BS_1912_10.pdf

Medios

extracted text
AÑO XXVII - N. lo

Edición de España

Octubre de igia

Boletín $ak$iano
<700 o a o <? p

Q

o

Xurin — V ia C2o»olcngo N. 32.

SUMARIO. — La caridad eii la educación — VI. . s6i
El Sr. D. Pablo Albera eii Emilia y Toscana
265
Dk n u e s t r a s .M isio.vES. — Tierras Magalláiiicas;
„Folk-lore„ fueguino — Flores y frutos — E l

Cuarto Congreso Eucarisiico en Sto. 7'omás de
Meliapor .
270

Tesoro espiritual.........................
276
Culto de María A u x ilia d o ra .................................. 277

VI (I).

O p e re et ve ritate .
•s digno de notarse que las cau­
sas enumeradas por Jesucristo
para condenar a los réprobos
en el día del juicio, se reducen a la
pereza; por no haber hecho nada,
<quamdiunonfecistis-* {h\2X\\. X X V , 45).
Y para que ninguno dude de la in­
tención del divino Maestro y aparezca
clarísima su enseñanza, todo el capí­
tulo vigésimoquinto de S. Mateo, que
termina con la sentencia que pronun­
ciará el Hijo del Hombre, cuando
venga en toda su majestad acompa­
ñado de sus ángeles, está dedicado a
poner en claro este precepto evangé(0

II

V. número anterior.

*

^

^

Gradas de María Auxiliadora ■ .......................... 278
P o r e l m u n d o s a l b s i a n o : Traslación de las re­
liquias de S. Francisco de Sales y de Sta, Juana
de Chantal — Noticias varias; Béjar^ Sarriá-Barcelo7ia, Rotna, Venecia — Crónica de los Oratorios
festivos: Sansevero, Catania ...............................281
Memorias biográficas de Mons. Luis Lasagna , . 285
Necrología - Cooperadores Salesianos difuntos . . 288

lico; la necesidad de las buenas obras.
Comienza con la parábola de las vír­
genes fatuas que habían descuidado la
compra
aceite; a continuación, como
para completar la primera, va la de
los talentos, donde se condena a un
pobre diablo que no había hecho más
pecado que esconder con mucha cau­
tela el dinero que se le había dado
para negociar, a fin de no perderlo y
devolvérselo íntegro a su amo. « Serve
male et piger^ siervo malo y perezoso,
no te vale la disculpa de que tenías
miedo de que te lo robasen; debías
ponerlo a rédito, por lo menos para que
yo sacase alguna ganancia. » Y como
las parábolas, por muy claras que sean,
son parábolas al cabo, el divino Maestro
añade la realidad final, y explica con
una lección terrible que es preciso hacer



2Ó2

obras para ser salvo; porque lo que
se hace al más vil de los mortales,
mal o bien, lo considera hecho a sí
mismo.
Nuestros benévolos lectores nos per­
donarán esta introducción que estaría
mejor en el exordio de una homilía
que en el presente artículo; pero ne­
cesitamos recordar estas verdades que
todos los cristianos saben y muchos
olvidan para exponer ciertos puntos
pedagógicos. Por otra parte, los que
hemos recibido en el Evangelio la teoría
completa de nuestra perfección moral
y social, y por consiguiente los prin­
cipios generales para alcanzar el bien­
estar material, no podemos prescindir
de las divinas enseñanzas contenidas
en la doctrina de Jesucristo, aun cuando
se trata de educarnos y transmitir esa
educación.
\i\ Cristianismo en el fondo es re­
nunciación de sí mismo, pero no sui­
cidio; no es renunciación muerta, sino
resignación activa, fecunda y bienhe­
chora. Los cristianos renunciamos al
hombre carnal y lo mortificamos, no por
el gusto bárbaro de aniquilarlo, sino para
emancipar al hombre espiritual de la
dependencia de aquel; reducimos á sus
justos límites las manifestaciones infe­
riores de la vida, la actividad ciega y
estéril del animal, para que se expansione
la vida superior y se realicen las formas
más elevadas de la actividad humana;
para librar al es[>íritu de lastrabas de la
materia bruta y someter las energías
estúpidas de ésta al gobierno previsor
y fecundo de la inteligencia. Por eso
el Cristianismo trajo al mundo, junta­
mente con la elevación moral de la
humanidad, una prosperidad y riqueza
material que no vieron las turbas de
esclavos embrutecidos por el pagani-^mo. Pero la doctrina cristiana nos



ha revelado un fin y estado más glorio­
sos aún y más felices, nuestro destino
sobrenatural; un estado definitivo de
eterna bienaventuranza más allá de loaj
limitados horizontes de la humana ra­
zón. más grande y noble que todas
sus previsiones, más dichoso y más
encumbrado que todos sus sueños;
tierra nueva y cielos nuevos que ni
el ojo vió, ni la mente del hombre
pudo jamás imaginar.
No obstante, el supremo Hacedor
quiso en su bondad inefable, tal vez
para poner ésta de acuerdo con su
eterna justicia, que ese porvenir dichoso,
y también el relativo bienestar del pre­
sente estuviesen subordinados a nues­
tros méritos, es decir, a nuestro querer,
a nuestro trabajo personal. La bien­
aventuranza eterna y la prosperidad
material no son fruto de la ociosidad;
se nos dará el pan y las comodidades
de la civilización a trueque de que nos
lo ganemos con el sudor de la trente;
se nos dará el cielo si nos hacemos
violencia para alcanzarlo, si realizamos
buenas obras para merecerlo. De ahí
la necesidad de inculcar en el alma
de los niños la necesidad del trabajo,
no sólo como expiación de nuestros
pecados impuesta por Dios mismo, sino
también como medio necesario para
alcanzar el bienestar material, eleván­
dolo al mismo tiempo, por medio de
la gracia y de la intención sobrena­
tural, a mérito de la eterna dicha.
Sin embargo, nuestra ingénita pereza
nos induce a preferir siempre el tra­
bajo más cómodo, aquel que exige
menos esfuerzo y menor humillación.
Buscamos siempre las virtudes tranqui­
las que no llevan consigo ni fatiga ni
peligros; aquellas cuyos actos, por ser
ocultos y casi individuales, no nos ex­
ponen al fracaso bochornoso, ni en*

— 2b3 —

vuelven responsabilidad pública: vir­
tudes que, al parecer, se escogen por
humildad, porque no nos atrevemos a
decir que las practicamos por conve­
niencia; virtudes, en fin, que. concre­
tándose al individuo, o a un número
reducidísimo de prójimos, lo aíslan de
la gran familia social y lo hacen pobre
de buenas obras y de méritos.

que es preciso,, a.4€más hacer ^hie^,.,y
ahora citaremos las palabras del .santo
Doctor aun a trueque de cansar^con
tanto repetirlo: < Poca cosa. es,. <dice
S. Gregorio, no hacer m al; es préci|50
esforzarse en hacer buenas obras
(i)
Tal vez alo-uno
de
nuestros
lectores
O
haría una mueca de disgusto, si noso­
tros, al explicar el pensamiento' de S.

S a RRIÁ-BARCELONA — Velada músico-literaria en ocasión de las Bodas de Plata
en el Colegio de Sta. Dorotea.

Y aquí conviene exponer lo que que­
remos significar al decir buenas obras;
mas como nosotros no nos creemos
con autoridad suficiente para tratar
cosas tan serias, recurriremos a un
santo padre-que nos lo explique; y
ése será S. Gregorio.
Siguiendo la doctrina del Vble. D.
Hosco, que después de todo es la doc­
trina de la Iglesia enseñada por sus
más autorizados intérpretes, hemos re­
petido más de una vez en estos artí­
culos que no basta no hacer mal, sino

Gregorio, que es también el nuestro*
añadiéramos que aquí por buenas obras
no se entienden, aunque lo sean, los
actos de las virtudes pasivas, como la
humildad, la resignación, la mansedum­
bre, el silencio, la oración, etc.; pero
el mismo Santo se encarga de expli­
carlo y con mucha claridad. Comentando
el versículo treinta y cinco del capítulo
doce de S. Lucas: Sju¿ lumbi vestri
(i) Minus est mala non agere, nisi etiam quisque
studeat et bonis operibus insudare... (S. Greg. F,
Hom. 13 in Evaiig,).

praecincti, et lucei'nae ardentes in manibus veslris, dice el Santo Doctor:
< Dos cosas se nos mandan aquí; que
tengamos la limpieza de la castidad en
el cuerpo y la luz de la verdad en la
acción. Porque no podemos agradar a
nuestro Redentor si nos falta una de
ellas, es decir, si el que hace buenas
oi)ras no ha dejado las inmundicias de
la lujuria, o si el que descuella en la
castidad no se ejercita en las buenas
obras >. (i)
Y luego, para que se vea hasta que
punto el cristianismo estimula la ac­
tividad individual, añade: « Por lo tanto,
ni la castidad es gran cosa sin las bue­
nas obras, ni las buenas obras valen
algo sin la castidad
Para demostrar
la necesidad absoluta de la acción, de
las obras, toma el Santo una de las
virtudes de resistencia que condensa por
decirlo así las demás, porque o las su­
pone o las supera; una de las virtudes
más l\ermosas y más agradables a la
infinita santidad de Dios.
Aplicando esto a la escuela, ya que
ésta debe disponer a los niños para
la vida cristiana, hemos de añadir en
consecuencia que es poca cosa ejerci­
tarlos en esas virtudes que implican
resistencia pasiva, sino que es menester
también que se ejerciten en las virtu­
des que exigen, además de fortaleza
y perseverancia, movimiento, avance y
acción.
Desgraciadamente la mayor parte
de la instrucción moral que se da a
los niños, aun en las escuelas que pa(t) Huo nutem simt quae jiibentur, et lumbos
restringere, et lucernas tenere: ut et munditia sit
custitatis iu corpore, et lumen veritatis in operatioue. Redemptori eteuim nostro unum sine altero
placeré nequáquam potest: si aut is qui bona agit,
ndliuc luxuriae inquiuamenta non deserit; aut is
qui castitate pr.'eeminet, necdum se per bona opera
exercet. (Loe cit.}.

san por buenas, se reduce a la obe­
diencia, la castidad y las prácticas re­
ligiosas ; eso es necesario, pero no
suficiente. Las prácticas religiosas son
una parte, y bien pequeña, de la vida
cristiana; y si no van acompañadas de
otros actos virtuosos, además de ser
inútiles para el que las hace, escanda­
lizan al prójimo que ve en ellas algo
de hipocresía. La castidad, como dice
S. Gregorio, es poca cosa sin las bue­
nas obras; las vírgenes fatuas eran
vírgenes y no por eso recibieron ga­
lardón, les faltaba el lumen veritatis in
operatione, la luz de la verdad en la
acciófiy que dice el mismo Santo. La
obediencia es preparación para la li­
bertad ; el educador prudente la va
transformando en autonomía a medida
que el educando va creciendo, aflojando
las riendas hasta dejar al joven en po­
sesión de sí mismo, a fin de que, al salir
de la escuela, sea capaz de gobernarse
rectamente en la holgura de su inde­
pendencia.
Y no está por demás añadir que,
además de las obras de misericordia,
hay otras mil y mil que parecen de
misericordia y, no obstante, son obli­
gatorias de justicia, aunque sea ditícil
determinar donde termina la caridad
y comienza el precepto. Las dife­
rentes profesiones y estados, la po­
sición social, la dignidad jerárgica, los
cambios políticos y sociales y otras cir­
cunstancias, ponen al cristiano en oca­
sión de practicar obras buenas de una
variedad ilimitada que abraza toda la
inmensa serie de ios actos humanos.
Por lo tanto, si la escuela ha de in­
troducir con fruto al niño en ese la­
berinto, debe necesariamente ejercitarle
de alguna manera en las virtudes que
exige la vida activa de la sociedad en
que ha de vivir, si se quiere que el

— 265 —

día de mañana sea útil a sí mismo y
a la sociedad. De modo que, los edu­
cadores antes de quejarse de tantas
defecciones y cobardías, de la inacción
y pereza, de la falta de iniciativas y ca­
rácter de los que ahora son hombres y

educaron cuando niños, que se pregun­
ten sinceramente si les han dado edu­
cación completa, si los han ejercitado en
la acción generosa, en la práctica de las
obras buenas que ahora les exigen.
(Contmuard).

61 $p. 0. Pablo flibcra en 6mil¡a y Coscana
Ferrara.
El R . P. Aibera llegó a Ferrara procedente de
Rávena el miércoles 5 de junio por la tarde siendo
recibido por los superiores y alxnnnos del coleto
y una representación de las Secciones del círculo
*Arset labor * y por los cooperadores.
Apenas hubo U^ado al Colegio recibió la visita
tan grata como inesperada del S. Emcia. el
Card. Julio Boschi, que con delicadeza admi­
rable quiso ser el primero en darle la bienve­
nida.
A las 9 hubo ima solemne velada de recepción.
Le saludaron en nombre del Colegio el director
P. Agostini, de los Cooperadores, el Revmo. Mons.
L. Ferretti, del Círculo *Ars et labor », el Ab. G.
Muratori, del Oratorio festivo, el Sr. R . Casanova.
También los alumnos del colegio declamaron al­
gunas poesías y ejecutaron escc^idas piezas la
Schola cantorum y el Cuerpo musical.
Asistió una selecta representación del clero y
muchos señores y señoras, que demostraron su
simpatía y respeto a nuestro Rector.
El jueves 6 se celebraron solemnes funciones re­
ligiosas en honor de María Auxiliadora. E l Emmo.
Card. Arzobispo celebró la misa para los alumnos
del col^io y el P. Aibera para los niños del Orato­
rio festivo. Varios alumnos recibieron por vez pri­
mera la ^ d a . comunión y fueron confirmados por
Emmo. Purpurado. En la misa solemne cantó las
glorias de Slaría Auxiliadora el R. S. Franzini,
Arcipreste de Mirabello.
Por la tarde el P. Aibera dió ima conferencia a
los cooperadores en el palacio Arzobispal, siendo
honrado el acto con la presencia del Emmo. Car­
denal y de venerandos eclesiásticos. E l magnifico
salón estaba completamente lleno de la flor y nata
de la ciudad. Presentado por Mons. Ferretti habló
de la extensión que ha tomado la obra de D. Bosco
y de la acción de todos los cooperadores del mundo.
« El orador — decía la Gazzetta Ferrarese —
trató extensamente de la Obra Salesiana, de su ñm-

dador el V. P. Bosco, de cuyos labios en los largos
años que con él vivió aprendió los elevados fines
que se proponía, siguiendo el rápido y feliz pro­
greso de su obra a la que siempre ha cooperado
con todas sus fuerzas junto al Venerable fundador
y a su sucesor D. Rúa *.
Mons. Ferretti añadió algunas palabras para la
constitución de un Comité de Cooperadores y
Cooperadoras en el cual muchas de las señoras
presentes se inscribiercHi.
D e^ués de la conferencia, el P. Aibera volvió al
col^io, donde se habían reunido los niños del Ora­
torio festivo y muchos de sus padres. En el espa­
cioso patio desfiló la procesión con la estatua de
María Auxiliadora, acompañada devotamente por
más de quinientos niños y por la banda del ora­
torio festivo. Acto seguido dió la bendición con
S. D. M. y volvió entre los niños que le acogieron
con vivas entusiastas.
Por la noche hubo fuegos artificíales, ilumina­
ción y representación cínematc^ráfica, con asis­
tencia de mi millar de personas que llenaban los
espaciosos patios.
Salió de Ferrara el viernes 7, dejando en todos
el más grato recuerdo y el más vivo deseo de otra
visita suya. Al despe<hrse encargó al Director del
Col^io de dar públicamente gracias al Emmo. Arzo­
bispo, a la ilustre familia del doctor Francisco Bertoni, que tuvo la delicada idea de poner a su dis­
posición un espléndido automóvil por todo el
tiempo que estuvo en la ciudad, a la familia del Sr,
conde de Buosi, a Mons. Baldi, a Mons. Ferretti y a
todos los demás que le prodigaron tantas aten­
ciones.

Módena.
L l^ ó el 7 de junio por la tarde siendo recibido
por el director del Instituto local, Mons. Adami.
y el Ceremoniero del Arzobispo, S. Bertoni.
En el automóvil que el prof. Severi, director del
Banco de S. Geminiano puso a su di^KJSición, fué



206



damas del Patronato, hablando de la Obra de
D. Bosco y tuvo palabras de agradecimiento por
la cooperación que ellas le prestan.
Tepninada la conferencia se dirigió a Sorgo S.
Donnino a visitar aquel oratorio festivo, en un au­
tomóvil ofrecido por el.Hon. Micheli.
E l miércoles, 12 de junio, se celebró solemne­
mente la fiesta de María Auxiliadora. E l P. Albera
celebró en la capilla interna del colegio de S. Be­
nito para la comunión general. A las x o ^ misa
solemne cantada por el Rmo. canónigo Boni con
panegírico predicado por el R . Prior de S. Benito,
Sr. Talice. A medio dia ágape familiar bajo los pór­
ticos del colegio a la cual fueron invitados algunos
bienliechores y cooperadores, los amigos má.s ín­
timos, con el considerable grupo de todos los alum­
nos del colegio de S. Benito.
Entre el más cordial entusiasmo y la más viva
alegría tomó la palabra el abogado Sr. De Giorgi
brindando a la prosperidad del P. Albera, que
presentó a los niños como digno y celoso sucesor
de D. Bosco y D. Rúa, cuya obra benéfica recordó
con entusiasmo. Siguieron el abogado S. Bocchialini,
el capitán S. Cravosio el abogado S. Negretti y el
director del colegio que fueron escuchados con in­
terés.
E l abogado S. De Giorgi se levantó de nuevo
para dedicar un recuerdo debido a la memoria del
P. Baratta siempre viva en el alma de los que su­
pieron apreciar sus grandes dotes intelectuales y
morales. Este pensamiento tan oportuno con­
movió a todos los oyentes.
Por último se levantó el P. Albera entre los
aplausos de todos para estimular a los jóvenes a
que conserven siempre en sus corazones la
gratitud a los cooperadores salesianos. Terminó
diciendo a éstos que los recuerda siempre y ruega
por ellos para que el Cielo los bendiga con sus
familias y los conserve por mucho tiempo a la
gratitud de los beneficiados.
A las 10.42 el P. Albera salió de Módena para TuA las 8 de la noche se reunieron en las salas del
rin a fin de asistir a las fiestas jubilares de los P. P. palacio episcopal cedidas delicadamente por Mons.
Francesia y Lemoyne; y el 10 de jimio por la ma­ Conforti un gran numero de señoras, caballeros,
ñana continuó su viaje dirigiéndose hacia Parma.
estudiantes, militares y sacerdotes. También se
veian muchos exalumnos. E l canónigo D. Luis
Boni dirigió un noble y elevado saludo al P. Al.Parma.
bera en nombre de los cooperadores de la Panna ca­
Le esperaban en la estación, el superior del ins­ tólica; a continuación el P. Albera cautivó la aten­
tituto, el R . P. Ferretti. Abad de los lieneiiictinos ción del auditorio por más de tres cuartos de hora
de Torreclara y el canónigo D. Luis Boni, direct^or con el tema: — D. Bosco y sus obras.
Hablaron después con frases afectuosas un
de los cooperadores.
En el colegio fué recibido con grande entusiasmo joven como representante del Oratorio, el
a los acordes de la banda que por vez primera se estudiante universitario Sr. Dal Poggetto como
jircsentabu completa en su nueva forma sinfónica. secretario de la Federación diocesana de jóvenes,
Por la tiudc en el teatro se celebró una velada ín­ el Sr. \'alentini en nombre de los antiguos alumnos
tima en su honor, asistiendo los alumnos del co­ y la Marquesa Camattini representando el orato­
legio. los niños del onitorio festivo, los antiguos rio fe.stivo de niñas.
Terminó el Sr. Vicario manifestando su gratitud
alumnos y pocos más.
líl martes por la nuiñana (ii de jmiio) el P. Al- por el bien que realizan los salesianos, hizo votos
l)cra celebró misa en la parroquia de S. Benito por la pronta beatificación de D. Bosco y leyó un
asistion<lo mucha gente.
s;mtas palabras que telegrama del S. Arzobispo que desde los montes
pronunció el veneraudo superior, fueron escuchadas enviaba su bendición a la Obra que tanto ama y al
sucesor de D. Bosco y D. Rúa.
en religioso silencio.
Por la larde a las 3 dió una conferencia a las

en seguida a visitar a S. E . R. el Sr. Arzobispo
que estuvo por mucho tiempo hablando con él de
las obrjis salesianas que existen en su arquidiócesis
y de Otras (jue se desean. Después se d ii^ió a vi­
sitar a un pobre enfeniio. el conde Felipe Bentivoglio. I<a visita de nuestro Rector fue muy grata
pura toda la familia sobre todo para el amado en­
fermo, cooperador salesiano muy celoso y de los
que más trabajaron para llevar los salesianos a
Módcna. Da expresión de sus ojos y rostro daba
fácilmente a entender la alegría que gozaba al ver
en su casa al Sucesor de D. Bosco y recibir de él la
bendición de María Auxiliadora.
En el colegio fue recibido con entusiasmo y ca­
riño por los superiores y ahinmos y por otros mu­
chos, señoras y sacerdotes que habían venido a sa­
ludarlo. Terminados las aplausos y aclamaciones,
un niño del colegio le dirigió sentidas frases en
nombre de los compañeros, después el Director en
nombre de todas los presentes manifestó la viva
alegría causada por la venida del sucesor de D.
Bosco junto con los sentimientos de obediencia
filial y cariño afectuoso y sincero que unen a todos
con el Padre común.
El P. Albera, muy conmovido, dió las gracias
recomendando a los niños (jue correspondan siemI)re a los cuidados de sus educadores.
Habiéndose retirado recibió muchas visitas y
después dió una conferencia a las distinguidas se­
ñoras de la Subcomisión salesiana. presidida con
santo celo por la lima. Sra. Marquesa. Da. Al­
bertina Montecuccoli Sauvitale.
I a >s niños del Instituto dieron por ultima vez
una pnieba de su afecto al amado padre la mañana
del 8 tle jiuiio recibiendo todos la Sda. Comunión en
la misa de comunidad por él celebrada.

F
— 267 —

Borgo S. Donnlno.

celebró una solenme velada a la cual asistieron más
Digna de nota es la breve visita a Borgo S. Dou- de 500 personas entre las cuales se notaban las más
ilustres personalidades de la ciudad, una selecta
ntno.
representación del clero y gran numero de anti­
Tomamos del Risveglio periódico local.
Una de las rexiniones más simpáticas e inoMda- guos aliunnos. Distinguidas señoritas e ilustres
bles que hasta ahora hemos presenciado en el Sa­ profesores hablaron de la obra salesiana y los niños
lón de « San Donnino * ha sido sin duda la de 1 1 de del Instituto y Oratorio leyeron sentidas composi­
ciones literarias.
junio.
Al fin el P. Albera dió gracias a todos, mostró su
El salón había sido engalanado con flores y fes­
tones. al rededor entre los resplandores de las satisfacción por haber oido hablar repetidas ve­
luces, se destacaban varios carteles con expresio­ ces de D. Bosco y D. Rúa y de las obras que reali­
nes entusiastas y delicadas dirigidas al huésped zaron y expresó el deseo de que su visita sirv’iesc
de lazo para unir en el amor cristiano a todos los
amado.
Cuando entró el P. Albera en compañía del que habían tomado parte en la fiesta.
Por la tarde la banda de los artesanos le obsequió
Exmo. Obispo Mons. Leónidas irapelli y de S. E.
Mons. Costa fué recibido con
estruendosos aplausos por los
niños del Oratorio que ya le .
habian dado muestras de ca­
riño recibiéndole en el palacio
arzobispal. Los acordes de la
banda del oratorio aumentaron
el entusiasmo.
Después del hinmo de ocasión Mons. Mapelli habló'
con afécto del fin humanitario
de la obra salesiana y de su
profunda gratitud por el bien
que esta obra ha producido
en Borgo S. Donnino.
Siguió un certamen cateqinstico amenizado con la eje­
cución de un escogido pro­
grama musical. E l numeroso
auditorio no sabia qué ad­
mirar más si la prontitud en
responder a las preguntas del
catecismo, o la maestría en la
ejecución de las armoniosas
piezas musicales, o la desen­
voltura en la explicación de va­
PISA. — Ua grapo de Cooperadores al rededor de D. Pablo Albera.
rias parábolas del Evangelio.
Terminado el acto el P. Al­
bera muy conmovido dió las gracias a S. E . R-, a con im concierto muy bien ejecutado.
los niños del oratorio y a todos los presentes y ha­
E l 15 celebró en la capilla de la Sda. Familia
bló de la importancia de los oratorios festivos en para los niños de las escuelas externas, a los cuales
la educación de la juventud. Sus palabras fueron dirigió im tierno fervorin sobre el auKjr de Jesús
escuchadas con religioso silencio.
Después de la misa quisieron también ellos ma­
nifestar su afecto dirigiéndole sentidas frases que
Florencia.
le agradaron mucho.
E l P. Albera llegó al Instituto salesiano de Flo­
Por la tarde entre los saludos de numerosos
rencia el 13 de junio por la tarde y estuvo en él cooperadores, superiores y alumnos salió de Flo­
hasta el 15. Recibido afectuosamente por los su­ rencia para Pisa.
periores y alumnos del colegio y del Oratorio
festivo y escogidas representaciones de los Coo­ Pisa.
peradores, Círculo de la Inmaculada y exalumnos,
le dirigieron afectuosos . saludos, en nombre de
L l^ ó el 15 por la tarde siendo recibido por el
todos los presentes el Sr. Director P. Tassí y
Sr. Toniolo, el director y otros superiores del co­
otros en representación de ios alumnos y ex­ legio y el consejo del Círculo Ven. D. Bosco. En el
alumnos. A todos respondió el P. Albera, dando coche enviado por S. Emcia. el Card. Maffi y escol­
gracias de un modo especial a los Srs. cooperadores. tado por los cicHstas de la Turris llegó al orato­
Al día siguiente celebró la mL«;a de comunidad a rio entre los aplausos y aclamaciones de los alum­
la que asistieron muchas personas piadosas.
nos y numerosas personas que le esperaban. En
Por la tarde en el teatro del Oratorio festivo se el teatro el^antemente preparado recibió los sa-

I

— 268
ludos del Sr. Director y de otras personalidades a
los cuales respondió el P. Albera. Después pasaron a
la iglesia de Sta. Eufrasia para la solemne función
del triduo en honor de María Auxñiadora para el
cual se había inaugurado una expléndida imagen
bendecida por el Emmp. Card. Maffi.
Terminó él dia con una conferencia del P. Al­
bera al Círculo Ven. D. Bosco.
Al amanecer del i6 de junio una gran muche­
dumbre se reunió a los pies de María Auxiliadora
para oir la misa del P. Albera que dirigió a todos,
pero en particular a los niños, fervorosas palabras
de circunstancia.
Por la mañana visitó a S. Eracia. y se d ir ^ ó a
Marina de Pisa donde visitó por la tarde el Semi­
nario-colegio siendo recibido con entusiasmo por
los seminaristas a los cuales le presentó Mons.
Modena.
La fiesta de María Auxiliadora en Sta. Eufrasia
se coronó con un espléndido panegírico del Canó­
nigo Sr. Attuoni seguido de la bendición de S. D.
M. dada por el P. Albera.
Tuvo también un feliz resultado la representa­
ción (Icl Circulo.
La mañana siguiente obsequiaron al Sucesor
de D. Bosco los niños del Oratorio de S. Marcos
para los cuales celebró la Sta. Misa.
A las 12 S. Emma. quiso que lo acompañase con
algunos otros salosianos en su mesa.
A las .j p. m. el P. Albera dió una Conferencia
a los Cooperadores en que habló de las maravillas
de la obra salcsiana y alabó su celo animándoles a
proseguir por el camino empezado.
« Partía — dice il Gioruale di Pisa — para Collesalvetti.... dejando entre nosotros el más suave
recuerdo, no menos grato que el de D. Bosco y D.
Rúa de los cuales es digno sucesor ».

eollesalvetti.
Le recibieron en la estación el Rmo. Arcipreste
Sr. Gambini, algimos superiores del colegio con un
grupo de alumnos y la Junta directiva del Circulo
de Cultura que quiso tener el honor de escoltar en
bicicleta el coche hasta el Instituto. También le
esperaban muchos de la población saludándole res­
petuosamente cuando piisaba mientras las cam­
panas de la parrociuia le daban la bienvenida.
Llegando al primer patio del Colegio artística­
mente engalanado fué saludado por los entusias­
tas aplausos de los alumnos a los c\uiles se unía
la población que en gran número se había reunido
para conocer y saludar al sucesor de D. Bosco.
Kn la escalinata de ingreso trasfomiada en ele­
gante jardín recibió el SíUudo de los salesianas,
alutunas del colegio y oratorio, del Circulo de Cult\ira y de toda la población en cuyo nombre habló
el Sr. Arcipreste. Contestó el P. Albera dando
gracias a todas esi>ecialmente alosvecinosde ColleSíUvetti (jue le habían dispejisado una acogida del
todo vsuperior a s\is es{>eran7,{is.
Por la noche en el patio hubo una fantástica
iluminación a la veneciana, con fuegos artificiales
y globos: la banda del pueblo amenizaba el acto y

gran parte de la población intervino con el mayM
orden y cordialidad deseando tpdos acercarse al
Sucesor de D. Bosco, besarle la mano, recibir una
buena palabra, una bendición.
E l P. Albera estuvo en Colle todo el dia i8, re­
cibiendo las visitas de las personalidades de la
población y por la tarde partió para Livomo,
donde lo esperaban con no menor entusiasmo
aquellos salesianos, alumnos y cooperadores.

Livorno.
E l recibimiento fue solemne, afectuoso, impo­
nente.
Le esperaban en la estación algunos salesianos,
representaciones del Círculo Domit^o Savio, del
Oratorio festivo y otras asociaciones con las más
distinguidas personalidades y presidentes de nu­
merosas asocíacioiies católicas de la ciudad.
E l coche en que iba, seguido por otros muchos,
se dirigió al Oratorio Salesiano en cuyo patio le
esperaban los alumnos del colegio. L a banda eje­
cutó escogidas marchas mientras en tma sala del
Instituto le esperaban varios caballeros entre
los cuales D. G. Casini, director del Pides que ha­
bía publicado un numero especial para esta oca­
sión.
Permaneció en esta ciudad sólo dos dias, pero le
bastaron para enterarse de las grandes simpatías
que gozan los Salesianos y las Hijas de Maria
Auxiliadora con su labor en pro de la juventud de
imo y otro sexo.
E l Asilo del Espíritu Sto. celebró una brillante
academia en honor del Sucesor de D. Bosco.
En el elegante salón teatro había una infinidad de señoras, inscritas en las obras que fiorecen
en el asilo, con muchas y escogidas representa­
ciones del clero regular y secular, religiosas, e ilus­
tres personas de la ciudad.
Las alumnos del curso de religión dieron pruebas
de su cultura religiosa, y ejecutaron escogidos
cantos y declamaron varias composiciones en ho­
nor del P. Albera que fueron muy aplaudidas.
Al fin habló el festejado aplaudiendo la obra de
las hijas de Maria Auxiliadora, de las cooperadoras
y de las alumnos.
Otra reunión se celebró el miércoles 19 en el Ora­
torio Salesiano que no cedió en nada a la anterior.
E l teatro estaba lleno de las más distinguidas per­
sonalidades y representaciones de todas las aso­
ciaciones católicas de Livomo.
Las bandas del Oratorio del Sdo. Corazón y del
Oratorio de Torretta hicieron eco a los aplausos
del público al aparecer en el teatro el sucesor de
D. Bosco y herniosas piezas musicales ejecutadas
por los niñc« alternaron con los saludos y discur­
sos de ilustres personajes.
Emocionado el P. Albera puso fin al acto confinnando con breves episodios de la \rida de D.
Bosco lo que se había dicho de su misión y de las
virtudes de este Padre incomparable.
E l 20 a las 7 de la tarde dejó a Livomo para ir a
Spezia: mas para dar una praeba de gratitud al
matrimonio Pate, bienliechores insigues de la

Obra salesiana. quiso antes de partir celebrar la
Sta. Misa en su capilla de la Misericordia dirigien­
do en ella un sentido fer\'orin a los que la escu­
chaban.
Sp ezia.

Fue la última ^^sita.
Le esperaban en la estación el Director del Ins­
tituto S. Pablo, el R . cañoneo Sr. D ’Isengard y
otros ilustres eclesiásticos, ex-alumnos y amigos de
la Obra salesiana.
En el Instituto fue recibido por los aplausos y

dicha de tratarle de cerca y los deseos de todos de
verle pronto nuevamente entre nosotros *.
* •
E l P. Albera después de una parada de algunas
horas en S. Pier d’Arena para celebrar la S. Misa
llegó a Turin el 22 de junio por la tarde, vís­
pera de S. Ju an Bautista dia en que los Hennanos
y alumnos del Oratorio le dieron la más sinceras
muestras de afecto y cariño y elevaron al cielo los
votos más fer^'orosos por su conservación y por
todas sus intenciones.

LIVORNO — D. Pablo Albera en el Oratorio del Sgdo. Coraeón.
muestras de cariño de los alrmmos internos y ex­
ternos que en sus respectivos patios esperaban al
Padre y se disputaban el honor de verle y besarle
la mano.
Poco después en el teatro y ante mi público se­
lecto y numeroso se celebró ima notable velada.
Agradaron sobremanera los discursos del Párroco
de Ntra. Sra. de las Nieves y del abogado D. Pa­
blo Borachia, representante de los antiguos alum­
nos . Al fin se dejó oir la palabra amable del recién
llegado.
El ^'iemes 21 por la mañana el P. Albera celebró
en el santuario de Ntra. Sra. de las Nieves con asis­
tencia de los niños del mstituto y muchos admi­
radores, amigos V cooperadores de los salesianos.
Partió para Turin « acompañándole — dice il
Popolo — las bendiciones de los que tuvieron la

Ctbros regalados a nuestra Redacción.
Política de Balmes. Cuestiones candentes acerca
del Monarquismo; la Restauración; tesis e hipóte­
sis; el liberalismo; los católicos y el partido con­
servador, y otras similares, por Don F. J avier
F a&es de C l im e n t , abogado, Presidente de la
Sociedad Económica Ampurdanesa de Amigos del
País. Prólogo del Excmo. Sr. D. A lejandro P jd a l
Y Mon, Presidente de la Real Academia nspañola.
Un volumen de i i »/í X 19 c"!*.
XX-175 págs.
En rústica, Ptas. 2; eiegantemente encuadernado
en tela inglesa, Ptas. 3. Por correo, certificado,
Ptas. 0*35 más.

DE JNÍUESTRAS MI5I0J\ÍES
TIERRAS MAGALLANICAS
„ F o lk -lo rc “ fueguino .
L o s in d io s A la c a lu fe s .
Localidad. — Estos indios habitan en las islas
dol canal de Bárbara, y se llaman indios de
canoa por su género de vida. A su evangelización se destinó la Misión de la islaDa\\-soD,de
la cual hay que repetir algunas noticias útiles
para el conocimiento de las costnunbres de estos
indios.
Inicióse esta misión el mes de febrero del año
iSSq, y como los Alacalufes son nómadas, desde
el principio hubo que estaldecer un centro donde
poderlos recoger y darles alimento y habita­
ción. Se escogió esta isla por ser la más central y
al mismo tiempo la más cercana a Punta-Are­
nas, lugar inovisto de todo lo necessario para el
estal)lecimiento y ayitda de la misión. Después de
negociaciones largas y difíciles, el gobierno de
Chile concedió a los Misioneros el uso de aquella
isla por 20 años, con la obligación de levantar
una capilla, una escuela y un hospital para los
Alacalufes.
L a isla Dawson tiene una extensión de 133.000
hectáreas, cubierta en su m ayor parte de ár­
boles grandes y pequeños, matas y panta­
nos. A l N .E ., hacia la punta S. Valentín,
hay una pradería pequeña y otra cerca de la
Bahía Harris. H ay muchos lagos todos de agua
dulce y algunos riachuelos de poca importancia
L a misión se estableció en la Bahía Harris, que
los Salesiauos trasformaron en puerto con dos
muelles capaces de recibir cualquier nave.
Cuando llegaron los misioneros, la isla estaba
desierta por completo, sólo la visitaban algunos
salvajes que no tenían en ella morada fija. L a
exiHídicióu, capitaneada por Mons. Eagnano,
partió de Punta-Arenas el 3 do febrero; cons­
taba de un sacerdote, un hermano lego y otras
siete persotias encargadas del servicio, trabajos
de instalación y pastoreo. L a goleta fueguina
arribó el 3 de febrero y lo primero que hizo fué

dejarla carga de tablas en la bahía Willis con los
víveres, luego pasó a la Bahía Harris, donde dejó
los animales que en seguida encontraron pastos.
Por una semana los misioneros se ocuparon en
levantar algunas casetas para ellos mismos y
para los salvajes que vinieran, los cuales no se
hicieron esperar mucho. De allí a ocho días
llegaron 17 salvajes Alacalufes en tres canoas y
fueron recibidos cortésmente por los misioneros;
éstos pusieron a su disposición cuatro casetas
de madera, parecidas a nuestras casetas de ba­
ños, que habían sido construidas al efecto.
Jla s ellos no las quisieron aceptar y prefi­
rieron construir junto a la playa -su cabaña,
consistente en seis o siete varas hincadas en el
suelo en forma circular, atadas por la punta y
cubiertas con pieles de foca. Sólo después de
algunos meses y a fuerza de las repetidas ins­
tancias de los misioneros, se decidieron a aban­
donar aquellos miserables tugurios para vivir en
las casetas de madera. Pero se empeñaron en
quitar la puerta y la ventana, y decían señalándo­
las: ¡Ceis'aber, ccíslaber! {malo, malo). E n medio
de la caseta encendieron la lumbre y al rededor
estendieron p aja y pieles de foca. Se mostra­
ron siempre temerosos y llenos de recelos con
los misioneros, a pesar de que no les obligaban a
trabajo alguno, los alimentaban diariamente
con abundantes raciones de carne y los trata­
ban con amabilidad.
Hacía siete meses que los salvajes habitaban
en la isla y parecían ya algo civilizados e ins­
truidos con las dos lecciones diarias de catecismo
que lecibian y hasta unidos a los misioneros
por mi cierto cariño, cuando tramaron una trai­
ción.
Celebrándose el 18 de septiembre de 1889 las
fiestas nacionales, todo el personal de la misión
fué a Punta-Arenas el día 7, quedando sólo el
hermano coadjutor Ju an Bautista Silvestre
con D. Bartolomé Pistone que había llegado
hacía pocos meses. A l día siguiente a la salida
de la goleta fueguina, los 1 7 Alacalufes mon­
taron en tres barcas y desaparecieron de la mi­
sión sin decir nada. No causó esto grande admi­
ración al P. Pistone pues lo hacían con frecuen-

— 271 —
cia volviendo a los pocos días. Volvieron como
de costumbre el día 9, pero sin mujeres ni niños,
en número de seis, todos hombres.
Desembarcaron y se acercaron a la cocina
donde estaba el coadjutor Silvestre que les pre­
guntó cortésmente si querían comer. Los in­
dios contestaron en castellano: no querer comer,
nosotros querer carne tuya. No hÍ20 esto impre­
sión al buen Silvestre pues creía que aquella
expresión era una equivocación debida a lo mal
que los indios conocían la lengua; les propor­
cionó lo necesario y les despidió con el P. Pistone que había llegado entonces. Los seis indios
se marcharon tranquilos al parecer a sus case-

una piel de nutria curtida por los indios, cre­
yeron que la traían para r^ a lá rse la y se pu­
sieron a admirararla y alabarla, cuando, a una
señal del jefe los dos indios que estaban a su
lado les agarran por las manos y el del medio
saca un cuchillo y asesta un golpe al cuello del
Misionero. E s evidente que el asalto liabía sido
combinado de antemano y fué realizado al mismo
tiempo. E l P. Pistone, advertido el i>eligro, se
esfuerza por escaparse y al mismo tiempo baja
la cabeza, de modo que el hierro le hiere en la
cara, en vez de herirle en el cuello y le abre una
profimda herida desde el labio inferior hasta la
barba; los indios asustados por el mal resul-

T IE R R A S MAGAL.LANICAS — Indios Alacalufes en canoa.
tas asegurando que después llegarían también
las mujeres y los niños. H a d a las cuatro de la
tarde vol\-ieron a la casa de la misión y encon­
traron a los dos misioneros distantes el uno
del otro: el P. Pistone trabajaba en el banco del
carpintero para construir un sagrario y el coad­
jutor Silvestre estaba cortando leña.
Divididos en dos grupos se dirigieron los unos
al sacerdote y los otros al coadjutor con este
orden: el indio del medio Uevava en la mano
una piel de nutria y los otros dos le acompaña­
ban a los lados, buscando con la vista sus ví­
ctimas.
Los dos misioneros que por vez primera veían

tado del golpe y atemorizados por el grito
que lanzó el |xjbre misionero, abandonaron todo
y huyeron. Análogo fin tuvo también el asalto
del coadjutor Silvestre: el hacha con ípie inten­
taban cortarle el cuello pasó rozándole la
frente e hiriéndole gravemente el brazo derecho.
También aquí los tres asesinos se asustaron y
escaparon al bosque cercano. Los pobres misio­
neros heridos y libres sólo por manifiesta ¡notección del délo de una muerte segura, pasaron al­
gunas horas de un miedo indescriptible, solos, y
recelando un nuevo asalto. Por fortuna los indios
no volvieron a presentarse y los pobres pu­
dieron curarse las heridas.

— 272 —
T al vez el vil atentado no hubiera dejado tristes
efectos, pues las heridas no eran incurables, si
el coadjutor Silvestro no se hubiera embarcado
con rumbo a Punta Arenas en un cutt&r (nave­
cilla de una sola vela) tripulada por algunos
ingleses que había sido lanzada por el viento a la
Baliía Harris. Habiendo salido el día i8 de sep­
tiembre con un mar agitado, después de pasar
tres días a merced de las ondas arribaron a un
puerto natural del a ia l partieron por falta de
víveres. AI pasar de la i)laya al cutter en una
barquichuela, un caballo de mar tiró a Silvestro
y a otro marino inglés. De los dos sólo el ma­
rino inglés se salvó porque estaba sano y fuerte;
mas Silvestro cansado y con el brazo bendado,
filé vencido por las olas y desajiareció para siem­
pre. Los ingleses recorriendo a pie la playa de S.
Pedro y S. Pablo por habérseles destrozado el
cutter contra la costa, llevaron la triste nueva
al P. Pistone y a los demás que se habían reu­
nido allí hacía pocos días.
Más tarde se colocó una cruz en el lugar del
naufragio con una inscripción que recuerda el
triste suceso. Dos meses después volvieron tam­
bién los seis asesinos con aspecto de indiferencia.
Nadie Ies riñó ni castigó, aiinípie el jefe Antonio
continuó con una actitud y conducta bastante
hostil.
Sólo des])ués de algunos años cesó toda clase
de amenazas y de atentados, cuando los Onas
luchando contra el capitán Antonio, lo vencieron
y degollaron bárbaramente como a su hijo mayor
l'raucisco. L a muerte de este indio feroz quitó
graves motivos de discordia y atrajo muchos
salvajes a la misión. Por mucho tiempo tuvie­
ron los misioneros que mantener más de 400
indios, de los cuales los adultos vivían en las ca­
setas de madera divididos por familias, los ni­
ños en el colegio de los misioneros y las niñas en
el de las religiosas.
De entre los jóvenes se eligieron 30 de los
más despejados, que formaron una banda mu­
sical bastante buena. Habiendo ; ido invitada
por el Gobierno chileno, a costa suya tocó en
las fiestas patrióticas de Punta Arenas durante
los días 17 , 18. iq de septiembre de 1898.
E ra objeto de la admiración de todos oírlos
tocar tan bien, demostrando así que habían
sabido aprovecharse rápida e intensamente de
las cuidados de los misioneros. E l mismo F e ­
derico Errázuriz, presidente de la República
chilena, habiendo visitado durante el mes de
febrero de iSqq esta colonia, proinsta de má­
quinas a vapor para serrar, de escuelas y de otras
comodidades modernas, alabó mucho su proce­
dimiento.
También el célebre explorador Otto Nordenskjüld, jefe de la exi>e<lición noruega, que visitó

detenidamente aquella misión en el 1894, dice
expresamente que el método que se usa de dejar
plena libertad a los indios es el mejor para eritar que la civilización demasiado repentina
dañe a la salud, que desgraciadamente se ve
amenazada por enfermedades pulmonares. Así
él, deplorando la lucha bárbara de algunos co­
lonos contra los Alacalufes dice textualmente:
« Lo mejor sería dar a los indígenas una parte de
terreno bastante grande y bueno. Pero como esto
es imposible, creo que será conveniente confiar
en el desarrollo de los establecimientos salesianos, sobre todo en la isla Dawson (i) ». Aun­
que la isla Dawson era una localidad habitada
sólo por los Alacalufes, los Salesianos dieron
también hospitalidad a un mimero crecido de
Onas que algunos civilizados inhumanos habían
sacado con violencia de la Isla Grande y
trasportado a Punta Arenas y después a la mi­
sión, porque no se acostumbraban en manera al­
guna a vivir en la ciudad al servicio de las fa­
milias que los tenían como esclavos.
En la isla Dawson se abrieron dos centros de
misión: uno con el título de S . Rafael, situado
en un ligero declive, en la parte central del se­
micírculo de la hermosísima Bahía Harris, que
es una ensenada protegida a los lados por dos
promontorios revestidos de gigantescos y siem­
pre verdes Jagnas betuloides, y delante la isleta
Hoffing, también cubierta de vegetación que
rompe el ímpetu de las ondas. E s un retiro casi
escondido en que difícilmente se agita el mar,
aun cuando soplen los vientos más fuertes. El
otro centro fué puesto bajo la protección del
Buen Pastor, a algunos kilómetros de la punta
de S. Valentín y a orillas de un lago encanta­
dor de agua dulce, sombreado por ima vege­
tación arbórea y rala que forma la característica
de la isla en la parte del Norte. L a parte del
Sur, está cubierta de una vegetación vigorosa y
tupida, compuesta de todas las plantas propias de
la Jie r r a del fuego: las Fagus antartica y betuloides, cipreses {Lybocedrus tetragona), leña
dura {Mayienus magellanica) el cando {Drymis
Winteri) etc. Los bosques más tupidos están re­
presentados por la Fagi^ betidoides, y aunque
esté a 53 grados de latitud Sur, reproducen las
florestas vírgenes de los trópicos, con la sola di­
ferencia de que aquí los árboles no tienen las
lianas que tantoabui daban en las florestas ecua­
toriales, y las hacen imp metrables. De aquí que
sólo la parte Norte, en que la vegetación arbórea
es menos abundante, produce pastos abundantes
y se presta al pastoreo. Respecto a las costas.

(i) A das de la Sociedad científica de Chile. Tomo VII
(1897Í 2» entrega, p. 165.

— 273 —
la parte E ste que mira a la Isla Grande, está
llena de ensenadas y golfos más o menos
considerables; la parte del Geste es más homo­
génea y sólo presenta la ensenada llamada Bahía
Loma, en cuj'as playas, como también en la Punta
de S. Valentín, se encuentra un gran número de
residencias antiguas de los indios Alacalufes, las
cuales se reconocen por un ancho cerro elevado
sobre el terreno y con muchas conchas, huesos
quemados y rotos de mamíferos y peces con
^ a z o s de piedras todo ello restos de la ela­
boración de puntas de flechas o de primitivos
cuchillos y hachas.
Las canoas. — Los Alacalufes esperan la pri­
mavera para construir las canoas o como dicen
ellos: cuando los -pájaros ponen ¡os huevos, por­
que en otro Uefti-po los árboles no quieren. Se
comprende que la razón de la preferencia con­
siste en la facilidad con que se pueden descor­
tezar los arboles cuando empiezan a retoñar.
Los hombres van a la floresta y buscan el árbol
más grande y sin nudos; después con un hueso afi­
lado en piedra, o con pedazos de aros de cuba
echados a la p laya con los restos de algún nau­
fragio, cortan la corteza al rededor de modo que
tenga tres o cuatro metros de largo por uno y me­
dio o dos de ancho. Aquí acaba el trabajo de los
hombres y empieza el de las mujeres que cogen las
cortezas y las llevan a cuestas al lugar donde ellas
(>• no los hombres) han de constniir la canoa.
Esta generalmente consta de tres piezas tmidas
en forma de barca con varas de madera dobla­
das al fuego, y cosidas con la segunda corteza
de los árboles (libre) que es filamentosa. Los
í^ je ro s para el cosido los abren con espinas de
peces, o con huesos aguzados como leznas.
Este es el modo más común de construir las
canoas, pero los Alacalufes también se sirven de
un tronco de árbol, reducido a forma cóncava
con fuego o con las herramientas de carpintero
que hay en la misión.
Pocos días bastan para construir una canoa
de corteza y la usan en seguida sin probar mu­
cho su seguridad. E l agua pasa por mil agujeros,
de modo que una m ujer debe estar constante­
mente sacándola con algún recipiente. L a canoa
de le» Alacalufes está dividida en cinco o seis de­
partamentos; y lleva en medio un poco de arena,
sobre la cual tienen siempre encendida la lumbre
que es para ellos objeto de una cierta veneración y
no dejan que se apague. Puede llevar hasta seis
u ocho personas, varios perros, que son compa­
ñeros inseparables, y im pequeño equipaje con­
sistente en armas y utensilios de pesca. Ge­
neralmente reman las mujeres con imas paletas
de mango corto sin apoyarlas a los costados
de la embarcación, los hombres están siempre
en acecho a>n el arpón para pescar. Sobre estas

frágiles canoas los Alacalufes tienen valor para
atraversar el estrecho de Magallanes, por la
parte más estrecha y correr al rededor de todas
las islas. Los peligros son frecuentes por causa
de las grandes oleadas y de las ballenas que
abundan por aquellos lugares. L as mujeres sa­
ben nadar y en esto se diferencian de los hom­
bres. E l P. Zenone recuerda haber visto a una
m ujer echarse al mar, alcanzar \ina canoa que
distaba un centenar de metros y traerla con
facilidad suma. Otra vez se había alejado no­
tablemente de la playa una canoa cargada de
niños que jugando la habían desatado; y una
mujer la alcanzó a nado y la volvió a tierra,
empujándola con una mano y nadando con la
otra ( i ).
Pesca. — Los utensilios de pesca son el ar­
pón y el dardo, imo y otro 'muy parecidos
a los que usan los Yaganes. I’ ero improvisan
con frecuencia el dardo para la pesca con
el primer palo que encuentran a la man.). Lo
aguzan por im extremo y después levantándole
varias veces a la altura de los ojos y apun­
tando al pez que está debajo del agua, lo lanzan y
casi siempre hacen blanco. E l arpón tiene una
punta de hueso de ballena de 20 a 40 cui. de
largo, con un solo diente o dos, opuestos el uno al
otro, o también con mudios sólo por un lado
en forma de sierra. A veces la pimta del arpón
es de madera, en vez de ser de hueso. Con
este instrumento pescan ballenas, focas, del­
fines etc.
Armas. — Además del arpón y del dardo que
pueden servir de armas, los Alacalufes usan
arco con flechas, honda y boleadcras. Saben
construir el arco y las flechas aunque no con
tanta perfección como los O nas; tal vez lo han
aprendido en las frecuentes relaciones que han
tenido con ellos. Hablamos no sólo del pclíodo que han vivido en la misión, sino tam­
bién de tiempos anteriores a la época del uso del
vidrio, porque en sus antiguas habitaciones de
las playas de la isla ademá.s de cuchillos, hachas
etc. se encontró también una punta de pedernal
trabajada sin duda para ponerla en una fle­
cha {2).
L as hondas son como las de los Yaganes y
Onas. L a boleadera es un arma que usan mucho;
y consiste en una piedra atada a una cuerda
de poco más de im metro de largo que lanzan
dando vueltas, haciendo blanco a grandes dis-'
tandas. L as piedras llamadas bolas pueden ser
agujereadas naturalmente (y así se encuentran
(1) Mons. Fagnano en el ISoUlin SaUsiano de octubre
de 1SS9, completado con notas del P. Zenone.
(2) Esta punta figura en la colección de unos mi) ob­
jetos de piedra de la Patagonia y Tierra del Fuego, que
posee nuestro Museo etnográñeo de Valsálice.
* •

— 274 —
muchas en la playa) o de forma redonda (allí
son muy comunes los cantos de anfiholo de
forma ix:rfecíamente esférica) que ellos labran
a canales. E u el jirimer caso atan la cuerda
al agujero; en el segundo la atan en dirección
del surco que han hecho. L a boleadera puede
ser de un solo canto y de dos o tres.
Religión en general. — Creen en un ser invi­
sible llamado Taquatu. Se lo imaginan como
un gigante rjue navega de día y de noche en
una gran canoa por el mar, por las rías y hasta
por el aire resbalando por cima de los árboles sin
doblarlas hojas. Si en su camino encuentra a al­
gún hombre o mujer desocupados o distraídos,
los mete sin más en su grande barca y se los
lleva a su casa. Sobre todo durante la noche
los Alacalufes temen mucho encontrarse con
este ser terrible.

Flores y Frutos
[De las mcaiorias ilc nucslros misiones).
IV - ( I ) .

Kon, viejo Ona.
Adán Comu-Kon, que equivale a lo que nos­
otros llamaríamos médico brujo, era el más
viejo de todos los indios conocidos en la Tierra
del Fuego, enlazado con vínculos de parentesco
con todos ellos o por parte suya o por la de sus
mujeres, pues se había casado y a con tres su­
cesivamente , la primera de las cuales por
rara coincidencia se llamaba E va.
Si no tenía nuestro viejo Adán 8o años, poco
le debía faltar. Gozaba fama de buen medico
o bnijo, por lo cual todos los Onas le mi­
raban con respeto; y además era cacique o sea
cabeza de la tribu , título que había adqui­
rido por sus muchos parientes y por *su fuerza
hercúlea y asi>ecto feroz que le servían a mara­
villa para hacerse temer de aquella pobre gente.
Alhenas conocúS a los Misioneros Salcsianos,
se liizo uno de nuestros más adictos amigos y
estaba siempre en nuestras misiones de La Can(lelari i o de S. Rafael.
Recibido el bautismo, continuó siendo buen
Cristian»», dejando el arte mágica y todos los
encantos de que antes usaba para curar los en­
fermos. No falttunos a la verdad al decir quo
era él hombre más feo de los Onas; mas por
otra parte era muy simpático y jo\*ial, hacién­
dose querer de todos por su carácter alegre y
(ij V. el uúm de Julio.

risueño, siempre dispuesto a dar y recibir una
broma.
Recuerdo como si fuese ahora el primer en­
cuentro que tuve con él y eso que hace ya más
de veinte años.
Hallábame cerca de la Casa-Misión de La
Candelaria y él venía del mar, adonde había
ido a pescar. Su vestido, que en realidad
era adamítico, correspondía m uy bien a su nom­
bre, con la sola diferencia de que el primer
Adán, nuestro padre, llevaba al rededor de la
cintura una faja de hojas, y este segundo Adán
una de peces* Sí, de peces. Cuando se retira la
marea, (y se retira más de un kilómetro) en
los pozales, en los hoyos llenos de agua y de bajo
de las piedras, quedan muchos peces llamados
peces del fango y de las piedras; son negros, sin
escamas, repugnantes a la vista pero excelentes
y gustosísimos al paladar. Los indios los matan
con su arpón, enristrándolos después por la
boca en un nervio de foca; luego rodean con la
ristra la cintura, quedando así todos peces con la
cabeza en alto y la cola colgando hasta casi to­
car el suelo. Así venía hacia mí nuestro Adán,
apoyado en el arpón con aire de triunfo que no
disimulaba al mostrarnie su abundante pesca.
Cuando y a estaba cerca me dijo : Dame
pan, yo pescado, yo pescado; (o sea, si tú me
das pan yo te daré peces). Entré en casa, le di
algunos panes y él me dejó algunos peces, diri..iéndose después muy contento a su ioldo.
Desde aquel día hemos sido siem])re amigos;
cada vez que me veía saltaba de alegría, y pa­
sándome la mano por la espalda y la cara, m *
decía en lengua ona: — lo-hó-pén-olcc (amigo
bello y bueno).
E n su juventud debió pasar por muchas pe­
ripecias y batallas a juzgar por su cuerpo todo
acribillado de cicatrices y heridas. No hace
muclios aíiv)s que lo v i regresar de una correría
por el bosque con una enorme herida en la cara
que le había hecho con una flecha uii indio que le
quería robar la mujer.
Contaba él mismo que aquel indio era muy
malo y se habían batido mucho ra to ; al
fin salió victorioso Adán
jiudo llevarse con­
sigo la mujer por el bosque. A jan as, decía, nos
vúu<« en sitio seguro, nos arrodillamos en el
suelo para dar gracias al Señor y rezamos devo­
tamente el Padrenuestro
Esto me probó que Adán tenía fe en Dios,
al cual atribuía la \dctoria sobre su enemigo.
Confesaba a menudo y comulgaba con devoción.
E l mismo día de Pascua y la dominica in Albis
se había confesado y recibido a Jesiís Sacra­
mentado; el Wemes siguiente. 12 de abril, estando
trabajando en el campo fué sorprendido por una
grave parálisis que le dejó el brazo y la pierna

derecha sin articulación. E l día anterior habían
matado los indios una gran zorra y hecho gran
fiesta, atracándose hasta más no poder de aquella
carne selvática y bebiéndole la sangre aun ca­
liente Tanbién Adán comió con avidez carne
de zorra por lo cual muchos atribuían a esto
la causa de su mortal enfermedad.
Lo llevaron a casa y \úendo que el caso era
grave lo confesé y le administré la Extrem a

frió igual suerte, quedándose el pobre Adán sobre
la desnuda tierra con la ropa que tenía puesta
encima tan sólo. ¡Con qué sentimiento canté
ante su féretro: E i cum Lazara quondam -paiipere aeternam haheas réquiem!....
E l día 24 canté misa por el difunto, asistiendo
a eUa toda la Colonia; el Sr. Director D. Grifía
acompañó el canto con el armonio.
Todos acompañamos después el féretro al
camposanto, donde recitamos las líltimas preces
juntamente con los indios, ¡l’oz al alma del
viejo Kan!
Punta-.\renas, i de mayo 1913.
M ayorin ’O B orc. a t k l l o , P iro .

El Cuarto Congreso Encarístico
en S to . T o m á s de M e l i a p o r .

KON, viejo Ona.
Undón. L a agonía fué larga y dolorosa; pero
el pobredto sin perder los sentidos balbuceaba
el Avemaria y con edificación nuestra se en­
comendaba a Dios. Así murió pláddamente el
23 de abril de 19 12 .
Cuatro horas antes de expirar, su mujer, si­
guiendo la costumbre de los Onas, comenzó a
quemar todo cuanto pertenecía a su marido y
el fuego duró hasta que Adán dejó de existir.
Hábitos, cueros, armas, abrigos de piel de gua­
naco y de foca, todo fué consumido poco a peco
por las llamas; hasta el dinero que tenía en un
bolsillo del chaleco (cerca de treinta pesos) su-

'UNQUE la India está aún sumergida en
las tinieblas del paganismo y a cente­
nares se cuentan los ídolos que recil>en
culto en sus pagodas y mezquitas, no dejan sin
embargo los misioneros de usar toda suerte
de medios para difundir la verdadera religión
de Cristo y el culto del Smo. Sacramento del
Altar.
También aquí como en Europa se celebran
de cuando en cuando Congresos Eucarísticos, y
el cuarto tuvo lugar en el pasado mes de fe­
brero, en Meliapor, junto a la tumba del grande
A])óstol Sto. Tomá.s.
Comsideraudo que estamos en la India puede
decirse sin exageración que el acontecimiento fué
grandioso. Asistieron trece Arzobispos y 01 >is¡)os,
140 sacerdotes de 26 diócesis, y gran número
de fieles. Italia estaba representada por »S. Tí.
Mons. Gentili, Capucliino, Arzobispo de Agrá,
en la India Septentrional; Mons. Vismara de
las Misiones de S. Calógero de Milán, Obispo
de Hyderabad; y ]X)r el nuevo Obispo de Mangalore, Mons. Perini, S. I.
L as sesiones se celebraron en el dormitorio
de nuestros niños, convertido al efecto en salón,
adornado con guirnaldas, colgaduras y bande­
ras de varios colores. Sobre una plataforma se
colocaron los Exm os. Arzobispos y Obispos y los
congresistas ocupaban todo el salón.
Se abrió el Congreso con una solemne procesión.

r
— 276 —
de la Iglesia de las Franciscanas de M aría a la los cristianos. E l gentío era inmenso y no hubo
Catedral, en que tomaron parte todos los Obispos que lamentar ni una palabra de desprecio, ni
y Arzobispos con hábitos pontificales, precedidos el más ligero desorden; hasta los mismos infieles
por los sacerdotes, al son de las melodiosas no­ mostraron una actitud respetuosa y digna de
tas de la mejor banda de Madrás.
encomio.
Resultó ima apertura grandiosa.
Cuando la procesión volvió a la iglesia que
lylegando a la catedral, el celosísimo Obispo estaba ricamente engalanada e iluminada con
de Meliapor, Mons. Theotonio de Castro, P re­ luz eléctrica, se cantaron algunos himnos y
sidente del congreso, subió al púlpito y con motetes y S. Excúa. dió la bendi(ñón cx>n S. D. M..
voz conmovida dirigió un saludo de bienvenida
Terminada la cíeremonia, una agradable sora los congresistas, explicó la significación del jjresa esperaba a los prelados: las calles y las
congreso, hizo votos por el feliz éxito de las plazas estaban todas espléndidamente ilumiuasesiones y leyó una carta del Padre Sto. que
bendecía los trabajos de las mismas.
Durante tres días nuestra casa se vió honrada
con La presencia de los congresistas que en intere­
santes sesiones y discusiones pacíficas se nnstraron animados de un vivo amor a Jesús Sa­
cramentado y de ardiente celo*,para difundir
por todas ])artes su culto y la práctica
la
comunión frecuente según los deseos de Pío X .
Nosotros hemos a])rovechado la ocasión pa^'a
(lar a conocer la doctrina de nuestro Vene­
rable D. Bosco que tenía la comunión frecuente
como el medio más eficaz para formar la vir­
tud y el carácter de los niños.
L as reuniones se terminaron con una proce­
sión solemne. Meliapor estaba de fiesta. Todas
SANSEVERO (Italia) — Compañía de S. Jasé.
las casas estaban recién blanqueadas por lo cual la
ciudad parecía nueva. Habían erigido numerosos
arcos triunfales por las calles del recorrido que das. Por todas partes faroles y lámparas de todas
estaban engalanadas con banderas y ricas guir­ formas y colores invitaban a los congresistas a
naldas colocadas con arte y profusión. L a fa­ prolorgar tan simpática fiesta; y a entrada la
chada del convento de las Franciscanas Misio­ noche, se retiraron llevando en el corazón el
neras de María, que tánto trabajaron para más dulce recuerdo del Congreso Eucarístico de
adornar la Catedral y las calles de la ciudad, Meliapor, que durará mucho tiempo en las .^Imas
estaba cubierta de inscripciones, de colgaduras y produírirá frutos abundantes de conversiones
y santidad.
y de banderas dispuestas con gusto exquisito.
J )RGE T om..\t i ^, Pbro.
E l cortejo era imponente. Precx'día una banda
Misionero salesiano.
militar derramando las más suaves melodías. Se­
guían las alumnas de las Franciscanas vestidas
de blanco, las religiosas, las delegaciones de las
parroquias, el clero, los Obispos y Arzobispos y
TESORO ESPIRITUAL.
por fin el Obispo Presidente llevando en precio.-a
Los Cooperadores Salesianos que confesados
-custodia el Smo. Sacramento. Todo fué tan so­
y comulgados, visiten devotamente una iglesia
lemne y grandioso que. como trasjrortados a im o capilla pública, o si viven en comunidad, la
reino ideal, olvidamos por algunas horas que propia capilla, y rueguen según la intención
estábamos en país pagano. Jesú s Sacramentado del Sumo Pontífice, pueden ganar las siguientes
pasó por la ciudad, recibiendo las adoraciones indulgencias plenarias:
de millares de corazones, entre los acordes mu­
Para el mes de Noviembre:
sicales, el canto de los sacerdotes, el silencio E l día 2 1 — Fiesta de la Presentación de
respetuoso de los paganos, admirados de ver
Nuestra Señora.
.tributar tantos honores al Dios escondido de
» V» 22 — Fiesta de Sta. Cecilia.

-

2 ;8

vena estuvieron a cargo respectivamente de los
elocuentes oradores Dr. D. Salvador Gimeno, Dr.
I>. I.uis Cuende, Dr. D. Vicente Selfa, Dr. D.
Rafael Marín, Dr. D. Eimque Sanehis. Dr. D. To­
más Vivó, Rdo. P. Fr. Daniel M. de Jesús y Dr. D.
lvnri<iue Pérez Thous.
Ivl día dos de Junio, últüuo de la novena’ fué el
determinado ]>ara celebrar la gran fiesta de María
Auxiliadora; la animación y el entusiasmo extraor­
dinario del ])rimer dia del mes que había ido cre­
ciendo durante el mismo, en este día se desbordó en
locura y freiiesi; locura y frenesí de amor santo
hacia la Madre del amor de los amores. ¿Cómo no,
si durante el mes había enjugado tantas lágrimas,
calmado tantas ansias y ahogado tantos suspiros?
En la víspera, al mediorlia y a la noche, se dis­
pararon largas tracas y siimúmero de morteretes;
la banda recorrió hus calles tocando alegres pasodobles; éstas estaban artísticamente adornadas con
preciosos cortinajes, bandenis y arcos triunfales
é iluminadas con focos eléctricas.
l'U dia de la fiesta se celebraron misas de comu­
nión desde las 4
en la de las 7 recibieron por
]>rimcra vez el Pan de los Angele.s 50 niños. En to­
das las mi.sas se cantaron escogidas motetes.
I<as comunionc.s fueron muy numerosas. A las
10 .se celebró el Oficio solemne, ejecutándose la
misa de Thermiguon, Te Deum I/audamus. Ocupó
la sagrada cátedra el distinguido orador Rdo. P.
Jium María Sola, S. J .
Da concurrencia fué mmierasi.sima pues desde
liLS primeras horas de la mañana se veían llegar
continuamente de los pueblos cercanos coches
llenos de gente.
Terminada la misa, la banda dió concierto de­
lante del templo y se dispararon largas tracas. A
las 3 de la tarde hubo imposición de medallas y
acto seguido se organizó la proce.sión, grandioso
acto, imponente manifestación del amor de toda
Valencia a la Reina de los cielos. E l cortejo era
inmenso figurjmdo en él diferentes asociaciones
con sus banderas, entre otras la de los antiguos
Alumnos, las Hijas de María Auxiliadora con
numerosas cducandas, los niños del Cok‘gio y la
Archicofradía de María Auxiliadora. I^a ameni­
zaban cuatro bandas y la de cornetas del Colegio.
Hacían corte a María Auxiliadora la inu^cn de
S. Antonio. í^an José y S;m Luis. E l paso de
María Auxiliadora por las varias calles del recorrido
fué un venladero Irimifo; continuas aclamaciones
y iracas cnizaban las aires y alñ>mbras de flores
cubrían el sxielo.
Ivl acto más imjmneute fué la entrada de la Vir­
gen en la iglesia^ l*n gentío iumen.so, la calle profusauu’ute iluminada con focos, la fachada con
iK'iigalas, el templo touvertUlo en ascua, las cam­
panas a talo v'ueUi. las iracas y morteretes llenan­
do el os^iaeit) con sus estampidos, las aclamacio­
nes coutinu;is, las cuatro bandas tocando a porfía
la marcha real; era un \ erdadcro delirio. Colo
calla en su lugar la milagrosa imagen, se cantó
la Salve y se declamaron dos preciosas poesías de
dcs^icdiila.
En obsecpiio a las numerosos devotos, a las 10 de



la noche se disparó un hermoso castillo de fuegos
artificiales, mientras la banda daba un ameno con­
cierto.

GRACIAS DE MARIA AUXILIADORA.
C h ia (Colombia).— Habiendo padecido durante
diez y seis años ima enfermedad de estómago re­
currí a muchos médicos sin obtener mejora alguna.
Mas como oyera hablar de los milagros de Ntra.
Señora María Auxiliadora que \ i publicados
en el Boletín Salesiano, decidí prescindir de los au­
xilios de la medicina y poner toda mi confianza en
el Todopoderoso, pidiéndole por intercesión de
María Auxiliadora que me aliviara mis dolores,
prometiendo al mismo tiempo hacenne cooperador
salesiano si obtenía la gracia. No había pasado
un año cuando me vi perfectamente libre de la
enfermedad y cmiipü con gran satisfación mi
pro nesa.
\’i\áa ya tranquilo viéndome libre de esta desgra­
cia cuando empecé a notar que me faltaba la vista
y a medida que pasaba el tiempo aumentaba más
la ceguera. Los médicos me dijeron que no había
más remedio que cortar la catarata aun cuando
mi estado no aseguraba el éxito de la operación.
Acudí de nuevo a María Auxiliadora y la opera­
ción obtuvo un feliz resultado, pudiendo ver con
perfección a penas me quité los bendajes.
Jla s curado de la \*ista, un cólico producido por
el estado de }>erfecto reposo que la operación exi­
gía, amenzaba de nuevo mi vida y también de
este mal me libró la poderosa intercesión de María
Auxiliadora.
Doy pues de todo corazón gracias a tan buena
Madre por estos tres favores y deseo que se publi­
quen para su mayor gloria.
31 de Junio 1912.
P a SCASIO OSPINA.
L a C an d elaria (Bogotá-Colombia). — Habiendo
invadido la comarca donde resido una terrible
epidemia, de las que acometen a los niños, pedí a la
Reina del Cielo María Auxiliadora librara a mis
nietas de este espantoso mal.
ofrecí una misa,
una limosna y publicar el milagro. La \ 4 rgen San­
tísima oyó mi súplica, conceiliéndome lo que le pedí
y hoy cumplo mi promesa.
Una devota agradecida.
M osquera (Colombia). — Puedo decir que la
Santísima \'irgen Auxiliadora ha resucitado a lui
hijo Carlos, alumno de las Escuelas Profesionales
Salesianas de Bogotá. Trabajaba en los renombra­
dos talleres de mecánica y cerrajería de los Sres.
Umañas. cuando \*ino a pa-sar unos dias en casa.
Una noche, despertó como asfixiado, y emj)ezó a
arrojar sangre por la boca en cantidad verdade­
ramente aterradora.

— a 79 —
Xuestro primer cuidado fue llaiiiar al sacerdote.
Los Rdos. Padres Salesianos, que como apóstoles
trabajan por el bien de las almas, volaron al lado
del enfermo, y le administraron los últimos sacra­
mentos.
Habiendo llegado el médico dijo que el caso era
desesperado y que no lin aria a la noche. Fácil­
mente se concibe mi angustia y la de toda la familia.
El vómito de sangre le repitió una y otra vez.
En uno de los accesos, cuando creíamos todos que
iba a expirar, fija la mirada lánguida sobre su
madre y sus hermanitas que llorábamos al pie de
su lecho, y al mismo tiempo sobre la imagen de
María Auxiliadora que hay en la alcoba, y le ruega
que, por compasión a su madre y hermanas, le
salve la ^■ ida, que él publicaría sus alabanza.s. Al
rayar el día, el R . P. Herrán celebró el Santo Sa­
crificio con ese mismo fin. E ra el 23 de abril. Y o te­
nia también una fe ciega en María A^ixüiadora y
estaba firmemente persuadida de que ella no pa­
garía nuestro cariño, dejándonassin el apoyo prin­
cipal, por no decir único de la familia, y q\ie el
24 brillaría su poder. Y así fué. A la mía de la
mañana empezó a mejorar rápidamente, durmió
largo rato, pudo comulgar y la mejoría siguió
pronta y feliz.
E l milagro (así lo califican todos) está hecho, y
mi hijo y yo nos declaramos doblemente hijos de
María Auxiliadora y prometemos ser siempre
dignos de su AuxDio.
¡Loor eterno a María Auxiliadora!
Junio de 1912.
S e r g ia M o r a l e s vd a. de Ol a y a .

tenemos costumbre antes de acostamos, de en­
comendamos a Ella para que nos proteja durante
la vida y sobre todo en la hora de la muerte.
Por lo cual hago público mi profundo agradeci­
miento a la gran Madre de Dios desde las columnas
del Boletín Saleúano para que vayan cada vez au­
mentando sus devotos, sobre todo en este pueblo
de Montilla donde su devoción va tomando cada
dia nuevo impulso. Y en acción de gracias, maiuK>
celebrar una misa rezada en su altar, por no per­
mitirme mis escasos recursos otra cosa como
fuera mi deseo.
19 de Julio 1912.
M a n u e l P é r e z M e d u in .

«
» «
Asunción (Paragiiay).— Sintiendo mi espaso
con mucha frecuencia fuertes dolore.s do cal>eza y
después de recurrir a los médicas, elevé a la Sma.
Mrgen María Auxiliadora mis plegarias en de­
manda de alivio.
Estaba en otra ocasión uno de mis hijos atacado
de difteria, en su periodo de mayor gravedad. Re­
currí a María Auxiliadora, pidiendo su valio.sa
ajnida en tan duro trance, y reconocido por el
mismo médico que lo atendía, el pequeño enfermo
experimentó una notable mejoría.
Estas dos gracias de María Auxiliadora la.s hago
públicas para contribuir de esta manera, al con­
vencimiento de tantos incrédulos, que si tuviesen
fe en ella, encontrarían tantas veces remedio para
sus males y soluciones fáciles para sus negocios.
S u sa n a G. de A p e z t e g u ia .

M ontilla (España). — Una vez más ha querido
mostrar la Virgen de D. Bosco su poderosísimo Au­
C oruñ a (España).— Doy gracias a María Aux.
xilio pafa con los que llevan su medalla con devoción por los muchísimos favores que continuamente me
y hacen todos los dias alguna cosa en su honor.
dispensa: pero especialmente por los dos siguien­
Marchaba mi esposa por la calle con mis dos liijilos,
tes cjue denmestran cuan grande es su poder en el
un niño de 3 años y una niña de 8 meses en bra­
Cielo.
zos, cuando de pronto, debido a las travesuras
Habiendo sufrido una hennana mía un atatiue
de un muchacho, se cayó al suelo con sus dos hiji- a la calxíza. que puso en peligro .su vida, recurrí a
tos en el momento en que una bestia mayor car­ la que es refugio de los mortales, M. Auxiliadora,
gada a todo peso aparecía por la encrucijada que prometiendo si curaba a mi hermana, publicar la
iban a travesar, llegándoles a pasar por encima sin gracia v dar una pequeña limosna. Desde ariucl mis­
apenas darse cuenta mi esposa, por la turbación mo instante se inició la mejoría y mi querida enque la embargaba, con peligro de salir muy mal fenna. se mó fuera de peligro; pero los médicos ase­
parados en especial mis tiernos par\uHtos.
guraban que perdería, de resultas del ataque, el
Pero, gracias a la gran Auxiliadora de los cris­ ojo izquierdo, cuya pupila .se le había torcido.
tianos, salieron ilesos sin tener que lamentar más
Voh*i a rogar a María Auxiliadora, y hoy mi
que el consiguiente susto con algunas leves heri­ hennana, gracias a tan buena Madre, esta completa­
das en una pierna mi esposa, resultas de la caída,
bien.
un ra ju ñ o en la cara mi hija y mi lujo el roce de mente
En otra ocasión mi hijo Carlibjs, niño de 8
la pisada del mulo en una mano, que si bien se años, enfermó de una pierna y su estado re­
le hinchó grandemente por espacio de dos días, clamaba serios cuidados. En tal angiLStia recurrí
no presentó afortunadamente ninguna lesión, es­
como siempre a María Auxiliadora, y hoy mi amado
tando todos al presente perfectamente sanos.
hijo está completamente restablecido.
Esta gracia singular, es debida sin duda a
Doy gracias a María Auxiliadora y envió una
María Auxiliadora, pues desde que mis hijos na­ pequeña limosna por los favores que me ha otor­
cieron llevan constantemente su medalla cosida
exteriormente al vestidito, en señal de que a Ella gado.
M a t il d e B a a jío n d e de S a n j u a k .
los tengo censurados; y además mi esposa y yo

— 28o —

S e v illa (España). — Teniendo una hermana
gravemente enfenna, desahuciada de los médicos
que habían perdido toda esperanza de salvación,
me encomemlé a María Auxiliadora, al mismo tiempo
que le ponía al cuello un papelito con la firma de
D. IÍO.SCO e inmediatamente se inició la mejoría que
continuó liíista su coni]>leto restablecimiento.
Y para cjue conste este milagro de la Virgen,
agradecería su insercicni en el « Boletín Salesiano *.
24 üc Julio 1913.
A n d r é s de M o r a .

Dan también gracias a María Auxiliadora y envían su
limosnn:
Alta Gracia (Nic.), — Fermina ele Alvares, por
haber curado a su madre de un fuerte dolor de
])ierna.s.
Agua Blanca (Ven,). — Julio Salas, por varios
favores, y envía una limosna.
Almendro (Nic.). — Juliana C. de Cruz, por ha­
berle librado a su hijo de una hemorragia causada
por una herida.
Bahía Blanca (Arg.). — A. C. D., por haberla
librado de una enfermedad.
Barcelona (Ksp.). — Mercedes Maria, por una
gracia y envía 5 ptas. para una misa de acción de
gracias a Maria Auxiliadora.
Campo Elias (Ven.). — Manuel Felipe Rayas, por
un favor.
Cerrito (Colombia). — Dioni.sio Gil, Trán­
sito ürtiz, Carmen Guerrero, Abigail Granobles,
Manuela Gutiérrez, Mercedes Rojas, Clementina
L^pez, Delfina de Quintero, Juana Daraviña, Ana
Josefa Garcia, Delfina Vargas, Marcelina Hernán­
dez, Sergio López.
Córdoba (Argentina). — Mercedes Zapata, por
varios favores.
Choele-Choel (Rep. Arg.). — Eineteria Ibarra, por
haberle librado de un modo admirable de continuos
dolores de cabeza que la atormentaban.
Diriamba (Nic.). — Concepción M. de Rendaña.
Espinar (Col.). — Un Cooperador, por haberle
devuelto la salud a su liijo, y envía una limosna
de 50 ptas.
Girón (Col.). •— Ramón l’rada González, por ha­
berlo curado de un catarro nasal crónico, y envía
100 ptas. — Id.\ Dolores Cazares de Prada y
ia familia González, por varias gradas y envían 146
ptas.— 7rf..*Varios cooperadores, 20ptas.—/rf.rCandeUiiia Garda lie Prada, por un favor de Maria
Auxiliadora, 30 pías. — /(/..• Una cooperadora,
15 ptas. — Id. : Ana Paula Valdivieso, por
la curación de su señora madre Dominga Valdi­
vieso de VaUiivie.so, ptas. 50 — I d .: Maria Josefa
Rtidriguer R. cooperadora — I d .: Isabel Valilivieso y Catalina Garcia de P. cooperadoras , 50
ptas. — ¡d .; Marcelitia Prada G .. 5 ptas. — Mercetles Valdivieso R., 50 ptas. — Id .: Juana e Lsabel
Rodríguez, 25 ptas. — Zoilo Valdivieso, ptas. 25
_ Varios cooperadores. 129 ptas. — Id .: Mariana
González de R.. 25 ptas. — Id .: Mercedes Gonzá­
lez G. 5 ptas. — Id .: La familia Gonz;Uez, 100 ptas.

Granada (Nicar.). — Joseñna F. de Gutiérrez;
Carmen V. de Cuadra; María V. de García; M.
L. C .; Guadalupe Sandoval; Manuel Malespín Var­
gas ; dos hermanas por haber encontrado trabajo.
Guayaquil (Ecuador). — Rosa F. de Pérez, por
haber curado a su hija de un tumor en una pierna
y envía 20 sucres para una misa.
Hinotepe (Nic.). — Melisandro Pérez; María de
Pérez; Santiago Cárdenas; Alonso Acevedo; Teo­
dora Acevedo de Amaya y Salvadora Jiménez.
La Coruña (Esp.). — E. S., por varios favores
y envia la limosna de cien pesetas. — Id .: María
Petra Sarambres, por un favor de la Sma. Virgen,
y manda una limosna de 15 ptas. — Id .: Juana
S . Martin, por un favor recibido el 20 de abril de
1912, y envía la liinosna prometida. — /rf..* E. U.,
por haber dado fácil solución a tres.asuntos que
parecían imposibles de arreglar y manda 3 ptas.
Lyon (Francia). — Da. Maria Denaclara V. de
Tuset, por haber devuelto la salud a una nietecita, y envia una limosna para la celebración de
una misa.
Madrid (Colombia). — Salvador Torres, por un
favor.
Pamplona (Colombia). — Natalia Hanes, por haber
devuelto milagrosamente la salud a su papá y por
otros favores.
Potosí (Nic.). — Maria M. Pineda, por haberla
librado de un tumor evitándole la operación qui­
rúrgica.
Rivas (Nic.). — Petronila Aragón y otras cinco
personas, por haberlas librado de muerte segura en
un naufragio.
S. Marcos (Nic.). — Josefa Viliavicenci© de Vega,
por haberla mejorado de un fuerte dolor reumático.
San Nicolás de los Arroyos (Arg.). — M. R. de
P., por liaberla librado de una grave aflicción que
la oprimía.
San Lázaro (Ven.). — Pedro V. R. Rocha, por
varios favores, y envia 5 ptas.
Sierra Colorada. — Silvana C. de Devincenzi, por
haber salvado a su esposo de una pulmonía, y
envía 20 pesos para el santuario de T u rín .— José
F. Carrizo, por haberle salvado de una epidemia y
envin una limosna.
Trujillo (Venezuela). Ramón Almarza, por la mi­
lagrosa curación de su hermano, y envia 20 francos
de limosna. — Id .: Amalia Almaraz, por un favor
y envia 5 ptas.
Tumaco (Colom). — Vicenta E. de Manzi, por
haber librado a su hijo de una grave enfermedad
y por otros favores y envia una limosna. — Id .:
•M. del C. de L., por haber librado a su hijo de
una epidemia, y envía 12*50 ptas.
Villa María (Arg.). — Licinio Pirazzoli, por va­
rios favores.
Yaritagua (Ven.). — Irma María Medina, Mi­
caela Márquez, Marta Liboria Serrada, Dominga
de Mujica, Palmaria Carrasco, Narciso Pérez Orozco,
Filomena de Carballo, Camila de Provatti, por va­
rios favores y envian una limosna.
X. — A. R. M., por varios favores.

POR EL NIINDO SflbESIUNO
T R A S L A C IÓ N
de la s re liq u ia s de S . F r a n c is c o de S a le s
y de S ta . Ju a n a de C h an ta l.
El 14 de junio se verificó en Annecy la traslación
de las reliquias de S. Francisco de Sales y de Sta.
Juana Freiniot de Chantal, del interno del monas­
terio de la Visitación a la cripta de la iglesia que se
está edificando.
La ceremonia no desdijo de las fiestas memo­
randas que empezaron el 2 de agosto de 19 11.
Una muchedumbre inmen.sa de peregrinos había
llegado a Annecy. Aumentaba el esplendor de la
fiesta la presencia de S. E . el Card. Dubillard,
de Mons. Biolley, Obispo de Montiers. y de Mons.
Bovet, Obispo de Friburgo. Losanna y Ginebra.
Más de 2000 personas componían el cortejo que
acompañaba las urnas de los dos Santos, llevadas
por los católicos más distinguidos de Annecy. La
urna de S. Francisco que pesa 500 K g. era traspor­
tada por 10 hombres que se turnaban. Seguían
los representantes de las familias emparentadas
con el Santo: Srs. de Roussy de jSales, d’Aniéres
de Sales, de Víllette, de Jlenthon, Bérard.
El Card. Dubillard celebró pontificalmente la
misa a la cual asistieron más de 2.000 personas.
En la función de la tarde Mons. Bovet describió
en im vibrante discurso la firmeza de ánimo de S.
Francisco de Sales. Después, desde la plataforma
colocada sobre el Vestíbulo de la cripta todos los
obispító juntos dieron su bendición. Los Santos
reposan en la cripta a los dos lados del altar
mayor esperando una nueva traslación a la iglesia
superior.

BÉJ.áR (Salamanca). — Clausura del año escolás­
tico. — Digna de la labor que los P. P. Salesianos
realizan en favor de esta ciudad y de la aplica­
ción con que los jóvenes bejaraños saben corres­
ponder a sus desvelos, ha sido la manera de ter­
minar el presente año escolástico: unos exámenes
en que se ha puesto de relieve el paciente tra­
bajo
de maestros y alumnos, y una fiesta
en que se
externado los sentiimentos tnás
suaves de religiosidad y reconocumento. han sido

el broche de oro con que han cerrado tantas fa­
tigas y tantos trabajos, que habrían quedado taivez ocultos i>ara la sociedad pero que no dejarán
de contribuir a su bienestar y regeneración.
He aquí como describe los exámenes' nuestro
estimado colega La Victoria.
« En este centro, en que viene educándose
desde varios años gran parte de la juventud bejarana, se han celebrado con éxito brillante y satis­
factorio los exámenes de fin de curso durante los
días 10 al 13 del corriente (Julio).
> En ellos los niños de las cuatro clases que
componen las escuelas graduadas han dado prueba
de poseer rma instrucción nada común en niños
de su edad.
» Todas las clases quedaron a gran altura.
» Los de las inferiores, compuestas en su mayo­
ría de niños que no pasan de los diez años, demos­
traron poseer una serie de conocimientos bien asimüados, base de una instrucción que promete ser
muy sólida y completa.
» Pero si éstos cuit^lieron a maravilla su come­
tido, los que marcaron, por asi decirlo, el límite
adonde puede llegar la extensión e intensidad en la
primera enseñanza, fueron los de las clases supe­
riores.
» Veianse ahí niños que en Gramática, por ejem­
plo, razonaban las varias clases de análisis con tal
soltura y madurez de juicio que dejaron admira­
das a personas competentes en materia de ense­
ñanza.
^ Asi mismo en Aritmética (y no hablaremos de
las otras asignaturas por no extendernos demasia­
do) no solamente m a^estaron conocer las reglas
de tres, interés, compañía, aligación, etc., sino
que resolvieron complicados problemas sobre
fondos públicos, cambio nacional y extranjero y
hasta alguno de Algebra.
En Contabilidad revelaron conocimientos bien
fundados sobre cuentas corrientes, documentos
de cambio y teneduría de libros.
» E sta parte llamó poderosamente la atención de
los asistentes al acto.
» Un ilustrado y distinguido señor hulx> de ex­
clamar, dirigiéndose a los niños: « Y a sólo una cosa
os falta para ser verdaderos comerciantes.....: di­
nero *.
» Para amenizar el acto se entonaron hermosos
cantos y se recitaron escogidas composiciones en
prosa y verso, seguidas de una sucinta biografía
y enumeración de las obras más notables de los
autores.
» Entre los numerosos trabajos que figuraban

— 28a —
en la exposición escolar, veíanse páginas de cali­
Fueron presididas por el Rmo. Sr. D. Felipe
grafía inglesa, redonda y gótica; una hermosa y va­ Rinaldi, Prefecto General de la Pía Sociedad Sariada colección de dibujos de adorno, figura, etc.; lesiana, y la Madi;e Catalina Daghero, Superiora
cuadros de aparatos de Física, mapas de España, General de las Hijas de María Auxiliadora, asis­
de las cinco partes del mundo y de las diversas na­ tiendo a ellas todas las Directoras de las Casas de
ciones de Europa, en varios tamaños,* todos ellos España.
muy bien trazados y con hermoso colorido, y por
Para su buen éxito la Madre Qara Giustiniani
último una colección de documentos y libros de ..solicitó de Su Santidad ima especial bendición,
comercio, ejecutados con limpieza y exactitud.
que el Santo Padre se dignó firmar de su puño y
* E l público salió satisfechísimo y también pue­ letra.
den estarlo los padres que tienen a sus hijos en
Ivas fiestas duraron 8 días comenzando el i«
<iicho centro.
de junio con un actó vordaderamente hermoso.
» listos por su parte deberán bendecir toda su
Celebraba la misa de comunión el Rmo. Sr. D.
vida a los que Ies dan uno de los dones que más Felipe Rinaldi. Junto al altar, en actitud devota y
deben apreciarse: mía educación profunda e in­ profimdo. recogimiento esperaban un buen mimbro
tensamente cristiana, junta con una sólida y esme­ de jóvenes el dulce instante de dar un adiós al
rada instrucción. >
mundo prefiriendo sufrir con Jesús y renunciando
E l día después de los exámenes se celebró la a todos los atractivos de la juventud. ¡ Qué espec­
fiesta de 8. Luis Gonzaga con grande esplendor táculo tan henuoso y tan conmovedor!
y entusiasmo.
Después que el Rmo. Sr. D. Felipe Rinaldi im­
Nada diremos de la misa de Comunión general puso a unas el santo hábito y recibió los votos de
ni de la misa solemne, en las que los niños del co­ las otras, les dió una conferencia perfumada de
legio dieron pruebas de la piedad y educación reli­ paternal afecto en la que hizo im admirable elogio
giosa que han recibido duranté el año, la Schola de la vida religiosa.
cantorum lució sus habilidades y los cooperadores y
E l dia 2, Domingo, se celebró la fiesta principal
personas piadosas de la ciudad no dejaron de ma- que resultó grandiosa. E n la misa de comunión
nifc.star .sus simpatías al colegio, asistiendo en gran que dijo el M. R . Sr. D. Felipe Rinaldi, se acer­
número a esta.s funciones. Merece especial mención caron poir vez primera al banquete eucaristico un
el elocuente panegírico del R . P. Emiliano Itúr- buen número de alumnas. A las 10 hubo misa can­
bide C. M. F. que se cautivó la atención de sxis tada que celebró el Reverendo Sr. Inspector, Don
oyentes pequeños y grandes y supo animar a José M. Manfredini, y en la que la Escolanía del
todtxs a imitar al glorioso patrono de la juventud.
Colegio Iiició sxas dotes musicales.
Por la tarde a los 4
se impuso la medalla a
Ocupó la Sagrada Cátedra el R . P. D. Rodolfo
los nuevos congregantes, y después de la Bendición Fierro que con galana frase probó admirablemente
con 8. D. M., se organizó la procesión con la está- que el S. Corazón y M. Auxiliadora han tomado
ttia del Santo, recorriendo los patios engalanados bajo su especial protección el Instituto.
del colegio entre el disparo de cohetes y ios cán­
Por la tarde hubo una magnifica velada mú­
ticos sagrados con que los niños ensalzaban a su sico-literaria en la que hicieron una admirable
santo Protector.
labor las aventajadas alvmmas.
los 7 % estaba el salón de actos rebosante de
Hallábase el patio bonitamente engalanado con
I>úblico para asistir a la velada que se celebraba banderas y gallardetes y entre coronas de verde
en honor del Sr. Director, D. Luis Roca, cuyo ono- follaje colgaban los escudos de las provincias donde
juá.stico era aquel dia. Entre aplausos estniendo- hay Casas de Hijas de María Auxiliadora. A los la­
.sos se fueron interpretando los números que inte- dos del cuadro de la Sma. Virgen que se hallaba en
grabaii el programa, y al finalizar el último, se medio del dosel, estaban los de D. Bosco y D. Rúa.
adelantó el presidente de la Congregación de S. Al fondo, entre los árboles, habíase construido un
Luis para entregar un henuoso regalo que los Con­ escenario bastante capaz.
gregantes ofrecián a su querido señor Director
Ocupaba la presidencia D. F . Rinaldi teniendo
con motivo de su onomástico. Luego se levantó el a su derecha al Exmo. Sr. Alcalde de Sarriá, Sr.
Sr. Director para dar las gracias a los presentes y D. Joaquín Margeirat, Rdo. Sr. Vicario D. Juan
al mismo tiempo para dar sabias reglas sobre las Calmet. la Rma. Madre General del Instituto, la
vacaciones a los niños y a los padres que se en­ distinguidísima dama Da. Jesusa Sen a Viuda de
contraban alU.
Pascual y la Secretaria General; a su izquierda,
Con ésto se dió por concluida la fiesta, que es al Sr. D. Federico Gispert, Rdo. D. José M. Man­
una de la.s que dejan huella en las delicadas al­ fredini, Rdo. D. Manuel Hermida, D. José Calamas ílc las niños, y les ayudan a recordar la santas sanz y el Sr. D. Ignacio Gispert.
cu.señanzas recibidas en el colegio durante el
E l concurso era numerosísimo; estaban repre­
tiem^x) q\ie tengan que pasar alejados de él.
sentados el Clero, el Ayimtamiento, la Magistra­
tura y sobre todo los Cooperadores Salesianos cuya
SAKRIÁ'BARCELONA. — Bodas de Plata en el principal representación llevaban las familias de
Colegio de Sta. Dorotea. — Brillantísimas han re­ Marti Codolar, Pascual y Gispert tan beneméritas
sultado las fiestas que. con moti\*o de la celebra­ de la Obra Salesiana.
ción de his Bodas de Plata, lum tenido lugar en el
Entre las composiciones que se recitaron so­
Colegio de las Hijas de María Auxiliadora en Sarriá. bresalieron el diálogo: * Koblé porfia y adhesión ♦

— 2 S3 —
< U*ta flor del místico jardín en Sarria * j * L Orfanella *, canto de Mons. Cagliero.
La Banda de las Escuelas profesionales inter­
pretó escogidas piezas de su abvmdante reperto­
rio. acertadamente dirigida por su Maestro D.
J a im e Nuño.
No podemos pasar por alto un acto de verda­
dera trascendencia para la \id a social.
El R. Sr. D. R in id i activo y emprendedor como
siempre convocó a una reunión a todas las anti­
guas alumnas del Colegio, muchas de ellas madres
y esposas cristianas, poniendo las bases de una aso­
ciación que ha de producir positivos resultados.
Acordóse por unanimidad celebrar xma reunión
general a principios de octubre para comenzar a
desarrollar el programa que trazó el Rdo. Sr. D.
Rinaldi.
A nadie se le oculta la trascendencia s\ima de
dicha Asociación, dada la importancia grande que
tiene la mujer en la vida social.
Felicitamos a las Antenas Alumnas y deseamos
que su agrupación tenga vida próspera.
Al Tibidabo. — A pesar de lo desapacible del día,
para tenninar debidamente las fiestas, subieron
el 3 de junio todas las alumnas del Colegio a visi­
tar al S. C. de Jesús en su templo del Tibidabo.
Dijo la tniRfl el muy Rdo. Sr. D. F . Rinaldi hallán­
dose presentes la Superiora General, todas las direc­
toras de las Casas de España y la Señora da Serra.
¡Bendiga el Señor tan santa Institución y hágala,
fecimda en saludables frutos.
ROMA.— Las Fiestas jubilarespara celebrar elzs®
aniversario de la Cons^ración de la Iglesia del Sdo.
Corazón, tuvieron principio en el mes de mayo.
El segundo domingo del mes, en obsequio a las
disposiciones de S. S. y más aún para secundar
los ardientes deseos del Corazón de Jesús, se
celebró una solemne comunión general de niños,
en la que más de quinientos recibieron por vez
primera a Jesús en sus inocentes corazones. E l i
de mayo era el día del aniversario solemne, que no
dejó de celebrarse Cbn gran concurrencia de fieles
a pesar de ser dia de labor. Desde las primeras ho­
ras del dia no cesaban de aflnic fieles al santuario.
La concurrencia amnentó en la misa de las 7
ce­
lebrada por el Emo. Card. Van Roussum y no me­
nos nnmerosa fué la asistencia a la misa solemne
y a las fmiciones de la tarde. Notable fué el sermón
de D. Arturo Gianferarri que describió con elegancia
la interesante liistoria de la edificación de la Iglesia,
las fatigas improbas y enormes sacrificios de Don
Bosco y su edificante y conmovedora presencia en
los dias de la consagración.
Solemnes funciones se celebraron también du­
rante todo el mes de junio. E l 9 se hizo con gran so­
lemnidad la procesión del Corpus Cluisti con asis­
tencia de más de diez mil personas, entre las cuales
estaban todas las congregaciones de jóvenes de la
parroquia. S. Excia. Mons. Lazzaresclii, obispo
de Iconio, llevaba el Smo. Sacramento.
En la fiesta del Sdo. Corazón, pontificó las pri­
meras vísperas Mons. Stanley, Obispo de Emaus;
S. Emcia. el card. Rinaldini pontificó en la misa
solemne y segundas vísperas y el Exmo. Mons.

Scano, Obispo de S. Marcos y Bisignano, dió so­
lemnemente la bendición con S. D. M.
L a concurencia de fieles para ganar la mdulgencia plenaria, que según los decretos de S. Santidad
podía ganarse ioHes quoties, fué grandísima.
E l 30 de junio, último día del mes del Sgdo. Co­
razón, tuvo fin el primer ciclo de fiestas del año ju­
bilar que se terminarán con mayor esplendor el
año venidero.
— En el Testaccio, se celebró solemnemente el
9 de junio la fiesta de Sta. María Libertadora.
A un Tnillar llegaron las personas que recibieron
el Pan de los Angeles en la misa celebrada por
Mons. Faberi que dirigió a ios fieles mi conmove­
dor fervorln.
Acto seguido, el celebrante bendijo la bandera
del Círculo de Sras. de S. María Libertadora, siendo
madrina la marquesa Spínola. Pasó después dicho
Circulo, acompañado por todas las asociaciones
de la parroquia a la sala Clemson donde liablaron
el Dr. Mario Cingolani y Mons. Faberi sobre la
fiesta que se celebraba y contestó en nombre del
circulóla distinguida Srta. Ana Brizziarelli.
Por la tarde después del panegírico, salió en
procesión solemne la estatua de la Virgen acom­
pañada por gran número de fieles, asociaciones pia­
dosas y numeroso clero. A la vuelta de la proce­
sión, antes de entrar en la Iglesia, se volvió la ima­
gen hacia la población, y todo el pueblo con graude
entusiasmo, agitando sombreros y pañuelos aclamó
a la Sma. Virgen, Reina del Testaccio. L a escena
fué conmovedora. A l salir los fieles de la Iglesia
hubo concierto musical y por la noche todas las
casas del vecindario estaban artísticamente ilu­
minadas. Esta fiesta es una prueba del progreso
religioso del Testaccio.
— ha inauguración del salón Pío X . — E l do­
mingo 9 de junio se inauguró soleimiemente el sa­
lón Pío X , construido en los locales del Oratorio de
las Hijas de María Auxiliadora en Lungara.
Por la mañana a las 7
hubo misa de comunión
general celebrada por S. Emcia el Card. Vicario.
Por la tarde a las 5, las jóvenes del Oratorio cele­
braron una velada en liouor de María Auxiliadora
y como homenaje al Padre Santo. .
Mons. Francisco Manm^gi. comisario diocesano,
habló de la edificante liistoria de la obra; si­
guieron otras acertadas composicione.s literarias
alternadas con selectas piezas musicales muy bien
interpretadas.
Durante la simpática fiesta se leyó un telegrama
de la Superiora General y im autí^rafo de S.
Santidad que dice asi:
A nuestras amadas hijas las jóvenes obreras del
Patronato que dirigen las Hermanas del Ven. D.
Bosco en Transtevere. haciendo votos para que aprovechen las enseñanzas saludables y santos avisos.
que reciben de las celosas Religiosas para que se
conserven siempre buenas y sean el consuelo de sus
familias, enviamos de corazón la Bendición apos­
tólica.
Del Vaticano a 2 de junio 1912.
p lu s P.P. X .

— 284 —
Calurosos aplausos acogieron las expresiones au>
gustas del Vicario de Jesucristo.
Por último, el Revmo. Mons.Faberi, con palabra
feliz y vibrante puso fin a la fiesta hablando de los
méritos de la Iglesia en la educación del pueblo,
y animando a las jóvenes a corresponder a los cui­
dados de la Iglesia.
Ilustres personalidades, entre las que se no­
taban las Plxmas. hermanas de S. Santidad
Mons. Rosa y otros, honraron el acto con su pre­
sencia.
VENECIA. — Ea el Inslltuto-Patronato de Castellú, se celebró el 16 de junio una espléndida
fiesta que es un indicio de la actividad que han
desplegado los salesianos en los seis meses que lle­
van trabajando en este instituto.
La fiesta revistió una solemnidad especial pues
el Emilio. Card. Patriarca tuvo a bien honrarla
con su presencia. A las 7 de la mañana llegó
en góndola ol puente de Sta. Ana, donde le
esperaban todos los alumnos con el director, v a­
rios sacerdotes de la parroquia, muchos coopera­
dores y otras muchas personas que acompañaron
a S. Emcia. a la iglesia del instituto. Recibido con
un motete de ocasión ejecutado por la Schola caniorum. celebró la Sta. Misa, dirigiendo después del
lívangelio im sentido discurso al auditorio que lle­
naba la iglesia, y imtes de la comunión hizo un ins­
pirado fervorín que despertó en los niños los más
piadosos sentimientos de amor a sus deberes y
a J esús Sacramentado. Siguió la primera comunión
de trece alumnos del instituto y la general de los
demás a los cuales se imieron muchos cooperado­
res y fieles.
De.spués de la Misa, S. Emcia. administró la Coñfinuación y puso fin a la función con la bendición
de S. D. M.
Después de la función de iglesia, los superiores
y alumnos del Instituto quisieron mostrar su gra­
titud al amado Pastor. En el salón del teatro, ador­
nado con banderas y ñores, después del discursito
de gracias del director, varios niños le dirigieron dis­
cursos y poesías de circunstancia; y al fin imo de
los niñas de primera comunión le ofreció con frases
afectuosas en ftombre de sus compíuieros un rami­
llete de flores.
Presenciaron la simpática demostración muchos
parientes de los niños e ilustres personajes de la
ciudad. S. Emcia. se entretuvo cariñosamente con
ellos y con los niños regalando a estos algiuios obje­
tos de piedad y a las 10 J dejó el instituto entre las
ovaciones de los niños, y demás personas que habían
presenciado las funciones y qqe le acompañaron
liosta la góndola.
Hubo (lespués misa solenme celebrada por Mons.
José Ihevitali. Director diocesano de los coope­
radores, el cual por la tarde cantó las glorias de Ma­
ría Auxilitulora y dió la beiulición con S. D. JI.
Por la noclie se ejecutó un escc^ido programa
dramático-musical con grcui afluencia de amigos y
admiradores de las Obras de D. Bosco, entre los
cuales se distinguían mucluis señoras y una numeuvsa representación del clero.
A

(^roñica de los Oratorios FestiYosl)
SANSEVERO. — Ea el Oratorio Saleslano — Los

jóvenes obreros de la Compañía de S. José celebra­
ron con gran solemnidad la fiesta de su Sto. Pa­
trono. E l día anterior representaron un drama
ante im selecto grupo de cooperadores que aplau­
dieron mucho a los jóvenes artistas. Al fin hubo
una rifa
beneficencia con objetos regalados por
la benemérita condesa de Fraccacreta y se repartie­
ron a los socios de la compañía premios consis­
tentes en relojes, corbatas de seda y cortes de trajes
de verano. Por la mañana del día de la fiesta, hubo
misa de comunión en la capilla del Oratorio con
escogidos motetes. L a función religiosa de la tarde
se celebró al aire libre en el patio lujosamente en­
galanado. Junto a los niños que en gran número
asistían, se veia un grupo de bienhechoras de la
obra salesiana y una miütitud de fieles santamente
conmovidos.
A la procesión asistió el círculo de jóvenes « D.
Bosco p con su bandera.
CATANIA. — En el Oratorio de S . Felipe Neri. —

Con grande entusiasmo los jóvenes de la sociedad
deportiva « Ardor p del Oratorio de S. Felipe de
Neri se presentaron en el estadio del Colegio de
S. Francisco de Sales para dar im espectáculo cuyo
producto se destinaba al aeroplano * Caiania *. Un
número inmenso de espectadores y espectadoras
ocupaba las hennosas terrazas del colegio.
Los gimnastas se presentaron al aire marcial de
la charanga y entre los aplausos del público, bien
alineados, luciendo su brillante imifonue y prece­
didos por el magnifico medallón y la gloriosa ban­
dera social. En seguida se ejecutó el interesante
programa.
Entre las autoridades estaban: S. E . el Card.
José Nava, S. Excia. Mons. Emilio Ferraris, el Go­
bernador Sr. Rosiello, dos miembros del Comité
provincial «pro-aeroplano Caiania» y otras distin­
guidas personalidades.
— Escuela de Religíóa. — Además de las lec­
ciones dominicales a un gran número de estudian­
tes de las clases superiores, ilustrados profesores
dan todos los sábados conferencias cuyo fin es di­
fundir la cultura artística, literaria, e histórico-cristiana entre los jóvenes del Bachillerato y Univer­
sidad. listas conferencias tienen siempre un nu­
meroso auditorio e ilustres profesores del Regio
Ateneo las honran con su presencia.
E l 15 de junio se celebró la solemne ceremonia
de clausura del curso de Religión. E l atrio del ora­
torio estaba lindamente engalanado.
L a conferencia de clausura estuvo a cargo del
Dtr. Pedro Galvagno, profesor de la R. Universidad
y presidente del Comité provincial « Pro Schola»
constituido para defender la libertad de enseñanza.
El desarrollo del tema fué llevado a cabo con
verdadera maestría. Por más de una hora estuvo el

— 2Ss —
auditorio pendiente de los labios del orador que
recibió los más calurosos apla\isos y mereció las
felicitaciones más expresivas del Emo. Card. Nava
que con tanta amabilidad se había dignado asis­
tir a aquella nueva fiesta.
Siguió la relación de la actividad desplegada por
la escuela y se dió cuenta de las lecciones que se ha­
bían dado, los temas desarrollados y las discusio­
nes relativas, y de las conferencias de arte cuyo
fin es la difusión de la cidtura cristiana entre los
jóvenes que cursan los institutos y imiversidades.
El relator concluyó prometiendo que el año que
viene se obrará mucho mejor instruidos por la
esperiencia y alentados por la cooperación de los
jóvenes y las simpatías de las autoridades.
El inspector P. Fascie con palabra elegante y
pensamiento elevado presentó su homenaje reve­
rente al Emo. Cardenal que con su presencia había
aumentado la soleumidad del acto y sancionado
una obra cuyo fin es únicamente la instrucción y
educación de los jóvenes estudiantes que tanto se
procura alejar de la vida cristiana.

MEMORIAS BIOGRAFICAS
de Mons. LU IS LASAGNA.
CAPITULO X L V II {Coniinuación.).
Como quiera que la ardua empresa que acababa
de aceptar para sus misioneros requería medios
inmensos con que superar los innumerables obstá­
culos y dificultades, desde luego recurrió Monse­
ñor a todo el que abrigara sentimientos de caridad:
« ICstuve mucho tiempo perplejo, dice en su admi­
rable circular, sobre* si debería hacer este llama­
miento a la caridad del público; mas al fin, ven­
ciendo toda repugnancia y vacilación, me decidí
a romper el silencio y a implorar por medio de la
circular presente el concurso de todos para una
empresa sobremanera ardua y trascendental no
sólo por su carácter religioso, sino también por su
naturaleza esencialmente humanitaria; empresa
que redundará en gran beneficio y honra de toda
la liidalga nación brasileña *. Expone luego la
extrema necesidad de socorrer a los centenares
de millares de pobres Indios, que desde hace siglos
están esperando una mano benéfica que descienda
hasta el abismo de su miseria para levantar en
ellos la dignidad del hombre, indicarles los medios
más obvios con que procurarse un modesto bien­
estar y sobre todo salvar sus almas. Y continúa:
«Estimúlanme a esta empresa los prodigios de celo
y caridad que con el mismo sublime intento se
obraron en los pasados siglos y que aim hoy día
se están obrando por el heroísmo de venerables e
intrépidos misioneros *. Pero ¿con qué títulos se
presentará al público proponiendo esta misión?

E l sabe que es el Obispo de los salvajes, y por eso
añade: « Pero lo que con más fuerza me impulsa a
recurrir a vosotros, os lo confesaré paladinamente,
es la voz del inmortal Pontífice León X III, quien
me hizo consagrar Obispo en Roma, y me prodigó
las más grandes y paternales demostraciones de
afecto, para estimularme a trabajar con celo y
eficacia crecientes en pro de la civilización de los
numerosas hordas que andan vagando por l;\s
vírgenes florestas del inmenso territorio brasileño.
E l gran Pontífice que rige los destinos morales y
religiosos de todos los pueblos del mundo y que a
todos los hombres abraza con su ilimitada caridad,
vió con infinito consuelo de su alma los esi)léndidos frutos cosechados en estos últimos tiempos
por los Salesianos en la Patagoiüa y en la Tierra
del Fuego con la conversión y cmlización de los
Indios Onas, y me mandó al Brasil para que aquí
me empeñase con todas mis fuerzas en extender
a estos indígenas los benéficos influjos de la civi­
lización »..
Después de narrar su \*iaje a Matto Grosso, el
amoroso acogimiento que le habían dispensado el
Presidente y el Obispo, el estado infeliz de los
indios Cordados a quienes muchos hombres sin
entrañas pretendían destruir como a fieras peligro­
sas. expone los designios de los Salesianos y los es­
fuerzos que harán igualmente las Hijas de María
Auxiliadora para reducir a aquellos salvajes a
más apacibles costumbres y para hacer de ellos
otros tantos hijos de Dios y hermanos nuestros en
Jesucristo; y finalmente implorando con nobilí­
sima exhortación el socorro de las limosnas y ple­
garias de todos los habitantes del Brasil, tennina
con estas palabras: * Por amor de aquel Dios que
nos impone la piedad hacia el pobre y el desvalido,
por amor de la lumianidad, tan decaída y degra­
dada en la persona de estos infortunados inchgenas, no os desdeñéis de socorrer a los misioneros sa­
lesianos que con admirable abnegación se con.sagran a la salvación de aquellos infelices, Dignaas
constituiros en propj^andistas de esta obra entre
\niestro parientes y amigos; con la palabra y el
ejemplo liaced que sean muchos los que se asocien
siquiera con alguna oferta a los méritos de esta
santa cruzada. Jesucristo tjue prometió no dejar
sin galardón un vaso de agua dado a un pobre por
su amor, ¿cómo no ha de colmar de bendiciones
a las almas generosas que concurran a traer a la
fe y a la civilización a aquellos Indios infortuna­
dos? Los buenos misioneros, y las denodadas reli­
giosas que dentro de pocos días irán a reunirse
con ellos en aquellas lejanas florestas, no cesarán
xm solo instante de implorar las recompensas del
cielo para vosotros, para vuestras familias, en favor
de todos los intereses materiales y morales de los
bienhechores de esta misión. Y yo también, cuando
me traslade a aquellos desiertos perdidos para vi­
sitar y esforzar a tnis hermanos; cuando allá me
traslade para bautizar y confirmar en la fe de Jesu­
cristo a aquellos nuestros amados neófitos, yo tam­
bién me uniré a todos ellos rezando con las lágri­
mas del agradecimiento, para que Dios recom­
pense liberalmente a todos los que protejan y fa-

— 286 —
vorezcan esta primera e importantísima misión
salesiana de Matto Grosso.
E l i6 de enero de 1895 Monseñor, de cuaren­
tena en la isla de Flores, me escribía estas tex­
tuales palabras: • Mi circular fué recibida con en­
tusiasmo. E l I’resídente de la República me es­
cribió una e^léndida carta de felicitación, y en
umi audiencia tuvo palabras y promesas muy
halagüeñas para nosotros . Como es hombre sin
ninguna creencia religiosa, todos quedaron asom­
brados. E s la Providencia que todo lo gula ». Y
como ya le había hecho algmias observ'aciones
acerca de los peligros que corrían las Hennanas
entre los salvajes, así me respondía: « V. verá que
según van las cosas en Matto Grosso es lance fortoso que las Hemianjis precedan y no sigan a los
Salesianos. En aquellos clúnas cálidos las mujeres
no andan vestidas sino con los rayos del sol. ¿ Cómo
quiere V. q\ic los misioneros se pongan en contacto
con ellas? h^te es oficio de las Hermanas: los mi­
sioneros harán su ]>arte con los hombres y los ni­
ños.
una verdadera providencia para aquellas
regiones el que podamos tener el apoyo de las
licnuanas sin el cual no me atreviera yo a
arriesgar a mis hermanos. Sé de otros que fueron y
no volvieron más, embniteoiéndose ellos mismos
en la ])oligamiu *. De esto pueden argüir los lecto­
res las dificultades que Mons. Easagna tenía que
superar cu la evaugelización de los salvajes.
CAPITULO X L III.
Salida de Cuyabá — Corazones juveniles — En
chata — La realidad después de cuatro años —
Los Indios Chamacocos — Ni una palabra — En
Villa Concepción — El cacique Quazú — Los
Indios Cainguaes — Buen corazón de aquellos
salvajes — Quieren el bautismo — El adorno más
galano.

No bien concluidas las gestiones para la misión
de Matto Grosso, que tuvieron el felicisúuo éxito
indicado, Monseñor se dispuso a volver a Jlontevideo desandando el largo y penoso camino.
Ivl II de Junio llegaba al puerto de Cuyabá la
chata en que él habia de embarciu^, y al día sisuieute, después de haber hecho las visitas de des­
pedida a las autoridades eclesiásticas y ci\*iles, a
las cinco de la tarde fué acompañado al puerto por
el Obispo, el l ’residente, todo lo más granado de
la ciudad y gran golpe de pueblo. Sobremanera
conmovedor fué el espectáculo que ofrecieron a
to<la la |K>blución los niños del oratorio festivo.
Hacia pocos dias que conocían a Monseñor, y ya
le amaban como a teniisimo padre; de suerte que
habiendo tenido barruntos de su salida, en número
de irnos doscientos se presentaron en el Oratorio
para desearle feliz viaje y protestarle su cariño.
Con suma atención escucharon los palabras ternisimas del buen Obispo que apenas podia contener
el Ihuito. y después focmados de dos en dos le acompoi'uuxm hasta el rio. L a multitud allí reunida no
alcanzalxi a ex{>licursc cómo aquellos niños , en su
mayor piute |H>brcs e ignonuites, y aun hec'.ios
a vagar por las fiorestas a semejanza de los Indios,

'''

habían cobrado y a tal afición al Obispo, que no
acertaban a separarse de él. Monseñor para con­
solarlos hubo de prometerles que pronto volvería.
E l abrazo que le dieron el Obispo de Cuyabá y el
Presidente, las lágrimas que les brotaban de los
ojos y las afectuosísimas palabras que mutuamente
se dijeron en el momento de la separación eran
señal inequívoca de que se había granjeado todas
las voluntades. Inmensamente doloroso fué tam­
bién para los hermanos el adiós al amadísimo Su­
perior de quien los había de separar desde entonces
tan considerable distancia: mas, a fuer de buenos
misioneros, consumaron generosamente este sacri­
ficio. L a chata en que se había embarcado Monse­
ñor con su compañero se puso en movuniento.
mientras toda aquella oleada de pueblo saludaba
una vez más, prormmpiendo en vítores y agitando
los pañuelos, a aquel a quien con toda verdad de­
signaba con el dictado de bienhechor.
Al cabo de algunas horas el que hubiera podido
seguir la ruta de nuestro Prelado, le habría visto
entretenerse en familiar conversación con viajeros
de todas las condiciones, y con encantadora sen­
cillez comer con los demás su mendrugo de pan y
su ración de charque, y finalmente, arrebujado en
una manta esforzarse por conciliar el sueño en el
desnudo sollado. Nada más edificante que verle
pasar, con la misma jovialidad, de las frenéticas
aclamaciones que le granjeaba su carácter epis­
copal y su caridad, a la humilde condición del mi­
sionero privado con frecuencia de las cosas más
indispensables para la vida.
E l día s^uiente, a eso del mediodía, alcanzaron
en Barranca Alta al vapor Coxipó, que, no obstante
sus escasas comodidades, les pareció a nuestros dos
viajeros el palacio de un rey en comparación de la
barca de fondo chato en que venían primero. En
tanto que se trasbordaba el equipaje. Monseñor ad­
ministró cuatro bautismos; y (particularidad digna
de nota) el territorio en que aquellos niños eran
regenerados con las aguas bautismales, estaba
todavía en la parroipiia de San Gonzalo que el
Obispo de Cuyabá acababa de confiar a los Sale­
sianos. [Tan inmensa es su extensión! En este in• tennedio se ^’ieron rodeados de Indios a quienes
dieron medallas que ellos aceptaron con señales
del más vivo reconocimiento.
E l calor y a no era, gracias a Dios, tan intenso;
el vaporcito, a favor de la corriente, caminaba con
mucha más rapidez, y el 17 de julio echó anclas
frente a la ciudad de Corumbá. Allí Monseñor Lasagna tuvo ocasión de visitar el arsenal y de entre­
tenerse algunos instantes con el buen Párroco que
a toda costa quería tener cuanto antes un instituto
en su parroquia; pero sólo cuatro años después
Ninieron a cumplirse sus santos deseos.
A la mañana siguiente Mons. Lasagna se em­
barcó en el Ladario, grande y cómodo vapor que
salía con ruiubo al Paraguay. Durante el trayecto
suelen acercarse a la orilla del rio muchos grupos
de Indios con el remo o la ñecha en la mano. Los
más son de la tribu de los Chamacocos, los cuales ya
amansados se ponen al serricio de alguna familia
civilizada para cuidar el ganado, a trueque de
galleta, algún anzuelo, alguna fruslería y a veces

— 2$7 —
algún retazo de tela que las mujeres envuelven
apretadamente alrededor del cuerpo. Aquellos
pobrecillos eran para Monseñor objeto de estudio
V de compasión. Un día habiéndose detenido el
vapor a fin de cargar bueyes para el consumo de a
bordo, él desembarcó y se acercó a unos Indios que
por allí se asomaban para vender a los pasajeros
una especie de abanicos tejidos con hojas de palma.
Compró él también para tener ocasión de dirigirle
la palabra y regalarles medallas y otros objetos;
pero no logró entender ni rma palabra de su bár­
baro lenguaje. jOh! ¡cómo se le oprimía el corazón
al verlos tím desgraciados en cuanto al cuerpo!
Pero mucho más aún le afligía el no poder ayudarlos
a instruirse y a salvar sus almas.
Al cabo de tmas veinticuatro horas de navega­
ción ancló el Ladario frente a Villa Concepción
donde nuestro misionero hizo una breve etapa
cuyas peripecias así cuenta él mismo: « Nos despedinios del buen Capitán y de los compañeros de
pasaje, y deseinbarcamos en la falúa de la capi­
tanía del puerto. Varios caballeros me lucieron un
benévolo acc^imiento. y me dejé acompañar por
ellos hasta la casa de im cierto Don Ildefonso Fer­
nández, oriundo del Uruguay, y que es aquí rico
poseedor de extensísimas tierras y munerosos ga­
nados. Había libad o de su hacienda el día anterior
con la esposa y un hijito, y nos cohnó de atenciones.
Y a fé que yo tenia necesidad de ellas, porque mis
dolores reumáticos iban en aumento, de manera
que pasaba malísimas noches y de día apenas
podía mover los miembros. Sólo me detuve tres
días, continuamente asediado de gente a quien
mañana y tarde administraba la confinnación
y predicaba la palabra de Dios. Esta ciudad comu­
nica con la capital por medio de un vaporcito que
hace el viaje una vez por semana, de suerte que
yo, perdiendo la salida del domingo, me hubiera
visto obligado a esperar ima semana entera, asi
es que renunciando a visitar el Chaco me dispuse
a salir el domingo.
’ Entre la ciudad ,y el Chaco se interpone una
larga isla a la cual no se da vuelta en menos de tres
horas de bote, contando con. buenos remadores.
A pesar de todo, cada mañana llegan de allá nume­
rosos Indios, los más de ellos pordioseros, y otros
que trafican en pieles. Pertenecen a la tribu de los
Lenguas, los más mansos del Cliaco. Son servi­
ciales y de buena índole, y se me asegura que difí­
cilmente roban: en efecto, entran en las ca.sas,
penetrad en los patios, en los negocios, pero no
se apoderan de nada por medio del hurto, aunque
•piden y mendigan hasta el cansancio. A la puesta
del sol los soldados los echan a la otra parte del rio.
* Al segundo día recibí la visita del cacique
Guazú, jefe principal de estos salvajes, escoltado
por cuatro de sus Indios con todo el cuerpo pintarrejeado de la tná.s extraña manera. Apenas
traen un harapo alrededor de los lomos. ¡Qué jayán
era aquel Indio! Me llevaba un palmo y a caso más,
tenia nna musculatura de Hércules: erguido, con
la cabeza y los hombres inclinados hacia atrás,
ofrecía el aspecto de un guerrero formidable. Cha­
purraba el castellano y venía a felicitarme por mi
llegada y a invitarme a sus toldos. Me puometía

buena leche y huevos. A toda costa quería llevarme
consigo y hasta llegó a asirme del brazo con sus
mauazas pringosas. Tenía la canoa pronta y aque­
llos sus cuatro ayudantes de campo me aseguraban
que eran excelentes remadores, y nadadores tan
expertos, que aim a cuestas me podían llevar a la
otra orilla del gran río.
» Y o les hice buenos regalos en cigarros y en
dinero, y los despedí con los modales miis carita­
tivos: él se marchó triste y cabizbajo. ¿ Que habrá
pensado aquel desdichado hijo de la floresta? ¡Oh!
si él hubiera podido leer en mi corazón y ver que
yo quedaba muy más triste y mortificado que él!
E n aquel momento por una parte me consumía
en deseos de aportarle un socorro, cualquiera (¡ue
fuese, y por otra me atormentaba la imposibilidad
de hacerlo por entonces y quizá por muchos años.
Excogitaba expedientes, hacia cuentas giUanas,
pero no llegaba a nada de ])ositivo. Sin personal,
sin medios materiales, con deudas enormes gravi­
tando y a sobre la misión, a la vista de tantas nece­
sidades a las que no se puede poner remedio, sentía
que se apoderaba de mi el desaliento. ¡Y pensar
que entre aquellas tribus ya hay establecida ima
misión protestante rumbosamente sostenida ]>or la
Sociedad Bíblica de Londres! Todos me dicen (¡ue
la dicha misión es impotente y que está herida
de esterilidad: pero, ¿a quién se le oculta que será
iin obstáculo para el misionero católico? Los pro­
testantes nos han precedido: han marchado a la
vanguardia para sembrar la cizaña, y nosotros,
mensajeros de salvación, llegaremos tarde, quién
sabe cuando llegaremos. ¿Cuándo despuntará el
día en que en estas tierras como en las regiones
patagónicas, puedan diseminarse los misioneros
y las Hermanas de María Auxiliadora, buenos cate­
quistas y honrados agricultores para encaminar
a la civilización y salvar a estas razas desgraciadas ?
Plegue a aquel Dios que sabe suscitar de las piedras
hijos de Abraham, que sabe ablandar los corazones
más empedernidos, enviamos cuanto antes buenos
misioneros, y limosnas para sostener con fmto
estas cristianas empresas y cont^uistor jiara Dios
a estos pobres hijos de los bosques *.
En este viaje por el río Par<iguay recogió tam­
bién preciosas noticias acerca de otra tribu de
salvajes que demoran en la banda o|)uesta del
Chaco, conocidos con el nombre de Cainguaes o
Caimoaes. Son salvajes que conservan tradiciones
de orden, de moralidad y de trabajo, las <pie los.
hacen superiores a los demás. Nótanse entre ellos
con muclia evidencia los rastros del Evjuigelio
predicado a sus abuelos por los J e ^ t a s . Ivn efecto,
al aparecer im extranjero, en señal de paz le pre­
sentan en alto una mda cruz.
Todas las tardes al ocaso del sol el cacique reúne
su tribu y, puestas las manos, entona un cánticf>,
que todos jimtos vuelven a repetir al alba: y se ha
descubierto que este canto es el paternóster tra­
ducido a la antigua lengua guaranitica, hoy día
desconocida, porque la que habla el vulgo en todo
el P a r^ u a y es nn guaraní d^enerado, un dialecto
que casi no tiene semejanza con ei antiguo idioma
de las Misiones Jesuíticas.
Durante la guerra que el sanguúxario déspota

— 288 —
Francisco Solano López sostuvo con los ejércitos
aliados del Brasil. Argentina y Uruguay, los Cainguaes dieron señales de muy buen corazón y de
caridad. Aquel Nerón en Setiembre de 1869 a todas
las familias que sospechaba contrarias a su tirá­
nico gobierno les arrebató las esposas y las hijas
a quienes en número de dos mil catorce arrojó entre
hus eumarañadius esjiesuras para que muriesen de
hambre. Grima da la narración de sus padeci­
mientos. Muchas sucumbieron a fuerza de priva­
ciones; muchas se dejaron morir de desesperación;
pero muchas fueron salvadas por aquellos pobres
salvajes (jue, barruntando sus inauditos sufri­
mientos, no sólo las llevaban alimento sino que
poco a poco, sustrayéndolas a la vigilancia de los
crueles centinelas del tirano, las escoltaban hasta
el campo de los aliados. Todo esto recogió Monse­
ñor de boca de las señoras de Bedoja y de la viuda
del Presidente Gil, que fueron precisamente de las
I>ücas que a la cari<lad de aquellos salvajes debie­
ron la dicha de escapar a una muerte segura.
(Cow/mMarrf).

E l círculo Católico de obreros de Huelva ha
perdido en él un incomparable presidente, la
causa católica uno de sus más valientes defen­
sores y la Pía Sociedad Salesiana im excelente
cooperador, que bien comprendía el valor ca­
tólico social de esta obra y con generosidad la
ayudaba.
L o recomendamos de todas veras a las fer­
vorosas oraciones de nuestros cooperadores y
presentamos a su distinguida fam ilia el tributo
de nuestro más sentido pésame.

(Cooperadores Salesianos difuntos.

Sr. D. Enrique Herráez, Médico Biar (Alicante)
* * Francisco de A. Mayol
Barcelona
* * Francisco P. \'^idal y Altago
»
* » Mariano Délas y Foxá
.>
» * José Codina
Berga (Barña)
» . » José J . Lapique
Coruña
* * Manuel Roynela
Cuenca
» ■' Damián de León
»
Sra. Da. Filomena Castillo
»
í » María Conradi Jiménez Carmo^ia (Se\-illa)
* * Amor del Toro y Capitán »
x.
Sr. D. Demetrio Martínez
Horcajo (Cuenca)
Sra. Da. Juana V. vda. de Sánchez Jerez (Cádiz)
» » Josefa García de Navarro Las Palmas
(Canarias)
Falleció el día 6 de Agosto víctim a de rápida
» * María Teresa Diez V. de Rétegui Madrid
» » Matilde Cortés y Urréjola
t,
enfenncdad en Sevilla, donde se hallaba ocu­
Rdo. Sr. D. José Herrador
Medina (Valladol.)
pado por asuntos profesionales.
Nacido en Valverde del Camino, al terminar Sra. Da. Francisca de Paula Benedito Sueca (Val.)
.v
»
con gran brillantez la carrera de leyes se tras­ Sr. D. Andrés Meseyer
So.v (Alicante)
ladó! a
ciudad de Huelva, donde bien pronto Sra. Da. Josefa Gisbert
Inocencia Arribas
Villar D. Garda (C.)
empezó a distinguirse más que por sus notables
» * Máxima Lorenzo
»
trabajos forenses y por sus exedentes dotes so­
» » Catalina Pérez de Torrens
Valencia
ciales, por un acendrado amor a la causa cató­
»
» Concepción Suárez de García
lica a la cual consagró todas sus potencias.
* ’> Elisa Valero v. de Escofet
*
L a inmensa labor social realizada en Huelva
* * Josefa V. de Indalecio
>
»
■ Magdalena B. de Oyanguren
?>
en estos últimos tiempos ha tenido en él un
»
« María Portóles Mateu
»
apoyo decidido.
* María JIoya v. de Espert
*
L a devoción al Sagrado Corazón, la Adora­
* » María dé la Purif. Domenech de Gon­
ción Nocturna, el Círculo de obreros, la Panade­
zález
ría católica, la barriada de casas obreras, las
* » Rafaela de Espl
escuelas, todas esas numerosas obras admiración
» ■' Teresa Visero
de los extraños, han tenido en Mora Batanero un
» '• Teresa Hueso v. de Llopis
apóstol que predicó con el ejemplo, un esforzado
» “ Fidela Fabra v. de Arrue
adalid que luchó con perseverancia hasta con­
»
" \'icenta Piñalba v. de Moroder
seguir el triunfo.
Sr.D. Femando Assensi y Casaviella

Juan B. Albelda
»
Murió a los treinta y ocho años de edad,
* • Jaim e García
cuando ardían en su alma anhelos para mayores
* » Ricardo González
empresas.
* * Salvador Giner
Hace dos años organizó la Peregrinación a
* » Viceiite Mompó
Nuestra Señora de Lourdes que fué un éxito
" » Eusebio G. Cuenca Zarza del Tajo (Cuenca)
asombroso
Ahora preparaba otra nueva Peregrinación
Con aprobación de la .-áutoridad Eclesiiística;
ejue la Virgen Santísim a ha querido compensar,
Gerente: JO S E G.AMBIXO.
sin duda, llamándolo para que saciara toda la fe, Establee. Tip. de la S.
Int. de la Buena Prensa
todo el entusiasmo que enardecía su corazón.
Corso Regina .Margherita, N, 176-T U R IN .

NECROLOGIA

El Sr. D. Andrés Mora Batanero.
Texto
AÑO XXVII - N. lo

Edición de España

Octubre de igia

Boletín $ak$iano