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OLETIN
SALESIANO
f lE D A c c iO N Y ^Ad m i n i s t r a c i ó n
®
Turín (Italia)
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•' ♦
i £1 amor al prójimo ea uno de los
* mayores y mós excelentes dones que
la divina bondad puede conceder ó
los hombres.
(S. F bakc. de Sales.)
*1 Os recomiendo la niSes y la Joven-1*
Kedoblad vnoatras fuerzas i fin
• tud; cultíTad con grande esmere an * de apartar i la niños y Juventud de
*|edncaoion cristiana; y proporcionadle
la corrupción 6 incredulidad y pre
* 1 libros qne la enseñen á huir del vicio
parar asi una nueva generación.
¿ ly ó practicar la virtud.
(L bón x m . )
*1
(PIO IX .)
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ANO XXIII — N. 4
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PUBLICACION MENSUAL
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ABRIL de 1902
OREMUS PRO PONTIFICE NOSTRO LEONE
OREMOS POR NUESTRO PONTIFICE LEÓN XIII
Dominas conservet enm, et vivífleet eam, et
beatum faciat eum in térra, et non tradat eum
in anímam inimicornm ejus.
El Señor le conserve, y le dé vida, y le haga
feliz en la tierra, y no lo entregue en las manos
de sus enemigos.
S ir U A S I O — £1 Romano Pontífice y B . Sosco . pág. 89
La híujer y la C a r i d a d ..................................................................92
Primera Exposición Salesiana (Conclusión)............................... 93
Documentos Salesianos. — Disooreo de D . Uanuel Sánchez
de Castro (Conolnsión)
............................................................ 97
D b xubstrab htsioxrb. — General Hacha (Argentina) —
Pampa Central (Id) — Yalcheta (Patagonia) — Tierra
del F n eg o .........................................................................................190
Gracias de Marta A u x ilia d o r a ..........................................lOfi
HirxsTKÁ COBUBSPOXOBXOiA. — Fontibón (Colombia)
. . IO9
Crónica S a le s ia n a .................................................................. 110
Memorias biográficas de Mona. Luis Lssagua . . . .
IIS
B ib lio g r a f ía .........................................................................
91
HOBSTBos Grabados. — S. S. Loón X I I I — Grupo osonltórioe
de Sarriá (Barcelona • España) — £1 Arcángel S. Miguel y
varioe dibujos de la escuela de plástica de Turtn (Italia).
oe X pg)
_p«s ^ Qg . go . Qg) . oO > Qg) . ptf) .
m ROMAN® PONTIFMl Y Bj. BOSCO
Homenaje al Jubileo Pontifical de León XIII
L Eomano Pontífice ocupó en el
pensamiento de D. Bosco un lu\!
gar preferente, y lo quería tanto
como á las niñas de sus ojos:
Su Santidad Pío IX lo bendijo varias ve
ces en el Vaticano, haciendo otro tanto
Su Santidad León X III: todas las accio
nes de D. Bosco iban informadas por las
enseñanzas pontificias, conduciéndose en
un todo y por todo con arreglo á lo
que ordenaba el Vicario de Jesucristo.»
Estas son, beneméritos Cooperadores y
Cooperadoras, las palabras tan llenas de
consuelo que sobre la tumba de nuestro
inolvidable querido Padre D. Bosco pro
nunció el Emmo. Sr. Cardenal Alimonda,
Arzobispo de Turín. ¿Podía decirse elogio
más sublimet Con todo eso: los que he
mos tenido la dicha de conocer á Don
Bosco, podemos decir que el amor que
tenía al Romano Pontífice, era en él con
natural. Sus actos, palabras y vida entera
— 9ü —
son un testimonio vivo y perenne de su
afecto al Vicario de Jesucristo, raonunicnto inmortal de aíiuclla romanitaSf
usando la palabra de Tertuliano, de don
de parte, según el ¡lustre apologista, la
salvación de todo el mundo: romanifíw
Omni salus. Las biografías de los Papas
S. S. León XÍII.
de los tres primeros siglos, desde San
Pedro hasta
31el<]U¡udes, (pie 1). Bosco
narraba en ios días festivos con palabras
sencillas á la vez (pie eruditas y persua
sivas, y publicadas después en los años
de ISol» al 1SU5; la Historia Eclesiástica;
la de Italia, escritas para los jóvenes á
la vez que para iustiuir al pueblo; las
numerosas obras de Apología que escri
bió, á pesar de sus múltiples ocupaciones;
el templo monumental erigido en Eoma
en honor del Sagrado Corazón de Jesús
y por mandato del Romano Pontífice,
llevado á cabo después de múltiples fa
tigas y sinsabores, y de vencer casi in
superables dificultades, son
todas ellas pruebas con
tundentes del vivo y cons
tante amor que profesaba
al Vicario de Jesucristo en
la tierra.
El Papa es el padre uni
versal de la cristiandad, la
obra maestra de las manos
de Jesucristo, Dios y Hom
bre, la esencia viva y cul
minante de una Religión
divina, el panal de miel
sacado de la boca del león
y el destinado por la di
vina l^rovidencia á consolar
las almas en las amarguras
de la vida, animándolas en
la conquista del Reino de
los Cielos. « ¡Ah, uo!, exclamabauudía Lacordaire; aun
cuando mi inteligencia no
estuviese iluminada por los
destellos de la divina gra
cia, no dejaría de besar con
humilde reverencia los pies
de este hombre que en frá
gil carne y con un alma
eximesta á todo genero de
tentaciones, ba sabido man
tener inviolable la digni
dad de la especie humanas,
y hacer que prevalezca, en
el decurso de tantos siglos,
el poderío del espíritu sobre
las fuerzas materiales». Tal
es el Papa. Ahora bien: el
día 20 del pasado Febrero
celebró S. S el Papa León X III el vi
gésimo (juiiito aniversario de su pontifi
cado, y ¿hemos de permanecer insen
sibles ante tan fausto acontecimiento?
De uingún modo.
Cuando en 1887 todo el mundo se
disponía á celebrar el Jubileo Sacerdo
tal de León X III, también D. Bosco,
aunque ya próximo á concluir su carrera
en esta mortal vida, quiso contribuirá tan
solemne suceso en unión de sus hijos, en
viando al efecto la espléndida y artística
obra titulada: La Filosofiaj la Historia y
la Literatura en él concepto ds León X I I I
al Romano Pontífice, como recuerdo de
los Salesianos, Alumnos y Cooperadores,
mereciendo grandes elogios, no solamente
en la Exposición del Vaticano, donde
fué premiada con medalla de oro, sinó
en otras exposiciones como en Londres,
Bruselas, Barcelona, Colonia y Edim
burgo, cuya obra, como objeto de arte,
ocupará en nuestra estimación el lugar
que se merece, pero muchísimo más como
testimonio de afecto al Representante de
Jesucristo en la tierra.
Sobre toda ponderación son las her
mosas palabras que nuestro buen Padre,
pocos meses antes de morir, escribió de
su puño y letra en el Album que había
de i)resentarse al Romano Pontífice, y
que eran estas: « Confieso que hago míos
todos los sentimientos de fe, de estima, de
respeto, de veneración y de amor inaltera
ble que San Pranciscó de Sales profesaba
al Sumo Pontífice, los cuales espero que
siempre han de permanecer indelebles
en el corazón de mis hijos espirituales *.
Lo propio debemos hacer nosotros en
esta ocasión. Todos los jóvenes del Ora
torio Salesiano de San Eraucisco de Sales
de Turíu contribuyeron, aunque eran
bien pobres, con su modesta ofrenda al
Dinero de S. Pedro, cuando S. S. el Papa
Pío IX se halló desterrado en Gaeta, en
1849, viniendo á recoger la suma dos
miembros de la Junta destinada al efecto,
ó sea, el Sr. Marqués de Cavour y el
Canónigo Valinotti, y al ser presentado
este Obolo al Romano Pontífice, acompa
ñado de un sencillo ofrecimiento, tanto
le conmovió, que él mismo escribió á
D. Bosco, cuya carta conserva la So
ciedad Salesiaua como preciosa joya.
Imitemos en esta circunstancia el ejem
plo de D. Bosco, esto es, procuremos que
los niños y jóvenes de nuestras Casas,
esparcidas por todo el mundo, concurran
con su óbolo, siquiera sea pequeño, á dar
un testimonio de veneración, amor y ca
riño al Prisionero del Vaticano, porque
quien da y honra el Papa, honra y da á
Dios. Para los Católicos el Papa es el
Representante de Jesucristo, el Padre
espiritual de las almas, el Noé del Nuevo
Testamento, el Piloto de la nave de Je
sucristo, Pastor de la Iglesia y el que
nos conduce al Reino de los Cielos. ¿Por
qué, pues, no hemos de tributarle el más
sincero y respetuoso recouocimiontof «Los
tiempos que corren son harto calamito
sos, decía nuestro buen Padre D. Bosco
á fines de 1856, pudieudo nosotros repe
tir lo mismo: los enemigos de nuestra
Sacrosanta Religión emplean grandes
sumas de dinero, emprenden largos via
jes y sufren fatigas por defundir libros
inmorales y contrarios al catolicismo; y
nosotros ¿no emplearemos, al menos,
aquella solicitud por bi salvación de las
almas que emplean nuestros enemigos
por perderlas?» Y concluía de este modo:
«Dios con su infinita misericordia infunda
en el corazón de todos, uu vivo y ar
diente deseo por la salvación de las al
mas y nos ayude á mantenernos cons
tantes en la fe de Pedro, que es la mis
ma de Cristo, para caminar sin tropiezo
por el camino que conduce al Cielo. »
LiOs DolorcH «le tn SniilÍMinin Vli’i^on
.Vlaría. — Coosiderucioues y piofloaai) e!iKefjuti/.a«
que contieoen, por el Dr. D. Atiaelino Ilerruu;; y
Ést&blés Pbro.. Catedrático de FiíoHufía en el Se
minario do Gerona. Aparte del mérito que tiene
esta pequeña obra, nos parece muy apropiada en
los presente)* ciilaiuitoaos tiempos en los que los
cristianos deben, abora mds que nunca, ser ver
daderos amantes de los Dolores de nuestra Ce
lestial .Madre, María Santísima, pues como muy
bien dice el antor, tratando de la devoción que
hemos de tener á loa Dolores de María: « Sí son
para nosotros escuela de perfección, cristiana, y
en ellos nos ha dejado el Señor un ejemplar aca
bado de lo que debemos hacer para santificarnos,
á esa escuela hemos de acudir y en la meditación
continua de tan crneles añicciones hemos de apreuder á labrar la virtud de nnestras almas. »
Bealza su mérito la aprobación del Ezcmo. Sr.
Obispo de Gerona, qnien la ha enriquecido con
cediendo cuarenta días de indulgencia á todos
aquellos sus diocesanos que lejeren ú oyeren leer
devotamente cualquiera de las consideraciones de
esta obra.
hk
— 92 —
Y LA LimBAB
| e lee en el Eclesiástico una sentencia que
bien pudiera decirse que m arca clara
mente la acción é influencia que ejerce la
mujer católica en la caridad: “ Ubi non est
npeSf diripietur possessio: et ubi non est mulier,
ingemisoit egem/^ (Ecles'. X X X T I, 27).
Las obras de caridad de la mujer ban pro
porcionado brillantísim as páginas á la his
toria del Cristianismo. E l Evangelio nos pre
senta piadosas mujeres que siguen á Jesús
en su predicación y le proveen de lo nece
sario para su subsistencia (Luc. V III, 3). E n
los Hechos de los Apóstoles se narra el con
movedor episodio de Tabitha, mujer que hacía
muchas limosnas y obras buenas, resuscitada
por San Pedro á los ruegos de una muche
dumbre que llorando le presentaba las túnicas
y demás vestidos que Tabitha le había rega
lado (Heoh. IX , 36 á 41.). También la mujer
sobresalió en obras de caridad durante el
glorioso período de las persecuciones: ella, á
favor de las tinieblas, corre presurosa al sitio
del m artirio, recoge las preciosas reliquias de
los m artirizados, las envuelve en blanquí
sima tela de lino, las unge con ricos aromas
y les da cristiana sepultura. T siguiendo la
H istoria encontraremos que In mujer h a sido
siempre el ángel consolador de las miserias
humanas. San Vicente de P aú l hizo que ger
m inara en el corazón de la mujer una her
mosa flor, por medio de la cmü, despreciando
todo lo que la tierra tiene de alhagüeüo y
llevando sus virtudes al heroísmo, hace que
BUS frágiles y delicadas fuerzas lleven á cabo
los más estupendos y admirables ejemplos de
oivridad cristiana. La Iglesia Católica ha dado
otras üongrogtv'iones y Asociaciones religio
sas que vive 1 b £ ^ ciertas reglas y cuyos
filies son qjeroer la caridad para con el próyimo, contándose en este número las Hijas
de María A uxiliadora, Asociación fimdada
por el siervo de Dios, D. Ju an Bosco, para
que éstas hiciesen con las niñas lo que los
Salesiauos con los n iñ o s; y así como había
admitido á formar parte de la fam ilia Salesiana á hombres, para que con sus limosnas
sostuviesen tan caritativa, hum anitaria y ú til
obra, dándoles el nombre de Cooperadores
Sídesianos, así tam bién no quiso privar á la
mujer de los innumerables beneficios espiri
tuales que reporta ta n honroso á la vez que
distinguido título, y para este fin estableció
tam bién la Asociación de Cooperadoras salesimas.
iQué quiere decir Cooperadora de la P ía
Sociedad Selesianat La contestación es muy
sencilla. Quiere decir que deben ayudar con
oraciones, limosnas y con la propia influencia
á la Obra de D . Bosco, para que los hijos y
sucesores de éste puedan enjugar muchas
lágrimas, salvar muchas almas, fundar mu
chas Casas y educar en ellas á miles y miles
de huérfanos arrancados del abandono é in
moralidad en que vivían, para que, mediante
una sólida educación y el aprendizaje de un
oficio ó arte, sean verdaderos y cristianos ar
tistas á la vez que modelos y virtuosos padres
de fam ilia; santa aspiración que Don Bosco
consignó en su inolvidable carta-testamento.
Tanto la historia del Oratorio de S. Erancisco de Sales, como las de las otras Casas
de la P ía Sociedad Salesiana nos dan subli
mes ejemplos de caridad, por lo que hace á
la mujer.
A Mainma M argarita, m adre de D. Bosco,
la im itaron gran número de mujeres, contán
dose entre otros la Madre de Don R úa que
quiso consagrarse por completo al servicio
de los hijos de D. Bosco; la Madre del Sr.
Arzobispo de Turín, Monseñor Gastaldi, que
iba muchas veces á la semana á prestar sus
humanitarios y tiernos cuidados al incipiente
instituto salesiauo, habiendo otras muchas
que sería prolijo enumerar.
Las bienhechoras de España, Francia, Bél
gica, Suiza. A ustria, Inglaterra y Polonia han
Imitado á las de Italia, y á unas y otras las
de Asia, Africa y América, siendo esto muy
consolador. Hoy más que nunca se siente la
necesidad de estrechar más y más las relacio
nes entre las clases sociales, i>aes todas las
tendencias de los enemigos de la Religión
Católica son á sei)arar á unos de otros, y así
como los enemigos son activos y no perdonan
medio, así la acción bienhechora debe ser
práctica, enérgica y constante-
— 93 —
P ara garantir la existencia del pobre y con
fortarle en sns necesidades, Dios h a impuesto
ciertos sacrificios á las personas acomodadas.
S. A gustín decía: « si queréis ascender á Dios,
debéis primero descender: si vis ascenderé ad
Deum, descende. Esto mismo se aplica á la
mujer que deba ejercer la caridad cristiana:
si desea ascender á Dios, descienda primero,
no solamente á dar su óbolo, sino á porsujidir con sus palabras y á edificar con sn
ejemplo. Las Cooperadoras Salesianas pueden
asistir con asiduidad á las Conferencias y
reunirse cuando puedan para animarse mu
tuam ente y ver los medios más A propósito
para hacer mucho bien en favor de la juven
tu d desvalida. iNo se olviden janiAs do la
oración, tan recomendada por D. Bosco, do
leer el B oletín S alesia no y de visitar las
Casas Salesianas de niüas siempre que [les
sea posible, sobre todo si están ou la misma
localidad. jO hl Dichosa la Cooperadora de
quién se pueda decir: qucesivit Uitmm et li~
et opérala est consilio manuum suaruml
(Prov., X X X I, 13).
ppifncpa Hjeposición de tpabajos
de las is Gualas lalesianas de irles y
(•)
L a Sección de Agricultura, séptima de la
* •
Exposición, h a sido bastante lim itada, de
biendo ser una de las más espléndidas ó in
En la Octava Sección, Cursos profesionales
teresantes si las colonias de A sia y América de J)ibujo. figuran las Casas de Turín, Lieja,
hubiesen presentado sus productos. Francia Puebla, Legnago, San Benigno Cauavese,
mandó solamente un pequeño m uestrario de Milán y Sarriá (Barcelona). La escuela del
la Colonia de S. José de Xavarra. Iv rea hu Oratorio de Turín presenta escogidos ejem
biera podido decir las notables mejoras del plares con buen criterio, ejecución excelente,
terreno y m andar los frxitos cosechados, así contornos seguros y bien concluidos, y aun
como tam bién Parm a, aunque lleve pocos que adolezcan de un jioco de dureza técnica,
años de existencia. E l Jurado se lim itó so conservan la gracia do las formas. Lieja es
lamente á lo expuesto por las coloniíis de una Escuela que demuestra gran preponde
C anellt (Italia) y G erona (España).
rancia y tlesaiTolIo en esto rumo, presentando
Canelli se distinguió, no sólo por sus ex muchos y buenos trabajos. Los alumnos de
quisitos vinos, sino también por sus conoci Puela demuestran, en los pocos trabajos que
dos progresos económicos: por esta razón los han presentado, grandes ajititudes, aunque
productos del segundo trienio han superado los ejemplares no sean todo lo bien acabados
en más de dos terceras partes á los del pri que fuera de desear. Lignago tiene pocos tra
mero.
bajos pero están hechos con gran esmero y
E n la Colonia de Gerona, fundada en 1891, diligencia. Las otras Casas deben tener más
es sorprendente la labor que han empleado para cuidado en el claro oscuro.
disi)oner el terreno convenientemente, no siendo
*
menos importantes los trabajos de canalización:
**
tiene un buen número de m áquinas agrícolas
En la penúltim a sección se incluyen los
y los resoltados han sido sorprendentes al
aplicar el sistema Solari. E l terreno que con talleres de Clástica y Tallado en madera y en
los antiguos procedimientos apenas daba ella figuran las Casas de Turín, San Benigno
5.55 Hectolitros de trigo jmr Hectárea, apli- y Milán. E l Jurado indica con verdadera sa
c ^ d o le dicho sistema produce 27,13 Hecto tisfacción que el Oratorio Salesiano de Turín,
litros por Hectórea. Tan excelentes resultados por lo que hace á la disposición de sus tra
han merecido dos diplomas de prim era clase, bajos en Plástica y Tallado, demuestra haber
concedidos por el Gobierno español á dicha tenido muy presentes las reglas establecidas
por su sabio presidente. La clasificación de
Granja.
ios trabajos y de los mismos elementos que
los constituyen, según los diversos corsos;
fl) T6aas« 1m námeroa de Diciemlire, Enero j Febrero tiltimoe.
la posibilidad de conocer muy bien su fiel
-
94 —
<gecnoi6n al ir cada trabajo acompañado de
BU respectivo dibujo, y por último la variedad
(J.0 géneros y estilos demuestran lo interesante
que es esta parte, así como igualmente la
mucha práctica. En los primeros trabajos de
plástica elemental se notan algunos defectillos,
hyos sin duda de haber colocado á los alumnos en dibujo y plástica á la vez, si bien
presta gr:indcs utilidades este método de en
tro de estilo lombardo puro y por último un
marco de mucho mérito y muy bien trab a
jado.
*
**
Los trabajos de la décima y última sección,
JEsoulPura, Plástica y Cerámica, fueron decla
rados fuera de concurso, siendo su mérito ar
tístico sobre toda ponderación, y en ella fi-
Griipo esoulWrioo r<»|)rosontaiu\o b1 Arertugol S. R afael y el jo v e u Tobías, hecho en los
Kscuolus Saltisiaiias de S a rriá (B arceloua • KspuQa).
BOÚnuza. E ntre loa trabajos do esta sección
debo citarse un ivorta-botellas en forma de
pirámide, toda esculpida en nogal, demos
trando gmn ingenio y conocimiento del arte
por su arm óniut üomi>osición y sólida á la
voz que elegante construcción, cualidml muy
digna de tenerse en cuent^v pues la parte de
corativa está muy bien concluida á pesar de
su delicadeza. E ste olyeto venladeram eute de
arte, figuró en la Exi>osioión de París.
Otros objeto^ oonstriiidos por los pequeños
y hábiles artisúis del Oratorio, merecen e«pw ial mención, entre ellos uu manifestador
circular, de estílo clásico, orden compuesto y
muy bien proporcionadas todas sus partes:
uu siüón episcopal, ^'arios sillones ordinatnos,
« n taburete, uu original y sencillo crrndíia-
gurabjvii objetos de Sarriá (Barcelona), Tarín,
San Benigno y Milán. El grupo del Arcángel
San Rafael y el joven Tobías, presentado por
la Gasa de Sarriá, es una obra acabada. La
actitud de los personajes, pues el Arcángel
está ordenando á Tobías que abra el pez para
sacíir do él el hígado, es sorprendente por
su naturalidad. E l colorido, tanto de la cara
y manos de uno y otro, como de los trajes
no dtya nada que desear, y el adorno, sobre
todo ¿ dorado, no tiene igual. E l grupo en
cuestión estaba colocado sobre uu pedestal
de cedro, de estilo gótico poro y en el centro
lleva el escudo de armas de Barcelona. A de
recha é izquierda del ] ^ e s t a l parte otra es})6cie de pedestal semicircular, de la misma
m adera y el mismo estilo, donde se hallaban
— 95
colocadas varias estatuas de metal y madera,
siendo todo él un trabajo artístico, elegante,
de muellísimo mérito, dedicándole el Jurado
frases llenas del mayor encomio.
E l Oratorio de S. Francisco de Sales pre
sentó una imagen de MarÍ4X Auxiliador^ muy
bien hecha y decorada con gusto y variedad
en las tintas: el Crmijijo está muy bien en
todo lo que á el se refiere, así como igual
mente el Arcángel 8. Migml, aunque hecho
en yeso, pues las otras son de madera.
S. Benigno presentó una imagen do S. José,
siendo su m irada muy expresiva y de gran
mérito artístico, y aunque las pliegues do la
ropa no están todo lo naturales que debieran,
la estatua en general revela gran ingenio y
conocimiento del arte. U n bajo relieve rejiresenta. con mucha naturalidad y precisión
la curación del manco y cuatro Figíira-s Alegóri
cas, admirables por la novedad de la idea y
por lo bien hechas, que están todas las figu
ras. También llamaron mucho la atención los
originales de los grabados {pinturas en tabla)
que publica el Catecismo ilustrado. P or lo
que hace á plástica S. Benigno ha presen
tado bajos relieves ornamentales muy bien
concluidos y figuras hechas con mucha agu
deza de ingenio.
La Oasa de Milán es la única donde se
trabaja en cerámica, bajo la dirección del
eminente artista X>. O. B. Minghetti. Este in
cipiente taller h a adelantado muchísimo, pues
ya h a obtenido Medalla de Oro en la últim a
Eximsición de Lodi: bien se puede asegurar
que tendrá un porvenir muy brillante, con
gratulándonos al consignar aquí lo que acerca
de la misma dijo el i>eriódico “L a Liga. Lom
barda^’: « en la inteligente y esm em la repro
ducción de tipos y formas se advierte buen
gusto y mucha limpieza y exactitud en los
contornos y líneas, que desde luego revelan
ingenio y maestría, así como bimbién mucho
arte, juies .se ve gran precisión en los más
pequeños detalles: la novedad y el buen
gusto corren pareias, sin descender á la exa
geración. Podemos gloriarnos de que se halla
á tal altura la inm ortal escuela de Capodimonte.
Tanto el Maestro como los jóvenes que allí
trabajan, revelan muchos conocimientos ar
tísticos y reproducen fielmente todo lo que les
sugiere su fantasía, demostrándolo las varia
das formas, los tonos y especialmente en los
diversos gru^ms, en los floreros y otros ar
tículos.
Las figuras parece que están vivas, que
tienen movimientos y que quieren hablar al
que estático y admirado las contempla. 3ferece citarse un frutero de estilo de Luis XV
y además varios adornos de chimenea, por la
esbeltez, finura^ delicadeza y herm osura que
presentan.
*
* *
E ste es el resultado de la prim era Exposi
ción Salesiana. La solemne clausura so veri
ficó el SMj de Septiembre último en el amplit)
patio de Valsálice, precediéndola una aca
demia que presenciaron: nuestro amado Kector
Mayor, D. Miguel llúiv, rodeado de los S u -.
periores ^Mayores de nuestra Pía Sociedad y
de los Señores que formaron los diversos J u
rados, asistiendo también muchos Cooperado
res y Cooj>oradoras de Turín y todos los a r
tesanos del Oratorio de S. Francisco do Sales.
A ntes de em itir el Jurado su parecer, pro
nunció un elocuente discurso el Conseioro
Profesional del Capítulo Superior, 1). José
Bertello, eu el cual liabía conce))tos ])rácticos
muy sublimes, obteniendo una verda<lera ova
ción del selecto público que lo escuchaba.
Sentimos no poder publicarlo íntegro; poro
he aquí algunos párrafos. Decía refiriéndo.'íc
al Jurado: «D oy, cu nombre de nuestra Pía
Sociedad, las más expresivas graciiis á todos
estos Señores por su diligente examen y ])i)r
las alabanzas que ban tributado á todos los
trabajos de nuestras C.osas, y sobre todo por
los avisos que nos ban dado respecto á los
defectos que hayan podido encontrar. Tam
bién le he de dar las gracias á todos los
Cooperadores y Cooperadoras por el bien que
ban hecho y por el que han de hacer en lo
venidero, ayudando así á una obra tan buena
y santa á la vez que hum anitaria, cual es
formar obreros católicos que respondan á las
necesidades de los tiempos.... Con todo eso la
Exposición, á ])csar de su riqueza de objetos
y del valor y mérito de algunos do ellos, si
se fltiemle al iioiubm do Exposición general
Salesiana y al ])rograina i)ropiiesto. resulta
defectuo.sji por muchos Conceptos. Hay que
tener en cuenta que han tomado parto en
ella nn número muy exiguo de Casas... Varias
causas lo han motivado, entro otras, que es
la primera exjmsición y las enormes distan
cias y grandes estipendios que hay que hacer,
la aminoran bastante, contribuyendo también
en que inuchísimos de los trabajos estaban
ya en casa de sus dueños....»
A l final del discurso se dirigió á los jóvenes
artistas y les dijo; < Bien lo habéis visto: de
vosotros y de vuestro porvenir se tra ta soamento. P or vosotros se afanan tanto y sufren
tantas fatigas vuestros maestros; por vosotros
hacen grandes sacrificios vuestros Superiores
y Bienhechores, y por vosotros se han mo
lestado no poco los Señores que han formado
los distintos Jurados de la Exposición. P a ra
que todos estos sudores y sacrificios produz
can hermosos y abundantes frutos, es nece
sario un concurso, y este no es otro que el
de vuestra voluntad.
Del mismo modo que los trabajos que ahora
habéis hecho balo la dirección de vuestros
maestros han sido juzgados, así lo serán ma-
— 96 —
Cana los que hagáis cuando seáis hombres,
pero el juicio que entonces se emita, señalará
vuestro porvenir, esto es, os dará el pan ó
la miseria; los honores ó el abandono. Hoy
más que nunca los hombres so dedicaii á los
diversos artes mecánicos, poro el trabajo, ó
■'4'' ^ »
El Arcángel S. Miguel.
EaouUuta ©u madera dol Oratorio de Turín.
mqjor dicho, el cliente se dirige al que co
noce mqjor el arte y da más pruebas de providad y honradez. Muchos lyomplos corrobo
ran cuanto digo; no citerá ninguno por no
nom brar \mrsonalidades y \K>rque vosotros
mismos conocéis algunos. Leed do vez en
cuando una sentencia de S. Ftdii>e !iíeri que
1>. Boseo, en unión de otn\s varias, quiso
que se colgara cu las paredes de los talleres
y que dice: « E l Paraíso no ha sido criarlo
para los holgtizaues; » y no solamente pierden
estos tales el Paraíso, sino además los hono
res y el bienestar de la vida presente. Es
necesario ir adelante ,en el camino de la per
fección artística, porque de otra suerte seríais
culpables y desde luego se os podría decir
que no habíais correspondido á los sacrificios
que por vosotros se han hecho. No tengáis
prisa por salir del taller: antes debéis pro
curar perfeccionaros en el arte que aprendéis.
U na planta joven es juguete ds los v ien to s:
un soldado que no maneja bien las arm as no
puede hacer proezas en la batalla. Corres
ponded á la solicitud y desvelo de vuestros
Superiores; aplicaos con ardor á aprender lo
que se os enseña y perseverad hasta que seáis
verdaderos artistas y encontraréis fácilmente
un brillante porvenir aquí en la tierra y des
pués volaréis á la mansión de los bienaven
turados....»
Concluido el discurso dirigió su persuasiva,
amorosa y paternal palabra n u e stro .amadí
simo Rector Mayor, animando á los jóvenes
á que continuasen por el camino que habían
emprendido, asegurándoles que desde luego
habían de ser unos artistas modelos, en v ir
tud, honradez y trabajo, é hizo votos porque
la Exposición que si Dios quiere se celebrará
en 1904 sea más expléudida y mejor.
La Eedaoión del B oletín S alesiano h a
ciéndose eco de los deseos de los Superiores,
dá las más expresivas gracias á cuantos han
tomado directa é indiroctameute parte en la
Exposición, á los Señores que han formado los
diversos Jurados, á la prensa en general, y
en especial á la de Turín, á los beneméritos
Cooperadores y Cooperadoras, y á todos los
Señores que han honrado con su presencia
y visitas nuestra Exposición, y en general á
todo el culto y benévolo pueblo de T arín que
tantas pruebas ha dudo de su amor por la
O bra S^eaiana.
También hemos de dedicar una palabra á
todos los Cooperadores y Cooperadoras de
todo el mundo de la Obra do D. Boseo, y
l>ermítannos una súplica, y esta os, que con
tinúen y si es iK>sible aumenten su acción
para que nuestra P ía Sociedad pueda adm itir
en su recinto más número de ñiños, pues
tengau en cuenta que cada joven que hoy
se educa en nuestras Oa.sas, será mauana un
honrado y laborioso pudre de fam ilia: tam
bién les suplicamos que procuren trabajo ú
nuestros artesanos, no por el lucro que pue
dan tener, pues bien saben todos que son
muchísimos más los gastos que las utilidades,
sino para que nunca estén ociosos y para
que puedan perfeccionar más y más el arte
que aprenden á fin de que al día de mañana
séan verdaderos artistas y honren el nombre
de nuestro querido padre D. Boseo.
— 97 —
^ocam eníos Salesianos
^ucesot^ de ©on )|osco
((Joixchmón) (1)
I SaMflría especial!... pobre hombre!...
« Aprende, dice B aracli, aprende donde
está la sabiduría-, donde está la fortaleza,
donde está la inteligencia, para que sepas
también donde está la longevidad y donde
está el sustento y la Inz de los ojos y la
p a z .........jE n donde e s tá n .... los que domi
nan sobre las bestias... los que atesoran plata
y oro.......los que fabrican moneda y andan
afan ad o s...? P erecieron... y otros se levan
taron en su lu g a r .... Asimismo los hijos de
A gar que buscan la i)rudencia que es de la
tierra, Jos negociantes de M errha y de Theraan y los soñadores y los investigadores de
prudencia y de inteligencia, no supieron el
camino de la sabiduría, ni hicieron mención
de sus veredas...» (1).
lío ya medio siglo, como Owen: un siglo
entero: miles y miles de anos ha pasado
la hum anidad aprendiendo la excepcional sa
biduría de aliviar á los que sufren, pero no
ha logrado n i logrará nunca calm ar un dolor
ni endulzar una lágrim a siquiera, pues no
hay beleño para los dolores ni dulzura para
el llanto á no ser en la preciosa ¡Sangre de
Cristo, único Redentor y Salvador nuestro.
Lo que pasó con Owen, enemigo de todas las
religiones y d é la liW ta d h u m a n a , pasó tam
bién con Saint Simón, el impío autor del nuevo
cristianismo; pasó con el extravagante Fourier,
el divinizador de las pasiones; con Luís Blanc,
el defensor del derecho al trabajo j con Marx,
el m aterialista creador déla internacional; con
BaJüounine, el ateo, fundador de la AUama de la
democracia socialista...] con todos, absoluta
mente con todos los que dicen que se interesan
por los que su fre n ; con todos esos filántropos
ó antropófagos.... pues delito de antroimfagía,
común á todos ellos, es arrancar la libertad
y la responsabilitad al ser hum ano; negarle
la Redención de C risto; cerrarle los horizon
tes de la divina esperanza; convertirle en
bestia, y aspirar á hacer de la tie rra un pa
raíso con las solas fuerzas de la sabiduría
humausi, cuando esta sabiduría, como de los
(*) Véanse loe números de Febrero j Marzo.
(1) Profec. cap. 111, Ters. del U al 23.
falsos apóstoles de su tiempo decía S. Pedro,
no es más que « fuentes sin agua y nubes
agitadas de torbellinos » (1), y cuando tristes
y repetidos ejemplos de ensayos prácticos en
señan que asi no se forma el paraíso, sino los
anticipados horrores del infierno.
« ¡Pueblo», despierta 1 — esclamaba Lamoun a is ;— esclavos, levantáos; romped vuestras
cadenas... ¿Queréis que algún día dig.aii vues
tros hijos.... « Nuestros podres fueron más viles
que Jos esclavos romanos, jorque no se encontró
en eUos un solo Espartano?.... » (2). ¡A h! no;
no es Espartano el que tiene que surgir; no
es un gladiador seguido de esclavos que en
sangrienten las calles de Rom a: es Don Bosco,
seguido de sus salesianos y de sus coopera
dores, el hombre que la Providencia suscita
para levantar al pueblo abyecto y redim ir á
los esclavos de la civilización: es D. Bosco,
que no lleva en la m ente estudios de sabi
duría excepcional, sino solo fe humilde y
sincera; es D. Bosco, que no lleva en el
alm a odios de clases, sino sólo el amor, el
E spíritu de Dios, que una voz más renovará
la faz de la tierra: es 1). Bosco, en fin, que
no lleva en la.s manos la U'.ii jnc.emliaria. sino
sólo la bendita imagen de María Auxiliadora.
Que esi>ercn, que esperen un momento los
esclavos, Don Bosco los <-obijará j)ara darles
libertad. Sin protectores de ningún género;
sin meetings ruidosos; sin fol]otf>H de propa
ganda ; sin capital alguno edificará ]>ara ellos
im palacio y luego otro y luego jnil; les pro
veerá de un magisterio que los aleíjcione, y
fundará una internacional que los proteja.
Apenas iniciada su obra, pasará los Alpes y
se extenderá por las comarcas francesas y
austríacas: luchando siempre con las preten
didas leyes biológicas, que aseguran el triunfo
de los fuertes y la ruina de los débiles y de
los pobres, salvará los Pirineos y se estable
cerá en España y en los A lgarbes; y el A tlán
tico y el M editerráneo la conducirán en sus
ondas á la Tierra del Fuego, á California y
á N ueva Y ork y á los confines de A frica y
(1) Epísíol* 2.*; c. n , T. 17.
(2) Yéaae Cantú. Bieioria i« cien años... t, II, cap
aobre el movimiento socialista.
— 98 —
¿í las riberas del J o rd á n ; y ya no habrá lati
tud donde no se eleve aquella imagen de
M aria Auxiliadora sobre un taller convertido
en altar, y donde no se escuchen, con el her
v ir do la fragua y el estridente ruido de la
sierra, las argejitinas voces de los obreros
salesianos que cantjui con la alegría de los
pájaros cuando en sus bosques obscuros pene
tran los rayos de la aurora.
Pues todos conocéis ni^or que yo la obra
de I>. Bosco, sólo he de insistir en la idea,
ya emitida, de que 61 es el que h a formado
la verdadera intí*rnacional. Los cooperadores
salesianos, que llegan ya á doscientos mil,
eso so n ; y bien puede decirse que su objeto
es el mismo que no pudo realizar....(jcómo
había de realizarlo!) la sociedad establecida
en el meeting de Saint M artín H all eu Sep
tiembre de 1864, y el cual era, según los es
tatutos inspirados por Marx en 1866, « el pro
greso y la completa libertad do la clase
obrera. » ¡Ah! ¡qué palabras tan hermosas
emplean los falsos reformadores, y cuánta
m entira encierran eu el fondo! La interna
cional, parodia de la Iglesia Católica, murió
de muerte natural y de anemia, como dice
Em ilio do Laveleye (1); y murió después de
haber quemado á París, siendo vanos los con
gresos que celebró y en los que sólo pudo
hacer patentes sus divisiones y su impotencia.
Vosoti'os, sí, los cooperadores s¿esianos,
sois la única internacional posible, que con
vuestras limosmas y plegarias coadyuváis á
la libertad de la clase obrera, entiéndase b ie n :
á la libertad única, ó sea la libertad cristiana
d e los hijos de D ios; porque, perdida la re
aleza del ser humano, por la prim era ciúpa,
no hay medio: ó vuelve el hombre por la
redención divina, en brazos de la fe, á la casa,
del Padre, ó perpetuamente gemirá esclavo,
y a de sus propias m iserias, ya de extraños
señores, siempre tiranos por lo mismo que
son siervos como él.
E ntre ricos y pobres han abierto un abismo
en el siglo actual, la dureza de unos, la vio
lencia de otros y las ambiciones de todos.
Aleccionadas las turbas ham brientas por una
nueva generación de burgueses, que se enri
queció liespojando á la Iglesia de sus bienes,
no pueden estrecharse amigablemente la mano
oullosa y sucia del obrero y la pulida y ])erfumada \le l aristócrata de nuevo cuno. Con
el contacto, yo no sé cual de ellas se mancha;
quizá las dos!... Es preciso, pues, que entre
esas manos, que uo pueden juntarse, estén las
del suM'ordote católico, ungidas con el óleo
santo do la consagración: y á eso ha venido
D. Bosco: á formar la fraternidad de pobres
y ricos, llevando á unos de una mano y á
otros de otra, y reídizando con la derecha el
mihígro de la multiplicación de las avellanas,
y con la siniestra el más adm irable de la
m ultiplicación de las limosnas.
(1) L$ «ocíalüme oo»temporain, c«p. IX.
Todos, todos los reformadores han pasado:
si algo vive en beneficio de los que sufren,
es además de los oratorios y colonias salesianas, las sociedades cooperativas y las cajas
rurales fundadas respectivamente por Kete*
11er y Kaifleisen, es decir, por la Iglesia, y
debidas, por lo tanto, al mismo espíritu de
caridad de D. Bosco.
La acción individual, la acción colectiva, y
la acción i)olítica pueden y deben, sin duda
alguna, concurrir á la perfección de la vida
social; pero sin amor verdadero, sin caridad,
la acción individual es egoísmo; la acción
colectiva, fuerza del mayor número, y la obra
de los gobiernos, un mecanismo inaplicable
á la voluntad libro del hombre. Tienda, pues,
la caridad sus alas sobre el m undo, porque
sólo ella hace que, al quebrarse en sus nítidas
plumas, no abrasen los rayos del sol, ni se
desborden las cataratas del Cielo, ni asfixien
los vapores de la tierra; sólo ella permite
soportcir la rigidez del derecho estricto; sólo
ella vuelve propicia á la Providencia que
m anda la luz y la lluvia sobre justos y peca
dores ; y sólo ella desvanece con su calor di
vino los desordenados impulsos de la pobre
naturaleza humana.
P a ra consuelo de todos, la ciudad divina,
el foco del amor, la Iglesia Católica, siempre
combatida y victoriosa, permanece inmoble
en sus cimientos eteruos; y en este siglo, de
utopías delirantes y revoluciones sangrientas,
las primeras y las últim as páginas de sú his
toria están escritas con vivísimos destellos
por la misericordiosa mano de Dios. Para
ella, para la Iglesia, para nosotros que, por
dicha, somos hijos suyos, con dos prodigios
comenzó esta centuria y con otros dos aná
logos á aquellos term ina. Muerto Pío VI,
esperaba la impiedad.... jdelirio de siempre!
asistir á los funerales del Pontificado, viendo
con júbilo que el colegio de Cardenales es
taba disperso y ocupada Italia por los bata
llones republicanos. Pero la Providencia dis
persa á sus vez estos batallones y ju n ta eu
Venecia los Cardenales; y el 1 de Diciembre
de 1790 sube Pío V II al solio de Pedro, entre
las aclamaciones de los fieles y el estupor de
los sectarios. Y, antes de m orir este gran
Papa, y como para buscar desquite á las iniqnidades de la revolución, que había destruido
50 m il iglesias, lU mil conventos, 50 obis
pados , 300 cabildos y 200 instituciones pia
dosas (1); en 1822 fundan los católicos de
Lión la gran obra do la Propaganda de la Fe,
auxiliar valioso de la Congregación estable
cida por Gregorio XV, y, junto con la Pro]>aganda de la Fe, la Santa Infancia y la
FseueUi de Oriente, pura la difusión de htó
misiones, el rescate de niños y la educación
de adolescentes eu los países selvajes. Pues,
al term inar el siglo, estamos viendo los otros
(1) Estos datos y otros los poblioó la Corrapo»deiteia de Roma, con motivo del ceutenaiio de la re
volución úancesa.
— 99 —
dos prodigios en la vida divina de la Iglesia,
y son: la longevidad extraordinaria del santo
anciano qne rige la nave de Pedro, la con
servación, sí, providencialísima de la preciosa
existencia de León X III, el P apa de los obre
ros ; y el crecimiento inusitado de la obra de
D. Bosco, nueva propagación de la Fe, que,
como la fundada en Lión, tam bién tiene por
objeto las santas misiones, el rescate de niños
y la educación de adolescentes, entre el sal
vajismo de las sociedades incultas y entre el
Dibujos de la escnelo de plástica del Oratorio
<¡e Turíu.
salvajismo, más triste aún, de las sociedades
civilizadas.
De esjMirar es, por ta n to . qne la obra de
Don Bosco se extienda cada día más. Pero
su éxito asombroso, que tal vez no tenga igual
á no ser en el de los institutos franciscanos
del siglo X I I I , no es ni puede ser cosa me
ram ente humana. Es qne Dios, que se ríe de
la sabiduría de los hombres, quiere manifes
ta r una vez más, en sus siervo.^*, que oculta
los secretos de la verdadera ciencia á los sa
bios y pm deiites y se los revela á los hu
mildes; es qne ha llegado la hora de qne
nadie ignore el sublime llamamiento del J ^ y
profeta: < vean los pobres y alégrense; bas
cad á Dios y vivirá vuestra alm a (1): > y es
qne se ha de confirmar, como ley fnndamental
económica, la sentencia del Divino M aestro:
« buscad primero el reino de Dios y sn jus(1) Salía. 6&
ticia y lo demás se os dará por anadidura » (1).
P or eso, m ientras la escuela de Le Play, sin
haberlo intentado, con su método do obser
vación y sus innumerables memorias, donmostra que el secreto de la prosperidad os ol
cumplimiento d^ la ley divina, i). Bosco, po
niendo en práctica oí?tii ley, cuya plenitud os
el amor (3), modificará la industria, cambiando
BUS entrañas de acero por entrañas de misoricordia, arrancando al hombre do sus manos
y poniéndola á ella, como os justo, en manos
del hombre, y al hombro y á olla, con todos
sus alelantes y m aravillas, en manos de Dios.
Y asi será. Xo es esto augurar para esto
mundo un paraíso imposible en que presumen
creer los que niegau el Paraíso verdadero.
Aunque tal imposible pudiera realizarse, contentaríanse con él los corazones ruines, no los
cristianos: para éstos ha de sor muy poco
un paraíso que se acaba y en el cual no al
canza la vista más qne unos cuantos kiló
metros de horizonte sensible y el istmo de
tierra que s e p ira la s almas. Jam ás el hombro
soltará el grillete del trabajo con que em
prendió sn peregrinación sobre el planeta, ni
dejará de ablandar con sudor y lágrimas la
tierra que le sirve de sostén, precisamente
para qne no se olvide de su verdadera patria;
y jam ás se acabarán los pobres y los afligi
dos, precisamente para que, sin cesar resuene
el sermón de la M ontaña en los ámbitos dol
mundo hasta el fin de los siglos.
Y para que viva la O bra de D. Bosco, que
es, Sr. Dr. Kúa, el deseo de los cooperadores
salesianos y el mío. Que ni ellos ni yo que
remos que conquistéis ol nombro de Patriarca
de la razón, ni ningún otro semejante; ni que
la historia os consagro, que sí os consagrará,
páginas de oro perfumadas con el puro in
cienso de la gratitud universal. Queréis y
queremos, sin duda, que, mejor que en el
libro de la historia, que es el de lucha entre
el odio y el amor, eii el de la Vida, que os
sólo el del amor, haya un renglón pai'a todos
y cada uno. Y queremos, por último, que,
de ahora para siempre, donde quiera qne
estéis, pero, sobre todo, cuando o» pongáis
de rodillas ante el sepulcro del heroico sa
cerdote, Antecesor vue.stro, que ha dado lec
ciones á todos los economistas, socialistas y
sabios del siglo X IX , respecto á la manera
de resolver el sencillísimo problema de la
vida, qne ellos no hacen más que enm arañar;
qneremos, digo, qne os acordéis de cuantos
aquí estamos, y especialmente de este admi
rador do la O bra Balesiana á quien habéi»
tenido la paciencia de escuchar. H e dicho.
M a nu el SáNCHEZ d e C asteo .
A dvertencia: En la pápina 64¡ delBoLETiN de
Marzo, colnnma primera, línea 25 dice: *$ilueta$»
y *:Mirolongi» debiendo decir «su/totos» y *Mi$olongi» respectívamente.
(1) San Mat. c. VI, r. 3S.
(2) Pleuitndo ergo Ugi$ etl áiUdio, San Pablo ad
Bom. XIII, 10.
—
100
—
ͫDE NUESTRAS MISIONES
GBNBML í'IAOHA (Argentina.)
A l Exorno, é Emo. Sr. D. Juan Oagliero, Obispo
Titular de Mágida y Vio. Apost. de la Patagonia.
Bevorüiidísiino Señor: Cumpliendo con el
imindato de V. E. I. hago esta sencilla y breve
relación de las misiones que tuve la dicha
<lü dar en el vasto ó imijortante Territorio
de La Pam pa Central durante el próximo pa
sado año, y esi)ecialmente de la últim a, que
fué la más rica en bendiciones celestiales.
Aunque las demás no han resultado tan bien,
sin embargo quedo completamente satisfecho.
lia Misión de la Pam pa es dificilísima, más
dilicil de lo que parece, y prescindiendo del
poco bien que con grandes sacrificios se hace,
no (pieda ^ misionero otro consuelo que el
de sufrir por amor de Dios. Muchísimo he
sufrido en todas las misiones, esperando que
Dios me lo prem iará centuplicadamente en
el Cielo, puesto que sólo me movía la mayor
gloria de Dios, tú deseo de luicer bien á hm
^ m a s y de salvar á tantos niños que quizás
habrían muerto sin las aguas regeneradoms
del Pautism o: jdesgrimia grande por cierto
que se repite con frecuencia en aquellas apartallas regiones!
¡Ojala! que cuanto antes pudiera mandar
V . E. I. otro misionero á aquellas comarcas,
pi>rquo si grandes son los peligros que de
berá afronbu' por las inmensas distancias que
separan los puntos poblados, por los ríos y
arroyas peligrosísimos que hay que atravesar,
y i>or la índole y las costumbres, nada bue
nas, do la gente que pueblan aquellos desiertos,
mucho mayor será su consuelo si se sacrifica
en an\s del amor ix>r la sttlvación de tantas
almas que lo i^guardan.
Vin.lo* Á V i o t o r i o n . — C oi*< lial a c o irlclu .
Habiendo regresado de una misión dada
en Kamón Blanco, partí para Victorica á fines
de Setiembre de 1900, pasando por Sta. Eosa
de Toay, que sirve de Capital del Territorio,
y es el mejor de los pueblos que hay en La
P am p a: no obstante ser de muy reciente fun
dación, es el que más prospera, debido á que
está en comunicación directa con Buenos
A ires y Bahía Blanca, por medio de dos fe
rrocarriles los cuales le han dado gran im
pulso comercial.
El viaje de Sta. Eosa á Victorica es muy
pintoresco: de extensas llanuras se pasa á
espesos bosques de árboles, que traen á la
memoria la fuerte y casi extinguida raza de
los Indios Pam pas; y de elevadas lomas se
baja á espaciosos valles que en otros tiempos
deben haber sido caudalosos ríos ó grandes
m ares: sin embago para mí resultó un viaje
penoso por hallarse entonces en m al estado
los caminos y por el mal servicio de carruajes:
basta decir que á la m itad del camino rom
pióse la galera, siendo forzoso pernoctar de
bajo de un caldeo, ó pedir hospitalidad al
dueño de un rancho, distante doce cuadras.
Me decidí por esto último y ápesar de ser el
dueño un gaucho, fui tratado con mucha con
sideración, proporcionándome cama, cena y
todo le qne me hizo falta; los demás pasaje
ros pasaron la noche en el monte alrededor
de una hoguera. Los pobres sufrieron los ri
gores del ham bre y de la intemperie.
A l día siguiente á eso de las nueve nos
pusimos en m archa en el tren de San Fran
cisco para llegar cuanto antes á la casa de
Nerecó, diisbiute 3 leguas, y ya habíamos ca
minado más de 50 cuadras, cuando nos en
contramos con los mayorales que habían ido
durante la noche á pedir al vecindario dos
l)equeüos carruajes de dos ruedas.
A las dos de la tarde emprendimos nueva
mente el camino y después de cuatro horas
largas, divisábamos él pueblo de Victorica
que ya tenía noticia de nuestras peripecias,
^ m irá n d o se todos al vem os cubiertos de
palvo y lodo.
Fuimos m uy bien recibidos por nuestros
hermanos, D. Ju a n Eoggeroni y D. Antonio
Eoggíero, quienes me habían esperado con
ansia p ara la festividad de la V irgen de la
Merced, patrona de aquel Pueblo, ¡Cuanto me
habría alegrado si hubiera podido tomar parte
en aquella hermosa fiesta y contemplar la
devoción y piedad de aquel vecindario, que
acudió en masa á honrar á la Madre de Dios!
Pero no faé posible; el contratiempo que snfrí
—
101
eu el viaje y el tardar la galera algunos días
eii salir de Sta. Eosa me privaron de tan ta
dícLa.
E l p u e b l o <ie V i c t o r i e a y s u s h a b ília n te s . — S a l i d a p a r a l a m is ió n . —
Ig ru o ra u c iu d e la s ie n te d e l c a m p o .
— V d . P a d r e e s X>ios. — .A .b ^ jo
tíex*x*a.
Yictorica está á 40 leguas de Sta. Eosa
hacia
O. y á pesar de ser de fundación
anterior, es menor importante, y de poco
porvenir. E s probable que adquiera nnis im
portancia cuando esté construida la via férrea
que pasará cerca de allí á San Eafael, en la
Provincia de Mendoza. Cuenta con pocos edi
ficios im portantes: la iglesia es bastante mala,
y apenas sirve para celebrar en ella el culto
divino. Gracias al celoso Misionero y Cara
Párroco de aquella localidad, I). Ju a n Eog*
geroni y á algunas benem éritas señoras, se
pudo arreglar algo, colocándose un piso de
tablas y el techo raso, mejorándose también
las puertas que daban paso libre al viento y
á la tierra.
Los habitantes de Victorica son casi todos
provincianos, pobres, pero buenos y muy
religiosos. Se conoce que los ER. P P . Fran
ciscanos, que atendían antes á esta Misión,
han trabajado mucho en bien de las almas y
de la Religión.
Perm anecí en aquel Pueblo dos semanas,
haciendo los preparativos ])ara la misión que
debía durar más de tres meses. Un comer
ciante me facilitó un sulky (coche pequeño)
y dos caballos, i>ero me faltaba todavía un
sacristán y compañero de viaje. Ya había
perdido la esperanza de encontrar quien rae
acompfrfiara y resuelto de salir con los carros
de un negociante que entonces estaban pre
parados para recorrer el campo hasta el río
Salado, cuando so me ofreció por compañero
un mozo bastante bueno que me prestó im
portantes servicios.
Concluidos los preparativos, me puse en
m archa el doce de Octubre, día espléndido y
de un sol abrasador. No sin fatigas y de
noche llegué á la casa de D. José Acevedo
Diaz, á once leguas de Victorica hacia el
N. O.
E s este señor chileno, buen sujeto que ri
valizaba con su esposa en agasajarme y ser
virme. mostrándose muy contentos x>or mi
feliz llegada.
D urante los cinco días que estuve aUí no
dejé una sola vez de celebrar la Santa Misa
á que asistieron siempre el dueño de la casa,
su fam ilia y algunas personas del vecindario.
Tuve el consuelo de poder adm inistrar la pri
mera comunión á varios niños y á un m atri
monio que por varios años había vivido .sin
la bendición de la Iglesia, debido en parte á
que no había sacerdote alguno en Victorica
cuando se presentaron al Juez del Registro
Civil. Así es que recibieron los sacramentos
—
de Penitencia, Comunión y Confirmación y
legitimaron su matrimonio en un mismo día,
quedándose muy contentos y dándome las
más expresivas gracias.
Adm inistré el Bautismo á unos cuantos ni
ños y la Confirimición á muchos, algunos
ya adultos, Mucho trabajo mo costó el pre
pararlos para la Confesión, Uiununión y Con
firmación sobre todo á lo.s niños que ya te
nían suficiente edad y también á las personas
adulüis (jue estaban dispiu‘sias á cum plir con
el precepto pascual: son tan torpea, tan igno
rantes los del campo <iuo os imposible formíirse una idea eabál do lo que cuesta su
instrucción.
A una persona preguuhí si sabía quien era
Dios y me contestó: « Untod, Pailre, » O tra
decía: « Yo m me imaginaba que debía exis
tir un Dios. » Otros ai pregunttirlos adonde
irían los hombres al morirse me contestaron:
« Ahajo tierra. » Así por e.ste estilo son todas
las respuestas que dau al preguntíirles sobro
la D octrina C ristiana y si no saben que con
testar, dicen: « ¿ quien sabe f »
3XÍSÍÓU cix l a c a s a d e l o s Sx's- V l d e l u ,
C o i i t r e x - a s , S il'v e x ’a , O a s a u a v e y
F a s rs re tti. - R e s u lta c lo .
Partí á las dos de la tarde del quinto día,
llegando con sol al puesto de D. F. Videla.
Este buen señor puso á mi disposición el
único cuarto que tenía, aposento pobrísimo
que muy pronto quedó todo inundado al es
talla r una terrible tormenta. Lo sentí muchí
simo por él y su familia que durmieron eu
un galpt'm por donde pasaba el agíia y el
viento. Xo me fué posible celebrar la Santa
Misa al día siguiente porque todo estaba em
papado en agua.
Me quedé allí tan solo un día, porque era
muy reducido el vecindario, y los pocos ve
cinos que había, acudieron aquella mañana;
además ya sabía mí llegada el dueño de la
casa de negocio que está á r> higuas Inicia el
poniente; sin embargo hice varios bautismos
y confirmé á unos cuantos, entre ellos á dos
hijos del 8r. Videla quien se habría alegrado
muchísimo, si los hubiera podido preparar
para la prim era comunión.
P or la tarde del mismo día llegué al puesto
del Sr. A. Contreras, y como me era imi>osible seguir el viaje por estar los caballos
rendidos, me quedé allí á pasar la noche. Es
increíble la m iseria y irabreza que presen
cié: toda la familia dormía á la intemperie,
y .t a n s o l o l a abuelita, bastante enfermiza,
disponía de un pequeño cuarto, casi lleno
de lana: la pobre señora no se dió por
satisfecha basta que lo acepté para mí, que
dándose ella también á campo raso.
En la casa de D. A. Silvera hubo unos
15 bautismos y muchas confirmaciones, que
dándose sin bautizar más de veinte criaturas
que debían venir de La Costa, paraje así de-
—
102
Dominado de la Provincia de S. Luis. íTo
acndierou porque mi individuo indiscreto
había esparcido la de voz que el Misionero
estaba ya en el río Salado. Lo sentí muchísimo,
])orque entro tantos niños había algunos de
doce y (tatorce años. Casi lo mismo sucedió
en la estancia del Sr. Casanave, pues pude
verifhair tan sólo 5 bautismos, bendecir un
matrimonio y adm inistrar algunas Contirmamaciones. Mós éxito tuvo la misión en el río
Salado, en casa del Sr. Faggetti.
121 camino es muy posado: primero hay
que ir por un monte, luego por una llanura
inmensa, entrecortada por enormes arenales.
La ])oblacióii por allí es muy escasa por ser
el agua salada y los pozos tienen (le 00 á
lUO metros de profundidad, j Desgraciado el
q u e s o extravíe!: iiifaliblemonte m oriría de
hambre y do sed. Gracia.s a Dios, mi viaje
filó feliz, aunque mis caballos no podían ya
caminar míis.
La misión en casa del Sr. Faggetti tuvo
buen éxito, pues el dueño, animado de un
santo celo, dió aviso eu todos los alrededores.
D. Fernando Faggetti es italiano, hombre
do buen corazón que prometió fabricar una
capilla eu aquel paraje y me rogó que viniera
todos los años, puesto que él haría todo lo
jio.sible ])ara atraer á la religión á sus vecinos.
Por triste que sea el estado moral de aque
llos desgraciados, pueden tener disculpa por
la ignorancia casi invencible, por la extremada
pobreza on que viven, y por las distancias
enormes que hay para llegar «i un centro
poblado: me consta que para casarse deben
ir á Viütorica. al .Tuzgado do río Atuel ó
sino íi, Villa Mercedes, distantes respectiva
mente treinta, cuarenta y noventa leguas.
Aquí bauticé á unos sesenta, bendijo varios
matrimonios y adm inistré los Sacramentos de
C onfirm aciónIV niU m cia y Comunión, ha
cieudo algunos esta última por vez primera.
(Se continuará.J
-------------
rAMl’A OKNTBAl. (Arjeulina.)
[Relación de 0. Juan Beraidi)
Rkvmo, Su. 1). MutI'kl Iívía.
Amado Padre on
C.: E l prim er día de
Julio último envió Monseñor Cagliero al dis
tiuguido Misionero D. Lino Carbajal y á este
humilde servidor ú ]>redicar el santo Jubileo
en
Javici\ pequeña población que dista
unos quince kilómetros de Viedina.
Los jiocos días que allí picamos fueron de
iHUidición y de salud y ú pe.sar de que el
río ^íegro amenazaba inundar las habitacio
nes, la concurrencia aumentó cada vez luós,
asistiendo con ansia á las funciones religio
sas, tanto por la mañana, como por la tarde.
—
E l día 9, fiesta de ÍTuestra Señora de los
Prodigios y fiesta nacional de la • República
A rgentina, coucluimos nuestra misión con la
Comunión general de m ultitud de fieles que
asistieron á la Santa Misa y con el acto
siempre hermoso y encantador de la primera
comunión de los niños y ninas, que se habían
preparado ú ella con gran fervor y piedad.
Después de la Misa D. Lino Carbajal ben
dijo una gran cruz que debía ser colocada
cerca del camino de mayor tránsito, como
homenaje á Cristo Redentor. E n este mismo
día quisimos ir á Cuhanea y Pringles, mas el
desbordamiento del río Negro nos obligó á
volver á la Casa de Viedma.
Digna de todo encomio es la ilustrada
Precoptora de San Javier, que tanto bien
hace eu aquella población al educar cristia
namente á la juventud, persuadeudo con su
]ialabra y dando ejemplo cou sus virtudes.
Verba movent, exempla tralmnt.
Miísióii OH C u b a iie a . —F e i- d id o e n
u n a isila. —Sul-^^ado por* luilagrro.—
■Viaje íl B a h í a B l a n c a . — E j e r c i
c io s e s p i r i t u a l e s .
E l día 18 del mismo més, á bordo del vaporcito Limay, y cou uu feliz viaje llegué á
Cuhanea, antigua colonia italiana, que dista
unos 30 kilómetros de Viedma.
íTo piidieiido reunirse la geute en un lugar
determinado {por estar las casas muy dise
minadas y á gran distancia unas de otras)
tuve que ir de casa eu casa, procuraudo amol
darme eu todos los sitios á las circunstan
cias para que los que foriuabau las diversas
familias pudiesen asistir á la santa Misa, oir
la palabra de Dios y recibir los Santos-Sacra
mentos. Después de trece días de trabajo y
expuesto siempre á mil peligros, pude con
cluir felizmeiito la misión que la D ivina
Providencia me había confiado.
iln a ainie.strii aventura me estaba reser
vada. E l día I® de Agosto me embarqué eu
un boto para ganar la margen izquierda del
Río Negro y de allí seguir el viaje á Pringles,
que es la casa más próxima de nuestra Mi
sión. La corriente del agua era tan fuerte, que
el que dirigía el bote fué á d ar más abajo
del camino y pivso conocidos. Creíamos sin
embargo haber llegado á la costa verdadera
y contentos desembarcamos allí.
Erau las doce del día y yo, ignorando el
peligro en que me hallaba, cargué sobre mis
hombros la pesada maleta, que contenía el
altar portátil donde se celebra la Santa Misa
y traía tam bién conmigo una pequeña bolsa
de libros, estampas, medallas y objetos de
devoción para repartir.
Puede V., amadísimo Señor D. Rúa, figu
rarse cual sería mi espanto cuando después
de muchas tentativas para hallar el camino,
no encontré más que espinas, abrojos, pan
tanos. lagunas y descubrí un pequeño brazo
— 103 —
del río que me rodeaba. E ntré vestido en
esas lagunas pasé una y luego otra y viendo
que el tránsito era sumamente peligroso volví
a trá s .......gritaba, pedía auxilio eon toda la
fuerza de mi voz, trepaba por los árboles,
bacía señas con el pañuelo y con el sombre
ro... pero vanos intentos é inútiles esfuerzos:
yo estaba perdido en una isla.
Siempre con mi carga á cuestíi andaba
anhelante de arriba abajo buscando alguna
salida, m ientras negras y espesas nubes cubiíau el horizonte, amenazando una lluvia
torrencial. E sta cayó efectivamente como un
diluvio que me mojó de piés á cabeza, y el
viento fuerte y frío del Sur me obligó á dqjar
en seco mi carga y lanzarme como loco en
medio de las aguas.
Me encomendé á mi A ngel Custodio mien
tras andaba luchando con la innerte. Una hora
después llegaba nadando a la costa suspirada,
librándome como por m ilagro de una muerte
bien triste y desgraciada. Llegué como pude
á un lejano caserío, donde montando á ca
ballo, me acompañaron dos hombres hasta
Pringles. A llí nuestros buenos Hermanos,
compadeciéndose de mi deplorable estado,
prodigáronme los más solícitos cuidados.....
V erdaderam ente: me pareció un sueno ó una
visión que pasa.
E l 7 de Agosto Monseñor Cagliero acom
pañado de dos Padres Eedentoristas (que ha
bían predicado el Ano Santo en Patagones
y Viedma) visitó la misión de Pringles. y yo
seguí el viaje con ellos hasta Bahía Blanca,
donde con gran provecho dimos Ejercicios
espirituales á los 400 niños de nuestro'Colegio
Don Sosco y á otras tantas niñas de las edu
cadas por las Hijas de María Auxiliadora.
fSe confinuant^
-X>»f
■4'»^
¥ Ah0 ií KT A ( Piita^onia.)
Muy R everendo Sr. D. Mig u e l R úa .
Amado P adre en J. C.; Aunque no ignora
V. todas las peripecias y penalidades que
sufren los Misioneros en el desempeño de
tan importante ministerio, sin embargo usted
desea conocerlas y nosotros referírselas, pues
de este modo ])arece que nuestro corazón
encuentra tam bién algún lenitivo, aunque el
misionero es tan egoista que en todas sus
oraciones pide á Dios fuerzas, trabajo y j>enalidades, de.seando gozar solamente de los
placeres eternos, no de los efímeros y transi
torios.
El día 22 del pasado Junio empezamos la
Misión ambulante, así llamada porque nece
sitamos ir de casa en casa, pues de otra suerte
no es posible conseguir nada. E n casa de
Tomás Bornes celebré el Santo Sacrificio de
la Misa á la que asistieron cuatro ó cinco
familias, dejando la administración de sacra
mentos para el regreso. Coutiuuumos el viaje
y en casa de D. Tomás Otero so reunieron
las 12 familias que hay en estos alrededores
y como es de saponer admini.stré lo.s Santos
Sacramentos. K1 5) de Julio fuimos á la tUímiaaría, donde nos esperaban para celebrar
las función s religiosas y cantar el Te Deum
eu este día qne es tiesta nacional, conmemo
rando la iiulepemlencia argentina: todo re
sultó muy bien, liahieiido mucha animación.
V isité todas las f.imilias cercanas al arroyo
Derde y en todos los sitios adm inistré ios
Santos Sacramentos, aunque con mucha difi
cultad, por lio hacerme entender, pues casi
todos son indígenas. Continuamos jior Sierra
Colorada y llegamos á casa fie Fidel Ove
jero, ocuiTiénfiouos aquí un episodio digno
de ser conocido.
Después de rozar el Santo Itosario en com
pañía de toda la familia do la casa, según
costumbre de siempre, nos acostanio.s debajo
de un pequeño toldo (hecho de paja), y como
estábamos verdaderameute causaiíos, nos <iormimos al momento. Despertamos agobiados
por uu peso extraño, cansándonos gran sor
presa al ver ,qne provenía de una enorme
capa do nieve que gravitaba sobre nosotros,
j)or lo que al levantarnos estábamos más
molidos que al acostarnos, teniendo que
secar toda la ropa á una gran hoguera que
hicimos. Fuó tal la abmulaiicia de nieve
que no pudimos continuar nuestro viajo, y
como las provisiones, no solamente esca
seaban, sino que faltaban, nos vimos pre
cisados á comer carne de caballo y otras
<‘o.sa.s innia buenas; ])ero antes ([ue morirse
de hambre, es preferible cualquier alimento.
¡Que cierto es el refrán que dice: (jiio al
hambre no liay pan n egro!
Cuatro días después pretendió el Hr. Britto
buscar las caballerías, y gracias á la protec
ción de la Virgen d(d Carmen, cuya fiesta
habíamos celebrado unos días antes, no se
(]ue<ló sepultado entre la nieve: cuando pudo
vino el pcíin con los caballos, y aún cuando
no se había deshecho la nieve seguimos nues
tro viaje. Llegamos á uu toldo que tenía
6 metros de largo por 3 de ancho y en él nos
reunimos 38 i>ersotias. Rezmlo el Santo Ro
sarlo, cada cual se sentó lo mejor que piulo
para ver si podía conciliar el sueno, pues
acostarse no era posible, por no hal)er sitio.
Dios nos reeomj>en8Ó cíjji creces tanta mo
lestia al poder adm inistrar el Santo Bautismo
á 23 y bendecir *6 matrimonios.
Ocho legua-s antes de Valcheta vive una
familia muy católica y allí imdiinos descan
sar algún tanto y adm inistrar los Santos
Sacramentos, llegando á dicho pueblo el día
1® de Agosto: Valcheta es como una especie
de Capital de esto Departamento, donde re
siden la.s Autoridades, lío es difícil encon
tra r en estos caminos cadáveres insepultos,
por lo que se echa de ver la falta de un ce-
i,
— IQá —
montarlo donde jpudíeran reposar las cenizas
de estos pobres infelices.
Fuimos á la estancia del Sr. B . Onagoity
donde celebramos la Santa Misa y adminis
tramos los Santos Bacramentos, manifestán
donos todos los asistentes los deseos de tener
una Oasa Salesiana donde se pudieran educar
tantos imbres niños. Antes de m archar dió el
Br. Britto, con mi consentimiento, el diploma
de Cooperador Salesiano al dueño de la es
tancia, y tanto Mte Señor como otros varios
van á hacer la petición formal á Monseñor
Cugliero.
A pesar de tantas dificultades, hé aquí el
resultado fiual de la m isión: se han bende
cido 28 matrimonios, adm inistrando á 72 el
santo Bautismo: he oído á 72 en Confesión
y 11 han recibido la Santa Comunión, no
habiéndolo hecho más por no estar suficien
temente instruidos y por desconocer su ser
vidor el idioma indígena.
Bendiga, amado P ^ r e , á S. S. en J. M. J.
q. b. s. m.
J o s á B oido
Valoliefca 6 de Agosto de 1901.
Mift. Apos.
Memorias del Re^. ©. J^eau^oip
TlEllItA DEL FUEGO
E d efecto al enderezar la proa á la canoa,
pues nos habíamos separado un poco, volvió á
flote libre. Tranquilizado el hombre, agarró él
el timón, y seguimos contra corriente. Eu una
vuelta tocó en otro banco, pero como la marea
seguía creciendo, no tardó en volver á flote y
continuar su ruta y entrar en la boca: por fin sin
otro percance pudimos echar felizmente sus anclas
en ol puerto Golondrina. Eran las 4 de la tarde
del día once de Noviembre del año 1893, fiesta
de S. Martín y vigilia del Patrocinio de Nuestra
buena Madre la Suntisima Mrgen. Pero y la
goleta María Auxiliadora? ¿Q ué ha sido de
ella ? ... — Antes de ayer estábamos juntos, pero
después, soplando viento O., desiipareció de nuestra
vista. Aunque miramos, nada divisamos. Estando
va para entrar en la boca, el piloto divisó una
cosa que le parecía ser goleta; miramos con el
anteojo, pero sólo divisamos como una gaviota,
que parecía venir volando hacia nosotros. Cre
yendo fuese ella, dije al Capitán: Entremos lo
más pronto posible, y continuamos, pero la AfaHrt Aturííííwioro, al acercarse á la barra, no
encontró obstáculo, sino que haciendo rumbo
derecho á la boca, ya muy visible, entró sin
dificultad, cuando la Queens-fish echaba anclas
en el puerto. La Golondrina, y la María
A tixili^ ora pasaba adelante para anclar una
cuadra más arriba.
Al día siguiente, Domingo, descansamos. Al
bajar la marea, las goletas quedaron en seco,
asi es que con toda facilidad pudimos examinar
bien t(^ 0 6 sus costados externos y con todo
placer nos cercioramos de que nada habían
sufi-ido; visitamos luego la costa sur y vimos
los restos de la casupola de champas que el Sr,
Popper había hecho dos años antes, pero ya
los Indios la habían destruido, esparramando
las planchas de hierro con que Imbia sido te
chada.
E l lunes apenas había crecido la marea, iza
mos anclas, y siguiendo las vueltas del canal del
rio, fuimos unas seis millas más arriba, hasta un
punto llamado Barrancos negros echando an
clas á unas tres brazas de fondo á diez metros
de la margen izquierda. A llí mismo descarga
mos toda la madera, hierro, útiles y víveres,
dando en los días siguientes principio á la pri
mera Casa Misión de Ríogrande. La descarga
duró dos días más, y el jueves despaché las
embarcaciones, pero como estábamos en el ple
nilunio, estuvieron en seco por quince días, hasta
la luna nueva, y entonces creciendo la marea,
pudieron ponerse á flote en la canal y de allí
salir al mar para volver la Queen-fils á Puntarenas y la María Auxiliadora á San Sebastián
para cargar las maderas, hierro, útiles, víveres
y demás enseres que allí habían quedado y
traerlos en un 2“. viaje. Nuestra goleta habla
traído á nuestro hermano A. Bergese con tres
carpinteros, los que en pocos días levantaron la
Casa.
JP i'im ei* e n e i i e n t r o <ie I n d i o s .
Tan pronto como dimos la vuelta al cabo Sunday en el viaje que hicimos de Ríogrande á San
Sebastián, divisamos multitud de indios qne es
taban pescando en la playa: al vernos todos
huyeron. Aunque montamossobre briosos caballos,
— 105 —
no pudimos alcanzarl<», ocultándose en ios mon
tes. Dos ancianas no pudieron correr tanto, por
lo que las alcanzamos. Creyendo que las íbamos
á matai-, elevaron los brazos al cielo, y articu
laron algunas palabras ininteligibles, á la vez
que, con los ojos llenos de lágrimas, hacian ade manes que nos indicaban les perdonáremos la
vida. ¡ Pobrecitas!... ¡E n qué estado tan mise
rable se encontraban!... Flacas, amoratadas, y
lo que nos •causó más horror fué el e.stado casi
Ambas, y sobre todo la más vieja, entendieron lo
que les quería decir, y levantándose, empezaron á
cantar y á dar evidentes señales de alegría. Al
despedirme les hice entender de la mejor numera
posible que no tuviesen miedo y quo les dijesen
á los Indios que pronto volveríamos y les haría
mos mucho bien. Marcharon muy contentas ó
iban diciendo: tool oUchen, tool-oliclten (Capitán
bueno ó de buen corazón). Esta fué la vieja Ca
talina que ya conocen nuestros lectores: al llegar
al rio Gama lo dispusimos todo, pues la goleta
llegó al día siguiente.
E^m l>ui'<xuo y M o in iu a u iV u j^ fo . —
1^11 iSuii Se1>UMtii1.n.
Dibujos de la escuela de plástica del Oratorio
de Tuiín.
completo de desnudez. Daba lástima verlas. Va
cilé un momento, temiendo que al verme bajar
se asustarían demasiado; pero después para ase
gurarles que no solamente no le haríamos mal
dguno, sinó que les prodigaríamos todo el bien
que nos fuera posible, saqué ima frazada y acer
cándome á la Tuáa vieja, la tapé con ella: á la
otra le di un pañuelo, especie de mantón, y de
la mejor manera que me fué posible les hice
comprender que no tuviesen miedo. Nosotros, les
dije, no ser mahs, no aimar: nosotros ser
huertos y no pun: áUí (continué señalándole á
Bíogrande) haber mucha carne, galletas y p<^
radas. (Prrckl, joor-kar yepp'rr-tom, houli).
Casi veinte días consecutivos empleamos en
preparar lo necesario para el embarque. Para
esto nos servimos de un bote que el vapor de
D. J . Méndez había dejado como inútil: después
de cargado, tuvimos que esperar la pleamar, para
remolcarlo con la chalupa hasta la goleta, que
había fondeado á gran distancia, y cuando creía
mos que todo iba bien, unas oleadas tremendas,
altas como montañas y á veces profundas como
un abismo, le dieron la vuelta, y casi todo se
perdió. A l día siguiente pudimos recoger parte
de lo que las embravecidas olas nos habían es
parramado.
En uno de estos que bien pudieran llamarse
seminaufragios, perdí reloj, breviario, maleta y
otras muchas cosas: á Pablo llonchi le faltó
poco para ahogarse, perdiendo también su reloj
de oro. De Fernando nada digo, pues siendo el
encargado del embarque, estaba continuamente
mojado. ¡Cuánto han sufrido estos pobres! Y sin
embargo siempre están alegres y dispuestos á
trabajar.
¡ Qué vida la del marinero! ¡ Cuántas veces
tiene que luchar frente á frente con la muerte
en su arriesgada y difícil tarea!... Yo que me
he encontrado varias veces en el Atlántico y en
el Pacífico he experimentado lo amargos que son
estos trances. En el mar parece que es donde
se ve más claramente el poder de la infinita
omnipotencia de Dios!... En fin, como Dios quiso
y después de mucho trabajo y grandes esfuerzos
y peligros, pudimos embarcarlo todo, aunque nos
vimos obligados á llenar, no solo la bodega, sino
también parte de la cámara y toda la cubierta.
Al día siguiente antes de que la goleta izara
sus anclas, c a ía m o s en caballerías los pocos ví
veres que habían sobrado, y montado á caballo,
salimos de aquel lugar donde estuvimos más de
cinco meses, encaminándonos á Rí<^rande, donde
llegamos dos días después y uno antes que la
goleta María Auxiliadora.
r * r e c a w e io n o í s y p r o v i d e n c i a .
A l llegar ya estaba casi concluida la casa.
— 106 —
Consistía en dos habitaciones en la planta baja
y otras dos y cocina en el primer piso. En dos
meses concluimos la que había de servir de ca
pilla. Desde entonces empezaron nuestras excur
siones en busca de indios. Los frutos han sido
gracias á Dios, en este trienio, muy abundantes.
A más de seiscientos ascienden los indios que,
tanto de la margen izquierda del Río Grande,
donde estaba situada la Misión, como de la de
recha, han frecuentado nuestra Casa, proveyén
doles á veces por veinte ó más días de comida
y vestido.
No creo fuera de propósito hacer algunas di
gresiones que desde luego han de agradar. Nues
tra Misión está completamente aislada, aunque
tenemos firme confianza en que la Divina Pro
videncia, del mismo modo que cuida de nuestra
subsistencia, ha do librarnos de todo mal, sin
embargo, hemos procurado poner en práctica to
dos los medios que aconseja la prudencia hu
mana, pura librarnos de los peligros que pu
dieran surgir, aunque como digo antes, teníamos
plena confianza de que Dios velaba por nosotros:
otro sacerdote que la sirva. En un año nada se
hizo, por lo que acudí directamente al Sr. M i
nistro del interior, del cual dependen los Terri
torios Nacionales. De este Señor obtuve que se
edificara la Capilla y una casa para el Sacer
dote que allí debía residir.
En la última misión que di en Ushwaia ad
ministré el Sacramento del Bautismo á 43 hijos
de indígenas y de cristianos, bendije cuatro ma
trimonios y varios se acercaron á los santos
Sacramentos de Confesión y Comunión: todos los
días celebré la Santa Misa en un corredor de
la Gobernación, dirigiéndoles después la divina
palabra, así como también por la tarde, conclu
yendo con el rezo del Santo Rosario: todos estos
pobres estuvieron muy contentos en estos días,
sintiendo, como siempre ocurre, la marcha del
misionero.
J)o7ninus aájiiior et protector noster in necessitaiihus nostris.
En primer lugar colocamos nuestra Casa sobre
una loma, en el centro de una vasla superficie,
desde donde se ve una considerable distancia, de
modo quo nadie podía venir sin ser visto Estas
precauciones, después de la ayuda de Dios, nos
han salvado. Además de la tentativa del robo
de los caballos, vimos otros indicios bastante
sospechosos; pero no podían acercarse sin ser
vistos, sirviéndonos también de defensa los perros
que teníamos á propósito para este objeto, y
además para cazar guanacos.
rt U nIi -wííIi». —INTotloias. —
3S1 Oo1>ioi*iio .A.i*4roatiuo lineo
nuu Onpilla.
Algún tiempo antes de ir á las islas Malvinas
había ido á dar una misión á Ushwaia, Capital
del Territorio de la Tierra del Fuego, de donde
hacía seis años era Capellán. E l Gobernador de
ese territorio me instó varias veces para que
estableciera allí mi residencia, aunque siempre
me había opuesto, al no haber Capilla, ni lo
necesario para el culto Divino. Además el exiguo
sueldo que como Capellán percibía del Gobierno,
62 pesos mensuales, no me permitían alquillar
una casa ni atender á las necesidades de una
parroquia. Ultimamente, estando en Ríogrande,
me había mandado á decir por el Jefe de po
licía que pronto se haría la Capilla y la casa
para el Capellán, destinando al efecto la suma
de diez m il pesos que había recibido del gobierno
para tal objeto. Muy bien, le dije; allí hay ma
dera, carpinteros y lo necesario para hacerla:
apenas esté concluida, sí no puedo ir, no faltará
TJua. medalla
<le Mmriíi A.uxilladoi*a.
Hace tres años me encontraba gravemente
enferma de un padecimiento calificado de
cáncer intestinal, por todos los médicos con
quienes consultó, y para la curación sólo
me proiK)uíuu una operación quirúrgica, y
aun ésta, sin grandes probabilidades de éxito.
E n tan angustiosísimo estado, acudí á María
A uxiIiadora,y aprovechando la breve estancia
en esta Capital del Sr. Rector Mayor, D. Mi
guel Rúa, solicité y obtuve de él una m edalla
de tan buena Madre, la que desde entonces
no separo de mi pecho, teniendo el consuelo
de que como por encanto comenzaron á ceder
mis padecim ientos, á mejorar mi estado y á
recobrar mi perdida salud, en términos de
que hoy día no me queda n i rastro de áqueUos
síntomas funestos que ponían en peligro mi
vida.
Cumplo con un sagrado deber al hacer
pública esta gracia obtenida por la mediación
de la Santa Madre de Dios, bajo su augusta
advocación de M aría Auxiliadora, haciéndolo
así constar en ¿ B o letín S albsiano .
C aeieen F . d e los Ríos.
Almería 14 de Noviembre da 1901.
A .u x ilia d o ir a .
s a lu d d e lo s e u fó riu o s .
H adándose gravemente enfermo de tifoidea
el nino Luís Mamblona, sus desconsolados
padres le pusieron al cuello una m edalla que
les dio ún Cooperador Saiesiano, prometiendo
al mismo tiempo hacer una limosna y publi
car la gracia e n .e l B ole 'jiín S albsiano . E l
niño había perdido el conocimiento, y tan
pronto como le pusieron la medalla dijo con
voz clara y que oyeron todos los circunstan
tes :
Virgen me cura y los ángeles la acompañan.^’ Efectivamente el restablecimiento fuó
tan completo é inmediato como inesperado
por parte de todos los que lo habían visto,
inclusos los facultativos quienes habían decla
rado que era la muerte inevitable.
Cumpliendo la promesa han entregado la
limosna en este Oratorio y desean que se
publique la gracia obtenida.
D omingo T ovab .
Valencias de Octabre de 1901.
K e fu ffiiim p e e c a t o r u m
O X 'U px-o u o l> is.
Hacía bastante tiempo que una persona de
esta localidad no se acercaba al tribunal de
la ])enitencia. Su conducta me hacía sufrir
bastiinte hasta que por fin tuve la feliz idea
de encomendar el asunto á M aría A uxilia
dora: lio fueron defraudadas mis esperanzas,
pues con admiración de todos recibió los
Santos Sacramentos. También invoqué la pro
tección de tan buena Madre en favor de un
enfermo y de un hijo que con su conducta
entristecía á los autores de sus días, obte
niendo en ambos casos el éxito más feliz.
Agrívdecida á tan insigne protectora doy
de ello público testimonio en el B oletín
S albsiano .
D o lo ees V ázquez H a v a eeo .
Aracena (Huelra) 16 de Diciembre de 1901.
X>oi$ c u r a c i o n e s .
Doña Modesta Figuerola de Valí, natural
de Porrera (Tarragona) hace ya mucho tiempo
que padecía una penosísima enfermetlad sin
poder liallar alivio á pesar de poner en prác
tic a todos los medios que se debe en estos
casos. En Noviembre del corriente ano vino
á Barcelona para ver si encontraba algún
remedio á su dolencia. V isitó á una herm ana
saya Religiosa, y á instancias de ésta hicie
ron ambas una novena á M aría Auxiliadora.
Transcurridos algunos días volvió á visitar
á su herm ana y y a estaba enteram ente cu
rada, y atribuyendo tal beneficio á una gracia
m uy especial de M aría Auxiliadora, pues casi
sin remedio alguno humano se había puesto
bien.
E n 1899 un hermano de otra Religiosa del
mismo convento vino de Vilaseca (Tarragona)
á Barcelona para consnltar sobre cierto en
fermedad que se le había presentado en la
cara. E l doctor en Cirugía Sr. Oordennl,
declaró ser un cáncer^ y que á todo trauco
debía operársele la nariz, á cuyo fin ingresó
el paciente en el Hospital de N.* Señora del
Sagrado Corazón de Las Corts do Sarriá.
Le mandó su herm ana una m edalla de María
A uxiliadora que el enfermo aceptó colgándola
de su cuello. E ntre tonto se hizo también
una novena y cuando esperaba su herm ana
el resultado de la operación, se presentó al
paeionte, cansado de esperar al módico que
estaba ausente, diciendo quo se volvía á su
casa^ A l poco tiempo escribió quo por medio
de sencillos medicamentos externos estaba casi
bien, y luego obtuvo completa curación, a tr i
buida á un insigne favor de María A uxilia
dora de quien no se ha oído decir quo nin
guno de cuantos han acudido á implorarla
haya quedado sin consuelo. Gracias mil, pues,
á ta u insigue Bienhechora I
La Madee Abadesa
del Convento de Pedralbes
Pedralbes (Barcelona),
27 de Diciembre de 1901.
¡ Grloxria A BXaxria A.ii3cilia<lox*a!
Con toda la efusión de mi alma, hago púb
lico testimonio de mi gratitud á tan excelsa
Madre, como se lo ofrecí al encontrarme en
gravísimo estado de salud y amenazada ade
más de una cruel operación, según el dictáiiien facultativo que tenía ya á mi visto los
instrumentos al efecto necesarios. Llena de
confianza en el poder de M aría Auxiliadora,
y después de enviar una vela al altar de
Ntra. Señora del Buen P arto quo so venera
en esta Catedral, no tardó eii exi>oriineiitar
los efectos do cuanto vale la devoción á la
Madre de nuestro Dios y de cuán grande os
su poder. A l roi>eutino alivio experimentado
fueron siguiendo los progresos do la inojoría
hasta mi total cuanto inesperado restíiblocimiento,8Ín la más love operación quirúrgica,
como había dicho el fucmltativo. Agradecidí
sima á mi amada Mailro que ya el año pasado
me libró de otra gravo enfermedjul también,
renuevo en estas líneas mí agradecimiento
por el pasado favor y el quo acabo do obte
n e r, rogando á todos acudan siempre con
confianza á sus sagradlos piés en t<^as sus
necesidades segaros de que serán atendidas
sus plegarías si con fe viva la invocan.
M. T.
Baena (Córdoba) 2 de Jallo de 1901.
S e a p o r «^iempx*e a l a b a d a
>Xax-ia A .u :x :llia< lo ra.
No me es posible guardar silencio ante las
impresiones gratas que en estos momentos se
^ i t a n en el corazón, debido á la protección
visible de nuestra dulcísima Madre Alaría
Auxiliadora, quien manifiesto siempre el cui
dado iucesante hacia sus hijos.
Hallándom e exhausto de recursos para el
- -
108
—
M ) — m Canag-ua, (Nicaragua). Doy gracias &
M. A. por haberme alcanzado la salud al invocarla.
María F. de Sodríguez. —IM.á.lag’a (EspaSa). Puse
en manos de M. A. un asunto muy difícil: empecé
una novena en su honor, y al quinto día lo vi reali
zado con féliz éxito: hoy cumplo mi promesa publi
cando tan señalado favor. Conc^ctón Torres vda. de
Fernández. —
Doy gracias á M. A. por
favores que me ha oonoedido á mi y á mi familia.
Aurora Fraill de Fosales.
F ) — P u e r t o * a e B ^ a r (Salamanca-Esaña). Doy gracias á M. A., y mando de limosna al
ratorio do Turín 5 pesetas por habérsele cortado el
hipo á mi esposo que le duró cinco horas y ya el mó
dico creía le sobrevendría la asfixia. F. P. S. — P i o z
(Gnadalajara-EspaQa;. Habiéndome avisado fui á ver
á mi sobrina que se euoontraba gravemente enferma:
le puse al cuello una medalla de M. A., prometiendo
también hacer ima noveua y dar una limosna al Ora
torio da Madrid. Hoy cumplo gustosa mi promesa,
pues además de recobrar la salud, cesáronlos disgustos
que había entre ella y su esposo. Pedro Fodríguez.
Q ) — Q u iito (Ecuador). La Sta. D^. J. J. de esta
Capital me entregó 5 pesos de limosua por favores que
había recibido de de M. A.: otra me dió una limosna
para el Santuario porque había hallado veinte sucres
que había perdido. Guido Focea.
R ) — R í o A .l> ajo (Venezuela). Prometí un
bolívar y publicar la graioia si me cesaban los fuertes
dolores de cabeza que padecía: hoy cumplo la pro
mesa, pues me encuentro ya mejorado. M. 2í. E.
S ) — S a l t o ( Uruguay ). Deseaba abrazar el
estado religioso; pero se presentaban dificultades ;
el día de M. A. pedí eu la Misa á tan buena Ma
dre que si era dm agrado de su divino Hijo se arre
glase todo bien: al día siguiente emprendía el viaje
A.) — Al« u .u o 1<Sh (Paraguay). — Dos afioe tan deseado, por lo que doy las más rendidas gr.acias
estuve padeciendo de una grave enfermedad: acon á la Sma. Virgen. S. G-. de N. M. — S a i r r i a (Barsejada por una amiga hice una novena á «n A. y al oelona Éspaña) Doy 1,50 pesetas de limosna por ha
poco tiempo recobré la salud. Carmen C. de Duarte,
berme alcanzado M. A. que mi hermano no murioia
A i 't i o e u a (Espafla). Doy gracias á M. A. pOT un sin recibir los SantosSaoramentos. L.D.—S a r a r e
favor recibido. C. T. — l a . l a . Mi hermano Fran (Venezuela). Dos anos he estado sufriendo de una
cisco Rondón se liallaba gravemente enfermo de pnl- úlcera que tenía en un pié, sin esperanzas de recobrar
mouia, y no dando esperanzas los facultativos de la salud. Acudí ó M. A. y le prometí hacer una uopoderlo salvar, acudí á M. A. colgando al cuello del vena y mandar decir una Misa; á los seis días de
enfermo una medalla. Pronto se conoció la nipona v hacer mi petición me hallaba completamente buena.
se restableció por completo. Como» Kendón. — l a .
Elena E. Velio. — S a n IV io o lájs a e R í o
l a . Asunción ^fart(nee, da gracias iS M. A. por un l á a l o (Venezuela)). Viendo postrada en oama á una
favor recibido.
de mvs queridas hijas pedí á M. A. que se dignara
B ) — B u i ’f f o s (España). Habiendo euformado dirigir una mirada compasiva á la enferma, y al mo
gravemente una sobrinita mía. la encomendó á M. A., mento empezó á mqjorar y ya está ñiera de peligro,
prometiendo una limosna y publicar la gracia: á los por lo que le doy las gracias y mando cinco bolívares
pocos días estaba buena, oonrriondo lo propio al en- de limosna. Juan B. de Orozoo.
oomeudarle un hijo mío ó quien le sobrevino una
T ) — X e o t l t l A n (M^ioo). Doy gracias áM. A.
fuerte hemorragia: doy las gracias lí la Sma. Virgen porque sanó á mi hijo al invocarla. Guadalupe M. de
y cumplo mi promesa. íVonotíco Jlf<»»teror«io. —- B a r - A'^aro. —T a l ó n . (Chile). Doy gracias áM. A. ñor
o o l o m t (España). Doy gracias á M. A. por el favor haber hallado consuelo en una añicoión y la salud
que mo lia couüodi«lo. diuuio Ó la vez la limosua qtie en una enfermedad al invocarla. Z. Aurora González.
promelí y pu\)liotindi>lo eu el Hoi.ktín Salbsiano.
V ) — Vijaro (España^ J. C. y E, V. dan gracias
Julio Gonifto.
á M. A. por favores obtenidos por su intercesión. —
O ) — C a v m o n a (España). Hacía 12 años que 'V a l o n ó l a (EsnaQa) Tenía entre manos asuntos
un hermano mío no se confesaba; empecé una novena difíciles; acudí á M. A. y hubo una transación por
tf M. A. y prometí qiie mandaría denr una Misa y le la que logré la tranquilidad que perdiera. C.C. —
pondría a la 8tua. virgen dos velas. Al día tercero la. xa. De vez en cuaudo me acometía un dolor
me pidió un libro para hacer examen y se confesó que me debían hacer una operación peligrosa. Me en
con alegría de todos, por lo cual cumplo la promesa. comendé de veras á M. A. y desapareció la cansa de
Una Cooperodoro ¿JaíesioRo. — C a r t u y a (España). mi mal sin haber empleado medicina alguna. M. S.
Doy gracias á M. A. por haberme librado de los ata de L. I.
ques de corazón que padecía y mando de limosna dos
pesetas que ofrecí. £. D. P. — I t l . l a . Debían ope •Y) — Y a r i t a p r u a (Venezuela). Hdrfonaa Mo
Meza da gracias á M. A. por haberle couoedido
rarme oiuoo módicos: recibí los Santos Sacramentos desta
y mo enoomoudó do todo corazón ó M. A. resultando la salud á su madre y á una sobrina al hallarse éstas
una operación felicísima: en agradecimiento mando á la puerta de la muerte, por ser una enfermedad
2.50 iKxsetaa de limosna para una Misa. Luisa López mortal: desea se publique en el Bolbtík Salbsiaxo
manda la limosua de dos pesetas que prometió. —
p^rez. — O i u i l t i a c l a (Monorca-España). Tenía eu V
i a . l a . Andrea de Garrido da gracias á M. A. por
uu pié una iuüamaoión muy grande por habérseme haberle
ooncedido la salud á su hijo Enrique y m a^a
olaAdo una punta de París, padeoiemio por tal mo
tivo horribles dolores. Acudí á M. A. prometiéndole cinco bolívares que ofreció de limosna.
oineo pesetas y publicarlo eu el Bolktín si hallaba
alivio, y como noy estoy completamente sano, cumplo
mi promesa. Jtuia Capó,
soBtenimiento de la Oasa y continuación de
la obra, pedímos á María A uxiliadora que
nos libríisü de ta l situación, así como de las
deudíiH que sobre nuestra casa pesaban. Por
jnediacióu do los infatigables Cooperadores,
J)r. jy. Kafael Bucboli y D r. D. Ignacio Arellano, muy conocidos cu esta culta sociedad,
se obtuvo una suma que ascendió á
3.000.
Presentáronse muchas dificultades para re
caudarla, poro en ellas intervino el muy in
teligente y acreditadísimo jurisconsulto Sr.
3)r. 1). Ignacio Arellano quien no h a amitido
esferzo alguno, hasta conseguir que se nos
entregue dicha cantidad, con la cuíü hemos
podido hacer frente á tantas necesidades y
librarnos de grandes apuros.
Sea esta una ocasión más de m anifestar el
amor que los Salesianos de Quito profesan á
M aría Auxiliadora, así como nuestra g ra ti
tu d para con la persona donante^ D.* M ana
B ubarini (q. e. p. d.) y los Sres, qui intervinie
ron, á quienes recomendamos de m anera es
pecial á la gratitud de todos los Hijos de
D. Bosco, como tam bién á sus fervientes ora
ciones.
GtJIDO EOCOA.
Pbro. Sales.
Quito (Ecuador) Noviembre 18 de 1901.
S
109 —
Q>.
UESTRA
O O E R E S PO N D E H O IA
Xla
— <s^-
(FONTIB 0ÍÍ Colombia.)
4
Sr. Director del Boletín Salesia .no,
Muy Sr. mío: En estos días se lia oído una voz
que predica caridad y amor j y señala la causa de
tantas calamidades como ufligeu á esta íiermosa
porción de América, haciendo ver eu la presente
encarnizada guerra fraticida el brazo pesado de
Dios que castiga sus ofensas, anuuciundo mejores
días pjua cuando se le deje de ofender. Es la voz
del patriarca de los leprosos, nuestro querido Su
perior D. Evasio Rabagliati.
Colombia lia visto con asombro este benemérito
hijo de las márgenes del Po pidiendo él mismo
personalmente el óbolo de la caridad para loa
desgraciados habitadores del País del Dolor, los
pobres leprosos; y en esta gueiTa principalmente,
en la que, como eu todas, la pobreza y la miseria
han sentado sus reales en esta desgraciada tierra,
con admiración y orgullo contemplamos al hijo
lie Don Busco y queridísimo Superior nuestro,
empeñado en una cruzada de caridad nunca vista
aquí: en menos de dos años, sólo en Bogotá, se
puede decir, con la penuria y escasez en que es
tamos, ha recaudado una suma muy respetable.
Es un hecho parecido á los de Don Bosco cuando
al impulso de su voz conmovía las capitales eu
ropeas; sí, nuestro Supeilor aprendió á hacer
lo mismo que su buen Padre.
Me propongo narrar aunque brevemente la Mi
sión que dió nuestro querido Superior, y la ter
minación de ella con la fiesta de la Asunción eu
este pueblo, cuna de los primeros Salesianos de
esta República, de donde hubo que retirar el No
viciado por sus aguas potables, pero del cual
conservan los Salesianos gratos recuerdos, siendo
una prueba evidente el que ellos están al ¿rente
de la Parroquia.
Acababa de llegar D. Rabagliati de Villavicencio, á donde había ido á dar una misión que,
según dicen fué fecundísima en buenos frutos y
donde su palabra autorizada fué oída con placer,
cuando resolvió, de acuerdo con el R. P. Cera,
encargado de la Parroquia, dar comienzo aquí ó
una Misión y con esa actividad que le distingue,
ó, como muy bien dijo alguien, con ese apetito
desordenado de trabajar partió el día 1**. de este
mes á dar comienzo.
Allí predicaba dos veces al día sobre los noví
simos y sobre las demás verdades de nuestra fé.
X>a iglesia se llenaba de bote en bote; cosa no
esperada por hallarse en servicio militar unos 600
hombres de esta localidad y pmr estar aquellas
buenas gentes eu su mayoría ocupadas en la la
branza y cultivo de sos tierras. Un Sr. del pueblo
me dijo que nunca había habido una misión como
esta: éstos día formarán época en nuestro pueblo.
Todos, con rarísimas excepciones, se acercaron á
la Sagrada Mesa, esto es, como unos 900 contán
dose en este número algunos niños y niñas que
hicieron su primera Comunión. Para solemnizar
TnAa la fiesta del último día dedicado por la Iglesia
á celebrar la Asunción de la Santísima Virgen,
convidaron á la banda de esta cas», y como la
música es amiga y hermana de la paz del corazón,
la tuvieron y muy abundante en este día, eje
cutando muy bonitas piezas.
A las 7 se celebró la misa de oomuulón y fuó
encantador el cuadro que so presentó á la vista:
ñiños y adultos, jóvenes y ancianos, hombres y
mujeres, ricos y pobres, y en Üu toda clase do
personas se acercaron al Banquete eucarístico á
pedir bendiciones á Jesús para ellos y para la
Patria, para que cese esta guerra, jmrquo Jesu
cristo es el que da la victoria, i>ara sus hijos y
amigos ausentes, quizás en ese momento envuel
tos en el humo del combate. Estos cuadros y
escuuivs son exclusivos de la Iglesia Católica con
los que no tienen que ver uada los ridiculas ce
remonias de las otras sectas. Enseñar á lós hom
bres á amarso y á reconocer en el gobierno del
mundo la mano bondadosa de un Dios próvido,
eu liu, conmover el corazón pertenece á la Iglesia
de San Jerónimo, de San Francisco de Asís, de
San Buenaventura, do Santo Tomás, y de tantos
hombres grandes que dan gloria á la raza hu
m ana: las doctrinas del orgulloso Martín Lutero
y del lascivo Enrique VIH sirven solamente para
formar codiciosos comerciantes.
A las 9 fué la Misa cantada que en verdad
resultó muj' bien por la concurrencia, por el canto
y por las bien tocadas piezas que ejecutó la banda:
pero especialmente por el hermoso panegírico del
R. P. Superior. Para poder formarse una idea de
lo conmovedor y fecundo en frutos de salvación
del sermón, necesita haber visto alguna vez ese
apóstol do tez morena y tostada por los soles
abrasadores de América, de ojos hundidos y de
mirar penetrante, do cabeza cana, y principal
mente contemplar esa aureola bieu merecida de
fama y veneración que á todas partes lo acom
pañan. Uubló sobre la Asunción de la Santísima
Virgen tivl como lo hubiera hecho un Bossuet:
todo el panegírico fuó un rumilleto de perfuma
das flores ó la Virgen y do sublimes enseñanzas
al pueblo.
Después do la Mís:i salió en procesión la ima
gen de la Santísima Virgen por la plaza del pueblo;
iba delante nii gru}>o de iiiñiis vestidas de blanco
con el estandarte de la Inmaculada, y en seguida
marchaban varias otras cor]K)rHciones con sus res
pectivos estandartes y por (iu la Virgen llevada
en andas con el aü4)iiipnñamíeuto do sacerdotes.
La banda tocó escogidas piezas.
Por la tarde se hizo la procesión de Corpus
conservándose el mismo orden de la mañana.
¡Qué admirable espectáculo el de todo un pueblo
arrodillado ante la Sagrada y con las manos ele
vadas al Cielo ! Dios no permita que el viento
del escepticismo, de la duda y del indiferentismo
sople en los corazones de los sencillos habitantes
de nuestros pueblos. Que venga la ola urrrebatadora de la desgracia y nos arrastre tras sus amar
gas aguas ; que vengan las enfermedades, pero
que se nos deje nuestra fe y que permanezca
pura la religión de nuestros padres.
Después de la procesión habló de nuevo D. Babagliati y fué el sermón de despedida eu el que
se manifestó plenamente satisfecho por la coope
ración de los buenos fontibuueoses para el buen
éxito de la Misión, concluyendo con un tierno
adiós que debió de conmover mucho los puros
corazones de los labradores de Foutibón, pu€«
todos tenían la vista puesta en el predlcator y
remaba nn sepulcral silencio.
— l io —
No bien hubo terminado la función cnando se
presentó una comisión de señores á dar las gra
cias á nuestro querido Superior y expresarle su
gratitud por el bien que les había hecho y por
las bendiciones que les haría descender del cielo,
porque el Señor se complace en favorecer á las
nlnuiH puras. Otro tanto hicieron las señoras y
los niños enviando sus representaciones.
La banda se encaminó á la estación del ferro
carril tocando una alegro marcha, mientras los
campesinos se retiraban á sus moradas con la
alegría del deber cumplido y con el corazón an
sioso por las futuras dichas de ultratumba que
les anunciaron.
De Ud. atento servidor y hermano
Joaquín Bacua ,
Clér. Sales
BogotA, 8 de Septiembre de 1901.
de sus amados hijos, símbolo patente de la rea
lidad, pues D. Bosco aunque murió, pide á Dios
por aquellos que crecen á la benéfica sombra de
la institución por él fundada,
T a r ín (Jíttlta). — Procedida de solemne triduo
N itpoles {Italia). — El día 9 del pasado Di
se celebró oji la Iglesia de María Auxiliadora la
llesta de S. Francisco do Sales, Pati’ono de nues ciembre llegaron á esta populosa Cimlad algunas
tra Pía Sociedad. A bis 10 celebró de pontifical Hijas de María Auxiliadora con el fin de abrir
S. E. I. Mona. 6. 13. Kossi, Obispo de Pinerolo, una Casa Salesíana. siendo llamadas por la emi
eiccuinndo los cantores salesianos dirigidos por nente Cooperadora Salesíana D.“ Amalia Stainpa,
o"! Maestro DogUani ^ acompañada por el joven fundadora del Asilo de Santa Ana de la Arenella,
Maestro Mattoy la misa de AVitt. Con la sencillez barrio de Nápoles. La misma Señora fué á reci
y unción que le caracteriza hizo por la tarde el birlas á la estación, no pudiendo contener las
l)anegírico del Santo, D. Julio Bavberis, probando higrinias al verlas. Como es de suponer en el
(le una manera concluida que la dulzura de San poco tiempo que llevan no han podido hacer to
Francisco brilló siein]n*e en todos sus actos, lo davía grandes cosas, y con todo eso, son la ad
mismo en su juventud que en el resto de su vida. miración do todos al ver su infatigable celo por
educar á los niñas.
1 También este ni'to las oam})unaa de la Iglesia
El Señor y María Auxiliadora derramen sus ben
del Onitora» anunciaron con su lúgubr»' tañido que
el 31 de Enoro último se celebraba el décimo diciones sobre esta Nueva Casa, y muevan el co
<-,uart<» nniversario <lel Padre de la niñez pobre y razón do los buenos napolitanos jiara que pronto
desvalida, «leí Fumludov de la Pía Sociedad Sa- adquiera gran desan-ollo y puedan cobijarse allí
lesiami, del simpático y nunca suHcientemonte gran número de niñas.
llorado 1). Bosco ! Como siempre cu este día Uido
J e s i {Aneoiia-ItaUa). — Simpática y brillante
es luto, tristi‘za y sentimiento en el Oratorio. En resultó la fiesta qiie con motivo de la distribu
medio de la Iglesia se alzó el magnílloo y triste ción do premios se verificó en esta Casa el día
catafalco, y, como los años anteriort*s, las paredes 24 de Noviembre último. Preparado conveniente
estaban cubiertos de negros tapices.
mente el teatro, se llenó al momento de gente
Celebró do pontifical el anteriormente dicho deseosos de admirar los frutos de la buena eduExemo. ó limo. Sr. Obisi>o de Pinerolo y so cantó eacióu. El Sr. Director de La Patría, periódico
la misa que el misionero Salesiano D. Pedro Kot4i de Aucona, dedicó frases de encomio á nuestro
compuso para los funerales de Monseñor Lasagua. Fundador D. Bosco al ver el buen éxito del Ins
La nuísictt de reta misa, dice nu inteligente com tituto y concluyó animando á los asistentes para
positor. no e« tótrion. sino una viva descripción que prouto se hindara allí mismo una escuela de
de la amargura que siente un pueblo entero que Agiicultura, para atender de este modo á la edu
eleva sus corazones á Dios que esfún traspasados cación del pobre trabajador. Después de e.<^^^cha^
por el dolor: es una viva representación de la escogidas piezas tocadas piir la banda del Oratorio
grandiosa escena del juicio universal.
Festivo, procedióse á la distribución de premios
Todo resultó bitm y en todos los semblantes de los niños estudiantes y artesanos, dando ade
se leían los desws de hotu-ar á aquel que tanto más á algunos niños del Oratorio Festivo varios
babiau amado en la tierra, y el dolor que sen trajes, debidos á la generosidad del incans.able
tían ou el conizóu al perder eominmía tan buena. Director. La fiesta dejó en todos agradables re
En este mismo día éw« colocó debajo de los i>ór- cuerdos, bendiciendo al Señor por los ópinios fru
ticos
busto de 1>. Breeo, regalo que bicierou tos que produce la caridad ejercida por los gene
á I) Rúa ire estudiantes y artesanos.
rosos habitantes de esta Ciudad.
El pensj\miento no puede ser nujor, pues nada
C oricfliaiio {Otranto-Italia). — El día 16 de
más justo que tener á la xista á un Padre tan
aimuHvso. y <im' ivart'ce que todavía sonríe y cuida Noviembre último se inauguró el Instituto *\grí-
ANTIGUO CONTINENTE
concluyendo casi siempre por e^lo tar al i>obro
obrero, siendo las ventajas única y exclusiva
mente de unos cuantos. Duras, pero verdaderas
frases dedicó á la filantropía moderna, pues esta
quiere aparecer como atendiendo á las necesida
des del pobre necesitatlo, cuando no os más que
pura vanidad,'Ofendo limosna y sooorrieudo ne
cesidades por conservar el buen uombru ú oti'os
miras todavía peores. Eu la segunda dedicó frases
de eucoiuio al amor que delm reinar eutre los
individuos de una fiunilia; pero demostró quo
soría muy imperfecto si nu iba fumiuda en el
amor divino. Por lo quo hace ú la última, y á la
lormínación de la ñtísta, he aquí lo quo dice “ El
Diario CafaWa” .
« En tres partes puedo subdividirse : primera.
La caridad cristiana, hija del ciedo ó implantada
eu la hunmnidjul, como nueva ley, por el subli
me sacrificio «iel Calvario, ley do amor, diviiin,
bienhechora, do la cual no tenia conocimiento la
antigüedad, y con la cual nada tiene que ver la
beneficencia hunuina, fundada únicamente en el
egoismo personal y que lleva sus desvari<m hasta
el punto de constituir sociedades ])rotectoras de
los animales, mientras miran impasibles que mue
ran víctimas del error y del hambre innumerables
seres humanos. Segunda. Don Bosco, varóu provideucial, suscitado por Dios eu medio do la de
crépita sociedad actual para regenerarla con el
Bublime aliento de su alma generosa, inspirada
S a r ria (Bíiroelona-Eepaña), — El día 29 del eu las salva«loras doctrinas y saludables ejemplos
pasado Efiert) se celebró en esta Casa Salesiana del Divino Maestro. Tercera. Las Obras Salesiala tiesta del Patrón de nuestra Pía Sociedad, San ñas, extendiilixs ya por todo el mundo, gracias á
Francisco de Sales. Como es de suponer se hizo los sobrehumanos esfuerzos y sacrificios de la íu■con la mayor solemnidad ]>osible, no debillaiido venciblo milicia salesiana, y especialiueute las
minuciosamente todos y cada uno de los actos admirables fundaciones do Sarriá y Barc«*loua
religiosos, pues este es casi siempre el mismo ; «)ue son verdadera esperanza do regenerjudón so
pero lo que si hemos de consignar algunos de los cial y cristiana de la Capital de Cataluña. Ter
principales conceptos que tuvo eu su elocuente minó haciendo uu enlusiastii llaiuamiciitu á todos
panegírico el R. P. Kuiz. Misionero del Inmacu los buenos ratólicos de Harcelotm para <)ue acu
lado Corazón de María. Con frase castiza, maes dan á inscribirse eu las list«^s de Cooperadores y
tría iuusitiida Yelegantes couceptos trazó a grandes Cooperadoras Sulcsiaiius á fin de dar mayor im
rasgos piiu-eladiis magistrales de la vida y hechos pulso á las obras que la imdilu Congregación
más importantes del Santo Obispo de tíiuebni, y tiene establecidas un Sarria y Barcelona para que
dijo que abrigaba comjdeta seguridad «le ipie San puedan realizarse sus grandiosos y salvadores de
Francisco de Sales había muerto sin desarrollar signios.
Tomó luego la palabra el infatigable, sim])áti(m
coiupletaineute su plan, ni no fundar ningún ins
tituto para i>oder educar 6 instruir á la juventud y dignísimo hijo de Don Bos<-o 1>. Antonio Aíme.
I>obre y abandonada. « Pero es posible, decía, Superior de la Casa do liostaíranclis, y con el
que S. Fnincisco de Sales no atienda á esos que aeucillo lenguaje de la caridad, que tanto ama-y
eran verdaderos pedazos de su corazónf..... No: tan bien sabe pmcticar, «lió gracias á los Coope
dos siglos m.ás tarde aparece de nuevo eu el radores y Cooperadoras, en nombre de l«)s supe
mundo y furnia una iustitiición «ine atiende prin riores y de los niños «jue se etincan y maniioneii
cipalmente al niño ubaudonudu: pero eu vez de con su óbolo; hizo una detalla<la descripción de
llamarse Francisco de. Sales, se llamó Juan Bosco..» las obras y talleres do Sarriá: justificó la compra
y así continm') probando que D. Bosco había sido de la fábrica contigua á los tidleres ]>ara ensancbar éstos, á fiu de poder mliuitír nnls niños y
uu perfecto imita<lor de S. Francisco de Sales.
No menos importante y elevada fué la Confe colocarlos eu condiciones más convenientes que
rencia que el K. P. D. Jesús María Más, de la las actuales para enseñarles los distintos nficioci
Compañía de Jesús, tuvo á los Cooperaílores y que se dan en aquella Santa Cusa; explicóla
Cooneniiloras Snlesiauos de Barcelona, el día dos última visita que el eminentísimo Cardenal Cade Febrero último eu la Parroquia de Santa Ana sañas hizo á los tulleres, de la que salió tan en
de diclia Ciudad. La concurrencia fué muy nu tusiasmado y complacido, al ver tai>t«w centenares
merosa. aunque no todo lo que debiera á cansa de jóvenes como hay en ellos, no pudíendo menos
de la lluvia. Los pensamientos del Padre Más de exclamar: «Héaqní la verdadera regeneración
fueron todos ellos elevados y desde luego, como social; de aquí subirá la paz y la suspirada feli
advirtieron t«>dos los ar^istentes, emaua«lus de lo cidad del pueblo. Dtó la buena noticia de que,
íntimo de su corazón. Habló del amor, dividiendo merced al poderoso desarrollo de las obras ^ e el discurso en tres partes. En la primera habló sianas eu España, ha habido iiecesídu«l «le divi
del amor puramente terreno, y este, aun con visos dirla en tres provincias, la Tarraconense, la Cél
humanitarios, es siempre hijo del egoísmo, como tica y la Béticn; manifestó la imia>HÍbílidHd en
lo demuestran e.^^ Sociedades de Socorros mut^tos qne se encuentra la Pía Socie«ia«l Sule»íana de
y todas las Asociaciones fundadas con este íin, atender á las numerosas demandas ipie recibe de
cola de San Nicolás, condado á los hijos de Don
Busco por el Sr. Barón D. Nicolás Comí. Persua
dido de que la mezquina producción del terreno
es debida eu uuesti'us días á las malas condicio
nes económicas de los pueblos y á la gran emigra
ción de las clases proletarias, destinó gran parte
de su patrimonio á la fundación de un Instituto
esencialmente agrícola, con el fin de atender á
las necesidades de la clase obrera.
En Octubre de 1899 se bendijo la primera piedra,
Y debido á la actividad incansable de D. Nicolás
Douno. ha podido terminarse eu tan poco tieiupo
y bendecirse eu el día antes dicho por el Excmo.
é limo. Sr. Arzobispo de Otrauto, Mous. Civpomli,
y con asistencia de las Autoridades locales , de
uu hijo del difunto fundador, de D. Mareucu,
Procurador Geuenil y represenfando á nuestra
Pía Sociedad, y de numeroso püblico.
Después de la bendiuióu de la anchurosa Ca
pilla, el Sr. Arcipreste de Corigliauo, D. Salomón
Puso, leyó uu hermoso discurso elogiando el des
prendimiento del Sr. Barón y asegurando que los
frutos serán copiosísimos. A contiuuacióu celebró
el Santo Sacrifício de la Misa el Sr. Arzobispo,
dirigiendo también á los asistentes palabras lle
nas de afecto.
Desde luego deseamos que^aumenten más y más
los medios de vida de dicho Instituto para que
pueda educar al mayor número posible de alumnos.
I
j
todoR i>arteB para fundar nuevas casas, indicando
que no ]iay poblaciÓD importante en Cataluña y
en casi toda la España que no desee ver estable^
cidoB en ella los Obreros Salesíanos; dijo que en
las Casas de Snrriá y la de Barcelona se educan
actualmente mil 200 niños, que un día serán padres
de familia y columnas firmísimasdol orden social,
y que si los cutólicos de Barcelona entregaran á
loB Bulesianos una mínima parte de lo que muchos
gastan en diversiones y frivolidades, no tardaría
en cambiar el aspecto de la sociedad actual j fi
nalmente describió una audiencia concedida á
uno do los Superiores salesiauos por su Santidad,
quien, al enterarse del admirable desarrollo de
la obra snlesiaua en todo el mundo, mostróse en
tusiasmado y encargó que manifestase á toda la
falange de Cooperadores y Cooperadoras SalesiauoB que los bendecía de lo íntimo de su corazón.
Terminó tan conmovedora fiesta con la bendi
ción y reserva del Santísimo Sacramento á loB
acordes de la Marcha Real, admirablemente eje
cutada por la banda de la Casa de S. J obó, veri
ficándose después la colecta de costumbre.
En la sacristía vimos que, respondiendo al lla
mamiento del reverendo Padre Más, se apunta
ban varias señoras y caballeros como Cooperadores
Salesiauos.
Repetimos lo que hemos dicho varias v e ^ :
cooperar al desenrolviinionto de la obra saleslana
es, no solo trabajar por Dios, sino también por
la sociedad y por nosotros mismos.
Cla<ln«lola {Menorca-España). — Con macho
gusto insertamos las noticias que nos comunica
de aquella Casa Salesiana el infatigable Coopera
dor Saleeiano de esta Ciudad, D. Francisco Calafat.
« Luego que el “Vigía Católico,^’ excelente pe
riódico local que tan dignamente dirige el M. I.
Sr, D. Pedro Molí, Canónigo Magistral, nos comu
nicó algunos rasgos biográficos del esclarecido
hijo de D. Bosco , D. Antonio Aime, Inspector
de la España Tarraconense, y de su próxima lle
gada, la alegi'ia de los amantes de la Obra Sale
siana fué grande, demostrando su satisfacción al
asistir á la Conferencia dada i>or dicho Señor,
que fuó concurridísima. D. Ainio estuvo á una
altura iuconcobiblo, llevando á todos los ánimos
el entusiasmo que tenía en su corazón jwr el
desarrollo de la Obra de D. Bosco, y las emocio
nes que todos Bcutimos producirán pronto bené
ficos frutos.
Dedicó frases de encomio al Exemo. é limo.
Sr. Obis{>o. Uamándolo el Padre de los Salesianos,
no siendo menos cordiales las qne de^licó ó todos
los habitantes de esta Ciudad, pero do un modo
partioulnr á todo el Cloro y á los beneméritos
Cooperadores y Cooperadoras, á quienes dió las
gracias por t«>do lo que habían litM'ho en favor
de los Salesíanos y sobre todo con el ntalogrado
y virtuoso D. Bertarione. »
« Tuvimos el plaeer de oir la paternal voz de
nuestro Exorno, é limo. Prelado, quien dedicó
izases llenas de amor y cariño á la Obra Sale
siana. »
Por filtíino termina su narración el Sr. Calafat,
hnciémhvse intérprete de los unánimes sentimien
tos de sus couq«triot;\s para dar las gracias á
todo.s los SuiH*riores Maym'cs de nuestra Pía So
ciedad y al Sr. lnS|*ector por el acierto que
tuvieron al elegir como Director al virtuoso y
humilde D. «h>sé Marino, siendo incansable cuando
se trata de arrancar almas al demonio y condu
cirlas ¡i Dios.
Carm ona (España-Sevilla). — Sencillos sí,
pero conmovedores han sido los festejos con qne
los músicos de esta Casa han honrado á su Pa
trón» Santa Cecilia. Todos sin excepción se acer
caron al Banquete eucarístico y ofrecieron esta
hermosísima corona de Comuniones á su amado
Director en prueba del cariño que le profesan.
En pocas horas se improvisaron varias poesías,
que juntamente con las más escogidas piezas de
su repertorio formaron una sencilla velada mú
sico-literaria. Su buen comportamiento hizo que
el Sr. Director, D. Antonio Ricaldone les prome
tiera un día de campo, no pudiéndose verificar
liasta las Pascuas de Navidad á causa del mal
tiempo. Después de algunas oraciones y de con
sagrar el día á María Auxiliadora salimos para
el pueblo Viso del Alcor, situado á 11 kilómetroa
de esta Ciudad. Todos ios habitantes dieron mues
tras de alegría al vernos, y á las 11 fuimos á la
Iglesia donde se cantó una bonita Misa Pastoril.
Muy contentos pasamos todo el d ía , y por la
tarde regresamos á Casa llenos de alegría y en
tusiasmo. Damos las miis expresivas gracias á
todo el pueblo y de un modo especial al Rdo. Sr.
Cura Párroco y al Exemo. Sr. Alcalde por la
buena acogida qne han dispensado á los niños de
D. Bosco. El Sr. Director ha mandado al Rdo.
Sr. Cura Párroco el Diploma de Cooperador Salesiano en agradecimiento á los verdaderos sacri
ficios qne hizo porque todo resultase para mayor
gloria de Dios.
N U E V O C O N T IN E N T E
P a e b la do los Anzoles (M^ico). — El día
25 del último Diciembre se inauguró en esta Ciu
dad el nuevo Santuario dedicado á María Auxi
liadora.
£1 aspecto del nuevo templo es magnífico. Su
decorado, de estilo renacimiento, lo hace mucho
más magestuoso, pudiéndose asegurar que es la
primera maravilla de ese género en la Ciudad de
Puoljla. Su bóveda, ó mqjor dicho, el techo buperior es enteramente plano, por el estilo de los
mejores templos de Roma, adornado con cornisas
en relieve que le dan un aspecto muy grandioso.
Pero lo mejor de todo es la alegoría pintada en
el centro que repi'eseuto á la Santísima Virgen
subiendo al Cielo en medio de los Angeles. £1
aspecto do la Virgen en general, es muy mages
tuoso, pero lo que sobresale es su rostro y sus
ojos que encierran una bondad del todo divina.
A las 10 hubo Misa cantada llamando la aten
ción lo bien que todos hacían las cerimonias, so
bre todos los encantadores y pequeños clérigos
del presbiterio, que ascendían á treinta.
Cantaron la misa los niños del Colegio, y á
decir venlad, todos los presentes á la función
quedaron entusiasmados al oir tan aprovechado
orfeón. Los tres coros de cantores eran muy nu
merosos y estuvieron muy afinados y más que se
guros en las entradas.
A la hora del sermón fué un regocijo general
cuando se vió aparecer el célebre orador Dr. D.
Joaquín Vargas, Canónigo de la S. I. C. Por más
de una hora entretuvo el numeroso y escogido
auditorio, exponiendo de una manera muy clara
y persuasiva y á la vez tierna y conmovedora las
alabanzas de María Auxiliadora. La mayor parte
113 —
de los presentes derramaron lágrimas al oír tales
conceptos.
Por la tarde hubo función de teatro, asistiendo
nomerosos Cooperadores y Cooperadoras, presi
diendo el M. I. Sr. Vicario Capitutax Dr. D. Vic
toriano Covarrubias. representando muy bien el
drama Guipa y perdón.
Qoito {Ecuador). — En honor del Excmo. Sr
Arzobispo de esta capital, verificóse en nuestra
Casa Sslesiaua la representación de un drama,
concurriendo al acto unas doscientas personas:
un grupo de niños, ostentando en el centro el
pabellón tricolor, cantó el Himno Patrio; pro
nunció después un corto y expresivo discurso,
ofreciendo la fiesta ni Sr. Arzobispo, el Superior
de los Salesianos; siguióse a esto Ja representa
ción de un drama religioso ; leyóse en seguida una
poesía j y concluyó el acto con un discurso del
mismo Sr. Ai’zobispo, en el que agradeció al Di
rector de Estudios de esta provincia, allí pre
sente, el informe, que á su tiempo daremos á
conocer, dado al Gobierno acerca de las Escuelas
profesionales de los Salesianos.
recordar siempre con agradecimiento los próvidos
consejos de los que dirigen sus almas.
Una salva de aplausos acogió las palabras dcl
celoso Pastor.
Por la noche una brillante iluminación á la
veneciana puso fin á la fiesta dejando un todos
los ánimos saludables impresiones que in los años
ni los múltiples cuidados do la vida alcanzurilu
á borrar.
L n B oca (.Rueños J^irM-Arc/eathia).— Siguiendo
una costumbre tnulíciomil los antiguos alumnos
se reunieron el domingo último.
Gratas y duraderas impresiones dejó en los que
asistiorou á tan simpático acto, donde se puso
una voz más de relieve la solidaridad que debe
existir entre los que en las aulas salosiauas ad
quirieron las ^uácticas do las honradez y moral que
enseña la Religión Católica.
La Asociación de antiguos alumnos está llamada
á ser falange poderosa y decidida de aquellos
que luchan en pro de las verdades que el Hombre
Dios proclamara en la Judea y sellara después
con su Sangre generosa en el monte Calvario.
Es necesario, pues, la incorporación de elementos
para aunar todas las voluntades, y secundar á la
Asunción {Paraguay). — Con motivo de la
unión central, que con tanto celo preside eJ señor
inangnración del Sanatorio de esta Ciudad, dice D. José Ferreccio.
un diario de la localidad.
El Señor Domenighini pronunció un breve pero
« Las salas para asistencia tienen camas hechas
discurso que le valió nutridos aplausos.
expresamente para el uso á que deben servir, con expresivo
Habiéndose solicitado con insistencia que hablara
mosquiteros, sistema inglés. Hay que hacer notar nuestro Director, Señor Molinari, que se bailaba
y lo hacemos con verdadero placer, que todo el presente, hubo de acceder, pronunciando nna fo
mobiliario del Sanatorio, desde el lujoso aparador gosa arenga que era inteiTumpida constantemente
del comedor hasta el más modesto lavatorio de por grandes aplausos.
latón, es obra de los talleres de la Escuela SaleEl Señor Molinarij que había sido designado
siana que con tanto cariño y abnegación dirige para hablar el domingo anterior, hubo de pedir
el Sr. D. Ambrosio Turriccia. Llamaron justamente disculpas por no haber podido asistir, á la vez
la atención las camas, muy cómodas para enfer que agradeció las demostraciouos de que era ob
mos, bajas, higiénicas y portátiles con suma fa jeto, como también las frases encomiásticas pro
cilidad. Fueron construidas también en los talleres nunciadas por el Señor Domeueghini.
de los salesianos con areglo á los modelos dados
El R. P. Bonetti, activo Director espiritual do
por los doctores Cavazzoni y Scavone. »
la Asociación, pronunció un hermoso discurso que
tuvo excelente acogida.
San Xiooliw de los Arroyo» {Argentina).—
Cerró el acto el señor Arroche, quien en breves
El 15 del ])róximo p^ado Agosto celebraron las palabras demostró la nocesidad de combatir con
Hijas de Muría Auxiliadoi'a de esta Ciudad la fé por la causa de la verdad. El señor Arroche
fiesta de la Asunción.
eu su feliz improvisación, reveló cualidades ora
Por la mañana hubo Comunión general de las torias que aún no le conocíamos.
alumuas tanto internas como externas, ostentando
Se representó la comedía del señor Sovori « el
cada una el bl.unco utiifonne de su Asociación: demonio en los criados » y se leyó la poesía Oreo
fue precedida de una ferviente plática.
del poeta Zorilla de San Martín : la excelente
Durante la Santa Misa y Comunión se cantaron banda del colegio Pió IX, ejecutó diversos trozos
varios motetes.
de tmisica, y lo mismo el señor Leonciui, quien
Por la tarde después de la bendición dada con hizo gala de maestiía en el piano ejecutando tro
S. D. M. la concurrencia pasó al salón de actos zos de música clásica.
donde las Hijas de María obsequiaron al M. R. Señor
Deseamos que tanto esta Asociaíiou de antiguos
Cura Párroco y ú su Rdo. Señor Director con una alumnos como las fundadas en las demás Casáis
sencilla Academia. Todo, pero muy especialmente Salesianos, continúen su empresa y sean verdade
el drama: -Santa Inés ó las glorias de la virginidad, ros modelos de virtud, pues han de saber que el
fué interpretado con mucha naturalidad por las buen ejemplo es un sermón muy elocueute.
jóvenes actrices. Al fin el M. R. Sr. Cnra Párroco
Mendoza (Argentina). — El 21 de Julio úl
dirigió su autorizada palabra á las niñas internas
y externas agradeciéndoles el buen rato que le timo una multitud de distingnidas personas entre
habían hecho pasar. Exhortólas á imitar á su Cooperadores, Cooperadoras, niñas del Colegio, é
gloriosa Patrona Sta. Inés especialmente en su Hijas de María llenaban el espacioso patio prin
amor á la santa virtud de la pureza, su despren cipal del mismo, para asistir á la solemne bendi
dimiento de los bienes de esta tierra y sus deseos ción é inanguraciÓD de una estatua de María
Auxiliadora, la cual fué encargada expresamente
^ r el retiro y la soledad.
Felicitó á las niñas internas por hallarse ale á Sarriá-Barcelona por la sociedad de Hijas de
jadas de los peligros con qne tropiezan á cada María.
£1 acto de la bendición fué un momento de
paso las que viven en el mundo y concluyó ani
mándolas á aprovechar las sabias instrucciones y celestial emoción. AJ descubrir la estatua, la
— 114 —
banda de niúnica, cedida galantemente por el
Excmo. 8r. G<)heniador de la provincia, D. Elias
Villuiiiieva, liízo resonar sus ainioniosos acordes:
el 8r. Director de la Casa Salesinna bendijo la
e«ianm.
Da bondadosa Reina del Cíelo parece que pla
centera sonreía entro las múltiples flores y ban
deras cjue artísticamente adornaban la columna,
donde inajustiinsamonte se elevaba sn imagen, y
sin duda liabrá ilerramado copiosas gracias sobre
BUS düvotos y do un modo especial sobre las Ma
drinas que gastosamente aceptaron tan honroso
cargo, y fueron : las Sras. Delia V. de Vidola,
Elodia V. de Alumilde, Elcira E. de Correas,
Mng<lalena T. de Sella, Clomentina C. de Teisaire,
Oloiildü C. do Cuervo, Carmen M. de Lemos y
Guadalupo A. do Rianchi.
Después de la bendición, todos los asistentes
fueron al teatro, donde so había prei)ara<lo un
certamen músico-literario, que desempeñaron con
inaostríu y franqueza, las ahimnus internas del
Colegio.
DeK(‘amo8 de todas veras que María Auxiliadora
proteja jí sus líelos devotos, para que su nombre
se propague y aumente más y más entre los habiüuiles de Mendoza.
'PuiitnroiiiiM {ChiJe). — Con muebo gusto da
mos á conocer la descripción que el periódico
«
Mitgalhtnes > buce de nuestra Iglesia, siendo
tanto más meritorio por tratarse de aquella pobla
ción. lie aquí lo que dice el diario citado.
« Hermoso es el templo de Punlarenas. Su obra
es notable, y honra tanto á los Salesianos que han
dirigido BU construcción y quienes con asiíluidad
y pí-rsevorancia no comunes han trabajado por
levantarlo en el más breve plazo posible, cuanto
al Sacerdote de la misma Pía Sociedad (lue hizo
los planos, it los artistas que en sus obras han
trabajado y á los moradores de Puntiirenns que
lian coadjuvado á tan meritoria acción, umKs con
su iiiiimmcia, obteniendo auxilios pecuniarius del
Gobierno, y otros con sus óbolos y trabajos enca
minados al mismo fin.
La primera iglesia que so edificó se elevaba en
la callo Magallanes, eB(|uina do Vahlivia, en el
centro do la vía pública. So fabricó en 1854 y
sólo tenía 12 metros do largo por 6 de ancho, di
mensiones propoiTimmdas para la población do
entiinces, jicro qmi boy sería de todo punto insu
ficiente dado el desarrollo que ha teiútlo nuestra
Ciudad. Era do madera desapareciendo en 1892,
cuando se fabricó otra en el mismo sitio donde
está la actual. Desapareció consumida por un
voraz incendio en la tarde del 17 de Junio de
1892. So había bendecido é inaugurado el 14 de
Febrero del mismo año siendo su coste 30,000 pe
sos, de los cuales sólo había dado el Gobierno
6 mil: los 24 mil reatantes los perdieron los Sa
lesianos.
Para que no quedase Puutarenas sin templo,
los Salesianos improvisaron uno, dentro del co
legio. tm la jrarte que hoy ocupa el teatro, toniouuo uua exteusióu de 24 metros do largo por
7 de ancho, el cual subsistió hasta que la nueva
Iglesia pudo ser abierta al culto.
Se empezó á edificar el 23 de Diciembre de
1892 y se terminó el V*. de Junio del corriente
año de 1901. Ya ántes estaba habilitada para el
culto trasladándose los altares conforme lo iba
exiiendo el progreí^o de las obras.
£1 área del terreno en que so halla levantado
el actual templo es de 35 metros de frente á la
plaza de Muñoz Gamero, por 50 de fondo á la
calle de Roca.
Es el edificio público más bello que tiene la
ciudad, de mayor coste y de más caracterizado
estilo arquitectónico, y será más bello aún, cuando
se termine totalmente.
Levantó los planos y ha dirigido gran parte de
las obras el Salesiano é injéniero Don Juan Ber
nabé. Es de puro estilo corintio.
La edificación mide 42 metros de fondo por
diez y ocho de ancho. La fachada, sin adornar
aún, está rematada, encima de la puerta de en
trada por una esbelta torre cuadrada que termina
en forma cónica. Desde el snelo hasta la base de
la cruz de la torre, que es de hierro, hay una
elevación de 80 metros. La cruz tiene dos metros
de altura.
Desde la parte más elevada de la torre puede
contemplarse un panorama encantador. Súbese á
ésta por dos escaleras en forma de caracol, la
primera de 2? escalones do mármol que conduce
hasta el coro, y la segunda hasta el primer des
canso de la torre, de 27 peldaños de madera. A
los demás pisos se sube por escalas de madera.
Esta torre es de muy buen gusto y los navegantes
pueden contemplarla á muchas millas de distancia.
Es digno de admiración en ella el Carillón y
Campaniis compuesto de ocho campanas, perfecta
mente timbradas, que pesan más de seis tonela
das. Muy ^ocas son las iglesias de toda la Amé
rica del Sur, que cuentan con igual concierto de
campanas. Un campanero hábil pudiera tocar con
ellas la más difícil pieza musical. Tal es su mé
rito artístico.
Un gi-an reloj, con cuatro esferas de cristal
trasparentes, alumbradas de noche por luz eléc
trica, da las horas y medias horas, cayendo para
ello, sobre la campana mayor, un martillo que
pesa 24 libras.
El reloj y campanas bán costado diez mil doscient^)S pesos.
Adornarán la fachada seis estatuas religiosas,
dos en la parte alta donde noce la torre, dos más
bajos y otras dos en nichos laterales á poca al
tura del suelo. Serán de gran tamaño y de mucho
mérito artístico, por lo cual daráu belleza á la
fachada del templo.
Concluida y exhoruada la fachada, hecha la
verja de hierro, que ha de rodear la iglesia en
toda su extensión , con zócalo de piedra por la
plaza do Muñoz Gamero y calle Roca, y arenados
y limpios los espacios que hau de quedar libres
entre la verja y la iglesia, aquel sitio será sin
dudo el más bello de Puutarenas.
El interior del templo está formado por tres
naves, penetrándose á él por un amplio atrio,
separado del mismo por una ancha y hermosa
mampara de madera. Están terminadas dichas
naves por un ábside semicircular (presbiterio), y
por dos capillas laterales, que hoy se encuentran
sepanuias de la iglesia por altos tabiques: una
que sirve para la sacristía y la otra de capilla
para invierno, pero que cuando se haya constru
ido la sacristía, desapitrecerán los tabiques, dando
gran amplitud y belleza á la iglesia.
Las dos naves laterales están separadas de la
central por diez columnas redondas de un metro
de diámetro j hay cinco á cada lado.
Son muy elegantes los capiteles de las colum
nas, y los pilares son de forma foliácea. El techo
de la nave central es de forma abovedada y de
un solo cuerpo, mientras que los de las dos late
rales son de forma basilical, y comprende cada
115 —
ano seis grandes cajones cuadrados, formando de
este modo el techo de otras tantas capillas.
Todos los pilares y columnas se hallan estucados y planchados á fuego, imitando el mármol.
Adornan los pilares enpotrados en las paredes
laterales, cuadros con las catorce estaciones del
Vía Crucis en plástica con esmalte, y pintados.
Es un trabajo raro, de mérito produciendo muy
buen efecto.
El piso del templo en la nave central es de
pino de tea ó americano, y los de las dos laterales,
de madera del pais, estando pintados al óleo para
que se conserven mejor.
En la construcción de la iglesia se han empleado
420.000 ladrillos que descauzau sobi’e zócalos de
piedra tallada á cincel.
El primer millar de ladrillos costó 250 pesos,
dato curioso que conviene consignar para que se
vea el progreso de nuestra Ciudad. Hoy aproxi
madamente cuenta 40 pesos.
De las imágenes que adornan y se veneran en
la iglesia merecen especial mención la de María
Auxiliadora, patrona de la Sociedad Salesiana, la
de San José, con sus respectivas y lujosas andas,
y un Crucifijo, todas de gran tamaño, y construi
das en loa Talleres Saleaianos de Sarriá (Barceloua-Espaüa).
La escultura, dorado, pintura y andas de María
Auxiliadora, llaman poderosamente la atención
de los aficionados al arte , costando todo 12.000
pesetas, equivalentes á más de 5.000 pesos de
nuestra moneda.
En dicha iglesia hay nn antiguo cuadro al óleo,
sobre tela que tiene más de 500 años, y que per
tenece á la escuela del célebre pintor italiano
Giotto. Fuó pintado por los años de 1300 á 1350
y es copia del retrato do la Virgen María que se
venera en la gran Basílica de Santa María la
Mayor de Roma y que la tradición afirma ser
pintíido á la vista del sacro original por el Evan
gelista San Lucas.
La Iglesia se ha dedicado al Sagrado Corazón
de Jesús y su imagen en plóstica, de tamaño más
que natural, descansando sobre un bonito trono,
se eleva á la altura del altar mayor en el centro
del ábside rodeado de hermosas lámparas y cuatro
bellísimas arañas de cristal.
En Enero se espera colocar un buen órgano,
que se está fabricando en Europa. Este es también
un trabajo elegantísimo de roble, imitando el
nogal y cedro.
El púlpito ofrece nn buen golpe de vista. Es de
madera pintada, imitando mármol. Ha costado
1000 pesos.
Falta aún construir la sacristía que se hará en
el costado norte de la iglesia y á la cual dará
entrada la capilla de la derecha, al lado del pres
biterio.
El importe total de la iglesia, con los intereses
pagados por las deudas, es el de 140.800 pesos.
El gobierno ha contribuido con 60.750 y loe ve
cinos con 13-730, quedando por tanto un déficit
de 66.811 pesos por cuya suma se paga un interes
mensnal del uno por ciento.
Tal es, á grandes rasgos descrito, el hermoso
templo de Puntarenas.
Los Salesianos que lo han levantado merecen
nuestros plácemes jmr su desinterés y abnegación,
emprendiendo, casi sin recursos, una obra de tal
magnitud que además de haber embellecido á
nuestra C¡ud.ad, ha dado á sus clases trabajado
ras muchos días de jornal.
Á}-
Es necesario que se concluya tan hermosa obra
construyendo la vega en su parte exterior y la
sacristía en el interior, para poder abrir las ca
pillas laterales que darán un soberbio aspecto al
templo. Entonces será la iglesia de Pmiteroims
una de las primeras de Chile y solo tendrá su
periores en Santiago y Valparaíso. ■»
MEMORIAS BIOORAFIOAS
BE
MOMS. LUIS
LJKSJKG^JK
C apítulo V II
S u s I n t e n o i o u e s ^ a r a e l p o i ’veiiix*.
— C o n s í'ijo s <le D o u U os<50. — G u e
r r a e n tr e A u s tria é Ita lia . —H e r o i s m o <le u u s a u t o s a c e x '< lo to —
lÜ a^ndLX iiino c o r a z ó n d o L<u ín . —
— X>ou B o s c o e n 3 I i r a Í > e l l o . — T J u a
r e p r e s e n ta c ió n d ra m íltio a . — L a
- v o c a c i ó n c o n o c i d a . —A s a l t o s , p o l i i s r o s y l ie x 'i d a s .
£11 I x i l s a i n o
a p l i c a d o á. l a s llagr^^sAntes de pisar los umbrales dol Colegio,
había Luís Lnsagna establecido su p la n : este
no era otro que tomar la licencia gimnasia!,
estudiar el liceo, (1) y después dedicarse al
estadio de la m edicina; coníbrme las ins
trucciones que había recibido de su tutor.
Estando persuadido de que verdaderamente
era llamado A tan noble profesión, ya veía su
brillante porvenir en inodio d el mundo. Va
rias veces había manifestado A 1). Hosco sus
intenciones; pero este bneii Padre, estando
plenamente convencido de que Dios tenía
designos especiales por lo que se refiere A
Luís, calmó su férvida iinagimwdón, reeoinendííndole qtie se dedicase A los estudios con
seriedad, y en cAianto al porvenir, que pu
siere toda BU confianza en la Santísima V ir
gen que esta buena Madre haría que A su
tiemjK) conociese su verdadera vocación. Antes
de m archar A Mirabello fuó besar la mano A
D. Bosco, A la vez que A recibir su paternal
bendición; pero nuestro ama<Io fmidador le
dió sabios consejos, encomendándole sobre
tedo que su vocación había de ser el pro
ducto de serias reflexiones y de asidua ora
ción, y para animarlo le dijo que él mismo
le había de ayudar en día no lejano en tan
ardua como difícil elección. Desde luego hizo
propósito Luís de poner en práctica tan her
mosas amonestaciones; pero algunos hechos
que le sucedieron en el aSo que estovo en
Mirahello, parece qne le decían de una ma
nera evidente y clara que des<le luego era
llamado á la medicina.
(1) El Gimnasio y el Liceo en Italia conetiteyen,
con poca deferencia, nuestro Bachillerato.
— 116 —
En Junio de 1866 estalló una guerra entre sagacidad y sutileza, pero las respuestas de
A ustria é Italia y este asunto era, digámoslo San Luís fueron tan enérgicas y perentorias
así, el tem a obligado de todas las conversa que el ayo, ó mejor dicho su actor, pasando
ciones : lo propio ocurrió dentro de los pací de la ficción á la realidad, se sintió como lla
mado á aquella vida que con sus sofismas
ficos muros del Colegio de Mirabello, y aun•que jam ás so liablaba de política cu este santo había tratado de im pedir á Luís Gonzaga,
recinto, esto acontecimiento era de interés Entonces comprendió perfectamente el sen
genoral, puesto que se trataba de un azote tido de la palabra qne en aquel mismo día
contra la Madre Patria, por lo cual, todos le había dicho D. Bosco, y, como sin darse
los que allí moraban, no hacían otra cosa que cuenta, sintió nacer en su corazón otras as
preguntar á los Superiores y maestros por piraciones completamente distintas á las qne
el estado de la cuestión. E ste deseo era na abrigara hasta entonces. Y a hemos dicho va
tural, porque el que más y el que menos te rias, veces que le gustaba poner eu práctica
nía parientes, amigos ó conocidos en el campo al momento lo que pensaba, y como en este
de batalla, líí Misionero Apostólico Monseñor caso se le presentaba ocasión tan favorable,
Bolasio deploraba su estado de salud, al no procuró llevar á cabo lo que en otras condi
poder ir á auxiliar, como lo hiciera en 1859, ciones hubiera sido una precipitación, hija
á los pobres heridos. Hablando Luís Lasagna de su ardiente carácter, por lo que, sofocando
con sus maestros, adm iraba el heroísmo de en sn corazón los afectos mundanos, se rindió
un sacerdote que pone su vida en grandes generosamente á la llam ada que Dios le hacía.
Terminada la representación, que agradó
peligros por adm inistrar los últimos sacrauieíitos á los que caen heridos en el campo muchísimo á todos los asistentes, se presentó
de b a ta lla ; poro á la vez no concedía menor Luís á su maestro, y apretándole la mano le
imimrtmicia á la medicina, qne puede prestar dijo conmovido: A hora comprendo porqué me
también especiales servicios á la hum anidad ha dado este p a p e l: Dios h a vencido: tam
doliente y de un modo especial en tiempo de bién yo seré hijo de D. Bosco y además, sa
guerra. Tanta era su generosidad que hubiera cerdote.
Debe notarse qne aquella representación
deseado estar ya en condiciones de socorrer,
con sus auxilios quirúrgicos, á los valerosos dram ática no fué el medio de que Dios se
soldados que fuesen heridos por balas ene sirvió para ilum inar de un modo absoluto y
migas, y tanto crecía en él este deseo que le definitivo la monto de Luís Ijasagua por lo
particía ser indicio infalible de qne era lla que hace á su vocación, puesto que ya antes
mado á seguir esta carrera. E ste pensamiento se la había declarado el mismo Don Bosco
lo sirvió de acicate para estudiar con más después de leer, digámoslo así, en su corazón,
ahinco, cuyo trabajo fué coronado, como ve sus tendencias ó inclinaciones, no siendo, ni
remos después, con felicísimo éxito. A pesar mucho menos, causa im pulsiva de una deci
de todo se acercaba el momento en que la sión tan seria y de ta n ta trascendencia. U na
mano de Dios iba, cuando él monos lo espe vocación religiosa y sacerdotal necesita raíces
raba, á desvaratar todos sus planea, mostrán más profundas que las repentinas emociones
dole el camino recto y seguro que había de de un momento. E n los eternos designios de
Dios estaba escrito que Luís Lasagna había
emprender.
A fines de Junio so celebró en el Colegio de ser m inistro de los altares, y por lo tanto
de Mirabollo la fiesta do S. Luís Gonzaga con la misma divina caridad lo preparó para los
la mayor solemnidad posible. Las funciones augustísimos misterios que debía qjercer en
religiosas fueron verdaderam ente excei>cioua- la Iglesia Católica. E l Señor hizo que naciera
los, y por una de esas coincidencias extraor- de una familia c ristia n a : había sembrado en
dinariiis fué aquel año el panegirista del sn corazón la semilla de las virtudes que ha
Santo el mismo D. Boaco. Eacilmento se com bían de germ inar más tarde y desarrollarse
prenderá la alegría de Luís al presentársele prodigiosamente por medio de una buena edu
ocasión ti\n favorable para hablar á tan buen cación. Si Dios perm itió que sus relevantes
amigo y consejero do sus futuras aspiraciones. virtudes fuesen acompañadas de pueriles de
E s de suponer que Don Bosco diría á Luís bilidades hum anas y que no conociese inme
Lasagna unas de esas palabras que son ca diatam ente con claridad la senda que debía
paces de cam biar los corazones y que sola seguir, fué sin duda alguna para que su vic
mente él sabía decir. P or la noche represen toria fílese más sublime y adniirable y más
taron el dram a titulado “ L a Yocaoión de San grande su mérito certamen forte dedit iUi v t
¿tiís Qonzaga, Y el joven Lasagna, que hacía vinceret, p u já n d o s e citar como modelo y
el paí>el de ayo, debía en una escena, por eiemplo de corazones generosos al superar to
encargo del marqués de Perrante, padre de das las dificultades que suelen encontrarse
Luís Gonzaga, exam inar á éste para cercio en el cumplimiento de la más noble y santa
rarse de la firmeza de su voc^ición, después de todas las vocaciones.
que con rei>otídas instancias pudo obtener
eSe continuará).
de su progenitor el permiso para abandonar
el mundo. E l examen fué largo y severo y
Cm
ii k Uoñhi Idelkia - GtraU: KSÉ flÚBSO.
las objeciones difíciles y hechas con cierta
-
Texto
-
OLETIN
SALESIANO
f lE D A c c iO N Y ^Ad m i n i s t r a c i ó n
®
Turín (Italia)
-T5>—c»—fsp—vp—ey—«jp-
•' ♦
i £1 amor al prójimo ea uno de los
* mayores y mós excelentes dones que
la divina bondad puede conceder ó
los hombres.
(S. F bakc. de Sales.)
*1 Os recomiendo la niSes y la Joven-1*
Kedoblad vnoatras fuerzas i fin
• tud; cultíTad con grande esmere an * de apartar i la niños y Juventud de
*|edncaoion cristiana; y proporcionadle
la corrupción 6 incredulidad y pre
* 1 libros qne la enseñen á huir del vicio
parar asi una nueva generación.
¿ ly ó practicar la virtud.
(L bón x m . )
*1
(PIO IX .)
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“Síi'T
ANO XXIII — N. 4
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PUBLICACION MENSUAL
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ABRIL de 1902
OREMUS PRO PONTIFICE NOSTRO LEONE
OREMOS POR NUESTRO PONTIFICE LEÓN XIII
Dominas conservet enm, et vivífleet eam, et
beatum faciat eum in térra, et non tradat eum
in anímam inimicornm ejus.
El Señor le conserve, y le dé vida, y le haga
feliz en la tierra, y no lo entregue en las manos
de sus enemigos.
S ir U A S I O — £1 Romano Pontífice y B . Sosco . pág. 89
La híujer y la C a r i d a d ..................................................................92
Primera Exposición Salesiana (Conclusión)............................... 93
Documentos Salesianos. — Disooreo de D . Uanuel Sánchez
de Castro (Conolnsión)
............................................................ 97
D b xubstrab htsioxrb. — General Hacha (Argentina) —
Pampa Central (Id) — Yalcheta (Patagonia) — Tierra
del F n eg o .........................................................................................190
Gracias de Marta A u x ilia d o r a ..........................................lOfi
HirxsTKÁ COBUBSPOXOBXOiA. — Fontibón (Colombia)
. . IO9
Crónica S a le s ia n a .................................................................. 110
Memorias biográficas de Mona. Luis Lssagua . . . .
IIS
B ib lio g r a f ía .........................................................................
91
HOBSTBos Grabados. — S. S. Loón X I I I — Grupo osonltórioe
de Sarriá (Barcelona • España) — £1 Arcángel S. Miguel y
varioe dibujos de la escuela de plástica de Turtn (Italia).
oe X pg)
_p«s ^ Qg . go . Qg) . oO > Qg) . ptf) .
m ROMAN® PONTIFMl Y Bj. BOSCO
Homenaje al Jubileo Pontifical de León XIII
L Eomano Pontífice ocupó en el
pensamiento de D. Bosco un lu\!
gar preferente, y lo quería tanto
como á las niñas de sus ojos:
Su Santidad Pío IX lo bendijo varias ve
ces en el Vaticano, haciendo otro tanto
Su Santidad León X III: todas las accio
nes de D. Bosco iban informadas por las
enseñanzas pontificias, conduciéndose en
un todo y por todo con arreglo á lo
que ordenaba el Vicario de Jesucristo.»
Estas son, beneméritos Cooperadores y
Cooperadoras, las palabras tan llenas de
consuelo que sobre la tumba de nuestro
inolvidable querido Padre D. Bosco pro
nunció el Emmo. Sr. Cardenal Alimonda,
Arzobispo de Turín. ¿Podía decirse elogio
más sublimet Con todo eso: los que he
mos tenido la dicha de conocer á Don
Bosco, podemos decir que el amor que
tenía al Romano Pontífice, era en él con
natural. Sus actos, palabras y vida entera
— 9ü —
son un testimonio vivo y perenne de su
afecto al Vicario de Jesucristo, raonunicnto inmortal de aíiuclla romanitaSf
usando la palabra de Tertuliano, de don
de parte, según el ¡lustre apologista, la
salvación de todo el mundo: romanifíw
Omni salus. Las biografías de los Papas
S. S. León XÍII.
de los tres primeros siglos, desde San
Pedro hasta
31elaes todas las
tendencias de los enemigos de la Religión
Católica son á sei)arar á unos de otros, y así
como los enemigos son activos y no perdonan
medio, así la acción bienhechora debe ser
práctica, enérgica y constante-
— 93 —
P ara garantir la existencia del pobre y con
fortarle en sns necesidades, Dios h a impuesto
ciertos sacrificios á las personas acomodadas.
S. A gustín decía: « si queréis ascender á Dios,
debéis primero descender: si vis ascenderé ad
Deum, descende. Esto mismo se aplica á la
mujer que deba ejercer la caridad cristiana:
si desea ascender á Dios, descienda primero,
no solamente á dar su óbolo, sino á porsujidir con sus palabras y á edificar con sn
ejemplo. Las Cooperadoras Salesianas pueden
asistir con asiduidad á las Conferencias y
reunirse cuando puedan para animarse mu
tuam ente y ver los medios más A propósito
para hacer mucho bien en favor de la juven
tu d desvalida. iNo se olviden janiAs do la
oración, tan recomendada por D. Bosco, do
leer el B oletín S alesia no y de visitar las
Casas Salesianas de niüas siempre que [les
sea posible, sobre todo si están ou la misma
localidad. jO hl Dichosa la Cooperadora de
quién se pueda decir: qucesivit Uitmm et li~
et opérala est consilio manuum suaruml
(Prov., X X X I, 13).
ppifncpa Hjeposición de tpabajos
de las is Gualas lalesianas de irles y
(•)
L a Sección de Agricultura, séptima de la
* •
Exposición, h a sido bastante lim itada, de
biendo ser una de las más espléndidas ó in
En la Octava Sección, Cursos profesionales
teresantes si las colonias de A sia y América de J)ibujo. figuran las Casas de Turín, Lieja,
hubiesen presentado sus productos. Francia Puebla, Legnago, San Benigno Cauavese,
mandó solamente un pequeño m uestrario de Milán y Sarriá (Barcelona). La escuela del
la Colonia de S. José de Xavarra. Iv rea hu Oratorio de Turín presenta escogidos ejem
biera podido decir las notables mejoras del plares con buen criterio, ejecución excelente,
terreno y m andar los frxitos cosechados, así contornos seguros y bien concluidos, y aun
como tam bién Parm a, aunque lleve pocos que adolezcan de un jioco de dureza técnica,
años de existencia. E l Jurado se lim itó so conservan la gracia do las formas. Lieja es
lamente á lo expuesto por las coloniíis de una Escuela que demuestra gran preponde
C anellt (Italia) y G erona (España).
rancia y tlesaiTolIo en esto rumo, presentando
Canelli se distinguió, no sólo por sus ex muchos y buenos trabajos. Los alumnos de
quisitos vinos, sino también por sus conoci Puela demuestran, en los pocos trabajos que
dos progresos económicos: por esta razón los han presentado, grandes ajititudes, aunque
productos del segundo trienio han superado los ejemplares no sean todo lo bien acabados
en más de dos terceras partes á los del pri que fuera de desear. Lignago tiene pocos tra
mero.
bajos pero están hechos con gran esmero y
E n la Colonia de Gerona, fundada en 1891, diligencia. Las otras Casas deben tener más
es sorprendente la labor que han empleado para cuidado en el claro oscuro.
disi)oner el terreno convenientemente, no siendo
*
menos importantes los trabajos de canalización:
**
tiene un buen número de m áquinas agrícolas
En la penúltim a sección se incluyen los
y los resoltados han sido sorprendentes al
aplicar el sistema Solari. E l terreno que con talleres de Clástica y Tallado en madera y en
los antiguos procedimientos apenas daba ella figuran las Casas de Turín, San Benigno
5.55 Hectolitros de trigo jmr Hectárea, apli- y Milán. E l Jurado indica con verdadera sa
c ^ d o le dicho sistema produce 27,13 Hecto tisfacción que el Oratorio Salesiano de Turín,
litros por Hectórea. Tan excelentes resultados por lo que hace á la disposición de sus tra
han merecido dos diplomas de prim era clase, bajos en Plástica y Tallado, demuestra haber
concedidos por el Gobierno español á dicha tenido muy presentes las reglas establecidas
por su sabio presidente. La clasificación de
Granja.
ios trabajos y de los mismos elementos que
los constituyen, según los diversos corsos;
fl) T6aas« 1m námeroa de Diciemlire, Enero j Febrero tiltimoe.
la posibilidad de conocer muy bien su fiel
-
94 —
osioión de París.
Otros objeto^ oonstriiidos por los pequeños
y hábiles artisúis del Oratorio, merecen e«pw ial mención, entre ellos uu manifestador
circular, de estílo clásico, orden compuesto y
muy bien proporcionadas todas sus partes:
uu siüón episcopal, ^'arios sillones ordinatnos,
« n taburete, uu original y sencillo crrndíia-
gurabjvii objetos de Sarriá (Barcelona), Tarín,
San Benigno y Milán. El grupo del Arcángel
San Rafael y el joven Tobías, presentado por
la Gasa de Sarriá, es una obra acabada. La
actitud de los personajes, pues el Arcángel
está ordenando á Tobías que abra el pez para
sacíir do él el hígado, es sorprendente por
su naturalidad. E l colorido, tanto de la cara
y manos de uno y otro, como de los trajes
no dtya nada que desear, y el adorno, sobre
todo ¿ dorado, no tiene igual. E l grupo en
cuestión estaba colocado sobre uu pedestal
de cedro, de estilo gótico poro y en el centro
lleva el escudo de armas de Barcelona. A de
recha é izquierda del ] ^ e s t a l parte otra es})6cie de pedestal semicircular, de la misma
m adera y el mismo estilo, donde se hallaban
— 95
colocadas varias estatuas de metal y madera,
siendo todo él un trabajo artístico, elegante,
de muellísimo mérito, dedicándole el Jurado
frases llenas del mayor encomio.
E l Oratorio de S. Francisco de Sales pre
sentó una imagen de MarÍ4X Auxiliador^ muy
bien hecha y decorada con gusto y variedad
en las tintas: el Crmijijo está muy bien en
todo lo que á el se refiere, así como igual
mente el Arcángel 8. Migml, aunque hecho
en yeso, pues las otras son de madera.
S. Benigno presentó una imagen do S. José,
siendo su m irada muy expresiva y de gran
mérito artístico, y aunque las pliegues do la
ropa no están todo lo naturales que debieran,
la estatua en general revela gran ingenio y
conocimiento del arte. U n bajo relieve rejiresenta. con mucha naturalidad y precisión
la curación del manco y cuatro Figíira-s Alegóri
cas, admirables por la novedad de la idea y
por lo bien hechas, que están todas las figu
ras. También llamaron mucho la atención los
originales de los grabados {pinturas en tabla)
que publica el Catecismo ilustrado. P or lo
que hace á plástica S. Benigno ha presen
tado bajos relieves ornamentales muy bien
concluidos y figuras hechas con mucha agu
deza de ingenio.
La Oasa de Milán es la única donde se
trabaja en cerámica, bajo la dirección del
eminente artista X>. O. B. Minghetti. Este in
cipiente taller h a adelantado muchísimo, pues
ya h a obtenido Medalla de Oro en la últim a
Eximsición de Lodi: bien se puede asegurar
que tendrá un porvenir muy brillante, con
gratulándonos al consignar aquí lo que acerca
de la misma dijo el i>eriódico “L a Liga. Lom
barda^’: « en la inteligente y esm em la repro
ducción de tipos y formas se advierte buen
gusto y mucha limpieza y exactitud en los
contornos y líneas, que desde luego revelan
ingenio y maestría, así como bimbién mucho
arte, juies .se ve gran precisión en los más
pequeños detalles: la novedad y el buen
gusto corren pareias, sin descender á la exa
geración. Podemos gloriarnos de que se halla
á tal altura la inm ortal escuela de Capodimonte.
Tanto el Maestro como los jóvenes que allí
trabajan, revelan muchos conocimientos ar
tísticos y reproducen fielmente todo lo que les
sugiere su fantasía, demostrándolo las varia
das formas, los tonos y especialmente en los
diversos gru^ms, en los floreros y otros ar
tículos.
Las figuras parece que están vivas, que
tienen movimientos y que quieren hablar al
que estático y admirado las contempla. 3ferece citarse un frutero de estilo de Luis XV
y además varios adornos de chimenea, por la
esbeltez, finura^ delicadeza y herm osura que
presentan.
*
* *
E ste es el resultado de la prim era Exposi
ción Salesiana. La solemne clausura so veri
ficó el SMj de Septiembre último en el amplit)
patio de Valsálice, precediéndola una aca
demia que presenciaron: nuestro amado Kector
Mayor, D. Miguel llúiv, rodeado de los S u -.
periores ^Mayores de nuestra Pía Sociedad y
de los Señores que formaron los diversos J u
rados, asistiendo también muchos Cooperado
res y Cooj>oradoras de Turín y todos los a r
tesanos del Oratorio de S. Francisco do Sales.
A ntes de em itir el Jurado su parecer, pro
nunció un elocuente discurso el Conseioro
Profesional del Capítulo Superior, 1). José
Bertello, eu el cual liabía conce))tos ])rácticos
muy sublimes, obteniendo una verdarque vosotros
mismos conocéis algunos. Leed do vez en
cuando una sentencia de S. Ftdii>e !iíeri que
1>. Boseo, en unión de otn\s varias, quiso
que se colgara cu las paredes de los talleres
y que dice: « E l Paraíso no ha sido criarlo
para los holgtizaues; » y no solamente pierden
estos tales el Paraíso, sino además los hono
res y el bienestar de la vida presente. Es
necesario ir adelante ,en el camino de la per
fección artística, porque de otra suerte seríais
culpables y desde luego se os podría decir
que no habíais correspondido á los sacrificios
que por vosotros se han hecho. No tengáis
prisa por salir del taller: antes debéis pro
curar perfeccionaros en el arte que aprendéis.
U na planta joven es juguete ds los v ien to s:
un soldado que no maneja bien las arm as no
puede hacer proezas en la batalla. Corres
ponded á la solicitud y desvelo de vuestros
Superiores; aplicaos con ardor á aprender lo
que se os enseña y perseverad hasta que seáis
verdaderos artistas y encontraréis fácilmente
un brillante porvenir aquí en la tierra y des
pués volaréis á la mansión de los bienaven
turados....»
Concluido el discurso dirigió su persuasiva,
amorosa y paternal palabra n u e stro .amadí
simo Rector Mayor, animando á los jóvenes
á que continuasen por el camino que habían
emprendido, asegurándoles que desde luego
habían de ser unos artistas modelos, en v ir
tud, honradez y trabajo, é hizo votos porque
la Exposición que si Dios quiere se celebrará
en 1904 sea más expléudida y mejor.
La Eedaoión del B oletín S alesiano h a
ciéndose eco de los deseos de los Superiores,
dá las más expresivas gracias á cuantos han
tomado directa é indiroctameute parte en la
Exposición, á los Señores que han formado los
diversos Jurados, á la prensa en general, y
en especial á la de Turín, á los beneméritos
Cooperadores y Cooperadoras, y á todos los
Señores que han honrado con su presencia
y visitas nuestra Exposición, y en general á
todo el culto y benévolo pueblo de T arín que
tantas pruebas ha dudo de su amor por la
O bra S^eaiana.
También hemos de dedicar una palabra á
todos los Cooperadores y Cooperadoras de
todo el mundo de la Obra do D. Boseo, y
l>ermítannos una súplica, y esta os, que con
tinúen y si es iK>sible aumenten su acción
para que nuestra P ía Sociedad pueda adm itir
en su recinto más número de ñiños, pues
tengau en cuenta que cada joven que hoy
se educa en nuestras Oa.sas, será mauana un
honrado y laborioso pudre de fam ilia: tam
bién les suplicamos que procuren trabajo ú
nuestros artesanos, no por el lucro que pue
dan tener, pues bien saben todos que son
muchísimos más los gastos que las utilidades,
sino para que nunca estén ociosos y para
que puedan perfeccionar más y más el arte
que aprenden á fin de que al día de mañana
séan verdaderos artistas y honren el nombre
de nuestro querido padre D. Boseo.
— 97 —
^ocam eníos Salesianos
^ucesot^ de ©on )|osco
((Joixchmón) (1)
I SaMflría especial!... pobre hombre!...
« Aprende, dice B aracli, aprende donde
está la sabiduría-, donde está la fortaleza,
donde está la inteligencia, para que sepas
también donde está la longevidad y donde
está el sustento y la Inz de los ojos y la
p a z .........jE n donde e s tá n .... los que domi
nan sobre las bestias... los que atesoran plata
y oro.......los que fabrican moneda y andan
afan ad o s...? P erecieron... y otros se levan
taron en su lu g a r .... Asimismo los hijos de
A gar que buscan la i)rudencia que es de la
tierra, Jos negociantes de M errha y de Theraan y los soñadores y los investigadores de
prudencia y de inteligencia, no supieron el
camino de la sabiduría, ni hicieron mención
de sus veredas...» (1).
lío ya medio siglo, como Owen: un siglo
entero: miles y miles de anos ha pasado
la hum anidad aprendiendo la excepcional sa
biduría de aliviar á los que sufren, pero no
ha logrado n i logrará nunca calm ar un dolor
ni endulzar una lágrim a siquiera, pues no
hay beleño para los dolores ni dulzura para
el llanto á no ser en la preciosa ¡Sangre de
Cristo, único Redentor y Salvador nuestro.
Lo que pasó con Owen, enemigo de todas las
religiones y d é la liW ta d h u m a n a , pasó tam
bién con Saint Simón, el impío autor del nuevo
cristianismo; pasó con el extravagante Fourier,
el divinizador de las pasiones; con Luís Blanc,
el defensor del derecho al trabajo j con Marx,
el m aterialista creador déla internacional; con
BaJüounine, el ateo, fundador de la AUama de la
democracia socialista...] con todos, absoluta
mente con todos los que dicen que se interesan
por los que su fre n ; con todos esos filántropos
ó antropófagos.... pues delito de antroimfagía,
común á todos ellos, es arrancar la libertad
y la responsabilitad al ser hum ano; negarle
la Redención de C risto; cerrarle los horizon
tes de la divina esperanza; convertirle en
bestia, y aspirar á hacer de la tie rra un pa
raíso con las solas fuerzas de la sabiduría
humausi, cuando esta sabiduría, como de los
(*) Véanse loe números de Febrero j Marzo.
(1) Profec. cap. 111, Ters. del U al 23.
falsos apóstoles de su tiempo decía S. Pedro,
no es más que « fuentes sin agua y nubes
agitadas de torbellinos » (1), y cuando tristes
y repetidos ejemplos de ensayos prácticos en
señan que asi no se forma el paraíso, sino los
anticipados horrores del infierno.
« ¡Pueblo», despierta 1 — esclamaba Lamoun a is ;— esclavos, levantáos; romped vuestras
cadenas... ¿Queréis que algún día dig.aii vues
tros hijos.... « Nuestros podres fueron más viles
que Jos esclavos romanos, jorque no se encontró
en eUos un solo Espartano?.... » (2). ¡A h! no;
no es Espartano el que tiene que surgir; no
es un gladiador seguido de esclavos que en
sangrienten las calles de Rom a: es Don Bosco,
seguido de sus salesianos y de sus coopera
dores, el hombre que la Providencia suscita
para levantar al pueblo abyecto y redim ir á
los esclavos de la civilización: es D. Bosco,
que no lleva en la m ente estudios de sabi
duría excepcional, sino solo fe humilde y
sincera; es D. Bosco, que no lleva en el
alm a odios de clases, sino sólo el amor, el
E spíritu de Dios, que una voz más renovará
la faz de la tierra: es 1). Bosco, en fin, que
no lleva en la.s manos la U'.ii jnc.emliaria. sino
sólo la bendita imagen de María Auxiliadora.
Que esi>ercn, que esperen un momento los
esclavos, Don Bosco los H de propa
ganda ; sin capital alguno edificará ]>ara ellos
im palacio y luego otro y luego jnil; les pro
veerá de un magisterio que los aleíjcione, y
fundará una internacional que los proteja.
Apenas iniciada su obra, pasará los Alpes y
se extenderá por las comarcas francesas y
austríacas: luchando siempre con las preten
didas leyes biológicas, que aseguran el triunfo
de los fuertes y la ruina de los débiles y de
los pobres, salvará los Pirineos y se estable
cerá en España y en los A lgarbes; y el A tlán
tico y el M editerráneo la conducirán en sus
ondas á la Tierra del Fuego, á California y
á N ueva Y ork y á los confines de A frica y
(1) Epísíol* 2.*; c. n , T. 17.
(2) Yéaae Cantú. Bieioria i« cien años... t, II, cap
aobre el movimiento socialista.
— 98 —
¿í las riberas del J o rd á n ; y ya no habrá lati
tud donde no se eleve aquella imagen de
M aria Auxiliadora sobre un taller convertido
en altar, y donde no se escuchen, con el her
v ir do la fragua y el estridente ruido de la
sierra, las argejitinas voces de los obreros
salesianos que cantjui con la alegría de los
pájaros cuando en sus bosques obscuros pene
tran los rayos de la aurora.
Pues todos conocéis ni^or que yo la obra
de I>. Bosco, sólo he de insistir en la idea,
ya emitida, de que 61 es el que h a formado
la verdadera intí*rnacional. Los cooperadores
salesianos, que llegan ya á doscientos mil,
eso so n ; y bien puede decirse que su objeto
es el mismo que no pudo realizar....(jcómo
había de realizarlo!) la sociedad establecida
en el meeting de Saint M artín H all eu Sep
tiembre de 1864, y el cual era, según los es
tatutos inspirados por Marx en 1866, « el pro
greso y la completa libertad do la clase
obrera. » ¡Ah! ¡qué palabras tan hermosas
emplean los falsos reformadores, y cuánta
m entira encierran eu el fondo! La interna
cional, parodia de la Iglesia Católica, murió
de muerte natural y de anemia, como dice
Em ilio do Laveleye (1); y murió después de
haber quemado á París, siendo vanos los con
gresos que celebró y en los que sólo pudo
hacer patentes sus divisiones y su impotencia.
Vosoti'os, sí, los cooperadores s¿esianos,
sois la única internacional posible, que con
vuestras limosmas y plegarias coadyuváis á
la libertad de la clase obrera, entiéndase b ie n :
á la libertad única, ó sea la libertad cristiana
d e los hijos de D ios; porque, perdida la re
aleza del ser humano, por la prim era ciúpa,
no hay medio: ó vuelve el hombre por la
redención divina, en brazos de la fe, á la casa,
del Padre, ó perpetuamente gemirá esclavo,
y a de sus propias m iserias, ya de extraños
señores, siempre tiranos por lo mismo que
son siervos como él.
E ntre ricos y pobres han abierto un abismo
en el siglo actual, la dureza de unos, la vio
lencia de otros y las ambiciones de todos.
Aleccionadas las turbas ham brientas por una
nueva generación de burgueses, que se enri
queció liespojando á la Iglesia de sus bienes,
no pueden estrecharse amigablemente la mano
oullosa y sucia del obrero y la pulida y ])erfumada \le l aristócrata de nuevo cuno. Con
el contacto, yo no sé cual de ellas se mancha;
quizá las dos!... Es preciso, pues, que entre
esas manos, que uo pueden juntarse, estén las
del suM'ordote católico, ungidas con el óleo
santo do la consagración: y á eso ha venido
D. Bosco: á formar la fraternidad de pobres
y ricos, llevando á unos de una mano y á
otros de otra, y reídizando con la derecha el
mihígro de la multiplicación de las avellanas,
y con la siniestra el más adm irable de la
m ultiplicación de las limosnas.
(1) L$ «ocíalüme oo»temporain, c«p. IX.
Todos, todos los reformadores han pasado:
si algo vive en beneficio de los que sufren,
es además de los oratorios y colonias salesianas, las sociedades cooperativas y las cajas
rurales fundadas respectivamente por Kete*
11er y Kaifleisen, es decir, por la Iglesia, y
debidas, por lo tanto, al mismo espíritu de
caridad de D. Bosco.
La acción individual, la acción colectiva, y
la acción i)olítica pueden y deben, sin duda
alguna, concurrir á la perfección de la vida
social; pero sin amor verdadero, sin caridad,
la acción individual es egoísmo; la acción
colectiva, fuerza del mayor número, y la obra
de los gobiernos, un mecanismo inaplicable
á la voluntad libro del hombre. Tienda, pues,
la caridad sus alas sobre el m undo, porque
sólo ella hace que, al quebrarse en sus nítidas
plumas, no abrasen los rayos del sol, ni se
desborden las cataratas del Cielo, ni asfixien
los vapores de la tierra; sólo ella permite
soportcir la rigidez del derecho estricto; sólo
ella vuelve propicia á la Providencia que
m anda la luz y la lluvia sobre justos y peca
dores ; y sólo ella desvanece con su calor di
vino los desordenados impulsos de la pobre
naturaleza humana.
P a ra consuelo de todos, la ciudad divina,
el foco del amor, la Iglesia Católica, siempre
combatida y victoriosa, permanece inmoble
en sus cimientos eteruos; y en este siglo, de
utopías delirantes y revoluciones sangrientas,
las primeras y las últim as páginas de sú his
toria están escritas con vivísimos destellos
por la misericordiosa mano de Dios. Para
ella, para la Iglesia, para nosotros que, por
dicha, somos hijos suyos, con dos prodigios
comenzó esta centuria y con otros dos aná
logos á aquellos term ina. Muerto Pío VI,
esperaba la impiedad.... jdelirio de siempre!
asistir á los funerales del Pontificado, viendo
con júbilo que el colegio de Cardenales es
taba disperso y ocupada Italia por los bata
llones republicanos. Pero la Providencia dis
persa á sus vez estos batallones y ju n ta eu
Venecia los Cardenales; y el 1 de Diciembre
de 1790 sube Pío V II al solio de Pedro, entre
las aclamaciones de los fieles y el estupor de
los sectarios. Y, antes de m orir este gran
Papa, y como para buscar desquite á las iniqnidades de la revolución, que había destruido
50 m il iglesias, lU mil conventos, 50 obis
pados , 300 cabildos y 200 instituciones pia
dosas (1); en 1822 fundan los católicos de
Lión la gran obra do la Propaganda de la Fe,
auxiliar valioso de la Congregación estable
cida por Gregorio XV, y, junto con la Pro]>aganda de la Fe, la Santa Infancia y la
FseueUi de Oriente, pura la difusión de htó
misiones, el rescate de niños y la educación
de adolescentes eu los países selvajes. Pues,
al term inar el siglo, estamos viendo los otros
(1) Estos datos y otros los poblioó la Corrapo»deiteia de Roma, con motivo del ceutenaiio de la re
volución úancesa.
— 99 —
dos prodigios en la vida divina de la Iglesia,
y son: la longevidad extraordinaria del santo
anciano qne rige la nave de Pedro, la con
servación, sí, providencialísima de la preciosa
existencia de León X III, el P apa de los obre
ros ; y el crecimiento inusitado de la obra de
D. Bosco, nueva propagación de la Fe, que,
como la fundada en Lión, tam bién tiene por
objeto las santas misiones, el rescate de niños
y la educación de adolescentes, entre el sal
vajismo de las sociedades incultas y entre el
Dibujos de la escnelo de plástica del Oratorio
y es
qne se ha de confirmar, como ley fnndamental
económica, la sentencia del Divino M aestro:
« buscad primero el reino de Dios y sn jus(1) Salía. 6&
ticia y lo demás se os dará por anadidura » (1).
P or eso, m ientras la escuela de Le Play, sin
haberlo intentado, con su método do obser
vación y sus innumerables memorias, donmostra que el secreto de la prosperidad os ol
cumplimiento d^ la ley divina, i). Bosco, po
niendo en práctica oí?tii ley, cuya plenitud os
el amor (3), modificará la industria, cambiando
BUS entrañas de acero por entrañas de misoricordia, arrancando al hombre do sus manos
y poniéndola á ella, como os justo, en manos
del hombre, y al hombro y á olla, con todos
sus alelantes y m aravillas, en manos de Dios.
Y asi será. Xo es esto augurar para esto
mundo un paraíso imposible en que presumen
creer los que niegau el Paraíso verdadero.
Aunque tal imposible pudiera realizarse, contentaríanse con él los corazones ruines, no los
cristianos: para éstos ha de sor muy poco
un paraíso que se acaba y en el cual no al
canza la vista más qne unos cuantos kiló
metros de horizonte sensible y el istmo de
tierra que s e p ira la s almas. Jam ás el hombro
soltará el grillete del trabajo con que em
prendió sn peregrinación sobre el planeta, ni
dejará de ablandar con sudor y lágrimas la
tierra que le sirve de sostén, precisamente
para qne no se olvide de su verdadera patria;
y jam ás se acabarán los pobres y los afligi
dos, precisamente para que, sin cesar resuene
el sermón de la M ontaña en los ámbitos dol
mundo hasta el fin de los siglos.
Y para que viva la O bra de D. Bosco, que
es, Sr. Dr. Kúa, el deseo de los cooperadores
salesianos y el mío. Que ni ellos ni yo que
remos que conquistéis ol nombro de Patriarca
de la razón, ni ningún otro semejante; ni que
la historia os consagro, que sí os consagrará,
páginas de oro perfumadas con el puro in
cienso de la gratitud universal. Queréis y
queremos, sin duda, que, mejor que en el
libro de la historia, que es el de lucha entre
el odio y el amor, eii el de la Vida, que os
sólo el del amor, haya un renglón pai'a todos
y cada uno. Y queremos, por último, que,
de ahora para siempre, donde quiera qne
estéis, pero, sobre todo, cuando o» pongáis
de rodillas ante el sepulcro del heroico sa
cerdote, Antecesor vue.stro, que ha dado lec
ciones á todos los economistas, socialistas y
sabios del siglo X IX , respecto á la manera
de resolver el sencillísimo problema de la
vida, qne ellos no hacen más que enm arañar;
qneremos, digo, qne os acordéis de cuantos
aquí estamos, y especialmente de este admi
rador do la O bra Balesiana á quien habéi»
tenido la paciencia de escuchar. H e dicho.
M a nu el SáNCHEZ d e C asteo .
A dvertencia: En la pápina 64¡ delBoLETiN de
Marzo, colnnma primera, línea 25 dice: *$ilueta$»
y *:Mirolongi» debiendo decir «su/totos» y *Mi$olongi» respectívamente.
(1) San Mat. c. VI, r. 3S.
(2) Pleuitndo ergo Ugi$ etl áiUdio, San Pablo ad
Bom. XIII, 10.
—
100
—
ͫDE NUESTRAS MISIONES
GBNBML í'IAOHA (Argentina.)
A l Exorno, é Emo. Sr. D. Juan Oagliero, Obispo
Titular de Mágida y Vio. Apost. de la Patagonia.
Bevorüiidísiino Señor: Cumpliendo con el
imindato de V. E. I. hago esta sencilla y breve
relación de las misiones que tuve la dicha
rquo si grandes son los peligros que de
berá afronbu' por las inmensas distancias que
separan los puntos poblados, por los ríos y
arroyas peligrosísimos que hay que atravesar,
y i>or la índole y las costumbres, nada bue
nas, do la gente que pueblan aquellos desiertos,
mucho mayor será su consuelo si se sacrifica
en an\s del amor ix>r la sttlvación de tantas
almas que lo i^guardan.
Vin.lo* Á V i o t o r i o n . — C oi*< lial a c o irlclu .
Habiendo regresado de una misión dada
en Kamón Blanco, partí para Victorica á fines
de Setiembre de 1900, pasando por Sta. Eosa
de Toay, que sirve de Capital del Territorio,
y es el mejor de los pueblos que hay en La
P am p a: no obstante ser de muy reciente fun
dación, es el que más prospera, debido á que
está en comunicación directa con Buenos
A ires y Bahía Blanca, por medio de dos fe
rrocarriles los cuales le han dado gran im
pulso comercial.
El viaje de Sta. Eosa á Victorica es muy
pintoresco: de extensas llanuras se pasa á
espesos bosques de árboles, que traen á la
memoria la fuerte y casi extinguida raza de
los Indios Pam pas; y de elevadas lomas se
baja á espaciosos valles que en otros tiempos
deben haber sido caudalosos ríos ó grandes
m ares: sin embago para mí resultó un viaje
penoso por hallarse entonces en m al estado
los caminos y por el mal servicio de carruajes:
basta decir que á la m itad del camino rom
pióse la galera, siendo forzoso pernoctar de
bajo de un caldeo, ó pedir hospitalidad al
dueño de un rancho, distante doce cuadras.
Me decidí por esto último y ápesar de ser el
dueño un gaucho, fui tratado con mucha con
sideración, proporcionándome cama, cena y
todo le qne me hizo falta; los demás pasaje
ros pasaron la noche en el monte alrededor
de una hoguera. Los pobres sufrieron los ri
gores del ham bre y de la intemperie.
A l día siguiente á eso de las nueve nos
pusimos en m archa en el tren de San Fran
cisco para llegar cuanto antes á la casa de
Nerecó, diisbiute 3 leguas, y ya habíamos ca
minado más de 50 cuadras, cuando nos en
contramos con los mayorales que habían ido
durante la noche á pedir al vecindario dos
l)equeüos carruajes de dos ruedas.
A las dos de la tarde emprendimos nueva
mente el camino y después de cuatro horas
largas, divisábamos él pueblo de Victorica
que ya tenía noticia de nuestras peripecias,
^ m irá n d o se todos al vem os cubiertos de
palvo y lodo.
Fuimos m uy bien recibidos por nuestros
hermanos, D. Ju a n Eoggeroni y D. Antonio
Eoggíero, quienes me habían esperado con
ansia p ara la festividad de la V irgen de la
Merced, patrona de aquel Pueblo, ¡Cuanto me
habría alegrado si hubiera podido tomar parte
en aquella hermosa fiesta y contemplar la
devoción y piedad de aquel vecindario, que
acudió en masa á honrar á la Madre de Dios!
Pero no faé posible; el contratiempo que snfrí
—
101
eu el viaje y el tardar la galera algunos días
eii salir de Sta. Eosa me privaron de tan ta
dícLa.
E l p u e b l o ios. — .A .b ^ jo
tíex*x*a.
Yictorica está á 40 leguas de Sta. Eosa
hacia
O. y á pesar de ser de fundación
anterior, es menor importante, y de poco
porvenir. E s probable que adquiera nnis im
portancia cuando esté construida la via férrea
que pasará cerca de allí á San Eafael, en la
Provincia de Mendoza. Cuenta con pocos edi
ficios im portantes: la iglesia es bastante mala,
y apenas sirve para celebrar en ella el culto
divino. Gracias al celoso Misionero y Cara
Párroco de aquella localidad, I). Ju a n Eog*
geroni y á algunas benem éritas señoras, se
pudo arreglar algo, colocándose un piso de
tablas y el techo raso, mejorándose también
las puertas que daban paso libre al viento y
á la tierra.
Los habitantes de Victorica son casi todos
provincianos, pobres, pero buenos y muy
religiosos. Se conoce que los ER. P P . Fran
ciscanos, que atendían antes á esta Misión,
han trabajado mucho en bien de las almas y
de la Religión.
Perm anecí en aquel Pueblo dos semanas,
haciendo los preparativos ])ara la misión que
debía durar más de tres meses. Un comer
ciante me facilitó un sulky (coche pequeño)
y dos caballos, i>ero me faltaba todavía un
sacristán y compañero de viaje. Ya había
perdido la esperanza de encontrar quien rae
acompfrfiara y resuelto de salir con los carros
de un negociante que entonces estaban pre
parados para recorrer el campo hasta el río
Salado, cuando so me ofreció por compañero
un mozo bastante bueno que me prestó im
portantes servicios.
Concluidos los preparativos, me puse en
m archa el doce de Octubre, día espléndido y
de un sol abrasador. No sin fatigas y de
noche llegué á la casa de D. José Acevedo
Diaz, á once leguas de Victorica hacia el
N. O.
E s este señor chileno, buen sujeto que ri
valizaba con su esposa en agasajarme y ser
virme. mostrándose muy contentos x>or mi
feliz llegada.
D urante los cinco días que estuve aUí no
dejé una sola vez de celebrar la Santa Misa
á que asistieron siempre el dueño de la casa,
su fam ilia y algunas personas del vecindario.
Tuve el consuelo de poder adm inistrar la pri
mera comunión á varios niños y á un m atri
monio que por varios años había vivido .sin
la bendición de la Iglesia, debido en parte á
que no había sacerdote alguno en Victorica
cuando se presentaron al Juez del Registro
Civil. Así es que recibieron los sacramentos
—
de Penitencia, Comunión y Confirmación y
legitimaron su matrimonio en un mismo día,
quedándose muy contentos y dándome las
más expresivas gracias.
Adm inistré el Bautismo á unos cuantos ni
ños y la Confirimición á muchos, algunos
ya adultos, Mucho trabajo mo costó el pre
pararlos para la Confesión, Uiununión y Con
firmación sobre todo á lo.s niños que ya te
nían suficiente edad y también á las personas
adulüis (jue estaban dispiu‘sias á cum plir con
el precepto pascual: son tan torpea, tan igno
rantes los del campo redicar el santo Jubileo
en
Javici\ pequeña población que dista
unos quince kilómetros de Viedina.
Los jiocos días que allí picamos fueron de
iHUidición y de salud y ú pe.sar de que el
río ^íegro amenazaba inundar las habitacio
nes, la concurrencia aumentó cada vez luós,
asistiendo con ansia á las funciones religio
sas, tanto por la mañana, como por la tarde.
—
E l día 9, fiesta de ÍTuestra Señora de los
Prodigios y fiesta nacional de la • República
A rgentina, coucluimos nuestra misión con la
Comunión general de m ultitud de fieles que
asistieron á la Santa Misa y con el acto
siempre hermoso y encantador de la primera
comunión de los niños y ninas, que se habían
preparado ú ella con gran fervor y piedad.
Después de la Misa D. Lino Carbajal ben
dijo una gran cruz que debía ser colocada
cerca del camino de mayor tránsito, como
homenaje á Cristo Redentor. E n este mismo
día quisimos ir á Cuhanea y Pringles, mas el
desbordamiento del río Negro nos obligó á
volver á la Casa de Viedma.
Digna de todo encomio es la ilustrada
Precoptora de San Javier, que tanto bien
hace eu aquella población al educar cristia
namente á la juventud, persuadeudo con su
]ialabra y dando ejemplo cou sus virtudes.
Verba movent, exempla tralmnt.
Miísióii OH C u b a iie a . —F e i- d id o e n
u n a isila. —Sul-^^ado por* luilagrro.—
■Viaje íl B a h í a B l a n c a . — E j e r c i
c io s e s p i r i t u a l e s .
E l día 18 del mismo més, á bordo del vaporcito Limay, y cou uu feliz viaje llegué á
Cuhanea, antigua colonia italiana, que dista
unos 30 kilómetros de Viedma.
íTo piidieiido reunirse la geute en un lugar
determinado {por estar las casas muy dise
minadas y á gran distancia unas de otras)
tuve que ir de casa eu casa, procuraudo amol
darme eu todos los sitios á las circunstan
cias para que los que foriuabau las diversas
familias pudiesen asistir á la santa Misa, oir
la palabra de Dios y recibir los Santos-Sacra
mentos. Después de trece días de trabajo y
expuesto siempre á mil peligros, pude con
cluir felizmeiito la misión que la D ivina
Providencia me había confiado.
iln a ainie.strii aventura me estaba reser
vada. E l día I® de Agosto me embarqué eu
un boto para ganar la margen izquierda del
Río Negro y de allí seguir el viaje á Pringles,
que es la casa más próxima de nuestra Mi
sión. La corriente del agua era tan fuerte, que
el que dirigía el bote fué á d ar más abajo
del camino y pivso conocidos. Creíamos sin
embargo haber llegado á la costa verdadera
y contentos desembarcamos allí.
Erau las doce del día y yo, ignorando el
peligro en que me hallaba, cargué sobre mis
hombros la pesada maleta, que contenía el
altar portátil donde se celebra la Santa Misa
y traía tam bién conmigo una pequeña bolsa
de libros, estampas, medallas y objetos de
devoción para repartir.
Puede V., amadísimo Señor D. Rúa, figu
rarse cual sería mi espanto cuando después
de muchas tentativas para hallar el camino,
no encontré más que espinas, abrojos, pan
tanos. lagunas y descubrí un pequeño brazo
— 103 —
del río que me rodeaba. E ntré vestido en
esas lagunas pasé una y luego otra y viendo
que el tránsito era sumamente peligroso volví
a trá s .......gritaba, pedía auxilio eon toda la
fuerza de mi voz, trepaba por los árboles,
bacía señas con el pañuelo y con el sombre
ro... pero vanos intentos é inútiles esfuerzos:
yo estaba perdido en una isla.
Siempre con mi carga á cuestíi andaba
anhelante de arriba abajo buscando alguna
salida, m ientras negras y espesas nubes cubiíau el horizonte, amenazando una lluvia
torrencial. E sta cayó efectivamente como un
diluvio que me mojó de piés á cabeza, y el
viento fuerte y frío del Sur me obligó á dqjar
en seco mi carga y lanzarme como loco en
medio de las aguas.
Me encomendé á mi A ngel Custodio mien
tras andaba luchando con la innerte. Una hora
después llegaba nadando a la costa suspirada,
librándome como por m ilagro de una muerte
bien triste y desgraciada. Llegué como pude
á un lejano caserío, donde montando á ca
ballo, me acompañaron dos hombres hasta
Pringles. A llí nuestros buenos Hermanos,
compadeciéndose de mi deplorable estado,
prodigáronme los más solícitos cuidados.....
V erdaderam ente: me pareció un sueno ó una
visión que pasa.
E l 7 de Agosto Monseñor Cagliero acom
pañado de dos Padres Eedentoristas (que ha
bían predicado el Ano Santo en Patagones
y Viedma) visitó la misión de Pringles. y yo
seguí el viaje con ellos hasta Bahía Blanca,
donde con gran provecho dimos Ejercicios
espirituales á los 400 niños de nuestro'Colegio
Don Sosco y á otras tantas niñas de las edu
cadas por las Hijas de María Auxiliadora.
fSe confinuant^
-X>»f
■4'»^
¥ Ah0 ií KT A ( Piita^onia.)
Muy R everendo Sr. D. Mig u e l R úa .
Amado P adre en J. C.; Aunque no ignora
V. todas las peripecias y penalidades que
sufren los Misioneros en el desempeño de
tan importante ministerio, sin embargo usted
desea conocerlas y nosotros referírselas, pues
de este modo ])arece que nuestro corazón
encuentra tam bién algún lenitivo, aunque el
misionero es tan egoista que en todas sus
oraciones pide á Dios fuerzas, trabajo y j>enalidades, de.seando gozar solamente de los
placeres eternos, no de los efímeros y transi
torios.
El día 22 del pasado Junio empezamos la
Misión ambulante, así llamada porque nece
sitamos ir de casa en casa, pues de otra suerte
no es posible conseguir nada. E n casa de
Tomás Bornes celebré el Santo Sacrificio de
la Misa á la que asistieron cuatro ó cinco
familias, dejando la administración de sacra
mentos para el regreso. Coutiuuumos el viaje
y en casa de D. Tomás Otero so reunieron
las 12 familias que hay en estos alrededores
y como es de saponer admini.stré lo.s Santos
Sacramentos. K1 5) de Julio fuimos á la tUímiaaría, donde nos esperaban para celebrar
las función s religiosas y cantar el Te Deum
eu este día qne es tiesta nacional, conmemo
rando la iiulepemlencia argentina: todo re
sultó muy bien, liahieiido mucha animación.
V isité todas las f.imilias cercanas al arroyo
Derde y en todos los sitios adm inistré ios
Santos Sacramentos, aunque con mucha difi
cultad, por lio hacerme entender, pues casi
todos son indígenas. Continuamos jior Sierra
Colorada y llegamos á casa fie Fidel Ove
jero, ocuiTiénfiouos aquí un episodio digno
de ser conocido.
Después de rozar el Santo Itosario en com
pañía de toda la familia do la casa, según
costumbre de siempre, nos acostanio.s debajo
de un pequeño toldo (hecho de paja), y como
estábamos verdaderameute causaiíos, nos .
UESTRA
O O E R E S PO N D E H O IA
Xla
— a iglesia se llenaba de bote en bote; cosa no
esperada por hallarse en servicio militar unos 600
hombres de esta localidad y pmr estar aquellas
buenas gentes eu su mayoría ocupadas en la la
branza y cultivo de sos tierras. Un Sr. del pueblo
me dijo que nunca había habido una misión como
esta: éstos día formarán época en nuestro pueblo.
Todos, con rarísimas excepciones, se acercaron á
la Sagrada Mesa, esto es, como unos 900 contán
dose en este número algunos niños y niñas que
hicieron su primera Comunión. Para solemnizar
TnAa la fiesta del último día dedicado por la Iglesia
á celebrar la Asunción de la Santísima Virgen,
convidaron á la banda de esta cas», y como la
música es amiga y hermana de la paz del corazón,
la tuvieron y muy abundante en este día, eje
cutando muy bonitas piezas.
A las 7 se celebró la misa de oomuulón y fuó
encantador el cuadro que so presentó á la vista:
ñiños y adultos, jóvenes y ancianos, hombres y
mujeres, ricos y pobres, y en Üu toda clase do
personas se acercaron al Banquete eucarístico á
pedir bendiciones á Jesús para ellos y para la
Patria, para que cese esta guerra, jmrquo Jesu
cristo es el que da la victoria, i>ara sus hijos y
amigos ausentes, quizás en ese momento envuel
tos en el humo del combate. Estos cuadros y
escuuivs son exclusivos de la Iglesia Católica con
los que no tienen que ver uada los ridiculas ce
remonias de las otras sectas. Enseñar á lós hom
bres á amarso y á reconocer en el gobierno del
mundo la mano bondadosa de un Dios próvido,
eu liu, conmover el corazón pertenece á la Iglesia
de San Jerónimo, de San Francisco de Asís, de
San Buenaventura, do Santo Tomás, y de tantos
hombres grandes que dan gloria á la raza hu
m ana: las doctrinas del orgulloso Martín Lutero
y del lascivo Enrique VIH sirven solamente para
formar codiciosos comerciantes.
A las 9 fué la Misa cantada que en verdad
resultó muj' bien por la concurrencia, por el canto
y por las bien tocadas piezas que ejecutó la banda:
pero especialmente por el hermoso panegírico del
R. P. Superior. Para poder formarse una idea de
lo conmovedor y fecundo en frutos de salvación
del sermón, necesita haber visto alguna vez ese
apóstol do tez morena y tostada por los soles
abrasadores de América, de ojos hundidos y de
mirar penetrante, do cabeza cana, y principal
mente contemplar esa aureola bieu merecida de
fama y veneración que á todas partes lo acom
pañan. Uubló sobre la Asunción de la Santísima
Virgen tivl como lo hubiera hecho un Bossuet:
todo el panegírico fuó un rumilleto de perfuma
das flores ó la Virgen y do sublimes enseñanzas
al pueblo.
Después do la Mís:i salió en procesión la ima
gen de la Santísima Virgen por la plaza del pueblo;
iba delante nii gru}>o de iiiñiis vestidas de blanco
con el estandarte de la Inmaculada, y en seguida
marchaban varias otras cor]K)rHciones con sus res
pectivos estandartes y por (iu la Virgen llevada
en andas con el aü4)iiipnñamíeuto do sacerdotes.
La banda tocó escogidas piezas.
Por la tarde se hizo la procesión de Corpus
conservándose el mismo orden de la mañana.
¡Qué admirable espectáculo el de todo un pueblo
arrodillado ante la Sagrada y con las manos ele
vadas al Cielo ! Dios no permita que el viento
del escepticismo, de la duda y del indiferentismo
sople en los corazones de los sencillos habitantes
de nuestros pueblos. Que venga la ola urrrebatadora de la desgracia y nos arrastre tras sus amar
gas aguas ; que vengan las enfermedades, pero
que se nos deje nuestra fe y que permanezca
pura la religión de nuestros padres.
Después de la procesión habló de nuevo D. Babagliati y fué el sermón de despedida eu el que
se manifestó plenamente satisfecho por la coope
ración de los buenos fontibuueoses para el buen
éxito de la Misión, concluyendo con un tierno
adiós que debió de conmover mucho los puros
corazones de los labradores de Foutibón, pu€«
todos tenían la vista puesta en el predlcator y
remaba nn sepulcral silencio.
— l io —
No bien hubo terminado la función cnando se
presentó una comisión de señores á dar las gra
cias á nuestro querido Superior y expresarle su
gratitud por el bien que les había hecho y por
las bendiciones que les haría descender del cielo,
porque el Señor se complace en favorecer á las
nlnuiH puras. Otro tanto hicieron las señoras y
los niños enviando sus representaciones.
La banda se encaminó á la estación del ferro
carril tocando una alegro marcha, mientras los
campesinos se retiraban á sus moradas con la
alegría del deber cumplido y con el corazón an
sioso por las futuras dichas de ultratumba que
les anunciaron.
De Ud. atento servidor y hermano
Joaquín Bacua ,
Clér. Sales
BogotA, 8 de Septiembre de 1901.
de sus amados hijos, símbolo patente de la rea
lidad, pues D. Bosco aunque murió, pide á Dios
por aquellos que crecen á la benéfica sombra de
la institución por él fundada,
T a r ín (Jíttlta). — Procedida de solemne triduo
N itpoles {Italia). — El día 9 del pasado Di
se celebró oji la Iglesia de María Auxiliadora la
llesta de S. Francisco do Sales, Pati’ono de nues ciembre llegaron á esta populosa Cimlad algunas
tra Pía Sociedad. A bis 10 celebró de pontifical Hijas de María Auxiliadora con el fin de abrir
S. E. I. Mona. 6. 13. Kossi, Obispo de Pinerolo, una Casa Salesíana. siendo llamadas por la emi
eiccuinndo los cantores salesianos dirigidos por nente Cooperadora Salesíana D.“ Amalia Stainpa,
o"! Maestro DogUani ^ acompañada por el joven fundadora del Asilo de Santa Ana de la Arenella,
Maestro Mattoy la misa de AVitt. Con la sencillez barrio de Nápoles. La misma Señora fué á reci
y unción que le caracteriza hizo por la tarde el birlas á la estación, no pudiendo contener las
l)anegírico del Santo, D. Julio Bavberis, probando higrinias al verlas. Como es de suponer en el
(le una manera concluida que la dulzura de San poco tiempo que llevan no han podido hacer to
Francisco brilló siein]n*e en todos sus actos, lo davía grandes cosas, y con todo eso, son la ad
mismo en su juventud que en el resto de su vida. miración do todos al ver su infatigable celo por
educar á los niñas.
1 También este ni'to las oam})unaa de la Iglesia
El Señor y María Auxiliadora derramen sus ben
del Onitora» anunciaron con su lúgubr»' tañido que
el 31 de Enoro último se celebraba el décimo diciones sobre esta Nueva Casa, y muevan el co
obre y abandonada. « Pero es posible, decía, Superior de la Casa do liostaíranclis, y con el
que S. Fnincisco de Sales no atienda á esos que aeucillo lenguaje de la caridad, que tanto ama-y
eran verdaderos pedazos de su corazónf..... No: tan bien sabe pmcticar, «lió gracias á los Coope
dos siglos m.ás tarde aparece de nuevo eu el radores y Cooperadoras, en nombre de l«)s supe
mundo y furnia una iustitiición «ine atiende prin riores y de los niños «jue se etincan y maniioneii
cipalmente al niño ubaudonudu: pero eu vez de con su óbolo; hizo una detallaarteB para fundar nuevas casas, indicando
que no ]iay poblaciÓD importante en Cataluña y
en casi toda la España que no desee ver estable^
cidoB en ella los Obreros Salesíanos; dijo que en
las Casas de Snrriá y la de Barcelona se educan
actualmente mil 200 niños, que un día serán padres
de familia y columnas firmísimasdol orden social,
y que si los cutólicos de Barcelona entregaran á
loB Bulesianos una mínima parte de lo que muchos
gastan en diversiones y frivolidades, no tardaría
en cambiar el aspecto de la sociedad actual j fi
nalmente describió una audiencia concedida á
uno do los Superiores salesiauos por su Santidad,
quien, al enterarse del admirable desarrollo de
la obra snlesiaua en todo el mundo, mostróse en
tusiasmado y encargó que manifestase á toda la
falange de Cooperadores y Cooperadoras SalesiauoB que los bendecía de lo íntimo de su corazón.
Terminó tan conmovedora fiesta con la bendi
ción y reserva del Santísimo Sacramento á loB
acordes de la Marcha Real, admirablemente eje
cutada por la banda de la Casa de S. J obó, veri
ficándose después la colecta de costumbre.
En la sacristía vimos que, respondiendo al lla
mamiento del reverendo Padre Más, se apunta
ban varias señoras y caballeros como Cooperadores
Salesiauos.
Repetimos lo que hemos dicho varias v e ^ :
cooperar al desenrolviinionto de la obra saleslana
es, no solo trabajar por Dios, sino también por
la sociedad y por nosotros mismos.
Cla buce de nuestra Iglesia, siendo
tanto más meritorio por tratarse de aquella pobla
ción. lie aquí lo que dice el diario citado.
« Hermoso es el templo de Punlarenas. Su obra
es notable, y honra tanto á los Salesianos que han
dirigido BU construcción y quienes con asiíluidad
y pí-rsevorancia no comunes han trabajado por
levantarlo en el más breve plazo posible, cuanto
al Sacerdote de la misma Pía Sociedad (lue hizo
los planos, it los artistas que en sus obras han
trabajado y á los moradores de Puntiirenns que
lian coadjuvado á tan meritoria acción, umKs con
su iiiiimmcia, obteniendo auxilios pecuniarius del
Gobierno, y otros con sus óbolos y trabajos enca
minados al mismo fin.
La primera iglesia que so edificó se elevaba en
la callo Magallanes, eB(|uina do Vahlivia, en el
centro do la vía pública. So fabricó en 1854 y
sólo tenía 12 metros do largo por 6 de ancho, di
mensiones propoiTimmdas para la población do
entiinces, jicro qmi boy sería de todo punto insu
ficiente dado el desarrollo que ha teiútlo nuestra
Ciudad. Era do madera desapareciendo en 1892,
cuando se fabricó otra en el mismo sitio donde
está la actual. Desapareció consumida por un
voraz incendio en la tarde del 17 de Junio de
1892. So había bendecido é inaugurado el 14 de
Febrero del mismo año siendo su coste 30,000 pe
sos, de los cuales sólo había dado el Gobierno
6 mil: los 24 mil reatantes los perdieron los Sa
lesianos.
Para que no quedase Puutarenas sin templo,
los Salesianos improvisaron uno, dentro del co
legio. tm la jrarte que hoy ocupa el teatro, toniouuo uua exteusióu de 24 metros do largo por
7 de ancho, el cual subsistió hasta que la nueva
Iglesia pudo ser abierta al culto.
Se empezó á edificar el 23 de Diciembre de
1892 y se terminó el V*. de Junio del corriente
año de 1901. Ya ántes estaba habilitada para el
culto trasladándose los altares conforme lo iba
exiiendo el progreí^o de las obras.
£1 área del terreno en que so halla levantado
el actual templo es de 35 metros de frente á la
plaza de Muñoz Gamero, por 50 de fondo á la
calle de Roca.
Es el edificio público más bello que tiene la
ciudad, de mayor coste y de más caracterizado
estilo arquitectónico, y será más bello aún, cuando
se termine totalmente.
Levantó los planos y ha dirigido gran parte de
las obras el Salesiano é injéniero Don Juan Ber
nabé. Es de puro estilo corintio.
La edificación mide 42 metros de fondo por
diez y ocho de ancho. La fachada, sin adornar
aún, está rematada, encima de la puerta de en
trada por una esbelta torre cuadrada que termina
en forma cónica. Desde el snelo hasta la base de
la cruz de la torre, que es de hierro, hay una
elevación de 80 metros. La cruz tiene dos metros
de altura.
Desde la parte más elevada de la torre puede
contemplarse un panorama encantador. Súbese á
ésta por dos escaleras en forma de caracol, la
primera de 2? escalones do mármol que conduce
hasta el coro, y la segunda hasta el primer des
canso de la torre, de 27 peldaños de madera. A
los demás pisos se sube por escalas de madera.
Esta torre es de muy buen gusto y los navegantes
pueden contemplarla á muchas millas de distancia.
Es digno de admiración en ella el Carillón y
Campaniis compuesto de ocho campanas, perfecta
mente timbradas, que pesan más de seis tonela
das. Muy ^ocas son las iglesias de toda la Amé
rica del Sur, que cuentan con igual concierto de
campanas. Un campanero hábil pudiera tocar con
ellas la más difícil pieza musical. Tal es su mé
rito artístico.
Un gi-an reloj, con cuatro esferas de cristal
trasparentes, alumbradas de noche por luz eléc
trica, da las horas y medias horas, cayendo para
ello, sobre la campana mayor, un martillo que
pesa 24 libras.
El reloj y campanas bán costado diez mil doscient^)S pesos.
Adornarán la fachada seis estatuas religiosas,
dos en la parte alta donde noce la torre, dos más
bajos y otras dos en nichos laterales á poca al
tura del suelo. Serán de gran tamaño y de mucho
mérito artístico, por lo cual daráu belleza á la
fachada del templo.
Concluida y exhoruada la fachada, hecha la
verja de hierro, que ha de rodear la iglesia en
toda su extensión , con zócalo de piedra por la
plaza do Muñoz Gamero y calle Roca, y arenados
y limpios los espacios que hau de quedar libres
entre la verja y la iglesia, aquel sitio será sin
dudo el más bello de Puutarenas.
El interior del templo está formado por tres
naves, penetrándose á él por un amplio atrio,
separado del mismo por una ancha y hermosa
mampara de madera. Están terminadas dichas
naves por un ábside semicircular (presbiterio), y
por dos capillas laterales, que hoy se encuentran
sepanuias de la iglesia por altos tabiques: una
que sirve para la sacristía y la otra de capilla
para invierno, pero que cuando se haya constru
ido la sacristía, desapitrecerán los tabiques, dando
gran amplitud y belleza á la iglesia.
Las dos naves laterales están separadas de la
central por diez columnas redondas de un metro
de diámetro j hay cinco á cada lado.
Son muy elegantes los capiteles de las colum
nas, y los pilares son de forma foliácea. El techo
de la nave central es de forma abovedada y de
un solo cuerpo, mientras que los de las dos late
rales son de forma basilical, y comprende cada
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ano seis grandes cajones cuadrados, formando de
este modo el techo de otras tantas capillas.
Todos los pilares y columnas se hallan estucados y planchados á fuego, imitando el mármol.
Adornan los pilares enpotrados en las paredes
laterales, cuadros con las catorce estaciones del
Vía Crucis en plástica con esmalte, y pintados.
Es un trabajo raro, de mérito produciendo muy
buen efecto.
El piso del templo en la nave central es de
pino de tea ó americano, y los de las dos laterales,
de madera del pais, estando pintados al óleo para
que se conserven mejor.
En la construcción de la iglesia se han empleado
420.000 ladrillos que descauzau sobi’e zócalos de
piedra tallada á cincel.
El primer millar de ladrillos costó 250 pesos,
dato curioso que conviene consignar para que se
vea el progreso de nuestra Ciudad. Hoy aproxi
madamente cuenta 40 pesos.
De las imágenes que adornan y se veneran en
la iglesia merecen especial mención la de María
Auxiliadora, patrona de la Sociedad Salesiana, la
de San José, con sus respectivas y lujosas andas,
y un Crucifijo, todas de gran tamaño, y construi
das en loa Talleres Saleaianos de Sarriá (Barceloua-Espaüa).
La escultura, dorado, pintura y andas de María
Auxiliadora, llaman poderosamente la atención
de los aficionados al arte , costando todo 12.000
pesetas, equivalentes á más de 5.000 pesos de
nuestra moneda.
En dicha iglesia hay nn antiguo cuadro al óleo,
sobre tela que tiene más de 500 años, y que per
tenece á la escuela del célebre pintor italiano
Giotto. Fuó pintado por los años de 1300 á 1350
y es copia del retrato do la Virgen María que se
venera en la gran Basílica de Santa María la
Mayor de Roma y que la tradición afirma ser
pintíido á la vista del sacro original por el Evan
gelista San Lucas.
La Iglesia se ha dedicado al Sagrado Corazón
de Jesús y su imagen en plóstica, de tamaño más
que natural, descansando sobre un bonito trono,
se eleva á la altura del altar mayor en el centro
del ábside rodeado de hermosas lámparas y cuatro
bellísimas arañas de cristal.
En Enero se espera colocar un buen órgano,
que se está fabricando en Europa. Este es también
un trabajo elegantísimo de roble, imitando el
nogal y cedro.
El púlpito ofrece nn buen golpe de vista. Es de
madera pintada, imitando mármol. Ha costado
1000 pesos.
Falta aún construir la sacristía que se hará en
el costado norte de la iglesia y á la cual dará
entrada la capilla de la derecha, al lado del pres
biterio.
El importe total de la iglesia, con los intereses
pagados por las deudas, es el de 140.800 pesos.
El gobierno ha contribuido con 60.750 y loe ve
cinos con 13-730, quedando por tanto un déficit
de 66.811 pesos por cuya suma se paga un interes
mensnal del uno por ciento.
Tal es, á grandes rasgos descrito, el hermoso
templo de Puntarenas.
Los Salesianos que lo han levantado merecen
nuestros plácemes jmr su desinterés y abnegación,
emprendiendo, casi sin recursos, una obra de tal
magnitud que además de haber embellecido á
nuestra C¡ud.ad, ha dado á sus clases trabajado
ras muchos días de jornal.
Á}-
Es necesario que se concluya tan hermosa obra
construyendo la vega en su parte exterior y la
sacristía en el interior, para poder abrir las ca
pillas laterales que darán un soberbio aspecto al
templo. Entonces será la iglesia de Pmiteroims
una de las primeras de Chile y solo tendrá su
periores en Santiago y Valparaíso. ■»
MEMORIAS BIOORAFIOAS
BE
MOMS. LUIS
LJKSJKG^JK
C apítulo V II
S u s I n t e n o i o u e s ^ a r a e l p o i ’veiiix*.
— C o n s í'ijo s otídas instancias pudo obtener
eSe continuará).
de su progenitor el permiso para abandonar
el mundo. E l examen fué largo y severo y
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ii k Uoñhi Idelkia - GtraU: KSÉ flÚBSO.
las objeciones difíciles y hechas con cierta