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A Ñ O XXII
D iciem bre de 1907
N. 12
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^ Q ^ C ^ ^Turífl' Oratorio de S. Francisco de Sales ^ ^ 0 ^
SUMARIO: El Salesiniio como Educador
. . . .
309
Rasgos biografíeos del V e n . Juan liosco
. . . .
313
Tesoro espiritual
................................................................ 316
De nuestras M isiones: Matto Gro.*«o (Carta d el P.
B á l z o i a ) ................................................................317
Carta del P. M a l á n ........................................... 320
B ibliografía................................................................. 322
El culto de M aría A u xiliadora: T alca, Sucre, Yarit a g u a .......................................................................323
O ó
^
G racias de María A u x ilia d o r a ..........................................324
P-or el muiulo salesiano: D espedida; Fiestas de
F a m ilia; Sarria. Buenos Aires, CArdoba, Méjico 330
Noticias varias; E spañ a: A licante - A m érica: Co
lom bia: Bogotá, I b a g u é ; E cu ad or: Vin ces
. . 331
M em orias biográfícas de Mons. La.sagna . . . .
333
N e cro lo gía : D ña Jesús S. d e B i g u e u r .......................... 334
Cooperadores d ifu n t o s ...........................................................334
Indice general d el año 1 9 0 7 ' ...........................................335
El 5^l63¡ano como Educador.
IX.
el sabio profesor y emi
nente pedagogo D. Francisco
Cerruti en su áureo librito
« Ideas de D. Bosco sobre la Educa
ción y la Enseñanza, » que una hermosa
tarde de Abril de 1885, se hallaban
cenando en Marsella, á una misma mesa,
D. Bosco y el célebre Doctor Michel
que acababa de hacer el tercero de sus
viajes científico-morales al rededor del
globo. Muy pronto cayó la conversación
sobre el estado presente de la sociedad,
completamente pagano en costumbres
y creencias, que como cancro corroe
las mas florecientes naciones. No podía
menos de llamar la atención de los dos
pensadores y excitar su profunda com
pasión y pena el considerar el estado
UENTA
k
de las conciencias en la juventud cató
lica, que salía de los gimnasios, liceos
y universidades, si no completamente
pagana (esto hubiera sido demasiado!)
sin creencias bien definidas; con ideales
demasiado vagos; enamorados de la
Grecia y Roma gentílicas; sin osar ata
car el dogma cristiano, pero sin vivir
según sus enseñanzas, en fin, con una
esfumadura apenas de religión, ni pa
gana, ni cristiana: cristiana en las pa
labras, pagana en las obras; católica en
teoría y en la práctica pagana.
¿Cuál piensa V., pregunta!). Bosco,
que sea la causa de tamaño mal? Y el
doctor le señaló varías, que no satisfi
cieron al sacerdote.
No cree más bien, le replicó, que
todo dependa de la educación pagana
que se imparte en nuestras escuelas ?
— 3ÍO —
Esta educación, fundada exclusivamente
sobre los clásicos paganos, embebida
de máximas paganas, impartida con
método pagano, no puede, no, formar
generaciones cristianas ¡ y no formán
dolas, siembra en ellas la desolación
y la muerte, porque las saca de su na
tural ambiente, las alimenta con man
jares envenenados, las lleva fuera de
lo real, las abandona á mil ridiculas
ilusiones, las pone en abierta contra
dicción consigo mismas y así las de
prime y desespera.
« He combatido toda mi vida contra
esta perversa educación que deprava la
mente y el corazón de la juvefttud en
sus mejores años; ha sido mi ideal cons
tante el reformarla sobre bases since
ramente cristianas. Con este objeto he
acometido la impresión de los clásicos
paganos, convenientemente comentados
y expurgados, y con este objeto he co
menzado la edición de los clásicos la*
tinos cristianos, que con la santidad de
sus doctrinas y ejemplos, adornada con
una forma robusta' y elegante á un
tiempo, completen lo que falta en los
primeros, naturalmente defectuosos como
producto de la razón extraviada. Este
es el fin á que he mirado continuamente
en todas mis instrucciones y avisos di
dácticos y educativos, orales y escritos
que he dado á los directores, maestros
y asistentes de la Pía Sociedad Salesiana ».
Y añade el profesor Cerruti que los
acentos de D. Rosco eran tan pene
trantes, su voz tan suave y fuerte á la
vez, tan animada y expresiva la mirada,
y toda su actittid tan viva y al mismo
tiempo impregnada de un tinte de tris
teza; que lo conmovió profundamente
y lo resolvió á dedicarse con todas sus
energías á sostener y difundir los ideales
del Padre.
Y á la verdad que la promesa no
fué vana. El doctor D. Francisco Cer
ruti , gloria de la Sociedad Salesiana,
ha contribuido con sus escritos y ejem
plos á la difusión de las enseñanzas de
D. Rosco.
*
^ sjs
La Sociedad Salesiana recogió por
primera la herencia paterna: de su
seno brotaron ingenios que animados
de paciencia benedictina y de constan
cia á toda prueba, revisaron las obras
latinas y griegas, tanto paganas como
cristianas; las comentaron diligente
mente, esclareciendo puntos oscuros ya
de historia, ya de filosofía, mitología
y literatura; y las presentaron al pú
blico que las acogió con entusiasmo.
En breve los seminarios y muchos co
legios adoptaron tales libros, con grande
provecho de los alumnos.
Igual trabajo se impusieron los salesianos sobre los autores italianos, con
los mismos resultados.
Dicho esto de paso, procuraremos
ahora declarar en breve las enseñanzas
de D. Rosco acerca de este punto tan
importante, ya para ver la influencia
que han tenido sobre la marcha de la
educación, como por el fruto que po
demos recabar. Para ello extractaremos
la obrita del ya citado profesor Cerruti:
« Ideas de D. Rosco sobre la educación
y la enseñanza » .
Era máxima constante de D. Rosco
que « no ya censurando las acciones de
los demás, sino haciendo bien las pro
pias, es como se cumple nuestro deber,
y que en vez de lloriquear sobre la
calamidad de los tiempos, debemos
trabajar por corregirla».
Y así lo -vemos que sin violar en lo
más mínimo las disposiciones ministe
riales, y respetando los programas que
impone el Gobierno, introdujo en sus
clases la lectura y estudio de los clá
sicos cristianos, y esto sin negarles a
los paganos el honor que les corres-
— 3 II —
ponde, porque al fin y al cabo, ellos la forma; y más que la elegancia, se
nos dejaron monumentos inmortales, aprenda la moral, que le prohibe el
que llevan en sí la marca de la belleza arte de engañar y seducir, cosa ilícita
y el sello de la razón; pero natural á todos, inclusos los abogados».
mente tenían que ser monumentos in
¿ Y qué mucho que los Santos hablen
completos, truncos, imperfectos porque así? En 1844 Eamartine dejaba caer en
les faltaba el soplo vivo de la Divi la cámara de los Diputados de Francia
nidad,
palabras elocuentes sobre el mismo
Esta reforma de D. Bosco no era asunto. Mostrábase indignado al ver
una idea aislada ni la ilusión de un ese híbrido consorcio de una sociedad
espíritu preocupado y fanático: no; la cristiana con escuelas paganas, y esto
idea era ya antigua y había vibrado debido á lo incompleto de los sistemas
en cerebros vigorosos, había movido p e d a g ó g ic * .q u e por dos ó tres hol*as
robustas y templadas plumas y elo de Religión que permiten á la semana,
cuentísimos labios. D. Bosco la recogió, dan 20 ó más de paganismo, resultando
la caldeó y la practicó.
de aquí que educada la juventud con
Ya S. Basilio Masfno
en
su
«
Hotales máximas, deduce por consecuencia
O
milía á la Juventud sobre el modo de que el paganismo es la Religión de los
leer con provecho los libros paganos » grandes pueblos, y el Cristianismo es
se expresaba en estos términos: « Os cosa propia de niños y mujeres. Y en
recomiendo su estudio, pero como ótil 1876 el pueblo francés obligaba al
preparación á las Sagradas Escrituras, Gobierno á introducir en las escuelas
ya que conviene acostumbrarse á mirar los clásicos cristianos latinos. ¡ Lástima
el sol en el agua antes de fijar la vista grande que el furor sectario descono
en su misma luz vivísima
Y como ciera tan pronto esa voluntad del pueblo
un estudio completamente pagano no tan manifiesta y sagrada!
está exento de peligro, y á fuerza de
Don Bosco, pues, no era un iluso
leer y saborear, penetran las ideas; cuando así procedía, sino que lo había
quería que tal estudio, estuviese rodeado meditado mucho y pretendía dar á la
de todas las precauciones y cautelas j)edagogía una orientación más con
aptas á conservar en. los jóvenes en forme al espíritu del Cristianismo, más
cendida la llama de la fe.
en armonía con las ideas de la so
Cuando S. Carlos Borroineo reorga ciedad en que vivimos y de más real y
nizó los estudios científico-literarios en práctica ventaja para la juventud, luí
los Seminarios lombardos, que fueron esto no se apartaba un ápice del .SV-s-y son todavía dechado en su clase; al íema prevejtlivo, que (¡uiere prevenir el
lado de las obras eminentes de los mal y la corrupción, más bien que
grandes clásicos paganos, introdujo las reprimirlos cuando han sobrevenido.
correspondientes de los escritores cris
Y no se tema que los colegios pier
tianos : con los Oficios de Cicerón, puso dan con esa modificación. Por de con
los Oficios de S. G regorio; con las tado ganan en moralidad y aventajan
<Vaciones de Cicerón, la Retórica de en ideas. Y aun en la misma forma
'S. Cipriano, « á fin de que la ele nada pierden.
prosa de Lactancio,
gancia digna, robusta, potente, hija del de S. Cipriano y S. Gerónimo, por
convencimiento pleno y profundo del ejemplo, no desdice de la de Cicerón»
cristiano, corrigiera la floja hermosura Cornelio, César ó Salustio; y hay poe
dd pagano, que se contenta .con la ro sías entre las de Prudencio y .S. Pau
tundidad del período y la elegancia de lino de Ñola que no desdeñarían Ho-
— 312
racio ni Ovidio. ¿Y qué diremos de las
que dejó escritas León XIII?
Kl tristemente célebre Felice CavalloUi, enemigo declarado del Papado y
que murió batiéndose en duelo, se ex
tasiaba leyéndolas y hasta tradujo al
gunas en elegantes versos italianos.
* *
Viniendo á la práctica, ante todo
debe persuadirse el educador de (pie
su fin no es el examen, ni una suma
más ó menos completa de conocimientos,
ni aun la posición social de sus alumnos:
todo esto entra y debe entrar en su
plan; pero no es el fm principal; éste
consiste en la perfecta educación humana
(es decir, cristiana) del niño. Entrar en
la escuela, únicamente con un programa
que desarrollar, es simplemente con
fundir los medios con el fin. El Co
legio como la Escuela deben ser una
segunda casa paterna. Y como su fin
principal es formar al hombre y per
feccionarlo en sus facultades físicas,
intelectuales y morales, educar al ciu
dadano' para la vida social; así el deber
principalísimo del maestro es dar á la
educación una orientación ordenada á
ese fin primordial, orientación que es
absolutamente imposible cuando la Re
ligión se reduce á una ó dos horas
semanales, y no constituye más bien
como el alma, y la vida de la escuela,
como el aire que respira y el calor de
que se sustenta. Por esto, temas, lec
turas, todo, todo debe encerrar siempre
un concepto moral, y esto sin violencia,
sino con suavidad y naturalidad. Hoy
desagraciadamente sucede todo lo contrario: en la universidad, en el bachi
llerato y hasta en el mismo asilo in
fantil. se prescinde de la moral cris
tiana y se respira un aire pesado, que
corroe la vida en sus ]>rincipios.
Muchas veces la Religión ni siquiera
hace parte del programa, y aun cuando
la haga, se imparte de un modo tan
empírico, con un método tan irracional,
que en vez de hacerla amar, la hacen
odiosa, temida, pesada como una capa
de plomo. Es necesario cambiar de
dirección, es preciso que la moral cris
tiana se compenetre en la escuela, for
mando su ambiente natural; y así, en
el estudio de la antigüedad pagana,
es menester que se deje cuanto repugna
á los fundamentos dogmáticos y mo
rales del Cristianismo, y se tome tansolo
lo que necesite corrección ó comple
mento. En cuanto á los demás, es ne
cesario hacer como la abeja, que de
las flores no toma sino lo que le sirve
para la fabricación de sus panales. Así,
debemos hacer resaltar lo bueno y en
caminarlo á la práctica, ya que, según
el dicho de Platón, citado por S. Ba
silio, « el parecer justo sin serlo es el
mayor grado de iniquidad». El hecho
de los atletas, por ejemplo, que se so
metían á toda suerte de penalidades,
debe enseñarnos á tolerar animosa
mente las incomodidades, á lo menos
con el mismo valor, puesto que la co
rona que ellos esperaban era corrupti
ble, baladí, mientras la nuestra es in
marcesible y magnífica. Del mismo
modo, conviene hacer resaltar las má
ximas y enseñanzas de los filósofos,
cuando son conformes con el Evangelio,
porque dignifican la razón, y hacen ver
que cuando ésta no se deja esclavi
zar por las pasiones, se conforma bas
tante á las enseñanzas de I3 ios.
En cuanto á la mitología ¿ no es ri
dículo y lastimoso el ver que hoy. en
pleno siglo X X , haya poetas que se
deleitan en evocar y acariciar cual
realidades esas falnilosas personifica
ciones, que en substancia, como su
nombre lo indica, no son sino mitos,
ideas vacías de significado? ¿Es que
faltan temas que tratar? ¿No tenemos
delante la Naturaleza con sus virgi
nales encantos, la sociedad con sus
luchas gigantescas, anhelante de luz y
m
— 313 —
dirección? ¿No será dij^no del poeta aquel momento, todos aquellos rapaces, dejando
de nuestro siglo el problema social ? sus riñas, bocliinches y blasfemias se recogieron
al rededor del que hablaba. Casi sin saber lo que
¿Acaso no sería preferible abandonar decía:
— ¿Y quién sois vos, añadí, que me ordenáis co
la lira plañidera que corre tras Lauras
sas imposibles ?
desdeñosas, y empuñar el arpa sono
— Precisamente porque estas cosas te parecen
rosa del ideal cristiano, y embellecido imposibles, debes hacerlas posibles con la obedien
y deseable presentarlo á las masas, cia y la adquisición de la ciencia.
— ¿ Dónde, con qué medios podré adquirir esa
como remedio supremo, como iris de ciencia?
salud, como verdadero sol del porvenir?
— Yo te daré la Maestra, bajo cuya disciplina
Basten estas brevísimas páginas para podrás llegar á ser sabio, y sin la cual toda ciencia
que nuestros lectores se formen idea resulta necedad.
— ¿ Pero quién sois vos que de este modo me
del sistema salesiano en este punto im habláis?
— Yo soy el Hijo de Aquella á quien tu madre
portante, tomado en su conjunto.
de la Vida del Venerable Juan Rosco
TOCADOS EN EL DECRETO
(ContÍ7iuación) (i).
Primer anuncio de ia Misión.
ía vida del Venerable está llena de sxicños. 6
___ mejor dicho, visiones ó ilustraciones, muy
maravillosas á veces. Nosotros, sin darles otra
autoridad que la que les dará la Iglesia, vamos á
exponer algunas. Somos simples narradores, y en
esto, como en todo, nos sometemos á cuanto dis
puso la Santidad de Urbano V il. Abramos las
Memoria$:
* A la edad de 7 años poco más ó menos tuve
un sueño que me quedó profundamente impreso.
Parecíame estar junto á casa en un patio muy
espacioso, donde estaban entreteniéndose una mul
titud de niños. .•Algunos reían, otros jugaban,
no pocos blasfemaban. Al oír semejantes blasfe
mias. me arrojé en medio de ellos, usando puños
y voces para hacerlos callar. En ese momento apa
reció un hombre venerando, de edad madura, ves
tido noblemente. Un blanco manto cubría toda su
persona; su cara era tan resplandeciente, que yo no
podía fijarme en ella. Él me llamó por mi nombre
y me ordenó ponerme al frente de esos niños, aña
diendo estas palabras: <-No con golpes, sino con
la caridad y la mansedumbre es como debes ganar
4 estos tus amigos. Ponte inmediatamente á ha
cerles una instrucción sobre la fealdad del pecado
y la belleza de la virtud *. Gínfuso y avergonzado
^pondí que yo era un pobre muchacho ignorante,
incapaz de hablar de Religión á aquellos niños. En
(I) V . N úm ero anterior.
te ha enseñado á saludar tres veces al día.
— Mi madre me dice que no me junte sin su per
miso con quien no conozco, por esto, decidme vues
tro nombre.
— Mi nombre pregúntaselo á mi Madre.
En este momento vi junto á mí una Señora de
majestuoso aspecto, vestida con un manto tanresplandeciente como si cada uno de sus puntos fuera
una brillantísima estrella. Viéndome cada vez más
turbado y confuso, mellizo señas de que me acer
case. y tomándome por la mano — Mira— me dijo.
Y mirando noté que todos aquellos niños habían
huido, y en su lugar vi una multitud de cabritos,
perros, gatos, osos y otros animales. — Hé aquí tu
campo, hé aquí donde debes trabajar, me dijo
aquella Señora. Hazte humilde, fuerte v robusto,'
y lo que ves que sucede en este momento con estos
animales, tú deberás hacerlo con mis hijos.
Volví entonces los ojos y hé aquí que en lugar de
animales feroces \i otros tantos mansos corderos,
que saltando corrían en tomo balando, como para
hacer fiesta á aquel señor y aquella señora.
A este punto, siempre en sueños, me puse á llo
rar, y rogué á aquella señora que hablara de modo
que yo entendiera, porque así no sabía recapaci
tarme.
Entonces Ella me puso la mano en la cabeza, diciendome: — A su tiempo, todo lo comprenderás,
Diciio esto, un gran ruido me despertó, y desapa
reció todo. Yo quedé aturdido. Parecíame que me
dolían las manos á consecuencia de los j)uños que
había dado, que la cara se resentía de los bofeto
nes; además aquel Personaje, aquella Señora, las
cosas dichas y oídas ocuparon de tal modo mi
cabeza, que en toda la noche me fué imposible
cerrar ojo.
Por la mañana narré inmediatamente el sueño á
mis hermanos, que se echaron á reír y á mi madre
y á mi abuela. Cada cual le daba .su interpretación.
Mi hermano José decía: — Tu serás guardián de
cabras, ovejas y otros animales, — Mi madre: —
Quién sabe que no llegues á ser sacerdote. — An
tonio con acento áspero: Tal vez serás jefe de ban
didos. Pero mi abuela que sabía deTcología aunque
era del todo analíal->cta, dió la sentencia defini
tiva. diciendo: Es necesario no creer en sueños.
Yo era del parecer de mi abuela. Sin embargo
no me fué posible quitarme el sueño de la mente...
— 314 —
Y o he callado siempre todo: mis parientes no hicie
ron caso. Pero cuando en 1848 fui á Roma á tratar
de la Congregación Salesiana con el Padre Santo,
61 se hizo referir todo lo que tuviera aunque fuera
el viso de sobrenatural. Narré entonces el primer
sueño, tenido á la edad de nueve ó diez años. El
Papa me mandó escribirlo minuciosamente en
su sentido literal y dejarlo para estímulo de la
Congregación (jue formaba el objeto de mi viaje
á Roma ». Hasta aquí D. Bosco.
Advierte el P. Lemoyne (i) que este sueño se le
presentaba y desarrollaba continuamente durante
18 años y sin embargo D. Bosco no quiso contar
sino una mínima parte. En los últimos años afir
maba que aunque el fondo era siempre el^mismo,
* No digas soy un niño, porque con mi auxilio tú
ejecutarás todas las cosas para las cuales te comi
sione, y todo cuanto te encomiende que digas, lo
dirás. Ño temas la presencia de los poderosos, porque contigo estoy yo para sacarte de cualquier em
barazo.... Te harán la guerra, mas no prevalecerán,
pues contigo estoy para librarte » (i).
« Y cuál debía ser la misión de Juan Bosco? La
fundación de nuevas sociedades religiosas: Salesianos. Hijas de María Auxiliadora. Cooperadores; la
salvación de innumerable juventud por medio de
los Oratorios, asilos, talleres, escuelas, granjas agrí
colas, etc.; las vocaciones sacerdotales para el San
tuario, miles de obras católicas que oponer á
la devastadora nube de la irreligión, especial-
Prospecto general de la Iglesia de Sta. María Libertadora en el Testaccio en Roma.
cada vez se le representaba acompañado de circuns
tancias nuevas. Y añadía que desde aquel punto
61 previó no solamente la obra dcl Oratorio y la
extensión de su misión, sino también todos los obs
táculos que habían de surgir para impedir su rea
lización y sus progresos, todas hus guerras que
habían de suscitarle los adversarios y el modo de
vencerlas. Ciertamente esta debe de ser una de las
causas de su admirable tranquilidad en medio de
his m;is rudius pruebas y de la seguridad del éxito
cu cuanto acometía.
Por manera que este sueño no fue una mera gra
cia. sino una verdadera misión con la obligación
de obedecer. Y yo. observa el citado biógrafo — la
compararía con la visión de Jeremías, el cual dijo
al Señor: ■? .\h! ah! ah! Señor Dios, Tú ves que soy
un niño y no sé hablar *. — Y el Señor le replicó:
(1) ^Umorie biografickt á<l Sac, Giovanni Bosco^
VOl. 1, pUg. Í3Ó.
mente la Buena Prensa y la admirable asocia
ción de los Cooperadores salesianos, que deben ser
el braío derecho de los Obispos y del clero, á la par
que avudar á las obras salesianas. Por manera que
también á él parece haya dicho el Señor: « Te he
dado autoridad sobre las naciones de la tierra» (2).
He aquí la admirable grandeza de este sueño.
Nueva vislumbre.
Juan había estrechado amistad en Castelnuovo
con cierto José Turco, á cuya viña se retiraba como
lugar más apartado del camino y por ende más tran
quilo. Subía sobre una eminencia desde donde podía
ver cuanto pasaba en su viña y en la del amigo, y
sin ser observado hacía la guardia de los rebaños y
de la uva con su libro en la mano. Fué en esta viña
(1) Jer. I.
(3) Ibid.
— 315 —
donde Turco y su padre lo \deron un día correrles
al encu ■ íntro, lleno de alei ría.
— ¿Qué tienes, Juan? le dijo el propietario.
— ¿ Y cómo podré cuidar de tantas ovejas y de
tantos corderos? ¿ Dónde hallar pastos, adonde
llevarlos ?
Y la señora le respondió:
— No temas, yo te asistiré. Y
desapareció.
Esta narración de los Señores
Turco, armoniza con esta sen
cilla línea de las Memorias :
« A los i6 años tuve otro
sueño ♦ .
La misión se manifiesta con más cla
ridad. — Desde 1844 tiene la entera
visión dei Oratorio de S. Francisco
de Sales en Valdocco.
Leemos en las Memorias:
La segunda Dominica de
Octubre de aquel año (1744),
tenía que participar á mis jovencitos que el Oratorio debía
La planta.
— Buenas noticias, buenas
noticias, les dijo Juan. Anoche
tuve un sueño, y vi que podía
continuar les estudios, me ha
ría sacerdote y me pondría al
frente de muchos niños, de cuya
educación me ocuparía durante
el resto de mi vida.
Y á la mañana siguiente, vol
viendo de la parroquia, adonde
había ido para asistir á la Sta.
Misa y visitar la familia Turco,
la señora Luisa de Turco le pre
guntó porqué estaba tan ra
diante de alegría. El respondió
que había tenido un hermoso
sueño. Instándosele á que lo con
tara dijo que había visto venir
Prospecto lateral.
trasladarse á Valdocco. Pero la
incertidumbre del sitio, de los
medios, de las personas me
preocupaban seriamente. La
noche antes fui á la cama con
el corazón inquieto. Aquella no
che tuve otro sueño que pa
reció un apéndice al que tuve
en Becchi á los 9 años. Juzgo
conveniente exponerlo literal
mente: 4 -Soñé encontrarme en
medio de una multitud de ca
britos, ovejas, corderos, perros,
lobos y pájaros. Todos juntos
hacían un ruido, una algazara,
que había para aterrar al más
animoso- Yo quería huir, cuando
Sección transversaL
La fachada.
una Señora muy bien vestida
á guisa de pastora, me indicó
hacia sí una Señora que guiaba una numero- que siguiera aquella grey mientras ella la precedía.
rísima grey y que acercándosele y llamándolo por Anduvimos errantes de un lugar en otro. Hicimos
Su nombre, le había dicho: Juanito, toda esta grey
tres estaciones ó paradas — á cada una de las
la confio á tus cuidados.
cuales algunos de esos animales se cambiaban en
— 316 —
corderos y su número iba creciendo siempre. Despu6s de haber caminado mucho, me encontré en
un prado, donde todos aquellos animales saltaban
y comían juntos sin que los unos intentasen
morder á los otro».
-» Oprimido de cansancio, quería sentarme junto
5Í una vía cercana, pero la pastora me invitó á con
tinuar el camino. Después de un breve intervalo, me
encontré en un espacioso patio rodeado de un pór
tico A cuya extremidad había una iglesia. .\quí
noté que cuatro quintos de los animales se habían
convertido en corderos. Su número después se hizo
grandísimo. Rn ese momento llegaron varios pas
tores para guardarlos; pero se detenían poco y par
tían muy pronto. Entonces sucedió una maravilla.
Muchos corderos se convertían en pastores, y au
mentándose, tomat)an cuidado de los otros. Cre
ciendo los pastores en gran número, se dividieron
é iban á otros lugares á recoger otros animales ex
traños y conducirlos A otros apriscos.
Yo quería marcharme, porque me parecía
tiem)}0 de ir á celebrar la Santa Misa, pero la pas
tora me dijo que mirara al Sur. Miré y vi un campo
en que había sembrados maíz, patatas, coles, re
molachas, lechugas y muchas otras verduras. —
Mira de nuevo, añadió. Y vi una espléndida iglesia;
un coro, una orquesta con música instrumental y
vocal me invitaban á cantar la Misa. En el interno
de la iglesia había una {aja-blanca, en la cual estaba
escrito en gruesos caracteres: Hic doniiis mea, inde
gloria mea. Continuando en el sueño, quise pregun
tar á la pastora en tlónde me hallaba, qué signifi
caba aiiuel caminar, esas detenciones, aquella casa,
aquella iglesia y luego esa otra iglesia.
— Tú lo comprenderás lodo, me respondió, cuando
con los ojos materiales verás lo que ahora ves con
los ojos de la mente. Mas. pareciéndome estar desI>ierto, respondí:
— Yo veo claro, y veo con los ojos materiales:
sé dónde estoy y qué es lo que hago.
En aquel momento la campana de la iglesia de
S, Francisco tocó el Ave María y me desperté.
Este sueño me ocupó toda la noche. Muchas
otras particularidades lo acompañaron. Entóneos
comprendí poco el significado, porque desconfiando
de mí, le prestaba poca fé; pero comprendí las cosas
A medida que se iban verificando
,
Conviene advertir que desde el 1844, D. Bosco,
joven sacerdote, continuó ocupándose de los niños,
sin alejarse del Convicto de S. Francisco do Asís.
Después del tercer año do estudios prácticos, por
consejo del V. Cafasso y dcl Tool. Guala renunció
al ministerio, y habiendo sido nombrado Director
dcl Refugio, obtuvo permiso de la Marquesa Barolo para reunir allí á los niños; y de hecho allá los
llevó pl domingo siguiente al sueño, tercero de Octvibro. consagrado á la Pureza de la Sma. Virgen.
Pero en breve hubo de alejarlos para trasladarlos
el 13 de Julio de 1845 ^ S. Martin, donde perma
neció hasta el 22 de Diciembre (prinm parada ó
estación)', arrojado de allí, arrendó tres cuartos en
la casa Moretta
arrojado tam
bién de allí, se refugió cu un prado vecino, en la
primavera de 1845 {tercera estación); « hasta que,
después de un breve camino se encontró en un
espacioso patio, con pórticos y á su extremidad
una iglesia » y donde en fin « vió otra estupenda
iglesia * en cuyo interno corre una faja con este
letrero en gruesos caracteres. « Hic domus mea,
inde gloria mea f>. Dios evidentemente mostró á su
siervo el lugar donde surgieron el oratorio de San
Francisco de Sales, y la iglesia y más tarde el san
tuario de María Auxiliadora.
¡Cuántas veces en los últimos años de su vida,
el Venerable se quedaba fijo en la contemplación
de la cúpula del Santuario y cómo se conmovía!
Pensaba en el sueño. ¡Cuán admirable es en sus
Santos el Señor!
Continuará.
TESORO ESPIRITUAL
Los Cooperadores Salesianos que confesados
y comulgados, visiten devotamente una iglesia
ó capilla pública, ó si viven en comunidad, la
propia capilla, y rueguen según la intención
del Sumo Pontífice, pueden ganar las siguientes
indulgencias:
Plenarías. En todo tiempo:
1. ®El día que dieren su nombre á la Unión
de Cooperadores;
2. ®Una vez al mes, el día que cada cual quiera
escoger;
3. ° Igualmente una vez al mes, el día que
asistan á la Conferencia:
4. ®Asimismo una vez al mes, el día que hagan
el ejercicio de la buena muerte;
5.0 El día que por primera vez se consagren
al .Sgdo. Corazón de Jesús;
6. ®Cada vez que por ocho días consecutivos
se retiren á hacer ejercicios espirituales.
7. ®E n articulo de muerte, si confesados y co
mulgados, ó almenos contritos, pronunciaren
devotamente el Smo. Nombre de Jesús con la
boca á ser posible, ó al menos con el corazón.
En el mes de Enero.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
El
»
»
»
»
»
1.
6.
18.
21.
25.
29.
Circuncisión de N. S. J.
Epifanía de N. S. J.
Cátedra de S. Pedro en Roma.
Desposorio de Maria .Sma.
Conversión de S. Pablo.
S. Francisco de Sales.
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^ DE JSÍUESTF^AS MISIONES
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distribuir el Pan Eucarístico á estos seis, antes
feroces salvajes del desierto, ahora mansos cor
deros. Cierto estoy de que el Divino Infante,
rogado por estos tiernos corazones, habrá de
I.
rramado sirs beirdiciones. rro solamente sobre
Fiestas religiosas en la Colonia del Sgdo. Corazón toda la tribrr, sino también sobre todos rrrrestros
— Los terribles Cayapos — Una aldea destruida Bienhechores y cooperadores de esta ardrra
— La vuelta de Miguel Magone.
Misión.
El día de Nav idad fué día lleno de santa alegi ía.
[Carta del P . Bálzola).
¡Cuáir contentos estaban, no solamente los niños
C olonia del Sagrad o Corazón,
sino tanrbién los padres al ver á sus hijos vesti
14 de A bril de 1907.
dos de gala y sentados á nuestra mesa. Y su
Veneradísime Padre:
gozo fué completo, cuatrdo vieron que habíamos
iempre es muy grato para mí el poderle pensado, rro sólo en los hijos, sino también en
dar noticias que sé son del agrado de S. R. los padres, haciéndoles á todos, hermosos re
En mi última le hablé de la fiesta de María galos.
Auxiliadora. Pues bien, la de la Inmaculada fué
Y parece que el Niño Jesús ha querido pre
más consoladora todavía. Además de los niños miar nuestro religioso obsequio. En efecto, poco
Y niñas ya admitidos á la Sagrada Eucaristía,
después llegaron tres indios de las aldeas del
hubo otros seis de primera confesión.
Sur. Esta venida, es, á rnr modo de ver, urra
La fiesta fué precedida de la Novena, durante la bendición especial, porque es al Sur, donde se
cual se rezaron las oraciones del Joven Instruido.
encuentran las principales aldeas, pobladas de
Pero lo que ciertamente habrá gustado más á numerosísimos Bororos-Coroados, los cuales,
laSma. \'irgen habrá sido el oír á nuestros indie- inra vez que hayan entablado corr irosotros
citos unir sus voces en el canto litúrgico de ,la relaciones de amistad, no dejarán de acudir á la
Misa. .Así, los deseos del Padre Santo se cumplen
Misión. Del lado Norte, han debido alejarse casi
también en medio de las florestas. Por la tarde,
todos, huyendo de las epidemias qrre hacen es
la habitual iluminación, morteretes, cohetes , tragos y de los feroces Cayapos que atroznrente
que tanto agradan á estos indios, cantos é himnos, los persiguen.
y todo acompañado por nuestro viejo armonio
Estos, últimamente tuvieron la audacia de
y la diminuta banda musical, y a floreciente venir á dos kilómetros de la misión y matarnos
entre estos neófitos. Palpamos con la mano que una muía que con una flecha quedó atravesada
estas fiestas influyen potentemente sobre el co de parte á parte. No sé cómo se ^)odrá poner
razón de los jóvenes, los cuales se deciden á ol mano á la civilización de estos indios, que no
vidarse de las ridiculas ceremonias de sus padres.
quieren comunicar con nadie. El secreto está en
La fiesta de la Inmaculada fué preparación de manos de la Divina Providencia; entre tanto hay
la de Navidad. Se hizo lo posible y el canto de mucho que trabajar en medio de los Coioados.
las Profecías, reforzado por las voces bien mo
Ivos recién llegados nos traen noticias de mu
duladas de nuestros nuevos músicos, resultó chas aldeas, varias de las cuales jamás tuvieron
mucho más atractivo que los otros años.
relación alguna con gente civilizada. El poco
Consoladora en extremo fué la Misa del Gallo
tiempo que pasaron con nosotros lo gastaron
que hasta ahora ha tenido siempre un carácter en poner aparte innumerables objetos que lle
especial en estas florestas. Jesús descendió no varon á sus compañeros, porque, como es de
solamente á nuestra humilde capilla, pobre costumbre, nuestros indios los colmaron de re
como el pesebre de Belén, sino también al cora galos, Este les dió los calzones, el otro la ca
zón de otros seis hijos de la floresta que tenían misa, aquél el cuchillo, la manta etc, etc. Muchos
la dicha de recibirlo por la primera vez.
venían á preguntarme si podían dar este ó aquel
aseguro, amadísimo Padre, que no me es objeto... únicamente para poder recibir después
posible decirle el consuelo que experimenté al otro. No me opuse á esa generosidad porque te-
ÍDatto Oposso (Brasil)
P
-
318 -
mía disgustarlos y porque á mí me gustaba
mncfio que partieran los huéspedes bien pro
vistos y iíien impresionados de la Colonia. Y de
hecho partieron contentísimos diciendo que
después de pocas lunas volverían con muchos
compañeros.
Al día siguiente de la partida, un joven car
pintero no se presentó al trabajo. Buscósele con
afán y nos hallamos con que estaba.... sin cal
zones: los había dado á tres indios y tenía ver
güenza de presentarse. Habiendo recibido un
par. corrió inmediatamente al trabajo. Tras él
vinieron otros y otros, y entre ellos el’padre de
Miguel, que habiendo quedado sin camisa, vino
sonriendo á pedirme otra. Como ve, amadísimo
Padre, no falta el buen corazón entre esta gente,
ni, aunque mezclado con su poco de interés per
sonal, el sentimiento de la caridad fraterna.
En esos mismos días tuvimos una triste no
ticia. Si S. R. recuerda, el año pasado, cuando
le conté de aquellos 90 indios que del Río Araguaya llegaron á la Colonia, le dije que también
de una aldea lejana habían llegado ocho para
probar el terreno, los cuales volvieron á sus
tierras. Mas he aquí que algunos civilizados,
al parecer más bárbaros que los mismos salvajes,
queriendo acabar con ellos, asaltan la aldea y
hacen tan horrible matanza que sólo una mujer
pudo á duras penas ponerse á salvo con la fuga.
Mucho me aflige esta noticia: Si lo hubiéramos
sabido antes, hubiéramos podido mandar alguno
á traerlos y salvarlos de la enorme desgracia.
Pero frecuentemente Dios saca bien del mal:
y en efecto, nuestros indios se han persuadido de
que estando cerca de los Misioneros se ven libres
de multitud de desgracias. Con todo ello, estos
son actos que hacen espeluznar, y de todo co
razón bien nacido, brota una viva conmisera
ción para con aquellos pobres indios, que si hu
bieran podido imirse á nosotros, también ellos en
breve tiempo se habrían ganado á la Religión
y á la Civilización.
¡Oh! si pudiéramos recoger al nrenos á todos
los jóvenes que vagan por estas florestas y edu
carlos amorosamente en el nombre y bajo los
auspicios del Divino Corazón de Cristo! Roguomos, reguemos y no serán \'anas nuestras espe
ranzas!
Ahora una noticia agradable. E l viaje que el
joveucito Miguel Magone hizo por Europa con
nuestro amado Inspector el P. Malán, será de
grande ventaja para toda la tribu y tierra de
los Coroados. Cuando se oyó la nueva de su
\melta, todos estaban ansiosos de verlo, para
oír de su boca la narración de mil cosas. E l Ins
pector tuvo la bondad de llamanue telegráfi
camente á Cuyabá para informarse de las necesi
dades de la Misión. Tal llamada fué para mí un
gran motivo de alegría y,hubiera querido tener
alas para volar á abrazar á mi amado Superior,
recibir noticias de su largo viaje, de la querida
Italia, de todos nuestros amadísimos Superiores
y al mismo tiempo dar un afectuoso abrazo i
los recién venidos y al muy amado Miguel.
Me preparé pues, inmediatamente á partir;
arreglé los asuntos de la Colonia, fijé lo que ha
bía de hacerse, recomendé á los indios ¿ buen
comportamiento, prometiendo premios á los
mejores y el 18 de febrero partí, conduciendo
conmigo tres niños destinados á nuestro Co
legio de Cuyabá. E l 28 tuve el placer de llegar
al Colegio de Coxipó. ¡Qué fiesta! Hacía más de
treinta meses que no veía tantos hermanos y
amigos! Y habiéndose venido á Coxipó para dar
un paseo todos los alumnos de Cuyabá, ahí tuve
el consuelo de abrazar al amado Inspector. El
resto de aquel dichoso día pasó en la alegría más
fraterna, y por la tarde fuimos al Colegio de Cu
yabá, que me sorprendió mucho y muy agrada
blemente por su gran desarrollo y me pioporcionó la fortmia de ver á otros amadísimos
hermanos.
Después de irnos 15 días pasados en ese dulce
ambiente, respirando buen aire y rodeado no ya
de pobres salvajes, sino de amadísimos hermanos
y amigos, me preparé á volver á la Colonia, en
compañía de algunos recién llegados. Hechas
algunas provisiones, especialmente de vestuarios
para los indios, porque las. provisiones del Padre
Malán no habían llegado todavía, dejé los
tres niños en el Colegio para que, junto con la
música y algima instrucción literaria, uno se
ejercitara en el oficio de carpintero, de herrero
el otro y el tercero de sastre. Se quedaron de
muy buena gana todos tres, porque se vieron
bien tratados y vieron los grandes progresos de
Sliguel, su compañero.
En verdad, debo confesar que yo mismo quedé
pasmado al ver los progresos que Miguel ha hecho
en menos de un año. I,o hallé no solamente cre
cido de 10 centímetros, sino con un manejo que
parecía uno de los niños más cumplidos de nues
tros mejores colegios. En el acto me habló con
gran satisfacción del Señor D. Rúa y de los otros
Superiores, del Papa y de los Cardenales y 0 bispos que había visto; del Santuario de María
Auxiliadora y de tantas otras hermosas iglesias
y santuarios. Me contó también su viaje á Roma
y á París. Y o lo escuchaba con placer y lo aco
saba á preguntas, pero mi pensamiento estaba
fijo en la Colonia y pensaba en la buena im
presión que haría su llegada, en el encuentro del
hijo con el padre y la madre y en el bien que
haría á todos con sus narraciones.
Por lo tanto, el 18 de Marzo, víspera de S. José,
acompañado de dos nuevos clérigos, Poli y
— 319 —
de costumbre.... poniéndose á rezongar fuerte
Franco, dos coadjutores y el amado Miguel,
dimos el adiós á nuestros hermanos de Cuyabá mente y á llorar á cántaros. E l hijo y yo que
Y nos dirigimos á las Colonias. L a primera noche sabíamos la ceremonia, aguardamos sonriendo
ia pasamos espléndidamente entre nuestros her á que la terminara. Teimiuado que la hubo,
manos de Coxipó, y al día siguiente, recomen tam biéuá sus labios volvió la sonrisa y « padua! »
dijo; vamos!
dando nuestro viaje á S. José, dando el abrazo
En pocos minutos llegamos al monte de Sta.
á nuestros hermanos y recibida la bendición
del Inspector, nos separamos otra vez del mundo Cruz. Allí fuimos vistos por algunos indios de la
dnlizado y partimos al campo que nos ha desti Colonia, la cual, en un abrir y cerrar de ojos,
á los gritos de « Padre curi arrcgodo, il/igwc/
nado la Divina Providencia.
Dejo de narrar las sólitas peripecias de estos arregodo: E l Padre Grande ha llegado, Miguel
ha llegado », se puso toda eu movimiento.
\iajes, para no cansar su paciencia.
Era nuestro vivo deseo llegar almenos para el ' A la entrada, hallamos fonuados á todos los
Sábado Santo á la Colonia de S. José sobre el indios é indias, con nuestra jx-queña banda que,
llena de entusiasmo, festejaba la llegada del ama
Sangrador, pero los deseos y los cálculos valen
dísimo Miguel.
poco en estos viajes, dependiendo todo de las
Noté que todos lo admiraban, pero 110 sabían
disposiciones de los caballos y muías, y tenía
mos unos 20. El Sábado Santo, hubimos de alzar cómo acercársele: algmios niños, después de
todavía nuestras tiendas: estábamos á 30 kiló haberme besado la mano á mi, iban á besársela
metros de la Colonia de S. José. Tuvimos si, el también á él.
É l por su parte, mientras yo me preparaba
gusto de abrazar á dos de nuestros hennanos,
que \'inÍeron á nuestro encuentro. E l día si para celebrar, me rogó lo confesara. Y o celebré
la Santa Misa en acción de gracias al Sgdo. Co
guiente, Pascua de Resurrección, celebré bajo
la tienda, distribuyendo la Sagrada Comunión razón, él me la ayudó é hizo la santa Comunión
á todos aquellos amados compañeros de viaje;
en acción de gracias por el feliz retomo. I^os
luego estando afortunados en el juntar las bes indios asistieron todos en gran silencio y con
tias, partimos inmediatamente, de modo que profundo respeto.
Después de Misa, rodearon á su compañero, de
á medio día llegamos á la Colonia, que se puso
seosos de saber lo que había visto en su largo viaje.
de fiesta por la llegada de nuevos misioneros.
El, aunque con sus relaciones los dejaba estui>efaPasado aquel día en santa alegría, dejando
ctos, creo que podía decir con S. Pablo cuando fue
atrás el resto de la comitiva con las bestias
arrebatado al tercer cielo: que sus ojos habían
de carga, yo partí á la Colonia del Sagrado
Corazón, en compañía de un hermano y del visto tales cosas, y tales habían escuchado sus
indio Miguel. A los dos días de camino, nos oídos, que era imposible al labio el expresarlas.
Algunas hojas después, lo llevé adonde los
encontramos á 35 km. de distancia. « De modo,
que, dije á los compañeros, con un poco de sacri suyos lo esperaban en su choza, en compañía
ficio, mañana podremos estar allá suficiente de muchas mujeres llenas de curiosidad por verlo
de cerca y escucharlo. Por el suelo habían ten
mente temprano para celebrar en la casa la
Santa Misa. » Los dos compañeros me manifesta dido una hermosa piel de tigre, y en ella, a|>cnas
ron el deseo que tenían de hacer también ellos llegado, lo invitaron á sentarse, mas él no acq)tó.
El padre, según el rito, quería comenzar alg(j de
la Santa Comunión en la Capilla de la Colonia.
¿Y entonces? A las i i de aquella misma noche hacururú para hacerle pasar el cansancio del
recogimos los animales, y luego, tomado un bo viaje, pero el buen joven se opuso. Entonces él.
algún tanto mortificado.se dirigió á mí, para ob
cado, á media noche en punto, nos pusimos en
camino á la luz de la luna. Habíase telegrafiado tener el consentimiento, pero yo le dije que Mi
á la Colonia que llegaríamos ese día, x>er’o no guel, no siendo y a indio, no tenía necesidad <le
nos esperaban tan pronto. En efecto, á las 6 esas ceremonias. En seguida Miguel besó respe
de la mañana, llegados á solo 6 km. del habi tuosamente la mano al padre y á la madre, como
tado, vemos venir al padre de Miguel armado acostumbran aquí en el Brasil los niños cristianos,
saludó á los amigos, y después de algunas pa
de arco y flechas y con los calzones al hombro.
También él creía encontrarnos á una distancia labras, se retiró c»nmigo á nuestra casa.
E l día siguiente, y bajo la dirección del padre,
cinc» ó seis veces mayor. Apenas nos divisó, se
querían hacer una fiesta especial para él. ¿Quiere
retiró inmediatamente tras rm matorral, pósese
apresuradamente los calzones, y luego, todo ma saber <»n qué fin? Para iniciarlo en la vida del
Hayge, como le conté que hicieron con otros
ravillado y cx)mo fuera de sí al ver sd hijo bueno
y sano y crecido y gordo y bien vestido, nos sa niños (i) pero no bien lo supo Miguel, declaró
ludó sonriendo. Luego, serio, muy serio, de
teniendo al hijo Miguel, comenzó la ceremonia
(1) V . B o l. de Enero.
— 320 —
francamente que no qiiería y yo le declaré al
])adre que su excelente hijo no tenía necesidad
de esas cosas y le añadí que lo llevaría conmigo
y le mostraría el finyge sin ning^in peligro. Tam
bién esta vez se rindió fácilmente.
Ahora el buen Miguel vive con nosotros, como
si fuese uno de nosotros, practicando las reglas
de la casa y confesándose y comulgando regu
larmente. Nos sirve magníficamente de intér])rete, nos ayuda á asistir á los niños, estudia
y trabaja ])or su cuenta etc. etc. El Sdo. Corazón
de Jesús y María Auxiliadora nos lo conserven
sienqire bueno y perseverante!
K1 me encaiga de saludar cordialmente á todos
aciucllos cpic lo conocieron y dar gracias de lo
íntimo del corazón á cuantos le hicieron algún
regalo y promete rogar siempre por ellos. Quien
ha conocido los tres indios llevados á Italia en
1898 y ha visto á Miguel Magone, habrá cierta
mente notado la gran diferencia ; pero esto es
lo que nosotros repetimos constantemente, es
á saber, tpie todas nuestras esperanzas están
cifradas en la jtiventud: áquéllos eran ya adultos
y ya viciados, y éste no.
Pero es tiempo de que termine, pidiéndole
perdón por estas líneas desordenadas, que tal
vez ya le han robado mucho tiempo, tan pre
cioso para S. R. No deje, pues. Padre, de reco
mendar Cita Misión ánuestros amados bienhe
chores; transmita nuestras cordiales expresiones
á los amados Superiores y bendíganos á todos,
pero especialisimamente al que con grande ve
neración se declara
De V. R. Obmo. hijo in J. y M.
J u a n B á l z o l a , Pbro.
Misionero Salesiano.
II.
La voz dei reconocimiento — La petición de una
cuarta Colonia.
{Caria del P. Maldn).
CuyiibA-, 8 dv M ayo de 1907, fiesta do
la Aparición d e 'S . M iguel Ancángel.
P. Rúa:
-Aprovecho gustosísimo esta fecha, que re
cuerda el nombre do
R.. para darle algunas
noticias de nuestras Misiones, que no |>odiían
ser más hermosas.
Dcspué*s de un largo viaje, estaba yo de vuelta
á las tierras del Matto Grosso, de donde, Dios
mediante, tras una breve detención en Cuyabá,
seguiré camino hacia nuestras queridas Colo
nias, \>erdidas entre las inntensas llorestas que
cubren estas vastas comarcas.
.\ntes de proceder á la repartición del personal
y de los auxilios que, á Dios graciiis, pude reco
ger en Europa, resolví esperar en Cuyabá la lle
gada del Director de la Colonia del Sdo. Corazón
de Jesús, para conocer de lleno el estado y las
necesidades de esos nuevos centros.
Las noticias que tuve, tanto respecto al pro
greso material cuanto al adelanto moral, fueron
gracias á Dios, lo más satisfactorias: hay sólo
una cosa, y es que las Colonias están siempre re
ducidas al verde, es decir, carecen de los objetos
más indispensables á las necesidades de la vida
en esas lejanas tierras, aisladas de todo centro
civilizado. En vista de estas necesidades, ordené
al P. Bálzola, tornar cuanto antes á su campo
de acción, acompañado de una buena parte del
personal- que se le había destinado y precedido
de diez bestias de carga llevando las cosas más
indispensables, adquiridas en el mercado de
Cuyabá.... á crédito. Después de todo, debemos
dar gracias á Dios de que nos queda esta clase
de moneda, frecuentemente nuestro último re
curso. Pero, fieles al sistema de nuestro amadí
simo Padre y Fundador D. Bosco, para poder
continuar contratando á crédito, necesitamos
pagar las deudas viejas; y para esto contamos,
como por lo pasado, con el generoso concurso
de la Pía Unión de nuestros Cooperadores, como
también con las no menos eficaces y abimdantes
ofertas de otros incansables bienhechores nues
tros.
De hecho, con las copiosas limosnas que gra
cias á la Divina Providencia, pude recoger en
Europa, y con el restante personal, emprenderé
el camino, como le decía ¡wco ha, de las colo
nias. ¡Que la Divina Providencia continúe sus
citando corazones generosos, capaces de grandes
sacrificios en favor de los pobres y de los aban
donados!
La llegada de los socorros, tan ardientemente
deseados, será un gran alivio y un poderoso
auxilio para nuestros pobres hermanos, que
sacrifican su vida en beneficio de tantos pobres
hijos de las florestas, y juntamente será causa
de viva alegría y un grande estímulo á nuestros
jóvenes cristianos y neófitos, para continuar
en la vía tan felizmente comenzada. Y a me pa
rece oír sus exclamaciones:
-Irroyn, arregoífo.... hachas, cuchillos! arreggodo
amegof oh! bien! bravo! bravo!
Amadísimo Padre, permítame que le recomien
de una vez más á nuestros amados cooperadores
y especialmente todos los que han contribuido
al próspero suceso de la colecta que hice, y que
son: la Sta. Hortensia de Silva Ramos, con el
concurso de la Sociedad de Beneficencia : Ouvroir brésilien de Safré Coeur, » compuesta de los
más conspicuos personages de la Colonia Bra
sileñas en París, que ella preside con un celo ex
traordinario y con mía actividad singular; la
— ?2I —
“xiniia Señora Dña. Clara Lacerda de Toledo
Piza, esposa de S. E. el Ministro Plenipotenciario
del Brasil en Francia, que ideó é inició una sus
cripción que ella hizo pasar á sus numerosas
amigas y que en pocas tardes dió un resultado
tan espléndido que nos puso’ en grado de pagar
el \Haje á algunos Misioneros; la Sta. Carmen de
Acevedo, siempre entusiasta promotora de toda
obra buena; las distinguidísimas familias Combaui y Fauchier Maguan, que me colman de
beneficios cuantas veces me traslado á Francia,
y otras varias distinguidas familias que no olvi
daré jamás, cuyos nombres, si callo ahora por no
ser demasiado largo, los publicaré á su debido
tiempo y lugar.
Sus generosas subvenciones me penniten
proveer de lo necesario á las Colonias del Sagrado
Corazón y de la Inmaculada Concepción, y
completar la fundación de la tercera Colonia,
puesta, como S. R .,sabe,bajo el potente Patro
cinio de S. José, Patrón de la Iglesia universal.
Además , el noble y generoso Gobierno de la
Confederación, siempre inclinado á proteger
las obras todas que tienden á desarrollar el pro
greso y la civilización, en vista de los servicios
eminentemente humanitarios que hemos pres
tado á estas tribus, y considerando los admi
rables sucesos obtenidos en la floreciente aunque
difícil evangelización de gente que ayer apenas,
era el terror de cuantos debían atravesar las
inmensas regiones que separan las partes civili
zadas del Matto Grosso de las del Estado de
Goyaz y que hoy, conquistada á la civilización,
ha llegado á ser una fiel compañía en los viajes
y está suficientemente encaminada á la Agricul
tura y es amante de toda clase de industrias es
pecialmente de las que tienen objeto inmediato;
el Gobierno de la Confederación, digo, ha re
suelto votar para nosotros, una suma que co
rresponde á más de 50.000 pesetas y declarar
libre de aduanas todas las máquinas agrícolas
é industriales destinadas á las Colonias. Este
acto, que no deja de ser un rasgo generoso de
parte de las más altas autoridades del Brasil,
nos anima á proseguir nuestra ardua lobor en
las tr^ colonias existentes, y, si así es del agrado
de la Divina Providencia, á pensar en establecer
sin demora un cuarto centro colonial. S. R. me
dirá, amadísimo Padre, que esta por ahora es
una obra temeraria, y en apariencia no deja de
serlo; pero en vista de los resultados obtenidos
y de la docilidad de los salvajes, hermanos nues
tros. redimidos como nosotros con la sangre pre
ciosísima de Jesucristo, nuestro Dios y nuestro
Padre, tan lleno de bondad y de amor; el cora
zón de un sacerdote no puede y no podrá resistir,
y forzosamente cederá ante la desventura de
estos seres infurtunados, que, si hubieran sido col
mados como nostros, de los bienes celestiales,
serían iguales y superiores á nosotros.
Y la prueba es clara y elocuente: aludo al
joven Miguel Magone. hijo de un cacique de los
Coreados. E l tuvo la suerte de ser mi fiel com
pañero durante mi último viaje á Europa, re
velando en esa circunstancia una rara inteli
gencia, ima grande delicadeza de corazón y una
maleabilidad marcadísima, que pennitirá darle
la educación más exquisita. Sentado muchas
veces á mesas aristocráticas, él era la admira
ción de todos, y si no hubiera sido por los rasgos
característicos de su fisonomía, que revelaban
su origen, y que son particidares de toda su
tribu feroz, por sus finos modales hubiera pare
cido un buen joven nacido en medio de pueblos
civiles. Corazón profundamente reconocido, él
conserva todavía el mejor recuerdo de las per
sonas que le mostraron particular atención ó le
hicieron algrm regalo; por ejemplo, él re
cuerda con sirma gratitud á S. E. el Í)r. D. Eauro
Müller, Ex-ministro de la Industria y de los
Caminos de Hierro, que mostró particular interés
por él, por su tribu y en general por todos los
salvajes; de S. E . el Sr. Ministro Plenipotenci'’ iio
del Brasil en París, y de su digna esposa, que lo
colmaron de dones, y del mismo modo, en el
corazón del joven bororo están impresos y le
quedarán para siempre, los nombres de todas
aquellas familias que lo beneficaron. Fué en ese
viaje cuando yopude conocer mejor que nunca el
corazón del pequeño Miguel, a quien he debido
enviar á su padre á la \nielta del P. Bálzola á
la Colonia, para no faltar á la palabra que él
mismo había dado, de volver á los seis meses.....
y estábamos y a en el nono.
Pobre Miguel! al despedirse de mí estaba tan
conmovido que á duras penas podía contener
las lágrimas que brillaban bajo sus cejas y que
yo v i surcar sus mejillas bronceadas.
E l P. Bálzola, viniendo á Cuyabá, nos ha
traído tres jóvenes para educarlos en las Escue
las Profesionales S. Gonzalo. El mayor, que se
llama Vicente y es ahijado del Senador don José
M. Metello, ha escogido el oficio de carpintero,
que había comenzado en la Colonia; el segundo,
Pablo Fernando, el de cerrajero; el tercero,
llamado Inocente, el de sastre. Han pasado
apenas dos meses y ya prometen mucho, por
que trabajan con empeño, y se aplican satis
factoriamente y observan con exactitud al ho
rario del Colegio. Es este para nosotros un dulce
consuelo, que aligera las fatigas y duros sacri
ficios que nos impone la Misión. Le aseguro,
amado Padre, que descubriendo tales cualidades
en seres que la mayor parte de los civilizados
tenía por irreducibles, todos nos hemos con
solado sobre manera.
m
— 322 —
Es cierto que á cada paso surgen innumera
bles dificultades contra nuestra obra evangelizadora, y que necesitamos de mucha, muchísima
paciencia. Pero esto es lo menos! « Socorros, so
corros )): hé acjuí lo que falta la mayor parte de
las veces. I^a solución de este último problema
está en la.s manos de nuestros buenos coopera
dores, en cuanto á lo demás, Dios procederá
con la abundancia de sus gracias. Cuando se
hayan remediado estas necesidades, veremos
en la escena social centenares y millares de sal
vajes, regenerados á la fe, ganados á la civili
zación; bárbaros ayer, estos salvajes serán ma
ñana seres útiles á la sociedad y excelentes ciu
dadanos para la patria.
Como y a le dije, á mitad del mes, hechos los
principales preparativos de viaje, partiré para
las Colonias con el resto del personal á ellas des
tinado y con los auxilios y socorros, que con
sisten en prendas de vestido, máquinas para
tejer y aserrar y maquinarias de agricultura.
Su volumen y peso hacen el trasporte dificilísimo
en estas regiones, y enormemente más costoso
que de Europa hasta aquí. Calcule V .,una besti?
de carga, que puede llevar 90 ó 100 kilogramos,
nos cuesta otros tantos francos si la alquilamos,
y si se quiere comprar, no se necesitan menos de
500 ó 600. Sobre estos datos, saque la cuenta de
lo que costarán 25.000 kilogramos de objetos
y máquinas, que debemos transportar á las Co
lonias. Estos gastos exorbitantes, por lo demás
indispensables, deben también ser cubiertos
por la Divina Providencia,de quien son instru
mentos directos nuestros buenos Cooperadores,
para quienes jamás tendremos elogios sufi
cientes. Dígales, amado Padre, que por ahora
nosotros pagamos lo más urgente, hipotecando....
nuestro crédito; pero que en lo sucesivo conta
mos con su generosidad.
Ah! si cada mío de ellos destinara cada año
una peseta para nuestras Misiones; cuán presto
tendríamos el consuelo de verlas desarrollarse
y prosperar tanto, hasta llenar cumplidamente
su objeto! Si N. S. J. ha prometido no de
jar sin recompensa'el vaso de agua, cuál premio
no dará E l á los Cooperadores que contribuyen
á una obra tan grandiosa, santa y humanitaria,
que tendrá por resultado final el feliz alista
miento de tantos miles de desventurados salva
jes en las filas de las naciones civiles?
Reverendísimo Señor D. Rúa, á mi modo de
ver, antes del fin de este año la cuarta Colonia
será una realidad; para ella necesitamos 20.000
francos y seis buenos salesiauos. Con este en
sanche de nuestra esfera de acción, otros nu
merosos hijos de la floresta que yacen en las
sombras de la barbarie, podrán ser recogidos en
el nuevo centro colonial y aprender los principios
de la civilización, los fundamentos de la moral
más pura y la luz de Fe.
Amado padre: en el acto de ponerse en ^fiaje
nuestra pequeña caravana, implora su bendición
y sus oraciones. Nuevo Moisés, V. alce los brazos
al cielo, implorando socorro y asegurando la
victoria á la falange batalladora. L a falange, sí,
somos nosotros, que luchamos con dificultades de
toda suerte; los triunfos que anhelamos, V. los
conoce: ganar almas para el cielo, brazos para la
civilización.
A mi vuelta le mandaré un Informe, donde V.
y cuantos se interesan por nuestras obras, po
drán ver el continuo progreso y el camino provi
dencial de las Colonias.
De V., amadísimo Padre,
Afmo. y devino, hijo in J.C.
A n t o n io M a l á n , Pbro.
Misionero Salesiano.
BIBLIOGRAFÍA
Librería de Popeli», flcrmauos — 3, Rué Ségur.
París (VI).
Acaba de salir el Vadcmccum Sacerdotalis para uso
de los Párrocos y eclesiásticos: 7 “ aHo. 1908. —
Es ya conocida esta obrila. Facilita las funciones
del ministerio y suministra los datos más útiles,
evitando asi la pérdida ile tiempo en consultar li
bros. Es una agenda de bolsillo en latín y caste
llano, pasta Hexible, bien encuadernada, con tarje
tero, lapicero y lápiz. Cada din del año tiene su
página con la liturgia, etc. y un espacio en blanco.
Vale 1.75 - — Se remite por correo certificado |)or
fr. 2.25. Se admite también el pago en sellos
usados de correo.
De la Librería Salesiana de Sevilla. El Problema
Agrario y el Porvenir Social, por F e l i p e V ir g il ii .
Forma los tomos LII y LUI de la Biblioteca Agráría Solariaua.
De la Librería Salesiatta de Sarriá. Bocetos de
Brocba Gorda, por M. P. J. P e y r o l ó n , N.° 159. —
Obre, de 1907.
De la Librería de los H e r e d e r o s d e J u a n G ilí
de Barcelona (Cortes 581) el III y IV tomos déla
bellísima y recomendabilisima Obra de B o g a u d : El
Cristianesimo y los Tiempos presentes. Los aignmentos
son de una actualidad palpitante; Los dogmas y la
Iglesia.
j2uesíi[o Jpomenajc oí J^adre ^anío
Í3
t£
(Toopcradorcs v ©oopcr^adoros,
leído la Carta del Rev.mo Superior General que publicamos en el
pasado número. El .Templo á Jicama Libct'tadoya que los Salesianos es
tán levantando en el barrio del Tesioccto en Roma, será presentado como Ho*
ABÉIS
E stado de lo s trabajos en el m es de Junio p. p.
menaje al Papa en su Jubileo Sacerdotal. Gran parte está íabricada ya, como
por el grabado podéis ver. Pero mucho más es lo que falta. Os suplicamos
volváis á leer la carta
del P. R ú a ; en ella os
e.xpone sus deseos.
El Padre Santo al te
ner noticia del Homenaje,
se commovió y alegró
muchísimo y mandó el
autógrafo que aquí os
presentamos y
tradu
cimos.
V '*
t/A —-n
^
A '
Con la s viás viva s accionas de g ra cia s p o r la obra sania, im parlinios
á todos los Cooperadores la A p ostólica B en d ición ,
í de octnbre d e 1907.
P IO P P . X.
H em os asegu rad o la term in ación del a rtístico y gran d ioso tem plo para
el fin del año del Jubileo S a ce rd o ta l de S. S . P ío X . P u b lica m o s aquí dos elencos,
el uno p ara estím u lo de aq u ellas fam ilias con quienes fué la rg a la D ivinajProvidencia
en bienes tem p orales; el segundo p ara m u ch as o tra s fa m ilia s y p erson as.
S e puede sum istrar con la oferta de
L. ó Fr. 175
L. ó Kr. 200
L. ó Fr. 250
L. ó Fr. 300
I.. ó Fr. 450
I-. ó Fr. 500
h. ó Fr. 550
I.. ó Fr. 750
L. ó Fr. 8.10
una (le las 12 pequeñas vidrieras ;
— ó n\ pavimento del Bautisterio,
una de las 6 lámparas de bronce:
— ó una de la.s 16 columnas de
travertino de la torre ;
una de las 14 columnas de mármol
de la fachada: — ó una de las
dos grandes pilas del agua ben
dita : — ó una de las cruces del
pináculo; — ó una de las 4 ba
laustradas del parapeto del coro;
el pavimento de una de las 12
capillas; — ó una de las 7 ven
tanas de la galería de la fachada ;
— ó uno de los 6 confesonarios:
— t> el cancel de la balaustrada
m ayor:
una de las vidrieras grandes;
la balaustra de una de las 2 ca
pillas ; — ó una de las \ gran
des puertas internas; — ó una
de las 2 grandes puertas exter
nas : — ó una de las 2 vidrieras
internos:
una (le las grandes ventanas del
crucero ;
una de las lunetas sobre las puer
tas laterales;
una de tas 2 puertas laterales; —
L. ó
L. ó
L. ó
I.. ü
L. ó
L. ó
].. ó
L. ó
L.
L.
L.
L.
L.
ó
ó
ó
ó
ó
L. ó
ó una de las r i ventanas dobles
de la nave mayor :
Fr. 1000 el cancel del Bautisterio; — íí el
ornamento de un altar lateral;
Fr. 1200 la luneta de la puerta mayor; —
ó una de las galerías de traver
tino de la torre ;
Fr. 1500 la puerta principal; — d la fuente
del Jjautisteriú; ó el Lavabo de
Sacristía;
Fr. 1800 el púlpito;
Fr. 2500 el pavimento ác\ altar mayor; —
ó la gran lista ó faja central ilel
pavimento de la iglesia; — ¿el
ornamento en metal del altar mayor;
Fr. 3000 una de las a, grandes columnas
de granito lúcido; — ó \^. gradinaia externa ; — ó el altar para
la sacristía:
Fr. 3500 el reloj con cuatro caras para la
torre del campanario;
Fr. 4000 la mesa y los armarios para la
sacristía;
Fr. 5000 uno de los 2 altares laterales:
Fr. 1.2000 el juego ó concierto de campanas;
Fr. X5000 el pavimento de la iglesia;
Fr. 20000 el órgano litúrgico;
Fr. 25000 el gran mosaico de la fachada;
id.
la torre ;
Fr. 3000Ó el altar mayor;
E l nom bre de lo s que h arán una o ferta determ inada p ara una de la s o b ras ex
p re sa d a ^ será reco rd ad o á la posterid ad sobre la m ism a O bra.
S e puede concurrir al pago con la s offertas de
1.. ó Fr. 5
uno de los 1200 metros cuadrados de A
preparación para el pavimento;
L. ó Fr. 10 uno de los u x k > metros cuadrados ^
del pavimento de la iglesia y sa
cristía ;
A
1.. (’) h'r. 12 uno de los 1700 metros cuadrados
de la cubierta del techo ;
L. 6 h'r. ts uno de los 180 metros cuadrados Aq
pavimento del presbiterio, capillas
y bautisterio: — ó uuo de los 82
metros lineares ác las graderías para
la balaustrada:
0
L. (■>h'r. ao uno de los too meiros lineaf'es de
gradería al csterno:
1.. (i Fr. 25 uno de los 90 metros enadrados í\q
pavimento (le la faja central; — 0
ó uno de \o» 1100 metros cuadrados
ü
de bóvedas y arcadas.
L. 6 hV. 30
L.
h.
F.
L.
uno de los .^40 metros lineares del
grande cornijón externo ;
6 Fr. 35 uno de los 500 metros cuadrado» de
manpostería de la torre;
ó Fr. 50 uno de los 351) meiros cuadrados de
vidrieras de las ventanas: — o uno
de los too metros lineares de la
cancelada e.sierna; — ó una de las
3 piletas para el agua bendita:— ó
uno de los 24 candeleras de gran
deza ordinaria ;
ó Fr. 100 uno de los 80 bancos para la iglesia:
— ó uno de \os (i grandes candekros
de m etal; — ó uno de los 10 metros
lineares de la verja del bautisterio:
ó Fr. 1.50 una de las 4 cruces para los al
tares ; — ó uno de los caneehtos
para las balaustradas.
Con igual gratitud se recibirán otras limosnas, por insignificantes que sean.
Importantísimo
---------------------------
Rogarnos á (o^ Benemériíos Cooperadores y celosas Coopera
doras que tengan la bondad de leer ateqíameníe las siguientes
qormas:
1) Al recibir la presente Esquela, determinen la propia oferta para una
Obra tan santa.
2) No se limiten á esto, sino procuren recoger otras ofertas entre parientes
y amigos, aceptando con gratitud aun las más insignificantes limosnas.
3) Recuerden ([ue el concurrir al presente Homenaje es cooperar á un es
pléndido regalo hecho directamente al Padre Santo, porque área y edificio, co
legio, escuelas y oratorio, son y serán de propiedad de la Santa Sede.
4) Regístrense claramente las ofertas en la presente Esquela, y la misma,
llenada en todo ó en parte, remítase con el total de las ofertas recogidas, en
carta recomendada, ó en checiue ó letra de cambio.
Cuando la oferta sea de una sola ó de poquísimas personas, no es necesario mandar la
Esquela; basta poner el ó los nombres en la carta ó cheque ó letra.
5) A los celosos colectores y colectoras se les mandará una hermosa Ima
gen, como recuerdo del Solemne Homenaje.
6) Finalmente todos los Donadores participrarán al bien que se hará en la
nueva Iglesia, donde se harán por ellos perpetuamente especiales oraciones.
Advertencia: L a s lim osnas pueden m andarse directam ente al R e v . mo
D. M ig u e l R ija , TU RIN Via Cottolcngo, ^2 (Italia) ó al Rector de la Obra
de Sta. María Libertadora, Vía Porta S. Lorenzo, q.2 ROM A.
En España pueden también mandarse al Rdo. Sr. D. M.a n u e l H erm id a ,
S A R R IÁ (Barcelona) Apartado N. 775.
En Argentina al Rdo. Sr. D. Jo.sÉ V^e .s í >ign' a \ i , B U EN O S A Y R E S (Al
magro) Calle S. Carlos, 40^0.
En las demás Naciones al respectivo Inspector Salesiano, ó también al
Director de la casa salesiana más pró.\ima.
En todo caso es preciso expresar claramente: « Para el Homenaje al Padre
Santo »
EL CULTO
de María Auxiliadora.
N o s ten em o s la p ersu asió n de qu e, en la s v ic is itu d e s dolorosas de lo s tie m p o s que
a tra vesa m o s, no nos qued an m á s co n su elo s que lo s d el C ielo , y en tre é s to s , la poderosa
protecció n d e l a V ii^ en b en d ita, q u e fu é en to d o tiem p o el A u xilio de lo s C ristian os.
P ío X .
TALCA (Perú). — E l 2 de Junio se celebró
solemnemente la fiesi a de María Auxiliadora con
una numerosísima concurrencia. Una prueba
más hemos tenido de la gran devoción que el
pueblo de Talca profesa á la Madre de Dios.
En la misa mayor, que fué cantada por los
alumnos del colegio salesiano, predicó el R. P.
Tomatis que, con su natural elocuencia hizo
los más cmnplidos elogios de la Virgen invocada
con el hermoso título « María Auxilio de los
Christianos » y exhortó á todos á invocarla por
que hoy día más que nunca es necesario ha
cerlo para que Ella, que ha vencido todas las
heiegías que han surgido- contra la iglesia,
ponga un dique á tanto ijidifeientismo que
reina aun entre los cristianos y que es causa
de perdición para muchas almas.
Poco depués de las 3 p. m. se dió principio á
la procesión. Es la primera vez que la Virgen de
D. Bosco recorre nuestras calles para bendecir
nuestras casos y sus moradores, y esperamos
que como siempre ha sido tan generosa en fa
vores y gracias, lo será más de hoy en adelante
con nosotros que le profesamos amor y gratitud.
Iba la \^irgen Auxiliadora en unas hermosas andas
que las Hijas de María supieron preparar con
buen gusto y arte. Das religiosas de María A uxi
liadora con sus alumnas, llevando un lucido estan
darte de María y del Sagrado Corazón, entonaron
hermosas alabanzas á las que contestaba el pue
blo. dando á la procesión im encantador aspecto
y excitando en todos una verdadera devoción
hacia la que es siempre tan solícita en acudir
á aliviar nuestras penas.
La Sociedad « Obreros de S. José », la Congre
gación del Sagrado Corazón y las Hij as de María
fueron las que acompañaron más de cerca á la
Virgen á la que arrojaban flores casi de todas
las casas ante las cuales pasaba.
A las cinco, entre el repique de las campanas,
los hannoniosos acordes de la banda de músicos
de los ex-aluranos de la « Sociedad D. Bosco )>
y de cánticos sagrados, volvía la Virgen al tem-
pío. L a m\merosísima concurrencia, llena de
emoción y agradecimiento, postrada á los ]úes
de María, prommeió el acto de Consagración y
en seguida se dió la Bendición con el SS. Sacra
mento.
A pesar de ser la hora avanzada, hubo que dar
lugar á que muchos piadosos devotos siguieran
orando para dar gracias por los numerosos fa
vores y gracias recibidos de esta milagrosa Virgen
Auxilio de los cristianos.
E l día 26 fué pues un día de regocijo general
y al mismo tiempo un golpe á la indiferencia é
impiedad que quiere sentar sus reales en nuestra
tan querida como católica ciudad.
(De « La Libertad »)
SUCRE (Bolivia). Hallamos en el Periódico
« La Capital »;
A SA M B LEA S-\LESIANA.
« Se reunió la Asamblea de cooperadores salesianos, en número considerable de señoras y ca
balleros. en el teatro del <t Colegio Don Bosco »,
el día y hora indicados en la invitación.
« Fué iniciado el acto con el Himno á Don
Bosco, por la Schola Canlorum del Colegio; mú
sica y letra del profesor Abel O. Gandarillas,
quien fué muy aplaudido.
« Siguió la lectura del espléndido discurso de
S. S. Monseñor Primo Arrieta, que recibió las
más entusiastas felicitaciones. »
Bello sin duda, es el discurso, y el Boletín Sa
lesiano siente inmensamente que el espacio no
le consienta adornar sus columnas con tan
hermosa pieza. L a frase de introdución dice todo:
K Un nombre y una ^•i^tud nos reúnen en este
li^ ar i). E l nombre es JUAN BOSCO; la virtud
es la CAR ID AD . Y retrata al hombre, á ese
hombre que « hizo más y mejor que los conquis
tadores en una sencillez sublime, » y describe
la virtud, especialmente en sus manifestaciones
modernas: « La asociación para hacer el bien,
multiplicando las fuerzas. » Esto sucede con los
cooperadores, a cuya principal acción se des-
— 324 —
pliega en bien la igualdad de las clase? popu
lares y la moralización del artesano. » Así, puede
concluir confiadamente: « Honrad y auxiliad
esta Cíisa salcsiaiia y Dios y la Patria os lo agra
decerán H
Después se firmó el Acta de adhesión al señor
don Miguel Rúa, por todos los concurrentes.
K1 Director de los Salesianos dió cuenta de
que. con la muerte del Iltrmo. Monseñor T a
borga y del señor Aniceto Arce, estaban vacan
tes los puestos de Presidentes Honorario y Efec
tivo de la sociedad de Cooperadores, ypor acla
mación unánime fueron designados para ocupar
esos cargos de distinción y honor, el Iltnio. Arzo
bispo PiiTeri y el señor ücneral don Pastor Sainz.
Después de algunas pieza de música, admi
rablemente ejecutadas por el señor Gandarillas
y del coro final, dedicado á los cooperadores
salesianos, se dió por terminado el acto, que
ha importado una manifestación de la sociedad
á los Padres Salesianos y al « Colegio Don
Poseo. »
Y A R iT A fiU A (Venezuela). L a fiesta de la
vSantísirna Virgen Auxiliadora en esta Parroquia
filé celebrada con toda solemnidad. Ofició el
Rev. Pbro. Fortuche y predicó la divina palabra
nuestro incansable Párroco el Pbro. Corell, quien
como siempie se mostró elocuentísimo, luciendo
brillantemente sus dotes de orador. Asisistó
gran número de fieles á la Sagrada Comunión,
al santo Sacrificio, y terminado éste, á la Con
ferencia de regla, que fué presiddia por el mismo
señor Cura-párroco.
También en Panprisimeto y Duaca se han cele
brado suntuosas fiestas en honor de nuestra
amada Madre.
=1
p
U n P re la d o v u e lv e á la vid a
por intercesión de M aría A u x ilia d o ra .
KI 21 de Enero del corriente año, en que
acababa de regresar el Illmo. Sr. I)r. Ignacio
Antonio Parra, Obispo ile Nueva Pamplona.
(Coiomóht), á la capital de su Diócesis, de
una temporada de cambio de clima que los
médicos le habían prescrito, lué súbitamente
acometido, después ile la hora do refección de
la tarde, ilc un accidente de carácter imlertnido.
con estos síntomas: fuertes escalofríos, desvaneeiinieiuo. náu.seas y malestar general que lo
obligaron á tomar la cama á los ptKos minutos.
Aun no había acal)ado de acostarse cuando
le sobrev ino un síncope mortal, acompañado
de fuertes estremecimientos nerviosos en
todos los miembros, ruido estertóreo en la
garganta y el pecho, ensanche y elevación lija
de las pupilas, repliegue desmesurado de los
párpados, y movimientos acompasados de las
mandíbulas semejando los últimos estertores
de la agonía, durando esta crisis por algunos
minutos y terminando con la paralización com
pleta del pulso, del habla, del conocimiento
y de la sensibilidad, presentando el enfermo
el aspecto de un agonizante. A medida que
avanzaba la noche, fué aumentando la inten
sidad del accidente, pues aunque las aplica
ciones médicas que prescribió el facultativo,
que acudió bien pronto, pareció que le pro
curaban algún alivio, y aunque en virtud de
esto pudo retirarse tranquilo aquél, no obstante,
al cabo de poco tiempo reapareció el mismo
accidente, el cual se repitió de manera alar
mante, á intervalos más ó menos cortos, ha
ciendo temer al final de cada repetición, el
descenlace mas desconsolador.
Toda la noche fué de expectativa para la
familia del Prelado, y como á cada momento
la situación del enfermo se hiciese más grave,
al amanecer del día 22 se creyó necesario
administrarle los últimos sacramentos, y vol
ver á llamar al médico, pues se temía con
mucho fundamento, que en uno de los mor
tales síncopes ya descritos, dejara de existir.
El día lo pasó el enfermo en la mismo crítica
situación, por lo cual el médico de cabecera
convocó una Junta de médicos para diagnos
ticar el ca.so con todo acierto y llegar á for
mar algún plan curativo; pero el resultado
fué que unánimamente déclararan los médicos
ser éste un caso perdido y que el peligro era
inminente. La e.xpectativa no podía, pues, ser
más angustiosa, y cada hora que pasaba era
contada con la más indefinible amargura. I.a
noche se aproximaba rodeada de un sombrío
aspecto.
Los ataques convulsivos y síncopes morta
les siguieron repitiéndose á intervalos muy
cortos, presentando cada vez mayor intensidad
y amenazando á cada instante acabar con la
vida del Prelado, la que tanto para los facul
tativos, como para todos los expectadores. se
hallaba próxima á terminar. En tal extremo,
el Clero encabezado por el Sr. Deán, procedió
á elevar las últimas plegarias prescritas para
la hora de la muerte, temiendo que á cada
uno de los nuevos accesos se extinguiera aquella
vida que era tan cara para todos...
Mas. cuando cerca de las 11 p. m. se creyó
llegado el fatal momento, como término final
lie aquel doloro.so drama, se presentó ine.^j-'tradamente una escena contraria r al finalizar
— 325 —
el síncope que se creía iba á dar término á
la vida del Prelado... se notó que reaparecía
la circulación de la sangre, que cesaba la ri
gidez de las lacciones y de todo el sistema
nervioso, que se veían algunos movimientos
naturales del cuerpo, acompañados de algunos
quejidos de suprema angustia y de la laxitud
que en todos los miembros se sucede á una
gran tensión del conjunto vital. Poco á poco
recuperó de nuevo el funcionamiento de todos
los órganos hasta recobrar el dón de la pa
labra, quejarse con la naturalidad de un en
fermo y moverse en la cama como antes de
los accesos. Repentinamente cesaron aquellos
terribles síncopes que durante más de 24 horas
hicieron tanto estrago en la naturaleza d,el en
fermo, y en su lugar apareció un estado de
relativa tranquilidad y calma, que prolongán
dose por largo rato, dió lugar á que la mayor
[nirie de los circunstantes, inclusive los mé
dicos, pudiesen retirarse con la esperanza de
ver prolongarse todavía las fuerzas vitales de
este moribundo...
El resto de esa noche fué relativamente
tranquilo para todos, amaneciendo el enfermo
ai día siguiente, bastante aquejado sí, pero
libre por entonces de aquellos horribles acci
dentes. La reacción por ese aspecto comenzó
á hacerse visible; pero durante el día le apa
reció un acceso de fiebre de carácter palúdico,
á un;i temperatura de 40 grados, que causó
natural inquietud, pero que fué atacada por el
médico con menos incertidumbre y con mejores
esperanzas de éxito, pudiendo dominarla al
cabo de ocho días, de una manera completa,
de tal modo que aunque en la cama, sobre
llevando las consecuencias de aquel accidente
que lo había puesto al borde del sepulcro,
pero con toda la lucidez de su razón y el
funcionamiento de todas sus facultades, pudo
recibir al Exmo. Sr. Delegado Apostólico de
la República, que á la sazón llegaba á la
ciudad en calidad de visitante del Prelado,
qué causa física se debía tal variación en
la salud de este enfermo? ;Puede la ciencia
dar fe que á ella se debía este prodigio?...
Xo obstante, cuando menos se esperaba, ha
llándose el enfermo en convalecencia y como
para probar más la fe de quienes de Dios
esperaban la salud de este enfermo, le reapa
recieron, el día 13 de Febrero siguiente, los
mismos accidentes de enantes en situación to
davía más delicada para aquél v por lo tanto
con caracteres más intensos que podrían ser
causa de fatales é irremediables consecuencias!...
La noche de ese día fué pues, de nueva y
terrible expectativa para los que rodeábamos
su lecho; pues si antes pudiera haberse espe
rado algo del relativo vigor en que entonces
se hallaba el enfermo, ahora todo conspiraba
á hacer doblemente grave la situación! Esa
noche fué toda de una batalla más terrible
aún entre la vida y la muerte, que la que
había tenido lugar antes, llegando á tener to
dos, médico y enfermeros, la convicción más
honda de que el Prelado no amanecería vivo.
Mas al amanecer del día siguiente, sin saber
cómo ni porqué, cuando en medio de las lá
grimas de los circunsiantes se espiaba el úl
timo momento, la situación vino á cambiar
por entero. De repente también se suspen
dieron los indescriptibles accesos, y la escena de
muerte se cambió, y renació la esperanza, pero
esperanza únicamente sobrenatural... A pesar
de ésto, y en previsión de ulteriores sucesos,
el enfermo en vista del inminente peligro, se
preparó para recibir solemnemente los últimos
sacramentos y llenar todos los demás actos
externos prescritos por el ceremonial de Obispos
para tales casos.
La visita de Jesús Sacramentado produjo
en el enfermo un estado de completo reposo
que le ocasionó un sueño tranquilo y repara
dor, después del cual se sintió con mejor ánimo
y mayores fuerzas, continuando de día en día
hasta el de hoy en que se completan casi tres
meses, mejorando á ojos vistas, no obstante
el período relativamente largo de una conva
lecencia bien laboriosa. Al presente, y por
virtud de la Divina protección, el enfermo no
sólo se halla en pié, ensayando jiaseos por
toda la casa de habitación, sino que ha po
dido volver á celebrar el Santo .Sacrificio de
la Misa, y de nuevo ha empezado á departir
con los Empleados superiores tlel Gobierno
Ecco., con gran contento de todos.
Pero ¿cuáles medicinas ó (|ué aplicaciones
tnédicas lograron devolverle la vida y la sa
lud á este enfermo que por dos veces en este
año ha tocado los umbrales de la eternidad?
Esta respuesta no la podemos ciar en puri<lad
de verdad ni los médicos ni nosotros; pero
cualquiera que sea la opinión de la ciencia,
nosotros tenemos certeza de qne sólo nn Po
der sobrenatural pudo obrar tal curación, pue.s
nadie puede aseverar que nsiaimente haya
podido producirse este fenómeno tan inespe
rado y tan sorprendente. En efecto, en medio
de aquella doble tribulación no habiendo espe
ranza en lo humano, se invocó el favor del
Cielo por los dos miembros más inmediatos
de la familia del enfermo, poniendo caso tan
apurado bajo el amparo de María Auxiliadora
y /ie Don Rosco, prometiendo en ambas oca
siones de tan inminente peligro, llenos de fe
y de esperanza, dar una limosna para las
1
— 326 —
Oijras Salesianas, y además hacer pública esta
gracia en el Boletín Salesiano si la Virgen
Sma. se dignaba otorgársela. Ella, como
Madre misericordiosa, ha oído esta súplica, y
los suscritos en señal de rendido agradeci
miento, han enviado ya la limosna ofrecida,
y hoy vienen á hacer público este insigne be
neficio, para honra y, gloria de Dios N. Señor
y de su Sma. Madre en la gloriosa advoca
ción de María Auxiliadora.
Pamplona (Colom bia), M ayo lo de 1907.
M a n u e l y R o .s a P a r r a s .
jG ra cia s m il rep etid as, M adre A u x ilia d o ra !
Al cúmulo de gracias con que la SS. Vir
gen del Venerable P. Don Bosco viene favorcQiémlome desde años há, debo hoy agregar,
con gran alegría, una más, haciéndome un
deber el publicarla también, conforme á mi
promesa, en el Boletín Salesiano: héla aquí.
A principios del año en curso una sordera
me alecló de súbito (ya por segunda vez) uno
de los oídos. Corría el tiempo y aunque no
sentía ningún dolor, más que un zumbido con
tinuo, me sometí no obstante al tratamiento
científico de un especialista de mucho renom
bre. Después de un sin número de curaciones
durante mes y medio en su consultorio, me
sentía cada vez peor, con suma perplejidad
del amable facultativo, el cual terminó al fin
con los recursos de la ciencia sondeándome
con una aguja larga el conducto que va de
la garganta al oído, y con cuya ingrata ope
ración acabé de empeorarme del todo. — Las
pomadas, las insoplacíones, los lacrajes, etc.,
que me indicaba y aplicaba el propio doctor,
lejos de abrirme el oído contribuían más bien
á irritar y extender por el cuello, cara y ce
rebro la tremenda inflamación.
Excuso decir lo que he sufrido día y noche...
El especialista, quiso por fin someterme á
una dolorosa operación quirúrgica, á la cual
me opuse, retirándome de la asistencia mé
dica del renombrado doctor.
Entonces y en medio de terribles dolores
y angustias pero con plena fé y amor, acudí
á la celestial é infalible Doctora, ante cuyo
divino tratamiento no hay enfermedad que
resista, ni del alma ni del cuerpo. Postrado,
pues, ante la SS. Virgen Auxiliadora, La rogué me sanara, ofreciéndole una Novena, la
la frecuencia de los Stos. Sacramentos, una
pequeña limosna, y la publicación de la gra
cia en B. S. Al jioveno día y en momentos
de terminar la Novena, mi estado era gra
vísimo: mas ¡oh! poder de María S S .!: antes
de transcurrir una hora, noté de súbito una
sensación agradable en el oído cerrado y una
alegría inmensa en el corazón. ¡ Viva María
Auxiliadora! ¡Gracias mil. Madre mía! exclamé
en ese instante incorporándome en el lecho.
¡ Era la Reina de los cielos quien me sanaba
sin necesidad de remedios ni operaciones.
A los pocos días después, ya caminaba yo
por la calle perfectamente sano y bueno, ha
biendo también desaparecido mi antigua sor
dera.
Termino pues, la presente adheriéndome á
la ya innumerable falange de los agradecidos
de la SS. Virgen del Ven. P. Don Bosco,
para estimular á todos nuestros prójimos que
sufren sin hallar remedio humano en este valle
de lágrimas, á que acudan pronta y confiadamentet'á la infalible Auxiliadora de los Cris
tianos y poderosa Madre de Dios.
L a P lata, Agosto 1907.
P a b l o M. M a r t u r e t
Coop. Sales.
G ra c ia s á T i, M adre m ía !
Mi querido hijo Angel Benjamín de 9 me
ses de edad, enfermó gravemente con bron
quitis y laringitis, y como la ciencia médica
resultó impotente para dar la sanidad á mi
moribundo h ijo , imploré la misericordia y
gracia de María Auxiliadora, rezando su no
vena, ofreciéndola una misa cada año, ponién
dola de patrona y protectora de mi casa, y
haciendo publicar esta gracia en el Bolefin
Salesiano; y cosa tan admirable y prodigiosa,
á los pocos días de hechas estas promesas,
sanó mi hijo notablemente, por lo que doy
gracias a María que es siempre auxilio de los
desgraciados.
Cuzco, Perú, ju lio 9 de 1907.
M. S o l e d a d de A b a r c a .
A lgueña (Alicante). — Habiendo enfermado
de pulmonía un niño de la cooperadora Da.
Clara Romero, y llegando al extremo de la gra
vedad, en medio de su angustioso apuro acudió
á la protección de tan bondadosa Madre, ofre
ciendo una limosna y publicar la gracia en el
Boletín y, ¡ oh bondad de tan cariñosa Madre,
María Auxilio de los Cristianos! oyó su petición
y el niño en breve se restableció y ella agra
decida cumple su promesa.
Jo s é S
a n x h is
R ic o .
M anga (Montevideo). — Doy gracias á María
Auxiliadora por los favores que se ha dignado
otorgarme. 1° Debía someterme á una dolorosa
extracción que duró más de una hora: no hubo
necesidad de que se me aplicara algún anestésico
ó calmante, pues no sufrí dolor alguno y si tan
solo una leve postración. 2® .Un alumno de este
colegio sufrió un fuerte ataque de nervios que
lo privó de todo conocimiento durante cinco
horas. No podiendo venir el médico, lo reco
mendé á María Aux. y coloqué sobre su pecho
la ima^n de esta buena Madre. Desde ese ins
tante se sintió más aliviado y ahora espera con
seguir de Ella completa salud.
G. P. Sales.
Zapatoca (Colombia). — Desde su primer
año de vida, mi hija María del Carmen contiíijo
una bronquitis y siempre que le venía el ataque
parecía que ya expiraba. El suscrito y su esposa
le suministraban cuantos remedios hallaban, y la
enfermedad no cedía. Ultimamente habiendo en
contrado en un libro una fórmula contra dicha
miento que me causaría la temprana muerte de mi
hija, podrían apellidarme y con razón, verdugo de
ella. La misericordiosa Madre, apesar de ser
yo un miserable é indigno pecador, oyó benigna
mi súplica y la enfermita con una inyección re
cobró en un instante vigor y vida y ha seguiilo
así gracias á María Auxiliadora.
Pero la bondadosa Madre no solamente libró
á mi niña de la muerte en esta ocasión, si no
que- me concedió también de poderme inscribir
como cooperador Salesiano, cosa que mucho
había deseado sin saber cómo cumplirlo.
Bendigo y doy gracia.s á Dios y á .Mari.i .Santi*
Vaisállce (Turío) — Peregrluaclón á ia tumba del Veo. Don Juan Bosco (Durante la Bendición de S. D. Af.).
enfermedad, compré los ingredientes necesarios
y preparé y le suministré el remedio conforme
estaba indicado. Luego que tomó el remedio se
tomó también el desayuno de costumbre; y su
cedió que de repente empezó á vomitar y á
evacuar tan vehementemente que cumplida me
dia hora más ó menos, ya parecía un cadáver y
creimos que era llegado el término de su vida
y conceptuamos que estaba envenenada. Inme
diatamente llamé al facultativo Señor Doctor
Víctor Aurelio Gómez y mientras él llegó á la
casa, invoqué con toda fé. con todo mi corazón
y con toda confianza al Axilio de los cristianos,
María Santísima, ofreciéndole, si me salvaba de
la muerte en este día á mi hija, una salve can
tada. una novena y publicar el prodigio en el
Boletín Salesiano, pues que, además del senti-
sima por tantos beneficios y en cumplimiento de mi
promesa envío, aunque tarde, esta relación para
que sea publicada para mayor honra y gloria de
Dios y de María Auxilio de los cristianos.
B ib ia n o N e i r a P .
U trel (España). — Cayó mi madre enferma,
al parecer de poca importancia, pero después se
le declaró violenta pulmonía. Una consulta mé
dica declaró muy peligroso el estado. Alarmóse
muchísimo la familia, y acudió á María Auxi
liadora ofreciendo una pequeña limosna á la
Obra Salesiana y la publicación de la gracia.
Puse un escapulario' de María Auxiliadora á la
enferma, y al poco tiempo empezó la mejoría,
y boy está completamente .sana.
A l b e r t o A,s p a s Y a g ü e .
— 323 —
U trera*SeviIla (España). — Nuestra querida
hija Dolorcitas, á quien amamos con sin igual
cariño, cayó enferma, y de tal modo se agravó,
que el médico no daba e.speranzas de vida. Día
y noche dc.sliechos en lágrimas, velábamos al
lado de nuestra querida h ija ; ¿ y cuál seria
nuestro dolor, al ver que la muerte nos arreba
taría muy pronto y en la flor de .su edad, á la
que era objeto de nuestros desvelos?
1-bi tan crítico momento yo (su padre) recordé
(luc tenia en el bolsillo una imagen de .María
Au.xiliadora y lleno de fe, la enseñé á la enferma
y le (lije “ toma, hija mía, encomiéndate á la
SS. V irgen .”
La joven besó la imagen, se la |)uso debajo
de la almohada, y prometimos publicar la gracia
en el RohUin Salesiano.
¡Oh prodigio! desde ariuel momento, nuestra
hija empezó á mejorar con gran sorpresa de
todos; y hoy se halla completamente sana.
Llenos de reconocimiento hacia la Virgen A u
xiliadora ('um])limos la promesa, damos una li
mosna y exhortamos á tod(»s los fieles á recurrir
en sus nec;esidades á la que es Auxilio de los
Cristianos, pues jam ás se le ha invocado en vano.
Mayo 1907.
C a r m k s ’ V . m .t.e t , A
ngkl
Pérez.
•#» — Padecía una fuerte hemorragia de sangre
por la nariz, (jiie no me dejaba de tlia ni de noche,
l’.xteiiuado y débil ya, comencé una novena a
María Au.xiliadora t i 22 de Mayo. Lsa noche ya
putie dormir y á los tres dias estaba completamente
litiiv de tan molesto mal. Hoy, convaleciente, envío
una limosna en agradecimiento.
Julio 5, 1907.
F
l o r e n t in o
C
arreñ o
.
Fáchira (Venezuela). — Encontrábase de gravedad
mi esptjsa, y ya so hacian infructuosos los recursos
de la ciencia. Cuando ocurrí á María Auxiliadora
suplicándole con toda la fe que en Ella tengo y
con toda la esperanza de un verdadero creventé
me le devolviese la salud, ofreciéndole en cambio
publicar el milagro, dar limosna de alguna considerueión á familia pobre, y otras obligaciones
in;is; y, ¡ oh |Uodigio ! pocos momentos después
em|)ezó á mejorar, y hoy se encuentra completa
mente bien, gracias á las infinitas bondades de
Maria Auxiliadora, por cuyo motivo hag»> público
el testimonio de mi eterna gratitud á la e.xcel.sa
Reina de los Cielos.
29 d e Julio (le 1907.
A. M. D e l g a d o .
S. Gil (Col.). — A finos do .Abril último volvi á
sufrir de un tumor interno (luo me apareció con
ardor. Me hice remedios caseros (jue en otras
ocasiones me fueron útiles, pero ahora no tuvieron
efecto ninguno y el tumor se il>a dilatando. Mi
espttso me dió remedios homeopáticos; y fué des
pués de la promesa que ofrecí á Maria Auxiliadora,
de publicar el milagro y dar una limosna para las
obras salesianas, cuando á los cinco dias de hecha
la pnvinesa , se resolvió el tumor con cucharadas
lie sulfur alternado con mercurio y luego unos ba
ños internos cipi árnica , (]uedando perfectamente
sana, dando gracias á la Virgen por haber vuelto
la alegría á mi ánimo y la salud á mi cuerpo.
1907
E. de G.
Cali (Colombia). — Tenía un hijo enfermo ed
pleuresía, ya. sin esperanza de vida. Acudi á Maria
Auxiliadora, y esto bastó para cpie sanara comple
tamente. Todos reconocen en esto un portento de
Maria.
Ju n io 29 de 1907.
,
R a sió n F . A
ragón.
Ibagué (Colombia). — Doy las más rendidas
gracias á Maria porque por su poder me veo libre
de una sordera fatal y del espectro del abandono
y del desprecio que llenaba de horror mi fantasía
y de ansias mi alma
E. M.
Coop. Sai.
Dan también, con toda la efusión de su alma, gracias
á María Auxiliadora y envían una limosna:
Aviles (Oviedü-Esp.). — Da. Maria Fernández 0,
5 pts. por un favor recibido.
Aracena. — Una Cooperadora, por la salud por
tentosa de dos liijas.
Barcelona (España), — D. Miguel M. S., por
favores recibidos. — Da. línstaqñia iMartinez, por
la curación de la vista. — Da. C. M. de Agusti,
por haber tenido noticias de su liijo ausente por
varios años, sin saber dónde,
Babia de Caráquez (Ec.). ~ Da. Matilde S. de
Saavedra, por una protección especial. — Da. Juana
Figuera, por la milagrosa curación de su bija Car
lota, enferma de fiebres.
Barranquilla (Col.). — Da. Antonia S. del Valle,
por haber curado á uii niño de la familia. — Da.
Carmen M. Palacio de D., por la curación de su
esposo que padecía de la garganta. — Da. Petrona
V. de Domínguez, por una gracia.
Boconio de Trujillo (Ven.). — Da. Rosa Blanca
de Villasmil, por un favor.
Bogotá (Col.). —- La Superiora de las Hijas de
Matia Auxiliadora, por ^ gracias señaladas.
Castilleja de la Cuesta (Esp.).— Da. Concepción
Sierra de Pulin, por varios favores, especialmente
por la curación de su bija Carmen, de 4 años. —
Callao (Perú). — Da. Isolimi C. de Peírox'tiz, por
(los grandes favores, y por la milagrosa curación
de un hijo de la fiebre infecciosa.
Canoa (Ec.). — Da. ¡nana Figuera M., por la
curación de fiebre infecciosa de su hermana Car
lota. — D. Frqilán Tongriuo, por varios favores.
Estación de Rinconeda (^íéj.). — /). Mateo To
rres O., por haber arreglado favorablemente nn
asunto de trascendencia.
Falisco (Méj.). — D. Hilarión Cuecas, Pbro., por
haber sanado á nn hermano de fuerte dolor de
vientre. -- J)a. María Guadalupe Ramón, por ha
berla curada de un tumor en una pierna.
Fontiberos (Esp.). — Da. Isabel Limón I'., por
la curación de su hermana Eustaquia, ya moribunda.
— Da.
A. Delgado, por varios favores.
Granada (Nicaragua). — Da. Gerónima Savarro,
por haber salvado á un niño de un ataque de té
tanos. - Da, Angélica Prado, por un favor. —
P>a. Fmilia Hurtado, por haberle salvado á su
esposo en la guerra. — Da. Maria Patricia Callado,
})or haber sanado del reumatismo, 5 pesos. — Da.
S. Rh'as, por haber sanado de una enfermedad á
la garganta. — Da. Josefa Valle v. de Gutiérrez,
por un favor. — J . O. A ., por haber obtenido un
pago muy dificil.
Gran Lago de Nicaragua. — Da. Ramona Gue-cara, por haber evitado el castigo á un ¡nocente.
Granada (Esp.). — D. Francisco González Que-
soda, por una gracia obtenida, 5 pts. — Da. María
Herrero, por un favor. — D . José Fernández, por
una gracia, 2,50 pts. — Da. Josefa Sevilla, por una
gracia, 4*5o pts.
H u e lv a (Esp.). — Da. Matilde López, por la salud
de dos hijas enfermas, 6 pts. — Da. Josefina Le
Bourf', por la curación de su madre moribunda.
Huesca (Esp.). -- D . Lázaro Jíarraca,^oz haber
obtenido la salud d e su h ija enferm a.
Ibiza (Baleares). — Da. Mercedes IVallis, por
haber obtenido la salud y por la asistencia visible
á su sobrina.
Jinotepe (Nic.). — Da. María M. A . de Vigil,
D. Vicente Moputles Juan, por la recuperada salud»
^ pts. — Da. Josefa .Perales Calabni, por un favor.
Montilla (Esp.). — -.-í. D. y familia, por la ad
mirable curación de su hija.
Naudaine (Nic.). — D. Procopio Aragón, por
haber librado á su hijo de un percance.
Ossorio. — Da. Antonia Alvarez, por haber sa
lido bien de una operación. — Da. Antonia de Pa
lacios, por haber salvado á una hija de un inmi
nente peligro.
. Rocafuerte (Ec.). — Una Cooperadora, por ha
berla librado de unas dolencias que la trabajaban.
Sarria (Esp.). — D. Domingo Díaz, por un favor.
Valsállce (Turla) — Peregrinación á la tamba del Ven. D. Ju in Bosco (Durante el Discurso de M >ns. .Spandrc).
por haber obtenido la salud, 5 pesos plata. — Das.
Carmela y Salvadora Jiménez, por la salud de su
madre, 10 pesos. — Da. Isabel R. de Acevedo, por
haber mejorado á su mamá de un dolor agudo. —
A. J. R., por haberla vuelto de muerte á vida
tras una desesperada enfermedad, i peso.
Las Piedras (Chile). — ó*. T. Y., por una serie
de favores obtenidos.
María (Almería-Esp.). — Da. Josefa Garriquez,
por la protección que le ha dispen.sado en distintas
ocasiones, y ofrece 40 pts. — Da. Quiteria Aliaga,
por dos gracias, una espiritual, 30 pts. — Da. En
carnación Gómez, por un favor.
Málaga (Esp.). — Una devota, por haberla sa
nado una pierna, sin necesidad de operación y
haber sacado libre en las quintas á un sobrino.
Mendoza (Arg.). — Un Cooperador, por haberle
auxiliado pHxlerosamente, librándolo de una temida
ejecución, á consecuencia de un grave compromiso.
Meante (Valenc.). — D . Pedro J. Andrés Morán,
por dos favores recibidos, y envía pts. 6,50. —
Utrera (Esp.). — Da. C. T., por haber obtenido
la salud de un enfermo.
Valencia (Esp.). — A. II., por un favor, y en
trega la limosna de 200 reales. — • E l mismo, por
lacuración tle una oftalmía. 40 reales. — Das, Am
paro Domingo, Isabel Estado y Leonida Centoli,
por favores recibidos.
Vélez B. (Esp.). — Da. Ana M. Ortiz N ., por
un favor. — Da. .Matilde Merlos, por muchos fa
vores. — Da. María E., por un favor. — N. N.,
por un favor, 5 pts.
Vinces (Ec.). — Da. Matilde Briones, por varios
favores. — Da. Nicolasa Carriel E., por la cura
ción de su hija Angela. — Da. Cristina Ronquillo,
por un favor alcanzado y envia 40 pesetas. — Da.
Jadnta M. Zambrano, por un favor, 2 liras. — Da.
Carmen Portocarrero v. T. y envía una limosna.
Piden oraciones: Da. Josefina Russo, de Las Pie
dras, y Da. C. de V. para í>btener favores y gracias
urgentes, — Sr. Victoria H. d. M. A ., para alcan
zar algunos favores.
U\_XC-/
^
P O R E L M U N D O S A L E S IA N O
Fuqcióri de despedida.
de 5 0 mievanoe deja el
Hítelo amado de la patria, para partir
á las playas de la oAmérica en busca de
almas. 50 Salesianos g 3 0 B ija s de 9J7laría
oAuxiliadora reuniéronse el 26 de Octubre
¿a o la espléndida cúpula del Santuario de
JOaldocco, á implorar la Jdcndición de ^ io s
g de dlXaria, sobre su vi(x¡e g sus futuras
fatigas.
'Vuoo el discurso de circunstancia el 21K. R .
JR . 0 . (Siriaco Santinelli, g a inspector de
las casas salcsianas del J^erú g <iBolivia,
•ahora Superior de las dlTtsiones Salesianas
■de OlTcndcz g jjiialaguiza en el Senador.
impartió la ^Rendición g presentó el con
movedor saludo g la despedida el Smmo.
Gard. Richelmg. oArz. de Turin. ''(Quizás
a l d g a r la patria, les dijo, de vuestros ojos
se escapan las lágrimas. También en este
solemne momento es justo darle su parte á
la naturaleza, pero esas lágrimas, derramadas
a l p ié del Qrucifijo, bien pronto se conver
tirán en suave alegría.’'
Tengan buen viaje g vean coronados sus
sacrifeios g trabajos, con el éxito más com
pleto.
<?A nombre de todos los Gooperadores les
saludamos g les ofrecemos nuestras oraciones.
©
TRO grupo
FIESTAS m FAMILIA
SARRIA. - En honor dcl Ven. Juan Bosco.
En la Inspectoría tarraconense, en la imposibi
lidad por las vacaciones escolares de celebrar fiestas
como el Coraron lo quisiera en ocasión de la decla
ración de la Vcncrabilidad de D. Bosco. se ha que
rido siquiera desahogar en parte el júbilo que tal
noticia produjo en todos, con una misa de Comu
nión general, con la Hora Santa y con una solemne
Bendición con S. D. M. Todo esto en el Noviciado
de Sarriá-Barcelona.
Proyéctase una espléndida fiesta apenas los niños
hayan vuelto de vacaciones, y tendremos de ello
informados á nuestros lectores.
BUENOS AIRES (Argentina). — En el Colegio
de los Huerfanitos de Don Bosco celebráronla el
8 de Setiembre.
Fueron invitados los Señores Cooperadores, que
antes de pasar al Salón de actos visitaron el edi
ficio en construcción, los talleres y demás depen
dencias de la casa.
La función se abrió con el Himno del Salesiano
cantado por los niños estudiantes con acompaña
miento de banda; siguióse el programa alternando
los diálogos y poesías con escogidos trozos de mú
sica y el canto « El Peregrino s de Mons. Costamagna.
Acto continuo se distribuyeron á los Sres. Coo
peradores la Medalla que conmemora la declara
ción de Venerable de nuestro Padre y el Núnero
único que para dicha ocasión editó la tipografía del
Colegio Pío IX.
Como la fiesta se hacía también en honor del Jo
ven Domingo Savio, se reprodujeron en escena
varios hechos edificantes de su vida ejemplar, y
muy especialmente el auto religioso. « La muerte
de Domingo *, en el que el autor ha sabido dar rea
lidad á los vivos colores de la acción. En resumen:
Domingo en punto de muerte, tranquilo, es asis
tido por los ángeles de Dios: el demonio acude para
arrebatarle la gloria eterna pero es rechazado, te
niendo que contemplar, despechado, la coronación
del joven con la aureola de los vírgenes.
No dudamos que esíe vivísimo y práctico cuadro,
copia exacta de una verdadera realidad, triste ó
dichosa, haya dejado impresos en el corazón de los
niños y demás personas asistentes los más saluda
bles recuerdos.
CÓRDOBA. — En el Colegio P íoX celebróse tam
bién el 8 de Setiembre. Trasladóse allá el P. J. Vespignani. Inspector de los Salesianos. Ofició la misa
solemne el R. P. Ferreira, secretario del Obispado.
Terminada la misa solemne, el Pbro. Valentín Bonetti pronunció la interesante conferencia sobre la
Obra de Don Bosco. Con el Canto del Te Deum y
la Bendición con S. D. >1. terminó la función reli
giosa. Momentos de intima y franca expansión pasó
la selecta y numerosa concurrencia que asistió al
acto público realizado por la tarde.
La hermosa función fué presidida por S. S. lima.
Mons. Bustos, rodeado por los representantes del
Venerable Clero regular y secular y los cooperadores
y admiradores de la Obra de Don Bosco en esta
ciudad.
— 331 —
El distinguido coireligionarip y diputado promcial doctor Félix Garzón Maceda di6 la nota caractéristica y simpática del acto pronunciando uno
de aquellos discursos que sabe pronunciar, de corte
literario y de fondo filosófico histórico-moral, pin
tando de mano maestra el cuadro más acabado de
la acción benéfica de D. Bosco en la sociedad.
El \-aliente orador pintó á D. Bosco como encar
nación de la caridad militante, y no una caridad
como quiera, sino caridad iluminada, caridad re
vestida del carácter del siglo en que vivió.
Además hemos recibido en esta Redacción va
rios Números Unicos, publicados con esta ocasión
en varias casas salesianas argentinas. Son verda
deras Monografías ilustradas de la Obra Salesiana
en esas tierras.
Tales como por ej. « El Homenaje á los Coopera
dores, alumnos y ex-alumnos de la República Ar
gentina (Buenos Aires).: « El Ven. D. Bosco y su
Obra » Córdoba) etc., etc.
MÉJICO. — Por E l País, diario de gran circula
ción, sabemos que también en esa República fué
acogida con gozo la noticia. Lo mismo decimos de
las demás Repúblicas, como Colombia, Venezuela,
Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, etc.
NOTICIAS VARIAS.
ALICANTE (España). — Como nuestros lectores
saben, en esta ciudad se ha fundado recientemente
una casa para los Hijos de María. En una carta
últimamente recibida, nos comunican que los Coo
peradores son ya numerosos y que el Boletín Salesiatu) tiene ya alguna circulación que los Hijos
de Maria esperan doblar pronto el número; de todo
lo cual nos alegramos vivamente.
BOGOTÁ (Colombia). — En una Exposición Nacional.
— El M. R. Sr. D. .Antonio Aime, Inspector de las
Casas salesianas de Colombia, envía al Revmo.
Rector Mavor la siguiente carta, que el Boletín
acoge y pubUca con entusiasmo.
Veiieradísimo Sr. D.
Dos años hace, tenía yo la grande satisfacción
de mandar á S. R. una hermosa fotografía repre
sentando el Diploma y la medalla de oro que gana
ron nuestras Escuelas profesionales en la Exposi
ción Nacional de artes, verificada en esta culta é
inteligente ciudad. El público en general y nuestros
Cooperadores v el Gobierno en especial, pudieron
entonces comprobar v palpar los buenos resultados
de la educación que en las Escuelas Profesionales
salesianas se imparte á los alumnos que se les con
fían. Los trabajos exhibidos eran tan perfectos, que
muchos no podían creer fueran obra de nuestros
alumnos; á tal punto, que por insinuación de un
diario. \ánieron á convencerse de vista de lo que
podían hacer dichos alumnos. De ese modo, adqui
rimos varios amigos y admiradores.
Fruto de la Exposición de 1905 fué la venta que
el Gobierno nos hizo del edificio del Carmen, que
hasta entonces habíamos tenido en arriendo. El
Exmo. Sr. Presidente de la República, el ilustre
General D. Rafael Reyes, no quiso que p airam os
nuestra deuda en dinero, sino que mantuviéramos
gratuitamente cierto número de huerfanitos. Así
pagamos al Gobierno en la mejor moneda que de
sear se pueda, dándole dentro de algunos años un
grupo de vaüentes obreros educados á la Religión,
al trabajo y al espíritu de obediencia y respeto
hacia las autoridades.
Es verdad que deberemos hacer grandes esfuer
zos y aun sacrificios para mantener estos alumnos
y llenar nuestro cometido; pero seguros estamos
de que jamás nos faltará el auxilio de lo alto. A
algunos Cooperadores les ha venido ya la idea de
adoptar uno de esos huerfanitos, pagándole no sólo
la pensión, sino dotándolo del ajuar necesario.
Confiamos que aumente el número de estas almas
generosas; así nos será más ligero el peso que nos
hemos impuesto.
Entretanto, nuestro grande amigo el Sr. Inge
niero D. Pedro Cantini (verdadera gloria italiana
en esta nación) nos está preparando un hermoso
proyecto de edificio, donde podremos recoger no
menos de 500 alumnos. Pero ¿y en dónde hallaremos
los medios para construirlo? María Sma. Auxilia
dora pensará. Por Ella hemos dejado la familia, y
por Ella nos hemos consagrado al Apostolado.
El 20 de Julio es para Colombia Fiesta Nacional:
el aniversario de su independencia. Hasta ahora,
en la celebración de ese glorioso aniversario, no
habían faltado discursos, poesías, representaciones
teatrales en que se fomentaba el odio á la Madre
España; (aunque á decir verdad, no por talentos de
primer orden, y de año en año se venía disminu
yendo siempre tal costumbre, merced á los esfuer
zos de hombres como D. José Joaquín Ortiz, D.
Miguel A. Caro, D. José M. Marroquín, verdaderas
glorias del continente americano). Y á la verdad
que bien injusto era ese odio secular hacia una
nación que dió á Colombia, como á toda la Amé
rica española, su civilización, su lengua sonora y
armoniosa y que supo grabar tan profundamente
en el corazón de todos Nuestra Sacrosanta Reli
gión, que difícilmente se podrá encontrar pueblo
más católico que el pueblo Colombiano.
El Exmo. Sr. Presidente quiso acabar para siem
pre con esta costumbre, y con el talento práctico
que lo distingue, determinó celebrar el día de la
Patria con una Exposición agrícola, invitando á
ella á todos los colonos de la República. La invita
ción del Jefe de la República fué acogida con ver
dadero entusiasmo, y en poco tiempo se preparó una
Muestra ó Exhibición magnífica de los productos
agrícolas del país, digna de figurar en una capital
europea, especialmente lo relativo al ganado.
También nosotros, amado Padre, hemos tomado
parte á la Exposición, con un reparto, que por la
novedad llamó la atención general.
En un sencillo pero elegante pabellón, adornado
con las banderas nacional, pontificia é italiana,
nuestro hermano el Pbro. D. Remigio Rizzardi pre
paró una completa Exposición de Apicultura. Fi-
— 332 —
guraban en ella panales y alveares de todos los sis*
temas hasta hoy adoptados, y un sistema especial
de su invención, llamado por él Sistema salesianocolombiano, superior á los demás por lo práctico y
fácil en el manejo de los telares, marcos ó cuadros.
Kn el pabellón ñguraban cuadros comenzados y cua
dros acabados, pudiéndose así admirar las celdillas
de las abejas obreras, de los zánganos y de las rei
nas. Además, adornaban el reparto hermosos cirios
y botellas de miel. La industria de las abejas con
cuadros movibles es casi desconocida en la Repú
blica. Por lo cual, un extraordinario número de
gente acudió á admirar’ la obra salesiana, atraídos
los unos por la curiosidad, los otros por el deseo de
conocer el nuevo sistema.
El mismo Emo. Sr. Presidente de la República,
tuvo á bien honrarlo con una visita especial, y nues
tro P. Rizzardi le dió todas las explicaciones, deján
dolo completamente satisfecho.
Varios diarios de la capital hablaron con honor,
de la Exposición salesiana. Algunos, como E l Porvenir, tomaron de ella ocasión para publicar un ver
dadero estudio sobre la Apicultura en general y
sobre las ventajas que está llamada á producir en
Colombia.
La Concordia, en su número del 25 de Julio, decía
(poco más ó menos) lo siguiente: « Recordamos que
en un pabellón estaba expuesta una muestra de
apicultura con máquinas y una sucesión completa
de la elaboración de la cera, por obra de los RR.
P l’. Salesianos, quienes amablemente explicaban
todo aquel conjunto de curioso mecanismo de una
industria muy productiva en otros países y por nos
otros tan descuidada y casi abandonada. ¡Ojalá que
su cjcjuplo tenga muchos imitadores y que los in
dustriosos insectos que hasta ahora han estado va
gando sobre los árboles, vengan también aquí en
Colombia con su poético trabajo á recoger la miel
de las flores, }>ara convertirla en el pan del pobre!».
El 7 de Agosto, en el grandioso salón del Parla
mento, tuvo lugar la distribución de premios á los
Expositores. Presidía la fiesta el Exmo. Sr. Presi
dente, rodeado de sus ministros, de las autoridades
civiles y militares y de un inmenso gentío. Cuando
el Secretario llamó al Director de la Escuela Sale
siana, presentóse en su lugar el P. Rizzardi. salu
dado con una salva de aplausos. Era el único sa
cerdote presente á la tiesta, como era el único
sacerdote que tomó parte al Concurso agrícola. Al
poner en sus manos el Diploma de I lonor y la Me
dalla de plata: « Grato me es, díjole el Exmo. Señor
Presidente, premiar también en esta ocasión á la
Escuela salesiana, que figura en primera línea entre
los hijos del trabajo ».
Sin duda que para el corazón paterno de S. R.
será un gran consuelo el ver que también sus hijos
de la remota Colombia se mantienen fieles al lema
que, como palabra de orden, nos dejó el Yen. Don
Bosco: Laboremus.'
Si. venerado Padre, aquí se trabaja, y se trabaja
mucho: quizá más de lo posible; tanto que algunos
hermanos luvbrán de resentirse del demasiado tra
bajo, si S. H. no nos manda un refuerzo. Espero que
nuestras solicitudes sean atendidas y que en No
viembre nos llegue un buen grupo de robustos y ce
losos hermanos.
Entanto, ayúdenos con sus oraciones y bendigano
á todos y especialmente á su
Siempre Obmo. y Huldmo. Hijo en C. J.
A n t o n i o A i m e , Pbro.
IBAQUÉ. — Los últimos días de Julio fueron para
la ciudad de Ibagué y especialmente para los sa
lesianos y sus Cooperadores, de clásico recuerdo.
Inauguráronse los nuevos locales de la Escuela sa
lesiana de artes y oficios. El Departamento del
Tolima tiene otro Instituto, de donde, á manera de
foco luminoso, se difundirán por toda su extensión
los rayos vivíficos del saber y del trabajo. Felici
temos á estos activos y celosos cooperadores y coo
peradoras y demos una sucinta relación délas fiestas.
28. de Julio. — Espléndida alborada. A las 6 ^
Misa de comunidad, en la capilla del Instituto, ce
lebrada por el R. P. D. Antonio Aime, Inspector
de las Casas de Colombia. A las 9 la Misa solemne
cantada por el R. P. J acinto Bassignana, con asis
tencia del limo. Sr. Perdomo, Obispo de la Dió
cesis, del Sr. Gobernador del Departamento y de
más autoridades eclésiásticas y civiles, representa
ciones de todos los planteles educativos de la ciudad
infra Missam la conferencia sobre las Obras salesianas, por el R. P. Aime. La música á cargo de la
Escolanía del Instituto.
« La Conferencia del P. Aime, dice la Voz Católica, fué un destello su inteligencia que comunicó
á los corazones de sus oyentes los suaves sentimien
tos de su alma... Su palabra fácil y persuasiva re
percute y repercutirá en nuestras conciencias de
manera que cada cooperador salesiano sea un sol
dado valeroso de la causa de Dios y un agente eficaz
para el desarrollo del hermoso programa de virtiip
y trabajo que es el lema con que los hijos de Don
Bosco llevan victorioso por todos partes el progreso
y la civilización cristiana.
A las.3 p. m. hubo un solemnísimo Tedeum y
Bendición. pre,sidiendo el limo. Sr. Perdomo.
Bella, tierna, entusiástica y llena de poesía y amor
fué la velada de la noche, á la cual asistieron las
autoridades civiles y eclesiásticas y muchos padres
de familia. Los discursos del P. Cera, director de la
nueva Escuela, del Sr. Director de I. P. y del Sr.
Obispo fueron piezas entusiásticas, himnos á la edu
cación y al trabajo, programas de ciencia social.
Bello también el Himno A los Salesianos, com
puesto y declamado por el gallardo poeta cristiano
D. Juan C. Bernal, y musicado por el Coadjutor
Salesiano D. Ananías Guevara.
En los días sucesivos hubo hermosas funciones
de iglesia, conciertos musicales, visitas de persona
jes á los nuevos locales, en suma alegría, entusiasmo
mutuo amor. El 29 la distribución de premios.
El 30 entraron los alumnos en un retiro espiritual.
El 3 de Agosto, se bendijo la Capilla interna y
celebró la Misa de comunidad el limo. Sr. Obispo.
Después bendijo los locales, se dieron los recuerdos
á los niños, cantóse el Tedeum y una solemnísima
Bendición con S. D. M. puso remate á las fiestas, é
inauguró los asuetos de la mitad del año.
— 333 —
con los abrazos maternales. La piadosa muj er, fortatalecida con los Santos Sacramentos y con la ben
dición papal, entregó su alma á Dios el 3 de Julio,
el propio día en que su hijo zarpando de América
con rumbo á la patria querida, alentaba la espe
ranza de volver á verla muy pronto, aunque, por
las razones consabidas, ya no existiesen entre la
madre y el hijo esas relaciones íntimas y afectuosas
que suelen ser el'más suave consuelo y el tesoro
más preciado de las familias cristianas. ¡Cuántas
veces durante su viaje, adelantándose con la ima
ginación á la velocidad del vapor y salvando dis
tancias inmensas, habrá soñado que se hallaba en
el pueblo natal entre los brazos de su querida madre
y que sentía la frente radiante de júbilo acariciada
por los ardorosos besos matemos, y que oía una vez
más almenos aquella voz regalada que primero ha
bía resonado en su virgen corazón, con la melodía del
de M onseñor Luis Lasa^na
ciclo !... ¡Cuántas veces en aquellos días eternos
en que no se ofrece á la vista más que cielo y agua,
habrá volado su pensamiento á Valdocco, donde
le aguardaba un corazón más que paterno, á MonCAPITULO X X IX .
temagno donde latía otro corazón del que traía
Su segundo viaje á Europa — Sin madre — Su origen el suyo tan sensible y delicado ! ¿Quién dirá
dolor — El consuelo en el trabajo — Siempre su inmensa cuita y congoja cuando al desembarcar
misionero — Coloquios íntimos — Sobre la tumba en Génova recibió el aciago anuncio de la muerte
materna — Memorable ejemplo — Una gran de la que le había dado el sér ? El también pagó
asamblea.
tributo á la naturaleza con abundantes lágrimas,
'ientras el P. Lasagna continuaba impér- y desde allí mismo hubiera querido trasladarse á
Montemagno para rezar sobre aquella tumba re
térrito su obra generosa en el Uruguav y
M ' en el Brasil, cosechando celestes consola cién abierta, por el eterno descanso de su madre ;
ciones entre las espinas de este mísero destierro, pero después, como buen religioso, determinó \'ioD. Bosco desde Turín, con circular fechada el 31 de lentarse sacrificando su legítimo deseo á la obe
Mayo de 1886, convocaba el cuarto Capítulo Ge diencia, que le aguardaba á Turín : tanto más,
neral de la Pía Sociedad Salesiana que se había de cuanto esperándole ansiosamente D. Bosco y los
reunir á principios de Setiembre en el Colegio de demás Superiores, estaba cierto de hallar allí gran
Valsálice, cerca de Turín. Esta asamblea de todos consuelo para sus angustias. En efecto, en una carta
los Superiores y Directores salesianos siempre es que en tales circunstancias escribió al P . D. Carlos
imponente y de gran importancia ; mas aquel año Peretto, que le remplazó después en la Inspectoría
re%'estía particular solemnidad porque se trataba del Brasil, á vueltas de su intensísimo dolor por la
de elegir los miembros del Capitulo Superior. Nues muerte de su madre, manifiesta asimismo con admi
tras casas de América, aunque tan lejanas, debían rable contraposición los alientos y consolaciones
enviar algún representante para dar su voto é in que recibía en Valdocco.
Cuando entró en el Oratorio, en el patio rica
formar sobre las condiciones y necesidades de cada
colegio y misión. El limo. Sr. Cagliero,Vicario Apos- mente engalanado para la distribución de los pre
mios hallábanse reunidos en torno á D. Bosco los
lóHco de la Patagonia, detenido por sus graves y
múltiples cuidados, con indecible pesar de su alma alborozados alumnos. Holgóse sobremanera el
hubo de declinar la invitación y envió á represen Padre y abrazándole tiernamente le presentó á la
tarle á nuestro P. I.asagna. Este se sometió de muy numerosa reunión, y al fin quiso que dirigiese á los
buen grado i las penalidades de un viaje intermi niños y bienhechores algunas palabras como coro
nable á trueque de cumplir la obediencia y tener la namiento y remate de la fiesta escolástica. La im
dicha de abrazar de nuevo á D. Bosco y demás su presión que produjo su calurosa y oportuna alo
periores y amigos de Italia. Parecía que una voz cución se grabó hondamente en la memoria de los
i.'Uema y misteriosa le exhortaba á no desaprove colegiales.
Todos los Superiores, hermanos y amigos le pro
char esta ocasión porque ya no le cabria la feli
cidad de ver otra vez á D. Bosco. Y este aflictivo digaron las más confortantes manifestaciones de
presentimiento se conrirtió en triste realidad, por cariño y sincera condolencia. Cuantos le habían
que vuelto el P. Lasagna en 1892 ya no se holgó visto salir cinco años antes convaleciente de los
con la sonrisa del Padre amado, cuyos restos mor resultados de una dificultosísima operación, se feli
tales hacía cuatro años que descansaban á la sombra citaron de verle á su retorno con salud tan próspera
y lozana, á pesar de los recios trabajos sufridos, aza
de los llorosos sauces bajo la fría losa del sepulcro.
También el deseo de pasar algunos días en su rosos \-iajes hechos, y numerosas buenas obras á di
pueblo para consolar á la madre enferma le aguijaba choso fin llevadas. Confortado con tan cordial
á la penosa travesía ; pero estaba escrito en los de acogimiento, en vez de tomar el descanso muy na
tural después de atravesar el Océano, comenzó á
cretos del Altísimo que no liabía de regalarse ya
VINCES (Ecuador). — En «sta simpática villa,
los Cooperadores Salesianos han fundado una Es
cuela de niños, llamándola de S. Miguel, en obse
quio á nuestro venerado Superior general. En el
salón principal campea el retrato del ven. D. Bosco.
A la vez que les agradecemos la atención y fina de
licadeza, pedimos al Cielo derrame sus bendiciones
sobre ese nuevo centro de educación y cultura para
prosperidad de ese pueblo y engrandecimiento de
la Nación.
Memorias biográficas
— 334 —
predicar en S. Benigno los ejercicios espirituales á
sus hermanos, á quienes tenia largas horas embebe
cidos y suspensos sin que supieran qué debían ad
mirar más en él, si la elocuencia del orador ó el celo
del misionero. Y a conocían por las relaciones que
llegaban de América la hermosura, eficacia y atrac
tivos de sus palabra; con todo, al oírle se persua
dían de que la realidad era muv superior á la fama.
Pasmaba sobro todo su erudición ascética, tanto
más teniendo en cuenta su vida activa v agitada que
le hacía imposible un prolongado estudio.
Entregó su alma al Señor en Sta. Tecla {Rep.
E l Salvador) el 21 de Agosto p. p. la
Señora Dña. Jesús S. de Bigucur.
Cooperadora de profunda convicción, ayudó
las Obras «Salesianas cuanto le fué posible. In
decible era su contento cuando podía recibir en
su casa á un Salesiano, y no pasaban por sus
solares nuestros huerfanitos sin que como madre
los agasajara como hubiera hecho con sus pro
pios hijos.
Reciba nuestro sentido pésame el apreciable
caballero D. Marcos Bigueqr y nuestros Coope
radores sufraguen con abundancia el alma de la
inolvidable cooperadora.
Cooperadores Salesíanos difuntos.
ESPAÑ A.
Sr. D. Miguel Senesteve
Barcelona
Sr. D. José Gras
__
Sr. D. D. Jaime Garulla y Serret
—
Sr. D. Federico Vilaseca y Casanovas
—
Rdo. Sr. D. Federico Fabres
_
Sr. D. Miguel Pons
_
Sr. D. José Gallés
_
Sra. Da. Clotilde Sitches de Sol
_
Rdo. Sr. D. Viñuclas Vihuelas
Ci4enca
Rdo. Sr. D. José Noguciro. Canónigo
—
Rdo. Sr. D. Anastasio Muñoz
_
Sr. D. Trinitario Marturana
Cartagena (Murcia)
Sr. D. Juan Aguilar
Calenda ((Teruel)
Sra. Du. Catalina C. Martel
Ecija
Sr. D. José Peras
Figtieras IGerona)
Sr. D, José Prats
La Bisbal
—
Sra. Da. Dolores Suárez Quintana Las Palmas (Ca
narias).
Sra. Da. Patricia Martínez
Masegosa (Cuenca)
Sra. Da. .Vniceta Mendoza Puebla de D. Fadrique
(Toledo).
Sra. Da. Simona Svánchez — Pxubta de D. Fadrique
(Toledo).
Rdo. Sr. D. Féli.'c Barrí Carbonell Reus {Tarragona)
Rdo. Sr. D. David Pascual
S. Martin de Loin
(Orense).
Sr. D. Santiago Bravo
S. Lorenzo (Canarias).
Sr. D. Manuel Pastor
Zaragoza
A M E R IC A .
Sr. D. Juan Queiroz
Asunción (Paraguay)
Sr. Da. Ramona de Gaona
—
—
Sra. Da. Adela V. de Crovato
—
_
Sra. Da. Julia Legal
—
—
Sra. Da. María de Jesús Blanco
Bucaramanga
(Colombia)
Sra. D. Clara M. de Hernández Bucaramanga
(Colombia).
Sra. Da. Cefirina López Bucaramanga (Colombia)
Sra. Da. Evangelina Vüiamizar —
—
Sra. Da. Gertrudis Caicedo
Cali
—
Sr. D. Gregorio Velázquez
—
—
limo. Sr. Gral. D. Sebastián Gutiérrez Granada
(Nicaragua)
Sra. Da. Adela L. de Larraondo
Guatemala
Sra. Da. Dolores de Samayoa
—
Rda. Madre Rosario Gutiérrez
—
Dr. D. Ramón Zapata
La Paz (Bolivia)
Sra. Da. Dolores R. de Boado La Plata (Argent)
Sra. Da. Mercedes Ortiz de Rosas —
—
Sra. Da. Ignacia García Malacatoya (Nicaragua)
Sra. Da. Salomé García
—
—
Sra. Da. Hortensia Boniche Matagalpa —
Sra. Da. Mercedes Villata Romero Pasto (Co
lombia).
Sr. D. Fruto Sanabria S. Lorenzo de la Frontera
(Paraguay).
Sra. Da. Paulina Lugo de Amarillo
S. Lorenzo
de la Frontera (Paraguay).
Sr. D. Joaquín Avila
Sigsig (Ecuador)
Sr. D. Manuel Yumbla
—
—
Sr. D. Manuel Antonio Ortega
—
—
Sr. D. Rodolfo Niño Ochoa
—
—
Sr. D. Agustín Niño Ochoa Salvatierra (México)
Sra. Da. Dolores Carvajal v. de Peña, Cali (Co
lombia).
» * Aurelia Aguilar P. de Ponce, Cobán (Gua
temala).
* ♦ Bernardina de Cordón
»
Sr. D. Moisés Ayala, Diriomo (Nicaragua).
Srta. Asunción García Granada.
Sra. Da. Rafaela Escobedo, Jerez (México).
»
» Delfina Segobia, Lima (Perú).
* » Joaquina de la Puente
»
»
»
> Grimanesa Rossi
»
»
»
» Magdalena Walde
»
»
Srta. Jesús Gómez Sánchez
»
o
» Rosa Meza
»
»
Sr. D. Arturo Castrillo, Managua (Nicaragua).
Sra. Da. Concepción de Herrera. Querétaro (.México)
^ ' J. Cruz Asencio, Verapaz (Guatemala).
* » Juana Velázquez. Yaritagua (Venezuela)
» » Nicomedes Perdomo
Sr. D. -Aguedo Rodríguez
»
..
Sra. Da. Eulogia de Cisneros, La Paz (Bolivia).
— 335 —
Mee general del Año 1007.
Docurncr)tos
Carta del Rvmo. P. D. Miguel Rúa á los Coopera
dores salesianos - Informe y propuestas pag. i.
— Sobre el Jubileo de Pío X, 284.
D. Sosco Venerable, 225.
Decreto de Beatificación. 257.
Declaración de la S. Congregación del Concilio so
bre la Comunión de los niños y los enfermos, 290.
Homenaje de gratitud. 146.
El terremoto en Méjico, 173.
Ecos del V Congreso Salesiano. Los antiguos alum
nos de Barcelona al Congreso, 9.
Ecos del V Congreso. Educación, 32. 62.
»
*
Misiones, 62, 174.
El Congreso Católico de Faenza sobre la Educación
religiosa, esport, etc., etc., 159, 200, 230.
Comunicación importantísima, 275.
Discurso del Dr. D. Gabriel Rosas. 34, 102.
Autógrafos de S. S. Pío X, 301 y esquela.
Hrlicutos de foqdo.
Exposición y explicación del sistema pedagógico
salesiano.
II. Idea del deber, convencimiento de una ráisión
sagrada, base del sistema. 29.
III. Plan y desarrollo; armonía y graduación,
fuerzas latentes, formación del carácter, 58.
IV. Sistema represivo y sistema preventivo. Ex
plicación de éste, 85.
V. Medios de que dispone. Nobilísimo fin á que
tiende, 141.
VI. .Motivos de practicarlo. Explicación necesaria.
Recursos pedagoócicos auxiliares: juegos, teatro,
esport, música, etc,, 169.
VIL Desciéndese á la práctica: Paseos, partido que
de ellos puede sacarse. Combátese una necia
preocupación, 197.
VIH. D. J. Bosco efectuó ya el programa de los Pe
dagogos modernos: sus clases festivas y nocturnas.
Aritmética, gramática, curiosos expedientes, 226.
IX. Educación pagana y educación cristiana. Sin
gular antítesis entre la escuela y la vida. Urge la
reforma, 309.
D. Bosco Venerable, 253.
El Jubileo sacerdotal de la Santidad de Pío X, 281.
Otros artículos.
Una señal del cristiano - La Buena Prensa. 8.
Hijos de María, 60, 88.
Sursum corda, 93.
La confesión de los niños, 94.
Auxilium Christianorum. (Poesía sáfica). -Auxilia
dora, 116.
Domingo Sa\io: quincuagésimo aniversario de la
muerte, modelo déla juventud, 144.
Rasgos de la vida del Venerable Siervo de Dios Don
Juan Bosco. 286. 313.
/\visos.
Cartas sin suficiente franqueo, multas que nos to
can. 113.
Sobre la Conferencia salesiana. Art. V y VI del Re
glamento, 128.
Sobre las relaciones. Sobre las gracias: no deben ser
anónimas, 21, 294.
Pibliograna.
Libros recibidos y recomendados, 10. 54. 70, 112»
125, 147, 186, 208, 239, 262, 299,
El Culto de M aría Auxiliadora.
Coronación de M. A. en Méjico, 75, 138.
En el Santuario de Valdocco, i6 i, 1S7.
En España: Barcelona, Gerona, Querón, 210, v sig.,
— Sarriá, Ciudadela, Cantalapiedra, Espino de los
Dolores, Granada, Huesca, Salamanca, Sevilla,
Tarancón, 235 y sig. — Cantillana, Salamanca,
Vigo, 266 y sig. — Zurgena, 292.
En
Argent.:LaPlata: 241 - Patagones, 167
— Mendoza. Nueva capilla en honor de M. A. 23.
Bolivia: Sucre, 323.
Colombia: María Auxiliadora en ella. Asociación de
María Auxiliadora; quién la encabeza, 239 - Barranquilla, 212 — Bogotá. 239 — Cartagena. 240.
Cali, 268.
Chile: Santiago: Valparaíso, 267.
Ecuador: Cañar, 212 — Quito, Bahía de Caráquez,
292, 293.
Guatemala, 241.
Méjico: Salvatierra, 241.
Perú; Talca 323.
Venezuela: Valencia, 270. Yaritagua, 324.
S. Salvador: Sta. Ana, Sta. Tecla, 271.
Gracias y favores.
17, 42,72, 104, 128,161,189,213,242,272,294,324..
Misiones.
Brasil: Matto Grosso: Relaciones del P. A. Malánt
Estudio sobre los Bororos, 122. 151,233; La voa
de la gratitud, 320.
Del P. Bálzola: Enfermedades y auxilio del cielo.
Mayo, la 3* colonia, el Ayge, 11 - Súplica con
movedora. La vuelta del P. Malán y de .Miguel
Magone, 317.
Del P. A.Colbacchini. Excursión al N.de Cuyabá, 67.
China: Diario de viaje, 38, 98.
Relaciónes del P. Versiglia: En la isla deTaipa, 95.
Después de un año, 179,
Del P, Fergnani Hon-Kong y Macao, 180.
Colombia: Relación del P. E. Rabagliati. Cinco se
manas en Contratación, 36.
Ecuador: Méndez y Gualaquiza (Jíbaros) Del P.
F. Mattana: Comunicación importantísima sobro
la Región Oriental, 117. - El indio Joaquín Bosco,
265.
Del P. Giner: En las Provincias Azuayas, 182.
India: Relación del P. Tomatis: Memorias del Ap.
Sto. Tomás, 96. - Primera piedra del Colegio sa
lesiano, 121.
Jamaica. Reí. del P. Bami. El terremoto del 14 de
Enero, 148.
Mozambique. Reí. del P. Barilari; Viaje, Llegada,
en el campo, 207.
Patagonia: Meridional: Reí. de Mons, Fagnano:
Misión de la Candelaria, 185. - Reí. del Cate
quista Rossi: Las Conquistas de la Religión. 14.
— 336 —
Central: Reí. del P. Davrowski: Necesidades de la
Misión, 263.
Septentrional: Rol. del P. Anselmo; Misión del Río
Negro, 184. - 8 meses de Misión, 263 - Reí. del
P. Gavotto (Chosmalal) Una excursión, 291.
Relatos históricos de la Patagonia: La Novia Fran
cisca, 288.
^íoHcias y crónica.
Música litúrgica (España), 77.
Incendio de las Escuelas Salcsianas de Londres, 62.
Peregrinación á Tierra Santa, 48.
España: Alicante 331; Barcelona. Cádiz, Gerona
166; Huesca 81. 107, 304; Madrid 21, 164, 245;
Mataró 165, 194; Salamanca 135, 246; SevülaSi,
130, 249: Sarriá 247, 275; Utrera 135; Vigo 42; Vi
toria 250; Ciudadcla 164, 249. 276.
Italia. Viúáocco 20,107,219, 330; Alejandría,Canelli,
Macerata 8i; Bolonia, Catania 108; Faenza 46;
Milán, Mondonio47, 130. 221; Pisa 805 Roma 80,
107, 233; Florencia 227; Albenga 250.
Portugal: Lisboa, 166.
Argentina: Buenos Aires 5 (Peregr. á Luján), 22, 82
108. 194, 277; Mendoza, Maldonado 109; Almagro
139, 278; Viedma 251.
Bolivia: Sucre, 24.
■ Colombia: Bogotá 331, Barranquilla 48. 195; Ibagu6 332, Mosquera, 48.
Chile: Santiago 23; Concepción 52
Ecuador: Quito 49, 306; Guayaquil 49; Atocha 233.
Guatemala y Honduras 83
Mójico; Guadalajara 83; Puebla 137.
Paraguay; Asunción 138,
Perú: El Callao 136, 305; Breña 136; Piura 304.
S. Salvador; Sta. Tecla 166; Sta. Ana 278.
Uruguay: Montevideo 250.
Venezuela: Caracas 251; Valencia 168, 306.
Brasil: Nietheroy 139; Pernambuco 196
"pksta^ por la Vcncrabilidad de D. Bosco.
Italia: Valdocco y Valsálice, 300.
España: Barcelona-Sarriá 300.
-Argentina: Buenos Aires 302, 330, Córdoba 330.
Necrología.
B l P. Lino Carvajal 25 - Estanislao Solari 25 - D. J.
A. Valdivieso, D. Elias Pcllet, D. José Tinoco, 53.
Da. Carmen de Alcanzar, D. Juan M. Rodrí
guez 83 • El R, P. D. Celestino Durando 114.
Emmo. Tripepi - El Emmo. Card. Cavagnis D. José Bolopna, sal., Da. Dorotea Scholtz y C.
lio . • D. Pastor Lacerda, D. Guillermo Usshcr J.
140-D. Antonio Vigo. D. Manuel C. Luna 196-EI
Rvmo. D. Cristian Hauss, D. Gregorio Naranjo.
Da. Luisa Rodríguez J., D. Melchor Chavarria
Dr. A. Silva 224 - D. Nicolás Pagliere 252 - El
Emmo. Card. Svampa 252, 279, El limo. Sr. Dr.
Manuel Tobar 280 - Dr D. José Vides, D. Carlos
Caimi, D. Ramón Jurado. D. Enrique .\guilera,
D. Vicente Manzano. limo. Sr. D. M. Trigueros
v González, el (»rl. D. Pjistor Sáinz, Da. Sofía
de S\>crak, D. Manuel Montaldo, D. Jaime Sala
y Bonami3o6y sig.. Dña. Jesús S. deBigueur 334.
Cooperadores difuntos: 26, 53, 84.111, 140, 30S, 334.
Tesoro espiritual: 16, 45, 79, lo i, 116,160,178,203,
256, 279. 316.
Rasgos biográficos de Mons, Lasagna, 27, 54,313,
(grabados.
Asuntos religiosos: María Auxiliadora. Escultura
de las Escuelas de Valdocco, 167.
Personajes. El limo. Sr. Pifferi Arz. de Sucre i4-D.
A. T- Valdivieso 53 - El Emo. Tripepi 110. - El R.
P. Durando 114. - D. Pastor Lacerda 140 - Do
mingo Savio 144. - En éxtasis 145, Impidiendo
una riña 146- Mons.Cantagalli ob.de Faenza 203■
El Conde Zucchini 205 - D. N. Paghere 252 - El
V. Don Bosco, 255-E l Emmo. Svampa 279-El
limo. Sr. Tobar 250 - S. S. Pío X 283 • ElExmo.
Sr. Fres, del Perú 305 - El Grl. Sáinz 308.
G ru p os y vistas.
España-Mataró : Alumnos 159, Colegio 160, 615
186 - La Robur de Cindadela 246, 302.303, Sarriá
Un acto literario 268
Italia: Alumnos del Orat. de Valdocoq. obtuv. di
ploma prof. 22 - La Fert de Faenza, 33 - Socios del
Círculo Juan Bosco de Turin 193 - Coleg. Sal. de
Faenza 201. 208 - El Oratorio de Vald. ante el
monum. de D. Bosco 220, ante la tumba de Do
mingo Savio 222 - El Círculo J. Bosco 271;
Iglesia del Testaccio en Roma, 314, 315 - Pere
grinación á la tumba del Ven. J. Bosco 327, 329.
Argentina: El cacique Baigorrita, 12. Indios de la
Pampa Central 15, Alum. sal. en Lúján 178 —
Gimnastas del Col. de Patagones 277.
Colombia: Altar Mayor, Agua de Dios 37.
Est. Unidos: S. Francisco Iglesia y Parroquia
nuevas 238.
Chile: Huérfanos de La Grat. Nal. Candeleros hechos
en las Escuelas de id, 79 Alumnos.cn ejercicios
militares id. 81 El Sr. Jara y el Sr. Anadón 89.
Ecuador: .-Mumnos del Col. de Guayaquil 47.-Pro
cesión de M. A. id. 51 -Coleg.de Ambato 223El P. Mattana v el indio Joaquín Bosco 267
Méjico: Coronación de M. A. 129, 131-Alumnos
del Colegio 133 Coronas 138 - El Coleg. desp. d.
terrem. 17. 13. 175.
Uruguay; Montevideo: Bebiendo el mate, 231.
Venezuela Valencia. .Mum. d. Col. 229.
Brasil: Nietheroy Estac. de la funicular al monum.
de M. A. 135 i-a Funic. en acción 137 - Las .Auto
ridades presentes 139. Misiones de Matto Grosso:
Diversos ídolos 155,156, 158. Pernambuco; .Antig.
alumnos. 184.
China; Mcliapor: Cruz monumento del martirio de
Sto. Tomás 98 • La fuente de Sto. Tomás 99. •
Altar sobre la tumba del Santo 103 - La nueva
Catedral 105.
India: Tanjore Bendición de la i* pied. d. edÜ.
sal. 120,
Con aprobación de la Autoridad Ecle.siásiica:
Gerente: JOSÉ GAMBINO.
Turin, Tip. Salestana. (B. S.) — Via Cottolengo, 3*
-
Texto
-
A Ñ O XXII
D iciem bre de 1907
N. 12
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^ Q ^ C ^ ^Turífl' Oratorio de S. Francisco de Sales ^ ^ 0 ^
SUMARIO: El Salesiniio como Educador
. . . .
309
Rasgos biografíeos del V e n . Juan liosco
. . . .
313
Tesoro espiritual
................................................................ 316
De nuestras M isiones: Matto Gro.*«o (Carta d el P.
B á l z o i a ) ................................................................317
Carta del P. M a l á n ........................................... 320
B ibliografía................................................................. 322
El culto de M aría A u xiliadora: T alca, Sucre, Yarit a g u a .......................................................................323
O ó
^
G racias de María A u x ilia d o r a ..........................................324
P-or el muiulo salesiano: D espedida; Fiestas de
F a m ilia; Sarria. Buenos Aires, CArdoba, Méjico 330
Noticias varias; E spañ a: A licante - A m érica: Co
lom bia: Bogotá, I b a g u é ; E cu ad or: Vin ces
. . 331
M em orias biográfícas de Mons. La.sagna . . . .
333
N e cro lo gía : D ña Jesús S. d e B i g u e u r .......................... 334
Cooperadores d ifu n t o s ...........................................................334
Indice general d el año 1 9 0 7 ' ...........................................335
El 5^l63¡ano como Educador.
IX.
el sabio profesor y emi
nente pedagogo D. Francisco
Cerruti en su áureo librito
« Ideas de D. Bosco sobre la Educa
ción y la Enseñanza, » que una hermosa
tarde de Abril de 1885, se hallaban
cenando en Marsella, á una misma mesa,
D. Bosco y el célebre Doctor Michel
que acababa de hacer el tercero de sus
viajes científico-morales al rededor del
globo. Muy pronto cayó la conversación
sobre el estado presente de la sociedad,
completamente pagano en costumbres
y creencias, que como cancro corroe
las mas florecientes naciones. No podía
menos de llamar la atención de los dos
pensadores y excitar su profunda com
pasión y pena el considerar el estado
UENTA
k
de las conciencias en la juventud cató
lica, que salía de los gimnasios, liceos
y universidades, si no completamente
pagana (esto hubiera sido demasiado!)
sin creencias bien definidas; con ideales
demasiado vagos; enamorados de la
Grecia y Roma gentílicas; sin osar ata
car el dogma cristiano, pero sin vivir
según sus enseñanzas, en fin, con una
esfumadura apenas de religión, ni pa
gana, ni cristiana: cristiana en las pa
labras, pagana en las obras; católica en
teoría y en la práctica pagana.
¿Cuál piensa V., pregunta!). Bosco,
que sea la causa de tamaño mal? Y el
doctor le señaló varías, que no satisfi
cieron al sacerdote.
No cree más bien, le replicó, que
todo dependa de la educación pagana
que se imparte en nuestras escuelas ?
— 3ÍO —
Esta educación, fundada exclusivamente
sobre los clásicos paganos, embebida
de máximas paganas, impartida con
método pagano, no puede, no, formar
generaciones cristianas ¡ y no formán
dolas, siembra en ellas la desolación
y la muerte, porque las saca de su na
tural ambiente, las alimenta con man
jares envenenados, las lleva fuera de
lo real, las abandona á mil ridiculas
ilusiones, las pone en abierta contra
dicción consigo mismas y así las de
prime y desespera.
« He combatido toda mi vida contra
esta perversa educación que deprava la
mente y el corazón de la juvefttud en
sus mejores años; ha sido mi ideal cons
tante el reformarla sobre bases since
ramente cristianas. Con este objeto he
acometido la impresión de los clásicos
paganos, convenientemente comentados
y expurgados, y con este objeto he co
menzado la edición de los clásicos la*
tinos cristianos, que con la santidad de
sus doctrinas y ejemplos, adornada con
una forma robusta' y elegante á un
tiempo, completen lo que falta en los
primeros, naturalmente defectuosos como
producto de la razón extraviada. Este
es el fin á que he mirado continuamente
en todas mis instrucciones y avisos di
dácticos y educativos, orales y escritos
que he dado á los directores, maestros
y asistentes de la Pía Sociedad Salesiana ».
Y añade el profesor Cerruti que los
acentos de D. Rosco eran tan pene
trantes, su voz tan suave y fuerte á la
vez, tan animada y expresiva la mirada,
y toda su actittid tan viva y al mismo
tiempo impregnada de un tinte de tris
teza; que lo conmovió profundamente
y lo resolvió á dedicarse con todas sus
energías á sostener y difundir los ideales
del Padre.
Y á la verdad que la promesa no
fué vana. El doctor D. Francisco Cer
ruti , gloria de la Sociedad Salesiana,
ha contribuido con sus escritos y ejem
plos á la difusión de las enseñanzas de
D. Rosco.
*
^ sjs
La Sociedad Salesiana recogió por
primera la herencia paterna: de su
seno brotaron ingenios que animados
de paciencia benedictina y de constan
cia á toda prueba, revisaron las obras
latinas y griegas, tanto paganas como
cristianas; las comentaron diligente
mente, esclareciendo puntos oscuros ya
de historia, ya de filosofía, mitología
y literatura; y las presentaron al pú
blico que las acogió con entusiasmo.
En breve los seminarios y muchos co
legios adoptaron tales libros, con grande
provecho de los alumnos.
Igual trabajo se impusieron los salesianos sobre los autores italianos, con
los mismos resultados.
Dicho esto de paso, procuraremos
ahora declarar en breve las enseñanzas
de D. Rosco acerca de este punto tan
importante, ya para ver la influencia
que han tenido sobre la marcha de la
educación, como por el fruto que po
demos recabar. Para ello extractaremos
la obrita del ya citado profesor Cerruti:
« Ideas de D. Rosco sobre la educación
y la enseñanza » .
Era máxima constante de D. Rosco
que « no ya censurando las acciones de
los demás, sino haciendo bien las pro
pias, es como se cumple nuestro deber,
y que en vez de lloriquear sobre la
calamidad de los tiempos, debemos
trabajar por corregirla».
Y así lo -vemos que sin violar en lo
más mínimo las disposiciones ministe
riales, y respetando los programas que
impone el Gobierno, introdujo en sus
clases la lectura y estudio de los clá
sicos cristianos, y esto sin negarles a
los paganos el honor que les corres-
— 3 II —
ponde, porque al fin y al cabo, ellos la forma; y más que la elegancia, se
nos dejaron monumentos inmortales, aprenda la moral, que le prohibe el
que llevan en sí la marca de la belleza arte de engañar y seducir, cosa ilícita
y el sello de la razón; pero natural á todos, inclusos los abogados».
mente tenían que ser monumentos in
¿ Y qué mucho que los Santos hablen
completos, truncos, imperfectos porque así? En 1844 Eamartine dejaba caer en
les faltaba el soplo vivo de la Divi la cámara de los Diputados de Francia
nidad,
palabras elocuentes sobre el mismo
Esta reforma de D. Bosco no era asunto. Mostrábase indignado al ver
una idea aislada ni la ilusión de un ese híbrido consorcio de una sociedad
espíritu preocupado y fanático: no; la cristiana con escuelas paganas, y esto
idea era ya antigua y había vibrado debido á lo incompleto de los sistemas
en cerebros vigorosos, había movido p e d a g ó g ic * .q u e por dos ó tres hol*as
robustas y templadas plumas y elo de Religión que permiten á la semana,
cuentísimos labios. D. Bosco la recogió, dan 20 ó más de paganismo, resultando
la caldeó y la practicó.
de aquí que educada la juventud con
Ya S. Basilio Masfno
en
su
«
Hotales máximas, deduce por consecuencia
O
milía á la Juventud sobre el modo de que el paganismo es la Religión de los
leer con provecho los libros paganos » grandes pueblos, y el Cristianismo es
se expresaba en estos términos: « Os cosa propia de niños y mujeres. Y en
recomiendo su estudio, pero como ótil 1876 el pueblo francés obligaba al
preparación á las Sagradas Escrituras, Gobierno á introducir en las escuelas
ya que conviene acostumbrarse á mirar los clásicos cristianos latinos. ¡ Lástima
el sol en el agua antes de fijar la vista grande que el furor sectario descono
en su misma luz vivísima
Y como ciera tan pronto esa voluntad del pueblo
un estudio completamente pagano no tan manifiesta y sagrada!
está exento de peligro, y á fuerza de
Don Bosco, pues, no era un iluso
leer y saborear, penetran las ideas; cuando así procedía, sino que lo había
quería que tal estudio, estuviese rodeado meditado mucho y pretendía dar á la
de todas las precauciones y cautelas j)edagogía una orientación más con
aptas á conservar en. los jóvenes en forme al espíritu del Cristianismo, más
cendida la llama de la fe.
en armonía con las ideas de la so
Cuando S. Carlos Borroineo reorga ciedad en que vivimos y de más real y
nizó los estudios científico-literarios en práctica ventaja para la juventud, luí
los Seminarios lombardos, que fueron esto no se apartaba un ápice del .SV-s-y son todavía dechado en su clase; al íema prevejtlivo, que (¡uiere prevenir el
lado de las obras eminentes de los mal y la corrupción, más bien que
grandes clásicos paganos, introdujo las reprimirlos cuando han sobrevenido.
correspondientes de los escritores cris
Y no se tema que los colegios pier
tianos : con los Oficios de Cicerón, puso dan con esa modificación. Por de con
los Oficios de S. G regorio; con las tado ganan en moralidad y aventajan
rincipios.
Muchas veces la Religión ni siquiera
hace parte del programa, y aun cuando
la haga, se imparte de un modo tan
empírico, con un método tan irracional,
que en vez de hacerla amar, la hacen
odiosa, temida, pesada como una capa
de plomo. Es necesario cambiar de
dirección, es preciso que la moral cris
tiana se compenetre en la escuela, for
mando su ambiente natural; y así, en
el estudio de la antigüedad pagana,
es menester que se deje cuanto repugna
á los fundamentos dogmáticos y mo
rales del Cristianismo, y se tome tansolo
lo que necesite corrección ó comple
mento. En cuanto á los demás, es ne
cesario hacer como la abeja, que de
las flores no toma sino lo que le sirve
para la fabricación de sus panales. Así,
debemos hacer resaltar lo bueno y en
caminarlo á la práctica, ya que, según
el dicho de Platón, citado por S. Ba
silio, « el parecer justo sin serlo es el
mayor grado de iniquidad». El hecho
de los atletas, por ejemplo, que se so
metían á toda suerte de penalidades,
debe enseñarnos á tolerar animosa
mente las incomodidades, á lo menos
con el mismo valor, puesto que la co
rona que ellos esperaban era corrupti
ble, baladí, mientras la nuestra es in
marcesible y magnífica. Del mismo
modo, conviene hacer resaltar las má
ximas y enseñanzas de los filósofos,
cuando son conformes con el Evangelio,
porque dignifican la razón, y hacen ver
que cuando ésta no se deja esclavi
zar por las pasiones, se conforma bas
tante á las enseñanzas de I3 ios.
En cuanto á la mitología ¿ no es ri
dículo y lastimoso el ver que hoy. en
pleno siglo X X , haya poetas que se
deleitan en evocar y acariciar cual
realidades esas falnilosas personifica
ciones, que en substancia, como su
nombre lo indica, no son sino mitos,
ideas vacías de significado? ¿Es que
faltan temas que tratar? ¿No tenemos
delante la Naturaleza con sus virgi
nales encantos, la sociedad con sus
luchas gigantescas, anhelante de luz y
m
— 313 —
dirección? ¿No será dij^no del poeta aquel momento, todos aquellos rapaces, dejando
de nuestro siglo el problema social ? sus riñas, bocliinches y blasfemias se recogieron
al rededor del que hablaba. Casi sin saber lo que
¿Acaso no sería preferible abandonar decía:
— ¿Y quién sois vos, añadí, que me ordenáis co
la lira plañidera que corre tras Lauras
sas imposibles ?
desdeñosas, y empuñar el arpa sono
— Precisamente porque estas cosas te parecen
rosa del ideal cristiano, y embellecido imposibles, debes hacerlas posibles con la obedien
y deseable presentarlo á las masas, cia y la adquisición de la ciencia.
— ¿ Dónde, con qué medios podré adquirir esa
como remedio supremo, como iris de ciencia?
salud, como verdadero sol del porvenir?
— Yo te daré la Maestra, bajo cuya disciplina
Basten estas brevísimas páginas para podrás llegar á ser sabio, y sin la cual toda ciencia
que nuestros lectores se formen idea resulta necedad.
— ¿ Pero quién sois vos que de este modo me
del sistema salesiano en este punto im habláis?
— Yo soy el Hijo de Aquella á quien tu madre
portante, tomado en su conjunto.
de la Vida del Venerable Juan Rosco
TOCADOS EN EL DECRETO
(ContÍ7iuación) (i).
Primer anuncio de ia Misión.
ía vida del Venerable está llena de sxicños. 6
___ mejor dicho, visiones ó ilustraciones, muy
maravillosas á veces. Nosotros, sin darles otra
autoridad que la que les dará la Iglesia, vamos á
exponer algunas. Somos simples narradores, y en
esto, como en todo, nos sometemos á cuanto dis
puso la Santidad de Urbano V il. Abramos las
Memoria$:
* A la edad de 7 años poco más ó menos tuve
un sueño que me quedó profundamente impreso.
Parecíame estar junto á casa en un patio muy
espacioso, donde estaban entreteniéndose una mul
titud de niños. .•Algunos reían, otros jugaban,
no pocos blasfemaban. Al oír semejantes blasfe
mias. me arrojé en medio de ellos, usando puños
y voces para hacerlos callar. En ese momento apa
reció un hombre venerando, de edad madura, ves
tido noblemente. Un blanco manto cubría toda su
persona; su cara era tan resplandeciente, que yo no
podía fijarme en ella. Él me llamó por mi nombre
y me ordenó ponerme al frente de esos niños, aña
diendo estas palabras: . Dios evidentemente mostró á su
siervo el lugar donde surgieron el oratorio de San
Francisco de Sales, y la iglesia y más tarde el san
tuario de María Auxiliadora.
¡Cuántas veces en los últimos años de su vida,
el Venerable se quedaba fijo en la contemplación
de la cúpula del Santuario y cómo se conmovía!
Pensaba en el sueño. ¡Cuán admirable es en sus
Santos el Señor!
Continuará.
TESORO ESPIRITUAL
Los Cooperadores Salesianos que confesados
y comulgados, visiten devotamente una iglesia
ó capilla pública, ó si viven en comunidad, la
propia capilla, y rueguen según la intención
del Sumo Pontífice, pueden ganar las siguientes
indulgencias:
Plenarías. En todo tiempo:
1. ®El día que dieren su nombre á la Unión
de Cooperadores;
2. ®Una vez al mes, el día que cada cual quiera
escoger;
3. ° Igualmente una vez al mes, el día que
asistan á la Conferencia:
4. ®Asimismo una vez al mes, el día que hagan
el ejercicio de la buena muerte;
5.0 El día que por primera vez se consagren
al .Sgdo. Corazón de Jesús;
6. ®Cada vez que por ocho días consecutivos
se retiren á hacer ejercicios espirituales.
7. ®E n articulo de muerte, si confesados y co
mulgados, ó almenos contritos, pronunciaren
devotamente el Smo. Nombre de Jesús con la
boca á ser posible, ó al menos con el corazón.
En el mes de Enero.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
El
»
»
»
»
»
1.
6.
18.
21.
25.
29.
Circuncisión de N. S. J.
Epifanía de N. S. J.
Cátedra de S. Pedro en Roma.
Desposorio de Maria .Sma.
Conversión de S. Pablo.
S. Francisco de Sales.
Á
t e
_
í ^
=
.
^ DE JSÍUESTF^AS MISIONES
T í ----------l Y
distribuir el Pan Eucarístico á estos seis, antes
feroces salvajes del desierto, ahora mansos cor
deros. Cierto estoy de que el Divino Infante,
rogado por estos tiernos corazones, habrá de
I.
rramado sirs beirdiciones. rro solamente sobre
Fiestas religiosas en la Colonia del Sgdo. Corazón toda la tribrr, sino también sobre todos rrrrestros
— Los terribles Cayapos — Una aldea destruida Bienhechores y cooperadores de esta ardrra
— La vuelta de Miguel Magone.
Misión.
El día de Nav idad fué día lleno de santa alegi ía.
[Carta del P . Bálzola).
¡Cuáir contentos estaban, no solamente los niños
C olonia del Sagrad o Corazón,
sino tanrbién los padres al ver á sus hijos vesti
14 de A bril de 1907.
dos de gala y sentados á nuestra mesa. Y su
Veneradísime Padre:
gozo fué completo, cuatrdo vieron que habíamos
iempre es muy grato para mí el poderle pensado, rro sólo en los hijos, sino también en
dar noticias que sé son del agrado de S. R. los padres, haciéndoles á todos, hermosos re
En mi última le hablé de la fiesta de María galos.
Auxiliadora. Pues bien, la de la Inmaculada fué
Y parece que el Niño Jesús ha querido pre
más consoladora todavía. Además de los niños miar nuestro religioso obsequio. En efecto, poco
Y niñas ya admitidos á la Sagrada Eucaristía,
después llegaron tres indios de las aldeas del
hubo otros seis de primera confesión.
Sur. Esta venida, es, á rnr modo de ver, urra
La fiesta fué precedida de la Novena, durante la bendición especial, porque es al Sur, donde se
cual se rezaron las oraciones del Joven Instruido.
encuentran las principales aldeas, pobladas de
Pero lo que ciertamente habrá gustado más á numerosísimos Bororos-Coroados, los cuales,
laSma. \'irgen habrá sido el oír á nuestros indie- inra vez que hayan entablado corr irosotros
citos unir sus voces en el canto litúrgico de ,la relaciones de amistad, no dejarán de acudir á la
Misa. .Así, los deseos del Padre Santo se cumplen
Misión. Del lado Norte, han debido alejarse casi
también en medio de las florestas. Por la tarde,
todos, huyendo de las epidemias qrre hacen es
la habitual iluminación, morteretes, cohetes , tragos y de los feroces Cayapos que atroznrente
que tanto agradan á estos indios, cantos é himnos, los persiguen.
y todo acompañado por nuestro viejo armonio
Estos, últimamente tuvieron la audacia de
y la diminuta banda musical, y a floreciente venir á dos kilómetros de la misión y matarnos
entre estos neófitos. Palpamos con la mano que una muía que con una flecha quedó atravesada
estas fiestas influyen potentemente sobre el co de parte á parte. No sé cómo se ^)odrá poner
razón de los jóvenes, los cuales se deciden á ol mano á la civilización de estos indios, que no
vidarse de las ridiculas ceremonias de sus padres.
quieren comunicar con nadie. El secreto está en
La fiesta de la Inmaculada fué preparación de manos de la Divina Providencia; entre tanto hay
la de Navidad. Se hizo lo posible y el canto de mucho que trabajar en medio de los Coioados.
las Profecías, reforzado por las voces bien mo
Ivos recién llegados nos traen noticias de mu
duladas de nuestros nuevos músicos, resultó chas aldeas, varias de las cuales jamás tuvieron
mucho más atractivo que los otros años.
relación alguna con gente civilizada. El poco
Consoladora en extremo fué la Misa del Gallo
tiempo que pasaron con nosotros lo gastaron
que hasta ahora ha tenido siempre un carácter en poner aparte innumerables objetos que lle
especial en estas florestas. Jesús descendió no varon á sus compañeros, porque, como es de
solamente á nuestra humilde capilla, pobre costumbre, nuestros indios los colmaron de re
como el pesebre de Belén, sino también al cora galos, Este les dió los calzones, el otro la ca
zón de otros seis hijos de la floresta que tenían misa, aquél el cuchillo, la manta etc, etc. Muchos
la dicha de recibirlo por la primera vez.
venían á preguntarme si podían dar este ó aquel
aseguro, amadísimo Padre, que no me es objeto... únicamente para poder recibir después
posible decirle el consuelo que experimenté al otro. No me opuse á esa generosidad porque te-
ÍDatto Oposso (Brasil)
P
-
318 -
mía disgustarlos y porque á mí me gustaba
mncfio que partieran los huéspedes bien pro
vistos y iíien impresionados de la Colonia. Y de
hecho partieron contentísimos diciendo que
después de pocas lunas volverían con muchos
compañeros.
Al día siguiente de la partida, un joven car
pintero no se presentó al trabajo. Buscósele con
afán y nos hallamos con que estaba.... sin cal
zones: los había dado á tres indios y tenía ver
güenza de presentarse. Habiendo recibido un
par. corrió inmediatamente al trabajo. Tras él
vinieron otros y otros, y entre ellos el’padre de
Miguel, que habiendo quedado sin camisa, vino
sonriendo á pedirme otra. Como ve, amadísimo
Padre, no falta el buen corazón entre esta gente,
ni, aunque mezclado con su poco de interés per
sonal, el sentimiento de la caridad fraterna.
En esos mismos días tuvimos una triste no
ticia. Si S. R. recuerda, el año pasado, cuando
le conté de aquellos 90 indios que del Río Araguaya llegaron á la Colonia, le dije que también
de una aldea lejana habían llegado ocho para
probar el terreno, los cuales volvieron á sus
tierras. Mas he aquí que algunos civilizados,
al parecer más bárbaros que los mismos salvajes,
queriendo acabar con ellos, asaltan la aldea y
hacen tan horrible matanza que sólo una mujer
pudo á duras penas ponerse á salvo con la fuga.
Mucho me aflige esta noticia: Si lo hubiéramos
sabido antes, hubiéramos podido mandar alguno
á traerlos y salvarlos de la enorme desgracia.
Pero frecuentemente Dios saca bien del mal:
y en efecto, nuestros indios se han persuadido de
que estando cerca de los Misioneros se ven libres
de multitud de desgracias. Con todo ello, estos
son actos que hacen espeluznar, y de todo co
razón bien nacido, brota una viva conmisera
ción para con aquellos pobres indios, que si hu
bieran podido imirse á nosotros, también ellos en
breve tiempo se habrían ganado á la Religión
y á la Civilización.
¡Oh! si pudiéramos recoger al nrenos á todos
los jóvenes que vagan por estas florestas y edu
carlos amorosamente en el nombre y bajo los
auspicios del Divino Corazón de Cristo! Roguomos, reguemos y no serán \'anas nuestras espe
ranzas!
Ahora una noticia agradable. E l viaje que el
joveucito Miguel Magone hizo por Europa con
nuestro amado Inspector el P. Malán, será de
grande ventaja para toda la tribu y tierra de
los Coroados. Cuando se oyó la nueva de su
\melta, todos estaban ansiosos de verlo, para
oír de su boca la narración de mil cosas. E l Ins
pector tuvo la bondad de llamanue telegráfi
camente á Cuyabá para informarse de las necesi
dades de la Misión. Tal llamada fué para mí un
gran motivo de alegría y,hubiera querido tener
alas para volar á abrazar á mi amado Superior,
recibir noticias de su largo viaje, de la querida
Italia, de todos nuestros amadísimos Superiores
y al mismo tiempo dar un afectuoso abrazo i
los recién venidos y al muy amado Miguel.
Me preparé pues, inmediatamente á partir;
arreglé los asuntos de la Colonia, fijé lo que ha
bía de hacerse, recomendé á los indios ¿ buen
comportamiento, prometiendo premios á los
mejores y el 18 de febrero partí, conduciendo
conmigo tres niños destinados á nuestro Co
legio de Cuyabá. E l 28 tuve el placer de llegar
al Colegio de Coxipó. ¡Qué fiesta! Hacía más de
treinta meses que no veía tantos hermanos y
amigos! Y habiéndose venido á Coxipó para dar
un paseo todos los alumnos de Cuyabá, ahí tuve
el consuelo de abrazar al amado Inspector. El
resto de aquel dichoso día pasó en la alegría más
fraterna, y por la tarde fuimos al Colegio de Cu
yabá, que me sorprendió mucho y muy agrada
blemente por su gran desarrollo y me pioporcionó la fortmia de ver á otros amadísimos
hermanos.
Después de irnos 15 días pasados en ese dulce
ambiente, respirando buen aire y rodeado no ya
de pobres salvajes, sino de amadísimos hermanos
y amigos, me preparé á volver á la Colonia, en
compañía de algunos recién llegados. Hechas
algunas provisiones, especialmente de vestuarios
para los indios, porque las. provisiones del Padre
Malán no habían llegado todavía, dejé los
tres niños en el Colegio para que, junto con la
música y algima instrucción literaria, uno se
ejercitara en el oficio de carpintero, de herrero
el otro y el tercero de sastre. Se quedaron de
muy buena gana todos tres, porque se vieron
bien tratados y vieron los grandes progresos de
Sliguel, su compañero.
En verdad, debo confesar que yo mismo quedé
pasmado al ver los progresos que Miguel ha hecho
en menos de un año. I,o hallé no solamente cre
cido de 10 centímetros, sino con un manejo que
parecía uno de los niños más cumplidos de nues
tros mejores colegios. En el acto me habló con
gran satisfacción del Señor D. Rúa y de los otros
Superiores, del Papa y de los Cardenales y 0 bispos que había visto; del Santuario de María
Auxiliadora y de tantas otras hermosas iglesias
y santuarios. Me contó también su viaje á Roma
y á París. Y o lo escuchaba con placer y lo aco
saba á preguntas, pero mi pensamiento estaba
fijo en la Colonia y pensaba en la buena im
presión que haría su llegada, en el encuentro del
hijo con el padre y la madre y en el bien que
haría á todos con sus narraciones.
Por lo tanto, el 18 de Marzo, víspera de S. José,
acompañado de dos nuevos clérigos, Poli y
— 319 —
de costumbre.... poniéndose á rezongar fuerte
Franco, dos coadjutores y el amado Miguel,
dimos el adiós á nuestros hermanos de Cuyabá mente y á llorar á cántaros. E l hijo y yo que
Y nos dirigimos á las Colonias. L a primera noche sabíamos la ceremonia, aguardamos sonriendo
ia pasamos espléndidamente entre nuestros her á que la terminara. Teimiuado que la hubo,
manos de Coxipó, y al día siguiente, recomen tam biéuá sus labios volvió la sonrisa y « padua! »
dijo; vamos!
dando nuestro viaje á S. José, dando el abrazo
En pocos minutos llegamos al monte de Sta.
á nuestros hermanos y recibida la bendición
del Inspector, nos separamos otra vez del mundo Cruz. Allí fuimos vistos por algunos indios de la
dnlizado y partimos al campo que nos ha desti Colonia, la cual, en un abrir y cerrar de ojos,
á los gritos de « Padre curi arrcgodo, il/igwc/
nado la Divina Providencia.
Dejo de narrar las sólitas peripecias de estos arregodo: E l Padre Grande ha llegado, Miguel
ha llegado », se puso toda eu movimiento.
\iajes, para no cansar su paciencia.
Era nuestro vivo deseo llegar almenos para el ' A la entrada, hallamos fonuados á todos los
Sábado Santo á la Colonia de S. José sobre el indios é indias, con nuestra jx-queña banda que,
llena de entusiasmo, festejaba la llegada del ama
Sangrador, pero los deseos y los cálculos valen
dísimo Miguel.
poco en estos viajes, dependiendo todo de las
Noté que todos lo admiraban, pero 110 sabían
disposiciones de los caballos y muías, y tenía
mos unos 20. El Sábado Santo, hubimos de alzar cómo acercársele: algmios niños, después de
todavía nuestras tiendas: estábamos á 30 kiló haberme besado la mano á mi, iban á besársela
metros de la Colonia de S. José. Tuvimos si, el también á él.
É l por su parte, mientras yo me preparaba
gusto de abrazar á dos de nuestros hennanos,
que \'inÍeron á nuestro encuentro. E l día si para celebrar, me rogó lo confesara. Y o celebré
la Santa Misa en acción de gracias al Sgdo. Co
guiente, Pascua de Resurrección, celebré bajo
la tienda, distribuyendo la Sagrada Comunión razón, él me la ayudó é hizo la santa Comunión
á todos aquellos amados compañeros de viaje;
en acción de gracias por el feliz retomo. I^os
luego estando afortunados en el juntar las bes indios asistieron todos en gran silencio y con
tias, partimos inmediatamente, de modo que profundo respeto.
Después de Misa, rodearon á su compañero, de
á medio día llegamos á la Colonia, que se puso
seosos de saber lo que había visto en su largo viaje.
de fiesta por la llegada de nuevos misioneros.
El, aunque con sus relaciones los dejaba estui>efaPasado aquel día en santa alegría, dejando
ctos, creo que podía decir con S. Pablo cuando fue
atrás el resto de la comitiva con las bestias
arrebatado al tercer cielo: que sus ojos habían
de carga, yo partí á la Colonia del Sagrado
Corazón, en compañía de un hermano y del visto tales cosas, y tales habían escuchado sus
indio Miguel. A los dos días de camino, nos oídos, que era imposible al labio el expresarlas.
Algunas hojas después, lo llevé adonde los
encontramos á 35 km. de distancia. « De modo,
que, dije á los compañeros, con un poco de sacri suyos lo esperaban en su choza, en compañía
ficio, mañana podremos estar allá suficiente de muchas mujeres llenas de curiosidad por verlo
de cerca y escucharlo. Por el suelo habían ten
mente temprano para celebrar en la casa la
Santa Misa. » Los dos compañeros me manifesta dido una hermosa piel de tigre, y en ella, a|>cnas
ron el deseo que tenían de hacer también ellos llegado, lo invitaron á sentarse, mas él no acq)tó.
El padre, según el rito, quería comenzar alg(j de
la Santa Comunión en la Capilla de la Colonia.
¿Y entonces? A las i i de aquella misma noche hacururú para hacerle pasar el cansancio del
recogimos los animales, y luego, tomado un bo viaje, pero el buen joven se opuso. Entonces él.
algún tanto mortificado.se dirigió á mí, para ob
cado, á media noche en punto, nos pusimos en
camino á la luz de la luna. Habíase telegrafiado tener el consentimiento, pero yo le dije que Mi
á la Colonia que llegaríamos ese día, x>er’o no guel, no siendo y a indio, no tenía necesidad el cancel de la balaustrada
m ayor:
una de las vidrieras grandes;
la balaustra de una de las 2 ca
pillas ; — ó una de las \ gran
des puertas internas; — ó una
de las 2 grandes puertas exter
nas : — ó una de las 2 vidrieras
internos:
una (le las grandes ventanas del
crucero ;
una de las lunetas sobre las puer
tas laterales;
una de tas 2 puertas laterales; —
L. ó
L. ó
L. ó
I.. ü
L. ó
L. ó
].. ó
L. ó
L.
L.
L.
L.
L.
ó
ó
ó
ó
ó
L. ó
ó una de las r i ventanas dobles
de la nave mayor :
Fr. 1000 el cancel del Bautisterio; — íí el
ornamento de un altar lateral;
Fr. 1200 la luneta de la puerta mayor; —
ó una de las galerías de traver
tino de la torre ;
Fr. 1500 la puerta principal; — d la fuente
del Jjautisteriú; ó el Lavabo de
Sacristía;
Fr. 1800 el púlpito;
Fr. 2500 el pavimento ác\ altar mayor; —
ó la gran lista ó faja central ilel
pavimento de la iglesia; — ¿el
ornamento en metal del altar mayor;
Fr. 3000 una de las a, grandes columnas
de granito lúcido; — ó \^. gradinaia externa ; — ó el altar para
la sacristía:
Fr. 3500 el reloj con cuatro caras para la
torre del campanario;
Fr. 4000 la mesa y los armarios para la
sacristía;
Fr. 5000 uno de los 2 altares laterales:
Fr. 1.2000 el juego ó concierto de campanas;
Fr. X5000 el pavimento de la iglesia;
Fr. 20000 el órgano litúrgico;
Fr. 25000 el gran mosaico de la fachada;
id.
la torre ;
Fr. 3000Ó el altar mayor;
E l nom bre de lo s que h arán una o ferta determ inada p ara una de la s o b ras ex
p re sa d a ^ será reco rd ad o á la posterid ad sobre la m ism a O bra.
S e puede concurrir al pago con la s offertas de
1.. ó Fr. 5
uno de los 1200 metros cuadrados de A
preparación para el pavimento;
L. ó Fr. 10 uno de los u x k > metros cuadrados ^
del pavimento de la iglesia y sa
cristía ;
A
1.. (’) h'r. 12 uno de los 1700 metros cuadrados
de la cubierta del techo ;
L. 6 h'r. ts uno de los 180 metros cuadrados Aq
pavimento del presbiterio, capillas
y bautisterio: — ó uuo de los 82
metros lineares ác las graderías para
la balaustrada:
0
L. (■>h'r. ao uno de los too meiros lineaf'es de
gradería al csterno:
1.. (i Fr. 25 uno de los 90 metros enadrados í\q
pavimento (le la faja central; — 0
ó uno de \o» 1100 metros cuadrados
ü
de bóvedas y arcadas.
L. 6 hV. 30
L.
h.
F.
L.
uno de los .^40 metros lineares del
grande cornijón externo ;
6 Fr. 35 uno de los 500 metros cuadrado» de
manpostería de la torre;
ó Fr. 50 uno de los 351) meiros cuadrados de
vidrieras de las ventanas: — o uno
de los too metros lineares de la
cancelada e.sierna; — ó una de las
3 piletas para el agua bendita:— ó
uno de los 24 candeleras de gran
deza ordinaria ;
ó Fr. 100 uno de los 80 bancos para la iglesia:
— ó uno de \os (i grandes candekros
de m etal; — ó uno de los 10 metros
lineares de la verja del bautisterio:
ó Fr. 1.50 una de las 4 cruces para los al
tares ; — ó uno de los caneehtos
para las balaustradas.
Con igual gratitud se recibirán otras limosnas, por insignificantes que sean.
Importantísimo
---------------------------
Rogarnos á (o^ Benemériíos Cooperadores y celosas Coopera
doras que tengan la bondad de leer ateqíameníe las siguientes
qormas:
1) Al recibir la presente Esquela, determinen la propia oferta para una
Obra tan santa.
2) No se limiten á esto, sino procuren recoger otras ofertas entre parientes
y amigos, aceptando con gratitud aun las más insignificantes limosnas.
3) Recuerden ([ue el concurrir al presente Homenaje es cooperar á un es
pléndido regalo hecho directamente al Padre Santo, porque área y edificio, co
legio, escuelas y oratorio, son y serán de propiedad de la Santa Sede.
4) Regístrense claramente las ofertas en la presente Esquela, y la misma,
llenada en todo ó en parte, remítase con el total de las ofertas recogidas, en
carta recomendada, ó en checiue ó letra de cambio.
Cuando la oferta sea de una sola ó de poquísimas personas, no es necesario mandar la
Esquela; basta poner el ó los nombres en la carta ó cheque ó letra.
5) A los celosos colectores y colectoras se les mandará una hermosa Ima
gen, como recuerdo del Solemne Homenaje.
6) Finalmente todos los Donadores participrarán al bien que se hará en la
nueva Iglesia, donde se harán por ellos perpetuamente especiales oraciones.
Advertencia: L a s lim osnas pueden m andarse directam ente al R e v . mo
D. M ig u e l R ija , TU RIN Via Cottolcngo, ^2 (Italia) ó al Rector de la Obra
de Sta. María Libertadora, Vía Porta S. Lorenzo, q.2 ROM A.
En España pueden también mandarse al Rdo. Sr. D. M.a n u e l H erm id a ,
S A R R IÁ (Barcelona) Apartado N. 775.
En Argentina al Rdo. Sr. D. Jo.sÉ V^e .s í >ign' a \ i , B U EN O S A Y R E S (Al
magro) Calle S. Carlos, 40^0.
En las demás Naciones al respectivo Inspector Salesiano, ó también al
Director de la casa salesiana más pró.\ima.
En todo caso es preciso expresar claramente: « Para el Homenaje al Padre
Santo »
EL CULTO
de María Auxiliadora.
N o s ten em o s la p ersu asió n de qu e, en la s v ic is itu d e s dolorosas de lo s tie m p o s que
a tra vesa m o s, no nos qued an m á s co n su elo s que lo s d el C ielo , y en tre é s to s , la poderosa
protecció n d e l a V ii^ en b en d ita, q u e fu é en to d o tiem p o el A u xilio de lo s C ristian os.
P ío X .
TALCA (Perú). — E l 2 de Junio se celebró
solemnemente la fiesi a de María Auxiliadora con
una numerosísima concurrencia. Una prueba
más hemos tenido de la gran devoción que el
pueblo de Talca profesa á la Madre de Dios.
En la misa mayor, que fué cantada por los
alumnos del colegio salesiano, predicó el R. P.
Tomatis que, con su natural elocuencia hizo
los más cmnplidos elogios de la Virgen invocada
con el hermoso título « María Auxilio de los
Christianos » y exhortó á todos á invocarla por
que hoy día más que nunca es necesario ha
cerlo para que Ella, que ha vencido todas las
heiegías que han surgido- contra la iglesia,
ponga un dique á tanto ijidifeientismo que
reina aun entre los cristianos y que es causa
de perdición para muchas almas.
Poco depués de las 3 p. m. se dió principio á
la procesión. Es la primera vez que la Virgen de
D. Bosco recorre nuestras calles para bendecir
nuestras casos y sus moradores, y esperamos
que como siempre ha sido tan generosa en fa
vores y gracias, lo será más de hoy en adelante
con nosotros que le profesamos amor y gratitud.
Iba la \^irgen Auxiliadora en unas hermosas andas
que las Hijas de María supieron preparar con
buen gusto y arte. Das religiosas de María A uxi
liadora con sus alumnas, llevando un lucido estan
darte de María y del Sagrado Corazón, entonaron
hermosas alabanzas á las que contestaba el pue
blo. dando á la procesión im encantador aspecto
y excitando en todos una verdadera devoción
hacia la que es siempre tan solícita en acudir
á aliviar nuestras penas.
La Sociedad « Obreros de S. José », la Congre
gación del Sagrado Corazón y las Hij as de María
fueron las que acompañaron más de cerca á la
Virgen á la que arrojaban flores casi de todas
las casas ante las cuales pasaba.
A las cinco, entre el repique de las campanas,
los hannoniosos acordes de la banda de músicos
de los ex-aluranos de la « Sociedad D. Bosco )>
y de cánticos sagrados, volvía la Virgen al tem-
pío. L a m\merosísima concurrencia, llena de
emoción y agradecimiento, postrada á los ]úes
de María, prommeió el acto de Consagración y
en seguida se dió la Bendición con el SS. Sacra
mento.
A pesar de ser la hora avanzada, hubo que dar
lugar á que muchos piadosos devotos siguieran
orando para dar gracias por los numerosos fa
vores y gracias recibidos de esta milagrosa Virgen
Auxilio de los cristianos.
E l día 26 fué pues un día de regocijo general
y al mismo tiempo un golpe á la indiferencia é
impiedad que quiere sentar sus reales en nuestra
tan querida como católica ciudad.
(De « La Libertad »)
SUCRE (Bolivia). Hallamos en el Periódico
« La Capital »;
A SA M B LEA S-\LESIANA.
« Se reunió la Asamblea de cooperadores salesianos, en número considerable de señoras y ca
balleros. en el teatro del público
el testimonio de mi eterna gratitud á la e.xcel.sa
Reina de los Cielos.
29 d e Julio (le 1907.
A. M. D e l g a d o .
S. Gil (Col.). — A finos do .Abril último volvi á
sufrir de un tumor interno (luo me apareció con
ardor. Me hice remedios caseros (jue en otras
ocasiones me fueron útiles, pero ahora no tuvieron
efecto ninguno y el tumor se il>a dilatando. Mi
espttso me dió remedios homeopáticos; y fué des
pués de la promesa que ofrecí á Maria Auxiliadora,
de publicar el milagro y dar una limosna para las
obras salesianas, cuando á los cinco dias de hecha
la pnvinesa , se resolvió el tumor con cucharadas
lie sulfur alternado con mercurio y luego unos ba
ños internos cipi árnica , (]uedando perfectamente
sana, dando gracias á la Virgen por haber vuelto
la alegría á mi ánimo y la salud á mi cuerpo.
1907
E. de G.
Cali (Colombia). — Tenía un hijo enfermo ed
pleuresía, ya. sin esperanza de vida. Acudi á Maria
Auxiliadora, y esto bastó para cpie sanara comple
tamente. Todos reconocen en esto un portento de
Maria.
Ju n io 29 de 1907.
,
R a sió n F . A
ragón.
Ibagué (Colombia). — Doy las más rendidas
gracias á Maria porque por su poder me veo libre
de una sordera fatal y del espectro del abandono
y del desprecio que llenaba de horror mi fantasía
y de ansias mi alma
E. M.
Coop. Sai.
Dan también, con toda la efusión de su alma, gracias
á María Auxiliadora y envían una limosna:
Aviles (Oviedü-Esp.). — Da. Maria Fernández 0,
5 pts. por un favor recibido.
Aracena. — Una Cooperadora, por la salud por
tentosa de dos liijas.
Barcelona (España), — D. Miguel M. S., por
favores recibidos. — Da. línstaqñia iMartinez, por
la curación de la vista. — Da. C. M. de Agusti,
por haber tenido noticias de su liijo ausente por
varios años, sin saber dónde,
Babia de Caráquez (Ec.). ~ Da. Matilde S. de
Saavedra, por una protección especial. — Da. Juana
Figuera, por la milagrosa curación de su bija Car
lota, enferma de fiebres.
Barranquilla (Col.). — Da. Antonia S. del Valle,
por haber curado á uii niño de la familia. — Da.
Carmen M. Palacio de D., por la curación de su
esposo que padecía de la garganta. — Da. Petrona
V. de Domínguez, por una gracia.
Boconio de Trujillo (Ven.). — Da. Rosa Blanca
de Villasmil, por un favor.
Bogotá (Col.). —- La Superiora de las Hijas de
Matia Auxiliadora, por ^ gracias señaladas.
Castilleja de la Cuesta (Esp.).— Da. Concepción
Sierra de Pulin, por varios favores, especialmente
por la curación de su bija Carmen, de 4 años. —
Callao (Perú). — Da. Isolimi C. de Peírox'tiz, por
(los grandes favores, y por la milagrosa curación
de un hijo de la fiebre infecciosa.
Canoa (Ec.). — Da. ¡nana Figuera M., por la
curación de fiebre infecciosa de su hermana Car
lota. — D. Frqilán Tongriuo, por varios favores.
Estación de Rinconeda (^íéj.). — /). Mateo To
rres O., por haber arreglado favorablemente nn
asunto de trascendencia.
Falisco (Méj.). — D. Hilarión Cuecas, Pbro., por
haber sanado á nn hermano de fuerte dolor de
vientre. -- J)a. María Guadalupe Ramón, por ha
berla curada de un tumor en una pierna.
Fontiberos (Esp.). — Da. Isabel Limón I'., por
la curación de su hermana Eustaquia, ya moribunda.
— Da.
A. Delgado, por varios favores.
Granada (Nicaragua). — Da. Gerónima Savarro,
por haber salvado á un niño de un ataque de té
tanos. - Da, Angélica Prado, por un favor. —
P>a. Fmilia Hurtado, por haberle salvado á su
esposo en la guerra. — Da. Maria Patricia Callado,
})or haber sanado del reumatismo, 5 pesos. — Da.
S. Rh'as, por haber sanado de una enfermedad á
la garganta. — Da. Josefa Valle v. de Gutiérrez,
por un favor. — J . O. A ., por haber obtenido un
pago muy dificil.
Gran Lago de Nicaragua. — Da. Ramona Gue-cara, por haber evitado el castigo á un ¡nocente.
Granada (Esp.). — D. Francisco González Que-
soda, por una gracia obtenida, 5 pts. — Da. María
Herrero, por un favor. — D . José Fernández, por
una gracia, 2,50 pts. — Da. Josefa Sevilla, por una
gracia, 4*5o pts.
H u e lv a (Esp.). — Da. Matilde López, por la salud
de dos hijas enfermas, 6 pts. — Da. Josefina Le
Bourf', por la curación de su madre moribunda.
Huesca (Esp.). -- D . Lázaro Jíarraca,^oz haber
obtenido la salud d e su h ija enferm a.
Ibiza (Baleares). — Da. Mercedes IVallis, por
haber obtenido la salud y por la asistencia visible
á su sobrina.
Jinotepe (Nic.). — Da. María M. A . de Vigil,
D. Vicente Moputles Juan, por la recuperada salud»
^ pts. — Da. Josefa .Perales Calabni, por un favor.
Montilla (Esp.). — -.-í. D. y familia, por la ad
mirable curación de su hija.
Naudaine (Nic.). — D. Procopio Aragón, por
haber librado á su hijo de un percance.
Ossorio. — Da. Antonia Alvarez, por haber sa
lido bien de una operación. — Da. Antonia de Pa
lacios, por haber salvado á una hija de un inmi
nente peligro.
. Rocafuerte (Ec.). — Una Cooperadora, por ha
berla librado de unas dolencias que la trabajaban.
Sarria (Esp.). — D. Domingo Díaz, por un favor.
Valsállce (Turla) — Peregrinación á la tamba del Ven. D. Ju in Bosco (Durante el Discurso de M >ns. .Spandrc).
por haber obtenido la salud, 5 pesos plata. — Das.
Carmela y Salvadora Jiménez, por la salud de su
madre, 10 pesos. — Da. Isabel R. de Acevedo, por
haber mejorado á su mamá de un dolor agudo. —
A. J. R., por haberla vuelto de muerte á vida
tras una desesperada enfermedad, i peso.
Las Piedras (Chile). — ó*. T. Y., por una serie
de favores obtenidos.
María (Almería-Esp.). — Da. Josefa Garriquez,
por la protección que le ha dispen.sado en distintas
ocasiones, y ofrece 40 pts. — Da. Quiteria Aliaga,
por dos gracias, una espiritual, 30 pts. — Da. En
carnación Gómez, por un favor.
Málaga (Esp.). — Una devota, por haberla sa
nado una pierna, sin necesidad de operación y
haber sacado libre en las quintas á un sobrino.
Mendoza (Arg.). — Un Cooperador, por haberle
auxiliado pHxlerosamente, librándolo de una temida
ejecución, á consecuencia de un grave compromiso.
Meante (Valenc.). — D . Pedro J. Andrés Morán,
por dos favores recibidos, y envía pts. 6,50. —
Utrera (Esp.). — Da. C. T., por haber obtenido
la salud de un enfermo.
Valencia (Esp.). — A. II., por un favor, y en
trega la limosna de 200 reales. — • E l mismo, por
lacuración tle una oftalmía. 40 reales. — Das, Am
paro Domingo, Isabel Estado y Leonida Centoli,
por favores recibidos.
Vélez B. (Esp.). — Da. Ana M. Ortiz N ., por
un favor. — Da. .Matilde Merlos, por muchos fa
vores. — Da. María E., por un favor. — N. N.,
por un favor, 5 pts.
Vinces (Ec.). — Da. Matilde Briones, por varios
favores. — Da. Nicolasa Carriel E., por la cura
ción de su hija Angela. — Da. Cristina Ronquillo,
por un favor alcanzado y envia 40 pesetas. — Da.
Jadnta M. Zambrano, por un favor, 2 liras. — Da.
Carmen Portocarrero v. T. y envía una limosna.
Piden oraciones: Da. Josefina Russo, de Las Pie
dras, y Da. C. de V. para í>btener favores y gracias
urgentes, — Sr. Victoria H. d. M. A ., para alcan
zar algunos favores.
U\_XC-/
^
P O R E L M U N D O S A L E S IA N O
Fuqcióri de despedida.
de 5 0 mievanoe deja el
Hítelo amado de la patria, para partir
á las playas de la oAmérica en busca de
almas. 50 Salesianos g 3 0 B ija s de 9J7laría
oAuxiliadora reuniéronse el 26 de Octubre
¿a o la espléndida cúpula del Santuario de
JOaldocco, á implorar la Jdcndición de ^ io s
g de dlXaria, sobre su vi(x¡e g sus futuras
fatigas.
'Vuoo el discurso de circunstancia el 21K. R .
JR . 0 . (Siriaco Santinelli, g a inspector de
las casas salcsianas del J^erú g