BS_1928_07

Ficha

Título
BS_1928_07
Descripción
Boletín Salesiano. Julio 1928
Fecha
1928.07
extracted text
Número 7.

JU L IO , 1928

Año X U II.

BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO

SUMARIO: De la Cruzada misionera: La respuesta. — Correo de casa. — El retorno al Evangelio. —
De nuestras Misiones: Ecuador - El Chaco Paraguayo. — Tesoro espiritual. — Culto de María Auxilia­
dora: La fiesta de María Auxiliadora en Turin. — Gracias. — Por intercesión del Vble. Juan Bosco. —
Lluvia de gracias (Dña. Dorotea). — Las Jomadas Marianas. — Por el Mundo Salesiano: Alicante: Bodas
de Plata. - Bahia Blanca: El Gobernador de la Provincia inaugura el pabellón “ Centenario.** - Bogotá. Buenos Aires-La Boca: Restas cincuentenarias. - Corrientes: Inauguración de un Colegio Salesiano. - Cuenca:
Las Misiones Salesianas del Oriente Ecuatoriano. - Mar del Plata. — Al vuelo: Alejandría, Arequipa, Cuenca,
Potosí. — Libros recibidos. — Los que mueren.

Cruzada Misionera Salesiana,

LA RESPUESTA
Ha sido unánime y consoladora:
« A los sacrificios de los misioneros han
de corresponder nuestros sacrificios».
« Si se me permite hacer una propuesta,
escribe un alma generosa, yo diré que se
invite a todos a hacer, en día determinado,
un sacrificio para ¡as Becas Misioneras. Si
la idea parece buena, podría publicarse en
el Boletín Salesiano*.
No sólo buena sino óptima nos parece
la idea y con sumo gusto la damos a conocer
a todas las almas buenas.
D esd e e l 24 d e junio
a l 15 d e agosto.

Y como establecer un día fijo, único
para todos, no parece práctico, hemos pre­
terido fijar un período de tiempo, para que
cada cual escoja el día que más le convenga;
y podría ser desde el 24 de junio, onomás­
tico del Vble. Juan Bosco, hasta el 15 de
Agosto, día aniversario de su nacimiento.
Y así no pocas personas harán, no uno,
sino varios sacrificios que su generosidad
y el celo por la salvación de las almas no
dejarán de inspirarles.

Para explicar mejor esta idea y facilitar
su práctica, me permitiré indicar algunos
de los sacrificios más comunes y fáciles,
que se pueden hacer en beneficio de las
Misiones.
La m oda d e ios B ororo s.

¿No os acordáis de lo que tuvo que
hacer nuestro llorado misionero P. Bálzola,
cuando empezó la misión entre los Bo­
roros del Matto Grosso, en el Brasil?
Aquellos pobrecitos no usaban nada
para cubrirse y el misionero para evitar el
invonveniente de reunirlos en su pobre
capilla, en aquel estado, mando hacer, con
la tosca tela de que podía disponer, una
especie de largas túnicas. Entregarlas en
seguida a los indios para que las usaran a
diario no era prudente, pues las hubieran
sin duda utilizado para otros menesteres
y había además el peligro de que las es­
tropearan en poco tiempo o las dieran a
otros a cambio de algún objeto que ellos
estimaran más útil. Entonces el bueno del
P. Bálzola encontró una solución aplicable
sólo en las selvas del Matto Grosso y fué

194

poner a los indios aquella tosca túnica en el
momento de entrar en la capilla, para re­
cogerla luego a la salida, al final de las
funciones.
jDemasiada sencillez! dirá alguno son­
riendo, iCiertamente! Y es ésta quizá la
mortificación más penosa para el misio­
nero y la que más le hace sufrir moralmente. Ciertas desnudeces y escenas de­
gradantes son espinas punzantes para un
corazón formado en la modestia y pureza
cristianas. Y es precisamente para poder
poner un término a esta vida de abyección
y de miseria moral, que el misionero, sa­
crificando los más puros afectos, se re­
signa a vivir entre los pobres salvajes.
¿Quién se negará a ayudarlo a cubrir las
desnudeces corporales de aquellos pue­
blos, que son indicio y descarado incen­
tivo de la más abyecta miseria espiritual?
Y mientras la invasión de una moda
inverecunda ofusca, amenaza y demasia­
das veces hace naufragar la pureza de
costumbres ¿quién se rehusará, como
medio también de oponerse a sus desastro­
sas consecuencias, al sacrificio de un ves­
tido, de un adorno, de un chal, de un
sombrero, de una cinta, de una corbata,
de un calzado superfluo, por amor de
jesús, que murió desnudo por nosotros
en la Cruz?
Si todos nuestros Cooperadores y Coo­
peradoras hicieran con generosidad un
sacrificio de esta clase, aunque sólo fuera
por valor de unas 25 ptas. las mil Becas
Misioneras estaban aseguradas.
Los víctim as d e l ham bre.

El día 24 de noviembre del pasado año,
hacia mediodía, el capitán del vapor Piisna
en el cual regresaba yo del Oriente, divisó
un punto negro en el lejano horizonte.
Adivinó qué podía ser, hizo rumbo hacia
aquel punto y tuvo la suerte de recoger a
algunos pobres náufragos que, amonto­
nados en un sucio y desvencijado cajón,
hacía 14 días que se encontraban a merced
de las olas, luchando con el hambre y la
sed. De ios ocho, tres, habían muerto de
inanición, un niño exhausto reducido casi
a un esqueleto murió a bordo pocas horas
después; los que sobrevivieron, parecían
espectros. iTerriblc cosa debe ser el ham­
bre! ¡Pobres misioneros! ¡cuántas veces

la han sufrido y doblemente sentida, a la
vista de los pobres- huerfanitos a quienes
no podían dar un pedazo de pan!
¡Bien recordarán nuestros lectores lo
que hace dos años nos escribían nuestros
misioneros del Rio Negro, bloqueados por
la persistente sequía, interrumpidas las
comunicaciones fluviales, únicas posibles
en aquellas tierras, viendo disminuir, día
tras otro el saco de arroz o la provisión de
harina de mandioca con que debía acallar
el hambre de los huerfanitos, recogidos en
San Gabriel y la propia! ¡Cuántas priva­
ciones y qué'angustiosa ansiedad! Todos
reconocen que estas privaciones fueron
la causa de la enfermedad que nos arrebató
al llorado P. Bálzola, modelo de misio­
neros!
¡Dios mió! ¡Cuántas de estas víctimas
de la miseria y del hambre pude ver aban­
donadas por padres si fe y sin entrañas,
allá, en el Oriente, por las calles, en los
arrozales, junto a los ríos! Y los pobres
niños levantaban sus inocentes manecitas
implorando, con desgarradores gritos, un
pedazo de pan para saciar el hambre.
¿Quién no querrá por amor de Dios y
de estos desgraciados pequeñuelos, im­
ponerse un ligero sacrificio? Y no faltan
ejemplos.
Hallábame no hace mucho en nuestro
Colegio de Alassio. Durante el recreo de
la merienda, un joven de los cursos supe­
riores de Bachillerato, se presentaba con
una cestita a sus compañeros invitándoles
a hacer el pequeño sacrificio de alguna
golosina para las Misiones. A duras penas
pude retener las lágrimas, que ciertamente
no habrían podido menos de correr con
inefable consuelo, por las mejillas de ¡a
madre afortunada de aquel generoso jovencito.
En el Colegio de Lanzo, me presentaron
un alumno que el día de las bodas-de una
hermana suya, al final del banquete, pasó
por todos los comensales rogándoles que
santificaran la alegría de aquel día con un
donativo para las Misiones.
A todos vosotros, generosos niños y jovencitos, que, imitando estos nobles ejem­
plos, trabajáis con noble porfía para el
feliz éxito de la Cruzada Misionera, llegue
el agradecimiento afectuoso de los pobres
misioneros y el aplauso de todos los buenos.
¡Dichosos aquellos padres y educadores

T

d i

19?

que saben formar corazones tan nobles y
generosos, esperanza y orgullo de la Re­
ligión y de la Patria!
Un dulce, una golosina, una botella de
vino generoso, fruta, caramelos, en una
palabra: una pequeña privación en estas
cosas superfluas y su importe ofrecerlo
para las Becas Misioneras, he aquí un
acto que a la par que templa el espíritu a
la virtud, resulta de exquisita caridad para
tan pobres hermanos nuestros, que tienen
hambre y sed de la Doctrina de Cristo.
Unas veces será el padre o la madre,
otras el inocente niño o la candorosa niña
que invitarán a los miembros de la familia
a hacer un sacrificio de este género. iQué
abundancia de bendiciones celestiales para
las almas que saben sentir y propagar tan
nobles ideales!
i 4 / e ^ r / a ... y

Recuerdo aquel otro paraje nefasto de
la isla de Dawson, donde el buen Don Pistone con otros compañeros, fueron asal­
tados traidoramente por los fueguinos,
excitados por el malvado brujo, siendo
maltratados y heridos repetidamente, re­

S Q c r iñ c io .

¡M uy santa cosa es la alegría! ¡Cómo
se complacía nuestro Vble. P. Don Bosco
en repetir amenudo la exhortación que
tantas veces leeijios en los libros santos:
« Servid al Señor con alegría. ¡Estad ale­
gres!^ Era su saludo más frecuente.
¡Conceda el Señor a nuestros Coopera­
dores y Cooperadoras, a todos, aquella
alegría santa, serena, imperturbable, que
es el eco de la paz del corazón, sonrisa del
alma, reflejo del amor de Dios.
Pero también en las horas de la alegría
no nos olvidemos de nuestros hermanos
que sufren; es ese el mejor indicio de la
nobleza del corazón. En medio de nuestras
fiestas y regocijos dediquemos un pensa­
miento al misionero disperso en las estepas
de la Tierra del Fuego, en la selvas vír­
genes de los Jíbaros y de los Bororos, en las
inhospitalarias tierras africanas, bajo los
calurosos climas del Asia, entre los infe­
lices caníbales de las islas oceánicas. Allí
el misionero, sufre y se inmola por nuestros
hermanos.
Sobre las aguzadas rocas de Las Lajas,
entre los despeñaderos de los Andes, el
intrépido e inolvidable Cardenal Cagliero,
arrojado del caballo, con varias costillas
rotas, mortalmcntc herido, fue recogido y
llevado, entre dolores inauditos, al toldo de
un indio, a miles de kilómetros de distan­
cia de todo centro civilizado, sin poderle
proporcionar los más elementales socorros
de la ciencia y de la higiene.

Salraje de U« utas oceánicaa.

gando el campo de su apostolado con la
sangre, que en abundancia manaba de sus
heridas.
El invicto Mons. Gíordano, consumido
por las fiebres, murió en un apartado islote
del malsano Rio Negro, sin tener nisiquiera el consuelo de ver a su lado a un
hermano que levantara la mano para ben­
decir su agonía.
En abril del año pasado, en Birmania,
mezclaba mis lágrimas con las de ios in­
trépidos misioneros de aquel Distrito,
que lloraban horrorizados la muerte de

196

un hermano suyo, herido durante la noche
por una mano asesina que le había des­
trozado la cabeza y había acribillado de
heridas el cuerpo del pobre sacerdote,
ministro de paz y de amor.
6 Y qué debería decir si quisiera enu­
merar tan sólo los dolores, los sufrimien­
tos de los pobres indígenas, diezmados
por las pestes, afligidos por el hambre.

veres yertos, hinchados, hediondos, aban­
donados a lo largo de estrechos sende­
ros, objeto de horror y asco para los ca­
minantes, sean para nosotros motivo y es­
tímulo de nobles sentimientos. iQue cada
sacrificio que hagamos, sea para nuestros
desgraciados hermanos bálsamo sobre sus
llagas, luz de redención para sus almas.
i Corazones cristianos, proporcionaos la
alegría de hacer el bien!
Unas veces, en lugar de ir al teatro, al
cine, entregad lo que en ello gastaríais,
para vuestros hermanos, para el misio­
nero que sufre: experimentaréis con ello
inefable alegría y os sentiréis mejores.
Sacrificad una excursión, un pasatiempo,
algún habano o cigarrillo. Una inefable
alegría inundará vuestro espíritu.
Vais a alguna playa, al campo; haced
que os acompañe también allí el pensa­
miento de amor, de piedad para con vues­
tros hermanos. Y haced más: convertios
en apóstoles, invitando a vuestros amigos
y conocidos y a todas las almas buenas a
hacer algún sacrificio, algún acto de cris­
tiana caridad en favor de los misioneros,
de los huerfanitos y neófitos por ellos re­
cogidos. Así santificaréis vuestras alegrías,
será más puro vuestro gozo y redundará
en mayor bien de vuestra misma salud.
C a pita les m ueríos.

PrinccM Marta Clotilde de Saboya.

destrozados a veces de la manera más
inhumana? Nos parece ver todavía el ma­
cabro espectáculo de aquellos numerosos
congoleses que hace unos dos años fueron
acabados a palos por un infame sicario.
Aún me dura la impresión de horror
y espanto que me causaron algunas esce­
nas de barbarie que tuve que contemplar
en la China. Y sin embargo, hermanos
nuestros son aquellos infelices que en­
contré moribundos esparcidos por el suelo,
en campo abierto, esperando en medio
de indecible angustia que la muerte tron­
case sus atroces tormentos. Aquellos cadá­

Por último una fuente de sacrificios muy
agradables a Dios, pueden ser las joyas
que yacen inactivas en las cómodas o en
las cajas fuertes. iCuánta vida podría sur­
gir de aquella inercia! ¿Por qué no con­
vertir el oro, las piedras preciosas, los
diamantes que yacen en la oscuridad de
un estuche, en luz esplendorosa de cris­
tiana caridad, en riquezas y coronas ce­
lestiales? {Cuántos millones improducti­
vos, de los cuales el Señor pedirá un día
estrecha cuenta como la pidió a aquel siervo
que, en lugar de hacerlo producir, había
enterrado el talento!
iEa! Librémonos de una no pequeña
responsabilidad y sacrifiquemos con un
gesto cristianamente generoso la aguja, el
broche, el anillo, el brillante, la cadena,
capitales inactivos, dándolos por Dios,
para la Becas Misioneras. Ello nos mere­
cerá bendiciones especiales acá bajo y
recompensa sin límites en el Cielo.

197

L q Beca ^‘Princesa Clotilde" (i).
Este nombre au ^ sto será ciertamente
una de las páginas más gloriosas de nues­
tro Libro de Oro. Creo conveniente dar a
conocer a todos el delicado pensamiento
que dio origen a la formación de esta
Beca. Véase lo que el abogado, Comen­
dador D. Félix Masera, Presidente inter­
nacional de los Exalumnos de Don Bosco,
escribe al Rvdmo. Sr. D. Rinaldi.
Turín 4 de abril de 1928.
Rvdmo. Sr. D. Rinaldi.
Sirva ¡a presente para manifestarle que
su carta-llamamiento, ha encontrado eco
especia! en mi alma y para comunicarle que
me comprometo para Ja fundación de una
Beca Misionera que quisiera tomara el nom­
bre de ¡a Santa Princesa Clotilde, propo­
niéndome reunir lo necesario en Moncalieri
y alrededores.
La Princesa María Clotilde tuvo un cui­
dado especialísimo por las vocaciones reli­
giosas y buen número de sacerdotes deben a
ella el haber llegado a tan santa meta. M i
hermano (2) Ué el primero entre los que
S . A . llamaba «sus hijos espirituales en
el Sagrado Corazón de Jesús». Por eso
sería mi deseo, con esta Beca Misionera, ver
perpetuada la Obra apostólica de ¡a santa
Princesa, Y, deseando además que contri­
buya a una obra tan grande de bien y de
apostolado el primer hijo espiritual de la
Augusta Princesa, me permito ofrecerle ¡a
cadena y pectoral de oro y piedras preciosas
de mi hermano, para que con su importe se
inicie la fundación de esta Beca Misionera
* Princesa Clotilde*.
Confío en la cooperación de muchos, espe­
cialmente ex-aJumnos de mi ciudad y cuento
con la protección maternal de la Santa Prin­
cesa que fué dignísima Cooperadora Salesiana.
Agradeciéndole la ocasión que nos ha ofre­
cido de hacer un poco de bien y de dar un sen­
tido cristiano y católico a esta pobre vida
que tanta sed tiene de Cristo, me repito de
S . R . afmo. y humilde servidor
F élix M asera.
(1) Santa princesa de la casa de Saboya, que vivió
y morió en d siüo real de Moncalieri. iunto a Turin,
con gran fama de santidad,
t e ) S Orno, monseñor Joan Andrés Masera, obispo
de C clle Val d E lsa, fallecido el t8 de febrero de 1926.

La nobleza de sentimientos de esta
carta no necesita ningún comentario.
Ante tan delicadas renuncias, ante sacri­
ficios que para el sensible corazón que los
concibe, tienen todo el valor del verda­
dero heroísmo, no queda más que aplaudir
y proponerse emular tan hermosos ejem­
plos.
E l día d e l sacríBcio.
Quedamos, pues, acordes: Desde el 24
de junio al 15 de agosto, todos han de

Abobado y Comendador D. Félix Masera.

ofrecer algún sacrificio en favor de las
Misiones, destinando su importe a las
Becas Misioneras.
Además cada cual tome como un deber
difundir la idea, haciendo pasar el Boletín
Salesiano a los amigos y conocidos e in­
vitándoles a asociarse, aunque sea en la
medida más modesta, a esta obra de fe y
de civilización.
Y Dios, que premia hasta un vaso de
agua dado por su amor, hará descender
sobre todos los bienhechores de las M i­
siones las más abundantes bendiciones
del Cielo.
Pedro R icaldone, Pbro.

198

Bajo este nuevo epígrafe queremos catalogar
este mes, para conocimiento de los beneméritos Coo­
peradores y amigos de la Obra Salesiana, algunas
noticias de nuestra Casa Madre de Tarín.
Seguiremos un orden cronológico.

Mons. Peilro Ver* y Zuna. Ar*. de Puebla.
Lo visito d c i Arzobispo de Puebla (Méxi(x>).
Un venerando Prelado mejicano, monseñor
Pedro Vera y Zuria, arzobispo de Puebla de los
Angeles, aureolado con el doble prestigio de su
dignidad y de su destierro, honraba con su visita
nuestro Oratorio el z de mayo último.
Ya otra vez, recién ordenado sacerdote y de
regreso de una peregrinación a Tierra Santa,
visitó nuestra Casa. Entonces fué Don Rúa,
primer Sucesor del Vbic. Don Hosco quien
acogió al novel sacerdote. Traía la salud que­
brantada y los médicos le habían asegurado que.

a su vuelta a México, encontraría ciertamente
la muerte. Pero Don Rúa, que sabía mucho de
las bondades de nuestra buena Madre María
Auxiliadora, regaló al buen sacerdote una medallita.de la Virgen y dándole la bendición le
aseguró que a su regreso a México, él trabajaría
aún por muchos años en la viña del Señor. Y
así fué.
Y es por eso que la visita del venerando Pre­
lado tiene un carácter marcadísimo de pere­
grinación reverente a la tumba de Don Rúa
y al altar de María Auxiliadora. Es por eso
que se ha dignado acrecentar el brillo de nuestras
fiestas de Mayo con su presencia y pontificar
solemnemente en nuestro Santuario en la so­
lemnidad del 24.
Ha presidido también el III Congreso del
Evangelio y nuestras Jornadas Marianas y
más de una vez, ante las imponentes manifes­
taciones de simpatía y de afecto del noble pueblo
turinés hacia la nacióñ hermana, ha debido
hablar de la inicua persecución que sufren sus
paisanos y de la desolación en que ha quedado
sumida la grey confiada a sus cuidados.
El santo Prelado, que une a sus dotes excep­
cionales de bondad y paternidad, una vasta cul­
tura y un esclarecido ingenio, es autor de dos
hermosas obras; « Diario de mi Destierro» do­
cumentado e interesantísimo volumen de 240
páginas y « Visitas al Santísimo Sacramento * (1),
obra ascético-mística de yoo páginas, de una
suavidad y unción incomparables.
Pedimos a nuestros buenos Cooperadores y
amigos una oración y un recuerdo para los per­
seguidos católicos mejicanos, que sirvan tam­
bién para endulzar, al santo Arzobispo, el cáliz
amargo de su destierro.
Visita d e l M inistro de la Guerra de Lituania.
El 3 de mayo honraban por vez primera con
su visita el Oratorio-Casa Madre de Valdocco,
cuatro ilustres representantes de la nación li­
tuana: el Exemo. Ministro de la Guerra Sr.
Dáukantas, el Exemo. Ministro plenipotenciario
ante el Gobierno de Italia, Valdemaras Charneskis, el ayudante de campo de aquél, Sr.
Virbiskis y el capitán de artillería Sr. Lesauskís.
Fueron recibidos a los acordes del himno na­
cional lituano y de la marcha real italiana, en el
teatro interno del Oratorio, por los Superiores
Mayores, una nutrida representación de los
Salesianos y aspirantes lituanos y los niños todos
dcl Oratorio, estudiantes y artesanos.
(t) Editorial • Revista Católica'

El PasoaTexas.

d i

199

Un clérigo lituano, Sr. Petraitis, saludó a los
ilustres huéspedes en lituano e italiano y a con­
tinuación habló el Sr. Ministro de la Guerra,
afirmando en hermosos conceptos las estrechas
relaciones culturales y de comercio existentes
entre Italia y Lituania y agradeciendo la sim­
patía y afecto con que había sido acogido en
toda Italia pero muy especialmente en esta Casa
Madre de los Salesianos de Turin. Terminó
dando un viva a Italia y prometiendo que a su
regreso a la Patria procuraría aumentar, con
todos los medios posibles, el número de los
bienhechores de la obra salesiana.

Saboya, del Emmo. Cardenal de Turin y de un
público selecto y numeroso, el Rvdmo. Sr. Don
Pedro Ricaldone pronunció una admirable con­
ferencia a beneficio de nuestras Misiones.
La simpatía de que gozan en Turin los PP.
Salesianos, el prestigio del orador, el tema de la
Conferencia y sobre todo la presencia del Prín­
cipe Heredero, congregaron en el Teatro Real a
todas las autoridades civiles y militares de la
ciudad y a un público distinguido y selecto,
especialmente invitado.
Don Pedro Ricaldone trazó con la maestría
que le caracteriza, un cuadro sintético y com-

F.n primer (¿rmino y en d centro, los Ministros lilnanos.
Seguidamente visitó el cuarto donde murió el
Vblc. Don Bosco, la casa Pinardi, hoy transfor­
mada en capilla y los nuevos pabellones para
los artesanos. Después recorrieron uno a uno
los talleres donde los niños se hallaban ya tra­
bajando, recibiendo una impresión agradabilísima
y repitiendo constantemente a cuantos estábamos
presentes, que el obrero para que pueda cumplir
integralmente su misión en el mundo, debe
levantar su formación profesional sobre la base
granítica de una sólida instrucción religiosa.
E ¡ Rvdmo. Sr. D . P edro Ricaldone a! Teatro
Rea/. — El 12 de mayo, a la presencia de S . A. R.
el Príncipe Heredero de Italia, Humberto de

sm

D¿ukantas y Charneskis.

pleto de nuestras Misiones de América y de
Oriente, deteniéndose especialmente en éstas,
que como saben nuestros lectores visitó una por
una durante el pasado ano. Pintó las dificultades
de todo género que se oponen a la acción evangelizadora del Misionero Católico y los hermosos
espectáculos de fe y de heroísmo de los nuevos
convertidos. Se defiiro a considerar la inmen­
sidad de la mies abierta a la evangclización y
la escasez de los Obreros consagrados a ella y
proclamó la necesidad e importancia de una
santa cruzada que aumentara el número de
Misioneros. Dijo, cómo el grande ejército mi­
sionero salesiano se aprestaba a reforzar sus
filas con la creación de looo Becas misioneras

y cómo para la realización de este santo empeño,
contaba con la cooperación nunca desmentida
de los amigos y bienhechores de la obra salesiana.
Después de la Conferencia, aplaudidísima, se
proyectó la cinta del viaje del Príncipe del Pía­
mente a los Colegios Salesianos de la República
Argentina y a continuación la película, en dos
partes, de nuestras misiones de la India.

algunos de la Inspectoría Tarraconense. En
todas partes fué entusiásticamente recibido y
agasajado. Nos encarga expresemos publica­
mente, desde las columnas del Boletín Salesiano,
su gracias sincero hacia cuantos en su rapidí­
sima visita, supieron dar nueva y gallarda prueba
del cariño filial e inquebrantable adhesión, que
la España salesiana nutre hacia los Superiores
Mayores.

E ¡ Rvdmo. S r. D . Aníonio Candela, Conse­
jero del Capítulo Superior y delegado por nuetro Rvdmo. Rector Mayor, como visitador
extraordinario de nuestras casas de Africa, lle­
gaba al Oratorio el 15 de mayo último.
A su regreso, visitó también rapidísimamente,
muchos colegios de la Inspectoría Bética, en la
que él fué Director e Inspector tantos años y

Nueva Revisía.— Como recuerdo del 25®. ani­
versario de la solemne Coronación de la Virgen
de nuestro Santuario, se ha fundado la Revista
« María Auxiliadora», órgano oficial del San­
tuario-Basílica y vocero incansable de las bon­
dades de María para con sus devotos. Consta de
16 páginas; tamaño idéntico al del Bo/ef/n 5 o/esiano. Su precio para Italia, Liras y, extranjero 8-

EL RETO RNO A L EVAN G ELIO ,
(Comenfarios a un Congreso).
A la casa Madre de Valdocco le ha ca­
bido la honrosa distinción de dar hospi­
talidad, en los días 1 1 , 12, i j y 14 del
pasado mayo, a las Secciones del Tercer
Congreso Italiano del Evangelio.
La iniciativa genial de esta clase de Con­
gresos, el hecho de haber sido designada
nuestra Casa como sede permanente de
las Secciones y sobre todo las fecundas y
altísimas enseñanzas que del mismo se
derivan en orden al resurgimiento de la
piedad cristiana en los individuos y en
la sociedad, nos fuerza a dar a nuestros
beneméritos Cooperadores y amigos, el
siguiente y brevísimo comento.
No una crónica fría y esquemática de
los hechos, sino una adhesión y una como
propaganda fervorosa del simpático mo­
vimiento y de la idea genial, que quisiéra­
mos ver extendida y realizada por doquiera.
E ¡ L ib ro d e ¡os lib ro s.

Se ha dicho y repetido muchas veces,
que el nombre de Cooperador Salesiano
sería, con el andar del tiempo, sinónimo
de buen cristiano, de católico fervoroso
y practicante. ¿ Y no será el estudio y

la difusión del pequeño libro de los
Evangelios, el que nos abra de par en
par las puertas de ese alcázar santo de la
familia cristiana, que todos, sacerdotes y
educadores, soñamos y trabajamos por
implantar en la tierra? ¿No será la lectura
y difusión del Evangelio de Jesús, el pór­
tico maravilloso, la aurora luciente y bella
de ese día, en que el Sol esplendoroso de
Cristo alumbre y bañe de suaves resplan­
dores los hogares cristianos?
Si bien lo pensamos, no basta para la
realización del gran programa de restau­
ración de todas las cosas en Cristo de que
nos habla el Apóstol, la simple lectura y
el estudio más o menos profundo del Ca­
tecismo en la Escuela. No basta la ins­
trucción religiosa incidental o periódica­
mente recibida en sermones y conferencias
sociales. En el hogar, como en los bancos
de la escuela, como en las aulas de nues­
tros Institutos y Universidades, como en
los pulpitos de nuestras Iglesias, está pe­
rennemente levantada y abierta una cá­
tedra de infinitos valores. Los padres, en
este orden de cosas, vienen a ser como
los primeros educadores, los primeros
maestros, los primeros sacerdotes de la

humanidad. Corre y fluye sí, por esas glo­
los cristianos buscaban en el silencio de
riosas paralelas, como un aglutinante,
las catacumbas un asilo a su orfandad y
como un quid divinum de inestimable pre­
un lenitivo a su dolor, cuentan las actas
cio, la sublime pedagogía del amor, que va
de los mártires, que se reunían en torno
insensiblemente moldeando las almas de
a los ancianos y a los sacerdotes y éstos
los hijos; pero no basta este movimiento
dejaban caer sobre sus almas como un
inicial, este primer elemento o denomina­
bálsamo y una caricia las enseñanzas de
dor común de instrucción religiosa, para
Cristo; aquellas enseñanzas que recibie­
crear la estatua maravillosa del cristiano.
ron de los labios de Pedro y que los hacía
Es menester ir directamente a la fuente,
fuertes e invencibles ante el máximo tor­
beber en el manantial mismo las aguas
mento.
que refrescan y fecundan. Y no se ha in­
Y esta misma necesidad de recogerse
ventado aún un libro
íntimamente en torno
que contenga y supla
al Libro santo para
la altísima pedagogía
gustar la sublime poe­
del Evangelio. Sólo
sía de sus páginas y
el Evangelio, que fué
preparar así las almas
el primer catecismo
a la lucha dura y
de la Iglesia, tiene
desesperante de -cada
el secreto y la fuerza
día, daba origen en
misteriosa que nos
Bolonia, hacia el-año
pone en contacto con
1920, a una Asocia­
la divina Persona de
ción que se ha bau­
Cristo; sólo él nos
tizado en Italia con
hace gustar, para ael simpático nombre
mar e imitar luego,
de «Grupos del Evan­
las dulcedumbres in­
gelio *.
finitas de su Corazón
Esta novísima Aso­
y de su Doctrina.
ciación no es, en sín­
El Evangelio es la
tesis, otra cosa que
Magna Charta de la
un grupo selecto de
Ley nueva, el Libro
almas que se reúnen,
de los libros, el gran
en la intimidad de
recetario de la hu­
la familia, para leer,
manidad, el que nos
estudiar y vivir el
dá la solución de
Evangelio, bajo la se­
todos los problemas
gura dirección de un
De)ad que los olfios TenSaD a Mi.
y de todas las crisis
sacerdote, delegado
sociales.
.
por el Obispo. Vín­
Uno de los oradores del Congreso, Pa­
culos que ligan a los socios son la fraterna
dre Semería, decía que el Evangelio era
caridad y la amistad sincera y santa. Los
el termómetro de la vitalidad de los pue­
«Grupos» estudian el Evangelio a la luz
blos, el eje moral del mundo; y demos­
del magisterio de la Iglesia y lo estudian
traba, con acopio de razones y de ejemplos,
con fe, con piedad y humildad. Las reu­
que al olvido y violación de este código
niones, semanales en muchas partes, em­
divino, venían aparejadas como insepa­
piezan con la oración, le sigue la lectura,
rable cortejo, todas las rebeldías de la
comentario y aplicación práctica de un
carne y todos las apostasías del espíritu.
pasaje del sagrado texto, previamente pre­
Es la pura verdad.
parado, y termina con la misma oración
y posiblemente con una visita al Smo,
Sacramento. Asi formados y sostenidos
L o s * G ru pos d e l E va n g elio *.
los « G rupos» traen necesariamente con­
En los primeros siglos del Cristianismo,
sigo un florecimiento de las virtudes cris­
cuando sobre la naciente Iglesia pasó de­ tianas y sociales, un aumento de piedad
vastador el azote de las persecuciones y
y caridad, una mayor frecuencia al Evan-

^elio que explica el Párroco en el Iglesia,
un robustecimiento de la fe en las verda­
des reveladas y eternas, una convinción
más profunda de nuestra sublime digni­
dad de cristianos. Celebran su fiesta en
Pentecostés y en este día rubrican solem­
nemente la estrecha amistad de ios socios,
con el sello divino de la comunión sacra­
mental.
Un voto relevante de este Congreso,
fué el de propagar y difundir estos « G ru­
pos», implantados ya en muchas ciudades
de Italia y en el seno de muchos centros
de nuestros ex-alumnos.
Pero si es difícil llegar a la creación for­
mal de los «Grupos del Evangelio» no
lo será tanto el que cada familia cristiana
se convierta, al menos durante unos mi­
nutos, por voluntad expresa de los padres
y por el cariño que todos debemos sentir
hacia el Libro divino, en un cenáculo, en
un lugar de recogimiento y de silencio
augusto, en el que el padre, o la madre
o el hijo mayor, lean y expliquen llana­
mente una paginita del Evangelio.
Y resonará de nuevo en el hogar la pa­
labra de Cristo y su divina figura tomará
cuerpo en la encantadora narración de las
parábolas y florecerá y reinará perenne­
mente su nombre bendito en los labios
y corazones de los buenos...
Iniciativas y enseñanzas.

¿No es verdad que se olvida muy a
menudo, en el farragoso catálogo de me­
dios y recursos pedagógicos moderna­
mente usados, la eficacia altísima c icerrada en las páginas de oro del Libro santo?
En dos amplias salas del Colegio de
las Hijas de María Auxiliadora que en­
cuadra la plaza del mismo nombre de
Turín, ha estado abierta durante ocho días
y coincidiendo con los actos del Con­
greso, una Exposición de arte religioso in­
fantil. Todas las escuelas públicas y pri­
vadas de la ciudad y un centenar de las
del Piamonte han concurrido a ella. Para
este fin, el Regio Proveedor de los Estu­
dios en la provincia, concedió i ; días de
vacaciones, señalando a las diversas escue­
las hasta las escenas evangélicas que los
pequeños artistas debían ilustrar.
Y el éxito , un éxito rotundo y magní­
fico ha coronado la iniciativa. iSi vieran

nuestros lectores el indecible contento que
se probaba recorriendo las salas! Era una
preciosidad, un encanto. Dibujos de to­
dos los estilos y matices, grandes, peque­
ños, a lápiz, a color... Sobre todos los te­
mas imaginables, dentro siempre del marco
sublime, de la cantera inagotable del Evan­
gelio...
Y otra iniciativa genialísima del pre­
sente Congreso, ha sido también la Ve­
lada Literario-Musical, tenida primero en
el teatro «Vincenzo Troya» de Turín y
luego en el Teatro interno de nuestra
Casa Madre. La Velada consistió simple­
mente en la ejecución, esmeradísima, de
motetes clásicos religiosos y en la reci­
tación, por niños y niñas de las escuelas
elementales de Turín, de distintos pa­
sajes del Evangelio. ¡Y qué suaves emo­
ciones, qué sublime y recóndita poesía la
del divino texto cuando se derramaba me­
liflua, dulce, ensoñadora de los puros la­
bios infantiles...
¿No es esto trabajar porque el reinado
de Cristo, proclamado en el Evangelio se
afirme y se arraigue fuertemente en el
alma del niño, piedra básica y cimiento
inconmovible del edificio social?
*

* *

Sobre las paredes de la Exposición de
arte religioso infantil pudimos leer, im­
preso un grandes caracteres, las siguien­
tes frases que ponemos al final de estas
líneas, como sello y confirmación de nues­
tro aserto:
« Sea puesto el Libro santo del Evan­
gelio en las manos de los niños para que
lo conozcan, lo aprecien, lo gusten, lo
amen» {Cardenal G amba ).
« El Evangelio, sea generosa y pródi­
gamente difundido entre los jóvenes de
nuestros días; porque la Patria sólo los
quiere y los aplaude, conscientes de los
altas verdades, predicadas por vez pri­
mera al mundo, por el Maestro divino »
(F idel , Ministro de Instrucción Pública
de Italia).
A l presentarse una ocasión de hacer una
buena obra, pensar poco, hablar poco, y
hacer mucho.
San F rancisco de S ales .

ECU AD O R

Eníre los brujos de Arapicos.
Si bien se considera no son pocas las difi­
cultades que ofrece la conversión de los hijos
de la selva; su carácter indómito, la libertad
absoluta en que viven y las facilidades de la
vida que les brinda la prodigiosa fertilidad de
su suelo, los vuelven casi insensibles a los atrac­
tivos y dulzuras de nuestra santa religión. Pero
cuanto más de cerca se los estudia, uno se con­
vence de que, no obstante ser un árbol inculto,
se puede injertar en él con eficacia la savia de
la religión.
Durante la fiesta del Corpus Domini del año
pasado me hallaba en las misiones, entre los
salvajes de Arapicos. La tarde anterior había
llegado uno de sus jefes a la jibaría de Chiriapa.
Me di cuenta de que el infeliz estaba enfermo
y de que sus brujos se disponían a curarlo;
procuré disimular mi actitud, y extendiendo al­
gunas hojas de banano en el suelo, me recosté
sobre ellas, fingiendo dormir.
En efecto, los brujos creyéndome dormido,
apagaron las luces y comenzaron la curación
a base de invocaciones, conjuros, gritos y sali­
vazos, que duraron toda la noche. Al romper el
alba, y una vez cesado el efecto del narcótico,
se marcharon; pero yo quedé tan horrorizado
de tales prácticas supersticiosas, que sin pér­
dida de tiempo hice levantar el altar para la
Sta. Misa, les hablé de la necesidad de usar
verdaderas medicinas para conseguir la salud, y
de recurrir, en los casos difíciles, a la Sma. Virgen
Auxiliadora. Antes de partir les obsequié con
algunas estampas de la celeste Patrona, que había
hecho tocar en la tumba de S . Pedro en Roma.
Al atardecer me dirigí a otra jibaría, y reu­
niendo a los niños comencé a instruirlos sobre
la pasión de Jesucristo. En tanto vino la noche.
Después de tomar un poco de caldo me recosté
en el suelo, pasando el rosario entre las manos;
pero no pude concillar el sueño; tenía no sé
qué triste presentimiento. En efecto, hacia la
medía noche oigo en lontananza una voz de
mujer, lúgubre, desgarradora y prolongada:
<]E 1 jíbaro Machanda está a punto de morir!*
Despierto a los salvajes, les insto a correr en
auxilio del vecino y una mujer, llevándose fas
manos a la boca en forma de trompeta, inicia
un diálogo a distancia.
¿Qué había sucedido? Que uno de los brujos
haciendo caso omiso de mis exortaciónes, quiso

burlarse de nuestra fe. Después de los acostum­
brados conjuros, se tragó una buena cantidad
de narcótico, que le ocasionó un ataque epilé­
ptico y la privación de los sentidos, dejándole
además cun la boca abierta y los ojos fuera de las

Jíbaro» de noesíras misiones del Ecuador.
Órbitas. Las mujeres espantadas gritaban como
obsesas; yo traté de acudir en auxilio del en­
fermo, pero mi fiel guía se opuso resueltamente
a indicarme el camino, manifestándome que
los brujos me habrían inculpado la muerte,o
que tal vez urdían una traición.
Tal suposición no me parecía enteramente
infundada, y por esto, les aconsejé que trasla­
daran al enfermo a la casa de sus padres, a
donde me dirigí al amanecer. ¡Qué sorpresa
tan agradable me esperaba allí! Al entrar en
dicha casa observo que los salvajes habían re­
cogido todas las estampas de María Auxiliadora,,
y colocándolas en una estera, las tenían adorna­
das de flores e iluminadas con resinas vegetales.
Mientras las mujeres atendían a los queha-

204

ceres domésticos, dos niñas salvajes rezaban
con las manos juntas, tal como yo les había
enseñado el día anterior.
Este espectáculo me dejó tan conmovido que
no pude reprimir las lágrimas. Invité a esos
dos angelitos a dirigir una fervorosa plegaria
a la Virgen. Pocos minutos después me llegó
la noticia de que el enfermo había vuelto en sí.
Pues la Virgen se encargó de hacer la gracia
por completo. Y el brujo desde aquel día se
hizo amigo sincero de los misioneros.
D. C a r l o s C r e s p i
Misionero salesiano.

Los Einzlet se dividen en varias ramas o na­
ciones, como ellos dicen, tales como los Kionanasmá u hombres del bosque y los Kionaguapzán u hombres del rio. Se llaman asi, por*
que mientras los primeros viven en el interior
de la floresta, los segundos suelen estar cerca
del río.
Tanto los Hiona-nasmá como los Kionaguapzán tienen idénticas costumbres y se*
mejante idioma. La lengua más generalizada
entre estos indios es el einzlet, que por lo menos
todos los caciques deben saber, por ser éste para
ellos como el idioma diplomático.

Napcgue — Nifio» indígenas y paraguayos, jugando frenie a ia capilla de la Misión.

La Misión
del Chaco Paraguayo.
Amadísimo Padre,
Tiempo ha que deseaba mandarle una relación
de nuestra obra en el Gran Chaco Paraguayo;
pero hasta el presente me ha sido totalmente
imposible. En adelante espero que podré hacerlo
más amenudo.
La residencia misionera establecida en Napegue con el hermoso nombre de < María Auxi­
liadora >, es el centro y como casa madre de ios
misioneros encargados de la civilización de las
tribus indígenas, que pueblan el inmenso Chaco
Paraguayo.
De entre todas las tribus, nos ocupamos por
ahora de la de los Einzlet o Lenguas, por parecer
una de las más dispuestas a hacer fructificar la
semilla del Evangelio y por ser seguramente la
más numerosa.

Nosotros, sin abandonar a los demás, pues
p. e. el P. Fariña visita a los Chamacocos y Sanapanás, nos cuidamos de una manera especial de
los Kiona-guapzán y actualmente tenemos en
nuestro pequeño pueblo-misión, unas treinta
familias de éstas con un número de más de
ciento cincuenta personas, entre las que pre­
domina el elemento infantil. Este número au­
menta considerablemente en las Restas y ron
gran dolor debemos dejarlos marchar de nuevo,
porque por ahora nuestra situación financiera
tropieza ron serias dificultades.
El peroonal salesiano se reduce a tres sacer­
dotes y tres coadjutores; pero ordinariamente
somos sólo cuatro, ya que un Padre y un her­
mano coadjutor, están siempre recorriendo los
puertos. Ultimamente han venido también tres
Hijas de María Auxiliadora, que hacen muchí­
simo bien.
Estos indios son en general reservados y re­
celosos del gualaya u hombre blanco, al que
miran con verdadera aversión. Son nómadas

205

por naturaleza de modo que no pasan casi nunca
dos meses seguidos, en un mismo lugar.
Por esto tienen un ajuar tan reducido y mise­
rable, consistente en dos o tres ollas viejas, al­
gunos trapos mugrientos y la hamaca o cuna
para el indio más pequeñito. Suelen suspender
esta cuna de modo que quede a uno o dos metros
sobre el sitio en que se acuesta la madre. De esta
suerte, ella, sin molestia alguna, sirviéndose de
unas cuerdas, balancea a su bebé hasta dormirlo.
La cuna y cuerdas las hacen de caraguatá (planta
textil) especie de cardo grande, aquí muy abun­
dante. No pueden faltarles las indispensables
flechas y algunos tienen ya buenas armas de
fuego.
En sus viajes por tierra, la mujer es quien
tiene que componérselas para llevar los cachi­
vaches; porque pensar que le ayude eJ hombre,
es pensar en lo imposible. El sólo se preocupa
de sus armas y... gracias.
Los viajes por los ríos los hacen en el célebre
yaamet o cachucho, de absoluta necesidad en la
vida errante de los Kiona-guapzán sobre todo.
Este no es más que un tronco de árbol ahuecado,
que ordinariamente mide cinco o seis metros
de largo por 0,90 metros de ancho.
Son todos muy diestros en dirigirlo y lo llevan
a gran velocidad. Yo mismo me he acostumbrado
a viajar en estos cachuchos. Hay que tener sumo
cuidado en guardar el equilibrio, pues por poco
que uno se descuide toma un buen baño.
De su vestido poco puedo decirle: los que
vagan por las selvas suelen ceñirse un troso de
tela a la cintura, cuando están fuera de sus tol­
dos; pero en ellos, ni eso tienen. Los que están
en la misión, sobre todo si son jóvenes, poco a
poco se acostumbran a ir vestidos y hasta se
hacen presumidos y amigos de collares, pulseras,
pañuelos de colores llamativos, y de aguas de olor.
A propósito de vestidos: No hace mucho que
un domingo se presentó en la capilla un indiecito completamente desnudo. Al verlo recordé
que poc^s días antes le había dado alguna ropita, y por esto lo mandé a vestirse. Al peco rato
volvió el pobrecito, muy orgulloso de su indu­
mentaria, que se reducía a un raído chalequito...
Con frecuencia el misionero se ve en la nece­
sidad, bien triste por cierto, de, o no admitirlos
en la capilla, o hacer la vista gorda. Hasta unas
sotanitas que para el pequeño clero nos ha­
bían mandado, tuvimos que repartir entre va­
rios indígenas recien llegados de la floresta.
No habrá por ahí algún alma generosa y compasiva, que en nn momento de enfosiasmo por
las misiones, nos mande algún retazo de gé­
nero o algún irajecito osado? iCuánto se lo
agradeceríamos!
Sus toldos vienen a ser unos techados, que
los resguardan de los rayos ardientes del sol,
pero no de la lluvia y demás inclemencias. En

esta reducida y miserable choza, nido de toda
clase de sabandijas y asquerosos parásitos, en
medio de la mayor miseria y suciedad, viven
hacinadas, a veces hasta quince o veinte familias
con un número considerable de perros, sus
compañeros inseparables.
En estos tugurios debe entrar con frecuencia
el misionero, venciendo sus repugnancias, pori* I
•>

r . r t.

.:y

Indio macé comprado por im mitilar a cambio de
anos pantalones y bautizado coa el nombre de Juaníto.
que sólo asi puede ganarse la confianza de los
indios y con ella conquistar sus almas para Dios,
Recuerdo que cierto día tuve que ir a un toldo
para asistir a un enfermo, pues a falta de médico
atendemos también a su salud corporal. Des­
pués de un buen trayecto a caballo bajo un sol
abrasador, naturalmente llegué sediento, y mien­
tras atendía al enfermo, que por fortuna no era
de gravedad, me dirigí a una viejecita y le dije
en su idioma: KUaná, kasantá enjhaecok yinmen,
tráeme por favor un poco de agua. No tardó en
venir con ella. Pero ¡qué recipiente. Dios mío!
Era de lo más sucio y repugnante que puede
imaginarse. Sentí que el estómago se me re-

2o6
volvía y, con todo, hice de la necesidad virtud,
cerré los ojos y... adentro.
Nuestros vecinos de la misión han adelantado
mucho en la limpieza. Ya no untan el cuerpo
con grasa de yacaré, pequeño cocodrilo, para
librarse de los mosquitos, que despide un olor
insoportable. Además viven en pequeños ran­
chos, separados por familias, con grandes ven­
tajas higiénicas y morales.
Los frutos que cosechamos son bastante con­
soladores, dado el poco tiempo que llevamos
con ellos.
Al principio se mostraban reacios para todo,
pero a fuerza de paciencia logramos hacerlos
entrar por e¡ aro. A primera vista parecen duros
de entendimiento, pero, una vez habituados al
estudio, dan buenos resultados. Al comenzar
a frecuentar las clases (sabido es que el indio es
muy indolente) se contentan con calentar el
banco. Esto, cuando no le da por entrar y salir
de la clase sin consultar ni pedir permiso a nadie
No se le puede reprender, porque no volve­
rían. Primero hay que hacerse amar a costa de
paciencia y de cariño; después se puede hacer
de ellos lo que se quiere.
Que han tomado cariño a la Misión se ve al
considerar que, no obstante su hábito de vagar
errantes, van echando raíces profundas alrededor
de ella. Ya comienzan a tener sus plantaciones
y algunos de los jóvenes están aprendiendo el
oficio de carpintero.
Al presente tenemos un buen número de
indios que, apesar de llevar sólo un año de clase
leen y escriben muy bien. Algunos ayudan la
santa misa con exactitud y edificante piedad.

El día de la Inmaculada cantaron a perfección
la misa « De Angelis» y se acercaron a recibir
los santos sacramentos unos cuarenta. Muchos
recibieron el bautismo, otros fueron confirmados
y se administraron algunos matrimonios.
Tenemos un oratorio festivo muy floreciente
y cada vez más concurrido. Se han aficionado
muchísimo al futbal y éste es un gran reclamo.
Como ve, con la gracia del Señor, hemos con­
seguido ya mucho. ¡Cuánto más podríamos
hacer si fuéramos más y dispusiéramos de más
medios!
No nos olvíde en sus oraciones.
Su afmo. hermano en D. Bosco
M . F ernandez
Coadjutor salesiano.

A lfred o

Los Sres. Cooperadores salesíanos, además
de las indulgencias ordinarias que se detallan
en el Reglamento, pueden ganar, cumpliendo
los requisitos de costumbre, indulgencia plenaria, los siguientes días;
Mes de julio.
1. Preciosísima Sangre.
2. Visitación de Ntra. Sra.
tó. Virgen del Carmen.

El Santuario de Maria Auxiliadora, hace 25 años, durante las {¡estas de la Coronación.

La Fiesía de María Auxiliadora en Turin. (•)
i Fiestas de mayo en la Basílica de María
Auxiliadora de Turínl
¡Quien las ha visto una vez, no las olvi­
dará mientras viva!
La Víspera.
Es la noche solemne de la Vigilia.
En la ancha plaza de María Auxiliadora,
recogida y devota como un templo, van
llegando a millares los amantes de la Vir­
gen.
Dan las ocho y media. En la Basílica se
está terminando ahora la función del mes.
El fresco vientecillo, que nos regala la
Virgen esta noche, mueve acompasada­
mente las ricas y lujosas colgaduras. Los
últimos ecos de la magna oración han lle­
gado hasta mí, que me encuentro precisa­
mente en este instante en el dintel de la
puerta, abarcando dos cuadros sublimes.
El cuadro de la Basílica, materialmente
llena de fieles, fastuosamente iluminada por
un torrente de luz que parte de la gran­
diosa corona de la cúpula y el cuadro de
la plaza de María Auxiliadora, envuelta
en la penumbra de la tarde y abarrotada
también de fieles y devotos. Dos cuadros
sublimes de fe y religiosidad.
Pero bajemos de aquí que van a dar
las nueve y nos espera allá arriba la visión
soberanamente bella de la iluminación
de la fachada.
Ya han tomado los rincones de la plaza
los estudiantes y artesanos y cantan alter­
nativamente coplas y loores a la Virgen.
Estoy en el Corso Regina Margheriia,
en el centro mismo de la ancha vía. Los
relojes de la fachada marcan ya las nueve.
Un ¡aah! prolongado, una marcha vi­
brante de la banda y, sobre el fondo semioscuro de la Plaza, surge como una apari(i) A^rdaccemos a la bondad del señor X— las si«
dientes cuartillas donde ba, magistralmente, trazado sus
Impresiooes sobre nuestras fiestas de Mayo.

ción la montaña de luz, recortando los
severos perfiles de la fachada. Hay una
variedad sorprendente de luces y en el
sentir común, supera y con mucho este
año a la iluminación de años anteriores.
Son 8.000 las bombillas que brillan en la
fachada. Semeja un ancho trasparente
colgado en el vacío, una visión de ensueño,
un encaje de luz suspendido por manos
de hadas en la inmensidad de los cielos.
Y la Virgen tiende su cetro y se inclina
reverente ante sus hijos. Es Reina y es
Madre.
Su primera sonrisa de predilección en
la noche de su triunfo, será sin duda alguna
para el hijo amado que cantó con ardor
de enamorado serafín sus glorias y bon­
dades, para el Vble. Don Bosco que desde
el bronce del monumento, frontero a la
Basílica preside a la apoteosis. Genial
pensamiento el de colocar esta síntesis ma­
ravillosa de la Obra Salesiana a los pies
de la Basílica. La obra del Apóstol no se
explica, como él mismo confesó más de
una vez, sino es iluminada y gobernada
por el cetro de María.
A duras penas logro romper la columna
compacta de pueblo que avanza hacia el
centro. Por fin penetro en la Iglesia. DiosEucaristía acaba de bendecir a los fieles.
Desde el coro se domina a maravilla el
grandioso espectáculo de fe. No queda un
hueco libre.
Verdaderamente la obra de ampliación
se impone; tres grandes naves con tres
cuerpos de fachada como la que ahora
ostenta; prolongación de las capillas de
S. Pedro y S. José hasta trasformarlas en
otras dos vastas iglesias para los niños in­
ternos, el altar mayor en el crucero al modo
de las basílicas romanas... y entonces sí
que este pueblo, enamorado y devoto, verá
saciados sus amores.
Empieza la Vela Santa. Los adoradores
ocupan sitios de preferencia y el pueblo

2o8
en masa responde a los cantos y a las pre­
ces. Desde el pulpito se imparte de cuando
en cuando la bendición de María Auxi­
liadora. Varios oradores se suceden y todos
hacen vibrar los corazones al recuerdo
mágico de la Virgen bendita. La escolanía
de las Hijas de María Auxiliadora entona
al filo de la noche la solemnísima Salve.
Estamos en el Día grande de la fiesta.
El Párroco de la Basílica, da desde el pul­
pito avisos oportunísimos y a las dos en
punto empiezan las misas y empieza la
larga e interminable comunión que no se
interrumpirá ya más hasta la Misa de las
diez.
En el altar de María Auxiliadora se su­
ceden también sin interrupción las Misas:
a las 4 la llamada de la Aurora, típica y
sugestiva, a las 6 la de Don Rinaldi, a las
7 la del Cardenal, a las 8 la de Mons.Malán,
Obispo Salesiano de Petrolina (Brasil) que
ha llegado también para estas fiestas, a las
10 la de Mons. Pedro Vera y Zuria, arzo­
bispo de Puebla de los Angeles (México)
que pontificará solemnemente, asistido
desde el trono por el Cardenal de Turín.

por ver quién reúne más dineros para la
Beca Misionera que deben costear. En los
rincones y a las puertas del templo mesas
y puestos donde se reciben suscripciones
al Bo/e/ín, donde se expiden diplomas y se
venden objetos de culto. En un ángulo
opuesto, cerquita del ambigú de los A. A.
y precisamente en el pórtico famoso donde
el Vble, daba las Buenas Noches a sus
hijos, se han Improvisado unas mesitas
donde multitud de familias beben y sa­
borean con sus hijitos las famosas birras
(cervezas) y los simpáticos pezzi durí (he­
lados).
Y en tanto el patio es un enjambre, un
hormiguero donde en la más concertada
armonía pululan de continuo hombres y
mujeres, jóvenes y mozalbetes, niños y
niñas de todos los matices y colores.
Es una cosa típica y única dé esta casa
Madre.
Otra meta de todo el que llega a la Ba­
sílica, es la visita al cuarto donde murió el
Vble y a la Capilla Pinardi, inaugurada
en febrero de este año. Es un cordón con­
tinuo y no interrumpido durante todas
las horas del día.

E l patio»

Pero salgamos de la Iglesia.
El patio salesiano frontero a la Basifica,
ha dejado de ser en este día palestra ani­
mada de juegos, para convertirse en meta
de romería, en puesto de feria permanente.
A lo largo de los pórticos se han insta­
lado los bancos de la Iglesia y en ellos se
rebulle una animadísima y abigarrada
población, venida de todos los pucblccitos
del Piamonte para la fiesta anual. Allí la
aldeana con su grande cesto y su viejo
paraguas bajo el brazo; allí la joven y los
mozalbetes luciendo sus típicos trajes, un
tantico adulterados, se entiende, por los
refinamientos ciudadanos; allí el padre de
familia grave, sano y coloradote, de andar
resuelto, parlanchín y gracioso.
Y en esos bancos pasan el día y la noche;
y de esos bancos se alzan sólo para hacer
su visitita al Santuario y acompañar a la
Virgen en su triunfal procesión.
Erente al Santuario está la gran tóm­
bola con infinidad de juguetes y regalos,
llamando la atención de los visitantes.
Este año es a beneficio de las Misiones y
los estudiantes y artesanos andan a porfía

La fa rd e triun fal.

Por la tarde se acentúa la invasión pací­
fica y devota. El vastísimo patio se va lle­
nando más y más. Se acerca la hora de la
procesión y empiezan a llegar los grupos,
Asociaciones, Colegios etc., que deberán
formar en el desfile. Traen los niños vis­
tosos ramos de flores y cada grupo viene
precedido de su estandarte a bandera.
Pasan luego a ocupar su puesto las ban­
deras y estandartes de las diversas na­
ciones donde trabajan los Salcsianos. T o­
dos las miradas se vuelven a las gloriosas
enseñas. Allí va la de España, grande y
majestuosa como una reina, la más grande
y pesada de cuantas desfilan esta tarde y
allí van también las de las Repúblicas
americanas, saludadas cariñosamente con
un beso y un aplauso por los teólogos de
la Crocetta que en este instante irrumpen
en el patio.
Se acercan las 6. A las 6 ^ las Vísperas
solemnes. Ya sale el clero en busca del
Arzobispo de Puebla. Pasa el venerando
Prelado y como ya lo conocen todos,por­
que unas voces misteriosas han ido repi-

209

£1 Puso de la Virgen y sos 12 pajes de honor, momenfos anfes de ordenarse la proce«dn.

tiendo a los curiosos: « El arzobispo de
Puebla, el obispo desterrado», suena un
aplauso que tiene el doble significado
de ovación y de protesta y que el santo
obispo agradece conmovido.
La Procesiór,
Y estamos en las Vísperas. En lo alto
de la cúpula se oye un murmullo insólito.
Miramos curiosamente, Son los cantores
que se preparan para el gran motete, la
* Corona Aurea* que el Mtro. Dogliani
compuso hace 25 años para la fiesta de la
Coronación. Se oye con recogimiento pro­
fundo; sobre todo cuando la masa compacta
de 600 voces juveniles, respondiendo a las
del coro, reforzados esta vez por la escolanía de la Crocetta y a los de la cúpula,
cantan su parte.
Terminadas las Vísperas se ordena la
procesión. En la plaza de María Auxilia­
dora hormiguean ya cientos y miles de
personas.
Del Colegio de las Hermanas sale el
paso que ha de conducir la imagen, rico

como un trono, blanco y florecido como
un jardín. De la Basílica sacan también a
hombros la bellísima estatua y en la plaza
misma se ultiman los adornos y se emplaza
la instalación eléctrica.
Pero ya la procesión está en marcha.
Hace media hora que han empezado a des­
filar, a las órdenes del Rvdmo. Don Pedro
Ricaldonc y de Don Amadei, las Escuelas,
los círculos, las Asociaciones, los Insti­
tutos, los 12 Oratorios de los Salesianos
y de las Hijas de M . A. de la ciudad, las
nutridas representaciones de las juven­
tudes Católicas, un grupo de veteranos de
la Gran Guerra que esta mañana ha des­
filado también gallardamente ante la ma­
jestad del Rey Víctor Manuel, hoy pre­
sente en Turín, representaciones de las
Comunidades religiosas, el largo cordón
de Cooperadores y Cooperadoras, el inter­
minable del Clero, formado por filósofos
de Valsálice, teólogos de la Crocetta, se­
minaristas, sacerdotes del Oratorio... y
detrás el Capítulo Superior de los Sale­
sianos, seguido del Rvdmo. Rector Mayor,
Y en medio de estas larguísimas filas,

convenientemente distribuidos, niños y
niñas sembrando el recorrido de flores,
las bandas del Martinetto, Monterrosa, San
Pablo, del Oratorio, Artigianelli, Cagliero,
Santa Cecilia; las banderas y estandartes
de las Asociaciones... Un total de 30.000
personas.
Un sol espléndido y una tarde magní­
fica, han permitido que en el recorrido de
la procesión, se haya instalado la grande
muralla humana, que no ha podido formar
en el cortejo. Pasan de 100.000 los especta­
dores.
A las 8 próximamente el paso de la Vir­
gen echa a andar. Lo preceden cinco Exce­
lentísimos Obispos con el Cardenal Gamba
y 12 pajes de honor. La Virgen avanza
majestuosamente y la multitud, formada
en especial de juventud y de juventud
femenina, aplaude frenética a su paso.
Nada de vivas clamorosos, nada de en­
tusiasmos delirantes. Turín esta tarde ha
puesto la fórmula de su amor en las ma­
nos, en los labios y en los ojos: no sabe
más que aplaudir, rezar y mirar,
Y así procede todo el tiempo el desfile,
por la ancha vía del Corso Regina Margherita, majestuoso, devoto, reverente. Can­
tan los niños que forman en la procesión
las conocidas coplas salcsianas, cantan los
Ex-alumnos, los Universitarios, las Uni­
versitarias que vienen detrás de la Virgen
numerosos y compactos.
Cam bio d e escena.

En la Porta Palazzo el gentío es enorme.
La procesión enüla la Via Cottolengo y la
decoración cambia un poco de aspecto.
Al alborozo, al clamoreo entusiasta de las
turbas sucede un silencio casi sepulcral.
La vía se estrecha y no da lugar a concen­
traciones numerosas. A medida que avan­
zamos, el silencio se acentúa. Estamos ante
la Piccola Casa de ¡a Divina Provvidenza.
Los 9000 habitantes de esc inmenso hos­
pital, quisieran asomarse al paso de la
ÍSladre bendita. Sólo vemos a unos cuan­
tos, alineados ante el grande portón. Son
cojos, lisiados, son enfermos de todo ge­
nero, míseros despojos de la vida, que
tienden suplicantes los brazos...
Y la Virgen avanza en medio de ellos y
a medida que el viejo paredón de la fa­
chada se rasga en el vano de una puerta

o una ventana, asoma de nuevo la visión
espeluznante de miseria; y de nuevo aque­
llas flores marchitas de la vida ponen en
la mirada y en los labios la caricia de un
beso o de una oración para la Reina que
pasa...
Llegamos a la Basílica. Son las nueve y
media. Las sombras de la noche han caído
ya, invadiéndolo todo. En la plaza, como
en un inmenso mar, ha ido afluyendo el
río humano. Toda la plaza está tomada.
Se espera la llegada de la Virgen. Cuando
ésta asoma, un aplauso inmenso la acoge
y en la maravillosa fachada surge de nuevo
el milagro de la iluminación, proyectando
a distancia una estela de luz, que es la
aureola fúlgida de la Reina, en la apoteosis
de su triunfo.
Los pechos se han contagiado también
del fuego que arde en las piedras de la fa­
chada y de la cúpula. El entusiasmo se
desborda. Cantan los bronces, gritan hasta
enronquecer los Ex-alumnos y Universi­
tarios, suenan los tambores, tocan las ban­
das, cantan los niños, aplaude delirante
la multitud. Es el momento cumbre y la
pluma se resiste a describir la escena...
Entra en la Basílica el Cardenal, entran
los pajes y queda fuera la Virgen con el
pueblo...
En el altar mayor, convertido en ascua
de oro y de luz, se expone el Santísimo.
Momentos después el Cardenal, al que
hacen corona los Obispos y el Clero, im­
parte la triple bendición y sin deponer el
ostensorio avanza seguido del Clero hasta
la puerta. Un agudo toque da clarín anun­
cia su llegada. Ya está en el dintel. La
multitud dobla reverente la rodilla y otra
vez desciende sobre las almas, en el si­
lencio augusto de la noche, la mirada
tierna, bondadosa y paterna de Cristo.
*

*

*

Sobre el monte Magdalena, que la pie­
dad de los turineses ha convertido en
inmenso panteón recordatorio de los caídos
en la Guerra, se inaugurará esta noche el
Faro de la Victoria, una gigantesca estatua
de bronce de 18 metros de altura, que sos­
tiene en las manos un potentísimo re­
flector eléctrico.
Sobre el monte de Valdocco, sobre la
montaña ideal del Oratorio y de la Casa

1
Madre, arde también con fuego inextin­
guible otro faro gigante. Sus haces de luz
salvan todas las fronteras, irradian hasta
en ios últimos confines... La inmensa fa­
milia salesiana queda envuelta y bañada
en sus suaves resplandores...
Huelga decir que este faro ideal y su­
blime es María y la estatua gigante que
lo aguanta el Vble. Juan Bosco, nuestro
Fundador y Padre.
X.
Turín, 25 de Mayo.

A r e q u ip a (Perú). — El niño Roberto L . de
Romaña de seis años de edad, convaleciente de
tos convulsiva, fué atacado de un fortísimo
tifus, con complicación al corazón y según
opinión del doctor dada la lesión orgánica, el
caso era gravísimo. Considerándolo deshausiado, los padres hicimos la promesa a María
Auxiliadora, por intermedio de Don Bosco, de
dar una limosna y publicar la gracia en el Bo­
letín Salesiano. Después de ?2 días de terrible
enfermedad, entró en franca convalecencia y
ahora se encuentra completamente bien y sin
lesión de ninguna clase. Damos gracias y desea­
mos se publique esta gracia.
Febrero de 1928'.
A l b e r t o L . d e R o m a ñ a y Sra.
B e r n a l {Argentina). — Habiendo abando­
nado mi vocación religiosa y vuelto al mar tem­
pestuoso del siglo, apenas quedó en mi un átomo de vida espiritual y tan solo la devoción
y confíanza que deposité en María Auxiliadora
y en su Siervo el Vble. Don Bosco, pudieron
devolver la tranquillidad y la paz a mi espíritu.
Agobiado por los remordimientos de mi con­
ciencia y comprendiendo el valor de la joya que
voluntariamente había despreciado, me sentía
triste y desconsolado. En tales circunstancias
acudí a tan buena Madre y a su Siervo Don
Bosco y ¡oh bondad de María! Ella ha hecho
que recobre el don precioso e inestimable de
la santa vocación y hoy me encuentro de nuevo
en el puerto seguro de la Religión.
¡Gracias, Madre mia, haz que sea fiel hasta
la muerte!
C. P. H.
Enero 1928.
C a l i {Colombia). — Hace cinco años que
venía sufriendo de unas fiebres, cuya curación
no había sido posible. En el pasado mes de di­

ciembre me encontré muy grave, complicándose
la enfermedad y aconsejando el médico se hi­
ciese una operación. A tal resolución yo no quise
sujetarme y acerté a acudir a la que es la salud
de los enfermos, María Sma. Auxiliadora, pi­
diéndole con grande fervor que me devolviera
la salud, sin necesidad de operación. Esta buena
Madre en su infinita bondad oyó mi súplica y
hoy me hallo libre de mis males. En agradeci­
miento a tan señalado beneficio, ofrezco una
limosna para los huerfanitos del Vble. Don
Bosco.
N. N.
C a l i {Colombia). — Doy infinitas gracias a
María Auxiliadora, porque habiendo enfermado
de gravedad mi hija Margarita, llena de inmensa
pena acudí con fe y confianza a nuestra celestial
Madre, prometiendo publicar su bondad, si le
concedía la salud. Poco tiempo después con
grande consuelo mío y de todos los de la familia
mi hija se hallaba fuera de peligro y hoy curada
completamente.
Cumplo gustosa mi promesa, exhortando a
todos a acudir siempre con segura confianza a
la nunca desmentida bondad y potencia de María.
Envío asimismo una limosna para las Obras y
Misiones Salesianas.
2? de Marzo 1928.
A n g e l i n a G . d e T e n o r io .
C o m o d o ro R iv a d a v ia - C h u b u t {Argentina)
— Hallándose mi hermano menor tres meses
en Cuba, muy triste, porque salió de España con
el propósito de ir a Norte América donde tengo
otros dos hermanos y no encontrando los medios
necesarios aún con el dinero que estos últimos
le mandaban para poder conseguir el pasaje,
yo sin tener otros medios a mi alcance que la
oración, recurrí con toda mi fe y confianza a la
que es «Auxilio de los Cristianos*, prometién­
dole si me concedía el beneficio que le pedía
en favor de mi hermano, publicar su misericordia
y enviar una limosna para los huerfanitos del
Vble. Don Bosco.
Hoy gustosísimo doy cumplimiento a mí pro­
mesa yofrezco denuevoa esta bondadosa Madre,
hacer un mes completo la Novena de María
Auxiliadora por otro señalado favor que espero.
14 de Abril de 1928.
D ie g o

de

H aro C a r m o n a .

M é x ic o . — Hace poco níás de dos años que
sufrí un ataque de bilis al cerebro muy penoso,
con insomnios continuos por tres meses, mareos
y ruidos en los oídos, que me hacían sufrir in­
mensamente. Acudí en mi afñición a la dulcísima
Madre Auxiliadora y al Vble. Don Bosco pi­
diéndoles la salud, si era del Divino agrado y
desde entonces comencé a mejorar.
Reconocida profundamente a tan singular

favor, deseo se publique para la mayor gloría de
Dios Ntro. Señor, de su Sma. Madre y del Vble.
Don Bosco, según lo prometí, enviando la pe­
queña limosna de un dólar.
i8 de Abril de 1928.
M . C. S.
M o n t e v id e o {Uruguay). — A fines de se­
tiembre de 1926 enfermó nuestra hijita, María
Inés, de 4 años, viéndose atacada de una tos
convulsa y de una fiebre con grandes alterna­
tivas. Hallándose perplejo el médico curante,
llamamos a otro facultativo, el cual dijo que
sería necesaria una consulta y una intervención
quirúrgica.
Con el corazón angustiado ante tal decisión,
decidimos empezar una Novena a María Auxi­
liadora, pidiéndole por intercesión de Don
Bosco, la salud de nuestra hija.
A los pocos días el médico nos dijo: Su hija
se ha curado milagrosamente.
Hay que advertir además que en tan difícil
situación quedóse mi esposo sin trabajo y tam­
bién encomendándonos a la Virgen, pudo fi­
nalmente encontrar un empleo.
Sólo nos queda ahora cumplir nuestra pro­
mesa, publicando esta gracia tan señalada y
haciendo celebrar un Novenario de misas.
Marzo 1928.
A íd a M e r ig g i de C a m p o s .
F e d e r ic o A . C a m p o s .
R o sa r io de S a n t a F e {Argentina). — Ha­
llándose atormentado nuestro hijito por grave
mal que lo redujo a un estado lamentable, in­
vocamos a la Virgen Auxiliadora, por intercesión
del Vble. Don Bosco; la fe conque acudimos a
tan buena Madre no quesó defraudada, pues cl
niño ai poco tiempo se restableció y hoy se halla
perfectamente curado.
Cumplo con lo prometido de publicar la gracia
en el < Boletín Salesiano» dando infinitas gra­
cias a María Auxiliadora.
Marzo de 1928.
C a r o l in a B. d e C a r r o ñ e .
S a l t a {Argentina). — En mi profesión de
maestra, viendo que una alumna era de grande
obstáculo a la buena marcha dcl Colegio, sugerí
a la Directora la necesidad de expulsarla. Se
opuso ésta tenazmente, dados los compromisos
contraídos. Entonces pedí a María Auxiliadora
que ella arreglase cl asunto. Así lo hizo. Pocos
días después salió dicha alumna del Colegio sin
que nos turbasen ninguno de los inconve­
nientes que temíamos.
Ultimamente me solucionó otro asunto ver­
daderamente difícil, por medios providenciales
que atribuyo al favor de tan buena Madre.
Otras muchas gracias espero obtener de María

Auxiliadora siempre atenta a socorrer las ne­
cesidades de sus hijos.
L o la .
S a n t a A n a {E ¡ Salvador). — Encontrándose
una tia mía gravemente enferma y habiendo per­
dido toda esperanza de curación, recurrí a María
Santísima Auxiliadora, prometiendo que si la
querida enferma conseguía su salud, haría pu­
blicar la maternal bondad de la Virgen. Y , en
efecto, al poco tiempo mi tía recobró su salud,
y yo, henchido el corazón de la más grande
alegría y de la más honda gratitud a María Auxi­
liadora, cumplo con lo prometido, enviando a
la vez una limosnita a beneficio de las Obras
Salesianas.
14 de Marzo de 1928.
L

in d a u r a

U r r u t ia .

S a s t r e {Argentina). — El día 18 de Noviembre
del año pasado, de resultas de una calda, me las­
timé tan fuertemente la pierna derecha que du­
rante ocho días seguidos no pude moverme de
la cama para nada. La providencia quiso que
llegara a mis manos una reliquia del Vble. Juan
Bosco, que yo con grande fe y confianza aplique
al miembro enfermo, mientras mi hermanita
empezaba una novena a María Auxiliadora.
En el octavo día se verificó el prodigio, pues tuve
la fuerza de moverme y caminar. En la firme
esperanza de que conseguiré perfectamente mi
salud, me anticipo a enviar una limosna para
la Obra Salesiana, en su Santuario de Turín.
Deseo además dar público testimonio, por me­
dio del < Boletín Salesiano * de mi gratitud a la
Virgen de Don Bosco para que los que se hallen
afligidos por cualquier pena, acuden confiada­
mente a su protección.
21 de Abril 1928.
A n it a T

o lo za n o .

S a r r ia {Barcehna-España). — Doy pública­
mente gracias a María Santísima Auxiliadora
por haber librado de un peligro inminente qué
amagaba la salud y vida de un ser querido de la
familia. Reconocido entrego una limosna para
las obras salesianas.
Mayo de 1928.
T

om as de

P a l a c io s .

S e v i l l a (España). — Encontrándome en cir­
cunstancias muy apuradas y de las cuales de­
pendía la tranquilidad de toda mí vida, me en­
comendé a María Auxiliadora y enseguida se
resolvió todo conforme eran mis deseos.
Gracias de todo corazón, Madre mía, y no
desampararme nunca; dígnate conseguirme de
tu divino Hijo el otro favor que Te pido.
Sevilla, 15 Abril de 1928.
Una Devota.

215
T á r ib a {Táchira-Venezuela). — Doy gracias
a María Auxiliadora por el siguiente favor. El
año pasado habiendo caído mi bija Adelita gra­
vemente enferma de! cerebro, agravándose de
manera que los médicos desesperaban de su
mejoría, acudí a María Auxiliadora ofreciéndole
lOO Brs. para una misa y publicar el favor si
pronto la veíamos buena. A las ocho meses esta­
ba completamente curada. Agradecida cumplo
mi promesa y pido a la Santísima Virgen cuide
4oda mi familia...
O l im p ia de C á r d en a s.

D an íam bién g ra cia s a M a ría A u x i­
liad o ra :
A v e l l a n e d a {Argentina).— Maria Luisa Fantino, ex-alumna de las Hijas de María Auxilia­
dora, por un importante beneficio que le otorgó
y manda una ofrenda en favor de las Obras y
Misiones Salesianas.
C ali {Colombia). — Vicenta C. de Gega por
haber devuelto la salud a su hijo y cumple con la
promesa de enviar una ofrenda y publicar el favor.
C á r d e m e t e (España). — Ceferina Torríjos
agradece y envía una limosna para-las Obras y
Misiones Salesianas.
C u e n c a (España). — Isabel Visier da gracias
y manda una oferta.
H u e sc a (España). — Blas Mompradé, muy agra­
decido por un favor que recibió mediante la
intercesión de María Auxiliadora y envía una
limosna para el culto de la celestial Señora.
L a b a t e c a {Colombia). — Dclfina y Ma. An­
tonia García, gravemente enfermas, acudieron
a María Auxiliadora y consiguieron su salud.
Envían una limosna para los huerfanitos del
Venerable Don Bosco y se hacen Cooperadoras
Salesianas.
L a P l a t a {Argentina). — Habiendo recibido
por intercesión de Maria Auxiliadora dos gra­
cias señaladas, a saber la salud de dos personas
gravemente enfermas, mando la limosna pro­
metida.
M a r ía L u is a C o l o m b o .
M a ja d a s ( L a s ) (España).— Emilio Arcos, y
manda un óbolo para sostén y ayuda de las
Obras Salesianas.
M a se g o sa (España). — Concepción S . Checa,
Por favores que le dispensó y hace una
ofrenda para su culto en el Santuario deTurín.
P r i e g o (España).— Una devota de la celestial
Auxiliadora manda una limosna por beneficio
que le alcanzó.
V a l d e c o l m e n a s de A b a jo (España). — Una
devota y envía su ofrenda.
V iN C E S {Ecuador). — Zoila del Castillo y Rita
Molina, agradecidas a la Virgen de Don Bosco
por señalados favores que les otorgó, desean
hacer público su agradecimiento y a la vez envían
una limosna para el culto de la excelsa Señora
y para las Misiones Salesianas.

del

Por iníercesión
Vble. Juan Bosco.

L a P l a t a (Argentina). — Encontrándome en
una grande tribulación, debido a un juicio civil,
y viendo que en lo humano se presentaba . irre­
mediable la solución, acudí llena de fe y espe­
ranza a la que es la "Auxiliadora de los Cris
tianos* invocando al mismo tiempo con fervor
a su fiel siervo, el Vble. )uan Bosco, suplicándole
remediase mi necesidad y la de mi familia. Antes
de acabar la novena que había empezado, con
inmensa satisfacción mía y asombro de los míos,
el día 5 de Septiembre de 1927 llegó la sentencia
a mi favor. Por tan singular beneficio ruego que
se dé publicidad a éste para mí grande milagro,
para gloria de María Auxiliadora y de Don Bosco.
Mando a la vez una ofrenda para la Obra Salesiana.
M . L . C.
M e d e l l i n (Colombia). — Por algún tiempo
estuve sufriendo una grave enfermedad que los
facultativos denominaron una úlcera en el estó­
mago, a consecuencia de la cual yo debía some­
terme a una operación quirúrgica. Comen­
zaron, en efecto, la operación pero no la
pudieron llevar a término por presentarse com­
plicaciones inesperadas. Consideráronme los
presentes desahuciada y, aunque después de
algunos días noté una ligera mejoría, duró
ésta muy poco y me vi atacada casi repentina­
mente de intensos dolores y acometida de un
vómito casi sin interrupción, que me puso a las
puertas de la muerte.
En tan angustiosa situación, mi madre y mis
hermanas unieron sus súplicas a las mías para
impetrar del Señor, por la poderosa intercesión
de su fiel Siervo el Vble. Juan Bosco, la perdida
salud, prometiendo si alcanzaba la gracia pu­
blicarla en el Boletín Salesiano. lOh prodigio a
intercesión de los Santos! desde aquel momenlo
cesó completamente el vómito y se me calmaron
los dolores; comencé a mejorar visiblemente y
hoy, después de dos meses, me encuentro peífectamente sana. Repito que no a otra cosa siró
a la intercesión de D. Bosco, debo mi curación
y mi vida.
Junio, 6 de 1927.
A d ela G

o n zález

R.

V iN C E S (Ecuador). — Habiéndose fortuita­
mente extraviado el 1 1 de febrero de 1927 una
hija nuestra y no hallándola por parte alguna,
la encomendé al Vble. Juan Bosco y apenas le
dirigí mi ferviente súplica y le prometí publicar
la gracia, volviéndome en otra dirección se me
puso delante, cambiando en gozo nuestro tor­
mento. Como prometí, mando también una pe­
queña cantidad para sus obras.
Z. M . A.

2*4
M é x ic o . — El día 28 de diciembre de 1927,
enfermóse de gravedad el hijo más pequeño de
mi esposo. Días después se le declaró pulmonía
complicada con reumatismo, habiendo dicho los
médicos que lo atendían, que si la reuma caía al
corazón, moriría inmediatamente. Recibió los
Santos Sacramentos y ese mismo día, la reuma
cayó al hombro izquierdo. Entonces invoqué
la intercesión del Vble. D. Bosco e inmediata­
mente desapareció el peligro, entrando el en­
fermo en franca convalecencia; por lo cual doy
infinitas gracias a Dios y deseo se publique para
gloria de Dios y honra de su fiel Siervo.
Marzo, 24 de 1928.
R aq u el R .

de

B e c e r r a A co sta

Ex~alumna del Colegio de María Auxiliadora
de México.

el « Boletín Salesiano » en su edición del mes de
febrero del presente año. Seguiré en la práctica
de tan hermosa devoción, la cual recomiendo
a muchos cooperadores, y si Dios Nuestro Señor
me concede una nueva gracia que solicito por
intercesión de su Sierva, daré una limosna de
mayor cuantía para la obra salesiana tan bené­
fica en el mundo entero y publicaré el nuevo
favor obtenido para edificación de muchos
cristianos. Repito al Señor muy humilmcnte
mi fervorosa acción de gracias.
Marzo 25 de 1928.
Roso A . F o r e r o .
P u e b l a {México).— Estando enferma una her­
mana mía y habiendo dicho el médico que tenía
una enfermedad grave e incurable, recurrí a

El Emmo. Oordenal Gamba y Mons. Scapardini ai salir de la tercera reunión de las "Jornadas Misioneras.'
LLUVIA DE G R A C IA S
atribuidas a la intercesión de la Sierva de DiOvS
Dña. DOROTEA DE CHOPITEA
Al hablar de D*. Dorotea, como de los demAs Siervos
de Dios, nos Importa hacer constar que no queremos
en manera alguna contravenir a las disposiciones pontl*
ñolas, ni atribuir a n ln ^ n hecho una autoridad superior
a la que merece un simple testimonio humano, ni pre«
venir el luido de la Iglesia, de la cual, a ejemplo de
Don Bosco, nos gloriamos da ser obedicntísimos hijos.

(Colombia). — En mi deseo de
contribuir a la causa de beatificación de la Sierva
de Dios Dorotea de Chopitea, y como acción de
gracias al Señor y a su santísima Madre, hago
constar que he obtenido ya por cinco veces, se­
ñalados favores del Ciclo por invocación que
he hecho por medio de la Sierva de Dios Do­
rotea, rezando con mucha fe y confianza la
novena a la Santísima Trinidad que ha publicado
B ucaram anga

Nuestro Señor, poniendo por intercesora a la
sierva de Dios Dorotea de Chopitea, quien me
concedió la gracia de aliviarme completamente;
pues dicha enfermedad, contra el dictamen del
médico, no era de ninguna manera tal como él
declaró.
Abril 2$ de 1928.
M

a r g a r it a

L o za n o C a r d o so .

S a s t r e (Argentina - S . Fe). — Hacía más de
un mes que tenía un agudo mal al oído. Empeo­
rando cada día, ya creía de tener que quedarme
completamente sorda, cuando vino a mis manos
un Boletín Salesiano con la novena de la Sierva
de Dios Dña. Dorotea de Chopitea; hice la no­
vena y al octavo día me encontré enteramente
curada.
Abril 21 de 1928.
C a t a l in a T o l o z a n o .

215

L A S JO R N A D A S M A R IA N A S
Como anunciamos en el número de mayo, dos
grandes acontecimientos: Bodas de plata de la
Coronación Pontificia y Bodas de oro de la Ben­
dición de M aría Auxiliadora,hin tenido su má­
xima conmemoración en las tres grandes Jo r ­
nadas M arianas del 17 ,2 0 y 22 de mayo último
respectivamente.
En la imposibilidad de dar a nuestros lectores
una crónica detallada de los diversos actos, nos
contentaremos con ilustrar y poner de relieve
aquellos puntos que más o menos directamente
atañen a nuestros Cooperadores y Ex-alumnos.
Primera Jornada.
Presiden algunos Exemos. Obispos y Arzo­
bispos, el Capítulo Superior de los Salesianos,
el de las Hijas de María Auxiliadora y nume­
rosos invitados. El regulador es, sin disputa,
D. Trione. Después de la oración declara abierta
la Reunión y presenta al primer orador, el Co­
mendador A. Pocsio, presidente del centro de
Exalumnos de Roma.
El discurso del Sr. Poesio, fogoso y entusiasta,
gira todo sobre estos puntos: María Auxiliadora
y Don Bosco. Después de demostrar que la mi­
sión de Don Bosco no se puede explicar sino
se la ilumina con el patrocinio perenne de María,
porque la vida del Vble. tiene un prólogo, que
es su primer sueño donde recibe de manos del
misterioso personaje, a María por Madre y
Maestra, y un epílogo, que es su última Misa en
la Basílica del Sgdo. Corazón en Roma, donde
ve a la misma Señora que le muestra la prodi
giosa realidad y cumplimiento del primer sueño,
viene al terreno de la práctica.
Dice que los Cooperadores y Ex-Alumnos,
como prolongación en el mundo de la vida y
misión del Vble. deben distinguirse de los demás
fieles y cristianos por el sello inconfundible de
la devoción a María Auxiliadora. Afirma que
ese sello debe traducirse en la práctica, en luz
de buen ejemplo y en fuego de apostolado. Un
apostolado fácil, sencillo; pero animado siempre
de celo y caridad: que el cuadro de María Auxi­
liadora reine y presida constantemente en las
familias, y en los corazones.
Fué muy aplaudido.
El segundo orador, abogado Raynaud, des­
arrolla su tema: La devoción a M aría Auxiliadora y los padres de familia, con calor y entu­
siasmo.
Hace una larga historia de los males que mo­
dernamente minan y socavan los fundamentos

del hogar cristiano y deplora que muchos padres
y madres de familia descuiden lamentablemente
!a educación de los hijos que, para ser integral,
debe estar informada por los altos principios de
la moral católica. Expone cómo la madre de
Don Bosco educaba a su juanito a saludar tres
veces al día a su Madre celeste, a la Virgen San­
tísima y añade que este ejemplo debieran co­
piarlo las madres cristianas de nuestros días.
Deshace con lógica irresistible la objeción de
muchos padres: Si dejamos ir a nuestros niños
al Oratorio Salesiano, si inculcamos a nuestros
hijitos esos amores y esa devoción filial a la Vir­
gen, Ella se encarga luego de ponerle en el alma
la vocación sacerdotal o religiosa y entonces...
Los Ministros de Dios, los Misioneros, las Re­
ligiosas son la flor de la humanidad — dice el
orador — y debieran los padres tener a grande
honra el poder regalar al Santuario alguno de
sus hijos.
El tercer tema, María Auxiliadora y el pueblo
cristiano, por ausencia del orador, lo desarrolla,
con la elocuencia- que le es propria el regula­
dor, Rvdo. D. Trione.
Termina esta lomada con unas palabras acer­
tadísimas y geniales del Rvdmo. D. Felipe Rinaldi recordando a los presentes la indulgencia
plenaria que el Padre Santo ha benignamente
concedido, a los que intervienen a estos actos.
Segunda Jornada.
Está dedicada a los jóvenes y aunque es Do­
mingo y la ciudad está de fiesta y en el Stadium
tendrá lugar esta tarde, el festival gimnástico
de las escuelas elementales de Turín, acuden
numerosos y llenan la platea y las galerías.
El orador del primer tema: M aría Auxiliadora
y los jóvenes, es el joven Conde Carlos Balduino
de Rovasenda, Cav. del Sto.Sepulcro y Presidente
de la Federación Universitaria Católica Italiana.
Tiene en la palabra, fogosa y grandilocuente
una unción y una piedad que edifica y encanta.
Su discurso tiene algo de arenga y algo de ser­
món. Nos trasporta a la cima del Gólgota y nos
hace asistir al sublime momento en que Jesús,
en la persona del Evangelista San Juan, nos da
por Madre a María. Desarrolla el concepto de
esta filiación y evocando el maravilloso sueño
de las columnas de nuestro Vble. Padre, dice
que la barquilla de la juventud es la más com­
batida y hostigada por los enemigos de la Iglesia
y que sólo cuando, con valor y energía, nos acer­
quemos a esas misteriosas columnas, donde

2i6

campean Jesús-Eucaristía y María Auxiliadoraf
evitaremos el naufragio.
El segundo tema, M aría Auxiliadora y la
Pureza está a cargo del P. Salesiano D. Gregorio
Miguel, que con fuego y competencia no co­
munes, nos hace gustar unos momentos de cielo.
Enalta la belleza sublime de la virtud y de la
virtud en el ¡oven moderno y nos hace caminar
por el mundo, contemplando a distancia el culto
que la iuventud especialmente, rinde hoy a la
belleza y a la fuerza, a la moda procaz y al teatro
escandaloso.
Deshace, de habilísima manera los prejuicios
que a muchos jóvenes amargan la vida y les se­
ñala los peligros y les ofrece las armas para
triunfar en la grande batalla por la conservación
de la pureza. Poderosa sobre toda ponderación
y eficocísima cual ninguna — dice terminando —
es la devoción filial, el amor entrañable a la
Virgen de las Vírgenes.
« María y las Vocaciones * era el tercer tema
y fué magistralmente tratado por el Dr. D. Ense­
bio Vismara, profesor en el Instituto Teológico
Internacinonal « Don Bosco» de Turín.
Inútil decir que la admirable pieza oratoria
entusiasmó a todos los presentes y nos hizo sa­
borear la belleza del heroísmo cristiano, encar­
nado en los apóstoles, en los misioneros, en todos
aquellos que recibieron de Dios y alimentaron
luego con una santa vida la flor diyina de la Vo­
cación.
También esta segunda Jornada la cerró con
su palabra cálida y elocuente nuestro amadí­
simo D. Rínaldi. Tuvo un elogio cariñoso para
ios 7,000 jóvenes que en la mañana de esc día
se habían acercado a la Comunión y dijo que
así como Jesús quiso pasar toda su adolescencia
y toda su juventud bajo la mirada dulcísima de
la Virgen, su Santísima Madre, también los
jóvenes, tras el ejemplo divino, debían informar
siempre su vida y sus obras al amor, al cariño
y a las enseñanzas benditas de la Madre de Jesús
y Madre nuestra.
Jornada Tercera.
Presidida por c! Emmo. Cardenal de Turín,
es esta tercera Jornada la más solemne y la más
importante de todas.
Han concurrido a ellas los Directores Dioce­
sanos y los Decuriones de los Cooperadores del
Piamonte. Es una Reunión dedicada exclusiva­
mente al Clero. El salón está materialmente
lleno.
Empieza Don Rinaldi agradeciendo la asisten­
cia a cuantos se han dignado tomar parte al acto
y da la palabra a Mons. Scapardini, arzobispo
de Vigevano, Dominico, grande amigo nuestro
y conocedor de nuestra obra en América por
haber sido muchos años Nuncio Apostólico en
el Brasil, que trata el tema: M aría Auxiliadora
y el Clero.

El orador, inició su magno discurso deshacien­
do una duda que podría formularse: ¿Y qué tiene
que ver María Auxiliadora con el Clero? Probó,
cómo el detalle de haber Jesús, en la cumbre del
Gólgota, entregado a su Madre al discípulo
amado, al apóstol y Evangelista San Juan y no
a otra persona, muestra buen a las claras, las
estrechísimas relaciones que median entre María
y el Clero. Viniendo después en particulara tratar
de María Auxiliadora, dijo que Don Bosco había
sido el hombre providencial de nuestro siglo y
que sólo contemplando la maravillosa expansión
de la Obra Salesiana en Europa y sobre todo en
América se podía comprender la confianza ili­
mitada del Vble, cuando postrado ante la Virgen
le decía: Tú debes venir en mi ayuda, tu cetro
debe guiar mi barquilla; y la íntima complacencia
de la Virgen cuando le decía al Vblc:Haec domus
mea, inde gloria mea; Esta es mi casa, mi mo­
rada, y de aquí partirá y se derramará mi gloria.
Mons. Rossi, Obispo de Susa, ilustró el tema,
eminentemente práctico * E l Clero y ¡a Aso­
ciación de los devotos de M aría Auxiliadora» y
después de explicar algunos puntos del Regla­
mento de esta Asociación y de animar a los pre­
sentes a introducirla en sus parroquias, agregóque esto debía hacerse con suma prudencia y
respeto a las Asociaciones ya existentes y sin
detrimento y mengua de ninguna de ellas.
Mons. Bartolomasi, Obispo de Pinerolo, leyó
un estudio admirable sobre el tema < La devoción
a María, Auxiliar eficaz del Clero en las obras de
celo y caridad en favor de la juventud».
Dijo que la juventud necesita para formarse
integralmente: un ideal, un modelo y una escuela.
El ideal, María Auxiliadora— « Ego mater pul
chrae dilcctionis et timoris et sanctae spei * —
Este ideal creó un modelo: Don Bosco y este
modelo para realizar aquel ideal, bebió en las
fuentes del Evangelio unas aguas purísimas y
acercó su corazón a las necesidades imperiosas
que a la juventud de su siglo atormentaban y
de esta doble proceso surgió la escuela, que es el
sistema preventivo, el troquel divino donde se han
formado, ya en este medio siglo de experiencia,
honrados ciudadanos, cristianos celosos, sacer­
dotes santos.
Examina luego los medios para llegar más fá­
cilmente a la realización del vasto programa y
pone en primera linea el ejemplo y dice: El
Sacerdote que no tenga en el pecho, en los labios
y en las obras la devoción a María Auxiliadora,
difícilmente la inculcará a sus feligreses, a su
prójimo, a sus niños.
Habló al fínal Don Rinaldi y dió la palabra
al Arzobispo de Puebla (México) quien con frases
desgarradoras pidió a los Sacerdotes presentes,
oraciones para sus perseguidos hermanos..
Dió la bendición el Emmo. Cardenal Gamba
y terminó el acto con un grupo fotográfico y el
ágape fraterna.

ALICANTE (España) — Bodas de Piafa del
M. I. 5 eñor Abad, Don Modesto Nájera López
de Tejada. — Los dias 29 y 30 de abril último,
la ciudad de Alicante y con ella los Salesianos
que en esa ciudad residen, han rendido homenaje
de cariño y de afecto al Dr. Nájera, con motivo
de celebrar éste sus bodas de plata con su cargo
de Abad de la Colegiata de San Nicolás.
Grande bienhechor nuestro, y amigo siempre
incondicionado y padre amante de la juventud
alicantina que en nuestro colegio se educa, no
podía faltar en el merecido homenaje la grande
y sincera palabra de gratitud de los Salesianos.
Por falta de espacio para una más amplia in­
formación, reproducimos del diario « La Voz
de Levante » las líneas generales del programa.
« A la ocho y media del domingo se celebró en
la Colegiata de San Nicolás la Misa de Comunión
general que celebró el homenajeado, estando el
templo materialmente lleno de fieles, entre ellos
los niños y niñas de todos los Colegios religiosos.
Durante la misa cantó el Orfeón de Alicante.
El señor Abad, antes de dar la Comunión,
pronunció una sentida plática, que impresionó
vivamente a cuantos la escucharon.
A las seis y media de la tarde, se celebró en
el patio de las Escuelas Salesianas el festival
gimnástico, al que asistió también una sección
de los exploradores alicantinos.
Antes de empezar esta fiesta, llegó de Carta­
gena una comisión de concejales, presidida por
el alcalde accidental, don José Mediaviila, por­
tadora de una preciosa bandera que la ciudad de
Cartagena regala al batallón infantil de los Sa­
lesianos, que por real orden mereció poder usar
el título Alfonso X I I I y tener derecho, como les
dijo después el excelentísimo señor general go­
bernador militar, a usar la bandera nacional.
Empezó el festival con la bendición de la ban­
dera, siendo padrinos el general Montero y su
distinguida esposa. El acto de entregar la ban­
dera, a los acordes de la Marcha Real, ejecu­
tada por la Banda de los Salesianos y bandas
de tambores y cornetas de los Exploradores y
de los niños de las Escuelas del Ave María, entre
estruendosos aplausos y vivas, fue verdadera­
mente imponente.
Acto seguido, el general Elizaicin pronunció
un breve, pero elocuente discurso, ofreciendo
aquel festejo al muy ilustre señor Abad y sa­
ludando a la representación del Ayuntamiento
de Cartagena. Terminó su discurso con una
felicitación entusiasta al Batallón infantil que
había merecido tal honra y tan valioso regalo.

El alcalde accidental de Cartagena, entregando
la bandera al Batallón infantil pronunció tam­
bién un elevado y sentido discurso.
Los ejercicios rítmicos del Batallón salesiano
y de los niños del Ave María, llamaron podero­
samente la atención por la precisión de sus mo­
vimientos, la ligereza de los cambios y la segu­
ridad en todas las evoluciones. Fueron aplaudidísimos.
A las diez de la noche, la Banda del Batallón
infantil dió una serenata al señor Abad.
El Director de las Escuelas Salesianas obse­
quió con dulces y licores a los invitados.
En el homenaje de la tarde del 30 y en la Velada,
hicieron uso de la palabra el joven abogado, Sr.
Amorós, el general gobernador militar D. An­
tonio Martínez Torrejón, el Gobernador civil
y representaciones de los Colegios Salesianos
de Alicante y Campello *.
BAHIA BLANCA (Argeníina) — E l Sr.
Gobernador de la Provincia, Dr. Vergara,
inaugura el pabellón “ Centenario
Con motivo de las solemnísimas fiestas cen­
tenarias de la fundación de Bahía Blanca, el Co­
legio de Artes y Oficios de Ntra. Sra. de la Piedad
se vió honrado con la visita del Exemo. Sr. G o ­
bernador de la provincia. Doctor Vergara,
expresamente invitado por la Sociedad de Da­
mas Cooperadoras Salesianas para inaugurar
el pabellón « Centenario *.
Del importante diario de la localidad « La
Nueva Provincia >(15 de abril de 1928), tomamos
los siguientes datos.
< El anuncio de la visita del mandatario pro­
vincial al establecimiento, que cumple en nuestro
medio una señalada obra de protección social,
llevó una concurrencia muy numerosa de fa­
milias vinculadas a la Obra de Don Bosco y sim­
patizantes con la acción de las Cooperadoras
Salesianas, cuya comisión directiva estaba reu­
nida en pleno.
En la puerta principal del establecimiento, fué
recibido el Gobernador por el Inspector de las
Misiones Salesianas en el Sur argentino, Pbro.
Dr. Gaudencio Manachíno y la señora Presi­
denta de las Cooperadoras Salesianas, Da. Sara
Oliveira de Huergo. Acompañaban al señor Go­
bernador el vice-doctor Victoriano de Ortúzar,
el intendente municipal doctor Ramón Ayala
Torales, el ministro de gobierno doctor Obdulio
F. Síri, de hacienda señor Francisco Rato y los
demás caballeros y damas que forman la comi­
tiva oficial y el diputado nacional doctor En-

2i8

Bohfa Blanca. -** £i señor Gobernador, Dr. Versara, pronunciando su admirable discurso.

Babia Blanca. — El Colegio “ Don Boaco” motnenios antes de desfilar por la ciudad.

M a

210

rique González. Con grandes aplausos fué reci­
bida la presencia del mandatario provincial quien
se ubicó en un pequeño escenario levantado en
el patio del Colegio. Allí también se encontraba
el señor Luis A. D'Abreu, donante de la capilla
y del primitivo edificio y uno de los principales
bienhechores de la obra de Don Bosco».
Dió la bienvenida al ilustre huésped el señor
¡uan R. de Avanza, ex-alumno salesiano en un
admirable discurso del que transcribimos los
siguientes párrafos:
« Los educadores salesianos han sido y son
los mejores y más eficientes aliados de todo aquel
gobierno que, movido por un ideal de verdadera
grandeza patria, sabe aquilatar lo que representan
como dinero ahorrado para el tesoro de la Nación
y provincias, las escuelas y colegios salesianos,
ahorro que les permite a esos gobiernos llegar
más hondo y más lejanos en el cumplimiento del
supremo postulado, constituido por una ense­
ñanza primaria gratuita y obligatoria.
* Su labor como misioneros la conocéis, como
conocéis el aplauso que le ha merecido de critícos autorizados y sólo me voy a permitir re­
cordar, que con ella han incorporado a la vida
civil de la República miles de indios, argentinos
por derecho proprio pero que hacían la vida del
salvaje y que hoy son en las más apartadas re­
giones del país, los portavoces más sinceros de
la obra de titanes cumplida por sus redentores.
» Esta escuela, respondiendo al verdadero
espíritu que anima a la obra de Don Bosco, quiere
difundir entre la clase pobre y obrera de prefe­
rencia, los beneficios de una educación sumaria,
concluida en un ciclo corto y que termine con
el aprendizaje de un oficio o arte manual...
» Por todo ello, Exemo. Gobernador, nuestro
empeño tiende a hacer de esta incipiente escuela,
cuyas aulas y talleres son todavía pobres, estre­
chos y poco poblados, la Escuela de Artes y
Oficios que reclama Bahía Blanca y mi ciudad,
engalanada hoy nuevamente para celebrar el
Centenario de su fundación.».
Contestó el Gobernador con un discurso pro­
fundamente emotivo. Empezó diciendo que
como gobernante y como funcionario se incli­
naba ante la grandiosa obra de Don Bosco. Evocó
la gran figura del Venerable y eminente educador
que en forma muy modesta inició en Italia su
acción en favor de la niñez desvalida señalando
la amplia difusión que adquirió en el mundo en­
tero, debido a la noble consagración de los Padres
Salesianos. La Obra de Don Bosco con su lema
de enseñar a amar a Dios y defender la Patria,
es — dijo — una valla donde se estrellarán todas
las ideas disolventes que amenazan conmover el
mundo. Saludó a los sacerdotes y a los coopera­
dores que cumplen con toda dignidad la gran
misión de enseñar y respetar el hogar, la familia,
la escuela y la religión, base fundamental de toda
sociedad bien organizada.

BO G O TÁ (Colombia). — Con motivo de la
visita que el Rvdmo P. Inspector D. )osé Ma.
Bertola hizo a la ciudad de Neiva, el * Heraldo
Conservación » publicó un extenso artículo, en­
comiando la labor de los PP. Salesianos y di­
ciendo toda la simpatía y el anhelo con que
aguardan una fundación salesiana en la referida

Babia Blanca — El Colegio “ D. Bosco" en el desfile.
ciudad. El Concejo Municipal, en la sesión del
i6 de Diciembre de 1927, aprobó la siguiente
P r o p o s ic ió n ;

E l Concejo Municipal de Neiva
Presenta atento saludo al R. P. BERTO LA,
superior de la benemérita comunidad salesiana
en Colombia y a sus dignos compañeros, señores
presbíteros Charry y Amaya; los declara hués­
pedes gratos de esta ciudad y Ies ofrece todo
apoyo para llevar a término la fundación de un
establecimiento que favorezca la difusión de las
enseñanzas industríales en este Departamento.
Al Exemo. Concejo nuestro gracias más sin­
cero.

220

BU EN O S AIRES-LA B O C A (Argeníino) —
Piesías cincucntenorias. — Con un éxito insos­
pechado han terminado las fiestas jubilares del
Cincuentenario de ios Salesianos en la Parroquia
d eS . juan Evangelista de LaBoca (BuenosAires).
Hubo quien dijo que uno de los monumentos
más potentes de la eficacia educativa del sis­
tema de Don Bosco, era la Parroquia de La Boca.
Y los que han vivido la historia de los diez lustros
transcurridos desde el 20 de mayo de 1877, en
que D. Francisco Bodratto, era destinado por
Don Cagliero para hacerse cargo de la Iglesia

de la acción parroquial y de su influencia in­
telectual, moral y económica. El interés cre­
ciente duplicaba el público en cada velada, hasta,
contarse en la última 1.500 personas. Terminó,
con una jornada Eucaristica presidida por el
Excmo. Señor Nuncio Apostólico, Monseñor
Felipe Cortesi; en ella, según los diarios de la
Capital, que habían seguido con sumo interés día
a día este movimiento religioso-social, recibieron
el pan de los fuertes no menos de 2,000 hombres.
El día del Patrono de la Iglesia rezaron las.
misas de Comunión General, el mismo limo.

Buenos Aires ■*—Cnballcros comalganíes en la Jornada Eucaristica dei
de La Boca, hasta hoy, bien pueden confírmar
la verdad del aserto.
El hosco cuadro moral que entonces ofrecía el
populoso barrio mercantil de la capital argentina,
es hoy un jardín donde florecen obras e insti­
tuciones que con gusto enumeraríamos si la ti­
ranía del espacio no nos aconsejara otra cosa. La
Unión Popular Argentina ha coadjuvado efi­
cazmente, desde su fundación a la acción del
Párroco con la prestación personal y el aporte
pecuniario de sus miembros; en ocasión del
Cincuentenario se puso a la cabeza del movi­
miento parroquial para conmemorar dignamente
el jubileo de la estada de los salesianos en la
Boca, realizando al efecto una serie de festejos
y una brillante Semana Social. En ella tres ora­
dores, en cada una de las tres veladas, hablaron

4

de Diciembre.

Señor Nuncio y el Arzobispo de Buenos Aires,
Monseñor Fray José M. Bottaro,y después de
la misa solemne entonó el T e Deum de acción
de gracias el R. P. Inspector D. Jorge Serié,
asistido por el actual señor Cura Rector R. P.
Esteban Pagliere y el R. P. Nicolás Esandi, su
antecesor en el curato. La población tomó parte
en el regocijo general, además de las funciones
religiosas, en el reparto de víveres, bazares, tóm­
bolas y función dramático-musical de clausura,
efectuada en los patios de la escuela anexa, con
un concurso no menor de 5,000 personas, las
cuales tuvieron además el grato placer de con­
templar de cerca el estreno del frente y campa­
nario del templo, artísticamente iluminados,
proyectando en el cíelo sus hermosos líneas
arquitectónicas.

CORRIENTES (Argentina) — Inonguración
de un Co/eg/o Sa/es/ajío.— Todo un aconteci­
miento social ha resultado el acto de inauguración
del Colegio Salesiano, en la ciudad de Corrientes
el 1 8 de marzo de este año.
Gracias al empeño y eficaz cooperación de
las autoridades locales y de la comisión de damas
de María Auxiliadora, entre las que ha desta­
cado por su entusiasmo y generosidad la presi­
denta, señora Eloísa Torrentt de Vidal, la fiesta
se vió honrada con lo más distinguido y selecto
de la sociedad correntina.
Bendijo el local el Obispo Diocesano Dr. Luis
María Niella, y con sentidas y elocuentes frases
lo entregó a los Salesianos, teniendo palabras
de sentida gratitud para la distinguida dama,
doña Juana Francisca Cabral que donó el edi-

cuyo floreciente estado, había yo dudado mucho,
suponiendo que cuanto de él se decía no pasaba
del terreno de una mera ilusión; y esto, no por­
que haya podido caber en mí sombra alguna de
prevención en la manera de colonizar nuestro
oriente y sobre la labor realizada por los Religiosos
Salesianos; sino porque francamente mi con­
cepto no se inclinaba del lado dcl optimismo con
relación a tan ardua empresa.
Pero, sin exageración de ninguna clase, con­
fieso como ecuatoriano, como hombre de honor,
que la colonia de Méndez se halla tanto o más
floreciente de lo que se puede imaginar, lo cual
es sumamente consolador para quien siente
circular en sus venas el fuego dcl amor patrio.
Los Religisos Salesianos, queridísimos por otra
parte entre los salvajes, desde que ejecutan una

Baenos Aires. — Comisión organizadora y ejecutiva de los feslqoa.
ficio, para el Dr. Juan Ramón Vidal y su ilustre
esposa. A continuación ocupó la tribuna el P.
.Salesiano José Borgliatti agradeciendo a los
colaboradores de la obra de Don Bosco en la
ciudad. Habló también el profesor Antonio Ballerini, presidente de los Ex-Alumnos y decla­
maron hermosas poesías los niños Viola Soto y
Ramón Barrios.
La Sociedad de Damas de María Auxiliadora,
donó 28 bancos de Iglesia para la futura Capilla
del Colegio.
C U E N C A (Ecuador) — Las M isiones Salesianas d e l Oriente Lcoaforiano. — A ruegos de
amigos queridísimos, insertamos a continuación
algunos párrafos de la entrevista tenida por un
redactor de * El Diario Nacional > de Cuenca,
(20 Marzo 1928) con el señor Dr. Córdova Toral,
Ministro de Instrucción Pública, a raíz de su
viaje por el Oriente Ecuatoriano.
* Debo decir a Ud., ante todo, que he experi­
mentado hondas y agradabilísimas emociones,
al visitar ese girón de suelo patrio, respecto de

obra de admirable abnegación, han trabajado
con tanto ahinco y constancia, que han logrado
incrustar en plena selva un foco de civilización.
Su labor merece todo mi aplauso y el de todo
ecuatoriano; y creo que es indispensable apo­
yarles con cuanta mayor eficacia sea posible, para
que su radio de acción siga internándose en la
floresta y reivindicando, con firmeza y seguridad,
nuestro derecho.
Estoy intimamente convencido de que si
Méndez no hubiera sido ocupado por la Misión
Salesiana, éste era el momento en que el invasor
del Sur se hubiera establecido allí, lo que casi
equivale a decir, en Paute, pues relativamente
es muy corto el trayecto que media entre los
dos lugares *.
Al alto Magistrado del Azuay la expresión
de nuestra honda gratitud.
M A R DEL PLATA (Ai^eníína). — Solemní­
simas han resultado las fiestas organizadas por
la Comisión central de Cooperadoras Saleslanas para la colocación de la primera piedra

del Oratorio Festivo, Colegio y Gimnasio Saleslano que se levantará, con la ayuda de nues­
tros beneméritos bienhechores, en el balneario
del Mar del Plata.
En la basílica de San Pedro y Sta. Cecilia
tuvieron principio ios festejos. Una concurrencia
numerosísima y caracterizada llenaba el sagrado
recinto. En la calle central que desemboca al
templo formaban cordón los exploradores de
Don Bosco.
Durante la misa una gran orquesta, que dí-

de Uribelarrea, el señor Jacinto Peralta Ramos
y señora Matilde Martínez.
También asistieron el ministro de Relaciones
Exteriores y de Culto, doctor Angel Gallardo,
los Superiores de la Orden Salesíana, los RR.
PP. Trione, Serié y Ortega y otros miembros
destacados del clero.
El discurso de circunstancias lo pronunció
el doctor Juan B. Podestá.
El orador, aplaudidísimo, hizo la historia de
la Congregación Salesíana y señalando las ca~

Arequipa (Perú) — Monumento a Domingo Savio.
rigía el señor Scrapio Urquia, interpretó un pro­
grama selecto...
Después del Evangelio ocupó la sagrada cá­
tedra el R. P. Esteban Trione quien, en italiano
y con el fuego y entusiasmo que sabe pone
siempre en sus palabras, tejió en admirable sín­
tesis el grandioso poema de la Institución Satesiana, agradeciendo al Exemo. presidente de
la Kopública, doctor Alvear, a su señora Regina
Pacini y demás damas de la Comisión, el alto
patrocinio que dispensaban a la proyectada
fundación.
Por la tarde, en los terrenos donados por la
señora María Unzué de Alvear, se llevó a efecto
la ceremonia de la colocación de la primera pie­
dra del Oratorio y Colegio, siendo padrinos el
presidente de la República y señora de Alvear,
el ministro de Obras Públicas de la provincia y
señora de Vergara, las señoras Carmen Alvear
de Peña, María Unzué de Alvear y Elisa Peña,

racterísticas que determinaron siempre la obra
del Vble. Don Bosco, se extendió a pintar con
singular maestría la gravedad del problema de
la educación del niño, parafraseando la desgarra­
dora queja de un escritor contemporáneo «Ya
no hay niños«.
Terminó su admirable discurso con las si­
guientes frases, que también nosotros ponemos
por colofón y remate de las nuestras, porque tra­
ducen gallardamente aquellos sentimientos de
gratitud y reconocimiento que nosotros quisié­
ramos expresar en este instante.
< Benditas sean pues, todas las fuerzas que
han cooperado y cooperarán para hacer surgir
este nuevo oratorio festivo, casa donde se redo­
blarán las fatigas y los esfuerzos para que los
niños lo sean de verdad. Que la mano pródiga
de Dios les pague a todos el ciento por uno y
que la Patria, que para ser grande y fuerte ne­
cesita de almas sanas y de corazones puros.

225

tanto como de preclaras inteligencia, inscriba
en el libro de oro, ideal de sus servidores, a
los que trabajan por levantar y afianzar esta
obra de salvaguardia social >.

AL VUELO
A LEJA N D RIA (Egipto). — El 22 de abril
visitaba nuestro « Instituto Don Bosco» el
Exemo. ex-Presidente de la Confederación Bra­
sileña, Sr. Arthur Bernárdez a quien acompaña-

AREQ UIPA (Perú). — El floreciente Centro
de Ex-Alumnos de este Colegio nos comunica
las fiestas celebradas durante el año y el nombra­
miento de la nueva Junta Directiva, honrada con
la presidencia honoraria del Sr. Dr. D. Pedro
José Rada y Gamio, Ministro de Relaciones
Extranjeras de la Nacióíi y con los Socios de
Honor, Srs. Dr. Alfonso Delgado Vivanco, Di­
putado nacional por la Unión y Luis La Lara.
Este último acto dió lugar a una fiesta so­
lemnísima, presidida por el limo. Sr. Vicario
General de la Diócesis, monseñor Manuel Ni­
colás Silva, presidente a la vez de los Coopera-

Areqaipa (Perú'. — Noeva Jonfa Directiva de los Ex-Alamxioe.
ban el Cónsul y Vicecónsul del Brasil y otras
ilustres personalidades. Pasó revista a los alumnos
y tuvo frases de simpatía y admiración para el
Director del Instituto P. Biondi y para toda la
obra salesiana. En el Libro de Honor del Co­
legio, dejó escrito un delicado pensamiento,
como recuerdo de su visita.
AREQUIPA (Perú) — Monamenfo a D o­
mingo Savia en ¡a Casa de Formación. — En
el jardín de esta casa de formación se ha erigido
a Domingo Savio el hermoso monumento que
acompaña estas líneas. Los aspirantes, segui­
dores y devotos fervorosos del Siervo de Dios,
tendrán así, ante los ojos un libro abierto, un
modelo que imitar, un estímulo perenne para
adentrarse generosamente por aquella vía de
perfección y de santidad que Domingo Savio
recorrió con tan singular heroísmo.

dores Salesianos. Al terminarse repartieron los
premios de los Concursos de Tiro al blanco
entre los Ex-alumnos y de Historia del Perú
entre los Alumnos.
C U EN C A (Ecuador) — Nueva Revisfa. —
Saludamos efusivamente la aparición de la nueva
revista «El Heraldo de las Misiones*. Será,
como esperamos, el vocero y portavoz de las
Misiones de los Jíbaros, en el Vicariato Apostó­
lico de Méndez y Gualaquiza. El programa de
acción que en su primer número ofrece, es amplio
y es valiente; merecedor, en suma, de todo el
apoyo y simpatía de los buenos. Dice así: < Ofre­
ceremos a nuestros lectores:
1. Narraciones y fotograbados de actualidad
para que se conozca el modo de ser de las M i­
siones; 2. Crónicas y datos etnográficos, geo­
gráficos, científicos... para la Monografía del

224

Oriente y para !a Historia Ecuatoriana; 5. Estu­
dios breves sobre temas relativos a las Misiones
para hacer más enérgica la búsqueda de hombres
V de dinero que llenen las necesidades siempre
crecientes de las Misiones Salesianas, coloniza­
doras del Oriente Azauyo».
Repetimos nuestro aplauso y felicitación en­
tusiasta.

POTOSI (Bolivia). — Una delegación del
Cuerpo de redactores del diario « El Día», visi­
taba el 11 de febrero, nuestras Escuelas de Artes
y Oficios de esta ciudad, con el objeto de recibir
una completa información sobre el desarrollo,
estado actual y nuevos proyectos del Colegio.
Agradecemos de corazón los conceptos lau­
datorios dirigidos, en el editorial del 12 del mismo
mes, a su digno Director P. Garbarri y a nuestra
Congregación en general.

L IB R O S R E C IB ID O S ,
L ecturas C atólicas . — De Buenps Aires las
entregas 526, 527 correspondientes a los meses
de Febrero y Marzo que llevan por título E l
Bolchevismo y Por Dios y por ¡a Patria.

El A uxiliar del E ducador. — Breves consi­
deraciones pedagógicas por el P. Ramón Zabalo
(Escuela Tipográfica Salesiana, Ronda de Atocha
17, Madrid). — El solo título es ya una reco­
mendación y un estímulo a la lectura. El P. Za­
balo nos ha dado en la traducción de este librito
un verdadero Vademécum, un manual útilísimo
y práctico del Educador. Pequeño de volumen
(foo páginas) pero grande en su contenido ha
de hallar buena acogida entre el público de habla
española y con este augurio lo recomendamos
encarecidamente a nuestros lectores.
D on B osco decía así . — Breves palabras
acerca de la educación por el P. Cojazzi S. S.
Traducción del P. Ramón Zabalo (Escuela T i­
pográfica Salesiana, Ronda de Atocha 17, Ma­
drid). — He aquí otro librito de bolsillo (70 pá­
ginas) que debiera ser el compañero inseparable,
el amigo íntimo de todo Educador. Don Bosco
no escribió obra alguna de educación donde for­
mulara ampliamente su sistema. El hacía, obraba
y después de hacer, preguntando por los suyos,
dejaba caer de sus labios aquellos conceptos
nuevos y originalísimos que luego condensó en
sus Apuntes sobre el Sistema Preventivo. Don
Cojazzi no ha hecho otra cosa que libar en las
palabras y en los escritos del Vble. aquellas
gotas de miel que hoy el P. Zabalo nos presenta
en el bello ropaje de la lengua castellana.

Viceníe Comba.
En la Colonia Vignaud, ha fallecido este buen
Cooperador Salesiano, después de haber su­
frido con cristiana resignación las alternativas
de una penosa y larga enfermedad.
Desde el año 1899 vivía en Vignaud dedicado
a los trabajos del campo, mereciendo, por su
honradez y espíritu de trabajo, ser el hombre
de confianza de los esposos Vignaud, fundadores
de la Colonia.
En sus últimos momentos tuvo el placer de
verse rodeado de sus numerosos hijos y era para
su corazón un gran consuelo, el pensar que había
entregado al Señor, en la Congregación Sale­
siana, a tres de sus hijos.
Durante su larga enfermedad recibió repetidas
veces la visita de los Rvdos. Superiores del Co­
legio Salesiano y del mismo Rvmo. P. Inspector
que le impartió la bendición de María Auxilia­
dora.
Su muerte fué la del justo, que espera con­
fiado que después de esta vida le aguarda una
eternidad de delicias telestiales.
Sus funerales resultaron imponentes y a los
mismos asistió una crecida concurrencia que
acompañó sus restos mortales a su última mo­
rada.

R eco rd a d en vu esfros su fragios a :
PiCHINDE (Colombia). — Rogelio Mosquera.
L abateca (Colombia). — Eladio Camargo,

Pedro Pabón.
C ali (Colombia). — Antonio Guevara, Eloísa
Palacios vda. de Lope.
P escador (Colombia).— Rodolfo Prieto, Clo­
tilde Zúñiga vda. de Prieto, Teresa C. vda. de
Mosquera, Bárbara Astudillo.
B arcelona (España). — Dña. Jacinta Ruiz
Alonso. Vda. de Victoriano de la Riba — Rdo. Don
Francisco Pagés y Camp — Dña. Teresa Paiau
Vera — Dña. María Barrera y Claret, Vda. de
Pedro Portabella — damos nuestro sentido pé­
same a sus hijos — Dña. Teresa Bordas Batllori
de Casamitjana.
R. I. P.
C m «proAacM a d e te m alorldad ecIeaUaOcm.

c«r«irte; D. DOMCNICO GARNERL

EslattleclalcBl* Ti^ ^ I* Sociedad Edílora latenadoaal - Tarto
Carao Reglae M arfben'la. t74.
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1928