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Título
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BS_1970_11
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Descripción
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Boletín Salesiano. Noviembre 1970
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Fecha
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1970.11
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extracted text
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Mis queridos amigos Juanito y Mari:
Me comunicáis vuestra alegría por las primeras sorpresas
del curso y por las buenas calificaciones. A Juanito le ha
gustado mucho el libro de Geografía, donde me dice que ha
aprendido nombres tan bonitos como Honolulú; y hasta sabe
señalar su lugar en el Pacífico. Pues claro, la Geografía es
como el turismo de los pobres, de ios que no pueden hacer
largos viajes. Pero nadie nos quita el que podamos soñar con
los caminos que realizaremos con el tiempo...
A Mari, en cambio, le gusta el dibujo. También es otra
manera de soñar eso de copiar a nuestro gusto la realidad de
las cosas. Bueno, pero todas las materias de estudio son im
portantes para la vida y os harán falta para el día de mañana.
Lo peor sería el no poder estudiar. [Cuántos niños de vues
tra edad no cogerán en su vida un libro en sus manos! ¿Por
qué? Pues porque no tienen escuelas a dónde ir, ni maestros
que les enseñen, ni dinero para comprar libros. Y. natural
mente. los que no estudian son unos ignorantes...
Oíd lo que le sucedió un día a Don Bosco.
Por el año 1867 había en el Oratorio un chico llamado Patarelli. Tenía catorce años y unos ojos azules en los que revo
loteaba un pájaro: la alegría. Pero, de buenas a primeras, este
chico guapo y estudioso quedó medio bobo. Perdió del todo
la memoria y andaba por el patío con los brazos caídos y la
cabeza lacia. En clase siempre se le veía mirando a las «mu
sarañas». Daba lástima. Vosotros habéis visto a algún tonto,
¿no? Pues Patarelli daba la sensación de ser el chico tonto
del Oratorio.
El director de estudios, en vista de que no había más reme
dio. determinó enviarlo a casa a ver si se curaba. Todos sus
compañeros sentían por él una gran pena.
DOH BASCO El CHIOUlllO TONTO
U N A P A G IN A P A R A LO S
N IÑ O S
Pero, antes de despedirlo, el director de estudios (o llevó
al despacho de Don Bosco. El santo ordenó que se arrodillara
y lo bendijo.
El chiquillo, entonces, como despertando de un profundo
sueño, exclamó lleno de asombro:
—¿Pero yo dónde me encuentro?
—En mi cuarto —dijo Don Bosco— . ¿Y por qué has venido
aquí en lugar de ir a clase?
—Pues no lo sé.
—Hala —lo acarició el santo— vete a clase porque han
tocado hace rato.
Y el muchacho, feliz y contento, atravesó el patio de una
carrera y entró en el aula. Sus compañeros lo miraron atónitos.
Pero contemplaron en sus ojos el aleteo de dos gorriones:
[Estaba perfectamente curado)
Ya véis cómo la bendición de Don Bosco hacía prodigios.
Claro que vosotros debéis suplir con vuestro esfuerzo la be^
dición del mejor amigo de los niños. Pero, ¿sabéis para quié"
nes tenéis que pedir su bendición? Veo la respuesta en os
ojos de Juanito. Naturalmente Don Bosco debe bendecir a los
niños pobres y necesitados para que puedan estudiar como
vosotros y no lleguen a ser ignorantes.
Basta por hoy.
Un abrazo de vuestro mejor amigo.
PADRE RAFAEL
BOLETIN SJILESIANO
ORGANO
DE
LA
PIA
UNION
COOPERADORES
DE
SALESIANOS
Revista de la obra de Don Bosco
Arto LXXXIV . N.° 11 • Noviembre, 1970
Director:
RAFAEL ALFARO
Dirección, Redacción y Administración.
Alcalá. 164
Teléfono 255 20 00
MADRID (2)
Depósito Legal: M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Saleslans
Madrid-Atocha
EN
ESTE
NUMERO
La parábola de las sillas .
.
1
La contraseña de Dios .
.
2
.
Los milagros nuestros de cada día
4
Mensaje a España...................
8
Aquel montillano pozo
.
.
10
Cuando critican la religión .
.
11
.
El viraje salesiano de Suramérica
12
Primer Congreso Mundial de Anti
guos Alumnos Salesianos . .
16
142 ratonemos en la isla del Ratón
22
Cooperadores Salesianos, ¿queréis
ayudar al Tercer Mundo?
. . 26
Gracias y fa v o re s ........................ 28
Cecas . . . .
31
nuestra
La parábola de las sillas
PORTADA:
José Luis Morta
En el año de la educación, los pegúe
las sienten el cariño de los mayores
9ue les enseñan hasta ios secretos de
la cocina...
Acaba de salir un libro pequeño y luminoso con un título Heno
de misterio: «He buscado en la noche»; libro que ha obtenido el
Gran Premio Católico de Literatura 1970. Su autor, Jaeques Loew,
habla de buscar y encontrar a Dios. "Si osparece — dice— , os
diré cuál es, en mi opinión, la principal dificultad que encontramos
cuando buscamos a Dios. Es que muchos lo buscan, pero toman,
sin darse cuenta, la ruta opuesta a la que verdaderamente con
duce hacia El. Les sucede como a esos técnicos que construyen,
retinen materiales, trazan planos, comprueban si aquello marcha
o no. Así /abrican un cohete extraordinariamente perfecto y lo
lanzan al cielo. De lo que se trata es de construir, de trabajar,
de alcanzar una meta. Pero cuando se trata de buscar a Dios,
tal actitud fracasa siempre. La verdadera búsqueda de Dios se
parece, por el contrario, a la actitud de un hombre que, después
de haberse sentado, escucha. Y es lógico que sea asi, porque, en
definitiva. Dios no es algo que hay que construir o que hacer,
sino que es alguien a quien hay que recibir. Y cuando se recibe
a alguno, hay que empezar por sentarse y escuchar.
A veces, el entendimiento del hombre lucha a brazo partido
en la oscuridad de la noche. Una búsqueda angustiosa de Dios
expresada en el verso machadiano: «Siempre buscando a Dios
entre la niebla.» Y no siempre se encuentra esta actitud entre los
hombres, pues, como recientemente dice Pablo VI, "los condicio
nes mentales del hombre moderno no están habitualmente pre
dispuestas para una búsqueda consciente ni para el conocimiento
de Dios que nos es posible. Buscar es una manera de encontrar".
Pero los hombres no escuchan. Están distraídos. Y hay que
saber sentarse para escucharlo sencillamente. Esta es la primera
condición de la oración: escuchar para poder hablar, para poder
dialogar. Rezar es, ante todo, "o ír a Dios". "Nadie conoce al Pa
dre sino el Hijo, y aquel al que el Hijo haya querido revelarle."
(M t , II, 27.)
Para buscar a Dios, más que abrir los ojos hay que abrir los
oídos, porque la fe nos viene por la palabra. Oír las voces de la
naturaleza, los gritos que dan los signos de los tiempos, lo que el
Espíritu nos sugiere en la lectura de los libros santos. Estar aler
tas, frecuentar la escuela de Dios.
Qué diversa es la actitud de los que creen saberlo todo, los
que no necesitan aprender ya nada, los que se creen estar defini
tivamente en posesión de la verdad.
Hoy día hay una gran confusión de ideas. Con buenas inten
ciones todos creen encontrar a "s u " Dios. ¿Quién está en la ver
dad? Pero la realidad es ésta: "N o se encuentra a Dios constru
yéndose cada cual, por sí mismo, una iglesia y una religión en la
que uno pueda instalarse para encontrar allí a Dios." Se encuentra
a Dios cuando se dice, como el adolescente Samuel: "Habla, Se
ñor, que tu siervo escucha."
Sí, dejar que la palabra caiga en el corazón donde nos hable
en el silencio como se dice de la Virgen María: "Conferenciaba
en su corazón" (Luc., 2, 19), y nos encontraremos con la sorpresa
de que no es el hombre, sino Dios, el que encuentra: "E l hijo que
estaba perdido ha sido encontrado" (Le., 15, 32). Una inversión
de ese juego al escondite en el que tampoco es Dios, sino el hom
bre, el que se esconde para ser, al fin, encontrado.
Escuchar, escuchar. La naturaleza se ha encargado — dice un
sabio— de damos dos orejas y una lengua, para que oigamos más
y hablemos menos. Jorge GuÜlén exulta de júbilo por la invención
de las sillas, que nos ofrecen su amistad para sentamos y enta
blar el diálogo. También en las iglesias hay sillas, hay "bancos",
que no son para depositar nuestro dinero ni nuestros tesoros,
sino para sentamos a escuchar. Y Dios habla al que "tenga oídos
para o ír" (M t , 13, 9). Tal vez podríamos hablar de una "parábola
de las sülas...”
—
1
LOS MILA6R0S
Cada minuto de nuestra vida es un mi
lagro.
¡Gracias, Señor, por haberme curado y
por las medicinas!
MILAQRITOS A MI...
iVAMOS HOMBRE!
No hace mucho me decía un mé
dico mientras aplicaba la escayola
a mi brazo, después de un peque
ño accidente: «N o me explico có
mo hay todavía revistas religiosas
que continúan publicando esa se
rie de milagritos que causan risa.
Si al menos llevaran la certifica
ción médica... Con esto sólo se con
sigue desorientar a la gente y caer
en el fetichismo, del que tantas ve
ces hemos acusado a hombres de
civilizaciones pasadas».
A ñnal de verano, la prensa se
hizo eco de un prodigio ocurrido
en la vega de San Mateo, pueblecito de Gran Canaria: la Virgen
movía su rosario. Y todos hemos
oído hablar, a lo largo de dos años,
de las apariciones de Ei Palmar de
Troya, por tierras sevillanas.
Las manifestaciones sobrenatura
les siempre han despertado el in
terés de los hombres. En realidad
también lo mágico nos llama la
atención. Pero, ¿encaja esto en
unos tiempos en que acá y allá se
habla de secularización y de auto
nomía humana?
En otro apartado de nuestra Re
vista aparecen las autorizadas pa
labras de Antonio María Javierre,
e.studioso profundo del tema. Pue
den considerarse como los princi
pios bateos sobre el problema del
hombre frente a lo sobrenatural.
De ellos voy a valerme en mi em
peño de facilitar vuestra misión
como educadores de la fe de vues
tros hijos.
Y los interrogantes a resolver
4
—
van a ser éstos: ¿Puede darse el
milagro en nuestros días? ¿Qué es
realmente un milagro? ¿Para qué
pedir si Dios sabe lo que necesi
tamos? ¿Ha de estar la fe supedi
tada a los acontecimientos sobre
naturales?
POSTURAS EXTREMAS
EN TORNO AL MILAGRO
La primera postura, extrema y
peligrosa por lo que supone de de
formación del milagro, es el «ape
tito desordenado» de cosas extra
ordinarias.
Este tipo de personas basa su fe
en los prodigios sobrenaturales;
cuando faltan éstos, su fe sucum
be. Si tuviera una fe de verdad,
se sentiría completamente libre
frente al milagro, le importaría
poco que éste surgiera o no.
La fe no puede supeditarse a los
milagros.
La segunda postura se va al otro
extremo: una vez creado el Uni
verso, todo se desarrolla en con
formidad con las leyes puestas por
el Creador, sin que El vuelva a
intervenir, ni por excepción, para
cambiar el ritmo de la naturaleza.
Para los defensores de esta pos
tura no tiene entrada en milagro.
Todo ocurre normalmente: hay
unas causas naturales que produ
cen unos efectos también natura
les. Por ejemplo, el enfermo cura
porque el médico ha recetado las
medicinas adecuadas.
No aceptan tampoco la posibi
lidad de una relación interpersonal
del hombre con Dios que pudiera
i : hciuiidu
“ Cuanto más profundo se te encuentra, Señor,
más universal aparece tu influencia.’*
(Teilhard de Chardin.)
influir en la marcha ordinaria de
las leyes físicas.
DIOS
NO TIENE NADA
QUE CORREGIR
Alguien podría añadir todavía
que Dios para realizar un milagro
tiene que enmendar su obra, lo
cual repugna en un Creador que
todo lo ha hecho perfecto. Voy a
contestar en seguida.
Lo normal es esto, lo que esta
mos viendo todos los días: Dios
no quiere violentar las leyes pues
tas por £1; deja actuar a las cria
turas.
Ya esto es un auténtico mila
gro, un milagro continuado, que
nos hace arrodillarnos ante el Crea
dor para darle gracias y adorarle
por su sabiduría y poder divinos.
Pero hay algo más. En cada ins
tante de nuestra vida intervienen
infinidad de elementos, cuyo juego
combinatorio está en manos de Dios.
Entonces, ¿por qué ha de conside
rarse un cambio, un volverse atrás,
el que Dios, en determinados mo
mentos, combíne a su gusto esas
causas segundas para hacer cun
pequeño regalo» a uno de sus hi
jos? ¿Es que le vamos a quitar has
ta la libertad de tener «delícadeza.s» con alguien?
Esto, naturalmente, no lo admi
tirán los que atan de pies y manos
a Dios una vez terminada su obra
creadora; negarán sin más la po
sibilidad de esas «caricias extras»
de Dios a los hombres.
Los del otro extremo, en cam
bio, se fijarán exclusivamente en
este tipo de «caricias», menospre
ciando las «caricias ordinarias» que
Dios nos prodiga minuto a minuto.
Yo creo que una cosa no quita
la otra. Puede Dios muy bien obrar
a través de las leyes puestas a las
criaturas, y esos son «los milagros
nuestros de cada día», y puede
también permitir otro tipo de mi
lagros. los que se dan sólo de tar
de en tarde.
Aquí vendría un punto intere
sante. pero que no puedo tocar por
la extensión que exigiría su com
plejidad: ¿Qué criterio sigue Dios
pitra conceder favores extraordina
rios? ¿Atiende a nuestros méritos?
¿Tiene preferencias? Bástenos re
cordar que Dios es enteramente li
bre y que con nuestra mentalidad
no podemos comprender sus deci
siones. Pero una cosa es cierta:
Dios conoce nuestras necesidades
y nos quiere sin limites. Con esto
nos basta.
6 —
ENTONCES,
¿NO HAY QUE PEDIR?
La objeción se ve venir: «Si Dios
sabe lo que necesitamos, no hará
falta pedirlo». Es cierto. Dios lo sa
be, pero ¿no es una cosa natural
la manifestación de nuestras pre
ocupaciones al Padre?
También es posible que se oiga
decir: «Y o pediría cosas espiritua
les, pero rezar por cosas de aquí
abajo no tiene sentido». Schillebeeckx contesta así: «Querer eli
minar la oración por las cosas tem
porales de nuestra relación con
Dios sería lo mismo que obrar co
mo si nuestro Dios no hubiese
creado el mundo o como, si una
vez creado, se hubiera desintere
sado de él.»
Dios quiere que le pidamos; está
deseando atendernos. Jesucristo
nos lo recuerda con estas palabras:
«SI vosotros sabéis dar cosas bue
nas a vuestros hijos, ¡cuánto más
vuestro Padre que está en los cie
los dará cosas buenas a los qué
se las pidan!» (Mt., 7, 11.)
Todo esto está claro, pero va
mos a analizarlo a través de un
ejemplo.
Una pareja de enamorados. Sue
ñan con su futuro hogar. El pre
para unas oposiciones de las que
depende su porvenir. Las plazas
son pocas y los opositores muchos.
Acuden a Dios porque están con
vencidos de que el diálogo con £1
es posible y puede atenderles. Y
así es. El novio hace un brillante
examen y gana las oposiciones.
Distingamos en todo el proceso
dos aspectos: el hecho religioso
(Dios responde a una petición sin
cera) y la forma de realizarse (exa
men brillante del joven).
Si atendemos solamente al se
gundo aspecto, concluimos que to
do se debe al esfuerzo realizado
por el joven y a su inteligencia.
Conforme. Pero es que no se pue
de prescindir de la realidad reli
giosa. también existente: los dos
jóvenes se pusieron en contacto
con Dios, sabiendo que Ies quería
y que estaba en sus manos el com
binar los elementos en juego de
tal manera que les llevara a la me
ta deseada. Bastaría, por ejemplo,
que hiciera coincidir el tema del
examen con el preferido por el jo
ven; o si se quiere, cualquier otro
elemento de menor importancia:
un repaso de última hora, un olvi
do de! catedrático, una ocurrencia
de la novia...
Con Schillebeeckx concluyo así:
«El gobierno providencial de Dios
es el oue crea la relación de cau
salidad entre el esfuerzo personal
y el triunfo.»
Fríamente considerado el hecho,
puede decirse que todo ha seguido
los cauces normales. Pero para el
que ha tenido la vivencia del con
tacto interpersonal con Dios, la
realidad religiosa prevalece sobre
la puramente humana. Para él ha
sido una auténtica concesión de
Dios.
Claro que todo esto sólo tiene
sentido si estamos colocados en el
plano de lo religioso, porque una
oración de sabor mágico (una se
ñal de la cruz garabatosa al iniciar
una competición deportiva...), con
siderada simplemente como un me
dio humano más, con el ñn de con
seguir la curación de una enferme
dad o el récord de unos campeo
natos, es inútil e incomprensible: lo
mismo que si lleváramos con nos
otros un amuleto o trasladáramos
el viaje para el catorce y miér
coles..
La esencia de la oración es el
diálogo personal del creyente con
Dios y no la recitación de una
determinada fórmula.
CUANDO
DIOS DICE ‘NO’
La escena de Getsemaní es bien
clara: «Padre, todo es posible para
ti; aparta de mí este cáliz; pero no
sea lo que yo quiero, sino lo que
quieras tú» (Me., 14, 36). Pocas ve
ces existe en nuestra oración una
conformidad semejante.
Hay que partir del hecho de que
como cristianos nos hemos com
prometido a seguir a Cristo con la
cruz. Lo cual significa que hemos
de admtir el dolor, y lo que lo ro
dea, como compañero inseparable
de viaje. Podemos, y debemos, po
nerlo en manos de Dios, pero con
la disposición constante de acep
tarlo.
Y digo esto porque, de ordina
rio. la mayor parte de nuestras pe
ticiones no son atendidas. Bueno,
hablando con propiedad, Dios siem
pre nos escucha; de no ser así, la
oración de petición no tendría sen
tido. Lo que sucede es que no nos
escucha al modo humano, sino de
una f o r m a incomprensible para
nosotros. Pero vamos al fondo de
la cuestión.
Lo que Dios quiere es que nos
otros le encontremos, le descubra
mos como único y verdadero bien;
por eso se hace sordo tantas veces
cuando ve que lo que le pedimos
nos alejaría de El. Esto mismo es
lo que hacen los padres cuando
niegan algo a sus hijos: buscar su
bien futuro, aunque de momento
les cause un pequeño dolor. Un
cno» de Dios ahora es un peldaño
hacía un «si> posterior de mucha
más trascendencia.
Para aclarar más las cosas, voy
a analizar el problema en el caso
(Xmcreto de las almas piadosas, de
los «hombres de Dios». Parece co
mo si siempre vieran atendidos sus
megos, tal es su alegría y sere
nidad de espíritu en las contrarie
dades de la vida. ¿Es que son ellos
una excepción? ¿Qué pasa enton
ces? Algo muy sencillo.
Su intimidad con Dios se ha
hecho tan profunda que han con
seguido lo que nosotros con tanta
dificultad intentamos: el diálogo
con Dios, la auténtica oración. Y
en esa intimidad todo es posible:
ser escuchados siempre o saber
aceptar el «no».
Por otra parte, su santidad les
hace tan ajenos a egoísmos y ca
prichos que, en cierto modo, sien
ten las cosas de la misma manera
que las siente Dios. Y o diría que
sus deseos llegan a coincidir con
los deseos de Dios.
Y aún habría que añadir otro
elemento, el más complejo de to
dos: en todo este problema están
por medio los misteriosos desig
nios de Dios.
venas, porque ya sabemos cuáles
son los criterios que sigue Dios.
Pues bien, para el que flaquea en
la fe, la publicación de este «milagrito» es motivo de risa y decep
ción. La razón profunda será que
no ha penetrado en el significado
de la auténtica relación interper
sonal que puede existir entre el
hombre y Dios, ya analizada. Es
cierto, pero ¿no habrá influido tam
bién el desafortunado relato de «la
gracia», que deja en la oscuridad
el aspecto religioso (el único que
tiene valor) para destacar el as
pecto «extraordinario», que por lo
demás para el común de los mor
tales es totalmente «ordinario»?
VUESTRO HIJO
Y LO SOBRENATURAL
U
“SECCION DE GRACIAS” .
UN PREFACIO
POPULAR
En algunos casos, las concesio
nes hechas por Dios a los que acu
den a El revisten caracteres extra
ordinarios, casi podría hablarse de
milagros. No hay que precipitarse,
sin embargo: es la Iglesia la que
tiene que decir la última palabra.
Y ya sabemos que en esto hila muy
fino. Basta recordar las decisiones
tomadas en Garabandal y en El
Palmar de Troya. O el largo ca
mino que siguen las curaciones mi
lagrosas con miras a una canoni
zación. La Iglesia prefiere resaltar
e| milagro constante de la actua
ción providencial de Dios en el
mundo.
Y esto también es lo que debe
rta resaltarse cuando se publica
cuna gracia» en una revista, ya
que el lector, ajeno a la vi
vencia religiosa de la persona
que ha visto atendida su oración,
difícilmente puede considerar el he
cho como extraordinario.
Pero voy a verlo, para mayor
claridad, en el mismo ejemplo de
las oposiciones. Probablemente hu
bo otros que aprobaron sin rezar
y quizá también quien fue suspen
dido después de hacer varías no
— Atribuir el favor principalmen
te a Dios Gos santos son sim
ples servidores suyos).
— Hacer de forma que aparezca la
vivencia religiosa (es lo funda
mental del relato).
— No dar excesiva importancia a
los detalles del favor recibido
(no se trata de convencer a los
lectores de que ha sido un mi
lagro).
— Hacer alusión al milagro con
tinuado que supone la Provi
dencia de Dios (probablemente
«mi gracia» no sale de ese mar
co de lo normal).
— Desligar por completo la limos
na del hecho religioso vivido;
darle otro destino: misiones,
tercer mundo, vocaciones... (así
se evitará toda apariencia de
mercantilismo).
— Firmar el relato con un seudó
nimo (al alma religiosa no in
teresa la publicidad de unos
apellidos). La carta sí tiene que
llevar el nombre verdadero por
que lo exige la ley de Prensa.
A costum bradlos a una relación per
sonal con Dios.
¿Qué hacer entonces? ¿Dejar de
publicar lo que personalmente con
sidero como un favor de Dios? No.
Es precioso ver cómo la gente quie
re hacer pública su acción de gra
cias. Queramos o no, estos relatos
constituyen un auténtico «prefa
cio popular», cuyo título común de
biera ser éste: «Demos gracias a
Dios».
El defecto está en la forma. La
«Sección» de nuestra Revista no
tiene por fin relatar milagros, sino
dar «gracias» a Dios. Y yo añadi
ría, dar gracias más bien que por
el favor obtenido, por la multitud
de favores que nos concede Dios
cada día, cada hora, cada minuto.
O sea. por los «milagros nuestros
de cada día».
Si yo tuviera que publicar «una
gracia» tendría en cuenta todo
esto:
No resulta difícil convencer al
niño de la existencia de los mila
gros (bastará acudir al Evangelio),
pero más que educarlo en lo ex
traordinario habría que educarlo en
lo ordinario, en ¡a manera normal
de actuar Dios cada día. El sol, el
campo, los animales, vosotros mis
mos... todo cuanto encuentra a su
paso, son regalos de Dios que pien
sa en él.
Insistid en esa relación perso
nal con Dios. Es un ver vivo, cer
cano, a quien se le puede hablar,
ofrecer y pedir. Esto tiene mucha
trascendencia años después.
No resultará tan fácil hacerle
comprender que también Dios al
gunas veces dice «no». Y la razón
es sencilla: tampoco comprende las
negativas vuestras, puesto que no
llega a abarcar el bien posterior
que se encierra en ellas. No obs
tante hay que intentarlo.
Que aprenda desde muy pequeño
a dar gracias, p>ero por todo, no só
lo por las cosas que tienen visos
de extraordinarias. Enseñadle a dar
gracias a Dios por haberle puesto
bueno, pero también por las me
dicinas, por el médico... Gracias
por haber sacado buena nota, pero
también por el maestro, por los li
bros, por la inteligencia recibida...
Y gracias, sobre tc^o, por esos «supermilagros» de haber enviado a
Jesús para salvarnos, de habernos
hecho hijos suyos...
José María M AR TIN FLORES
ALEaANORO HALLO
M ENSAJE
A ESPAÑA
Santa Teresa
de Jesús
(cuadro de Ribera):
La santa
que encarna
las virtudes
de su patria.
(Rabio VI.)
Todo ei corazón de España estaba allí. ¿Quién hubiera sido tan
descortés como para dispensarse de acompañar a la Santa andariega
en el día de su hermoso triunfo? ¿Quién habrá olvidado la vieja galantería hasta el extremo de no festejar a todas las mujeres de la Iglesia
que, con ella, ascendían a un inopinado trono de gloria? Y, tanto
más, cuanto que, desde la altura de esta flamante sede doctoral, se
otean nuevos e inesperados panoramas eclesiales.
U N A AUD IENCIA
QUE MERECE L A PENA
A la cabeza de los miles de pe
regrinos españoles iba la más lu
cida representación oficial. Hubo
memorable audiencia pontificia y,
en ella, el don precioso de un men
saje para la Iglesia de España. To
dos los buenos hijos la escuchan
con la mejor de las disposiciones.
Nada seria más peligroso que des
oír al Vicario de Cristo en un mo
mento donde la disciplina se hace
tan urgente. Y, por supuesto, la
obediencia menuda de cada día;
8
—
las autoridades delegadas y parti
cipadas, no pueden ni soñar ser re
conocidas como tales si no trans
miten en su pureza esta voz real
mente superior que marca las gran
des directivas.
ENCONTRAR
L A PROPIA IDENTIDAD
Y, para empezar, el Papa cree
que en la Iglesia de España hay
noticias. Y noticias buenas. Se no
ta una brisa que sucede a una lar
ga calma ligeramente angustiosa.
Una diócesis tras otra van toman
do iniciativas que suponen valen
tía, trabajo y sacrificios. Unas ce
lebran sus Sínodos, otras afrontan
con realismo el problema de sus
Seminarios; las de más allá inician
profundas investigaciones socio-re
ligiosas o toman posición en pro
blemas laborales y humanos de di
verso tipo. Las reuniones de 1>
Conferencia Episcopal atacan pro
blemas de alta envergadura y s*
pronuncian con franqueza apostó
lica. El fervor p>or estudiar y por
mejorar la formación inicial pre
sente por doquiera. Nuevas fórmu
las pastorales y apostólicas están
en curso y las relaciones con el
Estado y la cosa pública en gene
ral son analizadas con creciente
audacia en muy diversos sectores
edesiales. La lista tendría que ser
muy larga. Bástenos decir con el
Papa: «Cada día nos llegan más in
dicios de que la Iglesia de España
ra encontrando en esta época de
cambios su propia identidad». Re
encontrarse, redescubrir la vieja
«cación apostólica y vanguardista
ipiizá algo empolvada por la lar
ca felicidad: he aquí un don pre
cioso del Espíritu, un auténtico
Evangelio.
DON
ANTONIO
HIDALGO
MSERTARSE E N EL PRESENTE
El Papa insinúa claramente los
caminos por los que la Iglesia es
pañola «va encontrando su propia
identidad». Se trata de un proce
so, complejo sin duda, por el que,
^ r a d o el puro regusto de glo^ pasadas, trata de «insertarse
idientemente en un presente y en
m futuro cargado de promesas».
Ugo así como un despertar, como
• volver a la punzante realidad
íaria donde graves deberes de pre
c i a y testimonio aguardan a los
•ubres de fe. Las viejas glorias
« 1 la preciosa solera que dará el
•to preciso; pero necesitamos
íTObas de vino nuevo para ale■C3r a nuestro pueblo de gozo pasy redentor.
WA IGLESIA POBRE
Esta Iglesia bien despierta, bien
dualizada y mordaz, vigilará so^ todo la verdadera espiritualiW, como a ella esencialmente
6[npete y como Santa Teresa enPero este trabajo sublime no
i dispensará jamás de obtener
^ profunda proyección social».
' ya se sabe, los problemas de
*6 tipo están entre los pobres,
ja Iglesia rica, potente, aliada
s y mansa de los poderosos, ca
si inevitablemente de la agilidad
*asaria para moveree entre aquéi a quienes es soberanamente
oí conservar la línea más esbelHJna Iglesia pobre y consciensu misión de servir, y sin
Colaciones de poder».
*
*
*
bonito mensaje en el día de
Cía de Santa Teresa, pobre de
by rica de espíritu; fiel a
or 'Iglesia más tradicional y ardienciformadora. Que las hermosas
tienen también, porqué no,
moraleja.
NUEVO INSPECTOR DE SEVILLA
Los superiores han nombrado
inspector de Sevilla a don An
tonio Hidalgo. Hombre de gran
serenidad y equilibrio. Su na
tural bondad lo inclina hacia
los demás en actitud de aten
der, de escuchar.
Andaluz y sevillano, nadó el
8 de junio de 1928. Sevilla le
ha dado una aguda intuición
y un fino sentido del humor.
Hizo sus estudios elementales
con los Hermanos de las Es
cuelas Cristianas y en el cole
gio salesiano de Triana.
"Conocí al nuevo inspector de
Sevilla en el ya lejano año
1941. Empezábamos el aspirantado estrenando la casa de An
tequera. Buen compañero y ami
go, se distinguía por su inteli
gencia despierta y cultivada.
Luego, los tres años de Montilla y el noviciado con el in
olvidable padre Montaldo. en el
curso 1945-46. En Consolación
de Utrera hicimos los años de
Filosofía, al final de los cuales
fue destinado al noviciado de
San José del Valle, como asis
tente de novicios. Realizó des
pués sus estudios de Teología
en Carabanchel, recibiendo la
ordenación sacerdotal en 1955.”
Inmediatamente prosigue sus
estudios de especiaUdad en el
Pontificio Ateneo S a l e s i a n o
(PA S), que terminó adquiriendo
la licenciatura en Pedagogía.
Posteriormente
ha
ocupado
cargos de responsabilidad en la
Inspectoría de Sevilla. Primero
fue catequista y consejero de
los aspirantes en Campano. Ter
minado ese año, durante un
trienio realizó una preciosa la
bor como director del colegio
de Cádiz. Después, director de
la casa Jnspectorial de la Tri
nidad, de Sevilla, durante el se
xenio 1961-1967. Años de gran
des reformas y de formidable
renovación en la vieja casa.
A l cabo de este periodo, ha
trabajado en la Universidad
Laboral de Sevilla como vice
rrector y director de estudios.
Ultimamente estaba entregado
a la Normal de Magisterio y
CEC, habiendo colaborado con
gran eficacia en varios cursillos
realizados a nivel nacional.
Tras esta intensa experiencia
en el campo pastoral, recibe
ahora el cargo de inspector pro
vincial de Sevilla. Reciba nues
tra felicitación por la confian
za que en él han depositado los
superiores. Y que María Auxi
liadora guíe su mano en la di
rección de la Obra Salesiana
en esa hermosa tierra.
—
9
Atarraya bien hechinda de peces, red
de jorro con un buen botín reluciente y
palpitante... Eso era aquel colegio salesiano de Montilla por los años 50. Como
madre en esperanzadora gestación, ali
mentaba y contenía en su seno ancho,
iuminoso, unos buenos centenares de chi
cos que soñábamos con ser algún dia
hijos de San Juan Bosco. San José del
Valle, por aquellos entonces, era un rin
cón florido inolvidable, especie de pila
bautismal salesiana.
Recuerdo tres clérigos que en Monti
lla no nos dejaban ni a sol ni a sombra.
Uno de ellos, después de américas le
janas, ha vuelto a la SEI madrileña pa
ra ponerse al frente de este Boletín.
Siempre tuvo este fino conquense des
piertos ruiseñores en la garganta y en
sus páginas de versos un temblorcillo
Inefable que se colaba corazón aden
tro... Nada ha extrañado su reciente y
flamante premio Boscán de poesía. Otro,
que se atrevía a leernos en el teatro
—¿quién lo diría?— rimas de su cose
cha con temas de Semana Santa, se
echó a andar por el camino lleno de gui
jarros del Derecho Canónico. Ello le valió
una cátedra y hoy lleva riendas de toda
una provincia salesiana andaluza. Don
Antonio, estoy seguro, mide y controla
(y puede ser que hasta los tenga regis
trados en cinta magnetofónica), los mo
vimientos diastólicos y los de sístole de
la viscera cardíaca de su Inspectoría. Fe
licitaciones importantes ha recibido por
ello...
Completaba la terna don Domingo Gon
zález. Un galleguiño serio como la som
bra de una momia. |El muy tunante! Lue
go hemos sabido todos que se trataba
de una bien construida tramoya. Sus
alumnos padecíamos tiritones de susto en
sus clases de latines, luchando a brazo
partido con los hexámetros del bucólico
poeta de Mantua. Ya entonces creíamos
oliscar sus largos saberes porque le cho
rreaba el caletre. Las posteriores andan
zas universitarias lo han confirmado ple
namente.
Había un pozo en el colegio, de unos
cuarenta y tantos metros de profundidad.
Don Domingo tuvo que echar en él unos
sudorclllos, acompañado de un grupo de
aspirantes de los mayores. ¿Se mareó?
¿Perdió el pie? A lo hondo fue a parar,
golpeando a derecha e izquierda contra
las tuberías de la instalación. El pánico
se hizo presente. Don Rafael Infante era
nuestro director. Una especie de mártir
redivivo que tenía sobre su pellejo la
huella de muchos sustos. Echó una me
dalla de María Auxiliadora en el pozo.
Don Domingo salió de él desbrozado...
Los médicos dijeron que cualquiera de
aquellas heridas era suficiente para aca
rrear la muerte. Muy probablemente po
día quedar sin vida en el trayecto de
Montilla a Córdoba. Pero, jca! Le bastó
una semana para ponerse a tono... En
la receta de! tratamiento no iba incluida
la bendición de María Auxiliadora, pero
don Rafael Infante se encargó de sub
sanar el olvido...
El día 15 de septiembre había sido la
mortal caída y a los nueve días, en un
24 inolvidable, don Domingo se nos co
laba por las puertas. Recuerdo aquel
nuestro silencio de estupor y de emo
ción... Venía acribillado de trasquilones
y cicatrices. ¡Y sonreía! Calendas eran
aquellas en que, bien despachados en
solfa, podíamos con la polifonía de Iruarrízaga, de Tomás Luis de Victoria o del
inspirado y dulce claretiano García Ro
mano. Quiero decir que ningún “Te
Deum” han conocido las piedras del fer
voroso templo montillano como aquel, cu
yos melismas no brotaban exclusivamente
de nuestras gargantas, sino también de
los pelos, de las orejas y de las suelas
de los zapatos...
Creía yo que con aquel “domingo-gonzalazo” que nuestro profesor había pega
do, se le habrían descascarillado un tanto
sus profundas sabidurías. Las madres ga
llegas gustaban antes de llevar a sus tier
nos rapaciños ai “santo dos croques
—que no era sino el mismísimo maestro
Mateo, autor del “ Pórtico de la Glo
ria"— ^ para que dando contra la cabeza
de bronce se le despertara el magín a
la criaturita... Pues bien: en el fondo del
pozo había seguramente un “ santo de los
coscorrones" corregido y aumentado.
Fue el año de la coronación canónica
de la imagen de dulce matrona de María
Auxiliadora montillana. Organización per
fecta, al detalle, como dirigida por la
meticulosa mano de nuestro director. Fies
ta de alegría restallante, de vibración po
pular, masiva, inolvidable.
Bien dejó la Reina de aquella casa su
huella de predilección en aquel porten
toso hecho ante el que la medicina se
hacía cruces...
Han pasado veinte años y muchas per
sonas que quizá han tenido el valor de
terminar de leer este recuerdo apresura
do, sentirán en su alma una ola de suave
emoción nostálgica...
Juan Manuel ESPINOSA
CUANDO
C R IT IC A N
I.A R E U G IO N
Sus expresiones son desconcer
tantes, destructoras: «Los obispos
— dicen— son demasiado ricos y
se dan la gran vida. El Vaticano
es demasiado lujoso. El párroco
sólo piensa en el dinero. El domin
go, sermones aburridos y misas
ídem. La censura de las películas
es una bobería: uno sabe a qué
atenerse. La confesión, una idiotez.
La misa, cosa de viejas...»
Eduquemos como D. Bosco
n septiembre de 1863 dio
San Juan Bosco unas char
las de espiritualidad a sus
chicos del Oratorio. En una de ellas
Ies puso este ejemplo: «Cuando
San Nazario fue a Génova para
convertir a los genoveses, comen
zó a hablarles del alma, de la re
ligión, del paraíso..., pero ninguno
mostraba interés por dichos argu
mentos. Entonces, el santo que los
conocía, les dijo: — Oídme, si os
convertís al verdadero Dios, él os
dará el ciento por uno. — Los ge
noveses, que eran comerciantes, exclamaron: — ¡Caramba!, con que
nosotros a duras penas logramos
un cinco por ciento... ¿y este Dios
nos va a dar el ciento por uno?
— Y sin más, se hicieron cristia
nos.» Después Don Bosco siguió
hablando de la verdadera religión
desinteresada.
E
•
Con frecuencia los adolescen
tes tienen la lengiia larga. En se
guida critican. Sobre todo tienen
intuiciones de la falsa y desfasada
religión que practican muchos cris
tianos. Ellos no quieren ser lo mis
mo. Lo malo es que tampoco tie
nen ideas claras de lo que han de
practicar. Hay que educarlos.
•
¿Qué hacer en estos casos?
Como siempre, intentar compren
der... — Criticar la religión no es
abandonar la fe, no es tomar posi
ciones contra Dios. El adolescente,
cuando critica la religión, critica
a menudo a la Iglesia, a los cris
tianos, a las organizaciones cató
licas. Pero, en general, no pone a
Dios en tela de juicio.
•
El adolescente cree, redescu
bre la religión. De niño, lo había
aceptado todo. Ahora quiere una
religión más reflexiva; razona, in
tenta comprender. Esto es un bien.
Está permitido e incluso se acon
seja discutir los problemas que uno
se plantea, reflexionar, preguntar
se: «¿Por qué esto es así?» Es la
manera de llegar a adquirir una
religión menos rutinaria, más li
bre y consciente.
Las expresiones mortificantes del
adolescente no son sino un biom
bo: más allá de las criticas, existe
algo serio que se busca. Puesto
que quiere salir de una religión de
niño que ya no le conviene, ¿no
es preciso ayudarle a descubrir
una nueva religión?
•
El adolescente se destaca en
la denuncia de las deficiencias de
los que ejercen la autoridad. Por
otra parte, a menudo sus críticas
son justificadas. Demasiado idea
lista. quisiera que todo fuese per
fecto. Lo conveniente es reconocer
con él que todo podría cambiar y
ser mejor; pero empezando por
nosotros mismos...: « S í — dire
mos— , es algo cierto que la Igle
sia tiene apariencias de riqueza
Sería preciso que esto cambiara...,
pero nosotros mismos, ¿cómo uti
lizamos nuestro dinero? ¿Qué se
podría hacer...?»
•
El adolescente reconoce y
admira los verdaderos valores cris
tianos. Es preciso buscar con él lo
positivo que hay en la Iglesia. Pero
también puede plantearse nuestras
mismas actitudes cristianas. Nos
otros, los padres de familia, debe
mos preguntarnos si damos a nues
tros hijos un verdadero testimonio
de cristianos. Cada una de sus crí
ticas debería conducirnos a algu
na revisión, a alguna conversión.
¿No contendrán estas críticas, tal
vez, una llamada de Dios?
•
Hay que aceptar la discu
sión, el diálogo y buscar con ellos.
Podemos ayudarles a reconocer en
los cristianos y en la Iglesia lo que
podría ser mejorado. Y preguntar
se cómo se puede hacer algo emzando por convertirse uno mismo.
Pero, sobre todo, fuera de la
familia, el chico debe ser ayudado
en este redescubrimiento de la vi
da cristiana. Las ocasiones favora
bles son infinitas: lecturas, cursos
de enseñanza religiosa, participa
ción en un grupo cristiano, con
tactos con un sacerdote...
Sí, lo importante es que no abdi
quemos de nuestra paternidad en
uno de los momentos más decisi
vos de la educación de nuestros
hijos, cuando podemos influir en
ellos positivamente s e m b r a n d o
ideas claras y actitudes cristianas.
Por favor, no nos asustemos cuan
do nuestros chicos critiquen hasta
la religión...
—
11
Tres reuniones convocó el Rector Mayor con los lnspec«
lores de Latinoamérica el pasado junio. Caracas, Brasilia y
Asunción fueron las sedes de dichas asambleas. Es de gran
interés para nosotros todo cuanto sucede en aquel conti
nente tan entrañable. El “ Boletín Salesíano" ha tenido una
entrevista con el Inspector de Venezuela, Don José Henrtquez; que ha participado en estos encuentros y ofrece sus
puntos de vista a los lectores de nuestra revista.
12
—
«U n viraje valiente, pero con
equilibrio». Estas palabras pronun
ciadas en Caracas hace dos años
por el Rector Mayor repercutieron
en los oídos de los inspectores
americanos no sólo como un fácil
«slogan», sino como un programa
a realizar.
Y a en 1965, los Salesianos ha
bían celebrado en Roma un Capí
tulo General renovador. La reunión
de inspectores latinoamericanos de
lesianos. En 1969, los superiores de
las Congregaciones Religiosas ce
lebraban nuevas rexmiones en Chile
y Colombia para preguntarse acer
ca del subdesarrollo del testimonio
de pobreza que el religioso ha de
dar al mundo. Todo esto nos habla
de la enorme responsabilidad que
pesa sobre los religiosos en Latino
américa.
Y el pasado junio, nuevas re
uniones de los inspectores salesianos con el Rector Mayor en Cara
cas, Brasilia y Asunción. Los salesianos de Suramérica se examinan;
controlan el camino recorrido, con
frontan sus experiencias, reajustan
sus nuevos puntos de vista. El vi
raje se está realizando.
Sobre estos temas hemos solici
tado una entrevista con el Inspec
tor de Venezuela, don José Henríquez. Este joven Inspector — 42
años— es venezolano y nos ha pa
recido uno de los hombres más in
dicados para trazar el cuadro de
la situación.
Boletín Salesiano. ¿Cuáles son
los problemas más importantes que
Latinoamérica suscita hoy en la
conciencia de la Congregación Salesiana?
l A M O
1968 puntualizó una serie de con
clusiones que era todo un prograina de acción. Meses más tarde, se
reunían en la Conferencia de Me! dellín todos los Obispos de Latino^ é ric a donde redactaron los do
cumentos que se han considerado
, justamente como continuación de
ios decretos conciliares. Por aque} Uos días, Pablo VI, en su viaje a
Bogotá, e lo g ia d públicamente las
conclusiones de los inspectores sa-
Don José Henríquez. Un enorme
abanico de problemas serios se
abre a la viste de la geografía hu
mana y religiosa de nuestro conti
nente. Toda América está en plena
ebullición: hombres, grupos, masas
de marginados sociales y desocu
pados; la sociedad tradicional se
disgrega; el desarrollo económico,
la vida política, la familia, la cul
tura, la religión, la explosión de
mográfica, la misma cconciencia»
latinoamericana. Todo está en mo
vimiento.
Esto sucede en todos los conti
nentes, pero en el nuestro adquie
re colores dramáticos y, a veces,
trágicos.
Y no nos hemos cruzado de bra
zos. Y a se han realizado muchas
cosas. En algunos aspectos de in
tegración económica, cultural y re
ligiosa, estamos más avanzados
que algunos países de Europa. Pe
ro se trata de una mínima parte,
prácticamente aquí está todo por
hacer. En muchísimos sectores to
davía no se ha comenzado el des
pegue. Nuestro crecimiento no ha
sido proporcional a la velocidad y
aceleración con que se han preci
pitado los problemas con to d ^ las
complicaciones que han traído con
sigo.
La Iglesia y la Congregación tie
nen ante sus ojos una tarea in
creíble; nos encontramos de nuevo
como David ante el gigante Go
liat...
En segundo lugar, la conciencia
salesiana debe hacer suya la pro
blemática de la Iglesia. Todos nues
tros Obispos, reunidos en la Con
ferencia de Medellín, han tenido
una especie de Vaticano II para
América Latina. Con las palabras
del Cardenal Suhard al día siguien
te de la guerra mundial, podemos
decir que con Medellín aha muerto
algo que no se levantará ya más».
La Iglesia ha auscultado el corazón
del Continente, ha medido la pro
fundidad abisal de sus problemas
y ha tomado como consigna la «Populorum progressio» de Pablo V II
que ha venido tan bien a nuestros
pueblos afligidos por ese terrible
nialestar que es la sobreabundan
cia que goza un restringido grupo
contrastando con la miseria y el
subdesarrollo de la gran masa.
En tercer lugar, la Congregación
en Suramérica tiene sus propios
problemas concernientes a la mi
sión que desarrolla en la Iglesia.
Dentro de un lustro, la Congrega
ción cumplirá cien años de activi
dad en América. Nadie le discute
sus méritos: desde México hasta
la Tierra de Fuego nos encontra
mos con una tierra florecida de
obras y actividades salesianas. Casi
seis mil salesianos y otras tantas
salesianas trabajan en esta tierra.
Un enorme servicio de evangelización y humanización el que se
ha llevado a cabo en los pueblos
latinoamericanos. P e r o reciente
mente se ha notado cierto cansan
cio y se ha visto la necesidad de
afrontar los nuevos problemas con
nuevas soluciones.
B. S. ¿Cuáles son estos nuevos
problemas?
D. J. H. El problema de los jó
venes, vivido en sus nuevas di
mensiones. El trabajo febril de
nuestras obras nos ha absorbido
hasta tal punto que nos hemos ol
vidado de la nueva clase de socie
dad que ha aparecido en la histo
ria: los jóvenes.
Inmersos en nuestro trabajo co
tidiano no nos dábamos cuenta de
que quedaban totalmente al mar
gen de nuestra acción millones de
jóvenes. Numéricamente superaban
nuestras posibilidades; por otra
parte se ofrecían nuevas situacio
nes. No había más remedio que
acudir a la vocación salesiana en
sus orígenes. Tal vez se había per
dido aquella vibración especial por
los jóvenes. Tal vez no se viera tan
claro que el corazón de la Congre
gación debe latir junto al de los
13
jóvenes, que los salesianos están
ligados a la juventud por una con
sagración peculiar, que están en
tregados en cuerpo y alma a los
jóvenes.
El problema de la creatividad,
en conexión con el problema an
terior. Una Congregación consa
grada a los jóvenes debe ser con
tinuamente creadora, de otro mo
do será incapaz de seguir los pa
sos rápidos de la juventud. Don
Hosco decía: «Cuando se trata de
hacer el bien a los jóvenes, yo es
toy dispuesto a todo: hasta la auda
cia».
Latinoamérica está pidiendo a
los salesianos — especialistas de la
juventud— esta creatividad y auda
cia que haga superar los momen
tos de cansancio, que alargue la
mirada, los brazos y el corazón y
se decida a avanzar y a amasarse
con la juventud latinoamericana.
El problema del subdcsarrollo,
que pesa angustiosamente sobre
las espaldas de Latinoamérica. La
Congregación, a pesar de su bri
llante pasado, no aparecía hoy con
sagrada de Deno al servicio de los
jóvenes y de las clases populares;
nuevos factores entorpecían la de
dicación a los jóvenes obreros.
Frente al subdesarrollo de los pue
blos se ha notado además una pro
nunciada insuficiencia de testimo
nio y de servicio en favor de las
masas juveniles populares, en las
que reside el corazón del carisma
salesiano.
Todos estos problemas han pe
sado en la conciencia de la Con
gregación Salesiana y se han dis
cutido y afrontado ampliamente en
las recientes conferencias y re
uniones.
B. S. Hace dos aflos, don Ricceri
habló en Caracas, por primera vez,
del «viraje» de la Congregación en
Iberoamérica. ¿Qué quiso decir con
ello? ¿Cómo se planteó este viraje
en la conferencia de Caracas?
D. J. H. Fue en el discurso de
introducción. Cuando don Ricceri
hablaba de la conversión en la vida
religiosa, añadió; «Para llegar a es
ta conversión se necesita empuñar
el volante y dar una verdadera
«sterzata». ¿Cómo se dice en cas
tellano? (Alguno sopló: viraje). Sí
— continuó— viraje, pero un viraje
total, un auténtico viraje en nues
tra acción, en nuestro gobierno.
Viraje en la planificación; basta de
improvisación y empirismo, más
trabajo de equipo. Viraje del su
perior que, hasta ahora, todo de
14
—
pendía de él y lo hacía todo. Viraje
de nuestro apostolado en su senti
do y en sus formas. Viraje en la
formación de los jóvenes y de los
salesianos. Viraje en la organiza
ción y administración.»
Entre otras consideraciones, co
mo fruto de este viraje, el Rector
Mayor indicó la necesidad «de ofre
cer a Latinoamérica y a ia Iglesia
no sólo una Congregación que tra
baja, sino una (Congregación que
piensa».
He aquí algunos de los principa
les puntos de este cambio que se
ha de llevar a cabo:
•
Primacía del hombre sobre
las instituciones y estructuras. Esta
idea se expresó en el XIX Capítu
lo General: «La preocupación cen
tral de la Congregación no son las
obras, sino los salesianos». Don
Ricceri no ha dudado en llamar
«política del suicidio» al arrojar en
la «hoguera de las obras» a un per
sonal sin preparación ni madurez
y, por consiguiente, destinado al
fracaso.
El Rector Mayor
vive la alegría
de estos muchachos
del colegio
de Los Teques
(Venezuela).
El problema
de la juventud
adquiere hoy
nuevas dimensiones
insospechadas.
•
La creación de auténticas co
munidades saleslanas. Es una con
secuencia de lo anterior. En dichas
comunidades el hermano ha de ser
la preocupación principal y cuyo
sentido pastoral brote de la fuente
de una Eucaristía plenamente vi
vida.
•
Un mayor sentido pastoral
de las obras educativas. Para ello,
la Congregación ha de abrirse a
perspectivas de trabajo postescolar
a fin de llegar a las inmensas ma
sas juveniles del continente.
•
Mayor dedicación a los jóve
nes pobres procedentes de las cla
ses obreras, de las familias deshe
redadas y en estado de subdes
arrollo.
Preocupación por las voca
ciones. trabajando en la selección
y formación de las mismas con
nueva metodología.
El Papa aprobó todas las con
clusiones de esta Conferencia, cosa
que fue para los inspectores una
garantía para recorrer sin miedo
el camino trazado.
B. S. La reciente, reunión del
Rector Mayor con los Inspectores,
¿ha sido como un balance? ¿Cuáles
han sido los resultados?
D. J. H. Ante todo, he de decir
que las (Conclusiones de (Caracas
no llegaron a la conciencia de to
dos los salesianos. En un principio
nos asustó la tarea. Aún el pasado
año nos sentíamos desanimados.
Sin embargo, en la reciente reunión
hemos constatado que se han rea
lizado muchas de las cosas pro
puestas.
•
La creación de auténticas co
munidades ha sido un buen vira
je. Comunidad orante, educativa,
abierta a la colaboración de alum
nos, maestros y padres de familia:
se han oído magníficos testimonios
y maravillosas experiencias.
•
La pastoral de las vocacio
nes ha recibido nuevos impulsos.
Hoy son muchas las inspectorías
que sólo tienen aspirantes prove
nientes de nuestros colegios. Esto
se debe a un incremento de la pas
toral juvenil en nuestras casas.
Educar a nuestros jóvenes en una
fe auténtica es el mejor modo para
que sientan la llamada de Dios a
la vida religiosa. Sin duda que la
selección resulta mucho mejor que
antes.
La idea de la pastoral juvenil ha
tenido sus más y sus menos. La in
decisión, la falta de preocupación
del personal nos hizo retrasar la
labor. En 1968 sólo dos o tres ins-
un centro juvenil o un oratorio sin
pastoralizar son tan inútiles como
un colegio en el que tampoco se
trabaja pastoralmente. Lo impor
tante son las ideas, los hombres
que las llevan a la práctica. Al fin
y al cabo sólo se trata de desem
polvar el viejo principio de Don
Bosco: «Lo sobrenatural sea el nú
cleo de todo».
•
£n las reuniones con el Rec
tor Mayor se ha subrayado cuanto
se ha llevado a cabo en todas las
inspectorías en lo referente al tes
timonio de pobreza religiosa y en
el sector del subdesarrollo.
La reflexión sobre el problema
del subdesarrollo en Iberoamérica
marcó y renovó en todos una fir
me voluntad de trabajar con todas
nuestras fuerzas en este campo.
Los salesianos saben que su ca
mino no está en la «denuncia profética» de la injusticia. Sin embar
go, los salesianos no quedan indi
ferentes ante las injusticias insti
tuidas en América Latina; pero pre
fieren actuar en servicio de los po
bres, de los más pobres: prefieren
lanzarse al trabajo con los jóvenes
obreros o fimdar un oratorio en el
corazón de una barriada. Pero esto
es de una urgencia inmediata que
no debemos aplazar.
•
Por otra parte estos cambios
nos deben llenar de entusiasmo.
Porque es Don Bosco mismo el
que desea este viraje de su obra.
pectorías tenían delegado de pas
toral juvenil.
Don Ricceri nos hizo ver la ne
cesidad de cambiar en este sentido
y nos trajo a colación una anéc
dota de Rockefeller. A l célebre per
sonaje norteamericano le pregun
taron: <Si usted llegase a perder
todas sus riquezas y sólo le que
daran diez mil dólares, ¿qué ha
ría?». Respondió: cLa mitad de mi
capital la emplearía en buscar un
mercado para invertir la otra mi
tad». La moraleja era: es preferible
invertir nuestras energías en pre
parar dirigentes antes que en abrir
nuevas obras.
Actualmente todas las inspecto
rías cuentan con su delegado de
pastoral juvenil, muchas tienen un
centro juvenil floreciente y las
ideas comienzan a ser realidad ope
rante. Los salesianos están sensi
bilizándose, se ponen en práctica
nuevas iniciativas... Pero todos es
tamos más que convencidos de que
todavía nos queda mucho que ha
cer.
B. S. ¿Se ha tratado de la pas
toral de las obras salesianas?
D . J. H. Sí, y mucho. Primero,
se ha reconocido el abandono de
dicha pastoral en toda la Iglesia
latinoamericana. En el Brasil hace
algunos años, la Iglesia tenía el
65 por ciento de las obras educa
tivas del país; en Paraguay el 56
por ciento; pero dichas obras no
respondían a criterios pastorales.
£1 Capítulo de Roma habló cla
ramente de la elevación del nivel
espiritual de los colegios y de la
formación de líderes católicos. cTenemos mucho que corregir» dijeron
los inspectores en sus reuniones.
Hasta se pensó en dejar los cole
gios para abrirse a nuevas expe
riencias con los jóvenes. Reflexio
nes posteriores han constatado que
los colegios ofrecen las máximas
posibilidades. £1 colegio acoge a
alumnos que se pueden retmir
cuando se quiera y ejercer sobre
ellos y sobre sus familias, sobre
profesores y autoridades civiles y
locales, creando de este modo un
hermoso centro de irradiación pas
toral.
Después de mucha reflexión, he
mos llegado a la conclusión de que
Una tarde de 1875 estaba Don
Bosco conversando con Don Barberis. Bromeando lo llamaba «el
bastón de mi vejez».
— Si puedo servirle para algo
— le respondió Don Barberis— lo
haré de mil amores.
— ^Vosotros tenéis que completar
la obra que yo he empezado — con
tinuó Don Bosco— . Y o hago el
esquema, vosotros le pondréis los
colores.
— jLo que hace falta es que no
estropeemos lo que Don Bosco está
haciendo!, — añadió Don Barberis.
Entonces respondió Don Bosco con
prontitud:
— ¡Ah, no! Mira. Ahora yo es
toy haciendo el borrador de la Con
gregación; dejo a los que vengan
después de mi la tarea de hacer
un buen cuadro.
Este es el principio y el objetivo
de nuestras reuniones: pintar en
un cuadro hermoso la imagen de
la Congregación en Iberoamérica.
Es una oportunidad magnífica aho
ra que DOS estamos acercando al
año dos mil.
—
te
15
Don Sosco recibe ante la Basílica de M aría A uxilia do ra a todos los exalum nos del mundo.
PRIMER CONGRESO MUNDIAL
DE ANTIGUOS
ALUMNOS SALESIANOS
Para conmemora
primer c^te narío d
Asociación de Antii
Alumnos Salesíanos
acudido a la gran as
blea de Turín repreí
taciones de más de
senta naciones. Inai
ró las sesiones el
d e n a I Pellegrino.
Rector Mayor profW
un antológico díso
de recepción y, en
ma, fueron recibidos
el Santo Padre.
El Rector Mayor y el Presidente Internacional, don José María Tabeada,
reciben a los exalumnos congresistas.
17 de septiembre salla
mos del aeropuerto de Ba
rajas los veintidós antiguos
alumnos de Madrid que participa
ríamos al Congreso de Turfn. Lue
go se nos unieron los velnlícínco
de Barcelona y Valencia y los vein
te de Córdoba. Nos habían prece
dido en el viaje, nuestro delegado
Nacional, don Luis Valpuesta, nues
tro Presidente internacional, dor Jo
sé María Taboada y nuestro Presi
dente Nacional, don Joaquín Polo.
En Turen nos encontramos también
con don Antonio Hidalgo, nuevo
Inspector de Sevilla, con don Juan
Canals y don Antonio Mélida, ins
pectores de Barcelona y Valencia.
En tota!, algo más de sesenta es
pañoles.
En seguida nos unimos a la masa
E
HACIA TliRIN
l
de antiguos alumnos procedentes
de más de sesenta naciones. Como
si nos hubiéramos conocido de
siempre, nos intercambiamos salu
dos. Ante la Basílica de María Auxi
liadora festoneada de luces y ban
deras, el Rector Mayor nos dirigió
un saludo de bienvenida a todos.
Nos encontrábamos en nuestra ca
sa, la casa de Don Bosco y de Ma
ría Auxiliadora.
Entramos en la Basílica. En se
guida comenzó una misa conce
lebrada. La presidía el Cardenal Pellegríno de Turín acompañado del
Rector Mayor, los Superiores Mayo
res y más de 120 sacerdotes de to
das las nacionalidades. Y una cosa
admirable: todos cantábamos las
mismas canciones en distintas len
guas; nos unía el mismo espíritu.
—
17
O
•
Il' “HERLAND
.4•••
con el humano, cordial y efectivo
del amor.
k
CONGO
1
EL DISCURSO
DEL RECTOR MAYOR
El día 18 comenzaron las reunio
nes del Congreso. En el salón de
audiciones del Banco del Trabajo
de Turin se celebraron las sesiones.
Don Luis RIcceri pronunció un
discurso antológico como apertura
de nuestra asamblea:
“ La Congregación Satesiana —di
jo entre otras cosas— os mira co
mo una madre mira a sus propios
hijos; os considera parte integrante
de su familia; os sigue con vivo in
terés y os ama con el mismo co
razón con que Don Bosco amaba
a sus exalumnos. No sois sólo el
resultado de nuestra labor educa
tiva; sois más bien la razón de
nuestra vida y de nuestro apos
tolado.
La Congregación se preocupa de
la juventud, pero con miras a) tra
bajo que luego han de realizar los
exalumnos en la sociedad. Sois,
pues, el verdadero centro de inte
rés de nuestro apostolado, de nues
tra vida y vosotros continuaréis en
el mundo nuestra misión.
Nuestra obra no termina en el
periodo de nuestra relación con
vosotros como alumnos, sino que
llega a su plenitud en nuestra re
lación con vosotros como exalum
nos.
Paternidad, no patemalismo. Al
dejar el colegio, vuestros profeso
res saleslanos siguen teniendo por
vosotros la paternidad que sentían
cuando erais alumnos, y os sigue
en la vida. Cada salesiano quiere
repetir lo que San Juan Bosco de
cía a sus exalumnos: “ Llamadme
siempre padre". Nuestras casas es
tán siempre abiertas para vosotros.
Pero el afecto paternal no hay
18
—
El Rector
Mayor
distribuye
distintivos.
que confundirlo con el paternalismo, que no acepto ni apruebo.
El Movimiento de Exalumnos ha
llegado a su madurez. Por eso,
vuestra Asociación ha de asumir
sus responsabilidades en el gobier
no, en la promoción de sus activi
dades y en sus estructuras. El sa
lesiano os ayudará espiritualmente,
pero la tarea organizativa debe caer
sobre los mismos exalumnos.
Colaboración. El Rector Mayor
continuó exponiendo la colabora
ción que debe haber entre los salesianos y los exalumnos. Mostró
su complacencia en la contribución
de muchos antiguos alumnos y su
participación en la preparación al
Capitulo General. Pero, sobre todo,
habló de la posibilidad de colabo
rar en los países del tercer mundo.
Orientación espiritual. Don Ricceri nos resumió en tres puntos, las
actitudes principales que el exalum
no ha de tener en la época actual:
•
“Aquirid una clara concien
cia de vuestros deberes en la so
ciedad en que vivís. Estáis insertos
en el contexto de la vida del mun
do y de la Iglesia. No podéis ce
rraros en un egoísta aislamiento, in
diferentes a tos intereses de los de
más. Debéis sentir el deber, más
bien, el coraje de la misión, que
Dios os ha confiado.
“ Debéis participar en la construc
ción del mundo, debéis sentiros so
lidarios con el Papa, que es el pri
mero en hacer una llamada a los
hombres de buena voluntad para
llevar a la sociedad por los cami
nos de Dios.
Don Bosco os enseñe a ir al en
cuentro de los hombres descarria
dos de nuestro tiempo, no con el
mensaje de palabras vacías, sino
•
"El primer objetivo de vues
tra organización es el de la forma
ción de los inscritos. El Papa ha
dicho repetidamente que el rena
cimiento posconcilíar de la Iglesia
tiene su base en una renovación
interior. Los hombres de hoy dis
ponen de los inagotables recursos
de la técnica, pero corren el riesgo
de vaciarse espiritualmente. Frente
a este peligro debéis reanimar y
fortificar vuestra fe.
Haced pues de vuestras asocia
ciones verdaderos centros de íormación cristiana y humana; estudiad a la luz del Evangelio los problemas del hombre y del mundo.
El exalumno que ha recibido una
formación cristiana no tendrá más
remedio que actuar cristianamente.
•
“Tened confianza en la actua
lidad y validez del mensaje que de
béis llevar al mundo. La confianza
es el presupuesto de la acción.. El
mensaje de Don Bosco es el vues
tro. Ha superado la prueba de los
primeros cien años y tiene todavía
una enorme vitalidad para afrontar
el segundo centenario. Sed cons
cientes de la formidable potencia
que significa vuestra presencia en
el mundo. Vuestras fuerzas pueden
desempeñar un formidable papel
para crear un mundo nuevo más
humano y cristiano. El Congreso
Mundial de Exalumnos de Don Bos
co se cierre con una voluntad de
compromiso y de valor para servir
a la Iglesia y a la sociedad.”
EL SALUDO
DEL PRESIDENTE
INTERNACIONAL,
DON JOSE MARIA TABOADA
Recordó nuestro Presidente Inter
nacional los orígenes del Movimien
to de los Exalumnos en 1870, hace
cien años justos. Dirigió luego un
saludo a las autoridades y a los
Superiores Mayores en nombre de
los miembros de todos los países
representados y subrayó la impor
tancia del Congreso: para apreciar
la obra educativa de la Congrega
ción Salesiana, para vivir la frater
nidad más estrecha entre represen
tantes de tan diversas nacionalida
des. para vivir el mensaje de Don
Bosco en el manantial de sus orí
genes y para profundizar con sen
tido de responsabilidad en los com
promisos del Movimiento cara a los
problemas sociales, culturales y re
ligiosos de nuestro tiempo.
Tras sus palabras, declaró abier
tas las sesiones de la Asamblea.
Se leyeron, a continuación, mu-
|
'
I
Izquierda: Unos pocos representantes españoles
rodean al Presidente Internacional y a don
Luis Fiora.
Derecha: Fraternidad universal: españoles, in
dios, americanos, beigas... junto a ia casita natai de San Juan Bosco.
chos telegramas llegados de todas
las partes del mundo. Significativo
fue ei de Marcelo Lewisgthon, Pre
sidente de Argentina y exalumno
saiesiano: lamentaba no poder asis
tir y auguraba al Congreso sus me
jores deseos.
UN MOVIMIENTO
ESPIRITUAL
En la primera ponencia se habió
de las características y finalidades
del Movimiento de la Confedera
ción de Exaiumnos. "Sobre todo
—se dijo— es un movimiento espi
ritual” . La comisión belga subrayó
la importancia de este movimiento
seglar moderno en su finalidad de
servicio a la Iglesia; aportación de
fuerzas y colaboración a la parro
quia. Las asociaciones deben em
pujar a los jóvenes a participar en
toda obra buena existente.
En la segunda ponencia, el bel
ga Vanestindael, antiguo alumno
presidente de los Sindicatos Cató
licos y miembro de "Justicia et
Pax” , auditor seglar en el Concilio
Vaticano 11,aseguró haber leído la
vida de Don Bosco nuevamente an
tes de asistir al Congreso.
Trató el ponente de la Organiza
ción de las federaciones y la ne
cesidad de ponerlas al día.
Hubo intervenciones simpáticas co
mo la de un representante del Con
go; "Donde no tenemos asociacio
nes — dijo— y estamos tan agra
decidos a los salesianos como los
que más y sentimos el compromiso
de hacer algo... Pensad en nos
otros. Si podéis, ayudadnos".
Otro antiguo alumno de la India
dijo: "A un nlfk) no se le hace
caso. No vale la pena. Los exalum
nos de la India contamos con sólo
dos años de vida. Pero es una ale
gría el haber venido hasta aquí pa
ra sentir esta inquietud y hacerla
nuestra” .
Y un representante de Panamá
añadió: “ Hago votos por que estas
palabras de Don Ricceri se llamen
“ La declaración de Turín", pues,
es la entrega de la Congregación
de hoy a nuestro movimiento".
LA JUVENTUD,
EL TEMA MAS IMPORTANTE
En nombre de la Federación de
España me tocó exponer el tema:
“ Asociaciones locales y juventud” .
La Iglesia perdió al mundo obrero
y ahora está perdiendo a la juven
tud. Mientras en una ciudad haya
una asociación de antiguos alum
nos debe quedar la esperanza de
que haya quien se ocupe y preocu
pe de los jóvenes. No es que toda
la asociación deba girar en tomo
a los jóvenes, pero debemos pre
parar las asociaciones para que
puedan desarrollarse ellos.
“A los jóvenes — se dijo— si les
pides mucho lo dan todo; si se les
pide algo, no dan nada.”
Todos estuvieron de acuerdo con
la importancia del tema. Corrobo
raron lo dicho expresiones de va
rias naciones: “ Más de la mitad de
la población de la República Fe
deral Alemana cuenta a lo sumo
32 años; y el 52 por ciento vino
al mundo después del año 1940.
En Francia, el 30 por ciento de ios
socios son jóvenes, y en España
el 35 por ciento. Esto es un verda
dero problema en las asociaciones
locales. Las dificultades se preser>tan cada vez con mayor rapidez,
en oleadas rítmicas, porque todo
cambia con el empuje incesante de
la juventud.
INTERCAMBIO DE REGALOS
El día veinte tuvo lugar en la
Casa Madre de Turín el simpático
acto de un intercambio de regalos.
Todas las representaciones de ios
distintos países hicieron un obse
quio al Rector Mayor. Hubo verda
deros detalles de finura. España le
ofreció una hermosa talla de Don
Quijote y Sancho y una colección
de discos de nuestro folklore na
cional. No podían faltar el charro
mejicano, unos collares de la India,
unas estatuillas de marfil de HongKong, unas^ sedas de Vietnam y de
Corea, esculturas de cedro del Lí
bano... Uruguay le obsequió un lo
te de amatistas y topacios natura
les y trabajados, como símbolo de
la educación salesiana. Argentina
presentó un cuadro pintado por un
antiguo alumno cuya firma es de
las más cotizadas de la pintura his
panoamericana.
A su vez, el Rector Mayor obse
quió a todos los representantes con
un cuadro del monumento a Don
Bosco ante la Basílica y una me
dalla conmemorativa del aconteci
miento.
HACIA LA CASA NATAL
DE DON BOSCO
Al salir de Turín vimos el verde
desfile de las suaves colinas del
Piamonte. Nuestros oídos escucha
ban el asombro de nombres como
Chierí, Butígliera, Casteinuovo, Mondonio... Los recuerdos de la vida
de Don Bosco acudían en tropel
emocionado a nuestro corazón.
Y en el Colle Don Bosco, otra
—
19
O
vez las escenas de hermandad. Gru
pos fotográficos. Las chicas de la
India empeñadas en salir en una
fotografía con los españoles. La
emoción al pisar la casita en que
nació San Juan Bosco. El recibi
miento que nos hizo don Renato
Ziggtotti, el Rector Mayor emérito.
El almuerzo fraterno, sentido como
auténtico ágape. En la sobremesa
todos cantábamos los mismos can
tos en diversas lenguas. Hacía pen
sar en un Pentecostés de herman
dad saleslana Internacional.
ROMA. CIUDAD ETERNA
Después de una noche en tren,
el sol nos sorprendía en Roma. Otra
vez se agolpaba la historia. Los re
cuerdos aparecían hechos ruinas,
piedras gloriosas doradas por el
tiempo... Y el triunfo de la cúpula
de Miguel Angel en San Pedro co
mo un himno de la fe de todo el
mundo.
En la Basílica Vaticana hubo una
concelebración de los sacerdotes
delegados de las sesenta represen
taciones. Presidía el Cardenal Confallonierl. Luego, fotos, visitas a los
museos del Vaticano.
En Cinecittá, junto a la Basílica
de San Juan Bosco en Roma, una
comida a las delegaciones. Los mis
mos gestos de amor salesiano. Los
mismos cantos y la misma alegría.
Luego la inolvidable visita a las Ca
tacumbas, el Coliseo, las Termas,
el Foro Romano, las Basílicas, la
Piazza di Spagna, la Fontana di Trevi. AHI no nos faltó la tradicional
moneda, porque a Roma hay que
ir más de una vez en la vida...
Y a las doce de la noche, la vi
sita a Tívoli, esa fantasmagoría de
agua y luz. La noche de Frascati
nos trajo un sueño denso y silen
cioso.
EL MENSAJE DEL PAPA
El 24 de septiembre era el último
día de nuestra estancia en Roma.
Y lo primero, la concelebración en
la Basílica de Don Bosco. Presidía
el Rector Mayor y participaban don
Fiora, don Fedrigotti y todos los
sacerdotes de las delegaciones. Un
espectáculo en la moderna Basí
lica.
De allí nos trasladamos al Va
ticano. San Pedro estaba lleno de
gente. Otras peregrinaciones se
unieron a la nuestra.
La participación del Santo Padre
fue subrayada con un denso oleaje
de aplausos. Pero otro silencio más
denso abrió sus oídos para acoger
la palabra del Papa que empezó
a hablar en distintos idiomas. Dos
veces usó el español. Más de 4.000
exalumnos presididos por don Ricceri y demás superiores nos en
contrábamos en torno al Santo Pa
dre para oír el mensaje que nos
iba a dirigir. He aquí sus palabras:
"Participan en esta audiencia los
representantes de la Confederación
Mundial Exalumnos Don Bosco, re
unidos en Turín estos días para ce
lebrar el centenario de su primera
organización; también para ellos y,
de un modo particular para el que
rido y venerado Rector Mayor de
los Saleslanos, Don Luis Ricceri,
nuestro saludo, nuestro augurio,
nuestra complacencia.
Vuestra presencia, tan numerosa
y fervorosa, nos muestra la conso
ladora certeza de la vitalidad de
vuestro Movimiento, que brotó hace
Junto a la casa de San Juan Boeco t e dialoga, se firm an autógrafos,
se escriben recuerdos...
cien años como uno de los frutos
más bellos en la estela del apos
tolado de San Juan Bosco.
La necesidad que sentís de co
municaros von vuestros antiguos
maestros y compañeros, nos habla
dei valor de la educación que ha
béis recibido y, al mismo tiempo,
del empeño con que buscáis una
mayor coherencia en vuestra vida
con la formación de ayer.
Os dais cuenta de que la escuela
de Don Bosco os ha dado algo
más que una esmerada enseñanza
y una digna profesión: os ha dado
unos principios. Unos principios
claros, firmes, vitales. Os ha dado
una conciencia de vuestros deberes
y una formidable seguridad en vues
tra vocación cristiana.
Y ahora Nos os decimos: amad
vuestra Asociación, sed fieles a ella
y procurad con todas vuestras fuer
zas difundir su espíritu en los de
más, mediante un testimonio cris
tiano franco, abierto, generoso, por
tador de serenidad y alegría, con
forme a las enseñanzas de Don Bos
co. El mundo que os rodea tiene
una urgente necesidad de este tes
timonio. Os lo pide la Iglesia de
hoy, en la voz autorizada del Con
cilio Vaticano II (cfr. Decr. Apostolícam actuositatem, n. 2).
Queridísimos hijos, que el Señor
bendiga vuestra asociación y la fe
cundice con abundantes frutos para
el mañana cristiano de la sociedad.
Nos se lo pedimos de todo cora
zón dándoos nuestra afectuosa Ben
dición Apostólica, que extendemos
a todos los exalumnos de los co
legios saleslanos de todo el mundo
y a todos los familiares y dirigen
tes, en prenda de tos divinos fa
vores."
DESPEDIDA EN EL P.A.S.
Todo tiene su fin. Nuestro Con
greso tuvo un broche de oro en
la comida de despedida del Ponti
ficio Ateneo Salesiano. En esta Uni
versidad donde estudian saleslanos
de todos los países celebramos
nuestro último encuentro. Emocio
nado fue el adiós de todos los par
ticipantes. Un misionero de Corea,
con su acordeón y su alegría tocó
un pasodoble. Todos salieron a bai
lar: representantes de Irlanda, In
glaterra, España, Canadá, Estados
Unidos, Vietnam..., todos unidos en
nombre de Don Bosco.
Don Riccerí nos pidió que can
táramos el vals del adiós. Fue el
canto que cerró unas jomadas in
tensas vividas en la más alegre
amistad fraterna.
JAVIER ARTUCH
A ntig uo Alum no
E li DOCTOR BOZA
ESTAMPA DE UN COOPERADOR SALESIANO
Abrumado p o r el peso del dinam ism o de su vida,
el do ctor Boza nos ha dejado. La n o ticia galopó a
lomos de una tarde pesada del agosto andaluz: “ El
doctor Boza ha m uerto.” No queríam os pre sta rle oídos.
Nos parecía im posible. Hacía pocos días que le ha
bíamos visto, repuesto de una leve dolencia, in icia r
las vacaciones ju n to a lo s suyos, con un ansia evi
dente de d isfru ta r el m ucho afe cto de lo s nuevos cha
vales que le cosen a preguntas. Le ha fa lla d o el co
razón y en un mom ento se ha consum ado la tragedia:
cuarenta y siete años y un hom bre que en fila ba la vid a
con un envpuje adm irable, yacen en el lecho.
El d o cto r Boza era un em inente c iru ja n o sevillano
acostumbrado a lu cha r con la m uerte y vencer. Su
nombre estaba cortsagrado p o r la fama y el afecto
popular le llam aba “ m anitas de p la ta ” , en atención a
su arte. N acido de una m odesta fam ilia, se había la
brado el futuro sin regatear esfuerzos y, cuando pa
recía dom inarlo, se le va de las manos.
Don Manuel había b e b id o en la escuela salesiana,
desde sus prim eros años, un am or inm enso a Don
Bosco y a lo salesiano y un com prom iso evidente con
las clases hum ildes. Bastaba ver su antesala de co n
sulta u oírte hablar en cua lq uie r fiesta salesiana. Para
él, los valores de “ lo salesia no " entraban entre las
cosas in discu tibles. Durante m uchos años m ilitó acti
vamente en las ju n ta s de antiguos alum nos, nombre
que para él era su p rim er tim bre de gloria . La devo
ción a María A uxilia do ra y la preparación de sus fies
tas, de cara a los alumnos, le convertía en un niño y
com o ta l disfrutaba.
Q uisiera destacar unas notas de su p e rfil de coope
rad or salesiano.
Era hom bre profundam ente piadoso, sin gazmoñe
rías ni estilism os, de una piedad sentidam ente popu
lar, piedad operante. “ El consejo que doy con el bis
turí es siem pre eficaz. La sala del qu iró fa no tiene su
catequesís especial. A esta hora todos los hombres
quieren o ír el nom bre de Dios y les ejem plariza que
el m éd ico rece con él y no sólo la hermana de la
C a rida d", me decía en una ocasión.
Su piedad le llevaba a ios dem ás: era un auténtico
padre de los pobres. De prueba, bastó ver sus ho
m enajes póstum os.
Desde hacía dos años el d o cto r Boza había des
cu b ie rto su vocación a la juventud; este era el au
té n tico m otivo que le am arraba cada día más a la
A sociación de Padres de Fam ilia, de la que era pre
sidente. Todos sabíam os que le estábam os robando
un tlenf>po precioso, que no le sobraba en su profe
sión. A quí el d o c to r Boza había descubierto su voca
ció n salesiana to ta l. Es una veta in d iscu tib le de coo
perador.
En sus diálogos con los alum nos mayores del co
le g io de la Santísim a T rinidad había encontrado una
ilusió n esperanzada en el futuro de la juventud. Su
consulta le había hecho sabedor de los desmanes de
hom bres logreros y padres desaprensivos. Eran n o ti
cias que le m artilleaban hasta lle v a r la cuestión “ ante
quien corresponda” , para denunciar los m ales p ú b li
cos. La A sociación era el cam po de acción.
N uestro p rim er presidente ha m uerto, pe ro nos ha
dejado un cam ino la rg o de Ilusiones para recorrer.
Los salesianos sevillanos hemos pe rdido con el doctor
Boza el m édico am igo, siem pre dispuesto, y un coo
perador salesiano en toda la línea soñada p o r Don
Bosco.
BUZON DE LOS LECTORES
DIOS ESCUCHA
Cada vez más interesante. Reci
bo et “ Boletín Salesiano Español” ,
muy agradecido. Me gusta m ucho
el Buzón de lectores. Es muy pro
vechoso.
No estoy de acuerdo con la afir
mación de don José M aría Martín
Plores sobre la ora ció n : “ La ora
ción no es un m onólogo” (pág. 5).
En la oración hablam os “ a " Dios,
pero no “ c o n ” D ios; Dios escucha,
pero no responde en seguida (de
ordinario); Dios habla p o r inspira
ciones, “ s í" quiere, “ cuá nd o" quie
re y “ cóm o " quiere. N osotros nos
vemos ob lig ad os a o b ra r según
muestra recta (supuesta) con cie ncia
SANTIAGO SANCHEZ R.
Alcalá. 164 - Madrid-2
y aún así algunas veces nos equi
vocamos. Yo puedo d e cir que Dios
habla p o r inspiraciones, pero cuar>do menos lo esperamos, muchas
veces fuera de la oración.
Este es el parece r de algunos
sacerdotes salesianos con los que
yo he consultado y con los que yo
estoy de acuerdo. Me alegraría que
alguien me convenciera de lo con
trario.
Este mes de septiem bre el “ Bo
le tín ” es “ pro fu nd o” y hace me
ditar.
Saludos y oraciones. Suyo afmo.,
Enrique Porras
47 - Chemin de Fontaniére
69 - La M ulatíére (Francia)
LAS NECESIDADES NO TERMINAN
Según he leído en el “ Boletín Sa
le sian o” del mes de agosto, la Cam
paña p ro VyasarpadI ha term inado,
pero com o más abajo dice en el
artículo, las necesidades no termi
nan ni term inarán.
Este es el objeto de estas líneas
para adjuntarle un donativo de 2.000
pesetas que le ruego haga llega r
al P. Pem ía con este fin.
Aprovecho la ocasión para salu
darle atentamente,
Eulalia Casado
M adrid
—
21
142 RAT0NCILL08 EN LA I8L
A LIA la pena aventurarse a volar en las
avionetas venezolanas del cinterior». que se
burlan de los horarios como las antiguas di
ligencias del Fart West; confiarse a la ligera cáscara
de aluminio de la canoa para navegar unas horas por
el crecido Orinoco, y entregarse a la rabiosa hambre
de (os mosquitos, zancudos, garrapatas, jejenes y de
más insectos de la selva: valía la pena, con tal de
llegar a la isla del Ratón y encontrarse con 142 ma
jísimos chavales, sus ratoncídos. Piel morena y ojos
de almendra, aparecen por todas partes sus risas ge
melas, charlan y discuten en una lengua misteriosa
y juegan a las canicas.
Monseñor Segundo G arda, vicario apostólico de
Puerto Ayacucho. que viaja conmigo, sale de la ca
noa, saluda a un hombre fuerte, como de unos cua
renta años, rubio, y me lo presenta:
— Don Germán Féddema: holandés y católico.
A don Féddema lo acompañan las risas rubias y
nórdicas de otros dos holandeses, también católicos,
dos coadjutores salcsianos que le ayudan. Además,
hay tres salesianas que se encargan de las ratitas,
y cinco o seis maestros indígenas.
A unos pasos veo un poblado de indios guahfbos.
Serán alrededor de unos 250 más otros 250 criollos
los habitantes de esta isla verde que el Orinoco
embiste con el bigote de su corriente. Tiene veinte
kilómetros de larga por seis de ancha, y flota en el
rio como un barco anclado. El radio de acción de la
V
22
—
misión abarca unos doscientos kilómetros con muy
poca población, unos tres mil, mitad indios y crio
llos.
Allí nos sentamos a platicar sobre la misión.
CUTIS CON AGUA Y JABON
fLlevo nueve años de misionero en la isla del
Ratón — comienza el padre Féddema— . Viene a sus
tituir al padre Luis Algeri, un misionero italiano ya
viejo, consumido de cansancio, un mártir del tra
bajo. Un hombre que había llevado el peso de la
vida misionera como se concebía hace unos diez
años. Al misionero se le consideraba fuera del mundo
civilizado y debía emplear la mayor parte de su
tiempo material de la construcción de su misión,
talar árboles y desbastar la selva para lograr cam
pos de cultivo y poder así satisfacer sus necesidades
y las de los indios. Los indios vivían en deplorable es
tado de suciedad, plagados de enfermedades y diez
mos por epidemias».
Ahora las cosas han cambiado. Se nota. Muchas
misiones tienen su campo de aterrizaje; por el rio
llegan barcos veloces, tienen hasta su nevera, tan
imprescindible cuando el temómetro marca 40^ a la
sombra.
Todos los días, a las siete de la mañana, los misio
neros se comunican directamente por radio con el
DEL
Por ENZO BIANGO
En una isla del Orinoco,
a pocos grados del ecuador,
me he encontrado con tres
salesianos holandeses. A l l í
han abierto un internado pa>
ra los muchachos indios. Los
misioneros no quieren apar*
tar de sus tribus a estos chi*
eos; su deseo no es prepa
rarlos para que luego se va
yan a vivir con los blancos.
Más bien los educan para
que vuelvan a los suyos pa
ra ayudarlos a salir de la
miseria en que se encuen
tran y para llevarles, sobre
todo, a Cristo.
centro del Vicariato: informan, preguntan y se dan
órdenes.
En cuanto a los indios, los hay que tienen su casa
bien construida con ladrillos que el misionero les ha
enseñado a fabricar; aunque luego no saben cómo
usarla y meten dentro todos sus cachivaches de la
selva. En el colegio misionero se ve a los indiecitos
bastante bien vestidos, a pesar de que les guste arras
trarse por tierra. A las chicas da gusto verlas, lim
pias y alegres, a cuya cutis ha llegado el agua y el
jabón...
Se nota ya el influjo de los blancos que van tra
yendo hacia el interior un poco más de confort. Esto
constituye iina gran ventaja para el misionero que,
resueltos los problemas materiales, puede dedicarse
de lleno a su tarea pastoral.
MAESTROS DE SUS PADRES
cAl darme cuenta de la situación — continúa el pa
dre Féddema— me pregunté: ¿qué puedo hacer por
estos indios? Ir a sus casas era imposible. Se trataba
de grupos esparcidos a gran distancia. Sólo hubiera
podido visitarlos una vez al año, cosa que hubiera
sido inútil .
También habría podido quedar en casa esperando
que ellos vinieran a visitarme para darles una medi
cina, un par de pantalones viejos, un buen consejo
y un pensamiento cristiano. La evangelización hu
biera tenido que encomendársela a sus ángeles pues
a mí me habría resultado imposible. En seguida
pensamos en los niños. Don Bosco dice que, conquis
tados los niños, ellos mismos nos traerían a sus
padres.
Decidimos abrir un colegio para los chicos. Un
colegio especial con unos fines muy concretos. No
debíamos tener un intercambio para alejar a los chi
cos de la selva y de sus padres para educarlos en
las costumbres de los blancos de manera que después
no fueran capaces de vivir con los suyos. El inter
nado que pensamos era distinto: nuestros chicos re
gresarían a sus ambientes para cambiarlos. Con el
tiempo, serían los maestros de sus padres, hermanos
y abuelos; les enseñarían la agricultura, la construc
ción, la caza y la pesca, pero con medios más efica
ces. Les enseñarían la lengua de los blancos y serían
sus médicos y enfermeros; pero, sobre todo, serían
sus catequistas. Es el único modo de prepararlos al
encuentro con la civilización, inevitable desde todos
los puntos de vista.
Poco a poco vamos realizando esta idea. Tenemos
un internado de 110 chicos. Los mayores están aca
bando la elemental. Contamos además un primer
año de 32 chicas que, el prójdmo curso llegarán a
un centenar».
LOS EXALUMNOS DE LA SELVA
«N o ha sido cosa fácil — sigue el misionero— con
vencer a los padres indios a que nos confien a sus
hijos. Los indios aman a sus hijos como ningún pa
dre del mundo. Constituyen familias sanas, unidas
por un afecto profundo que alcanza hasta los parien
tes más lejanos. Pero habían escarmentado con an
teriores experiencias. Habían enviado sus hijos a la
misión y ésta los había cambiado hasta hacerlos ex
traños, irremisiblemente perdidos para los suyos. El
confiarme a sus hijos era perderlos definitivamente.
Preferían tenerlos consigo, sucios, ignorantes, desnu
tridos, hambrientos, pero suyos.
Prometí enviárselos durante las vacaciones, les hice
ver que podían venir a verlos cuando quisieran. No
me creían. Llegué a obsequiarles una casa de ladrillo,
un motor para la barca y un machete. Así logré
llevar a la isla del Ratón a siete chicos, los primeros.
Estábamos en septiembre. Para diciembre los llevé
a su casa a pasar las vacaciones de navidad. «Veis
cómo cumplo mi palabra —decía a sus padres— ;
aquí teneis a vuestros hijos, que no son esclavos de
la misión, sino libres». Entonces me creyeron. Des
pués de las vacaciones ya tenía catorce. Ahora son
142 y, dentro de poco, serán más de doscientos.
A veces, los chicos no quieren ir a casa de vaca
ciones. «Padre — me dicen— no quiero ir a casa;
prefiero quedarme contigo».— «debes ir — le res
pondo— tus padres te quieren mucho y tú también
debes quererlos.» Van, y se acostumbran a vivir en
ambos ambientes. Después de varios años de inter
nado, ya han regresado a sus tribus unos 240. Allí
han quedado; son una gran ayuda para los suyos.
El ambiente mejora en todo sentido. Llevan una vida
sana. Algunos ya se han casado y sus hijos vienen
a la misión; ellos mismos son ahora los que enseñan
español a toda la familia.
Durante las vacaciones de verano, cojo la canoa y
soy yo el que voy a visitar a todos los que p u ^ o .
Tengo la sensación de habérmelos ganado y todos,
grandes y pequeños, depositan en mí su confíanza».
£1 P. Fédema no puede disimular su gran amor
a sus antiguos alumnos de la selva.
—
23
EL DESCUBRIMIENTO DE UNA VIDA NUEVA
La vida de los inditos en el internado de la isla
del Ratón es sencilla y, al mismo tiempo, llena de
maravillas. El chico empieza a descubrir el misterio
de objetos que desconoce, como las sillas, la cucha
ra, el jabón...
Los nuevos, cuando llegan, son taciturnos y her
méticos. Sólo hablan con los de su tribu, y como
sus padres, se sienten enemigos de los que perte
necen a otras; desconocen sus lenguas y tampoco
saben español. Pero, a los tres meses de convivencia,
se deshacen las barreras, estrechan amistades, todos
se sienten hermanos y hasta se cambian las bolas.
Por la mañana, después de una breve oración, van
al desayuno, alternando luego las clases con el re
creo. Por la tarde se ejercitan en aprender idiomas.
El padre Féddema sabe las tres lenguas más impor
tantes y Ies enseña a leer y escribir sobre textos del
Evangelio. Luego se dedican a trabajos manuales:
hacen escobas, ladrillos, anzuelos de pesca, redes,
cultivan el campo...
Además, el juego: tienen emocionantes campeo
natos de fútbol; estos chicos que no han visto en
su vida una partida, llegan a inventar técnicas cu
riosas y originales.
Las chicas desarrollan actividades semejantes bajo
la guía de las hermanas. Tienen un hermoso patio
verde como una esmeralda y lleno de pájaros y pa
pagayos variopintos, enormes como gallinas o di
minutos como gorriones. Son mansos y se dejan coger,
constituyendo la alegría de las chicas.
Por la noche, la expectación obsesiva de las filminas Don Bosco, para todos. «Que el Señor bendiga
a cuantos han trabajado en las filminas» — exclama
el padre Féddema— . A todos les gustan con delirio,
a pequeños y grandes. Los mayores llegan en sus
barcas y se me acercan para pedirme; «Padre, una
filmina».
Cuando no hay espectáculo, se canta. Los indios
tienen un oído estupendo, tocan pequeñas guitarras
y cantan con gusto.
«Les damos plena libertad — sigue el misionero— .
Pero les exigimos al máximo la moralidad y el es
tudio. No nos limitamos a esclarecer sus mentes con
el estudio, sino llegamos a educarles integralmente:
su sentimiento, su corazón, su voluntad.
«Se trata de chicos de diversas razas. Lo primero
que hacemos es persuadirles que son como hermanos
que deben respetarles y tratarse bien. Luego les
enseño avivir cristianamente. La moral de sus tri
bus es muy parecida a la moral cristiana. Comienzo
por sus costumbres para profundizar poco a poco,
de manera que ellos mismos vayan haciendo una
síntesis armónica.
«Les enseño una catcquesis muy sencilla, con po
cos ritos. Me preocupa, sobre todo, la formación de
su sentimiento religioso, centrando todo en la presen
cia de Dios y en el doble amor, a Dios y al pró
jimo. Por de pronto, no Ies hablo nada de bautismo,
cuando llegan aquí son puros animalitos. Luego, des
pués de los trece años, cuando veo que han alcanzado
cierta madurez humana, los preparo y los bautizo.»
Así los hijos de la selva llegan a ser hijos de Dios.
¿EL MOTOR PERVIERTE A LOS INDIOS
Pregunto al P. Féddema por la preparación eco
nómica, psicológica y religiosa de sus indios con vis
tas al encuentro con los blancos.
«Aquí — dice— imperaba una verdadera esclavitud
antes de la llegada del misionero. No había indio que
24
no trabajara al servicio de un blanco. Se daban tra
tas increíbles y los indios trabajaban por nada.»
«Pero uno puede equivocarse fácilmente en terreno
económico. A los indios es mejor no regalarles las
cosas. Es necesario que aprendan lo que valen. No
se les debe tratar como a chiquillos de un modo pa-
El Padre
Féddema
Junto a sus
pequeños
grandes
futbolistas.
Los
“ ra to n cillo s”
son
la esperanza
de los
sacrificad os
m isioneros
que les han
consagrado
su vida.
ternalista, sino como personas. Y o Ies digo: «N o te
doy nada si no te lo ganas.» Así se les enseña a
trabajar.»
«Sin aprovecharme, desde luego. Tengo distribui
dos más de sesenta motores de embarcación. Cuando
quieran visitar a un enfermo o a sus hijos en la mi
sión, pueden hacerlo en un momento. Llevan sus
productos al mercado. Se los he proporcionado sin
usura, como se lo hacían antes. Les hacían trabajar
cuatro años hasta pagar más de ocho veces el valor
del motor y luego se lo quitaban diciendo que no lo
habían pagado. Cosas que pasan.»
«Y o les doy el motor por su precio, para que lo
paguen a plazos con productos del campo. Le digo:
«M e lo pagas con maíz.» Responde: «N o sé culti
varlo.» Replico: «V oy a enseñarte. Vamos a ver tus
campos.» Y así aprende los trabajos agrícolas. En
pocos días da un salto de siglos.»
«Es curiosa la actitud de nuestros hermanos pro
testantes que trabajan cerca de nosotros. Ellos se
preguntan: «¿Para qué proporcionar motores a los
indios? Jesucristo vivía junto al lago de Genesaret y
no tenía ningún motor. Es la pobreza la que abre las
puertas del Cielo. Bienaventurados los pobres que no
tienen motores porque de ellos es el Reino de los
Cielos.» De este modo, se desinteresan del aspecto
económico y social de los indios, limitándose al as
pecto religioso. Y o pienso que hay que salvar al
hombre entero.»
«Es curiosa también la actitud de los etnólogos.
Hace poco pasó por aquí un profesor de la Sorbona
a quien acompañé en sus incursiones de estudio. Un
día me dice: «Padre, ¿por qué pervierte a estos indios
con el motor?» Se sentía molesto porque el motor
cambiaba las naturales condiciones de vida de los
indios. Con la más fina educación le contesté que
él consideraba a los indios como piezas de museo
que había que conservar para que eüos pudiesen ha
cer sus estudios. Sí los indios no llegaran a unirse
con los blancos un día, no necesitarían motor. Pero
si yo no se lo proporciono, los blancos se lo vende
rían a un precio diez veces mayor. El profesor me
respondió: «Padre, tiene usted razón.»
NOSOTROS SOMOS
LOS ULTIMOS MISIONEROS
«Para preparar su encuentro con los blancos — con
tinúa el padre Féddema— me ha sido indispensable
saber qué piensan de ellos. En sus tradiciones de pa
dres a hijos, el blanco se describe como un explota
dor. Por él sienten una desconñanza natural.»
«Hasta el misionero pertenece al mundo de los
blancos, pero es considerado como el hombre que
goza de poderes divinos, que tiene contactos con el
Espíritu y puede influir sobre las enfermedades. En
vez de considerarlo como un explotador, lo compa
ran al brujo, al cacique, al hombre extraordinario
que todo lo sabe y todo lo puede. Aún más, el mi
sionero se acerca al indio como un amigo, demos
trándole con los hechos que lo quiere de verdad.
Cuando hablo con indios ancianos, les llamo papá o
mamá; si hablo con otros de mi edad, los considero
como hermanos. Así todos me tienen como a uno de
su familia.»
«Lo primero que yo hago es quitarles la idea de
que todo blanco es un explotador. Procuro explicar
les que, entre los blancos, se dan buenos y malos, lo
mismo que entre los indios.
Pregimto al padre Féddema si logrará salvar a los
indios como pueblo.
«N o lo sé — responde— . Son grupos étnicos dema
siado pequeños y aún tienden a dividirse. Y o trato
de convencer a mis jóvenes a ser fieles a sus gentes.
Por ejemplo, aunó le digo: «Tú, que eres indio pia
ros, debes casarte con una chica píaroa.» Hago lo
imposible por defender sus costumbres. Sólo podrán
conservar la raza si viven unidos en grupos nume
rosos; de lo contrarío, serán absorbidos por la masa.
Conforme van las cosas, me parece que nosotros so-
mos los últimos misioneros y que las misiones ya no
tendrán razón de existir.»
AUNQUE FUERA ATEO
El padre Féddema es nervioso. Coge el micrófono
por todas partes menos por la que debe. A cada mo
mento me repite si he comprendido. Le pregunto por
el futuro religioso de sus indios y me responde:
«Queda mucho trabajo. Ahora se está efectuando
en ios indios un cambio de mentalidad, pero no de
religión. Noto en ellos más humanidad, más respeto
recíproco, mayor comprensión entre las diversas tri
bus. Prácticamente, es un acercamiento al cristia
nismo, pero el camino es aún largo y hal que ir des
pacio.»
«Sobre todo, no hay que destruir nada. No tengo
derecho a ello. También los indios tienen derecho a
la libertad de pensamiento. Como misionero no pue
do imponer mi doctrina, sólo la propongo buscando
la manera de hacerla lo más convincente posible.»
« A ellos, por ejemplo, les gusta la danza; son dan
zas religiosas que ejecutan con máscaras. ¿Debo pro
hibirla? Tanto la letra como los gestos no van en
contra de la moral, luego los dejo que bailen. Como
tengo confianza con ellos, he logrado que cambien
algunas cosas que no veía bien; pero sólo lo hago
cuando sé que todo va a ser bien recibido. Destruir
por destruir es peligroso. Conozco a muchos «piaroas» que han sido convertidos por protestantes y
me han dicho: «Y o no soy piaroa, ni indio; yo soy
cristiano.» Para llegar a ser cristianos han dado un
salto en el vacío, han renegado de su pueblo y de su
raza. No era necesario. Y o quiero que sean cristia
nos, pero sin dejar de ser indios piaroas. Es decir,
sin dejar de ser ellos mismos.»
Le pregunto qué piensa hacer.
«L a solución ya la tengo — me dice— . Mi idea es
la de ampliar la misión y crear puestos para unos
cuarenta indios que se queden aquí otros dos años
después de completar sus estudios de primaría. En
esos dos años terminarán el aprendizaje de las cosas
más prácticas; agricultura, medicina, carpintería...,
indispensables para mejorar el nivel de vida de sus
hermanos. Pero, sobre todo, estudiarán para ser ca
tequistas. Serán los catequistas de sus tribus.
He aquí la idea de! padre Féddema, redonda y
perfecta. ¿Qué se necesita para llevarla a la prác
tica?
«E l aspecto económico no es el más difícil — su
giere— ; hasta ahora no nos han faltado los medios
y creo que tampoco nos faltarán en adelante. El Go
bierno nos proporciona algo; me llegan becas de es
tudio, la Shell me da gasolina, y lo más importante,
naturalmente, me lo proporciona la congregación
salesiana. Además, nos llegan muchos donativos de
todas partes. N o poseo nada, pero nunca nos ha fal
tado lo necesario; aunque fuera ateo, no tendría más
remedio que creer en la Divina Providencia.»
«Lo más difícil es encontrar misioneros y maestros
para esta escuela.»
Y mientras me comunica este secreto, dirige unos
ojos maliciosos a monseñor García. Comprendo: mon
señor es el jefe de los misioneros y de él depende
la realización de las ideas del padre Féddma.
Dirijo una mirada hacia los indiecitos que juegan
a las canicas a la sombra de un enorme mango. Tal
vez, dentro de breves años, los 142 «ratoncillos» de
la isla del Ratón serán los catequistas de sus padres
y hermanos...
—
á
25
EL PADRE BOHNEN
UN GIGANTE DE LA CARIDAD
El padre Bohnen, no cabe du
darlo, es un héroe. Yo me sonrío
cuando oigo a las amas de casa
quejarse de que todo sube y de
que un billete de 500 pesetas se
evapora en el mercado como el
agua en un puchero hirviendo.
Pienso qué hará ese buen salesiano el día en que sólo le dan
500 pesetas para esos tres mil chi
quillos con apetito atrasado y a
los que día tras día, sin vacación,
les da de comer.
A sus ojos se asoma
un alma blanca, blanca.
Es como una paloma
mensajera, que arranca
oro de compasión:
¡ábrele,
ábrele el corazón...!
— Qué ánimos tan grandes ha
tenido que darle el Señor para
meterse en esa empresa tan des
comunal — así le decía yo en un
viaje en que coincidimos en Nueva
York.
Me respondió:
— Si usted viniera a Puerto Prin
cipe y viera la necesidad de aque
llos niños no me cabe la menor
duda que, a usted también, su co
razón le obligaría a hacer otro
tanto.
a i »t
It
III
COOPERADOÜES
SALESIANOS
QUEREIS
AYUDAR
AL
TERCER
MUNDO
-V
Esta foto es la respuesta a una "q u e ja ” de una cooperadora que escrS>e i
d icien do sí sólo nos cuidam os de los niños. Esta negrita es una de Iss
m uchas que se benefician del com edor del P. Bohnen. No se puede ne9^
que es sim pática y bien m erece que alguien la mantenga. Detrás de u .
foto hay un pie que d ice : Hacen fa lta 1.200 dólares diarios, o sea.
'
para sostener a los 40 m aestros y d a r de com er a 3.000 niños y n í j^
necesita diariam ente 84.000 pesetas lo que sale a 28 pesetas p o r nirto-
Fue una respuesta cortés, ha
lagadora, pero evasiva. N o sé si
seria capaz de imitarle, por lo me
aos tan a lo grande.
En las diversas conversaciones
pe, en un francés precario, sos
tuve con él, pues coincidimos va
rios días juntos en el comedor de
!a casa salesiana de New-Rochelle,
d padre Bohnen me contó diver
sas anécdotas. Esta es una.
Ante un plato humeante de arroz
con alubias, un negrito, cuchara
m mano, está llorando. No come.
Sus compañeritos de al lado, al
Miilrario, tragan con avidez y, de
w)jo. miran el plato que no mer
ina. Se las prometen felices pen
sando que podrán comerse ellos lo
pe su amigo deja. Intentan, en
rfecto, hundir sus cucharas en el
plato del vecino, pero su dueño,
sin dejar de llorar, lo defiende co
no un pájaro sus polluelos.
Ante el pequeño alboroto que
se arma, acudo a ver qué pasa,
tterrogo con la mirada al chiquib que no para de lagrimear. Se
iwanta y me dice: «Quiero llevar
stas alubias a mi madre. Está en'tfma y no tiene nada, nada que
amer y se pondrá peor. Y o quiero
levarle mi ración.»
“ Mira — le contestó el padre
Winen— , tu madre, si está en
ferma, no puede comer esto; le
brá daño. Así que cómetelo tú
otes de que se enfríe.
No hubo manera de que se co
siera aquello, hasta que le pro%t( que le daría una boisita de
*dio kilo de leche en polvo para
a madre. Oír esto y comenzar a
bvorar su ración fue todo lo misso. hasta que la escudilla quedó
bipia del todo.
Para este buen padre Bohnen,
be tan bien sabe hacer la caribd. os pedimos este año la vuesVamos a participar de sus
■íritos compartiendo sus traba
os.
JAVIER RUBIO
Delegado Nacional de C.
d o n a t iv o s
^ien desee sum arse a la adopción
b Vyasarpadi puede m andar sus
Rosnas a:
SIEMPRE IfYASARPADI
El padre Pemía os escribe:
«Que' Dios os dé las gracias por vuestra caridad. El sabe bien
cuáles son nuestras necesidades y vosotros nos habéis ayudado de
ima manera que nunca hubiéramos esperado. Que os bendiga uno
por otro. Lo habéis hecho a sus pequeñuelos, los más pobres y ne
cesitados del planeta, tal vez. Pues bien, por El lo hicisteis. Ahora
tendréis otra campaña: sed generosos también para los otros po
bres de otras partes del mundo. Que la caridad nos ayude a sentir
nos hermanos. En el nombre de todos estos leprosos y recogidos,
moribundos y deshauciados, os doy las gracias que me salen de lo
más profundo del corazón. Si alguna vez, algún cooperador salesiano viniese por la India que venga a ver a estos hermanos de Vya
sarpadi.»
NOS HAN LLEGADO ESTOS DONATIVOS PA B A VTASARPAD I
Pesetas
Pesetas
M. C., de Reus . . . .
María Callis, de Figueras .
C. M. G., de Almansa . .
Luisa Sánchez, de Mérida
C. Gallego, de Mataró . .
M. Gracia Paláu, de Santa
Cruz de Tenerife . . .
E. Requena, de La Línea .
M. A. Mendive, de Pampl.
Peppy Paúl, de P. Real .
A. Roche, de Benavides .
200
100
50
100
500
1.000
100
500
1.100
200
Amelia Gómez, de Orense
A. Martínez, P. S. María
Sergio, de Orense . . .
F. Ruberte, Zaragoza . .
J. Galcerán, de Barcelona
S. Barquín, de Santander
E. Casadó, de Madrid . .
B. Colín, de Madrid . .
L. Parrondo, de Madrid .
A. Pintos y Sera., de Vigo
M. A. Mendive, Pamplona
100
200
100
1.000
100
200
2.000
500
300
1.000
150
V O C A L U M IS IO N E R A S A LE S IA N A EE RIPO LL [T e r c e r a ap ortació n ]
D. Losada y amistades. .
Jorge A ld o m á ..................
Esteban Orriols . . . .
Modesta Morera . . . .
Mariano Pardos . . . .
Familia Traveria Padrós .
Id. Agustí P.-Trimestre .
Montserrat Puig . . . .
Francisco Vila Soler . .
Carmen Salgado . . . .
Viuda S o l e r ..................
X. X ..................................
B. C. Castells . . . .
J. Castells Pujol . . . .
Margarita Uñó . . . .
María Puig Sala . . . .
Francisco Capdevila Uñó .
O. P u i g ...........................
José Pérez Alberto . . .
J. C a n a l s .......................
J.. P., A. V. y Elvira C.
S. V. S a d u m í..................
J. Orra - Constructor . .
T. M., de X. X .................
Caja Ahorros Pr. Gerona
700
1.000
500
100
500
500
500
250
500
300
2.000
500
500
500
LOGO
500
2.000
500
200
200
200
500
5.000
500
1.000
3.000
900
500
5.000
500
100
250
100
100
100
Caja Pensiones para Vejez
Familia Balcells - 2.* ent.
J. Roca Gárgol . . . .
Familia Tarracó . . . .
J. C a p d e v ila ..................
Viuda P i e l l a ..................
N. N. N .............................
H. Monasterio..................
Demetria Gómez . . . .
R. Pont - Pintor . . . .
Amigos de «Fuerza Nuev a » en Ripoll (3.* aport.):
Familia Vergés . . . .
Dos o b r e r o s ..................
E. Eiríz - M. Nac., 2.» ent.
R. Algar L lu c ..................
J. Serradell Gaja . . .
L. Puig R o c a ..................
Quintín P. Gómez - 2.* ent.
José F igueras..................
Un matrimonio - ahorros
pro Tercer Mundo . .
Total, tercer envío .
(Seguirá.)
.
2.0u0
300
500
2.000
6.500
5.000
200
1.000
5.000
53.000
1.
— Cooperadores Salesianos - A lcalá, 164 - M adrid (2), indicando
siem pre en el dorso del g iro postal esta palabra VYASARPADI.
2.
— O a Cta. Cte. Cooperadores Salesianos • S ucursal del Banco H is
pano Am ericano - Plaza de Roma - M adrid (2).
—
27
y de
su Apóstol
San Juan
Bosco
Gracias
de
María
Auxiliadora
DOS SEÑALADOS FAVORES
M adrid. — Uno de mis hijos tenia
molestias en un ojo. Fuimos al ocu
lista y me dijo que podía ser grave,
pero no podia decidir nada hasta
contar con los análisis. Apenas lle
gué a casa empecé una novena si
guiendo las recompensas de San
Juan Bosco, pidiendo a la Virgen
que no dieran nada los análisis. Y
asi fue. Le pusieron un tratamiento
y hoy, gracias a su protección, se
encuentra bien.
—Otro de mis hijos, ya en edad
juvenil, tenia un defecto en la ve
jiga. Después de recurrir a varias
medicinas, no experimentó ninguna
mejoría. El especialista me dio a
entender que no habla solución.
Entonces empecé a hacer otra no
vena a la Santísima Virgen y, gra
cias a su protección, mi hijo ha
quedado completamente curado.
— Por estas dos gracias y por ha
ber salido mi hija de dos operacio
nes con éxito, hago público mi agra
decimiento a María Auxiliadora en
el "Boletín Salesiano” . Una Co
operadora salesiana.
OPERACION INNECESARIA
M adrid. — Encontrándose mi hijo
enfermo y teniendo que someterse
a una delicada operación y estan
do ya ingresado en la Clínica de
La Paz, empezamos con todas nues
tras fuerzas una novena a María
Auxiliadora y al quinto dia de co
menzar la novena, cuando el mé
dico fue a reconocerle cual sería
la sorpresa al comprobar que ya no
era necesaria la operación que to
dos temíamos. Agradecemos esta
gracia a María Auxiliadora y envío
una limosna en acción de gracias.
M ercedes González.
SALVA A MI MADRE
Y A M I HERMANO
Fuentes de Masueco. —Estando mi
madre enferma de diabetis y ponién
dole unas inyecciones, se le infecta
ron hasta tal punto que los médicos
la dieron por desahuciada. Hice
una novena con toda mi fe prometí
publicar la gracia en el "Boletín
Salesiano" y enviar un donativo
28
—
si mi madre curara. Hoy cumplo mi
promesa con gozo.
También mi hermano sufrió un
accidente de carretera que no pa
reció grave pues no tenia ni un
rasguño. A tas pocas horas, mi her
mano se agravó a causa de una he
morragia interna. Llevado al hospi
tal, los médicos le dieron pocas ho
ras de vida. Al saber la gravedad,
comenzamos una novena a las 12 de
la noche. A esa hora se notó la
mejoría del enfermo que hoy hace
vida normal y sigue en su oficio
de camionero.
Agradecida a tan buena Madre,
envío una limosna y deseo se publi
que en el "Boletín Salesiano” . M. J.
E. H.
SALVA A MI MADRE
Cartagena.—A María Auxiliadora
le debo la vida de mi madre. Asi
nos escribe una buena señora de
Cartagena, narrando emocionada la
curación de su madre, y rogándo
nos que publiquemos la gracia en
el "Boletín Salesiano” .
Aquejada hacia un mes por las
molestias producidas por un cáculo
renal, por reblandecimiento de la
espina dorsal y por otras varias
molestias, mi pobre madre amane
ció como inconsciente el dia 18 de
junio, lo que atribuimos al exceso
de calmantes. Nos decidimos a lla
mar al médico, el cual aseguró que
mi madre se hallaba en estado de
coma. En medio de mi dolor y an
gustia tuve una corazonada, llamé
una ambulancia y trasladamos a la
enferma a la Cruz Roja.
No había ninguna habitación li
bre. pero en vista de la gravedad
del caso, la instalación en una ha
bitación de aparatos.
Yo invocaba sin cesar a María
Auxiliadora, y aunque llegó muerta,
pues no acusaba ni fos pinchazos
en ios tendones ni daba señales
de vida, poco a poco empezó a
reaccionar, y ya no daba esperan
zas de recuperación; pero el día
20 empeoró considerablemente re
sintiéndose todo su organismo. Pi
dió confesar y comulgar, lo que
hizo despidiéndose luego de todos,
mientras los médicos nos asegura
ban que acabarla de un momento
a otro.
En esto llegó un pariente mío a
quien había enviado al cercano co
legio de Cabezo de Torres, de los
padres Salesianos, trayendo una es
tampa y una medalla de María Au
xiliadora, las que coloqué inme
diatamente bajo la almohada de la
querida enferma.
La reacción favorable no se hizo
esperar, y hoy mi madre está en
casa casi restablecida. Le han vi
sitado 12 médicos, le han hecho ra
diografías de la cabeza a_ los pies
sin encontrar nada extraño, y los
análisis son cada día más normales.
¿Qué ha ocurrido? Yo creo y se
guiré creyendo ciegamente en la
protección de María Auxiliadora, y
animo a todos a que recurran con
plena confianza a tan bondadosa
Madre. Maria Rosario A.
OTROS
CORAZONES AGRADECIDOS
Vigo.—Tuve una nifta enferma de pleu
resía. Estando desahuciada por los mé
dicos. pedí con todo el fervor posible a
María Auxiliadora por su curación. Pro
metí publicar la gracia y enviar limosna
si curaba. Ai mismo tiempo que empezaba
una novena, la niha comenzó a mejorar
hasta quedar sana por completo.
También doy gracias por una hermana
mía que sufrió una crisis nerviosa. Re
petimos nuestra promesa y la me|orfa fue
instantánea al empezar la novena.
Llenas de agradecimiento publicamos las
gracias y enviamos una limosna. Florencia
y Dolores González
Orense.— Con una gran preocupación por
problema fam iliar que no parecía tener nin
guna solución, me encomendé a María Au
xiliadora y santos salesianos. Por dicha, to
do salió como no se podia esperar. Agra
decida. mando una limosna y ruego se
publique en el 'B oletín Salesiano'.
sefa Salgado
Avilés.— Doy gracias a Maria Auxiliadora
p o r haber logrado se iniciase la paz en un
matrimonio, por salvarse un niflo de un ata
que y por otros favores recibidos. Cristina
Pobla de Segur (Lérida).— Ultimamente
nos hemos encontrado muy apurados, P®*
ro gracias a Dios y a su bendita Madre
todo se nos ha resuelto favorablemente.
Doy gracias a la Virgen por sus favores y
envió una limosna. Armando LuaAa
La BaAeza (León).— Me encomendé a
María Auxiliadora con gran fe cuando pa
decía una enfermedad nerviosa que me
producía unos dolores grandes de cabeza y
me hacían temer una grave enfermedad
Hoy que me encuentro bien, le doy gra
cias de todo corazón por haberme escuchedo y cumplo la prorrwsa de publicarlo a''
en Boletín y envío una limosna para las
obres salesianas. AracaÜ Martii>ez
Madrid.— Habiendo sido afectada mi la
ringe de tal forma que me impedía hablar
normalmente, invoqué a mi querida Auxilia
dora. Antes del mes se normalizó mi voz
y entregué la limosna prometida. Hoy, des
pués de alio y medio, sin que haya vuelto
a repetirse la afección, cumplo la segunda
parte: publicar el favor en el Boletín con
toda mi gratitud. Andrea
Sevilla.—^Teniéndome que examinar libre
por primera vez, en septiembre, de todas
las asignaturas por no haberlo podido ha
cer en Junio y siendo para mi muy impor
tante sacar el curso completo, me enco
mendé a María Auxiliadora. A todos los
exámenes llevaba una estampa suya. Gra
cias a su protección he podido ver con
alegría el éxito de todos mis exámenes.
Agradecido, envío una limosna. A. S. L.
Salamanca.— Encontrándose una hermana
mfa con grandes dolores de cabeza y fuer
tes vómitos, ie pusieron una inyección y
le cortó la orina. En seguida se llevo al
ambulatorio. Acudí a María Auxiliadora
pidiéndole su curación, prometiendo pu
blicar la gracia y enviar una limosna. Hice
varias novenas. Espero en la protección
de la Virgen. C. V. B., Archicofrade.
Orense.— "Doy gracias a María Auxilia
dora por un favor alcanzado suplicándole
perdone mi tardanza en publicarlo.
Envío una limosna rogándole me proteja
y sea mi amparo en mis muchas necesida
des. Pongo en Ella toda mi confianza"
P. M.
Cabeza del Caballo (Salamanca). Por
favores recibidos de Maria Auxiliadora en
diversas circunstancias, agradecemos pú
blicamente y enviamos una limosna. Filo
mena Hernández y Romana Holgado Con
de.
Pozoblanco. Envío un donativo para las
misiones salesianas como agradecimiento a
María Auxiliadora por un favor recibido.
C. H. E.
Horta.— Envío una limosna por las voca
ciones salesianas en agradecimiento a los
muchos favores recibidos de María Au
xiliadora: en primer lugar, el restableci
miento de mis perdidas fuerzas al en-
corttrarme paralizada por un reuma atroz.
Y en segundo lugar, la ayuda prestada
a mis dos hijos salesianos a quienes veo
firmes en su vocación y entregados a su
trabajo. J. M.
La CoruRa.— En agradecimiento a varios
favores recibidos de Maria Auxiliadora,
cumplo mi promesa de enviar una limosna
y publicarlo en el “ Boletín Salesiano’ .
Aída Ballesteros.
Vigo.— Por el éxito de ios exámenes
de mi sobrina, doy gracias a María Au
xiliadora y envío una limosna para que
me siga ayudando. Amanda Pérez.
Orense.— Por un favor señaladísimo de
María Auxiliadora, envío una limosna ro
gándole siga protegiéndonos. M. L, F.
Vigo.— Hago público mi agradecimiento
8 María Auxiliadora y envío una limosna por
el feliz parto de una harmanita y por el
éxito en la operación de un cufiado mío
Milagros V. Rial.
Algeciras— Dan gracias a María Auxilia
dora y envían una limosna para las misio
nes Salesianas: Mercedes Enriquez de
Vails, por un favor recibido; Josefina Worboys, por varios favores recibidos; Angela
Ortiz de Molina, por la curación de una
nietecita enferma.
Gibrallar.— Envío una limosna para las
misiones salesianas en acción de gracias
a María Auxiliadora y pidiéndole nos siga
protegiendo siempre. Gertrudis Cardona de
Abrines.
Zamora.— Por favores recibidos de la
Virgen damos y enviamos una limosna para
las vocaciones salesianas, pidiéndole nos
siga protegiendo siempre. Tránsito Blanco.
Guardo (Palencla).—^ o r haber aprobado
mi hijo el cuarto curso de bachillerato
después de encomendarlo a la protección
de la Virgen, hago público mi agradeci
miento y envío un donativo. Celerina García.
Fontanales.— Hice la novena a María Au
xiliadora pidiéndole la gracia de salir bien
de una operación de visicula y obtuve
la gracia por lo cual lo hago público y
envió una limosna. Rita Rodríguez.
Montana Alta.—^Tenla un hijo enfermo
grave y comencé una novena a María Au
xiliadora. A los tres días estaba mucho
mejor y hoy se encuentra completamente
bien. Muy agradecida a la Santísima Vir
gen deseo se publique la gracia y envió
una limosna. Una devota.
Zamora.— Debiendo examinarse mi hija
de unos exámenes de d ifíc il resultado, ta
encomendé e María Auxiliadora, prome
tiendo publioer la gracia an el “ Boletín
Salesiano". Cumplo la promesa y envío
una limosna, llana da gratitud, por haberse
solucionado el problema favorablemente.
A. M.
Cañizo de Campos (Zamora).— Teniendo
que someterse a una operación d ifíc il, me
encomendé a María Auxiliadora, y hablan
do salido de ella con feliz resultado, muy
agradecida a tan buena Madre le envío
una limosna y deseo se publique en el
“ Boletín Salesiano". V. L.
DAN GRACIAS
A MARIA AUXILIADORA
Y A SAN JUAN BOSCO
Y ENVIAN UNA LIMOSNA;
Florentino Pérez, de Matalavilla; A. M.,
de Villarejo de Orblgo; N. N., de Salaman
ca; Mercedes Fernández, de Vigo; D. P.,
de Alcalá de Guadeira; María Hernando, de
Ciudad Rodrigo; Concepción Torrero, de
Villafranca de Córdoba; Luisa Calvo, de
Madrid; Doña Vicenta Galberf, de Campello; Doña Roralla Campomanes; A. P. F.
y M. P. E., de la Coruña; Pilar Pelleja, de
Fabret (Tarragona); Miguel Sánchez Mata,
de Algorfa; José Payán VIguera, de Po
sadas (Córdoba); Engracia González, de
Torrelavega; María Melián Rodríguez, de
Montana Alta (Gran Canaria); Doña Isabel
García, de Valladolid; N. N., de Avilés;
P. Ll. P.; Familia R. de Robles, de Madrid;
María Nieves Améraga, de Baracaldo; Aurorita Quintas, de A llariz; Doña Rosario López-Rúa, de La Coruña; N. N., de Llagostera (Gerona); Irene Ronchera, de Burriana;
Dona Ana Rodríguez, de Madrid; Una de
vota, de Madrid; Juan de la Fuente, de
Penafiel; Josefa Hernández, A. M., Juana
Díaz y SIníorlano G., de Fontanales (Gran
Canaria); C. G. A., Santiago Almelda y
Adofina García, de Montana Alia, Moya
(Gran Canaria).
Gracias
de nuestros
siervos
de Dios
Miranda de Ebro. — Agradecida
envío una limosna a Santo Domingo
Savio, por un segundo favor obte
nido por mediación del santo. Car
inen Lacalle.
Elche.— Habiendo recibido de Ma
ría Auxiliadora, de San Juan Bosco
y de Santo Domingo Savio muchos
y señalados favores, ya que los in
voco a menudo y siempre noto su
ayuda e intercesión para mí y para
toda mi familia, hago público mi
agradecimiento en el “ Boletín Salesiano".
Sobre todo, agradezco el regalo
de un niño precioso pues temía no
Saliera del todo bien debido a algu
nas complicaciones. Durante todo
el tiempo llevé la estampa de San
to Domingo Savio conmigo.
También agradezco la rápida cu
ración de mi abuela, quien a sus
89 años de edad sufrió una embo
lia, recuperándose felizmente.
Envío una limosna a mis santos
protectores. Magdalena 6.
Dan gracias a Santo Domingo Sa
vio por favores recibidos y envían
una limosna, P. L, de Azcoitia y
N. N., de Madrid.
Córdoba.— Habiéndome encontra
do en dos ocasiones con un fuerte
dolor de muelas, acudí a Doña Do
rotea suplicándole me alcanzase al
gún alivio y, pronto, en ambas oca-
siones, el dolor desapareció total
mente.
Agradecido, ruego sea publica
do y envío una limosna para su
beatificación. J. García M,
Morón de la Frontera.— Envío un
donativo para la beatificación de
Doña Dorotea de Chopítea por va
rios favores alcanzados por su me
diación. Deseo hacer público mi
agradecimiento en el “ Boletín Sa
lesiano” que recibo mensualmente.
C. C. T.
Barcelona.—^Agradecida una vez
más a los muchos favores que me
otorga la síerva de Dios Doña Do
rotea de Chopítea, le envío una li
mosna para la causa de beatifica—
li
29
clón. Gracias a su intercesión, me
encuentro muy recuperada de unos
vértigos de oído que me traían muy
atormentada. Por lo que creo mi de
ber darle públicamente las gracias.
C. Guillaume de Sala.
Barcelona.— Encontrándome en un
grave conflicto familiar, sin encon
trar la solución del mismo, puse el
caso en manos de Doña Dorotea
de Chopitea, encomendándole la so
lución del caso, con una fervorosa
novena, y a los dos días de termi
nada, el asunto tan dificultoso fue
resuelto y volvió la paz y la tran
quilidad 3 la familia. Muy agrade
cida le ruego publique la gracia y
acepte la limosna que envío para la
Causa de Beatificación. M. B. de M.
Gerona.— Soy deudora de Doña
Dorotea de Chopltea de dos gran
des favores que ruego publique en
el "Boletín” para estímulo de sus
devotos. Hallábase mi hija aquejada
de una grave infección de los dien
tes y encías que desde hacía tiem
po la hacía sufrir mucho. Como
siempre, acudí con entera confian
za a la sierva de Dios, que nos ins
piró ir a otro dentista el cual acer
tó definitivamente el tratamiento, de
manera que juzgo milagrosa y hoy
mi hija se encuentra perfectamente
curada, por lo que doy públicas gra
cias a Doña Dorotea de Chopltea y
envío una limosna para su Bea
tificación. También he de agradecer
le el que no hubiera tenido que
ooerarme para la curación de una
afección a la nariz, que se resol
vió por si sola, después de acudir
a la intercesión de Doña Dorotea
de Chopltea. A. M. M. Cooperadora
Salesiana.
Sevilla.—Tengo la satisfacción de
enviar un donativo para la causa de
Doña Dorotea Chopltea, a la cual
acudí en un momento grave para
mi salud y atendió solícita mi rue
go. obrando lo que para mi es un
verdadero milagro, por lo que muy
agradecido le ruego publique la
gracia en el Boletín. Aurelio Garda.
VHIamayor. — Nos dimos cuenta
de que a una sobrinita mía de tres
años se le iban torciendo las pier
nas. La reconocieron dos especia
listas de Salamanca y acordaron
que necesitarla un tratamiento muy
largo; si no se le corrigiera, tendría
que ser operada de mayor, pero sin
quedar del todo bien. Para más se
guridad, acudimos a una amiga mía:
ella y su marido son especialistas
de niños en Madrid. Les pareció
que era lo mismo que Ies habían
dicho los anteriores médicos y nos
enviaron a un gran cirujano para
confirmar lo mismo. En la segunda
visita que le hicimos al último mé
dico, recomendó éste unos apara
tos ortopédicos, pero sin afirmarse
mucho en su eficacia, pues, todos
creían que tenía atrofiamiento de
los músculos. En estas circunstan
cias acudí con toda confianza al Se
ñor poniendo por intercesor a mi
tío, Don Félix González. En las^siguientes visitas, ya nos dijo el doc
tor que no era lo que habían pen
sado. A los siete meses se encon
traba perfectamente bien.
Agradecida, envío una limosna y
publico la gracia. Leonor Miguel.
Don Rafael Conde Hernández, de
Jerez de la Frontera, da gracias a
tos siervos de Dios Don Miguel Rúa,
Don Felipe RInaIdi y a Don Pedro
BerrutI, por favores recibidos.
De algún tiempo atrás venía yo
padeciendo bronquitis asmática, que
se agravó notablemente por causa
de un resfriado, y me puse tan
mala que hube de ser trasladada
con toda urgencia a una clínica.
A las pocas horas de ser ingre
sada, sufrí un colapso en el que el
corazón dejó de funcionar, siendo
necesario el masaje de corazón pa
ra reanimarlo.
Durante el día y la primera no
che sufrí muchas veces estas cri
sis. Al recuperar el conocimiento,
mi gran preocupación era invocar
al siervo de Dios Juan Luis Her
nández Medina, hermano mío, mar
tirizado en Ronda (Málaga), pidién
dole me obtuciera del Señor la sa
lud.
Al día siguiente otro hermano
mío, también salesiano, colocó ba
jo mi cabecera una estampa del
mártir.
Fui escuchada, y fueron escucha
dos todos ios que por mí rogaban,
pues progresivamente, aunque tentamente, fui mejorando, y hoy estoy
en casa y puedo realizar todos los
menesteres domésticos.
Le ruego, publique este favor pa
ra estimular a todos a confiar en
nuestros mártires y se pondan bajo
su protección.
Envío una limosna para su bea
tificación. María Rita Hernández.
PIcasent (Valencia). — Estoy muy
agradecida por un favor recibido
del padre Juan Martorell, mártir de
Cristo. Publico mi gratitud y envío
una limosna para la causa de bea
tificación. Dolores Cuadro.
PIcasent.—^Tiempo atrás me aque
jó un fuerte dolor de cabeza que
no había manera de aliviar. Temí
que se tratase de un tumor interno
y llena de pánico, acudí gracias a
la indicación de una buena amiga,
al mártir salesiano don Juan Marto
rell. Comencé su novena Mena de
confianza y a los pocos días habían i
desaparecido por completo todos
los dolores. También debo manifes
tar mi gratitud por otro favor: ha
biendo fallecido un hermano mío,
que se encontraba en la Residen
cia, queríamos llevar el cuerpo a
casa, pero surgieron dificultades,
que no se allanaron hasta que in
vocamos la intercesión de don Juan
Martorell, Muy agradecida envío una
limosna y ruego publique la gra
cia. Carmen Alegre.
Picasen!.— Por varios favores re
cibidos del padre Juan Martorell,
envío una limosna y deseo sea pu
blicada mi gratitud. Amada M. Agua
do.
Mataró (Barcelona).— Para la cau
sa de Beatificación del mártir don
José Calasanz, enviamos una limos
na. Hermanas Miralpelx.
FUERON A LA CASA DEL PADRE
CarUanal Alóla) Maatlla. praloctor da la
Congragaclón Salaalana t an la Ciudad dal
Vaticano, al día 30. El cardanal Alotal Masalla, camarlango da la Santa Romana igle
sia y arciprasie de In patriarca basílica da
San Juan de Lairén. ha muerto asta maAana El purpurado, que tenia noventa y un
aAos. estaba gravemente enfermo desde
hace algún llampo, y el pasado sábado,
dia 26. habla recibido la visita de Su Sanl'dad ol Papa Pablo VI.
El cardenal Benedetto Aloisi Mase''a na
ció en Pontecorvo, lugar cercano a Roma,
el 29 de ¡unió de 1879. Fue nombrado car
denal por el Pontífice Pío XII el 18 de le
brero de 1946. En 1908 ocupó el cargo de
30
—
secretarlo de la Nunciatura de Lisboa,
puesto en el que permaneció hasta 1910.
en que. por motivos políticos, la Nuncia
tura fue retirada. Entre oíros cargos ha
ocupado el de nuncio de Su Santidad en
Chile y, por espacio de veinte anos, en
Rio de Janeiro. En el ano 1956 fue nom
brado camarlengo.
Don Juan Casas t en Málaga, el día 19 de
agosto. Los que tuvimos la suerte de co
nocerla en aquellos anos duros de 1945,
como gobernador civil de la provincia de
Guadalajara, estando en el seminarlo de
Mohemando, sabemos de su generosidad
para los saleslanos. i Cuántas veces nos
ayudó con alimentos y con buenas cantida
des de dinero para poder hacer frente e
aquellos anos difíciles. En él encontramos,
no un señor Gobernador, sino más bien
un verdadero amigo y un gran enam ora^
de San Juan Bosco y de la Congregación
Salesiana.
Era cooperador desde hacía muchos anos.
Lela con verdadero interós, todos los me
ses. el "Boletín Salesiano*. Mandaba f ^
cuentes limosnas para las Obras y Misio
nes SalesianasLos satesianos hemos perdido un gran am^
go y un excelente cooperador en todo el
sentido de la palabra. Descanse en paz.
BECAS PARA EL
SOSTENIMIENTO DE
LAS VOCACIONES
SALESIANAS
“ El mejor premio que Dios
concede a una familia es un
hijo sacerdote.” (Don Bosco.)
INSPECTORIA DE BARCELONA
P. Provincial: Paseo San Juan Bosco, 74 - Barcelona-17
BECA C O M PLETA
Beca «Fam ilia Sayós». Total: 100.000 pts.
BECAS E N FORMACION
Beca «Monseñor OIaechea>. Prim era entrega: 1.000 pts.
Beca «Monseñor Pintado». Primera entrega: 1.000 pesetas.
Beca «Fam ilia Martí Codolar». Primera entrega: 1.000 pts.
Beca «Daniel Conde». Prim era entrega: S5.000 pesetas.
Beca «Ntra. Sra. de Montserrat». Total: 97.000 pts.
Beca «Don Luis Cutillas». Total: 8.000 pts.
Beca «San José». Total: 22.000 pesetas.
Beca «Felipe Alcántara». Total: 6.000 pesetas.
Beca «Don Juan Antal». Total: 95.000 pesetas.
Beca «Juan Alberto». A. A. de Rocafort. Total: 13.000 ptas.
Beca «Son Cosme y Santa Magdalena». Total: 90.000 ptas.
Beca «San Pedro». T o ta l: 50.000 pesetas.
Beca «A g r a d o Corazón de Jesús». 1.3 e .: 1.000 pesetas.
Beca «San Juan Bosco». 1.3 e.: 1.000 pesetas.
Beca «San Francisco de Sales». 1.3 e .: 1.000 pesetas.
Beca «Santo Domingo Savio». 1.3 e .: 1.000 pesetas.
Beca «Santa María Mazzarello». 1.3 e.: 1.000 pesetas.
Beca «Don Felipe Rinaldi». 1.3 e .: 1.000 pesetas.
Beca «Doña Dorotea». 1.3 e .: 1.000 pesetas.
Beca «Mártires Salesianos». 1.3 e .: 1.000 pesetas.
Beca «Don José Binelli». 1.3 e.: 1.000 pesetas.
Beca «Don Martín Goicoechea». 1.3 e.: 1.000 pesetas.
Beca «Don Antonio Aime». 1.8 e.: 1.000 pesetas.
Beca «Don Manuel Hermida». 1.3 e.: 1.000 pesetas.
Beca «Don Julián Massana». 1.3 e.: l.cioo pesetas.
Beca «Padre Viñas». 1.3 e.: 1.000 pesetas.
Beca «Don Luis Cid». 1.3 e.: 1.000 pesetas.
Beca «Don José Marti». 1.3 e .: 1.000 pesetas.
Beca «Don Federico Jordana». 1.3 e .: 1.000 pesetas.
Beca «D. Francisco d iv á n », por N. N. Total: 40.000 pts.
Beca «Juan Alberto». A. A. de Mataré. Total: 4.600 pts.
Beca «P ilar». Total: 25.000 pts.
Beca «Fam ilia Baraut-Obiols». T o ta l: 42.000 pts.
Beca «Un matrimonio feliz». Primera entrega: 5.000 pts.
Beca «Santos Antonio y Sebastián». Total: 26.000 pts.
Beca «J. M. y M. C.» Total: 20.000 pts.
Beca perpetua «Don José Paz Shaw». Total: 100.000 pts.
Beca «Beca «Febrer-Morlá». Unica entrega; 160.400pts.
Beca «Manolita Pérez» (por difuntos de su familia). To
tal: 30.000 pts.
Beca «Amigos del Padre Escursell» (preces por amigos di
funtos). Total: 35.000 pts.
Beca «San Marcos». Primera y única entrega: 100.000 pts.
Beca «José María Valles Plá». Total: 11.000 pts.
Beca «Amigos P. Escursell». Total: 41.000 pts.
Beca «Gratud» por amigos de las Vocaciones Salesianas.
Total: 35.000 pts.
Beca «Claudio Garcia» Total: 25.000 pts.
INSPECTORIA DE BILBAO
P. P rovincial: Escueias Saiesianas - Deusto-Bilbao
BECAS EN FORMA(J10N
Beca «Mamá Margarita». L a (Dañada. Pamplona. N. e .; 250.
Total: 25.750 pts.
Becas «P . Beobide». Familia Salesiana, Guipúzcoa. N. e.;
8.000 pts. Total: 131.7^ pts.
Beca <D. José María T a ib ^ I I. Total: 24.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». 2.3 Arch. Baracaldo. T . : 51.500.
Beca «Fam ilia Im ber». N. e.: 10.000: Total; 30.000 ptas.
Beca «María Auxiliadora». Arch. Deusto. Total: 20.000 pts.
Beca «D. José Puertas». A. A. Deusto. Total: 14.000 pts.
Beca <D. Ramón Zabalo». Baracaldo. M. Fernández. To
tal: 40.000 pts.
Beca «Doña (Darmen Aguirre». Total: 20.000 pts.
Beca «Sr. Justi». Deusto (Colegio). Total: 21.000 pts.
Beca «I>. Eladio P é re o . Total; 15.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». D. R. G. R . Total: 30.000 ptas.
Beca «D. José Díaz de Cerio Valle y Petra Gastón Ventosa».
Total: 20.000 pts.
Beca perpetua 2.3 «Srtas. de Felipe». 1.» e .: 50.000 pts.
Beca «Don José Santos». Deusto (Colegio). Total: 2S.OOU pts.
Beca «Srta. Maria Luisa de Felipe». Total: 50.000 pts.
Beca «Inmaculada Concepción». J. L. M. Total: 11.600 pts.
Beca «María Angeles Postigo Labrador». Total: 30,000 pts.
Beca «Conchita Diez Noza». Total: 30.000 pts.
Beca «Virgen del (Dastilio». El Royo. Total: 9.800 pts.
Beca «F . Canales». Total: 14. 000 pts.
Besa «María Auxiliadora». Zuazo. Total: 5.500 ptas.
Beca «Don Bosco». Ciudad Laboral. Pasajes. Total: 5720.
Beca «Sagrada Familia». San Sebastián. Total: 10.000 pts.
Beca «Francisco Tierra». Burceña. Total: 8.500 pts.
Beca «San Juan Bosco». Total: 5.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». Santander. Total: 19.600 pts.
Beca «San José Obrero». Industriales. Santander. T . : lO.CKÍO.
Beca «María Auxiliadora». Arch. Santander. T . : 6.000 pts.
Beca «Sres. Udaetxe». Bilbao. T ota l: 34.0Ó0 pts.
Beca «San Andrés». Burgos. Total: 1.327,35 pts.
Beca «Nuestros Mártires». Zuazo. Total; 18.509 pts.
Beca «María Auxiliadora». I I. Total: 20.0(30 pts.
Beca «Alfonso Gómez Pineda». Pamplona. Total: 5.000 pts.
Beca «San Paulino». Baracaldo. Total: 6.000 pts.
Beca «Eduardo Caprani». Baracaldo. Total: 6.000 pts.
Beca «Jesús Aznar». promovila por Doña Maria Salmerón,
Vda. de Aznar. Total: 7.000 pts.
INSPECTORIA DE CORDOBA
P. P rovincia l: C alle M aría A uxiliadora, 14 - Córdoba
BECAS EN FORMACION
Beca «Santo Cura de Ars». Córdoba, l . i entrega 10.000 pts.
Beca «Virgen del Pino». Las Palmas. T .: 6,7()0 posetaH.
Beca «J. II. S.». Las Palmas. Total: 14.000 plns.
Beca «Fam ilia Lago». Las Palmas. Total: 11.000 pesetas.
Boca «Miguel Magonc». Las Palmas. Total: 6.000 pesotus.
Beca «E. Chacón de Hernández». Las Palmas. T . : 12.900.
Beca «Fam ilia Naranjo». Las Palmas. T .: 6.800 pesetas.
Beca «María Auxiliadora». Málaga. Total: 32.8000 pesetas.
Beca «Archicofradía de Maria Auxiliadora». Santa (Druz de
Tenerife. Total: 27.000 pesetas.
Beca «María Auxiliadora». Ronda. J. Troya Z. Primera en
trega: 25.000 pts.
Beca «Baldomcro Pagán». Pozoblanco. Total: 25.000 pts.
Beca «Fam ilia Torre». Las Palmas. Total; 4.700 pts.
Beca «(Días. Juventud Salesiana». La Orotava. Total: 43.000.
Beca «Sagrado Corazón». Las Palmas. Total; 58.156 pts.
Beca «Francisco León Navarro». Las Palmas. T . ; 3.600 pts.
Beca «Ntra. Sra. de la Consolación». Torredojlmeno. To
tal; 35.000 pts.
Beca Misionera cD. Dionisio Ric». T . : 18.000.
Beca «Fam ilia Llinares». Las Palmas. Total; 3.000 pts.
Beca <D. Sebastián M.3 Pastor». (Dórboba. Total: 8.015 pts.
Beca «Fam ilia Lara Padín». Total: 7.800 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». Cías, de la Juventud Salesiena. Las Palmas. Total: 44.300 pts.
Beca «Pura Bermúdez». Málaga. Total: 28.500 pts.
Beca «Fam ila Muñoz». Total; 21.000 pts.
Beca «Santa Isabel». Granada. T ota l: 40.200 pts.
Beca «San Jtian Butista». Total: 21.000 pts.
Beca «Escuelas Externas». Montilla. Total: 12.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Carmen». Pozoblanco. T .: 40.000 pts.
Beca «Don Bernardo López Baena». Córdoba. T . : 15.000 pts.
Beca «Santa Catalina» I I. Las Palpas. Total: 3.000 pts.
Beca «Fam ilia Navarro». Total; 7.100 pts.
Beca «Santa Ana». Alcalá la Real. Total; 20.000 pts.
Beca «Don Vicente Reyes». Total; 2.TO0 pts.
Beca «María Auxiliadora». Antonio Royán. Total: 28.800 pts.
Beca «M aría Auxiliadora». (Doop. Antequera. T . ; 11.500 pts.
Beca «Fam ilia del Pino Muñoz». Jaén. Total: 10.000 pts.
Beca «Romero-Martínez». Málaga, promovida por Doña Do
lores Martínez. Vda. de Romero. Total; 30.000 pts.
Beca «Santa (Druz de Tenerife*. Tenerife. Total: 82.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». Cías. Tenerife. T . : 21.000 pts.
—
31
Beca
Beca
Boca
Beca
«Familia Atillo Ley». Laa Palmas. Total: 1.500 pts.
«Juan X X III» . Montllla. Total: 14.360 pts.
«Fam ilia Espejo Gómez». Montllla. Total: 13.UOO pts.
perpetua «Traya Gozálvez». Ronda. Total: 24.000 pts.
INSPECTORIA DE MADRID - “ BESAMA”
P. P rovincial: P ate o del General Prim o de Rivera, 27
M adrid (5) • Teléfono 227 56 91
Recordamos a todos los participantes en BESAMA las
dos catefforias de Becas Completas.
— Beca O R D IN A R IA : 50.000 pesetas.
— Beca M A Y O R : 100.000 pesetas.
Siempre pueden enviar donativos para ir completando
las becas sBBSAMA».
BECA COM PLETA
Ii(M:a «Padre Esteban». AA. AA. Paloma. Total: 50.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca Mayor «Sagrado Corazón». N. c .: 4.000. Total: 13.000.
Beca «A. Ignotos». N. c.: 12.600 pta. Total: 25.000 pts.
Beca «M ario Auxiliadora» I II . Arch. Atocha. Vda. de Travecha. N. e.; 6.000 pts. Total: 8.0026 pts.
Beca «Josefa A. R old ín y familia». N. c.: 1.000. T .: 86.100.
Beca Mayor IV «Sulcslanos D. Bosco». N. e .: S.OOO pts. T o
tal: 42.776 pts.
Beca «Besamo». Enrique J. A., 4.000 pts.; L. Limla. 100 pe
setas. Total: 23.100 pts.
Beca «Mercedes Cruzado». N. e.: 3.000. Total: 61.000 pts.
Beca «llelen Bartkus». N. e.: 26.000 pta. Total: 50.000 pts.
Beca «San Antonio». A. Angulo. N. e .: 10.000. T . : 30.000 pts.
Beca «E l Salcalano Coadjutor». Cías, Paloma. T .: 32.000 pts.
Beca Mayor, IV, «Don Luis Conde». Total: 66.950 ptas.
Boca <M. A. L .». 1.000 ptas. Total: 40.000 pesetas.
Beca «S. Ricardo». Total: 6.000 pesetas.
Boca «M.ft Auxllladora»-Salamanca. Total: 11.000 pesetas.
Boca <F. Canales». Total: 24.000 pesetas.
Beca «San Francisco de Sales». Coo.-Estrecho, T . : 47.115.
Boca «Fam ilia A. Miranda». Total: 20.000 pesetas.
Beca «Fam ilia Mesonero R.». Total: 27.000 pesetas.
Boca «Domingo Savio». Colegio Atocha. 17.000 pesetas.
Boca «San José». Arch. Pizarrales. Total: 25.000 pesetas.
Hora «Santa Rosa». Total: 35.000 pts.
Broa «Don Féllz González». Familia Pardo. T . : 30.000 pts.
Boca «Arch. M .l Auxll.» P.O Extremadura. Total: 37.000 pts.
Beca «Ibarakl». Total: 1.000 pts.
Beca «Don Juan». Total: 20.000 ptas.
Beca «Archlcofradla María Auxiliadora». Carabanchel. To
tal: 20.500 pts.
Beca Mayor «Santa Teresa y San Vicente». Total: 28. 000.
Beca «Viuda de Pujadas». Total: 18.000 pts.
Jerez. Beca «Don Juan Torres». Total: 2.500 pts.
Jerez. Beca «Escuela de Maestría». Total: 20.000 pts.
La Línea. Beca «Inmaculada Concepción». Total: 500 pts.
La Palma. «San Andrés». Total: 5.000 pts.
Mérida. Beca «Don Javier Montero». Total: 12.500 pts.
Morón. Beca «Ntra. Sra. del Sagrado Coretzón». T .: 26.000.
Morón. Beca «Mártires Salesianos de Morón». T . : 2.000 pts.
Puerto Real. Beca «María Auxiliadora». Total; 18.000 pts.
Rota. Beca «Ntra. Sra. del Rosario». Total: 14.000 pts.
Sevilla. Beca «María Auxiliadora.» A. R. N. e.: 500. Total;
21.500 pts.
Sevilla. Beca «Corpus Christi». Srta. J. Quintana. N. e.:
100 pts. Total: 13.250 pts.
Sevilla. Beca «D. Antonio Marcolungo». Donación de Doña
Carmen Hidalgo, vda. de Cortés de Bienvenida Badajoz.
SevUla-Trinidad. Beca «M.S Auxil.» Arch. N. e .: 10.000;
Total: 21.000 pesetas.
Sevilla-Trinidad. Beca «Stma. Trinidad». Total: 16.000 pts.
Sevllla-Trinidad. Beca «Don Tomás González». T .; 30.000 pta.
Sevllla-Resldencia. Beca «San Juan Bosco» I II . T . : 15.000.
Soviiia, Beca «Ntra. Sra. de la Piedad». Total: 31.106 pta.
Utrera. Beca «Don Agustín Nofre». Total: 29.210 pts.
INSPECTORIA DE VALENCIA
P. P rovincia l: C alle de Sagunto, 212
Valencia
BECAS EN FORMACION
Beca «Fam ilia Gómez Baldovi» perpetua. V .: 150.000 pts.
Beca «Romero Amorós» perpetua. Ultima entrega V : 25.000.
Beca «Francismo Gil Esteve». Primera entrega V.: 12.000.
Beca «José Carbonell» perpetua. Primera entrega V.: 82.000.
Beca «Dña. Dolores Berenguer» perpetua. Alicante: 10.000.
Beca «Rvdo. Francisco Serrats». Valencia; 8.000 pesetas.
Beca «San Agustín». Alcoy: 18.000 pesetas.
Beca «D. Recadero de los ríos». Alicante. Total: 8.000 pts.
Beca «M uy Rvdo. D. José Calazanz». Total: 20.915 pta.
Beca «Rvdo. D. Luis Berenguer». Alicante. Total: 20.000.
Beca «Ramón Guerrero*. Albacete. T ota l: 22.550 pts.
Beca «Círculo Domingo Savio». Total: 2.000 pts.
Beca «Don Antonio Martin». Primera entrega: 60.000 pta.
Beca «D. Andrés Tari Navarro». Elche. Total 100.000. pts.
Beca «San Cayetano». Crevlllente. Total: 89.000 pts.
Beca perpetua «A . B. A .» Valencia. Total: 150.000 pts.
Beca «San Bernardo». Vlllena. Total: 46.000 pts.
Beca «D. Vicente Galván». Alicante. Total: 100.000 pts.
Beca «D. Manuel Pérez». Valencia. Total: 250.000 pts.
Beca «Arch. María Auxiliadora». Valencia. Total: 20.000 ptz.
Beca «Nifto Jesús». Entrega de 6.000 pts.
Beca «Doña Antonia Cabot». Albacete. Total: 20.000 pts.
Beca perpetua «San Patricio*. Ibi. Total: 50.000 pts.
Beca «María P eire» en memoria de su esposo. Total: 20.000.
Beca «Cooperadores de Valencia». Total: 13.000 pts.
Beca «Rvdo. D. Manuel Pérez» I I. Total: l.OOO pts.
Beca «Rvdo. D. Mariano Alsa». Burriana. Total: 17.600 pts.
INSPECTORIA DE LEON
INSPECTORIA DE SEVILLA - “BESASE"
P. P rovincial: C alle María A uxiliadora, 18 • Sevilla
Teléfono 35 04 86 - 30 01 00
BECAS COMPLETAS
Beca <D. Francisco Javier Montero». Donativo de sus Anti
guos Alumnos. Total: 100.000 pts.
Beca «P . Ambrosio Diax. Inspector de Sevilla», donación
de los Colegios do la Inspectoría. Total: 100.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Mcalá. Beca «Ntra. Sra. del Aguila». Total 25.300 pts.
Alcalá. Beca «San Pedro». Cooperadores. Total: 4.000 pta.
Alcalá. Beca «Archlc. Mari Auxiliadora». Total: 6.000 pts.
Algociras. Beca «Don Andrés Yún». Total: 6.000 pts.
Almendralejo. Beca «Ntra. Sra. de la Piedad». Iniciada por
Familia Rafael Martines Cordón e Isabel Martines Asuar.
en memoria de doña Crecencia Asuar Total: 33.100 pts.
Cádiz. Beca «Maria Auxiliadora». Arch. N. e.: 1.000. T o
tal: 33.000 pts.
Cádiz. Beca «Don Clemente Guede». Total: 11.176 pts.
Cádiz. Bt'ca «Maestro Pagés». Total: 13.296 pts.
Cádiz. Beca «Rvdo. D. José Monserrat». Total: 13.000 pts.
t'ádis. Beca «Santiago Apóstol». Total: 70.000 pts.
Cádiz. Beca «San José». Total. 4.000 pts.
Campano. Beca «Bertemati». Total: 6.000 pts.
Camiona. Beca «Don Fermín Molpeceres». Total: 13.000 pts.
Cáceres. Beca «San Juan Bosco». Total: 16.760 pts.
32
—
P. P rovincia l: A partado 425
-
León
BECAS COMPLETAS
Boca «Don Rafael Castells y Doña Valentina Cuadra». To
tal: 100.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Oviedo-Naranco. Total: 50.000 pts.
Boca
Beca
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Beca
BECAS EN FORM ACION
.San Juan Bosco». Oviedo-Naranco. Total; 26.000 pts.
«P . Miguel Salgado*. Vigo. S. Matías. T . : 82.750 pts.
«Universidad Laboral». Zamora. Total: 27.000 pts.
«Don Pedro Masaveu». Oviedo. Total: 20.000 pts.
«D. José Saburido». Allariz. Total: 32.800 pts.
«P . Manuel Lino». L a Coruña. Total: 16.700 pts.
«Don Felipe García». Coop. Coruña. Total; 17.136 pts.
«María Auxiliadora». Allariz. Total: 28.000 pts.
«San José». Vigo. San Matías. Total; 73.000 pts.
«Doña Pilar Gago». Vigo. Total: 30.000 pts.
«Doña María del Carmen Oliveros». Total: 30.000 pts.
«Don Pedro Olivazzo». Astudlllo. Total: 18.700 pts.
«Virgen de V'illanue\'a». Allariz. T ota l: 22.726 pts.
«Angel Valverde». Vigo. Total: 50.000 pts.
«José Sabaté». Vigo. Total: 36.000 pts.
«María Auxiliadora». Celanova. Total: 82.000 pts.
«María Auxiliadora». Arch. Vigo. Total: 34.000
«Don Ernesto Armelles». Coruña. Colegio. T .: 38.260.
«María Auxil.» Zamora. Rey Femando. T .: 10.000 pt»«Domingo Savio». León. Total; 16.665 pts.
«Ntra. Sra. de Covadonga». Tudela Veguín. T .: 19.3*
«Don Emilio Montero». Orense. Total: 23.000 pts.
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PIA OBRA DEL SACRADO CORAZON
San Juan Sosco, antes de su muerte, fundó con la aprobación
del Papa León XMI la Pía Obra de! Sagrado Corazón para que se
celebraran SEIS MISAS DIARIAS Y PERPETUAS en la Basílica del
mismo nombre, en Roma, a intendón de cuantos se inscribieran
en eila. Todos los inscritos participan a su vez del fnito aplicable
de las oraciones de los niños de los Colegios Salesianos y de las
oraciones y buenas obras de los Salesianos e Hijas de María Auxi*
liado ra.
INSCRIPCION
1. Puede inscribirse uno a sí mismo y a otras personas, vivas
o difuntas, por las que quiere pedir o sufragar.
2. La inscripción, que es nominal, se efectúa tras la aportación
por una sola vez de una limosna superior a 25 pesetas, o de esa
cantidad {que se puede enviar por giro postal o en sellos de co
rreos de cualquier valor). La inscripción se acredita con una Cédula.
3. Para inscribirse: Envíe con letra bien clara el nombre o nom
bres y apellidos de la persona que se inscribe, indicando si es viva
o difunta (no olvide este detalle) a:
OBRA VOCACIONAL DE LOS COOPERADORES SALESIANOS
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¿QUE P U E D E H A C E R CON
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APROVECHELO PARA USTED MISMO
Tiene sin duda asuntos que le preocupan; quizás dificultades
en su familia; tal vez desea perfeccionarse en su vida cristiana o
asegurarse sufragios para su alma... Inscribiéndose en la Pía Obra
seis sacerdotes intercederán todos los días por usted.
HAGA PARTICIPES DE EL A LOS SUYOS
Usted desea para los suyos lo mejor: unos están estudiando,
otros abriéndose camino en la vida, tal vez haya algún enfermo...
Una ayuda positiva es encomendarlos al Señor; si usted no puede
pedir bastante, los miles de niños y salesianos lo harán por
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APLIQUELO A LOS DIFUNTOS
Nada alivia a los difuntos: ni las flores,
mismo recuerdo. Sólo las oraciones y los
almas un alivio, inscribiéndolas en la Pía
parte cada día el mejor recuerdo: el tesoro
y de las oraciones de millares de niños.
ni las esquelas, ni su
sufragios llevan a ias
Obra recibirán de su
infinito de seis misas,
NOTA: La cédula artística en la que se acredita la Inscripción
en Obra Pía contiene dos rK>mbres: el de la persona inscrita y
el de la persona que hace el obsequio. Este detalle la hace muy
apta para hacer un delicado presente en una fecha familiar:
santo, cumpleaños, fin de carrera... Asi también las cédulas de
los difuntos pueden ser muy oportunas para dar el pésame o
recordar un aniversario.
Colección
ESPIRITUALIDAD
CONCILIAR
La renovación cristiana, que el
Concilio Vaticano II auspicia, no
tendrá lugar mientras su doctrina
y orientaciones no sean conocidas
y asimiladas por los cristianos. Con
el ánimo de promover su conoci
miento y aplicarlas a la vida de los
cristianos fervorosos sale la pre
sente Colección.
Está formada por folletos, de 24
a 48 páginas, en los que se expla
na un punto doctrinal del Concillo
o se recogen las enseñanzas de Pa
blo VI. el mejor intérprete, hoy por
hoy. del Vaticano II.
TITULOS PUBLICADOS
EL CREDO DE PABLO VI.
ENCICLICA HUMANAE VITAE, de
Pablo VI.
EL TESTIMONIO DE VIDA, de Ja
vier Rubio.
EL DESPERTAR RELIGIOSO DE
VUESTRO HIJO, de José Maria
Martín Flores.
LOS SEGLARES Y SU APOSTOLA
DO, de Javier Rubio.
JUAN XXIII Y LOS ESPOSOS CRIS
TIANOS.
LA ASAMBLEA DOMINICAL CRIS
TIANA, de Juan Laguardia.
DIAGNOSTICO DE LA IGLESIA, del
Cardenal Carroñe.
Cualquiera de estos folletos ofre
ce temas para lectura espiritual,
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C e n tra l C a te q u ís tic a S alesiana.
Alcalá. 164 - MADRID (2).
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D E P A S T O R A L J U V E N IL P A R A
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TEMAS DEL MAYOR INTERES)
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SUGERENCIAS
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de los jóvenes
y adolescentes.
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N U M E R O S
9
EQUIPOS
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9
TEMAS
ESPECIALIZADOS
ALGUNOS TEMAS PUBLICADOS
Evangelio y Juventud
Dinámica de grupos
Pastoral de tas vocaciones
Revisión pastoral de los Colegios
Campaña sobre la Fe y los jóvenes
Tercer Mundo y vocación cristiana
Comunidad Educativa y Equipo Pastoral
Tiempo Pascual
Penitencia: Virtud y Sacramento
Perspectivas actuales de la Educación
María. Subsidios Mayo
Los jóvenes y la oración
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