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Medios

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OLETIN
SALESIAfíO
El peligro, Padre Santo, eeti en la continua difu­
sión de libros Infames; y para poner coto á tamaéo
mal, yo no reo otro remedio, <¡ue la fundación de
una imprenta caUilica, puesta bajo el patrocinio de la
Santa Sede. De esta manera, nobaciéndose esperar nues­
tras respuestas, podremos con mayor rentaja descender
al campo de la lid y responder con feliz éxito i las
provocaciones de los apóstoles del error.
(BALti)

No se engañarla muebo qoien intentara atribuir prin­
cipalmente á la prensa malrada todos los males pre­
sentes, así como la deplorable condición de las cosas
i la m al hemos venido a parar. Los escritores católicos
deben con todas sos fuerzas valerse de la imprenta para
bien de la sodedad.
_

(t*Ó3í XIII)

La prensa periódica sometida i la autoridad jerár(juica, revestida del espiriin de Jetocnsto, nene ¿ ser
nn poder inmenso; ilumina, sostiene la verdad, hace
desaparecer el error, salva y cjviüza; es nna especie de
apostolado snblime.

(auwo:iPá)

Buenos-Aires — LIBRERIA SALESIAAA — Sarriá (Barcelona)
LE C TU R A S CATÓ LICAS.
.Piibljcación qne «e propone exclnsivamente la enBOiianza y (lefotma de la Religión Católica me(liante la difusión de libros morales y amenos
adaptados á la inteligencia de todo el mnndo.
Cada mes sale á Inz nn opúsculo do 100 á 150 pá­
ginas (]uo se envía á los señores suscritores.

Precio de suscricíón (pago adelantado^.
En Buenos A ires: Un año pesos m p .
1’50.
- Provincias:

— . . .
1’ 75.
- En el extranjero:—
en oro . . i ’5o!
A los Señores Suscritores, que quieran consti­
tuir centros de suscrición, so les concederá un
10 „/" do descuento.
Los podidos y precio de la suscricióu se din girá r á cualquier casa Saiesiana, á los res­
pectivos agentes ó á la Dirección de las Lecturas
on el Colegio P ío I X de Artes y Oficios, en Almagro, Buenos-Aires.
Catecismo explicado con ejemplos por el Salesiauo
D. Camilo Ortúzar Pbro. L a Tipografía Salesiana de Sarriá-Barcelona acaba do publicar la
tercera edición. Es una obra do sumo interés,
In que recomendamos de un modo especial á
los señores Párrocos y personas dedicadas al es­
pinoso cargo do instruir á la juventud, no sién­
dolo monos á toda suerte de personas, y mayor­
mente á los padres de familia. El piadoso autor
ha (‘spuosto con claridad^ no solo las enseñan­
zas de nuestra santa Religión, sino que, con a^cierto, ha reunido variados y preciosos ejem­
plos que alientan á practicar la virtud.
« E l Catecismo constituye el fundamento in­
destructible de la educación cristiana. En él se
resuelven todas las grandes cuestiones y se en­
señan los más sagrados deberes; es el lazo má-

terioso que une al hombre con Dios, el c i ^ con
la tierra, el tiempo con la eternidad,
» Para facilitar su conocimiento nada más á
ropósito que añadir los ejemplos á la doctrina.

S'OS palabras mueven; lo» templos arrastran. El

camino de los preceptos es largo y penoso, el
de los ejemplos corto y agradable. Nuestro Se­
ñor sembraba de parábolas sus enseñai»M. »
El Catecismo explicado con ejemplos que anun­
ciamos, tiene, pues, el objocto propuesto. Consti­
tuye un tomo de 1010 páginas y se vende al
precio de 4 ptas. on nistica, y 6 encuadernado.
Al Cielo por María, compuesto por el mismo piadoso
Autor, m cual ha unido con singular esmero á
la doctrina de la Iglesia sobre las glorias y v ir­
tudes de la Madre de Dios, preciosos ejemplos
(lue couHrmau la importancia v eficacia de la
devoción con que se la honra.' — En rústica
Pts. 1’50. — En cuadernado en tela 2’00.
Manual^ de la Primera Comunión por el mismo au tor.__
Obrittt sumamente á pro^iósito para preparar á
los niños á tan im{>ortante acto. — Tercera edi­
ción. En tela l'ts. 2’ 00.
El Joven Instruido. Devocionario muy recomendado
y del cual se han publicado más de ción edicio­
nes, escrito con gran esmero por el Pbro D
Juan Bosco.
Encuadernado en teJa Pts. l ’OO — En badana
1 26 — En vitela y con cortee dorados
¿ 60. — Preciosa edición de 1891. Pts. 5.

Vida de Margarita Bosco por el Pbro. D. Juan Lemoyne. Obrita en la que se refieren con gran
amenidad los admirables trabajos y virtudes de
aquella buena aldeana, que con un corazón digno
de una reina estaba escogida por Dios para
la formación del San Vincente de Paul de nuestro
siglo.
Tercera edición. En rústica Pts. l'OO. — En­
cuadernada en tela 1’25. — En tela v cortes do­
rados 1’70.

DRAMAS Y

COMEDIAS.

Las Pistrinas ó la última hora del Paganismo. Drama
en 5 actos d ol S a ce rd o te J. B . L e m o y n e (edic
d e T u r ín ).
El hijo generoso. D ra m a en 5 actos.
Los dos señores sin pantalones.
Pequeñas miserias de la vida humana.
El dinero para el diploma.
El ruiseñor.
Una aventura.
Sobre la urna de la madre. D r a m a en 3 actos (ed.
d e T u r ín ).
La herencia en Córcega ó la Venganza.
Los 99 duros. F a rs a en 1 acto.
Los malos compañeros. E scenas p op u lares en 3 actos.
San Francisco de Asís en el siglo. A c c ió n dramátic.'i
en 3 actos p o r e l D r. D . A n to n io ü g lie t t o .
El cuadro de la Virgen. C o m ed ia en 3 actos pnr
D . Lem oyn e.
Un hipócrita de nuevo cuño, p or G-. R. S p arron e. Co­
m e d ia en 2 actos.
Un solo par da calzones.
Un espediente, p o r e l C au. E d v ig io C attan eo.
Los tres fanáticos. F a rs a en 1 acto .
Las memorias del diablo ó el triunfo de la justicia.
C o m ed ia en 3 actos.
El esclavo. D r a m a en 3 actos.
El último día de carnaval.
Don Timidiio y Don Francone.
Una apuesta.
El eepantajo del gavilán. F a rs a en 1 acto .
¡Im posiblel ¡Im posible!
Los dos sargentos. D r a m a en 5 actos.
El ingrato. D ra m a .
Conrado. D ram a .
Ronzo y Frontín.
Libertad, p o r e l P b ro . F . F e n o g lio . D ra m a e n 5
actos.
Las consultas ridiculas. F a rs a .
Una noche de lluvia. F arsa.
El noble y el capitán. D ra m a .
Una lección provechosa. C o m ed ia en dos actos de
José C a n ta g a lii.
La Compañía Fíarcos. P r ó lo g o y d e sp ed id a.
Posaderos y no posaderos, ó el Alcalde necio. C om e­
d ia en 3 actos.
Un convidado que no llega á tiempo.
Los dos caracteres opuestos.
Culpa y Perdón, D ra m a en 5 actos p o r e l P b r e D .
Juan B . L e m o y n e .
Seyano, D ra m a en 4 actos p o r e l m ism o A u to r .
La Casa de la fortuna. D ra m a en 2 actos p o r e l P b ro .
D . Juan B osco.

AÑO X - N. 10.

OCTUBRE de 1895

Fnblicación mensual

BOLETIN SALESIANO
Uuien recibiere k uu níno en mi
nombre, á mi me recibe.
(Ma TH. XVIII.)
Os recomiendo la niñez y la ju ­
ventud ; cultivad con grande es­
mero su educación cristian a ; y
proporcionadle libros que le en*
señen á huir del vicio y & prac­
ticar la virtud.
(Pío IX.)
Kedoblad vuestras fuerzas á ñu
de apartar á. la niñez y juven­
tud de la corrupción é incredu­
lidad y preparar así una nueva
generación.
(L kon X III.)

Bebemos ayudar á nuestros ñormanos é. ñn de cooperar á la
difusión de la verdad.
(III S. J oan , 8.)
A tien d e

k la

buena lectura,

k la

exhortación y á la enseñanza.
( I T imoth . IV, 13.)
Entre las cosas divinas, la más su­
blim e, es la de cooperar con Dios
á la salvación de las almas.
(S. D ionisio .)
E l amor al prójim o, es uno de
los mayores y más excelentes
dones que la divin a bondad
puede conceder á los hombres(E l Doet. S. F ranc . do Sales)

- + ^ ( D IR E C C IO N en el Oratorio Salesiano — Calle de Cottolengo N. 32, T U R I N (Italia) )S f> -

S U M A R IO .
L as Oraciones jaculatorias .
El R osario kn f a m il ia .
Eficacia del santo R osario . Una conversión extraor­

dinaria.

L eón X III, l a R eina y e l E jército E spa Sol .
Ecos DF.L P rim er Congreso I nternacional Sale SIANO.
EspaSa . Sevilla. Reparto de premios en el Institnto
Salesiano — jSorHd (Barcelona). La caridad es in­
dustriosa.
América . Santiago de Chile. Oratorio festivo « D on
Bosco ». — lAma (Perú). Talleres Salcsianos. —
Bogotá (Colombia), t Porqué seiíí ? — Oír<i« noticias.
Noticias de nuestros Misioneros . Tierra del Fuego.
Dos admirables conversiones. — Misión de la Isla
Dawsón. — Patagonia. En favor de la Santa Infan­
cia. — Ecuador. Fícarfafo de Méndez y Gualaguiza.
La fíesta de la Shanza entre los Jíbaros.
Gracias de Ma r ía A u x ilia d o r a .
Noticias y V ariedades .
Necrología.

IMPORTANTE.
Llam am os la atención de nuestros
amados Cooperadores, sobre la si­
guiente conclusión del Congreso Sa­
lesiano :
< Con nn especial j vivo interés el
Congreso recomienda la lectura del
Boletín Salesiano, por medio del cual
revive cada día en sus obras el vene­

L

rando L . Bosco, y hace ardientes vo­
tos para que la lectura y jiropagación
del mismo, merced al celo de los Coo­
peradores, trascienda fuera de ellos,
en manera que su difusión sea con­
tinua ó ilimitada
*
* «

Siendo el B oletín Salesiano vínculo
de unión entre los Cooperadores, en
cuyos pechos alimenta viva la llama
do la caridad, con la relación de lo
que la P ía Sociedad Salesiana hace
en provecho de la juventud pobre y
abandonada y el empleo que dá á sus
limosnas y donativos, nada se exige por
la subseripción, dejando á cada uno en
la libertad de contribuir á los gastos de
la edición con lo que sus fuerzas le
permitan y su caridad le sugiera.
Sicadasubscritorpagara con esteobjeto, al menos 3 pts. anuales, los gastos
quedarían casi en sn totalidad cubiertos.
Agradecemos á todos nuestros lec­
tores la benevolencia que hasta el pre­
sente nos han dispensado, y confiamos
de que en adelante nos la continua­
rán dispensando.

218

LAS ORACIONES JACULATORIAS.
^'A co n d ición esen cial d e la v i d a , acre^ centaniiento y p erfección de tod o ser
criad o, consiste en a d h erirse á su p rin cip io j
e l arroyu elo se a d h iere á la fu en te d e la qu e
se d e riv a , la flor a l ta llo qu e la soporta, la
lla m a a l fo co de qu e se la n za . S ep a ra d al
a rroy o d e la fu en te y se s o c a rá ; á la flor
d e su ta llo y se m a rch ita rá , á la lla m a d el
fo co y se a p a g a y mucre.
t C u án to más r ig e esta le y al hom bre, esta
n ob le criatu ra , obra m aestra en tre todas las
qu e han sa lid o d e las manos d el C r ia d o r !
Com puesto d e dos su stancias, u na m a teria l
y o tra e s p ir it u a l, deb erá n ecesariam en te
a d h erirla s ca d a una al i)rin c ip io de qu e
em anan, á fln de m an ten er y d es a rro lla r su
ex isten cia r e s p e c t iv a : el cu erpo se susten­
ta rá con los alim entos te rre s tre s ; e l alm a
irá á sacar de la s d iv in a s fu en tes los e le ­
m entos de su vid a .
E n cu anto á n uestro cu erpo, no tenem os
n ecesidad d e ex h o rta rn o s á v iv ific a r lo p o r
una a lim en ta ción r e g u la r ; sus n ecesidades
se im ponen y nos apresuram os á satisfacer­
las, tom am os nuestra com ida á hora tija , y
así conservam os nuestras fu erzas v ita le s .
, ¡ l 'e r o cuán d ife ren te es esto p a ra nuestra
a lm a ! ...........p a ra esta lla m a sa gra d a qu e
un soplo d iv in o liiz o sa lir de la n a d a , y
qu e u nid a á nuestros órga n os fís ic o s , de
acu erdo con e llo s d eb e cu m p lir la ta rea que
D io s le im p on e p a ra co n q u ista r u na e te r ­
nidad fe liz .
E s ta alm a tien e tam bién h am bre y s e d ;
e lla tam bién, p a ra poseer una v id a p len a y
abu ndante, debe a d h erirse á su p rin cip io,
es d ecir, a l S eñor d e cu yo seno bajó m ise­
ricord iosam en te un día.
; A h ! I cuán pocos lo com pren den I Y esto
es lo q u e e x p lic a el m isterioso torm en to de
tantos seres qu e, ig n o ra n d o ó descon ocien do
su celestial o rig e n , q u ieren h acer v i v i r su
in te lig e n c ia y corazón d e los falsos bienes
d e la tierra .
S em ejan tes á esa a n torch a en cen dida qu e
una m ano v ig o r o s a tien e d errib a d a , se roen
á sí m ism os, com o osa lla m a q u e no pud ien d o su b ir h a c ia su esfera p o r e l v io le n to
esfu erzo q u e se le im p on e, d e v o r a la sus­
ta n cia d e q u e apa cib lem en te se d eb iera a l i ­
m entar. E l sa n to C u ra de A r s com parab a á
estos d esgra cia d o s á uu in sen sato que para
a p la ca r su h am bre d e v o ra d o ra lle n a ra de
a ren a su h am b rien to estóm a go. M as ¿cóm o
darem os v u e lo á nuestra alm a p rision era
a q u í a b a jo, y qu e im periosam en te a sp ira á
v o lv e r a l a d o ra b le seno d e d o n d e sa lió , para
sacar d e a h í la v id a t P o r la oración. ; L a
o ra ció n ! estas son las alas q u e nos lle v a n
a l país de la lib e r t a d ; es la re sp ira ció n d e l

alm a, su elem en to v it a l, su a lim en to nece­
s a rio ! ¡O h cu án b ien lo saben los Santos y
cu án to p ro fu n d iza n en e lla ! P e r o tam bién
¡ á cuán a lto g ra d o poseen esta v id a sobre­
n a tu ra l q u e ta n ta fa lt a nos h a c e !
E n tr e la s m u ltip lica d a s form as con que
se v is te la oración , no h a y u na q u e sea más
d u lce, m ás fá c il y pu ede ser m ás san tifi­
can te, q u e la q u e se lla m a oración ja c u la ­
toria . N u e s tra a g ita d a v id a no nos perm ite
sin du da co n sa g ra r u na h ora ca d a d ía á la
oración m e n t a l, qu e ciertam en te no sería
dem asiado p a ra a cerca r n u estra alm a á Dios,
a lim en ta rla con la s v e rd a d e s etern a s, y sa­
cia rla en las fu en tes d e la v id a . A lo menos
podem os s u p lirla , en cierta m a n e ra , p o r el
uso frecu en te d e las oracion es ja cu la to ria s,
tan ú tilm en te em pleadas aún p o r las mismas
alm as d e oración.
C u an do un estóm ago d é b il no p u ed e so­
p o rta r fu ertes c o m id a s , se le reem plazan
p o r los alim en tos frecu en tem en te repetidos.
L o m ism o su cede con n u estra alm a.
P o r estos ím p etu s r e ite r a d o s , p o r estas
frecu en tes elev a c io n e s á D io s , p o r estos cla­
m ores d e l corazón en via d o s secretam en te al
cielo , p o r estas a sp iracion es b reves, pero
ardien tes, e l alm a su ple á la s ora cion es p ro ­
lo n gad as, au m en ta su v id a sobrenatu ral, y
h ace rápid os p rogreso s en la v irtu d . Todos
los m aestros d e la v id a esp iritu a l recom ien ­
dan con in stan cia e l uso d e la s oraciones
ja c u la to ria s . San F ra n cis co d e S ales la s ha
red a cta d o p a ra e l uso d e sus H ija s d e la
V is ita c ió n , m u y sustanciosas ' y v e rd a d e ra ­
m en te só lid a s, d el buen tesoro d e su co ra ­
zón ; se d irije n y a á N u es tro S eñ or, y a á la
S a n tísim a V ir g e n ó a l A n g e l d e l a G u arda.
S e pu ede d iv e rs ific a rla s d e m il m aneras,
p rocu u cia rla s v o c a l ó m e n ta lm e n te ; pero
será ú til adax)tarlas á la s disposicion es in ­
terio re s en qu e uno se h a l l a , a l a tra c tiv o
p a rtic u la r y sobre tod o á las necesidades
actu ales d e n u estra a lm a . S i n os atorm en ta
la im p a c ie n c ia , in sistam os sob re esta a sp i­
ración : Dulzura dcl Corazón de Jcsiís^ .apa­
ciguad mi corazón. E n e l tem o r ó e l d e s a ­
lie n to , exclam em os d icie n d o á D io s : Los que

esperan en Vos, Señor, no serán nunca con­
fundidos. E n la tris te z a é ín tim a desola­
c ió n : Dios mió, Dios mfo, f porqué me habéis
abandonado? En las pruebas y c o n tra d iccio ­
nes d ir á s : F ia t, F ia t, que vuestra voluntad
se haga, oh D ios mío, y no la mía. V o lv a m o s
ftecu en tem eu te n uestro corazón h acia la d i­
v in a E u c a r is tía , salu dém osla en esp íritu ,
d icien d o d e v e z en cu an d o: Alabado, amado

y adorado sea á cada momento el Santísimo y
D ivinísim o Sacramento. G u stem os re p e tir e s ­
tos ím p etu s d e a m o r: ¡O h Jesús mío, Vos
sois la delicia de m i corazón! ¡D io s mío, Pos
sois m i todo! ¡S a lvad or de m i alma, ¿cuando
seré todo vuestro f
Y com o h y o s pequ eñ itos necesitados d e los
a u xilios y cu idados d e tiern a v am orosa ma-

— 219 —
dre, recu rram os con frecu en cia á M a ría , diciándola: A u xiliad ora de los cristianoSy ruega

por nosotros; Refugio de pecadores, no nos des­
ampares; Virgen de las Vírgenes, Inm acu­
lada M aría, Madre nuestra, preservad pura

d e la d iv in a ca rid a d , y aún cuando e s tu v ié ­
rem os secos, d esolados, e lla s nos reanim arán
y consolarán.
D ebem os p r e fe r ir la s oraciones ja cu la to ria s
en riq u ecid a s d e in d u lg e n c ia s , pu esto qu e

E l C*ra cierra el ayuno al fiestero..... dándole á beber el rumo del tabaco.
(V . pág. 2U).

nuestra alma y lim pio nuestro cuerpo de la
corrupción que nos rodea p a ra que sea siem­
pre digna de vuestro divino H ijo Jesús; Mues­
tra que eres m i M a dre; etc. etc.
E sta s p a jita s arrojadas en la h o g u e ra de
nuestro cora zón , m a n ten d rán en é l e l fu eg o

o b tien en d o b le f i n : n u estra p r o p ia sa n tifi­
cación y e l a liv io d e la s santas alm as d e l
P u rg a to rio .
E n fin , p a ra p r e v e n ir la in co n sta n c ia , es
bu en o p rop o n erse c ie rto núm ero d e estas
co rta s oracion es lia ra ca d a d í a ; tres ó cinco



220

011 la m auaiia, otras tan tas á m edio día, y
011 la tardo, sería e l minhnum qu e d eb ié ra ­
m os lija r.
C u a l flechas do am or irá n á h e rir e l C o ­
ra:'/)» do D io s y e l d e su san tísim a M a d re
y nuestra. M u ría, h ará n b ro ta r ra u d a les de
g ra cia s, d e fo rta le z a , d e p a z y d e lu z sobre
nuestra alm a, y a traerán sobre n uestro tra ­
bajo las m ás p reciosa s ben dicion es.

El Rosario en familia.
l^ ^ E itM O S A , p o ética , p a tria rc a l y san ta ha
S t l^ s id o la costu m bre de las fa m ilia s c ris tia ­
nas do term in a r el d ía re za n d o el ro s a rio ; sa­
lu dan d o á la M a d re d el A m o r H erm o so con
la tiern a ora ción d el Ave M a ría orden ada
en decenas con un Vadrc Nuestro y m editan do
en cada u na do e lla s los m isterios a ltern a ­
dos. L o s h ijo s ó h ija s de fa m ilia se reúnen
en torn o d e l p a d re y de la m adre y du ran te
unos v e in te m inutos salu dan fervo ro sa m en te
á M a ría S an tísim a y le p id e n le s alcance
d e su H ijo los dones esp iritu ales y tem p o ­
ra le s ; ru egan p o r los d ifu n to s ; oran por la
sociedad, q u edan do lle n o el co ra zón de una
du lce a le g r ía y esperan do d e la Y ir g e n p o ­
derosa ayu d a y protección .
M as la te rtu lia que, segú n e l s en tir de
todos los com ercian tes pen sadores, tan to
p erju d ica á la ven ta , no solo h a p erju d ica d o
a l rosario, sino qu e, h acien d o m o n op o lio del
tiem p o qu e en él se em pleaba, ha elim inado
casi esa costum bre san ta en m uchos h ogares.
P o ro h a d esap arecido ta l v e z la p a z de
las fam ilias, se h an descarriado acaso los
h ijos, h a m engu ado la h a c ie n d a : si rezam os
el rosario, M aría p o r su in tercesión nos v o l ­
v e r á lo que antes ten íam os. ¿ P e r o cómo
hacer, si la v is ita d e lla n o en p la n o se
in stala al an och ecer en las butacas del salón t
¡ A h ! los com erciantes sesudos nos pla n ta n
a visos m u y lacónicos, p ero p a ra ello s muy
provechosos; La tertulia pcrjudiva d la renta,
¿O s p ed iré y o ahora cla va r a viso pa recid o
en las portadas d e las casas, d icien d o Ja
tertulia pcrjutliea al rosario? N o , no os p id o
ta l c o s a : decid sim ple y lla n a m en te á los
suscritos á vu estra t e r t u lia , q u e rezá is el
rosario á tales horas y ai com o son locuaces,
son educados, irán á la h ora ilja d a y nunca
antes.

E F IO A O IA D E L SANTO ROSARIO.
Uní converstón extraordinaria.
Eu una gran parroquia de F ran cia, donde, á
pesar do numert)8 ob8tácuU>a, el Rosario perpetuo
80 mantiene y dá saludables frutos en el seno de
las familiiis, un jmciano octogenario so había
labrado reputación de impío encarnizado, y so

I



gloriaba de ello. Aquel corazón, desde largo
tiempo cerrado á cualquier consuelo que pudiese
endulzar su pobreza y sus enfermedades, no bus­
caba el desahogo más que en las blasfemias.
Hacía alarde, á la vista de todos, con horrorosas
imprecaciones, de jamás dejar acercarse á él á un
sacerdote, y alimentaba odio furioso contra toda
institución religiosa. N o había razón capaz de
vencer su sinrazón.
En vano se habían expuesto á la cólera y á
las amenazas de esto desgraciado los hijos de
Santo Domingo en una misión que allí dieron
tres años hacía. Los diversos arbitrios adoptados
por la caridad de dichos Padres no habían ser­
vido sino para patentizar más y más su in­
vencible resolución de v ivir y de morir lejos de
D io s, tal vez para presentarse ante el vulgo
como un personaje capaz de luchar él solo contra
la ciencia y la autoridad sacerdotales: ¡ triste ce­
lebridad que halaga á ciertos perversos y á la
cual 86 apegan hasta el fin, para presentarse
como hombres de profundas convicciones ante las
almas débiles, que suelen ti-astornarse con este
desgraciado escándalo!
En tales disposiciones, aquel anciano es atacado
de parálisis parcial, que pone en peligro su vida,
sin afectar ninguna de sus facultades mentales.
Los hombres que le servían, pues temiendo las
instancias y la importunidad piadosa de las muje­
res, no admitía sino hombres á su alrededor,
los hombres que le servían le aconsejan como
pueden durante muchos d ía s, que piense en la
eternidad y en morir cristianamente; el infeliz
responde con blasfemias y con amenazas de sui­
cidio.
Desean los sacerdotes acercarse á é l : la opi­
nión pública clama unánime que no hay para
ellos lugar junto al lecho de tal impío. Logran,
sin embargo, introducirse y emplean cuantas pre­
cauciones son capaces de inspirar la dulzura y la
prudencia ante la desgracia de esa alma. Pero
los labios del anciano no so abren más que para
maldecir y de ellos salen como torrente infernal
las imprecaciones, los juramentos y la profana­
ción del nombre santo de Dios. Su brazo derecho,
válido aún, se levanta amenazante y el infeliz
ita con furor que so le den pistolas para m.atar
los sacerdotes y matarse á sí mismo. Su impo­
tencia lo exaspera. Es menester retirarse, despe­
dazada el alma y trastornada la imaginación por
eso espectiiculo indescriptible : parecía que el de­
monio 80 agitaba y hablaba bajo aquel pecho
anhelante, bajo aquella larga barba y esos cabe­
llos blancos. Espantoso contraste : ¡ la muerte, la
vejez y las canas, que en todo caso inspiran pie­
dad y veneración, luchaban ébrias de furor con­
tra el Cielo!
— Yo no tengo alma : ¡ soy un perro ! ¡ D e­
jadm e m o rir! ¿ Con qué derecho venís á excitar
mi cólera? ¡ Que se me entierre como á un perro l
¡N o quiero sacerdotes, ni iglesia, ni vuestros ce­
menterios !
Y su voz se extinguía en horribles blasfemias.
Como tales accesos agotaban sus fuerzas, los
sacerdotes se retiraron, después de dejar constatoda la negativa del impenitente. No podían vol­
ver sin que les llamara un m ila gro: María hizo
este milagro.
Señora de ***, je fe de división en el Ro­
sario perpetuo, y una de las jefes de sección, se
proponen hacer violencia á Aquella ante cuyos
ruegos desaparece la desesperación ¡ piden una
novena con un Rosario completo cada dhi y los

f



221

asociados cogen el arma victoriosa. Sostenida por
María, la señora se atreve á visitar al impío y lo
deja* admirado á é l mismo de haber permitido
se le ponga nna medalla al cuello.
Nueva v is it a : el león no está vencido pero sí
encadenado, y antes de r e tir a re obtiene la se­
ñora que bese la medalla, por más que tal beso
vaya mezclado con burlas de doble sentido..
Pero la V irg e n , dulcísima y amante m adre,
tomó en serio ese ósculo, cual arras aceptadas
por su amor.
L a novena continúa y la esperanza dá mayor
fervor á las plegarias. Tercera v is ita : nada de
blasfemias y solo semi-resistencia: obtiónese que
palabra por palabra repita el Ave María. En tin,
en la cuarta visita, es aceptado un confesor.
Vuelven al alma del anciano la alegría y la se­
renidad, desde tanto tiempo apartadas del infeliz.
No reconoce su propio corazón y se pregunta
cómo ha podido Dios adueñarse de é l : encuentra
la respuesta en la medalla que á cada instante
lleva á los la b ios; en los ángeles visibles del
Rosario que le visitan y por cuyo intermedio ha
recobrado María á este hijo de ochenta años. Y
la novena concluye con la recepción, por parte
del moribundo, de los sacramentos, en medio de
edificante recogimiento y fervor.
Desde aquel día, la gra cia , que ha regenerado
el alma, parece rejuvenecer el cuerpo antes espi­
rante. Y el que no recibía á los sacerdotes sino
con blasfemias é imprecaciones de m u erte, soli­
cita hoy sus visitas ; las encuentra muy poco fre­
cuentes y breves j retiene junto á sí á los minis­
tros de la salvación; les estrecha las manos, se
las lleva al corazón, incapaz de manifestar la
gratitud y el arrepentimiento de que está lleno.
Aquel anciano que pedía medios para atentar
contra su vida y se deseaba la muerte de los
irracionales, dá gracias á Dios porque lo deja
vivir y le prolonga la expiación.
Nadie quería creer en semejante cam bio, con­
siderado imposible, y cuando se llevó el Viático
al infeliz convertido, cada cual se empeñó en ver
por sus propios ojos la realidad de lo que se ase­
guraba. Fué para todos un acontecimiento, así
como para nosotros es un milagro admirable, ya
que, conforme á la doctrina de los santos, una
conversión rodeada de estas circunstancias es
prodigio mayor que la resurrección de un muerto.

León XIII, la Reina, y el Ijército español.
L a fe V l a P a t r i a .

Que el concepto de la religión, el de la Patria
y el de la Monarquía forman en España la tra­
dición de la vida nacional •, que en la Nación
española la religión es la forma sustancial de to­
das las instituciones y de todos los actos del pue­
blo español, háse corroborado una vez más en el
magnífico espectáculo de Vitoria.
El hecho es excepcional, extraordinario.
L a Reina católica de España solicitó de Su
Santidad la bendición para las tropas españolas
que marchan á Cuba, y el Papa, que tantas prue­
bas de amor tiene dadas á España y á nuestra
Familia Real, encargó al Nuncio que bendijese
á nuestro ejército.



E l ejército español no e s , pues, un ejército
láico, no es un ejército que solo confía en la suerte
de las armas, es un ejército que siente 6l temor
de D io s , es un ejército que invoca la protección
del cielo, es un ejército católico que renueva sus
tradiciones gloriosas, las cuales revelan que en
España la cruz y la espada han ido siemjire uni­
das como hermanas en Calatañazor y en San Juan
de la Peña, en Granada y en Lepante, en Africa
y en América, donde quiera que la bandera espa­
ñola ha luchado, lo cual equivale á decir (yue iin
triunfado.
Y el Cielo, si, protegerá á los soldados espa­
ñoles y les ayudará á derrotar la infame ó ingrata
insurrección de la mauigua.
La fe y td valor de los soldados'españoles alla­
narán todos los obstácTilos. N i el clima mortífero,
ni los machetes podrán impedir la victoria de los
leales españoles que dejan aquí su hogar y sus fa­
milias y sus afectos, y el suelo en que nacieron,
para defender la patria con heroísmo y con mar­
tirio.
Después de revistadas las tropas expediciona­
rias colocadas delante de la iglesia de San Miguel,
ocupada la plaza por una gran multitud, presente
la familia real, acompañada de los Ministros y
demás autoridades civiles y militares, apareció en
la tribuna, convenientemente preparada al efecto,
el representante de su Santidad en España, reves­
tido de pontifical. A su izquierda estaba el Obis­
po de Vitoria, y detrás el Chantre de la Catedral.
El Nuncio se coloca la mitra y dirige su pala­
bra al ejército. Todo el mundo escucha con reli­
gioso silencio.
El representante de Su Santidad, dice a s i:
« En nombre de Su Santidad el Sumo Pontífice
León X I I I saludo al ejército español que va á la
isla de Cuba á defender la Patria, impulsado por
el más santo de los amores de la tie rr a , el que
inspira el país en que se ha nacido.
» En nombre de Su Santidad León X I I I os feli­
cito y 08 saludo, soldados valerosos que impulsa­
dos por aquel sentimiento dejáis vuestros hogares,
abandonáis vuestras familias y marcháis llenos
do ardimiento á pelear contra los que han levaubido el estandarte de la ingratitud y do la trai­
ción parricidas, que han olvidado los deberos con­
traídos con España, y que quieren arrebatarle la
perla de las Antillas.
» E l ejército español tiene en el libro de la his­
toria páginas, gloriosas.
» El consiguió que el sol no se pusiera en los
Estados de España, haciendo inolvidables los nom­
bres del Salado, Las Navas, Otumba y el Calla<).
» Vosotros habéis triunfado en A M ca, acabáis
de vencer gloriosamente en Mindanao, y aquellas
victorias me recuerdan nombres de los regimien­
tos españoles y la memoria del ilustre general
0 ‘ Donell, uno de cuyos descendientes me esca­
cha.
» Dios os bendice, Dios está con vosotros y os
amparará en las vicisitudes de la guerra.
» Id á continuar la gloriosa historia de vuestros
antepasados, id á añadir nuevos laureles á vues­
tra propia historia.
> Dios 08 llevará al heroísmo, Dios os condu­
cirá al triunfo definitivo de vuestras banderas.
» E l Sumo Pontífice, representante de Jesucris­
to en la tierra, siente grande amor por España
y por los españolee.
> Moisés, cuando su pueblo iba á lachar por
Dios, levantaba sus manos al cielo para pedir que
el ángel de las victorias le acompañase. Del

— 223 —
mismo modo León X I II, desde la altura del Va­
ticano f levanta sus manos al cielo y os trasmite
su bendición apostólica, encargándome que le re­
presento en esto acto.
» L a augusta señora que con tanta sabiduría
y prudencia tanta, rige los destinos do España,
08 contempla con admiración y con cariñoso en­
tusiasmo.
» Felices vosotros, soldados de la nación espa­
ñola, que llováis en vuestra campaña el cariño
do la patria, la bendición del Sumo Pontífice, el
amoroso entusiasmo de la reina y el proverbial
valor que alienta en los pechos españoles.
» Pronto 08 saludaremos cuando regreséis ven­
cedores, habiendo cumplido una misión santa.
■ En nombro de Su Santidad, del Papa León
X I I I , recibid la bendición apostólica que os en­
vía con toda su alma y que yo os trasmito con
todo mi corazón. »
El Nuncio bendice á las tropas, poniéndose las
de infantería do rodillas. Las iniísicas entonan la
Marcha Real, dispáranso innumerables cohetes y
las campanas do los templos repican. E l momento
aquel fuó de una solemnidad conmovedora.
Singular favor Im hecho á España el inmortal
Pontílice León X I I I dispensando al ejército espa­
ñol su apostólica bendición: al concederla. Su
Santidad ha consagrado la justicia do la causa
porque pelea España.

ECOS DEL JMüiMEl! CO N G R E S O
Internacional Salesíano/”
A D H E S IO N E S .

(Continuación).

Adhesión hedía
por la católica ciudad de Sevilla,
al Conííreso Salesiano.
Rounidos todos los beneméritos Cooperadores
sevillanos en el Colegio salesiano do dicha ciu­
dad, con el flii do mandar su uílhesión al Cougroso, tonaiimda la preeiosiv función teatral quo
con tul motivo dieron los niños cu obsequio á
sus bienhechores, el Rvdo. Padre Cadena, de la
Compañía de Jesds, dió principio á la Couforeucia.
Después de haber dado la grata noticia do que
el Einmo. Sr. Cardenal tomaba vivísima parte en
la adhesión y quo bendecía á todos los presentes,
e ^ lio ó con la elocuencia que lo distingue lo que
siguitlcaba el Couctcso, lo que son los Salesiauos
y lo que son los Cooperadores. Habló con entu­
siasmo de la Obra de Don Bosoo y todos los se­
ñores Cooperadores y Sras. Cooperadoras dieron
vivas muestras de su completa adhesión al Con­
greso Salesiano.
Se leyó luego la carta colectiva que so envió
al Emmo. Sr. Cardenal Don Domingo Svanipa.
Arzobispo de Bolonia y Presidente Honorario del
Congreso. Dice así;
(1) Véase el nümero de agosto.

Emmo.

8

r. Cardenal JD. Domingo Svampa,
Arzobispo de Bolonia.

¡ Viva el primer Congreso Salesiano de Bolonia !
es el grito que unánime brota de los corazones
do los hijos de la noble é invicta S evilla , la
tierra clásica de María Santísima, la ciudad de
los Recaredos y de los Fernandos, viva, sí, viva
mil y mil veces el inmortal Don Bosco que en
medio del desmoronamiento y corrupción uni­
versal de una depravada sociedad, que ruinosa­
mente se bamboleaba sobre sus instables bases,
minadas por la revolución y sus perversas y dmbólicas doctrinas, supo suscitar y levantar la
prodigiosa Obra que los dos mxmdos llenos de
asombro admiran.
No cabo otra solución á la pavorosa cuestión
social que agita y atemoriza á este siglo revuelto.
Da formación y educación del obrero: hé aquí la
apremiante necesidad del siglo diez y nueve.
L a formación y educación del obrero: hó aquí
cabalmente el honroso lema que blasona la Con­
gregación Salesiana H ija del inmortal Don Bosco.
Este fué el grito que desde la cumbre del Va­
ticano dió á las naciones todas nuestro sapientí­
simo Padre León X I I I y este grito lo repitieron
y lo repiten desde hace cerca ya de medio siglo
los Hijos de Don Bosco desde las cordilleras de
los Andes á las nevosas cumbres de los Alpes. Y
este grito es el que hoy reúne en fraternal y
tierna reunión á los Cooperadores Salesianos de
todos los pnntos del mundo para ver de fomentar
y extender eficazmente la práctica solución del
gran problema.
Los Salesianos y los Cooperadores de Sevilla,
adinérense con el más vivo entusiasmo al Primer
Congreso Salesiano de Bolonia y mientras envían
la más cordial enhorabuena alÉmmo. ó lim o. Sr.
Presidente y á todos los que forman parte de esa
noble y gloriosa Asociación, hacen ardientes votos
para que los copiosos frutos que de él esperamo.s,
produzcan los más benéficos y espléndidos resultiidos.
Acepte ])ues el Emmo. Sr. Presidente y demás
Señores Miembros del Congreso SfJesinno de Bo­
lonia, nuestra htnnildo s í , pero cordial adhesión
y permítannos que siguiendo los impetuosos im­
pulsos de nuestros corazones que laten acordes
con todos los corazones de los Cooperadores Salesiauos de todas las naciones que en Bolonia se
estrechan la mano y se dan el abrazo de la fra­
ternidad cristiana, repitamos nna vez más y tenga
fiel eco en esa augusta aula nuestro entusiasta:
/Vira el primer Coyigreso Salesiano!
Después como conclnsión de tan hermoso acto
80 envió al Emmo. Presidente ^el siguiente tele­
grama :

Emmo. Presidente primer Congreso Salesiano
Bolonia-ltalia.
Salesianos, Cooperadores y Cooperadoras Se­
villa reunidos en conferencia mandan entusiasta
adhesión Primer Congreso Salesiano.
/‘Tfi’a Jfaria Auxiliadora!
/Vira León X I I I !

¡Viva Don Bosco!
4 Viva Emmo. Presidente!
4' Viva Don B ú a !
Con grandísimo entusiasmo y animación coi>testaron todos á estos repetidos vivas.

— 223 —

Adhesión de las Cooperadoras.
Xlmo. Sr. Presidente del primer Congreso Salesiano
de Bolonia.
La Asociación de Sras. Protectoras de las Obrae
Salesianas establecidas en Sevilla, adhiere con viTÍsimo interés al Prim er Congreso Salesiano de
Bolonia, y prácticamente sabedora de toda la
trascendencia de la regeneradora Obra de Don
Bosco que medio siglo hace se anticipaba á los
deseos de nuestro sapientísimo Padre Léon X I II,
resolviendo de un modo indiscutible y práctico
la cuestión obrera que tanto aterra á la sociedad,
hace los más fervientes votos para que esta etapa
gloriosa sea como el principio de una nueva re­
generación social en pró de la clase menesterosa
y de los niños huérfanos y desvalidos.

La Ciudad de S. Leandro, de S. Isidoro y San
Fernando, Sevilla, la que por antonomasia se
apellida la Tierra de María Santísima, manda el
pláceme más sincero y entusiasta á todos los
Miembros del Congreso de Bolonia y á los Hijos
de Don Bosco y María Auxiliadora.

L a Junta.
(Siguen las firmas).

\L a Serenísima Sra. In fa n ta D .» M a ría
Luisa Fernanda de Borhón, Presidenta H ono­
raria de esta Asociación de Señoras, se adhiere
con vivísim o interés al Congreso Salesiano de
Bolonia, y manda su cordiaJisima enhorabuena
al Emmo. S r. Presidente y á todos los Ilu s ­
tres Miembros del mismo.

Nuestra adhesión.
(De L a Vos de la Iglesia de Buenos Aires).
Interesadas siempre por todo lo que importe un
progreso material ó moral para nuestro p a ís, no
somos los líltimos en fomentar las obras grandio­
sas, las empresas de índole esencialmente bené­
fica, especialmente aquellos que se relacionan con
los intereses de la causa que defendemos, á des­
pecho de la corriente positinsta que parece ava­
sallarlo todo.
Há tiempo que nuestras humildes columnas re­
latan y adiniran los triunfos de la abnegación,
de los sacrificios y del celo evangélico de los mo­
destos hijos de Don Bosco, así en las ciudades,
como en los pueblos y hasta en las más aparta­
das regiones del vasto territorio de la República
A rgentina, donde hasta f » c o há, las hordas de
la ignorancia y la barbarie ejercían su estéril
dominación.
Aquellos decididos apóstoles de la regeneración
social, que sin descuidar las tareas de su minis­
terio sacerdotal, buscan á la porción mjís simpá­
tica de la humanidad, la infancia, la niñez pro­
letaria, para educarla é iniciarla cristianamente
en las rudas luchas del trabajo honrado, formando
á la vez ciudadanos útiles y creyentes 5 después
de veinte años de ímproba la b o r, lo declaramos
sinceramente, se han hecho acreedores al recono­
cimiento, á la gratitud del pueblo argentino 5 son
muy dignos de que este se asocie y tome una par­

ticipación directa en las gestiones tendentes á
impulsar una institución tan providencial en su
origen, como recomendable por los triunfos her­
mosos que la han hecho ya célebre en Enropa y
América.
Los argentinos mucho, muchísimo le debemos.
Los religiosos salesianos, que empezaron á ejer­
cer aquí su humanitaria misión con las funda­
ciones de Almagro y San Nicolás do los Arroyos,
ayudados por la benemérita Sociedad do Sau V i­
cente do Paul, y por la generosidad do algunas
personas, á quienes aconsejaron la conveniencia
de protegerlos el inolvidable Prelado Monseñor
Aneiros y el digno Cura, Mons. Ceccarelli, ambos
finados ya, han sabido responder , no solo á los
deberes de la institución que representan, sino
también á los altos fines sociales que desde el
primer momento lee merecieran el cariñoso res­
peto de nuestro pueblo.
De sus colegios, de sus talleres, puedo decirse,
que periódicamente sale un núcleo de jóvenes
aprovechados, que más tarde forman otros tantos
hogares, centros de fe, de moralidad, que con su
ejemplo sirven para evitar el olvido de tradicio­
nes venerandas y la decadencia que tanto y tan
justamente nos preocupa.
A los numerosos establecimientos de varones,
con que esa simpática congregación cuenta en la
República, se agregan los de niñas, que con no
menos ventajosos resultados dirigen las apreciables hermanas de María Auxiliadora , inspiradas
también en los sublimes ideales del inmortal Don
Bosco.
Si por los frutos ha de juzgarse el árbol, según
la sentencia del Salvador, no nos cabe la menor
duda de que la presencia de los Salesianos en
nuestro país ha sido la int-erpretación do un de­
signio supremo.
El querido Arzobispo Dr. Aneiros >vsí lo pen­
saba j testigos hemos sido do su j>redilección por
la empresa que los Salesianos acometieran, y do
las grandes y hermosas esperanzas quo en elbi.
fundaba.
En gran parte las vió cumplidas, y á fe que
pudo morir satisfecho, contemplando los h a la r e nos frutos do una do las ])rincipalcs iniciativas
de su fecundo apostolado.
Sentimos no poder ofrecer hoy á nuestros lecto­
res siquiera una reseña de los importantes traba­
jos realizados por esa institución, como el mejor
testimonio de nuestro íntimo reconocimiento y
respeto hacia ella.
Debemos suponer que lo hará alguno de los
oradores que esta noche nos expondrán lo que es
y lo que vale esa congregación , que, indudable­
mente, ha de figurar como una de las principales
glorias religiosas, cuando se escriba la historia
de este siglo.
Por otra parte, lo que pudiéramos apuntar, está
en la conciencia pública j lo han confesado más
de una vez los mismos órganos de publicidad li­
berales , al admirar las proezas de aquella, rea­
lizadas por sus misioneros y por sus casas de her­
manas en la misma Pampa, desafiando los rigores
del clima, los peligros, la pobreza y cuantas con­
trariedades se oponen al sublime y heróico apos­
tolado de la fe de Jesucristo.
Hé ahí las razones de nuestra entusiasta y
decidida adhesión al acto de esta noche, con
que los Salesianos y sus Cooperadores de aquí se
unen al Congreso de Bolonia, convocado con la
aprobación y bendición de S. S. León X I II, para

__ 224 __
tratar y discutir asuntos relacionados con la ín­
clita Congregación.
Aparto do la comunidad de causa, como argen­
tinos, (¡uoromos cumplir un dobor tan estricto de
gratitud.
(Se continuará).

E

S

P A

. Ñ

A

L .

----- -------------

S E V IL L A .
Reparto de premios en el Instituto Saleslano.
En la noche dol día 25 do Julio, tuvo lugar en
el Instituto Salosiano una hermosa velada con
motivo dol reparto de premios obtenidos por los
alumnos del benóílco Instituto en el año escolar
de 1894-H.').
Numerosa en extremo era la concurrencia quo
asistió, formada on su mayoría por los Coopera­
dores do la obra do D. Hosco, personas de lo
mós selecto do la buena sociedad sevillana.
Fuó amona por extremo la velada. Organizada
bajo variado programa on quo los números lite­
rarios alternaban con los musicales, trascurrieron
las lloras breves, como pasadas en honesto solaz
para el esiiíritu. Diálogos alusivos al acto, escri­
tos con verdadero gracejo los unos, con sencillez
do concepto, pero ricos en profundas enseñanzas,
los otros, fueron dichos admirablemente por niños
que ofrecieron galana muestra de facultades su­
periores á su corta edad. Lindas poesías recita­
das con clara dicción y entonación propia, mereoieron los entusiastas aplausos do la concurrencia.
llien quisióramos conocer los nombres de cuan­
tos niños tomaron parte en el ameno certamen,
qiio sería satisfacción CTande para nosotros con­
signarlos, mas no siendo a s í, nos limitaremos á
enviar la más cumplida enhorabuena á todos ellos,
aniniáudolos al mismo tiempo á corresponder á
los desvelos de sus venerandos superion's. Todos
recibieron nutridos aplausos, quo bien merecían,
siquier no fuere nnis que por el mucho amore con
quo habían estudiado los papeles que su Director
los encomendara.
Muy aplaudidos fueron los números musicales,
tanto los ejecutados por la banda, como los coros
cantados al piano por los niños. Eutre números,
el Sr. Secretario del Instituto procedió á la lec­
tura de premios por clases, y los agraciados acu­
dían gozosos á cosechar el fruto de sus afanes.
Consistían los premios on prendas de vestir, idea
muy digna de encomio y que pone de manifiesto
el buen sentido práctico do los hijos de Don
Hosco.
Con un himno final de exquisito gusto terminó
la fiesta que dejó agradable impresión en cuantos
la proseuciaron. Nosotros que fuimos de los últi­
mos en abandonar el local, escuchamos de los la­
bios de numerosas y autorizadas personas, elogios
entusiastas para los hijos de D. Hosco, que con
tanto acierto v prosperidad grande llevan á cabo
en Sevilla la tiormosa obra de su insigne funda­
dor. Y en verdad que es piUido cuanto se diga
acerca de la importancia que por días adquiere
la bella Institución Cristiana, que al amparo de
María Auxiliadora dá ep los días presentes la

nota de evangélica caridad más práctica y trans­
cendental que se registra.
Cuatrocientos alumnos han recibido católica en­
señanza en el pasado año en las escuelas y talle­
res salesianos. ¡ Hermoso contingente apartado de
la senda del erro r.! ; Hombres del mañana de recta
conciencia que irán á purificar el ambiente social
tan corrompido hoy por los miasmas del moderno
racionalismo!
¡ Cuántas familias de lo porvenir constituidas
sobro las firmes bases de la sociedad católica!
Y progreso tan grande hecho en tiempo breve
sin otros elementos que la caridad de los buenos
Cooperadores y la fe inmensa en María Auxilia­
dora, digno es de las mayores alabanzas. Há tres
años, fracción mínima de tiempo en la vida de
un pueblo, dos pobres Salesianos llegaban á Se­
villa solos, desconocidos, sin otra valía que la
suya personal, y acometían con alientos, si vale
decirlo, superiores á las humanas fuerzas, la
grande Obra.
Y en este tiem po, orillando dificultades, sal
vando obstáculos, salen airosos de todo empeño
y ven su obra crecer y desarrollarse en magnitud
tal, que siendo hoy honra de S e v illa , llegará
en breve á constituir uno de sus más preclaros
timbres.
T a l extraordinario carácter forjado en moldes
distintos de lo vulgar que rige lo común de los
hechos, presentan siempre las Obras Cristianas.
En ese algo extraordinario, en esa especial forma
de ser y existir que tanto las determina diferen­
ciándolas con fijeza indudable de toda obra me­
ramente humana, vó el bueno, el creyente, la in­
tervención del Divino Auxilio. Hoy nada existe;
nace el pensamiento y la obra es fu en te, con
solidez que asombra y no se term ina, sino que
apesar de sus ya grandes proporciones, se extiende
más y más, procurando ensanchar hasta lo po­
sible el radio de su acción. No es para lograr
esto, que aparece esbozado así á In lige ra , como
creación de fantasía, suficiente la humana labor j
hay en tal obra obstáculos vencidos, que solas y
abandonadas á sí mismas las humanas energías,
no podrían, no ya vencerlos, sino ni aún intentar
salvarlos.
Cobijar en escuelas y talleres á esos pobres ni­
ños, cuyos padres extraviados por utópicos doctrinarismos abandonaron la senda del deber, dieron
al olvido la recta moral que debía fortalecer su
espíritu, y fueron á dar en vida de parias más
semejantes á la de irracional que á la de ser hu­
mano, que nacen y viven en una atmósfera satu­
rada por la impiedad, sientan en sus tiernos co­
razones el amor á Dios, cuyo nombre, si alguna
vez oyeron, fue profanado con la soez blasfemia,
obra es de espíritus gigantes. Sólo el acometerla
es heroísmo. Mas acometerla con provecho, y
lograr hacer de una generación que de seguir el
cauce por donde com a, diera un día envidia á
las fieras del desierto^un plantel de jóvenes edu­
cados en el temor á Dios, y el amor al prójim o;
instruidos con ciencia verdad hasta el grado que
uede serlo el obrero, amantes del trabajo por
eber y hábito, es triunfo superior á las humanas
fuerzas, y en é l se vó la influencia de María Auxi­
liadora. S í h o n r a y prez para los buenos hijos
de Don Hosco que en aras de su hermosa misión
próvidos son en sacrificarse por su o b ra ; no esca­
timemos nuestros plácemes entusiastas á estos
dignos^ sacerdotes, todo amor para la infancia
desvalida; mas glorifiquemos á María Auxiliadora,
porque de ella es la gloría de esta jom ada. Sola

S

— 225 ella es poderosa para oponer por medio de sus
tuenos hijos valladar fuerte y capaz á contener
el desbordamiento de la impiedad contemporánea.
Adelante, pues, respetables Salesianos, seguid
sin desmayar la gigante Obra de D. Bosco, que
vuestra es la victoria, porque con vosotros está
María.
. ^

A. SA.NCtíEZ.

SMRIÁ (Barcelona).

Ik CARIDAD ES INDUSTRIOSA.
Muchas son las personas que ya han tomado
parte aunque en pequeñas cantidades, y espera­
mos que muchísimas más seguirán tomándola en
la rifa de una hermosa Oleografía que hace tiempo
se está llevando á cabo en favor de la Iglesia
que se está levantando en honor de María Auxi­
liadora en Sarriá íBarcelona).
Por medio del Boletín, Salesiono h&Temos saber
á todos los que han contribuido , e l día y el lu ­
gar en donde debe verificarse dicha r if a , supli­
cando á todos nos dispensen si la alargamos al­
gún tanto, pues actualmente puede decirse que
sacamos de ella día por día para pagar á tees
picapedreros que son los que al presente traba­
jan. A medida que tengamos medios aumentare­
mos el números de operarios.
Ahora narraremos la historia de la rifa de esta
Oleografía de María Auxiliadora.
Cierto día un buen menestral de Barcelona, que
apenas gana con su trabajo para matenerse él
y mantener á su mujer, se puso á p e n ^ r cómo
podría contribuir con alguna limosna á la cons­
trucción de la Iglesia de María Auxiliadora; ex­
cogitaba medios, se devanaba los sesos, hasta
que después de pensarlo y repensarlo le vino á
la mente el pensamiento de organizar una r i f a ;
pero, j, cómo organizaría t Para esto necesitaba di­
nero y él no tenía un céntim o; expone su plan
il algunos que parece deberían ayudarle, pero to­
dos le disuaden. Después de muchos esfuerzos
manifiesta su idea á una buena señora >' esta, se
ofreció á prestarle el dinero para una bella Oleo­
grafía de María Auxiliadora y un marco de bas­
tante coste.
,
3
Una vez adquirida la Oleografía, hace de su
propio puño 102 papeletas de 2,50 Ptas, cada una
V en pocos días las expende todas; desputó
de pagar religiosamente lo que le había prestado
la indicada señora, entrega líquido de limosna
al Director de Sarriá la cantidad de 20o Ptas,
para ayuda de la construcción de la referida iglesia.
Efectuada la rifa, toca el cuadro á una insigne
bienhechora salesiana, la cuale le cede en favor
de la Iglesia, para que se le dé e l destino que
se juzgue más conveniente.
S*e ha determ inado, pues, rifarlo de nuevo ,
pero haciendo las papeletas de la n fa de una
peseta cada una, á fin de hacerla más asequible
á todas las personas. No nos cabe la menor duda
que ha sido la Virgen Auxiliadora la que nos ha su­
gerido este sencillo medio para poder darla á cono­

cer y propagar su culto en la nación Española. En
día no lejano con la ayuda de la madre de Dios,
consagraremos en Sarriá el primer templo dedi­
cado en España á la Virgen Auxiliadora y en día
tan solemne y tan deseado para los amantes de
María Auxiliadora, podremos decir á todo el mundo

a-edijicavit sibi Bomum María.
Cuanto agrade á la Virgen Auxiliadora que so
le levanten templos para que en ellos se canten
las divinas alabanzas y se instruya á tantos y
tantos niños pobres y abandonados, nadie habrá
que lo ponga en duda.
Es innegable que la Virgen Auxiliadora, cons­
tituyéndose madre cariñosísima do los pobrecites huérfanos, suscitó al siervo de Dios D. Bosco para salvar y reparar al m undo; pero esta
salvación y reparación solamente puedo hacerse
en los templos del Señor.
En estos templos es donde quiero la Virgen Au­
xiliadora dispensar gracias y beneficios á sus de­
votos. Tiempo es ya de que bajo tan consolador
título sea conocida y amada no solamente en la
populosa Barcelona, sino en toda la España, tierra
predilecta de la Virgen. ¡ Oh si en todas las ciu­
dades de España se venerase á la Virgen A u ^ liadora como se venera actualmente en la católica
S e v illa ! En la Iglesia de la Trinidad, en tm bello
altar erigido por los devotos de la Virgen Auxi­
liadora , hay siempre un buen número de velas
encendidas debidas á la devoción de tantas y tan­
tas personas piadosas que reunidas en grupos acu­
den diariamente de toda la ciudad á hacer novenas
á su buena Madre para alcanzar siempre una
nueva gracia.
E l día 2 del pasado Junio será un día de per­
durable memoria; pues en dicho día por vez pri­
mera era llevada en triunfo la preciosa estatua
de María Auxiliadora por las calles de Sevilla.
Procesión más solemne no se ha visto desdo
mucho tiempo á esta parto en la ciudad do S.
Fernando, pues sin exageración pasaron de 50,000
personas las que á ella concurrieron.
Nuestro objeto al escribir estas líneas no ha
sido otro que el do interesar á las personas de­
votas de la Santísima Virgen á que hagan mucha
propaganda entre sus relaciones para (luo se ame
mucho á la Virgen Auxiliadora, so le hagan mu­
chas novenas, so le ofrezcan cirios, ox-votos, co­
razones de oro y plata, muletas, valiosas pren­
das, pero sobre todo aquellas prendas y adornos
de que suelen desprenderse las señoras virtuosas.
Decimos esto, porque en la sacristía de la Iglesia
de María Auxiliadora de Turín (Italia), hemos
visto muchísimas alhajas ofrecidas á la Mapire de
Dios como testimonio de una gracia recibida.
Podemos asegurar que desde que se está lle­
vando á cabo la construcción de la Iglesia de
María Auxiliadora en Sarriá, son muchísimas 1m
gracias que se han obtenido por intercesión de
esta buena Madre.
Permitidnos, buenos Cooperadores, que á gran­
des rasgos os enumere algunas de ellas.
Un honrado matrimonio de Barcelona «^“ ía un
niño gravemente enfermo ya sin habla y deshauciado de los médicos. Tenían preparada la caja
mortuaria v todos los preparativos para el ino­
mento en que falleciese. El padre y la madre del
niño en gran manera contiistados, se dijeron : ya
que no hay remedio en lo humano, hagamos una no­
vena á María Auxiliadora; desde este momento
el niño se ha puesto completamente bueno. Esta
fam ilia agradecida ha dado una limosna psra la
Iglesia y á la primera ocasión se hará un oficio



220

Holomue á íutoucíón do tan insignes bieuliecliores.
Una familia cvistiana de Barcelona tm día se
]>re8ontó en Sarriá entregando una limosna para
la Iglesia y d ijo : sí la V irgen Auxiliadora nos
arregla nuestros intereses que corren peligro, da­
remos 250 Ptas. para ayuda do la Iglesia; al poco
tiempo se presenta esta buena familia trayendo
la limosna ofrecida y dando gracias il la Virgen
ATixiliadora porque le había arreglado sus asun­
tos á medida do sus deseos.
Una Señorita de Barcelona ya había recibido
los últimos sacramentos y se esperaba el último
momento; su hermana y otras amigas terminaban
en aquel entonces una novena á María Auxilia­
dora para alcanzarlo la salud, pero no so notó
m ejoría; la enferma por señas dió á entender que
se empezase otra novena; y ¡ Oh poder do la V ir­
gen Auxiliadora! no bien empozada la segunda,
la enferma recupera la salud. Dentro de poco
vendrá con sus amibas á Sarriá á dar alguna li­
mosna para la Igiesia y á hacer aplicar una misa
en honor de su buena madre la Virgen Auxilia­
dora.
En Mora de Toledo había un padre y una ma­
dre angustiadísimos porque tenían á las puertas
do la muerte y sin esperanzas do vida á un hijo
suyo, joven aprovechado. Eu tal conflicto recu­
rrieron á la Virgen Auxiliadora, dicióndole que si
les alcanzaba la curación de su hijo pagarían una
columna para la Iglesia de Moría Auxiliadora. El
joven ha recuperado la salud por completo y sus
padres han escrito diciendo que vendría toda la
fam ilia á Sarriá para dar gracias á su buena
madre la Virgen Auxiliadora y para entregar el
importe de la columna. Otras muchísimas gracias
so han obrado, algunas de las cuales ya se han
publicado en el Boletín Salesiano.
Couolniremos estas desaliñadas líneas diciendo
que la Virgen Auxiliadora quiere que se le honre
y venero en España y en todo el mundo, miixime
eu ost4)B aciagos días por que está pasando la na­
ción Española : solamente la Virgen bajo el título
glorioso do Aiixiliuin Ohristianorum puede alcan­
zar la paz y bienestar al pueblo cristiano y arre­
glar las cosas para el bien y prosperidad de to­
dos.
Acudan, pues, todos á ella; grandes y peque­
ños, ricos y pobres y que nadie se canse do pe­
dirle gracias especialmente durante el tiempo que
dure la costrucción del tem plo; que no hayan inguno que deje de contribuir aunque no sea nnis
que cOn un la d rillo , para que pueda decirse del
templo de Sarriá lo que decía D. Bosco del de
T u rín : coda piedra, cada ladriiio de la Jfileftia de

María AitxilUidora, es señal de una gracia recibida.
Kocibiremos con gratitud aún las más pequeñas
cantidades y esperamos que la Virgen Auxiliadora
moverá los corazones para que vengan en nuestra
ayuda no solamente para terminar pronto la con­
sabida Iglesia, siuó para poder educar cristiana­
mente ó instruir en un oficio á un más crecido
número de jóvenes obreros eu el año escolástico
que vamos á empezar y al mismo tiempi> w d e r
pagar las muchas deudas que contrajimos el año
pasado á causa de haber tenido gratis como á
unos 200 niños.
No nos rosta más que dar las más rendidas gra­
cias á la Virgen Auxiliadora y á todos nuestros
beneméritos cooperadores y cooperadoras por todo
lo que han hecho y siguen haciendo por nuestros
pobres buerfanitos y recordarles una vez mtis lo
tjue dijimos al principio, es á saber; que la cari­
dad es industrU>sa.



SANTIAGO DE CHILE.
O r a to r io fe s t iv o « I > O N B O S C O »
R kv . Señor D. M iguel R úa .
Amadísimo Padre en el Señor: Cou verdadera
satisfacción lo dirijo la presente pues no dudo
que será muy grato y consolador para S. R. el
saber que mediante la protección de María Auxi­
liadora, tenemos eu Chilo un nuevo Oratorio fes­
tivo, una de aquellas obras que, como S. R. bien
lo sabe, fueron siempre ol sueño dorado y la ocu­
pación predilecta de nuestro amado Padre Don
Bosco.
Anexo al Colegio « Patrocinio de S. José »,
aunque completamente separado de este, hemos
fundado hace como tres meses un nuevo Oratorio
festivo con el nombre de DON BOSCO.
E l Rmo. Mons. Fagnano á su regreso de las
misiones de la Tierra del Fuego, tuvo el gasto
de ver reunidos en el nuevo Oratorio á
de
trescientos niños. Su corazón se regocijó en el
Señor y aseguró que esta sorpresa le había sido
tanto más grata, cuanto más inesperada para él,
pues nunca hubiera creído que en tan poco tiempo
se hubieran reunido tantos niños.
Fuó tanta la complacencia de Monseñor, que
aun cuando se halla abrumado por mil deudas,
con todo quiso que se organizara una banda de
música y destinó una suma do diuero para la
adquisición de algunos instrumentos. Antes do irse
á Europa bendijo el nuevo oratorio y me tiene
ordenado que á su vuelta, he de preseutorle no
solo troscicutoB, sino quinientos niños. ¡ Ojalá que
se realicen los santos deseos de Monseñor I
El domingo próximo pasado tuvo lugar la rifa
para los niños dol Oratorio y se distribuyeron
premios á los unís asiduos eu la asistencia ni Ca­
tecismo'
Oolobramos también una simpática fiesta cou
motivo do la imposioum de la medalla de S. Luis
á cuarenta y tres niños que forman la Congre­
gación do S. Luis del Oratorio festivo Don Bosco.
Habíamos invitado para este acto al Sr. D. Do­
mingo Tomatis Pbro. quien por sus múltiples
ocupaciones no pudo venir ese día. Nos envió en
su lugar al Presbítero D. Fidel Riva, quien después
de la ceremonia de la imposición de la medalla
á los nuevos congregantes, les dirijló muy con­
movedoras palabras, animándoles á la iisidna asis­
tencia al Oratorio, al cumplimiento de sus de­
beres y á la imitación de las virtudes que más
resplandecieron en S. Luis. Concluyó la tiesta con
gran entusiasmo y animación por parte de los
nuevos congregantes. Los que pertenecen á la
Banda que se está organizando, estudian cou
mucho ahinco y es de esperar que dentro de poco
podrán ya tocar algunas piezas fáciles.
£1 próximo domingo, con el favor de Dios, se
representará en nuestro salón de recreo el drama:
Martirio de -S. Ootidencto ó Heroísmo de un joven

cristiano.
Otra noticia que le consolará es qne varios niños
del Oratorio hicieron su primera Comunión. Ac-

taalmente hay como ochenta preparándose para
tan grande acto.
Termino por hoy, amado padre, rogándole ben­
diga al nuevo Oratorio y en especial al que tiene
el honor de profesarse

De S. R. <ifmo. hijo in Domino
L uis H éctor Salílberrt
SalesianoSantiago, 20 <le julio de 1895.

L I M A (Peri'j).
S - A - I j 'B S I A - I S r O S .
Como prometimos á nuestros lectores en el nú­
mero de Setiembre, publicamos una descripción
de estos talleres, que leemos en el importante dia­
rio D I Comercio :
« Hemos visita d o, después de algún tiempo,
otra vez, la escuela-taller que los Padres discí­
pulos de D. Bosco tienen establecidos en la calle
de Otero.
» A la verdad que hemos quedado gratamente
impresionados de lo que el plantel va adelan­
tando, si bien sin mucho mido, con muchísimo
provecho para el país.
» Los Salesianos parece que son los que mejor
han comprendido la educación que debe darse al
pueblo; pues sin descuidar la instrucción prác­
tica, se contraen principalmente á formar artesa­
nos y n-gricultores, adecuados al país, es decir,
que tanto en los grandes centros, como en los
pueblos del Interior puedan ganarse la vida hon­
radamente.
> Además, los Salesianos prestan el inapreciable
servicio de sustraer de la vagancia y do los v i­
cios á multitud de menores indigentes, á los que
dan ropa, alojamiento , alimentación y oficio , y
c-sto sin tener casi protección alguna, pues, salvo
la pequeña subvención de S. 50 mensuales que á
propuesta del señor E. Barreda, les dá la Muni­
cipalidad, sólo cuentan con limosnas para sostener
á los 50 menores que tienen bajo su amparo de
una manera permanente.
» En nuestra última visita, la sala do la an­
tigua quinta de G alup, que hoy ocupan, era el
salón de talleres ; ahora se han instalado en el
patio, que ha sido todo techado y arreglado por
los mismos alumnos.
* A llí se vé á varios de éstos, con sus respeotivos maestros, dedicados á las labores de sastre­
ría y zapatería; y á otros en las faenas del c&t pin tero, que se aprovechan en la transformación
y mejora del mismo edificio.
» Por todas partes se observa á los niños ca­
llados con el semblante rnisueño, y trabajando
espontáneamente y como penetrados del bien que
para sí propios están practicando.
> En un corralón ó potrero in terio r, al otro
lado de la sala p rin cip é, se v é á otros menores
bajo la dirección de uno de los tres s a c e rd o ^
que dirijen la institución, ocupados en trabajos
de albañilería, también encaminados á convertir
el edificio en lo que ellos se han propuesto que
sea, y que paulatinamente van consiguiendo con
labor propia de abejas.

* Más adelante, otra porción de alumnos se
dedica á los trabajos agrícolas. Se ha plantado
un viñedo j se riega la tierra, se queman los
abrojos, se siembran legumbres y hortalizas} todo
en el mejor orden ; y así el edificio va tomando
nn aspecto cada día más adecuado, limpio y or­
denado en todos sus compartimentos: al extremo
de que el área de que disponen va resulbindo
estrecha.
» Los comedores, sumamente aseados, tienen
ya mesas con tableros de m ilrm ol; no por hvio
sino consultando la limpieza y solidez; asunto
que preocupa mucho á los sacerdotes que han
echado sobre sus hombros la carga do levantar
ese establecimiento civilizador, y sin otras miras
que la moralización del pueblo.
» Largo sería continuar en una minuciosa des­
cripción y enumeración de todo lo que allí pasa.
Nos contentaremos, pues, para terminar, con añadir
que la cocina, los dorinitorios, las aulas, todo re­
vela el espíritu de feliz iniciativa y de perseve­
rante labor.
> Ahora solo nos resta llamar la atención del
Gobierno, de la Municipalidad, de la Beneficencia
y de las personas filantrópicas, á fin de que ayu­
den á los Salesianos á ensanchar su eMera de
acción, con lo que harían nn positivo servicio á
la sociedad en general. >

------

B O G O T A (Colom bia).
-

¿ P o rq u é

se rá ?

Baro y, permítasenos la expresión^ hasta capri­
choso, se hace el que en el egoísta siglo del mer­
cantilismo existan unos individuos, los hijos de
Don Bosco, cuya única ambición y delirio sea el
sacrificarse por unos seres tan impotentes como
los niños, y sobre t^xlo, los niños pobres y des­
amparados. i De dónde tan extraña inclinación T
4 Porqué tal porfía y desprecio tan alto de la me­
tílic a m oda! ¿Será por que ellos mismos se han
convertido en chicuelos destituidos do toda pre­
visión ?
¡ Ah !... ya comprendemos. Es que han heredado
la lorura de su padre Don Bosco, á ouien se pre­
tendió llevar al manicomio, juzgándole privado
de razón, por los grandiosos edificios que decía
veía construidos para sus huérfanos, las suntuosas
basílicas coronadas por su Virgen Eeina, las le ­
giones de niños abrigados bajo la sombra del árbol
de la virtud y del trabajo, y los diseños porme­
norizados que de sus colosales obras daba con ad­
mirable precisión el hombre de Dios 4 Y para tales
designios por ventara los Crasos le habían ofre­
cido BUS tesoros ! Nó : á su.s ojos, vueltos hacia
su María, les era desconocido el maravedí. Y ¡ oh
celestial locura ! bien avanzados andan hoy día
los trabajos en las murallas que rodean el jardín
de Don Bosco, extendido por ambos continentes*
Como los hijos amantes se asemejan á su pa<fre,
ya nos podemos explicar ahora porqué los’dócjles
salesianos poseen entera la herencia de esa santa
eDajenación mental.
Pues bien : á esta y no á otra cosa débese el
que aquellos sacerdotes hayan hecho grandes pro-

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— 230 —
greHo.s en su Oratorio Festivo para niños y el que
en BU íioBta especial, la de San Luis Gonzaga,
ocurrida el 30 de Junio pasado , Layan coronado
tan felizmente bus asiduos trabajos anteriores.
Fuó ese un día clásico. Por la mañana^ del pro)>io modo que en otro tiempo las multitudes del
Desierto^so airojaban á beber el agua vertida do
la mosáica roca, así los niños, despuás de sopor­
tar varonilmente el arenoso camino do prepara­
ción á los sacramentos de penitencia y comunión,
el que liacía llevadero la solicitud do sus guías,
corrían sedientos en masa á embriagarse con eí
sagrado vino que mana del tabernáculo cuya llave
(le oro guardan los Reverendos Padres Salesianos.
Pasaron luego al refertorio, donde los esperaba
un desayuno general.
A l medio día fueron confirmados unos 80 niños,
y en seguida bo verificó el certamen de catecis­
m o, habiendo quedado do César el jovonoito
Antonio Pórez, quien fuó ceñido con la corona ;
do 1.“, 2.“ y S.*'*' (Jónsnles, los jóvenes Antonio Liévano, Joaquín Gonzales y Enrique Copete; y de
Tribunos 1.”, 2.® y 3.", los alumnos Jorge Alba,
Antonio Capoto y Ciríaco Castañeda} todos obtu­
vieron valiosos regalos. Tu vo lugar después una
abundantísima premiación de las clases. Recor­
taron los Religiosos Salesianos de su fondo do li­
mosnas dos pensiones para obsequiar al César y
al cumplido joven Marco Antonio Pedraza, que
quedan internos en el Establecimiento.
Encabezaba esos actos el llustrísimo señor Arzo­
bispo doctor don Bernardo Herrera Rostrepo. En
su apacible semblante se leía el placer que expe­
rimentaba de estar entre sus pequeñuelos. Con la
sencillez del niño, aceptó la medalla do San Luis
Gonzaga, cabiéndole hoy al Oratorio el sin igual
honor de poder ostentar como á su Capitán, nada
monoB que al moritísiiuo Prelado en cuyas manos
está el báculo do la Iglesia en Colombia. Dirigió
palabras llenas de virtud á su tierno rebaño, como
brotadas de bu corazón de Pastor bueno y amanto.
Con no escaso amor do Dios dotó el Altísimo
al celoso seguidor de Don Bosco, Padre don Mi­
guel Mitté, cuando tanto y aotivamonto trabaja
por el Oratorio, del cual es digno Director.
En los intórvalos el muy distinguido artista
señor don Pedro Grasso, entretuvo al público ha­
ciendo ejecutar á la ya notable banda salcsiana
«íscogidas piezas, no ptidiendo menos do ser men­
cionadas ed dúo Simón Jiocanr¡¡ra, de V e r d i; la
Sinfonía Original, dol maestro De Vcochi j y la
mazurca titulada K l Salto ilc J'rquendatna, del ce­
lebrado Director de la banda, atrás referido.
Acreedores á toda alabanza son loa señores
don Alejo María Patino, don Aurelio Plata, don
Elias Montjvlvo, di>n Francisco Ortega, don Ignacio
de Cayzedo, don José Manuel Reslrepo, el doctor
don Miguel Samper y familia, y la por mil tí­
tulos estimable coopovidord señora doña Amalia
Briceño do Restroj>o, una segunda Margarita
Bosco. Escusas pedimos ai ahora olvidamos los
nombres de algunos benefactores de la fiesta.
Si cu el país todos se contagiaran de la manía
saleaiana de desvelarse por los hyos del pueblo,
y cada cual coadyuvara en la medida <le sus
fuerzas á la acción de ella, se vería adelantar la
Xacióu á paso firme de gigante.
No Bc engañó el señor doctor don Rafael Xúñez.
que tanto se interesaba por (4 bien público, al
ti*aex á Colombia los Misiouervis salesianos educa­
dores completos do la infancia.
F . R.
Cw>perjulor Saloaiano.

N O T A B LE TESTIM ONIO.
Copiamos de F l Tiempo de M éjic o :

Los Salesianos. — « E n 1844, su gran fundador,
D. Bosco, pobre como Job, enseñaba á sus alum­
nos al aire libre,y en 1894 pertenecían á su Con­
gregación 452 casas esparcidas por todos los con­
tinentes. Solo en el año pasado fueron abiertas 52,
y la fundación de más de sesenta está proyectada,
no habiendo podido efectuarse ya por falta de per­
sonal. De sus escuelas salen anualmente más de
treinta m il discípulos, la gran mayoría buérfauos
y abandonados, que la caridad cristiana recoge.
Más de ciento cincuenta mil Cooperadores de to­
das las categorías sociales y de todas las nacio­
nalidades prestan auxilio voluntario á los valien­
tes hijos de D. Bosco, que evidentemente están
destinados á representar un importantísimo papel
en la catolizaciÓD de la fam ilia humana. »

L IM A (Perú).
E n l o s PP. S a l e s i a n o s . — Los alumnos
de Ití Escuela de Artes y Oficios que se educan
brjo los paternales cuidados y sabia dirección de
los beneméritos P P . Salesianos, celebraron el día
30 de julio un Acto literario dramático musical
en obsequio del Exemo Señor Delegado Apostólico
y agradecimiento á la Sociedad de la Unión Ca­
tólica de Señoras. Dadas las simpatías de que
gozan en Lim a los Lijos de D. Bosco y el grande
y sincero afecto que se ha sabido conquistar por
sus indiscutibles méritos Mons. M acebi, la con­
currencia no podía ser por m enos, como lo fué,
numerosa y selecta.
Dióse principio al acto con un precioso himno
dedicado al digno Representante de Su Santidad,
y de muy buen efecto. Siguióse un juguete có­
mico que fué representado con mucha natura­
lidad. Declamáronse bellísimas poesías y repre­
sentóse un s.ainote en extremo gracioso.
Todos los que en dicho acto tomaron parte ex­
pidiéronse con corrección, luciendo algunos be­
llísimas dotes así para el canto como para la
declamación.
L a fiesta, digna en un todo de las respetables
personas á quienes se dedicaba y del agrado de
la distinguida concurrencia que la presenció, fué
coronada por nu corto pero bellísimo y oportuno
discurso del Exemo. Sr. Delegado, y el cual, á
sernos posible, lo puldicaremos en el próximo
número.
Mil felicitaciones á los hijos de D. Bosco por
sus continuos desvelos y los numerosos óptimos
frutos que día á día vaircoaechando y que obligan
la gratitud de toda nuestra sociedad.
l * a s o o . (Bogotjí) — Dieron en días pasados
los RR. P P . Salesianos uno, á los niños del Orafurto/estiro. La infantil caravana tomó el tren
de Facatativá en medio del mayor alborozo y de
vivas ó los Administradores del Ferrocarril. Una
vez en aquella población, ee encaminaron á la.s
llamadas Fiedras de Tanja, término de la excur­
sión. Era un paraíso la llanura salpicada de niños
que respiraban alegría. Los guardianes de la pla­
nicie, esas antiguas moles de gra n ito, llenas sus
mejillas de misterioeos signos rojos, arrugadas y
musgosas su.s frentes por el frecuente choque de

— 231 los siglos, parecía que volvían de su letargo y
perezosameute despertaban por la algazara de esa
extraordinaria visita, y haciendo eco á las voces
de esos simpilticos rapazuelos, como que se esfor­
zaban en acompañar el desacordado pero bello
concierto infantil. Las cenizas de los Zipas se re­
moverían de regocijo en ese día y darían por muy
bien empleado su tradicional lugar de recreo.
Los muchachos descendían corriendo las verdes
llanuras y al fin fueron á posarse al pie de uno
de esos pórticos espaciosos; allí, reunidos todos
como henuanitos, tomaron el almuerzo.
Por la tarde el expreso condujo li los niños sa­
nos y salvos á sus hogares. -La conducta obser­
vada por ellos excedió ú las esperanzas de los
Superiores.

NOTICIAS DE NUESTROS MISIONEROS.
TIERRA

FUEGO.

DOS ADMIRABLES COÍÍVERSIONES.
ruutarenas, 2 dn febrero de 1895.

D e l P p o te s ta iitis m u . — Entre las innume­
rables pruebas de las que claramente se desprende
que nuestra Santa Eelígióu Católica, Apostólica,
Romana es la única verdadera, fuera de la cual
es imposible salvarse, no es la última la do que
muchos que en vida pertenecieron á varias sectas,
llamándose desidentes, al punto de la muerte so
retracten, cambien de opinión y deseen morir en
el gremio de la Iglesia Católica: mientras que
jamás so ha oido que católico alguno en aquel
último momento se haya arrepentido do perte­
necer á la Iglesia Romana, ni h a;a pedido posar
á las filas protestantes. Uno de estos hechos ha
tenido lugar aquí en Puntareuas el 21 del pasado
enero, fiesta de santa Inés. Un protestante de
buena fe, llamado Oscar Legergreu, nacido en la
Argentina, mas de origen Alemán, joven de 28
años, se hallaba días bacía postrado en el lecho
del dolor y próximo á morir. Habiendo yo sabido
esto, le hice nna amistosa visita, para saber no­
ticias suyas, pero en realidad para ganarlo á Dios.
Viéndole resignado en la divina voluntad, prin­
cipié á hablarle de Dios, de la eternidad, de su
alma, y él me oía con gusto. Pero cuando le pro­
puse aWazara la religión católica, me respondió
que era mala cosa cambiar de religión y que no
quería disgn&tar á sns padres. No insistí porque
estaba demasiado firme en su propósito: pero le
rogné aceptara una medalla de María Auxiliadora.
Condescendió él á esta súplica y yo mismo se la
colgué al cuello. Desde aquel momente ya no dudé
de que la gracia se obtendría. Y en verdad, desde
aquella mi primer visita, el enfermo se tranqui­
lizó completamente y manifestaba deseos de te­
nerme siempre á su ludo y de que ie hablara larga­
mente de Dios y de la eternidad. Visitábalo varias
veces al día y entre tanto lo instruía y exortaba
á hacerse católico. No pasaron muchos ^'as sin
que el enfermo pidiera abjurar sus errores y en­

trar en la verdadera Iglesia , porque, decía él
mismo, quiero morir santamente y me urge asegu­
rarme la vida eterna. Recibió el santo bautismo
sub conditione, abjuró sus errores, se confesó, re­
cibió el Santo Viático con signos de agradeci­
miento á N. Señor por la grande merced que lo
bahía dispensado antes de morir. Dábame también
á mí las gracias y se recomendaba á mis ora­
ciones, diciéndome que, cuando so hallara en el
Paraíso, como esperaba por la misericordia do
Dios, rogaría siempre por mí. Yo le exortaba á
confiar en Dios y él me respondía: Siempre he

confiado en él, ¿como no confiaré ahora que estoy
para comparecer ante su presencia f Sí, sí, ooníimiaba, toda mi esperaiKa está en Dios y en Haría.
Repetía con frecuencia fervientes jaculatorias j'i
Dios y á María Santísima, quería que contíiummente se las sugiriera y sin cesar besaba la que­
rida medalla de María Auxiliadora.
Finalmente, con la más grande resignación y
pleno conocimiento hasta el último m om ento,
espiraba en la paz del Señor el día 23, fiesta do
los Esponsales de María Santísima y de San José.
É l ha volado al Cielo y yo tengo toda la espe­
ranza de haber adquirido un intercesor ante el
trono de Dios para mí, para nuestra Misión y
para nuestra querida Congregación. ¡ Ojalá le im i­
taran tantos correligionarios suyos de este país
y de todo el mundo ! |Ob, cuán buena es María !
En realidad es éievto que nadie de cuantos re­
curren á su patrocinio y la invocan de corazón
pueda perderse. Publíquese esta gracia en honor
de María y todo el mundo pueda en ella reconocer
una vez más que María tiene un poder ilimitado
sobre el corazón de Dios y que como Madre
nuestra nos quiero á todos salvos; por lo que
todos debemos amarla y grandemente confiar eu
Ella.

l>el •JuilaiHino. — El sábado 5 de enero de
este año, la iglesia do Puntareuas exultaba por
la maravillosa conversión al catolicismo de un
hebreo, llamado Mauricio Brami. Es uno de los
mits ricos comerciantes del país, joven do 23 años,
que goza del aprecio de todos. Deseoso de ca­
sarse con uua joven no menos rica, llamada Jose­
fina Menéudez, hija de un Español, también nego­
ciante en el estrecho de Magallanes, ésta le puso
por condición que se hiciera cnM/íco. A l priuoipi(»
parecía una condición imposible de efectuarse;
mas tocado por la gracia de Dios, el buen joven
expontaneamente se me presentó para que lo ins­
truyera. Estudió con gran empeño el catecismo
y cuando nos pareció estaba bien convencido de
las verdades de nuestra santa Religión, le admi­
nistramos el santo Bautismo, poniéndole los nom­
bres de José María Mauricio, siéndole padrino
Monseñor Fagnano representado por Don Delturco
y madrina la señora Lorenza Saldivia V. Valenzuela. Acto continao se le administró el Sacra­
mento de la Confirmación; luego oyó la santa
Misa en la que recibió el pan de los Angeles. En
la tarde del mismo día se celebró el inatrimonio.
Ix) que más consuela y hace ver que su conver­
sión es sincera es qne se interesa mucho para que
sus cuatro hermanos, á quienes ha distribuido uu
catecismo, para que lo estudien, sigan su ejemplo
y se conviertan Sus parientes no querían, mas él
iia sabido vencer el respeto humano y sobrepo­
nerse á la voluntad y oposición de sos padres y
parientes. ¡ Dios le conceda la peraeverancia!
Esta conversión nos ha llenado de consuelo; por*

— 232 —
<|Utí He vé que el Sefíor se acuerda de su Iglesia
tan perseguida en este país y bendice nuestras
pobres fatigas.

Maggiouino Bokgatello , Pbro
^fia^onero Salesiauo.

Misión de la Isla Dawsón.
R rvmo. Su . D on R úa ;
«^ U Y aCTadecido estoy á mí Superior Monseñor

J '£ José Fagnano por haberme concedido este
año el favor do ir á pasar en su compañía casi
dos enteras semanas, las dos últimas do Febrero,
en la isla de Dawsón, rodeado de todas las aten­
ciones posibles por parte de nuestros Hermanos
que allí trabarían para la educación católica y ci­
vilización de los pobres Indios. Es verdad que
no pasó en ocio aquellos d ía s, pues debí tomar
»arte en los ejercicios espirituales que según la
logia se dictan cada año á los Hermanos y Her­
manas de la Congregación, y tanto menos que
habían ido ú reunirse de propósito todos los H er­
manos de la Casa central de Pnntarenas, y en el
segundo curso las Hermanas. Sin embargo tuve
igualmente comodidad de considerar de cerca el
bien de la Misión.
Hacía más de un año que yo había dejado la
isla, campo un tiempo tambión para mí de qieroitar la paciencia en la esoiiela, y deseaba mucho
poderme encontrar otra vez en medio de mía
queridos Indiecitos.
Pero I qué cambio I Nunca habría creído en­
contrar tal adelanto sea en la parte material sea
mm’almento.
Nuestra ida á la isla con un vaporcito llamado
T>lae, por el lindo día y la mar tranquila fuó un
paseo. En menos de 7 horas llegamos. Preparán­
dose á dar la vuelta á la última punta que dá
eutiada á la bahía de la Misión , como á un
cuarto de hora de distancia, el capitán del vaporcito anunció nuestra llegada con repetidos
Kilvidoa. Pa.Haron unos minutos y ya estábamos de
frente. |Oh ! qué es eso, gritó y o , allí hay un
pueblo 1 Nos pareció una ciudad en germ en,
con su muelle, con su matadero, con su ])anadcría, quesería, i^andcs galpones, unas veinte casas
nuevas bien hechas, para los in d io s, además do
conservarse unas cinco ó seis de las viejas, tér­
mino de mis antiguas romerías por la tarde, pjrra
rezar allí en medio do cada familia de Indios el
Oredo, el Padre Nueetro y la Salve.
Estas son las im])resione8 á vuelo de pájaro,
que debían después aumentarse del doble, cuando
tuvimos la comodidad de visitar y observar de
cerca todo. N o olvidaró la agradable impresión
(]ue me hizo la capilla engrandecida, baiio nuevo
plano y la dirección en los trabajos del Hermano
Kevdo. Padre Juan Bernabé, tanto que ahora
pueden caber comódamente trescientas personas.
Su forma de cruz latina, con sus esbeltas arca­
das, encantan. Pero no quiero invertir el orden
en la exposición de las cosas. Volvamos á bordo.
A l i>oco rato el va^mroito llegó al punto de
ecbar el ancla. Aquí crece mi maravilla. Veo casi
redoblado el número de los niños, que al salir
do la escuela saltan, corren, gritan y se desparraluau
todas partes. Sun más de treinta. Del
lado de las Hermanas salen tambión de la instnicci«Sn y del trabt^io un gran mimero de muje­
res, no menos de cuarenta, y una docena de ni­

S

ñas de su colegio, que todas aseadas y en buen
orden se dirigen íiacla el m n elle, acompañadas
por sus maestras las Hermanas de María Auxilia­
dora.
Los hombres que se encontraron presentes en
sus casas habían precedido á todos, y parte ya
estaban sobre el muelle, y algunos, los marine­
ros, iban preparando una chalupa de la casa para
venir á tomar al Padre Grande según ellos Uaman
al Superior de las Misiones, Monseñor Fagnano,
Sobre la frente y en los ojos de todos se les veía
el contento y la alegría.
Una vez desembarcado, yo creía que todo
concluiría como en lo pasado y lo dicho. Pero
debía presenciar algo más , una cosa nueva.
Detrás de la muchedumbre de mujeres, de homl>res y niñas que todos se habían tomado en medio
á Monseñor para besarle las manos, ó, no pndiendo algunos acercársele, para significarle su
gozo con otras señales á la indiana, los niños del
Colegio 86 preparaban á dar un ensayo de su
habilidad en un arte bella, en la música instru­
mental. j Es posible
Esos niños gran parte de los
cuales había yo desbastado con duro trabajo y
ayudado á salir fuera de su rudez y á levantar
su corazón hacia el C ielo, hacia D ios, mediante
la clase y el catecismo, ahora quieren mortifi­
carme , quieren hacer ver que tienen más vida,
qne sus almas tambión son capaces de cosas
grandes!..... ¡U n a banda compuesta de niños in­
dios I ¡ O h ! esto sí que para mí fue una sorpresa
y grande. Dejo por consiguiente de describir otras
manifestaciones, que no me sería posible en todas
sus particnlaridadea, y acompañados de la mú­
sica vamos á la antesala 6 atrio que está delante
de la capilla. A llí se improvisó como una especio
de Academia, ün niño de los más instruidos, Sil­
vestre, en nombre de todos sus compañeros do
clase, leyó una corta poro bonita composición á
Monseñor, con la cual quería demostrar cómo
todos los corazones de los niños ó Indios en aquel
día batían de amor y -de gratitud verdadera para
con ól á quien deben su vida social, su educa­
ción y el ennoblecimiento de sus almas.
Después de esto, un luíniero como de veinte
niños, dirigidos por su hábil y pncientísimo Maes­
tro v'^eñor Luis Lanfranconi italiano de nación, y
que parece baya nacido para instruir en la mú­
sica á niños y á niñas indios, comenzjiron á tocar
varias piezas.
Y o no soy músico y no espere de mí un buen
juicio, poro debo confesarle que mi corazón se
conmovió hasta derramar lágrimas. j Y quien me
acusaría de debilidad en esto á m í , qne en el
curso de cuatro años v i llegar de los bosques, en
varias épocas, gran parte de aquellos niños, tos­
cos y verdaderos salvajes?..... N o me atrevo á
penetrar en el corazón del Superior Monseñor
Fagnano. Grande sin duda debió ser su consuelo
al coger tal fruto de sus trabajos nunca dejados
por sumas y duras que hayan sido las dificulta­
des encontnidns y que encuentra por todas partes
para llegar á hacer hijos de la Iglesia y de la civi­
lización á esos infelices y últimos hijos de Adán.
Pero basta de lo que á la parte esterna res­
pecta. Altora debo hablar del adelanto de esos
pobres Indios en los trabajos, en el tra to , en la
Religión, en el conocimiento de sí mismos. Tuve
la dicha de poderles dirigir en la capilla la pa­
labra de Dios más de una vez. ¡ Cuánta atención,
qué buenas disposiciones, cómo corresponden, y
cuanta capacidad en ellos para comprender y dis­
tinguir el bien del m a l!
qué diría de la fre-

233
caencia á los Santos Sacramentos? Pero lo que | Esos infelices Indios que extienden sus manos
más me impresionó ftié saber, y constatar en ¡ pidiendo socorro, tienen, al fin, todo el derecho de
ser ayudados, porque son parte de la humanidad,
parte, que hay un buen número de mujeres y
algunos hombres Indios que se confiesan y co­ hijos de Adán y hermanos nuestros en Jesu­
mulgan á menudo. Aquí está todo el b ie n , la
cristo.
sustancia, el centro de la verdadera Religión y
Perdóneme, Revmo. Señor Don Rúa, si he sido
educación civil. Si el confesarse es una filosofía,
largo en esta mi relación. Y robándole me ben­
como dice un grande escritor ¡los Indios son filóso­ diga, le beso la mano y me confirmo
fos !..... ¡ Oh, Revmo. Señor Don Rúa, cuanto va
En Jesucristo Jtijo afmo. y ohmo.
obrando la gracia de Dios en aquellas pobres
almas! Aún añado más. E l regocijo se aumentó
Guii.LF.RMO D ki. T urco , Pbro.
y llegó al entusiasmo, cuando el Superior Mon­
Misionero Salesiauo.
señor Fagnano tuvo en uno de esos días la oca­
Abril de 1896.
sión de administrar el santo Bautismo á otro buen
número de mujeres que recién llegadas de la
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gran isla de la Tierra del Fuego, ya las Herma­
nas de María Auxiliadora las habían instruido y
dispuesto bien como lo saben hacer ellas. No
más academia reservada en ese día. Miisica
sagrada antes tocada por los niños en la capilla.
Y después de mediodía concurriendo de sus
casas todos los Indios, música varia en la plaza
situada delante de la capilla y casas de los Padres
D e una carta que el mismo Monseñor Cagliero
y Hermanas. ¡Este sí que ha sido un verdadero
dirigía últimamente al Director General de la
e inocente espectáculo ! ¡ Jamás se había gozado
Obra de la Santa Infancia en París, tomamos
tanto en la Isla ! ¡ Y como agradecían los Indios
cuanto sig u e:
alguna buenapalabra ó pregunta que entretanto iba
E l Señor ha bendecido nuestros esfuerzos diri­
Monseñor dirigiéndoles en particular, y después
gidos más hacia la infancia, que á los adultos,
los dulces y confites que les dispensaba! Pué
para salvarla de la perversión de las Escuelas
aquel un día del Señor.
ateas del Estado y hemos obtenido atraerla á las
Y aquí no puedo menos de admirar la paciencia
y constancia del Hermano, el Revdo. Padre Bar­ Escuelas de la Misión, ampliadas, mejoradas y
tolomé Pistone^ Director de la Misión, para hacer provistas de los convenientes y necesarios uten­
silios escolásticos y de hábiles maestros, quedando
adelantar el bien en medio de las rudas pruebas
que á menudo se encuentran a llí á causa de las in­ por esto casi desiertas las del Estado.
Es en verdad un consuelo grande ver el em­
clinaciones y carácter duro y difícil de corregirse
de los Indios. Consuélese de tener á su lado H er­ peño con que nuestros 1,.500 alumnos estudian el
Catecismo y la Historia Sagrada, casi ú prefe­
manos, cuales son Schikora, Asvini, Jarable, etc.
rencia de las otras materias (>e enseñanza; y la
Si la salud me lo hubiera perm itido, no habría
grande afluencia á nuestros Oratorios festivos y
yo cedido mi puesto al Revdo. Padre Grosso, que
allí trabaja actualmente en favor de los niños. O frecuencia á los santos Satrameiitos de la Con­
fesión y Comunión.
á lo menos me habría quedado ahora como tercer
Doce* son los Colegios que sostiene la Misión,
Padre, sintiéndose grande la necesidad de au­
dirigidos todos ellos por nuestros Misioneros Samentar el personal en la Isla para poder asegurar
el bien notado. ¡ Aumente Dios el número de las lesianos y por las Hijjis de María Auxiliadora,
vocaciones de Misioneros, también entre Herma­ ademsis de los Orfanatos y Asilos para uno y otro
sexo.
nos legos!
Las autoridades locales reconocen la superiori­
Concluyo finalmente con decir que la conver­
dad de nuestras Escuclae sobre las dcl Estado y
sión y civilización de los Indios es ya tin hecho,
es una cosa segura. Los Superiores, y en parti­ en sos informaciones al Gobierno las elogian ; de
cular el Superior de estas Misiones, Monseñor lo que nos aprovechamos nosotros para persuadir á
Fagnano, pueden gozarse en Dios de haber al­ los padres á qne nos manden sns hijos á fin de
completar sas estudios con los principios de nues­
canzado los santos y grandes fines de sus deseos,
de sus fatigas, angustias y sudores. Pueden tomar tra Santa Religión.
Uno de nuestros misioneros recorrió, con un
aliento é ir adelante para llamar también y re­
Catequista, más de 300 leguas visitando varios
ducir á los Indios Onas de la Tierra Grande del
Fuego. Los doscientos de la Isla Dawsón son una grupos de Indios, instruyendo y bautizando á los
prueba, son como una prenda de un feliz resal­ niños; otros dos recorren el vasto va lle del Río
Negro con el mismo fin y machos angelitos de
tado. Paréceme poder afirmar que Dios lo quiere,
familias infieles son agregados bien á la militante
y que Don Bosco ayuda á estas Misiones, como
ó bien á la triunfante Iglesia.
en los últimos momentos de su vida ardiente­
Pocos díim hace llegó de muy lejos el hijo del
mente las recomendó. Nada más resta que rogar
Cacique Yancuche á visitar á sus hijos y sobrinos
á Dios toque el corazón de almas generosas, que
han tenido la dicha de nacer en medio de la ci­ recogidos en nuestra Casa central de Viedma,
capital del Territorio del Río Negro, y reconocido
vilización y que viven rodeadas de todos los
por el bien recibido en el Santo Bautismo, que
bienes espirituales y materiales en el seno de la
recibió con otros 300 de sn tribu, vino á pedirme
Iglesia Católica, para que vengan con su óbolo
un Sacerdote Misionero, para que fuera á instruir
en ayuda de estas Misiones en particular. N u e^
y bantizar k loe niños de sns compatriotas, llega­
tro Señor Jesucristo el cnal ha prometido tendría
dos poco há de la vecina Araucania de Chile.
cuenta hasta de un vaso de agua fría ofrecida
Este año hemos podido también impedir qne
por BU amor á un sediento, les devolverá sin
el Cacique Saynhneqne reencitara el así llammlo
duda el céntuplo por uno aquí sobre la tierra, y
Oamarujo, rito, si no propiamente idólatra, aluna recompensa eterna en el Cielo.

P A T A G O N ÍA .

EN FAVOR DE LA SANTA INFANCIA.

— 23i
monos supersticioso, seguido do danzas y orgías
inmorales, con peligro de la fe y do las costuml)roH de los niños y con escñudalo de las vecinas
colonias cristianas.
Micuitras hablo do estos queridos angelitos, creo
lo será grato quo lo narro un hecho singular de
una niña que frecnenta el Colegio do las Hijas
de María Auxiliadora on Carmen de Patagones.

hecha á su buena Madre j entonces la Hermana
Sacristana no sacaba del platillo los regalos que
por la manana había puesto 4 los pies de la Vir­
gen Blanca. Luego yendo la niña 4 saludarla por
la tarde antes de dejar el Colegio y hallando to­
davía en el platillo los dulces y las ¿utas que
la había ofrecido, toda triste y llorosa decía á
las maestras y compañeras: — i a Virgen hoy no

ha comido, porque no me he portado bien. ¡A h !
mañana, mañana quiero portamne mejor, y man­
I^ a p c q i i e f m A i i i t t i . — Hut^rfana de madre,
entró en nuestro Colegio la pequeña Anita íl la
edad do tros años. V iva sobremanera y de un
carácter precoz, violento y caprichoso, daba mu­
cho quo temor para ol porvenir, si estos defectos
hubieran aumentado con el crecer de los años.
Sus pequeñas compañeras, tanto las do color
blanco, como las indígenas de color obscuro, advirtiondo quo no so hallaban seguras á su lado,
se quejaron á las maestras, las que pensaron
resentar A la pequeña huérfana 4 la misericoriosa Sladro del Cielo, para que la recibiera como
hija y la jirotegiera como suya.
Condujéronla con este íin al altar de María
[niimculada y arrodilladas ante su hermosísima
estatua, enseñáronla 4 encomendarse á ella y le
amonestaron no la disgustara do allí en adelanto
con sus caprichos. L a niña sintió en su tierno
corazón la necesidad de una Madre quo la amara,
y oyendo decir 4 sus maestras quo la Virgen In­
maculada amaba 4 las niñas buenas, resolvió
en su corazón portarse bien para de este modo
merecer el afecto de la Virgen Blanca, como ella
la llamaba, porque así aparecía 4 sus inocentes
ojos por su cándida túnica, por su hermoso manto
azul-celosto y por sus hermosos encajes do oro y
plata.
Desimés de la presentación 4 la Virgen Inma­
culada, la niña cambió su vivacidad en seriedad
y BU natural terquedad en humilde docilidad.
Hnstaba decirle : A n ita , A la Virgen no la gusta
que te portes mal..... que contestes..... que pelees
con tus compañeras..... iiimediatiuneute so com­
ponía y obedecía religiosamente.
A l entrar en ol Colegio todas las mañanas, su
primor pensamicuto era ir 4 la Capilla de la
Virgen Blanca y con infantil simplicidad, abría
su cestilla y 4 los pies do la Virgen, sxi querida
Madre, ¡ depositaba las mejores frubis, dulces y
llores que traía ¡ ..... luego imitando la postura
do la Virgen, juntaba sus manecitas, levantaba
los ojos ni Cielo é inclinando un poco la ca­
beza, arrodillábase ] h>oo 4 pm-o y recitaba on voz
altii algunas Art* Murias, y luego..... quedaba en
silencio por algunos minutos. A l verla las maes­
tras y compañeras entrar en la escuela con el
rostro transforjuado, seria, silenciosa, lo pregun­
taban quó lo bahía dicho la Virgen Blanca, v
olla con el mismo candor infantil respondía: Jlíe

S

ha dicho quo me porte bien.
Las niñas del Colegio, maravilladas de este su
extraordinario afecto 4 la Virgen Inmaculada, en
vez do llamarla la /nmarahuííi, llamábanla la
rfs A.aíh( y arrastradas por su ejemplo,
las mayores y las pequeñas, principiaron 4 visi­
tar todos los días 4 la Celeste Reina, Madre de la
Santa Infancia. Fácilmente se deja comprender
cuan grandes fueron las ventilas que de esto re­
sultó pava sus almas y para la disciplina del Co­
legio.
Sucedía alguna vez que, por su vivo carácter,
disturbase en la escuebv, olvidiindo así la promesa

tenía su proinesn.
Tan querida ó inocente devoción, con mara­
villa de todos, continiía todavía después de dos
anos y Anita todavía no cuenta los (j de su edad.
En el pasado agosto ol día de la Asunción al
Cielo de la Santísima Virgen, una compañera le
dijo : Anita, la Virgen Blanca murió esta mañana
y se la han llevado al Paraíso. A l oir tal noticia,
todavía no instruida suficientemente sobre la
solemnidad ni sobre el glorioso misterio de la
Asimción, quedó con la vista tija en su compa­
ñera.... sus ojos se llenaron de lágrimas.... enmu­
deció, y su rostro quedó pálido. En este momento
llegó la maestra y le preguntó: — 4 Qué tienes,
Anita T 4 Qué te sucede ? — María (indicando á
la compañera) me ha dicho que ha muerto la Virgen.
L a maestra le hizo algunas caricias y consolán­
dola le d ijo : L a Virgen se ha ido al Cielo 4 pre­
pararte Tina hermosa corona para regalártela
cuando vayas á visitarla. Mas no bastaron las
caricias ni las palabras de la maestra para con­
fortarla. A mediodía no com ió, diciendo que le
dolía la cabeza..... al día siguiente faltó 4 la
escuela.....un médico corrió’4 su cabecera., y las
compañeras compadecidas de su estado se apre­
suraron 4 rogar 4 la Virgen Blanca por su ino­
cente Anita.

ECUADOR.
VICARIATO DE MÉNDEZ Y CUALAQDIZA.

La Fiesta de la Shanza entre los Jíbaros.

S

ix religión verdadera ó falsa, es imposible
toda sociedad. Por esto se observa que los
Jíbaros, selváticos de suyo y recelosos uno de
otro, 80 dan cita, sin embargo, para celebrar, de
conuin satisfacción y olvidando sus rencores, las
fiestas de la Shanza , que es para ellos la fiesta
de las tiestas. Estos son sus deidades; do ellas
esperan la imortalidad en la presente vida, la
abundancia de bienes, la victoria contra sus enemigtvs y la prosperidad de su raza.
Desde época inmemorial, los Jíbaros solían cor­
tar las cabezas de sus víctimas, las disecaban, las
festejaban, y después las colgaban suspendiéndolas
en postes por el camino, y sin pelo, para que el
tiempo las destruyese, y persuadidos además que
tales cabezas contribuían á la felicidad de los
campos y al bienestar de los animales, en espe­
cial de los cerdos. — Refiérese qne nn señor es]Mñol, sabedor de la existencia de estas cabezas
disecadas, mandó á Q uito, hace treinta años,
más ó menos, dos de ellas, valiéndose de persona

— 235 —
idónea é influyente, con la mira de llevárselas á
España. L a novedad se publicó en Europa, hiciélonse en consecuencia otros pedidos , y quedó
así entablado el comercio de las Skanzai. A l prin­
cipio vendíanse en sumas considerables, las que
por lo mismo daban cebo á la codicia y crueldad
de los traficantes ; mas boy, por fortuna, su an­
tiguo precio ba rebajado mucbo.
Cuando un Jibaro ba adquirido una Shansa
matando á un enemigo, al regresar á casa celebra
la fiesta que denomina de entrada, con sus pa­
rientes y vecinos. E l cura da de beber al mata­
dor el misterioso zumo de tabaco, y luego prin­
cipia ima ruidosa bacanal, que dura algunos días.
Concluida esta fiesta, el vencedor manda sembrar
yuca y plátano en dos ó más chacras, y compra
puercos para que engorden ; todo con la mira de
festejar su shanca. Cerca de dos años, por lo me­
nos, transcurre hasta que las chacras rinden Ijj
cosecha y se acaban los preparativos de la fiesta.
Todo este tiempo, el Jíbaro ayuna sin interrupción.
Solo le es permitido comer la carne de pescado,
la 3Tica y el plátano sin el menor condimento.
Las mujeres fabrican trescientas ollas, más ó me­
nos, las que colocadas en largas hileras al medio
del gran salón de la fiesta, dos días antes de
empezarla las llenan con chicha. Hacen pesca
en grande, etc. L a concurrencia es numerosísima,
pues vienen familias enteras hasta de diez jom a ­
das de distancia.
L a fiesta de la shanza se hace en una casa
muy espaciosa, á modo de iglesia, que construyen
toiies quotics. En un palo adornado con flores y
ramas suspenden las skanzas unas debajo de otras.
Estando ya reunidos los convidados, un Jíbaro
anciano que hace de sacerdote, á manera de las
letanías en nuestras iglesias, va recitando muchas
frases ante esas cabezas disecadas y con pelo, ora
reprendiéndoles, ora alabándolas; y los circuns­
tantes van contestando. En seguida las adoran
dando vueltas por la casa á guisa de procesión,
entrando por una puerta y saliendo por otra;
siempre cantando é hincando la rodilla al pasar
delante de las shanzas.
El Cura cierra el ayuno al fiestero ó fiesteros (1)
poniéndoles en la boca una presa de carne de
cerdo, y dilndoles á beber el zumo del tabaco.
Pinta la shanza con color negro. Hace las ce
reraonias de increparla y venerarla con loe asis­
tentes. Reparte los plátanos, que en numerosos
racimos están colgados del techo, desde quince
días antes. Hecho esto, d;íse principio á la be­
bida y al baile. Los hombres se toman de las
manos formando un cordón, y bailan y saltan
andando al rededor de la shanza, sin soltarse
de las manos. Las mujeres bailan así mismo
teniéndose de las manos, en otro cordón con­
céntrico al de los hombres, y haciendo sonar,
cuando saltan, una multitud de cascabeles, y
cortezas ahuecadas que llevan pendientes de la
cintura. E l fiestero, ataviado con la mejor gala
que le ha sido posible, es el único que en el
baile tiene á su consorte en la rueda formada
por los hombres. Antes de que b a ile, el cura
tomando la shanza del poste en que está suspen­
dida, se la cuelga á modo de rosario; y cuando
cesa el baile, restituye la shanza al susodicho p<»te.
Solo en el infierno puede ballaree una batahola
(1) De oidinerio =e leanen Teriaa thanuu p ar» fe*tejarl»«24
la ves; pero se preseat»n casos ea qas an solo jibaro celebra
la fiesta de sa tkcma. por disponer de nniaerosoe parientes que
le ayndan eo los preparativó».

semejante á la que se oye en tal fiesta. En el
baile sobre todo, á los gritos descompasados de
hombres, mujeres y niños, á los ladridos de una
cuadrilla de perros, retumba el iundú (1), y sue­
nan tambores y flautas y trompetas de cuernos
de res. Pasados cinco días con sus noches, do
esta algazara inaudita solo interrumnida para co­
mer ó beber (2), á la media noche nel día sexto,
matan diez ó más cerdos gordísimos, confeccionan
nn buen caldo, que toman al amanecer; y en
seguida cada uno de los convidados recibe do
manos del ctira nn competente tasajo de carne
cruda; esta es la señal de despedida. Todos, en
efecto, se retiran esa misma mañana, quedando
así terminada la función.
L a disección de cabezas humanas es practicada
por los Jíbaros, en conformidad á la disección de
las de pájaros, con la sola especialidad de que una
vez extraidos los huesos craneanos, extienden la
piel 6 cuero cabelludo al rededor de ima piedra
ad koc, en estado incandescente, y la dejan quo
ahí se seque y se contraiga hasta adquirir el v o ­
lumen de la piedra, que es el de una naranja.

GRACIAS DE MARIA AUXILIADORA.
Sr. Director del Boletín Salesiano.
M ü y Sk . mío :
Deseo se sirva dar publicidad para mayor glo­
ria de lia ría Auxiliadora de loa Cristianos, á In
relación quo aquí le incluyo do una curación mi­
lagrosa obtenida por intercesión do la Excelsa
Señora.
Era la noche del 29 de Marzo cuando una liijita mía sintióse atacada de violenta fieb re; á
pesar de cumplir con las prescripciones del mé­
dico, el ataque se repitió al día siguiente, ame­
nazando cortar la existencia do la enfe.rinita. Fue
entonces cuando me decidí á invocar el patro­
cinio de María bajo la advocación de Auxiliadora
de los Cristianos, y lo hice prometiéndole hacer
celebrar una Misa en su h on or; la Sma. Virgen
escuchó mis ruegos y devolvió la salud á mi hija,
favor i>or el cual le estaré para siempre agra­
decida.
F. A. DE M a u tin e z .
Caracas, 7 de Abril de 1895.

Sr. Director del Boletín Salesiano.
Mu y Sr . mío :
X o sabiendo como mejor agradecer á María
Auxiliadora la salud que me devolvió prodigiosa­
mente, doy publicidad al hecho enviando la re(ii TvTid'K tronce baeco que produce os sonido semqjante,
Misqae mnebo más foerte. »1 del bembo. Poeeto en nn cerro,
rem en» á mocb»s lesnas de distsneís. Sii^'e p » r » conrocsr A
|TnerT»; p » r » »onn ci»r 6 dnelo. 6 slesri», 6 fiest» y tsmbiin
p »r » pedir auxilio en nn» dessreci».
(2) A las tres ó castro de 1» maOan», se reparten en cada
ptaeka S cama de nna i*amilia, nna olla llena de Tnca cocinada
y nn plato de pescado también cocido. Coando nn jibaro aiente
turbársele la cabera por la chicha qne ha bebido, sale foera;
ae excita al rdmíto para desocupar el est4imazo, corre á baCarse,
y retoma con más bríos para sentir gritando, bebiendoy bailando.

— l.'3C —
laci<')n (lül mifinio á V . para que se sirva inser­
tarla en las columnas de su periódico.
Kn el mes de Setiembre del año próximo pa­
sudo caí enferma do liemorragia y seguí pade­
ciendo fuertes dolores por espacio de seis meses
sin (juo ninguna medicina r<<cetada por hábiles
módicos pudiese jiroporcionarmo alivio alguno.
En tan apurada situación me encomendé á María
Auxiliadora de cuyo poder y bondad había oido
hablar muchas veces, y para empeñarla aun más
le ofrecí un ex-voto de ¡data al mismo tiempo
que di principio á una novena en su honor. M a­
ría Auxiliadora se apiadó do mí, me devolvió
milugrosamente la salud, y desde que acabó la
Novena en honor suyo, no sentí ni el menor sín­
toma do la enfermedad que tanto me atormen­
taba. Doy mil voces gracias á tan bondadosa
Madre y aconsejo su devoción á todas las per­
sonas visitadas por las tribulaciones.
1ÍA1MÜNDA SOLÓUZANO.
Curacas, L’3 de Miu-zo da 1895.

llovdo. Sr. D. Manuel lí. Ilermida, Pbro.
Sarriá-Barcelona.
M u y Sr .

m ío

:

Habiendo mi amada madre sufrido una larga y
penosa eníormedad do la que tuvo que estar en cama
más do setenta días y sufrir en una pierna una
dolorosa operación, do la cual los médicos no
nos prometían muy buen resultado, invoqué en
tranco tan apurado á María Auxiliadora para
que si convenía tuviese misericordia de nosotros
y librase á la paciente de las garras de la muerte,
y á los diez y ocho días estaba completamente
curada la herida de la operación y fuera del
inminente peligro la enferm a; agradecido á la San­
tísima Virgen y cumpliendo un propósito que
fi>rmó do dar una limosna á los Salesianos, liyos
de María Auxiliadora, hoy tengo el gusto de re­
m itirlo una libranza de .5 pesetas para que V.
como digno Superior haga el uso que más lo con­
venga. Me recomiendo á sus fervorosas oraciones
y á las de sus asilados para que intercedan por
la completa salud de mi madre.

Suyo a/et'tísimo amigo y S. S. en S. C, de Jesúe
J uan Sintks, Pbro.
Alayor, 2 do Agosto de 1895.

C i i i 'n o i A i i d o u n
— No há muchos
días que vino á esta casa un excelente Cooperador
Salüsiano, y entregándome una limosna me d ijo :
Tomo V ., esto es lo que ofrecí á María Auxi­
liadora, j>ara obtener una gracia. Tenía á un
querido b y o gravemente enfermo do viruelas.
Toda esperanza de salvarlo había des«»parecido,
y yo no podía conformarme con la pérdida de un
ser tati querido.
Habiendo leído en el Boletin Saiesiano las
muchas gracias quo so obtienen por intercesión
de María Auxilio do h>s cristianos, me encomendó
á Ella, promotieiido dar una limosna á esta casa,
p w a los pobres niños míe en ella reciben educa­
ción, pan y vestido. ¡ Cosa maraviIU>sa! Pumto
empezó el niño á mejorar, y á los jiocos días ya
estaba fuera do peligi'o, y al presente estó per­
fectamente curado. Ahora vengo á cumplir con
mi promesa y á dar las m;is expresivas gracias

á María Auxiliadora, que se venera en la capilla
de esta casa.
Poco tiempo há que también un buen Señor
venía á hacer celebrar una misa en el altar de
María Auxiliadora en acción de gracias por un
favor recibido.
¡ Acudamos, pues, en todas nuestras necesidades
á esta nuestra querida M a d re!
S a n t ia g o G u io n e , Pbro.
Granja Salesíana de Gerona, 15 de Agosto de 1895.

Señor Director del Boletín Salcstano:
Una enfermedad rebelde á todos los remedios,
hacía tiempo aquejaba á mi hermana, y no la
d<yaba ninguna esperanza de mejoría. Aconsejóla
entonces no perdiera la confianza, y ya que la
'ciencia humana no sabía restituirle la salud, que
so acordara de las gracias dispensadas á sus de­
votos por María Auxiliadora, y que á menudo
leemos en el Boletín Salesiano.
Empezamos, pues, una novena á esta bendita
Virgen de Don Bosco, poniendo en ella tod«
nuestra confianza. Y María nos escuchó ; y lo que
en mucho tiempo no hicieron los recursos médicos,
lo realizó Ella en pocos días •, pues al concluir la
novena, mi hermana estaba mejorada, y al pre­
sente goza de una perfecta salud.
Ahora para completar mi agradecimiento á la
Auxiliadora de los cristianos, envío esta relación
al señor Director para que si lo cree conveniente
publique esta gracia en el próximo número del

Boletín.
De Ud. 8. S.
SiNFOuiANA M a r t ín e z
Cooperadora Salesíana
Uruguay-Las Piedras, Julio 26-1895.

L a que suscribe encontrándose gravemente en­
ferma y con pocas esperanzas de mejoría á pesar
de todos los esfuerzos de la ciencia, resolvió acu­
dir á la Virgen Santísima Auxiliadora haciéndolo
una novena y ofreciendo llevar su medalla y pu­
blicar esta gracia en el Boletín si se dignaba
darle la salud.
Habiendo tenido una completa y extraordinaria
mejoría, deseo se dé publicidad al hecho para en­
salzar la bondad y poder de la Santísima Virgen
verdadera Auxiliadora de los Cristianos en sus
mayores apuros.

Sofía B.
l'ruguay-Las Piedras,

de

Moreno .

<lo Mayo de 1895.

I C v io r ia Á A l a r í a A u x i l i a d o r a ! — Expontáueamente brota del corazón esta frase al
considerar las innumerables gracias, que nuestra
divina Madre con solicito y cariñoso cuidado vier­
te á manos llenas en favor de sus devotos, pues
imposible es recurrir á María y no obtener su
amorosa protección.
Cierto joven obrero, que ha frecuentado las
malhadadas escuelas láicas, enfermó de mucha
gravedad, eu términos que el médico de cabecera
hubo de avisar á la fam ilia para la administra­
ción de los S.tos Sacramentos. Mas , el infeliz pa­
dre del paciente, por cierta obcecación del enten­
dimiento , se resistía obstinadamente á que se

— 237 —
hablase á su hijo sobre este particular, diciendo
que si este pidiere los consuelos de la Keligión
entonces accedeiía. Pero, ¿cómo había de pedir­
los el enfermo, si probablemente desde que hizo
la primera comunión jamás había entrado en
ninguna iglesia? Eu estos trances el mal iba a­

si se alcanzaba, á ese Boletín. No se hizo esperar
la gracia, pues á los pocos días el enfermo pidió
un sacerdote y para que se viese más ostensible
la protección de nuestra amorosa Madre, la v ig i­
lia de su triunfante Asunción á los cielos recibió
el enfermo con mucho placer los Santos Sacrn-



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Los hombres se toman de las manos formando un cordón, y bailan y saltan etc.
(V . púg. 234 .

gravándose por momentos y se temía un pronto
y funesto desenlace, cuando he aquí que después
de agotados varios medios sin que diesen resultado. á una persona piadosa se le ocurre ocultar
en el cuarto del paciente una medalla de María
Auxiliadora encomendándola eficazmente estacónversión y prometiendo dar cuenta de este favor,

' mentos, espirando dos dfna después, esto es, en
sábado, día Mariano.
Alabemos, pnes, y demos gracias á la H ija de

Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa de Dios
Espírítnsanto. ; Cuán cierto es qne jamás ha sido
: desoído quien en Ella ha confiado! ¡ Ojalá que á
. María recurrieran los qne sufren en el cuerpo, y

— 238 —
8obre todo Ion quu Hiifren en el alma, por que
Begurainontu verían duro muchas pobres almas
que viven de asiento en el camino del e r ro r!
U n CoornuADOK Sale s ia n o .
Provincia do Gerona, Agosbo de 1895.

Sr. Director d(d Boletín Salesiano:
Cumjiliendü coa na deber do gratitud hacia la
Sma. Virgen, suplico lí V. encarecidamente se
iligae insertar en el Boletín, que honrosamente
dirige, el siguiente hecho con el cual se patentiza
más y más la poderosa protección de tan augusta
Madre.
El 13 do Junio próximo pasado, tuvo lugar
en la Hacieuda do Ometuzco una solemnísima
bendición efectuada por el limo. Sr. Arzobispo
do Mójico á la que asistí en unión do otras per­
sonas de esta Capital j entre ollas, estuvo la
Señorita Anita Poredo quien llevaba unos anillos
valuados en 300 $. De regreso á esta capital,
los guardó en una maleta y estando próximo li
jjartir el tren do la estación de Irolo advirtió
que no estaba: siendo probable la pérdida, inme(liatamoute yo, como cooperadora Salesiana, ofrecí
á Mju'ía Auxiliadora 3 ¡i*, para la obra de esta
ciudad segura do que no permitiría se extraviase,
como en efecto así sucedió. Envió un mozo á
dicha Hacienda; esto, haciendo poco caso, llegó
ó preguntar por ella á los dos días y allí le dieron
noticia de que un joveucito, viendo abandonada
la maleta en uno do los coches que sirvieron para
dejarnos en la Estación, dió aviso al dueño de la
Hacienda quien la recogió y se la entregó in­
tacta al mozo que envié.
En testimonio del más alto agradecimiento, re­
ciba V. el homenage de adhesión y respeto de

Su S.S. atenta
Lu z P ekedo Ca r v a j a l .
Méjloo, Julio do 1895.
V v V V v V v V V W 7 V v S ^ > ^ V v 'V v ^ - N v\ N v W V V

NOTICIAS Y YARIEDADES.
O o iitífiM 'H o w . — A l Congreso Eucarístico que
acaba do celebrarse en Milán, han asistido cinco
Cardonales, setenta y cinco Obispos y se han
adherido más do ciento, contándose cutre estos
varios Prelados españoles. Con motivo del CouCTeso se ha bendecido la nueva iglesia del Corpus
Bomini de los V I'. Carmelitas, erigida para con­
memorar loa Congresos Eucarísticos do Milán y
do Tarín. El Cardenal Ferrari celebró la Misa.
También se ha bendecido la primera piedra del
grandioso y monumental Colegio Salesiano, que
merced al celo de aquellos nuestros buenos Coo­
peradores se ha comenzado á levantar. La Expo­
sición Eucarísticii ha sido muy n ota b le; una de
sus eximciosas salas estaba exchisivameuto dedi­
cada á exposición de objetos y trabjyos prove­
nientes do nuestras c;rsiis. llamando en ella prin­
cipalmente la atención una bien imitada cabaña
ó Iglesia de las que se sirven nuestros Misioneros
y gran uámero do armas y oíros utensilios de

los salvajes de la Patagonia, Tierra del Fuego y
demás Misiones Salesiauas.
El X I I I Congreso Católico Italiano celebrado á
continuación en Turín, se ha visto también muy
concurrido y sus trabajos revisten excepcional
importancia. A él han asistido unos veinte entre
Arzobispos y Obispos. Sobre los Congresos Cató­
licos teníamos preparado un artículo que no ha­
biéndonos sido posible en este, lo publicaremos
en el número próximo.
X S iO itiLÍóii S a l o H i s i i m . — Con ocasión del
Congreso Católico do Turín, so ha celebrado en
Valsálice, juuto á la tumba de Don Bosco, una
reunión, podemos decir, iuterimcional de Coope­
radores, pues á ella asistían varios Sres. Directo­
res Salesianos españoles, americanos y franceses.
Presidían la reunión tres limos. Obispos y nues­
tro amado Superior D. llúa, el cual, por primero
dirijió su sencilla y conmovedora palabra á la
numerosa concurrencia. Habló después el infati­
gable sacerdote salesiano Don Esteban Trione,
dando á conocer con precisión y claridad varios
medios y maneras sobre la organización de la Pía
Asociación de Cooperadores Salesianos, á fin de
que su acción produzca los más beneficiosos frutos
entre las clases menesterosas y principalmente
entre los jóvenes. E l ilustre sacerdote milanés,
D. Albertario, incansable defensor de la causa
católica y director de L ’ Osservatore Gattolico,
habló en último término, manifestándose entera­
mente conforme con lo expuesto por D. Trione
y haciendo votos para que los Cooperadores Sa­
lesianos crezcan en número y sean los nuevos
cruzados que regeneren y salven nuestra corrom­
pida sociedad.
• •

O o x x tc s t a o iiiu

u l IMCeusscMe c l e l £1-

p i t s c o p n d o lE i^ p u jílo l. — E l Emmo. Carde­
nal-Arzobispo do Toledo ba recibido del Emmo.
y Reverendísimo Sr. Cardenal Eampolla, Secre­
tario do Estado de su Santidad, contestación gra­
tísima al Mensaje que el Episcopado español di­
rigió al Padre Santo con ocasión de las sacrilegas
fiestas del 20 de Setiembre.
« El noble y afectuoso Jlensaje del Episcopado
español, dice ol Cardenal Rampolla, ha sido acep­
tabilísimo para ol Padre Santo, el cual, sabiendo
con toda certeza la íntima unión del Episcopado
i\ su sagrada persona, no ha podido menos de
experimentar gran complacencia y satisfacción.
En su consecuencia, ordena su Santidad que por
mi mediación se dén las gracias á vuestra Emi­
nencia y á cada uno de los Prelados firmantes,
no obstante la demostración de gratitud que Su
Santidad se reserva darles directamente. »
r t e 3>Xar*iii -.-^ .u x iilia clox 'a . — Del

Mensajero de el Corazón de Jesús, de Bilbao, co­
rrespondiente á Setiembre, tomamos las siguientes
gratísimas palabras referentes á nuestras Herma­
nas. y que agradecemos en el alma.
« L a bendición de lo alto desciende cada día
sobre los nuevos institutos y las nuevas enviadas
del Señor, y cada día sube hasta las alturas del
cielo el iucienso de sxis virtudes y sus buenas
obras; como, sin contar cien ejemplos semejantes,
so puede admirar en lo que han llevado á cabo
en menos de veinte años las Hermanas de María
Auxiliadora en las misiones que tienen á su cargo
los Misioneros Salesianos, allá en la Patagonia y

— 239 —
Tierra del Fuego. Más de treinta mil quinientos
ealvajes han recibido a llí el bautismo, y las hu­
mildes hijas del célebre D. Bosco, al educar en
sus talleres á las hijas de aquellos salvajes, ansian
que se les asocien nuevas compañeras; pues las
comarcas de su misión, de confín á confín, abar­
can una extensión casi tan grande como toda
Europa. »

X>ios Jnaüg’a.rs» la s ju s tic ia s .

— En

un tribunal correccional de Francia ha compa­
recido Em ilio G au dot, de diecisiete años de
edad, acusado de robo y asesinato. Tocóle su
turno al defensor del reo, cuya.s elocuentes pala­
bras pueden referirse á varias otras naciones de
Europa.
« Señores—-dijo — mi cometido es bien sencillo,
habiendo el acusado confesado su crimen. No le
N u e v a E a c ío lic ¿ i de I ^ e ó a X I i r . — defenderé, porque iio veo para él misericordia.
Acaba de publicarse la nueva Encíclica del Papa
Seré breve. Si la justicia lo pide cuentu de su
sobre el Rosario, que comienza con estas pala­ crimen, me permitiréis pida cuenta á la justicia
bras: Adjutricem popiili Ghrisiionif potentem clede su arresto.
meniíssimum Virgtnem Dei matrcm....
No sé cuál será la sentencia ; pero sea la que
En olla el Papa recomienda la devoción al Ro­ fuere, hay alguien más culpable que el mismo
sario, con el fin principalmente do conseguir el
criminal. El culpable sois vosotros, señores, los
que me oís, que representáis á la sociedad obli­
retorno de los desidentes á la unidad católica,
y para que se aligeren las penas y amarguras
gada á castigar crímenes, que su incuria y co­
que amenazan á los católicos en im tiempo cercano.
rrupción no han podido prevenir, (murmullos).
Sentimos en el alma no haber podido recibir
Veo ante m í y adoro al Cristo crucificado, que
con tiempo tan importante documento, para hon­
descuella sobre el tribunal en esta sala. Aquí está
rar con él nuestras columnas, seguros de que nos
en vuestro pretorio donde citíüs al acusado. jP o r
lo habían de agradecer nuestros lectores.
qué no está en la escuela, donde llamáis al niño
para enseñarle?... 4 Por qué castigáis en su pre­
sencia al que como Gaudot, lo v e aquí por vez
primera? Si en la escuela lo hubiera bailado,
no estaría hoy en ese banquillo de infamia.
S o l e m n e c o u m e m o r a c i d n . — E l 8 del
4 Quién le ha dicho que había un Dios y una fu­
próximo diciembre se solemnizará en Roma, en
tura justicia? ¿Quién le ha hablado de su alma,
la iglesia de San Lorenzo, el 25° aniversario del
decreto emanado de S. S. el Papa Pío I X decla­ del respeto y caridad con el prójimo? ¿Quién lo
ha enseñado la ley de Dios, no matarás ? Con­
rando á San José patrono universal de la Iglesia
denad á mi defendido ; estáis en vuestro derecho.*,
católica.
poro yo os acuso, es mi deber. Dios juzgará á los
Para recordar este hechó, se inaugurará en
dicho día en la expresada basílica, en frente de jueces ».
la tumba de Pío IX , un i)rimoroso altar artístico
dedicado á San José.

EL PEQUEÑO BARBERO.
T r e s r c l i g 'i o s a s o o n d e e o r a d a s . — E l
Ministro de la guerra de Francia ha concedido
medallas de oro á tres religiosas para premiar
los largos y valiosos servicios por ellas prestados.
He aquí los motivos de la concesión de estas con­
decoraciones.
Mad. Daguet (Francisca), religiosa hospitalaria
en el hospital mixto de Gray desde 1853 y em­
pleada en las salas militares de este estableci­
miento durante 40 años; esta religiosa ha demos­
trado un infatigable celo cuando las epidemias
de cólera, fiebre tifo id ea , viru ela , escarlatina y
grippe castigaron á la guarnición •, ella misma
estuvo gravemente enferma de esta última epi­
demia.
Mad. Toucellier (Cesarina'j en religión, Sor
Josefina. Snperiora de las Hermanas de Nevers,
agregada al servicio del hospital mixto de B rive;
tiete años de servicio (de 1846 á 1853), en las
a^las militares del hospitel mixto de Beauvois;
42 años de servicio (de 1853 á 1895), de ellos 15
como Superiora en las salas militares del hospital
de B r iv e : demostró siempre gran celo y una en­
tera adhesión á los enfermos, especialmente du­
rante las graves epidemias de fiebre tifoidea, de
roséola y de escarlatina, que castigaron á la
guarnición.
Mad. Poiré (C e lin a ); en religión, Sor Angélica,
de la Orden de San Vicente de Paúl, esta reliWOS.T. entrada el 26 de enero de 1843 en la en*
lemi. ría del Hotel de Inválidos, prodiga, desde
hace cincuenta y tres años, los más tiernos cui­
dados á los enfermos.

Cierto día entró Don Bosco en una peluíjuería
de Turíu á hacerse la barba, y encontró allí un
pequeño ajueiidiz que bien podía asistir los do­
mingos al Oratorio.
— Am igo mío, ¿cómo te llamas? le pregunta.
— C arlo s G a stin i.

— iT ien es padres?
— Solo tengo madre.
— ¿Cual es tu edad?
— Once años.
— ¿Has hecho la primera Comunión?
— Todavía no.
— ¿Asistes al Catecismo?
— Cuando puedo, no falto.
— ¡ Oh ! excelente chico. Y ahora me vas á
hacer la barba, ¿no es verdad?
Protesta el patrón, acusando al aprendiz de ser
apenas capaz de trasquilar á un perro.
— Es necesario que aprenda, dice Don Bosco.
— "Sin duda, pero no martirizando á xm sacer­
dote. Esperad un momento, señor; le vereis des­
empeñar su oficio con el primero que llegue.
— No, ha de ser conmigo j mi cata es como
cualquiera otra, aunque con una barba de bosco
(bosque) j que vuestro muchacho me deje tan solo
la nariz y qnedaré contento.
Comienza el suplicio: Don Bosco ríe y llora á
la vez. Y a desollado se levanta y augura al
aprendiz, con el tiempo y la paciencia, un buen
porvenir.
Luego antes de retirarse le invita á verle en

— 240 —
el Oratorio al domingo siguiente. Aceptó Carlos
y cumplió la palabra. Pasó allí un día do gran
contento; Don Bosco lo acarició y concluidos los
oficios díjolü una palabra al oido, le condujo á
la sacristía y habiéndolo preparado, lo confesó.
Palabras al igual do esa lian hecho prodigios
on ol Oratorio; los niños llanióbaula la palabra
mdyica. En efecto lo fuó con Carlos Gastini, quien
observó ejemplar conducta, de tal modo que no
tenía reparo en censurar las palabras demasiado
libros proferidas á voces por los parroquianos do
la poliuiuería.
A poco murió su madre dejóndoles á 61 y á su
hermana on la mayor miseria. El propietario do
la casa on que vivían, y ó quien do tiempo atrás
no se lo habían podido pagarlos arroudamientos,
despidió sin piedad á ambos huérfanos. Tenían
estos otro hermano soldado, pero no podía ayu­
darlos, y así quedaron solos en el mundo.
Un día Don Bosco encontró on el Rondón cerca
del Oratorio, al pequeño barbero que lloraba á
m ares; 6 informado de lo ocurrido, le recogió á
la voK que consiguió colocar á la pobre hermanita huérfana en el hospicio de Casalo Monferrato.
Garlos Gastini aprendió el oficio de encuader­
nador y actualmente es jefe do taller en ol Ora­
torio, buen padre de familia, excelente obrero y
fervoroso cristiano.
¡ M i r a a r i 'i l m ! — A un hombre so lo antojó
un día ir á robar ti’igo en el campo de su vecino,
y provisto do un saco toma do la mano á un hijo
suyo do pocos años y se pone en camino. Llegado
al campo mira y atisba por todas partes, á de­
recha y á izquierda, por delante y por detrás; y
no viendo á nadie que le observase, abre el saco
y ompieza á llenarlo de tr ig o , cuando el chiqui­
tín lo d ic e ;
— Papá, hay un camino que todavía usted no
ha observado.
El hombro, suponiendo que alguien iba á llegar,
volvió á mirar más fijamente en todas direcciones
y viendo que los caminos estaban todos sin alma
viva, i>reguntó al niño do cual camino hablaba.
El niño contestó:
— V. 80 ha olvidado de mirar arriba.
L a voz do la inocencia penetró el alma de aquel
hom bre: vacia ol saco, toma do la mano á su
niño y miis que <lo prisa vuelvo á su casa. La
conciencia lo d ecía : Dios tk v k .

NECROLOGIA.

D. EKRIQÜE M“. CASTRO, Pbro.
Desde Venezuela nos escriben dándonos la no­
ticia do la muerte de este ejemplarísimo sacerdote
de Puerto Cabello, y decidido Cooperador Salesiauo. Entusiasta admirador de las obras do nues­
tro padre D. Bosco, él fué quien dió á conocer
en su tierra á los Salesianos y quien contribuyó
sobremanera á su establecimiento en aquella Re­
pública. Por varios años fuó centro de los Coope­
radores de su ciudad y á pesar do su avanzada
edad y achaques consiguientes se dedicó con in­
cansable celo á la difusión y propagación de las
Lecturas Católicas que desde hace dos años se pu­
blican en Sarria (Barcelona). Su muerte ha sido
la del ju s to ; esto no obstante, ofrezcamos por él
al Señor el homenage de nuestras oraciones por
si BU bendita alma no bien purgada tod avía ,
do ellas necesitara.

la Sra.

AUTOAIA PEIG DE PASCUAL.

A mediados del pasado agosto moría en Barce­
lona la Sra. Doña Antonia Puig de Pascual de Bofarull, víctim a de una apoplegía. Fué mujer de
gran virtud y de piedad sóliila, vivificada por el
soplo de un grande espíritu de caridad. Muchas
instituciones do aquella capital han perdido una
bienhechora distinguida que con sus limosnas, con
sus influencias había poderosamente cooperado á
su fundación, á su desarrollo y sostenimiento.
Nosotros tenemos un especial motivo en recordar
cuanto amaba nuestra Obra, amor que aumentó
después que en 1886 tuvo la suerte de conocer á
nuestro amado padre D. Bosco, de tratar con él,
de hospedarle un día en su casa prodigándole
todos los obsequios que su devoción y caridad le
inspirara.
Como hemos dicho, murió do una apoplegía;
mas s;i muerto si bien repentina, no fué impro­
visa, pues le sorprendió mientras estaba haciendo
una novena de comuniones en obsequio al Sa­
PENSAM IENTOS.
grado Corazón de Jesús, del cual durante toda
su vida había sido devotísima. Todo esto hace
esperar que su alma bendita esté ya disfrutando
Recibid á menudo el Pan de los Angeles v
de la gloria eterna. D e todos modos, en agrade­
conquistad ti la reina de las virtudes.
cimiento á cuanto ella hizo por nosotros, rogamos
D. Bosco.
á nuestros buenos cooperadores unan sus oraciones
á las nuestras para que el Señor le conceda el
EstA probado por la experiencia que el mejor sos­ premio prometido á los que practican el santo
tén d é la juventud es la frecuencia de loe sacra­ precepto de la caridad.
mentos de la Confesión y Comunión. Dadme un
R . I . 1? .
niño que frecuente estos sacramentos y le vereis 1
crecer en su juventud, llegar ti la edad v iril y
aloansar, si Dios quiero, á la mtls avanzada an­
cianidad. con una conducta que servirá de ejem­
Coi apnbtción de li iitorídad Sclesiü tia > Gemte JOSÉ GilBlKO.
plo á cuantos le conozcan.
Turín — Tipografía Salesiana.
Id.

COLECCIÓN DE CLÁSICOS LATINOS
C O E R E G ID O S Y

€ e s a r c C. G. Commentaríornm de Bello civíli liber I
et I I . Edidit J. B. Francesia sac. doct. Pts. o 25
— Commontatorium de Bello Gallico líber I ot
n
................................................... »
O 20
— De Bollo Gallico liber I I I , IV et V
. » O 25
C ic e ro n e M. T . Cato Major, seu do sonoctute et
de Somnio S c ip io n is ............................ »
O 20
— Epistolamm selectarura liber primas cum notis.
Ed. 5 * ............................................ »
O 20
— Epistolaruia selectaram liber I I , cam nótis — Ed.
............................................. • ' .
> 0 20
•Cicerone 31. T . — In JlarcamAntoaiamphilippica
I I . Eecensait, adnotationibas aaxit Jo. Baccias can.
p r o f . .............................................. ......
O 40
— In Harcam Antonium pMlippica I I I , et oratio
pro Arcbia poeta. Adnotat. aa-^cit et illastr. J. B.
FYancesia sac. doct. — Ed. 3* .
. »
O 15
— Laelias, sive de Amicitm. Dialogas ad T. Pomponiam Atticam. — Ed. 4“ . . . . »
O 20
— Laogbi Ciceroniani, scelti ed annotati da Cle­
mente Vignali. Parte 2* per le classi del Ginnasio
sa p e rio re .......................................... »
0 70
— Laogbi Ciceroniani, scelti ed annotati da Cle­
mente Vignali. Parte 1* per le classi del Ginnasio
Inferiore.................................................. » 0 50
— L’ Orazione pro Q. Ligarlo, commentata da Cle­
mente Vignali....................................... » 0 30
— n Sogno di Scipione, commentato da Clemente
V i g n a l i ............................................... » O 40
— TiKcnlanaram Dispntaüonam liber I. In asum
tironom caravit, adnotat. aaxit Jo. Baccias can.
p r o f . ................................................... » O 40
— Tascalaram dispatationum liber I I . In usam tironam caravit, adnotat aaxit Jo. Baccias can.
p r o f . ................................................... » 0 40
€ la u d la n o C. De rapta Proserpinae libri tres. Eocensait et varüs lectionibas aaxit Vine. Lanfranc h i a s .................................................... » O 40
G o rn elio N. Vitae excellentinm imperatorum, additis ai^mentis et noüs ad honestas javeatatis asara. — Ed. 9*........................................ » O 50
C a r z io B . Q. De rebas gestis Alexandri Magní
historiaram liber I I I et IV . . . . »
O 30
F a v o le e B a c c o n ti la t i u i raccolti da Clemente
V i g n a l i ............................................... » O 50
P e d ro lib. d’Aag. Pabalaram Aesopiamm liber I
et I I cam notis. — Ed. 6* . . . » 0 15
— Pabalaram Aesopiaram liber m , IV et V cara
notis. — Ed. 5*.................................. » O 15
lá v io T . Historiaram liber I . — Ed. 3*
» O 30
— Historiaram liber I I . In asara tironam caravit,
interpretat. aaxit Jo. Baccias can. prof. — Ed,
8*............................................................» 0 40
— Historiaram liber X X I. Testo con introdoz. e note
del sac. prof. PietroGiordano. — Ed. 2* » 1 —
— H istoriam m lib.XXIetXXII.— Ed.7*. > 0 40
— Historiaram liteá X X I I I , X X IV et XXV. Testo con
introd.enotedelsac.dott. C. U . Baratta » 1 50

ANOTADOS

L u c r e z io T . c . Do roram natura. In asum tironum selogit, adnotat. aaxit Jo. Baccias can. prof.
^ Ed . 2*.................................................pts. 0 40
O v id io P . N. Ex libris Pastorum et Tristram. Con
profaz. e noto Ital.delsac. dott. G. B. Francesia.
Ed. 3 * . ...............................................» 0 70
— Ex Oporibus selecta in usam scholanun, cum notis
J. B. Erancesiae sac. doct. — Ed. 8* . » 0 20
— Metamorphoseon. Fabalae studiosius expargatao.
Con introdazioue critica al Poema, peí sac. dott.
Francesco Cerrati. — Ed. 2*. . , » O 70
ü ra z io Q. F . Ex libris Odarum, cam notis J. B
Francesiae sac. doct..............................« 0 25
— Satyrae et Epistolae, cam notis Joan. Bapt. Prancpsiae sac. doct. — Ed. 2‘ . . . . » 0 20
P a lu m b o L . Minerval. Comoedia. . . » 0 40
P la n t o 31. A. Aalolaria. Adrecentioreseditiones oxegit, animadversionibas auxitet scholasticis praelectionibas accomodavit Tli. Vallaarias.— Ed. 3* » O60
— Captivi. Ex recensione Frid. Henr. Bothe a tanrineusi editore passim emendata. Accedunt dao
animadversiones Th. Vallaurii. — Ed. 3*. » O 40
— T r in u m u s ...................................... » 0 60
P l i n i o C. S. Ex Epistolis selecta. Edidit J. B.
Francesia sac. doct............................» 0 20
— Panegyricos Traiano imper. dictas, curante V .
L a n fra n c h io ..................................... » 0 30
Q iiin tília n o M. F . Institationes oratoriae. Liber
decimas. Testo con pref. e note ¡taliane del sac.
prof. Giovanni Garino — Ed. 2*. . » 0 80
S a llu s tio C. G. De Bello Jugnrtlnno historia. In
nsnm tironam caravit, adnotationibas auxít Joannes Baccias can. prof. — Ed. 2*. . » 0 00
— De Bello Jagartliino historia, in asam tironam.
Ed. 6“
........................................... » 0 30
— DeConiarationeCatilinaohistoria— Ed.6*. »0 2 O
— De Coniaratione Catilinae historia. In asum ti­
ronam caravit, adnotationibas aaxit Jo. Baccias
can. prof. — Ed. 2*...........................» 0 40
T á c it o C. De Germania liber. Con preíaz. e note
del sac. prof. Giov. Garino. . . . »
1 —
— (10) Vita Cn. Jalii Agricolae. In usam scbolaram edidit J. Baccias sac. . . . »
0 20
T ib u llo A. Poosíe scclte, con note italiano del sac.
dott. G. B. Eiancesia. — Ed. 9*. . » 0 40
T i r g i l i o P . M. Aeneis. Libri toes priores, ex recentíone Chr. GoUl. Hejne. Varüs lectíonibns íostrnxit atqae adnotationibas illostoavit Vine. Luníra n c h ia s .............................................. » 0 50
— Aeneidos. Beliqaí lílx i novem ex receniione Chr.
Goto]. Hejne. VarüsledáonibasmstooxitatqaeadDOtat. illostoavit Vine. lAnfranchius — Ed. 2* » 2 —
— Bucólica et Geórgica — Ed. 4*. . . » 0 25
— Bacolica et Geórgica. In asam tironam caravit,
adnotationibas aaxit Jo. Baccias. Accedit carmen
Cometes Aastralis an. MDCCCLXXXII » 0 80

Bnenos-Aires — LIURERIA SALESIANA — Sarrii (Bareeloiii)
PUBLICACION RECIENTE.

ESTUDIOS LITERARIOS.



E n loa T a lle r e s S alesian os d e S a rriíi (B a rcelo n a ) acaban d e ed ita rse bajo,-.el
títu lo g e n érico d e ¡Estudios Literarios^ tres prim orosos a rtícu lo s gra m a tica les y Ují
b r e v e ep íto m e d e ga licism os, p o r e l P . O rtú za r, d e la C o n gre ga ció n d e D . B oscb,
bajo e l pseudónim o d e Abeja. S on sus e p íg ra fe s : L a lengua y el arte, L a len gu ífly
el uso, L a lengua y el abuso, y contien en finas observacion es p rop ia s sobre e l albte
de la p a la b ra en g e n e ra l y más p a rticu la rm en te sobre e l id io m a ca stella n o, (J.ue
pu dieron m u y ju sta m en te h a b er m erecid o ó, su m a lograd o autor, lu g a r m u y s e l ­
la d o en tre los tra ta d ista s d e míís v a lía . L o corto d é este sustancioso opú scu lo h jice
d ep lora r nó h a y a ten id o ocasión e l p ersp ica z c rític o y eru d ito filó lo g o d e d esa ­
rro lla r ta l m ateria en m ás am plio volu m en .
.
D e v e n ta en la L ib r e r ía C a tó lica , P in o , 5, B a rc e lo n a y lib rería s salesianas.

F . Sarda y Salvany.

El, GMN APÓSTOL DE LA KlM Z EN EL SIGLO XIX.
Rasgos biognííicos sobre Don Rosco y la Congregación Salesiana.
Edición ilnstrada con. más de 30 grabados.

BOLETIN SALESIANO.
ASO X. - X. 10.
Se

— Publicación mensual —

p x ila lio a e n

OCTUBRE de 1895

It a lle z ^ o , e a p a ia o l, fr a n c é s . I n g lé s y

a le m á n .

Vía Coitolcngo • 32 — D IR E C C IÓ N — Tarín (Italia)

K-P 'i

Rev . “ 0 Sig: Rettore

14-7

Ospizio del Sacro Cuore
^ ia Porta 8. Lorenzo 42
ROx
MA
Texto
OLETIN
SALESIAfíO
El peligro, Padre Santo, eeti en la continua difu­
sión de libros Infames; y para poner coto á tamaéo
mal, yo no reo otro remedio, lae, por el lindo día y la mar tranquila fuó un
paseo. En menos de 7 horas llegamos. Preparán­
dose á dar la vuelta á la última punta que dá
eutiada á la bahía de la Misión , como á un
cuarto de hora de distancia, el capitán del vaporcito anunció nuestra llegada con repetidos
Kilvidoa. Pa.Haron unos minutos y ya estábamos de
frente. |Oh ! qué es eso, gritó y o , allí hay un
pueblo 1 Nos pareció una ciudad en germ en,
con su muelle, con su matadero, con su ])anadcría, quesería, i^andcs galpones, unas veinte casas
nuevas bien hechas, para los in d io s, además do
conservarse unas cinco ó seis de las viejas, tér­
mino de mis antiguas romerías por la tarde, pjrra
rezar allí en medio do cada familia de Indios el
Oredo, el Padre Nueetro y la Salve.
Estas son las im])resione8 á vuelo de pájaro,
que debían después aumentarse del doble, cuando
tuvimos la comodidad de visitar y observar de
cerca todo. N o olvidaró la agradable impresión
(]ue me hizo la capilla engrandecida, baiio nuevo
plano y la dirección en los trabajos del Hermano
Kevdo. Padre Juan Bernabé, tanto que ahora
pueden caber comódamente trescientas personas.
Su forma de cruz latina, con sus esbeltas arca­
das, encantan. Pero no quiero invertir el orden
en la exposición de las cosas. Volvamos á bordo.
A l i>oco rato el va^mroito llegó al punto de
ecbar el ancla. Aquí crece mi maravilla. Veo casi
redoblado el número de los niños, que al salir
do la escuela saltan, corren, gritan y se desparraluau
todas partes. Sun más de treinta. Del
lado de las Hermanas salen tambión de la instnicci«Sn y del trabt^io un gran mimero de muje­
res, no menos de cuarenta, y una docena de ni­

S

ñas de su colegio, que todas aseadas y en buen
orden se dirigen íiacla el m n elle, acompañadas
por sus maestras las Hermanas de María Auxilia­
dora.
Los hombres que se encontraron presentes en
sus casas habían precedido á todos, y parte ya
estaban sobre el muelle, y algunos, los marine­
ros, iban preparando una chalupa de la casa para
venir á tomar al Padre Grande según ellos Uaman
al Superior de las Misiones, Monseñor Fagnano,
Sobre la frente y en los ojos de todos se les veía
el contento y la alegría.
Una vez desembarcado, yo creía que todo
concluiría como en lo pasado y lo dicho. Pero
debía presenciar algo más , una cosa nueva.
Detrás de la muchedumbre de mujeres, de homl>res y niñas que todos se habían tomado en medio
á Monseñor para besarle las manos, ó, no pndiendo algunos acercársele, para significarle su
gozo con otras señales á la indiana, los niños del
Colegio 86 preparaban á dar un ensayo de su
habilidad en un arte bella, en la música instru­
mental. j Es posible
Esos niños gran parte de los
cuales había yo desbastado con duro trabajo y
ayudado á salir fuera de su rudez y á levantar
su corazón hacia el C ielo, hacia D ios, mediante
la clase y el catecismo, ahora quieren mortifi­
carme , quieren hacer ver que tienen más vida,
qne sus almas tambión son capaces de cosas
grandes!..... ¡U n a banda compuesta de niños in­
dios I ¡ O h ! esto sí que para mí fue una sorpresa
y grande. Dejo por consiguiente de describir otras
manifestaciones, que no me sería posible en todas
sus particnlaridadea, y acompañados de la mú­
sica vamos á la antesala 6 atrio que está delante
de la capilla. A llí se improvisó como una especio
de Academia, ün niño de los más instruidos, Sil­
vestre, en nombre de todos sus compañeros do
clase, leyó una corta poro bonita composición á
Monseñor, con la cual quería demostrar cómo
todos los corazones de los niños ó Indios en aquel
día batían de amor y -de gratitud verdadera para
con ól á quien deben su vida social, su educa­
ción y el ennoblecimiento de sus almas.
Después de esto, un luíniero como de veinte
niños, dirigidos por su hábil y pncientísimo Maes­
tro v'^eñor Luis Lanfranconi italiano de nación, y
que parece baya nacido para instruir en la mú­
sica á niños y á niñas indios, comenzjiron á tocar
varias piezas.
Y o no soy músico y no espere de mí un buen
juicio, poro debo confesarle que mi corazón se
conmovió hasta derramar lágrimas. j Y quien me
acusaría de debilidad en esto á m í , qne en el
curso de cuatro años v i llegar de los bosques, en
varias épocas, gran parte de aquellos niños, tos­
cos y verdaderos salvajes?..... N o me atrevo á
penetrar en el corazón del Superior Monseñor
Fagnano. Grande sin duda debió ser su consuelo
al coger tal fruto de sus trabajos nunca dejados
por sumas y duras que hayan sido las dificulta­
des encontnidns y que encuentra por todas partes
para llegar á hacer hijos de la Iglesia y de la civi­
lización á esos infelices y últimos hijos de Adán.
Pero basta de lo que á la parte esterna res­
pecta. Altora debo hablar del adelanto de esos
pobres Indios en los trabajos, en el tra to , en la
Religión, en el conocimiento de sí mismos. Tuve
la dicha de poderles dirigir en la capilla la pa­
labra de Dios más de una vez. ¡ Cuánta atención,
qué buenas disposiciones, cómo corresponden, y
cuanta capacidad en ellos para comprender y dis­
tinguir el bien del m a l!
qué diría de la fre-

233
caencia á los Santos Sacramentos? Pero lo que | Esos infelices Indios que extienden sus manos
más me impresionó ftié saber, y constatar en ¡ pidiendo socorro, tienen, al fin, todo el derecho de
ser ayudados, porque son parte de la humanidad,
parte, que hay un buen número de mujeres y
algunos hombres Indios que se confiesan y co­ hijos de Adán y hermanos nuestros en Jesu­
mulgan á menudo. Aquí está todo el b ie n , la
cristo.
sustancia, el centro de la verdadera Religión y
Perdóneme, Revmo. Señor Don Rúa, si he sido
educación civil. Si el confesarse es una filosofía,
largo en esta mi relación. Y robándole me ben­
como dice un grande escritor ¡los Indios son filóso­ diga, le beso la mano y me confirmo
fos !..... ¡ Oh, Revmo. Señor Don Rúa, cuanto va
En Jesucristo Jtijo afmo. y ohmo.
obrando la gracia de Dios en aquellas pobres
almas! Aún añado más. E l regocijo se aumentó
Guii.LF.RMO D ki. T urco , Pbro.
y llegó al entusiasmo, cuando el Superior Mon­
Misionero Salesiauo.
señor Fagnano tuvo en uno de esos días la oca­
Abril de 1896.
sión de administrar el santo Bautismo á otro buen
número de mujeres que recién llegadas de la
V \' V N’ N T 7 *V *V ~ V ~ 7 "V "V "V V *Y *V ~ V A '^ V N' \
\ V V V V V V N '-V
gran isla de la Tierra del Fuego, ya las Herma­
nas de María Auxiliadora las habían instruido y
dispuesto bien como lo saben hacer ellas. No
más academia reservada en ese día. Miisica
sagrada antes tocada por los niños en la capilla.
Y después de mediodía concurriendo de sus
casas todos los Indios, música varia en la plaza
situada delante de la capilla y casas de los Padres
D e una carta que el mismo Monseñor Cagliero
y Hermanas. ¡Este sí que ha sido un verdadero
dirigía últimamente al Director General de la
e inocente espectáculo ! ¡ Jamás se había gozado
Obra de la Santa Infancia en París, tomamos
tanto en la Isla ! ¡ Y como agradecían los Indios
cuanto sig u e:
alguna buenapalabra ó pregunta que entretanto iba
E l Señor ha bendecido nuestros esfuerzos diri­
Monseñor dirigiéndoles en particular, y después
gidos más hacia la infancia, que á los adultos,
los dulces y confites que les dispensaba! Pué
para salvarla de la perversión de las Escuelas
aquel un día del Señor.
ateas del Estado y hemos obtenido atraerla á las
Y aquí no puedo menos de admirar la paciencia
y constancia del Hermano, el Revdo. Padre Bar­ Escuelas de la Misión, ampliadas, mejoradas y
tolomé Pistone^ Director de la Misión, para hacer provistas de los convenientes y necesarios uten­
silios escolásticos y de hábiles maestros, quedando
adelantar el bien en medio de las rudas pruebas
que á menudo se encuentran a llí á causa de las in­ por esto casi desiertas las del Estado.
Es en verdad un consuelo grande ver el em­
clinaciones y carácter duro y difícil de corregirse
de los Indios. Consuélese de tener á su lado H er­ peño con que nuestros 1,.500 alumnos estudian el
Catecismo y la Historia Sagrada, casi ú prefe­
manos, cuales son Schikora, Asvini, Jarable, etc.
rencia de las otras materias (>e enseñanza; y la
Si la salud me lo hubiera perm itido, no habría
grande afluencia á nuestros Oratorios festivos y
yo cedido mi puesto al Revdo. Padre Grosso, que
allí trabaja actualmente en favor de los niños. O frecuencia á los santos Satrameiitos de la Con­
fesión y Comunión.
á lo menos me habría quedado ahora como tercer
Doce* son los Colegios que sostiene la Misión,
Padre, sintiéndose grande la necesidad de au­
dirigidos todos ellos por nuestros Misioneros Samentar el personal en la Isla para poder asegurar
el bien notado. ¡ Aumente Dios el número de las lesianos y por las Hijjis de María Auxiliadora,
vocaciones de Misioneros, también entre Herma­ ademsis de los Orfanatos y Asilos para uno y otro
sexo.
nos legos!
Las autoridades locales reconocen la superiori­
Concluyo finalmente con decir que la conver­
dad de nuestras Escuclae sobre las dcl Estado y
sión y civilización de los Indios es ya tin hecho,
es una cosa segura. Los Superiores, y en parti­ en sos informaciones al Gobierno las elogian ; de
cular el Superior de estas Misiones, Monseñor lo que nos aprovechamos nosotros para persuadir á
Fagnano, pueden gozarse en Dios de haber al­ los padres á qne nos manden sns hijos á fin de
completar sas estudios con los principios de nues­
canzado los santos y grandes fines de sus deseos,
de sus fatigas, angustias y sudores. Pueden tomar tra Santa Religión.
Uno de nuestros misioneros recorrió, con un
aliento é ir adelante para llamar también y re­
Catequista, más de 300 leguas visitando varios
ducir á los Indios Onas de la Tierra Grande del
Fuego. Los doscientos de la Isla Dawsón son una grupos de Indios, instruyendo y bautizando á los
prueba, son como una prenda de un feliz resal­ niños; otros dos recorren el vasto va lle del Río
Negro con el mismo fin y machos angelitos de
tado. Paréceme poder afirmar que Dios lo quiere,
familias infieles son agregados bien á la militante
y que Don Bosco ayuda á estas Misiones, como
ó bien á la triunfante Iglesia.
en los últimos momentos de su vida ardiente­
Pocos díim hace llegó de muy lejos el hijo del
mente las recomendó. Nada más resta que rogar
Cacique Yancuche á visitar á sus hijos y sobrinos
á Dios toque el corazón de almas generosas, que
han tenido la dicha de nacer en medio de la ci­ recogidos en nuestra Casa central de Viedma,
capital del Territorio del Río Negro, y reconocido
vilización y que viven rodeadas de todos los
por el bien recibido en el Santo Bautismo, que
bienes espirituales y materiales en el seno de la
recibió con otros 300 de sn tribu, vino á pedirme
Iglesia Católica, para que vengan con su óbolo
un Sacerdote Misionero, para que fuera á instruir
en ayuda de estas Misiones en particular. N u e^
y bantizar k loe niños de sns compatriotas, llega­
tro Señor Jesucristo el cnal ha prometido tendría
dos poco há de la vecina Araucania de Chile.
cuenta hasta de un vaso de agua fría ofrecida
Este año hemos podido también impedir qne
por BU amor á un sediento, les devolverá sin
el Cacique Saynhneqne reencitara el así llammlo
duda el céntuplo por uno aquí sobre la tierra, y
Oamarujo, rito, si no propiamente idólatra, aluna recompensa eterna en el Cielo.

P A T A G O N ÍA .

EN FAVOR DE LA SANTA INFANCIA.

— 23i
monos supersticioso, seguido do danzas y orgías
inmorales, con peligro de la fe y do las costuml)roH de los niños y con escñudalo de las vecinas
colonias cristianas.
Micuitras hablo do estos queridos angelitos, creo
lo será grato quo lo narro un hecho singular de
una niña que frecnenta el Colegio do las Hijas
de María Auxiliadora on Carmen de Patagones.

hecha á su buena Madre j entonces la Hermana
Sacristana no sacaba del platillo los regalos que
por la manana había puesto 4 los pies de la Vir­
gen Blanca. Luego yendo la niña 4 saludarla por
la tarde antes de dejar el Colegio y hallando to­
davía en el platillo los dulces y las ¿utas que
la había ofrecido, toda triste y llorosa decía á
las maestras y compañeras: — i a Virgen hoy no

ha comido, porque no me he portado bien. ¡A h !
mañana, mañana quiero portamne mejor, y man­
I^ a p c q i i e f m A i i i t t i . — Hut^rfana de madre,
entró en nuestro Colegio la pequeña Anita íl la
edad do tros años. V iva sobremanera y de un
carácter precoz, violento y caprichoso, daba mu­
cho quo temor para ol porvenir, si estos defectos
hubieran aumentado con el crecer de los años.
Sus pequeñas compañeras, tanto las do color
blanco, como las indígenas de color obscuro, advirtiondo quo no so hallaban seguras á su lado,
se quejaron á las maestras, las que pensaron
resentar A la pequeña huérfana 4 la misericoriosa Sladro del Cielo, para que la recibiera como
hija y la jirotegiera como suya.
Condujéronla con este íin al altar de María
[niimculada y arrodilladas ante su hermosísima
estatua, enseñáronla 4 encomendarse á ella y le
amonestaron no la disgustara do allí en adelanto
con sus caprichos. L a niña sintió en su tierno
corazón la necesidad de una Madre quo la amara,
y oyendo decir 4 sus maestras quo la Virgen In­
maculada amaba 4 las niñas buenas, resolvió
en su corazón portarse bien para de este modo
merecer el afecto de la Virgen Blanca, como ella
la llamaba, porque así aparecía 4 sus inocentes
ojos por su cándida túnica, por su hermoso manto
azul-celosto y por sus hermosos encajes do oro y
plata.
Desimés de la presentación 4 la Virgen Inma­
culada, la niña cambió su vivacidad en seriedad
y BU natural terquedad en humilde docilidad.
Hnstaba decirle : A n ita , A la Virgen no la gusta
que te portes mal..... que contestes..... que pelees
con tus compañeras..... iiimediatiuneute so com­
ponía y obedecía religiosamente.
A l entrar en ol Colegio todas las mañanas, su
primor pensamicuto era ir 4 la Capilla de la
Virgen Blanca y con infantil simplicidad, abría
su cestilla y 4 los pies do la Virgen, sxi querida
Madre, ¡ depositaba las mejores frubis, dulces y
llores que traía ¡ ..... luego imitando la postura
do la Virgen, juntaba sus manecitas, levantaba
los ojos ni Cielo é inclinando un poco la ca­
beza, arrodillábase ] h>oo 4 pm-o y recitaba on voz
altii algunas Art* Murias, y luego..... quedaba en
silencio por algunos minutos. A l verla las maes­
tras y compañeras entrar en la escuela con el
rostro transforjuado, seria, silenciosa, lo pregun­
taban quó lo bahía dicho la Virgen Blanca, v
olla con el mismo candor infantil respondía: Jlíe

S

ha dicho quo me porte bien.
Las niñas del Colegio, maravilladas de este su
extraordinario afecto 4 la Virgen Inmaculada, en
vez do llamarla la /nmarahuííi, llamábanla la
rfs A.aíh( y arrastradas por su ejemplo,
las mayores y las pequeñas, principiaron 4 visi­
tar todos los días 4 la Celeste Reina, Madre de la
Santa Infancia. Fácilmente se deja comprender
cuan grandes fueron las ventilas que de esto re­
sultó pava sus almas y para la disciplina del Co­
legio.
Sucedía alguna vez que, por su vivo carácter,
disturbase en la escuebv, olvidiindo así la promesa

tenía su proinesn.
Tan querida ó inocente devoción, con mara­
villa de todos, continiía todavía después de dos
anos y Anita todavía no cuenta los (j de su edad.
En el pasado agosto ol día de la Asunción al
Cielo de la Santísima Virgen, una compañera le
dijo : Anita, la Virgen Blanca murió esta mañana
y se la han llevado al Paraíso. A l oir tal noticia,
todavía no instruida suficientemente sobre la
solemnidad ni sobre el glorioso misterio de la
Asimción, quedó con la vista tija en su compa­
ñera.... sus ojos se llenaron de lágrimas.... enmu­
deció, y su rostro quedó pálido. En este momento
llegó la maestra y le preguntó: — 4 Qué tienes,
Anita T 4 Qué te sucede ? — María (indicando á
la compañera) me ha dicho que ha muerto la Virgen.
L a maestra le hizo algunas caricias y consolán­
dola le d ijo : L a Virgen se ha ido al Cielo 4 pre­
pararte Tina hermosa corona para regalártela
cuando vayas á visitarla. Mas no bastaron las
caricias ni las palabras de la maestra para con­
fortarla. A mediodía no com ió, diciendo que le
dolía la cabeza..... al día siguiente faltó 4 la
escuela.....un médico corrió’4 su cabecera., y las
compañeras compadecidas de su estado se apre­
suraron 4 rogar 4 la Virgen Blanca por su ino­
cente Anita.

ECUADOR.
VICARIATO DE MÉNDEZ Y CUALAQDIZA.

La Fiesta de la Shanza entre los Jíbaros.

S

ix religión verdadera ó falsa, es imposible
toda sociedad. Por esto se observa que los
Jíbaros, selváticos de suyo y recelosos uno de
otro, 80 dan cita, sin embargo, para celebrar, de
conuin satisfacción y olvidando sus rencores, las
fiestas de la Shanza , que es para ellos la fiesta
de las tiestas. Estos son sus deidades; do ellas
esperan la imortalidad en la presente vida, la
abundancia de bienes, la victoria contra sus enemigtvs y la prosperidad de su raza.
Desde época inmemorial, los Jíbaros solían cor­
tar las cabezas de sus víctimas, las disecaban, las
festejaban, y después las colgaban suspendiéndolas
en postes por el camino, y sin pelo, para que el
tiempo las destruyese, y persuadidos además que
tales cabezas contribuían á la felicidad de los
campos y al bienestar de los animales, en espe­
cial de los cerdos. — Refiérese qne nn señor es]Mñol, sabedor de la existencia de estas cabezas
disecadas, mandó á Q uito, hace treinta años,
más ó menos, dos de ellas, valiéndose de persona

— 235 —
idónea é influyente, con la mira de llevárselas á
España. L a novedad se publicó en Europa, hiciélonse en consecuencia otros pedidos , y quedó
así entablado el comercio de las Skanzai. A l prin­
cipio vendíanse en sumas considerables, las que
por lo mismo daban cebo á la codicia y crueldad
de los traficantes ; mas boy, por fortuna, su an­
tiguo precio ba rebajado mucbo.
Cuando un Jibaro ba adquirido una Shansa
matando á un enemigo, al regresar á casa celebra
la fiesta que denomina de entrada, con sus pa­
rientes y vecinos. E l cura da de beber al mata­
dor el misterioso zumo de tabaco, y luego prin­
cipia ima ruidosa bacanal, que dura algunos días.
Concluida esta fiesta, el vencedor manda sembrar
yuca y plátano en dos ó más chacras, y compra
puercos para que engorden ; todo con la mira de
festejar su shanca. Cerca de dos años, por lo me­
nos, transcurre hasta que las chacras rinden Ijj
cosecha y se acaban los preparativos de la fiesta.
Todo este tiempo, el Jíbaro ayuna sin interrupción.
Solo le es permitido comer la carne de pescado,
la 3Tica y el plátano sin el menor condimento.
Las mujeres fabrican trescientas ollas, más ó me­
nos, las que colocadas en largas hileras al medio
del gran salón de la fiesta, dos días antes de
empezarla las llenan con chicha. Hacen pesca
en grande, etc. L a concurrencia es numerosísima,
pues vienen familias enteras hasta de diez jom a ­
das de distancia.
L a fiesta de la shanza se hace en una casa
muy espaciosa, á modo de iglesia, que construyen
toiies quotics. En un palo adornado con flores y
ramas suspenden las skanzas unas debajo de otras.
Estando ya reunidos los convidados, un Jíbaro
anciano que hace de sacerdote, á manera de las
letanías en nuestras iglesias, va recitando muchas
frases ante esas cabezas disecadas y con pelo, ora
reprendiéndoles, ora alabándolas; y los circuns­
tantes van contestando. En seguida las adoran
dando vueltas por la casa á guisa de procesión,
entrando por una puerta y saliendo por otra;
siempre cantando é hincando la rodilla al pasar
delante de las shanzas.
El Cura cierra el ayuno al fiestero ó fiesteros (1)
poniéndoles en la boca una presa de carne de
cerdo, y dilndoles á beber el zumo del tabaco.
Pinta la shanza con color negro. Hace las ce
reraonias de increparla y venerarla con loe asis­
tentes. Reparte los plátanos, que en numerosos
racimos están colgados del techo, desde quince
días antes. Hecho esto, d;íse principio á la be­
bida y al baile. Los hombres se toman de las
manos formando un cordón, y bailan y saltan
andando al rededor de la shanza, sin soltarse
de las manos. Las mujeres bailan así mismo
teniéndose de las manos, en otro cordón con­
céntrico al de los hombres, y haciendo sonar,
cuando saltan, una multitud de cascabeles, y
cortezas ahuecadas que llevan pendientes de la
cintura. E l fiestero, ataviado con la mejor gala
que le ha sido posible, es el único que en el
baile tiene á su consorte en la rueda formada
por los hombres. Antes de que b a ile, el cura
tomando la shanza del poste en que está suspen­
dida, se la cuelga á modo de rosario; y cuando
cesa el baile, restituye la shanza al susodicho por el cual le estaré para siempre agra­
decida.
F. A. DE M a u tin e z .
Caracas, 7 de Abril de 1895.

Sr. Director del Boletín Salesiano.
Mu y Sr . mío :
X o sabiendo como mejor agradecer á María
Auxiliadora la salud que me devolvió prodigiosa­
mente, doy publicidad al hecho enviando la re(ii TvTid'K tronce baeco que produce os sonido semqjante,
Misqae mnebo más foerte. »1 del bembo. Poeeto en nn cerro,
rem en» á mocb»s lesnas de distsneís. Sii^'e p » r » conrocsr A
|TnerT»; p » r » »onn ci»r 6 dnelo. 6 slesri», 6 fiest» y tsmbiin
p »r » pedir auxilio en nn» dessreci».
(2) A las tres ó castro de 1» maOan», se reparten en cada
ptaeka S cama de nna i*amilia, nna olla llena de Tnca cocinada
y nn plato de pescado también cocido. Coando nn jibaro aiente
turbársele la cabera por la chicha qne ha bebido, sale foera;
ae excita al rdmíto para desocupar el est4imazo, corre á baCarse,
y retoma con más bríos para sentir gritando, bebiendoy bailando.

— l.'3C —
lacireguntó al niño do cual camino hablaba.
El niño contestó:
— V. 80 ha olvidado de mirar arriba.
L a voz do la inocencia penetró el alma de aquel
hom bre: vacia ol saco, toma do la mano á su
niño y miis que Gemte JOSÉ GilBlKO.
plo á cuantos le conozcan.
Turín — Tipografía Salesiana.
Id.

COLECCIÓN DE CLÁSICOS LATINOS
C O E R E G ID O S Y

€ e s a r c C. G. Commentaríornm de Bello civíli liber I
et I I . Edidit J. B. Francesia sac. doct. Pts. o 25
— Commontatorium de Bello Gallico líber I ot
n
................................................... »
O 20
— De Bollo Gallico liber I I I , IV et V
. » O 25
C ic e ro n e M. T . Cato Major, seu do sonoctute et
de Somnio S c ip io n is ............................ »
O 20
— Epistolamm selectarura liber primas cum notis.
Ed. 5 * ............................................ »
O 20
— Epistolaruia selectaram liber I I , cam nótis — Ed.
............................................. • ' .
> 0 20
•Cicerone 31. T . — In JlarcamAntoaiamphilippica
I I . Eecensait, adnotationibas aaxit Jo. Baccias can.
p r o f . .............................................. ......
O 40
— In Harcam Antonium pMlippica I I I , et oratio
pro Arcbia poeta. Adnotat. aa-^cit et illastr. J. B.
FYancesia sac. doct. — Ed. 3* .
. »
O 15
— Laelias, sive de Amicitm. Dialogas ad T. Pomponiam Atticam. — Ed. 4“ . . . . »
O 20
— Laogbi Ciceroniani, scelti ed annotati da Cle­
mente Vignali. Parte 2* per le classi del Ginnasio
sa p e rio re .......................................... »
0 70
— Laogbi Ciceroniani, scelti ed annotati da Cle­
mente Vignali. Parte 1* per le classi del Ginnasio
Inferiore.................................................. » 0 50
— L’ Orazione pro Q. Ligarlo, commentata da Cle­
mente Vignali....................................... » 0 30
— n Sogno di Scipione, commentato da Clemente
V i g n a l i ............................................... » O 40
— TiKcnlanaram Dispntaüonam liber I. In asum
tironom caravit, adnotat. aaxit Jo. Baccias can.
p r o f . ................................................... » O 40
— Tascalaram dispatationum liber I I . In usam tironam caravit, adnotat aaxit Jo. Baccias can.
p r o f . ................................................... » 0 40
€ la u d la n o C. De rapta Proserpinae libri tres. Eocensait et varüs lectionibas aaxit Vine. Lanfranc h i a s .................................................... » O 40
G o rn elio N. Vitae excellentinm imperatorum, additis ai^mentis et noüs ad honestas javeatatis asara. — Ed. 9*........................................ » O 50
C a r z io B . Q. De rebas gestis Alexandri Magní
historiaram liber I I I et IV . . . . »
O 30
F a v o le e B a c c o n ti la t i u i raccolti da Clemente
V i g n a l i ............................................... » O 50
P e d ro lib. d’Aag. Pabalaram Aesopiamm liber I
et I I cam notis. — Ed. 6* . . . » 0 15
— Pabalaram Aesopiaram liber m , IV et V cara
notis. — Ed. 5*.................................. » O 15
lá v io T . Historiaram liber I . — Ed. 3*
» O 30
— Historiaram liber I I . In asara tironam caravit,
interpretat. aaxit Jo. Baccias can. prof. — Ed,
8*............................................................» 0 40
— Historiaram liber X X I. Testo con introdoz. e note
del sac. prof. PietroGiordano. — Ed. 2* » 1 —
— H istoriam m lib.XXIetXXII.— Ed.7*. > 0 40
— Historiaram liteá X X I I I , X X IV et XXV. Testo con
introd.enotedelsac.dott. C. U . Baratta » 1 50

ANOTADOS

L u c r e z io T . c . Do roram natura. In asum tironum selogit, adnotat. aaxit Jo. Baccias can. prof.
^ Ed . 2*.................................................pts. 0 40
O v id io P . N. Ex libris Pastorum et Tristram. Con
profaz. e noto Ital.delsac. dott. G. B. Francesia.
Ed. 3 * . ...............................................» 0 70
— Ex Oporibus selecta in usam scholanun, cum notis
J. B. Erancesiae sac. doct. — Ed. 8* . » 0 20
— Metamorphoseon. Fabalae studiosius expargatao.
Con introdazioue critica al Poema, peí sac. dott.
Francesco Cerrati. — Ed. 2*. . , » O 70
ü ra z io Q. F . Ex libris Odarum, cam notis J. B
Francesiae sac. doct..............................« 0 25
— Satyrae et Epistolae, cam notis Joan. Bapt. Prancpsiae sac. doct. — Ed. 2‘ . . . . » 0 20
P a lu m b o L . Minerval. Comoedia. . . » 0 40
P la n t o 31. A. Aalolaria. Adrecentioreseditiones oxegit, animadversionibas auxitet scholasticis praelectionibas accomodavit Tli. Vallaarias.— Ed. 3* » O60
— Captivi. Ex recensione Frid. Henr. Bothe a tanrineusi editore passim emendata. Accedunt dao
animadversiones Th. Vallaurii. — Ed. 3*. » O 40
— T r in u m u s ...................................... » 0 60
P l i n i o C. S. Ex Epistolis selecta. Edidit J. B.
Francesia sac. doct............................» 0 20
— Panegyricos Traiano imper. dictas, curante V .
L a n fra n c h io ..................................... » 0 30
Q iiin tília n o M. F . Institationes oratoriae. Liber
decimas. Testo con pref. e note ¡taliane del sac.
prof. Giovanni Garino — Ed. 2*. . » 0 80
S a llu s tio C. G. De Bello Jugnrtlnno historia. In
nsnm tironam caravit, adnotationibas auxít Joannes Baccias can. prof. — Ed. 2*. . » 0 00
— De Bello Jagartliino historia, in asam tironam.
Ed. 6“
........................................... » 0 30
— DeConiarationeCatilinaohistoria— Ed.6*. »0 2 O
— De Coniaratione Catilinae historia. In asum ti­
ronam caravit, adnotationibas aaxit Jo. Baccias
can. prof. — Ed. 2*...........................» 0 40
T á c it o C. De Germania liber. Con preíaz. e note
del sac. prof. Giov. Garino. . . . »
1 —
— (10) Vita Cn. Jalii Agricolae. In usam scbolaram edidit J. Baccias sac. . . . »
0 20
T ib u llo A. Poosíe scclte, con note italiano del sac.
dott. G. B. Eiancesia. — Ed. 9*. . » 0 40
T i r g i l i o P . M. Aeneis. Libri toes priores, ex recentíone Chr. GoUl. Hejne. Varüs lectíonibns íostrnxit atqae adnotationibas illostoavit Vine. Luníra n c h ia s .............................................. » 0 50
— Aeneidos. Beliqaí lílx i novem ex receniione Chr.
Goto]. Hejne. VarüsledáonibasmstooxitatqaeadDOtat. illostoavit Vine. lAnfranchius — Ed. 2* » 2 —
— Bucólica et Geórgica — Ed. 4*. . . » 0 25
— Bacolica et Geórgica. In asam tironam caravit,
adnotationibas aaxit Jo. Baccias. Accedit carmen
Cometes Aastralis an. MDCCCLXXXII » 0 80

Bnenos-Aires — LIURERIA SALESIANA — Sarrii (Bareeloiii)
PUBLICACION RECIENTE.

ESTUDIOS LITERARIOS.



E n loa T a lle r e s S alesian os d e S a rriíi (B a rcelo n a ) acaban d e ed ita rse bajo,-.el
títu lo g e n érico d e ¡Estudios Literarios^ tres prim orosos a rtícu lo s gra m a tica les y Ují
b r e v e ep íto m e d e ga licism os, p o r e l P . O rtú za r, d e la C o n gre ga ció n d e D . B oscb,
bajo e l pseudónim o d e Abeja. S on sus e p íg ra fe s : L a lengua y el arte, L a len gu ífly
el uso, L a lengua y el abuso, y contien en finas observacion es p rop ia s sobre e l albte
de la p a la b ra en g e n e ra l y más p a rticu la rm en te sobre e l id io m a ca stella n o, (J.ue
pu dieron m u y ju sta m en te h a b er m erecid o ó, su m a lograd o autor, lu g a r m u y s e l ­
la d o en tre los tra ta d ista s d e míís v a lía . L o corto d é este sustancioso opú scu lo h jice
d ep lora r nó h a y a ten id o ocasión e l p ersp ica z c rític o y eru d ito filó lo g o d e d esa ­
rro lla r ta l m ateria en m ás am plio volu m en .
.
D e v e n ta en la L ib r e r ía C a tó lica , P in o , 5, B a rc e lo n a y lib rería s salesianas.

F . Sarda y Salvany.

El, GMN APÓSTOL DE LA KlM Z EN EL SIGLO XIX.
Rasgos biognííicos sobre Don Rosco y la Congregación Salesiana.
Edición ilnstrada con. más de 30 grabados.

BOLETIN SALESIANO.
ASO X. - X. 10.
Se

— Publicación mensual —

p x ila lio a e n

OCTUBRE de 1895

It a lle z ^ o , e a p a ia o l, fr a n c é s . I n g lé s y

a le m á n .

Vía Coitolcngo • 32 — D IR E C C IÓ N — Tarín (Italia)

K-P 'i

Rev . “ 0 Sig: Rettore

14-7

Ospizio del Sacro Cuore
^ ia Porta 8. Lorenzo 42
ROx
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