BS_1973_09

Ficha

Título
BS_1973_09
Descripción
Boletín Salesiano. Septiembre 1973
Fecha
1973.09
extracted text
REVISTA
DE LA FAM ILIA
SALESIANA
SEPTIEMBRE
1973

Si el grifo ecljara
monedas de oro...
Mis queridos amigos Juanito y
Mari:

El santo, con una sonrisa malé­
vola, me señaló ia fuente del patio.

Aquí estoy de nuevo contestan*
do a vuestras cartas. Gracias por
las cosas que habéis mandado pa­
ra los niños del Tercer Mundo. En
su nombre os envío un aplauso de
agradecimiento en letras de molde.
Ah, decís que no es nada, que ha
sido un pequeño regalo. Sin em­
bargo os digo que todos los días
debéis acostumbraros a dar algo.
¿Quién no puede dar una sonrisa,
una mirada, unos buenos días, una
palabra de amor? Dar aigo de lo
vuestro, de vuestro dinero, de
vuestras diversiones, de vuestro
descanso. Dar, acostumbrémonos a
dar.

—¿Ves aquel grifo? Pues bien,
yo quisiera que, en vez de echar
agua, arrojara monedas de oro.

Hace unos días estaba leyendo el
precioso iibro de Héider Cámara,
*EI desierto es fértil». Este amigo
de los pobres se pregunta cuál es
la causa de que el mundo vaya tan
mal, cuál es el motivo de tantas
Injusticias. Y se responde sin vaci­
lar: «e/ egoísmo». «Porque ei egoís­
mo —dice— reviste dimensiones
Internacionales, corroyendo no sólo
las relaciones personales de indivi­
duo a Individuo y de grupo a gru­
po, sino también las de país a
país». «Por consiguiente —añade—
hay que combatir al egoísmo con
inteligencia y positivamente, pero
sobre todo dentro de cada uno de
nosotros».
Vayamos a la historia de Don
Bosco. -Un día de 1867 —escribe
un Cooperador Salesiano llamado
Luis Costamagna— me encontré
con Don Bosco en un pórtico del
Oratorio. Entablamos una amena
conversación y al terminar me dijo:
—Ahora vas a casa, ¿no? Pues
bien, cuando llegues, móndame un
saco de monedas de oro.
—Ah. Don Sosco, ¡quién pud¡ere
tenerlas para mandárselas! Pero,
¿para qué querría tanto dinero?

—¿Y para qué quiere tanto dine­
ro? —Le miré con asombro.
—Ah, si el grifo echara monedas
de oro, podría levantar casas en
todas las partes del mundo para
salvar a los jóvenes más necesi­
tados...
Después de muchos años, en
1863. tuve otra vez la suerte de
conversar con Don Bosco. Me ha­
blaba de las misiones y me descri­
bía maravillosamente ciudades, ríos,
selvas, desiertos...; y me hablaba
de los peligros que encontraban
sus hijos..
—Don Bosco —le dl¡e— , ya veo
que está Impuesto en Geografía...
—Ay, hijo mío —me respondió
riendo— ojalá tuviera tiempo para
leer libros de Geografía. Hablo de
esta manera porque así me lo figu­
ro todo.

C/3

—¿Se acuerda, Don Bosco —le
pregunté— de cuando me dijo que
desearla que el grifo arrojara mo­
nedas de oro?
— iVaya que sí me acuerdo!
—movió la cabeza— . Pero lo que
no me dio el grifo me lo proporcio­
nó la Providencia, me lo otorgó la
Virgen. Las casas surgen y surgi­
rán por todas partes. Es cierto que
el diablo rugirá y tratará de impe­
dir ei bien; pero la Virgen aplas­
tará su cabeza y nos seguirá pro­
tegiendo».
Ya véis, Don Bosco todo lo que­
ría para darlo. Aún más. podemos
decir que el santo no hizo otra
cosa en su vida que entregarse a
sí mismo, darse todo a los jóvenes.
Buena lección para un mundo que
sólo quiere poseer en vez de dar.
¿No os parece?
Un poco contagiado, también
quiero hoy enviaros un abrazo más
fuerte que nunca.
Vuestro amigo.
PADRE RAFAEL

R»¥l»ta d * la Obra da Don Boaco
Año LXXXVH -N.° 9-SapHembfa 1973
D ire cto n -R A F A E L ALFARO

( !)

.

O lfa cció n , R edacción y Adm ón:
A lc a lá , 1B4
T e léfo no 255 20 00
M A D R ID - 2 8
D epósito L egal:

LA EDUCACION DE LA FE

M. 3.044-1958

.

(Con censura e c le sió stica }
Im p rim e: Escuela G rá fica Saiesiana
M adrid-A tocha

EN ESTE NUMERO
Págs.
Efducación de la fe

1

Reconciliación' con los
Salmos
.........
\

4

El intercambio ........

8

El ciego de los chicos.

12

Se Mamaba Silencio

14

Jornadas de Pastoral Ju16
Vénil ....................
Por el mundo salesiano.

20

Nuestras bodas de pía22
t a ..........................
Regresa al Ariari ...

24

Cooperación Saiesiana y
“Tercer Mundo" ........ 28
Gratitud a María Auxilia­
30
dora
Fueron a la Casa del
P a d re .......................... 32

NUESTRA PORTADA
En el fondo de la fotogra­
fía puede leerse: “Teatro
Don Bosco” . Pues bien, está
tomada en un parque de
Amsterdam. Y por lo visto
acuden ios chiquillos. Para
muestra éste que hace equi'tbrlo malabarista sobre el
bidón.
Foto: José Luis Mena.

La X V I I I Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal
Española estudió el pasado mes de julio un tema tan importante
como éste de la educación de la fe. Tan importante que ha que­
rido se dedique al menos un año de reflexión por parte del pue­
blo cristiano para profundizarlo en todas sus vertientes y exigen­
cias. Asimismo ha dado unas líneas de acción para renovar el
ministerio de la predicación.
De acuerdo con estas lineas programáticas, la Comisión Epis­
copal de Enseñanza y Educación Religiosa ha ofrecido unos pun­
tos de reflexión, cuyo resumen servimos a nuestros lectores.
De sobra sabemos que la Familia Saiesiana tiene un interés
obsesivo por todo cuanto se refiere a la educación de la fe. Es
nuestra misión', educar a los jóvenes en el cristianismo, llevar­
les el mensaje del Evangelio y hacérselo comprender y vivir.
Recogemos, pues, en nuestra revista las principales reflexio­
nes de nuestros obispos para hacerlas nuestras.
DIFICULTADES PARA L A EDUCACION DE LA FE
Nuestra sociedad se halla en gran parte en tránsito acelerado
de formas de vida comunitaria vigentes durante siglos a formas
de vida y valores nuevos; se perfilan visiones distintas del hom­
bre y su entorno; aparece una creciente movilidad demográfica,
económica, social y cultural junto con el convencimiento de que
el hombre puede planificar libremente su presente y su futuro.
Está surgiendo una nueva cultura, dinámica y expansiva, pa­
ralela a la tradicional que aún subsiste. Como consecuencia, de­
jan de existir una serie de soportes colectivos que, en parte, apo­
yaban hasta ahora la fe y se siente la necesidad de nuevas liber­
tades en las que se plantean a la vida cristiana nuevos interro­
gantes teóricos y nuevas exigencias prácticas.
Sin embargo, la fe y el mensaje de la salvación transcienden
a todas estas situaciones y culturas; pero este mensaje ha de
hacerse perceptible a través de ellas y explicilarse con su ayuda
y sus medios expresivos.
He aquí las principales dificultades para la fe, provenientes
de estas nuevas situaciones".
1.
— El nacimiento de un mundo derivado de la ciencia y de
la técnica que todavía no ha sido asumido desde la fe y vivido
en la fe.
2.
— La aparición de nuevos valores éticos y escalas de los
mismos, cuyo papel de mediación respecto de los contenidos
del Evangelio no aparece aún claro.
3.
— Los conflictos debidos a factores económicos, sociales, po­
líticos o culturales y la conciencia de que, a través de esa existen­
cia conflictiva, progresan la sociedad y la persona humana.
4.
lítico.
5.

— Las estructuras estables de poder económico, social y po­
— Las situaciones sostenidas de marginación o las manifes—

1

“La renovación teológica ha dejado dramáticamente
inadaptada
la enseñanza catequética que había recibido
la mayor parte de nuestro pueblo español.”
taciones ejercidas sobre el hom­
bre que no le permiten realizar
sus exigencias funamentales ni
percibir consecuentemente el
anuncio del Evangelio como
mensaje de salvación.

ACTITUDES DEL
EDUCADOR DE LA FE
Necesidad de conocer la situa­
ción de los destinatarios del Mi­
nisterio de la Palabra.
En el momento actual, la Igle­
sia debe atender a formas cul­
turales muy diversas coexisten­
tes en el mismo territorio del
país, así como a complejas rela­
ciones entre grupos sociales, unas
veces conflictivas y otras de de­
pendencia económica o política.
Por tanto, antes de progra­
mar cualquier acción del Minis­
terio de la Palabra hay que es­
tudiar el público a quien hay
que anunciar el mensaje y anali­
zar los factores que condicionan
las diversas formas de relación
social entre los distintos gru­
pos, su mentalidad, cultura y
formación.
Conviene que este mensaje
pueda ofrecer sus orientaciones,
teniendo en cuenta el contraste
generacional, la diversidad de
mentalidades, la confluencia de
^diversas culturas, los conflictos
entre grupos sociales.


Dimensión misionera del mi­
nisterio

Dado que el mensaje evangé­
lico ha de tener siempre una
perspectiva misionera, en el mo­
mento actual del país no pode­
mos reducirnos a atender sólo
a los creyentes, olvidando a los
grupos de españoles, día a día en

incremento, que no se encuen­
tran a sí mismos dentro de las
categorías de la fe, que se van
marginando de ella y que van
cayendo en un indiferentismo o
ateísmo prácticos e, incluso, teó­
ricos.


La función integradora de la
fe

La conciencia creciente de la
secularidad que va haciéndose
presente entre nosotros hace ne­
cesario educar al pueblo cristia­
no sobre la recta autonomía del
orden temporal, de manera que
se clarifique la función propia
de la fe en la vida del hombre,
distinguiéndola de otras funcio­
nes que se le han adherido. Ello
no significará nunca reducirla al
ámbito puramente interior y pri­
vado, sino otorgarle aquella radicalidad de opción fundamen­
tal que ilumina y potencia to­
dos los demás niveles humanos,
integrándolos de nuevo con ma­
yor profundidad.
Religiosidad popular
La religiosidad popular conti­
núa vigente en diversos estra­
tos del país, “y se expresa de
modo sincero y auténtico en el
estilo de vida de gran multitud
de hombres’*. Es el punto de
partida para anunciar la fe, apro­
vechando sus valores; aunque es
necesario purificarla y debe evi­
tarse a toda costa su manipula­
ción en orden a frenar las nece­
sarias reformas en la vida de la
Iglesia o en orden a conseguir
determinados objetivos políticoreligiosos.
Los medios de comunicación
social
El punto más grave de la crisis
actual está en la situación de la

Iglesia en general, y en la ma­
nera como el grupo eclesial se
manifiesta globalmente ante el
mundo. Ahora bien, esta imagen
de la Iglesia llega hoy al pueblo
decisivamente mediatizada por
los medios de comunicación so­
cial. Estos ofrecen al pueblo un
rostro de la Iglesia y una pers­
pectiva de la fe que no siempre
vienen determinados por los cri­
terios o categorías de la Iglesia,
sino desde los intereses y valo­
res en que se apoyan dichos me­
dios. Este fenómeno repercute
en el pueblo y en su manera de
vivir la vida cristiana.
Dificultades actuales de los
ritmos litúrgicos
Los cambios litúrgicos y la
nueva civilización del ocio difi­
cultan la educación de la fe. Hay
que buscar nuevos cauces para
aquellos cristianos que de hecho
no se ajustan a los cumplimien­
tos litúrgicos determinados hoy
por las normas jurídicas. Es pre­
ciso ser conscientes de la difi­
cultad que comporta valorar
moralmente la conducta de es­
tos hombres.


l

Crisis de fe de cristianos
cualificados

En todos los sectores de la
vida social hay miembros cuali­
ficados de la comunidad cristia­
na que están padeciendo graves
crisis de fe. Son muchas las cau­
sas. Quizás estos hombres ven
poca efectividad en la vida de
los cristianos. Hemos de refle­
xionar y atender sus motivacio­
nes. El Sínodo de los Obispos
de 1971, decía: “La misión de
predicar el Evangelio en el tiem­
po presente requiere que nos
empeñemos en la liberación in-

i

“Debe evitarse la manipulación
de la religiosidad popular
en orden a frenar las necesarias reformas
en la vida de la Iglesia.”
tegral del hombre, ya desde aho­
ra, en su existencia terrena. En
efecto, si el mensaje cristiano
sobre el amor y la justicia no
manifiesta su eficacia en la ac­
ción por la justicia en el mun­
do, muy difícilmente obtendrá
credibilidad entre los hombres
de nuestro tiempo”.


Actitudes cristianas especial­
mente necesarias para una
épcx:a de cambio.

a) Aceptación del mundo na­
ciente si éste refleja la presencia
de Dios.
b) Valoración de la fe como
fuerza creadora del cambio so­
cial.
c) Esperanza ante los cam­
bios, precisamente en los mo­
mentos en que los antiguos va­
lores parecen tambalearse.
d) Docilidad a la voluntad
de Dios ante las nuevas decisio­
nes.


Desconcierto acerca de los
contenidos de la fe

También se da un pluralismo
que puede ser desconcertante.
Hay diversas teologías e ideolo­
gías; hay diversas formas de pra­
xis. Estas no son buenas cuan­
do responden y están al servicio
de intereses de grupos. La orien­
tación en casos conflictivos ha
de ser "La Octogésima adveniens”, de Pablo VI.

b) Puede decirse que donde
existe apertura a las dimensio­
nes de toda la comunidad ecle­
sial, sentido del diálogo obedien­
cial con los pastores, testimonio
misionero y cultivo de los valo­
res evangélicos, allí existe la Igle­
sia.



No hemos de conformarnos
con creer, sino que hemos de vi­
vir lo que creemos. Hay que
unir a la ortodoxia la ortopraxis. Unos ritos sin vida no ten­
drían sentido, serían una más­
cara de cristianismo.

Exigencias de la comunión
eclesial

Unos criterios para discernir
donde se da la auténtica comu­
nión eclesial, son:
a) El individuo es creyente
cuando libremente acepta el Cre­
do y recibe los sacramentos y
está unido a una comunidad en
la que perdura la revelación de
Cristo y el testimonio apostóli­
co. Es decir, se da la integración
de la fe en la comunidad. Aun
así, el creyente puede tener di­
ficultades y tensiones que los
educadores han de comprender
y acompañar con amor.

Hoy día se dan con frecuen­
cia exposiciones poco serias y
profundas, ligeras e irresponsa­
bles. La renovación teológica
provocada por el Concilio ha de­
jado dramáticamente inadaptada
la enseñanza catequética que ha­
bía recibido la mayor parte de
nuestro pueblo español. Si no se
promueve una predicación y en­
señanza profundamente renova­
das, no será posible recuperar la
confianza en un concorde testi­
monio de fe de toda la Iglesia.
El Cardenal Tarancón
preside la
Conferencia Episcopal Española.

III





VoIunta,d de evangelización
explícita

Ampliación de los cauces co­
munitarios para el Ministe­
rio de la Palabra

Ante las dificultades de la
educación de la fe hay que am­
pliar y ordenar los cauces de
participación de los fieles en la
difusión de la Palabra y diver­
sificar más sus centros comuni­
tarios de acción evangelizadora.

1
por JOSE ALDAZABAL
Los Salmos, precisamente porque son un retrato
vivo de la existencia humana, con sus momentos bue­
nos y malos —fue el tema de nuestra reflexión del
mes pasado— son un estupendo ejemplo de oración a
partir de la vida. O sea, pueden enseñarnos a rezar
con ios pies en tierra; a dialogar con Dios, en tono
de confianza, sobre nuestras penas y nueestras ale­
grías, sobre lo bueno y lo malo que va aconteciendo
en este mundo nuestro.
Pero ante las situaciones extremas, que no faltan
en la vida individual y colectiva, ¿qué actividad toma
la oración de un cristiano? Ante la persecución, la
opresión, el mal organizado y prepotente, ante la cri­
sis general: ¿qué puede decir a Dios el que se pone
a rezar?

LOS SALMOS
IMPRECATIVOS
Varios de los Salmos que rezamos toman una acti­
tud, resuelta y fuerte. Piden a Dios que castigue a los
malvados, que los destruya de la faz de la tierra,
que descargue sobre ellos su venganza, para que no
siga triunfando la injusticia en este mundo.
Pero estos Salmos presentan una dificultad notable
para la sensibilidad de muchos cristianos. Les parece
anticristiano usar expresiones como éstas:

Señor, no te estés callado,
mira que tus enemigos se agitan
y los que te odian levantan cabeza.
Dios mió, hazlos hojarasca.
Persíguelos asi con tu tormenta,
atérralos con tu huracán.
cúbreles el rostro de ignominia {Salmo 82).
Que sus dias sean breves,
que sus hijos queden huérfanos
y su mujer viuda,
que nadie les muestre clemencia
y ninguno se compadezca de sus huérfanos,
que su posteridad sea exterminada
y en una generación se acabe su apellido {Salmo 108)
¡Capital de Babilonia, criminal!
¡Quién pudiera pagarte los males que nos has hecho!
¡Quién pudiera agarrar y estrellar
tus niños contra las peñas! {Salmo 136)
Son Salmos que parecen oponerse a la caridad en­
señada por Cristo. ¿Tienen sentido en labios de un
sacerdote, de una comunidad de monjas, en el seno
de una familia cristiana?
Además, aunque no son muchos, para algunos estos
pasajes son los que quedan más impresos, y los que
más espontáneamente vienen a la memoria al pensar
en la dificultad de los Salmos.
En la nueva disposición del Salterio para la Litur­
gia de las Horas se ha optado, después de larga dis-

lEtyiCIUUSE
LIS S U M I S «

cusión, por suprimir algunos de estos Salmos, y «ex­
purgar» de otros algunos pasajes particularmente
duros.

A DIOS NO LE GUSTA
QUE TRIUNFE EL MAL
Sin embargo también estos Salmos pueden ser re­
citados «con verdad» por un cristiano.
Aparte de alguna expresión concreta, que pueda
herir innecesariamente la sensibilidad actual, el fondo
y el contenido redical de estos Salmos imprecativos
no es contrario a la enseñanza de Cristo.
¿O es que la oración tiene que ser necesariamente
«dulce»? ¿Sólo nos podemos en diálogo con Dios para
alabarle? ¿No es tam bién oración la denuncia del mal,
la protesta ante Dios de las injusticias que hay en el
mundo, el deseo expresado fuertem ente de que triunfe
el bien y la justicia?
Un cristiano no puede aceptar el mal. Como tam ­
poco Cristo lo aceptó.
A Dios le repugnan los malvados:
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.
Detestas a los malhechores
destruyes a los mentirosos:
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor {Salmo 5)
El Señor examina a inocentes y culpables
y al que ama la violencia él lo odia {Salmo 10)
En el mundo de hoy sigue existiendo el mal. Y hay
personas llenas de malicia que organizan sus planes
para el triunfo de sus intereses.
¿Puede un cristiano callar? ¿Se calló Cristo, acaso,
ante la injusticias de su tiempo?
¿Por qué la oración no puede reflejar nuestra pro­
testa, nuestra oposición radical ante el mal que invade
el mundo?
No podemos refugiam os siempre en una oración
«de alabanza», porque:
hay gente que explota a los débiles, especulando
con sus necesidades.

“A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor,
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mí angustia,
mientras me va faltando el aliento."
(Salmo 141.)

hay quienes se aprovechan, que prosperan tranqui­
lamente, riéndose de Dios y pisoteando a sus
hermanos,
hay quienes organizan guerras crueles para favore­
cer sus propios negocios,
hay quienes no se detienen ante nada, ni ante el
genocidio, para satisfacer su ambición,
hay distribuidores de droga que están destruyendo
toda una generación,
hay corruptores organizados de la juventud,
hay comerciantes sin escrúpulo del sexo y de la
ponografía,
hay perseguidores implacables de toda idea reli­
giosa...

UNA ORACION MAS “VIOLENTA”
Un cristiano no puede permanecer impasible ante
estas y otras injusticias.
Su corazón, su diálogo con Dios, no puede ser siem­
pre «pacifica»; está muy bien que alguna vez se vuel­
va «violenta».
La mayor parte de las veces expresará, sí, su con­
fianza a Dios, su recuerdo por todo lo bueno que ha
pasado y pasa. Su alabanza. Su meditación sapien­
cial sobre la vida.
Pero no es anticristiano que, siguiendo a estos Sal­
mos, su palabra se vuelva agria y violenta, pidiendo
a Dios que no triunfen los cínicos, que los destruya,
que los castigue, para que recapaciten y no se salgan
con la suya.
¿No fue Cristo mismo el que nos dió ejemplo? El
luchó duramente contra el mal. Y empleó palabras
más duras todavía que las de los Salmos cuando empe­
zó a apostrofar a los fariseos hipócritas, o cuando
amenazó a ios que escandalizaban a los pequeños, o
cuando cogió el látigo y expulsó a los mercaderes
del Templo... ¿O hay que «expugar» también sus pa­
labras del Evangelio?
No está mal que nuestra oración adquiera un color
contestatario. Que nos solidaricemos con los que su­
fren (los pobres, la Iglesia, la humanidad entera) y
que hagamos nuestros los gritos del Salmista, que pide
justicia en la presencia de Dios.

un ejemplo muy interesante, con sus salmos, de re­
interpretación de los Salmos bíblicos.
El re-lee los grandes temas, humanos y divinos, que
aparecen en el Salterio, pero a la luz de la historia
actual y con un lenguaje moderno.
En la aplicación que hace de los Salmos imprecati­
vos se nota fácilmente el tono de angustia de su país,
dominado por otros más poderosos, en lucha por al­
canzar mayor libertad.

SALMO 11

Sálvanos, Señor
que se acaban los buenos,
que desaparece la lealtad
entre los hombres: no hacen más
que mentir a su prójimo,
hablan con labios embusteros
y con doblez de corazón.
Extirpe el Señor
los labios embusteros
y la lengua fanfarrona
de los que dicen: '‘la lengua
es nuestra fuerza, nuestros

r

También estos Salmos son palabras de Dios y están
inspirados por el Espíritu. En la traducción de algu­
nas expresiones se puede cambiar la formulación. Pero
sería empobrecer la oración el que se intentara «dul­
cificar» su contenido radical.
Pueden tener sentido muy actual en boca de un
cristiano de nuestro siglo expresiones como estas:
Se exírüvian ¡os malvados desde el vientre materno,
¡os mentirosos se pervierten desde que nacen.
Llevan veneno como las serpientes,
son víboras que cierran el oído...
Oh Dios, rómpeles los dientes en la boca,
quiebra, Señor, los colmillos a los leones...
que se marchiten como hierba pisoteada,
que ¡os consuma el fuego como a los cardos {Salmo 57)
Dios de mi alabanza, no estés callado...
Que el Señor los tenga siempre presentes
y arranque de la tierra su memoria.
Porque persiguió al pobre desvalido
y al atribulado, para darle muerte... {Salmo 108).
La vida tiene estas situaciones. Que muchas veces
son graves y extremas. En el mundo hay el bien y el
mal. Muy reales y notorios. El bien para gozarnos y
dar gracias a Dios. El mal para luchar y comprome­
ternos a extirparlo.
Orar nuestras quejas y nuestra protesta, es también
una clase, y muy actual, de oración. Como lo es la
canción-protesta.

LOS SALMOS
DE ERNESTO CARDENAL
Ernesto Cardenal, sacerdote de Nicaragua, y uno de
los mejores poetas actuales de Centroamérica. nos da

6



“El se
apiadará
del pobre y
del indigente
y salvará
la vida
de los pobres.”
(Salmo 71.)

ECO

UM IVEgSni-

“Esos gritos de alabanza, de súplica o de acción de gracias, arrancados de los
salmistas en las circunstancias de su época o de su experiencia personal, tienen
un eco universal, porque expresan la actitud que todo hombre debe adoptar ante
Dios.”

labios nos defienden;
¿quién será nuestro amo?”
El Señor responde:
“por la opresión del humilde,
por el gemido del pobre
yo me levantaré,
y pondré a salvo al que lo ansia’
E. CARDENAL
Libértanos tú
porque no nos libertarán sus partidos.
Se engañan los unos a los otros

y se explotan los unos a ¡os otros.
Sus mentiras son repetidas
por mil radios,
sus calumnias están
en todos los periódicos.
Tienen oficinas especiales
para hacer mentiras,
esos que dicen:
“dominaremos con la propaganda,
la propaganda está con nosotros”.
Por la opresión de los pobres,
por el gemido de los explotados,
ahora mismo me levantaré,
dice el Señor,
les daré la libertad porque suspiran.

SALMO 136
Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar
con nostalgia de Sión...
¡Capital de Babilonia,
criminal!
¡Quién pudiera agarrar
y estrellar tus niños
contra las peñas!

E. CARDENAL
Junto a los ríos de Babilonia
estamos sentados y lloramos
acordándonos de Sión...
¡Babel armada de bombas,
asoladora!
¡Bienaventurado el que coja
a tus niños
—las criaturas de tus laboratorios—
y los estrelle contra una roca!
Creo que en este sentido es muy útil que en nues­
tras celebraciones resuenen de cuando en cuando Sal­
mos con los que ha escogido M. Manzano en su se­
gunda colección: cEsperanzas y lágrimas»:
Penas y esperanzas, trabajo y dolor,
un pueblo que lucha por su redención {Salmo 125)
Pueblo que sufres desprecio y violencia... {Salmo 123)
Despierta, Señor, y juzga la tierra {Salmo 57)
Pueden enseñam os a los cristianos que en nuestra
oración podemos y debemos ser más comprometidos
en la ludia contra el mal.

Sólo la Religión es capaz de llevar a cabo la gran obra
de una verdadera educación completa. Religión no se­
parada de la razón. Razón y Religión son los dos instru­
mentos de que debe usar constantemente el educador,
enseñarlos y practicarlos, si quiere tener éxito.
(Don Sosco)

: .y ,

El intercambio, dicen los gran­
des tratadistas de cualquier ma­
teria, es algo muy enriquecedor
para las naciones y personalmen­
te. Yo como no soy historiador, ni
economista, sino un vulgar espa­
ñol pluriempleado, me reservo has­
ta el final mi opinión al respecto.
Claro que todos los intercam­
bios no son iguales, pero yo ten­
go experiencia del que efectuamos
en mi caso.
Un día llego Maribel loca de
alegría. Había pasado por el Cole­
gio y le ofrecieron una oportuni­
dad única: intercambio con una
niña francesa.
—P a p a íto si sólo es un mes
—decía Maribel b e s u q u e á n d o m e
por todas partes.
—Un mes que tienes que estu­
diar Física y Matemáticas.
—Pero p ap á—me cortó, con un
cinismo incalificable— si me lo sé,
con un repasito, ¡hecho!
— ¡Pues es una pena que el re­
pasito no lo hubieras dado un mes
antes de examinarte en ju n io !
Además tienes la Reválida. ¡Eso
contando con que saques las asig­
naturas!
—¿La Reválida? Pero papá, sino
es necesaria para COU, ¿para qué
quieres que me dé un mal rato?
—¿Mal rato, tú? Maribel, hija
mía, ¿cuándo te has dado tú un
mal rato por los e s tu d io s ? Haz
memoria, a ver si eres capaz de
sacar alguno.
—Ya lo creo, papá. Cuando la
monja de Física se acercó a mí en
el examen y estaba r o d e a d a de
€chuletas» por todas partes me­
nos por una, que eran los ojos,
porque hasta en la boca tenía me­
tidas.
— ¡Cállate, si no quieres que sal­
gamos mal!
Estábamos enfrascados en esta
conversación cuando llegó mi mu­
jer con su madre. Ya saben la
predilección de mi suegra por Ma­

ribel. Al entrar, mi hija se aba­
lanzó sobre ella.
— ¡Hola preciosa, abuelita gua­
pa! !Chica, estás estupenda! —le
decía mientras la separaba para
verla convenientemente.
A mí no me parecía muy apro­
piado ese lenguaje para mi suegra,
que ya tiene sus añitos. Pero Ma­
ribel sabía lo que se hacía y con
esas palabras estaba subiendo ya
las escaleras del avión que la con­
duciría a París.
—Mira abuelita, estaba hablan­
do con papá, que me han ofreci­
do en el colegio una oportunidad
única: un intercambio con una niña
francesa. ¡Imagínate, un mes en
París!
—Me parece muy bien —contes­
tó mi suegra— y dirigiéndome una
mirada significativa añadió —por­
que este no es un simple viaje de
turismo, es un viaje cultural, le
sirve para perfeccionar el idioma.
¿Cuándo te vas?
—^Es que papá no está muy ani­
mado por lo de las asignaturas de
sexto. Pero yo le prometo que con
un repasito...

Mi mujer viendo el cariz que
tomaba el asunto optó por m ar­
carse. Siempre tienen alguna dis­
culpa oportuna; la cocina, la ropa
de los chicos, arreglar los cuar­
tos...
—Ju a n —insistió m i s u e g r a —
creo que es una oportunidad para
la niña. Esto la hará más mujer.
¡Ah! y espero que tu duda en dar­
le un sí definitivo se deba a las
asignaturas y no a la «economía».
—Pues todo entra, mamá, todo
entra, porque es un gasto impre­
visto con el que no contaba.
—Por eso no te preocupes. Yo
le pago el viaje.
En ese momento yo me hubiera
tenido que erigir en padre y res­
ponsable directo de la educación
de mi hija. No debía ir, porque no
se lo merecía, y mi suegra ten­
dría que darse cuenta de ello. Pero
darle unas nociones de cómo se
educa hubiera supuesto un disgus­
to con ella, como consecuencia con
mi mujer y... me sentí débil. ¡Don
Bosco nunca se encontró con este
problema: luchar con el cariño de
la abuela para poder educar a sus
hijos!
En una semana todo estuvo dis­
puesto. Recomendaciones, c o n s e ­
jos... Maribel, radiante de felicidad,
creo que no se enteró de nada.
Cuando despegó el avión mi sue­
gra lloraba copiosamente. La miré
de una forma tan extraña que me
dijo;
—No tiene que ver Juan, que yo
quiera que la niña vaya, por su
bien, para que sienta la separa­
ción.

Nos habíamos quedado solos con
el m ayor y la pequeña. Los chi­
cos estaban en un campamento y
Paloma en Cullera con una amiga.
Y ahora a esperar... porque dentro
de una hora llegaría Frangoise, la
francesita de trece años que espe­
rábamos.
Sería muy largo describirles la
alegría que sentí cuando llegó el
avión y no apareció la tal fran­
cesita, pero más largo sería des­
cribir cuando nos dimos cuenta
que Frangoise había sido sustitui­
da por Jeannette, de veinte años.
La miraba, la miraba y no la
veía... solo pensaba en mi hijo,
aunque un pellizco de mi mujer
en el brazo me hizo volver a la
realidad.
De vuelta a casa, Jeannette nos
fue contando—en un español bas­
tante correcto— que había estado
ya dos veranos en España con un
grupo de amigos, haciendo cam­
ping, pero, como había surgido el
imprevisto de su prima Frangoise,
había decidido aprovechar la oca­
sión.
Yo cada vez iba más nervioso,
pisaba el acelerador, frenaba en se­
co, hasta que en un semáforo se me
caló el coche. Recibí una buena
«pitada» de la caravana que venía
detrás. ¡Si ellos tuvieran mi pro­
blema! M eter a una chica de vein­
te años, francesa... sin saber quién
es, y acostumbrada a hacer cam­
ping con los amigos en verano...!
Llegamos a casa. Afortunada­
mente no estaba Juan ni vendría
a comer, se quedaba todo el día
en la piscina. Mejor, así le diría­

mos las costumbres de casa y todo
sería más fácil.
A Teresa tuve que llamarle la
atención, porque la miraba con
una cara terrible.
—^Muy crecida para trece años
¿no, señor?
—Ha sido una sustitución, Te­
resa.
—Ya decía yo, ¡si éstas son
unas lagartas! ¡Ya se podía haber
ido el señorito Juan voluntario a
la mili!
— ¡Calla!, que te va a oír, y
ésta entiende hasta el castellano
antiguo!
En la sobremesa le estuvimos
explicando n u e s t r a s costumbres.
Ella, las suyas. Era muy difícil
que sintonizáramos. La familia era
de Lyon, pero ella por razón de
sus estudios se trasladó a París y
allí vivía sola en un apartamento
desde hacía tres años. Le gustaba
esa vida libre, independiente, sin
tener que dar cuenta a nadie.
Había un p u n to más oscuro,
aunque yo más que imaginármelo
lo presentía; la Religión. Fue ella
quien lo esclareció.
—Quizá a ustedes mis costum­
bres les parecen demasiado Ubres,
sin ningún control, pero piensen
que este control no me lo pone
nadie, si siquiera la Religión por­
que no practico. Ful bautizada y
educada en la católica en mis pri­
meros años, pero luego nadie más
se preocupó de hacérmela vivir co­
mo algo esencial, y no como mero
tabú para muchas cosas. Veo que
ustedes son buenos católicos. Yo
procuraré no m o le s ta r con mis
ideas.
Aunque no me gustó ni pizca
que no practicara, he de recono­
cer que era una mujer sincera.
Ya habíamos ido salvando lo des­
conocido. No quedaba más que el
encuentro de Jeannette y Juan, y
como se imaginarán fue apoteósico.
La sorpresa se dibujó en el rostro
de mi hijo, pero fue tan agrada­
ble, que supongo agradeció inmen­
samente el imprevisto de tal sus­
titución.
El mes fue transcurriendo feliz­
mente. J e a n n e t t e se acomodó a
nuestras costumbres, e Isabel, tan
intuitiva, como s ie m p r e me dijo

— 9

que deberíamos salir algunas no­
ches para no cortarle radicalmen­
te «su vida».
Aa raíz de una de estas salidas
de noche y comentando yo el libe­
ralismo de la juventud surgió la
cuestión: relaciones prematrimo­
niales.
Jeannette tenía sus puntos posi­
tivos a favor de ellas. Nos está­
bamos metiendo en un terreno es­
cabroso y me temía las opiniones
de Juan. Por otra parte compren­
día que mis respuestas eran case­
ras, pero no estaban a la altura
de lo que n in g u n o de los dos
exigía.
—Yo no doy mi voto en contra,
ni a favor —era Juan el que ha­
blaba— pero tienes que reconocer
que en la situación socio-cultural
en que nos encontramos muchas
de las prescripciones morales que
ha dado la Iglesia no nos valen
en absoluto.
— iJuan! —era mi mujer la que
saltaba como un rayo. Debemos a
la Iglesia una obediencia y creo
que he dado ejemplo de la validez
de tales prescripciones.
—Creo que no me he explicado.
No es que yo abogue por tales
relaciones, lo que me parece insu­
ficiente es q u e la I g l e s i a haya
mantenido una postura meramente
negativa.
Jeannette m ir a b a alternativa­
mente a todos. Callaba. Yo sabía
que tenia muchas cosas que de­
cir, precisamente por encontrarse
de lleno en ese ambiente sociocultural al que aludía mi hijo. Me
dirigí a ella.
—A ti te será difícil ver el asun­
to desde nuestro punto de vista
religioso, ya que no practicas.
—No se crea —me contestó— .
En mis viajes he tratado con chi­
cos y chicas de todos los ambien­
tes y mentalidades, y en este asun­
to son pocos los que tienen una
clara concepción de la cuestión
religiosa, aun llamándose y siendo
católicos practicantes.
Hacía calor, pero el mió era so­
focante. Pretextando que era muy
tarde corlamos la conversación de
cualquier manera. No era lo más
apropiado, pero sí lo más sostenible para la situación en que me
estaba metiendo.
AI otro día, antes de ime a la
oficina, llamé al colegio pregun­
tando por el Consiliario.

10

—«Está en un acto de Comuni­
dad, si no es muy urgente...» —me
contestó una voz al otro lado del
teléfono.
—Sí, sí, urgentísimo. Es cues­
tión de vida o muerte... sobre mi
paternidad—a ñ a d í c u a n d o ya el
otro supuse habría dejado el microteléfono y corría a a v is a r le .
Después de soltar unas sonoras
carcajadas ante la urgencia del
caso, y de enterarse bien cuál era
mi problema, me empezó a dar
una bibliografía de lo más selecta
con respecto al asunto. Le corté.
Yo necesitaba m e n o s , pero más
concreto. Por la tarde me volve­
rían a abordar el tema. Me indicó
lo último y mejor que había sali­
do en España al respecto: «Moral
del am or y de la sexualidad», de
Marciano Vidal.
Antes de ir a la oficina lo com­
pré. Saqué tiempo —y ¡Dios sabe
de qué forma!— para hojearlo y
ver si encontraba respuesta satis­
factoria a las avanzadas mentali­
dades de mis contrincantes. ¡Por
fin lo encontré! Ahora tenía que
asimilarlo.
Después de comer dije a Isabel
que nos sirviera el café en la te­
rraza e invocando a Dios y a...
Marciano Vidal, decidí reempren­
der el tema.
Me excusé por h a b e r lo tenido
que cortar el día anterior de una
forma tan brusca, pero, si querían,
ahora teníamos tiempo de conti­
nuarlo.
Fui yo el primero en hablar,
basándome en lo que había dicho
Juan la noche an terio r incapaci­

dad de la juventud de hoy para
comprender algunas prescripciones
morales de la Iglesia para el con­
texto socio - cultural que estamos
viviendo.
—Daos cuenta —dije— que esta­
mos en una época de reestructu­
ración y la Iglesia tiene que mi­
rar. Las razones que se ponían
antes para una abstinencia sexual,
y que las aceptábamos como infa­
libles, no las entiende en gran par­
te la juventud de hoy: por ejem­
plo el sentido de culpabilidad en
sus aspectos socio-psicológico; las
consecuencias peligrosas de estas
relaciones sexuales.
Mi hijo abría mucho los ojos al
escucharme, pero se guardó muy
bien de preguntarme en qué libro
me lo había preparado. Jeannette
asintió a mis palabras y añadió:
—^Tiene razón.
—^Yo más bien creo —terciaba
mi hijo— que la a rg u m e n ta c ió n
tiene que basarse en el amor. Si
se quieren de verdad, si no es un
capricho, sino un amor real y du­
radero...
—Esto es lo grave: la concep­
ción tan cambiante que se tiene
del amor. El amor hay que enjui­
ciarlo desde un punto de vista cris­
tiano. Este Amor tendría que re­
unir los siguientes elementos:
— ser auténtico, con todo lo que
esto entraña:
—- adm itir la presencia de un
tercero, esto como principio, ya
que el amor es fecimdo, en su
sentido más creativo y personal;
— no someter el amor a un
simple «test» de «experimento».

“El individuo es creyente en la medi­
da en que, desde una aceptación
consciente y libre, se une a la comu­
nidad en la que perdura la revelación
de Cristo y el testimonio apostólico,
mediante la aprobación personal del
símbolo y la recepción personal de los
sacramentos.” (A. E. E.)

porque cuando se va a «probar»
al compañero o compañera, falta
la condición básica del amor, que
es una entrega irrevocable y abso­
luta;
-T- adm itir la dimensión social
de este amor, ü n am or no es ple­
no, m ientras no es social, mientras
no se publica.

—No puedo c o m p r e n d e r esto
—decía Jeannette— siempre he li­
gado a su religión la palabra es­
clavitud, constituida por unas le­
yes a las que hay que someterse.
—No, Jeannette, una moral cris­
tiana habla a la libertad de la per­
sona humana. A tí que te gusta
tanto la Filosofía te diré que se
coloca en una línea personalista.
—¿Tú crees, papá, que la Igle­
sia siempre lo ha hecho en una lí­
nea personalista?
—No hablemos de pasado, Juan,
sino del presente y de ese futuro
que viene con un fuerte empuje.
En esta línea le interesa a la Igle­

sia elevar la madurez personal de
aquellos con quienes el Evange­
lio comparte la existencia humana
para que actúen en consecuencia.
Seguimos hablando durante un
buen rato. Desde el fondo de mi
corazón pedía perdón a Marciano
Vidal por h a b e r le p la g ia d o de
aquella forma. Les dije que al fi­
nal les daría mi opinión sobre el
intercambio. Debo reconocer que
me originó s in s a b o r e s , pero me
enriquecí. ¿Estaría proporcionan­
do Maribel el mismo enriqueci­
miento a la familia francesa?
PILAR P. SALCEDO

“Sólo hay educación verdadera cuando hay educación de la libertad y, por tanto, educación de la con­
ciencia.” (G. Courtois.)

fe



r

/

EL TESTIGO

“A la puerta esperaba una ca­
mioneta. Nos obligaron a subir a
eila diciendo que “ nos iban a dar
un paseito” .

DON

FLORENCIO

CELDRAN. Extraordina­
ria figura de coadjutor
salesiano, de educador
nato. La pérdida de un
brazo entre los dientes
mecánicos de una noria
no fue obstáculo para
que se entregara con
decisión al estudio y
realizara así su íntima
vocación de educador y
maestro. Testigo del
martirio del siervo de
Dios don José Calasanz,
en sus últimos años per­
dió también la vista. Así,
manco y ciego, siguió
siendo el lazarillo tenaz
de los niños, el maes­
tro bueno, siempre ro­
deado de alumnos y ex­
alumnos que le profe­
saban un cariño y una
admiración sin limites.
Tenía setenta y t r e s
años cuando entregó su
preciosa alma ai Señor
el pasado diciembre en
Valencia.

12

Subió primero don Agustín Gar­
da, el cuai dio ia mano al Padre
Caiasanz, a quien ayudamos desde
abajo don Recaredo y yo. Ei últi­
mo en subir fue don Recaredo,
después de ayudarme a subir a
mi. Los milicianos también subie­
ron, sentándose unos a horcaja­
das sobre la caja de la camioneta;
otros encontraron sitio en el inte­
rior. Todos iban provistos de ar­
mas largas.
Yo me senté en un neumático
que habla en el fondo de la ca­
mioneta. El Padre Calasanz no
quiso sentarse, y apoyando sus
manos sobre mis hombros para no
caer, prefirió ir de pie.
Se puso en marcha el camión
camino de Valencia. Frente al Se­
ñor Inspector iba el mozalbete pro­
caz y blasfemo que no dejaba de
encañonarle con su fusil. En más
de una ocasión hube de agachar­
me para evitar que el cañón del
arma, a causa de los continuos
vaivenes del vehículo me lastimara
en la cabeza. Cada vez que esto
ocurría yo le rogaba que apartara
el arma o la dirigiera a otra parte
porque podía dispararse.
El reía... con una risa que he­
laba el alma y seguía Igual dicien­
do que no me preocupara.
En todo el viaje no cambiamos
una sola palabra. Todos íbamos em­
bebidos en nuestros propios pen­
samientos. SI se cruzaban nuestras
miradas podíamos comprobar que
nuestra mente estaba ocupada en
lo mismo: la oración.
Llegamos a Valencia. Al pasar
frente al puente de San José suce­
dió lo irremediable. Sonó un dis­
paro. Se oyó un ]Dios míol aho­
gado, y el Padre Calasanz, sin vida,
cayó desplomado sobre mí. En un
instante quedé cubierto con la san­
gre del mártir que, a borbotones,
salía de la enorme herida que ie
había deshecho la cara.
Se detuvo la camioneta. Los mi­
licianos se atrojaron al suelo. Yo
también, sin saber lo que hacía.
Don Recaredo intentó incorporar
al Señor Inspector y le dio la ab­
solución. Le llamó. Inútil. Su bella
alma había ya volado al cielo. Su

rostro quedó horriblemente desfi­
gurado. El disparo, hecho a bocajarro, le destrozó la cabeza dejan­
do ennegrecidas sus facciones.
Don Recaredo lloraba como un
niño. En diez años que conviví
con él jamás le vi llorar. Ai abra­
zar el cadáver también quedó él
empapado en sangre. El suelo de
la camioneta era un charco res­
baladizo... La sangre se filtraba por
las rendijas y caía al suelo... Todo
esto que pareció que duraba un
siglo, sucedió en breves instantes.
Cuando pude volver en mí del es­
panto, vi a los milicianos que reían
y bromeaban con el asesino.
Llegados a un dispensario cer­
cano, permanecimos unos momen­
tos rezando y llorando ante los res­
tos del amado Padre hasta que los
milicianos nos sacaron de allí di­
ciendo que teníamos que decla­
rar...
El primero en declarar fue el
asesino que con inaudita impru­
dencia afirmó que el muerto se ha­
bía agarrado a su arma provocan­
do el disparo que le hirió de muer­
te. Esta declaración era una men­
tira infame, ya que el Padre Cala­
sanz, jamás, en todo el trayecto,
dejó de apoyarse sobre mis hom­
bros con las dos manos. Ei tiro no
fue casual, sino intencionado. Sa­
bía el jovenzuelo que el Padre era
sacerdote por habérsele encontra­
do la sotana en la maleta, y éste
fue, sin duda, el motivo que le im­
pulsó a cometer el villano asesi­
nato."
Así testificó don Florencio. Es
reconfortante recordar estos ejem­
plos de valentía de hermanos que
sufrieron la opresión y la muerte.

CIEGO, IBA AL CINE
PARA SENTIR LA CERCANIA
DE LOS JOVENES

La mesa del cuarto de don Flo­
rencio está llena de cartas. Le es­
criben de todas partes. “ Su abun­
dante correspondencia — atestigua

El un
KIK

su “ secretario” — tenía como obje­
to ayudar, animar, felicitar, solici­
ta r colocaciones.” Todos acudían
a don Florencio porque era inca­
paz de dar una negativa, y porque
sabían que a él tampoco se atre­
vería nadie a negarle nada. “ Era
un hombre atento, afable; sabía li­
mar asperezas, todo lo hacía bue­
no y agradable."
Don Florencio realizó su vida de
maestro salesiano siguiendo su vo­
cación de educador. En el aula y
fuera de ella hizo de su vida una
lección constante. Muchos, fueron
muchos los años que llevó con
una paciencia infinita aquella clase
de ingreso que, a veces, rebasaba
los sesenta alumnos. Seguía con
interés el aprendizaje de cada uno.
Preguntaba todos los días a to­
dos. Corregía diligentemente los
trabajos y se alegraba con los ade­
lantos de los alumnos. Tenía una
especial predilección por los que
encontraban más dificultades en
el estudio y los reunía para clases
de repaso, quitándose horas de
descanso.
“ Dejad que los niños vengan a
mí” . Parecía que su vida era en­
camación de las palabras del divi­
no Maestro. Cuando ya sin vista
no podía absolutamente leer, era
frecuente verlo rodeado por un gru­
po de pequeños que seguían con
atención sus explicaciones.
Su director da fe de su amor a
los jóvenes. “ Le gustaba participar
con los muchachos en las fun­
ciones litúrgicas y en los espec­
táculos. Incluso se hacía acom­
pañar al cine cuando ya era in­
vidente, sólo para sentir la cercanía
de los muchachos a los que había
entregado sin re s e rv a s toda su
vida.

UNA TOALLA BLANCA
EN EL BALCON

1936. La furia de la guerra civil
azota el territorio nacional. Ha sido
el testigo del martirio del Padre
Inspector. Ahora siente en su mis­
ma carne y en su alma el dolor
de sus hermanos perseguidos, en­
carcelados, torturados, fusilados. En
su pueblo natal, Benijófar, vive los
momentos trágicos. Su mayor con­
suelo era la Eucaristía. Para anun­
ciarle la llegada del Pan Eucarístico alguien agitaba una toalla blan­
ca en un balcón. Era la contraseña
de la llegada de Dios.
Así esperaba también en sus úl­
timos años la venida del Señor Pe­
ro no con los brazos cruzados, sino
*ieseando trabajar cada día más.
Refiere don Ismael Mendizábal, el
Inspector de Valencia; "No podré
olvidar cuando al principio de cur­
so fui a visitarle. Estaba deseando
aquella visita porque quería, como
siempre, ponerse a disposición del
superior para cualquier obediencia
y en cualquier casa. Después de
una vida de tanto trabajo surgía
la exigencia del trabajo” .
1963. Don Florencio se somete
a una operación de cataratas con
ia esperanza de recuperar la vista
para dar clase. Quedará ciego los
últimos años de su vida. Los anti­
guos alumnos, que sentían verda­
dera veneración por él, le envían

a sus hijos para hacerle compañía
en las largas horas de forzosa so­
ledad. Recibe mucha corresponden­
cia; cartas cariñosas, noticias. Don
Florencio se interesa por sus vidas,
por sus tareas profesionales. Guar­
daba como el más preciado trofeo
de su vida salesiana un artístico
pergamino que, en un sentido ho­
menaje de gratitud y cariño le
ofrendaron los antiguos aiumnos,
veinte años atrás. Había realizado
una gran siembra de amor. Ahora
tenía en su mesa de hombre una
abundante cosecha.
Y en su interior seguía espe­
rando ia blanca contraseña de una
toalla que le anunciara ia venida
del Señor. Eso acaeció en Valencia
el pasado 14 de diciembre. Tenía
setenta y tres años.
El “ Manco de Benijófar” , el salesíano, el maestro, e! hombre bue­
no y trabajador, el invidente, abrió
sus ojos a la luz de Dios, llena de
ecos juveniles su alma hondamen­
te salesiana.

— 13

SELUMinsmiitio
Esto que parece un cuento
oriental es la auténtica his­
toria de la primera hija de
María Auxiliadora de Thailan­
dia.
La vida de la primera salesiana
thailandesa aparece llena de poe­
sía. Se llamaba sor María Ngieb
Prathum. En thailandés Ngieb sig­
nifica cSilencio». Era hija de una
familia budista, padre birmano y
madre camboyana.
La majestad del río Mekong me­
ció su cuna, pues nació y vivió en
una barca flotante en sus aguas,
a su paso por Bang-Nok-Kuek. En
ella vivían sus padres, una familia
de seis hijos. Para conseguir la
barca se habían visto obligados a
vender una longuera de arrozal,
única riqueza de la familia. La co­
mida no llegaba para todos. Un
día —Ngieb frisaba en los cinco
aóos— una s e ñ o r a c r i s t i a n a de
Bang-Nok-Kuek, pretendiendo ayu­
dar a la situación de la familia,
pidió llevarse a casa a la peque­
ña. Llegaría a ser la compañera de
juego de sus niños. Movida de la
necesidad, la madre consintió.
Ngieb, en su nueva familia, obe­
decía, jugaba y se entretenía en
divertir a los pequeños. Los do­
mingos también acompañaba a sus
nuevos amos a la cCasa del buen
Dios». Ngieb aprendió a rezar.
Su nueva vida corría feliz en

14 —

este ambiente cristiano. Pero un
día sus padres fueron a llevársela.
Era ya una moza y podía ganarles
un pequeño sueldo trabajando en
una casa como criada.
El cambio fue duro. Servía a
una familia muy distinta de la an­
terior. Era un matrimonio mal ave­
nido. Ngieb sufría en s ile n c io .
Ngieb significa «Silencio».
No aguantó más y un día deci­
dió escaparse para ir a la primera
familia que la había acogido de
pequeña. Muy de mañana, salió a
escondidas, echando a correr hacia
las colinas de Ratburi. Las atrave­
só y llegó hasta el río. En la otra
orilla encontraría la casa que bus­
caba. La r e c o r d a b a al lado del
campanil de la iglesia.
Tuvo suerte de e n c o n t r a r una
lancha motora, lista para la trave­
sía. Saltó a ella y se a c u r r u c ó
en un rincón. De vez en cuando
mientras la barca se deslizaba so­
bre el agua—, desde su escondite
se empinaba para contemplar la
otra orilla. No divisaba la torre.
Se armó de valor y preguntó a un
pasajero. Sí. la barca pasaría por
la misión de los «Kao-crist» (Cris­
tianos).

Al fin divisó la agilidad del cam­
panil que le reía entre rizos de
palmeras. Suplicó entonces al bar­
quero que se arrimase bien a la
orilla para bajar. El se hizo el sor­
do y acercó la lancha a un grupo
de barcas flotantes en el río. En
una de ellas había una tienda y el
barquero entabló una larga con­
versación con la dueña. También
a ella se dirigió preguntándole por
la iglesia de los cristianos. Tam­
poco le hizo caso, afanada como
estaba en discutir por el precio de
sus mercancías.
SALTANDO DE BARCA
EN BARCA
Saltando de barca en barca lo­
gró Ngieb alcanzar la otra orilla.
De vez en cuando miraba la pe­
queña hacia atrás para ver si al­
guien la seguía. En efecto, la per­
seguían. Se dio cuenta que dos
personas bien conocidas salieron
de una barca. Iban en su busca.
Como un rayo, echó a correr y
pudo a tiempo agazaparse tras un
arbusto. Temblando de pies a ca­
beza, espiaba los pasos de sus
perseguidores y no se movió de

allí hasta que los vio alejarse de
nuevo en la barca.
Hubo lágrimas de alegría al en*
centrarse de nuevo con la antigua
familia cristiana. Allí aprendió a
leer y a escribir. Pero su descon­
suelo era que ya no le enseñaban
a rezar. Nadie le decía el porqué.
Para la familia era im riesgo bau­
tizarla. Más tarde o más tem pra­
no regresaría a su casa y se en­
contraría en un ambiente incom­
patible para vivir la vida cristiana.
Ngieb s u f r í a en silencio. Ngieb
quería decir «Silencio».
Pero un día corrió por su cuen­
ta al misionero. «Padre, por favor,
quiero recibir el bautismo.» «¿Lo
pides de verdad?» «De todo cora­
zón, padre. Lo deseo hace tanto
tiempo.» «Entonces, estudia el ca­
tecismo.» Su nombre de pila fue
María. Tenía trece años.
UN SUEÑO MISTERIOSO:
DOS HOMBRES
Y UNA B.\RCA
Ngieb t i e n e diecisiete a ñ o s y
debe pensar en su futuro. Ngieb
promete no abandonar la misión y
el misionero le confía una escuelita. Más que una cultura, se le
pide bondad, amor, s a c r i f i c i o .
Todo esto lo ofrece sin cesar a
las niñas que a todas horas la ro­
dean con a f e c t o y respeto. Su
prestigio crece entre las familias
que desean recompensar de agún
modo su trabajo con obsequios y
regalos. Ngieb jamás acepta nada.
Trabaja sólo por las niñas y por
el Señor.
E>e los veinte a los veintisiete
años, Ngieb ayuda a la misión, a
la escuela a las familias. £1 Obispo
de Bangkok piensa en ella como
elemento providencial para su con­
gregación de herm anas indígenas.

Tem'a veintisiete años cuando
tuvo im sueño misterioso. Sobre
las aguas del Mekong contempló
una enorme barca conducida por
dos sacerdotes europeos. Uno re­
maba en la proa y otra en la popa.
De pronto, sin saber cómo, tam ­
bién ella se vio en la barca. Asus­
tada de verse entre gente desco­
nocida, despertó.
Al p o c o tie m p o , llegaron de
China los dos primeros misioneros
salesianos. Ngieb les ayudó y los
relacionó con las familias cristia­
nas, creando un precioso clima de
am istad y cordialidad.

¿NO PODRIA SER
COMO VOSOTRAS?
14 de noviembre de 1931. Ngieb
no olvidará esta fecha en que lle­
gan las primeras Hijas de María
Auxiliadora. Las recibe y se pone
en todo a su disposición. Las ad­
mira en su espíritu de trabajo. Un
día les revela lo que tantas veces
había pensado para sí: «¿No po­
dría ser yo también como voso­
tras?» Claro que podía. Enseguida
fue enviada a la India, donde hizo
ios dos años de noviciado. A su

vuelta se había convertido en la
primera salesiana de Thailandia.
Desde entonces sus años trans­
currieron en el trabajo más sacri­
ficado. Se le confió la catcquesis
de niños y adultos, la dirección de
Acción Católica, el movimiento pa­
rroquial. Su palabra, siempre cor­
dial y atenta, s ie m p r e llena de
Dios, se abría paso en las almas.
Luego fue enviada a la nueva
misión de Bang-Pong y después a
la de Haat-Yai. Como corona de
sus trabajos le sobrevino una en­
fermedad larga y dolorosa. El 28
de mayo de 1972 escribía su úl­
tima carta a la Madre General:
«Creo que el Señor me ha enviado
esta enfermedad para ver si tengo
fe y comprobar si soy una verda­
dera hija de María Auxiliadora.
La Virgen ha ocupado siempre un
sitio en mi vida. Estamos celebran­
do el año centenario: Yo, como
primera hija de María Auxiliadora
de Thailandia, ofrezco con gusto
mi vida por la Congregación, por
la Iglesia, por el pueblo thailandés. Espero que el Señor acepte
mi ofrecimiento.» A los dos meses,
el 1 de agosto de 1972, volaba al
paraíso. «La Virgen viene a lle­
varme», dijo a los que la asistían.

Los Salesíanos
llegaron por primera vez
a Thailandia
en 1927.

— 15

EL SALES!
ENVl,
h

Don Cayetano Scrivo, Vicario Generai de ia Congregación; y don Gü
VIgano, Consejero Generai para ia Formación Salesiana, dejaron sus
tareas de Roma para venir a dar sus interesantes charlas de Pastoral.

JORNADAS SALESIANAS DE PASTDRAL JUVENIL 1973
Organizadas y p rom ovidas por el
Juventud actual - Nuestra misiónCentro Nacional y k Comisión Ibé­ El servicio que prestamos a esa juven­
rica de Pastoral Juvenil, del 17 al 26
tud - (3omo debe ser el educador-pas­
<ie julio han tenido lugar, simultá­ tor para responder a esa juventud y
a esa misión - que se desarrolla en la
neamente, en tres puntos neurálgicos
<le k acción salesiana.
Iglesia, en la Iglesia local.
Reseñamos el contenido de las po­
A Sevilla (días 17-22) acudieron
>articipames de las lns(>ectorías anda­ nencias, que fue tratado con esta di­
nzas y de Portugal. A Madrid (días námica: exposición, trabajo por gru­
19-24), los de León, Bilbao, Madrid pos, reunión de secretarios de grupos,
y algunos de Portugal. En Barcelona puesta en común: comunicaciones de
(días 21-26) se dieron cita los de los grupos y c o lo q u io con los po­
Valencia, Barcelona y los restantes de nentes.
Bilbao.
En estas Tornadas han participado
Salesianos, Hijas de María Auxiliado­ PRIMERA JORNADA
ra (notable el caso de Barcelona, en
donde estuvieron presentes todas las
“UNA TUVENTUD PARA UNA
Directoras de In s p e c to ría ) y otros
SOCIEDAD NUEVA", por don An­
miembros de la familia salesiana. Los tonio de Pablo, del Departamento de
participantes se aproximan a los 600 Investigación Socio-religiosa (D. I. S.)
(200 en cada s itio ), habiendo sido de Madrid.
acogidos amablemente por las Comu­
Viendo k necesid ad de situar la
nidades de k Universidad Laboral en problemática de la juventud en el con­
Sevilla; del Colegio San Juan Bosco texto de transformación de k socie­
de Hórta y del Seminario Teológico dad, dio abundantes c ifra s sobre la
“ Martí-Codokr”, en Barcelona, y por juventud estudiantil y trabajadora, en
los Hermanos del Colegio Mayor Uni­ relación con la educación, el mundo
versitario “La Salle", en Madrid.
laboral, el tiempo libre, la política, y
Bajo el lema unificador “el Salesia- la sociedad. De este examen, se pos­
no. enviado a la Juventud de nuestros
tula una sociedad y una cultura nue­
días”, y con los objetivos precisos de:
vas, tras la presentación de modelos
un mayor conocimiento de nuestra ju­ y contramodelos en la sociedad de con­
ventud; una sensibilización en k ta­ sumo o de corte capitalista; para lo
rea educati\'0-pastoral que nos corres­ que es necessario llegar a k formación
ponde en los momentos actuales; pto- de una juventud capaz de transformar
tundización en las líneas pastorales de! dicha sociedad.
Ckpítulo General Especial; pronwver
Vistos el análisis situacional ante­
e intensificjir una renovación de per­ rior y los planteamientos que suscita,
sonas y estructuras, se fueron desarro­ el lema de don Alfonso Pérez Peñas­
llando los temas según este ritmo de co, S. J., tam b ién del D. I. S. de
intensidad:
Madrid, “JU V E N T U D Y NUEVA

f

16



FRONTERA DE LA FE", nos hizo
ver cómo la situación religiosa es par­
te de k situación de la sociedad en
general, y los condicionamientos mu­
tuos de lo religioso y lo social.
Tres puntos básicos en su diserta­
ción: 1) La juventud ante una situa­
ción religiosa dada, pero en transi­
ción; 2) La juventud ante los distin­
tos niveles de lo religioso, y 3) Hacia
una pedago^a nueva, que persiga la
personalización contra la masificación,
la participación c o n tra la pasividad,
la libertad contra la imposición y el
legalismo, la experiencia religiosa con­
tra el puro conocimiento, y el com­
promiso contra la mera piedad; una
pedagogía que se dé en una auténti-

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ca comunidad de vida, como lugar pri­
vilegiado para la fe.
La abundancia de datos y estadísti­
cas facilitados a los asistentes y, so­
bre todo, la profundidad de las cues­
tiones tocadas en ambas ponencias hi­
cieron muy fructífero el trabajo de los
grupos y las puestas en común. Esta
Jornada fue b ásica para la temática
posterior.
SEGUNDA JORNADA
“LA MISION SALESIANA COMO
RESPUESTA DE LA CONGREGA­
CION AL DESAFIO DE LA JU­
VENTUD DE NUESTROS DIAS”.
La presencia del Vicario General de

m i

Congregación Salesiana, don Cayetano
Scrivo, prestó singular interés a este
día, no sólo por su significado, sino
por haber sido el Regulador del Ca­
pítulo General Especial, sobre el que
se basaban todas las búsquedas de
nuestras expectativas. Dada su ampli­
tud, la ponencia se dividió en dos se­
siones. He aqxií un breve resumen:
1. La Misión Salesiana desde el pun­
to de vista teológico:
— búsqueda laboriosa del eje de
renovación, en el C. G. E.,
— nuevo descubrimiento del sen­
tido teologal de la misión,
— iniciativa y llamada del Espí­
ritu en el p ro y e c to de Don
Bosco,

Iftr

n

— el proyecto del Fundador en
el hoy de la Historia.
2. Nuestra misión, desde el punto de
vista del “espíritu salesiano":
— caridad apostólica,
— nuestro estilo educativo-pastoral,
— nuestro estilo de oración,
— nuestro estilo de com unión
(espíritu de familia).
3. La Misión salesiana desde el pun­
to de vista antropológico:
— el choque con la realidad hu­
mana,
— el choque con la realidad ju­
venil,
— algunos problem as que estos
choques plantean:
• carisma personal y carisma
salesiano,
• misión e institución,
• compromiso político-social,
• formación permanente,
— Don Bosco, nuestro modelo.
En torno a la P o n en cia, tras la
puesta en común, hubo un animado
coloquio, que se extendió, posterior­
mente, a cuestiones de la Familia Sa­
lesiana, aprovechando el paso de don
Scrivo, que se prolongó luego duran­
te los tiempos de descanso. Un día
verdaderamente intenso.
TERCERA JORNADA
G>mo el primer día, hubo dos po­
nencias, para tratar del “Servicio sa­
lesiano en instituciones docentes”:
“PRESENTE Y FUTURO DE LA
ESCUELA CATOLICA”, desarrollada
por don Antonio da Silva Ferreira,
miembro del Centro Internacional Sa­
lesiano de Pastoral Juvenil en Roma,
quien, en su preámbulo, puntualizó

V W

Tres ciudades;
Sevilla, Madrid y Barcelona,
fueron las Sedes
de estas jomadas.
En la fotografía, el grupo de
Barcelona.

— 17

Don José Luis Lablano, Delegado
Nacional de Pastoral Juvenil, dirl>
ge su palabra a los jomadistas.

oportunamente los términos de "es­
cuela”, “escuela católica", “desescolarización”, etc., y luego, con gran con­
cisión y competencia, fue desarrollan­
do los puntos simientes:
Democracia y descscolarización. Edu­
cación c ris tia n a y escuela católica.
Ginsccuencias para el trabajo salesiano en las escuelas.
En este último punto, señaló algu­
nos aspectos que queremos destacar
aquí; renovación de actitudes; la bús­
queda, como principio de método; el
trabajo vocacional, como liberación del
joven; el trabajo en grupos, como me­
dio de acción pastoral.
Don Feliciano Vgalde Elizagaray, Di­
rector del C olegio Salesiano “Santo
Domingo S av io ", de Valencia, des­
arrolló la segunda ponencia del día
•NUESTROS COLEGIOS: MOMEN­
TO ACTUAL Y RENOVACION".
Una problemática candente y am­
plia. Resumimos del guión:
Momento actual de nuestros centros
educativos. Hacia una pastoral cole­
gial renovada. Criterios y orientacio­
nes de renovación en la pastoral cole­
gial. Puntos orientadores de renova­
ción práctica.
Por tocar más de cerca a la ma\*oría de los asistentes, el tema fue se­
guido con gran interés y dedicación,
tanto en el aula como en la labor de
grupos.
CUARTA JORNADA
“E/ servicio salesiano en inslilvciones no docentes'.
Don José ¡Mis Pérez Atvarez, miem­
bro de la Comisión Ibérica Salesiana

18



d)
la historia: liberación, crecimien­
to de la “prospectiva”.
5. Fe y cultura: Profetas del Evan­
gelio; heraldos de los “signos de los
tiempos”.
6.
Urgencia de una toma de posi­
ción: Realismo, con actitud conscien­
te de “ministerio bautismal”.
Atreverse a desmitificar las nuevas
idolatrías, evitando una actitud de
“gnosis” frente al “compromiso polí­
tico”, la “laicidad de lo científico”, la
“contestación carismática”.
Un cuadro completo y lúcido, que
abrió horizontes a todos.
En su segunda ponencia, “EL SALESIANO DE LOS TIEMPOS NUE­
VOS", glosó la figura del “Salesiano
religioso”, en su condición de miem­
bro solidario de una comunidad de­
dicada, en la Iglesia, a la salvación
de la juventud:
1. No hay un paradigma mágico
de los 'tiempos nuevos”: Humildad
y seriedad de búsqueda en un marco
de esperanza.
2. Algunos presupuestos de fami­
lia: a) ductilidad de adaptación: aper­
tura de los “signos de los tiempos”;
b) fidelidad a Don Bosco: un mismo
espíritu y una idéntica misión; c) so­
lidaridad comunitaria: el Capítulo Ge­
QUINTA JORNADA
neral Especial.
3. Cantidad y santidad: “ ¿Todos
“£/ pastor-educador salesiano.”
Para dar una respuesta a esa ju­ o sólo un número razonable?”... “Vo­
ventud, a esa misión y a esos servi­ sotros sois la sal de la tierra...”
4. Tareas salesianas para los tiem­
cios, se necesitan hombres “renova­
dos”. De ahí, el eje central de este pos nuevos: a) evangelización de la
“libertad", en el proceso de persona­
día.
Don Egidio Viganó, miembro del lización; b) evangelización de la “par­
Consejo Superior de la Congregación ticipación", en el proceso de sociali­
Salesiana, encargado de la Formación zación; c) evangelización de la “auto­
del personal salesiano, y perito con­ nomía” en el proceso de seculariza­
cillar, anteriormente, desarrolló las dos ción.
5. El eje espiritual del Salesiano:
ponencias del día:
-EL PASTOR-EDUCADOR, ANTE Saber conjugar, en unidad vital —como
Don Bosco—, el ser y el actuar, la
LA NUEVA CULTURA".
1. El 'pastor': un misionero de consagración y la misión, el amor a
la Iglesia, animado por la caridad, al Dios y el amor al prójimo, la oración
y el trabajo: dar testimonio de “ser
servicio de la juventud.
2. Crisis pastoral: una tra ^ to ria
iglesia, haciéndola..." Esforzarse en
p a ra d ig m á tic a: “desclericalización- reactualizar a Don Bosco en un nue­
desacerdotización"; "crítica de la au­ vo contexto cultural.
toridad-desinterés por la autoridad";
Esta Jomada resultó muy apretada,
"reforma de la Iglesia-muerte de la por la densidad del contenido, por el
Iglesia”; “evangelización del mundo- interés apasionante de los tem as y
por el número de intervenciones. As­
acción TOlítica en el mundo*.
3. Novedad cultural: gestación de pectos y enfoques reveladores aflora­
una nueva cultural univcr^-crecimien- ron en los coloquios, dirigidos con
to de la humanidad, que manifiesta el gracejo, maestría y plena claridad en
plan de Dios, en el que la Iglesia las respuestas por el ponente, a quien
todos agradecimos su prolongado es­
debe actuar.
4. Contenidos socio-antropológicos fuerzo. Interés especial tuvieron las
de esta novedad de situación: Conste­ pr^xintas referentes al dclo y las ca­
laciones de valores en tomo a estos sas de formación.
centros:
a) el hombre: personalización, cre­ SEXTA JORNADA
cimiento en la “libertad";
'A I servido de la Iglesia”.
b) la comunidad: socialización, cre­
El tema “LOS SALESIANOS AL
cimiento en la “partidpadón";
c) el mundo: secularización, cred- SERVICIO DE LA JUVENTUD, EN
LA IGLESIA”, que completaba el dmiento de la “autonomía";

Juvenil, que participó también en el
Capitulo General Especial, desarrolló
el tema “LA APROXIMACION A
LOS JOVENES DE N U ESTRO S
DIAS, A TRAVES DE OTRAS FOR­
MAS DE PRESENCIA". Otro de los
puntos clave para la renovación de
nuestra Congregación, cuyo tratamien­
to impresionó gratamente a todos.
Estas fueron las líneas de su expo­
sición:
Tensión misionera - situaciones nue­
vas - planteamiento misionero - prin­
cipios fundamentales - Evangelización
y educación en la fe, como objetivos
primordiales - campos y objetivos con­
cretos de las nuevas presencias, según
el C. G. E. • exigencias para el sale­
siano.
La riqueza de d o cu m en tació n y
orientaciones contenida en el C. G. E.
y en nuestras nuevas Constituciones
fue magistralmente subrayada en la
disertación, que fue reveladora para
muchos.
Tras la puesta en común, por la
tarde hubo descanso, dada la intensi­
dad del trabajo de estos días y la
densidad de los temas.

do de ponendas, fue desarrollado por
señores Obispos de las zonas respec­
tivas: don Ahíonio Montero, en Sevi­
lla; don Elias Yones, Secretario de la
Conferencia E p isc o p a l Española, en
Madrid, y don José Capmany, en Barcdona. Tras sus intervendones, con­
vivieron con nosotros en los coloquios,
en la Eucaristía final y en la comi­
da de despedida. Una vez más, se pu­
sieron de manifiesto las esperanzas de­
positadas en nuestra renovación y en
nuestra acdón apostólica.
ACOTACIONES VIVAS
• Las Jomadas no sólo fueron exposidón y estudio de temas. En un
clima de gran cordialidad, dedicación
intensa y alegría salesiana, nuestros
días estuvieron marcados por los mo­
mentos fuertes de oradón y Eucaris­
tía. Un folleto editado por el Centro
Nadonal para esta ocasión y el es­
fuerzo de los animadores y comenta­
dores contribuyeron a enmarcar las
celebradones litúrgicas en el contexto
del día.
• Al partidpar Salesianos y Salesianas de diversas Inspectorías, hubo
un ammado intercambio de experien­
cias y puntos de vista, no sólo en
los grupos, sino en la labor de pasi­
llos y recreos. Un sereno “contraste
de opiniones", que nos iluminó y en­
riqueció a todos.
• En Barcelona y Sevilla, además,
hubo una comunicadón o “panel” de
experiendas de acdón salesiana entre
los jóvenes. En Barcelona, por ejem­
plo, se presentaron:
— EY Curso de Teología seglar
para jóvenes”, realizado en Pa­
sajes.
— La inserción de las Hijas de
María Auxiliadora en la labor
catequética de un sector eclesial, realizada en Barcelona.
— La acción pastoral juvenil, rea­
lizada en Valencia, a través del
grupo folk "Raíces”. (Cfr. “Téc­
nica de Apostolado” n. 100).
— El "Consultorio Juvenil”, mon­
tado en Martí-Codolar, Barcelo­
na, llevado casi por los jóvenes.
— El Campo de trabajo "Acción
73”, realizado en Mataró, du­
rante la Pascua de este año.
En Sevilla, entre otras, se presen­
tó la experiencia de las "Semanas
de proyección cristiana del futuro”,
para jóvenes mayores.
• En las tres zonas se montó la
oportuna exposidón de material, biblic^rafía y subsidios, en apoyo de
nuestra acoón apostólica entre los jó­
venes.
HACIA EL FUTURO
Creemos, sinceramente, que d d x n
destacarse, a la bora del balance, la

seriedad y entrega en la labor de gru­
pos, por donde circulaba la verdadera
vida de las Jomadas. Y no es peque­
ño mérito, tras las “marathonianas”
conferendas de algunos días. Quede
aquí constancia de nuestro agradedmiento a los “Secretarios”...
En opinión de casi todos, las Jor­
nadas han valido la pena y han su­
puesto im serio aldabonazo y un sere­
no aliento a nuestra renovación. La
presenda de tan elevado número de
partidpantes y sus opiniones, vertidas
en la correspondiente encuesta, han
demostrado aue el sacrificio de ponen­
tes, organizadores, comisiones, asisten­
tes y comunidades, será fructífero en
nuestra área pastoral.
A nuestro Rector Mayor, que de­
bió intemimnir los trabajos del Con­
sejo Superior, para posibilitar la pre­
senda de Don Scrivo y Don Viganó,
nuestra g r a titu d y la constanda de
que uno de los mejores frutos de las
Jornadas ha sido, predsamente, el ver­
les entre nosotros, con optimismo rea­
lista, con oportunidad y seguridad en
las respuestas, con juvenil dinamismo.

El núcleo
central de
las jomadas
era
la Eucaristía
con celebrada.

Para estudiar
los temas
se reunían
en equipos de
trabajo.

con esquemas ricos de posibilidades
para el futuro, en la línea auténtica­
mente renovadora del C. G. E., que
ellos nos han sabido mostrar. No du­
damos en afirmar que su paso lia su­
puesto, para muchos, una “reconcilia­
ción* con esa Congregación tan “cues­
tionada” en determinados lu g ares y
momentos.
Han surgido iniciativas y sugeren­
cias notables, que esperamos recoger
más adelante, entre las que destaca el
profundizar, en sucesivas Jornadas, al­
gunos de los temas, por sectores. El
Centro Nacional Salesiano de Pasto­
ral Juvenil, por su parte, está prepa­
rando la edición de estas ponencias y
trabajos para cu an to s no pudieron
asistir a las reuniones.
X-as Jornadas Salesianas de Pastoral
Juvenil de 1973 creemos que signifi­
can un paso firme en la renovación
pastoral de los Salesianos y Salesianas
de España y Portugal. Por eso pedi­
mos a Don Bosco que bendiga e In­
cremente esta semilla.
J. M. L.

AJEDREZ
VIVIENTE
Barcelona.— Patrocinado por la Asociación de Pa­
dres de familias del Colegio Salesiano del Santo An­
gel (Sarriá) y organizado por la Sección “ Peques” , el
pasado 6 de junio se llevó a cabo el Vil Torneo Esco­
lar de Ajedrez viviente. Participaron en el juego 500
alumnos y se otorgaban siete trofeos a los correspon­
dientes vencedores. Este torneo se celebraba con
motivo del “ Día de la Gratitud” . El festival es de por
sí atractivo, pero el motivo lo es más. Ya sabemos
la importancia que Don Bosco daba en sus casas a
la fiesta de la gratitud que antes solía celebrarse en
el onomástico del director del colegio. Celebración
de gran valor educativo.

UNA CAPILLA A DON RUA
Dibrugarh (India).— En la misión salesiana de Doom
Dooma (diócesis de Dibrugarh) se ha erigido esta
nueva iglesia en honor del Beato Miguel Rúa, una
de las primeras con el título del primer sucesor de
San Juan Bosco. Trabajan en dicha localidad dos salesíanos indígenas y las Hijas de María Auxiliadora.
Llevan la parroquia, un hospicio, unas escuelas ex­
ternas gratuitas y esta tropa de buenos amigos siem­
pre dispuestos a salir en las fotografías. Bajo la advo­
cación de Don Rúa, subirá al cielo la oración de estas
buenas gentes del Asam.

A LA SALUD
DE SU HIJO
OBISPO
Caracas.— Bien merece una copa de champán. La
madre del nuevo obispo salesiano, Monseñor Rosalio
Castillo, brinda por la salud y la felicidad de su hijo.
Ya habíamos dado la noticia de la consagración epis­
copal de Monseñor Castillo que tuvo lugar el pasado
24 de mayo en el Templo de Don Bosco de Caracas.
Nadie ha brindado con mayor alegría que su madre,
doña Guillermina Lara de Castillo. En la fotografía
vemos el gesto de la madre y del hijo. Sobran las
palabras.

POR
EL MUNDO
SALESIANO
EL CARDENAL TROCHTA
RECIBE EL CAPELO CARDENALICIO
Roma.— A su tiempo notificamos en el Boletín Salesiano el nombramiento de este salesiano de Checos­
lovaquia. Ahora vemos cómo el Papa lo felicita cor­
dialmente después de imponerle el capelo cardinalicio.
“No he deseado el nombramiento, pero tampoco lo he
rechazado. Respeto la voluntad del Santo Padre, en
especial, su bondad y magnanimidad. Estos son mis
sentimientos”. Así ha respondido a los periodistas que
le preguntaron por sus impresiones. La ceremonia se
desarrolló el día 12 de abril, en el Vaticano. Acom­
pañaban al Cardenal el Rector Mayor y muchos saíesianos. En su acción de gracias al Papa, dijo: “Ha
conferido la púrpura a un hombre sencillo, a un hom­
bre más entre tantos que lo habrán merecido más
que yo”. El 15 de abril tomaba posesión de su sede
romana: La Basílica de San Juan Bosco. Hospedado
en la Casa Generalícía contó en la intimidad lo di­
fíciles que habían sido sus años de infancia. “Yo era
un pobre muchacho campesino...”

SALESIANO TECNICO EN TELEVISION
Lubumbashi (Zaire).— El padre Juan Dethier, del
colegio salesiano Imara de Lubumbashi es técnico
en televisión. Con frecuencia requieren su pericia
en las transmisiones de la emisora, implantada en
uno de los edificios del colegio.
La Inspectoría de Africa Central fue erigida en 1959
y consta de las siguientes naciones: Zaire, Ruanda
y Burundi. En Bélgica hay una procuraduría de misio­
nes; pero la Inspectoría es totalmente autónoma.

fe
'x k

%

SIN VER HA CREIDO EN EL AMOR
Canlubang (Elipinas).— Juana DímapIlís (la primera
por la izquierda) es una figura casi increíble, honra
de la Familia Salesíana. Es una joven ciega de Can­
lubang. Tiene una inteligencia y una memoria pro­
digiosas, da clases de catecismo y logra mantener la
disciplina entre los niños a los que no ve. Desarrolla
un extraordinario trabajo apostólico en la Obra Saiesiana.
En la foto aparece junto a una familia pobre del lu­
gar que hospeda gratuitamente en su casa. Su des­
gracia física es incurable. Esta ha sido la respuesta
del especialista. Pero Juana, sin complejos, ha re­
suelto su problema personal entregándose totalmente
al servicio de los demás.

El pasado 6 de julio se reunieron en Mohernando
unos saiesianos para celebrar en convivencia los
veinticinco años de su profesión salesiana. Espero
otra oportunidad para escribir del viejo Noviciado de
Madrid, hoy una casa rejuvenecida y renovada con
aires de parador de turismo. En el lugar donde na­
cieron a la Congregación, este manojo de saiesianos
ha querido revivir tiempos juveniles y renovar la ale­
gría de su congregación al Señor y de su fidelidad a
Don Bosco. Pero leamos la crónica que me ha en­
viado uno de ellos.

A prim eros de junio, una m ulti­
copista de la Universidad Laboral
de Zam ora tirab a vertiginosa e in­
quieta una circular que volaría
por diversas reglones de la E spaña
Salesiana. Comunicaba festiva y
optim ista la efemérides de las
Bodas d e P la ta de Profesión
del Curso cSALES» (Noviciado
1947-48) y fijaba p ara dicha con­
memoración el 6 de julio. E n ese
día subiríam os de nuevo al pe­
queño T abor de Mohernando, co­
mo siempre envuelto entre per­
fum es de ja ra y con la protec­
ción del tupido encinar, fuerte
y humilde como el espíritu de
saleslanldad que un día nos in­
culcaron.
El 6 de julio fuimos reuníéndonos en la estación de Atocha

de Madrid. Hubo exclamaciones
y abrazos de alegría. Muchos de
nosotros volvíamos a encontrar­
nos después de veinte años. H i­
cimos el viaje juntos y en com­
pañía del padre Maestro, don Jo ­
sé Arce, compañía siem pre jovial
y juvenil, como si el tiempo no
hubiera pasado. Revivieron viejas
anécdotas, recuerdos y h asta his­
torias misioneras, y sobre todo la
alegría de volver a las fuentes de
nuestro origen de saiesianos.
N uestra sorpresa fue grande al
ver la nueva casa de Mohemando. E sto sí que era un m ilagro de
renovación. E n el mismo sitio, pe­
ro qué línea de modernidad y sun­
tuosidad de la construcción.
Los novicios y los jóvenes salesianos que se preparan para la

BECAS PARA LAS VOCACIONES
SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
Boca «Fam ilia Baraut-Obiols». N. c .: 1.000 pts. T . ; 57.500 pts.

INSPECTORIA DE BILBAO
Boca «Mnm& M argarita». L. CaOada. Pam plona. N. c.: 260 pts. T .; 33.250
pesetas.

INSPECTORIA DE CORDOBA
Boca «Marín A uxiliadora». F am ilia Jo sé T roya Zam udio. Ronda. N. e.:
50.000 pts. T .: 76.000 pts.
Beca « P u ra Bermódes». M álaga. N. e.; 3.000 p ts. T .: 31.500 pts.

INSPECTORIA DE SEVILLA
Boca «M aría A uxiliadora». Arch. Cádiz. N. o.: 1.000 p ts. T .: 63.000 pts.
Boca «Corpus Christi». J . Q uintana. Sevilla. N. e.: 100 p ts. T . : 16.500 pts.

INSPECTORIA DE MADRID
Boca
Boca
Boca
Boca

22



«Fam ilia M artin Mateos». N. e .: 10.000 pts. T .; 40.000 pts.
«Don Podro Gil». 3.1 N. e .: 5.500 p ts. T .: 64.314 pts.
«M. A. L.». N. o.: 1.000 p ts. T .: 65.000 pts.
«San José». Arch. P izarrales. N. o.: 4.000 p ts. T .: 69.000 pts.

profesión perpetua nos hicieron un
cordial recibimiento. Nos acom­
pañaron a ver las nuevas instala­
ciones. Conforme Ibamos descu­
briendo los nuevos espacios re­
cordábamos anécdotas y peripe­
cias, vida olvidada como un eco
que, ta l vez, corretea por el mon­
te y se asom a a la vega del He­
nares. También ahora recorrimos
los alrededores y llegamos al Mi­
rador. Allí estaban el cono donde
se asienta H ita y las sierras cal­
cinadas que cam inan hacia So­
ria y la vega, toda un rastrojo, y
el silencio, am igo de la reflexión
y el recuerdo...
E n la capilla —es la m ism a de
antaño— comenzamos con una
concelebración eucaristica presi­
dida por el padre M aestro. De­
bíamos ser veinte, pero sólo ha­
bíamos acudido a la cita once
saiesianos. Nos acom pañaba el
Vicario Inspectorial de Madrid,
don Santiago Ibáñez; el director
de la casa y otros saiesianos. Los
actuales novicios de M adrid y
León y el nutrido grupo de los
que preparaban allí su profesión
perpetua se unieron a nosotros
con la alegría de la música, can-

DE PLATA
Desde el dulce mirador de Mohernando
se miran con alegría los veinticinco años
de vida Salesiana.

lando herm osas letras m uy a to­
no con el acontecimiento.
En la hom ilía habló Federico
Hernando poniendo de relieve la
alegría de volver a renovar la
profesión y n u e stra adhesión a la
Congregación Salesiana. L a vida
consagrada —dijo— s ó lo tiene
sentido cuando se vive en el es­
píritu de oración, sobre todo en
el mundo de hoy en el que cun­
den aires de secularización y horizontalismo. Nos animó a des­
cubrir y potenciar estos valores
trascendentales p a r a continuar
nuestra actividad salesiana en m e­
dio del mxmdo.
En la E u caristía hicimos la re­
novación de nuestros votos, se­
gún la fórm ula de la s nuevas
constituciones poscapitulares. Al
final, entonam os el Tedéum de ac­
ción de gracias y dedicamos den­
sos m inutos de silencio que llegó
muy hondo y creó \in am biente
para la revisión y el balance in­
terior.
A las dos tuvim os el ág^pe
fraterno jim to a la comunidad de
salesianos y novicios. Félix Do­
m ínguez inauguró la sobremesa.

Con habilidad de prestidigitador
hizo revivir el pasado trayendo a
colación la vida y m ilagros de
todos los presentes con un hum or
ag^do y refinado. Fue uno de los
momentos m á s agradables del
día.
A la h ora del recuento compro­
bamos que de los 36 que habíamos
hecho la prim era profesión que­
dábamos 20. E l porcentaje de per­
severancia superaba el cincuenta
por ciento. Y los veinte salesianos
desarrollan un estupendo trabajo
de servicio en favor de los jó­
venes.
H an faltado a la cita tres glo­
rias m isioneras que recordamos
con sim patía; Agrustín López, Con­
sejero Inspectorial en la Inspec­
to ría de Filipinas; Luis Iriarte,
tam bién en M anila; y Antonio
Alvarez, director del Centro Mi­
sionero de San Pedro Carchá, en
Guatemala.
Los otros seis que tam poco pu­
dieron asistir, p o r diversas causas,
fueron: Santiag;o Alonso Niño, Jo ­
sé Luis M ena (el fotóg;rafo ex­
cepcional de la C entral Catequís­
tic a de Madrid, que podía haber

dejado un buen testimonio gráfi­
co del día), Pablo Campo, Luis
Lapuente y Miguel Herrero.
Los asistentes eram os: José Ma­
ría Hernández Farelo, Federico
Hernando, Miguel Rlvilla, Félix
Domínguez, Julián Romo, Alberto
González, Félix de la Fuente, Jo ­
sé Manuel B astarrica, Joaquín
Ruiz, José Vázquez y Casimiro
Iraola.
E n un am biente sano de recuer­
dos y enriquecedor pasamos el
día de nuestras Bodas de P lata
Salesianas. Vivimos el contento de
haber realizado nuestra profesión
y de continuar la alegría de ser
salesianos. V alía la pena. Ahora
nos asomábamos al camino anda­
do y dábamos gracias a Dios al
mismo tiempo que le pedíamos
su gracia p a ra seguir adelante,
p a ra p>erseverar h asta el final.
Y luego, la separación y otra
vez al campo de acción. Pero con
la nueva dosis de entusiasmo y
de optimismo después de nuestra
convivencia. Habíamos sido reno­
vados en el Elspiritu.
FEH^ERICO HERNANDO

— 23

Antes de regresar a su misión del Ariarí, ei
misionero salesiano Don Serafin García nos
escribe una carta hablándonos de sus dificul­
tades. El misionero ha hecho su visita por
muchas de nuestras casas y su fervor ha con­
tagiado a educadores y alumnos.
Don Serafín se ha despedido y la nostalgia
se ha reflejado en su rostro. Pero retorna a
su campo de apostolado lleno de fe, fiándose
de Quien dice: “Id...", y llevando en su pala­
bra y en su vida el mensaje del Evangelio.
He aqui fa carta que nos dirige.
Señor director del Boletín Sa­
lesiano:
“Son muchos los misioneros que
regresan a la Patria... ¿Los invi­
tamos a que nos comuniquen las
maravillas que por su medio ha
obrado el Espíritu S anto?...”
Agradecido a la labor del Bo­
letín Salesiano tan “misionero”
acepto la invitación, deseando a
todos los “hermanos” la alegría
d e colaborar por el Reino de
Dios.
Desde el 29 de abril al 24 de
junio crucé por España en las
cuatro direcciones y resumo bre­
vemente cuanto ha dicho sobre
las Misiones Salesianas en la Pre­
fectura apostólica de El Ariari.
Ya el Boletín Salesiano de ma­
yo dio una visión clara en el
artículo titulado “Ariari, nueva

REGRESA
AL
ARIARI

frontera” de Enzo Bianco, sin­
tetizando el pensamiento del pa­
dre Angel Bianchi, cuasi-párroco
de Canaguaro y ecónomo de la
Prefectura Aostólica de El Ariari,
alma y corazón intrépidos, crea­
dor y p ro m o to r generoso de
cuanto puede adelantar la reden­
ción espiritual y material de los
Llanos Orientales de la gran Co­
lombia...
El mapa eclesiástico de Colom­
bia presenta ocho arzobispados,
cuarenta y cuatro obispados, nue­
ve Vicariatos y ocho prefecturas
apostólicas, más de 700 mil ki­
lómetros cuadrados, donde no es­
tá organizada todavía la Iglesia,
misionera siempre, de hecho y
derecho...
Mirando ese mapa vemos los
obispados y arzobispados en el

centro, de Norte a Sur de Co­
lombia, en medio de las escabro­
sidades de las tres cordilleras an­
dinas o en sus valles y en la
costa del Atlántico; al NE, la
Guajira aún es Vicariato. La cos­
ta del Pacífico, rica en minerales,
pero sin comunicaciones, son tres
vicariatos y una prefectura apos­
tólica. En el centro del mapa,
y al norte y al sur del departa­
mento del Meta, cuatro vicaria­
tos; y en el SO del mismo Meta,
35.000 kilómetros cuadrados for­
man la Prefectura Apostólica de
El Ariari. El oriente de Colom­
bia, en los límites con Venezuela,
Brasil y Perú, cuatro grandes pre­
fecturas apostólicas mayores que
el Meta, de 85.000 kilómetros
cuadrados, más grande que cinco
naciones de Europa.

“Bienaventurados los pies del evangelizador...” Si, pero estos pies nos hacen ver el espiritu de inventiva
de ios hombres del Aiiarí: con los tapones de las botellas de cerveza hacen buenas esteras para quitarse el
barro de la calle.

Colombia es grande: más de
iin millón de kilómetros cuadra­
dos; dos océanos; ríos innumera­
bles, caudalosos; montañas que
suben a 5.800 metros; y más de
600 mil kilómetros de llanura.
Mucha agua; nueve meses de llu­
vias, torrenciales con frecuencia.
Mucha tierra, no defendida aún
contra las aguas por el amor del
hombre. Mucho sol y un clima
cálido y húmedo... La feracidad
y extensión reclaman la acción
del hombre preparado. Eso busca
la Iglesia con su programa misio­
nero de evangelÍ2ación y catequesis.
Colombia es de las naciones
más desarrolladas de América La­
tina. La exposición de sus hermo­
suras y riquezas, y el sueño de
su porvenir, reclaman que la Igle­
sia vuelva sus ojos misericordio­
sos, oiga la voz de los Papas y
en todas las formas posibles de
organización, por ejemplo el GI­
ME, plante poblaciones piloto,
pueblo andaluz o gallego, catalán
o castellano..., que sean luz de fe
y de vida cristiana, pueblos que
enseñan con el ejemplo a cumplir
la ley primera de Dios en la Bi­
blia: “Creced, multiplicaos, domidad la tierra”. Ese anhelo de do­
minar la t ie r r a con h o m b re s
perfectos es lo que anima la labor
de los misioneros que trabajan en
El Ariari desde 1964, a nueve
horas de Bogotá en autobús des­
de la parroquia de Vista Hermo­
sa, nombre que alude al panora­
ma que se divisa desde allí en la
vega del Güéjar (río que nace en
la cordillera oriental y recoge las
aguas de la vertiente norte de la
cordillera de la Macarena, total­
mente a ria re n s e ). Desde Vista
Hermosa se descubre también la
cinta de plata del río Sardinata,
que forma una catarata inexplo­

tada de 750 metros de desnivel,
donde falta la luz eléctrica y no
hay industria alguna...
Los 35.000 kilómetros de la
prefectura tenían 35.000 habitan­
tes en 1964. Hoy son 150.000 y
siguen buscando los emigrantes
tierras baldías para labrar su for­
tuna. La carretera desde Villavicencio, capital de Meta (río
afluente del Orinoco, que da su
nombre al departamento) se esti­
ra, casi recta, durante cuatro ho­
ras hasta Granada, sede del Pre­
fecto Apostólico: de aquí baja
paralela al río Ariari, hasta Puer­
to Lleras; desde allí la vía fluvial
es la única para llegar al fin de la
prefectura en la confluencia de
los grandes ríos ariarenses: Ariari
y Guayabero (éste nace también
en la cordillera oriental y recibe
las aguas de la vertiente sur de
la Macarena) y ambos se unen
con el nombre de río Guaviare,

que corre delimitando las regio­
nes del Meta y Vaupés, Vichada
y Guainía, hasta morir en el Ori­
noco en los límites con Venezue­
la. Desde Granada se extiende
una hora la carretera (polvo en
verano y barro en los meses de
lluvia o invierno) hasta San Juan
de Arama; y otras dos horas ha­
cia el SE, hasta Piñalito, más allá
de Vista Hermosa, casi en la con­
fluencia de ese río Piñalito con el
renombrado Güéjar.
En San Juan de Arama se de­
tuvo hace cinco años la carretera
marginal de la selva o Transama­
zónica, que llegaría a Brasilia. Por
esta razón d esco n o cem o s una
gran parte de los 35.000 kilóme­
tros cuadrados de la Prefectura,
especialmente el SO más monta­
ñoso y selvático que las vegas
bajas de El Ariari.
Esta e x p o sic ió n trasparenta
las dificultades geográficas y cli-

A veces, con la guítvra bajo el brazo y bajo
la sombra de las palmeras que alzan su esbel­
tez a la gloría del sol de esta espléndida tierra,
también se eleva nuestro canto de esperanza...
-

25

máticas (que para los europeos
mediterráneos no envuelven seria
dificultad, pues nuestras tempera­
turas extremas de verano e in­
vierno se dulcifican en el cálido
y húmedo Ariari) y sobre todo la
falta de medios de comunicación
que dificultan el progreso.
La otra grave dificultad es la
social. La pobreza material va
acompañada de la ignorancia, in­
dolencia y el vicio... Si el 90 por
100 están bautizados y nuestra
pastoral ha sido sacramental (bau­
tismos, primeras comuniones, ma­
trimonios) urge in te n s if ic a r la
evangelización de palabra y de
obra, privada y comunitaria.
La prefectura ha sido obra en
estos nueve años de Monseñor
Jesús María Coronado, el primer
Prefecto a p o s tó lic o , meritoria­
mente elevado a obispo de la dió­
cesis de Girardot, que se une en
su extremo sur con la prefectura
de El Ariari. Entró con cinco sa-

lesianos y ha dejado nueve cuasiparroquias en los nueve años:
Granada, Fuentedeoro y Puerto
Lleras unidas por la carretera del
SE; y Canaguaro, San Juan de
Arama y Vista Hermosa, por la
carretera central de El Ariari. Un
ramal (de los muchos de la vega
y parroquia de Canaguaro) se re­
monta por el centro hasta el po­
blado de Lejanías hacia el oeste
de la prefectura, donde se levanta
ya la iglesia y cara cural.
Nos fallan las carreteras del
norte para las parroquias del Cas­
tillo y El Dorado; y las del Sur
desde San Juan de Arama al Caquetá y al Vaupés, y hacia el
Huila para la parroquia de Mese­
tas, a b a n d o n a d a prácticamente
al replegarse el padre Tomás
Elias Jordán, su primer cuasipárroco, al equipo de Canaguaro,
después de dejar heroicos ejem­
plos de su celo y tesón de misio­
nero navarro, y haber edificado

su pequeña casa cural y alegre
capilla-escuela, y alzado un puen­
te colgante en las confluencias de
los ríos Lucía y Güejar.
Estos obreros de la viña del
Señor tienen como opositores al
materialismo e indiferentismo de
las masas bautizadas, pero no
evangelizadas, que esperan del
sacerdote al gran colaborador, pacificista y pacificador de las gen­
tes, al promotor de energías hu­
manas y técnicas, pero rehuyen
su doctrina de justicia y de cari­
dad social, y el culto, tildado de
fanatismo. Su vida relajada es
el mayor obstáculo en la misión.
Las sectas protestantes, espe­
cialmente el Adventismo, bien
servidas desde los Estados Uni­
dos y otros centros colombianos,
y las doctrinas del espiritismo y
del comunismo, que avanzan uni­
dos entre la ignorancia de los
desafortunados y rebeldes.
Los medios que reclaman to-

UCRANIANOS EN ARGENTINA: 75 AÑOS
Buenos Aires.— Hoy son cien mil.
Hace 75 sólo eran unas doce fa­
milias de pobres emigrantes. Aho­
ra constituyen el Exarcado Apos­
tólico Ucraniano cuyo obispo es
el saleslano Monseñor S a p e l a k .
Salesiano era también el primer
sacerdote que los a t e n d i ó des­
de el principio. Muchos de los hi­
jos de estos emigrados a Argen­
tina también se han hecho saieslanos. Por eso, esta fiesta del 75
aniversario viene a ser una fiesta
salesiana.
En la fotografía, un acto de las
celebraciones llevada a cabo en
la catedral ucraniana de Buenos
Aires: el Nuncio Apostólico Mon­
señor Zanini (con el báculo), Mon­
señor S a p e l a k con ornamentos
orientales y, el primero, Monseñor
Bonamin. bendicen
los fieles
ucranianos.

a

26 —

O
^>1

das las parroquias son centros ju­
veniles para atraer a pequeños y
a mayores, con salones parroquia­
les de aplicación múltiple, como
iglesia y reuniones de todo gé,nero; de modo que las almas
buenas puedan volcarse en estas
nueve cuasiparroquias actuales,
para surtirlas de medios de atrac­
ción sana, que Ies sirvan de re­
creo y las convenzan de que la
redención y el progreso es ante
todo la vida cristiana eclesiásti­
camente vivida.
Mi estancia en Madrid coin­
cidió con los días del señor Pre­
sidente de la Argentina. Acudí
repetidas veces al Consulado y a
la Embajada de Colombia para
lograr maquinaria agrícola e in­
dustrial que facilite a los cam­
pesinos de El Ariari, el cultivo
de sus tierras llanas y la trans­
formación de sus productos mon­
tando fábricas e industrias. ¡Tie­
rra inmensa de bendición, sin
brazos y sin medios! “Lo que
pide, me dijo el señor Embaja­
dor, es asunto de gran escala
entre gobierno y gobierno: si
recibo órdenes, tendré sumo gus­
to en servirles y les importaré la
maquinaria antes de que termine
mi mandato y me incorporé a
la política”. En este sentido tal
vez la lectura del Boletín puede
hacer resonancia y llegar a alguna
persona o entidad influyente y
con empeño de resolver un do­
ble problema: en España sobran
brazos técnicos y especialistas y
faltan tierras; mientras que en
América Latina sobran tierras fe­
roces y fuentes de ingreso, y
falta el personal preparado ¿Có­
mo trasplantar a las llanuras de
América Latina, hombres laborio­
sos, técnicos, profesionales, pre­
parándoles antes, eso sí, las ca­
rreteras, centros de salud, de es­
tudios, de seguridad personal?
El 17 de julio regresa a San
Juan de Arama, (Meta) (Cblombia), y espera sus oraciones y
consulta.

DAR VIVIENDA A LOS PROFUGOS
Kríshnagar (India).— El salesiano don Cesáreo Sergí
lleva 44 años de misionero en la India. Su misión ha sido
invadida por ios prófugos que huyeron de la guerra pakistaní. Son muchas las familias de Bangla Desh que se
han refugiado en la India. El misionero ha adquirido ya
unos terrenos y los ha urbanizado para dar una vivienda
a los que no tienen donde cobijarse. Los ha distribuido
a cuarenta familias que, ahora, deben construirse su casa.
Escribe diciendo que mucha gente duerme sobre la des­
nuda tierra, expuestos a la intemperie y a contraer toda
suerte de enfermedades.

SERAFIN GARCIA
27

C o o p e w ae ió n S a le s ia n u ff Tei^cet* ilftindo

AYUDEMOS A "NUESTROS LEPROSOS"
Un día recibimos una visita. Unos “amigos de los enfermos de lepra” venían a entre­
gar un donativo para la leprosería salesiana de Vyasarpadí. Luego supimos que ellos tra­
bajan con admirable caridad en la rehabilitación de leprosos españoles. El gesto nos emo­
cionó: justo es que nosotros les correspondamos dando a conocer su hermosa labor.

Ya sabéis, mis buenos amigos,
que el Tercer Mundo está reparti­
do un poco por todas partes, aun­
que haya r e g io n e s y continentes
casi enteros sumidos en él. Porque
alU donde hay pobres abandona­
dos, donde hay personas margina­
das a las que por cualquier moti­
vo se les deja de lado o no se les
quiere atender, haciendo con esto
que no puedan ganarse la vida, ahí
hay un brote del Tercer Mundo.
Os quiero presentar un brote de
esos en nuestra patria. Se trata
de nuestros ex leprosos. Porque
aquí también puede prender la en­
fermedad de la lepra. Pero hay
una diferencia muy grande, enor­
me, entre las atenciones que reci­
ben nuestros enfermos de las que
tienen los leprosos de Vyasarpardi,
por ejemplo.
La diferencia no está en que allí
se les atienda mal y aquí con todo
cuidado. Está en que allí los en­
fermos acuden al lazareto cuando
la lepra ha hecho tales progresos
que ya no tienen cura. Aquí, por
el contrario, inmediatamente van,
con lo que la inmensa mayoría sa­
nan completamente.
Me diréis; ¿En dónde está, pues,
su marginación? En que cuando sa­
len del lazareto nadie quiere dar­
les trabajo, amistad o compañía.
Esto obedece a falsos temores y
prejuicios nacidos del horror que
la lepra ha causado siempre en
las mentes cristianas y a la creen­
cia de que es contagiosa, lo cual
no es exacto. Sólo en casos muy
avanzados y a través de heridas
puede serlo; no lo es, cuando se
ha curado.
¿Qué se nos pide a nosotros?

23

Primero, que borremos de nuestra
mente todo prejuicio contra los ex
leprosos y si llegáramos a conocer
alguno no le cerremos la puerta
de nuestra simpatía ni de nuestra
amistad. Y si necesita trabajo y se
lo podemos proporcionar, démose­
lo también. Con vistas a la inte­
gración social de estos enfermos,
en E s p a ñ a , y concretamente en
Guadalajara, está situado el Instituo Leprológico de Trillo, donde
reciben asistencia estos enfermos,
existiendo toda clase de activida­
des de Laborterapia y rehabilita­
ción laboral, dado que no todos los
trabajos son aptos para el enfer­
mo que ha tenido un problema
grave y le quedan secuelas, que
le impiden realizar ciertos traba­
jos por perder sensibilidad térm i­
ca. Por tanto, se les enseña en­
cuadernación, carpintería, impren­
ta, tintorería, corte, confección...,
algo que no tenga relación con co­
sas calientes para evitarles quema­
duras. Con esto se les facilita una
fuente de trabajo para ganarse la
vida.
Segundo, si alguien quiere ayu­
dar a los que se dedican a esta
h e r m o s a la b o r de rehabilitación
con ayuda económica, con coloca­
ciones u otro medio que se le ocu­
rra, puede dirigirse a «Amigos de
los enfermos de lepra». A lc a ld e
López Casero, 12, 5.*, Madrid.
Como veis, se trata de una obra
eminentemente caritativa y huma­
nitaria a ia que podemos ayudar
también.
Vyasarpadí.— Atendiendo a un le­

proso.

JAVIER RUBIO,
Delegado Nacional
de Cooperadores

DONATIVOS RECIBIDOS
PARA EL TERCER MUNDO
Durante el mes de |ullo

¿Recordáis las primeras fotografías que publicábamos hace años de
los negritos del padre Bohnen, en Haití? ¡Qué serios, qué tristes, qué
angustiados parecían! Una vez nos preguntábamos: ¿por qué no rei­
rán? Ahora os invito a contemplar esta otra foto, que nos ha manda­
do el padre Bohnen. Los niños están sin rastro de angustia; aún no
ríen, pero ¡qué caras tan serenas! ¡Qué inocencia en esas dos niñas
de inmensos ojos de dulce mirar! Muchas cosas han cambiado para
esos niños. Lo proclaman hasta esos recipientes que tienden hacia
el cazo colmado de arroz. ¿Recordáis en las antiguas fotos aquellas
palanganas desconchadas, aquellos platos hondos rajados, aquellas
cantimploras abolladas? Ahora los recipientes, sin bajar su tamaño,
son limpios, relucientes, como una invitación nueva a saborear el
arroz. Cada año que pasa el padre Bohnen introduce mejoras, porque
para un corazón como el suyo no basta con dar de comer como sea a
esos angelitos, quiere demostrarías que les ama, que les aprecia, que
los quiere elevar, que para él, aunque sean p ^ re s son dignos de
respeto, de cariño y de toda consideración. Con estas armas el padre
Bohnen ha educado miles de niños, de los que algunos centenares
ya son muchachos crecidos, colocados en puestos de trabajo y ga­
nándose la vida. Contemplad la cola que aguarda tumo; conto sí no
fueran pocos los 4.000 chiquillos que alimentaba, ahora la ha estirado
a 5.000, al extender su acción a otro suburbio. El padre Bohnen no
para, porque vuestra ayuda es cada vez más generosa y, calculando
los aumentos de los donativos, amplía el número y el diámetro de ios
cuencos en que el Padre celeste echa el “arroz nuestro de cada día”.

¡Utilísima para educadores y profesores!
AGENDA PASTORAL
para el curso 1973-1974

Pedidos ai Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil
Alcalá, 164
MADRID-28

S antiago G u tlérrc i. Luz y M aría L uísa de la Riva, F rancisca Jim énez, Ma­
nuel Baena, F lorencio H ernández. E n­
riq u e F ernández, Jo sé López. R aim un­
do F au re, A nita Canadcll, A ntolín
M ata. S usana Elizalde. Angeles R in­
cón. N atividad Toro. Antonio M artí­
nez, F rancisco B arbosa. S abina Gó­
mez. Conchita C asillas, Jo sefa García.
M aría Concepción Gómez. Ju a n a Galmés. Carm en Ruiz, C ooperadores Béja r , P erfecto Fernández, L . Velasco.
C lem entina Vega, F rancisco de M urga,
Mercedes Roig, Rem edios M arqués, F e ­
derico Crespo, E speranza P ascual. Sil­
vestre Díaz. Camilo F erreiro, E lena
Gómez. Carm en A lquézar, F élix Am or.
U rbano Amor. J u a n Sauri. Carm en
Blanca. R osario B urgos. M aria P ila r
Gómez, R osalia Cuadrado, Cooperado­
re s M adrid. P a q u ita de la Peña, V ir­
tu d es Casares. J u a n Díaz, R ufina Díaz.
Vda. de las S ierras, Avelino Salazar.
R ufino Crespo, V aleriano Cabanillas,
Jo sé Vidal. R osario Monje. F rancisca
García, M ilagros Pérez, C ristino H e rre ­
ro, C ira A rribas, R. B arcia, M aria Jo sé
Vega, R osaura Franco, señores de
Alonso. Antonio Ram os. Miguel T orre­
cilla. Jo s é A. Sotelo, Antonio Sánchez.
A na M aría Curado. F erm ín E. Pérez.
Jo sefin a de la T orre, Ju a n Pérez,
M aría Carm en Sáez, M arcos A. H er­
nández. E ncarnación Madero. M aría
Costa. F e rnando Casas. G erardo Mi­
ñam bres. M aría P ila r Pom bo, Jo sé
Calle, I. D urán. Consuelo de la T orre,
Carm en O rtiz. A urelia P erca. Jo sé
M artín, Concepción Miro, Angel Arm e­
nos. Ju a n Pérez, Manuel León, A rrale
F ., P ra d o Pascual, L u is López y se­
ñora, Jo sefin a H uliá, L u is Q uintana,
Sebastián González, M aría José Alfaro,
M aría López F ont, Carm en P rieto.
Alfonso López. M anuela Varóla, Zenón
S antam aría, fam ilia González Kcin.
Concha Franco, M aría P e ra l, M aría
Feijóo, L uisa Fernández, L eonisa M ar­
tínez, Carm en H idalgo, A ntonia G arcía.
J u a n Mera. J u a n a S anm artín, E m ilia
F ernández, T eresa T ribó. J u a n Azcoaga, Jo sé M aria Calvo, A gustín Olmo.
J u a n M isas, A lejandro Pascua, R osario
González. M arcelino A nta, M aría G ar­
cía. Sabino B enguria, Sofía C arro,
M a ria . L u isa Polo, Santiago Costero,
M aría A rrieta, R osario R am onet, Anto­
n ia Ja ram illo , Angeles Rojo. M aría
A uxiliadora B ustam ante, M aría Gely,
M aría M artín. M aruja Conde, señora
Pacheco, Concha Rosell. E ncam ación
M artínez. E m ilia L oras. Jo sefa P a rra s ,
L u isa G uerra, Jo sé Acebo, C. C hircoles. M aría T eresa R odríguez. D olores
del Campo. M aría M artínez, Ju liá n RoIland y señora, Rem edios Sánchez. Ma­
r ía T eresa, Isab el M iranda, Carm en
G a rd a , Alfonso In iesta , A na Olmedo.
E. P érez C alahorra. A. M. A., R osa
Caselles.

— 29

vv

NUESTRA
i 'v B - ,

t'

A MARIA AUXILIADORA

Portugalete. — Enviamos la limos­
na que tenía ofrecida mi esposa a
Maria Auxiliadora si salía bien de
una intervención quirúrgica. Agra­
decidos, lo publicamos en el BO­
LETIN SALESIANO. Florencio Cano
y María Africa Martín.
Barcelona. — Agradezco a María
Auxiliadora los muchos favores que
he recibido de ella, ya sea en el
buen resultado de los estudios de
mis hijos, ya en la curación de di­
versas enfermedades u otros asun­
tos. Agradecido, envío un donativo
para las vocaciones misioneras salesianas. M. A. de M.
DAN GRACIAS
Y ENVIAN UNA LIMOSNA
Una devota, de Lorca; Ana Orte­
ga, de Puerto Real; D. C., de Badalona, por la recuperación de su
hijo; F. C., de Barcelona, por un
favor recibido y envía limosna para
las Misiones; L. F., de Amoroz. de
Allariz, por unos favores recibidos;
Vda. de Elíseo Martínez, de Allariz;
Margarita Jaume, de Palma de Ma­
llorca, agradecida envía una limos­
na para las misiones; Pili Martínez,
de Zamora; Antonia Vilagelies, de
Barcelona, envía limosna para los
negritos; Agustina Arcos, de Las
Majadas (Cuenca); Faustina Pérez
Acosta, de Gandía, agradece a Ma­
ría Auxiliadora y a Santo Domingo
Savio la recuperación de un paque­
te perdido; Mariano Garda, de Ma­
drid, agradece la protección en el
nacimiento de su hija María Belén;
Aurea Pereña García, de Salaman­
ca; Angelines, de Hospital de Orbigo (León); María Magdalena Alvarez. de La Pslnta (Canarias); Ma­
ría Pérez, de Madrid; Gertrudis Cutillas, de Barcelona; Sagrario de
Sánchez, de Trubía (Oviedo); Aniana Aguilar, de Herrera de Písuerga.
Salamanca.—Estaba muy acongo'^da porque mi marido llevaba va-

30 —

rios años trabajando en una fábri­
ca, pero sólo como interino, por lo
que eran muy frecuentes los despi­
dos, quedando la familia a merced
de la incertidumbre.
Puse el caso en manos de María
Auxiliadora, y la misma Empresa ha
contratado de fijo a mi marido cuan­
do lo esperábamos.
Agradezco también a la Virgen
Santísima su ayuda en el difícil
alumbramiento de una hermana mía,
haciendo que todo resultara bien
para la madre y la criatura.
Cumplo mi promesa de publicar
mi agradecimiento y envío una li­
mosna para las Misiones Salesianas. Marcelina Domínguez.
Belén.— Siento la obligación de
publicar un favor señalado que
atribuyo a la intercesión del Siervo
de Dios Simón Srugi. Hace tiempo
que venía sufriendo algunas mo­
lestias a las que no les daba nin­
guna importancia. Al afrontar mi
nuevo trabajo tuve que someterme
a un control médico. Una mañana,
después de celebrar la santa misa,
apenas pude llegar a mi cuarto
donde cal agotado sobre la cama.
En seguida vinieron los hermanos
y me trasladaron Inmediatamente
a la clínica de un gran amigo
nuestro, el doctor Miguel Dabdoud.
Le bastaron tres minutos para dar­
se cuenta de la seriedad de) caso:
“Querido padre — me dijo— usted
viene ya cuando el caso es ex­
tremo". Mi corazón se encontraba
fatal; durante tres días estuve entre
la vida y la muerte. Al fin, la cara
del doctor se fue iluminando. Al
noveno día, tras un minucioso exa­
men, me dijo; “ Es algo increíble;
su corazón está de nuevo normal.
Ustedes los salesianos sólo vienen
al médico cuando están hechos
polvo. Deberíáis ser un poco más
fieles a vuestro santo Fundador:
también para vuestra salud debe­
ríáis usar el sistema preventivo".

grátítüó
Y A SAN JUAN BOSCO

Ahora he vuelto a casa gracias
a la pericia y a la bondad del doc­
tor Dabdoud. Pero hay otra per­
sona que me ha ayudado; el siervo
de Dios Miguel Srugi, a quien he
invocado sin cesar. Siempre he
defendido su causa pues he sen­
tido su ayuda en los momentos
más difíciles. Ahora estoy compro­
metido a ello por deber de gra­
titud personal. Francisco Laconí,
Salesiano.
Gijón.— Damos gracias a María
Auxiliadora y enviamos un donati­
vo por el precioso niño que hemos
tenido después de encomendamos
a Ella, ya que en otras circunstan­
cias dolorosas se había malogrado.
A. V., Antiguo Alumno.
Las Palmas.— Agradezco tener
los ojos en buen estado después
de haber sido operada de catara­
tas. Por ésta y otras gracias obte­
nidas envío un donativo para las
Misiones. Mercedes Gómez Bosch.
Córdoba.— Doy gracias a María
Auxiliadora por la solución de un
asunto muy desagradable entre
unos familiares míos y un compa­
ñero de carrera. Entrego un dona­
tivo para una beca vocacional. R.
H. R.
Lérida.— Doy gracias a María
Auxiliadora por la curación de mi
padre, quien se encontraba muy en­
fermo y hoy se encuentra en per­
fecto estado de salud por su pro­
tección. También le agradezco otros
favores de índole moral. Envío un
donativo de agradecimiento. C. M.
San Salvador.— Mi padre. Pedro
Chávez González, sufrió graves he­
morragias internas y externas por
lo que su salud andaba cada vez
peor. Consultados los médicos,
después de analizar la situación y
constatar la edad avanzada del
paciente, dijeron que no asegura­
ban el éxito de la operación. Sin

embargo ésta tuvo un feliz resulta­
do que nos maravilló a todos. Mi
padre mejoró notablemente y hoy
disfruta de buena salud.
Agradezco la protección del Bea­
to Don Miguel Rúa, a quien acudi­
mos con gran fe poniendo en sus
manos la curación de mi padre, y
hago pública nuestra gratitud en el
Boletín Salesiano. Sor María Inés
Chávez, H. M. A.
Ciudad Rodrigo (Salamanca).—
Teníamos en casa unos problemas
que nos urgía resolver, y como
siempre, acudimos a nuestra pro­
tectora doña Dorotea de Chopitea,
que siempre nos atiende. Así lo
hizo ahora también, por lo que
quiero darle públicas gracias, al
par que mando una limosna para
su beatificación. Lisardo Egido.
DAN GRACIAS
A OTROS SIERVOS DE OIOS
Cardeñadijo.— Envío una limosna
de agradecimiento a Santo Domin­
go Savio por un favor recibido. Ire­
ne Amando.
Tordesillas.— Por un favor recibi­
do de Santo Domingo Savio, envió
una limosna de agradecimiento. Mi­
lagros Bragado.
VIgo.— Doy gracias a Dios y a
Santo Domingo Savio por el favor
concedido a una sobrina mía, pues
se encontraba en peligro de muer­
te al dar a luz y ahora tiene una
hermosa niña. Cumplo la promesa
de publicarlo y envío una limos­
na. A. M.
La Coniña.— Doña Paz A. A. en­
vía una limosna de agradecimiento
por una gracia atribuida al Beato
Miguel Rúa.
La Orotava.— Envío una limosna
para la beatíñcación de doña Do­
rotea, agradecida por un favor re­
cibido. Giadta.

FUERON

A

LA

CASA

DEL

PADRE

destinó la obediencia se dedicó
con diligencia a la labor educativa
salesiana. En tos últimos años de
su vida hubo de desempeñar el
apostolado ministerial-pastoral e n
las Parroquias Salesianas de Va­
lencia y de Burriana (Castellón).

Don Ignacio Sarrieguí Uría t en
Azcoitia el 28 de abril de 1973, a
la edad de ochenta y un años.
Supo hacer de su familia un ho­
gar auténticamente cristiano, al
que Dios bendijo haciendo que
salieran de éi una misionera segiar, y tres religiosos, de los que
uno es el salesiano padre San­
tiago, actualmente en Río Negro,
Argentina. Con su honradez y sen­
cillez de vida ganó el afecto de
cuantos le trataron, como se com­
probó en su funeral, ai que asis­
tieron muchos sacerdotes, particu­
larmente carmelitas y salesianos.

I, I

Don Máximo Palao Zafrilla t re­
pentinamente el día 1 de abril de
1973 en el Colegio Salesiano de
Burriana (Castellón) a los sesenta
y ocho años de edad y treinta y
ocho de sacerdocio. Había nacido
on Yecla (Murcia). Después de ha­
cer el aspirantado en Campelio
•(Alicante) y el noviciado en Bar■celona-Sarriá, hizo su primera pro­
fesión religiosa y cursó sus es­
tudios de Filosofía en la misma
Casa de Sarrió, donde también
pasó los años de su trienio prác­
tico. Estudió la Teología en MadridCarabanchel Alto. Fue ordenado de
sacerdote en Madrid el año 1935.
En los diversos Colegios donde le

32 —

Su muerte, aunque repentina,
no fue ciertamente para él impre­
vista, pues se hallaba preparado
en todo momento para la llamada
del Padre.
Lo encomendamos a las oracio­
nes de nuestros lectores.
Don José Delgado Iborra t en
Ronda el 13 de enero de 1973 a
los setenta y tres años de edad ro­
deado de su esposa y de sus cinco
hijos, uno de ellos salesiano, don
Jesús Delgado Morgade. Su amor
a la Congregación lo manifestó no
sólo en la entrega generosa de
su hijo, sino inscribiéndose como
cooperador salesiano y ayudando
regularmente a la obra- en todo lo
que podía. Se distinguió siempre
por su rectitud y sentido de la jus­
ticia y por su entrega generosa
a los demás aun a costa de su pro­
pio descanso y salud. Esperamos
que ei Señor y María Auxiliadora,
a quien amó en vida, le hayan
premiado ya en el cielo.
Doña María del Rosario Cantador
González t en Peñarroya-Pueblo
Nuevo el día 5 de abril de 1973
después de varios meses de pe­
nosos sufrimientos cristianamente
sobrellevados.
Muy devota de María Auxiliadora,
fue solícita celadora de la Visita
domiciliaria durante más de cuaren­

ta años propagando ias capillas en
el pueblo. Que la luz de la glo­
ria brille para ella en la Casa del
'Padre.
Don Juan Gorostíza y Loizaga t
en Baralcado, el 26 de abril de
1972; después de dolorosa y lar­
ga enfermedad. Cooperador desde
la primera hora de la Obra Sale­
siana en Baracaldo, uno de sus úl­
timos obsequios-fue el magnífico
órgano para la iglesia dei Colegio.
Doña Feliciana Gutiérrez f -en
Añoza, el día 23 de abril de 1973.
Madre y esposa, supo dar a sus
hijos una.educación sólida y ejem­
plar. Era una gran admiradora de
las Obras Salesianas y muy devota
de María Auxiliadora. Desde los
primeros momerxtos que oyó ha­
blar de los Cooperadores Salesia­
nos se inscribió en la Asociación
y leía el "Boletín Salesiano” con
ilusión, de manera especial lo re­
ferente a las Misiones. Descanse
en paz.
Don Adolfo González Conde, t
en su casa de Allariz, el 12 de
junio. Cooperador Salesiano y her­
mano del sacerdote salesiano don
Arturo González.

N

r

OBRA V O C A C IO N A L
DE LOS COOPERADORES SALESfANOS
A fin de ayudar al sostenimiento de las voca­
ciones saiesianas, los Cooperadores Salesianos
promueven la PIA OBRA DEL SAGRADO CORA­
ZON, instituida con la aprobación de! Papa León
XIII, por ei propio San Juan Bosco, con dicha
finalidad.
La Pía Obra celebra todos los días perpetua­
mente en la basílica del Sagrado Corazón de
Roma. 6 misas a intención de cuantos se ins­
criben en ella.
INSCRIPCION;
1.
—Puede inscribirse uno a sí mismo y a otras
personas, vivas o difuntas, por las que
quiere pedir o sufragar.
2.— La inscripción, que es nominal, se efectúa
previa aportación, por una sola vez, de una
limosna equivalente al estipendio de una
misa en la propia diócesis.
3.— La inscripción se acredita con una cédula
en la que consta nombre y apellidos de la
persona inscrita, por lo que se ruega clari­
dad al enviar dichos datos.
Para la inscripción diríjase a;
Obra Vocacional Cooperadores Salesianos
Alcalá, 164 • Madrid 28.

Novedad; TEMAS DE JUVENTUD
i.

LOS JOVENES ANTE SI MISMOS.
Doce temas: Personalidad. Voluntad. Voca­
ción. Sexualidad. Juventud ac­
tual. Amistades. Chicos-Chicas.
Tiempo libre. Fe. Esperanza.
Caridad. Oración.
Doce diapositivas para cada tema.
144 diapositivas; 1.200 ptas.

II.

LOS JOVENES ANTE EL MUNDO.
Doce temas: Participación. Sociedad de con
sumo. Trabajo. Cuestión so
cial. Compromiso. Viviendas
Emigración. Analfabetismo. Ex
plosión demográfica. Hambre
La guerra. Violencia.
Doce diapositivas para cada tema.
144 diapositivas: 1.200 ptas.
Utilización:

Encuentros convivencias, reti­
ros, ejercicios espirituales,
charlas formativas, curso de
orientación universitaria (COU).

PEDIDOS.—Central Catequística Saiesiana.
Alcalá, 164. — MADRID-28.

NOVEDAD EN CATEQUETICA

CUADERNOS DE PEDAR06IA CATEQUISTICA
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Problemas generales de la Catcquesis
6.
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Principios de Pedagogía
para la Catequesis

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de una Catequesis moderna
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ción actual de los educadores en la fe.
En una Catequesis iluminadora es nece­
sario adquirir una mentalidad nueva ante
la problemática actual y ante el mensaje
cristiano, hoy.
El plan de la colección abarca las sec­
ciones teológica, antropológica, metodo­
lógica e histórica.

Central Catequística Saiesiana — Alcalá, 164 — MADRID-28

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'^DUCACIÓhi <mRA

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Alcalá. 164
MADRID • 28

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tnt9 «da 4» lo i « iM escn ttts. a nivel biológico, psicológico,
M C ttK u ita a l y crt^iano. a o jÉ ^ m e s de diapositivas sonorizadas.

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Conjuntos de fichas
Boletín Salesiano
1973