BS_1953_07

Ficha

Título
BS_1953_07
Descripción
Boletín Salesiano. Julio 1953
Fecha
1953.07
extracted text
JULIO
19S3
N úm ero 7

Rsdaecián | idminlifrifirtn
Akatá, m
MADRID

SAIESIANO

'P P

BOLETIN
R E V I S T A
Año LXVI

DE

L A S

DAÑO
O B R A S
Julio 1953

DE

DON

B O S C O
Número 7

AUGUSTAS OIRECTRICES
IX
Sobre las insuperables dotes de apostolado por San Francisco de Sales desplegadas, des>
punta señera la «dulzura de la caridad», virtud soberanamente cristiana que San Juan Bosco
emuló tan a m aravilla y que el Papa asignó como característica al cooperador salesiano cuando
dijo en Castelgandolfo diez meses hace:

£1 ideal salesiano, afirmado con la fuerza de la mansedumbre evangélica, que nada
busca, nada teme de los hombres y las cosas, ide qué magnífica, aunque lenta, trans­
form ación de corazones no será capaz a largo plazol

Cuatro lecciones en tres docenas de palabras. Asi se las gasta Pío X II.
E l ideal salesiano — hacefse todo para todos— afirmado con mansedumbre. Amasado de
mansedumbre, podríamos traducir a nuestro rico lenguaje. L a lluvia suave cala hondo; los
aguaceros fugaces echan a perder cosechas. Aquí se trata de formas, de urbanidad y cortesía,
flor de harina de la caridad, rico adorno del apóstol, supuesto en su alma el acervo de virtudes
que le hagan macizo trabajador. Muchas veces, en medio del continuo ufanarse por las almas
y por Dios, tendrá necesidad de acudir al dicho ingenioso dcnde nuestro Patrono prefiere una
gota de miel a barriles de vinagre. No ser manso cl apóstol es exponen e a caer bajo la justa
reprensión divina a Apóstoles suyos muy queridos; «N o sabéis de qué espíritu sois.»
E l ideal salesiano que nada busca. Nada busca, sino almas. «D a mihi animas». dSerá cierto
lo contrario en centros de irradiación salesiana o en personas ligadas por los vínculos de Don
Bosco? Indispensables son los medios; lo que Papini llamó «estiércol del diablo» en un pasaje
de cierta obra donde la expresión resultaba feliz, para el apóstol es dinero bendito con que se
redimen males, pero ¡cuánto ha hecho llorar la avaricia a la Santa Iglesia de Dios!
E l ideal salesiano que nada teme... precisamente porque se fragua en el amor, más fuerte
que la misma muerte. En el amor ordenado, que eso es virtud, según San Agustín. L a fortaleza
es virtud cardinal también para el cooperador de Don Bosco. Dejaríamos si no de ser cristianos;
dejaríamos de seguir al intrépido San Francisco. Nada teme ese ideal ni de los hombres ni de las
cosas, precisamente por descansar en la amorosa Providencia. No todo hay que fiarlo a los bie­
nes terrenales, perecederos ante las manos rapaces o la polilla roedora.
M agnífica, aunque lenta, transformación espera el Papa del ideal salesiano rectamente
desplegado. Palabras que vienen como anillo al dedo para los ánimos inquietos y pesimistas.
Dios no tiene prisa, porque es eterno. Si en sus adorables designios ha entrado el que veinte si­
glos de Cristianismo no sean tiempo bastante para transformar la tierra, trabajemos nosotros
el ideal salesiano como en carreras de relevos. No se nos premiará el éxito, sino el esfuerzo bien
intencionado. Trabajemos con el sistema de « a largo plazo», sin deprimirnos la lentitud
con que llega el triunfo seguro; sin apesadumbrarnos la vista de fracasos parciales. Nada tan
solidario y consecuente como la R eligión verdadera,
,

N U E S T R A P O R T A D A ,— San J.osé Cafasso director espiritual de Don Bosco durante el
periodo de su form ación sacerdotal. Santo de la fam ilia Salesiana, que varias veces Pío X I
y Pío X I I
propuesto como modelo acabado de orientadores de conciencias.

117 —

C E N T E N / IR IO
DE LAS

ESCUELAS

PROFESIONALES

1853-1953
Joaé M a ría Fernán, en su inm ortal obra
£1 divino impaciente, pone en labios del
P . Fabro las palabras siguientes: *Es buen
estilo de empresas — providentes y divinas, —
éste de sacar las grandes — cosas de aparien~
cías chicas. — De un huevo nace la garza, —
y el árbol, de una semilla. — D e un portal y
de un pesebre, — la Redención y la Vida.*
Nosotros podríamos este año repetir idénti­
cas palabras al conmenwrar el glorioso cente­
nario de las Escuelas Profesionales Salesianas.
P a ra ellas hubo también el humilde portal i n i ­
cial, la semilla insginificante que, al correr de
los años, germinó, se desarrolló y hoy es árbol
cuyas frondosas ramas, como en el sueño de
Daniel, cubren toda la tierra.
Cosa de leyenda parece, al contemplar el des­
arrollo de nuestras Escuelas Profesionales,
cuanto leemos sbre el comienzo de las mismas,
según nos lo relata el P . Lemoyne, biógrafo de
D on Bpsco. Entresacamos del capitulo L V I del
volumen I V de las Memorias Biográficas de
D on Bosco cuanto sigue:
Los trabajos de construcción en el O rato­
rio habían recibido tal impulso, que en el
mes de octubre (año 1853) la m itad de la
casa se hallaba concluida, con sus pórticos,
tan necesarios para los días de intemperie.
Apenas fué posible habitarla, se instalaron allí
las aulas, m comedor y los dormitorios; la
antigua capilla fué transformada en salón de
estudio y el número de jóvenes hospedados
llegó bien pronto a sesenia y cinco, tin a vez
alegada la comunidad, D on Bosco quiso en
seguida poner por obra cuanto había p ro ­
yectado, esto es, abrir a costa de cualquier
sacrificio, talleres para internos en el O rato­
rio. Eso de enviarlos diariamente a los talle­
res de la ciudad, por más (^ue éstos fueran
elegidos y sometidos a cuidadoso control,
cambiados apenas surgía un inconveniente,
resultaba un peligro, cuando no un daño para
la disciplina y el adelanto do los jóvenes. A
esto se sumaban los riesgos para la fe y las
buenas costumbres a que se veían expuestos
los aprendices en sus frecuentes idas y ven i­
das por las calles de la cíuddad. Don Bosco
quiso librar al m ayor número posible de sus
artosanitos de tan lamentables inconvenien­
tes. P o r tanto, con ayuda de los bien­
hechores, compró algunas mesillas y los uten­
silios necesarios e instaló el taller de zapa­
tería en un corredorcillo de la casa Pinardi,
junto al campanario de la iglesia. Contempo­
ráneamente destinó a algunos jóvenes a l o fi­
cio de sastres, y como y a la cocina ocupaba
un nuevo local, el antiguo sirvió de sastrería.
E l crucifijo y la estatua de la Virgen cam­


118

SALESIANAS

pearon en el sitio de honor de ambos talleres.
EL

P R IM E R . M AE STR O

DE

TALLER

Inm ediatam ente se comprobó enorme ade­
lanto espiritual, moral y m aterial en aquellos
alumnos. D on Bosco fué el prim er maestro
de los sastres, pues y a había .ejercido dicho
oficio en sus tiempos de estudiante en Chieri;
además, de v e z en vez, iba a sentarse ante la
mesilla de los zapateros, donde enseñaba a
sus muchachos el manejo de la lezna y del
hilo para remendar el calzado. D e esta suerte
remediaba las necesidades del naciente ins­
titu to con menores gastos, dado que para el
calzado y para la ropa, bien pronto y a no
hubo necesidad de recurrir al trabajo de
extraños. P o r esta misma razón, a medida
que surgirá una casa nueva, le veremos abrir
un nuevo taller.
E l teólogo Ascanio Savio decía: « Y o visité
dichos talleres al principio, apenas fueron
abiertos, en 1853. D on Bosco había visto
que el Hospicio no podía dar frutos verd a ­
deros mientras no tuviera las artes y oficios
en casa. Su Institución, para viv ir, necesi­
taba que se hallase completa en todos sus
detalles, desarrollada en todos sus miembros
como un cuerpo orgánico: era indispensable
que se bastase a sí misma.i
E L R E G L A M E N T O D E LA S ESCU ELAS
P R O F E S IO N A L E S
Don Bosco realizó en seguida la elección
de los maestros de taller: Dom ingo G offi, que
era además portero, fué puesto al frente de
los zapateros; un tal Papm o fué el maestro
de los sastres. Los jefes, mientras enseñaban
el oficio, debían asistir cuidadosamente a los
jóvenes para impedir todo desorden. A l mis­
m o tiem po, Don Bosco, para cuidar la dis­
ciplina, la moralidad y el aprovechamiento,
compuso un reglamento, que se debía obser­
va r en todos los talleres.
De los nueve artículos de que consta tal R e ­
glam ento, uno solo se refiere a los alumnos
( el octavo} : en él se hallan condensadas en
breves lineas las dos cualidades que D o n Bosco
exige a sus alumnos: la obediencia y él amor
o í trabajo. *Los aprendices — se lee en él citado
articulo— deben ser dóciles y obedientes a sus
maestros, como a superiores, demostrando gran
diligencia en complacerlos y suma atención
para aprender lo que se les enseñare.*
E n este reglamento no se habla tod avía de
asistente. N o había otra autoridad fuera de
la de D on Bosco, a la que al año siguiente
se agregó la de prefecto.

B A R C E LO N A .— E l Exemo. Sr, Arxobispo Obispo de Barcelona, Dr. Modrego, conversa afa­
blemente con los niños en la inauguración de la parroquia San Juan Bosco, regida por loa
Salesíanoa

P R E C U R S O R D E LO S T IE M P O S N U E V O S
D on Bosco hubiera querido
desde en­
tonces tener a todos sus artesanitos continua­
mente jvmto a sí, pero se v e ía obligado a
enviar cierto número a Turln (1), por no
disponer él de los locales indispensables. R e ­
doblaba, por tanto, sus desvelos y sus
visitas a los talleres; encarecía sus recomen­
daciones a los patronos para que atendiesen
a sus protegidos. Mas el buscar talleres v e r ­
daderamente cristianos le costaba no pocas
ansiedades y diligencias. Para determinados
oficios se hacía cada día más difícil hallar
capataces o jefes de taller que fuesen cris­
tianos cabales. Preocupados solamente por
el trabajo m aterial y por el rendim iento p e­
cuniario, se llenaban de asombro cuando se
les hacía observar que Dios les pediría cuenta
de las almas de sus obreros. Y los obreros,
no teniendo quien les recordase la dignidad
de sus almas, la necesidad de santificar el
peso del trabajo sacrificado, su destino in­
m ortal y las divinas esperanzas; no teniendo
qxiien les diese buen ejem plo, un a^^so oportim o, que impusiese a los díscolos la obser­
vancia de la le y de Dios, se dejaban corrom ­
per el espíritu y el corazón p or todas las
influencias malsanas.
Xas madres angustiadas acudían a Don
Bosco para poder sacar de los talleres, con­
vertidos en centros de corrupción, a süs hijos,

y le rogaban que buscase para ellos un lugar
donde pudiesen aprender la manera do g a ­
narse el pan sin la triste certeza de perder el
alma. Y Don Bosco se desvivía por hallarles
sitio, aunque fuese fuera de la ciudad, re­
suelto al mismo tiempo a no descansar hasta
que no hubiese podido albergar p o r cente­
nares a los artesanos en el Oratorio bajo sus
cuidados inmediatos.
Pero esto no era todo. Su mente profunda
y perspicaz intuía los peligros que se cernían
sobre fas naciones y la necesidEid de resolver
{a gran cuestión obrera en sentido cristiano.
E l socialismo y a se había manifestado en los
róximos reinos y amenazaba también a Ita a. Los secuaces de doctrinas malvadas y los
jefes de sociedades secretas, persuadidos de
que el porvenir habría de ser ciertamente de
quienes supieran adueñarse del espíritu y del
corazón del obrero, comenzaban a desplegar
un celo satánico de verdad, para embrutecer
las masas, para tenerlas prontas a cualquier
exceso y para lograr ellos encaramarse hasta
el P oder sobre las espaldas del pueblo. Don
Bosco, por tanto, se había propuesto im pe­
dir, por BU parte, tantos desastre? por memo
de los mismos jóvenes obreros, formándolos
en la Religión, lo único que, mostrándoles el

E

(1) Valdocco quedaba entonces en pleso campo y para
llegar a la dudad era meneater recorrer no pocaa cuadral.
(N- de la R.)

oamino de la caridad y del sacrificio, hace
que 80 cj)ntonten del propio estado. Les re­
cordaba cómo el trabajo manual habia sido
orsonalmente honrado y glorificado por
’uostro Señor Jesucristo, quien durante su
vida m ortal quiso sor como ellos precisamente
un simple obrero, y les describía a moñudo
su entrada triunfal en el cielo y el premio
eterno que los esperaba cuando hubiesen de­
jado las penas y trabajos de este mundo.

S

A D IO S B O G A N D O ...
Don Bosco — nos hace notar el biógrafo cita­
do— comprendía perfectamente que cuanto
proyectaba no podía ser obra de un hombre
solo, pues como toda obra personal, habría
caído el día en que hubiese faltado su autor.
P or eso soñaba también con una Congregación
religiosa que perpetuase en el tiem po y el
espacio todo cuanto él comenzaba con prin­
cipios tan humildes e insignificantes. Era
máxima común en labios del Santo: «L o
óptim o es enemigo del bien». P or eso, llegado
61 m omento oportuno, acometía las em pre­
sas prudentemente, sí, pero con los contados
medios de que en tales circunstancias pudie­
ra disponer, sin aguardar a que todos los
detalles llegasen a responder con la precisión
y la armonía de una organización perfecta.
Podía luces y ayuda* a Dios para su obra
humana; mas desde el primer momento cola­
boraba con la obra de Dios, con todos los
recursos a su alcance, fuesen muchos o pocos,
pondorablos o precarios. Traducía en su acti­
vidad lo que en buen romance decimos: «A
Dios rogando y con el mazo dando», y siem­
pre con los ojos puestos en la m eta ideal
que 80 prefijara, condicionando a ella los
recursos a medida que se lo presentaban, a
fin do volver siempre más factible la reali­
zación do la obra total.

D e esta suerte nacieron y crecieron los ta­
lleres, no como una veleidad, sino como la
primera brizna de tm tallo que habría de
convertirse en árbol corpulento, como bien
lo hace notar su biógrafo, cuando concluye:
«Don Bosco, pues, en 1853, sin tantas alha­
racas, como por cualquier nonada se estila
actualmente, daba comienzo a esta otra em­
presa gigantesca, en medida tan insignifi­
cante, que parecía, y no lo era en realidad, un
simple experimento. Y se verá, efectiva ­
mente, cómo también esta obra abrazará
ambos mundos, y miles de jóvenes se trans­
form an continuamente en útiles y honrados
ciudadanos, en hombres de bien y de capa­
cidad.»
LAS

E S C U E L A S P R O F E S IO N A L E S
S A L E S IA N A S

¿Qué podría decir h oy el P . Lem oyne si
tuviera ante la vista las últimas estadísticas
de 1952, según las cuales las Escuelas P r o ­
fesionales y Agrícolas Salcsianas educan a
3.224 alumnos de artes gráficas, 10.720 m e­
cánicos, 1.343 electromecánicos, 4.026 car­
pinteros y ebanistas, 2.456 sastres, 1.064 za­
pateros, 3.876 agricultores; esto es, un total
de 26.729 aprendices, en continuo aumento
y con un pedido de vacantes que supera todas
nuestras posibilidades casi en todas partes?
Ahora bien, lo efectuado es mucho, pero
no es todo lo que se podría y desearía.
En casi todos los países hay una preocupapación unánime: la Industrialización, el re­
greso a los campos, la elevación del n ivel
de vida del obrero. Mas para la industriali­
zación ya no basta la pura form ación prác.tica del trabajador; es menester una sólida
formación técnica que se adecúe a los nota­
bles adelantos de la industria moderna en
todos los ramos, de suerte que se logre el

E 1 excelentísimo
y

reverendísimo

señor

Arzobispo

Obispo de

Barce­

lona, doctor Hodre>
go, bendice la nue*
va

parroquia

de

Barcelona, dedica'
da a San Juan Bosco y confiada a los
Salesianos

Un defalle de la solemne consagración episcopal de monseñor Otoniel Alcedo, salesiano, Obispo
auxiliar de Chapapoyas, en el Departamento de Amazonas (Brasil)
obrero competente y capacitado en su des­
envolvim iento. Y no habrá regreso a los
campos mientras no haya una compensa­
ción equitativa para el duro trabajo de la
gleba, que se tendrá cuando el hombro de
campo conozca los secretos que habrán de
hacer eficiente su tarea, cuando sepa aumen­
tar el rendimiento mediante los métodos ra­
cionales de laboreo y de cultivo y con el
aprovechamiento de numerosos subproduc­
tos, frecuentemente desechados por conside­
rárseles inútiles.
Para todo esto se requiere la formación
debida de obreros que brinde una posibi­
lidad de desempeño con s e ^ ^ a garantía de
éxito. De ahí la preocupación de gobiernos
y de entidades por la creación de escuelas
profesionales y agrícolas y el incesante pedir
a la Obra Salesiana que m ultiplique sus ins­
titutos doquiera. Pero los inspectores salesianos, en todas las naciones, se ven obliga­
dos a rechazar ofrecimientos magníficos, fun­
daciones modernas, extensos p r e s o s para es­
cuelas agrícolas, talleres perfectam ente mon­
tados. Y todo, ¿por qué? N o se cuenta con el
número suficiente de maestros de arte a
quienes poner al frente de talleres y demás
reparticiones.
Actualm ente, en Ita lia y en España se están
formando numerosos hermanos co a d ju to r^
para los cursos profesionales y agrícolas; pero
no bastan ni con mucho para los urgentes
pedidos que llueven de toda la Congregación.
Las necesidades crecen día tras día en un
ritm o que sobrepasa desmedidamente el del
personal que se está formando.

L A A C C IO N

D E LO S C O O P E R A D O R E S

Es menester, pues, que el cooperador sale­
siano sepa hacerse cargo do los graves alcan­
ces del momento actual y asumir la respon­
sabilidad que lo incumbo como miembro do
la fam ilia salosiana, Colocándose on su puesto
de combato resuelto a entrar on acción
bajo alguna de las formas siguientes:
1) Intensificando la oración según las in­
tenciones do nuestro R vdm o. R ector Mayor.
L a Escritura nos dice que, si el Señor no
edificare su casa, en vano trabajarán los
que la construyen. P o r tanto, la primera
petición debe dirigirse al Señor de la mies
para que multiplique sus obreros.
2) Buscando jóvenes aptos y encammándolos a los superiores salesianos más p róx i­
mos. ¡Cuántos buenos much€»chos necesitan
tan sólo la palabrita oportuna que les mues­
tre el porvenir, que les abra ante loe ojos el
mundo hasta e n to n c e desconocido del apos­
tolado del taller.
3) Ayudando materialmente con la crea­
ción de becas para colaborar con los salesianos en la form ación de los jóvenes que, de­
seosos de ser coadjutores salesianos, no cuen­
tan con recxirsos pecuniarios para costearse
los estudios y el aprendizaje de oficio. De
esta suerte se contribxiirá a dar \m ciudadano
útil a la Patria, un maestro cristiano a cente­
nares de muchéichos de condición humilde,
y a la Iglesia, un apóstol que le ganará incon­
tables almas para Cristo. ( Boletín Salesiano
de Buenos Au-es.)

121



B A R C E L O N A . Parroquia de San Juan
Bosco.— Mucho nos complace poner de re­
lieve desde estas columnas la actividad de la
nueva parroquia barcelonesa que, bajo la
advocación de San Juan Bosco, ha confiado
el doctor Modrego, arzobispo de la diócesis,
a los Padres Salesianos.
L a obediencia ha puesto al frente de la
misma al prestigioso y conocido sacerdote
don Ram ón Cambó, que desde el principio
80 ha entregado en alma y cuerpo a sus feli­
greses, sólo buscando la gloria de Dios y las
almas de que habla el lema de la Congrega­
ción.
Bendijo los locales de la parroquia p rovi­
sional el 31 de enero último, festividad de
San Juan Bosco, el celoso Prelado, que en
unas palabras previas declaró su gozo ante
la perspectiva del bien que espera de los
salesianos.

i

M a ri» Auxiliadora saliendo en procesión desde
•1 templo de la Santisiraa Trinidad fSevilla

122

A la vista tenemos los catorce primeros
números de la sabrosa hojita parroquial que
desde el 1 de febrero ve semanalmente la
luz, y es el lazo de unión entre el pastor y
las ovejas de este místico rebaño nuevo que
la Sociedad salesiana ha adoptado. A d multas
annos!
T E R U E L . Nuevo centro de devociones salesianas.— Seguramente es la prim era vez que
el nombre de esta heroica ciudad aparece en
nuestro boletín titular de actividades salesianas. Y es que funciona en la iglesia del
Salvador, admirablemente dirigida por su
párroco, la Archicofradía de María A u xilia ­
dora, con más de cuatrocientos archicofrades,
que celebraron la fiesta el 17 de m ayo con
inusitado esplendor, después de un fervoroso
triduo en dos templos, simultáneamente, por
no caber el público en uno solo.
En la tarde de ese mismo día se hizo la
consagración de niños a la Santísima Virgen,
obsequiándoseles luego con una copiosa rifa»
reparto de estampas y caramelos. Chicos y
grandes, todos quedaron satisfechísimos.
E l 24 se obsequió con una merienda a los
ancianos del Asilo, con los fondos de la
Archicofradia.
A lm a y vida de todo este m ovim iento es
ol señor director del Aspirantado Salesiano de
Huesca, don Guillermo Pérez, que ha recibido
plácemes y parabienes del señor obispo de
la diócesis -por su apostolado mariano tan
fecundo.
M A D R ID . tC inturón mariano*.— N o se nos
tilde de pedantes por el epígrafe que ante­
cede, porque, peso a lo pretencioso de la
frase, como dirían nuestros vecinos de allende
los Pirineos, es cierto que el 24 de mayo
último la capital de España fué dulcemente
estrechada por \m círculo de procesiones de
María Auxiliadora, que en diversas im áge­
nes, acompañadas por muchísimos millares
de fieles, paseó triunfalmente a lo largo de
toda la periferia. Quienes conocen a Madrid
saben que Tetuán, Atocha, el Barrio de E x ­
tremadura y V icálvaro son cuatro pimtos
casi equidistantes que podrían suplir a los
clásicos puntos cardinales. Pues bien, de los
colegios enclavados en esos puntos, el día 24
salieron sendas procesiones, de siete, a diez
de la noche, simultáneamente; y a m ayor
abundamiento, otra, que hacía el número
cinco, salió de Carabanchel A lto , población
que no hace mucho quedó agregada a la
capital. ¡Qué gran número de bendiciones no
habrá dispensado la Virgen de D on Bosco
sobre Madrid, desde ese pentagrama ima»
ginero, en cada im a de cuyas lineas campeaba
señera una efigie suya.

CADENA SANTA DE ORACIONES
Durante el mes do julio, según la toUz inlclatlTa del último Capitulo General Salo
siano, corresponde la cruzada de oraciones por la ram illa Soleslana a las siguientes
Inspectorías;
Del o al 12, Húngara.
Del 12 al 19, Oriental.
Del 19 al 26, Argentina de San Francisco do Sales.
Del 26 al 2 de agosto, Argentina de San Francisco Solano.

íA»

P OR E S P A Ñ A
La experien-oia de muchos años nos ha­
bía enseñado que en nuestra Patria se
tributa a la Santísima Virgen, bajo el tí­
tulo glorioso de “Auxilium ehristianorum” , culto excepcional y altamente
ponderativo. Pero queríamos ofrecer a
nuestros lectores razón demostrativa con
la elocuencia que prestan las estadísticas.
Es por lo que a tiempo oportuno se en­
vió a todos los señores directores y di­
rectoras de Centroe Salesianos un impre­
so con *el rue^o de que, concluido el mes,
nos lo devolvieran cumplimentado.
Son 125 los Centros canónicamente eri­
gidos en comunidades religiosas de am­
bos sexos, y sesenta h a n respondido
a la hora d"® cerrar nuestra edición. En
el deseo de ofrecer una estadística lo
más e x a c t a posible, preferimos dejar
para el próximo número, mientras roga­
mos encarecidamente a los señores di­
rectores y directoras de las casas que to­
davía no nos han contestado lo hagan
con tiempo, para que en el número de
agosto, como homenaje a Nuestra amantísima Madre en la fiesta de su Asunción,
podamos salir adelante con nuestro em­
peño.
En el presente número publicamos las
notas mas salientes aue con tiempo han
llegado a nuestra Reoacción.

V IL L A

D EL R IO .— Nuevo altar
a María Auxiliadora.

dedicad*

UN FRUTO DEL BOLETIN SALESIANO
El 26 de febrero último fallecía san­
tamente en Paysandú (Uruguay), con
sesenta y uai años de edad, el P.
Caslelli. Su director, don José M. Jimé­
nez, escribe de él las siguientes pala­
bras, que tanto dicen de nuestra Revísta
“CÍontaba él mismo cómo había nacido
su vocación sacerdotal y salesiana, le­
yendo el BOLETIN SALESLANO, la ben­
dita revista que fué uno de los m'»dios
1DÁS eñeaoes de la expansión de la Obra
de Don Bosco en el mundo, y que hizo
germinar en centenares de muchachos la
flor de la vocación salesiana. No había
frecuentado n i n g ú n colegio salesi \no

cuando entró en nuestro Aspirantádo de
Las Piedras, en 1903; pero las narra'’ ¡ones de las aventuras misfoneras, las fies­
tas alegres de los colegios salesianDS, laa
gracias de María Auxiliadora, el .admira­
ble desarrollo de la Obra de Don Bosco
atrajeron su corazón, y con su her/naao
Carmelo ofreció a la Virgen Auxilia­
dora y a Don Bosco el precioso tes
de
su alma, el arrojo de su espíritu, su
actividad.incesante y, sobre todo, so fi­
delidad a toda prueba hacía la Congre­
gación, que aseguró el éxito sobreralural
de todas sus empresas.”
123 —

REFL

DE

Vil ASAIWBl
I

ANTI GUOS
SALESIANOS

1. ’ Aspecto del salón de actos >
^II Asamblea Nacional de Ar
2.
3.0

‘ Don Jo sé Antonio Torren
Asamblea.

Los PP. Viñas y Fierro, con

4.0-Los Delegados de las Asocia
blea Nacional.

DURANTE l A A SA M B LEA
Con ejemplar precisión, en la mejor armonía, bajo el signo del optimismo
más consolador se fueron desarrollando, del 4 al 7 del pasado junio, todos los
puntos del interesantísimo programa de la Asamblea Nacion£il.
Invocadas las luces del Espíritu Santo tras la misa de apertura, la pri­
mera reunión — día 4 por la mañana— transcurrió en el ambiente de los sa­
ludos reglamentarios, presidida por el Rvdmo. don Ju an Anta], director espi­
ritual general de la Congregación; el presidente nacional, don Angel García
de Vinuesa; los tres señores inspectores salesianos de España; el consiliario
nacional, P. Fierro; los presidentes regionales (representado el de la Bétic.!
por el señor Lora Maclas) y otras eminentes personalidades.
En la mañana del día 5, el Secretario Regional Bético, por medio del men­
cionado último señor, desarrolló el tema «Realizaciones sociales», como
sabroso plato de entrada. Y comenzó a resonar el apellido — social— que
luego no dejaría de flotar en el ambiente, como tónica del maravilloso con­
junto. Don Rafael Ferrando, por la Inspectoría Tarraconense, estudió el
día 6, con elocuentes datos, el tema referente a las «Viviendas» de antiguos
alumnos, exponiendo lo que ya es realidad y lo que debe ser consolador futu­
ro: cada uno de los colegios salesianos, rodeado de barrios
confortables para sus viejos colegiales. El tema «Sistema
de previsión mediante una sociedad capitalizadora» lo
divulgó a continuación maravillosamente el vocal del
Secretariado Nacional, señor Verdú, tan conocido en los
medios financieros de Madrid.
Todo se discutió con interés y serenidad. Se tomaron
conclusiones fundamentalísimas. Si vivió un clima de au­
téntica salesianidad.
E l domingo día 7, presidiendo con la mesa habitual el
excelentísimo señor Obispo de Ereso, don Ramón Ruiz
Alonso, en un vibrante discurso condensó las aspiraciones
de todos los asambleístas, que podrían resumirse en la
frase tan expresiva «Con Don Bosco y con los tiempos».
Luego, don José María Taboada Lago disertó, con su carac­
terística elocuencia, sobre el pünto de las condecoraciones
que se daban a los dos veteranos Padres Viñas y Fierro, los
cuales, ostentando tan valiosas preseas, atribuyeron toda
la gloria a la Congregación. El Padre Antal ^ u s u r ó la
Asamblea con su palabra afectuosa.
Una familiar comida, en ambiente fraterno, dió cima a
los diversos actos que habían congelad o en la capital
de España a centenares de delegados.
Queremos reducir a tres nombres la expresión de nuestra
enhorabuena a todos los miembros de la Ju nta Organi­
zadora: Don Javier Pérez Fontán, incansable secretario;

LEJOS
]E L A

m NACIONAl
DE

S A L UMNOS
IS ESPAÑOLES
os de Atocha en la Clausura de la
! Antiguos Alumnos Salesianos.
ite naoia en uno[de los debates de la
ondecorados por el Gobierno Español,
icíaciones de España en la Vil Asam-

don Pío Fernández y don Jacinto Durán Chisbert, jefe de Información,
regulador insobornable y sereno. A este triunvirato se debe máxima parte
del éxito de la Asamblea, reconocido por cuantos la vivieron.
DESPUES D E LA ASAM BLEA
(Impresiones de un asambleísta... sin voz ni voto.)
Como asistente que be sido a todas las Asambleas celebradas desde 1923 — la
de Madrid, en esa fecha; la de Sevilla, en 1943; la de Madrid, en 1948, y esta
última— , me creo suficientemente documentado para afirmar, haciéndome
eco de la voz común, que con la V II Asamblea Nacional de Antiguos Alumnos
Salesianos, terminada felizmente el domingo 7 del pasado junio con una
inolvidable comida familiar de más de quinientos cubiertos, la idea
postescolar salesiana en nuestra Patria acaba de llegar a la meta de todas las
aspiraciones.
E s curioso y aleccionador el proceso evolutivo de esta idea. Ttrasplantada de Italia a tierras de Valencia hace ya cerca de cuarenta afios, sus
primeras manifestaciones no pasaban de ser escarceos y pujos de grandeza
en noble afán. Tal vez en la primera de Madrid comenzó a dar señales de
mayor edad. Lo cierto es que a la de Sevilla ya se pudieron
presentar hechos y números fehacientes de su razón intrín­
seca, de lo cual derivó un robustecimiento absoluto, sobre
la base de lo espiritual que en la sexta quiso sentar plaza
de vitalidad cad extra», y en esta última se nos muestra
omnímodamente prolífico. Y nos explicamos.

Nacida la Asociación de Antiguos Alumnos, como primer
brote del árbol de la Pedagogía universal, de un noble
estímulo — querer rendir a Don Bosco el homenaje de
amor y gratitud bien merecido— , su aglutinante no fué
otro que el compañerismo mutuo y la atracción del Santo.
Su finalidad..., eso, ansias de patüitizar la gratitud. Pero,
pasando ios años, desde dentro y desde fuera se fueron
adivinando los frutos que im porvenir bien preparado podía
deparar al apostolado salesiano, y surgieron los centro»
locales con finalidades meramente deportivas, artísticas,
culturales. Estos dos hombres que merecidamente han
sido condecorados en la clausura de la V il Asamblea
—el Padre Viñas y don Rodolfo Fierro, por condensau^ ^
sus nombres la labor de cien inmensos salesianos m ás—,
en el recorrer de casi medio siglo fueron elevando de tal
manera la idea que, de entidad por su naturaleza no nece­
sitada, urgente ni esencialmente, de recursos sobrenatura-

POR LA GLORinCAClON DE NUESTROS M ARTIRES
Amudfsimos hormanos en Don Hosco:
De nuevo tongo la satlsfaccidn do saludaros y de animaros en la labor de enaltecer
la memoria de nuestros queridos mártires.
Se van recibiendo noticias de gracias recibidas por su intercesidn; esto prueba la cficaeia de in propaganda.
En Roma piensan seriamente en la causa de los mártires españoles. £1 Padre Calasanz, -escolapio, ha recibido encargo do la Santa Sede de preparar una tesis general,
para demostrar el OD IU M F ID E I do los perseguidores.
Don Amadeo Burdeus, vicepostulador do la Tarraconense, ha remitido a Roma el
original completo de nuestro articulado salesiauo, y espera la aprobación definitiva
para imprimirlo y empezar el proceso este mismo verano, al menos, en Taieucia.
También nosotros podemos empezar el de nuestros mártires de Sevilla. Confiamos
que este verano se formalicen los expedientes y que se designen los testigos suficientes
do los de Ronda, Málaga y Fozoblanco.
Además de agradeceros la propaganda realizada, sobre todo en los ejercicios espiri­
tuales, os sugiero la idea de convertir a los alumnos en pregoneros durante el período de
vacaciones.
El vicepostulador de la Inspectoría Céltica ha publicado ya diecinueve hojitas de sus
cuarenta y dos mártires.
So prepara un grupo general con las fotografías de todos, para que presida en los reci­
bidores y centros de A A . A A .
Que nuestros mártires nos alcancen frutos y gracias os desea v. s. s. in C. J..
S E R A F IN G A R C IA

les, se fuá trocando, aun sin perder su nativa fiso­
nomía, 7 en virtud de la ley de la superación, en
corporación de verdadero apostolado. Y más que de
verdadero apostolado — pues, como diremos en su
día, el apostolado de la Federación de Antiguos
Alumnos está principalmente en ser cantera de lo
que llamaríamos Compañía piadosa de cada centro
la Pía Unión de Cooperadores Salesianos— se fué
trocando en corporación de socorros mutuos, após­
toles los unos de los otros, sobre la base de lo humano
y el aliento de lo divino. Corporación de socorros
mutuos que comience por entronizar a Cristo en el
alma de cada socio y termine por establecer a cada
socio en el ambiente de aquella dulce posición hu­
mana que el Rey Sabio pedía para su vida a Dios
con la oración tan conocida: «Señor, no me des ni
riqueza ni miseria; dame sencillamente lo necesario
para vivir sobre la tierra.»

En ésta y en aquélla y en todas las últimas Asarn*
bleas ha resonado angustiosa la voz unánime de los
antiguos alumnos a los superiores: «Dadnos consi­
liarios...» Los antiguos alumnos, en su noble afán
de superarse, exageran la nota de la penuria. Sus
consiliarios han venido dejando ricas esencias de
espiritualidad en los Centros, de tal manera que hoy
éstos, regidos por sus dirigentes seglares, son capa­
ces de elaborar las conclusiones maravillosas, ex­
haustivas, de sus ponencias. Si los conúliarios ante­
riores, regionales o locales, no hubieran dado en el
«quid» de la verdadera cuestión para informar tas
actividades corr^pondientes en lo espiritual — misa
festiva de reglamento, retiro mensual, ejercicios es­
pirituales, etc.— , la V II Asamblea Nacional no hu—

126

biera desembocado a un punto tal que nos permite
asegurar que„ ya sin consiliarios, los antiguos alum­
nos salesianos españoles son capaces de llevar vida
intensa, espiritual y social, abandonados a su suerte,
en el nombre bendito de Don Bosco.

No temáis, cada vez seréis más asesorados por esos
consiliarios que vosotros deseáis y constantemente
pedís. Cada vez los superiores salesianos asistirán
con interés mayor, porque les va en ello la honra
familiar. Pero dejadnos, antiguos alumnos espa­
ñoles, pregonar con santo orgullo que, gracias al
salesianismo de que hacéis gala en los diversos am­
bientes de la vida, Don Bosco se abre camino, como
Padre, como Pedagogo, como Apóstol genial de
nuestros tiempos...

Mientras cerramos esta edición,
cerca de cincuenta salesianos, en
Madrid y Barcelona, correspondien­
tes a las tres inspectorías españolas,
están recibiendo su consagración sa­
cerdotal.
A D MÜLTOS ANNOS!

!S / L U E T A S
;
'

COOPERADORES
S A L E S I A NOS

Dona
Rosario Urrutía SáorDez
V iv ía en Granada. Su prim er encuentro
con D on Bosco fué de regreso a su casa un
día de m arzo de 1925 desde el sanatorio
donde tenía enfermo a un hijo. Entrando en
la Colegial para visitar a Jesús Sacramentado,
vió a un anciano arrodillado ante xin cuadro
del que nadie ha podido averiguar quién lo
puso en la segunda capilla de la derecha.
Llena de curiosidad, acercóse al hombre para
preguntarle sobre el nuevo santo. «Es Don
jBosco», respondió el devoto, que viendo el
interés de la señora, en breves rasgos le
explicó la vida m aravillosa del gran Apóstol.
N o satisfecho el desconocido m entor con la
lección primera, la puso en relación episto­
lar con el celoso P . Marcolungo, prd|)agandista salesiano S u p e r a b le de Sevilla, quien
a vuelta de corroo envió a Granada folletos,
estampas, recortes de prensa, medallas, re ­
vistas antiguas y m o d ern a , calendarios del
año y de antaño... T od a una gam a de m e­
dios con que sembrar en el rico campo espi­
ritual de la ciudad de los cármenes los gér­
menes de vida salesiana. Sobre todo, mediante
biografías del Fundador.
L a casa de doña Rosario se hizo desde
entonces agencia activísim a de irradiación.
Incontables gracias atribuidas a M aría A u x i­
liadora o a Don Bosco, siempre logradas a
impulso suyo, la hicieron popular y querida.
Asi, a la buena, la Congregación ibase dando
a conocer entre los granadinos por obra y
arte de esa cristiana señora.
Cuantos se hallaban en alg^una tribulación
acudían a ella demandando sus oraciones,
que la sencilla dama prom etía, sabiendo que
así, por la benignidad del cielo, la ayuda a la
empresa salesiana tom aría incremento de los
agraciados. Algunos días, sobre todo los 24
de cada mes y los precedentes ai 31 de enero,
su im provisado oratorio se convertía en meta
de jubileo. Teniendo doña Rosario facilidad
de palabra y culttira suficiente, a todos de­
ja b a im buen pensamiento. Muchísimos estu­
diantes acudían para solicitarle recabara de
D on Bosco ayuda en sus exámenes. U no de
ellos le pidió la reliquia «ex came> para con­
cluir su carrera llevándola consigo, y logró
el fa vo r que otros más aventajados no consi­

guieron, tal vez por no haber rezado. E l bueu
muchtwjho le devolvió la reliquia con cien
pesetas para las Obras Salesianas, enorme
sacrificio tratándose de un estudiante.
Dicha reliquia fué un regalo de los Superio­
res mayores a la gran propagandista, traído
personalmento a Granada por tres padres
salesianos. A partir de esta focha, año 1934, aumentó
en la ciudad do manera extraordinaria la
devoción al Santo por el fervor con que doña
Rosario hablaba de Don Bosco, l a propa­
ganda que realizaba y las gracias que so
seguían.
D on Miguel Herrera, hijo de nuestra insig­
ne cooperadora, refiero que su madre siempre
tenía a D on Bosco en la boca y en el cora­
zón. D on Bosco era, como quien dice, m iem ­
bro de la familia.
Cierta vez entró doña Rosario en im co­
mercio y dirigióse a un empleado m uy cono­
cido, don Em ilio Quiroga. Como éste estu­
viera aquejado de grave infección en la gar­
ganta, de tal modo que no se le entendía
cuando hablaba, entrególe la novena impresa
de nuestra Virgen y una estampa-reliquia de
D on Bosco, recomendándole rezar con mucho
fervor. E n seguida quedó el enfermo curcuio.
A si pues, durante im cuarto de siglo p r o ­
pagó nuestras devociones en Granada y pue­
blos vecinos con heroica intensidad.
A los ochenta y dos años de edad sobrellevó
con admirable resignación cristiana ima. grave
dolencia, hasta que pasó a m ejor vid a el 18
de abril último, en sábado, como si María
Santísima hubiera querido adelantarle la re ­
compensa celestial. E lla misma pidió loe
Santos Sacramentos, y su agonía fué am ­
biente de escenas conmovedoras.
127 —

DECIAMOS

AYER...

JULIO DE 1903
...U n corto y vibrante .edil jria l pregonaba el júbilo
salcsiano tras la coronación canónica de María A u x i­
liadora.
... Dedicábamos diecinueve páginas a reseñar la$ jo r­
nadas del n i Congreso Internacional de Cooperadores.
... León X I I I dirigió a Don Búa un cordial autógrato,
que publicábamos en latín y castellano.

^ ^^TciOT-r-gMirnTiiMwtT

... En seis páginas aparecía la crónica de la solem­
nísima coronación.

5 5 3

... Terminaba este número con un articulo de Fran­
cisco Copee, *Pios a bordo», en la sección «A los niño-:».

EL PAPA POR
EL TIBIDABO
f-f.
f
t r t . f.t:s i

•• / / . / / /

/ ..•

FAVORES

ESPIRITUALES

De la Santa Sede a todos, los fieles que
piadosamente visitaren 'el Templo Nacio­
nal Expiatorio y cumplieron las condi­
ciones requeridas.
I. Indulgencia plonaria, aplicable a
las almas del Purgatorio, a los que, con­
fesados, comulguen y oren según ilas in­
tenciones del Sumo Pontífice en los si­
guientes días:
Eiesta del Sagrado Corazón de Jesús
(por concesión general).

Prim er Viernes de cada mes (por con­
cesión general).
Domingo de Pasión.
Inmaculada Concepción (8 de diciem­
bre).
Virgen de la Merced, Patrona de la
ciudad y Diócesis de Barcelona .(24 de
septiembre).
María Aiixiliadora (24 ae mayo).
Santiago Apóstol, P.alrono de España
(25 de ju lio).
San Juan Bosco (31 de enero).
A los que pas>en una hora de adoración
ante el Santísimo Sacramento pública­
mente expuesto.
Tres veces al año — en los días esco­
gidos por los mismos visitantes— a los
que asistieren en este templo a algún
acto de culto o devoción que se celebre
para reparar o expiar las injurias contra
el Sacratísimo Corazón de Jesús.
II. Indulgencia parcial d« 500 días
que pueden lucrar todos los que, arre­
pentidos de sus pecados, visitaren este
lempio —-tantas veces cuantas lo hicie­
ren— en espíritu de penitencia y expia­
ción y rezaren según las intenciones del
Sumo Pontífice,
*

*



La Sagrada Penitenciaría Apostólica
concedió benignamente estos favores por
siete años, con fecha del 2 de febrero
de 1953.
Ultim a reunión de los señores directores salesianos de la Inspectoría Tarraconense, cele>
brada en el Tíbidabo bajo la presidencia del
reverendísimo don Juan Antal, el 29 de
mayo de 1953.

— 128

Por

tierras áe ¡Misiones Salesianas

E V A N G E L IO S E N J A P O N E S
L a editorial «D oa Bosco Sha», de Tokio, que
desde 1930 viene publicando el Evangelio
■unificado, con la novena edición en 1952 y
43.000 ejemplares, y en 1950 tiró una tra ­
ducción nueva de los Cuatro Evangelios,
llegando a la tercera edición en 1952, con
16.000 ejemplares, acaba de editar el Nuevo
Testam ento en japonés, traducido por el
P . Barbero, S. D. B., en 800 páginas dentro
de rm elegante volumen.
N U E V O S S A C E R D O TE S
E l 14 de m ayo último fueron consagrados
en Tok io cuatro sacerdotes salesianos, dos
de los cuales son japoneses. Otro japonés
se ordenará en Turín a finales de este curso.
C O L E G IO

U N IV E R S IT A R IO

L a casa de form ación salesiana en TokioChofú ha sido declarada por el Gobierno
Colegio Universitario.
DOS P IN T O R E S

B A U T IZ A D O S

E l Sábado Santo recibieron el bautismo
en la capilla de la editora «D on Qosco Sha»
los laureados pintores Hiroshi Ikegam i y
Y am azaki Masao, que trabajan en la ilustra­
ción de los libros de dicha casa. Se han que­
rido llamar, respectivamente, A ngélico y
R afael, en memoria de Ios-dos grandes artistas
cristianos.
UN

M E D IC O

QUE

MUERE

C A T O L IC O

En el hospital de O ita ha fallecido el señor
Nakam ichi, íntim o del doctor N agai y com ­
pañero suyo de desgracia tras la explosión
d e la bomba atómica. Recibió los sacramentos
con edificante fervor.

ANECDOTARIO
De la corr^pondencia del P . Ltiis R a va lico
sacamos los siguientes interesantes casos:
E>' Sábado Saiteo.— Fuó éste uno de los
días más apostólicos de mia veintinueve años
de misionero. E ra en Hundtmg, aldeílla ja p o ­
nesa. Ciento vein te adultos esperaban ser
bautizados por mi. Llegó el alba del gran día.
Los varones en número de sesenta — adoles­
centes, hombres hechos, viejos caducos— me
esperaban ante la capilla llevando cada uno
en la mano im a estampa con su nombre de
ila, que miraban como a preciosa reliquia,
[e revestí en medio de impresionante silen­

S

cio. Diles la última exhortación y comencé
el interrogatorio litúrgico:
— ¿Qué es lo que pedís a la Iglesia de Dios?
— L a Fe.
— ¿Pues quó os dará la Fe?
— L a vid a eterna.
- N o era un interrogatorio corriente. Mis
palabras, a la verdad, dentro de la emoción
sentida, me brotaban de los labios en tono
natural, pero sus respuestas eran estentó­
reas, en coro formidable. Mas lo bueno quedó
para el final. Cuando sencillamente les pre­
gunté con el R itu al si querían recibir el Bau­
tismo, explosión imísona, retumbante, piado­
sísima de «síes» condensó sus ansias de siete
años de espera en un robusto y prolongado
-U S Ü !
Eché el agua santa sobre aquellas cabezas
entre pujos del corazón, que se m e venia a
los labios, y lágrimas de alegría, que me
entm biaban la vista. Nunca como entonces
di tan fervorosas gracias a Dios por la voca­
ción de misionero...

«M a n b N obisoum *.— Aquel día había re­
corrido más de treinta kilómetros. Llegué al
poblado de Kusuk y a anochecido. Los aldea­
nos me recibieron con algún recelo, pero
pronto nos hicimos familiares. Los entretuve
con estampas y con charlas, ofrecí caramelos
a los niños y ellos me dieron do cenar. A
cierto punto, mirando las estrellas, hice ade­
mán de continuar m i ruta; pero todos, chicos
y grand<», que no apartaban sus ojos de mi
barba y no dejaban de tocarme sotana,
manos y cabeza, me dijeron suplicantes:
«Saheb (señor), y a es do noche y el camino
difícil. Quédate con nosotros.»
¡Oh Emmaus!
Sim e ó n .— W angai, uno de los capitostee
de H im dim g, que el Sábado Santo recibió
el Bautismo, quiso que se le pusiera Simeón.
— íCiómo se te ha ocurrido este nombre?,
le pregunté yo m uy curioso.
— Mira, Padre — respondió ingenuamente
él— , durante siete años mortales hemos es­
tado esperándote para recibir el Bautismo.
H as venido y todos estamos contentísimos,
pero pronto nos dejarás para v o lver a Dibrugarh. Todos queremos que regreses, pero
para que no te vayas más. Bien sabemos que
es difícil, y yo estoy pidiendo a Dios esta
gracia diariamente. Cuando vuelvas a visi­
tam os para y a nunca más dejam os, enton­
ces yo, como el anciano Simeón, podré excla­
mar: «Señor, ahora muero contento, porque
be visto el día de tu salvación.»
¿Verdad que aprovechan mis cristianos?

129 —

CRONICA

DE

GRACIAS

Atribuidas a María Auxiliadora, San Juan Bosoo
y demás santos y siervos de Dios saiesianos
Ern 0 I 28 do noviembre, víspera de San Saturnino
el alumno de quinto cursó de mecánica do nuestras
Escuelas Salesianas de Pamplona, José María Burguote,
do Lumbíor, al ir a forjar su herramienta, tú vo la des­
gracia de quo lo saltara ésta, candente, al ojo izquierdo,
rasgándole las ^partea vitales del mismo. Conducido
inmediatamente a uno de los mejores doctores de la
ciudad, declaró tratarse de un caso gravísimo, comuni*
cando al Padre Director de las Escuelas que el muchacho
porderia el ojo. Ante tan desagradable declaración, el
buen Superior quedó consternado; pero lleno de fe y
confianza en María Auxiliadora, puso el asunto en sus
manos, invitando a todos los alumnos de las Escuelas
pidieran con fervor y confianza a nuestra buena Madre
que salvara el ojo de su compañero.
Por la noche el doctor hizo una visita extraordinaria
al paciente, examinando la herida con toda detención,
para terminar repitiendo el mismo fata l diagnóstico.
A pesar de ello, el Padre Director invitó al muchacho
a poner toda su confianza en la Virgen de Don Bosco
y le dió la bendición de María Auxiliadora.
¿Qué vino después? ¡Sólo Dios lo sabe! Lo cierto.es
que al día siguiente el muchacho e.staba mejor..,, vela
algo. Pasaron los días; cada dia se ene ontraba mejor
y vela más... Y hoy, a los dos meses escasos, está com­
pletamente curado y no cesa de dar gracias a Moría
Auxiliadora que le salvó el ojo que tenia completamente
perdido, según declaración del doctor, el cual afirm a se
trata de un verdadero milagro.
Gracias sean dadas a nuestra buena Madre María
Auxiliadora.— Aíom irl Ndektr.
Siguen las gracias extraordinarias...
Y esta' vez a otro alumno de nuestras Escuelas. El
niño Jesús Urretavizcaya, de doce años, fué atacado
casi repentinamente de aguda dolencia, que le obligó a
guardar cama. Llam ado el médico, «Icclaró tratarse do
un caso grave. Tras largo y detenido examen, determinó
tener consulta con otros doctores. A l final de la misma

dijo su diagnóstico, que no podía ser más desolador
para la familia: «No doy esperanzas de que e l niño llegue
a mañana.» Ante situación tan angustiosa, los familiares
acuden con fe y confianza a María Auxiliadora, poniendo
una vela ante su imagen bendita... Pasa la noche entre
zozobras, y el muchacho queda en una postración tal que
hace presagiar un fatal desenlace. A l dia siguiente vuelve
el médico, que insiste en lo desesperado del caso.. En estos
trances acude a visitar a l enfermo el P. Superior de los
Saiesianos, quien im parte al niño la bendición de María
Auxiliadora y anima a todos a poner toda la confianza
en nuestra buena Madre. A I otro día el médico viene
con la certeza de que e l niño habrá pasado ya a mejorvída. Pero ¿cuál no serla su admiración al constatar en
él una notable mejoría? Corren los dias, y con ellos la
fiebre, la infección y el peligro. A I fin, el médico exclaman
«Esto es un verdadero m ilagro; este chico debía necesariajnente morir, a juzgar por la terrible infección
sufrida.» Y hoy el niño está rebosante de salud, corriendo
y saltando por los patios d el Colegio, como si nada
hubiera pasado.— 'J o ti Enseñat.
A fines de abril, un día m i hijo se levantó con fiobremuy alta y la cara exageradaimente inflamada. E n
principio creimos que se trataría de unas simples pape­
ras, como vulgarmente se llam a a esta dolencia, y q u »
con les remedios caseros que se conocen y unos dias en
casa serla sufóciente para que el m al desapareciera.
Transcurrieron varios dias, y en vista de que el niño

LECTUHAS CATOLICAS
ALCALA,

1 6 4. MADRID

PIDA UN NUMERO DE MUESTRA (9 PTAS.I Y
SEGURAMENTE SE SUSCRIBIRA POR UN AÑO

MarU Auxiliadora paseatriunfalmeote por las calles sevillanas
de Tríana


13 0

ASSAM (In d ia ).— Niña de las tribus Raga
(M is ió n s a le s ia n a ), después de re c ib ir el
bautismo
no habla mejorado, sino que, por el contrario, iba peor
decidimos llam ar a! médico, el cual, después de exami­
narle, nos manifestó que no se trataba de lo qne nos­
otros creíamos, sino de inflamación del tiroides, y que
e l proceso curativo seria de dos a tres meses por lo
menos. Como el niño faltaba a clase, fué mi esposa al
Colegio Salesiano de Francos Rodríguez (M adrid) a re­
coger el carnet de notas y a l mismo tiem po a dar cuenta
de cómo seguía. E l maestro sugirió a m i esposa que
hiciéramos la novena a María Auxiliadora, impetrando
su fa v o r en beneficio del niño; ruego que, por lo visto,
fué atendido, pues el niño empezó a m ejorar y en tres
días desapareció por completo el m al que aquejaba al
enfermo, haciendo éste su vida norm al en clase y juegos.—
A n lon io P i r a .

L a alumna interna del Colegio de*M aria Auxiliadora
de la calle de V illaam il, 22 (M adrid), María d el Carmen
R ab io Pellicer, había regresado de vacaciones hacia
muy pocos dias. E l 10 de septiembre de 1951 fué a subir
por una escalerilla fija que hay en e l escenario d el teatro
de dicho Colegio. Sin saber cómo, se le foé el pie, eayó
desde una altura bastante considerable y se dió un golpe
terrible; con la cabeza rom pió el as e n to de madera de
-'^a tilla , se hizo daño en una mano y con la misma silla

se dió en los riñones, donde inmediatamente sintió un
v iv o dolor, obligándola a soltar en seguida el cinturón
de p iel de su uniforme. Fué conducida a la oama con
una palidec m ortal, pero sin pérdida de conocimiento.
Se llam ó en seguida al médico. De momento, la akimna
se quejaba de la mano. Tenia algo de fiebre, que atri­
butamos al susto y a mala digostión, ya quo la calda
habla tenido lugar pocos momsntos después do la comida.
A l día siguiente so la llevó a Rayos X y resultó no tener
nada en la mano. Su estado general iba empeorando,. tenia m is fiebre y empezó a quejarse con insistencia
de fuerte dolor en los riñones, acompañado de continuas
hemorragias. Aquel mismo día, estando ausento de Ma­
drid el médico d el Colegio, vino un suplente,'que no dió
importancia o no conoció la graveifad dol caso, por lo
que las Hermanas,también ausente la directora, y viendo
a María d el Carmen empeorar por momentos, pues la
fieb re se mantenía alta y los dolores oran cada voz más
continuos y agudos,llamaron al doctor Martin-Moreno,
quien inmediatamente declaró la gravedad dct caso,
pronosticando una probable fractura do ríflón y order
nando que fuese explorada cuanto antes a Rayos X por
un especialista. A l anochecer de eso mismo día ingresó
en el Sanatorio del Valle, que los Ferro%'iarios tienen en
Madrid. L a alumna llevaba en la mano una estampa
con la reliquia del siervo de Dios Don Felipe Rinaldi,.
de la que y a no se separó un momento. Fué mirada
por Rayos X aquella misma noche por el especialista
doctor don Carlos G arda Casares, que declaró el casomuy grave, confirmando una gran fractura de riñón,
con hemorragia interna y viendo la necesidad de una
urgente operación.
Es de im aginar la preocupación de las Hermanas antela gravedad del caso y en ausencia de la directora y
de la fam ilia de la alumna. Se empezó en el Colegio una
novena a Don Felipe Rinaldi, que todas las Hermanas y
compañeras de María del Carmen hicieron con gran
fervor y confianza. En tanto, la enferma foé visitada
por varios médicos, pero seguía agravándose. E l 17 tuvouna ligera mejoría, pero el 19 empeoró do nuevo, siendo
objeto de gran preocupación por parte de los médicos
que la trataban, María de) Canmon continuaba con fe
ciega en Don Felipe Rinaldi, sin abandonar su reliquia,
lo mismo que las Hermanas y alumnas, que no dejaban,
de encomendarla al siervo de Dios.
Finalmente, Don Felipe Rinaldi quiso escucharnos,
y sin saber cómo, el 21 comenzó una rápida mejoría;
el 23 pudo levantarse un poco y el 24 fuá llevada al
Colegio completamente fuera de peligro, sin haber tenido
que sufrir operación ninguna. En la actualidad es postu­
lante de las Hijas de María Auxiliadora en Madrid,
sigue completamente curada y sin resentirse lo m ia
mínimo del riñón.
Aunque con mucho retraso, por lo que pido perdón al
siervo de Dios, deseo sea publicada esta gracia, según
petición de la interesada, dando gracias a Don Felipa
R inaldi por su gran intervención y poderosa ayuda en
aquellos dias tan angustiosos para nosotras.— U na h ija
de M í^ ia A ta ih ad pra.



«

«

E l joven Antonio Iglesias R ubio, de Béjar, atribuya
‘U este siervo de Dios su ingreso como empleado en
uno de los Bancos de la localidad, previas las oposicio­
nes de rigor, cuyo resultado fué favorable para él en
circunstancias increíbles, fuera de todo cálculo humano.
L o certifica y enoomia el presbitei'o salesiano don Luís
Monserrat.
E l P. Felipe Alcántara nos escribe desde Barcelona:
A principios de mayo, y y a por segunda vez, preseotáronse^e molestias persistentes en Ja región apendicolar. Examinado a R ayos X , e l parecer de los docto­
res fué que me operara. Tenia ante mi dos trabajos
de mucha urgencia. Me encomendé al siervo de Dios
Don Felipe Rinaldi, rogándole me hiciera desaparecer
las molestias, y prometiéndole publicar la graoU. Las
molestias han desaparecido y pude felizmente atender

131 —

a las dos urgencias, por lo que hago pública la gracia
recibida.—
V IG O .— Me encontraba en una situación apuradísima
y, desesperado por el resultado negativo que habla con­
seguido en mis gestionas, pues concurrían circunstan­
cias eoctremudumonie complicadas que hacla<n dificilí­
sima su solución. Lleno de confiuruca recurrí a la A u x i­
liadora do ios Cristianos, poniendo por intercesores a
San Juan Sosco, Domingo Savio y a l siervo de Dios
Don A lvaro San Juan, Días antes de concluir la novena
iniciada en su honor, y do la parto menos esperada, me
viene la solución favorable, después do salvar p rovi­
dencialmente todos los inconvenientes. Muy agradecido
por tun singular favor a tan buena Madre y a mis santos
intercesores, publico la gracia en el B O L E T IN S ALE S IA N O y enirct'o un donativo para e l re ta b lo de su
altar.— M . P . Rodríguez.
D A N T A M B IE N G R A C IA S Y E N V IA N SU L IM O S N A
A M A R IA A U X I L I A D O R A
G b r o n a .— Soñor.a viuda do Salvatella, doña Julia
Burch, señora do Llobot y señorita Nuria Crosas de
Flussá.
A i g u a v i v a ,— Don Joaquín Franquesa, curado de grave
enfermedad.
A g u l l a n a .— Señorita María Pagés.
A u i c a n t e .— Don Carmelo Esteban García.
O l o t .— D on Luis Ayats.
S a l t a .— Señorita Dolores Carreras.
D u r a n g o .— Don Benigno García.
V a l e n c i a .~~Don Fernando Gracia, ayudado en e x á ­
menes para perito industrial.
B a h a c a l d o .— Don A . Echániz, por curación do su
madre, gravemente enferma.
V i c o .— Doña
Dolores
Pérez de SanMartin, por,
curación de una sobrinita aquejada de raquitismo agudo.
I g u a l a d a . -“ Doña María Selvas Carne, curada de
g ra ve dolencia al oído, y promoto, en acción do gracias
continuar su labor do apostolado entro los niños.

NUESTROS
D O Ñ A A U R E L IA C A N E T
En Ciudadolu, de Menorca, María Auxiliadora, oí propio
día 17 do mayo, cincucnton.vrio de la coronación solem­
nísima do su venerada imagen en Turin, so llevó ni cicle
n su [ i d devota, En aquel santuario quedan perennes
muchos recuerdos do su generosidad: imagen do María
Auxiliadora de la procesión, la do San Juan Bosco, las
estaciones dol Via Crucis, las hermosas cortinas d cl altar
del Sagrado Corazón do Jesús y un gran número do
grandes c import.mtes liuinsnas. Los Salostanos han
recibido también iHimerosos donativos. Era una de las
principales cooperadoras do las obras dcl nuevo salón
de actos, siendo octu.ilmcnte suscrilora mensual de las
mayores cuotas. A pesar do su edad y sus achaques,
propios de su avanzada edad, asistía a todas Us funcio­
nes del santuario, siendo do misa y comunión diarias.
Ella ha muerto, poro deja su amor a María Auxiliadora
y a la Obra salesiana en su familia, ilustre barón de
Lluriach, y domésticos, n quienes presentamos nuestra
más sentida condolencia y promesa de oraciones.
D O Ñ A M E R C E D ES R IA D A

D E P E R IC A S

Insigne cooperadora salesiana y amantlsima de San
Juan Hosco y de María Auxiliadora, cuyas obras favo­
recía con gran generosidad, particularmente l.ts refe*
rentes a la formación dcl personal saicsiano, ha fallecido
en Barcelona rodeada de su esposo y numerosos hijos
y nietos. Las grandes virtudes que le adornaban, sus
innumerables actos de caridad y la santa muerte que
tuvo, ciertamente le habrán merecido un gran premio
en el cielo. Acompañamos en la honda pena a su esposo.

— Í32

R o n c a .— Señorita Rosario Delgado, doña Paz Lara
Carrillo, doña Camnen Monje, don José Martin, doña
Encamación Beperra.
M a d r i d .— Doña María García Armendáriz, curada de
una úlcera después de diez años.
S a l a -s i a n c a ,— Scoíorita Piedad Rivas Sánchez, doña
Joaquina Sánchez y señorita Juana Sánchez Rincón.
As/rul»iLLO,— Doña Antonia Villaverde, por la cura*
ción de su hija, gravemente enferma.
P a m p l o n a .— Don Javier Goñi, señora de Ezourra,
señora de Anión, doña Ascensión Espinosa, don Jesús
AW arez, doña Caronen Chave, doña María Suero, doña
Carmen Ostas, doña Adela do Arrecivita, don Delfín
Jiménez, señora viuda de Suntisteban, fam ilia Ezponda,
señora de Labiano, doña P ilar Bretos de González,
señora viuda de García, doña An ita París, don'Sebastián Cabrerizo, don Javier Martínez, señor Barceria,
señora de Pezonaga, señorita Crbtina Igarza, familia
U rretavizcaya y don Jesús Vidondo.
S e v i l l a .— Doña Julia de la Torre, señora doña Valle
Jiménez, doña Juana Rosaero, don Juan Valenzuela, doña
Concepción Calvo, señoritas R afaela y Ana y M. Fri-giliana.
C o n s t a n TINA. — Doña, Carmela Vicente, doña AraCeli Arena y doña Isabel López.
C a m p i l l o s d e L l e r e n a .— Don Manuel Sánchez.

A

SAN

JUAN

BOSCO

S e v i l l a .— Doña Julia de la Torre, don Gregorio Mar­
tínez y doña Mercedes Fortunati.
V a l v e b d e d e L l e r e n a .— Doña Carmen Palops.
Los P a l a c i o s .— Señorita A n gelita Galán y ^ ñ a Ma­
ría Maestre de Glnés.
M o c u e r .— Don Ricardo Pérez-Ventana.

AL

BEATO

D O M IN G O

S A V IO

O l i v e n i a .— Doña Dolores Llonfrin.

DIFUNTOS
don Luis, y a todos sus hijos, en particular al P. Rafael
(S. J.), n don Luis M.irla y a doña Monsorrat, y rogamos
a los lectores del B O L E T IN que se unan a nuestras or.iciones en sufragio de la quo fué gran bienhechora de los
aspirantes saicsianos.

a • •

Asimismo rccomcnd.imos encarecidamente a las ora*
Clones de nuestros lectores el alma de don L O R E N Z O
C O R R E G E R , cooperador saicsiano de Aiguaviva, y a
doña T E R E S A J U L IA DE S U Ñ E R , archicofrade de
M.-iria Auxiliadora de Gercn i. Desde estas páginas damos
nuestro más sentido pésame a los f.imiliares de ambos.
Confortado con todos los auxilios espirituales, dejó
de existir en Sevilla el día 3 de mayo, a las doce de la noche
don José Obregón Bajuclo, .esposo que fué de doña María
Arévalo, secretaria de la Archicofradia de María
Auxiliadora y devota entusiasta de su cuito. Unimos a
nuestro recuerdo particular y a nuestras oraciones este
público testimonio de nuestro pésame más sentido. No
dudamos que la Santísima Vii)gen habrá ya premiado
en cl ciclo u su hijo bueno, que en la tierra tan ejem*
plarmenic supo honrarla.
DON

F E D E R IC O F E R N A N D E Z L A C O S T A

Falleció en Granada este insigne cooperador. Nos
reducimos esta vez a dar la noticia escueta, mientras
ecomendjmos su alma a las oraciones de todos, en la
respera de los datos que hemos pedido para formar un
«perfil» de cooperador con ellos. Bien lo merece* su
ejemplarisima vida.

En el centenario de las Escuetas Profesionales Salesianas nos complacemos en re­
producir estas dos vistas: el antiguo taller de carpintería de Baroeiona-Sarrlá (des­
truido por los rojos) y el de Madrid (Atocha) inaugurado hace pocos años
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1953