-
extracted text
-
BOLETÍN SALESIANO
R E V IST A DE LA S O B R A S D E DON B O S C O
Año XLI,
AG O STO . 1926
Número 8.
Tarín (Italia) — Exposición Misionera: Miúóo dd Cbáco Parajaayo (Sala IX).
R E D A C aO N Y A D M IN IST R A aÓ N : VIA COTTOLENGO. 32 - TURÍN atalia)
LECTURAS
M ISIONERAS.
Recomendamos vivamente a nuestros lectores un libro titulado
FLO R ECILLAS
SILV E STR E S
publicado por el Misionero Salesiano M ayorino B orgatello en el cual con sencillez encan
tadora se narran las vidas ejemplares y las muertes edificantes de más de ly jovencitos de
ambos sexos, por él instruidos y asistidos, pertenecientes todos a las razas indígenas hasta
hace poco salvajes de la Tierra del Puego y Archipiélago Magallánico.
Conmueve hasta las lágrimas su lectura que hace ver como las más elevadas cimas de
la santidad, y las finezas mas exquisitas del amor de Jesús y de María se hacen accesibles
a individuos, a quienes la hinchada ciencia moderna no tenia reparo en presentar como la
raza mas abyecta de caníbales incapaces de toda civilización. ¡Cómo resplandece en esta
transfiguración inefable la potencialidad divina de la religión cristiana!
El libro, con hermosa cubierta, con abundancia de interesantísimas fotografías, consta de
más de lyo páginas y constituye un precioso regalo para jóvenes de ambos sexos. No du
damos que su lectura ha de hacer un gran bien y ha de animar a muchos niños y jóvenes
de las Naciones civilizadas a emular los ejemplos de estos privilegiados indiecitos que tan
bien supieron aprovechar el llamamiento de la gracia.
Por el abundante tiraje y porque se concede a precio de coste, como folleto de propa
ganda misionera, resulta muy barato pues solo cuesta tres ¡iras italianas. Los pedidos pueden
dirigirse al autor. Oratorio Salesiano - Via Cottolengo, 52, Turin (Italia), o a la Casa Salesiana más próxima.
BOLETÍN SALESIANO
R E V IST A D E LA S O B R A S D E D O N B O S C O
Año XLI.
A G O STO , 1926
Número 8.
SUM ARIO: El X Congreso Infernacional de los Cooperadores Salesianos. — Una visita a la
Exposición Misionera. — El primer Cardenal Salesiano (In memoriam, conclusión). — Culto de
María Auxiliadora: La Virgen de Don Bosco. - La Fiesta de María Auxiliadora. - Gracias. —
Por el mundo Salesiano: Buenos Aires. - Sección de Antiguos Alumnos. — Los que mueren.
EL X" C O N G R E S O
IN T E R N A C IO N A L
de los Cooperadores Salesianos
Turín, 25-27 mayo 1926,
Días de febril actividad en el Oratorio
de Turín los últimos días de mayo. La Ex
posición Misionera recién inaugurada que
se va completando en sus detalles y que es
visitada por una muchedumbre que varios
días sobrepuja las lo.ooo personas; la so
lemnísima Novena y Fiesta de María Auxi
liadora, que con la afluencia de fieles y pere
grinos, con el número extraordinario de con
fesiones y comuniones, con el sucederse sin
interrupción de solemnísimas funciones, pa
recería tener que agotar la actividad de todos,
y, como si esto no bastara, el Congreso In
ternacional de Cooperadores con sus sesiones
privadas y públicas, con afluencia de foras
teros, con varios Sres. Obispos que se alojan
en la Casa Salesiana y todo se desarrolla or
denadamente, con entusiasmo, con solemni
dad, con éxito consolador. «¡Trabajo, tra
bajo!' había recomendado el Vble. Don
Bosco a sus hijos en el lecho de muerte y
doquiera, con la protección de Dios y de
María Auxiliadora, la Congregación Sale
siana es admirada y bendecida por su multi
forme actividad para extender el Reino de
Dios y procurar la salvación de las almas.
* El Congreso de los Cooperadores Sale
sianos, decía «// Corriere* de Turín, no es
s‘no uno de los múltiples aspectos de esta
firme voluntad que desde hace medio siglo
triunfa en todas las partes dcl mundo. Por
encima de todas las vanidades que hoy preo
cupan a la Sociedad, la gran familia salesiana
siente la grandeza sublime de su misión evangelizadora ».
Desarrollo del Congreso.
Además de los numerosos Congresistas
Italianos vensc muchos representantes ex
tranjeros, habiendo delegados especiales de
España, Argentina, Chile, Perú y Boiivia,
Ecuador, Méjico, Francia, Bélgica, Ingla
terra, Alemania, Austria, y hallándose repre
sentadas muchas otras Naciones por miem
bros de las mismas habitualmente residentes
en Turín.
Conforme se había anunciado el Congreso
tuvo lugar los días z j, z 6 y 27 de Mayo. La
mañana y las primeras horas de la tarde se
dedicaron a las sesiones privadas en que se
discutieron los distintos temas y a las cuatro
y media de la tarde se tuvieron las sesiones
solemnes, con intervención de distinguidos
oradores que deleitaban a la par que instruían
al público, con breves pero magistrales dis
cursos sobre temas relacionados con las
Misiones.
El concurso a las sesiones privadas fue
imponente desde el primer día y se vieron
i
228
honradas con la asistencia de numerosos pre
lados entre los cuales recordamos a Mons.
Gamba, Arzobispo de Turín, Mons, Guerra,
arzobispo salesiano, Mons. Mazzella, arzo
bispo de Tarento, Mons. Pinardi, Mons
Pcruchon, Mons. Milone, obispo de Alejan
dría, Mons. Bartolomasi, obispo de Pinerolo, Mons. Filipcllo; Mons. Travaiani, obispo
de Cuneo; Mons. Munerati, obispo de Volterra; Mons. Lombardi, obispo de Cremona;
Mons. Ottini, abad de los Canónigos Lateranenses. Asistieron también a éllas nuestro
amadísimo Rector Mayor D. Felipe Rinaldi
con los demás miembros del Capítulo Su
perior y actuó de Regulador nuestro Prefecto
General Rvdmo. D. Pedro Ricaldone. Mas
abajo publicamos el resultado de estas Se
siones privadas que como podrán ver nues
tros lectores fueron extraordinariamente fe
cundas.
El segundo día del Congreso fue dedicado
de un modo especial a los Delegados Dioce
sanos y decuriones de los Cooperadores Salesianos y tuvimos el consuelo de ver a unos
joo ó 600 sacerdotes seculares, casi todos pá
rrocos, que trabajan con entusiasmo para pro
pagar la Obra de D. Bosco y que representaban
a varios miles extendidos por Italia y por el
mundo. El tercer día tuvieron parte especialísima los Antiguos Alumnos que también
en número extraordinario, venidos de todas
partes de Italia y del Extranjero, contri
buyeron al éxito del Congreso, actuando así
admirablemente la idea de que los Antiguos
Alumnos han de ser los más entusiastas y
activos Cooperadores Salesianos. Tanto los
Sacerdotes como ios antiguos alumnos, fue
ron invitados por nuestro amadísimo Rector
Mayor a una comida de familia y los dos días
se celebró un banquete de quinientos a seis
cientos comensales, en medio de la mayor
familiaridad y alegría.
Las sesiones solemnes fueron verdadera
mente imponentes tanto por la enorme con
currencia que llenaba por completo el gran
dioso Teatro del Oratorio de Turín, como
por los magistrales discursos que cautivaron
la atención >del público.
La sesión de apertura fué presidida por
el Principe Duque de Génova, acompañado
de todos los Prelados, autoridades civiles y
Superiores Mayores de nuestra Pia Sociedad.
Abrió la sesión el Rvdmo D. Felipe Rinaldi;
le siguió en el uso de la palabra el Conde
Rebaudengo en su calidad de presidente de
la junta Organizadora; luego el Secretario
del Congreso Rdo. P. Trionc dio lectura a
la hermosa carta autógrafa de S . S. Pió X I,
que más adelante publicamos y enseguida
Mons. Bartolomasi, obispo de Pinerolo,
tuvo el discurso oficial de apertura, termi
nando el acto con la palabra paternal de Mons.
Gamba arzobispo de Turín.
El entusiasmo creciente del Congreso se
reveló en la sesión, solemne del día 26 en la
cual el P. Trione después de leer una lista
interminable de telegramas y cartas de adhe
sión de Emmos. Sres. Cardenales, Arzobispos
y Obispos de todo el mundo, comunicó
entre grandes aplausos a los Congresistas
la postulatoria enviada a la Santa Sede para
iniciar los procesos apostólicos de Beatifi
cación de Don Rúa y del Principe Czartoryski. La asamblea acuerda también por
unanimidad sea dirigida al Obispo de Bar
celona una súplica en nombre del Congreso,
para que se empiece en dicha ciudad el pro
ceso ordinario para la Beatificación de la
Sierva de Dios, Dña, Dorotea Chopitea Váa.
de Serra, ilustre bienhechora de U Obra Salesiana en Barcelona y que sería la primera
Cooperadora Salesiana que se encamina al
honor de los Altares.
Los oradores de esta Sesión fueron: el
P . Stradella, jesuita, que disertó sobre la
necesidad de la Oración para las Misiones;
le sucedió en el uso de la palabra el anciano
Profesor Comendador Rinaudo, exalumno sa
lesiano que conmovió al público con sus re
cuerdos y habló de las Misiones Católicas
como elemento de cultura en la Escuela Media
y Superior. Habló después el P , Sales Mi
sionero de la Consolata que con elocuencia
arrebatadora habló sobre las Vocaciones
Misioneras. El joven Marques Balduino de
Rovasenda habló en nombre de las juven
tudes católicas haciendo resaltar la parte que
ellas tienen en el movimiento misionero.
Cierra la sesión nuestro Arzobispo Mons.
Guerra haciendo revivir la figura del Car
denal CagUcro.
La sesión de clausura fué digno remate de
tan importante Congreso. Ocuparon la pre
sidencia ios Exemos. Prelados y nuestros
Superiores Mayores rodeados de distin
guidas personalidades. El misionero salesiano
Don Carlos Crespi hizo una interesantísima
relación de su misión de los Jívaros del
Ecuador y el público tributó al valiente mi*
sioncro una cariñosa ovación. Luego el joven
abogado Sr. De Andreis de Fossano, con una
elocuencia afectuosa que fascinaba, pfO'
nunció un discurso interrumpido muchas
veces con aplausos sobre la * Educación m*'
sioncra en la familia *. El batallador abogado.
Comendador Masera, Presidente de la Fcdc-
229
ración Internacional de ios Antiguos Alum
nos, entre continuas ovaciones habla, con
su acostumbrada facundia, de la parte que
pueden y deben tomar los Ex-alumnos en
el movimiento misionero. El propagandista
Salesiano D. Antonio Fasulo expone al Con
freso la labor organizadora de los Coopera
dores Salesianes. La Condesa María Teresa
Camerana, Presidenta del Comité Central
de las Damas Patrocinadoras de la Obra de
Don Bosco, habla de la Cooperación que
éstas pueden prestar a la Obra de las Misiones.
I TEM A.
La Cooperación mas imporfanfe.
Considerando:
1.
Que todo bien viene de Dios y que Dios lo
concede al que reza; que para toda Obra buena es
necesario el auxilio divino en proporción tanto
mayor cuanto más ardua es la empresa y que nin
guna obra es tan grande como la que tiene por ob
jeto continuar la misión' misma de Jesucristo, con
la extensión del Reino de Dios sobre la tierra;
2.
Que Jesucristo nos enseñó a repetir todos
los días los más ardientes anhelos de su corazón:
X Congreso Infernacional de Cooperadores: Después de la primera sesión
Nuestro Superior Genera! P . Rinaidi, ma
nifestó su paternal satisfacción por el éxito
del Congreso y dió las gracias a todas las
personalidades presentes y a todos los Con
gresistas por su asistencia y por el interés
que habían demostrado por la obra de las
■ disiones Salesianas. Entre una salva de
aplausos y en pié toda la Asamblea el Arzo
bispo de Turin Mons. Camba, se levanta a
hablar expresando su satisfacción por el
2xito del Congreso c impartiendo a todos los
presentes la Bendición Papal.
Las conclusiones.
A continuación publicamos las consluiiones aprobadas por el Congreso tras la
discusión de los temas.
santificado sea e! tu nombre, venga a nos el tu
Reino, bagase tu voluntad;
Recordando:
1. Que María Santísima Auxilio de los Cris
tianos fue la inspiradora y la Patrona de las Misio
nes Salesianas;
2. Que el Vble. Don Bosco propone entre los
medios para obtener gracias de María Auxiliadora
el ayudar a las Misiones Salesianas;
E l Congreso vivamente recomienda:
t. Que se organicen oraciones con ofrecimiento
de obras buenas en favor de las misiones católicas
en general y de las Salesianas en particular.
2.
Que se promuevan con el mismo fin turnos
de Sagradas Comuniones y de Visitas al Sm o. S a
cramento y a María Santísima.
j . Que se organicen y se celebren periódica
mente dias misioneros a beneficio de las Misiones
Salesianas.
2?0
4. Que se propague la devoción a María Auxi
liadora como Patrona de las Obras y Misiones
Salesianas.
II TEM A.
Vocaciones Misioneras.
Recordando:
1. Que Jesús repite constantemente « La mies
es mucha, pero los obreros son pocos*;
2. Que aunque la vocación misionera, así como
la sacerdotal y religiosa, viene de Dios, no obstante
El se sirve generalmente de los medios humanos
para hacer conocer su voluntad y que el medio más
ordinario es la palabra viva o escrita y las exhorta
ciones del sacerdote o de cualquier otra persona
piadosa;
3. Que Dios no deja de suscitar en todas partes
nuevas vocaciones, pero que es necesario que éstas
sean recogidas y cultivadas;
4. Que no faltan por gracia de Dios estable
cimientos a ello dedicados.
E ! Congreso recomienda:
1. Que todos los días se dirija alguna fervorosa
oración al Dueño de la mies para que envíe nuevos
obreros y obreras a su campo y que se divulguen,
como recomienda la Encíclica Rerum Eedesiae,
oraciones y jaculatorias especiales.
2. Hacer conocer la necesidad de vocaciones
misioneras en general y de vocaciones misioneras
salesianas y de las Hijas de María Auxiliadora en
particular.
3. Buscar y cultivar nuevas vocaciones misio
neras en las familias, en las escuelas. Colegios, Ora
torios, Círculos y demás organizaciones juveniles.
4. Animar a los Aspirantes a las Misiones y
facilitarles el logro del santo ideal, ayudándoles a
superar las dificultades, tanto morales como eco
nómicas, de la familia y dcl ambiente y dirigirlos
a los seminarios de Misiones de las distintas N a
ciones, salesianos y no saicsianos, según las apti
tudes e inclinaciones de cada uno.
Nota. —• Sobre este cuarto punto se hizo observar
que, el hablar de vocaciones misioneras, no se ha
de entender sólo vocaciones sacerdotales sino tam
bién de religiosos coadjutores o laicos que como
maestros de artes y oficios, agricultores, catequistas,
etc., pueden desarrollar una labor importantísima.
m . TEM A.
Medios materiales.
Considerando:
t . Que el desarrollo de la actividad misionera,
después de la gracia de Dios, se obtiene en pro
porción de ios medios materiales de que dispone
el misionero;
2. Que las misiones salesianas se inician, viven
V se desarrollan por la caridad de ios bienhechores
y Cooperadores;
3. Que dichas misiones, por el desarrollo que
providencialmente adquieren, necesitan continuos
auxilios cada vez mayores;
4. Que para asegurar una amplia y continua
corriente de limosnas es necesaria una organización
bien ordenada;
E l Congreso propone:
1. Que por iniciativa de los Directores Dioce
sanos y Decuriones y por obra de los mismos Coo
peradores y Cooperadoras, se organicen en los
grandes y en los pequeños Centros Juntas de Acción
Misionera, especialmente donde todavía no existen
las Juntas de Acción Salesiana.
2. Que en cada pueblo se establezcan al menos
Celadores y Celadoras con el encargo directo de
cuidarse de los intereses de las Misiones Salesianas.
3. Que se promueva y se recomiende la con
fección, recogida y expedición al Rector Mayor de
los Salesianos, de ornamentos sagrados, vestidos
u objetos para los neófitos.
4. Que en los grandes Centros se procure fun
dar talleres y obradores permanentes con el mismo
objeto, organizando todos los años una exposición
local de los mismos, para enviarlos luego al Rector
Mayor, si se trata de Italia, y de los confeccionados
en el extranjero, enviarle una lista detallada, para
que pueda según las necesidades disponer su dis
tribución a las distintas casas de misión de los sa
lesianos y de las Hijas de María Auxiliadora.
5. Que se haga uso constante de cualquier
otra forma oportuna para recoger donativos u ob
jetos organizando veladas, conferencias, tómbolas,
loterías, etc.
IV T E M A .
Propaganda.
Considerando:
1. Que para el desarrollo de toda iniciativa es
necesaria la propaganda y que cuanto más intensa
se hace tanto mayor es dicho desarrollo y que en
tanto se recoge en cuanto se siembra;
2. Que todas las Misiones católicas podrían
tener muy pronto un mayor incremento si fuere
más conocido su ideal religioso y civil y la nece
sidad continua que tienen de apoyo y de medios;
3. Que los Cooperadores tienen, sino la obli
gación, al menos el compromiso de apoyar con
todos los medios a su alcance el desarrollo de las
Misiones Salesianas;
E l Congreso recomienda:
1. Que los Cooperadores se hagan propagan
distas del Apostolado Misionero en general y de
las Misiones Salesianas en particular (origen, des
arrollo, método, diversos campos de acción, asis
tencia de emigrados, etc.).
2. Que, ofreciéndose la ocasión, hablen de los
resultados y de las necesidades de las Misiones
Salesianas, tanto en las conversaciones familiares,
como en cualquiera otra ocasión propicia.
3. Que presten todo el apoyo posible a cualquier
iniciativa en favor de las misiones salesianas.
4. Que procuren, ya individual ya colectiva
mente, ganar para las misiones salesianas el apoyo
de las Organizaciones Misioneras Diocesanas y
locales, de las autoridades eclesiásticas y civiles,
de personas influentes, etc.
5. Que propaguen entre las familias el Boletín
Salesiano que es el órgano oficial de las Obras y
Misiones del Vble Don Bosco y la Juventud Misio
1. Que los Cooperadores den la mayor difusión
nera, especial para niños y juventudes católicas.
posible a la prensa misionera, especialmente entre
6.
Que organicen con especial empeño Con
el pueblo y la juventud.
ferencias misioneras salesianas con o sin proyeccio
2. Que para ello propaguen el Boletín Saicsiano
nes luminosas.
y la Juventud Misionera, aumentando el número
de sus lectores.
V. T E M A .
V I !. T E M A .
Obras A\isioneras Pontificias.
Acción juvenil.
Recordando:
en homenaje a los deseos varias veces expre
Teniendo en cuenta la importancia de la educación
sados por los Sumos Pontífices y especialmente
misionera en los Colegios, Oratorios y Círculos:
por el Papa Pió X I felizmente reinante, la impor
1. Como coeficiente de cultura etnográfica y
tancia capital de las obras misioneras pontificias,
complemento del estudio apologético e histórico
por la finalidad especial de cada una de ellas, a saber;
de la Religión Católica;
t. Que la Propagación de la Fé tiene por objeto
2. Como medio eficacísimo para formar la
iniciar nuevas Misiones y contribuir al sosteni
conciencia de los jóvenes, a fin de que aprecien los
miento de todas con la oración, con las vocaciones
intereses de la Iglesia como intereses propios y
y con las lirnosnas;
para prepararlos a aquel apostolado que en la edad
2. Que la Santa Infancia es una Asociación
madura es obligación de todo cristiano;
-de niños que contribuyen a la salvación de los niños
7.
Como camino seguro para llegar a una ge
infieles;
neración de católicos que consideren como su pri
5.
Que la Obra de San Pedro Apóstol se pro
mer deber el contribuir generosamente, con apoyo
pone proveer los medios adecuados para la for
material y moral, a la extensión del Reino de Je
mación de Clero Indígena;
sucristo;
Considerando:
E l Congreso propone:
1. Que el Vble. Don Bosco, aun después de
1. Que en todos los Colegios, Oratorios y Cír
haber iniciado las Misiones Salesianas, fué un pro
culos Católicos de ambos sexos se forme una Bi
pagador incansable entre sus alumnos y bienhe
blioteca Misionera;
chores de las dos primeras obras indicadas, entonces
2. Que las imprentas salesianas procuren dar
existentes;
vida a estas bibliotecas con colecciones de libros
2. Que se adelantó con su método y con sus
de argumento misionero.
cuidados especiales en favor de los pequeños indí
7. Que se exhorte a los jóvenes de los Colegios,
genas, a la Obra del Clero Indígena;
Oratorios
y Círculos, tanto públicos como privados,
E l Congreso recomienda:
a dar su nombre a la Asociación «Juventud Misio
1. Que en todas las Diócesis y Parroquias los
nera • para que se acostumbren a ofrecer oraciones
Cooperadores Salesianos sean celosos promotores
especiales y sus mismas ocupaciones y pequeños
de las tres obras misioneras pontificias mencionadas.
sacrificios para la conversión de los infieles.
2. Que siguiendo el ejemplo del Vble. Don
4. Que los socios de ♦ Juventud Misionera *
Bosco las hagan conocer y apoyar entre sus pa
tengan, como las demás Compañías, sus confe
rientes y conocidos, tanto jóvenes como adultos.
rencias semanales o quincenales.
5. Que los Socios más activos y preparados
VI TEM A.
formen dentro de la * Juventud Misionera», un
La Prensa.
Círculo Misionero para que, con su buen ejemplo
y con sus iniciativas, sean de estímulo a los demás.
Considerando:
6. Que se aconseje a todos la práctica de la
1. Que la prensa misionera tiene una misión
comunión semanal, quincenal o mensual para las
gloriosa y en cierto modo divina;
Misiones y para los Misioneros.
2. Que sirve para dar a conocer el altísimo
7. Que en todas las Escuelas, Colegios y C ír
valor apologético de las Misiones, reanimando la
culos de ambos sexos, antes de finalizar el año
fé entre los lectores, haciendo conocer la divina
escolar, se celebre un Congreso Misionero, para que
vitalidad y fecundidad de la Iglesia Católica, el
los alumnos y aiumnas salgan decididos a una fácil
poder de la Cruz de Jesucristo, la santidad del
y activa propaganda en favor de las Misiones C a
Sacerdocio católico y la actividad admirable de las
tólicas en general y de las Misiones Salesianas en
Ordenes Religiosas ;
particular, durante las vacaciones.
3. Que despierta sentimientos generosos, es
pecialmente en el corazón de los jóvenes y es un
antídoto seguro contra la apatía y la indiferencia,
efecto de las malas lecturas;
4. Que es un medio frecuente del que Dios se
vale para suscitar nuevas vocaciones;
E l Congreso
a la par que hace votos para que se mejoren
< ^ a vez más las Revistas Misioneras, inculca y re•^oaiienda:
La solemne sesión de apertura.
Palabras de! Rector Mayor,
El Rvdmo. Sr. Don Felipe Rinaidí, que con
amable sonrisa recibe la interminable salva de
aplausos con que el público acoge su presencia.
2?2
en breves palabras agradece la asistencia de los
el celo de aquel hombre piadosísimo que fué J uan
C ag liero que, incorporado luego por sus méritos
elevados personajes, que han querido dar realce
al Congreso con su asistencia. Pone de relieve el
al Sagrado Colegio Apostólico, todavía lloramos
todos.
grande significado del Congreso de Cooperadores.
y los Misioneros Salesianos extendieron luego su
A grandes rasgos traza la historia de medio siglo
campo de acción para ¡a salvación de las almas, a las
de actividad, de la cual es una imagen el Oratorio
demás partes de la Vina del Señor, en el Asia, en el
de Valdocco donde se celebra el Congreso, que hace
poco mas de cincuenta años no era sino un simple ' Africa y en las apartadas islas de Oceanía y verda
deramente con su obra resulta nimbada con nueva luz
cobertizo y hoy, en sus vastos edificios, cobija a
la divina fecundidad de la Iglesia. Por eso aprobamos
tantos niños y da vida a tantas obras. Espera que
plenamente la idea de celebrar tan fausto aconteci
del actual Congreso resulte un nuevo impulso de
miento con extraordinarias demostraciones de júbilo
actividad que extienda por doquiera los triunfos
y junto a aquel Templo de M aria Auxiliadora de
de la fé católica.
donde todos los años parten numerosos salesianos e
E ¡ Senador Rebaudengo, Hijas de M aria Auxiliadora para las distintas resi
dencias de Misión.
A obtener el deseado fin de estas religiosas festivi
En su calidad de presidente de la Junta Orga
dades sin duda contribuirá no poco la Exposición
nizadora pronuncia un vibrante discurso, ento
Misionera y el \ Congreso Internacional de Coo
nando un himno de admiración y alabanza a Don
peradores Salesianos y más tarde, también la reu
B qsco y a sus hijos y al terminar dirigiéndose a los
nión de todos los Directores de las Casas Salesianos
Congresistas exclama:
de Europa, junto a la tumba del Fundador, para hacer
« Os encontráis en esta dudad santa de Valdocco,
los Ejercicios Espirituales; pues es indudable que la
a los piés de Maria Auxiliadora, a dos pasos del
Familia Salesiana, de esta intima compenetración
Santuario de la Consolata, a la sombra del Monu
de almas y de esta uniformidad de propósitos, sacará
mento a Don Bosco, junto al vasto y piadoso asilo,
un siempre renovado ardor para aumentar sus in
único al mundo, del Cottolengo, donde todos los
signes benemerencias hacia la Iglesia.
dias se pueden admirar los milagros de la Divina
Nos, por lo tanto, oh Venerando Hermano, ele
Providencia. ¿Dónde encontrar, pues, lugar más
vamos a Dios las debidas acciones de gracias porque
apropiado para vuestros trabajos, que se desarro
tantos hijos queridísimos de esta tu Ilustre Sede tra
llarán en una ciudad profundamente religiosa y
bajan diligentemente para ampliar el Reino de Jesu
trabajadora, que se honra con el título de ciudad
cristo; y pedimos con instancia al Dueño de la Mies
del Sacramento, que seguirá vuestras discusiones
que envíe muchos otros obreros a su campo, siendo
con respeto y simpatia, con cordiales augurios de
verdaderamente doloroso que tanta muchedumbre de
éxito feliz? Poned pues manos a la Obra con la con
gentes yazcan todavía por el mundo en las tinié>las
fianza en Dios, que, al veros reunidos para tratar
y en las sombras de muerte. ¡O h, si todos oyeran las
de su magor gloria, no dejará de bendecir vuestros
palabras: * Extended vuestra mirada y contemplad
trabajos».
los campos ya dorados para la siega»! Varias veces
La palabra de! Sumo Ponfífíce» Nos hemos declarado que ésta ha de ser la mayor
preocupación de nuestros tiempos: promover con todos
los medios la salvación de tantas almas; y confiamos en
Aun no se han extinguido los aplausos con que
el éxito de la empresa, no sólo por la incansable acti
la Asamblea acogió las palabras del Conde Rebauvidad de los misioneros, sino también por la coopera
dengo cuando el Secretario del Congreso, Rvdo.
ción perseverante de todos los buenos que toman a
P. Trione anuncia la lectura de una carta, que Su
pechos el incremento del catolicismo y de la civili
Santidad Pió N/ se ha dignado enviar al Arzobispo
zación.
de Turin, como Pastor de la Diócesis en que se
Complaciéndonos en estas esperanzas te encargamos
celebra el Congreso. La Asamblea, en pié, vitorea
entre tanto a ti, Venerable Hermano, que en una de
al PontiOcc y con religiosa atención escucha la
las solemnidades, después de haber celebrado la Santa
lectura del importante documento que dice asi:
Misa, bendigas en nuestro nombre a los presentes,
concediéndoles indulgencia plenaria de sus culpas, que
VenerabJe hermano,
ganarán con las acostumbradas condiciones.
salud y apostólica bendición'.
Y en prenda de los celestiales favores y de nuestra
Un afecto especial de benevolencia sentimos Nos
benevolencia a T i, Venerable Hermano y a toda la
para los Misioneros, porque en medio de dificultades
Familia Salesiana y a todos los presentes a las reli
de toda clase, se esfuerzan en propagar la fe y la ci
giosas fiestas, damos de todo corazón la apostólica
vilización en tierras lejanas. Por eso hemos recibido
bendición.
con gusto ¡a noticia de la próxima celebración del cin
cuentenario de la primera expedición de misioneros
Dado en Roma, junto a S. Pedro a i ; de mayo de
quinto de nuestro Pontificado.
salesianos, enviados por su mismo fundador el Vble.
Pío Papa XI.
Siervo de Dios Ju an Bosco, a la Patagonia para evan
gelizar aquellos puebJos, guiados y protegidos por la
Una nueva salva de aplausos y vivas al Pap*
\'irgen Santísima Auxilio de los Cristianos. Y bien
acogieron la lectura del precioso documento y 1*
sabido es qué derroche de incansable actividad hi
Asamblea acuerda enviar a Su Santidad el siguiente
cieron allá ios salesianos, resplandeciendo sobre todos
235
telegrama: * Santo Padre - Vaticano - Roma. —
Cooperadores Salesianos décimo Congreso Interna
cional, reunidos Casa Madre Venerable Don Basco,
siguiendo ejemplo enseñanzas Fundador, humillan
protesta devoción filial Vicario de Cristo, agradecen
carta Pontificia seguros que Congreso con Bendición
Apostólica, dará copiosos frutos propaganda y acción
misionera, según deseos y normas Santidad vuestra.
— Mons. Gamba, Arzobispo — Don Rinaldi.
E l Discurso de aperfura.
Está a cargo del eminente orador Mons. Bartoiomasi, obispo de Pinerolo, que es acogido con una
viva demostración de simpatía. Ha de tratar de
i Don Bosco Aposto! y de las Misiones Salesianas*.
* Es demasiado cierto, empieza diciendo el orador,
que los honores son cargas; pero aqui la carga es
muy superior al honor. Hablar de Don Bosco y ha
cerlo delante de ilustres y elevadas personalidades
de la Iglesia y del Estado, en Congresos y Acade
mias, es honor que ya tocó a eminentes oradores
italianos y extranjeros que supieron honrar con su
vasto y profundo pensamiento, con su palabra fácil
y elocuente al grande Educador y su Obra mundial.
* Y me doy cuenta de que hablando aquí, en esta
especie de estación radiotelegráfica ultrapotente,
mi palabra, al igual de todas las órdenes e inicia
tivas que se elaboran en la próxima sede del Ca
pítulo, verdadero Estado Mayor Salesiano, o bien
sobre la modesta y tranquila mesa de estudio del
Sucesor del Vble. Don Bosco, hallará eco en más
de cincuenta naciones, en mil casas salesianas, en
más de 400.000 copias de! Boletín de la grande
Obra. Por eso siento que es de una grandeza extraor
dinaria el hecho que aqui nos reúne y Altezas,
Excelencias, Señores, lo sentís también vosotros,
como católicos, como amigos de aquel hombre
extraordinario que la Providencia suscitó en el
pasado siglo en Turín, genial educador, aposto!
celoso.
» En esta atmósfera saturada de recuerdos y de
incalculables benemerencias tengo que hablar de
Don Bosco Apóstol; francamente, este honor que
se me hace por el solo título que, desde hace mu
chos años, soy admirador y amigo de la Obra SaIcsiana, es superado por la magnitud de la empresa;
tarca ardua ’y difícil, pues me hace el efecto que
tengo que escalar un coloso de granito, elevado por
Don Bosco y por sus hijos, con la cooperación
tenaz y genial de mil y mil brazos, con el trabajo
de almas inspiradas y lanzadas a un terreno de con
quista sin confines, con la confianza en Maria Auxi
liadora y con el deseo ardiente de buscar y de llevar
almas a Jesús y, para decirlo en una palabra, por
corazones salesianos.
* Intentaré la subida como el soldado que forzo
samente tiene que llegar a la conquista de una
combre. Hablaré en primer lugar de la misión de
Don Bosco para decir luego algo de las misiones
^lesionas. *
Después de recordar los puntos más salientes
de la vida de Don Bosco, haciendo resaltar la ti
tánica Obra llevada a cabo por el grande soldado
de Cristo exclama: «¡Cuánto mejor que a Napo
león, conquistador de Naciones, pero que deja re
gueros de lágrimas y de sangre, conculcando los
más sagrados derechos e inmolando la* juventud
de Europa, cuadra a Don Bosco el título de Genio
de las conquistas espirituales, eternizadas por pue
blos civilizados, por colegios y escuelas de Artes y
Oficios, por altares y casas de oración y de trabajo».
Pasa luego el orador a presentar en magnífica
síntesis la historia y cuadro de las Misiones; re
cuerda la primera expedición capitaneada por el
Cardenal Cagliero, haciendo pasar ante el auditorio
las figuras de los grandes misioneros que lo siguieron
y añade:
« ¡Siempre tras ¡as huellas de Don Bosco! * He aqui
el lema, el programa de Don Rúa, que acompañaba
a los misioneros antes de partir a las modestas ha
bitaciones del Vble. Padre, como para que aquellos
pechos generosos se saturasen de su espíritu, allí
donde él había exhalado serenamente el último
respiro y recibieran en sus venas cálida inyección
de sangre saiesiana: Da mihi animas caetera talle,
y templaran sus almas con la fuerza que a él le había
elevado, a través de ásperos senderos, hasta la cima
de la misión de educador y apóstol, la confianza
en M aría Auxiliadora.
« ¡Siempre tras ¡as huellas de Don Bosco!» He ahí
el lema que sirvió de estimulo, de consuelo, de luz
radiante al venerando Don Albera; la sagrada con
signa que es el alma de la vida, de la esperanza, de
los grandiosos designios, de los firmes propósitos
del tercer Sucesor de Don Bosco, el Rector Mayor
de la Pia Sociedad Saiesiana, Don Felipe Rinaldi
que saludo aquí presente y a quien el Señor colme
de las más escogidas bendiciones, especialmente
mañana día de su onomástico (1).
* Y porque ésta ha sido la consigna a que siempre
ha obedecido la gran Familia Saiesiana, podemos
contemplar la maravillosa ramificación de este árbol
majestuoso, que tiene sus raíces en Valdocco y su
tronco en la Basílica de la Auxiliadora.
> Intentemos un vuelo, el vuelo del pensamiento
más rápido y atrevido que los de De Pinedo de
Italia al japón, de Franco de España a Buenos
Aires, de .Amunsden y Nobile desde Roma hasta
más allá del Polo Norte.
tSiempre tras ¡as huellas de Don Bosco» — o sea
con el método de ganar para Cristo la Juventud
para salvar por medio de élla la Sociedad — los
Hijos de Don Bosco y las Hijas de María Auxilia
dora, verdaderas heroínas al lado de sus hermanos,
en las Misiones, penetraron en el corazón de la
América del Sur, atravesaron el Atlántico y plan
taron sus tiendas en el Norte, en el Centro y en el
S u r del Africa y, atravesando el Mediterráneo,
establecieron Colegios y Escuelas en Palestina y
en el Asia Menor y atravesando el Océano Indico
entraron en las Indias, se internaron en China y
lanzándose al Pacífico, se establecieron en japón
V Australia.
• Mientras nos hallamos suspendidos en ese ma-
(1) San Felipe Meri « 26 de mayo.
254
ravilloso vuelo sobre los continentes y sobre los
océanos buscad señores desde lo alto a los hijos de
Don Bosco esparcidos por todo el Orbe, soldados
de línea *que combaten para la conquista de las
almas. Y vosotros veréis en la América del Sur
las grandes misiones de la República Argentina:
La Paiagonia y la Pampa que recuerdan al grande
misionero Cardenal Cagliero; en Chile, el Vicariafo
Apostólico de Magallanes, tierra de conquista de
Mons. Fagnano; en la República del Ecuador, el
Vicariato de Méndez y Cualaqiiiza, misión iniciada
en 1894 por el apóstol y obispo salesiano Mons.
Costamagna y hoy regida por Mons. Comín apóstol
de los jívaros, que la etnología había definido:
Raza de gente bárbara destinada a desaparecer.
Y los vereis en el Chaco Paraguayo y en el Brasil
que luchan animosos contra toda suerte de difi
cultades, siguiendo las huellas del gran salesiano
misionero Mons. Lasagna, \iotima inmolada en
el campo de }uiz de Pora ; contempladlos entre
los Bororos de Matto Grosso, en las márgenes del
Rio Madeiro, del Amazonas y del Río Negro y ved
entre ellos a Mons. Giordano, que muere en medio
de las florestas y cuya herencia recoge el actual
Prefecto Apostólico Mons. Pedro Massa y allá
cu un rincón escondido de Colombia los sorpren
deréis con generosos heroísmos emulando los
ejemplos del Padre Unía en los lazaretos de los le
prosos.
» Estos hombres, buscadore.s de almas no de oro,
los veis esparcidos en el Continente .Africano y ahí
los tenéis en Argelia, en Túnez, en Alejandría, en
el Cairo, en Port Said, prodigándose en favor de
los emigrados europeos y de los indígenas; han
penetrado hasta el Centro del Africa en el Congo
Belga, donde los quiso el ilustre Cardenal Mercier,
entre aquellos infelices negros, a quienes ataca la
enfermedad del sueño, y aun los veis en el C060
de Buena Esperanza con escudas, talleres y colonias
agrícolas.
»Y si dirigís vuestra mirada al Asia los vereis a
estos apóstoles, que no conocen obstáculos ni de
montañas, ni de distancias, ni de mares borrascosos,
amalgamarse con todas las razas, esparcidos entre
los hebreos, protestantes y turcos de Jerusalén y
Constantinopla; entre los indios de Ton/or, Moc/rós,
Calcuta y Assam; en medio de los chinos en Heung
Sang y Macao y cu Siu Chow. donde trabaja con
tanto éxito el Vicario .Apostólico Mons. Versiglia
y saliendo del Continente los veréis todavía en la
novísima Misión del ja/wn y aun los descubriréis
en la lejana Australia con otro S'icario .Apostó
lico, Mons. Coppo, en Himberlev y en Melbourne.
» En esta mirada geográfica, al vuelo, no ha sido
posible indicar cifras; nos las proporciona la glo
riosa estadística salcsianu: Los misioneros son
1,160; las monjas misioneras, 1,14 5 ; Misiones for
malmente constutuidas. 20; iniciativas, obras y
centros de misión son i 07?«
• Además de sus 29 Misiones entre infieles, la
Obra Sdlcsiana se ha extendido a 50 Naciones civi
lizadas, donde ejerce benéfica influencia con sus
Escuelas y Centros de educación.
* Lazo de unión de todas estas Obras con los Coo
peradores Salesianos es el Boletín Salesiano, que
rido por el mismo Don Bosco para suscitar y coordenar la cooperación de sus buenos amigos y que
hoy llega a más de 450.000 hogares de Cooperadores
salesianos, otro elemento y coeficiente mundial de
la Obra de Don Bosco, con un número de copias
mensuales que supera el tiraje de cualquier otro
periódico y que se publica en nueve lenguas dis
tintas.
>' Ni puedo dejar de hablar de otro medio moderno
y atrevido adoptado por estos paladines de la Civi
lización para vulgarizar la actividad misionera
salesiana y para la cultura varonil y sana educación
del pueblo: las películas cinematográficas sobre ¡as
misiones y las Conferencias con proyecciones lumi
nosas. i Así se portan los que buscan almas y no
dinero! ¡ Bien diversas son la películas que fabrican
y proyectan los que buscan dinero, aun a precio de
almas!
» Don Bosco fué el hombre de sus tiempos, el
hombre providencial del Siglo X IX ; pero hay que
reconocer que sus Hijos son también los hombres
y los apóstoles de nuestros tiempos. Ellos han lle
vado hasta los más lejanos pueblos de la tierra, con
la caridad de Jesucristo y con el espíritu y genio
santamente conquistador y educador de Don Bo
sco, los últimos adelantos del arte, de la industria
y del comercio y con éllos la civilización cristiana,
pues solo buscan la salvación de las almas. Y estas
verdades clarísimas, de palpitante realidad, que
un día parecían sueños irrealizables, las teneis ilus
tradas y documentadas, mejor que en mis palabras
en esta Exposición Misionera Salesiana, abierta bajo
la mirada sonriente de la Auxiliadora, que desde
allá arriba donde la colocó Don Bosco, inspira y
proteje todas las obras salesianas. Y la deseada
Exposición se ha instalado no lejos de aquel dor
mitorio en que Don Bosco, al lado del niño mori
bundo, reconocía en él al primer misionero de la
Patagonia; no lejos de la celda en que el grande
soñador preveía la sublime belleza y la portentosa
fecundidad de las Misiones Salesianas.
B Hubo un hombre en el Siglo X IX enviado por
Dios cuyo nombre era Juan; éste, como el Bautista
en las riberas del lordán. surgió a orillas del Po, para
dar testimonio de la luz es’angélica. El no era la luz;
pero en anibos hemisferios hizo brillar espléndido
el sol de la verdad que es Jesucristo y la luz suave
de la Estrella de los mares, María Auxiliadora.
» A él, a Don Bosco, vaya la admiración sincera
y el amor profundo, expresión de gratitud y devoto
homenaje hacia aquel que Dios escogió para ser
grande entre las gentes y padre de inmensa familia» Y a sus hijos, que desde este lugar, irradian en
el mundo entero la luz de la fe y los ardores de U
caridad, vaya la cooperación de todos los corazones
que comprenden la grandeza moral de Don Bosco,
la bondad y la fuerza del espíritu salesiano».
La oración de Mons. Bartolomasi, frecuente^
mente interrumpida con entusiastas aplausos fue
coronada con una triple ovación interminable. El
Exemo. S r. Obispo de Pinerolo supo cautivar por
espacio de una hora la atención del numeroso audi
torio.
235
Una visita a la Exposición Misionera.
Con gusto, querido lector, daré contigo una vucltecita por la Exposición Misionera que, para conme
morar el cincuentenario de las Misiones Salesianas,
se,ha organizado en la Casa Madre de Turín y que
sin duda ha merecido las bendiciones de Dios y de
María Auxiliadora, pues sólo en el primer mes la
visitaron más de joo.ooo personas, quedando todas
nmy complacidas no sólo por la abundancia, ori
ginalidad e interés del material hábilmente dis
puesto en las distintas salas, sino por la labor mi
sionera de cincuenta años que pone de relieve la
Exposición y porqué de élla se desprende como
el Señor ha querido servirse de la Congregación
Salesiana para extender su reinado en el mundo.
AI entrar.
Apenas puesto el pié en el recinto de la Expo
sición, lo primero que llama la atención es una
grande estátua de María Auxiliadora colocada en
artístico templete, rodeada de flores, que refresca
constantemente elegante surtidor. Justo es que el
primer saludo de cuantos visitan la Exposición sea
para Aquella que fué y continua siendo la inspi
radora y sostén de las Obras Salesianas.
La primera sala - “ Don Bosco,,.
Esta primera sala nos da una idea de Don Bosco,
de su Obra, de su santidad y del vasto campo mi
sionero que la Providencia ha destinado para sus
Hijos.
Eli un magnífico relieve topográfico aparece la
colínita de / Becchi, con el grupo de casitas campe
sinas entre las cuales se encuentra la pobrísima
que vió nacer a nuestro Vble. Fundador. M ás de
&o fotografías reproducen escenas de su infancia
y juventud, haciendo ver las dificultades y vicisi
tudes por que tuvo que pasar antes de llegar al
sacerdocio.
El progresivo desarrollo de su Obra puede ad
mirarse en cinco magníficos facsímiles en relieve
del Oratorio Salesiano de Turín, la Casa Madre
de todas las Obras Salesianas. El primero repre
senta la Casa Pinardi, el célebre cobertizo donde
pudo tener asilo estable el incipiente Oratorio Fes
tivo de Don Bosco en el año 1846. El segundo nos
trasporta al año 1868, cuando Don Bosco había
podido ya construir un buen edificio, la primitiva
iglesia de San Francisco de Sales y acababa de
inaugurar el grandioso Santuario de María Auxi
liadora; el tercero muestra el desarrollo del Ora
torio a la muerte del Venerable, 1888, con nuevas
construcciones y abundante terreno adquirido para
el desarrollo cada vez creciente de la Obra. El cuarto
reproduce el estado de los edificios y construcciones
centenario del nacimiento de Don Bosco;
y el quinto, el proyecto definitivo del Oratorio, cuan
do sa hayan hecho todas las modificaciones y com
pletado los edificios, que se desarrollan en una exten
sión de unos 40.000 metros cuadrados, con dos
Iglesias, 16 cuerpos de edificio y ó patios.
Completan esta sala 1 2 grandes cuadros que
representan otras tantas gracias extraordinarias
obtenidas con la intervención de Don Bosco; 23
retratos del \'cncrable sacados en distintas .circuns
tancias de su vida y la reproducción en yeso de ios
monumentos a Don Bosco erigidos en Castclnuovo
de Asti su patria y en la plaza de María Auxiliadora
de Turín.
Pero lo que más llama la atención en esta sala
es un gran cuadro plástico de Mastroianni, en que
con maestría extraordinaria se reproduce el Sueño
que Don Bosco tuvo en Sarriá. en el año 1886, en
el cual el Señor le manifestó el inmenso campo
misionero que reservaba a sus hijos, haciéndole
ver cómo también de España saldrían gran número
de apóstoles que en su nombre esparcirían la Fé
entre los infieles. Es siempre la mística Pastora
rodeada de numerosos rebaños que muestra a su
siervo las realidades del porvenir.
II Sala - Expediciones misioneras.
Es este un recinto pequeñito, en el plano señalado
con el n. 3, donde se hallan reunidas las fotografías
de todas las expediciones de Misioneros durante
estos primeros cincuenta años, habiéndose hecho
al menos una cada ano y algunas de ellas numerosí
simas.
Lo que hace detener al visitante en esta Sala son
los recuerdos personales del Primer Misionero
Salesiano, ei Emmo. Cardenal Cagliero. En una
grande vitrina están expuestos sus vestidos episco
pales y cardenalicios con numerosos retratos, di
plomas, medallas, condecoraciones, etc. y fuera de
élla se puede contemplar el sencillo lecho de campo
que le servía para envolverse durante la noche en las
escursiones apostólicas y el primitivo armonium
que en aquellos principios de la Misión era el único
instrumento con que contaba el gran maestro que
tan popular se había hecho en Italia.
III Sala - Misiones de América.
Una admiración de sorpresa se escapa espontá
neamente de los labios al encontrarse en un local
de 50 m. de largo por 15 de ancho. El espacioso
local se halla subdividido en un vestíbulo, diez sec
ciones y un local cerrado para dioramas (Plano, 4 y 4*).
En el vestíbulo se lee; Misiones de América y en
él hay varios cuadros, numerosos mapas de las dis
tintas regiones donde trabajan los hijos de Don
Bosco, una magnífica estatua tamaño natural, re
produciendo un tipo de la tierra del Fuego; pero
sobre todo él gran mapa luminoso de la América
del Sur. Cinco juegos de bombillas eléctricas que
se encienden periódicamente presentan ante el
expectador: j . Los Centros Civiles Mayores donde
se encuentran casas salesianas; 2. los Centros civi-
25Ó
Ies menores; 3. Centros Misioneros mayores; 4. Cen
tros Misioneros menores y 5. Todos los anteriores
a la vez. Es de un efecto sorprendente y al mismo
tiempo hace ver la gran difusión de la Congregación
en América y especialmente en Argentina.
1* Sección. — Patagonia del Norte’. Etnografía y
Fauna. — Como el título indica se pueden admirar
en ella los usos, costumbres, animales y vegetación
de aquellas regiones. Atraen la curiosidad en esta
Sección objetos elaborados por los indios con pe
dazos, de ramas de árbol, atacados de una enfer
medad llamada Cytharia Darwin y un riquísimo
herbario de la Patagonia.
2* Sección. — Fauna y Tipos indígenas. — Entre
multitud de objetos sobresalen los bustos tamaño
natural de los cinco miembros de la familia del cé
lebre Cacique Namuncurá. También se ve embal
samado un magnífico ejemplar de León Puma.
Sección. — Regiones Magallánicas y Patagónicas
Etnografía y Producciones.
4“ Sección. — Regiones Magallánicas - Produccio
nes y vestidos.
5* Sección. — Patagonia - Costumbres Gauchas. —
Además de los arreos, monturas, vestidos y armas
de estos célebres habitantes de la Pampa se admira
en esta sección una magnífica estatua ecuestre de
un gaucho en plena Pampa.
Los Dioramas, — Son representaciones a colores,
con efectos de luz eléctrica, con telones y rompi
mientos pintados, en pequeño o con estatuas ta
maño natural, de paisajes y escenas de los países
de misiónes; en esta primera sala hay 10 pequeños,
y uno tamaño natural. Los diez pequeños repre
sentan: Familia ona en un toldo, la misa en la flo
resta, una noria en la Misión de Fortín Mercedes,
la caza del guanaco, un atentado contra los M isio
neros en la Tierra del Fuego, la Misión de la Can
delaria, los fueguinos comiendo carne de una ba
llena descompuesta, la Misión dcl Buen Pastor en
la Isla Davwson y los indios adiestrados al trabajo
en esta Misión. El Diorama con estátuas tamaño
natural representa una escena de Misiones en la
Pampa: Se ve al misionero catequizando a los gau
chos y administrando un bautismo a un adulto.
6* Sección - Tierra del Fuego, Enseñanza Profe
sional. — Aquí se pueden admirar los resultados
de cincuenta años de trabajo; pues se exponen nu
merosos trabajos hechos por los indios civilizados
V en medio de la sección campea la figura del Civi
lizador de esta apartada región dcl globo, Mons.
Fagnano.
7* Sección - Regiones Magallánicas, Fauna y E t
nografía.
S* Sección - Regiones Magallánicas y Patagónicas:
Etnografía y producciones. — Aquí se pueden ad
mirar las Minas de Petróleo, con todos sus pro
ductos elaborados, que cuando allá fueron los mi
sioneros no se habían nisiquicra descubierto, pero
cuya existencia y explotación nuestro Vble. Fun
dador ya había previsto en detalle. También hay en
esta sección un riquísimo herbario.
9* Sección - Regiones Patagónicas: Enseñanza Pro
fesional Femenina. — En esta sección se puede ad
mirar el resultado de la labor provechosisima que
desarrollan las abnegadas Hijas de María Auxilia
dora, sin las cuales sería casi imposible la labor del
Misionero, pues éllas se encargan de la conversión,
cuidado y educación de las mujeres y niñas, cuya
obra es definitiva en la formación de los nuevos
hogares cristianos. Llaman la atención en esta
sección cinco bustos tamaño natural que representan
una familia de la tribu de los Rauchel.
10* Sección - Regiones Patagónicas: Enseñanza
Profesional Femenina.— Lo mismo que en la sección
anterior, pudiéndose admirar labores femeninas
de una perfección y delicadeza admirables.
Para que se tenga una idea del material que se
encierra en las salas que estamos describiendo da
remos el número aproximado de los objetos prin
cipales que en esta tercera se contienen, pues proporcionalmente se halla el material igualmente
distribuido en las otras:
Grandes cuadros representando paisajes, 6;
Mapas de gran tamaño, 30; Ampliaciones fotográ
ficas, 270; Estatuas tamaño natural representando
tipos indígenas, 19; Animales mayores disecados, 7;
Vitrinas llenas de objetos, 33; Aparatos de vistas
estereoscópicas, 5; Grandes albums con postales
y fotografías, 6.
IV Sala - Misiones de América.
De iguales dimensiones que la anterior, contiene '
esta sala lo referente a las Misiones de los Bororos
y de los Indios del Rio Negro en el Brasil y de los
Jívaro s del Ecuador. Está dividida en 14 secciones
una de las cuales reservada a Dioramas, con el orden
siguiente: (Plano 5, 50. sá)
Sección - Etnografía de los Indios fiororos,
donde se pueden ver los vestidos, los adornos per
sonales, y gran variedad de animales de la selva
Brasileña.
2* Sección - Etnografía de los Indios Bororos.
Como en la anterior, predominando adornos per
sonales c instrumentos musicales.
3* Sección - Etnografía de ¡os Indios Bororos.
En la que se puede ver gran variedad de tejidos y
los arcos y flechas que usan para la caza de las di
ferentes clases de animales terrestres y acuáticos.
4* Sección - Etnografía de los Indios Bororos.
Instrumentos de trabajo, armas de caza y pesca,
elementos de religión y culto de las almas.
5* Sección - Civilización de los Bororos. — Agri
cultura, Escuelas Profesionales, etc..
6* Sección - Civilización de los Bororos. — Labor
de las Hijas de María Auxiliadora entre las mujeres
y niñas.
7* Sección - Dioramas. — Son diez los conte
nidos en esta sala y artísticamente repres;:ntan:
Una escena de caza en la Floresta, Danza óe
los bororos. Uno de sus brujos haciendo conjuros,
Misioneros de viaje. Indios Tucanos pescando,
Paisaje de Río Negro, Las Malocas, Indios H*
varos. Talando bosques. Instrucción catequística
a los salvajes.
8* Sección - Mariposas y coleópteros-del B r a s il.''
Es una colección de mariposas que llama grand^
mente la atención; las hay de todas formas y
277
mensiones y están ingeniosamente colocadas entre
dos cristales de manera que se pueden ver de ambas
caras y muy oportunamente porque muchos lepi
dópteros, especialmente nocturnos, presentan di
ferencias muy notables entre la parte anterior y
posterior. Hay unas cien cajas con una media de
diez mariposas en cada caja.
9* Sección - Etnografía, producciones y fauna de
Rio Negro (Brasil). — En las vitrinas de esta sección
se ve una gran profusión de adornos personales y
distintas clases de instrumentos musicales.
10* Sección - Idem. — predominan aquí serpientes,
minerales preciosos y maderas finas de una varie
dad y hermosura extraordinaria.
hay 1 1 animales grandes (serpientes, cocodrilos
tigre, condor, etc.) disecados y 7 estatuas tamaño
natural, reproduciendo tipos de indios con vestidos
y adornos auténticos.
Dejamos la planta baja y subimos hacia el piso
superior.
V Sala - Misiones de Asia.
Corresponde esta sala y es de iguales dimensio
nes que la anterior. Se halla dividida en cinco gran
des Secciones (Plano. 6, 6a v 7).
1* Sección - Misiones de China. — Costumbres,
vestidos, producciones y obra del Misionero. Ade-
Exposición Misionera — Misiones del Brasil y del Ecuador (Sala IV).
ii* Sección - Vicariato de Mendez y Cualaquiza
(Ecuador). — Ésta y las tres siguientes secciones
son sumamente variadas e interesantes, pues el in
fatigable e inteligente Misionero de estas regiones,
P. Crespi, recién llegado del Ecuador, trajo con
sigo más de 50 cajas con material por él prepa
rado c ilustrado, ‘ con el cual hizo ya una muy
celebrada exposición local en Quito (Ecuador).
12^ Sección - Idem. — Llama la atención en esta
sección una gran variedad de sombreros de Jipi
japa en las distintas fases de su elaboración y con
dibujos y calados de formas caprichosísimas.
13* Sección - Idem.
1 - ' Sección - Colección especial etnográfica y dentifi'ü de los Jívaro s.
E i el fondo de esta IV Sala hay otro gran cuadro
plástico de Mastroianni que representa el cultivo
V la elaboración del algodón por las mujeres y niñas
horeros, bajo la dirección de las Hijas de María Au’^iliadcra y, distribuidos por las distintas secciones
más de multitud de fotografías, dibujos y cuadros
chinos, llaman la atención un gran número de ídolos
paganos y objetos de porcelana primorosamente
artísticos. También hay en esta sección 4 dioramas
y dos escenas tamaño natural: los dioramas repre
sentan: molino primitivo chino, cultivo del arroz,
.tum ba imperial de M ing (Pekín), Gran puerta
marmórea que da acceso a dicha tumba. Y las dos
escenas mayores representan el acto de hacerse
cristiana una familia pagana, con los ídolos abati
dos por el suelo y el sacerdote dándola bendición,
y una escena funeraria china. N o falta en este sec
ción uno de los grandes plásticos en relieve de M a
stroianni que representa las Escuelas profesionales
salesianas en China. Antes de salir de esta sala el
visitante no puede menos de pararse ante una nu
merosa serie de miniaturas chinas, en papel de
arroz, que hacen el efecto de porcelanas policro
madas.
2* Sección - Misiones de ¡a In dia.— Producciones,
238
enseñanza profesional y catcquesis. Entre la mul
titud de objetos, muebles, utensilios y vestidos
exóticos llaman la atención los dos dioramas, uno
que representa la salvación de un niño pagano en
la Obra de la Santa Infancia y el otro el recibimiento
afectuoso que los neófitos tributan al misionero y
otro gran plástico en relieve de Mastroianní re
produciendo una fanática demostración indiana.
3“ Sección - Prefeciura Apostólica del Assam. —
Producciones, costumbres y catcquesis. No hay
5^ Sección - Misiones de Palestina y Egipto. —
En esta sección se admiran los adelantos de las
Escuelas Profesionales Salesianas de Alejandría,
especialmente la de mecánica; la Colonia agrícola
de Beitgemal, magistralmente organizada con todos
los adelantos y maquinaria moderna; un completo
herbario bíblico y los importantes hallazgos ar
queológicos de nuestra Colonia agrícola de Beit
gemal, donde se han encontrado los restos del pri
mitivo Martyrium de San Esteban, con preciosos
mosaicos.
VI Sala - El Gran Diorama.
Sucede a esta sala un paso estrecho y tenebroso
que inspira recelos a más de cuatro visitantes que
al entrar en el angosto pasaje exclaman: ¿Estamos
seguros? Pero cesa pronto la aprensión, pues a los
pocos pasos un magnífico y policromado panorama
se presenta a la vista y no se oyen mas que prolon
gadas exclamaciones de admiración y entusiasmo,
ante el magnífico espectáculo que de todas partes
atrae la atención del visitante (Plano, 8).
En un espacio de 30 metros de ancho por 8 de
fondo se ha reproducido con telones, bambalinas
y rompimientos un paisaje parte de Pampa y
parte tropical y en él están reproducidas, con esta
tuas de tamaño natural, escenas de las misiones,
que dan una idea de los distintos aspectos de la
vida del misionero. En primer término se ven un
grupo de niños de la Tierra dcl Fuego que están
oyendo la instrucción catequística del misionero,
mas allá los misioneros en el interior de su tienda
de campaña, detrás un salvaje disparando la flecha
contra una imaginaria fiera; a un lado, un grupo de
salvajes recibiendo al misionero, que. a ios pocos
pasos aparece celebrando la misa en la floresta y
en el fondo aparecen las residencias de los misio
neros, rodeadas de campos cultivados y grupos de
Hijas de María Auxiliadora ejerciendo sus distintos
ministerios con las niñas y las mujeres. Es una
visión de conjunto, con preciosos efectos de luz
artificial, que uno no se cansa de contemplar. Es
por así decirlo la sorpresa de la Exposición.
Una c5ccna ilcl "Gran Diorama.. — Niños onos
escuchando' al misionero. '
quien no se pare a contemplar con curiosidad la
gran piel, autentica, toda pintarrajeada de sangre
humana, que usan los faquires de la India como
trono para llevar a cabo sus excentricidades. Tam
bién en esta sección hace detener al visitante otro
plástico en relieve de Mastroianní que representa,
en magnífico contraste, los dos sacrificios: el pa
gano todo fanatismo y sangre y el cristiano todo
devoción y paz.
4* Sección - Misiones de la India Septentrional. —
Costumbres y catcquesis. Hay en esta sección otra
hermosa colección de mariposas, una piel entera
de cocodrilo curtida, muebles de una finura extraor
dinaria, uno vitrina con labores y bordados finí
simos y un gran mapa en relieve de la región con
fiada a los misioneros salesiamos.
VII
y VIII Sala
Misiones de Africa y Oceania.
.A la salida dcl Diorama se hallan las dos grandes
salas dedicadas a las Misiones del Congo Belga.
(Plano, 9. 9a V 10).
En la primera de estas salas se pueden admirar los
adelantos que, en individuos de pura raza negra,
se han obtenido con la civilización cristiana; pues
allí aparecen expuestos los trabajos por ellos eje
cutados en los distintos talleres de mecánica, car
pintería, zapatería, etc. También en esta sala se
admira otro plástico en relieve de Mastroianní, que
hace ver la degradación de la mujer y de la infancia
en el paganismo y su rehabilitación por el cristia
nismo. También llama la atención otra grande
escena tamaño natural que representa un juicio
ante un jefe de tribu indígena del Katanga (Congo
J
239
Belga). En la otra sala destinada a las Misiones del
Congo Belga aparece un facsímil en relieve de todos
los edificios y adyacencias de la Misión y otra grande
escena con estatuas que parecen vivientes, represen
tando ‘una escena familiar de los indígenas; una
mujer hilando, el hombre saliendo para la caza y
un bebé negrito durmiendo plácidamente.
Entre las dos salas dedicadas al Congo Belga se
encuentra una pequeña sección dedicada al Vica
riato Apostólico de Kimbcrley en Australia.
Al dejar el piso superior para volver a la planta
baja llaman todavía la atención varias hermosas
fotografías de la recentísima Misión del Japón, de
la cual podremos dar noticias a nuestros lectores
en los próximos números del Boletín.
IX Sala - A\isión del Chaco Paraguayo.
A continuación se halla reproducida la escena
de la Misa en la floresta con estatuas tamaño natural,
que representan al sacerdote celebrando y un niño
jíbaro haciendo de monaguillo.
Por último llama la atención un auto-capilla des
tinado a las Misiones Salesianas de la Patagonia,
especie de autobús con altar portátil, que tan pronto
sirve de coche, como de dormitorio, como de iglesia.
El chassis es regalo de la casa E lA T .
XIII Sala - Proyecciones y películas.
Constituye un complemento sumamente inte
resante de la Exposición (Plano, 15). Es un salón de
28 metros de largo por 10 de ancho, rodeado todo
de fotografías de Casas Salesianas, en el cual todas
las tardes se proyectan películas que dan una idea
acabada de la labor del misionero, en diversos cam-
De nuevo en la planta baja, la primera sala que
se nos presenta es la dedicada a la reciente misión
del Chaco Paraguayo (Plano, n ), en la cual figuran
en abundancia fauna, flora, producciones, adornos,
armas, vestidos, etc. que suponen en nuestros
buenos misioneros una labor activísima c inteli
gente. El visitante se para admirado a contemplar
el indio chamacoco en su canoa autentica con los
trofeos de caza y pesca. Tan^bicn llaman la aten
ción las estatuas que reproducen los tipos del país.
X Sala - Bibliografía Salesiana.
Es el local señalado en el plano con e! número 12,
rodeado de estantes, en los cuales se hallan orde
nadamente dispuestos los libros escritos por saIcsianos o editados en tipografías salesianas; pasan
de 5 mil los volúmenes de esta Biblioteca en la cual
hay obras verdaderamente interesantes.
XI Sala X Paleonfologia y Paleoetnograña.
Es una sala (Plano, 13T que a muchas señoritas arranca exclamaciones de miedo y repugnancia, solo
porque en las vitrinas aparecen buen número de
cráneos de individuos de raza indígena de épocas
remotas y multitud de huesos de Mastodonte,
encontrados por nuestros misioneros de Colombia,
iunto con muchos objetos de la edad de piedra,
de aquellos remotos paises.
XII Sala - Asistencia médico-sanitaria
y religiosa.
Es un local de 40 metros de largo por cinco de
ancho (Plano, 14) que hace ver como los misioneros
se preocupan no sólo de las almas sino también
de los cuerpos de los pobres indígenas. Dos gran
des grupos escultorios representan a las Hijas de
Mana Auxiliadora vendando el brazo a un negrito
y curando las llagas de un leproso. Están también
expuestos varios modelos de cajas para socorros de
urgencia y un ambulatorio quirúrgico con mesa
de operaaones, regalo de las Damas Patrocina
doras.
ExposictÓT Misionera — Diorama (amafio natural:
Escena funeraria china (Sala V).
pos de Misión. Una de las películas reproduce
escenas interesantes de la Visita que el Principe
Humberto, heredero de Itajia, hizo a varias Casas
Salesianas de la Argentina durante su viaje a aquella
República. Otra película de tres partes hace ver
la labor llevada a cabo por los Salcsianos en Egipto
y Palestina. Una tercera en 4 partes nos trasporta
al Congo Belga y hace admirar las maravilllas de
la civilización cristiana en medio de aquellos negros
del Centro del Africa. Otra también de 4 partes
nos hace hacer una escursión por el Oriente Ecua
toriano dando a conocer perfectamente el ambiente
en que se ha de desarrollar la acción del Misionero
entre los Jibaros del Ecuador.
Cuando se han pasado unas dos horas recorriendo
salas tan llenas de cosas interesantes, el público
no sabe como agradecer que sin aumento ninguno
de precio se le obsequie todavía con una interesante
sesión de Cine.
El Jardín.
Y como si todo lo anterior fuera poco, se ofrece a
la curiosidad, y al recreo del visitante un elegante
jardín que con su variedad de plantas, animales, có-
240
modos bancos para descansar y un bien provisto
Buffet, resulta para muchos un gran atractivo de
la Exposición.
Una elegante construcción de madera da una
idea de los observatorios meteorológicos, que con
tanto éxito y provecho para la ciencia, los misio
neros instalan en los distintos puntos de misión,
con toda clase de aparatos automáticos.
Atraen también la curiosidad del público los fac
símiles de las chozas de los indios con sus corres
pondientes figuras de tamaño natural, con los uten-
Exposicidn Misionera — El Monslrao Benéfico del Niio.
sillos adornos y trajes auténticos, que dan una idea
clara de la vida salvaje, y que representan; Una
Vran Aío/oca de Río Negro, espaciosa vivienda donde
se alberga una entera tribu. En ella se ha instalado
el Ballet; Una cabana de ios Jibaros del Ecuador
on cuyo interior se ve a una india durmiendo en su
lecho de cañas, otra preparando la celebre chicha
V un hombre dispuesto a salir para la caza; y por
último tres cabañas de indios onas, tehuelches y
alacalufes, cubiertas de pieles, bajas y angostas,
tal como las construyen los indios de la Tierra del
Fuego.
Pero la que realmente encanta, especialmente a
la gente menuda, son ¡os numerosos ejemplares de
fauna exótica que, distribuidos por el jardín en
variadas y elegantes jaulas, o libres en maromas
V sostenes n.ctilicos, alegran el ambiente con sus
gritos V cantos distintivos y dan una nota simpá
tica con sus variadas formas y policromados co
lores. Las jaulas están así distribuidas: i. Búfalo
de Egipto - 2. Gacela de Egipto - 5. Tucán y Molothrus bonarienzisner - 4. Esmeralda y Turpial
dcl Ecuador, pájaros de hermosísimos colores 5. Monjitas del Assam, 16 pajaritos que solo verlos
inspira devoción - 6. Dos Huiratchuro y dos jil
gueros del Ecuador - 7. Cuatro ovejas del Líbano
(Palestina) - 8. un guanaco de la Patagonia - 9. cotor
ritas del Assam - 10. Cirote y Cotorra del Ecuador 1 1 . Una maina del Assam, conirrostro de pico ama
rillo y plumaje negro brilante, que es sin duda el
que se lleva la palma de toda la Exposición, pues
con una voz de un timbre humano perfecto, di
vierte a la numerosa concurrencia que siempre le
rodea, con frases en español, en latín, en inglés,
en indio y en piamontés admirablemente pronun
ciadas - 12. Cardenales, gracioso pajarito con pe
nacho encarnado, de la .Argentina - 1 5 ./qóurú, es
pecie de cigüeña del Brasil - 14. dos Shacá, avede
gran tamaño de la Argentina - 15. Aguilucho de la
Patagonia - 16. ocho bengalinos, pequeños pajaritos
pintarrajeados de rojo, del Assam - 17. cuatro co
torritas de Australia - 18. tres galápagos y una gratusa dcl Ecuador - 19. dos armadillos de Patagonia
- 20. vizcacha, especie de conejo salvaje de la Patagonia - 2 1. seis ñandús de Patagonia - 22. una zorra
de Patagonia - 2?. cuatro gallinitas patagónicas 24. terutero de la Patagonia
25. dromedario dcl
Egipto - 2Ó. jabalí del Brasil - 27. hurón de Patagonia
y lagarto dcl Egipto - 28. dos lemúridos dcl Ecua
dor - 29. tres diferentes especies de monos de Bras.l
y Ecuador; 3 1, gran jaula en forma de chalet que
contiene un tucán, 7 gallinitas, un pavo y un faisán
silvestres dcl Ecuador. Hay además 20 loros, entre
ellos dos magníficos araras de vivísimos colores,
sueltos entre ios árboles, en trapecios de hierro,
que dan conversación en jibaro a todo el que se
presente.
Resulta pues un conjunto de unos t iy d¡stintc%
animales vivos que dan al jardín de la Exposición
el aspecto de un pequeño jardín zoológico.
Otro detalle del jardín es el Monstruo Benéfico del
Nilo que representa la parte superior dcl tronco
de un enorme y monstruoso cocodrilo, de encen
didos ojos y fauces desmesuradamente abiertas,
que a todo el que le entrega dos liras, arroja por
la boca en medio de un rugido espantoso de bo
cina de automóvil, un objeto apropiado al donante
según sea niño, señora o caballero.
La miserable idea que esta pobre descripción
puede hacer formar de la Exposición Misionera,
puede hacer comprender el afán e interés con que
el publico la visita y a nosotros, al terminar, no nos
resta sino recomendar a todos nuestros lectores,
si quieren ver centuplicarse el bien que se ha po
dido hacer en estos primeros cincuenta años, que
se dediquen con todos los medios a su alcance y
que se detallan en las decisiones del Congreso
arriba referidas, a la acción misionera, pues con
ello no sólo corresponderán como buenos hijos a
los deseos del Santo Padre, sino que sobre todo
serán acreedores al gran premio que el Dueño de 1«
M ies tiene destinado para los obreros de su campo-
24 *
El Primer Cardenal Salesiano.
In m em oríam
Conclusión - Véasü "Boletín,, de Julio.
E p iso d io s con m ovedores.
IVlons. Cagliero sabía enunciar las verdades
de nuestra Santa Religión de una manera
tan sencilla y escultoria que fácilmente se
hacía entender aún por los mismos idó
latras.
Un día que visitaba las Escuelas de Viedma,
habló a las alumnas del gran don de la Sa
grada Comunión y una niña de siete años
manifestó vivo deseo de ser admitida con
otras compañeras a la Primera Comunión.
Monseñor sonriendo le dijo: ¡Pobrecita!
eres demasiado pequeña todavía; harás la
comunión cuando las guindas estén maduras.
Kadie pensó más en aquella escena; pero no
la olvidó la pequeñita que, con sorpresa de
todos, la antevigilia de la fiesta fijada para las
primeras comuniones, se presentó a la D i
rectora con dos hermosas guindas recién
arrancadas del árbol diciéndole: — T ó
melas V. y enséñelas a Monseñor, para que
vea que ya están maduras y así me deje re
cibir a Jesús. Claro está que sus anhelos
fueron satisfechos. ¡Cuántos episodios se
mejantes!
«Recuerdo siempre con viva emoción,
narraba el Cardenal, la última Misión que
di en el año 1902. Me había hecho llamar el
viejo cacique Namuncurá, que en su lejano
destierro junto a la cordillera veía la muerte
próxima. Para llegar donde él estaba tuve
que hacer 1.500 km. a caballo y me paré en
todos los centros de Misión que encontré
por el camino. ¡Viaje encantador! En aquel
trecho de Cordillera, hasta ocho lagos cus
todiados por elevadas cimas de montañas,
reflejan el cielo en sus aguas y uno de ellos
es navegable. El venerando jefe Patagón
contaba a la sazón 86 años y nos recibió como
a enviados del ciclo. Quiso ser bautizado
con toda la familia y la tribu, fué confirmado
e hizo su primera Comunión con la humildad
y la sencillez de un niño. Lleno de alegría iba
repitiendo: — Ahora muero contento, ahora
muero buen cristiano.
Me disponía ya a regresar cuando él pensó
en una cosa de la cual yo mismo me había
olvidado y oí conmovido que me decía:
Quiero sepultar cristiano. Escogimos entonces
un ángulo de verde y silencioso prado, ro
deado de rocas majestuosas y lo bendije como
cementerio cristiano, donde el anciano jefe
y los suyos pudieran un día dormir su úl
timo sueño a la sombra de la Cruz. Al partir
nos saludamos y abrazamos como her
manos ».
Esta suavidad de trato de Mons. Cagliero
y la bondad de su corazón le captó las sim
patías y la admiración hasta de los mismas
protestantes; precisamente en aquella última
escursión apostólica, que duró seis meses, se
encontró con un naturalista norteamericano
que admirado de la abnegación de Monseñor
y de sus misioneros, no pudo menos de ex
clamar: Soy protestante, pero admiro al S a
cerdote católico, porque si yo me expongo a mil
privaciones por amor de ¡a ciencia, veo que
ellos se sacrifican heroicamente por amor del
prójimo....
L o s resa lta d o s ( 1879- 1904).
De suerte que en los primeros 25 años de
trabajo en la Patagonia Septentrional y Cen
tral la Obra de Don Bosco podía anotar en
su haber:
14 Parroquias y 15 Iglesias públicas, sin
contar las capillas internas, ni las construidas
en los puestos avanzados de Misión.
9 colegios con alumnos internos.
1 escuela de Artes y Oficios y 5 Colonias
Agrícolas.
9 externados, anejos casi todos a los co
legios internos.
2 casas para formación de personal.
8 Asilos infantiles, confiados a las Hijas
de María Auxiliadora.
2 Hospitales y Asilos para inválidos.
1 importantísima farmacia en Viedma.
5 Circuios de Obreros y numerosas aso
ciaciones religiosas.
5 Observatorios meteorológicos.
Pero esta enumeración es demasiado rápida
y pierde eficacia. Cada una de estas Obras
merecería una monografía aparte. Por ejcri pío del Hospital de Viedma, iniciado por »
caridad de Mons. Cagliero, con locales pro-
242
píos donde será siempre también recordado
con ^'ratitud otro misionero salesiano piamontés, D. Evasio Carroñe, que fué a la vez
buen médico de las almas y de los cuerpos,
se pudo decir con verdad: « En general todos
los enfermos, tanto los curados a domicilio
como los recogidos en el Hospital, mueren
cristianamente; los indios se bautizan y los
ya bautizados hacen su primera Comunión
— ¿Como has venido, quien te ha en
viado?
— Un Misionero...
— Pero si no hay ningún misionero en
los lugares de donde tu vienes?...
— Pues yo lo encontré en tal punto... y
como no sabía bien el camino lo volví a en
contrar en tal otro punto... y me ha dirigido
hacia acá.
Y al entrar en la sala de visita o de opera
ción, al ver el retrato de Don Bosco excla
maban: — i Este es el Misionero que nos ha
enviado!...
Mons. Cagliero gozaba lo indecible con
tando estos episodios; pero cuando en 1904,
elevado por el Santo Padre Pió X a arzobispo
titular de Sebasto, fué a despedirse dcl Ge
neral Roca, Presidente de la República Ar
gentina que lo acogió con todos los honores
y lo saludó enfáticamente: He aquí el civili
zador de la Patagonia!, debió sin duda re
cordar la profecía del Vble. Don Bosco y con
su habitual modestia, repetir también en
tonces la exclamación que naturalmente le
venía a los labios ante'los prodigios y las
bendiciones dcl Ciclo y que dejó oir varias
veces en actos solemnes en que se conmemo
raban sus heroicas gestas misioneras: — ¡Solí
Oeo honor ef glorial
A lg u n a s cifra s.
He ahí algunos datos bastantes elocuentes
que sintetizan la labor misionera de 25 años
en la Patagonia Septentrional y Central:
Bautismos: 47.000, de los cuales 15.000
ind-'gcnas.
Confirmaciones: 15.000.
Exposición Misionera — Un ospecfo dcl p&' Ileo
durante la visita a la exposición.
en el punto de muerte; muchos católicos
vuelven a la práctica de la fe que habían ol
vidado; y los disidentes, protestantes, cismá
ticos o anglicanos, conmovidos ante la ma
ternal solicitud de la Religión Católica re
conocen su superioridad y leen de buena
gana los libros que se les proporcionan para
su instrucción». A este mismo Hospital se
presentaron varias veces inesperadamente,
a veces después de haber hecho centenares
de kilómetros de camino, pobres indios en
fermos, o que necesitaban alguna operación:
Coinu.'io-ies: i.ooo.ooo; 400.000 en las
Iglesias públicas y en las Escursiones mi
sioneras y 600.000 en las capillas de los Ins
titutos Salpsianos y de las Hijas de María
Auxiliadora.
En Viedma, Patagones, Roca, Rawson
se creó una vida religiosa intensa; florecieron
compañías religiosas de jóvenes y adultos,
las Conferencias de San Vicente de Paul y
los Círculos de Obreros Católicos; el Apos
tolado de la Oración y la Guardia de Honor
fueron el índice de la gran devoción a jesús
Sacramentado y a María Santísima. Cuando
en 1909 Mons. Cagliero celebraba sus bodas
de plata episcopales, la Patagonia cristiana
le regaló como prenda de sentida gratitud
un cáliz de oro macizo.
247
Visitador, Delegado Apostólico, Cardenal
-(
1905-1926
V isita d o r A p o stó lico .
Podía pues volver a Italia, contento por la
abundante miés recogida; y aquel su último
viaje a través de la Patagonia sirvió de des
pedida de la generosa República Argentina
que al verlo partir para Europa, lo acompañó
con su gratitud y admiración.
«Cumplido ya su apostolado en la Patago
nia, escribía un diario de Buenos Aires, parte
para Italia, su patria, Mons. Juan Cagliero,
Arzobispo titular de Sebaste.
«Desde que los Salesianos pusieron pie
en territorio patagónico en 1875, Mons. Ca
gliero se dedicó con todo el celo, la energía,
la inteligencia y el fervor a que puede llegar
un sacerdote virtuoso penetrado de sumisión
de caridad, a difundir en aquellas soledades
los beneficios de la fe cristiana. Ni las inco
modidades, ni las oposiciones, ni la falta de
medios, ni los peligros fueron capaces de
enfriar sus entusiasmos ni de debilitar su
fibra de adalid valiente de la civilización y
del bienestar moral y material de aquellos
pueblos todavía bárbaros y medio salvajes.
«Lo que hace cinco lustros era guarida
de malhechores ahora son tierras de gente
civilizada. Por obra de los Salesianos, guiados
por Mons. Cagliero la Patagonia se ha tras
formado....
«Con Mons. Cagliero parte para Europa
un joven de 14 años, hijo de Namuncurá,
el terrible cacique rey de la Pampa... Es la
mejor prueba del bien que los salesianos lle
van a cabo en la Patagonia, del afecto que
les rodea, de la luz que han hecho brillar
ante aquellas poblaciones ignorantes, pobres
V hasta ayer rebeldes a la civilización».
Contaba entonces Mons. Cagliero 66 años
V todavía pidió trabajo; y el Santo Padre
Pío X le confió la Visita Apostólica de las
Diócesis de Piacenza, Savona y Bobbio...
donde será siempre bendecida su memoria.
Estaba aún ocupado en la visita de estas
Diócesis cuando en 1908, telegráficamente
V con urgencia fué llamado a Roma.
En una reunión de Cardenales, convo
cada para restablecer las relaciones diplo
máticas con las repúblicas de Centro Amé
rica, el Cardenal Rampolla sagaz conocedor
de hombres y de cosas, había propuesto el
nombre de Mons. Cagliero; ya que aún como
)-
simple misionero, había demostrado gran
tacto diplomático, manteniendo personal
mente las más cordiales relaciones con los
hombres políticos de los diversos Estados,
siempre con el fin apostólico de impedir que
se promulgaran leyes contrarias a la Religión
cristiana. Efectivamente, por mediación suya
se vieron restablecidas en la República Ar
gentina las relaciones con la Santa Sede in
terrumpidas desde hacía doce años, se evitó
la ley del divorcio y fueron elegidos obispos
llenos de celo que hicieron florecer la piedad
y la vida cristiana.
Y P ío X , con el consentimiento unánime
de los Cardenales, con gusto acogió la pro
puesta que tales garantías ofrecía de feliz
éxito.
Cuando el Sumo Pontífice lo notificó a
Mons. Cagliero, éste procuró rehusar el
encargo diciendo con acento de respetuosa
negativa: — Santidad, soy viejo! — Y el
Santo Padre bondadosamente repuso: — Más
¡o soy yo, Monseñor y ¡levo a cuestas la carga
de toda ¡a Iglesia.
Y Mons. Cagliero dejó la Ciudad Eterna
para emprender con juvenil ardor la nueva
empresa.
D eleg a d o A p o stó lico ,
Grande fué el entusiasmo de aquellas re
públicas cuando supieron su nombramiento
de Delegado Apostólico y Enviado Extraor
dinario de la Santa Sede y le tributaron la
más cordial acogida.
No faltaron las dificultades de índole de
licadísima, especialmente en algunas re
giones en las que fué necesario todo el celo
y todo el tacto de una alma grande y de un
gran corazón, animado por la caridad su
blime de nuestro Señor Jesucristo. Y poco
a poco, al influjo suave de la dulzura habitual
que sabía derramar aún en las empresas di
fíciles, coadyuvada por un celo tenaz y ar
diente, todas la dificultades se resolvieron
como por encanto. Los obispos y ios jefes
de Gobierno vieron en el representante de
la Santa Sede al consejero perspicaz e integérrimo, al amigo sincero y leal y reverentes
se inclinaron ante él aceptando sus consejos
y gloriándose de hospedarlo en sus palacios,
mientras embajadores y ministros se dispu-
244
taban el honor de ser admitidos a su
audiencia.
‘ No es de extrañar, pues, que por media
ción suya se reanudaran las más cordiales
relaciones entre aquellos gobiernos y la Santa
Sede y si de algunos, llegó hasta a obtener
la revisión y corrección de la legislación so
cial,-conforme al espíritu cristiano, logrando
por ejemplo que se derogase una ley casi
secular de supresión de órdenes religiosas.
Por todas partes además, como acostumbraba
en sus visitas a los centros importantes, ir
acompañado de celosos confesores y predi
cadores, después de la solemne recepción
anunciaba una misión apostólica y él mismo se
prestaba para las confesiones y las funciones
solemnes, recogiendo abundantísimos frutos.
tn una palabra, también como Delegado
Apostólico e Internuncio Extraordinario de
la Santa Sede, el humilde alumno de Don
Bosco, cuya imagen brillaba siempre ante
sus ojos y para el cual conservaba todo el
afecto de su corazón, desplegó constante
mente al viento su bandera de Da mihi animas
caetera folie, fiel a la promesa que había hecho
el día en que, al escoger como propio el es
cudo salcsiano, sustituyó su lema con otro
que fué un juramento solemne: — Siempre
tras las huellas de Don Bosco, con su espí
ritu, con su sistema; este será mi programa,
este el camino que me propongo recorrer
con la gracia de Dios: Recto fixus calli ero.
P rin cip e d e Ja Ig lesia .
Su elevación a la Sagrada Púrpura coin
cidió con una fecha solemne para la Obra
Salesiana: el primer centenario del nacimiento
de Don Bosco.
i Cuán admirables son los caminos de la
Divina Providencia! Cien años hace nuestro
Venerable Padre, todavía pastorcito regre
saba de Butigliera a donde había ido para
asistir a la Misión que en t8z6 se predicaba,
con motivo de la extensión del año santo a
todo el mundo católico y manifestaba al ve
nerando Don Calosso su deseo de dedicarse
por completo a la salvación de la Juventud.
¿Cómo iba a imaginar entonces que el Señor
bendeciría millares y millares de hijos, por
él encaminados al sacerdocio y que entre
ellos habría habido uno... de su mismo pue
blo, que se habría distinguido entre todos y
que después de haber llevado su nombre
hasta los últimos confines de la tierra, lo
habría hecho querer y venerar en el centro
mismo del Cristianismo?
Sin duda fué una gloria para Don Bosco
en el centenario de su nacimiento la elevación
de Mons. Cagliero a la Sagrada Púrpura y
una de las más íntimas satisfacciones para el
Cardenal Cagliero, haber dado con ello nuevo
lustre y esplendor a la Obra Salesiana.
Llegado a Roma el mismo día en que había
de recibir el anuncio oficial de su nueva digni
dad, 6 de diciembre de 19 15, al recibir, des
pués de celebrar la Santa Misa, el mensaje
pontificio, agradecía al Sumo Pontífice Be
nedicto XV la altísima distinción con que
había querido honrar al mínimo de ¡os mínimos,
al último de sus hijos, y en éllo se complacía
por el honor que suponía, no para su persona,
sino para la Sociedad Salesiana y para su
venerable Fundador: non propter me sed propter meos.. Y al aceptar no sólo los honores
sino también los deberes de la Sagrada Púr
pura, renovó su propósito de querer dedi
carse, no obstante su avanzada edad de 78
años, por completo al servicio de la Iglesia,
fiel siempre a las enseñanzas de Don Bosco,
que repetía sin cesar: Nosotros descansaremos,
pero no en el tiempo, sino en ¡a eternidad.
El día 8 de diciembre, ya tan fecundo de
gratos recuerdos para los salesianos, recibió
las insignias cardenalicias y el domingo si
guiente día 12 tomó posesión del título que
le había sido conferido de San Bernardo ad
7 ermas.
En aquella ocasión, con apostólico acento
que recordaba al Misionero, que había con
sumido toda su vida para difundir la luz del
Evangelio y los esplendores de la civilización,
hizo resaltar los caminos de la Divina Pro
videncia, que de la misma manera que había
dispuesto que sobre las ruinas de la civili
zación pagana se levantara el edificio de la
civilización cristiana, quiso tambicén que
aquella construcción cementada con ios su
dores y con la sangre de los Cristianos fuera
convertida en un templo del Dios verdadero
y dedicado a uno de los grandes Doctores
de la Iglesia en el que resplandecieron espe
cialmente tres amores.
«■Estos tres amores, exclamab'a, el amor a
la perfección cristiana, el amor a la Santí
sima \'irgen y el amor hacia el Vicario de
Jesucristo yo los aprendí desde mis más tier
nos años, a la escuela de mi gran Padre y
Maestro. Don Bosco, en efecto, nos llamó
a la perfección religiosa y nos destinó a la
salvación de las almas, después de habernos
guiado toda nuestra vida a los piés de María,
fuente de toda nuestra actividad y energía
y a los piés del Vicario de Jesucristo, guardián
y propulsor de nuestra fe. Este fué también
245
el testamento que yo recogí de mi tierno
Padre en ci lecho de muerte, herencia fiel
mente guardada y que será siempre mi mayor
tesoro ».
i El amor al Papa! «Cuando tengo la dicha
de ir al Vaticano y encontrarme en presencia
del Santo Padre, pienso en la alegría de Don
Bosco al ver tan amenudo a uno de sus hijos
en compañía del Vicario de Jesucristo. Y este
pensamiento me conmovió de un modo es
pecial el día en que pude acercarme al Santo
Padre Pió X I cuando daba su primera ben
dición papal desde la Logia de San Pedro».
Y conservó, practicó y no se cansó nunca
de recomendar todas las demás enseñanzas
de Don Bosco: el espíritu de familia, el cui
dado de los niños y de las vocaciones, la fre
cuencia de los santos Sacramentos y sobre
todo el fin supremo de nuestra Pia Sociedad:
la salvación de las almas.
«¿Porque Don Bosco fundó el Oratorio?
¿Porqué nos ha reunido en Sociedad? ¿Por
qué me envió a mi a la Patagonia y a tantos
hijos suyos a todas las partes del mundo? —
repetía pocos años hace dando las buenas
noches a los niños del Oratorio de Turín —
Porque nuestro Vble Don Bosco buscaba
la gloria de Dios, había declarado guerra al
pecado, solo anhelaba la salvación de las
almas: Da mihi animas caetera tolle». «El
Oratorio y la Congregación Salesiana, nos
repetía a menudo con entusiasmo, son obras
de Dios y Dios las ha suscitado únicamente
para combatir el pecado y salvar las almas.
Si tuviera que llegar un día que no respon
dieran a este objeto, pido a Dios desde ahora
que las reduzca a la nada».
De esta comprensión íntima y absoluta
del espíritu de Don Bosco emana el amor que
el Cardenal Cagliero tuvo hasta la muerte
al trabajo, ante el cual no retrocedió jamás,
sea cual fuera la ocasión que se le presentara
para obrar el bien.
O b isp o su bu rbicario.
Don Bosco, que ya desde 1854 había pre
visto que el joven Cagliero habría sido mi
sionero y habría llegado a la plenitud del sa
cerdocio, le dijo también en una ocasión:
V después te llamarán a Italia y te confiarán
una diócesis.
Este último detalle profético de! Venerable
parecía que se iba a cumplir antes de ser
nombrado Delegado Apostólico de Centro
Ar^érica; pero no se verificó hasta fines de
*C2o, cuando después de la muerte del Car
denal Boschi, optó el Cardenal Cagliero a
la Sede suburbicaria de Frascati. Su amor
al trabajo y su adhesión al Papa se lo acon
sejaron; y a pesar de su avanzada edad de
8? años, su apostolado en aquella diócesis
no dejó de ser grandemente fecundo.
Varias veces llevó a cabo la visita pakoral,
organizó un solemne Congreso Eucarístico
que presidió como Legado Pontificio; y du
rante el Año Santo con verdadera satisfacción
acompañó a los piés del Santo Padre un gran
número de peregrinos.
S iem p re Sa/esiano,
Después de su elevación a la Sagrada Púr
pura no quiso alejarse de los Salesianos, sino
que se hizo arreglar sus habitaciones en el
Colegio Salesiano del Sagrado Corazón de
Jesús en Roma, diciendo que no habría po
dido vivir sin oir todos los días el festivo
clamoreo de los niños, que le recordaban
sus años más felices.
Y en realidad, su rostro se transformaba
cuando se encontraba en medio de los niños.
La primera vez que compareció entre ellos
después del Consistorio, oyendo que los
niños le vitoreaban diciendo: Viva el Cardenal,
hizo señas de querer hablar y en medio de
un general silencio exclamó: No digáis el
Cardenal, sino nuestro Cardenal, porque
sigo siendo hijo de Don Bosco como vosotros!
Y nuestro Cardenal era verdaderamente el
mejor amigo de aquella turba infantil. Cuando
aparecía en los patios todos lo rodeaban
alegres, y él los invitaba luego a que conti
nuaran jugando y se quedaba paseando por
los pórticos con un buen grupo conversando
y bromeando como si fuera uno de ellos.
Desde 1916, todos los veranos pasaba una
temporada en Píamente. Sentía añoranza por
aquellos lugares que le recordaban tantas
horas felices y los prefería para descansar,
a otros más amenos y de clima más benigno.
Tomó parte en los Congresos Eucarísticos
de Génova y de Bérgamo, contentísimo de
verse rodeado de niños. Estuvo en el San
tuario de Oropa en ocasión de las fiestas
centenarias; en Milán, para la consagración
del monumental templo de San Agustín; en
Alba, Saluzzo, Ivrea y otras ciudades dando
esplendor a fiestas y ritos sagrados. En 1924
se llegó hasta Lubiana para la coronación de
una imagen de María Auxiliadora y desde
allí fué a hacer una visita a los salesianos de
Austria, de Baviera y de Polonia, despertando
en todas partes con su bondad, con su edi-
246
ficante piedad, con su serenidad impertur
bable y con su grande afecto a Don Bosco,
unánimes sentimientos de admiración e
imponentes manifestaciones de afecto.
Pero él amaba de un modo especial sus
humildes habitaciones de Valdocco, donde
para indicar su presencia, sc-vió durante diez
años suspendido con un cordel sobre la
puerta, formando corona a dos trozos de
viejo damasco, su escudo, modestamente
pintado en un trozo de cartón... Basta y sobra,
decía.
Desde Turín hacía alguna escursión a
Pinerolo para visitar a los huerfanitos de la
guerra; a Nizza Monferrato, para enfervo
rizar en el espíritu de Don Bosco a las Hijas
de María Auxiliadora; a Castclnuovo de
Asti, para visitar la casita de Don Bosco en
Becchi y a Valsalice, donde todos los años,
iunto a la tumba del Padre, hacía en compañía
de los hermanos, con edificante piedad los
Ejercicios Espirituales.
El año pasado se quedó en Turín hasta
después de la solemne conmemoración del
Cincuentenario de las Misiones y la última
vez que salió fuera de la ciudad fué para vi
sitar a los aspirantes misioneros recogidos
en Ivrea, en el Instituto que con orgullo lleva
su nombre.
Cuando salió para Roma tenía un ascpecto
tan sano y robusto que nadie se hubiera ima
ginado que no volveríamos a verle más. Por
eso la noticia de su muerte sorprendió dolo
rosamente a cuantos le conocían y como ya
dijimos anteriormente, suscitó en todo el
mundo un himno de admiración y alabanza.
*Ave P r in c e p s !...; V a le, fr a fe r !,.
Así terminaba «¿.o Stampa» de Turín uno
de los artículos que dedicó al recién fallecido
Purpurado:
«Su figura erguida y varonil revestida con
ia Púrpura Cardenalicia era verdaderamente
majestuosa. Ko demasiado alto, pero ro
busto y bien formado, revestido, tenía un
aspecto afablemente señoril; caminaba con
paso firme, seguro, deteniéndose brevemente
pero con gesto enérgico, adelantando uno
de los piés en actitud decidida como quien
conquista la tierra poco a poco, sin preci
pitación, para seguir en seguida su camino
erguido en la persona, con aire dominador.
Su noble rostro, bajo una frente espaciosa y
serena, tomaba significativas actitudes, re
flejo del vigor de su espíritu; la nariz recia,
un poco aguileña, sus ojos vivos y sonrientes
daban a su semblante una expresión de hom
bre, como él era, superior. Pero este su exte
rior majestuoso y severo, sometido a una vo
luntad férrea para el bien, no tardaba en
cambiarse en una dulzura, en una afabilidad
y caridad de sonrisas que hacían del grande
Misionero, del ilustre diplomático, del in
fatigable civilizador, el más cariñoso y el más
paternal de los hombres. Este era el secreto
de su influencia dominadora, a la cual era
difícil sustraerse; aquel prelado insigne, listo,
enérgico, que a primera vista podía infundir
un temor reverencial, a penas abría sus la
bios, aparecía jovial, bondadoso, indulgente,
digno discípulo de Don Bosco. El dialecto
piamontés, que enérgico resonaba en sus
labios, era como un consuelo, una gracia,
una ternura patria que hacía resaltar más
la íntima grandeza moral, el ímpetu generoso
de aquel que marchó, modesto y silencioso
a evangelizar la Patagdnia, y se relacionó
con gentes bárbaras, y luchó contra las su
tileza y las intrigas y las miserias de pueblos
desconfiados y hostiles y penetró en el hondo
misterio de hombres que se hacen extraños
a sus semejantes bajo cielos ignorados, en
paises diversos e incomprensibles. Pero su
fuerza, su valor, su audacia llegó a compren
derlo y suavizarlo todo: tanto el llanto dcl
niño, como la temible ferocidad del selvajc.
El cardenal Cagliero con aquella fisonomía
varonil y paterna había nacido para redimir
y rescatar lágrimas y sangre».
Para nosotros fué siempre un hermane,
para los alumnos un compañero y para los
antiguos alumnos, un amigo. No se de a
nuestras palabras sabor de irreverencia. To
dos venerábamos en él al primer Hijo del
Venerable Don Bosco, elevado a la plenitud
del sacerdocio y sublimado al esplendor de la
Sagrada Púrpura; pero él fué siempre nues
tro amigo, nuestro compañero, nuestro her
mano.
A él, pues, un saludo cariñoso desde o
más íntimo de nuestro ser: ¡A ve Princeps!...
¡Vale Frater!...
¡Dichosa y sumamente dichosa el alma justa
que reinará eternamente con Dios en la d.=
liciosa mansión del Paraisol... Infeliz y e:i
extremo desdichado el pecador impenitente, que
arderá eternamente con los demonios en el
infierno!
D on B osco .
CU LTO
D E M A R ÍA A U X IL IA D O R A
La Sma. Virgen se ha constituido ell>i misma protectora de los niftos más
pobres y abandonados... por eso concede a los bienhechores que se interesan
por ellos muchas gracias espirituale y aún temporales.
DON BO SCO a sus Cooperadores.
La Virgen de Don Bosco.
III.
María Auxiliadora sosfiene a Don Bosco
y lo ayuda a vencer las primeras diB~
calíades.
Don Poseo había dado principio a su Obra, pero
no tardaron en presentarse las dificultades. El nú
mero de niños iba en aumento de domingo en do
mingo. Don Bosco no sabía donde recogerlos. La
Sacristía de la Iglesia de San Francisco de Asís ya
no podía contenerlos y además la bulla que armaban
los chiquillos al rededor de la Iglesia promovió
muchas protestas. Pero Don Bosco no tenía ningún
otro lugar a donde ir. En esta apurada circunstancia
lo consoló y animó la Santísima Virgen con otro
sueño. Oigamos sus mismas palabras: < El segundo
domingo de octubre de 1844 tenía que notificar a
mis niños que el Oratorio debía ser trasladado, pero
yo no sabía todavía donde iríamos. A la vigilia me
fui a acostar con el corazón intranquilo. Durante
la noche tuve un sueño que me pareció la conti
nuación del que había tenido a los nueve años. Me
encontré de nuevo en medio de una gran muche
dumbre de animales, cabras, ovejas, perros, lobos,
etc., cuyas voces y aullidos armaban una baraúnda
tal capaz de meter miedo al más valiente. M i pri
mera idea fué escapar a toda prisa de aquel lugar;
pero he aquí que se me aparece de nueve aquella
celestial señora que había visto en mi primer sueño,
vestida esta vez de pastora y me invitó a seguirla.
Nosotros íbamos caminando y todo aquel extraño
rebaño nos seguía. Mientras tanto muchos de aque
llos animales se hablan ido convírtiendo en mansos
corderos. Nos detuvimos tres veces y el número
de corderitos siempre iba en aumento. Yo ya estaba
cansado y quería detenerme, pero la pastora me
obligó a continuar el camino. Cuando he aquí que
al cabo de un rato nos encontramos en un grande
V espacioso patio rodeado de pórticos y en uno de
cuyos extremos se levantaba una hermosa iglesia.
Las cuatro quintas partes de los animales que nos
Seguían se habían convertido en corderitos y su
número había aumentado extraordinariamente.
Entonces vi que se acercaban algunos pastores
Turín: Santuario de María Auxiliadora
y Monumento a Don Bosco.
para cuidarse de aquellos animales; pero se que
daban poco tiempo. Un hecho extraordinario llamó
mi atención: muchos de los corderos se convirtieron
en pastores que se pusieron a cuidar del rebaño y a
conducirlo a los pastos; y aun se preocupaban de
ir en busca de otros animales que igualmente eran
convertidos en corderos. Ya quería yo marcharme
pues me parecía tiempo de ir a celebrar la santa
M isa, cuando la Pastora me detuvo de nuevo y me
invitó a dirigir mi mirada hacía el Sur. M iré cr>
aquella dirección y no vi otra cosa sino un campiplantado de patatas, nabos, maíz y otras cosas
M e volví de nuevo hacia mi guia y le pregunté
qué significaba aquello. Y ella por toda contestación
me dijo: Vuelve a mirar. Volví a dirigir mi vísta
hacia el lugar indicado y entonces vi una magnífica
Iglesia en cuyo espacioso coro, una numerosa or
questa y un buen número de cantores me invitaban
a empezar una misa solemne. En el interior de la
Iglesia había una ancha y resplandeciente faja
blanca en que con grandes caracteres de oro se
248
ilffan estas palabras: f¡¡c domus mea; inde gloria mea.
Bsta es mi casa; ele aquí saldrá mi gloria.
Yo quería preguntar a la Pastora que me acom
pañaba qué significaba todo aquello pero ella me
contestó: Todo lo entenderás cuando veas con los
ojos corporales lo que ahora has visto en espíritu.
Y al querer yo replicar que no dormía sino que lo
veía todo con ojos bien despiertos, la iglesia próxima
tocó al Angelus y yo me desperté».
Este sueño fortaleció y animó a Don Bosco de
una manera extraordinaria pues todo lo que en
aquel sueño había contemplado lo vió después
realizarse puntualmente. Tres veces se había de
tenido la Pastora y tres veces tuvo Don Bosco que
•emigrar con sus niños en busca de nuevos lugares
basta que finalmente encontró un lugar estable
para su Oratorio. Su Oratorio se desarrolló rápi
damente V de él se valió Don Bosco para obrar un
bien grandísimo en favor de la Juventud pobre y
abandonada.
Pero el enemigo de las almas no podía sufrirlo
y con la permisión de Dios lo molestó de mil ma
neras durante mucho tiempo. En el techo de su
cuarto se armaba cada noche un ruido tan in
fernal que parecía estuvieran haciendo rodar por el
techo ruedas de molino. Don Bosco no podía ni
•dormir, ni-descansar. Habló de éllo con su confesor
que, considerándolo como un mal juego del ene
migo infernal, le aconsejó rociar el techo con agua
bendita, pero fué en vano. Entonces Don Bosco tuvo
la feliz idea de colocar en el techo una imagen de
María, pidiéndole que lo librara de aquellas mo
lestias. Y he aquí que desde entonces quedó tran
quilo manifestando así una vez más la Virgen San
tísima la benevolencia y el cuidado que tenía por
Don Bosco.
La Fiesta
de María Auxiliadora.
GERONA (España) - Fiesta de María
Auxiliadora y Sodas de Plata de su San
tuario.
Conociendo el amor y el entusiasmo de Gerona
por María Auxiliadora, ya se esperaba que las fiestas
de las Bodas de Plata del hermoso Santuario serían
una grandiosa manifestación y una prueba inequí
voca del amor y filial afecto que reina en el corazón
de los hijos de la inmortal ciudad y provincia hacia
nuestra Madre Auxiliadora; pero la realidad superó
las esperanzas de todos.
El mes dedicado a María Auxiliadora fué ce
lebrado con mucho fervor y una constante pere
grinación de familias acudía sin cesar al Santuario.
A medida que adelantaba el mes aumentaba más
y más el entusiasmo de los devotos de la Virgen de
Don Bosco y las Celadoras de la Archicofradía y
ios Coros de la Visita Domiciliaria iban a porfía
para honrar a la celestial Reina.
Las Sesfas.
Empezaron el día 25 de mayo. La concurrencia
a las sagradas funciones fué numerosísima espe
cialmente a la misa de Comunión General, que ce
lebró el Rvdo. Sr. Inspector P. Calasanz y durante
la cual gran número de devotos se acercaron a re
cibir el pan de los ángeles. Por la tarde un nume
roso público acudió al Santuario ansioso de oir la
palabra del P. Santiago Ghione, Director de la
Granja Salesiana de Gerona, en la época de la erec
ción del Santuario. Después del piadoso ejercicio
del mes y canto de Avemarias subió dicho Padre
al púlpito y con su peculiar naturalidad y sencillez
refirió la historia de la erección del Santuario, ha
ciendo resaltar las muchas dificultades que se pre
sentaron al tratar de levantarlo y como la Sma.
Virgen Auxiliadora fué allanando los caminos de
mostrando, con las inumerables gracias que con
cedía, sus deseos de que se erigiera el hermoso
Santuario... Y se le erigió a pesar de las dificultades
y contratiempos y con tal rapidez que a los dos años
ya se pudo inaugurar, pudiéndose exclamar con
verdad: M aría aedificavit sibi domum. La abundante
lluvia de gracias y bendiciones no disminuyó sino
que ha ido aumentando más y más a medida que
ha ido aumentando el amor y confianza hacia tan
buena Madre.
La Procesión,
Terminando el sermón del P. Ghione, se orga
nizó la procesión, que nunca nos hubiéramos ima
ginando resultara tan hermosa y concurrida. Ofició
de Preste el M uy Rdo. Señor Inspector P. Calasanz
asistido dcl Rdo. Párroco de Puente Mayor, don
Pedro Rabat y del Rdo. D. Juan Pí, Celador de la
Obra Salesiana en Palafrugell. La hermosa estatua
de María Auxiliadora, la primera que se veneró
aquí en Gerona, colocada sobre artísticas andas,
que se estrenaron en este día y precedida de largas
filas de señoras y caballeros, fué paseada por los
patios y algunos paseos de estas Escuelas hasta in
ternarse un poco por el bosque, donde los nume
rosos ruiseñores y pajaritos que lo pueblan parecían
con sus trinos y gorjeos competir con las cánticos
y piezas de la Banda.
En el bosque tres niños ofrecieron, con bien de
clamadas poesías, unos ramilletes de flores a la
Virgen Sma. simbolizando el ofrecimiento de nues
tros corazones.
Bendición de ¡a estatua
de ¡a fachada del Santuario.
Al regresar la procesión, fué colocándose la nu
merosa concurrencia en la plaza dcl Santuario y
pasco de la portería de las Escuelas y luego el PInspector, D . José Calasanz bendijo solemnemente
la artística estatua de María Auxiliadora de la fa
chada dcl Santuario, obra de las Escuelas Salesianas
de Sarria (Barcelona) y regalo de la muy amante
de la Virgen de D . Bosco, Srta. Benita BruneH
Refás, siendo padrino ei buen cooperador salesiano, Rdo. Dr. D. José Pou.
Terminada la bendición, la Banda ejecutó la
Marcha Real entrando seguidamente la procesión
en el Santuario en donde el P. Calasanz, después
de dar a todos las más expresivas gracias por la
prueba que acababan de dar de verdadero amor a
la Virgen Auxiliadora nos indicó las gratas impre
siones que acababa de recibir en la procesión al ver
cuán grande era en Gerona el número de los ver
daderos amantes y devotos dé María Auxiliadora,
animándonos a continuar dando, siempre hermosas
pruebas de amor a nuestra celestial Madre. Terminó
tan solemne acto con la bendición con S . D. M .
que impartió el mismo P. Calasanz.
Día 2 4 de Mayo.
No se concibe un verdadero devoto de María
Auxiliadora sin que tenga un entrañable y encen
dido amor a Jesús Sacramentado; de aquí el que
fueran tantas las comuniones repartidas el día de
la fiesta de nuestra M adre, principalmente en la
Misa de Comunión General celebrada por el limo.
S. Obispo, D r. Vila Martínez. El bondadoso Pastor
antes de distribuir el Pan de los Angeles, nos di
rigió fervorosa plática, encendiendo más y más
nuestros corazones en las llamas del fuego eucarístico y nos indicó cuan agradable es a Dios la san
tidad del templo y particularmente la santidad de
aquel templo vivo, que es el corazón de nuestra
Madre, María Auxiliadora y como también nues
tros corazones son templos de Dios, debemos con
servarlos siempre limpios y bien adornados de vir
tudes para que en éllos encuentre sus delicias
nuestro amado Jesús.
Terminada la misa y en los pórticos de las Es
cuelas, tributóse un pequeño homenaje al limo.
Señor Obispo, cantándole los alumnos un himno
acompañado por la Banda y luego el Srto. E . Saurina recitóle la hermosa poesía que el joven poeta.
Oliverio, dedica a S . I. el Doctor Vila Martínez.
Agradeció S . I. el pequeño homenaje y, sintiendo
no poder volver por la tarde, dió a los niños pater
nales consejos y se despidió dándonos a todos su
bendición.
Por la tarde, como estaba anunciado, a las 4
principió la sagrada función en el Santuario, que
se vio incapaz de contener al numeroso contingente
de fieles y bastantes hubo que tuvieron que perma
necer fuera.
Después de la salutación a la Virgen y del canto
de Avemarias, el M uy Rdo. D . José Calasanz dió
la Conferencia describiendo con su natural elo
cuencia el origen de la devoción a María Auxilia
dora y luego demuestra como la misma Virgen
Sma. se elige en D. Bosco su Apóstol para que él
y SU' hijos, los Salesianos, hicieran conocer por
toda la redondez de la tierra cuan agradable le es
a la irgen Sma. el ser invocada con el hermoso
título de Auxilio de ¡os Cristianos. Encarece luego,
como la Reina de los Ciclos bendice los trabajos
de sus apóstoles siendo hoy día invocada María
Auxiliadora en todas las partes del mundo.
Terminada la Conferencia, el M . Iltre. Sr. Dcán^
D. Antonio Naranjo, que presidió en delegación
del Sr. Obispo, dió la bendición con S . D. M ,
La Velada Músico-Liferaría.
A eso de las 6 y en el hermoso patio de estas Es
cuelas se. dió principio a la Velada M úsico-Lite
raria presidida por el M . Iltre. Dr. D. Antonio
Naranjo, Deán de la S . I. C. B. en representación
del limo. Señor Obispo, y por nuestro amadísimoSr. Inspector, D. José Calasanz. Tomaron también
asiento en la presidencia el P. Ghionc, el Dr. Abrich,
el P. Iglesias, un P. del Corazón de María y los
Rdos. D . Juan Pí y D . Luís Rovira. Los números
del programa fueron todos muy bien desempe
ñados y m,uy del agrado del público principalmente
la zarzuelita L a Murga Infantil, cosechando lospequeñuelos artistas merecidos y prolongados
aplausos.
Las muy oportunas y elocuentes palabras del
M . Iltre. Sr. Deán, al fin de la Velada, fueron el
broche de oro con que se cerraron las hermosas
fiestas de las Bodas de Plata del Santuario de nuestra
celestial M adre, qua tan gratos recuerdos han de
jado en el corazón de todos los amantes de María
Auxiliadora y de la Obra Salesiana.
LIMA (Perú) “ El (riunfo de María Au
xiliadora.
Solemnísimos han resultado este año los cultos
que el generoso pueblo limeño ha dedicado a María
Auxiliadora en su Santuario de Lima, uno de los
más grandes y suntuosos que se hayan levantado
en el orbe a la Virgen de Don Bosco.
La novena fué solemnísima y el grandioso san
tuario parecía pequeño para contener el gran nú
mero de devotos que acudía a honrar a su Reina.
Los sermones del novenario estuvieron a cargo de
los conocidos oradores sagrados P. Marcelino S e
rrano y P. Diego Quiroga de la Compañía de Jesús
y del P. Francisco Arámburu de los Descalzos,
que enfervorizaron al numeroso auditorio can
tando las glorías de María.
El día 25 de mayo fiesta de Pentecostés y vigilia
de la fiesta de María Auxiliadora, hubo dos misas
de Comunión General, Misa solemne y por la tarde
Vísperas solemnes y Bendición por un* ilustrfsimo
Prelado.
El día 24 resultó una fiesta solemnísima a que
participó todo el pueblo de Lima. Por la mañana
fueron incontables los devotos que se acercaron
a los Santos Sacramentos. A las diez hubo misa so
lemne pontifical celebrada por Mons. José San
tiago Irala, conmoviendo al auditorio con un her
moso panegírico de María Auxiliadora el muy
Rvdo. P. Francisco Cantons C . M . Por la tarde
dió la Conferencia Reglamentaria a los Sres. Coo
peradores Salesianos el P. Marcelino Serrano S . J.
y se llevó a cabo con el mayor esplendor la proce
sión por las calles de Lima, verdadera apoteósis
triunfal de la Virgen de Don Bosco.
2?0
B ah ía B lanca (Argentina). — Hallándome en
ferma de cuidado acudí a María Auxiliadora y
pronto recobré la salud. Además hallándose mí
hermano aquejado de una grave afección a la vista
que le interesaba también el cerebro debía suje
tarse a una grave operación; el médico nos daba
muy pocas esperanzas de salvarle la vida y aunque
'Sillera bien la operación, daba casi por segura la
pérdida del ojo izquierdo.
En tan apurado trance acudí con fe a María Au■ xiliadora empezando una novena y prometiendo
publicar la gracia en el Boletín Salesiano. M uy
agradecida cumplo lo ofrecido pues al tercer día
de la Novena mi hermano se encontró fuera de pe
ligro, curando perfectamente y conservando el ojo
que estaba en peligro.
5 de mayo de 192Ó.
Ismael C elinda
B arcelona (fspona). — Toda mi familia pasaba
por un trance pecuniario apuradísimo; por otra
parte éramos acreedores de una crecida cantidad,
pero no contábamos con élla porque habíamos
perdido toda esperanza de cobrar.
En tan angustiosa situación acudí llena de con
fianza a la que es verdadero Auxilio de los cristia
nos, empezando una novena en su honor, prome
tiendo hacer decir una misa en acción de gracias
y dar una limosna para las obras salesianas. El favor
no se hizo esperar y llegó el mismo día y a la misma
hora que yo había pedido. Cuando menos lo espe
rábamos, el mismo deudor nos vino a traer la can
tidad que nos debía, con la cual pudimos salir de
apuros. Tanto mayor considero esta gracia cuanto
más inesperada fué la solución.
Agradecida cumplo mis promesas y deseo se
publique en el Boletín Salesiano para aumentar la
confianza de los que Invocan a María.
21 de mayo de 1926.
E va L ópez .
C aseras (Tarragona-España), — Hallándose
mi hermana enferma y habiendo declarado el mé•dico que probablemente sufriría una tifoidea, em
pezamos una Novena a María Auxiliadora a la que
suplicamos librase a mi hermana de aquella enfer
medad o al menos la sacase bien de ella, prome
tiendo publicar la gracia y ofreciendo una limosna.
Fuimos haciendo novena tras novena, durante todo
el tiempo de la enfermedad.
M i hermana estuvo grave por espacio de muchos
•días; al presentarse un asomo de meningitis le puse
una estampa de María Auxiliadora debajo de la
almohada y una vez también en la cabeza; después
de las fiebres tifoideas que la postraron en extremo
pareció atacada de fiebres de Malta y de una gas
tritis que le impedía tomar alimento. Pero no per
dimos la fe en María Auxiliadora a la que seguimos
invocando con devoción y confianza.
La Virgen premió nuestra constancia pues mi
hermana ha curado completamente, sin quedarle
ninguna de las consecuencias tan temibles en estas
enfermedades. Por lo cual cumplo con gusto mi
promesa dando las más rendidas gracias a esta ce
lestial Protectora a quien no dejaremos nunca de
invocar en nuestras necesidades.
24 mayo 1926.
M aría S elva .
M ontevideo (Uruguay). — Encontrándome gra
vemente enferma y, según la opinión de los mé
dicos, con un pulúión atacado, acudí a María Au
xiliadora en demanda de salud y no tardó en con
cedérmela completa.
Habiendo en otra circunstancia tenido la desgra
cia de ignorar durante mucho tiempo el paradero
de un hijo mío, acudí a María Auxiliadora en de
manda de consuelo y no tardó en dármelo cumplido.
Por ambas gracias sumamente agradecida, cum
plo la promesa de publicar la gracia.
15 mayo 1926.
A. M.
M ontevideo (Uruguay). — Con la más profunda
gratitud cumplo con el deber de publicar una gracia
que obtuve de la bondad de María Auxiliadora.
Con verdadera ansia le pedí la conversión de un
joven cuya conducta dejaba mucho que desear,
ofreciéndole hacer celebrar dos misas en acción de
gracias. Y la conversión vino completa y consola
dora. Agradecida cumplo mi promesa.
M ayo 1926.
. L eonor S ara F errando .
M adrid (España). — Habiendo leído en el Bo
letín Salesiano los favores que concede la Sma.
Virgen a los que a ella acuden, me dirigí a su po
tente auxilio en demanda de la salud de mi padre
gravemente enfermo y la Celesta Auxiliadora de
los Cristianos ha tenido a bien escuchar mis ruegos
devolviendo la salud al querido enfermo.
Doy gracias a María Auxiliadora y cumplo con
la promesa de hacer público mi testimonio de gra
titud y amor hacia tan buena Madre.
ly de mayo de 1926.
P. M . L.
M ontevideo (Uruguay). — Deseo desde las co
lumnas del Boletín Salesiano expresar mi gratitud
a la Virgen de Don Bosco porque ella me salvó da
una muerte segura en una caída que sufrí de una
escalera y en la que sólo me disloqué un brazo.
En mis dolores prometí si curaba agradecer a la
Virgen este señalado favor y dar también público
testimonio de mi gratitud por anteriores gracias
recibidas de tan buena M adre. Hoy que me hallo
completamente libre del mal, cumplo lo ofrecido
enviando a la vez una ofrenda para el culto de María
Auxiliadora en su Santuario de Turín.
24 de abril de 1926.
C a t a lin a A g u irre .
M ontevideo (Uruguay). — ¡G racias mil, oh
María Auxiliadora! Hallándose enferma mi hija
Susanita, desconfiando de la ciencia médica, puse
toda mi confianza en la Virgen de Don Bosco a
quien tuve la suerte de amar desde mis primeros
años y prometí publicar la gracia en el Boletín
Salesiano y enviar una limosna para su culto.
Hoy cumplo complacida mi promessa invitando
a cuantos se vean en alguna necesidad a acudir a
la Taumaturga Virgen de Don Bosco.
Marzo, 1926.
M aría E lena L arronde de L affitte .
M ontevideo (Uruguay). — Habiendo caído
gravemente enferma mi madre, atacada de hemiplegia, complicada con ataques al corazón, acudí
llena de confianza a María Auxiliadora por inter
cesión de su fiel siervo Domingo Savio, prometiendo
publicar la gracia y enviar una limosna para la
Causa de Beatificación del Siervo de Dios.
Hoy cumplo con alegría mi promesa; los médicos
que de día y de noche velaban junto al lecho de mi
madre, no saben explicar su rápida curación. ¡E s
que María Auxiliadora y Domingo Savio la han
salvado!
Enero, 1927.
C hela L arronde.
Paysandu (Uruguay). — En momentos de dolorosa angustia, acudí a María Auxiliadora y nunca
fui desoida. Una persona de mi familia, la Sra. M a
ría G . de Innocenti, en un ataque de histerismo,
se cortó los tendones de Aquiles el 4 de Marzo de
1922, sobreviniendo infecciones de las heridas,
que según opinión de los médicos que la trataron,
quedaba imposibilitada para caminar por el resto
de su vida. En nombre de una niñita de tres años,
hija de la misma, pedí fervorosamente a María
Auxiliadora que hiciera el milagro de volverle el
uso de las piernas, prometiéndole usar su hábito,
la niña y yo y hacer publicar la gracia en el Boletín
Salesiano. ¡E l milagro no se hizo esperar!
Un buen día la enferma abandona sus muletas
y sale caminando como antes de su desgracia, que
dando todos sorprendidos de tan milagrosa trans
formación. Hoy a pesar de haber transcurrido casi
cuatro años, cumplo gustosa con lo prometido,
incitando a los que sufren, acudan con fervor a
María Auxiliadora en la seguridad de que no serán
D eolinda A. G ermano .
desoídas.
Ca li (Colombia). — Encontrábase mi esposa en
el lecho del dolor a consecuencia de una fuerte he
morragia imposible de contener a pesar de haber
intervenido dos médicos y de haber ensayado un
sinnúmero de medicinas. En tan crítica situación,
después de veinte días de pérdida de sangre, los
médicos creyeron necesario una operación, aunque
desconfiaban del éxito por la extrema debilidad
de la enferma.
¡Con cuanta fe nos dirigimos a María Auxilia
dora en tan apurado trance para que conservara
la salud y la vida a mi esposa, madre de varios niños
que hubieran quedado en la más triste horfandad!
V Ella no dejó de venir en nuestro auxilio. Con
sultamos a un tercer médico y sin necesidad de
operación, de una manera inesperada mi esposa
recobró por completo la salud.
Sumamente agradecido envío una limosna para
los huerfanitos de Don Bosco en Turín.
Marzo 1926.
A lfonso S ánchez .
Dan fambién gracias a María Auxiliadora:
C ali (Colombia). — Martina Lazo, Arturo M ar
tínez, Claudio Filigrana, Manuel Esteban Filigrana,
M . V . M . A ., Carmen Bedoya, Rosario Guevara,
Clementina Lozano, Iginia Perca Rengifo, Teresa
Cuevas Vázquez, Mercedes Vázquez v. de Cuevas,
Mercedes Aragón de Lenis, María M . C . de Caicedo hacen público testimonio de su eterna grati
tud hacia la Virgen de Don Bosco por insignes fa
vores que les otorgó y por conducto del celoso
Decurión Salesiano, D. Miguel Vte. Mercado
Ayala, envían una limosna para las Obras Salesianas.
Montevideo (Uruguay). — María S . Aguirre,
por varios favores recibidos y especialmente por
la curación de un enfermo de tifus y envía una
limosna.
Monterrey (Méjico). — Elisa Ayala Doria, por
la curación de una hermana; Zenona Cantú de
Guerra, por haber devuelto la salud a mi nietecita
Juana María del Carmen y envia una limosna;
Sofia Guerra Cantú, por haber curado a una her
mana mia sin operación de un tumor que se le
formó en el cráneo y a una sobrina mia enferma
de fiebre y reumatismo poliarticular, y envía una
limosna.
Montevideo (Uruguay). — Antonina de Medina,
por haber curado a una sobrina suya de una intensa
fiebre infecciosa; Juana M . de Fernández por
varios favores envía una limosna; Juana Fernández
por favores recibidos y envía una limosna; Mario
Monzone manda celebrar cinco misas en el altar
de María Auxiliadora por gracias recibidas; María
S . A. por el feliz éxito de una operación quirúrgica;
María Lucinda Sansevé, por un favor recibido y
envía una limosna; María Fernández Moro, por
la curación de una enfermedad; Luisa B. dalla
Valle da gracias y solicita nuevos favores espiri
tuales; Rosa T . de Geimi, por una señalada gracia
obtenida; Carlota Oviedo, por un gran favor reci
bido y hace celebrar dos misas; Dolores Suburú,
por gracia recibida.
Nico Perez (Uruguay). — Isolina Fernández,
por haber alcanzado la salud de un miembro de
su familia.
Patagones (Argentina). — B. L . Becker agradece
a María Auxiliadora una grande gracia recibidas
y envía una limosna para las vocaciones eclesiás
ticas.
Tunia (Colombia). — Agripína de la Cuesta y
Ceferino López, por beneficios alcanzados y envían
una limosna para los huerfanitos de Don Bosco.
Yambo (Colombia). — Betulia G . De Espinosa
da gracias y envía una limosna; Sara S . de García,
Cista Julia de Tello y Benilda Murillo dan público
testimonio de gratitud a María Auxiliadora y en
vían una limosna.
Vilablareix (Gerona-España). — E. B. da gra
cias a María Auxiliadora por haber curado a su
madre de una grave enfermedad y envía una li
mosna para las Misiones.
Zaragoza (España). — Julia Forés, da gracias
a María Auxiliadora por haber librado a su esposo
de una terrible enfermedad.
POR
EL
MUNDO
S A L E S IA N O
Las obras que con vuestra ayuda he comenzado, ya no tienen necesidad de mí, pero ai de
vucsiro apoyo y el de lodos aquellos que, como vosotros, desean promover el bien sobre
la tierra.
DON BO SC O a sus Cooperadores.
BU EN O S A IR E S (Argentina) - "Obra de
Sun Jo sé,, para ¡as vocaciones de Aspiraníes
sahsianos a maestros de taller.
Entre las ideas más g;eníales, o mejor dicho entre
los rasgos más providenciales de la Obra de Don
Bosco hay que contar la creación del nuevo tipo
de religioso, constituido por el coadjutor salesiano,
dcl cual ya se habló en uno de los artículos del
Boletín del pasado año. Es el educador ideal del
obrero, el auxiliar insustituible del sacerdote sa
lesiano. Sin hábito que lo distinga, pero con los
votos religiosos, se dedica generalmente a perfeccio
narse en un arte u oficio para luego enseñarlo a los
artesanos que se educan en nuestras Escuelas pro
fesionales.
El reclutar y formar vocaciones tan preciosas
encierra dificultades todavía mayores que las que
hay que vencer para la formación de vocaciones
eclesiásticas y por eso vemos con sumo agrado
constituida en nuestra Casa principal de Buenos
Aires, la Obra de San José para el cultivo de estas
vocaciones, equivalente y paralela a la Obra de
María Auxiliadora para las vocaciones eclesiásticas.
Nos escriben de la Capital argentina:
«Púsosela al fundarla en 1927 bajo el inmediato
patrocinio de San José, modelo y patrono de los
obreros cristianos y de los que aspiran con su pre
paración y magisterio a ser un día los forjadores de
tales obreros para la sociedad.
De una necesidad cada vez más sentida nació
esta obra. Nótase en efecto en América una difi
cultad mayor que en Europa para el florecimiento de
vocaciones de Coadjutores. Trátase de países jó
venes, demasiado prendados de la labor febril y
lucrativa; y a favorecer la perspectiva de una hu
milde vocación de obrero religioso, no concurre
ninguno de aquellos resortes exteriores, la sotana
por ejemplo, que concurren en la vocación ecle
siástica a poner más de relieve la idealidad escon
dida. Es raro por eso que la buena semilla y el in
comparable don de la vocación, supere aquel pe
ríodo critico en que el joven siéntese dueño de un
ofício y capaz con él de abrirse camino en el mundo.
La « Obra de San José *, posee en la Casa Inspecto
ría! de .Almagro, local ad boc; los numerosos ^ovencitos que a ella pertenecen tienen asistente
propio, clases y recreaciones particulares, y con
curren en las horas de trabajo a los respectivos
talleres de las Escuelas Profesionales, contribu
yendo a la elevación del ambiente, no menos con
su labor que con su ejemplo.
Durante el curso de 1925 llegaron a 28 los Aspi
rantes a maestros de taller en el Colegio Pío IX y
a 25 los aspirantes a maestros de agricultura en
la Escuela práctica agrícola de Uribelarrea (Peía,
de Buenos Aires). Ya comienzan a madurar los
frutos. De estos aspirantes coadjutores prove
nientes del Colegio Pío IX y de la Casa de Uri
belarrea, en el año 1925, fueron 15 los que han hecho
su noviciado en la Casa de formación de Bernal, y
en este año 1926 probablemente serán otros tantos.
Esto significa un progreso notable en cuanto al
número, si se tiene en cuenta que nunca o rara vez
pasaron de tres o cuatro por año los novicios coad
jutores de la Inspectoría; la calidad de los aspirantes,
el esmero y la seriedad con que se los cultiva,
hacen concebir las mas halagüeñas esperanzas *.
Sección de Antiguos Alumnos.
M ADRID (España) - Conclusiones del IV
Congresso Nacional de Antiguos Alumnos Es
pañoles.
Ya dimos cuenta, hablando del viaje de nuestro
amadísimo Superior General por España, de este
importante Congreso que fue una de las notas que
más consolaron al P. Rinaldí. También publicamos
el detalle de los temas que se discutieron; hoy nos
complacemos en dar a conocer las conclusiones
prácticas que se aprobaron.
T ema I — Vida religiosa del Antiguo Alumno:
1. — Las Asociaciones de A. A. deberán pro
mover el espíritu religioso de sus asociados. Cuando
el A. A. deje de cumplir sus deberes de cristiano
de un modo reiterado y escandaloso no podrá seguir
perteneciendo nominalmente a una Asociación de
la que ya se ha disgregado moralmente.
2. — Las Asociaciones de A. A ., para promover
el espíritu religioso entre sus asociados podrán or
ganizar secciones de carácter piadoso, dentro de
la misma Asociación: como la Adoración nocturna,
portantes del Sto. Cristo, Sección catequística,
Liga eucarística, etc. etc.
255
5. — La Junta directiva deberá organizar anual
mente una tanda de ejercicios espirituales para
sus asociados. Se regulará la obligación de los socios
con respecto a ellos según la conclusión
de este
mismo tema.
Se formula el más ardiente deseo de que los
Sres. Directores de las Casas Salesianas organicen
ejercicios espirituales cerrados entre los A. A. de
ia Asociación de su Colegio.
4. — Nuestra Federación forma parte de la Ju-
y Conferencias, en la medida que lo consienta
nuestra situación económica.
T ema I I I . — Relaciones de las Asociaciones con
¡as Casas Salesianas y con ¡os Secretariados re
gionales.
1. — Las Asociaciones de A. A. no podrán
existir con indipendcncia de la autoridad salcsiana
local.
2. — La Asociación cuya junta de gobierno, o
Buenos Aires — "Obra de San José.,: Grupo de aspirantes a maestros de taller salesianos. del Colegio Pío IX.
ventud Católica Española. Esta adhesión no supone
menoscabo de nuestra personalidad ni obligaciones
especificas de nuestros asociados.
T ema II. — Espíritu Apolítico de nuestras Aso
ciaciones.
1. — El Congreso reafirma que nuestras Aso
ciaciones son esencialmente apolíticas.
2. Las Asociaciones deberán inscribirse en el
Registro Civil del gobierno. N o harán uso del voto
corporativo sino mediante decisión en cada caso
del Consejo Nacional.
5- — Como medios de intensificar las relaciones
con los A . A . hispano-americanos la Asamblea
eprjcba: a) proveer a todos los representantes exos de un carnet o carta comendaticia; 6) Cam
bio de revistas; c) Intercambio de A. A .; d) Visitas
cuya Asamblea' general rompiera con la Casa Salesiana, no podrá seguir perteneciendo a nuestras
federaciones.
5 . — El Consiliario se llamará Director de la
Asociación y será árbitro en la misma. De sus de
cisiones podrá apelarse, con efecto devolutivo tan
sólo, al respectivo Secretariado regional y al Con
sejo Nacional.
4. — Subsistirán los Secretariados regionales.
La Asamblea acuerda excitar el celo de las Asocia
ciones y de dichos Secretariados y su reorganiza
ción mediante la labor de los Directores de Ins
pectorías.
5. — Cada Secretariado regional debe mante
nerse en relación con los A. A. dispersos en loca
lidades en que no existen Casas Salesianas, y or
ganizar asociaciones en dichas localidades.
2?4
Don Javier Ortúzar.
La muerte acaba de arrebatar a los Saleslanos de
Chile no sólo a un amig;o sino a un hermano en la
persona de D. Javier Ortuzar (q. e. p. d.). Su sólo
apellido ha de despertar en muchos salesianos y
cooperadores el recuerdo del primer salesiano chi
leno, que aún antes de que llegaran los salesianos
a Chile se dejó vencer por la virtud y santidad del
Fundador y superando tropiezos y dificultades
aceptó el ofrecimiento de entrar a formar parte
del pobre (sumamente pobre en aquellos años)
ejército salesiano, contento con la promesa que Don
Bosco le hiciera de pan, trabajo y Paraíso.
D. Javier fué un verdadero salesiano de corazón
y no obstante de haber perdido a su hermano Don
Camilo, por una enfermedad, según él, contraida
por el brusco cambio de vida y por la pobreza saIcsiana, tuvo para los salesianos una predilección
especial y con razón su sobrino al anunciarnos el
fallecimiento podía repetir: Se trata de un salesiano.
Los salesianos, no olvidarán tan fácilmente su ca
riño y sus bondades. Don Camilo y Don Javier
serán dos nombres perpetuamente unidos para
los salesianos de Chile.
A su digna Señora, a sus hijos, a sus hermanas
Dña. Ana y Dña. Teresa y demás parientes, nuestro
sincero pésame y la seguridad de nuestros sufragios.
Don Marcos CasUllo.
En el mismo día de Resurrección la muerte arre
bataba a uno de ios mejores amigos de la Obra del
Ven. D. Bosco en Santiago de Chile. Durante su
vida fue sincero amigo y las puertas de su casa es
taban abiertas para cualquiera de los salesianos sin
distinción y él y su desconsolada esposa, en los
tiempos de vacaciones, pedían con insistencia a los
superiores, que les enviasen aquellos, que por pres
cripción médica necesitaran gozar por un tiempo
del aire de mar. No tenía hijos y una vez que hubo
conocido a los salesianos los consideró como tales.
Los dos últimos meses fueron de verdadero pur
gatorio, que supo sobrellevar con santa resignación
y cuando llegó a comprender que ya la ciencia hu
mana había agotado sus medios y que ya no reco
braría la salud, se entregó del todo al Señor no de
jando de recibir a su buen Jesús cuando su estado
se lo pemñtia. Pocos días antes de su santa muerte
dió las órdenes a su señora para su entierro. Todo
privado, mi hija... no comuniques mi muerfe sino des
pués de haber sido enterrado. Los únicos que deben
acompañarme a la última morada deben ser mis ami
gos los salesianos... Ningún lujo, ni gasto inútil....
Su digna esposa cumplió literalmente con los de
seos de D. Marcos, pero si mucho rogaron los sa
lesianos en sufragio del sincero amigo y distinguido
cooperador, con más entusiasmo rogaron a la Au
xiliadora para la que supo en aquel trance mostrarse
la mujer fuerte del Evangelio, i Que el alma bella de
D . Marcos nos ayude desde el Cielol
Rvdo. D. Luís Berenguer.
Los salesianos de Alicante han perdido a uno de
sus mejores, amigos en la persona del ejemplar sa
cerdote Don Luis Berenguer, recientemente fa
llecido en Aguas de Busot (Alicante-España).
Fué una de las personas que con mayor cariño
recibió a los Hijos de Don Bosco apenas llegaron
a Alicante prestándoles incondicionaimente el apoyo
de su no pequeña influencia, aún antes de que pu
dieran fundar el colegio en la capital de la provincia.
Su casa era siempre la casa de los Salesianos a los
cuales recibía siempre con atenciones y cariño
extraordinarios.
Lo recomendamos vivamente a las oraciones de
nuestros lectores.
Recordad fambién en vuesfros sufragios a:
C ali (Colombia). — Juan Cosme, Aurora Yubané de Calero, Zoila C . de Solis y Rafaela Arroyo.
Cardona (España). — Rvdo. D . Ramón Quer.
Castelló de Ampurias (España). — Rvdo. D. Bue
naventura Frigola, Párroco.
Gerona (España). — Dña. Dolores Torrent
Chile. — Carlos Sayago y Manuela Elizalde de
Sayago.
Pescador (Colombia). — José Calixto Gonzáles
y María R. Fernández de Trujillo.
Villa de Don Fadrique (España). — Manuel
Chacón, José Girón, Sagrario Izquierdo, Teresa
Moya, Manuel Garde, Jerónimo Salido, Faustino
Sánchez, Ines Toledo, Tomas Moya, Elisa Marín,
Tomás Fuentes, Anselma Maqueda y Nemesia
Villanueva.
Yumbo (Colombia). — Dña. Celia Prado de
Correa.
Uruguay. — Antonio Díaz y Mercedes B. de
Morales.
R. I. P.
C o a a p ro ¿a c M a d e im m afo rídm d e c k s S á t I ic a .
CtrcBle: D. DO.MENICO G.\R.N'£RI.
Estobleciaitcmto T>p. de U Sociedad Ediloc* lalcraacMoal - Twia (*)
Corae Regima A ía rg lterila , 1 14 .
S O C T JE Í T A .
T O R IN O
— C o r s o R e g i n a M a r g h e r i t a , 174 — ( I T A L I A )
Sac. Doct. ERNESTOS RUFFINL
INTRODUCTIO IN S. SCRIPTURAM
Praelectiones habitae Athenaeis Pont. Setn. Rom. et Prop. Fidel.
Fa r s
s e c u n d a : In tro d u c tio in n o v a m
Te stam en tu m ¡ib e r p rim a s.
— Volumen in-8* pp. xxii*45o. —
Libellae 30. — Apud exteros: L . 36. — E d iiio í^3¿.
FRANCISCOS VARVELLO
S a c e r d o s , P h ilo s o p h la e P r o f« 8 s o r lo S e m in a r lo S a le t la n o a p o d T a u r l n e n t c t .
INSTITUTIONES PHILOSOPHIAE
PA R S I. C o m p le c tsn s I n tr o d a c to a e ia a d p b ilo s o p b ia m et L o g ic a m . Libellae 10. — Apud
exteros: Libellae 12.
P A R S II. M e ta p b y sica .
V olumen I. Complectens Metaphysicam generalem seu Ontologiam: L . 6. — Apud exteros: L . 7*20..
V olumen II. Complectens Metaphysicam spedalem seu Cosmologiam, Pueumatologiam et Theodiceaou.
L. 15. — Apud exteros: L . 18.
PA R S III. E tic a et J a s narorae.
V olumen I. Complectens Ethicam: L . 5. — Apud exteros: L. 6.
V olumen II. Complectens ju s naturae: L . 15. — Apud exteros: L . iS.
HORATIOS M A ZZELLA
A ic h le p ls c o p u s T a r e n tln u a .
PRAELECTIONES SCHOLASTICO-DOGMATICAE
B R I3 5 V IO JR I
O U ie s S Ü X
A .C C O X I O O A T A ] ©
Editio Quinta recognlta e t aucta.
V olumen I. T r a c ta ta s de vera R e lig io n e , de S c rip tu ra , de T ra d itio n e et de B c c ie s la C.ir!st/L
L. 15 , — Apud exteros: L. 18,
V olumen II. T ra c ta ta s de Deo U n o a c T r in o et de D eo C reante. L. 15. — Apud exteros: L. 18.
Volumen III. T r a c is t a s de V e rb o la c a rn a to , de O ra tia C b r is t i et de V irta tib a s in fu sis. L . 15. —
Apud exteros: i_. 18.
V olumen IV . T ra c ta ta s de S a cra m e n tis et de N ovisalm is. L. 15. — Apud exteros: L . 18.
ALOYSIOS PISCETTA e t ANDREA OENNARO
S a c e rd o te t P la e S o c le ta tia S . P ra n clacI S a le a ll.
THEOLOGIAE MORALIS ELEMENTA
AD CODICEM JU R IS CANONICI E X A C T A
Jam edita su nt in Incem :
Volumen primum : D e Theolo^iiae M o r a lis Fu n d a m e n tis, — i. De actibus humanis. • 2. De conscientia-.
- 3. De legibus. - 4. De peccatis. — Vol. in-16, pp. cvii-404: L. 15. — Apud exteros: L . 18.
V olumen secunpum : D e o b lig a tio a ib o s e rg a D e a a i et n o s ip sos. — i. De vírtuübus theologicis.
2. De virtute religionis. - 3. De prudeutia, fortitudine et temperantia. — Vol. in-16 pp. x-ó30»L . 20. — Apud exteros: L. 24.
. . .
.
....
V olumen tektium : D e o b íig a tio a ib a s e rg a p ro x im a m . — 1. De justitia et jure. - 2. De iniunis e>
restitutione. - 3. De contractibus. — Voi. iii-16, pp. xii-750: L . 25. — Apud exteros: L. 30.
Volumen quartum : D e o b íig a tio a ib a s p e c u iia r ib u s e t de p o e a is e c c íe s ia stic is . — Volumen m-i6
pp. xn-420: L . 15. — Apud exteros: L . 18.
Proxim e edenda:
V’oLUMEN quintum : D e S a c ra m e n tis la g e n e re et de g a ia g a e p r im is S a cra m e n tis in specle.
I . De Sacramentis in genere. - 2 . De Baptismo. - 3 . De Conftrmatione. - 4 . De Eucharistia.
5. De Pcenitentia. - 6. De Extrema Unctione.
V olumen sextum : D e O rd in e et de M a trim o n io .
V olumen seftim um : D e sexto et n o n o p ra e ce p to d e c a to g ii de 0*0 njaírimoii// et de ra tlo a e aet^
ra n d a in s a c ra m e a to ra m a d m ia is tra tio a e .
O O O I K ' I ' A
E í r > l T R I O E >
T O R I N O — C o r s o R e g i n a M a r g h e r i t a , 174 — ( I T A L I A )
A LIA OPERA APUD NOS.
>DE CENSURIS LATAE SENTENTIAE quae in Códice Juris Canonici continentur commentariolum digessit JuANNES C a v íg l ío u . — Vol. in-i6 pp. 170: L . 3,75. — Apud exteros; L. 4,50.
ELEMENTA QRAMMATICAE HEBRAICAE cum chrestomanthia et glossario scripsit I talos Pizzi
Doctor Piiilol. linguarmu Orient. professor iu R. üniversiiate Taurin. — V ol. in-i6 pp. xn-a.;»:
L. 8. — Apud exterost L. 9,60.
•PLORILEOIUM HIERONYMIANUM, anuo MD a Maximi DoctoriS obitu recensuit adnotationibus auxtt
Angelus Ficarra, prefatus est Félix Raniorinus, curavit Pia Societas a S. Hieronyino nuncupata
evangeliis italice pervulgandís. — In-i6 pp. xii-236: L . 10. — Apud exterbs: L . 12.
Continens: Scripta paraenetica • Epítaphia - Scripta histórica • Scripta theologica et polémica Scipta exegetica.
-ORAMMATICA HEBRAICA a punctis massorethicis libera qui accedit Chrestomanthia et Glossarium,
scripsit F krru tíus V a len t b M. J. — Vol. in-16 pp. xvi-144: L. 10. — Apud exteros; L . 12.
MANUALE CHRISTIANUM in quo continentur:
1) Novum Jesu Chrlsti Testam entum juxta exemplar Vaticanum (Pagg. xxvi-670).
2) Vademécum clericorum continens: Officium parvum B . Mariae V .; Officium defunctorum;
Ordinem totius Misaae juxta typicas Missalis ac Breviarii editiones pluribus selectis precibus additis (Pagg. 225).
3) De Im itatione ChristI libri quatuor (Pagg. 222).
Linteo anglico contectum, sectione follorum rubra: Libellae 15 . — Apud exteros: Lib. 18.
'NOVUM JE S U CHRISTI TESTAMENTUM juxta vulgatae editionis textum Clementis V III auctori*
late cum indice-locupletissimo editum divi.sionibus logicis cuín sujunciariis et locis parallelis munitum. Pagg. xxvi*670. Unteo anglico contectum, sectione foliorum rubra: Libellae 11,5 0 . — Apud
exteros: Libellae 13,80.
■OFFICIUM MAJORIS HEBDOMADAE ED OCTAVAE PASCHAE a Dominica in Palmis usque ad
Sabbatum in Albis juxta ordinem Breviarii, Missalis et Poiitiñcalis cum cantil juxta editionem Vaticanam. — Vol. in-i6 pp. 630 (altum 17, latum n ). CarU indica, cum lineis rubris in quadrum
ductis ad omnes paginas.
Linteo anglico contectum, sectione foliorum rubra: L. 22, 50. — Apud exteros: L . 25.
OFFICIUM PARVUM BEATAE MARIAE VIRQINIS E T OFFICIUM DEFUNCTORUM addita commememorazione omnium ficlelium defunctorum juxta editionem typicam Breviarii Romani. Pagg. 124.
— Linteo anglico contectum, sectionem foliorum rubra: Libellae 5,25. — Apud exteros: Lib. 6,30.
PSALMORUM L IB E R 1 edidlt signisqiie modernis auxit F er r u tiu s V a le n t b M. J . — Vol. in-16
pp. vm*72: L. 3,50. — Adud exteros: L . 4,20.
Editio est elegantissima novissimaque psalmorum, hebraica lingua concinnata.
Redacción y Administración: Via Cottolengo, 32 - Turín (9)
-
Texto
-
BOLETÍN SALESIANO
R E V IST A DE LA S O B R A S D E DON B O S C O
Año XLI,
AG O STO . 1926
Número 8.
Tarín (Italia) — Exposición Misionera: Miúóo dd Cbáco Parajaayo (Sala IX).
R E D A C aO N Y A D M IN IST R A aÓ N : VIA COTTOLENGO. 32 - TURÍN atalia)
LECTURAS
M ISIONERAS.
Recomendamos vivamente a nuestros lectores un libro titulado
FLO R ECILLAS
SILV E STR E S
publicado por el Misionero Salesiano M ayorino B orgatello en el cual con sencillez encan
tadora se narran las vidas ejemplares y las muertes edificantes de más de ly jovencitos de
ambos sexos, por él instruidos y asistidos, pertenecientes todos a las razas indígenas hasta
hace poco salvajes de la Tierra del Puego y Archipiélago Magallánico.
Conmueve hasta las lágrimas su lectura que hace ver como las más elevadas cimas de
la santidad, y las finezas mas exquisitas del amor de Jesús y de María se hacen accesibles
a individuos, a quienes la hinchada ciencia moderna no tenia reparo en presentar como la
raza mas abyecta de caníbales incapaces de toda civilización. ¡Cómo resplandece en esta
transfiguración inefable la potencialidad divina de la religión cristiana!
El libro, con hermosa cubierta, con abundancia de interesantísimas fotografías, consta de
más de lyo páginas y constituye un precioso regalo para jóvenes de ambos sexos. No du
damos que su lectura ha de hacer un gran bien y ha de animar a muchos niños y jóvenes
de las Naciones civilizadas a emular los ejemplos de estos privilegiados indiecitos que tan
bien supieron aprovechar el llamamiento de la gracia.
Por el abundante tiraje y porque se concede a precio de coste, como folleto de propa
ganda misionera, resulta muy barato pues solo cuesta tres ¡iras italianas. Los pedidos pueden
dirigirse al autor. Oratorio Salesiano - Via Cottolengo, 52, Turin (Italia), o a la Casa Salesiana más próxima.
BOLETÍN SALESIANO
R E V IST A D E LA S O B R A S D E D O N B O S C O
Año XLI.
A G O STO , 1926
Número 8.
SUM ARIO: El X Congreso Infernacional de los Cooperadores Salesianos. — Una visita a la
Exposición Misionera. — El primer Cardenal Salesiano (In memoriam, conclusión). — Culto de
María Auxiliadora: La Virgen de Don Bosco. - La Fiesta de María Auxiliadora. - Gracias. —
Por el mundo Salesiano: Buenos Aires. - Sección de Antiguos Alumnos. — Los que mueren.
EL X" C O N G R E S O
IN T E R N A C IO N A L
de los Cooperadores Salesianos
Turín, 25-27 mayo 1926,
Días de febril actividad en el Oratorio
de Turín los últimos días de mayo. La Ex
posición Misionera recién inaugurada que
se va completando en sus detalles y que es
visitada por una muchedumbre que varios
días sobrepuja las lo.ooo personas; la so
lemnísima Novena y Fiesta de María Auxi
liadora, que con la afluencia de fieles y pere
grinos, con el número extraordinario de con
fesiones y comuniones, con el sucederse sin
interrupción de solemnísimas funciones, pa
recería tener que agotar la actividad de todos,
y, como si esto no bastara, el Congreso In
ternacional de Cooperadores con sus sesiones
privadas y públicas, con afluencia de foras
teros, con varios Sres. Obispos que se alojan
en la Casa Salesiana y todo se desarrolla or
denadamente, con entusiasmo, con solemni
dad, con éxito consolador. «¡Trabajo, tra
bajo!' había recomendado el Vble. Don
Bosco a sus hijos en el lecho de muerte y
doquiera, con la protección de Dios y de
María Auxiliadora, la Congregación Sale
siana es admirada y bendecida por su multi
forme actividad para extender el Reino de
Dios y procurar la salvación de las almas.
* El Congreso de los Cooperadores Sale
sianos, decía «// Corriere* de Turín, no es
s‘no uno de los múltiples aspectos de esta
firme voluntad que desde hace medio siglo
triunfa en todas las partes dcl mundo. Por
encima de todas las vanidades que hoy preo
cupan a la Sociedad, la gran familia salesiana
siente la grandeza sublime de su misión evangelizadora ».
Desarrollo del Congreso.
Además de los numerosos Congresistas
Italianos vensc muchos representantes ex
tranjeros, habiendo delegados especiales de
España, Argentina, Chile, Perú y Boiivia,
Ecuador, Méjico, Francia, Bélgica, Ingla
terra, Alemania, Austria, y hallándose repre
sentadas muchas otras Naciones por miem
bros de las mismas habitualmente residentes
en Turín.
Conforme se había anunciado el Congreso
tuvo lugar los días z j, z 6 y 27 de Mayo. La
mañana y las primeras horas de la tarde se
dedicaron a las sesiones privadas en que se
discutieron los distintos temas y a las cuatro
y media de la tarde se tuvieron las sesiones
solemnes, con intervención de distinguidos
oradores que deleitaban a la par que instruían
al público, con breves pero magistrales dis
cursos sobre temas relacionados con las
Misiones.
El concurso a las sesiones privadas fue
imponente desde el primer día y se vieron
i
228
honradas con la asistencia de numerosos pre
lados entre los cuales recordamos a Mons.
Gamba, Arzobispo de Turín, Mons, Guerra,
arzobispo salesiano, Mons. Mazzella, arzo
bispo de Tarento, Mons. Pinardi, Mons
Pcruchon, Mons. Milone, obispo de Alejan
dría, Mons. Bartolomasi, obispo de Pinerolo, Mons. Filipcllo; Mons. Travaiani, obispo
de Cuneo; Mons. Munerati, obispo de Volterra; Mons. Lombardi, obispo de Cremona;
Mons. Ottini, abad de los Canónigos Lateranenses. Asistieron también a éllas nuestro
amadísimo Rector Mayor D. Felipe Rinaldi
con los demás miembros del Capítulo Su
perior y actuó de Regulador nuestro Prefecto
General Rvdmo. D. Pedro Ricaldone. Mas
abajo publicamos el resultado de estas Se
siones privadas que como podrán ver nues
tros lectores fueron extraordinariamente fe
cundas.
El segundo día del Congreso fue dedicado
de un modo especial a los Delegados Dioce
sanos y decuriones de los Cooperadores Salesianos y tuvimos el consuelo de ver a unos
joo ó 600 sacerdotes seculares, casi todos pá
rrocos, que trabajan con entusiasmo para pro
pagar la Obra de D. Bosco y que representaban
a varios miles extendidos por Italia y por el
mundo. El tercer día tuvieron parte especialísima los Antiguos Alumnos que también
en número extraordinario, venidos de todas
partes de Italia y del Extranjero, contri
buyeron al éxito del Congreso, actuando así
admirablemente la idea de que los Antiguos
Alumnos han de ser los más entusiastas y
activos Cooperadores Salesianos. Tanto los
Sacerdotes como ios antiguos alumnos, fue
ron invitados por nuestro amadísimo Rector
Mayor a una comida de familia y los dos días
se celebró un banquete de quinientos a seis
cientos comensales, en medio de la mayor
familiaridad y alegría.
Las sesiones solemnes fueron verdadera
mente imponentes tanto por la enorme con
currencia que llenaba por completo el gran
dioso Teatro del Oratorio de Turín, como
por los magistrales discursos que cautivaron
la atención >del público.
La sesión de apertura fué presidida por
el Principe Duque de Génova, acompañado
de todos los Prelados, autoridades civiles y
Superiores Mayores de nuestra Pia Sociedad.
Abrió la sesión el Rvdmo D. Felipe Rinaldi;
le siguió en el uso de la palabra el Conde
Rebaudengo en su calidad de presidente de
la junta Organizadora; luego el Secretario
del Congreso Rdo. P. Trionc dio lectura a
la hermosa carta autógrafa de S . S. Pió X I,
que más adelante publicamos y enseguida
Mons. Bartolomasi, obispo de Pinerolo,
tuvo el discurso oficial de apertura, termi
nando el acto con la palabra paternal de Mons.
Gamba arzobispo de Turín.
El entusiasmo creciente del Congreso se
reveló en la sesión, solemne del día 26 en la
cual el P. Trione después de leer una lista
interminable de telegramas y cartas de adhe
sión de Emmos. Sres. Cardenales, Arzobispos
y Obispos de todo el mundo, comunicó
entre grandes aplausos a los Congresistas
la postulatoria enviada a la Santa Sede para
iniciar los procesos apostólicos de Beatifi
cación de Don Rúa y del Principe Czartoryski. La asamblea acuerda también por
unanimidad sea dirigida al Obispo de Bar
celona una súplica en nombre del Congreso,
para que se empiece en dicha ciudad el pro
ceso ordinario para la Beatificación de la
Sierva de Dios, Dña, Dorotea Chopitea Váa.
de Serra, ilustre bienhechora de U Obra Salesiana en Barcelona y que sería la primera
Cooperadora Salesiana que se encamina al
honor de los Altares.
Los oradores de esta Sesión fueron: el
P . Stradella, jesuita, que disertó sobre la
necesidad de la Oración para las Misiones;
le sucedió en el uso de la palabra el anciano
Profesor Comendador Rinaudo, exalumno sa
lesiano que conmovió al público con sus re
cuerdos y habló de las Misiones Católicas
como elemento de cultura en la Escuela Media
y Superior. Habló después el P , Sales Mi
sionero de la Consolata que con elocuencia
arrebatadora habló sobre las Vocaciones
Misioneras. El joven Marques Balduino de
Rovasenda habló en nombre de las juven
tudes católicas haciendo resaltar la parte que
ellas tienen en el movimiento misionero.
Cierra la sesión nuestro Arzobispo Mons.
Guerra haciendo revivir la figura del Car
denal CagUcro.
La sesión de clausura fué digno remate de
tan importante Congreso. Ocuparon la pre
sidencia ios Exemos. Prelados y nuestros
Superiores Mayores rodeados de distin
guidas personalidades. El misionero salesiano
Don Carlos Crespi hizo una interesantísima
relación de su misión de los Jívaros del
Ecuador y el público tributó al valiente mi*
sioncro una cariñosa ovación. Luego el joven
abogado Sr. De Andreis de Fossano, con una
elocuencia afectuosa que fascinaba, pfO'
nunció un discurso interrumpido muchas
veces con aplausos sobre la * Educación m*'
sioncra en la familia *. El batallador abogado.
Comendador Masera, Presidente de la Fcdc-
229
ración Internacional de ios Antiguos Alum
nos, entre continuas ovaciones habla, con
su acostumbrada facundia, de la parte que
pueden y deben tomar los Ex-alumnos en
el movimiento misionero. El propagandista
Salesiano D. Antonio Fasulo expone al Con
freso la labor organizadora de los Coopera
dores Salesianes. La Condesa María Teresa
Camerana, Presidenta del Comité Central
de las Damas Patrocinadoras de la Obra de
Don Bosco, habla de la Cooperación que
éstas pueden prestar a la Obra de las Misiones.
I TEM A.
La Cooperación mas imporfanfe.
Considerando:
1.
Que todo bien viene de Dios y que Dios lo
concede al que reza; que para toda Obra buena es
necesario el auxilio divino en proporción tanto
mayor cuanto más ardua es la empresa y que nin
guna obra es tan grande como la que tiene por ob
jeto continuar la misión' misma de Jesucristo, con
la extensión del Reino de Dios sobre la tierra;
2.
Que Jesucristo nos enseñó a repetir todos
los días los más ardientes anhelos de su corazón:
X Congreso Infernacional de Cooperadores: Después de la primera sesión
Nuestro Superior Genera! P . Rinaidi, ma
nifestó su paternal satisfacción por el éxito
del Congreso y dió las gracias a todas las
personalidades presentes y a todos los Con
gresistas por su asistencia y por el interés
que habían demostrado por la obra de las
■ disiones Salesianas. Entre una salva de
aplausos y en pié toda la Asamblea el Arzo
bispo de Turin Mons. Camba, se levanta a
hablar expresando su satisfacción por el
2xito del Congreso c impartiendo a todos los
presentes la Bendición Papal.
Las conclusiones.
A continuación publicamos las consluiiones aprobadas por el Congreso tras la
discusión de los temas.
santificado sea e! tu nombre, venga a nos el tu
Reino, bagase tu voluntad;
Recordando:
1. Que María Santísima Auxilio de los Cris
tianos fue la inspiradora y la Patrona de las Misio
nes Salesianas;
2. Que el Vble. Don Bosco propone entre los
medios para obtener gracias de María Auxiliadora
el ayudar a las Misiones Salesianas;
E l Congreso vivamente recomienda:
t. Que se organicen oraciones con ofrecimiento
de obras buenas en favor de las misiones católicas
en general y de las Salesianas en particular.
2.
Que se promuevan con el mismo fin turnos
de Sagradas Comuniones y de Visitas al Sm o. S a
cramento y a María Santísima.
j . Que se organicen y se celebren periódica
mente dias misioneros a beneficio de las Misiones
Salesianas.
2?0
4. Que se propague la devoción a María Auxi
liadora como Patrona de las Obras y Misiones
Salesianas.
II TEM A.
Vocaciones Misioneras.
Recordando:
1. Que Jesús repite constantemente « La mies
es mucha, pero los obreros son pocos*;
2. Que aunque la vocación misionera, así como
la sacerdotal y religiosa, viene de Dios, no obstante
El se sirve generalmente de los medios humanos
para hacer conocer su voluntad y que el medio más
ordinario es la palabra viva o escrita y las exhorta
ciones del sacerdote o de cualquier otra persona
piadosa;
3. Que Dios no deja de suscitar en todas partes
nuevas vocaciones, pero que es necesario que éstas
sean recogidas y cultivadas;
4. Que no faltan por gracia de Dios estable
cimientos a ello dedicados.
E ! Congreso recomienda:
1. Que todos los días se dirija alguna fervorosa
oración al Dueño de la mies para que envíe nuevos
obreros y obreras a su campo y que se divulguen,
como recomienda la Encíclica Rerum Eedesiae,
oraciones y jaculatorias especiales.
2. Hacer conocer la necesidad de vocaciones
misioneras en general y de vocaciones misioneras
salesianas y de las Hijas de María Auxiliadora en
particular.
3. Buscar y cultivar nuevas vocaciones misio
neras en las familias, en las escuelas. Colegios, Ora
torios, Círculos y demás organizaciones juveniles.
4. Animar a los Aspirantes a las Misiones y
facilitarles el logro del santo ideal, ayudándoles a
superar las dificultades, tanto morales como eco
nómicas, de la familia y dcl ambiente y dirigirlos
a los seminarios de Misiones de las distintas N a
ciones, salesianos y no saicsianos, según las apti
tudes e inclinaciones de cada uno.
Nota. —• Sobre este cuarto punto se hizo observar
que, el hablar de vocaciones misioneras, no se ha
de entender sólo vocaciones sacerdotales sino tam
bién de religiosos coadjutores o laicos que como
maestros de artes y oficios, agricultores, catequistas,
etc., pueden desarrollar una labor importantísima.
m . TEM A.
Medios materiales.
Considerando:
t . Que el desarrollo de la actividad misionera,
después de la gracia de Dios, se obtiene en pro
porción de ios medios materiales de que dispone
el misionero;
2. Que las misiones salesianas se inician, viven
V se desarrollan por la caridad de ios bienhechores
y Cooperadores;
3. Que dichas misiones, por el desarrollo que
providencialmente adquieren, necesitan continuos
auxilios cada vez mayores;
4. Que para asegurar una amplia y continua
corriente de limosnas es necesaria una organización
bien ordenada;
E l Congreso propone:
1. Que por iniciativa de los Directores Dioce
sanos y Decuriones y por obra de los mismos Coo
peradores y Cooperadoras, se organicen en los
grandes y en los pequeños Centros Juntas de Acción
Misionera, especialmente donde todavía no existen
las Juntas de Acción Salesiana.
2. Que en cada pueblo se establezcan al menos
Celadores y Celadoras con el encargo directo de
cuidarse de los intereses de las Misiones Salesianas.
3. Que se promueva y se recomiende la con
fección, recogida y expedición al Rector Mayor de
los Salesianos, de ornamentos sagrados, vestidos
u objetos para los neófitos.
4. Que en los grandes Centros se procure fun
dar talleres y obradores permanentes con el mismo
objeto, organizando todos los años una exposición
local de los mismos, para enviarlos luego al Rector
Mayor, si se trata de Italia, y de los confeccionados
en el extranjero, enviarle una lista detallada, para
que pueda según las necesidades disponer su dis
tribución a las distintas casas de misión de los sa
lesianos y de las Hijas de María Auxiliadora.
5. Que se haga uso constante de cualquier
otra forma oportuna para recoger donativos u ob
jetos organizando veladas, conferencias, tómbolas,
loterías, etc.
IV T E M A .
Propaganda.
Considerando:
1. Que para el desarrollo de toda iniciativa es
necesaria la propaganda y que cuanto más intensa
se hace tanto mayor es dicho desarrollo y que en
tanto se recoge en cuanto se siembra;
2. Que todas las Misiones católicas podrían
tener muy pronto un mayor incremento si fuere
más conocido su ideal religioso y civil y la nece
sidad continua que tienen de apoyo y de medios;
3. Que los Cooperadores tienen, sino la obli
gación, al menos el compromiso de apoyar con
todos los medios a su alcance el desarrollo de las
Misiones Salesianas;
E l Congreso recomienda:
1. Que los Cooperadores se hagan propagan
distas del Apostolado Misionero en general y de
las Misiones Salesianas en particular (origen, des
arrollo, método, diversos campos de acción, asis
tencia de emigrados, etc.).
2. Que, ofreciéndose la ocasión, hablen de los
resultados y de las necesidades de las Misiones
Salesianas, tanto en las conversaciones familiares,
como en cualquiera otra ocasión propicia.
3. Que presten todo el apoyo posible a cualquier
iniciativa en favor de las misiones salesianas.
4. Que procuren, ya individual ya colectiva
mente, ganar para las misiones salesianas el apoyo
de las Organizaciones Misioneras Diocesanas y
locales, de las autoridades eclesiásticas y civiles,
de personas influentes, etc.
5. Que propaguen entre las familias el Boletín
Salesiano que es el órgano oficial de las Obras y
Misiones del Vble Don Bosco y la Juventud Misio
1. Que los Cooperadores den la mayor difusión
nera, especial para niños y juventudes católicas.
posible a la prensa misionera, especialmente entre
6.
Que organicen con especial empeño Con
el pueblo y la juventud.
ferencias misioneras salesianas con o sin proyeccio
2. Que para ello propaguen el Boletín Saicsiano
nes luminosas.
y la Juventud Misionera, aumentando el número
de sus lectores.
V. T E M A .
V I !. T E M A .
Obras A\isioneras Pontificias.
Acción juvenil.
Recordando:
en homenaje a los deseos varias veces expre
Teniendo en cuenta la importancia de la educación
sados por los Sumos Pontífices y especialmente
misionera en los Colegios, Oratorios y Círculos:
por el Papa Pió X I felizmente reinante, la impor
1. Como coeficiente de cultura etnográfica y
tancia capital de las obras misioneras pontificias,
complemento del estudio apologético e histórico
por la finalidad especial de cada una de ellas, a saber;
de la Religión Católica;
t. Que la Propagación de la Fé tiene por objeto
2. Como medio eficacísimo para formar la
iniciar nuevas Misiones y contribuir al sosteni
conciencia de los jóvenes, a fin de que aprecien los
miento de todas con la oración, con las vocaciones
intereses de la Iglesia como intereses propios y
y con las lirnosnas;
para prepararlos a aquel apostolado que en la edad
2. Que la Santa Infancia es una Asociación
madura es obligación de todo cristiano;
-de niños que contribuyen a la salvación de los niños
7.
Como camino seguro para llegar a una ge
infieles;
neración de católicos que consideren como su pri
5.
Que la Obra de San Pedro Apóstol se pro
mer deber el contribuir generosamente, con apoyo
pone proveer los medios adecuados para la for
material y moral, a la extensión del Reino de Je
mación de Clero Indígena;
sucristo;
Considerando:
E l Congreso propone:
1. Que el Vble. Don Bosco, aun después de
1. Que en todos los Colegios, Oratorios y Cír
haber iniciado las Misiones Salesianas, fué un pro
culos Católicos de ambos sexos se forme una Bi
pagador incansable entre sus alumnos y bienhe
blioteca Misionera;
chores de las dos primeras obras indicadas, entonces
2. Que las imprentas salesianas procuren dar
existentes;
vida a estas bibliotecas con colecciones de libros
2. Que se adelantó con su método y con sus
de argumento misionero.
cuidados especiales en favor de los pequeños indí
7. Que se exhorte a los jóvenes de los Colegios,
genas, a la Obra del Clero Indígena;
Oratorios
y Círculos, tanto públicos como privados,
E l Congreso recomienda:
a dar su nombre a la Asociación «Juventud Misio
1. Que en todas las Diócesis y Parroquias los
nera • para que se acostumbren a ofrecer oraciones
Cooperadores Salesianos sean celosos promotores
especiales y sus mismas ocupaciones y pequeños
de las tres obras misioneras pontificias mencionadas.
sacrificios para la conversión de los infieles.
2. Que siguiendo el ejemplo del Vble. Don
4. Que los socios de ♦ Juventud Misionera *
Bosco las hagan conocer y apoyar entre sus pa
tengan, como las demás Compañías, sus confe
rientes y conocidos, tanto jóvenes como adultos.
rencias semanales o quincenales.
5. Que los Socios más activos y preparados
VI TEM A.
formen dentro de la * Juventud Misionera», un
La Prensa.
Círculo Misionero para que, con su buen ejemplo
y con sus iniciativas, sean de estímulo a los demás.
Considerando:
6. Que se aconseje a todos la práctica de la
1. Que la prensa misionera tiene una misión
comunión semanal, quincenal o mensual para las
gloriosa y en cierto modo divina;
Misiones y para los Misioneros.
2. Que sirve para dar a conocer el altísimo
7. Que en todas las Escuelas, Colegios y C ír
valor apologético de las Misiones, reanimando la
culos de ambos sexos, antes de finalizar el año
fé entre los lectores, haciendo conocer la divina
escolar, se celebre un Congreso Misionero, para que
vitalidad y fecundidad de la Iglesia Católica, el
los alumnos y aiumnas salgan decididos a una fácil
poder de la Cruz de Jesucristo, la santidad del
y activa propaganda en favor de las Misiones C a
Sacerdocio católico y la actividad admirable de las
tólicas en general y de las Misiones Salesianas en
Ordenes Religiosas ;
particular, durante las vacaciones.
3. Que despierta sentimientos generosos, es
pecialmente en el corazón de los jóvenes y es un
antídoto seguro contra la apatía y la indiferencia,
efecto de las malas lecturas;
4. Que es un medio frecuente del que Dios se
vale para suscitar nuevas vocaciones;
E l Congreso
a la par que hace votos para que se mejoren
< ^ a vez más las Revistas Misioneras, inculca y re•^oaiienda:
La solemne sesión de apertura.
Palabras de! Rector Mayor,
El Rvdmo. Sr. Don Felipe Rinaidí, que con
amable sonrisa recibe la interminable salva de
aplausos con que el público acoge su presencia.
2?2
en breves palabras agradece la asistencia de los
el celo de aquel hombre piadosísimo que fué J uan
C ag liero que, incorporado luego por sus méritos
elevados personajes, que han querido dar realce
al Congreso con su asistencia. Pone de relieve el
al Sagrado Colegio Apostólico, todavía lloramos
todos.
grande significado del Congreso de Cooperadores.
y los Misioneros Salesianos extendieron luego su
A grandes rasgos traza la historia de medio siglo
campo de acción para ¡a salvación de las almas, a las
de actividad, de la cual es una imagen el Oratorio
demás partes de la Vina del Señor, en el Asia, en el
de Valdocco donde se celebra el Congreso, que hace
poco mas de cincuenta años no era sino un simple ' Africa y en las apartadas islas de Oceanía y verda
deramente con su obra resulta nimbada con nueva luz
cobertizo y hoy, en sus vastos edificios, cobija a
la divina fecundidad de la Iglesia. Por eso aprobamos
tantos niños y da vida a tantas obras. Espera que
plenamente la idea de celebrar tan fausto aconteci
del actual Congreso resulte un nuevo impulso de
miento con extraordinarias demostraciones de júbilo
actividad que extienda por doquiera los triunfos
y junto a aquel Templo de M aria Auxiliadora de
de la fé católica.
donde todos los años parten numerosos salesianos e
E ¡ Senador Rebaudengo, Hijas de M aria Auxiliadora para las distintas resi
dencias de Misión.
A obtener el deseado fin de estas religiosas festivi
En su calidad de presidente de la Junta Orga
dades sin duda contribuirá no poco la Exposición
nizadora pronuncia un vibrante discurso, ento
Misionera y el \ Congreso Internacional de Coo
nando un himno de admiración y alabanza a Don
peradores Salesianos y más tarde, también la reu
B qsco y a sus hijos y al terminar dirigiéndose a los
nión de todos los Directores de las Casas Salesianos
Congresistas exclama:
de Europa, junto a la tumba del Fundador, para hacer
« Os encontráis en esta dudad santa de Valdocco,
los Ejercicios Espirituales; pues es indudable que la
a los piés de Maria Auxiliadora, a dos pasos del
Familia Salesiana, de esta intima compenetración
Santuario de la Consolata, a la sombra del Monu
de almas y de esta uniformidad de propósitos, sacará
mento a Don Bosco, junto al vasto y piadoso asilo,
un siempre renovado ardor para aumentar sus in
único al mundo, del Cottolengo, donde todos los
signes benemerencias hacia la Iglesia.
dias se pueden admirar los milagros de la Divina
Nos, por lo tanto, oh Venerando Hermano, ele
Providencia. ¿Dónde encontrar, pues, lugar más
vamos a Dios las debidas acciones de gracias porque
apropiado para vuestros trabajos, que se desarro
tantos hijos queridísimos de esta tu Ilustre Sede tra
llarán en una ciudad profundamente religiosa y
bajan diligentemente para ampliar el Reino de Jesu
trabajadora, que se honra con el título de ciudad
cristo; y pedimos con instancia al Dueño de la Mies
del Sacramento, que seguirá vuestras discusiones
que envíe muchos otros obreros a su campo, siendo
con respeto y simpatia, con cordiales augurios de
verdaderamente doloroso que tanta muchedumbre de
éxito feliz? Poned pues manos a la Obra con la con
gentes yazcan todavía por el mundo en las tinié>las
fianza en Dios, que, al veros reunidos para tratar
y en las sombras de muerte. ¡O h, si todos oyeran las
de su magor gloria, no dejará de bendecir vuestros
palabras: * Extended vuestra mirada y contemplad
trabajos».
los campos ya dorados para la siega»! Varias veces
La palabra de! Sumo Ponfífíce» Nos hemos declarado que ésta ha de ser la mayor
preocupación de nuestros tiempos: promover con todos
los medios la salvación de tantas almas; y confiamos en
Aun no se han extinguido los aplausos con que
el éxito de la empresa, no sólo por la incansable acti
la Asamblea acogió las palabras del Conde Rebauvidad de los misioneros, sino también por la coopera
dengo cuando el Secretario del Congreso, Rvdo.
ción perseverante de todos los buenos que toman a
P. Trione anuncia la lectura de una carta, que Su
pechos el incremento del catolicismo y de la civili
Santidad Pió N/ se ha dignado enviar al Arzobispo
zación.
de Turin, como Pastor de la Diócesis en que se
Complaciéndonos en estas esperanzas te encargamos
celebra el Congreso. La Asamblea, en pié, vitorea
entre tanto a ti, Venerable Hermano, que en una de
al PontiOcc y con religiosa atención escucha la
las solemnidades, después de haber celebrado la Santa
lectura del importante documento que dice asi:
Misa, bendigas en nuestro nombre a los presentes,
concediéndoles indulgencia plenaria de sus culpas, que
VenerabJe hermano,
ganarán con las acostumbradas condiciones.
salud y apostólica bendición'.
Y en prenda de los celestiales favores y de nuestra
Un afecto especial de benevolencia sentimos Nos
benevolencia a T i, Venerable Hermano y a toda la
para los Misioneros, porque en medio de dificultades
Familia Salesiana y a todos los presentes a las reli
de toda clase, se esfuerzan en propagar la fe y la ci
giosas fiestas, damos de todo corazón la apostólica
vilización en tierras lejanas. Por eso hemos recibido
bendición.
con gusto ¡a noticia de la próxima celebración del cin
cuentenario de la primera expedición de misioneros
Dado en Roma, junto a S. Pedro a i ; de mayo de
quinto de nuestro Pontificado.
salesianos, enviados por su mismo fundador el Vble.
Pío Papa XI.
Siervo de Dios Ju an Bosco, a la Patagonia para evan
gelizar aquellos puebJos, guiados y protegidos por la
Una nueva salva de aplausos y vivas al Pap*
\'irgen Santísima Auxilio de los Cristianos. Y bien
acogieron la lectura del precioso documento y 1*
sabido es qué derroche de incansable actividad hi
Asamblea acuerda enviar a Su Santidad el siguiente
cieron allá ios salesianos, resplandeciendo sobre todos
235
telegrama: * Santo Padre - Vaticano - Roma. —
Cooperadores Salesianos décimo Congreso Interna
cional, reunidos Casa Madre Venerable Don Basco,
siguiendo ejemplo enseñanzas Fundador, humillan
protesta devoción filial Vicario de Cristo, agradecen
carta Pontificia seguros que Congreso con Bendición
Apostólica, dará copiosos frutos propaganda y acción
misionera, según deseos y normas Santidad vuestra.
— Mons. Gamba, Arzobispo — Don Rinaldi.
E l Discurso de aperfura.
Está a cargo del eminente orador Mons. Bartoiomasi, obispo de Pinerolo, que es acogido con una
viva demostración de simpatía. Ha de tratar de
i Don Bosco Aposto! y de las Misiones Salesianas*.
* Es demasiado cierto, empieza diciendo el orador,
que los honores son cargas; pero aqui la carga es
muy superior al honor. Hablar de Don Bosco y ha
cerlo delante de ilustres y elevadas personalidades
de la Iglesia y del Estado, en Congresos y Acade
mias, es honor que ya tocó a eminentes oradores
italianos y extranjeros que supieron honrar con su
vasto y profundo pensamiento, con su palabra fácil
y elocuente al grande Educador y su Obra mundial.
* Y me doy cuenta de que hablando aquí, en esta
especie de estación radiotelegráfica ultrapotente,
mi palabra, al igual de todas las órdenes e inicia
tivas que se elaboran en la próxima sede del Ca
pítulo, verdadero Estado Mayor Salesiano, o bien
sobre la modesta y tranquila mesa de estudio del
Sucesor del Vble. Don Bosco, hallará eco en más
de cincuenta naciones, en mil casas salesianas, en
más de 400.000 copias de! Boletín de la grande
Obra. Por eso siento que es de una grandeza extraor
dinaria el hecho que aqui nos reúne y Altezas,
Excelencias, Señores, lo sentís también vosotros,
como católicos, como amigos de aquel hombre
extraordinario que la Providencia suscitó en el
pasado siglo en Turín, genial educador, aposto!
celoso.
» En esta atmósfera saturada de recuerdos y de
incalculables benemerencias tengo que hablar de
Don Bosco Apóstol; francamente, este honor que
se me hace por el solo título que, desde hace mu
chos años, soy admirador y amigo de la Obra SaIcsiana, es superado por la magnitud de la empresa;
tarca ardua ’y difícil, pues me hace el efecto que
tengo que escalar un coloso de granito, elevado por
Don Bosco y por sus hijos, con la cooperación
tenaz y genial de mil y mil brazos, con el trabajo
de almas inspiradas y lanzadas a un terreno de con
quista sin confines, con la confianza en Maria Auxi
liadora y con el deseo ardiente de buscar y de llevar
almas a Jesús y, para decirlo en una palabra, por
corazones salesianos.
* Intentaré la subida como el soldado que forzo
samente tiene que llegar a la conquista de una
combre. Hablaré en primer lugar de la misión de
Don Bosco para decir luego algo de las misiones
^lesionas. *
Después de recordar los puntos más salientes
de la vida de Don Bosco, haciendo resaltar la ti
tánica Obra llevada a cabo por el grande soldado
de Cristo exclama: «¡Cuánto mejor que a Napo
león, conquistador de Naciones, pero que deja re
gueros de lágrimas y de sangre, conculcando los
más sagrados derechos e inmolando la* juventud
de Europa, cuadra a Don Bosco el título de Genio
de las conquistas espirituales, eternizadas por pue
blos civilizados, por colegios y escuelas de Artes y
Oficios, por altares y casas de oración y de trabajo».
Pasa luego el orador a presentar en magnífica
síntesis la historia y cuadro de las Misiones; re
cuerda la primera expedición capitaneada por el
Cardenal Cagliero, haciendo pasar ante el auditorio
las figuras de los grandes misioneros que lo siguieron
y añade:
« ¡Siempre tras ¡as huellas de Don Bosco! * He aqui
el lema, el programa de Don Rúa, que acompañaba
a los misioneros antes de partir a las modestas ha
bitaciones del Vble. Padre, como para que aquellos
pechos generosos se saturasen de su espíritu, allí
donde él había exhalado serenamente el último
respiro y recibieran en sus venas cálida inyección
de sangre saiesiana: Da mihi animas caetera talle,
y templaran sus almas con la fuerza que a él le había
elevado, a través de ásperos senderos, hasta la cima
de la misión de educador y apóstol, la confianza
en M aría Auxiliadora.
« ¡Siempre tras ¡as huellas de Don Bosco!» He ahí
el lema que sirvió de estimulo, de consuelo, de luz
radiante al venerando Don Albera; la sagrada con
signa que es el alma de la vida, de la esperanza, de
los grandiosos designios, de los firmes propósitos
del tercer Sucesor de Don Bosco, el Rector Mayor
de la Pia Sociedad Saiesiana, Don Felipe Rinaldi
que saludo aquí presente y a quien el Señor colme
de las más escogidas bendiciones, especialmente
mañana día de su onomástico (1).
* Y porque ésta ha sido la consigna a que siempre
ha obedecido la gran Familia Saiesiana, podemos
contemplar la maravillosa ramificación de este árbol
majestuoso, que tiene sus raíces en Valdocco y su
tronco en la Basílica de la Auxiliadora.
> Intentemos un vuelo, el vuelo del pensamiento
más rápido y atrevido que los de De Pinedo de
Italia al japón, de Franco de España a Buenos
Aires, de .Amunsden y Nobile desde Roma hasta
más allá del Polo Norte.
tSiempre tras ¡as huellas de Don Bosco» — o sea
con el método de ganar para Cristo la Juventud
para salvar por medio de élla la Sociedad — los
Hijos de Don Bosco y las Hijas de María Auxilia
dora, verdaderas heroínas al lado de sus hermanos,
en las Misiones, penetraron en el corazón de la
América del Sur, atravesaron el Atlántico y plan
taron sus tiendas en el Norte, en el Centro y en el
S u r del Africa y, atravesando el Mediterráneo,
establecieron Colegios y Escuelas en Palestina y
en el Asia Menor y atravesando el Océano Indico
entraron en las Indias, se internaron en China y
lanzándose al Pacífico, se establecieron en japón
V Australia.
• Mientras nos hallamos suspendidos en ese ma-
(1) San Felipe Meri « 26 de mayo.
254
ravilloso vuelo sobre los continentes y sobre los
océanos buscad señores desde lo alto a los hijos de
Don Bosco esparcidos por todo el Orbe, soldados
de línea *que combaten para la conquista de las
almas. Y vosotros veréis en la América del Sur
las grandes misiones de la República Argentina:
La Paiagonia y la Pampa que recuerdan al grande
misionero Cardenal Cagliero; en Chile, el Vicariafo
Apostólico de Magallanes, tierra de conquista de
Mons. Fagnano; en la República del Ecuador, el
Vicariato de Méndez y Cualaqiiiza, misión iniciada
en 1894 por el apóstol y obispo salesiano Mons.
Costamagna y hoy regida por Mons. Comín apóstol
de los jívaros, que la etnología había definido:
Raza de gente bárbara destinada a desaparecer.
Y los vereis en el Chaco Paraguayo y en el Brasil
que luchan animosos contra toda suerte de difi
cultades, siguiendo las huellas del gran salesiano
misionero Mons. Lasagna, \iotima inmolada en
el campo de }uiz de Pora ; contempladlos entre
los Bororos de Matto Grosso, en las márgenes del
Rio Madeiro, del Amazonas y del Río Negro y ved
entre ellos a Mons. Giordano, que muere en medio
de las florestas y cuya herencia recoge el actual
Prefecto Apostólico Mons. Pedro Massa y allá
cu un rincón escondido de Colombia los sorpren
deréis con generosos heroísmos emulando los
ejemplos del Padre Unía en los lazaretos de los le
prosos.
» Estos hombres, buscadore.s de almas no de oro,
los veis esparcidos en el Continente .Africano y ahí
los tenéis en Argelia, en Túnez, en Alejandría, en
el Cairo, en Port Said, prodigándose en favor de
los emigrados europeos y de los indígenas; han
penetrado hasta el Centro del Africa en el Congo
Belga, donde los quiso el ilustre Cardenal Mercier,
entre aquellos infelices negros, a quienes ataca la
enfermedad del sueño, y aun los veis en el C060
de Buena Esperanza con escudas, talleres y colonias
agrícolas.
»Y si dirigís vuestra mirada al Asia los vereis a
estos apóstoles, que no conocen obstáculos ni de
montañas, ni de distancias, ni de mares borrascosos,
amalgamarse con todas las razas, esparcidos entre
los hebreos, protestantes y turcos de Jerusalén y
Constantinopla; entre los indios de Ton/or, Moc/rós,
Calcuta y Assam; en medio de los chinos en Heung
Sang y Macao y cu Siu Chow. donde trabaja con
tanto éxito el Vicario .Apostólico Mons. Versiglia
y saliendo del Continente los veréis todavía en la
novísima Misión del ja/wn y aun los descubriréis
en la lejana Australia con otro S'icario .Apostó
lico, Mons. Coppo, en Himberlev y en Melbourne.
» En esta mirada geográfica, al vuelo, no ha sido
posible indicar cifras; nos las proporciona la glo
riosa estadística salcsianu: Los misioneros son
1,160; las monjas misioneras, 1,14 5 ; Misiones for
malmente constutuidas. 20; iniciativas, obras y
centros de misión son i 07?«
• Además de sus 29 Misiones entre infieles, la
Obra Sdlcsiana se ha extendido a 50 Naciones civi
lizadas, donde ejerce benéfica influencia con sus
Escuelas y Centros de educación.
* Lazo de unión de todas estas Obras con los Coo
peradores Salesianos es el Boletín Salesiano, que
rido por el mismo Don Bosco para suscitar y coordenar la cooperación de sus buenos amigos y que
hoy llega a más de 450.000 hogares de Cooperadores
salesianos, otro elemento y coeficiente mundial de
la Obra de Don Bosco, con un número de copias
mensuales que supera el tiraje de cualquier otro
periódico y que se publica en nueve lenguas dis
tintas.
>' Ni puedo dejar de hablar de otro medio moderno
y atrevido adoptado por estos paladines de la Civi
lización para vulgarizar la actividad misionera
salesiana y para la cultura varonil y sana educación
del pueblo: las películas cinematográficas sobre ¡as
misiones y las Conferencias con proyecciones lumi
nosas. i Así se portan los que buscan almas y no
dinero! ¡ Bien diversas son la películas que fabrican
y proyectan los que buscan dinero, aun a precio de
almas!
» Don Bosco fué el hombre de sus tiempos, el
hombre providencial del Siglo X IX ; pero hay que
reconocer que sus Hijos son también los hombres
y los apóstoles de nuestros tiempos. Ellos han lle
vado hasta los más lejanos pueblos de la tierra, con
la caridad de Jesucristo y con el espíritu y genio
santamente conquistador y educador de Don Bo
sco, los últimos adelantos del arte, de la industria
y del comercio y con éllos la civilización cristiana,
pues solo buscan la salvación de las almas. Y estas
verdades clarísimas, de palpitante realidad, que
un día parecían sueños irrealizables, las teneis ilus
tradas y documentadas, mejor que en mis palabras
en esta Exposición Misionera Salesiana, abierta bajo
la mirada sonriente de la Auxiliadora, que desde
allá arriba donde la colocó Don Bosco, inspira y
proteje todas las obras salesianas. Y la deseada
Exposición se ha instalado no lejos de aquel dor
mitorio en que Don Bosco, al lado del niño mori
bundo, reconocía en él al primer misionero de la
Patagonia; no lejos de la celda en que el grande
soñador preveía la sublime belleza y la portentosa
fecundidad de las Misiones Salesianas.
B Hubo un hombre en el Siglo X IX enviado por
Dios cuyo nombre era Juan; éste, como el Bautista
en las riberas del lordán. surgió a orillas del Po, para
dar testimonio de la luz es’angélica. El no era la luz;
pero en anibos hemisferios hizo brillar espléndido
el sol de la verdad que es Jesucristo y la luz suave
de la Estrella de los mares, María Auxiliadora.
» A él, a Don Bosco, vaya la admiración sincera
y el amor profundo, expresión de gratitud y devoto
homenaje hacia aquel que Dios escogió para ser
grande entre las gentes y padre de inmensa familia» Y a sus hijos, que desde este lugar, irradian en
el mundo entero la luz de la fe y los ardores de U
caridad, vaya la cooperación de todos los corazones
que comprenden la grandeza moral de Don Bosco,
la bondad y la fuerza del espíritu salesiano».
La oración de Mons. Bartolomasi, frecuente^
mente interrumpida con entusiastas aplausos fue
coronada con una triple ovación interminable. El
Exemo. S r. Obispo de Pinerolo supo cautivar por
espacio de una hora la atención del numeroso audi
torio.
235
Una visita a la Exposición Misionera.
Con gusto, querido lector, daré contigo una vucltecita por la Exposición Misionera que, para conme
morar el cincuentenario de las Misiones Salesianas,
se,ha organizado en la Casa Madre de Turín y que
sin duda ha merecido las bendiciones de Dios y de
María Auxiliadora, pues sólo en el primer mes la
visitaron más de joo.ooo personas, quedando todas
nmy complacidas no sólo por la abundancia, ori
ginalidad e interés del material hábilmente dis
puesto en las distintas salas, sino por la labor mi
sionera de cincuenta años que pone de relieve la
Exposición y porqué de élla se desprende como
el Señor ha querido servirse de la Congregación
Salesiana para extender su reinado en el mundo.
AI entrar.
Apenas puesto el pié en el recinto de la Expo
sición, lo primero que llama la atención es una
grande estátua de María Auxiliadora colocada en
artístico templete, rodeada de flores, que refresca
constantemente elegante surtidor. Justo es que el
primer saludo de cuantos visitan la Exposición sea
para Aquella que fué y continua siendo la inspi
radora y sostén de las Obras Salesianas.
La primera sala - “ Don Bosco,,.
Esta primera sala nos da una idea de Don Bosco,
de su Obra, de su santidad y del vasto campo mi
sionero que la Providencia ha destinado para sus
Hijos.
Eli un magnífico relieve topográfico aparece la
colínita de / Becchi, con el grupo de casitas campe
sinas entre las cuales se encuentra la pobrísima
que vió nacer a nuestro Vble. Fundador. M ás de
&o fotografías reproducen escenas de su infancia
y juventud, haciendo ver las dificultades y vicisi
tudes por que tuvo que pasar antes de llegar al
sacerdocio.
El progresivo desarrollo de su Obra puede ad
mirarse en cinco magníficos facsímiles en relieve
del Oratorio Salesiano de Turín, la Casa Madre
de todas las Obras Salesianas. El primero repre
senta la Casa Pinardi, el célebre cobertizo donde
pudo tener asilo estable el incipiente Oratorio Fes
tivo de Don Bosco en el año 1846. El segundo nos
trasporta al año 1868, cuando Don Bosco había
podido ya construir un buen edificio, la primitiva
iglesia de San Francisco de Sales y acababa de
inaugurar el grandioso Santuario de María Auxi
liadora; el tercero muestra el desarrollo del Ora
torio a la muerte del Venerable, 1888, con nuevas
construcciones y abundante terreno adquirido para
el desarrollo cada vez creciente de la Obra. El cuarto
reproduce el estado de los edificios y construcciones
centenario del nacimiento de Don Bosco;
y el quinto, el proyecto definitivo del Oratorio, cuan
do sa hayan hecho todas las modificaciones y com
pletado los edificios, que se desarrollan en una exten
sión de unos 40.000 metros cuadrados, con dos
Iglesias, 16 cuerpos de edificio y ó patios.
Completan esta sala 1 2 grandes cuadros que
representan otras tantas gracias extraordinarias
obtenidas con la intervención de Don Bosco; 23
retratos del \'cncrable sacados en distintas .circuns
tancias de su vida y la reproducción en yeso de ios
monumentos a Don Bosco erigidos en Castclnuovo
de Asti su patria y en la plaza de María Auxiliadora
de Turín.
Pero lo que más llama la atención en esta sala
es un gran cuadro plástico de Mastroianni, en que
con maestría extraordinaria se reproduce el Sueño
que Don Bosco tuvo en Sarriá. en el año 1886, en
el cual el Señor le manifestó el inmenso campo
misionero que reservaba a sus hijos, haciéndole
ver cómo también de España saldrían gran número
de apóstoles que en su nombre esparcirían la Fé
entre los infieles. Es siempre la mística Pastora
rodeada de numerosos rebaños que muestra a su
siervo las realidades del porvenir.
II Sala - Expediciones misioneras.
Es este un recinto pequeñito, en el plano señalado
con el n. 3, donde se hallan reunidas las fotografías
de todas las expediciones de Misioneros durante
estos primeros cincuenta años, habiéndose hecho
al menos una cada ano y algunas de ellas numerosí
simas.
Lo que hace detener al visitante en esta Sala son
los recuerdos personales del Primer Misionero
Salesiano, ei Emmo. Cardenal Cagliero. En una
grande vitrina están expuestos sus vestidos episco
pales y cardenalicios con numerosos retratos, di
plomas, medallas, condecoraciones, etc. y fuera de
élla se puede contemplar el sencillo lecho de campo
que le servía para envolverse durante la noche en las
escursiones apostólicas y el primitivo armonium
que en aquellos principios de la Misión era el único
instrumento con que contaba el gran maestro que
tan popular se había hecho en Italia.
III Sala - Misiones de América.
Una admiración de sorpresa se escapa espontá
neamente de los labios al encontrarse en un local
de 50 m. de largo por 15 de ancho. El espacioso
local se halla subdividido en un vestíbulo, diez sec
ciones y un local cerrado para dioramas (Plano, 4 y 4*).
En el vestíbulo se lee; Misiones de América y en
él hay varios cuadros, numerosos mapas de las dis
tintas regiones donde trabajan los hijos de Don
Bosco, una magnífica estatua tamaño natural, re
produciendo un tipo de la tierra del Fuego; pero
sobre todo él gran mapa luminoso de la América
del Sur. Cinco juegos de bombillas eléctricas que
se encienden periódicamente presentan ante el
expectador: j . Los Centros Civiles Mayores donde
se encuentran casas salesianas; 2. los Centros civi-
25Ó
Ies menores; 3. Centros Misioneros mayores; 4. Cen
tros Misioneros menores y 5. Todos los anteriores
a la vez. Es de un efecto sorprendente y al mismo
tiempo hace ver la gran difusión de la Congregación
en América y especialmente en Argentina.
1* Sección. — Patagonia del Norte’. Etnografía y
Fauna. — Como el título indica se pueden admirar
en ella los usos, costumbres, animales y vegetación
de aquellas regiones. Atraen la curiosidad en esta
Sección objetos elaborados por los indios con pe
dazos, de ramas de árbol, atacados de una enfer
medad llamada Cytharia Darwin y un riquísimo
herbario de la Patagonia.
2* Sección. — Fauna y Tipos indígenas. — Entre
multitud de objetos sobresalen los bustos tamaño
natural de los cinco miembros de la familia del cé
lebre Cacique Namuncurá. También se ve embal
samado un magnífico ejemplar de León Puma.
Sección. — Regiones Magallánicas y Patagónicas
Etnografía y Producciones.
4“ Sección. — Regiones Magallánicas - Produccio
nes y vestidos.
5* Sección. — Patagonia - Costumbres Gauchas. —
Además de los arreos, monturas, vestidos y armas
de estos célebres habitantes de la Pampa se admira
en esta sección una magnífica estatua ecuestre de
un gaucho en plena Pampa.
Los Dioramas, — Son representaciones a colores,
con efectos de luz eléctrica, con telones y rompi
mientos pintados, en pequeño o con estatuas ta
maño natural, de paisajes y escenas de los países
de misiónes; en esta primera sala hay 10 pequeños,
y uno tamaño natural. Los diez pequeños repre
sentan: Familia ona en un toldo, la misa en la flo
resta, una noria en la Misión de Fortín Mercedes,
la caza del guanaco, un atentado contra los M isio
neros en la Tierra del Fuego, la Misión de la Can
delaria, los fueguinos comiendo carne de una ba
llena descompuesta, la Misión dcl Buen Pastor en
la Isla Davwson y los indios adiestrados al trabajo
en esta Misión. El Diorama con estátuas tamaño
natural representa una escena de Misiones en la
Pampa: Se ve al misionero catequizando a los gau
chos y administrando un bautismo a un adulto.
6* Sección - Tierra del Fuego, Enseñanza Profe
sional. — Aquí se pueden admirar los resultados
de cincuenta años de trabajo; pues se exponen nu
merosos trabajos hechos por los indios civilizados
V en medio de la sección campea la figura del Civi
lizador de esta apartada región dcl globo, Mons.
Fagnano.
7* Sección - Regiones Magallánicas, Fauna y E t
nografía.
S* Sección - Regiones Magallánicas y Patagónicas:
Etnografía y producciones. — Aquí se pueden ad
mirar las Minas de Petróleo, con todos sus pro
ductos elaborados, que cuando allá fueron los mi
sioneros no se habían nisiquicra descubierto, pero
cuya existencia y explotación nuestro Vble. Fun
dador ya había previsto en detalle. También hay en
esta sección un riquísimo herbario.
9* Sección - Regiones Patagónicas: Enseñanza Pro
fesional Femenina. — En esta sección se puede ad
mirar el resultado de la labor provechosisima que
desarrollan las abnegadas Hijas de María Auxilia
dora, sin las cuales sería casi imposible la labor del
Misionero, pues éllas se encargan de la conversión,
cuidado y educación de las mujeres y niñas, cuya
obra es definitiva en la formación de los nuevos
hogares cristianos. Llaman la atención en esta
sección cinco bustos tamaño natural que representan
una familia de la tribu de los Rauchel.
10* Sección - Regiones Patagónicas: Enseñanza
Profesional Femenina.— Lo mismo que en la sección
anterior, pudiéndose admirar labores femeninas
de una perfección y delicadeza admirables.
Para que se tenga una idea del material que se
encierra en las salas que estamos describiendo da
remos el número aproximado de los objetos prin
cipales que en esta tercera se contienen, pues proporcionalmente se halla el material igualmente
distribuido en las otras:
Grandes cuadros representando paisajes, 6;
Mapas de gran tamaño, 30; Ampliaciones fotográ
ficas, 270; Estatuas tamaño natural representando
tipos indígenas, 19; Animales mayores disecados, 7;
Vitrinas llenas de objetos, 33; Aparatos de vistas
estereoscópicas, 5; Grandes albums con postales
y fotografías, 6.
IV Sala - Misiones de América.
De iguales dimensiones que la anterior, contiene '
esta sala lo referente a las Misiones de los Bororos
y de los Indios del Rio Negro en el Brasil y de los
Jívaro s del Ecuador. Está dividida en 14 secciones
una de las cuales reservada a Dioramas, con el orden
siguiente: (Plano 5, 50. sá)
Sección - Etnografía de los Indios fiororos,
donde se pueden ver los vestidos, los adornos per
sonales, y gran variedad de animales de la selva
Brasileña.
2* Sección - Etnografía de los Indios Bororos.
Como en la anterior, predominando adornos per
sonales c instrumentos musicales.
3* Sección - Etnografía de ¡os Indios Bororos.
En la que se puede ver gran variedad de tejidos y
los arcos y flechas que usan para la caza de las di
ferentes clases de animales terrestres y acuáticos.
4* Sección - Etnografía de los Indios Bororos.
Instrumentos de trabajo, armas de caza y pesca,
elementos de religión y culto de las almas.
5* Sección - Civilización de los Bororos. — Agri
cultura, Escuelas Profesionales, etc..
6* Sección - Civilización de los Bororos. — Labor
de las Hijas de María Auxiliadora entre las mujeres
y niñas.
7* Sección - Dioramas. — Son diez los conte
nidos en esta sala y artísticamente repres;:ntan:
Una escena de caza en la Floresta, Danza óe
los bororos. Uno de sus brujos haciendo conjuros,
Misioneros de viaje. Indios Tucanos pescando,
Paisaje de Río Negro, Las Malocas, Indios H*
varos. Talando bosques. Instrucción catequística
a los salvajes.
8* Sección - Mariposas y coleópteros-del B r a s il.''
Es una colección de mariposas que llama grand^
mente la atención; las hay de todas formas y
277
mensiones y están ingeniosamente colocadas entre
dos cristales de manera que se pueden ver de ambas
caras y muy oportunamente porque muchos lepi
dópteros, especialmente nocturnos, presentan di
ferencias muy notables entre la parte anterior y
posterior. Hay unas cien cajas con una media de
diez mariposas en cada caja.
9* Sección - Etnografía, producciones y fauna de
Rio Negro (Brasil). — En las vitrinas de esta sección
se ve una gran profusión de adornos personales y
distintas clases de instrumentos musicales.
10* Sección - Idem. — predominan aquí serpientes,
minerales preciosos y maderas finas de una varie
dad y hermosura extraordinaria.
hay 1 1 animales grandes (serpientes, cocodrilos
tigre, condor, etc.) disecados y 7 estatuas tamaño
natural, reproduciendo tipos de indios con vestidos
y adornos auténticos.
Dejamos la planta baja y subimos hacia el piso
superior.
V Sala - Misiones de Asia.
Corresponde esta sala y es de iguales dimensio
nes que la anterior. Se halla dividida en cinco gran
des Secciones (Plano. 6, 6a v 7).
1* Sección - Misiones de China. — Costumbres,
vestidos, producciones y obra del Misionero. Ade-
Exposición Misionera — Misiones del Brasil y del Ecuador (Sala IV).
ii* Sección - Vicariato de Mendez y Cualaquiza
(Ecuador). — Ésta y las tres siguientes secciones
son sumamente variadas e interesantes, pues el in
fatigable e inteligente Misionero de estas regiones,
P. Crespi, recién llegado del Ecuador, trajo con
sigo más de 50 cajas con material por él prepa
rado c ilustrado, ‘ con el cual hizo ya una muy
celebrada exposición local en Quito (Ecuador).
12^ Sección - Idem. — Llama la atención en esta
sección una gran variedad de sombreros de Jipi
japa en las distintas fases de su elaboración y con
dibujos y calados de formas caprichosísimas.
13* Sección - Idem.
1 - ' Sección - Colección especial etnográfica y dentifi'ü de los Jívaro s.
E i el fondo de esta IV Sala hay otro gran cuadro
plástico de Mastroianni que representa el cultivo
V la elaboración del algodón por las mujeres y niñas
horeros, bajo la dirección de las Hijas de María Au’^iliadcra y, distribuidos por las distintas secciones
más de multitud de fotografías, dibujos y cuadros
chinos, llaman la atención un gran número de ídolos
paganos y objetos de porcelana primorosamente
artísticos. También hay en esta sección 4 dioramas
y dos escenas tamaño natural: los dioramas repre
sentan: molino primitivo chino, cultivo del arroz,
.tum ba imperial de M ing (Pekín), Gran puerta
marmórea que da acceso a dicha tumba. Y las dos
escenas mayores representan el acto de hacerse
cristiana una familia pagana, con los ídolos abati
dos por el suelo y el sacerdote dándola bendición,
y una escena funeraria china. N o falta en este sec
ción uno de los grandes plásticos en relieve de M a
stroianni que representa las Escuelas profesionales
salesianas en China. Antes de salir de esta sala el
visitante no puede menos de pararse ante una nu
merosa serie de miniaturas chinas, en papel de
arroz, que hacen el efecto de porcelanas policro
madas.
2* Sección - Misiones de ¡a In dia.— Producciones,
238
enseñanza profesional y catcquesis. Entre la mul
titud de objetos, muebles, utensilios y vestidos
exóticos llaman la atención los dos dioramas, uno
que representa la salvación de un niño pagano en
la Obra de la Santa Infancia y el otro el recibimiento
afectuoso que los neófitos tributan al misionero y
otro gran plástico en relieve de Mastroianní re
produciendo una fanática demostración indiana.
3“ Sección - Prefeciura Apostólica del Assam. —
Producciones, costumbres y catcquesis. No hay
5^ Sección - Misiones de Palestina y Egipto. —
En esta sección se admiran los adelantos de las
Escuelas Profesionales Salesianas de Alejandría,
especialmente la de mecánica; la Colonia agrícola
de Beitgemal, magistralmente organizada con todos
los adelantos y maquinaria moderna; un completo
herbario bíblico y los importantes hallazgos ar
queológicos de nuestra Colonia agrícola de Beit
gemal, donde se han encontrado los restos del pri
mitivo Martyrium de San Esteban, con preciosos
mosaicos.
VI Sala - El Gran Diorama.
Sucede a esta sala un paso estrecho y tenebroso
que inspira recelos a más de cuatro visitantes que
al entrar en el angosto pasaje exclaman: ¿Estamos
seguros? Pero cesa pronto la aprensión, pues a los
pocos pasos un magnífico y policromado panorama
se presenta a la vista y no se oyen mas que prolon
gadas exclamaciones de admiración y entusiasmo,
ante el magnífico espectáculo que de todas partes
atrae la atención del visitante (Plano, 8).
En un espacio de 30 metros de ancho por 8 de
fondo se ha reproducido con telones, bambalinas
y rompimientos un paisaje parte de Pampa y
parte tropical y en él están reproducidas, con esta
tuas de tamaño natural, escenas de las misiones,
que dan una idea de los distintos aspectos de la
vida del misionero. En primer término se ven un
grupo de niños de la Tierra dcl Fuego que están
oyendo la instrucción catequística del misionero,
mas allá los misioneros en el interior de su tienda
de campaña, detrás un salvaje disparando la flecha
contra una imaginaria fiera; a un lado, un grupo de
salvajes recibiendo al misionero, que. a ios pocos
pasos aparece celebrando la misa en la floresta y
en el fondo aparecen las residencias de los misio
neros, rodeadas de campos cultivados y grupos de
Hijas de María Auxiliadora ejerciendo sus distintos
ministerios con las niñas y las mujeres. Es una
visión de conjunto, con preciosos efectos de luz
artificial, que uno no se cansa de contemplar. Es
por así decirlo la sorpresa de la Exposición.
Una c5ccna ilcl "Gran Diorama.. — Niños onos
escuchando' al misionero. '
quien no se pare a contemplar con curiosidad la
gran piel, autentica, toda pintarrajeada de sangre
humana, que usan los faquires de la India como
trono para llevar a cabo sus excentricidades. Tam
bién en esta sección hace detener al visitante otro
plástico en relieve de Mastroianní que representa,
en magnífico contraste, los dos sacrificios: el pa
gano todo fanatismo y sangre y el cristiano todo
devoción y paz.
4* Sección - Misiones de la India Septentrional. —
Costumbres y catcquesis. Hay en esta sección otra
hermosa colección de mariposas, una piel entera
de cocodrilo curtida, muebles de una finura extraor
dinaria, uno vitrina con labores y bordados finí
simos y un gran mapa en relieve de la región con
fiada a los misioneros salesiamos.
VII
y VIII Sala
Misiones de Africa y Oceania.
.A la salida dcl Diorama se hallan las dos grandes
salas dedicadas a las Misiones del Congo Belga.
(Plano, 9. 9a V 10).
En la primera de estas salas se pueden admirar los
adelantos que, en individuos de pura raza negra,
se han obtenido con la civilización cristiana; pues
allí aparecen expuestos los trabajos por ellos eje
cutados en los distintos talleres de mecánica, car
pintería, zapatería, etc. También en esta sala se
admira otro plástico en relieve de Mastroianní, que
hace ver la degradación de la mujer y de la infancia
en el paganismo y su rehabilitación por el cristia
nismo. También llama la atención otra grande
escena tamaño natural que representa un juicio
ante un jefe de tribu indígena del Katanga (Congo
J
239
Belga). En la otra sala destinada a las Misiones del
Congo Belga aparece un facsímil en relieve de todos
los edificios y adyacencias de la Misión y otra grande
escena con estatuas que parecen vivientes, represen
tando ‘una escena familiar de los indígenas; una
mujer hilando, el hombre saliendo para la caza y
un bebé negrito durmiendo plácidamente.
Entre las dos salas dedicadas al Congo Belga se
encuentra una pequeña sección dedicada al Vica
riato Apostólico de Kimbcrley en Australia.
Al dejar el piso superior para volver a la planta
baja llaman todavía la atención varias hermosas
fotografías de la recentísima Misión del Japón, de
la cual podremos dar noticias a nuestros lectores
en los próximos números del Boletín.
IX Sala - A\isión del Chaco Paraguayo.
A continuación se halla reproducida la escena
de la Misa en la floresta con estatuas tamaño natural,
que representan al sacerdote celebrando y un niño
jíbaro haciendo de monaguillo.
Por último llama la atención un auto-capilla des
tinado a las Misiones Salesianas de la Patagonia,
especie de autobús con altar portátil, que tan pronto
sirve de coche, como de dormitorio, como de iglesia.
El chassis es regalo de la casa E lA T .
XIII Sala - Proyecciones y películas.
Constituye un complemento sumamente inte
resante de la Exposición (Plano, 15). Es un salón de
28 metros de largo por 10 de ancho, rodeado todo
de fotografías de Casas Salesianas, en el cual todas
las tardes se proyectan películas que dan una idea
acabada de la labor del misionero, en diversos cam-
De nuevo en la planta baja, la primera sala que
se nos presenta es la dedicada a la reciente misión
del Chaco Paraguayo (Plano, n ), en la cual figuran
en abundancia fauna, flora, producciones, adornos,
armas, vestidos, etc. que suponen en nuestros
buenos misioneros una labor activísima c inteli
gente. El visitante se para admirado a contemplar
el indio chamacoco en su canoa autentica con los
trofeos de caza y pesca. Tan^bicn llaman la aten
ción las estatuas que reproducen los tipos del país.
X Sala - Bibliografía Salesiana.
Es el local señalado en el plano con e! número 12,
rodeado de estantes, en los cuales se hallan orde
nadamente dispuestos los libros escritos por saIcsianos o editados en tipografías salesianas; pasan
de 5 mil los volúmenes de esta Biblioteca en la cual
hay obras verdaderamente interesantes.
XI Sala X Paleonfologia y Paleoetnograña.
Es una sala (Plano, 13T que a muchas señoritas arranca exclamaciones de miedo y repugnancia, solo
porque en las vitrinas aparecen buen número de
cráneos de individuos de raza indígena de épocas
remotas y multitud de huesos de Mastodonte,
encontrados por nuestros misioneros de Colombia,
iunto con muchos objetos de la edad de piedra,
de aquellos remotos paises.
XII Sala - Asistencia médico-sanitaria
y religiosa.
Es un local de 40 metros de largo por cinco de
ancho (Plano, 14) que hace ver como los misioneros
se preocupan no sólo de las almas sino también
de los cuerpos de los pobres indígenas. Dos gran
des grupos escultorios representan a las Hijas de
Mana Auxiliadora vendando el brazo a un negrito
y curando las llagas de un leproso. Están también
expuestos varios modelos de cajas para socorros de
urgencia y un ambulatorio quirúrgico con mesa
de operaaones, regalo de las Damas Patrocina
doras.
ExposictÓT Misionera — Diorama (amafio natural:
Escena funeraria china (Sala V).
pos de Misión. Una de las películas reproduce
escenas interesantes de la Visita que el Principe
Humberto, heredero de Itajia, hizo a varias Casas
Salesianas de la Argentina durante su viaje a aquella
República. Otra película de tres partes hace ver
la labor llevada a cabo por los Salcsianos en Egipto
y Palestina. Una tercera en 4 partes nos trasporta
al Congo Belga y hace admirar las maravilllas de
la civilización cristiana en medio de aquellos negros
del Centro del Africa. Otra también de 4 partes
nos hace hacer una escursión por el Oriente Ecua
toriano dando a conocer perfectamente el ambiente
en que se ha de desarrollar la acción del Misionero
entre los Jibaros del Ecuador.
Cuando se han pasado unas dos horas recorriendo
salas tan llenas de cosas interesantes, el público
no sabe como agradecer que sin aumento ninguno
de precio se le obsequie todavía con una interesante
sesión de Cine.
El Jardín.
Y como si todo lo anterior fuera poco, se ofrece a
la curiosidad, y al recreo del visitante un elegante
jardín que con su variedad de plantas, animales, có-
240
modos bancos para descansar y un bien provisto
Buffet, resulta para muchos un gran atractivo de
la Exposición.
Una elegante construcción de madera da una
idea de los observatorios meteorológicos, que con
tanto éxito y provecho para la ciencia, los misio
neros instalan en los distintos puntos de misión,
con toda clase de aparatos automáticos.
Atraen también la curiosidad del público los fac
símiles de las chozas de los indios con sus corres
pondientes figuras de tamaño natural, con los uten-
Exposicidn Misionera — El Monslrao Benéfico del Niio.
sillos adornos y trajes auténticos, que dan una idea
clara de la vida salvaje, y que representan; Una
Vran Aío/oca de Río Negro, espaciosa vivienda donde
se alberga una entera tribu. En ella se ha instalado
el Ballet; Una cabana de ios Jibaros del Ecuador
on cuyo interior se ve a una india durmiendo en su
lecho de cañas, otra preparando la celebre chicha
V un hombre dispuesto a salir para la caza; y por
último tres cabañas de indios onas, tehuelches y
alacalufes, cubiertas de pieles, bajas y angostas,
tal como las construyen los indios de la Tierra del
Fuego.
Pero la que realmente encanta, especialmente a
la gente menuda, son ¡os numerosos ejemplares de
fauna exótica que, distribuidos por el jardín en
variadas y elegantes jaulas, o libres en maromas
V sostenes n.ctilicos, alegran el ambiente con sus
gritos V cantos distintivos y dan una nota simpá
tica con sus variadas formas y policromados co
lores. Las jaulas están así distribuidas: i. Búfalo
de Egipto - 2. Gacela de Egipto - 5. Tucán y Molothrus bonarienzisner - 4. Esmeralda y Turpial
dcl Ecuador, pájaros de hermosísimos colores 5. Monjitas del Assam, 16 pajaritos que solo verlos
inspira devoción - 6. Dos Huiratchuro y dos jil
gueros del Ecuador - 7. Cuatro ovejas del Líbano
(Palestina) - 8. un guanaco de la Patagonia - 9. cotor
ritas del Assam - 10. Cirote y Cotorra del Ecuador 1 1 . Una maina del Assam, conirrostro de pico ama
rillo y plumaje negro brilante, que es sin duda el
que se lleva la palma de toda la Exposición, pues
con una voz de un timbre humano perfecto, di
vierte a la numerosa concurrencia que siempre le
rodea, con frases en español, en latín, en inglés,
en indio y en piamontés admirablemente pronun
ciadas - 12. Cardenales, gracioso pajarito con pe
nacho encarnado, de la .Argentina - 1 5 ./qóurú, es
pecie de cigüeña del Brasil - 14. dos Shacá, avede
gran tamaño de la Argentina - 15. Aguilucho de la
Patagonia - 16. ocho bengalinos, pequeños pajaritos
pintarrajeados de rojo, del Assam - 17. cuatro co
torritas de Australia - 18. tres galápagos y una gratusa dcl Ecuador - 19. dos armadillos de Patagonia
- 20. vizcacha, especie de conejo salvaje de la Patagonia - 2 1. seis ñandús de Patagonia - 22. una zorra
de Patagonia - 2?. cuatro gallinitas patagónicas 24. terutero de la Patagonia
25. dromedario dcl
Egipto - 2Ó. jabalí del Brasil - 27. hurón de Patagonia
y lagarto dcl Egipto - 28. dos lemúridos dcl Ecua
dor - 29. tres diferentes especies de monos de Bras.l
y Ecuador; 3 1, gran jaula en forma de chalet que
contiene un tucán, 7 gallinitas, un pavo y un faisán
silvestres dcl Ecuador. Hay además 20 loros, entre
ellos dos magníficos araras de vivísimos colores,
sueltos entre ios árboles, en trapecios de hierro,
que dan conversación en jibaro a todo el que se
presente.
Resulta pues un conjunto de unos t iy d¡stintc%
animales vivos que dan al jardín de la Exposición
el aspecto de un pequeño jardín zoológico.
Otro detalle del jardín es el Monstruo Benéfico del
Nilo que representa la parte superior dcl tronco
de un enorme y monstruoso cocodrilo, de encen
didos ojos y fauces desmesuradamente abiertas,
que a todo el que le entrega dos liras, arroja por
la boca en medio de un rugido espantoso de bo
cina de automóvil, un objeto apropiado al donante
según sea niño, señora o caballero.
La miserable idea que esta pobre descripción
puede hacer formar de la Exposición Misionera,
puede hacer comprender el afán e interés con que
el publico la visita y a nosotros, al terminar, no nos
resta sino recomendar a todos nuestros lectores,
si quieren ver centuplicarse el bien que se ha po
dido hacer en estos primeros cincuenta años, que
se dediquen con todos los medios a su alcance y
que se detallan en las decisiones del Congreso
arriba referidas, a la acción misionera, pues con
ello no sólo corresponderán como buenos hijos a
los deseos del Santo Padre, sino que sobre todo
serán acreedores al gran premio que el Dueño de 1«
M ies tiene destinado para los obreros de su campo-
24 *
El Primer Cardenal Salesiano.
In m em oríam
Conclusión - Véasü "Boletín,, de Julio.
E p iso d io s con m ovedores.
IVlons. Cagliero sabía enunciar las verdades
de nuestra Santa Religión de una manera
tan sencilla y escultoria que fácilmente se
hacía entender aún por los mismos idó
latras.
Un día que visitaba las Escuelas de Viedma,
habló a las alumnas del gran don de la Sa
grada Comunión y una niña de siete años
manifestó vivo deseo de ser admitida con
otras compañeras a la Primera Comunión.
Monseñor sonriendo le dijo: ¡Pobrecita!
eres demasiado pequeña todavía; harás la
comunión cuando las guindas estén maduras.
Kadie pensó más en aquella escena; pero no
la olvidó la pequeñita que, con sorpresa de
todos, la antevigilia de la fiesta fijada para las
primeras comuniones, se presentó a la D i
rectora con dos hermosas guindas recién
arrancadas del árbol diciéndole: — T ó
melas V. y enséñelas a Monseñor, para que
vea que ya están maduras y así me deje re
cibir a Jesús. Claro está que sus anhelos
fueron satisfechos. ¡Cuántos episodios se
mejantes!
«Recuerdo siempre con viva emoción,
narraba el Cardenal, la última Misión que
di en el año 1902. Me había hecho llamar el
viejo cacique Namuncurá, que en su lejano
destierro junto a la cordillera veía la muerte
próxima. Para llegar donde él estaba tuve
que hacer 1.500 km. a caballo y me paré en
todos los centros de Misión que encontré
por el camino. ¡Viaje encantador! En aquel
trecho de Cordillera, hasta ocho lagos cus
todiados por elevadas cimas de montañas,
reflejan el cielo en sus aguas y uno de ellos
es navegable. El venerando jefe Patagón
contaba a la sazón 86 años y nos recibió como
a enviados del ciclo. Quiso ser bautizado
con toda la familia y la tribu, fué confirmado
e hizo su primera Comunión con la humildad
y la sencillez de un niño. Lleno de alegría iba
repitiendo: — Ahora muero contento, ahora
muero buen cristiano.
Me disponía ya a regresar cuando él pensó
en una cosa de la cual yo mismo me había
olvidado y oí conmovido que me decía:
Quiero sepultar cristiano. Escogimos entonces
un ángulo de verde y silencioso prado, ro
deado de rocas majestuosas y lo bendije como
cementerio cristiano, donde el anciano jefe
y los suyos pudieran un día dormir su úl
timo sueño a la sombra de la Cruz. Al partir
nos saludamos y abrazamos como her
manos ».
Esta suavidad de trato de Mons. Cagliero
y la bondad de su corazón le captó las sim
patías y la admiración hasta de los mismas
protestantes; precisamente en aquella última
escursión apostólica, que duró seis meses, se
encontró con un naturalista norteamericano
que admirado de la abnegación de Monseñor
y de sus misioneros, no pudo menos de ex
clamar: Soy protestante, pero admiro al S a
cerdote católico, porque si yo me expongo a mil
privaciones por amor de ¡a ciencia, veo que
ellos se sacrifican heroicamente por amor del
prójimo....
L o s resa lta d o s ( 1879- 1904).
De suerte que en los primeros 25 años de
trabajo en la Patagonia Septentrional y Cen
tral la Obra de Don Bosco podía anotar en
su haber:
14 Parroquias y 15 Iglesias públicas, sin
contar las capillas internas, ni las construidas
en los puestos avanzados de Misión.
9 colegios con alumnos internos.
1 escuela de Artes y Oficios y 5 Colonias
Agrícolas.
9 externados, anejos casi todos a los co
legios internos.
2 casas para formación de personal.
8 Asilos infantiles, confiados a las Hijas
de María Auxiliadora.
2 Hospitales y Asilos para inválidos.
1 importantísima farmacia en Viedma.
5 Circuios de Obreros y numerosas aso
ciaciones religiosas.
5 Observatorios meteorológicos.
Pero esta enumeración es demasiado rápida
y pierde eficacia. Cada una de estas Obras
merecería una monografía aparte. Por ejcri pío del Hospital de Viedma, iniciado por »
caridad de Mons. Cagliero, con locales pro-
242
píos donde será siempre también recordado
con ^'ratitud otro misionero salesiano piamontés, D. Evasio Carroñe, que fué a la vez
buen médico de las almas y de los cuerpos,
se pudo decir con verdad: « En general todos
los enfermos, tanto los curados a domicilio
como los recogidos en el Hospital, mueren
cristianamente; los indios se bautizan y los
ya bautizados hacen su primera Comunión
— ¿Como has venido, quien te ha en
viado?
— Un Misionero...
— Pero si no hay ningún misionero en
los lugares de donde tu vienes?...
— Pues yo lo encontré en tal punto... y
como no sabía bien el camino lo volví a en
contrar en tal otro punto... y me ha dirigido
hacia acá.
Y al entrar en la sala de visita o de opera
ción, al ver el retrato de Don Bosco excla
maban: — i Este es el Misionero que nos ha
enviado!...
Mons. Cagliero gozaba lo indecible con
tando estos episodios; pero cuando en 1904,
elevado por el Santo Padre Pió X a arzobispo
titular de Sebasto, fué a despedirse dcl Ge
neral Roca, Presidente de la República Ar
gentina que lo acogió con todos los honores
y lo saludó enfáticamente: He aquí el civili
zador de la Patagonia!, debió sin duda re
cordar la profecía del Vble. Don Bosco y con
su habitual modestia, repetir también en
tonces la exclamación que naturalmente le
venía a los labios ante'los prodigios y las
bendiciones dcl Ciclo y que dejó oir varias
veces en actos solemnes en que se conmemo
raban sus heroicas gestas misioneras: — ¡Solí
Oeo honor ef glorial
A lg u n a s cifra s.
He ahí algunos datos bastantes elocuentes
que sintetizan la labor misionera de 25 años
en la Patagonia Septentrional y Central:
Bautismos: 47.000, de los cuales 15.000
ind-'gcnas.
Confirmaciones: 15.000.
Exposición Misionera — Un ospecfo dcl p&' Ileo
durante la visita a la exposición.
en el punto de muerte; muchos católicos
vuelven a la práctica de la fe que habían ol
vidado; y los disidentes, protestantes, cismá
ticos o anglicanos, conmovidos ante la ma
ternal solicitud de la Religión Católica re
conocen su superioridad y leen de buena
gana los libros que se les proporcionan para
su instrucción». A este mismo Hospital se
presentaron varias veces inesperadamente,
a veces después de haber hecho centenares
de kilómetros de camino, pobres indios en
fermos, o que necesitaban alguna operación:
Coinu.'io-ies: i.ooo.ooo; 400.000 en las
Iglesias públicas y en las Escursiones mi
sioneras y 600.000 en las capillas de los Ins
titutos Salpsianos y de las Hijas de María
Auxiliadora.
En Viedma, Patagones, Roca, Rawson
se creó una vida religiosa intensa; florecieron
compañías religiosas de jóvenes y adultos,
las Conferencias de San Vicente de Paul y
los Círculos de Obreros Católicos; el Apos
tolado de la Oración y la Guardia de Honor
fueron el índice de la gran devoción a jesús
Sacramentado y a María Santísima. Cuando
en 1909 Mons. Cagliero celebraba sus bodas
de plata episcopales, la Patagonia cristiana
le regaló como prenda de sentida gratitud
un cáliz de oro macizo.
247
Visitador, Delegado Apostólico, Cardenal
-(
1905-1926
V isita d o r A p o stó lico .
Podía pues volver a Italia, contento por la
abundante miés recogida; y aquel su último
viaje a través de la Patagonia sirvió de des
pedida de la generosa República Argentina
que al verlo partir para Europa, lo acompañó
con su gratitud y admiración.
«Cumplido ya su apostolado en la Patago
nia, escribía un diario de Buenos Aires, parte
para Italia, su patria, Mons. Juan Cagliero,
Arzobispo titular de Sebaste.
«Desde que los Salesianos pusieron pie
en territorio patagónico en 1875, Mons. Ca
gliero se dedicó con todo el celo, la energía,
la inteligencia y el fervor a que puede llegar
un sacerdote virtuoso penetrado de sumisión
de caridad, a difundir en aquellas soledades
los beneficios de la fe cristiana. Ni las inco
modidades, ni las oposiciones, ni la falta de
medios, ni los peligros fueron capaces de
enfriar sus entusiasmos ni de debilitar su
fibra de adalid valiente de la civilización y
del bienestar moral y material de aquellos
pueblos todavía bárbaros y medio salvajes.
«Lo que hace cinco lustros era guarida
de malhechores ahora son tierras de gente
civilizada. Por obra de los Salesianos, guiados
por Mons. Cagliero la Patagonia se ha tras
formado....
«Con Mons. Cagliero parte para Europa
un joven de 14 años, hijo de Namuncurá,
el terrible cacique rey de la Pampa... Es la
mejor prueba del bien que los salesianos lle
van a cabo en la Patagonia, del afecto que
les rodea, de la luz que han hecho brillar
ante aquellas poblaciones ignorantes, pobres
V hasta ayer rebeldes a la civilización».
Contaba entonces Mons. Cagliero 66 años
V todavía pidió trabajo; y el Santo Padre
Pío X le confió la Visita Apostólica de las
Diócesis de Piacenza, Savona y Bobbio...
donde será siempre bendecida su memoria.
Estaba aún ocupado en la visita de estas
Diócesis cuando en 1908, telegráficamente
V con urgencia fué llamado a Roma.
En una reunión de Cardenales, convo
cada para restablecer las relaciones diplo
máticas con las repúblicas de Centro Amé
rica, el Cardenal Rampolla sagaz conocedor
de hombres y de cosas, había propuesto el
nombre de Mons. Cagliero; ya que aún como
)-
simple misionero, había demostrado gran
tacto diplomático, manteniendo personal
mente las más cordiales relaciones con los
hombres políticos de los diversos Estados,
siempre con el fin apostólico de impedir que
se promulgaran leyes contrarias a la Religión
cristiana. Efectivamente, por mediación suya
se vieron restablecidas en la República Ar
gentina las relaciones con la Santa Sede in
terrumpidas desde hacía doce años, se evitó
la ley del divorcio y fueron elegidos obispos
llenos de celo que hicieron florecer la piedad
y la vida cristiana.
Y P ío X , con el consentimiento unánime
de los Cardenales, con gusto acogió la pro
puesta que tales garantías ofrecía de feliz
éxito.
Cuando el Sumo Pontífice lo notificó a
Mons. Cagliero, éste procuró rehusar el
encargo diciendo con acento de respetuosa
negativa: — Santidad, soy viejo! — Y el
Santo Padre bondadosamente repuso: — Más
¡o soy yo, Monseñor y ¡levo a cuestas la carga
de toda ¡a Iglesia.
Y Mons. Cagliero dejó la Ciudad Eterna
para emprender con juvenil ardor la nueva
empresa.
D eleg a d o A p o stó lico ,
Grande fué el entusiasmo de aquellas re
públicas cuando supieron su nombramiento
de Delegado Apostólico y Enviado Extraor
dinario de la Santa Sede y le tributaron la
más cordial acogida.
No faltaron las dificultades de índole de
licadísima, especialmente en algunas re
giones en las que fué necesario todo el celo
y todo el tacto de una alma grande y de un
gran corazón, animado por la caridad su
blime de nuestro Señor Jesucristo. Y poco
a poco, al influjo suave de la dulzura habitual
que sabía derramar aún en las empresas di
fíciles, coadyuvada por un celo tenaz y ar
diente, todas la dificultades se resolvieron
como por encanto. Los obispos y ios jefes
de Gobierno vieron en el representante de
la Santa Sede al consejero perspicaz e integérrimo, al amigo sincero y leal y reverentes
se inclinaron ante él aceptando sus consejos
y gloriándose de hospedarlo en sus palacios,
mientras embajadores y ministros se dispu-
244
taban el honor de ser admitidos a su
audiencia.
‘ No es de extrañar, pues, que por media
ción suya se reanudaran las más cordiales
relaciones entre aquellos gobiernos y la Santa
Sede y si de algunos, llegó hasta a obtener
la revisión y corrección de la legislación so
cial,-conforme al espíritu cristiano, logrando
por ejemplo que se derogase una ley casi
secular de supresión de órdenes religiosas.
Por todas partes además, como acostumbraba
en sus visitas a los centros importantes, ir
acompañado de celosos confesores y predi
cadores, después de la solemne recepción
anunciaba una misión apostólica y él mismo se
prestaba para las confesiones y las funciones
solemnes, recogiendo abundantísimos frutos.
tn una palabra, también como Delegado
Apostólico e Internuncio Extraordinario de
la Santa Sede, el humilde alumno de Don
Bosco, cuya imagen brillaba siempre ante
sus ojos y para el cual conservaba todo el
afecto de su corazón, desplegó constante
mente al viento su bandera de Da mihi animas
caetera folie, fiel a la promesa que había hecho
el día en que, al escoger como propio el es
cudo salcsiano, sustituyó su lema con otro
que fué un juramento solemne: — Siempre
tras las huellas de Don Bosco, con su espí
ritu, con su sistema; este será mi programa,
este el camino que me propongo recorrer
con la gracia de Dios: Recto fixus calli ero.
P rin cip e d e Ja Ig lesia .
Su elevación a la Sagrada Púrpura coin
cidió con una fecha solemne para la Obra
Salesiana: el primer centenario del nacimiento
de Don Bosco.
i Cuán admirables son los caminos de la
Divina Providencia! Cien años hace nuestro
Venerable Padre, todavía pastorcito regre
saba de Butigliera a donde había ido para
asistir a la Misión que en t8z6 se predicaba,
con motivo de la extensión del año santo a
todo el mundo católico y manifestaba al ve
nerando Don Calosso su deseo de dedicarse
por completo a la salvación de la Juventud.
¿Cómo iba a imaginar entonces que el Señor
bendeciría millares y millares de hijos, por
él encaminados al sacerdocio y que entre
ellos habría habido uno... de su mismo pue
blo, que se habría distinguido entre todos y
que después de haber llevado su nombre
hasta los últimos confines de la tierra, lo
habría hecho querer y venerar en el centro
mismo del Cristianismo?
Sin duda fué una gloria para Don Bosco
en el centenario de su nacimiento la elevación
de Mons. Cagliero a la Sagrada Púrpura y
una de las más íntimas satisfacciones para el
Cardenal Cagliero, haber dado con ello nuevo
lustre y esplendor a la Obra Salesiana.
Llegado a Roma el mismo día en que había
de recibir el anuncio oficial de su nueva digni
dad, 6 de diciembre de 19 15, al recibir, des
pués de celebrar la Santa Misa, el mensaje
pontificio, agradecía al Sumo Pontífice Be
nedicto XV la altísima distinción con que
había querido honrar al mínimo de ¡os mínimos,
al último de sus hijos, y en éllo se complacía
por el honor que suponía, no para su persona,
sino para la Sociedad Salesiana y para su
venerable Fundador: non propter me sed propter meos.. Y al aceptar no sólo los honores
sino también los deberes de la Sagrada Púr
pura, renovó su propósito de querer dedi
carse, no obstante su avanzada edad de 78
años, por completo al servicio de la Iglesia,
fiel siempre a las enseñanzas de Don Bosco,
que repetía sin cesar: Nosotros descansaremos,
pero no en el tiempo, sino en ¡a eternidad.
El día 8 de diciembre, ya tan fecundo de
gratos recuerdos para los salesianos, recibió
las insignias cardenalicias y el domingo si
guiente día 12 tomó posesión del título que
le había sido conferido de San Bernardo ad
7 ermas.
En aquella ocasión, con apostólico acento
que recordaba al Misionero, que había con
sumido toda su vida para difundir la luz del
Evangelio y los esplendores de la civilización,
hizo resaltar los caminos de la Divina Pro
videncia, que de la misma manera que había
dispuesto que sobre las ruinas de la civili
zación pagana se levantara el edificio de la
civilización cristiana, quiso tambicén que
aquella construcción cementada con ios su
dores y con la sangre de los Cristianos fuera
convertida en un templo del Dios verdadero
y dedicado a uno de los grandes Doctores
de la Iglesia en el que resplandecieron espe
cialmente tres amores.
«■Estos tres amores, exclamab'a, el amor a
la perfección cristiana, el amor a la Santí
sima \'irgen y el amor hacia el Vicario de
Jesucristo yo los aprendí desde mis más tier
nos años, a la escuela de mi gran Padre y
Maestro. Don Bosco, en efecto, nos llamó
a la perfección religiosa y nos destinó a la
salvación de las almas, después de habernos
guiado toda nuestra vida a los piés de María,
fuente de toda nuestra actividad y energía
y a los piés del Vicario de Jesucristo, guardián
y propulsor de nuestra fe. Este fué también
245
el testamento que yo recogí de mi tierno
Padre en ci lecho de muerte, herencia fiel
mente guardada y que será siempre mi mayor
tesoro ».
i El amor al Papa! «Cuando tengo la dicha
de ir al Vaticano y encontrarme en presencia
del Santo Padre, pienso en la alegría de Don
Bosco al ver tan amenudo a uno de sus hijos
en compañía del Vicario de Jesucristo. Y este
pensamiento me conmovió de un modo es
pecial el día en que pude acercarme al Santo
Padre Pió X I cuando daba su primera ben
dición papal desde la Logia de San Pedro».
Y conservó, practicó y no se cansó nunca
de recomendar todas las demás enseñanzas
de Don Bosco: el espíritu de familia, el cui
dado de los niños y de las vocaciones, la fre
cuencia de los santos Sacramentos y sobre
todo el fin supremo de nuestra Pia Sociedad:
la salvación de las almas.
«¿Porque Don Bosco fundó el Oratorio?
¿Porqué nos ha reunido en Sociedad? ¿Por
qué me envió a mi a la Patagonia y a tantos
hijos suyos a todas las partes del mundo? —
repetía pocos años hace dando las buenas
noches a los niños del Oratorio de Turín —
Porque nuestro Vble Don Bosco buscaba
la gloria de Dios, había declarado guerra al
pecado, solo anhelaba la salvación de las
almas: Da mihi animas caetera tolle». «El
Oratorio y la Congregación Salesiana, nos
repetía a menudo con entusiasmo, son obras
de Dios y Dios las ha suscitado únicamente
para combatir el pecado y salvar las almas.
Si tuviera que llegar un día que no respon
dieran a este objeto, pido a Dios desde ahora
que las reduzca a la nada».
De esta comprensión íntima y absoluta
del espíritu de Don Bosco emana el amor que
el Cardenal Cagliero tuvo hasta la muerte
al trabajo, ante el cual no retrocedió jamás,
sea cual fuera la ocasión que se le presentara
para obrar el bien.
O b isp o su bu rbicario.
Don Bosco, que ya desde 1854 había pre
visto que el joven Cagliero habría sido mi
sionero y habría llegado a la plenitud del sa
cerdocio, le dijo también en una ocasión:
V después te llamarán a Italia y te confiarán
una diócesis.
Este último detalle profético de! Venerable
parecía que se iba a cumplir antes de ser
nombrado Delegado Apostólico de Centro
Ar^érica; pero no se verificó hasta fines de
*C2o, cuando después de la muerte del Car
denal Boschi, optó el Cardenal Cagliero a
la Sede suburbicaria de Frascati. Su amor
al trabajo y su adhesión al Papa se lo acon
sejaron; y a pesar de su avanzada edad de
8? años, su apostolado en aquella diócesis
no dejó de ser grandemente fecundo.
Varias veces llevó a cabo la visita pakoral,
organizó un solemne Congreso Eucarístico
que presidió como Legado Pontificio; y du
rante el Año Santo con verdadera satisfacción
acompañó a los piés del Santo Padre un gran
número de peregrinos.
S iem p re Sa/esiano,
Después de su elevación a la Sagrada Púr
pura no quiso alejarse de los Salesianos, sino
que se hizo arreglar sus habitaciones en el
Colegio Salesiano del Sagrado Corazón de
Jesús en Roma, diciendo que no habría po
dido vivir sin oir todos los días el festivo
clamoreo de los niños, que le recordaban
sus años más felices.
Y en realidad, su rostro se transformaba
cuando se encontraba en medio de los niños.
La primera vez que compareció entre ellos
después del Consistorio, oyendo que los
niños le vitoreaban diciendo: Viva el Cardenal,
hizo señas de querer hablar y en medio de
un general silencio exclamó: No digáis el
Cardenal, sino nuestro Cardenal, porque
sigo siendo hijo de Don Bosco como vosotros!
Y nuestro Cardenal era verdaderamente el
mejor amigo de aquella turba infantil. Cuando
aparecía en los patios todos lo rodeaban
alegres, y él los invitaba luego a que conti
nuaran jugando y se quedaba paseando por
los pórticos con un buen grupo conversando
y bromeando como si fuera uno de ellos.
Desde 1916, todos los veranos pasaba una
temporada en Píamente. Sentía añoranza por
aquellos lugares que le recordaban tantas
horas felices y los prefería para descansar,
a otros más amenos y de clima más benigno.
Tomó parte en los Congresos Eucarísticos
de Génova y de Bérgamo, contentísimo de
verse rodeado de niños. Estuvo en el San
tuario de Oropa en ocasión de las fiestas
centenarias; en Milán, para la consagración
del monumental templo de San Agustín; en
Alba, Saluzzo, Ivrea y otras ciudades dando
esplendor a fiestas y ritos sagrados. En 1924
se llegó hasta Lubiana para la coronación de
una imagen de María Auxiliadora y desde
allí fué a hacer una visita a los salesianos de
Austria, de Baviera y de Polonia, despertando
en todas partes con su bondad, con su edi-
246
ficante piedad, con su serenidad impertur
bable y con su grande afecto a Don Bosco,
unánimes sentimientos de admiración e
imponentes manifestaciones de afecto.
Pero él amaba de un modo especial sus
humildes habitaciones de Valdocco, donde
para indicar su presencia, sc-vió durante diez
años suspendido con un cordel sobre la
puerta, formando corona a dos trozos de
viejo damasco, su escudo, modestamente
pintado en un trozo de cartón... Basta y sobra,
decía.
Desde Turín hacía alguna escursión a
Pinerolo para visitar a los huerfanitos de la
guerra; a Nizza Monferrato, para enfervo
rizar en el espíritu de Don Bosco a las Hijas
de María Auxiliadora; a Castclnuovo de
Asti, para visitar la casita de Don Bosco en
Becchi y a Valsalice, donde todos los años,
iunto a la tumba del Padre, hacía en compañía
de los hermanos, con edificante piedad los
Ejercicios Espirituales.
El año pasado se quedó en Turín hasta
después de la solemne conmemoración del
Cincuentenario de las Misiones y la última
vez que salió fuera de la ciudad fué para vi
sitar a los aspirantes misioneros recogidos
en Ivrea, en el Instituto que con orgullo lleva
su nombre.
Cuando salió para Roma tenía un ascpecto
tan sano y robusto que nadie se hubiera ima
ginado que no volveríamos a verle más. Por
eso la noticia de su muerte sorprendió dolo
rosamente a cuantos le conocían y como ya
dijimos anteriormente, suscitó en todo el
mundo un himno de admiración y alabanza.
*Ave P r in c e p s !...; V a le, fr a fe r !,.
Así terminaba «¿.o Stampa» de Turín uno
de los artículos que dedicó al recién fallecido
Purpurado:
«Su figura erguida y varonil revestida con
ia Púrpura Cardenalicia era verdaderamente
majestuosa. Ko demasiado alto, pero ro
busto y bien formado, revestido, tenía un
aspecto afablemente señoril; caminaba con
paso firme, seguro, deteniéndose brevemente
pero con gesto enérgico, adelantando uno
de los piés en actitud decidida como quien
conquista la tierra poco a poco, sin preci
pitación, para seguir en seguida su camino
erguido en la persona, con aire dominador.
Su noble rostro, bajo una frente espaciosa y
serena, tomaba significativas actitudes, re
flejo del vigor de su espíritu; la nariz recia,
un poco aguileña, sus ojos vivos y sonrientes
daban a su semblante una expresión de hom
bre, como él era, superior. Pero este su exte
rior majestuoso y severo, sometido a una vo
luntad férrea para el bien, no tardaba en
cambiarse en una dulzura, en una afabilidad
y caridad de sonrisas que hacían del grande
Misionero, del ilustre diplomático, del in
fatigable civilizador, el más cariñoso y el más
paternal de los hombres. Este era el secreto
de su influencia dominadora, a la cual era
difícil sustraerse; aquel prelado insigne, listo,
enérgico, que a primera vista podía infundir
un temor reverencial, a penas abría sus la
bios, aparecía jovial, bondadoso, indulgente,
digno discípulo de Don Bosco. El dialecto
piamontés, que enérgico resonaba en sus
labios, era como un consuelo, una gracia,
una ternura patria que hacía resaltar más
la íntima grandeza moral, el ímpetu generoso
de aquel que marchó, modesto y silencioso
a evangelizar la Patagdnia, y se relacionó
con gentes bárbaras, y luchó contra las su
tileza y las intrigas y las miserias de pueblos
desconfiados y hostiles y penetró en el hondo
misterio de hombres que se hacen extraños
a sus semejantes bajo cielos ignorados, en
paises diversos e incomprensibles. Pero su
fuerza, su valor, su audacia llegó a compren
derlo y suavizarlo todo: tanto el llanto dcl
niño, como la temible ferocidad del selvajc.
El cardenal Cagliero con aquella fisonomía
varonil y paterna había nacido para redimir
y rescatar lágrimas y sangre».
Para nosotros fué siempre un hermane,
para los alumnos un compañero y para los
antiguos alumnos, un amigo. No se de a
nuestras palabras sabor de irreverencia. To
dos venerábamos en él al primer Hijo del
Venerable Don Bosco, elevado a la plenitud
del sacerdocio y sublimado al esplendor de la
Sagrada Púrpura; pero él fué siempre nues
tro amigo, nuestro compañero, nuestro her
mano.
A él, pues, un saludo cariñoso desde o
más íntimo de nuestro ser: ¡A ve Princeps!...
¡Vale Frater!...
¡Dichosa y sumamente dichosa el alma justa
que reinará eternamente con Dios en la d.=
liciosa mansión del Paraisol... Infeliz y e:i
extremo desdichado el pecador impenitente, que
arderá eternamente con los demonios en el
infierno!
D on B osco .
CU LTO
D E M A R ÍA A U X IL IA D O R A
La Sma. Virgen se ha constituido ell>i misma protectora de los niftos más
pobres y abandonados... por eso concede a los bienhechores que se interesan
por ellos muchas gracias espirituale y aún temporales.
DON BO SCO a sus Cooperadores.
La Virgen de Don Bosco.
III.
María Auxiliadora sosfiene a Don Bosco
y lo ayuda a vencer las primeras diB~
calíades.
Don Poseo había dado principio a su Obra, pero
no tardaron en presentarse las dificultades. El nú
mero de niños iba en aumento de domingo en do
mingo. Don Bosco no sabía donde recogerlos. La
Sacristía de la Iglesia de San Francisco de Asís ya
no podía contenerlos y además la bulla que armaban
los chiquillos al rededor de la Iglesia promovió
muchas protestas. Pero Don Bosco no tenía ningún
otro lugar a donde ir. En esta apurada circunstancia
lo consoló y animó la Santísima Virgen con otro
sueño. Oigamos sus mismas palabras: < El segundo
domingo de octubre de 1844 tenía que notificar a
mis niños que el Oratorio debía ser trasladado, pero
yo no sabía todavía donde iríamos. A la vigilia me
fui a acostar con el corazón intranquilo. Durante
la noche tuve un sueño que me pareció la conti
nuación del que había tenido a los nueve años. Me
encontré de nuevo en medio de una gran muche
dumbre de animales, cabras, ovejas, perros, lobos,
etc., cuyas voces y aullidos armaban una baraúnda
tal capaz de meter miedo al más valiente. M i pri
mera idea fué escapar a toda prisa de aquel lugar;
pero he aquí que se me aparece de nueve aquella
celestial señora que había visto en mi primer sueño,
vestida esta vez de pastora y me invitó a seguirla.
Nosotros íbamos caminando y todo aquel extraño
rebaño nos seguía. Mientras tanto muchos de aque
llos animales se hablan ido convírtiendo en mansos
corderos. Nos detuvimos tres veces y el número
de corderitos siempre iba en aumento. Yo ya estaba
cansado y quería detenerme, pero la pastora me
obligó a continuar el camino. Cuando he aquí que
al cabo de un rato nos encontramos en un grande
V espacioso patio rodeado de pórticos y en uno de
cuyos extremos se levantaba una hermosa iglesia.
Las cuatro quintas partes de los animales que nos
Seguían se habían convertido en corderitos y su
número había aumentado extraordinariamente.
Entonces vi que se acercaban algunos pastores
Turín: Santuario de María Auxiliadora
y Monumento a Don Bosco.
para cuidarse de aquellos animales; pero se que
daban poco tiempo. Un hecho extraordinario llamó
mi atención: muchos de los corderos se convirtieron
en pastores que se pusieron a cuidar del rebaño y a
conducirlo a los pastos; y aun se preocupaban de
ir en busca de otros animales que igualmente eran
convertidos en corderos. Ya quería yo marcharme
pues me parecía tiempo de ir a celebrar la santa
M isa, cuando la Pastora me detuvo de nuevo y me
invitó a dirigir mi mirada hacía el Sur. M iré cr>
aquella dirección y no vi otra cosa sino un campiplantado de patatas, nabos, maíz y otras cosas
M e volví de nuevo hacia mi guia y le pregunté
qué significaba aquello. Y ella por toda contestación
me dijo: Vuelve a mirar. Volví a dirigir mi vísta
hacia el lugar indicado y entonces vi una magnífica
Iglesia en cuyo espacioso coro, una numerosa or
questa y un buen número de cantores me invitaban
a empezar una misa solemne. En el interior de la
Iglesia había una ancha y resplandeciente faja
blanca en que con grandes caracteres de oro se
248
ilffan estas palabras: f¡¡c domus mea; inde gloria mea.
Bsta es mi casa; ele aquí saldrá mi gloria.
Yo quería preguntar a la Pastora que me acom
pañaba qué significaba todo aquello pero ella me
contestó: Todo lo entenderás cuando veas con los
ojos corporales lo que ahora has visto en espíritu.
Y al querer yo replicar que no dormía sino que lo
veía todo con ojos bien despiertos, la iglesia próxima
tocó al Angelus y yo me desperté».
Este sueño fortaleció y animó a Don Bosco de
una manera extraordinaria pues todo lo que en
aquel sueño había contemplado lo vió después
realizarse puntualmente. Tres veces se había de
tenido la Pastora y tres veces tuvo Don Bosco que
•emigrar con sus niños en busca de nuevos lugares
basta que finalmente encontró un lugar estable
para su Oratorio. Su Oratorio se desarrolló rápi
damente V de él se valió Don Bosco para obrar un
bien grandísimo en favor de la Juventud pobre y
abandonada.
Pero el enemigo de las almas no podía sufrirlo
y con la permisión de Dios lo molestó de mil ma
neras durante mucho tiempo. En el techo de su
cuarto se armaba cada noche un ruido tan in
fernal que parecía estuvieran haciendo rodar por el
techo ruedas de molino. Don Bosco no podía ni
•dormir, ni-descansar. Habló de éllo con su confesor
que, considerándolo como un mal juego del ene
migo infernal, le aconsejó rociar el techo con agua
bendita, pero fué en vano. Entonces Don Bosco tuvo
la feliz idea de colocar en el techo una imagen de
María, pidiéndole que lo librara de aquellas mo
lestias. Y he aquí que desde entonces quedó tran
quilo manifestando así una vez más la Virgen San
tísima la benevolencia y el cuidado que tenía por
Don Bosco.
La Fiesta
de María Auxiliadora.
GERONA (España) - Fiesta de María
Auxiliadora y Sodas de Plata de su San
tuario.
Conociendo el amor y el entusiasmo de Gerona
por María Auxiliadora, ya se esperaba que las fiestas
de las Bodas de Plata del hermoso Santuario serían
una grandiosa manifestación y una prueba inequí
voca del amor y filial afecto que reina en el corazón
de los hijos de la inmortal ciudad y provincia hacia
nuestra Madre Auxiliadora; pero la realidad superó
las esperanzas de todos.
El mes dedicado a María Auxiliadora fué ce
lebrado con mucho fervor y una constante pere
grinación de familias acudía sin cesar al Santuario.
A medida que adelantaba el mes aumentaba más
y más el entusiasmo de los devotos de la Virgen de
Don Bosco y las Celadoras de la Archicofradía y
ios Coros de la Visita Domiciliaria iban a porfía
para honrar a la celestial Reina.
Las Sesfas.
Empezaron el día 25 de mayo. La concurrencia
a las sagradas funciones fué numerosísima espe
cialmente a la misa de Comunión General, que ce
lebró el Rvdo. Sr. Inspector P. Calasanz y durante
la cual gran número de devotos se acercaron a re
cibir el pan de los ángeles. Por la tarde un nume
roso público acudió al Santuario ansioso de oir la
palabra del P. Santiago Ghione, Director de la
Granja Salesiana de Gerona, en la época de la erec
ción del Santuario. Después del piadoso ejercicio
del mes y canto de Avemarias subió dicho Padre
al púlpito y con su peculiar naturalidad y sencillez
refirió la historia de la erección del Santuario, ha
ciendo resaltar las muchas dificultades que se pre
sentaron al tratar de levantarlo y como la Sma.
Virgen Auxiliadora fué allanando los caminos de
mostrando, con las inumerables gracias que con
cedía, sus deseos de que se erigiera el hermoso
Santuario... Y se le erigió a pesar de las dificultades
y contratiempos y con tal rapidez que a los dos años
ya se pudo inaugurar, pudiéndose exclamar con
verdad: M aría aedificavit sibi domum. La abundante
lluvia de gracias y bendiciones no disminuyó sino
que ha ido aumentando más y más a medida que
ha ido aumentando el amor y confianza hacia tan
buena Madre.
La Procesión,
Terminando el sermón del P. Ghione, se orga
nizó la procesión, que nunca nos hubiéramos ima
ginando resultara tan hermosa y concurrida. Ofició
de Preste el M uy Rdo. Señor Inspector P. Calasanz
asistido dcl Rdo. Párroco de Puente Mayor, don
Pedro Rabat y del Rdo. D. Juan Pí, Celador de la
Obra Salesiana en Palafrugell. La hermosa estatua
de María Auxiliadora, la primera que se veneró
aquí en Gerona, colocada sobre artísticas andas,
que se estrenaron en este día y precedida de largas
filas de señoras y caballeros, fué paseada por los
patios y algunos paseos de estas Escuelas hasta in
ternarse un poco por el bosque, donde los nume
rosos ruiseñores y pajaritos que lo pueblan parecían
con sus trinos y gorjeos competir con las cánticos
y piezas de la Banda.
En el bosque tres niños ofrecieron, con bien de
clamadas poesías, unos ramilletes de flores a la
Virgen Sma. simbolizando el ofrecimiento de nues
tros corazones.
Bendición de ¡a estatua
de ¡a fachada del Santuario.
Al regresar la procesión, fué colocándose la nu
merosa concurrencia en la plaza dcl Santuario y
pasco de la portería de las Escuelas y luego el PInspector, D . José Calasanz bendijo solemnemente
la artística estatua de María Auxiliadora de la fa
chada dcl Santuario, obra de las Escuelas Salesianas
de Sarria (Barcelona) y regalo de la muy amante
de la Virgen de D . Bosco, Srta. Benita BruneH
Refás, siendo padrino ei buen cooperador salesiano, Rdo. Dr. D. José Pou.
Terminada la bendición, la Banda ejecutó la
Marcha Real entrando seguidamente la procesión
en el Santuario en donde el P. Calasanz, después
de dar a todos las más expresivas gracias por la
prueba que acababan de dar de verdadero amor a
la Virgen Auxiliadora nos indicó las gratas impre
siones que acababa de recibir en la procesión al ver
cuán grande era en Gerona el número de los ver
daderos amantes y devotos dé María Auxiliadora,
animándonos a continuar dando, siempre hermosas
pruebas de amor a nuestra celestial Madre. Terminó
tan solemne acto con la bendición con S . D. M .
que impartió el mismo P. Calasanz.
Día 2 4 de Mayo.
No se concibe un verdadero devoto de María
Auxiliadora sin que tenga un entrañable y encen
dido amor a Jesús Sacramentado; de aquí el que
fueran tantas las comuniones repartidas el día de
la fiesta de nuestra M adre, principalmente en la
Misa de Comunión General celebrada por el limo.
S. Obispo, D r. Vila Martínez. El bondadoso Pastor
antes de distribuir el Pan de los Angeles, nos di
rigió fervorosa plática, encendiendo más y más
nuestros corazones en las llamas del fuego eucarístico y nos indicó cuan agradable es a Dios la san
tidad del templo y particularmente la santidad de
aquel templo vivo, que es el corazón de nuestra
Madre, María Auxiliadora y como también nues
tros corazones son templos de Dios, debemos con
servarlos siempre limpios y bien adornados de vir
tudes para que en éllos encuentre sus delicias
nuestro amado Jesús.
Terminada la misa y en los pórticos de las Es
cuelas, tributóse un pequeño homenaje al limo.
Señor Obispo, cantándole los alumnos un himno
acompañado por la Banda y luego el Srto. E . Saurina recitóle la hermosa poesía que el joven poeta.
Oliverio, dedica a S . I. el Doctor Vila Martínez.
Agradeció S . I. el pequeño homenaje y, sintiendo
no poder volver por la tarde, dió a los niños pater
nales consejos y se despidió dándonos a todos su
bendición.
Por la tarde, como estaba anunciado, a las 4
principió la sagrada función en el Santuario, que
se vio incapaz de contener al numeroso contingente
de fieles y bastantes hubo que tuvieron que perma
necer fuera.
Después de la salutación a la Virgen y del canto
de Avemarias, el M uy Rdo. D . José Calasanz dió
la Conferencia describiendo con su natural elo
cuencia el origen de la devoción a María Auxilia
dora y luego demuestra como la misma Virgen
Sma. se elige en D. Bosco su Apóstol para que él
y SU' hijos, los Salesianos, hicieran conocer por
toda la redondez de la tierra cuan agradable le es
a la irgen Sma. el ser invocada con el hermoso
título de Auxilio de ¡os Cristianos. Encarece luego,
como la Reina de los Ciclos bendice los trabajos
de sus apóstoles siendo hoy día invocada María
Auxiliadora en todas las partes del mundo.
Terminada la Conferencia, el M . Iltre. Sr. Dcán^
D. Antonio Naranjo, que presidió en delegación
del Sr. Obispo, dió la bendición con S . D. M ,
La Velada Músico-Liferaría.
A eso de las 6 y en el hermoso patio de estas Es
cuelas se. dió principio a la Velada M úsico-Lite
raria presidida por el M . Iltre. Dr. D. Antonio
Naranjo, Deán de la S . I. C. B. en representación
del limo. Señor Obispo, y por nuestro amadísimoSr. Inspector, D. José Calasanz. Tomaron también
asiento en la presidencia el P. Ghionc, el Dr. Abrich,
el P. Iglesias, un P. del Corazón de María y los
Rdos. D . Juan Pí y D . Luís Rovira. Los números
del programa fueron todos muy bien desempe
ñados y m,uy del agrado del público principalmente
la zarzuelita L a Murga Infantil, cosechando lospequeñuelos artistas merecidos y prolongados
aplausos.
Las muy oportunas y elocuentes palabras del
M . Iltre. Sr. Deán, al fin de la Velada, fueron el
broche de oro con que se cerraron las hermosas
fiestas de las Bodas de Plata del Santuario de nuestra
celestial M adre, qua tan gratos recuerdos han de
jado en el corazón de todos los amantes de María
Auxiliadora y de la Obra Salesiana.
LIMA (Perú) “ El (riunfo de María Au
xiliadora.
Solemnísimos han resultado este año los cultos
que el generoso pueblo limeño ha dedicado a María
Auxiliadora en su Santuario de Lima, uno de los
más grandes y suntuosos que se hayan levantado
en el orbe a la Virgen de Don Bosco.
La novena fué solemnísima y el grandioso san
tuario parecía pequeño para contener el gran nú
mero de devotos que acudía a honrar a su Reina.
Los sermones del novenario estuvieron a cargo de
los conocidos oradores sagrados P. Marcelino S e
rrano y P. Diego Quiroga de la Compañía de Jesús
y del P. Francisco Arámburu de los Descalzos,
que enfervorizaron al numeroso auditorio can
tando las glorías de María.
El día 25 de mayo fiesta de Pentecostés y vigilia
de la fiesta de María Auxiliadora, hubo dos misas
de Comunión General, Misa solemne y por la tarde
Vísperas solemnes y Bendición por un* ilustrfsimo
Prelado.
El día 24 resultó una fiesta solemnísima a que
participó todo el pueblo de Lima. Por la mañana
fueron incontables los devotos que se acercaron
a los Santos Sacramentos. A las diez hubo misa so
lemne pontifical celebrada por Mons. José San
tiago Irala, conmoviendo al auditorio con un her
moso panegírico de María Auxiliadora el muy
Rvdo. P. Francisco Cantons C . M . Por la tarde
dió la Conferencia Reglamentaria a los Sres. Coo
peradores Salesianos el P. Marcelino Serrano S . J.
y se llevó a cabo con el mayor esplendor la proce
sión por las calles de Lima, verdadera apoteósis
triunfal de la Virgen de Don Bosco.
2?0
B ah ía B lanca (Argentina). — Hallándome en
ferma de cuidado acudí a María Auxiliadora y
pronto recobré la salud. Además hallándose mí
hermano aquejado de una grave afección a la vista
que le interesaba también el cerebro debía suje
tarse a una grave operación; el médico nos daba
muy pocas esperanzas de salvarle la vida y aunque
'Sillera bien la operación, daba casi por segura la
pérdida del ojo izquierdo.
En tan apurado trance acudí con fe a María Au■ xiliadora empezando una novena y prometiendo
publicar la gracia en el Boletín Salesiano. M uy
agradecida cumplo lo ofrecido pues al tercer día
de la Novena mi hermano se encontró fuera de pe
ligro, curando perfectamente y conservando el ojo
que estaba en peligro.
5 de mayo de 192Ó.
Ismael C elinda
B arcelona (fspona). — Toda mi familia pasaba
por un trance pecuniario apuradísimo; por otra
parte éramos acreedores de una crecida cantidad,
pero no contábamos con élla porque habíamos
perdido toda esperanza de cobrar.
En tan angustiosa situación acudí llena de con
fianza a la que es verdadero Auxilio de los cristia
nos, empezando una novena en su honor, prome
tiendo hacer decir una misa en acción de gracias
y dar una limosna para las obras salesianas. El favor
no se hizo esperar y llegó el mismo día y a la misma
hora que yo había pedido. Cuando menos lo espe
rábamos, el mismo deudor nos vino a traer la can
tidad que nos debía, con la cual pudimos salir de
apuros. Tanto mayor considero esta gracia cuanto
más inesperada fué la solución.
Agradecida cumplo mis promesas y deseo se
publique en el Boletín Salesiano para aumentar la
confianza de los que Invocan a María.
21 de mayo de 1926.
E va L ópez .
C aseras (Tarragona-España), — Hallándose
mi hermana enferma y habiendo declarado el mé•dico que probablemente sufriría una tifoidea, em
pezamos una Novena a María Auxiliadora a la que
suplicamos librase a mi hermana de aquella enfer
medad o al menos la sacase bien de ella, prome
tiendo publicar la gracia y ofreciendo una limosna.
Fuimos haciendo novena tras novena, durante todo
el tiempo de la enfermedad.
M i hermana estuvo grave por espacio de muchos
•días; al presentarse un asomo de meningitis le puse
una estampa de María Auxiliadora debajo de la
almohada y una vez también en la cabeza; después
de las fiebres tifoideas que la postraron en extremo
pareció atacada de fiebres de Malta y de una gas
tritis que le impedía tomar alimento. Pero no per
dimos la fe en María Auxiliadora a la que seguimos
invocando con devoción y confianza.
La Virgen premió nuestra constancia pues mi
hermana ha curado completamente, sin quedarle
ninguna de las consecuencias tan temibles en estas
enfermedades. Por lo cual cumplo con gusto mi
promesa dando las más rendidas gracias a esta ce
lestial Protectora a quien no dejaremos nunca de
invocar en nuestras necesidades.
24 mayo 1926.
M aría S elva .
M ontevideo (Uruguay). — Encontrándome gra
vemente enferma y, según la opinión de los mé
dicos, con un pulúión atacado, acudí a María Au
xiliadora en demanda de salud y no tardó en con
cedérmela completa.
Habiendo en otra circunstancia tenido la desgra
cia de ignorar durante mucho tiempo el paradero
de un hijo mío, acudí a María Auxiliadora en de
manda de consuelo y no tardó en dármelo cumplido.
Por ambas gracias sumamente agradecida, cum
plo la promesa de publicar la gracia.
15 mayo 1926.
A. M.
M ontevideo (Uruguay). — Con la más profunda
gratitud cumplo con el deber de publicar una gracia
que obtuve de la bondad de María Auxiliadora.
Con verdadera ansia le pedí la conversión de un
joven cuya conducta dejaba mucho que desear,
ofreciéndole hacer celebrar dos misas en acción de
gracias. Y la conversión vino completa y consola
dora. Agradecida cumplo mi promesa.
M ayo 1926.
. L eonor S ara F errando .
M adrid (España). — Habiendo leído en el Bo
letín Salesiano los favores que concede la Sma.
Virgen a los que a ella acuden, me dirigí a su po
tente auxilio en demanda de la salud de mi padre
gravemente enfermo y la Celesta Auxiliadora de
los Cristianos ha tenido a bien escuchar mis ruegos
devolviendo la salud al querido enfermo.
Doy gracias a María Auxiliadora y cumplo con
la promesa de hacer público mi testimonio de gra
titud y amor hacia tan buena Madre.
ly de mayo de 1926.
P. M . L.
M ontevideo (Uruguay). — Deseo desde las co
lumnas del Boletín Salesiano expresar mi gratitud
a la Virgen de Don Bosco porque ella me salvó da
una muerte segura en una caída que sufrí de una
escalera y en la que sólo me disloqué un brazo.
En mis dolores prometí si curaba agradecer a la
Virgen este señalado favor y dar también público
testimonio de mi gratitud por anteriores gracias
recibidas de tan buena M adre. Hoy que me hallo
completamente libre del mal, cumplo lo ofrecido
enviando a la vez una ofrenda para el culto de María
Auxiliadora en su Santuario de Turín.
24 de abril de 1926.
C a t a lin a A g u irre .
M ontevideo (Uruguay). — ¡G racias mil, oh
María Auxiliadora! Hallándose enferma mi hija
Susanita, desconfiando de la ciencia médica, puse
toda mi confianza en la Virgen de Don Bosco a
quien tuve la suerte de amar desde mis primeros
años y prometí publicar la gracia en el Boletín
Salesiano y enviar una limosna para su culto.
Hoy cumplo complacida mi promessa invitando
a cuantos se vean en alguna necesidad a acudir a
la Taumaturga Virgen de Don Bosco.
Marzo, 1926.
M aría E lena L arronde de L affitte .
M ontevideo (Uruguay). — Habiendo caído
gravemente enferma mi madre, atacada de hemiplegia, complicada con ataques al corazón, acudí
llena de confianza a María Auxiliadora por inter
cesión de su fiel siervo Domingo Savio, prometiendo
publicar la gracia y enviar una limosna para la
Causa de Beatificación del Siervo de Dios.
Hoy cumplo con alegría mi promesa; los médicos
que de día y de noche velaban junto al lecho de mi
madre, no saben explicar su rápida curación. ¡E s
que María Auxiliadora y Domingo Savio la han
salvado!
Enero, 1927.
C hela L arronde.
Paysandu (Uruguay). — En momentos de dolorosa angustia, acudí a María Auxiliadora y nunca
fui desoida. Una persona de mi familia, la Sra. M a
ría G . de Innocenti, en un ataque de histerismo,
se cortó los tendones de Aquiles el 4 de Marzo de
1922, sobreviniendo infecciones de las heridas,
que según opinión de los médicos que la trataron,
quedaba imposibilitada para caminar por el resto
de su vida. En nombre de una niñita de tres años,
hija de la misma, pedí fervorosamente a María
Auxiliadora que hiciera el milagro de volverle el
uso de las piernas, prometiéndole usar su hábito,
la niña y yo y hacer publicar la gracia en el Boletín
Salesiano. ¡E l milagro no se hizo esperar!
Un buen día la enferma abandona sus muletas
y sale caminando como antes de su desgracia, que
dando todos sorprendidos de tan milagrosa trans
formación. Hoy a pesar de haber transcurrido casi
cuatro años, cumplo gustosa con lo prometido,
incitando a los que sufren, acudan con fervor a
María Auxiliadora en la seguridad de que no serán
D eolinda A. G ermano .
desoídas.
Ca li (Colombia). — Encontrábase mi esposa en
el lecho del dolor a consecuencia de una fuerte he
morragia imposible de contener a pesar de haber
intervenido dos médicos y de haber ensayado un
sinnúmero de medicinas. En tan crítica situación,
después de veinte días de pérdida de sangre, los
médicos creyeron necesario una operación, aunque
desconfiaban del éxito por la extrema debilidad
de la enferma.
¡Con cuanta fe nos dirigimos a María Auxilia
dora en tan apurado trance para que conservara
la salud y la vida a mi esposa, madre de varios niños
que hubieran quedado en la más triste horfandad!
V Ella no dejó de venir en nuestro auxilio. Con
sultamos a un tercer médico y sin necesidad de
operación, de una manera inesperada mi esposa
recobró por completo la salud.
Sumamente agradecido envío una limosna para
los huerfanitos de Don Bosco en Turín.
Marzo 1926.
A lfonso S ánchez .
Dan fambién gracias a María Auxiliadora:
C ali (Colombia). — Martina Lazo, Arturo M ar
tínez, Claudio Filigrana, Manuel Esteban Filigrana,
M . V . M . A ., Carmen Bedoya, Rosario Guevara,
Clementina Lozano, Iginia Perca Rengifo, Teresa
Cuevas Vázquez, Mercedes Vázquez v. de Cuevas,
Mercedes Aragón de Lenis, María M . C . de Caicedo hacen público testimonio de su eterna grati
tud hacia la Virgen de Don Bosco por insignes fa
vores que les otorgó y por conducto del celoso
Decurión Salesiano, D. Miguel Vte. Mercado
Ayala, envían una limosna para las Obras Salesianas.
Montevideo (Uruguay). — María S . Aguirre,
por varios favores recibidos y especialmente por
la curación de un enfermo de tifus y envía una
limosna.
Monterrey (Méjico). — Elisa Ayala Doria, por
la curación de una hermana; Zenona Cantú de
Guerra, por haber devuelto la salud a mi nietecita
Juana María del Carmen y envia una limosna;
Sofia Guerra Cantú, por haber curado a una her
mana mia sin operación de un tumor que se le
formó en el cráneo y a una sobrina mia enferma
de fiebre y reumatismo poliarticular, y envía una
limosna.
Montevideo (Uruguay). — Antonina de Medina,
por haber curado a una sobrina suya de una intensa
fiebre infecciosa; Juana M . de Fernández por
varios favores envía una limosna; Juana Fernández
por favores recibidos y envía una limosna; Mario
Monzone manda celebrar cinco misas en el altar
de María Auxiliadora por gracias recibidas; María
S . A. por el feliz éxito de una operación quirúrgica;
María Lucinda Sansevé, por un favor recibido y
envía una limosna; María Fernández Moro, por
la curación de una enfermedad; Luisa B. dalla
Valle da gracias y solicita nuevos favores espiri
tuales; Rosa T . de Geimi, por una señalada gracia
obtenida; Carlota Oviedo, por un gran favor reci
bido y hace celebrar dos misas; Dolores Suburú,
por gracia recibida.
Nico Perez (Uruguay). — Isolina Fernández,
por haber alcanzado la salud de un miembro de
su familia.
Patagones (Argentina). — B. L . Becker agradece
a María Auxiliadora una grande gracia recibidas
y envía una limosna para las vocaciones eclesiás
ticas.
Tunia (Colombia). — Agripína de la Cuesta y
Ceferino López, por beneficios alcanzados y envían
una limosna para los huerfanitos de Don Bosco.
Yambo (Colombia). — Betulia G . De Espinosa
da gracias y envía una limosna; Sara S . de García,
Cista Julia de Tello y Benilda Murillo dan público
testimonio de gratitud a María Auxiliadora y en
vían una limosna.
Vilablareix (Gerona-España). — E. B. da gra
cias a María Auxiliadora por haber curado a su
madre de una grave enfermedad y envía una li
mosna para las Misiones.
Zaragoza (España). — Julia Forés, da gracias
a María Auxiliadora por haber librado a su esposo
de una terrible enfermedad.
POR
EL
MUNDO
S A L E S IA N O
Las obras que con vuestra ayuda he comenzado, ya no tienen necesidad de mí, pero ai de
vucsiro apoyo y el de lodos aquellos que, como vosotros, desean promover el bien sobre
la tierra.
DON BO SC O a sus Cooperadores.
BU EN O S A IR E S (Argentina) - "Obra de
Sun Jo sé,, para ¡as vocaciones de Aspiraníes
sahsianos a maestros de taller.
Entre las ideas más g;eníales, o mejor dicho entre
los rasgos más providenciales de la Obra de Don
Bosco hay que contar la creación del nuevo tipo
de religioso, constituido por el coadjutor salesiano,
dcl cual ya se habló en uno de los artículos del
Boletín del pasado año. Es el educador ideal del
obrero, el auxiliar insustituible del sacerdote sa
lesiano. Sin hábito que lo distinga, pero con los
votos religiosos, se dedica generalmente a perfeccio
narse en un arte u oficio para luego enseñarlo a los
artesanos que se educan en nuestras Escuelas pro
fesionales.
El reclutar y formar vocaciones tan preciosas
encierra dificultades todavía mayores que las que
hay que vencer para la formación de vocaciones
eclesiásticas y por eso vemos con sumo agrado
constituida en nuestra Casa principal de Buenos
Aires, la Obra de San José para el cultivo de estas
vocaciones, equivalente y paralela a la Obra de
María Auxiliadora para las vocaciones eclesiásticas.
Nos escriben de la Capital argentina:
«Púsosela al fundarla en 1927 bajo el inmediato
patrocinio de San José, modelo y patrono de los
obreros cristianos y de los que aspiran con su pre
paración y magisterio a ser un día los forjadores de
tales obreros para la sociedad.
De una necesidad cada vez más sentida nació
esta obra. Nótase en efecto en América una difi
cultad mayor que en Europa para el florecimiento de
vocaciones de Coadjutores. Trátase de países jó
venes, demasiado prendados de la labor febril y
lucrativa; y a favorecer la perspectiva de una hu
milde vocación de obrero religioso, no concurre
ninguno de aquellos resortes exteriores, la sotana
por ejemplo, que concurren en la vocación ecle
siástica a poner más de relieve la idealidad escon
dida. Es raro por eso que la buena semilla y el in
comparable don de la vocación, supere aquel pe
ríodo critico en que el joven siéntese dueño de un
ofício y capaz con él de abrirse camino en el mundo.
La « Obra de San José *, posee en la Casa Inspecto
ría! de .Almagro, local ad boc; los numerosos ^ovencitos que a ella pertenecen tienen asistente
propio, clases y recreaciones particulares, y con
curren en las horas de trabajo a los respectivos
talleres de las Escuelas Profesionales, contribu
yendo a la elevación del ambiente, no menos con
su labor que con su ejemplo.
Durante el curso de 1925 llegaron a 28 los Aspi
rantes a maestros de taller en el Colegio Pío IX y
a 25 los aspirantes a maestros de agricultura en
la Escuela práctica agrícola de Uribelarrea (Peía,
de Buenos Aires). Ya comienzan a madurar los
frutos. De estos aspirantes coadjutores prove
nientes del Colegio Pío IX y de la Casa de Uri
belarrea, en el año 1925, fueron 15 los que han hecho
su noviciado en la Casa de formación de Bernal, y
en este año 1926 probablemente serán otros tantos.
Esto significa un progreso notable en cuanto al
número, si se tiene en cuenta que nunca o rara vez
pasaron de tres o cuatro por año los novicios coad
jutores de la Inspectoría; la calidad de los aspirantes,
el esmero y la seriedad con que se los cultiva,
hacen concebir las mas halagüeñas esperanzas *.
Sección de Antiguos Alumnos.
M ADRID (España) - Conclusiones del IV
Congresso Nacional de Antiguos Alumnos Es
pañoles.
Ya dimos cuenta, hablando del viaje de nuestro
amadísimo Superior General por España, de este
importante Congreso que fue una de las notas que
más consolaron al P. Rinaldí. También publicamos
el detalle de los temas que se discutieron; hoy nos
complacemos en dar a conocer las conclusiones
prácticas que se aprobaron.
T ema I — Vida religiosa del Antiguo Alumno:
1. — Las Asociaciones de A. A. deberán pro
mover el espíritu religioso de sus asociados. Cuando
el A. A. deje de cumplir sus deberes de cristiano
de un modo reiterado y escandaloso no podrá seguir
perteneciendo nominalmente a una Asociación de
la que ya se ha disgregado moralmente.
2. — Las Asociaciones de A. A ., para promover
el espíritu religioso entre sus asociados podrán or
ganizar secciones de carácter piadoso, dentro de
la misma Asociación: como la Adoración nocturna,
portantes del Sto. Cristo, Sección catequística,
Liga eucarística, etc. etc.
255
5. — La Junta directiva deberá organizar anual
mente una tanda de ejercicios espirituales para
sus asociados. Se regulará la obligación de los socios
con respecto a ellos según la conclusión
de este
mismo tema.
Se formula el más ardiente deseo de que los
Sres. Directores de las Casas Salesianas organicen
ejercicios espirituales cerrados entre los A. A. de
ia Asociación de su Colegio.
4. — Nuestra Federación forma parte de la Ju-
y Conferencias, en la medida que lo consienta
nuestra situación económica.
T ema I I I . — Relaciones de las Asociaciones con
¡as Casas Salesianas y con ¡os Secretariados re
gionales.
1. — Las Asociaciones de A. A. no podrán
existir con indipendcncia de la autoridad salcsiana
local.
2. — La Asociación cuya junta de gobierno, o
Buenos Aires — "Obra de San José.,: Grupo de aspirantes a maestros de taller salesianos. del Colegio Pío IX.
ventud Católica Española. Esta adhesión no supone
menoscabo de nuestra personalidad ni obligaciones
especificas de nuestros asociados.
T ema II. — Espíritu Apolítico de nuestras Aso
ciaciones.
1. — El Congreso reafirma que nuestras Aso
ciaciones son esencialmente apolíticas.
2. Las Asociaciones deberán inscribirse en el
Registro Civil del gobierno. N o harán uso del voto
corporativo sino mediante decisión en cada caso
del Consejo Nacional.
5- — Como medios de intensificar las relaciones
con los A . A . hispano-americanos la Asamblea
eprjcba: a) proveer a todos los representantes exos de un carnet o carta comendaticia; 6) Cam
bio de revistas; c) Intercambio de A. A .; d) Visitas
cuya Asamblea' general rompiera con la Casa Salesiana, no podrá seguir perteneciendo a nuestras
federaciones.
5 . — El Consiliario se llamará Director de la
Asociación y será árbitro en la misma. De sus de
cisiones podrá apelarse, con efecto devolutivo tan
sólo, al respectivo Secretariado regional y al Con
sejo Nacional.
4. — Subsistirán los Secretariados regionales.
La Asamblea acuerda excitar el celo de las Asocia
ciones y de dichos Secretariados y su reorganiza
ción mediante la labor de los Directores de Ins
pectorías.
5. — Cada Secretariado regional debe mante
nerse en relación con los A. A. dispersos en loca
lidades en que no existen Casas Salesianas, y or
ganizar asociaciones en dichas localidades.
2?4
Don Javier Ortúzar.
La muerte acaba de arrebatar a los Saleslanos de
Chile no sólo a un amig;o sino a un hermano en la
persona de D. Javier Ortuzar (q. e. p. d.). Su sólo
apellido ha de despertar en muchos salesianos y
cooperadores el recuerdo del primer salesiano chi
leno, que aún antes de que llegaran los salesianos
a Chile se dejó vencer por la virtud y santidad del
Fundador y superando tropiezos y dificultades
aceptó el ofrecimiento de entrar a formar parte
del pobre (sumamente pobre en aquellos años)
ejército salesiano, contento con la promesa que Don
Bosco le hiciera de pan, trabajo y Paraíso.
D. Javier fué un verdadero salesiano de corazón
y no obstante de haber perdido a su hermano Don
Camilo, por una enfermedad, según él, contraida
por el brusco cambio de vida y por la pobreza saIcsiana, tuvo para los salesianos una predilección
especial y con razón su sobrino al anunciarnos el
fallecimiento podía repetir: Se trata de un salesiano.
Los salesianos, no olvidarán tan fácilmente su ca
riño y sus bondades. Don Camilo y Don Javier
serán dos nombres perpetuamente unidos para
los salesianos de Chile.
A su digna Señora, a sus hijos, a sus hermanas
Dña. Ana y Dña. Teresa y demás parientes, nuestro
sincero pésame y la seguridad de nuestros sufragios.
Don Marcos CasUllo.
En el mismo día de Resurrección la muerte arre
bataba a uno de ios mejores amigos de la Obra del
Ven. D. Bosco en Santiago de Chile. Durante su
vida fue sincero amigo y las puertas de su casa es
taban abiertas para cualquiera de los salesianos sin
distinción y él y su desconsolada esposa, en los
tiempos de vacaciones, pedían con insistencia a los
superiores, que les enviasen aquellos, que por pres
cripción médica necesitaran gozar por un tiempo
del aire de mar. No tenía hijos y una vez que hubo
conocido a los salesianos los consideró como tales.
Los dos últimos meses fueron de verdadero pur
gatorio, que supo sobrellevar con santa resignación
y cuando llegó a comprender que ya la ciencia hu
mana había agotado sus medios y que ya no reco
braría la salud, se entregó del todo al Señor no de
jando de recibir a su buen Jesús cuando su estado
se lo pemñtia. Pocos días antes de su santa muerte
dió las órdenes a su señora para su entierro. Todo
privado, mi hija... no comuniques mi muerfe sino des
pués de haber sido enterrado. Los únicos que deben
acompañarme a la última morada deben ser mis ami
gos los salesianos... Ningún lujo, ni gasto inútil....
Su digna esposa cumplió literalmente con los de
seos de D. Marcos, pero si mucho rogaron los sa
lesianos en sufragio del sincero amigo y distinguido
cooperador, con más entusiasmo rogaron a la Au
xiliadora para la que supo en aquel trance mostrarse
la mujer fuerte del Evangelio, i Que el alma bella de
D . Marcos nos ayude desde el Cielol
Rvdo. D. Luís Berenguer.
Los salesianos de Alicante han perdido a uno de
sus mejores, amigos en la persona del ejemplar sa
cerdote Don Luis Berenguer, recientemente fa
llecido en Aguas de Busot (Alicante-España).
Fué una de las personas que con mayor cariño
recibió a los Hijos de Don Bosco apenas llegaron
a Alicante prestándoles incondicionaimente el apoyo
de su no pequeña influencia, aún antes de que pu
dieran fundar el colegio en la capital de la provincia.
Su casa era siempre la casa de los Salesianos a los
cuales recibía siempre con atenciones y cariño
extraordinarios.
Lo recomendamos vivamente a las oraciones de
nuestros lectores.
Recordad fambién en vuesfros sufragios a:
C ali (Colombia). — Juan Cosme, Aurora Yubané de Calero, Zoila C . de Solis y Rafaela Arroyo.
Cardona (España). — Rvdo. D . Ramón Quer.
Castelló de Ampurias (España). — Rvdo. D. Bue
naventura Frigola, Párroco.
Gerona (España). — Dña. Dolores Torrent
Chile. — Carlos Sayago y Manuela Elizalde de
Sayago.
Pescador (Colombia). — José Calixto Gonzáles
y María R. Fernández de Trujillo.
Villa de Don Fadrique (España). — Manuel
Chacón, José Girón, Sagrario Izquierdo, Teresa
Moya, Manuel Garde, Jerónimo Salido, Faustino
Sánchez, Ines Toledo, Tomas Moya, Elisa Marín,
Tomás Fuentes, Anselma Maqueda y Nemesia
Villanueva.
Yumbo (Colombia). — Dña. Celia Prado de
Correa.
Uruguay. — Antonio Díaz y Mercedes B. de
Morales.
R. I. P.
C o a a p ro ¿a c M a d e im m afo rídm d e c k s S á t I ic a .
CtrcBle: D. DO.MENICO G.\R.N'£RI.
Estobleciaitcmto T>p. de U Sociedad Ediloc* lalcraacMoal - Twia (*)
Corae Regima A ía rg lterila , 1 14 .
S O C T JE Í T A .
T O R IN O
— C o r s o R e g i n a M a r g h e r i t a , 174 — ( I T A L I A )
Sac. Doct. ERNESTOS RUFFINL
INTRODUCTIO IN S. SCRIPTURAM
Praelectiones habitae Athenaeis Pont. Setn. Rom. et Prop. Fidel.
Fa r s
s e c u n d a : In tro d u c tio in n o v a m
Te stam en tu m ¡ib e r p rim a s.
— Volumen in-8* pp. xxii*45o. —
Libellae 30. — Apud exteros: L . 36. — E d iiio í^3¿.
FRANCISCOS VARVELLO
S a c e r d o s , P h ilo s o p h la e P r o f« 8 s o r lo S e m in a r lo S a le t la n o a p o d T a u r l n e n t c t .
INSTITUTIONES PHILOSOPHIAE
PA R S I. C o m p le c tsn s I n tr o d a c to a e ia a d p b ilo s o p b ia m et L o g ic a m . Libellae 10. — Apud
exteros: Libellae 12.
P A R S II. M e ta p b y sica .
V olumen I. Complectens Metaphysicam generalem seu Ontologiam: L . 6. — Apud exteros: L . 7*20..
V olumen II. Complectens Metaphysicam spedalem seu Cosmologiam, Pueumatologiam et Theodiceaou.
L. 15. — Apud exteros: L . 18.
PA R S III. E tic a et J a s narorae.
V olumen I. Complectens Ethicam: L . 5. — Apud exteros: L. 6.
V olumen II. Complectens ju s naturae: L . 15. — Apud exteros: L . iS.
HORATIOS M A ZZELLA
A ic h le p ls c o p u s T a r e n tln u a .
PRAELECTIONES SCHOLASTICO-DOGMATICAE
B R I3 5 V IO JR I
O U ie s S Ü X
A .C C O X I O O A T A ] ©
Editio Quinta recognlta e t aucta.
V olumen I. T r a c ta ta s de vera R e lig io n e , de S c rip tu ra , de T ra d itio n e et de B c c ie s la C.ir!st/L
L. 15 , — Apud exteros: L. 18,
V olumen II. T ra c ta ta s de Deo U n o a c T r in o et de D eo C reante. L. 15. — Apud exteros: L. 18.
Volumen III. T r a c is t a s de V e rb o la c a rn a to , de O ra tia C b r is t i et de V irta tib a s in fu sis. L . 15. —
Apud exteros: i_. 18.
V olumen IV . T ra c ta ta s de S a cra m e n tis et de N ovisalm is. L. 15. — Apud exteros: L . 18.
ALOYSIOS PISCETTA e t ANDREA OENNARO
S a c e rd o te t P la e S o c le ta tia S . P ra n clacI S a le a ll.
THEOLOGIAE MORALIS ELEMENTA
AD CODICEM JU R IS CANONICI E X A C T A
Jam edita su nt in Incem :
Volumen primum : D e Theolo^iiae M o r a lis Fu n d a m e n tis, — i. De actibus humanis. • 2. De conscientia-.
- 3. De legibus. - 4. De peccatis. — Vol. in-16, pp. cvii-404: L. 15. — Apud exteros: L . 18.
V olumen secunpum : D e o b lig a tio a ib o s e rg a D e a a i et n o s ip sos. — i. De vírtuübus theologicis.
2. De virtute religionis. - 3. De prudeutia, fortitudine et temperantia. — Vol. in-16 pp. x-ó30»L . 20. — Apud exteros: L. 24.
. . .
.
....
V olumen tektium : D e o b íig a tio a ib a s e rg a p ro x im a m . — 1. De justitia et jure. - 2. De iniunis e>
restitutione. - 3. De contractibus. — Voi. iii-16, pp. xii-750: L . 25. — Apud exteros: L. 30.
Volumen quartum : D e o b íig a tio a ib a s p e c u iia r ib u s e t de p o e a is e c c íe s ia stic is . — Volumen m-i6
pp. xn-420: L . 15. — Apud exteros: L . 18.
Proxim e edenda:
V’oLUMEN quintum : D e S a c ra m e n tis la g e n e re et de g a ia g a e p r im is S a cra m e n tis in specle.
I . De Sacramentis in genere. - 2 . De Baptismo. - 3 . De Conftrmatione. - 4 . De Eucharistia.
5. De Pcenitentia. - 6. De Extrema Unctione.
V olumen sextum : D e O rd in e et de M a trim o n io .
V olumen seftim um : D e sexto et n o n o p ra e ce p to d e c a to g ii de 0*0 njaírimoii// et de ra tlo a e aet^
ra n d a in s a c ra m e a to ra m a d m ia is tra tio a e .
O O O I K ' I ' A
E í r > l T R I O E >
T O R I N O — C o r s o R e g i n a M a r g h e r i t a , 174 — ( I T A L I A )
A LIA OPERA APUD NOS.
>DE CENSURIS LATAE SENTENTIAE quae in Códice Juris Canonici continentur commentariolum digessit JuANNES C a v íg l ío u . — Vol. in-i6 pp. 170: L . 3,75. — Apud exteros; L. 4,50.
ELEMENTA QRAMMATICAE HEBRAICAE cum chrestomanthia et glossario scripsit I talos Pizzi
Doctor Piiilol. linguarmu Orient. professor iu R. üniversiiate Taurin. — V ol. in-i6 pp. xn-a.;»:
L. 8. — Apud exterost L. 9,60.
•PLORILEOIUM HIERONYMIANUM, anuo MD a Maximi DoctoriS obitu recensuit adnotationibus auxtt
Angelus Ficarra, prefatus est Félix Raniorinus, curavit Pia Societas a S. Hieronyino nuncupata
evangeliis italice pervulgandís. — In-i6 pp. xii-236: L . 10. — Apud exterbs: L . 12.
Continens: Scripta paraenetica • Epítaphia - Scripta histórica • Scripta theologica et polémica Scipta exegetica.
-ORAMMATICA HEBRAICA a punctis massorethicis libera qui accedit Chrestomanthia et Glossarium,
scripsit F krru tíus V a len t b M. J. — Vol. in-16 pp. xvi-144: L. 10. — Apud exteros; L . 12.
MANUALE CHRISTIANUM in quo continentur:
1) Novum Jesu Chrlsti Testam entum juxta exemplar Vaticanum (Pagg. xxvi-670).
2) Vademécum clericorum continens: Officium parvum B . Mariae V .; Officium defunctorum;
Ordinem totius Misaae juxta typicas Missalis ac Breviarii editiones pluribus selectis precibus additis (Pagg. 225).
3) De Im itatione ChristI libri quatuor (Pagg. 222).
Linteo anglico contectum, sectione follorum rubra: Libellae 15 . — Apud exteros: Lib. 18.
'NOVUM JE S U CHRISTI TESTAMENTUM juxta vulgatae editionis textum Clementis V III auctori*
late cum indice-locupletissimo editum divi.sionibus logicis cuín sujunciariis et locis parallelis munitum. Pagg. xxvi*670. Unteo anglico contectum, sectione foliorum rubra: Libellae 11,5 0 . — Apud
exteros: Libellae 13,80.
■OFFICIUM MAJORIS HEBDOMADAE ED OCTAVAE PASCHAE a Dominica in Palmis usque ad
Sabbatum in Albis juxta ordinem Breviarii, Missalis et Poiitiñcalis cum cantil juxta editionem Vaticanam. — Vol. in-i6 pp. 630 (altum 17, latum n ). CarU indica, cum lineis rubris in quadrum
ductis ad omnes paginas.
Linteo anglico contectum, sectione foliorum rubra: L. 22, 50. — Apud exteros: L . 25.
OFFICIUM PARVUM BEATAE MARIAE VIRQINIS E T OFFICIUM DEFUNCTORUM addita commememorazione omnium ficlelium defunctorum juxta editionem typicam Breviarii Romani. Pagg. 124.
— Linteo anglico contectum, sectionem foliorum rubra: Libellae 5,25. — Apud exteros: Lib. 6,30.
PSALMORUM L IB E R 1 edidlt signisqiie modernis auxit F er r u tiu s V a le n t b M. J . — Vol. in-16
pp. vm*72: L. 3,50. — Adud exteros: L . 4,20.
Editio est elegantissima novissimaque psalmorum, hebraica lingua concinnata.
Redacción y Administración: Via Cottolengo, 32 - Turín (9)