BS_1973_04

Ficha

Título
BS_1973_04
Descripción
Boletín Salesiano. Abril 1973
Fecha
1973.04
extracted text
CON LOS
CERROJOS

ECHADOS

Después de la velada familiar
en la que todos escucharon al
Me dice Juanito que la primave­
Santo, Don Bosco se retiró a su
ra es como el resucitar de la na­
alcoba.
turaleza. Vaya que sí, que tiene
Había que ver a la mañana si­
razón. Basta fijarnos en los árbo­
guiente
la solicitud de la familia
les. En invierno parece que son pu­
para no despertar a Don Bosco.
ro hueso; pero, anda, ahora em­
pieza un rebullir de retoños y en Todos hablaban en voz baja y an­
daban de puntillas. «{Cuidado, no
seguida tenemos ahí a la «verde
levantéis la voz y cerrad bien to­
humareda» de que nos habla An­
dos los tapaluces para que, al
tonio Machado en uno de sus poe­
menos un día, descanse Don Bos­
mas.
co lejos de su trabajo!»
La espiga de trigo le sirve a
Todos esperaban al santo en la
San Pablo para hablar de la resu­
sala
familiar para darle los bue­
rrección de los muertos. Y tam­
nos días y preguntarle si había
bién ai Señor. Mirad qué bonita
descansado bien, cuando, de re­
la expresión del Evangelio: «SI el
pente, llega una señora de la fa­
grano de trigo no muere, no habrá
milia hablando en voz alta;
fruto...»

—Vengo de ver a Don Bosco.
Bien; a Maruja, en cambio, le ha
Acaba
de celebrar la misa de seis
llamado más la atención en estos
en la capilla del Seminario.
días eso de que el Señor entrara
—No es posibie, ie respondie­
en una sala con las puertas cerra­
ron todos a una. Sí Don Bosco no
das. ¿Cómo puede explicarse? Pues
ha salido aún de su cuarto. Na­
muy fácil, ¿no sabes que los cuer­
pos resucitados gozan de las cua­ die (o ha visto salir.
—Además, dijo otro, todas las
lidades espirituales? Tienen la su­
puertas estaban cerradas; sólo las
tileza. la transparencia, la penetrabilldad, la agilidad del pensamien­ hemos abierto hace unos momen­
tos.
to... Como si fueran espíritus,
— Para salih, añadió otro, Don
igual. Tú sin embargo, no te las
Bosco tenía que pasar a la fuerza
des de muy espiritual no sea que
te rompas las narices contra la por esta habitación donde lo esta­
mos esperando para darle los bue­
pared. Y cuando salgáis todos de
nos días y pedirle su bendición...
casa, llevaos la llave de la puerta,
porque si os la olvidáis en casa,
—Sí, 'SÍ..., entonces ¿cómo ha
vais a tener que saltar por la tapia
salido?
o buscar una ganzúa...
—Es cierto .pensó otro, que la
Mirad, un día se encontraba Don
habitación tiene otra puerta que
Bosco en MIrabello. De allí era
comunica con la escalera del ve­
uno de los primeros salesianos,
cino, pero tiene el cerrojo bien
Don Francisco Provera. Por eso
echado y el candado con llave.
el santo, siempre que iba a la ciu­
Imposible abrir esa puerta, pues
dad.' se iba a charlar y a pasar un
siempre está herméticamente ce­
rato con el papá. También solía de­ rrada...
c ir que la familia Don Bosco y la
...Así, atónitos, ninguno se ex­
Provera eran una sola cosa. Pues
plicaba cómo había podido salir
bien, aquel día se encontró por la
Don Bosco de casa con las puer­
calle con Vicente, el hermano del
tas cerradas. ¿Habría saltado por
salesíano.
el balcón? Claro que Don Bosco
tenía buenas piernas y era hábil
—Don Bosco, le dijo, hoy tiene
prestidigitador... Pero eso de sal­
que venirse a dormir a mi casa.
Le esperamos todos.
tar por la ventana...
El caso es que nadie sabía ex­
—Bueno, si así lo queréis, asin­
plicarse el hecho. El santo se les
tió el santo.
Mis queridos amigos:

había ida como un espíritu, como
un pájaro...
Mari, ¿que dices a esto?, jVaya
usted a saber!, dirás... Más vale
que se lo hubieran preguntado a
Don Bosco y no nos hubiera de­
jado otro misterio más. Lo mismo
preciso yo.
Pero es hermoso saber que tam­
bién un día nuestros cuerpos po­
drán volar mucho más ligeros que
los mismísimos pájaros. Ya lo
veréis.
, Un abrazo de vuestro amigo,
PADRE RAFAEL

DON BOSCO
UNA PAGINA PARA LOS NiÑOS

Revista de la Obra de Don Bosco
AAo LXXXVn - N.o 4 - Abrít 1973

Director: RAFAEL ALFARO

LA PASCUA,
MUESTRA LIBERACION

Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalá. 164
Teléfono 255 20 00
MADRID-2 8
Depósito Legal; M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Atocha

EN ESTE NUMERO
Pág.
La Pascua, nuestra libe­
ración .........................
Orar no es sólo pedir ...
Si yo fuera Don Bosco...
Si yo fuera salesiano.
Por tierras de España y
Portugal .....................
Cuidáis plantas delicadas
Un colegio mayor uni­
versitario para Córdo­
ba ...............................
Panorama salesiano in­
ternacional ................
Por qué me hice sacer­
dote ............................
Trabajamos como quería
Don Bosco ...............
No se lo esperaba........
Gratitud a María Auxilia­
dora ............................
Fueron a la casa del Pa­
dre ..............................

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NUESTRA PORTADA
¡Cristo ha resucitado! ¡Alelu­
ya! La Resurrección del Se­
ñor es el anuncio de una vi­
da nueva, triunfadora del pe­
cado, del egoísmo, de la
muerte. Si somos los miem­
bros de Cristo, todos hemos
resucitado en El. ¡Aleluya!
Foto.— José l4iis Mena

Mi pascua hace su aparición todos los años. Es el Cristo que
'‘ p a sa ” y se entrega. P or su parte se cum ple plenam ente la finali­
d ad d e una auténtica liberación, porqu e Cristo no falla en su
misión. Y cada año realiza su liberación d e los m ales que me aque­
jan hoy, p orqu e Cristo es el libertador actual y d e nuestro tiem ­
po. N o es ningún personaje gastado qu e ya nada tiene qu e hacer
en este tiem po. E s el personaje tan com pleto y p erfecto qu e no
se qu eda atado a las coordenadas d e tiem po y espacio. Su virtud
radica en la plenitud d e su propia vida qu e engendra la capaci­
d ad liberadora d e los m ales qu e nacen y crecen con la hum ani­
dad.

¿DE QUE NOS LIBERA.-'
— d e la m uerte qu e m e aparta d e la vida
— d e m i pecad o qu e m e ata a m i propia indigencia y lim ita­
ción
— d e m i orgullo qu e m e reduce a la condición d e los hijos pri­
vados d el am or cristiano
— d e m i frialdad qu e m e im pide descubrir las herm osuras d e
am ar a Cristo en los herm anos
— d e m i vida sin fe , porqu e la busco en form as trasnochadas, ca­
ducas y faltas d e vida
— d e m i falta d e com prom iso cristiano, porqu e m e em peño en
dividir m i vida en dos sectores, religioso y profano
— d e m i p oca sensibilidad ante los “acontecim ientos”, en los
qu e se m e revela la volutad d el Padre
— d e m i escaso valor dad o a la vida d el '‘ herm an o”, porqu e se
m e antoja muy superficial y vacia
— d e m i am or al diálogo qu e m e priva d e la riqueza qu e trans­
m iten los dem ás
— d e m i apego al form ulism o qu e m e incapacita en el descu­
brim ien to d el verdadero am or cristiano
— d e m i falta d e capacidad en com prender aqu el m ensaje qu e
m e viene d e aqu éllos qu e no m e resultan “sim páticos”
— d e m i p o co entusiasm o ante la renovación qu e crea en m i el
“h om bre n u ev o”.

CON UNA CONDICION
Y es qu e nadie es liberado contra su voluntad. Se necesita
m i p ropia cooperación, pues aunque es verdad qu e la iniciativa
viene d e D ios, esta liberación no se Uevaria a cabo, si yo no acep­
tara ser liberado. E s la condición fácil, pero al m ism o tiem po
difícil, p u es el fa llo se pu ede dar en cualquier m om ento. Es m i
p ro p ia persona la qu e entra en ju eg o; y d e ahí el terrible inte­
rrogante. P ero tam bién encuentro esta consoladora realidad: Cris­
to qu iere m i liberación.


1

LA ALABANZA DE LAS HORAS

por JOSE ALDAZABAL

A la lectura de la Sagrada Escritura
debe acompañar la oración
para que se realice el diálogo
de Dios con el hombre. (DV).

Por desgracia, para muchos re­
zar es «pedir cosas a Dios», so­
bre todo en los momentos de
apuro o necesidad. O bien reci­
tar unas fórmulas aprendidas de
memoria. O dar gracias por los
favores recibidos.
Un cristiano que reza debería
dar mucha mayor profundidad y
riqueza a su plegaria. No es extra­
ño que en el momento actual exis­
ta el deseo de una oración con
mayor contenido y variedad.
Porque no sólo es oración el
pedir a Dios su protección y su
perdón, o el darle gracias por lo
que ha hecho a nuestro favor.
Además de estas dos modalida­
des, tan clásicas y nobles, existen
otras muchas formas de dirigirse
a Dios.
También «oramos»;
• cuando le alabamos por las
maravillas que ha hecho en la
creación o en la Historia de la
Salvación, gozándonos en ellas.
• y cuando meditamos, dedi­
cando tiempo a la contemplación
de estas obras de Dios, antiguas
y modernas,
• y cuando escuchamos su
Palabra, acogiéndola como dicha
para nosotros hoy y aquí,
• y cuando adoramos en si­
lencio al Dios presente en nues­
tras vidas,
• y cuando nos arrepentimos
de nuestro pecado.
• y cuando cantamos nuestra
lamentación por el mal que nos

A Dios hablamos cuando oramos
a Dios escuchamos
cuando leemos sus palabras. (DV).

agobia o el que vemos suceder a
nuestro alrededor,
• y cuando protestamos de­
nunciando ante Dios las situacio­
nes injustas de la humanidad.
• y cuando le ofrecemos nues­
tras fatigas y nuestra vida entera...
LA LITURGIA DE LAS HORAS:
VARIEDAD EN LA ORACION
Uno de los principales benefi­
cios que puede traer el que todos
los cristianos (y no sólo los sacer­
dotes y religiosos) se decídan a
rezar la Alabanza de las Horas,
es éste: podrán experimentar unos
modos de oración variados y mu­
cho más ricos.
Veamos, por ejemplo, la estruc­
tura de la oración matutina y ves­
pertina, Laudes y Vísperas:
a) Empiezan ambas con un
himno: un canto poético que da
color festivo a la oración, aludien­
do a las características de la fies­
ta o del tiempo litúrgico, o bien
al espíritu con que un cristiano
debe vivir la mañana o la tarde.
b) Sigue la salmodia, con tres
salmos o cánticos, que expresan,
también poéticamente, sentimien­
tos e ideas muy variadas:
a veces nos hacen gozamos por
ios acontecimientos felices de la
vida: otras, lamentamos por las
desgracias personales o comunita­
rias;
en unos salmos alabamos a Dios
por su grandeza y sus intervencio­

nes en nuestra historia, mientras
que en otros lanzamos impreca­
ciones contra los malvados que
crean en el mundo situaciones de
injusticia y opresión;
unos nos ayudan a meditar se­
renamente sobre la vida y sus
vaivenes, y otros están llenos de
expresiones de angustia y temor,
pidiendo a Dios que nos libre del
mal inminente;
en ocasiones su lenguaje es poé­
tico, suave, lleno de imágenes vi­
vas y expresivas, y en otras se
convierte en relato detallado de
los acontecimientos históricos, a
modo de recuerdo entrañable.
Así, la recitación o el canto de
los salmos es una oración riquí­
sima en matices, todos ellos pro­
fundamente humanos y expresivos
de los diversos sentimientos que
ante Dios podemos adoptar en me­
dio de las vicisitudes de nuestra
vida.
Son a la vez oración de alaban­
za y de acción de gracias, y de
protesta, y de lamentación, y de
relato histórico, y de petición...
El cántico evangélico (por la
mañana, cBendito sea el Señor»,
por la tarde cProclama mi alma»)
nos invita a alabar de nuevo a
Dios por su salvación, cumplida
en Cristo.
e) Y entonces nosotros res­
pondemos a la Palabra de Dios
con nuestras preces. Nos volve­
mos a El, confiadamente, pidiéndo­
le que lo que acabamos de escu­

char y cantar se cumpla para to­
dos, en este nuestro mundo de
hoy. Para ello presentamos las
intenciones más urgentes de la
humanidad y de la Iglesia (en
Vísperas) o bien le pedimos que
acoja nuestra jornada y nos ben­
diga en nuestro trabajo (en Lau­
des). Concluimos estas intencio­
nes con el rezo del Padrenuestro
y la oración final que recoge los
diversos sentimientos y peticio­
nes.
LA LITURGIA DE LAS HORAS,
EDUCADORA DE NUESTRA
ORACION
Así pues, el esquema de la
Oración matutina y vespertina po­
dría resumirse así:



Himno de entrada.
SALMODIA: canto o recita­
ción de tres salmos.
• LECTURA de la Palabra de
Dios, seguida de unos mo­
mentos de silencio.
• ORACION; intenciones. Pa­
drenuestro y oración conclu­
siva.
Siguiendo este esquema, vemos
que un cristiano que ora no sólo
pide a Dios su protección, sino que,
ante todo escucha su palabra sal­
vadora, meditando en la proyec­
ción que tiene sobre su vida, y
también e:^resa cantando o reci­
tando poéticamente sus sentimien­
tos más humanos, tanto de ala*


3

ORAR NO ES SOLO PEDIR
banza como de súplica o de alegría
o de protesta...
Esta forma de orar nos educa
constantemente a poner por de­
lante lo esencial, y no lo acciden­
tal. O sea. la iniciativa de Dios y
su plan de salvación, y no preci­
samente nuestras preocupaciones.
Lo «objetivo» antes de lo «subje­
tivo».
Nos educa a considerar como
ámbito de la oración no nuestra
pequeña historia particular, sino
la de toda la humanidad.
Nos acostumbra a centrar nues­
tros momentos de plegaria en la
escucha de la Palabra de Dios y
en su alabanza, antes de manifes­
tarle nuestras intenciones y nues­
tras necesidades o de comprome­
ternos a una acción concreta.
SABER ESCUCHAR
Creo que es útil insistir en una
dimensión poco frecuente en la
oración de los cristianos, y, sin
embargo, esencial: el «saber es­
cuchar».
La oración no tiene que ser un
«monólogo» nuestro en presencia
de Dios (con peticiones, alabanzas,
acciones de gracias...), sino un
«diálogo» en el que la primera pa­
labra la dice El. En nuestra ora­
ción debe tener un lugar privile­
giado la lectura de la Sagrada
Escritura, la Palabra revelada de
Dios.
En toda celebración cristiana,
sobre todo después de la reforma
promovida por el Concilio, es un

elemento fundamental la proclama­
ción de la Palabra. En la Eucaris­
tía y en todos los demás sacramen­
tos. No se pasa al «rito sacramen­
tal» (la comida eucarística o el
bautizo o el matrimonio...) sin an­
tes haber escuchado el anuncio de
lo que Dios tiene que decirnos.
Antes de hablar, escuchamos.
Antes de ofrecer, acogemos.
En la Liturgia de las Horas hay
un momento particularmente dedi­
cado a leer la Palabra de Dios y
a los Padres: la «Hora de Lectura»,
que cada día rezan los sacerdotes.
Pero también en la oración ma­
tutina o vespertina; no es lo prin­
cipal lo que «nosotros tenemos que
decir a Dios», por muy poético y
expresivo que sea. Sino lo que «El
tiene que decirnos a nosotros».
Nos hacemos discípulos suyos,
meditando en las riquezas del mis­
terio de Dios, o de Cristo, o en
las maravillas de la Historia de
la Salvación, donde Dios ha mos­
trado su sabiduría y su amor.
Nos hacemos oyentes, para po­
der acoger la Palabra auténtica,
la única que vale la pena y es en
verdad salvadora.
Orar es, ante todo, escuchar y
aceptar a Dios.
Por eso, tanto en la oración ce­
lebrada comunitariamente como en
la personal o familiar, no debe fal­
tar nunca la lectura de la Palabra
de Dios, acogiéndola con un «am­
biente» apropiado, creando a su
alrededor un clima de silencio, de
pausa y meditación.

Ahí es donde llegamos al momen­
to más denso de la oración cristia­
na: dejándonos invadir y ganar por
la Palabra de Dios, para que ilu­
mine con su luz nuestra vida en­
tera, hasta hacer coincidir nues­
tros criterios con los suyos, nues­
tros pensamientos con los suyos...
El Concilio en su Constitución
«Dei Verbum», sobre la revelación,
invitaba a todos los fieles cristia­
nos a conceder un lugar más emi­
nente importante en sus vidas a
la lectura-oración de la Escritura:
“ recomienda insistentemente a /odos los fieles, especialmente a los
religiosos, la lectura asidua de la
Escritura, para que adquieran la
ciencia suprema de Jesucristo, pues
desconocer las Escrituras es des­
conocer a Cristo.
Acudan de buena gana al texto
mismo: en la liturgia, tan llena
del lenguaje de Dios; en la lectu­
ra espiritual... Recuerden que a
la lectura de la Sagrada Escritura
debe acompañar la oración para
que se realice el diálogo de Dios
con el hombre, pues a Dios ha­
blamos cuando oramos, a Dios es­
cuchamos cuando leemos sus pa­
labras” (DV 25).

Una oración así, centrada en la
Palabra de Dios, nos enseñará con­
tinuamente la fe y la audacia y la
confianza y el amor y el justo dis­
cernimiento de los valores y el
compromiso cristiano en una vida
más empeñada al servicio de los
demás.

También oramos
cuando escuchamos
su Palabra,
acogiéndola
como dicha
para nosotros hoy
y aquí.

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A

YO FUERA

8ALESIANO

CONFERENCIA DEL CARDENAL CARROÑE
A LA FAMILIA SALESIANA
Con motivo de la “ Semana de espiritualidad salesiana’
en el Salesíanum de Roma,
el Cardenal Gabriel-Marie Carroñe,
el pasado 27 de enero dio una interesante conferencia
a numerosos miembros de la Familia de Don Bosco.
Por considerarla muy importante la transcribimos
casi íntegra en las páginas de nuestra revista.

La juventud de hoy no pide tanto medios de vivir
sino razones de vivir
que los adultos no son capaces de darles.

Este amor
a los jóvenes
que,
llevado
a su grado
extremo
de tensión,
realiza
los milagros
de la educación.
■'Creo haber sido muy temerario al aceptar la invi­
tación de dirigiros la palabra. ¿Qué podré aportar yo,
testigo externo, aunque simpatizante y amigo? Y, por
favor, no confundáis mi pensamiento con el de la Igle­
sia. Hablo sólo en mi nombre.
Yo mismo he qyerido hacerme tres preguntas, a
las que responderé con la mayor sinceridad.
La primera pregunta es ésta: ¿Qué debemos pen­
sar hoy de esta juventud, que tanto preocupa a la
Iglesia, y qué es el primer objetivo de vuestra misión?
Segunda, una pregunta un poco más audaz: Si yo
fuera Don Bosco hoy, ¿qué haria por esta juventud?
Pero como no soy Don Bosco. una tercera pregun­
ta que aún me parece más atrevida: Sí yo fuera hi­
jo o hija de Don Bosco y quisiera ajustar mi vida a
las preocupaciones de la Iglesia, ¿qué haría?
Todo esto me parece muy temerario, pero si no,
¿cómo haría para responder a vuestros deseos? Di­
ré pues lo que pienso” .
¿QUE PENSAR DE LOS JOVENES DE HOY?
La primera cuestión se refiere a los jóvenes de hoy.
Se parecen sin duda a los que encontraba Don Bosco
por las calles de Turin el pasado siglo. Se parecen
porque también hoy —de ello tengo una larga y con­
movedora experiencia en Toulouse— las prisiones, co­
mo en tiempos de Don Bosco. están llenas de jóvenes.
Pero también las diferencias son claras y saltan a
los ojos.
Para preparar estas ideas que estoy diciendo, he
leido de nuevo la vida de Don Bosco. La he leído co­
mo sí fuera la primera vez. con el mismo asombro,
con la misma edificación. Y notaba que bajo mis ojos
florecía el mismo carisma: su atracción hacia la ju­
ventud abandonada (juventud importuna, molesta y has­

ta repulsiva), y su extraordinario don para compren­
derla, atraerla, amarla, servirla y animarla en la alegría,
la confianza, ef amor; darle de nuevo su puesto junto
a Cristo el Señor bajo el manto maternal de María.
Auxiliadora y Madre.
Y no cabe duda de que esta juventud cansada, sin
esperanza y al mismo tiempo, ¡qué diferente es la ju­
ventud de hoy a la de ayer!
Claro que también hoy se dan en la juventud extre­
mos de auténtica miseria que deberían alarmarnos; pero
¿no está toda la juventud abandonada? ¿No es, qui­
zás, la juventud entera, consciente de sí misma y de
su unidad como nunca lo ha estado, la que nos grita
con una llamada cada vez más desgarradora, con una
voz que a veces parece ser un rechazo, un desespe­
rado rechazo?
Hoy es toda la juventud la que está abandonada, y
no sólo unos pocos jóvenes. Y este abandono, como
ayer, puede que sea material, pero cada vez lo es me­
nos. Abandono al mismo tiempo más total y trágico en
cuanto que está acompañado de ventajas, posibilida­
des y atenciones en abundancia tal que las generacio­
nes anteriores no podían ni sospecharlo.
Y el abandono es más sensible y expresado con los
gestos más violentos y precisamente donde no hay fal­
ta de dinero ni de colegios donde estudiar.
El que sólo quisiera salir hoy al encuentro de la
miseria material de la juventud no haría sino preparar
para mañana un número mayor que añadir a este in­
menso ejército de jóvenes, victimas de otro mucho
más profundo abandono.
La juventud de hoy no pide tanto los medios de
vivir (poco a poco ya se los ha asegurado) cuanto
las razones de vivir, que los adultos no son capaces
de darles. La juventud no quiere esta sociedad así
llamada de abundancia y del consumo, palabras gra-

No creo que se haya dado en la historia de la Iglesia
otro ejemplo de entrega tan total a la juventud
como la de los Salesianos, desde sus orígenes.

SI YO FUERA DON SOSCO... SI YO FUERA SAIESIANO
ves, de queja. Le falta lo esencial, es decir, saber por
qué se vive, por qué se debe vivir. Ni el dinero ni el
confort pueden ser su explicación. Y un mundo como
el de hoy, construido sobre estos valores, no lo quiere
la juventud. El suyo es un grito de rebeldía nacido de
la indigencia y de la desesperación. Creo que en es­
te punto nadie debería hoy estar desorientado.
El mal es general y el dolor profundo. Debemos
compadecer a los que no se dan cuenta de ello o bus­
can eludir el problema refugiándose alegremente en
una buena conciencia. Es una solución fácil, pero fal­
sa, la de responder el rechazo de estos jóvenes acu­
sando o denunciando sus contradicciones. Es cierto que
los jóvenes se aprovechan de la sociedad que conde­
nan. Pero eso no quiere decir que están equivocados.
Sumergidos en el bienestar que esta sociedad les
proporciona, están realmente insatisfechos: su sufri­
miento es una realidad; es un hecho, de sobra lo sa­
bemos.
¿Qué ha sucedido? ¿Cuál es la razón de las profun­
das heridas de estas conciencias? En otros tiempos,
poco a poco, hubieran ido adquiriendo la sensatez,
fruto de la edad y resultado de un hábito que tam­
bién poco a poco va adormeciendo las reacciones más
profundas hasta tomar la actitud “ razonable” del si­
lencio y de la aceptación a la impotencia.
Pero ahora esto'ya no es posible, aunque no que­
ramos admitirlo. Hoy se dice todo, se sabe todo, se ve
todo. Hoy están ai descubierto y expuestos a todas
las miradas las convenciones y compromisos sobre
los que está construida la vida social. La más nefasta
injusticia es hoy un espectáculo que no se oculta a
nadie. La escandalosa desigualdad del hombre y sus
horribles consecuencias son de todos conocidas. Los
adultos sufren, pero siguen adelante. También los jó­
venes lo sufren, pero no lo aceptan. Su sensibilidad
virgen reacciona con violencia. Su inexperiencia los
lleva a creer que en cualquier momento se puede lle­
var a cabo una revolución.
Como ocurrió por ejemplo — pienso en un caso fran­
cés del año pasado— a aquel joven que, no aguan­
tando más el genocidio de Biafra, hizo de su cuerpo
una antorcha viviente.
Otros se cansan, se marginan de este mundo, del
que ya no esperan nada, y dan un salto a otra vida,
esa vida de la droga, de los hippies, del absurdo ero­
tismo. Otros esperan de cualquier mística política lo
que no pueden encontrar en su ambiente.
Y sin embargo, el futuro del mundo y de la Iglesia
depende de esta juventud. Su rechazo es un interro­
gante y una llamada. Se sienten abandonados.
¿Perdidos? No. El año pasado, por ejemplo, hubo
en Taizé un encuentro de 60.000 jóvenes. Sintieron
una respuesta válida. Fueron, rezaron. Pero 60.000 son
pocos frente a los millones y millones de jóvenes cuya
actitud fundamental se hace cada día más unánime
de un ángulo a otro del mundo.
Esta juventud no es inaccesible, sino que, más bien
está a la espera de una buena noticia, de un Salvador.
Los monjes de Taizé no han dudado un momento en
decir a estos jóvenes el nombre de este Salvador y a
ofrecerles sus promesas. Han sabido comprenderlos...
La juventud está en abandono. No algunos jóvenes,
sino la juventud. He aquí, según mi parecer, el signo

de los tiempos a este respecto. No puede dudarse ni
un momento que San Juan Bosco habría advertido su
llamada.
SI YO FUERA DON BOSCO
¿Qué hubiera hecho él? ¿Y qué haría yo si fuera
un Don Bosco? Es la segunda pregunta que, os decía,
me habla venido a la mente. Me doy cuenta de la
falta de sentido de una pregunta como ésta.
Primero porque, aunque fuera Don Bosco, no lo
sabría. La santidad sólo la conoce Dios y el que me­
nos se da cuenta de ella es el que la tiene. Y esto,
en mi opinión, es un aliciente especial. Para obrar
prodigios uno no puede esperar que Dios nos haya
revelado nuestra capacidad de hacerlos. Si realizamos
prodigios es porque Dios los hace por medio de noso­
tros. y no podría hacerlos si nuestra fe y nuestra hu­
mildad no se lo permitieran.
Si Dios quisiera hacer de nosotros santos de mila­
gros, ¿por qué no, si son necesarios? La Familia Saiesiana, durante más de un siglo ha hecho esta for­
midable experiencia... Pero el único camino para llegar
a ser un tal instrumento de Dios es un camino abierto
a todos, muy claro y definido.
Si fuera un Don Bosco sin saberlo, comenzaría por
buscar el verdadero don, el "don por excelencia",
según San Pablo, pidiendo y poniendo por obra una
auténtica caridad; comenzarla a vivir de y para Jesu­
cristo, a dejarme llevar por su Espíritu. Es inútil pen­
sar seguir adelante si no se empieza desde ahi.
La intuición de un Cardenal Suhard, cuando atrave­
saba por primera vez aquel Paris del que se hacia
cargo, era profundamente justa: "jNada conseguiré,
sino haciéndome santo!".
Esto es lo fundamental y vale la pena decírnoslo
porque siempre estamos dispuestos a olvidarnos de
ello. {Qué bien lo comprendió este cardenal que re­
corrió las tristes barriadas de la periferia de París,
que se metió por callejones sin salida, que se perdió
en barrios anónimos, entre la multitud sin nombre, en
la que no obstante, cada individuo, cada joven, tienen
un alma “ por cuya salvación ha muerto Cristo..." ¿Qué
hacer? ¿Qué hacer? Es el mismo grito el que nos
viene a los labios frente a esta masa de juventud que
no cesa de preguntar, de indagar y que, en realidad,
nos interroga de la manera más directa y violenta.
¿Qué hacer?
En primer lugar, ante todo y sobre todo, hacernos
santos, para poder responder...
Entonces es cuando será posible encontrar el camino
justo y hacer comprender...
SI YO FUERA UNO DE VOSOTROS
Yo no soy Don Bosco. Ni siquiera soy un hijo de
Don Bosco.
¿Qué haría si fuera uno de vosotros? O mejor — por­
que es el problema que me habéis planteado y no he
hecho hasta ahora sino preparar la respuesta— : “ ¿Qué
piensa la Iglesia debería hacer la gran Familia de
Don Bosco, religiosos, religiosas y Cooperadores?
Como veis, mi respuesta va a tomar la linea de las
anteriores reflexiones: frente a la juventud de hoy. la
gran Familia Salesiana — como un solo cuerpo vivo—
— 7

Hoy es toda la juventud
la que está abandonada
y no sólo unos pocos jóvenes.
debe asumir decididamente toda su herencia espirituai
y renovarla integralmente a fin de que dicha herencia
pueda ser fecunda en la realidad de hoy.
La Iglesia ha dado el ejemplo y la ley en su Con­
cilio: se ha preocupado de decirnos de nuevo lo que
ella es: y luego, con decisión y con su intacta riqueza
se ha lanzado al mundo actual.
Si hubiera un concilio salesiano, en mi opinión, de­
berla comenzar con lo que yo llamaría una "Constitu­
ción doctrinal sobre la Familia Salesiana" y terminar
con algo así como una “Constitución pastoral sobre
la Familia Salesiana en el mundo de hoy".
Esto es lo que yo creo que me pedís. Intentaré
hacer un esquema de lo que sería esta doble Cons­
titución, doctrinal y pastoral, de la Familia Salesiana.
Primero, la herencia.
Hasia qué punto es preciosa a los ojos de la Iglesia
esta herencia me parece que lo podéis ver muy bien
partiendo de la situación presente de la juventud,
según he procurado trazar al principio.
A tos ojos de la Iglesia —al menos asi lo creo—
la gran Familia de Don Bosco representa toda una
serie de valores sacados del manantial de la gracia y
enriquecidos de una inmensa esperanza.
Sobre todo, una entrega incondicionada a ios jó­
venes.
No creo que se haya dado en la historia de la
Iglesia y del aposiolado otro ejemplo de consagración
tan precisa y total, tan ardiente y tan definitiva desde
sus orígenes. Aquellas visiones que llenaban el pensa­
miento de Don Bosco aún niño y que é! llamaba “sue­
ños", son admirables en su vida y en su significado.
Aquella masa ae jóvenes díscolos, rebeldes e Inquie­
tos —verdaderos lobos— que la gracia transforma en
muchachos generosos, puros y unidos, no era una sim­
ple imaginación: los hechos lo han comprobado.
Qué fácil nos resultaría pensar nn un Don Bosco
moderno que viviera otra vez un sueño análogo. Ahora
cambiarían muchas cosas; pero el problema reapare­
cería sin solución como para él en aquellos momentos
en que pedía; “ ¿Qué hacer"? Una multitud semejante,
todos los jóvenes de hoy, que se alza de golpe: todos
dispuestos a protestar por cualquier motivo, a ser
arrastrados en su cólera por los caminos de la perdi­
ción...
La pregunta que aflora en nuestros labios es pues
la misma que se hacia Don Bosco: “ ¿Qué es lo que
puedo hacer?" y de sobra sabemos lo que hizo.
Y la Iglesia sabe que la fuerza que ha realizado el
milagro de Turin y de la "Casa Pinardi" está todavía
virgen en el seno que esta Familia que San Juan
Bosco — y tantos hijos suyos e hijas que han pasado
a Dios— no han abandonado. Esta fuerza existe. Es
el Espíritu Santo, dentro de uno de los “ espíritus" más
genuinos y potentes. Lo que la gracia hizo ayer puede
hacerlo mañana; puede y quiere que renazca ince­
santemente en el fondo de las almas, en los hijos
de Don Bosco y de Santa María Mazzarello, en todos
sus Cooperadores, este amor a los jóvenes —he aquí
la palabra justa— este amor a los jóvenes que, lleva­
do a su grado extremo de tensión, realiza los milagros
de la educación; en primer lugar, fiándose de ellos, a

pesar de sus rechazos y descortesías; reacción vigo­
rosa contra todas las interpretaciones fáciles y parali­
zantes; arte de hacerse amar a fuerza de amar; preo­
cupación de prevenir el mal en vez de castigarlo (la
mayor parte de las veces el mal no viene de dentro,
sino de fuera...). Todo esto ha hecho de Don Bosco,
un extraordinario educador, y creo que hasta consti­
tuye el fondo de toda vocación salesiana (al fin y al
cabo me parece que no es otra cosa que la misma
caridad, orientada desde una gracia peculiar hacia este
objetivo: la juventud). Así ama Dios; y ésta es la ra­
zón por la que cuantos le sirven como instrumentos
dóciles pueden lo que otros nunca podrán. Por eso
la Iglesia confía en vosotros.
DESCUBRIR A CRISTO A LOS JOVENES
Pero los tiempos han cambiado. Es posible que hoy
se ame a los jóvenes, se sírva a la juventud, perdien­
do de vista lo que era el alma de la acción de San
Juan Bosco, lo que estaba en el corazón del carisma
salesiano; revelar y comunicar a Cristo Jesús.
San Juan Bosco no concebía que se pudiera amar
a los jóvenes, ayudarles a vivir bien, sin llevarlos a
Aquél que sóio puede cambiar su corazón, sin descu­
brirles y hacerles vivir el misterio de Cristo y sus
sacramentos y la necesidad de la oración. Una acti­
vidad salesiana que no reencontrara hoy el equivalen­
te de este proyecto no sería ya salesiana. En el mundo
de hoy debemos tener la valentía de decirnos formal­
mente; “ San Juan Bosco no estaría así de acuerdo
con nosotros” .
Quizás habrá que cambiar métodos y medios, tal
vez haya que inventarlos; pero mientras no se haya
logrado o no se haya buscado llevar a los jóvenes a
las genuinas fuentes donde brota la gracia de Cristo,
todavía no se ha hecho nada. El joven que animaba
los juegos o hacía él mismo de saltimbanqui, sabia
lo que hacía: todo debía terminar en Dios y en la
oración.
Dejamos la cuestión de las formas. El principio que­
da. Una educación salesiana que ignorase esto rene­
garía de si misma; y no es eso lo que espera la Igle­
sia. Ya lo hemos dicho: lo primero de la vida de un
salesiano es querer ser un santo; lo segundo, es per­
suadir a los muchachos a que también lo sean con él.
Por último, el tercer elemento de esta herencia: la
tradición salesiana implica una voluntad de poner al
servicio de la juventud absolutamente todos los re­
cursos de que pueda disponer la actividad humana en
un determinado tiempo. San Juan Bosco está en la
linea de San Francisco de Sales, a quien tanto amaba
hasta darle su nombre a su propia obra.
San Francisco de Sales metía por debajo de las
puertas de ios protestantes que no podían o no que­
rían ir a escucharlo los folletos de sus “Controversias".
La prensa llega a donde no pueda llegar la palabra vi­
va. Y ya se saben las conclusiones de D. Bosco ha sa­
cado de este principio, a pesar de todas sus dificul­
tades. Y todo lo que los Salesianos lo han sabido
explotar.
Pero el mundo camina de prisa y ya estamos más
allá de la “ Galasia Gutenberg". Si el libro es aún el
instrumento por excelencia de la comunicación, aquí

SI YO FUERA DON BOSCO

No puede dudarse ni un momento
que Don Bosco habría advertido la llamada
de la juventud de nuestro tiempo.

SI YO FUERA SALESIANO
están los medios audiovisuales, con su formidable po­
tencia, con su incesante progreso; de la radio a la te­
levisión, al video- cassette, a los vídeo de bolsillo.
Todo esto debe usarse. Un Don Bosco lo hubiera he­
cho plenamente consciente y los Salesianos también
lo hacen tras sus huellas. ¡Qué panorama tan inmen­
so! La Iglesia sabe que los hijos de Don Bosco con­
tinúan y pone en ellos su confianza.
CREATIVOS EN LA FIDELIDAD
Todo esto es una herencia que hay que explotar.
Pero no podría hablarse de herencia sin evocar los
horizontes que hay que abrir más allá, los nuevos cam­
pos que se nos ofrecen y en los que debemos dar­
nos prisa para hacer presente en ellos a Cristo. No
es suficiente saber lo que somos, lo que es la Iglesia
o la tradición salesiana. No seriamos dignos de todo
eso si no quisiéramos aceptar el acercarnos a la reali­
dad tal como es. Y ya hemos dicho cuál es.
¿Qué hacer pues?
Un día, una mujer preguntaba al filósofo Bergson
cuál iba a ser el invento más importante del siglo pró­
ximo. "Si yo lo supiera, señora — le contestó— lo
inventarla yo” .
Yo no soy quién para decir las cosas nuevas que
las circunstancias piden a los Salesianos en la difícil
coyuntura actual. Sólo diré con qué condiciones po­
drán introducir cosas nuevas.
En primer lugar, aceptando que las novedades sean
posibles y necesarias. Ponerse en contra de las ideas
Innovadoras sería rechazar una parte esencial del men­
saje de San Juan Bosco, el mayor innovador sí es que
acaso ha habido alguno. No pueden dejarse de llevar
a la práctica todos los recursos de la imaginación que
el amor a la juventud es capaz de crear. Este que vi­
vimos no puede dejar de ser tiempo de creación.
Pero aquí se impone un segundo deber, el de la
fidelidad. Pueden nacer muchas ideas que Don Bosco

MANAGUA:
Estos
eineo salesianos
han acudido
presurosos
a trabajar
por los
damnificados
del terremoto
de la capital
da Nicaragua.
Con gafas negras,
• I P. Inspector
de Centroamérica.
En el centro,
el director
del Colegio
Salesiano
de Managua.
Se llama
Don Antonio
Martín Bravo
y ae cacereño.

mismo rechazaría. Una acción que no tuviera como
objetivo su verdadero fin. señalado por la fe, no esta­
ría en la línea justa y por ningún pretexto sería acep­
table. La juventud de hoy puede arrastrar a los mejo­
res de cuantos quieren servirla en las direcciones que
no pueden seguir los hijos de San Juan Bosco. Y.
ante todo, porque ellos mismos creen que en dichas
direcciones no hay ningún logro posible. Crear, aun
para muchos hombres de buena voluntad, significa
destruir. Ya lo decía con su buen golpe de humor el
General de los Dominicos, padre Gillet, hablando de
los sastres, para los que crear un vestido significaba
reducir su longitud.
La incoherencia de las experiencias educativas, las
audaces utopias ideológicas, no son compatibles con
la genuína tradición salesiana. No se puede destruir
un instrumento del pasado, que ha dado sus pruebas
de validez, hasta que no se haya sustituido por otro
auténtico del mismo espíritu, y portador de las mis­
mas legítimas esperanzas...
Esto me lleva a señalar una tercera y última condi­
ción: la unidad de esfuerzo. Sería vana toda la espe­
ranza de la Iglesia y enorme su desilusión si la Fami­
lia Salesiana no afrontara el porvenir unida y cohe­
rente.
Creo haber señalado hasta qué punto es vuestro co­
metido grande y urgente a los ojos de la Iglesia y con
qué confianza espera ella vuestras audacias creado­
ras dentro de la fidelidad.
Nuestra juventud será conquistada y salvada, gana­
da para Cristo — tiene todo derecho y exigencia— por
hombres que la amarán como San Juan Bosco. Estos
hombres y mujeres existen; sois vosotros.
Y que Dios os ayude.
GABRIEL-MARIE CARROÑE
Cardenal

POR TIERRAS DE ESPAÑA
POR LOS CAMINOS DE LA
RENOVACION
Nuevamente ha venido a España
el Rector Mayor. El miércoles 14
de febrero llegaba al aeropuerto
de Barajas acompañado de otros
dos miembros del Consejo Superior
de la Congregación Salesiana: don
Gil Vigano, superior del dicasterio
de la Formación, y don Antonio
Mélida, consejero Regional de Es­
paña y Portugal.
Han sido jornadas llenas de tra­
bajo las que han tenido estos Su­
periores Mayores. Don Gil Vigano
tuvo en Madrid unas reuniones con
los maestros de novicios de España
y Portugal: después visitó los cen­
tros teológicos de Salamanca. Gra­
nada, Sevilla y Barcelona. Con los
encargados de estudio de diversas
inspectorías estudió también los
pasos para un futuro instituto de
Pastoral Juvenil.
El Rector Mayor ha presidido las
jornadas de trabajo de la Confe­
rencia Ibérica, reunida en la Mo­
raleja, en los alrededores de Ma­
drid, durante los días 15, 16 y 17

de febrero. Días de mucha tarea
de estudio, pero bien aprovechados
en sus horas libres para visitar
varias obras de la comunidad inspectorial de Madrid y dirigir la
palabra a numerosos grupos de la
Familia Salesiana.
El día 14 fue recibido en la Edi­
torial Don Bosco de la calle de
Alcalá, 164. Allí tuvo una breve,
pero sustanciosa comunicación con
los salesianos dedicados a los Me­
dios de Comunicación Social. Dio
una visión en profundidad de la
Congregación y de los trabajos
realizados por el Consejo Superior,
señalando las directrices del actual
compromiso renovador del posca­
pítulo.
El día 15, por la mañana, se
abren las sesiones de la Conferen­
cia Ibérica. Hay una apretada agen­
da de temas a tratar y el tiempo
urge. Tema central es el de la
«Oración» en la vida salesiana.
Asisten todos los inspectores pro­
vinciales de España y Portugal
más un delegado por cada inspec­
toría.

CON LAS SALESIANAS
EN VILLAAMIL
El día 16 hace una rápida visita
a las Hijas de María Auxiliadora
reunidas en la Casa Inspectorial
de Madrid. Allí lo esperaba también
un grupo de Voluntarias Don Bos­
co para saludarlo. Este nuevo Ins­
tituto Secular de la Familia Sale­
siana está en pleno crecimiento
y desarrollo. El Rector Mayor se
interesó mucho por el estado del
mismo en España.
Acudieron a Villaamil todas las
directoras y un gran número de
hermanas de los colegios de Ma­
drid. Acompañadas de instrumen­
tos de cuerda y batería, le ofre­
cieron unos cantos tradicionales
con aires modernos. Fueron el mo­
tivo para la estupenda conferencia
que les dirigió: «La alegría y la
vida de familia son las notas ca­
racterísticas que los hijos de Don
Bosco siempre hemos de conservar
como preciosa herencia. Son pre­
cisamente las características que
se han destacado en la inaugura­
ción del «Salesianum» de Roma,

Los salesianos tormadores del Aspirantado de Carabanchel se sacaron con don Ricceri esta foto histórica.

junto a la Casa Generalicia, donde
se ha celebrado recientemente la
Semana de Espiritualidad Salesiana».
Después habló de las dos preo­
cupaciones que más acucian a la
Congregación en las circunstancias
actuales: las vocaciones y las exi­
gencias de la juventud.
cTambién nos ha llegado a no­
sotros los Salesianos y a las Hijas
de María Auxiliadora —dijo— la
crisis de vocaciones. Los fenóme­
nos mundiales no pueden dejarnos
indemnes. S¡ por una parte se re­
tiran los que están en período de
prueba y por otra disminuyen los
nuevos refuerzos para relevar a
los viejos, nuestra Congregación
está a punto de llegar a un estado
crítico de consecuencias fácilmen­
te imaginables. El problema es de
una importancia vital. Toda la Fa­
milia Salesiana está interesada en
él.
Luego se refirió a las exigencias
de la juventud, la misión de los
hijos de Don Rosco. Terminó ex­
hortando a la coherencia, a la ge­
nerosidad y al sentido misionero.
También visitó el club juvenil
del Colegio y sus locales interesán­
dose mucho por el funcionamien­
to del mismo.
CON LOS ASPIRANTES DE
CARABANCHEL
El 15, a mediodía y acompañado
del Vicario Inspectorial, Don San­
tiago Ibáñez, llegó a la Casa de

Carabanchel Alto, donde se forman
los aspirantes para salesianos coad­
jutores. Hubo un recibimiento ju­
venil lleno de entusiasmo y cordia­
lidad.
En seguida se pasó a la capilla
donde se celebró solemnemente la
Eucaristía, presidida por el Rector
Mayor. Era también la clausura de
los ejercicios espirituales de los
aspirantes y alumnos externos.
Después de la concelebración,
Don Ricceri visitó la casa, los ta­
lleres, patios y jardines. Hubo un
ágape fraterno con la amena sobre­
mesa que le dedicaron los aspiran­
tes. Asistió también el Presidente
de los Cooperadores, Don Eugenio
Sánchez, quien le dedicó un poema.
Y para la despedida, grupos fo­
tográficos. petición masiva de autó­
grafos y saludos afectuosos. An­
tes de marcharse, visitó a la ma­
dre de Don Santiago Ibáñez, en
su lecho de enferma.
CON UNOS 300 SALESIANOS
EN EL COLEGIO DE SAN BLAS
El sábado día 17 habló Don Ricceri a unos 300 salesianos de la
Inspectoría de Madrid, concentra­
dos en el Colejgio de San Blas.
Acudieron también numerosas re­

presentaciones de los colegios de
Salamanca, del Teologado, de Arévalo, de Guadalajara...
Después del saludo de bienve­
nida por parte del director del
colegio, Don Emilio Hernández, el
Rector Mayor habló a los salesia­
nos allí reunidos sobre el sentido
dinámico y fiel de la renovación
poscapitular. Hizo hincapié sobre
la vida de oración del salesiano.
— Reciente está su circular sobre
el mismo tema— . La fuerza de
la Congregación Salesiana no ven­
drá tanto de la actividad de sus
miembros, sino más bien de su fe
profunda y de su unión con Dios
para recibir el impulso del Espíritu.
CONCELEBRACiON EN ATOCHA
PARA LA FAMILIA SALESIANA
El domingo día 18. el Rector Ma­
yor presidió la Eucaristía celebrada
en la nueva iglesia de Atocha, a
la que asistieron grupos represen­
tativos de toda la Familia Salesia­
na: Salesianos. Hijas de María Au­
xiliadora, Cooperadores, Exalum­
nos, Voluntarias de Don Bosco.
Alumnos y Alumnas de los cole­
gios de Madrid.
El Superior recordó que ofrecía
la santa misa por el Cooperador

PORTUGAL


n

ríí'h :-•
áriS*’? - ■••

MADRID: Unas 300 Hijas de María Auxiliadora acudieron a oír la palabra del Rector Mayor en la Casa Ins­
pectoría! de Villaamil.

fallecido, el señor Marqués de Ala­
va. Y pronunció la homilía el Ins­
pector de Madrid, don José Anto­
nio Rico.
Por la tarde, Don Ricceri tomaba
en Barajas el avión rumbo a Lis­
boa para visitar a los hermanos y
las obras salesianas de Portugal.
VARIOS DIAS EN BARCELONA
Después de haber asistido a la
Conferencia Ibérica en Madrid y
haber visitado a los Salesianos de
Portugal, el Rector Mayor tuvo
una pausa de tres días en el Mo­
nasterio de Montserrat, donde dis­
frutó de la amable hospitalidad de
los monjes benedictinos.
El sábado 24, a mediodía, des­
pués de saludar a representaciones
de diversos grupos de la Familia
Saiesiana. dirigió la palabra a
unos doscientos salesianos reuni­
dos en el auditorium de Sarriá.
Había muchos jóvenes hermanos.
El Sujwrior comentó las grandes
directrices con las que se está ac­
tualizando hoy la renovación apK>stólica de la familia espiritual de
Don Bosco.
Insistió en que dicha renovación
general —que comporta al reajuste
y planificación de las obras— debe

12

apoyarse irrenunciablemente en la
interiorización de la vida cristiana
y en el sentido sobrenatural que
tiene en sí toda auténtica misión
saiesiana. El mismo sistema peda­
gógico de San Juan Bosco no pue­
de entenderse fuera de estas coor­
denadas.
En un mundo secularizado y ante
la presencia de una juventud cons­
tantemente desorientada, urge que
ios educadores salesianos presen­
ten su mensaje en toda su dimen­
sión religiosa. Tales son — terminó
diciendo— las instancias que hoy
llenan de preocupaciones y espe­
ranza a la Congregación Saiesiana.
Luego presidió una comida frater­
na con las dos comunidades salesianas de Sarriá.
Anulados los vuelos sobre el
Mediterráneo, por estar en huelga
los controladores aéreos, pasó unas
horas de la tarde con la comunidad
de Hogares Mundet. El domingo,
día 25, celebró en el capilla de
Don Bosco, transformación de las
habitaciones que ocupó el Santo
en su visita a Barcelona.
A primeras horas de la tarde fue
acogido con gran alegría por los
Salesianos y aspirantes de Gerona
y al atardecer embarcó hacia Génova. Hasta pronto...
R- A.

UNA PAGINA
PARA TODA LA FAMILIA

i.’

Tengam os presente
que la fuerza bruta cas­
tiga el vicio, pero no cu­
ra al vicioso. No se cul­
tiva una planta con ás­
peros cuidados, como
tampoco se educa la
voluntad gravándola con
yugo muy pesado.
(Don Bosco)

y

^

¿Recuerdan que les dije que
mi hija Paloma había sufrido una
gran transformación? Sí, eviden­
temente a sus catorce años se es­
taba convirtiendo en una mujercita preciosa, pero yo, cada vez
la entendía menos. Y es que pa­
ra esos problemas psicológicos,
aunque sean de nuestros propios
hijos las mujeres son mucho más
intuitivas, e Isabel había pene­
trado por sus propios medios en
el corazón de nuestra hija.
Con el paso a la adolescencia
se habían acentuado los rasgos tí­
picos de su propio carácter y tem­
peramento. Siempre había sido
muy tenaz, cualidad que sustituía
a su mediana inteligencia. Habi­
tuada al trabajo y al esfuerzo ha­
bía logrado salir airosa de los es­
tudios y demás problemas que se
plantean a las niñas de su edad.
Esta tenacidad en el trabajo
había ido ganando terreno hasta
llegar también a reinar en sus
opiniones. Esto le fue dando una
aureola de personalidad entre sus
amigas del Colegio, llegando a ser
tal, que más podíamos hablar de
terquedad que de personalidad.
Claro que en el mundo adoles­
cente son dos conceptos que se
confunden con bastante frecuencía.

C U ID AIS
PLANTAS
D ELIC AD AS


13

La familia es escuela del más rico humanismo,
para que pueda lograr la plenitud de su vida y misión
se requiere un clima de benévola comunicación
entre los cónyuges. (G. S.).
Había hablado del asunto al­
gunas veces con mi mujer. ¡Co­
sas de la edad! — me contestó—
le ayudaremos a enfocarlo. Pero
a mí siguió preocupándome, por­
que no era ya el afán de supera­
ción en el estudio, sino en sobre­
salir en sus propias ideas que ra­
yaba en la autosuficiencia.
Las discusiones con sus hermamanos eran frecuentes. A los más
pequeños no les concedían nin­
gún derecho a opinar, porque
presumía que sus cortos años no
les daban para más. Luis se re­
volvía furioso cada vez que esto
ocurría, recordándole que la di­
ferencia de edad era solamente
de un año. A lo que ella respon­
día que a esta edad la mujer ma­
dura mucho antes que el hombre.
Con los mayores, yo mucho me
temía que la discusión terminara
en un combate en toda regla...
Cuando esto ocurría yo cor­
taba por lo sano. Mi mujer, más
tolerante, trataba de desviar la
conversación, haciéndola re c a e r
sobre temas más triviales. Pero
cualquier trivialidad c o n s t i t u í a
para ella un tema apasionante.
Aquella noche presentí la bo­
rrasca. Juan explicaba a Maribel
una lección de Filosofía que ver­
saba sobre la libertad.
Ju an .— Es algo difícil de en­
tender, porque yo opino que la
libertad absoluta no existe.
Piensa cuántas circunstancias
coaccionan al hombre.
Los ojos de Paloma brillaron
ante el tema que se presentaba.
Y como sentando cátedra en La
Sorbona afirmó.

Hay que educar
al niño en el amor
y para la libertad,
de manera que cada día
sea él mismo
más responsable
de su propia aventura
de hombre.

14 —

P alom a.— ^Ni absoluta, ni rela­
tiva. Y o creo más bien que so­
mos como marionetas y cambia­
mos cuando cambian los sujetos
que mueven nuestros hilos.
M aribel.— ¡Cállate, niña, que
nadie te ha dado vela en este
entierro.
P alom a.— Lo de niña sobra.
Y respecto a lo de la vela no an­
das descaminada, es preferible
que la lleves tú con esa cara de
plañidera que tienes.
M aribel.— No todo el mundo
vamos a tener la suerte de po­
seer la patente de clown como
tú. Sabía que tendría que inter­
venir. La agudeza de las men­
tes de mis hijas sólo tenían pa­

rangón con el “Fénix de los In ­
genios” y Paloma en esta oca­
sión le superaría. Sin embargo,
esperé. Estaba pesando en lo de
las marionetas y los sujetos que
nos mueven. ¿Dónde lo habría
oído mi hija? Porque lo tenía
que haber oído en algún sitio.
Como si adivinara mis pensa­
mientos mi hijo Juan se me ade­
lantó.
Ju an .— ¿Me quieres explicar tu
teoría sobre las marionetas?
M aribel.— Lo hará muy bien,
porque es el teatro más adapta­
do a su “madurez”.
Palom a.— Por eso te ruego que
nos dejes, no es tolerado para
“ menores ”.

El espíritu de Familia depende de los padres
de su unidad de acción en la educación de los hijos
y del ejemplo que les den sin cesar.
(G. Courtois)
Tenía que intervenir. Maribel
abrió la boca, pero fui tan rá­
pido que no le dio tiempo a de­
cir nada.
Paloma — grité— vete a tu
cuarto a estudiar, y tú, Maribel,
sigue con la Filosofía.
Palom a.— Pero, papá...
¿No me has oído? — insistí
fuertemente— a tu cuarto.
Palom a.— Me iré a mi cuarto,
pero quiero que sepas, que se­
páis todos, que sigo opinando
que somos marionetas. Ahora
dirigida por papá que me man­
da a mi cuarto, y encima no me
deja contestar a la pregunta que
me ha hecho mi hermano.
No quiero oír más tonterías

— dije dando mucha seguridad a
mis palabras— así que ya sabes
el camino.
Con mucha dignidad se fue ha­
cia su cuarto. Faltaba poco tiem­
po para la cena. Me dio igual,
porque mi hija ya me había fas­
tidiado la lectura serena de la
prensa y no hacía más que pen­
sar en lo duro que había estado
con ella al no dejar que diera
su opinión. Debería ir a verla,
¿pero entonces dónde quedaba
mi autoridad de padre?
Después de cenar me acerqué
a ella. ¿Tienes mucho que estu­
diar? — le pregunté.
Palom a.— No, pero tengo mu­
cho sueño y me voy a la cama,
— dijo secamente.
No me preguntó qué quería.
E l tono fue lo que más me do­
lió. Estaba muy resentida con­
migo.
— Me gustaría charlar contigo
sobre lo de las marionetas. De
veras que me da pena que pien­
ses que no tienes libertad. Qui­
zá yo...
Palom a.— ¿Es verdad que te
interesa, papá? Lo leí en una re­
vista en casa de Mari Carmen.
Me gustó el artículo, hlabía al­
gunas palabras que no entendía
como dctcrminismo filosófico, so­
cial, religioso...
Una planta no se se la puede
cultivar con ásperos cuidados,
— pensaba yo— . ¡Pobre Paloma!
después de la indigestión que te­
nía de determinismo social, filo­
sófico y religioso... un grito de
su padre mandándola a su cuar­
to porque no quiere oír más ton­
terías... porque prefiere la tran­
quila lectura de la prensa a char­
lar con su hija sobre un tema en
el que ella cree que tiene la ra­
zón... y ¡claro era más fácil man­
darla a su cuarto que educarla
en sus opiniones, forma de pen­
sar...!
P. SALCEDO

BREVEMENTE
PARA EL AÑO PROXIMO
CURSOS DE
ACTUALIZACION EN EL PAS
Roma. —- La Facultad de
Teología dcl PAS do Roma
anuncia para el próximo cur­
so las siguientes espocialidedes;
1) Bienio de especialización en Teología Dogmática
y Teología Pastoral, con ul­
teriores cspocializacioncs en
Moral Pastoral, Liturgia Pas­
toral y Espiritualidad. A los
dos cursos se obtiene la Li­
cenciatura en Teología.
2) Bienio de especializaclón en Espiritualidad, para
todos los miembros de la
Familia Saleslana. Se re­
quiere título de Bachillerato.
Al final se obtiene un di­
ploma de Esoiritualidad''.
3) Curso anual de actua­
lización, para los Salesianos con algunos años de
ministerio.
4) Cursos trimestrales de
formación permanente, para
ios Salesianos llamados a
ser los animadores espiritua­
les de las Inspectorías. Es­
tos cursos tendrán lugar jun­
to a la Casa Generalicia de
Roma.
MONSEÑOR CORONADO,
OBISPO DE GIRARDOT
(COLOMBIA)
Roma. — Monseñor Jesús
María Coronado Caro. Pre­
fecto Apostólico de Ariari.
ha sido elegido obispo de
Girardot (Colombia). Nació
hace cincuenta y cinco
años en Ciénaga (Boyacá).
Fue profesor del Estudian­
tado Teológico y Director
del Aspirantado de Mosque­
ra. fundador del Liceo de
Duítama y Director de Bucaramanca.
Figura simpática y atra­
yente, no tiene reparos en
trabajar en mangas de ca­
misa y conducir su "jeep'’.
Ha trabajado durante nueve
años entre sus pobres de
Ariari.
En su nueva diócesis hay
tres obras safesianas; El
Instituto Agrario de Sílvania, la Casa de Ejercicios
Espirituales de Tena y el
Lazareto de Agua de Dios.
Asi el nuevo obispo tendrá
oportunidad de respirar el
aire safesiano.



15

Junto al Guadalquivir y en la nueva Ciudad Univer­
sitaria de Córdoba, destaca por su blancura y ele­
gancia el recién inaugurado Colegio Mayor Univer­
sitario “ San Rafael” . Vísta aérea del mismo.

El sábado día 10 de febrero se inauguró el nuevo Colegio Mayor “ San
Rafael'’ en la ciudad universitaria de Córdoba.
El acto fue presidido por el Gobernador Civil y autoridades de la capi­
tal andaluza.
16

UN COLEGIO MAYOR
UNIVERSITARIO
PARA CORDOBA
EL COLEGIO MAYOR
Córdoba no es ciudad lejana ni sola, aunque así la
viera el jinete de la canción de García Lorca. Invitado
al acto de inauguración del nuevo Colegio Mayor
Universitario «San Rafael», pude darme cuenta de
una Córdoba desbordada y crecida, cada día más
encaramada hacia la Sierra. Córdoba al alcance de
la mano, verde y blanca, brillante a la luz de esa niña
prodigio que es la primavera de febrero andaluza.
Pues bien, muy cerca del Guadalquivir, en la Ciudad
Universitaria crecen los nuevos edificios, pulcros
y modernos: un majestuoso hospital, la Escuela de
Enfermeras, la E. T. E. A., varias facultades y, des­
tacado por su blancura y elegancia, el Colegio Mayor
Universitario «San Rafael», la reciente obra saiesiana.
Nos acercamos a él. En la entrada nos espera el di­
rector. Es don Francisco Acuñas, un sacerdote joven
que acaba de estrenar su licenciatura en Sociología.
Lleva la experiencia del Colegio Mayor Universitario
«San Juan Evangelista» de Madrid, donde estuvo el
pasado curso. Ahora se dispone a enseñamos el San
Rafael a los lectores.
La nueva obra —nos dice— consta de dos grandes
pabellones de seis plantas, en forma de L. En total.
158 cuartos para universitarios residentes. «Ya no
hay localidades» podríamos decir lo mismo que en
los cines sensacionales. Todos están ocupados. Son
cuartos cómodos y alegres con las deliciosas vistas
a la ciudad y a la campiña cordobesa.
Pasamos por un hermoso corredor y salimos a un
patio central porticado. En el centro canta un surti­
dor de agua. Hay arriates de flores y verde césped.
Cierran el patio el salón de actos, los comedores y
la capilla. Pero éste merece visita aparte.

Monseñor Cirarda preside la Eucaristía celebrada para
los jóvenes universitarios. Lo acompañan el padre Ins­
pector de Córdoba y el director del Colegio Mayor.

UN COLEGIO MAYOR UNIV
Entramos en la iglesia y nos sorprende la luz po­
licromada que entra por la vidriera lateral. Nos habla
de la vida de Cristo resucitado, luz de la mañana.
El techo es un plano inclinado que parte desde la puer­
ta de entrada y cobra su máxima altura, en el presbi­
terio. Hace de retablo un paño de cemento en su color
gris y con molduras naturales sobre el que destaca
la enorme escultura de un Cristo central color estaño.
A un lado, el tabernáculo entre rejas de hierro for­
jado y al otro la imagen de María Auxiliadora, una
escultura en poliéster, liviana. Ambas imágenes, la
del Cristo y la de la Virgen, son de gran esbeltez y.
al mismo tiempo que conjugan un lenguaje arquitec­
tónico y abstracto, respira una expresión de belleza
serena y figurativa. En el cuerpo o en los repliegues
de las esculturas se repite un motivo muy significan­
te: pequeñas concavidades a imitación de sarcófagos
romanos. Y tiene su explicación, pues ese lugar era
sitio de entrenamientos romanos. Se habían descu­
bierto allí varias sepulturas.

U N A OBRA MAESTRA
DE ARTE RELIGIOSO
El viacrucis es un mural en forma de friso en las
dos paredes laterales del templo. Es, sin duda su de­
talle más artístico en perfecta unidad armónica con
él. Pintura abstracta y expresionista a la vez, repre­
senta el dolor de Cristo hasta los huesos, bajo una
cruz unitaria. Tiene resabios de tabla gótica medieval,
pintura rígida y robusta. Todo en un ambiente lumi­
noso y recogido para la oración personal y comunita­
ria.
Preguntamos al director por los artistas de la obra.
cEl arquitecto —nos dice— es don Daniel Sánchez
Puch; el escultor y pintor, don Miguel Fuentes. Se les
ha dado plena libertad de imaginación y acción crea­
doras, de manera que han plasmado la realidad de
acuerdo con su ideal de artista». Es lógico que haya
salido una obra de gran armonía, plenamente origi­
nal.
El director nos hace ver las otras dependencias: los
comedores con su montaje de autoservicio, la casa
inspectorial aneja. Salimos a la fachada sur y vemos
ante nosotros la espléndida campiña cordobesa, el
complejo industrial. Se adivina el Guadalquivir entre
la humareda invernal de los chopos.

LA INAUGURACION
El sábado 10 de febrero tuvo lugar la inauguración
de la nueva obra salesiana en el salón de actos. Presi­
dió la ceremonia el gobernador civil y jefe provincial
del Movimiento, don Manuel Hernández Sánchez,
amigo y bienhechor de los Salesianos. En la mesa
presidencial estaban el padre Inspector de Córdoba,
don Antonio Calero; el vicario general de la diócesis,
don Alonso García Molano; el presidente de la Dipu­
tación. don Manuel Santolalla de Lacalle; alcalde de
la ciudad, don Antonio Aiarcón Constant: decano de
la Facultad de Veterinaria, don Manuel Medina Blan­

IS

co; delegado provincial de Educación y Ciencia, don
Eduardo Perea Morales; y el director del Colegio Ma­
yor «San Rafael», don Francisco Acuñas.
Se encontraban presentes en el acto un numeroso
grupo de autoridades provinciales, entre ellas el sub­
jefe provincial del Movimiento, don Antonio Saravia
Cabello de Alba; secretario general de la Universidad
cordobesa, don Félix Infante; gerente de la misma,
don Antonio Ortega Raya; catedráticos de la Facultad
de Veterinaria; directores de centros de enseñanza
superior; Superiores de Congregaciones religiosas,
profesores, alumnos y gran cantidad de personalidades
cordobesas vinculadas a la Obra Salesiana.
Abrió el acto el ecónomo inspectorial, don Manuel
Pérez Doñas, quien después de hacer la historia de
la construcción del Colegio Mayor y de expresar su
gratitud a todos los biemhechores del centro educa­
tivo universitario, destacó que con dicho colegio, la
Congregación Salesiana culmina su obra docente que
alcanza todos los niveles de enseñanza y se integra
en la vida universitaria de Córdoba para contribuir a
la formación de los jóvenes. Igualmente subrayó el
sentido social del centro, manifestado en la auténtica
protección escolar practicada y que ha de extenderse
a la Escuela de Magisterio de la Iglesia, obra que
surgirá junto al mismo Colegio Mayor.

CONFERENCIA
DEL DOCTOR MEDINA BLANCO
Seguidamente, el decano de la Facultad de Veteri­
naria de Córdoba, doctor Medina Blanco, pronunció
una conferencia sobre el tema: «La Universidad, Ins­
trumento y Comunidad».
El conferenciante, después de describir la misión
de la Universidad en sus cuatro vertientes de la do­
cencia, la investigación, la preparación para la vida
y la educación permanente, hizo una semblanza del
papel y de la exigencia del profesor, de la puesta al
día y de la continua renovación científica y didác­
tica. Habló del fenómeno de la masiñcación que
obstaculiza los fines de la institución universitaria
así como la transcendencia de la investigación. Luego
reflexionó acerca de la personalidad del alumno, del
estudio como su deber principal y de los rasgos del
mundo universitario de hoy.
Terminó ofreciendo una lección magistral sobre
la convivencia, una de las principales misiones de la
Universidad. Calificó a España como una empresa de
convivencia, que ha de estar basada en el respeto
mutuo, en el diálogo y en el respeto a la comunidad.
Por lo que se refiere a los colegios mayores, afirmó
que no son una institución yuxtapuesta a la Univer­
sidad, sino la Universidad misma, ya que tales cole­
gios son una forja de hombres. Y se felicitó al poder
asistir a la inauguración del actual Colegio Mayor
«San Rafael» de la Universidad de Córdoba.
Después de la lectura del reconocimiento del Colelepio Mayor, por decreto de Educación y Ciencia,
de 19 de enero de este año, hecha por el secretario
del Centro, el gobernador civil, don Manuel Hernán-

bsiTARIO PARA CORDOBA
dez Sánchez, en representación del titular de dicho
Departamento, declaró inaugurado el Colegio Mayor.
Acto seguido, era de rigor el «vino español». Vino
de la generosa tierra cordobesa, para brindar por el
futuro espléndido en favor de la juventud y de la
obra q,ue acababa de nacer.

LA ESCUELA DE MAGISTERIO
DE LA IGLESIA
«En esta parte —el director nos enseña ahora unos
terrenos al Oeste del nuevo edificio— irá la Elscuela
de Magisterio de la Iglesia. Esperamos que el edificio
surja en poco tiempo».
Todo esto es un sueño que se acaricia con ilusión,
pero a la vez pisando tierra de realidad. Con razón
el ecónomo inspectorial de Córdoba, don Manuel Pé­
rez Doñas, subrayaba en el acto de inauguración
la rapidez de las obras que ahora contemplábamos.
En noviembre de 1968 se adquirieron los terrenos;
en 1969 se aprobaban el proyecto y presupuesto: en
1970 se firmaba el contrato de obra; en 1972 era
obra terminada y estrenada; en 1973 se inauguraba
solemnemente.
Hay razones para confiar en que la Escuela de
Magisterio sea pronto la realidad soñada. Y es her­
moso pensar que la pedagogía de Don Bosco y el
sistema educativo salesiano, que ha producido tantos
frutos de educación en Córdoba y su provincia, sean
ahora los elegidos para la formación de ios futuros
maestros católicos. De esta manera, la formación
salesiana se proyectará, a través de ellos, a los mu­
chachos de la Educación General Básica. Y no sólo

de Córdoba, sino de toda la nación, porque esta Es­
cuela de Magisterio es centro universitario nacional
de la Iglesia.

LOS SALESIANOS EN (CORDOBA
Los Salesianos llegaron a Córdoba en 1901. Son
muchas las generaciones formadas en el colegio del
barrio de San Lorenzo. También los nombres de Ma­
ría Auxiliadora y Don Bosco son familiares a los
oídos cordobeses. La primera ciudad cordobesa que
recibió a los Salesianos fue Montüla, en 1899; y
luego las distintas obras sembradas por la provincia:
Pozoblanco (1930), Pedro Abad (1962), Palma del Río
(1963), Priego (1968) y ahora el Colegio Mayor en la
capital. También se trabajó durante unos años en
Posadas, donde estuvieron sucesivamente teólogos,
filósofos y novicios.
Con obras como ésta del Colegio Mayor y la Es­
cuela de Magisterio, la Congregación anhela empren­
der una trayectoria especial de servicio a la juventud
de nuestro tiempo. Consciente de su misión, apenas
se ha puesto en marcha la Universidad cordobesa,
la Congregación ha pensado en estas obras al servi­
cio de los jóvenes.
Crecen asi dos realidades salesianas en la ciudad
universitaria de Córdoba: el Colegio Mayor, de re­
ciente inauguración, y la Escuela de Magisterio de la
Iglesia. Desde las páginas de! BOLETIN SALESIANO
también alzamos nuestra copa de buen vino para
brindar por la fecundidad apostólica de estas dos es­
tupendas actividades salesianas.
RAFAEL ALFARO

Con motivo
do la inauguración
cM Colegio Mayor
“ San Rafael",
el Ecónomo
Inspectorial,
don Manuel
Pórez Doñas,
presenta
la nueva obra
a las autoridades
y numerosos
aalatentes ai acto.

— 19

\\MA SALES!AMO IMTERMACIOMAL ^ PANORAMA

SEMANA
DE ESPIRITUALIDAD
SAIESIANA
Roma.— "Hace cien años que
ia esperábamos", dijo un coo­
perador salesiano de Verona,
que asistió a esta Semana de
Espiritualidad dei 21 ai 27 de
enero. Asistieron unos 60 salesianos, 20 salesianas, 20 voiuntarias de Don Bosco, 12 coope­
radores y varios antiguos aiumnos. Los participantes provenían
de Itaiia, España, Portugal, Mal­
ta, Ingiaterra, Bélgica, Irlanda,
Holanda, Francia, Alemania, Aus­
tria, Polonia, Yugoslavia, India,
Colombia y Centroamórica.
Las conferencias de espiritua­
lidad salesiana estuvieron a car­
go de: P. Jean Meyer, S. J., de­
cano de la Facultad de Derecho
Canónico de la G re g o ria n a ,
quien habió de la "Renovación
actual de las familias religiosas” ;
Don Adrien Nocent OSB, del
Pontificio de San Anselmo de
Roma, que desarrolló su tema
"Los carismas de las familias
religiosas en la Iglesia; D. Pa­
blo Nataii SDB, trató sobre “ La
Familia Salesiana de Don Bosco
hoy” ; D. Pedro Braido, decano
de Pedagogía del Pontificio Ate­
neo Salesiano, expresó su opi­
nión sobre "La misión salesiana
hoy"; D. Pedro Stella, profesor
del PAS y de la Universidad de
Bari disertó sobre “ El espíritu
salesiano en la religiosidad de
la época” ; D. José Aubry, del
dicasterio de la Formación sale­
siana, habló acerca de "El es­
píritu salesiano, estilo de ora­
ción". Finalmente, el Cardenal
Qarrone cerró (a semana con
una conferencia que publicamos
en este número del Boletín Sa­
lesiano.
Hubo discusiones y reflexio­
nes sobre temas como “ la uni­
dad", “ la experiencia espiritual"
y “ la misión” .
En un clima de familia y de
convivencia salesiana y de ora­
ción, unidos en la persona dei
Rector Mayor, padre de toda la
Familia Salesiana, todos los par­
ticipantes han sentido la grande­
za de ia vocación y la necesi­
dad de comunicarse para cono­
cerse mejor y estimular la ac­
ción apostólica.

FILMINAS DON bds5
a-

•u

EDITORIAL DON BOSCO
EN LA DIDASTEC
VALENCIA: La Editorial Don Bosco de Madrid ha participado en la Expo­
sición de la DIDASTEC de Valencia en el pasado mes de febrero. En dicha
exposición, la Central Catequística Salesiana ha presentado sus produc­
ciones audiovisuales que han sido muy apreciadas por su calidad. Esta
es la segunda vez que se ha celebrado esta muestra de medios educati­
vos; la anterior se celebró en Madrid.

ECOS DE LA
FIESTA DE DON BOSCO

O

Linares.— De esta ciudad jienense nos ha llegado un apretado progra­
ma de actos en honor de Don Bosco. El salesiano don Francisco Larena
dio una charla a los padres de familia sobre la esencia de la paternidad
cristiana; y don Felipe Acosta, director del colegio de Ubeda, una charla
a los jóvenes bajo el título: “ ¿La juventud cree en el amor?” Hubo misa
concelebrada para toda la Familia Salesiana en la que actuaron los coros
juveniles del colegio: “ Unión” , “ Acción” y “ Tierra virgen” . La Rondalla
del Colegio estrenó su flamante traje de tuna y su abundante repertorio.
Por la noche se celebró una cena de familia a la que asistieron Salesianos,
profesores. Padres de familia y Antiguos alumnos.
También, durante los días 9, 10 y 11 de febrero tuvo lugar la Exposi­
ción Misionera Salesiana abierta a todos los públicos con un éxito extra­
ordinario en toda la ciudad.

ERMACIOMAL « PANORAMA SALESIANO IMTERNH

LES!AMO INTERNACIONAL o PANORAMA SALESIá

UN SALESIAND
HA PREDICADD
EJERCICIDS AL PAPA

EN EL PABELLON DE DEPORTES DEL REAL MADRID
MADRID: Alumnos de todos los colegios profesionales de la capital feste­
jaron a su Patrón San Juan Bosco en el Pabellón de los Deportes, que se
vio inundado de muchachos y jóvenes. Les celebró la Eucaristía monseñor
José Lecuona, Obispo Auxiliar de Vagada. Después del acto religioso
hubo una exhibición de bailes regionales y folklóricos por parte de la
Sección Femenina.

Como en años anteriores, Pa­
blo VI participó en tos Ejerci­
cios Espirituales que tuvieron
lugar en el Vaticano, del 11 al
17 de marzo. El "Osservatore
Romano" del 18 de febrero In­
cluyó la noticia de que este año
iban a ser predicados por el es­
pañol padre Antonio Javierre,
Rector Magnífico de la Universi­
dad Saleslana de Roma.
Al preguntarle sobre qué im­
presión le causaba el haber sido
llamado a hablar al Papa, res­
pondió sonriendo:
— Ninguna. Supongo que él
es un buen cristiano...
Luego, añadió;
— Cuando me lo propusieron,
me negué en seguida; pero, por
lo visto, el “ no” de los Saleslanos al Papa no cuenta, y he
tenido que aceptar... Por otra
parte, en la Iglesia de Dios acon­
tece lo mismo que cuando se
reza el Rosario en familia: poco
importa que lo comience el más
pequeño de la casa, si los de­
más lo continúan... El pequeñín
dice una palabra, pero los otros,
con su profundidad y madurez,
la interpretan.

PUEBLD
SIN SALESIANDS
HDNRA A DON BOSCO
Cazalla de la Sierra (Sevilla).
En este pueblo sevillano, famoso
por su buena manzanilla, no
han llegado a establecerse los
Salesianos. Sin embargo todos
los años celebran con solemni­
dad la fiesta de San Juan Bosco.
Asi festejó este año a su Patro­
no la Escuela Profesional Dio­
cesana "Nuestra Señora d e I
Monte ” . Hubo misa por la ma­
ñana en la capilla dei centro, a
la que asistieron profesores y
alumnos. Presidió la ceremonia
una imagen del fundador de los
Salesianos y, a m e d io d ía , se
reunieron en una fraternal comi­
da educadores y educados. Ani­
madores y entusiastas de todo
lo salesiano son un grupo de
antiguos alumnos que llevan a
su mundo de trabajo el espíritu
de Don Bosco.

kílOMAL ó PANORAMA SALESIANO INTERNACIONAL

mi NEME
aCEIIlIE
N A R C IS O D E LA IG LESIA; 2 7 a ñ o sDa Z a m ora y de la In sp ecto ría d e Leóns
^'HOY D IA , M E P A R E C E P O C O LO P A S A D O
P A R A TANTA D IO H A '\

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BILBAO
Beca «Mamá Margarita». L. Cañada. Pamplona. N. e .: 250. T ,: 32.250 pts.
Beca «D. Ramón Zabalo». D.ft Amalia. Vda. de Pdez. Baracaldo. N. c .:
10.000. Total: 60.000 pls.
Beca «D.B Carmen Aguirre». N. e.: 300 pts. Total: 21.8000 pts.
Beca «D.B Valerla Ostia». Pamplona: 25.000 pts.

INSPECTORIA DE BARCELONA
Beca «San José» (Hnas. Cataús). N. e.: 5.000 pts. Total: 25.000 pls.

INSPECTORIA DE LEON
Beca «Familia Damián Kernándei y Sra.» VIgo; 15.000 pts.

INSPECTORIA DE SEVILLA
Beca «Virgen del Valle». Palma del Condado. N. e.: 1.600. Total: 15.000 pts.
Beca «Marta Auxiliadora*. Cádis Arch. N. e .: 1.000 pts. Total: 58.000 pts.
Beca «Corpus Christi» Srta. J. Quintana. Sevilla. N. e .: 100. T . : 16.100 pts.

INSPECTORIA DE MADRID
Beca «San Francisco de Sales». Cooperadores Estrecho. N. e.: 5.600 pts.
Total: 34.290 pts.
Beca «Kybartas». Primera e .: 12.600 pts.
Beca <D. Pedro Gil H .» Primera e .: 2.000 pts.
Beca «M .A.L.». 2.000 pts. Total: 61.000 pts.
Beca «Fam ilia Martin Mateos». Salamanca. Primera e.: 15.000 pts.
Beca «S. José» Arch.-Pixarrales. 2.000 pts. Total: 59.000 pts.
Beca «Fam ilia Francia G.» Salamanca. 1.000 pts. Total: 23.000 pts.

22



¿Por qué me
hice sacerdote?
— Cuando a los ocho o nueve
años le decía a mi madre que que­
ría ser cura, tal vez no sabía por
qué. A lo mejor acertaría entonces
a expresar que quería serlo para
ir a las misiones a salvar chinítos
o para ser tan bueno como el pa­
dre tal... al que veía que lo quería
todo el mundo. El «por qué me
hice sacerdote» lo he ido descu­
briendo poco a poco hasta hoy en
que me siento cogido, como aga­
rrado fuertemente por las manos
buenas de Dios, y parece que me
dice; «jHala!, vete a salvarme al­
mas con la entrega de toda tu vi­
da». Sí, me hice sacerdote para
salvar almas y cuerpos, para en­
señar caminos hacia Dios, para

El 22 de abril, Domingo de Pascua, recibirán la ordena­
ción sacerdotal, en Salamanca, 30 jóvenes salesianos de
las inspectorías de Madrid, León y Bilbao.
Pude entrevistarlos en unas conversaciones que mantu­
ve con ellos en Avila. He aqui cómo responde uno de
estos nuevos sacerdotes.

¿Origen de mi
vocación salesiana?
— Desde los ocho años me apun­
té al Oratorio del Colegio Salesiano y, de verdad, me causó admi­
ración la vida de los salesianos
que allí había. Un año después,
entré como alumno y vi de lleno
la entrega de mis profesores sale­
sianos a la formación intelectual
y cristiana de nuestra traviesa ju ­
ventud con un espíritu apostólico
tal y con un peculiar espíritu de
alegría «a lo Don Bosco» que me
cautivaron por completo.
distribuir la oración a manos lle­
nas, para ser testimonio, en el mun­
do, de Redención y colaborar en
ella. Me hice sacerdote para con­
tinuar la obra de salvación que,
un d(a, por amor, inició nuestro
Hermano Mayor, Jesucristo.
Por eso, a lo largo de todos
estos años me he ido diciendo:
c¡De seguro! Dios te llama a sal­
var, a redimir, a hacer de buen
samaritano, a perdonar, a querer
a todos los hombres con el amor
de Dios, a ser testimonio viviente
de que hemos sido llamados, de
nuevo, al abrazo de! Padre. Sí,
Dios te llama a llevar su Palabra,
siempre eficaz, a todos los hom­
bres...»
Y ante tantos motivos, ¿iba yo
a negarme?

Y recuerdo que me repetía con
frecuencia: «Me gustaría ser como
ellos». Tal vez un día lo dije en
voz alta. Lo cierto, y para confir­
mar lo anterior, es que se me ofre­
ció un joven sacerdote salesiano
a darme clase de latín para pre­
pararme al seminario. Así, al co­
menzar el curso siguiente, pude
entrar como aspirante.

¿Qué les dirías
a las familias cristianas?
— Más que decirles. Ies expon­
dría la experiencia de mi propia
familia, de mi»; padres, sobre todo:
Nunca los he visto más contentos.
Ya antes, gozaban con mis cartas
y noticias de seminarista. Seguían
paso a paso mi vocación y nunca

consideraron perdido a un hijo. He
sido, y más ahora, para ellos su
orgullo, su gloria, la corona de sus
canas, la alegría más grande de
la casa.
Esto lo he visto yo con mis pro­
pios ojos y lo he experimentado.
También me lo han dicho: «Si mi!
veces nacieras hijo nuestro, mil
veces te ayudaríamos a ser sacer­
dote».
Yo les contaría esto a las fami­
lias cristianas. Y creo que no ne­
cesitaría comentario.

¿Te sientes
feliz?
— Hay cosas que no se aciertan
a expresar, que no se encuentran
palabras para responder. Tal vez,
una podría ser ésta. Pero aquí ca­
be, al menos, un sí muy grande.
Estoy contento, muchísimo, del
camino que emprendí hace quince
años. Hoy día me parece poco lo
pasado para tanta dicha, tanta gra­
cia. Y esta felicidad que siento es
más grande por más íntima. Más
que cualquiera otra que haya teni­
do nunca o pueda haber por ahí.
Y me llena tanto que sólo ansio
repartir mi sacerdocio entre todos
los hombres para que se alegren
conmigo en una continua acción
de gracias al Señor.

23

TRABAJAMO
COMO
QUERIA
DON
BOSCO
¿QUIEN ES MONS. D ROSARIO?
Y EL SEÑOR
NOS BENDICE
Entrevista de ENZO BIANCO a monseñor Humberto
O'Rosario, el arzobispo sale*
a l a n o de ShIllong*Gauhati
(India). El prelado habla de
la Iglesia en Assam.

24

Monseñor Humberto D’Rosario
nadó en Calicut (Malabar, India
del Sur) el 21 de febrero de 1919.
Su padre era el director de una
empresa constructora de ferroca­
rriles y, en 1936, terminado el
Bachillerato, Humberto se dispo­
nía a matricularse en la Facultad
de Ingeniería «para ser como mi
p a d re , constructor de edificios,
puentes y ferrocarriles». Durante
las vacaciones fue con su padre
recién trasladado a Tirupattur. Allí
tuvo el primer encuentro con los
salesianos.
Los clérigos salesianos estaban
entonces de vacaciones. Con ellos

estableció en seguida buenas re­
laciones de amistad, en juegos y
conversaciones. Su d i r e c t o r era
don José Luis Carreño. Un día se
le presentó Humberto y le soltó a
quemarropa: «¿Podría yo también
ser clérigo como ellos?» Don José
Luis le miró fijamente y le dijo:
«Ya ves lo contentos y alegres que
están. Pero si quieres ser salesiano
debes estar dispuesto a sufrir, pues
seguir al Señor también quiere de­
cir eso.» Para la Navidad de 1937
Humberto era salesiano.
Diez años más tarde era sacer­
dote. Luego director de Vellore y
de Bombay. Y en 1964, obispo.

^

cTengo miedo... — confió a su ins­
pector de entonces, don Pianazzi— .
No sé cómo se hace de obispo.»
Don Pianazzi le respondió: «Tie­
nes experiencia como director de
los colegios salesianos. Pórtate lo
mismo con los sacerdotes y con la
gente de tu diócesis y verás cómo
todo va bien.»
Así fue. De 1964 a 1969, Mon­
señor D’Rosario es obispo de Dibrugarh. En 1969 pasa a Shillong,
capital de la nueva archidiócesis,
como arzobispo.
En 1966, d u r a n t e el Concilio,
fue recibido por Pablo VI. «¿Es
usted obispo salesiano? — le pre­
guntó el Papa— . T r a b a j e pues
como salesiano.» « S a n t i d a d — le
respondió Mons. D’Rosario— , asi
hacemos, y el Señor nos bendice.»
QUE ES EL ASSAM
Es una región del nordeste de
la India, situada entre Bangla Desh,
Birmania y China. Tiene una exten­
sión de 122.000 kilómetros cuadra­
dos y unos 14 millones de habi­
tantes. La capital de la provincia
y de la archidiócesis es Shillong.
En su gran mayoría los sacerdotes
son salesianos, pero hay un pro­

metedor desarrollo del clero indí­
gena. Actualmente los salesianos
son 300. También hay unas 20 Hi­
jas de María Auxiliadora indígenas.
El pasado noviembre celebraron
los salesianos el 50 aniversario de
su llegada. En 1922, los católicos
del Assam eran 5,000; ahora pasan
de los 300.000.
Los misioneros trabajan, sobre
todo, con las tribus de las mon­
tañas, de origen mongol, estable­
cidas allí en diversas épocas y que
han poblado después el fértil valle
del Brahamaputra. Ahora el Assam
es un mosaico de tribus que hablan
unas 160 lenguas diversas.
Con la colonización inglesa lle­
garon los protestantes. Los católi­
cos entraron mucho más tarde.
PREGUNTA.— Esas tribus de las
montañas hace siglos que viven
entre los hindúes. ¿Por qué no se
han convertido al hinduismo? ¿Por
qué a c a ta n fácilmente el cristia­
nismo?
MONS. D’ROSARIO.— Los hin­
dúes intentan convertir a estas
tribus, pero no lo consiguen. A pe­
sar de que un rey del Manipur se
convirtió al hinduismo, su ejemplo

no ha cundido. Este es el hecho,
Hay varias causas que lo explican.
Hay razones de carácter social.
Entre los hindúes existen las cas­
tas que constituyen diversos nive­
les de personas, superiores e infe­
riores. En cambio, en las tribus
todos los h o mb r e s se consideran
iguales, con los mismos derechos.
Esto, naturalmente, es un motivo
para rechazar el hinduismo e in­
clinarse más bien al cristianismo.
Nuestra fe considera a todos los
hombres iguales, cosa que no hace
cambiar su vida social.
Pero hay otra razón a favor del
cristianismo. Las t r i bus de las
montañas son pobres y tienen ne­
cesidad de ayuda para su desarro­
llo. Ahora bien, nuestros colegios
y el trabajo de los misioneros en
campo social son para ellos un
servicio excepcional. Lo ven y se
dan cuenta. Muchos cristianos cre­
cidos al l ado de l os misioneros
ocupan hoy puestos de responsa­
bilidad en su país, han l o g r a do
cargos administrativos e incluso al­
gunos han llegado a ser ministros.
Por eso tienen gran confianza en
los misioneros, se dan cuenta de
su e n t r e g a incondicionada y los
acogen como a verdaderos amigos.

Monseñor D'Rosario envía a las aldeas a los catequistas formados en el centro que fundó el misionero español
padre Larrea.
-i



I

A

•4

/

Los catequistas son la esperanza de
las misiones. Sustituyen al sacer*
dote en la evangelización y cate*
quesis; le preparan el camino. El
padre Larrea, arriba, a la derecha.

PREGUNTA.— Siendo así, ¿por
qué se persigue a los misioneros?

i*
Pero también hay un motivo re­
ligioso: la atracción que Jesucristo
ejerce sobre ellos. Se trata de pue­
blos profundamente religiosos que
quedan cautivados por la figura de
Cristo, que reciben con alegría y
entusiasmo el Evangelio. Mucho
antes del bautismo, cuando sólo
son catecúmenos, ya se glorían de
ser cristianos. Se consideran afor­
tunados de ser hombres Ubres e
iguales y, sobre todo, de ser hijos
de Dios.
PREGUNTA.—¿Encuentran
es­
tos pueblos alguna dificultad en la
práctica de la moral cristiana?
Monseñor D'Rosario. — Normal­
mente llevan una vida de acuerdo
con la ley natural, como los judíos
antes de recibir el decálogo. No
todo está en plena armonía con la
ley del Señor; pero en sustancia,
sí.
En algunos casos admiten el di­
vorcio o la poligamia: pero los
convertidos no tienen muchas di­
ficultades. Mediante la instrucción
reür.iosa, poco a poco, los cristia­
nos comprenden y aceptan sin
grandes problemas la moral cris­
tiana.
PREGUNTA.—¿Qué influencia
ejerce en ellos la sociedad de con­
sumo?
Monseñor D'Rosario.—Es una
situación problemática que ya nos
preocupa. Los jóvenes reciben de
occidente cosas buenas y malas.

26

Corremos el riesgo de perder nues­
tras costumbres y tradiciones. Hay
quienes sólo asimilan aspectos ex­
teriores y negativos y acaban por
perder el deseo de trabajar y estu­
diar, de tener éxito en la vida. Esto
se da, sobre todo, en las ciudades.
Ahora bien, el 85 por 100 de la
población vive en las aldeas, donde
todavía la vida sigue las antiguas
costumbres.
Pero el peligro está al acecho.
Por eso trabajamos para infundir
verdaderas convicciones cristianas
a fin de que nuestros cristianos no
se dejen arrastrar por los malos
ejemplos.
PREGUNTA.— Y el comunismo,
¿logra sus adictos?

Monseñor D'Rosario.—^Tras la in­
vasión de los chinos de 1962, la
India se ha tenido que preocupar
de los extranjeros que estaban en
las regiones fronterizas y que pu­
dieran fomentar alguna nueva in­
vasión. Era lógico. De esta manera,
el gobierno central dictó leyes que
tutelaban la seguridad nacionaJ. Se
trata de leyes sólo para los estados
indios de la frontera norte, no pa­
ra toda la India. Dichas leyes no
van sólo en contra de los misione­
ros, sino indistintamente contra
todos los extranjeros.
En lo que se refiere a su aplica­
ción, nuestras autoridades se han
mostrado muy humanas. En otros
estados fronterizos se ha expulsa­
do a todos los misioneros. Nuestro
gobierno, en cambio, no ha movido
la cosa demasiado y muchos misio­
neros han podido quedar en su
puesto.

En la misión de monseñor D’Rosario se ha sumado el trabajo de
atender a los prófugos de Bangla
Desh, por si no eran pocos los pro­
blemas que ya tenía.

Monseñor D'Rosario.—Tam p o c o
aquí hay peligro, al menos por
ahora. En Assam hay un partido
comunista legalmente constituido.
Pero no es ni siquiera una amena­
za. El comunismo tiene una actitud
hostil a la religión. Precisamente
por eso no tiene mucha entrada en
las tribus. No hace muchos años,
unos rebeldes Nagas huyeron a
China. Los comunistas chinos que
los acogieron como refugiados no
les permitieron un solo rito ni si­
quiera en las fiestas. En estas cir­
cunstancias. puestos a elegir, en
vista de que el comunismo no les
permitía hacer sus oraciones, lo
abandonaron.
Todo esto, lo repito, es por aho­
ra...

7


todavía siguen en pie las comuni­
dades cristianas que habían funda­
do entre los Nagas. Ahora la Igle­
sia Baptista de Nagalandia es
autónoma y no necesita de los
americanos para continuar.
PREGUNTA.— Una mirada al
futuro del Assam, excelencia. ¿Pue­
de vislumbrarse el futuro de una
Iglesia autóctona, capaz de afron­
tar por sí sola el porvenir, sin
necesidad del clero extranjero?
Monseñor D ’Rosario.—Nosotros
estamos haciendo lo que Don Bosco con sus primeras misiones. Una
de las primeras obras de Assam
ha sido una casa de formación pa­
ra las vocaciones indígenas. Ahora,
los seminarios se han multiplicado,
tanto para la congregación como
para las diócesis. Tenemos ya los
primeros sacerdotes de nuestras
tribus y, sobre todo, tenemos mu­
cha esperanza.
Las tribus tienen la propiedad
de las tierras en que viven y ya
tienen su gobierno propio. Cuando
tengan sacerdotes suficientes, sin
duda que también serán capaces
del gobierno de la Iglesia.
Respecto a esto hay un prece­
dente muy significativo. Los Baptistas americanos se han visto obli­
gados a retirarse de! Assam no
hace muchos años. Y sin embargo

Para los católicos todavía es de­
masiado pronto. No hay que olvidar
que los católicos llegaron al Assam
75 años más tarde que los protes­
tantes. Pero ya tenemos siete sa­
cerdotes católicos nativos y todo
nos hace pronosticar un clero es­
tupendo y muy preparado para el
gobierno de su propia Iglesia.
PREGUNTA.— P a r a terminar,
¿puede hacernos un balance de los
cincuenta años de los Salesianos
en el Assam? ¿Qué significado ha
tenido esta celebración?
Monseñor D'Rosario.— Ha sido
una fiesta espiritual, una acción
de gracias al Señor y una ocasión
más para la renovación de nuestro
compromiso por el bien de la po­
blación y por el Reino de Dios.
Ha llamado mucho la atención
el que toda la organización de los
festejos haya sido organizada y
llevada a cabo por los laicos, prác­
ticamente por nuestros exalumnos.
Ha sido un acontecimiento de fa­
milia. de la Familia Salesiana.
Y ya estamos viendo los frutos
de estas celebraciones. Todos los

principales, al regresar a sus ca­
sas, han llevado consigo una for­
midable carga de amor y entusias­
mo por Don Bosco.
Por lo demás, aquí se ha traba­
jado con el método de Don Bosco.
Primero hemos ido a los pobres y
a los jóvenes a fin de ayudarles
con la educación. Doquiera se abre
una misión, en seguida se abre
un centro juvenil o un orfanatrofio. Y en estos centros es donde
se preparan los líderes de la Igle­
sia de mañana.
Don Bosco dijo a sus misioneros
que amaran y acogieran a los jó ­
venes. Amando a los hijos, que son
sus tesoros, los adultos compren­
derán que se Ies ama a ellos. Y
por medio de los hijos los mismos
padres llegan a la fe.
De este modo, las tribus del
Assam se sienten amadas. Por eso
viven su cristianismo con entusias­
mo y con verdadero amor a Cristo
y a su Iglesia.
Enzo Bianzo

Monseñor Kerketta, también saleslano, fue el sucesor de monseñor D'Ro­
sario en Dlbrugarh. Aquí lo vemos en traje Naga.

C O O P E R A C IO N S A LE S IA N A
Y TERCER M U N D O

SE LO ESPERABA
A ñnes de enero, coincidiendo con la fíesta de San
Juan Bosco, enviamos de vuestra parte mil dólares,
a cada uno de estos lugares; Vyasarpadi, Indios Mo­
ros, Corumbá, Indios Makús y Timor. Cuando este
Boletín llegue a vuestras manos habrán recibido otros
tantos, fruto de vuestra generosidad.
En Timor, isla del Pacfñco, en la mitad portuguesa,
están establecidos los salesianos desde hace años.
En las poblaciones grandes la mayoría son católicos,
pero en los pueblos y en el campo la mayoría son
paganos. Entre los salesianos, que trabajan en Ti­
mor, ñgura el Padre Alfonso Nácher, español, que
cuenta con grandes simpatías en Zaragoza, Valen­
cia y Barcelona, en donde estuvo varios años, antes
de marchar allí.
Son bastantes los que se acuerdan de él y le ayu­
dan cuando viene por España. Para este misionero,
el Centro de Cooperadores de Ripoll, que tanto se
esfuerza en favor de las misiones, nos había enviado
la bonita suma de 25.000 pesetas. Nosotros, que sa­
bíamos la hermosa obra que está llevando a cabo y
que entra de lleno en los fines de nuestra empresa
Cooperación Salesiana y Tercer Mundo, redondeamos
la cifra hasta mil dólares. El esperaba las primeras,
porque se lo habían avisado de Ripoll, pero no las
segundas. Le llegó vuestro donativo justito la víspe­
ra de la fiesta de San Juan Bosco y la sorpresa, la
grata sorpresa que le produjo, la refleja en las pri­
meras palabras de su carta: «Su gesto nos impresio­
nó a todos». Yo me imagino que ver de golpe sesen­
ta mil pesetas para un misionero con mil proyectos
a realizar y limpio de! todo tiene que ser de verdad
impresionante. ]Y qué alegría poder dar tales sor­
presas!

¿Qué hace el P. Nácher en Timor? Está en una po­
blación que se llama Baucau. Acaba de abrir un mini­
hogar para 54 niños: «No tenemos posibilidad de
más. Los estamos restableciendo. Estaban flacos y
cansados. Ya van poniendo color rosado sobre las
mejillas morenas. No son negros, pero muy morenos.
Si continúan los refuerzos aumentaremos el mini­
hogar».
«Pensamos, continúa el Padre, matar el «hambre
de instrucción.» Hemos aumentado el número de
alumnos de la misión: de 1.980 hemos pasado a 2.897.
Soportamos sobre nosotros todo el peso del aumento
de casi mil niños. Ni el Estado ni la Diócesis pue­
den socorrernos. Les instruimos para que puedan ga­
narse el pan. Si los Cooperadores continúan pensan­
do en Timor, los jovencitos, que avancen en los es­
tudios con más salud por no estar subalimentados,
gracias a su caridad, serán un recibo que podrán
presentar ante Dios: «Tuve hambre y me distéis de
comer».
El P. Nácher es también constructor de iglesias,
signo visible y necesario de nuestra religión católi­
ca en país pagano o semipagano, como es Timor. «Ma­
ñana, lo dice por la fiesta de Don Bosco, empiezan
las solemnidades litúrgicas de la inauguración de
la iglesia de Laga, dedicada a San Juan Bosco. Yo
bautizaré 175 catecúmenos. Parece un templo con
sus 20 metros de larga por 15 de ancha. La iglesia
se la ha construido el pueblo con su trabajo y sus
economías. Hasta los paganos trabajaron; entre ellos
30 leprosos, que cortaron árboles «palo rosa», que
llevaron hasta la carretera general, para hacer puer­
tas y ventanas de la casa de Dios, que ellos recla­
man con fe «también es nuestro Padre*. «Tienen fe
en Jesús».
El padre Alfonso
Nácher
bautizando
a un niño
de las montañas
de Baucau

DONATIVOS PARA COOPERACION SALESIANA
Y TERCER MUNDO

B EH r

Soy un niño makú. He estado enfermo de sarampión;
diez amiguilos míos murieron en unos días; también
murieron tres hombres. El padre Alfonso vino en se*
guida a vemos y nos trajo fortificantes; nos los dio
todos porque nos encontró a todos muy tristes y es­
queléticos. El también estaba triste porque hablan
muerto muchos de nuestra tribu. Tengo hambre, todos
tenemos hambre. Mis padres apenas pueden cazar y
pescar porque no tienen fuerza para caminar por el
bosque. El Padre nos dice que pronto nos van a ayu­
dar mucho unos hombres de su tierra, que nos man­
darán comida y medicinas y anzuelos para pescar. Ha­
cedlo pronto. Os lo pido yo, que a los cinco años ya
sé lo que es hambre, enfermedad, dolor y tristeza.

Termina el Padre Nácher su carta: «Me olvidaba
decirle que mañana extraordinariamente daremos de
comer a 980 chiquillos, para que ninguno se quede
sin bocado el día de Don Bosco, que ciertamente ben­
decirá a los bienhechores».
A través de las palabras entresacadas de la carta
del Padre Nácher. podéis apreciar que la obra de
Baucau es semejante a la del P. Bohnen, en Haití, o
a la del P. Saksida, en Corumbá. Miles de niños, en
su mayoría paganos, pobres, con hambre los más.
que necesitan pan. instrucción humana y que les en­
señen a conocer y amar a Dios, al Padre providente
que no les dejará faltar lo necesario.
¿Habéis pensado que la Providencia de Dios, para
los niños de Haití, para los jovencitos de Corumbá.
I>ara los Makús y ahora para los de Baucau. ha toma­
do un nombre concreto y se ha hecho persona en
vosotros, los que integráis «Cooperación Salesiana y
Tercer Mundo»?
En este mes, en que celebramos nuestra Pascua
de Resurrección, acordaos en medio de las ale­
grías pascuales, de los niños que a miles piensan en
vosotros con gratitud y con esperanza.
JAVIER RUBIO
Delegado Nacional de Cooperadores Salesianos

mus
donativos a
C jiW e

recibidos desde mediados de enero
a mediados de febrero
Dolores Sequeiro. Remedios Marqm's, Andele!» Osbirra.
Maiia Martínez. Gustavo Melitarcs, Ana María Onado, Po­
dro Piquer. Francisca Garda, Kduardo SoK>'rl*o. Tomd'*
Ventura, Josefa Juliá, Nuria MAa. Andrés do la Hoaa. Jo­
sefa Alonso. María Campos. Juan Días. Mauro GoiuAlrr.
Félix Sánchez. Pierlna María Maoairo. Dolona lVr.-7, Su­
sana Cruz. Antonio Elstrella, Jtilla Amords. l.ulíta liomoro.
María Zulaica. Pepita Martínez, Carmen Rumoro, Luisa l.lmia, Pilar Nieto. Rosa y Lorenza Rivilla, linas, l ’iulu'vo.
Maruja Conde. Gloria Llata. Doloroa Quintero. Antonia Vilagelíu. Cooperadores de Estrecho, K. S. G.. Carmen Sán­
chez. Antonio Ramos, David Vidal, Trinidad UodilK^nez.
Emilio JinuMiez, Gertrudis Bateella, llornardo Garda, José
Rascado, Basillsa Colín, Josefa Valenzuela, Remedios Pé­
rez. Julia Flores. Antonio María Garda. Cooperadores de
Alcalá de Gundalra. Antonio Sancho, Sor AsundAn Martí­
nez. Guadalupe Ferrclro, Muría Jesús Vicente, Marín del
Carmen Mateos, Pilar PatiÚo. Alberto Galiana. Felidslmo
Santiago. Esmeralda Herrera. Anftel Gómez. María Estrella
Blanco. Miguel Torrecilla, Milagros Andreu, Raúl Bonnin.
Antonio Sánchez. Josefa Fernández. Arturo Quesadu, Emé­
rita Izquierdo, Rafael Delgado, Elvira Bonelli. Isabel Ló­
pez. Alicia Benito, Aspirantes Salesianos de Urniela. Ma­
nuel Baz, Augusto Resino. Paloma Serrano. Pilar H i v i l s ,
Concha Monticl. Amalia García, Augusto Feóalva. M. Y.
Martín. Maria Asunción Pagés. Vda. de Levin. Antunia Co­
bos. Joaquín Gutiérrez, Mercedes Pinnas. Cooperadores de
AstudiUo. Faustina Hernández. Luis Sáez Vega. KainiUa
Ortega. Susana Elizaldc. Luz Domínguez. Mercedes Alonso,
^lesianos de Cádiz. Manolita González, Dolores C.'irraseo,
Sra. de Fuente, Tecla Delgado. María Teresa Cosía. Ri>s.»
Martínez. Adela Bahr, Juana Galmés. María Carmen Horrajo. Concha López, Juan Los Santos. Luz Divina. Alejnndrlna Pascual. Elena Gómez. Trinidad Ardura, Josefa Qiielpo,
Adela Núñez, Angela Guillén, Aurora Pascual. Aurea Cal­
zada. Hnas. Ros, Juan Prats, Antonio Sanjosé. Men-edi"*
Fuster, Sra. Silva. Familia Collado, Sres. Fortó-R<»camora.
Sra. Bresca. Sres. Espiná. Sres. Emo de Marqués, Sres.
Blanch García, María Martínez. Vda. de Samsó. Paquita
Cabanas. Cecilia Ruiz. J. Sadurní. Familia Comas, Concha
Francés. Sr. Gutiérrez e hijos, C. García. Felisa Zurlmendt.
María Luisa Unamuno. Fortunato López. Pilar Irarzu.
Sres. de Soloaga. Sres. Cobos. Vda. de Arnús. Teresa Urruela. Sres. Padullás. María Ibáñez. Sres. Massana. Sres. Vi­
dal. María Angustias García. Juanjo Benct, Alfredo Benot.
Eloísa Benet. Sres. Rosés. Sr. Oncins. Monserrat Clot. Mi­
lagros Just. Maria del Marti. Sr. Iborra. Francisco Calatayud. Ramona Moliné. Dolores Adán. Sra. Soté. Esperanza
Belcherí. Celia Huiz, Caballeros del Tercer Mundo-Badalona. Joáéfa Martorcll. Josefina BagUés. Sra. Prats, Peppy
de Paúl. Consuelo Peroira, Convento de Sta. Marta. Vda de
Acillona, José García Alba, Ana Martínez, Encarnación Ca­
lo, Dorotea Celaizábal. Pilar Alarés. Teresa Peral. Juan
Ferrán. José María de Ajubila. Vicente Fernández, Rosa
María Sánchez. Raquel Prendes. José Otarán. Concha Ro­
sen. Cooperadores de Béjar y de Madrid, Soledad de la
Fuente. Constancio Núftcz. R n a . de Oloz. Aurora Ibáhez.
Wenceslao García. José María (.'nndo. Maria Diez Alegría.
Antolín Mata. Félix Tovar, Faustina Tovar. Fnn>^tiTi:» Hernándrr. C. Dans. Darla Prado. Sixto FernámPz. Guadalupe
Ortiz. Juan Pérez. Camilo Porta, Angel Martin,
Martínez. Tomás Pérez, Andrés Pérez. Frsn<i--io Man/ai.u.
A v ilíiia Gómez. Clementina de Vega. Sres. de p:r^l.-•^- .“ ¡a.
Bertemati. María C. Lavandero. José Luis Pulo.
Vázquez. Esperanza Joaristi. María Pilar Domlf.;.'-!--?. Aríiceli García. María Társila Valencia. José Rulz V irfod í».
Dolore-; Bayo. Carmen Ruiz. .Manuel Chapela. Cov;." • i Jorr.^
de Torre Cárdela. Carmina de Vicente. Jo^efin^ M-'i.na
Julio Ferrand. Isabel B. de García, Vda de Qmim i.! iu
Rico. Juan Díaz. María Amparo Herrero Lu-.tjío
' Carmen
Moreno, Julia Ortega, Juan José González. Ran.én L>
zo. Atanoslo Rodríguez. Agustín Posada, Emilia Ki t.’.ái.'Kz.
Juanita y Manoli. Pilar Bayarri, María Pilar F rar' ia. EsteCorral. Pilar Barahona. Aurelio Perea. Vda. de Es!»-,
1 ban
ban. Ansenia Rodríguez, Segundo García. Cesáreo Gonzá­
\ lez. Josefina López.

C oopera ción Smioslanm y T o rc e r Mundo
Alcalá, W d - M adr!d^28
-

2v

NUESTRA
sorpresa de ios médicos.
monja cistercíense.

CREIAN TENERLE
QUE QUITAR UN RIÑON
La Llacuna. — Operaron a una
hermana mía para sacarle una pie­
dra del riñón. Se le había produ­
cido tai inflamación que los médi­
cos creían tenérselo que extirpar.
Acudí a María Auxiliadora y a San
Juan Bosco. Se hizo la operación
normal y se le pudo salvar el ri­
ñón. Hoy se encuentra perfecta­
mente. Agradecida por éste y por
otro favor especial, envío una li­
mosna. Ana.
NO HUBO QUE OPERAR
Teror. — Doy gracias a María
Auxiliadora por la curación de un
sobrinito a cuya protección lo en­
comendé. Cuando nació creían que
moriría y que si vivía quedarla pa­
deciendo del corazón pues, como
afirmaban ios médicos, tenía una
lesión en el corazón. Lo encomen­
dó a la Virgen con mucha fe ha­
ciendo la novena. El niño vive y sin
necesidad de operación le ha des­
aparecido la lesión que tenia con
50 —

Una

HE PALPADO SU PROTECCION
Astudíllo.— He palpado la pro­
tección de María Auxiliadora en la
salud recuperada de mi marido.
Sometido éste a una delicada y
grave operación del aparato uri­
nario, del que le extrajeron tres
piedras de 120 gramos, hoy se en­
cuentra perfectamente restablecido.
Agradecida, envío una limosna. Lu­
cía Abad.
La Coruña.— Encontrándose gra­
vemente enfermo un sobrinito de
dos años, acudí llena de confian­
za a María Auxiliadora, poniendo
como intercesores a San Juan Bos­
co y a Santo Domingo Savio. A
los pocos días de empezar la no­
vena y a pesar de la opinión pesi­
mista del médico, el niño mejoró
notablemente, encontrándose hoy
completamente recuperado. Hago
público mi agradecimiento y en­
vío una limosna. Milagros Pérez.
Madrid.— Doy gracias a María
Auxiliadora, a San Juan Bosco y
a Santo Domingo Savio y envío un
donativo por la protección hacia
mis nietos, quienes educados en un
colegio salesiano van adelante en
sus estudios sin dificultad. María
Sacristán.
Málaga.—Teníamos a tres niños
y esperábamos el cuarto. Pero
como las cosas se complicaron, y
se esperaba ya una intervención,
acudimos con una novena a María
Auxiliadora, naciendo a los pocos
días después felizmente, una her­
mosa niña sin necesidad de nada,
la que llevará el nombre de Ma­
ría Auxiliadora. Por ello hacemos
público nuestro agradecimiento,
enviando una limosna que prome­
timos. F. Hernández y Asunción
Rodríguez.
Barcelona.— Era el año 1936:
pasábamos el verano en Sígüenza, que estaba en poder de los
rojos; desde principios de octu­
bre, tas tropas de Franco sitiaron
la ciudad y cortaron la luz y el
agua. En nuestra casa, vivíamos
seis personas mayores y ocho ni­
ños; nos encontrábamos en la an­
gustiosa situación de que no dis­
poníamos más que de un cantarito de agua. A tal extremo llegó
esta necesidad, que una amiga
nuestra nos trajo (como un tesoro)
una botella de doscientos gramos
de agua. Habiendo leído la vida
del Santo, tan amigo de los niños,
pedí por su intercesión, que no nos
faltaran el agua y el pan. prome­
tiendo en acción de gracias estar

A MARIA AUXILIADORA
un día a pan y agua. Sin ponernos
de acuerdo, ni comentarlo, mi her­
mana, viuda con cuatro niños, hizo
la misma promesa. Había sido un
verano caluroso y seco. El mismo
día de hacer la promesa, por la
tarde se formó una enorme tormen­
ta; pusimos vasijas y toda clase de
recipientes y cogimos tanta agua
que llenamos una tinaja de un me­
tro de alta y filtrándola con un
lienzo limpio nos sirvió para be­
ber, durando hasta la liberación por
el ejército y tomando los soldados
también de ella.
Prometí hacer conocer este fa­
vor de San Juan Bosco y quisiera
se publicara en el BOLETIN SALESIANO. Margarita Noreña.
Pozoblanco.—Agradecida a Ma­
ría Auxiliadora por el favor conce­
dido a un hijo mío, envío una li­
mosna. J. V.
La Coruña.— Hace tres años que
estoy enfermo. He ido a seis mé­
dicos sin obtener resultado. Enton­
ces pensé que sería debido a unos
golpes que había recibido en la
cabeza. Viendo las gracias que pu­
blica el BOLETIN SALESIANO, acu­
dí a María Auxiliadora pidiéndole
la salud, prometiéndole enviar un
donativo para los pobres o para
las misiones, y publicarlo en el BO­
LETIN SALESIANO. Hoy, agradeci­
do. cumplo mi promesa. M, P.
VIgo.— Agradecida por no haber
tenido que efectuar un cambio to­
tal de sangre a mi hijita recién na­
cida, como parecía necesario, en­
vío una limosna. Una devota.
Alicante.— Envío una limosna pa­
ra la beatificación de Doña Doro­
tea de Chopitea agradeciéndole que
un sobrino haya encontrado tra­
bajo y que mí hijo haya terminado
bien sus estudios. M. Otilia Catalá.
Maire de Castroponce (Zamora).
Agradezco a San Juan Bosco, San­
to Domingo Savio, al Beato Miguel
Rúa y al siervo de Dios don Juan
Martorell los favores que me con­
ceden.
Barcelona.—^Teníamos a nuestro
servicio un matrimonio seviliano,
llamados Rosario Maleno y Joaquín
Cipriano; elia quedó en estado y
dio a luz el 1 de noviembre de
1972 una niña prematura (ocho me­
ses) que fue bautizada con el nom­
bre de Montserrat. Desde el primer
momento los médicos que la aten­
dieron, constataron que padecía de

RATITUD
Y A SAN JUAN BOSCO
meningitis, parálisis de hombros,
hídroencefalitis, todo ello, al pare­
cer, grave. La instalaron en una
“ incubadora” durante dos meses,
y en las casi diarias visitas que
le hacían sus padres en la sección
de prematuros de la Residencia
de la Seguridad Social "Francisco
Franco” , tanto médicos como en­
fermeras, no les daban la más leve
esperanza de que pudiera salvarse
la niña.
En estas circunstancias, mi es­
posa, que era gran devota de Doña
Dorotea, les indicó que, si así era
también su deseo y gusto, podían
ir a la iglesia de los Salesianos de
Sarriá, próxima a nuestro domici­
lio, y suplicar a Doña Dorotea, cu­
yos restos se guardan en una ar­
queta de mármol en dicha iglesia,
intercediese con toda su influen­
cia cerca del Señor y de María
Auxiliadora, para lograr la cura­
ción completa de la pequeña. Así
lo hicieron, y al hacer el día si­
guiente la cotidiana visita a le ni­
ña en la Residencia, la enfermera
les dijo: “ que la criatura había me­
jorado espectacular y milagrosa­
mente’’, son sus palabras, y que ha­
bía desaparecido la parálisis de los
hombros y la meningitis, aunque
subsistía la válvula que le coloca­
ron, creo que en la carótida (soy
lego en medicina).
La sacaron de la incubadora y
la trasladaron a la sala común de
recién nacidos, y empezó a tomar
biberones, siendo así que hasta
entonces se había alimentado por
el procedimiento “gota a gota".
Así permaneció unos días más
y luego la trajeron a nuestro domi­
cilio, en donde permaneció unos
ocho o diez días, hasta que deci­
dieron trasladarse a Sevilla, junto a
sus familiares. Durante los días que
estuvo en casa, e incluso actual­
mente, según me han comunicado
dos veces por teléfono, la criatura
parece seguir normal, salvo, re­
pito, lo de la válvula.
Estos son los hechos, que pon­
go en su conocimiento para mayor
gloría de la Sierva de Dios, a quien
todos atribuimos la extraordinaria
curación de la niña. C. F.
Pícasent (Valencia).— María Carbonell envía una limosna, agrade­
cida a la gracia alcanzada por ir>tercesión del Mártir don Juan Martorell.

DAN GRACIAS
Y ENVIAN UNA LIMOSNA
M aría J e sú s , de Pozoblanco,
por haberse encomendado a Ma­
ría Auxiliadora, a Don Bosco y a
Don Rúa habiendo sido escucha­
da; María Santaella, de Sevilla, por
un favor recibido en circunstan­
cias muy difíciles; C. A., de Sa­
lamanca, por no ser grave lo que
le apareció a una nieta; María Je­
sús Colino, de Bilbao, por favores
recibidos entrega donativo para las
vocaciones salesianas; María A. Bar­
bero, viuda de Cejil, de Huesca, por
la curación de su vista; Pilar Miguel
Villar, de La Coruña, por un favor
especial; María Josefa García He­
rrero, de Salamanca; Félix Tovar y
familia, de Osomo (Patencia), por
el éxito feliz en la operación de su
hija Pily y piendo la salud de su
esposa; P. D., de Salamanca, por la
solución de dos casos difíciles el
año pasado; Asunción Formigo, de
Moaña, por un favor especial; Bea­
triz Verdú, de Bocairente (Valencia);
Eulogio López, de N. N., envía do­
nativo para las Misiones; Patricio
Reche y señora, de Madrid, envían
donativo para las Misiones salesia­
nas; C. B. T., de Valladolid, por fa­
vores recibidos; María del Carmen
Escuin, de Cádiz, por gracia reci­
bida; Josefa Garmendía, de Azcoitía, por favores recibidos, para las
vocaciones salesianas; una Sevilla­
na, por haber aprobado su hijo
unos cursos muy difíciles; Josefina
Molina, de Linares, envía un dona­
tivo para las Misiones por favores
recibidos; Angeles Poza, de N. N.,
pidiendo un favor importante; Antípatro Candela, de Crevlllente, por
un favor concedido a dos de sus
hijas; A. y B., de San Justo, por
varios favores; Isabel B. de García,
de Avila, por un favor; Jovita Ro*
dicio, de Ermua, por varios favores;
María Teresa Martín, de Pamplona,
agradece a María Auxiliadora y a
Santo Domingo Savío el feliz naci­
miento de su hijo; Pastora Rifá, de
Manlleu (Barcelona), por un favor
recibido; Elena Lombán de Soto, de
Doíras (Oviedo), por favores recibi­
dos; María del Carmen Sala, de Valladolid, agradeciendo a Santo Do­
mingo Savio y a María Auxiliadora
su protección al resolver unos asun­
tos; M. S á n ch e z, de Pozoblanco;
Baudilio Capdevila, de Barcelona,
por mejorar de sus dolencias y otros
favores; P. Hernández, de Salaman­
ca, por favores recibidos; Milagros
García Guindal, de Cádiz, por fa­
vores recibidos; Paulina González
Lamadríd, de Santander, por favo­

res recibidos; un maestro nacional
jubilado, de Valencia, por un favor
recibido; Aurelia del Río, de Sala­
manca, por el éxito en la operación
de su esposo; María del Carmen
Sala, de Valladolid; Teresa Pons,
de Palafrugell, para el Tercer Mun­
do; Guiselda Hernández y María
Moreno, de Baracaldo, por favores
recibidos; Mercedes Fernández de
Reinosa, de N. N., por el éxito fe­
liz en una operación quirúrgica; una
devota, de Sadaba, por salir bien
de una operación; José Luis, de
Madrid, por un favor recibido; Fe­
lisa Sanz, de Valladolid, por un fa­
vor; D. M. P., de Valencia.

FUERON

A

LA

CASA

DEL

PADRE

día 3 de enero cogió una fuerte afección gripal, que
ya no pudo superar y en tres días cortos llegó ai
fin de su peregrinación terrenal.

Don Carlos Garda Vicente t en Alcobendas (Madrid)
el 20 de octubre de 1972, a la edad de ochenta y seis
años. Murió santamente como había vivido. Nació en
El Manzano (Salamanca) en 1886 y fue padre modelo
en piedad y bondad, trabajo y resignación cristiana.
Padre de cinco hijos, entregó cuatro de ellos a la
Congregación Salesiana: reverendo don Manuel Garda,
sacerdote; sor María, sor Consolación y sor Emérita
(hijas de María Auxiliadora).
Don José Gómez Calama t sn la Alberca (Salaman­
ca) el día 6 de enero, festividad de la Epifanía, a las
cinco y media de la tarde y a los ochenta y seis años
de edad.
Muerte edificante, como había sido su vida; fue
apagándose poco a poco, con la serenidad propia
del que nada está padeciendo.
A lo largo de su dilatada vida vivió pobremente;
pero sobre todo dio muestras realmente profundas de
una Fe consciente, sólida y vivida. Cristiano a la anti­
gua usanza; de los que han abundado en esa pródiga
tierra de Castilla, anteponía sus deberes religiosos,
con todas sus consecuencias, a cualquier otra cosa
e interés.
iQué vida de oración! Verdadera obsesión la suya
por asistir diariamente a la Santa Misa y recibir al
Señor en el Sacramento. Contra viento y marea, era
inútil por ningún concepto que dejara de rezar el Ro­
sario diario en familia; demostrando de esta manera su
ferviente devoción a María.
Hizo del trabajo, la demostración eficiente de una
honradez a toda prueba; en sus faenas agrícolas en­
contraba la encarnación obsesionante del cumplimien­
to de su deber.
Como derivación primera de esa vida de fe y ora­
ción, vivió en grado no común, una caridad práctica
hacia todos los que a él se llegaban de alguna ma­
nera necesitados, enterneciéndosele su sensible cora­
zón. Nunca negaba un favor estando en sus posibili­
dades. Del mismo modo era admirable verle visitar in­
cansablemente a los enfermos, una y otra vez, y asis­
tir con verdadera devoción, unción, a los entierros sin
distinción de personas.
Dotado por Dios de un carácter fuerte, enérgico, no
es muy fácil calibrar el esfuerzo que hacía para domi­
narse; y era notorio su sentimiento y pesar cuando en
un primer impulso no podía a veces reprimir su desaho­
go natural.
Fruto palpable y primero de esta vida cristiana
auténtica son sus cuatro hijos religiosos: P. Félix
(O. C. D.), P. Julián (S. D. B.), Juan Antonio (S. D. B.)
y Paula (H. de María A. Misionera en la India desde
hace veintidós años y donde se encuentra actual­
mente).
Aquejado en este último año de su vida mortal, de
una cada vez más pronunciada arterioesclerosis, el

DOÑA JULIA RUIZ
En la manaña del día 10 del pasado enero nacía
para el cielo doña Julia Ruiz, viuda de Fornes.
La parroquia salesiana de San Antonio Abad de la
calle Sagunto de Valencia perdía a su querida doña
Julia.
Un improvisado desfile se estableció hasta el en­
tierro de sus restos.
Sus dos hijos, los Antiguos Alumnos Salesianos don
Armando, abogado y don José María, médico, presen­
ciaron y admiraron, con sorpresa, el paso de tantas
y tantas personas. Y sobre todo el inesperado detalle
de las muchas que besaban cariñosamente sus fríos
despojos. "— iLe debíamos tanto!— ” respondían a
su requerimiento.
Aquellas manos cruzadas con el santo rosario, ha­
bían sido las manos bienhechoras de muchas bon­
dades ignoradas.
Sobre el pecho de la finada lucía la cinta rosa y
azui de Presidenta de la Archicofradía de María Auxi­
liadora.
Era su mejor insignia. Hasta, si se quiere, su le­
gítima vanidad.
Porque la vida de doña Julia estaba dedicada en
María Auxiliadora. La estatua procesional que guardaba
en su casa; la organización de la Archicofradía que
sostenía a pulso — reuniones, hojitas mensuales, lote­
rías, guardias de honor; limpieza de altar, etc., etc.— ,
no era más que un desbordamiento exterior del caudal
inmenso de amor a la Santísima Virgen que guardaba
en su corazón.
El rostro de doña Julia se mantenía tranquilo y
sereno. Como correspondía a su encuentro con Dios.
Aquel rostro siempre sonriente que todos contempiaron. Se diría que no tenía más expresión que la
sonrisa.
En las horas alegres y en las tristes, que no le
faltaron.
En medio del trabajo, que ejerció sin descanso, y
en las horas de asueto.
Con sus hijos, con sus nietos. Con las archicofrades. Con los señores y ios mendigos. Con las autori­
dades. Con los pobres gitanillos...
Doña Julia siempre sonreía.
También cuando el mal le roía. Cuando según los
médicos, debería haber guardado el más gran reposo,
ella estaba en pie. Iba y venía. Repartía, invitaba, con­
solaba. Servía, propagaba la devoción a María Auxilia­
dora y sonreía.
“ De pie y con las botas puestas” , decía el señor
Párroco, en sus honras fúnebres, esperó a la muerte
y en sus brazos fuése a la Patria de los Justos. D.E.P.
Don Antonio Aguado Martínez t en Astudillo, el 14
de enero de 1973, a los ochenta y siete años de
edad.
Doña Cecilia Varas Ayuso t en Astudillo, el 14 de
enero de 1973, a los setenta y dos años de edad.
Don Aniceto Santamaría t et 17 de enero de 1973.
Tras dos meses largos de dolorosa enfermedad en el
Hospital de Palencia, sobrellevada con gran espíritu
de fe y resignación, entregó su alma a Dios en Astuditlo, rodeado de sus hijos, entre ellos sor Rosario,
Hija de María Auxiliadora.
Don Gaspar del Hoyo Polanco t en Burgos, el 11
de febrero de 1973.

O B R A V O C A C IO N A L

DE LOS COOPERADORES SALESIANOS
A fin de ayudar al sostenimiento de las voca­
ciones salesranas, los Cooperadores Salesianos
promueven la PIA OBRA E>EL SAGRADO CORA­
ZON. instituida con la aprobación del Papa León
Xlli, por el propio San Juan Bosco, con dicha
finalidad.
La Pía Obra celebra todos los días perpetua­
mente en la basílica del Sagrado Corazón de
Roma. 6 misas a intención de cuantos se ins­
criben en ella.
INSCRIPCtON:
1.— Puede inscribirse uno a sí mismo y a otras
personas, vivas o difuntas, por las que
quiere pedir o sufragar.
2.— La inscripción, que es nominal, se efectúa
previa aportación, por una sola vez, de una
limosna equivalente al estipendio de una
misa en la propia diócesis.
3.—La inscripción se acredita con una cédula
en la que consta nombre y apellidos de la
persona inscrita, por lo que se ruega clari­
dad al enviar dichos datos.
Para la Inscripción diríjase a:
Obra Vocacional Cooperadores Salesianos
Alcalá, 164 • Madrid 28.

Beato Don MIGUEL RUA
El pasado 29 de octubre, Pablo VI beatificó a!
primer sucesor de S. Juan Bosco, D. Miguel Rúa.
A cuantos deseen conocer la personalidad de
esta gran figura salesiana ofrecemos:
1.— DON MIGUEL RUA, de Agustín Auffray.
Central Catequística Salesiana.-Madrid. 1957
381 págs. 0 16 X 22.50 0
Precio: Rústica, 100 ptas. - Tela. 125 ptas.
Se trata de una biografía clásica con un bello
y ameno estilo literario.
2.— DON RUA, de Adolfo L’Arco.
Ediciones Don Bosco. • Barcelona, 1971.
127 págs. 0 11 X 18.50 0
Precioso estudio n>odemo sobre la original
personalidad dei primer sucesor de Don Bosco.
Estupenda traducción española, con finas intui­
ciones psicológico-pastorales — Precio: 50 ptas.
3.—A MEDIAS CON DON BOSCO.
de Rafael Alfaro
Central Catequística Salesiana.-Madrid, 1972
Agil opúsculo, breve resumen de la vida del
nuevo beato. Se lee rápidamente en el auto­
bús, en el ascensor. Precio: 15 ptas.
Pedidos: Alcalá, 164.

Madrid - 28

FVMINAS
SOSCO

4 7 cuadros
en formato grande

180 PIAS.

Si ¿ M A Jil’A
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La te o lo g ía m a ria n a f
a tra v é s de] ,
la v id a o rd in a ria f
d e u n a fa m ilia d e h o y l|
Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1973