BS_1954_05

Ficha

Título
BS_1954_05
Descripción
Boletín Salesiano. Mayo 1954
Fecha
1954.05
extracted text
•t

Santa M aría M azarelio, cofundadora de las Hijas de M aría Auxiliadora.
El día 14 de este mes se celebra su
fiesta litúrgica.

O

u m

a r io :

Una Estrella.......................................
María, Madre del Amor hermoso. .
Noticiario salesiano............................
Sor Amparo C arb o n ell.....................
De una carta p asto ral........................
Palabras autorizadas..........................
Nuestro Rector Mayor ama a España.

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Congreso Mariano Nacional—Coro­
nación de María Auxiliadora en
S ev illa.............................................
PAGINAS DE FOTOS .. ..............
De nuestras Misiones.........................
Siluetas de Cooperadores: Doña Virginia Torres de Fierro....................
Gracias conseguidas..........................
Por tierras de Extrem adura..............
fDecíamos ayer...»—Nuestros difuntos.....................................................

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NllESTnA rORTADA (Ue Leopoldo EspárizS. D. B.)
Es una artística aleg
sg«o ría de la Coronación canónica de nuestra M adre en Sevilla,
Su autor, educador al Ttin, ha querido p lasm ar la verd ad era causa agente de este
hom enaje
¡nale excepcional a la Virgen de Don Bosco: los niños y los jóvenes, educandos
bajo la Pedagogía sa le sia n a .

BO
LIEiniNSA
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SIlA
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N
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R E V I S T A
Año LXVll

D E


L A S

O B R A S
M A YO 1954

D E

D O N


B O S C O
Número 5

SOLO
VIRTUD

UNA ESTRELLA

ES NOBILEZA

Faltaría en nuestro escudo un blasón de los primeros si no llevase el de María. Por eso la
estrella que en él campea representa a la Virgen. ¿Recordáis, lectores vie}os, la letrilla de cuando
erais colegiales?
Es ¡a Estrella matutina
que me enseña a navegar...
«Stella matutinal, la que a vuelta de tres advocaciones más, en las letanías laureianas, es sa­
ludada por todos, y de manera especial por los miembros de la triple Familia salesiana, como
tAuxiiium christianorumi.
¡Bella plegaria y bellísima realidad! María, Estrella que alumbra los pasos primeros de la
mañana de la vida, orientada por la Pedagogía de Don Bosco. Como a la gravedad de los dog­
mas cristianos le faltaría el poder de penetrar en los rebeldes cerebros humanos si no di.spusiera
la Iglesia del místico lubrifícante mariano, y si el catolicismo no tuviera una Madre, y si la senda
espinosa de los mandamientos no se viera esclarecida con la Sielia matutina. la Pedagogía salcsiana se vería carente de su facultad activa sin María Auxiliadora.
«Ella lo ha hecho todo^, decía nuestro Padre, legándonos la devoción a María como columna
firmísima de nuestro apostolado juvenil.

if*
historia de maravillas la manera cómo esc blasón de una Estrella, sin dejar de ser blasón.
•- ha convertido en bandera. Bandera rosa y azul que ilumina las pupilas del educando, cuando
a mira en la clase, en el taller, en el dormitorio, en los campos de recreo y, sobre todo, en la
capilla. Bandera que devuelve el optimismo al exalumno regenerado, al exalumno preservado, al
cMlumno santificado en la Escuela de Don Bosco. Bandera que orienta y guía, entronizada en los
-^gares. Bandera que en nuestra Patria es hasta la «Virgen de la Aduana», defensora de las fronteras,
mas que contra fraudes materiales, contra la mercancía averiada que corrompe los espíritus, en­
vuelta en ideas malas... como otrora, de los herejes e infieles.

Stella matutina... Estrella de la mañana, luz blanca de toda vida juvenil... Ora pro nobisl
— 1

EN LA ESCUELA SALESIANA
MARI A, MADRE DEL AMOR HERMOSO
El amor perfecto a Dios radica en la región
superior del alma, a donde no suben las tor­
mentas de la vida ni donde los vientos de las
pasiones se desatan huracanados.
Si a la fase de santidad más alta, que en len­
guaje tradicional se llama vía unitiva, llegan
en este destierro de la vida pocos santos, nin­
gún creyente dudará que la Virgen Inmaculada
va a la cabeza de tan felices mortales.
Por eso la Iglesia llama Santfeima a Nuestra
Dulce Señora.
No debiéramos prodigar con exceso tan su­
blime superlativo tratándose de otras criaturas
humanas. Plenamente se lo debemos atribuir a
la excelsa Reina del Cielo.

El amor divino de María supera en perfec­
ción al de todos los bienaventurados. precis;imente porque durante esta vida lo ejerció con
excelencia incomparable.
La Virgen nunca pecó, ni siquiera veníalmcnte; por eso no existió cambio alguno ni hubo
estorbos a la marcha progresiva de su amor.
La Virgen nunca sintió el estímulo más leve
del apetito sensual; por eso el amor, como ver­
dadero Salomón, reinó pacíficamente en su alma.
La Virgen mantuvo íntegros para el amor su
corazón y su cuerpo; por eso su espíritu, ni se­
parado ni repartido, se ocupaba de continuo en
meditar cosas divinas y en ver cómo agradar
a Dios.

Tal vez alguien me dirá que la Santísima
Virgen, criatura humana al fin, estaba sujeta al
sueño, y por tanto, que su amor no fué cons­
tante, al menos en lo racional. Yo no lo acepto.
El sueño de María es sueño de amor. Su mismo
Esposo quiere que se la deje dormir a medida de
su gusto: No despertéis a mi Amada hasta que
Ella quiera.
Esta soberana Reina no se adormecía sino
de amores, porque no daba descanso a su pre­

2



cioso cuerpo si no era para hacerlo más vigo­
roso en el servicio divino.
^

*

Acto suiJfemo de caridad dice San Agustío
que es amar discretamente a nuestros cuerpos,
en cuanto son los agentes de las buenas obras,
participan de nuestra naturaleza y serán com­
pañeros de nuestra eterna felicidad. Y yo agrego
que el cristiano debe amarlo como imagen
viva del Salvador encamado, nacido de su mis­
mo tronco y por ello, consanguíneo y afín suyo,
particularmente, después de la estrecha unión
en la divina Eucaristía.-..
Siendo esto así. fácil es ponderar que amaría
la celestial Señora a su cuerpo virginal no sólo
porque era manso, humilde, puro y obediente al
amor santo, sino porque había sido el origen
del Salvador, de suerte que cuando le daba el
merecido descanso, le diría: «Repara tus fuer­
zas. oh tabernáculo de la paz, arca de santidad,
trono de la divinidad; alivia un poco la fati­
ga con este dulce sosiego.»

Yo juzgo que alma tan privilegiada como el
alma de María conservaba el uso de la razón
aún mientras dormía. Si muchos han creído
que Salomón, en aquel deleitoso sueño donde pi­
dió y obtuvo el don de incompatible sabiduría,
disfrutaba del libre albedrío, dada la elocuen­
cia tan juiciosa que durante el mismo empleó,
sin ápice de impertinencia, ¿cuánto más es de
creer que la Madre del verdadero Salom ^
mantenía velando su corazón mientras dormían
'os sentidos?
Con razón, pues, a Ella se aplican las pala­
bras inspiradas: «Yo soy la Madre del .^mor
hermoso.»
(Véase Teótimo. I. III. c. 8.)

NOTICIARIO SALESIANO
MORON DE LA FRO NTERA. Traslado de unos resios.—El 10 d e m arzo, en e s ta ciu d ad sa lesian isim a se
hizo el triu n fa l tra sla d o , d esde el cem en terio h asta
la iglesia de M aría A ux iliad ora, de los re sto s m o r­
tales del P . G regorio F e rro , q u erid ísim o D irector
de las E scuelas h a s ta el aflo 1945, en q u e el Señor
le llamó al prem io.
P residieron to d as las a u to rid a d e s, cerró el C om er­
cio. doblaron las c am p an as y e n todos los corazones
se renovó la p en a d e aq u e l d ía de se p tie m b re, h ace
doce años, a te n u a d a esta vez con la g e n e ra l creencia
de que M orón tien e en Don G regorio u n p ro te c to r
celestial y agradecido.
Num erosas rep re se n ta c io n e s de los c e n tro s salesianos vecinos, con el se ñ o r In sp ecto r, d ie ro n m u e s tra
elocuente d e la h e rm a n d a d q u e re in a e n tr e los H ijos
de Don Bosco. F u é m u y se n tid a la au sen cia del P a ­
dre L uis H ern án d ez L edesm a, digno su c eso r del di­
funto, tam bién m u y q u erid o e n la población, im pe­
dido p or fu e rte g rip e.
PUERTOLLANO. E l M in istro de Ju stic ia .—S. E. Don
Joaquín Planell v isitó e sta s E scu elas p o p u lares, de
r e le n te creación, p ero y a co n re ig a m b re d e fu n d a ­
ciones v eteran as. Los tre sc ie n to s alu m n o s le ofrecie­
ron up cálido h o m en aje d e re sp e to y sim p a tía El
Mlntótro v isitó los ta lle re s y la s clases, felicitan d o a
los Salesianos y o freciendo s u asisten cia cordial p a ra
e. m ayor p ro g reso d e este ad m irab le cen tro .
'^ L iLENA. L os tsa vio s» , e n adm irable acción.__Un
c trd ju lo r salesiano ta n e je m p la r y activ o com o se n ­
cillo y m odesto, Don L isard o H e rre ro , es el alm a
del centro «Domingo Savio>, q u e e s te a ñ o h a cele­
brado con e x tra o rd in a ria so lem nidad la fie sta d e su
angélico P atro n o .
Doscientos m uchachos, re c ié n salidos de las Escue,
d ellas d ía tr a s d ía en la s h o ra s q u e su
trobajo se lo p e rm itía , p a ra d u r a n te u n m es en tero
preparar la solem ne Jo rn ad a. Todos se a c e rc a ro n a
U sagrada co m u n ió n ; c u a re n ta y dos de los «nova­
tos» rM ibleron el p reciad o d istin tiv o de m anos del
•'«TOr In sp ecto r D. T om ás B a ra u t, q u e am ablem ente
q u ^ e s u r en V illena ese día.
Cerró la fiesta sa leslan ísim am e n te el fam oso dra™ “ f t'tiestra G alería «Un veneno».
alum nos d e p re stig io a firm a b a n q u e nunvivida la ciu d ad d e V illena u n a jo rn a d a Ju'e n u tan com p leta com o aq u ella.
ÍA tocha). E n treg a n la p rim era paga.—
einte Jóvenes d e e s ta s Elscuelas, a p en as colocados,
'« 5 concluida s u fo rm ación p a ra la vida, h an
nirogado al P a d re D irecto r, esp o n tán eam en te, su
P fw e ra p ag a com o p recio sa a p o rta c ió n p a ra las
obra» de la f u tu ra iglesia.
In crem e n to d e ia A rchicofradfa.— E.n las
U erras alm erien ses s u rg e e s te oasis, q u e es
v m b lén cCTtro activ ísim o d e a m o r a la V irgen sale" 24 de- m arzo u n c e n te n a r d e p erso n as revtüieron su m ed alla d e arch lco frad es. E l esp len d o r
MI l L.
ta n to m ás ad m irab le cu a n to q u e
^ V*®?!,. p ro v in cia n o ex iste a ú n com unidad alguí r , . . ” •Don Bosco. Mucho de todo se debe al
2 p árro co del pueblo.
E scuelas, e n progreso.— R e sta u ra d a
. i<ü ia l « i a n a en e s ta p o b lación g alleg a, ta n bener V w -*
P ° r h a b e r dado a su O bra m u^
raimas vo-*-.cíones, e s ad m ira b le el em: . tlti® fu n cio n an to d a s la s activ id ad es, espeU nió n d e C ooperadores. E m peño
_■ " •
. el P . L uí- R u buano, i s h a c e r q u e su
“ iá m e n te se cu n d ad a p o r esto s saler i n d j - I f n :to d e apostolado q u e

n u e stro F u n d a d o r soñaba de toda casa bien o rg an iza­
da en su tr ip le fam ilia.
ZAMORA. L a fie sta de San Jo sé.—El b en d ito Pa
tro n o de los a rte sa n o s fu é h o n ra d o p o r los m illares
de alum nos de esta in stitu c ió n m odelo con u n su ­
gestiv o p ro g ram a. Digno p re p a ra c ió n con E jercicios
E sp iritu a le s, olim piada ju v e n il, ac to eu c a rístic o p e r ­
las vocaciones de co ad ju to res v lucida función d e ­
te a tro .
B E JA R . E d ific a n te s E je rc ic io s E sp iriu a les.— D espués
de u n a in te n sa p ro p a g a n d a , a u n q u e no h ace falta
m u ch a p a ra m o v er a esto s m agníficos b ejaran o s,
se tu v o u n a ta n d a de E jercicio s p a ra A ntiguos A lum ­
nos. a los q u e se a g re g a ro n n um erosos caballeros
y jó v en es de la ciudad. S im u ltá n eam en te funcionaba
o tra p a ra la s a rc h lco frad es de M aría A uxiliadora.
E l 2 d e a b r il u n ferv o ro so Vfa-C rucls re c o rrió las
calles d e B é ja r con e x tra o rd in a ria co n cu rren cia.
C e n te n ares de h o m b res h iciero n s u com unión com o
fin al de esto s d ía s sa n to s, q u e h a n llenado de espe­
ra n z a y de consuelo el ánim o de todos.
TURIN. E cos de u u ra d io m en sa fe.— De todo el m u n ­
do h a recibido n u e s tro R e c to r M ayor co m en tarlo s
g ra tísim o s a s u c h a rla fa m ilia r ra d ia d a el d ía de
San J u a n Bosco. ¡L ástim a q u e e n E sp añ a n o pudim os
e n te ra rn o s a tiem po I
LUGANO. Renoxujción de u n edificio secular.— Desde
1917 los S alesianos d irig e n el « In stitu to H elvético»;
el d ía d e Don Bosco el obispo de la diócesis bendijo
la p rim e ra p ie d ra d e s u am pliación, con lo q u e p ro n ­
to S uiza te n d rá u n o de los m e jo re s c e n tro s de cul­
tu r a d e la nación.
U R IB E I.A R R E A . V isita d el P resid en te.—Con m oti­
vo de h a lla rse e n Lobos, s u pueblo n a ta l, el P re si­
d e n te P eró n v isitó n u e s tra E scuela A grícola, cuyos
alu m n o s h a b ía n se rv id o el p o stre de qu eso y dulce
de leche, p re p a ra d o s e n ellas, d u r a n te el b a n q u e te d e
diez m il cu b ierto s q u e la población le ofreció,
SANTO DOMINGO. E rp o sic ió n P rofesional.—Los d i­
v e rsa s secciones de m ecánica, a r te s gráficas, Indus­
tr ia s de la m ad era, d el calzado, del vestid o y de a r ­
te s deco rativ as, o frec id a s al público en la Exposición
celeb rad a p a ra c o n m em o rar el c e n te n a rio , su sc ita ro n
la fra n c a ad m iració n de los m illares d e v isitan tes.
PETRO LIN A . M onum ento a la V irg en de D on Bos­
co.—L as H ija s d e M aría A uxiliadora h a n lev an tad tr
en pública p laza, a n te la p u e r ta de su colegio, la
m ás a r tís tic a y bella d e la ciudad, u n m a je stu o so
m o n u m en to a la S an tísim a V irgen, con la in te rv e n ­
ción d e d istin g u id a s au to rid a d e s b rasileñ as.
CARRASCAL D E MANIQUE. N u e va fu n d a ció n .—La
In sp e c to ría p o rtu g u e sa se h a enriq u ecid o con u n a
n u ev a casa de fo rm ació n p a ra novicios y filósofos,
g ra c ia s a la c a rid a d de la E xem a. S ra. Doña M aría
C arolina de S ousa L a ra , h ija d e la E xem a. S ra. Doña
Ana d e A lb u rq u e rq u e Sotisa L a ra , Insigne bienhecho­
r a d e la o b ra sa lesian a e n E sto ril.

f.

R ogam os a
se ñ o re s D irecto res de c e n tro s salcEian->s "O se d em o ren e n re m itim o s d etalles de
aco n tecim ien to s no tab les. Dado el reducido espacio
de n u e s tra s p ág in as, q u e co n el fa v o r d iv in o irem o s
a u m e n ta n d o a m edida q u e podam os s u b ir la tira d a
de la ReV-íf:!. o m itlrem o e aq u ello s d etalles de g én ero
,
qyg h a r ía n í a r r a g '- o e s te N oticiario.

de meóbuy ú<udtn

Sor Amparo Carbonell Muñoz.
(H lfo d e M aría A u x ilia d o ra .)

Nació en Alboraya, pueblecito próximo a Va­
lencia, el 9 de noviembre de 1893.
Sintió desde pequeña gran inclinación a la pie­
dad. que la ayudó no poco en las dificultades
que hubo de vencer a causa de la incomprensión
do sus hermanas. Amparo, siempre dócil y hu­
milde, sabía soportaj todas las humillaciones
con santa resignación, gracias a la generosidad
de su corazón y a su admirable constancia.
Habiendo conocido u las Hijas de María Au­
xiliadora en Valencia, frecuentaba el Colegio,
deteniéndose, sobre todo, largos ratos en la ca­
pilla. La piedad y el trato frecuente con las re­
ligiosas hicieron nacer en su alma el deseo de
con-sagrarse al Señor; y ofreció al Señor todo
lo que tenía: su buena voluntad, su deseo de
santificarse y su entrega total a cualquier tra­
bajo que quisieran confiarle, por bajo y duro
que fuese.
Después de vencer serios obstáculos, logró
finalmente ingresar como postulante en Sarriá
el 31 de enero de 1921.
Hubo de sufrir una penadísima enfermedad,
que minó su robusta fibra, pero no disminuyó
ca lo mis mínimo su entrega total y absoluta
al trabajo. En 1923 tuvo el consuelo de consa­
grarse al Señor con los votos perpetuas.
A consecuencia de los succ.>os revolucionarios
de 1931 hubo de volver por algiín tiempo al seno
de la familia, donde el Señor la probó con gra­
vísimas dificultades, todas superadas por el recio
temple de su alma y por su inqucbralablc fide­
lidad a su vocación.
Vuelta a Sarriá. continuó en humilde trabajo
hasta que la revolución marxista la obligó a

4 —

abandonar su amado colegio, para sufrir los ri­
gores de la persecución y del martirio.
Pudo haberse marchado a Italia en los prime­
ros días del Movimiento, mas en un gesto de su­
blime caridad quiso quedarse al cuidado de una
Hermana recién operada. Cuando la Superiora pi­
dió voluntarias para cumplir este acto heroico
de renunciamiento. Sor Amparo, generosamente,
se ofreció, a sabiendas del peligro a que se ex­
ponía permaneciendo en el infierno rojo. Junto
con otra religiosa, Sor Carmen Moreno, se que­
dó asistiendo a la enferma, y cuando ésta pudo
abandonar la clínica, se trasladaron las tres a
un modesto refugio. Confiadas en Dios, iniciaron
las gestiones para salir de la España roja, pero
siempre dispuestas a que se cumpliera el divino
beneplácito.
Providencialmente un anciano jesuíta, enterado
de su situación, presentóse cierto día en el re­
fugio. disfrazado de vendedor de frutas; las re­
concilió, les dió la comunión y les dejó unas
cuantas partículas consagradas para que pudie­
ra comulgar en días sucesivos.

El 1 de septiembre, cuando ya habían termi­
nado su provisión de hostias consagradas, una
patrulla se presentó durante la noche y las de­
tuvo. llevándolas a uno de aquellos Comités de
barriada donde los milicianos eran a la vez de­
latores, jueces y verdugos de sus inocentes víc­
timas.
La enferma quedó libre, pero Sor Amparo \
Sor Carmen no hallaron piedad en el corazón
de aquellos verdugos, que sin respetar su sexo,
su edad, ni su condición de educadoras de niñas
pobres. las fusilaron despiadadamente en las pro­
ximidades del Hipódromo.
Los cadáveres, recogidos por las ambulancias
que diariamente realizaban esta misión, fueron
trasladados al Hospital Clínico.
Así terminó su vida humilde esta ejemplar
religiosa, a quien el Divino Esposo escogió entre
tant.as otras para que con el lirio de .su virginidad
y la rosa cnsangretada de su martirio, engalana.se y perfumase los jardines celestiales.

EN R O G A T I V A

PERPETUA

Durante este mes corresponde el turno de
oraciones por la triple Familia Salesiana a
las siguientes Inspectorías:
Del 2 a l
> 9 »
> 16 >
> 22 »

8 ........................
1 5 ........................
2 2 ........................
29 ... ..................

Ingleso
Yugo$lova
HoTondeso
P olaca sep ten trio n al

Unidos todos en fraterna caridad, enco­
mendemos a María Auxiliadora y a nues­
tros Santos los intereses espirituales de esas
naciones.

DE UNA CARTA PASTORAL
(Fragmentos de la dedicada por
Monseñor Víctor A lv a re s, obispo de
Ayacucho, al clero y a los fíeles de
sus diócesis con motivo del 50 A n i­
versario de su vida salesian a.)

En medio de un mundo donde todo es carnal,
caduco y pasajero, hay hombres y mujeres que
viven sin ser del mundo.
Ante el boato de las riquezas humanas se glo­
rían de ser potqes de espíritu.
Mientras el mubdo rinde culto a los placeres,
ellos crucifican su carne.
Ante el libertinaje de la razón humana, ofren­
dan a Dios su libertad.
¿Quiénes son?
Los religiosos y las religiosas.
«Ellos, dice San Bernardo, constituyen la no­
bleza de la familia cristiana. Son la raza esco­
gida y el pueblo predilecto. Son los ángeles
de la tierra que están más cerca de la Majes­
tad Divina y forman acá abajo su escolta y
guardia de honor.»
INICIANDO LA RUTA.

A formar parte de esta porción escogida fui­
mos llamado en los albores de la vida.
Dios se valió de un santo y celoso salesiano,
cuyo nombre quisiéramos pronunciar poniendo
mieles en nuestros labios, y para quien, a tra­
vés de los años, conservamos toda la gratitud
de nuestra alm a: el P. Antonio Sani, primer
Director del Colegio Don Bosco del Callao.
Una ansia grande de servir de cerca a Dios
latía en nuestro pecho. Pero no veíamos el ca­
mino. Era una incógnita aterradora.
El P. Sani hizo brillar en la profundidad de
la noche la estrella del que espera contra toda
esperanza.
Puso en nuestras manos el áureo librito de
San Alfonso «La Vocación religiosa», y en él
encontramos, pese a nuestros once años de edad,
algo que nos llenaba el corazón.
Ese librito nos mostraba la ruta que debíamos
«guir en la vida p.ara la más acertada resolu­
ción de nuestros problema.s.
Descubrimos al buen Padre nuestro anhelo,
que él \’a había adivinado, y junto con otros
cuatro compañeros comenzamos a balbucir el la­
tín y a declinar poeta, poetae...
El aroma de la añoranza flota aún en nuestra
alma agradecida.
Es así cómo el Colegio Don poseo del Callao
está unido a nuestra iqfancia por vínculos en^ Hí^tálgicos y gozosos, que no han podido
obstruir los años v las ausencias. Porque si algo
grande tiene nuestra alma es precisamente el re­
cuerdo que nos ayudó a vivir y que nos pre­
para a morir dignamente.

HACIA LA

META

En febrero de 1900 el P. Sani nos recibió
gratuitamente en el Colegio como alumno in­
terno.
Don Bosco nos facilitaba el camino y nos
llevaba de la mano, mediante la caridad efusiva
de sus Hijos.
En 1902 pasamos al Colegio Salesiano de Li­
ma. para completar nuestros estudios secun­
darios.
El P. Sani pasó al Colegio Don Bosco de Are­
quipa, y e! I de mayo el Señor lo trasladó de
las sombras de esta tierra al reino de la luz.
Aunque sólo tenía treinta y tres años, cayó co­
mo suelen caer los árboles: rendido por el peso
de sus frutos. ¡Dichosos los que, como él, pa­
san la vida derramando el bien a todo viento!
El 25 de diciembre de ese año recibimos el
hábito religioso de manos del amadísimo Mon­
señor Santiago Costamagna. tercer obispo sa­
lesiano.
Y en 1903 iniciamos el noviciado, teniendo
como maestro al querido Padre Juan Barile,
dignísimo y sabio salesiano. que ha consagrado
a la Iglesia y a la Congregación sus acrisolados
talentos y energías, y que hoy. ya anciano, con. tiniia en el Colegio Salesiano de la Paz su obra
fecunda de bien y de apostolado. Como la bri­
sa de primavera pasea su tranquilidad por el
jardín y esparce el perfume de las flores, así
el magisterio del P. Barile fué para nos. duran­
te el noviciado, una brisa suave y perfumada de
virtudes y una escuela de grandeza moral. Y
con.ste que no hay hipérbole en este glorioso
exuliet de nuestra alma que estalla con emoción
honda en lo más íntimo del corazón.
EN LA CUMBRE

Y llegó el día de nuestra profesión religiosa,
bajo la mirada maternal de María Auxiliadora,
con la ayuda de San José en la víspera de su
fiesta, 18 de marzo de 1904. y ricntado por
la sonrisa amable de Don Bosco. que seguía lle­
vándonos de la mano hacia la meta de nuestras
aspiraciones. Una coincidencia: en ese mismo
día. dieciséis años antes, fuimos bautizados en
la Jgles'a Matriz del Callao.
Recibió nuestra profesión el Inspector entusias­
ta y apostólico de los saicsianos en el Perú. Re­
verendo P. Ciríaco Sanlineüi.
Con los votos de obediencia, pobreza y casti­
dad coronábamos nuestro ideal. Ya éramos salesianos. Ya estábamos enrolados en la santa
milicia de Don Bosco. Buena orientación, ele­
vado propósito, halagadora esperanza; todo era
un regalo del buen Dios.
(C o D tin ú » e a

pá¿ÍDm si^aiente)



5

PALABRAS AUTORIZADAS


SOBRE ORATORIOS FESTIVOS zr.-7- :

Del cardenal Schuster, arzobispo de MiIdn, son los siguientes fragmentos que pu­
blicamos, en nuestro afán de que el Orato­
rio Festivo sea siempre la actividad pre­
dilecta de la Obra Salesiana.
Para la plena inteligencia de cuanto él
dice debemos nosotros adelantar que en
Italia todos los párrocos celosos sostienen
muy eficazmente su Oratorio cada uno.

Es necesario poner al día esta nuestra
institución que no pocos nos envidian...
Más aún: allí donde los «Oratorios» tien­
den a convertirse en «recreatorios», se im­
pone una reforma a fondo para que no se
desnaturalice obra tan saludable... No de­
jan de llegar a nuestros oídos críticas y la­
mentaciones acerca de los Oratorios. Hace
pocos días declarábamos a un párroco: «Al
igual que en el Seminario deben formarse
los buenos sacerdotes, en el Oratorio deben
formarse los buenos cristianos».
Sin embargo, debemos confesar paladina­
mente que al presente hay Oratorios de los
que no podemos estar satisfechos. No for­
man, no enseñan, no edifican sobre base
firme...
Se confunde la formación sobrenatural
de las conciencias con los alicientes del
juego y los deportes. Se contraen deudas a
la ligera, se trabaja sobre arena, y al pri­
mer soplo del vendaval todo se cuartea: el
coadjutor se va a otra parroquia y allá que­
dan las deudas. La culpa es del párroco que
le ha dejado hacerlas. |Cuán diversamente
actuaban San Felipe Neri y Don Bosco!...
Eran tan «patornalmenle autoritarios» que
podían ejercer incluso el ministerio de con­
fesores y directores espirituales de sus
muchachos. Los Oratorios seguían los de­
rroteros trazados por ambos santos y no
por otros.
Para que el Oratorio conserve su carac­
terística original es absolutamente necesa­
rio que /*! párroco lo considere su propio
«seminario de fieles». En este seminario
él debe ser el maestro, el plasmador de
las almas, el educador y el director...
Entre las múltiplos ocúpaciones del pá­
rroco la más importante y la primera de
todas es la potiagogía y la dirección espiri­
tual del Oratorio: la que menos, que nin­
guna puede confiarse a otros, especialmen­
te si no están aún preparados. Un buen
Oratorio se ha de distinguir en seguida por
las vocaciones que encamina al Seminario.
No pocos nuevos coadjutores, medio

arrastrados por los jóvenes, reducen en los
días festivos la enseñanza catequística a un
mínimum, para volar cuanto antes al cine
y a las derhás diversiones... Grave error
y perjudicial sistema, que no puede produ­
cir buenos frutos. El Oratorio ha de ser
ante todo una escuela do Catecismo, con
programas señalados, con aulas amplias y
decorosas, catequistas bien instruidos y ho­
rario estudiado de antemano. La recreación
viene después.
Dicen que el cardenal Ferrari, de santa
memoria, habló así a los seminaristas: «Si
alguno de vosotros no se siente con ánimos
p.nra cargar con el peso del Oratorio parro­
quial, dígalo con tiempo y yo no le ordena­
ré de sacerdote».
Sin embargo, j cuántos candidatos sin
disposiciones para el Oratorio! Así son lúe
go carga para la parioquia, tormento del
párroco y cruz del arzobispo, que se ve
obligado a irlos cambiando de pueblo en
pueblo.
Es necesario que los-Superiores de los
Seminarios llenen esta laguna—si la hay—
en la formación del joven seminarista ex­
cluyendo de las adradas órdenes a cuan­
tos por defecto físico, intelectual o moral,
no sean idóneos para sostener el grave peso
pastoral en nuestras parroquias lombardas

Hasta aquí, el cardenal arzobispo. Nos­
otros preguntaríamos ahora a los párro­
cos de España si no les parece que estaría
bien intentar en sus feligresías, como al­
gunos lo hacen ya, un ensayo de Oratorio
Festivo que fuera también el «Seminario
ae los fieles»...
(V ie n e de la página a n terior)

Fué una fecha memorable en nuestra vida, pues
desde entonces tuvimos la certidumbre de que
en el camino—polvoriento camino, reseco a ve­
ces por el sol calcinante de la renuncia y del
sacrifeio—. no marchábamos solo. Nos acom­
pañaba quienes nos ayudaron a orientar nuestra
vida. Nos acompañaba el dulcísimo Don Bosco.
estrella en nuestro cielo, que guió nuestros pa­
sos, como nube bienhechora en el calor de la
jomada, y como luz refulgente en la noche de
la duda y de la lucha.
(Cuátos motivos de gratitud y de alabanza al
Altísimo!

Nuestro Rector M ayor ama a España
H o xesistimos a la tentación de publicar los si^uien*
tes fragmentos de una carta particular que nos ha en*
viado el R.. D. José BoscK, residente en el Tibidabo,
apenas vuelto de un viaje a Londres. Su lectura pone
de poderoso relieve, una vez más, cómo nuestra Patria
ba quedado prendida en el corazón de Don Renato
Z i i i i o U i después de su reciente visita.

...£ 1 m ié r c o le s 3 l 4 e m atrzo lle ^ ó a L o n d re s

a u t é n tic a — le co n te sté —s on lo s señ ores M a r t i -

nuestro R e c t o r M a y o r p o r l a n o c b e , s ie n d o

C o d o la r q u e m e l a r e g a la r o n , — { A b ! — d i j o

r e c ib id o en e l a e r o p u e r to p o r e l M . R . P . T o »

en to n ces é l. Y , v o lv ié n d o s e a lo s dem ás, se

H a l l , In s p e c to r» y p o r e l P . C o u c b e , d ir e c »

d e s h iz o en e lo g io s a estos c o o p e r a d o r e s p o r

to r d e l c o le g io d e B a tte r s e a .

su a c e n d r a d o a m o r a D o n B o s c o y a l a O b r a

£1 ju eves se c e le b r ó u n a v e la d a en su b o n o r »

S a le s ia n a .

V a r ia s veces se le b a b l ó d e l su eñ o d e D ox n in »'

U n o d e lo s s a le s ia n o s in g le s e s m e b a c ía o b ­

i * S a v io r e fe r e n te a In g la t e r r a » y lo s m u c b a »

s e r v a r c ó m o n u e s tr o R e c t o r M a y o r se c o n m o ­

cbos le e x p r e s a r o n su d e se o d e i r en ¿ ra n

v í a c a d a v e z q u e se r e f e r ía a E s p a ñ a .

.

l a c a n o n iz a c ió n d e

Q u ie r a D io s q u e lo s e s p a ñ o le s seam o s ca d a

nuestro S a n tito » a l <|ne Q u ie ren v e r p r o c la »

v e z m á s d ig n o s d e l a c o m p la c e n c ia p a te r n a l

m ado com o u n o d e lo s p a tr o n o s d e In g la t e r r a ,

de D o n B osco V .

núm ero a R o m a

p ara

p or e l a m o r q u e d e m o s tró a esa n a c ió n .
E n la c o m id a se c a n tó u n b r in d is p o r la
v id a d e l R e c t o r M a y o r “ A d m u lto s , a d p lu r imos annos” . E l c o n te s tó q u e la C o n g r e g a c ió n
b a rá m u cbo b ie n m ie n tr a s sus m ie m b ro s sean
santos, s ig u ie n d o a lo s s a le s la n o s q u e te n e m o s
cam ino d e lo s alta ress " T r e c e causas d e b e a t i­
fic a c ió n en cu rso —d i j o — Y H A Y U N A N A ­
C IO N . G E N E R O S A
NOS V A

A

D A R

M A R T IR E S
DE M A R IA
C IO N

ES

PO R
D E

DEM AS. QUE

M O M E N TO

S A L E S IA N O S
A U X IL IA D O R A S

LA

C A T O L IC A

Y

4o

a H IJ A S
ESA

N A­

E S P A Ñ A ".

H u b o un m u r m u llo d e s im p a t ía y a p r o b a c ió n
y lu ego e s t a l l ó

u n e s tru en d o s o a p la u s o , a l

*uismo tie m p o q u e se o í a en e l a m b ie n te " ¡ E s POna, E s p a ñ a l",
D e sob rem esa c o n e l R e c t o r M a y o r , h u b e
de d e c ir q u e y o ll e v a b a a l c u e llo u n a d e las
"**^ *^ ^ ** d is tr ib u id a s p o r D o n B o s c o en B a r ­
celona. D o n R e n a t o , en p la n d e b r o m a , m e
P i.-iu n tót —" ¿ D ó n d e tie n e s l a a u té n tic a ? —L a

Nuestro Superior sello su amor o
nuestra Patrio besando con emo­
ción la bandera española.
— 7

C O N G R E S O M A R IA N O
----------- — —: zizi.
-

N A C IO N A L
en Z a r a g o z a

El «Boletín Eclesiástico» de Zaragoza nos pone sucesivamente al tanto del intere­
sante y sugestivo Congreso del que va a ser escenario en este año concepcionista la
dudad más mariana de nuestra nación.
Hijos nosotros de un Santo por excelenda mariano, y miembros de una Congrega­
ción que tiene a la misma Santísima Virgen por Fundadora, no debemos sustraernos a
su organización; nos prestaremos generosamente, como todas las diócesis, las univer­
sidades, las instituciones religiosas, al mayor éxito suyo; iremos a Zaragoza; afianza­
remos nuestro marianismo; rezaremos mucho ante el Pilar; tomaremos apuntes y ha*emos subir de quilates nuestro celo por extender la devoción a la Inmaculada Seño­
ra en todo el ámbito de nuestra influencia familiar, social y humana.

El acto más emocionante de ese Congreso será, sin duda, la consagración de Espa­
ña al Inmaculado Corazón de María.
El Emmo. Cardenal Primado ha dirigido con tal motivo una carta a todos los católicos
españoles, cuyo nudo son estas palabras luminosas: «La devoción a María- implica la
devoción a su Inmaculado Corazón. Lo que vale más en la persona humana es^ el co­
razón; y después del divino Corazón de Jesús no hay corazón más puro, de más deli­
cados afectos, más ardiente en caridad, en amor a Jesús, su divino Hijo, y a los hom­
bros. de los que es tiernísima Madre, que el Inmaculado Corazón de María».
Don Bosco tuvo singular devoción al Corazón de María; en su «Joven cristiano»
a sus educandos, cada vez que visitan al Santísimo Sacramento y antes del examen
de conciencia, propone esta jaculatoria: «Oh Corazón sagrado de María, sed la salvación
del alma mía». En sus «Memorias biográficas», muchos documentos y episodios dan fe
de esa devoción.
¡Todos, pues, a Zaragoza! Todos, con el pensamiento en el Congreso de octubre.
Todos, dispuestos a peregrinar, por lo menos espiritualmente an,te aquella columna de
nuestra hispana fe. Todos a volver de Zaragoza fortalecidos, más cristianos, más de
Dios, más de María, más discípulos fieles'de Santiago...

Coronación Canónico en Sevilla de María Auxiliadora
El domingo día 9 de este mes de mayo, co­
mo clausura dignísima dcl Congreso Mariano
a p a le a s e . Su Eminencia el Cardenal Segura,
delegado dcl Pap;» para el caso, pondrá sobre
las sienes de María Auxiliadora una rica coro­
na de REINA.
El acontecimiento tendrá por marco la Pla­
za de San Femando, recinto el más adecuado
en la bella capital andaluza para un acto de tal
relieve.
Nos congratulamos con nuestros Hermanos de
Sevilla; clKv ven premiados con el éxito mas
lisonjero .su.s afanes por tributar a la Santísima
Virgen este homenaje, plebiscito de miles y mi­
les de devotos que hace muchos años venían
soñando con tan solemne día.
Dicha coronación nos parece el hecho más
importante hasta ahora de los celebrados en la

8

España salesiana con motivo del Año Concep­
cionista. A ella asistiremos, peregrinos del espí­
ritu, para poner, a la -distancia de 600 kilóme­
tros. nuestra voz emocionada entre la de toda
Andalucía mariana cantando, al compás de las
campanas de la Giralda, con inñnita nostalgia:
Todo el mundo en general
a voces, REINA escogida,
diga que sois concebida
sin pecado original...
Rendidos a lus plantas.
REINA y Señora,
los cristianos te aclaman
su Ati.xiliadora.
Dios te salve, REINA y Madre
de misericordia...

HONRANDO
A UN SALESIANO INSIGNE
I. -En la noble ciudad de M orón de
la Frontera se ha hecho el traslado
de los restos d el P. G regorio Ferro,
cuyo retrato se'asom a a esta p a n ­
talla, como p odría asom arse desde
un girón del cielo.

2.-E1 i c a m p a n i l » del cem enterio,
cuyos cipreses han velad o durante
doce años el sueño del que, en
vida, tenía de sobra con cinco ho ­
ras para dorm ir, p o rq u e el trabajo
era enorme.

3. Sus antiguos alum nos conducen y
escoltan como en triunfo el féretro
del maestro inolvidable.

4. Los estudiantes de Teología, m ien­
tras salm odian los cantos funera­
les, m editan en cómo deben obrar
para ser dignos de Don fiosco, y
gozan juvenilm ente m irando a un
pueblo silencioso y agradecido.

5. La com itiva se aleja del cem ente­
rio para llev ar a más digno reposo
los restos d e Don G regorio.

>
T
,,

Vista prrcial de la
(iudai oe Utrera,
que pronto va a .ce­
lebrar las BODAS DE
DIAMANTE con el
Co'egio Salesiano
'bien visible en la
foto). Esta fué >a
primera fundación
españolo, en tiem­
po’ todavía de Don
Bosco
Al fondo izquierda,
el nom brodísim o
santuario re Conso­
lación, sede del Estudiantodo Filosófi­
co de la Bética.

«Trono* de Morio
Auxiliadora que se
estrenará este año
er su procesión de
Sonto Cruz detene­
rle .

ALTO O R IN O C O .- E l
Sr. Nuncio apostólico
y Monseñor Segundo
G arcío , acompañados
del Inspector, secreta­
rios, misicneros salesianos y jóvenes de lo
c o lo n ia de N u e stra
Señora de Coromoto.

Una aldea cristiana entre los indios del Chaco
Crónica del Rvdmo. P. Visitador.
Don Modesto Bellido.
¿Aldea cristiana o monasterio? Tal es la pre­
gunta que me he hecho visitando a los indios
de Puerto Casado, en el Chaco Paraguayo.
Ya no se trata del abigarrado conjunto de
tolderías, residencia de hombres, mujeres, niños,
gallinas, gatos y perros, sino de un extenso ba­
rrio de cincuenta chalecitos vistosos levantados
por los mismos vecinos, bajo la orientación y
la ayuda del P. Bruno. Ni flores faltan. A las
dos partes de la calle, huertecilios bien cultiva­
dos. En el centro del pueblo, una plaza; en uno
de las rincones, la hornacina de María Auxi­
liadora.
A razonable distancia del poblado cada fami­
lia tiene sus animales domésticos. Todo el terre­
no cedido a los indios está limitado por alam­
bradas. y separado de la selva y de los edifi­
cios de los blancos.
No faltan algunos «toldos», pero están musalejados de la población, y—me dicen—ofrecen
lamentable aspecto. ¿Son. tal vez. familia.s de
leprosos? pregunto . N o; se trata de fami­
lias indias que no se deciden a renunciar a una
bebida fuertemente alcohólica, la célebre «caña».
La renuncia es condición indispensable para te­
ner casa en el pueblo.
Estos pobrecillos no sienten desconfianza ni
nwlevolencia. antes bien, con gusto ven que sus
hijo; frecuenten la casa de la Misión y envían
a las niñas a la residencia de las Hijas de Ma­
na Auxiliadora. En cuanto a mí. me recibieron
muy cariñosos, y aceptaron de buen grado los
caramelos y las estampas que les ofrecía.
En la aldea todos son felices. Pequeños y ma­
yores muestran afecto singular hacia los misio­
neros. Los hombres miran en Doo Bruno a un
padre, y le respetan como a su jefe. Las mujetC' y las niñas estiman "a Sor ^ g e n ia como a
verdadera mamá.
He aquí cómo discurre su vida.
Hacia las cinco de la mañana suena la sire* ^ d e la fábrica de tanino. donde trabajan casi
los naturales. Allí se dirigen con prisa los
obreros, cada uno a su departamento. No mu­

cho después un nutrido grupo de mujeres, la ma­
yoría con niños de pecho en brazos, van a oír
la santa Misa. Las acompañan las muchachas,
que luego acuden a las clases de las Herma­
nas. donde pasan la jomada entre libros, labo­
res. aseo y juegos. Los chicos van con el Padre
Bruno, que les da clase.
Hacia las once, a comer. Los hombres dejan
la fábrica, pero antes de entrar en su casa, van
a la iglesia para la clase de Catecismo. Oyen con
atención al Padre y luego, a la mesa, muy alegres.
Alrededor de las dos. las mujeres, como en
una procesión, van al templo para su clase de
Catecismo también. Muchas, con la carga de los
crios. Ninguna se arredra ante los lloros y los
gritos infantiles. Les hago alguna. preguntas en
español y me contestan <ati.sfactor¡amcnte.
Los muchachos tienen ia clase más tarde; a
las niñas las catequizan las Hermanas. De esta
manera todos oyen di.''.ríamenle la palabra de
Dios.
Al atardecer se xsiste .a un espectáculo encan­
tador. Concluido el ir-ih.ajn. los grupos de in­
dios regresan lentamente al pueblo. Poco des­
pués llegan las indiecítas. rodeando a Sor Euge­
nia y cantando alegremente. La Hermana las
va dejando una a una en su «chalet», no sin
antes decirles «la palabrita al oído» y hacerse
cargo de Is-s necesidades más urgentes eo cada
hogar. Los niños ya suelen estar en casa.
Acabada la cena, todos se congregan en la
plaza. Los hombres conversíin en grupos. El Pa­
dre Bruno va pasando de uno a otro resolvien­
do consultas y aleccionando. Los chicos juegan
ruidosamente en un rincón. Las niñas cantan.
Y María Auxiliadora, entre luces y flores, pre­
side la vida familiar de la aldea.
Transcurrido un tiempo regular, se oye la
campanilla. Cesan los gritos y las charlas, todos
se reúnen ante la hornacina de la Virgen, se
canta una letrilla y se reza el Rosario. ¡Qué
poético y conmovedor suena a lo lejos el mur­
mullo acompasado de cada avemaria!
.Al fin de las letanías el misionero dirige a

— 13

todos su palabra paternal, las «buenas noches
lalcsianasi—una noticia, un aviso, un exhorta­
ción...
Y así, placenteramente, todos los días del año
IFeliz aldea cristiana! El Señor ha bendeci­
do a sus heroicos misioneros que, sabiamente
guiados por el celoso Vicario Apostólico, Mon­
señor Muzzolon, han sabido transformar los re­
pugnantes ito l^ s» en bellos hogares cristianos.
Hoy por hoy no existe más que este «monasterioi en toda la Misión del Chaco, pero esti
cerca el momento de que tenga imitadores en
Puerto Guaraní, Puerto Sastre y Puerto Pinasco, donde trabajan infatigablemente otros sal^sianos e Hijas de María Auxiliadora.

NOTIGIAIllO
MISIONAL
INDIA — D ibruoarh. Obra pacificadora.
El 22 de octubre riltimo una expedición gu­
bernativa de más de cien miembros fué bárbara•mente asesinada por una tribu asamesa tagin,
en los montes Abor, al noroeste de Dibrugarh.
sede de la misión católica. La matanza ha con­
movido a toda la India y el gobierno central
está preparando una expedición punitiva. En­
tretanto varios funcionarios oficiales del lugar,
atemorizados por el suceso, han pedido ser
trasladados a otra parte. Dos misioneros salesianos se han ofrecido para llegarse hasta esas
tribus feroces e intentar emprender la tarea de
evangelizarlas y civilizarlas. Desgraciadamente
esas zonas de frontera, que pertenecen a la dió­
cesis de Dibrugarh, todavía se encuentran ce­
rradas para el misionero. Se espera que el. go­
bierno acepte ahora el generoso ofrecimiento de
los misioneros salcsianos y les permita entrar en
contacto con dichas tribus salvajes. Recordamos
a propósito de esto cuanto decía tiempo hace
al obispo de Dibrugarh un señor hindü que co­
noce muy bien aquella región: «Todos nuestros
esfuerzos para penetrar entre las tribus asamctas y civilizarlas han resultado y resultan vanos.
Solamente vosotros pi>seóis el secreto del éxito;
vosotros que ivs presentáis sin armas y conquis­
táis el corazón de los salvajes. Nosotros no po­
demos sino admirar la obra altamente social >
civilizadora que h.ibéis realizado en las varias
tribus del A.vsam. como los khasis. garas, ¡ushais.
etcétera».
D ib r u g a r h .

En las tribus de Manipur.

El misionero salcsiano P. Luis Ravalico du­
rante el mes de octubre pudo \isiU\r por vez
primera diez aldeas habitadas por los chines.
en la zona montañosa de Manipur pertenecien­
te a la misión de Dibrugarh. El misionero re­
14 —

corrió más de cien kilómetros y llegó hasta el
límite con Birmania, siendo recibido con indes­
criptible alborozo por aquellos numerosos fer­
vientes neófitos y catecúmenos, que desde hace
diez años aguardaban ansiosamente la visita del
misionero. Los chines' llegaron a Manipur {Assam), de los montes Chin de Birmania, en tiem­
pos de la invasión nipona. En sus tierras ha­
bían aprendido las principales verdades de la
doctrina cristiana por obra de los Padres de las
Misiones Extranjeras de París, pero la mayoría
no había recibido todavía el bautismo. Sin em­
bargo conservaron la fe y se declararon abierta­
mente católicos. Apenas supieron los misioneros
salesianos que los chines se encontraban en el
As.sam, hicieron de todo para poder visitarlos.
Surgieron miíchas dificultades y obstáculos. Pero
finalmente se ha podido entrar en contacto con
las poblaciones de la zona sureste. Se espera que
pronto sea posible efectuar otro tanto con otros
centros situados más al norte.
B o m bay.

La escuela "Auxilium”.

La escuela «Auxilium» de las Hijas de Ma­
ría Auxiliadora de Bombay se está afirmando
de manera sorprendente. En febrero de 1953 re­
cibió reconocimiento oficial la escuela secunda­
ria superior, comenzada en 1951; las alumnas
que frecuentan las primeras nueve clases son
800; con el agregado de las dos clases para
completar el curso, serán más de mil. En el pe­
ríodo de las inscripciones las superioras se ven
siempre en la triste necesidad de rechazar gran
número de peticiones. Las familias—en su gran
mayoría paganas—suplican y ofrecen gruesas su­
mas de dinero para que les reciban a sus hijas.
Un anciano, pagano también, hasta se puso de
rodillas delante de la directora, ofreciéndole una
cantidad respetable para que tuviese la caridad
de recibir a su nictccita de cinco años de edad.
JAPON.—^Tcwao. Conversión de un almirante
japonés.
El domingo 25 de octubre de 1953. en la ca­
pilla del convento de las Siervas del Sagrado
Corazón, fué solemnemente bautizado el almi­
rante japonés Yamaji Katsuyoshi. por su exce­
lencia moaseñor Durand. obispo franciscano ca
nadicn.se. expulsado de la China comunista.
El nuevo bautizado nadó ochenta y cuatro
años hace en una familia de antiguos guerreros;
a los dieciocho años entró en la academia mili­
tar naval, donde pronto descolló por sus extraor­
dinarias dotes y. más tarde, conquistó altos gia
dos en la jerarquía militar. Tomó parte en la gue­
rra ruso-japonesa, a las órdenes del almirante
Togo. Durante la primera guerra mundial se d-stinguiá por su valor y pericia, que lo hicieon
acreedor a honras particulares por parte, tanto
del gobierno nacional como del gobierno inglés.
Fué el quien creó y organizó en el Japón la
aviación auxiliar de la marina, para lo cual
realizó largos viajes de estudio por el extran­
jero.

En 1922 se letiró a la vida privada mas
sin dejar por eso, de prestar activa y valiosa
colaboración a las altas autoridades del Estado
y en forma particular a la casa imperial.
La gracia de Dios preparaba entretan‘o en
él el camino de su triunfo. En efecto, muchas
entre sus sobrinas e bijas, educadas en escuelas
católicas y habiendo abrazado la religión cató­
lica, rezaban fervorosamente por su conversión.
T r^ el ejemplo de su esposa que, años hace,
auiso iwibir el bautismo antes de morir; tras
haber visto a una de sus nietas ingresar en la
Congregación de las Siervas dcl Sagrado Cora­
zón, se decidió últimamente a instruirse en la
religión ^tólica. Por tanto, durante cierto tiem­
po, asistió, a las lecciones de catecumenato que
le impartió el misionero salesiano. padre Anto­
nio Colussi.
Asistió también a la ceremonia del santo bau­
tismo su nieta religiosa, quien poco tiempo an­
tes había regresado de Roma, donde cumplió su
noviciado.
Ahora lo único que lamenta el almirante
Yamaji es el haber abrazado tan tarde la fe.
Todos los domingos acude a la misión salesiana
de Tokio-Meguro para escuchar con la mayor
devoción la santa Misa. Cuando van a visitarlo
sus antiguos subordinados, abiertamente y con
orgullo declara haberse hecho cristiano y les
aconseja que imiten su ejemplo: «Sólo abra­
zando la religión católica—dice—se p>odrá es­
perar el resurgimiento de nuestra nación.»
CHINA.—H ono K w o Expulsadas de ¡a China
roja.
Acaban de llegar a la casa iñspcctorial de las
Hijas de María Auxiliadora dos religiosas chique habían quedado aisladas y sometidas a
vigilancia especial, detrás de la cortina de bambú.
al desencadenarse la persecución sobre la pri­
mera casa que las leligiosas poseían en el Kwantung. Incontables fueron las vicisitudes pasadas
co dos años y medio de vida azarosa y dura; y
admirable h protección de la Virgen Santísima,
que en forma casi inesperada las ha puesto en
«ivo, a breve lapso una de otra.
La primera llegó el 8 de octubre pobremente
vestida ; la .segunda, una semana más tarde, tras
la noticia de su arribo, fué esperada en la esVipor sus hermanas europeas. Con ínenarra°i. .8°^® ambas han vuelto a vestir el hábito
religioso y han reanudado la vida de comunidad
ue la que tan brutalmente habían sido arran­
cadas.
Una de ellas ha dado algunas noticias de una
tercera Hija de María Auxiliadora que toda­
vía sigue en la cárcel, como responsable de !a
Obra de Caridad, objeto de las conocidas calumEn un brevísimo coloquio alcanzó a decir
*5las pocas pialabras: «Díga que estoy bien;
^ ro sufro un dolor de cabeza continuo, y to«vía deberé estar aquí tres años».
No es difdl imaginar todo lo que oculta
lacónico mensaje, que reproducimos co­
mo un angustioso reclamo de oraciones.

UN TESORO ESPIRITUAL
para los cooperadores.

LA INDULGENCIA
DEL TRABAJO
Su Santidad Pío XI, en la memora­
ble audiencia concedida al siervo de
Dios don Felipe Rinaidi, el 6 de ju­
nio de 1922, otorgaba benignamente
este singularísimo favor:
C a d a vez que los S a iesían o s, las
H ijas de M aría A u x ilia d o ra , sus
a l u m n o s , exalum nós, Coopera­
dores d e am bos sexo s unan a su
trabajo (cualquiera sea él] alguna
d e v o t a invocación, aunque sea
brevísim a, g a n arán indulgencia
de 400 d ías y Plenaria una vez al
d ía, ap licab le a l a s a l m a s del
Purgatorio.

Dicha invocación puedf ser simple­
mente mental. (Sagrada Penitenciaria.
7 diciembre 1933.1

Para ganar la indulgencia plenaria
se requieren las condiciones de cos­
tumbre: confesión, comunión, visita a
un.i iglesia y rezar según la intención
del Sumo Pontífice.
Para ganarla cada día, deben hacer­
se también esas prácticas; pero la
confesión no es necesaria para quien
comulga al menos cinco veces por se­
mana. En caso contrarío, hace falta
confesión bimensual.
Quien no pudiere cumplir alguna
de las cosas señaladas, acuda al con­
fesor que tenga facultad para con­
mutárselas por otras. (Canon 935.) ' «■



15

S

i l u e t a s

de

COOPERADORES
S A L E S I A N O S

Doña VIRGINIA TORRES DE FIERRO
Pocas personas habrán pasado por lanías vi­
cisitudes como ella: de la opulencia a situacio­
nes ^c^dade^amente precarias; de los honores a'
ocu'iamicnto casi forzoso. Y no sólo nunca se
la oyó quejarse, sino que procuró hasta anarentar insensibilidad para que no sufrieran las que
la rodeaban. Ultimamente el esfuerzo generoso
do uno de sus hijos había logrado devolverle el
bienestar de sus mejores tiempos; pero las pe­
nalidades que habían ya minado su robustísima
constitución y un suave tinte de melancolía, que
más bien pudiera llamarse nostalgia del cielo,
so difundía por su rostro.
Distinguíase por su generosidad espléndida;
;iunca retuvo nada para sí. Tiempo, dinero, re­
poso, todo lo consagró a servir a los demás por
amor do Dios. Por eso ai morir, si bien llevaba
casi un año de cama y, por lo tanto, de ausen­
cia de relaciones, recibió de la sociedad bogo­
tana amplio tributo de sufragios, de admiración
y cariño.
Dios le pidió donaciones costosa.s, y ella se las
dió sin vacilaciones ni regateos. Entregó dos de
sus hijos, el mayor y la mayor, a la Congrega­
ción Salesiana, cuando se aseguró de que Dios
así lo pedía. Su hijo salcsiano es nuestro que­
rido hermano don Rodolfo Fierro, que estuvo
dieciocho años ausente de la patria, sin que tu­
viera la excelente madre el consuelo de verle.
Dios, en cambio, premió su generosidad, con­
cediéndole la gracia de que volviera para ce­
rrarle los ojos.
Hay en lu vida episodios encantadores que po­
drían dar base a un hermoso medallón. Por
ejemplo, viviendo en una casa de campo a cier­
ta distancia de la parroquia, todos los domin­
gos iba con sus hijitos a Misa y hacía que ellos
le llevaran al señor cura obsequios, para de­
mostrarle su aprecio y darles ocasión de que se
acercaran a su Pastor. Las obsequios eran de­
licadísimos: bizcochos que ella misma hacía con
este fin. frutas de su huerta, cultivadas por ella
misma, etc.
Devotísima del Sagrado Corazón y de María
Santísima, tenia para con ellos esa confianza
filial de las almas grandes que hasta milagros
alcanzan. Los óltimos días de su vida fueron tclú b lcs; la enfermedad la impedía tomar cual­
quier cosa, sufriendo sed abrasadora; apenas
recibía una gota de agua la devolvía con dolo­

16 —

res agudos. El 1 de febrero decía a los que la
rodeaban: «Mañana, primer viernes y fiesta de
la Virgen, ¡qué hermoso día para morirse!» Y
pidió que le dieran la Sagrada Comunión. Pero
como el que le decía la Misa le pusiera algüa
reparo por temor a una irreverencia, debido al
constante vómito, ella le respondió: «Jesús
quiere que le recibamos antes de ir a E l; ya
verá cómo mañana no tengo vómito». Y así
fué. Ese día no le sobrevino hasta las dos de la
tarde. En cambio el día que murió no se atre­
vió a hacer la comunión real, contentándose
con la espiritual... porque ese día ya no tenía
seguridad...
Hasta cl postrer momento conservó el cono­
cimiento pleno; saludaba a la.muerte como a
una amiga; pocas horas antes de expirar dijo
que la había visto y que no era fea ni mala, ni
causaba miedo...
No sosegó hasta no ver entronizado en la casa
al Sagrado Corazón. El la habrá ya premiado.
Santamente murió en Bogotá el 4 de febrero
de 1923. Tenía sesenta y tres año.s. empleados
en perfeccionar las buenas cualidades que con
pródiga mano había el Creador depositado en
ella, y cu verterlas humilde, pero eficazmente,
en tomo suyo. Las almas grandes, aun sin ha­
blar predican, y tanto más provechosamente
cuanto es el ejemplo vivo su sermón.

PROPAGUE

IM O R M

([A IÍO W M

P id a núm ero de m uestra al
A partado 9.134

-

M ADRID

Aunque abatidos por las culpas y abrumados por
infinitas miserias... {acoge, Madre dulcísima,
nuestras humildes súplicas!
Pío XII
Salamanca.—Encontrábase uno de mis fami­
liares gravemente enfermo hasta el extremo de
que el doctor que le asistía, me dijo: «Ya no
queda remedio humanoi. Coloqué entonces una
imagen de María Auxiliadora sobre la cabecera
dd enfermo, y todos los familiares, allí preseníes, invocamos a la que es Auxilio de los cris­
tianos, con el rezo del santo Rosario. A las
cuarenta y ocho horas el enfermo estaba fuera
de peligro, y a los ocho días, completamente
restablecido. Hago público nuestro agradecimien­
to a la Virgen Auxiliadora y envío la limosna
prometida.
I. Garda-

Vigo.—Habiéndome dado un corte profundo
en la muñeca de la mano derecha, cosa que
me ocasionó la rotura de tres venas y gran he­
morragia, un familiar me aplicó para contener
la sangre una pasta que luego se adhirió a
la carne con peligro de grave infección. Pasé
dos semanas de sufrimientos y, siendo inútiles
los tratamientos médicos, se pensaba en cortar­
me la mano, pues no podía mover ningún dedo.
En tan grande tribulación acudí a nuestra dul­
císima Madre María Auxiliadora con una fervo­
rosa novena. Antes de terminarla estaba com­
pletamente curada, pudiendo coser y escribir con
toda soltura. Agradecida cumplo mi promesa.
María López.

Málaga.—Sin haberse inscrito en mi casa a la
Visita domiciliara, recibieron, el mismo día
de mi nacimiento, la capilla con la imagen de
María Auxiliadora. Estando yo a punto de mo­
rir, me bautizaron con el agua de socorro y
desde «itonces empecé a mejorar hasta resta­
blecerme completamente. Este fué el motivo por
el cual empezamos a tener devoción a María
Auxiliadora, y puede decirse que no ha dejado
sin protección a ningún miembro de la familia.
A mí me ayudó a salir airosa en el examen de
Estado y luego me ha ido acercando al Señor,
casi sin darme cuenta, y ha hecho que cambie
mi modo de ser.
M. A. N.

Madrid.—Hallándose mi hijo delicado, según
opinión de los médicos, con úlcera duodenal,
le dijeron que era necesaria una intervención
quirúrgica, cosa que él aceptó gustoso, siendo
operado, al parecer, con buen resultado; pero
después se agravó, por lo que se llegó a temer
un fatal desenlace en caso de no reaccionar den­
tro de las cuarenta y ocho horas. Afortunada­
mente el peligro pasó gracias a la invocación de
María Auxiliadora, y hoy mi hijo se halla per­
fectamente y fuera de todo cuidado.

Ronda.—’Me saltó una chispa al ojo. El ocu­
lista me anunció que tenía el ojo perdido. Co­
mencé entonces una novena a* María Auxilia<lora y sin necesidad de remedio humano alguno,
hoy estoy bien y veo. Doy gracias a EJla y envío una limosna.
Isabel González-

Tamazula.—^Desde hace varios años tenía una
grao pena: mi hija había perdido la razón. La
llevé a muchos médicos alienistas y todos da­
ban el caso por deshauciado. Encomendada la
joven a María Auxiliadora recuperó, poco des­
pués, la salud completa.
Lauro Leal.

Angustias López.



17

Callari.—Mi hermana Clara a causa de una
convulsión nerviosa se volvió repentinamente
ciega. Pasó un largo período de sufrimientos y
de angustia después de los cuales María Auxi­
liadora. invocada continuamente por nosotros,
quiso escucharnos. Una noche, en efecto, al dar
las buenas noches a Io.s niños, se arrodilló de­
lante de la Virgen suplicándole que le hiciera
ver por un solo instante. En aquel mismo mo­
mento vió a sus hijos: Franco, de cinco años,
y Alfredo, de tres, y se los apretó al corazón
gritando: «jVeo!» Acudieron el esposo y los
parientes, que tuvieron la alegría de constatar la
curación acaecida. Aunque era ya hora avanzada,
quiso ir a la iglesia a dar gracias públicamente
a la Virgen por lo sucedido.
Manuela Cossu.
Agazzano. -'El 8 de febrero de 1953 se me
volcó ácido corrosivo sobre los ojos. Inmedia­
tamente perdí la vista y comprendí que mi caso
era más digno de ser puesto en manos del mé­
dico celestial que en las del humano. En aquel
momento terrible, sola, y con el miedo de que­
dar ciega, grité con toda mi voz: c¡San Juan
Bosco, haz que no quede ciega; no quites a mis
hijitos, ya huérfanos, el único sostén que les
queda; ten piedad no de mí, sino de ellos, que
son inocentes!».
Fui internada con la mayor urgencia en un
hospital. El médico sentenció: tUn ojo, perdido;
el otro, en condiciones graves». A mis oracio­
nes se unieron las de mis allegados y personas
piadosas. Diez días más tarde regresé a casa
sin necesidad siquiera de anteojos.
S::n Juan Bosco. te lo agradezco de corazón
y te ruego me sigas protegiendo.

Pisogne; M. Terrades, de Cassa de la Selva;
A. Castro, de Curuzu; Francisco, de Nembro;
M. Piovera, de Corralitos; D. García, y F. San­
tos, de Béjar; Rafael, M. Martín, M. Cabrera.
A. López, A. Moscoso y F. Avancini, de Ronda;
C. de Medina, de Talarrubias; A. Camos y
C. L. Monjo, de Cindadela; C. Soriano, de Puz o l; J. A. Ruiz y M. Gómez, de Orihuela; M.
Busquet, Sra. Palol, Vda. de Massol y Vda. de
Tor, de Gerona; M. Hernández, M. Martínez,
J. Bañón, C. Prats, F. Céspedes, L. Ferriz y
P. García, de Villena; A. H. y F. R., de Cáccres; una Archicofrade, de Salamanca; L. Pas­
cual, H. García. P. Rosel, D. Martín. M. Lló­
rente. E. Frutos, J. Hierro, E. de Blas, D. G. Ve­
ra, M. del Pilar, R, Pérez. S. Rodríguez, P.
Martínez, Sra. de los Heros, D. Román, Sra. de
Gutiérrez, M. Cortés, L. de la Fuente, J. Gómez,
M. López, R. Arrizabalaga, E. Aguilar, M. G. de
Sanchís, J. Rodríguez, M. Cemuda, C. Amores,
Hnos. Capilla, L. Giménez, J. Goitia, C. Gu­
tiérrez, L. Paredes, Dolores, J. Sánchez, E. Mo­
reno, A. Suárez, V. Casares, J. Jiménez. J. J. Si­
món, M. Jiménez, Pilar Gallego. R. Calleja,
A. García. J. Estévez, S. Fernández, E. Herranz e I. Muñoz, de Madrid.
A San Juan Bosco
I. Fernández, de Algeciras; T. CañNlas, de
Rubí; A. Forte, de Caserta; S. Betancourt, de
Las Palmas; T. Roberto, de Tonco; G. Bralotti, de Calliano; Inés, de Scandiano; L. de
Ruschi, de Leffe; J. Mana, de Castelsilano;
Resina, de Vigevano.
Al Beato Domingo Savio
M. Celi Morcira. de Vigo.

María Luisa, Vda. de Ventura.
A Don Felipe Rinaldi
DAN TAMBIEN GRACIAS Y ENVIAN
LIMOSNAS:

C. Maletto, de Turín; J. Carmena, de Avella­
neda; M. Pérez de Miguel, de Madrid.

A María Auxiliadora

A Ceferino Namuncurá

A. Minuti, de Savona; A. Soares, de las Azo­
res; M. Rezendes, de Ois da Ribcira; Sor
Piedrina y Sor M. Omczcl. de Belén: M. Lebano. de Bollengo; R. Guadalupe, de Nuevo Laredi ; E. Barriga, de Zamora; S. Pañi, de Au­
gusta; V. Sclavino. de Damasco; M. Rinero.
de Mondovi; M. H. Díaz-Florcs, de La Orotava; María, de Bra; Concepción, de Carniano; M. Ivaldi, de Milán; M. Zanardini. de

B. Menvielle. de Temperley: M. Segovia, de
Las Heras.

18



A nuestros Mártires.
(Lista certificada por el P. Burdeus, VÍcc-Postulador de la causa.)
A don Zacarías Abadía: E. Llácer, de Alcoy;
.4 don Julio Yunyer: E. D., de Alcoy; A don
José Otin: L. Sanús, de Alcoy.

Su üeMOA de. S^cUemaduM
(^laóia íutea

(m m o a

m m ócó,

óíh

S oUóíohoa)

A don Luis Grande Baudesson, Presidente de la Excelentí­
sima Diputación Provincial de Cáceres, como cordial
homenaje de la Familia Salesiana, al c u m p l i r sus
ochenta años, con el augurio de muchos y felices años
de vida.
Extremadura, varonil y recia,
sumisa y recatada.
junto a los cantos que forjó la Historia,
tejidos con la punta de la espada,
tiene quietud de adormecido lago
en los pliegues recónditos del alma...
Y sabe odiar... y amar... Y sabe endechas
de plácida ilusión. Sus tierras pardas,
cuajadas de fulgor y de leyendas,
como un mar de ilusión, celosas, guardan
la rica ejecutoria de su mote:
Extremadura noble, seria, hidalga...
Y este pueblo, jirón de romancero,
con sus inmensas latitudes amplias,
con sus anchos chambergos plumeados,
guardados en sus arcas...
con agudas tizonas refulgentes,
de hechura toledana.
en su estuche dormidas... como un canto
de amor y de esperanza;
Extremadura, inquieta y labradora.
Extremadura, religiosa y santa,
con placidez bucólica en sus campos
y estrofas de conquista en sus gargantas,
sabe también de amor y, cariñosa,
de los ojos borrar amargas lágrimas...
Mi musa que. con notas de epinicio,
quiso cantar su gloria soberana,
ha sentido en la frente el casto beso
de noble inspiración y, arrebatada
en alas de su dulce fantasía,
ha llegado al umbral de noble casa...
Y le saluda a ti. amigo y padre
de esta turba de inquieta muchachada
que. al amparo paterno de Don Bosco,
ondulando banderas de esperanza,
tus cariños sintió. Vibró en los cielos,
un cántico de paz y en su garganta
un himno floreció de amor inmenso,
como el mar dilatado y sin confines
de nuestras tierras pardas.

El tierno corazón que va latiendo
a impulso del amor con que regala
tu bondad a estos frutos de la vida,
hoy late con premura inusitada...
Todos los ojos, vueltos a la altura
donde, al fulgor de luz tornasolada,
con imperio de amor, reina la Madre.
Virgen de la Montaña.
Y entre jarales que la senda oculta,
y al ritmo de las férvidas plegarias,
con perfume de juncia y de tomillo,
está la ermita de la Virgen blanca.
Allí, señor, en cita fervorosa
de amor y fe... como la legendaria
de esta tierra, irán nuestros fervores
a impetrar para ti infinitas gracias...
Lo noble de esta recia Extremadura
ha calado muy hondo en nuestra alma.
N o desmayes, señor. Tu noble gesto
será como agua clara
que riegue la aridez de los senderos
y haga brotar fulgores de esperanza...
Nuestro amor a tu amor, firme, responde.
La gratitud anida en nuestra alma...
Que el sueño de tus plácidos anhelos
sea realidad cumplida. La besana
han sembrado de cálida semilla;
que el fruto veas, señor, y que el manan
pintado de dorados rosicleres,
responda a tu esperanza.
Los ecos silenciosos que milenios
durmieron en quietud, como bandada
de alondras mañaneras, a los vientos
darán lindas tonadas
y entre rezos, gritar y sinfonías
del yunque al golpear, como acordada
canción de amor, despertará la brisa
y llevará prendida entie sus alas
de gratitud el himno
que brota de estas almas...
La nieve que hoy adorna tu cabeza
rosas serán en la eterna morada...
R afael U reña S. D. B.

19

« D E C I A M O S

A Y E R ...»

(Mayo - 1904)

LETIN
?A
I FSIANO
Rcdaccióq y íldm iriistracióq
Via Coitolengo, g 2 — T u rin -Ita lia .
Con letras cubitales anunciábamos en toda la primera página el Mes de María Auxiliadora.
En las cuatro siguientes- insertábamos un resumen de la Encíclica de Pió X ”Ad diem illum", ce­
lebrando el Cincuentenario de la Inmaculada.
Otras cuatro ocupaban el tercer articulo sobre LAS ESCUELAS PROFESIONALES, SEGUN
EL PENSAMIENTO DE DON BOSCO.
EL REPRESENTANTE DEL SUCESOR DE DON BOSCO EN AM ERICA, Don Calógero
Cusmano, narraba su ruta por Valparaíso, La Serena, Iquique y Macal.
Tres páginas llenaba la sección DE N U ESTRAS MISIONES.
Y cuatro también las GRACIAS DE M A R IA AUXILIADORA.
La CRONICA SALESIANA publicaba referencias de Salamanca. Béjar, Arequipa, Cacboeira del
Campo, Rlohamha, Bogotá, Guernisey, Guatemala. Vinces y Yaritagua.
La NECROLOGIA ofrecía semblanzas del P Juvenal Bonavia, Doña Francisca Carbonell.
Doña Jacinta Crespo y lista de cincuenta y tres difuntos más.

NUESTROS DIFUNTOS
S r ta « L e o n o r P o n s A r ^ u lm b a u

Ha fallecido en Barcelona, después de va­
rias intervenciones quirúrgicas, que no pudieron
salvarla de la muerte y tras prolongados sufri­
mientos. Era celadora de nuestra Archicofradía.
y trabajaba con gusto y entusiasmo por la pro­
pagación de esta revista. Sin duda María Auxi­
liadora habrd recompensado a su fiel sierva.
a quien purifícaron en esta vida grandes comrarie^des de salud.
D o A o V o lr n t ln a P Ir is T r ia y

Era amantísima de María .Auxiliadora y de
los salesianost voló al cielo en Ciudadcla. car­
gada de méritos por su santa vida llena de tra­
bajos y tras larga enfermedad. Dueña de la «Im­
prenta del Sagrado Corazón», trabajó incansable
por la causa católica; de sus máquinas salieron
únicamente revistas de la Iglesia; «El Vigía Ca­
tólico». «El Iris», «Propagador de la devoción

20



al Sagrado Corazón*, y. durante muchos años.
«Nuestro Auxilio». Era la librería de todo lo
religioso en sus juventudes. Seguramente el buen
Jesús y su Santa Madre le habrán recompensado
con una gran corona su amor a la buena
Prensa.
T A M B IE N F A L L E C IE R O N i

En Gerona, doña Manuela Hostench, don Ra­
món Serrat. doña María Jubert.
En San Carlos de la Rápita, don Emilio Sanz.
En Olot. don Antonio de Trinchería.
En Palafruguell. doña Anita Puíg.
En San Feliú de Guixols. don Luis Rodas.
En Ciudadela. doña Rafaela Rotger y doña
Inés Sintes.
En Sevilla, doña Enriqueta Ancos.
En Vera, doña Juana Ferrer.
En Huesca, doña Tomasa Franco, doña Ma­
ría Sasarre y doña Teresa Franco.
Réquiem aeternam dona eis. Domine!...

EDICTO
SOBRE

B U S Q U E D A DE E S C R I T O S

Nol el Dr* D« Jacinto A rro ya Goícoechea
Vicario General de la Dióceiii Valentina y Obiipe Titular de Gera
con mandato eipecial del Excmo. y Rvdmo. S r. Árxobiipo de Valencia Dr. D. Marcelino
Olaechea Loizaga, legún preceptúa el canon 2002

c o n s " ;í? o ^ T e fp o s ^ d a d o r^
Rivas. Viccposíulador Icgílimamcnle
ra R¡dó D iS io B i S S
L
Salcsiana y del Inslituío de las Hijas de María Auxiliadora. kvao. U. Julio Bianchini. se ha promovido en esta Curia Eclesiástica el Proceso de Beatificación v Canonización
P'J"S« Calasanz Marqués, Rvdo. D. Antonio Martin Hernández. Rvdo. I). Reca^redo de los fifos
V
Rodríguez Sánchez, Rvdo. D. .losé L i L z
mfin RvhÍ ri tntz ^
Sánchez. Rvdo. D. Sergio Gid Pazo. Rvdo. D. José Batalla ParnimÓD, Rvdo. fl. José Bonet Nadal, Rvdo. D. Jaime Bonet Nadal, Rvdo. D. Julio Junyer Padern, Rvdo. D .losé Castell Caiiins Rvdo don
i F r a n S S S P iL L f
?■
Hernández Martínez, D. ZacarL Ab¡dU Bnesa,
u. trancisco iJordas Piferrer, I). Miguel Domingo Cendra, D. .lainie Buch Canals, D. Agustín García Calvo D José Rabnsa Renhi
v“S Al
?■
Or‘iz Alzueta. D. Antonio Bertrán Pont, D. Gil Rodicio Rod¡cÍo, D. E^eo García García

^ '“f"»

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y en su virtud hemos nombrado Tribunal Delegado para que entienda en el Proccsículo de las DillBcncias
constituido de la siguiente forma: Juez Presidente. Exemo. y Rvdmó. 3r. Arzobispo lit. de Melhymna. D Emilio
D
adjuntos: M. I. Sr. Lie. D. Antonio Puig Moltó. Canónigo de la 5. I. Catedral de Valencia y
Kvao. C5r. D-José Santarruflna Hurtado, Párroco del Buen Pastor, de Valencia. Promotor de la Fe. Rvdo. Sr. doctor
A
tem pere. Profesor del Seminario. Subpromotor. Rvdo. D. Bartolomé Albert Soler, Cura Párroco
ae uodell^ Notario Actuario. Rvdo. Sr. D. Antonio Richart Sarazúa. Profesor del Seminario. Notario Adjunto
B'anquer Copoví, Cura Párroco de Benicalap. Cursor, D. Luis Olner Tormo.
Mas cslando prescrito por los sagrados Cánones que. una vez abierto el Proceso de Beatificación, se proceda
a la búsqueda y recogida de cuantos escritos sean o se atribuyan a dichos Siervos de Dios, que se intenta beatifi­
car. para que sean remitidos a la Santa Sede, disponemos:

posean algún escrito de los Siervos de Dios arriba mencionados, impreso o
medito, redactado de propia mano o mandado redactar a otros por ellos, lo entreguen cuanto antes a dicho Tribunal
nombrado o al Promolor de la Fe. O al menos lo exhiban ante los mismos, para sacar copia auléntica del escrilo.
H
«' fl*' Que
noticia de algún escrito no entregado o exhibido, de dichos Siervos de Dios, sea
en poder de particulares, sea en bibliotecas o archivos públicos, de pronta cuenta de ello, de palabra o por caria
fli mismo Tribunal o al Promolor d t la Fe.
.9“® requiera al Rvdmo. Superior General de los Salesianos y a la Rvdma Superiora General de las Hijas
e Mma Auxiliadora, para que divulguen este escrilo en cada una de las Casas de su Congregación respecliva. dcDiendo dar cuenta del cumplimiento de esta obligación.
(Las cartas llevarán la siguiente dirección: Rvdo. Sr. D. Sonliogo Giner Sempere, Promotor de la Fe —Palacio Arzo­
bispal, Valencia )
Mandamos finalmente que este Edicto se inserte en el Boletín Oficial del Arzobispado: se lea al Ofertorio de la
Misa Mayor o en la de mayor concurrencia de fieles, en un día de precepto, en todas las iglesias de la Archidióccsis; y se fiie un ejemplar del mismo en los tablones de la Curia: advirliéndosc a los fieles que. aunque no fijamos
^ z o perentorio, la Iglesia quiere que las disposiciones aquí enumeradas sean cumplidas en e! plazo más breve
posiDie a fin de no demorar inútilmente el resullado de la Causa.
vni
^
a Que eleven sus preces y oraciones a Dios Nuestro Señe»- para que se cumpla su sania
untad en este negocio, que es de los de máxima importancia para su gloria y para la de la Iglesia,
üdo en Valencia, el dos de Marzo del año del Señor de mil novecientos cincuenta y cuatro.

■liitiW * S. E. ¡h tm t d O ta m

J V o ri* Ccacrd:

S>r. iulUerau Xl¡arrubla

m

s.

El Beato PIO X , que tonto honró a los H ijo s d e Don Sosco d eseand o que
su nom bre se in clu ye ra entre los C o o p e ra d o re s sa le sia n o s. El d ía 29 de
este mes asistire m o s, en esp íritu casi tod os, y co rp o ralm ente los mós
afo rtu n a d o s, a su c a n o n izació n en Rom a.

H r.

n.

S e ñ a s d e l rem itente

.........................

f

]

T alle res G ráficos de ED ICIONES CASTILLA. S . A .-A lc a lá . 126 . - MADRID
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1954