-
extracted text
-
BOLETÍN SALESIANO
R E V IS T A DE L A S O B R A S DE D O N B O S C O
Año X X X IX .
SEPTIEM BRE 1924
Número 9.
Ex-MlaatooM d el Orfanotrofio Saleelaoo de M acea (Cblaa),
R ed acció n j A d m in ú tra c ió n : V ia C ottolen go N . 3 2 • T U R IN , 9 (Italia).
i
COOPERADORES SALESIANOS
O modo práctico p ara m oralizar la sociedad.
"Q Q ¡Q (ffj
S a le s / o n O jj
periódico eficial de las Obras y Misiones Salesiapas, que se enm
mensualniente a los Cooperadores Salesianos y a las Cooperadoras Salesianas, o sea a los que sostienen dichas Obras y Misiones.
lumdador de las Obras y Misiones Salesia -ias y de los Cooperadores
Salesianos es el Venerable Padre Don Juan Bosco (1815-1888) apóstol de la juventud y fundador
de la Pia Sociedad Salesiana y de las Hijas de María Auxiliadora.
Cooperadores
Salesianos.
La Unión de los Cooperadores Salesianos — como dice Don Bosco — no
crea vínculos de conciencia y por lo tanto pueden participar las familias
seglares y religiosas, y los institutos y Colegios, por mediación de sus
padres o Superiores.
Las condiciones establecidas por Don Bosco para ser inscriptos en la Unión de Cooperadores
oalesianos son:
^
1. Tener 16 años de edad.
2. Gozar de buena reputación religiosa y civil.
3. Kstar en grado de promover por sí mismo o por otros, con oraciones, ofertas, limosnas
o trabajos, las Obras de la Pía Sociedad Salesiana.
NB. — Los que desean inscribirse entre los Cooperadores y sobre todo aquellos que proponen
nuevos socios, reflexionen sobre la tercera de la^ condiciones, requerida por el Venerable Fmdador; es a saber: que puedan promover por si o por otros, con oraciones y limosnas — que
cjinpensen por lo menos el envío gratuito del « Boletín » — las Obras Salesianos.
Los pedidos de inscripción envíense directamente al Rector Mayor de los Salesianos, Cottolengo
32, Torino, 9 — Italia.
ICn el Cincuentenario de las Misiones Salesianas (1875-1925) recomen
damos a todos la celebración de Jornadas Misioneras a favor de las
de caridad.
Misiones Salesianas, para que se difundan con su conocimiento sus mu
chas necesidades —- extendiendo el marco de las simpatías y procurán
doles el apoyo de todos los buenos - Hs cierto que las Jornadas Misioneras no recogerán de
golpe la ayuda necesaria. Nuestros Misioneros j)iJen por ejemplo con insistencia diaria, géneros
y objetos para el sagrado ministerio, y principalmente telas, vestidos, calzados, para sus huér
fanos y neófitos, medicinas y mil otras cosas necesarias para el inicio de la vida civil de los nue
vos cristianos.
Obra grande
Indicamos pues, a las ( iisas de Comercio, esta grande obra de civilización y de fe, rogán
doles quieran enviar al Rector Mayor de los Salesianos Don F E L IP E R IN A L D I, Coft’' TORINO (9) - Italia, cuanto estimen oportuno dar a las Misiones Salesianas. El
Señor, i>or las fervorosas plegarias de los protegidos, bendecirá sus negocios proporciona
damente a su geuerosiilad.
Enofo de
Ruégase enviar las limosnas y ofertas directamente al Rmo. Rector
Mayor de los Salesianos, que es asimismo el Director General de la ■ .'nióa
ios ofertas.
de Cooperadores Salesianos y de las Cooperadoras Salesianas, con esta
dirección: Rmo. Sr. Don F E L IP E R IN A L D I - Oratorio 5 :?' s -í'! ’ '
CotUengo, 32 - TO R IN O (9) - Italia.
BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DÉ LAS OBRAS DE DON BOSCO
Año X X X IX .
SEPTIEM BRE 1924
Número 9.
Sumario: E l I X Congreso Internacional de los Cooperadores Salesianos. — Una de las plagas
más funestas de la edad moderns, son las malas lecturas. — Bibliografía. — ' E l Sepulcro de
San Esteban en Deitgemal. — D e nuestras Misiones. — Episodios de las Misiones. — La Obra
de Don Basco en Venezuela. — La nueva Superiora Ceneral de las H ijas de María Auxiliadora.
— Culto de María Auxiliadora. — Gracias de María Auxiliadora. — Tesoro espiritual. —
Por el mundo salesiano. — Los que mueren.
E l Cincuentenario de ¡os Misiones Saíesionas.
El II [OQii i SD Iflieiflíliiliil di! los [oopeiodoios Uimmen Enenos filies.
Los trabajos del magno Congreso, que ini
ciará sus sesiones el 4 del próximo Octubre,
prosiguen con entusiasmo y eficacia. L a Obra
de Don Bosco recogerá nuevos lauros y se
afianzará decididamente en la más grande de
les capitales latinas.
El fausto acontecimiento pues, será digna
mente celebrado en todas las esferas porque
la Obra de Don Bosco, en la Segunda Patria
de los Salesianos —r como dijera el Venerable
Fundador — ha tenido una influencia decisiva
en sus destinos religiosos y sociales. Desde
el Plata al Andes y del polo sur al trópico, el
espíritu de Don Bosco agita de entusiasmo y
gratitud la generosa República Argentina, que
se prei^ara a pagar su deuda de reconocimiento,
en unión de sus Hermanas de América, deu
doras como ella de tan señalado beneficio. El
corazón del amadisirao Rector Mayor Don Fe
lipe Rinaldi, está entre sus hijos del Plata,
dignamente representado por el Rmo. Don
José Vespignani; el Emmo. Cardenal Caglier©
y el Padre Santo Pió X I, derraman sus bendi
ciones sobre d Congreso, que recapitula un
triunfo de la Iglesia. Y como precediendo la
augusta palabra d d \"icario de Cristo, van
cruzando los mares, los auspidos y enhora
buenas de la alta jerarquía edesiástica. Es d
Cardenal Maffi que alude al grano de mostaza
convertido en árbol gigantesco; es d Cardenal
Tosí que recuerda la génesis de sus carino hada
Don Bosco y el lirio de edestial fragancia brotado
en el vergel salesiano, Domingo Savio, a quien
responde por providencial destino, el lirio de las
pampas patagónicas, Ceferino Namuncurá; es d
Cardenal Laurenti que proclama el triunfo uni
versal de la bandera de Don Bosco; es el Cardenal
Nasalli Rocca que tolo corde aplaude la ayuda
(¡ue la Sociedad Salesiana presta al emigrante
para que al abandonar las playas de la Patria,
no abandone juntamente la fe de sus padres;
es el.Cardenal Ivocatelli, testigo ocular, (lue
afirma ser superiores a todo elogio, la abne
gación, el celo, el apostolado de los Hijos de
Don Bosco... En estos dias en alas d d afecto
y del carino cruza los mares este coro de bendidones escoltando la voz del Maior Picro, del
Etnarca Supremo. Las plegarias y los votos
del mundo salesiano acompañan la acción y
las horas jubilosas de nuestros Hermanos de
América que al término de la primera generación,
pueden entonar el Tedeum de los triunfos y
levantar sus ojos al cielo, para exclamar con
íntima persuasión: * non nobis, Domine, non
nobis, sed nomini tuo da gloriam »; ¡Loado sea
Dios!, para volver luego sus miradas al San
tuario de María Auxiliadora, de donde salió
tanta gloria y a la tumba del Padre, el Venenerable Don Juan Bosco, que desde el cielo
en unión de los Misioneros, de los que vertieron
sudores y sangre, hace eco al jubiloso cantar de
sus Hijos, que agradecen la generosidad con
tinua de los beneméritos Cooperadores Sale
sianos. ¡He aquí
triunfo! ¡Honor a ellos!
—
2ÓO —
Un poco de historia.
No estará fuera de lugar para dar a conocer a
nuestros lectores la oportunidad e importancia
que puede tener este Congreso, hacer un poco de
historia.
El próximo año 1925, cúinplense los cincuenta
años del arribo de los primeros salesianos a tierra
argentina, enviados por Don Bosco.
El 14 de diciembre de 1875, diez valientes y
generosos soldados de la cruz pisaron por vez
primera suelo americano cumpliendo así el viejo
anhelo de su Padre y Fmidador, de extender su
Obra fuera de la patria de origen, abriéndole nuevos
horizontes en el fecundo apostolado de las Misiones.
Labor realizada.
Desde aq\iella fecha gloriosa para la Familia
Salesiatia hasta nuestros días, el grano de mostaza
que plantaron aquellos primeros apóstoles sale
sianos se ha ido desarrollando de una manera
prodigiosa, y hoy sus ramas bienhechoras dan
sombra benéfica a una grande extensión del suelo
argentino:
39 Centros de Misión
55 Internados
6ü Externados
80 Oratorios Festivos
9 Escuelas de Artes y Oficios
6 Escuelas de Agricultura
3 Hospitales
20 Batallones de Exploradores
sin contar otras obras de asistencia-moral y social
anexas a todos y a cada uno de los Institutos enu
merados.
« jlyoado sea el Señor! — Hoy que la misión con
fiada i>or el mismo Vble. Don Bosco a sus primeros
hijos, se halla cumplida, es justo, muy justo, que
uniéndonos en im solo abrazo todos los compK>nentes de la gran familia Salesiana festejemos este
trimifo de la Obra de Don Bosco, realizado gracias
a la generosidad nunca desmentida de los Coope
radores y Cooperadoras de la ArgeiüiiM.
Programa general del Congreso.
Adelantamos a modo de primicia algunas ideas
sobre el plan general y programa del IX Congreso
Internacional esbozado por el Relator General,
l ’bro. Esteban E. Paglicre. que ha merecido la
aprobación luiánime de la jimta Ejecutiva.
El programa abarca en toda su extensión la
obra del X'euerable Don Basco y puede dividirse
en cuatro secciones que serán cada una de ellas
objeto de meditado estudio de las sesiones privadas
que con anticipación fonnulará sobre ellas los
ccnsirfcríimA’s y resoluciones que serán propuestos
después a la aprobación de las Asambleas públicas
y solemnes.
E t 1* Sección se refiere a la parte más esencial
y más visible de la Obra de Don Bosco, nos refe
rimos a la educación de la juventud, que reviste
en la Obra de Don Bosco caracteres propios y
pecxiliares, de suerte que puede decirse con toda
verdad, como lo han reconocido los grandes peüagogos de Italia (Gentile y Credaro), de España
(Manjón), de Alemania (Forster), de la Argentina
(Rezzano), que hay una pedagogía de Don Bosco,
un sistema que le es propio, el sistema preventivo.
Asimismo forman parte del programa de Don
Bosco, la enseñanza profesional en las escuelas
de artes y oficios y la enseñanza de la agricultura
en sus colonias agrícolas, que tanto renombre al
canzaron aun en los países de misiones.
La 2* Sección se refiere a las misiones. El pro
grama las considera bajo sus dos aspectos distintos;
La misión realizada entre los inmigrantes, de
asistencia moral y religiosa para conservar su fe
y sus bttenas costumbres, tan fácilmente conmo
vidas al hallarse el inmigrante alejado de la familia,
de la Parroquia, de la Patria, en regiones extrañas,
teniendo que superar las dificultades descorazo
nantes que le crea el hallarse entre desconocidos,
con lengua y costtirabres que le son extrañas.
Y en segmido lugar las misiones entre los indí
genas, que la Obra de Don Bosco ha querido con
quistar para el Evangelio y para la Iglesia, con
aquellos medios que, como hemos dicho, le son tan
propios y característicos: es decir, con la educación
de la' niñez, para ir, por medio de los hijos, a los
padres, por medio del sistema preventivo, basado
en la razón y la caridad, y finalmente por medio de
las escuelas profesionales y de las colonias agrícolas.
No dudamos que las magnas sesiones del Con
greso estudiarán con espíritu verdaderamente
salesiano, todos los capítulos de estas dos primeras
secciones tan importantes y trascendentales y
que los oradores llamados a poner de relieve toda
la hermosura de estos principios educativos, sa
brán hacerlo con el entusiasmo y elocuencia que
éstos requieren.
Las otras dos secciones se refieren a la Buena
Prensa y la Acción Social Cristiana.
La Buena Prensa ha tenido para el Venerable
Don Bosco, dos grandes objetivos; por xma parte
el pueblo, al cual ha dedicado opúsculos entera
mente populares (las Lecturas católicas, las iBstorias de Italia y de la Iglesia); el segxmdo objetivo
fué la juventud: a ella dedicó su * Juventud ins
truida » qtie alcanzó muchos millares de ediciones
y varias obras didácticas de grande aceptación:
pero principahuente quiso que se expurgaraji los
clásicos latinos e italianos, para que al ponerlos
en manos de la juventud pudieran éstos aprender
la hennosura de la forma clásica sin el peligro de
encontrares con las crudeces del paganismo que
turbaran su inocencia.
La última sección se refiere a la Acción Sodal.
En realidad, toda la Obra de Don Bosco tiene
un carácter eminentemente social; su método, sus
escuelas de artes y oficios, sus escuelas de agricul
tura, las obras post-escolares y mayormente sus
oratorios festivos, tienen im carácter tan sodal,
tan propios de los tiempos que corremos, que no
es posible desconocerlos, sin cerrar los ojos a la luz
pero la obra sodal por excelencia, inspirada SJn
duda por la Providencia al Santo Fundador d»
siglo pasado, será siempre la asociación de la®
Cooperadores Salesianos, que al formar casi coen®
nna tercera orden, abarcan en su caridad toda
la acción sodal a favor de la niñez y de la sociedad-
— z6i —
loa ie las plagas is Mesías ie la ePad ifleipa,
sod las lalas
ttas.
« Comencé a perder los buenos principios
coa leer una novela » P ru d h ó n .
No hay quien no reconozca que desde la ca
tástrofe paradisíaca el mundo siempre es el
mismo en su espíritu y tendencias. Basta hojear
la literatura de todos los pueblos, que es el fiel
reflejo en su conjunto de la vida y costumbres
de la humanidad en distintas épocas, para
convencerse plenamente de esta verdad.
Queriendo Tácito en su época, y escojo este
escritor entre ciento, dar a conocer el mundo
en que vivía, escribió esta frase famosa: « co
rromper y ser corrompido, eso llámase mundo ».
Pero si en el fondo, en el espíritu y tenden,
das, el mundo fué igual en todos los tiemposno lo fué, sin embargo, en sus modalidades y,
manifestaciones.
En otras épocas, escribe el P. Weiss, el mundo
velaba su verdadero carácter bajo ciertas apa
riencias de honradez y de sinceridad. Actual
mente, ni siquiera mira eso como necesario.
Arroja cada vez con más descaro el antifaz, y
ofrece sus planes a luz del día, enarbolando el
procaz estandarte que lleva escritas como em
blema glorioso: la concupiscencia de la -carne,
la concupiscencia de los ojos, la soberbia de la
vida.
I/)s paganos al menos prohibían como vene
nosas las malas lecturas. Tanto en Grecia como
en Roma, los libros contrarios a las buenas
costumbres eran proscriptos. Los griegos hi
rieron quemar las obras de Epicuro. Los es
partanos proscribieron los escritos de Pitágoras.
El Emperador Augusto desterró a Ovidio por
causa de sus obras licenciosas, y el Senado
romano llegó a expulsar varias veces de la’ ciudad
a cater\*as de filósofos porque, decían los ma
gistrados, pervertían con sus falaces teorías
fas inteligencias de los jóvenes y corrompían
sos corazones.
Hoy, en cambio, en estos tiempos de luces
y progreso, la generalidad de los hombres de
estado, de los directores de los pueblos no pa
dece de escrúpulos morales; y como para dios
el pt-'asamiento no delinque y todos los males
se Curan con hartura de libertad, de ahí que
proclamen comó ima de las más gloriosas conqui.'tas modernas la libertad de pensamiento
y
imprenta que tantos estragos causan en
todr í los órdenes de la vida, y en consecuencia,
no - :1o no persigan a los fóragidos de la pluma,
mái funestos que los salteadores de caminos,
sino que les honran con su amistad, les favore-
cen y apoyan con toda su autoridad en la siem
bra de sus ponzoñosas doctrinas y produciones,
hasta el punto, como hemos visto hace poco
’con asombro, en una de las grandes naciones
modernas, de concederla los sobres de la corres
pondencia privada para que sir\'an de carteles
de anuncio de sus obras inmorales, pornográ
ficas.
No negaremos que en todos los tiempos el
hombre ha abusado de los hermosos frutos de
la inteligencia, de los inventos, para hacer mal
a sus semejantes; pero jamás su desvario, el
odio satánico le arrastró a los extremos de
nuestros días. ¿Cuándo como ahora se ha visto
a un ejército de emisarios del infierno, de es
critores malvados mojar con tan perversa in
tención sus plumas en hediondos basureros
para destilar odios e inocular mortal veneno
en las almas inocentes; trabajar con febril acti
vidad, digna de mejor causa, para lanzar dia
riamente al mercado un diluvio de hojas fan
gosas que infestan el ambiente, corrompen las
inteligencias, degradan los caracteres y malean
los corazones?
Sin considerar los males que causan los tea
tros, cines y otros mil medios inspirados por
el cielo para solazar y moralizar a los hombres
reflexionemos sobre la imprenta, esa mara
villosa y fecunda invención con que el Señor
enriqueció a la humanidad, respondiendo a un
nuevo rasgo de su próvido amor. Destinada a
servicio de la probidad, de la inteligencia, de
la verdad y de la virtud, a ser un poderoso
elemento para la gloria de Dios, el florecimiento
de la religión, el progreso de las buenas costum
bres y a fomentar cuanto de bueno y útil pu
diera favorecer a la humanidad, motivo por
el cual la Iglesia, el Papa saludó su aparición
con sumo regocijo, hoy ese bien de Dios, en
manos de la corrupción, del error, del odio y
de todas las demás miserias humanas se trueca
en escuela de perdición, en monstruo infernal
todo lo desquicia, altera y conftmde lo inunda
y asóla con gigantesca ola de cieno que ame
naza acabar con lo que de más noble y santo
encierra el cxirazón del hombre: diríase que su
misión, semejante a las tempestades del simún
en el Sahara, es llevar el espanto, trastorno y
la muerte a todas partes.
De este modo la imprenta que debiera ser
antorcha se convierte en tea; de cordial, en
—
tósigo; de mensajera de verdad, en vehículo de
error y de calumnia; de escuela, templo de vir
tudes, en antro de corrupción, en cátedra del
crimen.
Y sor su medio, la literatura con'crudo rea
lismo, siembra de ruinas morales los más floridos
vergeles de la sociedad: almas cándidas como
escribía un sabio obispo, corazones lozanos,
con la pureza y lozanía de la inocencia, encantos
del hogar, bellos adornos del mundo en que se
movían, tomaron por desgracia un libro o un
diario, asquerosos papeluchos que como la pez
contaminan a quien los toca; y luego sintieron
obscurecerse la inteligencia con los densos va
pores que, del limo del viejo Adán, surgían a
la fascinadora voz de la serpiente, oculta entre
las hojas, prometiéndo hacerles como dioses
sabedores del bien y del mal, si comían de
aquel fruto. Comieron una y otra vez, y la con
ciencia perdió su delicadeza, el corazón su
candor, el espíritu cortó su vuelo por las alturas,
y aíiuellas almas ya no vivieron más que
la vida de la imaginación exaltada, cada vez
más embriagada por la sed de nuevas emo
ciones.
Y no hay que maravillarse de estos efectos
desastrosos, de los estragos que en la juventud
causan las malas lecturas; porque si, como
dice San Pablo: « Las malas conversaciones
corrompen las costumbres » ¿qué no hará el
libro impío, el folleto inmundo, la novela obsce
na compañeros de toda hora? ¿Cómo es posi
ble que lio dañe su vida el que se alimenta de
vilezas y de ponzoña?
Con satánico artificio se ^»a matando en el
ánimo de los lectores el horror que los crímenes
más nauseabundos inspiran, y a fuerza de ex
citar la sensibilidad, de disculpar la ignominia
y de inculcar el espíritu romántico llegan no
sólo a marchitar el encanto de las almas juve
niles, a marchitar su pudor y raer con el detritus
que deja su lascivia el sentimiento moral, sino
a determinar esa desgracia que acongojan a la
humanidad los crímenes que cubren de luto e
ignominia a numerosas familias.
No hace dos años todavía que la prensa de
Roma se ocujh S de la muerte de un muchacho,
hijo de \m coronel del ejército, suicida a los 12
años.
Como no supieran explicarse el hecho, dada
su temprana etíad, atribuyeron la muerte al
terror de los exámenes.
K1 desgraciado padre, sobreponiéndose a la
tortura del corazón y venciendo la repugnancia
natural, quiso aclarar el hecho, para cargar
la responsabilidad a los desaprensivos autores,
que movieron la voluntad de su pequeño a
tomar una resolución tan fatal.
2Ó2
—
« L a causa de la desgracia, escribía en una
carta al director d e l« Corriere d’Italia », es bien
distinta de la invocada por la prensa. La causa
está en el libro malo.
Por cierto que quien no ha conocido a mi
pobre Julio, se ha basado en el hecho, creyendo
que acabó por vulgar suicidio sus días: los que
lo trataron, teniendo en cuenta la despreocu
pación y jovialidad del finado, no han de prestar
fe a la versión de los diarios.
No, señor Director, mi pequeño no temía
los exámenes que hubiera rendido con feliz
éxito, ni tampoco le traían apenados otros
disgustos, no compatibles con su poca edad.
Mi hijo fué víctima de libros perversos, que
escritores y editores sin escrúpulos hacen cir
cular entre niños y jóvenes.
V. comprenderá que si un muchacho se apa
siona por las emocionantes aventuras de otros
muchachos, su fantasía se enciende de tal ma
nera que le impele a imitarlos, en la creenciade que le será posible y fácil salir airoso de
cualquier peligro, porque a lo último, cuando
el trance es más apurado, siempre oportuna
mente se presenta un salvador.
Entonces la verdadera causa del suicidio se
presenta ante la mente, de muy distinto modo,
que la de discípulo poco aplicado o de prema
turo desiluso.
Mi hijo era de ánimo varonil, despreciaba
cualquier peligro y, de vivir, hubiera resultado
un valiente soldado; mientras que así, acabó
de una manera tan estúpida como infeliz... por
la exaltación morbosa causada por la lectura
de libros, que inútilmente he tratado de im
pedir. Sus astucias vencieron mi vigilancia.
Escritores y publicistas en posesión del sentir
psicológico de educadores, armaos de santo
azote y azotad, sin lástima, hasta sacar sangre
a todos aquellos que por vulgar especulación
arruinan nuestra niñez y juventud.
Os lo suplica el corazón lacerado de un padre
para siempre infeliz.
Perdone la molestia señor Director.
De V. ato SS. G.e Cagno, Coronel de infan
tería retirado».
*
*
*
*
Cada época tiene sus necesidades y sus medios
especiales de satisfacerlas; en la nuestra es
una necesidad la lectura. Por todas partes
gobiernos y sociedades privadas se esfuerzan
por generalizar la cultura y disminuir el número
de analfabetos, lo cual merece alabanzas y la
gratitud de la humanidad. Solo que de ordinario
acontece, tal vez sin pensar en ello, que con
la instrucción se crea la necesidad el hambre
-
—
2Ó 3
de la lectura y no nos cuidamos de satisfacerla
con la verdadera doctrina, dejando que la cu
riosidad se cebe en alimentos malsanos y coiTompidos con que por doquiera, brindan
critores malvados, sin dignidad ni conciencia,
lo que
una crueldad.
Antes que permitir que las •malas lecturas
amontonen ruinas dolorosas, perturben las
conciencias y siembren una semilla desastrosa,
cuyos frutos matan la fe en muchos, trastornan
—
corazón y a la conciencia; si es un ángel de luz
que con su resplandeciente mirada arroja lejos
de si las tinieblas de la ignorancia, no es menos
cierto que las malas lecturas son enemigos do
mésticos de pernicioso influjo, venenos más
desastrosos que la morfina, cocaina y todos los
alcaloides que degeneran la raza y convierten
en idiotas a los hombres, son más funestos que
las malas compañías, más eficaces que el mismo
demonio para pervertir los corazones.
A lu tn o o B I tc e n cla d o a e l «ño p a s a d o e n la E s c u e la a p í c o l a d e B e lt s e m a L
hasta las nociones de lo bueno, de lo verdadero,
de lo honesto y ocasionan la eterna perdición
de muchas almas incautas, sería preferible que
la mayor parte de los hombres permanecieran
analfabetos, pues hasta el mismo Rousseau,
en un momento de remordimiento o de fran
queza, decía que hubiese deseado que la mayor
parte de los escritores de su tiempo estuvieran
ociosos, j)orque entonces las costumbres serían
más puras y la sociedad más feliz.
El hombre es hijo de la lectura *, decía el
insigne Aparisi, y nunca con mayor razón que
hoy se puede afirmar que la lectura hace que
el c>irazón sea bueno o malo. Nadie hay^ que no
reconozca, examinando el fondo de su conciencia,
que hubiera sido muy otro,, si no hubiera leído
tal o cual obra.
Si ios buenos libros son como el rodo que
refresca el ardor de las pasiones, un mensajero
de la verdad que habla a la inteligencia, al
Es muy difícil, por no decir imposible, pre
valecer contra su influjo. El gran filósofo Balines,
dotado de una fuerza de espíritu poco común,
decía de si mismo: ♦ ¡De sobra sabéis cuán
arraigados están en mí los sentimientos y las
doctrinas ortodoxas! Pues bien, jamás se me
ocurre hacer uso de un libro prohibido sin que
sienta al punto la necesidad de fortalecerme
con la lectura de la Biblia, del Kcmpis o de
Luis de Granada. ¿Qué ha de sucederle a esa
juventud insensata que se atreve a leerlo todo
sin preservativo y sin experiencia? Solo esa
idea me llena de terror ».
Con\riene, por tanto, suplir almenes la inexpe
riencia de niños jóvenes con nuestra vigilancia
y consejo. Los padres de familia y directores
de colegio deben convencerse de que los hijos
v educandos no son mejores de lo que los hace
la ocasión, y cuántos jóvenes han encontrado
su ruina en una mala lectura, cuántos corazones
— 264 eran puros antes de repasar un mal libro 3quedaron manchados después! La novela es
pecialmente tiene maravilloso poder de suges
tionar y de ella se sirven desgraciadamente los
enemigos de las buenas costumbres para causar
estragos en la moralidad de la juventud.
Si los padres de familia reflexionasen seria
mente sobre los daños que la literatura porno
gráfica, so pretexto de cultura literaria y for
mación artística, causan en las almas de sus
hijos, vigilarían con mayor solicitud sus lecturas,
evitándose amargos pesares y tremendos res
ponsabilidades ante Dios. Porque lo que se ha
bebido en esas fuentes envenenadas trasciende
a todas las etapas de la existencia y se deja
sentir en todas las manifestaciones de la acti
vidad humana: pues asimilado el veneno, circula
como la sangre por todos los vasos entra en
todas las corrientes de la vida.
Donde entra la serpiente de la mala prensa
se acabó el paraíso porque este taimado reptil
destila en forma de tinta el virus que lleva el
tósigo a la inteligencia y la muerte al córazón.
Cuántas familias cristianas que educaron
santamente en el temor de Dios a sus hijos,
que ángeles de la tierra eran la alegría y gloria
de sus casas, contemplaron un día, mudos de
espanto, que los ángeles perdían sus alas, y en
lugar de remontarse por el cielo azul de las
virtudes, comenzaban a revolcarse en el cieno
de los vicios más degradantes.
;A qué se debe cambio tan inesperado? ¿Cómo
de la noche a la mañana se encuentran con la
inocencia de sus amados hijos hecha girones,
el pecho desgarrado por los remordimientos,
envenenada una vida tan dulce, tronchadas
los alas del corazón y carcomida el alma, en
venenada una vida tan dulce, tronchada por
la polilla de la indiferencia, que pronto se con
vertirá en impiedad?
¿Quién ha ajado la cándida y fragante azu
cena de su inocencia y apagado los tranquilos
encantadores destellos de su fe?
Preguntádselo a las novelas obscenas, folletos
inmundos y libros impíos que cual áspides
venenosos tácitos y cautelosos, arrastrándose
sin ser vistos y burlando la vigilancia de los
padres han penetrado en el apartado y recón
dito santuario de la inocencia y allí, a solas y
sin testigos, afilado el envenenado aguijón han
acometido a las inocentes víctimas, que descui
dados dormían, y mordiéndoles a mansalva
los han dejado heridos de muerte.
Como la asquerosa babosa o el vil gusano
destroza o marchita las más hermosas flores
del invernadero así las malas lecturas desfloran
los hermosos lirios que el Jardinero celeste
plantó en el hogar de la familia cristiana.
♦ *
No está en nuestras manos el impedir la
libre circulación de las hojas envenenadas que
matan las almas; pero podemos neutralikr
, sus efectos y contrarrestar el daño con la difu
sión de sanas lecturas, dando al pueblo el pan
cotidiano de la doctrina que nutre la inteligencia
y sostiene la vida de la fe.
Siguiendo las enseñanzas de nuestro Patrono
y Patrón de la prensa, San Francisco de Sales,
que oponía a la mala la buena prensa; y a Don
Bosco que decía que el principal vehículo del
vició, puede igualmente serlo de la virtud v
del bien, los Salesianos nos esforzamos por
medio de las Lecturas Católicas, el teatro moralizador, el Boletín Salesiano y otras cien produciones literarias en inmunizar el ambiente en
las Casas de nuestros Cooperadores, Antiguos
Alumnos, amigos....
Pero es necesario que ellos correspondan y
apoy^en nuestros esfuerzos y buenos deseos, no
dejando que estas revistas se las coman por lo¿
rincones la polilla o las ratones.
A este propósito, no estará fuera de lugar que
a nuestros' lectores se les dé a conocer el juicio
que del Boletín Salesiano, hacía en uno de los
grandes rotativos italianos un conocido hombre
público e insigne escritor en el mes de Diciembre:
Boletín Salesiano.
« Es la revista mensual de las Obras y Misio
nes de Don Bosco para los Cooperadores, v^e
publica en Turín en varias lenguas y se difunde
por el mundo entero.
No creo que tenga muchos lectores laicos.
Y , sin embargo, ninguna publicación merecería,
como ésta, seguirse atentamente por aquellos
que todavía dudan de la eficacia educadora
de los religiosos. Por otra parte, todos aquello?
que se interesan por los problemas de elevación
física y moral, de la infancia y de la suerte de
la escuela primaria, debieran detenerse sobre
las páginas de este Boletín y meditar sobre los
extraordinarios resultados, casi milagrosos, que
nos refiere en cada página.
Don Bosco ya. nos había habituado a las
cosas extraordinarias: no cabe todavía en nues
tras mentes cómo un hombre solo, en su hu
mildad, haya p>odido, en espacio de pocos años,
redimir a tantos miles de niños y crear en Italia
y fuera de Italia, numerosas escuelas de letras,
agrícolas y de artes.
Pero el ímpetu de aquella alma perdura
todaWa, después de su muerte: sus hijos, sus
seguidores que aumentan a ojos \Tstas, conti*
—
2Ó5
núan su obra como si él estuviera presente,
\ivo. La llama de vida que él encendió, pasa
a través de las generaciones que se suceden,
sin oscilar, adquiriendo mayor luz y calor.
Y el milagro continúa. L a América está y a
compenetrada con la Obra de Don Bosco y
ahora le toca el tum o a su vez, al vasto conti
nente asiático. Las guerras civiles que no se
dan tregua en China, donde los hombres no
pensando más que en matarse mutuamente,
no se preocupan de los niños, que dejan aban
donados; tras de los horrores de la muerte pasan
los Salesianos que recogen a los niños a quienes
alimentan y educan.
Los episodios de esta lucha entre el bien y
el mal, la vida y la muerte, entre las tinieblas
y la luz, nos lo dan a conocer las páginas del
Boletín y no se pue'den leer sin emoción. He
aquí una lectura que debiera propagarse en
las escuelas.
Avanzando en aquellas regiones, cerradas
a todo soplo de civilización, los misioneros Sa
lesianos se encuentran con frecuencia con núcleos
de bárbaros que ponen en peligro sus vidas,
que alguna vez seUa el martirio. Pero todos
ellos están llenos de amor, al cual se rinden,
más o menos pronto, los ánimos más duros y
reacios; la mayoría de las veces vence la ca
ridad, y abnegación cristiana, y los niños sal
vajes se reúnen al derredor de los misioneros
quienes en poco tiempo mudan su condición
haciéndoles más humanos y tratables. ¿Cómo
obran estos cambios sobre los niños? ¿Qué
clase de psicología practican y de qué principios
científicos y filosóficos se sirven?
Preguntas legítimas para un educador laico,
pero que no tiene razón de ser para el educador
cristiano, el cual busca las almas, porque tiene
sed de ellas y esta sed tiene su origen en la fe.
Don Bosco la tuvo en grado supremo y la tienen
sus cooperadores en el tiempo y en el espacio.
Los católicos laicos podemos saturar nuestras
almas en el ambiente humanitario y religioso
que respiran estas publicaciones católicas por
lo cual no deben faltar en nuestras casas re
vistas como el Boletín Salesiano *.
* Dada la condición de los tiempos, Nós juzgamos
<pte la educación de la juventud sea la cosa más im
portante. la cual, asi como siempre estimuló pode
rosamente nuestros cuidados, del mismo modo debe
m¡K(T el ánimo de los cristianos a contribuir al mismo
En este sentido harán una labor eficacísima, si
entran a formar parte de la Unión de los Coopera
re s, pues de ese modo podrán ayudar veníajosainente a la Familia Salesiana sin ninguna molestia
Por parte suya ».
Pío X.
á sL
—
B ib liografía.
Tesorodel Slia devotadel Ido. [orazdodeJeslís
compuesta por el P. Longinos Navás
de U Compañía de Jea^a.
Guarda edición 1924
Un tomo en 8° de 452 páginas y una lámina.
Precios: 4 pesetas, encuadernado en tela.
Librería de Cecilo Gasea, apartado 164 « Zaragoza.
Verdadero tesoro del Sagrado Corazón es este
libro, bien conocido ya y querido de muchas per
sonas piadosas, de maestros de espíritu y predi
cadores.
En el Mes de Junio, que es la primera parte de
esta obra, hállase im arsenal de textos y pasajes
de la Sagrada Escrituras, alusivos al Sagrado Co
razón. Las 150 sentencias de los Santos y Doctores
que contiene (cinco cada día) agotan lo que han
dicho del Corazón divino escritores antiguos y
en la historia de cada día preséntanse los hechos
más notables que se refieren al Corazón divino.
Afládense Meditaciones de los primeros viernes
de mes y otras doce de la Hora Santa, todas ellas
con materia nueva, original y abundantísima de
consideración para todo el año.
La Novena piadosísima del P. Borgo es sobra
damente conocida para que necesite nuestros
elogios.
Pinalmente, gran copia de cánticos y preces, mé
todos para oir la Santa Misa y recibir los Sacra
mentos, oficio parvo al Sagrado Corazón, actos
de Consagración, incluso la Consagración de las
familias o Entronización, y la de toda España,
pronunciado por S. M. el Rey en el Cerro de los
Angeles, digno de repetirse el día 30 de Mayo, en
privado y en público, forman de este libro un pre
cioso Tesoro o Devocionario del amigo del Sagrado
Corazón, compañero inseparable del devoto en
todas sus prácticas de piedad.
Pero creemos que gustarán mucho de esta obra:
Los sacerdotes, escritores y predicadores, los
cuales, no sólo hallarán en este libro materia pre
dicable nueva y abundante, sino que ademá.*podrán fácilmente transformar en sermones, ex
hortaciones o pláticas las 60 meditaciones que en
él se incluyen.
Las comtmidades religiosas, pues, pueden prac
ticar
a diario sus meditaciones y preces pia
dosas, y en especial la Novena, dirigida, princi
palmente, a personas piadosas.
Qm esto at^;uramos a esta cuarta edición el
éxito que a las primeras y esperamos ver pronto
la quinta.
\SCHOtíi^£ALES!ANA
AtíRICULT-ET'PROFESSIDN*
aEIT6 EMÁU-PAl;;?5 TlN;5.
B ic u c la « sric o la de B e ltg e m a l (P a lestin a).
El Sepulcro de San Esteban en Beitgemal. (I)
1. — El mmi(io católico tiene derecho a exigir
de nosotros, que nos hallamos en Palestina
hace y a tantos anos, averiguaciones serias
respecto a los santuarios y demás lugares sagra
dos que el tiempo ha relegado al olvido. El
sepulcro primitivo de San Esteban Protomártir,
el lugar en que reposaron las santas reliquias
por espacio de cuatro siglos, merece sin duda
atenta y cariñosa consideración por parte nues
tra. El reciente descubrimiento de Beitgental
está fuera del marco de las probabilidades y
posibles ilusiones: es toda una realidad.
2. — El primer indicio o seña que nos con
duce a la averiguación del lugar donde se en
cuentra el sepulcro de San Esteban, es la in
dicación de la distancia que lo separa de Jerusalén, contenida en la carta de Euciano, que
lo sitúa a veinte millas romanas, unos 30 Kilometros, de Jerusalén, y que induce a buscarlo
en el círculo que toca los puntos siguientes: el
Khan del Samaritauo al Este, Antwas al Oeste,
Halhul al Sur y Sinia al Norte.
3. — Ea
indicación nos la da el
nombre.
En la época bizantina Kafargámala: nombre
compuesto de Kafr pueblo, y ganuil, Gamaliel.
En la llanura vecina a K dkilia se encuentra
un pueblecillo llamado Keffr gcmál, pero a una
distancia de 40 millas, o sea: 60 kilómetros. A
(i) Enviamos Us más expresivas gracias al sabio palestinóiogo, Rdo. P. Mauricio Gisler, benedictino, que se
ha diitnado enviarnos estas autorizadas notas sobre el
descubrimento realizado en la casa salesiana de Beitgemal,
Tierrp Santa,
Los dibujos que acompañan el articulito son los del
« Martyrium » que quisiéramos reconstruir sobre el se
pulcro de San Esteban, para lo cual es necesario que
el glorioso protomártir mueva el corazón de alguna
persona generosa.
30 kilómetros de Jerusalén se encuentran los
pueblecillos de Gemmala al Norte, y de Beitgemal al Sur oeste.
4. — Ea carta de Luciano señala Kafargá
mala como pueblo cristiano con su iglesia conespondiente. En Gemmala y Beitgemal hay efecti
vamente ruinas.
5. — Ea carta de Luciano indica que é
Obispo de Jerusalén prometió construir una
iglesia en d lugar del Sepulcro en cuestión
luego Kafargámala sería aquella donde la iglesia
contenga el sepulcro. E n Gemmala no hay señal
alguna de sepulcro. En cambio en Beitgemal
se encuentra.
6. — El tal Sepulcro era tenido como un
santuario, y debía tener ciertos distintivos,
como por ejemplo: la confessio de las iglesias
de los mártires romanos. En Gemmala no hay
nada que verificar, porque no hay sepulcro.
En Beitgemal el sepulcro se encuentra en el
interior de la Iglesia.
Advertencia. — (En Constantinopla a los
Emperadores Ies sepuátaban en el pórtico de
la Basílica, y la Emperatriz Eudosia y su hija
fueron enterradas bajo el umbral, en confor
midad con los cánones que prohibían las sepul
turas laicas en las iglesias).
7. — E l mosaico de la nave lateral derecha,
con la única cruz roja que se encuentra en toda,
la iglesia, indica claramente el sepulcro subte
rráneo, como parte principal de la iglesia.
8. — El sepulcro era seguramente lugar de
oración, como lo prueban el revoque interno
y los mosaicos gastados y varias veces repuestos
en el umbral de la tumba.
9. — La iglesia debía haberse edificado en
forma que el sepulcro fuera, el centro, como
en todos los * Martyria *. Aquí se escogió par*
— 267 —
II.
— La carta de Luciano señala Kafarel sepiliere el « diaconicon ». Siendo la iglesia
posterior al sepulcro, tan estrada disposición gámala como villa o casa de campo de Gamatiel.
Añora bien, en la región se presentan núm»s
no se explica sin la memoria de un diácono.
de otras villas: vill^ Caiphae, villa Claudia etc...
Ahora bien, San Esteban es el protodiácono
10.
— La iglesia de San Juan Bautista de Aun ahora confinando con Beii^etnal está Bredge,
Ain Karem, es ciertamente auténtica. (Véase casa de campo del Patriarca ortodoxo.
Bi a a e v o S * n tu a rlo so b re e l S e p u lc ro de S e a E ste b a o (v is ta n orte).
SANCTUARlUM'SEPÜbCHRI'SSTEPHANl'PHOTOMARTKAPHARGAMAIA^OPE-BETHSAMES-
P ro le c to de re co n stra ccid n d el S an tu ario sob re e l S e p u lcro de S an E steban.
el Calendario giorgiano de Mar Soba: Siglo VII).
No obstante, las inscripciones del pavimento
no indican su nombre, sino los de santos már
tires desconocidos. En Beitgemal la inscripción
e3tá demasiado mutilada para indicar nombre
alguno; pero el nombre de Esteban y de Gamaliel
se recuerdan en los nombres del grandioso mo
nasterio y del valle entero de San Pablo (Neót
e
Bulos).
Imposible nombrar a San Pablo sin tocar la
niemoria del maestro y del intercesor.
12.
— Las ruinas de Deire-Asjura en los
mismos terrenos de Beitgenuü, conservan el
nombre de Eufrasia. Luego aquí en Beitgemal,
la memoria de esta santa virgen, muerta haciá
el 415, estaba unida a los nombres de los santos
patronos del santuario princ^al.
En Pisa se construyó una iglesia, hoy a cargo
de los Salesianos, en honor de Santa Eufrasia
años después que trasladaron a la catedral
de Pisa reliquias de San Gamaliel, Nicodemus
y Abibón. ¿Cómo explicar el culto de Santa
— 268 —
Eufrasia en Pisa sino concomitante al culto
de los tres santos transportados de Tierra Santa?
Luego su njemoria se unió ya aquí en Tierra
Santa, y precisamente en Beitgemal.
13- — Uno de los distintivos de los Santua
rios antiguos es el de ser centro de sepulcro
de fieles. Ku Gemtnala se encuentran sepulcros
en gran número, pero a una distancia conside
rable de la iglesia. El terreno y la plazoleta de
esta iglesia se prestaba magníficamente para
construir tumbas, que se podían cavar en la
roca; y sin embargo, no hay ninguna. No así
en Beitgemal) el pequeño « Martyriiim » es el
centro de los cementerios de las alrededores,
como la basílica de San Esteban que se cons
truyó más tarde en Jerusalén.
14. — El sepulcro encontrado fuera del
« Martyriwn » bajo el ángulo de la capilla del
iliaconicón, muestra el deseo del difunto (quizás
el mismo Luciano) de reposar cerca de la vene
rada tumba. Luego ésta era la de im santo
15. — El « Martyriuin o tan modesto en sus
dimensiones, presenta una riqueza extraor
dinaria en la decoración, de los mosaicos. No
era, por tanto, una capilla común, era un san
tuario.
16. — E l camino o carretera bizantina con
duce directamente al santuario: luego éste era
un centro de peregrinaciones. Para un pobre
pueblecillo no era necesario un camino tallado
sobre la roca.
17. — El altar del diaconicon en las iglesias
ordinarias no era más que un nicho; aquí, en
cambio, estaba hecho apropósito y revestido
con mármoles: luego erigido en honor del santo
a que pertenecía el sepulcro que estaba debajo.
b) Si con el nombre y distancia concuerden
además otras indicaciones en favor de la idaitificación (en nuestro caso son numerosas), d
título de la memoria es adoptado universal y
válidamente hasta que no haya prueba absoluta
de lo contrario.
c) No hay necesidad de que el santuario
o lugar bíblico, reconocido en esta manera,
excluya, con los argumentos en su favor, toda
posibilidad de argumento contrario, basta que
venza los argumentos reales {melior est conditio
possidentis).
Un argumento positivo no se cancela con
argumentos negativos (silencio, posibilidad de
descubrimientos más notables etc...).
d) Dadas las vicisitudes históricas de la
Palestina, pocos son los santuarios que puedan
gloriarse con títulos absolutamente irrefutables;
en general bastan los títulos serios, positivos,
y no contradichos positivamente. Y bien pocos
son, en efecto, aquellos que ofrecen tantos
argumentos en su favor como el « Martyrium»
de Beitgemal.
Jerusalén, 31 - 3- 24.
F. IVlAURicio G isler o . S. B.
Nota. — L a carta de Luciano.
En lo referente a la carta que narra la llamada
visión de Luciano, no se puede dudar de su au
tenticidad sustancial, admitida hasta por la
crítica protestante, sin ir contra la antiquísima
tradición de la Iglesia, y sin socavar ah imis el
culto universal de San Esteban, que se apoya
completamente sobre ella.
En los antiguos breviarios de la diócesis de
18. — Luciano hace una descripción deta
Braga,
Portugal, dicha carta se encuentra re
llada del sepulcro de San Esteban. Ahora bien,
todos los detalles que da concuerdan perfecta producida por entero en las nueve lecciones
del oficio del tres de agosto; y el Breviario Ro
mente con la tumba encontrada en Beitgemal,
mano, en el mismo día, también conser\*a la
lo que a su vez es una prueba de la autenticidad
sustancia, y hace resaltar el — divinitus admode la carta de Luciano.
nito — la inspiración de Dios a Luciano.
iq. — Los musulmanes se distinguieron
Por lo demás, San Agustín que debía conocer
siempre por su tenacidad en honrar los sepul
bien las cosas, porque era contemporáneo al
cros venerados ab immemorabili. La existencia
descubrimiento, en el sermón 318 que dijo en
de la mezquita al borde del « Martyrium » es
ocasión de la llegada a Hipona de algunas re
una prueba y testimonio de este culto antiguo.
liquias de San Esteban, se expresa magistral
20. — Apoyados en una sana crítica podemos mente de esta manera:
establecer como regla directiva:
i Ninguno se permita disputar acerca de ella,
(la visión), la voluutad^de Dios exige fe más
a)
Si para un santuario o lugar bíblico
que se; busca, se encuentra un sitio que corres- que discusión. Lo que prueba que la revelación
poiule a la disiancia y al nomórt', la identifi eva verídica es que se mostró realmente cuanto
cación se adopta generalmente bajo el titulo en ella se indicaba. E l lugar de las reliquias fué
descubierto prodigiosamente, y, como fué Tepresfoitivo. (Sólo nombre: Ramh'h-Arimathia)
nombre y distancia: M ain^B aal Meon, patria velado, asi se encontró ».
M. G.
de. Elíseo).
Juicio sobre la Misión Salesiana del Brasil.
(C. Alamo Ibarra de la Comisión de limites entre Venezuela y Brasil,
al Ministro de Relaciones Interiores de Venezuela)
Allá en las lejanas tierras que riega el cau
daloso Rio Negro, en su margen izquierda, al
comienzo del importante raudal de Fortaleza,
como un oasis de amor, como una promesa
de civilización, como un centro en donde im
pera la caridad cristiana, se le\mnta el pinto
resco pueblecito de San Gabriel, sede de la
Misión Salesiana establecida en el Brasil desde
1916. Esta Misión a cuya cabeza se halla el in
fatigable Santo Obispo Monseñor Massa, apóstol
de la religión de Cristo, apóstol de toda idea
noble y grande, ha llevado a cabo en el corto
espacio que tiene de fundada, una intensa labor
de catequización y humanitarismo. A seme■ janza de aquel tenaz misionero capuchino, Fraj'
íerónimo de Gibraltar, quien sin miedo al peli^o ni a ingentes dificultades, emprendió
hace dos siglos la exploración de las llanuras
del Apure, Meta y Arauca, y el sometimiento,
por el tópico de la dulzura de los indígenas que
en esos llanos vivían, la misión que encabeza
Mon^ñor Jíassa, se ha dedicado a explorar,
ci\nlizar y a conseguir informes precisos de las
aún incógnitas regiones del A lto Rio Negro,
de .la comarca de este nombre perteneciente al
Brasil y que colinda con tierra venezolana.
El Brasil va a ser deudor, dentro de poco
tiempo, a la Orden Salesiana de servdcio de tanta
cuantía como los que adeuda Venezuela a los
Capuchinos andaluces. Bajo la paternal direc
ción de la Misión Salesiana se desarrollan en
la parte Norte del Brasil tres Municipios, que
se extienden sobre una superficie de dc^cientos
ochenta mil kilómetros cuadrados con una
población evaluada aproximadamente en treinta
y dos mÜ habitantes.
Los miembros de las Comisiones de Límites
entre Venezuela y Colombia quienes al dirigirse
a Manaos, en 1923, recibieron a pesar de haber
entre ellos muchas personas de religión protes
tantes, franca, generosa hospitalidad de los
nfisioneros, quedaron admirados d d trabajo
llevado a cima en ocho años de empeñada lucha,
Pot aquellos laboriosos sacerdotes. EHos, han
clavado creando pueblos, fundando colegios.
hospitales, capillas, observatorios meteoroló
gicos, un pendón de civilización en medio de
la selva virgen, con una región salvaje, insalubre,
desamparada. La caridad los ha guiado en su
empresa y de la nada han hecho algo armonioso,
prometedor de ubérrima cosecha. Ellos han
triunfado esplendorosamente en donde habían
fracasado las empresas laicas. Hé aquí l a ,de
mostración de este triunfo, que llenará de re
gocijo a cuantos lo conocen y aman la huma
nidad. En San Gabriel, la misión Salesiaria que
se compone de un Prefecto Apostólico, ocho
padres profesores y seis hermanas de la caridad,
cuatro de ellas diplomadas en odontologíá y
farmacia, han ábierto una importante escuela
de agricultura dividida en cinco clases y en ella
brinda gratuitamente el nutritivo pan de la
instrucción a doscientos treinta alumnos, éntre
ellos noventa internos. Las hermanas r^gimentan un internado de noventa discípulas. El
elemento que se instruye en uno y otro de estos
planteles es de raza indígena: piratapoyos, tu
canos, baníbas, izanas, mukus, disipan en ellos
las tinieblas que tradicionalmente agobian la
inteligencia de estos salvajes. En estas escuejas,
que se interesan en el desarrollo -físico de los
aprendices, el ejercicio gimnástico militar es
obligatorio y riguroso, no descuida el lustre
artístico de los mismos, se les enseña música, y
ha dado tan buenos resultados la cátedra de
músicas que cuenta y a el plantel con una
banda de veintidós instrumentos.
En junio de 1923, anunciaba d reverendo
obispo Massa que la Misión Salesiana del Brasil,
contaba con una escuela en Taracúa, río Baupes,
en donde se instnnan los numerosos indios que
pueblan la región y que en 1924 recibirían idén
tico beneficio las comarcas y habitantes que se
hallan en el Bajo Rio Negro.
Incansables los Misioneros en practicar el
bien atrayéndose con esta conducta las nume
rosas tribus que hasta ahora poco huían del
blancx), ban construido en San Gabriel un hos
pital con diez y ocho lechos. Este instituto de
caridad que ha salvado de la muerte muchis
— 270 —
vidas humanas, reparte desinteresadamente en
tre los necesitados, preventivos del paludismo
como la quinina, curativos de la anquilostomosis como el quinopodio, reconfortantes en in
yecciones hipodérmicas. En los cinco primeros
meses del pasado año de 1923 hicieron los cola
boradores del Obispo Massa las siguientes dona
ciones de medicamentos:
24,899 papeletas de quinina de cincuenta
centigramos; 2.008 dosis de quinopodio.
practicaron seiscientas ochenta y siete in
yecciones hipodérmicas de varias sustancias;
Estos santos hombres que por el amor de
Cristo y conmiseración hacia la humanidad
abandonan sus apacibles hogares de Europa y
el suave y benigno clima de su país, admin¿
tran los sacramentos e inician a los indígenas en
la cristiana religión, en dos iglesias y veintidcs
capillas. Miles de indios son sus feligreses.
Monseñor Massa en su apostólica misión ha
establecido relación de amistad con los indios
Guajaribos, habitantes de las cabeceras de nues
tro Orinoco. Según este sacerdote, quien está
de acuerdo en este punto con nuestro ilustre
MUtón S a le tia n a d el R io Negiro (B re tll). — Cdm o te remontOQ los río s en la s ca scad as.
curaron miles de heridas y verificaron docenas
de análisis de sangre etc. y sinuútnero de extrac
ciones molares.
Como si los trabajos descritos no fuesen harto
suficientes, han emprendido los tenaces misio
neros el estudio del idioma indio liado tupíguauani y preparan un diccionario del adelan
tado lenguaje de los banibas. Han encontrado
todavíi otra rama de actividad para darle
rienda suelta a la inagotable fuente de energías
que como un dón divino poseen estos ilustres
varones: hacen observaciones climatéricas y
astixinómicas valiéndose de observatorios bien
doiados que han montado en distintos puntos
del territorio que está sometido a su benigna
y provechosa jurisdicción.
compatriota, el doctor Tavera Acosta, no
son estos indios de recia, bravia naturaleza
como los supone, inducido por el temor
probablemente, el importante explorador señor
Hamilton Rice.
Monseñor Massa lleva adelante esta empresa
de cristianización ayudado sólo por la santa J
anónima limosna. Esto me hace pensar, con
sobrado fundamento, que grande, muy grande,
será el beneficio que recibirán los indios de
nuestra tierra con las medidas tan acertadas
como prácticas que. nuestro Supremo Magisstrado, el General Juan \'icente Gómez, Iw
dictado en favor de ellos.
C. A
lam o
Ibarra
{Abog¿ido).
-- 271 —
Del Vicariato Apostólico
de Shiu-Chow (China).
S E. Monseñoi Ltds Versiglia, Obispo titular
de Caristo y Vicario Apostólico de Shiu-Chow
(China), nos envía copia de la relación oficial
del trabajo realizado en el Vicariato durante
el año 1922-1923.
Teniendo en cuenta que la región de PakKong, que limita la Misión de Shiu-Chow. fue
ñeros, multiplicándose para salvar de la catás
trofe los pueblos, las cristiandades y las familias,
o bien para hacer disminuir los onerosos e in
justos impuestos, consolar e infundir alientos
a los que se hallaban abatidos por los continuos
riesgos y amenazas, no podía ser más rudo, pe
noso y expuesto.
Esta obra de caridad desinteresada — observa
Monseñor Versiglia — realizada, no sólo en be
neficio de los cristianos, sino también de los
paganos, no puede menos que producir tarde o
o temprano hermosos fmtos. Pruébalo ya el
aumento de estima y consideración hacia el
L a s HIj&B de M aría A u x ilia d o ra en China.
durante todo el año, 5' lo es todavía ahora,
teatro principal de la guerra entre los Estados
del Norte y Sur de la China: que ciertos dis
tritos, como los de Chi~Heng, Siu~Chow y YeongShan fueron recuperados y perdidos por los dos
l^ d os lo menos siete veces, sufriendo los con
siguientes saqueos y rapiñas cuando se veían
precisados a abandonarlos, y que los vencedores,
a su vez, imponían enormes contribuciones de
guerra siempre que arrojaban de ellos a sus enenngos. — que, para colmo de desdichas, bandas
de piratas, aprovechándose de la semianarquía
remante cometían toda suerte de tropelías atetronzando a los padficos habitantes, hasta el
punto de no atraverse a salir de casa ni para las
°^cesidades más urgentes, y que muchos aban
donaron inclusive las labores del campo con las
<^»nsecuendas fáciles de adi\rinar, es obrio
comprender, dice, que el trabajo de los misio-
misionero y de respeto y simpatía para la Iglesia
Católica que se nota por doquiera. Es obra que
no se puede traducir en cifras, pero que se ve
bien a las claras que ha sido bendecida por Dios
con fm tos tangibles
Basta confrontar los datos siguientes:
Año 1921-22
Confesiones de pre<»pto
1,409
14,624
>
» devoción
Comuniones de precepto
1 .3 8 7
»
7. devoción
28,067
Número de cristianos
2,872
Adultos bautizados
182
Bautismos in articulo mortis 261
II
Escuelas para niños
»
» niñas
12
271
Alumnos
Alumnas
113
1922-23
1 .5 3 2
20,418
1,506
46,049
3 .0 7 8
•. 232
224
13
.12
38i
196
-- 2/2 -Debido a la anormalidad de las circunstancias
no fué posible emprender en los distritos obras
nuevas de consideración, pero, en cambio, se
procuró consolidar y completar la organización
de las existentes.
En el colegio de San José de Shiu-C}io\i), en el
pueblo de Ho-St, además de ampliar el .programa
de enseñanza con tres clases de instrucción pri
maria superior, se inició una clase preparatoria
para un grupo de alumnos que desean abrazar
el estado eclesiástico, los cuales fueron trasla
dados a los nuevos locales constniídos cerca de
la residencia del Vicario Apostólico.
También se dió principio a la escuela expe
rimental de catequistas, a la que asisten con
entusiasmo muchos de los alumnos del colegio,
sin descuidar sus estudios regulares.
Necesidad sentidísima en toda la Misión era
la de prodigar a las niñas los beneficios preciosos
de nuestra sacrosanta Religión, que ya recibían
los niños.
Comprendíamos que la obra no era completa,
si la mujer, a la par del hombre, no era cristiana,
y por eso anhelábamos se remediera pronto esta
deficiencia. Gracias a Dios ya han llegado a
reparar este mal las Hijas de M ana Auxilia
dora, fundadas por el Venerable Don Bosco,
quienes, establecidas en un colegio preparado
apropósito para ellas, estudian con entusiasmo
la lengua y comienzan a ejercer con ardor su
apostolado, especialmente preparando un buen
número de catequistas.
Con la ayuda de estos nuevos soldados de
Cristo, los jóvenes catequistas acompañados
y dirigidos por varios misioneros y de las catequistas,'en unión de las hermanas, se ha podido
ya preparar para el bautismo más de un centenar
de catecúmenos que, esparcidos por las aldeas
de los alrededores de Ho-Si, esperaban hacía
tres años la instrucción necesaria.
También se han fiecho cargo las Hijas de
María Auxiliadora de la dirección de la escuela
de niñas de la ciudad, la cual, con el nuevo año
chino, ha quedado convertida en un verdadero
orfanotrofio, y colegio para todas las niñas
jK)bres de la Misión.
En la misma ciudad de Shiu-Chow, y precisa
mente en el terreno del antiguo mandarinato,
se ha preparado un vasto local para escuelas
profesionales, que están en movimento desde el
mie\’o año, y allí mismo s u ^ r á a no lardar el
pequeño Seminario.
« Es una verdadera maraviUa, el bien qiu hace
este Don Bosco. Sin poseer «» céntimo, lleva gasíadis varios millones en sus admirables empresas *.
Principe A madeo de S.\voya .
B P / S O D / O S D E L A S M ISIO N E S
Cuando María Auxiliadora comenzó a mani
festar a Juanito Bosco, en sueños, su futura mi
sión, solía decirle: « Sé valiente, anímate, yo
misma te conduciré a bandadas mis hijos pre
dilectos ».
Cualquiera que conozca un poco la historia
de la Congregación Salesiana se habrá dado
cuenta de que efectivamente la Virgen ha man
tenido su palabra. Pero lo que consuela gran
demente es ver como aun hoy día esta buena
Madre celeste continúa enviándonos sus hijos.
Luego hará los tres años que llegaron al
Assam, India, los primeros misioneros salesianos. A pesar del poco tiempo que allí llevan,
y a cuentan con un hermoso grupito de jóvenes
que se preparan a trabajar en la viña del Señor,
bajo la bandera de Don Bosco.
E l que no se fijara más que en el exterior de
las cosas, se maravillaría sin duda de ver a
estos trece jovencitos; algún italiano, angloindios e indios de pura cepa, conviviendo como
hermanos, sin tener en cuenta la diversidad de
costumbres, lengua, y raza; pero los que siguen
con atención las disposiciones de la Providencia
y se dan cuenta de las admirables sendas que
a cada cual le traza, no pueden menos que
exclamar:
¡Ah la Virgen! ¡Qué buena Madre es!
V aya un ejemplo como muestra.
E n Trichinopolis, ciudad del sur de la India,
entre I05 jovencitos que frecuentaban las es
cuelas del colegio de San José había uno llamado
Doraisamy, de doce años, pagano e hijo de
paganos.
Los padres lo enviaron a la escuelas de los
Jesuítas, no por simpatía de religión, sino por
que les merecía más confianza y ofrecía más
probabilidad de éxito que la de los protestantes.
Doraisamy no frecuentaba las clases de re
ligión, porque sus padres se lo habían prohi
bido terminantemente, si bien no hubiera sido
necesaria la prohibición, pues a el mismo no
le interescaba nada, tanto era el desprecio que
desde su más tierna niñez le habían inspirado
hacia la religión cristiana.
Pero le sucedió un día, que, habiendo visto
en manos -del Padre Misionero una hermosa
estampa de la Virgen, le entraron deseos de
poseerla. Se dirigió al Padre y, con voz supli
cante, le dijo:
— ¿Padre, sería tan bueno que me la rega
lara?
— Con niucho gusto, respondió el misionero,
con tal que la conserves con reverencia y no la
muestres a tu familia.
-
273 —
— Está tranquilo, añadió el jovencito, liaré
lo que me ordenas. Pero tu, Padre, que eres tan
bueno, ¿me podrías explicar lo que significa
esta imagen?
No le fué difícil al Misionero satisfacer los
deseos del jovencito estudiante. Con gran satis
facción de ambos, íe habló con entusiasmo de
la Virgen Santísima y de Jesús, su Divino Hijo,
sembrando en aquel tierno corazón la semilla
de las principales verdades del Cristianismo.
La Virgen había comenzado las lecciones, y
la Virgen debía continuar la obra. Así fué, efec
tivamente; porque a los pocos días, como el
jovencito en cuestión \dera al Padre Misio
nero con el rosario en la mano, le faltó tiempo
para acércame a preguntarle para que servía
aquello.
Luego que el Padre le dijo que con el rosario
los cristianos tejían una corona de flores mís
ticas que ofrecían con amor filial a la noble
Matrona que tan bien le había impresionado,
quiso aprender a rezarlo él también. Le rogó al
Padre que le regalara el rosario; y, cosa curiosa,
siendo aun pagano, comenzó a recitarlo todos
los días.
Los padres que lo vigilaban atentamente
pronto descubrieron sus andanzas. Habiendo
rezado una noche el rosario en la cama, a la
mañanita se vistió y dejó olvidada entre las
sábanas la señal, la prueba de su devoción.
El primero que se dió cuenta de ello fué su
padre, que encontró el rosario, por lo que llamó
indignado al hijo.
— ¿Qué significa esto? le dijo iracundo. Y el
muchacho, temeroso por una parte, y por otra
no sabiendo explicar el cambio que notaba en
sí mismo dijo una mentira para conjurar la
tormenta.
— Padre, le dijo resuelto, el rosario no es
mío. Me lo dió un amigo; pero si tú no estás
conforme, se lo entregaré hoy mismo.
— Está bien, respondió el padre. Y haWéndose hecho prometer que n o ^ repetiría un caso
semejante, pues no quería ver en su casa tales
objetos, le despidió para que fuese a la escuela.
No obstante, en el fondo del corazón de aquel
hombre quedaba la duda y el temor de que su
hijo no cumpliera la palabra; por lo ^ e , y a fin
de alejar de la mente de su hijo toda veleidad,
o mejor, toda simpatía por la religión cristiana,
se decidió a proponerle un matrimonio, acto
que lleva consigo un conjunto de prácticas pa
ganas.
Pero, mientras el padre era atormentado por
los temores dichos, otros pensamientos embar
gaban el corazón del hijo, en el que la gracia
divina obraba sin cesar.
La mentira que había dicho a su padre para
ocultarle la procedencia del rosario, le pareció
cosa indigna de un buen joven; y sobre todo,
creía haber ofendido a la Reina del cielo, rene
gando de ella poco después de haberle ofrecido
una corona de flores místicas.
Estaba pesaroso de su conducta; así que,
llegado al colegio, no pudo menos de ir a confiar
su pena al misionero, a quién manifestó tam
bién su propósito de hacerse cristiano. El Padre
misionero le confortó y animó de tal manera,
que, cuando su padre le propuso el matrimonio
con una jovencita pagana, él se negó rotundemente a ello, añadiendo, además, que había
decidido el hacerse cristiano.
El padre se encolerizó contra su hijo, a quien
hubiera matado sí no temiera el castigo; y toda
la familia estaba profundamente disgustada.
Entonces el jovencito, temiendo cualquier tro
pelía, se escapó de casa, con la esperanza de
poder más fácilmente realizar sus deseos. De
acuerdo con el Padre misionero, partió para
otra ciudad, donde los Jesuítas tenían otro
colegio.
Allí se dispuso santamente para recibir el
bautismo, y en honor a la Virgen Santísima, su
protectora, le pusieron el nombre de María
Lourdes. En aquel colegio también resolvió el
hacerse religioso: y cosas de la Providencia:
cayó en sus manos el Boleiin Salesxano, y se
aficionó a la Obra de Don Bosco.
Habían pasado unos años desde su conver
sión, cuando un día se presentó al P. Mederlet,
Director de la Casa Salesiana de Tanjore, ro
gando le aceptara como aspirante.
« Probemos, le dijo el Superior, y si es vo
luntad de Dios, no dudes que llegarás algún
día a ser salesiano ». La prueba fué larga; pero
hoy, el pequeño pagano de hace 15 anos, es
uno de los más fervorosos de nuestros novi
cios, que se prepara, con la oración y el reco
gimiento, a una vida de intenso apostolado, a
divulgar entre sus connacionales, entre sus
padres que son aún paganos, la devoción a
María que fué para él principio de su conversión.
¡Jovencitos que leéis el Boletín Scdesiano, con
venceos de que es María Auxiliadora la que
conduce a Don Bosco sus hijos predilectos.
Todos los niños, que llenan abundantemente
las Casas Salesianas, pueden contarse entre los
predilectos de María Auxiliadora. Por eso deben
corresponder al amor privilegiado que les mues
tra la ^%gen, con una conducta digna de hijos
de tal Madre. Y si algún día sintieran en su co
razón el deseo de volar al campo de las Misiones,
sepan que es la Virgen de Don Bosco quien Ies
inspira tales deseos, y sepan ser valientes y
generososos.
Y . M. P.
274 —
La Obra de Don Bosco en Venezuela.
{De la correspondencia privada del Rdo. Don José Vespignani) (i).
Abril 4 del 1924.
Desde el río Masdafeaa, Colombia,
a bordo del *‘PradiUo,,.
... Si se pudiera publicar una relación de
estas visitas — que muy bien podría ilustrarse
con fotografías, datos históricos y breves crono
logías de las casas etc, — nuestros Cooperadores,
no sólo parteciparían de las consoladoras impre
siones que produce el gran bien que van reali
zando los Salesianos por doquiera, sino que se
sentirían movidos a prestarles su apoyo deci
dido, especialmente él de sus oraciones; porque
a los 70 años cumplidos — perdóneseme esta
alusión personal — no se emprenden estos via
jes por placer, pues no se cuenta con la facili
dad y energía que gozaban los Caballeros andan
tes de la Edad Media, sino y únicamente con la
gracia de Dios y por el bien de los almas.
Estas visitas no son canónicas propiamente
dichas, sino más bien apostólicas misioneras y
populares, como aquellas de un padre que vi
sita a su gran familia de hermanos, alumnos y
exalumnos; porque en estas ocasiones se reúnen
en la iglesia, patios y teatros -nuestros las vie
jas y nuevas generaciones de la gran familia
salesiana. Se ve aun aquí, donde la Obra de
Don Bosco ha debido luchar con grandes difi
cultades, que los hermanos han realizado obras,
importantisimas, si bien a costa de grandes
sacrificios, pues en esta zona tórrida, abun
dosa en fiebres palúdicas, con la amenaza de
frecuentes revoluciones, en medio a todas las
razas: blancos, negros, mestizos etc. se obserem
y siente vivo el espíritu de Don Bosco.
Los jovencitos hacen propaganda en las fa
milias, y éstas sienten la influencia del colegio
y de su vida, con la devoción a María Auxilia
dora y la frecuencia de Sacramentos. Cada
iglesia nuestra es un santuario de fe y piedad
La Obra Salesiana en Caracas.
En Venezuela tenemos colegios populares,
según el sistema de Don Bosco, y colegios dé
(i) Sabiendo que las noticias de la Obr.i Salesiana que
se des.vrroUa en las distintas n.iciones y parles del mundo,
son de interés pam nuestros buenos Cooperadores, hemos,
con venia del Kdmo. Don José Vespignani, Director
t.em-ral de nuestras Escuelas profesionales y Granjas
nurlcolns. entresitcado esuas páginas de su correspondencia
privada, {wra d.irlas a conocer. Rogamos al buen Padre
no envíe más noticias de Colombia y demás Repúblicas
americanas del Sur que visite en nombre de nuestro
Rector Mayor.
segunda enseñanza de donde salen bachilleres
aprovechados que son luego excelentes univer
sitarios y más tarde doctores insignes.
En Caracas, junto al Colegio de bachilleres
internos, que goza fama merecida por los pre
mios y distinciones que sus alumnos consiguen
en los exámenes, está la escuela gratuita « Don
Bosco » para los hijos de los obreros, dirigida
admirablemente por una buena Cooperadora y
devota de María Auxiliadora la Sra. Vda. de
Romero Dña Isabel. Es sorprendente el ver como
esta excelente Sra. instruye, educa y forma a
los 120, 150 y 200 rapazuelos que acuden descdzos y desarrapados a su escuela, y que ella
atiende con solicitud maternal, especialmente
los domingos y dias de fiesta para que acudan
aseaditos a la iglesia. Impresiona hondamente
el verlos entrar devotos, recogiditos al lugar
santo, hacer con toda formalidad la genuflexión
y prepararse después atentamente para la con
fesión, porque casi todos se acercan los domin
gos al banquete Eucarístico.
Después de haber visitado las clases quise,
sin ser visto, oir desde una habitación contigua
la explicación que la admirable maestra les
hacía del catecismo, y quedé encantado al oii
las preguntas, que con confianza de hijos le
hacían los rapazuelos, y las sabias y atinadas
respuestas que ella les daba.
Y debo añadir que la Sra. Isabel es también
una inteligente y generosa enfermera que sabe
emplear, además de las medecinas que aconseja
la ciencia, la devoción de María Auxiliadora y
la intercesión de Don Bosco y Domingo Savio,
cuyas reliquias regala a los enfermos, para
obtener maravillosos resultados tanto en la
salud física como en la espiritual: siendo, por
tanto, la madre y doctora de los pobres y hu
mildes habitantes de aquella grande barriada
en que están situados la iglesia santuario y los
dos colegios de los Salesianos.
Por estas tierras es necesario hacer la dis
tinción denlos colegios de niños que pagan su
pensión, hijos de gente rica o acomodada, y
colegios gratuitos, o de los pobres, pues esta
distinción, que no les ofende, la desean, a más que
como podrán comprender nuestros Cooperadores
la educación e instrucción es la misma.
Pero debo decir que, en la Ecuela Gratuita,
que pronto contará con unos quinientos alumnos,
nosotros estamos en nuestro elemento. E l reci
bimiento que nos hicieron aquellos morenillos
y negritos fué sin duda ei más conmovedor:
— 275 —
gentes necesidades, y con la ayuda de los salesianos que envíen desde Europa, pueda formarse,
en poco tiempo, la Inspectoría Salesiana del
Venezuela.
Hablo con toda sinceridad, yo no podré ol
vidar mmca las hermosas impresiones recibidas
en nuestro Colegios e iglesia de Valencia en
las numerosas y entusiastas reuniones tenidas
con nuestros cooperadores, Exalumnos y devo
tas de María Auxiliadora, que con cariño en
tregan mensualmente una cuota para sostener
la Obra de los Hijos de María, como instituyó
Don Bosco.
Una prueba de la eficacia del sistema edu
cativo de Don Bosco, me la dieron, no sólo la
alegría que reina entre educadores y educandos,
La Obra Salesiana en Valencia.
sino también la generosidad con que los alum
Después de Caracas visitamos la importan nos han renunciado desde este año a las vaca
tísima fundación de Valencia, colegio de segunda ciones mensuales, que la costumbre del país
enseñanza, en el estado de Carabobo del que es había introducido en nuestros colegio, lo mismo
Valencia la capital. También aquí, además de que a las de Na\ddad, Carnaval, Pascuas, con
las escuelas elemental^, tenemos los cinco años gran ventaja para la disciplina, estudios, pie
de instmcción superior, llamados « Cursos dad y conducta.
Este triimfo se debe en gran parte al buen
Generales ». E l Presidente de la República,
General Gómez, quiso que se educaran en este trato, amabilidad y dulzura de Superiores y
Colegio dos de sus hijos, con condiciones espe maestros que hacen del Colegio vida de familia,
ciales, a que se creyó conveniente acceder, permitiendo a los escolares mil honestos pasa
beneficiando el, en cambio, al Colegio con rega tiempos que les hacen olvidar todas las vani
larle las casas lindantes con las que ha comple dades de fuera, con provecho del espíritu y del
tado toda una cuadra o manzana y quedando físico; es un verdadero triunfo del espíritu y
por lo mismo aislados, cosa que de otro modo sistema de Don Bosco sobre las desmedidas
pretensiones de la ligereza del siglo.
no se hubiera podido conseguir.
Apenas rompieron filas todos corrieron a rodear
nos con tal ingenuidad y cariño que me abraza
ban y algimos se colgaban del cuello;... y cuando
Itó ¿ alguna medallita y les dirigí dos palabras
de afecto, y a no 1^ pude alejar de mi.
Pude comprobar también el fruto de la verda
dera educación salesiana, durante el triduo de
preparación al curso escolástico, que yo mismo
Ies prediqué; quedando con el convencimiento
de que María Sma. Auxiliadora quiere que.
además del extemado bien desarrollado y con
personal propio, baya también una hermosa
escuela de artes y oficios. ¡Quiera el Señor oir
mis votos!
Lra casa de Valencia ha alcanzado un desa
rrollo admirable, pues, además de las escuelas
elementales y superiores, y de un floreciente
Oratorio festivo que vive a la sombra del San
tuario de María Auxiliadora, cuenta con una
sección de Hijos de María, o sea de jóvenes
crecidos, que aspiran al estado eclesiástico, y
que bien pronto se trasformarán en elemento
para una casa de formación de nuevo personal
salesiano.
Gon este fin se ha aceptado rma importante
parroquia suburbana, a media hora de tren o
de automóvil, llamada Naguanagua, que tiene
por titular a Ntra. Sra. de Begoña y que confina
con la localidad de Guaparo, donde se ha co
menzado a preparar una Escuela Agrícola en
terrenos ragalados por un insigne cooperador.
Esta parroquia nos la han concedido a cambio
de otra institución, denominada de la « Divina
Pa$i‘ : » , que nosotros hemos cedido al Excmo.
Sr. Obispo para que sirva de Seminario.
La futura Colonia se 'presenta muy promete
dora. y se asemejará mucho a la Escuela Agrí
cola del Manga, junto a Monte\'ideo. Quiera Dios
que con el florecer de estas y otras nuevas obras,
de absoluta necesidad para atender a las in
El Colegio de Táriba.
Del mismo modo que en Caracas pasé una
hermosa fiesta de San Francisco de Sales, y
entre los hermanos y colegiales de Valencia un
alegre Carnaval, así en Tariba (estado de Tachira), entre las majestuosas montañas de los
Andes celebré la fiesta de San José, donde gocé
consolaciones especiales.
Debo confesar que cuando di una ojeada al
mapa para examinar el largo y penoso viaje
que me quedaba que hacer por mar y por medio
de altísimas montañas para llegar a visitar a
ios queridos hermanos de la región andina, yo
repetía la frase que me dicen pronunciaba el
difunto Padre A l^ r a cuando visitó a los salesianos de la pobre y solitaria demora de Mohán,
junto a Maracaibo: — Peró ¿no se podía esco
ger un lugar mejor para los salesianos en esta
República?
Los Salesianos abandonaron aquella región,
que parecía entonces inhabitable (y que ahora
sería uno de nuestros mejores campos, porque
los norte-americanos, al encontrar alh ricos yadmientos de petróleo, han hecho aumentar la
— 276 —
población a 100.000 alm as,'y ahora abren gran
des colegios protestantes para los hijos de los
obreros) para ir a plantar sus tiendas muy lejos,
al otro extremo de la República, a Táriba, una
pecjueña población que se halla en los confines
de Venezuela y Colombia.
Buscando las razones que nos llevaron a
estas fundación, no podemos pasar por alto
el amor a su tierra de aquellos generosos Coope
radores que quisieron enriquecer al estado de
Táchira (a una legua de distancia de la capital
« San Cristóbal
con una Escuela Superior,
y que nosotros aceptamos porque aquella región,
tanto por su religiosidad como sencilléz de vida,
ofrece esperanzas de buenas* vocaciones.
líl edificio es hermoso de veras, situado en
una magnífica posición, con amplios patios,
el clima templado agradable, y el país tranquilo,
a propósito par.i un colegio.
Además de los cursos elementales para internos
y externos, en el instituto se estudian dos anos
del Curso General (o superior) y dos años deí
Curso Comercial; y se podría fácilmente añadir
el latín en ambos cursos, lo que nos daría una
escuela salesiana preparatoria,- de donde sal
drían muchas vocaciones.
Pmeba elocuente es que diez o doce jovencitos me vinieron a manifestar el deseo que tie
nen de ser hijos de Doii Bosco y de abrazar la
carrera eclesiástica en la Congregación Sale
siana. También el párroco tiene siete o ocho mo
naguillos, que frecuentan nuestras escuelas 5' se
preparan para ingresar en el seminario diocesano.
^Célebre por su antigüedad, que se remonta al
año 1600, y por la gran devoción que todos le
tienen, es la imagen de Ntra. Sra. de la Consola^
«ón que se venera en aquella grande y hermosa
iglesia, en riquecida de privilegios y joya ines
timable de la dominación española.
Hacia Maracaibo.
Camino de Táriba, y después de tres días de
vapor a través del gran lago Maracaibo, tuvi
mos que parar dos días en la ciudad de este
mismo nombre, donde fuimos hospedados ca
riñosamente por los RR. PP. Capuchinos, es
pañoles, nuestros íntimos y antiguos amigos.
Actiuümente es superior el Rdmo. P. Florencio
de Artavia. hennano del P. Jenaro de Arta\-ia,
guardián en otro tiempo del con\^nto de Cór
doba, Argentina, también muy amigo de los
Salesianos de aquella República, y que ahora
reside en Buenos Aires.
listos buenos religiosos tienen a su cargo la
misión de los indios de esta zona de \’enezuela,
además de un nuevo Vicariato erigido última
mente.
Como curiosidad de sus misiones nos mos
traron cinco idolillos de oro que, por su forma,
al menos la de algunos, semejan y hacen creer
que pertenecieron a tribus mejicanas antiguas.
Para obtenerlos tuvieron que hacer compren
der a los indios que aqudlos ídolos habían per
dido todo su poder, porque habían sido ven
cidos por un Dios poderosísimo, a quien ado
raban casi todos los pueblos cristianos; pero
en cambio, tuvieron que darles algunas meda
llas del Sagrado Corazón de Jesús, y pequeños
crucifijos de oro puro, que ellos conocen per
fectamente, y que se pusieron al cuello con
todo respeto y veneración.
En aquellos días, los mismos indios que en
tregaron los idolillos habían herido mortalmente con sus flechas a dos mejicanos que se
aventuraban a penetrar en aquel territorio.
De ellos el uno había y a muerto y el otro se
encontraba en el hospital, donde le habían am
putado un brazo. L a región que habitan estos
pobres indios, inexplorada todavía en su mayor
parte, es insalubre y abunda en fiebres palú
dicas. Ellos esperan que vayan los misioneros,
a quienes aprecian y reverencian, pero no a los
buscadores de oro y otros ricos minerales, a
quienes odian y procuran la muerte.
La ciudad de Maracaibo espera con anctA
la vuelta de los Salesianos. E l 25 de Marzo, de
\nielta ya de Táriba, leí con gusto la pastoral
del Exemo. S r.' Obispo en que se alegraba p>or
darse culto de nuevo en la antigua iglesia de
San Felipe Neri {cerrada un tiempo y profanada
y hacía votos para que se establezca perpetua
mente el sagrado culto y se celebre otra vez
solemnemente la fiesta de San Felipe.
iQuien sabe si San Fe.lipe no intercederá
para que se abra un Oratorio festivo de Don
Bosco, para que recuerde, a la vez con el suyo,
el nombre del tercer Sucesor del Venerable
que tanto celo despliega por los Oratorios Fes
tivos! Sería verdaderamente providencial para
salvar la fe de tantos hijos del pueblo, según
el fin que se prefijó nuestro Venerable Padre.
Dificultades en las coniun'cacíones.
Después de tanto viaje para visitar tres casas
que tenemos en Venezuela, empleando el tiempo
que yo necesitaba para recorrer en la Argentina
25 o 30 colegios, incluso algunos de la Patagonia, y mientres me dirijo a Bogotá, sede de
la Inspectoría, y de Colombia, a lo largo del rio
Magdalena en que emplearemos lo menos 12
días, me hago cruces, y admiro profundamente
conmo\ndo las fatigas y dificultades que han
debido soportar los queridos inspe«tores que
han laborado en esta viña: el P. Foglino, el P-
-
277 —
Borghino y d inolvidable P. Aime, que tan
Buenos recuerdos han dejado por doquiera de
su celo y espíritu salesiano. ¡Oh! si se conocie
ran, la escasez de las comunicaciones, lo redu
cido del personal que trabaja en nuestras casas,
sin esperanza de cambio y de reciproca ayuda;
la tardanza de la correspondencia, (ahora gra
cias a Dios, mejorada con los hidroplanos, en
que estuvimos tentados de hacer el viaje, por
que en el río con frecuencia encallamos en ban-^
eos de arena... como ahora); si se conocieran,
digo, tantas contrariedades, que acaban por
rendir hasta las fibras más robustas, se admi
rarían y apreciarían todavía más los heroísmos
y fatigas de estos nuestros buenos hermanos
salesianos.
J osé V espign an i Pbro.
satisfacción por todas las Hijas de María Auxi
liadora, pues la nueva Superiora era muy cono
cida y estimada por sus singulares dotes de
virtud.
L a Madre Luisa Vaschetti, tiene 66 años.
Nació en Agüé Canavese el i i de Julio de 1858
y entró en el Instituto a los 24 años, el 21 de
Eneró de 1883. Vistió el hábito el 19 de Agosto
del mismo año y en Noviembre partió para la
República Argentina, donde profesó, hacién
dose conocer por sus raras dotes de corazón y
La n u e v a S u p e rio ra G e n e ra l
de las H ijas de M a ría A u x ilia d o ra .
El Instituto de las Hijas de María Auxilia
dora está de albricias por la elección de la nueva
Madre Superiora Sor Luisa Vaschetti. Después
de la muerte de la Madre Daghero, nuestro
Rector Don Felipe Rinaldi, como Delegado
Apostólico del Instituto, preguntaba a las Superioras del Concejo General y a siete Inspecto
ras de varias regiones si creían oportuno, que
para la elección de la nueva Superiora, se reu
niera nuevamente a distancia de un ano el
Capitulo General del Instituto o si más bien
preferían — para evitar gastos considerables —
que la Santa Sede proveyese directamente al
nombramiento. Todas fueron de parecer que
se obtuviese un nombramiento pontificio.
Seguidamente el señor Don Rinaldi las inritó a comunicarle en secreto y por escrito el
voto que cada una hubiese emitido. Recogidos
los votos, el Delegado expuso el asunto al
Padre Santo, quien por la Congregación de
Religiosos, le respondió de escuchar privadaniente el parecer de todas las Inspectoras. En
forma confidencial y' secreta se satisfizo el deseo
la S. Sede, de modo que contemporáneamente recibieron las interesadas el comunicado
y la invitación. Obtenidas las respuestas y re
cogidos los votos, la unanimidad absoluta recaj'ó sobre la Rma. Sor Luisa Vaschetti, d d
Consejo General; el Delegado Apostólico co
municó' el éxito a la Sagrada Congregación y
d Padre Santo por decreto de la Congregación
de Religiosos con fecha 2 de Julio, nombraba
Superiora General del Instituto a Sor Luisa
Vaschetti.
El nombramiento fué recibido con entera
L a aaeT a S u p erio ra Madre LUISA VASCHETTI.
de inteügencia. Elegida Directora de la Casa de
Morón en el año 1886, seis años más tarde fué
nombrada Inspectora del Instituto en dicha
República, oficio que desempeñó por más de
diez años, hasta que fué llamada a Itaüa, donde
por breve tiempo fué Inspectora de la Inspecto
ría Cispadana, pasando en 1903 al Concejo
General. Desde 20 años era Concejera y Secre
taria particular de la llorada Madre Superiora;
en este cargo la Madre Vaschetti mostró gran
tacto y exquisita deÜcadeza unidos a una perspi
cacia que a todas parecieron indicar la nueva
Superiora. E l Señor quiera obtorgarle todas
las gracias necesarias para tan deUcado oficio;
a estas oraciones que Salesianos e Hijas de Mana
Auxiliadora elevan a Dios, se unen los votos
filiales de las cariñosas Exalumnas de América
y de Europa.
■ o
CULTO
de María Auxiliadora
N6a tenemos la pertuaalón de que, e a ¡a» vicisitudes dolorosas de loa ílem^
pos que atravesam os, no nos quedan m ás consuelos que lo s del Cielo, y eotie
éstos, la poderosa protección de Ja Virgen bendita, que fue e a todo tiempo el
Auxilio de lo s C ristianos.
p¡o X.
M A R ÍA A U X IL IA D O R A
en SeviHa-Espana.
Hace muchos años que María Auxiliadora
es conocida en Sevilla como lo es en España
y en el mundo entero por obra de los religiosos
de don Rosco, pero hacía mucho tiempo tam
bién que el barrio de la Trinidad no tomaba
parte Lin activa en sus cultos y fiesta como este
año.
El pueblo y al hablar de él no entendemos
referirnos tan sólo al número de devotos que for
man en todas las cofradías y tienen abono per
petuo en todos los actos del culto, el público
de Sevilla en todo pone mucho sentimiento y
no iba a restarlo al tratarse de la devoción a María
Auxiliadora, que tanto habla al corazón.
Sólo así se explica la solemnidad extraordi
naria con que los padres salesianps han cele
brado el mes, novena, fiesta y procesión, actos
a los que concurrió en pleno el barrio de la
Trinidad, que ya considera a la bella y prodi
giosa imagen como algo suyo, intimamente
unido a su vida, a sus recuerdos, costumbres
y tradiciones.
En todo el mes vióse la iglesia muy concu
rrida, pero durante la novena, en la que ocupa
ron la sagrada cátedra notables oradores tanto
salesianos como de la ciudad, la afluencia fué
extraordinaria, resultando en los días del triduo
insuficientes las anchurosas naves para con
tener a los fieles.
Una nota simpática la daba todos los días,
el niño casi siempre de los más pequeños, que
llevando en sus manos un ramillete de flores,
recitaba, con graciosa media lengua una poesía
de ofrecimiento, que siempre connio\ia al au
ditorio.
A continuación veinticuatro niños vestidos
con traje de escolania cantaban delante del
altar una hermosa salve a dos voces.
Pero lo que daba a estos actos su carácter
especial y podemos añadir popular era la alo
cución familiar que al final dirigía el señor ins
pector reverendo padre Viñas, alma de estos
cultos.
En ella sostenía con el público una verdadera
conversación o cambio de impresiones, que así
podemos llamarlo, y con una sencillez y gracejo
que cautivaba, exponía todas las noches en
pequeñas dosis las verdades eternas.
A continuación les bacía varias proposiciones
para el ornato del templo y mayor esplendor
de las fiestas, siendo todo tan bien acogido que
el día 24 pudo estrenarse una espléndida ilu
minación en el altar con más de mil quinientas
bombillas, instalada bajo la dirección del en
tendido ingeniero don José González, y el día
de la Ascensión se inauguraron cinco lámparas
eléctricas de ciento veinte bujías cada una obra
del conocido grabador señor Seco, antiguo alum
no salesiano.
Dado el entusiasmo de que el pueblo daba
muestras siempre mayores no es de extrañar
que concurrieran numerosos fieles a presenciar
la consagración a la Virgen de los niños de Sevilla
que se celebró la tarde del 24, ni que hubiese
caballeros y antiguos alumnos que no pasaran
la noche anterior ante María Auxiliadora en
\dgilia de honor, coronada con la confesión y
comunión, ni que ocuparan materialmente la
iglesia, presbiterio, altares laterales y la plazo
leta de entrada para asistir al acto de bajar a
la Virgen desde su elevado dosel al paso ya
preparado, ni, en fin, que acudiese más nume
roso si cabe a acompañar el rosario de la Aurora
y misa de Alba, ni que adornaran las calles de!
tránsito con gran gusto y profusión, especial
mente la calle del Sol, que presentaba el aspecto
de un salón, a pesar de su rústico adorno de
palmas y follaje.
Y j*a que hablamos de estos buenos vecinos
hay que decir en su alabanza que se excedieron
a sí mismo, porque todos, convertidos en electri
cistas, sacaron a los balcones cuantas luces
tenian en sus casas, amén de las mejores col-
chas, cuadros y colgaduras y hasta los trapitos
de cristianar, como se dice vulgarmente.
Abundaban los' arcos y letreros luminosos,
farolillos, más que nada el verde, las huertas
próximas habían pagado su tributo, cuadros
y capillas, improvisados en cualquier ángulo
de la calle.
Desde la mañana m uy temprano parecía una
colmena en actividad.
El paso de la Virgen sonriente y«en actitud
de dispensar su protección fué el que se espe
raba delirante, entusiasta, fervoroso. L a iglesia
fué invadida, las flores llovían sobre la imagen
y el público después de rezar una última salve
se marchó a su casa contento, satisfecho con las
más excelentes impresiones.
María Auxiliadora había asegurado su triunfo,
porque reinaba y a en todos los corazones.
Nuestra enhorabuena a todos los padres salesianos y muy particularmente al incansable
padre Viñas por el bien incalculable que realizan
en un barrio tan necesitado de educación reli
giosa.
{De La Unión).
M A R ÍA A U X I L I A D O R A
en Bogotá-Colombia.
Verdaderamente grandiosa y bella fué la
fiesta que la ciudad de Bogotá, bajo la direc
ción de los Salesianos y de la Asociación de María
Santísima Auxiliadora, celebró en honor de la
Reina de los Angeles invocada bajo el título de
Auxilio del pueblo cristiano. A pesar del día
Uu\úoso la concurrencia fue inmensa y las comu
niones, innumerables. Desde las primeras horas
de la alborada la basílica se llenó de fieles, que
con grande devoción acudían a orar ante
la Virgen taumaturga. Destacábase la estatua
casi bajo la cúpula, sobre un elevado trono y
como flotando en una costelación de luces artís
ticamente combinadas.
Dos misas de comunión hubo propiamente:
la de las sirvientas, a las 5 y 30, y la de las damas
de la Asociación, a las 6 y 30. Celebró ésta Mon
señor Salustiano Gómez Riaño. Pero bien puede
decirse que fué una comunión no interrumpida
desde las 5 y 30 hasta las 9, hora en que se
efectuó la misa solemne Pontifical.
Fue celebrante de ésta el Excelentísimo señor
Ntmdo, asistido por el M. I. doctor Zaldúa.
^^cspués del Evangelio ocupó la cátedra sagrada
el Bustrísimo y Reverendísimo señor Perdomo
y Arzobispo de Trajanópolis, quien ño obstante
l^^ll^íse bastante delicado, quiso rendirle ese
tnbuto a la Virgen de Don Bosco. L a oración
del señor Arzobispo fue breve, pero jugosa y
279 —
elocuentísima, plena de conceptos de alta teo
logía y de felices frases de acendrada piedad;
ima vez más puso de manifiesto la grande estima
en que tiene a la Institución Salesiana. El vasto
templo estaba literalmente lleno a rebosar.
L a música fué digna de la alta fama de ar
tistas que mer^idamente tienen ganada los
Salesianos.
L a conmovedora función de presentar los
niños a la Virgen se repitió varias veces durante
el día, pero la principal fue a las 2 p. m.
A las 4 en punto subió al púlpito el afamado
orador doctor León Ortiz y dio la Conferencia
reglamentaria a los Cooperadores Salesiauos.
Esbozó rápidamente la genial figura de Don
Bosco, enumeró algunas de sus obras, y se de
tuvo especialmente en dos, de ellas: las Misiones
entre infieles y los Lazaretos en nuestra patria.
Por la tarde, el sol había lucido y la noche
se mostraba esplendorosa. Tres bandas mili
tares ejecutaron una retreta de honor en el atrio
de la catedral, que fué como la introducción a
las funciones vespertinas. Consistieron estas
en el Rosario, el sermón, la Bendición y la Salve.
Terminó la función después de las 9 de la
noche, y la gente no acertaba a retirarse, como
si le doliera partirse del lado de Aquella que
sonriente y bendiciendo, parece prometer la
abundancia de sus dones sobre rodos los que la
invocan, sobre todos los que la honran.
Barcew na (España). — Profimdamente agra
decida a la protección de la Santísima Virgen
María Auxiliadora por haber devuelto la salud
a mi hermano, quien se encontraba atacado de
fuertes calenturas y con peligro de grave compli
cación, como tera¿ el facultativo, hago público
mi reconocimiento por medio del Boletín Salesiano,
y cumplo con mi promesa de mandar, a la vez,
una limosna de 25 pesetas para el culto de María
Auxiliadora y para los huerfanitos de Don Bosco.
Marta V inagre .
B aracaux ) Bilbao (España). — Encontrán
dose mi hijo enfermo, s^ún diagnóstico del mé
dico, por la intensidad de la fiebre y el fuerte dolor
de costado, se temía una pulmonía. En tan apu
rado trance, recurrí (X)U toda confianza a la que
es consuelo de las afligidos, María Auxiliadora,
ofreciéndole dos pesetas para su culto y publicar
la gracia en el Eco Salesiano. Fui atendido por
F,Ha, pues con asombro de todos al cuarto día
f
— 280 —
pudo abandonar la cama completamente bien;
en agradecimiento a tan buena Madre cmnplo lo
prometido.
E usebio A rraiz.
MAT A R O (España). — Apurado por encontrarme
a punto de rendir exámenes ante tribvmales ofi
ciales, recurrí a María Auxiliadora prometiendo
publicar la gracia.
Hoy, pasados los días de prueba y habiendo
sido escuchado, gustoso publico la gracia para
gloria de nuestra Madre y que sirva de animación
a cuantos se encuentren en casos semejantes.
h. J.
H uesca (España). — Muy agradecido a mi
buena Madre María Auxiliadora por librado de
una operación quirúrgica, le doy las gracias más
.sinceras y envío una limosna para la hermosa
obra de Don Bosco.
P etra R edondo.
IIuiCSCA (España). — El 7 de Marzo último
cayó una Ihija mía en un profimdo pozo con gran
peligro íde muerte. En aquel mismo instante re
currimos mi esposa y yo a María Auxiliadora y
salió ilesa.
A los pocos días, el 13 del mismo mes, cayó
gravemente enfermo de difteria un niño, hijo mío,
de tal modo que se agravaba por momentos y
creíamos verle morir en breve por asfixia. Recurri
mos de nuevo en tan críticos momentos a la San
tísima Virgen, y al instante nos dimos cuenta de
que mejoraba, y estamos completamente con
vencidos que sólo a su protección debe el niño el
haber podido vencer tan terrible enfennedad.
Hoy, lleno de reconocimiento por tan señalados
favores de María Auxiliadora, hago celebrar una
misa en acción de gracias y ruego se publiquen
para su mayor honra y gloria.
LEON R uperez .
Mendoza (Argentina). — Teniendo que some
terse un hijo mío a una delicadísima operación
quinirgica, recurrí en mi aflicción a la que es ver
dadero Auxilio de los Cristianos, pidiéndole me
salvara a mi hijo en este trance. Para más obli
garla, ofrecí mía pequeña limosna para las Misiones
Salosiam\s y publicar su favor en el BoUtin.
El enfenuo fué operado con toda facilidad. A
la vez que manifiesto mi. reconocimiento a la Madre
de Dios en su glorioso título de María Auxiliadora,
cuiiiplo gustosa lo prometido.
C. M. de H.
N kuquen (Argentina). — Margarita S. de Soldauo, en svt enfennedad acudió al auxilio potente
de la \'irgeu de Don Bosco, y al poco tiempo se
halló completamente mejorada. Bien persuadida
<iue lo debe exclusivamente a la bondad de María
Auxiliadora si hoy se halla buena, le rinde públic;is gracias y a la vez envía dos pesos de limosna
para la Obra Salesiana, como lo había prometido.
Margarita S. d e Soidano .
B uenos aires (Colombia). — Tenía a mi querido hijo Jenaro Peña víctima de im mal apoplé
tico, en el que nada consiguieren los facultativos
que lo trataron por mucho tiempo. Convencida
de que hada podía esperar del auxilio humano,
recurrí a la protección de la Virgen AuxÜiadora!
prometiendo si me lo sanaba, hacerlo cooperador
salesiano, publicar la gracia en
Boletín y enviar
una pequeña limosna.
Hoy que mi hijo se encuentra libre del mal,
que por t ^ t o tiempo lo molestó, cumplo lo que
ofrecí.
INES Vii,i,AMARiN Cooperadora.
E l C.^rmen (Colombia). — Gracias sean dadas
a María Auxiliadora por haber sanado a mi liija.
De la noche a la mañana se le desarrolló im grano
gangrenoso de mala catadura, que no pudieron
combatir los médicos con sus recetas.
Como continuara agravándose, recurrí a Marig
Auxiliadora, poniendo en sus manos la curación.
La Virgen Santísima no se hizo rogar mucho,
pues enseguida comenzó a decrecer y a poco desa
pareció el mal.
Como prometí publicar la gracia, lo hago guztoso, para que las personas que se encuentren en
tribulación, acudan a la que es Auxilio de los
Cristianos.
También envío una pequeña Hmosna.
TEOFILO R amírez - Cooperador.
S an Gil (Colombia). — Con destino al culto
de María Auxiliadora, Madre de los Cristianos
envío ima limosna, muy agradecida como le estoy
por habenue curado a mi esposo de enfennedad
que la ciencia humana no pudo combatir. Hoy
mi esposo está completamente bien.
¡Gracias, Madre mial
María G. d e Gómez.
L ebrija (Colombia). — El día 24 de Febrero
del corriente año apareció asesinado en su casa
de habitación, cercana a esta Ciudad, Eustaquio
Herrera, uno de los trabajadores en la hacienda
de mi padre que más se distinguía por sus buenas
maneras y hombría de bien. El más profundo
misterio cubría este atroz delito y se temía que
la muerte de este humilde trabajador quedára
impune.
Ante el inminente peligro de que no se descu
briera el autor del delito, recurrí, llena de dulce
confianza a María Auxiliadora, a quien invoqué
con todo fer\’or para que ilmuinara a las autori
dades y pudieran descubrir al asesino de Eustaquio,
ofreciéndole a la SS.ma Viigen publicar el favor
y mandar una limosna de cinco pesos oro para
las Misiones Salesiauas.
Prodigio sublime; favor admirable de la Celestial
Auxiliadora; cuando menos se pensó, la suegra
de Eustaquio, a quien se creía inocente, confiesa
con toda sencillez que élla había sido la única
responsable de la muerte de su hijo político, a
qnien degolló en el preciso momento en que este
dormía en su propia cama, después de haber
llegado de la ciudad de oir la santa mi<M.
— 28 i —
Agradecida por este singular favor de la ben
dita Madre de Dios, doy público testimonio y
envío los cinco pesos oro ofrecidos para las Misiones.
Adelaida P errano . T.
Pamplona (Colombia). — En Octubre del año
pasado me encontraba gravemente enfermo de
la garganta, en términos de no poder pasar ni el
agua; razón por la cual creí morir pronto. Dos
médicos que visité me dijeron que no sanaría, y
me aconsejaron que fuera a Panamá, donde tendría
más facilidad de medios para conseguir rma rela
tiva mejoría. Aunque a disgusto, me resolví a
realizar el sugeriraiento médico, si bien no tenía
ninguna esperanza en lo que me ordenaban.
Entonces invoqué con gran fervor el auxilio
de la Virgen del Venerable Don Bosco, ofrecién
dole publicar la grada de mi curación, y dar una
limosna para el sustento de los buerfanitos de las
Casas Salesianas.
No obstante que el mal siguiera su curso, nunca
desconfiaba del poderono auxilio de tan buena
Madre. En enero del presente año fui a Cúcuta,
en donde se me aplicó ima medecina en nombre
de María Auxiliadora, intensificando a la vez,
mi confianza en el poder de la celestial señora,
que no se hizo esperar, porque en modo singular
me vi en breve tiempo completamente curado.
Hoy, profundamente agradecido a la bondad
de María Auxiliadora y para animar a todos los
que sufren a recurrir a Ella, cimiplo mi promesa
y envío una limosna para las necesidades de la
Obra Salesiana y decir una misa en honor de la
que es Auxiho de los Cristianos.
CoRNELio F ernandez .
Silvia (Colombia). — Amado Padre Rinaldi:
Le remito im peso para que me haga el favor de
decir una misa en honor de nuestra buena Madre
María Atixiliadora, como acción de gracias por
algunos favores recibidos, principahnente el haber
librado de la muerte a una comadre y dos amigas,
las cuales se encontraron al borde del sepulcro,
especialmente la comadre, quien fué atacada por
varios males, en forma que partía el alma el verla
tan desmejorada y en peligro de dejar huérfanas
a tres tiernas niñas. Comenzada la novena, y des
pués de prometer la publicación de la gracia, si
se nos concedía por la intercesión de María Auxi
liadora, principió la mejoría, y hoy se hallan com—
pleíaTuente bien.
Eternamente agradecidas a la Sma. Virgen,
cuniT itTi la promesa hecha, enviando además una
litno.'uu para los huerfanitos de Don Bosco.
Ces .\R S uarez. - Decurión.
Mo.vtemorelos (Méjico). — En el mes de Junio
cuftr., 6 de gravedad una hemianita. Recurrí a
María -\uxiliadora para que, por intercesión del
Don Bosco me concediera la salud a la enfen::.t
F ul- :,la mi súplica, pero no cumplí mi promesa
•í® pv.' licar la gracia. En noriembre de 1922,
volvio a enfermar del mismo mal; arrepentida,
pedí perdón y ofrecí una limosna para los gastos
de Canonización del Venerable Don Bosco.
No se hizo esperar la gracia, pues mi henuaua
está completamente restablecida, y yo cumplo
gustosa mi promesa.
F elicia P.uias de Ballest .
Montemorelos (Méjico). — Estando la oindnd
en grandísimo peligro, deljido a la última revolu
ción, les prometí a las niñas que, si se encomen
daban a la protección de nuestro \*enerable Don
Bosco, ellas y sus familias no tendrían que sufrir
ni lo más mínimo; y que si obteníamos la gracia
la publicaríamos, dando además ima limosna
para los gastos de canonización del Venerable.
Gracias a Dios, ya pasó el peligro y lo hacemos
saber jubilosas al mundo salesiano.
Sor. Dolores H i;rtado .
MONTEtTDEO (Uruguay). — ¡Viva María Auxi
liadora y el V. Don Bosco! — Después de 35 años
que con perseverantes y continuas oraciones pedía
la converaión de un ser querido inmensamente
querido a mi corazón; la Auxiliadora de los Cris
tianos y el Venerable Don Bosco quisieron premiar
mi fe.
El-Señor visitó con ima enfermedad a la persona
por quien tanto rezaba, moviéndole el corazón
después de tantos años de obcecaimento, confesán
dose y comulgando con verdadera edificación.
Hago pública esta gracia, para que nos con
venzamos una vez más de que Dios siempre escu
cha, y que’el que pide con fe lo alcanza todo. Re
currid a María Auxiliadora y veréis que siempre
os oirá.
N. N.
U ruguay Mayo 31 de 1924.
Hallábame con una gran inflamación en la ro
dilla izquierda, de resultas de habérseme caído
un caballo sobre la pierna; y no queriendo acudir
a los médicos, por temor a una operación, que
parecía indispensable, recurrí a María Auxiliadora
ofreciendo decir mía misa en su altar y publicar
la gracia en el Boleiin Salesiano.
Desde el mismo día, comenzó a de.saparecer el
peligro, la inflamación se alejó algo de la rodilla
lo suficiente para poder hacer la cura sin peligro
de la articulación.
Agradecido a tan buena Madre, a la cual debootros muchos e importantes favores, le ruego me
perdone el haber demorado tanto la publicación
de esta gracia.
LUCIO M. P erdomo. S. S.
V illa de C ura (Venezuela). — Encontrándome
enfermo del cerebro por espacio de 16 años, acudí
a María Auxiliadora para que me curara, ofre
ciendo una limosna para su templo.
Hoy agradecido por haber recuperado mí salud,
hago públic» el milagro.
JESUS M. Esco V.
E l R ecreo (Venezuela). — Se hallaba en gra
vísimo estado mi hijo Carlos A. por haberse tragado
— 282 —
una pe(|iieña sortija. Invoqué a María Auxiliadora,
y mi hijo se lil)ró del terrible peligro que le ame
nazaba.
Agradecida a tan bondadosa Madre, hago públi
co el señalado favor.
A ntonia M. dk A i.varado .
C aracas (Venezuela). — Nuestra hija en re
ligión, vSor María del Rosario, a causa de un golpe
recil)ido hacía muchos años en el ojo derecho, se
le formó un tumor sobre el párpado. Fué some
tida a cuatro dolorosas operaciones cjuinlrgicas,
sin ningx'm resultado satisfactorio, pues el mal
reaparecía con más vehemencia cada vez. Ame
nazada de una quinta operación y sin esperanza
(le verla curada, acudimos en nuestra aflicción
a María Auxiliadora, prometiéndole una Misa
aquí en su Santuario de Caracas y hacer público
nuestra agradecimiento en el Boletín Salesiano.
Hecha tal promesa, en el acto vimos resuelto su
mal con una simple pomada aplicada a la parte
enferma De esta milagrasa curación damos fe
la Comunidad a que pertenece y sus padres y
hermanas que Armamos.
Deseamos que esta relación aliente a los enfennos, a invocar a nuestra Madre Auxiliadora,
([ue tan poderosa es eu el Corazón de su divino
Hijo.
R ama (Nicaragua). — 'Julián Picado, en la
grave enfermedad de sus áos liijos •recurrió con
fe y grande confianza a la intercesión de María
A\ixiliadora y esta buena Madre devolvió la salud
a los dos enfermos y la tranquilidad al hogar. In
finitamente agradecido a tanta bondad y miseri
cordia de la Sma. Virgen envía una ofrenda en
beneficio de los huerfanitos del Vble D. Bosco.
Cai,i,ao (Perú). — A principios del año perdió
mi esposo su colocación y durante cuatro meses
e.stuvo sin ocupación, con la agravante de hallarnos
si recursos. Recurrí a filaría Auxiliadora, y, a los
pocos días era repuesto cu su cargo, recibiendo
íntegros los haberes de los cuatro meses.
A fines del mismo año quedó de nuevo cesante,
pero la Virgen correspondió a nuestros megos.
De.spués caí yo enferma, efecto de im parto
difícil y del cual los médicos no dabiui esperanzas:
mas la.Virgen Auxiliadora, para quien no hay
imp<vsibles, me dió fuerzas y la resistencia nece.saria j>an\ que ttxlo se resolviera bien.
Diuuos rendidius gracias a tan buena filadrc y
cuvianutó una linuvuia para los huerfmiitos de
Don Bosco.
C lotii.dk dk MCX)RE.
Dan también gracias
a
María Auxiliadora.
liwsca (líspaña). Dña. Muría de Montero, del
pueblo de Callen por favor recibido y euvía limasna
para el culto de filaría Auxiliadora.
— Un cooperador salesiano jxjr haber alcan
zado una gracia, que publica gustoso.
Suriniftilo (Argemiua). — Dña. Luisa F. de
FalixS y fi[ña. Amalia F. de Buca agradecen viva
mente a María Auxiliadora varios favores reci
bidos y envían una limosna.
Cali (Colombia). — Miguel V. filercado Avala,
Manuel M. González, Jenaro Peña Villamarin',
Teresa Cuevas Vásquez, Mercedes Aragón de Lénis]
tributan sus agradecimientos a la bondad de filaría
Auxiliadora por varios beneficios que Ies dispensó
y envían una limosna en favor de la Obra Salesiana.
Carmen (Colombia). — Teófilo Ramírez, hace
publica su gratitud a la Siua. Virgen por un favor
que le otorgó y manda una ofrenda para los hucrfanitos del Vble. D. Bosco.
La Cumbre (Colombia). — Dña. Romelia V. de
Bergonzoli, agradecida a. María Auxiliadora por
varios favores que le otorgó, envía una ofrenda
de 5 pesos oro para las obras de Don Bosco.
Malo (Colombia). — Concepción C. de Domín
guez, por im espacial favor recibido de María
Auxiliadora envía mía ofrenda para su culto.
Silvia (Colombia). — Isaura V. de Chaves y
Josefina Velasco particularmente favorecidas por
María Auxiliadora, le tributan públicas gracias
y envían una limosna.
Los Sres. Cooperadores Salesianos. cum
pliendo los requisitos de costumbre, pueden
ganar Indulgencia plenaría:
El día que se inscriben en la Pia Unión.
2° Una vez al mes, a elección de cada cual.
30 Una vez al mes, asistiendo a la confe
rencia.
4*’ Asimismo, una vez al mes, el día en
que hagan el Ejercicio de la Buena Muerte.
5° El día que por primera vez se consa
gren al Sagrado Corazón de Jesús.
ó'’ Siempre que hagan Ejercicios Espiritua
les durante ocho días seguidos.
Además los siguientes días del mes de Ofínbre:
El 7 Ntra. Sra.del Rosario.
» I I L a Maternidad de María,
» 16 La Pureza de filaría.
También pueden ganar otras muchas iudul"
generas plenarias y parciales, y gozar de va
rios privilegios, como puede verse en el Re
glamento o « Cédula de admisión a la Pía
Unión », a la cual nos remitimos
ORIHUELA, (España). ^ Homenaje del Oratorio
Festivo de San Miguel a la Congregación Salesiana
eo su Cincuentenario.
En el Boletín del Abril pasado, conmemorando
el glorioso Cincuentenario de la aprobación de
las Constituciones Salesianas, encabezábamos el
artículo de fondo con las palabras « corona patrum
fila eonim i, que hoy recogemos gustosos para
dar a conocer algunos del los hermosos florones
que adornan la gloriosa corona del Venerable
Don Sosco.
Acaba de llegar a nuestra redacción el número
extraordinario que el Oratorio Festivo de Saii
Miguel, Orihuela, dedica como homenaje de ca
riño V gratitud a la Congregación Salesiana en su
Cincuentenario, entonando im himno al Padre
de la juventud, al Venerable Don Sosco de quien
se enorguillece llamarse hijo cariñoso.
Este Oratorio Festivo, hoy día floreciente, está
dirigido, no por los Salesianos precisamente, sino
por uno de sus liijos, por un sacerdote antiguo
alumno, que empapado en las enseñanzas de
Don Sosco, consagra sus energías y vida toda
para hacer de niños abandonados hombres de
provecho, dignos ciudadanos de la Patria e hijos
amantes de la Iglesia.
Cualquiera que haya seguido con atención los
trabajos y peripecias de ese antiguo aliumio. mo
delo, que derrama a manos llenas entre los niños
pobrecitos. las riquezas que atesoró en las Casas
de Don Bosco, no puede menos de regocijarse y
dar gracias a Dios, pensando que si todos los que
se fonnan en los colegios salesianos salieran con
U* convicciones y santos propósitos de ese ejem
plar sacerdote, pronto el mundo sería ima antesala
del paraíso y los hombres se amarían como ver
daderos hermanos.
Empezó a reunir medía docena de niños de
sarrapados en ima ermita de San Jliguel, muy
descuidada por cierto, y con abnegación y las
santa.^ industrias que inspira la caridad ha construide un edificio escuela donde se reúnen 130
alumnos de los más jx>bres para frecuentar las
cctvta ‘urnas y nocturnas, ensayar en la banda
de ::..>ica y escolania, y recibir lecciones de dioujo y ie armoniura.
Prciito empezará a funcionar también el inter
nado gr-.tuito y las escuelas de artes y oficios,
doné»; y-odrán muchos hacer el aprendizaje de un
arte y
y otros prepararse para el sacerdocio
o el '¿isterio.
!■ hombres se juzgan por sus obras como
JOS árh-.'.es p>or sus frutos, debemos concluir que
Don
fué uno de esos hombres grandes, fe*^*dos j--- dejan tras sí una siembra maravillosa
i É
que se desarrolla en mil formas produciendo obras
que son su mejor elogio y corona.
El Oratorio Festivo en su hermoso cauto de
cariño dice de Don Bosco:
« Este santo varón ha renovado la faz de la
tierra con sus colegios de pritucra y segunda en
señanza, con sus escuelas de artes y oficios, con
sus granjas ag^colas, con sus orfelinatos, con sus
misiones a tierra de infieles, con su simpática
obra de los Hijos de María para fomento y ayuda
de las vocaciones, con sus lecturas católicas, y
sobre todo, con su obra' genial, singularísima 3'
nunca bastante alabada: Los Oratorios Festivos.
jQué grande es la Congregación Salesiana! |Qué
figma más excelsa y simpática la de su Fundador! *
Y nosotros podríamos añadir que la gloria más
grande de Don Bosco, lo que más realza y engran
dece su figura son precisamente estos buenos exalmnnos de quienes se puede decir con toda verdad:
« corona patrum filii torum ».
SEVILLA (España), — Exposicióa profesional Salesiaaa.
En el Boletín de Junio anunciábamos la Exposi
ción Profesional Salesiana que preparaban nues
tras Escuelas de la inspectoría Bélica. Ansiosos
de poder comunicar algunos datos sobre el re.sultado, esperábamos los juicios de la prensa, que
hoy transmitimos a nuestros cooperadores y amigos
con complacencia.
Hablando de la misma. El Correo de Andalucía
dice:
El pasado sábado quedó inaugurada la intere
sante Exposición profesional que en sus Escuelas
de la Trinidad han organizatio los Reverendos
Padres Salesianos.
Asistieron a la inauguración el Reverendísimo
señor Arzobispo, don Alario de la Escosura en
representación de Sus Altezas, el presidente de la
Diputación D. José María López Copero, el señor
Peñalver en representación del alcalde, presidente
de la Audiencia don Galo Ponte, don Antonio
Izquierdo en representación del señor Comandante
de Marina y don Mariano Mota representando al
rector de la Universidad.
Permanecerá abierta la Exposición basta el
próximo día 6, pudiendo visitarse de nueve a doce
de la
y de cuatro a ocho de la tarde.
Se encuentra ítigtalaAa en el salón de actos de
la casa, figurando en ella los trabajos realizados
por los alumnos de las Casas de Cádiz, llrlálaga y
Sevilla.
Ha enviado cada taller lo mejor de los trabajos
ejecutados durante el año. encontrándose entre
los expuestos en las secciones de carpintería y me-
— 284 —
cánica verdaderas obras maestras que por su
acabada ejecución han sido la admiración de los
numerosos obreros que las han examinado. •
por los alumnos de Cádiz que obtuvo premio ex
traordinario en la Exposición obrera celebrada
en aquella población.
Sección de encuadernación.
Sección de sastrería.
Cada curso expone sus trabajos, desde los más
sencillos a los más complicados.
Presentan un magnífico misal de cuero repujado
que es una verdadera obra de arte y mía encua
demación hecha a imuio, sin plancha ni máquina,
de la que hacen los técnicos los mayores elogios.
Exponen también los distintos modelos de
encuademación que se hacen en la casa, comple
tando la instalación los diplomas obtenidos en
varias Exposiciones nacionales y extranjeras.
Es también muy notable la sección de pintura
en la que los jóvenes expositores muestran varios
apmites maravillosaanente ejecutados, descollando
varios paisajes del alumno Carlos Pérez Ventana,
que por su fijeza de línea y admirable entonación
están siendo justamente celebrados.
En la sección de sastrería se exponen trajes
para paisanos, abrigos, gabardinas, tmiformes de
militares y trajes para eclesiásticos.
También en esta sección se ofrecen escalonados
los trabajos, desde las primeras pimtadas ejecutadas
al ingresar en la sección hasta aquello.s que lequieren una larga práctica conseguida en los cinco
años de aprendizaje.
Sección de zapatería.
Se expone en esta sección toda clase de calzados,
desde la botina de becerro al zapato de tisú con
bordados de plata.
Llaman poderosamente la atención de los visi
tantes un zapato de tma sola pieza maravillosa
mente cosido y ribetado y la sección de calzado
para balón, en la que el más exigente deportista
puede hallar cuanto hoy se fabrica para esta clase
de deportes.
Se exponen los trabajos realizados por los alum
nos de los cinco cursos en que se divide la sección,
desde el pulimento y revestido de tacones a las
complicadas labores de cuero ejecutadas en los
últimos cursos.
Con los trabajos efectuados por cada curso se
exponen los libros para la enseñanza técnica e
interesantes dibujos para el estudio anatómico
del pie.
Los trabajos de aparado que presentan son
verdaderamente notable.s.
Sección de carpintería.
Es ésta la más completa de las instalaciones.
Se adminui en ella dc.sde los trabajos de enlace,
escuadra, cuñas, etcétera, ejecutados por los
alumnos de primer curso, a los muebles de lujo
maravillosamente trabajados por los alumnos del
último curso.
Exponen también una magnífica colección de
dibujos, pues a totlus estas enseñanzas precede
un curso de dibujo relacionado con el oficio a que
cada cual piense dtxlicarse.
Una puerta pequeña que expone el alumno
Fnuicisco Tunas fué ejecutada en veintiocho
horas.
Presentan toda clase de muebles, roperos, pa
ragüeros. cóiuodas, sillas, aparadores, y entre los
de lujo una magnífica mesa con incrustaciones
primorosamente trabajada por los alumnos de
esta capital y un elegante juguetero ejecutado
Sección de imprenta.
En la sección de imprenta exponen los alumnos
de Cádiz, Málaga y Sevilla gran número de im
presos, pólizas, tarjetas, recordatorias que en nada
desmerecen de los ejecutados por las casas más
afamadas.
Como curiosidad presentan la reproducción de
una fotografía del Palacio Real de Madrid hecha
con ceros, puntos, admiraciones, paréntesis, etc.
Llaman también la atención del visitante las
pruebas que sucesivamente hubo que realizar para
la impresión de una cartulina que se ofreció como
homenaje a Sus Majestades.
Sección de mecánica.
Se exponen en esta sección los trabajos de ajuste,
forja y maquinaria.
Dos lámparas de liierro forjado maravillosa
mente ejecutadas, un atril de artístico dibujo y
acabada ejecución y varios trabajos artísticos
que ponen de relieve la pericia de los jóvenes alum
nos.
Entre los muchos trabajos de la sección de uia(¡uinaria figura mi aparato conectador automático
ideado por uií alunmo.
La Biblioteca Solariaaa.
También tiene su instalación la Biblioteca
.\graria Solariana, figurando en ella los 117 vo
lúmenes hasta ahora publicados, en los que se
estudian y resuelven los problemas que afectan
a la agricultura, siguiendo los métodos indicados
por el afamado tratadista señor Solari.
Se publicó el primer volmnen, de esta intere
sante Biblioteca, que tantos beneficios ha repor
tado a la Agricultura española, en 1903, siendo
superior de esta residencia el Rvdo. Padre Ricaldone.
Figura también en la instalación mía magnífica
colección de abonos minerales. Esta Biblioteca
ha sido premiada en la Exposición Internacional
de Génova, en la Regional de Córdoba y en la de
Turin.
Calladamente, luchando imo y otro día con la
escasez de medios que les impide llevar a la práctica
sus generosas iniciativas, prosiguen los l ’adrcs
Salesianos su labor educadora, convirdendo od
seres útiles y beneficiosos para la sociedad a aquellos
niños que sin su auxilio quizás, no hubiese, recs*
— 28s —
bido otra educación que la que el arroyo les hu
biera facilitado.
De que no resultaron inútiles sus caritativos
esfuerzos es prueba elocuentísima la interesante
Exposición que dejamos reseñada.
NOVELDA (España). — Fiesta del Oratorio Festivo.
Es consolador ver como los Oratorios Festivos
se extienden por doquiera, ya sea por medio de
los Salesianos o de activos sacerdotes que liacen
de él uno de los centros de su apostolado.
También Novelda cuenta ya con el suyo, que
dirigen celosos sacerdotes con frutos abundantes
de bendición
Para coronar el mes de María Auxiliadora, inntaron a un P. Salesiano de Campello que preparó
a los uiños admirablemente para la comunión
general con im triduo muy concurrido.
El « Mensajero del Oratorio Festivo » escribe
a este propósito:
< Quince días antes del señalado para el triduo
el Oratorio estaba hecho im hormiguero: en los
ratos de descanso, antes y después de las horas
de la clase del Catecismo, en las comidas, por la
noche, en sueños, en las conversaciones todas,
lio se hablaba, no se hacía, no se pensaba ni veía
otra cosa que la celebración del solemne triduo
en honor a María Auxiliadora.
Los catequistas trabajaron incansables ador
nando el altar con abundancia de flores que en
el día de la fiesta convirtieron en jardín.
¡Cómo aprovecliaron los niños las pláticas del
predicador salesiano que, en- forma sencilla, les
mostró potente la protección de María Auxilia
dora y los desvelos de Don Bosco hacia la niñez.
Fruto de ellas son los propósitos que hacían los
pobres niños de obedecer a sus padres, a los cateÍHfs.as y de no ser ya ma'os.
Remate precioso de las fiestas fué la coinmiión
general de numerosos niños y la procesión que
despertó simpatías en la población y que para
algunos cristianos descuidados habrá sido el aldabadonazo de la gracia.
¡Bien por el Oratorio de Novelda! Por ese ca
mino -<c va directamente a la regeneración social
y religio-sa de la raza.
MEDELLÍN (Colombia). — Colocación de la pri*
iDera piedra de na nuevo templo a María Auxiliadora.
Con la solemnidad de ritos que se acostumbra
cu tales circunstancias se bendijo en Medellín
Colombia, la primera piedra del que será pronto
hermoso templo de Alaría Auxiliadora, üna pia
dosa y selecta concurrencia asistió a la ceremonia
que realizó el Exc.mo Sr. Arzobispo, y a conti
nuación dijo la ^fisa el Rdo. Padre Vespignaní,
'■ isitador salesiano en representación del Rector
Mayor.
La función no podía resultar más solemne ni
ttmmovedora. Dirigió la palabra a la concurrencia
de fieles el R. P. Cayetano Sarmiento, S. J. que
hizo im interesante estudio de lo que ^ el templo
Cató’...o Después de manifestar que el templo
cató-;-» es el epüc^o de los atributos de la Divi
nidad, (ionde se obra la maravilla de la santifica
ción de las almas y se siente la bondad del Dios
misericordioso, rico en perdonar, dijo que, no sólo
por estas razones el templo de María Auxiliadora
le llenaba de halagüeñas esperanza.s. sino porque
lo levantan los preclaros hijos de Don Bosco. Si
todo templo es lugar propicio para la educación
y principalmente del pueblo, aún más el templo
de los Padres Salesianos, los cuales por instituto
propio están consagrados a la educación del
pueblo. Gloriosa bandera arrancada oportuna y
gallardamente por el humilde hijo de Castelnuovo,
Don Bosco, a las astutas manos del socialismo:
la educación del pueblo.
TÜRÍN (Italia).— Solemne ordenación en la Ba
sílica de María Auxiliadora.
¡Qué vitalidad más exuberante manifiesta la
Obra de Don Bosco! En verdad que el corazón
salta de contento y a los. labios asoman frases de
gratitud hacia María Auxiliadora por la fecundidad
que dispensa a la Congregación Salesiana. El día
20 de julio asistimos a una ordenación de miembros
salesianos, numerosa cual nunca se vió desde la
fundación de la Obra ni en la Basílica de Valdocco
ni en otra ningunfl iglesia Salesiana. Cuatro horas
duró el acto religioso, desde las 6 a las lo de la
mañana.
No sólo el grande presbiterio se hallaba lleno
dé ordenandos sino también ima parte de la iglesia:
Nada :nenos que 30 eran los nuevos sacerdotes,
con 40 subdiáconos y 45 minoristas. ¡Cuánto go
zaría en el cielo nuestro Venerable Padre al ver
a tantos de sus hijos, 115, recibiendo órdenes
sagrados! ¡El, cuyo afán, único anhelo era formar
ministros del altar que fueran, a la vez. apóstoles
de los niños!
El Rdmo. Don Felipe Rinaldi no podía ocultar
la emoción que le dominaba, la sati.sfacción in
mensa que embargaba todo su ser. ¡Qué de cál
culos no haría al contemplar a tantos de .sus hijos
ya disponibles, preparados para reforzar las filas
salesianas y combatir las batallas del Señor!
También el Arzobispo de Turín, Dr. José Gamba,
alumno algún tiempo del Oratorio de Valdocco,
se mostraba satisfecho, sin dar muestra alguna
de cansancio.
Pasando por alto las lágrimas de algunos or
denandos, y los abrazos fraternos con los expresivos
ad muüos annos que se daban mutuamente, quiero
manifestar la impresión que me produjo im sa
cerdote inglés, hermano de uno de los Salesianos
que se ordenaron de misa.
¡Con cuánto interés seguía todas las cereraomas,
casi con m i^ o que le pasara por alto a su hermano
^igiina que pudiera desvirtuar su ordenación.
Apenas terminada la ordenación, allí mismo,
deUás del altar de María Auxiliadora se arrodilló
como im niño para que el nuevo sacerdote le diera
la bendición!
Si aquel acto me conmovió grandemente, sim
paticé con ellos sobremanera al saber que eran
hijos de mártires.
Su tnamá fué aiTojada de la casa de sus padres,
que eran protestantes, porque se ^ b ía h^lm
católica. Casó con im protestante, a qmen convirtió
— 286 —
a la verdaflera fe. A sus tres hijos los educó,
como sabe hacerlo mía madre profundamente
cristiana: dos son sacerdotes, párroco en Ingla
terra el mío y salesiano el otro; la hija es también
religiosa.
Ivos padre.s, parece que murieron a fuerza de
sufrimicnlos y vejámenes por parte de protestantes
fanáticos.
¡Qué Dios haga fecundo su apostolado!
porque a los pocos días de muerta su querida,
madre, cuando aim no se había cerrado casi su
sepulcro, pasaron por otra pena amarguísirua:
vieron morir a su buena hermana, la virtuosa
señora doña Soledad Martí-Codolar Pascual, Vda.
de Colom.
El Boletín Salesiano ruega a todos los Coopera
dores y amigos de la Obra de Don Bosco que
elevan xma oración al cielo por el descanso eterno
de las finadas.
Sr. D. Francisco Jiménez.
Exenta. Sr. Dña. Consuelo Pascual
Vda. de Martín Codolar.
En la granja de Horta Barcelona-España,
falleció el día de la Ascensión, santamente, la
Exma. Sra. Dña. Consuelo Pascual, Vda. de Marti
Codolar.
Fervorosísima devota de María Santísima Au
xiliadora, fué su vida un continuo aliento de amor
por esta buena Madre. A Ella se encomendaba
en todas sus aflicciones y necesidades, y la Virgen
la atendió siempre con las finezas de su cariño
maternal.
Frobada por la Divina Providencia con larga
enfermedad, que la tuvo jx>strada en el lecho del
dolor casi dos años, la soportó resignada y contenta.
Todos los días recibió la Sagrada Comunión con
inefable alegría de su alma.
El Venerable Juan Basco, a quien conoció per
sonalmente y haspedó en su granja cuando el
Venerable vino a Barcelona, en iS86. la di.stinguió
con particular afecto. Como preciada joya, guardó
hasta la muerte. Doña Consuelo, el rosario que
había usado el \'encrablc casi toda la vida, y que
éste le reguló, cuando fué, en compañía de su buen
esjxxso Don Euis (q. e. p. d). a visitarla en el Ora
torio de Valdtxxx) en Turín.
Su vida la empleó en el servicio de Dios. Su
muerte cílificante fué un vuelo de la tierra al cielo,
para unirse con júbilo .sempiterno a los bienaven
turados.
A su cadáver, amortajado con el hábito de las
Hijas de Muría Auxiliadora, le acompañaron a
re«.'ibir cristiana sepultura las higrimas de sus apemuUxs hijos y demás familia, y el dolor de numerosc»s amigos. (R. I. p.).
A sus cristianos hijos, nuestro doble pésame,
Los Salesianos de Cartago, Costa Rica, están
de luto por la muerte de nuestro gran amigo t
bienhechor D. Francisco Jiménez, a quienes todos
conocían con el nombre de Don Chico. Alma y
vida del Hospicio, como todo el mundo lo recono
cía, los hijos de Don Bosco lo consideran como el
Fundador de las Escuelas Talleres Salesianas de
, Cartago. Gran admirador de la Obra Salesiana,
puede decirse que su único anhelo fué el de ver
en la República a los hijos de Don Bosco, para lo
cual trabajó con tesón, venciendo no pocas difi
cultades.
Comenzó por traer a Cartago la imagen de María
Auxiliadora, que hoy se venera en su templo y
por fin pudo estrechar entre sus brazos a los pri
meros salesianos. Indecible es el gozo que expe
rimentó cuando vió que el Hospicio adquiría la
gloria de Escuela Profesional, título que solía
pregonar a los cuatro vientos, persuadido como
estaba de dar a su Patria un elemento de progreso
y de bienestar seguro.
Y tuvo la dicha se ver realizados sus deseos, lo
que fué, sin duda, uno de sus consuelos más grandes
en su lecho de muerte, en el que se vió rodeado
por los que él llamaba sus Salesianos, los cuales
tienen ya un monumento levantado a su menioria.
En la fachada de los hermosos talleres, que se
bendecirán dentro de poco, su nombre se osten
tará en letras de gratitud, para que sea bendecido
por las generaciones de niños y jóvenes que las
Escuelas Talleres formarán al trabajo, a la honra.iez y a la virtud.
Don Bosco, cuyo retrato campeaba en el salen
principal de Don Cinco, le habrá recibido en el
cielo como a un viejo amigo. Nosotros le seguiremos
bendiciendo y acompañando con nuestras plegarias
a su virtuosa consorte Dña Lela, Presidenta ac
tivísima de las beneméritas Cooperadoras.
R, I. P.
Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica; Gerente: GEM IX IA N O F E R R A R I.
E.stablec. l'ip. de la Sociedad Editora luternacional. — Corso Regina Margherita. N. 174 - TCRíN
^ o o i e ^t A .
k
d
i t r
i o
e
?
C o r s o R e g i n a M a r g h e r it a , 174 — T O R I N O (Italia)
F R A N e iS e O S Y f lR Y E L L O
Sacerdos, Philosophiae Professor in Seminario Salesiano apud Taurinenses
INSTITUTIONES PHILOSOPHIAE
I. C o m p le c te n s In tro d u c tio n e m
— Apud exteros: Libellae 14.
Pa r s
Pa r s
ad
p h ilo s o p h ia m
e t L o g ic a m :
Libellae lo.
II. M e ta p h y s íc a .
Vol. i . Complectens Metaphysicam generalem seu Ontologiam: L . 6. — Apud exteros:
V©b II. Complectens Metaphysicam specialem seu Cosmologiam, Pneumatologiam et
Theodiceam: L . 12. - Apud exteros: L. 15.
Pa r s
III. E t h ic a e t j u s n a tu ra eVol. I Complectens Ethicam: L. 5. — Apud exteros: L. 7.
Vol. II. Complectens Jus naturae : L . 15. — Apud exieros: L . 18.
H G R A TIU S « n Z Z E L L H
Archiepiscopus Tarentinus
PRAELECTIONES SCHOLASTICO-DOGMATICAE
BREVIORI CURSUI ACCOMODATAE
E D IT IO QUINTA R E C O G N IT A
E T AU CTA.
Vol. I. T r a c t a t u s d e v e r a R e lig io n e , d e S c n 'p tu r a , d e T r a d itio n e e t d e E c d e s ia
C h r is t i: L. 25. - Apud exteros: L. 30.
Vol. II. T r a c t a t u s de D e o U n o a c T r in o e t d e D eo C re a n te : L- i 5Apud exteros:
L 18.
Vol . III. T r a c t a t u s d e V e r b o In c a rn a to , d e G r a tia C h r is ti e t de V ir t u tib u s in fu sis: L. 15. — Apud exteros: L. 18.
Vol. IV. T r a c t a t u s de S a c r a m e n tis e t d e N o v is s im is : L- i 5- — Apud exteros: L. 18.
PETRUS RACCA.
T H E O L O G IA E M O R A L I S S Y N O P S I S . — Breve opus ex sapientissimis scriplorihus de
re morali eductum et ad normam novi Codicis Juris Canonici exaratum. — Vol. in*i6
pp. 700: L. 12,50. — Apud exieros: L. 15.
ÜE C E N S U R I S L A T A E S E N T E N T I A E quae in Códice Juris Canonici continentur
commentariolum digessit J ü ANNES C a v i g . o l i , Vol. Ín-16 p p . 1 7 0 : L. 3.75*
exteros: L. 4,50.
P S A L M O R U M L I B E R I- — Edidit signisque modernis auxit F. V a l e n t e
in-i6 pp. VIII-72: L . 3,50. — Apud exteros: 4.20.
M. I. Vol.
Editío est elegantissima novissimaque psalmorum, hebraica lingua concinuaia.
-ALOISIUS G R A M M A T IC A .
ATLAS G E O G R A P H I A E B I B L I C A ^ — Addita brevi notitia regionum. - 8 tabulae. Editio miñón L . 10. — Apud exieros: L. 12.
55i : > n r R i o ü
C o r s o R e g in a M a r g h e r it a , 174 - T O R I N O (Italia)
fl. P I S e E T T a et a . G B X N a R O
s. s.
T H E O L O G I A E M O R A L I S ELEMENTA
A D C O D IC EM JURIS CAN ON ICI E X A C T A
Jam edita sunt in ¡ucetn :
primum: De Theologlae Moralls Pundamentis. — i. De actibus humanis. - 2. De conscientia,
- 3. De legibus. - 4. De peccatis. Vol. in-i6, pp. CVII-404: L. 15. — Apud exteros: L. 18.
V olumen secundum : De obligationlbus erga Deum et n^s ipsos. — i. De virtutibus theologicis. •
2. De virtute religioiiis. - 3. De prudentia, fortitudine et teniperantia. Vol. in-i6, pp. X-630: L. ao.
— Apud exteros: L. 24.
V olumen tertium : De obligationlbus erga proximum. — 1. De justitia et jure. - 2. De iniiiriis et
restitutione. - 3. De contractibus. Vol. in-16, pp. XII-750: L. 25.— Apud exteros: 30.
VoLUMEM QUARTUM: De obllgatlonibus pecuüaribus et de poenis ecclesiasticís. — Vol. in-ifi
pp. XII-420: L. 15 .— Apud exieros: L . 18.
V olumen
Proxime edenda:
quintum ; De Sacramentis in genere et de quinqué primis Sacramentos in specie. —
De Sacramentis in genere. - 2 De Baptismo. - 3. De Confirmatione. - 4. De Eiicharistia. - 5. De
Pcenitentia. - 6. De Extrema Unctione.
V olumen skxtum : De Ordine et de Matrimonio.
V olumen .s e p t i m u m : De sexto et nono praecepto decalo^i; de usu matrimonii et de ratione servanda In sacramentorum administratione.
V olumen
I.
S. T H O M A E A Q U IN A T IS O P E R A
SUMMA THEOLOQICA diligenter emendata, De Rubeís, Billuart et aliorum notis selectís oinata, cti
accedunt septem locupletissimi indices, quorum unus est auctoritatum Sacrae Scripturae, alter qua^
stioiium, tertius renim omiiium praecipuarum, quartus dogmatum ad hodiernas haereses confutanda>.
quintos locorutn seu doctrinarum ad explicandas Epístolas et Evangelia Dominicarum et festorura
totius anni, sextus auctorunt quibus usus est D. Thomas, septimus locorum ad usum catechistarum. Accedit lexicón Scholasticorum verborum Josephi Zaniae Mellinii, quo explicantur verba
máxime iuusitata et locutiones praecipuae D. Thomae et aliorum Scholasticorum. 6 vol. in-8 ma.
Editio Taurinensis 1922 : L. 80, — Apud exteros: L. 96.
IN OMNES S. PAULI APOSTOLI EPISTOLAS COVIMENTARIA, cum índice rerum memorabilium.
2 vol. in-8 max. Editio Taurinensis emendatissima: L. 3 3 .— Apud exteros: L. 40.
CATENA AUREA IN QUATUOR EVANQELIA. — 2 vol. in-8 max. Editio Taurinensis emendatissinu.
L. 32.— Apud exteros: L. 39.
IN EVANGELIA S. MATTHAEl ET S. JOANNIS COMMENTARIA. — 2 vol. in-8 max. Editio Tanrinensis emendatissima: L. 32,— Apud exteros: L. 39.
SUM.MA CONTRA GENTILES, seu de veritate Catholicae Fidei. Editio Taurinensis emendatissima.
L. 12. — Apud exteros: L. 14,50.
QUAESTIONES DISPUTATAE ET QUAESTIONES DUODECIM QUODLIBETALES ad fidem optimamo
editionum diligenter refusae. Editio Taurinensis emendatissima : L. 45. — Apud exteros: L. 54-
R e d a c c ió n
y A d m in is t r a c ió n : V ía C o t t o le n g o , 3 2 - T U R Í N .
-
Texto
-
BOLETÍN SALESIANO
R E V IS T A DE L A S O B R A S DE D O N B O S C O
Año X X X IX .
SEPTIEM BRE 1924
Número 9.
Ex-MlaatooM d el Orfanotrofio Saleelaoo de M acea (Cblaa),
R ed acció n j A d m in ú tra c ió n : V ia C ottolen go N . 3 2 • T U R IN , 9 (Italia).
i
COOPERADORES SALESIANOS
O modo práctico p ara m oralizar la sociedad.
"Q Q ¡Q (ffj
S a le s / o n O jj
periódico eficial de las Obras y Misiones Salesiapas, que se enm
mensualniente a los Cooperadores Salesianos y a las Cooperadoras Salesianas, o sea a los que sostienen dichas Obras y Misiones.
lumdador de las Obras y Misiones Salesia -ias y de los Cooperadores
Salesianos es el Venerable Padre Don Juan Bosco (1815-1888) apóstol de la juventud y fundador
de la Pia Sociedad Salesiana y de las Hijas de María Auxiliadora.
Cooperadores
Salesianos.
La Unión de los Cooperadores Salesianos — como dice Don Bosco — no
crea vínculos de conciencia y por lo tanto pueden participar las familias
seglares y religiosas, y los institutos y Colegios, por mediación de sus
padres o Superiores.
Las condiciones establecidas por Don Bosco para ser inscriptos en la Unión de Cooperadores
oalesianos son:
^
1. Tener 16 años de edad.
2. Gozar de buena reputación religiosa y civil.
3. Kstar en grado de promover por sí mismo o por otros, con oraciones, ofertas, limosnas
o trabajos, las Obras de la Pía Sociedad Salesiana.
NB. — Los que desean inscribirse entre los Cooperadores y sobre todo aquellos que proponen
nuevos socios, reflexionen sobre la tercera de la^ condiciones, requerida por el Venerable Fmdador; es a saber: que puedan promover por si o por otros, con oraciones y limosnas — que
cjinpensen por lo menos el envío gratuito del « Boletín » — las Obras Salesianos.
Los pedidos de inscripción envíense directamente al Rector Mayor de los Salesianos, Cottolengo
32, Torino, 9 — Italia.
ICn el Cincuentenario de las Misiones Salesianas (1875-1925) recomen
damos a todos la celebración de Jornadas Misioneras a favor de las
de caridad.
Misiones Salesianas, para que se difundan con su conocimiento sus mu
chas necesidades —- extendiendo el marco de las simpatías y procurán
doles el apoyo de todos los buenos - Hs cierto que las Jornadas Misioneras no recogerán de
golpe la ayuda necesaria. Nuestros Misioneros j)iJen por ejemplo con insistencia diaria, géneros
y objetos para el sagrado ministerio, y principalmente telas, vestidos, calzados, para sus huér
fanos y neófitos, medicinas y mil otras cosas necesarias para el inicio de la vida civil de los nue
vos cristianos.
Obra grande
Indicamos pues, a las ( iisas de Comercio, esta grande obra de civilización y de fe, rogán
doles quieran enviar al Rector Mayor de los Salesianos Don F E L IP E R IN A L D I, Coft’' TORINO (9) - Italia, cuanto estimen oportuno dar a las Misiones Salesianas. El
Señor, i>or las fervorosas plegarias de los protegidos, bendecirá sus negocios proporciona
damente a su geuerosiilad.
Enofo de
Ruégase enviar las limosnas y ofertas directamente al Rmo. Rector
Mayor de los Salesianos, que es asimismo el Director General de la ■ .'nióa
ios ofertas.
de Cooperadores Salesianos y de las Cooperadoras Salesianas, con esta
dirección: Rmo. Sr. Don F E L IP E R IN A L D I - Oratorio 5 :?' s -í'! ’ '
CotUengo, 32 - TO R IN O (9) - Italia.
BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DÉ LAS OBRAS DE DON BOSCO
Año X X X IX .
SEPTIEM BRE 1924
Número 9.
Sumario: E l I X Congreso Internacional de los Cooperadores Salesianos. — Una de las plagas
más funestas de la edad moderns, son las malas lecturas. — Bibliografía. — ' E l Sepulcro de
San Esteban en Deitgemal. — D e nuestras Misiones. — Episodios de las Misiones. — La Obra
de Don Basco en Venezuela. — La nueva Superiora Ceneral de las H ijas de María Auxiliadora.
— Culto de María Auxiliadora. — Gracias de María Auxiliadora. — Tesoro espiritual. —
Por el mundo salesiano. — Los que mueren.
E l Cincuentenario de ¡os Misiones Saíesionas.
El II [OQii i SD Iflieiflíliiliil di! los [oopeiodoios Uimmen Enenos filies.
Los trabajos del magno Congreso, que ini
ciará sus sesiones el 4 del próximo Octubre,
prosiguen con entusiasmo y eficacia. L a Obra
de Don Bosco recogerá nuevos lauros y se
afianzará decididamente en la más grande de
les capitales latinas.
El fausto acontecimiento pues, será digna
mente celebrado en todas las esferas porque
la Obra de Don Bosco, en la Segunda Patria
de los Salesianos —r como dijera el Venerable
Fundador — ha tenido una influencia decisiva
en sus destinos religiosos y sociales. Desde
el Plata al Andes y del polo sur al trópico, el
espíritu de Don Bosco agita de entusiasmo y
gratitud la generosa República Argentina, que
se prei^ara a pagar su deuda de reconocimiento,
en unión de sus Hermanas de América, deu
doras como ella de tan señalado beneficio. El
corazón del amadisirao Rector Mayor Don Fe
lipe Rinaldi, está entre sus hijos del Plata,
dignamente representado por el Rmo. Don
José Vespignani; el Emmo. Cardenal Caglier©
y el Padre Santo Pió X I, derraman sus bendi
ciones sobre d Congreso, que recapitula un
triunfo de la Iglesia. Y como precediendo la
augusta palabra d d \"icario de Cristo, van
cruzando los mares, los auspidos y enhora
buenas de la alta jerarquía edesiástica. Es d
Cardenal Maffi que alude al grano de mostaza
convertido en árbol gigantesco; es d Cardenal
Tosí que recuerda la génesis de sus carino hada
Don Bosco y el lirio de edestial fragancia brotado
en el vergel salesiano, Domingo Savio, a quien
responde por providencial destino, el lirio de las
pampas patagónicas, Ceferino Namuncurá; es d
Cardenal Laurenti que proclama el triunfo uni
versal de la bandera de Don Bosco; es el Cardenal
Nasalli Rocca que tolo corde aplaude la ayuda
(¡ue la Sociedad Salesiana presta al emigrante
para que al abandonar las playas de la Patria,
no abandone juntamente la fe de sus padres;
es el.Cardenal Ivocatelli, testigo ocular, (lue
afirma ser superiores a todo elogio, la abne
gación, el celo, el apostolado de los Hijos de
Don Bosco... En estos dias en alas d d afecto
y del carino cruza los mares este coro de bendidones escoltando la voz del Maior Picro, del
Etnarca Supremo. Las plegarias y los votos
del mundo salesiano acompañan la acción y
las horas jubilosas de nuestros Hermanos de
América que al término de la primera generación,
pueden entonar el Tedeum de los triunfos y
levantar sus ojos al cielo, para exclamar con
íntima persuasión: * non nobis, Domine, non
nobis, sed nomini tuo da gloriam »; ¡Loado sea
Dios!, para volver luego sus miradas al San
tuario de María Auxiliadora, de donde salió
tanta gloria y a la tumba del Padre, el Venenerable Don Juan Bosco, que desde el cielo
en unión de los Misioneros, de los que vertieron
sudores y sangre, hace eco al jubiloso cantar de
sus Hijos, que agradecen la generosidad con
tinua de los beneméritos Cooperadores Sale
sianos. ¡He aquí
triunfo! ¡Honor a ellos!
—
2ÓO —
Un poco de historia.
No estará fuera de lugar para dar a conocer a
nuestros lectores la oportunidad e importancia
que puede tener este Congreso, hacer un poco de
historia.
El próximo año 1925, cúinplense los cincuenta
años del arribo de los primeros salesianos a tierra
argentina, enviados por Don Bosco.
El 14 de diciembre de 1875, diez valientes y
generosos soldados de la cruz pisaron por vez
primera suelo americano cumpliendo así el viejo
anhelo de su Padre y Fmidador, de extender su
Obra fuera de la patria de origen, abriéndole nuevos
horizontes en el fecundo apostolado de las Misiones.
Labor realizada.
Desde aq\iella fecha gloriosa para la Familia
Salesiatia hasta nuestros días, el grano de mostaza
que plantaron aquellos primeros apóstoles sale
sianos se ha ido desarrollando de una manera
prodigiosa, y hoy sus ramas bienhechoras dan
sombra benéfica a una grande extensión del suelo
argentino:
39 Centros de Misión
55 Internados
6ü Externados
80 Oratorios Festivos
9 Escuelas de Artes y Oficios
6 Escuelas de Agricultura
3 Hospitales
20 Batallones de Exploradores
sin contar otras obras de asistencia-moral y social
anexas a todos y a cada uno de los Institutos enu
merados.
« jlyoado sea el Señor! — Hoy que la misión con
fiada i>or el mismo Vble. Don Bosco a sus primeros
hijos, se halla cumplida, es justo, muy justo, que
uniéndonos en im solo abrazo todos los compK>nentes de la gran familia Salesiana festejemos este
trimifo de la Obra de Don Bosco, realizado gracias
a la generosidad nunca desmentida de los Coope
radores y Cooperadoras de la ArgeiüiiM.
Programa general del Congreso.
Adelantamos a modo de primicia algunas ideas
sobre el plan general y programa del IX Congreso
Internacional esbozado por el Relator General,
l ’bro. Esteban E. Paglicre. que ha merecido la
aprobación luiánime de la jimta Ejecutiva.
El programa abarca en toda su extensión la
obra del X'euerable Don Basco y puede dividirse
en cuatro secciones que serán cada una de ellas
objeto de meditado estudio de las sesiones privadas
que con anticipación fonnulará sobre ellas los
ccnsirfcríimA’s y resoluciones que serán propuestos
después a la aprobación de las Asambleas públicas
y solemnes.
E t 1* Sección se refiere a la parte más esencial
y más visible de la Obra de Don Bosco, nos refe
rimos a la educación de la juventud, que reviste
en la Obra de Don Bosco caracteres propios y
pecxiliares, de suerte que puede decirse con toda
verdad, como lo han reconocido los grandes peüagogos de Italia (Gentile y Credaro), de España
(Manjón), de Alemania (Forster), de la Argentina
(Rezzano), que hay una pedagogía de Don Bosco,
un sistema que le es propio, el sistema preventivo.
Asimismo forman parte del programa de Don
Bosco, la enseñanza profesional en las escuelas
de artes y oficios y la enseñanza de la agricultura
en sus colonias agrícolas, que tanto renombre al
canzaron aun en los países de misiones.
La 2* Sección se refiere a las misiones. El pro
grama las considera bajo sus dos aspectos distintos;
La misión realizada entre los inmigrantes, de
asistencia moral y religiosa para conservar su fe
y sus bttenas costumbres, tan fácilmente conmo
vidas al hallarse el inmigrante alejado de la familia,
de la Parroquia, de la Patria, en regiones extrañas,
teniendo que superar las dificultades descorazo
nantes que le crea el hallarse entre desconocidos,
con lengua y costtirabres que le son extrañas.
Y en segmido lugar las misiones entre los indí
genas, que la Obra de Don Bosco ha querido con
quistar para el Evangelio y para la Iglesia, con
aquellos medios que, como hemos dicho, le son tan
propios y característicos: es decir, con la educación
de la' niñez, para ir, por medio de los hijos, a los
padres, por medio del sistema preventivo, basado
en la razón y la caridad, y finalmente por medio de
las escuelas profesionales y de las colonias agrícolas.
No dudamos que las magnas sesiones del Con
greso estudiarán con espíritu verdaderamente
salesiano, todos los capítulos de estas dos primeras
secciones tan importantes y trascendentales y
que los oradores llamados a poner de relieve toda
la hermosura de estos principios educativos, sa
brán hacerlo con el entusiasmo y elocuencia que
éstos requieren.
Las otras dos secciones se refieren a la Buena
Prensa y la Acción Social Cristiana.
La Buena Prensa ha tenido para el Venerable
Don Bosco, dos grandes objetivos; por xma parte
el pueblo, al cual ha dedicado opúsculos entera
mente populares (las Lecturas católicas, las iBstorias de Italia y de la Iglesia); el segxmdo objetivo
fué la juventud: a ella dedicó su * Juventud ins
truida » qtie alcanzó muchos millares de ediciones
y varias obras didácticas de grande aceptación:
pero principahuente quiso que se expurgaraji los
clásicos latinos e italianos, para que al ponerlos
en manos de la juventud pudieran éstos aprender
la hennosura de la forma clásica sin el peligro de
encontrares con las crudeces del paganismo que
turbaran su inocencia.
La última sección se refiere a la Acción Sodal.
En realidad, toda la Obra de Don Bosco tiene
un carácter eminentemente social; su método, sus
escuelas de artes y oficios, sus escuelas de agricul
tura, las obras post-escolares y mayormente sus
oratorios festivos, tienen im carácter tan sodal,
tan propios de los tiempos que corremos, que no
es posible desconocerlos, sin cerrar los ojos a la luz
pero la obra sodal por excelencia, inspirada SJn
duda por la Providencia al Santo Fundador d»
siglo pasado, será siempre la asociación de la®
Cooperadores Salesianos, que al formar casi coen®
nna tercera orden, abarcan en su caridad toda
la acción sodal a favor de la niñez y de la sociedad-
— z6i —
loa ie las plagas is Mesías ie la ePad ifleipa,
sod las lalas
ttas.
« Comencé a perder los buenos principios
coa leer una novela » P ru d h ó n .
No hay quien no reconozca que desde la ca
tástrofe paradisíaca el mundo siempre es el
mismo en su espíritu y tendencias. Basta hojear
la literatura de todos los pueblos, que es el fiel
reflejo en su conjunto de la vida y costumbres
de la humanidad en distintas épocas, para
convencerse plenamente de esta verdad.
Queriendo Tácito en su época, y escojo este
escritor entre ciento, dar a conocer el mundo
en que vivía, escribió esta frase famosa: « co
rromper y ser corrompido, eso llámase mundo ».
Pero si en el fondo, en el espíritu y tenden,
das, el mundo fué igual en todos los tiemposno lo fué, sin embargo, en sus modalidades y,
manifestaciones.
En otras épocas, escribe el P. Weiss, el mundo
velaba su verdadero carácter bajo ciertas apa
riencias de honradez y de sinceridad. Actual
mente, ni siquiera mira eso como necesario.
Arroja cada vez con más descaro el antifaz, y
ofrece sus planes a luz del día, enarbolando el
procaz estandarte que lleva escritas como em
blema glorioso: la concupiscencia de la -carne,
la concupiscencia de los ojos, la soberbia de la
vida.
I/)s paganos al menos prohibían como vene
nosas las malas lecturas. Tanto en Grecia como
en Roma, los libros contrarios a las buenas
costumbres eran proscriptos. Los griegos hi
rieron quemar las obras de Epicuro. Los es
partanos proscribieron los escritos de Pitágoras.
El Emperador Augusto desterró a Ovidio por
causa de sus obras licenciosas, y el Senado
romano llegó a expulsar varias veces de la’ ciudad
a cater\*as de filósofos porque, decían los ma
gistrados, pervertían con sus falaces teorías
fas inteligencias de los jóvenes y corrompían
sos corazones.
Hoy, en cambio, en estos tiempos de luces
y progreso, la generalidad de los hombres de
estado, de los directores de los pueblos no pa
dece de escrúpulos morales; y como para dios
el pt-'asamiento no delinque y todos los males
se Curan con hartura de libertad, de ahí que
proclamen comó ima de las más gloriosas conqui.'tas modernas la libertad de pensamiento
y
imprenta que tantos estragos causan en
todr í los órdenes de la vida, y en consecuencia,
no - :1o no persigan a los fóragidos de la pluma,
mái funestos que los salteadores de caminos,
sino que les honran con su amistad, les favore-
cen y apoyan con toda su autoridad en la siem
bra de sus ponzoñosas doctrinas y produciones,
hasta el punto, como hemos visto hace poco
’con asombro, en una de las grandes naciones
modernas, de concederla los sobres de la corres
pondencia privada para que sir\'an de carteles
de anuncio de sus obras inmorales, pornográ
ficas.
No negaremos que en todos los tiempos el
hombre ha abusado de los hermosos frutos de
la inteligencia, de los inventos, para hacer mal
a sus semejantes; pero jamás su desvario, el
odio satánico le arrastró a los extremos de
nuestros días. ¿Cuándo como ahora se ha visto
a un ejército de emisarios del infierno, de es
critores malvados mojar con tan perversa in
tención sus plumas en hediondos basureros
para destilar odios e inocular mortal veneno
en las almas inocentes; trabajar con febril acti
vidad, digna de mejor causa, para lanzar dia
riamente al mercado un diluvio de hojas fan
gosas que infestan el ambiente, corrompen las
inteligencias, degradan los caracteres y malean
los corazones?
Sin considerar los males que causan los tea
tros, cines y otros mil medios inspirados por
el cielo para solazar y moralizar a los hombres
reflexionemos sobre la imprenta, esa mara
villosa y fecunda invención con que el Señor
enriqueció a la humanidad, respondiendo a un
nuevo rasgo de su próvido amor. Destinada a
servicio de la probidad, de la inteligencia, de
la verdad y de la virtud, a ser un poderoso
elemento para la gloria de Dios, el florecimiento
de la religión, el progreso de las buenas costum
bres y a fomentar cuanto de bueno y útil pu
diera favorecer a la humanidad, motivo por
el cual la Iglesia, el Papa saludó su aparición
con sumo regocijo, hoy ese bien de Dios, en
manos de la corrupción, del error, del odio y
de todas las demás miserias humanas se trueca
en escuela de perdición, en monstruo infernal
todo lo desquicia, altera y conftmde lo inunda
y asóla con gigantesca ola de cieno que ame
naza acabar con lo que de más noble y santo
encierra el cxirazón del hombre: diríase que su
misión, semejante a las tempestades del simún
en el Sahara, es llevar el espanto, trastorno y
la muerte a todas partes.
De este modo la imprenta que debiera ser
antorcha se convierte en tea; de cordial, en
—
tósigo; de mensajera de verdad, en vehículo de
error y de calumnia; de escuela, templo de vir
tudes, en antro de corrupción, en cátedra del
crimen.
Y sor su medio, la literatura con'crudo rea
lismo, siembra de ruinas morales los más floridos
vergeles de la sociedad: almas cándidas como
escribía un sabio obispo, corazones lozanos,
con la pureza y lozanía de la inocencia, encantos
del hogar, bellos adornos del mundo en que se
movían, tomaron por desgracia un libro o un
diario, asquerosos papeluchos que como la pez
contaminan a quien los toca; y luego sintieron
obscurecerse la inteligencia con los densos va
pores que, del limo del viejo Adán, surgían a
la fascinadora voz de la serpiente, oculta entre
las hojas, prometiéndo hacerles como dioses
sabedores del bien y del mal, si comían de
aquel fruto. Comieron una y otra vez, y la con
ciencia perdió su delicadeza, el corazón su
candor, el espíritu cortó su vuelo por las alturas,
y aíiuellas almas ya no vivieron más que
la vida de la imaginación exaltada, cada vez
más embriagada por la sed de nuevas emo
ciones.
Y no hay que maravillarse de estos efectos
desastrosos, de los estragos que en la juventud
causan las malas lecturas; porque si, como
dice San Pablo: « Las malas conversaciones
corrompen las costumbres » ¿qué no hará el
libro impío, el folleto inmundo, la novela obsce
na compañeros de toda hora? ¿Cómo es posi
ble que lio dañe su vida el que se alimenta de
vilezas y de ponzoña?
Con satánico artificio se ^»a matando en el
ánimo de los lectores el horror que los crímenes
más nauseabundos inspiran, y a fuerza de ex
citar la sensibilidad, de disculpar la ignominia
y de inculcar el espíritu romántico llegan no
sólo a marchitar el encanto de las almas juve
niles, a marchitar su pudor y raer con el detritus
que deja su lascivia el sentimiento moral, sino
a determinar esa desgracia que acongojan a la
humanidad los crímenes que cubren de luto e
ignominia a numerosas familias.
No hace dos años todavía que la prensa de
Roma se ocujh S de la muerte de un muchacho,
hijo de \m coronel del ejército, suicida a los 12
años.
Como no supieran explicarse el hecho, dada
su temprana etíad, atribuyeron la muerte al
terror de los exámenes.
K1 desgraciado padre, sobreponiéndose a la
tortura del corazón y venciendo la repugnancia
natural, quiso aclarar el hecho, para cargar
la responsabilidad a los desaprensivos autores,
que movieron la voluntad de su pequeño a
tomar una resolución tan fatal.
2Ó2
—
« L a causa de la desgracia, escribía en una
carta al director d e l« Corriere d’Italia », es bien
distinta de la invocada por la prensa. La causa
está en el libro malo.
Por cierto que quien no ha conocido a mi
pobre Julio, se ha basado en el hecho, creyendo
que acabó por vulgar suicidio sus días: los que
lo trataron, teniendo en cuenta la despreocu
pación y jovialidad del finado, no han de prestar
fe a la versión de los diarios.
No, señor Director, mi pequeño no temía
los exámenes que hubiera rendido con feliz
éxito, ni tampoco le traían apenados otros
disgustos, no compatibles con su poca edad.
Mi hijo fué víctima de libros perversos, que
escritores y editores sin escrúpulos hacen cir
cular entre niños y jóvenes.
V. comprenderá que si un muchacho se apa
siona por las emocionantes aventuras de otros
muchachos, su fantasía se enciende de tal ma
nera que le impele a imitarlos, en la creenciade que le será posible y fácil salir airoso de
cualquier peligro, porque a lo último, cuando
el trance es más apurado, siempre oportuna
mente se presenta un salvador.
Entonces la verdadera causa del suicidio se
presenta ante la mente, de muy distinto modo,
que la de discípulo poco aplicado o de prema
turo desiluso.
Mi hijo era de ánimo varonil, despreciaba
cualquier peligro y, de vivir, hubiera resultado
un valiente soldado; mientras que así, acabó
de una manera tan estúpida como infeliz... por
la exaltación morbosa causada por la lectura
de libros, que inútilmente he tratado de im
pedir. Sus astucias vencieron mi vigilancia.
Escritores y publicistas en posesión del sentir
psicológico de educadores, armaos de santo
azote y azotad, sin lástima, hasta sacar sangre
a todos aquellos que por vulgar especulación
arruinan nuestra niñez y juventud.
Os lo suplica el corazón lacerado de un padre
para siempre infeliz.
Perdone la molestia señor Director.
De V. ato SS. G.e Cagno, Coronel de infan
tería retirado».
*
*
*
*
Cada época tiene sus necesidades y sus medios
especiales de satisfacerlas; en la nuestra es
una necesidad la lectura. Por todas partes
gobiernos y sociedades privadas se esfuerzan
por generalizar la cultura y disminuir el número
de analfabetos, lo cual merece alabanzas y la
gratitud de la humanidad. Solo que de ordinario
acontece, tal vez sin pensar en ello, que con
la instrucción se crea la necesidad el hambre
-
—
2Ó 3
de la lectura y no nos cuidamos de satisfacerla
con la verdadera doctrina, dejando que la cu
riosidad se cebe en alimentos malsanos y coiTompidos con que por doquiera, brindan
critores malvados, sin dignidad ni conciencia,
lo que
una crueldad.
Antes que permitir que las •malas lecturas
amontonen ruinas dolorosas, perturben las
conciencias y siembren una semilla desastrosa,
cuyos frutos matan la fe en muchos, trastornan
—
corazón y a la conciencia; si es un ángel de luz
que con su resplandeciente mirada arroja lejos
de si las tinieblas de la ignorancia, no es menos
cierto que las malas lecturas son enemigos do
mésticos de pernicioso influjo, venenos más
desastrosos que la morfina, cocaina y todos los
alcaloides que degeneran la raza y convierten
en idiotas a los hombres, son más funestos que
las malas compañías, más eficaces que el mismo
demonio para pervertir los corazones.
A lu tn o o B I tc e n cla d o a e l «ño p a s a d o e n la E s c u e la a p í c o l a d e B e lt s e m a L
hasta las nociones de lo bueno, de lo verdadero,
de lo honesto y ocasionan la eterna perdición
de muchas almas incautas, sería preferible que
la mayor parte de los hombres permanecieran
analfabetos, pues hasta el mismo Rousseau,
en un momento de remordimiento o de fran
queza, decía que hubiese deseado que la mayor
parte de los escritores de su tiempo estuvieran
ociosos, j)orque entonces las costumbres serían
más puras y la sociedad más feliz.
El hombre es hijo de la lectura *, decía el
insigne Aparisi, y nunca con mayor razón que
hoy se puede afirmar que la lectura hace que
el c>irazón sea bueno o malo. Nadie hay^ que no
reconozca, examinando el fondo de su conciencia,
que hubiera sido muy otro,, si no hubiera leído
tal o cual obra.
Si ios buenos libros son como el rodo que
refresca el ardor de las pasiones, un mensajero
de la verdad que habla a la inteligencia, al
Es muy difícil, por no decir imposible, pre
valecer contra su influjo. El gran filósofo Balines,
dotado de una fuerza de espíritu poco común,
decía de si mismo: ♦ ¡De sobra sabéis cuán
arraigados están en mí los sentimientos y las
doctrinas ortodoxas! Pues bien, jamás se me
ocurre hacer uso de un libro prohibido sin que
sienta al punto la necesidad de fortalecerme
con la lectura de la Biblia, del Kcmpis o de
Luis de Granada. ¿Qué ha de sucederle a esa
juventud insensata que se atreve a leerlo todo
sin preservativo y sin experiencia? Solo esa
idea me llena de terror ».
Con\riene, por tanto, suplir almenes la inexpe
riencia de niños jóvenes con nuestra vigilancia
y consejo. Los padres de familia y directores
de colegio deben convencerse de que los hijos
v educandos no son mejores de lo que los hace
la ocasión, y cuántos jóvenes han encontrado
su ruina en una mala lectura, cuántos corazones
— 264 eran puros antes de repasar un mal libro 3quedaron manchados después! La novela es
pecialmente tiene maravilloso poder de suges
tionar y de ella se sirven desgraciadamente los
enemigos de las buenas costumbres para causar
estragos en la moralidad de la juventud.
Si los padres de familia reflexionasen seria
mente sobre los daños que la literatura porno
gráfica, so pretexto de cultura literaria y for
mación artística, causan en las almas de sus
hijos, vigilarían con mayor solicitud sus lecturas,
evitándose amargos pesares y tremendos res
ponsabilidades ante Dios. Porque lo que se ha
bebido en esas fuentes envenenadas trasciende
a todas las etapas de la existencia y se deja
sentir en todas las manifestaciones de la acti
vidad humana: pues asimilado el veneno, circula
como la sangre por todos los vasos entra en
todas las corrientes de la vida.
Donde entra la serpiente de la mala prensa
se acabó el paraíso porque este taimado reptil
destila en forma de tinta el virus que lleva el
tósigo a la inteligencia y la muerte al córazón.
Cuántas familias cristianas que educaron
santamente en el temor de Dios a sus hijos,
que ángeles de la tierra eran la alegría y gloria
de sus casas, contemplaron un día, mudos de
espanto, que los ángeles perdían sus alas, y en
lugar de remontarse por el cielo azul de las
virtudes, comenzaban a revolcarse en el cieno
de los vicios más degradantes.
;A qué se debe cambio tan inesperado? ¿Cómo
de la noche a la mañana se encuentran con la
inocencia de sus amados hijos hecha girones,
el pecho desgarrado por los remordimientos,
envenenada una vida tan dulce, tronchadas
los alas del corazón y carcomida el alma, en
venenada una vida tan dulce, tronchada por
la polilla de la indiferencia, que pronto se con
vertirá en impiedad?
¿Quién ha ajado la cándida y fragante azu
cena de su inocencia y apagado los tranquilos
encantadores destellos de su fe?
Preguntádselo a las novelas obscenas, folletos
inmundos y libros impíos que cual áspides
venenosos tácitos y cautelosos, arrastrándose
sin ser vistos y burlando la vigilancia de los
padres han penetrado en el apartado y recón
dito santuario de la inocencia y allí, a solas y
sin testigos, afilado el envenenado aguijón han
acometido a las inocentes víctimas, que descui
dados dormían, y mordiéndoles a mansalva
los han dejado heridos de muerte.
Como la asquerosa babosa o el vil gusano
destroza o marchita las más hermosas flores
del invernadero así las malas lecturas desfloran
los hermosos lirios que el Jardinero celeste
plantó en el hogar de la familia cristiana.
♦ *
No está en nuestras manos el impedir la
libre circulación de las hojas envenenadas que
matan las almas; pero podemos neutralikr
, sus efectos y contrarrestar el daño con la difu
sión de sanas lecturas, dando al pueblo el pan
cotidiano de la doctrina que nutre la inteligencia
y sostiene la vida de la fe.
Siguiendo las enseñanzas de nuestro Patrono
y Patrón de la prensa, San Francisco de Sales,
que oponía a la mala la buena prensa; y a Don
Bosco que decía que el principal vehículo del
vició, puede igualmente serlo de la virtud v
del bien, los Salesianos nos esforzamos por
medio de las Lecturas Católicas, el teatro moralizador, el Boletín Salesiano y otras cien produciones literarias en inmunizar el ambiente en
las Casas de nuestros Cooperadores, Antiguos
Alumnos, amigos....
Pero es necesario que ellos correspondan y
apoy^en nuestros esfuerzos y buenos deseos, no
dejando que estas revistas se las coman por lo¿
rincones la polilla o las ratones.
A este propósito, no estará fuera de lugar que
a nuestros' lectores se les dé a conocer el juicio
que del Boletín Salesiano, hacía en uno de los
grandes rotativos italianos un conocido hombre
público e insigne escritor en el mes de Diciembre:
Boletín Salesiano.
« Es la revista mensual de las Obras y Misio
nes de Don Bosco para los Cooperadores, v^e
publica en Turín en varias lenguas y se difunde
por el mundo entero.
No creo que tenga muchos lectores laicos.
Y , sin embargo, ninguna publicación merecería,
como ésta, seguirse atentamente por aquellos
que todavía dudan de la eficacia educadora
de los religiosos. Por otra parte, todos aquello?
que se interesan por los problemas de elevación
física y moral, de la infancia y de la suerte de
la escuela primaria, debieran detenerse sobre
las páginas de este Boletín y meditar sobre los
extraordinarios resultados, casi milagrosos, que
nos refiere en cada página.
Don Bosco ya. nos había habituado a las
cosas extraordinarias: no cabe todavía en nues
tras mentes cómo un hombre solo, en su hu
mildad, haya p>odido, en espacio de pocos años,
redimir a tantos miles de niños y crear en Italia
y fuera de Italia, numerosas escuelas de letras,
agrícolas y de artes.
Pero el ímpetu de aquella alma perdura
todaWa, después de su muerte: sus hijos, sus
seguidores que aumentan a ojos \Tstas, conti*
—
2Ó5
núan su obra como si él estuviera presente,
\ivo. La llama de vida que él encendió, pasa
a través de las generaciones que se suceden,
sin oscilar, adquiriendo mayor luz y calor.
Y el milagro continúa. L a América está y a
compenetrada con la Obra de Don Bosco y
ahora le toca el tum o a su vez, al vasto conti
nente asiático. Las guerras civiles que no se
dan tregua en China, donde los hombres no
pensando más que en matarse mutuamente,
no se preocupan de los niños, que dejan aban
donados; tras de los horrores de la muerte pasan
los Salesianos que recogen a los niños a quienes
alimentan y educan.
Los episodios de esta lucha entre el bien y
el mal, la vida y la muerte, entre las tinieblas
y la luz, nos lo dan a conocer las páginas del
Boletín y no se pue'den leer sin emoción. He
aquí una lectura que debiera propagarse en
las escuelas.
Avanzando en aquellas regiones, cerradas
a todo soplo de civilización, los misioneros Sa
lesianos se encuentran con frecuencia con núcleos
de bárbaros que ponen en peligro sus vidas,
que alguna vez seUa el martirio. Pero todos
ellos están llenos de amor, al cual se rinden,
más o menos pronto, los ánimos más duros y
reacios; la mayoría de las veces vence la ca
ridad, y abnegación cristiana, y los niños sal
vajes se reúnen al derredor de los misioneros
quienes en poco tiempo mudan su condición
haciéndoles más humanos y tratables. ¿Cómo
obran estos cambios sobre los niños? ¿Qué
clase de psicología practican y de qué principios
científicos y filosóficos se sirven?
Preguntas legítimas para un educador laico,
pero que no tiene razón de ser para el educador
cristiano, el cual busca las almas, porque tiene
sed de ellas y esta sed tiene su origen en la fe.
Don Bosco la tuvo en grado supremo y la tienen
sus cooperadores en el tiempo y en el espacio.
Los católicos laicos podemos saturar nuestras
almas en el ambiente humanitario y religioso
que respiran estas publicaciones católicas por
lo cual no deben faltar en nuestras casas re
vistas como el Boletín Salesiano *.
* Dada la condición de los tiempos, Nós juzgamos