BS_1920_06.pdf

Medios

extracted text
LIBRERÍA EDITORA INTERNACIONAL DE LA S. A. I. D. BUONA STAMPA
TORINO —Corso Regina Margherita 174-176 — TORINO

lO SE PH RICKABY S. J.

DE NIÑO A HOMBRE

Traducido directamente de la 3* Edición inglesa por R odolfo F ie r r o T o r r e s , Salesii
Volumen de 300 páginas
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Ptas. 3 ~
‘? q b l i c a c l o n e s r e c i e n t e s

THEOLOGIAE MORALIS SINOPSIS
Auctore P E T R O R A C C A

HrohUUacaai» TaarlMntlt Sacnrdo» Sacra» Tfttologia» Doctor»,

B r e v e o p a s ex sapientissimis scriptoribus in R e Morali eductum et ad normam novt
T^Odicis J o r l s G a n o n i c i exaratum. — Vol. (2 0 x 1 3 )
casi 600 págs. Ptas. 12,5*

DE CENSURIS “LATAÉ SENTENTIAE,,
QUAE IN e o D ie a j d r i s en m eN iei c o n t in e n t u r c o m m e n t a r io l u m d ig e s s it
JOHANNES CAVI6 I0 LI - Archlpresbyter S. Maurttil a Cüvó
Hermoso volumen en 16® páginas 1 6 4 .............................................................Ptas. 3 7$

NOVUM JESU CHRISTI TESTHMENTUM
Vulgatae Editionis iuxta exemplar Vatícanum cum appendix
Volumen manual ( 1 3 x 8 ) impreso en finísimo papel opaco, contorno encamado en todas hl
páginas. Págs. xvl»8oo. Encuadernación en tela negra, corte encarnado
. Ptas. 6 —
Encuadernación en tela negra, corte dorado
.
.
.

»
7 5*
B EC H IS Sac. M ICHAEL

•«o totius Sacrae Scripturae concordantiae iuxta vulgatae editionis exemplar Sixti V P. M.
iussu recognitum et Clementis V III auctoritatae editum praeter aipkabeticum ordiním i%
grammaticaU redactae. — Dos grandes tomos en 4, de más de 200 páginas Ptas. 14 —
M AZZELLA Mons. ORAZIO
(ARZOBlSrO DB TARBNTO)

PRAELECTIONES SCHOLASTICO-DOQMATICAE
Breviori cursui accomodate
Cuatro tomos en 8* mayor

Ptas. 25.

7ohimen I complectens Tractatus de vera Rellgtone, de Scríptura, de Tradltlone, de Ecclesta ChrfstI Ptas. 6,ts

Volumen II complectens Tractatus de Deo uno ac trino et de Deo creante
.
.
.
.
> 6,»!
Volumen III complectens Tractatus de Verbo Incamato, de Gratia ChrístI et de Virtutibus infusis > 6,aj
Volumen IV complectens Tractatus de Sacramentis et de N o v i s s i m l s ..................................> 6,s5

A d v e rte n c ia s . — Todas estas ediciones se hallan sólo en la Sociedad E ditora ¡otef*
macioaal para la dituslóa de la B u en a Prensa, Corso Regina M arg b erita 174'176,
Tmrin (Ita lia ), a la cual deben dirigirse los pedidos acompañados de su importe. — E l precie
i t l franqueo está calculado para cada volumen. — Se hacen rebajas tansolo para los grandes
adidos. Los gastos de envío son a cuenta del comprador. — Las rebajas son sobre e l precio del
ibro, no sobre e l franqueo. — D e la rebaja disfrutan los Seminarios, Colegios, Institutos.

Junio Julio de igso

AÑO XXXV -N . 6-7
o
^

Q

Q

Q

Q

Qg
<7 Ú í I

C)
(?

ti
(J

Ci

O

el

l^oletin Saltsiano
^

^

^

0

O^CS::^

" '" “ A - i

r:^a

0

0

T urín —■V ia Gotíolengo N. 32.

S U M A R IO .
Las jornadas gloriosas de M a y o ................................. 163
Carta de S . S . Benito X V a D on Pablo A lbera .. 164
Los Congresos: Prim era Sesión general . . . .
165
El Congreso de lo s Cooperadores
........................... 168
Congreso de los A ntiguos A lum nos . . . . . .
175

Congreso de las Antiguas A lu m n .a s ................................ 183
Segun da Sesión g e n e r a l ..................................................... ^9 »
Reuniones e s p e c i a l e s ........................................................... ^93
Solem ne Sesión de c l a u s u r a ........................................... >95
L as Fiestas d el P a d r e ......................................................
L a s F iestas d e la M a d r e ......................................................200

Las jornadas gloriosas de mayo
impresionados por los grandio­ que era objeto por parte del gobierno: sesenta
sísimos acontecimientos y solemnes fes- años más tarde, en el propio día de Pentecos­
tés, el Gobierno italiano rinde oficialmente un
■■ ' tejos que se han verificado en este rinconcito de Valdocco, en los dias que corrieron tributo de admiración y gratitud y reconoce
del 20 al 25 de mayo, empuñamos la pluma los inmensos servicios prestados a la nación
para comunicar la noticia de ellos a nuestros por el santo sacerdote. Es que la verdad, si
amados lectores, que con el corazón y el es­ alguna vez padece y se ofusca, al fin brilla y
píritu nos han acompañado durante esos días triunfa: es la bondad y santidad del hombre
desde los más remotos países. Quisiéramos de Dios que comienza a irradiar sus inextin­
trasladar al papel, y hacerle transmisor de las guibles resplandores.
Hemos asistido a la apoteosis popular y hu­
vivísimas impresiones, de los sublimes entu­
mana
del Educador insigne, del pa<lre de los
siasmos, de los grandiosos sucesos, que aquí
hemos sentido y presenciado: pero supuesto huérfanos, del Bienhechor de pueblos y mu­
que hubiera pluma de hombre bastante pode­ chedumbres: preludio, así lo esperamos, de
rosa para ello, desde luego declaramos que otra apoteosis mucho más grande, elevada y
augusta, que se verificará cuando, no ya los
esa pluma afortunada no es la nuestra.
Diremos pues, sencillamente, como fieles na­ hombres, sino Dios mismo, por boca de su
rradores, lo que la memoria, ayudada de los Vicario en la tierra, muestre al mundo el pe­
destal y trono perdurable que le ha dado en
documentos, nos sugiera.
Fueron días grandes, jornadas gloriosas para su reino, y haga resplandecer en torno de la
frente de nuestro Padre la aureola de honor
el humilde Pastorcillo de Becchi, que recibió
el homenaje de los Monarcas y del pueblo, y gloria inmortales con que corona a sus ele­
de los sabios y magnates, de los pobres y sen- gidos, a sus Santos.
Pero al frente dé las hermosas páginas que
cillós, de la ciudad de Turín, de la nación ita­
acaba
de escribir la Familia Salesiana en su
liana y del mundo entero.
hazañosa historia, nos complacemos en trans­
¡Oh trazas admirables de la Providencia!
El sábado de Pentecostés de 1860 señala en cribir la siguiente de oro con que nuestro
la vida de nuestro Venerable Padre, una de amadísimo Padre, el Papa Benedicto X V , se
las horas más terribles y angustiosas que pasó ha dignado honrarla.
en toda ella por la persecución sistemática de
,
>C3JrX
fO D A V ÍA

T

2

X

A L AM ADO H IJO

Rdmo. Don P A B L O A L B E R A ,

Pbro.

RECTOR MAYOR DE LA CONGREGACIÓN SALESÍÁNA
DEL VBLE. DON JUAN ROSCO.

BENEDICTUS PP. XV

H m ado H ijo,
S a lu d y Bendición Hpostoíica
L a n o ticia, que N o s h ab éis com unicado, del p róxim o C on greso Interna­
cio n al de lo s C o o p erad o res S a le sia n o s, que ha de reu n irse en T u rin , y ser
coronado con la in au gu ració n del m onum ento erigid o a la m em o ria del V b le .
Juan B o sco por la gratitu d y p ied ad de sus h ijo s, h a sid o por N o s acogida
con tanto m ay o r sa tis fa c c ió n y a le g ría , cuanto es la h ora m ayorm en te op or­
tuna, a N u estro entender, de to ca r llam ad a, para co n v o ca r y reunir a tod as
la s fu erzas m ejo res de entre los fieles p ara en a rd ecerla s y p rep a ra rla s a que
den el m ay o r rendim iento p o sib le en pro de la buena c a u sa , y a la co n se ­
cución del noble fin, que es el eje, sob re que g ira todo el p ro gram a del
V e n e ra b le D on B o s c o , esto es, la sa lv a c ió n de la juven tu d . E n e s a tan a c e r­
tad a in ic ia tiv a N ós d escu b rim o s una nu eva prueba de la v ig ila n te y a v isa d a
a ctiv id a d de la gran F a m ilia S a le sia n a y del sentido p rá ctico , de que la m ism a,
siguiendo la s p isa d a s de su g lo rio so F un dador, ap arece gu iad a en su s gene­
ro sa s y san ta s em p resas. N o N o s cab e, por tanto, la m enor duda, de que al
igu al que de lo s p recéd en tes C o n g reso s, de e sta solem ne a sa m b lea sa ld rá
re fo rza d a y ro b u stecid a la coh esión y r e a v iv a d o el celo de los C ooperadores,
y que al propio tiem po la s m ú ltip les O b ras, en que, com o en un árb ol g ig a n ­
tesco , rep arte su a ctiv id a d la P ía U nión S a le sia n a , por la s d ió c e sis y p a rro ­
q u ias de c a s i todo el m undo, recib irán nuevo em puje y nu eva fu erza de
adap tación.
E l e x c e lso p ro gram a que la sab id u ría y san tid ad del F u n d ad o r tra zó a
lo s C o o perad o res S a le sia n o s a l in stitu irlo s no puede m enos que a ca rre a r en
el seno del pueblo cristia n o lo s m ás p a lp a b les y p recio so s fru tos de v id a eterna.
P o r lo que m uy de co razó n e x p resa m o s la esp era n za que ta l program a en el
p róxim o C on greso se a asunto de p ro v ech o sa s y p rá c tic a s d elib era cio n es en
arm onía con la s n e ce sid a d e s de esto s c a la m ito sísim o s tie m p o s: y firm em ente
confiam os, que la m ística figura de D on B o sco , a sí com o se a lz a r á sob re el
m árm ol delante de la B a s ílic a de M a ría A u x ilia d o ra , d el propio m odo se
y e rg a y v iv a siem pre en el esp íritu y en el corazón de tod os su s h ijo s y
acreciente siem p re m ás en e llo s la d evoción a la M adre de D io s y la fre­
cuencia de la S a g ra d a E u c a ris tía , fuente de carid a d y de vid a .
Con este fin o s dam os m u y de co razó n a v o s , am ado H ijo, digno su ceso r
de Don B o sco , a v u e stro s herm anos de R eligió n y a la s H ija s de M aría
A u x ilia d o ra , esp arcid o s por to d o s lo s p a íse s del m undo, a lo s C ooperadores
y B ien h ech o res, a los A lu m n os de la s C a s a s S a le s ia n a s , a tod as la s o b ras
de la C on gregació n y particularm ente a cuantos interven drán en el im m inente
C o n greso In tern acion al, la B endición A p o stó lica .
Daio en el Vaticano,
ú 15 de mayo de 1920.

— i 6ñ —

LOS CONGRESOS
Pf^IMERA SESIÓN GENERAL.
El 20 de mayo,- a las 5 y media de la tarde
se celebró la sesión inaugural solemne de los
tres Congresos Internacionales de Cooperadores,
Antiguos Alumnos y Antiguas Aluninas de Don
Bosco, en el espacioso salón de actos del
Oratorio Salesiano de Turín.
Al comenzar el acto, el salón ofrecía un as­
pecto imponente. L a platea aparecía total­
mente llena de Cooperadores, Cooperadoras y
Ex-Alumnos: la ppmera galería estaba com­
pletamente ocupada por señoritas Ex-Alumnas,
para quien estaba reservada: en las otras dos
restantes se acomodaron los alumnos y per­
sonal de la Casa.
En el fondo del escenario destacábase el blan­
quísimo grupo de « Don Bosco entre los niños ^
de CeUini, boceto en yeso del grupo principal
del Monumento. E n el proscenio tomaron
asiento muchas distinguidas personalidades,
sacerdotes y seglares; las Juntas Ejecutivas del
.Monumento, la de los tres Congresos, la de las
Damas Protectoras dv- b. Obra de- Don Bosco,
los Congresistas ilustres y los representantes de
las diversas naciones. En un ángulo de la derecha
estaba la tribuna de los oradores, a la izquierda
la Presidencia efectiva de la reunión, formada
por Mons. Luis Condio, de la facultad de Teo­
logía y Derecho de la Universidad Pontificia,
por los Cooperadores; el Cav. Piero Gribaudi,
catedrático, por los Antiguos Alumnos: y- la
profesora Srta.’ María Victoria Chióra, por las
Antiguas Alumnas.
\^entitrés naciones tenían representantes ex­
presos en el Congreso, a saber: Alemania, Argen­
tina, Austria, Bélgica, Brasil, Colombia, Chile,
Ecuador, Egipto, España, Estados Unidos,
Francia, Hungría, Inglaterra. Italia, Méjico,
Palestina, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal,
Turquía y Uruguay.
Pocos momentos antes de comenzar el acto,
al son de xma marcha triunfal subían a ocupar
sus puestos el Rdmo. Sr. Don Pablo Albera,
con los Excmos. Prelados, Mons. Re, Obispo
de Alba, Mons. Cambiaso, Obispo de Albenga,
Mons. Malán, Obispo de Registro de Araguaya
(Brasil) y Mons. Pinardi, Obispo Auxiliar de
Turín, y Presidente de la Junta General Efec­
tiva de los Congresos.

Palabras de Don Albera.

Abre la sesión una breve y paternal alocu­
ción del Revdmo. Sr. D. Pablo Albera. Saluda
afectuosamente a cuantos han acudido a
honrar a Don Bosco, no obstante las dificul­
tades y fatigas de los viajes. Da gracias a los
limos. Prelados, que han hecho una tregua en
sus cuidados pastorales para dar una prueba
de benevolencia a la Obra Salesiana: a los An­
tiguos Alumnos que son los promotores de los
actuales festejos; a las Ex-Alumnas de las
Hijas de María Auxiliadora, que rivalizan con
los Ex-Alumnos en mantener alta y gloriosa
la bandera de Don Bosco.
Trae a la memoria algunas palabras del Ve­
nerable Padre, dichas unas en 1876, cuando
anunció a sus hijos que iba a dar comienzo a
la Pía Unión de Cooperadores Salesianos, pre­
diciendo con gran maravilla de los que le escu­
chaban el desarrollo inmenso que alcanzaría
en todos los pimtos del globo: pronunciadas
las otras en las postrimerías de su vida, cuando
repetía a sus hijos: « Nada hubiéramos podido
hacer nosotros sin el eficaz apoyo de los Coo­
peradores; ellos han sido para nosotros los
instrumentos y enviados de la Providencia »,
A los Antiguos Alumnos les recuerda la hu­
milde confesión de Don Bosco, quien atribuía
a la bondad de ellos los felices resultados de
su sistema y el renombre de sus Obras; « Os
agradezco, les decía el Venerable Padre, el ca­
riño que profesáis a Don Bosco y el hennoso
papel que le hacéis hacer con vuestro buen
comportamiento ».
A las Antiguas Alumnas les refiere cómo
Don Bosco mandó hacer muchas oraciones
antes de resolverse a fundar la Congregación
de las Hijas de María Auxiliadora y las grandes
esperanzas que tenía puestas en el apostolado
social de la mujer cristiana.
Don Bosco, siguió diciendo Don Albera,
al celebrar la primera misa después de orde­
nado, pidió al Señor la gracia especial de la
eficacia de la palabra, y la alcanzó a manos
llenas. Todos vosotros sabéis, y algunos lo
habrán experimentado por sí mismos, los efectos
raara\Tllosos que produda la palabra de Don

— i6 6 —

Bosco en las almas. Paréceme a mí que a su
muerte, esa gracia especial ha pasado a todos
los que hablan de él: y aún creo que la simple
vista de su monumento, aquí en la Plaza de
María Auxiliadora, seguirá ejerciendo un be­
néfico influjo sobre todos y mayormente en
vosotros, que os disponéis a trabajar sobre sus
huellas para el bien de la Iglesia y de la so­
ciedad ».
Habla el Presidente.

Las adhesiones.

E l Ponente General de los tres Congresos.
Rdmo. Sr. D. Esteban Trione, sube a la tribuna
para dar lectura a una gran porción de adhe­
siones, de muchos Señores Cardenales, Arzo­
bispos, Obispos y otras ilustres personalidades;
a la cabeza de las cuales iba la siguiente dei
Emmo. Card. Gasparri, Protector de la Pía
Sociedad Salesiana.

Palacio Vaticano, 5 de mayo de 1920.
Terminados los aplausos con que la asamblea
coronó la sencilla alocución del Rector Mayor,
Reverendísimo Padre:
ocupó la presidencia Mons. Luis Condio, quien
E l grandioso momimento que la juventud edu­
saludó a los Congresistas en nombre de la Junta
cada for el Vble. Don Bosco y sus dignos hijos,
promotora, haciendo notar el significado de la
determinó levantar en Turln a su incomparable
de la Asamblea, que es un campo propicio para
educador, es a un tiempo una prenda de la grati­
una labor fecunda y una afirmación magnífica
tud de los discípulos y un solemne homenaje a
de universal agradecimiento al grande Apóstol las dotes educativas del Maestro.
de la juventud, cuyas enseñanzas son un ma­
Suceso único y glorioso en la historia de la
nantial perenne de civilización y cultura cris­
Pedagogía, prueba brillante del poder y fuerza
tianas.
que nuestra Religión logra infundir en sus após­
En nombre de la presidencia toda y de todos
toles, son las numerosas Asociaciones y Federa­
los congresistas dirige un respetuoso saludo a
ciones de Antiguos Alumnos de los Salesianos
lós Sres. Obispos presentes, que han acudido
y de Antiguas Alumnos de las Hijas de María
a honrar a Don Bosco, que acató siempre huAuxiliadora, qiie con fines de elevada edizcación
mildísimamente a los Pastores adornados con
moral, se reúnen en frecuentes asambleas regio­
la plenitud del sacerdocio: a los Salesianos,
nales y nacionales, y ahora respectivamente en
que tienen siempre gloriosamente enarbolada
su Segundo Congreso Internacional.
la bandera, en que el Padre escribió: « Da miki
M uy de alabar es también el acuerdo de reunir
animas, cadera tolle! »>, a las Hijas de María
para tan fausta ocasión, él Octavo Congreso In­
Auxiliadora, primer retoño del árbol salesiano,
ternacional de la gran Familia de los Coopera­
a quienes manifiesta el vivo deseo de que puedan
dores Salesianos en torno del Monumento del
venerar muy pronto en los altares, a su pri- •
Padre, para cobrar nuevos bríos y alientos en el
mera Superiora General, Sor María Mazzarello;
vasto campo de acción salesiana, siguiendo las
a la falange de Cooperadores Salesianos, que al
sabias normas y preclaros ejemplos del erande
echar su óbolo en e l «gazofilacio » de Don Bosco.
Fundador.
han hecho que el estandarte de la civilización
Como admirador del Vble. Juan Bosco, Coo­
cristiana haya penetrado y ganado secuaces
perador Salesiano desde muchos años hace y
desde las grandes urbes de Europa hasta los
Cardenal Protector de las Instituciones Salemás remotos confines de la tierra; a la muche-,
sianas, dirijo al Señor las más ardientes preces
dumbre, en fin, de asambleístas, llegados desde
para el venturoso resultado de tan solemnes fes­
tan apartadas regiones, aún de las' naciones tejos.
más atribuladas actualmente, augura un cú­
Con mucho placer aprovecho esta ocasión para
mulo de bendiciones, aquí, sobre las histó­
reiterarle,
Rdmo. Padre, la expresión de mi con­
ricas riberas del Dora.
sideración y aprecio más distinguidos.
« iQuién habría dicho, exclama Mons. Con­
De V., Rei mo. Padre,
dio, q\iien habría dicho el 8 de diciembre de
afmo. en el Sefior
1841, que Don Bosco echaba aquel día los
P.
Cardenal
G asparri .
cimientos de una institución que se había de
extender por todas las regiones de la tierra,
A l Rdmo. Sr. D. Pablo Albera, Rector Mayor
desde donde llega hoy aquí, a estos solares de la Pía Sociedad Salesiana.
benditos, donde el Apóstol de la juventud
plantó el grande árbol y lo hizo crecer con sus
Enviaron su adhesión a los Congresos con
sudores, el grito, el clamor unánime de amor sendas hermosas cartas autógrafas o por medio
y gratitud, condensado en estas palabras: iViva
de telegramas:
Don Bosco!
Los Eminentísimos Señores:
Señores, con esta voz, con esta consigna,
Card. P edro G.\sp .arri, Secretario de Es
tengo el honor de declarar abierta la sesión >. tado de Su Santidad;

— i 67 —
Card. J uan C^gliero , de la Pía Sociedad
Salesiana
Card. J orge G usmixi , Arzobispo de Bolonia;
Card. J osé FRANacA-XAV.\, Arzobispo de
Catania;
Card. A lejandro L uald i , Arzobispo de Palermo;
Card. P edro
Arzobispo de Pisa;
Card. J uan B ogglíno , Arzobispo de Genova;
Card. SoLDEViLA y R omero , Arzobispo de
Zaragoza;
El Cardenal Arzobispo de Strigonia y Pri­
mado de Hungría.
Unos cincuenta Sres. Arzobispos y Obispos
de Italia y los Exmqs. Sres.:
Arzobispos de Bamherg, Filadelfia, Fñburgo,
yionicvideo, Quito, Salishurgo, Santiago de Cuba
y Tuam (Irlanda).
Obispos de Dijon (Francia); Cádiz, Menorca,
Orihuela, Santander y Salamanca de España;
Ardagh, Kilmor, Meath y Raphoe, de Irlanda;
Clifton, Hexham y Newcastle, Menew, Notingham y Salford de Inglaterra; -Linz, Gurk, St.
Folien Eichstadi y el Auxiliar de Viena, de Aus­
tria; y Newark de Estados Unidos de América;
Habana (Cuba) y los titulares de Colonia y 066 a.
La lectura de las adhesiones fué interrum­
pida por la entrada d d Emmo. Card. Agustín
Richelmy, Arzobispo de Turín, a quien la
asamblea tributó una vivísima ovación, mien­
tras era recibido con jubilosa veneración por
el Revmo. Sr. D. Albera, Prelados y Presidencia
del Congreso.
Enseguida el distinguido abogado e incan­
sable propagandista católico, Sr. Carlos Barberis, dió comienzo al

su benéfico influjo se esparció de Turín a Italia
y hasta allende el Océano. Ensalza la sencilla,
práctica y eficaz organización de esa obra,
que ha consentido los rápidos resultados obte­
nidos y que promete otros no menores para lo
porvenir: y pasando a hablar después de la
Unión de Cooperadores Salesianos, que tanta
parte tuvo en el desarrollo de la Obra Sale­
siana, hace notar sus principales' etapas hacia
el pujante desarrollo alcanzado en todas las
naciones, y le predice otros triunfos más gran­
diosos todavía.
Pone de relieve la vital importancia del
apoyo que los Cooperadores prestaron gene­
rosamente a Don Bosco y hace notar que tal
apoyo no se manifiesta tan sólo en larguezas,
más también y mayormente con obras y ora­
ciones.
Expone el orador en una feliz y brillante
síntesis el trabajo llevado a cabo por las Hijas
de María Auxiliadora y los abundantísimos y
preciosos frutos por ellas recogidos: también
en este campo triunfa Don Bosco, pues que se
trabaja con su mismo método, su mismo espí­
ritu, con el mismo entusiasmo, caridad y
celo.
Acaba en fin el orador considerando la aureola
de gloria que circunda la frente del Venerable
Don Bosco por las empresas realizadas. Alinéanse hoy junto a su monumento escuadrones
de hijos suyos, iluminados con su misma luz,
movidos e impulsados con su mismo espíritu
y celo; y después tom arán a volar a sus países
respectivos de donde han venido, para dedi­
carse con nuevo ardor al apostolado, cuj'o ^
programa El mismo les ha trazado.

Discurso inaugural.

Los criterios directivos.

Con espontánea y expresiva elocuencia el
orador pasa a describir la sublime y oportuna
significación que entrañan las solemnidades
salesianas e inauguración del Monumento de
Don Bosco, « el grande bienhechor de la Huma­
nidad », en estas horas de trepidación y miseria,
de angustias y rencores, que ha sembrado la
guerra en d mundo entero. Resume brevemente
la obra realizada por él y por sus hijos y Coo­
peradores después de él y exclama: |Qué largo
camino y qué inmensas conquistas! Buena
muestra de ello es el presente Congreso, al que
han concurrido delegaciones de todos los países,
para rexmirse en la casa paterna, junto al Padre
eternizado en el bronce, con el propósito de
examinar en común los problemas de la actua­
ción salesiana, para lanzarse con nuevo empuje
camino addante *.
Estudia luego la obra maravillosa de Don
Bosco en sus humildes comienzos; expone cómo

El Rdo. Don Esteban Trioue explica los
criterios directivos para los trabajos de lo.s tres
Congresos, que están por empezar. <<Xo Sí>n
nuestros Congresos, dice, asambleas de gala,
sino simples reuniones familiares, donde cada
uno da cuenta de lo que ha llevado a cabo, se
mira lo que falta por hacer y se escogitan con
las luces de todos, los medios más indicados
para ponerlo por obra. L a primera norma ha
de ser el espíritu especial y característico que
dió Don Bosco a su obra personal y que encargó
luego a la Pía Sociedad Salesiana: no nos apar­
temos ni un ápice de ese espíritu. Una segunda
norma deberá ser el modo cómo trabajaba el
Venerable; por ejemplo, su prontitud en abra­
zar una obra de urgente necesidad, la amplitud
y oportunidad de sus iniciativas y propósitos,'
en relación siempre con las necesidades de los
tiempos. ¡Qué de cosas nos diría hoy Don Bosco,
si le tuviésemos entre nosotros! Pues bien.

— i6 8 —

estudiémosle y pongamos por obra lo que ese
estudio nos sugerirá >>.
Rcprcsenlaníes extranjeros.

Pasan luego por la tribuna uno en pos de
otro, los representantes de Francia, España,
.Alemania, Suiza, Austria, Yugoslavia, Polonia,
Hungría, Chile y ^Argentina. Pronuncia cada
uno en su lengua un breve saludo, inspirado en
la caridad cristiana y amor a Don Bosco, los
cuales lee traducidos en italiano el ponente Don
Esteban Trione, y producen honda conmoción en
la asamblea. Ea falta de espacio y de tiempo no
nos permite ponerlos aquí por extenso, como
luera nuestro deseo; pero queremos hacer
notar, que algunas de esos saludos, por el lugar
y circunstancias en que se pronunciaban, ha­
cían vibrar y elevaban las almas a un am­
biente de amor y fraternidad, que desde muchos
años era desconocido en el mundo. Fué ésta
uña de las notas más hermosas y simpáticas
de nuestros festejos, según en otro lugar dejamos
consignado.

Final de (a sesión.

El Emmo. Cardenal Richelmy, a quien la
avanzada edad y delicada salud no permiten
grandes esfuerzos, dejó en este punto el salón,
no sin haber dado antes su bendición pastoral
a la asamblea, recibiendo de ésta ima afectuosa
ovación.
El P. Trione envió un cariñoso saludo al
Emmo. Cardenal Cagliero; y el presidente,
Mons. Condio, cerró la solemne sesión inau­
gural cantando con arrebatadora elocuencia el
altísimo significado que alcanzaba el triple
Congreso Salesiano, al reunir por primera vez
después de la sangrienta borrasca de la guerra,
a los representantes de tan diversas y anta­
gónicas naciones en la más estrecha y fra­
ternal cordialidad: ¡hermoso triunfo de la blanca
bandera de la paz a los pies de Don Bosco! El
público, que varias veces había interrumpido
el vibrante discurso con vivísimos aplausos,
al final tributó al orador una. ovación indes­
criptible.

Secciones particulares.

El Congreso de los Cooperadores.
El Octavo Congreso Internacional de Coo­
peradores Salesianos será memorable en la
historia de la Pía Unión no sólo por la ocasión
solemne en que se reunió y por el número y
calidad de los asistentes y de las adhesiones
recibidas o por los preciosos trabajos prepa­
ratorios, que lo precedieron y le allanaron el
camino, sino principalmente por haber solemne­
mente sancionado el propósito de intensificar
la propia organización y haber trazado las líneas
directivas de una eficaz acción local. Creemos
que este Congreso significa un gran paso hacia
el cumplimiento de aquellas enfáticas palabras
de Don B osco: « Z)í<í vendrá en que el título de
Cooferudor Salesiano será sinónimo de buen
cristiano *. — « Los Cooperadores serán activos
auxiliares en promover el espíritu católico «. —
" Cuanto MUÍS combatida sea la Santa Sede y la
incredulidad e irreligión vaya ganando terreno,
•auto más viva
levantada tendrán los Coope­
radores la antorcha de su >■:ot'craiiva a.
Primer día.

Tuvieron sus reuniones los Señores Coope­
radores en el amplio y hermoso salón de actos
del Oratorio Salesiano. Ki primer día presidió

las sesiones el M. Iltre. D. J. Salamano, Canó­
nigo de Vercelli. Representaba a D. Albera
el Rdmo. Sr. D. Felipe Rinaldi, Prefecto Ge­
neral de la Pía Sociedad Salesiana. El tema
propuesto para el primer día versaba sobre,
\o.Organizaci6 n de los Cooperadores. Era ponente
el Muy Rdo. Sr. D. Alejandro Lucchelli, Ins­
pector de las Casas Salesianas de Piamonte,
quien hizo una diáfana exposición del tema.
« El fin de los Cooperadores, como tales, es
ayudar material y moralmente a la Obra Sale­
siana: deben ser buenos cristianos y apóstoles
del bien en el seno de la sociedad, propagando
prácticamente el espíritu de Don Bosco.
Hasta ahora, no se han visto más que algu­
nos ejemplos, espléndidos por cierto, de una
cooperación completa, tal como la concebía
nuestro \T)le. Fundador: pero esos ejemplos
eran aislados, esporádicos. Constreñido por las
graves necesidades que atravesaba en el pe­
ríodo de expansión de su Obra, Don Bosco no
pudo pedir a sus Cooperadores que pusiesen
por obra todo el programa que les había tra­
zado: pero no por eso dejó de hacer repetidos
llamamientos en tal sentido, los cuales renovó
su sucesor, Don Miguel Rúa, de venerada me­
moria: todo lo cual ha movido al actual Rector

— i 69 —
Mayor de los Salesianos, Rdmo. Sr. D . Pablo
Albera, a declarar que ha llegado y a la hora,
a lo menos en los países donde se halla sufi­
cientemente arraigada la Obra Salesiana, de
alentar y encaminar a los Cooperadores, además
del apoyo directo que prestan a las Obras Salesianas, a una intensa acción local según el
espíritu de Don Bosco. .
La realización de esos propósitos exige una
más, perfecta y compacta organización, que
ú n a estrechamente a los Cooperadores con el
Centro de la Obra y permita al Centro hacer
llegar pronta y eficazmente sus normas direc­
tivas a todos los Cooperadores. Así como los

por el don de la fecundidad m aravillosa, qve
la hace reproducirse y m ultiplicarse en todas
las regiones* del mundo, porque su program a,
trazado en grandes líneas por una inteligencia
prócer, d a margen, s ^ ú n los tiempos, a ulte­
riores progresos y a siempre nuevas afirmaciones.
A qu í no se tra ta de introducir innovaciones,
sino de actuar y trabajar: ¡manos, pues, a la
obra con denuedo!
Tem a I.— Sobre la organiiadón de los Cooperadores.

Considerando;
i ) Que el Vble. Don Bosco, al fiuidar « la Pía

Entran en la plaza U s Coleolftlai de las Hl]ms de Mirí» Auxilisders.

Terciarios de las diversas Ordenes religiosas de¡)enden de las direcciones locales, Don Bosco en
cambio quiso que los Cooperadores Salesianos,
lo mismo individual que colectivamente, estén
bajo la dirección inmediata del Superior Ge­
neral de la Obra Salesiana, de quien reciben lar
consigna, normas e inspiraciones.
Perfeccionar este organismo; sin quitarle
un punto de su agilidad y disposición al movi­
miento, es el fin a que mira el primer tema pro­
puesto a la asamblea.
E l año 1910 merecerá grabarse con letras
de oro, exdam a d ponente, .no sólo por la inau­
guración del Monumento de Don Bosco, sino
también por d nuevo impulso dado a la Unión
de los Cooperadores. L a Obra de Don Bosco
puede cotejarse con otras ilustres y grandes.

Unión de Cooperadores Salesianos * se propuso
< unir a los buenos católicos con el ideal y en la sania
empresa de trabajar por la scdváción propia y la de
los demás ■: con un programa particular, trazado
conforme al espíritu de la Pía Sociedad Salesiana.
2) que de conformidad con este fin, es ofido
propio de los Cooperadores promover en sí mismos
y en tom o de sí, la práctica de la vida cristiana,
ayudando de este modo, con todos los medios que
estén a su alcance, al desarrollo de la acdón sale­
siana.
3) Que el \'enerable mismo trazó las líneas
maestras de la Unión, poniendo por base de su
o^anizadón la dependencia de todos los Coope­
radores del Superior de la Obra Salesiana, y en­
cargando a Decuriones y Jefes de Decuriones la
direcdón de la acdón local; y que en 1882 aprobó
nuevas normas generales para facilitar la
acdón de los Decuriones.

— lyo —
4) Que tales nonnas fueron desarrolladas y
completadas con otras por sus sucesores, en reu­
niones de Jefes de Decuricmes o sea, (ie Directores
Diocesanos.
5) Que hoy día se siénte la necesidad, para
que el trabajo de los Cooperadores se ajuste al
programa según el espíritu de Don Bosco y a las
exigencias de los tiempos, de coordinar las delibe­
raciones adoptadas ‘ en lo pasado y precisar las
relaciones que unen a) a los Cooperadores con el
centro de la Obra Salesiana; 6) a los Cooperadores
con los demás representantes de la Obra, esto es,
los Inspectores y Directores Salesianos; c) los Coo­
peradores con los Directores Diocesanos y Decu­
riones o Directores locales:
SI? PROPONEN los siguientes artículos para ser
añadidos al Reglamento, por vía de apéndice, y
bajo el título de:
Organización de los Cooperadores.
1) E l Director General de los Cooperadores es
el Rector Mayor de la Pía Sociedad Salesiana,
quien preside y dirige la acción de los m ism os:
a) por medio del Boletín Salesiano, que es el
órgano oficial de la Pía Unión.
b) Por medio de una Oficina Central, puesta
a sus órdenes inmediatas, con filiales en cada
Inspectoría y Casa Salesiana.
c) por medio de los Directores Diocesanos y
locales.
2) La Oficina Central, que fimcionará bajo la
dependencia inmediata del Superior General,
tendrá por objeto:
a) promover el desarrollo de la Pía Unión por
medio de las Oficinas filiales, de los Directores y
Decuriones, dando nonnas, consejos y auxilios
para suscitar y dar impulso a la acción de los
Cooperadores.
b) convocar Congresos Nacionales e Interna­
cionales en tiempo y lugar oportmios.
3) Las Oficinas sucursales de las Inspectorías,
de acuerdo con la Central y con la aprobación de
los Rdmos Ordinarios de los lugares, nombrarán
a los Directores diocesanos: cuidarán de que se
tengan las conferencias reglamentarias en Isa
fiestas de María Auxiliadora y San bYancisco de
Sales; organizarán cursillos de prop^aiida; presiílirán por medio de delegados de su seno, las reu­
niones convocadas para las secciones locales;
señalan las nonnas de acción conforme a las nece­
sidades locales y al espíritu de Don Bosco; pro­
mueven Congresos regionales o diocesanos, de
acuerdo con la Oficina Central.
4) Toca a las Oficinas Sucursales locales dar
cumplimiento a las normas emanadas de la Ins­
pectoría conforme a las necesidades del lugar; y
apoyar y secundar las iniciativas que procedan
de la O/ic ÍHU Central.
A los Directores diocesanos o locales corres­
ponde determinar y dirigir los trabajos a que
pueden dedicarse los Cooperadores de la localidad:
para ello piocurarán crear una Junta de acción
salesiana, fonuada por los Cooperadores más
activos, y entre los cuales se reparte el programa

de la Cooperación, de modo que por cuanto se
pueda en cada ciudad o pueblo haya ima o más
personas encalcadas:
i)
de buscar recursos para las Obras Salesiauas
y particularmente para las misiones. 2) de la
acción local de los Cooperadores, a) de la acción
religioso-social, 6) de las vocaciones al estado
eclesiástico, c) de la buena prensa, e) de la asis­
tencia a la juventud. Los Directores diocesanos
pueden convocar asambleas diocesanas o inter­
parroquiales, de acuerdo con la Oficina Inspectorial.
6) Para las naciones donde no existen Casas
Salesiauas, de acuerdo con la Oficina Sucursal
más cercana, la Oficina Central propondrá al
Rector Mayor de la Pía Sociedad Salesiana el
nombramiento de un Director Nacional.
7) Las Oficinas Inspectoriales y los Directores
Nacionales enviarán cada año a la Oficina Central
una relación del movimiento de la Pía Unión en
la respectiva región o nación.
8) Los Cooperadores, de conformidad con el
pensamiento fundamental que guió a Don Bosco
al instituirles, podrán enviar directamente al
Superior General las oblaciones que espontánea­
mente su generosidad les dicte, para el sostén de
las Obras y Misiones Salesianas, para el Boletín
Salesiano y mayormente para a te n d e r la Obra
en nuevos países de*Misiones, y a todas aquellas
regiones que tengan particular necesidad; y apoya­
rán las obras a que se d e d iq u e las Jimtas locales
de acción salesiana.
9) Organo oficial de los Cooperadores es sola­
mente el Boletín Salesiano, que se publica bajo
la inmediata vigilancia del Superior de la Pía
Unión, en diversas lenguas. A l mismo deben ir
dirigidas por las Oficinas sucursales. Directores,
Decuriones y aún por los mismos Cooperadores,
las relaciones que pueden servir para mayor gloria
de Dios y edificación de todos.
ic) E l Boletín Salesiano se envía también con
gratitud a aquellas personas que sin estar alis­
tadas en la Pía Unión de Cooperadores, favorecen
de cualquier modo el desarrollo y la acción de
la Obra de Don Bosco.

El Congreso estudió y aprobó con el más
vivo interés todos y cada uno de los diez artí­
culos anteriores, que fijan y determinan la or­
ganización de los Cooperadores,
El Cav. Oreste Macciotta, Presidente de la
J unta Diocesana de Turín, expone la convenien­
cia de que, donde por la escasez de sacerdotes no
se pudiese tener un Director diocesano efectivo,
que gobierne realmente la Unión, se supla,
como ya se ha hecho en algunos casos, nom­
brando a un seglar fervoroso y activo, en cali­
dad de pro-director o vicedirector diocesano.
El Canónigo Sr. ^iverio, que ostenta la re­
presentación del Obispo de Mondoví, refirién­
dose a los encargados de fomentar la acción
local de los Cooperadores, encarece la nece­
sidad de que se haga muclia y asidua propaganda

— 171 —
i favor de las Elisiones Salesianas, y apunta
b idea de que se publique un Calendario ilus­
trado, hojitas y opúsciios que divulguen su
Doticia y necesidades.
El Rdo. Sr. Milano, abogado y doctor en
teología, de Turín, y otros Congresistas indican
para difundir la Pía Unión, a>nidaría mucho
¿envío del Boletín Salesiano, a título de mues­
tra, acompañado de xma breve reseña sobre
Don Bosco y las obras a que se dedican los
Saleáanos y sus Cooperadores, a personas que
no conocen todavía la Obra y que podrían
tirestarle im valioso apoyo.
Es acogida con vivísima complacencia la
noticia de que la edición italiana del Boletín
Salesiano, a partir de mayo, alcanzará un tiraje
de más de cien mil ejemplares: y la de una nueva
tdición de diez mil copias del Reglamento, con
ks dos nuevos apéndices sobre la organización
j normas directivas de la Cooperación Salesiana,
estudiados y aprobados en el presente Con­
greso.
La reunión, que se desarrolló con el mas vivo
interés y serenidad fué honrado por algún
tiempo con la presencia d d Rdmo. Don Albera,
de Mons. Travaini, Obispo de Fossano y Mons.
Gamberoni, Arzobispo de \"ercdli, quien cerró
¡a sesión, llamando « divina » a la obra de los
Cooperadores y expresando el deseo de que
sea siempre más apreciada y estimada de todos.

echó de ver que por sí solo, sin recursos y sin
ayuda, podía hacer muy poco; por esto buscó
la cooperación de personas buenas, encauzando
hada su intento los esfuerzos individuales y
el trabajo colectivo, que es oradón, acción per­
sonal, obladones in^viduales.
Da obra salesiana es joven aún y pletórica
de vida: y siente la necesidad de expandirse:
significa una santa reacdón contra el quietismo
e inacción causada por el espíritu liberalesco
d d siglo pasado, que se propuso contener y
reduir la acdón de la iglesia dentro d d estrecho
recinto de la sacristía.
Los Cooperadores están llamados a trabajar
localmente como Salesianos; deben hacer a la
sodedad « salesiana > esto es, cristiana, siendo
luz y sal en d seno de ella.
Los Coopera,dores se distinguen en dos cate­
gorías: los unos trabajan según d espíritu de
Don Bosco individualmente, sin organizarse,
obrando libremente y desconocidos; los otros
se organizan y trabajan colectiva y mancomunadamente. Unos y otros son necesarios: en ciertos
casos sólo es posible obrar d bien a hurtadillas
y sin apariendas: en otros es necesario obrar
a la luz d d sol y a' la arista de todo d mundo,
para despertar y atraer predosas colabora­
ciones.
A todos ofrece normas y práctica direcdón d
Tema II. — Sobre la Cooperación Salesiana.

Segundo día.
El día 22 de mayo el Congreso de Coopera­
dores tuvo dos sesiones: una por la mañana a
¡as 9.30 y otra por la tarde a las 4, más concu­
rridas aún que la del día anterior. Tratóse sobre
la manera de poner por obra integralmente el
¡rograma trazado por Don Bosco a la Coope­
ración Salesiana. Presidió las sesiones Mons.
fiarberis, director de los Cooperadores de la
üócesis de Novara. Representaba al Rdmo. Sr.
Don Albera, el Prefecto General, Don Felipe
Wnaldi. Actuó de ponente el prof. Don José
Oldano, Canónigo de la Catedral de Casal-Moníerrato.
El ponente hizo rma exposición magistral d d
terna propuesto al estudio de la asemblea.
Desde la cooperación material que Don
Bosco tuvo que procurarse en sus primeros
*áos para s^ u ir la carrera sacerdotal, hasta
as magníficas campañas de actividad y celo
lüe despliega la Cooperación Salesiana hoy
iHa en todos los campos , dice el orador, corre
nía variedad y un horizonte tan amplio y ex­
tenso, íiue bien puede decirse que la CooperaQón Salesiana apenas conoce límites ni en la
•odalidad ni en la extensión. Don Bosco, minudo únicamente a la conquista de las almas.

CONSIDERAOTK):

i)
Que el Vble. Don Bosco al instituir la Unión
de Cooperadores Salesianos se propuso el doble
fin; a) de tener sostenedores de sus obras, b) de
formar hombres de acción según su espíritu y
apostolado para el bien de la Iglesia y de la so­
dedad,
SE PROPONE

la adopdón de las siguientes normas directivas,
que deberán insertarse, después de los artículos
referentes a la organización, por vía de apéjidice
en las nuevas edidones d d Reglamento, bajo el
título de:
NORMAS GENERAI,!».

1) Para ser Cooperador, según las terminantes
decíaradones d d Mile. Don Bosco. basta que de
cualquiera manera, sea con oradones, limosnas o
'prestaxnones personales, se contribuya al desa­
rrollo de la acdón salesiana. L a acdón local parti­
cularmente se deja y recomienda a las Juntas de
acdón salesiana formadas por los Cooperadores.'
2) En las pobladones donde se establezca ima
nueva obra «=m1p«!ianfl, siguiendo la costumbre
practicada desde los prindpios de la Unión, antes
de dedicarse a ninguna otra piadosa empresa,
procurarán los Cooperadores por todos los me­
dios poábles, afianzar y desarrollar la obra co­
menzada.



I.

172 —

B) P or las vocacioítes eclesiásticas.

Recordando la palabra de Jesús: « Rogad al
dueño de la mies que envíe trabajadores a su campo •
y de las reiteradas y vivas recomendaciones de
Con el fin de asegurar a la Obra de Don Bosco
las bendiciones del Señor y los recursos morales
Don Bosco, los Cooperadores Salesianos, a tenor
y materiales indispensables para dar cumpli­ del Cap. IV , art. 2®del Reglamento:
1) Rueguen y hagan rogar al Señor que se digne
miento a su misión, a tenor del Cap. IV , art. 5°
suscitar y llevar a feliz cumplimiento muchas
del Reglamento,
vocaciones al estado eclesiástico.
1) I,os Cooperadores nieguen al Señor se sirva
2) vigilen amorosamente a los jovencitos que dan
bendecirla: denla a conocer con la lectura del Bo­
letín Salesiano; favorézcanla con sus limosnas y , señales de vocación, para que ésta no se malogroténganlos alejados de las malas compañías y lec­
buscándole nuevos Cooperadores y Bienhechores.
turas peligrosas; anímenlos a frecuentar la con­
2) I/Os Directores cuiden de que se celebran en
fesión y comunión, para que puedan consen-ar
todos los centros las dos Conferencias prescritas
por el Reglamento, a i las fiestas de María A uxi­ ihtacta la reina de las virtudes, la santa pureza.
3) encamínenlos a las Casas Salesianas más
liadora y San Franci.sco de vSales y manden el
próximas; a los Párrocos o Sacerdotes que puedan
producto de las colectas al Superior Gaieral.
ayudarles.
3) has Oficinas sucursales inspectoriales o locales
4) protéjanlos con generosidad y espíritu de
de acuerrio con los Directores y Decuriones, pro­
fe. o biisquenles alguna persona que se preste a
muevan de vez en cuando conferencias de propafacilitarles los estudios, teniendo presentes estas
g mda conel doble objeto de propagar la Pía Unión
santas y herniosas máximas de Don Bosco: <No
y recoger fondos para las necesidades de la Obra.
lín las ciudades y grandes poblaciones esta­ olvidemos que regalamos un precioso tesoro a la
Iglesia toda vez que le procuramos una buena
blézcanse Juntas de Señoras para acción salesiana
vocación: que tal vocación o sacerdote vaya a la
y de Protectoras de la Obra de Don Bosco, las cuales
diócesis, a las Misiones o a una Casa religiosa,
promoverán conjerencias o veladas de beneficencia,
y atenderán a la confección de ornamentos sagra­ no importa: es siempre un tesoro precioso que se
regala a la Iglesia de Jesucristo ».
dos para las Misiones Salesianas.
5)
Xín las poblaciones pequeñas convendrá que 5) Propaguemos la « Obra de María Auxiliadora
para las vocaciones de adultos al estado eclesiástico».
el Director local nombre y autorice públicamente
a alguna celadora para recoger limosnas y dona­
C) P or la buena P rensa .
tivos de todas clases para las Misiones Salesianas.
Siendo la « Buena Prensa » una de las obras
que con más ahinco fomentó y recomaidó el
II.
Venerable Don Bosco a todos ios cristianos, los
A) Por la acción RELicioso-soaAL.
Cooperadores, a tenor del Cap. IV , art. 2®, del
A tenor del Cap. IV, art. i® del Reglamento, los Reglamento:
1) Adliiéranse con entusiasmo a las iniciativas
Coojieradores Salesianos:
1) I''a\'orezcan y coadyuven individual y colec­ emanadas por el Papa y los Obispos para la difu­
tivamente, al incranento de la vida cristiana, con sión de la Buena Prensa,
2) Absténganse de comprar o leer diarios, in­
todos las medios que sugiere un celo empratdedor
vistas o libros no buaios; y velen atentamente
y prudente, y sobretodo con el buen ejemplo.
sobre las lecturas de la propia familia.
2) den su apoyo al movimiento religioso-social,
3) Suscríbanse al diario o periódico bueno de
que exijan las necesidades del lugar; — trabajen
la localidad: fomenten y propaguen su lectura,
por implantar cursos populares de religión para
haciéndolo circular entre los amigos y conocidee.
jóvenes y adultos, y dense a promover con todo
4) dediqúense a la propaganda gratuita de hojas
empeño la instrucción religiasa de la juventud y
del pueblo, mayormente a i los puntos donde es y opúsculos religiosos y morales, como las t Lec­
mayor la indiferencia y alejamiento de las prác­ turas Católicas » de Don Bosco; y promuevan la ir
fundación de *. Bibliotecas circulantes ».
ticas religiosas, o hay penuria de medias materiales
5) De una manera activa y prudente no se
para emprender un programa de reeducación <lc
las masas: - v cla i por la observancia del descanso cansen de difundir la buena prensa y poner ua
dique a la mala.
festivo; - combatan sin cuartel la blasfemia y
turpilo<iuio: - - fomenten la constitución de ligas
D) P or la asistencia d e la juventud .
de padres de familia y madres cristianas para
exigir la enseñanza religiosa en las escuelas, donde
Puesto que la asistencia de la juventud, partísea preciso: — eti fin, a ejemplo de Don Basco,
culanuente la de los niños abandonados y su edu­
estén prontos a acudir y echar mano de todos las cación cristiana, es el trabajo que Don Bosco
ñ>nnas de acción cristiana, segihi las necesidades recomendó más que ningún otro, mirando por la a
especiales de cada lugar y tiempo.
Iglesia y la sociedad, los Cooperadores, a tenor
3) rropaguen la * Asociación de Devotos de
del Cap. I\*, art. 4®del Reglamento:
00
María Auxiliadora » y la Conmanoración mensual
1) Promuevan la asistencia a las catcquesis
el 24 de cada mes, añadiendo, donde pareciere parroquiales; a\*uden al establecimiento y mareb»
conveniente, el « Ejercido de la Buena Muerte ». de los Oratorios Festivos y Clases de r¿igión.
4) Sean promotores de la « Fiesta del Papa *.
2) sean los iniciadores y sostenedores decididos

P or i^s Obras y Misiones S aeesianas .

-* 173 —
;e toda empresa que mire a la educación cristiana
¿e la juventud, como son:
a) c o la o s , pensionados, y establecimientos
ie tendencias netamente católicas, principalmente
te dirigidos por reli^osos, paradla juventud estub) Escudas y establecimientos profesionales
agrícolas, e internados para obreros, a ser posible
dirigidos por religiosos; escudas nocturnas de
artes y oficios y de amas de casa para la juventud
trabajadora.
c) la publicación y propaganda de libros de
testo y de lectura, revistas escolásticas y educa­
tivas, inspiradas siempre en los sanos principios
de la pedagogía cristiana;

E l punto I sobre las Obras y Misiones Salesianas, ha provocado un plebiscito de preciosas
iniciativas, las cuales d P. Trione, en nombre
de la Oficina Central, promete recoger y guardar
cdosamente.
E l punto II acerca de la acción religioso-social
de los Cooperadores, provoca un debate en el
que toman parte varios congresistas italianos
y e xtranjeros y que pone en claro una cuestión
de suma importancia. Puesto que en todas par­
tes hay algún bien que hacer, d cooperador,
individualmente, por su cuenta, ejecútelo del
mejor modo que sepa y pueda, pues obrar el
bien es el artículo primero y fundamental de

La plaza ocupada por los Congresistas j las representaciones

3) pónganse al frente o establezcan de nueva
planta, conforme a las condiciones y necesidades
cada lugar, otras obras para estudiantes o
«tésanos; tales como: Círculos de sana cultura
acción; cursillos de legislación sobre d trabajo;
tonferendas de higiene profesional; secretariados
<le trabajo y oficinas de colocadón; oficinas de
ínscripdón en la caja de ahorros y previsión; septros mutuos entre obreros, etc.
4) Cada cooperador indiddual y privadamente
procure acercarse a los muchachos más pobres y
abandonados; h ^ á sd o s amigos; propordóndes
h instrucdón religiosa y, si fuese necesario, gestione
a ingreso en algíln establecimiento benéfico.

Como d estudio de estas interesantísimas
^rmas no se ^uede acabar por la mañana, se
froaigue muy animadamente en una sesión de
tarde.

todo d programa de Don Bosco. Pero colecti­
vamente, es decir, las Juntas de acción salesiana deben atenerse al programa trazado y
contenerse dentro de sus límites, desarrollándolo
fielmente, con sujedón al espíritu del Venerable
Fundador.
El punto sobre las vocaciones al estado ecle­
siástico da lugar a varias propuestas muy ati­
nadas y ejemplos edificantes. Un padre de
familia viendo a su hijo andar en malos pasos,
hace la promesa de costear la pensión en el
Oratorio a un niño pobre que se sienta inclinado
a abrazar d estado edesiástico, y en efecto, ve
a su hijo tom ar al buen camino. Dos ancianos
consortes, a quienes la guerra había arrebatado
todos los hijos, no encuentran mejor manara
de consolarse, que pagando la carrera a un joven

— 174 —
hasta el sacerdocio. Otra matrimonio, al ce­
lebrar sus bodas de oro, de acuerdo con toda la
familia, a quien el Señor había bendecido espi­
ritual y materialmente, toman la resolución
de costear los estudios de un huerfanito que
aspira al sacerdocio, para que después de su
muerte, quede en el mundo quien niegue todos
los días por ellos.
Iva exposición de estos hechos impresiona
hondamente a la asamblea y despierta vivos
deseos de emularlos y de promover, ayudar y
mantener las vocaciones. Recomiéndase que
el Boletín trate a menudo este asunto. Y para
remachar todos esos buenos propósitos, el
Rdnio. Sr. D. Felipe Rinaldi ofrece a cada
congresista un ejemplar del opúsculo del P.
Cojazzi, que se titu la :«Don Bosco diceva cosí... »
{Don Bosco decía lo siguiente... ), que es una
exposición clara, sencilla y popular del sistema
educativo del Venerable Padre.
En punto a la difusión de la « Buena Prensa »
se recomienda calurosamente a los Sres. -•Coo­
peradores que propaguen, den a conocer y
busquen suscripciones a « Lecturas Católicas »
y <1 Boletín Salesiano ».
El Rdo. Sr. Don Carlos Milano, doctor en
teología y derecho, invita a las Juntas de Coo­
peradores a imitar el ejemplo de los de Bolonia,
donde tras una eficaz excitación del Cardenal
Gusmiiii durante la misma sesión los Coope­
radores se suscribieron por quinientos ejem­
plares, para repartirlos entre el pueblo. Quien
no pueda hacer más, propague a lo menos la
lectura del Boletín Salesiano: es el modo más
l>ráctico y eficaz de reclutar nuevos Coope­
radores, suscitar vocaciones y promover la de­
voción a María Auxiliadora.

Un « gracias » de (os Antiguos Alumnos.

En este’ momento entra en la sala y pide la
palabra el prof. cav. Pedro Gribaudi, Presidente
de la Federación Internacional de Antiguos
Alumnos de Don Bosco; « Vengo aquí, dice, a
traer a los Señores Cooperadores y Coopera­
doras Salcsianas, el saludo y la expresión de
viva gratitud de todos los Alumnos de Don
Bosco. \’osotros habéis ayudado a Don Bosco y
a todos nuestros Superiores: a vosotros pues vaya
nuestro reconocimiento eterno!... ». y la conmo­
ción que le ahogaba la voz e inundaba los ojos,
no le perinitió continuar. Un entusiasta aplauso
y las sentidas palabras del presidente Sr. Barberis, expresan al digno representante de los
Antiguos Alumnos, cuán al corazón les ha lle­
gado a los Cooperadores el delicado ra^ o y cuán
decididos están a continuar sosteniendo y a yu ­
dando las Obras de Don Bosco.

Uaa práctica propuesta: la catcquesis familiar.

Al discutirse la última parte del tem a«por
la asistencia de la juventud», en que se afiroa
la necesidad de favorecer por todos los medios
posibles las Catcquesis. Parroqiales y la asis* i
tencia de los niños a los Oratorios Festivos,
un congresista brasileño, el R. P. D. Antonio
Martos, pidió la palabra y dijo lo siguiente:
Tomando pie de la conclusión propuesta
que dice: « a ejemplo de Don Bosco, estén prontos
y dispuestos a acudir y echar mano de todas las
formas de acción cristiana, según las necesidades I
de cada lugar y tiempo » me permito proponer I
a los Sres. Cooperadores, que se trabaje sin
descanso para restablecer la educación e ins­
trucción religiosa en el seno de la familia, va
que esta instrucción viene relegándose cada
vez más a las cuatro paredes de la parroquia
o al Oratorio'Festivo. Se echa de menos aquella
insiruccuión maternal y familiar que en otros
tiempos era la base de la educación de la ju­
ventud: pero mayormente esa instrucción falta
en las clases humildes. Pero la iglesia y el Ora­
torio no bastan para cumplir ese gravísimo
deber: es de todo punto necesario que la edu­
cación religiosa comience en la familia; que
ésta prepare y complete la acción del párroco.
Para ello paréceme lo más práctico que se
haga un poco de catequesis en familia: se po­
drían por ejemplo, reunir los parvulitos de
los vecinos e irlos preparando a la primera co­
munión, así que lleguen al uso de razón, enca­
minándolos luego a la doctrina de la parroquia
o al Oratorio Festivo.
Instruyendo a los pequeñuelos' en las cosas
de religión y piedad se sanea también la atmós­
fera de las familias: se da pie a los padres para
hablar de Dios y del cielo a sus hijitos; se recon­
quistan las familias, presas en los hielos del
indiferentismo, que a buen seguro no se cuida­
rían jamás de enviar sus hijos a la doctrina; y
paso a paso, a medida que se extienda y arraigue
ese santo apostolado en el seno de las familias,
retomarán aquellos envidiables tiempos <:■
que la religión se mamaba con la leche.
En una de nuestras parroquias de América,
un grupo de veinte cooperadoras salesianas
abrieron en sus familias respectivas una pe­
queña escuela de doctrina por este tenor, y en
menos de seis meses prepararon cosa de dos­
cientas cincuenta primeras coraumiones, donde
antes apenas se tenían cincuenta cada año ».
E sta propuesta, tan práctica y concreta, es
acogida con aplausos. A esta siguió una expo­
sición, muy aplaudida también, de la Unión
de padres de familia, del barrio* de San Pací'
de Turin, que se juntaron en asociación para
apoyar y hacer valedera la obra de los Salesia-



175 —

nos en favor de sus liijos, que frecuentan el
Oratorio Festivo.
« El fin de la Unión de los Padres de familia
es tener imidos a los socios entre sí con un vín­
culo de fraternidad y aficionados al « Oratorio
de San Pablo donde radica.
La primera y principal obligación de los
miembros de la Unión es proteger y dar buen
ejemplo a los niños y jóvenes que acuden al
Oratorio, asistiendo a las sagradas funciones,
que en él se realizan, y dar una mano a los
Salesianos en el desempeño de las diversas
actos religiosos» o profanos que se emprenden
en favor de los muchachos, como también fo­
mentar para estos los juegos y diversiones ».
Esa institución merece un cordial aplauso
por los hermosos actos que ha llevado a cabo.
Cuenta actualmente ochenta socios, que todas
las fiestas, sin falta, acompañan sus hijos al
Oratorio, cumplen allí sus deberes religiosos
y ayudan a los Salesianos a enseñarles y asis­
tirles.

L a sesión se proseguió por la tarde con animación siempre creciente, no cerrándose sinó mo­
mentos antes de la sesión general. Todos mani­
fiestan deseos de volver a reunirse en breve,
para dar cuenta del bien realizado y cobrar
alientos, mediante la palabra y el ejemplo, a
hacerlo más provechoso e intenso, según de­
seaba Don Bosco.
Otras adhesiones.

A última hora llegaron nuevas adhesiones
de respetabilísimas personalidades. Prelados
y señores, de las Juntas de Cooperadores de
todas las naciones. En todas partes el ¡>rograma de la Cooperación Salesiana conquista
simpatías y despierta entusiasmos. Un misio­
nero de la China que venía al Congreso, durante
el viaje fué invitado a dar una conferencia a
bordo del vapor y recogió varios donativos
espontáneos de los viajeros, entre ellos varios
chinos, para las Misiones Salesianas.

Congreso de los Antiguos Alumnos.
El Congreso de los Antiguos Alumnos fué
un espléndido triunfo, una exaltación inena­
rrable del Vble. Don Bosco a quien sus alumhos
con juvenil ardimiento alzaron en alto sobre
sus ardientes corazones, como en otros tiempos
los soldados a sus reyes sobre el plano de sus
escudos. N i las dificultades y molestias de un
largo viaje, ni la penuria de alojamientos, ni
los desarreglos sociales fueron parte para men­
guar los^ ánimos ni deslucir un punto la solem­
nísima asamblea, que por el número de los con­
currentes, importancia y practicidad de las
discusiones y el espíritu de hermandad que en
ellas reinó, sobrepujo las más halagüeñas pre\'isiones.
Unos mil fueron los congresistas reunidos,
que representaban a más de cuatrocientas unio­
nes locales de ventitrés naciones diferentes:
no se podía dar una expresión más real y ver­
dadera de la idea que estaba en la mente de
todos y que muchos ensalzaron en sus discursos,
es decir, la Iniernacúmal de los Alumnos de Don
Bosco. Ahora, nueve años después del primer
Congreso (1911) hemos podido ver y palpar
dos frutos consoladores de la organización de
los Antiguos Alumnos, que son: el Monumento
de Don Bosco, convertido en una hermosa y
solenme realidad, y la vitalidad exuberante de
las Uniones, que se han acrecentado y multi­
plicado prodigiosamente, estrechado sus vín­
culos y dado abundantes frutos.

PRIMERA JORNADA.
E l 21 de m ayo a las nueve y m edia de la m a­
ñana dió com ienzo a sus tareas el segundo Con­
greso internacional de Antiguos Alum nos de
Don Bosco, en la iglesia de San Francisco de
Sales, convertida en elegante salón. A brió la
sesión el profesor Sr. Gribaudi enviando un
ardoroso saludo a los reunidos. « L a asamblea,
dice, debe proponerse por fin buscar los medios
m ás indicados para intensificat la vid a y dar
una ordenación definitiva a la Federación. Los
trabajos del Congreso im primirán un poderoso
em puje a la Federación y facilitarán la conse­
cución de las ventajas morales y m ateriales
que los Alum nos esperan alcanzar de ella. E n vío
un saludo especial a los Alum nos que han venido
del extranjero a respirar estas auras salesians
y herm anar todos los corazones, demostrando
en cierto m odo un comienzo práctico de la ver­
dadera paz, que fuera de aquí, para la m ayoría
de los hombres, no pasa de ser un buen deseo.
N o echarem os diácursos, sino que propondremos
obras para realizar: nuestras discusiones serán
encam inadas a la p ráctica ».
N óm brase enseguida la presidencia, la cual
acepta la asam blea por aclam ación. Fórmanla:
el Cav. A rtu ro Poesio de la Unión de Rom a,
presidente; y un a n t ^ o alum no francés, M.
M oullet de Marsella; otro español, D on José
D urán, presidente del a Federación nacional



española, y el Dr. Bernardo Marschall de Berlín,
representante de Austria, como vicepresidentes.
I/3S Sres. Montalbetti de Roma y Rizián de
Trieste, actúan de secretarios.
El Cav. Poesio ocupa la presidencia, al grito
de Viva Don Basco! « Recordando en estos
momentos el ])rimer Congreso , que tuve el
honor de presidir, dice, debo declarar que este
segundo, tan imponente, es una natural am­
pliación y desarrollo de aquel, se inspirará en
los mismos ideales y obedecerá a los mismos
sentimientos de gratitud y fraternal afecto.
Los acontecimientos sobrevenidos del 1911 acá,
nos trazan el carril por donde hemos de andar.
El contacto de los espíritus y la educación reci­
bida nos juntan y estrechan en un único haz.
Vive aquí la memoria y, más que la memoria,
vive aquí la Obra de Don Bosco: reconocemos
aquí enternecidos sus huellas benditas; aquí
aspiramos el perfume de sus virtudes, aquí está
la fuente viva de la historia salesiana. de aquí
por tanto podremos sacar luz y alientos vitales
que nos iluminen y robustezcan. También yo
saludo afectuosamente a los extranjeros por
la lengua, nunca por el corazón, y hermanos
por el afecto. Alzase nuestra hermandad muy
l>or encima de toda rivalidad y contienda hu­
mana. Aquí hemos venido para asistir a la
inauguración del Momunento de Don Bosco;
de aquí partiremos con el firme propósito de
erigir al amado Padre otro monumento en todas
la partes déla tierra, no de bronce, sino de he­
chos y obras, santas, que pregonen a la faz del
mundo la eficacia y bondad del sistema edu­
cativo de Don Bosco ».
Acabado el discurso de apertura, muy aplau­
dido, el" presidente saluda y presenta a la asam­
blea al Rdmo. Sr. Dr. D. Arturo Conelli, repre­
sentante en ella del Rdmo. D. Albera. Enseguida
el profesor Pedro Gribaudi, presidente de la F e ­
deración Internacional, presenta un resumen de
los trabajos realizados desde 1911. « L a hen-orosa actividad que se reveló en el anterior Con­
greso, que votó el mommiento, fue aumentando
de día en día, como lo indicaba la fundación
continua de nuevas « uniones *; pero este movi­
miento sufrió una tregua al estallar la guerra.
ICn las naciones beligerantes se hubieron de
suspender los trabajos, pero en España y Amé­
rica se centuplicó la actividad como para compenstir nuestra inacción. En el mismo punto
que tornó la paz, se anudó el trabajo y ahora
con legítimo y filial orgullo ix>dciuos presentar
al mundo el cumplimiento de nuestro voto: el
monumento. Hasta aquí no hemos hecho más que
orientamos,- tomar posiciones: ahora debemos
organizamos. Pista es nuestra sede, nuestro
domicilio; de aquí debe salir el doemuento de
constitución, que será regla y norma de la \*ida



y movimiento de nuestra asociación. L a Fede­
ración no debe ser una institución burocrática,
sino una obra imbuida de aquel espíritu de in­
cansable actividad que hizo grande a Don
Bosco y admirable su vida y empresas.
Si permanecemos fieles a las tradiciones de
Don Bosco, lograremos inocular un elemento
de vida en el cuerpo de la sociedad ».
E l presidente Poesio lee una hermosa carta
del diputado Sr. Micheli, antiguo alumno, con
que se adhiere al Congreso. Los acontecimientcs
políticos de aquellos días no le permitieron
asistir personalmente a él, conforme hubiera
sido su deseo.
El Rdo. Don Antonio Cojazzi, secretario
general del Congreso da cuenta de las numero­
sísimas adhesiones recibidas y nombra las
<1 Uhiones » que intervienen en el Congreso con
delegados oficialmente encargados de repre­
sentarlas. De la relación resulta que son al p'e
de 400 las « uniones » representadas o adhe­
ridas; muchísimos los telegramas recibidos de
Europa y América. Entre las « federaciones na­
cionales » representadas, lleva la palma Es­
paña, que envió al Congreso’ ocho delegados,
con entusiastas adhesiones de veinte grupos.
T e m a I. — Orgaaización de la Federación Interna­
cional de Antiguos Alumnos de Don Bosco.

E l ponente, Sr. Domenico Santacroce, abogado,
expone el tema en una brillante y sustanciosa
disertación. Entre otras cosas dijo: « Somos
nosotros el monumento imperecedero del Maes­
tro: únanse otros en otros nombres, nosotros
en el nombre de Don Bosco. Tócame esbozar
aquí las líneas maestras de nuestro movimiento,
que tiene sus raíces en la gratitud y la hermar.dad, y extiende sus ramas por todas las m is
sanas formas de la actividad social y religios;.
Es ley ineludible que toda institución se mai tenga fiel a los principios que le dieron vida y
que en ellos busque las normas que ha de segu r
y la fuerza y vigor que le mantengan en su ser.
Como retoño que somos del grande árbol salesiano, hemos de calcar nuestra oiganizach n
sobre la sencilla, y por lo mismo, sapientísima
organización salesiana. Por consiguiente pro­
pongo que cada unión local se agrupe en torro
del colegio, oratorio, etc. de donde salieren
los alumnos, y que sin abdicar la propia auto­
nomía, se mantenga siempre en perfecta y
entera inteligencia y cordialidad con la direc­
ción del mismo. Las Uniones locales se juntarán
en una asociación regional, de la que pueden
formar parte todas las uniones de una inspec­
toría. De este modo del Inspector partirán
las normas y el apoyo al movimiento regional,
facilitándose la intervención de los antiguos

— 177 —
Superiores y maestros en nuestras periódicas
reuniones, para hacerlas más útiles, alegres y
agradables. Las Asociaciones regionales se unirán
para constituir la Federación Nacional, que pro­
moverá Congresos Nacionales y estará al habla
con otras federaciones nacionales para la de­
fensa de intereses comunes. Las Asociaciones
:!íacionáles en fin, reunidas entre sí, constituirán
una Federación Internacional, que recibirá ins­
trucciones, normas, alientos y una prenda
s^ura de sana orientación del Sucesor de Don
Bosco ».
El relator lee al fin las conclusiones de su
l)onencia, sobre las cuales se promueve una

con las Direcciones de las Casas Salesianas,
con las Ins|)ectorías y con la Obra de D. Bosco
en general.
E l debate sobre la conveniencia de las Aso­
ciaciones Regionales» se agotó tan pronto como
los delegados de España hicieron presentes los
preciosos frutos alcanzados mediante la orga­
nización inspectorial. Más difícil fue llegar a
un acuerdo respecto a la constitución «.le las
Juntas o Consejos regionales, nacionales y
federal. Algunos propugnaban una elección
autónoma, efectuada por los Alumnos solos;
con el laudable intento de que la asociación
de Antiguos Alumnos, siendo independiente

Desputs dal descubrltr.tanto.

discusión bastante movida, pero siempre digna
V serena, en la que inter\áenen los señores:
Franchini dé Florencia; Gribaudi de Turín;
Marschall de Berlín*, y en la sesión de la tarde
el Sr. Mele, catedrático de Faenza; Don An­
tonio Carvalho, de Portugal; Don A. Martes,
del Brasil; el M. Rdo. Don José Binelli, Ins­
pector del norte de España y uno de los dele­
gados de ésta, Sr. Compostizo: el P. Rastelli
de Chieri, el abogado Sr. Mazzotti de Faenza.
el abogado Sr. Battú de Lanzo; y el Secretario
General P. Cojazzi. La sesión, que se suspenda
a las 13 y se continuó a las 15. versó sobre los
dos puntos siguientes:
1° Conveniencia de las Asociaciones Regio­
nales y Nacionales.
2* Relaciones de las Uniones y Asocia«riones

de la Obra Salesiana, estuviera en la posibi­
lidad de prestarle un eficaz apoyo en determi­
nados casos. Pero a esto se hizo obser\'ar que
el movimiento de los Antiguos Alumnos, bro­
tado como una rama del árbol salesiano, no
podía aspirar a una independencia que podría
ser comienzo de una orientación peligrosa.
« No olvidemos, decía el Sr. Mazzotti, abogado
de Faenza, que nuestra asociación es total­
mente diferente de las demás a que por ventura
podemos pertenecer. Dejemos, pues, a un lado
ios particulares puntos de vista con que asis­
timos a las demás asambleas. En la portada
de la nuestra se podría escribir este lema; <<gui
rcgr.z amore * (aqm' reina el amor). Somos un
retoño brotado al calor del afecto y carmo que
consen'amos hacia nuestros Superiores; demos,
❖ ^

-

17» -

pues, de mano a los deseos de una autonomía
que no es posible y que, aunque lo fuese, no sería
provechosa. La gala y hermosura de nuestra
Asociación consiste precisamente en ser distinta
de todas las demás »>.
Después de un animado debate, todos los
que habían presentado enmiendas, convinieron
en las siguientes conclusiones, que la Asámblea
votó y aprolDÓ artículo por artículo:

3) Los presidentes de los Consejos regionales
y nacionales así como el Presidente federal tendrán
el cargo por seis años.
4) A los Consejos regionales, salva la autonomía de las Uniones locales, compete:
a) declarar legítimamente constituidas las
Uniones locales, que deberán tener por consiliario
a im sacerdote, representante del Superior.
b) vdar porque las Uniones mantengan ín­
tegro y efectivo el fin porque se constituyeron.
c) hacer de intennediarios entre las Uniones
.. T ema I. — Organización definitiva de la Federa­ locales y el Consejo nacional, a fin de que éstas
sean inscritas y afiliadas a la Federación Inter­
ción Internacloaal de exalumnos.
nacional.
5) Cada Consejo regional o nacional pedirá a
L 1 II® Congreso I nticrnacionai, de Ex-Alumsus respectivas Uniones locales o Asociaciones
nos Solesiaiios;
regionales ima relación anual. Una vez examinadas
Considerando :
estas relaciones, compilará sobre ellas una memoria,
а) que desde la celebración del anterior Coir la cual será remitida a las Uniones locales o Aso­
greso acá han nacido muchos nuevos Centros ciaciones regionales.
locales y Federaciones Nacionales, al paso que no
6) líl órgano oficial de la Federación Intemapocos de los ya existentes han aumentado nota­ ' cional de los Antiguos Alumnos saldrá trimesblemente el uúniero de su.s socios e intensificado trahuente con el título de « Rivista dei Giovani »
su acción:
a cura della Federazione . Internazionale « Allievi
б) que lo mismo los Centros nuevamente apa­ di Don Bosco >.
recidos que los que se h an robustecido y ampliado,
han menester de mi más frecuente y eficaz impulso
A manera de apéndice, la Asamblea aprobó
directivo de parte de un caitro regulador, como la siguiente moción que llevaba la firma de
es cabalmente la Federación Internacional:
dos italianos {Santacroce y Gribaudi), de un
c) que tal impulso directivo será tanto más español (Don José Durán), de un francés
seguro cuanto sea mayor la conexión y enlace que
corra entre el Centro regulador de la Federación (M. Moullet) y de un alemán (Marschall).
Internacional y sus Centros menores, por ima
parte, y la Dirección suprema de los Salesianos
y las demás Direcciones inspectoriales y de cada
Casa en particular, por otra;
RESUELVE.

1) Que los Centros o Uniones locales, consti­
tuyan una Unión o Federación regional, siguiendo
u ser posible, la circimscripción de las Inspectorías
salesianas; a su vez las Uniones regionales formen
mía Asociación Nacio^ial: y las Asociaciones Na­
cionales se reiínan en una grande Federación In­
ternacional.
2) Las Juntas de los Centros o Uniones locales,
sean elegidas según los estatutos peculiares de
cada una.
Los Consejos regionales estarán fonuados por
los presidentes de las Uniones locales, con un
Secretariado regional al que presidirá un socio
elegido por el Consejo, de acuerdo con el P. In.«pector.
Cada Consejo Nacional estará constituido por
los presidentes de los regionales y las Rdas. Sres.
Inspectores: tendrá un secretariadd nacional,
bajo lo presidencia de un socio elegiilo por el Con­
sejo Nacional, de acuenio con el P. Inspector del
lugar donde aquel tiene su sede.
La Federación Internacional será regida por mi
Consejo constituido por los presidentes de las Aso­
ciaciones nacionales y tendrá como órgano ejecucuüvo una Junta Federal de cinco miembros,
nombrados por el Rector Mayor, xmo de los cuales
tendrá el cargo de Préndente Federal, previo el
cousentimiento de los Presidentes Nacionales.

El Congreso, en la convicción de que para los
fines prácticos de la organización internacional,
nacional, regional y local de los Antiguos Alumnos
de Don Bosco, ha de ser sumamente útil y aún
de todo pimto necesario conocer el número y ca­
lidad de los adherentes; y supuesto también que
.los cálculos sobre el futuro desarrollo de la Aso­
ciación dependen del conocimiento constante de
la población de los Colegios y Oratorios de Don
Bosco:
Propone y resuelve que se haga mi empadrona­
miento de los Antiguos Alumnos, que se publique
un anuario estadístico y que cada año los secre­
tariados regionales pidan a las direcciones de los
Colegios y Oratorios los datos concernientes al
movimiento de alunmos: haciendo votos que se
den a 1 propio tiempo las debidas disposiciones y
se establez ca de común acuerdo im sistema esta­
dístico (jue permita a los Directores dar satis­
facción a estas suprauas exigencias de la Orga­
nización.
Antes de cerrarse la sesión se aprueba por
unanimidad la siguiente disposición transi­
toria:
« Con el fin de poner en práctica la nueva
constitución de la Federación se establece que
dentro el plazo de seis meses a contar de esta
fecha, las Uniones locales y Asociaciones regio­
nales y nacionales hagan las elecciones para
los cargos sociales ».

179
inspirador que fué del Monumento de D. Bosco,
alumno d d inolvidable y magnánimo P. BaLa primera jom ada de este Congreso trans­ ratta, formado en los piindpios de la sodología
curre en un ambiente tal de sencillez, y espon­ cristiana de Estanislao Solari, propone, y la
tánea y fraternal cordialidad, que a muchos se asamblea por adam adón acuerda, enviarle un
les escapan las lágrimas. La asamblea escuchó efusivo aplauso y enhorabuena, con d siguiente
con honda emoción y vivísimo interés la rela­ tdegrama:
Excmo. Sr. José Micheli, Ministro de Agrición del representante de Portugal. Refiere
en efecto que su nación, privada de casas sale-, , cultura, Roma. — A l inaugurarse el monumento
sianas, desde que fueron suprimidas por la de Don Bosco, por V. E . geniahnente propuesto,
revolución, vió nacer varias Uniones de Antiguos . el Congreso Internacional de Antiguos Alumnos,
Alumnos, aunque no hubiese ningún Salesiano acoge con aplauso su fraternal adhesión y envía
que las guiase. Pero hay más: estos Antiguos al nuevo Ministro, formado en una misma escuela,
Alumnos prodigan sus cuidados a los niños sus felicitaciones y parabienes. — Poesio, Pre^
de los colegios, sustraídos a la dirección de los sidente.
Salesianos, a fin de mantener vivo en ellos el
recuerdo del Vble. Don Bosco. El Congreso
Poaencia sobre el segundo tema.
acoge con una grande ovación estas noticias
y el Presidente hace notar este hecho como un
Actúa de ponente d Sr. Francisco Brazioli,
hermoso ejemplo del sello indeleble que a m a­ abogado, de Bolonia, quien expone con fogosa
nera carácter sagrado, Don Bosco imprime en expresión y escogido lenguaje d tema, acerca
las almas educadas, troqueladas en su escuela. de las diversas manifestaciones de la actividad
Igual conmoción despierta el d elg ad o de la de los A. A. de Don Bosco. Recuerda su vida
Unión de Asti (Piamonte), al referir cómo antes de de colegial en Valsálice, las frecuentes ocasiones
que se abriera el actual Oratorio Festivo, nadó
que tuvo de tratar al Vble. Padre y Maestro,
y prosperó allí por mucho tiempo una « Unión y halla en d vivo afecto de la gratitud la raíz
de Antiguos Alumnos ».E1 sacerdote que refiere de las variadas formas de actividad que des­
el hecho, al preguntar si puede surgir una «Unión pliega y es d distintivo d d Antiguo Alumno de
sin la presenda de im sacerdote salesiano, re­ Don Bosco: actividad que v a desde un pro­
cibe con una voz unánime y grandísimos aplau­ grama mínimo hasta abrazar todo d vasto
sos la respuesta de todos los corazones: Sí, campo de la Cooperadón Salesiana. « Hace
puede; -porque todo Antiguo Alumno Sacerdote cuarenta años que salí de Valsálice: desde en­
vale en tales casos por un Salesiano!
tonces no ha habido día que mi pensamiento
También la ciudad de Perusa presenta un no volviese al amado nido; a todos horas me
caso análogo por boca de sus delgados: veinte hallaba al lado de mis maestros, sintiéndome
jóvenes se asomaron sin tener domicilio fijo y
de ellos altamente ufano y legítimamente orgu­
establederon una Unión de Antiguos Alumnos lloso. Esa ufanía y orgullo, de que todos partierrante, como lo fué el primer Oratorio de Don dpamos, quiera Dios que lo guardemos hasta
Bosco.
el sepulcro, de modo que se pueda decir de los
Para colmó de entusiasmo el diputado y
Antiguos Alumnos: « Múdase en ellos el color
ex-ministro Sr. César Nava, pronuncia una v i­ de los cabellos, pero no se mudan sus entusias­
brante alocudón sobre Don Bosco y la opor­ mos: los rayos de su ocaso se parecen a los de
tunidad de las Asodadones de Antiguos su aurora ».
Alumnos, i Justicia y caridad, veo escrito, dijo,
Lee a continuación los considerandos y con­
en la riquísima bandera de la Federadón Espa­ clusiones, las que el presidente pone a discu­
ñola dé A . A.; y justida y caridad precisamente sión. E sta se hace más viva y animada que la
deben llevar la sociedad hacia Dios. Don Bosco, del día anterior: intervienen en ella varios
cooperando al triunfo de la caridad, apresurará oradores. E l nudo de la cuestión está en esto:
también i>or medio de los Antiguos Alumnos ¿debe el Congreso aprobar un plan general de
el triunfo de la justicia ».
trabajo o por el contrario ha de señalar a la
actividad de los A. A. una serie de trabajos
concretos y determinados? A favor del plan
JORNADA SEGUNDA.
general se exponen estas razones: la compleji­
A las diez de la mañana d d día 22, se abre dad y vario carácter de las Uniones y la impo­
la sesión d d segundo día. El presidente anuncia sibilidad consiguiente de señalar im programa
al Congreso que d compañero A n t ^ o Alumno de trabajos que pueda emplear las actividades
L. José Micheli, en aquellos precisos momentos de todos: la conveniencia de que un Congreso
prestaba juramento en manos de S. M. d Rey intem adonal no desdenda a particularidades
de Italia, como Ministro de Agricultura. Como y menudéndas, que han de ser determinadas
Particulares coutnovedores.



por los Consejos nacionales y regionales. Por
la otra parte, es decir, a favor de un plan ana­
lítico y concreto se aducía la necesidad de pro­
poner a los alumnos una empresa o trabajo
determinado que llevar a cabo en el intervalo
del 2® al 3° Congfreso, así como entre el
y 2?.
se habían concentrado sus actividades en la
erección del Monumento.
K1 debate jirocedió muy movido y fogoso,
adquiriendo en ciertos momentos »m interés
casi dramático por.el convicción y calor con que
los oradores defendían sus res])ectivos jmntos de
vista, y la participación de la imponente y apiña­
dísima asamblea. Suspendióse la sesión a las 13
y se continuó a las 15. lín este intervalo los
l>ropugnadores de las dos tendencias vinieron
a un acuerdo, presentando a la aprobación de
la asamblea, al íin de la sesión, la siguiente orden
del día, que tiene por base la propuesta por la
Unión de Roma e incluye las demás, presen­
tadas en el curso del debate y que jíarecieron
dignas de tenerse en cuenta:
T

II. — .Caracteres y obras especiales propues­
tas a la actividad de los Antiguos Alumnos de
Don Bosco.

rma

COiVSIDl'HANDO:

iSO

R

e s u e i .v e :

1) Que toda Unión de AA. A A . se proponga
como fin principal y primario reavdvar. mantener
y fomentar .siempre más en sus socios el verda­
dero espíritu de Don Bosco, de modo que éstas
sientan el deber de ser en su vida pública y pri­
vada espejos de virtud y religiosidad, que apren­
dieron en la escuela de los Salesianos y de hacerse
cada vez más aptos para ejercer en ¿ seno de la
sociedad aquella misión de renovación cristiana
que ha sido siempre el fin supremo a que Don
Bosco y sus hijos han consagrado su vida de tra­
bajo y sacrificio, mediante la educación de la
juventud.
2) Que toda Unión de A A . AA. se proponga la
realización de un trabajo de utilidad práctica e
inmediata, comprendido dentro del vasto campo
de la Obra Salesiana, empleando la fonna de ac­
ción que parezca más conveniente y eficaz, aten­
didas las circmistmicias y los medios con que se
cuente y las necesidades del lugar y del ambiente
en qtie se vive.
3) Que cada Unión de AA. AA. se imponga d
íleber de estudiar y seguir con afectuosa solicitud
la acción benéfica y providencial de la Sociedad
Saleisana, y se proponga prestar ima fiel y activa
colaboración a los Salesianos en las diversas obras
y particulares iniciativas, donde la intervención
y trabajo de los AA. AA. pudiera ser útil y pro­
vechoso.
4) L a Federación, con el fin de imprimir a las
organizaciones una dirección práctica, delibera
que toda Unión desarrolle por partes el siguiente
program a:
а) procurar ejue los AA. AA. asistan a las
fiestas quQ se celebren en el colegio u oratoria
donde reside la Unión; y convocar anualmente una
reunión fraternal de todos los miembros de la
Unión.
б) lístablecer un Qrculo de estudios, de cul­
tura o recreo, dónde puedan reunirse los socios:
celebrar allí frecuentes reuniones.
c) proseguir y completar la obra de Don Bosco,
prestando asistencia y dirección a los jóvenes que
salen de los colegios Salesianos. al entrar estos
cu la vida del mundo, valiéndose de la experiencia
propia para guiarlos por buen camino, s^ ü n la.s
principios de la eilucación salesiana y con los
imriias que parezcan más oportunos, entre los
cuales debe ponerse la « Casa de los A A. A A. ».
d) Iniciar, dar impulso y multiplicar todas
las obras de ásistciicia, previsión y mutualidad ea
fa\or de los socios, conforme al espíritu salesiano.
e) iMualmente proponerse, siempre (jue set
jxxsible. recaudar los fondos necesarios para colocar
> mantener a algún niño huérfano y pobre, en umi
casíi sale.siana.

1) Que las Uniones de AA. AA. tienen su razón
de ser, no sólo en el afecto de gratitud que les liga
a los jVnliguos vSuperiores y cu el vínculo de fra­
ternidad que los une entre sí, mas también v
sobre todo en el deseo y la obligación que los
soaos sienten de mantener vivos en sus almas v
llevar a la ^■ ida piiblica y privada íos supremos
principios de la fe y del trabajo, que son la esencia
y fruto de la educación recibida en la escuela de
Don Bosco.
2) Que las Uniones de AA. AA. por lauto deben
pro¡x)nerse como fin. no sólo promover afirmacloiie'.s
y manifestaciones de afecto y gratitud, sinó tam­
bién y sobretodo procurar la actuación práctica
de los principios arriba mencionados.
3) Que la actuación de tales priucipi<w debe
procurarse siempre nurntcniendo la acción dentro
ilcl camixi vastísimo de la actividad salesiiuia -- que no excluye ninguna fonmi do hacer ol bien y con caracteres y }iro<.'edimientas uctametitc
.sale.sianas, gunnláuduso do invadir el camixj do
trabajo rosorvndi' a otrasactividadosy do acudir a
sistemas y rt\airs»\s projMos deotnus organizaciones,
.|) Que la vida do las Uniones do AA. AA. dobo
do.sam>llarso en ooustiuUo y iK'rfcTta anuonia
do ospiritu o intenoioiios am la obra de la Socioíhul
Sulosiaua. conforme a bus anlorizadíis norma.-.,
trazadas jx)r ol \'hlo. Don Bosi\>. d cual, al di­
rigir la palabra cada año a los grupos do ox-almnParticulares conmovedores.
uas que dosde 1S70 il>an a ‘ tcstiuioni.arle su poK s imposible trasladar al papel una pálida
roimo filial carino, los manifestó repelidas voces
el vivo deseo do que .so ixjnsidorasen a sí mismos
impresión siquiera de los dos sesiones, en que
y pnKnirason sor «lo bocho, «-onio una parte inte­ se elaboró este m a ^ ífico programa de trabajo.
grante de la fatnilia vsalcsiana y ctuno su más
B aste notar que ni el calor, ni la estrechura
líelos y i'olosos ooti|x'ra<lores.
,
del local, donde se apiñaban muchos centena-

1
— i8i —
I res de congresistas, fueron parte para que de­
cayera un punto el visísimo interés del dabate,
4e que debía brotar el aliento vital de la Unión.
El abogado, Sr. Pelizzari de Este, habla de
la región veneciana, material y moralmente
asolada: « Pido, decía el abogado, oraciones y
acción en fa\*or de nuestro devastado país.
Ayer, al tratarse de la mayor o menor autono­
mía nuestra respecto a la Obra de Don Bosco,
me abstuve de hablar. No hablé, porque la
emoción ponía un nudo en mi garganta. Pero
desahogué luego todo mi sentimiento, cuando
hallé al Rdmo. Don Albera }’• sin, decir palabra,
estampé un beso en su venerada mano. Aquel

¡No! grita a una sola voz la asamblea. Todo
Antiguo Alumno ha de estimar como primer
deber suyo el traer de nuevo al redil las ovejas
descarriadas; de este modo será el continuador
de la Obra del Maestro y a su tiempo recogerá
los frutos, como ha sucedido no pocas veces.
E l Sr. Lignani de Milano propone el ejemplo
de la « Unión » de aquella ciudad que hace tres
años mantiene por su cuenta a tres huerfanitos
de la "guerra. L a asamblea aplaude la generosa
iniciativa y la propone a la imitación de todas
las demás Uniones.
Varios representantes de la Unión de T\irín
proponen que en las ciudades más populosiis

Ut tribuna regla, durante el discurso del Marqués de Críspolti.

beso significaba lo que ahora digo aquí públi­
camente: adhesión entera, íntima relación y
filial dependencia de la Sociedad Salesiana. En
ei Monumento el Venerable Padre es re p r^ n tado en actitud de levantar a un niño con la
mano: nosotros fuimos levantados por él y
queremos serlo ahora y siempre. De esa mano
hemos dependido y, queremos depender ». Un
atronador aplauso acogió estas sentidas mani­
festaciones.
El Sr. Bmnoni de Ravena expone el caso
de aquellos ex-alumnos que desgraciadamente
se han apartado de los saludables principios
recibidos en la escuela de Don Bosco. ;Qué
conducta hay que observ'ar con ellos? Un tenue
hilito de telaraña los tiene todavía unidos a la
Obra de Don Bosco. ¿Deberemos cortarlo? —

se funde la *Casa del Antiguo Aliwnwn pasa
hospedar a los estudiantes y obreros, cuya fe
y costumbres en otras partes peligrarían. La
asamblea, acogiendo con entusiasmo la inicia­
tiva, resuelve elevar una ardiente solicitud a
los Superiores Salesianos, sin cuyo apoyo sería
muy difícil ponerla por obra.
El Sr. Pivano de la Unión del Oratorio Fes­
tivo de V ald oa» , propone que las Uniones
ayuden y protejan a los niños y jóvenes que
sienten vocación al sacerdocio, pero se hallan
en la dificultad moral o material de seguirla.
Es fácil hacer entrar a esos jóvenes en las casas
abiertas con ese fin. La asamblea aplaude y
apoya la propuesta.
E l d e lg a d o alemán, Sr. Marschall señala a
jos A n t r o s Alumnos una obra eminente-

i

— iS z —

mente cristiana en favor de los muchos niños
de^ Viena traídos a Italia. Es sabido que esos
La visita de Don Albera.
niños pertenecen a familias católicas y, son
subvencionados por entidades católicas, y sin
Ea sesión de la tarde del segundo día fué
embargo han sido colocados en colegios y fa­ honrada con la visita del Redmo. Sr. Don Pablo
milias que insultan sus principios religiosos o Albera, que fué objeto de una cariñosísúna
les obligan a dejar el saludo! ¡Alabado sea Jesu­ ovación y^ saludado por el presidente. Don Al­
cristo! para aprender el lengaje del odio y de la bera dirigió a los congresistas su palabra siem­
rebelión. He aquí una obra práctica y santa pre tan sencilla y penetrante a la vez, que pa­
en que podrán entender y d e sp ica r su celo rece un eco de la de Don Bosco. « N o puedo
los Antiguos Alumnos de los Salesianos, que menos que felicitaros, dijo, y aún daros las
en las Casas de Austria, liaviera e Italia han gracias por lo numerosos que habéis venido.
recogido a centenares de esos niños, suminis­ Nunca se vieron reunidos tantos Alumnos dé
trándoles el pan material juntamente con el todas las partes del mundo. Un pintor, al tratar
espiritual. Ea relación, aunque hecha en un de representar en un lienzo el encuentro de la
italiano bastante difícil, pero muy elocuente, beneficencia y la gratitud, puso este encuentro
es escuchada con profunda atención y vivo en el cielo, porque le parecía imposible que
interés por la asamblea, pues en ella no las esas cosas pudieran verse juntas en la tierra.
palabras, sino los hechos exprimen lágrimas... Si aquel pintor se hubiese hallado aquí, cam­
El Sr. I-rancliini de Florencia, que en muchas biaría ciertamente de opinión, porque ese raro
ocasiones electrizó a la asamblea con su fogo­ encuentro se verifica aquí en cada uno de vos­
sísima elocuencia, i)regunta: Compañeros ¿a otros. Basta veros para creer en la sinceridad
que fin nos hemos asociado? Para hacernos y
de vuestro afecto: esto os honra sobremanera.
hacer hombres. Debemos contimiar en noso­ Os debo dar las gracias también por. el cariño
tros y los demás la educación recibida. Es y veneración con que habláis de vuestros an­
pues, un sagrado deber nuestro que tomemos tiguos superiores. Y o confío que estos lazos de
bajo nuestro cuidado a los jóvenes que salen' afecto han de producir muy preciosos frutes.
del colegio, que guiemos sus primeros pasos Os prometo que nunca seréis olvidados en
en el mundo, que seamos sus hermanos ma­ nuestras oraciones. Cualquier cosa que los Su­
yores, como una prolongación de la Obra de periores puedan hacer ppr vuestro bien, pedíd­
D. Bosco.^
selo, que lo harán de mil amores. No podrían:os
El Sr. Poesio deja la presidencia al Sr. Maz- perdonamos jamás, si hubiésemos limitado
zotti para apoyar la orden del día presentada iiuestro amor por vosotros al breve espacio de
por la Unión romana, a que él pertenece. En tiempo que estuvisteis en nuestra compañía:
su discurso señala magistralmente las nota.s os amamos aún y deseamos amaros siempre.
características y el campo de acción de los Espero que el Congreso tendrá un muy feliz
A. A. « Hallámouos en un inmenso campo de resultado y que ha de representar un notable
febril actividad y es preciso que conser\'cmos avance en nuestra eficaz y noble empresa de
nuestra fisonomía sin confundimos ni fusio­ difundir en el mundo el espíritu de Don Bosco.
narnos con otras agrupaciones y sin invadir El sob'a decir a los primero^ ex-alumnos: Gozo
esferas ajenas. Seamos dignos seguidores de inmensamente cuando estoy en medio de vos­
Don Bosco, Tratemos de hacer bien, como lo otros porque sois vosotros los que procuráis
hacía él, sin tantas reglas, ni programas. En
honor a Don Bosco: no me habléis por tanto
la vida de Don Bo.sco, vemos cómo presentía de gratitud, yo soy el que debo estaros agra­
con instinto profético la aparición de nuestras decido. Y o también os digo como Don Bosco:
actuales <i Uniones >' y ya trazaba los rasgos
¡Gracias, amigos! ¡Esta imponente asamblea
característicos de ellas en sus pláticas fainiliares es la prueba más palpable de vuestro amor! »
que dirigía a los primeros'cx-alunmos, cuando
El Rdmo. Don Albera, después de haber
iban éstos a felicitarle el día de su santo. Eos asistido por un rato a la discusión y al discurso
Antiguos Alumnos deben profesar como prin­ del abogado Cav. Vola, que reclama la acción
cipio la vida cristiana y como manifestación
salesiana a favor de los menores delincuentes,
cualquiera obra de coopemeión, según los ideales abandona la asamblea, saludado por una \'iva
de Uou Bosco. P,1 nos infundió e inculcó sus demostración de afecto. A las 17 d presidente
principios^ para que nosotros los practicásemo.s
Poesio con voz emocionada, dirige un saludo
e infundiésemos en la familia v en la socie­ de despedida a los reunidos y declara cerrado
dad >.
el segundo Congreso Internacional de los An­
Ea asamblea aplaudió \' aprobó estas normas,
tiguos Alumnos de Don Bosco.
contenidas en las conclusiones más arriba apun­
tadas.

-

183 -

El agape fraterno.

El día 23 a la una de la tarde, después del
inohúdable plebiscito de afecto realizado en el
acto de inauguración del Monumento, los An­
tiguos Alumnos, en número de 700, tuvieron un
fraternal banquete en la platea y galerías del
teatro del Oratorio. E n d palco se sientan unas
cincuenta distinguidas personalidades, que hon­
ran el acto. E s una escena bella en extremo,
por la sencillez, cordialidad y alegría, que reina
en toda la sala. Presiden el Emmo. Card. Arzo­
bispo de Sevilla, Don Albera, d senador Conde
de Rebaudengo, el escultor Cellini y muchos
otros ilustres personajes. A l fin de la comida,
se pronuncian varios brindis. Habla el Sr. Com­
postizo por los Españoles, que no quieren ceder
a nadie en cariño a Don Bosco: d profesor Gribaudi, que lanza un viva a Don Bosco; a Don
Rúa, a Mamá Margarita, la madre de Don
Bosco; conmemora a los ex-alumnos difuntos
y a los que fueron \úctimas de la guerra; e in­
vita al Rdmo. Don Albera a rezar por ellos
un De profutidis. Pénense todos en pie y rezan
hondamente conmovidos. E l Sr. Poesio hace
notar la fraternidad y alegría que reina en
todos y que hace pensar en las dichas d d dd o .
Dedica im recuerdo a los compañeros ausentes,
espedalmente a los que están ligados solo por el

finísimo hilo d.' araña, y se promete que el cdo
de los AA. AA. los lleve nuevamente al aprisco.
E l Rdo. Sr. Zerollo de Genova habla por los
Sres. Cooperadores, d P. Rufino por los AA, AA.
de Triste; Monseñor Pmi, por la juventud cató­
lica universitaria; el P. Robotti, dominico, por
los Círculos de jóvenes: el profesor Mele, en
nombre de Florenda artística al artista Cellini;
MouUet, por los Franceses; el profesor Habridi
de Colonia, por los Alemanes; el abogado Sr.
Giorgi, por la prensa, etc.
A l fin, el simpático Franchini de Florencia
señala a Don Bosco como modelo de trabajo y
confianza en la Providencia divina, y dice que
d Congreso representa para todos un pagaré
firmado: iHechos, no palabras! Debemos vivir,
exclama, de modo que no tengamos que aver­
gonzamos algún día de nuestros superiores y que
nuestros superiores no tengan que avergonzarse
de nosotros.
E l prof. Gribaudi anuncia a la asamblea que
se ha obtenido la cruz de Cavaliere para el ins­
pirado autor del Monumento, Sr. Cellini, a
quien la asamblea saluda con una ovación for­
midable. A las 4 de la tarde el banquete se
disudve; despidiéndose los comensales con
esta consigna, netamente salesiana: ¡Adiós,
hasta más vernos... ¿dónde? no lo sabemos.....
ciertamente en el Paraíso!

El Congreso de las Antiguas Alumnas.
mitida e inculcada por las Religiosas, Hijas
El 2° Congreso Internacional de las Antiguas
de María Auxiliadora.
Alumnos de las Hijas de María Auxiliadora,
Das reunidas se acercaban al millar: pero
promovido y preparado por la Jxmta Central
de Turín, de común acuerdo con la Directiva tras ellas, quedaba un ejército innumerable de
almas, que desde lejos las seguían y acompa­
de la Federación de los Antiguos Alumnos y
ñaban
y palpitaban con un solo afecto durante
la Central de los Cooperadores, constituyó otro
triunfo insui>erable del sistema educativo de esas fiestas: y desde lejos han hecho oir su voz
Don Bosco, una nueva afirmación de su espí­ de adhesión y enhorabuena. Ni una sola de
las 255 « Uniones * de Antiguas Alumna.s, dejó
ritu, una solemne manifestación de gratitud y
de responder a la invitación: fajos de telegramas
afecto de las AA. AA. a sus Superioras por el
llovían de continuo en la presidencia del Con­
beneficio inapreciable de la educación recibida.
greso. H a sido un conmovedor plebiscito de
De la Casa, que tiene la dicha de cobijarse
a la sombra del Santuario de la \’irgen A uxi­ agradecimiento y cariño, cuya significación y
alto valor pedagógico es preciso reconocer.
liadora y junto al Monumento de Don Bosco,
partió la voz del llamam iento; y centenares y
millares de niñas, educadas en la escuela de
EL PRIMER DÍA
Don Bosco y bajo el manto de María Auxilia­
El Congreso tenía sus reuniones en el amplio
dora respondieron con entusiasmo, desde las
salón
de actos del C o l^ o de María Auxilia­
varias naciones de Europa y América. Vieronse
acudir gozosas desde lejanos países muchas de­ dora, el cual estaba espléndidamente tapizado
con colgaduras de terciopelo carmesí, palmas
esas buenas jóvenes, a quienes une una sola fe.
v banderas, presidiendo desde el fondo el amaun espíritu único, una sola actividad, humilde
y avasalladora: la fe, el espíritu y actúidad . ble retrato del Venerable Don Bosco.
Representaba al Rdmo. Don Albera, el Mr
del Vble. Padre Don Bosco, que les ha sido trans­

— i 84 —
Rdo. Don Bartolomé Fascie, del Capítulo Su­
perior y Director general de estudios de la Pía
Sociedad Salesiana, a quien acompañaba el
Rdo. D. Félix Cañe, en calidad de ponente ge­
neral. Ocupaba la presidencia de honor la
Rdnia. Madre Catalina Daghero, Superiora
Oeneral, con las Madres Sor Luisa Vaschetti,
Sor María Coppa, Sor Kulalia Bosco, Sor Cata­
lina Arrighi, Sor Clelia Genghini del Capítulo
Superior de las Hijas de María Auxiliadora:
las Madres Inspectoras de ICspaña, Francia e
Italia: y las Señoras y señoritas delegadas de
esas naciones y de Inglaterra, Argentina, Brasil,
Albania y Kuro]>a Central.
La presidencia efectiva túvola la señorita
María Victoria Cliiora, profesora. normal, pre­
sidente de la Junta Ejecutiva; y eran vice-presidentes, las Srtas. María Luisa Bosselli, hija del
ex-Presidente de Ministros del mismo apellido
y la doctora Serapia Cristina Cotto, por Italia;
Mdlle. Simone Grandperret, por Francia, la
Señorita Carmen Borrell, por España; la Sra.
Teresa B. Vda. de Bauer, por la Europa Central;
y de secretarias actuaron las señoritas E. Peona
y i>rofesora María Scaglia.
La Presidente, Señorita María V. Chiora.
abre la sesión, dirigiendo un caluroso saludo
a las Superioras y compañeras, que han acudido
al Congreso de diversas partes, particularmente
a las delegadas extranjeras, cuya presencia
supone no pequeños sacrificios.
Expone luego el significado afectuoso del
Congreso y los frutos que de él se espera han de
salir, para la realización del sublime programa
de cristianización social, que anhelaba Don
Bosco. i Don Bosco se anticipó a los tiempos,
dice la egregia profesora disertante, presintió
las necesidades actuales y se propuso « unir a
h s buenos católicos, son palabras suyas, en un
solo ideal, en una acción común, para fnirar por
la salvación propia y por la de todos, trabajando
en favor de la juventud, de la cual depouie la
feliz o desgraciada suerte futura de la sociedad ",
Es evidente que tuiestra sociedad atraviesa
una crisis espantosa: luuclios achacan su origen a
la guerra mundial, pero sus causas son muy má.s
hondas y remotas: se ha buscado la descristiani­
zación de la familia y la escuela, del tribunal y
la cátedra, del taller y la fábrica, y todos los
valores han venido a tierra... No quiere esto
decir, que nosotras, las ex-alumuas de las Hijas
de María Auxiliadora debemos arrogamos la
pretensión de cambiar la faz del mundo: pero
ciertamente en la magna empresa de resolver
esta gravo crisis y restablecer el imperio de
i virtud, de la honradez, de la moralidad, de
caridad y justicia en las relaciones sociales
lividuales, algo podemos hacer las Antiguas
•ms, pues somos legión incontable, si sa­

bemos conocer con certeza cual es nuestro deber
y cumplirlo resueltamente; si tenemos el valor
de sujetarnos a muchas privaciones; si sabemos
dar ejemplo firme de seriedad, disciplina, acti­
vidad, moderación, justicia y amor.
No olvidemos, que si en otro tiempo el dicho
de «domi mamit, lanam fecit» era el elogio más
cumplido que se podía hacer de la mujer, hoy
sería de reprender; es preciso saber salir del
estrecho y amado nido doméstico, y, sin descui­
dar ninguno de los deberes que la familia exige,
es menester que todas nosotras, en el nombre
de Don Bosco y de María Auxiliadora, venza­
mos nuestro natural retraimiento y timidez
para salir, annadas de valor, a cmnplir los nuevos
deberes sociales, que incumben a la mujer de
hoy, preparándonos a ellos con una sana culturo,
con la organización y la reforma y arreglo de
nosotras mismas, pues sin esa reformación intenia de los individuos no es posible reforma
alguna social; que cada cual, en el lugar que
el Señor la haya colocado se mantenga a pie
firme y cumpla su d ber con humildad magná­
nima y modesto ardimiento, también cuando
« deber » signifique « sacrificio »>y aún en el caso
de que équivaUese a « dolor ».
Urge concurrir a la realización de esa refont a
social, a la depuración de las costumbres y eleva­
ción moral... por eso es preciso, dejando a un lado
una timidez mal entendida, que ocupemos el
puesto donde nuestra acción pueda resultar de
provechosa eficacia: ninguna Antigua Aluinna
de Don Bosco, puede excusarse de este deber,
que aprovechando a otros y a nosotras mismas,
al propio tiempo nos d eva y ennoblece... Oremos
con fervor, trabajemos con denuedo, eduquémonos y eduquemos, tengamos nuestra con­
fianza puesta en María Auxiliadora y esperemos
un feliz resultado.
Al declarar, pues, abierto este Congreso,
envío a las compañeras ausentes, de Italia t
del extranjero, que no han podido asistir j>ersonalmente a estas nuestras reuniones, per©
que están aquí presentes con d corazón, en\*íoles, digo, nuestro afectuoso saludo; esperando
que de este Congreso saquen un mayor impulso
de \'ida todas nuestras secciones, y que el flore­
cimiento de estas coopere eficazmente al adve­
nimiento d d reinado social de N. S. Jesucristo,
único manantial de paz y felicidad, factor único
de verdadero progreso, promesa indefectible
de eterna dicha allá arriba!... »
\’ivísimos aplausos intermmpieron varias
veces y coronaron d hermosísimo discurso de
la Presidente, a la que sucedió la Madre Ins­
pectora del Piamonte, Sor Rosina Gilardi, para
dar una cordial bienvenida a todas las con­
gresistas en nombre de la Madre General.

Ei Coogreso da comienzo a sus trabajos.

La Srta. profesora Mai^arita P. Stoppino,
m nombre de la Junta Central, lee una reladón acerca ^el desarrollo de las « Uniones
de las asambleas regionales y nacionales, de las
obras realizadas o promovidas por la Junta
Central desde 1911 a 1920. L a relación es escu­
chada con vivísimo interés, p u ^ pone de mani­
fiesto el avance verdaderamente gigantesco
que ha realizado la Unión de las Antiguas
Almnnas en el espacio de nueve años.
En efecto: en
al reunirse el primer Con­
greso, tenía 74 secciones con 7942 inscritas.

Sus A » A ,R .R . el Duque y Duquesa de Génova -

i 85

-

En A mííRICA, Argentina, 23 secciones, con 6000
socios, Brasil, 15 secciones con 2500 sodas; Amé­
rica Central, 3 Secciones con 600 sodas; Cliile, 6
secdones con 1500 socios; Colombia, 7 secdones, con
1000 socios; Ecuador, 2 Secdones con 200 socios; Mé­
jico, 6 secciones con 1000sodas; Perú, ¿Secciones,
con goo sodas; Estados Unidos, 2 Secdcmes con 300socias; Patagonia, 4 secdones, con 600 socias; Uru­
guay y Paraguay 9 Secdones con 1200 socias.
Tem a II. — Organizadón de las Antiguas Alumnas.
L a ponente, Srta. ()lini])ia Poretti, en una
clara y sólida disertación, establece como bases,,
los siguientes puntos:

El Emmo. Card. de Sevilla - El Senador Conde de RebaudenflO.

Hoy presenta 255 secciones con un total de
66.487 socias, un número de obras de apostolado
cristiano verdaderamente consolador, « obras
qne son el predoso distintivo del apostolado
salesiano, el perfume espiritual que caracteriza
Ueducación que las Hijas de María Auxiliadora
dan a sus alumnas; con que las hacen cristianas
fervorosas y por medio de ellas, cristianizan
h escuela, la familia, y la sociedad, conforme
los ideales del Vble. Juan Bosco ».
Las Secciones se distribuyen de esta manera:
En E uropa: Bélgica tiene 4 « secciones > con *763
•odas; España, 8 « secciones » con 2566 sodas;
Italia 156 « secdones » con 47.068 socias; Ingla­
terra, 2 < se«3ones * con 150 sodas.
En Oriente , Palestina, 2 secdones con 540
Dcias.

Las Secdones y Círculos de Antiguas Alumnas.
no se deben considerar como Asociaciones re­
ligiosas, ni Sodedades de Socorros mutuo.s, ni
Profesionales, ni como Círculos de recreo o
gimnástico^: en suma, no deben equipararse a
ninguna de las existentes organizaciones que
se proponen la realizadón de un ideal religioso
o social, dentro de la vida pública.
La Secdón de las Antiguas Alumnas nace y
vive merced a una necesidad y tendenda espon­
tánea del corazón, que anhela, aún después de
abandonado d colegio, poder continuar viviendo
la pasada vida d d Colegio, del pensionado, dtl
Oratorio; seguir pertenedendo a la antigua
familia adoptiva.
E l espíritu característico de nuestras sec­
dones debe ser d ambiente de familia. L a ex-

— i86 —
ulumna dentro de la Sección, debe considerarse
como dependiente aún de sus Superioras, y
amarlas y tratarlas con la sencillez y amable
confianza de hija; los muros del colegio deben
traerle a la memoria la dulce poesía de su vida
de colegiala, las horas dichosas pasadas en el
estudio y en los ejercicios de piedad, en fin debe
ser el colegio para ella un recinto de suave y
santa paz, donde olvide las penas, inquietudes y
estridencias de la vida del mundo y pase unas
horas en compañía de las Superioras, de las
Hermanas, para oir una buena palabra, recibir
un consejo que le ilumine el camino, o también
un consuelo alentador que le alivie el corazón
y le infunda bríos para no desmayar en la per­
petua lucha por el bien.
Con oportunos anécdotas y episodios toma­
dos de la vida cuotidiana, la disertante pone
de manifiesto el bien inmenso que de la vida
de la sección puede sacar la madre, la esposa,
la obrera, la empleada, la maestra; hace resaltar
las ventajas que la Sección reporta a la familia
y la Sociedad por medio de las Antiguas Alumnas,
las cuales, llevadas de santos y nobles propó­
sitos, contribuyen al mejoramiento social con
la actividad o el ejemplo, cada una según su
posición y facultades.
Termina dando lectura a la siguiente orden
del día:
El II Congreso Internacionai, de Ant%uas
Aluumas de las H ijas de M. A.
а) al paso que recuerda y ratifica las conside­
raciones y acuerdos de su I Congreso, celebrado
en 1911, sobre la menera práctica de establecer
los Centros de Alumnas; y de hacer que oonserv’en
Ku espíritu característico, esto es, de fer\’oroso
retomo a la piedad, adhesión afectuosa y agrade­
cida a las antiguas Superioras y Maestras y de
mutuo y fraternal consuelo y apoyo moral v eco­
nómico; y de proairar la mayor difusión posible
del espíritu de Don Bosco.
б) y mientras hace notar que la actividad bienhecliora de las Secciones locales obtendrá mayores
resultados, si se facilita la aproximación y trato
de las Ex-Alunmas con sus antiguas Superioras
y se si organizan y subordinan las Secciemes entre
sí, conforme a la distribución jurisdiccional d d
Instituto de Hijas de Mafia Auxiliadora,

Ex-Alumnas auxiliar y apoyar toda empresa q«
sea para el bien de la Religión o de la Patria.
2) Que se constituya en cada Inspectoría ana
Junta Regional, fonnada por las Presidentes de
las diversas secciones, dos Ex-Alumnas residente
en la ciudad donde radica la Casa Inspectorial j '
ima Hermana designada por la Sra. Inspectora.
3) Que, donde se crea oportuno, se constituya
asimismo una Jim ta Nacional, en la que entrarán
las Presidentes de las diversas Juntas R ^ o n ale
(de cada Inspectoría), y ima de las Sras. Ins*
pectoras de aqudla nación, la cual representará
al Instituto en la Junta, y será nombrada por la
Madre Superiora General.
4) Que las Jimtas R ^ o n a le s y Nacionala
promuevan la formación y florecimiento de las
Secciones locales, y de acuerdo con la Junta Cen­
tral de Turín, convoquen asambleas o congressos
regionales o nacionales, según convenga.
5) Que la Junta Central (modificando el apar­
tado A del Art. 8® de su Reglamento, que se
i'omunicó a las Secciones con fecha de 10 de
enero de 1912) tome los acuerdos que sean áá
caso con la Dirección del Organo oficial de los
Ex-Almimos de Don Bosco, para establecer en S
una sección especial reser\'ada a las Ex-Alumna^
y cuide de la redacción ordinaria de los artículos
directivos y de información general, y valiéndose
de las Jimtas Regionales se procure breves e mt^
resantes relaciones de los sucesos e iniciatii’as
locales.
L a señorita relatora al term ihar su discurso fne
prem iada por una a\*acáón unánim e de la Asam­
blea. E sta entabla luego im debate sobre las
conclusiones propuestas, que contribuye pode­
rosamente a aclarar el carácter y orientación
de las organizaciones, aprobándolas al fin por
aclamación. D e este m odo queda definitiva­
m ente sancionada la institución de la Un'cn
Internacional de las Secciones, Círculos, etc.
bajo la dirección de un Consqo Central y cen
Reglamento propio, como r e a t a d o p red ac
de los anhelos y experiencia de las Asociad.'s
del antiguo y nuevo Continente.

DÍA SEGUNDO.

L a segunda jo m a d a del Congreso, distírguese por un aum ento de anim ación y ente^ s m o hasta un punto que nadie hubiera pre­
.•\crKRl\A:
visto, por el número extraordinario de las coai)
Que hus Secciones, Centros y Juntas de An-gresistas, por el interés de las discusiones, p::
ligim.'í Alunuias, sea cual fuere la fom ia « i que
lo práctico d e las propuestas y de los acuerde?
cstéu organizadas o d^plieguen su acti\*idad, conSe han agotado y a las 700 cédulas de Cimscr\*en siempre el espíritu y ambiente de
> gresistas, que había preparado la Ju nta eje­
que les es propio, reuniéndose «1 tom o de las Her­
cu tiva, y va n llegando todaW a nue\'as ex-alum*
manas. princii>almeute en ocasión de la fiesta de
María Auxiliadora, para la ccuuuemoración del ñas. L a sala está llena a rebosar, no queda c
un puesto v a d o . E l M uy R ev. Sr. D . B a rto lo »
.24 de cada mes. en la fiesta onomástica de la
■ Superiora. y demás propias de la Casa, con moti\*o Fascae anuncia la \*isita de D on A lbera e in­
d e a c a d ^ ia s y actos literarios, y cooperando d i a a todas a estudiar con empeño d **»ma que
ü feliz éxito de las obras de piedad v cela que se v a a tratar, d cual d ará lugar a m udios de­
•:!i ella se «nprendan, pues es muy propio de las bates y proposidones.

ir
-

187 -

Nuestro deber, añade, es d apostolado de
la caridad; caridad activa, caridad expansiva
entre nosotros mismos y con los demás.
Todos los que estamos aquí reunidos, sea
cualquiera nuestra procedencia, somos hijos
de María Auxiliadora, discípulos de Don Bosco:
trabajemos, pues, unidos por la actuación ,de
nuestro programa, que es programa de caridad ».
Tema II. — De qué manera, las Antiguas Alnmnas
de las Hijas dé María Auxiliadora, guiadas por
el espíritu de Don Bosco, pueden contribuir a la
restauración y renovación de la vida religiosa,
familiar y social de la mujer.
El espíritu de Don Bosco, dice la ponente
Srta. María Teresa Behvenuti, tiene un lema
suyo propio y carcterístico; prevenir. No solo
prevenir el mal y atajarlo en todas sus formas,
sino anticiparse también a los tiempos, adivinar
sus necesidades particulares y preparar el re­
medio con caridad cristiana.
El espíritu de Don Bosco, si bien es uno e
inmutable en su principio, goza de una mara­
villosa plasticidad y facilidad de adaptación,
que le hace aplicable en todo tiempo y lugar.
Es, pues, necesario que se conozca y propague
en medio de la sociedad para cu^m bien y pro­
vecho convendría que ese espíritu, capaz de
obrar milagrosas transformaciones, moviese
y guiase a todos, particularmente a la mujer.
Porque el poder de la mujer no falla nunca, y
está, llamado a tener un influjo decisivo en
imprimir ima dirección determinada al movi­
miento de transformación que estamos pre­
senciando.
La familia es y será siempre el campo natural
y propio de la mujer: mas y a que hoy por des-,
gracia, merced a muy diversas causas, se tiende
a menoscabar la trabazón íntima de la familia,
y a borrar el sentimiento que la informa, es
preciso acudir a sostenerla, salir en su defensa,
inculcar ese sentimiento muy hondo en el co­
razón de las niñas, prepararlas a la misión ma­
ternal, que será siempre la más grande y noble
para la mujer en el mundo, la que le merece
y rodea de la veneración de todos.
Con maternidad física o espiritual, toda mujer
es madre; es decir, la que forma, educa y modela
las nuevas generaciones.
Inftmdix en las niñas las dotes que ennoble­
cen a la madre: dignificación del sentimiento,
espíritu de abnegación, disposición al sacrificio;
preparar el terreno donde puedan a r r a la r y
florecer esas virtudes, cuya base indispensable
es la pureza, que debe ser defendida en las niñas
con todos los medios y a toda costa; tal es la
■ tarea que la ponente presenta a las Antiguas
Alumnas de las Hijas de M. A., proponiéndoles

por modelo a María Sma. que siendo la más
humilde y levantada de las criaturas, aparece
nimbada con la doble aureola de la pureza
y la maternidad.
Mas así como la familia es la base insusti­
tuible para emprender la regeneración de la
sociedad, también hay que reconocer que a la
mujer en estos tiempos le está encomendada
una grande misión social. Urge por tanto pre­
pararla, instruirla, educarla a fin de que adquiera
un conocimiento claro y preciso de los nuevos
derechos y deberes que le esperan.
Por iniciativa y con la generosa e incansable
cooperación de nuestras Antiguas Alumnas,
hay que establecer escuelas profesionales, de
economía doméstica', de legislación del tra­
bajo, de derecho electoral, etc., que pongan a
la mujer en condiciones de poder oponer eficaz­
mente arma a arma en la lucha entablada entre
el bien y el mal. «Trabajemos,compañeras,ter­
mina la disertante, con la confianza de que el
Señor bendecirá nuestros modestos trabajos
de sembradoras, y que más tarde nos será de
grande alegría y consuelo, ver el campo trans­
formado y cubierto de hermosas flores y dorados
frutos.
La visita de Don Albera.
Mientras la disertante tenia a todo el audi­
torio pendiente de su interesantísimo discurso,
un general palmoteo anuncia la entrada en el
salón del venerando Padre Don Albera. Con
la modestia y afabilidad que le caracteriza, el
Sucesor de Don Bosco, después de dirigir su
paternal saludo a las congresistas, les notifica
que S. S. el Papa Benedicto X V tiene puesta
con complacencia su augusta mirada en los
Congresos y envía al PZmmo. Card. de Sevilla
a representarle. La noticia es recibida con trans­
portes de júbilo.
Don Albera visiblemente conmovido y ani­
mado por el entusiasmo que reina en las reu­
nidas, evoca la memoria de Don Bosco, y dice:
« No podéis figuraros el vivísimo interés
que se despierta en todas partes por Don Bosco;
doquiera se habla de él y no se cansan de recibir
noticias suyas. Cuando visité las Casas de Amé­
rica fué grande mi sorpresa y maravilla al ver
la jjrofunda atenáón con que se me escuchaba
cuando hablaba de Don Bosco. Don Bosco no
visitó nunca aquellos países, con todo no había
ninguno que no estuviera lleno de su nombre.
Los libros, opúsculos, periódicos, y hojas vo­
landeras no son hoy bastantes para satisfacer el
insaciable ardor por saber de él y de sus obras.
Me <x>nsta de Emmos. Cardenales, e ilustres
diputados que después de haber leído los dos
tomos de. la Vida de Don Bosco; - escrita por
el Sr. Lemoyne, han- vuelto a comenzar la lee-

— l S8 —

tura, para saborear mejor y empaparse en el
espíritu de nuestro AHale. Padre; espíritu de
previsión amorosa, y piedad sólida hondamente
sentida, libre de ostentaciones, mas espontánea
y alegre, como el amor que la inspira.
Don Hosco amaba la alegría, que es fruto de
la gracia de Dios; quería que sus hijos todos,
sus niños y niñas, mostrasen una constante
alegría, conforme al espíritu cristiano; y quería
que los Salesiaiios y las Hijas de María Auxilia­
dora infundiesen en sus alumnos y alumnas el
amor a una piedad serena que fuese la actuación
viva de la máxima escritural: « Servüe Domino
in laetitiu ». Y para alcanzarlo alentaba a las
almas tímidas o inclinadas al pesimismo y a
la tristeza a poner la confianza en Dios, a des­
cansar en los brazos de su providencia, mientras
les inculcaba la frecuencia de los Sacramentos,
por espontáneo impulso del corazón.
También vosotras, mis buenas hijas, estáis
llamadas a obrar un gran bien en la sociedad y
lograréis hacerlo sin duda, si os movéis anima­
das por esa piedad serena, alegre y profunda,
que Don Hosco enseñaba. Vuestras palabras y
ejemplos serán entonces como los bellos rayos de
sol, que allí, donde penetran, esparcen luz, calor,
vida y alegría. ¡Sea María Auxiliadora el válido
sostén de vuestra buena voluntad y propósitos!
La palabra del segundo Sucesor de Don Hosco
deja i)rofunda impresión en las almas, y es
correspondida por una imponentísima demos­
tración de filial cariño, y por los gritos de
« Viva Don Hosco! {Viva Don Albera! » como
exiuesió» de agradecimiento.
Las Conclusiones.

Así que el Rdmo. P. Albera se hubo retirado
del salón, la señorita relatora terminó su discurso
y puso a la discusión y aprobación del Congreso
las siguientes conclusiones sobre el Tema II:
El H C ongreso I ntiírnacionab. de Antiguas
AlinuiMB de las HII. de M. A.
CoNSUíKR,\NÜO;

o) «er propio del espíritu de D, Bosco prociuar
con peraeYcrante cuidado y amorosa diligencia,
prevenir por cuanto se pueda y poner inmetliato
remedio a los males de onlen religioso, moral o
social, echando mano de los recursos, aún los más
radicales, que aconsejan las cirermstanoias. con
el fin de salvar la entereza de la fe y la honestidad
de las costumbrCvS. poniendo a buen recaudo sobre
lodo la pureza de las jovencitas. y coadyuvar al
saneamiento do la societlud.
b) Considerando que la última guerra mundial
ha traído y sigue preparando corrientes y mu­
danzas imprevistas, cu todos los órdenes de la
vida familiar y social, a determinar cuyo rumbo,
btieuo o malo, tendrá la mujer \m influjo decisivo;
c) afinuando (jue la religiosidad, patriotismo y

gennina tradición sale.siana obligan de consuno
a la.s Antiguas Alumnas de las Hijas de María
jVuxUiadora a estar .prontas y apercebidas para
las nuevas y apremiantes formas de Apostolado,
dejando a un lado las \-aiias y perjudiciales cri*
ticas de lo pa.sado, esforzáiido.se en cambio'por
mejorar lo porvenir;
í?) y mientras rinde
aplauso a la variada
actividad j celo, y- prácticas iniciativas que han
rlesplegado la Junta Central de Turín y las .demás
.secciones esparcidas por todos los ámbitos del
mundo, para poner por obra los acuerdos tomados
en el Congreso de i g n y por sus nobles, oportunas
y beneficiosas empresas llevadas a cabo durante
la guerra.
RivSl'Ei.VE:

i ) Que se prosiga con tesón y se extienda siem­
pre más la acción personal y colectiva de las An­
tiguas Alumnas, para allanar el camino y llevar
a ía práctica las oportunas iniciativas que se enu­
meran en el apartado 4“ de las resoluciones del
II T ema del Congreso de 1911.
2) Que la Junta Central, las Juntas Nacionales
y Regionales, las Secciones y las Antiguas Alumnas
(jue posean alguna especial habilidad, abran cen­
tros de instrucción, particularmente de las ma­
terias más útiles y necesaria (por ejemplo: escudas
profesionales nocturnas, festivas, invernales, etc.
cursillos y conferencias de economía social, de­
recho político, administrativo y electoral; de legis­
lación del trabajo; de previsión y ahorro, etc;) que
sin'^an de preparar a las Antiguas Alumnas al
cumplimiento de los nuevos deberes sociales y
políticos, xjue en adelante deberá ejercer la mujer.
■ 3) Que esta preparación, y a que es inexcusable,
se realice sin embargo con tal previsión y cautda
(lue por cuanto .se pueda, no ceda en menoscabo
del carácter propio de la mujer, que debe ser siem­
pre el centro y la reina del hogar y la natural con­
servadora de la familia, según el recto sentir cris­
tiano.

Después de discutir y aprobar una por una
las anteriores resoluciones, el Congreso procedió
a la aprobación de los Estatutos de la Unión
Internacional y a la elección de la Junta Ge­
neral directiva, que dió el resultado siguiente;
Sra. Mar ía V ic to r ia C h io ra , profesora
normal, presidente; Dra. Serapia Cristina Cotto:
Srta. María Pía Rodellono, profesora; Señora
Teresa Baldi, Vda. de Bauer; señora Rosa Emaluiel Savio; Srta. M. Pierina Stoppino; y Srta.*
>1. Teresa Benvennti, Vocales.
Por último quedó aprobado por unanimidad
el esquema de Reglamento para las Secciones
y Círculos locales de Antiguas Alumnas. Es
como sigue: .
Esquema de Reglamento para las Secciones y Cír>
culos de la Unión Internacional de Antiguas
Alumnas de las Hijas de María Auxiliadora.
A r T. i . — Queda constituida en el C o l^ o de...
una Sección (o Círculo, etc.) de Antiguas Alumnas
de las Hijas de María Auxiliadora bajo el titulo


— 189 —
.... y federada con la .Unión Intenjacional de
las mismas.
2. — Esta Sección, empleando los inedias'
que juzgue más con\-enieiites, se propone como ñn:
o) conservar y robustecer los lazos de cris­
tiana hermandad entre las Ex-Alumnas.
íj) mantener vivo y efectivo el afecto de gra­
titud hacia las Superioras;
c) auxiliar las obras establecidas en el Colegio
de la propia sede, particularmente el Oratorio
Festivo, mediante iniciativas colectivas de bene­
ficencia, representaciones dramáticas, etc.
d) promover reuniones especiales, conforme
al espíritu de familia que es propio de la « Unión »,
particularmente con ocasión de la fiesta de María
Auxiliadora, de la conmemoración del día 2.} de

c) un libro de caja;
d) el libro de actas de las reuniones «debradas.
con una breve crónica de los actos más impor­
tantes de la Sección.
A rt . 7. — A ejemplo de los Antiguos Alumnos
de Don Bosco, la sección hará cada año un obse­
quio de afectuosa gratitud a la Madre Superiorn
General de las Hijas de María Auxiliadora. 011
ocasión de su onomástico, en la fornia que parezca
más .conveniente.
Art . 8. — Cada asociada contribuirá » .sufragar
los gastos de la Sección, con la oferta de «>n» iira
por lo menos. Cada sección a su vez contribuirá
amiaímcnte a sufragar los gastos de la l'wleración
Internacional con la cuota de cinco ¡iras.

.\UT. I). — .\1 morir una a.socia-.la, I.1 Sección

Ejercicios b Irio ^ U cos por los Huerfanitos de le Guerra de Pinerolo en el patio grande dal Oratorio.

cada me^ del onomástico de la Sra. Directora;
o de la Sra. liuspectora, si la ca.sa es iupeclorial;
o de la visita de algmia Superiora; en las fiesta.s
escolásticas, veladas, etc.
.Art . 3. — La Sección será gobernada por un
Consejo Directivo compuesto de esta manera:
una Directora, que será la misma del Colegio,
donde reside la sección; una Presidente nombrada
por la Sra. Directora; ima Vicepresidente, dos Con­
sejeras. una Tesorera y la Secretaria, elegidas
todas por los miembros de la Sección.
A r t . 4. — Toda reunión o deliberación deberá
tener la asistencia y aprobación de la Directora
o de una Hermana que haga sus veces.
Ar t . 5. — E l Consejo se reimira periódicamente,
según lo que resuelvan Sras; Directora y Presidente.
-Art . 6. — L a Sección conservará en su Archivo:
a) E l r^ istro de las asociadas;
b) un elenco de las sodas difuntas;

hará celebrar una Misa en sufragio de sn alma y,
durante el mes de noviembre hará celebrar otra
Misa o Funeral por todas las Aluiimas difunta.s.
A r t . 10.
L a Secdón no asistirá corporativa­
mente a ninguna manifestación pública.
Palabras de Don Felipe Riaaldi.
K o faltó tam3X)Co al Congreso la palabra
autorizadísim a del Rdm o. Sr. D . Felipe M. Rinaldi, director benemérito del O ratorio de María
Auxiliadora.
Tom ando pie del tex to * Sicui palma florebii »
que el Em m o. Card. Maffi aplicó a Don Bosco,
exhorta a las E x-A lum nas a trab ajar ardorosa­
m ente por la Unión Internacional; a florecer
y producir preciosos frutos de buenas obras
al calor de la piedad y caridad cristianas; amor

— i90 —
y curi(lu<l qm* tuiito nos acerca mas a Dios,
cuanto ni6« cficuzmente se traduce en obras,
sin detenerse ante el sacrificio.
Cierra las sesiones del Congreso la presidente,
eon nn haciiniento de gracias y un saludo de
despedida a los Superiores, Supcrioras y com­
pañeras,

— La Srta. Celestina Dominici propone que
al lado de los CentE08jdeü*;Aluninas se abran
oficinas de colocación para las alumnos que de la
escuela pasan a ejercer un oficio o empleo, a
fin de proporcionarles trabajo en fábricas serias
y bien dirigidas, en talleres honrados, etc.
— La Srta. Felisa Gastini aboga porque se
abran casas de retiro para las socias ancianas; y
Varias propuestas.
que a tal fin se establezca una caja de ahorros
Como complemento de esta reseña y para para las menos acomodadas.
— La Srta. Luisita Caglieris suplica que en
«pie se advierta el buen esi){ritu y celo j)or el
servicio de Dios y bien de las almas que infla­ las ciudades importantes, junto a los Colegios
maba a las congresistas, apuntamos aquí di­ de las Hijas de María Auxiliadora se abran
Casas de Familia, donde las empleadas, maes­
versas proposiciones t]ue fueron presentadas al
Congreso.
tras, etc. encuentren no sólo alojamiento y
manutención, que igualmente podrían hallar
-- i/U prt)fesoru Sra. Alaría Fía Rodellone
propuso formar entre las Antiguas Aluninas en otras partes, sino también y sobretodo, una
una «
contra la tm\ia indecente ». Las Sec- segunda familia según el espíritu de Don Bosco
— La Srta. Anita Balestrino, a imitación de
euines do la Argentina y de Kiza (Italia) las
tiet\eu ya constit»\idas. Conste así para ala­ los Antiguos Alumnos de Don Bosco, propone
que dentro de la Unión Internacional se fonn*
banza suya.
La Srtu. María Teresa lU'uveuuti lanzó nua Comisión que se encargue de presentar a
la Superiora General de las Hijas de M. A., en
la idea de establecer en local propio y junto
a la se<le de la Junta t«eueral Directiva de la fiesta de su onomástico, el obsequio, felidtaciones, plegarias, donativ'os y adhesiones de
'l\irín, una líscuelu profesional para niñas y
jóvenes, a>u euseñan/.a ttx'rico-prúcticix. con­ las Secciones. Se acuerda que esa Com¿ión se
constituya en la Sección de Niza Monferratc
sum e a U>s uu'deimv< adelantas.
donde está la Casa Madre y reádencia de la
- l.a Srta. Kinetta Tamá, de Alí Marina,
sugirió la fundación ile una Sociedad auxilia­ Superiora General.
— La Srta. Cecilia Lanzo recomienda calu­
dora de las misiones para ayudar a las obras v
rosamente la apertura de Escuelas de Religión:
misiones de las Hijas de M. A.
cu todas los Seccioues.
La S ita . Carolina l\irct.> habló de esrta— - La Srta. Babini de Lugo ^Italia) propone
bla.'er « oAzas f'osteseciares » para los niños y
la institución de una ■*Oficina Central de infor­
niñas que q u a la u abandonados en la calle al
maciones ♦ . a la cual puedan acudir las E-xsalir de las clases de la tan le. iK»r estar sus
padrt's traU ijam lo. bXis obras iK'stescvdares > .\l«mnas maestras en demanda de*consejos. a-'
ticias e informaciones, sobre los textos y libras
tendrían \^>v principal objeto recoger a esas
eso'Iasticos, especialmente los de lectura, que
|H>bres criaturas y luu'crles estrtdiar y cumplir
Iw debeles de clase. Ixijo la sisisteucia y v ig i­ suelen seu.ilar de ordinario la orientación edacuti\*o-mora! de la escuela.
lancia de algunas seiV ritas. que a ello se oftecieseu voluntariam ente, l.a s Cv'misknu-s vpac
^e fonuen coa ese‘ fin pid.m a Uv- directores de
las t'scuelas la lista vlc los ni-\'s oprc qncvl.i:*.
'dn la vigilancia vlirx.vta vle la t,uu?;’ a intereseitam bién a U\s s»,'ñv'rcs maestros, quienes p
au
^ucstar una eficaz ayuvl.r indicando a U\s
>.>s
V animándoles a aciuUr a esvis '.entuoi:
.0
mismo se* diga *,ic las f.umlias.

• - l.a pu'fes».na M.ota t.nis;,! Maa'hisiv' oro
pUíA' la touu,;civ'i\ de (.
.ic maestras ’ oiVHes. pata la '^d*.da rormaoion ’.edgiosu de las
senu'iitas vp’.e íc piep.o.in al .ovstolado d.e
en.M,aan'.v
l.a Sita. V'iiu’oata C a\a‘ !eii. vc.'tvu e qoe
las K x Alumiuis. que' cercen h; cuseuan.:a eti
las grandes ivMswioaes. se rcuuvto ca ca mes
rsara luieer «.S íVitcsoío aV i a CíK'nu •h u c t : c en
Cv'iuuu y tener una c\'n:crcnc*a vecage'gica.
según el espíritu de l'o n Ih ^ev.

Noticias caasaladoras ▼ edfícante.
Las delegadas de ia seccicn l e Roma recuer
da**- v.vr:.'»
'aiz del espant.)so terremet: yie
as^'lc ei*. :15
regiiT. lo .\br;;:20. la -Antñr'.ai
.\oo*o*.:Tds .de a^ptella Secenm. C'~n e.'ryusua
e.;r.da'b se d:eren a rcc.'ger y .i.-uar en •.raa
•le '.is H r a s de M ana Aa:rd:a-:'’ n i i m u e d ''
y a n •.ditos ;ae qu eian m ^ lam iiia y sin b.oo’.r,
Mdas se obiigur’.'n. t:o solo i la iie s de io oue -rSv'brvdoü. m as a prestar su c-daben ción “ -r
s.'n.il a las Hermanas, sustltu" óndolas dur.;r.r.dg-.-.nas acras del ii.i. oncargondese yarticala-;uet:’:e _e 'os *i'arr:!T«Íes ■ ^n.‘tci:'ís dei ase-f ~rr~ •
nal de los .i^dadcs. y i e la limpieza deí lcc_
y del .:”aar.

Ka m'ocbas Seccirues =e lia introcucid-'' bem esa nistumbre. me las Hx-Admrmas iue

~ I9I —
están a punto de contraer matrimonio, la vís­
pera de la boda, vayan a implorar la bendiaón de María Auxiliadora en la Capilla de su
Colegio, red b i^ d o los santos Sacramentos.
La d elg ad a de Sicilia refiere que en la ciudad
de Catania una señorita ex-alumna, que dirige
ao importante comercio, ha puesto dos escapa­

rates a disposición de las Ex-Alumnas, para
exponer en ellos las labores que éstas hacen,,
con otros objetos, cuyo rpoducto de venta se
destina a benefido de las Obras y Misiones de
los Salesianos y de las Hijas de María Auxi­
liadora.

SEGUNDA SESION GENERAL.
Celebróse d día 21 a las 5 y media de la tarde,
que, como la anterior resultó imponentísima.
La presidencia de honor fué ocupada por el
Excmo. y Rdmo. Sr. Arzobispo de Vercelli,
con otros Prdados. Conservaron la efectiva los
mismos señores que presidieron la precedente
sesión. Esta se abrió con la lectm a de la m a­
gnífica carta d d Papa Benedicto X V , que
puede leerse en el principio de este Boletín.
La Carta del Papa.

El documento pontificio es escuchado por
la asamblea con profimda atendón y respeto.
Son notadas con particular complacenda al­
gunas expresiones de ella, espedalmente donde
elogia el Papa la vigilante y avisada actividad
de la gran Familia Salesiana, y el sentido prác­
tico con que la misma, siguiendo las huellas de su
llorioso Fundador, aparece guiada en sus gene­
rosas y santas empresas, y donde expresa el
deseo y la confianza de que de la solemne asambka salga robustecida la cohesión y reavivado
ei celo de los Cooperadores y la Pía Unión reciba
nuevo empuje y fuerza de adaptación en las dió­
cesis y parroquias de iodo el mundo.
Los Discursos.

Durante esta sesión se suceden en la tribuna
tres ilustres oradores, de gran relieve en la
acdón sodal católica y poh'tica: el diputado y
cx-ministro Sr. César Xava; el catedrático Cav.
Rodolfo Bettazzi; y d diputado por Turín, Sr.
Federico Marconcini.
¡Salvemos al emigrante! es d argumento que
desarrolla con incomparable competencia d
Excmo. Sr. Nava.
Comienza d orador manifestando que su diser­
tación, más que una contribución al estudio d d
interesante problema emigratorio, entiende que
sea un homenaje al \T)le. Don Bosco, d primero
entre los primeros que se interesaron por la asis­
tencia moral y material de los emigrantes. E s esta
una de tantas glorias d d Vble. Padre, cuya pre­
nsión y claii\Tdencia de las necesidades de la
sociedad y d aderto práctico en remediarlas re­

conocen hoy y admiran todo.s, príncipes y minis­
tros, petiueños y gríuides.
Pasa luego a hacer notar la importancia suma
que ha adquirido el hecho de la emigración, ya
se le considere a i su aspecto ético y social, ya
en d político, moral y económico. Italia, por
ejaiiplo, tia ie esparddos cu otras nadones más
de cinco millones de sus hijos, que repre.scnlau
mía sexta parte de su pobladón total. Este movi­
miento de mucliedmnbres no se Umita a Italia,
sino que se verifica eu toda Europa,
Recuerda luego la alanua que este fonómenoi
produjo así en los países de emigración como eu
los de inmigración: las metlidas que en unos y
otros se tomaron para regular los efectos, las
cuales en algunas ocasiones se convirtieron en
injustas vejaciones.
Todos los emigrantes » n anpujados a la expa­
triación por motivos económicos: pero si carecen
de la educadón necesaria, a vu d ta de graves sufri­
mientos, no logran sinó llevar la i>crturbación y
el malestar al país adoptivo.
Saca de ahí d ordor la necesidad de acudir
al salvamento del anigraiite, instruyéndolo y
educándolo, para bien suyo propio y de la nación
que le acoge en su saio. Sobre todo es de todo
punto necesario que haya alguno cjue le recuerde
a su patria y religión y haga (jue el caJiibio de tierra
no se convierta en una triste paralizacióíi o (lo que
e.s peor) perversión moral.
¡Es esta una empresa soberanamente patrió­
tica y religiosa 1 exclama. I/w gobiernos han co­
menzado a preocuparse del aspecto temporal del
problana; pero han desddiado d e.s¡)irilual, lo
que son afectos y sentimientos. Ahí viene la opor­
tunidad providencial de Don Bosco que prevé
la necesidad y envía a sus hijos a los más remotos
países para que cuniplem esa misión humanitaria
y salvadora. Será siempre ima gloria de la Obra
Salesiana haber atendido y prestado una a.sistenda afectuosa, moral, material e intelectual a
los anigrados, cuando nadie había puestb mientes
en ello todavía.
Permitidme, señores, que aquí, en esta asamblea
donde se liallan reunidos cooperadores salesianos
de todos los países dvilizados d d mundo para
acordar un vasto plan de acción según d espíritu
de laboriosidad de Don Bosco... pennilid, digo,
que reivindique para vuestro grande e ilustre
Fundador, esfta gloria de haber sido d primero
que en Italia pensó en d auxilio y socorro de

— 192 —
nuestros emigrantes, antes que ningún gobierno se
moviese en tal sentido.
¡Díganlo sinó las fechas! I.a primera estadís­
tica oficial de los emigrados italianos salió el año
1876 y en ella se afirma que ya entonces llegaban
a unos cien mil los trabajadores que atravesaban
anualmente los Alpes o el océano en busca de for­
tuna: y con todo, las primeras providencias del
listado a favor de lós emigrmites no parecieron
hasta el año 1901,
Ivn cambio un modesto sacerdote, el Vble. Don
Bosco, ya en 1875 tenía alistado un pet]ueño grupo
•de misioneros, los cuales envió a América del Sur
con el encargo especial de atender con amorosa
solicitud al cuidado de los emigrados italianos'
(]ue allí moraban. Y al despedir el día n de novienilne de dicho año. en el Santuario de María
Auxiliadora a aíjuellos sirs víderosos hijos, reco­
mendóles con e.special insistencia, que mirasen de
aliviar la triste y dolorosíi condición eu que se
hallaban millares de familias emigradas que nvían
aglomeradas en aquellas • ciudades o perdidas en
minellas vastas campiñas.
Advertíales el número graiulLsimo de niños que
carecían de todo elemento de cultura v noción
religiosa: y los exhortaba a evangelizar y llevar
a Dios a aquellos compatriotas, a quienes la mi­
seria o la desgracia había lanzado a extrañas y
remotas playas.
Y desde aquel día; contad, si podéis, las infinitas
instituciones, y obras de todo género, que se han
llevado a cabo en beneficio de los emigrados, no
sólo italianos, sinó de todas las nacionalidades:
casas, colegios, oratorias. Escuelas profesionales,
secretariados de asistencia y protección, patrona­
tos, peridódicos, etc., ets. Puédese decir que son
raras las naciones donde no existan mmierosos
centros de asistencia a los emigrados, debidos a
la actividad y celo de los Hijos de Don líósco y
a \ iiestra generosa caridad, beneméritos Coope­
radores!
Mas, a pesar de lo mucho que se ha hecho,
muclio más es lo que resta por hacer; mayormente
en este borrascoso período que sigue a la guerra,
la coiusigna: ¡salvemos al emigrante! recobra su
más urgente actualidad y grave importancia. Ivs
preciso e indispensable reemprender i*©!! nuevas
bríos la obra tan admirablemente comenzada por
Don ho.sco.....
El estado de ánimo de los emigrantes que se
ven forzadixs a repasar el océano, os mucho más
peligroso y alarmamite que años atrás: y el am­
biente y condiciones de las países a donde se enea
mittan. no soti ciertamente propicias a suavizar
ese nuUestar y descontento, sinó más bien a ex;usjH'rarlo„
, (.lué se debe hacer para devolver la paz, la
serenidad a esos espíritus conturbados? ¿Cómo
resuscitar en nuestros emigrantes el alma sencilla
buena, cristiana y virtuosa de nuestro pueblo?
Das rw'ursos meramente materiales y hutnauas
s<m itiadecuados para e<e fin altísimo; el único
remalio es reaUicar las conciencias y despertar
y cultivar los sentimientos religiosos, acercar
esas almas a Dios, como nos enseña a hacer Don
Bosco.

Recuerda a este propósito la admirable res­
puesta que dió el Venerable Padre al ministro
Urbano Rattazzi, al pregimtarle éste lleno de ma­
ravilla y estupor, cómo había hecho para dominar
y llevar a i perfecto orden a ima gira campestre
a más de trescientos jóvenes corrigendos del penal
« La Generala » y traerlos después de un día de
expansión de nuevo a la cárcel, sin que faltase
ninguno: « L a fuerza que emplearnos los sacer­
dotes, respondió Don Bosco, es una fuerza moral:
al paso que el Estado no acierta sino a fulminar
y apUcar castigos, nosotros vamos derechamente
al corazón de los jóvenes, depositando en él una
palabra, que es la palabra de Dios >.
Termina el ilustre hombre público con una vehe­
mente exhortación a resolver los actuales pro­
blemas y borrascas .sociales, llevando a los ánimos
exacerbados, a los corazones rebeldes y doloridos,
esa palabra de paz, amot y caridad, que nos enseña
Don Bo.sco, ese bálsamo divino que nos propor­
ciona el Evangelio.
« Don Bosco y la juventud escolar»fué e l tema
del discurso pronunciado en esta segunda sesión
general, por el exim io e infatigable moralizado!
de la juventud, Sr. Rodolfo B ettazzi, catedrático
de Turín.
Con im corazón pereimemente joven y enamo­
rado de los altos ideales de la pureza y bondad
cristianas, el Sr. Bettazzi comienza su oración
diciendo que la juventud, así como es el gozo y
alegría de hoy, es también la esperanza de mañana.
Hace notar cjue la juventud actual aparece menos
ordenada, dócil y disciplinada que la de otros
tiempos: pero en cambio nota en su favor, que es
más activa y ardorosa. Esos defectos y virtudes
de nuestra juventud, son liijos de la época en
que vivimos: y por lo que toca a sus defectos acaso
i^rresponda un tanto de culpa a los ancianos que
se empeñaron en modelar las generaciones nuevas
en troqueles anticuados. Confesemos, pues, añade
el orador, nuestro error en no haber sabido dis­
tinguir los tiempos: Don Bosco por el contrario
fué un verdadero precursor, adivinó lo por\-enir y
lo preparó: de modo que su doctrina nos señala
hoy las huellas en que debemas pouer los pies,
si queremos preparar los lum bres de mañana.
Enséñanos el gran Maestro y Edu;ador a rodear
al joven estudiante de todos nuestros cuidados y
afanes de padres y maestros, esfarzándonos por
cultivar y adornar su alma con la fe, con una
cultura que sea apoyo de esa misma fe y con la
piedad y devoción, que es la A-ida del espíritu.
Es menester cuidar de la fonuación del carácter,
(jue sea un escudo contra las a\'iesas inclinaciones
y un baluarte de la pureza.
Aboga por la libertad de la escuela, para que
los padres de familia no se vean en el duro trance
de exponer y arriesgar la fe y la conciencia de sus
hijos, a cambio de una instrucción menguada.
Hace A'cr la necesidad de fomentar las escuelas
de religión, de defender con todo empeño la buena
prensa, y de apartar del alcance de los muchachos
tantas publicaciones infames, que son el ariete
destructor de toda moralidad. Tiene palabras de



193

acomio para las instituciones juveniles, que
tono « Exploradores Católicos * y la « Sociedad
jeSan Vicente de Paúl »y tantas otras, encaminan
ik)S niños por el cumpUiniento d d deber y d ejer
ocio de la caridad cristiana. Por fin, invita a los
naestros y profesores de sentimientos católicos,
) que penetrados de la altísima misión que tienen
acomendada, se imán en una liga santa, que se
comprometa a seguir los ejemplos gloriosos de
Don Bosco.



sienten mayormente animados e impulsados a
continuar el propio pro^anui de acción, el celO'
en ponerle por obra, seguros de alcanzar benefi­
ciosos resultados. — Pablo Albera, Pbro.
Una explosión parecida de entusiasmo sus­
cita la lectura del siguiente telegrama, enviadoa S. M. el Rey de. Italia:
La Junta del Memumento Don Bosco, que se
inaugurará el domingo, con los Cooperadores,
Ex‘ Alumnos y Ex-Alumnas de la Obra Salesiana,.
venidos de ventitrés fiacioms de Europa y Amé­
rica, agradecidos a ¡a hospitalidad italiana envían
• a V. M . un respetuoso saludo. — E l presidente:
Rehaudengo, senador.

i Don Bosco y la juventud obrera Este tema
detanta actualidad fué magnificamente tratado
por d diputado Sr. 'Marconcini, benemérito
propagandista de la sociólogia cristiana en medio
de las dases trabajadoras.
En todo tiempo, dice d diputado turinés, ha
habido jóvenes que se han preocupado de su porTenir: pero esto sucede particularmente en esta
época de crisis económica y moral: ya que un
gran número de jóvenes, al dejar la \*ida nómada
yaventurera de las armas, mal se resigna a abrazar
denuevo la d d trabajo y d d deber.
No hay más re m ^ o que procurar con todos
los medios la reeducación d d corazón y d d ca­
rácter de esas masas juveniles, recordándoles d
justo concepto de la rectitud y de la justicia, la
condenda de la responsabilidad d d trabajo y la
wlidariHaH iiTompíble que enlaza los intereses
de todas las dases sodales entre sí.
Este es d único expediente para salvar a la so­
ciedad d d abismo a que está abocada. Las muche­
dumbres obreras deben hacerse cargo de la urgente
necesidad de intensificar y procurar d mayor ren(Üiniento posible de su trabajo, como lo han en­
tendido ya en algimas naciones, donde hay instruc­
ción y espíritu de disciplina.
Insiste una vez más en la necesidad de inculcar
I4 solidaridad de intereses, entre las diversas
clases sodales. Este ideal tuvo Don Bosco al
fundar sus escudas, de agricultura, de estudiantes
y artesanos, de patronos, y obreros, de ricos y
pobres bajo un mismo techo y en un cordial com­
pañerismo: esa pauta hay que seguir al formar la
conciencia del trabajador, si se quiere hacer obra
provechosa y fecunda.
Los discursos de los tres oradores fueron intemimpidos y coronados por los aplausos vivísimos.
Telegramas al Papa y al Rey.

Entre el s ^ n d o y tercer discurso el presi­
dente. Mons. Luis Condio promovió una ovación
entusiasta al proponer el envío al Papa del
siguiente telegrama, en respuesta y hacimiento
de gracias por la hermosa carta que se había
dignado escribir al Sucesor de Don Bosco.
La augusta y paternal palabra de Vuestra Bea­
titud ha sido recibida con filial veneración y vivo
entusiasmo por la Asamblea General de los tres
Congresos de Cooperdaores, Ex-Alumnos y ExAlumnas, quienes iras la autorizadísima apro­
bación de sus proyectos por parte de V. B . se

S. M. el Rey contestó con este otro:
Exemo. Sen. Rebaudengo. - Turín. — Tengo el
honor de anunciarle que S. M. el Rey se ha dig­
nado delegar a Su Alteza Real el Duque de Genova
para que le represente en la ceremonia que se~
efectuará mañana en Turin, para celebrar la
memoria de Don Juan Bosco. •— General Citiadini.
*

* *
E n los intervalos de la sesión hablaron varios
representantes extranjeros que no lo habían po­
dido hacer el día anterior, siendo todos escucha­
dos y hechos objeto de manifestaciones de cordial
simpatía, que eran un exponente más del pro­
fundo sentimiento de fraternidad cris tiana que
reinó soberano en todos los actos de la asamblea;
Cerró la sesión el Sr. Arzobispo de Vercelli
con este pensamiento: ¡Sean, dadas infinitas
hgradas al Señor, por la maravillosa actividad y
sincero amor cristiano que animan a esta asam­
blea! L a bendición de Dios, que os doy con todo
mi corazón también en nombre de Don Bosco,
os aliente y ayude a coronar dignamente la
obra emprendida!

R E U N IO N E S E S P E C IA L E S
« t a Junta de Damas protectoras.

E l mismo día 22 por la tarde tuvieron una
reunión particular las Sras. Cooperadoras, por
iniciativa de la Junta de Damas Protectoras
de las Obras Salesianas de Turín. Presidió el
Rdmo. Don Albera. L a secretaria, Contessina
María Teresa Camerana, leyó una memoria de
la^ variadas formas de cooperación a que se ha
dedicado la Junta desde su constitución, la cual
resultó de mucho consuelo y edificación a las
reunidas.
Después se levantó a hablar la Sra. María
Bettazzi-Bondi, ilustre adalid de la causa cató­
lica en el Piamonte, quien disertó sobre los
deberes de la mujer en los actuales tiempos,
según el programa de la Cooperación Salesianíi.

j

194 —
Comienza la dist’"5uida disertante por trazar
un bosquejo de la misión de la mujer cristiana
a través de los siglos; pone luego el ejemplo de
Margarita Occbiena, la santa madre de Don Bosco,
y otras piadosas señoras, que ayudaron al Vene­
rable Padre en los comienzos de su Obra.
Da ayuda eficaz de su madre, continuada luego
por otras caritativas damas, que constituía una
preciosa e insustituible cooperación en su empresa,
determinó al Vble. Bosco a convertirla en
institución permanente, ensanchándole la esfera
<le acción y reglamentándola para armar y dirigir
mejor los generosos esfuerzos individuales, incor­
porándola a la organización de sus Cooperadores.
Invita luego a sus oyentes a sentirse santa­
mente ufanas de pertenecer a la gloriosa e imuensa
falange de protectoras o Cooperadoras de Don
Bosco, esparcida por ambos mundos, y las-exhorta
a ser dignas y auténticas continuadoras de la obra
iniciada con tanto sacrificio por aquellas primi­
tivas obreras, para servicio de Dios y bien de las
almas.
Recuerda cómo Don Bosco en su testamento
atribuye, después de Dios, al trabajo personal,
celo, caridad y generoso desprendimiento de sus
Cooperadores todo el’bien realizado y el desarrollo
maravilloso de su Obra.
« Recordemos, oh señoras, que al trabajar en la
Obra Salesiana, no sólo continuamos la obra del
. b'undador, sinó también la de aquella héroica
iimjer, que fué la primera en ayudarle; la tradición
gloriosa que nos legó la santa madre de Don
Bosco, que llegó a desprenderse de todo su modesto
patrimonio, de todo su ajuar y vestiario, no que­
dándose más que con la ropa vieja y remendada
í|ue la cubría; que se privó de los alimentos ne­
cesarios, de la paz y tranquilidad, tan queridas a
la vejez, para proporcionar pan y abrigo á los
Imerfanitos, que les encomendaba el Señor. Pro­
metamos en estos solemnes días, ante el Monu­
mento del-Vble. Padre, y el altar de la Virgen Auxi­
liadora intensificar nuestra caridad para los pobrecilios niños que Don Bosco confía también a nues­
tros cuidados. Y ya que la obra va extendiéndose
y propagándose y es necesario que se extienda y
propague y que surjan nuevas Casas, iglesias, ta­
lleres, escuelas y Oratorios para bien de infinitos
niños, extendamos también nasotras nuestra propagamla cerca de otras señoras de noble y deli­
cado corazón, que sean capaces de sentimientos
<le caridad y de esperar la recompensa del Señor
en el ciclo.
.. Don Bosco tm’o la fortuna de tener a su madre
junto así hasta subir las gradas del santuario; hay
muchos hucrfajütos, hijos de Don Bosco, que
aspiran a consagrarse al Señor, pero que carecen
de un corazón materno, que los anime y aliente
y auxilie en el arduo camino: pues biai, surjan
de entre nasotras, quienes se resuelvan a adoptar
a un niño, para entregarlo al Señor.
La Obra Salesiana, siguiendo el espíritu de su
* santo fundador, desarróllase y adáptase a las nece­
sidades de cada lugar y tiempo; acude con nuevas
instituciones a favor de la juventud, allí donde
se hace sentir la necesidad, sea religiosa, social o
patriótica: nosotras las Cooperadoras, como hu­

mildes siervos, acojamos con afecto todas esas
obras, y alentémoslas y favorezcámoslas con el
conciu-so de nuestra caridad, aimque alguna vez
importe sacrificio.
Tócanos ser los ángeles protectores de todas
las instituciones .que responden a las necesidades
de nuestra época.
Pero en vano nos propondríamos hacer, obrar y
recoger frutos, si antes no sabemos ser; quiero
decir, que resultarían vanos nuestros excelentes
propósitos y esfuerzos a favor de la ccióu salesiana,
sinó procuramos muy de veras y con todas nuestras
fuerzas alcanzar y velar celosamente por la propia
perfección y santidad. — ¡Oremos y e s ta o s unidas
en la oraciónl Mamá Margarita, nuestro modelo,
trabajaba sin descanso; pero también rezaba
muclio y tenía su pensamiento constantemente
puesto en Dios. Dste fué el motivo que indujo
al Venerable Fundador a confiar y pedir la coo­
peración de su madre: porque sabía que fuera
de la sólida piedad y santidad de la vida, no haj
trabajo fructuoso.
Puso fin a la reunión la palabra del Rdmo.
P. Albera que dió las gracias a la Junta, por
los trabajos realizados y auxilios recibidos, y
manifestó la esperanza de que seguirá sus nobles
tareas con santa perseverancia en lo porvenir.
Por el VI Centenario Dantesco.

E l profesor Don Juan Mesini, Pbro., redactor
del Bolleüino Dantesco de Ravena, hizo propa­
ganda entre los congresistas en favor de los
festejos centenarios en honor del autor de la
Divina Cotnmedia que se celebrarán en dicha
ciudad el año venidero. A tal fin tuvo una reu­
nión con los representantes extranjeros, a quie­
nes hizo la presentación del Rdo. Sr. Mesini, d
Salesiano Dr. Mateo Ottonello. E n esa reunióu
se abogó por que el dicho centenario se celebre
con la mayor solemnidad posible en todos los
países católicos, rindiendo homenaje a Dante,
lio come poeta italiano, sino como gloria de 1:^
humanidad y sobre todo, como cantor del
cristianismo: tal es el aspecto con que ha sido
presentado y ensalzado por muchos Sumos
Pontífices. X
El Sr. Mesini hizo presentes los trabajos que
con tal fin se han realizado y a en España,
Brasil, Argentina y otras naciones.
Tratándose de una de las más espléndidas
glorias del cristianismo es obra buena y santa
hacer que su brillo U ^ ue hasta los últimos con­
fines de la tierra.
Reunión de Círculos y Juventudes católicas.

Las fiestas en honor del Vble. Bosco, no debían
limitarse dentro del círculo, por ancho y vasto
que sea, de la Obra Salesiana: pues tratándose
del Apóstol de la juventud, era natural que en
ellas tuvieran parte las juventudes todas, qoe



195



se inspiran en un ideal católico. Así lo entendió bellezas artísticas y el significado ilustrador
la Junta organizadora de los Congresos, la cual de la Obra Salesiana, que el artista quiso dar a
con feliz acuerdo, invitó a los Círculos y Juven­ sus bronces.
tudes católicas de la ciudad a una Velada de
E l Cav. Poesio saludó efusivamente e las
honor para el día 22, a las nueve de la noche.
juventudes católicas allí reunidas en nombre
Aunque era día de trabajo, el teatro del Ora­ de los Antiguos Alumnos de Don Bosco.
torio se llenó completamente de jóvenes, a
Por fin, a instancias del público habló el
quienes se unieron muchos congresistas. Pre­ P .E elip e Robqtti, dominico, ídolo de los jóvenes
sidía Mons. Malán con el P. Rinaldi y otras dis­ turineses, quien en un breve discursito inspirado
tinguidas personalidades.
en las circunstancias y lleno de fuego y brío,
El Sr. Renato Willermin, presidente de la electrizó al auditorio.
Juventud Católica de Turín en nombre de los
L a velada tenuinó con la bendición pastoral
varios centros juveniles de la ciudad, presenta del presidente, Rdmo. Monseñor Malán.
sus plácemes .por el feliz resultado de los Con­
gresos Salesianos y trae a éstos el saludo de
Recepción de estudiantes.
todos los jóvenes católicos del Piamonte.
El día 2r a las nueve de la noche el Círculo
Enseguida ocupa la tribuna el Sr. Saverio
Fino, diputado popular y benemérito campeón universitario « Cesare Balbo » de estudiantes uni­
versitarios católicos, obsequió con una recepción
de la buena causa.
de honor a los estudiantes extranjeros, que habían
El orador enumera los diversos campos en acudido a los Congresos Salesianos. Los amplios
que prodigó su actividad el Venerable Juan Bosco, y espléndidos locales del Círculo se llenaron de
poniendo particulaámente de relieve su espíritu alegre público juvenil, que exteriorizaba su fra­
de apostolado, que le coloca entre las grandes ternal entusiasmo en todas las lenguas europeas.
figuras de la Iglesia. Echando luego ima mirada
Dirigió tm saludo a los reunidos en elegantí­
a la obra desarrollada por el Venerable en el seno simo lenguaje latino el estudiante presidente del
de la sociedad, ensalza la maravillosa clarivi­ Círculo, Sr. Nicola. Hablaron luego el Vice-presidencia, con que adivinó todos los problemas que dente de la Federación Universitaria Católica
inquietan actualmente al mundo, y el acierto en Italiana- y el Consiliario Eclesiástico, Canónigo
ponerles remedio, al dedicarse por entero a los Bues. El profesor Habrich de Colonia, en alemán,
pobres, a los obreros, a los campesinos, a la ju­ trajo el saludo de los profesores y estudiantes
ventud.
católicos de Alemania. También hicieron uso de
Alude a los diversos aspectos de la acrividad la palabra el Sr. Marschall, en nombre de los
salesiana y elogia de un modo particular la per­ estudiantes de Viena y un polaco, cuyo nombre
fección alcanzada en las escuelas profesionales y no recordamos, en nombre de los de su nación,
escuelas agrícolas.
yarios representantes de diferentes asociaciones
Hace notar la inmensa bondad del corazón de católicas de la ciudad trajeron también una her­
Don Bosco, que abarcaba a todos los hombres, mosa palabra de solidaridad y fraternidad cris­
de todos los países, enviando doquiera sus misio­ tiana. Finahnente Mons. Domingo Pini cerró la
neros para que a todos alcanzara su obra salvadora. velada con im henuosísimo discurso, en que hizo
Concluye con una vehemente exhortación a el resiunen y recogió el .sentimiento que dominaba
los Señores Cooperadores a que prodiguen su a toda la asamblea, esto es, de la caridad, y her­
apoyo a todos las iniciativas salesianas, pero mandad cristiana que debe animar a todos lo.s
mayormente a las que se encaminan directamente católicos y unirlos eslrecliamente a pesar de todas
al bien de los humildes.
las barreras que levanten los intereses y pasiones
El profesor Sr. Mario Angeloni, leyó un bellí­ humanas; y de dar vida a la Internacional Blanca,
simo trabajo, en que hacía una descripción basada sobre el Evangelio y unida en torno de la
particularizada del Monumento notando sus Cruz de Nuestro Señor J esucristo.

Solemne Sesión de clausura.
Nada faltaba para que la sesión general de
día 23, última de la Congresos y la más inme­
diata al tan esperado acto de la inauguración
del Monumento, resultase un resonante triunfo.
El entusiasmo y fervor de los congresistas
aumentaba por pimtos, el pensamiento de Don
Bosco ocupaba todas las inteligencias, su nombre
andaba en todos los labios y el propósito firme
de cooperar a sus altísimos ideales de aposto­

lado cristiano en medio del mundo iba ahon­
dándose en los corazones.
E l salón estaba llenísimo: no bajaban de tres
mil los presentes al acto. En el puesto de honor
se sentaba el Emmo. Sr. Dr. D. Enrique Almaraz
y.Santos, Cardenal-Arzobispo de Sevilla, a quién
hacían corte los Exmos. Sres. Dr. D. Enrique
Sánchez Paredes, Arzobispo de Puebla de los
Angeles (Méjico), Dr. D. Carlos García Irigoyeu,



19 6 —

Obispo de Tnijillo (Perú), Mons. I^orenzo Pinardi
Obispo Auxiliar de Turín, Monseñor Antonio
Malán, Obispo de Registro de A iaguaya (Brasil)
y otras muchas distinguidísimas personalidades:'
Monseñores, Títulos, Senadores, Diputados, etc.
y representantes extranjeros que llenaban por
completo el amplísimo escenario.
I.a sesión, a pesar de su extrema sencill^,
no podía resultar más entusiasta e imponente.
Hablaron tres oradores: la Sita. Pierina Stoppino por las Antiguas Alumnas, el Cav. Arturo
l ’oesio por los Antiguos Alumnos y el Rdo. Don
Juan B. Zerollo por los Cooperadores, los cuales
dieron cuenta de los trabajos y resultados de
sus respectivas Congresos.
Las Exalumnas.
« Me ufano en proclamar desde este lugar, dijo
la gentil oradora, que durante esos días, llenos
de emociones y vivos entusiasmos, algo hemos
hecho nosotras las mujeres, estrechamente unidas
a nuestras veneradas Maestras. Me ufano én pro­
clamar que hemos reforzado y afianzado los lazos
de mutua solidaridad y cohesión, sobré los cuales
hemos edificado definitivamente la « Unión Inter­
nacional de las Antiguas Alumnas ».
Después de tratar y discutir los dos temas
sobre el espíritu característico de la « Unión %y
la necesidad de restaurar la vida religiosa, familiar
y social de la mujer, se aprobó el esquema de Esta­
tuto, para las Secciones particulares.
Se presentaron varias propuestas particulares,
entre las cuales me es grato hacer notar las si­
guientes: el estabelecimento de una Escuela pro­
fesional modelo para niñas, aquí en Turín, que
haga parejas con la de niños, fundada por Dori'
Hosco: — el voto unánime y vivísimo del Con­
greso por el feliz resultado de la causa de beati­
ficación de la Madre Sor María Mazzarello, pri­
mera Superiora General de las Hijas de Jlaría
Auxiliadora: y sobre todo el de que nuestra «Unión »
sea una fuerza magnífica de acción y apostoldado,
que lleve a la familia, la escuela, la sociedad el
espíritu que la anima, que no es otro que el de
Don Bosco.
¡Este es el propósito ardiente de todas las ExAlutnnasI [Do hemos prometido y quereinos emuplirlol
Los Exalumaos.
Por los Antiguos Almnnos habla el Cav. Sr.
Poesio , de Roma, jefe de negociado del Minis­
terio de Hacienda.
El orador recuerda con afecto las dulces horas
de colegial salesiano: resume en breves trazos la
historia del Monumento , que está para inaugu­
rarse y pone de relieve los grandes progresos efec­
tuados por la Federación Internacional de Anti­
guos Alumnos. (|ue ya se acercan a los trescientos
mil. Afinua con justa complacencia que las ense­
ñanzas de Don Bosco se mantienen ^•ivas y finues
en todos los ex-aluuuios de todos los países, esfor­
zándose por actuarlas, así en la vida pública como

en la privada, ayudados y sostenidos por sus an­
tiguos Superiores, a quienes están unidos con
afecto de hijos.
« Queremos estar siempre al lado de Don Bosco,
a quien debemos las más íntimas alegrías de
nuestra conciencia cristiana, y con el corazón y
las obras estaremos siempre tmidos á sus hijos,
para trabajar con ellos en hacer triimfar los ideales
de nuestro Vble. Padre en el seno de la sociedad *.
Los Cooperadores.

El Rdo. Don Juan Zerollo, em las breves pa­
labras que le fué dado pronunciar, arrebató al
auditorio revelándose elocuentísimo y fogoso
orador. Hizo notar como la « Sociedad de las Na­
ciones Dpodía darse como un hedió realizado por
la familia de Don Bosco que en nombre del amor
y caridad cristiana ha sabido reimir en la CasaMadre á los representantes de ventitrés nadones,
a raíz del sangriento conflicto que envolvió a la
mayor parte de ellas. Y todo eso ha podido rea­
lizarlo im pobre sacerdote, que no supo nimca de
política, la cual muy a menudo es máscara y
disfraz de avideces y ambidones desmedidas:
pero que con el amor como única arma, venciendo
todos los obstáculos se adueñó de todas las na­
dones. Por esto, aquí, al pie d d Monumento que
va a inaugurarse, se desvanecerán todos los odios
y rencores, porque Don Bosco sigue llamando a
los pueblos todos al amor que triunfa...
¿Y acaso no es ima magnífica e incomparable
empresa de amor, la que se propone d Congreso,
en nombre d d Maestro? »
Representantes extranjeros.

A acrecer poderosamente el hervor y entu­
siasmo de esta última sesión solemne, contri­
buyeron los parlamentos de los delegados de
varias naciones, que ensalzaron el ideal de paz'
y concordia cristiana.
Merece especial mención por su importancia,
el siguiente mensaje, que pronunció en su lengua
el profesor Habrich de Colonia, autor de un in­
teresantísimo estudio sobre el sistema educativo
de Don Bosco, publicado en 1915, con motivo
d d Centenario del nadmiento del Venerable.
He realizado el largo viaje desde Colonia a
Turín, para representar a la Asociación de Maes­
tros Católicos de Alemania en este Congreso de
Cooperadores y Ex-Aluinnos Salesiauos, para
saludar a los amigos de Don Bosco y depositar
una corona al pie del Monumento, que la gratitud
ha erigido al amado Padre.
Da Asociación de Maestros Católicos alemanes
tiene treinta mil miembros y treinta años de exis­
tencia. Hay además la Asociación de Maestras,
que es más numerosa aún. Estas dos asodadones
contemplan y veneran en Don Bosco al modelo
acabado dd educador cristiano. No hay periódico
de los nuestros que no haya dedicado a la persona
y a la obra de Don Bosco, imo o varios artículos.
Por esto la Asociadón quiso estar 'representada
aqvii en Turín en estas faustísimas circunstandas.

— 197 —
I
Acepten, pues, señoras y señores, el cordial del bien por el buen ejemplo viviente. Tal afirma
I saludo de nuestra amistad y simpatía. E l gran el más grande filósofo católico alemán de nuestros
número de Cooperadores y admiradores de Don días, el profesor Sclmeker de la nueva Universidad
Sosco que existían entre nosotros ya antes de la de Colonia. Por el ejemplo educativo que ha
guerra, muéstralo la tirada del Boletín Salesiano dejado a los Salesianos y sus alumnos, Don Bosco
en lengua alemana, que alcanzaba los treinta y seis es acreedor a la gratitud no sólo de éstos, sino
mil ejemplares: mas ahora esperamos y deseamos del mimdo entero.
Ha sido im honor y una satisfacción inmensa
que ese número aumente sin cesar y abrigamos
también el deseo y la esperanza, de que los Hijos para mí, poder expresar en esta solemne code Don Bosco que ya están trabajando ^ Munich, nyuntura, en nombre del mundo pedagógico de
Woartzburgo, Bamberg, Passau y Freyung, vayan la Alemania católica, estas palabras de agrade­
extendiendo su campo de acción a otras regiones cimiento. Acabo con. el.grito de: ¡Viva Don Bosco
dé Alemania, para cumplir su noble misión, de y su obra mundiall [Viva Don Bosco y su obra
educadores, principalmente en medio de la juven­ en- mi patria alemana! ¡Viva la tierra que le vió
nacer; Viva Italia! » (i).
tud pobre y abandonada.
También traigo el saludo y homenaje de la
I Unión por la ciencia educativa cristiana
E.sta
Palabras del Rdmo. Sr. Don Pablo Albera.
í Uiúón » fué fundada hace catorce años, bajo
Por último dirige su paternal palabra a los
la presidencia honoraria de nuestro gran pedagogista y filosófo Otto Willmann, que lleva pu­ Congresistas el venerando Svicesor de Don
blicados hasta ahora diez preciosos trabajos de Bosco: « Repasaba estos días el precioso manus­
pedagogía y dados varios cursos de la misma crito autógrafo, en que Don Bosco narra las
ciencia. Es su presidente el Dr. Goettler de la fatigas y penas que pasó en su juventud y en
Universidad de Munich. La sección del Norte, los comienzos de su apostolado. jCuántas difi­
está presidida por el que tiene el honor de diri­
cultades hubo de vencer para llegar al sacerdo­
giros la palabra.
Pero mi compañero y yo no hemos venido cio! iQué de luchas y contradicciones para
únicamente por el cargo de representación, sirio fundar el Oratorio! Y después de establecido
que aquí nos ha traído además el afecto y aprecio éste, jqué de sinsabores y disgustos recibió, pre­
que sentimos personahiiente a Don Bosco. Deseá­ cisamente de parte de quienes mayormente
bamos vivamente que en estas fiestas no faltase estaban obligados a ayudarle! Con todo ni un
la representación de nuestra amada patria ale­ pimto perdió su tranquilidad y calma! Un día
mana.
en que el buen Padre aparecía más contento
Como hombres c o n s ta d o s a la ensenaiiza,
que ue ordiuario, hubo quien le dijo: — ¡Oh!
a más de sus iimumerables atractivos artísticos
y científicos, nos complace hallar aquí en Italia qué contento está hoy Don Bosco! — ¡Pues hoy
un centro educativo de tanta importancia. No puedo he tenido el mayor disgusto de mi vida! contestó
_Si viviese hoy todavía, sin duda tendría
expresar aquí todo las bellezas y preciosidades que
hallamos nosotros en la inda y en la Obra de Don algún consuelo al ver como a las graves y con­
Bosco. Permitidme, empero, que os diga una apre­ tinuas dificultades de otro tiempo ha sucedido
ciación mía. No son las teorías isag ó g ica s las una época de paz fecunda, tranquila actividad
que han de salvar al mundo ni aliviar la situación y acontecimientos alentadores. ¿A quién se debe
de la pobre juventud abandonada. No es que des­ esta feliz mudanza? A nuestros Cooperadores
precie la ciencia y estudios pedagógicos a los y Cooperadoras; a nuestros Antiguos Alumnos
que yo mismo he dedicado mi existencia. Es ne­
cesario que los estudiosos de la ciencia de la edu­ a las Ex-Alumnas de las Hijas de María Auxi­
cación opongamos la verdadera doctrina a Itó liadora. A todos debo dar las más expresivas
falsas teorías pedagógicas; y a esto tiende preci­ gracias por lo que han hecho por nuestra Obra.
samente la ♦ Unión por la ciencia pedagógica ». a E n otro tiempo no podíamos echar mano sino
cuya Junta directiva perténezco. Pero es preciso de un reducido número de religiosos nuestros:
confesar que la ped^ogía teórica ha perdido de hcy tenemos a nuestro lado una falange de per­
vista una cosa importantísima: ¡la fuerza irresis­ sonas generosas y decididas que nos prestan su
tible del buen ejemplo!
apoyo moral y material. ¡El Señor 1^ bendiga
Jesucristo salvó y r^eneró al mundo np t^ to
y recompense! Pero vaya una expresión de gra­
con sus divinas enseñanzas cuanto con sus ejem­
cias especial a todos los presentes. Gracias a
plos. Dígase otro tanto de todos los fundadores
de los grandes Institutos religiosos: más. mucho todos los Antiguos Alumnos: les felicito muy
más que sus doctrinas y reglas vale el ejemplo de corazón, principalmente por el propósito
que han dejado a su familia espiritual. Eso « lo generoso que han manifestado de gloriara
que ha hecho también Don Bosco. Mucho le debe siempre de haber sido alumnos de Don Bosco.
el mundo por las preciosísimas y áureas palabras No podré nunca olvidar el episodio conmovedor
que ha dejado escritas acerca del sistema prevm- que sucedió junto al féretro de Don Bosco,
tivo, pero mucho más le debe por el admirable
(i) L a cinta d e la coron a ostentaba esta inscripción .
ejemplo que le ha l^ado del amor educativo.
Nada hay que ejerza tan poderoso e m n e ja to A l G r a n d e E d u c a d o r , l a a s o c i a c i ó n d e l o s M a e s t r o s
influjo sobre las almas como la vista inmediata C a i ó l u o s d e A l e m a n i a

— 198 —
cuando, al redactarse fel acta de sepelio, se pre­
guntó al médico Dr. Tomás Bestente, cuáles
eran sus títulos honoríficos: — ¡H ijo de Don
Basco! replicó el doctor con noble ufanía. Estoy
seguro que participan de este noble sentimiento
todos los Antiguos Alumnos aquí presentes.
Les he recomendado que honren y glorifiquen
a JJon Bosco con una conducta ejemplar e
intachable: esta recomendación la reitero ahora
a todos. Al anunciar Don Rúa al Excmo. Sr.
Arzobispo de Vercelli que se iba a iniciar la
causa de beatificación de Don Bosco, Mons.
Eissore, de venerada memoria, respondió con
una efusiva aprobación y bendición de la ini­
ciativa, y decía: La prueba mejor de la santitad
de Don Bosco, será la santa vida de sus hijos!
El fervor de vida cristiana y el celo santo de
cuantos se precian de caminar en pos de las
huellas del Venerable Don Bosco: Salesianos,
Cooperadores y Ex-Alumnos, sea la prueba más
bella y patente de la santidad del Fundador I
Os doy mis plácemes por el trabajo reali­
zado; huélgome de los santos propósitos mani­
festados: no han sido perdidos estos días. Ahora,
Iadelante en el nombre de Don Bosco y de María
Auxiliadoral Y llegue pronto el día en que
celebremos otra fiesta más grande, más hermosa,
más espléndida que la de mañana, cuando Don
Bosco sea elevado a los altares!
Las últimas palabras de Don Albera pro­
ducen \dvísima emoción en toda la asamblea,
que prorrumpe en atronadores aplausos.
Discurso del Presidente general Moas. Luis Condio.

Con elegantísima y flúida elocuencia y arre­
batador y fogoso entusiasmo hizo el resumen
y recogió los sentimientos que caldeaban todos
los corazones el ilustre Presidente.
Se felicita y felicita a la asamblea por la fruc­
tuosa actividad desplegada durante estos días
en los distintos Congresos. Dice que estamos
en una hora a i que a nadie le es lícito perma­
necer mano sobre mano. Exhorta por tanto a
guardar como mi sagrado depósito las enseñanzas,
afectos y propósitos recogidos en esta ocasión
solanne, y a ponerlos por obra con el mayor celo
y ardor.
Durante estos días, señores, parecía que el
espíritu de Don Bosco aleteaba a i medio de nos­
otros.
Oradores elocuentes nos han recordado las pa­
labras y enseñanzas del Maestro. Pero la palabra
más grande y sagrada de las que hemos oído y
que es como la síntesis de toda su obra es la que
él escribió como lema en su escudo: « ¡Da mihi
animas cadera toUe ! » ¡Oh las almas, señores!
En otras partes se trata de la materia, de cues­
tiones económicas: aquí en cambio hemos ido al
e.spíritu. hanos buscado las almas, particular­
mente las de los jóvenes.

Sí, vosotros, ¡ oh jóvenes 1 vosotros que sois
los caballeros del ide¿, habéis sido el objeto prin­
cipal de nuestros estudios y desvelos. Vosotros*
los estudiantes, debéis dar a la sociedad las admi­
rables energías de vuestra inteligencia sin hurtaros
a la fatiga. Vosotros, los obreros, a quienes Don
Bosco con tma nueva y verdadera democracia con­
sagró principalmente sus solícitos, desvelos, debéis
sentir toda la grandeza del Apóstol que tanto
os ha amado y en medio de vuestros trabajos y
sudores ser siempre dignos de su amor *.
Luego el orador dirige ima soitidísima acción
de gracias a cada ima de las personalidades que
se han dignado honrar la asamblea con su pre­
sencia, a los Superiores, Cooperadores, Ex-Aliunnos
de los cuales dice que son- las perlas y yoyas de
la Familia Salesiana.
Y dirigiéndose al Rdmo. Sr. D. Albera le dice:
« ¡Oh! Alzad la frente, Rdmo. Don Albera, y
ecliad mía mirada sobre esta imponente asam­
blea! Ningún otro hombre como vos, puede volver
los ojos del uno al otro confín del mundo, y mi­
rando a Europa, América y Asia, decir, como
podéis vos decir con perfecto dereclio: — ¡Estos
son mis hijos, mis tesoros!
Mañana, Señores, caerá el velo que oculta el
Monumento de Don Bosco. Hasta aquí, las legio­
nes salesianas, las falanges magüfficas de los
Antiguos Alumnos y Alimmas, de vez en cuando
se reimían para animarse mutuamente a recobrar
aliento y proseguir adelante en su marcha \-ictoriosa. Libados a esta hora de su historia han
querido señalar con una piedra miliar este punto
de su glorioso camino. Y con bronce y granito
han levantado im Monumento al Padre que les
dió el ser y la inspiración de su magna empresa.
Mirad al fondo magnífico de este palco. Mode­
lada en yeso aparece la figura del Padre, blanca,
cándida como la fe que adornó su alma. En tomo
rodéanle verdes guirnaldas y arbustos que simboliaan a maravilla la esperanza que le sostuvo en
sus luchas y fatigas, y el fondo rojo sobre que su
figura se destaca, nos recuerda el ardor de su coridad.
Mañana, cuando caerá el telón del mommiento,.
Italia, Europa, el mundo, habrán impreso y se­
llado en el bronce un juramento de fe y de amor».
E l elocuentísimo y arrebatador epílogo fue
coronado con una ovación indescriptible.

li

I
n
::
Q
kl
k
13

Q
0

d
3

*
* *
L a asamblea recibe con muestras de viv a
complacencia la noticia de que S. M. la Reina
Madre envía también su representación oficial
en la inauguración del Monumento según consta
por el siguiente telegrama:
Senador Eugenio Rebaudengo, Pr^idenie de
la Junta del Monumento a Don Bosco - Tttrín. —
Tengo el placer de participarle que S. M . la Reina
Madre, acogiendo muy gustosa el deseo manifestádole y para dar una nueva prueba de su altoaprecio y simpatía a la memoria de Don Bosco,.

i
i

r
t

— 199 —
ii servido delegar al Conde Luis Provana de
Signo, Gentilhombre de Corte, para represen­
ta en la inauguración del Monumento al Vble.
n Bosco. — Por orden: La Dama de Palacio,
tiesa Pes.
Habla el Etnmo. Cardeaal Almaraz.

El Cardenal Arzobispo de Sevilla, que tenía
presidencia de bonor y ostentaba la augusta
¡iresentación del Papa Benedicto X V en la
amblea, al levantar la sesión se dignó diri¡de su palabra, vibrante de entusiasmo y
ma de robusta y majestuosa elocuencia, en
hermosa habla castellana.
Después de anunciar al Congreso que traía
;Roma una especial Bendición de Su Santitad
Papa, expresa su vivísima y profunda venecón por Don Bosco, al cual comenzó a conocer
amar desde su juventud, cuando el limo. Dr.
nch. Obispo entonces de Salamanca y más tarCardenal-Arzobispo de Se\dlla, les hablaba

a los noveles sacerdotes y seminaristas del ya.
ilustre sacerdote de Turín, cuyo celo y obras
admirables por el bien de la juventud proponía
a su imitación. Desde entonces, a medida que
fué conociendo más de cerca y palpando los
frutos de la Obra Salesiana, fué amándola y
admirándola más , hasta el pimto de que hoy
puede ufanarse de tener abiertas en su arquidiócesis siete Casas Salesianas, a quienes ha
prestado y seguirá prestando su más cordial
apoyo. Finalmente el Cardenal, tomando pie
de la fstividad dél día, expresa el deseo de que
los Congresistas, salgan de esta nueva Pente­
costés salesiana llenos de santo ardor y celo
para llevar doquiera, con la actuación del pro­
grama de Don Bosco, la restauración del rei­
nado de Jesucristo en las almas y en la so­
ciedad.
Termina dando la bendición apostólica, que
la asamblea recibe de rodillas y el Congreso
termina con las aclamaciones de ¡Viva el Papa l
¡Viva Don Bosco! ¡Viva Italia Católica!

Las Fiestas del Padre.
Los p rep arativ o s.
El movimiento y ajéfcreo que desde algunas
manas antes se venía notando en esta « d ú ­
dela de Valdocco » hadan presentir que algo
ande, insólito y extraordinario se preparaba,
ñera, delante de la Basílica, en la plaza y
liles adyacentes, se trabajaba con.febril actidad en la urbanizadón y embelledmiento de
s alrededores del Monumento: en lo interior
! notaba igual diligencia en adornar la Basía: en preparar la « Exposición de programas
las Escudas Agrícolas y Profesionales Salemas », que era un número de los festejos y
de los menos importantes; en di^oner y
laptar locales para d alojamiento de los forasTos que tenían avisada su llegada, etc.
Y en efecto, estos iban llegando por grupos
a la desbandada, de diversos puntos de la
trra; y ahí comienza a dibujarse uno de los
spectos más interesantes de estos festejos:
1 universalidad. Eran misioneros procedentes
lejanas tierras; eran Salesianos, Cooperadores,
i-alumnos, que de las diversas naciones de Euipa v América acudían a Turín, al « Oratorio de
aldocco », guiados todos por un mismo proi>óto. Penetraban en la hospitalaria Casa, sonertes v jubilosos, como si ella y sus moradores
antiguo les fuesen familiares y conocidos,
ta ello debido a la exquisita bondad y llaneza
Ki que nos recibían los Sux>eriores; quizá pro­
n ta de los familiares que nos son este» lugares

a cuantos estamos empapados de literatura sa­
lesiana; pero lo cierto es, que nadie se halla aquí
extraño o forastero; en la grande casa que se
agrupa en torno del Santuario de María Auxilia­
dora todos nos sentimos cobijados y prote­
gidos como en el seno de la propia Madre.
Una de las impresiones más hondas que ha­
brán recibido cuantos han tenido la fortuna de
hállame en Valdocco en estas solemnidades, es
contemplar la pacífica y fraternal convivencia
bajo un mismo techo de hombres de diversas
lenguas naciones y razas, reunidos allí por una
sola idea y un mismo amor. A este respecto
no dejaba de ser pintoresco y divertido el espec­
táculo que ofrecían estos dilatados patios, donde
en sendos grupos se oían hablar las más extra­
ñas y disparatadas lenguas: aquí los españoles de
Europa y América, que fraternizan y charlan
con expansión rumorosa: allí franceses y belgas
comentan con entusiasmo las maravUas que
acaban de ver en Roma en la suprema glorifi­
cación de su ínclita heroína, Santa Juana de
Arco. E n otros corros numerosos pasean ale­
manes y suizos, polacos, húngaros y eslovenos,
ingleses y norteamericanos, que cambian im­
presiones y ideas en sus respectivas lenguas,
misteriosas e indescifrables. A la diversidad de
lenguas, añádase la de los tipos, trajes y costum -,
bres, de seglares y sacerdotes, provenientes de
tan apartadas regiones. Veniitrés eran las na­
ciones que estaban representadas'en esta gran­
diosa y magnífica Pentecostés salesiana, como



200

la llamó el Emmo. Cardenal de Sevilla con frase
feliz y oportuna.
Pero donde la nota universalista tuvo su
más viva y auténtica expresión fué en las se­
siones plenarías del Congreso, cuyo reseña par­
ticularizada va más adelante. Sólo diremos
■ que en él se cambiaron ideas, afectos y sa­
ludos en doce idiomas diferentes, con frases
impregnadas de la más exquisita cordialidad
cristiana, que despertaron vehemente entu­
siasmo; lo cual sugiró al presidente de la asambea la hermosa reflexión siguiente: ¡Esta es la
primera vez, después de la tremenda confla­
gración mundial, que .se encuentran reunidos
miembros de tantos y tan diversos pueblos en
la más completa fusión de corazones!

La inauguración del Monumento*
Hacía años que delante de la fachada del
Santuario se levantaba una rústica cerca de
tablas que deslucía la perspectiva de la plaza.
Todos esperaban con ansia que esas tablas desa­
parecieran, para que.dejaran al descubierto la
hermosa joya que en su seno encerraban: el
monumento dcl Padre.
Por fin el día deseado llegó.
P'ué el domingo, día 23 de mayo. Pascua de
Pentecostés, el señalado para descubrir a la faz
■ del mundo la artística mole de granito y bronce,
con que los Alumnos Salesianos de todo el mundo
habían acordado perpetuar la memoria del
Padre y eternizar su gratitud. El acto, sencillo
en sí. revestía una importancia extraordinaria,
ya por la grandeza del homenajeado, ya por el
número de personas, de Turín, de Italia y de
todo el mundo que en ese acto veían traducidos
y realizados sus afectos y propósitos.
El descubrimiento estaba anunciado para
,las once en punto de la mañana. Desde las pri­
meras horas de ésta, una concurrencia e.xtra■ ordinaria de gente afluía por todas las calles a la
barriada de Valdocco. El artístico monumento
-estaba allí, en medio de la plaza, como quien
dice, al alcance de la mano; solo faltaba apartar
unas cortinajes de lona, y las cincelados bronces
aparecerían a la vista con todo su esplendor.
ICn torno se veían artísticas trbunas adornadas
de damascos, flámulas y gallardetes para las
Autoridades y señores invitados al acto.
A las nueve las tropas acollonaron todas las
calles que dan a la‘ plaia de Maríe Auxiliadora
que quetló totalmeute libre y despejada para
hacer lugar a las representaciones. El pueblo
se aglomeraba en las bocacalles. esi>eraudo al­
canzar siquiera los lejanos ecos del esperado y
feliz acontecimiento. Los balcones, azoteas y
tejados circunstantes aparecían coronados de
apiñadas muchedumbres.



Pero, pese a todos los rigores y etiquetas oficiales, el acto que se preparaba había de ser
esencial y principalmente « la fiesta de la jnventud ». Y así fué en efecto. Poco a poco los
vastísimos patios del Oratorio iban llenándos de
briosas escuadras de niños y jóvenes con sus
estandartes. Eran los alumnos de las varias
Casas salesianas de Turín y alrededores, Explo­
radores y gimnastas con sus brillantes uniformes.
Círculos juveniles. Congregaciones marianas yJuventudes católicas de la región, que se jun­
taban con las salesianas de todo el mundo para
tributar un solemne homenaje al Apóstol déla
juventud. Eran más de doscientoas asocia­
ciones con sus doscientas banderas las allí re
presentadas, entre las que descollaba la magnífic.
enseña de la Federación Española de Antiguos
Alumnos, con los colores nacionales, traída
expresamente de España, para ser bendecida
por el Rdmo. D. Pablo Albera y estrenarse en
esta única v memorable ocasión.
Ese ejército juvenil oyó una misa de campaña
que se celebró en el patio grande, con múáca
de banda y cantos. Las niñas y señoritas exalumnas- se daban cita al propio tiempo en ei
vecino colegio de María Auxiliadora.
Poco antes de las once, la plaza ofrecía un
aspecto imponentísimo y brillante. Con oportuna
y delicada ocurrencia, en torno del monumento
habían sido colocados los huerfanitos y huerfanitas de la guerra, que se educan en las Casas
de Don Bósco. Con sus.caritas graciosas y son­
rientes y blancos vestiditos, formaban una pre­
ciosa guirnalda viviente, con la que no hav
flores que se comparen. A la derecha estaban
alineadas algunos centenares de niñas, alumna
de las Hijas de María Auxiliadora, que con sus
blancas batas y graciosas semblantes, semeja­
ban un escuadrón angélico. Seguían por oto
parte los exploradores y gimnastas, brillante­
mente uniformados: los alumnos en perfectas
filas y, haciendo marco a esta parte central y
más delicada, aparecía un bosque de multico
lores banderas sostenidas y acompañadas p»'fornidos jóvenes.
Entre tanto las Autoridades fueron ocupando
la espléndida tribuna para ellas preparada,
^iendo objeto de estruendosas ovaciones a me­
dida que llegaban. Ostentaba la reprcsentaciór
del Gobierno el gobernador Sr. Taddei, con l*'?
jefes de su gabinete: la del municipio , el Comi­
sario real Conde Olgiati; por la Reina áladre.
asistía el Conde Provana di Collegno. Estaban
además presentes varios senadores, diputados,
el presidente de la Audiencia con otros altos
magistrados: el Capitán General de la región
con otros cuatro Generales del ejército y de
la marina: varias nobilísimas damas: el Rector
de la Universidad con muchos catedráticos f



202

demás autoridades escolásticas; por el clero, los
Monseñores B. Giuganino y Luis Condio; el
canónigo Bossi, por el Cabildo Catedral: los
Cónsules de Francia. Brasil, Chile, Paraguay y
Polonia; Argentina, Colombia, Méjico, y Nica­
ragua, estos cuatro últimos con encargo especial
de representar oficialmente a sus Gobiernos, el
Alcalde y Párroco de Castelnuovo d ’Asti y otras
muchas distinguidas pereonas de la sociedad
turinesa, que sería largo enumerar. Ocuparon
también puestos de preferencia el Rdmo. Sr.
D. Pablo Albora con los demás Superiores Mayo­
res de la Pía Socieda Salesiana; los Excmos.
Sres. Arzobispo de Puebla (Méjico), Obispo de
Trujillo (Perú), Mons. Malán, Ob. de Registro
de Araguaya (Brasil), Mons. Pinardi, Ob. Au­
xiliar de Turín, que representaba al Card. Richelmy, a quien impidió asistir la solemnidad
del día: en las sillas de honor se sentaban el
límmo. Sr. Dr. D. Enrique Almaraz y Santos,
Card. Arzobispo de Sevilla, y Sus AA. RR. el
Duque y Duquesa de Génova, que representa­
ban a los Reyes de Italia.
A las once en punto aparecieron los Prín­
cipes en la plaza, a los acordes de la marcha
real italiana, tocada por las diversas bandas
de música mientras desde todos los ámbitos de
la plaza, se les tributaba uua ovación clamo­
rosa de vivas y aplausos.
Tau pronto como Sus Altezas hubieron to­
mado asiento, a una señal de clarín, una bri­
gada de bomberos municipales, vestidos de gran
gala, corrieron los cortinajes que ocultaban él
monumento, y la imagen de Don Bosco aparecióserena y sonriente en medio de las muchedum­
bres juveniles, que le aclamaban con delirante
entusiasmo. A las \ oces de júbilo, se unían los
aplausos de miles y miles de manos y las notas
marciales de varias bandas de música. Fueron
momentos inenarrablemente sublimes. Al fin,
la banda d d Oratorio preludió el grandioso
« Himno a Don Bosco “ del Mtro. Pagella, y mi­
llares de vtxx's con admirable annom'a de cora­
zones, llenaron los aires de marciales notas,
que electrizalxiu el ambiente. Al propio tiempo
una multitud de fotógrafos enfocan sus obje­
tivos ]'ara fijar en el clisé el espectáculo impo­
nente. sin que faltase algún operador cineraatograficv' quo hacía girar la manivela de su máqina.
Hecho silencio con otra señal de trompeta,
el senador cvuide ReKuulongo. presidente de la
Junta Ejecutiva del Monumento, pronunció
un breve discurso liaciendo entrega del mismo
a la ciudad de Turin en la persona de su represeutante, y en nombre de los Salesianos, Coope­
radores y Alumnos dK> las gracias a los Principes,
Prelados y Autoridades, que con su preseoda
habían honrado v realzado él solemne acto.



E;iseguida pasó a ocupar la tribuna el Sr.Gobernador de Turín, que en un breve pero sus­
tancioso parlamento, puso de relieve los altí­
simos méritos, que el Venerable Bosco había
contraído respecto de Italia, y con cuán justo
motivo estaba obligada ésta a honrar la memoria
de un tan ilustre y benemérito hijo suyo.
Por fin, tomó la palabra d diputado Sr. Mar­
qués de Crispolti, que pronunció d siguiente
bdlísimo discurso, que transcribimos ínt^o:
Serenísimos Señores:
Eminentísimo Señor:
Exentos. Señores:
Los Antiguos Alumnos de Don Bosco que en
1911 lanzaron la idea de levantar el monumento
y promovieron su realización, las Antiguas Alumnas de las Hijas de María Auxiliadora que
la secundaran con entusiasmo, las untas, ho­
noraria y ejecutiva, que con tal fin se constitu­
yeron, el Municipio, que contribuyó con lar­
gueza, las personas todas que de todo el mundo
acudieron con sus ofertas, el genial artista que
lo llevó a cabo, cuantos en fin esperaban con
ansia la fecha de 1915 para celebrar el cente­
nario del venerable Padre, con la inauguración
del monumento, no deben estar quejosos de que
se haya retrasado por cinco años la celebración
de esta hora solemne.
No celebramos a deshora aquello que a su
debido tiempo no pudo celebrarse.- Los aconteci­
mientos públicos que fueron la causa del retraso
han aumentado por el contrario de tal modo U
oportunidad del monumento y la evidencia de
su significado, qué bien se puede decir que éste
aparece en una nueva e imprevista plenitud de
los tiempos.
Aislaba la guerra a los pueblos con barreras
infranqueables, que la paz no ha logrado derribar
aún del todo: pero, como no hay puertas cerraca?
por el odio o las armas, que la caridad no derribe y
descerraje, asi esa misma caridad, que en nombre
de Don Bosco practican sus discípulos, ha podido
durante estos mismos años extenderse y llevar
más lejos sus fronteras. A lado de las tiendas
de guerra, * tiendas movedizas *, la caridad saIcsiana ha plantado las suyas, que no hará le­
vantar ni, trasladar ningún clarín guerrero, por­
que se fundan sobre los mismos cimientos en qr:e
se asientan las piedras de la < Eterna Ciudad ».
Durante ase quinquenio la Obra salesiana ha inten­
sificado su acción o puesto el pie, en Italia. Po!v'‘nia. Baviera. Austria, Hungría, Irlanda, Brasil.
Estados L^nidos y China. Por esto, cuando el
escultor ideó en su fantasía a pueblos de todrs
las razas llevando flores, por sugestión de Dor
Bosco, al altar de la celeste Auxiliadora, ac
podía figurarse cuanta mayor verdad adquirirá
en este espacio de tiempo aquel poétioo pensa­
miento. que él parafraseó en el bronce:
In che iande selrag:$e, oltre qozi rnarí
di sá bárbaro home ñor si cogUe
che noo uNiosc». de: luol miti altari
Je beaedette soglie?

— 203 —

Los emigrantes que en el altorreiieve aparecen
asistidos por los hijos de Don Bosco, hanse tor­
nado también durante este tiempo más asequi­
bles y fáciles a la asistencia del misionero. Des­
pués de la sangrienta guerra es más vivo en las
almas el sentimiento de patria y religión; se
precian mayormente las tradiciones de los ante­
pasados; y las pobres familias que van a buscar
el pan a lejanas playas, sienten mayor necesidad
de mantenerse fieles a la fe y costumbres de sus
mayores, para lo que hallan un firme y precioso
apoyo en el misionero que Ies espera allá, para
consolarlos, sostenerlos y ayudarlos en sus pri­
meros y-amargos pasos por tierras extrañas.
El trabajo del campo y de los talleres, que
el monumento simboliza admirablemente tal como
Don Bosco lo quería, elevado y ennoblecido por
lareligión y laconcencia, ahora, pasada la guerra,
yérguese en todos los países del mundo recla­
mando y e.xigiendo, no sólo beneficios materiales,
sin6 también y sobretodo, la dignificación moral
a que tiene perfecto derecho y en la que apenas
se pensaba algunos años atrás. Ved. pues, cómo
el pensamiento de Don Bosco, que tuvo la in­
tuición de las futuras reformas sociales más avanladas, y que vemos hoy traducido aquí en esas
magníficas esculturas, que ayer nos hubieran
parecido oscuras y enigmáticas, se nos aparece
hoy con admirable claridad: ahí senos dice, que el
trabajo para guardar los fueros de su dignidad,
aún materialmente, es preciso que pase por el
largo y metódico aprendizaje profesional, que
Don Bosco, antes que ningún profesionista mo­
derno, puso de nuevo en vigor: ahí se nos dice,
que el trabajador y el artista, si quieren conser­
var su dignidad moral, deben buscar en la prác­
tica de una fervorosa vida cristiana aquella ele­
vación espiritual, que hace que ningún trabajo
humano sea puramente material y bajo, sino
que todos, aún los más humildes, cuando son
hechos con amor y en unión Íntima con la obra
del Creador, se conviertan en oración, en una
obra santa y divina.
¡Y con cuán nueva luz han circundado estos
últimos cinco años la efigie del Maestro, alzada
ahí, sobre ese pestal en medio de sus niños!
Bien ha hecho el artista en conservarle sobre
los labios aquella dulce sonrisa, que fué el sím­
bolo característico de su caridad educadora: pero
no la interpretéis como un gesto de vencedor
que ve con satisfacción felizmente terminada su
obra, sino del apóstol que se apresta serena­
mente a nuevas empresas, con la esperanza puesta
en Dios. Porque el trabajo que ,él realizó en
favor de la juventud, lejos de cesar, pide ahora
mayor extensión y empuje, para salvarla de los
nuevos e imminentes peligros de perversión y
envilecimiento que la amenazan. De esta apoteo­
sis es preciso que todos los seguidores y discí­
pulos de Don Bosco salgan con nuevos bríos
al campo de la acción y del trabajo.
¡Y siga siendo en lo porvenir, como lo ha sido
en lo pasado hasta hoy, guía y meta de la obra
salesiana la Sma. Eucaristía, cuyo culto repre­
sentó el escultor en uno de los relieve! La Eus-

carisfia, que es la más intima y perfecta comu­
nión entre Dios y el hombre, nos repite desde
el bronce la advertencia que formuló un día
nuestro maestro José Toniolo: « El progreso que
dé nueva vida y regenere a la sociedad no puede
provenir siiio'del Sagrario, porque la civilización
en último término no es más que el siempre
más intimo contacto de lo humano con lo di­
vino ».
A tan altos y excelsos misterios sírvanos de
introductora la Fe, a quien el escultor señaló
un puesto principalísimo en su obra, en el grupo
central, que representa a la Fe ofreciendo a besar
la cruz a la humanidad. Si bien es verdad, que •
muchos hombres soberbios, no ven en la Cruz
sino el deshonor del "Gólgota, con todo el artista,
para hacerla triunfar, no la ha puesto enhiesta
en manos de arrogante y majestuosa figura, que
recordase sus eternos triunfos: no ha querido
contraponer frente a frente la Cruz y el orgullo
humano: sino que por el contrario ha colocado
a la Fe sentada en el suelo con la cruz apoyada
sobre las rodillas, y al hombre membrudo y vi­
goroso besándola rendido, humillado, postrado
en tierra. Tal fue la táctica de Don Bosco en sus
campañas para extender el imperio de la cruz:
tal ha salido la humanidad de sus sanguiemas
luchas y crueles victorias. Y en esta hora le.rrible la Fe deja oir su voz de siempre: c ¡Oh
hombre, yo te llamo, en nombre de mi piedad
y compasión: ven, pues, a mi en nombre de
tus dolores ».
Este monumento, portanto, no es la glorifica­
ción definitiva y última de la Obra de Don Bosco:
es más bien una piedra miliar sobre el nuevo
camino que ha de recorrer todavía. Tal da a
entender el ardor incansable de sus sacerdotes
y de sus religiosos: lo dicen los tres congre.sos
ayer terminados en que los Coopéradores, Alumnos y Alumnas han tomado acuerdos y po­
siciones para el día de mañana.
No son el granito, y los bronces los que h.an
de eternizar la memoria de Don Bosco. Esta es
ya aere perennior; fuera de que, cuando la Igle­
sia lo juzgue oportuno, lo levanlerá sobre un
pedestal infinitamente más excelso y tendrá en­
tonces monumentos, altares y templos mucho
más insignes y gloriosos.
¡Oh. piamonteses, que me escucháis, ninguno
de vuestros paisanos de ningún siglo se igualó
a Don Bosco en el espíritu de expansión y apos­
tolado, que le hizo extender la civilización cris­
tiana hasta lus últimos confines del mundo! ¡Turineses, ninguno de vuestros conciudadanos,
naturales o adoptivos, rivalizó con José Cottolengo, como Don Bosco, en hacer de vuestra
ciudad, la metrópoli mundial de los prodigios
de caridad! ¡Guardad este Monumento como el
sello con que ios hombres de todas las naciones
de la tierra reconocen y ratifican esta doble glo­
ria vuestra!
El óbolo de todo el mundo, de tanta juventud
consolada, o redimida, este óbolo que se ha
transformado en una solemne obra artística, debe
significar para el Rdmo. Don Pablo Albera y



para todos los continuadores de la actividad salesiana, el homenaje de millares de almas, uni­
das en el nombre de María Auxiliadora, y de
Don Bosco.
De este "^¡'emplo irradió la grande obra: a
este templo, vuelven ahora las almas y los co­
razones agradecidos.
Después dcl Sr. Crispolti, habló brevemente
el Comisario Real. Conde Olgiati, aceptando en
nombre de la ciudad y municipio la en tr^ a del
monumento, añadiendo que Turín se sentía
orgullosa de que en su seno hubiera nacido la
Obra de Don Bosco, que tanto bien ha hecho
en todo el mundo.
Knseguida los Príncipes, Prelados y Autori­
dades presentes firmaron el acta de entrega y
Irisaron a contemplar de cerca los grupos escul­
tóricos del monumento.
Ji/1 escultor, Sr. Cayetano Cellini, fué efusiva­
mente felicitado por sus Altezas y demás perso­
najes, y le fué impuesta allí mismo la condeco­
ración de Cavaliere delta Coraría d'Italia, que
S. M. el Rey se había dignado concederle, en
señal de admiración y aprecio por su obra.
De la plaza Sus Altezas Reales los Duques
de Genova con su séquito se trasladaron a la
Basílica de María Auxiliadora, para asistir a la
misa solemne que comenzó enseguida.

EL MONUMENTO.
K 1 Monumento de Don Bosco, cuya inaugu­
ración dió lugar a las solemnísimas fiestas que
acabamos de reseñar, fué decretado, como re­
cordarán nuestros lectores, en el Primer Con­
greso Internacional de Antiguos Alumnos cele­
brado aquí en Turín em 1911. Lanzó la idea el
Antiguo Alumno y valeroso Diputado del Par­
lamento italiano, Sr. Micheli, que precisamente
en estos días ha sido elevado a los consejos de
la Corona en calidad de Ministro de Agricultura.
La propuesta fué adoptada por aclamación y
desde aquella fecha se trabíijó sin tregua líi
cíescanSo para llevarla a efecto.
Dada la importancia y significación del Monu­
mento proyectado, ([ue traspasaba las fronteras
de Italia y los límites de Europa para adquirir
un carácter mundial, se invitó a los artistas de
todo el mundo a presentar proyectos, promo­
viendo un concurso internacional, para el que
se nombró un jurado de eminentes artistas ita­
lianos y extranjeros.
ICn el programa y condiciones del concurso,
entre otras cosas se decía; <
■ E l Monumento dehe
eonsistir en un ¿ruf>o de bronee, de carácter sim’ MiiO o realista, en el que descuelle en primer
lu^ar kt figura de Don Bosco, de cuerpo entero.
El artista podrá añadir otras figuras secundarias,
con el fin de ilustrar el origen y desarrollo de la

204



obra religiosa, social, pedagógica y humanitaria
realizada por Don Bosco ».
Esto daba ancho campo a la fantasía de los
artistas para representar todo un poema ‘por
medio de las artes plásticas: y así se explica
que fueran muchos los que pusieron manos en la
obra con verdadero entusiasmo.
Sesentidós fueron los bocetos presentados al
concurso, los cuales estuvieron expuestos al
público durante varios días en el salón de actos
del Oratorio.
El Jurado escogió de entre ellos cinco que
parecían los mejores; esto es, los de los Sres. Cel­
lini, Grazioli, Rubino, Vespignani y Zocchi.
Hecho un nuevo concurso entre estos cinco
señores, después de laboriosas votaciones, se
proclamó vencedor al Sr. Gaetano Cellini, de
Ravena, a quien se encomendó por tanto la
constnicción del Monumento.
El coste del mismo, que se eleva a varios
centenares de miles de liras, fué sufragado por
suscripción popular entre los Antiguos Alumnos
y Antiguas Alumnas, ■ niños y niñas de los Co­
legios Salesianos y de las Hijas de María Ausiladora de todo el mundo, calculándose en más
de trescientos m illos oferentes. E l Ayuntamiento
de Turín, con una' esplendidez que le honra,
además de ceder el terreno de la plaza necesario,
contribuyó con la suma de veinte inil liras,
como testimonio de la admiración que siente
esta ciudad hacia su grande Hijo adoptivo.
E l Monumento según la intención y propó­
sitos de los beneméritos iniciadores debía inau­
gurarse el día 15 de agosto de 1915, feclia del
Centenario del nacimiento del Vble. Padre.
Las azarosas circunstancias porque atravesaba
entonces Italia y el mundo todo, no permitieron
dar cima a la empresa, además de que no eran
las más a propósito para celebrar un acto so­
lemnísimo de carácter internacional, tal como
lo deseaban todos. Así fué que se dejó para des­
pués de la guerra, habiéndose efectuado ahora,
aunque no sin vencer muy graves dificultades.
El cuerpo arquitectónico del monumento es
en extremo sencillo y sobrio de líneas. Sobre un
ancho zócalo cuadrado sube una breve gradería,
en cuyo centro se levanta una pirámide truncada,
de la que arranca el pedestal con la estatua prin­
cipal. A los lados de la pirámide álzanse do?
magníficas estelas, o pilastras que van unidas
al cuerpo central por un parapeto. Todo ello
está construido con grandes bloques de uní
especie de granito durísimo y oscuro, finisímamente pulimentado, que aquí llaman pórfido di
I alcamónica, por su gran semejanza con est.»
preciosa variedad de mármol.
Pero el mérito principal de la obra se ccucentra en los esculpidos bronces que la coron.in
y revisten casi completamente.



20.S —

En el centro se Ie\'auta el grupo principal
formado por la estatua de Don Bosco rodeado
de varios niños. El Sier\'o de Dios aparece con
d rostro ligeramente inclinado hacia delante,
amable y sonriente, en esa actitud tan propia
y caractérística suya, todo amor y bondad.
Con una mano atrae hacia sí la de un niño, que
le tiende los brazos con impetuoso arranque;
mientras posa la otra en el hombro de otro jovencito que se apoya y redina en su sotana con
filial abandono. Otro niño se alza del suelo para
correr a él con impetuosidad, al paso que un
cuarto, que recuerda al golfiUo de la calle, se
está de rodillas detrás d d buen Padre, con los
ojos cerrados y la cara apoj-ada en (SU A'estido,
como durmiendo, descuidado y tranquilo, a su
sombra bienhechora; No podía buscarse para
rei)resentar al insigne apóstol de la niñrez y de
ia juventud una postura y caractezizacióii más
apropiada que ésta, para abarcar de una sola
mirada la obra que fué vida de su vida. Las
figuras están modeladas todas con insuperable
maestría, habiendo llgrado el artista comunicar
vida y movimiento al rígido bronce.
Como dejamos dicho, las esculturas metá­
licas cubren ambas fachadas del monumento.
En la parte delantera y principal, debajo
del pedestal de la estatua, se contempla el
magnífico grupo, que representa la Humanidad
inclinada al beso de la Cruz. Una matrona sen­
tada y cubierta toda religiosamente por un
amplio ropaje , ofrece amorosamente la cruz
a besar a la humanidad, personificada en dn
hombre, fornido y musculoso, en la plenitud
del vigor y de la fuerza, el cual, echado en tierra
se inclina humilde y respetuosamente para besar
e! signo de nuestra redención. Esta figura, que
si estuviera en pie alcanzaráía una altura de
más de dos metros, es un estudio acabado de
anatomía, a juicio de los entendidos.
Los extremos de esta fachada correspondientes
a las estelas, están adornados con otros dos
grupos en alto relieve que representan los dos
más sublimes aspectos del Apostolado salesiano,
a saber, la devoción al Smo. Sacramento y de
la Virgen Sma. Auxiliadora. En efecto el cuadro
de la de echa presenta en el fondo un cáliz
con la Hostia radiante, debajo de la cual se ve
on grupo de varias figuras: <>un trabajador, un
obrero (según explica el mismo artista) educado
en la Escuela de Don Bosco, el cual, hombre
ya, vuelve a la Eucaristía para recabar la fuerza
y vigor que da ese sacramento; igualmente al­
gunas mujeres, que bien pueden representar a
las Exalumnas de las Hijas de María Auxilia­
dora, acuden al Pan de los Fuertes con el mismo
fin: una de ellas, mientras su hijito alza con
transporte los bracitos hacia el Señor, lo besa
afectuosamente; otra está devotamente reco­

gida en oración detrás del obrero; y una tercera
arrodillada, vuelve la vista hacia D. Bosco a
quien presenta su niñito, mientras éste dirige
graciosamente un beso al buen Padre con la ,
pimta de los dedos.
A rm o n iz a coii el anterior altorelieve el otro
de l a derecha, en cuyo fondo se eleva la imagen
de María Auxiliadora, la Virgen de Don Bosco.
a quien acuden ofreciendo flores dos niñas o
doncellas. Frente a éstas y contrastando nota­
blemente con las delicadas y suaves formas
femeniles, se ve postrado devotamente a los
pies de la Virgen a un agreste salvaje, coronado
de plumas y semicubierto de pieles. Arrástrase
también hacia la celeste Auxiliadora un escuá­
lido y llagado leproso, que alza lánguidamebte
un brazo hacia Don Bosco.
E n la fachada opuesta, el bronce simboliza
tres aspectos de la obra social y religiosa de
Don Bosco. E l cuadro del centro es una expre­
siva escena de ultramar: allí está el misionero
salesiano, el enviado de Don Bosco, recibiendo
a una familia de emigrantes, que acaba de des­
embarcar en lejanas playas. En efecto, corres­
ponde a nuestro Vble. Padre el mérito de haber
sido uno de los primeros organizadores de la
asistencia a las pobres familias, que van a
buscar el pan en remotas y extrañas tierras;
sólo Dios sabe las lágrimas que han enjugado,
los dolores y anarguras que han dulcificado los
secretariados para emigrantes.
Otros bronces, a la derecha y a la izquierda
del anterior traen a la memoria dos manifes­
taciones características de la obra caritativa y
filantrópica del Vble. Don Bosco, a saber, las
Colonias o Granjas Agrícolas y las Escuelas Pro­
fesionales. El primero de esos temas el artista
lo ha sentetizado en una escena sencilla y su­
blime al mismo tiempo; en un campo de gra­
nadas espigas dos labradorcitos hacen un alto
en sus fatigosas tareas para rezar el Ángelus.
que toca la campana de la igle.sia piieblerínu
que se ve en lontananza: es la oración santifitando el trabrjo. Las Escuelas Profesionales
en cambio las simboliza una imprenta donde
varios muchachos se ejercitan en la com])osicÍón
y en la prensa.
Tal es el poema de Don Bosco concebido por
la fantasía poderosa y cincelado j)or la mano
maestra de Gaetano Cellini. El público docto
e indocto lo han aprobado y alabado de consuno;
muchos artistas eminentes han felicitado eíusivameiíte el autor. E s una obra que honra al
arte italiano y que continúa dignamente la?
gloriosas tradiciones de Bemini y Canc*va.

G aetan o C ellini.
El ilustre artista que Jia concebido y realizado
el Monuir.ento de Don Bosco, nació en la im-

--- 206 —

perial Ravena, el 27 de agosto de 1875. Se
educó en un asilo de huérfanos donde dio mues­
tras de grandes aptitudes y afición para el di­
bujo y las artes plásticas. Aprendió el arte con
los distinguidos escultores Maltoni y Mazzarenti
de la misma ciudad. Joven aún sus aficiones
musicales le llevaron a Turín, donde trató fa­
miliarmente a varios artistas, cabiéndole la ina­
preciable fortuna de colocarse en el estudio de
Pietro Canónica, el aíamado escultor de los

bustos del Zar de Rusia y de los Reyes de In­
glaterra y de otras renombradas obras profanas
y religiosas.
Cellini tiene influencias de dos épocas y de
dos escuelas: del Renacimiento y de la época
actual. Su fama quedó definitivamente consagrada
en 1906 por su obra: La Humanidad en lucha
con el mal que está en Brera. Otras obras suyas
son:
(Turín, 1908):
(Venecia, 1909);
Umiltá e Tormento (1909).

Las Fiestas de la Madre.
La concurrencia de gentes.
Las fiestas de la inauguración del Manumento
habían constituido una solemnísima manifesta­
ción de gratitud y acendradísimo afecto: las
que siguieron en el adjunto Santuario en honor
de nuestra Madre la Virgen Auxiliadora, fueron
un desbordamiento de fe, de piedad, de con­
fianza, por parte del pueblo cristiano en los
socorros maternales de la Madre de Dios.
La característica más notable de nuestras
fiestas patronales, fué el gentío inmenso que
atrajeron hacia este modesto y humilde rincón
de Valdocco. Aquí no hay jardines, ni palacios,
ni espectáculos ni atracciones mundanas: con
todo, los días 23 y 24 de mayo las calles que
llevan a la plaza de María Auxiliadora desde la
madrugada parecían otros tantos ríos de gente,
que afluía al devoto santuario. Estaba éste lleno
de bote en bote: llena asimismo la espaciosa
plaza delantera: lleno en un buen espacio el
\-ecino y amplísimo Corso <( Regina Margherita »;
esto no obstante, nuevos y nue\'ds de\'otos pe­
regrinos de Turín y de todos los pueblos del
Piamonte seguían encaminándose en iutemiinables caravanas, hacia V'aldocco. La Basílica
de María Auxiliadora es una de las iglesias más
espaciosas, sino la más espaciosa de la ciudad:
pero ni que luibiera sido ocho veces mayor
habría dado cabida a la inmensa muchedumbre
que deseaba entrar en ella. Esta se renovaba en
el templo poco a poco y casi insensiblemente,
a la manera de un estanque tranquilo que se
alimenta y desagua por diversos caños y salidas
a un tiempo. Los demás esperaban con admirable
paciencia el momento de poder postrarse ante
la taumaturga Viigen de Don Bosco: invadían
los alrctledores: el coro, las sacristías, los ad­
juntos patios: subían a visitar las habitaciones,
donde vivieron y murieron Don Bosco y Don
Rúa*: oraban devotamente en aquellos pobres
aposentos, ricos de preciosos recuerdos; daban
vueltas en torno del Santuario, como si las

paredes y aún la sombra del mismo tuvieran
algo de sobrenatural y divino.
En la sacristía varios sacerdotes estaban em­
pleados en dar de continuo la Bendición de
María Auxiliadora a grupos de peregrinos que
la pedían. Era la madre que traía a su hijito
enfermizo para que con la bendición de María
Auxiliadora alcanzase la robustez y la salud: allá
otra madre pedía la bendición para sus prendas,
para que creciesen buenos y temerosos de Dios:
maestras con sus alumnas: enfermos y enfermas:
familias enteras se postraban de rodillas y reci­
bían con muestras de grandísimo fervor la for­
mula ritual con que tantos prodigios obró Don
Bosco, y siguen obrándose aún hoy día en todo
el mundo.
■ Esta afluencia extraordinaria de gentes a la
Basílica-Santuario, no sufría treguas, ni interrup­
ciones; día y noche estaban las puertas abiertas
y el templo atestado. Después de las sagradas
funciones, no paraban ün momento los rez(S
y los cautos: al rosario coreado por la muche­
dumbre, seguía el canto de las letanías, del A\t
Maris SteUa o de una letrilla sagrada: de vez
en cuando subía al púlpito un sacerdote, dirigía
una breve plática al numeroso auditorio y les
daba la bendición de María Auxiliadora

La novena.
E l mes y novena de María Auxiliadora se
celebraban en tres horas distintas del día para
comodidad de los fieles: a las siete de la mañana
y a las seis y nueve de la noche. E n las tres
había sermón y la de la última hora era concu­
rridísima.
E l primer día de la novena vino a obsequiar a fa
\*irgen Auxiliadora Mons. Angel Scapardini Arz,
titular de Damasco y Nuncio dimisionario del
Brasil, el cual celebró la misa de comunidad de los
estudiantes, a quienes dirigió un fogoso fervorín.
E l domingo 16, la Virgen Auxiliadora vió
postrarse antv. *«us pies algunos millares de joven-



dtos, llegados aquí en peregrinación desde los
varios Oratorios Festh’os de Turín. Distin­
guíanse entre ellos los del Oratorio de San Pablo,
en número de 400 con su banda de m\isica, a los
que acompañaban unos setenta hombres, padres
de familia, que se han constituido en sociedad
para cumplir los deberes religiosos al lado de sus
rijos oratorianos y darles buen ejemplo. Des­
pués de la misa y desayuno se reunieron todos
en el vasto patio, donde se hizo un ensayo de
conjímtb con la banda del himno de Don Bosco,
que debía cantarse en la inauguración del mo­
numento y cuyas estrofas eran repetidas con
entusiasmo por aquellas frescas y argentinas
voces. Al verlos partir, alegres, marciales y
briosos al son de sus tres bandas de música que
henchían el ambiente de festivas notas, alguien
exlamó: ¡Con Don Bosco se es siempre joven;
en torno de Don Bosco está la vida y la juventud!
El día 17, aniversario de la Coronación de
María Auxiliadora, hicieron su peregrinación
al Santuario las Madres Cristianas del Borgo
San Paolo. A las 10 hubo misa solemne, que
cantaron con justeza y gusto admirables las
niñas del Refugio y demás Colegios de la F ia
Opera Buiolo, bajo la dirección del Rdo. Don
Juan Grosso.
Entre tanto el fervor y entusiasmo iba en
aumento. Contribuía a ello la presencia e inter­
vención en los sagrados cultos de vario^ Pre­
lados, como Mons. Gamberoni, Arzobispo de
Vercelli, Mons. Cambiase, Obispo de Albenga,
Mons. Ma án, Salesiano, Obispo de Registro de
Araguaya (Brasil), Mons. Re, Obispo de Alba.
A esto, añadíase el continuo llegar de peregrinos
y congresistas de varias partes del mundo, de
varios colegios de la ciudad, que venían a osbequiar a la Virgen, el canto de motetes en-las
funciones de la mañana y de la tarde; todo lo
cual producía una oleada de devoción y piedad,
que henclua e inflamaba los corazones.

Ei día 2 4 — Funciones solennes.
En pocos lugares se verá la Virgen tan a me­
nudo y con tanto amor y pompa festejada como
en nuestro Santuario. Eas funciones ordinarias
de cada día, aún las más pequeñas e insignifi­
cantes, revisten aquí una importancia y solemni­
dad extraordinarias, por los abundantes ele­
mentos con que cuenta la Casa. Y ello es un
deber de justicia. Ella, la Virgen Sma. fué quien
se levantó y edificó por sí misma el templo
grandioso, y la casa que la rodea: Ella es la que
mantiene y provee a cuantos aquí habitan; es,
pues, natural y justo que todos nos empleemos
el mayor empeño en cuerpo y alma en ob­
sequiarla y servirla, contribuyendo al mayor
^plendor de los ctiltos que se le dedican.

20~



Pero si esto sucede de ordinario durante el
año, ¿qué no debíamos hacer ahora, que era el
día particularmente consagrado por la Iglesia
a su culto y devoción? Así, pues, a más del con­
curso extraordinario de fieles, que más arriba
dejamos anotado; de la piedad y devoción de los
millares de corazones que a E lla se dirigían con­
fiados; de los infinitos ojos que la miraban su­
plicantes o agradecidos; de las manos qwe hacia
Ella se levantaban en demanda de auxilio; de
esa atmósfera, en fin de religiosidad que eleva
y endiosa, contribuían a hacer majestuosos y
espléndidos los cultos d e l« gran día » de nuestra
Auxiliadora, las campanas que henchían el
aríibiente de melodías populares marianas, las
galas que ostentaba el templo, las luces que
inundaban con raudales de esplandores el sa­
grado recinto, la música polifónica, magistral
y exquisitamente ejecutada por cientos de voces,
la pompa en fin de las funciones pontificales,
con que varios principes de la Iglesia, llegados
de lejanas tierras quisieron honrar .a la celeste
Auxiliadora en su día: todo contribuía a que
estos solemnes cultos resultasen dignos de la
tierna y amada Madre y excelsa Señora a quien
se festejaba.
E l domingo 23, a as 6 de la tarde comen­
zaron las solemnidades litúrgicas con las Vís­
peras Pontificales que celebró el limo. Sr. Malán
Obispo Salesiano. Asistían al trono pontifical
y ser\rían en los oficios menores varios sacer­
dotes salesianos y el « pequeño clero» de la Casa.
Los salmos se cantaban en música polifónica
por una gran masa coral alternando con el
pueblo; las antífonas eran primorosamente eje­
cutadas por un coro de niños en canto grego­
riano. Seguidamente después de las Vísperas,
el Rdo. Sr. D. Pietro Colombatto, uno de los
predicadores del mes, hizo ün magnífico sermón
sobre la solemnidad del día. Luego hubo Expo­
sición , canto de las Letanías de la Virgen y
Bendición con el Santísimo, dada por el Sr.
Obispo oficiante.
Al anochecer, aparecieron la fachada y cú­
pula del Santuario iluminados por millares de
bombillas eléctricas. Era un espectáculo sor­
prendente y maravilloso. Las luces seguían
fielmente las principales líneas, rectas y curvas
de la fachada, desde lo más alto del tímpano,
hasta el zócalo; asi mismo las dos torres laterales
y la majestuosa cúpula, cruzada por tantos meri­
dianos luminosos, parecían un inmenso pedestal
de luz para la dorada imagen de la Virgen que
la corona, y que brillaba con vivísimos destellos.
Sobre el fundo centelleante de la fachada, se
dibujaba la silueta del Monumento de Don
Bosco, inaugurado aquella mañana. L a plaza
dreumstante y los alredores quedaron inundados
de luz y de gente, que ni un punto había dis-

— 208

minuido, antes había aumentado de hora en hora
durante el día. Dos conciertos, uno a las 19.30
y otro a las 21, acababan de dar vida y anima­
ción al espectáculo.
Da iluminación exterior del Santuario y los
conciertos eran promovidos y corrían a cuenta
de la Junta promotora del Monumento de Don
Bosco.
Kntre tanto, las puertas del Santuario per­
manecían abiertas, «y los devotos peregrinos,
que no acertaban a separarse de la presencia
de la Auxiliadora, lo llenaban por completo.
A las diez y media de la noche, se, expuso el
Smo. Sacramento y comenzó « la hora de la
adoración », que es uno de los piadosos ejercic-jos
más bellos, que suelen ])racticarse en nuestro
Santuario, el día 24 de cada mes. Hecha la -Ex­
posición, y rezado el rosario u otras oraciones,
sube al pulpito un sacerdote, que hace una srrie
de ferv'orines, interrumpidos por cantos y mo­
tetes alusivos, por todo el pueblo.
Al dar el reloj las doce, la apiñada concu­
rrencia que llenaba la iglesia saludó a la Virgen
Sma. con el Magníficat, cantado por todos de
pie.
Poco después comenzaron las misas en todos
los altares de la Basílica y las comuniones, que
se siguieron distribuyendo toda la mañana por
varios sacerdotes a un tiempo. Pasaron de
veinlanil las comuniones distribuidas en los días
23 y 24 y de 55 mil las de los días precedentes
del mes.
Amanece por fin la aurora deseada del día 24.
Das campanas anuncian su llegada con melo­
diosos y festivos sones. Nuevas oleadas de gente
afluyen al Santuario. .
A las siete, precedido por el « pequeño clero »
en dos largas y devotas filas, salió a celebrar la
primera misa de Comunión, para los Alumnos
artesanos, el Rdmo. Sr. D. Pablo Albera, Su­
perior General de la Pía Sociedad Salesiana y
segundo Sucesor de Don Bosco.
A las ocho y media dijo la Misa de Comunión
para los alumnos estudiantes el limo. Sr. Dr. D.
Carlos García Irigoyen, Obispo dcTrujillo (Peni).
Durante las dos misas la Kscolanía del Oratorio
cántó preciosos motetes.
A las diez y media comenzó una solemnískna
Misa Pontifical. Desde el trono j>i cornu Erangdii asistía pontificalmente Su iímiuencia Rma.
el Card. Arzobispo de Sevilla, Dr. D. E nriq u e
A i.m ar .\z y S a n t o s , que llevado de su amor a
la Virgen Auxiliadora y a la Ü bra Salesiana,
volviendo de Roma quiso prolongar su ])eregrinación hasta esta ciudad de 'Airín, donde
permaneció algunos días, honrando y dando
realce con los esplendores de su sagrada púr­

pura a las fiestas, que aquí se celebraban en
honor de nuestros Venerable Fundador y Ex­
celsa Patrona. Fué celebrante el Exemo. e limo.
Sr. Dr. D Enrique Sánchez Paredes, Arzobispo
de Puebla de los Angeles (Méjico), que como
los Sres. Cardenal de Sevilla y Obispo de
Trujillo, había venido a obsequiar a la Vi^en
de Don Bosco en sus fiestas.
A las cuatro y media de la tarde hubo una
función religiosa para comodidad de los pere­
grinos que tenían que volver a sus pueblos.
Pronunció un bellísimo sermón de circumstancias el Canónigo Sr. Oldano y dió la Bendición
Eucarística el Rdmo. Mons. Antonio Malán.
A las siete y media se cantaron solemnes ^’ís•
peras Pontificales, que ofició e^ limo. Sr* Obispo
de Trujillo. Duego ocupó la Sagrada Cátedra el
Rdo. Sr. D. Pietro Colombatto, que en un ma­
gistral y elocuentísimo discurso cantó las glorias
de la Auxiliadora. Expúsose al fin el Santísimo,
y dió la triple bendición con S. D. M. el Emmo
I
Sr. D. A g u stín R ic h e l m y , Cardenal Arzobispo
de Turín.
Al salir de la iglesia, la fachada y cúpula de i
ésta volvían a lucir la espléndida iluminación
eléctrica de la noche anterior.
E l día 25*se celebraron misas y dijeron ora­
ciones en sufragio de los difuntos de la Archicofradía de María Auxiliadora y Bienhechores
del Santuario.
Das fiestas titulares de la Basílica se cerraron
con otros solemnes cultos, el domingo, día 30.
Durante todo el Octavario siguiente a la
fiesta, se vió la Basílica frecuentada por muchí­
simos devotos y peregrinos, entre ellos algunos
Príncipes de la Iglesia como el Emmo. Sr. Mons.
Bégin, Cardenal-Arzobispo de Quebec con otros
dos Obispos del Canadá; el Exemo. Sr. D. Félix
Guerra, Arzobispo de Santiago de Cuba y Mons.
Hallnau, Obispo de Dimerich (Irlanda).

P rogram a m usical.
Dos días 23, 24 y 30 se cantó la Mtssa soUmnis Pafae Marcelli de Pier Duigi da’ Palestrina, a seis voces, sin acompañamiento, como
homenaje a este ínclito compositor de música
.sagrada en su centenario. Das partes variables
eran las gregorianas del Gradual, ejecutadas
delicadamente por un coro de niños.
Da antífona Sacerdos et Pontifex que se can­
taba al ingresar solemnemente el Obispo pon­
tificante, era del Miro. D. Giovanni Pagella. —
líOS salmos de las Vísperas eran musicados por
el Miro. Cav. Giuseppe Dogliani. E l lúmno TV«i
Creator e Magnifiveat y la antífona O Marta, I 'irgo
potcns, pertenecían al
Pagella. El Tiintu:-i
crgo (Ceciliano) del’ Emmo. Card. Cagliero.

Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica: Gerente: GEMINIANO FERRARI.
Establee. Tip. de la S. A. Int. de la Buena Prensa. Corso Regina Margherita, N. 176-TURIN’
Texto
LIBRERÍA EDITORA INTERNACIONAL DE LA S. A. I. D. BUONA STAMPA
TORINO —Corso Regina Margherita 174-176 — TORINO

lO SE PH RICKABY S. J.

DE NIÑO A HOMBRE

Traducido directamente de la 3* Edición inglesa por R odolfo F ie r r o T o r r e s , Salesii
Volumen de 300 páginas
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Ptas. 3 ~
‘? q b l i c a c l o n e s r e c i e n t e s

THEOLOGIAE MORALIS SINOPSIS
Auctore P E T R O R A C C A

HrohUUacaai» TaarlMntlt Sacnrdo» Sacra» Tfttologia» Doctor»,

B r e v e o p a s ex sapientissimis scriptoribus in R e Morali eductum et ad normam novt
T^Odicis J o r l s G a n o n i c i exaratum. — Vol. (2 0 x 1 3 )
casi 600 págs. Ptas. 12,5*

DE CENSURIS “LATAÉ SENTENTIAE,,
QUAE IN e o D ie a j d r i s en m eN iei c o n t in e n t u r c o m m e n t a r io l u m d ig e s s it
JOHANNES CAVI6 I0 LI - Archlpresbyter S. Maurttil a Cüvó
Hermoso volumen en 16® páginas 1 6 4 .............................................................Ptas. 3 7$

NOVUM JESU CHRISTI TESTHMENTUM
Vulgatae Editionis iuxta exemplar Vatícanum cum appendix
Volumen manual ( 1 3 x 8 ) impreso en finísimo papel opaco, contorno encamado en todas hl
páginas. Págs. xvl»8oo. Encuadernación en tela negra, corte encarnado
. Ptas. 6 —
Encuadernación en tela negra, corte dorado
.
.
.

»
7 5*
B EC H IS Sac. M ICHAEL

•«o totius Sacrae Scripturae concordantiae iuxta vulgatae editionis exemplar Sixti V P. M.
iussu recognitum et Clementis V III auctoritatae editum praeter aipkabeticum ordiním i%
grammaticaU redactae. — Dos grandes tomos en 4, de más de 200 páginas Ptas. 14 —
M AZZELLA Mons. ORAZIO
(ARZOBlSrO DB TARBNTO)

PRAELECTIONES SCHOLASTICO-DOQMATICAE
Breviori cursui accomodate
Cuatro tomos en 8* mayor

Ptas. 25.

7ohimen I complectens Tractatus de vera Rellgtone, de Scríptura, de Tradltlone, de Ecclesta ChrfstI Ptas. 6,ts

Volumen II complectens Tractatus de Deo uno ac trino et de Deo creante
.
.
.
.
> 6,»!
Volumen III complectens Tractatus de Verbo Incamato, de Gratia ChrístI et de Virtutibus infusis > 6,aj
Volumen IV complectens Tractatus de Sacramentis et de N o v i s s i m l s ..................................> 6,s5

A d v e rte n c ia s . — Todas estas ediciones se hallan sólo en la Sociedad E ditora ¡otef*
macioaal para la dituslóa de la B u en a Prensa, Corso Regina M arg b erita 174'176,
Tmrin (Ita lia ), a la cual deben dirigirse los pedidos acompañados de su importe. — E l precie
i t l franqueo está calculado para cada volumen. — Se hacen rebajas tansolo para los grandes
adidos. Los gastos de envío son a cuenta del comprador. — Las rebajas son sobre e l precio del
ibro, no sobre e l franqueo. — D e la rebaja disfrutan los Seminarios, Colegios, Institutos.

Junio Julio de igso

AÑO XXXV -N . 6-7
o
^

Q

Q

Q

Q

Qg
95
L as Fiestas d el P a d r e ......................................................
L a s F iestas d e la M a d r e ......................................................200

Las jornadas gloriosas de mayo
impresionados por los grandio­ que era objeto por parte del gobierno: sesenta
sísimos acontecimientos y solemnes fes- años más tarde, en el propio día de Pentecos­
tés, el Gobierno italiano rinde oficialmente un
■■ ' tejos que se han verificado en este rinconcito de Valdocco, en los dias que corrieron tributo de admiración y gratitud y reconoce
del 20 al 25 de mayo, empuñamos la pluma los inmensos servicios prestados a la nación
para comunicar la noticia de ellos a nuestros por el santo sacerdote. Es que la verdad, si
amados lectores, que con el corazón y el es­ alguna vez padece y se ofusca, al fin brilla y
píritu nos han acompañado durante esos días triunfa: es la bondad y santidad del hombre
desde los más remotos países. Quisiéramos de Dios que comienza a irradiar sus inextin­
trasladar al papel, y hacerle transmisor de las guibles resplandores.
Hemos asistido a la apoteosis popular y hu­
vivísimas impresiones, de los sublimes entu­
mana
del Educador insigne, del paC3JrX
fO D A V ÍA

T

2

X

A L AM ADO H IJO

Rdmo. Don P A B L O A L B E R A ,

Pbro.

RECTOR MAYOR DE LA CONGREGACIÓN SALESÍÁNA
DEL VBLE. DON JUAN ROSCO.

BENEDICTUS PP. XV

H m ado H ijo,
S a lu d y Bendición Hpostoíica
L a n o ticia, que N o s h ab éis com unicado, del p róxim o C on greso Interna­
cio n al de lo s C o o p erad o res S a le sia n o s, que ha de reu n irse en T u rin , y ser
coronado con la in au gu ració n del m onum ento erigid o a la m em o ria del V b le .
Juan B o sco por la gratitu d y p ied ad de sus h ijo s, h a sid o por N o s acogida
con tanto m ay o r sa tis fa c c ió n y a le g ría , cuanto es la h ora m ayorm en te op or­
tuna, a N u estro entender, de to ca r llam ad a, para co n v o ca r y reunir a tod as
la s fu erzas m ejo res de entre los fieles p ara en a rd ecerla s y p rep a ra rla s a que
den el m ay o r rendim iento p o sib le en pro de la buena c a u sa , y a la co n se ­
cución del noble fin, que es el eje, sob re que g ira todo el p ro gram a del
V e n e ra b le D on B o s c o , esto es, la sa lv a c ió n de la juven tu d . E n e s a tan a c e r­
tad a in ic ia tiv a N ós d escu b rim o s una nu eva prueba de la v ig ila n te y a v isa d a
a ctiv id a d de la gran F a m ilia S a le sia n a y del sentido p rá ctico , de que la m ism a,
siguiendo la s p isa d a s de su g lo rio so F un dador, ap arece gu iad a en su s gene­
ro sa s y san ta s em p resas. N o N o s cab e, por tanto, la m enor duda, de que al
igu al que de lo s p recéd en tes C o n g reso s, de e sta solem ne a sa m b lea sa ld rá
re fo rza d a y ro b u stecid a la coh esión y r e a v iv a d o el celo de los C ooperadores,
y que al propio tiem po la s m ú ltip les O b ras, en que, com o en un árb ol g ig a n ­
tesco , rep arte su a ctiv id a d la P ía U nión S a le sia n a , por la s d ió c e sis y p a rro ­
q u ias de c a s i todo el m undo, recib irán nuevo em puje y nu eva fu erza de
adap tación.
E l e x c e lso p ro gram a que la sab id u ría y san tid ad del F u n d ad o r tra zó a
lo s C o o perad o res S a le sia n o s a l in stitu irlo s no puede m enos que a ca rre a r en
el seno del pueblo cristia n o lo s m ás p a lp a b les y p recio so s fru tos de v id a eterna.
P o r lo que m uy de co razó n e x p resa m o s la esp era n za que ta l program a en el
p róxim o C on greso se a asunto de p ro v ech o sa s y p rá c tic a s d elib era cio n es en
arm onía con la s n e ce sid a d e s de esto s c a la m ito sísim o s tie m p o s: y firm em ente
confiam os, que la m ística figura de D on B o sco , a sí com o se a lz a r á sob re el
m árm ol delante de la B a s ílic a de M a ría A u x ilia d o ra , d el propio m odo se
y e rg a y v iv a siem pre en el esp íritu y en el corazón de tod os su s h ijo s y
acreciente siem p re m ás en e llo s la d evoción a la M adre de D io s y la fre­
cuencia de la S a g ra d a E u c a ris tía , fuente de carid a d y de vid a .
Con este fin o s dam os m u y de co razó n a v o s , am ado H ijo, digno su ceso r
de Don B o sco , a v u e stro s herm anos de R eligió n y a la s H ija s de M aría
A u x ilia d o ra , esp arcid o s por to d o s lo s p a íse s del m undo, a lo s C ooperadores
y B ien h ech o res, a los A lu m n os de la s C a s a s S a le s ia n a s , a tod as la s o b ras
de la C on gregació n y particularm ente a cuantos interven drán en el im m inente
C o n greso In tern acion al, la B endición A p o stó lica .
Daio en el Vaticano,
ú 15 de mayo de 1920.

— i 6ñ —

LOS CONGRESOS
Pf^IMERA SESIÓN GENERAL.
El 20 de mayo,- a las 5 y media de la tarde
se celebró la sesión inaugural solemne de los
tres Congresos Internacionales de Cooperadores,
Antiguos Alumnos y Antiguas Aluninas de Don
Bosco, en el espacioso salón de actos del
Oratorio Salesiano de Turín.
Al comenzar el acto, el salón ofrecía un as­
pecto imponente. L a platea aparecía total­
mente llena de Cooperadores, Cooperadoras y
Ex-Alumnos: la ppmera galería estaba com­
pletamente ocupada por señoritas Ex-Alumnas,
para quien estaba reservada: en las otras dos
restantes se acomodaron los alumnos y per­
sonal de la Casa.
En el fondo del escenario destacábase el blan­
quísimo grupo de « Don Bosco entre los niños ^
de CeUini, boceto en yeso del grupo principal
del Monumento. E n el proscenio tomaron
asiento muchas distinguidas personalidades,
sacerdotes y seglares; las Juntas Ejecutivas del
.Monumento, la de los tres Congresos, la de las
Damas Protectoras dv- b. Obra de- Don Bosco,
los Congresistas ilustres y los representantes de
las diversas naciones. En un ángulo de la derecha
estaba la tribuna de los oradores, a la izquierda
la Presidencia efectiva de la reunión, formada
por Mons. Luis Condio, de la facultad de Teo­
logía y Derecho de la Universidad Pontificia,
por los Cooperadores; el Cav. Piero Gribaudi,
catedrático, por los Antiguos Alumnos: y- la
profesora Srta.’ María Victoria Chióra, por las
Antiguas Alumnas.
\^entitrés naciones tenían representantes ex­
presos en el Congreso, a saber: Alemania, Argen­
tina, Austria, Bélgica, Brasil, Colombia, Chile,
Ecuador, Egipto, España, Estados Unidos,
Francia, Hungría, Inglaterra. Italia, Méjico,
Palestina, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal,
Turquía y Uruguay.
Pocos momentos antes de comenzar el acto,
al son de xma marcha triunfal subían a ocupar
sus puestos el Rdmo. Sr. Don Pablo Albera,
con los Excmos. Prelados, Mons. Re, Obispo
de Alba, Mons. Cambiaso, Obispo de Albenga,
Mons. Malán, Obispo de Registro de Araguaya
(Brasil) y Mons. Pinardi, Obispo Auxiliar de
Turín, y Presidente de la Junta General Efec­
tiva de los Congresos.

Palabras de Don Albera.

Abre la sesión una breve y paternal alocu­
ción del Revdmo. Sr. D. Pablo Albera. Saluda
afectuosamente a cuantos han acudido a
honrar a Don Bosco, no obstante las dificul­
tades y fatigas de los viajes. Da gracias a los
limos. Prelados, que han hecho una tregua en
sus cuidados pastorales para dar una prueba
de benevolencia a la Obra Salesiana: a los An­
tiguos Alumnos que son los promotores de los
actuales festejos; a las Ex-Alumnas de las
Hijas de María Auxiliadora, que rivalizan con
los Ex-Alumnos en mantener alta y gloriosa
la bandera de Don Bosco.
Trae a la memoria algunas palabras del Ve­
nerable Padre, dichas unas en 1876, cuando
anunció a sus hijos que iba a dar comienzo a
la Pía Unión de Cooperadores Salesianos, pre­
diciendo con gran maravilla de los que le escu­
chaban el desarrollo inmenso que alcanzaría
en todos los pimtos del globo: pronunciadas
las otras en las postrimerías de su vida, cuando
repetía a sus hijos: « Nada hubiéramos podido
hacer nosotros sin el eficaz apoyo de los Coo­
peradores; ellos han sido para nosotros los
instrumentos y enviados de la Providencia »,
A los Antiguos Alumnos les recuerda la hu­
milde confesión de Don Bosco, quien atribuía
a la bondad de ellos los felices resultados de
su sistema y el renombre de sus Obras; « Os
agradezco, les decía el Venerable Padre, el ca­
riño que profesáis a Don Bosco y el hennoso
papel que le hacéis hacer con vuestro buen
comportamiento ».
A las Antiguas Alumnas les refiere cómo
Don Bosco mandó hacer muchas oraciones
antes de resolverse a fundar la Congregación
de las Hijas de María Auxiliadora y las grandes
esperanzas que tenía puestas en el apostolado
social de la mujer cristiana.
Don Bosco, siguió diciendo Don Albera,
al celebrar la primera misa después de orde­
nado, pidió al Señor la gracia especial de la
eficacia de la palabra, y la alcanzó a manos
llenas. Todos vosotros sabéis, y algunos lo
habrán experimentado por sí mismos, los efectos
raara\Tllosos que produda la palabra de Don

— i6 6 —

Bosco en las almas. Paréceme a mí que a su
muerte, esa gracia especial ha pasado a todos
los que hablan de él: y aún creo que la simple
vista de su monumento, aquí en la Plaza de
María Auxiliadora, seguirá ejerciendo un be­
néfico influjo sobre todos y mayormente en
vosotros, que os disponéis a trabajar sobre sus
huellas para el bien de la Iglesia y de la so­
ciedad ».
Habla el Presidente.

Las adhesiones.

E l Ponente General de los tres Congresos.
Rdmo. Sr. D. Esteban Trione, sube a la tribuna
para dar lectura a una gran porción de adhe­
siones, de muchos Señores Cardenales, Arzo­
bispos, Obispos y otras ilustres personalidades;
a la cabeza de las cuales iba la siguiente dei
Emmo. Card. Gasparri, Protector de la Pía
Sociedad Salesiana.

Palacio Vaticano, 5 de mayo de 1920.
Terminados los aplausos con que la asamblea
coronó la sencilla alocución del Rector Mayor,
Reverendísimo Padre:
ocupó la presidencia Mons. Luis Condio, quien
E l grandioso momimento que la juventud edu­
saludó a los Congresistas en nombre de la Junta
cada for el Vble. Don Bosco y sus dignos hijos,
promotora, haciendo notar el significado de la
determinó levantar en Turln a su incomparable
de la Asamblea, que es un campo propicio para
educador, es a un tiempo una prenda de la grati­
una labor fecunda y una afirmación magnífica
tud de los discípulos y un solemne homenaje a
de universal agradecimiento al grande Apóstol las dotes educativas del Maestro.
de la juventud, cuyas enseñanzas son un ma­
Suceso único y glorioso en la historia de la
nantial perenne de civilización y cultura cris­
Pedagogía, prueba brillante del poder y fuerza
tianas.
que nuestra Religión logra infundir en sus após­
En nombre de la presidencia toda y de todos
toles, son las numerosas Asociaciones y Federa­
los congresistas dirige un respetuoso saludo a
ciones de Antiguos Alumnos de los Salesianos
lós Sres. Obispos presentes, que han acudido
y de Antiguas Alumnos de las Hijas de María
a honrar a Don Bosco, que acató siempre huAuxiliadora, qiie con fines de elevada edizcación
mildísimamente a los Pastores adornados con
moral, se reúnen en frecuentes asambleas regio­
la plenitud del sacerdocio: a los Salesianos,
nales y nacionales, y ahora respectivamente en
que tienen siempre gloriosamente enarbolada
su Segundo Congreso Internacional.
la bandera, en que el Padre escribió: « Da miki
M uy de alabar es también el acuerdo de reunir
animas, cadera tolle! »>, a las Hijas de María
para tan fausta ocasión, él Octavo Congreso In­
Auxiliadora, primer retoño del árbol salesiano,
ternacional de la gran Familia de los Coopera­
a quienes manifiesta el vivo deseo de que puedan
dores Salesianos en torno del Monumento del
venerar muy pronto en los altares, a su pri- •
Padre, para cobrar nuevos bríos y alientos en el
mera Superiora General, Sor María Mazzarello;
vasto campo de acción salesiana, siguiendo las
a la falange de Cooperadores Salesianos, que al
sabias normas y preclaros ejemplos del erande
echar su óbolo en e l «gazofilacio » de Don Bosco.
Fundador.
han hecho que el estandarte de la civilización
Como admirador del Vble. Juan Bosco, Coo­
cristiana haya penetrado y ganado secuaces
perador Salesiano desde muchos años hace y
desde las grandes urbes de Europa hasta los
Cardenal Protector de las Instituciones Salemás remotos confines de la tierra; a la muche-,
sianas, dirijo al Señor las más ardientes preces
dumbre, en fin, de asambleístas, llegados desde
para el venturoso resultado de tan solemnes fes­
tan apartadas regiones, aún de las' naciones tejos.
más atribuladas actualmente, augura un cú­
Con mucho placer aprovecho esta ocasión para
mulo de bendiciones, aquí, sobre las histó­
reiterarle,
Rdmo. Padre, la expresión de mi con­
ricas riberas del Dora.
sideración y aprecio más distinguidos.
« iQuién habría dicho, exclama Mons. Con­
De V., Rei mo. Padre,
dio, q\iien habría dicho el 8 de diciembre de
afmo. en el Sefior
1841, que Don Bosco echaba aquel día los
P.
Cardenal
G asparri .
cimientos de una institución que se había de
extender por todas las regiones de la tierra,
A l Rdmo. Sr. D. Pablo Albera, Rector Mayor
desde donde llega hoy aquí, a estos solares de la Pía Sociedad Salesiana.
benditos, donde el Apóstol de la juventud
plantó el grande árbol y lo hizo crecer con sus
Enviaron su adhesión a los Congresos con
sudores, el grito, el clamor unánime de amor sendas hermosas cartas autógrafas o por medio
y gratitud, condensado en estas palabras: iViva
de telegramas:
Don Bosco!
Los Eminentísimos Señores:
Señores, con esta voz, con esta consigna,
Card. P edro G.\sp .arri, Secretario de Es
tengo el honor de declarar abierta la sesión >. tado de Su Santidad;

— i 67 —
Card. J uan C^gliero , de la Pía Sociedad
Salesiana
Card. J orge G usmixi , Arzobispo de Bolonia;
Card. J osé FRANacA-XAV.\, Arzobispo de
Catania;
Card. A lejandro L uald i , Arzobispo de Palermo;
Card. P edro
Arzobispo de Pisa;
Card. J uan B ogglíno , Arzobispo de Genova;
Card. SoLDEViLA y R omero , Arzobispo de
Zaragoza;
El Cardenal Arzobispo de Strigonia y Pri­
mado de Hungría.
Unos cincuenta Sres. Arzobispos y Obispos
de Italia y los Exmqs. Sres.:
Arzobispos de Bamherg, Filadelfia, Fñburgo,
yionicvideo, Quito, Salishurgo, Santiago de Cuba
y Tuam (Irlanda).
Obispos de Dijon (Francia); Cádiz, Menorca,
Orihuela, Santander y Salamanca de España;
Ardagh, Kilmor, Meath y Raphoe, de Irlanda;
Clifton, Hexham y Newcastle, Menew, Notingham y Salford de Inglaterra; -Linz, Gurk, St.
Folien Eichstadi y el Auxiliar de Viena, de Aus­
tria; y Newark de Estados Unidos de América;
Habana (Cuba) y los titulares de Colonia y 066 a.
La lectura de las adhesiones fué interrum­
pida por la entrada d d Emmo. Card. Agustín
Richelmy, Arzobispo de Turín, a quien la
asamblea tributó una vivísima ovación, mien­
tras era recibido con jubilosa veneración por
el Revmo. Sr. D. Albera, Prelados y Presidencia
del Congreso.
Enseguida el distinguido abogado e incan­
sable propagandista católico, Sr. Carlos Barberis, dió comienzo al

su benéfico influjo se esparció de Turín a Italia
y hasta allende el Océano. Ensalza la sencilla,
práctica y eficaz organización de esa obra,
que ha consentido los rápidos resultados obte­
nidos y que promete otros no menores para lo
porvenir: y pasando a hablar después de la
Unión de Cooperadores Salesianos, que tanta
parte tuvo en el desarrollo de la Obra Sale­
siana, hace notar sus principales' etapas hacia
el pujante desarrollo alcanzado en todas las
naciones, y le predice otros triunfos más gran­
diosos todavía.
Pone de relieve la vital importancia del
apoyo que los Cooperadores prestaron gene­
rosamente a Don Bosco y hace notar que tal
apoyo no se manifiesta tan sólo en larguezas,
más también y mayormente con obras y ora­
ciones.
Expone el orador en una feliz y brillante
síntesis el trabajo llevado a cabo por las Hijas
de María Auxiliadora y los abundantísimos y
preciosos frutos por ellas recogidos: también
en este campo triunfa Don Bosco, pues que se
trabaja con su mismo método, su mismo espí­
ritu, con el mismo entusiasmo, caridad y
celo.
Acaba en fin el orador considerando la aureola
de gloria que circunda la frente del Venerable
Don Bosco por las empresas realizadas. Alinéanse hoy junto a su monumento escuadrones
de hijos suyos, iluminados con su misma luz,
movidos e impulsados con su mismo espíritu
y celo; y después tom arán a volar a sus países
respectivos de donde han venido, para dedi­
carse con nuevo ardor al apostolado, cuj'o ^
programa El mismo les ha trazado.

Discurso inaugural.

Los criterios directivos.

Con espontánea y expresiva elocuencia el
orador pasa a describir la sublime y oportuna
significación que entrañan las solemnidades
salesianas e inauguración del Monumento de
Don Bosco, « el grande bienhechor de la Huma­
nidad », en estas horas de trepidación y miseria,
de angustias y rencores, que ha sembrado la
guerra en d mundo entero. Resume brevemente
la obra realizada por él y por sus hijos y Coo­
peradores después de él y exclama: |Qué largo
camino y qué inmensas conquistas! Buena
muestra de ello es el presente Congreso, al que
han concurrido delegaciones de todos los países,
para rexmirse en la casa paterna, junto al Padre
eternizado en el bronce, con el propósito de
examinar en común los problemas de la actua­
ción salesiana, para lanzarse con nuevo empuje
camino addante *.
Estudia luego la obra maravillosa de Don
Bosco en sus humildes comienzos; expone cómo

El Rdo. Don Esteban Trioue explica los
criterios directivos para los trabajos de lo.s tres
Congresos, que están por empezar. rograma de la Cooperación Salesiana conquista
simpatías y despierta entusiasmos. Un misio­
nero de la China que venía al Congreso, durante
el viaje fué invitado a dar una conferencia a
bordo del vapor y recogió varios donativos
espontáneos de los viajeros, entre ellos varios
chinos, para las Misiones Salesianas.

Congreso de los Antiguos Alumnos.
El Congreso de los Antiguos Alumnos fué
un espléndido triunfo, una exaltación inena­
rrable del Vble. Don Bosco a quien sus alumhos
con juvenil ardimiento alzaron en alto sobre
sus ardientes corazones, como en otros tiempos
los soldados a sus reyes sobre el plano de sus
escudos. N i las dificultades y molestias de un
largo viaje, ni la penuria de alojamientos, ni
los desarreglos sociales fueron parte para men­
guar los^ ánimos ni deslucir un punto la solem­
nísima asamblea, que por el número de los con­
currentes, importancia y practicidad de las
discusiones y el espíritu de hermandad que en
ellas reinó, sobrepujo las más halagüeñas pre\'isiones.
Unos mil fueron los congresistas reunidos,
que representaban a más de cuatrocientas unio­
nes locales de ventitrés naciones diferentes:
no se podía dar una expresión más real y ver­
dadera de la idea que estaba en la mente de
todos y que muchos ensalzaron en sus discursos,
es decir, la Iniernacúmal de los Alumnos de Don
Bosco. Ahora, nueve años después del primer
Congreso (1911) hemos podido ver y palpar
dos frutos consoladores de la organización de
los Antiguos Alumnos, que son: el Monumento
de Don Bosco, convertido en una hermosa y
solenme realidad, y la vitalidad exuberante de
las Uniones, que se han acrecentado y multi­
plicado prodigiosamente, estrechado sus vín­
culos y dado abundantes frutos.

PRIMERA JORNADA.
E l 21 de m ayo a las nueve y m edia de la m a­
ñana dió com ienzo a sus tareas el segundo Con­
greso internacional de Antiguos Alum nos de
Don Bosco, en la iglesia de San Francisco de
Sales, convertida en elegante salón. A brió la
sesión el profesor Sr. Gribaudi enviando un
ardoroso saludo a los reunidos. « L a asamblea,
dice, debe proponerse por fin buscar los medios
m ás indicados para intensificat la vid a y dar
una ordenación definitiva a la Federación. Los
trabajos del Congreso im primirán un poderoso
em puje a la Federación y facilitarán la conse­
cución de las ventajas morales y m ateriales
que los Alum nos esperan alcanzar de ella. E n vío
un saludo especial a los Alum nos que han venido
del extranjero a respirar estas auras salesians
y herm anar todos los corazones, demostrando
en cierto m odo un comienzo práctico de la ver­
dadera paz, que fuera de aquí, para la m ayoría
de los hombres, no pasa de ser un buen deseo.
N o echarem os diácursos, sino que propondremos
obras para realizar: nuestras discusiones serán
encam inadas a la p ráctica ».
N óm brase enseguida la presidencia, la cual
acepta la asam blea por aclam ación. Fórmanla:
el Cav. A rtu ro Poesio de la Unión de Rom a,
presidente; y un a n t ^ o alum no francés, M.
M oullet de Marsella; otro español, D on José
D urán, presidente del a Federación nacional



española, y el Dr. Bernardo Marschall de Berlín,
representante de Austria, como vicepresidentes.
I/3S Sres. Montalbetti de Roma y Rizián de
Trieste, actúan de secretarios.
El Cav. Poesio ocupa la presidencia, al grito
de Viva Don Basco! « Recordando en estos
momentos el ])rimer Congreso , que tuve el
honor de presidir, dice, debo declarar que este
segundo, tan imponente, es una natural am­
pliación y desarrollo de aquel, se inspirará en
los mismos ideales y obedecerá a los mismos
sentimientos de gratitud y fraternal afecto.
Los acontecimientos sobrevenidos del 1911 acá,
nos trazan el carril por donde hemos de andar.
El contacto de los espíritus y la educación reci­
bida nos juntan y estrechan en un único haz.
Vive aquí la memoria y, más que la memoria,
vive aquí la Obra de Don Bosco: reconocemos
aquí enternecidos sus huellas benditas; aquí
aspiramos el perfume de sus virtudes, aquí está
la fuente viva de la historia salesiana. de aquí
por tanto podremos sacar luz y alientos vitales
que nos iluminen y robustezcan. También yo
saludo afectuosamente a los extranjeros por
la lengua, nunca por el corazón, y hermanos
por el afecto. Alzase nuestra hermandad muy
l>or encima de toda rivalidad y contienda hu­
mana. Aquí hemos venido para asistir a la
inauguración del Momunento de Don Bosco;
de aquí partiremos con el firme propósito de
erigir al amado Padre otro monumento en todas
la partes déla tierra, no de bronce, sino de he­
chos y obras, santas, que pregonen a la faz del
mundo la eficacia y bondad del sistema edu­
cativo de Don Bosco ».
Acabado el discurso de apertura, muy aplau­
dido, el" presidente saluda y presenta a la asam­
blea al Rdmo. Sr. Dr. D. Arturo Conelli, repre­
sentante en ella del Rdmo. D. Albera. Enseguida
el profesor Pedro Gribaudi, presidente de la F e ­
deración Internacional, presenta un resumen de
los trabajos realizados desde 1911. « L a hen-orosa actividad que se reveló en el anterior Con­
greso, que votó el mommiento, fue aumentando
de día en día, como lo indicaba la fundación
continua de nuevas « uniones *; pero este movi­
miento sufrió una tregua al estallar la guerra.
ICn las naciones beligerantes se hubieron de
suspender los trabajos, pero en España y Amé­
rica se centuplicó la actividad como para compenstir nuestra inacción. En el mismo punto
que tornó la paz, se anudó el trabajo y ahora
con legítimo y filial orgullo ix>dciuos presentar
al mundo el cumplimiento de nuestro voto: el
monumento. Hasta aquí no hemos hecho más que
orientamos,- tomar posiciones: ahora debemos
organizamos. Pista es nuestra sede, nuestro
domicilio; de aquí debe salir el doemuento de
constitución, que será regla y norma de la \*ida



y movimiento de nuestra asociación. L a Fede­
ración no debe ser una institución burocrática,
sino una obra imbuida de aquel espíritu de in­
cansable actividad que hizo grande a Don
Bosco y admirable su vida y empresas.
Si permanecemos fieles a las tradiciones de
Don Bosco, lograremos inocular un elemento
de vida en el cuerpo de la sociedad ».
E l presidente Poesio lee una hermosa carta
del diputado Sr. Micheli, antiguo alumno, con
que se adhiere al Congreso. Los acontecimientcs
políticos de aquellos días no le permitieron
asistir personalmente a él, conforme hubiera
sido su deseo.
El Rdo. Don Antonio Cojazzi, secretario
general del Congreso da cuenta de las numero­
sísimas adhesiones recibidas y nombra las
mantener a algún niño huérfano y pobre, en umi
casíi sale.siana.

1) Que las Uniones de AA. AA. tienen su razón
de ser, no sólo en el afecto de gratitud que les liga
a los jVnliguos vSuperiores y cu el vínculo de fra­
ternidad que los une entre sí, mas también v
sobre todo en el deseo y la obligación que los
soaos sienten de mantener vivos en sus almas v
llevar a la ^■ ida piiblica y privada íos supremos
principios de la fe y del trabajo, que son la esencia
y fruto de la educación recibida en la escuela de
Don Bosco.
2) Que las Uniones de AA. AA. por lauto deben
pro¡x)nerse como fin. no sólo promover afirmacloiie'.s
y manifestaciones de afecto y gratitud, sinó tam­
bién y sobretodo procurar la actuación práctica
de los principios arriba mencionados.
3) Que la actuación de tales priucipi. d cual, al di­
rigir la palabra cada año a los grupos do ox-almnParticulares conmovedores.
uas que dosde 1S70 il>an a ‘ tcstiuioni.arle su poK s imposible trasladar al papel una pálida
roimo filial carino, los manifestó repelidas voces
el vivo deseo do que .so ixjnsidorasen a sí mismos
impresión siquiera de los dos sesiones, en que
y pnKnirason sor «lo bocho, «-onio una parte inte­ se elaboró este m a ^ ífico programa de trabajo.
grante de la fatnilia vsalcsiana y ctuno su más
B aste notar que ni el calor, ni la estrechura
líelos y i'olosos ooti|x'ray aún en el caso
de que équivaUese a « dolor ».
Urge concurrir a la realización de esa refont a
social, a la depuración de las costumbres y eleva­
ción moral... por eso es preciso, dejando a un lado
una timidez mal entendida, que ocupemos el
puesto donde nuestra acción pueda resultar de
provechosa eficacia: ninguna Antigua Aluinna
de Don Bosco, puede excusarse de este deber,
que aprovechando a otros y a nosotras mismas,
al propio tiempo nos d eva y ennoblece... Oremos
con fervor, trabajemos con denuedo, eduquémonos y eduquemos, tengamos nuestra con­
fianza puesta en María Auxiliadora y esperemos
un feliz resultado.
Al declarar, pues, abierto este Congreso,
envío a las compañeras ausentes, de Italia t
del extranjero, que no han podido asistir j>ersonalmente a estas nuestras reuniones, per©
que están aquí presentes con d corazón, en\*íoles, digo, nuestro afectuoso saludo; esperando
que de este Congreso saquen un mayor impulso
de \'ida todas nuestras secciones, y que el flore­
cimiento de estas coopere eficazmente al adve­
nimiento d d reinado social de N. S. Jesucristo,
único manantial de paz y felicidad, factor único
de verdadero progreso, promesa indefectible
de eterna dicha allá arriba!... »
\’ivísimos aplausos intermmpieron varias
veces y coronaron d hermosísimo discurso de
la Presidente, a la que sucedió la Madre Ins­
pectora del Piamonte, Sor Rosina Gilardi, para
dar una cordial bienvenida a todas las con­
gresistas en nombre de la Madre General.

Ei Coogreso da comienzo a sus trabajos.

La Srta. profesora Mai^arita P. Stoppino,
m nombre de la Junta Central, lee una reladón acerca ^el desarrollo de las « Uniones
de las asambleas regionales y nacionales, de las
obras realizadas o promovidas por la Junta
Central desde 1911 a 1920. L a relación es escu­
chada con vivísimo interés, p u ^ pone de mani­
fiesto el avance verdaderamente gigantesco
que ha realizado la Unión de las Antiguas
Almnnas en el espacio de nueve años.
En efecto: en
al reunirse el primer Con­
greso, tenía 74 secciones con 7942 inscritas.

Sus A » A ,R .R . el Duque y Duquesa de Génova -

i 85

-

En A mííRICA, Argentina, 23 secciones, con 6000
socios, Brasil, 15 secciones con 2500 sodas; Amé­
rica Central, 3 Secciones con 600 sodas; Cliile, 6
secdones con 1500 socios; Colombia, 7 secdones, con
1000 socios; Ecuador, 2 Secdones con 200 socios; Mé­
jico, 6 secciones con 1000sodas; Perú, ¿Secciones,
con goo sodas; Estados Unidos, 2 Secdcmes con 300socias; Patagonia, 4 secdones, con 600 socias; Uru­
guay y Paraguay 9 Secdones con 1200 socias.
Tem a II. — Organizadón de las Antiguas Alumnas.
L a ponente, Srta. ()lini])ia Poretti, en una
clara y sólida disertación, establece como bases,,
los siguientes puntos:

El Emmo. Card. de Sevilla - El Senador Conde de RebaudenflO.

Hoy presenta 255 secciones con un total de
66.487 socias, un número de obras de apostolado
cristiano verdaderamente consolador, « obras
qne son el predoso distintivo del apostolado
salesiano, el perfume espiritual que caracteriza
Ueducación que las Hijas de María Auxiliadora
dan a sus alumnas; con que las hacen cristianas
fervorosas y por medio de ellas, cristianizan
h escuela, la familia, y la sociedad, conforme
los ideales del Vble. Juan Bosco ».
Las Secciones se distribuyen de esta manera:
En E uropa: Bélgica tiene 4 « secciones > con *763
•odas; España, 8 « secciones » con 2566 sodas;
Italia 156 « secdones » con 47.068 socias; Ingla­
terra, 2 < se«3ones * con 150 sodas.
En Oriente , Palestina, 2 secdones con 540
Dcias.

Las Secdones y Círculos de Antiguas Alumnas.
no se deben considerar como Asociaciones re­
ligiosas, ni Sodedades de Socorros mutuo.s, ni
Profesionales, ni como Círculos de recreo o
gimnástico^: en suma, no deben equipararse a
ninguna de las existentes organizaciones que
se proponen la realizadón de un ideal religioso
o social, dentro de la vida pública.
La Secdón de las Antiguas Alumnas nace y
vive merced a una necesidad y tendenda espon­
tánea del corazón, que anhela, aún después de
abandonado d colegio, poder continuar viviendo
la pasada vida d d Colegio, del pensionado, dtl
Oratorio; seguir pertenedendo a la antigua
familia adoptiva.
E l espíritu característico de nuestras sec­
dones debe ser d ambiente de familia. L a ex-

— i86 —
ulumna dentro de la Sección, debe considerarse
como dependiente aún de sus Superioras, y
amarlas y tratarlas con la sencillez y amable
confianza de hija; los muros del colegio deben
traerle a la memoria la dulce poesía de su vida
de colegiala, las horas dichosas pasadas en el
estudio y en los ejercicios de piedad, en fin debe
ser el colegio para ella un recinto de suave y
santa paz, donde olvide las penas, inquietudes y
estridencias de la vida del mundo y pase unas
horas en compañía de las Superioras, de las
Hermanas, para oir una buena palabra, recibir
un consejo que le ilumine el camino, o también
un consuelo alentador que le alivie el corazón
y le infunda bríos para no desmayar en la per­
petua lucha por el bien.
Con oportunos anécdotas y episodios toma­
dos de la vida cuotidiana, la disertante pone
de manifiesto el bien inmenso que de la vida
de la sección puede sacar la madre, la esposa,
la obrera, la empleada, la maestra; hace resaltar
las ventajas que la Sección reporta a la familia
y la Sociedad por medio de las Antiguas Alumnas,
las cuales, llevadas de santos y nobles propó­
sitos, contribuyen al mejoramiento social con
la actividad o el ejemplo, cada una según su
posición y facultades.
Termina dando lectura a la siguiente orden
del día:
El II Congreso Internacionai, de Ant%uas
Aluumas de las H ijas de M. A.
а) al paso que recuerda y ratifica las conside­
raciones y acuerdos de su I Congreso, celebrado
en 1911, sobre la menera práctica de establecer
los Centros de Alumnas; y de hacer que oonserv’en
Ku espíritu característico, esto es, de fer\’oroso
retomo a la piedad, adhesión afectuosa y agrade­
cida a las antiguas Superioras y Maestras y de
mutuo y fraternal consuelo y apoyo moral v eco­
nómico; y de proairar la mayor difusión posible
del espíritu de Don Bosco.
б) y mientras hace notar que la actividad bienhecliora de las Secciones locales obtendrá mayores
resultados, si se facilita la aproximación y trato
de las Ex-Alunmas con sus antiguas Superioras
y se si organizan y subordinan las Secciemes entre
sí, conforme a la distribución jurisdiccional d d
Instituto de Hijas de Mafia Auxiliadora,

Ex-Alumnas auxiliar y apoyar toda empresa q«
sea para el bien de la Religión o de la Patria.
2) Que se constituya en cada Inspectoría ana
Junta Regional, fonnada por las Presidentes de
las diversas secciones, dos Ex-Alumnas residente
en la ciudad donde radica la Casa Inspectorial j '
ima Hermana designada por la Sra. Inspectora.
3) Que, donde se crea oportuno, se constituya
asimismo una Jim ta Nacional, en la que entrarán
las Presidentes de las diversas Juntas R ^ o n ale
(de cada Inspectoría), y ima de las Sras. Ins*
pectoras de aqudla nación, la cual representará
al Instituto en la Junta, y será nombrada por la
Madre Superiora General.
4) Que las Jimtas R ^ o n a le s y Nacionala
promuevan la formación y florecimiento de las
Secciones locales, y de acuerdo con la Junta Cen­
tral de Turín, convoquen asambleas o congressos
regionales o nacionales, según convenga.
5) Que la Junta Central (modificando el apar­
tado A del Art. 8® de su Reglamento, que se
i'omunicó a las Secciones con fecha de 10 de
enero de 1912) tome los acuerdos que sean áá
caso con la Dirección del Organo oficial de los
Ex-Almimos de Don Bosco, para establecer en S
una sección especial reser\'ada a las Ex-Alumna^
y cuide de la redacción ordinaria de los artículos
directivos y de información general, y valiéndose
de las Jimtas Regionales se procure breves e mt^
resantes relaciones de los sucesos e iniciatii’as
locales.
L a señorita relatora al term ihar su discurso fne
prem iada por una a\*acáón unánim e de la Asam­
blea. E sta entabla luego im debate sobre las
conclusiones propuestas, que contribuye pode­
rosamente a aclarar el carácter y orientación
de las organizaciones, aprobándolas al fin por
aclamación. D e este m odo queda definitiva­
m ente sancionada la institución de la Un'cn
Internacional de las Secciones, Círculos, etc.
bajo la dirección de un Consqo Central y cen
Reglamento propio, como r e a t a d o p red ac
de los anhelos y experiencia de las Asociad.'s
del antiguo y nuevo Continente.

DÍA SEGUNDO.

L a segunda jo m a d a del Congreso, distírguese por un aum ento de anim ación y ente^ s m o hasta un punto que nadie hubiera pre­
.•\crKRl\A:
visto, por el número extraordinario de las coai)
Que hus Secciones, Centros y Juntas de An-gresistas, por el interés de las discusiones, p::
ligim.'í Alunuias, sea cual fuere la fom ia « i que
lo práctico d e las propuestas y de los acuerde?
cstéu organizadas o d^plieguen su acti\*idad, conSe han agotado y a las 700 cédulas de Cimscr\*en siempre el espíritu y ambiente de
> gresistas, que había preparado la Ju nta eje­
que les es propio, reuniéndose «1 tom o de las Her­
cu tiva, y va n llegando todaW a nue\'as ex-alum*
manas. princii>almeute en ocasión de la fiesta de
María Auxiliadora, para la ccuuuemoración del ñas. L a sala está llena a rebosar, no queda c
un puesto v a d o . E l M uy R ev. Sr. D . B a rto lo »
.24 de cada mes. en la fiesta onomástica de la
■ Superiora. y demás propias de la Casa, con moti\*o Fascae anuncia la \*isita de D on A lbera e in­
d e a c a d ^ ia s y actos literarios, y cooperando d i a a todas a estudiar con empeño d **»ma que
ü feliz éxito de las obras de piedad v cela que se v a a tratar, d cual d ará lugar a m udios de­
•:!i ella se «nprendan, pues es muy propio de las bates y proposidones.

ir
-

187 -

Nuestro deber, añade, es d apostolado de
la caridad; caridad activa, caridad expansiva
entre nosotros mismos y con los demás.
Todos los que estamos aquí reunidos, sea
cualquiera nuestra procedencia, somos hijos
de María Auxiliadora, discípulos de Don Bosco:
trabajemos, pues, unidos por la actuación ,de
nuestro programa, que es programa de caridad ».
Tema II. — De qué manera, las Antiguas Alnmnas
de las Hijas dé María Auxiliadora, guiadas por
el espíritu de Don Bosco, pueden contribuir a la
restauración y renovación de la vida religiosa,
familiar y social de la mujer.
El espíritu de Don Bosco, dice la ponente
Srta. María Teresa Behvenuti, tiene un lema
suyo propio y carcterístico; prevenir. No solo
prevenir el mal y atajarlo en todas sus formas,
sino anticiparse también a los tiempos, adivinar
sus necesidades particulares y preparar el re­
medio con caridad cristiana.
El espíritu de Don Bosco, si bien es uno e
inmutable en su principio, goza de una mara­
villosa plasticidad y facilidad de adaptación,
que le hace aplicable en todo tiempo y lugar.
Es, pues, necesario que se conozca y propague
en medio de la sociedad para cu^m bien y pro­
vecho convendría que ese espíritu, capaz de
obrar milagrosas transformaciones, moviese
y guiase a todos, particularmente a la mujer.
Porque el poder de la mujer no falla nunca, y
está, llamado a tener un influjo decisivo en
imprimir ima dirección determinada al movi­
miento de transformación que estamos pre­
senciando.
La familia es y será siempre el campo natural
y propio de la mujer: mas y a que hoy por des-,
gracia, merced a muy diversas causas, se tiende
a menoscabar la trabazón íntima de la familia,
y a borrar el sentimiento que la informa, es
preciso acudir a sostenerla, salir en su defensa,
inculcar ese sentimiento muy hondo en el co­
razón de las niñas, prepararlas a la misión ma­
ternal, que será siempre la más grande y noble
para la mujer en el mundo, la que le merece
y rodea de la veneración de todos.
Con maternidad física o espiritual, toda mujer
es madre; es decir, la que forma, educa y modela
las nuevas generaciones.
Inftmdix en las niñas las dotes que ennoble­
cen a la madre: dignificación del sentimiento,
espíritu de abnegación, disposición al sacrificio;
preparar el terreno donde puedan a r r a la r y
florecer esas virtudes, cuya base indispensable
es la pureza, que debe ser defendida en las niñas
con todos los medios y a toda costa; tal es la
■ tarea que la ponente presenta a las Antiguas
Alumnas de las Hijas de M. A., proponiéndoles

por modelo a María Sma. que siendo la más
humilde y levantada de las criaturas, aparece
nimbada con la doble aureola de la pureza
y la maternidad.
Mas así como la familia es la base insusti­
tuible para emprender la regeneración de la
sociedad, también hay que reconocer que a la
mujer en estos tiempos le está encomendada
una grande misión social. Urge por tanto pre­
pararla, instruirla, educarla a fin de que adquiera
un conocimiento claro y preciso de los nuevos
derechos y deberes que le esperan.
Por iniciativa y con la generosa e incansable
cooperación de nuestras Antiguas Alumnas,
hay que establecer escuelas profesionales, de
economía doméstica', de legislación del tra­
bajo, de derecho electoral, etc., que pongan a
la mujer en condiciones de poder oponer eficaz­
mente arma a arma en la lucha entablada entre
el bien y el mal. «Trabajemos,compañeras,ter­
mina la disertante, con la confianza de que el
Señor bendecirá nuestros modestos trabajos
de sembradoras, y que más tarde nos será de
grande alegría y consuelo, ver el campo trans­
formado y cubierto de hermosas flores y dorados
frutos.
La visita de Don Albera.
Mientras la disertante tenia a todo el audi­
torio pendiente de su interesantísimo discurso,
un general palmoteo anuncia la entrada en el
salón del venerando Padre Don Albera. Con
la modestia y afabilidad que le caracteriza, el
Sucesor de Don Bosco, después de dirigir su
paternal saludo a las congresistas, les notifica
que S. S. el Papa Benedicto X V tiene puesta
con complacencia su augusta mirada en los
Congresos y envía al PZmmo. Card. de Sevilla
a representarle. La noticia es recibida con trans­
portes de júbilo.
Don Albera visiblemente conmovido y ani­
mado por el entusiasmo que reina en las reu­
nidas, evoca la memoria de Don Bosco, y dice:
« No podéis figuraros el vivísimo interés
que se despierta en todas partes por Don Bosco;
doquiera se habla de él y no se cansan de recibir
noticias suyas. Cuando visité las Casas de Amé­
rica fué grande mi sorpresa y maravilla al ver
la jjrofunda atenáón con que se me escuchaba
cuando hablaba de Don Bosco. Don Bosco no
visitó nunca aquellos países, con todo no había
ninguno que no estuviera lleno de su nombre.
Los libros, opúsculos, periódicos, y hojas vo­
landeras no son hoy bastantes para satisfacer el
insaciable ardor por saber de él y de sus obras.
Me nsta de Emmos. Cardenales, e ilustres
diputados que después de haber leído los dos
tomos de. la Vida de Don Bosco; - escrita por
el Sr. Lemoyne, han- vuelto a comenzar la lee-

— l S8 —

tura, para saborear mejor y empaparse en el
espíritu de nuestro AHale. Padre; espíritu de
previsión amorosa, y piedad sólida hondamente
sentida, libre de ostentaciones, mas espontánea
y alegre, como el amor que la inspira.
Don Hosco amaba la alegría, que es fruto de
la gracia de Dios; quería que sus hijos todos,
sus niños y niñas, mostrasen una constante
alegría, conforme al espíritu cristiano; y quería
que los Salesiaiios y las Hijas de María Auxilia­
dora infundiesen en sus alumnos y alumnas el
amor a una piedad serena que fuese la actuación
viva de la máxima escritural: « Servüe Domino
in laetitiu ». Y para alcanzarlo alentaba a las
almas tímidas o inclinadas al pesimismo y a
la tristeza a poner la confianza en Dios, a des­
cansar en los brazos de su providencia, mientras
les inculcaba la frecuencia de los Sacramentos,
por espontáneo impulso del corazón.
También vosotras, mis buenas hijas, estáis
llamadas a obrar un gran bien en la sociedad y
lograréis hacerlo sin duda, si os movéis anima­
das por esa piedad serena, alegre y profunda,
que Don Hosco enseñaba. Vuestras palabras y
ejemplos serán entonces como los bellos rayos de
sol, que allí, donde penetran, esparcen luz, calor,
vida y alegría. ¡Sea María Auxiliadora el válido
sostén de vuestra buena voluntad y propósitos!
La palabra del segundo Sucesor de Don Hosco
deja i)rofunda impresión en las almas, y es
correspondida por una imponentísima demos­
tración de filial cariño, y por los gritos de
« Viva Don Hosco! {Viva Don Albera! » como
exiuesió» de agradecimiento.
Las Conclusiones.

Así que el Rdmo. P. Albera se hubo retirado
del salón, la señorita relatora terminó su discurso
y puso a la discusión y aprobación del Congreso
las siguientes conclusiones sobre el Tema II:
El H C ongreso I ntiírnacionab. de Antiguas
AlinuiMB de las HII. de M. A.
CoNSUíKR,\NÜO;

o) «er propio del espíritu de D, Bosco prociuar
con peraeYcrante cuidado y amorosa diligencia,
prevenir por cuanto se pueda y poner inmetliato
remedio a los males de onlen religioso, moral o
social, echando mano de los recursos, aún los más
radicales, que aconsejan las cirermstanoias. con
el fin de salvar la entereza de la fe y la honestidad
de las costumbrCvS. poniendo a buen recaudo sobre
lodo la pureza de las jovencitas. y coadyuvar al
saneamiento do la societlud.
b) Considerando que la última guerra mundial
ha traído y sigue preparando corrientes y mu­
danzas imprevistas, cu todos los órdenes de la
vida familiar y social, a determinar cuyo rumbo,
btieuo o malo, tendrá la mujer \m influjo decisivo;
c) afinuando (jue la religiosidad, patriotismo y

gennina tradición sale.siana obligan de consuno
a la.s Antiguas Alumnas de las Hijas de María
jVuxUiadora a estar .prontas y apercebidas para
las nuevas y apremiantes formas de Apostolado,
dejando a un lado las \-aiias y perjudiciales cri*
ticas de lo pa.sado, esforzáiido.se en cambio'por
mejorar lo porvenir;
í?) y mientras rinde
aplauso a la variada
actividad j celo, y- prácticas iniciativas que han
rlesplegado la Junta Central de Turín y las .demás
.secciones esparcidas por todos los ámbitos del
mundo, para poner por obra los acuerdos tomados
en el Congreso de i g n y por sus nobles, oportunas
y beneficiosas empresas llevadas a cabo durante
la guerra.
RivSl'Ei.VE:

i ) Que se prosiga con tesón y se extienda siem­
pre más la acción personal y colectiva de las An­
tiguas Alumnas, para allanar el camino y llevar
a ía práctica las oportunas iniciativas que se enu­
meran en el apartado 4“ de las resoluciones del
II T ema del Congreso de 1911.
2) Que la Junta Central, las Juntas Nacionales
y Regionales, las Secciones y las Antiguas Alumnas
(jue posean alguna especial habilidad, abran cen­
tros de instrucción, particularmente de las ma­
terias más útiles y necesaria (por ejemplo: escudas
profesionales nocturnas, festivas, invernales, etc.
cursillos y conferencias de economía social, de­
recho político, administrativo y electoral; de legis­
lación del trabajo; de previsión y ahorro, etc;) que
sin'^an de preparar a las Antiguas Alumnas al
cumplimiento de los nuevos deberes sociales y
políticos, xjue en adelante deberá ejercer la mujer.
■ 3) Que esta preparación, y a que es inexcusable,
se realice sin embargo con tal previsión y cautda
(lue por cuanto .se pueda, no ceda en menoscabo
del carácter propio de la mujer, que debe ser siem­
pre el centro y la reina del hogar y la natural con­
servadora de la familia, según el recto sentir cris­
tiano.

Después de discutir y aprobar una por una
las anteriores resoluciones, el Congreso procedió
a la aprobación de los Estatutos de la Unión
Internacional y a la elección de la Junta Ge­
neral directiva, que dió el resultado siguiente;
Sra. Mar ía V ic to r ia C h io ra , profesora
normal, presidente; Dra. Serapia Cristina Cotto:
Srta. María Pía Rodellono, profesora; Señora
Teresa Baldi, Vda. de Bauer; señora Rosa Emaluiel Savio; Srta. M. Pierina Stoppino; y Srta.*
>1. Teresa Benvennti, Vocales.
Por último quedó aprobado por unanimidad
el esquema de Reglamento para las Secciones
y Círculos locales de Antiguas Alumnas. Es
como sigue: .
Esquema de Reglamento para las Secciones y Cír>
culos de la Unión Internacional de Antiguas
Alumnas de las Hijas de María Auxiliadora.
A r T. i . — Queda constituida en el C o l^ o de...
una Sección (o Círculo, etc.) de Antiguas Alumnas
de las Hijas de María Auxiliadora bajo el titulo


— 189 —
.... y federada con la .Unión Intenjacional de
las mismas.
2. — Esta Sección, empleando los inedias'
que juzgue más con\-enieiites, se propone como ñn:
o) conservar y robustecer los lazos de cris­
tiana hermandad entre las Ex-Alumnas.
íj) mantener vivo y efectivo el afecto de gra­
titud hacia las Superioras;
c) auxiliar las obras establecidas en el Colegio
de la propia sede, particularmente el Oratorio
Festivo, mediante iniciativas colectivas de bene­
ficencia, representaciones dramáticas, etc.
d) promover reuniones especiales, conforme
al espíritu de familia que es propio de la « Unión »,
particularmente con ocasión de la fiesta de María
Auxiliadora, de la conmemoración del día 2.} de

c) un libro de caja;
d) el libro de actas de las reuniones «debradas.
con una breve crónica de los actos más impor­
tantes de la Sección.
A rt . 7. — A ejemplo de los Antiguos Alumnos
de Don Bosco, la sección hará cada año un obse­
quio de afectuosa gratitud a la Madre Superiorn
General de las Hijas de María Auxiliadora. 011
ocasión de su onomástico, en la fornia que parezca
más .conveniente.
Art . 8. — Cada asociada contribuirá » .sufragar
los gastos de la Sección, con la oferta de «>n» iira
por lo menos. Cada sección a su vez contribuirá
amiaímcnte a sufragar los gastos de la l'wleración
Internacional con la cuota de cinco ¡iras.

.\UT. I). — .\1 morir una a.socia-.la, I.1 Sección

Ejercicios b Irio ^ U cos por los Huerfanitos de le Guerra de Pinerolo en el patio grande dal Oratorio.

cada me^ del onomástico de la Sra. Directora;
o de la Sra. liuspectora, si la ca.sa es iupeclorial;
o de la visita de algmia Superiora; en las fiesta.s
escolásticas, veladas, etc.
.Art . 3. — La Sección será gobernada por un
Consejo Directivo compuesto de esta manera:
una Directora, que será la misma del Colegio,
donde reside la sección; una Presidente nombrada
por la Sra. Directora; ima Vicepresidente, dos Con­
sejeras. una Tesorera y la Secretaria, elegidas
todas por los miembros de la Sección.
A r t . 4. — Toda reunión o deliberación deberá
tener la asistencia y aprobación de la Directora
o de una Hermana que haga sus veces.
Ar t . 5. — E l Consejo se reimira periódicamente,
según lo que resuelvan Sras; Directora y Presidente.
-Art . 6. — L a Sección conservará en su Archivo:
a) E l r^ istro de las asociadas;
b) un elenco de las sodas difuntas;

hará celebrar una Misa en sufragio de sn alma y,
durante el mes de noviembre hará celebrar otra
Misa o Funeral por todas las Aluiimas difunta.s.
A r t . 10.
L a Secdón no asistirá corporativa­
mente a ninguna manifestación pública.
Palabras de Don Felipe Riaaldi.
K o faltó tam3X)Co al Congreso la palabra
autorizadísim a del Rdm o. Sr. D . Felipe M. Rinaldi, director benemérito del O ratorio de María
Auxiliadora.
Tom ando pie del tex to * Sicui palma florebii »
que el Em m o. Card. Maffi aplicó a Don Bosco,
exhorta a las E x-A lum nas a trab ajar ardorosa­
m ente por la Unión Internacional; a florecer
y producir preciosos frutos de buenas obras
al calor de la piedad y caridad cristianas; amor

— i90 —
y curi(lus uu'deimv< adelantas.
donde está la Casa Madre y reádencia de la
- l.a Srta. Kinetta Tamá, de Alí Marina,
sugirió la fundación ile una Sociedad auxilia­ Superiora General.
— La Srta. Cecilia Lanzo recomienda calu­
dora de las misiones para ayudar a las obras v
rosamente la apertura de Escuelas de Religión:
misiones de las Hijas de M. A.
cu todas los Seccioues.
La S ita . Carolina l\irct.> habló de esrta— - La Srta. Babini de Lugo ^Italia) propone
bla.'er « oAzas f'osteseciares » para los niños y
la institución de una ■*Oficina Central de infor­
niñas que q u a la u abandonados en la calle al
maciones ♦ . a la cual puedan acudir las E-xsalir de las clases de la tan le. iK»r estar sus
padrt's traU ijam lo. bXis obras iK'stescvdares > .\l«mnas maestras en demanda de*consejos. a-'
ticias e informaciones, sobre los textos y libras
tendrían \^>v principal objeto recoger a esas
eso'Iasticos, especialmente los de lectura, que
|H>bres criaturas y luu'crles estrtdiar y cumplir
Iw debeles de clase. Ixijo la sisisteucia y v ig i­ suelen seu.ilar de ordinario la orientación edacuti\*o-mora! de la escuela.
lancia de algunas seiV ritas. que a ello se oftecieseu voluntariam ente, l.a s Cv'misknu-s vpac
^e fonuen coa ese‘ fin pid.m a Uv- directores de
las t'scuelas la lista vlc los ni-\'s oprc qncvl.i:*.
'dn la vigilancia vlirx.vta vle la t,uu?;’ a intereseitam bién a U\s s»,'ñv'rcs maestros, quienes p
au
^ucstar una eficaz ayuvl.r indicando a U\s
>.>s
V animándoles a aciuUr a esvis '.entuoi:
.0
mismo se* diga *,ic las f.umlias.

• - l.a pu'fes».na M.ota t.nis;,! Maa'hisiv' oro
pUíA' la touu,;civ'i\ de (.
.ic maestras ’ oiVHes. pata la '^d*.da rormaoion ’.edgiosu de las
senu'iitas vp’.e íc piep.o.in al .ovstolado d.e
en.M,aan'.v
l.a Sita. V'iiu’oata C a\a‘ !eii. vc.'tvu e qoe
las K x Alumiuis. que' cercen h; cuseuan.:a eti
las grandes ivMswioaes. se rcuuvto ca ca mes
rsara luieer «.S íVitcsoío aV i a CíK'nu •h u c t : c en
Cv'iuuu y tener una c\'n:crcnc*a vecage'gica.
según el espíritu de l'o n Ih ^ev.

Noticias caasaladoras ▼ edfícante.
Las delegadas de ia seccicn l e Roma recuer
da**- v.vr:.'»
'aiz del espant.)so terremet: yie
as^'lc ei*. :15
regiiT. lo .\br;;:20. la -Antñr'.ai
.\oo*o*.:Tds .de a^ptella Secenm. C'~n e.'ryusua
e.;r.da'b se d:eren a rcc.'ger y .i.-uar en •.raa
•le '.is H r a s de M ana Aa:rd:a-:'’ n i i m u e d ''
y a n •.ditos ;ae qu eian m ^ lam iiia y sin b.oo’.r,
Mdas se obiigur’.'n. t:o solo i la iie s de io oue -rSv'brvdoü. m as a prestar su c-daben ción “ -r
s.'n.il a las Hermanas, sustltu" óndolas dur.;r.r.dg-.-.nas acras del ii.i. oncargondese yarticala-;uet:’:e _e 'os *i'arr:!T«Íes ■ ^n.‘tci:'ís dei ase-f ~rr~ •
nal de los .i^dadcs. y i e la limpieza deí lcc_
y del .:”aar.

Ka m'ocbas Seccirues =e lia introcucid-'' bem esa nistumbre. me las Hx-Admrmas iue

~ I9I —
están a punto de contraer matrimonio, la vís­
pera de la boda, vayan a implorar la bendiaón de María Auxiliadora en la Capilla de su
Colegio, red b i^ d o los santos Sacramentos.
La d elg ad a de Sicilia refiere que en la ciudad
de Catania una señorita ex-alumna, que dirige
ao importante comercio, ha puesto dos escapa­

rates a disposición de las Ex-Alumnas, para
exponer en ellos las labores que éstas hacen,,
con otros objetos, cuyo rpoducto de venta se
destina a benefido de las Obras y Misiones de
los Salesianos y de las Hijas de María Auxi­
liadora.

SEGUNDA SESION GENERAL.
Celebróse d día 21 a las 5 y media de la tarde,
que, como la anterior resultó imponentísima.
La presidencia de honor fué ocupada por el
Excmo. y Rdmo. Sr. Arzobispo de Vercelli,
con otros Prdados. Conservaron la efectiva los
mismos señores que presidieron la precedente
sesión. Esta se abrió con la lectm a de la m a­
gnífica carta d d Papa Benedicto X V , que
puede leerse en el principio de este Boletín.
La Carta del Papa.

El documento pontificio es escuchado por
la asamblea con profimda atendón y respeto.
Son notadas con particular complacenda al­
gunas expresiones de ella, espedalmente donde
elogia el Papa la vigilante y avisada actividad
de la gran Familia Salesiana, y el sentido prác­
tico con que la misma, siguiendo las huellas de su
llorioso Fundador, aparece guiada en sus gene­
rosas y santas empresas, y donde expresa el
deseo y la confianza de que de la solemne asambka salga robustecida la cohesión y reavivado
ei celo de los Cooperadores y la Pía Unión reciba
nuevo empuje y fuerza de adaptación en las dió­
cesis y parroquias de iodo el mundo.
Los Discursos.

Durante esta sesión se suceden en la tribuna
tres ilustres oradores, de gran relieve en la
acdón sodal católica y poh'tica: el diputado y
cx-ministro Sr. César Xava; el catedrático Cav.
Rodolfo Bettazzi; y d diputado por Turín, Sr.
Federico Marconcini.
¡Salvemos al emigrante! es d argumento que
desarrolla con incomparable competencia d
Excmo. Sr. Nava.
Comienza d orador manifestando que su diser­
tación, más que una contribución al estudio d d
interesante problema emigratorio, entiende que
sea un homenaje al \T)le. Don Bosco, d primero
entre los primeros que se interesaron por la asis­
tencia moral y material de los emigrantes. E s esta
una de tantas glorias d d Vble. Padre, cuya pre­
nsión y claii\Tdencia de las necesidades de la
sociedad y d aderto práctico en remediarlas re­

conocen hoy y admiran todo.s, príncipes y minis­
tros, petiueños y gríuides.
Pasa luego a hacer notar la importancia suma
que ha adquirido el hecho de la emigración, ya
se le considere a i su aspecto ético y social, ya
en d político, moral y económico. Italia, por
ejaiiplo, tia ie esparddos cu otras nadones más
de cinco millones de sus hijos, que repre.scnlau
mía sexta parte de su pobladón total. Este movi­
miento de mucliedmnbres no se Umita a Italia,
sino que se verifica eu toda Europa,
Recuerda luego la alanua que este fonómenoi
produjo así en los países de emigración como eu
los de inmigración: las metlidas que en unos y
otros se tomaron para regular los efectos, las
cuales en algunas ocasiones se convirtieron en
injustas vejaciones.
Todos los emigrantes » n anpujados a la expa­
triación por motivos económicos: pero si carecen
de la educadón necesaria, a vu d ta de graves sufri­
mientos, no logran sinó llevar la i>crturbación y
el malestar al país adoptivo.
Saca de ahí d ordor la necesidad de acudir
al salvamento del anigraiite, instruyéndolo y
educándolo, para bien suyo propio y de la nación
que le acoge en su saio. Sobre todo es de todo
punto necesario que haya alguno cjue le recuerde
a su patria y religión y haga (jue el caJiibio de tierra
no se convierta en una triste paralizacióíi o (lo que
e.s peor) perversión moral.
¡Es esta una empresa soberanamente patrió­
tica y religiosa 1 exclama. I/w gobiernos han co­
menzado a preocuparse del aspecto temporal del
problana; pero han desddiado d e.s¡)irilual, lo
que son afectos y sentimientos. Ahí viene la opor­
tunidad providencial de Don Bosco que prevé
la necesidad y envía a sus hijos a los más remotos
países para que cuniplem esa misión humanitaria
y salvadora. Será siempre ima gloria de la Obra
Salesiana haber atendido y prestado una a.sistenda afectuosa, moral, material e intelectual a
los anigrados, cuando nadie había puestb mientes
en ello todavía.
Permitidme, señores, que aquí, en esta asamblea
donde se liallan reunidos cooperadores salesianos
de todos los países dvilizados d d mundo para
acordar un vasto plan de acción según d espíritu
de laboriosidad de Don Bosco... pennilid, digo,
que reivindique para vuestro grande e ilustre
Fundador, esfta gloria de haber sido d primero
que en Italia pensó en d auxilio y socorro de

— 192 —
nuestros emigrantes, antes que ningún gobierno se
moviese en tal sentido.
¡Díganlo sinó las fechas! I.a primera estadís­
tica oficial de los emigrados italianos salió el año
1876 y en ella se afirma que ya entonces llegaban
a unos cien mil los trabajadores que atravesaban
anualmente los Alpes o el océano en busca de for­
tuna: y con todo, las primeras providencias del
listado a favor de lós emigrmites no parecieron
hasta el año 1901,
Ivn cambio un modesto sacerdote, el Vble. Don
Bosco, ya en 1875 tenía alistado un pet]ueño grupo
•de misioneros, los cuales envió a América del Sur
con el encargo especial de atender con amorosa
solicitud al cuidado de los emigrados italianos'
(]ue allí moraban. Y al despedir el día n de novienilne de dicho año. en el Santuario de María
Auxiliadora a aíjuellos sirs víderosos hijos, reco­
mendóles con e.special insistencia, que mirasen de
aliviar la triste y dolorosíi condición eu que se
hallaban millares de familias emigradas que nvían
aglomeradas en aquellas • ciudades o perdidas en
minellas vastas campiñas.
Advertíales el número graiulLsimo de niños que
carecían de todo elemento de cultura v noción
religiosa: y los exhortaba a evangelizar y llevar
a Dios a aquellos compatriotas, a quienes la mi­
seria o la desgracia había lanzado a extrañas y
remotas playas.
Y desde aquel día; contad, si podéis, las infinitas
instituciones, y obras de todo género, que se han
llevado a cabo en beneficio de los emigrados, no
sólo italianos, sinó de todas las nacionalidades:
casas, colegios, oratorias. Escuelas profesionales,
secretariados de asistencia y protección, patrona­
tos, peridódicos, etc., ets. Puédese decir que son
raras las naciones donde no existan mmierosos
centros de asistencia a los emigrados, debidos a
la actividad y celo de los Hijos de Don líósco y
a \ iiestra generosa caridad, beneméritos Coope­
radores!
Mas, a pesar de lo mucho que se ha hecho,
muclio más es lo que resta por hacer; mayormente
en este borrascoso período que sigue a la guerra,
la coiusigna: ¡salvemos al emigrante! recobra su
más urgente actualidad y grave importancia. Ivs
preciso e indispensable reemprender i*©!! nuevas
bríos la obra tan admirablemente comenzada por
Don ho.sco.....
El estado de ánimo de los emigrantes que se
ven forzadixs a repasar el océano, os mucho más
peligroso y alarmamite que años atrás: y el am­
biente y condiciones de las países a donde se enea
mittan. no soti ciertamente propicias a suavizar
ese nuUestar y descontento, sinó más bien a ex;usjH'rarlo„
, (.lué se debe hacer para devolver la paz, la
serenidad a esos espíritus conturbados? ¿Cómo
resuscitar en nuestros emigrantes el alma sencilla
buena, cristiana y virtuosa de nuestro pueblo?
Das rw'ursos meramente materiales y hutnauas
s