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Redacción y Rdmiqistración
Via Cottoloigo, ^2
AÑO X IX — N. 8
—
Publicación mensual
SUA\AR1 0 : Unión y fraternidad................................169
Al acercarse el gran día . . . .
- 171
Congreso de Música Sagrada — Resoluciones . .
. 172
El Representante del Sucesor de Don Bosco en
América
................................................................ 173
De nuestras Misiones: Matto Grosso (Brasil) —
%
—
Turin - lialia.
A G O STO de 1904
C o lo m b ia ................................................................. 176
Necrología: El Exmo. Sr. D. Pedro R. González
Caliste, Arzobispo de Q u i t o .................................. 181
Gracias de María A u x ilia d o r a ................................182
Crónica Salesiana................................................ 186
Memorias Biográficas de Mons, Luis Lasagna. . . 191
nión y Fraternidad
siguiendo con atención
y entusiasmo ese movimiento
consolador y simpático de los
Antiguos Alumnos de D. Bosco. Los
que fueron alumnos de los Salesianos
y hoy ocupan en la sociedad el puesto
de honrados ciudadanos, se reúnen de
vez en cuando en torno de sus antiguos
maestros, para estrechar entre sí los
lazos de la amistad, y renovar los re
cuerdos y las enseñanzas de los días
pasados en el colegio.
Esta Asociación representa dos ideas
grandes y simpáticas en s í: la gratitud
y la fraternidad: la primera es el aroma
de las almas nobles; la segunda, el
principio de fuerza y de virtud; y las
dos prometen mucho para la defensa
de la buena causa.
AMOS
Porque, reunirse los que un día fueron
compañeros de colegio, y (jue ahora son
ygi hombres, muchos de ellos padres, y
reunirse con aquellos mismos maestros
y en aquella misma casa que fueron
testigos de su niñez es despertar un
mundo de recuerdos pasados, que siem
bran en el alma el germen de la vida,
y mantienen el fuego de la santa amistad
con los que fueron compañeros de la
infancia y deben serlo de la vida en
tera. Además, la memoria de los tran
quilos é inocentes años de la niñez,
pasados á la sombra del colegio, bajo
la guía de los buenos Superiores, le
vanta en el corazón una oleada de
afectos que pueden yolver al recto sen
dero de la virtud ^ los que de él se
han separado, y mantener en él á los que
w
— lyr —
sibles. — Pero no escogió al niño sólo
para enseñarle las letras, y las ciencias
ó las artes, sino para salvarle; y no
contento con servirle de ángrel tutelar
en el colegio, quiso acompañarle hasta
la tumba. Y es por ésto que su obra
no se limita á los pocos años de la
infancia, sino que quiere reunirlos en
torno de sí cuando hombres, para ha
blarlos de la virtud y del deber, y para
guiarlos, unirlos y amarlos durante toda
la vida.
Ese, según nuestro parecer, era el
ideal de D. Bosco: seguir amaestrando
y amando á los que han dejado el coler-.o para vivir en la sociedad. Su
ci^o y sus máximas no le permitían
despedirse del joven á las puertas del
Colegio y dejarle solo en medio de un
mundo que corrompe y desprecia; él
quería completar su obra y guiar y acon
sejar al joven en la edad más pe
ligrosa de la vida. Continuar esta su
blime idea de D. Bosco es cosa que
sus hijos los Salesianos procurarán
siempre con todo su celo y sus fuerzas,
seguros de que el éxito corresponderá
á sus esperanzas. Los frutos que esta
Asociación bien organizada produce y
seguirá produciendo, más son para su
puestos que no’ para descritos.
Sólo nos toca hacer un llamamien
to á todos los alumnos de Don Bosco
y decirles: Unios, unios siempre, que
en la unión está la fuerza. Los liijos de Don Bosco, que fueron vuestra
guía en la niñez, seguirán siéndolo
siempre; las puertas de su casa están
siempre abiertas para recibiros y en
ellos encontraréis siempre amigos sin
ceros que os sabrán animar y consolar.
En Miestros compañeros de colegio haliaréis mil ejemplos buenos para forta
leceros. palabras de amistad para dul
cificar los sinsabores de la vida, AI
Í
mismo aempo que naréis con ésto bien
á vuestras almas, seréis ejemplo para
vuestras familias y para los niños que
están preparándose con la educación á
las luchas del mundo.
No os olvidéis que gratitud, unión
y deber es el lema de vuestra bandera.
Va acercándose ya el fausto día de la Con
cepción Purísima de María, que señala el término
del año jubilar. Para ese día, todos vosotros
fervorosos Cooperadores, presentaréis á la In
maculada una flor, una obra, un sacrificio, como
muestra de amor y devoción. Además de adhe
riros á las prácticas nacionales y diocesanas
que se hacen este año en honor de la Virgen
sin mancha, ofreced una práctica particular,
personal, secreta que compendie vuestras nece
sidades, vuestras aspiraciones y vuestra, de
voción: pero no dejéis de presentar al altar
de María una flor de vuestro corazón, una flor
fresca y aromática de sacrificio y de amor, que
la Divina Señora aceptará con placer; un acto
de caridad, una mortificación, una limosna, un
sacrificio, de esos que se hacen á solas y que
tienen sólo á Dios por testigo.
Pero además queremos proponeros una obra
en especia!, para la que contamos con vuestro
decidido apoyo.
Reina en España en estos días tin movi
miento consolador de católicos para honrar á
la Purísima, que con gusto veríamos secun
dado por todos nuestros Cooperadores, no sólo
de la Península, sino también de Ultramar.
Se trata de la buena • prensa, de la difusión
de los buenos periódicos y de la guerra á loa
malos é indiferentes. Varias Asociaciones se han
comprometido formalmente á no leer ni sus
cribirse á los diarios liberales ó indiferentes,
á esos diarios, que son tanto más peligrosos
cuanto más solapados, y que dan el veneno en
pequeñas dosis para hacer menos sensibles los
efectos. Casi todos los Sres. Obispos de España
se han adherido á este movimiento y bendecido
r
172 —
-los buenos propósitos de los católicos. ¿No
podrían hacer otro tanto nuestros Cooperadores
en sus respectivos centros ? ¿ No podrían nom
brar juntas al efecto para .detener la invasión
de la mala prensa y comprometerse á no leer
nunca periódicos que no sean abiertamente
católicos? Este formal compromiso, al par que
puede ser un gran bien para vuestras almas
y vuestras familias, constituye una protesta
contra el mal y un principio de saludable
reacción, que nos puede conducir A la completa
unión de las fuerzas católicas.
Y no sólo debéis poner un dique A la mala
prensa, sino que debéis también difundir la
,!í-;
buena, que es un medio positivo para i3 pro
pagación de las buenas ideas. Esparcir la luz
y la verdad en las almas es uno de los minis
terios más preciosos y más amables que puede
tener un hombre; es ser casi apóstol, y de
las buenas ideas que infiltráis en los demás
con vuestra piedad y con vuestra industria, y
de las buenas acciones que se siguen A aquellas
ideas, tenéis parte vosotros que las habéis pro
pagado. Dios en día os dará el premio me
recido.
Haced, pues, e.sta pequeña flor en honor de
la Inmaculada, y estad seguros de que hacéis
cosa grata á sus divinos ojos.
BSSSSSSéSÉ SSé í
CONGRESO de MÚSICA SAGRADA
I^ E S O L U e iO N E S
II
ecomendamos la aten ta lectura de las siguien
R
tes s.xbias resoluciones del Congreso de Música
Sagrada, basadas en el M otu proprio pontificio, cu
y a práctica es le y para todas las iglesias católicas.
I.
Considerando que los defectos principales de que
adolece generalmente el canto gregoriano en nues
tros tiempos, deriva — de la adopción de melodías
no auténticas— y de su mal;i interpretación y ejecu
ción — el Congreso de Música sagrada hace votos
{>ara que:
i® Se abandone de una manera absoluta en las
funciones litúrgicas toda melodía que no esté con
tenida en los libros xierdaderament'' litúrgicos, y
mientras no se publique alguna edición oficial de
canto gregoriano, se escoja la que está más con
formo con
el espíritu del M otu proprio de S. S.
l ’ío X sobre la música sagrada, con fas disposiciones
■ del Keglam ento anexo al mismo y con el decreto
de la S. Cong. de R itos . fecha 8 de Enero del co
rriente af\o. de cu y a lectura claram ente se colige
•cuál sea la m ente del Sum o Pontífice á este res
pecto.
2* Se dé mucha im portancia á la interpretación
• racio't\al y artística de las melodías gregorianas, y
Considerando ser volun tad expresa de Su San
tid ad que se cu ltive con diligencia y am or el
a canto
gregoriano en los Seminarios y en los Institutos
eclesiásticos, » el Congreso ju z g a m uy eficaz para
conseguir este fin: :
1® Q ue se establezcan en los Seminarios clases
regulares y obligatorias de canto gregoriano, in
cluyendo esta asignatura en el plan general de es
tudios, con el estím ulo y aliciente de los e.xámencs
y premios rcspecüvos, según los deseos del Sumo
Pontífice, el cual recomienda á los superiores « sean
en ésto liberales en fom entar y encomiar á sus jó
venes subordinados. »
2®Q ue se introduzca en los Seminarios en donde
no la hubiese aún, la costum bre de Misas y Vísperas
cantadas en los D om ingos y fiestas de precepto,
como tam bién la ejecución de algún breve trozo de
canto gregoriano (motetes, himnos, etc.) en las
Misas cuotidianas rezadas.
n i.
•Considerando la influencia que pueden ejercer
las Comunidades religiosas en la forma del canto
gregoriano, el Congréso les pide
encarecidamente
A su p erfecta ejecución, según la. enseftanza y la
la fomenten con todos los medios á su alcance. Para
pn-Vctica d? li s buenos mac.stros.
esto sería sobremanera • conveniente que. en sus
IF
— 173 —
escuelas apostólicas, noviciados, casas de prepa
tadas en los días festivos, .que tan excelentes frutos
ración para el estado eclesiástico y religioso, y en
y á están produciendo en algunas Parroquias.
los institutos de educación que de ellos dependen,
se establecieran tam bién clases de canto grego
riano y se adoptasen, en lo posible, los medios in
dicados para los Seminarios.
V.
Considerando
m u y im portante
para los fines
indicados en la Resolución i*, la adopción de buenos
texto s de enseñanza para el canto gregoriano, el
Congreso recomienda —
IV .
para los alumnos —
el
« Manual del Canto gregoriano según la verdadera
Considerando que el canto eclesiástico es medio
tradición » por el P. Eu staqu io de Uriarte, y — para
muy poderoso para fom entar el espíritu religioso
los Maestros — el « T ratad o teórico-práctico » del
en los fieles, el Congreso estim a m u y conveniente
mismo autor. E xcelen tes tam bién, como obras de
que los R R . Párrocos se sirvan de las Escuelas
consulta, particularm ente en la parte doctrinaria,
Parroquiales (cuya institución es ta n recomendada
son las de Pothicr (Las Melodías gregorianas), Ro-
por el Concilio Plenario L atin o Americano) de las
nuzzi, H aberl (Magister choralis)) Kicnle, Schimd,
Asociaciones religiosas. Oratorios festivos y Cole
etc.
VI
gios católicos existentes en su respectiva Parroquia,
para formar coros de niños y adultos destinados á
Considerando que los Sacerdotes, para el ejer
cultivar el can to gregoriano. P ara la práctica sería
cicio de su ministerio, deben de estar bien instruidos
muy conveniente aprovechar los mismos catecis
y perfeccionarse siempre más en el Canto eclesiás
mos, haciendo cantar antes y después pequeñas
tico, el Congreso reconoce la conveniencia de que
melodías fáciles, — establecer Misas especiales para
se establezca para ellos una clase de canto grego
los niños, durante las cuales éstos podrían ejecutar
riano anexa, en la form a que aconsejaren las cir
cánticos variados, siendo este un gran paso hacia
cunstancias, á las conferencias de moral, de prác
el establecim iento regular de M isas y Vísperas can
tica en las respectivas Diócesis.
EL REPRESENTANTE DEL SÜCESOR DE DON BOSGO
EN A M É R I C A
(Correspondencia de D . Calógero Gusmauo á nuestro Rector Mayor, D . M iguel Rúa)
PERÚ Y BOLIVIA
Lenguaje de gratitud
muchedumbre de personas que en Arequi
pa visitaron á D. Albera fué extraordinaria.
En la velada dramático-literaria que dedicaron
á nuestro Superior, los niños del Colegio dieron
muestras de sus aptitudes. Durante el acto, hi
cieron corona á D. Albera todas las autoridades
de la ciudad: el Sr. Obispo, el Alcalde, el Rector
de la Universidad, etc. El Director de la (^sa
dió principio á la velada con estas palabras:
♦ AI referirle estos dias, amado Superior, todo
lo que se ha hecho para levantar este Colegio,
asilo de la tanta juventud, me era grato repetirle
los nombres de muchas personas y de distin
guidas corporaciones que, desde el día que tu
a
E
vimos la dicha de entrar en esta ilustre y cató
lica ciudad, nos han prestado apoyo y aliento.
Este acto de nuestra gratitud sería incomjdeto,
si yo ne le presentase los verdaderos autores de
todo lo que V. R. ha visto hasta haora. Este
Colegio, aquel Santuario que presto será termi
nado, son obras de esos Señores, que con tanta
bondad le rodean. Los Salesianos vinieron aquí
desprovistos de todo y han sido estos generosos
Señores quienes los han sostenido. A la Junta
departamental se debe en gran parte la funda
ción déla escuela agrícola con su Observatorio
meteorológico y los instrumentos necesarios, así
como también del gabinete agrónomo con todos
los requisitos para el estudio teórico-práctico de
la agricultura. » Llegado á este punto hizo la
presentación de los 260 niños del Colegio divi
didos en dos secciones, internos y externos, y tres
subsecciones, de estudiantes, artesanos y agri-
—
174 —
cultores. Y continuó: > Si estos niños reciben el
beneficio de la educación, en local á propósito
en este delicioso sitio, y sobre todo, si aprenden
con su profesión la instrucción de la mente y la
educación del corazón para ser buenos cristianos
y ciudadanos honrados ¿á quién se lo deben ?
¿por ventura á nosotros ? En este día, en esta
fiesta de la gratitud, es justo, beneméritos Coo
peradores, que os dé públicas gracias, es nece
sario que los niños sepan conocer á sus bien
hechores. El arcángel Rafael había llenado con
su presencia de beneficios la casa del anciano
Tobías, quien al despedirse de él, que aún no se
había revelado á sus ojos, preguntaba á su hijo:
¿Qué recompensa le daremos por tantos bene
ficios? Y el hijo le responde: Si al menos se dig
nara aceptar la mitad de nuestros bienes, se
ríamos dichosos.... Pues bien, amados Coopera
dores, también nosotros seremos dichosos si,
junto con nuesra gratitud, vosotros que con
tanto desinterés habéis trabajado por la salva
ción de tantos niños, aceptáis la mitad de las
almas que con el divino auxilio y vuestra coope
ración hemos podido salvar.»
El Sr. Obispo diocesano al fin de la velada se
levantó y dijo: « Señores ¿cómo podría yo no
amar y sostener una Congregación de cuyos be
néficos frutos vosotros todos sois testigos? ¿Có
mo no dar gracias á Dios por haberme enviado
este ejército de apóstoles? ¿Cómo no dar este
piililico y solemne testimonio de amor al Represetante del Sucesor del inmortal D. Bosco? Sería
necesario no tener corazón de pastor para no
sentir toda la gratitud por los beneficios que re
cibe la grey. Seguid, pues, conser\'ando y soste
niendo este instituto como la pupila de vuestros
ojos; seguid prestándole generosamente vuestro
apoyo moral y material.»
Todos esperaban oir de labios de D. Albera
una palabra, y él la dijo; pero fué una candorosa
palabra de agradecimiento y de promesa al mis
mo tiempo, asegurando que los hijos de D.Bosco
corresponderían siempre á la paternal bondad del
Ángel de la diócesis . á la estimación de tantos y
tan buenos Cooperadores y á las necesidades de
tantos niños.
En el lago T iticaca
Desde Moliendo hasta .^requijxi habíamos su
bido en poais horas hasta la altura de 2500
metros; pero el tren llega aún por entre poéticos
y variadísimos parajes a 14666 pies sobre el nivel
del mar. Desde la ventanillas del vagón diri
gíamos nuestras miradas á las áridas montañas,
es\>ecialmente á las cimas que debíamos ganar:
la máquina sudando,gimiendo y soplando como
si se cansase, no acababa nunca de pasar las
mil caprichosas curvas de la vía, atravesando
temerarios túneles y peligrosas subidas.
Llegamos á la altura de 4000 metros; la rare
facción del aire produce frecuentemente un ma
lestar llamado caroche que se manifiesta con
fuertes emorragias en la nariz, como le sucedió
en el último viaje que hizo á la Paz á nuestro
Mons. Costamagna; en otros suele manifestarse
con mareos y dolor de cabeza. Todos estaban
silenciosos, porque quien más quien menos todos
padecían; el agua caía abundante. Uno de los
pasajeros rompió la consigna y p ^ ó el tributo
á Neptuno sin ir á la mar; el paciente atribuía
el efecto á mala digestión y á indisposiciones
precedentes; pero los demás reían y estaban
poco dispuestos á creerle. En cuanto á mí, no sé
lo que diga, porque nema judex in cansa propria-,
lo cierto es que también D. Albera y el Director
de Arequipa tuvieron que experimentar en tierra
efectos peores que el mareo en plena tempestad,
pues el mareo desaparece al poner pie en tierra, al
paso que el caroche siguió atormentándonos toda
la noche y yo tuve que pagar todos los tributos
que no había pagado en dos años de continuos
viajes. Estábamos ya casi al término de nuestra
jomada y continuaba lloviendo sin trazas de es
campar, tanto que tuvimos que cerrar el pa
raguas para no mojarnos demasiado. Del tren
pasamos directamente al vaporcito. Embar
camos en Puno, el puerto principal sobre el lago
Titicaca, situado casi á la altura de los más altos
picos de los Alpes. Este lago, si no me engaño, es
el lago más alto de los grandes lagos navegabl^
del mundo, pues está á 3824 metros sobre el ni
vel del mar, y tiene un área de 8331 km2. Lle
gados á Puno, estábamos rendidos sin ganas de
comer ni de hablar; salimos para ver una casa
que espera á los Salesianos, y las piernas vaci
laban, se entrecortaba la voz, y la respiración
era afanosa: 65 que á tan respetable altura se
necesitan pulmones fuertes y climatizados: y los
hermanos que deban ir á aquella casa, tendrán
que sufrir bastante antes de acostumbrarse. To
dos esperan con ansiedad á los hijos de D. Bosco.
Por fin nuestro vapor levó anclas. El anuncio
de la travesía de un lago da la idea de una nave
gación reposada y tranquila; pero este lago las
más de las veces,tiene el privilegio de atormentar
á sus clientes con el extraño movimiento que
produce. Rara vez se pasa sin pagarle tributo, y
es preciso agachar la cabeza y rendir vasallaje.
Nos referían que meses atrás lo había atrave
sado un viejo capitán de barco con 40 años de
servicios,quien había viajado por todos los mares
del globo. Antes de embarcarse iba repitiendo
que él no tenía miedo y que el mareo no lo pade
cería. Pero apenas el vapor se hubo alejado de
las playas, y las aguas del Titicaca se vieron
J
— I 7Í —
señoras absolutas, se vengaron de la jactancia
del viejo capitán y el pobrecillo que era de
sentimientos católicos, no podía resignarse al
pensamiento de no tener un sacerdote que le
asistiese, tanto era el peligro que corría su exis
tencia. Por buena suerte que el trayecto dura
solo 12 horas; pero es tal el miedo que infunde,
que muchos prefieren viajar por tierra y en un
mal caballo que- ponerse á merced del terrible
lago.
El nombre del Titicaca está íntimamente
unido á la historia de los Incas, emperadores de
5 siglos. En medio del lago está situada la famosa
isla del sol, de donde, como he dicho, salieron
Manco y Manna Ocello Capac para fundar el
imperio de los Incas. Duiante la travesía tuvi
mos tiempo para evocar estas antiguas leyendas.
A las siete de la tarde arribamos á tierra. De
pronto llegaron á nuestros oidos las voces de los
Directores de la Paz y de Sucre que venían al
encuentro de D. Albera. Estábamos en Chililaya,
puerto boliviano.
H acia L a P a z
Desde Chililaya á la Paz hay un día de viaje
en ómnibus. Durante el trayecto pudimos con
templar las soberbias montañas que hacen co
rona á La Paz y que le dan un aspecto encanta
dor: el monte Ilimaní, el Potosí, el Sorata con
6550 m. de altura y varios otros coronados de
me^'es eternas. Los lugares históricos son innu
merables; no hay un palmo de tierra que no re
cuerde alguna batalla. Baste decir que en pocos
años se han sucedido más de 20 Presidentes y
que sólo bajo la presidencia de dos de ellos, se
han debido reprimir sesenta revoluciones.
Poco antes de llegar, veíamos algunos coches
que venían á nuestro encuentro, pero á pesar
de tener buenos catalejos, la ciudad no se veía.
Su posición es verdaderamente singular. La immensa meseta rodeada de una estupenda corona
de montañas que habíamos ya reconido du
rante un día , se interiumpe y se precipita en un
abismo de varios centenares de metros de pro
fundidad; allí, en aquella hondanada está La Paz,
que presenta una vista encantadora para quien
la ve la primera vez. ¡La Paz, La Paz! ¡y cuánto
necesita de paz! Nuestros hermanos en los pocos
años que llevan en aquella ciudad, han visto
varias revoluciones; pero, sea dicho en honor de
la verdad, todos los partidos que han subido al
poder han protegido nuestras casas; y nuestro
Colegio de artes y oficios de La Paz gracias á la
tranquilidad interna ^n medio de las revueltas
exteriores, ha tomado un maravilloso desarrollo.
£1 Colegio Salesiano
La casa el^ante y bien construida está situaoa
en la parte extrema de la ciudad, á un lado del
paseo predilecto de los Paceños. Está rodeada
de numerosos eucaliptos que perfuman el am
biente; los salones y talleres son vastos, oreados
é higiénicos. El Diiector. uno de los Salesianos
desterrados del Ecuador en el tiempo de la dicta
dura de Alfaro, ha reproducido aquí lo que allá
había aprendido, y es digno de mención el pro
grama racional progressivo que él ha recopilado
y que pone en práctica en los varios talleres. Por
la tarde se da clase de lenguas extranjeras, de
contabilidad y de dibujo,según la necesidad de
de los aprendices. El joven debe sufrir sus exá
menes anuales ante una comisión competente du
rante el tiempo determinado para el aprendizaje
del oficio; al terminar éste, debe dar un examen
general, y si lo supera con satisfacción, recibe
un dimploma firmado por el Rector de la Univer
sidad , un perito en el arte y el Director del Insti
tuto Salesiano. Es indecible la emulación que
este método despierta en los jóvenes y el em
peño que ellos ponen en obtener buenas notas
al término de cada semana. El Sr. Don Albera
recorrió con verdadera satisfacción todos los ta
lleres, que bien pueden llamarse talleres mo
delos.
Como he dicho, al llegar á la meseta que rodea
á La Paz, vimos varios coches; eran del Rector
de la Universidad y de otros insignes Coopera
dores. A la puerta del Colegio encontramos una
muchedumbre interminable de gente, la cual,
depués del solemne Tedeum y de la bendición
con S. D. M., penetró en un vasto salón, donde
fueron presentados á D. Albera los representan
tes del Gobierno, de las autoridades locales y
varios miembros del cuerpo diplomático. Des
filaron después los jóvenes de los talleres y cla
ses, internos y externos, con los niños del Ora
torio festivo. D. Albera regaló dulces á todos
los niños y abrazó conmovido á todos los her
manos. Hada año y medio que viajábamos
en medio de peligros y dificultades, y ahora nos
encontrábamos con los nuestros: las impresiones
de aquella velada quedarán siempre grabadas en
el fondo de nuestra alma.
Pasamos la semana santa en La Paz; todo el
Gobierno tomaba parte en las solemnes funciones
de la Catedral; y nosotros, si bien enemigos de
odiosas comparaciones, cotejando este pais con
los demás, pudimos considerar los benéficos
efectos del buen <»jemplo que viene de lo alto.
La función del Jueves Santo fué imponent--;'
he visto al Sr. Presidenta de la República, Ge
neral José Manuel Pando, precedido de un ba
tallón de soldados y de numerosos oficiales en
uniforme de gala, acompañado de sus ministros
y de las autoridades locales, acompañar al Smo.
Sacramento y hacer la adoración.
— 176 —
Durante estos días las oficinas públicas ecle
siásticas y civiles están cerradas. Los indios no
trabaj arlan aunque hubieran de morir de ham
bre. Los soldados se turnan en la guardia alSmo.
Sacramento el Jueves y Viernes Santo, y el
Presidente de la República, santamente orgu
lloso, lleva colgada al cuello la llave del sagrario
donde está encerrado Aquel, que por nuestro
amor se sujetó á la humillación del sepulcro.
El Viernes Santo, el Sr. Presidente y su séquito
en uniforme de gala, con todas las autoridades,
fué á hacer la visita de rito. Nada hay más con
movedor que ver unidos en un solo pensamiento
á soberano y á súbditos en acto dé adoración
ante Aquel que es nuestro Creador, Redentor y
Remunerador. El Gobierno Español, como es
cribía el célebre Valdivia al Rey Felipe II, tuvo
en la conquista de América fines nobilísimos,
por más que algunos gobernadores contrariaban
sus intenciones y se dejaban llevar por la ava
ricia y la pasión.Con tqdo, dejaron losEspañoles
huellas indelebles de espíritu religioso.
Para no extenderme demasiado, no diré nada
de la espléndida velada, á que asistieron con sa
tisfacción el Vice-])residente de la República en
representación del Presidente, que no pudo acu
dir por íntimas conveniencias de familia, oifiito
el discurso del Sr. Ministro del Interior, quien
tuvo palabras de encomio para nuestra obra: y
me es grato cerrar esta relación de los días pa
sados en Bolivia, con las palabras que D. Alfaera
pronunció en la clausura de la velada. Después
de manifestar su gratitud y satisfacción; dijo:
« La escuela sin el taller engendra aspiraciones
incompatibles con la miseria, que es herencia
necesaria del pobre que no sabe trabajar. La
escuela y él taUer son las dos alas que necesitan
los hijos del pueblo. Si falta una de estas dos
alas, el vuelo se corta ó es imposible, y el pobre
caido está en jíeligro y pone en peligro á los que
le tratan. No sé si yerro, pero á la falta de talleres
cristianos, que acostumbren al obrero desde su
niñez á considerar el trabajo como elemento
indispensable de la virtud y de la moralidad, á
esta falta, repito, se debe atribuir el desarrollo
de la maldita planta del socialismo, cuyos ve
nenosos frutos estamos constatando. A reme
diar este gravísimo mal social, está destinada
especialmente la obra de D. Bosco. Condición
necesaria de la estabilidad de los Gobiernos y de
la tranquilidad de las Naciones, es la educación
cristiana del pueblo y la enseñanza artística de
las masas populares. Y es por ésto, Señores, que
á pesar de los pocos años que cuentan de exis
tencia, no hay nación civilizada á donde al lla
mamiento de Obispos ó Magistrados, no hayan
acudido con sus escuelas profesionales para los
niños del pueblo los hijos del inmortal D. Bosco.
{Se coiiiinuará).
E NUESTRAS MISIONES
mano grossolorasiii
{Relación del P . .d. Turriccia).
{CoNfimiaJ.
Costumbres y régimen de los Bororos
Los Bororos admiten la transmigración de las
almas; al fin los buenos van á gozar con Mareba
V los malos sufrirán un hambre y una sed inso
portables. Pero ellos, á su parecer, son todos bue
nos y de seguro irán á gozar con .Tíareba. Muerto
un individuo, ellos creen que el alma pasa á un
animiü. del cual puede llegar á librarse. Por éso
ellos no comen carne de venados, ni avestruces,
ni tigres, pues en ellos hay almas de finados;
y sólo dan muerte á los tigres. .A un viudo para
pasar á segundas nupcias, le es indispensable
matar un tigre, por que sólo así queda libre el
alma de su primera mujer. La caza del tigre re
viste gran aparato. Yo asistí á una de ellas y
espero no tendrá á mal V. R. el que se la des
criba. A la puesta del sol vi que tenían la piel de
un tigre bien extendido sobre una especie de
marco. Después la colocaron verticalmente ase
gurándola con unos palos. Delante de ella tomó
asiento el Bari Miguel, quien al compás de su
poare (calabaza llena de pedrecitas.que agitada
produce un sonido apagado como el de un tam
bor con la piel fioja) se puso á murmurar algu-
— 1-7 —
nas palabras en voz baja. Al terminar, se adelan
taron tres capitanes adornados de enormes pá
nicos. También estos tenían su poar&, y con los
ojos cerrados cantaban al compás de tan ex
traña música agachándose y alzándose continua
mente. Llegaron luego las mujeres,y colocándose
detrás de los capitanes, se unieron al canto lle
vando la octava alta sobre los primeros. Se unie
ron al jaleo jóvenes y niños, colocándose alre
dedor del cuero del tigre, dando mil vueltas y
batiendo acompasadamente los pies. Fueron
ü^^ando y uniéndose á los primeros, nuevos
grupos todos disfrazados con diferentes formas.
Nosotros nos aburrimos y creimos más conve
niente retirarnos. Cuando á las 5 de la mañana
nos levantamos, seguían ellos aún tan campan
tes, como cuando á las 7 de la tarde anterior ha
bían comenzado el jaleo.
Llegan á creer que las almas de los difuntos
pueden volver á este mundo y aparecerse á sus
parientes. Lo que voy á narrarle, me persuadió
de que la religión para losCoroados es, en muchos
casos, un medio para dominará la mujer, ha
ciéndole creer cosas que los hombres entre ellos
no admiten. Es creencia casi general que al cabo
de dos años de la muerte de algún pariente, pue
den verle si lo desean. Este su deseo lo expresan,
según parece, al Bari, quien debe determinar el
día en que el alma se aparecerá. Llegado el día
fijado, forman al rededor de la puerta del Baito
un semicírculo con palos y ramos como para im
pedir el paso. Al entrar la noche, se llama á los
parientes del alma que debe aparecer, quienes
acuden con regalos y dispuestos á las últimas
demostraciones de afecto, consistentes, como he
dicho, en darse tajos en el cuerpo y derramar
sangre.
La puerta del Baito para estas circunstancias
tiene proporciones colosales, y está dispuesta de
modo que, dada una señal, cae de golpe para dar
paso á las almas que se aldelantan en medio del
lloriqueo de los parientes. Generalmente las al
mas no suelen ser más que dos y se presentan con
el rostro cubierto y sin chistar. Se adelantan con
una danza especial, pero duras como estatuas
de mármol, no las conmueve ni el llanto, ni la
generosidad de los parientes, todas mujeres, que
no podrían hacerles mayores demostraciones de
afecto y ternura. Pues bien, esas almas son jóve
nes disfrazados; y como una vez la Superiora-de
las Hermanas, que presenciaba la ceremonia,
llegó á distinguir y conocer á los jóvenes que
representaban aquella comedia, el Bari que lo
supo, la obligó á prometer que no se lo diría á las
indias y que guardaría secreto. Sólo de esta ma
nera quedaron conformes los hombres.
Curioso es ver como preparan y visten esas
almas. E l talle del cuerpo va á modo de mujer —
pués, según los Cornados, en la otra vida no hay
distinción de sexos y las almas son todas del
sexo femenino. De la cintura les cuelga una es
pecie de sayita de hojas de palmera; el rostro
lo llevan cubierto con una careta hecha con fibras
de hojas y luego enceradas; sobre la cabeza tienen
un enorme casco de cera de varios centímetros
de espesor, en el cual clavan hasta treinta flechas
que dan á la persona un aspecto gigantesco.
Otra ceremonia celebran en úBacururú de los
muertos,que también viene de perilla para con
firmar lo dicho. Llaman ellos A ig i un j>edazo
de madera de unos 25 cm. de largo por 8 de an
cho, chato y más grueso en un extremo (¡ue en
el otro, y que, sujeto en una extremidad por una
cuerda bastante larga, le dan vueltas á manera
de peonza sobre la cabeza : ésto dicen ellos que
es el símbolo del alma de un difunto que pasó
á la otra vida. Las mujeres al empezar dicha
ceremonia, huyen, se esconden y se cubren el
rostro. Si alguna llegare á ver el aigi, debe pere
cer sin remedio. Sucedió un caso, en que una joven
por curiosidad levantó los ojos,y ésto fué sufi
ciente para que su padre la dejara morir de
hambre, porque todos los esfuerzos que hubierá
hecho para salvarla hubieran resultado inútiles;
en este caso la muerte es inevitable. Creen
también que las almas de los difuntos pueden
auxiliarlos, y por éso la noche anterior al día de
caza y por la mañana del mismo día, suplican
á las almas les sean favorables y les ayuden du
rante la caza. ;Si V. los viese, amado Padre, á
los hombres reunidos en el Baito al rededor del
Bari ó capitán que preside! Con los brazos cru
zados atrás, doblando continuamente el cuerpo
sobre las rodillas, cantan siguiendo al Bari que
no cesa de cantar ó solo ó con los demás, acom
pañándose siempre con el célebre poace. Da lás
tima verlos fatigados, rendidos, sudando y lla
mando á voz en cuello á las almas, que indican
con la palabra Arué. En estos cantos, casi siem
pre graves y melancólicos, les sirve de acom
pañamiento un instrumento que consiste et/
cuatro calabazas unidas entre si, que al soplar
dentro, producen un sonido sordo como las notas
de un contrabajo. Los golpes los dan de cuatro
en cuatro, como si fuese para llevar el compás,
y realmente debe ser así,pues sobresalen al canto.
-
178 -
No es raro verlos convidar á las almas á comer,
particularmente cuando se trata de primicias.Paseábame una tarde por la aldea, libreta en mano,
cuando de pronto oigo gritar en el Bailo: acudí
con el P. Bálzola en la seguridad de encontrar
al Bari en función. Pero al acercarnos se pusiesieron á ladrar dos jierros, é inmediatametne la
voz cesó. Entramos y hallamos al Bari Totó
Pais sentado y comiendo frutas silvestres como
si nada hubiera pasado. Algo maravillados le
preguntamos que había sucedido, y él nos con
testó que había llamado á las almas de los muer
tos convidándolas á comer, y que ya se habían
Idolos de los BordrOs del Mallo Ürosso (Brasil,.
acercando, pero que luego, asustadas por los la
dridos de los perros, habían huido.
Según tengo entendido, comprenden ellos per
fectamente que la muerte separa el alma del
cuerpo, á saber; separa, según ellos, lo que co
munica la vida, de los huesos y de la carne, y ese
principio de actividad, es el que transmigra á
otros animales y que con el afecto no abandona á
los que permanecen en este mundo. A ésto res
ponden, como supongo, las aparatosas cere
monias que hacen alrededor de los cadá\*eres,
y quizás responda también á la creencia en una
resurrección, cl cuidado que tienen de reunir los
los huesos de los muertos. Y si bien el malogrado
Mons. Lasagna ya describió estas ceremonias,
voy á repetirlas brevemente, ya para confirma
ción de mis ideas, ya por haber sido testigo de
algunas y haberlas otras presenciado los actuales
misioneros. Casualmente mi, llegada á la Colonia
coincidió con los últimos días del Bacururn de
los dos muertos á que hice referencia en la des
cripción particular de los ranchos.
Como habían fallecido aquellos dos pobres
indios con pocos días de diferencia, las ceremo
nias para ambos fueron contemporáneas, y yo,
para no cansarle más y concluir con esta mi
larga relación, voy á describersela brevemente.
Y primeramente un triunfo del P. Bálzola, quien
ha conseguido persuadir á los indios y á los mis
mos Bariyé. enterrar á los muertos, no á tres varas
del rancho como es su costumbre, sino á un cen
tenar de metros. Quien conozca lo porfiados
que son los indios en sus ideas y costumbres, po
drá apreciar en lo que vale esta victoria. Pero
vamos al grano. Apenas muerto un individuo,
inmediatamente empieza el llanto, que no sólo
consiste en derramar lágrimas, sino en recordar
las virtudes y méritos del finado con una canti
lena particular, lo que repiten durante muchos
días y siemprequealgúnparientellevaácabouna
buena caza. Velan el cadáver 48 horas, durante
las que no cesan un solo instante los cantos tristes
los rezos y las lágrimas, que todo lo comprenden
en el nombre de Bacnrurú. Mientras dura el
velorio, se rompen los útiles y las armas que sir
vieron al muerto, y lo que puede quedar aún, lo
hace pedazos el Bari el último día de la función.
Concluido el velorio, cavan una fosa de apenas
20 cm. de profundidad en la que colocan el ca
dáver cubierto sólo con una estera. Mientras
tanto, por el espacio do 20 días, por la tarde y
por la noche,sigue en la aldea entre los parientes
el llanto y la aflición,y una vez al día los parientes
más cercanos acompañados por el Bari, acuden
á la fosa, levantan la estera y echan agua sobre
el cadáver. ¡Puede V. figurarse lo perfumado
que estará el aire que en tales circunstancias
se respira en la aldea! Por fin el vigésimo día,
último del luto, se reúnen los indios y, mientras
unos ponen en movimiento el Aigi, símbolo del
alma que se va, otros corren á la fosa, levantan
la estera en que está envuelto el cadáver ya en
corrupción, lo llevan al río más cercano y alh
con el mayor esmero limpian y mondan to
ditos los huesos y los juntan en una cesta hecha
á propósito. Se ponen en orden todos los pre-
1
— 1/9
sentes y se dirigen á la aldea, acompañados del
canto de unos y el llanto de los demás. Delante
va un joven con un instrumento, que puede lla
marse flauta, y con el sonido se esfuerza por re
medar la voz del difunto para recordar que de
él no existen ya más que los huesos. Llegada la
concurrencia al Bailo, empieza lo más horroroso.
Mientras unos hombres toman el cráneo y le
adornan con plumas de diferentes colores y el
Barí quema lo que aún queda de los utensilios
del difunto, á veces hasta los animales que había
en el rancho cuando él murió, los parientes se
acercan sucesivamente á los huesos del finado
y, dándose cortes en el cuerpo, van regándolos
con su sangre. Es tal el entusiasmo, que llegan
á pedir auxilio para poder cortarse donde ellos
no alcanzan con la manos, y los niños mismos
desean poder llegar á la edad competente (14 ó
15 años) para hacer alarde de esta bárbara de
mostración de dolor y de cariño al mismo tiempo.
Las mujeres se arrancan además los pelos, de
modo que sostienen al mismo tiempo dos ho
rribles martirios.
Por fin, concluidas estas lúgubres ceremonias,
encierran el cráneo y los huesos en un canastillo
nuevo que luego desaparece. Se sabe que va á
parar al fondo de un río, pero nadie conoce el lu
gar. ¿No es verdad que debe haber un motivo
para tener tanto cuidado con los restos de los
muertos? — Cuando se llegue á' dominar per
fectamente el idioma bororo y los indios puedan
e.xplicarse con facilidad, puede ser que se en
cuentren grandes analogías entre lo que ellos
creen presentemente y lo que debe enseñárseles.
De lo expuesto puede deducirse, que una vez
se llegue á dominar la autoridad del Barí, se
podrá fácilmente conseguir que estos pobres
Coreados renuncien á tantas supersticiones,para
ponerse en posesión de la única verdad, J esucristo..Mucho han conseguido ya los Misioneros
en poco tiempo, como puede verse, pues nunca
se han mostrado contrarios á las instrucciones
de los Salesianos, y no les importa que el P. Bálzola se mofe de muchas de sus ceremonias. Más
aún; yo mismo he visto llamar para curar en
fermos al Barí, que hace también las funciones
de médico, pero no dejan de llamar al P. Bál
dela ó á las Hermanas, sin inconveniente nin
guno. El mismo Barí Miguel, para curar á su
esposa, mandó á llamar á su compañero Tolo
País, pero quiso también al P. Bálzola, y prestan
más fe á lo que receta el Misionero que á las ce
remonias del Bari: me atrevería á decir que, al
permitir que el Bari ejerza sus funciones, lo ha
cen únicamente para demostrar que, á pesar de
querer ser cristianos, no quieren dejar de ser
Coreados. Por mi parte los he juzgado de muy
buena índole y fáciles de instruir. Los dias do
precepto asisten ya á la santa Misa,y me imj>resionó gratamente oir á los indiecitos rezar el
Santo Rosario: ¡Oh! ¡María Auxiliadora, al verse
venerada y ensalzada en aquellas apartadas
regiones, no dejará de bendecir tantos sudores!
Los pobres indios están persuadidos de que Ma.
reba quiere á los Salesianos y á veces acuden á
ellos para conseguir favores del cielo. Un día el
P. Bálzola los invitó á oir Misa antes de la caza,
diciéndoles que más agradaba éso á Marcha
que Bacururú\ aceptaron la invitación y queda
ron contentísimos, pues á las pocas horas de
haber salido, volvieron con 35 jabalíes.
Lo curioso pasó durante el retiro espiritual
de los hermanos. No podían éllos comprender
el porqué de tanto silencio, y en las horas que
yo predicaba, se acercaban á la puerta y ven
tanas del rancho con mucha curiosidad, y apenas
concluía, rodeaban al P. Bálzola para que le ex
plicara lo que yo había dicho de parte del Papai
Grande, y se alegraban cuando se les decía que
lo que predicaba á los Salesianos era todo para
animarlos á tratar bien á los Coroados y que eran
también ellos amigos del Papai Grande (Dios
bueno).— Halagüeñas son, pues, las esperanzas
de estos nuestros misioneros, y preciosos serán
los frutos, si es que no les faltan dinero y per
sona.]. El pobre misionero tiene siempre que ir
con los bolsillos llenos, y sólo así se consigue
hacerlos trabajar; por que el indio sólo conoce el
interés inmediato y por éso considera el trabajo
como una diversión. .\demás las dificultades del
clima y la distancia causan y fatigan suma
mente á los obreros evangélicos.
Las oraciones de los buenos los ayudarán á
endulzar aquellos sacrificios. V. R. encomién
delos á María Auxiliadora, pues aquellos sus
hijos , á pesar de lo apartados y solos que se
encuentran, sólo desean, por su virtud y es
píritu, ser dignos hijos de D. Bosco, del cual es
V. R. digno Sucesor y representante.
Acepte los sentimientos de mi filial obsequio
y niegue á Dios por mí y por mis hermanos.
Bendiga á este su afmo. hijo
Asunción (Paraguay), 22 de Noviembre de ¡90$.
AMBROSIO M. TURRICCIA, Pbro. Sal.
---------------- <Z 9'
>■
— i8o —
Colombia
(Dos cartas del Rdo. P . Evasio Rahagliati).
I.
Junta directiva da los Lazaretos departamentales.
BoROtA, «9 de Febrero de 1904.
A m a d ís im o
y
V en erad o Pa d r e :
El I®de Enero me embarqué en Génova en un
vapor de la Compañía Veloce, y el 13 de Febrero,
después de 44 días de viaje, llegué felizmente á
Bogotá. A los pocos días de mi llegada, recibí
11 nota oficial que aquí le copio literalmente.
REP. DE COLOMBIA
Ministerio de Gobernación
Muy Rdo. D. Evasio Rahagliati,
(PRESENTE)
Tengo el honor de comunicar á V. R. que por
decreto N.® 164 del 22 de Febrero del presente
año, V. ha sido nombrado Presidente de la Co
misión encargada de escoger y determinar en
cada uno de los Departamentos de la República,
el lugar en que deberán erigirse los Lazaretos.
Dios guarde á Usted.
El Ministro de Gobernación
ESTEBAN SARAMILLO
En estos días pasados se han hecho los nece
sarios preparativos, y mañana i® de Enero, si
todos los miembros de la Comisión están dis
puestos, daremos principio al largo viaje, que
sabemos cuando empieza, pero es imposible pre
cisar cuando terminará. Con todo,procuraré ha
cer lo más pronto que pueda una visítita á los
lazaretos de Agua de Dios y Contratación, para
dar una misión á aquellos mis queridos leprosos
y consolar algún tanto sus almas, curándolos de
la lepra del espíritu, ya que no está en mis
manos limpiarlos de la lepra del cuerpo.
La comisión gubernativa se compone de
cuatro individuos; el que suscribe y un médico,
nombrados en Bogotá por el Gobierno Nacional;
un médico elegido por cada uno de los gobiernos
departamentales y el ministro de la Instrucción
pública de cada departamento. Esto me da la
seguridadque el Gobierno,persuadido finalmente
de la gravedad del mal, quiere ponerle remedio,
tanto más, que lo obliga á ello una ley del Con
greso del año pasado. El tiempo, que fija la ley
para la construcción de los Lazaretos departa
mentales, es de 4 años, menos para el departa
mento de Santander,que es de seis. ¿Lo consegui
remos? ¡Dios solo lo sabe! De todo le tendré al
corriente escribiéndole á menudo y en cualquier
lugar yo me encuentre.
Sé que trabajan activamente en la construc
ción del Lazareto de Medellín para darme una
sorpresa cuando vaya á visitarlo. Para su tran
quilidad debo decirle. Venerado Padre, que no
voy solo, sino en buena y numerosa compañía;
es fácil que los Exmos. Ordinarios me den por
compañero á algún sacerdote, y yo se lo pediré;
de este modo podré llevar siempre á mi lado dos
buenos médicos, uno para el cuerpo y otro para
el alma.
Ahora más que nunca, dados los muchos pe
ligros del largo viaje que voy á emprender, me
encomiendo á sus oraciones y á las de los Salesianos y Cooperadores.
Bendígame, amado Padre, y me crea su
Afmo. hijo en J. C.
EVASIO RABAG LIATI, Pbro.
II.
Tunja (Boyacá),
de Marzo de 1904.
Amadísimo y Venerado Padre:
Me encuentro desde hace 15 días en la ciudad
de Tunja, capital del departamento de Boyacá:
aquí he venido, mandado del Gobierno de Bogotá
y llamado por este Departamento,como miembro
de la Comisión encargada de escoger el lugar con
veniente para la erección de los Lazaretos de
partamentales. Esta Comisión, como ya le es
cribí, se compone de cuatro miembros: pero en el
caso particular de este departamento se ha aña
dido un quinto , que es un excelente eclesiástico,
canónigo de esta Catedral y que conoce perfec
tamente los lugares que se trata de inspecionar.
La Comisión está ya de vuelta á esta capital,
Tunja, después de haber obtenido felizmente su
intento. En un lugar amenísimo, con todas las
mejores condiciones de clima, temperatura, te
rreno adoptado, aguas y poblaciones importantes
cercanas etc., cosas todas tan necesarias á estos
hospitales-lazaretos, se fijó ya el punto en que
deberá erigirse al Larareto de Boyacá. Falta
sólo comprar el terreno y dar principio á la obra,
en conformidad con los planos ya aprobados por
el Gobierno de Bogotá y que V. R. ya vió en
Turín cuando se los presenté el año pasado.
i
— i8i —
Si Dios quiere, dentro de dos meses, cuando
vuelva de Santander y de Agua de Dios, se ben
decirá y colocará la primera piedra del nuevo
lazareto. Durante este tiempo se irán reu
niendo los materiales de construcción.
El Departamento de Boyacá, que confina con
el de Santander, es, después de éste,el que cuenta
mayor número de leprosos en esta pobre nación.
Las autoridades locales no hacen misterios sobre
ello; y al preguntarles yo el número de los enfer
mos, para saber que proporciones dar al laza
reto, me dijeron sin rodeos, que el mínimo es
de 10.000 ¡número que puede también elevarse
á 15000! Esta es una cifra espantosa, si se tiene
en cuenta que esta Provincia no tiene más que
400.000 habitantes: que es lo mismo que decir
que el cuatro ó cinco por ciento de toda la poblaciónes ya leprosa; sin contar los predispuestos,
que según mi parecer, deben ser otros tantos.
En Europa una nación que tuviese en su seno
un número semejante de leprosos, aunque fuera
coa una población de 30 ó 40 millones, no sose
garía hasta extirpar el cáncer que la roe; pero
aquí las cosas son muy diversas: todas las preo
cupaciones están reservadas para la política; y
todas las demás cosas tienen poca importancia
en comparación de ella; es una verdadera manía,
que nunca he podido comprender. Por ejemplo:
los sucesos de Panamá ocurridos en los meses
pasados , han derramado un río de tinta y otro
río de palabras para execrar el acto cumplido
por la República del Norte; la cosa reviste im
portancia, pero al fin se trata de una lengua de
tierra que se separa de la Nación . El terrible
monstruo de la lepra amenaza destruir la Nación
entera, y la va devorando lentamente y, con po
quísimas excepciones, ninguno se preocupa de
ello. Este hecho es para mí un verdadero mis
terio. ¡Por suerte que en el último Congreso ha
salido la ley salvadora!....
Ahora se trata de ponerla en práctica: y al
presente este es mi empeño. Tengo la confianza
que este año podré visitar toda la República y
que se dará principio á esta obra redentora en
todos los Departamentos, en cumplimiento de lo
que la ley ha sancionado.
Esta tarde se celebrará en esta ciudad una
'■ elada músico-literaria, cuyo precio se destina
para aumentar los fondos del Banco del Laza
reto Boyacense, que aquí se ha fundado, con el
^ c o objeto de preparar el capital necesario
para la construcción. Mañana temprano, saldré
para Bogotá y partiré de allí en seguida para
Agua de Dios, donde me esperan mil doscientos
pobres leprosos. Allí predicaré una misión para
prepararlos al precepto pascual y para lucrar
la indulgencia del Jubileo, concedida speciiili
modo á esta República.
Si tengo tiempo, volveré á escribirle jiara darle
algunas noticias del estado de aquella
del
dolor y. del llanto. Bendígame todos los días
y créame
Su afmo. hijo en J. C.
EVASIO RABAGLIATI, Pbro.
ei 6xcmo. Sr. D. Pedro R. González Callsto
Arzobispo de Quito.
El día 27 del p. p. Marzo entregó su espí
ritu al Señor el piadoso é infatigable Arzo
bispo de Quito, á la edad de 65 años y 27 de
Pontificado.
El ilustre finado, que por su celo y bondad
se había conquistado el amor y respeto de sus
fieles, se distinguió por una devoción tierna y
ardiente al Sdo. Corazón de Jesús. La Repú
blica de García Moreno, consagrada al Corazón
Deífico, tenía un Metropolitano modelo en esta
devoción y digno representante de su ardo
rosa fe.
Su espíritu y su vida entera queda delineada
con las palabras que de Él escribió el Exemo.
Sr. Cordero, ex-presidentc del Ecuador: « Fué
docto, fué irreprensible; fué manso y humilde,,
fué santo; labró con celo y constancia la viña
del Señor, ejerciendo incesanteinente sus arduas
funciones episcopales, á pesar de las tormentas
desatadas sobre él por los huracanes del radi
calismo. »
Nosotros, al paso que nos asociamos al justo
dolor de los Quiteños y de los Ecuatorianos
todos y encomendamos su alma á las oraciones
de nuestros Coop>eradores, lloramos la muerte
del insigne bienhechor y padre de las Obras
Salesianas en aquella República. Él amó nuestra
Congregación con el amor de un padre, y en
los días de dolor y de persecución, la defendió
con el ardor de un apóstol. ¡ Paz eterna al
venerable finado!
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iü R A C I A S
de María Auxiliadora
'cr/ ‘ ”?^xíÍ4^ "'(g)
'©I
Nos tefiemos la persiiasión de que, en las vicisitudes dolorosos de los tiempos
que atravesadnos, no nos quedan más consuelos que los del Cielo, y entre éstos,
la poderosa protección de la Virgen bendita, que fu é en todo tiednpo el Auxilia
de los Cristianos.
Pío X.
Gracias á María
Imneii.sos son los benefleios que María Au
xiliadora me ha dispensado, pero el que acabo
di“ recibir es tan grande, que quiero darle á
conocer á lodo el mundo.
Mi madre, en quien tengo puesto todo el
alecto (le mi corazón, cayó gravemente enfer
ma de la horrible diabetes. Mi dolor en este
trance era inmenso. Di, con todo el fervor
que pude, principio á la novena de María
Auxiliadora, y antes de terminarla, mi madre
estaba notablemente mejorada. Además ofrecí
á la Sma. Virgen, si la próxima consulta resul
taba bien, mandar celebrar una misa rezada,
y una cantada si curaba del lodo. Gracias á
la protección de María todos mis deseos se
han cumplido. MÍ gratitud es tan grande, que
no sé lo que hacerme para demostrarla, y qui
siera darla á conocer á todo el mundo.
Mil veces bendito el nombre de María Au
xiliadora.
A
na
Ba l l e a t a
de
V il a r .
Febrero de 1904.
En el Asilo de S. Juan de Dios,
de las Corts (Barna)
Hallabásc el niño Pablo Prat con una gan
grena en la pierna derecha; pero todos lo
ignoraban porque él á nadie se lo decía, hasta
que un Hermano como por casualidad, notó
que tenia la pierna hinchada, y sin demora se
dió parte al médico, quien el mismo día fué
y dijo que debía hacérsele una operación y
corlarle la pierna; pocos momentos después vi
sitó al niño una tía suya, quien le aconsejó
hiciera una novena á María Auxiliadora, apli
cando al mismo tiempo una medalla de tan
buena Madre á la parte corrompida; y así lo
hizo. [Cosa admirable! La gangrena se fué
curando, de tal manera que, pasados pocos días
fué el médico á hacerle la operación y al verle
en mejoría, dijo que ya no era menester; y
hoy ya se encuentra fuera de peligro: por lo
que agradecido á tan bondadosa Madre, da
gracias y desea que se publique en el Bole
tín Salesiano.
A. M.
Barcelona, Febrero de 1904.
Una gracia más de María
D\ h'ranea de Llenvat de Manresa, hallándose
en Barcelona, le apareció en la región lumbar,
un grano de tamaño del puño, muy doloroso,
obligándola á consultar ul médico, el que ma
nifestó se trataba de un ántrax ocasionado por
la diabetes sacarina, que desde mucho tiempo
venía padeciendo la enferma. Como á más de
la malignidad propia del ántrax, debía tenerse
en consideración, que la diabetes imprime una
exagerada tendencia á la grangena, bastando
á veces el más simple rasguño ó el más leve
traumatismo para ocasionar una grangena de
curso tan invasor que puede ocasionar la muer
te ; tratándose de un ántrax, el pronóstico
era gravísimo, y desesperado el estado de la
paciente.
Desgraciadamente no tardaron en confirmar:
se los temores del facultativo, y al siguiente
día aparecierón varias placas de grangena por
toda la superficie del ántrax, acompañados de
síntomas generales nada satisfactorios y qtt®
— 183 en 24 horas tomaron un incremento tal, que
hacían ver un tan funesto como próximo de
senlace.
En esta situación tan desesperada, y viendo
que eran impotentes los auxil.os dé la ciencia,
acudieron á María Auxiliadora, á S. José y al
Sagrado Corazón de Jesús, y con gran sor
presa, no sólo de la familia, sino hasta del
mismo médico, fueron desapareciendo el ántra.x y la grangena, hasta • quedar completa
mente curada.
F. T.
Barcelona 16 Diciembre 1903.
En acción de gracias
El 23 de Marzo de 1903, me dió una fiebre,
y mis hijas las Religiosas se alarmaron. Ha
llándose ausente el médico del convento, lla
maron á uno extraño, porque temían perder
me. Yo me sentía muy mal y después de
quitárseme la fuerte fiebre, quedé con una
pierna paralizada con pocos grados de fiebre,
pero .casi completamente inútil. El médico
equivocado completamente, ordenó un baño
frío de mar y fricciones muy fuertes. Me die
ron el baño mientras las hermanas rezaban
ante un cuadro de María Auxiliadora supli
cando mi curación. El médico volvió ese
mismo día y encontrándome peor, declaró que
era ignorante de mi enfermedad y que llama
ran á otro médico; ya llevaba un mes en cama
con dolores intensísimos. Las hermanas comul
garon un sábado en honor de María Auxilia
dora, me pusieron el cuadro á la cabecera de
mi pobre cainita, y prometieron publicar la
gracia en el Boletbi.
Ese mismo día Monseñor nuesto Superior,
vino á informarse de mi salud, y sabiendo <jue
seguía sin ninguna mejoría, mandó llamar á un
famoso médico francés que se encontraba actual
mente aquí en Trinidad; el médico al verme
declaró mi gravedad, y preguntó que se me
había hecho; le dijeron que 27 saguijuelas
habían sido ordenados por el primer médico
y un baño frío de mar con fricciones fuertes.
¡Oh! la madre tiene un Ángel bueno, exclamó,
F>orque en el baño debía quedar muerta; es
una inflamación grandísima en la vena princi
pal y el corazón se paralizará, porque no hay
circulación ; está detenida por completo.
Ordenó completo reposo, y me tuvieron
cuatro semanas inmóvil va como muerta, sólo
podía mover ojos, manos y labios para hablar
V rezar: las. hermanas atribuyeron como yo
también el Ángel bueno á María Auxiliadora,
á quien invocaron é invoqué con fervor antes
del baño y durante él. Quedé caminando con
muletas, fiero ya hoy camino sin ellas y sólo
para ir á lugares lejos en el Convento las uso.
Con los sentim-ntos de la más alta grati
tud doy infinitas gracias en mi nombre y en
el de mis hijas las religiosas á mi buena Ma
dre María Auxiliadora, por mi curación.
Gracias á María Auxiliadora y al DivinoNiño de Praga á quien varias amigas han
ofrecido dos piernitas, una do oro y otra íle
plata, unas muletas de oro y adornos para las.
Iglesias.
Hoy la que escribe todavía débil, pero
agradecida á todas estas demostraciones de
afecto, ruega por sus bienlicchores y jíroclama
á María Auxiliadora y al Niño de Praga como
los que han obrado su curación.
Sor A na M a r í a P r i o r a
Religiosa Dominica.
Convento del Rosario
Puerto Ksjmn.-i (Trinidad-Amírica)
2 de Febrero de 1904.
Gloria á M aría Auxiliadora
Un Sr. Canónigo me contó lo que signe, á
gloria y honra de María: « Una hermana mía
cayó gravemente enferma de una pulmonía ful
minante, que en pocos días puso en peligro
su existencia. Afligidísimo el esposo (ex-miiiistro de instrucción pública bajo el gobierno del
general Plaza) y habiendo leído en el B o l e t í n
las muchas gracias que María Auxiliadora, la
Virgen de Don Bosco, suele dispensar á sus
devotos, se encomendó á Ella junto con su
esposa y la familia, prometiendo hacer publicar
la gracia en el mismo B o l e t í n si la conse
guían, y además mandar celebrar una mi.sa can
tada en acción de gracias. ¡ Portento <le María !
En el mismo instante en que se acudió á la
Poderosa Reina de los cielos, comenzó la me
joría y la enfermedad empezó á retroceder
hasta dejar en breve tiempo á la paciente to
talmente fuera de peligro. »
Hasta aquí la relación del M. R. .Sr. Canó
nigo. ¡Cuán cierto es, que María nunca desoye
á los que acuden á Ella con confianza, invo
cándola como Auxiliadora de los Cristianos!
El Sr. D. N. E., noble patricio y ardiente
Cooperador Salesíano de esta ciudad, envió la
limosna de sucres 10 para el Santuario de
María Auxiliadora en acción de gracias por un
favor recib-do de la Virgen de Don Bosco.
El mismo Señor estaba en víspera de recibir
un grave disgusto, viéndose obligado á acudir
al tribunal por adhesión de bienes y arreglos
testamentarios. Acudió á la SS. Virgen. Hubo
momentos en que parecía que María no quería
escuchar los ruegos que se elevaban á este fin.
v estaba dado el primer paso por vía judicial
y parecía inevitable un escándalo, que hubiera
conmovido la ciudad entera, cuando del mod*^*
184 —
menos pensado todo se allanó y se arregló
definitivamente. El mismo Señor, al participarme
la grata noticia, concluía diciéndome: quedo
deudor á María Auxiliadora: Viva siempre en
el corazón de los fieles el nombre de María
Auxiliadora.
E. A.
Cooperadora Salesiana.
Quito (Ecuador), Enero de 1904.
¡Bendita spa María Auxiliadora!
Cuando de niño balbuceaba el nombre de
María, siempre al decir ¡ bendita seas! las lá
grimas de afecto asomaban á mis ojos. Cuando,
■ en un trance apurado de mi vida, terminaba
mis súplicas á la Virgen, diciéndola ¡bendita
seas! las lágrimas de consuelo y esperanza,
brotaban de mi corazón. Cuando, como hace
varios días, presa de traidora enfermedad, en
momentos supremos, veo que la muerte, anu
dando mi garganta, me impide la respiración
y al par la vida, acudo á María Auxiliadora y
al verme á las pocas horas libre de aquellas
tan horribles angustias... entonces es la gratitud
la que copiosamente me hace derramar lágrimas
al decirle con el alma ¡ ¡ Bendita seas María
Auxiliadora!!
M. R. S.
Sevilla, Febrero 1904.
María Auxiliadora me escuchó
Hacía ya mucho tiempo, tenía inutilizada la
mano izquierda por causa de una parálisis.
Después de haber agotado todo lo que el arte
médica prescribía para curarme, todo resultaba
inútil. Acudí entonces á María Auxiliadora,
prometiéndole publicar la gracia si me la con
cedía. Obtenida ésta y pudiendo ya trabajar
libremente, cumplo con mi promesa.
L u is a G
a r c ía .
Saliimauca, 14 Maj'o 1904.
¡Gracias, Madre mía!
Atacado mi hijo Luis de una pulmonía dobU
•é infecciosa, y en la imposibilidad de trasladarme
al punto de su residencia en razón á mis acha
ques y larga distancia, le encomendé A nuestra
buena Madre María Auxiliadora, ofreciéndole
una limosnita para su culto, y caso de obtener
la gracia impetrada, publicarla en el B o l e t í n
S a l e s ia n o .
Nuestra bondadosa Madre que jamás desoye
nuestras súplicas, cuando con firme fe deman
damos su auxilio y amparo, las acogió be
nignamente, y salvado hoy mi hijo de un inmi
nente peligro de muerte, convalece de su
I terrible enfermedad, merced á la protección
de la que es y siempre será Auxilio de loa
Cristianos.
L u is a
de
G
uzm án
el
Bueno
de
V ala.
Montilla (Córdoba), 1® de Enero de 1904.
Dan también, con to ia la efusión de su alma, gracias
ó María Auxiliadora y ofrecen una limosna:
Ascona (Suiza), y . A . M . : Hallándome muy afli
gido por no haber recibido noticias de mis parientes
desde hacia mucho tiempo, recurrí á María Auxi
liadora prometiéndole una novena, una Comunión
y publicar la gracia si me aten d ía; concluida la
novena obtuve lo que pedía y ahora cumplo lo pro
metido.
Archídona (Málaga). Josefa Rosal Benitez: Para
honra y gloria de María A u x,, doy públicas gracias
por un favor obtenido de su maternal bondad.
Amparo (Venezuela). Francisca Heredia Toledo:
eternamente reconocida por un favor obtenido de
María Auxiliadora.
Barcelona. Los esposos Jacinto y María de la P .:
Cayó enfermo de unas calenturas nuestro hijo José M.
de un año de edad, y á los pocos dia.s una nueva
y grave enfermedad vino á poner en peligro su vida.
Llamamos algunos médicos á consulta y declararon
el caso de gravedad. En trance tan apurado acu
dimos á María A u x. rezándole una novena con pro
mesa de continuarla hasta el 19 de Marzo: ofrecimos
la limosna para dos Misas, á una de las cuales
asistiría la familia, y publicar la gracia. Nuestras sú
plicas fueron oidas, pues á los dos días se inició
la mejoría que fué creciendo rápidamente, hasta que
quedó completamente restablecido nuestro querido
hijito. Cumplimos lo prometido y no cesaremos de
alabar y bendecir todos los dias á la SSma. Virgen.
Ibídem. Daríos devotos de María A u x . dan afec
tuosas gracias á tan buena Madre por favores ob
tenidos y una limosna para el Instituto Salesiano.
Ibídem. M. -V. y B . : agradecido á María Aux. da
una limosna. M:rcedes Ga/lijá da gracias á la Sma.
Virgen A u x. por una gracia recibida. N . M . da una
limosna para el templo de María A u x. de Sarria
por favores alcanzados. D . M .: agradecida por un
favor obtenido de María A u x., da una limosna.
Ibídem. Emilia A n ió n ; U na gran deuda tengo
contrnida con María A u x. Me salió en la rodilla
un tumor muy grande que el médico llamó hígroma,
y me dijo el facultativo que no habla más remedio
que operar para que desapareciera: yo me opuse
porque me repugnaba que me operasen. En este
trance, una am iga núa y Cooperadora Salesiana me
aconsejó que me pusiera la medalla de María Au
xiliadora y yo lo hice cotí sumo placer. A los quince
dias el tumor había completamente desaparecido.
Doy infinitas gracias á tan bondadosa Madre y la
suplico me conceda otros favores que necesito.
Ibídem.y<?í4/ú Cavauena;
poaU'ada
en cama y con agudos dolores en los ptechos, in
voqué el nombre de María A ux. y á la vez
*
una hija mia. que asiste al Colegio de las Hijas de
María .Aux. de Hostafraucs, rezaran por nú uo*
-
185 -
novena; no se' hizo esperar el consuelo. E l mismo
dia cesaron los dolores y antes de terminar la no
vena, estaba del todo restablecida. Quedo eterna
mente agradecida á tan excelsa Señora.
Barranquilla (Colombia). Peironia Em ilia A b elló ,
da gracias á María A u x .' por haber salvado la vida
al más pequeño de sus hermanitos y cumple su
promesa de dar ciento cincuenta pesos de limosna,
al mismo tiempo impetra las súplicas de todos para
conseguir una gracia especial.
Bogotá (Colombia). D . B .
Después de haber
padecido una cuñada mía tres meses de grave en
fermedad, los médicos declararon que era necesaria
una operación peligrosa. Afligida la familia por esta
noticia, comenzó una novena y prometió dar una
limosna para' los asilados de D . Rosco y publicar
la gracia. La Sma. Virgen me concedió la gracia,
y yo cumplo gustoso lo prometido.
Buenos Aires.-il/. M. C . : D oy infinitas gracias á
María A ux. por haber curado á mi hermana de una
grave enfermedad que desde hacia mucho tiempo
padecía.
Cantalapiedra (Salamanca). S. D . F . R : , A gra
decido á la protección que'le dispensó María Auxilia
dora en un apurado trance en que la invocó, entrega
veinticinco pesetas para los niños de D . Rosco y
cinco pesetas más para que los mismos recen una
novena á María .A.uxiliadora.
Ibídem. J . R . : entrega otras cinco pesetas para
una novena á María Auxiliadora por la salud de
dos niños.
Ibídem. Teresa Martin, cumple gustosísima el
deber de publicar que, gracias á la protección
de María A u x., su esposo se alivió de una grave
enfermedad tan pronto como se dijo una Misa a la
Virgen y el enfermo recibió la milagrosa medalla
de María A u x. Por tan singular favor se inscribe
como Cooperadora Salesiana.
Carballino (Orense). María Mercedes Valcárcel:
Estando muy grave de hemorragias un amigo mío,
le puse una medalla de María A u x. al cuello é hice
una novena; al terminar ésta, se encontró muy ali
viado y espero en la protección de la Sma. Virgen
que pronto quedará restablecido. Cumplo la promesa
de hacer pública la gracia.
Cargagente (Valencia). María del Carmen A n cla
sen, agradecida por un favor singular obtenido de
María Auxiliadora.
Cartaya {Hüt\vA). Jose/a A/mansa Vázquez y Mar
garita Viesa Andújar dan gracias á María A u x . por
favores recibidos.
Cieza (Murcia). Antonio Aginado: Sea siempre
bendito el dulce nombre de María A u x. que por
mediación de su siervo D . Rosco, concedió la salud
á mi hermana D .‘ Visitación.
Coruña (España). N . N . Da una limosna por ha
ber recobrado la salud.
Echalar {^zmpXona). Javier A z u a r : Desde hacia
mucho tiempo tenia pendiente un negocio sin poder
sacarlo adelante, y que cada vez se presentaba más
intrincado, hasta que acabó con mis esperanzas y
mi humor. Cansado de esperar, hice una novena á
María A u x . ofreciéndole una limosna, y he visto
realizados mis deseos. Cumplo lo prometido y ben<£go la bondad de María Auxiliadora.
E l Dividive {.América). María Natividad Luzano
de M uñoz: Hallándome gravemente enferma, .m e
recomendé muy fervorosamente á María A u xi
liadora, de quien otras veces había ya- alcanzado
favore.<5 especiales; prometí dar una limosna para
su.Santuario de Turín y publicar la gracia. Mis
plegarías fueron atendidas, pues á los pocos dias
quedé completamente curada. Para gloria de la
Sma. V irgen cumplo lo prometido.
Gerona (España). N , N . : Encontrábase grave
mente enferma una hermana mía y sin esperanzas
de vida hacia ya algunos dias. Puse al cuello de
la enferma una medalla de María A u x., y pronieti
dar una limosna y publicar la grad a. El mismo tlia
empecé una novena á .María A u x., durante la cual
no me fué concedida la grad a que pedía, pues mi
hermana se agravó de tal manera que por muchos
dias perdió el uso de la palabra: pero no por eso
me desalenté, pues empecé una segunda novena y
al terminarla, estaba ya la doliente notablemente
mejorada, restableciéndose en pocos dias. Agrade
cida á tan buena Madre, cumplo con gusto mi
promesa.
L a P az (Rolivia). Armando Antequera: Para mayor
gloria de María -\ux. cumplo la promesa de hacer
pública mi gratitud por una gracia recibida.
L os Andes (Chile). Una devota: Prometí á María
Auxiliadora hacer una limosna si concedía la salud
á una persona de mi familia gravemente enferma
y ausente. H oy que se encuentra completamente
restablecida y al lado de su familia, cumplo mi pro
mesa y hago pública la gracia.
Madrid. Eduvigis del H ierro: Quedo eternamenteagradecida á mi bendita Madre María A u x. por
haberse dignado concederme una gracia señaladísima
de la que dependía mi tranquilidad y tal vez la
salvación de otra "bersona : cumplo además la pro
mesa de publicar la gracia y de hacer una colecta
entre mis amigos y conocidos para depositarla á
los piés de .María Auxiliadora. '
.Súplicas á M aría.
Un excelente Señor de Cuenca y la Sra. Eduvigis
del Hierro, de Madrid, se recomiendan á las ora
ciones de los Cooperadores y Lectores am ables: el
primero para obtener la conversión de su padre, y
la segunda para obtener la salud de un enfermo.
N. B. Recomendaba D. Bosco tres medios
para obtener una gracia de María Auxilia
dora: I. Rezar con fe y devoción nueve días
seguidos tres Pater-nóster, Avemarias, Glo
rias y Salves; 2. Dar una limosna; 3. Fre
cuentar los S S . Sacramentos.
Con estos tres medios obtendremos las
gracias necesarias del Auxilio de los Cristia
nos, si nos convienen, pues es imposible que
no se mueva á nuestras súplicas la que es
la Madre de las Misericordias.
— i86 —
J
R O Ñ ICA
BARCELONA. — Instiluto de S. José. — Nos escribe
D. Eusebio Echalecu, Director de aquel Colegio:
« Espléndidos han resultado los cultos tributados
este año A María Auxiliadora. A los sermones de
la Novena asistió mucha gente, y en toda ella se
cantó en el coro el S. Rosario, Salve y Letrillas
con acompañamiento de arco y armonium, que
resultaba brillante.
El dia de la fiesta, 12 de Junio, hubo abundan
tísimas Comuniones, pues desde la noche anterior,
sábado, estuvimos confesando A mucha gente, y el
domingo sin parar tres confesores desde las 5 i¡2
hasta las 9 de la mañana. El Sr. Inspector, Don
Manuel B. Hermida estuvo con nosotros desde*la
mañana liasta las 9 de la noche, en que se aca
bó la función.
El punto más brillante del día fué la procesión
•que hicimos por la calles de Barcelona, tan amplias
y tan hermosas, con la Virgen Auxiliadora, llevada
en preciosas andas por 12 obreros de este Centro.
Acudieron á dicha procesión representaciones de
otros Centros católicos de Barcelona, y nos presta
ron buen servicio las Hijas de Maria Auxiliadora,
•con sus 42 niñas de i* Comunión vestidas de
blf.nco: varias ninas pequeñitas vestidas de ange
litos que echaban flores por el suelo, y las ejem
plares jóvenes Hijas de María con su precioso
Pendón. Las Socias del Apostolado de la Oración
de esta Casa, que son 15 coros y 3 coros de hom
bres, con su respectivo pendón. Los niños que lle
vaban el pendón de S . Luis de SarriA; nuestra
bandera de S. José, llevada por el Marqués de
Barbará y los borlistas D. G ustavo Gispert y Sr.
Serra. La bandera del Centro, llevada por el Mar
qués de A lós y dos distinguidos Sres., y el pendón
de la Kscolanin de Maria Auxiliadora llevado por
el banquero D. José V a lls ; el Clero de niños; los
niños de la Escolania con sus vistosos trajes, etc.,
etc. daban un realce encatjtador al piadoso acto.
Los balcones de todo el trayecto estaban engala
nados con colgadviras y repletos de Sras. que echa
ban al jwsar la Virgen, cintas, flores y palomas.
Millares de personas presenciaron el paso de la
procesión, y hasta se suspendió la corrida de toros,
cuya plaza está cerca de esta casa. En la Granvia
se juntaron á nuestra procesión los espectadores
que bajaban por el ancho paseo á millares. Ni un
disturbio, ni la menor falta de reverencia hubo que
lamentar en esta preciosa jorn ada; antes por el
contrario, todo el mundo se descubría la cabeza, y
hasta los mismos toreros que bajaban en sus
carruajes, permanecieron reverentes y descubiertos.
S A L E S IA N A
También los tranvías, que iban repletos de viaieros, tuvieron que suspender su marclia y detenerse
hasta que pasó toda la procesión. En fin, que ha
sido un triunfo más para María Auxiliadora. iQué
vivas ! I qué entusiasmo I La Autoridades se han
portado muy bien con su buen servicio, y les da
mos públicamente las gracias.
E l Sr. Inspector D . Manuel B. Hermida iba de
capa con dos Ministros, presidiendo la procesión;
y detrás de él, acompañado de varios Sacerdotes,
iba el Canónigo Arcipreste de esta Catedral, Dr.
Don Eduardo M®^. Vilarrasa en traje de coro. Cer
raba la procesión la Banda Salesiana de Sarriá y
otras dos Bandas de música.
A l terminar la procesión, se Ies sirvió un refresco,
dulces y cigarros á los Sres., á los socios obreros
y á las Bandas de música. D e los gastos se encargó
el Sr. Marqués de A ló s , asi como una de las Ban
das de m úsica; todo el gasto de cera y de una
banda lo pagó el Marqués de Barbará.
Dios pague á estos buenos Señores y á los bien
hechores todos, su generosa caridad.
Gracias á Dios, todo ha resultado con orden y
satisfación de todos y, lo que es más, con provecho
de las almas. ¡ Bendita sea por siempre nuestra
buena Madre María, Auxilio de los Cristianos!
SALAMANCA (E s p a ñ a ). — Fiesta de María Auxilia
dora. — Nos escribe el Rdo. P. Domingo Monleón.
Cooperador Salesiano:
El día 23 de Mayo, como digna terminación de
los solemnes cultos celebrados por los PP. Salesianos en honor de su excelsa Patrona, la Auxilia
dora de los Cristiano, tuvo lugar una fiesta con
asistencia de tan numeroso público, que la iglesia
de S . Benito no pudo contener en sus naves á la
multitud de fieles que acudieron á rendir tributo
de devoción á Maria .Auxiliadora.
Y a en esta preparábamos nuestros ánimos, pues
un P. Carmelita predicaba con tal acento de con
vicción y elocuencia, que no deséabamos sino que
llegara la fiesta, para mostrar á María Auxilia
dora que lo que pasaba eran más que entusiasmos.
Llegó ésta, y entonces vió María Auxiliadora que
tenia muchos y verdaderos amantes en su querida
Salamanca. Pues cosa que le complacería serían
las innumerables Comiiniones que se administraron,
especialmente las de los niños y congregantes de
S . José.
las diez, el celoso Clero salmantino represen
tado por los Cooperadores D . Domingo Monleón
que oficiaba de preste asistido por los Rdos. D.
— IÜ7 Manuel y D . Isaac, ofrecían al Altísimo la Sagrada
Victima y los niños elevaban nuestras almas con
las sublimes notas del Perosi, del que cantaban
una Misa acompañada por la orquesta del Ora
torio.
El orador sagrado Dr. D . M iguel Jiménez, con
fuego y con entusiasmo, tejió las glorias de María
Auxiliadora.
Por la tarde, á las cinco y media, dió el R . P.
Fray Gabriel de Jesús, Carmelita descalzo, la anun
ciada conferencia á los Cooperadores Salesíanos.
Con eí entusiasmo por la Obra de D . Bosco que
le caracteriza, trazó á grandes pinceladas el des
arrollo de la Obra salesiana en Salamanca, explicó
el tipo de Cooperador y terminó con una elocuente
y sentidísima invocación á la Reina de los An
geles.
Grandioso y sorprendente era el espectáculo de
la procesión de María Auxiliadora celebrada por
primera vez en Salamanca^ Todos los balcones
estaban engalanados de vistosas colgaduras; abría
paso un piquete de la benemérita guardia civil,
procedía después la cruz y los ciriales; formaban
dos filas los niños de la escuela y del oratorio, que
con compostura edificante entonaban á la Madre
de Dios himnos llenos de amor y confianza, voces
que complacerían á María Auxiliadora porque sa
llan de corazones ¡nocentes y puros ; seguían los
jóvenes congregantes de S. José, seguían luego
los devotos, agradecidos la mayor parte de ellos,
á las continuas larguezas de su bondadosa mano,
y en medio de este tropel de .fieles se levantaba
majestuosa y risueña á la v.ez la estatua de María
Auxiliadora. En lo alto de unas preciosas andas
paseaba María por las calles de .Salamanca. ¡ Qué de
lirio despertaba en to d o s; ¡qué de flores descendían
como grato homenaje á María, que embalsamaban
los ambientes con g r ^ o s perfumes!
Este fué el cuadro típico, por decirlo así, de la
fiesta y solemne coronación del mes y novena,
A Salamanca, que con entusiasmo febril corres
pondió a! llamamiento de María Auxiliadora, esta
rán agradecidos los PP. Salesianos, que desean
aumente esta devoción, seguros de que ella será
el único medio de entrar por la senda de la anhe
lada prosperidad.
VIGO (P o n t e v e d r a ). — Sacamos del Restaura
dor, semanario católico de V i g o : Fiesta de María
Anxiiladora. — Singularmente solemnes y con
curridos resultaron los cultos con que los benemé
ritos hijos de Don Bosco, establecidos en esta
ciudad, honraron á su Excelsa Patrona María A u xi
liadora.
Lástima que el local de la capilla, en que aque
llos se celebraron, sea tan reducido, pues muchas
personas que lo deseaban, no pudieron penetrar
en él por falta de espacio.
El altar de la Virgen se hallaba adornado con
exquisito gusto y sencillez; á la derecha del mismo
se ostentaba el magnifico estandarte de los niños
Salesianos. E l coro de éstos resultó preciosísimo,
r en cuanto á los sermones, basta decir que estu'^Ksen á cargo del humilde cuanto elocuentísimo
hijo del San Francisco, Rdo. ? . Plácido, tan que
rido en esta ciudad. Como él supo plegar’ su bri
llante y poderosa elocuencia al auditorio á quien
más especialmente se dirigía, causó verdadera admi
ración, y todos los fieles salían maravillados de
oírle.
Pero el acto más conmovedor de estos devotísi
mos cultos filé sin duda alguna el de la Comunión
de los niños.
El que estas lineas escribe no acierta á expUdar
como quisiera lo que en presencia de él se expe
rimenta : algo grande y sublime, una dicha como
no se halla en el mundo y de la que neciamente
se privan cuantos por sistema ó negligencia se re
traen de presenciarlo.
A 100 se aproximaba el número de niños comul
gados y de éstos 15 de primera Conuinlón. Prepa
rados todos con anterioridad y exquisito celo por los
Padres de la Escuelas Salesianas, y con el acto con
una oportunísima plática del Ecónomo de Santiago
de V igo, se fueron aquellos acercando al sagrado
Convite con un fervor y recogimiento que edifi
caba sobremanera. ] Ojalá que estos venturosos
niños conserven siempre la fé de aquel d í a !
Terminada la función, fueron éstos, y algunas
personas mayores, obsequiados con un expléndido
desaxTino, con un cariño y agrado por parte de
los PP. Salesianos, que tampoco el mundo conoce.
Bien, muy bien por los PP. Salesianos, y el
Señor recompense en la otra vida su abnegación
y celo por los hijos del pueblo, ya que en ésta no
han de dárseles por ello otro premio.
SEVILLA. — En el Colegio de la Sma. Trinidad. —
Cortamos del excelente diario E l Correo de Afidalu cia: Fiesta simpática. — Atentamente invitados
por el R. P. Ricaldone, tuvimos el gusto de asistir
el 24 de Abril, á una hermosísima fiesta celebra
da en las Escuelas Salesianas de la Trinidad.
Como todas las fíest.as Salesianas, ofreci.a ese sello
marcadísimo de evangélica fraternidad y de cris
tiana democracia.
Los antiguos alumnos del Colegio, los que han
formado su corazón y su inteligencia en el molde
de las enseñanzas Salesianas, y que á pesar de
haber salido de la Escuela para ocupar un puesto
honroso en la sociedad, no olvidan lo mucho que
á los Salesianos deben, se congregaron ayer en
torno de sus amados maestros para estrechar los
vínculos que con ellos les unen y para tributar su
anual homenaje al Patriarca San José, el modelo
de los obreros.
Por la mañana hubo una Comunión general,
acercándose á la Sagrada Mesa todos los antiguos
alumnos.
A Isis once, la función religiosa, en la que el
R . P. Don Pedro Ricaldone, con la elocuencia,
sencillez y unción que le caracterizan, ensalzó las
glorias del bendito Patriarca, dando á los jóvenes
obreros saludables enseñanzas, que les sirvieran de
norma dé conducta en la sociedad en que han de
vivir.
Terminada la función, pasaron todos los antiguos
alumnos y demás personas invitadas al comedor,
donde les estaba preparada una exquisita comida,
— i88 —
reinan(}o durante ella la más expansiva alegría y
el más espontáneo entusiasmo.
Los brindis del jbven D. Guillermo Hernández,
D. Alejandro Cal,' D. Amando Castroviejo, del
Sr. Sánchez de Castro y del Rolo D . Juan B. Ji
ménez, estuvieron impregnados de frater
nal caridad y unión.
Y terminó el P. Ricaldone, mostrando
su deseo de ver convertido en realidad
el hermoso pensamiento iniciado por el
Sr. La Cal, ésto es, de reunirse no sólo
una vez al año, sino más frecuentemente,
formando una agrupación que sirva de
defensa contra los embates de la impie
dad.
Concluida la comida tuvo lugar una so
lemne procesión con una imagen del
Patriarca San José, reinando el mayor
entusiasmo.
La fiesta resultó hermosísima.
Por ello felicitamos de todo corazón á
los celosísimos PP. Salesianos.
BUENOS AIRES. — Homenajes al Excmo. Sr. D. Joan
CagUero. — Con motivo de 'la elevación de Mons.
Cagliero á la dignidad de Arzobispo de Sebaste
(en Armenia), los primeros personajes de la .'Ar
gentina le han tributado las pruebas más patentes
VALENCIA (E s p a Ra ). — Con la firma
de Una Cooperadora nos escriben; Creo
(pte publicará con gusto los obsequios de
(|ue ha sido objeto la Smá. Virgen en
esta Casa de Valencia por las Hijas de
M.'iria Auxiliadora recién fundada, y las
gracias (|ue á manos llenas derrama sobre
sus devotas.
El dia 15 de Mayo tuvo lugar la insta
lación de la Cofradía de María Auxilia
dora y la imposición de las medallas
de Asociadas á las treinta y una jó ve
nes, (]ue entre las muchas que asisten al
al Oratorio festivo, se han hecho acree
doras, por su constancia, á esa gracia.
.Se deseaba que dicha fiesta se celebrara
el mismo día de María Auxiliadora, pero
aprovechando la visita del Sr. Inspector,
fué preciso anticiparla.
Acabada la ceremonia que prescribe
el Reglamento y admitidas además aS
chiijuititas en la Congregación de lo San
tos Angeles, el R. Sr. Inspector les diri
gió oportunas palabr.as apropiadas á las
circunstancias, que escucharon con gran
atención y recogimiento las doscientos
niñas y las señoras tpie realzaron el acto
con su presencia. Siguió el canto de mo
tetes y la solemne bendición c o n S . D. M.
Concluida la función religiosa, las ni
El Exmo. Sr. Cagliero, Arzobispo tit. de Sebaste.
ñas que asisten á las clases dieron la
iii.*nvenida al Sr. Inspector con una senc llisima academia, en la <iue pudo notarse
el .adelanto de las niñas y el trabajo que estas humil
de amor y adm iración, y todos los diarios de la
des religiosas emplean en su instrucción y educación.
Capital y de la República han elogiado al infati
El ilia 24, fiesta de María Auxiliadora, se festejó
gable Prelado, congratulándose por el merecido
á la celestial Señora con la primera Comunión de
ascenso. Y es que el pueblo ai^entino conoce las
T5 niñas y Comvmión general de todas las dem ás;
proezas y el celo del Obispo Salesiano, y ante el
por la tarde la conclusión del Mes de María y des
mérito manifiesto, se demuestra imparcial y gene
pedida puso término á las conmovedoras fiesteciias
roso.
que dejaron en el alma d e todas las que asistieron
Pero, donde recibió el homenaje de amor y respeto
las más dulces y piadosas impresiones.
fué en el Colegio Pió IX de Alm agro. E l i ” de
—
i 89
Mayo se reunieron en ágape cordial y fraterno,
haciendo corona á Mons. Cagliero, el Excm o. Sr.
Internuncio, el' Excm o. Arzobispo Sr. Espinosa,
el Excmo. Obispo Sr. Romero, el insigne ex-Presidente Dr. José Evaristo Uribuni y numerosos
respetables personajes eclesiásticos y laicos, con
lo más selecto d e los ex-alumnos y Cooperadores,
V todos los alumnos de Alm agro y representantes
de los otros Colegios Salesianos de la C a p ita l;
total, unas m il pei'sonas dispuestas en el ancho
patio del Instituto, convertido en elegante salón
adornado de flores, inscripciones y banderas. D es
pués del convite, que fue amenizado con sinfonias,
cantos y brindis entusiastas, • los concurrentes pa
saron al teatro y allí se dió principio á la solemne
velada. Abrió el acto el Excm o. Sr. D . Antonio
Sabatucci, Internuncio, quien leyó el siguiente te
legrama :
Roma, i8 A b r il 1904.
A Mons. Sabaiucci, Infermnicio. — Buenos Aires.
— ■ Rjxdre Santo se ha dignado elgvar Mon. Cagliero
á la Z-:de Arzobispal de Sebaste. Vuestra Excelencia
■ participe a l ifisigne Prelado este acto de particular
betíevol ■ da de Su Santidad.
Srio. Card. M e r r y D e l V a l .
Pronunció después uri afectuoso discurso, congra
tulándose con el Elegido, y ensalzando sus méritos,
la bondad del Sumo Pontífice y la alegría de
todos.
Mons. Cagliero, vivamente conmovido, respondió
celebrando la bondad del Padre Santo que se re
flejaba dignamente en el Internuncio, su represen
tante, y dijo que deponía á los pies de D . Rosco
y de la Pía Sociedad Salesiana este nuevo honor
conferido á su persona.
La velada se desenvolvió después con gran so
lemnidad y satisfacción de todos los presentes.
Al Excmo. Sr. Cagliero, al primer Misionero de
Don Rosco, que ha hecho el nombre Salesiano
tan célebre y venerado en América, lleguen tam
bién nuestros humildes, F>ero afectuosos y vivos pa
rabienes.
El Excmo. Sr. Cagliero y el Sr. Presidente de la República.
— Después de su elevación á la Sede de Sebaste,
Mons. Cagliero fu éá visitar al E xcm o S. Presidente,
General Roca, quien le acogió con admiración y sim
patía. Mons. Cagliero iba acompañado del P. José
Vespig^ani, Inspector de las Casas Salesianas de
la Argentina, de quien hemos recibido estos de
talles: «Apenas entró el Prelado, el Sr. Presidente
corrió á su encuentro y le abrazó llamándole amigo:
después dijo que no le había escrito por hallarse
ocupado en un mensaje al Congreso que debía
abrirse el i® de M a y o ; recordó luego los viajes y las
numerosas fundaciones que había visto surgir, allá,
donde en su viaje del 1879, sólo había visto desier
tos y barbarie. — A este propósito contó á otros
dos señores que habían entrado en su gabinete (y
á los cuales presentó ^ Civilizador del .Sur, como
le llamól un sueño que habla tenido el iS S o y que
en otra ocasión h ^ í a ya contado á Mons. Costamagna :
—
« Me parecía, dijo el Presidente Sr. Roca, enconcontrarme en el palacio del Congreso Nacional y
ver entrar á los Senadores y Diputados, cuando
me extrañó ver á algunos que venian cubiertos de
pieles, como si viniesen de lejanos y fríos )>aises.
Atónito pregunto á los circunstantes quienes eran
aquellos hombres, y me respondieron : Son los D i
putados de Santa Cruz y de Tierra del F'uego. —Pero ¿cómo, añadí, no es aquello un desierto
donde reina la barbarie?— Nó, nó, me reidicaron,
todo está ya civilizado. — Y señalando á Mons.
Cagliero, prosiguió: «A q u i está el civilizador de la
Patagonia. »
Dimos gracias al Sr. Pre.sidente por haber fir
mado pocos dias antes el Decreto de ai>robación
del- 4® año normal para nuestros Novicios de Bernal, y él con satisfacción contestó: — Me alegro
de que tengamos Sacerdotes .Salesianos patentados
en la República. —r Se congratuló después por los
progresos del Colegio de S . Carlos, habló de la
nueva Iglesia, de cuyas obra es é l Padrino, se in
formó de la parte ya terminada, la cripta, y pro
metió visitarla pronto.
Mons. Cagliero visitó también al Dr. González,
Ministro del Interior, quien le dispensó una cordialisima aco g id a.»
Honor merecido. — Cortamos de la
lica del Perú lo que sigue :
Revista Cató
AREQUIPA. — Benemérito Salesiano. El P. A . Sachetti, Superior del Colegio de Don Rosco de esta
ciudad, ha recibido la siguiente carta, en la que se
le anuncia un honor que merecidamente se le ha
conferido;
Sociedad Nacional de Agricultura.
Lima, 3r de Enero de T904.
R . P . .Alfredo Sichctti
Director del Instituto .-Igricola de Arequipa,
Señor:
Con unánime beneplácito acogió el Consejo Direc
tivo de esta Sociedad, en sesión de ayer, la propuesta
que los Señores Juan F . Valladares, D r . Augusto
Barrios y el suscrito formularon para nombrar á
Ud. Socio Corresponsal en aquella cuidad.
Los méritos p or Ud. contraídos en fa vo r de la
agricultura nacional y las finas atenciones que ha
tenido para
esta
Sociedad,
han determinado, sin
duda, la simpática acogida del nombramiento
que
me complazco anunciarle.
A l mismo tiempo quiero reiterar á Ud. las segu
ridades de
mi más
distinguida
consideración y
aprecio.
E m ilio S a y á n P a l a c i o s
PUNTA ARENAS (P a t a g o n ia M e r id .). — Su Altera
Real el Duque de Abrazos, hijo del ex-R ey.de España
Am adeo I, que estuvo, en Punta Arenas el 26, 27
y 2S de Febrero, ‘ uvo la alta dignación de visitar
el Colegio de las H ijas de María Auxiliadora, de
jando la oferta -de 20^ pts.: y sabiendo que había
en la casa una huérfana enferma, hizo la cortesía
—
de enviar el médico de á bordo á visitarla. T am
bién los oficiales de la nave visitaron el Instituto
y dejaron como limosna setenta y cinco pts. A l
augusto Principe y á los corteses oficiales enviamos
la expresión de nuestro agradecimiento.
Junto al Colegio de M ana Auxiliadora es ya in
dispensable levantar un nuevo edificio. Con este
fin se celebró en Febrero una loteria de benefi
cencia que dió 1600 pesos; pero nuestros Coope
radores no echen en olvido, que nuestras Misiones
no cuentan con más recursos que la Providencia
de Dios y su caridad.
Desde lejanas tierras. — El Rdó. P. Jasé M. Reyaeri.
Director de las Escuelas de Artes y Oficios de La
Paz (Bolivia), ha venido á Italia enviado por el
ig o —
Escuela nocturna fundada por la misma Sociedad,
recibió en este día el título de Escuela de D . Basco.
El acto fue amenizado por una banda de música,
se cantó el himno nacional, é hicieron uso de la
palabra varios oradores que en elocuentes frases
hablaron de D . Bosco y de la Obra que ha inmor
talizado su nombre. En medio de vivas y entu
siasmo se dió término á la velada.
Damos nuestro parabién á aquellos activos Coo
peradores y rogamos á María Auxiliadora que ben
diga su celo.
PERNAMBUCO (B r a s il ). — Algunos Cooperadores
de Pernainbuco hicieron una espléndida loteria de
beneficencia en favor de las Escuelas Profesionales
del Sdo. Corazón. A este fin escogieron una de
Alumnos del Instituto Salesiano de Lima (Perú).
Gobierno de aquella República, para gestionar la
fundación de dos institutos salesianos en Bolivia.
Conocido es el entusiasmo de los Bolivianos por
las Obras de D. Bosco y el eficaz apoyo que les
prc.sta el Supremo Gobierno. El Rdo. P. Reyneri
fué recibido en audiencia por el Sumo Pontífice, quien
bendijo con particular afecto á la República Boli
viana, á los Cooperadores, á los Saiesianos y á
sus alumnos. ¡ Qué Dios concetla al Padre Santo
por su bondad, larga y feliz existencia, y al P. Re
yneri y al Gobierno Boliviano el cumplimiento de
sus justos deseos.
•
YARITAOUA ( V kxezl ’KLA). — Nos comunica D *.
Eilomcua de Out-aUo, activa Cooperadora Salesia n a: El dia 19 del p. pdo. Abril se celebró en
e.sia ciudad u.ia simp.ática velada, en la recién
inaugurada SocitKÍad Amigos del Pi^agreso, en honor
del invicto .ApiSstol de la niñez, D . Bosco, cuyo
retrato en elegante oleografía presidia la fiesta. La
las plazas más centrales de la ciudad, levantaron
un rico pabellón y allí dispusieron en orden los
precioso.s regalos ofrecidos por la caridad de los
Cooperadores. La plaza fué adornada con festones
y banderas y dos bandas de música aumentaban
el brillo de la fiesta. En brevísimo tiempo se des
pucharon todos los billetes y se terminó la loteria
con una magnifica iluminación.
— En Buenos Aires, el 17 del p. p. Mayo, aniver
sario de la Coronación de María Auxiliadora, se
inauguró en la cripta del nuevo templo de S . Carlos
un nuevo órgano litúrgico.
— 191 —
y á darle ánimos para abandonarse ciegamente en
manos de los médicos y someterse á todas sus pres
cripciones por dolorosas y repugnantes que fueran,
(l)emoria$ BiográfÍca$
DE
^lONS. LUIS LASAGNA
(Continuación).
en la persuasión de que, si todos deseaban v iv a
mente su curación, había uno que lo asistiría con
afecto de hijo.
A pesar de todo, los días que precedieron á la
operación fueron angustiosos para el pobre doliente,
que no podía hacerse ilusiones acerca de la grave
dad de su enfermedad. E n los coloquios familiares
que tuvo con su patriota y amigo, el R. P . Luis
Porta, expresó repetidas veces el temor de morir
C A P IT U L O
X X II.
bajo las herramientas del cirujano, Pero, así que
D . Bosco hubo conocido estos sus temores le mandó
Alis!ón pacífica en la patria — En el hospital —
Grata sorpresa — Ang:ustias y temores — Se le
asegura la curación — Cumplimiento de un plan —
Entrevista con el célebre P. Denza — Una pá
gina importante — Séptima expedición apostólica
— Carta preciosa — El mandato del Inspector.
á decir con toda seguridad que perdiese todo temor,
prediciéndole que volvería bien pronto á América,
M uy justo y natural era que D . Lasagna, después
lud. E n Diciembre del i8 8 i, el intrépido Misionero
de haber visto á D on Bosco, fuera á ver á su
madre y á su tutor. E n el pueblo nativo le presta
estaba y a de nuex-o dispuesto á surcar el Océano y
ron una acogida cortés y cariñosa, aunque experi
mentaron gran dolor al verle tan pálido y demacra
do y al saber lo mal que estaba de salud. Por otra
parte, no ignoraban que á no ser por la enfermedad,
no hubiera vu elto tan pronto de la lejana América;
por tanto, al paso que compadecían su triste estado,
daban gracias á D ios por habérselo devuelto, aun
donde le estaba reservada otra misión importantí
sima. Y así sucedió; sostuvo ia dolorosa operación
con toda felicidad, en breve se repuso, y, por inter
cesión de M aría Auxiliadora, recobró fuerzas y su-
volver al U ruguay á la cabeza de un grupo de ochoSalesianos , destinados por los Superiores á reforzar
las filas de sus colaboradores.
Aunque atareado en los preparativos del viaje,.
D . Lasagna se dió á buscar recursos para realizarun plan concebido y estudiado desde mucho tiempohacía: el establecim ento de un Observatorio meteo
rológico en V illa Colón. Como hombre dé miras ele
que por pocos días. E l tem a perpetuo de sus conver
vadas, estaba persuadido de que, para ejercer sóbre
saciones era siempre relatar las tareas apostólicas
la sociedad una influencia poderosa y benéfica, es
de los Misioneros en América. Y al exponer los gran
diosos planes de D . Bosco con respecto á la multi.
preciso que el clero tenga sólida y progresiva cul
tura intcllectual. T enía además la persuasión de
tud de infelices salvajes, llegaba á tal punto su en*
que, es menester que el clero desmienta con los he
tusiasmo, que sus parientes y amigos no se saciaban
chos la trivial calumnia de los incrédulos, de que la
nunca de oirle: sus relaciones al mismo tiempo que
Iglesia es enemiga de lais ciencias físicas y profanas.
resultaban interesantes y amenas, aprovechaban no
Y él por su parte empezó dando el ejemplo: cultivó-
poco al alm a de sus oyentes.
la mayor parte de los ramos de la ciencia, en tal
Pero bien pronto tuvo que interrumpir aquella
misión pacífica entre sus buenos paisanos, para darse
sabía siempre hablar de él como quien lo poseía á ,
en manos de los facultativos y poner remedio de
fondo, y de este modo se captaba la admiración y
manera que, de cualquier argumento se tratase,
una vez á la gravísim a dolencia que venía afligién
las slmp>atias de toda clase de personas. A im itacióa
dole seis años hacía. V isto que era necesario ope
de otros muchos Salesianos, creyó conveniente apro
rarle. se señaló para el caso el hospital de los Caba
vechar la excelente posición del Colegio Pío, para,
fundar un Observatorio, estudiar los fenómenos de
lleros de S. Mauricio y Lázaro, que entonces como
shora, es el hospital que en Turin tiene los médicos
mis renombrados, y posee todo lo que los adelan
tos quirúrgicos han excogitado para el buen éxito
la atmósfera y comunicar sus observaciones á las
Sociedades de América y Europa, que se dedican al
de las operaciones. E n el hospital le esperaba una
incremento de la metereología. Para mejor conse
guir su intento, quiso recibir instrucciones y conse
grata sorpresa. U n día, al recibir visita de los doc
jos del P . Denza, célebre B am ab ita y Director en
tores que debían cnrarlo , vió entre ellos á uno cu
tonces del Observatorio del Colegio « Cario Alberto»-
yas facciones no le eran del todo desconocidas, y
con inmenso placer reconoció en él, después de ha
situado en Moncalieri. E ste virtuoso sacerdote ha
berse cambiado algunas palabras de cortesía, á uno
de Sus antiguos alumnos del colegio de Lanzo, que
aunque joven, había hecho grandes progresos en su
ooble carrera. E sto váno á aum entar su u^nfianza
bía alcanzado merecido renombre en todo el mundo
por sus estudios meteorológicos. Fué, pues, á visí '
talle, le expuso su plan y tu v o la satisfacción de
ver que so pensamiento tom aba m ás vastas propor
ciones. E n efecto, de aquella su entrevista con eL
192
célebre astrónomo le vino la idea de establecer en
la América del Sud, bajo la dirección de los.Misione
ros Saicsianos. una red mctereológica, cuyo centro
debía ser el Observatorio de Montevideo. Pero al
llcfíar á este punto , cedo la pluma al mismo Padre
Bonza,quien habló de este argumento en el I I I Con
greso Geográfico, y escribió después en su relación
del 2 do Noviembre de i88i. H e aquí sus palabras
textuales :
« P 1 3er Grupo propono que se establezcan en el
K ío N egro y Bahía de S. José algunos Observatorios
meteorológicos, dedicados especialmente á las ob
servaciones magnéticas, valiéndose para ello de la
cooperación de los Misioneros Salesianos. L a im
portancia de establecer estaciones meteorológicas
en aquellas regiónos, la había y a reconocido la
Junta internacional de mctcrcología polar, y en la
Conferencia que se reunió en Berna en Agosto del
afio pasado 1880, expresó por conducto del dele
gado italiano Dr. Cora, el deseo do que se fundase
al menos una de dichas estaciones en la América
del Sud. Perteneciendo yo, como Secretario, al I lle r
Grupo del Congreso de Venecia, cuyo es este voto,
no me atreví á hablar de ello, por no comprometer
antes de tiempo á los Misioneros italianos de la Con
gregación Salcsiana.que viven en aquellas regiones,
por m ás que me sea tan conocidas su voluntad y
espíritu de trabajo.
« Pero al llegar á Turín, hablé sin rodeos con el
Venerando D . Juan Bosco, á quien todos conocen
por la admirable energía que demuestra en iniciar
toda clase de buenas obras y quien cada año manda
gran número de sus hijos á aquellas lejanas regiones,
para consagrarse al bien espiritual de aquellos pue
blos. sin descuidar el provecho intelectual y moral
de los mismos. Como era de esperar, D. Bosco apro
bó gustoso lo que le propuse. D e este modo, sin po
ner obstáculos y sin prácticas inútiles, satisfizo los
deseos del mundo científico, de extender sus do
minios en las regiones poco conocidas del globo. E l
primer proyecto lo concertamos juntos, y en lo su
cesivo irá poco á poco completándose y perfccionándosc.
otros dos en aquellas regiones, uno ea Buenos Aires
y ' otro en Carmen, no lejos de la desembocadura
del R ío Negro', que es el límite septentrional de
Patagonia. A las y a mencionadas estaciones, se añadirán algunas m ás de tercer orden con el fin de ob
servar la teniperatura, lluvias y otros fenómenos
atmosféricos, especialmente en el R ío Negro.
<t E s te primer ordenamiento de servicio meteoro
lógico en las regiones más meridionales del Amé
rica, presenta dé por sí una importancia-grandísima
para la física del Globo, pero no es más que el prin
cipio de un trabajo más grande y extenso. Merced
á las tareas de los Misioneros italianos y al favor
siempre creciente que merecidamente gozan en aque
llas regiones, se podrán poco á poco ir fundando
nuevos centros, aun más importantes, de observa
ción, y esperamos que dentro de pocos años se esta
blecerá también uno cerca del cabo Hornos.
« D e esta suerte, sin hacer grandes gastos y sin
tanto estrépito, llegaremos á la solución de este
problema, tan anhelada por los modernos metereólogos; y lo que es más, los resultados que se nos
enviarán desde aquellas apartadas regiones del mun
do, resultados cuyo, examen sería difícil hacer, me
recerán la entera fe de los doctos, pues serán obser
vaciones recogidas por aquellos varones abnegados,
que no tienen más objeto que hacerse útiles á la
sociedad y á la ciencia. »
Hemos referido el origen del Observatorio Salesiano de Montevideo, con todos sus minuciosos de
talles, porque tendremos que hablar de él á menudo.
E l 10 de Diciembre íué el día de desp>edida. A la
función del adiós á los Misioneros en el Santuario
de María Auxiliadora, se dió principio con la lectura
de la Encíclica Sancta Dei civitas, fecha del 3 de
Diciembre de 1880, en la cual el Vicario de Jesu
cristo recomendaba vivam ente las Santas Misiones.
Después con breves, pero afectuosas palabras, Don
Bosco hizo la presentación á los numerosos Coo
peradores, que á pesar del viento, el frío y la nieve
habían acudido, de los Salesianos que componían
la séptim a expedición apostólica: á continuación,
el padre cedió la palabra al hijo. D. I.asagna con
« A n te todo im porta saber, que antes del Con
greso Geográfico, el mes de Julio, vino á visitarme
el insigne Dr. D. Luis Lasagna, Director del Colegio
Pió que los Saicsianos dirigen on Montevideo, y me
manifestó la intención que tenía de fundar una es
tación mctereológica en su Colegio, que tiene una
excelente posición. Y o acogi con gran placer esta
ojMirtuna propuesta, y actualm ente el Observ'atorio
de Montevideo puede llamarse y a un hecho realiz.-\do. l.os- instrumentos los ha y a comprado y yo
estoy instruyendo á los observadores que dentro de
lx>co partirán para dicho lugar.
m ovió profundamente al auditorio con la viva
descripción de la vid a dol Misionero en las inmen
sas pam pas de América y con la narración de cu
riosos episodios. A l salir de Turín, recibieron con
inmenso júbilo los Salesianos, un telegrama del
Padre Santo concediéndoles la bendición apostó
lica. Y para infundirles aliento para arrostrar los
peligros de la larga travesía, y especialmente para
dar á D. Lasagna una nueva señal de afecto, Don
Bosco dispuso que Don Juan B , Lemoyne, antiguo
Director de D. Lasagna, le acompañase hasta Mar
sella, puerto de partida.
« E l Observatorio de Montevideo se montará con
todos los adelantos que poseen los de nuestras es
taciones meteorológicas, sin excluir el anemoyetógtafo D enza y un buen aparato para la declinación
magnética, y podrá considerarse como el Óbscr\-atorio central de la nueva red.
* Además de este Obser\*atorio, cu va fundación,
como h»' dicho y a. es independiente del voto del
Congreso Geográfico, D . Bosco está preparando
{S í conlimtaráy
C o a aprobación de la A u to iid ad E cle siá stica:
G e re u lc: J O S É G A M b iN O .
-
Texto
-
ir fii
rr
LETIN
t í «3
Redacción y Rdmiqistración
Via Cottoloigo, ^2
AÑO X IX — N. 8
—
Publicación mensual
SUA\AR1 0 : Unión y fraternidad................................169
Al acercarse el gran día . . . .
- 171
Congreso de Música Sagrada — Resoluciones . .
. 172
El Representante del Sucesor de Don Bosco en
América
................................................................ 173
De nuestras Misiones: Matto Grosso (Brasil) —
%
—
Turin - lialia.
A G O STO de 1904
C o lo m b ia ................................................................. 176
Necrología: El Exmo. Sr. D. Pedro R. González
Caliste, Arzobispo de Q u i t o .................................. 181
Gracias de María A u x ilia d o r a ................................182
Crónica Salesiana................................................ 186
Memorias Biográficas de Mons, Luis Lasagna. . . 191
nión y Fraternidad
siguiendo con atención
y entusiasmo ese movimiento
consolador y simpático de los
Antiguos Alumnos de D. Bosco. Los
que fueron alumnos de los Salesianos
y hoy ocupan en la sociedad el puesto
de honrados ciudadanos, se reúnen de
vez en cuando en torno de sus antiguos
maestros, para estrechar entre sí los
lazos de la amistad, y renovar los re
cuerdos y las enseñanzas de los días
pasados en el colegio.
Esta Asociación representa dos ideas
grandes y simpáticas en s í: la gratitud
y la fraternidad: la primera es el aroma
de las almas nobles; la segunda, el
principio de fuerza y de virtud; y las
dos prometen mucho para la defensa
de la buena causa.
AMOS
Porque, reunirse los que un día fueron
compañeros de colegio, y (jue ahora son
ygi hombres, muchos de ellos padres, y
reunirse con aquellos mismos maestros
y en aquella misma casa que fueron
testigos de su niñez es despertar un
mundo de recuerdos pasados, que siem
bran en el alma el germen de la vida,
y mantienen el fuego de la santa amistad
con los que fueron compañeros de la
infancia y deben serlo de la vida en
tera. Además, la memoria de los tran
quilos é inocentes años de la niñez,
pasados á la sombra del colegio, bajo
la guía de los buenos Superiores, le
vanta en el corazón una oleada de
afectos que pueden yolver al recto sen
dero de la virtud ^ los que de él se
han separado, y mantener en él á los que
w
— lyr —
sibles. — Pero no escogió al niño sólo
para enseñarle las letras, y las ciencias
ó las artes, sino para salvarle; y no
contento con servirle de ángrel tutelar
en el colegio, quiso acompañarle hasta
la tumba. Y es por ésto que su obra
no se limita á los pocos años de la
infancia, sino que quiere reunirlos en
torno de sí cuando hombres, para ha
blarlos de la virtud y del deber, y para
guiarlos, unirlos y amarlos durante toda
la vida.
Ese, según nuestro parecer, era el
ideal de D. Bosco: seguir amaestrando
y amando á los que han dejado el coler-.o para vivir en la sociedad. Su
ci^o y sus máximas no le permitían
despedirse del joven á las puertas del
Colegio y dejarle solo en medio de un
mundo que corrompe y desprecia; él
quería completar su obra y guiar y acon
sejar al joven en la edad más pe
ligrosa de la vida. Continuar esta su
blime idea de D. Bosco es cosa que
sus hijos los Salesianos procurarán
siempre con todo su celo y sus fuerzas,
seguros de que el éxito corresponderá
á sus esperanzas. Los frutos que esta
Asociación bien organizada produce y
seguirá produciendo, más son para su
puestos que no’ para descritos.
Sólo nos toca hacer un llamamien
to á todos los alumnos de Don Bosco
y decirles: Unios, unios siempre, que
en la unión está la fuerza. Los liijos de Don Bosco, que fueron vuestra
guía en la niñez, seguirán siéndolo
siempre; las puertas de su casa están
siempre abiertas para recibiros y en
ellos encontraréis siempre amigos sin
ceros que os sabrán animar y consolar.
En Miestros compañeros de colegio haliaréis mil ejemplos buenos para forta
leceros. palabras de amistad para dul
cificar los sinsabores de la vida, AI
Í
mismo aempo que naréis con ésto bien
á vuestras almas, seréis ejemplo para
vuestras familias y para los niños que
están preparándose con la educación á
las luchas del mundo.
No os olvidéis que gratitud, unión
y deber es el lema de vuestra bandera.
Va acercándose ya el fausto día de la Con
cepción Purísima de María, que señala el término
del año jubilar. Para ese día, todos vosotros
fervorosos Cooperadores, presentaréis á la In
maculada una flor, una obra, un sacrificio, como
muestra de amor y devoción. Además de adhe
riros á las prácticas nacionales y diocesanas
que se hacen este año en honor de la Virgen
sin mancha, ofreced una práctica particular,
personal, secreta que compendie vuestras nece
sidades, vuestras aspiraciones y vuestra, de
voción: pero no dejéis de presentar al altar
de María una flor de vuestro corazón, una flor
fresca y aromática de sacrificio y de amor, que
la Divina Señora aceptará con placer; un acto
de caridad, una mortificación, una limosna, un
sacrificio, de esos que se hacen á solas y que
tienen sólo á Dios por testigo.
Pero además queremos proponeros una obra
en especia!, para la que contamos con vuestro
decidido apoyo.
Reina en España en estos días tin movi
miento consolador de católicos para honrar á
la Purísima, que con gusto veríamos secun
dado por todos nuestros Cooperadores, no sólo
de la Península, sino también de Ultramar.
Se trata de la buena • prensa, de la difusión
de los buenos periódicos y de la guerra á loa
malos é indiferentes. Varias Asociaciones se han
comprometido formalmente á no leer ni sus
cribirse á los diarios liberales ó indiferentes,
á esos diarios, que son tanto más peligrosos
cuanto más solapados, y que dan el veneno en
pequeñas dosis para hacer menos sensibles los
efectos. Casi todos los Sres. Obispos de España
se han adherido á este movimiento y bendecido
r
172 —
-los buenos propósitos de los católicos. ¿No
podrían hacer otro tanto nuestros Cooperadores
en sus respectivos centros ? ¿ No podrían nom
brar juntas al efecto para .detener la invasión
de la mala prensa y comprometerse á no leer
nunca periódicos que no sean abiertamente
católicos? Este formal compromiso, al par que
puede ser un gran bien para vuestras almas
y vuestras familias, constituye una protesta
contra el mal y un principio de saludable
reacción, que nos puede conducir A la completa
unión de las fuerzas católicas.
Y no sólo debéis poner un dique A la mala
prensa, sino que debéis también difundir la
,!í-;
buena, que es un medio positivo para i3 pro
pagación de las buenas ideas. Esparcir la luz
y la verdad en las almas es uno de los minis
terios más preciosos y más amables que puede
tener un hombre; es ser casi apóstol, y de
las buenas ideas que infiltráis en los demás
con vuestra piedad y con vuestra industria, y
de las buenas acciones que se siguen A aquellas
ideas, tenéis parte vosotros que las habéis pro
pagado. Dios en día os dará el premio me
recido.
Haced, pues, e.sta pequeña flor en honor de
la Inmaculada, y estad seguros de que hacéis
cosa grata á sus divinos ojos.
BSSSSSSéSÉ SSé í
CONGRESO de MÚSICA SAGRADA
I^ E S O L U e iO N E S
II
ecomendamos la aten ta lectura de las siguien
R
tes s.xbias resoluciones del Congreso de Música
Sagrada, basadas en el M otu proprio pontificio, cu
y a práctica es le y para todas las iglesias católicas.
I.
Considerando que los defectos principales de que
adolece generalmente el canto gregoriano en nues
tros tiempos, deriva — de la adopción de melodías
no auténticas— y de su mal;i interpretación y ejecu
ción — el Congreso de Música sagrada hace votos
{>ara que:
i® Se abandone de una manera absoluta en las
funciones litúrgicas toda melodía que no esté con
tenida en los libros xierdaderament'' litúrgicos, y
mientras no se publique alguna edición oficial de
canto gregoriano, se escoja la que está más con
formo con
el espíritu del M otu proprio de S. S.
l ’ío X sobre la música sagrada, con fas disposiciones
■ del Keglam ento anexo al mismo y con el decreto
de la S. Cong. de R itos . fecha 8 de Enero del co
rriente af\o. de cu y a lectura claram ente se colige
•cuál sea la m ente del Sum o Pontífice á este res
pecto.
2* Se dé mucha im portancia á la interpretación
• racio't\al y artística de las melodías gregorianas, y
Considerando ser volun tad expresa de Su San
tid ad que se cu ltive con diligencia y am or el
a canto
gregoriano en los Seminarios y en los Institutos
eclesiásticos, » el Congreso ju z g a m uy eficaz para
conseguir este fin: :
1® Q ue se establezcan en los Seminarios clases
regulares y obligatorias de canto gregoriano, in
cluyendo esta asignatura en el plan general de es
tudios, con el estím ulo y aliciente de los e.xámencs
y premios rcspecüvos, según los deseos del Sumo
Pontífice, el cual recomienda á los superiores « sean
en ésto liberales en fom entar y encomiar á sus jó
venes subordinados. »
2®Q ue se introduzca en los Seminarios en donde
no la hubiese aún, la costum bre de Misas y Vísperas
cantadas en los D om ingos y fiestas de precepto,
como tam bién la ejecución de algún breve trozo de
canto gregoriano (motetes, himnos, etc.) en las
Misas cuotidianas rezadas.
n i.
•Considerando la influencia que pueden ejercer
las Comunidades religiosas en la forma del canto
gregoriano, el Congréso les pide
encarecidamente
A su p erfecta ejecución, según la. enseftanza y la
la fomenten con todos los medios á su alcance. Para
pn-Vctica d? li s buenos mac.stros.
esto sería sobremanera • conveniente que. en sus
IF
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escuelas apostólicas, noviciados, casas de prepa
tadas en los días festivos, .que tan excelentes frutos
ración para el estado eclesiástico y religioso, y en
y á están produciendo en algunas Parroquias.
los institutos de educación que de ellos dependen,
se establecieran tam bién clases de canto grego
riano y se adoptasen, en lo posible, los medios in
dicados para los Seminarios.
V.
Considerando
m u y im portante
para los fines
indicados en la Resolución i*, la adopción de buenos
texto s de enseñanza para el canto gregoriano, el
Congreso recomienda —
IV .
para los alumnos —
el
« Manual del Canto gregoriano según la verdadera
Considerando que el canto eclesiástico es medio
tradición » por el P. Eu staqu io de Uriarte, y — para
muy poderoso para fom entar el espíritu religioso
los Maestros — el « T ratad o teórico-práctico » del
en los fieles, el Congreso estim a m u y conveniente
mismo autor. E xcelen tes tam bién, como obras de
que los R R . Párrocos se sirvan de las Escuelas
consulta, particularm ente en la parte doctrinaria,
Parroquiales (cuya institución es ta n recomendada
son las de Pothicr (Las Melodías gregorianas), Ro-
por el Concilio Plenario L atin o Americano) de las
nuzzi, H aberl (Magister choralis)) Kicnle, Schimd,
Asociaciones religiosas. Oratorios festivos y Cole
etc.
VI
gios católicos existentes en su respectiva Parroquia,
para formar coros de niños y adultos destinados á
Considerando que los Sacerdotes, para el ejer
cultivar el can to gregoriano. P ara la práctica sería
cicio de su ministerio, deben de estar bien instruidos
muy conveniente aprovechar los mismos catecis
y perfeccionarse siempre más en el Canto eclesiás
mos, haciendo cantar antes y después pequeñas
tico, el Congreso reconoce la conveniencia de que
melodías fáciles, — establecer Misas especiales para
se establezca para ellos una clase de canto grego
los niños, durante las cuales éstos podrían ejecutar
riano anexa, en la form a que aconsejaren las cir
cánticos variados, siendo este un gran paso hacia
cunstancias, á las conferencias de moral, de prác
el establecim iento regular de M isas y Vísperas can
tica en las respectivas Diócesis.
EL REPRESENTANTE DEL SÜCESOR DE DON BOSGO
EN A M É R I C A
(Correspondencia de D . Calógero Gusmauo á nuestro Rector Mayor, D . M iguel Rúa)
PERÚ Y BOLIVIA
Lenguaje de gratitud
muchedumbre de personas que en Arequi
pa visitaron á D. Albera fué extraordinaria.
En la velada dramático-literaria que dedicaron
á nuestro Superior, los niños del Colegio dieron
muestras de sus aptitudes. Durante el acto, hi
cieron corona á D. Albera todas las autoridades
de la ciudad: el Sr. Obispo, el Alcalde, el Rector
de la Universidad, etc. El Director de la (^sa
dió principio á la velada con estas palabras:
♦ AI referirle estos dias, amado Superior, todo
lo que se ha hecho para levantar este Colegio,
asilo de la tanta juventud, me era grato repetirle
los nombres de muchas personas y de distin
guidas corporaciones que, desde el día que tu
a
E
vimos la dicha de entrar en esta ilustre y cató
lica ciudad, nos han prestado apoyo y aliento.
Este acto de nuestra gratitud sería incomjdeto,
si yo ne le presentase los verdaderos autores de
todo lo que V. R. ha visto hasta haora. Este
Colegio, aquel Santuario que presto será termi
nado, son obras de esos Señores, que con tanta
bondad le rodean. Los Salesianos vinieron aquí
desprovistos de todo y han sido estos generosos
Señores quienes los han sostenido. A la Junta
departamental se debe en gran parte la funda
ción déla escuela agrícola con su Observatorio
meteorológico y los instrumentos necesarios, así
como también del gabinete agrónomo con todos
los requisitos para el estudio teórico-práctico de
la agricultura. » Llegado á este punto hizo la
presentación de los 260 niños del Colegio divi
didos en dos secciones, internos y externos, y tres
subsecciones, de estudiantes, artesanos y agri-
—
174 —
cultores. Y continuó: > Si estos niños reciben el
beneficio de la educación, en local á propósito
en este delicioso sitio, y sobre todo, si aprenden
con su profesión la instrucción de la mente y la
educación del corazón para ser buenos cristianos
y ciudadanos honrados ¿á quién se lo deben ?
¿por ventura á nosotros ? En este día, en esta
fiesta de la gratitud, es justo, beneméritos Coo
peradores, que os dé públicas gracias, es nece
sario que los niños sepan conocer á sus bien
hechores. El arcángel Rafael había llenado con
su presencia de beneficios la casa del anciano
Tobías, quien al despedirse de él, que aún no se
había revelado á sus ojos, preguntaba á su hijo:
¿Qué recompensa le daremos por tantos bene
ficios? Y el hijo le responde: Si al menos se dig
nara aceptar la mitad de nuestros bienes, se
ríamos dichosos.... Pues bien, amados Coopera
dores, también nosotros seremos dichosos si,
junto con nuesra gratitud, vosotros que con
tanto desinterés habéis trabajado por la salva
ción de tantos niños, aceptáis la mitad de las
almas que con el divino auxilio y vuestra coope
ración hemos podido salvar.»
El Sr. Obispo diocesano al fin de la velada se
levantó y dijo: « Señores ¿cómo podría yo no
amar y sostener una Congregación de cuyos be
néficos frutos vosotros todos sois testigos? ¿Có
mo no dar gracias á Dios por haberme enviado
este ejército de apóstoles? ¿Cómo no dar este
piililico y solemne testimonio de amor al Represetante del Sucesor del inmortal D. Bosco? Sería
necesario no tener corazón de pastor para no
sentir toda la gratitud por los beneficios que re
cibe la grey. Seguid, pues, conser\'ando y soste
niendo este instituto como la pupila de vuestros
ojos; seguid prestándole generosamente vuestro
apoyo moral y material.»
Todos esperaban oir de labios de D. Albera
una palabra, y él la dijo; pero fué una candorosa
palabra de agradecimiento y de promesa al mis
mo tiempo, asegurando que los hijos de D.Bosco
corresponderían siempre á la paternal bondad del
Ángel de la diócesis . á la estimación de tantos y
tan buenos Cooperadores y á las necesidades de
tantos niños.
En el lago T iticaca
Desde Moliendo hasta .^requijxi habíamos su
bido en poais horas hasta la altura de 2500
metros; pero el tren llega aún por entre poéticos
y variadísimos parajes a 14666 pies sobre el nivel
del mar. Desde la ventanillas del vagón diri
gíamos nuestras miradas á las áridas montañas,
es\>ecialmente á las cimas que debíamos ganar:
la máquina sudando,gimiendo y soplando como
si se cansase, no acababa nunca de pasar las
mil caprichosas curvas de la vía, atravesando
temerarios túneles y peligrosas subidas.
Llegamos á la altura de 4000 metros; la rare
facción del aire produce frecuentemente un ma
lestar llamado caroche que se manifiesta con
fuertes emorragias en la nariz, como le sucedió
en el último viaje que hizo á la Paz á nuestro
Mons. Costamagna; en otros suele manifestarse
con mareos y dolor de cabeza. Todos estaban
silenciosos, porque quien más quien menos todos
padecían; el agua caía abundante. Uno de los
pasajeros rompió la consigna y p ^ ó el tributo
á Neptuno sin ir á la mar; el paciente atribuía
el efecto á mala digestión y á indisposiciones
precedentes; pero los demás reían y estaban
poco dispuestos á creerle. En cuanto á mí, no sé
lo que diga, porque nema judex in cansa propria-,
lo cierto es que también D. Albera y el Director
de Arequipa tuvieron que experimentar en tierra
efectos peores que el mareo en plena tempestad,
pues el mareo desaparece al poner pie en tierra, al
paso que el caroche siguió atormentándonos toda
la noche y yo tuve que pagar todos los tributos
que no había pagado en dos años de continuos
viajes. Estábamos ya casi al término de nuestra
jomada y continuaba lloviendo sin trazas de es
campar, tanto que tuvimos que cerrar el pa
raguas para no mojarnos demasiado. Del tren
pasamos directamente al vaporcito. Embar
camos en Puno, el puerto principal sobre el lago
Titicaca, situado casi á la altura de los más altos
picos de los Alpes. Este lago, si no me engaño, es
el lago más alto de los grandes lagos navegabl^
del mundo, pues está á 3824 metros sobre el ni
vel del mar, y tiene un área de 8331 km2. Lle
gados á Puno, estábamos rendidos sin ganas de
comer ni de hablar; salimos para ver una casa
que espera á los Salesianos, y las piernas vaci
laban, se entrecortaba la voz, y la respiración
era afanosa: 65 que á tan respetable altura se
necesitan pulmones fuertes y climatizados: y los
hermanos que deban ir á aquella casa, tendrán
que sufrir bastante antes de acostumbrarse. To
dos esperan con ansiedad á los hijos de D. Bosco.
Por fin nuestro vapor levó anclas. El anuncio
de la travesía de un lago da la idea de una nave
gación reposada y tranquila; pero este lago las
más de las veces,tiene el privilegio de atormentar
á sus clientes con el extraño movimiento que
produce. Rara vez se pasa sin pagarle tributo, y
es preciso agachar la cabeza y rendir vasallaje.
Nos referían que meses atrás lo había atrave
sado un viejo capitán de barco con 40 años de
servicios,quien había viajado por todos los mares
del globo. Antes de embarcarse iba repitiendo
que él no tenía miedo y que el mareo no lo pade
cería. Pero apenas el vapor se hubo alejado de
las playas, y las aguas del Titicaca se vieron
J
— I 7Í —
señoras absolutas, se vengaron de la jactancia
del viejo capitán y el pobrecillo que era de
sentimientos católicos, no podía resignarse al
pensamiento de no tener un sacerdote que le
asistiese, tanto era el peligro que corría su exis
tencia. Por buena suerte que el trayecto dura
solo 12 horas; pero es tal el miedo que infunde,
que muchos prefieren viajar por tierra y en un
mal caballo que- ponerse á merced del terrible
lago.
El nombre del Titicaca está íntimamente
unido á la historia de los Incas, emperadores de
5 siglos. En medio del lago está situada la famosa
isla del sol, de donde, como he dicho, salieron
Manco y Manna Ocello Capac para fundar el
imperio de los Incas. Duiante la travesía tuvi
mos tiempo para evocar estas antiguas leyendas.
A las siete de la tarde arribamos á tierra. De
pronto llegaron á nuestros oidos las voces de los
Directores de la Paz y de Sucre que venían al
encuentro de D. Albera. Estábamos en Chililaya,
puerto boliviano.
H acia L a P a z
Desde Chililaya á la Paz hay un día de viaje
en ómnibus. Durante el trayecto pudimos con
templar las soberbias montañas que hacen co
rona á La Paz y que le dan un aspecto encanta
dor: el monte Ilimaní, el Potosí, el Sorata con
6550 m. de altura y varios otros coronados de
me^'es eternas. Los lugares históricos son innu
merables; no hay un palmo de tierra que no re
cuerde alguna batalla. Baste decir que en pocos
años se han sucedido más de 20 Presidentes y
que sólo bajo la presidencia de dos de ellos, se
han debido reprimir sesenta revoluciones.
Poco antes de llegar, veíamos algunos coches
que venían á nuestro encuentro, pero á pesar
de tener buenos catalejos, la ciudad no se veía.
Su posición es verdaderamente singular. La immensa meseta rodeada de una estupenda corona
de montañas que habíamos ya reconido du
rante un día , se interiumpe y se precipita en un
abismo de varios centenares de metros de pro
fundidad; allí, en aquella hondanada está La Paz,
que presenta una vista encantadora para quien
la ve la primera vez. ¡La Paz, La Paz! ¡y cuánto
necesita de paz! Nuestros hermanos en los pocos
años que llevan en aquella ciudad, han visto
varias revoluciones; pero, sea dicho en honor de
la verdad, todos los partidos que han subido al
poder han protegido nuestras casas; y nuestro
Colegio de artes y oficios de La Paz gracias á la
tranquilidad interna ^n medio de las revueltas
exteriores, ha tomado un maravilloso desarrollo.
£1 Colegio Salesiano
La casa el^ante y bien construida está situaoa
en la parte extrema de la ciudad, á un lado del
paseo predilecto de los Paceños. Está rodeada
de numerosos eucaliptos que perfuman el am
biente; los salones y talleres son vastos, oreados
é higiénicos. El Diiector. uno de los Salesianos
desterrados del Ecuador en el tiempo de la dicta
dura de Alfaro, ha reproducido aquí lo que allá
había aprendido, y es digno de mención el pro
grama racional progressivo que él ha recopilado
y que pone en práctica en los varios talleres. Por
la tarde se da clase de lenguas extranjeras, de
contabilidad y de dibujo,según la necesidad de
de los aprendices. El joven debe sufrir sus exá
menes anuales ante una comisión competente du
rante el tiempo determinado para el aprendizaje
del oficio; al terminar éste, debe dar un examen
general, y si lo supera con satisfacción, recibe
un dimploma firmado por el Rector de la Univer
sidad , un perito en el arte y el Director del Insti
tuto Salesiano. Es indecible la emulación que
este método despierta en los jóvenes y el em
peño que ellos ponen en obtener buenas notas
al término de cada semana. El Sr. Don Albera
recorrió con verdadera satisfacción todos los ta
lleres, que bien pueden llamarse talleres mo
delos.
Como he dicho, al llegar á la meseta que rodea
á La Paz, vimos varios coches; eran del Rector
de la Universidad y de otros insignes Coopera
dores. A la puerta del Colegio encontramos una
muchedumbre interminable de gente, la cual,
depués del solemne Tedeum y de la bendición
con S. D. M., penetró en un vasto salón, donde
fueron presentados á D. Albera los representan
tes del Gobierno, de las autoridades locales y
varios miembros del cuerpo diplomático. Des
filaron después los jóvenes de los talleres y cla
ses, internos y externos, con los niños del Ora
torio festivo. D. Albera regaló dulces á todos
los niños y abrazó conmovido á todos los her
manos. Hada año y medio que viajábamos
en medio de peligros y dificultades, y ahora nos
encontrábamos con los nuestros: las impresiones
de aquella velada quedarán siempre grabadas en
el fondo de nuestra alma.
Pasamos la semana santa en La Paz; todo el
Gobierno tomaba parte en las solemnes funciones
de la Catedral; y nosotros, si bien enemigos de
odiosas comparaciones, cotejando este pais con
los demás, pudimos considerar los benéficos
efectos del buen resionó gratamente oir á los indiecitos rezar el
Santo Rosario: ¡Oh! ¡María Auxiliadora, al verse
venerada y ensalzada en aquellas apartadas
regiones, no dejará de bendecir tantos sudores!
Los pobres indios están persuadidos de que Ma.
reba quiere á los Salesianos y á veces acuden á
ellos para conseguir favores del cielo. Un día el
P. Bálzola los invitó á oir Misa antes de la caza,
diciéndoles que más agradaba éso á Marcha
que Bacururú\ aceptaron la invitación y queda
ron contentísimos, pues á las pocas horas de
haber salido, volvieron con 35 jabalíes.
Lo curioso pasó durante el retiro espiritual
de los hermanos. No podían éllos comprender
el porqué de tanto silencio, y en las horas que
yo predicaba, se acercaban á la puerta y ven
tanas del rancho con mucha curiosidad, y apenas
concluía, rodeaban al P. Bálzola para que le ex
plicara lo que yo había dicho de parte del Papai
Grande, y se alegraban cuando se les decía que
lo que predicaba á los Salesianos era todo para
animarlos á tratar bien á los Coroados y que eran
también ellos amigos del Papai Grande (Dios
bueno).— Halagüeñas son, pues, las esperanzas
de estos nuestros misioneros, y preciosos serán
los frutos, si es que no les faltan dinero y per
sona.]. El pobre misionero tiene siempre que ir
con los bolsillos llenos, y sólo así se consigue
hacerlos trabajar; por que el indio sólo conoce el
interés inmediato y por éso considera el trabajo
como una diversión. .\demás las dificultades del
clima y la distancia causan y fatigan suma
mente á los obreros evangélicos.
Las oraciones de los buenos los ayudarán á
endulzar aquellos sacrificios. V. R. encomién
delos á María Auxiliadora, pues aquellos sus
hijos , á pesar de lo apartados y solos que se
encuentran, sólo desean, por su virtud y es
píritu, ser dignos hijos de D. Bosco, del cual es
V. R. digno Sucesor y representante.
Acepte los sentimientos de mi filial obsequio
y niegue á Dios por mí y por mis hermanos.
Bendiga á este su afmo. hijo
Asunción (Paraguay), 22 de Noviembre de ¡90$.
AMBROSIO M. TURRICCIA, Pbro. Sal.
---------------- eradores, lloramos la muerte
del insigne bienhechor y padre de las Obras
Salesianas en aquella República. Él amó nuestra
Congregación con el amor de un padre, y en
los días de dolor y de persecución, la defendió
con el ardor de un apóstol. ¡ Paz eterna al
venerable finado!
llp
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