Título

BS_1946_06

Descripción

Boletín Salesiano. Junio 1945

Fecha

1945.06

extracted text

Tesoro E spiritual
Relación d e l a s Indulgencies P l e n a r i a s
ue los C o o p e r a d o r e s Sa le sia n o s pueen g a n a r en et transcurso del año.

3

18
23
25
29

- C átedra de San Pedro en Roma. ^
- Desposorios de la Santísim a V irgen.
- Conversión de San Pablo.
- Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO
- Purificación de la Sma. V irgen.
- C átedra de San R edro en A ntioquia.
MARZO
- Fiesta del P atriarca San José.
- Anunciación de la Sma. V irgen.

I.— Una Tez cada día, elevando a Dios,
en medio de] trabajo y aunque sea sólo men­ 222
talm ente, una piadosa invocación cimlquiera, previas las dem ás condiciones ordinarias,
o sea el estado de gracia, la confesión y co>
m unión sacram entales y la visita a alguna 19
iglesia u oratorio público, rogsmdo por la 25
intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado
MAYO
pueden ganarla los C ooperadores Salesianos,
Hijas de M aría A uxiliadora y sus respecti­ 3 - Inrención de la Santa Cruz.
vos alum nos y ex alumnos. Si, hallándose
A parición de San Miguel Arcángel.
en estado de gracia, se ^ sigue repitiendo 118 -- Aniversario
de la Coronación de Ma­
la misma piadosa invocación, u otra cual­
Auxiliadora.
quiera durante el trabajo, se puede ganar, 24 -ríaFiesta
de M aría Auxiliadora.
c a d a vez, una indulgencia parcial de
400 días.
JUNIO
2 -‘ Un día de cada mes, el que uno elija.
3 - El día en que se hace el piadoso E jer­ 24 - Natividad de San Juan Bautista.
cicio M ensual de la Buena M uerte.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
4
• El día que se asista a la Conferencia 30 - Conm em oración de San Pablo.
M ensual Salesiana.
juub
5
- El día en que uno inscribe su nom bre
en la P ía Unión de C ooperadores Salesia­
1 - Preciosa Sangre de Nuestro Señor Je­
nos.
sucristo.
6
- El día en que por prim era vez se
2
- Visitación de N uestra Señora.
consagra uno al Sagrado Corazón de Jesús.
16
Fiesta
de la V irgen del Carmen.
7
• C ada vez que practique ^los Santos
Ejercicios Espirituales, de ocho días.
AGOSTO
8
- A la hora de la m uerte, con tal que,
confesado y comulgado o por lo menos arre­ 6 - Transfiguración del Señor.
pentido de sus pecados, invoque, con los 15 - Asunción de la Santísim a V irgen.
labios o con el corazón, el nom bre sacratí­ 16 - Fiesta de San Roque.
simo de Jesús.
SEPTIEMBRE
EN CADA UNA
8 - Natividad de la Santísima^ V irgen.
DE LAS SIGUIENTES FIESTAS:
12 - Dulcísimo N om bre de M aría.
14 - Exaltación de la Santa Cruz.
1) MOVIBLES:
15 - Los Siete Dolores de la Sma. Virgen,
Sagrada Fam ilia (el prim er domingo des­ 29 - Dedicación de San Miguel Arcángel.
pués de la E pifanía).
OCTUBRE
Dolores de la Santísim a V irgen, (el viernes
de P asión).
7 • L a V irgen del Rosario.
Domingo de Ramos.
1 1 - M aternidad de M aría.
16 - Pureza de M aría.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
NOVIEMBRE
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma. Trinidad.
21 • Presentación de N uestra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
Corpus Christi.
Fiesta del Sgdo. Corazón de Jesús (prim er
DICIEMBRE
viernes después del C orpus).
Fiesta del Sgdo. Corazón de M aría (día si­ 8 - Inm aculada Concepción.
guiente d ^ a.lterior).
25 - Natividad de Jesús.
P ara lucrar las antedichas Iiidulgencias
2)
F IJA S:
se requiere, adem ás de las condicioiies or­
dinarias, que los Socios de la Pía Unión re­
ENERO
cen cada día un Padrenuestro. Avem aria y
Gloria con la invocación Sánete FrM cisce
1 - Circuncisión del Señor.
Salesi, ora pro nobis, según la intención del
2 - Santísimo N om bre de Jesús.
Rom ane Pontífice.
3 - Epifanía.
86

R E V IS T A

DE

LAS OBRAS DE
DON BOSCO

BO IE TI N
SAIESIANO

A R O
L 1 X
JUNIO 1946
N U M E R O 6

Redacción y Adnrinistración: Akaiá, 164. Apartado 9134. • MADRID
SUMARIO:

San Juan Bosco visto por el C ardenal Spinola.— Efem érides seculares.^—Noti­
ciario Salesiano: España (H uesca. R onda. Salam anca. Ciudadela. M adrid, Z a­
ragoza. Las Palnias) : E xtranjero (Italia. A rgentina. E cuador).— Doce lustros.—
De nuestras Misiones: China. India. Assam.^—L a Sierva de Dios doña Dorotea
de Chopitea.^ A lberto Jorge Irisarri.— Crónica de gracias.— In mem oriam .— No­
tas bibliográficas.

SAN JUAN B O S C O ,
visto por el Cardenal Spín ola”

Y

está introducida en Roma la da por el mundo entero. La ciudad
causa de beatificación del car­ de París, en 1883, acababa de reci­
denal arzobispo de Sevilla, don Mar­
birle con más esplendor y cordiali­
celo Spínola, muerto en olor de san­
dad que al zar de Rusia. Después,
tidad el 19 de enero de 1906. Diecio­ Barcelona se apiñaba en la estación
cho años antes, el 31 de enero de 1888, ferroviaria, en las calles, en los tem­
volaba al Cielo el alma del gran pa­ plos, para contemplar la sonrisa pe­
triarca de la Sociedad Salesiana, San renne del Santo del trabajo, o í r la
Juan Bosco, canonizado portel Papa misa del humilde clérigo del PiamonPío XI el 1 de abril de 1934!
te y escuchar los consejos d e l gran
Guando aun vivía don Bosco, en el apóstol del mundo obrero. Por aque­
año 1884, publicó el Fundador de las llos año'B, a la sombra viva y vital de
Esclavas Concepcionistas, don Marce­
Bosco, ya se educaban cristianalo Spínola, entonces obispo auxiliar don
na
y
1(X).000 obre­
de Sevilla, un libro con el título «Don ros en profesionalmente
las
escuelas
y
talleres
salesiaBosco y su Obra». La personalidad de nos, instalados en Europa y América.
don Bosco era ya conocida y admira- Ante estos hechos q u e superan la
(*) ^ culto escritor, ejem plar sacerdote historia inicial de todos los grandes
y gran C ooperador Salesiano D. Pedro Can­ santos fundadores de la Iglesia, se en­
tero, publico en cY as del i 2 del pasado abril
el artículo que transcribim os a continuación, contró el alma prócer, apostólica, del
y c^e, por su form a y por coincidir en eí futuro cardenal Spínola, cuya imagen
rondo con lo que teníam os pensado publi- esperamos, con la gracia de Dios, ver­
acerca del mismo argum ento, bien me^®ce nacer excepción a una de las norm as ía también en los altares. Un santo
tradicionales del Boletín Salesiano, cual es como don Bosco, visto por otra alma
la de no publicar artículos firm ados, salvo
santa: es siempre edificante conocer el
las relaciones de nuestros misioneros.
a

— 87

natural, no vacila en afirmar que «hay
en don Bosco algo más trascendental
que sus milagros, y es su Obra; la
Congregación Salesiana, con todas las
instituciones y empresas caritativas
que en ella toman vida». Después de
exponer las tres grandes ramas d e l
árbol de don Bosco-^la Sociedad Sale­
siana, el Instituto de Hijas de María
Auxiliadora y la Orden Tercera de los
Cooperadores Salesianos—, a la vista
de sus frutos, y- aplicando el criterio
evangélico «Por sus frutos, los cono­
ceréis», asegura el cardenal Spínola:
«Ha venido, por fin, la Obra Salesia­
na a satisfacer necesidades apremian­
tes de nuestra época desde el punto
de v i s t a social. Podemos, pues,, en
conclusión, decir: el d e d o de Dios
está aquí.» Estos juicios se emitieron
en 1884 por el santo varón don Mar­
celo Spínola, q u e renunció al mar­
quesado de su apellido para seguir
Emmo. y Revmo. Cardenal^ M arcelo Spínola, más de cerca las pisadas de Jesucris­
Siervo de Dios.
to. Sesenta años después, la Iglesia y
la Historia nos confirman estas afir­
Hoy la figura y la Obra de
juicio formulado por nuestro gran car­ maciones.
San
Juan
Bosco aparecen como faro
denal Spínola acerca de don Bosco y y camino, luminoso
y alegre, para lle­
su Obra. Admiradores y devotos am­ gar a la recristianización
del mundo
bos de San Francisco de Sales, y for­ obrero. Un día, con acentos
mados en la misma escuela del amor cos, pronunció don Bosco estasprofétide Dios, del sacrificio anónimo y de bras, prolongación de aquel gritopala­
de
la dulzura cristiana, sus a l m a s se
y de compasión de Cristo ante
atraían y sus criterios coincidentes sa­ amor
turbas hambrientas: «Veo sobre el
bían apreciar y sentir las grandes ne­ las
porvenir
una nube negra que amena­
cesidades espirituales de la Iglesia y za sepultar
en ruinas a la sociedad;
del mundo de su tiempo.
si
vosotros,
no descendéis un
Al enfocar en el primer capítulo de poco hacia losricos,
débiles,
día llegará en
su libro la persona, viva aún, de don que trepando los obreros,
derri­
Bosco, dice el cardenal Spínola: «Asen­ ben con estrépito. Es precisoos que
temos por conclusión de esta primera Clero se preocupe de la gente obrera,el
p a r t e de nuestro trabajo, que don si quiere ahorrar muchas lágrimas a
Bosco es lo que con toda verdad pue­ la Iglesia y el esfuerzo de una penosa
de y debe llamarse un hombre pro­ reconquista.»
videncial.» La Iglesia rubricaría años 1Cuánta sabiduría encierran e s t o s
después oficialmente esta afirmación. pensamientos
y apostólicos de
Spínola conocía los escritos, la ora­ don Bosco! Lasociales
historia los confirma
toria y los hechos extraordinarios, en
los tiempo actuales con más razón
milagrosos, de la vida de don Bosco.
que
en las épocas pretéritas.
Profundo conocedor de la vida sobre­
88

—

¡ En qué trances tan apu>
rados no se Ii » ti visto los
santos 7 qné de am ar^ >
ras no han t e n i d o que
p ro b a r! H e a q u í a don
Sosco q u e , m ientras no
piensa ni alienta sino por
el bien de los m uchachos
pobres y abandonados,
es llam ado ante el Comi­
sario de Policía p ara de­
cla ra r acerca de supues­
tas conspiraciones con­
tr a el Estado. ( D e l film
«Un hom bre de leyen­
d as.)

EFEMERIDES
D o n

B o s c o

prim eros de m a y o de 1846, en la
^ ^ «Revue m ensuelle de P aríss, veía la
luz la publicación del Conde Camilo Cavour
«Des cnem ins de fer en Italies. T ratábase en
ella de dem ostrar no tanto los bienes m ate­
riales cuanto los m orales qup acarrearían a
Italia l a s nuevas líneas de com unicación.
M uchos otros libros se editaron en todo el
Piam onte a hn de engrosar la opinión po­
pular a favor del partido liberal. Idea do­
m inante en todos ellos lo era la sublevación
co ntra la dom inación ex tranjera; pero nin­
guno apoyaba la destrucción del poder tem­
poral de los P apas. Sin em bargo, era éste
el-í'o to secreto de las sectas.
El 20 de abril, A ustria, en una a modo
de represalia, había «pm entado en doscien­
tos por cien los derechos aduaneros sobre
los vinos im portados, provocando con ello'el
odio de los piam onteses, que venían a ser
los más perjudicados con sem ejante medi­
da. Los liberales, en cambio, se frotaron
las m anos de gusto.
£1 Rey publicó entonces un artículo duro
V conciso en defensa de los derechos y del
honor del reino, y R oberto d ’Azeglio orga­
nizó en honor del M onarca una m anifesta­
ción popular al grito de «¡V iva el Rey de
Italia !• Dicha m anifestación se celebraría
con ocasión de pasar el Rey revista a las
tropas. P e r o Carlos A lberto, advertido y
cauto, no salió de palacio a fin de no pre­
cipitar los acontecim ientos.
Fallida la intentona de d’Azeglio, se for­
mó una Sociedad vinícola, con carácter co­
m ercial, q u e publicó un manifiesto. T ras
éste vinieron alabanzas al Rey. poesías, fes­
tejos y congresos científicos
obedecían
a ocultos m anejos políticos. En una de las

SECULARES
en

1 8 4 6 ...

asam bleas. Lorenzo V alerio vino a decir que
el Rey, favoreciéndole la suerte, acabaría
por arrojar de Italia a los extranjeros. En
medio de t a n t a efervescencia, apareció un
volumen de 150 páginas bajo el título de
cL'Enologo Italianos, obra de d o n Bosco.
En este libro, después de tratar del cultivo
de la vid. de las condiciones de una buena
bodega, de ¡a preparación de tinas, toneles
y dem ás envases vinarios, el autor aleccio­
naba acerca de las diversas m aneras de pro­
ducir vino, el tiem po para trasvasarlo, modo
de conservarlo en buenas condiciones, de
im pedir que se agríe o tome mal sabor, cau­
sas por las que m uchas pobres familias vie­
nen a perder los trabajos y fatigas de mí
ano entero.
U na vez im preso el libro, don Bosco re­
partió miles de ejem plares entre los cam pe­
sinos. y envió uno de obsequio a los pá­
rrocos, médicos y alcaldes que él conocía.
En T urín lo regaló de propia mano a los
que se proclam aban paladines de las liber­
tades populares, y no dejó de rem itirlo a los
m iem bros m á s influyentes de varios Con­
gresos. No se m etía ciertam ente en políti­
ca, pero con este librito hacía suvas las
ideas y aspiraciones del pueblo en lo rela­
tivo a su prosperidad. Sobre todo se habla­
ba en él acerca del com ercio y de las adua­
nas del vino; por consiguiente, don Bosco,
con su libro ciemostraba, como así era en
verdad, am ar a sus conciudadanos trabajan­
do por el progreso y la cultura; y al mis­
mo tiem po se atraía las sim patías de m u­
chos cuyo apoyo le im portaba grandem ente.
(D e las «Memorisis Biográficas»,
tomo II, capítulo L .)
— 89

Noticiario Salcsiano
]E s$ F - a .

HUESCA
Sabem os con cuánto interés siguen nues­
tros amadísimos C ooperadores el desarrollo
de las Casas para la formación del perso­
nal salesiano. oin ellas, es decir, sin el cul­
tivo de las vocaciones, nó sería posible el
sostenim iento de la O b r a Salesiana en el
mundo, cuanto menos el aum ento de s u s
benem éritas actividades.
De aquí que acojam os con cariño en es­
tas páginas cuanto a dichas Casas se refie­
re. y demos a conocer actuaciones que, de
provenir de otros centros salesianos, nos ve­
ríamos obligados tal vez por norm a a omi­
tir o n relatarlas en los térm inos más con­
cisos.
De las tres obras que los Salesianos di­
rigen en Huesca, una, la más antigua, las
Escuelas de San Bernardo, son ya muy co­
nocidas por nuestros lectores por su veteranía y por los opimos frutos que han produ­
cido; de la otra, la Residencia Provincial de
Niños, ya hemos hablado no ha m ucho en
el Boletín. Ocupém onos brevem ente de la
tercero, esto es, de la Casa para latinistas,
sita en la calle Hercdia,
Esta casita, donación de aquella piadosí­
sima dam a oscense, cariñosa m adre de nues­
tros A spirantes, qué fué doña P etra Re­
dondo (^, s. g. h .). alberga en la acualidad
unos treinta jovencitos de prim er curso de
Latín, todos llenos de vida y de santo en­
tusiasmo. Si bien escasos en núm ero y ape­
nas iniciados en la vida salesiana, desarro­
llan, sin em bargo, una gran actividad, que
se echa de ver sobre todo en los estudios,
en In piedad, y tam bién, no podía ser me­
nos. siendo hijos de don Bosco, en las m ani­
festaciones de una sana y juvenil alegría.
Con ocasión de la fiesta de la Inm acula­
da, celebraron en el salón de actos de las
Escuelas de San Bernardo una herm osa ve­
lada, de la que tuvieron que repetir varios
núm eros, a petición del selecto público. Los
diálogos, poesías, villancicos y m otetes, eje­
cutados con soltura y gusto, constituyeron
el solaz de soldados, oficiales y religiosas del
Hospital M ilitar durante las fiestas navide90 —

a

ñas; como asimismo de los ancianitos de iaa
H erm anitas de los Pobres, las cuales les ol>seouiaron y siguen obsequiando en la m e­
dias de sus fuerzas y de su gran carid ad
como a sus niños mimados.
Estos éxitos les anim aron a preparar con
el m ayor entusiasm o las fiestas de San J u a n .
Bosco, que celebraron prim ero en su casita
con t o d o el esplendor posible y después
prestando su cooperación en las Escuelas de
San Bernardo, donde ejecutaron las partea
variables de la Misa solemne y alternaron
con los alum nos locales en el servicio del
altar.
Con nuestros A spirantes se contó p a r a
dar realce a las hermosísimas funciones de
la Sem ana Santa, cuya parte musical corrió
Q su cargo. Solicitados por los PP. Jesuítas,
ejecutaron diversos cantos religiosos, difun­
didos por radio, durante el serm ón de las
Siete Palabras en la iglesia de la Com pa­
ñía. Por la noche tom aron parte en la p ro ­
cesión de V iernes Santo, requeridos p o r la
Junta organizadora.
No podemos term inar esta reseña sin de­
cir algo acerca del 4 ltto que nos ha indu­
cido a difundir por medio del Boletín el p er­
fume de estas violetas escondidas. Nos re­
ferimos a ia inauguración que tuvo lugar d
pasado día I 3 de abril, del m odesto salón de
actos. En una sencilla velada, ofrecieron *1
M. Rdo. Sr. Inspector pruebas de su g rati­
tud y am or, y de las actividades y adelan­
tos llevados a c a b o durante el curso. La
com placencia con que el buen Padre les fe­
licito por la perfección con que ejecutaron
cada uno de los núm eros de la velada, debe
anim ar a nuestros bienhechores a seguir so­
corriendo con generosidad y largueza a este
Casa, donde se form an los futuros apóstoles
de la Inspectoría T arraconense, y a conti­
nuar orando y trabajando sin desm ayo p o r
las vocaciones religiosas y sacerdotales. Ptteden tener la seguridad m á s absoluta loe
bienhechores de dichas Casas de form ación,
que no pasa día sin que de ellas se eleven
fervientes plegarias al Señor por todos cuan­
tos con su caridad ayudan a su sostenim ie»
(o y norm al desarroflo.

R O N D A (M ála«a)
nacer de la Congregación e n España, como
historias vividas cuyas páginas han sido es­
£1 <jía 28 de febrero p. p. te inauguró critas con sus sudores y su sangre, y como
e l Círculo Misionero cM onseñor Cagliero» ejem plo de hom bres q u e han perseguido
en el C o l^ io Salesiano del Sagrado Corazón siem pre un noble idea], sin desmayos, para
d e Jesús. El M. Rdo. Sr. Inspector quiso p re­ estím ulo de loa que em piezan a vivir...»
sidir la segunda reunión del Círculo para
Term inado el oanto Sacrificio, se cantó un
alen tar m ás y m ás el espíritu misionero, solemne «Te Deum» y hubo besam anos.
ha sido una de las características del
La velada, que dió comienzo a las seis
2ue
olegio en sus cinco lustros de vida. Todos de la tarde, estuvo m uy a tono con la oca­
los m eses se celebra una reunión según un sión. C antado un vibrante himno, hizo uso
variado y provechoso program a form ativo. de la palabra el señor D irector del Cole­
Asimismo, periódicam ente se reúne la Jun­ gio. Después de ofrendar el acto a los home­
ta Directiva para exam inar las diversas acti­ najeados, m anifestó su noble y santo orgu­
vidades de los m iembros, tom ar acuerdos y llo de ser uno de los retoños de aqueílos
reavivar el entusiasm o por este ^o sto la d o , árboles añosos, encanecidos en la formación
tan recom endado por el Romano Pontífice y de la juventud, y exhortó a los oyentes a ser,
p o r nuestro amadísimo R ector Mayor.
como ellos, vidas llenas, generosas y sacri­
ficadas en aras de los eternos ideales de
Dios y de su gloria.
SALAMANCA
Números sobresalientes de la herm osa ve­
lada lo fueron, adem ás, la escena evangélica
El día 2 de m ayo, en el Colegio Sale- «Los dos de Emaús», y la-cinta cinem atográ­
siano de M aría A uxiliadora, celebró sus Bo­ fica «Forja de alm as».
das de O ro sacerdotales el venerando hijo
A l final del acto, habló don Angel de Dios
de San Juan Bosco don Angel de Dios. Los para agradecer a Superiores > alum nos el
actos todos de la inolvidable jornada revis­ hom enaje de que acaoaban de hacerles ob­
tieron extraordinaria solem nidad, Don Angel jeto a él y a sus herm anos en el sacerdocio.
subió al altar con la misma emoción con
Luego, al term inar el mes de M aría, dió
subiera hace cincuenta años, alentan- las «buenas noches» don Pedro Olivazzo,
3ue
o en su pecho un corazón siem pre joven, buenas noches que fueron un himno de ala­
con esa eterna juventud por la que el sacer­ banza y gratitud a la M adre Divina del sa­
dote de Cristo puede hasta la más avanzada cerdocio católico, M aría Auxiliadora.
edad decir todos los días: «Me acercaré al
La jornada dejó im perecedero recuerdo
alta r del Dios que alegra mi juventud.> Jun­ en el alm a de todos los que tuvieron la
to a él, sirviéndole de ministros, se veía a fortuna de vivirla.
o t« s dos benem éritos obreros de la viña del
^ n o r , l o s sacerdotes salesianos D, Pedro
Olivazzo y D. A ntonio Torm , que reciente­
CIUDADELA
m ente ha celebrado tam bién su quincuagé­
sim o año de sacerdocio. A ctuó de presbítero
Como en años anteriores, pero con cre­
asisten ^ el M. Rdo, Sr, Inspector, D. Mo- ciente
interés y concurrencia, ha tenido luBellido, y dieron gran realce al acto f;ar durante la pasada C uaresm a en el Coel «Clero infantil» del Colegio y las voces egio Salesiano, una serie de conferencias
d e los mil alum nos que cantaron la Misa,
form ativas bajo el tem a común de «La fa­
BI.M . I. Dr. D. José A rtero, canónigo de milia cristiana».
la S. I. B. C., lleno de afectuoso y s^esia^
Los títulos de cada conferencia y los res­
nísim o entusiasm o, presentó a los tres vene­ pectivos oradores han sido 1 o s siguientes;
randos hijos de don Bosco como «archivos «La fam ilia»,, por el Rvdo. D. Juan Farq u e contienen los docum entos auténticos del gas, S. S .; «La higiene en el hogar», por

'

H U E S C A . — Hermo­
so plantel de vocaciones
aalesianas que van dando
los prim eros pasos hacia
la m e t a sublime del
**cerdocio, a la que Ueg aran ciertam ente con la
nyuda de Dios y la pro­
tección de nuestros bene­
m éritos Cooperadores.

\

D, Laureano López, A nticuo A lum no Sale- bispo de Rosario de Santa Fe (A rgen tina),
síano. Inspector Jefe M unicipal de Sanidad; a quien acom pañaba el Excmo, y Revmo. se­
tL a familia vista de cerca», por el Rvdo. don ñor Obispo de Tucum án. Visitó la capilla y
Gustavo M aría Mas, S. S.¡ «Administración dependencias del O ratorio, habtó con entu­
familiar cristiana», por D. José Cavaller Pi> siasmo de la obra que los Salesianos reali­
ris, Fafm acéutico, Archivero M unicipal y zan en Rosario, aplaudió y bendijo los pla­
Cronista de la C iudad; «La despensa del nos de las futuras Escuelas Profesionales de
hogar», por D. Sebastién Molí Campins. Ari. N uestra Señora del Pilar y se despidió acla­
tiguo Alum no Salesiano, V eterinario Muni- m ado por los centenares de niños del O ra­
cipal, y «El apostolado en el seno de la fa> torio, a Quienes el Eminentísim o Purpurado
milla», por el Rvdo. D. Digno O uteirlño, S. S. había dado m uestras de especial cariño.
Las conferencias se vieron realzadas con
núm eros musicales y literarios a cargo de los
mejores elementos artísticos de la Unión de
LAS PALM AS DE GRAN CANARIA
Antiguos Alum nos Salesianos y de la ciudad,
que con tanto carino se prestan siem pre pa­
Las Religiosas H ijas de M aría A uxiliado­
ra anim ar la vida del Colegio.
ra cuentan con un Colegio más en la capital
La conclusión del ciclo de conferencias de G ran C anaria, gracias a la generosidad
corrió a cargo del Rvdo. Sr, D irector, que del Excmo. y Revmo. Sr. Obispo, Dr. don
hizo un resum en de la labor realizada en A ntonio Pildáin y Zapiáin. El nuevo centro
las conferencias y dejó como recuerdo la se vió en pocos días m aterialm ente .lleno de
intensificación de la vida cristiana en el niñas, que acudían c o n tal entusiasm o a
hogar.
educarse, que ya el día de la inauguración
y bendición de la capilla (13 de febrero
próxim o pasado) m ostraban bien a las cla­
ras la rápida transform ación obrada en ellas
MADRID
.por la aun breve labor de sus educadoras.
Dignóse bendecir la nueva capilla, dedi­
Los Catequistas del O ratorio Festivo Sa­
lesiano de A tocha, en núm ero de 27, se re­ cada a M aría A uxiiladora, el Excmo. señor
unieron en «Villa San Pablo», de C araban- Obispo de la diócesis, que después celebró
chal Alto, atendida por las Rvdas. MM. Pon­ la Santa Misa, durante la cual las niñas eje­
tificias. donde practicaron seis días de E jer­ cutaban preciosos y escogidos m otetes. Dada
cicios Espirituales 'en completo retiro. En la bendición solemne con S. D. M., se pro­
ellos tem plaron su alm a para seguir traba­ cedió a la bendición de la Casa y, finalmen­
jando con entusiasm o en la enseñanza del te, reunidas las .alum nas en el patio, canta­
Catecismo a los niños.
un vibrante himno a M aría Auxiliado­
Del bien espiritual que estos jóvenes han ron
ra
m
ientras se les repartía una estam pa re­
reportado de loa Ejercicios, habrán de te­ cordatorio
del solemne acto.'
ner gton parte aquellas caritativas perso­
Esta nueva fundación, realizada en la ba­
nas que con su caridad han contribuido a rriada de G uanertem e, es un buen exponen­
sufragar los gastos de alojam iento. A todas
de la actividad incansable de las H ijas de
ellas, In expresión de nuestra más sincera te
aría A uxiliadora y sacia un anhelo del
gratitud v la seguridad de fervorosas plega­ M
celosísimo
aue tanto se preocupa
rias de Superiores, Catequistas y niños del por el bienPrelado,
espiritual
de dicha barriada.
O ratorio Festivo.
Q ue sobre esta Casa, sobre el populoso
barrio y sobre el bondadoso Pastor des­
ciendan las m ás escogidas bendiciones dei
ZARAGOZA
Cielo, y quiera el Señor Que, con la ayu­
do de nuestros generosos C ooperadores, se
Lo tarde del día 21 d e l pasado abril. pueda desplegar toda la actividad salesiaPascua de Resurrección, se dignó visitar el na y dar un completo desarrollo a una obra
O ratorio F e s t i v o Salesiano de Zaragoza que tantos bienes prom ete en pro de las
S. E. Revma. el C ardenal Caggiano, Arzo­ almas.

E

'r

ITALIA
El (Boletín Salesiano», en su edición ita­
liana. viene dedicando repetidas y extensas
crónicas a la m aravillosa y providencial la­
bor que los H ijos de don Bosco han reali­
zado y siguen realizando en las ciudades
más afectadas por la pasada guerra, a fa­
vor de los llam ados «chicos de la calle».
A unque no es la prim era vez que los
nom brom os en estas colum nas, vamos a ha­
cer una síntesis de su origen, problem a
por ellos creado a las autoridades y solu­
ción satisfactoria dada por los Salesianos.
92 —

jí E K O
Uno de los m ás tristes productos de la
huérm uer­
te, la prisión o el destierro crean. En las na­
ciones ocupadas por los ejércitos extranje­
ros, este tristísim o producto alcanza cifras
inverosímiles.
En m uchas ciudades de Italia, centenares
y millares de niños y jovenzuelos, acuciados
por el ham bre o por individuos de la m ás
ínfima escala social, se lanzaron a la calle
en plan de auténticos piratas; se organiza­
ron en bandas, a las órdenes de los m ayorcitos y m ás audaces, arm ados de pistolas y
lo constituyen los millares de
fuerra
anos y de niños abandonados que la

ii
MADRID. — G r u p o de
C atequistas del O ratorio
Festivo de A tocha, q u e
han practicado Ejercicios
Espirituales en completo
retiro.

bom bas de m ano, y se dieron a toda suerte
de hurtos, rapiñas, robos y asaltos, lo mis­
mo de noche que en pleno día, en estacio­
nes, puertos, tranvías, tiendas, hoteles y ca­
sas privadas. En la ciudad de Fondi llegaron
a desarm ar a los carabineros y adueñarse
de ¡a situación. En Nápoles, tres mil m u­
chachos, que podríam os llam ar de prim e­
ra 61a. apoyados por una retaguardia de
otros diez mil, am enazaron seriam ente los
depósitos de víveres descargados de los na­
vios am ericanos.
A nte sem ejante situación, las autorida­
des rnilitares aliadas propusieron a la po­
licía italiana una acción conjunta de gran
estilo para acabar con los pequeños delin­
cuentes.
Súpolo el P apa y logró p arar a tiem po
el golpe. «¡V eam os m ás bien la m anera
de reeducar a esos pobrecilloal— exclamó
Su Santidad.— P ara ello es necesario recu­
rrir a don Bosco. D ecid a los Salesianos que
es nuestro deseo se ocupen de esos niños
abandonados o descarriados, y que hagan
cuanto don Bosco les inspire.»
Y los Salesianos pusieron m ano a la obra.
Sacerdotes, coadjutores y estudiantes se lan­
zaron tam bién ellos a la calle a la recon­
quista de los pobres m uchachos. Poniéndose
en contacto con ellos en las plazuelas, en
las puertas de los cines, teatros e iglesias,
en jardines y solares, pudieron apreciar des­
de el prim er m om ento diversas categorías
de rnuchachos: vendedores de cigarrillos, a
las órdenes de jefes de grupo, movilizados
a su vez por unos pocos m ^ o rista s del
estraperlo; csciusciá» ( • ) independientes,
pero asociados en reducidos grupos; peque­
ños mendigos, explotados a ^Aces por sus
mismos padres y adiestrados incluso a ro­
b ar; indigentes, hijos de fam ilias num ero­
sas o destrozadas por la guerra; pobres ni­
ños desorientados y fáciles víctim as p ara esieculadores sin conciencia... Muchos, bajo
os andrajos, ocultaban todavía un corazón

no corrom pido, que era necesario salvar a
toda costa.
Los Salesianos com enzaron a trabajar en­
tre éstos, y, poco a poco, fueron extendien­
do el radio de su acción redentora hasta
a los ya precozm ente malos y extraviados.
Los procedim ientos han sido m uy varia­
dos. Nos limitamos a consignar alguno que*
otro de los que podríam os llam ar «tipo».
En Nápoles, un grupo de nuestros «cléri( • ) , convenientem ente preparados con
f;o8»
a oración y adiestrados en el sacri&cio, el
día 29 de enero de 1945, se dieron la pri­
m era vuelta a la ciudad, en plan de obser­
vación. Por ella pudieron localizar a los m u­
chachos; la estación central, el puerto y las
calles alrededor de nuestra parroquia.
Dos días después volvieron a la plaza de
la estación e iniciaron algunos juegos. En el
prim er m om ento los m uchachos m ostraron
algo de escepticism o; después, vencida la
natural desconhanza, curiosidad y satisfac­
ción. ¿Y el público? No faltaron sonrisas y
frases irónicas al ver a unos curas jugando
en medio de la calle con chicos harapien­
tos y sucios. Tam bién para esto se hallaban
los nuestros preparados, y los espectadores
no tardaron en pasar de la burla a la admi­
ración.
El prim er grupo de golhÜos no pasó de
quince. Los clérigos, term inada la partida,
se despidieron de ellos, em plazándolos para
el próxim o jueves, en que volvieron todos los
m uchachos, excepto dos, m ás otros diez nue­
vos. Luego fueron siem pre en aum ento; se
dividieron en dos grupos, m ayores y pe­
queños; se entusiasm aron con nuevos jue;os, y se puso m ano a la tarea de reeducar­
os, em pezando por ir corrigiendo, poco a
poco y con gran paciencia y santas indus­
trias. las dos taras m ás sobresalientes: la
blasfem ia y el hurto. Las dihcultades no eran
pequeñas: «Si volvemos a casa sin el bo­
tín - d e c ía n ellos,— habrá leña.»

*> ItsHsnizsdóa hecha por los mismos golfUlos del
término inglés «shoe shine>: limpiabotas.

n Termloo familiar en U Congregación con que se
designa a los profesos que aspiran si sacerdocio.

f

f

— 93

Luego, desbrozado el terreno, se pudo
pensar en la sem entera: algo de Catecismo.
Loe m ayores eran los más reacios, y no fal­
taban entre ellos los agresivos. H ubo nece­
sidad de em prender uti trabajo de capta­
ción persoiuil, m uchacho por m uchacho. Al
hn triunfó la gracia de Dios, y los golállos
com enzaron a acercarse a los Santos Sacra­
mentos.
(C ontinuará.)
ARGENTINA
El Intendente M unicipal de Buenos A i­
res, con decreto de 3 I de enero del presente
año, dió el nom bre de don Bosco a la pla­
za com prendida entre las calles de Lope
de Vega, M iranda, Calderón e Indio.
Entre las frases laudatorias del preám bu­
lo. extractam os las siguientes:
lE n el territoria de nuestra Patria, la obra
ediñeadora de don Bosco ha llegado hasta
sus confines, llevando, con obnegación y sa­
crificio. desde el año 1676, el sostán de su
caridad, la luz de sus enseñanzas, el refu­
gio de sus hogares y escuelas; fué avanzada
en la reducción del indígena en el sur pata­
gónico; instrum ento de educación en los
campos m ediante sus escuelas agrícolas, y
en las ciudades con sus establecim ientos pe­
dagógicos para la form ación de artesanos;
ha contribuido al m ejoram iento social de
la clase trabajadora, y a acrecentar y aqui­
latar las fuerzas m orales de la población;
ha im partido su enseñanza con espíritu pro­
fundam ente patriótico, y h a servido, en sus
valores más esenciales, a la República Ar-

RONDA (M álaiga). — Junta Directiva del
Círculo Misionero.
94 —

sentina, a la cual, el santo V arón am aba
fervorosam ente a través de su obra y la lla­
m aba con entrañable afecto su segunda pa­
tria.»
ECUADOR
Su Santidad el Papa Pío XII se dignó en­
viar la siguiente carta autógrafa al benem é­
rito salesiano Exemo. y Rvmo. D. Domingo
Comín. Obispo titular de O bba y V icario
Apostólico de Méndez y Gualaquiza:
cV enerable herm ano, salud y bendición
apostólica: Con á n i m o lleno de alborozo
hemos sabido que, en medio del regocijo
de tus herm anos en religión y de los fieles,
en el próxim o mes de octubre celebrarás
tus veinticinco años de Episcopado. No he­
mos querido dejar pasar inadvertida esta
ocasión tan m em orable sin enviarte .nuestra
congratulación, uniendo nuestros votos y
alegría a los de todos.
»No ignoram os lo m ucho que has m ere­
cido y siem pre de la Iglesia de Dios y ante
la estimación de los hom bres, y ensalzamos,
especialm ente, el afán que tuviste, aun an­
tes de ser Obispo, en prom over la educación
de la juventud. Nos consta que, m ediante
tu trabajo y por tu iniciativa, siendo Inspec­
tor de tus herm anos, se fundaron no pocos
colegios.
t tan 1lau­
»No ignoram os tam poco el1 .hecho
dable de que en la época en
tantos
estragos sem braba la fiebre am arilla, ^ los
Salesianos, tus hijos, bajo tu dirección y^ ejem ­
plo, no ahorraron trabajos ni sacrificios, des­
afiando los peligros provenientes del atender
a los apestados, y cayeron algunos de ellos
víctim as en aras de su caridad por los demás.
»Cuando Obispo ya. te hiciste cargo del
V icariato Apostólico de Méndez y G ualaqui­
za, nada le preocupó tanto como la organi­
zación y aum ento de los centros misioneros,
de las capillas y de los centros de educación
en esos lugares. ^
t r- j
>Por tu exquisito don de gentes, habiendo
hecho converger hacia ti las sim patías de
todos, ayudaste eficazmente p ara que los in­
tereses de la Iglesia y los de la República
Ecuatoriana se dieran la m ano en magnífica
com prensión.
• Por tanto, con razón y m uy m erecida­
m ente te felicitamos por tu largo y fructuoso
m inisterio pastoral, y pedim os a Dios que te
llene de bendiciones y consuelos, conserván­
dote incólume, para bien de tu grey, por
muchísimos años todavía.
»Y a fin de que la próxim a celebración
de tan fausto suceso produzca opimos fru­
tos en tus fieles, gustosos te facultam os para
que. en el día que determ inares, con la
pom pa ritual y pontifical, en nom bre y por
autoridad nuestra, bendigas al pueblo que
te rodeare, aplicándole la Indulgencia Plenaria, que podrán lucrar en las condiciones
de costum bre.
• Y como prenda de los favores divinos y
de nuestra especial benevolencia, con p a ­
ternal cariño im partim os la A postólica Ben­
dición, a ti, venerable H erm ano, a tus her­
m anos en religión y com pañeros de labor,
al clero y a los fieles de tu grey.
• Dado en Rom a, junto a San Pedro, el
16 de julio de 1945.»

d o c e

:

l u s t r o s

V AN a cum plirse (el día 3 de j u l i o )
sesenta anos de la inauguración de
la primera^ capillita germ en de lo que es
hoy magnífica C ripta y Tem plo casi term inado del Sagrado Corazón de Jesús en
el m o n t e Tibidabo. Q uerem os rendirle el
hom enaje de esta sencilla conm em oración
en la im posibilidad de h a ^ rlo en forma más
suntuosa.
La Capillita
Fue la piedra angular de las m agnas construcciones posteriores.
Dios se com place en d ar comienzo a sus
obras por los medios más hum ildes.
Senderos difíciles y escabrosos conducían
a la cum bre de la 'm o n ta ñ a ; en toda ella
no existía la m enor habitación ni edificio
alguno.
A expensas de doña D orotea de Chopitea, Sierva de Dios y Fundadora de los Salesianos en Barcelona, surgió en julio del
año 1886 la prim era capillita dedicada al
Sagrado Sorazón de Jesús, en el sitio en que
el m onte alcanza los 521 m etros de altitud.
Fué preciso llevar l o s m ateriales indis­
pensables con anim ales de carga.
P equeña es su superficie. Mide só Io_rS 8
m etros por l'+O ; con una altu ra de 3’50
metros. Escasam ente cabe dentro el sacer­
dote. El monaguillo ha de quedarse fuera.
El día 3 de julio de 1886 tuvo lugar la
solemne bendición de la Capillita.
La afluencia de devotos por todos los ca­
minos que conducían a la cim a fué num e­
rosa.^ A las seis de la tarde principió la so­
lem nidad, cuando la cum bre se hallaba cu­
bierta de fieles, ansiosos de unir sus preces
a las de los sacerdotes, que por vez prim e­
ra se elevaban al Altísimo en tales parajes.
El Sr. C ura Párroco de V allvidrera, asis­
tido por los Rdos. C ura Ecónomo de Sarria,
el R ector de San Cines y los PP. Salesianos,
ejerció la sacratísim a misión de bendecir el
pequeño Santuario.
Los niños de los Talleres Salesianos de
S arriá am enizaron el acto con sus cantos y
con su banda de música.
Por la noche hubo fuegos artificiales.
El cielo y _la tierra com enzaban a enta­
blar estrechísim as relaciones en aquel lugar.

según los deseos de nuestro Superior Ge­
neral Dom Bosco, y m ediante la caridad de
ios españoles, en un Tem plo digno del Sa­
grado Corazón.»
No fué aquel día de bullicio; lo fué de
recogim iento y de piedad. Día grande para
Barcelona, pues había brotado en su monte
la fuente de aguas espirituales. Día grande
para España, en la que am anecía el reina­
do del Sagrado Corazón de Jesús.
Desde entonces el Señor habita en las so­
ledades del monte inculto y despoblado.
La cap illil^ tiene una reja por puerta;
tras ella está el Sagrado Corazón, que re­
cibe a los peregrinos y les otorga sus g ra­
cias. De rodillas sobre las plantas silves­
tres rinden acatam iento a Dios, le ofrecen
ram os de flores de la Sierra o de los jardi­
nes urbanos, colocan exvotos en las reduci­
das paredes y tam bién sus limosnas.
Las ansias del Corazón de Jesús, revela­
das al P. Hoyos, de que reinaría en Espa­
ña con m ás predilección que en otras p a r­
tes, impelían a las alm as buenas a secun­
dar esos deseos y a vencer toda suerte de
dificultades.
La pequeña Capilla, adosada al Tem plo,
sigue hoy pregonando la grandiosidad de la
O bra, y resalta su pequeñez a la som bra de
la gran mole de piedra, que se aguza a me­
dida que crece para adentrarse en el Cielo.
(D e ALTA EMPRESA DE AMOR.)

L a prim era Misa
A l día siguiente, a las tres de la m adru­
gada, ya com enzaba a subir al m onte gran
núm ero de caballeros, señoras, niños y fa­
milias enteras, deseosos de rendir los prim eros honores divinos al Sagrado Corazón
de Jesús en su m ontaña predilecta.
A las siete, el P. B randa, D irector de los
Talleres Salesianos, hijo predilecto de don
Bosco, celebró la Misa. D urante la eleva­
ción resonaron por prim era vez en la m on­
taña los acordes de la M archa Real, por la
Banda Salesiana.
El citado Sr. D irector de los Salesianos
pronunció estas históricas v proféticas pala­ Senderos difíciles y escabrosos conducían a
bras: cEsta pequeña Capilla se convertirá.
la cum bre de la m ontaña.
—

95

De nuestras Misiones
Relaciones tom adas dcl B o letín S alesiano ,
m ayo del 46, edición italiana.
CHINA
Con fecha d c l 29 de septiem bre de 1945, el
D irector de nuestro Colegio de S an José
de Nantao, don Vicente Ricaldone, daba, en.
tre otras, las siguientes noticias:
«Por ñn hem os podido rom per «l prolon­
gado y forzoso silencio. H an sido sobr.emanci'a duros estos años de guerra sin noticias
n i de nuestros Superiores n i de n u estra am a.
d a Congregación. Pero Jam ás como ahora
hem os sentido ta n vivo nuestro am or hacia
don Bosco y nuestro afecto hacia la fam ilia
salesiana. Nos hallam os en la C asa de Nantao, que a l presente se hajUa dividida en dos
partes. L a m itad se Ve ocupada por cerca
de 40 ex com batientes y m arinos italianos
que aguardan el m om ento de repatriarse.
L a o tra p arte se halla a disposición nuestra.
L a p la n ta baja h a sido dedicada a escuelas
externas que cuentan con 500 alum nos; una
p arte del prim er piso alberga a 62 aspiran­
tes, casi todos de Shanghai, m uy buenos y
estudiosos; el resto, con el segimdo piso, es
p ara los estudiantes de Filosofía y Teología.
No sé si h a b rá en toda la Congregación una
casa ta n com plicada. Sin em bargo, todo va
bien y nos hallam os todos anim ados del m e­
jor espíritu y buena voluntad. Los Estudlan’ tes de Filosofía chinos son ocho. Hemos pa­
sado discretam ente los años de guerra. Sólo
los dos últim os meses hem os sufrido la pe­
sadilla de los bom bardi'os; con todo, aquí,
en Shanghai, nuestras casas h an quedado
incólumes. L a D ivina Providencia nos ha
protegido de un modo sensible.»
INDIA
Revm o. Sr. D. Pedro R icaldone:
...dejo que im agine la alegría grande con
que tom o la plum a, sabiendo que e sta ca rta
podrá llegar a sus m anos p ara darle, por
fin. noticias de sus hijos lejanos.
E n estos m om entos de incertidum bre y de
sufrim ientos, en los m om entos m ás trágicos
del conflicto, cuando la fu ria devastadora
de la guerra asestaba sus golpes sobre aque96 —

Ha T urín donde nuestro S anto F undador eri­
giera la cindadela de M aría Auxliadora, sen­
tim os con m ás fuerza que nunca, en tre a n ­
gustias y p esares los lazos que nos unen a
la Congregación y a nuestros venerados Su­
periores. Y hoy, a l saher que todos están a
salvo e incólumes, llenos de em ocionada gra­
titud, dam os gracias al Señor y a su Santísi­
m a M adre. Nos ilusiona el pensar que h a ­
yan servido p a ra preservar de_ tan to s posi­
bles m ales a n u estra C asa M adre nuestras
pobres plegarias, especialm ente las tres ave­
m arias que, a l term inar las oraciones de la
noche, rezábam os m ás con el corazón que
con los labios, a fin de que M aría A uxilia­
dora defendiese bajo su m anto su Casa, de
la que h a salido y debe salir aú n su gloria.Nosotros, los m isioneros de la India, si
bien en la m ayoría de los casos hem os podi­
do ev itar los horrores de la guerra activa,
sin em baigo, n o hem os dejado de su frir sus
golpes de rechazo. Pero hem os sabido acep­
tarlo todo como venido de la m ano de la
Providencia D ivina y ofrecer nuestros sufri­
m ientos al Señor por la conversión de los
pecadores y la salvación del m undo. Tuvi­
mos que pasar, con todo, por el dolor de
ver paralizaddb m uchas obras de apostolado
por h aber sido internados en un cam po de
concentración gran p arte del personal de la
Inspectoría de la In d ia del S ur y no pocos
de la del Norte.
A nte la im posibilidad de ejercer nuestro
apostolado a l exterior, nos hem os preocupado
de organizar n u estra vida religiosa salesiar
n a incluso en el cam po de concentración. El
niim ero de nuestros herm anos internados no
fué corto y n o es fácil describir las condi­
ciones en que se h a n visto. Sólo u n detalle;
hubo tem poradas en que e l vino p a ra la M isa
les fué m edido m i cuentagotas. H ubo que re.
currir a ta l extrem o p a ra no verse privados
del consuelo y aliento de la consagración
d iaria de aquella preciosísim a Sangre, de la
que. a l decir del Angélico S an to Tom ás, u n a
gota b astaría p a ra salvar al m undo entero.
O rganizado nuestro horario, el personal
joven se dedicó a com pletar su form ación;
de esta m anera, la m ilicia de la Iglesia vió

BARCELONA (S arria).—
Alumnos que integran la
orquesta de las Escuelas
P*^f®*ionales Salesianas.

aum entadas sus filas con nuevos ministros.
Desde el principio de la guerra se h an or­
denado de sacerdote 48 clérigos de la Ins­
pectoría del N orte y 65 de la del Sur.
S in 'embargo, debo anunciarle con profun­
do dolor la m uerte de dos herm anos verda­
deram ente benem éritos: don L a Fon, falle­
cido e n enero de este año, y don Piesiur. Des­
de el Cielo nos alcanzarán bendiciones que
fecunden las fatigas apostólicas de los su­
pervivientes.
Am ado Padre, tam bién aquí la m ies es ver­
daderam ente m ucha. B asta que vengan ope­
rarios p a ra que pueda hacerse abundante
cosecha. Le suplicam os encarecidam ente que
nos m ande todos los auxilios posibles. Pero,
sobre todo, le pedim os nos ayude con sus ora­
ciones y con el aliento de su bendición.
E n nom bre de todos los herm anos de esta
Inspectoría, le presento nuestros hum ildes y
filiales respetos.
Siem pre devoto y afm o. in C. J.
J osé C arreño , Inspector
M adras. 9 de ab ril de 1945.
ASSAM
l a población del Assam es u n a de las m e­
nores de la India, pues es todavía u n a región
que se va colonizando por los cultivadores
del té, que se produce allí a i m ayores can­
tidades que en Ceylán. Tiene 10.800.000 h a ­
bitantes, de los cuales son aborígenes 2.800.000,
que pertenecen a las tribus K hasi. G aró, Mi¿ir, Lushai, Baros. Daflas, 'U raons. Comen
carne, y la que m ás les gusta es la de cerdo,
cuyos ejem plares, chicos y flacos, n o podrían
o p tar a prem io en im a exposición.
Su religión es el anim ism o; creen en u n
Dios creador, en tm «im a inm ortal y en un
prem io o castigo después de la m uerte. Por
este m otivo son bastantes fáciles de «m ver-

tir y se los disputan los m isioneros católicos
y los pastores protestantes.
Los hindúes o bram anes son 4.500.000 y los
m usulm anes 3.500.000.
C uando los Salesianos se hicieron cargo
de la diócesis de ShOlong, e n 1921, h ab ía só­
lo 5.000 católicos, que hoy se ven aum enta­
dos h a sta 70.000. la m ayor p a rte converti­
dos en tre los indígenas, que c u o ita n ya con
Un sacerdote salesiano y varios -aspirantes.
L a diócesis tiene actualm ente 32 sacerdo­
tes, todos salesianos, y 20 herm anos coadju­
tores, que form an, según dicen allí, u n a red
esquelética p a ra encargarse de los nudos es­
tratégicos de la misión. Por desgracia que­
d an todavía 54 salesianos del ex Eje, inter­
nados en la ciudad de D eradum . Se les tra ta
bien, pero se ven privados de libertad. Las
Religiosas son 42 y pertenecen a tres C on­
gregaciones, L m H ijas de M aría Auxiliadora
tienen cinco Casas, U na de ellas es el gran
H ospital dol G obierno en G auhati.
A pesar de la guerra, h an podido conti­
nuarse las obras de la catedral, de cem ento
arm ado, a prueba de bom bas y terrem otos,
la cual se empezó hace diez años a l Incen­
diarse la otra, que era de m adera.
8 e h a term inado y bendecido la iglesia del
Sagrado Corazón de Jesús, an e ja a l E studian,
tado Teológico Salesiano de M awlai, barrio
de Shiliong. Además se h a n abierto varías
capillas en las aldeas.
En Assam se realiza el su?ño dorado de
m uchos aspirantes jóvenes a la vida misio­
nera, es decir, el ser m isionero am bulante.
Son m uchos los m isioneros que se pasan 250
días del año durm iendo fuera d e casa, en
las chozas que e s a . buena gente les ofrece.
Pueden dorm ir cuando están lim pias y no
infestadas de ai^niafias y m osquitos vene­
nosos. L a necesidad m ás perentoria es la de
catequistas, que constituyen las avanzadas
del misionero. Se necesitan n o m aio s dis­
pensarios médicos. Es de esperar que, nor­
m alizada la situación, Assam será u n a de
las m ás flm-ecientes m isiones de la India.
— 97

La

S i e r v o

de

D i o s

Doña Dorotea de Chópitea
Cooperadora

XVII

Salesíana

gloria de Dios N uestro Señor y salvación de
la niñez.»
H e aquí el sello de la verdadera caridad:
e Que la caridad de doña D orotea
hum ildad, que la hace ta n d istin ta de la
era oro puro de am or de Dios, nos da la
vana filantropía o de la ostentación orguseguridad y prueba u n a c a rta suya escrita
Uosa, las cualts, m ientras con u n a m ano dan
el 3 de Junio de 1888 a sus sobi*initos Gus­
algo, con la o tra exigen m ucho', m ientras
tavo, Ignacio y Javier, estudiantes en Z a­ ofrecen
bienes m ateriales, exigen la
ragoza. Descríbeles en dicha c a rta los fes­ anulaciónunos
d e 'la s voluntades ajenas paira po­
tejos celebrados en Barcelcma p a ra honrar nerlas de escabel
a l propio parecer, juicio o
a S. M. la R eina R egente; pero del con­ capricho.
texto se desprende que ella, la Sierva de
deseo y esperanza de la gloria de Dios
Dios, no tom ó parte en ninguno de los actos y Este
de la salvación de la niñez, n o le perm i­
que relata, n i siquiera e n la recepción con tía
doña D orotea u n m om ento de reposo,
que M aría C ristina honró a las señoras de y laa estim
ulaba de continuo a rem ediar to­
la C iudad Condal.
género de necesidades, n o solam ente del
¿D espreciaba doña D orotea estas relacio­ do
sino m ucho mág del espíritu. Exis­
nes sociales? No, ciertam ente; y, según he­ cuerpo,
en aquel entonces en la B arceloneta u n a
m os tenido ocasión de decirlo, tom ó p arte tía
protestante destinada exclusivam en­
en ellas m ientras vivió su esposo, segura escuela
a pervertir la conciencia católica de los
de hacer con ello u n acto agradable & los te
de la barriada. Deseosa la Sierva de
ojos de Dios y a lta m a ite m eritorio. M uerto niños
Dios
de
con aquel foco de perdición,
don José M aría, el am or de Dios y del p ró ­ fundó macabar
uy
cerca
de él o tra escuela, que
jim o necesitado llenó de ta l m an era su m en- confió a los H erm anos
de las Escuelas Cris­
t«', su corazón y los m inutos todos de su tianas.
vida, que cuanto pudiera ten er de sim ple­
El 19 de m arzo de 1889 bendíjose solem­
m ente hum ano o terreno, por m ás lícito que nem
ente. el nuevo edificio, levantado sobre
fuera, quedó excluido en absoluto del plan un solar
erdido generosam ente por los se­
de sus actividades públicas y privadas.
ñores
albaceas
del M arqués de la Cuadra.
Las principales obras de caridad a que
T
res
años
después,
la m ism a festivi­
acudió solícita en el citado año de 1888 fue. dad, Se inauguraba oytra.enescuela,
ron, en tre otras m uchas, las siguientes: L a ticos fines que la anterior, en laconvillaIdén­
de
obra de las Religiosas del Sagrado Corazón G racia. Tam bién de ésta se hicieron cargo
en C erro Colorado (C hile); la escuela gra­ ios H erm anos de las Escuelas Cristianstó, y
tu ita perpetua e n el O brador de la Sagrada
fam ilia de la Sierva de Dios, respetando
Fam ilia, en la entonces villa de G racia, p ara la
las
intenciones de la señora, acu­
la que donó 10.000 pesetas; la Escuela Do­ dió piadosas
con
la
sum
necesaria p a ra la com pra
m inical p ara m uchachas obreras, e n la m is­ del terreno, la aconstrucción
edificio y
m a póblaclón, escuela de la que corrió con una re n ta perpetua p a ra el mdel
antenim iento
todos los gastos de instalación, mobiliario de los m aestros.
y sostenim iento, y la Escuela N octurna para
E l 15 de m ayo de 1889, el doctor C atalá
obreritas, en Barcelona.
Obispo de Barcelona, bendecía
Refiriéndose a. esta últim a fundación, dejó yu n Albosa,
a
nueva
escuela,
Junto a la pa­
escritas la Superiora de la m ism a las si­ rroquia de S a n ta Mlevantada
adrona,
p
a
en
guientes palabras, que creem os oportim o olla a los niños, que, por p asarra derecoger
los
siete
tra e r textualm ente, pues encierran u n a gran años, debían abandonar las Salas de Asilo.
lección di' caridad cristian a: «El 26 de sep­ Es digna de recordarse u n a frase pronun­
tiem bre de 1888. llegué yo de S arriá
por la Sierva de Dios con ocasión y
objeto de buscar y ab rir u n a casa de me­ ciada
m
otivo
dio pensionado en Barcelona, y a l d ía si­ dación. de los trabajos de esta ú ltim a fu n ­
guiente de m i Uegada, a las ocho de la ma^
—Pero, ¿y dinero, doña Dorotea?—se Je
ñaña, ya estaba doña D orotea en su coche
aguardándonos y dispuesta a acom pañam os, preguntó.
— ¡Q ué dinero!—respondió «día.—Confie­
como lo hizo, en todas nuestras correrías,
subiendo escaleras, fijándose en todo 7 d án ­ mos en Dios y no nos fa lta rá la Providencia.
¡L a Providencia! Los santos no son sino
donos su consejo, pero sin im jxm erse n a n e o ;
porque e ra m uy hum ilde y siem pre in fati­ cajeros y adm inistradores de la Providencia
gable allí donde viese alg una esperanza de del Señor, y como la saben riquísim a y de
98 —

D

tesoros inagotables, no desconfían n \m ca de
ella, que, por o tra parte, se com place en ver­
se algxinas v e c ^ p uesta a prueba, omno se
com place u n padre robusto y sano viendo
a sus bijitos afanados en te n ta r la resisten­
cia de sus músculos.
L a caridad n u n ca dice b a sta; la caridad
nim ca se sacia. L a verdadera carid ad no
conoce ciertas expresiones de lim itación de
cam pos... Querem<» decir lo que se deduce,
razonando norm alm ente, del an u ien te docu­
m ento: «He recibido ^ n u ^ tr o banqueroaviso del envío de 2.500 pesetas, hecho por
iisted p a ra com pletar la s^lma de 10.000 pe­
setas, que prom etió usted a l P. B outry. Con
esto queda usted instituida fundadora del sus­
tento perpetuo de u n misionero, y ten d rá de­
lan te d e Dios el m érito de todas las con­
versiones que h a rá n estos misioneros, que
deberán a usted su sustento. E n el Cielo,
por toda u n a eternidad, verá m illares de al­
mas, que deberán a usted su salvación, y
form arán en tom o de usted u n a corona de
dicha y de gloria. T ^ g o e l honor, etcétera.—
A. Plangue, Fbro.—Lión, 2é de enero de 1891.»
E ra el P. P lanque Superior G eneral de las
M isiones de A frica. E n otras ocasiones doña
D orotea socorrió largam ente a los m isione­
ros de Am érica, Asia y Oceanía. ¡ A fe que
no se escudó ella en la fácil valla de que
«ya daba» m ucho e n E spaña o de que «eran
tantos» los que le pedían!...
«Un m odelo de caridad», tituló el P. Ale­
gre la biografía de la Sierva de Dios. Pero
los modelos se exponen a la luz, sin disim u­
los de ningún género. P or lo mism o nues­
tr a insistencia ín poner de relievé las líneas

principales de u n modelo ta n acabado de
caridad cristiana que anim e y estim ule a otros,
sin halagar lo que en ellos pueda h aber de
exteriorm ente parecido cim ndo n o proceda
de u n a rectísim a intención.
Vaya, paua concluir el capitulo, u n toque
de luz que se intensifica con el co ntraste de
una som bra.
Son palabras de su cuñada, la M adre T e­
resa Serra, desde C hile: «...Tam bién me
atrevo a p ^ r t e m e ctm tinúes los cu atro d u ­
ros que tenias an tes destinados a Sam uel
Bravo, en favor de tm n iño huérfano, que
fué colocado en los Salesianos por pedido
m ío; pero por u n agravio que el caballero
que hizo esta carid ad cree h aber recibido
de mí, por n o h aber accedido a im proyecto
que él ten ía y que n o estaba a m i alcance
concederlo, h a abandonado a este niño, de­
jándolo sin recurso; acudo, pues, a tu ca­
ridad p a ra que ten g a yo el ccoisuelo de re­
m ediar esta necesidad, contando con diez duros que h arán , añadidos a la sum a de M a­
ría Rom ero. No tengo corazón p a ra cargar­
los de niños sin pago, viendo lo cai'gados
de niños que están, y siendo éste ta n chico,
que no puede a ú n ay udar con su trab ajo :
tiene unos nueve años.»
Y doña Dorotea, que «daba su consejo, pero
sin im ponerse nunca», que no entregaba un
dedo p ara pedir luego el brazo, que n o pasa­
ba factu ra a los hom bres de las entregas
hechas a Dios, tom ó bajo su protección al
niño por dos veces abandonado.
{.Continuará.)

Jovencito ejem plar, cuya m uerte, ocurrida el mismo
día de San Luis Gonzaga. causó honda im presión en
su Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, obra de don
Bosco. La P lata (A rgentina).
A lberto Jorge era de Prim er Año N acional; entusiasta
por el estudio y el deporte; hijo cariñoso, diligente alum ­
no y óptim o com pañero.
A los catorce años era abanderado de su escuela,
cruzado del Catecismo, m aestro de monaguillos, presi­
dente de la Com pañía de San Luis Gonzaga, aspirante
de la Acción Católica, catequista del O ratorio Festivo
Salesiano, cabo prim ero de la sección Ingenieros del
Batallón 10.*^ de E xploradores A rgentinos de don Bosco
y capitán del equipo deportivo Buenos Aires.
Su piedad ilum inada y fervorosa se nutrió con los
Santos Sacram entos, la O ración y la L ectura espiritual,
según las indicaciones que da don Bosco en el JOVEN
CRISTIANO. Sus propios com pañeros tejieron los elo­
gios de su biografía en HUELLA LUMI.NOSA, publicada
en E ditorial Difusión, de Buenos Aíres.
Espigando entre sus escritos:
cProm eto llevar con orgullo y honor mi distintivo de
cristiano. [Soy de la Acción C atólica A rgentina l>
«Soy alum no de don Bosco y tengo una misión que
cum plir.s
«Los santos m ueren con la alegría en el rostro, por­
ALBERTO JORGE IRISARRI
que tienen la paz en el alm a. Yo viviré de tal m anera
22-1-1929 L a P lata t 21-6-1943 como sí boy mismo tuviera que morir.»
— 99

Crónica de gracias

VALDERRODRIGO (Salam anca) . — E l
día 3 de abril, p. p., m ientras me hallaba
cursando mis estudios de Sagrada Teología
en M adrid, recibí la noticia de que mi pa­
dre se hallaba gravem ente enferm o y que era
su deseo el verm e antes de m orir. Me apre­
suré a partir, pero cuando llegué a ésta, le
encontré casi cadáver. Mi padre había reci­
bido todos loa auxilios de nuestra Sánta Re­
ligión, y, según pronóstico de loa médicos,
no podía esperarse sino un triste desenlace.,
tanto más cuanto que ya llevaba dos días
y medio en estado agónico, frío ya y sin
que' hubiera medio de hacerle reaccionar.
Desde el prim er m om ento había yo pedido
con fervor a la Santísim a V irgen no priva­
ra a mi querido padre de la satisfacción
de asistir a mi prim era Misa. £1 día 4 em­
pezarnos una novena toda la fam ilia. Al
sugerirle alguna jaculatoria al enferm o, con­
testaba invariablem ente que él sólo quería
a M aría A uxiliadora y a San Juan Bosco.
El día 5 notam os que mi padre com enzaba
a recobrar el calor natural; el día 13 el en­
ferm o pide levantarse, y al día siguiente, tér­
mino de la novena, ante la adm iración y
asom bro de médicos, fam iliares y vecinos,
salía o dar un paseo y reanudaba su vida
norm al. Llenos de júbilo y sum am ente agra­
decidos a M aría A uxiliadora, mi familia ofre­
ce una lim osna y yo prom eto con toda mi
alm a propagar cuanto pueda la devoción a
tan buena M adre.— Ricardo Barrueco, S. S.
ALCARACEJOS (C órdoba).— Encontrán­
dom e en un caso m uy apurado, me encomen­
dé a M aría A uxiliadora y a San Juan Bosco.
A ntes de term inar la novena vi resuelto
favorablem ente el asifnto. A gradecida, pu­
blico la gracia y envío una lim osna.— Una
devota.
GUINEA ESPAÑOLA.— Rvdo. P.: Le agra­
deceré en el alm a publique en alguna de
sus revistas la gracia que su Santo Funda­
dor. el glorioso San Juan Bosco. concedió a
una de nuestras H erm anas en religión. M. Ju­
lia Mora, que, atacada de gota, hizo una
novena con m ucho fervor, poniendo por in­
tercesor a don Bosco. El día de su fiesta se
aplicó al pie una reliquia del Santo y quedó
com pletam ente aliviada. H a pasado un año
y le ha repercutido el mal, lo cual atribuye
ella a no haber cum plido su prom esa de
publicar la gracia, y me ruega lo haga en
su nom bre.— A. Vilaseca, Religiosa d é la In­
m aculada Concepción.
MADRID.— Pedí con repetidas novenas
una gracia espiritual a favor de varias per­
sonas al Siervo de Dios Ceferino Namuncurá. A pesar de las no pequeñas dificultades
que se ofrecían, llegado el m om ento opor­
tuno. todas las personas por quienes me in­
teresaba se vieron am plia v m anifiestam ente
favorecidas por el Cielo. Tlago público mi
agradecim iento al Lirio de la Pam pa, según
tenía prom etido.—^ n Sacerdote salesiano.
MALAGA.— H abiéndom e concedido Ma­
ría A uxiliadora, por mediación de San Juan
100

—

Bosco, lo que le pedí, entrego la limosna
ofrecida.— P. M adroñero.
CORDOBA.— M adre mía Santísim a A uxi­
liadora, te doy las gracias de todo corazón
por haberm e curado de una pulm onía y
hem iplejía, am bas graves. Asimismo, p o r
haberm e librado de una operación al segun­
do día de em pezar una novena. Tam bién
os doy gracias. M adre mía, por haber de­
vuelto la vista a mi herm ana, a la vez que
te pido perdón por no haber publicado an­
tes el favor. Sígueme protem endo a mí y a
los míos. Llena de gratitud envío una lim o 8 n a . — T rinidad G utiérrez de los
Ríos y E.
COMODORO RIVADAVIA (A rgentina).
El d í a 19 de junio, m ientras me hallaba
ocupado en mis ejercicios diarios de apren­
dizaje en la Escuela T écnica de Oficios de
los Y. P. F., que dirigen los Padres Salesianos, tuve la desgracia de que una viru­
ta de acero se incrustara en mi ojo dere­
cho. El oculista del hospital local declaró
que no era posible la extracción allí, y que
debía trasladarm e a Buenos Aires. D i e z
días más tarde, estando en Buenos Aires,
fui atendido en el H ospital de Santa Lucía.
La operación fué delicada y difícil, p e r o
h o y , afortunadam ente, me hallo perfecta­
m ente bien y considero mi curación un ver­
dadero favor de Ceferino N am uncura, pues
a él me encom endé d e s d e el prim er mo­
mento. A gradecido al Lirio de la Pam pa por
su generosa protección, publico la gracia re­
cibida.— Jorge Lagos.
BUENOS AIRES.— Me hallaba en cama
afectada por una dolencia delicada, y al co­
nocer que un fam iliar mío pasaba por un
gran apuro, de la solución del cual depen­
día el pienestar de toda su familia, recurrí
a San Juan Bosco y a M aría A uxiliadora
con gran fe, rogándoles interpusieran su po­
der para aliviar a ese fam iliar mío solucio­
nando favorablem ente el asunto, lo cual re­
medió como yo deseaba y había pedido. Le
ruego publicar esta gracia para edificación
y aliento de los que se hallan apenados.—
Am alia Sanjuán de Gutiérrez.
HABANA.— Me hallaba en seria necesi­
dad de hallar trabajo para poder llenar las
necesidades más perentorias. En ninguna
parte podía hallar una ocupación. A nte este
estado angustioso, recurrí a San Juan Bosco, prom etiéndole darle una limosna del fru­
to del trabajo que consiguiera destinado
pa r a las obras Salesianas. Como he visto
realizado mi deseo, le envió una limosna
pa cum plir la prom esa, deseando tam bién
que publique la gracia.— Mercedes López.
VILLENA (A licante). — Por una gracia
alcanzada por intercesión de San Juan Bos­
co. cum plo mi prom esa de hacer pública
mi gratitud y enviar un donativo para la
O bra Salesiana.— L. Férriz, A. A. Salesiano.

N

M E M O R I A M

En M álaga, el pasado mes de abril, falle­
cieron de una m anera trágica el médico ocu­
lista D. A ntonio G uerrero y su esposa, doña
Sabina Ruiz-Hidalgo. H abitaba este m atrim o­
nio el piso entresuelo izquierda de la casa
núm ero 7 de la calle de Larios, en cuyos
bajos está instalado un café. A la hora del
cierre del establecim iento procedieron a des­
infectar el local del mismo los dependientes
de una entidad destinada a tales fines. El
señor G uerrero y su esposa se habían recoen su dorm itorio a la hora acostum bra5ido
a, y por la m añana, al penetrar la dom és­
tica en ia alcoba llevando el desayuno a los señores, los encontró m uertos a los dos. Al
parecer, las defunciones se produjeron a con­
secuencia de la em anación de los gases des­
infectantes utilizados en la planta baja del
edificio. La luctuosa noticia ha causado en
M álaga profunda em oción. Don A ntonio
G uerrero, gran cooperador salesiano, era '
persona conocidísim a y m uy estim ada en
todos los sectores sociales. Por su profesión.
>pr su sim patía, por su generosidad p ara con
os enferm os m enesterosos, eran innúm eros
los afectos con que contaba. A las m uchas
m uestras de pésam e, una su apenada fami­
lia la nuestra junto con lajiro m esa de nues­
tras oraciones, así como las de los lectores
del «Boletín Salesiano».
D oña M aría Ráfols Rafecas. — Murió en
Lloréns del Panadés (T arragona) el 30 del
pasado abril, a los veinticinco años de edad.
Después de una enferm edad de casi cuatro
años, voló al Cielo precisam ente al comen­
zar el mes de las flores para celebrarlo ante
la real presencia de M aría A uxiliadora, de
quien era muv devota. Pocos días antes de
su m uerte había sido som etida a una dolorosa operación quirúrgica en el lado dere­
cho. por lo cual pudo exclam ar m irando al
Crucifijo que tenía entre las m anos; «Mue­
ro, Señor, como Vos, con el costado tras­
pasado.» Su m uerte fué no sólo ejem plar,
sino santísim a, prem io de su vida fervoro­
sam ente cristiana. A toda la fam ilia nues­
tro pésam e, especialm ente a sus d o s her­
m anos Salesianos, uno de los cuales, el R e­
verendo don Juan, alcanzará en este mismo
mes la m eta de sus ideales ordenándose de
sacerdote.

f

P R IN C IP E

L U IS

CZARTO RYSKI

Q uienes conocen la historia de la Congre­
gación Salesiana o han leído siquiera la bio­
grafía del Siervo de Dios D. Augusto^ Czartoryski. saben cuán íntim a es la relación que
esta ilustre fam ilia tiene con la familia es­
piritual de don Bosco. Por lo^ mismo cree­
mos un deber de nuestra revista d ar noti­

cia de la profunda aflicción por la que esta
pasando aquélla con la m uerte del Pnncipito Luis, de quince meses de edad. Vamos
a hacerlo con palabras del C orreo de A n­
dalucía de los días 4 y 5 de mayo pasado:
D ía 4.— La enferm edad que desde
unos días ponía en grave peligro la
Príncipe don Luis de C zartoryski y Borbón.
tuvo un triste desenlace ayer tarde.
Se m anifestó de forma aguda una ‘^su­
ficiencia cardíaca, y el tierno infante dejo
de existir en la residencia de su» abuelos.
SS. AA . RR. los Infante» doña Luisa y don
Carlos, donde accidentalm ente se encontraba.
Hoy, a las once de la m añana, sera _el
traslado de los restos m ortales del pequeño
Príncipe, de la Casa-Palacio de los Infan­
tes, en la A venida de la V ictoria, a la onp*
ta del convento de la Santísim a T rinidad,
de los RR. PP. Salesianos.
M uchas personas acudieron a firm ar en
los pliegos depositados en el vestíbulo del
Palacio de N uestra Señora de los Reyes. _
D ía 5.— ^Ayer, a las once en punto, veri­
ficóse el traslado de los inprtales restos del
príncipe Luis de C zartoryski y Borbon-Sicilia, desde la residencia de sus abuelos, sus
altezas reales los infantes doña LuUa y don
Carlos, donde había ocurrido el óbito, a la
iglesia de la T rinidad.
El cadáver del tierno infante, encerrado
en un sencillo ataúd de m adera barnizada
en su color, se hallaba depositado en el oratorio, y de allí fué transportado por cuatro
criados de la casa hasta la carroza autornóvil. El clero del C orpus Christi. revestido
de pluviales blancas y con cruz alzada, p re­
cedía la com itiva: seguía luego el coche fú­
nebre. y. a continuación, su alteza real el
infante don Carlos de Borbón. seguido de
su yerno el conde de Zam oyski y el coronel
de E. M. don Joaquín A rém buru. D etrás for­
m aba la presidencia del duelo oficial. 1^^®*
grada por el capitán general, general Mo»cardó; gobernador civil, don Fernando Coca
de la P iñera; gobernador m ilitar, general
M artín P rat; alcalde de Sevilla, señor duque
de A lcalá de lo» Gazule». y general de la
G uardia Civil.
En el lím ite parroquial despidióse el duelo,
continuando la m ayoría de lo» asistentes has­
ta Ella padre
T rinidad.
_ de
, , la» >Residencia
. •
• cbalei
superior
siana. don M anuel Sánchez, con una com i­
sión de profesores v alumno», testim onió su
pésam e al infante don Carlos.
El clero, oficiando de preste el capmlan
real y de sus alteza»,^ don José Sebastián Bandarán. cantó el oficio _de G loria, y seguida­
m ente el ataúd fué bajado a la cripta y en­
terrado en un nicho abierto en la pared del
lado del Evangelio, de lo que fué cárcel de
las Patronos de Sevilla, la» santas Justa y
R ufina; l u g a r de especial veneracióii. ya
que. según la tradición, allí se apareció la
Santísim a V irgen a las santas Patrones, re­
confortándolas durante su cautiverio y pre­
parándolas para el glorioso m ar tirio.
La num erosísim a asistencia testim onió una
vez m ás su pésam e a las augustas personas
al despedirse el duelo.
Unimos nuestro pésam e y el de lo» lecto­
res del «Boletín» a las m uchas dem ostra­
ciones de condolencia que la augusta fami­
lia ha recibido.
—

101

MIGUEL LASAGA. S. S.
D.

RAMON

ZABALO

M aestro, Com erciante, Religioso y
Sacerdote.
A portaciones para una
historia de la Pía So­
ciedad Salesiana en
España.

SEI
19

4 6

Sociedad E ditora Ibérica
MADRID
(...E n aquella escalera de piedra, que han bruñido millares de alpargatas de
niños, me dio, al entrar, el últim o zarpazo.
Volví en mí en la pobre cam ita del hijo de un obrero, ante los ojos de mi amo­
roso y apenadísim a m adre.
Pocos días después, ella me volvía a la escuela p ara explicar al sacerdote Di­
rector el retraso de mi entrada, el «mal» que periódicam ente padecía y los remedios
u rg en ^s y caseros que, como el café sin azúcar, ella creía im prescindibles.
Perdona, lector, que te cuente estas intim idades, porque ellas, a más de hacerte
alabar a Dios, te van a poner en contacto con el héroe de la vida que estoy prologando.
El referido sacerdote, «alto, grueso, de faz sonrosada y ojos glaucos*, oyó son­
riente a mi m adre, y, con una exquisita caridad, en lugar de aconsejarla que no dejara
en su escuela, distante casi media legua de mi casa, a aquel pobre trasto, se levantó
íde la silla, me asió de la m ano y, señalando con la izquierda dos cuadros colgados
de lo alto de la pared (d e M aría A uxiliador^ el uno, y el otro de don Bosco), dijo
a mi m adre, con aquella bien tim brada y gratísim a voz que conservó hasta el fin de
su larga vida: «No se preocupe, buena m ujer; desde hoy ya no le dará ningún ata­
que. Desde hoy tendrá que cantar: «Do, re, mi, fa, viva M aría, nuestra m am á; do.
re, mi, fa. viva don Bosco. nuestro papá.»
A quel sacerdote profeta se llam aba don Ramón Z abalo A lcaín, y por aquellas ca­
lendas. las vecinas de Baracaldo le titulaban «el santo».
A ese sacerdote debo yo. después de a Dios, mi vocación de salesiano y sacerdote.»
(Del prólogo de la obra, por el Excelen­
tísimo 7 Rvdmo. Sr. D. M arcelino Olaechea, S. S., Arzobispo de V alencia.)
I M P O R T A N T E

Rogamos encarecidamente a nuestros lectores, Saiesianos, Hijas de María
Auxiliadora, Cooperadores y Antiguos Alumnos, y se lo agradecemos de
antemano, el envío a esta Redacción del Boletín (Alcalá, r64-Madrid) de
cuantos datos, anécdotas, impresiones y juicios crean habrán de servir para
tejer la biografía del queridísimo D. José Recasséns (q. s. g. h.), Ck)adjutor
Salesiano, recientemente fallecido.
^
102

—

SOCIEDAD
A lc a lá , 1 6 4

LISXI3V

r > E

EDITORA
M ADRID

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tas y com entarios y un breve estudio de la
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9134

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b r o t e s DE AZUCENA, vida del V enera­
ble DOMINGO SAVIO. o o r Miguel Lasaga, S. S .— Herm osa cubierta a colores y
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AUGUSTO CZARTORYSKI, Príncipe polaco y sacerdote salesiano. por Róm ulo Pi­
nol, S. S.— C ubierta en color y profusión de
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BIBLIOTECA DEL HOGAR CRISTIANO
Colección de tomitos de 112 páginas en
8.®, cubiertas a colore». C ada tomo, ptas. 3 00
I.— LA SONRISA DE DON BOSCO, por
Rómulo Piño!. S. S.— ^Selección de hecho»
edificantes de la vida de don Bosco.
EN LOS SUBURBIOS, por
- R. P. U ., S. S.— A leccionadora historia de
un niño pobre.
— 103

III. — LA RELIGION, p o r’ Balmes.— PreOBRAS SUELTAS
cioeo tratadito apologético.
IV.
— LA Y A C E D O R A DE LEPANTO,Cuadros, bocetos, comedias y dram as de
por Rómulo Piñol, S. S.— H istoria anecdó­
asuntos variados en uno o más actos
tica de la devoción a María Auxiliadora.
V.
— EL HIJO DEL NILO. por Jumy. S. S.SECCION MASCULINA
Novelita de argum ento edificante.
N.» 1. EL PRINCIPE INDIO.— Comedia
-NARRACIONES MISIONERAS, por
Jumy, S. S.—-Colección de hechos entresa­ en un acto.
cados de la historia de las Misiones C ató­
N.o 2. LA SENDA QUE SUBE.— Boce­
licas.
to en un acto.
V il,— LA LLAVE DE ORO, por Rómulo
3. EL HUESPED INVISIBLE.— Boce­
Pmol, S. S.-—Conversaciones fam iliares acer­ to N.o
bíblico en un acto.
ca de la devoción de los Nueve Prim eros
Viernes.
N.o 4. EL PRIMER GERMEN.— Boceto
VIH.— EL SANTISIMO ROSARIO, por dram ático. Un aCto en dos cuadros.
luán Ma.rfn del Campo (C hafarote).— Ma­
N.o 5. AURORA DIVINA.— Boceto bíravillas, esplendor y glorias de la devoción blico en un acto.
m ariana por excelencia.
N.o 6. ESPIRITISMO INOCENTE.— CoIX.— LA ESTRELLA DE MANOLIN, por
P . Arestegui, S. S.— Edificante historia de m edia en un acto.
N.o 8. MAS QUE LA MADRE.— Boce­
un niño español por tierras am ericanas.
X-—jN. MUNCURA, por Rómulo Piñol, to dram ático en un acto.
S. S ,-—Rasgos biográficos del siervo de Dios
N.o 9. EL ANGEL DE LA ANUNCIA­
Ceferino Nam uncuró, hijo del últim o rey CION.— Boceto dram ático en un acto.
de la Pam pa.
10. EL HOMBRE NUEVO.— Boceto
„ XI.— D pN BOSCO EN BARCELONA. pTr en N.o
un acto.
R óitiijIo Pifiol, S. S.^“ Relato histórico de la
N.o 11. LA CRUZ DEL BOSQUE.— Pa­
eetancia de San Juan Boaco en España (abril,
rábola en un acto.
mayo de 1886).
C ada obra: Ptas. 1*50
XII. -^ A M IN O S DE DIOS, por Rómulo
Piñol, S. S.— Perfiles biográficos de San |uan
N.o 7. VEN Y SIGUEME.— D ram a bíBosco.
blico en dos actos.
Ptas. 2*00
XIII. — EL VUELO DE UN -ANGEL, por
S. Antolín.— Preciosa novelita.
SECCION FEMENINA
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P ara veladas
Volúm enes de más de cien páginas, que
contienen diálogos, bocetos, dram itas o reci­
taciones, representables por jóvenes actores
de uno u otro sexo.
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II. PA RA v e l a d a s c a t e q u í s t i c a s .
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pren sa

JORNADAS DE LA BUENA

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Núm. de junio:
El vuelo de un ángel
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N.o 1. EL VESTIDO ROSA.— Com edia
en un acto.
N.o 3. EV COLLAR MARAVILLOSO.—
Comedia en un acto.
N.o 4. EL DRAMA' PASCUAL.— Boceto
litúrgico en tres cuadros.
N.o 5. CUANDO LA NOCHE FUE DIA.
Boceto dram ático en un acto.
N.o 6. MAS QUE LA MADRE.— Boceto dram ático en un acto.
N.o 7. LA CRUZ DEL BOSQUE.— Pa­
rábola en un acto.
C ada obra: Ptas. I'SO
N.o 2. VIENTOS EN LAS CUMBRES.—
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A P i S R T J a O O O ia« • M A D K X o