BS_1955_08

Ficha

Título
BS_1955_08
Descripción
Boletín Salesiano - Agosto 1955
Fecha
1955.08
extracted text


2. P r i m e r c o le g io d e S . J u a n ' B o s c o

El Tibidabo con la nueva to rre y el m osaico

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•lí
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Escudo de E spaña

E scudo del P a p a

SALESIMO
R E V I S T A
RED A C C I O N
Año L X IX

Y

D E
L A S
O B R A S
D E
D O N
AD M I N I S T R A C I O N s
AL CAL A,
I Ó4

^

A G O S T O 1955

s

Imporíantísimo ............................
Don Bosco en la Biblioteca de Au•
lores Cristianos ........................
U m o n o : En plenas vacaciones....................
_
- ,
España Salesiana...........................
Noticiario mundial salesiano. . . .

B O S C O
MADRID



N úm ero 8

1

El viajedel Rvmo. Rector Mayor. 12-16
Crónica de gracias......................... 17-18
2
De nuestras Misiones: Un XXV
3
aniversario, un cincuentenario,
un centenario............................19-22
4-10 Necrología..................................... 23
U
Bibliografía..................................... 24

IMPORTANTtSIMO
fCuanto más trabajes por Dios,
más trabajas por ti mismo.a
E¡ Revdm o. Padre Ziggiotti, Superior M a­
yor de la Familia Salesiana. ha terminado su
paterno viaje de inspección por una buena par­
te de la tierra. H a querido ver de cerca el
vastísimo campo de trabajo que la Divina
Providencia ha confiado a la Familia en todas
las naciones del mundo. H a recorrido la m i­
tad de ese campo; el resto lo hará tras un pe­
ríodo no de reposo, pero sí de reflexión, de
estudio, de consulta.
Con delicadeza paterna ha querido que los
primeros en ser visitados fueran los M isione­
ros del Oriente, los del Africa y del Asia, y
ha terminado esta primera etapa de su visita
mundial en la nación a quien D ios ha pues­
to hoy a la cabeza del m ovim iento político
y social en el m undo: los Estados Unidos.
Ha visto, pues, de todo. H a constatado la
realización de los Sueños de D on Bosco: ha
visto a sus H ijos trabajando en todas las lati­
tudes de la tierra. H a comprobado, de visu,
que a pesar de la diferencia de razas, de len­
guas. de costumbres y aun de religiones, hay

una unidad sustancial .?n toda la humanidad
y un anhelo en toda ella y en cada uno de
sus componentes, de unión, de inteligencia, de
fraternidad. Y ha soñado, también él, con el
unum ovile y unus Pastor.
Cristo Jesús tiene laborando en este empe­
ño muchos sacerdotes, muchos hermanos, m u ­
chas religiosas, m uchos misioneros seglares.
Pero ¡cuán pocos son para la empresa! M u ­
cha y rica es la mies; pero los operarios, ¡cuán
pocos son todavía!
Entre ¡os operarios, gracias a Dios, los Salesianos, la Familia Salesiana. en sus tres ra­
mas: Salesianos, Salesianas y Cooperadores,
ocupamos un puesto de avanzada. La impre­
sión general que trae, o mejor dicho, en que
se ha confirmado el P. Ziggiotti, es que taún
som os m uy pocos para tanto menester».
Y si al de las Misiones se une el trabajo
que se realiza y debe realizarse en casa, es
decir, en nuestras propias naciones, la des­
proporción aumenta desmesuradamente.
Concretándonos a nosotros, a España, nues­
tras cinco Inspectorías han de multiplicar su
persorud para atender a las necesidades de Co-

1

legios, Escuelas Profesionales y Agrícolas, Ora­
torios Festivos, Asociaciones de Antiguos
Alumnos...
Y com o no podem os degenerar de nuestras
tradiciones, tienen tatnbién que brindar perso­
nal a las M isiones y a las naciones america­
nas... ¡España, M adre fecunda...!
Es decir, hay que aumentar el número; hay
que F O M E N T A R L A S V O C AC IO N ES, hay
que formarlas bien.
Y todo esto requiere auxilios. A uxilios m o­
rales. auxilios materiales. ¡Qué grande obra,
qué ricos méritos se ofrecen a los Cooperado­
res y Bienhechores de la Obra Salesiana!
Hace poco cantaban su Primera M isa 58
Sacerdotes Salesianos form ados en los Teologados de Carabanchel y Moría (Barcelona).
¡Qué honda satisfacción se veía en los ros­
tros de sus padrinos y madrinas! ¡Quién po­
drá decir la dicha de los que con sus limos­
nas. sus sacrificios, sus oraciones han con­
tribuido a su formación!
Y lo que se dice de los Sacerdotes, díga­

se de los Coadjutores, de todos los Novicios
que profesan, de todos los chicos que visten
sotana, o de cualesquiera form as van a los
Noviciados.
Es, pues, el de las Vocaciones un proble­
ma urgente. Y es una buenisima y excelente
obra. Y es... hasta un buen negocio: Cielo
por tierra, participación en todas las buenas
obras que esos Salesianos hagan en Orato­
rios Festivos, en Escuelas, en Colegios, en
Misiones, en la enseñanza, en la predicación,
en el apostolado de la prensa, en el de tea­
tro moralizador, en... los m il campos de la
actividad Salesiana: hacerse dignos de la gra­
titud de quienes así han podido seguir su
Vocación y dedicarse al apostolado activo y
directo, y. sobre todo, hacerse acreedores a
la gratitud del D ivino Redentor y a sus pre­
mios, porque le han ayudado a dilatar el
Reino del Padre Celestial... aLo que hicis­
teis por uno de estos pequeñitos a M í me ¡o
hicisteis. Venid, tomad posesión del reino
preparado para vosotros. ..»

Don Bosco en la Biblioteca de Autores Cristianos
Don Bosco h a entrado triu n íalm en te en la fam osa B iblioteca de A utores Cris­
tianos, tan m agistralm ente dirigida p o r la E d ito rial C atólica E spañola. Es u n volu­
m en h e rm o so ; n i m uy grande n i m uy p e q u e ñ o : 990 -4- X X IV páginas. Y para fa­
c ilita r su adquisición, la E d ito rial le h a puesto el precio m ínim o que podía poner­
l e : 75 pesetas, encuadernado en te la ; 115, en rica piel. Se titu la B io g ra fía y es­
critos de San J u a n B osco. La prim era es m ás bien un estudio p re lim in ar sobre el
h o m b re, el Santo y el e sc rito r; se exam ina su figura y se le presenta en sus más
característicos aspectos, algunos, com o el de diplom ático y asceta y m ístico aún
poco o nada conocidos. Los segundos son una «selección» de los que se h a n consi­
derado m ás im p ortantes de sus variados y num erosos escritos.
En p rim e r h ig ar, la A u to b io g ra fía , o sea. las M em o ria s, escritas p o r orden ex­
presa del Sumo P ontífice P ío IX , y las com piladas directam ente, y a su dictado,
o casi, p o r sus p rim eros h ijo s: Don R ú a, Mons. C agliero, D. F rancesia, D. B onetti,
D. R eviglio, y recogidas y ordenadas p o r D on Lem oyne, liistoriador concienzudo y
crítico. Luego, la historia de la F undación de la Sociedad Salesiana («la Fam ilia»),
en sus tres R am as, rica en anécdotas y vicisitudes que parecen leyendas de encanta­
m ientos, y son realidades apoyadas en do um entos com pulsados y com pulsables. El
«Ideario Pedagógico», o sea, el Sistem a P reventivo Salesiano am plísim am ente ex­
plicado p or el m ism o Santo en num erosas conferencias, d h arla s «B uenas Noches», dis­
cursos, entrevistas... La delicada lab o r diplom ática que, com o m ediador oficioso en­
tre el V aticano y el G obierno italiano desarrolló en los años m ás delicados de la
U nificación italian a. Y entreverados en todo esto, acá y allá, donde el Cielo los m an­
d ab a, p a ra avisar, o rien ta r o confirm ar, algunos de los «Sueños» o visiones, que
hacen ta n pecu liar la figura y la m isión de Don Bosco en el m undo.
De las 20.000 cartas que del Santo se conocen, se publican aq u í 116, cuidadosa­
m ente escogidas en orden cronológico, para d a r una idea de la áurea sencillez y ele­
vación con que las escribía, así se tra ta ra de u n niño o de un com pañero de clase,
com o del Sum o Pontífice o del E m p erad o r de A ustria.
Creemos que no sólo todo Salesiano e H ija de M aría A uxiliadora, sino todo
C ooperador debe conocer esta B io g ra fía y escritos d e S a n J u a n B osco, publicados por
la B. A. C.

K n plen as vacaciones
Ya hace un mes que nuestros niños, pasa­
das las horcas candínas de los exámenes, se
encuentran en plenas vacaciones. U nos en las
playas, otros en las sierras, otros... en donde
pueden. Pero, en fin, están en vacaciones, y
están de vacaciones.
Tiempo hermoso. Pero también tiempo pe­
ligroso. Peligroso para sus cuerpos y especial­
mente para sus almas. El descuido y des­
preocupación de quienes deben cuidar de los
niños hace que las vacaciones fácilmente se
conviertan de medicina en ponzoña. D on Bas­
co había comprobado que para una buena
parte de los chicos las vacaciones son una
verdadera ivendim ia del diablo'“.
Para que no ¡o sean, y cumplan las fina­
lidades que tienen los padres y encargados
de los niños, y mucho m ás de los adolescen­
tes y jovencitos, han de extremar la vigilan­
cia, sin hacerla pesada ni odiosa. M ás qu?
vigilancia iasistenciay>, en el sentido que le
da D on Bosco a la palabra: atención cariño­
sa, permanente. Atención a los compañeros,
atención a las lecturas, atención a los espec­
táculos. atención a las conversaciones que
ante ellos se tienen...
¡Cuánta inconsciencia, a vece.s! Narraba
hace unos días un colega: ^Habían termiiuido los exámenes en el Instituto. Volvía con
algunos alumnos al Colegio. También volvía
a su ca’^a con su hija de quince años una
dama. Se detuvo ante un kiosko, y escogió
u"as cuantas revistas ipara pasar el verano
en la playa». Eran revistas de lo peor que en
el mercado kioskero se da».

¡Un año de esfuerzos en el Padre espiritual
y en el Profesorado del Colegio en que e.sa
señorita se educa, para inculcarles a ¡as alum­
nos el concepto de .su dignidad y responsa­
bilidad personal y cristiana, un año de lec­
ciones y conferencias de mode.stia cristiana
— que al fin es la mejor recomendación para
una chica— , y todo puede desbaratarse en
un m om ento por la estupidez de una madre!
Las vacaciones son convenientes; para quien
ha estudiado y trabajado, son necesarias.
H ay que saberlas aprovechar bien.
Descanso, mas no ociosidad; distensión,
mas no relajación.
Y no olvidar nuestros deberes de cristianos.
M ás aún, aprovechar de la mayor dispon'bi¡idad de tiempo para avivar nuestra piedad,
para reencender y estimular en los chicos e!
interés por el culto divino. ¡Cuánta poesía
hemos saboreado visitando algunos campa­
mentos de veraiw y algunas colonias de la
Sección Femenina: despertarse con un saludo
a! Creador y una invocación a la Virgen, izar
la bandera de la Patria, oír la Santa Misa,
disfrutar de los encantos de la naturaleza, debidmnente apreciada con una conveniente lla­
mada de atención: aprender cantos y juegos,
instruirse en ¡as sublimes verdades de la R e­
ligión y de la Patria y de la Humanidad,
arriar la bandera, rezar el i Angelus» en la
hora crepuscular, cantar, reír, y, sanamente
cansados, entregarse al bien merecido reposo
con el recitado de esa maravillosa oración
que ¡a Iglesia ha compue.sto para el ca o ...!

El Revmo. Recfor M a yo r ha reg resad o felizm ente a Tur/n, ferm /nada su visita
a las Casas Salesianas d e A frica , Asia y N orfeam ér/co.
El cBoletín Salesiano» le da su filia l bienvenida
Direcciones de los Sres. Ínspecíores provinciales:

Madrid: G en eral P rim o de R ivera, 25
Barcelona: P a se o S a n Ju a n B o sco , 74
Sevilla: M aría A u x iliad o ra, 18
Córdoba: M aría A u x iliad o ra, 168
Zamora: E scuelas S ale sian as
O REM O S

POR

Intención del Apostolado de la Oración
A ies de ogosto;
Q u e lo vida fam iliar y el m ofrím onio te n g a n
p o r fu n d am e n to s l o s principios cristianos

N U ESTRA S

Agosto, 1 - 7: Argentina de S. Feo. Secano.
»
7-13:
*
S. Franc, Javier
■ 14-20: Argentina-Paraguaya.
»
21-28: Brasiliana S. Paolo.

IN S P E O O R IA S
28-3 sept.: Brasiliana Rccife.
Septbre. 4-10: Brasiliana Campo
Grande.
11-18: Brasiliana Río de Janeiro.

■Saiesiana
EN EL TIBIDABO
Devotos e imponentes fueron los actos
con que se ha celebrado la Fiesta del Sagra­
do Corazón en su Tem plo Votivo Expiatorio
Nacional.
Misas desde m uy temprano. M ultitud de
fieles acercándose a recibir la Sagrada Com u­
nión ; facilidad para las confesiones; cere­
monias im pecables; música devota, cantos a
propósito, por la Escolanía del Santuario.
A las 11, solemne. Pontifical oficiado por
el Excmo. Sr. Obispo de Colofón. El mismo
dirigió la palabra a los fieles, en form a de
homilía. La Schola Cantorum del Teologado
de M artí Codolar, com binada con la Esco­
lanía del Santuario, interpretó una Misa de
Perosi a cuatro y seis voces y otras adm ira­
bles composiciones oolifónicas.
Inmediatamente, después del Pontifical, el
Excelentísimo Prelado procedió a la bendi­
ción del nuevo y valiosísimo mosaico de la
fachada de ¡a Cripta. Sustituye con ventaja a’
que destruyeron los sin Dios en 1936. En su
centro cam pea la figura del Corazón de Je
sús acom pañada de unos 50 personaj3s de
los más célebres de nuestra historia políticoreligiosa. En la parte inferior, en hermosas
letras de oro se lee; «TEM PLO EXPIATO
R IO D E ESPAÑA», que recuerda y perpe­
tuará el V oto unánim e del XXTT Congreso
Eucarístico internacional celebrado en M a­
drid en 1911.
Acto seguido, el Sr. Obispo bendijo e inau­
guró el grande Ascensor capaz para 20 per­
sonas, que partiendo de la portería de la re­
sidencia, después de un recorrido de más de
40 metros, deja a los visitantes sobre una
magnífica terraza que rodea la cúpula del
templo, abierta a un inmenso e insospechado
panoram a circular, uno, sin duda, de los más
bellos del mundo. El maravillado visitante
se encuentra a 550 metros sobre el nivel me­
dio de la ciudad de Barcelona, y tiene delan­
4 —

te la urbe, el p u e rto ,'e l mar, el rosario de
poblaciones de la costa, los valles de los ríos
Llobregat y Besós, los pinares de la monta­
ña, la crestería de los montes, entre los cua­
les emergen el macizo de M ontserrat por un
lado y el del Montseny por otro, y en loí
días claros la silueta de las Islas Baleares.
La torre, que ofrece su interior com o ca­
m ino del ascensor, y cuya terminación data
de pocos meses, se yergue, maciza y majes­
tuosa mole de piedra blanca, com o un índi­
ce hacia los cielos, y se corona con una her­
mosa cruz de cuatro brazos, abrazando los
cuatro puntos cardinales, a 62 metros de al­
tura. Es la prim era de las cuatro torres que
harán corona a la cúpula central, que ha de
sostener, a más de 80 metros de altura, la
grandiosa imagen en bronce dorado, del Sa­
cratísimo Corazón de Jesús.
Esta cúpula y esta imagen tendrán una
grande importancia, no sólo religiosa, sino
también social. Com o ya decía en uno d:
sus discursos el prim er propagandista del
Tem plo Nacional, «los trenes que lleguen de
cualquier parte de la Península, los barcos
que tiendan su proa hacía la ciudad cos­
m opolita de Barcelona o sencillamente sur­
quen el M editerráneo a distancia de horizon­
te ; los aeroplanos que hendirán (hoy lo hien­
den continuamente) su ozonado cielo, de día
y de noche—porque la cúpula será tam biéi
un faro— , lo prim ero que divisarán será esta
estatua que enseña su Corazón y abre sus
brazos para estrechar al m undo y predicar a
todos los hombres la fraternidad del Evange­
lio, la única fraternidad posible...»
Por la tarde, una hora Santa predicada por
el Rvdo. P. Ram ón Cambó, S. D . B„ puso
fin a los numerosos actos que se desarrolla­
ron en la «M ontaña Santa» en ese día en
que tantos devotos, tan numerosos colegios y
comunidades subieron para renovar una vez
más su completa consagración al dulcísimo
Corazón de Jesús.

El S r. O bispo R icote echa la prim era
p aletad a de m ortero
M adrid (Paseo de Extremadura).—Bendición
de la Primera Piedra de un gran Templo a San
Juan Bosco. Junto a la carretera de Extrema­
dura se levanta, hace treinta años, un Colegio
Salesiano, debido a la generosidad de Doña Ro­
sa Cáceres, viuda de Cisneros, y que en memo­

ria de su hijo don Miguel Cisneros, se llama de
«San Miguel Arcángcli. Cuando se fundó parecía
un Colegio grande. El crecimiento experiiventado
por la barriada y la fama que el Colegio se ha
ganado, ha hecho que qued -se pequeño y que se
sintiera la necesidad de su a.np.iación, y más
tal vez la de una ig’esia capaz para bcPcficio
de La barriada. Hay que ampliar.
Y la primera fase de la ampliación consistirá
en la edific.ación de un Templo, que al mis.mo
tiempo que remedie ¡as necesidades cel Centro,
será el primero que la Fa.nilii Salc.siana levan­
ta a su Santo Fundador en la aipital de
España.
El acto de la bendición y colocación de la
Primera Piedra se efectuó con toda solemnidad
el domingo 22 de mayo, con asistencia de nu­
meroso público y distinguidas personalidades.
Al llegar el Exemo. Sr. Obispo oficiante, Doc­
tor don Juan Ricote, los alumnos y sus fami­
lias le aclamaron; un alumno le presentó el sa­
ludo del Colegio, el M. R. P. Alejandro Vicen­
te, Provincial salesiano, leyó e! acta, que fuá
firmada por el Sr. Obispo, los padrinos doña
María Conde y don José Luis Barreiros, el Se
ñor Teniente Alcalde en representación del Al­
calde de Madrid y demás autoridades presentes
Procestonalmente se trasladó el Sr. Obispo,
precedido del «Clero Juvenil» del Colegio, y
Lcompañado de numeroso público, al lugar en
que la piedra debía ser bendecida y colocada, c
hizo la ceremonia. Echaron las primeras pale­
tadas de mortero el Sr. Obispo, los Padrinos y
una sobrina de doña Rosa Cáceres, fundadora
del Colegio.
Do regreso al p tio y jardín, dió las gracias
el R. P. Director del Colegio, y la banda
del Colegio de San Femando dió un concier­
to selecto, cuyas postreras notas armonizaron





*





El D ire c to r
del C o leg io
l e y e n d o el
acta

— 5

el lunch servido en uno de los comedores.
Por la noche hubo una velada lírico-musical,
en que pudo admirarse la perfección de los co­
ros y la soltura en la representación.
Brillante sesión de fuegos artificiales cerraron
la importante jornada.
Se han recibido y siguen recibiéndose cálidas
felicitaciones y ofrecimientos especialmente de
Antiguos Alumnos, que ven con grande com­
placencia el progreso del Colegio en que ellos
se educaron y en que la sombra protectora de

ñor Director pronunció unas bellísimas palabras
de homenaje que fueron cálidamente aplaudidas.
»A las 11 en punto, se dirigió la comitiva al
solar donde va a ser alzada la Basílica y se pro­
cedió a la Bendición y colocación de la primera
piedra por el Exemo. y Rvdmo. Arzobispo-Coad­
jutor, siendo padrinos el Exorno. Sr. don Fran­
cisco Ruiz-Jarabo, Presidente de la & la del
Supremo, y su distinguida - esposa, doña Rosa
Ferrán de Ruiz-Jarabo. En un cofre preparado
de exprofeso para ser encerr do en dicha prime-

U fre ra . —El señor
A rzobispo C o a d ­
j u t o r de Sevilla
bendice la prim era
piedra del Templo
a M a r í a Auxilia­
dora

Don Bosco asegura la continuación de ese es­
píritu de familia, alegre y trabajador, distintivo
del Padre.
U trera.— Bendición de la Primera Piedra de
¡a Basílica de María Auxiliadora. Tuvo lugar el
22 do mayo. Así lo reseña el Boletín Eclesiásti­
co del Arzobispado de Sevilla:

«El domingo 22 de mayo, a las 9 de la ma­
ñana, llegó a Utrera procedente de Sevilla el
Excelentísimo Señor Arzobispo-Coadjutor, Dr.don
José María Bueno Montea!. Después de ser
cumplimentado por las autoridades locales, por
el Sr. Inspector Salesiano de la Béíica, don
Claudio Sánchez, y el Director del Colegio,
don Miguel Rodríguez Rumbao, hizo su entra­
da. bajo palio, en la Iglesia de Nuestra Señora
del C.irmen de los P. P. Salesianos, donde había
de oficiar la Misa de comunión.
•Una vez terminada la Misa, se dirigió al pa­
tio principal del Colegio, en unión de los Exce­
lentísimos señores Ruiz-Jarabo, Capitán Gene­
ral de la Segunda Región, Rector de la Univer­
sidad Hispalense, Delegado de Hacienda y Al­
calde de Utrera, y tomó asiento en el palco pre­
sidencial.
,
•Leyó unas hermosas cuartillas de salutaaón
un alumno del Colegio y a continuación el se­

6



ra piedra se introdujeron varias monedas frac­
cionarias, unas medallas con las imágenes de
María Auxiliadora y San Juan Bosco; un ejem­
plar de «A. B. C.» y otro de «El Correo de Anda­
lucía» y un pergamino que contiene el acta y
fué firmado por las personalidades ya citadas.
•Terminados los actos de la Bendición, se
procedió en el salón de actos del Colegio a la
solemne distribución de Premios.»
EN HONOR DE SANTO DOMINGO SAVIO
BÉJAR.—Los bejaranos les dieron a sus feste­
jos solemnidad y originalidad. Dieron un pri­
mer campanazo el 6 de marzo con una grandio­
so cabalgata de... m.otos que, organizada por «I
«Círculo Domingo Savio», recorrió las caUes
«poniendo con su estripitoso ruido la conmo­
ción en todos los bejaranos, abriéndose paso en­
tre apiñada muchedumbre que acudía a ver ese
desfile de las caballerías motorizadas. Les se­
guían cinco briosos caballos de verdad, lujosa­
mente enjaezados, con sus respectivos pajes, a
estilo Edad Media, y en pos de cHos un grupo
de atletas encabezado por Domingo Savio
camado en un guapo bejaranoX capitán de ju­
ventudes, portando la «Bandera ^ 1 Ideal.»
Grupos representativos de las emoo partes oei

mundo con sus trajes típicos en donde los Salesianos despliegan sus actividades y cuyos alum­
nos proclaman a Domingo Savio su patrono y
protector. Seguía una carroza representando el
desafío que heroicamente impidió nuestro San­
to, escoltada por pajes con vestimenta de la
Edad Media. Grupo de niños de la primera co­
munión con sus tr.jes blancos, símbolo de pure­
za y candor. Seguían otros varios grupos alegó­
ricos con sus respectivas pancartas cerrando to­
do el conjunto otra carroza que representaba l.\
aparición de Santo Domingo Savio a Don Sos­
co, seguida de su regia escolta.
¡Manaña magnífica en que esos centenares de
pequeños honraron a Santo Domingo Savio!
Los espectadores vivieron momentos de tierna
emoción. Fué una estupenda manifestación dsl
entusiasmo juvenil.
Durante los días del Triduo, 10, 11 y 12 de
marzo, la juventud estudiantil bejarana inte­
rrumpió sus tareas ordinarias para honrar ai
nuevo S nto asistiendo a una misa rezada en el
Templo de María Auxiliadora, siendo a conti­
nuación premiada su generosidad con una pelí­
cula en el salón del Colegio.
La fiesta fué anunciada con anticipación con
un buen número de carteles distribuidos entre
diversas iglesias y capillas y varios comer­
cios de AA. AA. y amigos de la Obra Salesiana.
Se clausuró el día 13 con una solemne pro­
cesión por las calles de la ciudad.
Se puso fin a estos actos en honor de Santo
Domingo Savio el lunes 14 del corriente en el
Teatro Cervantes con una intervención de BOBBY DEGLANE sobre lo actractiva que es la
educación salesiana. A continuación se represen­
tó íCjperucita Azul» del P. Alcántara, S. D. B.
C ampello. — Esta
casa tan querida y tan
llena de gratos re­
cuerdos para tantos
Salesianos de Españi y de alien .’e los
m a r e s celebró con
gran esplendor sus
fiestas.
El día 5 de mayo
dió comienzo el Tri­
duo en la Iglesia Patroquial con la Misa
de los niños. A elli
asistieron los t r e s
días, juntamente con
nuestros Aspirantes,
QUe se encargaron de
la parte rrusical, las
Escuelas Nacionales
con sus buenísimos y
tan salesianos maes­
tros.
Por la tarde de ese
®ismo día fué trasladida
procesionalfflcnte la bella ima­

gen de Santo Domingo Savio a la iglesia Parro­
quial, que con su fachada iluminada los tres días
por cientos de bombillas anunciaba muy lejos a
estas tierr.'.s y a estos mares l.i gloria del nuevo
Santo. Las campanas ediadas a vuelo, el disparo
de morteretes y los himnos del Santo, cantados por
los potentes altavoces instalados en la torre, aco­
gieron la llegad) del .simpático Santo, modelo de
los jóvenes. La función de la noche resultó her­
mosísima. No sólo la iglesia, demasiado peque­
ña para tanta gente, sino taribión la plaza y
adyacencias eran un templo para honrar a San­
to Domingo Sivio. La palabra clara, scncillay atrayente de don José María Baquero, S. D. B;
de tal manera cautivó al público, desde el pri­
mer día, que no se cansaban de escucharle.
La amable figura del Santo sonreía desde su
imagen a los niños y a los grandes. Y, cierta­
mente. ha bendecido a Campello y a los muchov
p>escadores de este noble pueblo que ausentec
de sus casas surcan estos mares en busca del
pan para sus hijos. El día 8 de mayo fué el df.i
de la gran FIESTA: Por la mañana la misa de
los niños a las nueve de la mañana, que fué Mi­
sa de Comunión general. A las 10, la Misa So­
lemne, Oficiad-t por el Rvdo. Sr. Párroco, dor»
José Gómez y presidida por las dignísimas Au­
toridades. Fué cantada por los AA. AA. de
nuestro Colegio de Alicante y por nuestros As­
pirantes.
Don José María Baquero tejió las glorias del
Santo en un magnífico panegírico, y luego el
tiaslado triunfal de Domingo S-vio en magní­
fica procesión hasta este Seminario a través de
las calles de este pueblo, por campos de alm ^dros, algarrobos y olivares, por caminos se :>
brados de flores y bajo arcos de triunfo. Ya ea

C a m p ello.

La procesión


7

El 9, fiesta litúrgica de nuestro Santito, los
nuestra iglesia besamos su reliquia y no nos
Circulistas trasladaron la estatua desde la iglesia
cansamos de ensalzarle.
A continuación el Acto-Homenaje a Domin­ del Colegio a la Arciprestal de Santiago, donde
tuvo lugar la Misa solemne, con la asistenda
go Savio en el Teatro. El culto A. A. salesiano,
don Antonio Lloret, director del Grupo Esco­ de las Autoridades y de todos los niños de las
lar de San Juan, ensalzó la Pedagogía Salesiana Escuelas, a quienes se les obsequió con la estamy sus frutos maravillosos. De estos frutos el más pita de su Compañero Santo, y por la tarde, en
sazonado, el más hermoso, Domingo Savio. To­ diversas sesiones, con sendas veladas a chicos y
dos los números de la Velada resultaron a gus­ chicas.
Otra solemne fiesta tuvo lugar el día 13, para
to del numeroso público que se fué con ganas
imponer las insignias a los nuevos circulistas,
de volver a actos como éste.
que fueron 50. ¡Con qué convicción contesta­
Y por la tarde las Vísperas Solemnes y la
ban ese «¡Prometemos!*, que conmovía a los
procesión de clausura.
asistentes al acto!
¡Qué día más lleno de emociones y qué honda
Las Comuniones fueron numerosísimas.
se le ha metido en el alma a este pueblo li
Como broche final, los mismos Circulistas
dulce figura de Santo Domingo Savio 1
representaron el hermoso drama «Trabajo y
Gracias sean dadas al Rvdo. Sr. Párroco, que
con tanto cariño nos ofreció su iglesia y su va­ honradez.»
liosa ayuda. Gracias a las dignísimas Autorida­
des que nos honraron con su presencia. Gracias
a la Archicofradia, que con tanto celo cooperó
E N H O N O R D E M A RIA AUXILIADORA
al feliz resultado y gracias a todo el p’jeblo de
POSADAS.—En esta villa cordobesa se ha
Campello, que tanto quiere a los Salesianos.
¡ Domingo Savio haga que pronto la Casa Sa­ establecido recientemente el Seminario Mayor
lesiana de Campello se levante y sea siempre
Salesiano de Andalucía. Dicen que el pueblo
faro potente de salesianidad!
tenía cierta fam a de indiferencia religiosa.
Pero si así era, merece ser desmentida, por­
CORUÑA. —^Los Salesianos y Antiguos Alum­
nos aprovecharon la Santa Misión del 6 al 19 que lo vemos vibrar con la devoción de Ma­
de marzo, en la que tomaron parte activa diez
ría Auxiliadora.
salesianos, para dar a conocer más y más al
D urante los días 2, 3 y 4 de junio hubo un
simpático jovencito.
solemne triduo en la iglesia parroquial de
Se repartieron 26.000 estampitas del santito
N uestra Señora de las Flores. Dos buenísimas
entre los niños de 36 Centros de Misión. Los
señoras: doña Ana Benavides, viuda de Gar­
■Misioneros hablaron de Domingo Savio, po­ cía (con sus hijos, todos antiguos alumnos),
niendo de relieve sus virtudes.
y doña Amelia Hens Dugo, viuda de Llanos,
El 13 de marzo Domingo Savio presidió una
gran concentración de 5.000 estudiantes dé Ba­ con sus hermanos, también antiguos alum­
nos, habían regalado las estatuas de María
chillerato y Escuelas especiales.
Auxiliadora y San Juan Bosco, obras artísti­
Y puede decirse que la ciudad entera y sus
alrededores tomiron p:irte en estas hermosas cas de las Escuelas de escultura salesianas di
Sevilla. Estas estatuas las bendijo el M. R. P.
fiestas.
Inspector, D. J. M. D oblado, y presidieron
C a r m o n a .—Los héroes de las hermosas f i c ­
las funciones.
tas han sido los Circulistas de Domingo Savio.
El día 5 se celebró la solemne festividad,
Durante los días 17, 18 y 19, se celebró el so­
lemne Triduo de prepar.xión, predicado por «1 con misa de Comunión a las 7 y solemne
a las 11, a la que asistieron el dignísimo se­
R. P. Director. El 20 amaneció lloviendo, lo
ñor párroco y las dignísimas autoridades de
cual no fué óbice para la solemnidad, aunque
tal vez mermó un poco la concurrencia. La Mi­ la villa.
sa fué cantada por el coro de A. A. y la Comu­
La procesión, al caer la tarde, fué un au­
nión fué general. En los salones del Círculo se
téntico triunfo de M aría Auxiliadora y de
sirvió el desayuno con premios del Ayunta­
San Juan Bosco. En magníñeos tronos de lu­
miento.
ces y flores pasearon por toda la villa. Los
Hubo además en esos días, concursos ciclístiniños aclam aban; los hombres rezab an ; las
cos, partidos de fútbol, comida de hermandad,
señoras rezaban y llo rab an ; desde los bal­
música, función de teatro.
cones, más de una viejecita m iraba, rezaba
V iLLEN A . —Principio y preparación para las fies­
y lloraba... E n suma, un triunfo.
ta s en el Centro, el Colegio y toda Villena fue­
Desde que llegaron, los Salesianos echaron
ron los guiones radiofónicos que todos los mar­ a andar el O ratorio Festivo. El Padre que lo
tes a contar del primero de febrero se radiaban,
dirige, los Teólogos que le secundan, k»
y la Junta General, que por su número de asis­
bienhechores que lo sostienen, ya han podido
tentes. hubo de hacerse en el teatro, el día 6 de
ver el grandísimo bien que realiza: que al
marzo. Presidieron los Superiores y llevó la oafin, es el espíritu m ás genuino de D on Bos­
!abra el Presidente de los Antiguos Alunmos,
co el que lo preside y alienta.
«Ion Lisardü Herrero.
8 —

Vigo.—>La Romería de San Roque constituyó
un rotundo éxito. El Colegio-Hogar que la Caja
de Ahorros Municipal tuvo en buena hora el
acierto de confiar a los Salesi^ios fué visitadísimo, pasando por sus locales más de 8.000 perso­
nas. A todas ellas se les dieron las explicaciones
que pedían, y to d 's pudieron ver la hermosa la­
bor que, con una ejemplaridad digna del mayor
aplauso, vienen llevando a cabo los Padres y
Hermanos en todas las secciones, tanto de estu­
dio y cultura general como de las Artes y Ofi­
cios que integran la institución.
Interesantísima es la «Exposición de traba­
jos», inaugurada solemnemente por el Excelen­
tísimo Sr. Alcalde, don Tomás Pérez Lorente y
demás componentes de la Junta de la Caja de
Ahorros. Por el número de visitantes ha sido un
Verdadero jubileo.
Nos ha llamado mucho la atención, al hablar
con varios ex-alumnos del Hogar, ver el buen
recuerdo y gratitud que guardan para con sus
profesores y maestros, cosa que parece caracte­
rística de los que se educan con los Salesianos.
La Romería fué amenizada por la exctíente
Banda de Música «Bellas Artes» de Cangas de
Morrazo y por los afamados gaiteros los «Mo­
renos» y los «Peruchos».
Una vez más nuestras felicitaciones efusivas
a la Caja de Ahorros de Viga, que tan certera­
mente sabe cumplir los postulados da su exce­
lente labor benéfico-social. (Ete «El Faro de
Vigo.»)
Orotava.—Memorable 24 de mayo. Bajo un
marco triunfal, unas horas hermosísimas. El
Colegio San Isidro, preciosa donación de un
insigne patricio, pasó horas inborrables. Se víó
honrado con la presencia del Sr. Gobernador
accidental don Ricardo Alcaide y del Sr. Direc­
tor del Instituto, don Juan Alvarez Delgado y
de todas las autoridades eclesiásticas y civiles.
Además de la fiesta de nuestra excelsa Patrona.
celebrábamos la distribución de premios a los
alumnos. Comenzó el acto con el estreno del
Himno del Colegio, letra del P. Angel Martín,
música de don Enrique Ortf Riba, quien dirigió
la Banda y la agrupación musicales. Tuvo

una intervención atinadísima el prestigioso cate­
drático don Juan Alvarez Delgado, quien tiene
preciosas palabras para los alumnos, para sus
maesüos y catedráticos, para los padres de fa­
milia, para los asistentes todos, y para el falle­
cido y llorado Sr. Ardpreste don Manuel Díaz
Llanos, que tanto se desveló por el colegio. El
coro del colegio, el recital poético, el adiós de
despedida, la actuación depurada de la agrupa­
ción de cuerda Eslava, arrancan vivísimos
aplausos, lo mismo que la banda municipal. Ce­
rró el acto el Exemo. Sr. Gobernador acciden­
tal felicitando a los alumnos, padres y profesores
y a cuantos contribuyeron a la brillantez del acto.
Han enviado también hermosas relaciones
Tenerife, barrios de Galcerán y Duggi, en don­
de la procesión fué un triunfo. Formaban en
ella concejales, representantes de las autorida­
des civiles, militares y eclesiásticas, Cuerpo Ad­
ministrativo de Puertos Francos y Pericial de
Aduanas, cooperadores, alumnos y ex-alumnos,
niños V niñas de los colegios y escjelas... Tam­
bién llamaron la atención la exposición de alfcHnbras artísticas y los fuegos pirotécnicos.
Huesca, donde el Exemo. Sr. Obispo proniMició una sentidísima plática y dió la solemne
Bendídón.
Allí mismo los Antiguos Alumnos celebraron
el 5 de junio otra solennfsima festividad, honra­
da con la presencia del Exemo. Sr. Obispo de
Vitoria y representaciones de asociaciones de di­
versos centros de varias provincias. En la vela­
da sortearon un título de INGESA, de capitali­
zación, favoreciendo la suerte a don Santos Jun­
cosa. En la comida de hermandad tomaron par­
te 90 socios.
Malaga, donde el concurso de fieles y devo­
tos de María Auxiliadora fué tan grande, que
hubo que desdoblar las funciones. Hubo mu­
chas primeras Comuniones, y en la procesión
puede decirse tomó parte toda Málaga; se estre­
naba el nuevo paso de Santo Domingo Savío
y fué presidida por las autoridades locales y lo»
ílustr.'simos Cuerpos de Aduanas, revistiendo soemnídad exlraordin ria.

D u ran te todo este tiem po de tristes sucesos en A rgentina, nuestros corazones v ib ran al unisono con toda la Iglesia, lam entando el m al y elevando
continuas oraciones p o r la am ada R epública,
•-----------^


9

El Sr. G ob ern ad o r im pone a D, A lejandro M orido la M edalla del T rabajo
H O M E N A JE A U N C O A D JU TO R SALESIA N O Y A U N A N T IG U O A LU M N O
E N E L D IA D E L A U N IO N .
PA M PLONA.—Coincidiendo con la Fies­
ta de la U nión se ha tributado, en las Escue­
la s Profesionales Salesianas de Pamplona, un
doble homenaje: a un Coadjutor Salesiano, do i
Alejandro M orido y a un Antiguo Alumno,
don Florencio Janáriz, con motivo de habér­
seles concedido, respectivamente, la Medalla
del M érito en el T rabajo y el Distintivo de
O ro de la Federación.
Contribuyeron a dar realce a la fiesta U
presencia del Presidente N acional de Ant guos Alumnos, don Angel G arcía de Vinues a ; el Conciliario N acional R. P. F ierro;
■el Secretario N acional, don Javier Pérez
F o n tá n ; el Secretario Regional, don Angel
Ricote, en sustitución del Presidente Regio­
nal. don Emilio de Diego, y numerosas re­
presentaciones de las Asociaciones de Hues­
ca, Zaragoza, San Sebastián, Baracaldo, Deusto y Barcelona.
En representación del Sr. Inspector de la
Tarraconense asistió a la fiesta el P. Viñas,
de grato recuerdo en la ciudad y entre lo;
numerosos Antiguos Alumnos que hicieron
acto de presencia.
Asimismo, se desplazaron los Rvdos. don
Esteban Ruiz y don José Sánchez, antiguos
Superiores de la casa de Pamplona.
A las 10 de la m añana y después de la
Misa de Com unión celebrada por el Consi­
liario N acional, tuvo lugar el acto de afirm a­
ción salesiana ante el m onum ento a D om in­

10



go Savio, con asistencia de las primeras au­
toridades, entre ellas el Exemo. Sr. Gober­
nador Civil, don Carlos A rias N avarro, y re­
presentaciones del G obernador M ilitar y De­
legado del Trabajo.
El Inspector del T rabajo im puso solemnemente la Medalla del M érito en el Trabajo
al Coadjutor salesiano don Alejandro Morido
y el Presidente Nacional, don Angel García
do Vinuesa, el D istintivo de Oro de la Aso­
ciación de Antiguos Alumnos a don Floren­
cio Janáriz.
N utridas salvas de aplausos de los alumnos
y Antiguos Alumnos que llenaban el amplio
patio de las Escuelas rubricaron el emocio­
nante acto.
A continuación tuvo lugar la Asamblea
General, en la que se renovó la Junta de A n­
tiguos Alumnos y se dió lectura al fallo de
los concursos Literario y de Artesanía.
A las dos hubo la comida de Herm andad
y por la tarde, en el patio de las Escuelas,
profusamente engalanado, se desarrolló una
interesante Velada-Homenaje a cargo de los
Antiguos Alumnos y de las diversas seccio­
nes de la casa, siendo muy acertados y aplau­
didos en sus actuaciones el Secretario Regio­
nal, don Angel Ricote, que hizo la presen­
tación del acto con sentidas palabras, y el
doble cuarteto vocal «Itxaso», juntamente
con la Banda del Colegio que, al final de la
velada, obsequió al numeroso püblico con
una actuación dirigida ya por el condecorado
M aestro de Banda, el coadjutor salesiano don
Alejandro Morido.

) } VVVVO

S

A

i £

s

Homenajes y festejos en honor
de Santo Domingo Savio en Quito
Solemnes fueron las fiestas celebradas en
Quito (Ecuador) con m otivo de la exaltación
a los altares de Santo Dom ingo Savio.
Los festejos com enzaron el día 2 de junio,
dedicado a las vocaciones sacerdotales, y ter­
minaron el día 5, con un desfile de todos los
colegios de la capital ecuatoriana.
Cada día era rezada, a las 7,30, una misa
por un Excmo. Sr. Obispo y ocupaba la sa­
grada cátedra a las 6 de la tarde o tro señor
Obispo, ensalzando las glorias del Santo dis­
cípulo de D on Bosco.
Term inada la prim era misa, decía otra un
Reverendo P. Provincial de las diferentes con­
gregaciones que se encuentran en la ciudad.
Todos los días a las 8,30 de la m añana y
a continuación de la segunda misa, daba una
conferencia sobre asuntos sociales para las
madres de familia el Rvdo. P. Victorio Bonamín, S. D. B.
El viernes, día 3, hubo una velada de gala
en el espacioso teatro Capítol con asistencia
del Excmo. Sr. Presidente de la República,
Excelentísimo Sr. N uncio Apostólico, Sr. Pre­
sidente de la Exema. Corte Suprema de Jus­
ticia, H. Cuerpo Diplom ático y Sres. Minis­
tros de Estado.
En esta velada intervinieron todos los cole­
gios de la ciudad, n o faltando en ella algunos
números de danzas españolas que tanto re­
alce dieron a dicha velada, com o fué el de
los simpáticos «Baturricos».
Las fiestas term inaron el domingo, día 5,
después de una solemne Pontifical oficiada por
el Excmo. Sr. N uncio Apostólico y u n a apoteósica procesión por las calles de la ciudad.
Domingo Savio se h a ganado los corazones
de los niños ecuatorianos, y esperamos que
pronto sea puesto por la autoridad eclesiásti­
ca de la nación com o modelo perfecto de la
juventud m oderna, ansiosa de un guía que la

m

o

r

:y

conduzca por los caminos de la santidad, y
de una estrella que ilumine el sendero de su
vida juvenil.

Je s uí t a s y Sul esianns
FU SA G A SU G A (C o lo m b ia ).^ n los tér­
minos de esta ciudad existe, hace algunos
año?, una fioreciente Escuela Agrícola Salesiana. Tiene carácter vocacional. De año en
año se adm iran sus progresos y el favor que
se presta a los niños campesinos. El G obier­
no N acional, en vista de todo esto y por con­
siderarla modelo de escuelas, la protege visi­
blemente. Y la protegen también los particu­
lares. Ultimamente, los Rvdos. Padres Jesuí­
tas han tenido para con ella un rasgo de ex­
quisita caridad y fraternidad religiosa.
«Aledaño a esta obra de la escuela voca­
cional agrícola, los Rvdos. PP. de la Compa­
ñía de Jesús tenían un cam po en el que pro­
yectaban una obra de iniciativa y beneficio
de la Pontificia Universidad Javeriana. Un
buen día llegaron allí, quizá guiados por Don
Bo.-co, dos ilustres je.suítas: el Rvdo. P. R a­
m ón Aristizábal, provincial de la Compañía,
y el Rvdo. P. Emilio Arango, Rector Magní­
fico de la Universidad Javeriana. Acogidos
con sencillez y cordialidad salesiana por el
Reverendo P. Ignacio Pardo, D irector oc la
Escuela, conocieron nuestra obra, pasearon
sus cultivos, y vivamente interesados por su
mejor desarrollo y extensión (porque realmen­
te el terreno de la escuela era insuficiente),
generosamente le ofrecieron e hicieron cesión
gratuita de su propiedad, cuyo valor es de
ccMisideración, a la Ccmiunidad ^ ie sia n a , con
destino a la beneficencia de aquellos niños
campesinos...» (Del Boletín Salesiano de Colombia, m arzo 1955.)
La carta en que el Rvdo. P. Provincial co­
m unica la decisión tom ada por la Compañía
es tan sencillamente elevada que honra por
igual a quien da y a quien recibe.
— n

Veinte días dedicó nuestro Superior M ayor
a visitar las Misiones salesianas del Japtón.
AI descender del avión el 16 de m arzo en
el aeródrom o de Tokio, se vió acogido por
una representación inmensa de todas las R a­
mas de la Fam ilia Salesiana. ¡Cóm o le es­
peraban! Y ¡cóm o esperaba también él esí
encuentro! Rodeado de coches, el suyo atra­
vesó durante una hora entera la vastísima
ciudad, para llegar a nuestro «Centro-Prensa
Don Bosco Shai<. a cuyo lado surgían las
Escuelas Profesionales destruidas hacía un
mes por un incendio, donde heroicamente ca­
yeron incinerados el P. Roncato y el Coad­
jutor Myogano.
Acompañado del veterano Mons. Cima'.ti.
antiguo profesor suyo, dedica la prim era ma­
ñana a visitas protocolarias, pero cordialísim as: el Sr. N uncio (Mons. De Fustenberg),
el Sr. Arzobispo (Mons. T atsuo Doi) y el En­
cargado de Negocios en la Em bajada de Ita ­
lia, M arqués Marieni.
La parroquia salesiana de M ikawashima
es la prim era que recibe el honor de la visi­
ta. Los niños y niñas le reciben ejecutando
graciosísimas danzas en traje japwiés antiguo.

12



Tras la conveniente preparación, celebra la
Misa Vespertina, antes de la cual, según la
costumbre, los fieles se descalzan y van a
arrodillarse en las artísticas esteras que cop''tituyen el pavimento de las iglesias japone­
sas. Las mujeres ocupan la parte izquierda,
vestidas y tocadas de blanco; los hombres,
la derecha. D on Ziggiotti recuerda que vein­
ticinco años antes D on Rinaldi, entonces Su­
perior General, lo había puesto en la Fsta
de los misioneros que debían ir al J a j^ a .
En los aledaños de la inmensa capital y
en posición encantadora y elevada se levan­
ta el Instituto de las Hijas de M aría Auxilia­
dora de Akabane, que comprende cinco pa­
bellones, con más de mil alumnas, jardín de
infancia y Noviciado. El Rector M ayor pasa
allí todo el día 18 y preside la clausura del
año escolar. Es una ceremonia austera, que
desarróllase ante todo el claustro de prcrfesores y las autoridades, siguiendo las normas
de la etiqueta oficial, que comprende tres in­
clinaciones de cada alumna prem iada: al Rec­
tor Mayor, com o huésped de honw , a Iw
profesores, a los invitados, el gesto especial
al tom ar el diploma y el gentil y casi religio-

del Reverendísimo Rector /Mayor
fn

el

Imperio

de l

Sol

Naciente

so alejarse, cam inando de espaldas, para no
volverlas a las autoridades.
En la estupenda, artística, delicada acade­
mia de la tarde, el Rector M ayor aplaude
a cuantos han cooperado, resalta la gracia
y gentileza del pueblo japonés y com para al
Japón con Italia: entram bos tienen placidez
de clima, bellezas naturales, am or al arte.

de Oro Sarccrdotales. Mácenle corona Mons.
Ross, S. J., el Rector Mayor, todos los Directo­
res s'.lcsianos del Japón y muchos Hermanos y
amigos. Hace la oración gratulatoria el mismo
Rector Mayor, que her.nosamcnte aplica a
Mons. Cimatti las virtudes del glorioso Patriar­
ca, definiéndolo im csUcsiano-típoa y suscitan­
do en todos la más viva complacencia.

Superior actuó y h a ­
blo, dejó en todos una profunda impresión
por su cordial y afable paternidad. E l jefe de
la Asociación de padres de fam ilia, pagano
dijo que al verlo y oírlo, se le habían abier­
to nuevos horizontes y que había com pren­
dido el valor de la educación cristiana en un
ambiente salesiano. Y u na m adre, también
pagana, que por motivos económicos había
ya decidido retirar a sus dos niñas, suplicó
» las siguieran teniendo, p(wque después de
lo que había visto y oído, no tenía ánim o
I» ra privarlas de u na educación tan com­
pleta.
El 19, día de Sin José era justo pasarlo en el
Estudiantado Teológico de Chofu, que se en­
cuentra en uno de los arrabales de Tokio, jun­
to al Noviciado. Falta sólo la iglesia. El Direc­
tor es el venerando fundador de las obras salesianas en el Japón, M<ms. Vicente Cimatti,
quien precisamente ese día celebraba sus Bodas

mesa se ve alegrada por autoridades y
amigos. Y oomo el festejado es músico, abun­
dan los cantos en japonés y en italiano. A los
postres, entre los oradores destaca el Rector
Mayor, que recuerda sus tiempos de estudiante,
y la paternal docencia de don Cimatti en Valsálice.
Por la tarde, un rito conmovedor: la peregrinació-n al cementerio católico para rezar sobre
las^ tumbas de nuestros hermanos difuntos. Y de
ahí pasados al cementerio de los paganos, nues­
tros hermanos de humanidad, que tiene una
hermosa red de avenidas flanqueadas de los ca­
racterísticos cerezos.
La velada con que son obsequiados Monse­
ñor y el Padre, se ve honrada con la presencia
del Internuncio y del Encargado de Negocios
de Italia. El mismo festejado acompaña al pia­
no su zarzuela «La Cruz sobre el collado», evo­
cación de los primeros tiempos del Cristianis­
mo en el Japón. El más aplaudido entre los ac­
tores es un japonesito de 12 años, que tiene una

B E P P U —R ecibim iento cordial

bellísima voz de contralto, y canta con gusto
y expresión.
El día siguiente vamos a la nueva casa de
Tokio-Moguro. situada en el centro de la ciu­
dad, con amplio terreno y una hermosa iglesia,
una de las mayores del Japón, Parroquianos y
oratorianos rivalizan en honrar al Sucesor de
Don Bosco, quien, conmovido, les da las gra­
cias y ensalza la cortesía, piedad y fervor de
Jos japoneses.
Grata sorpresa le espera por la tarde: la ben­
dición e inauguración de la nueva y bellísi.na
Escuela Profesional de las Hijas de María Au­
xiliadora, que surge al lado de la iglesia. Los
locales, modernísimos, forman la admiración de
los visitantes. En el recibimiento oficial toman
la palabra el Almirante Yamaji, recientemente
oonvertido al catolicismo, y los representantes de
la Embaj.ida de Italia, del Gobernador de ToIcio y del Alcalde. Músicas, cantos y danzas na­
cionales hacen interesantísima la velada, sumer­
giendo al Visitador en pleno mundo japonés.
El 21 estamos de nuevo en el ^Dentro Pren­
sa, que se levanta en la Casa Inspectorial. Ad­
ministra tres Bautismos; bendice tres pri.rjeras
piedras: la de la nueva iglesia, la del edificio
que sustituirá al quemado y la de la nueva ti­
pografía. El apostolado de la Prensa tiene una
importancia grandísima, y los Salesiar.os se la
reconocen y explotan.
Horas después visita a las Hermanas Japone­
sas de María Auxiliadora, fundación local, que
respondiendo a necesidades especiales, llevó a
cabo el P. Cávoli; y luego a las Adoratrices
Españolas. Y todiv a encuentra tiempo para vi­
sitar con cierto detalle nuestra Ubreria, que es
un local elegante, en sitio céntrico, muy bien
surtida. Los buenos Padres Jesuítas lo llevan a
cenar coa ellos.
£>el 22 al 25 asiste a varios actos en nues­
tras casas de Tokio, da conferencias, habla pri­
vadamente con los Hermanos, experimentando
grandes consuelos por el excelente espíritu de
que los vo animados y el in.nenso trabajo que
realizan. Do esos días recordaremos sólo la ben­
dición do la primera piedra del futuro Novicia­
do de las Hijas de María Auxiliadora y la v sita a la Ohni de Kokubuni. situad i en un arra­
bal de la ciudad, con vastos terrenos. Es un
orfanato con Escuelas Prinwri-s, Medias y Pro­
fesionales y una sección agrícola. En los ros­
tros serenos de !os 200 alumnos se trauspaienta
el contento de hallarse en un ambiente de fa­
milia con Superiores que son p r.i ellos padres
y hermanos. Pero el gozo más íntimo se lo pro­
cura la profesión religiosa de los novicios ja­
poneses: 16 retoños vigorosos que se injertan
en el árbol salcsiano en esa tierra tan fecunda
en obras y tan prometedora.
El centro comerci:! es re I rente imponente
Contrastan los edificios modernos de cemento
armado con las antiguas casitas, tan monas, de
madera, que se alinean por kilómetros y kiló­
metros a lo largo de las interminables avenidas,
14 —

donde se ven todavía mujeres con el tradicio­
nal kimono, pero los hombres, en su inmensa
mayoría, visten a la europea. Los japoneses son
excelentes asimiladores y no hay invento que
no imiten inmediatamente y lo lancen, casi
siempre mejorado, al mercado mundial.
El Rector Mayor acepta la invitación de vi­
sitar una de las principales pagodas de la ciu­
dad, donde ve el espectáculo i.mpresionante de
los devotos que, haciendo una profunda inclina­
ción, arrojan en profusión monedas en una gran­
de arca destinada para ese objeto.
El 26 de marzo deja la capital, dirigiéndose a
Kusanaji. a 120 kilómetros de Tokio, en la lí­
nea de Lsaca. El tiempo se ha alterado y no
nos permite gozar del maravilloso panorama de
la costa japonesa y del Monte Fuyi, errebujade entre nubes. Sólo al final del viaje un escla­
recimiento momentáneo nos p>ermite admirar la
riente bahía que se abre ante el coloso volcá­
nico. En Kusanaji tienen las Hijas de María Au­
xiliadora una escuela frecuentada por 800 alu Ti­
nas, que dispensan al Rector Mayor un recibi­
miento triunfal, agitando banderas pontificias,
japonesas e italianas, y le ofrecen una velada
en que toman parte también los padres y ma­
dres de familia. Dominan la espontaneidad y
la cordialidad; y el volcán, y las flores y el
ambiente hacen pensar en Sicilia, y en Ñápeles
y en la Costa Azul. El Superior evoca el «Sue­
ño» de Don Bosco sobre las Misiones, en que
el Santo alude al Ja^ón erando habla de «Meaco» y de la «grande montaña».
Ese mismo díi prosigue viaje para Osaka, a
lo largo del litoral de la fértil Isla Hondo, que es
lodr una sucesión de campos cultivados como
j ’.rdines, pl ntaciones de té. arrozales, sotos de
coniferas, ríos y espejos de agua que forman
un paisaje plácido y sugestivo. A las 20 hora.«
el tren entra en la grande estación de Osaka,
hormiguernte de viajeros, entre los cuales des­
taca un grupo que rodea al Rector Mayor: son
salesianos, hijas de María Auxiliadora, alumnos
y alumnas, ex alumnos y ex alumnas, amigos y
admiradores. Osaka es el mryor centro comercial
e industrial del Japón y de todo el Oriente. Tie­
ne cuatro millones de habitantes. También el te­
rritorio que la circunda está cubierto de ciudades
y vilLs. que forman un conjunto que pasa de
los diez millones de habitrntes. Se comprende có­
mo esta gente pida un espacio vital. Cerca de
60 kilómetros más allá, hállase Kyoto, la antigua
c.:pital, rica de historia y de monumentos.
Es n tural que en Osaka haya una Escuelt
Profesional, y que sea floreciente. Tiene 700 alum­
nos. Algunos bautismos tuvo el consuelo de ad­
ministrar ahí. El Obispo diocesano, Mons. P-blo Taguchí, asiste a la Misa cantada por el
Rector Mayor y al homenaje que le sigue, como
también las autoridades locales y personalidades
conspicuas, entre los cuales, el Director Genera!
de los estudios, quien hace en un disciuso es­
pléndidos elogio de la Obra Salesiana. El Pa­
dre acepta las Acres y regalos que le hacen, se­
gún la usanza japonesa, y saca argumento de lo

que ha visto, en campos y cultivos, para oportu­
nas aplicaciones morales. Como a su prosperidad
han contribuido el cielo, el trabajo de los agri­
cultores y el buen terreno, así en la educación de
los niños concurren la gracia de Dios, la labor
de los padres y maestros y las buenas disposi­
ciones de los educandos. AI final de la velada.
Su Excelencia Monseñor Taguchi hace un magní­
fico panegírico de Domingo Savio.
Por la tarde hay una manifestación deportiva,
y la invitación a tomar el té s ^ n la usanza ja­
ponesa. Más tarde, el recibimiento en la «Casa
María Inmaculada», de !as Hijas de María Auxi­
liadora; y tuvo palabras de alto elogio para la
suma gentileza y cortesía del pueblo j.iponés, bien
simbolizados en las flores que adornan todas las
casas. Bellas flores—añadió-—, pero las más bellas
son los niños; ellos son los que forman el en­
canto de las familias y de Dios mismo.
Y estamos de nuevo en viaje. En los trenes ja­
poneses se viaja bien, sea por la limpieza y pun­
tualidad. como por la cortesía de todos los em­
pleados. Pasando por un túnel submarino llega­
mos a h isla de Kjnishin, y a la bella ciudad de
Nakaisu, donde existen dos florecientes casas salesianas: la parroquia de San Juan Bosco y el
orfanato Sin José, mimido por las autoridades.
¡Qué simpáticos son estos 150 huerfanitos! En­
tre ellos, el Padre administra 15 bautismos.
El 30 de marzo llega a la capital de la provin­
cia, Oita, hallándose con la grata sorpresa de que
e! alcalde en persona está esperándole con su
«auto». Nuestra misión ocupa un puesto central.
La iglesia, construida para celebrar el IV Cen­
tenario del Cristianismo en el Japún, es, sin duda,
la más bella de la ciudad y la más grande de
toda la isla. Domínala una cruz iluminada. Ape­
nas Ileg do, el Padre acepta la entrevista de dos
periodistas, uno de los cuales es el corresponsal
del diario más importante de Tokio. La entrevista
fué magnetofonizada y transmitida por radio esa
misma noche.
En casa, el Rector Mayor expresaba sus im­
presiones sobre el Japón, sobre su progreso, su
agricultura, el cuidado que el gobierno se toma
de los huérfanos, a los cuales asegura la educa­
ción hasta los dieciséis años. Auguraba, pues, una
siempre mayor prosperidad para esa gra'‘dc na­
ción.
El alcalde le invitó a almorzar en un gran res­
taurante de la ciudad, a la usanza japonesa: ri­
quísimo y extraño este banquete.
Las campanas de nuestra iglesia le habían caí­
do en gracia al ssflor alcalde. Y así fué que sus
repiques fueron transmitidos por radio durante
una semana entera. A su tañido, no son pocos
los paganos que se detienen dondequiera se ha­
llen y hacen una profunda inclinacióii hacia nues­
tra iglesia. Otro hedió significativo: las madres
paganas que mandan sus hijitos.a nuestro jardín
d¿ infancia y escuela, insisten para que se les
dé cl’se de catedsmo y se eduquen en los prindpios de la Religión Católica.
Por la tarde, una excursión ea jeep hasta Osai,

para visitar la incipiente casa de las Hijas de
María Auxiliadora. Feliz se siente al encontrar
otra promesa de futuras obras en pro de la niñez
h ^rfan a. Como gentilmente los niños y niñas le
dieron un saludo en italiano, él correspondió con
el gracioso «Nippon banzail» (¡Viva el Japótl)
El 31 partimos para Miyasaki, cuna de las obras
salesianas en el Japón, A la hora estábamos en
nuestra misión de Usuki, hermosa villa sobre el
mar. Breve y cordial recibimiento, porque una
hora después llega el tren de las 12,15, que, si­
guiendo la costa, rasando graciosos golfos, mcliéadose en encantados valles y atravesando ubérri­
mas campiñas de arroz, de trigo, naranjos y bosquecitos, nos lleva a Miyasaki. En la plaza de
la estación hay un gran gentío; espera la banda
y esperan los heraldos del recibimiento. De la
estación le llevan al Ayuntamiento, a la Goberna­
ción, a la parroquia católica, un tiempo nuestra,
ahora de los Padres de las Misiones Extranjeras
de Parma, quienes lo acogen con suma cordia­
lidad. Conmovedor el recibimiento que le hizo
el «Centro de las varias obras caritativas de las
Hennutujs indígenas de la Caridad*, cuyo espí­
ritu excelente, admira y alaba Don Ziggiotli.
Finalmente, henos en nuestro Instituto, que
consta de un hermoso edificio moderno y de una
parte de madera, antigua. Lo frecuentan alumnos
de enseñanza secundaria y superior. Hay tam­
bién unos 40 aspirantes a la vida salesiana. La
jomada, plena de cordialidad familiar, tuvo su
hora solemne en la ceremonia oficial que se ve­
rificó presidiendo las autoridades mayores civiles
y escolares, algunas de las cuales pronunciaron
grandes y cordiales elogios a la labor pedagó­
gica y social que realizan allí los Hijos de Don
Bosco.
El 1 de abril, por la tarde, estamos en la Ñá­
peles del Japón: Beppu, donde florece una bella
naisión salesiana, con hermosa iglesia parroquial
y dos obr s de las Hijis de María Auxiliadora.
Después de un primer recibimiento en la estación,
le festejan las gayas voces de las aspirantes a Hij's de Marfi Auxiliadora, y las inocentes de los
pequeñines de la «C'sa Madre Mazzarello». Pa­
sando luego por entre las avenidas de los carac­
terísticos cerezos en flor, va a la otra «Casa Her­
mana», donde le aguarda el alcalde de Beppu y
las altas autoridades y personalidades que presi­
den el reribimícnto ofi;iaJ. T^nibíén a q jí es gran­
de el entusiasmo, y grande el contento dcl P j dre. Una graciosa niñ’. p gina todavía, se apre­
suró a ínvlt?r a su p' pá y a su mamá a que «fue­
ran a visitar a un hombre aún nrás bueno que
el abuelo».
Antes de la partida se empeñan en que vis te
los célebres «infiernos de Beppu», que no son
otra cosa que numerosas fuentes termales, algu­
nas de elhs calentísimas entre las más calioites
del mundo. En una de ellas se admira una inte­
resante representación plástica del infiomo budis­
ta, con monstruos, suplidos, almas condenadas.
El día siguiente, Domingo de Ramos, celebra
la función y administra bautismos y redbe home1;3

najes y regalos. El Padre se declara feliz con ter­
minar su visita al Japón en tan floreciente comu­
nidad cristiana y distribuyendo las palmas, sím­
bolo de dicha, tritmfo y martirio, las más típicas
características de la vida cristiana.
La vuelta a Oita, en jeep, le ofrece modo de
admirar los espléndidos panoramas de los montes
y el mar. En Hita se detiene para visitar la mi­
sión y parroquia salesianas. A su llegada están pre­
sentes el Alcalde, el Jefe de los Estudios, y otras
personalidades, y un capitán de la reciente gue­
rra, quien le ofrece en homenaje su propia es­
pada. Prosigue viaje para Fukuoka, la mayor ciu­
dad do Kyushíu. El Sr. Obispo, Mons. Fukahori,
se lo lleva a su palacio.
El 4 de abril volvemos a Tokio en avión. Los
hermanos de la casa no le dan un momento de
respiro. ¡Pobrecitos! Desearían aprovechar de la
presencia del amado Superior hasta el último ins­
tante. Le miran como una gracia singular del
cielo. Conferencia y coloquios hasta medianoche,
y luego el siguiente día hasta las 11, cuando en

el aeropuerto sube al cuatrimotor que se dirige
a las Filipinas, acompañado del nostálgico salu­
do de una abigarrada representación de todas las
categorías sociales que componen la bella y prós­
pera Familia Salesiana del Japón.
JARABACOA (República Dominicana).—
A spiraníado Salesiano.
Tam bién aquí se ama a M aría Auxiliadora.
Este año su fiesta ha revestido caracteres
de grandiosidad. Asistieron a la procesión
más de 2.000 personas, núm ero relativamen­
te grande si se tiene en cuenta que la mayor
parte vinieron de aldeas lejanas. Lo que de­
m uestra que la devoción a M aría Auxiliado­
ra en sólo siete años que los salesianos llevan
aquí ha entrado ya en casi todos los hogares.
L a fotografía adjunta nos muestra el
grupo de aspirantes salesianos y un cuadro
de la zarzuela Sésamo, ábrete, de don Feli­
pe A lcántara, que se representó en la tarde.

É »'

i •,

1

JARABACOA. —D urante la procesión de M aría A uxiliadora

Recordamos a los Rvdos. Sres. Directores de las Casas Salesianas y a los
Decuriones de los Cooperadores, que Don Rosco, en el Reglamento, prescribe a
lo menos dos Conferencias anuales: una en la fiesta de San Francisco de Sales y
otra en la de María Auxiliadora y recomienda el Ejercicio de la Buena Muerte.

El problema inmenso que supone obtener
en una capital un destino— y destino bueno—
y antes de los tres meses tener vivienda, y
vivienda en inmejorables condiciones, para
todo lo cual nos encomendamos insistente­
mente, tan to yo como m i esposa y mis dos
niñas, al Sagrado Corazón de Jesús mediante
!a jaculatoria milagrosa Sagrado Corazón de
Jesús, en Vos confío y a M aría Auxiliadora
y San Juan Bosco, hace que expresemos
nuestro agradecimiento publicando la gracia,
m andando la limosna ofrecida y excitando a
todos a que se acojan a estos medios celes­
tiales en sus necesidades.— A ntonio M uñoz
G óm ez (Granada)
DE MARIA AUXILIADORA
CAMPELLO (Alicante).—Encontrándome pre­
ocupada por el éxito de mis exámenes, a los
que había de presentarme antes del tiempo pre­
visto, me encomendé muy de corazón a María
Auxiliadora, a la que acudo siempre en todos
mis apuros como a Madre ciíriñosísima. Con la
confianza puesta en Ella, me presenté a los
exámenes y obtuve la satisfacción de superarlos
con halagüeños resultados.
Agradecida, publico la gracia y envío una li­
mosna.—Annunziata Coronaiti.
BARCELONA.—En acción de gradas por el
favor recibido de María Auxiliadora, cumplo la
promesa de publicar la grada para que todos
los devotos confíen en Ella en todo y por todo.
C. R., ex alumm salesiana,
GRANADA. — Profundamente agradecido a
María Auxiliadora y a San Juan Bosco por va­
rios fivores recibidos, envía la limosna ofredda J. M. Castro.
GERONA.—En la primavera de 1950 murió
mi hijo José, a los cuatro años de edad, a cau­
sa de un tumor en el ojo izquierdo. A prindpios del año pasado, al fijarme en los ojos de
otro hijito mío, con gran espanto me l^reció
descubrir en el derecho una mandia irregular,
un puntito blanco. El examen de un perito ocu­
lista confirmó mis temores; pero aun se llegó

a tiempo para extirpar el mal. Doy gradas a
María Auxiliadora, pues fué Ella, sin duda, la
que me hizo descubrir el mal en su principio
y no ha permitido que volviera a aparecer.—
Oíga Blanco.
GERONA.—Agradecida con toda el alma a
mi buena Madre María Auxiliadora por haber­
me concedido salir con bien de una operación
que, sin ser de gravedad, fué m^uy delicada y dolorosa, cumplo muy gustosa la promesa que le
hice de mandar celebrar tma misa en su altar,
hacerle una visita y dedicarle una novena de
acción de gracias junto con mis hijos.—Ana M.
Viuda Varés.
Dan también gracias a María Auxiliadora,
piden nuevos favores y entregan una limosna,
doña Rosa P. de P.. doña María Colell, doftx
Ana Cuatrecases, doña L. T. de Ferrer, doña Ma­
ría Coll y doña Concepción Vilá.
MADRID.—^He recibido de María Auxiliadora
un favor tan grande que casi me parece un mi­
lagro, y como además, siempre ñií escuchada por
tan solícita Madre, deseo se publique en el Bole­
tín SALESiANO y envío esa limosnita (cien pesetas)
para su culto.—María del Carmen Felíú y de Mor­
lón. Vda. de Añón.
MUNGUIA (Vizcaya).—En agradecimiento a
María Auxiliadora por la curación de mi madre,
enferma de nefritis, ofrezco dos suscripdones a
E l Boletín Salesiano.—María Dolores Sá¡z.
DE SAN JUAN BOSCO
ELDA (Alicante).—^En la noche del día 16 de
este mes de junio, después de pasar la Urde
con mi hija en el Colegio de MarU Auxiliado­
ra, al regresar a Alicante, tuve la desgracia de
caer a la caja de la vía con el tren en marcha,
cuando éste entraba en una de las estaciones,
yendo a parar entre el barrón y el juego delan­
tero de ruedas del vagón, las cuales jjasaron
rozándome el cuerpo, que se metió más ad«rtro,
y al ver venir sobre mí las ruedas traseras y
verme irremisiblemente perdido, dando un grito
terrible, invoqué a San Juan Bosco y en esa
décima de segundo, con una soenidad que no


17

acierto a explicarme, levanté la vista y me asi
a una barra de hierro, siendo arrastrado sin
que las ruedas, que casi me lamían los pies, lle­
garan a alcanzarme. Me sacaron de entre Jos
hierros y. ante el estupor de todos, no tenía
más lesión que una rozadura en ima pierna y
la ropa destrozada.
Hago pública mi devoción y gratitud a Ma­
ría Auxiliadora, que por la intercesión de nues­
tro Padre Don Bosco me libró de una muerte
cierta, haciendo este manifiesto milagro, tanto
mayor si se tienen en cuenta mis sesenta y dos
años. Agradecido, envío una limosna para las
misiones s lesian s.—Francisco Alba. Maestro
Nacional y Antiguo Alumno,
VALENCIA.—Por varios favores recibidos de­
bido a la intercesión de San Juan Bosco, hago
celebmr una Misa y doy las gracias pública­
mente en el «Boletín».—Morto Luisa Valencia.
DEL VENERABLE DON MIGUEL RUA

los Superiores y todos mis connovicios me enoomOTdaron al Siervo de Dios Don Felipe Rinaldi. Mientras tanto, se hicieron las prácticas
para mi ingreso en el hospital de Guadalajara
El 13 por la tarde, el médico de cabecera
diagnosticó mi estado de mayor gravedad, por
lo que se dispuso que aquella misma noche me
trasladaran a un hospital. Mis compañeros se
sucedían en la capilla, rezando.
Cuando a la una de la noche la ambulancia
me trasladó al hospital, llevaba conmigo la re­
liquia del Siervo de Dios que siempre me había
acompañado. Desde aquel momento la enferme­
dad comenzó a ceder. Ya aquella noche reposé
y me desaparecieron los tremendos dolores pro­
pios de esta enfermedad.
Pronto pude volver a mi querido Noviciado.
Ha pasado tiempo suficiente para constatar que,
efectivamente, ha habido curación. Doy rendidas
gracias al Siervo de Dios y me encomiendo a
él para que me ayude a ser un buen salesiano.
José Luis Rodríguez Araujo.

ALEJANDRIA.—El 17 de octubre p. p., es­
tando en la iglesia, fui acometida de un des­
mayo, que preludiaba cosas bastantes más gra­
ves. El 31, en efecto, al levantarme, caí al sue­
lo : brazo y pierna derechos habían perdido
todo movimiento; era la paresía. Las curas y
medicinas no me sirvieron para nada. Más bien,
me agravaba de día en día. Entonces, por con­
sejo de la venerada Madre General, se comen­
zó una fervorosa Novena de oraciones al Sier­
vo de Dios Venerable Don Rúa, y me tra­
gué uní pequeña reliquia ex indumentis. Muy
pronto la mejoría se hizo patente, con admira­
ción de todos, incluso del módico.
Ahora ya camino con facilidad y tambiéi
la palabra se ha hecho casi normal. Hago públi*o mi reconocimiento al amado Padre y ex­
horto a que se recurra a la intercesión del hu­
mildísimo Siervo de Dios.—Sor Rosalía Dolía.

BERGAMO.—Los miembros de una familia
llevaban ya varios meses de paro forzoso. La
situación era desesperada. La hermana mayor
llegaba ya a dudar de la Providencia: p w eso
había abandonado la iglesia y toda práctica re­
ligiosa. Una buena persona les aconsejó enco­
mendarse a Don Rinaldi y empezó con ellos
íina Novena; después, otra, y ya al principio
de esta segunda encontraron trabajo padre e hi­
jo; y poco después también la hermana des­
confiada, por lo cual, movida por la evidencia
de que hay Providencia y que se sirve de sus
Siervos, tomó a sus antiguas prácticas que ha­
bía abandonado, y, confesándose bien arrepenti­
da, no cesa de proclamar bien alto el dogma de
la Comunión de los Santos.—
Directora de
las H. M. A.

ALFIANO.—Mi madre, ya enferma de broaquitis, fué asaltada d e 'u n fuerte ataque de hí­
gado. Cu.mdo el mal llegaba al paroxiano y e'
corazón amenazaba ceder, llamó en su auxilio
al Venerable Don Miguel Rúa y pidió su imagen
y su reliquia. Se las Ilev.iron. Desde ese momen­
to, contra todi humana previsión, dada su edad
y las condiciones del corazón, ha mejorado y
vuelto a ser el consuelo de mi casa.
^ aquel momento dolorosísim.o del ataque
decidinH>s dar públicas gracias al Venerable \
hacer una limosna para su causa.—L/frero v. R¡netti Dorato.

AVISO IMPORTANTE

DEL SIERVO DE DIOS DON FELIPE
RINALDI
MOHERNANDO (Guadalajara).—El 8 de ma­
yo C.ÍÍ enfermo de gravedad. El facultativo diaenosíicó ser una meningitis.
La enfermedad, lejos de ceder por los reme­
dios aplicados, continuó agravándose; por lo que

18

Como consecuencia del Concorda^
to vigente entre la Santa Sede y el
Gobierno español, han variado las
normas a que venían sometiéndose
las disposiciones o legados testamen­
tarios a favor de las Congregaciones
religosas.
A los bienhechores que por testa­
mento hubieran ya dispuesto algo a
favor de la Congregación Salesiana,
) • a los que pensaren hacerlo en lo
venidero, rogamos encarecidamente
se dirijan a los Muy Reverendos
Inspectores Provinciales o a los se­
ñores Directores, quienes les aseso­
rarán sobre el particular.

EL XXV ANIVERSARIO DE UN DOBLE MARTIRIO
Veinticinco años hace que derramaron su san­
gre para defender la pureza de dos virg^citas
que iban a consagrarse a Cristo ep la vida reli­
giosa, Mons. Luis Versiglia y el Padre Calixto
Caravario, allá en la Oiina, en la confluencia de
dos ríos, llamada «Lai Than Tsoci», es decir,
punta del arado, por la forma que tiene. Los
ultimaron los piratas conuinistas por odio a la
Religión Cristiana.
La sangre de los mártires, arrojada « i esa «pun­
ta del arado», fecundó el campo todo. Y toda la
misión quedó fertilizada. Las conversiones au­
mentaron en número considerable, Y si no hu­
biera sobrevenido ese cataclismo que fué la in­
vasión comunista, a esta hora serían muchos mi­
llones los cristianos en aquella región. Ha sido
un paréntesis. Pasará también, ¡y haga Dios se»
pronto! Sigamos rogando con tal intención.
Muchas veces, Don Bosco, guiado por el «An­
gel de la China», había visto a sus hijos misio­
nando allí. En sus últimos días, saboreando los
frutos de la P.itagonía y Tieira del Fuego, lan­
zando su mirada sobre el Oriente, exclamaba:
«¡Qué hermoso día aquel en que nuestros misio­
neros irán a evangelizar más dilatadas regiones!
Los veo avanzar por el Africa y el Asia, entrar
en la China. Y precisamente en Pekín tendremos
una fundación importante...»
Cuando llegó el tiempo señalado por la Provi­
dencia. que fué el año 1906, el elegido para ca­
pitanear la expedición fué el P-dre Luis Versi­
glia. Director del Noviciado romano. Era un gran
señor y un religioso modelo.
Fueron primeramente a Macao. Allí trabajaron
con denuedo. Y un día aciago, la revolución por­
tuguesa, triunfante, los arrojó de allí, como a to­
dos los religiosos. Emigraron a Hong-Kong. El
Vicario Apostólico de aquella región. Monseñor
Pozzoni, les ofreció el distrito de Hemg-Shan,
donde abuiKlaban los leprosos. Sin vacilar aoep-

M onsefior Versiglia
tan y parten, emulando el heroísmo del P ^ re
Miguel Unia y de sus hermanos, que se prodiga­
ban en Agua de Dios y Contratación.
Restablecida la calma religiosa en Portugal, los
misioneros volvieron a su campo de labor. Pero
en esos días se ofrece a la Congregadik) la gran­
de misión de Shing-Shou. El designado para re_

19

girla fué el Padie Versiglia, que es nombrado
Vic:rio Apostólico y consagrado Obispo en 1921.
El mismo día de la consagración reunió a to­
dos sus hermanos y Ies dirigió este singular dis­
curso: «Nosotros no tenemos fondos; no sabe­
mos si tendremos qué comer, ni conocemos los
designios de la Providencia sobre nosotros. Pero
una cosa sé; que tenemos más necesidad de ca­
tequistas que de pan; y por lo mismo es urgen­
te que abramos cuanto antes escuelas para for­
marlos.» Y todos sus ayudantes, religiosos y se­
glares a una, le contestaron: «¡Pasemos ham­
bre; poro ábranse las escuelas!»
Y las escuelas se abrieron. Y la Providencia
mandó siempre el pan necesario para los misio­
neros y para los niños y los seminaristas de las
escuelas.
La misión florecía. Las conversiones eran cons­
tantes. Se presentaba un róseo porvenir.
De pronto, el turbulento espíritu bolchevique
enturbió la serenidad del Celeste Imperio, y no
sólo cayó la milenaria monarquía, sino que se
csp.irció por todo su territorio Ja anarquía y la
persecución religiosa. Los salesianos, al igual que
los demás religiosos, se mostraron a la altura del
deber: su celo y actividad no tuvieron límites.
Monseñor Versiglia, sobre todo, parecía tener alas
y poseer el don de lenguas. Y parecía también
que todo se le allanaba.
Pero Nuestro Señor quería que regara el cam­
po con su sangre generosa. Sus hermanos y ad­
miradores se preparaban para festejarle sus vein­
ticinco años de misionero. Grandes eran las ñestas que le preparaban.
El, con su secretario el Padre Calixto, se fue­
ron, entretanto, «a predicar el Evangelio» en la
reg ón de Lin-Chow. Remontaban en barca el río,
favorecidos por un viento amigo. Con ellos iban
dos maestros diplomados (para catequizar y fun­
dar escuda) con sus dos hermanas, María Thong.
de veintiún años, y Paula Nag, de dieciséis, am­
bas catequistas, y una viejecita cristiana, que tam­
bién sabía serlo. Varias veces había Monseñor
hecho ese viije, y nunca le habían molestado.
Iban, pues, tranquilos.
Do pronto, en una punta de tierra que forman
dos ríos al confluir a la altura de Than Tsoel.
escuchan una gritería salvaje. Eran los piratas
boIchevique.s, que querían dinero y apoderarse ds
las jovencitas. Diez fusiles apuntan a la barca.
Los misioneros, serenos pero firmes, tratan de
defender a las jovencitas, declarando que son sus
alumnas. Estas se ponen a llorar. Su llanto debía
ablandar aquellos corazoiKs; pero eran demasia­
do duros. Se abalanzaron sobre los misioneros,
golpeándolos con bastones y con la culata de los
fusi'es, mientras les decían, entre horribles blas­
femias, que los matarían. A lo cual contestaban
ellos que morirían contentos sí ello era necesario
para defender la virtud de las que les habían sido
encomendadas.
— ¡Bajad a tierral—gritaban a las mujeres—,
si no queréis morir con esos perros católicos.—^Y
se abalanzaron para agarrarlas. Los dos misione­
ros, heridos, las defienden; caen extenuados. Los

20



bajan a tierra y después de golpearlos mudio,
los llevan a un bosquecillo cercano y los fusilan.
María Thong, para no caer en manos de los
bandidos, se arroja al agua. Mas de e n te las
ondas la sacan los bandidos y la llevan a tierra
con las otras dos. A los maestros les ordenan
marcharse al pueblo, sin mirar atrás.
Viendo que las doncellas tienen el crucifijo al
cuello, se lo arrancan y les ordenan pisotearlo.
— ¡Antes la m uerte!-^icen ellas.
Las llevan a una p. goda semidestruída. Desde
allí pueden ver los cuerpos de los mártires, mirando
al cielo. Prorrumpen en llanto y en oración. Esta
y el sacrificio de los misioneros les valió. La Po.icía las rescató y las condujo incólumes al seno
de sus familias. Hízolo así la Divina Providencia
para que pudieran testimoniar sobre él martirio
de sus protectores y Padres en Cristo.
La Sagrada Congregación de los Ritos publicó
el 13 de junio de 1952 el decreto para Ja intro­
ducción de la causa de beatificación y canoniza­
ción de Monseñor Luis Versiglia y el Padre Ca­
lixto C:ravario. Pidamos todos por la pronta glo­
rificación de estos dos heraldos de la Fe y de la
Pureza, y el rest blecimiento de las Misiones Ca­
tólicas en el vastísimo territorio de la China.

El P . C aravario
II
1905- 1955
C EFER IN O N A M U N C U R A
H ace cincuenta años, en la isla tíberina de
San Bartolomé, en la Ciudad Eterna, casi de
frente al Vaticano, pasaba serenamente ds
esta vida a la eterna el hijo del últim o gran
cacique de la Patagonia. Tenía sólo diecinue­
ve años.
Sobre él se habían cifrado tantas espe­
ranzas.

Dios prefirió llevárselo al cielo en la auro­
ra de la vida, cuando el m uchacho acaricia­
ba ideas grandiosas de apostolado entre los
suyos.
Veló su tranquila agonía y bendijo su par­
tida el que fué su Padre del alm a, M onseñor
Juan Cagliero, el civilizador del que fué im­
perio de Nam uncurá.
Cuando el viejo cacique don M anuel hubo
de rendirse a las tropas de la república, lle­
vó su hijo al colegio P ío IX de Buenos Aires.
Allí despertó grandísima curiosidad.
Como era natural, los principios tuvieron
que ser duros. Acostum brado a la total liber­
tad de las pampas, el verse encerrado en un
colegio, aunque ese colegio fuera salesiano y
reinara la vida de familia, pero de familia
civilizada, tuvo que ser para el chico im ver­
dadero torm ento. Pero allí velaban Superio­
res que se habían educado inmediatamente
con D on Bosco. Y , sobre todo, el gran Mi­
sionero y Padre Mons. Juan Cagliero, que ha­
bía heredado de D on Bosco la am plitud de
corazón.
Inteligente y bueno de corazón, Ceferino se
acostumbró pronto a la vida colegial. El Bau­
tismo le regeneró. Y la Sagrada Com unión le
inundó el alma de consuelos inefables y le
abrió a su espíritu horizontes insospechados.
El indio se portaba com o un caballerito. El
habitante del desierto anhelaba estudiar, apren­
der. atesorar, para verter luego sobre su tri­
bu o sus tribus las riquezas de la sabiduría
y de la Gracia.
Por eso lo llevaron a Roma. D on Rúa
—hoy Venerable—, Sucesor de Don Bosco, lo
recibió com o a hijo predilecto y lo presen'ó
ftl Papa. Su Santidad, San Pío X, le puso la
ungida m ano sobre la cabeza y le dió una
efusiva bendición, considerándole com o un
futuro evangelizador.
Turín, Génova, Milán, Florencia..., ciuda­
des por donde los Superiores pasearon a Ceferino, adm iraron su candor e hicieron pro­
nósticos sobre su porvenir de apostolado.
Como a tantos otros, el tránsito de la vida
abierta y libre de las m ontañas, de las llanu­
ras y de los caudalosos ríos, y más aún, el de
la pam pa ilim itada a la ciudad de calles estre­
chas, al edificio lim itado por muros y paredes,
le hizo mal al muchacho. Y enfermó. Desean­
do a todo trance conservarle la salud lo lle­
varon a un sanatorio, al cuidado de los H er­
manos de San Juan de Dios en la isla tiberina. Allí dió ejemplo de virtud acrisí^ada.
Habíase propuesto im itar a Dom ingo Savio. Y en la clínica tuvo ocasión de practi­
car algunos de los actos heroicos de su mode­
lo. H abía en su misma sala un paciente que
a cada instante soltaba palabrotas obscenas y

horribles blasfemias. Nuestro jovencito se le
fué insinuando suavemente con algunas aten­
ciones m uy delicadas que logró prestarle. Con
destreza le hizo com prender la inconvenien­
cia de su lenguaje, y obtuvo que se corrigie­
ra. Cuando poco después recibió la visita de
su gran amigo y padre, Mons. Cagliero, se
lo recomendó. Fácil le fué al veterano misio­
nero reconciliar aquella alma con Dios, ha­
biéndola ya ablandado Ceferino.
Ceferino comprendió que Dios le pedía el
sacrificio de su vida y de sus ideales. Y pron­
to, generoso, sin una queja, dulcemente, el
principito indio se va en pos de Jesús para
trabajar desde el cielo por sus hermanos.
Parece que Dios le quiere glorificar. Sus
virtudes llamaron la atención. El mismo R o­
m ano Pontífice aconsejó el estudio de su vida
y la introducción de su Causa de Beatifica­
ción y Canonización. Esta procede regular­
mente. Y el Señor parece lo quiere glorificar,
pues continuam ente se reciben gracias y favo­
res debido a su intercesión.

III
1855- 1955
Hace cien años estaba en el jardín salesia­
no, junto con Domingo Savio, el jovencito
Juan Cagliero, conterráneo de D on Bosco. H a ­
cía tres años que, habiendo quedado huérfano
de padre, el Santo lo recibiera en su familia
del Oratorio. C arácter exuberante, vivísimo,
impulsivo, daba algún quehacer a los maes­
tros. y hasta hubo quien quiso echarle; pero
Don Bosco, desde el primer instante, cifró en
él grandes esperanzas: sus ojos, limpidísimos
y su agilidad mental y corporal, dejábanle ver
un alm a incontam inada y tal vez un genio.
U n día de ese año 1855, hallábase D. Bos­
co sentado a la mesa con un grupo de jovencitos. entre los cuales estaba Cagliero. H a­
blaban de su porvenir, parte en serio, parte
en broma. Repentinamente, Don Bosco se po­
ne serio, solemne com o en ciertas ocasiones
m portantes, y trazando con la diestra un
círculo en el aire, exclam a: tU n o de vosotros
será Obispo.» Los jovencitos se miraron uno>
a otros, llenos de asombro.
En agosto de 1854, Cagliero había tenido
una gravísima enfermedad y estaba mOTÍbundo. C om o lo hacía con todos en ese trance,
fué Don Bosco a prepararlo al gran paso y
administrarle los últimos sacramentos. Pero
apenas pisó el umbral del aposento, llamó su
atendón una palom a revoloteando sobre la
-

21

cam a del niño, con un ram o de olivo en el
pico. D adas dos o tres vueltas, dejó caer el
olivo sobre el pecho del niño y desapareció.
Aparecieron entonces, a lado y lado del le­
cho, dos figuras humanas, de tipo desconoci­
do, fuertes y musculosas, inclinadas respetuo­
samente sobre el niño.
Fué cosa de pocos instantes. Pero a los
ojos de Don Bosco se había descubierto el
porvenir del enfermito.
Se le acercó.
Se sonrieron mutuamente,
— Don Bosco—dijo por prim ero el niño—,
¿viene a darm e el pasaporte para el cielo?
— ¿Y tú qué quieres, m orir o sanar?
— Me parece que ahora estoy preparado...
Pues prefiero irme al cielo.
—No, hijo mío. A hora curarás... Serás
sacerdote... D espués..., después, breviario ba­
jo el brazo, crucifijo en la mano, recorrerás
muchas tierras... D espués..., después...
Y por entonces no le dijo más.
El niño se levantó. A l otro día estaba con
sus com pañeros haciendo la vida común.
A su tiempo hizo su profesión religiosa,
entre los primeros de la naciente Sociedad
Salesiana. Se ordenó de sacerdote.
U na tarde, entraba Don Bosco de la calle.
Estaba m uy cansado. Cagliero se encontraba
al pie de la escalera. Se le acercó y con su
habitual hilaridad, le dijo:
— D on Bosco, apóyese en mi brazo y vea
si soy capaz de ayudarle a subir.
Don Bosco lo hizo. Y al llegar arriba, con
rápido movimiento, le tom ó a Cagliero la man"' V se ta b e'ó con e’ m ayor respeto.
Protestó éste:
— ¿Qué ha querido. Padre?, ¿humillarse o
humillarme?
—^Ni una cosa ni otra. A su tiempo lo
sabrás.
Y cuando se abrieron las primeras Misio­
nes Salcsianas, Cagliero, por disposición espe­
cial de la Divina Providencia, fué nom brado
Superior de ellas. Y allá en las tierras aus­
trales de América fundó casas, abrió misio­
nes entre las tribus salvajes, misionó muchos
años, civilizó muchas tribus, transform ó re­
giones mediante la agricultura y la religión,
y fué nom brado Vicario Apostólico y consa­
grado Obispo...
U na tardo de diciembre de 1884, Cagl'ero.
consagrado Obispo, paseaba con el Padre ba­
jo los pórticos del Oratorio, en íntimo colo­
quio. H ablaban de los grandes problemas de
la Congregación y de las Misione.s.
Don Bosco se detiene un m om ento y pre­
gunta al Obispo:
— ¿Te acuerdas de tu grave enfermedad
cuando el cólera m orbo?

22



— ¡Sí me acuerdo...! Y usted venía a sa­
cram entarm e y no me sacramentó. Y me
anunció la curación. Y me dijo que des­
pués..., después..., el breviario bajo el bra­
zo..., el crucifijo..., y después..., pero no me
dijo ese Ultimo después.
—A hora lo has visto. Y le contó la visión
del año 54.
Quizá podría haberle dicho algo más acer­
ca de esos después. Pero se conmovió y las
lágrimas le impidieron seguir.
Después, Cagliero fué nom brado Arzobis­
po y Nuncio Apostólico y Cardenal. Y cuan­
do se abrieron las Misiones del Asia, China
y la India, Cagliero, desde la Sagrada Con­
gregación de Propaganda Fide, cumplió toda­
vía un nuevo encargo que en su lecho de
m uerte le dió el Padre la víspera de volarse
al cielo.
Hace cien años..., parece tm cuento de ha­
das..., com o tantas realidades de la vida de
D on Bosco.
REMEMBRANZAS DE LA CHINA
MAS DEMOCRATICOS QUE E S T O ...

Citábamos en el número anterior unas Memo­
rias de Mons. Oste sobre la Casa Salesiana de
Pekín, cerrada por !os oom,unistas. Continuemos
extractando: «Otro mc-tivo de la fuerza moral
de esta casa es el género de vida que tienen los
Salesianos de Don Bosco. El Gobierno democrá­
tico no podía, en rigor, hsllar nada que censu­
rar en una casa tan democrática, tan real y genuinamente democrática. Cada uno tiene su ofi­
cio; el estudio y el trab jo manual se alternan:
quien trabaja como s'stre, quien como zapatero,
como cerrajero, como carpintero, mecánico, im­
presor...; y todos los trabajos de la huerta y dcl
jard'n se hacen por todos, religiosos y alumnos.
Se practic: rigurosamente y con alegría la sobrie­
dad tan decantada por el Gobierno; las comidas
de alumnos y superiores son frugales, condimenta­
das en una misma olla. Y en cuanto a higiene y
limpieza, se siguen escrupulosamente todas las
recomendaciones oficiiles. Cuando el Gobierno se
lamenta de que en las ciudades se consume dema­
siada harina blanca, puede ver que el pan de
la casa salesiana se confecciona con hariias mez­
cladas. más barat's y tal vez más nutritivas. To­
dos los miembros de la casa forman una sola
familia, en las que todcs se quieren y se ayudan.
Así, el Gobierno Popul r. q ’e ofi:iaImínle proch m i !a libertad y la igualdad, nada tiene que
reprender en la casa s'lesiana de Pekín.
Los del frente popular un día se declararon
vencidos. Mas no por eso dejaron de pwrseguk
la casa. «Sería la primera vez—decían—que no
logramos convencer y vencer a los muchachos.
¿Qué diablos tienen estos curas que así los efflbruj'.n? Vamos a enseñarles democracia.> Y vol-

vieron un día. Y uno se empeñó en que un chi­
quillo proporcionara materia de acusación. El Pa­
dre Director había recibido orden de salir. La
tarde anterior, 19 de septiembre de 1952, dijo a
su pequeño pueblo: eProbablemente tengo que
dejar Pekín, llamado por mis superiores.» Los
chiquillos comprendieron demasiado bien de lo
que se trataba, y rompieron en llanto. También
lloraban todos los empleados.
Difundíase la noticia, hasta Exomos. señores
Obispos vinieron a arrodillarse y pedirle la ben­
dición a ese humilde sacerdote que representaba
a Don Bosco en Pekín. Y el Padre Acquistapace
so alejó.

LOS MUCHACHOS SE ORGANIZAN POR SI MISMOS

Apenas ido aquel que los «protectores del pue­
blo» llamaban embrujador de los muchachos, vol­
vieron a la carga. Al nuevo director. Padre Pablo
Fong, chino, se le somete a una serie de interro­
gaciones, amenazas y presiones, siemfa-e más fuer­
tes, por’horas y horas, de día y de nocáie, sin tregua.
El 22 de diciembre de 1953 algunos ministe­
riales se instalan en la casa con orden de «re­
formarla». Cuantos medios emplean para obli­
gar a los diioos a acusar a sus superiores fra­
casan... Los mudiachos se organizan por si' mis­
mos. Dos de los mayores trazan los planes. Con­
vienen ante todo en que los métodos y costumbres
de la casa deben conservarse fidelísimamente, y
que «no se debe pactar con el pecado» (así dicen
ellos). Y añaden; «Mientras sepamos vencernos
a nosotros mismos, venceremos todos los obstácu­
los; si cedemos a las tentaciones, lodo está per­
dido.» Y para reforzar sus jMopósitos. pintan y
exponen en la cartelera un cuadro inspirado en
el conocido «Sueño» de Don Bosco sobre la Igle­
sia: la grande nave asaltada, que navega hacia
las dos columnas donde se levantan la Hostia
Santa y la imagen de María Auxiliadora Inmacu­
lada.

pués a los compañeros: «No es bueno jugar con
las ocasiones peligrosas.»
Un jovencko que había asistido a la ejecución
de su padre por llevar una medalla al cudlo, res­
pondió taj-inte a quien le urgía para que dijera
que los frailes pegaban:
—.Aquí no se apalea a nadie como hacéis vos­
otros. Los Padres son buenísimos. Nos enseñan'
mucho y se sacrifican por nosotros.
Y como ellos seguían urgiéndole, Ies replicó:
—Yo no puedo mentir. Si queréis cortarme la
cabeza, podéis hacerlo; moriré mártir.
Un jovencito de diecisiete años, venido de un
seminario cerrado por los comunistas, a los pocos
días decía en un grupo de compañeros: «Ahora
comprendo por qué sois tan valientes: aquí no se
cometen pecados y se practica el Reglamento.»
Ese ntismo chico les decía en confianza a los
mayorcitos, apoyándose en su propia experiencia;
«Es más fácil, creo yo, afrontar el martirio pol­
la Fe que conservar la pureza en los ambientes
de fuera. En el primer caso es hasta cuestión de
honor. En el segundo, luchándose en secreto, se
necesita una fuerza extraordinaria.»
Esta perseverancia y este valor es el resultado
de la oración y de las mortificaciones de los ni­
ños, de los obreros, de todos los cristianos de
Pekín, ofrecidas por ellos para impetrar de Ma­
ría Auxiliadora la fidelidad en masa.
(Conc)uirá.f

LA LUCHA

R EV EREN D O D. EN R IQ U E H ID A L G O
G O N ZA LEZ

Y comienza la lucha. Un comunista se acerca
a un chico.
— i Qué bien trabajas!
—Camarada, si quieres hablarme, espera al
recreo.
Otro se acerca a un aprendiz de zapatero.
—¿Cómo te llamas? ¿Eres de aquí?
—^Para remendar bien estos zapatos se hace
«sí y así.
—No te pregunto cómo se remiendan los za­
patos, sino tu nombre y tu pueblo.
—Si no se trabaja con aíendón. se echa todo
a perder.
—Pero, oye: ¿eres o no ere& de Pekín? ¿No
comimendes lo que te pregunto?
En este momento el chiquillo, no sintiéndose
s ^ r o . de un salto se puso en d patío. Dijo des-

E1 día 2 de junio, a los sesenta y dos años
de edad, y cuarenta y cinco de vida religio­
sa, entregó su alma a Dios, en Málaga, este
benemérito hijo de San Juan Bosco.
Su muerte, inesperada, creemos haya sido
digno rem ate de una santa y larga vida sacer­
dotal, pues tuvo la dicha de ser sorprendido
poco después de celebrar la Santa Misa, Se
encontraba desayunando cuando sufrió an a
embolia cerebral, que apenas le dejó tiempo <fc
que le fueran administrados, con vida, lo»
Santos Sacramentos.
Buen músico y hom bre dotado de un es­
píritu finísimo y delicado, y de un gran am or
a la Congregación Salesiana, trabajó incan­
sablemente en cuantas parcelas le señaló la


23

obediencia y
tenerse fiel a
costumbres y
Que la paz

estuvo siempre pronto a man­
los principios religiosos y a las
criterios salesianos.
del Señor esté siempre con él.

A los sesenta y nueve años de edad m u­
rió el 14 de abril, en la Casa Aspirantado
de G erona, el herm ano coadjutor
D. V ICTO RIA N O LOPEZ LOPEZ
El día anterior, ayudando a Misa, se sintió
mal, y llevado a la cam a, dijo a los H erm a­
nos: aNos reuniremos en el cielo.D Llam a­
do de urgencia el médico, diagnosticó una
pulmonía doble. N o valieron remedios ni cui­
dados. El mal siguió agravándose y el herm a­
no pudo recibir sereno todos los auxilios de
nuestra Santa Religión. Expiró plácidamente.
Los funerales fueron imponentes. En el ce­
m enterio recibió el últim o saludo.
N acido el 19 de m arzo de 1886, a los vein­
tidós años entró en la Casa A spirantado de
Vigo, su ciudad natal. H izo los prim eros vo­
tos en M adrid, 1910, y los perpetuos en 1913.
Desde entonces, estuvo en las diversas casas
adonde la Obediencia lo destinaba, ejerciendo
su humilde y fecundo apostolado de m aestro
zapatero, modelo de trabajo y de observan­
cia. Cumplió a la letra el propósito que hi­
ciera en sus primeros Ejercicios E spirituales:
aMe esforzaré por ser la Regla viviente.n
D urante el predominio rojo, sin alejarse
de esta casa de G erona, de la cual te hicieron
despensero, alivió la suerte de muchos herm a­
ne» y amigos dispersos por los montes.
¡M ándenos el Señor muchos com o D. Vic­
toriano!
En Barcelona, el día 7 de junio, descansaba
en la paz del Señor
DOÑA BASILISA RODRIGUEZ VALERO.
madre del salesiano José Gutiérrez Gutiérrez.
Mujer adornada de grandes virtudes cristianas,
pasó por la tierra sirviendo de ejemplo luminoso
a cuiintos tuvieron la suerte de conocerla. Un
hondo espíritu de fe en la Divina Providencia,
unido a una gran resignación cristiana ante las
muchas cruces con que Dios la visitó en vida,
hicieron de ella d a mujer fuerte» de que nos
habla la Sagrada Escritura.
Esa misma fortaleza por lodo lo divino supo
imprimir ella en el alma de s’-’s hijos, y la mis­
ma virtud mostró en la hora de su muerte, reci­
biéndola con la sonrisa en los labios. Sus hijO'>
y sus amistades lloran no ya la muerte de un
ser queridísimo, sino la separación temporal de
una santa.

24



A todos sus hijos y familiares, y en especial
a las señoritas María y Basilisa, celadoras y
grandes cooperadoras del Colegio Salesiano de
San José, de Barcelona, y al R. D. José, direc­
tor del colegio salesiano €San Juan Bosco», de
Valencia, nuestro pésame más sentido, y para la
difunta, una fervorosa oración.
Estando ya en prensa este número, nos llega
la noticia de la muerte del M. R. D. José María
Manfredini, S. D. B.

Floreció en vergel es el título que Rodolfo Ragucci, S. D. B. ha dado a su biografía de Santo Domingo
Savio. Es un hermoso libro de 350 páginas, muy bien
presentado por el «Instituto Salesiano de Artes Grá­
ficas, de Buenos Aires. Lleva por subtítulo «Las rirtudcs de Santo Domingo Savio, dechado de colegiales
y niños y adolescentes de la Acción Católica». En
todo sentido: presentación, estilo, comunicativa, en­
tusiasmo, belleza, esta vida del jovencito que Dios
ha dado como regalo al mundo, para ser su modelo
y protector, está sin duda llamada a pervivir. Es un
tesoro auténtico. El mismo título, indicándonos un
enfoque genial, que da unidad y armonía a todos sus
capítulos, es un acierto maravilloso. Jardín, vergel de
rirtudes y de gracias es Domingo Savio. Y el autor
las va mostrando y analizando delicada y profunda­
mente en sus varios capítulos, deshojados como pé
talos para el estudio, con un cuidado y una amoro­
sa meticulosidad que encadena la atención y orea de
perfumes delicados el ambiente: Luminoso germinar,
Loores a la flor, Flor del hogar. Llamas del rosal:
su apostolado, Flor de milagros, Flor de crepúsculo,
Flor dcl ciclo, Flor del altar.
Tres apéndices a cual más útil y más bello, y la
Bib'íografía de que más se ha servido coreman el
libro.
En el primer apéndice nos presenta «Florccillas de
su vergel». Es original, oportunísimo: son «máximas,
sentencias o dichos de un Santito de IS años».
El segundo son las fechas notables de su vida.
El tercero, un «Florilegio de composiciones en ho­
nor del Santo». Y son del mismo Ragucci en diver­
sas ocasiones.
De Bogotá nos llega un precioso librito <k_ 140
páginas, compuesto por Sembrador, S. D. B., titula­
do «Amor». Se lo dedica a «almas sacerdotales o
de vida interior». Pertenece a «Ediciortes paulinas».
Bajo el pseudónimo se oculta un alma verdadera­
mente sacerdotal, que en una Parroquia salesiana
está sembrando a manos llenas amor a Dios y amor
al prójimo. El librito es una ccáeccíón abundante y
selecta de estas dundas semillas. Le deseamos gran­
de difusión para que haga muchísimo bien producien­
do muchísimos frutos.
Tall. Grif. E diciokvs Castilla. S.

A.

Madrid.

TUoifecbVí
para

([lENCUSJllL

vistas

lijas

U lu i iHOKaoiUa de lum ÍM óidad
SENCILLO



PRACTICO

#

INSUPERABLE

Bajo voltaje, fila m en to recio, lu z fría, m áxim a duración, insigni£cante
consum o de flúido
P re c io s: M o d . 3, p t a s . 2 M O O . M o d . 4, p ta w . 2 . 2 0 0

E,1 T riu n fo de la M isericordia,

p o r el

p

.

a

. S h e r m it t e

s

d

.

b

:

E l S éd o . C o ra z ó n

en el E v a n g e lio y en la H is to r ia , l 5 p ta s . —

E l p ro d u c to ¿ e s o v e n ta *e d e s tín * a l T e m ­
p lo E x p ia to r io N a c io n a l del T ib id a b o .

Mi»aÍ Romano Diario, se g u id o de u n e x te n so D e v o c io n a rio S a le s ia n o .— E n te la p tas- 3 6 .

Cada Ifl/lculhA S a lel

1. Plaza de M aría A uxiliadora.— 2. Vía C attolengo. —3. S an tu ario de M. A .—4. Iglesia de San
Francisco de Sales. —5. A posento de D on B osco. —6. D om icilio del C apítulo Superior. —7. P atio
de los E stu d ia n te s.—8. P a tio de los A prendices.—9. A ulas del g im n asio .—10. Escuelas Profe­
sionales.—11. D orm itorio de los E stu d ian tes.—12. Lavadero, cocina, refecto rio s.—13. O ratorio
festivo y c o tid ia n o .- 14. P atio del O rato rio festivo.—15. T eatro .—16. Sección de Escuelas P ro ­
fesionales.—17. C asa G eneralicla de las H ijas de M. ,A.—18- O ratorio fem enino con sus clases
diurn as v n o c tu rn a s .—19. G uarderia y o rfa n a to .—20. Sociedad E ditora In te rn a c io n al.—21. Igle­
sia sucursal del S a n tu a rio .—22. C asa p a rro q u ia l.—2,1. Restos de la Casa M o retta.—24. Donde
estuvo el prim er o rato rio festivo (1846).

Hr. n.
Señas

del

r e m ite n te

( ....................... ...................... )

í
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1955