BS_1889_01.pdf

Medios

extracted text
*\4_c1stfs~~~~~~~!~~~tJ~:.r.')~~~~~~~~~~ts_~~-~~,~~~~,~~~~,

~ -;-~0

IV.- N. l.

Sale una vez al mes.

i-O
L
ET
1
N
S
L
:t
-o~<.Gf

-

ENiR0--18891~

1 Ol

~~~*~**"*"*~c.~~~~$<$ocq~<$><$><+$$·~·~ ~

lnsJruyó al pueb.lo y diy~lgó todo lo _q~~ había hecho.
doctrmas ut!les y escr1b10 documentos
·~; rec~1s1mos y,.Uenos de verdade_s. Las palabras de los
4.~, sabws son como punzas 6 cln vos, que. penetran pro5~ fundamente, y nos .tueron dadas mediante nuestt·os
-.{t; maestros por el úmco pastor. .
~ Bus?~ las

,(\oli

..,..((t;:
'-<r~:

,
EcLESIASTES

XII, 9, 10

v

~ ~o. se engañaría mucho quien intentase atribuir
¡;; prmCipalmente á la prensa malvada todos los males
~ y la deplorable condicion de las cosas, á la cual
¡¡¡ hemos llegado actualmente. 1
"t
tT
¡;;
.
·
·:• 08 e~crl ores. ca o wos
¡¡¡ deb.en con todas sus fuerzas volverla en b1en de la
~ SOCiedad.
11) ~
¡¡¡
(LEoN XIII)
~

•ri(;'

....~

1;;
o;

~

- -

El peligro, Sto. Padre, está en la contínua ~~
'' ~ifusion d_e libros infames; Y para p~ner un dique ~ La prensa periódica sometida á la autoridad J. ea este mal mmenso, yo no veo otro remediO, que la fun- ¡,. ,
.
.
,.
.
.
,
dacion de una imprenta Católica, puesta bajo el patro-1~ earqmca, reve~tJCla del ~spH·~tu de Je~ucrJSto, v1ene a
cinio de la Santa Sede. De esta manera, no hacién· ~ ser un poder mmenso: llumma, sostiene la verdad.
el ose ~sperar nul:lstras respuestas, podrémos con mayor ~hace desaparecet• el error, salva y civiliza; es cási
ventaja descender al campo de la hd y responder con ~ una forma de apostolado sublime.
: n feliz éxito á las provocacionEls de los apóstoles del ~
( enor.
(SALES)
¡¡¡
CALrMONDA)



~~
El!~

~,.._
~

~

~4

~.lh~V

:~a~

[:;)'}'

l:i}J....
~~)). .

!~

11
-~::2!',;-<'JL
;:.-w~~~

r~+
~

f2.!...

~~~

~

=~ ~~g,q'~·~ill?<$<~~$~iix.$~q!%><*~¡g:,.~<l¡g:,.~·~$<$><~ lb*"

::!1

=

.

~

LIBRERIA SALESIANA ---- UTRERA (Sevilla)

SARRil (Barcelona) -

~
~

~

~
¡;w.~

"""¡:>.~·

-~,

~~

~
.

~
~
~

HISTORIA A~1ENA Y EDIFIC1\NTE
DE

LA VIDA

·~~
m-~.

, ...

~4

~

~

DE

~

MARGARITA ·BOSCO

~

~+
~

Por el Sacerdote

~

~

F*-

r

l

l B. lEMOYNE de la Congregación Salesiana

11=
~

~

TRADUCIDA DEL ITALIANO

~4

POR UN SACERDOTE DE LA MISMA. CONGREGACIÓN

~

i
~1

1~
~

Un opúsc. ~n-32 de 224 pág.
Edición económica •

Peset. 1, 00
l)

O, 75

~
~

~-: ·

~

iw-,vff'f~~~~~'f~if'~'f~n\f~~~~~l

SARRIA (Barcelona)- LIBRERIA SALESIANA-TU R 1 N
Buenos Aires- Montevideo- Nictheroy.

PLA_N

Y CO DICION DE SUSCRICION
LECTURAS CATOLICAS·
1°. Esta publicación se propone única y exclusivan1ente la enseüanza

y defensa de la Religión Católica, n1edian te la difusión de libros de estilo
sencillo, llano y popular, adaptados á la inteligiencia de todos. En la elección de los opúsculos se preferirán siernpre los que contengan instrucciones n1orales, narraciones ainenas é historias edificantes, sien1pre que
se relacionen con la Religion Catolica.
2°. Todos los 1neses saldrá á luz un opúsculo ele unas 130 páginas,
el que se enviará á los Sres. Suscritores.
PUECIO ])E SUSCRICION (ADElANTADO)

En Buenos Aires: Un año peso 1111n.
, . . 1 00
Provincias:
. . .
1 25·
>J España
pesetas
8 00
>> ItaEa
7 5Ü'
4°. Los S(:~rwres Suscritores, que quisieran constituirse centros de sus. crición, recibiendo 1Oó n1as ejen1plares, tendrán una notaLle rebaja.
proporcionada á la cantidad.
5°. Los pedidos y el precio de la suscrición se enviarán en Buenos
Aires á la JJirección de las Lecturas Católicas en el Colegio Pio IX de
Artes y 0/lcios; en ALMAGRO. En Salta, al R. S. Bernabé Piedrabuena,
en el Smninario Conciliar; en Montevideo, á la Librería Católica de Rall1Ón Adzarias, calle 25 :Mayo, 253; en España, Barcelona-Sarria á la
Librería Salesiana, y en Italia, á la Librería Salesiana, Plaza de Maria
Sn1a. Auxiliadora, TuRIN.

!

A.ÑO IV. -N. 1.

Sale una vez al mes.

ENERO 1889

BOLETI
Debemos ayudar á nuestros hermanos á fin de cooperar á }ti, difusión de la verdad.
(lll S.

JUAN,

Cualquiera que reciba á'un niño en
mi nom\;re, recibe a mí mismo.
(lVlAT.

Os recomiendo la niiíez y la· juventud; cultivad con grande empeño la
educación cristiana; proporcionadles
libros que enselíen á huir el vicio
y a pra.cticar la virtud.

Atiende á la buena lectura, á la exhortación y a la enseñanza.
(!

'l'!M. IV,

13)

Entre las cosas divinas la más di·
vina es la de cooperar con DioD
á la salvación de las almas.

(Pro IX)

llecloblad todas vuestras fuerzas para
retraer á la nii1ez y juventud de
Ja.s insidias de la corrupción y de
la incredulidad y preparar de er¡ta
manera una nueva generación.

Un amor tierno hácia el }Jrójiruo eJ
uno de los más grandes y excelentes dones 1 que la divina bondad
puede hacer á los hom.bres.
(El Doct. S.

+.

FRANC.

DKR.ECCl!O~

de

xvm¡

8)

(LEON XlH,

SAu:s)

en el OrRto:t•io Salesiano. -

Calle Cottolengo N° 32, Turin (Italia)

~

Sunün•io: Viaje del Ilmo. Sr. Cagliero- Carta del
Sr. "Pi.·esbítero D. Miguel Rua - Gracia ele María
.Auxiliaclora- Histona del Orat,orio tle S. Fmnciseo
ele Sales - N ccrología.

quien les encomendarán constanteInente en el santo Sacrificio - les
dará generoso galal'dón en el timn po
y en la eternidad.

VIAJE DE MONS. CAGLIERO

OARri'.A.

á la

A:mé:~•iea

d.el Sur.

El 7 de enero de 1889 Monseñol'
Oagliero partirá de Turín con cerca
de cincuenta nlisioneros para evangelizar la Patagonia. El día indicado,
en la iglesia de María Auxiliadora,
se efectuará la solmnne función de
despedida.
Monseñor da los más expresivos agradecimientos á todas los Cooperadores y Cooperadoras })Or cuanto han
hecho en favor de sus nüsioncs y
ruega á los que ami se dispusieran
á responder á la petición de D. :Thiiguel
Rua lo hagan en breve, como quiera que
de tales socon·os depende el éxito de
su apostólica en1presa. Eterno será el
reconocimiento de :Th1onseñor y de sus
auxiliares; y Jesucristo nüsn1o - á



'

DEL SENOR PRESBITERO DON MIGUEL RUA
ALOS COOPERADORES YCOOPERADORAS SALESIANOS
Beneméritos Cooperadores
y Cooperadoras:
Al escribiros la presente carta, en el
día de año nuevo de 1889 , asáltame un
doloroso pensamiento y persuadido estoy
de que también vosotros probaréis harto
penosa impresión al recibirla : N o es ya
Don Bosco,. sino s·u s~wesO'/·. el que escr·ibe.
Bien que estemos ciertos de que él nos
asiste desde el cielo, no obstante la idea
de que no le tenemos ahora visiblemente
con nosotros continúa excitándonos la
más vi va emoción.
En años anteriores y en especial el
próximo pasado, en esta misma ocasi6n,
recordando el 11íunero de Cooperadores y
Cooperadoras llamados á la eternidad,

-2-

Don Bosco dejaba entrever el día no le- cuentes predicadores que en uno y otro
jano en el cual, á su vez, debería partir continente han tributado solemne homede este mundo ; y tan fija tenía esta ~dea naje á la memoria de nuestro amado
en la mente que su carta semeja el re- padre y depositado sobre su tumba imcuerdo de un padre moribundo. Por eles- perecederas coronas.
gracia su previsión, a1)enas pasado un
Muy de veras agradezco también á
mes , se 1:ealizó , produciendo intenso y mis hermanos Salesianos y Hermanas de
universal sentimiento~
María Auxiliadora, que, no obstante mi
1\ias no es mi ánimo contristaros y insuficiencia., me han reconocido por Sucontristarme con tan aciago recuerdo, perior y prestado humilde sumisión y
sino por el contrario que recíprocamente obediencia antes aun de tener pleno conos animemos á seguir sus gloriosas hue- nocimiento de la soberana disposicióu
1las y practicar fielmente sus consejos, á pontificia, á mi respecto, dando así muy
fin de que cuando también á nosotros singular prueba de caridad para conmigo
nos llegue la hora suprema, sin pena al- y ele profunda veneración á nuestro lloguna, 1-1odamos abandonar este destierro, rado Padre. ·
llenos ele confianza en la posesión ele la
Y &cómo pasar en silencio la provipatria celestial.
dencial venida de .A.méric.a ele Monseñor
Juan Oagliero en el momento en que
estaba para caer sobre mí el peso enorme
Agradecimientos.
de todas las obras de Don Bosco ~ En
verdad
jamás podré olvidar la fraterna
Antes de manifestaros, según costum-·
bondad
con que me ha servido en tabre, las obras que con la ayuda de Dios
maña
empresa.
¡Dios le recompense, coy vuestra caridad se han realizado en el
ronando
su
apostólico
celo con la conaño anterior y de proponeros las princiversión
de
sin
número
de almas!
pales que deban efectuarse en este, cumPero sobre todo debo dar el más vivo
plo gustoso un deber: es el ele daros las
gracias por el muy sentido pésame con agradecimiento al sabio y benevolentíque habéis lamentado la irreparable pér- simo Santo Padre León XIII, que pridida que la Pía Sociedad Salesiana sufre mero por medio de una muy preciosa
con la muerte de Don Bosco. En a.lgunas carta de su Secretario de Estado , el Efamilias tan triste noticia anegó á todos minentísimo Cardenal Rampolla, y luego
en llanto como si hubieran perdido á, su personalmente y de viva voz, no sólo se
mejor amigo; en otras, amarga aflicción ha dignado expresar gran sentimiento
obligó á interrumpir la comida; muchas por la muerte de Don nosco , la cual
vistieron luto y se abstuvieron de toda considera como pública desgracia , sino
diversión. Las cartas que en aquella oca- que también ha hecho tales encomios del
sión recibí estaban llenas de tan tiernas hombre de Dios que han llenado de cony conmovedoras expresiones que, arrasa- suelo mi corazón y me han infundido
dos los ojos en lágrimas y obligaclo á in- particular aliento. Sí , gracias muy renterrumpir su lectura me sentía movido á didas á Vos, Beatísimo Padre, por tanta
exclamar: -. ¡ Oh, caro Don Bosco, cuánto bondad ; el Cielo os . conserve muchos
os arnan en todo el m;ttnclo !
años para felicidad de los Salesia.nos ,
Gracias , pues , de todo corazón á los gloria de la Iglesia y admiración del
que asi ó de otro modo nos han conso- mundo.
lado ; gracias á "los que con públicas 6
Invito finalmente á los Cooperadores
privadas oraciones se empeñaron en al- y Cooperadoras salesianos á elevar con
canzar del Cielo la salud de Don Bosco la Pía Sociedad Salesiana un himno ele
ó han hecho sufragios por su alma; gra- fervoroso agradecimiento á Dios y á la
cias muy rendidas á los distinguidos pá- Santísima Virgen ::Thfaría por las nume·
rrocos que generosamente han celebrado rosas y señaladas gracias concedidas en
solemnes funerales y congregado á ellos el año próximo pasado, manifestándonos
inmensa concurrencia; gracias las más claramente que no nos dejaba huérfanos
efusivas á los venerables Obispos de las 1 y dándonos la mayor certidumbre de que,
numerosas diócesis que han tenid0 ln · habiendo perdido á Don Bosco en la
bondad de ordenar exequias en suR pro-J tierra, le tenemos de protector más efipias catedrales y honrarlas con sus fnn- caz . en el cielo. Te Deu·m lcmllctmus, te
. ciones ; gracias con todo afecto á los elo- ! Dolwin·wnt confitmnur.
·

'·\

--3-

Obra,s realizadas en el aflo 1889.
Si bien débilmente expresada mi gratitud, paso ahora á exponer el objeto
prineipnl de esta carta. Nuestro inolvidable Don Bosco recomendó en sus últimas memorias que , muerto él , dura.nte
cierto tiempo, en vez de abrir nuevas
casas se consolidaran las ya existentes.
Igual recomend:wión recibí del Vicario
de Jesucristo en la audiencia en que el
21 de febrero tuve la dicha de ser reeihido ..Fieles á este sabio y 1)atm·nal consejo no hemos hasta ahora aceptado ñinguna de las nnmerosísimas propuestas hecha,s por Cardenales, Obispos, Párrocos,
y aun presidentes y nos hemos limitado
á cumplir la palabra empeñada por ])on
Bosco y las ohl'as comenzadas con su
beneplácito.
Por esto en Yalsáliee , junto á Turín,
hemos estah lecido el yit :floreciente Colegio
de Misiones, compuesto de cerca de ciento
cincuentvJ· seminaristas salesianos que se
forman en ht virtud y ciencia sobre la
tumba del amado ])adre y maestro y se
mueven á ser como él <.lpóstoles de fe y
caridad.
Hemos tomado la administración de
una parroquia en la ciudad de Parma á la
vez que dado principio á un hospicio y
á un Oratorio festivo, al que ya asisten
como 200 niños.
En Gevig1Jey, cerca de Besanzón en
].,rancia , se ha organizado una colonia
agrícola, para los pobres niños del campo,
en un terreno con tal objeto regalado
por un caritativo Cooperador.
Las Hermanas de María Auxiliadora
han tomado la dirección de un asil'O de
niñas en Catania y han abierto en la misma
ciudad una casa con talleres para jóvenes externas. Además el 26 de noviembre
se establecieron en N ovai·a en una gran
casa , adquirida mediante la caridad de
una egregia señora· Cooperadora salesiana, y ·han abierto un Oratorio festivo, al
cual asisten centenares de niñas como
también un taller y escuelas dominicales.
Esto en Europa.
.
Pasando á la América, en la República
de Chile se ha fundado una casa de artes y . oficios , en Tal ca , . eonforme á lo
prometido por el mismo Don Bosco, y
que precisamente fué abierta . el 31 ele
, enero, día de la muerte de nuestro ve.. nerado padre. Por haberlo también él
dispuesto, se ha establecido una residen-

cia de }\fisiones en las Islas Malvinas correspondiente á la Prefectura Apostólica de la Patagonia meridional - en la
cual los Salesianos á más de atender á
los adultos se dedican á la enseñanza de
los niños.
Nos es grato advertir que los ocho salesianos, últimos enviados por D. Bosco
en persona, y que el (:) de diciembre de
1887 salieron ele Turín á fundar una casa
para pobres artesanos en Quito, capital
del Ecuador, llegaron á su destino en los
últimos días de enero é inmediatamente
establecieron una casa que, con admir::tción y aplauso de la autoridad eclesiástim.t y civil y gran provecho de la juventud, se (lesarrolla de un modo admirable ..
En Punta Arenas, sobre el Estreeho de
Magallanes, la,s Hermanas han abierto
una casa para albergar á las pobres indias de la Tierra del Fuego y educarlas
cristianamente.
Debo :'l.simismo recordar la expedición
de más de sesenta misioneros , que saliendo, en tres porciones , de Tnrín para
América. servirán de refuerzo en las ca'
sas ya establecidas,
ya para conservar la
fe de los europeos emigrantes, ya para
enseñarla á los infieles , ya para fundar
otros colegios ú hospicios, colonias agrícolas, casas de artes y oficios para la juventud, ora cristiana, ora pagana, que en
aque1Ios lugares más que en cualquiera
otra parte, vive en extremo pobre y abandonada.
Veinte Hermanas de María Auxiliadora han emprendido tamlJién igual viaje,
,para dedicarse según sus fuerzas y con.· dición á la salud eterna de las personas
de su sexo.
Estas santas expediciones de operarios
evangélicos, si bien más numerosas que
en años anteriores, obedecen á la intención de Don Bosco que , al recomendar
no se abrieran tan pronto nuevas casas,
excluyó expresamente las Misiones extranjeras é hizo una encarecida exhortación á sostenerlas y promoverlas, prometiendo especial protección de María Auxiliadora á cuantos cooperasen á ellas.
Grandes han sido los gastos ocasionados
por el viaje ele estos misioneros; pero
.debo confesar que la caridad de nuestros
Cooperadores y Cooperadoras, particularmente de Italia, Francia y Bélgica ha
sido tan generosa como en los felices
días del incomparable Don Bosco.

-4-

Aunque, en comparación de otros años
en este no se havan abierto tantas casas
y emprendido nÍÍevos trabajos, no obstante puede considerarse como obra bien
extraordinaria el haber podido conservar
todas las antes establecidas, sin abandonar una siquiera , á pesar de la muerte
de quien era para todas ellas el corazón
y la vhla: esto nos manifiesta q11e Dios
esh1 con nosotros y sigue favoredéndonos con su amorosa providencia. Sí, Dios
nos protege con mandarnos auxiliares;
nos protege con infundir en estos el espíritu de abnegación y sacrificio, celosos
en el trabajo para la divina gloria; nos
protege, sobre todo, con inspirar y mover
á tantas buenas personas, corno son nuestros Cooperadores y Cooperadoras,. á sostenernos con sus limosnas para la eficacia de nuestras Obras. Benuito sea, mil
veces, el Seiior y largamente recompensada la caridad de sus fieles amantes!

Algunas obras propuestas t>ara el año 1889.
En el presente año debemos proseguir
el bien comenzado, dar impulso á las casas ya fundadas y consolidarlas más y
más para bien de la religión y mejoramiento de las costumbres, cual es el objeto de nuestra Sociedad. La educación
de doscientos cincuenta á trescientos mil
niños, que en Europa ó .A.mérica se educan en el Instituto Salesiano , pesa sobre nuestras espaldas.
Por consiguiente las principales obras
que propongo á vuestra caridad son:
La atención de tantos ruillares de niños pobres, albergados en las Casas Salesianas, á los cuales debemos proporcionar alimento, vestido, maestros, libros y
útiles de trabajo, á fin de que, educados
convenientemente y aprendida una profesión con la cual puedan ganarse honradamente el pan, procuren su bien y el
de sus semejantes.
La protección á centenares de jóvenes
clérigos que se preparan al estado eclesiástico , á quienes es tamoién necesario
mantener, vestir y ayudar en sus estudios, no· solo pa.ra que no lleguen á faltar sacerdotes y misioneros , maestros y
auxiliares que sustituyan á los que mueren ó enferman, sino también rmra que
de año en año crezea su número y por
su medio podamos extender el reino de
,Jesucristo en la ti e era, fundando casas

y misiones , donde quiera que sea menester.
Las imprentas y librerías para la difusión de las buenas lecturas, instruir á los
fieles en sus deberes, precaverlos contrn
el error y acrecentar así el amor y respeto á nuestra santa católica religión ,
única verdadera, única que conduce á la
salvación.
Los doscientos y más Misioneros que
con vivo ernpeüo trabajan en diversos
puntos ere América del Sur y hasta en
los confines de aquella tierra, los cuales,
como bien sabéis , estando allá no en
busca de oro sino de almas, no entre
comodidades sino en el sacrificio, necesitan constantemente de .vuestra ayuda
sea para su sustento y abrigo , sea para
proveer á los misnws indios ya de vestido ya de instrmnentos de labranza
con que enseñarles el cultivo de la tierra.,
sea para construir c.apillas donde ensefiar
la palabra de Dios y celebrar los divinos
oficios, sea para levantar casas de cari<ln,(l
donde recoger á los pobres hijos de aquellos, educarlos cristianamente, según la
necesidad y promover la civilización y
la salvación de crecidísimo número de
salvajes.
l!"'~inalmente obra muy recomendada por
nuestro llorado Don Bosco y que yo recuerdo á vuestra piedad es la conclusión
del Hospicio del Sagrado Corazón en
Roma. Ya cien niños se albergan en él;
mas nuestro padre y fundador quería que
se pudieran refrigia.r quinientos para salvar así mayor número, conduciéndolos á
.Jesucrjsto. ¡ Quiera Dios que pronto se
pueda cont.innar la construcción paralizada por falta de recursos.
Ya lo véis, beneméritos Cooperadores
y Cooperadoras, cuan vasto campo se
ofrece en el presente año á vuestra eal'idad y cmuí propicia ocasión para enriqueceros de buenas obras en vida, aseguraros dulee consuelo á la hora de la
muerte y aumentar el· esplendor de vuestra eterna corona.

Monumento á Don Bosco en Iwnor
de María Auxiliadora.
Os hablaré ahora rle una. obra 'digna
íle singular estima. Ninguno de vosotros
ignora que l)Or varios aüos nnestro caro
Don Bosco consagró muy especial solicitud en levantar, en Turín , junto á la,

-5-

·Casa central salesiana, un templo en ho- mos que si JYiaria Auxiliadora nos connor de la JYiadre de Dios , con el título cedía la guarda de aquellos restos quede JYiaria Auxiliadora. En la necesidad ridos en el Oratorio de San Francisco
de terminar cuanto antes el edificio para de Sales ó al menos en el Colegio de
pode.r reunir á casi mil niños, que ya no Valsáliee, en acción de gracias por un
Qabían en la capilla de San Fra,ncisco de favor ta,n deseado, pondríamos todo nuesSales, y en vista de los crecidos gastos tro empeño en la decoración de sumenbechos, debió resol verse á aplazar la idea cionada iglesia. N u estros votos , bien lo"
de decorarla con preciosos mármoles, oro sabéis, fueron oídos y llegado es el caso
y pinturas. JYlás tarde, y con especialidad de cumplir nuestra palabra. Mas si por
en estos últimos años los muchos prodi- nuestra parte nada omitimos para ejecugios obrados por Dios, en bien de los tar la obra lo más pronto posible, no se
que habían concurrido á la construcción os oculta que sólo podemos concurrir
de dicha iglesia, los cotidianos testimo- moralmente, esto es , con la palabra , el
nios de las gracias que :1\faría Auxilia- consejo y humildes servicios, porque tamdora continuaba concediendo á los que bién nosotros como nuestros huérfanos
personalmente 6 por medio de las súpli- vivimos de la caridad ; los medios matecas de los huérfanos del Oratorio la in- riales todos, los esperamos de vosotros
vocaban, lleno de reconocimiento por los nuestros Cooperadores y Cooperadoras
beneficios que él mismo y sus hijos reci- tan devotos de María como admiradores
bían , el gran siervo de Dios concibió de su fidelísimo siervo Don Juan Bosco.
-vivísimo deseo de embellecer y adornar
En consecuencia., desde este mes en
la Casa, en que, como de su trono, la amo- que se cumple el primer aniversario de
rosísima Reina había, derramado y elena- la muerte ele D. Bosco, ábrese la suscripruaba ,tan señal::Ldos beneficios.
ción con este título: Mon·twtento al Sacm·En el año de 1887 Don Bosco había clote Don Juan Bosco, en Tur·ín, en lwno'r
ya hablado á este r·especto con dos cé- de JYictría .A'l.txiliaclora.
lebres l)intores y decoradores y ordenado
Por ahora ninguno queda encargado
los estudios convenientes.
de recoger las limosnas, y ruego á los
Ahora bien, tal es la obra en la cual devotos de María y amigos de D. Bosco
dura1:te el año 1880 y siguientes ocupa- que tengan la bondad de mandar sus
remos nuestro pensamiento, nuestro co- ofertas directamente , dirigidas al que
razón y nuestras manos. Después de la suscribe é indicando el objeto.
muerte de Don Rosco muchas y aun auMás tarde se enviarán esquelas con el
torizadas personas me han invitarlo con sello del Instituto á los señores párrocos,
vivo interés á iniciar una subscripción y se les rogará tengan á bien prestarse
]JÍlblica para levantarle un monmnento. ellos mismos á este acto de caridad con
Habiendo tenido yo la suerte envidiable recibir los donativos, para evitar á los
de vivir al lado del hombre de Dios, oír mal intencionados lleguen á sorprender
sus palabras, ser testig-o de sus pensa- la buena fe de los fieles, como en casos
Inientos y deseos, estoy convencido de análogos suele suceder.
,que el monumento más grato á D. Bosco
En un registro particular anotaremos
es terminar el levantado por él mismo las limosnas d~ cada ciudad y el nombre
en honor de J\1aría, hermoseado y ha- y apellido de los donantes .
.cerlo digno de tan excelsa Reina.
Termino este punto con un recuerdo :
Esta obra, tornando de gloria á la au- Mientras en los años 18()5 , 66 y 67 se
:gusta Madre de DioR y de honor á Don estaba fabricando la iglesia de 1\1aría
:Bosco, será también el f\umplimiento de Auxiliadora, Don Bosco y todos nosotros
una solemne promesa hecha por los Su- fuimos testigos de muchas extraordina})eriores de la Pía S(lciedad SnJesiana en rias gracias concedidas por Dios á los
la tarde misma del 31 de enero de 1887, que con limmmas ú otros medios mate·en que huérfanos quedábamos de tan a- riales concurrían á la expresada consmado padre.
trucción; el he eh o llegó á ser tan público
En vista de las graves dificultades pre- y notorio que uno de los primeros Obis~
sentadas por la Autoridad civil para se- pos que predicaron en esta iglesia con enpultarlo en una de nuestras Casa,s y te- tera verdad üijo: OculctJ pitdra de estP
miendo nos viésemos en la precisión de samto templo s·i,gn·ificc¿ tma gntcitt 6 ttn ?nillevarlo al cementerio general, prometi- lny·ro de JJ:Iarítt .A uxiUculmYt.

-G-

Y bien, lo que ocurrió en la construcción , plenamente confío se renovará
en la decoración. Esta confianza no cal'ece de fundamento ; porque el que toma
parte en esta obra honra á María, como
el que embellece el palacio, la casa ó
habitación de una generosa y augusta
reina; y escrito está que el que honra á
la Madre de la Eterna Sabiduría obtendrá
la vida eterna: Q,ni ehtcidant 'IJW , vitam,
cwtern((fln habebun.t; y si obtendrá la vida
eterna que es todo, harto más fácilmente
obtendrá parte, lo menos, como son las
gracias espirituales y temporales de que
tanto necesitamos en este valle de lágrimas. El que honra á :Thiaria conseguirá
su poderoso auxilio no sólo en las gracias de santificación y salvación del alma
sino aun en los beneficios corporales y
en los negocios del tiempo, .como quiera
que ayuden á los de la eternidad, y experimentará cuan bien le sean aplicables
aquellas palabras del Espíritu Santo : -.
El que me encontrare, encontrará la vida
y obtendrá del Señor la salvación: Qni
me inveJte'rit, inveniet vUam"', et hctu'J·,¿et salutmn ct Dom,ino.

Medios eficaces
para sostener las obras de beneficencia.
Después de consideradas las indicadas
obras de religión y beneficencia, acaso
me preguntaréis cuál debe ser vuestra
conducta para prestar eficaz concurso á
su existencia y ejecución:
A fin de no extenderme en lo que ya
conocéis, para responderos , me limito á
seilalaros tan sólo un medio que juzgo
el más importante para todos : .Abr·igacl
en vttest'l''O co'raz6n la verdadfYra ccwridacl, le{;
caridad de Ntwst'I'O Sefior Jesucr'isto. Quien
en tal caridad se enciende , eneuentra
medio de cooperar á toda buena obra.
Sí, procuremos inclinarnos á hacer constantemente el bien á nuestros semejantes ,
en especial á los niños pobres y abandonados y á las almas en peligro de condenación eterna, como son particularmente las de los pobres salvajes que aun
no conocen á Dios.
Esta inclinación todos en m:;Lyor ó
menor grado la sentimos , pero podemos
de día en dfa acreeentarla, hacerla más
solícita y poderosa, entre otras reflexiones
con las siguientes:
Consideremos primeramente que la caridad. hacia el prójimo es lo que nos hace

más semejantes á Dios, quien siendo por
su naturaleza una bondad espansiva, hace
el bien aun á los que no lo conocen ni
aman y hasta á sus enemigos, como dice
el Evangelio : hace altwnb,nw el sol sobre
los buenos y los malos y envíct la llu·via á
los fu,stos y pecado'i·es (1).
Consideremos cuanto ha hecho y hace
N u estro Señor Jesucristo por todos y por
cada uno de nosotros. Teniéndolo todo y
siendo la felicidad misma , eligió toda
suerte de sacrificios y penas ; padeció
injurias, insultos, burlas y calumnias; se
sometió á una. infame condenación, á los
azotes, á las espinas, á la cruz y á la
muerte y á derramar hasta la última gota
de sangre; y después de dar ejemplo de tan
inaudito amor, nos lo ordenó con las más
perentorias palabras. Y luego la caridad
que tantas ·veces nos l;ta demost!'ado con
el perdón de los pecados , con librarnos
de desgracias, con evitarnos la muerte
quizá aciagos en momentos &no deberá
servirnos de estímulo para ejercitar la
caridad con el prójimo ?
Consideremos . cuán dulce consuelo probaremos á ht hora de la muerte, cuando
próximos á presentarnos delante de Dios,
quizá, trémulos con el recuerdo de nuestras miserias, recordemos que en el Oielo
más de una alma bienaventurada ruega
po:r nosotros, como quiera que le hemos
ayudado á su salvación en las Casas 6
misiones fundadas y mantenidas con nuestra caridad ó en su formaeión en el sacerdocio, favoreciendo sus estudios y cultivo de su vocación. ¡Oh, cuántos preciosos
hechos podría aquí citaros de esta indeeible satisfacción por las almas caritativas.
experimentada en la agonía!
Consideremos además que Dios ha prometido que la caridad que tengamos con
el prójimo él la tendrá con nosotros ; la
tendrá en las cosas espiritnales y temporales; la tendrá particularmente con los
que cuiden de los pobres huérfanos, con
los niños en mayor abandono y peligro.
B'iencwent,nraclo el qtte se compadece del misera,ble y del 110bTe, dice el Espíritu Santo,
porq'tte el Señor lo librará en el día supremo.
El Señor lo conserva'rá y le dará la vida
y lo hwrá feliz en la tie1·ra y lo l-il'wará
de sus enem,igos y lo soco,rrerá en el lecho
de dolor.
Aun en el curso de nuestra vida cuántas
veces podremos encontrarnos en bien dolorosas y críticas circunstancias en las
(1)

MATT, V 1 ~5.

-7cuales ninguna persona en el mundo
pueda vale~nos. Gran estimulo es para
usar caridad con el prójimo el pensamiento de que eon ella Dios se constituye deudor y pro·bector nues·tro.
Y ed, pues, beneméritos Oooperadores y
Cooperadoras, cuántos motivos nos animan á la cari<htd. Usemos de ellos con
frecuencia y encendel'em.os en nuestro
corazón una llama tan viva de amor que
su benéfico calor se extenderá hasta los
confines del mundo.

Algunas máximas que practica,r.
Para llevar á cabo cuanto aniba he
indicado, á fin de que nuestros cora.zones
se inflamen en viva caridad, añadiré algunas nu1xima,s cuya práctica pueda servirnos de poderosa ayuda.
ID Reservemos cada día, 6 al menos
cada semana 6 cada mes, alguna cosa
para las obras de beneficencia y religión.
Así lo aconsejaba San Pablo á los primeros cristianos para socorrer á los indigéntes (1).
2° Hagamos de cuando en cuando
algún sacrificio y economía con ta.l objeto,
ya en vill:jes, ya en diversiones, ya . en
vestidos ó comidas , cercenando siquiera
parte de lo supérfiuo. Las madres é hijas
de familia y ha~ta las servidoras pueden
con semejante arbitrio. hacer un bien
inmenso.
3° El que se propone dar algo de lo
que p:lsee á obras de caridad, empéñese
en hacel'lo en los días de salud; aunque
iw sea mucho, asegúrese de que se cumple
su voluntad, por decirlo asi , delante de
sus ojos. Después de muerto pueden
ocurrir grandes é inesperadas dificultades,
disensiones y pleitos que no sólo impidan auxiliar las obras de caridad sino
sirvan de ruina Y condenación á 110 pocas
personas seducidas por la avaricia. Y
luego mejor alumbra nuestro viaje á la
eternidad una vela camino adelante que
no dos por la espalda.

Conclusión.

bien Heguirme favoreciendo con vuestra.
benevolencia. Hacedlo por amor de Dios,
])Or amor de :Thiaría Auxiliadora y por
amor d.e Don Bosco que tanto os amaba
y que .antes de morir os escribía: 8i con
ta.¡-¡,ta bondad y perseverancia rne lu.tbéis
ay·ndailo, ahM·a os suplico que desp'ttés de
'mi 'il'litterte contÜ~'ttéis Cf!Y'ttdando á 'l'n'b S~t­
cesm·.
Por mi parte os a.seguro que, en unión
con mis hermanos Salesianos, proseguiré
inspirándome en los consejos y máximas
de D. Hosco y en hacer lo posible para que
vne~tra caridad reporte el fruto deseado
á la religión, á la familia y á la sociedad,
para gloria d~ Dios y salvación de las
almas.
Fiel á la recomendación que me hizo
Don Bosco, todos los días os encomiendo
al Señor y según mi intención en todas
las oraciones que se hacen en las Casas
Salesianas, vosotros estáis siempre eom1
prendidos, á fin de que Dios os conceda
mm en la vida presente el céntuplo de
vuestra · Cl'tridacl y después la corona de
gracia de que gocéis eternamente en el
Cielo. Rogad á vuestra vez por mi. Roguemos además por todos los Cooperadores y Cooperadoras difuntos y entretanto me profeso con profunda gratitud
y cordial estimación vuestro obligadísimo
servidor y capellán,
MIGUEl RUA, Pb·ro.
Turín, 1° ele enero de 1889.

Gracia de María Auxiliadora.
Sin pretender se preste más que una fe
humana vamos á reproducir la relación que
la Superiora del Instituto de las Hermanas
1 de María Auxiliadora acaba de hacer á sus
1 religiosas, tocante á un señalado favor reci1 bido á la hora de la muerte por una de unes1 tras Hermanas. Sin duda servirá de grande
1 edificación á nuestros Cooperadores y Oooperadoras y les ayudará á avivar la fe en
María Auxiliadora ya en vida ya especialmente en la hora de la muerte.
Niza Monferrato, 18 de diciembre de 1888.

He aquí, beneméritos Cooperadores y
Oarísima her·ma·na en Jesucristo:
Cooperadoras, los sentimientos del· huBien que no sea nuestra costumbre daros.
milde Sucesor de D. Bosco y que espero noticia de las circunstancias que acompaña,n
sean también los vuestros.
¡1a muerte de nuestras hermanas, he creído
Concluyo por fin rogándoos tengáis 4 · (•onveniente hacer ahora una excepción .
La muerte de sor Ma.gda.lena Gatti, ocur.·
1 rida pocos dfas hace en nuestra Casa de
(1) Cor. :XVI, 1, 2.

-S-

·---- -----------------

'Turín , ha sido de tan gran consuelo que
será de gran bien para todas tener singular
conocimiento. Ella es la, confirmación de lo
dicho por nuestro llorado Fundador y Padre
Don Bosco : . S·i lets Het·manets observan las
constittwiones qne les han sido c~adas segura
· UeJW1b let salvación.
A :fin de que teng~íis cabal conocimiento
del hecho os transcribo la carta en que la
Directora de la Casa de Turín me lo refiere.
Os advertiré solamente que si no todas las
Hermanas reciben en la última hora un favor semejante al obtenido por lVIagdalena, no
quiere esto decir que no sean caras y aceptas á María sino que ó bien no tienen nece- .
.sidad ó secretamente reciben otras equivalentes.
Empeñémonos únicamente en vivir como
buenas Hijas de María y :fieles Esposas de
.Jesús y seguras estemos de que nuestra,
muerte será dulce y preciosa en la presencia,
·de Dios.
Aprovecho esta ocasión para desearos buenas pascuas y feliz año nuevo y al mismo
tiempo para recomendaros que en el día aniversario de nuestro inolvichtble Don Bosco
hagáis oraciones especiales no porque creamos que él las necesite sino en reconocimiento
.del gran bien que nos ha hecho.

De ·vosot·ras etfma. en Jesncristo
Sor ÜA.TALINA DAGHERO.
'fmín, 16 ele cliclt•mbre ele 1888.

Rev·ma. Jtieult'e en Jes·ucr·isto:
Hoy, primer día de la novena del Niño
Dios, nuestra bendita Madre 1\ütría Auxilia·dora ha llevado al cielo á nuestra muy amada
hermana sor 1\fagualena Gatti.
¡Oh! Qué hermosa muerte la de esta hermana.
Todas cuantas he visto morir han clado
.señales más ó menos visibles de h· al Paraíso;
pero ninguna me ha producido más extraordinaria impresión que esta.
V arios meses hacía que sor lVJagdaJena se
hallaba enferma. En estos últimos tiempos
.agravado su mal sufrió día y noche como
una mártir; siempre con la paciencia y amor
de una santa. Si bien ilimitadas eran su
.confianza en Jesús y María, á cáusa de una
gran delicadeza de conciencia que á veces
parecía escrupulosa, mostTaba en ocasiones
no poca aprensión con el r)ensamiento do la
muerte.
Esta mañana á eso de las 8 1I2~, viéndose
próximo su fin, fué llamado el Señor Director Don Bonetti , quien después de deeirle
algunas }Jalahras en secreto comenzó á le.:~rie
la!:! preces de los agonizantes. Repentina. mente el semblante de sor Iviagdalenn, se
transformó; ya no se pinhtba en él el sufrimiento sino la alegría ; sus ojos antes clébj.

les y oscurecidos miran vivaces hacia el
frente y en sus labios se dibuja dulcísima
sonrisa.
Al presenciar este espectáculo todas nosotras, que rogabamos junto á su lecho, suspenclimos la oración y también el Señor Director para contemplar tan conmovedora escena. Momentos después sor Magdalena ex·
clama:
- l Oh, JliO,r·-ía! ¿Soy vuestt·c¿ hijc~? ¿ So¡,
esposc6 ele Jestís? ¡ .flh! yo no 11te atrev'Ía t·
llamarme hija vuestm y esposa c~e Jestís, temiendo ser inüigna. i Gt·c6cüts, J.1far-ía, gracias .1
¡Oh! ¡ qtw fez.ic·idt~cl! Jl:láría me cl·ice que 80)
stt hija y espou6 de Jáús y qt.te me espe·ra e_;¡
el Pe¿raíso. ¡Oh! yct no tengo m·ieüo e~e modr,
yc¿ no tengo m·ieüo ...
Bien comprenderá, carísima Madre, cuán
grande fué nuestra emoción en aquel instante. Todas llorabamos como niñas y aun
al Señor Director se le rodaban las lágrimas.
Desde aquel momento sor Magdalena, como
si ya no sintiese mal alguno, se puso á hablar con tanto vigor y energía, como no lo
había hecho ni aun cuando sana , y por un
enarto de hora su conversación nos llevaba
la mente al Paraíso. Después ele dar gracias
á Dios por haberla, hecho cristiana y religiosa dió las gracias á las Hermanas que h
habían asisticlo en su enfermedad, nombn'Lndolas una {¡, mm , y pidió perdón por si alguna vez las lutbía molestado.
Quiso asimismo darme las gracias y luego
con respetuosas palabras y santa libertt~d
me amonestó dulcemente porque acostumbro
hacer esperar la salud l1 las enfermas, mien·
tras al contrario el Señor Director les dice
la verdad á fin ele que estén siempre preparadas.
Agradeció encarecidamente al Sr. D. Bonetti que car.ittttivamente la había asistido,
visitado y dado la bendicion de día y de noche, y le aseguró que cumpliría sus encargo.; con María A.uxiliaclora y Don Bosco ;
le encomendó además que diera las gracias (L
los otros superiores, y á mí que las diera á
V. R. y á todas las Madres t.lel Capítulo.
Sin olvidar á sus parientes recmmmdó les
dijeran que 6, todos los esperaba en el Paraí8o. ~ Deciclles á todos repetía con énfasis,
qlte yo m·u.ero h·ija üe JvictrÜ:t y esposu ele J esú.s.
Concluídos estos agradecimientos, dirigiéndose al Sr. Director le elijo: - ¿Por qué
seJLtiré ümto:s deseos de lwblc~r m~c~·nclo antes
no era así?
- Porque te·néis el co·m.zón lleno ele contento
y el contento 08 htbce ol·viclc~Jr que estáis en la
agon-ía.
- Sí es 'Vellad estoy tc~·n contenta, tcmto que
1w puec7o e.rpresewlo. Ahora no temo lct muerte
s·ino q1te la deseo.
Después de breve silencio añaüió : - E's
'l.'etéli~d he olvidado ~uw cosa con Jlúw-ía; no le
he r>.cU<lo que me lieva.se p1·onto con ella.; pero
no ·importe¿ confio en JJicwía·; cuantlo sccb tiempo

me llevc6rá j as{ no haré nd voluntacl sino la
de Jesús.

Entre tanto dieron las 9, y siendo domingo,
el señor Director debía, ir á, celebrar la misa
f de nuestra Comunidad.
Antes de retirarse la saludó y le dijo que
,; rogaría por ella en la lVIisa ; que concluída
-r esperaba encontrarla viva; ma.s. que si así
no fuese se volverían á, vP.r en el Cielo: r
S-í, s'Í, vayc¿ y 1"~te{}'llO po1· m{, le contestó,
j hasta vernos en el Paraíso! .
Durante la celebración del Santo Sacrificio,
sor Magdalena perdió el uRo de la palabra.
Cuando el sacerdote llegó apenas tuvo tiempo
de decirle algunas expresiones é invitar á,
los ángeles para que le saliesen al encuentro. Eran las diez y media de la nuJ,ñ~tna.
He aquí referido á la ligera, carísima madre, lo que poca.s horas hace ha ocurrido en
nuestra casa. Todas las hermanas que estabamos presentes del mismo modo que el señor Don Bonetti estamos persuadidos de que
sor :Magdalena ha tenido una celestial visión. Ella lo dijo (y {t la muerte no se miente)
y lo demostró su sembl?.ute transformado y
el vigor corporal , cuando momentos antes
.apenas si podía proferir una palabra.
¡Oh! :Madre mía , qué amable y hermosa
debe ser la Virgen Santísima si tan sólo con
verla un momento y hablarle una palabra se
llenó de dulzura el corazón de una moribunda ! a, Si tal efecto producen una mirada
y una paJabra suya cn{tnto no se gozarú con
verla en el Cielo y hablarle y vivir en su
·Compañía por toda la eternidad~
¡Oh , carísima I\fttdre , cuán contentas estamos todas de ser Hija.s de María Auxilia{lora! Dios sea bendito por la gracia que de
la santa vocación nos ha hecho.
Entre tanto dígnese recibir con mis respetos los de todas estas sus hijas y cleseán·dole felices pascuas nos recomendamos á sus
oraciones.
De Sn Rev. con toda estima y afecto obligadísima hija
Sor TERESA LAURE:NTONI.

H
1\:'

Visto : Se confirma la verdad ele lo referido.
JUAN BONETTI Pbro.
Sor I\fagdalena Gatti era natural de Rosate, cerca de JYiilán. Ha muerto á los 3.3
años ele edad y 6 de religión. En la Casa
de Turín , donde residió ~inco años , prestó
grandes servicios como asistenta y directora
de los talleres. Su eximia virtud era causa
de que fuese muy estimada de todas las hermanas y a.madísima de las niñas del Oratotorio festivo, á las cua.les tenía siempre contentas y dirigía con gran provecho en el
camino de la virtud. En las vísperas de cada
' :tiesta un buen número de edummda.s eran
alentadas y i>reparadas por ella para ht santa
Confesión.

Su semblante era muy afable ; hablaba
poco y su presencia infundía respeto.
Al principio de su enfermedad vinieron
sus parientes con el propósito ele lleva.rla
á casa para que curara. má,s pronto ; pero
ella se empeñó con la Superiora y Hermanas
en. permanecer con nosotras y decía: - Si
en vez de sanar, mi mal se agrava no porlré
en casa recibir á, N u estro Señor con tanta
frecuencia como aquí, y luego me daría mucha pena morir lejos de mis hermanas.
¡Qué el buen Dios y María Auxiliadora
nol'l manden muchas hermanas semejantes á
sor Iviagclalena Gatti y que en su bondad se
dignen conservarlas más largo tiempo para
nuestra edificación y aliento.

lllSTORIA DEL ORATORIO DK S. FRANCISCO DE SALES
CAPÍTULO XIII.
Consejos no escuchados. - El hijo y la mad1·e. - Fin
noble y generoso. - El llanto de las madres.- Sa·
lida de Hecch!, - Felíz encuentl·o. - Llegada á Valdocco. - Pobreza, mise1·ia y alegl'fa, - El ajuar de
ia Esposa. Nuevos alquile1·es. _:_ Ensayos de las
escuelas dominicales y nocturnas. - Visitas y p1·e·
mios.

Tres meses habían pasado desde que Don
Bosco ha.Uába.se en el seno de la familia y
merced al descanso, buenos aires del país,
y amoros cuidados de sus parientes , se
había repuesto por completo. Enternecido
por las frecuentes visitas que le hacían los
niños para llevarlo á Turín, apremiado por
las· afectuosas cartas que le solicitaban volviese pronto, había prometido contentarlos
y deseaba vehementemente llegase el día en
que pudiese emprenuer su viaje. Pero dos
eran las cosas que lo tenían en perplejida(l
y retardaban por consiguiente el cumplimiento de sus deseos y nuestros: Los consejos de los amigos que le insinuaban lo
contrario y las críticas circunstancias de su
nueva demora.
· « Tu tienes necesidad, decíale ó escribíale
alguno de sus compañeros , de uno ó dos
años de descanso lejos del Oratorio; pues de
lo contrario te expones á recaer y entonces
ó te harás por completo inútil al trabajo ó
tendrás que bajar, antes de tiempo, á la
tumba. Quédate pues, por algún tiempo, en
casa; ocúpate en cosas fáciles y ligeras , y
una vez bien fortalecido, podrás empezar dt'
nuevo tus acostumbrados trabajos. »
Si se consiLleraba la gran fatiga que el
Oratorio le proporciom~ba, si se reflexionaba
en la delicada complexión de Don B oseo y
en las consecuencias de la enfermedad mortal, dichos consejos no eran fuera de regla;
pero. por nuestra buena ventura im~í,n pode-

-10 --

roso impelía á Don Bosco ponerse al frente
cuanto antes de sus queridos niños, pues el
estar tanto tiempo lejos de ellos íbale causando gran pena y por lo tanto érale imposible escuchar los referidos consejos. Por
cuyo motivo , dando gracias á sus amigos
por la benevolencia que le demostraban,
proseguía diciéndoles co:ino el apostol San
Pablo : « Dejadme, ir al Señor que me llama.
Él , que es omnipotente , y que ·abate y
suscita, sabrú, aumentar mis fuerzas y darme
la salud que necesite. Y si tuviese que sucumbir fu qué importa~ Nihil hor~~m vereor ,
nec fcw,io animam, mean~ p·'!"et·iotwrmn q~tam nw:
Yo no temo eso que vosotros me decís, ni
tengo mayor estima de mi vida que de mi
ministerio, antes al contral'io muchüdmo me
gustaría terminar mi carrera en bien de la
pobre juventud. Viendo esta resolución y
pareciendo que se descubría una disposición
del Cielo , el Ilmo. Señor Frauzoni y el
Rdo. Sr. Cafasso consintieron se volviese al
Oratorio, recomendándole , sin embargo , se
limitase tan solo á estar en compañía de los
niños, áJ dirigirlos y a,consejarlos, absteniéndose absolutamente de confesar , predicar ,
hacer clases y otras cosas semejantes. Don
Bosco prometió, pero después... hacía como
por el pasado. Hablando un día de esto,
oímos que decía : « Al principio tenía voluntad de obedecer y mantener mi promesa;
. pero después, al ver como el Sr. Borelli y
compañeros no podían atender á todo, y tal
vez muchos niños en los días de fiesta quedaban sin confesarse, no pude contenerme y
me resolví ~í, ayudarlos. Desde entonces no
tuve necesidad de médicos ni de medicinas.
Lo cual hízome creer que el trabajo no es
lo que daña á la salud corporal. »
Vencidas las dificultades que le representaban los referidos médicos, tratábase de superar otras muchas más grandes; Al volver á
Turín, la h1tención de Don Bosco era establecer su residencia :fija en Valdocco, muy cerca
del Oratorio. Con este fin había alquilado
ya algunas alcobas de una casa contigua á
la iglesia. Pero un poco más tarde vino á
conocer lo muy peligroso que sería la permanencia en dicho sitio , ya por la posada
de la Gia,rd,inie,m, .que estaba muy ·cerea, ya
, también por ciertos vecinos que vivían maLamente. Don Bosco en su nueva habitación, no pudiendo ser servido como en el
Instituto de la :Marquesa <le Barolo, necesitaba una persona en casa , pero á causa
ie los. sobredichos motivos no se atreyía á
tomarla, temiendo con razón exponerla á los
peligros que es facil iwagiuar , lo cual le
tenía angustiado y pensativo.
Ahora bien : fu cómo Don Bosco salió de
;,ste emharnJzo ~ fu (~üién allanará el camino
¡Jara que pueda realizar su deseada venida

mísera humanidad y salvación de las almas.
N o es este el lugar para nombrar una por
una las grandes heroínas que por divina voluntad, en la antigua y nueva ley, tomaron
loable parte en el cumplimiento de hechos
portentosos; pero· como para nosotros y pa.ra,
la juveuLud en general, el cleflniti vo e:sta'blecimiento del Oratorio de San Francisco de
Sales fué un acaechniento de grande importancia, no podemos menos de notar la disposición de Dios Ntro. Seílor en que también.
las mujeres tuviesen una parte muy singula,r.
· Entre ellas figuran todas las madres que
enviaban sus hijos al Oratorio con suma solicitn.d ; las seíloras con las limosnas que
para esta obra daban; las religiosas que trabajaban día y noche en favor de aquellos
pobrecitos niños. Pero entre todas hay una
mujer que tomó una parte muy principal ,
mujer que dió ejemplo y animó á todas
las demás ; mujer que fné la, primera en
enarbolar sobre aquel suelo la brmclera de la
caridad en bien ele los niños pobres y abandonados, los cuales justamente la llamaron
madre; mujer que para· tal empresa púsose
á la cabeza de rnuehísimllS otras que caminaron, caminan y caminarán sobre sus huellas
ha,s-ta el fin de los siglos. Esta mujer es Margarita Occhiena, viuda de Bosco.
De ella daremos mm biografía cuando entremos en la narracióu de su feliz trt1nsi·to ;
en tanto hablaremos come de nuestra madre
adoptiva siempre que se nos presente ocasión.
Todo lo que hasta aquí hemos referido y
mucho de lo que referiremos aún en lo sucesivo nos lo ha dicho la misma madre ele
Don Bosco durante los 12 años que tuvimos
la gran dicha de disfrutar de su amtthle
compañía y matemales cuidados.
Angul:ltiado , pues, D. Boseo por las referidas dificultades, después de haber pensado en vano en su remedio, púsose un día
á hablar con su madre del modo siguiente:·
« Héme resuelto volver á Turín en medio
de mis queridos niños. Pero como allora uo
demoraré en el Refugio, tendré necesidad de
una persona de servicio. Para tomarla se
presenta una dificultad muy grande, y es el.
sitio donde tendré que residir, en Valdocco,
{t causa (te alguna~;; personas que viven en
aquellos alrededores escandalosamente. Ud.
sola podría tenerme tranquilo; ~o me quiere 7
pue'S, acompañar o~ »
A estas palabras la piadosa mujer se quedó
un
poco pensativ~. y después respondió :
1
¡ « Querido hijo, ~ú puedes imaginar cuánto
cueste á mi corazón abandonar esta casa, á
tu hermano y tantas otras personas queaprecio muchísimo ; sin embargo, si te parece que lo que tu me propones puede agradar
al Señor, yo estoy dispuesta· á, irme. »·
· · D. Boseo le dijo que sí, le dió las gracias
~ntre no~otros ~
y concluyó diciendo: «Bueno; pues disponJ_,a mujer entró siempre en todos l.os acae- gamos la.s cosas y después de la fiesta de
;imientos más ó menos favorables para la Todos los Santos, partiremos. »

-11-

Y ~l, la verdad, Margarita Bosco, al aban- de partir; pero la valerosa mujer consolán- ' .:
donar la casa hacía un gran sacrificio ; puesto dolos con la esperanza ele verlos muy pronto
que ella era dueña de todo, amada por todos, los abrazó y, juntamente con su hijo, púsose
respeta.da por todos los -vecinos , en fin , no · en camino á la vuelta de Turín. Don Bosco
le fa,ltaba nada en su condición 1)ara ser llevaba consigo el breviario, un misal y alfeliz. Tampoco era menos grande el sacrificio gunos cuadernos ; la madre una cesta de ropa
de la familia, la eual, apénas se hubo ente- con algunos objetos indispensables. Viajabau
rado ele tal decisión, no cesaron ele llorar á á la apostóliea., es decir, á pié y discurriendo
lágrima viva. Pero en aquella casa reinaba de Dios y sus cosas. Llegados á la ciudad
el santo temor de Dios y por lo tanto, pen- de Ohieri, se pararon á comer en casa del
sa.nclo en el fi.n por el cual la virtuosa madre abogado Sr. Valimberti, cuya familia estaba
se ale-jaba, todos se resignaban .Y callahau.
en ínt&ma relación con la de ellos. ProsiguieEl fin por el cual se iba era verdadera- ron ~espu~s su camino y al anochecer llega.
mente noble y generoso. Ella salía con su ron ft Tnrm.
hijo no para llevar una vida más cómoda y
Al llegar á Roncló, lugar poco distante ele
tranquila, sino para dividir con él las penas la nueva demora, , tuvieron un feliz encueny trab~jos en favor ele centeuares de niños tro, que es digno de particular mención. Era
pobres y abandonados .; no impelida por co- el Bdo. Sr. Doctor Don Juan V ola, eeloso
clieioso deseo de atesorí.tr riquezas , sino por saeerdote turinés, de quien hemos hablado
amor de Dios y de las almas , pues sabía 1 ya en esta historia, pues venía con frecuencia
que la parte del sagrado ministerio que Don 1 al Oratorio á, ayudar á Don Bosco. Después
Bosco había emprendido, l~jos de ofrecerle 1 ele haberle manifestado las mCts cordiales conmedios ele ganaalCia, la obligaba por el con- , gratnlaeiónes por la salud adquirida, le pretrario á gastar de lo suyo y después á buscar 1 guntó : - lo Y adónde vas á ha,bitar 6~
limosna. Mas ante t::ü reflexión no se arredró, 1 - Tengo aquí á mi madre, respondi!S Don
sino que, admirando el valor y eelo del hijo, 1 Bosco , y vrLmos á parar en casa Pinarcli,
se sintió más animad~¡¡ á ser su compañera muv e.er·ca, del Oratorio.
·
é imitaclora hasta, ln. muerte. ¡Dichosos aque- 1 _:_ Pero sin empleo y sin estipendio i, como
llos sacerdotes que tienen nw.dres tan vir· 1 os las vais á arreglar para vivir en esta
ciudad~
tuosas!
En tanto habían ya. mandado ú Tnrín al- Tu me haces una pregunta que no sagunas cosas y por último llegó el 3 de no- brüt eómo contestar. en este momento; sin
viembre, día, iijado para ltt salida.
mnhargo, nosotros nos ponemos eillas manos
Apénas se supo en el pueblo esta noticia de Dios y esperamos que no nos faltará su
sucedió nnn. eseena que Don Bosco no se auxilio.
esperaba : Hemos dicho ya, como durante el
- A la verdad , yo te admiro , añadió el
tiempo de su convalecencia en ]3eceh'i, se- sacerdote Vola, y te alabo ; siento no tener
cunclando su irresistible inclinación , había dinero; pero en fin toma esto por ahora reunido númerosos niños y formado un pe- y le dió el reloj. :Pon Bosco le dió las graqueño Oratorio. Atraidos por sus dulees y cias y dirigiéndose á su madre , hé aquí le
afables maneras, aquellos niños lo a.maban diee, una prueba evidente de que la Divina
ya tanto que durante la semana no hacían Providencia nos protejerá. Vámonos , pues ,
más que suspirar llegase el domingo para ir con confianza.
junto á él. Aclemá,s los padres al ver tan
Anduvieron un poco más y se encontraron
bién tratados, educados é instruidos á sus en su nueva habitación. Consistía esta, en
hijitos , estaban en extremo contentos y ha- dos alcobas para dormir, de una de las cuacían votos para que el buen sacerdote no se les tenían que servirse también para coeina.
hubiese ido nunca de allí. Así lo esperaban; Había dos camas, dos banquitos, dos sillaEl,
pero cuando tuvieron noticia de lo contrario un baul, una mesa, una cazuela con algunos
se fueron en seguida á su casa y con las platos, y por la primera noche podemos añamás vivas instancias le suplicaban que no dir tamhien un reloj, vendido al día siguiente.
se fuese. - Si necesita algo, · nosotros esta- Como se ve reinaba á las mil maravillas la
mos dispuestos á pagarlo, decían. - Y o, si pobreza y la miseria.
Todo esto que habría anedmdo {L cualno puedo en dinero , daré alguna cosa en
quiera , alegró y consoló á Don Bosco y su
tela. - Yo ofreceré huevos y gallinas. N o tema, U d., no falta.rá nada, le traeremos madre , la, cual le dijo : « En casa todo el
trigo, maíz, en fin, de todo lo que poseemos; día tenía que estar con el cuidado de a(lmiquédese. Ud., y no aba11clone de este modo nistrar y mandar á todos; aquí, por lo que
á nuestros pobrecitos hijos. - Viendo que veo, podré estar mucho más tranquila y mesus súplicas no alcanzaban nada varias de nos molestada. » Después , de buen humor
aquellas buenas mujeres y niños se echaron y llena de contento, se puso {t cantar:
á llorar á lágrima viva, turbl;Lnclo no poco la
Gn.a·i al mondo
serenidad de Don Bosco.
Se ci sente
Mucho lloraron también los nietos de MarFo1·csUm·i
garita Bosco cuando la vieron en vísperas
Senza n·iente,

-1~--------~------------------------------

dando á entender su crítica posición sin un
céntimo en el bolsillo. Don Bosco como no
estaba ya ocupado en el Instituto de la Marquesa Barolo , no recibía estipendio alguno. ·
Se necesitaban medios de subsistencia ; tenían que pagar el alquiler de la casa, dar de
comer {t algunos niños que, llenos de hambre
y frío iban á su puert::t pidiendo pan. Don
Bosco, como su buena madre, no podían dejarlos ir sin nada; de suerte que unas veces
les daba un pedazo de pan, otras una pieza
de ropa y otras otra cosa. Por cuyo motivo,
de allí {L pocas semanas habían concluido
con todo lo que tenían. ~Cómo, pues, podrían
seguir adelant-e t
Si bien habían puesto su confianza en los
graneros y tesoros de la divina Providencia,
sin embargo no dejaron de hacer todo lo que
por su parte podían con el fin de obligarlo
á obrar a.lgun milagro. Por lo tanto D. Bosco se decidió á vender y vendió algunos
pedazos de terreno y una viña que le pertenecían. Y no bastando esto la madre mandó
le trajesen los regalos de sus bodas , que
hasta entonces había conservado con especia.I cuidado. Apénas los hubo recibido se
fué ·á venderlos y parte de su resultado lo
invirtió en ornamentos sagrados pam la capilla del Oratorio que era sumamente pobre.
Por muy .poco apego que aquella buena
mujer tuviese á las cosas del mundo, sin
embargo el deshacerse de tan preciosos recuerdos le· costó no poca pena. U na vez que
hablaba sobre esto le oímos dedr :
« Cuando ví aquellos objetos por última
vez entre manos y que estaba ya para darlos ú otros, me sentí un poco turbada,; pero
me hice cargo de ello y dije : Idos con Dios;
que m~jor suerte no os podría tocar, como
es la de dar de comer á tantos pobres niños
y adomar la casa del Esposo celestial. Deslmés de este acto me sentí tan contenta que
si hubiese tenido muchos otros regalos me
hahria quedado sin ellos igualmente alegre
y coufonne.
Cou sem~ja.ntes auxilios Don Bosco pudo
alquilar aún otras habHa,ciones que fueron
muy ventnjosas al Oratorio. Se abrieron
entonces las escuelas. festivas y noctü.rnas.
Al principio, por falta de sitio, se hacía clase
en la cocina, en el aposento de Don Bosco,
en la saeristía, en el coro y en la eu.pilla.
N o es necesa.rio digamos que diehos sitios
no eran los más á prol)osito para nuestra
ocupación , pero no se podía obrar di versamente.
Por consig·uie~l~e , a.dquirido nuevo local ,
Don Bosco abr10 otras esenelas , las cuales
dividió segun la mayor ó menor instruceión
de los alumnos, que muy pronto llegaron á
300 y se obtuvieron resultados harto consoladores.
Después de algunos meses de clase quiso
Don Bosco que diésemos pública prueba. de
nuestra aplieacióu en el Ül.ltedmno, Historia

Sagrada y Geografía. Con tal fin invitó ú,.
varios personajes de Turín, entre los cuales
el celebre abate Aporti, el diputato Boncompagni :• el teólogo Baricco, el profesor Rayneri y otros. Estas celebridades nos hicieron
varias preguntas sobre hts referidas materias ; se quedaron satisfechos de nuestras
respuestas, aplaudieron nuestro ensayo y dejaron á los sobresalientes muy bonitos premios y recuerdos.
Animados por esta primera prueba , hicimos poco tiempo después otra sobre diversas materias, con mtís solemnidad que la primera. Como en todo Turín se hablaba de
nuestras escuelas por ser entonces una novedad y además no eran pocos los profesores
y otras personas distinguidas que venían ú,
visitarlas con frecuencia el Ayuntamiento
mismo , apénas lo supo , mandó una Comisión, compuesta de los. Sres. Cotta, Capella
y Dupre con el fin de que se cerciorasen de
si lo que se decía era realidad ó cosa imaginaria..
(Se continuará,)

Necrología.
Publicamos los nombres ele los Cooperadores y Cooperadoras q ne en el año 1888
fueron llamados por Dios Ntro. Señor {t la
eternidad, y al propio tiempo reeomandamos
á todos los hermanos que pertenecen á, nuestra Pía Socieda.d , rueguen ue un modo especial por el eterno reposo ele sus [Ümas.
:Meditemos también nosotros con frecuencia
en esta postrimería, de cuyo acaecimiento
ignoramoB la hora y lugar y preparémonos
con nuestras buenas obras al divino llamamiento, llenos de confianza en la misericordia de Dios.
Arizaga Bonifacio (Co1·'u?ía).
Arzures Verónica (Oaráccbs).
Albia J. ( Albaoete).
Bravo Ü<írmen (Utrem).
Oorcololes J mm ( Mcu1rül).
Cappo Antonio (Id.).
Gosa.Ivez l\1. ( Alica.nte).
Jimeuez Francisco (Sev-illa).
:Mancebo H.afaela ( Onrácas).
IVlayor ele Llano Luis ( Bcwoelont:t).
Oropeza, Ana ( Oct,nÍCltS).
Pintado J. (Bmsil).
Planas Cármen (Bcwcclona,J.
l.,into de Campos Joaquín, (Roma).
Perez José 1\f::t.ría ( BevUla).
Heus Manuel ( Aliccmte).
Soriano Vicente (Ocwúca.s).
Sanchez Juan, Deán de la üttte(lral de Plctsenc'if.¡,,
Villami.tjamJ. y Villa Benito, Arzobispo ue
Tan·a.gona.
Guo aprubaciun de la ht. Eclcsi¡\stica - Gerente MHEO IHiiGLIONE
T.l"in, IXS9 ·- "fi¡•Jgratia Salui .• oa,

BUENOS·AYRES- LJBRERIA SALESIANA- TURIN

r

LECTURAS

CATIOLICAS

AÑO I. (1884=)

LA
ANTE LA

F~

CIENCIA~

1\ll.ODERl\IA

POR MONSEÑOR DE SEGUR
Opús. en-32 de 175 pág. En Buenos Ai1·es m1n 12.

IjOS

.

.

.

Peset. O BO

FRANC~fASONES

lO QUE SON, lO QUE HACEN, lO QUE QUIEREN
POR MONSEÑOR DE SEGUR
Opús. en-32 de 142 pág. En Buenos Aires m¡n 12.

• • .

.

,

• • .

Peset. O 30

LOS VIAJEROS DEL FERRO CAR,RIIA
Y VIDA DE LA PASTORCILLA

SANTA GERMANA COUSIN
Opús. rn-32 de 16 pág. En Buenos Aires m¡n 10.

• .

• .

• • .

• Peset. O 75

LA GRAN BESTIA
SENALADA A 1-.~_._~ JUVENTUD
. por el P. F. MARTINENGO

Opús. in-32 de 140 pág. En Buenos Aires m¡n 14.

• • • •

• • • •

Peset. 1 00

BUENOS-AYRES- LIBRERIA SALESIANA-TU R 1 N

LETRAS ENCICLICAS

DE N. S. P. EL PAPA LEÓN XIII
·SOBRE lA LIBERTAD HUMANA
Dadas en Roma el 20 de J"unio ele 1888

Opúsc. en-16 de 44 pág. • • .

.

.

• .

• .

• • • • .

,

• • • Pesetas 1 00

p

COLECClON DE LECTU.RAS DRAMATICAS
I. B. FRANCESIAE

DE S. AURELIO AUGUSTINO
ACTIO DR.ÁL\MATICA
IN DUAS PARTES DISTINCTA NUKC PRIMUM AB EODElVI VERSIBUS
TRADUCTA QUOS OLIM lACOBUS .MARTELLIUS lTALlS DEDIT

Opús. en-32 de 104 pág. .

.

• •

• •

.

.

• • • .

• •

• • •

Pesetas O 60

l. B. FRANCESIAE

ACTJO DRAMATJCA
PLAUTINIS VERSIBUS CONSCRIPTA ET ITALICIS NUMERIS.
IN OMNIUM COMMODUM APTATA
.i,

Opúsc. en-32 tle ·118 · pág~ · :





-••

;_..



-.·



·.·.-

-~--



•<





Pesetas

o 60
Texto
*\4_c1stfs~~~~~~~!~~~tJ~:.r.')~~~~~~~~~~ts_~~-~~,~~~~,~~~~,

~ -;-~0

IV.- N. l.

Sale una vez al mes.

i-O
L
ET
1
N
S
L
:t
-o~