BS_1973_03

Ficha

Título
BS_1973_03
Descripción
Boletín Salesiano. Marzo 1973
Fecha
1973.03
extracted text
T
Mis queridos amigos Juanito y Mari:
Perdonad que interrumpa vuestros estudios y di*
versiones con el tostón de mi carta. Confieso que,
a veces, me pongo pesado, aunque me digáis que
esperáis mis noticias con impaciencia. Lo mismo me
pasa a mí con vosotros; a penas iievo un tiempo sin
escribiros, parece que siento un gusaniiio interior o
aigo así como un susurro ai oído: «No te olvides que
les debes carta a tus amigos...»
Hoy quiero habiaros de una cosa seria. Vosotros
sabéis de sobra que Dios es ei Creador de todo,
del cielo y de ia tierra y de todo io que hay en ei
cielo y en la tierra, también de los hombres. Por con­
siguiente, el Señor nos quiere a todos con un gran
amor de Padre,
Esto es fácil de entender, ¿verdad?
Pues bien, de la misma manera que nos quiere,
va disponiendo todas las cosas de la vida para que
nos sirvamos de ellas. |Ay, amigos! Pero en la vida
nos encontramos con muchas cosas desagradables
que ni nos gustan ni las entendemos. Y hasta puede
ser que en más de una ocasión digamos: ¿por qué
pasará esto o lo otro? Y, a veces, también puede
ser que le echemos la culpa a Dios y, a lo mejor,
gritamos: ¿por qué permitirá Dios estas cosas?
Amigos, nos encontramos frente a grandes mis­
terios de la vida, ante el dolor, la enfermedad, la

D O N BOSCO
UNA PAGINA PARA LOS NIÑOS

— ¿Quieres que pida al Señor la gracia de que
cures ahora mismo?
— No — respondió el muchacho— . Sólo deseo tpje
se cumpla la voluntad de Dios.
Don Bosco le dio su bendición y se despidió de
él, después de haberle ofrecido su amistad, Al día
siguiente, el seminarista moría en la paz del Señor.

¿Qué os parece? ¿Cuál era en este caso la volun­
tad del Señor? ¿Qué es mejor, la vida o la muerte...?
Ya veis cuántos misterios. Y nosotros estamos
en la vida como con los ojos vendados. Eso sí. te­
nemos la seguridad que nos decía San Pablo: vivos
o muertos, somos del Señor. Y, sin duda. Dios sabe
mejor que nosotros qué es lo que nos conviene. Na­
turalmente, por eso nos enseñó a pedir en el Padre
nuestro «hágase tu voluntad...».
Hoy sí que he sido tostón, ¿eh?. Pero es que al
meditar esta mañana en la oración del Señor, me he
dicho: nada, hoy les digo esto a mis amigos, aunque
no les guste.
Para endulzarlo, os envío también un abrazo muy
fuerte.
Vuestro amigo.
PADRE RAFAEL

L l MEJOll ELECCION

muerte... Están aquí a nuestro lado, al acecho. El
Señor quiere que luchemos con todas nuestras fuer­
zas para resolver nuestros problemas de cada día
que, a veces, no tienen solución. Sí, además de lu­
char, de pelear con ellos, hemos de acudir a Dios,
que sabe más que nosotros y dirige nuestra vida y
la de todos los hombres con amor.
I Menudo sermón el de hoyl

Una vez fue Don Bosco al Seminario de Mirabello
a visitar a unos amigos. El santo los encontró a todos
muy tristes porque el seminarista más bueno y más
Inteligente había caído gravemente enfermo. Se llama­
ba Francisco Rapetti y acababa de llegar del servicio
militar para hacerse sacerdote.
No obstante su gravedad, el seminarista quiso le­
vantarse para celebrar con sus oompañeros la fiesta
de San Luis. No io hubiera hecho porque en seguida
tuvo Cfue irse a la cama, presa de terribles espasmos
y escalofríos de fiebre. Algunos creyeron que no du­
raría dos horas.
Una vez repuesto de la crisis, el joven quiso hablar
con Don Bosco. El santo, después de celebrar la
misa a los seminaristas, fue a visitarlo y mantuvo
con él una conversación muy amena. Le contó unos
cuantos chascarrillos y ambos rieron alegremente.
Antes de despedirse del joven y de darle la ben­
dición, Don Bosco le preguntó:

Revista d e ia O bra de Don Bosco
A lio LXXXVn • N.o 3 - M arzo 1973

LA IG L E S IA
Y LA
C O M U N ID A D P O L IT IC A

Director; RAFAEL ALFARO
Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalá. 164
Teléfono 255 20 00
MADRID-2 8
Depósito Legal; M. 3.044-1958
{Con censura eclesiástica}
Inprime: Escuela Gráfica Saieslana
Madrid-Atocha

EN ESTE NUMERO
Pág.

}

La iglesia y ta comuni­
dad política ................
La oración de la tarde.
Pero ¿aún hay monjas
de clausura?...............
Don Antonio Camacho,
satesiano coadjutor...
El acercamiento ..........
Panorama salesiano intercional ......................
Con los maestros de no­
vicios de España y Por­
tugal .............................
Se echó a llorar con
ellos .............................
Nochebuena en la pa­
rroquia más austral del
m undo..........................
Anzuelos: ¿quién pica?
Nuestra gratitud ..........
Fueron a la casa del Pa­
dre ...............................

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]

NUESTRA PORTADA
"Alejad la vieja levadura pa­
ra ser masa nueva, como sois
ácimos, porque nuestra Pas­
cua. Cristo, ya ha sido inmo­
lada”.
Foto.— José Luis Mena

El carácter y las dimensiones del Boletín Salesiano no nos per­
miten publicar en su texto íntegro el reciente documento del
Episcopado Español sobre las relaciones de la Iglesia y el Estado.
Es difícil también hacer un resumen del mismo pues, sin duda,
silenciaremos tantas expresiones y matices imprcncindibles. Acon­
sejamos a nuestros lectores su lectura completa para apreciarlo en
su justa dimensión.
Pero nos parece que tampoco debíamos silenciarlo por consi­
derarlo de suma importancia en la vida de la Iglesia de nuestro
país. Iglesia a la que pertenecemos y amamos todos los compo­
nentes de la Familia Salesiana.
RESUMEN DEL DOCUMENTO

Comienza la Declaración exponiendo los motivos de la misma:
Ha sido un encargo del Santo Padre; responde a los profundos
cambios que ha sufrido España en los últimos años; es convenien­
te aclarar varias concepciones erróneas acerca de la misión de la
Iglesia respecto al orden social y político; es grande la respon­
sabilidad de los obispos en esclarecer la verdad y evitar el con­
fusionismo.
Después de esta introducción, el documento queda dividido en
dos partes claramente diferenciadas.
PRIMERA PARTE
A)

LA MISION DE LA IGLESIA

De acuerdo con el Vaticano II, el documento expone la misión
de la Iglesia: “Aunque de suyo mira a la salvación de los hom­
bres, comprende también la restaruración del orden temporal”
(A.A., 5).
Todos los miembros de la Iglesia están obligados a cumplir
la parte que les corresponde en la misión común. Pero la Iglesia
no es una realidad puramente celeste e invisible. Sus miembros
pertenecen el género humano. Del mutuo influjo de la Iglesia y
de la sociedad en su vivir cotidiano se desprende la necesidad de
buscar fórmulas adecuadas de colaboración entre una y otra.
B)

OPCIONES TEMPORALES DEL CRISTIANO

“La Iglesia actúa como fermento de la sociedad principalmenmente a través de los seglares cristianos que tratan de transfor— 1

mar las realidades terrenas en
conformidad con el mensaje
evangélico".
“El cristiano no sería plena­
mente fiel a las exigencias del
Evangelio si permaneciera en una
simple adhesión intelectual a las
enseñanzas de la Iglesia sin de­
cidirse a la acción concreta”.
“Dado que ningún sistema so­
cial o político puede agotar to­
da la riqueza del espíritu evan­
gélico, es necesario que exista
en la comunidad política espacio
suficiente para que sus miembros
puedan asumir de manera eficaz
esta pluralidad de compromisos
individuales y colectivos en fun­
ción del bien común”.
“El cristiano, al tratar de rea­
lizar su opción en lo temporal
de manera coherente con su fe,
habrá de evitar concebir tal op­
ción como la expresión de las
enseñanzas de la Iglesia”.

políticos en cuanto afectan a la
dignidad y a los derechos de
la persona, al sentido último de
nuestra existencia y a los valo­
res éticos de los actos y actitu­
des humanas”. “No reivindica
la autoridad de la Iglesia ningún
género de potestad sobre la co­
munidad política, la cual es in­
dependiente y autónoma en su
propio terreno... pero nunca
desconectada de la ley de Dios”.

SEGUNDA PARTE

“RELACIONES ENTRE
LA IGLESIA Y EL ESTADO’’
Comienza esta segunda parte
del documento con unos prin­
cipios orientadores para tratar
luego de los puntos más concre­
tos de la actualidad.

I) “Mutua independencia y
sana colaboración en el común
servicio a los hombres”. Es el
3.
— La denuncia prof ética:
principio básico del documento.
“No podrá, pues, decirse, sin Se trata de dos sociedades libres
más, que un obispo o un sacer­ e independientes, no enemista­
dote “hacen política” cuando en das, sino en armonía ante unos
virtud de su misión pastoral en­ problemas comunes.
juician hechos, situaciones u
II) “La Iglesia no pertene­
obras de la sociedad civil desde
ce a ningún sistema político,
la perspectiva de la fe”.
económico o social”. “La libertad
“El silencio por falsa pruden­
de la Iglesia es el pricipio fun­
cia, por comodidad o por miedo damental en las relaciones entre
a posibles reacciones adversas la Iglesia y los poderes públicos
nos convertiría en cómplices de y todo el orden civil”.
los pecados ajenos”.
III) “Si en las leyes consti­
LA IGLESIA PIDE
4.
— La actuación de los sacer­tucionales de un país está debi­
A SUS MIEMBROS
dotes: “El sacerdote, actuando damente definida y garantizada
dentro de la línea de su minis­ esa libertad, la Iglesia no nece­
1.
— Un compromiso en proterio puede contribuir mucho a sita ni quiere situaciones de pri­
de la justicia: “En esta tarea to­ la instauración de un orden secu­ vilegios”. “La Iglesia, por lo tan­
dos los católicos han de estar lar más justo, sobre todo allí to, no pide ningún privilegio, si­
acordes en cualquier acción con­ donde los problemas humanos no la tutela de los derechos in­
creta que libremente asuman”.
de la opresión y de la justicia violables del hombre”.
“Al promover la justicia so­ son más graves; pero conservan­
cial y el efectivo reconocimien­
do siempre la comunión eclesial
ALGUNAS
to de los derechos humanos, la
Iglesia ayuda al dinamismo de y excluyendo la violencia de la CUESTIONES CONCRETAS
la sociedad en su evolución hacia palabra o de los hechos, como
la unidad y el progreso de la so­ no evangélica”.
Después de estos principios de
ciedad”...
independencia, libertad y renun­
5.
— Las comunidades cristia­
cia de privilegios, el documento
2.
— El magistrado de la Igle­nas: “Los fieles cristianos están
trata de algunos problemas de
sia entre las realidades sociopo- llamados a colaborar con los
actualidad nacional:
Uticos: “El magisterio jerárgico obispos y sacerdotes a analizar
tiene la obligación de pronun­ a la luz del Evangelio la situa­
1,— El Concordato de 1953:
ciarse sobre los principios socio- ción de su país”.
debe ser sometido a revisión.
2



padres de familia tienen el dere­ pastorales de la Iglesia y su fruc­
2.
— La confesionalidad del Es­
tado: “Creemos — dicen los obis­ cho de escoger el centro educa­ tífera colaboración con el Esta­
pos— que lo importante es ga­ tivo que prefieran sus hijos”.
do”.
rantizar eficazmente a todos los
El Estado, a su vez, tiene el
ciudadanos la libertad religiosa, deber de ofrecer a la Iglesia, lo
tanto en el orden personal como mismo que a otra institución ca­ CONCLUSION
en el familiar y social”.
pacitada para ello, los medios ne­
Termina el documento apoyán­
cesarios para servir a tan elevado
dose
en unas palabras del Papa
3.
— Privilegios a los que re­
fin social, sin discriminación en
Pablo
VI al Episcopado español
nuncia la Iglesia:
favor de los centros estatales”.
en las que recomienda “realicen
a) El privilegio del Fuero.—
6 .— Presencia de obispos y una incansable labor de paz y dis­
“Abolido el privilegio del Fuero,
el Estado podría juzgar a los sacerdotes en las instituciones tensión, para llevar adelante con
clérigos lo mismo que a los de­ políticas de la nación: “Conside­ previsora clarividencia la afirma­
más ciudadanos, de acuerdo con ramos conveniente que las ins­ ción del reino de Dios en todas
las leyes y a través de los Tribu­ tancias competentes promuevan sus dimensiones”. Y subrayan los
nales competentes. Pero sólo a las oportunas modificaciones le­ obispos que su tarea “más impor­
la Iglesia corresponde pronun­ gales, a fin de sustituir la actual tante y su mayor responsabilidad
ciarse con autoridad acerca de si presencia de eclesiásticos en ór­ es promover la unidad de todo
un acto ministerial se ajusta al ganos políticos y de gobierno por el pueblo cristiano”, cosa que
Evangelio o, por el contrario, lo otras fórmulas en las que queden han pretendido al abordar estas
claramente a salvo los intereses arduas y graves cuestiones.
contradice”.
b) El privilegio de la pre­
sentación, por lo que el Jefe del
Estado español es quien presenta La Iglesia tiene el derecho a impartir enseñanzas en cualquier grado o
de auténtica igualdad de oportu­
el nombre del candidato llamado rama del saber, dentro de un régimen
nidades.
a cubrir cualquier sede vacante
del episcopado.
4.
— La ayuda económica a la
Iglesia: “La Iglesia debe edu­
car en sus fieles una conciencia
de colaboración económica que
haga posibles la evangelización,
el culto y la caridad. Pero ni re­
chaza aquellas ayudas que, sin
oscurecer la pureza de su testi­
monio, potencien su misión de
servicio, ni considera un privile­
gio recibirlas del pueblo español
a través del Estado, gerente y
responsable principal del bien
común”.
5.
— Derechos de la Iglesia en
materia de enseñanza: “La Igle­
sia tiene derecho a impartir en­
señanzas en cualquier grado o ra­
ma del saber, dentro de un
raim en de oportunidades”. “Los
— 3

por JOSE A LD A ZA B A L

LA ORACION
MEDITACION CRISTIANA DE LA
HISTORIA
El ritmo diario «mañana-tarde»
da a la oración del cristiano una
característica muy interesante: la
convierte en meditación sobre la
historia.
La historia de la Salvación es
la actuación continuada de Dios
desde la creación del mundo hasta
el fin de los siglos. El ritmo del
tiempo ha sido también el ritmo
de las interveciones salvadoras
del Dios vivo.
Sobre todo en el acontecimiento
central de toda la historia: Cristo
Jesús.
Con la oración de la mañana
(sobre la que reflexionamos el mes
pasado) iniciamos la jornada con
espíritu de optimismo, consideran­
do el nuevo día como un don de
Dios, que seguirá obrando su mi­
sericordia, y como una tarea, por­
que en él nosotros deberemos co­
rresponderle con nuestra colabo­
ración activa. Es la hora en que
aprendemos a verlo todo desde
la Resurrección de Jesús, punto
de partida de la nueva Humanidad.
La oración de la tarde es el otro
polo de este ritmo binario que
encuadra la vida diaria y que con­
tribuye eficazmente a «santificar
el tiempo», o sea, a vivirlo enten­
diéndolo como auténtica Historia
de Salvación.
La sucesión día-noche, luz-tinie­
blas, además de ser la ocasión para
que alabemos a Dios por toda su
obra salvadora, nos invita a con­
templar nuestra pequeña historia
de cada día a la luz de Dios, cen­
trada en ese Cristo Resucitado que
sigue viviendo y está continua­
mente presente en medio de nos­
otros.

4 —

piencial» de las cosas y de la vida.
Una oración que sea «meditación
a)
El dedicar unos momentos sobre el tiempo que pasa» es muy
a la oración por la tarde puede adecuada a esta hora. Así juzga­
ante todo ayudarnos a expresar mos los días de nuestra vida a la
los sentimientos de una notable luz de Dios y aprendemos a no
religiosidad natural.
dejarnos llevar por los móviles me­
Así, al final de la jomada, nos ramente humanos.
acordamos de los beneficios de
b)
Pero más importante es la
Dios y le damos gracias. Beneficios dimensión propiamente cristiana de
de orden individual y colectivo, la oración vespertina (los anterio­
a nivel de Iglesia y de Humanidad. res sentimientos los puede tener
El día de hoy, por poco sentido cualquier persona religiosa, sea
que tengamos de la Presencia vi­ cristiana o hindú o musulmana...).
va de Cristo Jesús y de su Espí­
La tarde nos trae a los cristia­
ritu en el mundo, ha sido un día nos a la memoria el sacrificio ves­
más en que el amor de Dios se pertino de Cristo en la Cruz. Su
ha mostrado eficaz. Esta es la pri­ muerte salvadora. Su entrega, co­
mera actitud de la oración vesper­ mo Siervo de Dios, para rescate
tina: la acción de gracias y la ala­ de toda la humanidad. Nosotros
banza.
que así consiguió una
Otro sentimiento propio de esta sabemos victoria
sobre la tiniebla
hora: el arrepentimiento por lo decisiva
del pecado y la tiranía de la mis­
que hemos hecho mal o por lo ma muerte. Murió para resucitar
que no hemos hecho en la jorna­ a una nueva existencia. Y así El
da. Nuestra misión en la vida no es el Sol verdadero, que ya no
es presenciar pasivamente la ac­ muere más.
tuación de Dios. El actúa en y
De este sacrificio de la Cruz
por nosotros. Y muchas veces nos­
otros nos inhibimos en la tarea instituyó Cristo, en la cena de
que debemos realizar. No somos despedida con sus amigos, una ce­
suficientemente generosos con Dios lebración sacramental, un signo
o con las personas con las que eficaz: la Eucaristía. En este as­
hemos entrado en contacto. No pecto la Eucaristía tiene un carác­
todo ha sido «luz» en el día de ter «vespertino» que en los últi­
hoy. Ha habido seguramente tinie­ mos años ha vuelto a destacarse
blas y penumbras. Está bien que en la reforma litúrgica. Su espí­
pidamos perdón a Dios. Nos ser­ ritu se comunica a la oración de
virá para estimulamos a que la la tarde: acción de gracias («euca­
jornada de mañana sea más rica y ristía») recuerdo de la Muerte sal­
vadora de Cristo y meditación de
comprometida.
Espontáneamente la tarde nos la historia como desarrollo de la
lleva también a una cierta melan­ Pascua de Cristo.
Este recuerdo de Cristo y de su
colía y nos hace reflexionar sobre
la caducidad de la vida. Todo pasa, muerte victoriosa da un tono cris­
como el día. Todo declina, como tiano a todo sentimiento «vesper­
el sol que ahora se oculta. Llega­ tino». Si damos gracias a Dios, es
rá la muerte. La tarde y la noche sobre todo porque Cristo dió sen­
nos disponen el ánimo para una tido a nuestra existencia. Si le pe­
visión que podríamos llamar «sa­ dimos perdón de nuestros pecados.
¿Por qué rezamos por la tarde?

Al caer de la tarde una niña enciende las velas del “iucemarío" familiar.
¿Se encenderá también el espírilu de oración de las familias cristianas?

es porque no hemos estado a la
altura de Cristo en nuestro obrar.
Si pensamos en la muerte y en la
caducidad de la vida, siempre es
con un tono optimista, porque te­
nemos la esperanza de que maña­
na amanecerá otro día y Cristo nos
invitará a vivir con él una nueva
aventura de colaboración con Dios.
Todavía más; la tarde anuncia
no sólo el término del día, sino
sugiere también el fin de la histo­
ria. Y esta mirada «cscatológicaH
tiene para el cristiano una clave:
la vuelta de Cristo el último día,
como resumen y meta de toda la
historia, La oración de la larde
es lógico que tenga el carácter de
anticipo y recordatorio de esta úl­
tima Venida Gloriosa de Cristo.
La pobreza y limitación de nuestra
historia de cada día puede que sea
providencial para orientar nuestras
miradas, purificadas de vanas ilu­
siones, al «cielo nuevo y la tierra
nueva» que sólo en el porvenir escatológico tendrán su verdadero
cumplimiento.
c)
Desde antes de Cristo, era
costumbre en el pueblo judío cele­
brar el lucemario: una sencilla ce­
remonia familiar en la que se diri­
gía una oración de bendición a
Dios en el momento de encender
las lámparas por la tarde. Los cris­
tianos, ya desde el principio, refi­
rieron a Cristo el sentido profun­
do de este gesto: El es nuestro
Sol. que nunca nos falta. Si la luz
física declina, la luz espiritual de
Cristo no tiene fin.
El mismo Cristo fue quien nos
invitó a tener esta seguridad:
«Yo soy la luz del mundo;
el que me siga, no caminará
en la oscuridad,
sino que tendrá la luz de la
vida» (Juan 8, 12).
Así. el año 220 San Hipólito nos
transmite una «oración de lucernario» que empleaban los cristia­
nos y que muy bien podría tam­
bién hoy expresar nuestra oración
de la tarde:

DE LA TARDE
— 5

r

LA ORACION
“Te bendecimos, Señor,
por tu Hijo Jesucristo Nuestro Señor,
por quien nos has iluminado
manifestándonos la luz incorruptible.
Porque hemos terminado la jornada de hoy
y hemos llegado al comienzo de la noche
llenos de la luz del día
creada por Ti para nuestra plenitud.
Y también porque ahora, gracias a Ti,
no tenemos falta de la luz del atardecer.
Te alabamos y te glorificamos
a través de tu Hijo Jesucristo, Señor nuestro,
por el cual recibes la gloria, el poder, el honor,
con el Espíritu Santo ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén".
¿Cómo orar por la tarde?
Estos sentimientos de la oración vespertina encuen­
tran una expresión muy rica en las vísperas, que son
la oración eclesial por excelencia para la tarde. Una
familia cristiana puede muy bien aprovechar, si no
todos, al menos algunos de sus elementos.
a)
Hay cantos e himnos de entrada que «ento­
nan» los sentimientos adecuados a la hora de la tar­
de:

• la escena de Emaús, cuando los discípulos se
encuentran al caer de la tarde con el Resucitado:
“ Quédate con nosotros,
la tarde está cayendo, quédate'
• pero el mejor es un himno que compusieron los
cristianos de los primeros siglos:
“Oh Luz gozosa
de la santa gloria del Padre celeste e inmortal,
santo y feliz Jesucristo.
Al llegar el ocaso del sol..."
Es el que mejor medita sobre la luz: la del sol que
ya ha llegado al caso, y la de Cristo que no tiene
hn, reflejo de la gloria del Padre. ¿Se puede alabar
mejor a Cristo, que llamándole «Santo y Feliz»?
b) Los salmos que se cantan o recitan en Vís­
peras son los que hacen deferencia al fin del día, o
reflexionan «sapiencialmente» sobre los acontecimien­
tos de la vida, o dan gracias a Dios, o le piden per­
dón, o expresan la confianza que en medio de todo
nos infunde el amor de Dios. Se podría escoger, para
el rezo familiar, alguno de ellos:
Ps 140:

“Señor, te estoy llamando, ven deprisa,
esté mi oración ante ti
como el incienso,
el alzar de mis manos
como la ofrenda de la larde...”

Ps 61:

“Descansa sólo en Dios, alma mía
porque El es mi esperanza.
Los hombres no son más que un soplo
y aunque crezcan vuestras riquezas
no les deis el corazón...”

Ps 48:

“Oid, todas las naciones...
mi boca hablará sabiamente
y serán sensatas mis reflexiones:
...mira, los sabios mueren,
lo mismo que perecen los ignorantes y necios.

Por ejemplo los que juegan con el tema de la
luz:
«Libra mis ojos de la muerte,
dales la luz que es su destino...»
«Tu luz brille en la noche»
«Señor, tú que brillas en las tinieblas»
o bien con el de la noche en general:
“Junto a ti al caer de ¡a tarde,
y cansados de nuestra labor"
“La noche no interrumpe
tu historia con el hombre,
¡a noche es tiempo de salvación’
• otros cantos recuerdan la parábola de los vi­
ñadores:
“Hora de la tarde, fin de ¡as labores;
Amo de las viñas.
paga los trabajos de los viñadores"

Ps 135: “Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia...”
Ps 144:

“Te ensalzaré, Dios mió, mi Rey,
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Dia tras día te bendeciré...
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad...”

“Al romper el día nos apalabraste.
Cuidamos tu viña del alba a la tarde.
Ahora que nos pagas nos lo das de balde,
que a jornal de gloría no hay trabajo grande’

6



i.

“Das al vespertino lo que al mañanero;
son tuyas las horas y tuyo el viñedo.
A lo que sembramos dale crecimiento.
Tú que eres la viña cuida los sarmientos’

c)
Una lectura breve de la Escritura, sobre todo
del Nuevo Testamento, no tiene que faltar en toda
oración cristiana. Saber «escuchar» a Dios es la ora­
ción principal.
Por la tarde pueden escogerse pasajes que sirvan
para juzgar, con los criterios del Evangelio, nuestra
jomada. La Hora de Vísperas ofrece muchos: Col.
1, 9-11 («caminaréis según el Señor merece y le
agradáis... dando fruto en toda clase de buenas obras
...resistir y perseverar en todo») Sant. 1,22-25 («lle-

Hora de la tarde, fin de las labores. Nuestro trabajo
tiene reflejos de eternidad.

var a la práctica la Palabra... para ponerla por obra»)
Rom. II, 33-36 («qué abismo de riqueza es la sabidu­
ría de Dios... El es el origen, e! camino y el térmi­
no...») etc.
d) El cántico del Magnificut expresa de forma es­
tupenda los sentimientos de la hora vespertina: es
una meditación sobre la historia y una acción de gra­
cias por lo que Dios hace continuamente en ella. Es­
tuvo en los labios de la Virgen María y ahora lo
está en los de la Iglesia:
“Proclama mi alma la grandeza del Señor.,
el dispersa a los soberbios de corazón,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacias..."
e) El fruto natural de todo lo anterior es que nos
pongamos en actividad de oración ante Dios. Ante
todo con unas preces en forma de letanía por las
intenciones de la humanidad (aquellas que por la
prensa y la experiencia sepamos que son hoy más
urgentes). Luego con el rezo del Padrenuestro, en
el que Cristo mismo nos enseñó a dirigirnos al Pa­
dre.
Finalmente con una oración conclusiva. Elegimos
algunas de Vísperas:
‘ Te damos gracias, Señor, Dios todopoderoso,
porque has querido que llegáramos a esta noche.
Te pedimos que aceptes con agrado
nuestra oración y nuestra alabanza
como la ofrenda de ¡a tarde"
‘ Tú, Señor, que iluminas la noche y
haces que después de las tinieblas
amanezca nuevamente la luz,
haz que durante la noche que ahora empieza
nos veamos libres de toda culpa
y que al clarear el nuevo día
podamos sentirnos otra vez en tu presencia

para darle gracias y alabarte".

‘ D ios todopoderoso y eterno,
que has querido asistirnos en el trabajo
que nosotros, tus siervos inútiles., hemos realizado hoy.

Al llegar al término de este dia
acoge nuestro sacrificio vespertino de acción de gracias
y recibe con bondad la alabanza de tus hijos".
‘ Dios todopoderoso y eterno,
Señor del día y de la noche
Humildemente te pedimos
que la luz de Cristo, verdadero sol de justicia,
ilumine siempre nuestras vidas
para que asi merezcamos gozar un d'u
de aquella luz en ¡a que Tú habitas eternamenu "
3. A.

DE LA TARDE
— 7

PERO ¿AUN
HAY MONJAS
OE
CIAUSIRA?
por JESUS PABLOS MENDEZ

Me hizo la pregunta medio en broma y medio
en serio y con su pizquilla de ironía: “ Pero ¿to­
davía existen monjas de clausura?...

desde luego, pero hecha de una exigente y dura
austeridad, que rayaba en límites insospechados pa­
ra nuestras mentalidades modernas.

Había ido a visitarle para pedirle una limosna.
No hacía mucho tiempo, había estado yo en un con­
vento de clausura, uno de esos viejos, maltrechos
y destartalados conventos de clausura que aún sub­
sisten por los pueblos y ciudades de España. La
impresión fue tremenda: era una pobreza gozosa,

Después quise enviarles algunas pesetas para que
pagasen las deudas más apremiantes y se permi­
tieran, al menos, el lujo de una estufa de butano
para entibiar el espacioso y gélido coro de la co­
munidad, donde pasaban largas horas de oración.
Y movilicé a amigos, parientes, conocidos. Me

8



“Los institutos puramente contemplativos
cuyos miembros, dados totalmente a Dios
en la soledad, en el silencio, en la oración constante
y en la austera penitencia,
ocupan siempre una parte preeminente
en el Cuerpo místico de Cristo”. (P. C.)

di cuenta, hablando con ellos, de que las monjas
de clausura eran unas perfectas desconocidas; la
gente no comprendía, en el mejor de los casos, su
vocación y modo de vida; y ,las más de las veces,
consideraba inútiles su asidua entrega a la contem­
plación y plegaria.
Y me prometí a mi mismo que, en cuanto tu­
viera ocasión, escribirla sobre ellas para dar a co­
nocer mejor su vida y pudiesen ser así algo más
apreciadas y queridas.

LAS MONJAS DE CLAUSURA REZAN
Su vocación es esencialmente una vida de oración.
De oración y de contemplación. Frente a un mundo
moderno donde los valores espirituales están en
baja y el frenesí de las ocupaciones y angustias
asfixian la existencia humana, las monjas de clau­
sura alzan la serena quietud de sus vidas, entre­
gadas al silencio fructuoso de su oración incesan­
te.
“Asidas fuertemente por Dios os abandonáis a
su acción soberana que os levanta hacia El y os
transforma en El, mientras os prepara para la con­

templación eterna, que constituye nuestra común
vocación” {Pablo VI, Evangélica Tc.stificaiio).
Es un perderse en Dios para encontrarse en los
hombres. El auténtico amor a éstos tiene siempre
sus raíces en Dios. Por eso, las monjas de clausu­
ra, que hicieron de El elección alegre y exclusiva,
aman también, en virtud de esta entrega apasio­
nada a Dios, generosamente a los hombres. Gozan
con sus alegrías, sufren con sus dolores, participan
en sus preocupaciones.
Era Moisés quien daba las victorias a los ejérci­
tos de Israel con su oración en retaguardia. Y son
también las monjas de clausura quienes, desde su
olvidada y, al parecer, inoperante insignificancia,
hacen de nuestro mundo oblación aceptable a Dios.
¿Inútiles estas vidas gastadas en la oración y
el sacrificio? Para la contabilidad humana de éxi­
tos y millones, este género de existencia no tiene
sentido. Pero, juzgadas desde la fe, son ricas, enor­
memente provechosas. Ellas colaboran, como ha
dicho monseñor Val, en el crecimiento del Cuerpo
Místico, potencian las energías espirituales de la
Iglesia; frente al materialismo desbordado, testi­
monian la supremacía de los valores sobrenatura­
les y hacen valer su oración y confianza ante Dios.

¿MONJAS DE CLAUSURA HOY?
En el mundo unos 2.773 monasterios, con un total de 68.000 monjas de clausura.
En España hay 945 monasterios, con unas 20.000 monjas.
Las monjas de clausura en España pertenecen a treinta y ocho órdenes contemplativas, de
las cuales ocho son de origen español.
En España, las órdenes con mayor número de monjas son las Franciscanas Clarisas (4.433),
las Carmelitas Descalzas (2.658), las Dominicas (2.088) y las Franciscanas Concepcionístas (1.767).
La media de edad de las 20.000 monjas españolas es de cuarenta y nueve años, y hay diez
monjas que son centenarias.
En los conventos españoles viven 150 monjas extranjeras.
La provincia española de mayor número de vocaciones es León, seguido de Guipúzcoa, Bur­
gos, Navarra y Barcelona.

— 9

Sus vidas son demostración clara y luminosa del
ímpetu y vigencia del amor de Dios. En los hom­
bres y en la Iglesia. Y a ellas se puede aplicar de
modo especial, lo que el Vaticano II afirma de los
religiosos: “Nadie piense que los religiosos, por
su consagración, se hacen extraños a los hombres
o inútiles para la sociedad terrena. Porque, si bien,
en algunos casos, no sirven directamente a sus con­
temporáneos, los tienen sin embargo, presentes
de manera más íntima en las entrañas de Cristo
y cooperan espiritualmente con ellos para que la
edificación de la ciudad terrena se funde siempre en
el Señor y se ordene a El, no sea que trabajen en
vano quienes la edifican”. (LG. 46)

Y TAMBIEN TRABAJAN
Ya en 1958, Pío X II hablaba del trabajo como
una de las características de la vida contemplativa.
Hoy sería difícil encontrar un convento de clausu­
ra en que las monjas no trabajen. Y no como mera
ocupación, sino como medio imprescindible para
su subsistencia.

Las monjas
de clausura
realizan
las palabras
del Evangelio:
“No sólo
de pan
vive el
hombre...”
Son las alas
de la
cristiandad,
las manos
siempre elevadas
al Padre.

EL INSTITUTO PONTIFICIO “CLAÜNE”
— Es un Instituto Pontificio que tiene como fin asegurar y promover la vida contemplativa en la
Iglesia.
— Presta ayuda a los conventos de clausura para que las almas contemplativas puedan cumplir su
misión.
— Mantiene comunicación constante con los conventos y se preocupa de sus problemas.
ALGUNOS DATOS HISTORICOS:
— En 1950 y por Idea del ingeniero don Antonio Mora Pascual, se fundó la Comisión Nacional Pro
Claustro Necesitado (CLAUNE).
— Es instituto Pontificio desde 1971 y ei primero del mundo con tal finalidad.
— Consta de cuatro departamentos especializados:

10



1.

La Dirección General que coordina toddos los servicios, lleva el movimiento de la Aso­
ciación de Amigos de los Conventos y publica el Boletín “Claune".

2.

La Sección de trabajo monástico.

3.

Claune promueve la ayuda espiritual: esta sección colabora enviando conferencias formativas en cintas magnetofónicas, revistas y libros.

4.

Sección de Sanidad: disoone de un centro médico-psicológico en Madrid.

L

AV
le pregunté a la Madre Abadesa, con esa curUvsidad
que todos tenemos hacia lo dcsconwido, cómo
compaginaban sus rezos y trabajos, en la larga jor­
nada diaria. Como explicación, me dijo su horario.
Creo que merece la pena el trascribirlo: coniK'ercmos así un poco ese mundillo, algo recóndito siem­
pre, de los conventos de clausura.
“Nos levantamos a las seis menos cuarto. Lmp«am os el coro a las seis y diez: laudes, ofreci­
miento de obras, media hora de meditación, coro­
na franciscana, Prima y Tercia; a continuación — a
las ocho— la santa misa, seguida de Sexta y Nona.
Luego, el desayuno e inmediatamente trabajo (pa­
ra nosotras, cosido de zapatos y punto) hasta las
doce y veinte, que tenemos el examen.
A las doce y media, comida. De una a dos re­
creo: cada una cose sus ropas y si el trabajo urge,
la comunidad se dedica a él. De dos a tres, retiro
en la celda. A las tres, vísperas. A las tres y media,
trabajo hasta las siete y media. Acudimos después
al coro para hacer otra media hora de meditación
y rezar maitines. A las nueve, cena.

Si en otros tiempos, los réditos de las dotes y
las limosnas, que afluían numerosas, bastaban para
sufragar las parvas necesidades de la comunidad,
hoy no sucede lo mismo. Y el trabajo se ha im­
puesto como una exigencia: fabricación de dulces,
empaquetado de galletas, tallas de madera, orna­
mentos sagrados, bordados, cosido de zapatos... las
más diversas labores y las ocupaciones más dispa­
res se realizan actualmente en los conventos de
clausura.
Las monjas de clausura no desdeñan el trabajo,
lo buscan, porque lo necesitan, y se entregan a él
con minuciosidad responsable. Sus beneficios les
ayudan a hacer frente a las deudas y gastos que
aporta la conservación del convento y la vida de
comunidad.
Por eso, uno de los mejores medios para soco­
rrer a las monjas de clausura es el ofrecerles una
ocupación hacedera, que garantice, al mismo tiem­
po, su continuidad. Él poder vivir de su trabajo,
es, en lo humano, el ideal de todas las comunidades.
Tengo ante mí el horario de uno de estos con­
ventos, — el de Fuensalida, (Toledo), pertenecien­
te a las Religiosas Franciscanas— . Hace ya tiempo.

De nueve y media a diez y media, recreo. Y por
ultimo, oraciones y Ciompletas; para acostarnos
hacia las once menos cuarto”.

LO QUE PODEMOS HACER
Ante todo, conoce mejor a las monjas de clau­
sura. Sin este previo conocimiento, nada es posi­
ble. Conocerlas: saber que todavía existen; saber
que hay mujeres que lo han dejado todo para amar
más a Dios y a los hombres; que su oración nos
ayuda, que su sacrificio nos defiende, que su ex­
piación nos limpia.
Y después, interesarse por ellas, por sus proble­
mas, por sus necesidades: bien personalmente con
nuestra visita a alguno de estos monasterios, donde
el espíritu se orea; bien a través del “Claune”
(Comisión Nacional pro Claustros Necesitados).
Conocer, amar, ayudar a las monjas clausura. Lo
merecen. Y además se lo debemos. Pablo VI, ha­
blando de ellas, ha dicho: “La Iglesia os necesita.
Desempeñáis en ella un papel sin igual e irreem­
plazable. La Iglesia no sería lo que es ni lo que
debe ser, sin vuestra presencia y vuestro testimo­
nio”.
JESUS PABLOS MENDEZ
— n

EN TRES
I
DEL CHUSCO
AL CHASCO

12



Este que veis aquí, arrodillado,
compugido y lacrimoso, encerrado
en chiribitil de zapatero, es un chi­
co de la Isla de San Fernando.
Su maestro — ahora dice don An­
tonio que se trataba de un autén­
tico santo— después del rapapolvo
le ha llevado el compás como de
seis por ocho, en “vivace" de tarantella, y el aprendiz interno en
Cádiz, sorbiendo ríos de lágrimas,
aguanta las calorías que estaba ba­
rruntando... Porque su maestro es
hombre escrupuloso en el trabajo
y basta un corte descuidado y en
mal sitio en unas botas de charol
para que la tormenta arrecie sin
remedio. Estamos en 1904 y lo me­
jor para que el chico escarmiente
puede ser ponerle de hinojos ante
un chusco, el chusco de la merien­
da, según se le llama a esta pieza
de pan de munición. El hambre a
estas horas de la tarde se aligera
exclusivamente con pan seco. No
hay más companage que la ilu­
sión. Son días de auténtica ence­
rrona, con visitas familiares los jue­
ves y domingos.
El chusco de aquella tarde no
se le ha ido de la memoria a don
Antonio Camacho, que en marzo
de 1973 cumple los ochenta años.
Tampoco los resoplidos de su bombardino segundo, en la banda que
conjuntaba don Emilio Nogués, ni
las idas y venidas como “sirviente
de los curas”, según sus pala­
bras...
No me ha parecido mal acer­
carme a este anciano de temple
formidable, espolvoreado en su bau­
tismo con abundante sal gaditana,
no sea que vayamos a lamentarnos
luego de tener que ofrecer flores
a los muertos después de cometer
el error de haberles ofrecido car­
dos borriqueros cuando estaban
vivos...

¿Chascos?...
Una de esas tardes en las que
don Antonio asoma a la puerta del
Hogar de San Fernando, en la Ma­
carena, — centro profesional que
acoge a un número considerable
de chicos necesitados de ayuda—
una persona algo despistada, al
verle, echó mano a la cartera en
busca de cien pesetas.
— Para los ancianos de este asi­
lo.
Otro salesiano, presente en la
escena, se dispuso a recogerlas
pero le atajó repentinamente don
Antonio con una de sus mil sali­
das:
— Oye, que esto es para los vie­
jos, no para el Capellán.
Y se adueñó del billete para gas­
tos de “belenes”.
En Córdoba, en unas ordenacio­
nes, abrazaban y felicitaban al misacantano. Don Antonio recogía y
ordenaba cachivaches de sacristía.
Otro despistado le deseó conmovido:
— Que Dios le dé mucha salud pa­
ra criar muchos hijos como éste...
Aguanta don Antonio Camacho
el peso de una corcova en la es­
palda a la que, creo yo, echa las
mil y una bromas que cariñosamen­
te le otorgaron y le otorgan cuan­
tos le han conocido. Todo el mundo
sabe de un telegrama que vino a
parar a manos del llorado don Fran­
cisco de la Hoz; desde Córdoba,
en el que anunciaba redactado por
mano traviesa que don Antonio re­
gresaba a su destino con dos bul­
tos: uno de ellos personal e intrans­
ferible...
Pero es que, como veremos, no
son pocas ni livianas las cargas que
se le han venido encima a este
admirable viejo.

i

TIEMPOS

por JUAN MANUEL ESPINOSA

Don Antonio Camacho, este simpático y alegre coadjutor salesiano de la Inspectoría de Sevilla, estrena ahora en marzo
sus ochenta años. Los franceses, para decir ochenta dicen
“cuatro veces veinte”. No es difícil adivinar en este rostro
de salesiano una cuarta juventud. Todo es posible en Sevilla
donde hasta las piedras reverdecen en primavera.

— 13

“Ese buen zumo de la alegría...” llevado a las
tablas para comunicar la risa a los demás.
Don Antonio ha sido el alma de las fiestas
saiesianas protagonizando tantos personajes
del inolvidable teatro saleslano.
“Tengo necesidad de ayudantes.
Hay cosas que los sacerdotes y clé­
rigos no pueden hacer y las haréis vos­
otros”. Nos darían qué pensar y ha­
blar estas palabras de Don Bosco ci­
tadas en las nuevas Constituciones y
reco^das del tomo XVI de las Me­
morias Biográficas si no nos hubié­
ramos topado con afirmaciones tan
tajantes y definitorias como éstas:
—El Coadjutor no es ni el segundo
ni el brazo derecho de los sacerdotes.
(Don Rinaldi).
—Los Coadjutores no son simples
auxiliares de la Comunidad. (Don Ri­
naldi).
—... no es un religioso en condi­
ciones de inferioridad, no es ningún
lego (Capítulo General XIX).
—...reconoce y afirma la esencial
paridad e igualdad en nuestra Familia
entre hermanos eclesiásticos y laicos.
(Capítulo General XIX).
—... nuestra Congregación sin Co­
adjutores no sería la que quiso Don
Bosco. (Capítulo General XIX).
¿Es que “algo huele mal en Dina­
marca”?...
Es clarísimo que el término latino
“co-adiutor”, con su descarado prefijo,
se refiere sin más y a la primera de
cambio a alguien que presta colabo­
ración, que no se sienta en la butaca.
El nivel formativo e intelectual que
la Congregación traza y exige en sus
modernos documentos para el salesiano laico consagrado, hace que éste se
haya desprovisto totalmente del ca­
rácter de sacrificada penumbra en la
que equivocadamente se le ha tenido
por mucho tiempo.
El XX Capítulo General Especial
remacha: ...“pero el más importante
y decisivo trabajo que cumplir sigue
siendo la sensibilización o mentallzación, como se dice, de toda la Congregación sobre el Coadjutor Salesiano".
Don Antonio Camacho, zapatero y
cocinero, cómico de gloriosas tablas,
batuta en alto para cuadrillas de cor­
netas y tambores, trajinante entre pa­
sillos y recovecos de sacristía, ropero,
maestro en delicadas artesanías, ha re­

partido a lo largo y ancho de su vida
salesiana ese buen zumo de la alegría
y el agrado...
Desde que siendo niño se encerra­
ra en un cuarto con don Albera, se­
gundo Sucesor del Fundador, y deci­
diera pertenecer a las filas de Don
Bosco, fue echando hondas raíces don­
de ponía su planta: 25 años en Cór­
doba, 14 en el Colero Mayor San
Juan Bosco de Sevilla, 18 en la Ma­
carena...
A sus largos años, quedan en el
alma y en las manos de don Antonio
vibraciones juveniles y coletazos de
ilusión capaces de asombrar al primer
advenedizo. Dos primeros premios y
otro de segundo orden ha merecido
en Sevilla el belén que a golpe de
fantasía octogenaria se ha ido engalando y componiendo con numerosas
estampas estáticas y a un tiempo bien
elocuentes... Las pupilas infantiles y
la disimulada curiosidad adulta clavan
en él su atención mientras nuestro vie­
jo hace y deshace cien veces el mismo
camino, manipulando trucos lumino­
sos y logrando que su “nacimiento”
descubta sus líricos misterios...
Y parece que la “Galería Salesia­
na”, que ha facilitado a centenares de
escenarios funciones regocijantes, hu­
biese pensado para don Antonio pa­
peles cortados a medida... Porque es
el caso que todavía la memoria y el
buen humor le alcanzan oara sacarle
jugo a muchas páginas amarillas a las
que en día la musa bien entretenida
del P. Alcántara prestara compases de
alada gracia...
Quizás Marcelo Rossi, nombre que
recoge la Historia Salesiana, portero
“provisional” durante 48 años, atilda­
do y muy discreto, amable en las pa­
labras, de una rara perfección de vida
según el retrato de su buen conoce­
dor Francesia, fuera un Salesiano Co­
adjutor de aquéllos que, al igual que
don Antonio Camacho, haya personi­
ficado el deseo de Don Bosco de con­
tar con alguien para el que se reserva
toda una lista de delicados meneste­
res y difíciles papeletas que resolver...

3

"Gente alegre, bien intencionada,
maleante y juguetona" aparece en
el Capítulo XVII del Quijote para
holgar con el sufrido escudero man­
teándole por los aires... Asomado
a las bardas del corral, el loco Ca­
ballero ofrecía un "santísimo bál­
samo” a su fiel servidor cuando
lo que Sancho aceptaría al fin, des­
pués de rechazar el agua fresquita
del pozo que ie servía la compa­
siva Maritornes, sería algún trago
de vino que se dejase beber y con
el que aliviar los costalazos.
Aléjese

de cualquier mente

la

posibilidad de que algún día don
Antonio Camacho haya sido man­
teado... La fotografía tiene sola­
mente fuerza de símbolo y gesto.
Lo que sí es cierto es la formidable
habilidad con la que ha ido ofre­
ciendo y gustando simultáneamente
el sabroso vino de la amistad.

Aunque los tiempos actuales él
no los entiende del todo, su viejo
sistema de dejarse mantear por
“gente alegre y bien intencionada",
ie recaban simpatías generales y
hasta alguna placa de plata como
la concedida solemnemente por tos
Antiguos Alumnos de Córdoba.
Don Antonio, traicionado maléfi­
camente por úlceras y achuchones
de corazón, está presto a diario
para ofrecer cuanto tiene, genero­
samente. Con guasa constante co­
menta su fracaso al pretender ha­
cer “auto-stop" cuando pasan ca­
mino del camposanto, por delante
del colegio, los coches fúnebres.
Nosotros alejamos tristemente esa
suposición que nos aterra porque
nada hay más reconfortante que
encontrarse una y otra vez con este
buen viejo, tan animoso, delicado
y lleno de humildades.

El maravilloso estudio que ha he­
cho el C. G. E. sobre la Comunidad
y que se ha perpetuado en ei Do­
cumento VIII, ha tenido en cuenta
la amistad antes de llegar al espí­
ritu de familia, o, si se quiere, co­
mo presupuesto o elemento cons­
titutivo. ¿Qué enemigos habrá po­
dido tener don Antonio?, cabe pre­
guntarse.
No pequeño mérito es éste de ir
ganando terrenos para el afecto co­
mún, "la honradez, la lealtad, la
generosidad, la capacidad de re­
nuncia”...

Un matrimonio que en el pasado
diciembre admiraba el belén, des­
lizó también su pifia al preguntar
la señora:
— ¿Cuántos años lleva usted In­
ternado en este asilo?
Menos mal que el marido lo arre­
gló muy pronto:
— Calla, si todavía vamos a verlo
metiendo goles en el Sevilla.
(Falta le está haciendo. Al Sevi­
lla, claro.)

ENTRE AMIGOS
ANDA
EL JUEGO

La confianza de los jóvenes se gana procurando acercár­
noslos, y el mejor medio es ir nosotros a ellos, trabajando para
adaptarnos a sus gustos y haciéndonos semejantes a ellos:
entrar con la suya para salir con la nuestra.
(Don Bosco)

ELACI
He oído muchas veces y leído algunas la frase
de Don Bosco y siempre me pareció estupenda.
Siempre... siempre hasta que intenté ponerla en
práctica en toda su pureza y con un radicalismo,
que me río yo de los de extrema izquierda o dere­
cha. Mi mujer ya me lo había avisado, pero en el
fondo siempre pensé que eran cosas de mujeres.
Me estoy dando cuenta que ustedes no saben
quién es mi mujer, ni quién soy yo. Una pequeña
distracción debido a la cantidad de cosas por las
que tengo que preocuparme: mi mujer, el trabajo,
la factura del alumbrado de las calles, la reunión
de Cooperadores, los hijos... jOh los hijos! No
piensen que porque los ponga en último lugar,
no son para mí los primeros, también para darme
quebraderos de cabeza.
Me llamo Juan Camino, casado y padre de seis
hijos a los que quiero presentar por ser los prota­
gonistas de mis “quebraderos de cabeza”. El ma­
yor se llama Juan, tiene dieciocho años y ya ha
hecho Primero de Ciencias Económicas. Siempre
tuve la ilusión de que fuera un hombre de leyes.
¡Cuántas veces le vi ya en el bufete! Pero mi hijo
me dijo que la Economía tenía una proyección de
futuro enorme. ¡Y de presente! — pensaba yo—
recordando las múltiples visitas que tiene mi mujer
a primero de mes.
El segundo de mis hijos es mujer, se llama Maribel, como su madre. Tiene dieciséis años y hace
Sexto de Bachillerato. Todos dicen que tiene mu­
cho estilo. Yo en el estudio no se lo he notado
todavía. Cambiará — me dice siempre mi suegra,
porque es su ojo derecho— . Sigo esperando.
Paloma es la tercera. Hasta hace muy pocos me­
ses una completa niña. ¡Qué transformación ha su­
frido!, casi no me lo puedo creer.

UN A P A G IN A
P A R A TODA
L A F A M IL IA

RCAMIENTO
Gíntinúa la lista Luis, trece años, y a juicio de
sus hermanos un empollón. ¡Si fuera él el aboga­
do de mis sueños!
Carlos es el quinto, tiene nueve años y hace
Cuarto de E. G. B. Un poco amoscado siempre,
porque no pasará a BachiÜerato. Lo de pertenecer
a la Básica le infantiliza.
Y por fin, el broche de oro lo pone Natalia, la
más pequeña de mis hijos, que a pesar de su corta
edad — un año— es la reina de la casa. Que...
¿por qué se llama Natalia? No, si a mí tampoco
me gusta. Meses antes del nacimiento hubo con­
sejo de familia para discutir el nombre. Tuve poca
suerte. Para qué decirles, los que propuse fueron
rechazados uno a uno, tanto masculinos como fe­
meninos. Todo quedó un poco en el aire hasta que
vino la niña. Maribel, entre otros muchos nom­
bres, que por respeto a ustedes omito, dijo que
podría llamarse Natalia. Paloma lo corroboró. Miré
angustiado a mi mujer y vi que le brillaban los
ojos. Podía ser fiebre, ¿verdad? Pues no, era sen­
cillamente que a mi mujer también le gustaba lo
de Natalia. Pero Isabel — dije tímidamente— tú
antes no eras así, eras de las de Carmen, Pilar,
Teresa, y te has pasado a las de Natalia.
Mira Juan — me dijo mi mujer— tenemos que
trabajar para adaptarnos a sus gustos, haciéndonos
semejantes a ellos. ¡Cuántas veces lo hemos co­
mentado!
Era verdad. Yo era Antiguo Alumno Salesiano y ahora los dos pertenecíamos a los Coope­
radores asistiendo regularmente a las charlas, con­
ferencias y actividades que organizaban en el co­
legio donde iban mis hijos.
Cuando estás en una sala cómodamente arrellenado en un sillón, las palabras te parecen per-

v_

EL
ACERCAMIENTO
fectas; es después, cuando llegas a casa, y se te
presentan casos como lo de Natalia, cuando ya no
te parece tan... practicable.
De todas formas, aquella lección de mi mujer
me habría servido de mucho... había que acer­
carse.
Así empezó todo. Maribel había venido del co­
legio con suspensos, como de costumbre, la vi acer­
carse mientras yo leía el periódico después de co­
mer. Con una voz dulce y tímida dijo:
— Papá...
Aquella voz temblorosa sólo podía obedecer a
dos cosas: las notas o pedirme dinero. Levanté la
cabeza y vi que se trataba de lo primero. ¡Qué
sumisa era mi hija en estos momentos! De pronto
como una avalancha se arrojó en mis brazos.
— Papá, yo te prometo...
La misma escena de todas las evaluaciones. So­
lamente cambiaba el marco, unas veces era en mi
despacho, otras en el comedor, y algunas tenía la
desfachatez de dármelas en el mismo vestíbulo,
cuando ya me iba a la calle. Procuré desasirme de
aquel torbellino y fríamente le dije:
— Estoy harto de tus promesas que nunca cum­
ples. (¡No te das cuenta que no nadamos en dinero,
que soy un simple funcionario de Banco y, eso sí,
afiliado al pluriempleo? No tenemos más que de­
cirnos.
Mi hija seguía allí en pie escuchando atenta­
mente.
— Verás, papá, como este año terminamos el
Bachillerato...
No pude por menos que mirarla interrogativa­
mente. (¡Pensaba mi hija terminar “con aquellas
notas”? Continuó.
— Hemos organizado un festival de música pop,
para sacar dinero para el viaje. Los primeros invi­
tados, por supuesto, son los padres. Está tirado,
papá, sólo cuesta 75 pesetas...
Maribel seguía hablando. Encima de los suspen­
sos un festival. Y no un festival cualquiera, sino
de música pop. De aquella música que yo odiaba,
de aquellas estridencias, de aquellos ruidos.
18

— No cuentes conmigo. Ante eso no cederé nun­
ca. (¡Has oído? Nunca.
— Pero papá, si irán los padres de todas las del
curso. Fíjate ¡qué vergüenza si tú faltas!
—Entonces no me reconozcas como tu padre pa­
ra estos momentos.
Volví a enfrascarme en la lectura del periódico.
Oí un solemne portazo, y un sollozo, más artístico
aún que el de los seriales.
A los pocos minutos ya estaba allí mi mujer.
Este adversario era mucho más temible que mi
hija.
—^Juan, no seas así, ¡si vieras que sofocón tiene!
— También lo tengo yo con los suspensos. ¿O
es que a ti te da igual?
— No, no me da igual. Además ha hecho un es­
fuerzo. El mes pasado suspendió cinco, este mes
solamente dos.
— Hay suspensos. Para mí es suficiente. Y, en­
cima, como premio tengo que ir a esa birria, a esa

El diálogo
con los hijos
crea
el calor familiar
y el ambiente
para la

^ u c ió n
de los
mayores
problemas.

'na para toda ¡a fam
El enojo o enfado prolongado
tiene el peligro de hacerse contagioso
y determinar en algunos miembros de la familia
roces que complicarían la situación
hasta crear una atmósfera
irrespirable.

locura. No iré. Te vas tú, si quieres, y le das el
dinero de mi entrada. ¡Ya es bastante!
—Va a ser una humillación para Maribel ante
las demás, tu falta.
— Pero Isabel, ¿no ha sido suficiente poner a mi
hija Natalia? Es demasiado esto que me pides.
— Juan, entrar con la suya para salir con la nues­
tra, decía Don Bosco. ¿Recuerdas?
— Don Bosco no se encontró en el caso de que
una hija tuya te quiera volver del revés como un
calcetín.
—^No hace falta radicalismos, es suficiente tu
presencia.
— No iré, es mi última palabra.
Eso creía yo. El teatro estaba abarrotado. Me
sentía arder la cara de vergüenza, y pesaban sobre
mí las miradas de todos aquéllos que me tenían por
un hombre serio y respetable.
— ¡Hola, Juan! No esperaba encontrarte aquí.
— ¡Señor Camino! Lo que pesan los hijos.

Isabel me conducía dulcemente hacia la butaca.
Resultó mejor de lo que yo esperaba. Tuve que
reconocer que estaba muy bien organizado. Llegué
hasta a sentirme a gusto, hasta que... Maribel, que
era la presentadora dijo:
— Y ahora, señoras y señores, les rogamos se
pongan de pie, y acompañen con palmas...
No oí más. Eso era demasiado. Me puse en pie
por pura cortesía. Vi a mi mujer que llevaba el
ritmo estupendamente. Pero ¿cuándo había apren­
dido aquello?, ¿cómo le daba tiempo con seis
hijos?
Me sentí humillado, acomplejado, avergonzado,
y lo que era peor muy lejos de mis hijos. Intenté
hacer aquello. Tenía las manos agarrotadas, más
que llevar el ritmo parecía que iban a asesinar a
alguien. Maribel con la mirada me animaba, mi mu­
jer sonreía, y yo... seguía palmeteando.
Cuando volvimos a casa Maribel me dijo:
— Papá, has sido el padre más “in” de todo el
festival.
—^Más qué...
— ¡Ah!, y déjame ese libro de Mounier que te
han regalado, debe estar muy bien.
Esa no era la clase de Literatura a la que estaba
acostumbrada mi hija.
Tosí. ¿Qué cosa puede hacer un padre para que
un hijo no advierta su confusión?...
P. SALCEDO
— 19

\M A S A L E S IA M O IN T E R N A C IO N A L « P A N O R A M A
DOS HERMANOS
SE CONOCEN EN
LAS BODAS DE ORO
DE SUS PADRES
Torres del Río (Navarra).— Una
Navidad insólita y entrañable ha
vivido este año el pueblo na­
varro Torres del Río. Después
de veinticinco años de ausencia,
llegaron a su pueblo natal, al
filo de la Nochebuena, el misio­
nero jesuíta padre Ignacio José,
desde la India; y el salesiano
padre Santiago Fidel, desde Pa­
raguay.
Como el salesiano era niño
todavía cuando el mayor se mar­
chaba para la India, este en­
cuentro ha sido, en realidad,
el conocerse por primera vez.
Después de la cena familiar
de Navidad, Torres del Río ob­
sequió a sus paisanos misione­
ros con canciones de bienveni­
da a cargo de la rondalla del
pueblo.
El acto más emotivo tuvo lu­
gar el día de Navidad a las do­
ce, con una concelebración en
la que los tres sacerdotes eran
hermanos, los dos misioneros
recién llegados y su hermano
mayor, el padre Valeriano, Je­
suíta en Pamplona, profesor, es­
critor y director de la Obra de
Ejercicios Espirituales de Nava­
rra.
Presidió la Eucaristía el me­
nor de ellos, ei salesiano don
Santiago. La homilía la comenzó
el misionero de la India. Traía
para sus padres la felicitación y
el saludo de los cristianos de
su misión de más de 300 pue­
blos. A continuación habló el
salesiano. que es director dei
Centro Teológico de Ipacaray,
en el corazón de Suramérica.
Sus padres, don Ismael Ordóñez y doña María de las Nieves
Fernández, celebraban en esa
misma fecha sus bodas de oro
matrimoniales, rodeados de to­
dos sus hijos y nietos. Además
de los tres hermanos sacerdotes,
estaban sus otros hermanos don
Jesucruz (casado, seis hijos),
don Juan Antonio (casado, dos
hijos) y don José María (casado,
seis hijos) y don Alvaro, el más
joven. Estos últimos han segui-

Barcelona.— En casa "Mater Salvatoris” se congregaron unos 200
cooperadores salesianos e hijas de María Auxiliadora, representantes de
16 Centros locales para unas Jornadas de formación, durante las cuales
se expusieron las líneas de la renovación de la Familia Saiesiana. La
presencia del director general de los Cooperadores Salesianos, don Juan
Raineri proporcionó la ocasión de escuchar las orientaciones del mo­
mento para la marcha de las Asociación de los Cooperadores. Estas
jornadas son una más entre las que se vienen celebrando en las diversas
inspectorías para la puesta a punto de la misma.

CONGRESO NACIONAL
SOBRE MARIA AUXILIADORA. EN SEVILLA
Sevilla.— Durante los dios 11, 12 y 13 de mayo dei presente año ten­
drá lugar en Sevilla el Primer Congreso Nacional de Devotos de María
Auxiliadora. Así lo anuncia el Consiliario Regional de Sevilla a los diri­
gentes de la Archicofradia de María Auxiliadora.
"Nuestra llamada — añade— la hacemos con humildad a toda la Espa­
ña Saiesiana, con el deseo ilusionado de que florezca en todos nuestros
centros la Archicofradia de María Auxiliadora, como nos lo pide el Ca­
pitulo General Especial de la Congregación. Con tiempo, y tras unas
consultas realizadas a la base, publicaremos los temas a tratar y pro­
gramas a desarrollar”.

LOS SALESIANOS DE MANAGUA
Hemos recibido noticias de los salesianos de Managua. Los seis saiesianos de la capital nicaragüense trabajaban en un edificio complejo para
escuela profesional, enseñanza básica y centro juvenil. Las Salesianas
llevaban un colegio también de enseñanza básica con oratorio y cate-

i

T E R N A C IO N A L « P A N O R A M A S A L E S IA N O IN T E R N A

^ L E S IA N O IN T E R N A C IO N A L o P A N O R A M A S A L E S L
quesis. Ambas obras estaban en barriadas pobres de la ciudad. No ha
habido daños personales. Sin embargo, los edificios han sufrido grandes
pérdidas. En todas las inspectorías de España se han recogido fondos
para ayudar a la reconstrucción de la Obra Salesíana de Nicaragua.
El Arzobispo de Managua, monseñor Miguel Obando Bravo, es tam­
bién salesiano. Desde los primeros momentos puso a disposición de
heridos y damnificados la catedral y el palacio, prodigando personal­
mente sus servicios abnegados de pastor. El colegio de Granada ha sido
transformado en centro de distribución de alimentos y el colegio de Masaya en centro psiquiátrico para atender a los enfermos.

CONDENADO A MUERTE
SE ORDENA SACERDOTE
Se trata del salesiano Mario Miloslav, nacido en Checoslovaquia en
1919. A los veinte años se hizo salesiano. En la guerra mundial cayó
prisionero de los rusos y fue condenado a muerte. Pero logró huir y se
refugió en Argentina. Durante varios años trabajó desempeñando diversos
cargos. Ultimamente realizó sus estudios teológicos. La ordenación sacer­
dotal ha coronado ahora el ideal de toda su vida.

do la labor agrícola de sus pa­
dres.
En una entrevista radiofónica
expresaron los padres la ale­
gría del acontecimiento jubilar.
Su mayor satisfacción era el go­
zo constante recibido por la
llegada de sus hijos misioneros.
Los animaban a seguir su em­
presa maravillosa. Al mismo
tiempo, aconsejaban a los otros
a no abandonar el campo, sino
a perfeccionar su trabajo con
nuevas técnicas.
El BOLETIN SALESIANO siente el gozo de dar esta clase de
noticias conmovedoras por su
humanidad y por el espíritu cris­
tiano que despiertan.

NO HAY SALE8IAN0S
PERO TRABAJAN
LOS EXALUMNOS

Campello (Alicante).— Ha comenzado a funcionar entre los coopera­
dores saiesianos de esta provincia el Centro de Formación eclesial y
salesíana. Una de sus sesiones tuvo lugar en el Colegio salesiano de
esta localidad que prestó a los cursillistas sus aulas y su incomparable
ambiente. En la foto don Manuel Carcasés, presidente del Centro ali­
cantino, expone su lección práctica “Labor apostólica de tos Coopera­
dores Saiesianos en Alicante”. Uno de los frutos de esta labor es el
Curso, comenzado el día 1 de febrero, con muchachos de ambos sexos,
mayores de quince años, cuya finalidad es prepararlos para que consigan
el Certificado de estudios primarios, que resulta tan necesario en deter­
minadas circunstancias laborales.

Luanda (Angola).— En Ango­
la, esa provincia portuguesa de
ultramar, todavía no hay salesianos. Pero sí hay antiguos alum­
nos. Más de uno es sacerdote.
La g r a n mayoría son laicos
y muchos de ellos dirigen cen­
tros de enseñanza o son profe­
sores. El caso es que han orien­
tado su labor pedagógica según
el espíritu salesiano que vivieron
en el colegio.
Recientemente los ha visitado
el Inspector de Portugal, padre
Manuel PInho. Ha visto sus es­
cuelas y los ha reunido cele­
brando con ellos una conferen­
cia sobre las nuevas esperanzas
del Capítulo General acerca de
sus actividades.
“Puedo afirmar que los Saleslanos ya han llegado a Angola
— ha declarado el padre Pinho— . Los exalumnos han lle­
vado nuestra pedagogía y nues­
tro espíritu, en una palabra: la
vida saíesiana”.
El acontecimiento cobra sumo
interés en una época como la
nuestra en ja que escasean Szs
vocaciones. "Es urgente — aña­
de el padre— apoyar por todos
los medios a estos amigos de la
Obra Salesíana para intensificar
la eficacia de su trabajo. Se
abre un fertifísimo campo de
apostolado en el que los laicos
tienen muchas cosas que de­
cir”.

p lO N A L « P A N O R A M A S A L E S IA N O IN T E R N A C IO N ^

CON LOS
MAESTROS DE
NOVICIOS
OE ESPAÑA
Y PORTUGAL
EL EQUIPO

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BILBAO
B eca «M am á M a rg a rita » . L . C a ñ a d a . P a m p lo n a . N . e .: 250. T . : 32,000 p ts .

INSPECTORIA DE CORDOBA
B eca « J. H . S.». L a s P a lm a s . N . c .: 8.000 p ts . T o ta l: 68.000 p ts.

INSPECTORIA DE LEON
B eca «D on J o s é S ab u rid o » . A llariz. N . e . : 1.600 p ts . T o ta l: 47.500 p ts.
B eca «D on F e lip e G a r d a * Coop. C orufta. N . e . : 3.000 p ts . T . : 31.735 p ts.

INSPECTORIA DE SEVILLA
B eca «D. M arcos T o g n e tti» . P . c . : 16.000 p ts.
B eca «D. F ra n c is c o d e la Hox». P . e . : 10.000 p ts .
S . J o s é d el V alle. B eca «D. R a fa e l R om ero». N . e . : 10.000. T .
M orón. B eca « M aría A u x iliad o ra» . N . e . : 3.000. T o ta l: 16.000
B eca «M aría A u x iliad o ra» . C ádiz. A rch . N . e . : 1.000 p ts . T .:
B eca « C o rp u s C h ristl* . S rta . J . Q u in ta n a . S evilla. N . e .: 100.

32.000 p ts.
p ts .
67.000 p ts .
T . : 16.000.

INSPECTORIA DE MADRID
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca

22



«S an Jo s é » . A rch . P iz a r ra le s . N . e . : 1.000 p ts . T o ta l: 67.000
«B esam a». L . C e stero . N . e .: 6.000 p ts . T o ta l: 1 0 9 .1 ^ p ts .
« N u e s tra S e ñ o ra d el C a rm e n y S. L u cas» . N .e ; 16.000. T.:45.000
« F id elid ad » . N . c . : 2.800 p ts . T o ta l: 3.800 p ts .
« S an ta T e re s a y S an V icente». N . e .: 12.000 p ts . T o ta l: 62.000
«V da. d e P u ja d a s » . N . e .: 2.000 p ts . T o ta l: 24.000 p ts .
« S a g ra d o C o razó n d e Je sú s » . C o m p leta. T o ta l: 100.000 p ts .
« F a m ilia F r a n c ia G.». S a la m a n c a . N . e .: 1.000 p ts . T o ta l: 21.000

p ts .
p ts .
p ts .
p ts .

Aquí están los Maestros de No­
vicios de España y Portugal. Se
reimieron en Madrid para estudiar
y comunicarse muchas cosas refe­
rentes a los jóvenes que se pre­
paran para ser salesianos.
Y nuestro fotógrafo los sorpren­
dió o los citó en la terraza de
nuestra Casa Editora .
¿Quién es quién? Don Cipriano
Gil. extremo izquierda, maestro de
los novicios de Sevilla y Córdoba,
en Sanlúcar la Mayor; espíritu
abierto a los problemas humanos
de nuestro mundo. Don Manuel
Cambronero, extremo derecha, ma­
estro del noviciado de Urnieta de
la Inspectoría de Bilbao; hombre
bueno, que inspira confianza. Don
Antonio Diez, interior izquierda,
maestro del noviciado de Astudi11o para las inspectorías de Madrid
y León; hombre optimista y aman­
te de las tradiciones salesianas.
Don Benjamín Juaristi, interior de­
recha, maestro del noviciado de
Godelleta para las inspectorías de
Valencia y Barcelona; buen vasco,
alegre, comunicativo, generoso. Y
Don Armando Da Costa Monteiro,
centro; maestro de Portugal; su
apellido nos habla de la suavidad
de las tierras portuguesas.

hemos de vivir y buscar solución
al problema de las vocaciones».

COMO SON LOS NOVICIOS

Buena delantera para la forma­
ción de los salesianos de este año
en la península Ibérica. En los cin­
co brilla la alegría característica
del espíritu de Don Bosco que han
de comunicar a los novicios. Buena
la delantera del equipo de los formadores ibéricos.
Abro las nuevas constituciones
y leo el artículo 112; «El maestro
de novicios es un hombre de ex­
periencia espiritual y salesiana,
prudente, suficientemente informa­
do de las realidades psicológicas y
de los problemas de la juventud.
Con facilidad para las relaciones
humanas y capacidad de diálogo;
inspira confianza a los novicios
con su bondad varonil».
Y ahora me digo con voz de
imprenta: estos cinco hombres son
la encarnación de lo que el Capí­
tulo General Especial ha querido
que sean los maestros de novicios.
Ahí están.
NUMERO DE NOVICIOS
Sus reuniones han sido serias y
apenas he podido abordarlos. He
hablado con ellos brevemente. Les
he dicho que nuestros lectores del
Boletín Salesiano tendrían sumo

interés en saber cosas de nuestros
novicios. ¿Cuántos novicios hay?
¿Cómo son los próximos jóvenes
salesianos? ¿Están contentos de
entregar su vida a Dios en la Con­
gregación? ¿Es grande su idea de
ser apóstoles de los jóvenes po­
bres...?
Las preguntas, hechas así de re­
pente y de una vez, requieren di­
versas respuestas. Poco a poco.
Copio las cifras de los novi­
cios:

Jóvenes, jóvenes entusiastas y
decididos a entregar su vida a Dios
en la Congregación Salesiana. Sí,
jóvenes. Pregunto por la edad me­
dia —¡no nos referimos al medio
evo!— y me responden: «La edad
media de los novicios de Barcelo­
na, León, Madrid y Valencia es de
dieciocho años; los de Córdoba y
Sevilla andan entre los dieciocho
y diecinueve: los de Bilbao —los
más jóvenes— por diecisiete; y los
de Portugal —los mas viejos—
veintidós años.
Y son jóvenes abiertos. Abiertos
en todo sentido; a la confianza, a
los problemas de la Iglesia, de la
Congregación y del mundo en que
viven.
Hablamos de la misión salesiana
y de la consagración religiosa. Am­
bas ideas entusiaman a los novi­
cios de este año. Estudian el Ca­
pítulo General Especial y les atrae
el ideal de una vida entregada al
servicio de la juventud. Ahora
bien, su entrega a la institución no
es ningún obstáculo; al contrario,
veo en la Institución Salesiana el
mejor medio para llevar a cabo
su ideal salesiano.

LA ADHESION AL FUNDADOR

Inspectoría de:
L e ó n ....................
M adrid.................
B arcelona............
V alencia..............
C órdoba...............
S e v illa .................
B ilbao..................
P o rtu g al..............

14 novicios
28
»
II
»
11
»
4
»
8
*
35
»
6
»

TOTAL................

117 novicios

Ciento diecisiete novicios en Es­
paña y Portugal. No es mal año
para tiempos de escasez. Pero es­
tas cifras, menores que las de años
pasados, nos hacen recordar las
palabras del Rector Mayor; «Todos

Don Armando, el maestro de
Portugal, hablaba un lenguaje hí­
brido, entre castellano y portugués.
«Las vocaciones salesianas —de­
cía— dependen de la adhesión al
Fundador». Y añadía: «Hoy vemos
a los jóvenes muy abiertos hacia
fuera y más cerrados al Fundador.
Naturalmente que algunos novicios
así son una incógnita. Pero yo pue­
do decir que la adhesión a Don
Bosco es la mejor garantía de
perseverancia».
Nos quedamos con esta idea.
Bueno es abrir las puertas al pa­
norama de la Iglesia Universal y
del mundo. Ahora no se las vamos
a cerrar a Don Bosco.

— 23

¿Que cómo nacen los marginados?
Un día los tractores abrieron en
la selva de Kasumbalesa las ca­
lles de la futura «bidonville». En
seguida acudieron más de 5.000
personas sin hogar a construir sus
chabolas.
En los 4.000 kilómetros cuadra­
dos de la misión salesiana de Ka­
sumbalesa, en Katanga (Zaire) hay
más de 20.000 habitantes, de los
que unos 7.500 son cristianos. Ha­
ce cuestión de cuatro años eran
pacificas aldeas indígenas. Ahora
ha llegado la industria y, tras ella,
—nos escribe monseñor Marcel
Antoine— el bienestar para algu­
nos y la marginación para otros.

KASUMBALESA
A VUELAPLUMA

Publicamos esta precio­
sa carta de monseñor
Maree! Antoine, Vicario
General de Kasumbaiesa. Este salesiano nos
habla de sus problemas
en Zaire.

24 —

Kasumbalesa es un pueblecito
recostado al pie de una montaña,
a cien kilómetros de Lubumbashi,
junto a la carretera de Sakania. Su
nombre quiere decir« El rayo de
Dios». Y es que, por estas tierras,
los temporales son violentos y la
montaña de hierro hace de para­
rrayos natural.
Pues bien, aquí llegué el 22 de
diciembre de 1970, en compañía
de un hermano. Y aquí hemos pues­
to nuestra tienda, junto a la selva,
en unas antiguas casitas abando­
nadas durante la revolución de
1960.
Y aquí hemos vuelto a vivir la
epopeya de los pioneros; comen­
zamos sin agua y sin luz, con ven­
tanas sin cristales y con puertas
sin batientes. Todo estaba en el
más completo abandono.
C a d a maña n a acarreábamos
nuestra agua desde la fuente más
cercana, a unos cien metros. Idem
por la tarde. A la luz de un farol
aumentaba el misterio de la selva.
Tardamos más de seis meses en
medio arreglar, más bien chapu­
cear, los edificios.
Más tarde conseguimos un motorcito y una bomba. Pronto logra­
mos nuestras instalaciones de agua
y luz... Y entonces ¡nos pareció
llegar a la civilización!
Además, al poco tiempo, llegó
a instalarse junto a nosotros, a
unos tres kilómetros, el personal
de dos minas de mercurio, explo­
tadas por los japoneses. Una en
Musoshi y otra en Kitotwe.
La mina de Musoshi se inauguró
el pasado 2 de octubre. A la inau­
guración asistió en persona el Pre­
sidente Mobutu Sese Seko. Mag­
nífico recibimiento. Hubo discur­
sos, visita a tos edificios y maqui­

narias, etc. Luego, un gran ban­
quete para más de 400 invitados
por las autoridades, sin contar los
que se habían invitado a sí mismos.
La mina es enorme y abarca una
extensión de varios kilómetros.
Hace cuatro años, todo era selva.
Daba gusto pasear a la sombra de
árboles gigantes, escuchar el bra­
mido del viento y el canto de los
pájaros; observar el trabajo sin
tregua de la naturaleza siempre
despierta y generosa.

NUEVO PANORAMA
De pronto, ha cambiado el pano­
rama con las enormes construccio­
nes japonesas. Pilones, máquinas
mezcladoras, excavadoras, calles de

J

asfalto, hospital, escuela, mercado
y viviendas de obreros... han ocu­
pado el sitio de los antiguos árbo­
les gigantes. ¡Qué contraste! Don­
de llega la industria, la naturaleza
retrocede y hasta desaparece.
Por otra parte, también ha cam­
biado la vida de la población. En
los nuevos centros ya no reina el
espíritu de los antiguos pueblecitos. Más de uno añora el río a
donde, hace poco, podía ir a beber
agua o a zambullirse en su corrien­
te.
Las nuevas atracciones llaman a
una gran cantidad de jóvenes y
de gente sin empleo, que hacen
más difícil el apostolado.
El pasado abril obligaron a los
japoneses a resolver los problemas
de la vivienda. Aprovechándose de
la tradicional hospitalidad bantú.

había llegado una muchedumbre de
vividores y gorrones. Todos fueron
invitados a construir sus propias
viviendas.
Los enormes Caterpillar abrie­
ron caminos en la selva y la gente
no tuvo más remedio que apañarse
para construirse su chabola.
Y ahí están. Han crecido como
los hongos . Las hay para todos
los gustos: de lata, de cartón, de
plástico, de paja... Es algo pinto­
resco...
Son más de 5.000 las personas
que se esfuerzan en reorganizar
su vida como pueden. Pero, eso sí,
ninguno quiere volver a su antigua
vida de Kasai, de donde vienen
casi todos.
Y nuestra mayor dificultad, la
lengua. Es gente que sólo habla
en Ki-Kasai.

Esto podría ser bautizado con
el nombre de «Ciudad Salvajeii.
No hay escuelas, ni medio.s ni
tiempo para levantarlas. 600 chi­
quillos van a las clases del cam­
pamento japonés. En septiembre
se abrieron 27 clases. Una gota
de agua. En seguida se vieron
abarrotadas de alumnos. Una solucción provisional.
Tampoco hay una sola capilla.
Iglesia, ni soñarla. Celebramos la
Eucaristía al aire libre, bajo la
bóveda de los árboles. Muy poé­
tico. Más cerca de la naturaleza
y quizás más cerca de Dios.
Cuando no llueve no hay pro­
blema. Pero cuando llegan las llu­
vias... Moisés golpeó la roca en el
desierto para tener un poco de
agua. El misionero, en cambio,
quisiera golpear la roca más bien
para que el chaparrón no llegase;
pero la mayoría de las veces le
toca volver a casa hecho una so­
pa.

NECESITAMOS
DOS MISIONEROS
Pero lo que arrecia al dolor del
misionero es la contemplación de
la pobreza, miseria y abandono
en que viven todos estos deshe­
redados de la vida. A veces, el
misionero no tiene más remedio
que ponerse a llorar con ellos en
silencio como los antiguos depor­
tados judíos junto a los ríos de
Babilonia...
Para dar una respuesta a lo
que la gente espera de nosotros,
necesitaríamos siquiera dos misio­
nero más; uno que hablara el ja­
ponés y otro que supiera el KiKasai.
¿No se anima ninguno a apren­
der estos dos idiomas y venir con
nosotros? Estoy haciendo una in­
vitación forma! a alguien que
desee entregarse. Cristo nos ha
enviado a predicar a todas partes,
para llevar a todos su palabra de
paz, que ayuda y consuela. Tam­
bién a Ka.sumbalesa.
Entonces, ¡os esperamos!
MONSEÑOR MARCEL ANTOINE
VICARIO GENERAL

Pero lo que arrecia el dolor del mi­
sionero es la contentación de la
pobreza, miseria y abandono en que
viven todos estos desheredados de
la vida.

25

NOCHEBUENA EN lA PARROOlj
Don Teodoro Nieto, hasta hace poco director de Alcalá de Guadaira y
de Utrera, fue este año pasado uno de los saleslanos generosos, volun­
tario a América Latina. Aquí tenemos su primera carta desde la región
más austral del mundo en el sur de Chile. Es la primera, pero no será la
última, porque promete escribirnos con frecuencia. Es la nostalgia y el
amor... Gracias, desde aqui también le recordamos con gusto.

Son las veinte horas del día 25 de diciembre
[en España, exactamente, media noche). Acaba
de dar un paso para despejar un tanto la cabezo después de haber pasado unas horas de con­
vivencia amical con la oficialidad y familiares de
la base naval chilena de Puerto Williams. He dado
rienda suelta a mi pensamiento. ¡Cuántos recuerdos
de familia y de amistad y qué raudos cruzaban el
espacio, elevándose en desorden sobre las tupidas
copas de los inmensos robledales que avanzan des­
de las altas y próximas montañas hasta el Canal de
Beagle! La realidad es que me encuentro en Puerto
Williams y no en Sevilla, ni en Madrid.
El Canal de Beagle, en la baja Tierra del Fuego,
más al sur del Lago Fagnano, a la altura del para­
lelo austral 55 grados, desde Ushuaia hacia oriente,
es linea divisoria entre Argentina y Chile. A l sur
del mismo quedan las islas Navarino, Picton, Lennox, y Nueva y otro conjunto de islillas hasta el
Cabo de Hornos; todas ellas tierra chilena.
Puerto Williams, situado en el norte de la isla
Navarino, se recuesta suavemente sobre una peque­
ña planicie. Desde ella el Canal parece, más bien,
un lago suizo rodeado en todas direcciones por ele­
vadas montañas, entrelazadas al igual que las de la
Cordillera Vasca, y coronadas de nieve en estos
meses del verano austral. Es un paisaje maravi­
lloso. Los famosos ‘"Dientes de Navarino", sistema
montañoso que cierra el fondo de un profundo ca­
ñón, atraen con insistencia la mirada v embrujan
de veras.
Estando en Punta Arenas, centro neurálgico del
Estrecho de Magallanes, el día 21 me ofrecieron
la oportunidad de este desplazamiento. Y , ¿cómo
no aceptar? Quien "deja” la Patria, España, a los
suyos V a los amigos y está dispuesto a venirse a
Chile en estos momentos cruciales de su historia,
debe estar — me dije— a todos los eventos que se
presenten.
— "Vas con todos los poderes y autorizacio­
nes"— , añade el Vicario Diocesano. Y asi, al día
siguiente, viernes, en un bimotor de la Fuerza Na­
val Chilena que realiza dos servicios semanales a
26 —

isla Navarino, llegaba, tras hora larga de vuelo, a
Puerto Williams. Viaje entretenido sobre innume­
rables islas y canales y también elevadas montañas
de la Tierra del Fuego cubiertas de nieve. El cintu­
rón debe estar apretado, pues el "bicho del aire"
sube y baja como una "máquina de Feria”. El abri­
go puesto y la cara un tanto apartada de la venta­
nilla ya que el aliento humano — vamos unas vein­
te personas— no empaña el cristal, lo cubre de hie­
lo. Por las alturas es baja la temperatura. Experien­
cias de la vida, y más cuando se ha cruzado la Cor­
dillera Andina — totalmente cubierta de nieve— en
un confortable reactor.
Esperan al Capellán. Es un millar de personas
que la Navidad anterior no gozó de la compañía
del sacerdote. Se sienten alegres con mi presencia.
De los primeros en saludar, una pareja de "polo­
los" — novios— . Rebosan de dicha; por fin pueden
hacer la ceremonia religiosa de su matrimonio: él
es de la Iglesia Evangélica y ella es Católica; dos
grandes personas por la honradez de sus vidas.
Preparación de boda. Bautismo y Primeras Co­
muniones; asistencia a ensayos de "Nacimiento vivo
visitas al hospital. Por cierto, que en él se
encuentra — con dolencias renales por haber hecho
esfuerzos superiores a sus posibilidades con motivo
de un incendio— una Profesora de Enseñanza Bá­
sica, doña Cristina Romero de Cárcamo, vocación
auténtica de madre y maestra; ella sola, y en zona
aislada, lleva una escuela de 40 alumnos y un in­
ternado de 10 niños y 2 niñas provenientes de
asentamientos" lejanos. Su vida es todo un capi­
tulo de Historia de la Educación Cristiana.
En el poblado se goza de clima agradable — en­
tre los 5 V 15 grados— . El sol madruga demasiado
y es perezoso en acuitarse. La nubosidad es abun­
dante. pero hay luz natural desde las cuatro y me­
dia de ¡a mañana hasta casi las doce de la noche.
¡Cómo se aprovecha el "divino Febo” y cómo lue­
go en invierno — vuestro caluroso estío— apenas
se advierte su presencia!
La "Misa del Gallo” es el gran acontecimiento.
La Capilla, sencilla y elegante, como grácil gacela

lA MAS AUSTRAL DEL MUNDO

PUNTA
ARENAS
(Chile):
Los alumnos
del colegio
salesiano
hacen
sus recreos
resbalando
y patinando
en este lago
helado.

y a estilo de las Capillas alpinas, tiene capacidad
para unas 300 personas. Se llena y bien.
La "‘acción litúrgica” es compleja. La "Liturgia
de la Palabra” se desarrolla, convenientemente am­
bientados por un locutor, en el marco de cinco
"CUADROS DE l^ACIM IENTO V IV O ”: LA
ANUNCIACIOII. después del Saludo del Cele­
brante; EL SUEÑO DE JOSE dentro del acto pe­
nitencial; EL NAC IM IEN TO Y AD ORACIO N
DE LOS PASTORES en sustitución del Gloria y
con cantos de villancicos; LA AD O RACIO N DE
LOS MAGOS, coronada con lindo villancico, y a
continuación de la Oración; Lecturas y Homilía.
Y enlazando la "Liturgia de la Palabra” con la "Li­
turgia de la Eucaristía” el Bautismo de una linda
"guaguita” — entiéndase niña— . Lo demás, fiel li­
turgia romana con cantos, recuerdo sentido de los
ausentes — todos los participantes somos desplaza­
dos en misión de servicio— y UN CENTENAR
DE COMUNIONES. ¡Qué alegría, lectores de to­
das las edades, y qué paz en esta Noche Buena, ofre­
ciendo el pan y el vino de "acción de gracias” y

'
f
.

:

■ '-

i

"de salvación" en estas latitudes sobre patena y cá­
liz donación paterna de Paulo V I "a sus amados
hijos de Puerto Williams que forman la Comunidad
Católica más austral del mundo, como signo de
unión en la caridad de Cristo”.
Una Noche Buena de imborrables recuerdos por
el respeto, la devoción y el profundo sentimiento
familiar dentro de un sereno marco de alegría. Mil
gracias a la familia del señor Mantellero, Capitán
de Corbeta, por su acogida en la cena familiar de
Navidad. De verdad — me decía yo mismo— el
Señor pide mucho; pero su generosidad es sin lími­
tes.
Qué optimismo siente uno cuando sabe que de­
trás vienen jóvenes dispuestos a darlo lodo en aras
del servicio a los demás. Es el mensaje navideño:
" ...y paz en la tierra al hombre que ama el Señor".
En Puerto Williams se da el calafate y quien lo
come — es el sentir de aquí— vuelve otra vez. Lo
he comido en abundancia y con gusto.
TEODORO NIETO
— 27

C O O P E R A C IO N SALESIA NA
Y TERCER M U N D O

ANZUELOS: ¿QUIEN PICA?
he hablado alguna vez de los Makús; de
^ ^ e s a tribu esparcida a lo largo del rio Tiquié,
uno de los muchos afluentes del famoso rio Negro.
En las orillas de ambos ríos los salesianos vienen
trabajando desde hace más de cincuenta años, logran­
do muchos éxitos en la evagelización y promoción
humana de los indios.
Hace muy poco la acción misionera salesiana se ha
extendido a una tribu nueva, reducida en individuos,
unos 17.000 en total, pero que merecen la mayor
compasión y atención por sus características, pues
al tiempo que los Makús se distinguen por su índole
buena y afectuosa, por sus condiciones de servicialidad y disposición, son los más míseros de la selva
del río Negro. Su pobreza es extraordinaria, despre­
ciados por las demás tribus que los obligan a trabajar
para ellas en las faenas más pesadas, están reduci­
dos a una esclavitud práctica que les priva de poder
dedicarse a su bienestar, relativo bienestar se com­
prende. Incluso llegan a venderlos a los blancos como
trabajadores.
Resultado de todo ello es que los Makús viven
depauperados, sujetos a mil enfermedades, especial­
mente tuberculosis, tracoma, disenterías, enfermeda­
des de la piel, anemias... La mortandad infantil es es­
pantosa.
Gracias a Dios los salesianos están dispuestos a
redimir a estos pobres indios, a salvar a sus hijos e
introducirles por los caminos de la cultura y de la
religión cristiana.
La fortuna de redimir a estos Makús le ha corres­
pondido al padre Alfonso Casasnovas, español. Y de­
cimos fortuna, porque su empresa es digna de gastar
una vida en ella; además asequible, queremos decir
que puede llevarse a cabo, porque no son muchos los
indios y porque se hallan en las mejores disposicio­
nes.
El hecho de que un blanco, un misionero, se haya
preocupado por ellos y les preste atención y los
aprecie, y les hable y se esté con ellos días y días,
caminando por la selva, les ha levantado el ánimo y
ya no se hallan solos.
El padre Casasnovas se ha formado su plan y ha
comenzado a ponerlo en práctica. En él se atiende a
los pobres indios en todo aspecto: Primero quiere
darles de comer o mejor proporcionarles los medios
para que ellos puedan sacar de la selva y de los r"os
la caza y la pesca que abunda, pero que ellos no pue­
den cazar en la medida necesaria. La solución la pone
28



Como una bandada de pajarillos, vestidos los de la
fila delantera para la soimne ocasión de la fotografía,
estos Indiecitos Makús os contemplan: unos os son­
ríen, otros os miran con seriedad. Miradlos a vuestra
vez y pensad que el que estos niños vean su vida líbre
de enfermedades, que lleguen a cristianos y no caígan
en la esclavitud depende quizás de vuestro corazón.

el Padre en dotar a todos los indios de los anzuelos
necesarios para la pesca; quiere que cada uno tenga
sus anzuelos y cada familia su escopeta. De esta ma­
nera habrá carne y pescado para todos y todos ten­
drán ocupación.
Luego piensa en su salud: Montar un ambulatorio
para curarles, para darles las medicinas necesarias.
Comidos y curados la mortandad infantil menguará
hasta desaparecer. Para los actuales niños quiere po­
ner una escuela en la que vayan conociendo la reli­
gión y viviéndola y aprendiendo las nociones nece­
sarias para tratar con los blancos y asemejarse a ellos.
El padre Casasnovas, cuando hablaba de los an­
zuelos, del ambulatorio, de las medicinas para sus
pobres amigos los makús, de los niños tan sencillos
y dóciles, vibraba como si acariciara un proyecto que
dentro de quince o veinte años podría ser una reali­
dad hermosa, una de esas realidades que ha produ­
cido tantas veces la Iglesia a lo largo del mundo por
medio de sus misioneros.
Pues bien, queridos lectores de BOLETIN SALESIANO, a esta empresa que ya ha comenzado, a la
que habéis empezado ya ha contribuir (pues como
sabéis, en nombre vuestro, el padre Casasnovas ha

DONATIVOS PARA COOPERACION SALESIANA
Y TERCER MUNDO
(Continuación de diciembre 1972)

El padre Casasnovas rodeado de jóvenes makús. En su
mente y su corazón bullen mil proyectos y esperanzas
para redimir a sus padres y encauzarles a ellos por
caminos de bienestar y de paz, dentro de lo que la
selva consciente a los que se hunden en ella.

recibido ya un microscopio, unos quince kilos de me­
dicinas y mil dólares), os invito hoy de nuevo. Podéis
hacer muchas cosas: por ejemplo, pasaros por una
tienda de deportes, preguntad cuanto vale un juego
de cinco o seis anzuelos con su sedal y enviad a
Cooperación Salesiana y Tercer mundo no los an­
zuelos sino su equivalente; si os animáis mucho pre­
guntad cuanto vale una escopeta y haced lo mismo
(no nos mandéis la escopeta, pues la exportación de
armas está prohibida). Y sinó entrad en una farma­
cia, preguntad lo que vale una caja de P. A. S. o de
otra medicina para los tuberculosos y mandadnos su
importe que el padre Casasnovas lo convertirá en
Manaus, en medicinas, anzuelos, escopetas, ladrillos
para el ambulatorio, etc.
Ya desde ahora, en nombre del padre Alfonso Ca­
sasnovas, muchas gracias.
JAVIER RUBIO
Delegado N. de Cooperadores

Envié sus
donativos a

M ag. M5 A yuso. D ol. B e rtr á n , Coiu’opolón Caatlln», IV'p ita N a v a rro , E u g e n io R om ero, M ercodoa K iuíquo», P a ­
q u ita C aodo, J u l i a C aggero, G e ra rd o dol Ca*, H afaol E s ­
p ejo . M a ría T e re s a C asuso. A m p aro Mom^ndoa. .Iiiium Klont,
M a rtín S e g u ra , A n d ré s S ánchex, B tisllio L u m b ro rn s, A ntonio
M a rtín ez, A lfonso G onzález, G re g o rio K rnnoln, H lld a Éor r e r , R a q u e l P re n d e s , M anuel S olá, J a v ie r K erro r, V nlonltn
M en d izáb al. S a r a R o d ríg u e z , A le ja n d rin a N ovot, A m broain
J u s to , C o o p e rad o res E stre c h o , J u a n L ópez, J e a ó s M arín
L e te , M. M o raled a, C oncepción A m ores, A ntonio H e rn á n ­
dez, J o s é 1. G o ro stiza, A d elaid a C idonclm , J o a q u ín G u a r­
d ia, E m ilia F e rn á n d e z , A m p aro L ópez, C onsuelo Caaa.s, V i­
c e n ta F ra tic h , G a b in a Góm ez. A n g u s tia s Muftoz, M anuel
D aim iel. P i l a r S án ch ez, J.A . y P .S ,. J .L . M a rtín ez, C a r­
m en V iñ as. E n riq u e de O cerín. G ild a Q aleerán , C arm en
Seco. V ic to r R ouvior. M a rtin M erino. R ic a rd o M enor, Kdí
R o d ríg u e z , E s te fa n ía H e rn á n d e z , F e lis a E rr o , V alerian o
C a b a llin a s. A n g eles R in có n , J u a n V ullot, M a ry L ozano.
A racell D om ínguez, F . R o d ríg u e z , C arm en G ínu'nez, M ar­
celo G arcía. lo la r L csaca , E n riq u e P é re z , M a ría P ila r D o­
m ín g u ez, R a fa e l D iez, M a tía s G arcía, A na G a rría , P . Gó­
m ez. B a u tis ta F e rn á n d e z , C onsuelo A rrc g u l, M aría M a rtí­
nez. M a ría A lm ira ll, M anuela V árela, L u is a B ravo. M a­
n u el R o q u e ro , J u a n L . L illo, E n c a rn a c ió n T ra b a ló n , M aría
P re ced o , J u a n a Ocón, M a ru ja C onde, F a m ilia G alv ad á, C.
G onzález, C ira A rrib a s , F lo re n c io H e rn á n d e z , M ercedes R o ­
m eo. J u a n M oya, C o n c h ita P o rto lé s , F e rn a n d o R o b les. J o s é
F e rn á n d e z , C a sim iro S ánchez, M a ría C alila, V icto ria G a r­
cía. J o s e f a G a rc ía , M anuel G arcía, F e lip e Z abalo, S u sa n a
E liza ld e , P i l a r V adillo, A dolfo V ázquez, A n to n io Ig le sia s,
P i l a r G onzález. M a ría Irio n d o , A r ra te F u ru n d a re n a , C la­
r a A lonso, E n riq u e ta R o y , P a c ie n c ia M allada, C elestino
H e rn á n d e z . M a ría L u is a E scu d ero . L u z L in a re s , F r a n ­
c is c a C a b alle ro , M a rg a rita R am o s, Isa b e l N icolás. C a ta ­
lin a B e rn a l, M a ría C ortés, A n to n ia S ánchez. M aría G on­
zález. M ercedes R o d ríg u e z , P ú a P érez, L olo V lllalón, So­
c o rro Q u in ta s, S a r a y M ilag ro s Q u in ta s, IH irlflcación
B e re n g u e r, M a n u ela G arcía, S a n to s F . Calvo, A nselm o C.
S oto. E m ilia L ópez, L o ren zo M até, C a rm in a D om ínguez.
P e d r o R o d ríg u e z , L eó n B lanco, S a lv a d o r S áez. P a tro c in io
C a rra sc o , J e s ú s P la n e llo , S a n tia g o R o d ríg u e z , M a ría M ar­
tín e z . E n c a m a c ió n d el R e y . E s te b a n CorraU A g u s tín Olmo.
M iguel V illa re a l, J o s é M a ría A g u irre , S a r a A lonso, M ary
L e d e sm a . T eo d o ro M a rtín , A n a M a ría G avilán, V da. de J u a n
A cu ñ as. A n tonio R a m o s, J u a n a S a n R o m án . L u is a C ienfuegos, J u a n L ópez, D . L ópez, A n g eles R o jo , A lfonso F ie rro .
M a ría B a rv e r, S a lv a d o r B e re n g u e r, N ieves P ic h e r, I*urn
P é re z . F . J . J . A lonso, J o s é F o n b u e n a , A n to n ia Cobo. M aría
C. R u iz. C a rm en R u iz, C o n c h ita S olana. P a q u ita R ocha.
A n g eles M a rtín ez, J o s é M a ría M a rtín ez. F e r n a n d o L orenzo,
M a ría J á u r e g u i, S a tu rn in o A n d rés, L u z D iv in a. M a rta So­
m oza. S ra . M éndez, F é lix y M. A m or, P e p ita R o d e ro , Rocare d o P érez, A m alia C a rre te ro . L ucí R o d e ro . N ic a n o r G onzá­
lez. V icen te P é re z . P ila r V era. A na M a ría T e jo rin a , R o ­
s a lía E ste b á ñ e z , A n g ela G arcía. G u illerm o Y ánez, J o s e fa
A ria s. C a rm en S a lle n l, R o salía G ulllnm ot. P i l a r L ópez. I s i­
d r o F 'crn én d ez, R ic a rd o R o d ríg u e z , C onsuelo d e la T o rre .
F ra n c is c o P o sso . P e d ro M a rtín ez, C a rm en A guado, C olodoald a P a n la g u a , M a ría e Isa b e l G onzález, C. Viel, J u a q u ín
D . R a b a g o . V icto ria M arcó, L u tla n a L u cas. M a ría C.G. de
C a stelló n , R o s a rlo de H iirgos, F ra n e isc o M orillo, A n to n ia
S án ch ez. V icen te S n n ta n a . F ra n c is c a S a u e lla . N a ta lio G onzá­
lez. D o m lclan o V lllav crd e. N a tiv id a d S a n tia g o . J u a n P érez.
A n selm a V adillo, Isa b e l R o d ríg u e z , C elsa M fguez. Jo s é
F ra n c é s , C elso T a rín , P e d ro A paricio, H ip ó lito P a s to r , F.
Iz q u ie rd o . M anuel de A n ta. J o s é M a ría V e rá ste g u i. M aría
S e rra n o . J u a q u ín F a n d o s, J u a n F e rra n d o . C o n c h ita B ravo.
D o lo res R a m írez, M. C arm en A s tru g a . T o n a S o ler. J o s é
M a ría F o lch . J o s é C a b rerizo . C ecilia H e rn á n d e z . P e d ro
M a rtín e z . M a riía Iv a rs , P a b lo M ontero. P a q u ita S an to s.
P e d ro G ó m ara, J u a q u in a P 'lores. J o s e f a F lo re a . J o s é M a­
r í a G u tié rre z . D e m e trio H oyuela, P a sc u a l B o ltá , P i l a r L ar ra o n a y B eg o ñ a M erino. A n to n ia B ila n g e líu . C am en L ago.
M ilag ro s P é re z , S a n tia g o A b ad ía. J u a n G om lla. J o s e f a C ata r n ia . J u s t o G onzález, J u a n C a rp in te ro . D o ro te a C elaizáb al.
M ateo Ja u m e . A n tonio T a lta v u ll. A n to n io F lo rít. C lem en tln a
de V ega. C o o p e rad o res d e H ipoll, C o o p e rad o res de Barc.e]on a . de A lloriz, F e r n a n d o T o rre s . A m alia V da U ría rte . Jo s é
M a rtín . I s a u r a M a rtín ez. F lo re n cio C ano. J o s é A. M a rtes,
C o o p e rad o res d e B ilbao.
fC o titin u a rá J

Cooperación Salesiana y T ercer Mundo
Alcalá, 164

-

M a d rld -2 8
— 29

NUESTRA
Badajoz.— Mi hija Inmaculada ca­
yó de una altura de unos seis me­
tros produciéndose una fractura de
cráneo con hemorragia interna y
afectándole también al oído inter­
no, sufriendo además fractura de
fémur. El pronóstico fue muy grave
y los médicos aseguraron que, de
salir con vida, le quedaría defecto.
Recurrimos a la Santísima Virgen
y comenzó a mejorar inmediata­
mente. Hoy se encuentra en casa
perfectamente y sin defecto algu­
no. Agradecemos públicamente es­
te favor. N. N.
Barromán (Avila).— Sufriendo mi
esposa con frecuencia fuertes có­
licos hepáticos que la ponían en
grave estado, decidimos, a peti­
ción suya, operarla, poniéndonos en
las manos de Dios. Con toda con­
fianza, encomendamos el caso a
María Auxiliadora.
La operación, aunque difícil y la­
boriosa, como la calificó el ciru­
jano, resultó lo mejor que se po­
día esperar. A las 24 horas de la
operación estaba fuera de peligro.
Lo mismo, el periodo de convale­
cencia fue rápido. Agradecemos es­
te favor y cumplo mi promesa de
hacerlo público én e! BOLETIN SALESIANO y de enviar una limosna.
Eutiquio Sáez.
MARIA AUXILIADORA
RESUELVE MIS PROBLEMAS

DAN GRACIAS
Y ENVIAN UNA LIMOSNA
P. C., de Allariz; Milagros Garda
Guindal, de Cádiz; un Cooperador,
de León, por varios favores; Jose­
fa Guerra Munguia. de Telde (Las
Palmas); Irene Muñoz, de Candela­
rio; Pilar Patiño, de N. N., envia
una limosna para las misiones de
Vyasarpadi; Doña Sebastiana, Viu­
da de J. Mariscal, de Horcajo de
Santiago (Cuencia); Jesús María
Múgica, de San Sebastián; José
Rodríguez Ruiz, de Santúcar la Ma­
yor (Sevilla); N. P.. de Orense; Ma­
ría Bragado, de Bilbao; M. Vitloria,
de Salamanca; Josefa Garmendía,
de Azcoitia, entrega una limosna
por las vocaciones salesianas: T.
D. R.. de Madrid, por un favor re­
cibido.

30 —

Valencia.— Sentía unas molestias
en el pecho y acudí al médico. Me
examinó y me dijo que había que
quiste. Mi disgusto fue muy grande,
pues, si me operaba no podría ren­
dir unos exámenes para conseguir
en propiedad la plaza donde traba­
jo. AI llegar a casa, tomé la estam­
pa de María Auxiliadora y la incoqué con todo fervor; hice la Nove­
na y me sentí muy animada. Expuse
mis ansiedades a la señora Inspec­
tora y ella me dijo que pusiera el
asunto en manos de la Virgen y al
mismo tiempo me mandó un cua­
dro de María Auxiliadora.
De la operación ya estoy resta­
blecida y gracias a la protección
de tan bondadosa Madre, gozo de
la plaza en propiedad.
Mando una pequeña limosna pa­
ra las Misiones Salesianas. Carmen
Lisart.
Villajoyosa (Alicante).— El pasado
día 10 de diciembre, mi hijito, Vi­
cente, de cuatro años, por efecto
del instinto de travesura, propia de
su edad, tuvo la desgracia de caer­
se de una altura como de un primer
piso, sufriendo una tremenda frac-

A MARIA AUXILIADO RA|
tura de cráneo y con todos los sín­
tomas de haber muerto en el acto.
Lo trasladamos urgentemente a
una clínica cercana, donde fue ob­
jeto de un adecuado tratamiento
de reanimación, que tardó más de
media hora en ser un hecho. Pero
estuvo unos dos días completa­
mente inconsciente. Aun así, la gra­
vedad era calificada de extrema,
por lo que mi aflicción de madre
no es para descrita. Yo le veía de­
batirse entre la vida y la muerte,
y las impresiones de los médicos
— que ponían a contribución todos
sus mejores esfuerzos— no eran
nada optimistas.
En medio de m¡ desolación y si­
guiendo una moción de fe profun­
da, se me ocurrió colocar en la
zona contusionada una estampa de
María Auxiliadora. La mejoría se
puso en evidencia en seguida, y
— a estas horas, pues no ha pasa­
do más que mes y medio— mi hijo
está completamente bien y como si
no le hubiera ocurrido nada. Na­
die — ni los médicos y personal
sanitario— sabe explicarse este
prodigio de recuperación, que yo
atribuyo, a la poderosa intercesión
de María Auxiliadora. Teresa Lledó.
Campello (Alicante).— Ibamos, el
21 de abril del año pasado, en un
coche, cuando nos sobrevino un
fatal accidente. Trasladados urgen­
temente a la Clínica Vistahermosa,
a ellos se les apreciaron algunas
heridas leves; pero, para mí, las con­
secuencias fueron extremadamente
graves. Doce costillas rotas, magu­
llamiento general, total desfigura­
ción facial y peligrosas lesiones en
toda la región craneana, con un
prolongadísimo estado de coma.
Al mismo tiempo que se ponían
en juego los más modernos inten­
tos de reanimación, mis familiares
y amigos imploraban a María Auxi­
liadora la difícil solución de mi
desesperado caso. Al mes siguien­
te, se celebró la Novena en la Igle­
sia Parraquial y en el Seminado,
y todos ofrecieron generosamente
sus plegarias para arrancar este
auténtico milagro de la Virgen Salesiana.
La gravedad persistía, pero — a
los dos meses del suceso— comen­
cé a abrir poco a poco los ojos y
a recobrar la audición y el movi­
miento de algunos otros músculos.

GRATITUD
i|Y a s a n

JUAN SOSCO

Al mes siguiente, salí ya de mi
inconsciencia, confirmándose el va­
lor de las oraciones que se hablan
hecho por mí.
He permanecido posteriormente
varios meses en un centro de re­
cuperación de Valencia, pero — des­
de medianos de octubre, seis meses
después del accidente— ya he sa­
lido de mi estado de absoluta pos­
tración y puedo andar con bastante
normalidad.
Han de pasar aún varios meses
para mi total recuperación; pero
todos ios que me rodean — inclui­
dos los médicos— no aciertan a
explicarse una mejoría semejante.
María Auxiliadora por haber oído
las peticiones que por mí se hicie­
ron a lo largo de muchas sema­
nas. Ojalá acudan a Ella todos los
que se encuentren en una necesidad
tan extrema como la mía. José
Luis Soler Pastor.
GRACIAS
A MARIA AUXILIADORA
Cabreros del Río (León).— Por
muchas gracias obtenidas de María
Auxiliadora y en particular una muy
importante, envío una limosna en
acción de gracias. Conchita Teje­
dor.
Salamanca.— Con ocasión del na­
cimiento de mí quinto hijo estuve
en estado grave. Me encomendé
a María Auxiliadora con todo el fer­
vor y confianza, y Ella acudió en
mi auxilio pues me encuentro bien.
Por este y otros favores recibidos
envío una limosna y deseo se pu­
blique en el BOLETIN SALESIANO. M. U.
Salamanca.— En acción de gra­
cias a María Auxiliadora por varios
favores recibidos envío una limosfavores recibidos envío una limos­
na para las Obras Salesianas. C. B.
Bilbao.— Muy agradecida a María
Auxiliadora por un favor recibido
por su intercesión en que me salvó
la vida, lo publico gustosa en el BO­
LETIN SALESIANO y entrego una
limosna para su culto y las Voca­
ciones Salesianas. María del Car­
men del Río Dueñas.
OTROS CORAZONES
AGRADECIDOS
Barcelona.— Por la protección de
la Virgen en los exámenes de mis

hijos envío una limosna de agra­
decimiento, por las vocaciones sa­
lesianas. Ana Nadal.

Vigo.— Agradecida por un lavor
de Santo Domingo Savlo, envío la
limosna prometida. E. Alonso.

Astudillo.— Doy gracias a María
Auxiliadora por haberme sacado
sano y salvo de un accidente de
circulación y por otros favores. Ru­
fino Plaza Calleja.

Vigo.— Envío una limosna de
agradecimiento a Santo Domingo
Savio para que siga protegiendo
a nuestro hijito. T. Vázquez de
Araujo.

Milla de Tera (Zamora).— Doy
gracias a María Auxiliadora y a su
Apóstol San Juan Bosco por el
feliz éxito de la difícil operación
que sufrió mi padre. Agradecida
por tan gran favor, mando una li­
mosna para el Tercer Mundo. As­
censión Vega.

Azcoltia.— Agradecido al Beato
Miguel Rúa por un favor recibido
por su intercesión, entrega gusto­
so una limosna por les vocaciones
salesianas. Víctor Eguido.

Llaranes - Avilés.— Por obtención
de unos favores con respecto a
unos asuntos económicos y familia­
res, doy públicas gracias a tan bue­
na Madre, y envío una limosna. F. G.
Veguellina (León).— Doy gracias y
envío una limosna por la protección
de la Virgen en mi enfermedad y en
la de mi hija. Maruja Fuertes Vega.
Garcihemández.— Por una gracia
de María Auxiliadora, envío agrade­
cida una limosna. Esmeralda He­
rrera.
La Línea.— Un hermano mío se
encontraba gravísimo y necesitaba
una operación, cosa que no se atre­
vían a realizar los médicos por su
estado. Pedimos ayuda a la Virgen
y todo salió bien, recuperándose
pronto. Agradezco asimismo la in­
finidad de favores obtenidos de Ma­
ría Auxiliadora y mi familia y yo
enviamos un donativo. Luisa López
Carmona.
Sevilla.— Habiéndose visto muy
enferma y sin dar los módicos con
lo que tenía, acudí a María Auxilia­
dora. Hoy me encuentro mejor.
Agradecida, lo publico en el BO­
LETIN SALESIANO. Antonia Rome­
ro Moreno.
Agudo (Ciudad Real).— Tenia un
asunto que iba complicándose ca­
da vez más. Acudí a María Auxi­
liadora ofreciendo una limosna pa­
ra que el caso no se solucionara
judicialmente. Como todo se ha so­
lucionado con rapidez, doy gracias
y envío la limosna prometida. Bru­
no Fernández.
Córdoba.— Llevaba muchos dias
en cama sin poder moverse a cau­
sa de un fuerte reuma. Me puse el
escapulario de Santo Domingo Savk) y, a los pocos días desapare­
cieron los dolores. Doy gracias y
entrego una limosna. Isabel Mitfán.

FUERON

A

LA

CASA

DEL

PADRE

dote y compañero; fue un ejemplo práctico de fra­
ternidad en la fe sacerdotal y la fe cristiana del falle­
cido.
Fue conmovedor el paso de tantos y tantos por la
casa del difunto así como el recogimiento y serena
paz en la misa concelebrada y en el entierro. Se pal­
paba la fe de unas gentes sencillas que sienten al
unísono estas circunstancias como algo propio.

Don
Magín Gil Juan Duarry Serna
Sanmamed
Pasó a la Casa del Padre el 12 de enero de 1973
en Albavidés (Orense) a los ochenta y dos años, ha­
biendo sido preparado a morir por su hijo sacerdote
y párroco de dicho pueblo.
Nació en Piñeira Seca (Orense). De su cristianlsirno
matrimonio nacieron 12 hijos. El ejemplo de las vir­
tudes paternas: su laboriosidad, sacrificio, piedad, ca­
ridad hacia el prójimo, humildad de vida y tantas
otras, fue capaz de merecer ante el Señor múltiples
beneficios, en especial, el que brotaran del hogar,
caliente por el amor de los esposos, seis hijos, que
se han consagrado al Señor:
Dos sacerdotes, Jaime, párroco, y Angel, Hermano
de San Juan de Dios.
Dos religiosas Siervas de María, Dolores e Irene
(fallecida al comienzo de su vida religiosa).
Dos Salesianos, María Licia y Eladio.
Ejemplo y estírnulo para tantas familias cristianas.
Destacan en la vida de este buen padre, sobre to­
do la caridad inmensa hacia todo Aquél que lo viera
en necesidad o viniera a pedirle ayuda o consejo;
esposo entregado en una unión perfecta a su esposa,
padre que se desvivió por todos sus hijos; generoso
con ei Señor como se fia dicho arriba, según declara­
ción de alguno de sus hijos, llegado el momento opor­
tuno invitaba a cada uno de ellos a darse al Señor
si se encontraba con fuerza, estando dispuesto a ofre­
cer a todos con una confianza plena en la Divina Pro­
videncia.
Su esposa se encuentra postrada en cama desde
hace catorce años. Apenas se ha dado cuenta de la
partida de su marido. Don Magín, en comunicación In­
tima a uno de los hijos, le manifestó que él se en­
contraba enfermo, a causa de una petición, hecha al
Señor, para imitar y acompañar a su esposa en el
dolor. Vivió junto a ella en las alegrías y en el dolor.
Manifestación de una auténtica vida de caridad cris­
tiana fue la jornada de los funerales y entierro. Acudió
gente de toda la comarca. Uno de los Salesianos que
vivió estos momentos pudo contar hasta cuarenta sa­
cerdotes que celosos y cordiales hicieron fraternal
compañía a los familiares, en especial al hijo sacer­

32 —

El día 14 de enero, a los setenta y siete años de
edad, entregaba su alma al Señor, este ilustre Anti­
guo Alumno del Colegio de Mataró y gran bienhechor
de la Inspectoría de Barcelona.
Nos unimos al natural pesar de su esposa doña
Francisca Sorrón y de sus hijos y nietos.
El señor Duarry fue un hombre de excepción para
los inventos y la realización de empresas. Pero, sobre
todo para practicar la caridad evangélica.
No tenía límite en la administración de empieados
para su fábrica: le bastaba conocer una necesidad
para crear un puesto de trabajo.
Ayudaba a todos. Pero distinguía en su amor a las
Casas Salesianas de Formación y a ios Centros de
Apostolado Social. Creó varias becas sacerdotales sa­
lesianas. Proveyó, en ocasiones, de calzado o todos
los seminaristas de la Inspectoría. Regaló vacas le­
cheras en momentos de hambre.
Duarry tenía siempre abierta la cartera para manos
medicantes...
Aprendió de su madre — él mismo lo decía— y se
reafirmó en el Colegio a amar a la Virgen Santísima.
En sus últimos años fundió todos los títulos de sus
devociones en el de “MADRE DE LA ALEGRIA”
A Ella dedicó una hermosa Capilia en su finca de
Premiá (Barcelona). En su mística soledad pasaba los
mejores ratos de sus escasas vacaciones, envuelto en
el silencio de la oración y de las melodías de los Go­
zos que él mismo compuso en su honor e hizo grabar
en discos.
Seis meses de enfermedad acabaron con su robus­
ta salud. La Santísima Virgen, Don Bosco, Don Rúa, a
quienes se encomendaba, no le alcanzaron la salud
pretendida; pero sí una gran tranquilidad de espíritu
y una entrega generosa a la voluntad del Señor. E.P.D.

Sor Rosario de S. Antonio
En Sevilla el pasado 16 de enero, a los 70 años de
edad y 31 de profesión religiosa. Pasó en el Converv
to de San Leandro de Sevilla muchos años de enfer­
medad llevada con gran alegría cristiana. Fue atendida
en sus últimos momentos por un sacerdote salesiano.
Sentía gran devoción a María Auxiliadora y era entu­
siasta de todo lo salesiano.

OBRA VOCACIONAL
DE LOS COOPERADORES SALESIANOS
A fin de ayudar al sostenimiento de las voca*
dones salesianas, los Cooperadores Salesianos
promueven la PIA OBRA E>EL SAGRADO CORA­
ZON, instituida con la aprobación del Papa León
XIII, por el propio San Juan Bosco, con dicha
finalidad.
La Pía Obra celebra todos los días perpetua­
mente en la basílica del Sagrado Corazón de
Roma, 6 misas a intención de cuantos se ins­
criben en ella.
INSCRIPCION;
1.— Puede inscribirse uno a sí mismo y a otras
personas, vivas o difuntas, por las que
quiere pedir o sufragar.
2.— La inscripción, que es nominal, se efectúa
previa aportación, por una sola vez, de una
limosna equivalente al estipendio de una
misa en la propia diócesis.
3.— La inscripción se acredita con una cédula
en la que consta nombre y apellidos de la
persona inscrita, por lo que se ruega clari­
dad al enviar dichos datos.
Para la inscripción diríjase a:
Obra Vocacional Cooperadores Salesianos
Afcalá, 164 • Madrid 28.

Beato Don MIGUEL RUA
El pasado 29 de octubre, Pablo VI beatificó al
primer sucesor de S. Juan Bosco, D. Miguel Rúa.
A cuantos deseen conocer la personalidad de
esta gran figura salesiana ofrecemos;
1.— DON MIGUEL RUA, de Agustín Airffray.

t

Central Catequística Salesiana.-Madrid, 1957
381 págs. 0 16 X 22.50 0
Precio: Rústica, 100 ptas. - Tela, 125 ptas.
Se trata de una biografía clásica con un bello
y ameno estilo literario.
2.— DON RUA. de Adolfo L'Arco.
Ediciones Don Basco. - Barcelona. 1971.
127 págs. 0 11 X 18.50 0
Precioso estudio moderno sobre la original
personalidad de! primer sucesor de Don Bosco.
Estupenda traducción española, con finas intui­
ciones psicológico-pastorales — Precio: 50 ptas.
3.— A MEDIAS CON DON BOSCO.
de Rafael Alfaro
Central Catequística Salesiana.-Madríd, 1972
Agil opúsculo, breve resumen de la vida del
nuevo beato. Se lee rápidamente en el auto­
bús. en el ascensor. Precio: 15 ptas.
Pedidos; Alcalá, 164.

Madrid - 28

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‘^DUCACIÓri^ TARA

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Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1973