigo (España) D. Leonardo Rodó y D. Angel
Sáenz-Diez.
Yumbo (Colombia). Narcisa López y Rosaura

Exmo. Sr. Don Clemente Miralles
de Imperial.
En diciembre de tpzy entregó dulcemente su
alma a Dios, en Barcelona (Sarriá), el Excmo Sr.
Don Clemente Miralles de Imperial y Jiménez de
Frontín, recibidos los Santos Sacramentos y la Ben­
dición Apostólica.

de Castillo.
R. I P.

Coa a p n h tc ió a d e la a a to rid a d eclesU síio a .
Cercóle; D. DO.MENICO G A RN ERl.
Ü «U b lecin itcn lo T ip . d e U S o c te d a d E d ilo r e la le ra a c io M l -

Corso Regfaa M ^rg h e rila . 174.

w
SOCTE^T A

KOI TRI C: ^

T O R IN O

I :x:T :^R1V

OIV



— C o r s o R e g i n a M a r g h e r l t a , 174 — ( I T A L I A )

Sac. D ocL E R N E ST U S RUFFINI.

INTRODUCTIO IN S. SCRIPTURAM
Praelectiones habitae Athenaeis Pont. Sem. Rom. et Prop. Fidel.
Pa r s

In trodacíio in novum Testam entum líb er prlm u s. — Volumen in>8* p p . x x u -4 5 0 . —
Libellae 30. — Apud exteros: L . 36. — Editio 1925.

secu n d a :

PRANCISCUS VARVBLLO
S a c e r d o s , P h llo s o p h ia e P r o f e s s o r t a S e m in a rlo S a le e la n o a p u d T a n r ln e n ie a .

INSTITUTIONES PHILOSOPHIAE
PA R S I. Com plectens Inirodnctionem ad pZi/7osopA/ani et Logicam . Libellae 10. —> Apud'
exteros: Libellae 12.
PA R S II. M etapbysica.
V o lu m en I. Complectens Metaphysicam generalem seu Ontologiam: L . 6. — Apud exteros: L. 7»2o.
V o lu m en II. Complectens Metaphysicam specialem seu Cosmologiam, Pneumatologiam et Theodiceam:.
L. 15. — Apud exteros: L. 18.
P A R S III. Etica et J a s natarae.
V o lu m e n I. Complectens Ethicam; L. 5. — Apud exteros: L . 6.
V o lu m e n II. Complectens Ju s naturae: L . 15 . — Apud exteros: L . i8.
HORATIUS M AZZELLA
A rc h ie p ia c o p u s T a r e n tin u s .

PRAELECTIONES SCHOLASTICO-DOGMATICAE
C U R S U I A .C C O M O O A T A .B ?
Editio Quinta recognlta et aucta.
I. Tractatua d e vera ReUgione, de Scriptu ra, d e T radííion e et de B cciesla Chrlatl^
L . 25. — Apud exteros: L. 30.
Volumen II. Tractatus de Deo Uno ac Trino et de Deo Creante. L. 15. — Apud exteros: L . 18.
V olumen III. Tractatus d e Verbo lacarnato, de Qratia C hristi et de Virtutibus in fasis. L. 15 . —
Apud exteros: L. 18.
V o lu m e n IV . Tractatus de Sacram entis et de Novissim ls. L. 15. — Apud exteros: L . 18.
V o lu m e n

ALOYSIUS PISCETTA et ANDREA QENNARO
S a c e rd o te s P la e S o c ie ta tle S . F r a o c le c l S a le s il.

THEOLOGIAE MORALIS ELEM ENTA
AD CODICEM JU R IS CANONICI E X A C T A
Jam edita sunt in lucem:
p r im u m : De Tbeoloxiae M oralis Fandam entis. — i. De actibus humanis. - 2. De conscíentia..
• 3. De legibus. - 4. De peccatis. — Vol. in-i6, pp. cvii-404: L . 15 . — Apud exieros: L . 18.
V o lu m en s e c u n d u m : De obUgationibas erga Deam et nos ipsos. — i. D e virtutibus theologicis. •
2. De virtute religionís. - 3. De prudentia, fortitudine et temperantia. — Vol. in-i6 pp. x>63o:
L . 20. — Apud exteros: L . 24.
V o lu m e n t b r t iu m : De obUgationibas erga proxim am , — 1. De justitia et ju re. - 2. De iniuriis et
restitutione. - 3. De contractibus. — Vol. ín-i6, pp. xii*25o: L . 25. — Apud exteros: L . 30.
V olum en q u a r t u m : De obUgationibas pecaU aribas et d e p o e a is ec d e sia sticis. — Volumen ln-16
pp. XII-420: L . 15. — Apud exteros: L . 18-

V o lu m e n

Proxime edenda:
q u in t u m : De Sacram entis in g en ere et d e quinqué p rim is Sacram entis in specie* —
I . De Sacramentis in genere. - 2. De Baptismo. • 3. De Confirmatione. - 4. De Eucharistia. •
5. De Pcenitentia. - 6. De Extrema Unctione.
V o lum en s e x t u m : De Ordine et de Matrimonio.
V o lu m en se p t t m u m : De sexto et n o n o praecepto d ec a io g i; de usa m aírim o a ii et d e ratio ae aer>
vanda in sacram eatoram adm iaistratioae.

V o lum en

S O O I U T A
T O R IN O

K D I T R X C E Í

I lV T r E Í R 2 V A .2 J I O :iV A i:v B

— C o r s o R e g i n a M a r g h e r i t a , 174 — ( I T A L I A )

OPERA EDITA APUD NOS
A T L A S Q E O Q R A P H íA E B IB L IC A E addita brevi notitia Regionum et Locorum. —
Textus cum 8 tabularum originalíum. — Editio mlnor: L. lo — Apud exteros: L. 12.
C A N T U S C H O R A L E S M A JO R IS H E B D O M A D A E . Ex editione Vaticana (1924).
In-8® pp. 100. — L. 4 — Apud exteros: L. 5.
D E C E N S U R IS L A T A E S E N T E N T I A E quae in Códice Juris Canonici continentur
cominentariolum digessit J o a n n e s C a v i g l i o l i . — Vol. in-i6 pp. 170: L. 3,75. —
Apud exteros: L. 4.50.
E L E M E N T A G R A M M A T IC A E H E B R A IC A E cum chrestomathia et glossario scripsit
I t a l u s P iz z i Doctor Philol. linguarum Orient. professor in R . Universitate Taurin. —
Vol. in-i6 pp. xii-232: L. 8 — Apud exteros: L. 9,60.
F L O R IL E G IU M H IE R O N Y M IA N U M , anno MD a Maximi Doctoris obitu recensuit
adnotationibus auxit Angelus Ficarra, prefatus est Félix Raraorinus, curavit Pia Societas
a S. Hieronymo nuncupata evangeliis italice pervulgandis. — In-i6 pp. xii-236: L. 10.
— Apud exteros: L. 12.
Continens: Scripta paraenetica - Epitaphia - Scripta histórica - Scripta, theologica et
polémica - Scripta exegetica.
Q R A M M A T IC A H E B R A IC A a punctis massorethicis libera cui accedit Chrestomathia et
Glossarium, scripsit F e r r u t i u s V a l e n t e M. J. — Vol, in-i6 pp. xvi-144 — L. 10 —
Apud exteros: L . 12.
O FFIC IU M M A JO R IS H E B D O M A D A E E D O C T A V A E P A S C H A E a Dominica in
Palmis usque ad Sabbatuin in Albis juxta ordinem Breviarü, Missalis et Pontificalis cum
cantu juxta editionem Vaticanam. — Vol. in-i6 pp. 630 (altum 17 latum ii) . Charta
indica, cum lineis rubris in quadrum ductis ad omnes paginas.
Linteo anglico contectum, sectione foliorum rubra: L. 22,50 — Apud exteros: L. 25.
Cliorio nigro contectum, sectione foliorum rubra: L. 30- — Apud exteros: L. 36.
P SA L M O R U M L IB E R I.
Edidit signisque modernis auxit F. V a l e n t e M . J . —
Vol. in-i6 pp. viii-72: L. 3,50 — Apud e.xteros: L. 4,20.
Editio est elegantissima novissimaque psalmorum, hebraica lingua concinnata.
T H E O L O G IA E M O R A LIS S Y N O P S IS . — Breve opus ex sapientissimis scriptoribus de
re morali eductum et ad normam novi Codicis Juris Canonici exaratum a Sac. Theol.
P e t r o R a c c a . — Vol. in-i6 pp. 700: L. 12,50 — Apud exteros: L. 15.

Redacción y Administración: Via Cottolengo, 32 •' Turín (9)
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1926