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Accediendo (i las repetidas instancias que les dirigen señores
y señoras de antoridíul y amantes del verdadero 1)ien de la ju
ventud, han acordado ]as Hijas de María Auxiliadora establecer
en sus respectivas Casas de Sarriá y Barcelona una sección espe
cial para las jóvenes (pie aspiran al magisterio, ofi-eciendo así un
seguro asilo íí la juA'entud que tan acechada se ve y tantos pe
ligros coi’re en la época de sus estudios.
La Casa de Sarriá estará especialmente consagrada á los
cursos preparatorios, que correráji á cargo de maestras titulares.
Las alumnas que sigan la- enseñanza libre de los cursos de la
Normal, aquí tendrán taml)ién sus maestras que las preparen con
venientemente para los exámenes.
Tja Casa de Barcelona ofrecerá un asilo seguro á las jóvenes
que cursan i-egularmente v deben frecuentar las aulas de la Es
cuela Normal, para oír las explicaciones de sus respectivas ]n'0fesoras. A más de ayudarles en sus estudios, las Hijas de María
A'axiliadora aconii>añarán á estas jóvenes á la Escuela Normal,
estarán á su lado en las cátedras y ' n o las perderán nunca de
vista para poder responder de ellas ante Dios y ante sus padres
ó encargados.
C O N D IC IO N E S D E A D M IS IO N .
1.
* Para que una joven pueda ser admitida como pensionist
es necesario que no 'haya sido expulsada de otro colegio, y no
tenga ningún defecto físico notable ó costumbres que puedan per
judicar á sus compañeras.
2.
‘ Las alumnas deberán traer consigo la partida de Bautism
y un certificado de estar vacunadas y no padecer enfermedad
‘alguna contagiosa.
3.
^ La pensión es de 35 pesetas mensuales, pago adelantado
Como entrada se pagarán 40 pesetas, por el uso de muebles.
Q uien recibiere á un
niño en m i nom bre, á
m í m e recibe.
(M A TH . XVIII.)
E n tre las cosas divi
n as, la m ás sublim e es
la d e cooperar con Dios
á la salvación de las
alm as.
O s recom iendo la niflei r la ju v e n tu d ; culin ad con gran d e esm ero
su educación crislinna;
y proporcionadle liliros
'X:'-
la enseñen á huir
3ue
el vicio V á practicar
la virtud.
(S. D i o n i s i o .)
(Pío IX.)
E l am o r a l prójim o es
u n o d e los m ayores y
m ás excelentes dones
q u e la divina bondad
p u ed e conceder á los
hom bres.
(S. F r a n c . de Sales.)
R e d o b l a d vuestras
fuerxas á fin d e a p a rta r
á la niñez y iuventud de
Ja corrupcidn é incre
dulidad y p rep arar así
u n a nueva generación.
(L e ó n XIII. 1
DA MIHI AIMAS C^ETERA TOLLE
^AÑ O X III — N. 7
CottolenflD, 32
®
PUBLICACION MENSUAL
®
@ J ^ e d a c c i o n y ;4:d m i n i s t r a c i o n
i o i
J lI t o r m é n
JULIO de 1899
«
Turfn (Italia)^
m u
de Jesús
-UESTRO Santísimo Padre León X III ha publicado una encíclica cuyo te ito reproducimos
á continuación, en la cual, deplorando la ceguedad de los que no conocen á Jesucristo,
desventura de los que de E l se han sep .rado, y la desatentada conducta de los
gobiernos que van encaminando la sociedad por las sendas del racionalismo, para ale
jarla delSalvador, nos presenta el Sgdo. Corazón de Jesús como el único eficaz remedio contra
tídos esos m ales; como la única fuente de vida de los individuos y de las naciones; como la
pren.!:! segura de nuestras esperanzas de restauración y salvación; y como el único refugio d é la s
almas fieles. Por eso el Papa ha querido consagrar el mundo entero al Deífico Corazón, y por
?sa misma razón todos nosotros, amados Cooperadores, debemos consagrarle enteia y completamente
á El nuestras personas y nuestras familias y cuanto somos y tenemos, pidiéndole al mismo tiempo
<iUt.
que de derecho es suyo el reino universal, venga ú reinar de hecho en todo el mundo; dandu
mz los que andan en tinieblas; trayendo á la unidad de la fe á los que de ella se han sepamd:>; afianzando el orden y la paz en las naciones; y haciendo que su Santa Iglesia disfrute d-y plena libertad, á fin de que E l sea por todos y para siempre glorificado, como autor dt'
a salvación.
— 170 —
CARTA ENCICLICA DE S.S. LEON XIII, PAPA
P O Ji
LA
P R O Y ID E N G IA ,
Acerca de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
A nuestros VcnerabJes Hermanos los Patriarcas,
Primados, Arsobispos, Obispos y Ordinarios, en
paz y comunión con la Santa Sede Apostólica.
León Papa XIII
SALUD Y APOSTOLICA BENDICION
JoR Nuestras Letras Apostólicas, harto
" recientes, hornos ya promulgado, como os
es notorio, el Año Sixnto ó Jubilar, que
BOgúu costumbre é institución de Nues
tros Mayores, debo ser celebrado en esto ciudad
pi'úximaiuento. En el día de hoy, abrigando la
esperanza do celebrar otra solemnidad religiosa
de muy santa nom biadía, Nos manifestanios au
tores y aconsejadores de cierta empresa^ ilustre,
de la cual ciertamente si todos secundáis gusto
sos Y consentís con unánime voluntad, esperamos
insiguos frutos y muy permanentes, en primer
lugar y con razón pava el buen nombre cristiano
y después para toda la sociedad humana.
La aprobadísima devoción acerca del culto del
Sacratísimo Corazón de Jesú s, hemos procurado
defenderla y colocarla en gnwide esplendor más
do una vez, á qjemplo do Nuestros Antoeesores
Inocencio X II, Benedicto X III, Clemente X III,
Pío VI V il V IX, y esto hicitnoa con mayor iutensidatl en decreto'dado el 28 do junio de 1879
cuando elevamos á rito de primeva clast* la festi
vidad de tal título y advocación. Ahora, núes,
hemos concebido una forma miis brillante do ob
sequiar al Divino Corazón, la cual vendrá á ser
como cifnr y compendio do todos los honores al
Mismo tributados y que couñamos ha do ser muy
grato á la Persona do Jesucristo Nuestro Redentor.
No obstante, no es ella nueva ni se emplea
ahora por voz prim era, pue.sto que hace vontioinco añtw, con ocasión dol solemne centenario
»lol celestial mandato contíado á la Beata Margarito María Alacoque, de propagar la devoeion
<lel Sagríido Corazón, fueron enviadas á Pío IX
por particulares y por varios Prelados muelurs
instancias, á fin de que se dignase de consagr.tr
todo el liniyo humano al Augustísimo Corazrm de
Jesús. Plng»> ó Su Santidad diferir la ejecución
panr resolverla con mayor detenimiento, y entre
tanto, dióse amplia facultad ó todas las ciudades
V pueblos para que so consagnaseu voluntaria
mente V se les prescribió una fórmula especial
para el\o. Ahora, pues, los sucesos que han aobreveuido, Nos han hecho juzgar que había llegado
la Síizóu y coyuntura de ejecutor ton hermoso
V sjuito propósito.
, .
‘ Ciertamente que ton completo j máximo testi
monio de obsequio y piedad couviene de un modo
especial á Jesucristo por ser Príncipe y Sumo
Señor de todas las cosas. Su imperio no se ciñe
exclusivamente á las gentes católicas ó á aquellas
solas que han sido regeneradas por el sagrado
bautismo, y si por derecho pertenecen á la Igle
sia aun los desviados de ella por el error ó falsas
opiniones ó las que la disensión apartó de la ca
ridad j no es menos cierto que su poderío se ex
tiende también á todos los desposeídos de la fe
cristiana, de tal suerte, que es verdad inconcusa
que la universalidad del género hnmano está bajo
la potestad de Jesucristo. Puesto que quien es
Unigénito del Padre, y es consustancial con El,
esplendor de su Gloria y figura de su sustancia (1),
es n e c ta rio que tenga comunes todas las cosas
con el Padre y consiguientemente el sumo impe
rio de todas ellas.
Por esta razón dijo de sí mismo el Hijo de Dios
por el P rofeta: Yo he sido constituido Bey sobre
Sión y su monte santo. — E l Scfior me dijo: —
Tú eres mi hijo, yo te engendré hoy. Pídeme y Te
daré las gentes en herencia y los confines de la
tierra para tu posesión (2). Con lo cual declara
que recibió de Dios potestad amplísima, ya sobre
toda la Iglesia, que por el Monte Sión se signifiM,
ya sobre todo lo demás dol orbe qne se entiende
bajo la denominación de términos ó confines del
mismo. Y aquellas palabras: Tú eres mi Hje,
indican claramente en qué fundamentos se apoya
aquella suma potestad, y por lo mismo que es
Hijo del Rey de to d o , es heredero y Señor de
toda potestad, según dicen aquellas palabras: Te
daré las gentes en herencia, que son semejantes a
las del Apóstol San Pablo: A l cual constituyó heredero de todo (31.
Hay que considerar muchísimo todo cuanto
afirmó Cristo do su imperio, no sólo por los Após
toles y Profetos, sino también por sus propias pa
labras. Al pregiintarle el presidente romano:
¿ Luego tú etes Neyf , sin vacilación alguna res
pondió : Tú lo dices que yo soy Bey (4). Y connrmau más claramente la magnitud de esta p o t^
tod Y la infinidad de aquel Reinado, aquella
p.alabras dol Apóstol: mc ha sido dada toda la
potestad en el cielo y en la tierra (5).
Si ha sido, pues, dada toda potestad á Cristo,
se sigue forzos;imente que su imperio ha de s «
sum o, absoluto y no sujeto á ningún arbitrio
ajeno, qne niugún otro baya semejante ni iguah
y por haberle sido dado sobre el cielo y la tierra,
éstos deben de estarle en todo sujetos y obedien
tes. Y este derecho exclusivo y propio suyo lo
ejerció mandando á los Apóstoles dúmlgar su doc
trina. congregando á todos los hombres en un
(1) H e b r., 1. 3.
(2) Ps. 2.
(3) H « b r., I. 2.
(4) J o a n ., x n n . 37.
(5) M a ttb ., x x v iu , 16.
— 171 —
cuerpo llamado Iglesia por medio del bautismo
de salud é imponiendo leyes que nadie puede recusp sin peligro grave de la salvación eterna.
Y DO consiste todo solamente en esto. Cristo
manda no sólo con derecho nativo, por ser el ünigéniro de D io s, sino también con otro adqui
rido. El nos libró del poder de lae tinieblas (1), y
también se entregó en redención á si mismo por
iodos (2). J ^ r ello se hicieron pueblo de adquisi
ción para
(3), no sólo todos los cristianos y
católicos bautizados debidam ente, sino también
CVc*
S. MATEO EVANGELISTA
a l álfo del S a le tia n o D . rig en te G fitin - m , de S a rriá .
Wos y cada uno de los hombres. Y á este pro*
. dijo oportunamente San Agu.«tín : ^Predice, qué compróf Ved lo que dió y ven•reis en conocimiento de lo que compró. E l precio
f* la Sangre de Cristo. ¿Qué cosa puede haber de
^alort ¿Qué. sino todo el mundo, qué, sino
gentes f Todo cuanto dió, lo dió por adtodo (4).
Y porqué hasta los mismos infieles estén snjeal poderío y dominación de Cristo, lo mués^ Santo Tomás al tra ta r acerca de si su poteajudicial se extiende á todos los hombres , y
«anua que la potestad judicial alcanza á la pofl» C í:;= S .. I. 13.
1 T im oth., 11. 6.
í- P*r- u, #.
1'. ItacL 12», íb J utw
testad regia, y concluye diciendo que todas las
cosas están sujetas á Cristo en cuanto á la po
e t a d , aunque no lo estén en cnanto á la ejecución
de esa potestad misma. Y esta potestad Cristo la
ejerce sobre los hombres todos por medio de la
verdad, de la justicia y , principalm ente, de la
caridad.
Pero para el fundamento de tal potestad y do
m inio, benignamente permite que Nosotros ten
gamos uim doble devoción voluntaria; por consi
guiente Jesucristo, Dios y Redentor á la vez, es
rico por la posesión perfecta y cumplida de todas
las Clisas, mientras que nosotros somos tan pobres
é indigentes, que nada poseemos que sea bas
tante para remunerarle.
Pero, no obstante, llevado de su bondad y ca
ridad suma, no rechaza que le ofrézcanlos lo que
ya es suyo y que se lo demos y consagremos como
si se tratara de cosa Nuestra, y no solamente no
lo rechaza, sino que lo pide ahincadam ente: Hijo
mío dame tu corazón. A sí, pues, podemos todos
ciertamente gratificarle con el mejor ánimo y
buena voluntad , puesto que consagrándonos al
Mismo, no solamente reconocemos y acatamos su
poderío de un modo grato y manifiesto, sino que
á la par atestiguamos con ello que si en realidad
de verdad fuese nuestro lo que ofrecemos, que lo
daríamos con la misma excelente voluntad, y le
pedimos á la vez no se ofenda al admitir de nos
otros lo que es completamente suyo. Tal es la
fuerza de ello, y así es Nuestro firme y leal pa
recer.
. Y' puesto que en el Sagrado Corazón se encierra
el símbolo y expresión de la infinita caridad de
Cristo, que nos incita y mueve á amamos mutua
mente, es oportuno y justo consagrarse á su Co
razón Augustísimo, lo que no es otra cosa más
que entregarse y obligarse con Jesucristo, ya que
codo honor, obsequio ó devoción piadosa que se
ofrece al Corazón Divino, so ofrece propia y ver
daderamente al mismo Cristo.
Así, pues, excitamos y exhortamos á todos cuan
tos amen y conozcan al Sagrado Corazón á ad
mitir con la mejor voluntad la devoción indicada,
• queremos con todo empeño que en el día en
que se eleven al cielo tantos millares de signifi
caciones de almas que se consagran al mismo
objeto, vayan todas á la Augusta Mansión unidas
y á un mismo tieiiipo. ¿Y acaso sufriremos que
DO hagan tal aquellos innumerables para quienes
no resplandeció todavía la verdad cristiana T Des
empeñando Nos las veces de Aquel que vino á
salvar lo que habí.a perecido y que remedió á
todo el linaje humano con su propia Sangre; por
eata misma razón procuramos asiduamente llamar
á la vida verdadera á aquellos que están sentados
en las sombras de la muerte, enviando mensaje
ros de Cristo á todas partes con el fin de instrnir
á todos, y con mayor motivo compadecidos de su
desdicha, los encomendamos al Sagrado Corazón
de Jesús, y en cuanto depende de Nos se los
consagramos con toda el alma.
Y por esta ra»m esta devoción qno aconseja
mos á todos, creemos que también á todos ha de
ser mny provechosa; y si así lo hicieren todos
cuantos vivan en el amor y conocimiento de Nnestro
Señor Jesucristo, fácilmente han de experimental
cómo aumenta en ellos el amory lafebaciae! mismo
Señor Augustísimo. Pero á aquellos que después
de conocer á Cristo desprecian sus leyes y pre
ceptos, les será del todo imposible arrebatar llama
alguna de caridad del Sagrado Corazón. Y para
aqnellos, finalmente, tan desdichados que viven
p
172 —
Humcrgidod en la míi# ciega de las superaticionesj
podireuioa todos á una el celeste auxilio á fin de
<luo Jesucristo, así como ya los tiene sometidos
según au potestad, los someta algún día según la
ejecución de esta potestad misma, y no solamente
en el siglo venidero cua/ndo se cumplirá su volun
tad sobre todos salvando d unos y castigando á
otros (1), sino también en esta vida mortal otor
gándoles la fe y la santidad, con las cuales vir
tudes puedan adorar á Dios como es debido, y
aspirar á la eterna felicidad en el cielo.
Y semejante consagración trae á los pueblos la
esperanza de mejores cosas ya que puede restau
rar y hacer más firmes los vínculos que juntan
por naturaleza propia á las cosas civiles con Dios.
En nuestros tiempos de ahora sucede con harta
frecuencia que parece levantarse un m p'o de obs
táculos entro el poder civil y la Iglesia. Al tra
tarse de la constitución y administración de las
ciudades, acaece que se tenga en nada la auto
ridad del derecho divino y sagrado con el deli
berado intento de que ninguna fuerza ni elemento
religioso tenga ingerencia en el trato y modo de
v ivü de la sociedad común.
Llega tal osadía hasta el extremo de pretender
quitar de enmodio la fe do Cristo, y si posible
fuese, arrojar del mundo al mismo Dios. Y ¿qué
tiene de particular que tamaña insolencia en los
ánimos orgullosos conduzca al género humano á
tal perturbación do cosas y vaivenes que á nadie
dejen vivir exento de riesgos y temores? Cierta
cosa es que ha de desvanecerse la incolumidad
de los poderes públicos siempre que se tenga á
la religión en menosprecio. Dios, al castigar justo
y merecidamente á los prevaricadores, los entrego
*á sus propios apetitos á fin de que sirvan á sus
concupiscencias y sean exterminados por el exceso
de libertad.
De aquí se origina aquel aluvión de males que
hace tiempo tienen carácter permanente y que
exigen con vehemencia que se busque el auxilio
«le Uiio con cuyo esfuerzo y virtud imedan ser
iilejados. Y ¿quién será Este, sino Jesucristo,
Unigénito de Dios ? No se dió otro nombre debajo
de los cielos á los hombres, que así convenga para
hacernos salvos (2). A El, pues, debemos acmlir
va que es camino, verdad y rúhi. Quien se haya
extraviado vuelva al camino; quien tenga oscu
recida su mente por las tinieblas , aiT«\iela8_de sí
von la luz «le la verdad , y á quien sobrevino la
muerte, abrácese il la vida.
Entóneos podrán sanarse tantas heridas y res
tituirse á su primitivo vigor toilo dev«jclio y es
peranza de aquella autoridad prim era; so restau
rarán los onmmeutos dt' la i>az; caerán las esptulas, y las armas se escuiviriin de las manos
cuando tüdi>s aeoptou el imperio de Cristo y gus
tosos le obe«ieroan, y toda lengua confesará que
NuesUo Señor Jesucristo esta en la gloria do Dios
8
( )-
Cmuulo la Iglesia estaba oprimula por el yugo
do los Césares en sus tiempos primitivos, fuó ma
nifestada una cruz en lo alto al joven emperador,
«jue fuú , por cierto , auspicio y causa de la glo
riosísima victoria que después obtuvo, lio aquí
otiti señal «pie boy so ofrece á Euestros oj«»s,
excelsa y divinísim a. os á sab e r: el Sacratísimo
Corazóu'de Jesús con la cruz por remate y res
plandeciente «le llamas entre esplendidísimos ful(t> S. Thom. Z. C.
(J) Act.MV, 1-*.
(3) l'hil., II. 11.
gores. En Él se han de cifrar, pues, todas las es
peranzas j á Él 86 ha de rogar y de Él hemos d®
aguardar la salvación de los hombres.
Hay otra razón para ello que no debemos pa
sar en silencio y es propia Nuestra, pero bastan
temente justa y poderosa para emprender tal obra,
y es la bondad suma de Dios, autor de todo bien,
que Nos conserva hasta ahora después de haber
nos librado de gi'ave enfermedad. Por todo ello
queremos que públicamente se haga memoria de
tal gracia y de tan grande beneficio por medio
del acrecentamiento de los honores al Sacratísimo
Corazón, que Nos decretamos.
Así, pues, mandamos que en los días nono, dé
cimo y undécimo del próximo mes de junio, en
la iglesia principal de cada ciudad ó pueblo, so
bagan rogativas, y en cada uno de dichos días
se añadan á las demás preces las Letanías del
Sagrado Corazón aprobadas por Nuestra autori
dad, y que en el último día se rece la fórmula
de Consagración que os enviamos juntamente con
estas Letras Apostólicas.
En prenda de los celestes dones y en testimo
nio de Nuestra benevolencia, á vosotros, al cler®
y al pueblo que regís os otorgamos de todo co
razón la bendición apostólica en el Señor.
Dado en Rom a, en San P e d ro , el día 25 de
mayo del año 1899, de Nuestro Pontificado el vigesimosegundo.
LEON, PAPA Xin.
JL
F ó rm u la de C o n sag ració n a l S acratísim o
C orazón de J e s ú s .
¡Dulcísimo Jesús, Bedentor del género Avinano,
«Uranos hiiniildemcntc postrados ante tus aliares/
Tnyos somos, tuyos queremos ser y voluntariamente
cada uno de nosotros se ofrece á T i del modo wc
pueda estar mds firmemente unido contigo. Muchos
januis te conocieron, y muchos te abandonaron desqnics de haber despreciado tus mandamientos. Ten
misericordia de entrambos, ¡oh Benignísimo Jesús!
y atrdelos <l todos d tu Sagrado Corazón. Beina,
pues. Señor, no solamente sobre los fieles que en
ninguna ocasión se apartaron de Ti. sino íainMc'*
sobre los hijos pródigos que te abandonaron, y
que éstos prontamente se acojan á la casa paterna,
para que no perezcan de hambre y de «nsoiu*
Beina sobre aquellos rí quienes trae engañados d
error de sus opiniones, ó á qxiienes separó la dis
cordia , y condúcelos al puerto de la verdad y
malos de nuevo d la unidad de la fe, para que en
órei’c sea uno eX redil y uno el Bastor. Beina, fi*
nalmentc, sobre todos aquellos que viven en las an
tiguas supersticiones de la gentilidad y no rechac^
lüimarlos desde las tinieblas á la Inz y reino de
Dios. Concede, Señor, d tu Iglesia segura libertad
y firmeza, á iodos los pueblos la tranquilidac «/«
orden, y haz que de uno ú otro polo de la iierra
resuene esta ror uiuinime: Alabado sea el Df^up
Corazón por el cual nació nuestra salud, y gioroi
al misni') y honor jwr los siglos de los siglos. Am<-‘.
— 173 —
«1^ «<?>
o<S>
BRASA.
Instituto Saíesiaso de 8. Oayetano.
-------------- >*s^-------------^JLAGR0SA3iEí."rE librado del desastre ferroviario de Quejigal
estación cer_______ cana á Salamanca, nuestro Evdmo.
Superior General D. ílig u e l B ú a , acompañado
de D. J . Marenco y D. F . M.* Rinaldi, llegó
á Braga el 4: de Marzo á las 9 de la noche.
La íe que distingue á esta ciudad y que le
ha merecido el calificativo de la “ Roma de
Portugal ” conmovió los ánimos de sus habitantes,
que mandaron una escogida y numerosa repre
sentación <á recibir al ilustre viajero. También
acudieron á la estación buen número de Coope
radores y amigos nuestros. Al llegar el tren es
talló la muchedumbre en entusiastas vivas y
aplausos, acompañando en esta actitud á nuestro
venerando Padre al Instituto de S. Cayetano,
donde en buen orden le esperaban los niños que
prorrumpieron al verle en fragorosos vivas y aplausos, con aquel entusiasmo que es caracterís
tico en los Portugueses.
Los armoniosos acordes de la banda del Co
legio, la bella perspectiva que éste presentaba
tvn su espléndida iluminación, las interminables
- damaciones de los niños confundidos con el es
truendo de los cohetes y petardos formaban un
conjunto imposible de describir.
I). R úa invitó al momento á todos á ir á la
iglesia para dar gracias á María Auxiliadora por
haberle librado tan milagrosamente en aquel
grave desastre.
Al día siguiente se cantó á gran orquesta la
misa de Sta. Cecilia de Gounod por los princi
pales músicos de la ciudad, y asistieron á ella
iufinidad de Cooperadoras y Cooperadores; y por
U tarde, después de cantarse el Tedeum de
Mons. Cagliero, dió Don R úa la bendición con
ti Smo. Sacramento.
El día 6, en un vasto salón del colegio, ele
gantemente decorado, se celebró una brillantísima
(1) V. B oletín de Abril, pág. S5.
ik
*.<S>»<S>«-<5>
academia honrada con la presencia de muchas
distinguidas personalidades y de representaciones
de casi todos los institutos y círculos católicos
de la ciudad, en la cual tomaron parte un buen
número de distinguidas Cooperadoras y Coopera
dores.
Abrió la academia nuestro respetable amigo
el Eicm o. y Rdvmo. Sr. D. Juan Alfonso de
Cimha Grimaranbes, digno secretario del Rdvmo.
Sr. Vicario Capitular de esta Archidiócesis, y
después de saludar al ilustre huésped en nombre
de la autoridad eclesiástica, del clero y de todo
el pueblo en general y de lamentar la ausencia
del limo. Metropolitano, á quien la muerte había
arrebatado al cariño de sus ovejas y de los Salesiauos, á quien él apreció siempre sobremanera,
dijo que él no era el orador de esta fiesta y que
por eso se apresuraba á ceder la palabra al va
liente escritor católico Mons. Silvano Almedia,
que habia sido invitado para dar la conferencia
á los Cooperadores, y que con esto objeto liabíu
venido espresamente de Lamego. Tomando la
palabra dicho señor, empezó por encarecer la
Obra Salesiana, haciendo resaltar lo bien qui*
corresponde á las necesidades sociales de nuestra
época, educando y salvando á los hijos del pueljlo,
aquellos más infelices y abandonados, do los qui*
la revolución echa mano para llevar á cabo su.s
tenebrosas maquinaciones. “ Si nuestro siglo ra
cionalista quiere milagros, dijo, no se que mi
lagro más palpable y evidente se le puede pre
sentar que el nacimiento, desarrollo y progreso
de la Obra admirable de D. Bosco, un sacerdote
humilde y pobre.” Saludó después al pueblo de
Braga por haber sido el primero en gozar de esta
maravillosa institución, é hizo votos por que
cada vez se desarrollara más entre nosotros.
Contó varios hechos de la vida de D. Bo¡?co,
que despertaron gran interés en el auditorio.
Esplicó además el bien que están^ destinados á
hacer en medio de la sociedad los Cooperadores
Salesianos, y concluyó invitando á todos á tra
bajar para que el número de éstos vaya cada día
en aumento en Portugal, para bien de la socie
dad y de la patria. El orador fué interrumpido
infinidad de veces por los calurosos aplausos del
auditorio.
— 17-i —
, E li 1251, san Sim ón Stok, abrum ado á la
sazón por la edad y las austeridades, liabía
iilo á C am bridge para presidir la fundación
de u n nuevo convento. E l alm a del santo an
ciano estaba llena de am argura y de tristeza,
])orquo íi pesar de la iiroteccion do M aría la
O rden oxporiineutaba en In g late rra poderosas
laintradiciiiones. Conüando únicam ente en la
M adre del Carmelo jiasaba los días en oración
suplicando ardienteiiiento ú M aría que, puesto
(pie 80 b ald a dignado llam ar á los C arm elitas
BUS herm anos y bus hijos, tuviese á bien mos
tra rse como verdadera Aladre suya conce
diéndoles alg u n a p ru eb a que obligase á sus
enem igos ú am arlos ó por lo menos ú respe
tarlos.
liedobló sus súplicas en la noche de la
fiesta de N tra. Sra. dol C arm en, y al ra y a r
eJ alb a se le ajnircció M aría acom pañada de
u n a m u ltitu d de úngeles y rodeada de una
luz rc8])landociente. E sta b a v estida con el
h áb ito del Carm elo y b rilla b a en su rostro
la sonrisa: llevaba la (iabeza adornada con
u n a corona im perial y ten ía en las m anos el
I^Hcapulario de la Orden. A l Hogar ju n to al
Í!>anto 80 lo puso diciéndole: « Unte es n7i j m -
vileyio para ti y ¡"irti todos ¡os Carmelitas. Todo
el que muera Uei'ando este l^scapulario 7\o S7(fidrá el fuego eterno. »
E s ta v isión liié publicada por el Santo
m ismo en una. cjirta d irig id a ú todas las casas
de la O rden. E l testim onio que dió de este
favor do IMaría fué confirmado por num erosos
m ilagros.
M ás la rd e aparecióse la Sma. V irgen del
C arm en al l ’apa J u a n X X II, y no sólo con
firmó los privilegios anteriores en favor do
BUS devotos, sino que con dignación m ás que
m atei’iial agregó otros no menos preciosos.
« Todos los religiosos, le dijo, y los que por
devoción entraren en m i cofradía, lle^^axen el
E scapulario, se llam aren cofrades, guardaren
i‘astid ad según su estado, rezaren el oficio
divino ó, caso de que no pudiesen, g uardaren
ab stin en cia el luiércoles y el sábado, obtendrán
el día do su entrada la rem isión de la tercera
p a rte de las penas debidas á sus pecados, y
el día de su m uerte una indulgencia plenaria;
y si v a n al P urgatorio, yo como M adre de
m isericordia les ayudaré con m is continuas
BÚ])licas, con m is m éritos y con m i protección
especial p ara que se vean lib res lo m ás
l>ronto posible de sus penas, esiiecialm ente el
sábado que siga á su m uerte, á fin de que
en tre n á gozar de la bienaventuranza ce
lestial. >■
•Para la recta interpretación de estos p ri
vilegios preciso es a d v e rtir que cuando se
dice que los que llevan el E scapulario se
Vi'i'áu lib res del fuego del infierno, no se en
tien d e ni puede entenderse que la sola con
dición de llevarlo baste para ev itar la eond(Mu»cion, si ]K>r o tra izarte no se llen an las
obligaciones de la vida cristiana. E n n in g ú n
caso puede hacerlo todo la g racia de D ios
X^ara salvarnos sin la cooperación de nuestra
voluntad. P ero h ay que te n e r en cuenta que
M aría hace por lo dem ás todo lo necesario
p a ra la salvación de sus cofrades, de suerte
que si se ainovechan de los auxilios que Ella
les obtiene y concede, se salv arán inM iblem entc. D ios quiere la s^ v a c io n de todos los
hom bres, y X uestro S eñor h a m erecido por
m edio de su m uerte todas las gracias que les
sou necesarias. Los que llevan el Escapulario
tienen, como los dem ás, estas gracias comunes,
pero reciben adem ás otro auxilio debido á la
protección de la Sma. V irgen y bastante po
deroso i>or sí sólo x)ara procurarles la salvar
cion. T al es la explicación del sabio carmelita
Lezama.
E n cuanto al hecho d e lib ra rse de las llamas
del P u rg ato rio , e n tre los P ap as que de él han
hablado, unos dicen que se verificará lo más
X)ronto posible, y o tro s, especialm ente Juan
X X II, como hem os visto, lo fijan expresamente
en el sábado que sigue á la m uerte. Los au
tores carm elitas se explican del modo si
guiente: L as alm as, en el m om ento de la
m uerte, son deudoras á la ju stic ia d e Dios
de x>tíuas m ás ó m enos considerables. L a Sma.
V irg en em pleará inm ediatam ente sumediacion
en favor de los hijos de su E scapulario para
lib ra rlo s ; y si la ju stic ia d iv in a lo perm it^
sus penas se v erán abreviadas y h a sta supri
m idas. P ero si tien en que sufrirlas, por lo
m enos no d u ra rá n m ás a llá del sábado si
guiente á su m uerte, con ta l que hayan lle
nado las condiciones necesarias.
A hora b ien : p a ra p a rtic ip a r del primer
privilegio, es á saber, de verse lib re del fuego
del infierno, es' preciso h ab e r recibido el Es
capulario de m anos de sacerdote aprobado al
efecto y conform e á la fórm ula o rd in aria ; halierso liecho in sc rib ir en el libro de la Cch
fia d la (sin em bargo hoy d ía pueden ganarse
las indulgencias antes de la inscripción), y
llev ar sobro sí el E scapulario de modo que
uno de los extrem os cuelgue sobre el pecho,
y el otro sobro las espaldas. Llenando estas
condiciones queda uno adem ás asociado á las
buenas obras y á los sufragios que se hacen
en la O rden del Carm en, y se tien e derecho
á iuuim ierablcs indulgencias p leu arias y par
ciales que sería largo roterir.
P o r últim o, i)ara poder gozar d el privilegio
sabatino es preciso g u ard ar castidad conforme
á su estado, y rezar todos los días el Oficio
P a rv o de la Sma. V irg en (para los sacerdotes
b asta lil oficio canónico aunque sea d e obli
gación) y observar la abstinencia de los miér
coles y Silbados, condiciones estas dos últimas
que pueden conm utarse en o tras obras buenas
X)or quieu esté autorizado p a ra ello.
A n te la a te n ta (jonsideracion de ta n gran
des é inestim ables favores q u e la Sma. Virgen
concede á los devotos de su E scapulario, inú
til nos i>arece in sistir y recom endar ardien
tem ente á todos nuestros lectores sin excepción
que se lu'oveau de p ren d a ta n preciosa. Sea-
m
— 175
mo3 devotos d e N tra. Sra. del U a rm en ; lle
vemos siem pre en nuestro pecho su santo
Escapulario sirviéndouos de él como de fuerte
é im penetrable coraza á los envenenados d a r
dos del mundo, demonio y c a rn e; seamos
fieles en el cum plim iento de las obligaciones
que él nos im pone, y de este modo nos h a
remos dignos de la incesante protección de
M aría Sma. en esta tie rra y de los eternos
premios que E lla tien e prom etidos á los que
con am or y devoción se v isten de su sagradn
librea y san ta ensena.
É
A LOS
ÑIÑOS
p*
E L MS-JOR CORREO
I.
EPiTO es u n excelente muchatho, eso
tengo muy grande en jugar con vosotros, per....o,
— No hay peros que válgan: marcha á tus
obligaciones, que no te necesitamos para nada.
— / Todas las tardes la misma fu n d ó n ! S i no
me queréis, otros jugarán conmigo, pues gente no
falta; con que, á Dios.
m.
Un día el asistente de estudio me enseñó una
carta, encontrada en el patio, que leí con sumo
gusto, porque en sus lineas, á la par del talento,
veiase el tacto, delicadeza é ingenioso amor de una
madre cristiana y sólidamente piadosa.
L a carta, sin añadirle « i quitarle una coma,
deda así:
« M i querido hijo: H e recibido tus dos últimas
y quiero que sepas que me hace ya daño el ex
ceso de tu cariño, lim e r o que tu madre, te he
dicho siempre que está Dios, y si para tus ade
lantos en la ciencia y aprovechamiento en la vir
tud se ha hecho necesaria nuestra separadon,
¡bendito sea Jesús! en vez de llorar, ora y trabaja,
me darás más gusto y sacarás wttís provecho.
> Haces muy mal en creer que te olvido; él
esci'ibirte todos los dios, como dices en tu última,
si, travieso y juguetón como he
visto pocos, y amante de estar
con sus compañeritos como el
________ que más; y sin embargo, deja
con frecuencia el recreo y la pelota, que
es su juego favorito, para cumplir no sé con
que deberes y obligaciones.
Lo que más llama la atención es que
á las cinco en punto de la tarde necesa
riamente se le encontrará en la capilla arrodillado ante el Sagrario.
¿ T por qué á Zas cinco y no á otra
hora?
He aquí el principal enigma que en
vuelve la conducta de Pepito y que ha tra
bajado inútilmente para descifrar casi toda
una comunidad josefina.
J l.
E l sacrificio del juego es el sacrificio ma
yor gue puede exigirsele á un n iñ o , y sin
embargo, nuestro colegial lo hace iodos los
dios; con la circunstancia agravante de
haber de sufrir la mayor parte de Zas veces
las burlas y diatribas de sus compañeros.
Varias veces oi en el recreo de los pe
gúenos diálogos parecidos á éste,
— L as cinco, chicos, no juego m ás; espe
rad un poco, si queréis, que vuelvo pronto.
— Pero...... Pepito, por Dios, concluya
mos el juego,
— No me es posible, porgue me están
esperando.
— ¿Si con dos ó tres pelotadas más se
concluye?
— Que juegue otro cualquiera por mi.
— Bien, pero entiende que no jugarás ya
en tu vida con nosotros.
— L o siento, pero... antes es la óbligaeion que mi gusto que, á decir verdad, lo
...
/•
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/ fJ - . '
/
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L.
\
j
La Visitación de Ntra. Sra. (2 de Julio.)
íj^cuüura de la» Etcuela* Saletiana» de Sarriá.)
— 176
uando de Souza, el caul, siempre coherente á sus
principios, rechazó con dignidad la provocación de
desafio que so le había hecho. Al terminarse el
modesto banquete, levantóse el ilustre y bene
mérito Sr. Marqués do Líveri, y entre el general
estupor declara que pone á disposición de los
Salesianos diez millones de reis, ó sean, cien mil
pesetas, para la compra de un terreno de 20.000 m.^,
necesario para el completo desaiTollo de la Obra
Salesiana en Lisboa. No es necesario decir que
tan nobilísimo proceder íué acogido con verda
dero entusiasmo por todos los presentes.
Durante la comida, la banda de música del
Colegio ejecutó escogidos trozos do música.
Al día siguiente. 14, D. llú a y 1). Cogliolo
visitaron á eso de mediodía al Príncipe heredero
D. Luis Felipe, que dió muestras de grande ve
neración y respeto hacia nuestro Superior General.
Este le liabló do la primera comunión, para la
quo se está preparando, le puso al cuello la
medalla y lo dió la bendición de María Auxilia
dora, quo S. A. recibió conmovido y de rodillas.
Nuestro amado Padre salió de aquí también muy
conmovido.
Vuelto á casa y uiiídose á D. Marenco y Don
Pinaldi, dirigióse ul palacio de A ju d a para vi
sitar á S. M. la reina María Pía, que le dis
pensó muy cordial recibimiento. D. Kúa le re
cordó las buenas relaciones que mediaron entre
sus abuelo y su padi’e, Carlos Alberto y Víctor
Manuel conD. Bosco. Estas reminiscencias fueron
muy gratas para S. M.
Mas tarde, á eso de las 4, celebróse una so
lemnísima conferencia salesiana en la iglesia de
Ntra. Sra. de Lapa. Habló en correctísimo francés
nuestro venerando Superior General, que conmovió
á la numerosísima concurrencia con el relato de
las continuas maravillas quo Dios realizaba en
t'.ivor de las Obras Salosianus, y de los adm ira
bles progresos de éstas en todo el mundo. Al
terminar dió el mismo D. Hita la liendicion con
S. D. "M. Asistieron á esta conferencia, entre
í'tras distinguidas personalidades el Nuncio de
S. S. con todo el personal de la Nunciatura,
El miércoles, 14, dirigióse D. Hüa muy de
manaim á Pinheiro, distante pocos hüómeti-os de
Lisboa, para visitar el Noviciado Salesiano, siendo
1 ecibido con el contento, la alegria y el entu
siasmo que es de suponer. Celebró la santa misa
¡i las 1 0 : clausuró los ejercicios espirituales;
recibió la profesión de dos nuevos salesianos portu
gueses, y dirigió á todos los novicios una plática
en italiano, dejándoles hermosísimos recuerdos.
Al visitar la Casa y los vastísimos terrenos
que la rodean, no pudo menos de reconocer la
mano de la Providencia, que dirigió los pasos y
dió grande acierto á uuesti'os Superiores en esta
adquisición.
Después de la comida se celebró una modesta
academia, al final de la cual diónos D. Rúa la
gratísima noticia, recibida con grandes trasportes
de júbilo, de que en el próximo otoño saldrá
de Lisboa la primera expedición de Misioneros*
Salesianos, dirigida á Mozambique, posesión por
tuguesa del Africa oriental, y que desde entonces
nuestro noviciado tomará el nombre de Seminario
Salesiano del Sgdo. Corazón de Jesús para
las M isiones portuguesas.
El día 16 lo pasó D. R úa en Lisboa visitando
á las comunidades religiosas y al Sr. Nuncio, que
le entretuvo largo rato. A la misa, que celebró á
las 8, asistieron la mayor parte de las Damas
Protectoras de la Obra Salesiana, á quienes
nuestro amado Padre habló en francés sobre el
universal homeinije á D, Bosco y sus obras.
Todo llega eii este mundo, y también p m
el Sucesor de D. Bosco llegó la hora de dejar
esta liospitalaria y generosa tierra de Portugal,
para dirigirse á Sevilla. E l viernes, 11, á las
10 de la mañana, nos dejó nuestro amadísimo
Padre, después de habernos dirigido una tiernísima conferencia. A despedirlo á la estación acu
dieron muchos y distinguidos señores y los niños
del Colegio. Nuestro Sr. Director le acompañó
Imsta la estación de Entroncaraento á cien km.
de Lisboa.
La visita á Portugal del venerando S uc^r
de D. Bosco ha sido una verdadera y copiosa
bendición para nuestras Obras. ¡ Quiera Dios que
los frutos recogidos crezcan y se acrecienten cada
día en bien de la juventud pobre y necesitada,
y por ende de la sociedad y de la patria I
N. 0.
Lisboa, Abvil de 1S99.
A LOS
ÑIÑOS
EL PRIMER SACERDOTE DE DOS BOSCO.
N 1S47 los Oratorios de San Francisco
de Sales g de San J u is Gonzaga redhian quinirnfos nitws cada domingo;^
jyero con todo no podían congregar fl
los numei'osos vagabundos que pululahan por la ciudad.
Cierto domingo uno de los capitanes de seinejantes pandillas observa la aitscncia de un camaratla.
— ¿ A dónde ha ido?
— -Ü Oratorio de Don Bosco.
— ¿Qué es eso?
— 177 —
— E s una casa adonde stt va á correr, jugar
g divertirse.
— ¡Magnifico! ¡Qué más gueremos! ¿Dónde
está ?
— E n Taldocco.
— ¡Vamos allá!
E l joven capitán, á la caic^a de no pocos de
estos vagabundos llega al Oratorio. L as puertas
están cerradas; todos se hallan en la iglesia.
Un jefe no vuelve atrás por tan pequeña difi-
S. MARCOS EVANGELISTA
O w iro a l óleo del ta le ñ a n o D . TieerUe G utierreí, de S a rriá .
^Ifad: escala el muro, salta al patio y dispónese
5 explorar; mas habiendo sido visto le lUvan á
«* iglesia.
Eefena á la sazón el Sr. Borel la parábola de
ws corderos y los lobos, esto es, del peligro para
tos niños buenos de juntarse con malos compañeros,
í concluía diciendo que en el Oratorio no cabía
este temor, pues si un lobo mostraba los colmillos
faltaban buenos perros que fueran sobre él. L a
¡lanza del sacerdote, ofrecida en forma pinto^
agradó al recién llegado y quiso permanecer
el fin de la fiesta.
Cantanse las letanías, y contento de lucir su
*^rmosa voz canta con entusiasmo.
^ l salir de la iglesia quiere ver á Don Bosco
se hallaba rodeado de multitud de niños. Don
Bosco le acoge con particular afecto, le convida
á jugar, le hace cantar, admira su voz y se ofrece
á enseñarle la música y muchas otras cosas.
Finalmente — importa notarlo — le dice una
palabrita al oido, una sola, la palabra mágica, y
basta: el niño queda ganado para siempre. Desde
ese día Jamás faltó al Oratorio y después de re
cibir, de un sacerdote á quien le confió Don Bosco,
una sólida íV»*'/rMCCíon religiosa, tuvo la dicha de
hacer la primera contunion.
E l niño, lejos de encontrar en su familia esti
mulo al bien, era maltratado por sus padres que
le hacían padecer hambre.
Don Bosco le cotisolaba, le sostenía y le habla
ofrecido un asilo para el caso de que corriera
riesgo de mayores peligros. Un dia, contra las
inculjjaciones de su padre, tomó la defensa del
Oratorio y de Don Bosco. Otra ves que se disponía
á ir á Valdocco sxt padre irritado le dió una terrible bofetada. Temiendo el muchacho nuevas
violencias, huyó de la casa y d todo correr se fué
al Oratwio. Vero en vez de entrar, creyéndose
perseguido, subióse, á un moral para no ser des
cubierto.
Apenas se habia ocultado entre las rawias, cuando
ve con espanto á su padre y á su madre que en
traban en el Oratorio á reclamarle.
— Entregadnos nuestro hijo, dicen á D. Bosco.
— No está aquí.
— Debe de estar.
— A un cuando estuviera, no tendríais derecho
de introduciros de este modo en casa ajena,
— Bien, dice furioso el padre, yo iré al comi
sario de policía y arraiKaré á mi hijo de la ra
pacidad de los clérigos.
— También iré yo á los tribunales, replica Don
Bosco, daré á conocer vuestra conducta, y si hay
leyes y justicia se os tratará conio merecéis.
Sin duda no tenían muy limpia la con
ciencia, pues, al ver tan enérgica actitud, se reti
raron sin que volvietan más á decir ni una sola
palabra.
Apenas se habían ido visitas tan importunas,
cuando Don Bosco, advertido de la presencia del
niño, ya al moral é invita á descender á su pobre
protegido. No obtiene respuesta.
L e llama de nuevo. — Baja, le dice, ya se han
ido, nada debes temer.
É l mismo silencio. A la claridad de la luna
distínguese al fugitivo agazapado entre las ramas.
¿L e habrá sucedido algo?
Inquieto Don Bosco pide una escalera y sube á
buscar al niño á quien encuentra como inanimado.
Tócale, y le. llama con tierna precaución. A l fin
aquel vuelve en s í; pero creyéndose aún entre las
brutales manos que le habían maltratado, se pone
á gritar y se agita con tal violencia que se temió
cayera y arrestrara á Don Bosco en su caída.
F ué menester aguardar u n rato y usar de re
petidas caricias para que Don Bosco consiguiera
hacerle bajar de cuquel árbolque el muchacho pudo
considerar como el árbol de la vida.
L a buena Margarita, que había presenciado
enternecida toda la escena, apresuróse á abrigarle
y á darle una buena sopa.
J
I.'',
— 178 —
Desde entonces el niño tuvo casa, el Oratorio;
y un amado padre, Don Dosco.
Pronto aprendió el oficio de encuadernador; pero,
reconocidas sus aptitudes particulares, Don Sosco
le destinó á los estudios, enseñándole por si mismo
latín y piano.
E l niño tenía una gran pasión por la música;
llegó á ser un notable organista, y era el prin
cipal actor en toda fiesta musical; pero lo que
»nds le distinguió fué una piedad viva y ardiente.
L as delicadeeas del amor obraron en él una trasformación completa, como que movido á abrazar
el estado sacerdotal con vocación irresistible, tomó
la sotana el 2 de febrero de 1851, y después de
excelentes estudios recibió el presbiterado en 1857.
Este es el primer sacerdote entre todos los hijos
de Don Dosco. Hoy día desempeña su sagrado
ministerio en la ciudad de Turin y ocupa un
alto puesto en el clero piamontós.
URIBE (COLOMBIA)
Consuelos y esperanzas.
Muy Rdo. Sr. D. Miguel Rúa,
Amauísiuo P adre:
A que tanto interesa y agrada á V. R.
recibir nuevas do sus hijos que vagan
casi nómadas eii solitarias y apartadas
zonas, junto con mis parabienes y felicitaciones por la reelección de V. R.,
o envío una sencilla narración do nuestros últimos
sucosos.
Imposible es imaginarse que saliera tan espléndida
y pomposa la ftesta clásica de la Congreg-acion y del
mundo en esto pueblo do lluvias y de rayos.
Sabe muy bien V, R. que desde Marzo lluevo casi
sin intermisión: los dias son tristes, nublados y me
lancólicos ; pero desdo mediados de Noviembre el
cielo se serena, cesan las tormentas, y deja ver su
alegre rostro el sol, iluminando y hermoseando las
montañas y los valles, azotados continuamente por
las tempestados. Revive entonces la naturaleza: las
colinas cubren sus arbustos^de bellísimas flores, de
manera que uno no acierta á comprender cómo arbolillos, antes desmirriados, se engranan de tan vistoso ropaje; millones de mariposas, que ostentan los
colores del iris — como lo pudo comprobar V. E.
por la colección que le mandó el P. Briata, — ju
guetean por todas partes, sobre todo á las orillas de
los arroyos y de los ríos, tapizadas de flores y rego
cijadas con el canto de las aves. Todo va como pre
parándose á la fiesta de la Gran Reina.
He podido, pues, formarme una idea del renaci
miento de la naturaleza en la primavera. Diciembre
es aquí lo que allá es Mayo; el mes de las flores
y de las gracias: potreros, prados, llanos, y hasta
los mismos montes se admiran realzados con el her
moso vestido con que Dios adorna esta región tropical.
Y entre las flores, campea una, color escarlata, cuyos
pótalos, casi blanquecinos, se prolongan hacia fuera,
denominada flor de Mayo, que más propiamente de
bería llamarse flor de Diciembre ó de la Inmaculada,
por ser este el mes en que se halla.
De modo que para la Novena tuvimos una abun
dancia extraordinaria de flores, y las señoras encar
gadas del esplendor de las funciones procuraron que
hubiera también abundancia de luces, aquí donde
todo falta y escasea todo. El tiempo, hasta ahora,
magnifico; y si llovió al principio de la Novena,
fué un favor del cielo, porque el calor estaba ya
resecando las tierras y agostando sembrados y plan
tíos ; pues en esta región de S. Martin siempre im
peran los extremos: ó un invierno (lluvias) continuo
que todo lo entristece, que impide los viajes por lo
fangoso de los caminos y las fabulosas crecidas de
los ríos, sin puentes, ni canoas siquiera; ó una se
quedad no menos perniciosa que lo seca y lo consume
todo, hasta los mismos arroyos y lagunas. ¡Figúrese,
amado Padre, cuál no será el gozo del alma, des
pués de estar viendo por espacio de nueve meses,
casi á diario cruzarse los rayos y sucederse los relám
pagos ; estremecerse las pocas seguras habitaciones de
barro y cañas, por pavorosos truenos; la atmósfera
impregnada, abiertas, como en perpetuo diluvio, las
cataratas do un cielo encapotado, explayados y túrbios los ríos; al contemplar un cielo daro, despe
jado ; noches apacibles y tachonadas de estrellas; al
lM>der dejar el local de la casa y la escuela, salir al
aire libre y cstasiar el alma y los sentidos en las
flores, y mirar las aguas límpidas y cristalinas cual
el alma do un niño!
Y así viene la fiesta de la Inmaculada Concepción.
Con el buen tiempo salen de sus lejanas y escondi
das chozas los lugareños, y acuden al templo á
jwstrarse reverentes ante la imagen de María, y
algunos á recibir los SS. Sacramentos.
Casi toda la Novena, la Misa fué cantada, y por
la noche afluía el pueblo á honrar á la Pationa
general de la América, y especial de Uribe.
Terminada la lectura de la Novena y la Bendición
con S. D. M., hacíales el P. Briata una exhortación,
que yo llamaría una arenga, con palabra sencilla y
pintoresca, á la vez que elocuente y eficaz, llena de
fuego de vehemencia. A medida que avanzaba la
fiesta, aumentaba en los fieles el fervor y el entu
siasmo.
La víspera — como se acostumbra en toda Co
lombia — se iU.minó la plaza, y todos los lugares
izaron en sus puertas la bandera blanca, simbdo de
la pureza con que muchos exhornan su alma, limpia^
dola en los raudales de la penitencia, para depoatarla pura en manos de María, que seguramente es
cuchará nuestras súplicas y haiA de Uribe un pueblo
altamente morigerado y moral. Las confesiones fueron
numerosas. Imagínese, Y. R ., cómo debe de ser i>e-
mm
1
— 179
noso confesar aquí donde por haber siempre carecido
de ministro reina tanta ignorancia, que muchos, aun
viejos, no saben ni qué sea confesión. Y sin embaído,
el Misionero confesó el 7 hasta las 11 de la noche
V el 8 hasta la hora de la Misa solemne.
Este día... ¡cuán bello! ¡cuán simpático! El alba,
more soUto, foé saludada con repiques de campana
(que son dos piezas de una máquina despedazada);
disparos — en lugar de cohetes, poco conocidos en
la Casa de Bogotá. El recogimiento, la devoción de
la muchedumbre, manifiestan que los sudores del
Misionero no han caído en terreno estéril, sino que
la fe ha, por su palabra, revivido en muchos cora
zones en que yacía aletargada; y las comuniones
rezan el progreso de la caridad y del amor do Dios
en un pueblo, antes tan abandonado y ha.sta olvi
dado de sus deberes religiosos y morales. Ahora se
empieza á cosechar algo en esta tierra, do dos años
regada con el sudor del P. Briata; en que hemos
trabajado en las Escuelas por encaminar á la juven
tud, que tantas esperanzas da, do levantarse, si con
tinúa en las manos de los Hyos de D. Bosco, sana
y robusta, caminar por una senda llana y segura,
y llevar una vida feliz y cristiana.
Hacia la tarde, hubo un sermón para instruir á
los fieles sobre el significado, origen y ventajas do
esta festividad, que será como una preparación á la
venida del niño Dios, fiesta que ha de ser, mejor
que la que hoy nos ocupa, por estar á cargo délos
caballeros, y pesca abundante en peces grandes, que
suelen caer en la red de las grandes festividades,
red no de muerte, sino de salud y de vida.
Hoy hemos cantado una Misa de Réquiem, tam
bién con gran concurso , como tributo de gratitud,
en sufragio del célebre Misionero de los Llanos que
recorrió casi de Norte á Sur y de Oriente á Poniente
esta región tan desprovista de recursos como ubé
rrima en calamidades y fatigas, R. P. Fr. José
de Calasans Vela, dominico, muerto tan trágica
mente, como V. E. sabe, el 9 de Diciembre de 1895.
El 26, Dios mediante, partiremos para Bogotil, á
los santos ejercicios, donde el caro D. Evasio, nuestro
amado Suf»rior, nos contará tantas buenas cosas.
Causa lástima dejar el pueblo que da tantas espe
ranzas para lo futuro, sobre todo lo.s niños...
Ruegue, Padre, por sus hijos que cotidianamente
lo encomiendan al cielo, para que lo conceda larga
vida para gloria de Dios y progreso do nuestra So
ciedad. Bendíganos á todos, particularmente' á este
Humilde hijo de V. R. in Corde Jesu
Rodoij’o M.* F iekbo.
Uribe, Dbre. de lt$98.
S. JUAN EVANGELISTA
Cuadro o í óleo del tá U tia n o D . YieenU Gutiérrez, de S a rriá .
Ürib- — música y festejos, lo que se conoce con
el nombro de Aurora ó Alborada.
¡ Cuán consolador ver á gente sencUia, entre la
oial muchos niños, acercarse llenos de fervor al
convite en que el Eey de la gloria dispensa sus
dones celestiales y divinos! Esto deberá ciertamente
ser una recompensa temporal á las fatigas del Mi
sionero que se lanza solo á estos pueblos, por otra
pane tan viciados por haberles faltado el Sacerdote.
llegan las nueve. Todo reviste r^ocijo y gra▼ed^. La iglesia está de bote en bote. De la mitad
pende un p a c h ó n ; flores y colgaduras adornan el
altar de María; hay profiision de alumbrado, y el
gentío de rodillas e ^ r a la celebración del Santo
Sacrificio. — Loe niños ejecutan la M i^. Hay unas
roces tan claras y areentinas que las puede envidiar
PATiCOXU SEPTESTRIOJAL
---------- e-----------
AdmiraMee progresos,de la Casa Central
de las Misiones Saíesianas.
ATispACCION inmensa, como á nosotros,
causará á todos nuestros beneméritos
Cooperadores la lectura de la si__________ guíente preciosa reseña de los exá
menes que se verificaron á mediados de Diciembre
último en la Casa Central de las Misiones Saiesíanas de la Patagonia. Tomamos esta relación
del semanario E l E standarte, que se publica
en dicha ciudad, capital del Río Negro. Los ade
lantos en los estudios y las artes que revela el
artículo en cuestión, deben ser de satisfacción
íntima para todos los favorecedores de las Mi
siones Salesianas, viendo el buen empleo y los
admirables frutos que producen sus sacrificios y
limosnas.
Dice, pues, así E l E standarte:
El Lunes á las 9 dieron principio los exámenes
en el colegio “ San Francisco/’ dirigido por los PP.
Salesianos.
El salún do actos, arreglado con el buen gusto y
severidad que caracteriza á los PP., respondía en
un todo al acto que en 61 iba á verificarse.
Al fronte la bandera argentina entre otras que la
rodeaban, y cubiertas las paredes do cuadros morales
que debían servir para el examen objetivo de los niños.
E l irihunal dastfícador se hallaba compuesto por
S. E. el señor gobernador del Territorio; por los
PP. Valontin, Angel, Zacarías y los señores Molina,
Turner y otros caballeros.
Empezú el acto con la plegaria de costumbre y
con el Himno Nacional acompañado al piano.
Los primeros en examinarse fueron los del primer
grado adelantado, demostrando todos un positivo ade
lanto en todas y cada una de las materias.
Como la enseñanza es gradual^ se pudo notar que
el estudio so va desarrollando progresivamente; no
sdlo de grado en grado, si que también de sección
en sección; de modo que la misma materia que da
un pequoñuolo la da un alumno de grado superior,
pero más desarrollada y con mucha más amplitud;
es la enseñanza metódica y gradual de que liabla
el Programa Oficial.
Una de las cosas que más nos extrañó fuó ver
que el primor grado tuviera francés, los niños de
mostraron tener conocimientos, naturalmente rudi
mentarios, en el idioma do Moliere.
En los trabajos manuales ó modernísimo s?oj, vi
mos que los pequeños presentaron trabajos en papeles
de colores, tronzados, los poliedros desarrollados en
cartón, carpeüis do papel, etc. etc.
Entro las varias obras de mano que presentaron
los alumnos artesanos, nos llamaron la atención:
una cómoda primorosamente trabajada y embutida
con maderas del país; dos mesas de sala, verdadero
trabajo artístico por los tallados y embutidos; varias
piezas de madera primorosameuto esculpidas á mano;
una esfera tonx'stro, hecha con toda perfección geo
gráfica y montada sobro un artístico trípode de ma
dera negra, con adornos dorados; un completo sur
tido do zapatería, y otro do ropas hechas, item,
artículos de latería y zingueria.
No tormiuariamos nunca este mal perjefiado arti
culo, si quisióramos describir detalladamente el ade
lanto que han demostrado en las obras de mano los
alumnos artesanos de los PP. Salesianos.
¿ Y qué paga el gobierno ó los particulares porque
asi 80 eduque?
¿Qué por que esos pobres niños indigentes apren
dan un oficio que les asegure su bienestar futuro?
¡Nada... absolutamente nada!... ¿Y qué gana la
Congregacionf... Una sola cosa: la satisfacción del
deber cumplido y..... la clásica patada de los laicoceadoi'cs.
Pues entonces; si una Congregación educa á nues
tros hijos y les instruye y luego les enseña un oficio
y todo lo hace gratuitamente , esa Congregación es
digna de respeto, no sólo por la educación cristiana
que dé, sino que también por el bien material que
reporta á la colectividad.
Ahora vamos á ocuparnos de las marchas y ejer
cicios calistenos, pudiendo garantizar á los lectores
que nunca hemos visto una enseñanza más racional
y práctica y que mejor contribuya al desarrollo fí
sico de los educandos.
La calistenia, como la enseñan los PP., no con
siste en esos mamarrachos que vemos en general en
nuestras escuelas, y si se aparta de la de Modison
Watson, es porque los PP. son patriotas y saben
que los que hoy son sus alumnos mañana deberán
servir en las filas de nuestra benemérita guardia
nacional, y es por esto que ante todo han enseñado
á sus alumnos la instrucción del recluta sin armas.
Usan (según hemos visto) para los ejercicios calistónicos, varias mazas indias y palanquetas.
Con los anteriores aparatos y guiados por un
profesor discreto, hacen los niños los más difíciles
ejercicios y consiguen desarrollar gradualmente sus
fuerzas..... mens sana in corpore sano.
Marchas, contra-marchas, de dos ó de cuatro en
fondo, evoluciones dignas de los veteranos del 5.® de
línea, hé ahí lo que hemos visto en el colegio “ San
Francisco” .
La vasta erudición de los P P., la multiplicidad
de las materias que enseñan (todas las del Programa,
además del sloj, latín, etc. etc.) y más que todo
el modo que tienen de enseñar, el conocimiento de
las aptitudes de sus alumnos y la difícil facilidad
que tienen para transmitir, hace que sus educandos
puedan aprender gradual y progresivamente, sin
cansarse y dándose una idea clara, todo cuanto á
los PP. place enseñarles.
No somos novicios en el arte de enseñar y por
lo tanto podemos decir, y decimos, que la juventud
de nuestros pueblos del Eio Negro, no precisa ir á
Buenos Aires á educarse, porque el colegio “ San
Francisco’ ’ se halla á la altura de cualquiera de la
capital; con el item de que es más barato, tanto...
que casi ningún alumno paga.
No conocemos colegio en la capital federal que
cobre por los pupilos monos áQ treinta pesos... pues
bien, en el colegio “ San Francisco” se da una
educación tan buena como eu la capital; además,
se les lava la ropa y da asistencia médica y botica.
todo......por lo que ustedes gusten; pues no hay
precio fyo y podemos garantizar que no hay un
sólo pupilo que pague, no decimos treinta, sino
veinte pesos mensures.
Actualmente hay dos niños en la enfermería del
colegio y han sido asistidos día y noche por enfer
meros de la casa y visitados por todos los médicos
de Viedma y Patagones, y aunque han estado graves,
el P. Garroue tiene fondadas esperanzas de salvarlos...
á fuerza de cuidados; debiendo prevenir á quien
nos leyere, que esos niños... no pagan nada. Bien
es cierto que no tienen nada de soperfluo, pero tam
bién lo es, que no carecen de lo necesario.
Binin nuestros lectores: ¿Esos PP. son ricos, pues
no cobran su trabajo?
IS l No lo sabemos» ni nos qneremos Qieter en dibujos
(le averiguar si lo son; pero sí decimos que ellos
todo lo esperan de la Providencia Divina y que ni
tienen subvenciones como educacionistas, ni el que
estas lineas escribe les da un centavo, ni la muni
cipalidad les da medio, ni el juzgado cosa quo lo
valga; lo que bay..... es. que el espíritu de Don
Bosco vela sobre susJtijos, y comiendo todos de
la misma olla, nunca les falta qué echar en ella.
Ahora y pai'a terminar, permítasenos hacer un
cálculo criollo.
Cuesta muchísimo menos educar un niño en el
colegio “ San Francisco” que mantener un caballo
(con perdón sea dicho), pues por sólo 0’50 cv. diarios,
el niño tiene todo cuanto necesita física, moral é in
telectualmente hablando, mientras que ;)or wí sai«o
pago «n peso de día y ochenta centavos, por noche.
La comparación será hecha muy eriollamente, pero
garantizamos ser exacta.
Y ahora para concluir, permítasenos indicar que
el fundador del colegio “ San Francisco” , lo fue
el Dmo. S)'. Cagliero, como fue fundador de tantos
otros colegios y obras pías.
- Aunque salm os que se herirá la modestia del
P. Director y actual Pro-Vicario de las Misiones,
no trepidamos en darle las más expresivas gracias
por el buen orden, acierto y celo con que gobierna
el colegio “ San Fiúneisco” , pues es para noso'ros,
humildes hijos de esta tierra, motivo de legítimo
orgullo, ver que tenemos un establecimiento en que
se educa tan bien- á nuestra juventud.
Colegios, muchos colegios como el do “ San Fran
cisco” y no tardará nuestro país en elevarse al
rango que le pertenece.
Hay un paisaniio educado en Viedma por los
PP. que sabe hacerse las puertas y ventanas do su
ranclio, dando así de mano al clásico cuero de potro,
y sabe construirse una modesta cama, no precisando
ya dormir sobre cuero de carm-ro.
;Hó aquí el resultado obtenido por la Congrega
ción Salesiana en .el Territorio del Río Negro I .»
DEL GOBERNADOR TELLO.
triunfo de los Salesianos.
Tome nota el Gobierno.
Bajo estos sujestivos títu lo s publica el excelente diario
cutólko de Buenos Aires L a Voz de la Iglesia, los
siguientes párrafos que cunfínuan en tudas sos partes y
ai^redentan el valor de la relación que antecede.
|uEBMOs un deber gratísimo, no sólo por los
úitereses de la cansa que representamos,
sino también por los del país, dar
___ ferecia á la pai^ de la estensa Memoria
U-! Gobernador del Territorio del Río Negro, Dr.
Eut^enio Tdlo, referente á la edncacion común.
l'ieCtteuWuieute uus ocupatuua de lus iniciativas
progresistas de ese distinguido y honorable funcio
nario, que dedica por entero su inteligencia y su
j)atriotismo al mayor cumplimiento de los debert's ile
su importante caigo.
Hoy tenemos motivo esjiecial para hacerlo, poique
vemos que se hace merecida justicia á una iHuiumérita congregación religiosa, conlra la cual por igno
rancia, por mala fe ó per ingratitud, suelen hacerse
infnndadus caigos.
Vea y juzgue el lector imparcial si puede darse
un testimonio uuts autorizado, tanto de las ventajas
de la enseñanza que no prescinde de Dios, sobre la
ahta, cuanto de los benencios que reporta el país,
aún económicamente, de los establecimientos sulesianos.
Nos place ver así justiticado.s á los abnegados hi
jos de on Bosco,. y celebramos al mismo tiempo
la franqueza, poco común en nuestra época, del
Dr. Tello, para deducir la verdad que acusan las
cifras oficiales consignadas.
¿Y es posible que todavía el gobierno nacicmal no
se resuelva á proteger esas misiones salosianas en
la medida que lo reclamau los Intereses del país?
He aquí eiiti'etanto, el documento á que nos referimus:
« EDUCACION COMÜM.
En el territorio hay 7 escuelas nacionales y 8 par
ticulares, las que son de los Salesianos.
Las nacionales están: en Viedma 2, una de niños
y otra mixta: la tercera en San Javier, mixta, con
teniendo las tres 151 alumnos; la cuarta en Gabanea,
mixta, con pocos alumnos, lo que ha motivado su
clausura temporariamente: laquintacn Cone.su,mixta,
con 55 alumnos: la sexta en Pringles, mixta, con
43 niños. Siendo la asistencia media un 10% menos.
Las particulares de los Salesianos están; mi Viedma
una para varones y otra para niñas con 2G5 alumnos
amba!s; en Pringles 2 ídem, con 4G alumuoB; en
Conesa Ídem con 7 niños y 27 ninas, y en Roca
2 Ídem con 110. Siendo la asistencia media un 5%
menos.
La nación lia inveitido el año pníxiino pasado mi
sueldos yevcntoalesde la.'! 7 primeras escuelas .$ 9.048,
para dar educación á sus alumnos. Y los 455 que
educan los Salesianos nada le han costado á la nación.
Según aquella inversión, cada niño le cuesta $ 59
animales en números redondos. Y según esa pro
porción, los Salesianos le aboiran al tesoro público
$ 26.945 al año, por los 455 educandos.
Sin qué sea rayiín pensar que .si no existieran las
oscQolas salesianas, los niños asistirían á las nacio
nales : porque en Viedma la escuela nacional de va
rones no acepta más niños por falta de local y porque
machos son pupilos atraídos de los campos, asilado.s
en el Colegio de Artes y Oficios de Viedma, y en
la Escuela Práctica de Agronomía en Boca.
Eu cambio y á pesar de dar el minimom de la
educación qne fija el programa oficial, no dejan de
ser hostilizados, y más de una vez por empleados
nacionales encargados de velar por la educación de
esos huérfiinos, como lo son machos de ellos. ¿Y
todo será porqae se les onsefia á rezar? ¡Couiu si
fuera infamia enseñarles á honrar á Dios!
Se dhu que UiulMeu yu eu otros épocas, especial**
— 183 —
dole la salud para mi padre: el último día de la
novena nos dijo el médico que estaba fuera de pe
ligro; y en efecto, pocos días después se hallaba en
completa salud.
Al poco tienqK), mi madre, que estaba siempre
delicada, ca5'ó enferma sumamente grave; al me
mento acudí A la Sma. Virgen prometiéndole ir A
visitarla todos los días por espacio de un año: el
módico no me daba esperanza alguna, y cuando iba
A la Iglesia, que era el único momento que me se
paraba de ella, creía que al volver me la encon
traría muerta; pero ¿cómo podía la Sma. Virgen
desatender unas súplicas llenas do tanta confianza?
Mi madre empozó A mejorar, y al poco tiempo se
encontraba con una salud que no había disfrutado
desdo mucho tiempo. Antes de terminar el año de
mi promesa de ir A visitar A María Auxiliadora, mi
hermano, que se encontraba haciendo el servicio mi
E ugenio T ello. >
litar, nos decía que iban A sortear A varios de su
batallón para ir A las últimas y desgraciadas guerras;
yo, ya con una confianza ciega, tanto que para mí
ora una seguridad, acudí por tercera vez á la que
es Madre y Au.xiIio de los Cristianos, rogindole sa
case libre á mi hermano, y que mis visitas continuarinn hasta que volviese A casa. Cinco veces entró
en suerte, y otras tantas le libró la Sma. "Virgen.
En otras muchas necesidades que he tenido, he acu
MARIA A UXILIADORA dido A Ella y siempre he experimentado su protección.
Ya mi hermano ha vuelto y he terminado mi pro
mesa; pero me siento tan obligada A Ella por sus
'
^
beneficios y tan encantada con su amor, que no sé
como agradecer tanto A tíiii celestial Protectora.
Continúo todos los dias visitAndola en su iglesia sin
que pueda dejar de hacerlo uno solo, y quisiera que
SC'nnn p od erosa es IVlnría!
todo el mundo me ayudase A alabarla y extender .su
El 25 de Agosto (lol presento afío una piadosa devoción, con el solo objeto de que sea amada y que
joven quedó paralitica del brazo y pierna izquierda, rida por todos.
María Sánchez G arcía.
y .sin movimiento alguno en la cabeza. So avisií inmodiatamonto al módico, quien dispuso so lo admiU trero, 16 de N oviembre de 1898.
ni.strason los últimos sacramentos como así se bizó.
IUnrín A.uxÍlta<loi»n osouclin A los
Vióndola en oso estado una señora, lo dijo que
<ltio lu ii»vo<*aii tío oox’nsRAu.
empozaría una novena ú María Auxiliadora en nninn
(lo sus bijas, y (iiio ella desde la cama podía tamA últimos del p. p. Setiembre cllyó enfermo do
])ion Imeerla siilo con rezar tres Padre nuestros y gmvodad un hijo mío llamado Luis, y A tal extremo
tener mucha fe; ú los tre.s dias do lo novena empe le condujo la enfermedad, que todos creíamos, in
zó A mover la pierna, y hace cuatro semanas bajó
el médico, que lo restallan pocas horas de vida.
A la capilla Ralesiaiia de esta ciudad ú dar gracias cluso
A los primeros síntomas‘de su enfermedad, recurrí
á María Auxiliadora, pidiéndole su completo alivio,
A la que ha sido siempre mi refagio en las tribu
mandando decir una misa con el mismo fin, y de laciones ; pero el mal seguía su curso y cuando pa
seando 80 dé ú este milagro la mayor publicidad recía imposible .<ui curación; redoblóse mi confianza
]msible.
y mis súplicas A tan buena madre, y tomando su
J uana Oroae t S ánchez.
efigie con una lievi^ta Salesiana, las coloqué debajo
lléjar, 12 do Novlombro do 18U;?.
de la almohada de mi querido hijo.
Con frecuencia las sacaba para hacérselas be.sar
O i i i i i i T au o iin on T M ni'ia.
invocando de corazón A la Sma. V íi^n A fin de
Que María Auxiliadora es la Dispensadora de todas que oyera mi angustiado clamor. Finalmente, como
las gracias lúon acreditado estA en todas las jwirtes, siempre, fueron oidos mis ruegos y mi idolatrado
]>en> conmigo parece que esta tierna Madre no se hijo recobró poco á poco la salud, de tal modo que
«ansa mmoa de concederme toilo cuanto le pido. I^a h*»y estA completamente sano y con más robustez que
vez primera que acudí A KHa, fuó estando mi padre nunca. Cumpliendo la promesa que hice en tan apu
gravísimo de una fuerte pulmonía; habiendo ya re rados instantes, publico esta graria en el Boletín
cibido los últimos Sacramentos de nne.stra santa re S alesíano, en primer lugar para demostrar mi eterno
ligión y bnllAndome yo confusa y sin saber que hacer, reconocimiento á mi buena Madre María Auxiliadora,
recurrí con una novena A María Auxiliadora pidién y en segundo para que todos loe que se encuentren
inPTitn cuando ora gol)erna(lor de la provincia de
.lujny, por lo» «ños do 1888 á 85, fui hostil á los
int«re80H de la religión, particularmente cuando in
formé al gobierno nacional sobre el alcance que se
daba al vice-patrotiato, en el que me esforzaba en
demostrar, aún con citas torcidas, que la iglesia es
taba reatada al listado, bajo el especioso pretexto
del njorcicio dol vice-patronato.
Es cierto, y de ello rao acuso públicamente; pro
testando con este motivo mi fidelidad á. las creencias
y ensefianzaa do la Iglesia CatúHca, Apostólic^i. Ro
mana, cual nos la legaron los prriceres de la Indo]S!ncia en la Carta fundamental que forma la gloria
del país.
Ri me faltó altura para resistir la corriente libeml
do la ópoca, merezco la ospíacion que me impone
(‘sta retractación.
^ r a c ia e
en análogas circanstancías pongan sn confianza en
esta bondadosa y cariñosa Madre.
Lorenzo 1[arana.
Seo de U rgel, 17 de N oviem bre do 1898.
A la ria e s
c o a s u e l o d ie l o s a flig ric lo s .
Habiéndose enfermado de peligro la buena Her
mana Preceptora de este colegio, y presentando la
enfermedad muchos síntomas malignos, nosotras las
Hermanas, Hijas de María Auxiliadora, faltas de
recursos médicos por hallarnos en los inmensos campos
patagónicos, y necesitando do la obra de la })obro
enferma para la enseñanza literaria do las niñas,
nos encomendamos á nuestra querida Madre Celestial
y joh milagro de María!... no estaba aún concluida
la novena prometida, que la buena Hermana ya es
taba milagrosamente restablecida y sigue ahora su
corso de enseñanza con gran contento de las niñas
discipulas y de todas nosotras.
Cumplo con mi promesa haciendo publicar la gracia
para que los afligidos acudan á María si quieren
ser consolados.
Sor Luisa Perrero.
Conesa, 18 de O ctubre de 1898.
j> £ n ría e s i s a l u d d o l o s e n ll ) i * m o s .
Hace pocos días cayd enfermo uno de mis hijos
con un catarro al parecer de mediana intensidad.
La pequeña dolencia caminaba á un feliz resultado
con gran satisfacción de toda la familia, cuando he
aquí que una noche, á eso de las
acometióle
al ^ u e ñ o enfermo un acceso de tos tan continuado
y Violento, que estuvo á punto do producirle la
muerte en medio de una cruel y terrible asfixia. Ante
tan pavoroso como inesperado peligro, dirijírao al
momento á la excelsa Señora que, si es Auxilio de
hs Cristianos es también Salud de los enfermos,
y en breve tiempo ví deshacerse la amenazadora
borrasca, bajo la dulce y bienhechora influencia del
Santo Kusario. Volvieron las cosas á su estado nor
mal, ofi-«íCí á la Sma. Virgen una limosna, que obra
ya en poder del Sr. Decurión de esta villa, y apresuréme á escribir estas lineas, á fin de que se pu
bliquen en las páginas do nuestro apreciadísimo BolíríN.
Angel Díaz.
Sta. C ruz de C am pero (Alava),
12 d e D iciem bre de 1898.
A t a r í a e s .A.i k x í 1í o d e l o s O r i s t i a n o s .
El treinta y uno de Mayo del corriente año sufrí
ana quemadura en el brazo izquierdo á consecuencia
haberse inflamado una docena de cohetes de luz
que tenía reservados para quemar. La eiq)losioii vio
letísima interesó demasiado el lagarto, miembro
cwiocido nilgannente por conejo, al grado de verse
tres capas d á tejido muscular. Apareció la gangrena
y hubo necesidad de amputar la parte dañada deJtodose ver así parte del hueso del codo y alguna
también de los nervios. Mi inteligente médico
de la capital, dedaró la gravedad de mi situación
y
manifestó sos temm’es de qne al venir la d*
'Pfrizacion de una herida tan grande, podría yo
perder algunos movimientos del brazo, y para evitar
ésto, tres veces me poso ingertos. Estos no pegaron,
y la herida ha cicatrizado con tan buenos resultado.s
que no me falta el más mínimo movimiento, debido
todo á la poderosa intercesión de la Purísima Madn»
de Dios y Auxilio de los Cristianos, á quien invoqui’
con fe, y ofrecí hacer esta publicación y dar en .su
honor una limosna para la construcción do .su bnupl»
en la Colonia de Sta. Julia do Méjico.
B ek.vaki>ino T eró.n y E spinosa.
M oliuo de F lores (Texo.ooo),
19 de N oviem bre do 1898.
A .e -1 1 'a c lo o im ic u to A M n i 'f a .
Hoy cumplo con un deber de agradecimiento á
Maria Auxiliadora publicando la siguiente curación
milagrosa que obtuvo de tan excelsa Señora.
^ Por causa de un disgasto fui atacado de aneu
risma á la vista, y examinado por siete médicos,
todos me ordenaron la más rigurosa quietud para
no agitarme, pues el estado era muy delicado. En
esta incertidumbre, mi esposa hizo la novena á la
Sma. Virgen y yo recibí sn santa bendición que me
filó dada por un Padre Salesiano. Desdo entonces
han pasado veinte meses y cada dia me siento mejor.
Agradecido á Maria Auxiliadora y á S. José por
la eficaz intercesión que me han prestado para con
Dios Htro. Señor, publico en el Boletín Salesiano
mi sincera gratitud, é invito á todos los que la le
yeren á ser devotos de tan buena Madre y encon
trarán grandes gracias y consuelos. También envió
54 liras como limosna ofrecida para la Obra Salesiana.
S evero Salas
Cooperador Sale.siano.
Buenos A ires, 8 de N oviem bre de 1898.
Carvten Haedo, do S z rriá ; d a gracias á M." Aux., por
un favor recibido y cum plo con la prom esa do h acer
celebrar n n a m isa y p u b íio arlo on el Boí .btí.n, — Gnudulupe •/. de Ovando, de P u e b la (M éjico); cum ple uoii
la prom esa de p u b lic a r el fav o r recib id o de M.* A iir.
ouii la curación de su h ija M aría, que su fría unos ataquea de la d en tició n . ~ Emilio Jntonini, de Pnra-
colo (Veiiexuelf'•
j—
'•— ' ------^ -------------
y desb au ciad a
de M.* A u x .,á _ ---------- ----------- <f« Francia, de C aracas; sum am ente agro^lccida á M.*
A ux iliad o ra ^ haberm e obten id o la salu d do m i h ija ,
cum plo con Xa prom esa q u e le hice do p u b lic a r la
g ra c ia y ofreoer n n a lim osna p a ra la O bra Salosiann.
— Melckora A n a I$turiz, d e 8. C asim iro (V enezuela);
D oy g racias á M aría A nx. p o r v ario s favores recibidos;
pero en especial porque habiéndom e salido unos t u
mores en la cabeza, rec u rrí á E lla y o sta b u en a M adre
m e sanó. Ofrezco 15 reales en ho n o r de los 15 m isterios
d e l Smo. E osario. — 2£. 1. AT. de 3 f,, do C aracas; Por
espacio de 15 aflos i»adeció te rrib le m e n te de lo s nervios
u n h ijo mío. £ n su d ltim o a ta q u e rec u rrí á M aría
A nx. y se curó an tes de te rm in a r la novena. H a pasM o y a b a sta n te tiem po de esto, y la curación con
tin ú a , por lo c u al doy in fin itas g í ^ i a s á n u e stra q u e
ridísim a M adre. — SueanaCampe Mae, de S arriá, d a grae ia s ú M.* A nx. por v ario s favores especiales recibidos, y
proxnete p u b lic a r uno im p o rtan tísim o q n e espera ob
te n e r p o r l a poderosa intercesión de la ben d itísim a
I b d z e y A oT iJiader» d e lo s cristianos. — D an espe
ciales g ra c ia s á U .* A ux. p o r favores recibidos: A . G,
de B . y Luiea Forrae E ., de C aracas: Leónidae A ru a -
—
18i
leta, de O epaya; Jo eilío Alvarez y Dolores A . de G ar
cía, <lo G uatire-V enozuela. — M aría Martél, d e E oija;
iiadeuieiido m i lietm ana u n a p alinouía iníeooioaa, de
la que ee (Msporabou funeetae ooiiHeouenqias, rogué a
M uría A ux. lo couoediera lu salud, ofreciendo una hiiioHiia y una m isa o n 'sii liouor. L a Sma. v irg e n oyó
lilis ruegos, y co n tra nuestros fundados tem ores n a
quedado la enferm a oorapletaineute curada. — Hoja
hvdonda (I’erú ): D an gracias á M.** Aux.: u n a m ujer
noc el favor obtenido do una a b u n d an te cosecha; un
jo v en por haber encontrado u n a buena colocación; —
M anuel do la C ruz, por h ab er encontrado un hermoso
caballo que h a b ía xierdido, ofreqió d la Snia. V irgen
un caballo do p la ta ;— M anuela Figueroa, por la salud
lecuperuda, ofroco un ex-voto do p la ta ; — E varisto
Q ulstipo, por h a b er curado de cale n tu ras; — N.N.; por
haber logrado vencer la g ran d ísim a ropugnaiicia (luo
sentía de cuinplir con la Iglesia, p río tic a míe h ab ía
dejado desde h acía tiem po; — V ictoriano Uairfcista, por
h ab er ourudo á un to ro m uy enferm o; ofreció mi toro
de p la ta ; — el misino da sentidísim as gracias it María
A ux. por un señaladísim o favor concedido si un uielecillo suyo. — Juana de Paequtor, de M asaga.(N ica
ragua); lluhiendo sido atacad a de una liebre que in s
tantáneam ente me dejó casi sin vida, m i esjioso, en
iiiomentus de a n g u stia ta n terrib le, acudió lí M aría
Aux., y cuando aú n módicos com petentes dudaban que
v iv iese, las setlale-s de v id a omnezavun lí aparecer, y
m uy en breve se in ició la convalecencia; — Lorrmana
(J. (le jbdvila, de 8. Marcos (N icaragua); Acometido de
llidiro m i b ijo Ju s to A ntonio, y ya sin esperanzas de
vida, acudí ú M aría Aux. y la ciiraoiou del nirio no
ae hizo esperar m u c h o ; envío 5 francos. — Angélica
de J(wohi/, de G ranada(N ir.aragua); E stando de m ucha
gravedad un ch iq u ito mío, acudí á M aría A ux. ofre
ciéndola una m isa, y olituve esto fav o r; la doy igu al
m ente gracias por otros muchos que he recilúrto de
su bondadosa iiiaiio. — M ^ico: d an gracias A M aría
Aux. y nuuidau u n a pequeña lim o sn a; L in a Gonzá
lez, por la conversión de su herm ana; líefugio Muñoz,
N. N., F elician a Gallegos, y G erardo C o s ío , de S. Au'tonio; Josefa y líefugio Pérez, de V alparaíso; S acra
mento C eballo, de Z acatecas; G uadalupe Soria, de
V illa del líefugio, y F rancisca H ernández, de Síéuaga,
por favores especiales. — Josefa M. V. de Soto, de Id.,
por seis esnocialísiinos favores recibidos; — María Um
miíit, de Id ., por h a b er sanoilo de la v ista; — Grogoria
(hwio, de Id., por la salu d do su p a p á ; — N icolasa
N avarro, de T onalá, porque estando tu llid a quedó
__ A n ita Flores, Concepción ftlejía y Severa
(Jarcia,'do H iicjnqnilln; Cnyotano llañuelos, do Tmialá;
Maximiaim Toballa, do V alparaíso, y ’l'omloro Oronia
V Celsa AvoUano, do S alitre, p o r la salud obtenulii.—
'Anastasia León l'da. de Cordovés, de Vigo, da in liu itas
gracias lí Marín Aux. i»or liab ei sanado de u n a broii<|uit,i8 ú su n ieto MauoUto, y a deshanciado de tres
módicos que le v isitab an . — Pafael Aanage Lora, de
V aritagna (Vonezuola). da gracias á M aría Aux. por
uii gran favor recibido. — «Sofío ¡Hoz, <le id ., da g ra
cias á M aría Aux. por h ab erle concedido innobos y
especiales favores á o lla y á otras personas por quienes
h a suplicm lo.
. «r,
Carm en Hornero, de T o o titlá u ; Sor M ana P. llevu án d et. Superiora del Convento de la V isitación do
Viúenoin; A rturo J . Márquez, ealesiauo, de Santiago
de C h ile ; Sor Luisa Forrero, do C oiiesa; L. M. S. 8..
de Ca-wá de la S e lv a : M argarita Corren, de Tivloa;
María A. llo rtag aray do C urusá-G uatiá; Joi-ge W.IIertiáu, Salesiano, de Ilogotá: 0 . T . M-, de S. Nicolás
«le los Arroyos: Franoisoo G. H e rre n i, de Cmuica:
Ciríaco SantinelU , «le A ro q n ln a: U n devoto de María
A ux., de Santiago de C h ile; T. A., de C urico (Chile);
E lias E scobar, «le F o n tib en (C olom bia); IC avetana
E idiauri, de V illa líic * (P a ra g u a y ) 5 A- C.. do ftloutevhleq; M- V irginia G arcía, üe N.; J . A. P ereira, de
A sunción (P ainguav); U na Coejw radora, de Santiago
.1.' C hile; L uorcciadeC aatlU o.doV aleuoiaíV onezuela),
v Macla de la Concepción G oniále». de Córdoba nos
lian rem itido relaciones de favores recibidos de María
Auxilia«ler*, la s cuales l a s p u l > l l o u i * o m o s
u l a « l a ^ - o r l> i* « 'V o < .la < l, < * a a iu l< > A
4 > a d a i i u a l a l l t ' j i ’u o s u
V U X 'U O .
—
,UESTRA
i
la
O O R E E S P O ÍT D E N O rA
UTRERA (Seviííii).
Muy distinguido Sr. Director: Ya quo tantas
voces nos pide lo digamos algo do los liustiis y
actos <iuü üu esto Colegio se celebran, hoy me
atiovo á luolostnr su atención, adjuiitóndole una
breve y desaliñada reseña de Jos solemnes cultos
que este Centro do educación Salesiana lia tribu
tado ul quo es patrono de esta Pía Sociedad, San
Francisco de Sales.
Segúü convocatoria impresa al efecto, el 25 del
])usado Enero, á las 7 de la noche, se comenzó
la novena, al Santo, predicando en dicho día nues
tro dignísimo y Rdo. Sr. Director, D. Ernesto
Oberti. En las noches siguientes, con una senci
llez verdaderamente evangélica, á la vez que su
blimo, dirigió -su autorizada palabra el celoso
Cura Párroco do Santa María de Écija y Misio
nero Apostólico, D. Manuel Montero, al concurso
que, amante del Gran Apóstol de Ginevra, acudió
para admirar y aprender las virtudes de aquel
santo Obispo. Si bien en las primeras noclios es
caseó la conoiuTencia, creció sobremanera cu el
Triduo de preparación illa tiesta; en él asistioron
los alumno.s internos, por los asuntos de tanto in
terés para la actual educiiciou tomo se tratiihnn,
haciéiuloso cargo el citado orador dcl duple audi
torio, penetrando su palabni lom as recóndito <lc
sus corazones, enseñándoles con ejemplos prácticos
el modo de vivir cristianamente en la moilevus
sociedad, preseutaiulo siemjire eoiuo modelo al
Autor do la Pilotea. La novena terminaba, como
so aco.stumbra en las casas de Don Busco, con la
ex¡msicion y bendición do-S. D. M., cantiindobo
en ella b>s tan consabidos Tantum eri/o dcl celobrado Obispo Salcsiuno limo. Sr. Caglíero.
El día 29 á las 3 do su tnrde, el Sr. Director
del Colegio dió la Conferencia de líeglanieute á
las Svas. Cooperadoras, quo siemi»re afectiia á la
Obra del Aiióstol do Turíu, no peníierou tnl oca
sión pai*a dem oslnir, con su óbolo, su piadosa
caridad, iratiindose de cooperar al bien desús
conciudadanos:-pues una jmvte do su liinosua se
desliuó al Rosleuiuviento del Oratorio y Escuelss
(lo'San Diego, donde coocurren muy cerca deiflO
niños, nV quienes además «le la instrucción e le iu e n
tul so les da comida y algunas prendas de ve.-jiir
¡(¿lie nuestra madre María Auiiliadoiu proteja a
estos bienhechores de su O bra!
El día 80, festividad del Santo, á las TV'a
umñnna, celebi’óse misa de Comunión Gener.al,
que dijo nuestro M. Rdo. Sr. Arcipreste, jmr de
legación del limo. Sr. Arzobispo de Sevilla, <i«e,
por fallecimiento de su Sr. Secretario de Cámara
V Gobierno, el M. litro. Sr. Dr. D. Juan Alvarei
lYoya (g. o. g. e.), entusiasta admirador de la
Obra de Dou Bosco, no pudo liomnr nuestra liesU
Con sn presencia. A las 10*-'^ p«* canl«'» l*or lo*
I alumnos internos del Colegio misa solemne qu<)
— 1S5 —
ofició el virtuoso sacerdote Rdo. Sr. D. Manuel
Martínez, asistido por personal salesiauo. Ocupa
ban el presbiterio varios cooperadores y entre
ellos los Kdos. Sres. Cura Párrocos de Santa María
y Santiago. Después del Evangelio el entusiasta
Cooperador de la Obra Salesiana, D. Manuel Mon
tero, con galana frase, castizo lenguaje y santa
unción desarrolló magistralmente que para curar
la enfermedad de la actual sociedad eran remedios
eficaces un acendrado y práctico amor al Sagrado
Corazón de Jesús, nna decidida protección á la
Obra Salesiana, por ser Obra de Dios, y á la buena
prensa, puntos que, á pesar de ser tratados lige
ramente en obsequio á la brevedad, no dejaron
de prodncir honda impresión al selecto y nume
roso auditorio.
Por la noche tuvo lugar una función teatral,
representándose por vez primera la tragedia en
ciuco actos, titulada Kicanor, traducida en verso
Castellano por un Salesiauo, profesor del Colejrio.
Nada le digo del argumento de dicha tragedia,
siuo solo que arrancó entusiastas aplausos de la
numerosa concurrencia por lo muy bien que los
actores supieron interpretar sus papeles. Terminó
tan festiva recreación con un despido del tantas
veces nombrado Sr. Montero, que si llevaba gratas
impresiones, nos dejaba á todos indelebles recuer
dos.
Así terminaron los religiosos cultos con que este
año hemos honrado á nuestro i>atrono San Fran
cisco de Sales.
Me reitero de V. afmo. S. S. y Cappa.
M. S. T.
Colsslo de K tra . Sra. del Carm ea, de 'ütxera,
2 de F ebrero de 1899.
dada. No es mi propósito dar de ella sucinta re
lación, ni aún siquiera tocar sus puntos culmi
nantes; renuncio á describir todo ello; el e.vquisito concierto de la conocida banda do música,
el gusto y maestría de los miutieos y teatro yol
adelanto en las artes que denuuciau los trabajos
expuestos entonces al i>úblico, de cada uno\le
los oficios en que los alumnos so habilitjm. Anoto
tau solo un admirable ejemplo de caridad y com
pasión que entonces preaoució y que no j)udo
menos de enternecernos á todos los circunstantes,
aiTaucaudo á no pocos lágrimas de regalada con
solación al contemplar los efectos de la santa ca
ridad en pechos juveniles.
Se trataba de presentar en tal circunstancia un
regalo al amado Superior, paralo cual los alumnos
de la sección de estudiantes excogitaban en qué
invertirían la suma de dinero que entre ellos re
colectaban, y que fuese más del agrado del digní
simo Padre. A uno de ellos le ocurrió la idea de
presentarle la cantidad recogida, p a ra pun de
los niños elefanciacos que allá en el Lazareto gi
men y lloran desamparados. ¡Oh feliz idea, que
fué la chispa que encendió y avivó el fuego de
caridad que ardía ya en aquellos tiernos corazont^! Presenciáronse entonces actos sublimes do
genei'osidad y de desprendimiento. Todos, de co
mún acuerdo, renunciaron á los gustos del pa
ladar tau propios de los niños; los dulces y de
más regalos venidos de sus respectivas casas fue
ron todos convertidos en dinero, los cuartillos de
mamá fueron entonces mejor empleados que nunca,
en fin, no ahorraron medio alguno para acrecentar
el producto de sus cuotas y presentar así al amigo
de los leprosos una limosna para aquellos infelices,
objeto de sus solicitudes. Tal limosna fué sin duda
el óbolo de la viuda depositado por los niños en
mano de los leprosos, del que
£soo{^ un Lazareto ]>or palacio,
tiOOflTA (Colombia).
Sr. D irec to r del B oletín S a l e s ia k o :
Jamás se borrarán de nuestra memoria las im
presiones que los niños de este Colegio Salesiauo
<le León X III han excitado en nuestros cu¡azoncs
con el regocijo que en ellos alentaba por el re
torno de Enropa del R. P. Evasio Rabagliati,
llegado felizmente á esta capital el 12 del que
rig e .
En aquellos pechos infantiles todo era gozo y
entusia.smo : veíanse por todas partes del Colegio,
durante el día, flamear las banderas de diferentes
naciones, campear con artístico gusto gallardetes
y festones, y, venida la noche, la iluminación
,:.;eneral no dqjó nada que desear, inundando á
todos una loca alegría, prueba de ella eran los
.fritos y vivas que se elevaban entonces de todas
'•artes, y los himnos de amor y gratitud al caro
Padre.
Los alnranoB de los talleres iban á porfía á ver
"Qúl le obsequiaba mejor; quién le ofrecía una
quién otra, y todo brotaba del corazón que
para con él es todo am or; y jcómo no, si sou
b-s hijos que obsequian al nnis amoroso de los
l«iidrea?
El 15 de los corrientes celebraron nna fiesta
que revistió caracteres diversos por su doble
objírio de bienvenida al Inspector, y premiación
dv ^)s alomaos del Colegio hasta entonces retar
y que al recibirlo lloraba de ternura. ¿Y quién
no se Bintiria movido de los mismos afectos al
contemplar á aquellos candorosos jovenci tos, llenos
de sinceridad y conmovidos liastíi el exceso, pre
sentar su ofrenda en jiro do aíjuellos seros á
quienes más desprecia el mundo! jQuó grat«> no
seria ul divino jesús tal acto de exqiiisilísima
c r id a d y cómo deirainaría copiosas sus beuidiciones sobre almas tan generosas para quienes
socorrer al necesitado y llorar con los que lloran
es ya un deber, deber de santa caridad!
Ojalá semejante ejemplo tenga imitiidores ce
losos, y mientras cumplo con un deseo de mi co
razón que entonces me impuse de no dejar pasar
en silencio acción tan C4»nmovedora y eminente
mente cristiana, aprovecho la ocasión para suscri
birme del Sr. Director
Afmo. 8. s. iu C. .1
E. M. F.
Bogotá, 23 á e Enero de 1899.
Sr. Director del B oletín S a l e sia n o :
Cuando, no ha cuatro meses, tuve el placer de
estrechar su mano amiga para volver á Francia,
le pron'etí que al fin cumpliría mi jialabra de
enviarle alguna corru6{>uudeiicia p a la su B oletín .
Con esta idea me vine y con ella he estado hasta
m
—
186
—
1
lioy. (*n que nienoB ngoviado por las ocapaciones,
y (U'jimdo otras a rcmoUfi, me d ijo : carpe diem
y cmiiple. Dicho y hecho: recogíme nn tantico,
medité, y luego me puse á borronear estas lineas
cúrrente enlamo.
Seré breve, me dije, y condensaré en lo sustan
cial lo que vaya saliendo, porque ni me agradan
c<trres|Hmdcncias kilométricas que intimidan á
los lectores y ¿porqué no decirlol también é V.
(perdono nuestro diligente corresponsal: intimidiinuíR, li la verdad, no nos intimidan, todo lo
contrario...), ni yo tengo paciencia y tiempo para
gnrabatenrlns. Al grano, p u es: empiezo
— Digna do atención ha sido la rifa del lunes
de Pascua, habida en nuestro Asilo y Colonia
Agrícola do N lK as. diócesis de Montpellier, ini
ciada y llevada á término por nuestras Cooporadora.s Salesinnas. La caridad más exquisita infor
maba su íin, y olla hizo amables á unos y gene
rosos ú otros. Un selecto público honró el espacioso
local bien abastecido y primorosamente adornado:
uu fonógrafo excelente y una banda musical ame
nizaban el acto, mientras elegantes vendedoras
80 disputaban el comercio estable y ambulante.
Al declinar del sol, más de 6.000 personas habían
pasado p o r la rifa , dejando, quien más quien
menos, el óbolo de su caridad, y llevándose un
r«‘C iu*rdo en las manos y un alegre consuelo en
el corazón.
— Otra fiesta de un fin semejante se celebró
ol 4 de Abril en CMé M onttU y junto á Tolón, con
la diferencia do estar encarnada en un acto lírieodrnmático-musical, al que concurriei-on u n ^ 400
poTsoniva de lo más granado de la sociedad, á más
de la minora miera do 300 niños y otras personas
que se cuohm en todas partes como en su propia
casa. El piiblico se mostró muy generoso; los
actores del drama S. Cirilo interpretaron muy
bien sus papeles, y la orquesta, así en las sinfo
nías como en las demás piezas musicales, ha bocho
galas de su buena afinación y maestría.
_ Como V. recordará, el Oratorio do S. Mau
ricio fundado no ha mucho tiempo en Kuoil.
situado iunto á las fértiles colinas de Iluzouval.
á 12 km. do París, tenía por objeto la formación
do un personal apro]iiado para las Misiones ex
tranjeras y «1 norte do Francia. Pero este objeto
era conocido tan solo de los Superiores y personas
amigas, por lo que ora necesario comunicarlo al
público. Su director, K. P. Fovu', así lo ha com
prendido, y acaba do esparcir jKir Francia lUia
circular en que lo pono de mmütiesto con claridad
y sencillez. ‘‘liemos fundado, dice, en Rueil el
Oratorio do S. Mauricio para preparar un i>eraonal
adocundo para el norte do Ftaiicia y misiones
extranierns. Nuestros jóvenes cursarán en él Hu
manidades. Filosofía y Teología. Se aceptarán
también en él á los jóvenes ya entrados en años
que se ouenoutren con ánimos para seguir su vo
cación. Para llevar á cabo esto objeto, contamos
con la caridad de nmvstros Cooperadores, sin la
cual poco ó nada significarán nuestros esfuerzos.
Acudid, pues, cu nue.stro auxilio, amados Coope
radores. y allegad vuestras piedrecitas para edi
ficar esta casa y los templos vivos del Señor.’’
Sus palabras no han caído en terreno estéril, y
do todas lu rtes han llovido materiales, ropas y
el vil metal, tan imprescindible en e.ste picaro
mundo para poder hacer algo.
— Al llegar la cuaresma, se buscaba en el P a
tronato de S. Hipólito, de R om aii’^. un medio efi
caz imra llamar la atención de las personas buenas,
V con ello lo necesario para el Pan nuestro de
cada día. Cavilóse un poco, consultáronse las di
versas opiniones y al fin se convino en dar todos
los domingos una representación de la Pasión de
nuestro divino Salvador. Dicho y hecho: nuestro
amadísimo Superior General, que llegó por en
tonces aquí, de paso para España, inauguró la
serie de representaciones, á las que continuó vi
niendo el público, cada vez más numeroso, todos
los domingos. Todos los diarios han hablado de
la religiosidad y hermosura del drama, y del fe
licísimo éxito de las representaciones.
— Y ahora, sí V. Sr. Director, no lo lleva á
mal y me lo permite, dejaremos la Francia y,
dando un insignificante saltito á través del Me
diterráneo. nos ti’asladaremos á O i’á i i (Africa)
para asistir á la academia ofrecida al nuevo
obispo de ese protectorado colonial francés, limo.
Sr. Eduardo Contel, que honró nuestra Casa de
JEekmühl con una paternal visita. Acogido con en
tusiasmo y veneración por sus nuevos diocesanos,
no podía serlo menos en nuestra casa, á la que
concurrió ese día lo más granado de la sociedad
oranesa. Solemne fué la recepción; y nuestro ho
menaje, academia y acto dramático, debieron parecerie muy simpáticos y sinceros para moverle
á hablar aí fin con tanta fineza como encomio de
la Obra Salesiana. Sus palabras fueron recibidas
con estrepitosos aplausos, y al caer sobre nosotros,
dice el P. Bellamy, director de la Casa Salesiana,
nos hicieron el efecto del fresco rocío sobre las
hojas amarillentas de lirios marchitos por el sol
del trabajo.
Ya me disculpará V., Sr. Director, si en mis
noticias no he sido más oportuno y tal vez me
nos extenso, así como del desaliño del e.stilo, pues
sino fuera porque ya he gastado tiempo, tinta y
papel daría á esta carta........ una dirección más
breve.
.
Cuente siempre con la más sincera amistad de
BU afino. S. S. in C. J.
M. Verieman.
P»ris, Abril de I8Q9.
R. P. Valentín Gómez, S. I.
.OBRE las onco de la noche del 13 de
Marzo, pasó á mejor vida ol K. P. Va*
lentin Gómez de la Compañía de Jesús.
Amante de la juventud desvalida y
por lo tanto entusiasta de la Congr^
gacion Salesiana, filó el iniciador y pri
mer director de las Obras de la Casa
^
de Baracaldo á la que hasta su muerto
no dqjó de proteger ya proporcionando limosnas, ya
dando útiles consejos, como práctico en la materia,
acerca de la construcción del edificio y demás cou'
clemente al instituto.
Era ten t ív o el interés qne se tomaba por ella,
que pocos dias antes de su muerte, como quien
viene á dar el último á Dios, se presentó en la
misma, no obstante su delicadísimo estado de salud
que apenas le permitte andar, y señalando una li
mosna que se le había ofrecido, determinó la parte
de la obra que con ella se había de ejecutar.
Al rendir, p u es, hoy un tributo de admiración y
agradecimiento al virtuoso jesuíta, creo no será fuera
de propósito para los lectores del B oletín Salesiano
darles á conocer también algunos rasgos biogi-áficos
de este varón insigne, modelo de religiosos.
Diecisiete años llevaba de residencia en la villa
de Bilbao, y entre otros trabajos apostólicos que en
ella realizó merecen citarse las Escuelas nochirnas,
verdadera arca de salvación do las jóvenes de fá
bricas y talleres, que recogía en ellas y mediante
la cooperación de distinguidas señoras que le secun
daban, las apartaba de inminentes peligros de per
derse, enc-aminándolas por los senderos de la virtud:
Escuelas dominicales, dentro y fuera de Bilbao,
que no dejaba de visitar á su hora, por fatigado
que estuviere y por mal tiempo que hiciera.
grande era el cariño que las tenía y tanto
el bien que en ellas hacía, que solía llamarlas sus
amadas escuelas: destrucción del Edén concerf, obra
diabólica que él desbarató con su tacto y energía,
interesando al efecto á las personas que con sos
bienes ó consejo, dirección ó autoridad, pudieran
aniquilar aquel foco de corrupción; y la Propaganda
Católica, mediante una asociación de señoras que
sufragaba los gastos tiraba cada mes de 8 á 16 mil
pliegos de lectura eicogida que mandaba repartir al
pueblo en las encrucijadas de las calles y plazas,
en los trenes y tranvías... siendo en muchas oca
siones espectáculo admirable ver leer estes hojas á
todos los viajeros del tren.
Era asombrosa su asiduidad al confesonario.
En él pasaba mañanas y tardes enteras oyendo á
personas de todas las clases de la sociedad, que ha
llaban en el P. Gómez un confesor prudente y sabio.
¡A cuántas y cuántos apartó del vicio y les colocó
en puntos donde no peligrara su honestidad!
Apenas hay edificio religioso nuevo en Bilbao á
€0)11 construcción no haya contribuido de una ú otra
manera, ni comunidad religiosa que, sintiendo nece
sidad, no haya encontrado en el P. Gómez socorros
para salir del apuro.
Este su celo ardiente por la gloría de Dios y el
bien de las almas exasperó alguna vez á los secuaces
del espíritu de las tinieblas, llegando su osadía hasta
calumniarle públicamente de palabra y por escrito,
pero jamás salió de su boca palabra de queja contra
sus detractores, ni abrigó en su corazón resentimiento
alguno contra ellos, antes bien, siguió impertérrito
trabajando con más ardor que antes, si cabe, en la
tarea emprendida.
Su oradon era continua y fervorosa, pasando mu
chas noches, sobre todo las noches largas de invierno,
en la capilla domésüca, á los pies de la Santísima
Virgen de quien era devotísimo, encomendándose á
si mismo v á todas sus cosas y empresas. En aquella
fragua templaba sus armas espirituales y se encen
día su alma en el celo de la ^oria de Dios.
Era ejemplar en la celebración de la Santo Misa.
Tan arraigada tenía esta devoción, que no quiso de
jar de celebrar hasta el mismo día de su muerte, y
solía decir con gozo que tenía celebradas más misas
que sus días de saceiúocio.
De lo dicho se podrá conjeturar cuán fiel obser
vante sería, como realmente lo fuá, en la obodioucia,
humildad y santa pobreza, en una palabra, ou el
cumplimiento exacto de la reglas, como dechado Je
religiosos.
Yo que he tenido la dicha de honrarme con su
amistad y dulce trato, al verme ahora privado de
ten amable compañía no puedo menos do depositar
este pequeño recuerdo sobre su tumba, rogando á los
lectores del B oletín le tengan también presente en
sus oraciones por si tuviese necesidad de ellas.
E amón Zabalo, Director.
B aracaldo (B ilbao), A bril d e l 99.
D.^ Amalia Briceño de Restrepo.
li el m es de ííoviem bre m oría en u n a
l)oblacion cercana á B ogotá la señora
D oña A m alia B riceuo de líestrepo, m atrona
em inentem ente cristiana, quizá la prim era
Cooperadora Salesiaua de esta ciudad, y d u
ra n te casi diez anos u n a verdadeiU: y cari
ñosísim a m adre x>íira los hijos de D. "Bosco.
Creo que no dejó un sólo día, en el transcurso
de tan to tiem po, de ocuparse liersonalm ente
de nosotros, favoreciéndonos de cuantas m a
neras le eran posibles. E scasa d e fortuna, era
riquísim a d e corazón y de cariño; razón por
la cual nos h a prestado servicios incalcu
lables. E n C artagena sui>e esta tristísim a no
ticia, q u e me ai>euó so b rejn an era; y tan
pronto como llegué á la C apital, m i p rim er
cuidado fué sufragar con u n funeral solemne
el alm a de la queridísim a 6 inolvidable madre
de los Salesianos de Colombia, j Que el Señor,
ta n rico en m isericordia con los m isericor
diosos, como lo tiene prom etido, pague las
deudas que nosotros hemos contraido con la
q u erid a difunta, dándole p a rte d e su c ie lo ;
3’ nos dé á nosotros o tra m adre, que llene el
vacío que h a dejado, e n tre nosortos, la señora
D o ñ a A m alia B riceño de líestrep o , que en
paz descanse!
E
E vasio B a b a g l ia t i , Pbro.
BogoU, 1699.
mi
Lv ¿J
— 188 —
los niños se les d ab a la instrucción conve
niente, sino p a ra sorprendernos; no p ^ a re
conocer la legalidad de la enseñanza sino las
ideas y opiniones polítiíjas profesadas por nos
otros. D ejando á u n lado la lite ra tu ra latina,
1)E S. FRANCISCO DE SALES
él creyó conveniente entretenerse en m aterias
m ás conform(i.s (xm el objeto de su capciosa
inspección. E n las clases superiores, interrogó
sobre D an te A lig h ie ri y cu las inferiores so
C a p ít u l o L V . (1)
b re la G eografía do I t a l i a ; antes, en algunas
Nueva inspección provocada por e! Cab. Gatti escuelas, llam ando al rededor de su cá 'cd ra
á unos cuantos alum nos, llevó sus indagacio
__Visita á las Escuelas — Dante, GUelfos y
Gibelínos y el dominio temporal de los Papas nes h a sta el santuario de la conciencia.
JCn el 4.'* y 5 ° año p re p a ra to rio , detúvose
— Palabras halagüeñas y hechos desagrada
d u ra n te to d a la m añana y la tardo sobre el
bles — D. Bosco y el Ministro de Instrucción prim er Cántico de la Divina Comedia y á to
Pública— Gatti en un armario — La historia, dos los dem ás prefirió los trozos en que el
el pollo y la salsa — El dulce del amargo poeta, por m iras políticas y personales, so de
sata en invectivas injustas contra los Papas,
Desgracias y muerte de Gatti.
y especialm ente co n tra Bonifacio V IH , á quien
-'lou lo visto, la v icto ria alcanzada por consideraba como el autor p rin cip al de su ex
D on Boaco m edianto el decreto de pulsión de Pioreucia. E l In sp e c to r, por lo
aprobación expedido por el real P ro - tanto, preguntó sobre el origen de los Guelveedor Selm i en favor de nuestras fos y G ib elín o s, sobre las ideas de los unos
^ ^ u c la s , q u itó el sueño al Cab. G atti, el cual, V de los otros y á cuales p p tid o s correspon
con la esperanza de sa lir u n a vez m ás con la d erían actualm ente en Ita lia , á cuales de los
suya, provocó contra nosotros la orden do u n a dos pertenecía D ante, y cuál fuese su opinión
n ueva inspección. E stábam os á fines de mayo respecto al dom inio tem poral del P apa, y
del m ismo año 1863, cuando u n a m añana a otras preguntas parecidas m ás ó m enos insi
la s 0, u n señor elegantem ente vestido e n tra diosas. Con lo cual él se proponía, por lo
en el O ratorio y p reg u n ta por D on B ^ c o . visto, sacar de boca de los niños alg u n a res
E ra el ta l sujeto u n profesor de filosoiia. D es puesta in co n sid erad a, que lo pudiera servir
pués de los prim eros cum idim ieutos de cos siq u iera do pretexto p a ra referir que la ins
tu m b re , el profesor le an u n c ia que estaba trucción que so d ab a on nuestro O ratorio era
co n tra ria á las m odernas institu cio n es del
encargado p or el M inistro de Instrucción
P ú b lica de p racticar u n a inspección en las es G obierno; p e ro . Dios m ed ian te, y debido á
cuelas del In stitu to y p resen ta la orden co- la prudencia do los m aestros y d e los alum
nos, sus esperanzas quedaron frustradas.
rrespíuidioute.
D on Bosco no dejó do hacer algunas obser
E n las clases inferiores, preg u n tan d o sobre
vaciones respecto á la iucouvenieueia de tan la G eografía d e Ita lia , haUó por liii algo de
ta s inquisiciones en la casa de u n libre ciu que alegrarse. U n joven do la prim era, al sfr
dadano que asilab a é in stru ía gratuitjunente fialar la división de la .:Vlta Ita lia , se dejó
á vario s centenares do pobres niños del pue escapar, casi por costum bre, la an tig u a deiiob lo ; p e ro , 011 obsequio á la Autoriduil que iiüuacion d e Lom bardo-V éneto como i>erteneV. S. representa, añadió, prescindo de toda eiente al Im perio A ustríaco. A l oir esto, ü
ob serv ació n , cum pla A . S. enhorabuena las inspector dió inm ediatam ente señales de gramle
órdenes (pie h a recibido. Lo único que le re asom bro y desaprobación, y d ijo . — ^Pues qué,
comiendo es q u e no se dirijan preguntas ino 1 y no sabe aú n que desde el año 1859 la Lompo rtu n as y no se alarm e á los niños. — Lo b ard ía e stá d isg reg ad a del V éneto y pertenece
que, con p alabras corteses, le fue prometido. al Keino d e Ifeüia? jT a n poco le im iw rta el
H arto prolijo fuera referir la s preguntas conocer la s glorias do la p a tria com ún? - la Observación h echa en seguida por el
hechas por el' Insixictor y las respuestas d a
d as por los alum nos en cada uuo de las cinco m aestro do q u e aquel e ra un erro r de lengua,
clases p rep arato rias; ixir consiguiente me li- causado m ás por la costum bre que por la
m iíart' á referir atp ü lo que nos causó m ayor ignorancia, el Inspector so d ió , a l parecer,
impR'sion V nos dejó un recuerdo inolvida por satisfecho, pero luego, á fa lta d e o tra <3osa
ble. Diré, a n te todo, que el profesor, por mas mejor, no dejó de señalar esta hecho inocen
que se m ostrase atento y cum plido con D on tísim o en su relación al M inisterio con mBosco, con los m aestros y con los alumnos, teucioii d e dejar m alparados á m aestros y dis
dqjaba en trev er sin em bargo que su v isita cípulos.
,
iHíspondía á u n plan p reco n ceb id o , a saber,
U na cosa, sin em bargo, le asom bro ^ b r e que él no h ab ía venido p a ra ex am in ar snm iiiaiiera, á pesar su y o , y fué el silen cio , la
p a ra d escu b rir; no p a ra cerciorarse de si a disciplina, el buen orden que notó en todas
las escuelas. E n tre las otras, la 3.* preparato
ria, que ten ía míis d e 130 alu m n o s, lo conp) V. Bol. do Atril, pstg. IW.
IIISTOKIA DIÍL OllATORIO
— 189 —
\ enció de que aq u ella discip lin a no era pa
sajera n i ficticia, sino sólida y real. Term i
nada la visita, el m aestro quiso, por cortesía,
íicomx)añarle á o tra escuela, jDero el Inspector
Tentó de d isuadirlo alegando p o r razón q u e su
au sen cia, aun q u e m om entánea, liab ría sido
causa de g ran d e alboroto e n tre tan to s niños
avispados y vivaraclios. — No tem a V., se
ñor In s p e c to r, contestó el m a e stro , bien se
guro estoy de que n adie despegará, los labios
ni se m overá de su asiento. — E sto me pa
rece im posible, replicó el Inspector: que 130
alumnos gu ard en silencio estando ausente el
m aestro, es algo así como u n m ilagro. —
Dejóse, no o b sta n te , acompañiu’ h asta cierto
p u n to , y lu e g o : — Volvam os a t r á s , d ijo , y
veamos si g u ard an el silencio que V. poullera; — y diciendo ooto se acercó m uy ca
llandito á la p u e rta de la e sc u e la , atisbo por
el ojo de la cerrad u ra y vio cabalm ente á todo
aquel num eroso escuadrón estn d ia n til ium óv ü y silencioso cual si el m aestro estu v iera
sentado en su cátedra. S orprendido en ex
tremo, se alejó re p itie n d o : — i Jam ás lo h u
biera creíd o ! E sta es u n a m aravilla que honra
altam ente á Y. y á sus discípulos. E l profe
sor era el clérigo Celestino D urando.
Lo que era u n objeto de m aravilla p a ra el
Inspector gub ern ativ o era la cosa jiiás común
eu todas n u estras escuelas; porque los niños
del O ratorio aprendían á p racticar el bien y
evitar el mal, no por resi)eto al hom bre sino
])or respeto á Dios; no ])or el prem io ó el
castigo del m aestro ó del superior sino por
deber de conciencia.
La inspección del escrupuloso Insi)ector
duró dos días cabales. A l despedirse se mos
tró m uy satisfecho, usando expresiones que
daban á creer que su relación al M inisterio
nos h ab ría sido sum am ente favorable. Don
Bosco te n ía adem ás m otivos p a ra creerlo así,
ya po rq u e, en efecto, los niños hab ían coiiTostado satisfactoriam ente, y a porque la opi
nión púb lica ten ía á dicho Insi>ector en con
cepto de hom bre h onrado é incapaz de hacer
de ín sten te m al á nadie. P ero las palabras
Indagüeñas fueron desm entidas por los hechos.
En efecto : :i los pocos d ía s , con g ran d e estui>or y dolorosa so rp resa, D on Bosco llegó
:t saber i>or persona am iga que el señor ínsÍM‘s*ror estab a á pu n to de p re sen tar al ^Ministro
una i>ésima relación. Según ella e n tre nos
otros todo era d eso rd en , in m o ra lid a d , reac
ción. — A d v ierta V. E . , escribía el relator
cutre otras lindezas, a l Sr. M inistro; advierta
V. E., que dom ina allí u n espíritu ta n hostil
ai G o b ie rn o , que en todo aquel vasto estabh‘ciraiento no se h alla u n solo re tra to de
nuestro augusto Soberano y señor. — A l oir
e.-ro no faltó q u ien diiera inm ediatam ente:
— S i la relación está esc rita en ese sentido,
cj buen seguro que G a tti h a m etido en ella
h: pata. — N i e ra este u n juicio tem erario,
)'•:= sto que. adem ás d e lo q u e y a hab ía hecho
ro !tra nosotros, d ab a m otivos p a ra sospechar
de él u n confidente suyo, que lo reprendía á
m enudo y se esforzaba por volverle á mejor
acuerdo. E ste m e aseguró que cuando se le
ofrecía la ocasión de rom per u n a lanza eu
perjuicio d e in stitu to s dirigidos por siuierdote s ó religiosos, el Cab. G a tti se jacta b a de ello
como de u n a p r 9 cza y se le hacía la boca agua.
P ero fuese quien fuese el autor principal
d e aquella fiilsedad, D on B osco, no bien se
enteró de eU a, se apresuró á prevenir sus
consecuencias, ap a g an d o , como él decía, los
rayos antes de que estallase el trueno y con
ju ran d o el tem ixiral antes de (pie cayese el
granizo. D irig ió se , al e fecto , al palacio dol
M inistro d e Instrucción P ública, D. M iguel A m ari, á quien debía ser presentada la famosa
relación. E rase u n día d el m es do junio. O b
te n id a á du ras penas l a audiencia, al caer la
tarde, tu v o lu g a r el diiUogo sig u ie n te , am e
nizado i)or u n chistoso episodio;
— ¿ E n qué puedo serv ir á V., Sr. A b ad ?
preguntó el M inistro.
— Me veo continuam ente vejado con pes
quisas, contestó D on Bosco, y no me es po
sible conocer el m otivo. Ruego, pues, á V. E.,
quiera te n e r á bien notificármelo. T o he sido
siem pre súbdito fiel á m i soberano, y si por
casualidad se halló en m í alg u n a falta, deseo
vi^•amente saberlo p a ra poderla e v itar en el
l)orvenir.
— P o r favor, ¿quién es V.?
— Soy el sacerciote J u a n B osco, directo r
del In stitu to llam ado O ratorio de San E rancisro de Sales, cuyo objeto es el de recoger
niños pobres p a ra educarlos, instruirlos y fa
cilitarlos u n a caiTcra honi*aiÍa.
— Me alegro de conocerle, y le felicito ú
V. ])or el noble m inisterio (pie ejerce; pero
V. no debe ahajarse del olyeto <pie so h a ])ropuesto. Se dice que su lilantrójnco In stitu to
h a degenerado y se h a (jonvertido en u n couventicnlo d e re^iccionarioH, y q u e V. lia U(3gado hastii el p u n to do reh u sar som eterse á
las órdene.s de la autoridad escolástica. l í e
aquí el motivo ]x>r el cual se h a creído con
veniente o rdenar u n a iiisiHíCcion en sus escuehis. Oreo, sin em bargo, que el Sr. Inspector
h ay a guardado los debidos m iram ientos á V.
y á sus alum nos, (conforme á las órdenes que
le h e dado.
— Ig n o ro las órdenes dadas por V. E .; pero
puedo aseg u rarle q u e se llevó la inspección
h a sta en los x>ensamientos de los uíño.s; B(í
d irig iero n pregunta.s m ás relativ as á la im htie a que á las m aterias d e en señ an za, y al
gunos alum nos fueron interrogados hasta.respecto á cosas de confesión. Lo mismo h ab ía
hecho y a el Cab. G atti tre s años há, m ere
ciendo la desaprobación del mismo SÍinístro
M am iani.
— No e ra e sta por cierto la m isión del se
ñ o r G atti, n i del profesor encargado jm r mí.
E llos deben presentarm e la relación de la ins
pección q u e les encargué y de ellos aguardo
ios inform es del caso.
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A q u í el m inisti'o tocó la. cam pauüla y liabióndosü p resentado u n ordenanza, le dijo
q u e llam ase á los dos señores mencionados.
A cudieron uno tra s otro, pero, debido á la
penum bra producida por el crepúsculo d e la
tarde, no advirtieron la presencia d e Don
Bosco, 6 invitados se sentaron á su lado para
conversar con el m in is tro , el c u a l, volvién<lose h ac ia el Inspector, i>reguntó:
— i Qué ta l salió la v isita á las escuelas
de D on Bosco 1
— Como e ra do presum irse, Excelencia. Do
la relación que ten d ré el honor do presen
tarle , V. E . podrá, form arse u n a id ea clara
del m al esp íritu que dom ina en aquel In s ti
tuto.
— P o r m edio del Sr. G a tti le hab ía yo en
cariñado á V. d e exam inar la lep ilid a d de los
enseñantes y de la m aku'ia enseñada; pues
b ien, ¿cómo resnltai'on estos dos puntos?
— Poco satisfactorios, E xcelencia; fijiárese
V . que en aquel In stitu to no he liallado si
q u iera el re tra to de nuestro augusto Sobe
rano.
— Pero, to cante á la legalidad de los en
señantes y de la enseñanza ¿qué tiene V. que
decirm e? insistió el M inistro algo fastidiado,
jiorque veía que el Inspector se salía afecta
dam ente de la cuestión y no couteskiba direc
tam en te á sus preguntas.
— A est(i respecto D on Bosco h a logrado
a rra n c a r un decreto de aprobación al real
P roveedor, quien, por este año, tolera dichas
escuelas.
— A sí es que, tocante á la legalidad, n ad a
h ay que observar.
— ÍTos estamos, sin em bargo, carteando con
el Sr. Proveedor, por<iue parece que el decreto
expeclido p o r él en favor de Don Bosco no
es legal.
— ¡Paretie que no sea legal! E sto signiñea
que au n no se sabe á ])unto lijo, y m ientras
la cuestión no se resuelva nosotros no debe
mos in q u ietar á nadie. Pero Don Bosco se
h a quejado de que se dirigieron á sus alum nos
jireguntas in discretas ó im p o rtu n as, y esto
me desagrada.
— V. E . debe persuadirse de q u e esto es
fíüso, replica') el Inspector.
— A quí tenem os al mismo Don Bosco,
añadió el M in istro ; dt‘K>mosle h a b la r, y se
descubrirá la verdad. S í , la v erd ad y n ad a
m ás que la verdad, y ¡ay do los em busteros,
repitió con energía, que se em peñasen en eug añarinel
Y a poílrá tig u ra rse e l lector el aturdim iento
del In spector y do G atti, cuando cayeron en
la cu en ta do la presencia de Don Bosco y
oyeron las p alab ras re.suelt;is del >ár. M inis
tro, B aste decir que el prim ero se puso rojo
d e vergileuza por h aberse dado á conocer por
sí m ismo ciuü hom bre de dos ciiras, poniendo
en las nubes nuestras escuelas en presencia
vle Dou Bosco y d e sus m;iestros, y luego cu
briéndolas do infam ia eu presencia del M inis
tro ; y que a l segundo le dieron escalofríos
por el tem or de que se descubriesen final
m ente sus manejos co n tra nosotros y contra
tan to s in stitu to s de la m ism a naturaleza. E l
hecho es que el Sr. G a tt i , faltándole valor
para sostener aquel encuentro inesperado, so
pretexto de despachar algunos asuntos ur
gentes, pidió perm iso p a ra alejarse algunos
in stan tes y y a no apareció, dejando solo en
los apuros á su colega.
Y aquí aconteció u n episodio que quiero
recordar p a ra que se v ea lo poco que cuesta,
á D ios hum illar á un hom bro soberbio y po
deroso. E ué tan ta, pues, la confusión que eu
aquel momento experim entó el pobre Gatti,
que al salir del despacho m inisterial, erró la
d irecdoii y eu vez de a b rir la p u e rta abrió
u n arm ario. Sonrióse el M inistro al notar la
equivocación, y : — Despacio, despacio, dijo,
Sr. C ab allero ; ese es u n arm ario, vuelva V.
a trá s ; — y levantándose f ué él mismo á abrirle
la puerta. E u cuanto a l p rofesor, queriendo
m udar de asiento y ap a rtarse alg ú n tan to de
Dou Bosco, tropezó con el p ie en el pequeño
estrado y por poco se cae tendido cuan
largo era.
( S e continXMrá).
í -SVa r i e
Dí i De
s í
^
C onforeiu'la Sale^iaiia en B arcelo n a. —
El iba 22 lie .Mayo celebróse una solemne confe
rencia en el Colegio Salosiano de S. José de Bar
celona. Mucho antes del tiempo en que se hallaba
anunciada veíase la hermosa capilla del Colegio
cnteramcutp ocupada por mucha y distinguida
concurreuciu. A las cinco de la tarde se dió prin
cipio ú tan solemne acto con hermosos cánticos,
íulmirahlemeute ejecutados por los niños del Co
legio. El sermón estuvo á cargo del elocuente y
Justamente alabado orador M. Rdo. P. Salvador,
Carmelita Descalzo, que, eu breves y brillantes
párrafos demostró cómo la Santísima Virgen en
su deseo de dar cumplimiento al legado que su
amadísimo Hijo le había hecho en el Calvario de
ser Madre de todos los hombres, había suscitado
á D. Bosco eu las actuales circunsfeuicias para que
formase dignos discípulos de su Hijo, de aquella
parte de la sociedad que más necesitada se eucuentra de serlo y que parece que se halla más
lejos de poder poseer tal dicha. Le inspiró, pues,
en primer lugar, para atraer á los niños pobres,
proporcionarles lo que más ambicionan en su edad
y de lo que por su pobreza se hallan privados,
cuales son los entretenimientos y aun el alimento
y suministrarles por este medio lo que más les
— x91 —
importa para ésta j la otra v id a ; la educación mente demostrado con las manifestaciones de
cristiano. Para hacer llegar la voz del Señor álos adhesión y los aplausos de que fuó objeto en di
que habitan en las sombras de la muerte de la infi ferentes pasajes de su interesante trabajo, y es
delidad y de la baxbarie, le inspiró el formar esas pecialmente en la conclusión j en la quo el orador
huestes de generosos y heróicos misioneros que, supo comunicar su entusiasmo á In concun-encia,
posponiendo todo lo terreno á lo eterno, marchan haciéndole prorrumpir en calurosos vivas á la
resueltos y gozosos, movidos por celestial amor, Patrona de Murcia, á San José, al Círculo y á la
á incultas y apartadas regiones en busca de sus Institución Salesiana. Y es que la conferencia
desgraciados hermanos, pai*a proporcionarles un resultó, bajo todos conceptos, intcresunte, pues
bien del que ni siquiera sospecharían la existencia solo retrató en ella, con los más felices rasgos,
sino fuera por ellos. Y finam ente, para bien de la fisonomía del humilde pastorcillo por cuyo apos
toda la sociedad en general le inspiró la Obra tólico celo se hau evangelizado tantos pueblos y
de los "Hijos de María, para fomentar las voca se han salvado tantas almasj sobro historiar pin
ciones al estado eclesiástico.
torescamente su admirable iustituto y sobro ex
Concluido el sermón ocupó la Sagrada Cátedra plicar en qué consistía éste, de quó medios se
el Sr. D. Felipe M.® Rinaldi, Inspector de hrs valía para propagarse por todo el ñauído, refirió
Casas Salesiauas de España, y en sentidas frases como había comenzado á arraigar en esta ciudad,
manifestó á los Cooperadores su gratitud por las donde acaso, con el favor de Dios, doutio de no
pruebas de sincero amor que dieron á D. Rúa du mucho tiempo podremos contar con una modesta
rante su permanencia en esta ciudad. Declaró que casa salesiana, que sea base do uua fundación
lo hacía por indicación del mismo D. Rúa que, tan grandiosa como la de Sevilla, Barcelona y
al despedirse de él en Alicante y encargándole otras que existen en España.
que hiciera presente á todos los Cooperadores es
Terminada la conferencia, muchos de los con
pañoles su agradecimiento por el amor con que currentes solicitaron agregarse al centro de Coo
le habían recibido, le dijo que no se olvidara de peradores Salesianos de esta ciudad, al que felici
hacerlo de una manera especial ú los buenos tamos por el éxito obtenido; felicitación que ha
hijos de Barcelona, á quienes conservaba un afecto cemos exteusiva al ilustrado conferenciante por
especial porque había visto claramente que todo su brillante trabajo, deseando que nos proporcione
lo que habían hecho por él, lo habían hecho nuevas ocasiones de aplaudirle y la satisfacción
principalmente por el recuerdo que todavía con de ver pronto y merced á su infatigable celo y
servaban de D. Bosco. Encareció la necesidad que con la ayuda de todos los hombres de buena votenía la Congregación Salesiana para su subsis hintad, convertidas en gratas realidades las risue
tencia del auxilio de María Sma., haciendo con ñas esperanzas que nos hizo concebir de que se
tal motivo una hermosa comparación de aquella instale en esta ciudad la obra de Don Bosco. »
con la Iglesia primitiva. Exhortó á todos los Coojieradores á acercarse á María para que esta Se
(S e continuaráJ
ñora les informase del verdadero espíritu cristiano,
que es la Caridad, y les moviese á ayudarnos
con todas sus fuerzas para la continuación del
.Apostolado.
Acto continuo se dió la bendición con S. D. M.,
C u iid ft e l e je m p lo .
Leemos en el sema
terminándose tan brillante fiesta con uua hermo nario ca,tólico L a Rosa dcl Tepeyac, que se publica
sísima Salve perfectamente ejucutada por los alum- en Zacatecas:
del Colegio.
« El 31 de Enero próximo pasado organizaron
los Cooperadores Salesianos de esta ciudad una
I^a I iim(Udcíoii SaleMiana on ^lureia.— sencilla fiesta religiosa para honrar al Santo Pa
Con grandísima satisfacción publicamos las si- trono de esa Pía Sociedad, San Francisco de Sales,
gnientes importantes noticias que tomamos de E l cuya conmemoración fuó el 29, y que por circunsDiario de SÍnreia :
tanci.as especiales fuó diferida para el citado
« Aunque hace algunos meses que gracias á día 31.
las activas gestiones del celoso propagandista de
Los asociados, que forman ya un numeroso
la misma Sr, D. Eduardo Martínez Berrueco, se grupo, entre los que se eucuentrau respetables
lia establecido en esta ciudad un centro de Coo- personas del clero y de la alta sociedad, contri
}>eradores Salesianos, puede decirse que el primer buyeron con su generosa limosna para la cele
acto público de esta naciente obra ha sido la bración de la tiesta, invitados por su Decurión.
conferencia dada en la noche del ultimo domingo
Fué convidado para ocupar la Sagi-ada Cátedra
por el expresado señor, en el Círculo Católico ; el muy ilustre Sr. Canónigo, Gobernador de la
sociedad que, al prohijar al nuevo instituto y al •Sagrada Mitra y Rector del Seminario, D. Do
facilitaxle medios de darse á conocer y adquirir mingo de la T. Romero, Pbro., quien, como siem
mayor desarrollo, ha prestaíio un nuevo servicio pre, accedió gastoso á desempeñar su cometido,
á la población y á la nueva causa del mejoramiento siendo este nn aliciente para la católica sociedsüi
moral y material de las clases obreras.
zacatecana, que conoce los dotes eminentes que
El temporal reinante aquel d ía , que arreció posee para la Oratoria este respetable Señor.
momentos antea de comenzar la conferencia, pudo
El sábado 28 se citó también, por circular, á
^ e r temer que estuviese algo desanimada, pero los Cooperadores para que concurrieran á la Con
bien pronto se desvaneció ese temor, al ver como, ferencia, quci por reglamento, debe verificarse en
abierto á la hora señalada el gran salón de actos, la fiesta de San Francisco de Sales, y tuvo sn
se fue llenando de nna. numerosa y distinguida verificativo en la sacristía del templo de Santo
concurrencia, ávida de demostrar sus simpatías Domingo, presidida por el mismo Sr. Gobernador
por la popular obra de D. Bosco y de escachar de la M itra, que habló con elocuencia y unción
si orador encargado de hacer su historia.
de la necesidad que hay en la actual sociedad de
Que el Sr. Martínez Berrueco satisfizo cumplí- , atender y secundar la snblime idea de D. Bosco,
ám en te los deseos del auditorio, quedó plena- 1 de educar á la juventud desvalida, arrancándola
— 192 —
de la perdición y sustrayéndola á la perniciosa
influencia de las ideas disolventes do nuestra des
dichada ¿poca.
Llegó por lili el día de la üesta. A las 8 y media
de la mañana dió principio en el citado templo
do Santo Uoniingo, ocupado i>or escogida concunencia do Coopmadorcs y Heles, la solemne misa,
en la que ofició de celebrante el aprecinble y
lino Sr. Cura PáiTOco del Sagitario, D. José Gua
dalupe Clulvoz, asistido de los apreciables Sres.
PbroK. 1). Juan Martínez y D. Manuel do la Hoz,
todos tros celosos coojieradores. A la debida hora
ocupó el digno Sr. Canónigo Romero la Cátedra
<lol Espíritu Santo, y con sublime á la vez que
seucUla forma, habló de la providencial misión
lie 1). Rosco, do las dilicultades que, como á toda
obra do Dios, se le presentaban para llevarla á
cabo, del ponjué eligió al Santo ObÍsi)o de Gi
nebra pani que su naciente obra tomara su nom
bre, y, por último, imrró algunos de los episodios
sublimes de la vida del gran Doctor San Frau»-Í8co de Sales, y exhortó á los Cooperadores á
seguir impartiendo su protección á la santa y
trascendental empresa, cuya importancia es tal,
<>ue implica nada menos que la restauración del
Reinado de Cristo en el mundo, por medio de
la eficaz enseñanza á los niños que están llama
dos á ser los héroes de la santa reforma de las
costumbres, pervertidas hoy por la enseñanza atea
de las escuelas láicus.
Eloüuente y uceitndo estuvo, como siempre, el
Sr. Romero, y los concurrentes, pendientes de
sus labios, escucharon conmovidos sus palabras,
y e8tiimoscierU>8düque8U8 nobles corazones latie
ron de emoción y do santo entusiasmo proponién«lose secundar de buen grado las nobles y santas
empresas que D. Rosco fundó bajo el amparo de
María Auxiliadora, y del patronato del suaví.simo
San Fraucisco do Sales.
Do antemano, y costeado por los Coopoiadore.s
Salesianofi, se teñía colocado un gran cuadro en
el altar de la Santísima IVinidad, que represen
taba á la Inmaculada Madre, María Auxiliadora,
circundada de gloria y rodeada de los Apóstoles
y Evangelistas, percibiéndose allá en lontananza
y á través do ligeras nubes el suntuoso templo
•pie bajo tan tierna advocación hizo levantar Don
Rosco en la Mariana ciudad do Turiu. Esto cuadro
80 trasladó ese día al altar mayor, que fué ador
nado con sencilla elegancia y buen gusto. Una
tenue cortina do gasa blanca y recamada do oro.
con hojas de venlo vid salpicada, cubría todo el
altar desde el cornisamento. A la mitad y sobro
el tabernáculo, formando pabellón, estaba la tieina
María, la dulco Madre, la Virgen Auxiliadora de
los Cristiauos, con i'opajes de Reina, coronada
imr áurea corona, y teniendo en sus brazos al
Niño Omnipotente Dios infinito y Supremo que
abre sus tiernos brazos para abarcar en lazo es
trecho á todos los que quieran acudir al llama
miento que hace á todos los mortales. —
todom los tjuc tsiais cnrfjodos y yo os aliviaré. —
{('uán bueno es Dios! ¡Qué dicha tan inmensa es
oir su voz! ¡Feliz el coraiou que lo luna, á El.
al Dios Niño, al Hijo do la Purísima M.iría, al
t:reador «le cuanto existe, á nuestro. Redentor, á
nuestro Padiv.....! ¡Sublimo religión que inspira
tales ideas, tales sentimientos, que como suave
biúsanio cura y cicatriw todas las heridas que
las iwusioues abrtm en la misera humanidad!
Terminó al fin la misa, durante la que estuvo
expuesto el Santísimo Sacramento, y antes de cu
brirlo, ol Sr. Cura Chávez dió á los Cooperadores
la absolución que se da á los Terciarios de San
Francisco de Asís, y que por concesión del Sumo
Pontífice ganan también los Cooperadores Ssdesianos, asi como todas las demás gracias é indul
gencias que tiene concedidas á la Venerable Orden
Tercera.
Con la bendición con el Santísimo y la reserva,
concluyó el acto, que dejó en todos dulce y tierna
impresión. ¡Bendito sea Dios! »
:E * jñ ^ :^ ^ a r T y A r ^
F ie s ta d e 8 . F ran cisco d e Salea en el
Col<^g:lo mona. Laaa;;iin d e Aanneiou. —
Tomamos el siguiente suelto de la excelente re
revista católica i í í Amigo de la Verdad de esta
ciudad.
< El día 29 de Enero último, se celebró en
la Capilla de los PP. Salesiauos, como estaba
auunciado, la Fiesta de San Francisco de Sales,
Patrono de la Sociedad que lleva su nombre. Á
las 6 do la mañana rezó la Misa de comunidad
S. S. lima. Mons. Bogarín, en la que comulgaron
todos los alumnos artesanos del colegio ^‘Mons.
Lasagna’'^ y buen número de Cooperadoras Salesianas. La' capilla es modesta, pero religiosa y
simpática cuanto puede serlo un lugar donde se
contemplan á tantas criaturas inocentes que con
piedad y fervor, que encantan, elevan sus tiernas
vocecillas alabando al Señor, y cuyas alabanzas
y plegarias parece que son recojidas por los án
geles y presentadas al trono de la misericordia,
desde doudo bajan de nuevo trasformadas en
abundantes gracias que llueven sobro los piadosos
niños. La capilla es religiosa, porque cuando allí
uuo se acerca li recibir al Cordero sacrosanto, ya
se halla vivamente impresionado y enfervorizado
por la suave escena (lo los mismos jóvenes qne
se acercaron ó recibir al dulce N iño! Diebosos
niños los (lue os educáis en esa escuela de piedad
fecunda! un día seréis honor do vuestra patria y
de vuestros hogares; ¡Rezad, piadosos jóvenes,
rezad niños devotos, para que otros muchos de
vuestros compañeros que se encuentran abando
nados á merced do la miseria y d é la desventura,
puedau también 8<>r colnja<hts bajo las alas de la
caridad de los hijos de D. Busco.
A las S se dió comienzo á la Misa Solemne,
asistida imntiticalmente por el limo. Sr. Obispo
diocesano y oficiada por el muy Rdo. P. F idel;
ayudaban la Misa los PP. Ríos y Bonfani y
asistían al Sr. Obispo los PP. Graciuuo, Kuble y
.Táuregui. La luúsiea estuvo á cargo de los pro
fesores y niños del colegio. Inútil es decirlo, pero
cuando se oye sola la lujisa coral de los niños el
efocto es (iiferente: es el recuerdo de los coros
angelicales que llenaban de júbilo á los Pastores
de Belén.
Las voces gruesas no desagradan, sobre todo
si están atinadas, pero las de ios niños encantan.
El R. P. Fidel, con su elocuente voz, pregonó
las glorias del Santo Obispo de Ginebra, entre
teniendo y recreando la atención de los circuns
tantes por más do media hora.
Por la tarde, á las 4, se cantaron vísperas y
ÍTantum ergo en que oficiaba el Sr. Cura Párroco
de San Roque, Rdo. P, Maldonado, con el P. I b *
sauralde y otros Padrea Salesiauos.
También tuvieron cabida en la fiesta vanos
juegos, mediante los cuales, al mismo tiempo que
se recreaba la turba de granujitas del Oratorio
festivo, pasaron un rato ameno los Cooperadores
y fieles y vecinos de eso barrio.
— 193 —
■ Tampoco faltó allí la música; este arte nunca
lia de faltar para embellecer y sublimar las fiestas
ealesianas. Ya en la iglesia ya en el teatro ó en
los paseos, en todos los programas, ha de tener
on lugar preferente. La sinfonía que tantas veces
ejecutó la banda es una partitura de mucho gusto,
aimque esta vez no se ha interpretado como otras: sin duda se deberá á la falta del Maestro;
sin embargo, en la marcha Milano, parece que
quisieron desquitarse; sin duda los niños han de
sentir sensaciones de entusiasmo al ejecutarla.
¿Cómo noí Es de Ponchielli, del autor de Cielo e
mare, con que nos deleitó el tenor Berton, pocas
noches ha, en el teatro nacional.
De la manera tan amena como intenté decir,
lia ;pasado la fiesta de S. Francisco d<5 Sales.
Agradecemos los finos y gentiles modales con
que nos ha atendido el Rdo. P. Queirolo, direc
tor interino del Establecimiento y los demás su
periores. ¡Ojalá el Santo Patrono de la Congre
gación de D. Bosco, les sea abundante en bendi
ciones para que el benéfico influjo que ejercen
entre los niños se aumente sobre manera y se
estienda por toda nuestra República ¡Coopera
dores! ayudemos con ahinco y generosidad á los
hijos del Apóstol del Siglo XIX. »
CX3TE3LE
E l nuevo O bispo <le S. C arlos d e Anoml
y los Salesianos d e e sta R epúblioa (Conti
nuación (i)).— Pasemos ahora á Concepción, donde
las manifestaciones en honor del Iltmo. Señor
Jara han revestido una solemnidad é importancia
extraordinarias.
Ah Jove principium. Al tener noticia los profe
sores y alumnos del Colegio Salesiano de Con
cepción que el 19 de Junio se verificaría la Con
sagración del Iltmo. Sr. J a r a , le enviaron el
siguiente telegrama:
« E l Colegio SaleHano de Concepción, primem
casa fundada por los Hijos de Don Bosco en Chile,
saluda con entusiasnw al Iltmo. Sr. Jara por su
Consagración Episcopal. ¡ A d muUos anyios, Iltmo.
Señor! — Luis Héctor Sallaberry E., Director. »
Más tarde, al saber que el Iltmo. Sr. Jara debía
lu^cer un viaje á dicha ciudad con motivo de de
volver la visita al Iltmo. Sr. D. Plácido Labarca,
obispo de Concepción, el señor Director del mismo
Colegio dirigió al Iltmo. Señor Jara la siguiente
carta de invitación:
A S. S. litm a. y Rma.
DOCTOR DON RAMON ANGEL JARA
Obispo
do San Carlos de Ancud
Ilustrisimo Señor:
Acogida con entusiasmo cunde en ésta la grata
jueva de qne S. S. litm a. y Rvdma. visitará esta
capital.
Si la realización de los que podemos llamar
anhelos de toda Concepción ha de ser motivo de
•üegria para los amigos y admiradores de S. S. 1.,
!o será doblemente para los Hijos de Don Bosco
de esta cíndad.
Ansiosos éstos de manifestar el alto aprecio y
acendrado afecto que profesan al Director General
de J\: Cooperadores Saiesianos en Chile, ruegan á
8.
I. que se digne fijamos el día en que ten0 ; T . BOLítlS d« Ju n io , pág. 164.
dremos el placer de verlo en este colegio, primer.a
fundación salesiana en las playas chilenas.
Deseamos ardientemente que sea S. S. quien
bendiga el nuevo altar y estatua de María Auxi
liadora en nuestra humilde capilla y quien se
digne administrar la primera Comunión á algunos
de nnestros alumnos, para quienes será siempre
motivo de gratísimo recuerdo cl recibir por vez
primera al Dios de la Eucaristía de manos de
S. S.
Esperando que S. S. Iltma. y Rvdma. 80 servirá
aceptar nuestra invitación, implora la bendición
de S. S. para sí y para esto colegio.
De S. S. lima, y Rvdma. afectísimo in Chrísto
Jesu.
Luis Héctor Sállaher>'ij E.,
D irector del Colegio Salesiano
ConcopcioD.
Con fecha 5 de Agosto el limo, señor Jara se
dignaba contestar á la invitación anterior con la
siguiente c a rta :
R. P. LUIS HÉCTOR SALLABERRY E.,
Director de los Saiesianos. — Concepción
Carísimo y respetado Padre:
Esperaba poder señalar el día de mi viaje á
Concepción, ahogado como estoy por el diluvio
de afanes consiguientes á mi consagración episcopal, para darme el gusto de agradecer la ama
bilísima caita con que V. R. se ha servido favo
recerme.
Ya sabe V. R. que soy yo el cuarto Obispo Satosiano y me honro con el título de hijo de Don
^f**co..... Esto basta no sólo para que yo acepte
sm titubear la invitación de V. R. sinó para que
ella tenga la preferencia sobro todas las demás
que de esa misma ciudad he recibido.
En consecuencia, elija V. R. el día que más le
convenga entre el 23 y 2Ü del mes en curso ; pues
yo saldré do Talca el lunes 22, día en que llegaré
á Concepción, y regresaré ú Santiago el sábado 27.
Por lo que hace al programa religioso, V. R.
ordénelo en la forma que le agrade, contando de
antemano qne ningún trabajo parecerá pesado al
corazón de este Obispo que desea ardientomento
acentuar super teda la importancia de las Obra»
Salesianns y pedir sobre ellas cum clamore valido
la protección de los grandes y «le los pequeños.
Confío en que la caridad de V. R. y demils
hermanos de esa Casa, tanto más querida cuanto
más atribulada, ino a.sistiiá con sus oraciones v,
de mi parte, pido á Dios que confirmo en el cielo
la bendición que les envía su amigo y capellán
^
R
amón
Angel
Obitpo de iSan C arloi de A rieud
Tan pronto como se recibió la carta anterior,
comenzóse á organizar un acto literario-masica],
con arreglo á nn vasto y variadísimo programa,
fijándose esta fiesta para el 25 de agosto.
La mañana de ese día celebráronse solemnísi
mas funciones religiosas, concurriendo tres cir
cunstancias á darles mayor realce y esplendor:
la Primera Comnníon de 2é alumnos del Colegio,
la bendición de la estatua do María Aiixili:ulor;k
y la imposición de la medalla á más de cien
nuevas asociadas á la Archicofradía de nuestra
celestial patrona. La Capilla resultó estrecha par:v
contener á la nmnero.sa concurrencia que acudió,
ávida de oír la inspirada palabra del nuevo Pre
lado.
í'fiie conftriuardj
—
T ü íü N
(íiiilh i).
FioHtA d e M aría Au.viIia<lorn.— Signíendo
la costumbre de todos los años, se ha hecho el
Mes de María por duplicado, acudiendo uu nu
meroso concurso de líeles 6, escuchar la palabra
divina, predicada con verdadero celo apostólico
en la función do la mafiana por el Rdo. Teol.
D. José Bi'rtello, director del Oratorio, y en la
do la tarde por el limo. Sr. D. Hilario Vigo,
piirroco de la iglesia de Sía. Julia, do esta ciudad.
Al principio do la novena nuestro venerando
Rector Mayor, que acababa de regresar do su
largo viaje por Francia, España, Portugal y Africa,
invitó á todos loa Cooperadores do esta ciudad y
provincia d uuirse á él para dar gracias á Dios
y ó su bendita Madre, por la protección que le
habían dispensado durante su viaje, y por el
auxilio incesante y manifiesto que prestan siempre
A nuestra Obra. Las Cooperadoras y Cooperado
res, tanto de esta ciudad como de los contornos,
ucudieron presurosos al paternal llamamiento, in
vadiendo el templo para postrarse á los pies de
nuestra Celestial Pataona.
El periodo de las fiestas empezó el Domingo
de Pentecostés, con el entusiasmo proverbial de
todas nuesti-as Casas. A la Misa solemne asistió
de pontifical el limo. Sr. Bertngna, Obispo titular
de Cafarnaum, y la Schola cantorwm del Oratorio
ejecutó con eaquisito gusto la Misa solemne de
Miittioli, y la Seqnentia del Mti'o. Amadei.
El día 23 A las tres de la tarde, ante una nunuTosísima concurrencia de Cooperadores formada
tanto por pei'sonas de la más alta aristocracia
como del pueblo que llenaban por completo el
amplio Santuario, dió D. Rixa la conferencia de
reglamento.
El venerable Sucesor de D. Bosco, como un
padre en medio do sus hijos, les entretuvo por
espacio de hora y media refiriéndoles su viaje por
las diversas naciones que había recorrido. Hablan
do do España, describió las imponentes mnnifes
taeiones de cariño con quo había sido recibido en
todas partes, y los sorprendentes progresos que
va haciendo en aquella Nación la Obra Salesiana,
que, de cuatro Casas que tenía fundadas en el
año do 1890, cuenta en la actualidad veintisiete,
y no más por no babor personal suficiente para
atender A las continuas peticiones que do todas
partes se reciben.
El aspecto quo píTsentaba la iglesia del Ora
torio el día do María Auxiliadora, es indescriptible.
Desde la madrugada basta el medio día se vió
ctmstautemcnte llena de fieles, que en su mayor
parto se acercaban al altar mayor A recibir el
Pan de los Angeles, quo continuamente era admi
nistrado por gran mimoro de sacerdotes salesianos, mientras en tod«>s loa demás so colebroba
sin intorrupcion el Santo Sacrificio por sacerdotes
fonxsteros . venidos algunos do muy lejos para
rendir bomem\ie á la Virgen de D. Bosco.
La misa solemne filó celebrada pontificalmente
por nuestro buen amigo el limo. Sr. 1). Ramón
Angel Jara. Obisjw de S. Carlos de Ancud, en
Chile, asistiendo también de pontifical el Emmo.
Sr. Cardenal Arzobispo do esta Archidiócesis.
I jO cantería del Oratorio interpretó con singular
maestría la gran misa .ScNcdtcmnus Domino del
célebre Mtro. Perosi.
La función de la tarde resultó también lucídíeímn, no obstante la llnvia que desde el mediodía
cayó sin cesar, cerrando dignamente esta serie
—
de cultos que ba dejado en todos gratísimos re
cuerdos. A propósito del limo Sr. Jara, diré que
nos honró permaneciendo en el Oratorio varios
días y que fué recibido con extraordinario entu
siasmo y A los majestnoBos acordes del Himno
nacional chileno, ejecutado por la banda interna
de nuestro Oratorio.
C ertam en catequístico. — El domingo 9
del p. p. Abril se celebró en el Oratorio festivo
de S. Francisco de Sales de Valdocco, ante una
numerosa y distinguida conciuTencia, un brillante
Certamen catequístico entre los jóvenes que ha
bían frecuentado con mAs aprovechamiento las
clases cuaresmales de catecismo. Cincuenta fueron
los jóvenes que se disputaron los premios, debidos
A la generosidad de eximios bienhechores. Al
vencedor le estaba reservado, además del premio
correspondiente, im puesto gratuito en el Instituto
de D. Bosco. Después de un reñido ejercicio,
alcanzó el primer premio el joven Luis Tosinij
entre los aplausos y aclamaciones del público y
los acordes de una marcha trixmfal recibió la co
rona, distintivo del vencedor, de manos del
Rvdmo. Sr. Dr. D. Francisco Cerruti, director
general de estudios de la Congregación, que era
el presidente del Certamen. Excogidos números
de música vocal é instrumental y algunos diá
logos de ocasión contribuyeron á dar mayor realce
A la fiesta.
K^neva C a p illa . — El domingo 23 del mismo
mes, fiesta del Pati’ociuio de S. José, verificóse
la bendición de la nueva capilla del Oratorio
festivo de S. Agiistíu en el barrio do S. Donato
de esta ciudad. A las odio y media, después de
esta ceremonia llevada A cabo por el Rdvmo. Dr.
D. Francisco Cerruti, se celebró la primera Misa,
en la cual recibieron la Sagrada Comunión más
de doscientos jóvenes, de los cuales unos veinte
participaban por primera vez del Divino Banquete.
Por la tarde honró con su presencia aquella
fiesta el Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo de esta
archidiócesis D. Agustín Richeliuy, el cual está
ligado A este Oratorio por especial afecto, por
ser creación suya y estar además dedicado A su
Santo Patrón. Dirigió una afectuosa alocución á
los niños, eibortóndoles A la devoción A S. José
y A confiar en su patrocinio, dando después la
bendición con el Smo. Sacramento. Una vez ter
minada la función, se celebró una brillaute aca
demia dedicada al Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo
y A los principales bienhechores del Oratorio.
La erección de esta capilla que tan necesaria
era en este Oratorio, ha despertado gran entu
siasmo entre los habitantes del barrio de S. Donato.
O raiidiosn r ifa d e beneficencia. —
día 10 del p. p. Mayo se inauguró una gran feria
á favor de la Obra Salesiana con el objeto de
allegar recursos para la erección de la Iglesia de
ValsiUice, que la Junta Promotora del Homenaje
Internacional á D. Bosco trata de edificar sobre
la tumba de nuestro venerando Padre, 'y para
socorrer el Orfanotrofio Salesiano de Belén. Esta
fiesta de beneficencia se celebró en el primer
piso de la Mole AntonelUatM. galantemente cedida
para este objeto por el Municipio Turinés. La
inauguración. que fué un verdadero aconteci
miento para Tuiín. la llevó A cabo S. A. la Prin
cesa Elena de Aosta, en nombre de S. A. I. y R*
la Princesa Letizia de Saboya. Presidenta Hono
raria de la Junta Promotora de Señoras para el
Homenaje Internacional á D. Bosco, que fué la
orgíulizadoia de esta rifa, asistieudo el Eiuino. I púlpito un elocuente discurso en elegante v miSr. Cardenal Arzobispo, qae pronunció un notable 1 rísima lengua latina.
‘ *
discurso. Las fiestas se sucedieron sin interrupción
Expuesto el Sino. Sacramento y cantadas las
en los 14 días que duró la feria, celebrándose letanías
del Sgdo. Corazón, fué leída la fórmula
Taños conciertos musicales y escogidas represen de contófi^Mion
el Exemo. Sr. Alarcón. Arzo
taciones teatrales. Diferentes bandas militares y bispo de Méjico,por
presidente do turno dol Concilio
las nuestras del Oratorio amenizaban las lloras dando
después la bendición cou S. D. M. el Exorno!
de mercado con sus escogidos repertorios. Uno de Lardenal
Parrocchi.
los días que se detuvo en Turín el Hmo. Sr. Jara,
A esta última función asistioron en el presbi
Obispo de Ancud, visitó dicha rifa y dirigió á la
npierosa concurrencia un entusiasta y elocuente terio todos los Arzobispos y Obispos déla América
discurso en español sobre las excelencia de la latina, menos tres quo se hallaban indispuestos,
y nuestro Redvmo. Rector Mayor, D. Miguel Rúa.
Obra Salesiaua.
Solem ne consagración a l S;;<Io. C o ra
zón d e JesÚM. — Cumpliendo la voluntad del
Padre Santo, celebramos en la Iglesia de Muría
Auxiliadora el domingo 11 de Junio el solemne
acto de consagración al Sacratísimo Corazón de
Jes^. Precido de un devoto triduo en que por
mañana y tarde fueron proclamadas las glorias
del Deífico Corazón por distinguidos oradores salesianos, se hizo la consagración por el Rdo. Sr.
Prancesia, el cual pronunció antes una sen
tida plática. El acto revistió gran solemnidad,
terminando con la bendición con el Sino. Sacra
mento.
En todas las demás Iglesias salesianas se ha
aecho lo mismo, pero donde este acto ha reves
tido verdadera iiuportancia , ha sido en Roma,
por la circunstancia de haber sido dedicada ofi
cialmente nuestra Iglesia del Castro Pretorio por
el mmortal Pío IX y su glorioso sucesor Léon X III
á la gloria y culto del S acado Corazón de Jesús.
Todos los Sres. Arzobispos y Obispos que con
motivo del concilio latino-americano se encuentran
en Roma, determinaron asistir en masa para dar
mayor esplendor al acto y celebrar cada uno de
ellos los divinos oficios uno de los días del triduo.
El jueves 8, vigilia de la fiesta del Sagrado
Corazón, en las primeras vísperas solemnes ofició
de pontifical el limo. Sr. D. Tlmmó da Silva,
Arzobispo de Babia y Primado del Brasil, pro
nunció un erudito discurso un Rdo. P. Redontorista y dió la bendición con S. D. M. el Emmo.
Sr. Cardonal Parrocclü, Vicario General de S. S.
y protector de nuestra Congregación. La Misa de
Comunión General el día siguiente fué celebrada
por el Emmo. Sr. Cardenal Macclii, Delegado
Apostólico del Perú, y en la solemne de pontifi
cal ofició S. L. Rdviiia. D. Rafael González, Ar
zobispo de Quito. En las segundas vísperas, ofició
de pontifical el limo. Sr. D. Sinforiano Bogarín.
0bi8p<) del Paraguay, pronunció una docta alocu
ción el Umo. Sr. D. Pedro Briocebi, Obispo de
Cartagena en Colombia, y dió la bendición con
€l Santísimo S. E. Rdvma. D. Uladislao Castellano,
Arzobispo de Buenos Aires. El sábado 10, celebró
la Mi.sa de Comunión el Exemo. Sr. Arzobispo de
B<^otá, capital de la Colombia. D. Bernardo He
rrera. Por la tarde, después del Rosario, pronunció
un elocuente discurso en lengua española el Exemo.
Sr. D. Mariano Soler, Arzobispo de Montevideo
T dió la Bendición S. E. Rdvma. D. Pn)Si>ero
Haría Alarcón. Arzobispo de Méjico.
El domingo 11 celebró la Misa de Comunión el
Exemo. Sr. Arzobispo de Lima, capital del Perú.
D. Manuel Tovar, y la de pontifical el limo. Sr.
Ambrosi, Obispo de Pogglo Mirteto (Sabina). Por
la tarde, después de cantar el Yevi Creator, el
limo. Sr. D. Ramón Angel Jara, Obispo de S. Carlos
de Ancud, en Chile, que ya había dado una inteconferencia saleaiana, pronunció desde el
,
f r u to s d o In C o n fo s lo n . — Un cura
de París observó un día quo cierto empleado del
Banco cuantas veces le veía, le saludaba muy
nno, á pesar de no conocerle. Picado de curiosi
dad, se decidió una de las veces á interrogarle
sobre la causa de su anómala conducta.
I T
contestó el empleado, — sa
ludo á V. por puro reconocimiento,
—“ i Cómo es eso t No recuerdo haber prestado
a V. ningún servicio.
— Pero me lo ba prestado un individuo de su
clase, y yo jamás olvido los henelicios.
—
favor es ese?
_ Devolverme diez mil francos que me habían
sido sustraídos de mi oficina, volviendo con ellos
la paz á mi familia.
Entonces el empleado le contó lo siguiente:
Hallábame un día en mi despacho v tuve
necesidad de salir de él unos momentos. La
caja estaba abierta. Vuelvo v me encuentro con
que habían desaparecido 10,000 francos en billetes.
Las circunstancias eran tales que sólo yo tenía
que responder de ellos. Agobiado por el pesar y
queriendo evitar un disgusto, cuento al tesorero
lo que me ocurría, y éste, por mucho favor, pro
mete callar y me concede un mes de tiempo para
reponer la suma.
Calcúlese la pena qno caería sobre mi familia
al saber la ocurrencia. Una hija mía estaba para
casarse, y le bahía destinado «-omo dote algunas
acciones que tenía en el Banco, fruto do mis ahorros. Al tener que enajenarlas, el matrimonio
habría debido suspenderse: así lo exigía la ilelicadeza. Ya se coniprend«Tá la tristoza que ésto
produciría en todos.
Sólo la confianza en Dios y su nmclin piedad
pudieron sostener á mi pobre hija.
Tres semanas habían ya transcurrido do este
modo, cuando una mañana se abre la puerta de
mi despacho y entra en él un sacerdote descono
cido.
— i Es V, — me pregunta sin mós preámbulos
— la {HTsona que perdió de tal y tal manera diez
billetes deá mil francos el día tantos de este mes?
— Sí. señor.
— Pues aquí los tiene V.
Y dejándolos sobre la mesa so levantó para
marcharse.
— No lo hará V. sin qne yo le estreche contra
mi oorazíin, exclamé loco de alegría, dándole el
abrazo más sincero que he dado en mi vida.
Hubiera deseado explicaciones, pero el sacerdote
DO me las dió. Sólo me dijo que aquello era una
restitncion de conciencia, frato de una buena confeoion.
Desde entonces no oigo hablar de la confesión
sin sentir un profundo respeto, ni veo un sacer
dote sin quitarme el sombrero para saludarle.
-----------------------------
— 19G —
FiEJaíaUutes de i .
------ ^ -------
— Es necesario dar todos los días uu paso que
nos aproximo al Cielo.
— Además do las oraciones acostumoradas y
consabidas do la mañana y de la noche, os exhorto
:i que ompleois también un poco de tiempo on
loor alíniii libro que trato de cosas espirituales,
(5omo: Xa TmiUiciun üe Cristo, La Inloten, deban
Francisco de Sales, La preparíuiion para la m w rtp
de San Alfonso María de Ligorio, Jesús al corazón
del joven, La vida de los santos ú otros semejantes.
— La Sagrada Escritura nos dice estas palabras:
« Nunca dejes por vergüenza de decir la verdad,
porquo la confusión apiu’ente que esto pudiera
causarte, será j>ara tí más tarde motivo de gloria
dolante de los hombres y de eterna reconiiiensa
en la presencia de Dios. »
,
— Todos vosotros habéis sido criados para ei
Cielo, V Dios, cual padre amoroso, os ama y de
sea que hagais buenas obras, para poderos hacer
partícipes de la inmensa felicidad quo tiene pre
parada para los justos, por toda la eternidad en
el Cielo.
- —
m > ¥--------
B IB L IO G R A F IA
N o l» i* o e l « • o n c e p t o d e l l l i e r t m l y í k
«t»
•Un tomo OH 8.® de 280 pág. - 1 ptas-
Nunca se ha hablado tanto como ahora de li
bertad, y nunca tampoco ha habido mayor con
fusión é ignorancia de lo que es y on lo que con
sistir deba la verdadera libertad. Falseado y des
naturalizado su genuino concepto,
oirse repetir á cada puso la palabra libortad para
nropalar los más descomunales desa^nos y coh^
íiestor los más infames atropellos. Obra mentísima ha hecho, pues, el ilustrado Poniteiicmrio
de Cuenca al áar á la publicidad este hermoso
librito que tiuito ha de contribuir, al andar ile
mano en mano entro el pueblo, á corregí! el
concepto errado do la libcrlad y á distinguir a
verdadera de la falsa para abrazarse con aquella
V execrar como se merece á ésta, que tantos
perjuicios ha causado á las almas, y t ^ t a s rumas
aoumulado sobre nuestra desventurada patria.
Con estilo ya serio, ya jocoso, pero siempre
correctísimo, el Sr. Herrero pone de manifiesto
la naturaleza do la verdadera libertad, y estudia
,-oucisameute casi todas las cuestiones sociales
baio el aspecto cu que se relacionan con aquella
prerrogativa de nuestra naturaleza.
consicuiente, este librito ser leído por todas las
clases sociales, á quienes se lo recomendamos
ardientemente, pues estamos persuadidos de que
su lectura ha de contribuir á sanearla atmósfera
social, impregnada de los deletéreos miasmas de
las Jiftertades de perdición.
— Eu el Bolktiíí correspond ien to á Abril de este año, tuvimos el placer de
dar cuenta á nuestros lectores de la aiiayicion de
esta revista católica, verdadera ilustración cien
tífica, artística, arqueológica o histórica, que se
publica en Roma dos veces al mes, en español,
francés, italiano, inglés y alemán. Los números
publicados hasta ahora demuestran bien á las
claras que no han sido vanas las promesM que
se hacían en el prospecto, pues así por el número,
importancia y pulcritud de los grabados, como,
y sobre todo, por la autoridad y lustre de los
autores que firman el texto puede competir con
las mejores revistas de su clase. — La siiscricion
es de veinticinco liras anuales en Italia, y treinta
en los demás países de la Union i^ stal. Unico
representante de la Revista en España, Portugal
y América lo es la Oasa de los Sres. Subirana,
calle de Puerta Fenisa, 117, Barcelona (Fspaña).
l.eotu ra 8) C ató licas. — El mundo entero se
está preparando para el solemne Homenaje é
nuestro divino Redentor que ha de celebrarse en
loa albores del próximo siglo. Acertados, piies,
han estado los directores de las Lecturas Oatolieas de Sarriá al incluir en su preciosa colección
el opúsculo correspondiente á Jrmio, que lleva
por título L a divinidad de Jesucristo. Deniostrar
palpablemente ú todos que nuestro divino Redentor
no es sólo verdadero hombre sino también verda
dero Dios, y de aquí el indiscutible derecho que
tiene de exigir nuestra completa sumisión y aban
dono en su voluntad divina, es, á no dudarlo, el
mejor homenaje que podemos tributar a Jesu
cristo, y este objeto lo llena satisfactoriamente
el presente opúsculo. — De Buenos Aires
recibido los tres opúsculos de las Lecturas Cató
licas que allí se editan, correspondientes á Enero,
Febrero y Marzo de este año. Llevan por título
respectivamente : Colección ds lecturas morales y
recreativas, por el profesor Alvaro L. Nuñezj Xo
espada y la cruz, episodio de los primeros siglos
del cristianismo, por D. Luis Bottaro, Pbro., y
F l milagro de la Asaacíon, por Enrique Lasserre.
Los tres son ú cual más amenos ó interesantes.
Recomendamos con todo encarecimiento una
vez más á nuestros lectores las L ectu r a s C ató
l ic a s . En estos tiempos en que la impiedad pone
en juego todos los medios para desmoralizar al
pueblo, nunca serán bastantes los esfuerzos de ios
católicos y de las personas honradas para con
trarrestarlos propagando la buena prensa, que
el medio más poderoso y del que más comunmente
se sirven los malos para sus depravados finw.
Recordémonos de las palabras del inmortal Pío lA,
el cual hablando do estas lecturas dijo : « No nav
cosa más útil para promover é inflaiuar la pieüM
eu el pueblo como las Lecturas OatóUcas.^ &e
publica cada mes un opúsculo de mils de lüU pa
ginas, costando la subscripción á las de Sarna
(Barcelona) 2’50 ptas. para España y 3’o0 para
D U ra m a ry E ^ tr^ e ™ ;y 4 U sd 6 y
provincias
en el Exterior.
A cab óse d e in ip r im ir este núm ero
el 22 de Junio
de] año del S e ñ o r
1899CoB aprobiraa
dt li Aaloñdid Bclwisti». - Gertale: JOSÉ GAIBlKO
4.‘ El mes comenzado en el Colegio se cuenta por entero,
salvo el caso de enfermedad, en el que se abonará lo que co
rresponda.
oJ" La alimentación será sana j abundante; y así en esto como
en todo lo demás, pondráse especial esmero en cuanto pueda con
tribuir á mantener y robustecer la sahid de las jóvenes.
6.
" Correrán de cuenta de la familia los gastos extraordinarios
y los de médico y boticario; libros de estudio y avíos de labores;
las clases de adorno, como lenguas extrajeras, piano, etc.; los
gastos de correo y matrículas, etc., etc.
7.
^ Mnguna alumna podrá retener en su poder dinero, alhajas
ni cosa alguna de valor; lo que recibieren de sus padres lo entre
garán á la Directora, la cual, con la discreción debida, hará de
ello el uso que se le indique.
8.
“ Xo habrá otras vacaciones que las generales de fin de año,
ni tampoco salidas particulares. Las alumnas que permanecieren
en el Colegio durante las vacaciones, tendrán frecuentes paseos,
acompañadas de sus resj»ectivas maestras.
9.
^ Las alumnas podrán ser visitadas de sus familias una vez
por semana, en las horas que señala el Eeglamento interno del
Colegio.
E Q U IP O .
El equipo de las pensionistas se compondrá de traje y som
brero de uniforme y tres blusas del color y modelo que facilitará
el Colegio.
Velos negros para la ca b e z a ........................ 2
Vestidos para d ia rio ...................................... 2
Pañuelos de seda l>laneos . . . . . .
2
Pañuelos de b o ls illo .....................................12
Pares de z a p a to s ............................................3
Pares de inedia.............................................. 12
Camisas..............................................................6
E n a g u a s ......................................................... 4
Zagalejo y re ta jo s........................................... 2
Camisetas in te rio re s .......................................4
C ham bras......................................................... 4
Pares de xmntalones cerrados . . . .
G
C o rs é s .............................................................. 2
Cuellos blancos a l t o s ..................................G
Sábanas
Fundas
Toballas
Servilletas
Cobertores
Bolsas para los i>eiue
Pares de guantes
Almohadas . .
Colchas, de 2X2’50 m
Colchón, de l ’7üX0^75 m.
Cubierto con cuchillo, cucharita y ser
villetero.
Peines y cepillos necearlos liara el
aseo.
Todas las prendas pertenecientes á las educandas deben estar
marcadas con las iniciales de su nombre y apellido y con el nú
mero que asigne el Colegio.
r-' ■
IMPORTANTISIMO
El 24 de Mayo, fiesta de María Auxiliadora, veri
ficóse en las Escuelas Salesianas de Artes y Oficios de
Sarriá (Barcelona) la anunciada rifa de un A R PA y una
EST A T U A de María Auxiliadora.
El acto revistió todas las solemnidades del caso,
habiendo sido agraciados:
con el Arpa
el número 148 - Serie R.
y con la Estatua de María Auxiliadora
el numero 46 - Serie A.
Las afortunadas personas á quienes hayan cabido
en suerte dichos números, tendrán la amabilidad de di
rigirse al
«
de S^fte^ y Ofiéiod
SARRIÁ (Barcelona)
el cual se hará un deber de hacer llegar á su destino los
referidos objetos.
■-O'
-
Texto
-
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>'s . . iV.:
:-••••;
“'- t - -.^-JS
BB 8T A . B B B B T B A
I S
í x r “C
e
1 0
i n £ 1 --^
^
Accediendo (i las repetidas instancias que les dirigen señores
y señoras de antoridíul y amantes del verdadero 1)ien de la ju
ventud, han acordado ]as Hijas de María Auxiliadora establecer
en sus respectivas Casas de Sarriá y Barcelona una sección espe
cial para las jóvenes (pie aspiran al magisterio, ofi-eciendo así un
seguro asilo íí la juA'entud que tan acechada se ve y tantos pe
ligros coi’re en la época de sus estudios.
La Casa de Sarriá estará especialmente consagrada á los
cursos preparatorios, que correráji á cargo de maestras titulares.
Las alumnas que sigan la- enseñanza libre de los cursos de la
Normal, aquí tendrán taml)ién sus maestras que las preparen con
venientemente para los exámenes.
Tja Casa de Barcelona ofrecerá un asilo seguro á las jóvenes
que cursan i-egularmente v deben frecuentar las aulas de la Es
cuela Normal, para oír las explicaciones de sus respectivas ]n'0fesoras. A más de ayudarles en sus estudios, las Hijas de María
A'axiliadora aconii>añarán á estas jóvenes á la Escuela Normal,
estarán á su lado en las cátedras y ' n o las perderán nunca de
vista para poder responder de ellas ante Dios y ante sus padres
ó encargados.
C O N D IC IO N E S D E A D M IS IO N .
1.
* Para que una joven pueda ser admitida como pensionist
es necesario que no 'haya sido expulsada de otro colegio, y no
tenga ningún defecto físico notable ó costumbres que puedan per
judicar á sus compañeras.
2.
‘ Las alumnas deberán traer consigo la partida de Bautism
y un certificado de estar vacunadas y no padecer enfermedad
‘alguna contagiosa.
3.
^ La pensión es de 35 pesetas mensuales, pago adelantado
Como entrada se pagarán 40 pesetas, por el uso de muebles.
Q uien recibiere á un
niño en m i nom bre, á
m í m e recibe.
(M A TH . XVIII.)
E n tre las cosas divi
n as, la m ás sublim e es
la d e cooperar con Dios
á la salvación de las
alm as.
O s recom iendo la niflei r la ju v e n tu d ; culin ad con gran d e esm ero
su educación crislinna;
y proporcionadle liliros
'X:'-
la enseñen á huir
3ue
el vicio V á practicar
la virtud.
(S. D i o n i s i o .)
(Pío IX.)
E l am o r a l prójim o es
u n o d e los m ayores y
m ás excelentes dones
q u e la divina bondad
p u ed e conceder á los
hom bres.
(S. F r a n c . de Sales.)
R e d o b l a d vuestras
fuerxas á fin d e a p a rta r
á la niñez y iuventud de
Ja corrupcidn é incre
dulidad y p rep arar así
u n a nueva generación.
(L e ó n XIII. 1
DA MIHI AIMAS C^ETERA TOLLE
^AÑ O X III — N. 7
CottolenflD, 32
®
PUBLICACION MENSUAL
®
@ J ^ e d a c c i o n y ;4:d m i n i s t r a c i o n
i o i
J lI t o r m é n
JULIO de 1899
«
Turfn (Italia)^
m u
de Jesús
-UESTRO Santísimo Padre León X III ha publicado una encíclica cuyo te ito reproducimos
á continuación, en la cual, deplorando la ceguedad de los que no conocen á Jesucristo,
desventura de los que de E l se han sep .rado, y la desatentada conducta de los
gobiernos que van encaminando la sociedad por las sendas del racionalismo, para ale
jarla delSalvador, nos presenta el Sgdo. Corazón de Jesús como el único eficaz remedio contra
tídos esos m ales; como la única fuente de vida de los individuos y de las naciones; como la
pren.!:! segura de nuestras esperanzas de restauración y salvación; y como el único refugio d é la s
almas fieles. Por eso el Papa ha querido consagrar el mundo entero al Deífico Corazón, y por
?sa misma razón todos nosotros, amados Cooperadores, debemos consagrarle enteia y completamente
á El nuestras personas y nuestras familias y cuanto somos y tenemos, pidiéndole al mismo tiempo
; afianzando el orden y la paz en las naciones; y haciendo que su Santa Iglesia disfrute d-y plena libertad, á fin de que E l sea por todos y para siempre glorificado, como autor dt'
a salvación.
— 170 —
CARTA ENCICLICA DE S.S. LEON XIII, PAPA
P O Ji
LA
P R O Y ID E N G IA ,
Acerca de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
A nuestros VcnerabJes Hermanos los Patriarcas,
Primados, Arsobispos, Obispos y Ordinarios, en
paz y comunión con la Santa Sede Apostólica.
León Papa XIII
SALUD Y APOSTOLICA BENDICION
JoR Nuestras Letras Apostólicas, harto
" recientes, hornos ya promulgado, como os
es notorio, el Año Sixnto ó Jubilar, que
BOgúu costumbre é institución de Nues
tros Mayores, debo ser celebrado en esto ciudad
pi'úximaiuento. En el día de hoy, abrigando la
esperanza do celebrar otra solemnidad religiosa
de muy santa nom biadía, Nos manifestanios au
tores y aconsejadores de cierta empresa^ ilustre,
de la cual ciertamente si todos secundáis gusto
sos Y consentís con unánime voluntad, esperamos
insiguos frutos y muy permanentes, en primer
lugar y con razón pava el buen nombre cristiano
y después para toda la sociedad humana.
La aprobadísima devoción acerca del culto del
Sacratísimo Corazón de Jesú s, hemos procurado
defenderla y colocarla en gnwide esplendor más
do una vez, á qjemplo do Nuestros Antoeesores
Inocencio X II, Benedicto X III, Clemente X III,
Pío VI V il V IX, y esto hicitnoa con mayor iutensidatl en decreto'dado el 28 do junio de 1879
cuando elevamos á rito de primeva clast* la festi
vidad de tal título y advocación. Ahora, núes,
hemos concebido una forma miis brillante do ob
sequiar al Divino Corazón, la cual vendrá á ser
como cifnr y compendio do todos los honores al
Mismo tributados y que couñamos ha do ser muy
grato á la Persona do Jesucristo Nuestro Redentor.
No obstante, no es ella nueva ni se emplea
ahora por voz prim era, pue.sto que hace vontioinco añtw, con ocasión dol solemne centenario
»lol celestial mandato contíado á la Beata Margarito María Alacoque, de propagar la devoeion
ó Su Santidad diferir la ejecución
panr resolverla con mayor detenimiento, y entre
tanto, dióse amplia facultad ó todas las ciudades
V pueblos para que so consagnaseu voluntaria
mente V se les prescribió una fórmula especial
para el\o. Ahora, pues, los sucesos que han aobreveuido, Nos han hecho juzgar que había llegado
la Síizóu y coyuntura de ejecutor ton hermoso
V sjuito propósito.
, .
‘ Ciertamente que ton completo j máximo testi
monio de obsequio y piedad couviene de un modo
especial á Jesucristo por ser Príncipe y Sumo
Señor de todas las cosas. Su imperio no se ciñe
exclusivamente á las gentes católicas ó á aquellas
solas que han sido regeneradas por el sagrado
bautismo, y si por derecho pertenecen á la Igle
sia aun los desviados de ella por el error ó falsas
opiniones ó las que la disensión apartó de la ca
ridad j no es menos cierto que su poderío se ex
tiende también á todos los desposeídos de la fe
cristiana, de tal suerte, que es verdad inconcusa
que la universalidad del género hnmano está bajo
la potestad de Jesucristo. Puesto que quien es
Unigénito del Padre, y es consustancial con El,
esplendor de su Gloria y figura de su sustancia (1),
es n e c ta rio que tenga comunes todas las cosas
con el Padre y consiguientemente el sumo impe
rio de todas ellas.
Por esta razón dijo de sí mismo el Hijo de Dios
por el P rofeta: Yo he sido constituido Bey sobre
Sión y su monte santo. — E l Scfior me dijo: —
Tú eres mi hijo, yo te engendré hoy. Pídeme y Te
daré las gentes en herencia y los confines de la
tierra para tu posesión (2). Con lo cual declara
que recibió de Dios potestad amplísima, ya sobre
toda la Iglesia, que por el Monte Sión se signifiM,
ya sobre todo lo demás dol orbe qne se entiende
bajo la denominación de términos ó confines del
mismo. Y aquellas palabras: Tú eres mi Hje,
indican claramente en qué fundamentos se apoya
aquella suma potestad, y por lo mismo que es
Hijo del Rey de to d o , es heredero y Señor de
toda potestad, según dicen aquellas palabras: Te
daré las gentes en herencia, que son semejantes a
las del Apóstol San Pablo: A l cual constituyó heredero de todo (31.
Hay que considerar muchísimo todo cuanto
afirmó Cristo do su imperio, no sólo por los Após
toles y Profetos, sino también por sus propias pa
labras. Al pregiintarle el presidente romano:
¿ Luego tú etes Neyf , sin vacilación alguna res
pondió : Tú lo dices que yo soy Bey (4). Y connrmau más claramente la magnitud de esta p o t^
tod Y la infinidad de aquel Reinado, aquella
p.alabras dol Apóstol: mc ha sido dada toda la
potestad en el cielo y en la tierra (5).
Si ha sido, pues, dada toda potestad á Cristo,
se sigue forzos;imente que su imperio ha de s «
sum o, absoluto y no sujeto á ningún arbitrio
ajeno, qne niugún otro baya semejante ni iguah
y por haberle sido dado sobre el cielo y la tierra,
éstos deben de estarle en todo sujetos y obedien
tes. Y este derecho exclusivo y propio suyo lo
ejerció mandando á los Apóstoles dúmlgar su doc
trina. congregando á todos los hombres en un
(1) H e b r., 1. 3.
(2) Ps. 2.
(3) H « b r., I. 2.
(4) J o a n ., x n n . 37.
(5) M a ttb ., x x v iu , 16.
— 171 —
cuerpo llamado Iglesia por medio del bautismo
de salud é imponiendo leyes que nadie puede recusp sin peligro grave de la salvación eterna.
Y DO consiste todo solamente en esto. Cristo
manda no sólo con derecho nativo, por ser el ünigéniro de D io s, sino también con otro adqui
rido. El nos libró del poder de lae tinieblas (1), y
también se entregó en redención á si mismo por
iodos (2). J ^ r ello se hicieron pueblo de adquisi
ción para
(3), no sólo todos los cristianos y
católicos bautizados debidam ente, sino también
CVc*
S. MATEO EVANGELISTA
a l álfo del S a le tia n o D . rig en te G fitin - m , de S a rriá .
Wos y cada uno de los hombres. Y á este pro*
. dijo oportunamente San Agu.«tín : ^Predice, qué compróf Ved lo que dió y ven•reis en conocimiento de lo que compró. E l precio
f* la Sangre de Cristo. ¿Qué cosa puede haber de
^alort ¿Qué. sino todo el mundo, qué, sino
gentes f Todo cuanto dió, lo dió por adtodo (4).
Y porqué hasta los mismos infieles estén snjeal poderío y dominación de Cristo, lo mués^ Santo Tomás al tra ta r acerca de si su poteajudicial se extiende á todos los hombres , y
«anua que la potestad judicial alcanza á la pofl» C í:;= S .. I. 13.
1 T im oth., 11. 6.
í- P*r- u, #.
1'. ItacL 12», íb J utw
testad regia, y concluye diciendo que todas las
cosas están sujetas á Cristo en cuanto á la po
e t a d , aunque no lo estén en cnanto á la ejecución
de esa potestad misma. Y esta potestad Cristo la
ejerce sobre los hombres todos por medio de la
verdad, de la justicia y , principalm ente, de la
caridad.
Pero para el fundamento de tal potestad y do
m inio, benignamente permite que Nosotros ten
gamos uim doble devoción voluntaria; por consi
guiente Jesucristo, Dios y Redentor á la vez, es
rico por la posesión perfecta y cumplida de todas
las Clisas, mientras que nosotros somos tan pobres
é indigentes, que nada poseemos que sea bas
tante para remunerarle.
Pero, no obstante, llevado de su bondad y ca
ridad suma, no rechaza que le ofrézcanlos lo que
ya es suyo y que se lo demos y consagremos como
si se tratara de cosa Nuestra, y no solamente no
lo rechaza, sino que lo pide ahincadam ente: Hijo
mío dame tu corazón. A sí, pues, podemos todos
ciertamente gratificarle con el mejor ánimo y
buena voluntad , puesto que consagrándonos al
Mismo, no solamente reconocemos y acatamos su
poderío de un modo grato y manifiesto, sino que
á la par atestiguamos con ello que si en realidad
de verdad fuese nuestro lo que ofrecemos, que lo
daríamos con la misma excelente voluntad, y le
pedimos á la vez no se ofenda al admitir de nos
otros lo que es completamente suyo. Tal es la
fuerza de ello, y así es Nuestro firme y leal pa
recer.
. Y' puesto que en el Sagrado Corazón se encierra
el símbolo y expresión de la infinita caridad de
Cristo, que nos incita y mueve á amamos mutua
mente, es oportuno y justo consagrarse á su Co
razón Augustísimo, lo que no es otra cosa más
que entregarse y obligarse con Jesucristo, ya que
codo honor, obsequio ó devoción piadosa que se
ofrece al Corazón Divino, so ofrece propia y ver
daderamente al mismo Cristo.
Así, pues, excitamos y exhortamos á todos cuan
tos amen y conozcan al Sagrado Corazón á ad
mitir con la mejor voluntad la devoción indicada,
• queremos con todo empeño que en el día en
que se eleven al cielo tantos millares de signifi
caciones de almas que se consagran al mismo
objeto, vayan todas á la Augusta Mansión unidas
y á un mismo tieiiipo. ¿Y acaso sufriremos que
DO hagan tal aquellos innumerables para quienes
no resplandeció todavía la verdad cristiana T Des
empeñando Nos las veces de Aquel que vino á
salvar lo que habí.a perecido y que remedió á
todo el linaje humano con su propia Sangre; por
eata misma razón procuramos asiduamente llamar
á la vida verdadera á aquellos que están sentados
en las sombras de la muerte, enviando mensaje
ros de Cristo á todas partes con el fin de instrnir
á todos, y con mayor motivo compadecidos de su
desdicha, los encomendamos al Sagrado Corazón
de Jesús, y en cuanto depende de Nos se los
consagramos con toda el alma.
Y por esta ra»m esta devoción qno aconseja
mos á todos, creemos que también á todos ha de
ser mny provechosa; y si así lo hicieren todos
cuantos vivan en el amor y conocimiento de Nnestro
Señor Jesucristo, fácilmente han de experimental
cómo aumenta en ellos el amory lafebaciae! mismo
Señor Augustísimo. Pero á aquellos que después
de conocer á Cristo desprecian sus leyes y pre
ceptos, les será del todo imposible arrebatar llama
alguna de caridad del Sagrado Corazón. Y para
aqnellos, finalmente, tan desdichados que viven
p
172 —
Humcrgidod en la míi# ciega de las superaticionesj
podireuioa todos á una el celeste auxilio á fin de
az; caerán las esptulas, y las armas se escuiviriin de las manos
cuando tüdi>s aeoptou el imperio de Cristo y gus
tosos le obe«ieroan, y toda lengua confesará que
NuesUo Señor Jesucristo esta en la gloria do Dios
8
( )-
Cmuulo la Iglesia estaba oprimula por el yugo
do los Césares en sus tiempos primitivos, fuó ma
nifestada una cruz en lo alto al joven emperador,
«jue fuú , por cierto , auspicio y causa de la glo
riosísima victoria que después obtuvo, lio aquí
otiti señal «pie boy so ofrece á Euestros oj«»s,
excelsa y divinísim a. os á sab e r: el Sacratísimo
Corazóu'de Jesús con la cruz por remate y res
plandeciente «le llamas entre esplendidísimos ful(t> S. Thom. Z. C.
(J) Act.MV, 1-*.
(3) l'hil., II. 11.
gores. En Él se han de cifrar, pues, todas las es
peranzas j á Él 86 ha de rogar y de Él hemos d®
aguardar la salvación de los hombres.
Hay otra razón para ello que no debemos pa
sar en silencio y es propia Nuestra, pero bastan
temente justa y poderosa para emprender tal obra,
y es la bondad suma de Dios, autor de todo bien,
que Nos conserva hasta ahora después de haber
nos librado de gi'ave enfermedad. Por todo ello
queremos que públicamente se haga memoria de
tal gracia y de tan grande beneficio por medio
del acrecentamiento de los honores al Sacratísimo
Corazón, que Nos decretamos.
Así, pues, mandamos que en los días nono, dé
cimo y undécimo del próximo mes de junio, en
la iglesia principal de cada ciudad ó pueblo, so
bagan rogativas, y en cada uno de dichos días
se añadan á las demás preces las Letanías del
Sagrado Corazón aprobadas por Nuestra autori
dad, y que en el último día se rece la fórmula
de Consagración que os enviamos juntamente con
estas Letras Apostólicas.
En prenda de los celestes dones y en testimo
nio de Nuestra benevolencia, á vosotros, al cler®
y al pueblo que regís os otorgamos de todo co
razón la bendición apostólica en el Señor.
Dado en Rom a, en San P e d ro , el día 25 de
mayo del año 1899, de Nuestro Pontificado el vigesimosegundo.
LEON, PAPA Xin.
JL
F ó rm u la de C o n sag ració n a l S acratísim o
C orazón de J e s ú s .
¡Dulcísimo Jesús, Bedentor del género Avinano,
«Uranos hiiniildemcntc postrados ante tus aliares/
Tnyos somos, tuyos queremos ser y voluntariamente
cada uno de nosotros se ofrece á T i del modo wc
pueda estar mds firmemente unido contigo. Muchos
januis te conocieron, y muchos te abandonaron desqnics de haber despreciado tus mandamientos. Ten
misericordia de entrambos, ¡oh Benignísimo Jesús!
y atrdelos