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ANO VIH.- N. 10.

Fablicación mensnal.

OCTOBRB de 1893

BOLETIN SALESIANO
Q u ie n r e c i b ie r e á u n n iñ o e n m i
n o m b re , á m i m e re c ib e .
(JI a t h . XVIII.)

Os re c o m ie n d o l a ñ in e z y l a j u ­
v e n tu d ; c u ltiv a d c o n g r a n d e e s ­
m e r o s u e d u c a c ió n c r i s t i a n a ; y
p r o p o r c io n a d le li b r o s q u e le e n ­
s e ñ e n á b u ir d e l v ic io y & p r a c ­
t i c a r l a v ir tu d .
(Pío IX.)
K e d o b la d v u e s t r a s fu e r z a s k ñ n
d e a p a r t a r á l a n iñ e z y ju v e n ­
t u d d e l a c o rr u p c ió n ó in c r e d u ­
li d a d y p r e p a r a r a s í u n a n u e v a
g e n e ra c ió n .
(L e o k X III.)



D e b e m o s a y u d a r k n u e s tr o s h e r ­
m a n o s k ñ n d e c o o p e ra r d la
d if u s ió n d e l a v e rd a d .
(111 S. Jr.vN-, 8.)

A tie n d e k la b u e n a le c t u r a , k la
e x h o r ta c ió n y & l a e n s e ñ a n z a .
( I T im o t h . IV, 13.)

B n tr e la s c o sa s d iv in a s , l a m d s s u ­
b lim e , e s la d e c o o p e ra r c o n D io s
A l a s a lv a c ió n d e la s a lm a s.
(S. D io n is io .)
E l a m o r a l p ró jim o , e s u n o d e
lo s m a y o r e s y m d s e x c e le n te s
d o n e s q u e la d iv i n a b o n d a d
p u e d e c o n c e d e r á lo s h o m b re s .
(E l Doct. S. F iía n c . do Sales).

D I R E C C I O N e n el O r a to r io S a le s ia n o — C a lle de C o tto le n g o N . 3 2 , T U R I N (I ta lia ) )&&í^

SU M A R IO .
A dvertencia.
L a S an ta E u c a ristía , alim ento d e l alm a.
Bendición de la prim era p ie d ra de la C ap illa y Casa
Salesiaua de Iv rea.
Gracias de M aría A uxiliadora.
B a r c e l o n a . O ratorio do H ostafranclis.
Salesianos en C iud.idela (M enorca).
Los Salesianos eu A layor de Menorca.
B ibliografía. H isto ria do la P asió n do Je su c risto ,
escrita p o r el Sr. P resb ítero Don M iguel Mir.
F r a n c ia . E l P atro n a to de Niza.
E s p a ñ a . L a obra do D on Busco.

peradores del Instituto fundado por
Don Bosco, los que quieran hacer la
limosna del valor correspondiente á
esta publicación, pueden mandar 3 pe­
setas á la Casa salesiana más pró­
xima á su vivienda, en la seguridad
de que será acogida con profundo
agradecimiento y empleada en pro­
vecho de los niños más pol)res y
desamparados.

A D V E R T E N C IA .
Rogamos á nuestros lectores y
Cooperadores que cuando cambien
de domicilio se sirvan avisarlo á la
Casa salesiana del país ó ciudad en
que viA'‘en, á fin de que puedan re­
cibir el BOLETIN con regularidad y
sin retardo. Conviene asimismo dar
aviso del fallecimiento de cualquiera
de nuestros Cooperadores, para ha­
cerles los sufragios correspondientes.
Bien que el BOLETIN S.-VLESIANO
se reparte gratuitamente á los Coo­

La Santa Encaristía alimento del alma.
Pre^ruiitaba el venerable Mae.stro Ju an
de Avila ouá! era la causa de que tanto.s
male.s afligiesen al mundo, cuál la de
lautos pecados y de tan pocas buenas
obras, y contestaba: porque los hombres
no quieren comulgar. A la verdad que
si los hombres comulgaran con íreciieucia
se cambiaría en breve tiempo la faz del
mundo católico. AIejado.s Jos hombres
del pecado mortal j)or medio <lel augusto
sacramento serían bueno.s hijos, buenos

— UG —

herm anos, buenos padres de fam ilia,
buenos gobernantes y buenos ciudadanos.
Vengan lioinbres "que comulguen frecuenlcniente con las disposiciones debida.s, Ijunilires que son los árbitros del
hogar y del poder, que son los llamados
á (‘jíu-ccr iníluencia avasalladora en las
ciudades y en los cam pos, en la i)az y
en la guerra, hombres que tengan por
la frecuente comunión ese temple de
alma (pie solamente comunica el fuego
do la gracia, y veréis á la autoridad di­
vina bi'illar á través de la autoridad hu­
mana, la sabiduría en los legisladores,
la justicia en los tribunales, la docilidad
en las muchedumbres, la laboriosidad en
los menestrales y campesinos, la fide­
lidad , el valor y hasta el heroísmo en
los ejércitos.
T ara poner fin á los males que todo
el mundo confiesa y en ()ue sin compa­
ración más (pie la m ujer influye siempre
el hombre, hace mucho tiempo (pie se
tra ta de aplicar rem edios, pero sin que
(m la combinación del plan curativo entro
Dios sino como un elemento secundario.
Pues bien, ya lo estamos viendo^ esto
no b a s ta : los medios puram ente n atu ­
rales non son sutici entes para levantar
el nivel moral de los hom bres, y las
fuerzas (jiie éstos no encuentran en sí
las han de buscar y hallar en D ios, en
Jesús Sacramentado.
Cuando los hombres son ingenuos con­
fiesan (pie se sienten mal, muy mal, muy
enfermos, muy sin fuerzas para la virtud.
So les dice: ahí tenéis el remedio á
viKístros males, ahí tenéis la fortaleza de
Dios, ahí tenéis á Jesús. Y los hombres
no quieren ir á Jesús.
ITo pueden negar que experimentan
un hambre en el alma, (pie nada basta
á sac ia r; so les dice (pie no se empeñen
cu alim entar con tierra y podredumbre
un alma que ha sido elevada á lo sobre­
natural y d ivino; se les dice (pie esa
ham bre (pie sienten y (pie no se expli­
c a n , es hmiilne do D ios, (pie sólo Dios
l>uede saciar, y los hombi*es no (piieren
acercarse á Dios.
So sienten m orir, y no reliaran que
JosuorivSto ha dicho: Í o soy la resurrección
y la vida.,.; yo soy el pan de vida...; yo
soy el pan viro que descendí del cielo: el
que comiere de este pan vieird eternamente;
y los hombres no quieren vivir la vida
de la gracia y dei amor con que les
brinda Cristo.

Oyen á este Señor que les amenaza
con "estas term inantes p alab ras: JSn ver­
dad, en verdad os digo que si no comiéreis
la carne del Rijo del Sonibre y no lehiéreis
su sangre, no tendréis vida en vosotros; y
los hombres de ahora, como los que
oyeron iior primera vez estas palabras,
exclam an: h u r a es esta doctrina; y se
apartan de la vida y se obstinan en
morir, y morii* para siempre!
Las catacumbas fueron en los primeros
siglos un testimonio vivo de la frecuente
comunión de los cristianos; las obras de
los Padres y Doctores lo atestiguan, y
si la Iglesia impone la obligación grave
(le comulgar cada año, hombres y muj(ires, al menos por X’ascua, manifiesta
el (leseo do que los fieles comulguen
siempre que asisten á misa.
De tem er os, dice san Hilario, que el
que so aparta por largo tiempo del cuerpo
(le Cristo, quede también apartado de la
salvación; y añade san A m brosio: « Eecíbele diariamente para que todos los
días te aproveche, y vive de ta l modo
que merezcas recibirle todos los días.
Muchos, en otro tiempo, soberbios, indó­
mitos, carnales, pródigos, enemigos de
las cosas espirituales, se convirtieron á
Dios en poco tiempo, m ediante este sa­
cramento ; y por el contrario, muchos
que mientras frecuentaban la sagrada
comunión, estaban muy dados á las cosas
divinas, después absteniéndose por negli­
gencia, vinieron á ser peores que antes
cuando frecuentaban la Eucaristía. »
listas razones que han sido poderosas
en todas las épocas, lo son más todavía
en nuestros tiempos de eucaruizada y
sorda lucha satánica, como si se estu­
viera en medio de una iiaz imjiertnrbablej
])ues que arrojaudo muchos hombres las
armas defensivas, han llegado hasta á
desamparar las igl(isias.
Muchos católicos dan á entender con
su conducta que el templo no se ha
hécho para los hom bres; (jiie el culto
divino, la divina palabra, los sacramentos
no so han hecho i>ara ellos; lo que equi­
vale á decir que tampoco para ellos se
ha hecho la salvación ni el cielo.
Cristo no ha trazado un itinerario
distinto á los hombres que á las m iije i^
liara subir el penoso Calvario de la vida
que term iua en el Tabor de la transfi­
guración eterna.
Es indudable que las grandes luchas
por la fe, por la moral, por la salvación

— U7 —
de las familias y ele los pueblos, las lian amorosísimos brazos y en el encendido
de reúir, en especial, los hom bres, y la Corazón de Jesús. A esto deben ser
fortaleza que para estas luchas se nece­ exhortados los hombres, por los párrocos
sita solamente la da este pan del cielo y los predicadores en el templo, y á esto
que entraña en sí todas las delicias.
les dehen exhortar con la irresistible voz
Llamados los hombres á pelear no les del ejemplo y del cariño, las madres y
dejemos ir á la guerra desnudos y sin las hermanas y las esposas y las hijas
armas, dice san C ipriano: mas armé­ en el santuario del hogar.
moslos con el amparo del cuerpo y
sangre de Cristo; y pues para esto se
consagra la Eucaristía, armemos con ella
á los que queremos que sean fuertes
contra, el perseguidor.
Bendicióu de la primera piedra
Tres clases de pecados apartan de la
comunión frecuente, ei) sentir del Doctor
de la capilla y Casa salesiaua de Ivrca
de la Iglesia san Erancisco de Sales; la
usura, el odio al prójimo y las relaciones
culpables. M ientras se retiene lo ajeno
E l 9 de mayo fuó día de gran fiesta
contra la voluntad de su dueño, mientras
el corazón se altera y ceba contra el para la Casa salesiana de Ivrea. El
prójimo, ó está enlazado con lazos in­ limo. Sr. Eichelmy, obispo de la dió­
fames que no quiere rom per, como no cesis, acompañado de su Vicario General
se^ puede en tal estado recibir la absolu­ y de del Arcediano de la iglesia catedral,
ción y ponerse en gracia de D ios, no se dignó hacer solemnemente la cere­
pueden los reos de tamañas culpas, acer­ monia de la bendición y colocación de
carse á comulgar ni una vez tan sólo, la primera piedra de la capilla del Co­
salesiano y de un cuerpo de edi­
cuánto menos con frecuencia. Pero no legio
ficio contiguo á ella.
supuestas estas malas disposiciones, |q u é
El Pevmo. Sr. Don Púa, que con mo­
pueden pretextar los hojiibres para no
tivo
de esta solemnidad se hallaba allí
acercarse á menudo al Sacraiqento au­
leyó
el acta de la colocación de la pri­
gusto de nuestros altares?
mera p ied ra, y luego fuó colocada con
¡ Dirán <]ue no son suficientemente
ceremonias de estilo, juntam ente con
perfectos ? ¿ Y cómo lo serán si se alejan las
una medalla, en la prim era piedi’a.
de la fuente de toda perfección? ¿Excla­
Term inada la función religiosa, se in­
marán que son demasiado débiles y frá­ vitó á la reunión á un acto literariogiles? Pues este es el pan de los fuertes. musical, y como el mismo Sr. Don P ú a
¿Qué están agobiados de ocupaciones, exiircsara su profundo agradecimiento al
afanes y penas ? Pues Temd d m i, dice lim o Sr. Obisjio de Ivrca y á su jiiadosa
el Salvador, y yo os aliviaré. ¿Q ué no madre, de quien recibieron los Salesianos
son diuos? Eso ya lo sabe la Iglesia, y esta casa, y recordara (pie el Sr. Oopor e.so aun en los labios más])uros pone ineiulador Pichelm y, jiadre del ilustre
estas palabras repetidas v eces: Señor^ yo Prelado, se com)»lacía en asistir á las
no soy digno de qiie entréis en mi j)óhrG tiestas del Oratorio y en conducir con
morada. P e r eso el mismo Doctor san él á su hijo, el cual desde temprano se
Francisco de Sales dice que dos suertes aficionó á Don Poseo y á su obra, Monde personas deben comulgar á m enudo: sciior, lleno de humildad, contestó que
las ])erfectas, i)orque hallándose bien no había sido más que un débil instru­
dispuestas liarían muy mal en no llegarse mento en las manos de la divina Provi­
al m anantial y fuente de perfección; y dencia, á quien se debía todo honor v
las imperfectas, i>ara alcanzar la jier- gloria. Haciendo luego memoria de los
feccióu; los fuertes, jiara que no se de­ años de su infancia, añadió: ¿Quién se ha­
biliten, y los débiles ]>ara que se fortifi­ bría figurado entonces que en este lugar se
quen; los enfermos jiara que saneu, y . hubiera de poner la primera jiiedra de esta
los sanos para que no enfermen.
capilla salesiaua, que en este cainjio donde
Los que amau de veras á Cristo nues­ de niño me entretenía en recoger flores,
tro Señor, no han de rejiosar un punto hubieran de echarse los cimiautos de
hasta que logren aiTojar á todo el muudo, j una casa religiosa, destinada á la feli­
DO tan sólo á los pies, sino entre los i cidad de muchos niños.

— 14S —

T ya que hablo del tiempo i>asa(lo,
agregó el O bispo, permítaseme recordar
años anteriores y volver con el pensa­
miento cuatro siglos atrás. E ra una tarde
de invierno cuando llegó aquí al hospicio
(íontiguü á la cai)iUa de San Antonio im
desconocido á pedir hospedaje. Fatigado
del viajo y enfermo, se echó á la cama,
y ])oco des])uós moría. Pero ¡oh por­
tento ! apenas hubo expirado se vió allí
una gran llama como de incendio. Corren
los vecinos, se registran los objetos del
muerto y se observa (pie el (¡ue acaba
de morir es un obispo irlandés llamado
Tadoo, en cuyo proceso de canonización
ahora mismo se trabaja. Este lugar, pues,
vecino á la llama misteriosa quedará bajo
la protección del santo Obispo irlandés,
y Dios quiera que en esta misma capilla
llegue con el tiempo á erigirse un altar
en su honor.
La función concluyó con grandes ví­
tores al limo. Sr. Obispo de Ivrea, á Don
Bosco y á Don líua.
É6céÉé(?rccc)Cccc€($^

Gracias de laria Auxiliadora
Gupaeióii milagrosa
por la intercesión de la S. Virgen.

Ilabiondo por el espacio de más de veinte
años padecido de unos ataques nerviosos
que me hacían sufrir horrihlemeiite, desahu­
ciada por un médico y no sabiondo qué
hacer, en la aílicción en que me encontraba,
recurrí á la i)rotecoión de la Virgen. Em­
pecé un ejercicio do oraciones, por un uño,
y á los pucos días de empezar me encontró
coiupletamento curada, sin haber tomado
medicina alguna.
Llena de agradecimiento á tan celestial
Señora, hago público este portentoso mi­
lagro.
^
E. A.
Coojivrudora Saksiana.
L im a, 29 do Marzo do 1S93.

«*
Marín abogada nuestra.
A ñu del año p. p. unas personas se apro­
vecharon de un descuido mió para perjudi­
carme uotablemenie en mis intereses. En
tan crítico momento, viéndome á merced de

mis enemigos sin que pudiera hacer valer
mis derechos ante la ley humana, me di­
rigí á nuestra Madre y Abogada la Virgen
Auxiliadora con la promesa, si me favorecía,
de dar una pequeña limosna ijara su San­
tuario y de xjublicar la gracia en el Boletín
8aÍesiano. Pues bien, la Virgen se dignó
escucharme, disponiendo que los mismos pro­
motores del conflicto fueran causa de mi
defensa. Agradecido, entrego la pequeña li­
mosna á mi Sr. Párroco y envío esta con el
deseo de que se publique á mayor gloria
de nuestra Abogada la Virgen Auxiliadora.
13aMa B lanca, 19 de Ju n io de 1893.
J o s é J o a q u ín C i a n d i .
ii* iT 1 ' í V i ‘i I

n

lili II11

1^ r i

BARCELONA.
Oratorio de llostafrancbs.
B aicelona (Hostafiranclis),
13 de Agosto de 1893.

Se . D i e e c t o e d e l Boletín Salesiano:
Muy Sr. mío y hermano en el Señor: Hoy
hemos cojicluido el curso académico, y tengo
la satisfacción de participarle que, gracias
á Dios, se concluyó con una función muy
lucida. Me reñero á la solemue r^artición
de premios á los alumnos más distinguidos
por su buena conducta y aplicación ai estu­
dio, cutre los 600 que acuden á nuestras
escuelas.
isada le diré do los preparativos, los
adornos con que estaba engalauado el patio
de la casa, el efecto producido por los cantos
y la música, la inmensa concurrencia de
X)ei‘soiias de toda clase y edad, la alegría
de ios niños, etc... Tan sólo le advertiré que
todo aquel conjunto de cosas, personas y
demás circunstancias de tal modo alucinaba
mi espíritu que parecíame asistir á una de
las academias que muchas veces presenció
en los venturosos años pasados en el Oratorio
de Turiii.
Junto con esta le envío un ejemplar del
programa de aquella memorable velada.
Todo fue ejecutado con perfección, y prescindindo de cada una de las composiciones,
no puedo menos de hacer especial men­
ción del discurso pronunciado por nuestro
buen amigo el Sr. D. Luis Jordá.
Este fervoroso católico, que tanto ama la
Obra Salesiana, tomó como argumento de
discurso el tem a: « La felicidad de los
pueblos. » Hizo un vivo bosquejo de los
males que afligen moral y materialmente á
la sociedad en general y en especial á la
clase obrera; luego pasó á demostrar cómo
la Iglesia ha sido en todo tiempo la única
en remediar eficazmente dichos males con

— 140 —
sus admirables instituciones que atienden á
todas las necesidades del hombre desde su
nacimiento hasta la muerte. De este modo
trató á su vez déla Oongresación Salesiana
y demostró cómo ella llena hoy día una ver­
dadera necesidad en el })ueblo por ser la
más conforme al espíritu del tiempo y dedi­
carse al trabajo en un campo tan rico de
mies cómo es el de la juventud pobre y
abandonada.
Los premios consistieron en su mayor parte
en blusas, camisas, pantalones, etc., rega­
lados al efecto por algunos fabricantes de
esta capital, á los cuales he de dar pública­
mente las gTacias más expresivas por su ca­
ridad, asegurándoles nuestra gratitud y la
de todos estos ñiños. Particulares gracias
debemos dar á nuestro amado Prelado el
Exmo. Sr. Catalá, quien, conociendo las
necesidades de esta barriada, nos regaló cien
blusas i)ara repartir á nuestros alumnos.
¡Qué María Auxiliadora pague con creces
á todos ¡
Al concluir el acto el M u y Iltre. Sr. Ca­
nónigo Dean Dr. D. José "Casas, que en
representación de S. S. lima, la había pre­
sidido, improvisó un hermoso discurso en
catalán encareciendo á todos los presentes
que enviaran á sus hijos á nuestras escuelas;
pues á más de ser gratuitas, proporcionan
á la juvenrud sólida instrucción y cristiana
educación. Felicitó á los premiados y los
exhortó á seguir constantes en su aplicación
y buena conducta; animó á los que no ha­
bían tenido premios, excitándolos á que imi­
taran el buen ejemplo de sus compañeros y
procuraran conseguirlos en los exámenes del
curso próximo. A todos en fin recordó que
los premios concedidos por los hombres de­
ben llamar nuestra atención sobre el premio
que Dios N. S. otorgará á los que habrán
practicado la virtud y observado los deberes
(le buen cristiano.
Toda la prensa de esta ciudad habló de
nuestra fiesta, publicando de ella detalladas
y bonitas reseñas y manifestando la nece­
sidad de que las personas caritativas faci­
liten con sus limosnas el desarrollo de esta
Casa, á fin de que pueda extender más y
más su benéfico influjo, líecuerdo aquí cómo
prueba de agradecimiento el Xoüekro Uni­
versal^ el Diario de Barcelona^ el (Jorreo Ca­
talán y el Diario Catalán.
Dígnese, amado Sr. Director, saladar res­
petuosamente de mi parte á todos esos bue­
nos Superiores, y en sus oraciones no olvide
á su afino, hermano en Cristo.
Q. S. M. B.
A n t o n io A i í i e ,

Presbítero.

SA L E S M O S EN CIU D A D EU DE MENORCA
(D el Vigía Católico de 19 de agosto).

B ie n v e n id a .

A las siete de la tarde del juévos de esta
semana, llegaron á esta ciudad de Cinda­
dela, procedentes de Mahonen donde habían
arribado el mismo día con el vapor
(/Hí/t, cincuenta y tres Salesianos dirigidos
por el lidü. P. Manuel llermida , Director
de los Tulleres de Sarria en Barcelona. .Muy
antes de su llegada, las calles de Alfonso
Tercero y la de María Auxiliadora, estaban
innmlad.is de personas de.seosas de saludar
y ver á los ansiados expedicionarios. Saliéloiiles al encuentro varios coehes, condu­
ciendo al M. X. Gobernador eclesiástico, al
Sr. Alcalde, una Comisión do la Junta de
obras de la nueva iglesia recieu edificada y
otra Comisión de jóvenes pertenecientes al
Oratorio Salesiano. Ai encontrarse cerca do
la población se apearon los Salesianos, en­
trando en la ciudad eutre los alegres acordes
de su misma banda de música, dirigiéndose
con el acompañamiento de iiu gentío inmenso
y al son de un animado paso doble á la casa
donde se hospedan, propiedad de nuestro
queridísimo amigo y celoso sacerdote Kcverendo D. Federico Pareja, Dicha casa jun­
tamente con la calle, están desde aquel día
muy adornadas con colgaduras, ramos y
banderas, ostentándose en una de las ven­
tanas del referido edificio un precioso cuadro
con la simpática figura del venerable Don
Bosco, fundador de la Congregación Salesiaua. Luego que la banda de música ter­
minó su tocada frente al lugar mencionado,
(iiéronse tres alegres vítores á Ufaría Auxi­
liadora, á Don Bosco y á los Salesianos, que
fueron contestados con entusiasmo por el
pueblo ciudadelano, que parecía Jiaberse
aglomerado todo en masa en aquel sitio.
Constituidos en el término de su viaje, so
Ies sirvió acto continuo un abundanterefVesco,
obsequio debido á la generosidad do una
persona bienhechora.
C o u s o la d u p e s p e c t á c u lo .

Muy bello y edificante es lo que está su­
cediendo en esta ciudad, con motivo de la
visita con que nos han honrado estos hijos
de D. Bosco. Todos los buenos Ciudadelaiios
muestran la mayor solicitud para obsequiar
cumplidamente á sus huéspedes simpáticos,
acudiendo con interés á enterarse de cuanto
necesitan, á fin de satisfacer sus deseos y
hacerles más grata su permanencia entre
nosotros. Cindadela ha comprendido que se
trata de hacer bien á unos pobrecitos arte­
sanos, huérfanos en su mayor parte; á unos
obreros que al amparo de la lieligión y bajo^

150 —
miento de la orquesta de Santa Cecilia del
Oratorio. Las condiciones artísticas que tiene
esta nueva iglesia, jauto con la profusión
de luces que la iluminabuu y la circunstancia
de ser el primer acto de culto religioso que
en ella se celebraba, daban al acto un aspecto
por demás agradable y edificante.
En la mañana de ayer, primer día, del
triduo, celebróse eii la referida iglesia la
santa Misa, haciéndose en ella la adoración
del Santísimo en virtud del Indulto de Su
Santidad. Este mismo acto lo hizo también
el M. I. Sr. Gobernador eclesiástico, quién
distribuyó el Pan de los ángeles durante el
santo sacrificio á la mayor parte de los jó­
venes Salesianos, los cuales se acercaron á
la sagrada Mesa con una actitud tan pia­
dosa, que edificaron á cuantos presenciaron
el acto. Los mismos Salesianos cantaron du­
rante la Misa unos bellísimos motetes con
acompañamiento de armonio y de violines.
Por la tarde, á las siete, después del so­
lemne cauto del Trisagio, ejecutado por los
mismos jóveues Salesianos, el Lie. D. Pedro
Molí, Cura-Ecónomo de la parroquia de la
Catedral, ocupó la sagrada cátedra del Es­
píritu Santo, pronunciando un bellísimo ser­
món sobre la inauguración del nuevo templo
dedicado á M. Auxiliadora. La nueva iglesia
estaba atestada de fieles, quienes recibieron
de rodillas al final de esta función la sagrada
bendición con Su Divina Magostad.
Hoy sábado y segundo día del triduo, á
las diez, se ba cantado Misa solemne en
honor do la Santísima V irgen, siendo celebraute el Edo. P. Director de la Casa de
Sarriá. Con admirable ajuste y hábil inter­
pretación , háse ejecutado uua bonita parti­
tura del repertorio Salesiano, dominando en
ella un sabor religioso- de muy buen gusto.
Al anochecer de hoy mismo, se han cantado
solemnes Completas, en preparación á la
fiesta principal de María Auxiliodora, que
debe celebrarse mauaua.
A causa de que sería insuficiente el local
de la uueva iglesia, para contenerá los fielw
que en el día do mañana, quisieran asistir
á los Oficios divinos que en dicha iglesia de­
bían celebrarse, se ba acordado recientemente
se celebren dichos Oficios en la santa iglesia
BciuUulón fiel Santuario.
«catedral. Eii cousecuencia se ha dispuesto
Al anochecer del juéves de esta semana, hacerse la bendición de la imagen de Mana
después de la llegada de los Salesianos á Auxiliadora después del cauto de Tercia,
esta ciudad, el M. 1. Sr. Gobernador ecle­ siendo á las diez la Misa solemne cantada
siástico, Dr. D. Lino Singla, acompañado por la orquesta de los Talleres Salesianos
del señor htaostro de ceremonias de la Ca­ de Sarriá y el sermón ya anunciado. Por la
tedral y de otros varios seuores sacerdotes, tarde se hará á la hora anunciada la tras­
procedió á la bendición solemne de la uueva lación de dicha imagen desde la Catedral á
iglesia dedicada á María Auxiliadora. Tor- nuestra iglesia, verificándose con este mo­
luiuadu la bendición, se colocó sobre el altar tivo una lucida procesión.
nu hermoso cuadro do la Virgen bajo aquella
advocación, permitiéndose después al pueblo
Visitas de nuestros huéspedes.
la entrada en el precioso templo, donde
Eu la tarde de ayer los Salesianos fueron
puestos todos los coneurreutes de rodillas,
cantóse uua bellísima ¡Salve con acompaña­ á visitar el Seminario al son de un alegre

(»1 cuidado de los celosos sacerdotes del
Instituto Salesiano, se dedican á los oficios
do carpintero, zapatero, sastre, tipógrafo,
herrero y otros, demostrando en su actitud
y finos modales que los distinguen; ser
unos jóvenes que en su tiempo serán buenos
y honrados ciudadanos.
Los Padres Salcsianos desvían al futuro
vago ó malhechor de la senda por donde
camina inevitablemente al presidio y lo co­
locan en aptitud de ser útil á si mismo, á
su familia y á la sociedad en las honradas
labores del artesano inteligente y moral; le
quitan do la mano el puñal y la botella del
aguardiente, para sustituirlos por las herramioutas productivas de los oficios mecánicos.
Así se educa á los pueblos y se libra á las na­
ciones de la anarquía y del caos, nomos
üido muchos discursos sobro la edución de
la clase obrera; i>ero los hechos se han en­
cargado de demostrar que sólo las corpora­
ciones religiosas poseen el secreto de saber
realizar la verdadera moralización de los
obreros.
Así quisiéramos ver á todos los artesanos j
personas laboriosas y bien educadas; fieles
á los deberes que tienen para con Dios, consigomismas y con los demás. Estos tales
bien merecen los elogios de las personas
sensatas y los aplausos de los pueblos, que
al verlos no pueden menos de sentir
ellos afectuosas simpatías y entrañable ca­
riño. Poseída de estos sentimientos, se halla
Oiudadehi respecto de los Salesianos, porque
admira en ellos aquellas cualidades: esto
mismo movió á nuestra ciudad á _alzarse
como en masa, para hacer un entusiasta re­
cibimiento á estos honrados hijos del tra­
bajo, y este concepto que tiene de ellos en
iiiiión de su carácter de huérfanos, hace que
el pueblo ciudadelauo los hospede con sumo
gusto, considerándose muy honrado con su
visita.
Interpretando, pues, los sentimientos de
nuestro pueblo n a ta l, enviamos desde las
columnas de JUJl Vigía la más afectuosa hienvenida á nuestros queridos y apreciablcs
huéspedes.

paso doble, tocando una bonita pieza dentro
del jardín de dicho establecimiento, después
de haber recorrido sus varias dependencias.
Dirigiéndose inmediatamente al Palacio Episcopaí, en cuyo jardín tocaron también una
bellísima pieza, que fué muy aplaudida por
la muchedumbre que le escuchaba con sumo
gusto. Al salir de Palacio fueron á obsequiar
con la miisica al Sr. Alcalde, después á
D. José de Olives, como miembro de la
Junta de Obras de la nueva iglesia y uno
de sus principales protectores.
En la tarde de hoy ha salido la misma
banda de música, con el objeto de obsequiar
con sus escogidas piezas al M. I. Sr. Arce­
diano de esta Catedral. Presidente de la
Junta de la nueva iglesia, á D. Javier de
Despujols y á D. Francisco Piris, miembros
de la citada Junta y protectores todos de
la referida Obra.
En todas partes han recogido los Salesianos entusiastas aplausos y felicitaciones por
lo bien que desempeñan piezas musicales de
indisputable mérito. El pueblo los sigue y
acompaña, ávido por deleitarse percibiendo
las gratas armonías de dicha banda de mú­
sica. El carácter de dichos jóvenes no les
permite hacer serenatas por la noche, lo cual
ha hecho, que cumplieran este deber de
cortesía para con las Autoridades y personas
bienhechoras, obsequiándolas con sus bellí­
simas tocadas.
Gran fiesta de Ulariaj Auxiliadora
en Cindadela de Álenorca.

El domingo último, veinte de Agosto, filé
para Cindadela día de inmenso júbilo, de
gratísimas emonciones y de indescriptible ani­
mación. El éxito que han tenido las fiestas
celebradas en esta ciudad, con motivo de la
solemne inauguración de la iglesia dedicada
á María Auxiliadora, ha superado los de­
seos y presentimientos de los más optimistas.
Filé una idea feliz aplaudida por todos estos
habitantes, el acuerdo de celebrar la función
religiosa en la santa iglesia catedral, en susti­
tución de la propia iglesia de María Auxi­
liadora, demasiado reducida para semejantes
festividades. Con esta circunstancia, pudo
asistir á los divinos oficios gran parte de
estos habitantes, que deseaban vivamente
tomar parte en la gran fiesta dedicada á
María Auxiliadora. Era de ver el bellísimo
espectáculo que presentaba nuestra Catedral,
estando completamente atestada de fieles,
mucho antes de comenzar la función reh'giosa.
función religiosa.

Esta tuvo principio con la bendición solemne
de la nueva bellísima imágen de la Virgen,
que dió el M. I. Sr. Gobernador eclesiás­
tico de esta diócesis. Fueron el padrino y

la madrina en este hermoso acto D. Fran­
cisco Javier de Despujol, donante de la pre­
ciosa imágen, y D* Ascensión l\Ietz viuda
de Carrió, madxe política del Sr. de Dospujol. Acto seguido comenzó el santo Sacri­
ficio, siendo celebrante el M. I. Dr. D. An­
tonio Sintes, Canónigo Penitenciario de esta
Catedral. La orquesta y un buen coro de
voces de los niuos asilados en los Talleres
de Sarriá, ejecutaron una hermosa partitura
de su repertorio, intcrprotamlo con acierto
dicha composición. Después dol Evangelio
ocupó la sagrada cátedra el jóvon presbítero
Dr. D. Gabriel Vila, pintando con vivo co­
lorido la alegría en que rebosaba Cindadela,
por la erección del nuevo templo y la cir­
cunstancia de verse honrada con tal motivo,
con la presencia de algunos Padres Salesianos y .un número considerable de jóvenes
educados bajo la dirección do aquéllos en
Sarriá. Mostró como ]\[aría Santísima había
sido^ desde los albores del catolicismo la
gloria, la alegría y el honor del pueblo cris­
tiano, mereciendo en consecuencia ser salu­
dada con las varias fases de la historia, en
donde se nota particiilarmento la poderosa
intervención de la Virgen como Auxiliadora
de los Cristianos, llegó por último á la
grande obra de D. Bosco, demostrando como
las bendiciones de Dios y de su Santísima
Madre habían caído en abundancia sobre
ella, y así los hijos de ese benéfico Instituto
se habían derramado por todos los ámbitos
del mundo, llevando su caridad inagotable
por doquiera y albergando á tantos desampa­
rados de la fortuna. Terminó el orador su
entusiasta discurso, pidiendo gracias á la
Virgen por los señores iniciadores y coope­
radores do la obra del nuevo templo, por la
obra de Don Bosco y los jóvenes venidos á
esta ciudad y por todos estos habitantes,
llenos de amor y entusiasmo para honrar á
la Virgen.
La banda de música salesiana tocó en al­
gunos intermedios del Santo Sacrificio, rom­
piendo con los majestuosos acordes do la
marcha real en el momento de la elevación
de la sagrada Hostia. ¡ Espectáculo sublime
y consolador todo lo que la Ucligión inspira,
beudi(^ y eleva el corazón del hombro á los
altos ideales! Ocupaban un puesto de dis­
tinción, presididos por el Kdo. Pailre Salesiauo D. Manuel Uermida, loa individuos
d éla Junta de obras de la nueva iglesia.
Conferencia*

Por la tarde, conforme se había oportuna­
mente anunciado, se llenó de fieles la iglesia
de San Agustín, para escuchar la palabra
del referido Padre Salesiano. Comenzó el
acto con el canto de un bellísimo motete
desempeñado por los mismos jóvenes salesianos, con acompañamiento de órgano. Des­
pués de leído un capítulo de la vida de

1

152 —
B. Bosco, por uu jovencito novicio do la
misma Congregación, quién con voz clara y
sonora cumplió su cometido, el Sr. Director
de los Talleres de Sarriá, expuso á su nu­
merosísimo auditorio el origen y desarrollo
de la admirable y providencial obra del ve­
nerable Bou Bosco. Bió gracias á las Auto­
ridades eclesiásticas y civiles y á todos estos
liabitantes, agradecido por las grandes de­
mostraciones de uí’octo y cariño de que liabían
sido objeto los Lijos de Bou Bosco durante
su ])ermunencia cu esta ciudad, no dudando
en aíirmar que tal vez en parte alguna de
Bspaña habían tenido un recibimiento igual
y habían recibido mayores pruebas do aprecio,
como en esta honrada y religiosa ciudad de
Menorca. Terminada la conferencia, la banda
tocó una bonita pieza, mientras se hacía
una colecta deuti'O déla misma iglesia en favor
do la Obra salesiaiia, que segúu nos consta
produjo buen resultado. Con el cauto de un
precioso Tanhm crgo y la bendición con el
Santísimo, duda por el mismo Padre reli­
gioso, dióse por finalizada esta otra agra­
dable función.
l*i«occsión.

A las siete de la misma tarde, organizóse
una brillante procesióji con el objeto de ti asladar la nueva iinágen de María Auxiliadora
á su nuevo templo. Abrían la marcha los
niños que concurren á la escuela del Ora­
torio salesiauo, seguían después los <jougregautes do Sau Luis con su propio estan­
darte, numerosas i)arejas de niñas vestidas
de blanco y llevando flores en las manos,
continuaban formando dos largas hileras la
banda de música de los Talleres de Sarriá,
gran número de pai-ticulares, entre quienes
vimos personas de lo más selecto de Cinda­
dela, en nobleza, leti-as y otros ramos so­
ciales , la orquesta de Santa Cecilia del
mismo Oratorio antes mencionado, el lido.
Clero de beneficiados de la Catedral, con
los del Concordato, siendo llevada en pos
do ellos la preciosa imágeu de María Auxi­
liadora, haciéndola guardia do honor los in­
dividuos de la Junta de obras de la nueva
iglesia, presididos por los MM. Ilustres Se­
ñores Canónigos do esta Catedral, el Sr. Ar­
cediano y Sr. Penitenciario. Cerraban la pro­
cesión ei ;M. i . Sr. Gobernador eclesiástico
revestido de preste y la M. I. Corporación
municipal, presidida por su dignísimo Sr. Al­
calde. Antes de salir de la Catedral, cantóse
por la orquesta salesiaiia el bellísimo salmo
Jjuudatc píícrí, entonando después la orquesta
de Sauta Cecilia el himno Ave MaHs ¡SteUay
poniéndose en marcha la proeofisión cantada
la primera esti'ofa de este mismo himno. La
procesión salió por la puerta principal de la
Catedral, recorriendo después las calles del
Santísimo Rosario y la de María Auxilia­
dora. Al llegar la procesión frente á esta

calle, presentaba ésta un aspecto verdade­
ramente sorprendente, por la multitud de
luces que ardían, por los juegos de ilumina­
ción á la veneciana con que estaba adornado
el edificio adjunto á la nueva iglesia, pro­
piedad del Sr. Pareja, por la extraordinaria
aglomeración de personas y la multitud de
banderolas, guirnaldas y colgaduras. Cuando
la imágeu entró en su nuevo temj)lo, la
banda referida la saludó con los alegres
acordes de la marcha real, disparándose al
propio tiempo numerosos cohetes y haciendo
brillar la calle con fuegos de Bengala. Toda
la población, nos parece, asistió á este her­
mosísimo acto, pues toda la carrera estaba
cubierta do expectadores, y las casas todas
del tránsito esteutabau en sus ventanas vis­
tosas colgaduras , como expresión de la
alegría que iuuudaba todos los corazones.
Fuó verdaderamente esta fiesta que aca­
bamos de reseñar, una explosión de entu­
siasmo y una manifestación evidente del in­
terés que tienen estos habitantes, por tomar
parte en las grandes tiestas de la Religión.
Sí, Ciudadela aún es católica, aún tiene fó
y se entusiasma, con los actos exi)lendentes
del culto católico. Cualquiera que hubiera
l)reseuciado como nosotros aquella imponente
manifestación, su espíritu habríase ensan­
chado de alegría exclamando con el ardor
del más vivo entusiasmo j felices los pueblos
que así saben obsequiar á María Santísima:
no es posible que perezcau.
La fiesta colmó los deseos de todos y por
nuestra parte, complacidos en extremo, nos
retiramos, enviando al cielo la más afectuosa
exx)resión de nuestra íntima gratitud.
£)1 adiós.
Así como los Ciudadelanos recibimos con
alegría en el corazón y los brazos abiertos,
á los religiosos Salesiauos y á los jóvenes asiúlados en Sarriá que acaban de visitarnos,
con tristeza y sentimiento nos hemos despe­
dido de ellos el lúues de esta semana. En
la tarde de este d ía , después de haber re­
corrido algunas calles al son de su banda
de música, acompañados de un gran gentío,
salieron los Salesiauos de esta ciudad para
el pueblo de Alayor. Durante su corta per­
manencia en esta ciudad, habían sabido ya
cai>tarse las simpatías de todos, por sus finos
modales y conducta ejemplar, que forma eu
ellos como un sello particular, palpable á
cuantos los tratan de cerca. Estos habitantes
guardarán por mucho tiempo muy buenos
recuerdos de ellos, habiéndonos hecho con­
cebir su estancia entre nosotros, vivos deseos
de tener establecida una casa dirigida por
el espíritu de B. Bosco. Tal vez no sea esto
un proyecto irrealizable: uos consta que no
faltan personas celosas en esta ciudad que
estudian semejante proyecto y están decidi­
das á prestarle todo su apoyo.

— lüJt —
A . los hijos de Ciudadela.

j Adelante pues! Dicliosos los que saben
emplear sus riquezas en bien de la huma­
nidad} dichosos los que contribuyen á mo­
ralizar al pueblo, instruirle y colocarle en el
lugar que le corresponde. Mas, que en Ciu­
dadela exista esta necesidad de educar á la
juventud que hoy se levanta, todos lo sa­
bemos, porque es bastante conocido el olvido
que en esta parte se nota, por la apatía é
indolencia de muchos padres. Ko pocos hay
por desgracia de éstos que creen lastimosa­
mente que el dinero es Dios, y así no es
raro ver como explotan á sus hijos, dedi­
cándolos al trabajo por el sueldo que les
ganan, sin pensar en infiltrarles las ideas de
moralidad y Keligión, que solamente pueden
hacerlos felices.
U rge, pues, si no queremos tener con el
tiempo una generación pervertida, arbitrar
medios para restaurarla, siendo quizá el más
adecuado la instalación en esta ciudad de
una Casa salesiana. La desmoralización de las
masas, que en Europa está llevando las cosas
á un desenlace sangriento y de completa
disociación, viene tomando también en esta
isla de Menorca un curso «lesagradable ó
intranquilizador. Sin moral podrá haber in­
finidad de goces más ó menos seductores y
más ó menos fugaces; pero orden social, ar­
monía entre los hombres, verdadera felicidad,
de ninguna manera.
Ojalá, pues, esta venida de los Salesianos
á esta ciudad, haya sido el preludio del
establecimiento de una casa ú oratorio, se­
gún su mismo espíritu. Entre nosotros la
educación del pueblo, por punto general,
deja mucho que desear. Por esto, compren­
diendo tan grave necesidad , no faltan per­
sonas que quieran ver instalada semejante
obra de moralización, para lo cual hay quien
ha ofrecido gustosamente una buena porción
de terreno, habiendo además muchas personas
dispuestas á hacer cuanto puedan ou este
sentido. Esta quizá ha sido la primera gra­
cia que María Auxiliadora ha dispensado á
los Ciudadelauos, agradecida á las manifes­
taciones del amor que lo han dudo estos días,
haciendo que brotara de sus corazones un pro­
yecto tan útil como plausible. Que Ella,
pues, interceda delante de Dios para que, si
es su voluntad, lo veámos convertido en
hermosa realidad.
Esperamos que nuestras palabras no cae­
rán en el vacío, sino que encontrarán eco
en todos los corazones nobles, que gracias á
Dios abundan en Ciudadela.

LOS SALESIANOS EN ALAYOR
Bien puede decirse, sin exageración al­
guna, que todo el pueblo de Alayor espe­
raba con ánsia la llegada de los anunciados
viajeros. La ancha carretera que desde el
pueblo conduce á Las Delicias, así como el
espacioso paseo de Sau Pedro estaban, desde
las primeras horas de la noche, material­
mente atestados de curiosos; parecía un día
de gran solemnidad; no hemos visto igual
animación ni aún en el día de San Lorenzo,
patrón de la Villa. Los vecinos de las calles
por donde debía pasar la comitiva habían
invitado á sus parientes y amigos, y sen­
tados á la puerta de sus casas, conforme á
la vieja costumbre de Menorca, contribuían
á dar mayor animación al espectáculo; ha.sta
el astro de la noche parecía tomar parteen
el general regocijo, enviándonos los pálidos
rayos de su poética luz.
A eso de las diez llegaban los coches al
ya citado sitio de Las Delicias, donde les
aguardaban las Autoridades eclesiástica y
municipal, algunos individuos del Rdo. Clero
de la parroquia y otras muchas personas.
Apeáronse los expedicionarios y emprendie­
ron la marcha en dirección al pueblo , se­
guido por el numeroso concurso que había
acudido á esperarles, tocando la banda un
alegre y marcial paso doble. Al llegar frente
al Círculo Católico, un grito de entusiasta
y cordial bienvenida resonó por el espacio,
yendo á repercutir en los corazones de todos
los concurrentes.
El ámpliü salón de la mencionada Socie­
dad, convertido en refectorio, ofrecía uii
buen golpe de vista á la llegada de nues­
tros simpáticos huéspedes; la animación era
general; los socios que habían acudido á
recibirles, se apresuraban á obsequiarles con
verdadera cordialidad, como si se tratase de
antiguos amigos separados por accidentales
distancias, pero fuertemente ligados por el
parentesco espiritual de las creencias y de
los sentimientos; ellos, por su p arte, nos
contaran las incidencias de su viaje á Me­
norca, la cariñosa hospitalidad que habían
encontrado en Cindadela, á la cual se mues­
tran muy agradecidos, etc., etc.
Fiesta pelig:iosa.

A las siete y media de la mañana del
mártes celebró el Rdo. D. Federico Pareja
la misa de comunión, acercándose los Sale­
sianos á la Sagrada Mesa con un fervor que
edificó á cuantos presenciaron el acto, y del
cual hemos oído hacer merecidos elogios á
muchas personas.
Ofició en la misa mayor el Rdo. P. Don
Jlaimel Hermida, Director de los Talleres
Salesianos de Sarriá. La espaciosa nave

P ip n p

m

— 15o —■
central de nuestra parroquia estaba comple­
tamente llena de fieles, y en las laterales
veíanse también á muchos hombres que, á
pesar de ser día de trabajo, habían acudido
á i)resenciar la solemne íunción. Del gusto
y afinación con que cantaron los Salesianos,
así como del ajuste y precisión de su or­
questa, hacen elogios cuantas personas tu­
vieron el gusto de oirles.
Por la tarde, después de las solemnes vís­
peras, tuvo lugar la procesión de Octava de
la Asunción de líuestra Señora, que estuvo
extraordinariamente concurrida, y en ella
tomó también parte principalísima la banda
salesiana, tocando algunas escogidas marchas,
V alternando con la Kda. Comunidad en el
canto del Ave Maris Stella. El besa-manos
con que terminó la función fué amenizado
por los acordes de una preciosa marcha
triunfal, ejecutada por la banda.
Por la noche, el Edo. P. Director explicó
desde el pulpito, en una familiar conferencia,
el origen, el carácter y las tendencias de la
benemérita Obra Salesiana, y los medios de
que se vale para la propaganda. Algunas
horas después, y á pesar del natural can­
sancio, los infatigables músicos entretenían
gratamente al numeroso pueblo que llenaba
le plaza de la Constitución y calles adya­
centes, con las preciosas composiciones mu­
sicales que con verdadera brillantez ejecu­
taron.
Despedida.

La despedida que en la mañana de hoy
hemos presenciado ha sido una muestra elo­
cuente de las simpatías que en el corto
tiempo de su permanencia entre nosotros
han sabido conquistarse; por todas partes
se oyen elogios de su buen comportamiento,
y sobre todo, de sus arraigadas convicciones
católicas. ¡Bendiga el Señor á esos honrados
hijos del trabajo que en esta época de per­
versa y cobarde apostasía, hacen gala de
su adhesión firmísima 4 las enseñanzas de
nuestra Santa Madre la Iglesia, dándonos
á todos un elocuente qiemplo digno de imi­
tación ! ¡ Ojalá que la Institución Salesiana
logre arraigar también en nuestro suelo y
producir en él los frutos de bendición que
le son inherentes, y que hemos tenido estos
días el gusto de presenciar J De-saparecería
aquí la maldita semilla revolucionaria que
tantos estragos causa en los corazones y en
las inteligencias de nuestra juventud, y vol­
veríamos á gozar, como en mejores días,
del reinado social de Jesucristro. ¡ Quiéralo
Dios i
(El MaJionéSj 26 de agosto).

B ib lio g r a fía
SQstoria de la Pasión de Josucpisto 9 escrita por el Sr. Pbro. Don
M i g u e l Míe , de la Eeal Academia Es­
pañola.
Grande ha sido el aplauso con que la
prensa ha saludado esta nueva obra coit (pío
se ha enriquecido la literatura religiosa de
España.
;^o vacilamos en calificar esto libro do la
perla de la literatura ascética moderna, dic-e
La Veu de Catahniya; ocupará puesto do
honor en la grande empresa del renaci­
miento católico, á juicio de la Revista C’oatemporánea.
Y sin hacer mención de otros cumplidos
elogios tributados por el Diario de Barce­
lona, La Ilustración Católica, La Unión Ca­
tólica, E l Correo Español, La Época, el Ca­
tólico Bajear , etc., nos limitaremos a repro­
ducir los siguientes:
Aunque el asunto de este libro es el más
tratado y estudiado por los escritores ascé­
ticos, el plan y la manera como se desen­
vuelve en la Historia de la Pasión son com­
pletamente nuevos, y seguramente han de
llamar la atención de cuantos lo lean. Bu
verdad, habiendo querido D. Miguel Mir,
como dice en la introducción de su libro,
desenvolver la serie de los hechos históricos
que formaron el drama de la Pasión de Je­
sucristo, el curso y desarrollo de las pasiones
que en ella tomaron parte, y el plan de las
miras de la Providencia divina que se rea­
lizaron en ella, se puede decir que si esta
última parte ha sido generalmonte bien tra­
tada por nuestros escritores religiosos, las
dos primeras, y en especial la segunda, dejan,
en ellos mucho que desear, sobro todo si se
tiene en cuenta la luz que ha venido á la
historia del estudio de los documentos con­
temporáneos. Este vacío ha querido llenar
el autor de la Historia ds la Pasión de Je­
sucristo, y, á nuestro juicio, lo ha conse­
guido de tal manera, que estamos seguros
de que cualquier persona (pie tome en sus
manos este libro, no podrá meiio.s de confe.sar, al acabar de leerlo, que nunca liasta
ahora había formado idea tan clara como la
que se da en él de la serie y conjunto de
los acontecimientos que formaron el drama
de la Pasión de Jesucristo, del cúmulo de
pasiones miserables que en él se amontaron,
y de la naturaleza de los caracteres *de las
personas que en él tomaron principalísima
parte. En cuanto á la forma y e.stUo con
que está redactado este libro, siendo el que
lo ha escrito el académí<M> de la Lengua
autor de la Harmonía entre la ciencia y late,
está dicho cuanto en este punto pudiera de­
cirse. Por nuestra parte, añadiremos, sin

— 15C —
embargo, que la Sistoria de la Pasión de
Jesucristo aventaja en el estilo á todo cuanto
liaatu aliora conocíamos de D. Miguel Mir
(Semana (JatólicaJ.
La obra reciente del sabio presbítero está
escrita con igual galanura y pureza de estilo
que todas sus anteriores producciones. Nadie
presuma encontrar en la castiza prosa de Don
Miguel Mir desenfrenado lirismo, ni entona­
ción declamatoria, ni exuberancias ó pompas
do üm tasía; allí sólo reina la tenq^lii^^a y
esa augusta majestad que campea en el
amplio y robusto período del insigne autor
do JjOs Nombres de Cristo. A 61 vuelve los
ojos constantemonte, y en las aureas páginas
de Fr. Luis de León adivinó ol secreto de
la sublimo sencillez, y recogió el copioso
raudal de esas voces peregrinas y gráficas
que exlialan virtud prodigiosa de atracción
entre el que habla y el que escucha , y en­
carnan la imagen pintoresca y espontánea.
El ideal artístico á que tiende ol escritor
mallorquín es la serena belleza clásica, exor­
nada únicamente con honesta inaguiücencia,
jamás alterada por agitado movimiento de
entusiasmos, ni por cambioi^ bruscos de color
en el estilo ó de empuje en la dicción. Las
cláusulas del libro del Sr. Mir brotan de su
pluma con augusta uniformidad; todas res­
plandecen con la misma brillantez del már­
mol ; están entretejidas con frase limpia y
castiza, y cinceladas y bruñidas con exqui­
sito refinamiento... Acerca del fondo de la
obra, solamente baste decir que si bien ante
un asunto tan grandioso como la Pasión de
Jesucristo no es dado á entendimiento hu­
mano interpretar toda la inefable realidad,
cuanto las fuerzas del ingenio alcanzan á
rastrear, aparece en la obra del insigue na­
rrador. Por lodo lo exjniesto cumple advertir
que la Historia de la Pasión de Jesucristo no
está llamada á pere(;er en el naufragio co­
mún de cuanto Jiace. de caprichos efímeros
y de nvodas artísticas; vivirá |)ara corona­
miento de la gloria de sU autor y para osten­
tación magnífica do que, aun en tiempos tan
contrarios á la piedad y al arto más levan­
tado, se han escrito páginas dignas de nacer
en ei apogeo de nuestro arte y de ser rubri­
cadas por los excelsos maestros i)ertonecioutes
al siglo de oro.
{Ja Ciudad do Píos).
rrm -n rrT í n n m m v i n r i r r r r i-v n >u j .a x a

F R A N G IA

acompañándolas con un gravado del estable­
cimiento :
« El fundador del Patronato de San Pedro
es el célebre sacerdote Don Juan Poseo,
cuya vida es un poema vastísimo de obras
extraordinarias y en extremo maravillosas,
por lo cual ha merecido se le líame el San
Vicente de Paúl del siglo xix. Sus obras
portentosas, considerados los medios de que
disponía, nos obligan á exclamar: P l dedo de
P íos está aquí. (Enumera el autor en seguida
las numerosas obras emprendidas por Don
Eosco á beneficio de los niños pobres y
abandonados.)
Necesario es reconocer en honor de la so­
ciedad contemporánea que por muchos que
sean sus errores, sabe admirar á aquellos
que notablemente la sirven y tratan de le­
vantarla de su extrema miseria. La caridad
heroica la commueve, y por esto cuando Don
Bosco le expuso sus projectos no le faltaron
los aplausos ni las ofrendas.
Mucho nos alejaríamos del objeto de este
trabajo si quisiéramos analizar las obras
admirables de este sacerdote, manifiestamente
bendecido del Cielo.....
La Sociedad Salesiana, fundada por é l,
tiene casas en Europa, Asia, Africa y Amé­
rica. En Eraucia tiene doce ó trece, y son
de notar las de N iza, Marsella, La Crau
d’Hyéres, Saint-Cyr de Provenza, Aix, París,
Lille. La de Niza, la más antigua de las
francesas, con un hermoso y grande edificio,
educa internos y externos y tiene imijortantes
talleres.
Las ideas de Don Bosco sobre la educa­
ción, su sistema llamado preventivo, produce
resultados indecibles y dignos de muy espe­
cial estudio. La consagracióu de los hijos
de Don Bosco á los niños que educan es la
más completa y abnegada que cabe, y de
aquí que obtengan tan preciosos frutos,
tantas adhesiones, y las vocaciones al estado
eclesiástico sean cultivadas con éxito sin­
gular.
El Patronato de Niza goza de estimación
gneral, y últimamente ha establecido una
sucursal en la parroquia del Puerto...

ESPAÑA
LA OBRA DE DON BOSCO

E l P a tr o n a to tic X iz a .

C a p ít u l o D l t i í i o .

El Sr. abate Aiulró Dufaut, en su reciei
reciente
obra
titulada HÉiflise de Xice,, ses Saints et
...........
ses (Kui'ns da algunas noticias sobre el Pati'üiuito sobi'tídicho, quo reproducimos aquí

L a ig le sia de M aría A uxiliadora. — C a rta del E . P.
Rila. — D* D orotea y D. E iu a ld i, sucesor de Don
B randa en la direocidu de lo s T alleres de Sarriá. —
.Acto de ca rid a d con la s n iñ a s de la oasa de Santa
D orotea. — E nteruiedad y m u erte de J u s tit a U nzucta. — Vence la s d ificu ltad es que se le v a n ta n

— l.-)T —
tinúa, « enviaremos al Edo. D. Felpe Eiiialdi á sustituirle, para que la casa de Sarriá y las obras dichas no teugan que sufrir
retraso. Desde ahora yo lo recomiendo á la
Una de las ideas que en los postreros maternal bondad de V. y de las otras Se­
años de su vida tuvo D'" Dorotea, era dejar ñoras que de V. toman ejemplo y celo por
sólidamente cimentada su obra de Sarriá. las obras salesianas. » Vino en efecto el
Desde que las Hijas de María Auxiliadora nuevo Superior , y vino, algo preocupado ,
se establecieron en esta población, concibió como era natural, por la carga, que se le
D" Dorotea ei proyecto de levantar una ponía sobre sus hombros, de estar al frente
iglesia á M&ría Auxilio de los Cristianos de im establecimiento de la importaac.ia del
junto al edificio que ocupaban las religiosas. de Sarriá. Estaba por entonces 1)'^ Dorotea
‘Carecía de recursos para la obra; y lejos tomando aguas, según costumbre, en los Pi­
de desmayar, ideó uua solemne rifa , en la rineos. El primer cuidado de D. Eiiiahli al
cual obtuvo tomaran izarte y alcauzó la prote­ llegar al término de. sii viajo, fuó uotiücar
gieran las primeras Autoridades de Barce­ á 1)“ Dorotea sn llegada. Contestóle ella cou
lona, Su Majestad la Eeina Ecgeute, y hasta una carta, en la cual manilicsta la grande
el Sumo Pontífice León X III. Expusióronse actividad de su carácter y el cuidado ma­
los lotes en los salones de la casa de la ternal con que miraba por la salud do los
ciudad, que para este electo cousiguió le ce­ hijos de Don Bosco. La carta decía a s í:
diera el alcalde de Barcelona, que era aún « Edo. P. Don Felipe Eiualdi. — Eaux
el Sr. Marqués de Olérdola, Sr. D. Fran­ Boimes, 23 Julio. — Muy señor mío y esti­
cisco Eius y Taulet. Con el producto de esta mado P ad re: Tengo á la vista la suya del
rifa y las limosnas de varios particulares 14 del presente, por la quo veo el buen
emiirendió D'" Dorotea la fábrica del templo, viaje que ha hecho V- y que tenía V. espe­
cuya primera, piedra colocó el Sr. Obispo de ranzas de conseguir un buen personal para
la diócesis el 24 de Mayo de este año de las casas de Sarriá y Barcelona, de lo que
18S9, día en que se celebra la festividad de me alegro infinito ; pues considero la mucha
Xuestra Señora con el título de Auxilio de falta que hace eu los dos establecimientos
los Cristianos. El gozo que experimentó este quien secunde á usted. »
« Xosotros ya pensamos en marchar de
día D'^ Dorotea fué verdaderamente excesivo.
Ya desde aquella ocasión uno de sus más ar­ aquí el 26 y pasar eu Lourdes el 27, sa­
dientes deseos fué ver terminada la iglesia. liendo el mismo día para un pueblo cerca
El P. Miguel E ua, sucesor de D. Bosco de esa, en donde nos quedáramos ocho días,
en el gobierno general de la Congregación y luégo á Sarriá, eu donde espero ver áV .
Salesiana, no dejaba perder ocasión de agra­ descansado de su viaje y ya con la obra del
decer á D“ Dorotea el amor con que se des- pequeño pensionado empezada, á fin de apro­
^’^vía por la prosperidad de la Obra Sale­ vechar el tiempo bueno antes que vengan
siana en Barcelona. Al enviar á D. Aime las lluvias: mucho deseo llegar á esa para
para encargarse de la dirección del colegio activar los trabajos : si es que no se ha em­
do San José en la calle de Floridablanca, le pezado aún, podrá V. ver al señor Segiier,
entregó para D* Dorotea una carta, cuyo arquitecto, que en casa sabcji dónde vivo,
y quedar de acuerdo j)ara todo. »
contenido es como sigue:
« Celebraré que en toda esa buena comu­
« Turin, 10 de Octubre de 188á. — Señora
D“ Dorotea Cho|)itea, Vda. de Serra. — nidad no haya novedad ; y ruego á V. le.s
lima. Señora; — Cou la salida del querido dé mis recuerdos; yo en Loiirde.s delante, de
P. Aime yo deseo hacerme presente á V., la Sina. Virgen pediré con más empeño que
nuestra queridísima Jladre, para ])reseiitarle los otros días por lo.s Salesiaiios, para í)ue
nuestros respetos y asegurarla de nuestra los ayude en sus trabajos. — B. S. IM. S.
viva gratitud por todo lo (lue ha hecho, A. y‘S. S. — D okotka Cuom'EA, Vda.
hace y hará por los pobres Salesiaiios, hijos de Serra. >
Euego á V. mucho que en la escuela de
del inolvidable Don Bosco. He oído con
mucho gusto la noticia de las obras de la Sau José se hagau vacaciones todo el mes
iglesia de María Auxiliadora y de las escuelas de Agosto ; es costumbre en todas las casas
de San José para los niños pobres del barrio religiosas: y á más, dar algo de reposo al
de Hostafrauchs. Esperamos que Dios ben­ P. Aime, que está atropellado y al presente
decirá esas santas obras y quo se verán más cou los calilles. »
Llegada á Barcelona, Fui, » dice D. liipronto terminadas á mayor gloria suya y
de María Auxiliadora y para salud de muchas naldi, á visitar á la Sra. D“ Dorotea CLopitea, la que me recibió con finura y caridad,
almas. »
Pasa luégo á notificarle cómo D. Branda tanto que me sentí no poco animado para
por el mal estado de salud no puede por lo el desempeño de mi nuevo cargo. Al cabo
pronto regresar á Barcelona, encomendán­ de pocos días, > añade, « volví por segunda
dole en las oraciones de D“ Dorotea y de las y tercera vez j mas la buena señora quisoSeñoras de la Junta. ■« Entretanto, > con­ ponerme á prueba. »
co u tra la construcción del t-emplo de M aría A u siliaclota. — F undación del colegio d el S anto Angel.
— G randiosidad del p lan concebido por D“ Dorotea
para la regeneración de la m oderna sociedad.

— 158 —

La prueba, ele que habla D. Eiualdi, fué
esta. Al llegar á S a rd á , vió la necesidad
que había de emprender ciertas obras, que
ya su antecesor, el Padre Branda, tenía de­
terminado comenzar. En vista de esto, dió
principio (%BU plan. D“ Dorotea estaba á la
sazón entusiasmada con el colegio del Santo
Angel y con el de ^an José, y en su en­
sanche gastaba las cantidades de que podía
disponer. Admirada de que el nuevp Supe­
rior emprendiese obras en Sarriá, para las
cuales lo constaba (i ella que el colegio no
tenía fondos, y ella necesitaba los suyos para
las del mencionado colegio de la calle de
Eloridablanca, un día sin ])reíímbulüs ni
exordios acometo al P. liiuaUii con esta pre­
gunta : « i Cómo es que emprende V. esa
obra? » — « FrnncamentG, » dice el Padre,
« yo no había aún averiguado las cuentas
do la casa: sin embargo contestó que me
parecía do absoluta necesidad tal trabajo, y
que la Providencia no me faltaría. » Y
añade: « Ella sin otra cosa me dió ú en­
tender que era contraria, cómo ya lo había
significado ú mi antecesor. Lo mismo me re­
pitió otro día hasta la tercera vez; de ma­
nera que yo no sabía cómo en tales cir­
cunstancias me liabía de portar. Pero á los
pocos días sube
Dorotea ú Sarriú, visita
la nueva obra, pide el presupuesto de todo
lo necesario para concluirla, y entrega en
efectivo treinta mil pesetas. »
En Octubre do este año de 1889 en el
colegio de las Ilijas de María Auxiliadora,
al cual se ha dado el nombre de Casa de
Santa Dorotea, se presentaron entre las niñas
allí asiladas algunos casos de difteria.Indicó el
módico la conveniencia de que se las despi­
diese: mas i con qué ánimo debían despren­
derse de ellas las compasivas religiosas,
siendo así que las pobres niñas, unas por
sor huérfanas, no tenían donde acogerse, y
otras, por su edad, se exponían á evidente
peligro? Sabe D* Dorotea el apuro de la
casa y la turbación de las religiosos; y en
seguida pone á disposición de la Superiora
la magnílica torre (casa quinta) que poseía ou
Sarriá: manda esterar todos los aposentos, abre todos sus mmiarios de ropa blanca, compra
buen número de m antas, y dice: « Vayan
allá todas las niñas sin llevar consigo cosa
del colegio, á liu de que no lleven con ella
la infección. » Con esto así las niñas cómo
las Uennanaa durante un mes disfrutaron
de la torre, do su hermoso Jardín y do mil
comoditlades do que en el colegio Imbieraii
carecido, debiéndolo todo á la bondad y ca­
riño de su buena madre D“ Dorotea.
Ko es ]>ara pasado en silencio un caso de
grande ediücación oeurrido en este coK-gio
de Santa Dorotea durante la permanencia
de las educandas en la torre d® Sarria. lie
aquí cómo lo relieve la misma Superiora do
la casa:
« ¡Hoy la sagrada comunión, mañana al

cielo! » « Estas dulces y conmovedoras pa­
labras quedaron en esta casa cómo memo­
rable recuerdo de la angelical educanda
Justita Uiiziieta, tierna ñorecilla que el
Señor quiso trasplantar á los jardines ce­
lestiales. »
« Era Justita una de las primeras edu­
candas de este colegio de Santa Dorotea,
benignamente asilada por la generosidad de
una de las hijas de D'^ Dorotea; niña gra­
ciosísima, de carácter pronto y vivo, de en­
tendimiento despejado, de memoria sorx>rendeiite, tanto, que sieudo, como era, de solos
cinco anos de edad, ya sabía todas las ora­
ciones en castellano, y en latín, y casi todo
el Catecismo; leía y escribía bastante bien
y se ejercitaba ón las primeras labores de
costura y punto, por lo cual las maestras
cifraban en ella las más halagüeñas espe­
ranzas. Pero Dios tenía respecto de esta
nina muy diferentes designios. La cruel en­
fermedad del gaiTotillonos arrebató la amable
criatura. »
« Excusado es decir que no se perdonó
medio ninguno para salvarla; mas fueron
inútiles todos los cuidados y desvelos de
las Hermanas, los gastos generosos de la
señora que la protegía, así como los reme­
dios enérgicos que indicaron dos reputados
médicos. »
« Desahuciada de los facultativos , sordo
el cielo á tantos ruegos, se oía solo el llanto
de las Hermanas y educandas. Otro grande
apuro venía á completar la tristeza de todos.
'Por disposición severa del médico se acordó
que se desocupara el colegio de Santa Do­
rotea, á causa de la misma enfermedad,
declarada contagiosa. »
« Aquí empero se manifestó una vez más
la generosidad y bondad inagotable de la
Exorna. Señora y bienhechora de esta casa,
D“ Dorotea de Serra, que interviniendo, como
visible mano de la Providencia, como astro
benigno entre las tinieblas de oscura noche,
ofreció su torre á la disposición de las Her­
manas de María Auxiliadora, 6 hizo trasla­
dar y ponnaiiecer allá el colegio hasta ver
disipado el peligro del contagio. »
« Xo quedaron en casa más que algunas
Ilerinanas y la querida enfermita. Entonces,
perdida enteramente toda esperanza de su
curación, un pensamiento asomó á la
mente de la Superiora, el de proporcionarle
la dicha de comulgar por primera vez antes
de morirse. »
« Preguntada la nina si le gustaría co­
mulgar, ^ Ay, sí l > exclamó con el ardor
del rostro y el brillar de los ojos, más que
con las palabras, — < Ay, s í ! quiero co­
mulgar, » y añadió:
« Hoy la sayy<ula comunión j mañana al
cielo l »
« El señor Director enterado de la cosa y
constándole que la niña estaba en disposi*

ik

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m m m m
— 150 —
cióli de comulgar, la confesó y preparó él
niis^mo para el grande acto. »
« Por una casualidad la sagrada ceremonia
tuvo que alargarse bastante; pero la enferinita, á pesar de sus indecibles padecimien­
tos, permaneció tranquila y sosegada, repi­
tiendo con gran sentimiento las fervorosas
aspiraciones que iba sugiriéndole la Sux)eriora que la asistía. »
« Cuando finalmente la dicLosa niña vio
llegar á la puerta del cuarto al Edo. Sr. Di­
rector con el Santísimo Sacramento, algo de
sobrenatural, se descubrió en aquel rostro
encendido : se hubiera diclio que su alma
vino á- sus labios ansiosa de juntarse con su
divino buéspedi ¡Cuán gustosamente el buen
Jesús tomaría posesión de aquella alma tan
pura ó inocente! Abrió la niña modestamente
la boca ; sonriendo recibió el Eucarístico
pau, y en seguida, sin que hubiese que de­
círselo, bajó la cabeza, juntó las mauecitas,
cerró los ojos y permaneció buen rato inmótdl en devoto recogimiento. »
« i Qué pasó en aquel tieruo corazón tan
estrechamente unido con el Corazón de
Jesús? IÑTadie se atrevería á descubrir el
profundo arcano ; pero bien lo entendió quien
se hallaba presente. »
» El señor Director, después de haber lle­
vado el Santísimo á la capilla, volvió á la
enferma; y encontrándola todavía en su
santo recogimiento, acercósele al oído, y le
hizo repetir algunas breves palabras de acción
de gracias; luego, admirado de tanta devo­
ción y conmovido hasta las lágrimas, le hizo
recomendar todas las personas más queridas,
sus padres, bienhechores, Superiores y Superioras de la Casa y Congregación, las
Hermanas, compañeras y demás personas;
á lo que se prestó el caro angelito sin dar
la menor señal de cansancio, ni malestar,
si bien la enfermedad iba progresando ráx)idamente. » « A todos los que la visitaban, á cuantos
le preguutában, contestaba sonriendo: « Hoy
la sagrada comunión, mañana al cielo. * —
Si le decían: « J'ustita, j quieres curarte?»
— « E’o , n o , » respondía enérgicamente,
« quiero ir al cielo. » Nótese que este deseo
de ir al cielo lo había manifestado desde ios
primeros días de su enfermedad, repitiendo
á menudo estas mismas palabras: « Quiero
ir al cielo. >
* iFué x>rofecía? La mauaua siguiente al
dichoso día de su primera comunión, preci­
samente el día de la Purísima, aquella can­
dida alma, entre los ángeles, remontaba su
vuelo al trono del Eterno. Había vmdo
cinco años y meses. Conservó hasta el fin
perfecto conocimiento, y lo que es también
muy admirable, durante la enfermedad y en
su última agonía se mantuvo siempre muy
modestamente compuestay cubierta, arreglán­
dose por sí misma, si acaso se le apartaba
algo la sábana. »

« Quedó su cuerpecito blanco como cera,
desapareció de su rostro toda señal de pa­
decimiento, quedando sus facciones hermosas
y serenas como las de una niña dormida.
Se la vistió de blanco y adornó con flores.
Luégo toda la comunidad y el colegio acom­
pañaron el cadáver á la iglesia y ^ cemen­
terio. »
• « TJn año desx>ués, teniendo que abrir la
tumba, se abrió tambiéu el ataúd que en­
cerraba el x>equeño cadáver. ¡ Qué asombro
al eucoutrar el cuerpecito no tan solo entero
y conservado , sino tan blando y flexible,
como de x>ersona viva, y sus facciones idén­
ticas é intactas! »
« ¿Quién sabe, si la divina Eucaristía po­
sesionada de aquel x>nro corazóu, x>uso eu él
la iucorruptibilidad, al mismo tiemx>o que
llevaba aquella alma bienaventurada á la
eterna gloria i
« ¡Adiós, Justiía, ruega por los que tanto
te han amado eu esta tierra, á íin de que
junto contigo particix>en de tu felicidad!! »
Pero volvamos ya á nuestra historia de
D'^ Dorotea : « Uno de los deseos más ar­
dientes que cada día me manifestaba, » dice
el P. Eiualdi, « era el ver honrada á María
Santísima bajo el título de « Auxilio de
los Oristiauos. » Ya había animado á mi
antecesor x>ara levantar una iglesia, y visto
X>oner la x>rimera piedra; pero cuando llegué
yo, me mamfesté poco favorable á trabajar
en tan grande obra. Diríase que la buena
señora tenía esta misión: x^ties tanto repitió
sus súplicas y tanto solicitó, que obtuvo uu
segundo x^cfiiiiso de mis Sax^eriores y mi
X)romesa de trabajar en ella. « Sí, » decía,
« María Santísima es el auxilio de los cris­
tianos : y Esx>aña, que tanto le debe, no será
la última en tributarle este honor. »
Al mismo tiempo que D"* Dorotea honraba
y hacía que otros honrasen también á la
Santísima Virgen é invocasen su poderoso
valimiento con Dios para bieu del pueblo
cristiano, trabajaba con celo siempre más
encendido y con todas las fuerzas de su iucausable actividad para proveer, ou cuanto
de ella dependía, de todos los medios po*
sibles á la actual sociedad , jiróxima á una
total descomposición y colocada al bordo del
mas profundo precipicio. En cierta ocasión
dijo al P. Superior de los Salesiauos: « Estoy
convencida de que si no se piensa eu reformar
la juventud obrera, nada podemos esperar
de esta sociedad, que cada día va de mal
en xieor. Los viejos sou viejos, y no cam­
bian. Quisiera, pues, yo x>oner manos á esta
obra desde la raíz. Ahora ya teuemos los
Talleres Salesiauos. Los niños que acuden
á ellos, como entran ya grandecitos, es muy
fácil que vengan ya tocados del vicio y
perdida la inocencia. Don Hosco fundó es­
cuelas. ¿ Por qué no hemos de fundar una
casa en que se los recoja desde niños, y se
los dispougB á la virtud, y se les den esta-

— IGO —
dios proporcionados á sn edad y á sus dis­
posiciones? »
Entre la edad de siete años, en que salen
los niños de las Salas de Asilo
la que
estAn en disposición de aprender
I oñcio
en los Talleres Salesianos, media un inter­
valo de cinco ó seis años: y
Dorotea
comprendía que en este tiempo los niños
podían ser víctimas de la seducción y de los
malos ejemplos de sus iguales ó mayores.
Para poner remedio á. este mal, había suge­
rido y alcanzado la fundación de la escuela
de la i)arroquia de Santa Madrona, dependie,nte de ia Junta de las Salas de Asilo y
desi inada s'i los niños que por su edad debían
salir do ellas. Pero todavía no bastaba este
colegio. Quería otro montado, que (i la vez
que en 61 los niños ax)rendiesen letras, tu­
viesen ante la vista varios oficios y artes
mecánicas y también estudios propios de la
carrera eclesiástica, á fm de que pudiesen
abrazar esta carrera ó dedicarse á un oficio,
según fueran las inclinaciones de cada uno.
Tal fué el origen del colegio del Angel de
la (luarda, que fundó dentro del recinto de
los Talleres Salesianos, aunque con salas y
l)atios dol todo indejíendientes. Está desti­
nado á niríos mayores do siete años, de cuya
moralid;id consto por un certificado de la
escuela donde hubiesen estado y por el tes­
timonio dol párroco x>ropio. Empezóse por
dar en él la lírimera enseñanza, y se ha ido
agregando algún curso de la segunda. Actual­
mente abraza ya dos cursos de latinidad. Con
esto se obtiene uno de los x>rineipales fines
de la Congregación Salesiana, que es el fo­
mentar vocaciones eclesiásticas. « Cuando
se concluyó el colegio del Santo Angel, »
dice el P. líinaidi, « presenté á D" Dorotea
el prospecto que habíamos redactado. Acon­
sejó en favor nuestro algunas mejorías: y
fijándose en algunas expresiones, que se
podían interpretar como lisonjeras y hon­
rosas para su persona, me mandó borrarlas,
diciendo qne nadie debía saber que ella
había costeado aquel colegio. »
Ya había proveído D“ Dorotea á los hijos
de los obr(*ros desde sus más tiernos años
hasta el tiempo en que salen oficiales en
alguna arte ó in’ofesión, cuyo ejercicio les
asegura la subsistencia para lo porvenir. Al
mismo tiem\)o había logrado sú objeto prin­
cipal de criarlos en el santo temor de Dios
y en la in’áctiea de los deberes del eristiano,
infundiendo en los dóciles ánimos de los
niños el amor á la virtud y consolidando en
ellos las máximas y verdades de nuestra re­
ligión sacrosanta. Pero todo esto no le sa­
tisfacía aún. La edad de los diez y siete ó
diez y ocho años, en que salen de los Ta­
lleros Salesianos, es muy peligrosa, mayor­
mente para jóvenes, qne con tanto esmero
han sido cultivados por religiosos, y estado
libres de la comunicación y trato con comI)uñeros de diferentes ideas y distinta eilu-

cacióu. Aquí fué doude D“ Dorotea mauifestó lo vasto de su plan y lo perfectameute
que lo había concebido en su totalidad, aun­
que la discreta señora lo iba realizando pau­
latinamente y por partes. '
Mientras la obra del colegio del Santo
Angel iba adelantando, aunque experimen­
taba grande consuelo i)or la esperanza de
abundantes frutos que había de producir
con el tiempo; sin embargo su corazón no
sentía aquel completo descanso y reposo que
produce la perfecta realización de un plan
preconcebido. Estaba cierto día. conversando
con el Superior de los Salesianos, satisfecha
de ver cómo el colegio progresaba. Vuélvese
á él D“ Dorotea entre gozosa y triste, y le
habla de esta manera: « Bien está cuanto
hacemos: los Superiores lo aprueban; pero
falta aún pensar en la fundación de otros
Tallere.s para los adultos más adelantados,
que al llegar á la edad de los diez y siete
años, logren con su trabajo y algunos aho­
rros formarse un pequeño caudal, hasta que
al tiempo de tomar estado puedan con él
dar principio á una familia cristiana, y con­
servar en ella y enseñar á sus hijos la x>i6dad, la religión, el amor al trabajo y á la
economía, y ser miembros útiles á la sociedad.
Piénselo V. bien; y Dios nos ayudará para
X)oner en ejecución esta obra. »
Este era el ideal de D“ Dorotea: tal era
la extensión verdaderamente grandiosa de
su j)lan. Proponíase tomar al hijo del pobre
obrero, al huérfano y al desvalido desde la
edad más tierna, y gradualmente irle for­
mando hombre, hasta entregarlo á la sociedad
hecho cabeza de familia, pero de familia
morigerada, sin vicios, con hábitos y cos­
tumbres cristianas , libre de un cúmulo de
necesidades ficticias, las cuales lejos de
aguijonearla para ei trabajo, la enervan, la
iiuúinan á la ociosidad, y la crían envidiosa
del bienestar material de las clases más ele­
vadas, de las cuales so convierte natural­
mente en furioso enemigo. Por desgracia la
muerte atajólos pasos de esta grande econo­
mista cristiana, cuya sola rectitud natural y
acendrada virtud le daban la solución sen­
cilla y prá<‘íica de los probleuias sociales
más nitricados, contra los cuales se estrella
la humana ciencia divorciada de la fe y
enemiga de Dios, forjando incesantemeuto
nuevas teoi'ísts, sin querer reconocer que sola
la práctica de la caridad cristiana es la que
puede iut'umlir resigmuáón en el ánimo del
pobre, y verdailera abnegación y des])rendimientc) en el corazón de las clases más aco­
modadas.

Col ipiobocióa de U Aatoñlad Bclesiistici - GereaU JOSÉ GilBQO.
T unu, lt»03 — Im prenta Saleainni.
Texto
ANO VIH.- N. 10.

Fablicación mensnal.

OCTOBRB de 1893

BOLETIN SALESIANO
Q u ie n r e c i b ie r e á u n n iñ o e n m i
n o m b re , á m i m e re c ib e .
(JI a t h . XVIII.)

Os re c o m ie n d o l a ñ in e z y l a j u ­
v e n tu d ; c u ltiv a d c o n g r a n d e e s ­
m e r o s u e d u c a c ió n c r i s t i a n a ; y
p r o p o r c io n a d le li b r o s q u e le e n ­
s e ñ e n á b u ir d e l v ic io y & p r a c ­
t i c a r l a v ir tu d .
(Pío IX.)
K e d o b la d v u e s t r a s fu e r z a s k ñ n
d e a p a r t a r á l a n iñ e z y ju v e n ­
t u d d e l a c o rr u p c ió n ó in c r e d u ­
li d a d y p r e p a r a r a s í u n a n u e v a
g e n e ra c ió n .
(L e o k X III.)



D e b e m o s a y u d a r k n u e s tr o s h e r ­
m a n o s k ñ n d e c o o p e ra r d la
d if u s ió n d e l a v e rd a d .
(111 S. Jr.vN-, 8.)

A tie n d e k la b u e n a le c t u r a , k la
e x h o r ta c ió n y & l a e n s e ñ a n z a .
( I T im o t h . IV, 13.)

B n tr e la s c o sa s d iv in a s , l a m d s s u ­
b lim e , e s la d e c o o p e ra r c o n D io s
A l a s a lv a c ió n d e la s a lm a s.
(S. D io n is io .)
E l a m o r a l p ró jim o , e s u n o d e
lo s m a y o r e s y m d s e x c e le n te s
d o n e s q u e la d iv i n a b o n d a d
p u e d e c o n c e d e r á lo s h o m b re s .
(E l Doct. S. F iía n c . do Sales).

D I R E C C I O N e n el O r a to r io S a le s ia n o — C a lle de C o tto le n g o N . 3 2 , T U R I N (I ta lia ) )&&í^

SU M A R IO .
A dvertencia.
L a S an ta E u c a ristía , alim ento d e l alm a.
Bendición de la prim era p ie d ra de la C ap illa y Casa
Salesiaua de Iv rea.
Gracias de M aría A uxiliadora.
B a r c e l o n a . O ratorio do H ostafranclis.
Salesianos en C iud.idela (M enorca).
Los Salesianos eu A layor de Menorca.
B ibliografía. H isto ria do la P asió n do Je su c risto ,
escrita p o r el Sr. P resb ítero Don M iguel Mir.
F r a n c ia . E l P atro n a to de Niza.
E s p a ñ a . L a obra do D on Busco.

peradores del Instituto fundado por
Don Bosco, los que quieran hacer la
limosna del valor correspondiente á
esta publicación, pueden mandar 3 pe­
setas á la Casa salesiana más pró­
xima á su vivienda, en la seguridad
de que será acogida con profundo
agradecimiento y empleada en pro­
vecho de los niños más pol)res y
desamparados.

A D V E R T E N C IA .
Rogamos á nuestros lectores y
Cooperadores que cuando cambien
de domicilio se sirvan avisarlo á la
Casa salesiana del país ó ciudad en
que viA'‘en, á fin de que puedan re­
cibir el BOLETIN con regularidad y
sin retardo. Conviene asimismo dar
aviso del fallecimiento de cualquiera
de nuestros Cooperadores, para ha­
cerles los sufragios correspondientes.
Bien que el BOLETIN S.-VLESIANO
se reparte gratuitamente á los Coo­

La Santa Encaristía alimento del alma.
Pre^ruiitaba el venerable Mae.stro Ju an
de Avila ouá! era la causa de que tanto.s
male.s afligiesen al mundo, cuál la de
lautos pecados y de tan pocas buenas
obras, y contestaba: porque los hombres
no quieren comulgar. A la verdad que
si los hombres comulgaran con íreciieucia
se cambiaría en breve tiempo la faz del
mundo católico. AIejado.s Jos hombres
del pecado mortal j)or medio ara ellos; lo que equi­
vale á decir que tampoco para ellos se
ha hecho la salvación ni el cielo.
Cristo no ha trazado un itinerario
distinto á los hombres que á las m iije i^
liara subir el penoso Calvario de la vida
que term iua en el Tabor de la transfi­
guración eterna.
Es indudable que las grandes luchas
por la fe, por la moral, por la salvación

— U7 —
de las familias y ele los pueblos, las lian amorosísimos brazos y en el encendido
de reúir, en especial, los hom bres, y la Corazón de Jesús. A esto deben ser
fortaleza que para estas luchas se nece­ exhortados los hombres, por los párrocos
sita solamente la da este pan del cielo y los predicadores en el templo, y á esto
que entraña en sí todas las delicias.
les dehen exhortar con la irresistible voz
Llamados los hombres á pelear no les del ejemplo y del cariño, las madres y
dejemos ir á la guerra desnudos y sin las hermanas y las esposas y las hijas
armas, dice san C ipriano: mas armé­ en el santuario del hogar.
moslos con el amparo del cuerpo y
sangre de Cristo; y pues para esto se
consagra la Eucaristía, armemos con ella
á los que queremos que sean fuertes
contra, el perseguidor.
Bendicióu de la primera piedra
Tres clases de pecados apartan de la
comunión frecuente, ei) sentir del Doctor
de la capilla y Casa salesiaua de Ivrca
de la Iglesia san Erancisco de Sales; la
usura, el odio al prójimo y las relaciones
culpables. M ientras se retiene lo ajeno
E l 9 de mayo fuó día de gran fiesta
contra la voluntad de su dueño, mientras
el corazón se altera y ceba contra el para la Casa salesiana de Ivrea. El
prójimo, ó está enlazado con lazos in­ limo. Sr. Eichelmy, obispo de la dió­
fames que no quiere rom per, como no cesis, acompañado de su Vicario General
se^ puede en tal estado recibir la absolu­ y de del Arcediano de la iglesia catedral,
ción y ponerse en gracia de D ios, no se dignó hacer solemnemente la cere­
pueden los reos de tamañas culpas, acer­ monia de la bendición y colocación de
carse á comulgar ni una vez tan sólo, la primera piedra de la capilla del Co­
salesiano y de un cuerpo de edi­
cuánto menos con frecuencia. Pero no legio
ficio contiguo á ella.
supuestas estas malas disposiciones, |q u é
El Pevmo. Sr. Don Púa, que con mo­
pueden pretextar los hojiibres para no
tivo
de esta solemnidad se hallaba allí
acercarse á menudo al Sacraiqento au­
leyó
el acta de la colocación de la pri­
gusto de nuestros altares?
mera p ied ra, y luego fuó colocada con
¡ Dirán ara alcanzar la jier- gloria. Haciendo luego memoria de los
feccióu; los fuertes, jiara que no se de­ años de su infancia, añadió: ¿Quién se ha­
biliten, y los débiles ]>ara que se fortifi­ bría figurado entonces que en este lugar se
quen; los enfermos jiara que saneu, y . hubiera de poner la primera jiiedra de esta
los sanos para que no enfermen.
capilla salesiaua, que en este cainjio donde
Los que amau de veras á Cristo nues­ de niño me entretenía en recoger flores,
tro Señor, no han de rejiosar un punto hubieran de echarse los cimiautos de
hasta que logren aiTojar á todo el muudo, j una casa religiosa, destinada á la feli­
DO tan sólo á los pies, sino entre los i cidad de muchos niños.

— 14S —

T ya que hablo del tiempo i>asa(lo,
agregó el O bispo, permítaseme recordar
años anteriores y volver con el pensa­
miento cuatro siglos atrás. E ra una tarde
de invierno cuando llegó aquí al hospicio
(íontiguü á la cai)iUa de San Antonio im
desconocido á pedir hospedaje. Fatigado
del viajo y enfermo, se echó á la cama,
y ])oco des])uós moría. Pero ¡oh por­
tento ! apenas hubo expirado se vió allí
una gran llama como de incendio. Corren
los vecinos, se registran los objetos del
muerto y se observa (pie el (¡ue acaba
de morir es un obispo irlandés llamado
Tadoo, en cuyo proceso de canonización
ahora mismo se trabaja. Este lugar, pues,
vecino á la llama misteriosa quedará bajo
la protección del santo Obispo irlandés,
y Dios quiera que en esta misma capilla
llegue con el tiempo á erigirse un altar
en su honor.
La función concluyó con grandes ví­
tores al limo. Sr. Obispo de Ivrea, á Don
Bosco y á Don líua.
É6céÉé(?rccc)Cccc€($^

Gracias de laria Auxiliadora
Gupaeióii milagrosa
por la intercesión de la S. Virgen.

Ilabiondo por el espacio de más de veinte
años padecido de unos ataques nerviosos
que me hacían sufrir horrihlemeiite, desahu­
ciada por un médico y no sabiondo qué
hacer, en la aílicción en que me encontraba,
recurrí á la i)rotecoión de la Virgen. Em­
pecé un ejercicio do oraciones, por un uño,
y á los pucos días de empezar me encontró
coiupletamento curada, sin haber tomado
medicina alguna.
Llena de agradecimiento á tan celestial
Señora, hago público este portentoso mi­
lagro.
^
E. A.
Coojivrudora Saksiana.
L im a, 29 do Marzo do 1S93.

«*
Marín abogada nuestra.
A ñu del año p. p. unas personas se apro­
vecharon de un descuido mió para perjudi­
carme uotablemenie en mis intereses. En
tan crítico momento, viéndome á merced de

mis enemigos sin que pudiera hacer valer
mis derechos ante la ley humana, me di­
rigí á nuestra Madre y Abogada la Virgen
Auxiliadora con la promesa, si me favorecía,
de dar una pequeña limosna ijara su San­
tuario y de xjublicar la gracia en el Boletín
8aÍesiano. Pues bien, la Virgen se dignó
escucharme, disponiendo que los mismos pro­
motores del conflicto fueran causa de mi
defensa. Agradecido, entrego la pequeña li­
mosna á mi Sr. Párroco y envío esta con el
deseo de que se publique á mayor gloria
de nuestra Abogada la Virgen Auxiliadora.
13aMa B lanca, 19 de Ju n io de 1893.
J o s é J o a q u ín C i a n d i .
ii* iT 1 ' í V i ‘i I

n

lili II11

1^ r i

BARCELONA.
Oratorio de llostafrancbs.
B aicelona (Hostafiranclis),
13 de Agosto de 1893.

Se . D i e e c t o e d e l Boletín Salesiano:
Muy Sr. mío y hermano en el Señor: Hoy
hemos cojicluido el curso académico, y tengo
la satisfacción de participarle que, gracias
á Dios, se concluyó con una función muy
lucida. Me reñero á la solemue r^artición
de premios á los alumnos más distinguidos
por su buena conducta y aplicación ai estu­
dio, cutre los 600 que acuden á nuestras
escuelas.
isada le diré do los preparativos, los
adornos con que estaba engalauado el patio
de la casa, el efecto producido por los cantos
y la música, la inmensa concurrencia de
X)ei‘soiias de toda clase y edad, la alegría
de ios niños, etc... Tan sólo le advertiré que
todo aquel conjunto de cosas, personas y
demás circunstancias de tal modo alucinaba
mi espíritu que parecíame asistir á una de
las academias que muchas veces presenció
en los venturosos años pasados en el Oratorio
de Turiii.
Junto con esta le envío un ejemplar del
programa de aquella memorable velada.
Todo fue ejecutado con perfección, y prescindindo de cada una de las composiciones,
no puedo menos de hacer especial men­
ción del discurso pronunciado por nuestro
buen amigo el Sr. D. Luis Jordá.
Este fervoroso católico, que tanto ama la
Obra Salesiana, tomó como argumento de
discurso el tem a: « La felicidad de los
pueblos. » Hizo un vivo bosquejo de los
males que afligen moral y materialmente á
la sociedad en general y en especial á la
clase obrera; luego pasó á demostrar cómo
la Iglesia ha sido en todo tiempo la única
en remediar eficazmente dichos males con

— 140 —
sus admirables instituciones que atienden á
todas las necesidades del hombre desde su
nacimiento hasta la muerte. De este modo
trató á su vez déla Oongresación Salesiana
y demostró cómo ella llena hoy día una ver­
dadera necesidad en el })ueblo por ser la
más conforme al espíritu del tiempo y dedi­
carse al trabajo en un campo tan rico de
mies cómo es el de la juventud pobre y
abandonada.
Los premios consistieron en su mayor parte
en blusas, camisas, pantalones, etc., rega­
lados al efecto por algunos fabricantes de
esta capital, á los cuales he de dar pública­
mente las gTacias más expresivas por su ca­
ridad, asegurándoles nuestra gratitud y la
de todos estos ñiños. Particulares gracias
debemos dar á nuestro amado Prelado el
Exmo. Sr. Catalá, quien, conociendo las
necesidades de esta barriada, nos regaló cien
blusas i)ara repartir á nuestros alumnos.
¡Qué María Auxiliadora pague con creces
á todos ¡
Al concluir el acto el M u y Iltre. Sr. Ca­
nónigo Dean Dr. D. José "Casas, que en
representación de S. S. lima, la había pre­
sidido, improvisó un hermoso discurso en
catalán encareciendo á todos los presentes
que enviaran á sus hijos á nuestras escuelas;
pues á más de ser gratuitas, proporcionan
á la juvenrud sólida instrucción y cristiana
educación. Felicitó á los premiados y los
exhortó á seguir constantes en su aplicación
y buena conducta; animó á los que no ha­
bían tenido premios, excitándolos á que imi­
taran el buen ejemplo de sus compañeros y
procuraran conseguirlos en los exámenes del
curso próximo. A todos en fin recordó que
los premios concedidos por los hombres de­
ben llamar nuestra atención sobre el premio
que Dios N. S. otorgará á los que habrán
practicado la virtud y observado los deberes
(le buen cristiano.
Toda la prensa de esta ciudad habló de
nuestra fiesta, publicando de ella detalladas
y bonitas reseñas y manifestando la nece­
sidad de que las personas caritativas faci­
liten con sus limosnas el desarrollo de esta
Casa, á fin de que pueda extender más y
más su benéfico influjo, líecuerdo aquí cómo
prueba de agradecimiento el Xoüekro Uni­
versal^ el Diario de Barcelona^ el (Jorreo Ca­
talán y el Diario Catalán.
Dígnese, amado Sr. Director, saladar res­
petuosamente de mi parte á todos esos bue­
nos Superiores, y en sus oraciones no olvide
á su afino, hermano en Cristo.
Q. S. M. B.
A n t o n io A i í i e ,

Presbítero.

SA L E S M O S EN CIU D A D EU DE MENORCA
(D el Vigía Católico de 19 de agosto).

B ie n v e n id a .

A las siete de la tarde del juévos de esta
semana, llegaron á esta ciudad de Cinda­
dela, procedentes de Mahonen donde habían
arribado el mismo día con el vapor
(/Hí/t, cincuenta y tres Salesianos dirigidos
por el lidü. P. Manuel llermida , Director
de los Tulleres de Sarria en Barcelona. .Muy
antes de su llegada, las calles de Alfonso
Tercero y la de María Auxiliadora, estaban
innmlad.is de personas de.seosas de saludar
y ver á los ansiados expedicionarios. Saliéloiiles al encuentro varios coehes, condu­
ciendo al M. X. Gobernador eclesiástico, al
Sr. Alcalde, una Comisión do la Junta de
obras de la nueva iglesia recieu edificada y
otra Comisión de jóvenes pertenecientes al
Oratorio Salesiano. Ai encontrarse cerca do
la población se apearon los Salesianos, en­
trando en la ciudad eutre los alegres acordes
de su misma banda de música, dirigiéndose
con el acompañamiento de iiu gentío inmenso
y al son de un animado paso doble á la casa
donde se hospedan, propiedad de nuestro
queridísimo amigo y celoso sacerdote Kcverendo D. Federico Pareja, Dicha casa jun­
tamente con la calle, están desde aquel día
muy adornadas con colgaduras, ramos y
banderas, ostentándose en una de las ven­
tanas del referido edificio un precioso cuadro
con la simpática figura del venerable Don
Bosco, fundador de la Congregación Salesiaua. Luego que la banda de música ter­
minó su tocada frente al lugar mencionado,
(iiéronse tres alegres vítores á Ufaría Auxi­
liadora, á Don Bosco y á los Salesianos, que
fueron contestados con entusiasmo por el
pueblo ciudadelano, que parecía Jiaberse
aglomerado todo en masa en aquel sitio.
Constituidos en el término de su viaje, so
Ies sirvió acto continuo un abundanterefVesco,
obsequio debido á la generosidad do una
persona bienhechora.
C o u s o la d u p e s p e c t á c u lo .

Muy bello y edificante es lo que está su­
cediendo en esta ciudad, con motivo de la
visita con que nos han honrado estos hijos
de D. Bosco. Todos los buenos Ciudadelaiios
muestran la mayor solicitud para obsequiar
cumplidamente á sus huéspedes simpáticos,
acudiendo con interés á enterarse de cuanto
necesitan, á fin de satisfacer sus deseos y
hacerles más grata su permanencia entre
nosotros. Cindadela ha comprendido que se
trata de hacer bien á unos pobrecitos arte­
sanos, huérfanos en su mayor parte; á unos
obreros que al amparo de la lieligión y bajo^

150 —
miento de la orquesta de Santa Cecilia del
Oratorio. Las condiciones artísticas que tiene
esta nueva iglesia, jauto con la profusión
de luces que la iluminabuu y la circunstancia
de ser el primer acto de culto religioso que
en ella se celebraba, daban al acto un aspecto
por demás agradable y edificante.
En la mañana de ayer, primer día, del
triduo, celebróse eii la referida iglesia la
santa Misa, haciéndose en ella la adoración
del Santísimo en virtud del Indulto de Su
Santidad. Este mismo acto lo hizo también
el M. I. Sr. Gobernador eclesiástico, quién
distribuyó el Pan de los ángeles durante el
santo sacrificio á la mayor parte de los jó­
venes Salesianos, los cuales se acercaron á
la sagrada Mesa con una actitud tan pia­
dosa, que edificaron á cuantos presenciaron
el acto. Los mismos Salesianos cantaron du­
rante la Misa unos bellísimos motetes con
acompañamiento de armonio y de violines.
Por la tarde, á las siete, después del so­
lemne cauto del Trisagio, ejecutado por los
mismos jóveues Salesianos, el Lie. D. Pedro
Molí, Cura-Ecónomo de la parroquia de la
Catedral, ocupó la sagrada cátedra del Es­
píritu Santo, pronunciando un bellísimo ser­
món sobre la inauguración del nuevo templo
dedicado á M. Auxiliadora. La nueva iglesia
estaba atestada de fieles, quienes recibieron
de rodillas al final de esta función la sagrada
bendición con Su Divina Magostad.
Hoy sábado y segundo día del triduo, á
las diez, se ba cantado Misa solemne en
honor do la Santísima V irgen, siendo celebraute el Edo. P. Director de la Casa de
Sarriá. Con admirable ajuste y hábil inter­
pretación , háse ejecutado uua bonita parti­
tura del repertorio Salesiano, dominando en
ella un sabor religioso- de muy buen gusto.
Al anochecer de hoy mismo, se han cantado
solemnes Completas, en preparación á la
fiesta principal de María Auxiliodora, que
debe celebrarse mauaua.
A causa de que sería insuficiente el local
de la uueva iglesia, para contenerá los fielw
que en el día do mañana, quisieran asistir
á los Oficios divinos que en dicha iglesia de­
bían celebrarse, se ba acordado recientemente
se celebren dichos Oficios en la santa iglesia
BciuUulón fiel Santuario.
«catedral. Eii cousecuencia se ha dispuesto
Al anochecer del juéves de esta semana, hacerse la bendición de la imagen de Mana
después de la llegada de los Salesianos á Auxiliadora después del cauto de Tercia,
esta ciudad, el M. 1. Sr. Gobernador ecle­ siendo á las diez la Misa solemne cantada
siástico, Dr. D. Lino Singla, acompañado por la orquesta de los Talleres Salesianos
del señor htaostro de ceremonias de la Ca­ de Sarriá y el sermón ya anunciado. Por la
tedral y de otros varios seuores sacerdotes, tarde se hará á la hora anunciada la tras­
procedió á la bendición solemne de la uueva lación de dicha imagen desde la Catedral á
iglesia dedicada á María Auxiliadora. Tor- nuestra iglesia, verificándose con este mo­
luiuadu la bendición, se colocó sobre el altar tivo una lucida procesión.
nu hermoso cuadro do la Virgen bajo aquella
advocación, permitiéndose después al pueblo
Visitas de nuestros huéspedes.
la entrada en el precioso templo, donde
Eu la tarde de ayer los Salesianos fueron
puestos todos los coneurreutes de rodillas,
cantóse uua bellísima ¡Salve con acompaña­ á visitar el Seminario al son de un alegre

(»1 cuidado de los celosos sacerdotes del
Instituto Salesiano, se dedican á los oficios
do carpintero, zapatero, sastre, tipógrafo,
herrero y otros, demostrando en su actitud
y finos modales que los distinguen; ser
unos jóvenes que en su tiempo serán buenos
y honrados ciudadanos.
Los Padres Salcsianos desvían al futuro
vago ó malhechor de la senda por donde
camina inevitablemente al presidio y lo co­
locan en aptitud de ser útil á si mismo, á
su familia y á la sociedad en las honradas
labores del artesano inteligente y moral; le
quitan do la mano el puñal y la botella del
aguardiente, para sustituirlos por las herramioutas productivas de los oficios mecánicos.
Así se educa á los pueblos y se libra á las na­
ciones de la anarquía y del caos, nomos
üido muchos discursos sobro la edución de
la clase obrera; i>ero los hechos se han en­
cargado de demostrar que sólo las corpora­
ciones religiosas poseen el secreto de saber
realizar la verdadera moralización de los
obreros.
Así quisiéramos ver á todos los artesanos j
personas laboriosas y bien educadas; fieles
á los deberes que tienen para con Dios, consigomismas y con los demás. Estos tales
bien merecen los elogios de las personas
sensatas y los aplausos de los pueblos, que
al verlos no pueden menos de sentir
ellos afectuosas simpatías y entrañable ca­
riño. Poseída de estos sentimientos, se halla
Oiudadehi respecto de los Salesianos, porque
admira en ellos aquellas cualidades: esto
mismo movió á nuestra ciudad á _alzarse
como en masa, para hacer un entusiasta re­
cibimiento á estos honrados hijos del tra­
bajo, y este concepto que tiene de ellos en
iiiiión de su carácter de huérfanos, hace que
el pueblo ciudadelauo los hospede con sumo
gusto, considerándose muy honrado con su
visita.
Interpretando, pues, los sentimientos de
nuestro pueblo n a ta l, enviamos desde las
columnas de JUJl Vigía la más afectuosa hienvenida á nuestros queridos y apreciablcs
huéspedes.

paso doble, tocando una bonita pieza dentro
del jardín de dicho establecimiento, después
de haber recorrido sus varias dependencias.
Dirigiéndose inmediatamente al Palacio Episcopaí, en cuyo jardín tocaron también una
bellísima pieza, que fué muy aplaudida por
la muchedumbre que le escuchaba con sumo
gusto. Al salir de Palacio fueron á obsequiar
con la miisica al Sr. Alcalde, después á
D. José de Olives, como miembro de la
Junta de Obras de la nueva iglesia y uno
de sus principales protectores.
En la tarde de hoy ha salido la misma
banda de música, con el objeto de obsequiar
con sus escogidas piezas al M. I. Sr. Arce­
diano de esta Catedral. Presidente de la
Junta de la nueva iglesia, á D. Javier de
Despujols y á D. Francisco Piris, miembros
de la citada Junta y protectores todos de
la referida Obra.
En todas partes han recogido los Salesianos entusiastas aplausos y felicitaciones por
lo bien que desempeñan piezas musicales de
indisputable mérito. El pueblo los sigue y
acompaña, ávido por deleitarse percibiendo
las gratas armonías de dicha banda de mú­
sica. El carácter de dichos jóvenes no les
permite hacer serenatas por la noche, lo cual
ha hecho, que cumplieran este deber de
cortesía para con las Autoridades y personas
bienhechoras, obsequiándolas con sus bellí­
simas tocadas.
Gran fiesta de Ulariaj Auxiliadora
en Cindadela de Álenorca.

El domingo último, veinte de Agosto, filé
para Cindadela día de inmenso júbilo, de
gratísimas emonciones y de indescriptible ani­
mación. El éxito que han tenido las fiestas
celebradas en esta ciudad, con motivo de la
solemne inauguración de la iglesia dedicada
á María Auxiliadora, ha superado los de­
seos y presentimientos de los más optimistas.
Filé una idea feliz aplaudida por todos estos
habitantes, el acuerdo de celebrar la función
religiosa en la santa iglesia catedral, en susti­
tución de la propia iglesia de María Auxi­
liadora, demasiado reducida para semejantes
festividades. Con esta circunstancia, pudo
asistir á los divinos oficios gran parte de
estos habitantes, que deseaban vivamente
tomar parte en la gran fiesta dedicada á
María Auxiliadora. Era de ver el bellísimo
espectáculo que presentaba nuestra Catedral,
estando completamente atestada de fieles,
mucho antes de comenzar la función reh'giosa.
función religiosa.

Esta tuvo principio con la bendición solemne
de la nueva bellísima imágen de la Virgen,
que dió el M. I. Sr. Gobernador eclesiás­
tico de esta diócesis. Fueron el padrino y

la madrina en este hermoso acto D. Fran­
cisco Javier de Despujol, donante de la pre­
ciosa imágen, y D* Ascensión l\Ietz viuda
de Carrió, madxe política del Sr. de Dospujol. Acto seguido comenzó el santo Sacri­
ficio, siendo celebrante el M. I. Dr. D. An­
tonio Sintes, Canónigo Penitenciario de esta
Catedral. La orquesta y un buen coro de
voces de los niuos asilados en los Talleres
de Sarriá, ejecutaron una hermosa partitura
de su repertorio, intcrprotamlo con acierto
dicha composición. Después dol Evangelio
ocupó la sagrada cátedra el jóvon presbítero
Dr. D. Gabriel Vila, pintando con vivo co­
lorido la alegría en que rebosaba Cindadela,
por la erección del nuevo templo y la cir­
cunstancia de verse honrada con tal motivo,
con la presencia de algunos Padres Salesianos y .un número considerable de jóvenes
educados bajo la dirección do aquéllos en
Sarriá. Mostró como ]\[aría Santísima había
sido^ desde los albores del catolicismo la
gloria, la alegría y el honor del pueblo cris­
tiano, mereciendo en consecuencia ser salu­
dada con las varias fases de la historia, en
donde se nota particiilarmento la poderosa
intervención de la Virgen como Auxiliadora
de los Cristianos, llegó por último á la
grande obra de D. Bosco, demostrando como
las bendiciones de Dios y de su Santísima
Madre habían caído en abundancia sobre
ella, y así los hijos de ese benéfico Instituto
se habían derramado por todos los ámbitos
del mundo, llevando su caridad inagotable
por doquiera y albergando á tantos desampa­
rados de la fortuna. Terminó el orador su
entusiasta discurso, pidiendo gracias á la
Virgen por los señores iniciadores y coope­
radores do la obra del nuevo templo, por la
obra de Don Bosco y los jóvenes venidos á
esta ciudad y por todos estos habitantes,
llenos de amor y entusiasmo para honrar á
la Virgen.
La banda de música salesiana tocó en al­
gunos intermedios del Santo Sacrificio, rom­
piendo con los majestuosos acordes do la
marcha real en el momento de la elevación
de la sagrada Hostia. ¡ Espectáculo sublime
y consolador todo lo que la Ucligión inspira,
beudi(^ y eleva el corazón del hombro á los
altos ideales! Ocupaban un puesto de dis­
tinción, presididos por el Kdo. Pailre Salesiauo D. Manuel Uermida, loa individuos
d éla Junta de obras de la nueva iglesia.
Conferencia*

Por la tarde, conforme se había oportuna­
mente anunciado, se llenó de fieles la iglesia
de San Agustín, para escuchar la palabra
del referido Padre Salesiano. Comenzó el
acto con el canto de un bellísimo motete
desempeñado por los mismos jóvenes salesianos, con acompañamiento de órgano. Des­
pués de leído un capítulo de la vida de

1

152 —
B. Bosco, por uu jovencito novicio do la
misma Congregación, quién con voz clara y
sonora cumplió su cometido, el Sr. Director
de los Talleres de Sarriá, expuso á su nu­
merosísimo auditorio el origen y desarrollo
de la admirable y providencial obra del ve­
nerable Bou Bosco. Bió gracias á las Auto­
ridades eclesiásticas y civiles y á todos estos
liabitantes, agradecido por las grandes de­
mostraciones de uí’octo y cariño de que liabían
sido objeto los Lijos de Bou Bosco durante
su ])ermunencia cu esta ciudad, no dudando
en aíirmar que tal vez en parte alguna de
Bspaña habían tenido un recibimiento igual
y habían recibido mayores pruebas do aprecio,
como en esta honrada y religiosa ciudad de
Menorca. Terminada la conferencia, la banda
tocó una bonita pieza, mientras se hacía
una colecta deuti'O déla misma iglesia en favor
do la Obra salesiaiia, que segúu nos consta
produjo buen resultado. Con el cauto de un
precioso Tanhm crgo y la bendición con el
Santísimo, duda por el mismo Padre reli­
gioso, dióse por finalizada esta otra agra­
dable función.
l*i«occsión.

A las siete de la misma tarde, organizóse
una brillante procesióji con el objeto de ti asladar la nueva iinágen de María Auxiliadora
á su nuevo templo. Abrían la marcha los
niños que concurren á la escuela del Ora­
torio salesiauo, seguían después los rendeiite, tanto, que sieudo, como era, de solos
cinco anos de edad, ya sabía todas las ora­
ciones en castellano, y en latín, y casi todo
el Catecismo; leía y escribía bastante bien
y se ejercitaba ón las primeras labores de
costura y punto, por lo cual las maestras
cifraban en ella las más halagüeñas espe­
ranzas. Pero Dios tenía respecto de esta
nina muy diferentes designios. La cruel en­
fermedad del gaiTotillonos arrebató la amable
criatura. »
« Excusado es decir que no se perdonó
medio ninguno para salvarla; mas fueron
inútiles todos los cuidados y desvelos de
las Hermanas, los gastos generosos de la
señora que la protegía, así como los reme­
dios enérgicos que indicaron dos reputados
médicos. »
« Desahuciada de los facultativos , sordo
el cielo á tantos ruegos, se oía solo el llanto
de las Hermanas y educandas. Otro grande
apuro venía á completar la tristeza de todos.
'Por disposición severa del médico se acordó
que se desocupara el colegio de Santa Do­
rotea, á causa de la misma enfermedad,
declarada contagiosa. »
« Aquí empero se manifestó una vez más
la generosidad y bondad inagotable de la
Exorna. Señora y bienhechora de esta casa,
D“ Dorotea de Serra, que interviniendo, como
visible mano de la Providencia, como astro
benigno entre las tinieblas de oscura noche,
ofreció su torre á la disposición de las Her­
manas de María Auxiliadora, 6 hizo trasla­
dar y ponnaiiecer allá el colegio hasta ver
disipado el peligro del contagio. »
« Xo quedaron en casa más que algunas
Ilerinanas y la querida enfermita. Entonces,
perdida enteramente toda esperanza de su
curación, un pensamiento asomó á la
mente de la Superiora, el de proporcionarle
la dicha de comulgar por primera vez antes
de morirse. »
« Preguntada la nina si le gustaría co­
mulgar, ^ Ay, sí l > exclamó con el ardor
del rostro y el brillar de los ojos, más que
con las palabras, — < Ay, s í ! quiero co­
mulgar, » y añadió:
« Hoy la sayyara levantar una iglesia, y visto
X>oner la x>rimera piedra; pero cuando llegué
yo, me mamfesté poco favorable á trabajar
en tan grande obra. Diríase que la buena
señora tenía esta misión: x^ties tanto repitió
sus súplicas y tanto solicitó, que obtuvo uu
segundo x^cfiiiiso de mis Sax^eriores y mi
X)romesa de trabajar en ella. « Sí, » decía,
« María Santísima es el auxilio de los cris­
tianos : y Esx>aña, que tanto le debe, no será
la última en tributarle este honor. »
Al mismo tiempo que D"* Dorotea honraba
y hacía que otros honrasen también á la
Santísima Virgen é invocasen su poderoso
valimiento con Dios para bieu del pueblo
cristiano, trabajaba con celo siempre más
encendido y con todas las fuerzas de su iucausable actividad para proveer, ou cuanto
de ella dependía, de todos los medios po*
sibles á la actual sociedad , jiróxima á una
total descomposición y colocada al bordo del
mas profundo precipicio. En cierta ocasión
dijo al P. Superior de los Salesiauos: « Estoy
convencida de que si no se piensa eu reformar
la juventud obrera, nada podemos esperar
de esta sociedad, que cada día va de mal
en xieor. Los viejos sou viejos, y no cam­
bian. Quisiera, pues, yo x>oner manos á esta
obra desde la raíz. Ahora ya teuemos los
Talleres Salesiauos. Los niños que acuden
á ellos, como entran ya grandecitos, es muy
fácil que vengan ya tocados del vicio y
perdida la inocencia. Don Hosco fundó es­
cuelas. ¿ Por qué no hemos de fundar una
casa en que se los recoja desde niños, y se
los dispougB á la virtud, y se les den esta-

— IGO —
dios proporcionados á sn edad y á sus dis­
posiciones? »
Entre la edad de siete años, en que salen
los niños de las Salas de Asilo
la que
estAn en disposición de aprender
I oñcio
en los Talleres Salesianos, media un inter­
valo de cinco ó seis años: y
Dorotea
comprendía que en este tiempo los niños
podían ser víctimas de la seducción y de los
malos ejemplos de sus iguales ó mayores.
Para poner remedio á. este mal, había suge­
rido y alcanzado la fundación de la escuela
de la i)arroquia de Santa Madrona, dependie,nte de ia Junta de las Salas de Asilo y
desi inada s'i los niños que por su edad debían
salir do ellas. Pero todavía no bastaba este
colegio. Quería otro montado, que (i la vez
que en 61 los niños ax)rendiesen letras, tu­
viesen ante la vista varios oficios y artes
mecánicas y también estudios propios de la
carrera eclesiástica, á fm de que pudiesen
abrazar esta carrera ó dedicarse á un oficio,
según fueran las inclinaciones de cada uno.
Tal fué el origen del colegio del Angel de
la (luarda, que fundó dentro del recinto de
los Talleres Salesianos, aunque con salas y
l)atios dol todo indejíendientes. Está desti­
nado á niríos mayores do siete años, de cuya
moralid;id consto por un certificado de la
escuela donde hubiesen estado y por el tes­
timonio dol párroco x>ropio. Empezóse por
dar en él la lírimera enseñanza, y se ha ido
agregando algún curso de la segunda. Actual­
mente abraza ya dos cursos de latinidad. Con
esto se obtiene uno de los x>rineipales fines
de la Congregación Salesiana, que es el fo­
mentar vocaciones eclesiásticas. « Cuando
se concluyó el colegio del Santo Angel, »
dice el P. líinaidi, « presenté á D" Dorotea
el prospecto que habíamos redactado. Acon­
sejó en favor nuestro algunas mejorías: y
fijándose en algunas expresiones, que se
podían interpretar como lisonjeras y hon­
rosas para su persona, me mandó borrarlas,
diciendo qne nadie debía saber que ella
había costeado aquel colegio. »
Ya había proveído D“ Dorotea á los hijos
de los obr(*ros desde sus más tiernos años
hasta el tiempo en que salen oficiales en
alguna arte ó in’ofesión, cuyo ejercicio les
asegura la subsistencia para lo porvenir. Al
mismo tiem\)o había logrado sú objeto prin­
cipal de criarlos en el santo temor de Dios
y en la in’áctiea de los deberes del eristiano,
infundiendo en los dóciles ánimos de los
niños el amor á la virtud y consolidando en
ellos las máximas y verdades de nuestra re­
ligión sacrosanta. Pero todo esto no le sa­
tisfacía aún. La edad de los diez y siete ó
diez y ocho años, en que salen de los Ta­
lleros Salesianos, es muy peligrosa, mayor­
mente para jóvenes, qne con tanto esmero
han sido cultivados por religiosos, y estado
libres de la comunicación y trato con comI)uñeros de diferentes ideas y distinta eilu-

cacióu. Aquí fué doude D“ Dorotea mauifestó lo vasto de su plan y lo perfectameute
que lo había concebido en su totalidad, aun­
que la discreta señora lo iba realizando pau­
latinamente y por partes. '
Mientras la obra del colegio del Santo
Angel iba adelantando, aunque experimen­
taba grande consuelo i)or la esperanza de
abundantes frutos que había de producir
con el tiempo; sin embargo su corazón no
sentía aquel completo descanso y reposo que
produce la perfecta realización de un plan
preconcebido. Estaba cierto día. conversando
con el Superior de los Salesianos, satisfecha
de ver cómo el colegio progresaba. Vuélvese
á él D“ Dorotea entre gozosa y triste, y le
habla de esta manera: « Bien está cuanto
hacemos: los Superiores lo aprueban; pero
falta aún pensar en la fundación de otros
Tallere.s para los adultos más adelantados,
que al llegar á la edad de los diez y siete
años, logren con su trabajo y algunos aho­
rros formarse un pequeño caudal, hasta que
al tiempo de tomar estado puedan con él
dar principio á una familia cristiana, y con­
servar en ella y enseñar á sus hijos la x>i6dad, la religión, el amor al trabajo y á la
economía, y ser miembros útiles á la sociedad.
Piénselo V. bien; y Dios nos ayudará para
X)oner en ejecución esta obra. »
Este era el ideal de D“ Dorotea: tal era
la extensión verdaderamente grandiosa de
su j)lan. Proponíase tomar al hijo del pobre
obrero, al huérfano y al desvalido desde la
edad más tierna, y gradualmente irle for­
mando hombre, hasta entregarlo á la sociedad
hecho cabeza de familia, pero de familia
morigerada, sin vicios, con hábitos y cos­
tumbres cristianas , libre de un cúmulo de
necesidades ficticias, las cuales lejos de
aguijonearla para ei trabajo, la enervan, la
iiuúinan á la ociosidad, y la crían envidiosa
del bienestar material de las clases más ele­
vadas, de las cuales so convierte natural­
mente en furioso enemigo. Por desgracia la
muerte atajólos pasos de esta grande econo­
mista cristiana, cuya sola rectitud natural y
acendrada virtud le daban la solución sen­
cilla y prá