BS_1977_06

Ficha

Título
BS_1977_06
Descripción
Boletín Salesiano. Junio 1977
Fecha
1977.06
extracted text
DON

BOSCO

Queridos amigos Juonito y Mari:
Me han contado que en case os lleváis muy
bien. Pero que. a voces, os lleváis como perros
y gatos. ¿Habáls visto cómo los perros les en­
seban los dientes a los gatos? Claro que éstos,
a su vez ios enseñan los uñas a los perros...
También me he enterado quo Juanito Imita
a los gatos que os una maravilla. Y cuando es
una barabúnda do galos, hay que salir como un
porro con ol rabo entre piernas, porque lo hace
quo asusta. ¿Do quién lo habrá aprendido?
Lástima quo no me lo puedo hacer por carta.
Pero algún día Irá a verlo pora que me asuste
si es capaz. Desdo luego, que Iré armado de
un bastón, por si los moscas...
A propósito de perros y gatos, oíd un sueño de
Don Bosco. como si os lo contara él en persona:
• Me pareció encontrarme en medio do una
lamilla. Todos se hablan puesto de acuerdo en
dar muerte a un goto. Cada cual daba sus razo­
nes. Y llegó un momento en quo se armó un ba­
rullo Imponente. AHI todo el mundo gritaba.
Yo estaba apoyado en mi bostón, y obser­
vaba la trifulca. Cuando, he aquí que. de pronto.
80 precipita un galo con los pelos de punta
quo acudió a refugiarse en mi. Detrás venían
persiguiéndolo dos enormes porrazos que esta­
ban o punto do dar olcanco ol pobre onimal. pre­
sa dol mayoi espanto. Yo. al verlo a mi lado,
comencé a llamarlo. El bicho, temeroso, comenzó
a dudar un poco, pero al llamarlo do nuevo, el
Dohro se agazapó temblando a mis pies.

UNA PAGINA PARA LOS NIÑOS
Los dos porrazos, al verme, se detuvieron,
pero empezaron a ladrar horriblemente.

adoptando formas cada vez más horribles. Final­
mente tomaron forma de asquerosos demonios.

—¡Fuera de aquil — les dije— . Dejad en paz
o este pobre galo.

— Lucifer es nuestro amo — gritaban— . Aquel
a quien tú defiendes se le ha entregado, por
tanto, debemos arrastrarlo hasta él. quitándole
la vida.

Entonces, con gran sorpresa de mi parte,
aquellos anímales abrieron la boca y. dando
rienda suelta a sus lenguas, empezaron a hablar
como si fueran personas:
— No podemos marcharnos, —dijeron— ; te­
nemos que obedecer a nuestro dueño, que nos
ha mandado matar este gato.

—¿Y con qué derecho?
—El es ol que se ha ofrecido voluntariamente
n nuestro amo. Ahora ya es su esclavo y puede
disponer de su vida. Nosotros hemos recibido
la orden de matarlo y lo mataremos.

—El amo — les repliqué yo— (lene derecho
sobre las acciones de su esclavo, pero no sobre
su vida. A si que no consentiré nunca que matéis
oslo onimal.
—¿Que no lo permitirás? ¿Y quién eres tú?
Y dicho esto, los dos animales se lanzaron
furiosamente para atrapar el gato. Yo entonces
aleó el bastón y empecé a dar golpes desespe­
rados contra los asaltantes.

—¡Hala! ¡Ouietos! ¡Atrás! - les gritaba— .
Pero ellos, unas veces avanzaban y otras re­
trocedían. prolongándose así la lucha durante
mucho tiempo. Yo me encontraba ya rendido
de cansancio. En un momento de tregua, quise
observar al pobre gato que estaba a mis pies y.
con gran estupor, comprobé que se habla tro­
cado en un corderrillo. No salla de mi asombro
cuando dirigí la vista a los dos perros y vi que
también hablan cambiado de forma. Se habían
convertido en dos osos feroces y, mudando una
y otra vez de aspecto, los velan transformados
on tigres, en leones, en monos espantosos.

Entonces me volví al corderillo. más no lo vi.
En su lugar, habla un pobre muchacho que,
aterrado, repetía con acento suplicante:
— ¡Don Bosco, sálveme! ¡Don Bosco, sálveme!

—No tengas miedo —le dije— . ¿Estas deci­
dido o portarte bien?
— Si, si, Don Bosco. Pero, ¿qué tengo que
hacer para salvarme?
—Wo temas. Invoca conmigo a la Virgen. Va­
mos. reza conmigo.
El muchacho se arrodilló. Los diablos desea­
ban acercarse, pero yo permanecía en guardia
con el bastón en alto...
Alguien, que me vio muy agitado, me desper­
tó. impidiéndome ver el final de aquella escena.
El chico ero uno de los que yo conozco...»

oOo

oOo

oOo

Pero no era Juanito. ¿verdad que no?
Amigos, os cuento este sueño de Don Bosco
no para asustaron, sino para haceros ver lo leo
de llevarse como perros y gatos. NI lo uno ni
lo otro, sino buenos amigos. Y primero Dios,
como dicen los centroamericanos. Vuestro, que
lo es de verdad.

PADRE RAFAEL

R«vl8ta d t I t Obra da Don Boaco
Arto XC • Núm. 6 • Junio 1977
Diractor; RAFAEL ALFARO
Dirección, Redacción y Admón:
Alcaiá, 164
Teléfono 255 20 00
MADRID-2 8
Depósito Legai: M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Atocha

EN ESTE NUMERO
Anunciar buenas noti­
cias ....... ...................
Cinco c r i t e r i o s para
orientar I a actividad
salesiana
..............
¿Van los padres a la es­
cuela? .........................
Bogotá: La república de
los muchachos .........

9

Hasta que nos necesiten.

12

Panorama salesiano . ...

16

Tiempo de diálogo ........

18

Los 113 obispos de Don
Bosco ..........................

20

La «Mafia» blanca del
Padre Cayetano .........

25

Soñar con los ojos abier­
tos ............................... 29
Nuestra g ra titu d .............

31

i Fueron a la casa del Pa­
dre ............................... 32

NUESTRA PORTADA
Asomada a ia Plaza de San
Pedro. !a ventana del Papa
es como un faro cuyo ojo
luminoso irradia hacia todos
ios mares de la tierra. Ojo
vigilante, amorosa guía del
pueblo de Dios.
Foto: José Luis Mena

muiicm sums m:ciss
• Anunciar el Evangelio: he ahí el gran motivo de vida del
cristiano. Con frecuencia, es posible que nos quejemos de las cosas
y de los hombres que nos rodean; de los programas políticos y so­
ciales; de las intransigencias de unos y de las intolerancias de los
otros..., de la realidad, a veces dolorosa, que nos está tocando
vivir. Y no cabe duda de que el cristiano, que también es profeta,
tiene la misión de denunciar: ha de vivir su libertad con un sentido
critico. Al abrir los ojos, se dará cuenta de que el mundo ha de
estar mejor hecho. De ahí el profundo sentido de conversión que
ha de tener la mirada del cristiano, la mirada de la Iglesia que
formamos entre todos. Por eso, denunciamos con libertad, cuando
estamos comprometidos-.con el amor de Dios y miramos por el
bien de nuestros hermanos los hombres.
• Pero el cristiano jamás ha de estancarse en la denuncia. La
visión de esa realidad que no nos gusta nos llenaría los ojos de
tristeza y el corazón de amargura. El cristiano es, además de pro­
feta, un evangelista. Es decir, un enviado con buenas noticias. Y
la mejor noticia que tenemos es el anuncio de la salvación.
Por eso, las buenas noticias que tenemos en la boca y en las
manos nos han de comunicar el gozo, aun en medio de los pro­
blemas y situaciones difíciles que nos toquen vivir.
• El Rector Mayor nos lo recordaba a primeros de año:
«Anunciar a Cristo y testimoniarlo con la propia vida. Cada uno
en particular y los grupos todos de nuestra Familia intentaremos
cumplir juntos este compromiso en la linea, hoy más actual que
nunca, del proyecto apostólico de Don Bosco».
El compromiso de anunciar a Cristo de palabra y de obra es
también la mayor exigencia de la vida salesiana. Esto mismo nos
lo auguraba el Capítulo General Especial: «La evangelización y la
catcquesis no se agotan en el anuncio de la palabra; para ser creí­
bles exigen el testimonio».
• Todos los Capítulos Inspectoriales de la España Salesiana
han reflexionado sobre este tema. Y el Capitulo General de la
Congregación, que está detrás de la puerta, va a insistir sobre esta
realidad, sobre esta necesidad: la evangelización.
En este mes también traemos este tema a nuestra revista,
como una idea obsesiva que está en la mente de todos. Pero
también ha de notarse el gozo de ser evangelizadores. Normal­
mente, cuando el hombre se siente feliz, su rostro se ilumina de
alegría. Es la expresión de su júbilo interior. Hoy también nos­
otros podríamos preguntarnos:
¿se nota en nuestro semblan­
te, en nuestra vida, que hemos
sido los enviados, los mensa­
jeros de las buenas noticias, de
la Buena Noticia? Es como el
signo externo de credibilidad
del mensaje que anunciamos.

CINCO CRITERIOS PARA ORIENTAR
LA ACTIVIDAD SALESIANA
Aún es reciente la carta de Don Riccerí ti­
tulada .LOS SALESIANOS Y LA RESPONSA­
BILIDAD POLITICA». Recogemos en estas pá­
ginas las orientaciones positivas del Rector
Mayor, que juzgamos de sumo interés para
toda la Familia de Don Bosco en España, en
estos momentos tan interesantes de nuestra
vida nacional.
1.

PROCURAR EL REALISMO
DE NUESTRA MISION

Nosotros somos apóstoles de los jóvenes y de
las clases populares, que representan — como he­
mos dicho— la vanguardia del éxodo hacia la nue­
va sociedad. El “gran personaje” del sueño de Don
Bosco, al que nos manda el Señor para servirle,
es el mundo de nuestros destinatarios; éstos nos
interpelan con sus problemas, con su sensibilidad
a los signos de los tiempos, con la mentalidad de
la cultura que hoy está surgiendo. Debemos tender
un puente hacia la orilla de ese mundo; no es que
ellos nos dicten el Evangelio; no, en absoluto; sino
que det>emos llevar precisamente a ellos el mensaje
de salvación que Cristo nos entrega a través de su
Iglesia.
Un primer criterio para orientar la renovación
del compromiso salesiano, ha de ser, por tanto, el
de nuestra presencia viva e inteligente en el mundo
sociocultural de hoy, sobre todo en la porción a
nosotros asignada de los “pequeños y los pobres”.
No ser unos extraños, ni tampoco adoptar una in­
genua suix>rdinación, sino presencia ministerial. Co­
laborar en el gran esfuerzo de los creyentes, para
superar entre los jóvenes el drama de la ruptura en­
tre Evangelio y cultura.

2. SER SOLIDARIOS
CON LA OPCION DE LA IGLESIA
Otro criterio orientativo de nuestra aceité será:
ser lealmente solidarios con la opción hecha por la
Iglesia.

T

Ante todo la Iglesia ha adoptado de siempre y
de forma definitiva por Cristo su Señor, como la
esposa por el esposo. He ahí el primado absoluto
de amor y de verdad que ilumina su misión y guía
sus actividades.
Pero sobre el fondo de esta opción fundamental
hay opciones pastorales que la Iglesia formula en
las diversas situaciones históricas.
Frente al momento crucial que el mundo vive,
la Iglesia ha hecho su opción concreta en el Conci­
lio Ecuménico Vaticano II. En esa opción “se ha
vuelto, no desviado", al hombre de hoy; lo ha mi­
rado con los ojos de Dios, después de haber mira­
do sobre sí misma y verse como un “sacramento”
que debe servir para su salvación. El Concilio ha
querido una presencia de la Iglesia, útil y libera­
dora, en la promoción humana; una presencia, sin
embargo, que se concreta en un compromiso de or­
den religioso.
Para ser solidarios con tal opción, hay que estar
bien convencidos que la religión no es una superes­
tructura, sino un dinamismo substancial de la vida
humana. Hay que recuperar el verdadero signifi­
cado de la religión, reconocerle un significado fun­
damental y humanizante. En esa línea está situado
también el concepto dinámico y omnipotente que
de la religión ha tenido Don Bosco. Por eso, en vez
de dejamos arrastrar por el secularismo que preten­
de dar a la política un significado totalitario y su­
premo, nos comprometeremos también nosotros con
la Iglesia y en la Iglesia para restablecer el valor
fundamental y la utilidad social de la fe cristiana.

3.

ACEPTAR LAS EXIGENCIAS
DE LA CONVERSION

Si hoy han surgido problemas inéditos, y si existe un aumento de ciertas sensibilidades y valores
humanos, habrá que estudiarlos y adaptarse a sus
exigencias.

^
I

*No basta —dice Pablo VI— reetmiar los príodpios.
afirmar las intenciones, denunciar las estridentes injusticias

J

DOCUMENTO
«La política tiene urgente necesidad de cultura, y la
cultura tiene, a su vez, necesidad de religión y de fe»
(D. Ricceri)

dones; en particular, no debemos asumir el com­
promiso propio del laico dedicado a la actividad
política.
Podrá haber entre los Hermanos mentalidades
diferentes, distintos modos de apredar los acontedmientos; pero el criterio que guía las decisiones
pastorales y las tomas de posidón, sobre todo co­
munitarias, será la perspectiva pastoral del proyec­
to apostólico de Don Bosco: “Ser, con estilo sale­
siano, los signos y portadores del amor de Dios a
los jóvenes, especialmente a los más pobres” (5).
5.

y prcrfcrir denuncias profétícas: esas palabras no tendrán
peso real sí no van acompañadas en todos de una toma de
conciencia de la propia responsabilidad en las injusticias,
convencidos, al mismo tiempo, que cada uno tiene parte en
ellas, y que es necesaria ante todo la conversi^ personal.
Esta humildad de fcmdo quitará a la acci<^ cualquier dure­
za y sectarismo, y evitará el desaliento frente a una misión
que aparece enorme" (1).

Se requiere, pues, el testimonio personal y co­
munitario de una verdadera participación en la cons­
trucción de la nueva sociedad (2).
4.

PARTIR SIEMPRE
DE LA VOCACION SALESIANA

En nuestra actividad, conviene siempre partir
de la perspectiva de la vocación salesiana. La profe­
sión religiosa es el acto que caracteriza nuestro tipo
de participación en la opción de la Iglesia.
El compromiso “salesiano" tieoe, por eso mis­
mo, un verdadero primado en todas nuestras acti­
vidades: no podemos perder nuestra identidad para
asumir un tipo de actividad que, aunque sea cristiana, es, sin e m b a i^ , característica de otras voca-

(1) Octogésima Adveniens, o. 48.
(2) O r. CGE, 70.

ACOGER LA ORIENTACION
DE LOS PASTORES

Conviene recordar igualmente que un compro­
miso pastoral de estilo salesiano redbe su orientadón de los Pastores.
En la pluralidad de situadones sodopoHticas:
"Corresponde a la comunidad cristíana analiyjr objetiva­
mente la situación de su país, esclarecerla a la luz de las
palabras inmutables del Evangelio, recibir principios de re­
flexión, criterios de juicio y directrices para la acción en
la enseñanza social de la Iglesia. Corresponde a las comu­
nidades cristianas individuar —con la asistencia del Espí­
ritu Santo, en comunión con los Obispos responsables, y
en diálogo con los otros hermanos cristianos y con todos
los hombres de buena vduntad— las opciones y los com­
promisos que conviene tomar para realizar las transforma­
ciones sodales, políticas y económicas que se presentan ur­
gentes y necesarias en muchos casos” (4).

Por consiguiente, todos los Hermanos procura­
rán ponerse en sintonía con la Iglesia local —^nadonal, regional y diocesana— , y acoger las direc­
trices de los Oldspos, y particularmente del Papa.
Nuestras Coostitudones subrayan varia; veces la
adhesión, tan característica
la tradidón salesiana, al Magisterio de la Iglesia (5). #
LUIS RICCERI
(3) Cansí., 2.
(3) Octogésima Adveniens, n. 4.
(5) Cfr. Const., 44 y 128; también art. 6, 33, 55.

¿VAN LOS PADRES
A LA ESCUELA?
Entrevista a CARLOS MARIA ZAMORA
Mejor sería preguntar: ¿es fácil ser padre?
La respuesta pueden darla todos los padres de familia lectores de nuestra revista.
Convencidos de esta problemática familiar, un grupo de saleslanos de Barcelona ha fun­
dado una «Escuela de Padres». El equipo lo forman dos saleslanos pedagogos, Carlos
Zamora y Pedro Castellví; y un matrimonio de Cooperadores como secretarios: Jorge
Tarradell y Josefina Ribas.
Ofrecemos pues en estas páginas una actividad que Juzgamos de gran interés para nues­
tros lectores, que quedan invitados a escuchar lo que nos dice Carlos Zamora en la en­
trevista que le hemos hecho...

¿En qué consiste vuestra actividad?
La experiencia que hemos reali­
zado es doble. En primer lugar, la
puesta en marcha de una Escuela
de Padres en el Colegio de Rocafort, donde estuve hasta hace dos
cursos. Y en segundo lugar, los
cursillos para la formación de Ani­
madores de Escuelas de Padres.
La Escuela de Padres del Cole­
gio de Rocafort nació en enero del
1971. La Junta de la Asociación de
Padres y la Dirección del Colegio
venían ya reflexionando sobre la

cuestión desde mediados del curso
anterior. Se constataba el hecho de
que, en no pocos casos, faltaba co­
laboración positiva entre el Cole­
gio y las familias. Estaban apare­
ciendo algunos problemas nuevos.
Por ejemplo, un replanteo de los
objetivos educacionales, una reno­
vación de los procedimientos peda­
gógicos, una nueva concepción del
«tipo de hombre» que se pretendía
formar, una más precisada defini­
ción del Ideario del Centro, una
adaptación a las líneas de la Ley
General de Educación recién estre-

Barcelona:
Escuela
Universitaria
de Formación
del Profesorado
de EGB.
En el cursillo
se estudian
los temas
de educación.

nada, etc. Estos problemas reque­
rían reflexión y adaptación.
El mero planteo de algunas de
estas cuestiones suscitaba sorpresa,
y hasta fuerte oposición, en las fa­
milias que se podían considerar
más preocupadas por los hijos, tal
vez por un concepto de la educa­
ción un tanto tradicional y fixista.
El camino que pretendía tomar
el Centro podía dificultar más la
relación entre padres e hijos, si
las opciones pedagógicas que es­
taban a la base de los intentos de
renovación no eran conocidas y
aceptadas, al mismo tiempo, por
ios padres.
Todo esto pedía un esfuerzo de
acercamiento y nos presentaba un
trabajo que se debía realizar en co­
mún.
Como resultado de sus reflexio­
nes, la Junta envió una Circular a
todas las familias haciendo hinca­
pié en la necesidad de los padres
de capacitarse mejor para su tarea
educativa y para afrontar tales
problemas. Se les ofrecía la idea
de promover unos encuentros de
estudio e intercambio. Y terminaba
convocándoles a una sesión infor­
mativa para explicar más amplia­
mente el proyecto y recoger en vi­
vo las impresiones de todos.

VIVENCIAS Y CO
Carlos Zamora, en una de sus reuniones en Blanquerna.

¿Cómo fue la continuación?
En los cxirsos siguientes la orga­
nización Se planeó ya desde el co­
mienzo, al mismo tiempo que se
ponían en marcha las actividades
de los alumnos. Sobre una lista de
temas preparada por la comisión,
se escogían diez; uno para cada
mes de curso.
Para desmembrar en grupos más
reducidos el total de los matricu­
lados, y para facilitar al máximo
la participación de los padres, ca­

¿Cómo eran, las sesiones de traba­
jo?
Duraban dos horas, de 10 a 12
de la noche. Y solían seguir este
esquema: exposición del tema, tra­
bajo por pequeños grupos, puesta
en común y debate final.
Con el paso del tiempo fuimos
variando los procedimientos de tra­
bajo. Al principio predominaba la
clásica charla o conferencia. A me­
dida que fuimos adquiriendo más
experiencia y soltura, se introduje­
ron otras técnicas; estudio de ca­

¿Cómo respondieron los Padres?
Acudieron más de 200.
Cuando, terminada la exposición
del plan, se lanzó la pregunta cla­
ve; «¿Qué os parece esta iniciati­
va?». el primero que habló del pú­
blico lo hizo con otra pregunta:
«¿Cuándo empezamos?». Un fuerte
y prolongado aplauso subrayó esta
respuesta. Existía, pues, una gran
sensibilidad, y la idea era acogida
con calor desde el principio.
¿Qué pasos disteis?
A partir de entonces fue cues­
tión de organizarse.
Se inscribieron casi un centenar.
Una comisión formada por tres ma­
trimonios, y en la que también que­
dé incluido, asumió la responsabili­
dad de impulsar el desarrollo de la
recién nacida Escuela de Padres.
Se confeccionó una lista de posi­
bles temas, y se envió a todos los
inscritos para que escogieran los
que consideraran más interesantes.
Se les dividió en grupos de 9 ó 10
matrimonios y se hizo el calenda­
rio de reuniones de cada grupo has­
ta fin de curso. Al llegar a junio
cada uno de los cinco grupos había
tenido unas seis reuniones.

Desde enero del 76 hasta final del curso se realizaron cinco cursülos en
los que tomaron parte unos 250 directivos de Centros o Asociaciones.

da tema era estudiado en tres días
distintos, pues no a todos iba bien
el mismo día de la semana. Más
adelante, al comenzar el cuarto año
de vida de la Escuela, pareció opor­
tuno reducirlo a dos.

Aspecto de una
de las sesiones
de la Escuela
de Padres en
el Colegio
de Rocafort

sos, entrevistas, representaciones,
role- playing, montajes audiovisua­
les, estudio de documentos, etc.
¿Qué temas eran tratados?
Sería largo hacer la enumeración
de los temas tratados a lo largo de
cinco años. Recordaré algunos: di-,
ficultades en los estudios, qué en­
tendemos por educar, las mentiras:
educación de la sinceridad, el niño
perezoso, educación afectivo-sexual,
educación del sentido religioso, for­
mación de la conciencia moral, la
libertad, ejercicio de la autoridad,
psicología evolutiva, formación de
la personalidad, el diálogo y la co­
municación, premios y castigos,
problemas de juventud: drogas,
marginados..., el ocio y el tiempo
libre, etc.
En los primeros años de la Es­
cuela, todos los grupos, aunque por
separado, estudiaban los mismos
temas. Posteriormente, a medida

Carlos Zamora,
dirige los cursillos
y dice que «la actual coyuntura
y los problemas
que están presentándose
en el campo de la enseñanza
exigen una renovación profunda
de los centros educativos».

que se incorporaban nuevas horna­
das de padres, se verfa la conve­
niencia de hacer un curso de ini­
ciación con algunos temas básicos,
y otro curso de plan más flexible
para los ya veteranos en la Escue­
la.
¿Cómo estaba organizada la Es­
cuela?
Según te he dicho, el motor de
las actividades era un equipo de
siete personas que nos reuníamos
para las evaluaciones periódicas.
Un matrimonio actuaba como se­
cretario.
Antes de cada reunión se envia­
ba a todos los matrimonios inscri­
tos, por medio de sus hijos, una
circular de convocatoria, con el esquema de trabajo. Y un par de días
antes, la secretaria se encargaba
de llamar por teléfono a los res­
ponsables de cada grupo, que a su
vez recordaban la cita a los miem­
bros restantes.
¿Cual era la respuesta de los Pa­
dres?
Si se atiende a números absolu­
tos, es notable que de forma habi­
tual se reunieran entre 100 y 140
matrimonios para reflexionar sobre
su actuación educativa y los pro­
blemas de la convivencia familiar.
En relación, en cambio, al nú­
mero de alumnos del Colegio, la
matrícula, que, según los años, os­
ciló entre un 15 por 100 y un 24
por 100 de las familias, hacía pen­
sar que muchos padres no son to­
davía del todo sensibles a las exi­
gencias de una paternidad respon­
sable. Pero el hecho de que los
mismos asistentes a la Escuela hi­
cieran propaganda de ella puede in.
dicar que ahí hay un camino.
¿No resulta chocante que, ya con
hijos, se les hable de Ir a Escuela
de Padres?
Hablar de Escuela de Padres a
algunos les despierta una sonrisa
escéptica, a otros les ocasiona una
cierta molestia suscita una curio­
sidad algo distante en bastantes.
Y hay quien r.ensa que es una de
tant.is modas.
Dejemos de lado lo del nombre
que podría ser otro, pero que se

conserva porque tiene una larga
tradición en varios países y no sue­
le producir rechazo cuando ven que
no se trata de volver a los bancos
que dejaron en la niñez sino de re­
flexionar y compartir experiencias
en búsqueda adulta.
Bien mirado, la Escuela de Pa­
dres es la más importante Escuela.
A los padres incumbe en primer lu­
gar el deber y el derecho —en ese
orden— de la educación de los hi­
jos. Y esto es una cosa lo suficien­
temente seria como para pregun­
tarse por la preparación que los
padres tienen —han podido tener,
diría mejor— para esta misión. Ser
educadores, y serlo de primera fi­
la no es tarea que pueda improvi­
sarse, que pueda dejarse a la iner­
cia, o en la que uno se despache
airoso por el mero hecho de haber
asumido una paternidad biológica.
Puestos ante estas constatacio­
nes, pocos son los padres cue no
reconozcan la necesidad de mejo­
rar su preparación.
¿Cuál es la continuidad?
He conocido directamente el des­
arrollo de esa Escuela a lo largo
de cinco años. El número de ins­
cripciones fue creciendo por cur­
sos. Hubo quienes asistieron un
año, quienes asistieron dos o más,
y quienes asistieron asiduamente
cada curso. Me consta de bastantes
que continúan todavía hoy desde
que ingresaron.
¿No
se agotan los temas o se can___. A
san
Los temas pueden llegar a repe^
tirse, sobre todo si se plantean des­
de las necesidades que manifiestan
los padres. Pero siempre existe la
posibilidad de afrontarlos desde
perspectivas diversas, o con proce­
dimientos variados que dan nove­
dad e interés.
Lo importante no es tanto que
los padres adquieran conocimien­
tos nuevos, sino hallar la fórmula

para que intervengan activamente
y lleguen a conocerse en su real
comportamiento. Más que cuestión
de conocimientos es cuestión de
propio conocimiento. Por lo que ordinariamente, cuando alguno dice
que la Escuela no le da nada nuevo
es porque nc ha comprendido la
intención de estas rerniones. Por
ejemplo, si se encara el tema del
diálogo no se pretende sobre todo,
explicar las le^es que debeiían re­
gir su recto funcionamiento, sino
hacer de forma que cada uno pue­
da ver su conducta en el diálogo,
su capacidad afectiva de diálogo,
las actividades profundas que diri­
gen su comportamiento en la co­
municación, a fin de que pueda
afectuar las eventuales rectificaciones que mejorarán la incidencia
educativa o la convivencia familiar.
Por ello, la técnica de trabajo más
eficaz no será una conferencia ex­
plicando cómo se dialoga, sino in­
vitar a los miembros de un peque­
ño grupo a que intervengan suce­
sivamente en un role-playing sobre
una escena familiar, y hagan luego,
ayudados por el grupo, el análisis
que les permitirá descubrir cuál es
su real comportamiento en la con­
versación.
¿Cuáles son los resultados qqe ha­
béis obtenido?
No es fácil evaluar resultados
aquí como no es fácil evaluar la
tarea educativa en general.
Cada curso hicimos una encues­
ta para tomar el pulso a la marcha
de las actividades según eran vis­
tas y enjuiciadas por los interesa­
dos. Y la impresión general fue
siempre muy positiva. Pero nunca
intentamos una evaluación en re­
gla. porque no sabríamos bajo qué
parámetros encuadrar las realida­
des vivas, y menos hasta qué pun­
to podrían ser significativos tales
parámetros si es que llegábamos
a encontrarlos.

Sí pudimos recoger indicios de
que el trabajo era apreciable: El
juicio expresado en las encuestas,
el interés con que, al comenzar el
curso con los alumnos preguntaban
los padres cuándo empezaban los
maywes, que siempre resultaba di­
fícil terminar las reuniones, porque
el tiempo se hacía corto.
Se podría acudir al capítulo de
las anécdotas o al de las conver­
saciones más o menos confidencia­
les.
Recuerdo a aquel padre, sencillo
albañil que, mirando una vez con
ojos de guasa a su hijo, inquieto y
vivo, decía moviendo la cabeza:
cNimca sabrás de cuántos sopapos
te ha librado la Escuela de Padres».
O al que, después de haber tenido
más de una batalla con su hijo
adolescente pw razón de la lon­
gitud del cabello, se presentó al co­
mienzo de un curso también él con
barbas y melena. Tal vez para sig­
nificar que había aceptado que no
están a h í,los problemas de mayor
envergadura.
Añade, sí quieres, la confesión
espontánea de muchos que, aún re­
conociendo que las dificultades si­
guen presentándose, van descu­
briendo en la familia otra actitud,
otro clima, otra forma rnás confor­
table de trato y convivencia.
Según me contaron, en una de
las últimas reuniones del curso
75-76 se hizo una mesa redonda con
alumnos mayores del Colegio. Ex­
presaban ante los padres su opi­
nión sobre la educación que se les
había impartido, las relaciones que
vivían en la Familia, sus años de
estudios: cómo veían todo eso al
terminar su estancia en el Colegio.
Uno de ellos, a un cierto punto, di­
jo dirigiéndose al grupo de padres
presentes: cEnvidio a los hijos de
ustedes. Yo lamento que mis pa­
dres nunca han venido a estas reu­
niones».
¿Otro tipo de reuniones?
A medida que se fueron cono­
ciendo y tratando, se formaron
grupos espontáneos que tenían en­
cuentros de amistad, con participa­
ción de toda la familia. En una ciu­
dad grande, donde puede experi­
mentarse tanta soledad, no es ese
un fruto despreciable. Para algunos
inmigrantes fue el cielo abierto.

Escuela Blanc^jema:
Dos aspectos
de ios cursillos realizados
sobre
la Escuela de Padres.

Por lo demás, ya desde el final
del segundo año surgió la necesi­
dad de rematar las actividades con
una cena de fin de curso y con ima
excursión en que tomaban parte
todos los miembros de la f a m i l i a ,
y en la que era obligado el típico
partido de padres contra hijos. Es­
tos elementos de calor humano
contribuyen a dar solidez y agrado
a las relaciones entabladas.
¿Qué difícultades?
Teníamos un cierto reparo de
que las reuniones pudieran compli­
carse con asuntos de régimen esco­
lar. Existe el peligro de que esto
p r o d uzea bloqueos o tensiones.
Desde el principio se puso bien
claro que todos los posibles proble­
mas o cuestiones derivadas de la
actividad colegial tenían sus cau­
ces en las reuniones de curso o en
el despacho de los responsables.

Pero en la Escuela de Padres se
iban a descartar sistemáticamente
si salían. Prohibidos casos particu­
lares. Se comprendió, en general,
la sensatez de esta norma y, de or­
dinario, si alguien presentaba un
problema demasiado personal, eran
los mismos padres los que hacían
caer en la cuenta de que se debía
trasladar a otro momenio. De esta
forma la Escuela de Padres puede
conservar un carácter que consi­
deramos esencial; de alegría, hu­
mor, cordial intercambio.
Más que dificultades sufrimos al­
gunas limitaciones:
— Los horarios que imposibili­
tan La participación de muchos. Or­
dinariamente las reuniones han de
ser de noche y no todos pueden
amoldarse a esta exigencia.
— Por diversas razones no fue
posible lograr que los profesores
del Centro intervinieran de forma
habitual.

El tema
¡ de la educación
suscita
largos diálogos
y discusiones interesantes.

¿Eficaz?
Es un interrogante abierto, que
sólo el tiempo podrá responder. Co­
mo es obvio, cada cursillo termina
con una evaluación del mismo.
Una gran mayoría manifestó el de­
seo de hacer un segundo curso pa­
ra profundizar y, sobre todo, para
poder realizar más ejercicios.
_ En ocasiones cuesta encontrar
quien desarrolle con competencia
un determinado tema.
Ya en los primeros años adverti­
mos otra limitación más seria.
Quienes hacían de animadores de
los grupos de trabajo tenían poca
preparación, o, más exactamente,
lo hacían con sólo su buena volun­
tad. Que no es poco. Pero no todo.
Era patente la necesidad de contar
con personas preparadas en la téc­
nica de la animación de un grupo.
Por esto pensamos en organizar un
cursillo para la formación de ani­
madores. Y esto nos lleva a hablar
de la segunda experiencia que te
nombraba al principio.
¿Los cursillos para la formación de
animadores de Escuelas de Padres?
Justamente. El breve cursillo que
hicimos con un grupo de responsa­
bles do le Escuela de Padres de Rocafort les pareció muy provechoso.
Se enfocó sobre todo hacia ejerci­
cios de conducción de grupo de tra­
bajo y aplicación de diversas téc­
nicas grupales a la tarea que esta­
ban realizando. Y juzgando que
aquella iniciación les facilitaba su
labor y, especialmente, les daba
medios para evaluarla y mejorarla.
Mostraron decidido interés porque
aquellos ejercicios continuaran.
¿Es esto lo que realizáis en la Es­
cuela BLANQUERNA?
De ahí brotó la idea. A partir
del curso 1975-76 el encargado de
los cursos de actualización pedagó­
gica de la Escuela Universitaria de
Formación del Profesorado de EGB
BLANQUERNA. preocupado tam­
bién por lograr una mayor colabo­
ración entre Centros Educativos y
Padres de Familia, sugirió que las
experiencias obtenidas en Rocafort
podrían ofrecerse a otros Centros.
Se estudió la idea y decidimos
llevarla adelante.

8

Para tantear el terreno y ver
la aceptación que cabía esperar,
BLANQUERNA envió a gran nú­
mero de Colegios invitación para
una sesión informativa, solicitando
preferentemente la presencia de di­
rectivos de los Centros y de las
Asociaciones.
Las inscripciones previas para
esta información fueron tantas que
hubo que hacer dos sesiones.
La secretaria de la Escuela se
quedó sorprendida cuando compro­
bó que, al día y medio de abierta
la matrícula, el primer cursillo
anunciado estaba ya completo. La
iniciativa despertaba gran interés,
que nos obligaría a ampliar el nú­
mero de los cursillos previos.
¿Cuántos hicisteis?
El primero fue en enero de 1976.
Desde entonces hasta final del cur­
so se realizaron cinco cursillos en
los que tomaron parte unos 2TO di­
rectivos de Centros o Asociacio­
nes. Y no pudimos atender todas
las demandas.

¿Qué habéis hecho en el presente
curso?
Atendiendo esta sugerencia, he­
mos programado cuatro cursillos
A, como llamamos a los primeros,
y dos cusillos B, o segundos. Tam­
bién hemos quedado cortos. Y es­
tamos estudiando la posibilidad de
hacer alguno más antes de termi­
nar el curso.
La Federación Diocesana de Pa­
dres se ha interesado por los curidllos
A la Escuela BLANQUERNA se
le ha solicitado que los organice
en algunas poblaciones de la pro­
vincia. Todo ello indicio de que
existe por parte de ios p>adres una
gran preocupación por estar en
condiciones de una mayor colabo­
ración con los centros a los que
han confiado la educación de sus
hijos. Y, en general, por ser mejo­
res padres.

¿En qué consiste este cursillo?
El cursillo tiene estos objetivos:
— Práctica y conocimiento teó­
rico de las técnicas grupales más
aplicables a una Escuela de Padres.
— Vivir la experiencia de los
principales fenómenos de grupo.
— Analizar las interrelaciones
personales, los estilos de autoridad
o liderazgo, los papeles grupales.
— Ejercitarse en la evaluación y
autoevaluación.
— Ofrecer información s o b r e
material y subsidios útiles para
una Escuela de Padres.
Se le dedican seis sesiones de
dos horas, de 10 a 12 de la noche.
El programa resulta muy apretado.
Y es admirable el interés con que
se sigue, pese a la incomodidad de
la hora y al cansancio.

i

¿Creéis que vale la pena ese es­
fuerzo?
La actual coyuntura y los pro­
blemas que están presentándose en
el campo de la enseñanza exigen
una renovación profunda de los
Centros Educativos, y tomas de po­
sición cada vez más definidas y
conscientes. Debe ser una realidad
la tan repetida colaboración fami­
lia-colegio.
Estoy convencido de que no es
suficiente que no haya pugna entre
principios y procedimientos de una
y otra vertiente. Es obsolutamente
necesaria la convergencia de in­
tenciones y procedimientos. Fami­
lias y Centros deben estar en pro­
fundo acuerdo respecto al qué y
al cómo de la educación. Y obrar
en consecuencia.
Y creo que la Elscuela de Padres
es un medio privilegiado para ese
encuentro constructivo entre Pa­
dres y Maestros. Sería una lástima
no saber aprovecharlo. #
CARLOS ZAMORA y R. ALFARO

MISION JOVENES

BOGOTA
Mja fe p u h tie a d e tas wnuehaehoa
Ha pasado por nuestra redacción el padre Vaccaro. Viene de Colombia y nos ha­
bla con entusiasmo de sus «gamínes». «Estos son los verdaderos destinatarios de
nuetra misión salesíana», nos ha dicho. Luego, le hemos hecho muchas preguntas so­
bre esta obra tan parecida a la de Don Bosco. «Ellos, los «gemines» son los que nos
evangelizan a nosotros... Porque el Reino de los Cíelos es suyo, les pertenece por­
que son ios pobres...», ha añadido.
Sin paternalismos de ninguna clase, unos cuantos salesianos viven con ellos,
se han hecho gamínes con los gamines.
— «¿Queréis ayudarnos con algo? Por ejemplo, bien podríais regalarnos unos
cuantos instrumentos de música: claretines, saxofones, baterías...
... Y el padre Vaccaro ya está seguro de que, cuando regrese a Colombia y les
lleve a sus chavales cosas de Europa, algunas muy serlas, como maquinaria para los
talleres. Ies dirá que la «banda de música» es un obsequio de sus amigos de España.
Y ios gamínes soplarán con alegría, pensando quizás en el aíre de España...
Bueno, es mejor que siga leyendo el artículo que nos ha dejado el padre Vac­
caro...

Lof «gamines* ton readaptados me­
diante un programa cuyos benefi­
cios se extiendan ya a cerca de
mil muchachos, cifra que se dupli­
cará antes de un año.

E éO ,

wepúhliea
d e tos
muehaetBos
Viven en agalladas» o acamadas» de diez a quince,
bajo el mando de un «Jefe natural». Tienen una jerga
propia. Durante el día divagan por las calles, roban, se
movilizan hábilmente asidos de los vehículos. En la
noche se hacinan para dormir, en aceras o dinteles,
precariamente cubiertos con harapos o periódicos para
protegerse del frío.
Son los «gemines» (del francés «gamin»: muchacho;
más comúnmente, pilluelos o petafustanillos). Su pre­
sencia en las calles de Bogotá se ha convertido en
algo casi folklórico. El diario El Tiempo les dedica una
tirada cómica, bajo el título de «Copetín». Alguna Agen­
cia de turismo extranjera los ha llegado a señalar como
un motivo de atracción turística. El largometraje «Pa­
co», realizado por una empresa cinematográfica nor­
teamericana. ha llevado a muchos países una versión
romántica de su figura.
Según las autoridades, en la capital colombiana exis­
ten actualmente unos cuatro mil «gamines». También
se encuentran, aunque en menor número, en otras ciu­
dades como Medellín y Cali. El «gamin» clásico es un
niño abandonado de una edad que oscila entre seis y
dieciocho años, sin relación familiar perceptible. Orga­
nizado en «galladas», vive básicamente del robo (llmplaparabrlsas, piezas de automóvil, carteras, etc.). A
éste une, ocasionalmente, la mendicidad.
Para el visitante extranjero, su presencia en las ca­
lles no puede pasar desapercibida. Tampoco para los
propios habitantes de la ciudad, que lo miran con una
mezcla de temor y conmiseración. Muchos han pasado
por las cárceles de menores o los patios de la poli­
cía. Otros han sido albergados por instituciones diver­
sas. de las cuales han huido o han sido expulsados.

PROBLEMA CRECIENTE
Como es apenas lógico, de este sector humano es
fácil que broten elementos antisociales adultos. Por
esto, y por las características mismas que reviste un
fenómeno tan peculiar, los «gamines» han despertado
el interés de los sociólogos, los educadores y ios po­
líticos: han dado material para varios libros y han sido
estudiados y analizados infinidad de veces. Sin em­
bargo, la solución del problema —que no se limita a
Colombia— parece todavía lejana. El fenómeno de ios

10

menores asocíales parece estar adquiriendo propor­
ciones crecientes en la América Latina y otras partes
del mundo.
Envueltos en un número creciente de delitos que
exigen castigo y rehabilitación, muchos de ellos son
enviados a cárceles y centros correccionales. Los gas­
tos de los,gobiernos aumentan rápidamente y el pro­
blema no se soluciona. Sin embargo, algunos esfuerzos
están empezando a dar frutos. Entre las múltiples for­
mas de asistencia y reeducación que se han ensayado
en Colombia, con resultados muy diversos, hay un caso
que despierta especial atención: es el de la «Repúbli­
ca de los Muchachos», un programa que parece haber
dado en la clave.
En realidad, la «República de los Muchachos» es la
etapa culminante de un programa que se está ejecu­
tando en varios frentes a la vez. Ideado por el sacer­
dote salesiano Javier de Nicoló, el programa es ejecu­
tado bajo su dirección por el Instituto Distrital para
la Protección de la Niñez y de la Juventud (IDIPRON),
en cumplimiento de un acuerdo del Consejo Distrital
de Bogotá.

LOS PRIMEROS MIL
El programa, iniciado hace cinco años, beneficia
actualmente a cerca de mil muchachos, y sus direc­
tores confían en que antes de un año podrá llegar a
dos mil. La reeducación de los menores se cumple en
cinco etapas. En (a primera, un equipo se dedica a
hacer contacto, ayudar y formar amistad con las «ga­
lladas» en la ciudad. Hasta ahora son conocidas y vi­
sitadas cerca de cien. Esta operación, en la cual co­
laboran los muchachos ya incorporados, se hace du­
rante la noche.
En una segunda etapa, se invita a los -gamines» a
visitar el llamado Club de Externos, en el cual se les
ofrece una ducha de agua caliente, lavado y limpieza
de ropa, asistencia médica inmediata, dos comidas al
día y diversas distracciones. Aquí es donde los «ga­
mines» pueden comenzar a advertir que tienen la po­
sibilidad de salir de su vida azarosa y miserable.
En la tercera etapa, el programa los invita a pasar
la noche en uno de sus dos dormitorios, localizados en
sitios estratégicos de la ciudad. Allí se promueve el
diálogo y la dinámica de grupo. Se forman núcleos de

15 a 20 muchachos, respetando las amistades de los
grupos anteriores.
En la cuarta etapa, los muchachos Ingresan al Inter­
nado de Bosconia, donde se ofrece, además de! alber­
gue, una instrucción práctica de escuela y taller. El
plante! educativo, denominado «La Arcadia», se halla
en un hermoso paraje de la sabana de Bogotá. El ta­
ller, que está a unos cinco kilómetros, tiene instru­
mentos de carpintería, mecánica y sobre todo pre­
aprendizaje. A pesar de lo reducido de los medios se
fabrican cómodas, mesas, asientos y otros enseres pa­
ra uso del mismo programa, bajo la guía de maestros
expertos.
La quinta etapa es la «República de los Muchachos».
Su sede está a unos 15 kilómetros dei centro de Bo­
gotá. en pleno campo. Es una construcción pedagógica,
formada por 32 casitas de habitación, capaces para
dar albergue a 16 jóvenes cada una. Hay un salón múl­
tiple, oficinas, aulas escolares, un salón especial para
la reunión del parlamento de la república, cocina para
mil personas, lavandería, etc.
S IS T E M A D E M O C R A T IC O
La República se rige por una constitución elaborada
entre educadores y muchachos. En forma democrática,
cada casa elige su jefe, y todos seleccionan en vota­
ción popular al alcalde y tres secretarios ejecutivos.
Ellos son los responsables inmediatos de la disciplina,
con la colaboración de ios educadores. Hay una banda
de música con más de 50 instrumentos y un grupo es­
cénico de teatro moderno. Un servicio vísico interno
vigila la marcha ordenada de las dependencias.
A lo largo de todo el proceso de reeducación que
se cumple en la República, desaparecen el robo, la
droga y la agresividad que habían caracterizado la vida
de! «gamin». Los muchachos van pasando insensible­
mente a una nueva vida a través del diálogo, del tra­
bajo, de la escuela y el juego, le van creando hábitos
de responsabilidad y la disciplina se vuelve relativa­
mente fácil.
El programa se mueve dentro de un marco teórico,
estudiado y revisado continuamente por los educado­
res. Son frecuentes el análisis y el diagnóstico de las
distintas etapas. Se discuten con los mismos mucha­
chos los objetivos, las políticas y las estrategias. Los
universitarios acuden para hacer sus tesis sobre el
tema. La experiencia ha sido presentada, inclusive, en
congresos internacionales.
La obra ha sido visitada por la esposa del presiden­
te de Venezuela, Blanca de Pérez, así como por los
alcaldes de París. Nueva York y Caracas. Además, ha
servido de estímulo para la iniciación de otros progra­
mas. como la Ciudad Industrial Don Bosco y la Escuela
Agrícola San Carlos. La primera está situada en una
zona industriai de la periferia de Bogotá, y tiene cuatro
galpones para otros tantos talleres. La segunda se
estableció a 50 kilómetros de la ciudad, en un clima
de 18 grados centígrados, propio para múltiples cul­
tivos.
Uno de los «gemines» se dispone a cortar la cinta de
inauguración de uno de los pabeilones de «su» ciudad.

En la Ciudad Industrial los muchachos trabajan co­
mo obreros, con sueldo ordinario y formando todavía
una comunidad. Se ha contemplado la construcción de
un centenar de casitas en un terreno adyacente de 12
hectáreas. Los propios muchachos ayudarán a cons­
truirlas y formarán un barrio a medida que vayan esta­
bleciendo sus familias. La aspiración de los directores
de! programa es que estos antiguos «gemines» lleguen
a ser los educadores de sus compañeros.
En la Escuela Agrícola los muchachos emprenden la
tarea de enfrentarse a la tierra, que para ellos es ya
un desafío, pues generalmente los «gemines» son rea­
cios a todo trabajo fuera de la ciudad. Hay algo de
ganadería, de cunicultura, porcicultura. gallinero, flo­
res y frutales. Se proyecta en un futuro hacer una pe­
queña «Disneylandia». Los muchachos serán los admi­
nistradores de la casa de recreo y los responsables de
atender a las visitas.
Los directores del Centro señalaron al Boletín Salesiano que su principal problema es la falta de recur­
sos, por lo cual se están dirigiendo a diversas entida­
des nacionales e internacionales en busca de ayuda.
Son conscientes, además, de que (a tarea es muy lar­
ga, pues el «gamin» no ha desaparecido de las calles
de Bogotá. Unos mil muchachos reeducados en tres
años no significan la solución del problema, y la afluen­
cia continúa. Pero el programa del IDIPRON está ofre­
ciendo una fórmula pedagógica que merece ser exami­
nada con atención por otros países que también en­
frentan este drama. •

12

ACCION
«Hasta que Dios quiera» o «Mientras nos necesiten», ai
servicio misionero en el Continente Negro.
El P. Inspector Provincial de París, Pierre Pican, ha reali­
zado una larga visita a las Obras Salesianas, en el corazón
de Africa. Más de 15.000 kilómetros de recorrido. Y una Igle­
sia nueva plantada por misioneros salesianos. «Estos misio­
neros — ha dicho a su regreso— se están habituando a la
idea de que un día tendrán que irse, cuando su servicio pas­
toral ya no sea requerido por la Iglesia local o por los regíme­
nes políticos de los países donde trabajan».

Una mancha de misioneros,
esparcida por países inmen­
sos. El padre Pierre Pican, pro­
vincial salesiano de París, les
ha hecho recientemente una
visita. Para ello ha recorrido
mós de 15.000 kilómetros por
el corazón de Africa Ecuato­
rial.
Joven (cuarenta y un años),
alto, dinámico, realista y opti­
mista a la vez, con un largo
rodaje de trabajo con los jó­
venes del Líbano y de Caen.
En un artículo suyo aparecido
en el Boletín Salesiano fran­
cés, ha descrito la situación de
los misioneros salesianos en el
Congo, Gabón, Camerún y el
Zaire. Ha comprobado la nue­
va actitud de servicio a las
iglesias locales de los misione­
ros de hoy, y ha constatado
la necesidad de su presencia,
también provisoria.
«A los salesianos — ha di­
cho— se les han confiado ta­
reas muy diversas, según los
diferentes países. La evolución
de sus actividades depende de
los cambios socio-políticos y
de lo misma aceleración de la
historia de dichas naciones».

EL CONGO,
DESPUES DE
LA NACIONALIZACION
En la República Popular del
Congo (algo más de la mitad
de España y con 1.300.000 ha­
bitantes, de los que son cató­
licos un tercio), los salesionos
llevan una obra en Pointe-Noire, puerto principal de la na­
ción, y una parroquia en la
capital, Brazzaville.
Invitados por el obispo, lle­
garon a Pointe-Noire en 1959,
donde se encargaron de una
parroquia y de una escuela
técnica con internos. A su la­
do trabajaban otros colabora­
dores y profesores congole­
ños.
1965; se nacionaliza lo es­
cuela técnica. Los salesianos,
en vez de regresar a Francia,
se lanzan a la evangelización
de la juventud, buscando nue­
vas formas y estructuras de
apostolado. Se funda un cen­
tro juvenil para educar en la
fe o los jóvenes que, sobre to­
do en los últimos años, están
sometidos a cursos de ideolo­
gía marxista. Después de doce

años de nacionalización de
escuelas, pocos son los misio­
neros del Compo que se la­
mentan de haber dejado los
centros de educoción.
Un joven sacerdote salesia­
no de Gabón, el padre Paul
Ebome, ha abierto en PointeNoire un centro juvenil (orato­
rio, biblioteca y sala de lectu­
ra, centro de formación cate­
quística y salo de reuniones).
Acuden infinidad de jóvenes.
Allí se reúnen a dialogar, re­
flexionar y orar. Los catequis­
tas preparan allí sus lecciones.
El padre Paul está ideando un
proyecto de autogestión por
parte de los mismos jóvenes:
«Las comun/dac/es cristianas
del Congo empiezan a res­
ponsabilizarse con gran activi­
dad», confiesa el padre Pican.

PRESENCIA SALESIANA
EN GABON
Los Salesianos tienen tres
comunidades en Gabón, pe­
queño país con menos de un
millón de habitantes. Dos de
ellas son internados para se­
minaristas que les han confia­
do los obispos, algo así como
pequeños seminarios. Uno, en
Libreville, la capital, y otro
en Sindara, para vocaciones
adultas.
En Libreville, el padre Garnier es el encargado de los
programas católicos de la te­
levisión. Dispone de una hora
todos los domingos. Mira con
realismo el futuro y está fo r­
mando un equipo de técnicos
gaboneses que puedan apa­
ñarse solos el día de mañana.
O tro salesiano está encorgado de los jóvenes expulsados
13

«Todavía os estamos llamando, y
con urgencia, porque aún os nece­
sitamos y mucho...» La voz y el
tam-tam de este africano llega has­
ta nosotros...

de Guinea Ecuatorial y refu­
giados en Libreville. O tro es
el animador del movimiento
«Coeurs Vaillants» de Gabón.
Edita una publicación mensual
con la que los jóvenes pueden
organizar solos sus reuniones
regularmente. La iniciativa es
vólida para las aldeas perdi­
das en la selva.
En Pougamou, dos salesianos están al frente de la pas­
toral de unas diez poblacio­
nes y demás grupos esparci­
dos en cien kilómetros a la
redonda, perdidos en la selva.
Además, en Port-Gentil, el
puerto principal de la nación,
zona rica en petróleo y con
las primeras industrias, llevan
14

Gabón es el ejemplo claro
de una presencia misionera
dúctil y variada, frente a las
múltiples necesidades de la
realidad.

encargado de la pastoral de
la diócesis de Bofia. Claro que
el obispo quisiera una comu­
nidad completa de salesianos
para confiarles una escuela
profesional, una obra de pri­
mera necesidad. Mientras tan­
to, el padre Alain ejerce su
actividad pastoral y ofrece su
competencia al servicio de!
movimiento de cooperativas
se está desarrollando en el
mundo rural.

UN SALESIANO
EN CAMERUN

UNA INSPECTORIA
ENTERA

En Camerún hay un solo salesiono. Se trata de un sacer­
dote experto en agronomía,

El Zaire: más de dos millo­
nes de kilómetros cuadrados y
unos 24 millones de habitan-

los salesianos una parroquia.
Ahí tienen oportunidad de de­
dicarse a jóvenes estudiantes
y obreros, la mayoría de ellos
sin empleo. «La experiencia
— escribe el padre Pican— es
improba, pero promefedora».

KATANGA: Todos estos niños can­
tores, aunque parezca mentira, tie­
nen ia voz bianca...

prestando sus servicios. Hoy
por hoy resultan insustituibles,
pero se están habituando a la
idea de que algún día tendrán
que irse, precisamente cuondo
su servicio pastoral no sea re­
querido por la iglesia del lu­
gar o no se lo permitieran los
regímenes políticos hostiles.

\

tes. Diez millones de católicos.
Los Salesianos constituyen una
Inspectoría con 184 misioneros
y 28 centros, algunos de los
cuales están en Rwanda y Bu­
rundi.
La iglesia del Zaire se pre­
senta ágil y con un episcopa­
do consciente de los enormes
problemas del país ante los
que muestra una gran valen­
tía.
Nos llevaría muy lejos dar
cuenta de la presencia de los
salesianos en el Zaire. Las
principales obras están con­
centradas en Katanga, la re­
gión minera de la nación.
Obras rebosantes de jóvenes
que se preparan a la vida en
las escuelas técnicas y profe­
sionales.

KINSHASA: B Pacfav Gerardo, fun­
dador do la ciudad de (os mucha­
chos de KJnshasa quisím a ver algo
más sonrientes a estos jóvenes,
pero no lo consigue. ¿Por qué seré?

I

EL FUTURO
«Difícil es prever el porve­
nir — afirma el padre Pican— .
Las misiones en Africa han
cambiado totalmente con res­
pecto a la época colonial. Los
misioneros dependen de una
jerarquía africano en su ma­
yor parte, que define y orien­
ta autónomamente su propia
pastoral».
Los

misioneros continúan

«Pero todavía no hemos lle­
gado a este punto. Antes bien,
por lo que concierne a los
obispos de estos países, piden
éstos un refuerzo de la pre­
sencia misionera».
«En resumidas cuentas — ter­
mina el padre Pican— la Igle­
sia de Africa vive y crece. Y,
si hoy más que antes, los mi­
sioneros sienten que están
prestando un servicio transito­
rio, dichos iglesias locales to­
davía tienen necesidad — y
mucho— de ser ayudadas».

(De un articulo
de Georges Lairesse)

la Pastoral de juventud de la ins­
pectoría de New Rochelle, así como
en la educación de la juventud ca­
tólica de todos los Estados Unidos.
N. I. de New Rochelle. USA

DE REMOQUETE... «EL 101»

PASCUA JOVEN . 77
Sevilla: Bajo el lema «Cristo vi*
ve», y programada por el Centro Saleslano de Pastoral Juvenil, se ha
celebrado este año la Pascua Joven
en la Inspectoría de Sevilla con par­
ticipación multitudinaria de jóvenes.
Precedido de una atractiva publici­
dad que podía verse por las calles,
entre los innumerables carteles y
■pintadas- que la adornan, durante
el triduo sacro y el Domingo de
Pascua, se celebró en Jabugo (Huelva) un encuentro pascual de la Ju­
ventud. El tema de las reuniones
era, naturalmente, sobre la figura
de Cristo, su resurrección y su
mensaje salvador.
Además del encuentro de Jabugo.
se han organizado otros similares
en Mérida (Badajoz) y Sen José del
Valle (Cádiz). «La experiencia de vi­
vir con mis compañeros la búsque­
da de Cristo me hizo volver a en­
contrar un sentido a mi vida», ha
confesado uno de los asistentes.
Por otra parte, los grupos surgi­
dos de estes reuniones pascuales
vuelven a reencontrarse todos los
meses: y los coordinadores, se
reúnen periódicamente todos los
jueves. La celebración de la Pascua
cobra así una orientación cada vez
más vital y Jubilosa.

16

15.044 MIEMBROS
DEL «CLUB SAVIO»
El «Club Savio-, de ámbito nacio­
nal en los Estados Unidos, está
atravesando un floreciente período:
nos lo dice desde West Haverstarw,
N. Y., el coadjutor Gerardo Harasym. Director nacional del Club.
El número de miembros ha supe­
rado ya los 15.000, y el de antiguos
alumnos del mismo, los 500.
Desde hace dos años ei coadju­
tor Harasyin está desarrollando nue­
vos programas, y se encuentra de
verdad satisfecho con ia campaña
«Cross Leadership Challenge», el
desafío de la Cruz a la formación
de lideres.
El seminario de San Humberto de
Kumasi, en Chama. Africa Occiden­
tal. utiliza el programa del «Club
Savio» en la formación de los semi­
naristas. los cuales, a su vez, utili­
zan los subsidios didácticos del
Club como instrumento de evangelización entre la juventud de los
pueblos circundantes.
Igualmente, el Consejero inspectorial para le Pastoral Juvenil en las
Filipinas está interesado en la fun­
dación del «Club Savio» en las es­
cuelas y en las parroquias de la
inspectoría.
El número de socios era de 15.044
ei 8 de diciembre pasado. Este Club
contribuye de una manera eficaz en

Está bordeando los noventa y cua­
tro años: es el exalumno más anti­
guo de este colegio de Callao fun­
dado por Monseñor Santiago Costamagna en 1898, quien para ponerlo
en funcionamiento hubo de despren­
derse de su eficiente secretario, pa­
dre Antonio SanI, que luego sería
llamado «el Apóstol del Callao»
Según contrato firmado por Mon­
señor Costamagna por una parte y
el padre Leonardo Cortés por otra,
representantes de la Congregación
Salesiana y de la Tercera Orden
Franciscana de este Puerto, «los Saiesianos se comprometían a admitir
100 niños gratis».
El último becado se llamaba Víc­
tor Alvarez, más tarde digno Obis­
po de Ayacucho. Y en esto, se pre­
senta en el despacho del director
una madre que pide con lagrimas
en los ojos la admisión gratuita de
su pequeño. Cuando se le dijo que
ei último gratuito acababa de salir
del despacho, la pobre madre esta­
lló en llanto incontenible.
El padre Sani tenía un corazón
blando, y el rapaz fue admitido con
el número 101. Todo se sabe, y tam­
bién la historia de su admisión lle­
gó a ser conocida por todos sus
compañeros que le en dilgaron el
remoquete de «101»: «Ahí viene el
101». La chapa le quedó para la vi­
da y él se gloria ahora de ello.
El 101 se llama Ulbio García; y
hace unos días nos hizo una grata
visita. Por su avanzada edad, sus
hijos — 12 en total— no le dejan
salir de casa. Pero él se da sus escapaditas. Y así se presentó en mi
despacho y me entretuvo, en ame­
na charla, por más de dos horas...
Recuerdos de sus viejos tiempos:
es una crónica viviente de la Obra
salesiana en la ciudad.
El hogar de don Ulbio García es
un pequeño santuario: las paredes
de su modesta habitación están cu­
biertas de imágenes, cuadros y me­
dallas de María Auxiliadora y Don
Bosco. Es hombre metódico: cum­
ple un horario que se parece a! que
llevaba en sus años de colegio. Re­
za sus oracU>nes de la mañana y de
la noche en libros sellados por la
pátina del tiempo, y canturrea toda­
vía los cánticos sagrados del «Jo­
ven instruido».

El año pasado cumplió los seten­
ta años de matrimonio. Con tal oca­
sión recibió homenajes de sus hi­
jos y de sus amigos, que tuvieron
su punto central en una «solemne
misa de salud» celebrada en el tem­
plo parroquial de San Juan Bosco.
En resumen: don Ulbio García es,
desde hace ochenta años, un «hon­
rado ciudadano y un buen cristia­
no». como quería Don Bosco.
Carlos Pighi
Callao - PERU

UNA JORNADA LABORAL
POR LA COLONIA
La Colonia surgió en 1960, a 307
kilómetros de la capital del Para­
guay. Asunción, en el alto Paraná.
Los Salesianos están allí presen­
tes desde el principio, y las Hijas
de María Auxiliadora desde 1968,
cuando abrieron el centro social
■María Mazzarello», con actividades
escolares y profesionales.
Los Salesianos y salesianas han
puesto en marcha una simpática ini­
ciativa que contribuye a unir a to­
das las familias de la colonia: se
trata de una experiencia de trabajo
comunitario.
Los hombres, dirigidos por los
salesianos. ofrecen un día de traba­
jo a favor de la ciudad; y las muje­
res. organizadas por las Hermanas,
se comprometen a lo mismo dos
medias jornadas.
Todo está ya planificado de ante­
mano: por ahora se han formado
dos grupos, uno de jardineros que
están lavando la cara a las zonas
verdes de la colonia, y otro de cos­
tureras que hacen ropas para la co­
munidad.
Los frutos de convivencia son su­
periores a los éxitos materiales.
Notiziarío delle FMA

18 HIJAS
DE MARIA AUXILIADORA
LLEVAN LA EUCARISTIA
A LOS ENFERMOS
La noticia llega de la Basílica Pa­
rroquial de Don Bosco de Roma.
Hace mucho tiempo que había­
mos constatado las enormes dificul­
tades que se presentaban cada día
para poder atender a los enfermos
y llevarles la Eucaristía: la parro­
quia nuestra abarca una zona en la
que viven 90.000 habitantes.
Pedimos al Vicariato de Roma ia
autorización para que las Hermanas
pudieran hacer esta extraordinaria
obra de misericordia.
Y. por fin. el 12 de diciembre
pasado, el Obispo de nuestra zona,
monseñor Biagio Terrinoní, durante
la misa dominical de las 11, en la
que se Congrega una gran muche­
dumbre de fieles, recibió la prome­
sa de 18 Hijas de María Auxiliado­
ra y les confirió el sagrado ministe­
rio de ser portadoras de Cristo sa­
cramentado.
Todas ellas recibieron la Comu­
nión bajo las dos especias y ayuda­

ron al Obispo en la distribución de
ia Comunión a los fieles.
Luego les fue entregada la cajitarelicario en la que se pusieron las
formas para llevarlas enseguida a
los enfermos, que ya habían sido
avisados de antemano.
El Obispo las despidió en el nom­
bre del Señor, invitándolas a todas
a llevar a los hermanos enfermos la
bendición de Dios y el saludo de la
Comunidad.
La numerosa asamblea rompió en
un espontáneo aplauso, expresión
de la emoción que se anudaba en
la garganta. Y ellas atravesaron la
nave central camino de las diversas
casas en las que esperaban la ale­
gría de la Eucaristía, mientras la
gente cantaba el «magníficat».
Día de la Epifanía. Se acerca un
fiel a recibir la sagrada Comunión
de las manos de una Hermana, y,
en lugar de volver a su sitio, per­
manece a corta distancia visible­
mente emocionado.
Cuando la Hermana acaba de dis­
tribuir ia Comunión, se le acerca
y tomándole suavemente del brazo,
le dice confidencialmente:
— «Hermana, he pedido mucho por
usted».
— ■Gracias», acierta a contestar
la Hermana un tanto confusa por el
gesto.
— ■¿Sabe?, soy un ex-salesiano...
Es la primera vez que recibo la Co­
munión de las manos de una Her­
mana. Y me ha llegado muy aden­
tro. Le doy las gracias, y rezaré por
usted. Hágalo usted por mí».
— Sí...»
El párroco

LA FAMILIA COMPLETA
Escribe el padre Mateo Kochuparampi!, de la Inspectoría india de
Gauhati: «El 2 de enero ha sido uno
de los días más hermosos para
nuestra Inspectoría. Hemos tenido
la alegría de recibir 14 Cooperado­
res y Cooperadoras, que han hecho
la promesa después de un año de
preparación. Así. también nosotros
hemos completado ia Familia Salesiana con ia tercera rama».
Revista Cooperatores

Una salesiana
reparte la cocmmite.

17

TIEMPO DE DIALOGO
El Consejo Nacional de las Obras Sociales, en Tailandia, es el centro de C0‘
ordinación entre las diversas asociaciones sociales que radican en el territorio wacional. En este momento, están representadas en dicho Consejo S50 asociaciones,
entre las cuales 10 católicas.
E l salesiano P. Juan Ulliana, incansable trabajador por la armonía de todas
las religiones del país, es, dentro del Consejo Nacional, él Presidente de la Cornil
sión de Actividades Juveniles, Vicepresidente de la Comisión de Cooperación entre
Religiones, y Presidente de una de las 9 Regiones en que se divide el Consejo.
De su diario de trabajo condensamos...

Comenzamos el programa del
año 76 organizando un curso para
monjas budistas sobre formación
religiosa y acción social; el curso
se dio en una sede de la unión
de maestros católicos, cerca del se­
minario de Samprarn. Las relacio­
nes fueron dadas por profesores del
seminario mayor, por Hermanas
católicas y por profesores venidos
de Bangkok.
Este grupo de monjas budistas
pasó también una jomada en la
Iglesia de San José de Ban Pong,

18

para estudiar las actividades reli­
giosas católicas. Se intenta así
crear una relación de verdadera
hermandad entre las monjas budis­
tas y las católicas del país.

* * *
19 de enero del 76; Por ser Pre­
sidente de la Séptima Región, tuve
que organizar una reunión de toda
la clase intelectual y simpatizantes
del movimiento social, en la ciudad
de Ban Pong, con el fin de reco­

ger fondos para é l Consejo de las
Obras Sociales: en un mes recogi­
mos más de 2.500 dólares, que es
mucho para una pequeña ciudad
como Ban Pong.
Es admirable la cooperación, casi
en su mayoría budista, que, de al­
gunos años a esta parte, se recibe
de todos sin prejuicios ni absten­
ciones, tanto si viene la iniciativa
del campo católico como cuando
son ellos, los hermanos budistas,
los que proponen la idea.

« * «

ACCION SALESIANA

i

Entre las actividades juveniles:
logré hacer dos breves encuentros
entre los miembros de las univer*
sidades y colegios de Bangkok pa­
ra tratar de formar grupos juveni­
les de ayuda y asistencia a los ne­
cesitados. Se ha podido asf aten­
der, aunque modestamente, a va­
rios pueblecitos del campo, ayu­
dándoles a los labradores pobres a
construir viviendas, caminos, nue­
vos locales para escuelas: otros se
han dedicado a educar e instruir
a los muchachos y a los adultos
con el fin de elevar su nivel social
y cultural.
Han funcionado cerca de 30 gru­
pos de estudiantes.
*

*

*

23-26 de abril: Se reunió en la
ciudad de Chieng Mai el Consejo
Nadonal de las Obras Sociales:
éramos 250. La finalidad del en­
cuentro era discutir sobre los pro­
blemas morales del país. Fue muy
interesante ver exponentes de to­
das las religiones discutiendo de
problemas comunes. El proHema
de la colaboración interconfesional
lo tienen muy a pecho los budis­
tas: algo menos los católicos y
musulmanes...

« « ♦
Abril 1976: fue el mes en el que
nuestro Centro Juvenil de Ban Pong
desarrolló sus actividades recreati­
vas con participación masiva de jó­
venes de todas las escuelas de la
ciudad.
Este Centro tiene su sede en la
Iglesia de San José; y, francamen­
te, yo no esperaba que se amalga­
maran tan estupendamente todos
los participantes en un alegre am­
biente de amitad. Toda la ciudad
se sumó a los campeonatos depor­
tivos animando a sus equipos y
asistiendo a los encuentros.

« « «
1-6 junio: £1 Consejo de las
Obras Sociales ha organizado un
curso de instrucción ráígiosa para

La foto de la página rnterior y ésta
nos hablan de la actividad de los
Salesianos en Tailandia junto c <m)
los monjes budistas y las autorida­
des civiles de! pueblo de Prakhongkit, preocupados del desarroüo de
b zona.

maestros de moral y religión. En­
tre los relatores estábamos dos
sacerdotes salesianos don Angel
Regazzo y yo. Fueron más de 200
los que participaron, de los cuales
130 monjes budistas.
El pensamiento católico sobre la
moral causó una estupenda impre­
sión y creó muchos amigos y sim­
patizantes; ha sido una siembra
que ya está dando su fruto: ya es
mucho que hayan invitado a un
salesiano a ser de la junta organi­
zativa de estos cursos de moral y
religión.
Después de estos encuentros está
madurando la idea de hacer un tex­
to de moral que tenga la base de
la moral budista, católica y musul­
mana, texto que luego sería adop­
tado por todas las escuelas.

« á 4e
El 11 de junio, en la ciudad de
Suratthani, sede de la diócesis del
salesiano Monseñor Carretto, se
abrió el centro regional interreligíoso. Es el primero de un progra­
ma del Consejo Nacional, y ha te­
nido un éxito insospediado.
En la reunión de apertura me
causó honda impresión la conver­
sación con un anciano monje bu­
dista; fueron preguntas que casi no
daban tiempo a ser respondidas:
cVuestro Dios ¿es Padre también
de los que pertenecen a otras reli­
giones?... ¿También de los budis­
tas?... ¿Y de los monjes budistas?...
¿También es mi Padre? Gracias,
Padre; ¡me siento muy feliz!»
En esta reunión alguien lanzó la
idea de crear una universidad de
las religiones, en la que se expon­
gan ^ credo y la moral del budis­
mo, del cristianismo, d ^ mahome­
tismo... Serían estudios profundos

de nivel universitario, con el obje­
to de encontrar una base comün
sobre la cual abrir el diálogo. La
idea fue muy bien acogida, y la ra­
dio y televisión se hicieron amplio
eco de la misma.

« » é
El 20 de junio fue otra jomada
in f r ia n te . Fui a Ranong, con el
Presidente del Consejo Nacional a
la inauguración de otro centro in­
terreligioso abierto en la ciudad.
En todas las juntas directivas de
estos centros siempre están presen,
tes los cat(Hicos, y el sacerdote, si
lo hay, es siempre el vicepresiden­
te. Constato que nuestros herma­
nos budistas esperan mucho de
nosotros los cristianos.
*

*

*

A fínales de junio se presentó
la Reina Sirikit en la sede central
del Consejo para solemnizar la se­
sión de agradecimiento a los ge­
nerosos donantes que ayudan al
funcionamiento del organismo so­
cial. Dirigió la palabra a todos los
presentes, y, al final, pude hablar
unos minutos con ella. Me pregun­
tó con mucho interés por el trabajo
social que realizamos en nuestra
parroquia de Ban Pong. «¿Y traba­
jáis también mucho en el campo
de la educación moral y de la ins­
trucción religiosa? Esto es muy ne­
cesario al pueblo tailandés».
Este es nuestro trabajo misione­
ro en la noble nación de los Tai.
Es una tierra donde toda siembra
fructifica: los tailandeses son un
pueblo de sentimientos nobles, hu­
manos y muy religiosos. •

P. JUAN ULLIANA

113

N ta B IS P O S

Hasta la fecha son 113 los
Obispos salidos de las filas salesianas. Según la idea de Don Bosco, representan un lazo estrechí­
simo de la Congregación con la
Iglesia. Cuatro de los 113 han
llegado a ser cardenales; y dos,
siervos de Dios. En su gran ma­
yoría, son o han sido obispos mi­
sioneros o del Tercer Mundo.
Mejor dicho, son hijos de las Mi­
siones. Todos son y se sienten
siempre salesianos.
Turín Valdocco, 1853. “Un
grupo de clérigos y jóvenes — se
lee en la vida de Don Bosco—
estaban alrededor del santo sen­
tado a la mesa. Entre bromas,
charlaban sobre su futuro. Don
Bosco queda de pronto serio y en
silencio, como a veces acostum­
braba. Y mirándolos uno a uno,
dijo: “Uno de vosotros será obis­
po”. La frase los dejó a todos lle­
nos de asombro. Luego, riendo,
añadió: "Pero Don Bosco será
siempre y sólo Don Bosco”. A
estas palabras todos soltaron la
carcajada.
“Sólo eran unos clérigos y na­
die hubiera podido decir sobre
20

cuál de ellos se habría de cum­
plir la profecía. Ninguno perte­
necía a la clase alta. Eran más
bien de clase media, por no decir
pobre. En aquellos tiempos sólo
se hacían obispos de la alta so­
ciedad.
“Muchas otras veces escucha­
ron a Don Bosco en sus conversa­
ciones familiares: “Ya veremos si
Don Bosco se equivoca. Pero, en­
tre vosotros veo una mitra. Y no
vendrá sola. Pero aquí ya hay
u n a ...”
Dicha mitra caería unos trein­
ta años más tarde sobre la cabeza
de Juan Cagliero, jefe de la pri­
mera expedición misionera salesiana. Y, en verdad, no fue la
única. Son 113 los salesianos que
han llegado a ser obispos. Y mu­
chos de ellos, de condición hu­
milde, por no decir pobre”.
UN ELEMENTO DE UNION
Don Bosco no sólo vio el fu­
turo, sino que, precisamente qui­
so que alguno de sus hijos llegara
a ser obispo. G aró que esto no

dependía de él, sino del Papa.. Sin
embargo, su aspiración era gene­
rosa y henchida de fe. Trabajan­
do en la Iglesia y para la Iglesia,
quería, ante todo, ser “enviado
por la Iglesia”, recibir de ella la
investidura para la misión. “Vos­
otros — les dijo a los diez prime­
ros misioneros— sois enviados
por el Vicario de Cristo a cum­
plir la misma misión de los Após­
toles, como enviados por el mis­
mo Jesucristo”. Su actividad sólo
debía consistir en “hacer Iglesia".
Por eso, Don Bosco ya veía nue­
vas diócesis creadas por sus hijos
y a ellos como guías de las nue­
vas iglesias locales.
Así, una jerarquía netamente
salesiana estrecharía de un modo
más profundo los lazos de la mis­
ma Congregación con la Iglesia.
Su exquisito sentido de la tras­
cendencia le hacía decir: “Los
Obispos nos unen al Papa, y el
Papa a Dios".
Hoy como ayer, esta es la ver­
dad. El episcopado es un don pa­
ra los hijos de Don Bosco, un
don que la Familia Salesiana re­
cibe una y otra vez agradecida,

VOCÁ
viendo en él un nuevo y concreto
elemento de unión al Papa y a
Dios.
LOS CUATRO CARDENALES
En la variopinta galería de 113
personajes, ocupan un puesto re­
levante cuatro cardenales. Co­
menzamos por el primero, el jefe
de la primera expedición misio­
nera salesiana: Juan Cagliero
(1838-1926). Por aquel lejano
1875, cuando Don Eíosco anda­
ba con los preparativos de la ex­
pedición, Cagliero protestaba:
“Nosotros, los Salesianos, somos
demasiado pocos. Si apenas po­
demos atender las casas abiertas
en Europa, ¿cómo vamos a lan­
zarnos ahora nada menos que a
América?
Y Don Bosco ló facturó a Amé­
rica sólo por tres meses: acompa­
ñaría a los misioneros, estaría con
ellos una temporada y luego vol­
vería. a Italia. Pero comiendo,
vienen las ganas de comer. A Ca­
gliero se le abrió el apetito mi­
sionero. Después, vinieron la mi­
tra y la púrpura, y el servicio
pastoral y las misiones delicadas
que le confió la Santa Sede.
El segundo cardenal, Augusto
Hlond (1881-1948), llegó al aspirantado italiano de Lombriasco
desde su Polonia natal siendo un
chiquillo de doce años. Teólogo
de la Universidad Gregoriana de
Roma, dirigía el Boletín Salesiano polaco. En su patria demostró
ser un organizador tan extraordi­
nario que Pío XI lo nombró Pri­
mado de Polonia en 1926. Le to­
caron los tiempos negros de la
dominación nazi. Intrépido de­
fensor de la libertad y de la dig­
nidad humana, conoció el exilio
y la cárcel. La muerte lo sorpren­
dió en la lucha contra la dictadu­
ra de otro signo opuesto.
Más dramáti(^ aún fue la figu­
ra del cardenal checoslovaco Es­
teban Trochta (1905-1974). Sin
saber una palabra de italiano, lle­
gó a Italia con un canel colgado

del cuello: “Turín-Don Bosco”.
Joven sacerdote, cayó bajo la in­
vasión nazi. Lo consideran “hom­
bre peligroso” y es internado en
Mauthausen y “liquidado” a tiro
de pistola. Cae en un montón de
cadáveres y, vuelto en sí, logra
zafarse del carro que los llevaba
al horno crematorio. Tuvo la
suerte de poder escapar, ser aten­
dido y salvarse.
Fue creado obispo en el pre­
ciso momento de las persecucio­
nes del nuevo régimen. Condena­
do a veinticinco años de cárcel
por el delito de “alta traición” y
por “espionaje en favor de una
potencia extranjera” (el Vatica­
no), y amnistiado luego, trabajó
como peón, albañil y barrendero.
En 1968, durante la “primavera
de Praga”, recupera sus derechos
civiles y reemprende su respon­
sabilidad episcopal. En 1969 Pa­
blo VI lo nombra cardenal “in
pectore” y lo hace público en
1973. Muere en 1974, deshecho
por la ímproba lucha sostenida
en defensa de los derechos de la
Iglesia.

“No sé si tenemos que llorar
o, más bien, dar gracias al Señor.
Porque ha muerto un mártir, que
ha dado testimonio de su amor a
su Señor y a su rebaño”. Estas
palabras las pronunció el carde­
nal Raúl Silva Henríquez, salesiano de Chile. También él llamado
a vérselas con los poderosos, con­
testado y discutido, pues tanto
los de izquierdas como los de de­
rechas lo quisieron de su parte,
mientras él ha elegido estar con
su Señor y con su rebaño. El es
el pastor que ha repartido las tie­
rras de su diócesis a los campe­
sinos y que explica a los niños
lo que es un cardenal: “Es un padrecito que quiere ser bueno y
que el Señor, por medio del San­
to Padre, le ha confiado el cuida­
do de su Iglesia y para eso tiene
que tener la bondad de un niño ”.
DOS HACIA LOS ALTARES
Dos obispos salesianos están
camino de los altares. Uno, el
misionero Mons. Luis Versiglia

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA

B*ca "San Marcos". Primara antraga; 100.000 pts.
Baca "Bibiana". Nuava antraga: S.OOO- Total: 35.000 pts.

INSPECTORIA DE BILBAO
Baca
Baca
Baca
Boca
Bsca
Baca
Baca

'Mam á M argarita'. L. Callada. Pamplona. N. a.; 250. Total: 40.600 pts.
"José Puartas*. AA. AA. Dausto. N. a.: 2.200. Total; 20.700 pts.
"María A uxiliadora". III. Archicofradla. Baracaldo. Total: 5.000 pts.
"Vocaclonas". AA. AA. VIgo. Total: 45.000 pts.
"Vocaclonas". Una davota da María Auxiliadora". Total: 200.000 pía.
"Vocaclonas". Una davota da María Auxiliadora. Total: 10.000 pts.
"D. José María Talbo". N. a.: 3.000. Total: 30.000 pts.

in s p e c t o r ía

DE CORDOBA

Baca "María Auxiliadora". Santa Cruz da Tansrlfa N. a.: 10.000. Total: 110.000 pts.
Baca ‘ Vlrgan dal Pino". Las Palmas. N. a.: 5.000. Total: 23.000 pts.
Baca "M isionara*. LInaras. N. a.; 25.000. Total: 55.000 pts.

INSPECTORIA DE LEON

Baca "San A ntonio". VIgo. Familia Casado Rumboa. N. a.: 1.000. T.: 61.000 pts.
Baca "P. Flladalfo Arca". VIgo. N. a.: 13.000. Total: 46.000 pts.
Baca "Baato Migual Rúa". VIgo. N. a.; 3.000. Total: 83.000 pts.

INSPECTORIA DE MADRID
Baca
Baca
Baca
Baca

"Viajaras Salaslanas". N. a.: 10.000. Total: 160.000 pts.
'Fam ilia Francia". N. a.: 1.000. Total; 70.000 pU.
‘ M. A. L " N. a.: 1.000. Total: 100.000 pU.
‘ Marcadas Cruzado". N. a.: 3.000. Total: 126.000 pts.

INSPECTORIA DE SEVILLA
Baca ‘ S. José y S. A ntonio". {Familia Pardo. Savilla). N. a.: 6.000. T.: 26.000 pts.
Baca "María Auxiliadora". Arch. Cádiz. N. a.: 1.000. Total: 101.000 pts.

INSPECTORIA DE VALENCIA
Baca "Juan Manual*. Oofla Carman Qómaz. Total: 50.000 pts.
Baca "Vlrgan dal Pilar*. N. N. da Zaragoza. Total: 100.000 pts.

21

Naelón

Nombra y apollldo

Pecha nae.

Nembram.

Sérvelo

AROINTINA

Mlguol Angal Alemán
Víctor Bonamin
Santiago Da Navarai
Guillermo Leader
Argimiro Moure
Carlee Pérez
Eugenio Peyrou
Mario PIcchi
Miguel RaapantI
Andrée Sapalak

1922
1909
1915
1913
1921
1907
1913
1915
1904
1919

1968
1960
1961
1975
1975
1957
1964
1970
1957
1961

Obispo de Rio Gallegos
A uxiliar de Buenos Aires y Provicario Castrense
Obispo de Neuquén
A uxiliar de Buenos Aires
Obispo de Comodoro Rlvadavia
Arzobispo de Salta
Antes Ob. de Comodoro Rlvadavia (renunció en 1974)
A uxiliar de La Plata
Obispo de Morón
Exarca para los Ucranianos

BOLtVtA

Jenaro Prata

1923

1960

A uxiliar de La Paz

BRAStL

Miguel Alagna
Edvaldo Amaral
Antonio Barboaa
Antonio Campelo
Orlando Chavea
Juan Bautista Coata
Miguel O'Averea
Camilo Faresin
Juan MarchesI
Ladislao Paz
Bonifacio PIccInInl
Juan Resenda
Onofrio Rosa
Antonio Sarto

1913
1927
1911
1904
1900
1902
1915
1914
1889
1903
1929
1910
1924
1919

1667
1975
1958
1950
1946
1946
1962
1954
1962
1955
1975
1952
1970
1971

Prelado de Rio Negro
A uxiliar de Aracayú
Obispo de Campo Grande
Antas Obispo de Petrollna (renunció en 1975)
Arzobispo de Culabá
Prelado de Porto Velho
Prelado de Humaltá
Prelado de Qulratinge
Antes Obispo Coadjutor de Rio Negro (hoy en Italia)
Obispo de Corumbá
Arzobispo de Cuiabá
Arzobispo de Bahía Blanca
Obispo Coadjutor de Ubetlandla
Obispo Coadjutor de Porto Velho

CHILE

Tomás González
Raúl Silva

1935
1907

1974
1959

Obispo de Punta Arenas
Cardenal Arzobispo de Santiago

CIUDAD
DEL VATICANO

Resallo Castillo
Antonio Javierra

1922
1921

1973
1976

Secretario S. C. para la revisión del Derecho Canónico
Arzobispo Secretario S. C. para la Educación Católica

COLOMBIA

Jesús coronado

1916

1973

Obispo de Girardot

ECUADOR

Ernesto Alvarez
José Pintado
Cándido Rada

1925
1903
1905

1967
1958
1945

Arzobispo de Cuenca
Vicario Apostólico de Méndez
Obispo de Quaranda

EL SALVADOR

Podro Aparicio
Arturo Rivera

1908
1923

1946
1960

Obispo de San Vicente
A uxiliar de San Salvador

ETIOPIA

Sebhatlaab Workú

1919

1971

Eparca de Adigrat

HONDURAS

Héctor Santos

1916

1958

Arzobispo de Tegucigalpa

1932
1925
1919
1895
1932
1892
1906

1973
1973
1964
1934
1970
1939
1961

Obispo de Kohima-Imphal
Obispo de Krishnagar
Arzobispo de Shillong-Gauhatl
Antes Arzobispo de Shlltong (hoy en Italia)
Obispo de Olbrugarh
Antes Obispo de Krishnagar (renunció en 1969)
Administrador Apostólico de Tura

INDIA

Abraham Alangimattathll
Mateo Barol
Humberto D'Rosarlo
Esteban Ferrando
Roberto Kerketta
Luis La Ravoira
Orestes Marango

MEXICO

Braulio Sánchez

1922

1970

Prelado de los MIxes

NICARAGUA

Miguel Obando

1926

1966

Arzobispo da Managua

PARAGUAY

Angel Muzzolon
A lejo Obelar
Ismael Rolón

1898
1915
1914

1946
1969
1965

Antea Vicario Apostólico del Chaco (dimite en 1969)
Vicario Apostólico del Chaco Paraguayo
Arzobispo de Asunción

PERU

Otonlel Alcedo
Julio González
Emilio Vallebuona

1913
1923
1930

1953
1959
1975

Arzobispo de Ayacucho
Antes Obispo de Puno (dimite en 1672)
Auxiliar de Piura

POLONIA

Antonio Baranlak

1904

1951

Aizobisbo de Roznan

REP. DOMIN.

Fablo RIvas

1932

1976

Obispo de Barahona

TAILANDIA

Pedro Cerratto

1912

1951

Obispo de Surat ThanI

URUGUAY

José Qottardi
Orasles Nuti
Andrés Rublo

1923
1919
1924

1972
1960
1968

A uxiliar de Montevideo
Obispo da Canelones
Obispo de Mercedes

VENEZUELA

Enzo Ceccaralli
Frartcisco Iturrtza

1916
1903

1974
1939

Vicario Apostólico de Puerto Ayacucho
Obispo de Coro

ZAIRE

Francisco Lehaen

1906

1959

Antes Ob. de Sakanla (dim ite en 1973). Hoy en Bélgica

22

(1873-1930), martirizado en Chi­
na por impedir que unas jóvenes
de k misión cayeran en manos de
piratas sin escrúpulos. Sólo hace
unos meses, la Sagrada Congrega­
ción para las causas de los san­
tos ha reconocido oficialmente
su título de mártir,
Y Monseñor Luis Olivares
(1873-1943). Quiso ser salesiano
para dedicarse a los jóvenes y, en
cambio, fue primero párroco y
después obispo. Impresionante fi­
gura ascética, dijo de él su mé­
dico poco antes de su muerte:
“Hombres como éste pueden pre­
dicar el Evangelio con k preten­
sión de que todos lo escuchen,
hasta los mismos no creyentes”.

SOBRE TODO. MISIONEROS
¿Qué hacen los 61 obispos salesianos actuales? Aparte los odio
dimisionarios por e ^ d o por sa­
lud, unos 41 tienen k responsa­
bilidad de una diócesis o de un
territorio de misión. Otros diez
son obispos auxiliares. Y otros
dos están en Roma colaborando
con d Santo Padre en las Congre­
gaciones romanas.
Es significativo que casi todos
estos obi^ios salesianos estén en­
tregados por completo, si no di­
rectamente en las misiones, al me­
nos en el corazón del Tercer
Mundo. Bajo su responsabilidad
caen los 16 territorios en misión
que la Santa Sede ha confiado a
la Congregadón Salestana: 9 en
América Latina y 7 en Asia, con
una superfide equivalente a tres
la de España y con veinte millo­
nes de habitantes.
Por otra parte, son hombres
encamados en d pueblo. Monse­
ñor Carretto, por ejemplo, ape­
nas puede, se mezcla entre k gen­
te. Ha aprendido k lengua y k

sabe mejor que muchos tailande­
ses y se sabe al dedillo la histo­
ria y la cultura d d país y está al
corriente de tcxlos los acontedmientos.
De sencillos misioneros han
pasado a ser obispos. Pero su vi­
da no ha cambiado de estilo. De
regreso a los ambientes dvüizados parece que hasta se les ha ol­
vidado vivir. Monseñor Pasotti
viaja en un vagón de tercera. Se
le acerca el revisor: “Excelencia,
no es muy digno que digamos
que un obispo...” “Tiene razón,
pero yo no soy obispo como los
demás: yo soy un pobre obispo
misionero”. A mediodía se saca
de k bolsa su bocadillo, y k gen­
te acude enseguida a darle algo
mejor,
¿Sienten d peso de la respon­
sabilidad? Naturalmente, pero

— contesta por tcxlos el cardenal
Silva— “yo k comparto con
Dios”.
OBISPOS AUTOCTONOS
“ ... Durante los años de la Se­
gunda Guerra Mundial, yo era un
chiquillo en la escuela de k mi­
sión salesiana de Tezpur, en
Assam. Era la fiesta de Don Ros­
co. Monseñor Ferrando llegó a
nuestra clase a hacernos una vi­
sita. Y comenzó a hacernos pre­
guntas: “ ¿Qué es lo que tú de­
seas llegar a ser en la vida?” Las
respuestas eran de todos los co­
lores, Cuando llegó mi tumo, res­
pondí muy serio: “Yo quiero ser
obispo”. Monseñor Ferrando no
soltó la carcajack. Me puso la ma­
no en la cabeza y me dijo: “Está
bien. Lo serás”.

Don Ricceri da un abrazo a Mona. An­
tonio Javiorre en el día de la c<m$8gración episcopal del arzobispo sale­
siano.

23

L O S 113
O B IS P O S
DON BO SC O

Aquel chaval, negro como un
grano de café tostado, hijo de
una pobre familia de braceros ha
llegado a ser obispo. Se llama
Monseñor Roberto- Kerketta y sir­
ve a la diócesis de Dibrugarh:
125.000 kilómetros cuadrados,
cuatro millones y medio de habi­
tantes, de los que apenas son ca­
tólicos unos 76.000. Por ahora.
Pero Monseñor Kerketta no es
caso único de los que han pasado
de la tribu a la escuela salesiana
y a la suprema responsabilidad de
su pueblo. Ahí están Monseñor
Baroi, Monseñor Alangimattathil... Estos obispos indígenas
son la prueba del nacimiento de
una Iglesia nueva y joven capaz
de una gestión propia y dispues­
ta a afrontar el porvenir.

da una profunda unidad de pro­
yectos y realizaciones. En enero
de 1976 invitó el Rector Mayor
a 23 obispos misioneros para un
encuentro en Roma. Provenían
de la India, Brasil, Paraguay, Chi­
le, Ecuador, Etiopía, México, Tai­
landia y Venezuela. Como dóciles
escolares, sufrieron las inaguanta­
bles sentadas de estudio. “Esto es
peor que siete leguas a lomo de
muía en la selva”, dijeron algu­
nos. Pero lo que más les apasionó
fue la profundización de los “as­
pectos específicamente salesianos
de las misiones”.
Era la primera experiencia de
este tipo de reuniones. Todos
concluyeron con la persuasión de
que “la Congregación Salesiana
no abandona a sus hijos que han
llegado a obispos”.
También es verdad que la Congre­
gación, en cierto sentido, los pier­
de cuando la Santa Sede los lla­

ma a e s ^ servicio. Pero su resig­
nación se transforma en alegría,,
como los padres que ven a sus
hijos dejar la casa paterna cuan­
do marchan a fundar una nue­
va familia.
Pero los lazos de unión perma­
necen. “Obispo sí, pero siempre
hijo de Don Bosco”, ha dicho uno
de ellos en el encuentro de Roma.
Y Monseñor D ’Rosario, en su
saludo de despedida al Rector
Mayor, le ha dicho en nombre de
todos, el sentido de extravío que
experimentarían excluidos de la
Familia Salesiana. Y ha contado
la historia del niño indio siempre
pegado al “sari" de la madre. Un
desdichado día se pierde. Y va
dando vueltas por todas partes y
preguntando a todos: “¿Habéis
visto por algún sitio a mi madre
sin m í?”. •
ENZO BIANCO

OBISPO SI. PERO..
El caso es que, a pesar de ser
obispos, obligados por ello a vi­
vir lejos de las comunidades salesianas, ellos mismos son los pri­
meros en sentirse hijos de Don
Bosco en todos sus efectos.
Por lo demás, sobre todo si
son misioneros, los obispos en­
cuentran en las obras salesianas
el nervio de sus diócesis. De he­
cho, casi todos los salesianos cons­
tituyen en su mayoría el clero
de su territorio. Así sucede, por
ejemplo en la Patagonia en la que
todo sacerdote es forzosamente
saiesiano.
En realidad, entre los obispos
salesianos y la Congregación se
24

El cardenal Trchta, rodeado de muchachos de Valdocco, en una de las
últimas visitas que hizo a la Casa Madre.

LAJMAFIA"

Isla de Coloane donde el P. Cayetano cuida del lazareto «Nuestra Señora de los Dolores»,
junto al mar.

Es una delicia charlar con don
Cayetano Nicosía: sus sesenta y
dos años jóvenes son arrolladores:
está vivo... ¡eso, vivo!
Hay vida en su cuerpo menudo
de siciliano nervioso y hablador, el
dolor de sus 100 leprosos chinos
le ha hecho madurar y dar frutos
de amor inmenso y de esperanza
en Dios.
Vida en sus manos, en sus ojos
(¡los ojos del P. Nicosía!). Vida en
su voz, queda, queda, que se va
pagando suavemente hasta ha>
ceise confidencial, misteriosa, casi
conspiradora, muy propia de la
mafia siciliana... blanca, la maña
blanca del P. Nicosía.
— Alce la voz, por favor, que el
magnetofón no alcanza a grabar.

Es él quien lleva la conversación
por donde quiere. Yo he renuncia*
do desde el principio a s ^ u ir el
orden de preguntas que había pre*
parado.
Es un narrador nato, brillante: en
los luminosos atardeceres orienta­
les de la isla de Coloane, a 13 ki­
lómetros de Macao, allá, a la orilla
del mar de la China, el P. Nicosía
rodeado de sus leprosos, grandes y
chicos, debe ejercitar su arte na­
rrativa contando historias sicilia­
nas de santos y héroes, de monta­
ñas y bandidos justicieros...
... ¡historias de Dios!, porque el
P. Nicosía tiene, sobre todo, vida
en el alma.

¿Dónde habíamos quedado?
Tenía yo veintidós años cuan­
do fui enviado a Hong Kong, el
año 1935. He pasado cuarenta
felicísimos años, cargados de ale­
grías y trabajo, en China, Hong
Wong y Macao: de estos años,
los catorce últimos he vivido en
el lazareto de (Doloane.
Macao, Coloane y...
Y Taipa. Son tres islas unidas
y separadas. A Macao la separa
de la China un istmo de 300 me­
tros en el que está “A Porta do
cerco". En un extremo del istmo
hacen guardia los soldados Chi­
nos, y en el otro, los portugueses:
todo muy “igual”... excepto que
la bandera china domina sobre un
25

mástil por encima de la bandera
portuguesa. Macao es —lo afir­
man los chinos... un territorio
chino administrado por Portugal,
y esta solución interesa en espe­
cial a China.
Macao tiene 6,5 kilómetros
cuadrados y 300.000 habitantes.
Hay una comunidad de 16 salesianos, a la que pertenecemos los
3 salesianos que trabajan con el
padre Acquistapace en un extre­
mo de la isla de Coloane, y yo,
que vivo en el lazareto “Virgen
de los Dolores”, en el otro extre­
mo de la isla.
Taipa, en el medio, tiene 5 ki­
lómetros cuadrados y 6.000 ha­
bitantes: está situada entre Ma­
cao, a la que se va por un puen­
te moderno de 3 kilómetros, y

Coloane, unida por una carretera
de tierra apisonada de 2,1 kiló­
metros sobre el mar, que no tiene
apenas profundidad. Coloane tie­
ne 8 kilómetros cuadrados y
4.000 habitantes.
y en Coloane está el lazareto...
El lazareto “Virgen de los Do­
lores” alberga ahora unos 100 le­
prosos, de los que el 90 por 100
son católicos. Hace muchos años
que funcionaba como una entidad
religioso-estatal: en 1930 se ha­
bían edificado cinco casitas in­
dependientes, y más adelante, dos
pabellones para hombres y mu­
jeres.
Eran atendidos esporádicamen­
te por algún sacerdote que los vi­
sitaba y prestaba algunos servi­

cios religiosos. También los Sale­
sianos atendieron algima vez a es­
tos leprosos: don Luis Montini,
misionero salesiano y primo her­
mano del Papa Pablo VI, sal­
vó muchas vidas durante la gue­
rra procurando alimentos y ves­
tidos: precisamente en memoria
del padre P. Montini, muerto
más tarde en Brasil, quiso el Pa­
pa que se construyera la hermosa
capilla actual, que él subvencionó
por completo.
En 1963 me envió el padre
Inspector a Coloane para dedicar­
me a esta obra me apasionó des­
de el principio.
El ambiente que encontré era
de una pobreza humillante en sen­
tido espiritual y moral. La deses­
peración, los suicidios, sobre to­
do de las muchadias... Faltaba
la fe, la justicia; faltaba alguien
en quien confiar.
Con paciencia y cariño logré
que fuera cambiando el lazareto;
se puede decir que en dos años se
notó un cambio completo. Antes,
nadie se atrevía a poner el pie
allí: había suciedad por todas par­
tes, faltaba todo, hasta los cami­
nos; estaba, además, prohibido
visitar el lazareto: sólo el sacer­
dote podía acercarse...
Ahora todo aquello es agua pa­
sada: ellas mismos, los leprosos,
están orgullosos de su “poblado”
que han embellecido con su tra­
bajo de cada día: con la nueva
iglesia y la carretera asfaltada por
ellos mismos, con la repoblación
forestal — más de 3.000 pinos—
que ellos han plantado, con los
jardines siempre llenos de flores,
con las rosas que son una verda­
dera maravilla en esta isla, la co­
lonia ha llegado a ser meta de tu­
ristas y curiosos de todo el mun­
do.
¿Cuál ha sido el factor prinápal de esta transformación?

El Padre Cayetano bautiza a uno de
los pequeños, hijo de leprosos.

El Padre Cayetano, rodeado de ni­
ños hijos de leprosos, en la isla de
Coloane. Claro que esta foto ya tie­
ne unos pocos años y estos cha­
vales tendrán su puesto de trabajo
en Macao...

No sé... Todos: ^ amor, el
acercarse a su dolor, el que ellos
han visto que se les ama, Dios
amigo, el estímulo que se ha sus­
citado en ellos... Ah, y sobre to­
do la esperan2a: £1 que era re­
cluido en Coloane sabía que te­
nía sobre su cabeza una sentencia
de muerte a plazo más o menos
fijo; aquello de “lasciate ogni speranza voi che entrate”. En estos
catorce años han salido de aquí
50 leprosos totalmente curados:
han vuelto a la sociedad, a la fa­
milia. En la colonia “Virgen de
los Dolores” aprendieron im ofi­
cio y a andar por la vida con dig­
nidad. Hoy hay varios de nuestros
enfermos que están ganando 200
dólares al mes en Macao, que no
es poco para el clima de pobreza
que reina en la ciudad.
¿Quién le ayuda, P. Nicosta?
Muchos. Con limosnas y ayu­
das materiales, innumerables ami­
gos del lazareto que nos solucio­

nan casi todos los problemas
(también el gobierno de Macao).
Con oraciones y cartas de ánimo
muchas personas buenas.
Y con su ayuda personal, en
primer lugar dos formidables jó­
venes Voluntarias de Don Bosco,
que en el secreto de su consagra­
ción a Dios, hacen una vida sacri­
ficada y ejemplar, que sólo por él
se puede soportar: asisten, con­
suelan, ayudan a este centenar de
hermanos y hermanas que, gra­

— Antes se venía al lazareto de Coloane con una convicción: cPerded toda esperanza de salir». Ahora se sabe que esto es un
hospital del que se puede salir curado.
— Los suicidios, sobre todo de mudiachas, eran frecuentes.
— Esta es nuestra vida en el lazareto, la vida de cada día: una
vida apasionante y hermosa de verdad.
— P. Nicosía, ¿qué haría usted si tuviera ahora v ^ tlc ln c o años?
—Pues, lo mismo que voy a hacer a mis sesenta y dos: v o lv ^
a Coloane.
— Hemos c(»vertido el lazareto en un lugar de oración.
— Nada de maña siciliana: nadie se presenta voluntario para la
candidatura de alcalde
obispo de Ccdoane. Bueno, una ma­
fia blanca, si quiere...
— Y IMos, nos ayuda Dios, sobre todo.
— A las 8, café con leche y dos panecillos.

das a ellas, viven una vida cris­
tiana de altura, en la oradón, en
el ofrecimiento de sus dolores, en
el trabajo; han conseguido en los
enfermos en espíritu de alegría
inmensa porque les han hecho
sentirse útiles a la humanidad. .
¿Han conseguido o '"hemos”
conseguido, P. Nicosia?
...y ellos mismos, los lepro­
sos, nos ayudan los mismos lepro­
sos: a veces, ya curados, prefie­
ren quedarse con nosotros, por es­
píritu de apostolado y también
porque sus rostros y sus manos
han quedado desfigurados. Es
una ayuda impresdndible.
Pero usted está en el centro:
es el alcalde del lazareto.
Y también, dicen malas len­
guas, soy el Obispo de Cíoloane.
Eh, ¡qué quiere!...
La ‘"mafia” siciliana ocupando
los puestos del poder...
Es muy fácil: para esos pues­
tos no hay competencia en Gdoane. ¡Mafia blancal Bueno, entre
los que me ayudan, cuento en pri­
mer lugar al buen Dios.
¿CuM es en la actualidad el
problema más fuerte para usted
en Coloane?
27

No sé, no tengo problemas...
Tal vez que vivo solo, a 12
kilómetros de la comunidad salesiana de Macao a la que perte­
nezco, y a la que visito casi todos
los días, porque hay días que de­
bo hacer hasta seis viajes a Ma­
cao para comprar todo lo necesa­
rio al lazareto: Entre enfermos y
niños del asilo de Ka-Ho, a un
kilómetro de la colonia, se juntan
para comer cerca de 350.
¿Y su mayor alegría?
Que los enfermos y los niños,
toda la gente, corresponden... y
me quieren y que hemos con­
vertido el lazareto en un lugar
de oración.
¿Cómo se desatolla una jorna­
da suya en Coloane?
Me levanto a las 5T5; rezo el
breviario, hago meditación; a las
7T5 digo misa y hago una pe­
queña catcquesis a todos los que
vienen voluntariamente: suelen
•ser muchos. Los domingos asis­
ten todos, incluidos los budistas,
que se han querido sumar volun­

tariamente a la.liturgia de los ca­
tólicos.
A las 8, café con leche y dos
panecillos. Luego doy una vuelta
por el poblado. A las 9 voy a
Macao con un viejo coche japo­
nés de gasoil (que nos regala el
gobierno), hago la compra y vuel­
vo enseguida. Luego trabajo con
ellos en la carretera, en la plan­
tación de pinos, en el campo. Cho­
rno, y dedico la tarde a visitar en­
fermos, hacer de enfermero,
acompañar al médico en su visita
al lazareto, pasar por la cocina,
por el asilo del cercano pueblo de
Ka-Ho, escribir cartas... (escribo
miles de cartas), doy clase de in­
glés, algunas charlas a las maes­
tras y a las Voluntarias de Don
Bosco; no sé, siempre hay algo
que hacer. Y paseo por la orilla
del mar...
¿Sabe?, estos días, aquí en Ro­
ma. me falta el mar: no puedo
dormir sin el suave rumor de las
olas en la playa de Coloane. El
paisaje de Coloane es... un pri­
vilegio.

Dos jóvenes
del lazareto
«Virgen de
ios Dolores»
de Coloane.
El Padre
Cayetano
parece que
los ha
echado
a rodar
por la vida,
y no van
andando,
por cierto...

Ya me ha arrastrado otra vez
detrás de sus sueños, P. Nicosía.
¿Cómo termina su jornada?
Ah, sí. Breviario, lectura espi­
ritual, cena, oraciones y...
Y televisión: ¿la tienen en Co­
loane?
¡Claro! ,
Perdón, hombre.
Pero no la veo: estoy ya muy
cansado al final del día y me voy
a dormir a las 10’30, después de
dar la última vuelta por el po­
blado.
¿Qué programa tiene para el
futuro del lazareto?
Mejorar los métodos para ali­
viar el dolor de los leprosos, para
darles más confianza en Dios y
en sí mismos con el fin de que
se sientan integrados en la socie­
dad, como los demás hombres. Y
lograr que sean muchos más los
que nos abandonen... los que se
marchen curados del todo.
¿Y el futuro de la Congrega­
ción de Don Bosco?
Lo veo con optimismo: con to­
do el optimismo.
Dígales algo a los Salesianos
que asistirán al próximo X X I Ca­
pítulo General, dentro de unos
meses.
Ah, que den impulso a las
obras entre los más pobres, los
muy pobres. Esta es la solución
vocacional: proponer un ideal ge­
neroso y difícil; los (diicos de
Europa no se entusiasman dema­
siado en la actualidad por las
obras “normales” de nuestros co­
legios; en cambio, la dimensión
misionera es la esperanza vocacio­
nal de la Congregación.
¿Cómo ha encontrado usted a
Europa a la vuelta de su mundo
de pobreza?
Cada vez más alejada de Dios...
P. Nicosía, ¿qué haría usted si
tuviera de nuevo veintidós años?
Lo que voy a hacer a mis se­
senta y dos: volver a Coloane. •
JESUS MARIA MELIDA

'''^ {O P ER A C IO N SALESIANA Y TERCER MÜKiDO
'•“

“ 5

SONAR
CON
LOS
OJOS
ABIERTOS
A los misioneros les crecen los ojos de soñar. Y las manos también se les hacen más
largas. Y es que las estiran mucho para pedir lo que sueñan despiertos, porque la realidad
es muy corta para sus sueños largos.
He aquí unas preciosas cartas de un misionero en tierras amazónicas. Alargó sus ma­
nos, recibió y agradece.
Pero conviene decir que el amor también ensancha el corazón de los que dan...
Cartas como éstas nos hacen ver cómo, desde lejos, podemos hacer que sean reali­
dad los sueños del misionero...

Aspiraníado Scdesiano
Sao Domingos Savio
Ananindeua —Belém— (Brasil)
Estimado amigo:
Un cariñosísimo saludo desde
este lejano rincón de la región
amazónica. Y mil disculpas por
tener que molestarle nuevamente
solicitando el auxilio de los Co­
operadores.
La verdad es que no salí muy
animado cuando estuve en Ma­
drid, pues llegué a la conclusión
de que no eran muchos los me­

dios disponibles o que la finali­
dad vocacional no estaba entre
las motivaciones más válidas. Por
eso, dominado por esta impresión,
no insistí.
Pero lo cierto es que el pro­
blema es muy grave, diría de vida
o muerte, pues cada año vienen
menos salesianos de fuera, y en
toda la Inspectoría no llegan a
una docena los de la región ama­
zónica. Claro que, con un total
de treinta aspirantes en todos los
cursos sumados, y una casa sin
condiciones para mantenerlos, las

esperanzas de mejorar no pueden
ser muy halagüeñas.
Muestro Inspector hace lo que
puede, pero en una Inspectoría
en que la mayor parte de las ca­
sas son centros misioneros nece­
sitados de todo, imagine...
A pesar de eso, este año está
renovando el tejado, que parecía
una regadera (y en esta región
que difícilmente pasa un día sin
lluvia...) y las duchas, pues de­
bíamos aprovechar el agua de la
lluvia o del riachuelo cercano...
Paitarían mil cosas más, todas
29

esenciales para poder aceptar más
alumnos, como la cocina separa­
da y en una casi cabaña, y mejo­
rar la capilla o rechacer el pórtico
con tejas de uralita más decentes.
Y el prehistórico fogón de leña, y
la Máquina de lavar, y los libros
de texto antediluvianos, y el ma­
terial catequético, y las judias y
el arroz de cada día, y algún ve­
hículo para cargar las compras y
que llegue más lejos que la bici­
cleta...

SOÑAR
CON
LOS
OJOS
ABIERTOS

Para que tenga alguna idea de
los precios de aquí en dólares,
por si hubiera alguna posibilidad:
Un nuevo edificio para la coci­
na, la lavandería y los comedores
saldría por unos 30.000 dólares;
un nuevo pórtico con vigas de
chapa de hierro y tejas de uralita
costaría unos 7.000 dólares; una
furgoneta, 4.300 dólares; una be­
ca anual para mantener un alum­
no, 300 dólares...
Discúlpeme si sueño con los
ojos abiertos o dejo de vagar la
fantasía una vez en la vida. Fra­
casé en la misión indígena por no
hacerlo, mientras que mis com­
pañeros holandeses, italianos, ale­
manes... sabían arreglárselas di­
vinamente recibiendo ayuda.
No sé si por cortedad o amor
propio nunca pedí nada a nadie,
y no estoy arrepentido... Pero es­
to de las vocaciones es algo serio

y, aunque me cueste, lo estoy in­
tentando, pues angustia ver cómo
trabajamos tan poco y mal con
algo tan sagrado y esencial para
la Congregación y el futuro de
la Iglesia en el Amazonas.
Bueno, ni necesita responder­
me, si nada es posible, o si no
digo más que tonterías. Basta que
nos tenga presentes en sus inten­
ciones para que sepamos hacer lo
que podarrtos con lo que tenemos.
Sin más, saludos a todos nues­
tros mutuos amigos y conoádos.
Afmo. en Don Bosco,
P. JUAN AMORETTI

RESPUESTA AGRADECIDA
Después de haberle enviado el
correspondiente donativo a la de­
manda, el misionero se dejó caer
con otra carta de agradecimiento.
Una carta abierta para todos los
lectores...
Querido amigo:
Un fuerte y cariñoso abrazo
juntamente con la gratitud de
nuestra comunidad y alumnos.
Discúlpeme por no haberle res­
pondido inmediatamente comuni­
cándole el recibimiento de la ge­
nerosa ayuda de los Cooperado­
res, asi como nuestra alegría y
agradecimiento. Y más, sabiendo
que somos una excepción entre
los destinatarios de la caridad de
sus buenisimos amigos. Tal vez,
porque no conocen bien a los que
se benefician de nuestro trabajo
educativo y apostólico: comuni­
dades y familias numerosas, «muito humildes», incapacitadas de
poder educar a sus hijos por las
enormes distancias, el aislamiento
y la pobreza más absoluta.
Sentí también el calor de la
solidaridad hispana y un poco de
vanidad delante de los que nos
disconsideran. Que Dios me per­
done.
Claro está que les recordamos
expresamente en nuestros diálo­
gos con el Señor. Y yo, de modo
especial, muchas veces en la Euca­
ristía. Les estoy enviando tam­
bién varios calendarios brasileños
con las felicitaciones de Navidad.
Con mi gratitud y recuerdo,
siempre afectísimo en Don Bosco,
P. JUAN AMORETTI

RECIPE (Bnw il): El saleslano coad­
jutor, Sr Pantilo Lira, «medalla de
oro», entre loe aspirantes a salesianos coadjutores.

30

nuestra Srat
Algeciras: Muy agradecida a Ma­
ría Auxiliadora a quien siempre in­
vocamos con gran fervor esperando
recibir nuevas gracias, enviamos
una limosna para las Misiones Salesianas. Familia Enríquez Cardona.
NN.: Pido a María Auxiliadora, a
Don Bosco y a Domingo Savio la
salud para poder atender a mis de­
beres. Agradecida por favores reci­
bidos, envío unos donativos. Sor
Angeles Sánchez de la Plaza.
Orense: Envío un donativo para el
Tercer Mundo y agradezco a María
Auxiliadora unos favores recibidos,
principalmente el haber salido bien
de una operación. O. V.
Madrid: Agradecida a María Auxi­
liadora por muchos favores recibi­
dos, doy un donativo para las nece­
sidades más urgentes. Emilia Blázquez.
Madrid: Doy gracias a María Auxi­
liadora por la curación de mi sobri­
na Rosario González. Hago público
mi agradecimiento en nuestra revis­
ta. Julia González Esteban.
Posadas: Doy gracias a María
Auxiliadora por favores recibidos y
envío una limosna. N. N.
Salamanca: Me encomendé con
toda confianza a San Juan Bosco a
fin de resolver un asunto que tenía
pendiente. Doy las gracias por el
favor recibido y envío una limosna
para sus misioneros. E. M.
Barcelona: Se encontraba mí hi­
ja en una difícil situación con un
ataque que nos inquietó a todos.
Envío una limosna a María Auxilia­
dora, suplicándole nos proteja. Joa­
quina M.
N. N.: Sufrió una amiga mía un
accidente gravísimo de circulación.
Nadie esperaba que hubiera super­
vivientes al ver el estado en que
quedó el coche. Empecé una nove­
na a María Auxiliadora. Estuvo en
coma durante un mes. Decidieron
operarla de nuevo y la encomendé
a la Virgen. Después de tres me­
ses, hoy se encuentra bien, por lo
que le doy las gracias por éste y
otros muchos fanmres. N. L C.

Cañizo (Zamora): Dan gracias a
María Auxiliadora y envían una li­
mosna por favores recibidos: Ar­
gelia Raposo y Josefa González.
Coñizo (Zamora): Agradecida por
haber salido bien de una operación
mi hija, envío una limosna. Oliva
Barrera.
Cañizo (Zamora): Por haber salido
bien de una operación, doy gracias
a María Auxiliadora y envío un do­
nativo. Anisia González.
Las Palmas: Una familia vecina se
encontraba angustiada por la des­
aparición de su hija de tres años.
La buscaron por todas partes sin lle­
gar a encontrarla. Yo me encontra­
ba enferma y supliqué a María Auxi­
liadora que se aumentaran mis dolo­
res con tal de que apareciera la
niña. A la una de la madrugada la
encontraron a más de un kilóme­
tro de distancia, sentada en una tu­
bería. La vió un matrimonio y, al
ver que estaba perdida y sin saber
de quien era, la recogieron. Doy
gracias por éste y otros favores
recibidos y envía un donativo para
el Tercer Mundo. Maria Mellán Rodriguez.
Salamanca: Doy gracias a María
Auxiliadora por haber salido bien
de una operación un amigo. Cum­
plo mi promesa de publicarlo en el
Boletín Salesiano y envío una li­
mosna para las Misiones. Una Archicofrade de Maria Auxiliadora.
Valencia: Muy agradecida a Ma­
ría Auxiliadora por la mejoría, se­
gún los médicos milagrosa, de un
nietecito que nació ciego: y por fe­
liz resultado de una grave opera­
ción de mi hijo. Envío una limosna.
Carmen López de Larios.
Barcelona: Doy gracias anticipa­
das a María Auxiliadora y a San
Juan Bosco para la recuperación de
la salud de mi esposa María Luisa.
Envío una limosna. J. R.
Madrid: En agradecimiento a Ma­
ría Auxiliadora y a San Juan Bosco
por muchos favores recibidos, doy
una limosna. María Nieves Mur, viu­
da de Santesmases.

N. N.: Doy gracias a María Auxi­
liadora y San Juan Bosco por varios
favores recibidos, entre eiios, el ha­
ber evitado una operación que de­
bía sufrir. Envío una limosna de
agradecimiento. Adoifina M. de la
Fuente.
Guadaiajara: Doy gracias a María
Auxiliadora por el siguiente favor:
Tengo setenta años y tuve que ser
intervenida en el Hospital Clínico
de Madrid, donde se me amputó la
pierna izquierda hasta la mitad del
muslo el 19 de noviembre de 1976.
Al ir a rehabilitación para poder an­
dar con la pierna ortopédica, volví
a experimentar fuertes dolores en
la pierna amputada con hinchazón
de la misma. Todo se había dispues­
to para volver al Clínico, temiendo
una nueva intervención quirúrgica.
Con gran fe nos encomendamos a
María Auxiliadora y, la víspera de
volver a Madrid, inesperadamente
me vi totalmente curado, pudiendo
levantarme y andar prodigiosamente
con la pierna artificial. Martín Pradell Llorach.
Madrid: Envío una limosna en ac­
ción de gracias a María Auxiliadora
por el buen éxito de la operación
realizada a mi esposo, a pesar de
la edad avanzada del paciente. Se­
ñora de Chover.
Blanes (Gerona): Doy gracias a
María Auxiliadora por solucionarse
un problema que teníamos referen­
te a mi hija, pues era tan complica­
do que no sabíamos cómo salir de
él. Nos encomendamos a María
Auxiliadora como otras veces y to­
do se ha solucionado, le damos las
gracias y le pedimos que nos líbre
de todo mal y en estos momentos,
a mi hija en particular. Familia Mi­
randa.
A lb rtx^ Field. C. G.: Fui operada
hace tres años de un tumor malig­
no. en el mes de marzo fui someti­
da ha un examen médico y todo me
salió negativo, por eso doy gracias
a Dios por medio de María Auxilia­
dora y Don Bosco. G. M. Fmi>ez.

31

FUERON
Doña Benigna Garda Rodríguez t
el 22 de marzo de 1977, en Acebes
(León), a la edad de setenta y tres
años.
Fue una mujer sencilla, y al mismo
tiempo inteligente y sabia, que gus­
taba del saber humano y de las co­
sas de Dios.
Incansable en el trabajo al que
daba el sentido profundo de servi­
cio y ayuda a lod demás.
Fue una mujer buena en el pleno
sentido de la palabra; hablaba bien
de tocios; quería bien a todos-y ayu­
daba a cuantos sabía tenían nece­
sidad.
Su vida estaba animada de una
FE sencilla y profunda que la lle­
vaba a una íntima unión con Dios
en ios Sacramentos de la Confesión
y Comunión, recibidos con gran fer­
vor y frecuencia. La Eucaristía fue
el centro de su jornada hasta que
su última enfermedad le impidió
participar en ella.
Asimismo fue grande su devo­
ción a la Virgen Auxiliadora, como
lo demuestra la entrega generosa
que hizo a Dios de tres de sus sie­
te hijos, en la Congregación Salesiana, un. Salesiano y dos Hijas de
María Auxiliadora.
Doña Benigna, una vida llena, que
Dios recogió en plena madurez, pa­
ra unirla a El definitivamente.

Don NIcomedes Peres, Coopera­
dor Salesiano t en Salamanca el 4
de agosto de 1976. Conocí a don
NIcomedes el año 1949 al ser des­
tinado como Consejero a nuestro
Colegio de Atocha-Madrid. Tenía entonces un hijo en segundo de Co­
mercio. El desarrollo de la vida co­
legial promovía el contacto con los
padres de familia por diversas cir­
cunstancias. Esto me puso en bue­
nas relaciones con don NIcomedes.
Más adelante como director del
mismo colegio de Atocha en fun­
ción de cierta dirección espiritual
me hizo conocer mucho mejor a es­
ta familia.
Destaco en don NIcomedes su
profundo espíritu cristiano, empapa­
do de una gran fe y confianza en la

32

A

LA

CASA

DEL

divina Providencia; era un hombre
de Dios. Su vida ha estado entrela­
zada de dificultades y penurias y
siempre Dios y María Auxiliadora
eran el refugio para superar las
mismas.
Era un gran defensor de los va­
lores fundamentales tanto en cuan­
to al dogma como en cuanto a la
moral de la Iglesia.
Esposo y padre entregadísimo a
ios suyos. Su diversión siempre
fueron vivir y convivir con su espo­
sa e hijos; los espectáculos no le
interesaban.
Se ha sentido siempre, siempre
salesiano y como tal fue un traba­
jador colosal y santificando dicho
trabajo en la tarea temporal de
Renfe. Ha sido un hombre incapaz
de tener enemigos y sí, muchos
amigos. Vi todo el cariño y afecto
de sus compañeros de trabajo cuan­
do le impusieron la medalla de Oro
del Trabajo.
Encontró siempre una gran sere­
nidad de espíritu con la aceptación
de todo como venido de las manos
del Señor.
Todo lo disculpaba. Disminuía las
incomprensiones; las callaba para
no hacer sufrir a los suyos.
El porvenir de sus hijos fue santo
y seña de su existencia.
Era acogedor, afable y muy deli­
cado de trato; todo el que salía de
su casa se llevaba una gratísima
impresión.
He dicho antes que respiraba en
salesiano por todos los poros de su
ser y lo repito; con los principios
religiosos, morales y culturales del
colegio se fue abriendo paso en la
vida con gran tesón; el mismo re­
conocía y agradecía al Señor cómo
haya podido llegar a donde llegó
en su profesión con los escasos
conocimientos con que salió de! co­
legio para hacer frente a las nece­
sidades de su familia. El espíritu
de Don Bosco le empujaba siem­
pre. Los Superiores, entre ellos el
recordadísimo Monseñor Marcelino
Olaechea puso en él toda la con­
fianza. y éste supo salir defensor
de los intereses del colegio en los
momentos difíciles antes de 1936.

PADRE
Conservó en su casa como en
archivo precioso mil detalles salesianos; programas de fiestas, fotogra­
fías., asuntos de la Asociación de
Antiguos Alumnos, etc.
Se enroló en las filas de la Aso­
ciación de Cooperadores siendo
unos años presidente de la Asocia­
ción Local de Atocha. Esto le hizo
comprometerse más y más en los
valores salesianos.
Amante de María Auxiliadora por
demás; la pared de su hogar la lle­
na un hermoso y gran cuadro de
Marra Auxiliadora; la reliquia de
Don Bosco está colocada en un lu­
gar destacado y bien cuidado de la
casa.
Su casa es pequeña pero grande
por el espíritu que se vive dentro
de ella.
Murió mientras con su espora
doña Mercedes Coya hacía la No­
vena de María Auxiliadora; y en un
momento de la misma, como por
sorpresa entregó su alma al Señor
diciendo; «Me voy. que me llama
la Virgen».
Santiago Ibáñez

Don Severiano Barreales Caballe­
ro t en Villacintor (León), el día 9
de abril de 1977, a los setenta y
ocho años de ecfód.
Su muerte fue serena y tranquila,
como su vida. Tuvo la suerte de ser
asistido en los últimos momentos
espirituales por su hijo Rafael
(sacerdote salesiano).
Alma devota acudía diariamente
a la iglesia para participar de la
Eucaristía. La devoción a la Santí­
sima Virgen fue una herencia que
él recibió de sus padres y que
transmitió a sus hijos. El rezo dia­
rio del santo rosario en familia era
algo que tenía grabado en su alma
y que consideraba como medio de
mantener unida a la familia.
A los solemnes funerales celebra­
dos en la iglesia parroquial de Villa­
cintor acudieron numerosos familia­
res y amigos, juntamente con sale­
sianos venidos de diversas casas
de la Inspectoría de León.
Descanse en paz.

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1
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1977