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Año XLIII.

Número 3 .

MARZO, 1928

BOLETIN SALESIANO
R E V IST A D E L A S O B R A S DE D O N B O S C O

S U M A R IO : Estudiando a Don Bosco (VIII). — Caminos providendalcá. — Lluvia de Gracias (Dfta. Do­
rotea). — Libros Salesianos - Libros recibidos. — D e nuestras Misiones: China: Dias de angustia. - La Ohra
Saiesiana en el Paraguay y en el Gran Chaco. - Actividad Misionera en la Pampa Central. - £ i Orfanaio
salesiano de Belén. - Las Hijas de M . A. entre los negritos del Congo Belga. — Culto de M aria Auxilia­
dora: La Virgen de Don Bosco (X V III). - Gracias. — Tesoro espirítnal. — Por el Mundo Salesiano: B ar­
celona : Una nueva O bra de las Hijas de M aría Auxiliadora. - Campello: Inauguración de un Centro de
Cultura. — Ai vuelo: Caracas - Cindadela - Cuzco - Madrid - Puerto Natales - Santander - Santiago Sevilla - Tibidabo - Valparaíso - Yucay. — Los que mueren.

Esfudiando a Don B osco (V IH ),

Nuevos horizontes.
Las loterías*

Memoria y grafifad.

Una vez dueño Don Bosco de la Casa
Pinardi, fue admitiendo niños internos
con lo cual disminuyó mucho el local dis­
ponible para las Escuelas Nocturnas y
para las obras dominicales. Era necesario,
pues, ampliar los locales y hacía falta
construir una Iglesia, capaz al menos de
700 personas. Pero ¿ dónde encontrar los
medios? Para ello ideó la organización
de una lotería o tómbola benéfica. Fué la
primera de las nueve loterías, cada vez más
importantes, que él organizó desde 1852
hasta 1885, para reunir fondos para sus
obras y demás necesidades de su Oratorio.
Las dos últimas fueron para el Santuario
de María Auxiliadora en Turín y para la
Basílica del Sagdo. Corazón de Jesús en
Ronrra y duraron dos años cada una. Fácil
es imaginar el trabajo inmenso que esto
suponía para Don Bosco, ya tan ocupado.
Tenía que organizar una numerosa corres­
pondencia, hacer viajes, visitas, etc. y casi
todo tenía que hacerlo él personalmente.
Pero también adquiría con ello muchas
y preciosas relaciones, ensanchándose con­
siderablemente el círculo de personas que
conocían su Obra.

Tanto más que Don Bosco, a las demás
dotes naturales, unía una memoria que no es
exagerado llamar prodigiosa y que conservó
hasta el fin de su vida. De nadie se olvi­
daba, y mucho menos de los que le habían
hecho algún beneficio, desde el que un
día le díó un pedazo de pan y un poco de
fruta para saciar su hambre cuando niño,
hasta el acaudalado señor que ponía en
sus manos un medio patrimonio; a todos
los tenía presentes en su corazón, en sus
oraciones y en las atenciones afectuosas
que hacia ellos guardaba. ¡Y eran miles
de personas! De igual manera no hubo
niño que se hubiera presentado alguna
vez en su Oratorio y que el no reconociera
y llamara por su nombre aún después de
muchos años.

Los Cooperadores Salesianos.
Pero téngase en cuenta que si Don
Bosco no olvidaba, dificilmente era olvi­
dado por quienes lo trataban; pues era
casi imposible no quedar prendado de
aquel conjunto de cualidades. Y he aquí
que, naturalmente, empieza a delinearse

66
a lo lc|os aquella vasta red de mutuo amor
y simpatía, aquella multiforme y variada
muchedumbre de cooperadores, que cons­
tituyeron más tarde una de las más admirábles asociaciones del mundo de la cari­
dad, llegando a formar una federación uni­
versal para promover en todas las naciones
y pueblos, el bien de todas las clases socia­
les, según el espíritu de! primer iniciador.
Que éste es el concepto, y lo decimos
ya desde ahora, que tuvo Don Bosco al
idear su grandiosa Unión de los Coope­
radores Salcsianos: La cooperación uni­
versal de la Sociedad Cristiana al bien de
la juventud y de las almas. No pretendió
simplemente crear una Asociación de be­
neficencia, tan recomendable como se
quiera, en favor de sus obras; sino que
se propuso reanimar, con el espíritu y el
sistema salesianos, el celo y actividad de
todos aquellos que se preocupan por la
restauración cristiana de la Sociedad.
En otros términos: La cooperación salesiana no nació como un movimiento de
almas y de corazones hacia Don Bosco
sino que fué una llama de celo y de res­
tauración cristiana por medio de la ju­
ventud, que, partiendo de Don Bosco, se
comunica a muchos corazones hasta abar­
car el mundo entero. Es un concepto
grandioso y digno de un genio y no nos
parece prematuro haberlo enunciado en
este lugar, si se tiene en cuenta, como ya
hemos hecho observar, que las creaciones
más grandiosas de aquella mente privi­
legiada se desarrollaron de principios al
parecer insignificantes y fueron madurando
y perfeccionándose a través de pruebas
y experiencias de muchos años, siendo
casi siempre hijas de circunstancias y de
hechos que a otros no habrían dicho nada.

Las Escuelas Profesionales,
Y volvamos a nuestra narración. La
Casa y la Iglesia surgieron como por en­
canto y a fines de 1852 estaban terminadas
y enseguida, una tras otra, brotaron dos
nuevas ramas: La primera, hija de la ne­
cesidad, fueron los talleres, o Escuelas de
Artes y Oficios.
Los niños internos del Oratorio tenían
sólo en él alojamiento y comida, pero iban
a trabajar fuera de casa, con dueños cui­
dadosamente escogidos; La Mamma Mqr-

Sherita (que murió en 1856) se ocupaba
de muchas, de demasiadas cosas, la pobre;
pero no podía arreglar los zapatos de
aquellos galopines, ni hacerles los trajes;
y fué para remediar a este necesidad que,
en el fondo de un corredor, Don Bosco,
en octubre de 1853, instaló un rudimen­
tario taller de zapatería y sastrería.
Y según lo dicho, que la necesidad y
la ocasión para él se convertían en insti­
tuciones, al año siguiente añadió el taller
de encuadernación para ocupar a aquellos
niños de más débil complexión o para quie­
nes era difícil encontrartrabajo en la ciudad;
dos años después, empezó con la carpin­
tería; y en 1862, ampliados los edificios
y aumentando grandemente el número
de los internos, estableció, la tipografía
y el taller de mecánica, y, dos años más
tarde, la librería.
Pero si los primeros talleres surgieron
por razones de economía domestica, los
otros fueron hijos de una necesidad moral:
arrancar a aquellos jovencitos de los pe­
ligros de un ambiente no siempre edifi­
cante en los talleres y por las calles .de la
ciudad. Y en cuanto a los de imprenta y
encuadernación, para utilizarlos, además,
en la producción y difusión de libros bue­
nos, destinados a la juventud y al pueblo.
De aquellos pobres y rudimentarios
talleres surgió la vasta y genial institución
de las Escuelas Profesionales Salesianas,
que, provistas hoy de todos los adelantos
de la técnica moderna, enseñan a la ju­
ventud pobre del antiguo y del nuevo
mundo, el trabajo y la honradez cristiana
y que han sido no pocas veces el germen
del progreso industrial en naciones inci­
pientes o atrasadas.
Y es conmovedor pensar que a aquellos
primeros pobrecitos niños de Don Bosco
que empezaron a componer zapatos, a
enebrar la aguja, a cepillar madera, a
limar hierro, a componer letras, responden
hoy no solamente millares de niños en
las grandes ciudades europeas y ameri­
canas; sino, aún en aquellos sitios donde
poco ha era todo barbarie, la oscura mano
de los onas, de los bororos, de los negros
del Africa o de los jíbaros del Ecuador;
y que todos aman y veneran como a Padre
al que sonriente preside sus tareas desde
el pobre retrato que cuelga de la des­
nuda pared del taller, al Vble. ]uan Bosco.

i

6?
A Don Bosco cabe, pues, la gloria
de haber introducido en Italia las Es­
cuelas Profesionales de las que hoy se
glorían las ciudades y los gobiernos que
en algunos países han solicitado y adop­
tado hasta sus programas de aprendizaje;
pero con la diferencia que Don Bosco con
la sencillez propia de su persona y de su
obra, con la moral cristiana y el sistema
educativo todo paternidad y religión,
logra hacer obreros moralmentc ejemplares
y técnicamente hábiles; mientras que mu-

ni particular ni colectiva, que haya alcan­
zado tales triunfos: Las Lecturas Católicas,
las colecciones escolásticas de Clásicos
Paganos y Cristianos y la Biblioteca de la
Juventud Italiana, que proporcionaba por
pocos céntimos ios clásicos «expurgados
para uso de la juventud» adquirieron una
importancia y un desarrollo extraordinario.
Fué esta una de las cosas que más
hizo notar el Santo Padre Pío X I en la
magnífica alocución que pronunció des­
pués de la lectura dcl Decreto sobre la

Taller-escaela de imprenta del Oratorio Salesiano de Turín, montado en tiempo de Don Doaco.

chas Escuelas oficiales gastan millones
con escasos resultados, sobre todo bajo
el punto de vista moral, tan importante
para crear al obrero completo.

La prensa.
Don Bosco dió una preferencia especial
y un desarrollo extraordinario a la prensa.
Puede afirmarse, sin adulaciones, que sin
el impulso y aportación de Don Bosco y
de sus hijos, la prensa católica italiana
estaría muy lejos aún dcl glorioso desa­
rrollo que en ella se admira. Y si nos pa­
ramos a considerar el bien que con ello
se obró en el campo de la religión y de la
escuela, difícilmente habrá otra empresa.

heroicidad de las virtudes de nuestro
Vblc. Padre, en febrero dcl pasado año,
recordando como él mismo pudo ver,
acompañado por Don Bosco, el magnífico
taller de imprenta que se había instalado
en el Oratorio de Turín y al manifestar
su sorpresa ante aquella grandiosidad se
oyó responder: * En cuestión de prensa
Don Bosco quiere ir siempre a ¡a cabeza ff.
Ahora, que Don Bosco partía de un
crijerio económico que hubiera arruinado
a cualquier editor; su único interés era
el bien moral de la juventud y del pueblo:
editar libros con el mínimo gasto, venderlos
a precio de coste (y a veces aún a menos)
con tal que se difundiera la Buena Prensa.
Y obtuvo además con ello un verdadero

68

adelanto en la cultura popular. Pues mu­
chos se decidieron a leer, dado lo econó­
mico del precio, las obrás de los clásicos,
libros de religión y moral, lecturas amenas;
influyendo hasta en el teatro, con una
colección de obras adaptadas a la juventud.
La prensa salesiana fué aumentando
el número y perfeccionando los medios
de sus imprentas editoras, algunas de las
cuales alcanzan hoy la perfección artística

tria librera: desde el trapo que se convierte
en papel, hasta la encuadernación sencilla
y lujosa del libro, compuesto e impreso
allí mismo, con tipos fundidos a la vista
de los visitadores.

Don Bosco y el progreso.
Quizá alguno dirá que todo este mo­
vimiento y sobre todo, el desarrollo pos-

M éxico: Alumnos externos ¿el Colegio "Cristóbal Colón", donde el 4 de Diciembre último
se efectuó la distribución de premios con gran solemnidad.

en Italia, en España, en Francia, en Amé­
rica y en la India, inundando el mundo
de buenos libros y de hermosas ediciones,
siendo en la Iglesia' un auxiliar poderoso
para el resurgimiento del espíritu cristiano.
Y Don Bosco no paró ahí; sino que
abarcó también la fundi:ión tipográfica
y todas las industrias del Arte del libro
hasta la misma fabricación del papel, para
la cual fué el primero que introdujo en
Italia máquinas modernas. La exposición
Nacional de Turín de t884 fué a este
respecto una verdadera revelación. Allí
se pudo admirar un grandioso pabellón
donde Don Bosco hizo instalar y funcionar
todo el complejo organismo do la indus-

terior a su muerte no podía estar contettido en el pensamiento de Don Bosco y
que ello se debe más bien a los tiempos
y a ios hombres que vinieron tras de él.
Sin tener en cuenta que Don Bosco pre­
vino, en muchas cosas, el adelanto de los
tiempos, esta observación nos ofrece la
oportunidad de hacer resaltar un aspecto
no sólo genial, sino muy característico de
este humilde sacerdote. Don Bosco acogía
de buen grado las manifestaciones del
progreso material, y las buscaba y las
adoptaba para santificarlas. Si durante
su vida hubieran aparecido ciertos in­
ventos y novedades que ahora nosotros
admiramos y que en sí son buenos, sin

69

duda que Don Bosco los habría acogido con
ardor como lo hizo con otros de su tiem­
po. Y es que Don Bosco era un hombre
moderno, en el buen sentido de la palabra.
Y este espíritu de modernidad y progreso,
la antítesis de la inmovilidad propia de
mentes mezquinas y de corazones peque­
ños, Don Bosco lo legó c infundió en su
Congregación. He aquí porqué a él tam­
bién deben atribuirse muchas de las cosas
que no pudo llegar a hacer ni a ver.

E l coadjutor salesiano.
Pero el secreto de esta expansión ex­
traordinaria de caridad y de educación
cristiana entre las clases obreras, se debe
a otro factor, que es a su vez una de las
más puras glorias del genio de Don Bosco
y la especialidad más característica de la
vida salesiana.
Nos referimos al tipo completamente
nuevo en la historia de las Ordenes reli­
giosas del Coadjutor Salesiano.
Quién entra en un taller o en una li­
brería salesiana se encuentra al frente de
ellos con maestros de arte o encargados,
que en nada se diferencian externamente
de un honesto jefe u oficial de un taller
o de un Director de una empresa. Y sin
embargo son religiosos al igual de los sa­
cerdotes y de los clérigos. Son maestros
en su arte, la enseñan a los niños con suje­
ción a programas y con el mismo sistema
paternal con que los sacerdotes y clérigos
dan sus clases de primera o de segunda en­
señanza. Son a la vez maestros de arte y, en
el taller y fuera de él, educadores salesianos.
A diferencia de los legos de casi todas
las demás órdenes religiosas, no son los
conversos, que sirven a los hermanos
sacerdotes; sino iguales a ellos en todo,
si se exceptúa el carácter sacerdotal y la
alta dirección de las casas y de la Congre­
gación, y llegan a ocupar cargos de gran
importancia y responsabilidad.
Este lajeado religioso activo, esta aso­
ciación del hombre en hábito seglar para
colaborar y convivir, al igual que el sa­
cerdote, en el estado religioso, constituye
quizá, junto con la del sistema Preventivo,
la idea más genial de Don Bosco.
Y sino, considere el mismo lector la
eficacia pedagógica de esta identidad de
condición entre el educador y el joven

aprendiz, que de su maestro aprende no
solamente lo necesario para llegar a ser
un verdadero artista en su oficio, sino la
manera práctica de ser a la vez cristiano
perfecto. Juntos trabajan y vestidos de
igual manera, juntos juegan y se divierten
santamente, juntos se acercan a la misma
mesa cucarística, produciendo todo ello
un impresión que jamás se borrará de
la memoria ni del corazón. Y considérese
también cuánto sea genuinamente cris­
tiano y moderna y santamente democrá­
tico este poner a la par, en los intereses y

M éxico: Un aspecto de ia Exposición profesional.

en la actividad de la caridad y de la reli­
gión, al laico con el sacerdote, haciendo
cooperar a ambos a la misión cristiana­
mente trasformadora de la sociedad.
Y bajo otro aspecto, el coadjutor salesiano representa una fuerza y un valor
de virtud superior al de quién está obli­
gado a ella y al mismo tiempo favorecido,
por una sotana, por un hábito o por las
órdenes sagradas. Sin parecerlo, el coad­
jutor salesiano practica los consejos
evangélicos y muestra en sí el ejemplo,
el tipo de aquél hombre perfecto que el
Divino Autor del Cristianismo propuso
como modelo a toda la Sociedad, la cual
por su naturaleza y en su generalidad es
laica y en el concepto cristiano tiene que
mantenerse con la colaboración espiritual
del laicado y del sacerdocio.

CAM INOS PROVIDENCIALES
La C asa que fué propiedad de la Sierva de Dios, Dña. Doroíea de Chopífea
se convíerle en Sede de una Obra caíólica

Lq Obra de los Ejercicios Parroquiales.
Existe en Barcelona (España) una Obra
católica de tanta importancia para la res­
tauración cristiana del individuo y de la
sociedad, que con gusto la damos a conocer
a nuestros lectores no sólo para que la
admiren, sino para que los que sientan
arder en su corazón la llama del celo por
la gloria de Dios y la salvación de las almas,
vean si es posible hacer algo semejante
en las propias ciudades o naciones, po­
niéndose si es caso en relación con la
institución que con tanto éxito funciona
ya en la Ciudad Condal. Nos referimos
a la Obra de ¡os Ejercicios Parroquiales,
que se propone dar al mayor número po­
sible de personas de toda, clase y condición
la oportunidad y toda suerte de facilidades
para hacer, todos los años, ¡os Ejercicios
Espirituales, en completo retiro.
Cualquiera que alguna vez haya tenido
la dicha de hacer los Ejercicios Espiri­
tuales comprenderá en seguida cual deba
ser la eficacia de una organización seme­
jante y los consoladores frutos de vida
cristiana que debe producir por doquier.
En toda Cataluña y aún fuera de ella
(pues la Obra va extendiendo cada vez
más su radio de acción) es un continuo
sucederse de tandas de ejercicios, para
toda clase de personas, no parándose
esta Obra ante ningún sacrificio pecunia­
rio con tal de poder dar facilidades. Y un
día alquila por su cuenta todo un Hotel
de lujo, que se convierte durante ocho
días en Casa de Ejercicios para caballeros
de la aristocracia o grandes capitalistas,
que difícilmente podrían prescindir de
ciertas comodidades a las que están acos­
tumbrados; otro día organiza otra tanda
en un Santuario colocado en la alta mon­
taña, para que los turistas, amantes de
las altas cumbres y de las nieves perpetuas,
encuentren en un ambiente para ellos
agradable, la facilidad de hacer los ejer­
cicios; otras veces cubre por su cuenta.

en todo o en parte, los gastos que ejerci­
tantes pobres no podrían soportar, por
alojamiento o comida durante aquellos
días, etc. y todo esto con una organización
admirable, con sucursales y representa­
ciones en casi todos los pueblos de la re­
gión; de manera que el que una vez ha
hecho los Ejercicios, recibe ya todos Ibs
años la invitación personal para una tanda
apropiada a su clase y condición.
Y la obra se va difundiendo cada vez
más con un renacimiento de vida cristiana
activa que verdaderamente consuela. M u ­
chos párrocos que lloraban inconsolables
ante la indiferencia religiosa de sus parro­
quianos, viendo alejados de la Iglesia
especialmente a los hombres, ven hoy con
grande alegría de su corazón que el mo­
vimiento religioso ha revivido en su pa­
rroquia, que los hombres no sólo frecuen­
tan la Iglesia, sino que se acercan a me­
nudo a los Santos Sacramentos y se han
puesto al lado suyo para ayudarles en las
Obras de celo y de caridad de la Parroquia.
Y los que ya son ejercitantes asiduos y
comprueban el bien grande que de ello
han recibido, se convierten en apóstoles
de la Obra, procurando a sus amigos y
conocidos la misma dicha. Y van surgiendo
en todas partes las llamadas Ligas de P er­
severancia, cuyos socios procuran hacer
todos los años los ejercicios espirituales
y sobre todo conservar el fruto de ellos
en la vida individual y colectiva.
Durante el año 1926, sólo en las 8 dió­
cesis de Cataluña, se organizaron tandas
de Ejercicios en 94.2 poblaciones distintas
habiendo llegado el número de ejercitan­
tes en un sólo año a 8.540 hombres, de
los cuales 4.163 de las clases directoras y
4.377 de las clases populares.
Seis años de vida tiene la Obra de los
Ejercicios Parroquiales y ha adquirido ya
proporciones gigantescas que prometen
cada vez mayor desarrollo y mayores
frutos. Una elegante Revista ilustrada
titulada Perseverancia es el propagandista

-L

7*

y cronista de la Obra y mantiene el en­
tusiasmo entre los asociados.
i Cooperadores salesianos! sumaos a esta
Obra con todo entusiasmo y procurad
establecerla en vuestros países ya que
ésta es obra eminentemente salesiana:
en el capítulo primero de nuestras Santas
Reglas, al determinar ios fines de la Con­
gregación Salesiana, dejó escrito
nuestro Vble. Padre Don Bosco:
Por lo que a la generalidad de
los fieles se refiere, como quiera
que ¡a necesidad de sostener la
Religión Católica se hace sentir
con gran urgencia entre los pueblos
cristianos, los socios trabajarán
con denuedo en asegurar y robus­
tecer la piedad de los que por
amor a una vida más perfecta
hacen algunos días de retiro.

hacia el prójimo en grado heroico, que
después de haberla hecho la admiración
de sus conciudadanos en vida, le han
merecido que se empezara ya su causa
de beatificación para que, como esperamos,
en un día no lejano, pueda serles propuesta
como modelo y protectora desde el cielo.
Sí; la Casa hecha construir por Dña.

La nueva Sede.
Pero una obra de tales pro­
porciones y que abarca todas las
clases sociales necesitaba una
sede digna, donde pudieran có­
modamente montarse las com­
plicadas oficinas y obras subsi­
diarias que el funcionamiento de
la Obra de los Ejercicios supone,
un local apropiado para la cele­
bración de juntas, reuniones,
conferencias y actos académicos;
bibliotecas, salas de lectura etc.
Y Dios Nuestro Señor, de
manera providencial, ha hecho
que se pusiera a disposición de
la Obra en el sitio más céntrico
y hermoso de la ciudad de Bar­
Barcelona (España). — La casa qae Fué de Dfia. D o ro f^
celona (calle de las Cortes Ca­
talanas, n. 642) un magnífico
edificio que promete ser pronto una ver­ Dorotea y dónde ella entregó santamente
dadera reliquia, que une a la obra de su alma a Dios, ha pasado a ser la Sede
los Ejercicios el nombre de una ilustre Central de la Obra de los Ejercicios Pa­
Dama Barcelonesa, que de los ejercicios rroquiales.
AI hablar de tal adquisición dice la
sacó la fuerza para ser una heroina de la
caridad y que se presenta ch lontananza revista Perseverancia:
< Podríamos decir que la insistencia
como la Patrona de esta Obra, no sólo por
instalarse en su Casa, sino porque corres­ divina en hacernos tan inestimable don,
ponde perfectamente a aquellos ideales ha podido más que nuestra torpeza en
que hicieron de Dña. Dorotea de Cho- adivinarlo y en comprenderlo. Dios ha
pitea una modelo de ejercitantes. De los querido enlajar dos vidas: la de la Obra
ejercicios espirituales supo sacar aquella y la de la Sra. de Chopitea. Dejemos que
piedad individual sentida y aquella caridad el porvenir nos vaya descubriendo Iqs

72

motivos. Entre tanto reconozcamos y
acatemos unos hechos que son bastante
claros y que se han producido, no diré
a pesar nuestro, pero si sin que nosotros
quisiéramos tomar parte en ellos.
Hace unos cuatro años, por vicisitudes
de las cosas humanas, la Casa de Dña.
Dorotea había pasado a ser propiedad de
una sociedad profana, que la estaba tras­
formando en una centro de reuniones y
recreo. Un Padre de la Compañía de Jesús,
muy interesado en la glorificación de la
Sierva de Dios, para ejemplo de los ricos
y bien de los pobres, doliéndolc en el
alma que la casa de una tan ejemplar se­
ñora fuera dedicada a cosas profanas,
mientras se hacían las obras de adapta­
ción, hizo enterrar en uno de los zócalos
de las columnas de la Galería principal,
una medalla de la Virgen para que dicha
finca pasara a ser propiedad de una en­
tidad católica, pero sin pensar por en­
tonces, determinadamente, en ninguna.
Es de advertir que el procedimiento de
la medalla de la Virgen para obtener una
finca o un terreno deseado para obras
buenas, fue usado muchas veces con
grande éxito por la misma Dña. Dorotea.
Dos años después el mismo Padre
jesuíta, conocedor y entusiasta de las vir­
tudes de Dña. Dorotea, exhortaba a la
Obra de los Ejercicios a acudir a ella en
sus necesidades y nos proponía como un
compromiso de honor reconquistar la
Casa donde aquella santa Dama vivió y
murió. Nuestra poca fe en aquel consejo
hizo que consideráramos la empresa como
superior a nuestras fuerzas y que ni áiquiera la tomáramos en consideración.
Algunos meses más tarde, y por con­
ducto completamente distinto, la Obra
recibió, en donativo, c! reclinatorio que
Dña. Dorotea había usado hasta su muerte.
Ante aquel regalo nos acordamos del
consejo y hasta por algunos momentos
nos pareció que la claridad de un relám­
pago iluminaba el camino que nos con­
ducía a! cumplimiento de un deber. Pero
el recuerdo no dttró mas que la luz y otra
vez abandonamos como irrealizable la
idea.
Sin embargo Dios que vela amorosa­
mente por nuestra Obra, en términos que
los extraños a ella no pueden ni siquiera
sospechar, insistió nuevamente y esta vez

de manera que la indecisión hubiera sido
punible.
A mediados de marzo del pasado año
1927 un grupo de ejercitantes visitaba
nuestro Domicilio Social. Ninguno de
ellos sabía nada de los tres hechos ante­
riores. Visitaron todas nuestras depen­
dencias, se interesaron por nuestra orga­
nización, anotando datos sobre su fun­
cionamiento y al despedirse, cuando espe­
rábamos algunas palabras, ¿por qué no
decirlo? si no de complacencia, al menos
de estímulo, nos oímos decir, con aire
compungido, que nuestra Obra, como
todas las Obras católicas, para no romper
la tradición, adolecía del defecto de estar
montada en forma pobre y mezquina, dada
su importancia y su desarrollo actual y
futuro.
Pero eran almas nobles que si veían
los defectos no era para criticarlos,, sino
para remediarlos y puede el lector ima­
ginarse cual sería nuestra sorpresa al
oírnos formular estas dos preguntas: —
¿ Estaría la Obra dispuesta a trasladarse
a la Casa que fué de la Sra. de Chopitea?
6 Dado caso que la Obra, como tal, no
pueda hacer suya esta idea en e! terreno
económico, podrá esperarse que la hagan
suya con entusiasmo el conjunto de ejer­
citantes esparcidos por toda Cataluña? N o­
sotros nos ofrecemos a encabezar la lista.
Nos parece que baste lo dicho para que
nuestros amigos comprendan la emoción
con que escuchamos estas preguntas: ni
tampoco hace falta que digamos cual fué
nuestra respuesta. El acero tiene un
temple y lo tiene también el alma del ejer­
citante; y ambos están hechos para lucha.
A nosotros nos pareció que Dios había
hablado, y por tercera vez, y en un tono
que no consentía oídos sordos. Y desde
aquel momento con la fe en Cristo y en
vuestro espíritu de sacrificio jamás des­
mentido, nos lanzamos resueltos a la
empresa de convertir, a fuerza de ora­
ciones y de Jimosnas, en Casa Solariega
de la Obra de ¡os Ejercicios Parroquiales
c! inmueble que Dña. Dorotea de Chopitca, con haberlo construido y haber
vivido en él hasta su santa muerte, con­
virtió en una verdadera reliquia barcelo­
nesa.
6 Podíamos encontrar domicilio mejor
para nuestra Obra ? *

r
Hasta aquí, Don José María Boada,
distinguido abogado de Barcelona, en­
tusiasta Cooperador salesiano y activo
secretario de la junta de Gobierno de la
Obra de los Ejercicios Parroquiales.
Al tomar posesión la Obra de los Ejer­
cicios del inmueble de Dña. Dorotea,
fué encontrada la medalla en e! lugar

virtudes e invocadla en todas vuestras
necesidades, pidiendo al Señor apresure
el día de su glorificación (i).
(i) Los que deseen la vida o estampas
datos biográficos y la Novena para obtener
la intercesión de la Sierva de Dios, DAa.
Chopitca, pueden pedirlas a esta Redacción:
lengo, f í T urín (109) ¡talla.

con breves
gracias por
Dorotea de

Vía Coito*

Barcelona: Interior de la C asa de Dña. Dorotea; la X iodka el lugar donde se escondió la medalla.

donde había sido escondida cuatro anos
antes y será sin duda una reliquia más,
que la obra de los Ejercicios conser­
vará de la que desea tener como celesltal
Patrona.
Los hechos providenciales se van acu­
mulando al rededor del Nombre de la
Sierva de Dios Dña. Dorotea de Chopitea
y todo hace concebir las más lisonjeras
esperanzas de verla en fecha no lejana
elevada al honor de los altares, para que
sea Patrona y al mismo tiempo modelo
de los Cooperadores salesianos.
Y vosotros, amados, lectores interesaos
por conocer su vida, procurad imitar sus

LLUVIA DE G R A C IA S
alríbuídas a la inlercesíón de la Sierva de Dios
Dña. DO ROTEA D E CHOPITEA.
B a r c e l o n a {España) .— El día 5 de abril, ani­
versario de la muerte de Dna. Dorotea, al volver
del Tibidabo adonde habíamos ido a consa­
grar al Corazón de Jesús todas las oraciones
y trabajos enderczsdos a su beatificación, al
llegar a casa, me encuentro con la tarjeta de
un Congregante de la Sma. Virgen muy cono­
cido mío en la que me pedía fuera inmedia­
tamente a su casa, pues su papá estaba muy
enfermo.
Su casa no dista mucho de la nuestra y así

74
llegué al punto y me encontré con un anciano
de más de 70 años, gravísimo.
Como su casa está situada en la misma man2Bna de la casa que fué de Dña. Dorotea, y desde
la galería se veía- perfectamente, les dije que
sería bueno empezar una novena a la Sma. T ri­
nidad para .alcanzar la salud por intercesión
de esta caritativa Señora.
Después de confesado el enfermo y antes de
ir a buscar el santo viático, comenzarnos la No­
vena breve de los 5 padrenuestros. AI día si­
guiente al ir a preguntar por él me dijeron que
se había Iniciado una franca mejoría y pocos
días después supe que, perfectamente curado,
se hallaba ya en su despacho.
P . J. A l e g r e , S . J.

Idem.— Una pobre mujer, que conoció en vida
a Dña. Dorotea por haber estado en uno de los
Asilos fundados por esta Sierva de Dios, tenía
a su marido sin trabajo hacía mucho tiempo, y
quería colocar a una hija suya de doce años como
criadita en algún convento, pero no se la que­
rían por ser demasiado pequeña.
Después de hacer la novena a Dña. Dorotea
se la admitieron enseguida en el primer convento
que fué, sin preguntarle la edad y señalándole
más sueldo del que ella esperaba, pues no espe­
raba ninguno. Al mismo tiempo encontró tra­
bajo su marido.
Al cabo de algunos meses la niña se puso de­
licada y su madre fué a buscarla para llevársela
a su casa. Yendo en tranvía por la Rambla de
Cataluña, le dió a la niña un desmayo, y tuvieron
que parar el tranvía delante de una farmacia,
donde metieron a la niña, mientras el tranvía
seguía su camino.
Pronto volvió en sí la niña, y al querer la ma­
dre dar algo a la farmacia, advirtió que se había
dejado en el tranvía el cesto, donde tenía todo
el dinero. Se encontraba pues en Barcelona sola,
ya oscurecido, pues eran las 6 de la tarde, en
invierno y sin dinero, con su hija enferma y te­
niendo que ir a Mollct, de donde eran.
En estos apuros, se puso a invocar en voz alta
la protección de Dña Dorotea, y en seguida
entra en la farmacia un caballero anciano, de
venerable presencia, que según ella parecía un
San Francisco, y pregunta qué ocurre. Le cuen­
tan el caso, y dice:
— Vayan en seguida por un auto.
Llegado éste, las hace entrar en él, y da al
chofer la dirección de su casa.
En ella encontraron una familia muy piadosa
y rica, que las trató con gran caridad aquella

noche, y a la mañana siguiente en auto también
las condujeron a su casa de Mollet.
La niña estuvo más de dos meses enferma,
y todos los gastos corrieron a cuenta de esta pia­
dosa familia, que además, cuando estuvo bien,
colocó a la niña de criadita en un colegio de
Sabadeil, donde ahora está perfectamente.
I. S . A.
Idem. — Vino a visitarme un día, un pequeño
comerciante, a quien no iban muy bien los ne­
gocios. Díjome que para salir de apuros le fal­
taban entonces 4.000 ptas.
Le dije que hiciese privadamente la novena
de Dña. Dorotea, tan caritativa con los pobres.
Comenzó la novena con gran fervor, pero al
día quinto se despierta a media noche con este
pensamiento: Hoy no he hecho la novena. No
hay remedio, hay que volver a comenzarla. Pero
desde entonces a la novena añadía el Trisagio
a la Santísima Trinidad.
Antes de acabar la novena se le presenta un
amigo y le dice:
— He sabido que pasas algunds apuros por
falta de dinero; aquí te traigo 4.000 pesetas.
Cuando puedas, ya me las devolverás.

LIBRO S SALESIAN O S.
EL H O M BRE D E BIEN. — Interesante
almanaque que la Casa Salesiana de Buenos
Aires regala a los suscritores de las Lecturas
Católicas. El texto es muy interesante y está
profusa y artísticamente ilustrado.

LIBRO S RECIBIDOS.
G R A M A T IC A CASTELLAN A de D. Fran­
cisco Santano, editada por la Editorial Cultura
de Barcelona y adoptada por la importante
Academia Cots.
Método practico de O RTO GRAFIA por
D. Antonio Cots, editado por la misma editorial
y de uso en la misma Academia.
ALM ANAQ UE D E L O S A M IG O S DEL
PA PA para 1928, publicado por la Revista
Popular de Barcelona en obsequio a sus sus*
criptores en el año $7^ de su publicación.

DE NUESTRAS MISIONES
Peligro conjurado.

CHINA.

Dias de angustia.
Shangai, mayo 1927.
Rvdmo Sr. D. Rinaldi:
Retardábamos el darle noticias particu­
lares, en la esperanza de que este estado
de cosas fuera pasajero. Pero como la bo­
rrasca que estuvo a punto de destruirnos
no se ha calmado todavía del todo y noso­
tros, echados de nuestra Casa, seguimos
sintiendo sus efectos, le daré algunas no­
ticias de lo que se refiere directamente a
nosotros.

Al volver al colegio, nuestro Director
tuvo la feliz idea de pasar por la Parroquia
que se encuentra en la ciudad china y
que está regentada por PP. Jesuítas. Alli
lo esperaba una comunicación urgente y
secreta del Pro-Vicario quien le intimaba
de retirarse inmediatamente del Colegio,
porque se estaba tramando (él lo habia
sabido de buena fuente) un terrible golpe
contra nosotros durante la noche. El Sr.
Director corrió volando a Casa y dió orden
de disponerlo todo para desalojar el edi­
ficio al cabo de un hora.
Nuestros niños estaban en los talleres,

Llegada de los sudisfas.
El 21 de marzo entraron en la ciudad
los primeros soldados sudistas. Ya antes
había habido alarmas con las consiguientes
huelgas y demostraciones violentas en favor
de los sudistas que habían sido reprimidas
hasta con fusilamientos.
Por la tarde del día 21 los soldados su­
distas entraron precipitadamente en la ciu­
dad aumentando la confusión de la mu­
chedumbre que promovía demostraciones
ya en un sitio ya en otro, en aquella atmós­
fera ya tan cargada.
Nuestra preocupación era grande, te­
miendo de un momento a otro alguna de­
sagradable sorpresa. Pero, gracias a Dios,
nos dejaron tranquillos toda la semana.
El sábado 26, nuestro Sr. Director re­
cibió invitación o mejor dicho orden del
cónsul de dejar junto con toda la comu­
nidad, la ciudad china y refugiarse en la
Concesión.
Nuestro superior rogó al Cónsul que nos
permitiera llevar con nosotros a nuestros
niños y no sólo nos lo concedió, sino que
nos aseguró que él se preocuparía para
que no Ies faltara lo necesario.
Mientras tanto el Cónsul y el Sr. D i­
rector se dirigieron a la nave Libia de la
escuadra italiana y quedaron con el co­
mandante en que a la mañana siguiente en­
viaría un remolcador hasta cerca de nuestra
Casa para trasportarnos a la Concesión.

PTmm

— Templo po^ano de Hea-Otow.



Shanghai (China) — La ciudad europea y el puerto.

cuando se les avisó que prepararan aprisa
y corriendo sus cositas, lo cual hicieron
llenos de turbación y espanto.
Recogido lo poco que se pudo, salimos
del Colegio en grupo. Por los calles tu­
vimos que aguantar insultos, indirectas y
amenazas; pero nosotros seguíamos como
quien no se da cuenta, aunque con el co­
razón lleno de zozobra y de angustia, es­
pecialmente por nuestros niños, muchos
de los cuales lloraban.

Lo fugo en las tinieblas.
Llegados al río subimos en tres grandes
barcazas que habíamos alquilado para no­
sotros junto con un vaporcito para remol­
carnos, y nos dirigimos hacia las Conce­
siones. Llegamos junto al Libia ya cash de
nophc y en la oscuridad lanzamos c! grito
de ltaIia,Libia!" repitiéndolo varias veces
hasta que nos contestaron desde la Nave.
Subió el Sr. Director, para hablar con el
Comandante y le explicó la causa de aquella
llegada anticipada, rogándole nos hiciera
acompañar cuanto antes al sitio que se nos
había destinado. El comandante, muy
atento, puso a nuestra disposición los dos
camiones que en tierra servían para los
marineros.

Iluminados, luego, por uno de los re­
flectores del Libia fuimos conducidos al
muelle donde nos esperaban los camiones
para trasportarnos al hospital del Sagrado
Cmazón, dirigido por monjas franciscanas.
Es difícil decir la caridad con que nos aco­
gieron y atendieron aquellas religiosas, a las
cuales nunca podremos agradecer bastante
los cuidados que durante quince dias nos
prodigaron a nosotros y a nuestros niños.
El Director mientras tanto, hizo una rá­
pida visita- al Colegio y lo encontró en
parte ocupado por los soldados que a decir
verdad se portaron correctamente. Animado
el Director por su actitud tranquilizadora
dispuso que algunos de los niños vol­
vieran al Colegio; mientras que otros, con
algunos saksianos, quedaron refugiados en
la Concesión.

Furor vandálico.
Las cosas marchaban bastante bien desde
hacia ya algunos días, cuando inesperada­
mente invadieron nuestra Casa otros sol­
dados bien diversos de los primeros, los
cuales con una prepotencia inaudita empe­
zaron a destrozarlo todo y a apropiarse
de lo que Ies parecía bien. El Director
protestó con todas sus fuerzas, contra aque-

77

lia furia devastadora y logró limitar algo
el desastre.
Pero a las pocas horas las escenas de
vandalismo se repitieron con la llegada
de oíros soldados de la misma calaña que
vinieron a..... visitarnos.
No creyendo prudente permanecer más
allí, el Director se decidió a retirar nueva­
mente los niños abandonando el Colegio.
Y asi se hizo. Habiendo alcanzado del Se­
cretario de la Municipalidad inglesa una
habitación de cinco ambientes, alli nos re­
fugiamos los salesianos y 55 niños.

Almas buenas,
Pero la Casa era demasiado pequeña y
entonces pensamos alquilar otra más am­
plia; tanto más que se presentaba una buena
ocasión. Pero ¿y los medios? Nosotros no
nos hallábamos en condiciones de pagar
el alquiler. Pero vino en nuestra ayuda
el Sr. Cónsul italiano, aumentando el do­
nativo mensual con que ya nos favorecía.
En la nueva Casa estamos un poco más
cómodos. Hemos montado lo mejor po­
sible un poco de sastrería, carpintería y
zapatería y nuestros niños han reanudado
el trabajo que habían debido interrumpir
viólenla nente. Aunque nos faltan muchas
cosas necesarias, seguimos adelante ani­
mados por los ejemplos de nuestro Vblc.
P. Don Bosco y por la esperanza de poder
cuando a Dios plazca, volver a nuestra
propia casa libres y seguros.
Durante este periodo tan crítico la Pro­
videncia no nos ha abandonado; personas
caritativas nos han prestado su ayuda ma­
terial y moral, de una manera admirable.
Hacemos pública nuestra profunda gra­
titud en primer lugar al Cónsul de Italia,
quien provee mcnsualmente a nuestro sus­
tento; vienen luego los comandantes 1°.
y 2°. del Libia, que se nos han ofrecido y
nos han servido da una manera superior
a todo encomio, i Que María Auxiliadora
recompense tanta caridad!
Después de estas desordenadas noticias
reciba, amado Padre, la expresión del afecto
que los hijos lejanos sienten siempre, pero
especialmente en la hora del sufrimiento,
hacia el Padre que por ellos pena y ruega.
Enviemos su bendición.
F rancisco R ufino Pbro.
Misionero Solesiano.

Corrieníe de vida Salesiana
en el Paraguay y en
el Gran Chaco.
El pensamiento de Don Bosco.
El desarrollo incesante de nuestra Obra
en el Paraguay y en el Gran Chaco limí­
trofe, constituye la actuación del pensa­
miento de Don Bosco, quien en sus proféticas concepciones precedía de más de
medio siglo los pasos de sus hijos. Efecti­
vamente el llorado Mons. Costamagna
en carta expedida desde las riberas del
río « Colorado », a los umbrales de la Patagonia en el 1878, casi se lamentaba con
el Venerable D. Bosco de que siempre
pensara en el Paraguay y continuamente
hablara de él.
Las ¡deas y las palabras del hombre de
Dios no podían ser vanas y estériles. Noso­
tros las vemos aquí transformarse de año
en año en una próspera y siempre creciente
realidad.
He aquí un breve resumen desde los
primeros principios ha ta el desarrollo
presente, tanto más sorprendente cuanto
mayor es la escasez de medios y más nu­
merosos y graves los obstáculos.

Los primeros pasos.
' El primero que comprobó las necesi­
dades de estas regiones fué el inolvidable
Mons. Luis Lasagna, atravesándolas en
ocasión de una larga y fructuosa gira
apostólica desde Montevideo, sede inspectorial, al Matto Grosso (Brasil).
Desde entonces abrigó la idea de fundar
en la Capital del Paraguay, Asunción, un
primer Instituto Salesiano. Pero este pro­
pósito fué cortado en flor por la catástrofe
de Juiz-de-Fora, en la que murió el em­
prendedor obispo, a causa de un choque de
trenes. Algunos años después de su muerte,
acaecida en noviembre de 1895, el reve­
rendísimo P. José Gamba, heredero de su
puesto y del alma del Obispo-mártir, con
la ayuda de Dios, vino a realizarlo.
El Instituto « Mons. Lasagna ■», ai cabo
de siete años de vida intensa y próspera
tuvo que clausurarse, debido, a yioJcnciaj

78

aún por los más tenues rayos de civili­
zación.
NueVo contingente de personal, per­
mitía en el 1924 la apertura del floreciente
externado del «Sagrado Corazón» en la
capital; al paso que el proyecto de una
Escuela Agrícola comenzaba, un año des­
pués, a realizarse en el próspero pueblo
de Ipacaraí, no lejos de Asunción, lugar
encantador en una de las zonas más agrí­
colas del Paraguay.
Actualmente más de ^.000 niños pue­
blan nuestros Colegios y Oratorios Fes­
tivos.

Hacia e l porvenir.

Chaco Paraguayo. — Indios baufizados
por D. Livio Fariña.

sectarias, volviendo a abrir sus puertas
por obra del sacerdote Domingo Queirolo,
bajo las apariencias más humildes y salesianas de un simple externado y un anexo
Oratorio Festivo.
Mientras tanto un segundo pequeño
Colegio se abría en la ciudad de Concep­
ción, sobre el Río Paraguay a 400 Km.
hacia el Norte, como así mismo, a diferencia'
de pocos años, nacían a la vida en ambas
ciudades dos Institutos de las Hijas de
María Auxiliadora.
Por más de 4 lustros la acción salesiana
en el Paraguay estuvo circunscrita a estas
fundaciones, a causa de la absoluta esca­
sez de personal.
El Rmo. P. Gamba se valió de todos
los medios posibles para suscitar voca­
ciones locales, de acuerdo siempre con
el espíritu de la Iglesia. Cuando éstas ma­
duraron se pensó en ensanchar los hori­
zontes de la obra.
En e! 1920, nos fué confiado el cuidado
espiritual de la vasta parroquia de Con­
cepción, y más tarde el del Gran Chaco
Paraguayo, tanto de la población cris­
tiana, cuanto, y especialmente, de las
numerosas tribus salvajes, no illuminadas

Pero no basta. Los hijos del pueblo
aguardan con impaciencia una Escuela
Profesional, y ésta surgirá, cuanto antes,
anexa al Colegio «M ons. Lasagna» en
Asunción.
Apremia, además, la erección de una
Casa de Formación para los aspirantes
a la vida salesiana, que en la actualidad
deben transportarse al lejano Uruguay
con no ligero gasto pecuniario.
Ella sé abrirá junto a la Escuela agrícola
«Don Bosco^ en Ypacarai, lugar a pro­
pósito, por la belleza natural del lugar, la
pureza del aire, y la serena tranquilidad
de la campaña.

Entre los indios del Chaco.
Pero un problema mucho más difícil
aguardaba aún su solución; el del aposto­
lado entre los salvajes del Gran Chaco
Paraguayo.
Solamente puede calcular la dificultad
del problema, aquél que conoce la natu­
raleza áspera del terreno, las espantosas
alternativas de sequía e inundaciones,
periódicas, la impenetrabilidad de sus
selvas vírgenes, la abundancia de fieras
reptiles e insectos de toda especie, y las
costumbres nómadas de las tribus, debido
a los estímulos apremiantes del clima y
de las necesidades de la vida.
Añádase a esto el egoísmo de los lati­
fundistas extrangeros que se adueñaron
de casi todo el Chaco a vil precio, espe­
culando sobre el lejano porvenir. En estas
circunstancias, era de todo punto impo­
sible una obra de civilización étnico-

79

moral. Esta debe trasformarlos en todo
sentido; religioso, moral, económico, hi­
giénico. Es necesario plasmar al hombre
nuevo mediante la total destrucción del
hombre viejo.
Y este trabajo de paciencia inagotable,
de sucesivas generaciones, exige absolu­
tamente la estabilidad del indio en un
lugar que haga posible el trabajo, espe­
cialmente, agrícola, con el amor consi­
guiente a la tierra y a la propiedad..

Aurora de civilización crisíiana.
Para ello, convencidos de la imposibili­
dad de establecer en estas interminables
llanuras del Chaco, cubiertas de bosques
y desoladas alternativamente por la sequía
o por inundaciones espantosas, un centro
floreciente de vida para estas tribus nóma­
das, hemos decidido finalmente adquirir
una gran extensión de terreno fértil en la
orilla oriental del rio Paraguay, a 500 ki­
lómetros hacia el Norte de la capital Asun­
ción.
Y bien pronto surgió como por encanto
en los últimos meses, en un amplio es­
pacio conquistado a la selva virgen, la
modestísima sede de nuestra Misión, con
la casita para los tres primeros salesianos,
otra para las tres primeras Hijas de María
Auxiliadora, una capillita y la escuela. Todo
construido con..... troncos de palma em­
pastados de barro y rebocados con cal.
Como se ve se empieza en medio de la
mayor pobreza, lo cual no dejará de ser
un medio eficaz para atraer las bendicio­
nes divinas sobre nuestra Obra.
Pero junto a tanta pobreza material, em­
pieza a surgir un prometedor principio de
vida religiosa y civil. Desde los primeros
dias, más de un centenar de indígenas
venciendo la innata repugnancia a abando­
nar su Chaco nativo, pasaron el río en
frágiles canoas {cachiveos), para estable­
cerse junto a la misión. Son las primeras
espigas de la abundante mies que nos es-'
pera.
Al mismo tiempo algunas familias de
honestos y laboriosos paraguayos fueron
invitadas a establecerse en aquellas cer­
canías para ofrecer a \os salvajes una es­
pecie de escuela viva de vida cristiana y
de trabajos agrícolas.
El contacto recíproco se verifica espeám

Chaco Paraguayo. — Los aintguiloB del
misionero se divierien.

cialmcnte en la escuela, común para los
niños de unas y otras familias, y sobre
todo en la iglesia, donde asisten todos
juntos a las mismas práticas religiosas. Y
todo recibe una vitalidad especial dei sis­
tema educativo de Don Bosco, con su
espíritu de franca familiaridad, de dulzura
y de alegría.

E! hombre **ves(ido de negro,,.
Pero ¿cuántas serán todavía las pobres
almas dispersas en el gran Chaco Para­
guayo? Evidentemente un censo aproxi­
mado es difícil en regiones todavía en gran
parte inexploradas. Se habla de 30, de 40
mil; pero son simples conjeturas.
La necesidad los obliga a menudo a
salir del interior de las selvas hasta las
orillas del rio Paraguay, donde núcleos
más o menos numerosos de población
cristiana les ofrecen alguna esperanza de
ganancia o de limosna.
Y es entonces cuando los misioneros
salesianos procuran entrar en relación con
ellos, emprendiendo para ello largas ex­
cursiones para ver si con algún regalo y
más todavía con la afabilidad y el cariño.

8o

se puede abrir brecha para la conquista
de sus corazones.
Cuando aparece entre ellos el a hombre
vestido de negro como ellos lo llaman,
que los trata de una manera tan distinta
de la que están acostumbrados en sus re­
laciones con los civilizados que ordina­
riamente van para explotarlos, la sonrisa
aparece en sus labios, se desvanece la des­
confianza y el misionero es recibido en
el toldo como un amigo, como un Padre.

La cosita “Don Bosco,, en Sastre.
A 700 kilómetros hacia el Norte de Asunción, a orillas del rio Paraguay hay una
fábrica de tanino llamada Sastre que perte­
nece a una Sociedad anónima argentina.
Los salesianos han fundado en esta Co­
lonia una segunda base incipiente de acti­
vidad misionera, sobre todo para la pró­
xima tribu de los indios guanas o kana
boctié.
El año pasado visité una por una todas
sus tolderías diseminadas a orillas de los
riacos (riachuelos). Cada toldo alberga va­
rias familias ligadas con vínculos de paren­
tela. Las impresiones del primer contacto
con ellos fueron prometedoras. Y efecti­
vamente pocos dias hace, al volver después
de un año a estos apartadas regiones tuve
la alegría de derramar el agua bautismal
sobre la frente de todos los miembros de
un toldo desde la anciana tatarabuela,

hasta los descendientes de la tercera ge­
neración.
La solemnidad de San Pedro y de San
Pablo que se celebraba en aquel día me
hacia recordar durante la ceremonia los
primeros bautismos administrados por el
príncipe de los Apóstoles y mi mente vo­
laba al actual sucesor de San Pedro, Pió X 1
que tanto impulso da a las misiones.

El porvenir.
No es fácil hacer pronósticos sobre el
porvenir de la obra misionera salesiana
en el Paraguay. iTantos son los obstáculos
de toda clase que se interponen en el camino! Pero no volveremos atrás. Las nece­
sidades de estas almas son demasiado ur­
gentes y parece que la Divina Providencia
haya dispuesto atraerlas al redil, bajo la
bandera de Don Bosco. El hombre de Dios
hace ya más de medio siglo, cuando to­
davía ninguno de sus hijos había puesto
pie en este continente, tenía el pensamien­
to y la mirada fija en estas extensísimas
regiones.
¡Que él desde el Ciclo nos ayude y con
él María Auxiliadora, cuyo nombre lleva
la Misión Salesiana del gran Chaco Pa­
raguayo!
Sac. R icardo P ittini
Salesiano.
Asunción del Paraguay
24. de julio de 1927.

Tres tríbos dcl Chaco Paraguayo: Sanapanáa. Caduvea y Aagaiii.

8t

Actividad Misionera
en la Pampa central
Muy Rdo Padre
D. Felipe Rinaldi.
Después de agradecer a S. R.
que nos ha enviado al Rmo P.
Inspector de Alemania Dr. Don
Francisco Niedermayer para pre­
dicar misiones a los Ruso-alemanes
de la Pampa, nos queda aún p^or
cumplir el deber de dar a cono­
cer a S . R. los trabajos apostólicos
de dicho Padre y de su acompa­
ñante P. Guillermo Wasel.

Los típicos carros rasos en plena Pampa.

Los colonos nisos-aJemanes.

La visita del R. P. Inspector de Alemania.

Así son llamados aquí los colonos que llenan
la Pampa y se extienden hasta la Patagonia.
Son los descendentes de los que, de diversos
partes del Sud de Alemania, invitados por
Catalina II de Rusia, acudieron a colonizar las
grandes extensiones de tierra a lo largo del
Volga y en la región de Odesa y que, conservando
idioma, religión y costumbres han emigrado
a su vez, hace unos 50 años al Brasil y a la
Argentina, estableciéndose especialmente en
Entre-Rios, Buenos Aires y La Pampa.
Las grandes distancias que los separan de
los centros y pueblos y de los Colegios en ellos
establecidos, motivan el hecho de que asimilen
con lentitud el idioma del país, donde están
radicados, especialmente las personas de edad;
y así se impone la conveniencia de dotarlos de
Sacerdotes que hablen el idioma alemán para
atenderlos mejor en sus necesidades espiri­
tuales, en los diversos centros y colonias en que
logran reunirse.
En la actualidad son cuatro en la Pampa los
centros más importantes de colonos ruso-alema­
nes que poseen Capilla, Iglesia o salones gran­
des, donde el Sacerdote celebra los divinos
oficios: La colonia * San José» en Barón, que
posee al presente una hermosa y vasta Iglesia
en su centro, con sacerdotes estables en la
misma Colonia; la colonia « Santa Maria » - Unanue - a nueve leguas de General Acha, con sacer­
dote fijo en ella; la colonia «Santa Teresa» a
tres leguas de Guafracbé con vasto edificio para
Capilla y Colegio, y la colonia « Santo Rosario »
a nueve leguas de Jacinto Aranz, con capilla
de regulares dimensiones.
Los demás centros y colonias disponen de
Capilla provisoria, galpones y locales parti­
culares y reciben la visita del Sacerdote en
tiempos establecidos con suficiente anticipación.

Así las cosas, nos sorprendió gratamente la
noticia de que el R. P. Niedermayer con el
R, P. Wasel de Alemania se embarcaban, por
deseo de los Superiores, con rumbo a la Argen­
tina para dar Misiones a los colonos ruso-ale­
manes de la Pampa, en sus diversos centros.
Winifrida. — Llegados a Buenos Aires con
el P. Bonetti, se dirigieron luego los RR. PP.
Misioneros a Santa Rosa, donde entrevistidos
con el R. P. Vicario Foráneo de la Pampa —
P. Juan Farinati — se trasladaron a la Colonia
Espiga de Oro, donde se levanta una Capilla
de regular capacidad y donde comenzó la pri­
mera de las numerosas Misiones aquí predi­
cadas. Dió la bienvenida el Sr. A. Wiggenhausen en correcto alemán y el R. P. Wilczeh, Ca­
pellán de la Colonia, saludó a los RR. PP. M i­
sioneros.
Lo que decimos de esta primera Misión,
deberíamos repetirlo en cada una de las si­
guientes, dadas en los diversos centros, es decir
que todo. Capilla, salón, galpones y locales
resultaban estrechos, pequeños y angostos para
contener la multitud de colonos que de zo,
?o, 50 y más kilómetros se venían diaria­
mente a apretujarse en la capilla o quedaban
fuera al viento y al sol, oyendo desde las ven­
tanas la palabra cálida y cariñosa del R. P. Niedermayer.
Alpachirí. — Terminada con copioso fruto
espiritual la Misión en Winifreda, tuvieron que
desandar los Misioneros los 100 kilómetros
para volver a S . Rosa y de allí recorriendo en
auto unos 275 kilómetros a Guatraché y Alpachirí, centro de numerosos colonos donde debía
tener lugar la segunda misión.
Los colonos de esta zona probada por di-

8z
versas cosechos perdidas, acudieron con sus
típicos carros rusos, desde 30 y 40 kilómetros
para oír la palabra de Dios, confesar y comulgar.
E a Sonta Tereso-Guatraché. — El recibi­
miento tributado a! P. Niedcrmayer en esta
colonia fué de extraordinaria solemnidad. Ochenta jinetes con banderas en la mano y nu­
merosos autos formando ala salieron a recibir
al Padre a la entrada del pueblo. Allí fué salu­
dado con declamaciones y acompañado por
todo el pueblo hasta el vasto salón-capilla. El
P. Winkels dió la bienvenida desde el pulpito
al P. Niedcrmayer que dió a continuación co­
mienzo a la Misión.

visitado el Colegio Salesiano allí establecido,
se trasladaron por tren a Uriburu y desde allí,
en auto, a la colonia San José.
Después del solemne recibimiento de los
colonos y del saludo de su Capellán el R. P.
Saxler, se dió comienzo a la Misión en la ca­
pilla antigua, por no haberse podido techar a
tiempo la Iglesia nueva.
Se renovaron aquí las escenas y las mani­
festaciones de fe que se presencian tan a me­
nudo entre estos buenos colonos y se terminó
la Misión con el ardiente voto de ver pronto
inaugurado el espacioso y artístico templo de
la Colonia cuya hermosa realidad hoy tan bien
pregona la religiosa generosidad de sus dirigentes.

Pampa (Argentina) — 80 jinetes reciben el P . Niedcrmayer en Santa Teresa.

Durante todo el tiempo que duró la misma,
harto trabajo tuvieron los PP. Misioneros y el
P. Winkels con el P. Eridolín para confesar
desde la mañana a la noche a los numerosos
colonos, que acudieron o la Misión.
Terminados aquí los días de gracia, se tras­
ladaron los Misioneros con acompañamiento
de muchos autos a Cuatracké, donde con un
modesto lunch, se despidieron los colonos del
P. Niedcrmayer, que al día siguiente se trasla­
daba a )a colonia Santa María de Unanuc.
En Santa María. — Después del recibimiento
solemne de estilo y del saludo dcl R. P. Ca­
pellán de la Colonia, so dió por comenzada la
Misión en la vasta capilla que resultó en ex­
tremo pequeña para la concurrencia de colonos
venidos de todas partes a oir la palabra dcl M i­
sionero. A las cuatro de la mañana ya golpea­
ban las puertas y ventanas de las casas donde
descansaban los Misioneros, pidiendo confesarse.
En San José-Earón. — De Santa María se
trasladaron a General .Acha, desde donde.

Castex, Campo González y Campo Ferraro.
— Terminadas las Misiones en los principales
centros, el celo dcl P. Niedcrmayer es extendió
hasta los grupos de menos importancia numé­
rica, predicando Misiones también en Castex,
Campo González y Ferraro. Los calores se
hacían ya insoportables a últimos de Noviem­
bre en las grandes aglomeraciones en pequeñas
capillas y después de dos meses de continua
predicación y viajes incómodos entre el polvo
y los vientos continuos de la Pampa, el celo de
los Padres Misioneros no dijo basta hasta que
no hubo dado cumplimiento a todo el programa
que se habían trazado en bien de los colonos.
En Eahía blanca, Stroeder, Fortín Merce­
des y Viedma. — Gentilmente invitado por el
R. P. Inspector dcl Sud, D. G. Manachino,
hizo el R. P. Niedcrmayer una corta visita a
los colonos ruso-alemanes de Stroeder en la
linea de B. Blanca a Viedma. Visitó el noviciado
de Fortín Mercedes, Patagones y Viedma. En
todas partes dejó el más grato recuerdo de
su presencia.

83

Focos días antes de su partida al viejo mundo,
a ruegos de nuestro Inspector R. P. Serié, pre­
dicó el Dr. Niedermeyer en idioma italiano,
los instrucciones a los Salcsianos congregados
en Bernal para los ejercicios. La impresión que
ha dejado su rápido paso por la Fatagonia y
la Pampa y aquí en Buenos Aires a los ejercitantzs, se puede resumir en la apreciación oida
a muchos: «es el Don Bosco alemán».
Termino, Rmo. P. Rector Mayor, dando in­
finitas gracias a Dios y a Maria Auxiliadora
por el bien realizado aquí por los Misioneros
y a S. R. las más rendidas gracias por su bon­
dad y besando su sagrada mano quedo humilde
hijo in C. J.
Pbro. J osé F uchs.

El Orfanato Católico salesiano
de Belén (Palestina).
En Belén, Patria de Jesús, existe desde años
un orfanato fundado por el Canónigo Antonio
Belloni, donde se albergan un centenar de
alumnos todos huérfanos y abandonados, que
además de recibir educación cristiana, aprenden
un arte u oficio para poder un día ganarse hon­
radamente el pan.
Esta obra no cuenta con otros medios de
subsistencia que la caridad de las almas buenas
que sienten compasión por esos compatriotas
de Jesús. Y si siempre ha sido necessaria esta
caridad lo es ahora de un modo especial después
de! terrible terremoto que asoló gran parte de
la Palestina.
La pequeña ciudad de Belén es de las pocas
que no ha tenido ni muertos ni heridos en el terri­
ble terremoto que sembró tantas ruinas en la
Patria de Jesús. Pero los daños materiales son
gravísimos. Nuestra casa ha sido de las más
perjudicadas. Los 4 grandes dormitorios del
4°. piso han quedado inhabitables y las autori­
dades nos obligan a arreglarlos en seguida.
Nuestra grande iglesia pública ha sufrido graves
averias, y en general todo el edificio habiendo
debido utilizar las clases de la planta baja para
dormitorios. Los daños no bajan de 30.000 ptas.
sunia para nosotros verdaderamente ingente.
Entre los judíos y protestantes del mundo
entero, se ha empeñado una verdadera porfía
para socorrer a las familias y a los pueblos per­
judicados, pero sólo en favor de sus corre­
ligionarios. Esperamos que también los cató­
licos del mundo entero, para quienes tantos
encantos tiene la ciudad de Belén, no dejarán
de acudir en auxilio de los Hijos de Don
Bosco de Palestina, tan duramente probados,
especialmente duremte este mes que nos pre­
para a la conmemoración de la Pasión del Señor.

Las Hijas de María Auxiliadora
entre los negritos del Congo Belga.
(De una carta de la misionera Sor Matilde A\eukeas.
hija de Marta Auxiliadora, al Rvdo. Don F. Rinaidi).

Sakania, 25 de setiembre de 1926.
Amadísimo Padre:
Por primera vez hemos tenido la dicha
de hacer nuestros ejercicios Espirituales
aqui en Sakania, predicados por Mons.
Sak y por el P. Shillinger. Siguiendo el
ejemplo de estos celosos misioneros, tam­
bién nosotras deseamos trabajar con to­
das nuestras fuerzas para salvar muchas
almas.
¡Cuántos pobrecitos se hallan todavía
sumergidos en el paganismo, sin conocer
ni amar al buen Dios! ¡Cuánta ignorancia
entre estos pobres negros! Por eso sen­
timos crecer en nosotras el deseo de ayu­
darlos a hacerse poco a poco fervorosos
cristianos.
En la función de clausura de nuestras
ejercicios, tuvimos el consuelo de ver bau­
tizar a un niño por nosotras recogido,
cuya madre murió dejándolo completa­
mente abandonado y solo. Mons. Sak lo
bautizó imponiéndole los nombres de
Francisco y josé.
Luego en el sermón de los recuerdos de
los ejercicios, Mons Sak nos hizo compren­
der nuestra grande dicha de pertenecer a
la Congregación de las Hijas de María Au­
xiliadora y del Vble. Don Bosco. Nos
animó a imitar las virtudes de nuestra
Madre, María MazzareUo y a invocarla
para que nos ayude a hacernos dignas
hijas suyas y celosas misioneras.
Nosotras estamos contentas de hallarnos
en las Misiones; sentimos que Don Bosco
nos ayuda desde el Ciclo e implora las
bendiciones de Dios sobre nuestra querida
Misión.
Todavía no hemos podido aprender la
lengua para entretenernos con estos in­
dígenas; pero pronto podremos ejercer con
más fruto nuestro apostolado entre estas
pobres mujeres y niñas negritas, a quienes
gusta tanto oirnos hablar en su lengua.
Obténganos, amadísimo Padre, del Se­
ñor la gracia de poder convertir en realidad
estos deseos, para gloria de Dios y bien de
las almas.

La Virgen de Don Bosco.
XVI I I .

María Auxiliadora provee los medios
maferiales para el sosfenimíenío de
Ja Congregación Salesiana.
Dios prueba a sus siervos en el crisol
de la tribulación; ellos son delante dé ia
Divina Majestad como víctimas de holo­
causto; pero a su debido tiempo también
los hace objeto de sus especiales favores
y muestra a la faz del mundo que en ellos
tiene sus complacencias.
Así hemos visto a Don Bosco luchar
con un gran número de dificultades; no
ligeras preocupaciones le ocasionaba el
tener que pensar en el sostenimiento ma­
terial de una familia tan numerosa. Pero
también en estas circunstancias la Virgen
Santísima cual Madre amorosa se ponía
a su lado para ayudarle.
En 1880 Don Bosco se dirigió a Francia
para recoger limosnas para sus pobres
huerfanitos. La primera ciudad que vi­
sitó fué Marsella. El fallecido Cardenal
Caglicro, uno de los primeros hijos de
Don Bosco, escribía sobre este viaje:
«Marsella ha sido el teatro de inumerables maravillas».
Don Bosco ocupaba en el Oratorio
Salcsiano de San León, una estancia que
tenía en frente un montón de tierra, desde
el cual se podía ver en el interior. Don
Bosco dijo al Director; Verás como prónto
quitaremos este estorbo y tendremos una
Casa grande y hermosa con un extenso
y bien allanado patio.
La Virgen empieza.

Al principio de su estancia en la ciudad
no se notaba el interés que se hubiera
deseado para venir en socorro de Don
Bosco; cuando al cabo de pocos días fué
conducido al Vble., en un cochecito, un
pobre niño que no podía caminar ni te­
nerse en pié. Acaso la fama de Don Bosco
había llegado hasta sus padres y querían

presentarle el enfermo para, que lo ben­
dijera.
El Venerable le dió la bendición de
María Auxiliadora y luego añadió: —
Ahora, andal El niño miraba atónito a
Don Bosco sin moverse y Don Bosco
insistió: — Anda, muévete! — Entonces
el niño se levantó y empezó a caminar,
completamente curado..,. Se hallaban pre­
sentes los Directores de la Casa de Niza
y de Marsella y este último preguntó a
Don Bosco cómo había sucedido aquel
hecho y el Siervo de Dios le contestó;
Don Bosco ha visto que no era capaz de
mover a la gente y ha dicho a la Virgen:
¡E a vamos, empecemos! Y la Virgen em­
pezó. Los padres del afortunado muchacho,
emocionados y llenos de entusiasmo, lo
acompañaron a casa publicando por do­
quier el prodigio obtenido. Desde aquel
día se notó un entusiasmo tal alrededor
de Don Bosco, que sólo la intervención
del Cielo podía explicar.
Después de 3 a~os de cama.

Una hija de una familia distinguida se
hallaba desde hacía ya tres años enferma
en cama. El mal era amenudo tan agudo
que la pobre enferma quedaba con la
lengua fuera de la boca y los ojos desen­
cajados. Rogaron a Don Bosco que fuera
a ver a la enferma y allá se dirigió acom­
pañado de Don Pablo Albcra. Don Bosco
recomendó a la enferma una gran con­
fianza en María Auxiliadora, rezó con los
circunstantes una Ave M aría y dió a la
enferma la bendición de María Auxilia­
dora. La pobre joven preguntó al Venera­
ble: — Y ahora ¿ puedo esperar que reco­
braré la salud? Y Don Bosco le contestó:
— No solamente puede V. esperarlo, sino
tener de ello una seguridad completa, si
tiene confianza en María Auxiliadora.
Don Bosco salió del cuarto de la en­
ferma y se entretuvo algunos minutos con
la familia, cuando de pronto se presenta

85

Campello (España) — M aría Aaxitiadora va a tomar posesióa de su nueva Obra.

en ia sala la afortunada joven, completa­
mente curada.
Curación de un cáncer.

Otro caso singular se verificó en el
convento de las Salesas de Marsella.
Hallábase en dicho convento la Srta.
Terrier, enferma de un cáncer y desahu­
ciada de los médicos. Don Bosco fué a
visitarla y al llegar junto a su cama le
dijo: — Sin duda que V. tendría mucho
gusto en levantarse; puede hacerlo cuando
quiera. — ¿ Pero, no sabe V., Padre, re­
puso la superiora que lo acompañaba,
que la pobre está enferma con un cáncer
incurable? — Y Don Bosco: — A me­
diodía levántese V. y vaya a comer con
las demás. Y le dio la bendición. Apenas
Don Bosco hubo salido de la enfermería,
la enferma empezó a gritar: — ¡Si ya no
siento mal alguno! ¡Estoy curada! ¡quiero
levantarme, traedme los vestidos!
Los escrúpulos del Doctor.

Efectivamente la curación era completa.
Don Bosco recomendó a la Superiora que
hiciera comprobar al médico el carácter
milagroso de aquella curación. El médico,
que era buen católico, se extrañó un poco

al ver que el mismo Don Bosco había
querido que se comprobara el hecho y
aún lo había llamado hecho milagroso.
Y quiso hacerle una visita para pedirle
explicaciones. Y mientras esperaba turno
en la antesala preguntó al Director, P. Bologna: ¿ Es que Don Bosco entre las demás
virtudes no posee la humildad? Parece
que le guía un poco de vanagloria al querer
aprovecharse de esta curación. El P. Bologna procuraba quitarle aquella impresión
pero no lo lograba, cuando tocó al medico
entrar en la habitación del Siervo de Dios.
Lo que éste le haya dicho no se sabe;
pero cuando, trascurrida una hora, el
P. Bologna se asomó para-advertir a Don
Bosco que los que esperaban se impacien­
taban, vio al médico de rodillas, con los
ojos anegados en lágrimas y con las manos
juntas, rezando con gran fervor, mientras
Don Bosco le daba la bendición. Y al
salir, profundamente conmovido, exclamó:
— No es para él; es para los demás, para
la gloria de la Virgen.
La fama de tales prodigios corría por
toda la ciudad despertando un entusiasmo
extraordinario. Ricos y pobres acudí m
a Don Bosco para depositar en sus manos
donativos y limosnas; era una verdadera

í

86
peregrinación la que acudía a la calle Beaujour dónde él se alojaba. Personas de la más
alta aristocracia esperaban horas y horas
pacientemente para poder ver a Don Bosco.
Espectáculo conmovedor.

Eran tantas las personas que querían
ver y oir a Don Bosco que se organizó un
acto público, reuniéndose en una espa­
ciosa sala del Oratorio de San León unas
mil personas. El Obispo de Marsella quiso
presidir la reunión. Durante una hora
toda aquella asamblea estuvo pendiente
del mágico encanto de la palabra de Don
Bosco, que, con la sencillez admirable del
lenguaje de los santos, hizo la conmovedora
narración de los inicios y progresos de
su Obra, reflejándose en sus palabras la
sed ardiente de almas y de la gloria de
Dios que lo animaba.
Al final de la Conferencia Don Bosco,
según el uso local, se colocó a la salida de
la sala con una bandeja para recoger las
limosnas. Todos, pobres y ricos, se dispu­
taban el honor de depositar en ella su
oferta. «Nosotros vimos el conmovedor
espectáculo, decía un periodista, y nos
paramos un buen rato a contemplarlo.
Mientras pasaban, muchas personas se
acercaban a decir algo al oído del piadoso
sacerdote. Y él contestaba a todos con
una paciencia inalterable y sonriendo ben­
decía a los niños. Entre tanto las monedas
de oro iban cayendo en la bandeja mez­
cladas con las monedas de cobre, y las
manos tanto más discretas cuanto más
abundante era la limosna, se retiraban
con prisa para no ser vistas. Era la cari­
dad que inspiraba aquellas ofrendas. Don
Bosco a todos daba las gracias con amables
palabras; pero notamos varias veces que
dirigía miradas especialmente tiernas a
pobres personas del pueblo, que no podían
depositar sino una pobre monedilla; los
hombres como él conocen el precio del
óbolo del pobre. Un gran número de
personas se quedaron todavía en la casa
para recibir una bendición, pedirle un
consejo, una oración, confiarle una pena.
Y estas escenas que sólo se leen en la vida
de los Santos se repiten cada día >.
i Y es que María Auxiliadora bendijo
siempre de un modo especial a cuantos
han ayudado y ayudan a la Obra de Don
Bosco, que es Obra exclusivamente suya!

B arcelona (España). — Encontrándome en
una situación sumamente crítica, pues después
de once años de ocupar una casa comercial, por
haberse disuelto ésta, quedé sin poder ganar e)
sustento de mi familia y viendo que debido a la
aguda crisis comercial existente, era punto me­
nos que imposible encontrar colocación alguna,
por insignificante que fuera, acudí con fervor
a implorar el auxilio de mí amantísima Madre
María Auxiliadora por infurcesión de D. Bosco.
No envano elevé mis súplicas a tan amorosa
Madre y al bondadoso Vble., Padre amantísimo
de cuantos nos preciamos de sentir en lo más
hondo dei corazón su Obra Salesiana! AI cabo
de poco tiempo y precisamente en el mes de No­
viembre, como yo les rogaba, logré encontrar
colocación nueva y atender a las necesidades
de mi familia.
Con otra gracia me he visto al mismo tiempo
favorecido por tan bondadosos intercesores.
Por lo que de todo corazón elevo mis más
efusivas gracias a María Auxiliadora y al Vble.
Bosco y las hago públicas en testimonio de gra­
titud.
Enero, 1928.
I. B. de A.
E stación R odríguez (Uruguay). — Una fa­
milia a quien aprecio mucho tenía un niñito de
cuarenta días desahuciado de los médicos que
habían dado el caso como perdido sin dejar nin­
guna esperanza a los padres.
Pero quien tiene fe en la gran bondad y mi­
sericordia de nuestra queridísima Madre María
Auxiliadora nunca pierde las esperanzas. In­
voqué la protección de tan milagrosa Madre y
ella buenísima como siempre para con sus de­
votos nos hizo la gracia de la curación.
Gracias te doy Madre mía y envío una li­
mosna en acción de gracias.
Diciembre 1927.
C lara S caglia de M ozzone.
G erona (España). — Muchos son los favores
que tengo recibidos de mi queridísima Madre
la Virgen Auxiliadora sobresaliendo entre ellos
una especialísima gracia que quiero publicar
para honra y gloria suya.
Me hallaba en. plena juventud, a los 20 años,
disfrutando salud y todo me sonreía. De pronto
me sentí aquejada de un fuerte dolor en la arti­
culación del pie izquierdo, llegando a ser tan
intenso que no me permitía ni un momento de
reposo; me vencía el sueño y no me era dado

-L

87

descansar ni a fuerza de los varios medicamen­
tos que me fueron ordenados. Un mes pasé su­
friendo horriblemente; mucho se suplicó en mi
favor, pero el Cielo parecía hacerse sordo a tantos
ruegos; Vos querida Madre mía quisisteis pro­
longar mis sufrimientos sin duda por un bien
mayor, del que os quedo en el alma agradecida,
aunque sea para mi desconocido.
Por fin sobrevino una hinchazón en todo
el pie, dejándolo horriblemente deformado al
mismo tiempo que aparecía una llaga de bas­
tante extensión de la que salía pus abundante.

Han pasado muchos años y no con la pun­
tualidad que debía he publicado tan grande
favor de Vos recibido oh Madre mía. Os ruego
perdonéis mi negligencia y aceptéis la expre­
sión de mi gratitud.
Diciembre 1927.
F. C. Cooperadora Salesiann.
M osquera (Colombia). — A poca distancia
de la ciudad de la Mesa, en un paraje completa­
mente solitario me veo acometido de improviso

Quilo (Ecuador) — La eslndíantioa del Oratorio FestÍTO.

tomando todo el pie un color negruzco que hacía
temer algo fatal.
Finalmente nos decidimos a una intervención
quirúrgica que se hizo en casa, dado el estado
de postración en que me encontraba. Inseguro
el éxito, temiendo fuera necesario una segunda
operación para proceder a la amputación del
pie que no fué cortado la primera vez por una
circunstancia que yo creo providencial.
Temiendo se reprodujera el mal, en cuyo caso
hubiera sido imposible evitar un fatal desenlace,
acudimos a María Auxiliadora, hicimos celebrar
varias misas en su capilla de los Salesianos de
Gerona y se hicieron varias novenas pidiendo su
protección en ter apurado trance.
Después de 8 días de completa inmovilidad,
se me practicó la primera cura declarando el
médico que estaba fuera de peligro. Un mes
estuve en cama y poco a poco fui recobrando las
fuerzas hasta llegar a una completa curación.

por dos salteadores que, puñal en mano, se
arrojan sobre mi caballo y mientras el uno con
presteza corta las correas que sujetan las alforjas
y se apodera de ellas, el otro cogiendo con una
mano las riendas del caballo me asesta con la
otra una terrible puñalada que debía haberme
dejado muerto en el acto, porque iba dirigida al
corazón. Espontáneamente salió de mis labios
el grito angustioso de M aría Santísima, sálvame.
Y no fue vana mi invocación porque el puñal,
atravesando la ruana por el lado que cubría el
corazón no me causó ningún daño. Herido de
muerte me debió creer el criminal cuando no
me dió un segundo golpe sino que quitando en
seguida la brida al caballo y haciéndolo girar
una o dos veces sobre sí mismo le dió varios la­
tigazos para que desbocado me precipitara en
algún despeñadero; pero'la protección de María
Auxiliadora de nuevo mi libró de este peligro
y pude aún sin freno mantenerme en la silla a

88

pesar de los saltos que dió el caballo y de su
vertisfinosa carrera.
Setiembre 1927.
A dolfo G arzón.
S bvjlla (Espoña). — Habiéndome clavado
una gruesa espina en la mano el mal se complicó
de tal manera, que el médico dijo que sin re­
medio había que cortarla y señaló el día para
verificar la operación.
La víspera de la operación sentía unas pun­
zadas y unos dolores que ma hacían sufrir ho­
rriblemente. En tan penosa situación fui a la
Iglesia de la Sma. Trinidad y de rodillas llo­
rando ante la imagen de María Auxiliadora le
supliqué me concediera la gracia de la curación.
Mi fe y esperanza en la Reina de Ips cielos me
decían que no temiera.
No resultó vana mi confianza; pues, vuelta a
mi casa, pude dormir toda la noche después de
20 días que no había podido descansar. Al día
siguiente fui a casa del doctor quien al examinar
la mano exclamó con asombro: ¿Qué ha hecho
V.? Está ya curada.
iGracias, Madre mía!
Diciembre 1928.
Una devota.
V elez R ubio (España). — Estuve padeciendo
del estómago tan gravemente que me veía en
el caso de devolver casi todos los alimentos. Un
caso providencial hizo que vinieran a mi conoci­
miento las múltiples gracias que la Virgen de
Don Bosco suele prodigar a sus devotos. No
dudé un instante de su bondad y de su segura
protección, y por lo mismo me puse a invocarla
con toda fe en una necesidad grave, la cual con
toda mi satisfacción la ví remediada mediante
la nunca desmentida generosidad de la Reina
dcl Cielo,
Hoy cumplo con la promesa de publicar la
misericordia de tan bondadosa Madre y mandar
una limosna para las Misiones Salcsianas, de
las cuales la Sma. Virgen es fiel protectora.
19 de Diciembre 1927.
Dolores D íaz.
Z apatoca (Colombia). — Hacía gran número
de años que un herniano mío estaba alejado de
los Sacramentos, a pesar de haber asistido a
Misiones y a muchos Ejercicios, y de haber
además sufrido una enfermedad que le tuvo a
las puertas de la muerte. Ante el grave peligro de
que muriera impenitente, acudí a la Sma. Virgen,
ofreciéndole una limosna para los huerfanito’^
de Don Bosco y publicar el beneficio, si me lo
concedía. Esta buena Madre no dejó defraudadas
mis esperanzas, pues mi hermano espontánea­
mente asistió a una Misión, se confesó y co­
mulgó. Doy por este señaladísimo beneficio
fervientes gracias a mi 'divina Bienhechora y la
ruego siga protegiéndonos.
Una Cooperadora Sales.

Dan (ambiétt gracias a María Auxi­
liadora:
A racena (España). — Rosario Pérez por la
curación de una nietecita atacada de meningitis
y deshauciada por ios médicos.
A ntopagasta (Chile). — Custodia de Eche­
verría.
Barcelona (España). — Gabino Nieto por
tres favores señalados. — Gervasia C. Arrechea
por haber obtenido la curación de su padre. —
R. G. por haber obtenido dos veces la salud de
una sobrina muy enferma. — losefa Gols por
un favor recibido y envía una limosna para las
Misiones Salesianas. — Una devota por haber
retenido en el hogar a uno que amenazaba aban­
donarlo.
C albuco (Chile). — Max. Shmeísser por
haberse salvado milagrosamente de una gran
tempestad que duró 2 días.
C olosso (Chile). — José y María de Dávila.
D epartamento S an J osé (Uruguay). — Juan
R. de Conturres, por haber obtenido la salud. —
F. S. M . muy agradecida envía limosnas para
celebración de misas.
E stación R odricuez (Uruguay). — María
Zunino por haber recobrado la salud y envía una
limosna. — Clara S. de Mozzone por la salud
alcanzada a una sobrina que había sufrido una
operación.
G eneral R oca (Argentina). — Santina M.
de Melchiori por haber obtenido la salud de una
hija de nueve años y envía una limosna para su
Santuario de Turín.
L a C osta (España). — Rafael Marco Garín,
maestro, por haber obtenido un nombramiento
en circunstancias muy apuradas.
L as Piedras (Uruguay). — L. G. de B. por
haberse conjurado una desgracia que amenazaba
a la familia.
M ontevideo (Uruguay). — María E. Aguirre
por varias gracias en favor propio y una especialísimo en favor de otra persona. — Aida Secondo por haberse desvanecido obstáculos al
parecer insuperables que se oponían a su com­
pleta consagración al Señor por los Votos reli­
giosos, habiendo podido entrar en el Noviciado
el mismo día 24 de mayo fiesta de María Auxi­
liadora, desea publicar la gracia y envía una
limosna. — María E. de Paseiro por favores
recibidos.
Puerto M ontt (Chile). — P. Gaspar Bohie,
— Celia de Téllcz.
Puerto S aavedra (Chile). — Nicolás Concha.
PuREN (Chile). — A lfo n s o P in to .
Q uillen (Chile). — Estela Mora.
CjuiRiHUE (Chile). — Juana Sanhueza.
S an F abrian (Chile). — María Poblete.
S an F elipe (Chile). — Rufino Muñoz.

89

S an J osé de la M ariquine (Chile). — L u­
crecia Sales de Esper.
S an M artín de los A ndes (Chile). — Clara
Gallardo, Juan Antonio Estay, Teresa Reyes,
Mercedes Nanjarí.
S an V icente (Colombia-Santandcr).— Pablo
Rueda, Carlos Arturo Gómez, Pablo Antonio
Acevedo, Domingo Quijano, Pedro Elias Quin­
tero, Andrés Rueda, Rito Uribe, Emiliano Porras
Leocadio Díaz, Betsabe Gómez, Ana F. Plata,
Pastora Porras, Isabel Gómez, Ana J. León,
María de Jesús Angarita, Teresa de Navas,
María de la Cruz Colmares.
S evilla (España). — Gloria García, por haber
curado de una grave afección a una pierna.
V alencia (España). — Una devota por haber
salido de una situación muy apurada.
Z apatOCA (Colombia). — Noemi Martínez
por haber alcanzado la salud y hace decir una
Misa en su Santuario de Turín. — Ester Posada,
por la curación de un tumor.
Z apatoca (Colombia). — Ana Jesús Corso
Martínez, Bernabé Díaz Rueda, Rosa Elvira
Pinilla de Duarte, Betsabé de Castellanos, María
Ramos León, E. S . de R., Emilia Romero de
Plata, María dcl Rosario Rin.'ón, Ana Belén de
Solano, L . G . A., Margarita Plata S., Zoila Rosa
de Plata, Amalia Ardilla, Luis Fernando Se­
rrano, Liduvina M. v. de Díaz, Pbro. Manuel
Quijano Gómez, María de Jesús, Quintero de
Moreno, María Antonia O. de Díaz, Clementina
de Suárez, Rosalina P. v. de Rueda, Bernarda
Ardilla, María y Julia Serrano, Manuel José
Díaz, Ana Virginia de Quintanilla, María Gómez
Amorocho, María Rueda Rueda, Custodia Díaz,
Beatriz S. de Plata, Margarita Plata Serrano,
Félix Miguel Plata, Antonio María Plata, Alvaro
García Gómez, Elvira Aríza Acevedo, Catalina
y Fernanda Solano, Pedro Solano, Clemencia
L. de S., Carlos Jesús Acevedo S., Martina R.
de Rueda, Ana Rosa A. de Plata, Margarita v. de
Quintero, Amalia Ardila, Rafael Díaz Chacón,
Ana Jesús Corzo Martínez, Aurelia M. de Corzo,
María R. v. de Arguello, Eudocia de Amaya,
Crispina S. de Acevedo, Marcelina de Velandia,
María dcl Carmen Boórquez, Luisa A. Ardila,
Angelina G. de Serrano, Ramón Vecino, Gui­
llermo Gómez Amorocho, Alexis Ortíz Gómez,
Francisca Ortíz R., Teresa Díaz, Ma. Antonia
de Díaz, Evangelina O. de Díaz, Herminia P.
de Rueda, Ana Francisca de Duarte, María
Antonia de Díaz, Gracila y Abelardo Acevedo,
Rubén Acevedo Serrano, Sacramento A, de
Serrano, Luisa Antonia Ardila, Rita A. de Frias,
María del Carmen de Ardila, Luis José Galiano
Castro, Luis Moros Martínez, María de Jesús
Martínez, Zoila Acevedo de Díaz, Clementina
de Suárez, Diego José Acevedo Duarte, Luí..
Ricardo Acevedo R., María Antonia O. de Díaz,
Tránsito T . de Serrano, Francisco Uribe y Ba­
jillo A., dan gracias a María Auxiliadora y por

intermedio de la activa celadora Salesiana Sita.
Teresa Gómez A. envían una ofrenda para la
Obra Salesiana.

T E SO R O ESPIRITUAL

Los Sres. Cooperadores Salesianos, cumplien*
do los requisitos de costumbre, pueden ganar,
Indulgencia plenaria:
t. El día en que se inscriben en la Pía Unión.
2. Una vez al mes, a elección de cada cual.
3. Una vez al mes, asistiendo a la conferencia.
4. Asimismo, una vez al mes, el día en que
hagan el Ejercicio de la Buena Muerte.
5. El día que por primera vez se consagren
al Sagrado Corazón de Jesús.
ó. Siempre que hagan Ejercicios Espirituales
durante ocho días seguidos.

Además, los siguíenfes días:
Mes de Marzo.
25. Anunciación de María Santísima.
30. Los siete Dolores de María.
Mes de Abril.
I. Domingo de Ramos.
8. Pascua de Resurrección.
También pueden ganar otras muchas indul­
gencias plenarias y parciales y gozar de varios
privilegios, como puede verse en el Reglamento
c «Cédula de admisión a la Pía Unión», a la
cual nos remitimos.
N ota: i ) Condición para ganar las indulgen­
cias concedidas a los Cooperadores Salesianos
es la de rezar todos los días un Pater, Ave y
Gloria con la jaculatoria: Sánete Francisco Salesi,
ora pro nobis; — 2) Los Cooperadores que por
enfermedad o convalescencia no puedan ir a la
iglesia, podrán ganar las indulgencias arriba
expresafdas rezando en su casa cinco Pater, Ave
y Gloria.

La indulgencia de! fraba/o.
Todos los días, con la única condición de estar
en gracia de Dios, los Cooperadores Salesianos
que en medio de sus ocupaciones o de su tra­
bajo, levanten el corazón a Dios con alguna
piadosa invocación, pueden ganar:
1. Una indulgencia plenaria por una cual­
quiera de dichas invocaciones.
2. 400 días de indulgencias por todas las demis , cada vez.

BA RCELO N A (España). — Una Obra de
¡as Hijas de M.aría Auxiliadora que surge de
las cenizas.— Días de inmenso júbilo son los
que vivieron las Hijas de María Auxiliadora con
motivo de la bendición del nuevo colegio levan­
tado en el mismo solar de la calle de Sepúlveda,
donde fué destruido el edificio que aquellas re­
ligiosas ocupaban antes de la semana trágica
de 1909.
Desde entonces, extinguido el horror de aque­
llas luctuosas jornadas, las Hijas de María Auxi­
liadora, con el apoyo de algunas personas pia­
dosas, no dejaron ni un solo momento de orar
y de trabajar a fin de que no se perdiera estéril­
mente la semilla esparcida en la popular ba­
rriada para que las hijas de familias obreras,
confiadas a su cuidado en gran número, recogie­
sen los copiosos frutos de una sana educación
y provechosa instrucción, inspiradas en las
doctrinas del venerable Don Bosco.

Barcelona: La naeva capilla de las Hijas de M . A.

El colegio vuelve a tener casa propia. La ima­
gen de María Auxiliadora ha podido ser trasla­
dada triunfalmente desde una modesta casa de
alquiler al nuevo edificio, acompañada de la
veneración y las plegarias de sus devotos. A las
horas de angustias y de sacrificio, de incerti­
dumbre y de esperanza, suceden estos momentos
de gozo, de íntima satisfacción y de piedad sin
límites, con la esperanza de que perdure ya para
siempre la obra salesiana con tanta abnegación
llevada a cabo. El nuevo colegio, cuya traza
arquitectónica llama la atención de los trans­
eúntes por la esbeltez de sus líneas y la elegancia
del conjunto, reúne envidiables condiciones
pedagógicas. Es amplio, higiénico, y en él entra
la luz a raudales para que todo sea puro y bello.
Al acto de la inauguración asistieron el sábado
último los bienhechores de la institución, las
autoridades y distinguidas familias, especial­
mente invitadas.
El actual director de las Escuelas Salesianas
de Sarriá, Padre G . Viñas, delegado por el señor
obispo de la diócesis, con el ceremonial de rú­
brica, se encargó de bendecir la imagen de la
Virgen, actuando de padrinos doña Mercedes y
don Emilio Juncadella y hallándose presentes
la señorita Sagredo, en representación del al­
calde; don Antonio Marimón, por el conde del
Montseny, presidente de la Diputación; el señor
Raboso, por el gobernador civil señor Miláns
del Bosch; viuda de Ferrer, madrina de la obra;
el arquitecto diocesano señor marqués de Sagnier, comisiones de varias entidades religiosas,
otras distinguidas personalidades y gran número
de vecinos.
También se hallaban presentes los directores
de los colegios salesianos de Sarriá, Mataró y
Tibidabo, la reveranda Madre inspectora de las
Hijas de María Auxiliadora en España, madre
Angelina Chiarini y varias superioras de las di­
versas casas que la Hijas de María.Auxiliadora
tienen en la provincia de Barcelona.
La reverendísima madre general, Luisa Vaschetti, envió un cariñoso y expresivo telegrama
de adhesión a las fiestas, de enhorabuena a sus
hijas y de agradecimiento a cuantos han coope­
rado al levantamiento del nuevo colegio.
Terminada la ceremonia de la bendición de
la imagen, se organizó una procesión que, por
las calles Sepúlveda, Cortes y Entenza, se di­
rigió al nuevo edificio. Al llegar a la puerta,
la alumna Mercedes Martí recitó una hermosa
poesía dedicada a María Auxiliadora y compuesta
por don josé Carreño; el señor Albo y Marti

9i

Campello (Espafia) — Exalamnos naturales de Campello, que inangoraron el Centro de Cultura.

hizo entrega de las llaves del nuevo edificio en
nombre de la madrina de la obra doña María
Bertrand, viuda de Ferrer, y seguidamente la
santa imagen fué conducida a la capilla del Co­
legio, que es muy amplia y produce excelente
efecto.
C A M PE LLO (España). — Inauguración de
un Centro Salesiano de Cultura.— Campello,
la simpática gaviota levantina, que extiende sus
alas a un lado y a otro de la vía ferrea junto al
plantel de vocaciones salesianas, celebró du­
rante los días ?, 6, 7 y 8 del pasado enero una
serie de solemnes festejos para inaugurar el
Centro Salesiano de Cultura que ofrecerá
tanto a los hábiles pescadores, como a los tra­
bajadores de la tierra, toda suerte de facilidades
paM completar su instrucción religiosa y su
formación social y donde ios días festivos, a más
de poder atender cómodamente a los deberes
religiosos, encontrarán los medios para diver­
tirse santamente. Capilla, Aulas, Biblioteca,
teatro, campo de deportes, nada falta en esta
Obra, que, como todas las obras de Dios, ha
surgido venciendo mil dificultades dada la es­
casez de medios de la población, y da la cual se
espera recoger los más consoladores frutos.
A los festejos se adhirió el Sr. Obispo de la
Diócesis, y asistieron el Inspector de los Salesianos, todos los superiores y alumnos de la
próxima Casa de formación salesiana y en tren
especial de Alicante llegaron el batallón infantil
y la Banda de Música de Alicante y gran nú­
mero de distinguidas personalidades. Y el pueblo

de Campello en masa vivió días de imborrable
recuerdo. Deseamos a la nueva Obra larga vida
y abundantes frutos.

AL VU ELO

V :

C A R A C A S (Venez.).— Con gran solemnidad
celebróse en el Colegio Salesiano la repartición
de premios correspondientes al año escolar
1926-27. •^residían el acto el Exemo. Sr. Nuncio
Apostólico de S . S . y los Dres. Gonzalo Sala,
Velez y Pebres Cordero en representación del
Ministro de relaciones interiores, del Sr. M i­
nistro de Fomento y del Sr. Gobernador, que
enviaron valiosos premios.
CIUDADELA (Menorca-España). — El
Concurso Histórico Literario que los ex-alumnos
salesianos de Ciudadela habían organizado para
festejar al Rvdmo. Sr. Obispo de Menorca en
sus Bodas de Plata episcopales, ha terminado;
adjudicándose un primer premio, tres segundos
premios, dos primeros accessits y dos segundos
accésits. El primer premio fué adjudicado a
la Historia del Templo de Santa M aría de Ciu­
dadela, hoy catedral de Menorca, hermoso y
paciente trabajo de investigación juzgado digno
de la publicidad y debido al Rvdo. Sr. D. Juan
Roselló, Beneficiado de la misma Catedral. Los
premios y correspondientes diplomas fueron
regalos del limo. Cabildo, de los Exalumnos y
del Centro Católico.

r

92
C U Z C O (Perú).— Con el apoyo y partici­
pación económica del Gobierno, que tanto dis­
tingue a la Congregación Salesiana, se están
llevando a término las obras de ampliación y
modernización de la Escuela Vocacional de Chocopata. Es consolador el movimiento que se nota
en la generosa nación peruana en favor de la
Obra de Don Bosco y ahora se ve que no sólo
quiere proporcionarle los medios materiales sino
también, en grande escala, hijos suyos que,
alistándose bajo las banderas de Don Bosco,
extiendan por toda la República los beneficios
de la educación salesiana.

munión y la procesión fueron los actos más
salientes, resultando pequeña la iglesia para
contener a la muchedumbre de devotos. El
mismo día por la tarde en el Colegio Salesiano
« José Fagnano » se celebró con gran solemni­
dad la fiesta de final de Curso con la distribución
de premios, actos todos que fueron realzados
con la presencia del P. AUberti, Inspector de
los Salesianos de Magallanes.
SANTANDER (España). — El día 7 de, di­
ciembre último, previa la admisión por los Su ­
periores de los que fueron juzgados dignos de

Caracas (Venezuela) — Alumnos que merecieron premio espec’al por su buena conducta.

M ADRID (España). — El día 26 del pasado
diciembre la Banda de Música de las Escuelas
Salesianos, formada casi en su totalidad de
alumnos de las mismas, dió un concierto en
la Radio España, ejecutando un escogido pro­
grama musical y leyendo entre pieza y pieza
composipiones escogidas. Todo Madrid y Es­
paña entera pudo asi oír y admirar a qué per­
fección puede llegarse con elemento infantil,
cuando se cuenta con una abnegación y paciencia
como la del maestro de la referida Banda, el
coadjutor salesiano D. Dionisio Ullívarri.
PUERTO NATALES (Chile). — Con carac­
teres de solemnidad extraordinaria, siguiendo
las católicas tradiciones chilenas y españolas
se celebró el día S de diciembre la fiesta en honor
de la Inmaculada Concepción. La Misa de co-

tal distinción, tuvo lugar en el Colegio del
Alta la imposición de medallas a los nuevos so
cios de la Compañía de San Luís y del Santí­
simo. 23 fueron admitidos en la primera y 3^
en la segunda. También en las Escuelas de b
Calle Viñas celebróse el día 11 una simpática
fiesta que amenizaron los Exalumnos con una
magnífica función teatral.
SAN TIAGO (Chile). — El colegio « Patro­
cinio de San José > rindió el día 27 del pasado
noviembre un cariñoso homenaje al insign:
bienhechor de la Obra Salesiana, Pbro. Don Blas
Cañas con ocasión dcl primer Centenario de su
nacimiento. La repartición de premios y el pro­
grama que se desarrolló en esta ocasión, susci
taron el entusiasmo de la inmensa concurrencia.
EJ discurso en honor de D. Blas Cañas pronun-

J

95

Cuzco (Perú) — Grupo de alumnos internos.

ciado por el Sr. D. Luis Felipe Levelier fué una
verdadera pieza oratoria.
SEV ILLA (España). — Grande actividad
demuestra el Oratorio Festivo de las Escuelas
Salesianas de la Trinidad. En un programa lle­
gado a nuestras manos, vemos que el dia 8 del
pasado enero, como obsequio a las señoras que

costearon las cuatrocientas cajas de dulces y la
comida extraordinaria a ios niños del Oratorio,
éstos organizaron una grandiosa velada teatral.
1 Cuánto mayor será la recompensa que reci­
birán en el cielo estas buenas damas protectoras!
TIBIDABO (Barcelona-España). — Los tres
últimos días de diciembre y primero de enero

Madrid (Espa&a) — La Beoda infantil de las Escuelas Salesianas que dió un concierto en la R adio España.

hU

94
último fueron dedicados a conmemorar el X X V
aniversario Je la Colocación de la primera piedra
del Templo Nacional Expiatorio al Sagrado Co■ razón de Jesús que levanta ya su mole en lo más
alto dcl monte Tibidabo. Ya al lado de la Cripta
completamente terminada ha empezado a alo­
jarse la Guardia de Honor del Deífico Corazón
de Jesús; jóvenes aspirantes al Sacerdocio que
con sus cantos y ceremonias religiosas dan es­
plendor a los sagrados cultos; ya van subiendo
las paredes del Templo y todo hace esperar que
en un día no lejano podremos admirar la Obra
concluida. Todos los Cooperadores Salesianos
de España y de América deben procurar tomar
parte en la porfía de amor que, con limosnas y
sacrificios, han entablado aquellos que sienten,
que toda la raza hispana tiene que postrarse de
hinojos ante el Deífico Corazón de Jesús, que
quiere reinar en España y en sus hijas de allende
los mares con más veneración que en otras partes.
V A LPA R A ISO (Chile). — Con grande en­
tusiasmo celebraron este año el Día del Colegio
los Exalumnos de los Centros * Pió X » y « Luis
Nai * que en número de unos zoo acudieron al
Colegio para recordar los gratos tiempos de
estudiantes y reforzar cada vez más los vínculos
que los unen a sus antiguos maestros. Amenizó
los actos una espléndida orquesta formada tam­
bién por Exalumnos.
Y U C A Y (Cuzco-Perú). — El Rvdo. P. José
Jaime, dcl Corazón de María, en un magnífico
artículo de tres columnas del * Diario * de Cuzco
del día 8 del pasado noviembre, describe la
nueva escuela agrícola salesiana, erigida para la
educación del Indio, debida al celo del Sr.
Presidente de la República y a su brazo derecho
en el ramo de la enseñanza, Dr. Aurelio Gamarra. Después de describir la enseñanza pro­
fesional y literaria que se da a los jóvenes y la
educación moral y religiosa que se inculca en
sus corazones, dice entre otras cosas: * Si en
el Perú pudieran establecerse muchos internados
a la Yucay, no existiría el problema de la edu­
cación del Indio». Agradecemos al ilustre hijo
dcl P. CUrct sus lisonjeras frases.

Se recomienda a cuantos envían fotografías
para el Boletín Salesiano o para el Archivo
de la Congregación, noten claramente en el dorso
de cada-fotografía-, i. La Inspectoría o misión
de donde proviene - z. La Casa o localidad El asunto de la fotografía - 4. La fecha en que
fué tomada.
Rogamos además a todos los encargados de pu­
blicaciones y revistas salesianas, por pequeñas que
sean, no dejen de enviar dos ejemplares de cada
número a esta Redacción, uno para e/itresocar
noticias y otro para el archivo.

Rvdo. D. Jaim e Reíxach Aubert
Murió santamente el día 19 de diciembre en
Olot (España) a los 74 años de edad. Fué ejem­
plar Cooperador y gran propagandista de la
Obra Salesiana. A este título se añadía en la
esquela mortuoria los de Ministro de la Vble.
Orden Tercera de S . Francisco, Presidente de
honor de las Conferencias de San Vicente de
Paul, Director del Apostolado de la Oración,
Fundador de la Obra del Pan de los pobres y
miembro de la Junta de < La Caridad ».
Por estos títulos y cargos se ve cuánto buscaba
más los honores del Cielo que no los pasajeros
y mezquinos de la tierra.
El más sentido pésame a los deudos y una
oración por su alma.

A

&

ib

Rvdo. D. Remigio Jiménez.
El sacerdote ejemplar, el misionero celosí­
simo, el adorador fervoroso el consejero pru­
dente y discreto, D. Remigio Jiménez Blázquez,
murió repentinamente el pasado diciembre en
Villaluenga del Rosario (Málaga-España) donde
se encontraba misionando, cuando después de
un sermón sobre la necesidad de estar siempre
preparados, acababa de sentarse en el Confe­
sionario.
Su muerte ha dejado la impresión que deja
la muerte de los Santos. El mismo Sr. Obispo
de la Diócesis se hizo un deber de conmemo­
rarlo en el solemne funeral del Seminario di­
ciendo entre otras cosas: * Era un sacerdote
hambriento de almas y esa hambre de almas era
el motor de toda su vida de apostolado, sin cui­
darse de si mismo ni de su salud quebrantada
sino consagrándose por completo a la salvación
de sus hermanos *. « ¿Porqué, Jesús mío, cuando
tanta necesidad tiene esta pobre Diócesis de sa­
cerdotes y de sacerdotes santos te nos llevas
ahora uno de estos sacerdotes? T e pedía hace
pocos días al entronizarte en este seminario
sacerdotes-hostia, ¿Porqué Señor tan pronto
nos lo arrebatas? Sacerdote Hostia era Don Re­
migio y como Señor que eres has querido que
se te sacrificase ».

i

95
Era además grande admirador de Don Bosco
y de su Obra; en su apostolado en medio de la
niñez les proponía siempre como modelo a Do­
mingo Savio; contribuía con limosnas al sos­
tenimiento de niños pobres en nuestro Colegio,
limosnas que él tenía que buscar con sacrificio
pues nunca se reservaba nada para s!; también
influyó como testamentario para que fuera gran­
demente favorecido nuestro colegio de niños
pobres de Salamanca de donde era oriundo;
y en la Congregación tiene un hermano, Pablo,
al que damos desde estas columnas el más sen­
tido pésame.
Pidamos al Señor que desde el Cielo siga pro­
tegiendo las obras por que tanto se interesó en
vida y que suscite muchas vocaciones santas
para llenar su vacío.

*

ife *

Ernesto Vivas Bacó.
Después de larga y dolorosa enfermedad,
falleció en Gerona (España), el pasado Diciembre,
el Dr. D. Ernesto Vivas Bacó: varón justo, ca­
ritativo, modelo de caballeros cristianos, gran
corazón, que no ha latido más que para glorificar
a Dios, consolar y enjugar lágrimas.
Hiblar de D. Ernesto Vivas, es hablar de
totas las obras de carácter piadoso y católicosocial que existen y han existido en Gerona de
50 años a esta parte. El ha sido su fundador o
colaborador más entusiasta.
Ha muerto a los 75 años: siendo Presidente
de la Junta Diocesana de Acción Católica, del
Consejo particular de las Conferencias de San
Vicente de Paúl; de la Conferencia de San Félix;
de la Vela y Oración del Santísimo Sacramento
y del Apostoloado de la Oración; Sacristán de
Nuestra Señora de los Dolores, Vocal de la Aso­
ciación La Caridad y de (a Junta contra la Blas­
femia.
Fué uno de los fundadores de la Juventud
Católica de Barcelona y un paladín esforzado
de la Liga Antimasónica y de la revísta < La
Regeneración >.
Desempeñaba todos estos cargos con celo y
actividad inusitadas; y apesar de ello tenía tiempo
para no desatender su trabajo en el Laboratorio
municipal, asistir diariamente a la Santa Misa,
recibir la Sagrada Comunión, hacer sus prácticas
piadosas (Oración mental, rezar dos veces por
lo menos el Rosario); y visitar todos los días al
Santísimo Sacramento en la Iglesia, donde es­
tuviera expuesto.

Sus íntimos le habían oído decir infinidad de
veces, que, si le fuera dado escojer, preferiría
morir más bien hoy que mañana; pues asi como
para ir al recibimiento de una persona querida
o a tomar posesión de una herencia, nos apresu­
ramos lo que podemos, y si nos es posible ir
en el exprés no empleamos ninguna otra clase
de locomoción, así él para gozar del supremo
bien, desearía obtenerlo lo más pronto posible:
siempre vivió preparado para morir.
Fué ejemplar Cooperador Salesiano y bien­
hechor generoso de la Obra de D. Bosco.
Su muerte ha sido la del justo. El pidió a su
tiempo, el Viático y la Extremaunción, que se
le hiciera la recomendación del alma y que se le
diera agua bendita; y persignándose, besando
continuamente el crucifijo, rezando el Padre­
nuestro, Credo y Ave María y pronunciando
los dulcísimos nombres de Jesús, María y José,
entregó su alma al Creador.
Descanse en paz el amigo queridísimo, el
bienhechor de los pobres, sostén y propulsor
de toda idea noble y empresa redentora.



^



Don Francisco Ballesfer Agües.
Con el año 1927 moría santamente en Va­
lencia (Esp.) a los 71 de edad, este varón, de­
chado de virtudes cristianas.
De piedad profunda, en ella encontró la fuerza
para afrontar con entera resignación y sin perder
nunca su amable sonrisa, las más duras pruebas
de su vida.
Su devoción a María Auxiliadora no conocía
límites, valiéndole en el día de su muerte una
muy regalada visita de Nuestra Celestial Se­
ñora.
Los Salesianos desde los primeros tiempos
de su establecimiento en Valencia tuvieron en
él un cooperador y un corazón amante que no
titubeó en poner en sus manos su más preciado
tesoro: la educación de sus hijos.
Lector asiduo de nuestro Boletín, ha dejado
escrito en la portada de infinidad de ejemplares
la palabra < leído > y las impresiones que su
lectura le causara. Con este medio llegó a fami­
liarizarse de tal manera con los nombres de nues­
tros más ilustres misioneros y superiores y tan
al corriente estaba del movimiento de la Con­
gregación Salesiana en todo el mundo, que el
oírle hablar de nuestras cosas daba gozo y ad­
miraba.
Pero donde más se echaba de ver su gran

1



afecto por las Obras de Don Bosco fué en el
celo de las vocaciones salesianas.
No contento con haber consagrado a nuestra
Congregación a su hijo Vicente, repetía que
para él sería el día más feliz de su vida, aquel
en que sus nietecitos le pidieran para ser salesianos.
Que desde el Cielo, como piadosamente pen­
samos, continúe interesándose por las vocacio­
nes. Que Nuestro Señor suscite muchos padres
de familia semejantes a él y almas buenas y
pudientes que se preocupen, no sólo de pedir
fundaciones, sino de contribuir al sostenimiento
de vocaciones, único medio para que en fecha
no lejana puedan tener todas las populosas ciu­
dades de la reglón valenciana una casa de los
Hijos de Don Bosco.
A la virtuosa Vda. Dña Esperanza Domingo
a sus hijos y demás parientes, nuestro más sen­
tido pésame y la promesa de nuestras oraciones
y de las de los lectores del Boletín Salesiano.

Á

ií.

^

Dña Virginia G . de Sanlacoloma.
En la población de Supía (Colombia), el 50
de Setiembre, p. p. pasó a mejor vida la venera­
ble matrona y entusiasta cooperadora, Dña.
Virginia G. de Santacoloma, abuela paterna del
sacerdote salesiano D. Alberto Santacoloma.
Su carácter varonil y profundamente cris­
tiano hizo de ella no sólo una Madre del temple
de M::má Margarita, sino un apóstol decidido
que trabajó sin descanso por el decoro de la
Casa de Dios y por el fomento de la piedad y
moralidad en los hogares. Sus últimos años los
dedicó por entero a la propagación dcl culto a
María Auxiliadora con un celo y amor incan­
sables. A ella se debe el que el pueblo de Supía
sea hoy un centro de entusiastas cooperadores
salcsianos.
El Boletín se asocia al dolor de su innumerable
prole de 205 miembros entre hijos, nietos y
biznietos, e implora el eterno descanso para
su alma.

Tranviaria <• La Comercial», se había jubilado con
el grado de Jefe General de todas las estaciones.
Gozaba de gran prestigio entre los superiores y
subalternos por su rectitud y firmeza de carácter
y por su talento práctico sobre todo en asuntos
de Contabilidad.
Jefe de numerosa familia educó cristiana y salesianamente a todos sus hijos dando uno a la
Congregación Salcsiana, el Rdo. ,P. Rodolfo
Morassi.
Al pedir una plegaria por el buen padre y es­
poro nos asociamos al dolor de la familia.

*

*

*

D. Juan Aparici.
Después de penosa enfermedad, que lo pu­
rificó como el fuego purifica al oro de la escoria,
murió en Madrid, el 25 del pasado julio D. Juan
Aparici, confortado con los Santos Sacramentos.
Su muerte fué preciosa, como la muerta del justo.
Había llevado generosamente la cruz que el
Señor le cargara y por eso moría confiado, espe­
rando la corona que Dios tiene prometida a los
siervos fieles.
Buen Cooperador salesiano, procuró con su
entusiasmo y limosna prodigar el bien cnt’’ i^l
pobres.
Nuestra gratitud nos obliga a rogar por
a encomendarlo a las oraciones de los Coope­
radores.
Reciban sus hermanas nuestro sentido pé-

Recordad en vuesfros sufragios a:
Gerona (España). — Rvdo. D. Martin Franquesa, Párroco de Riudellots. — D. José Vert.
— Dña. María Basols de Figucras y Dña. Mena
Artigas y Bruch.
Montevideo (Uruguay). — Sra. Catalina S.
de Faccllo. — María N. de Yemi, madre
Pbro. salesiano D. Guillermo Yemi.
Vitoria (España). — Ana Madalena Eche­
verría, Religiosa de la Visitación.

Nicolás Morassi.
Rendido no tanto por los años cuanto por el
trabajo que consumó su robusta fibra murió
en Montevideo el día 12 de Noviembre.
Por treinta años empicado de la Compañía

R. I. P.
C o » tp ro b a d á m d e la a a lo rid a d ec U s iia líc a .

G m a le : D. D O M EN ICO G A R N E R l.
£»tableciin>cato Tip. de l« Sociedad Editora Interaacioaal - Tarta
C o rto Rcgi'ma A la rg icrH a , IT 4 .
Texto
Año XLIII.

Número 3 .

MARZO, 1928

BOLETIN SALESIANO
R E V IST A D E L A S O B R A S DE D O N B O S C O

S U M A R IO : Estudiando a Don Bosco (VIII). — Caminos providendalcá. — Lluvia de Gracias (Dfta. Do­
rotea). — Libros Salesianos - Libros recibidos. — D e nuestras Misiones: China: Dias de angustia. - La Ohra
Saiesiana en el Paraguay y en el Gran Chaco. - Actividad Misionera en la Pampa Central. - £ i Orfanaio
salesiano de Belén. - Las Hijas de M . A. entre los negritos del Congo Belga. — Culto de M aria Auxilia­
dora: La Virgen de Don Bosco (X V III). - Gracias. — Tesoro espirítnal. — Por el Mundo Salesiano: B ar­
celona : Una nueva O bra de las Hijas de M aría Auxiliadora. - Campello: Inauguración de un Centro de
Cultura. — Ai vuelo: Caracas - Cindadela - Cuzco - Madrid - Puerto Natales - Santander - Santiago Sevilla - Tibidabo - Valparaíso - Yucay. — Los que mueren.

Esfudiando a Don B osco (V IH ),

Nuevos horizontes.
Las loterías*

Memoria y grafifad.

Una vez dueño Don Bosco de la Casa
Pinardi, fue admitiendo niños internos
con lo cual disminuyó mucho el local dis­
ponible para las Escuelas Nocturnas y
para las obras dominicales. Era necesario,
pues, ampliar los locales y hacía falta
construir una Iglesia, capaz al menos de
700 personas. Pero ¿ dónde encontrar los
medios? Para ello ideó la organización
de una lotería o tómbola benéfica. Fué la
primera de las nueve loterías, cada vez más
importantes, que él organizó desde 1852
hasta 1885, para reunir fondos para sus
obras y demás necesidades de su Oratorio.
Las dos últimas fueron para el Santuario
de María Auxiliadora en Turín y para la
Basílica del Sagdo. Corazón de Jesús en
Ronrra y duraron dos años cada una. Fácil
es imaginar el trabajo inmenso que esto
suponía para Don Bosco, ya tan ocupado.
Tenía que organizar una numerosa corres­
pondencia, hacer viajes, visitas, etc. y casi
todo tenía que hacerlo él personalmente.
Pero también adquiría con ello muchas
y preciosas relaciones, ensanchándose con­
siderablemente el círculo de personas que
conocían su Obra.

Tanto más que Don Bosco, a las demás
dotes naturales, unía una memoria que no es
exagerado llamar prodigiosa y que conservó
hasta el fin de su vida. De nadie se olvi­
daba, y mucho menos de los que le habían
hecho algún beneficio, desde el que un
día le díó un pedazo de pan y un poco de
fruta para saciar su hambre cuando niño,
hasta el acaudalado señor que ponía en
sus manos un medio patrimonio; a todos
los tenía presentes en su corazón, en sus
oraciones y en las atenciones afectuosas
que hacia ellos guardaba. ¡Y eran miles
de personas! De igual manera no hubo
niño que se hubiera presentado alguna
vez en su Oratorio y que el no reconociera
y llamara por su nombre aún después de
muchos años.

Los Cooperadores Salesianos.
Pero téngase en cuenta que si Don
Bosco no olvidaba, dificilmente era olvi­
dado por quienes lo trataban; pues era
casi imposible no quedar prendado de
aquel conjunto de cualidades. Y he aquí
que, naturalmente, empieza a delinearse

66
a lo lc|os aquella vasta red de mutuo amor
y simpatía, aquella multiforme y variada
muchedumbre de cooperadores, que cons­
tituyeron más tarde una de las más admirábles asociaciones del mundo de la cari­
dad, llegando a formar una federación uni­
versal para promover en todas las naciones
y pueblos, el bien de todas las clases socia­
les, según el espíritu de! primer iniciador.
Que éste es el concepto, y lo decimos
ya desde ahora, que tuvo Don Bosco al
idear su grandiosa Unión de los Coope­
radores Salcsianos: La cooperación uni­
versal de la Sociedad Cristiana al bien de
la juventud y de las almas. No pretendió
simplemente crear una Asociación de be­
neficencia, tan recomendable como se
quiera, en favor de sus obras; sino que
se propuso reanimar, con el espíritu y el
sistema salesianos, el celo y actividad de
todos aquellos que se preocupan por la
restauración cristiana de la Sociedad.
En otros términos: La cooperación salesiana no nació como un movimiento de
almas y de corazones hacia Don Bosco
sino que fué una llama de celo y de res­
tauración cristiana por medio de la ju­
ventud, que, partiendo de Don Bosco, se
comunica a muchos corazones hasta abar­
car el mundo entero. Es un concepto
grandioso y digno de un genio y no nos
parece prematuro haberlo enunciado en
este lugar, si se tiene en cuenta, como ya
hemos hecho observar, que las creaciones
más grandiosas de aquella mente privi­
legiada se desarrollaron de principios al
parecer insignificantes y fueron madurando
y perfeccionándose a través de pruebas
y experiencias de muchos años, siendo
casi siempre hijas de circunstancias y de
hechos que a otros no habrían dicho nada.

Las Escuelas Profesionales,
Y volvamos a nuestra narración. La
Casa y la Iglesia surgieron como por en­
canto y a fines de 1852 estaban terminadas
y enseguida, una tras otra, brotaron dos
nuevas ramas: La primera, hija de la ne­
cesidad, fueron los talleres, o Escuelas de
Artes y Oficios.
Los niños internos del Oratorio tenían
sólo en él alojamiento y comida, pero iban
a trabajar fuera de casa, con dueños cui­
dadosamente escogidos; La Mamma Mqr-

Sherita (que murió en 1856) se ocupaba
de muchas, de demasiadas cosas, la pobre;
pero no podía arreglar los zapatos de
aquellos galopines, ni hacerles los trajes;
y fué para remediar a este necesidad que,
en el fondo de un corredor, Don Bosco,
en octubre de 1853, instaló un rudimen­
tario taller de zapatería y sastrería.
Y según lo dicho, que la necesidad y
la ocasión para él se convertían en insti­
tuciones, al año siguiente añadió el taller
de encuadernación para ocupar a aquellos
niños de más débil complexión o para quie­
nes era difícil encontrartrabajo en la ciudad;
dos años después, empezó con la carpin­
tería; y en 1862, ampliados los edificios
y aumentando grandemente el número
de los internos, estableció, la tipografía
y el taller de mecánica, y, dos años más
tarde, la librería.
Pero si los primeros talleres surgieron
por razones de economía domestica, los
otros fueron hijos de una necesidad moral:
arrancar a aquellos jovencitos de los pe­
ligros de un ambiente no siempre edifi­
cante en los talleres y por las calles .de la
ciudad. Y en cuanto a los de imprenta y
encuadernación, para utilizarlos, además,
en la producción y difusión de libros bue­
nos, destinados a la juventud y al pueblo.
De aquellos pobres y rudimentarios
talleres surgió la vasta y genial institución
de las Escuelas Profesionales Salesianas,
que, provistas hoy de todos los adelantos
de la técnica moderna, enseñan a la ju­
ventud pobre del antiguo y del nuevo
mundo, el trabajo y la honradez cristiana
y que han sido no pocas veces el germen
del progreso industrial en naciones inci­
pientes o atrasadas.
Y es conmovedor pensar que a aquellos
primeros pobrecitos niños de Don Bosco
que empezaron a componer zapatos, a
enebrar la aguja, a cepillar madera, a
limar hierro, a componer letras, responden
hoy no solamente millares de niños en
las grandes ciudades europeas y ameri­
canas; sino, aún en aquellos sitios donde
poco ha era todo barbarie, la oscura mano
de los onas, de los bororos, de los negros
del Africa o de los jíbaros del Ecuador;
y que todos aman y veneran como a Padre
al que sonriente preside sus tareas desde
el pobre retrato que cuelga de la des­
nuda pared del taller, al Vble. ]uan Bosco.

i

6?
A Don Bosco cabe, pues, la gloria
de haber introducido en Italia las Es­
cuelas Profesionales de las que hoy se
glorían las ciudades y los gobiernos que
en algunos países han solicitado y adop­
tado hasta sus programas de aprendizaje;
pero con la diferencia que Don Bosco con
la sencillez propia de su persona y de su
obra, con la moral cristiana y el sistema
educativo todo paternidad y religión,
logra hacer obreros moralmentc ejemplares
y técnicamente hábiles; mientras que mu-

ni particular ni colectiva, que haya alcan­
zado tales triunfos: Las Lecturas Católicas,
las colecciones escolásticas de Clásicos
Paganos y Cristianos y la Biblioteca de la
Juventud Italiana, que proporcionaba por
pocos céntimos ios clásicos «expurgados
para uso de la juventud» adquirieron una
importancia y un desarrollo extraordinario.
Fué esta una de las cosas que más
hizo notar el Santo Padre Pío X I en la
magnífica alocución que pronunció des­
pués de la lectura dcl Decreto sobre la

Taller-escaela de imprenta del Oratorio Salesiano de Turín, montado en tiempo de Don Doaco.

chas Escuelas oficiales gastan millones
con escasos resultados, sobre todo bajo
el punto de vista moral, tan importante
para crear al obrero completo.

La prensa.
Don Bosco dió una preferencia especial
y un desarrollo extraordinario a la prensa.
Puede afirmarse, sin adulaciones, que sin
el impulso y aportación de Don Bosco y
de sus hijos, la prensa católica italiana
estaría muy lejos aún dcl glorioso desa­
rrollo que en ella se admira. Y si nos pa­
ramos a considerar el bien que con ello
se obró en el campo de la religión y de la
escuela, difícilmente habrá otra empresa.

heroicidad de las virtudes de nuestro
Vblc. Padre, en febrero dcl pasado año,
recordando como él mismo pudo ver,
acompañado por Don Bosco, el magnífico
taller de imprenta que se había instalado
en el Oratorio de Turín y al manifestar
su sorpresa ante aquella grandiosidad se
oyó responder: * En cuestión de prensa
Don Bosco quiere ir siempre a ¡a cabeza ff.
Ahora, que Don Bosco partía de un
crijerio económico que hubiera arruinado
a cualquier editor; su único interés era
el bien moral de la juventud y del pueblo:
editar libros con el mínimo gasto, venderlos
a precio de coste (y a veces aún a menos)
con tal que se difundiera la Buena Prensa.
Y obtuvo además con ello un verdadero

68

adelanto en la cultura popular. Pues mu­
chos se decidieron a leer, dado lo econó­
mico del precio, las obrás de los clásicos,
libros de religión y moral, lecturas amenas;
influyendo hasta en el teatro, con una
colección de obras adaptadas a la juventud.
La prensa salesiana fué aumentando
el número y perfeccionando los medios
de sus imprentas editoras, algunas de las
cuales alcanzan hoy la perfección artística

tria librera: desde el trapo que se convierte
en papel, hasta la encuadernación sencilla
y lujosa del libro, compuesto e impreso
allí mismo, con tipos fundidos a la vista
de los visitadores.

Don Bosco y el progreso.
Quizá alguno dirá que todo este mo­
vimiento y sobre todo, el desarrollo pos-

M éxico: Alumnos externos ¿el Colegio "Cristóbal Colón", donde el 4 de Diciembre último
se efectuó la distribución de premios con gran solemnidad.

en Italia, en España, en Francia, en Amé­
rica y en la India, inundando el mundo
de buenos libros y de hermosas ediciones,
siendo en la Iglesia' un auxiliar poderoso
para el resurgimiento del espíritu cristiano.
Y Don Bosco no paró ahí; sino que
abarcó también la fundi:ión tipográfica
y todas las industrias del Arte del libro
hasta la misma fabricación del papel, para
la cual fué el primero que introdujo en
Italia máquinas modernas. La exposición
Nacional de Turín de t884 fué a este
respecto una verdadera revelación. Allí
se pudo admirar un grandioso pabellón
donde Don Bosco hizo instalar y funcionar
todo el complejo organismo do la indus-

terior a su muerte no podía estar contettido en el pensamiento de Don Bosco y
que ello se debe más bien a los tiempos
y a ios hombres que vinieron tras de él.
Sin tener en cuenta que Don Bosco pre­
vino, en muchas cosas, el adelanto de los
tiempos, esta observación nos ofrece la
oportunidad de hacer resaltar un aspecto
no sólo genial, sino muy característico de
este humilde sacerdote. Don Bosco acogía
de buen grado las manifestaciones del
progreso material, y las buscaba y las
adoptaba para santificarlas. Si durante
su vida hubieran aparecido ciertos in­
ventos y novedades que ahora nosotros
admiramos y que en sí son buenos, sin

69

duda que Don Bosco los habría acogido con
ardor como lo hizo con otros de su tiem­
po. Y es que Don Bosco era un hombre
moderno, en el buen sentido de la palabra.
Y este espíritu de modernidad y progreso,
la antítesis de la inmovilidad propia de
mentes mezquinas y de corazones peque­
ños, Don Bosco lo legó c infundió en su
Congregación. He aquí porqué a él tam­
bién deben atribuirse muchas de las cosas
que no pudo llegar a hacer ni a ver.

E l coadjutor salesiano.
Pero el secreto de esta expansión ex­
traordinaria de caridad y de educación
cristiana entre las clases obreras, se debe
a otro factor, que es a su vez una de las
más puras glorias del genio de Don Bosco
y la especialidad más característica de la
vida salesiana.
Nos referimos al tipo completamente
nuevo en la historia de las Ordenes reli­
giosas del Coadjutor Salesiano.
Quién entra en un taller o en una li­
brería salesiana se encuentra al frente de
ellos con maestros de arte o encargados,
que en nada se diferencian externamente
de un honesto jefe u oficial de un taller
o de un Director de una empresa. Y sin
embargo son religiosos al igual de los sa­
cerdotes y de los clérigos. Son maestros
en su arte, la enseñan a los niños con suje­
ción a programas y con el mismo sistema
paternal con que los sacerdotes y clérigos
dan sus clases de primera o de segunda en­
señanza. Son a la vez maestros de arte y, en
el taller y fuera de él, educadores salesianos.
A diferencia de los legos de casi todas
las demás órdenes religiosas, no son los
conversos, que sirven a los hermanos
sacerdotes; sino iguales a ellos en todo,
si se exceptúa el carácter sacerdotal y la
alta dirección de las casas y de la Congre­
gación, y llegan a ocupar cargos de gran
importancia y responsabilidad.
Este lajeado religioso activo, esta aso­
ciación del hombre en hábito seglar para
colaborar y convivir, al igual que el sa­
cerdote, en el estado religioso, constituye
quizá, junto con la del sistema Preventivo,
la idea más genial de Don Bosco.
Y sino, considere el mismo lector la
eficacia pedagógica de esta identidad de
condición entre el educador y el joven

aprendiz, que de su maestro aprende no
solamente lo necesario para llegar a ser
un verdadero artista en su oficio, sino la
manera práctica de ser a la vez cristiano
perfecto. Juntos trabajan y vestidos de
igual manera, juntos juegan y se divierten
santamente, juntos se acercan a la misma
mesa cucarística, produciendo todo ello
un impresión que jamás se borrará de
la memoria ni del corazón. Y considérese
también cuánto sea genuinamente cris­
tiano y moderna y santamente democrá­
tico este poner a la par, en los intereses y

M éxico: Un aspecto de ia Exposición profesional.

en la actividad de la caridad y de la reli­
gión, al laico con el sacerdote, haciendo
cooperar a ambos a la misión cristiana­
mente trasformadora de la sociedad.
Y bajo otro aspecto, el coadjutor salesiano representa una fuerza y un valor
de virtud superior al de quién está obli­
gado a ella y al mismo tiempo favorecido,
por una sotana, por un hábito o por las
órdenes sagradas. Sin parecerlo, el coad­
jutor salesiano practica los consejos
evangélicos y muestra en sí el ejemplo,
el tipo de aquél hombre perfecto que el
Divino Autor del Cristianismo propuso
como modelo a toda la Sociedad, la cual
por su naturaleza y en su generalidad es
laica y en el concepto cristiano tiene que
mantenerse con la colaboración espiritual
del laicado y del sacerdocio.

CAM INOS PROVIDENCIALES
La C asa que fué propiedad de la Sierva de Dios, Dña. Doroíea de Chopífea
se convíerle en Sede de una Obra caíólica

Lq Obra de los Ejercicios Parroquiales.
Existe en Barcelona (España) una Obra
católica de tanta importancia para la res­
tauración cristiana del individuo y de la
sociedad, que con gusto la damos a conocer
a nuestros lectores no sólo para que la
admiren, sino para que los que sientan
arder en su corazón la llama del celo por
la gloria de Dios y la salvación de las almas,
vean si es posible hacer algo semejante
en las propias ciudades o naciones, po­
niéndose si es caso en relación con la
institución que con tanto éxito funciona
ya en la Ciudad Condal. Nos referimos
a la Obra de ¡os Ejercicios Parroquiales,
que se propone dar al mayor número po­
sible de personas de toda, clase y condición
la oportunidad y toda suerte de facilidades
para hacer, todos los años, ¡os Ejercicios
Espirituales, en completo retiro.
Cualquiera que alguna vez haya tenido
la dicha de hacer los Ejercicios Espiri­
tuales comprenderá en seguida cual deba
ser la eficacia de una organización seme­
jante y los consoladores frutos de vida
cristiana que debe producir por doquier.
En toda Cataluña y aún fuera de ella
(pues la Obra va extendiendo cada vez
más su radio de acción) es un continuo
sucederse de tandas de ejercicios, para
toda clase de personas, no parándose
esta Obra ante ningún sacrificio pecunia­
rio con tal de poder dar facilidades. Y un
día alquila por su cuenta todo un Hotel
de lujo, que se convierte durante ocho
días en Casa de Ejercicios para caballeros
de la aristocracia o grandes capitalistas,
que difícilmente podrían prescindir de
ciertas comodidades a las que están acos­
tumbrados; otro día organiza otra tanda
en un Santuario colocado en la alta mon­
taña, para que los turistas, amantes de
las altas cumbres y de las nieves perpetuas,
encuentren en un ambiente para ellos
agradable, la facilidad de hacer los ejer­
cicios; otras veces cubre por su cuenta.

en todo o en parte, los gastos que ejerci­
tantes pobres no podrían soportar, por
alojamiento o comida durante aquellos
días, etc. y todo esto con una organización
admirable, con sucursales y representa­
ciones en casi todos los pueblos de la re­
gión; de manera que el que una vez ha
hecho los Ejercicios, recibe ya todos Ibs
años la invitación personal para una tanda
apropiada a su clase y condición.
Y la obra se va difundiendo cada vez
más con un renacimiento de vida cristiana
activa que verdaderamente consuela. M u ­
chos párrocos que lloraban inconsolables
ante la indiferencia religiosa de sus parro­
quianos, viendo alejados de la Iglesia
especialmente a los hombres, ven hoy con
grande alegría de su corazón que el mo­
vimiento religioso ha revivido en su pa­
rroquia, que los hombres no sólo frecuen­
tan la Iglesia, sino que se acercan a me­
nudo a los Santos Sacramentos y se han
puesto al lado suyo para ayudarles en las
Obras de celo y de caridad de la Parroquia.
Y los que ya son ejercitantes asiduos y
comprueban el bien grande que de ello
han recibido, se convierten en apóstoles
de la Obra, procurando a sus amigos y
conocidos la misma dicha. Y van surgiendo
en todas partes las llamadas Ligas de P er­
severancia, cuyos socios procuran hacer
todos los años los ejercicios espirituales
y sobre todo conservar el fruto de ellos
en la vida individual y colectiva.
Durante el año 1926, sólo en las 8 dió­
cesis de Cataluña, se organizaron tandas
de Ejercicios en 94.2 poblaciones distintas
habiendo llegado el número de ejercitan­
tes en un sólo año a 8.540 hombres, de
los cuales 4.163 de las clases directoras y
4.377 de las clases populares.
Seis años de vida tiene la Obra de los
Ejercicios Parroquiales y ha adquirido ya
proporciones gigantescas que prometen
cada vez mayor desarrollo y mayores
frutos. Una elegante Revista ilustrada
titulada Perseverancia es el propagandista

-L

7*

y cronista de la Obra y mantiene el en­
tusiasmo entre los asociados.
i Cooperadores salesianos! sumaos a esta
Obra con todo entusiasmo y procurad
establecerla en vuestros países ya que
ésta es obra eminentemente salesiana:
en el capítulo primero de nuestras Santas
Reglas, al determinar ios fines de la Con­
gregación Salesiana, dejó escrito
nuestro Vble. Padre Don Bosco:
Por lo que a la generalidad de
los fieles se refiere, como quiera
que ¡a necesidad de sostener la
Religión Católica se hace sentir
con gran urgencia entre los pueblos
cristianos, los socios trabajarán
con denuedo en asegurar y robus­
tecer la piedad de los que por
amor a una vida más perfecta
hacen algunos días de retiro.

hacia el prójimo en grado heroico, que
después de haberla hecho la admiración
de sus conciudadanos en vida, le han
merecido que se empezara ya su causa
de beatificación para que, como esperamos,
en un día no lejano, pueda serles propuesta
como modelo y protectora desde el cielo.
Sí; la Casa hecha construir por Dña.

La nueva Sede.
Pero una obra de tales pro­
porciones y que abarca todas las
clases sociales necesitaba una
sede digna, donde pudieran có­
modamente montarse las com­
plicadas oficinas y obras subsi­
diarias que el funcionamiento de
la Obra de los Ejercicios supone,
un local apropiado para la cele­
bración de juntas, reuniones,
conferencias y actos académicos;
bibliotecas, salas de lectura etc.
Y Dios Nuestro Señor, de
manera providencial, ha hecho
que se pusiera a disposición de
la Obra en el sitio más céntrico
y hermoso de la ciudad de Bar­
Barcelona (España). — La casa qae Fué de Dfia. D o ro f^
celona (calle de las Cortes Ca­
talanas, n. 642) un magnífico
edificio que promete ser pronto una ver­ Dorotea y dónde ella entregó santamente
dadera reliquia, que une a la obra de su alma a Dios, ha pasado a ser la Sede
los Ejercicios el nombre de una ilustre Central de la Obra de los Ejercicios Pa­
Dama Barcelonesa, que de los ejercicios rroquiales.
AI hablar de tal adquisición dice la
sacó la fuerza para ser una heroina de la
caridad y que se presenta ch lontananza revista Perseverancia:
< Podríamos decir que la insistencia
como la Patrona de esta Obra, no sólo por
instalarse en su Casa, sino porque corres­ divina en hacernos tan inestimable don,
ponde perfectamente a aquellos ideales ha podido más que nuestra torpeza en
que hicieron de Dña. Dorotea de Cho- adivinarlo y en comprenderlo. Dios ha
pitea una modelo de ejercitantes. De los querido enlajar dos vidas: la de la Obra
ejercicios espirituales supo sacar aquella y la de la Sra. de Chopitea. Dejemos que
piedad individual sentida y aquella caridad el porvenir nos vaya descubriendo Iqs

72

motivos. Entre tanto reconozcamos y
acatemos unos hechos que son bastante
claros y que se han producido, no diré
a pesar nuestro, pero si sin que nosotros
quisiéramos tomar parte en ellos.
Hace unos cuatro años, por vicisitudes
de las cosas humanas, la Casa de Dña.
Dorotea había pasado a ser propiedad de
una sociedad profana, que la estaba tras­
formando en una centro de reuniones y
recreo. Un Padre de la Compañía de Jesús,
muy interesado en la glorificación de la
Sierva de Dios, para ejemplo de los ricos
y bien de los pobres, doliéndolc en el
alma que la casa de una tan ejemplar se­
ñora fuera dedicada a cosas profanas,
mientras se hacían las obras de adapta­
ción, hizo enterrar en uno de los zócalos
de las columnas de la Galería principal,
una medalla de la Virgen para que dicha
finca pasara a ser propiedad de una en­
tidad católica, pero sin pensar por en­
tonces, determinadamente, en ninguna.
Es de advertir que el procedimiento de
la medalla de la Virgen para obtener una
finca o un terreno deseado para obras
buenas, fue usado muchas veces con
grande éxito por la misma Dña. Dorotea.
Dos años después el mismo Padre
jesuíta, conocedor y entusiasta de las vir­
tudes de Dña. Dorotea, exhortaba a la
Obra de los Ejercicios a acudir a ella en
sus necesidades y nos proponía como un
compromiso de honor reconquistar la
Casa donde aquella santa Dama vivió y
murió. Nuestra poca fe en aquel consejo
hizo que consideráramos la empresa como
superior a nuestras fuerzas y que ni áiquiera la tomáramos en consideración.
Algunos meses más tarde, y por con­
ducto completamente distinto, la Obra
recibió, en donativo, c! reclinatorio que
Dña. Dorotea había usado hasta su muerte.
Ante aquel regalo nos acordamos del
consejo y hasta por algunos momentos
nos pareció que la claridad de un relám­
pago iluminaba el camino que nos con­
ducía a! cumplimiento de un deber. Pero
el recuerdo no dttró mas que la luz y otra
vez abandonamos como irrealizable la
idea.
Sin embargo Dios que vela amorosa­
mente por nuestra Obra, en términos que
los extraños a ella no pueden ni siquiera
sospechar, insistió nuevamente y esta vez

de manera que la indecisión hubiera sido
punible.
A mediados de marzo del pasado año
1927 un grupo de ejercitantes visitaba
nuestro Domicilio Social. Ninguno de
ellos sabía nada de los tres hechos ante­
riores. Visitaron todas nuestras depen­
dencias, se interesaron por nuestra orga­
nización, anotando datos sobre su fun­
cionamiento y al despedirse, cuando espe­
rábamos algunas palabras, ¿por qué no
decirlo? si no de complacencia, al menos
de estímulo, nos oímos decir, con aire
compungido, que nuestra Obra, como
todas las Obras católicas, para no romper
la tradición, adolecía del defecto de estar
montada en forma pobre y mezquina, dada
su importancia y su desarrollo actual y
futuro.
Pero eran almas nobles que si veían
los defectos no era para criticarlos,, sino
para remediarlos y puede el lector ima­
ginarse cual sería nuestra sorpresa al
oírnos formular estas dos preguntas: —
¿ Estaría la Obra dispuesta a trasladarse
a la Casa que fué de la Sra. de Chopitea?
6 Dado caso que la Obra, como tal, no
pueda hacer suya esta idea en e! terreno
económico, podrá esperarse que la hagan
suya con entusiasmo el conjunto de ejer­
citantes esparcidos por toda Cataluña? N o­
sotros nos ofrecemos a encabezar la lista.
Nos parece que baste lo dicho para que
nuestros amigos comprendan la emoción
con que escuchamos estas preguntas: ni
tampoco hace falta que digamos cual fué
nuestra respuesta. El acero tiene un
temple y lo tiene también el alma del ejer­
citante; y ambos están hechos para lucha.
A nosotros nos pareció que Dios había
hablado, y por tercera vez, y en un tono
que no consentía oídos sordos. Y desde
aquel momento con la fe en Cristo y en
vuestro espíritu de sacrificio jamás des­
mentido, nos lanzamos resueltos a la
empresa de convertir, a fuerza de ora­
ciones y de Jimosnas, en Casa Solariega
de la Obra de ¡os Ejercicios Parroquiales
c! inmueble que Dña. Dorotea de Chopitca, con haberlo construido y haber
vivido en él hasta su santa muerte, con­
virtió en una verdadera reliquia barcelo­
nesa.
6 Podíamos encontrar domicilio mejor
para nuestra Obra ? *

r
Hasta aquí, Don José María Boada,
distinguido abogado de Barcelona, en­
tusiasta Cooperador salesiano y activo
secretario de la junta de Gobierno de la
Obra de los Ejercicios Parroquiales.
Al tomar posesión la Obra de los Ejer­
cicios del inmueble de Dña. Dorotea,
fué encontrada la medalla en e! lugar

virtudes e invocadla en todas vuestras
necesidades, pidiendo al Señor apresure
el día de su glorificación (i).
(i) Los que deseen la vida o estampas
datos biográficos y la Novena para obtener
la intercesión de la Sierva de Dios, DAa.
Chopitca, pueden pedirlas a esta Redacción:
lengo, f í T urín (109) ¡talla.

con breves
gracias por
Dorotea de

Vía Coito*

Barcelona: Interior de la C asa de Dña. Dorotea; la X iodka el lugar donde se escondió la medalla.

donde había sido escondida cuatro anos
antes y será sin duda una reliquia más,
que la obra de los Ejercicios conser­
vará de la que desea tener como celesltal
Patrona.
Los hechos providenciales se van acu­
mulando al rededor del Nombre de la
Sierva de Dios Dña. Dorotea de Chopitea
y todo hace concebir las más lisonjeras
esperanzas de verla en fecha no lejana
elevada al honor de los altares, para que
sea Patrona y al mismo tiempo modelo
de los Cooperadores salesianos.
Y vosotros, amados, lectores interesaos
por conocer su vida, procurad imitar sus

LLUVIA DE G R A C IA S
alríbuídas a la inlercesíón de la Sierva de Dios
Dña. DO ROTEA D E CHOPITEA.
B a r c e l o n a {España) .— El día 5 de abril, ani­
versario de la muerte de Dna. Dorotea, al volver
del Tibidabo adonde habíamos ido a consa­
grar al Corazón de Jesús todas las oraciones
y trabajos enderczsdos a su beatificación, al
llegar a casa, me encuentro con la tarjeta de
un Congregante de la Sma. Virgen muy cono­
cido mío en la que me pedía fuera inmedia­
tamente a su casa, pues su papá estaba muy
enfermo.
Su casa no dista mucho de la nuestra y así

74
llegué al punto y me encontré con un anciano
de más de 70 años, gravísimo.
Como su casa está situada en la misma man2Bna de la casa que fué de Dña. Dorotea, y desde
la galería se veía- perfectamente, les dije que
sería bueno empezar una novena a la Sma. T ri­
nidad para .alcanzar la salud por intercesión
de esta caritativa Señora.
Después de confesado el enfermo y antes de
ir a buscar el santo viático, comenzarnos la No­
vena breve de los 5 padrenuestros. AI día si­
guiente al ir a preguntar por él me dijeron que
se había Iniciado una franca mejoría y pocos
días después supe que, perfectamente curado,
se hallaba ya en su despacho.
P . J. A l e g r e , S . J.

Idem.— Una pobre mujer, que conoció en vida
a Dña. Dorotea por haber estado en uno de los
Asilos fundados por esta Sierva de Dios, tenía
a su marido sin trabajo hacía mucho tiempo, y
quería colocar a una hija suya de doce años como
criadita en algún convento, pero no se la que­
rían por ser demasiado pequeña.
Después de hacer la novena a Dña. Dorotea
se la admitieron enseguida en el primer convento
que fué, sin preguntarle la edad y señalándole
más sueldo del que ella esperaba, pues no espe­
raba ninguno. Al mismo tiempo encontró tra­
bajo su marido.
Al cabo de algunos meses la niña se puso de­
licada y su madre fué a buscarla para llevársela
a su casa. Yendo en tranvía por la Rambla de
Cataluña, le dió a la niña un desmayo, y tuvieron
que parar el tranvía delante de una farmacia,
donde metieron a la niña, mientras el tranvía
seguía su camino.
Pronto volvió en sí la niña, y al querer la ma­
dre dar algo a la farmacia, advirtió que se había
dejado en el tranvía el cesto, donde tenía todo
el dinero. Se encontraba pues en Barcelona sola,
ya oscurecido, pues eran las 6 de la tarde, en
invierno y sin dinero, con su hija enferma y te­
niendo que ir a Mollct, de donde eran.
En estos apuros, se puso a invocar en voz alta
la protección de Dña Dorotea, y en seguida
entra en la farmacia un caballero anciano, de
venerable presencia, que según ella parecía un
San Francisco, y pregunta qué ocurre. Le cuen­
tan el caso, y dice:
— Vayan en seguida por un auto.
Llegado éste, las hace entrar en él, y da al
chofer la dirección de su casa.
En ella encontraron una familia muy piadosa
y rica, que las trató con gran caridad aquella

noche, y a la mañana siguiente en auto también
las condujeron a su casa de Mollet.
La niña estuvo más de dos meses enferma,
y todos los gastos corrieron a cuenta de esta pia­
dosa familia, que además, cuando estuvo bien,
colocó a la niña de criadita en un colegio de
Sabadeil, donde ahora está perfectamente.
I. S . A.
Idem. — Vino a visitarme un día, un pequeño
comerciante, a quien no iban muy bien los ne­
gocios. Díjome que para salir de apuros le fal­
taban entonces 4.000 ptas.
Le dije que hiciese privadamente la novena
de Dña. Dorotea, tan caritativa con los pobres.
Comenzó la novena con gran fervor, pero al
día quinto se despierta a media noche con este
pensamiento: Hoy no he hecho la novena. No
hay remedio, hay que volver a comenzarla. Pero
desde entonces a la novena añadía el Trisagio
a la Santísima Trinidad.
Antes de acabar la novena se le presenta un
amigo y le dice:
— He sabido que pasas algunds apuros por
falta de dinero; aquí te traigo 4.000 pesetas.
Cuando puedas, ya me las devolverás.

LIBRO S SALESIAN O S.
EL H O M BRE D E BIEN. — Interesante
almanaque que la Casa Salesiana de Buenos
Aires regala a los suscritores de las Lecturas
Católicas. El texto es muy interesante y está
profusa y artísticamente ilustrado.

LIBRO S RECIBIDOS.
G R A M A T IC A CASTELLAN A de D. Fran­
cisco Santano, editada por la Editorial Cultura
de Barcelona y adoptada por la importante
Academia Cots.
Método practico de O RTO GRAFIA por
D. Antonio Cots, editado por la misma editorial
y de uso en la misma Academia.
ALM ANAQ UE D E L O S A M IG O S DEL
PA PA para 1928, publicado por la Revista
Popular de Barcelona en obsequio a sus sus*
criptores en el año $7^ de su publicación.

DE NUESTRAS MISIONES
Peligro conjurado.

CHINA.

Dias de angustia.
Shangai, mayo 1927.
Rvdmo Sr. D. Rinaldi:
Retardábamos el darle noticias particu­
lares, en la esperanza de que este estado
de cosas fuera pasajero. Pero como la bo­
rrasca que estuvo a punto de destruirnos
no se ha calmado todavía del todo y noso­
tros, echados de nuestra Casa, seguimos
sintiendo sus efectos, le daré algunas no­
ticias de lo que se refiere directamente a
nosotros.

Al volver al colegio, nuestro Director
tuvo la feliz idea de pasar por la Parroquia
que se encuentra en la ciudad china y
que está regentada por PP. Jesuítas. Alli
lo esperaba una comunicación urgente y
secreta del Pro-Vicario quien le intimaba
de retirarse inmediatamente del Colegio,
porque se estaba tramando (él lo habia
sabido de buena fuente) un terrible golpe
contra nosotros durante la noche. El Sr.
Director corrió volando a Casa y dió orden
de disponerlo todo para desalojar el edi­
ficio al cabo de un hora.
Nuestros niños estaban en los talleres,

Llegada de los sudisfas.
El 21 de marzo entraron en la ciudad
los primeros soldados sudistas. Ya antes
había habido alarmas con las consiguientes
huelgas y demostraciones violentas en favor
de los sudistas que habían sido reprimidas
hasta con fusilamientos.
Por la tarde del día 21 los soldados su­
distas entraron precipitadamente en la ciu­
dad aumentando la confusión de la mu­
chedumbre que promovía demostraciones
ya en un sitio ya en otro, en aquella atmós­
fera ya tan cargada.
Nuestra preocupación era grande, te­
miendo de un momento a otro alguna de­
sagradable sorpresa. Pero, gracias a Dios,
nos dejaron tranquillos toda la semana.
El sábado 26, nuestro Sr. Director re­
cibió invitación o mejor dicho orden del
cónsul de dejar junto con toda la comu­
nidad, la ciudad china y refugiarse en la
Concesión.
Nuestro superior rogó al Cónsul que nos
permitiera llevar con nosotros a nuestros
niños y no sólo nos lo concedió, sino que
nos aseguró que él se preocuparía para
que no Ies faltara lo necesario.
Mientras tanto el Cónsul y el Sr. D i­
rector se dirigieron a la nave Libia de la
escuadra italiana y quedaron con el co­
mandante en que a la mañana siguiente en­
viaría un remolcador hasta cerca de nuestra
Casa para trasportarnos a la Concesión.

PTmm

— Templo po^ano de Hea-Otow.



Shanghai (China) — La ciudad europea y el puerto.

cuando se les avisó que prepararan aprisa
y corriendo sus cositas, lo cual hicieron
llenos de turbación y espanto.
Recogido lo poco que se pudo, salimos
del Colegio en grupo. Por los calles tu­
vimos que aguantar insultos, indirectas y
amenazas; pero nosotros seguíamos como
quien no se da cuenta, aunque con el co­
razón lleno de zozobra y de angustia, es­
pecialmente por nuestros niños, muchos
de los cuales lloraban.

Lo fugo en las tinieblas.
Llegados al río subimos en tres grandes
barcazas que habíamos alquilado para no­
sotros junto con un vaporcito para remol­
carnos, y nos dirigimos hacia las Conce­
siones. Llegamos junto al Libia ya cash de
nophc y en la oscuridad lanzamos c! grito
de ltaIia,Libia!" repitiéndolo varias veces
hasta que nos contestaron desde la Nave.
Subió el Sr. Director, para hablar con el
Comandante y le explicó la causa de aquella
llegada anticipada, rogándole nos hiciera
acompañar cuanto antes al sitio que se nos
había destinado. El comandante, muy
atento, puso a nuestra disposición los dos
camiones que en tierra servían para los
marineros.

Iluminados, luego, por uno de los re­
flectores del Libia fuimos conducidos al
muelle donde nos esperaban los camiones
para trasportarnos al hospital del Sagrado
Cmazón, dirigido por monjas franciscanas.
Es difícil decir la caridad con que nos aco­
gieron y atendieron aquellas religiosas, a las
cuales nunca podremos agradecer bastante
los cuidados que durante quince dias nos
prodigaron a nosotros y a nuestros niños.
El Director mientras tanto, hizo una rá­
pida visita- al Colegio y lo encontró en
parte ocupado por los soldados que a decir
verdad se portaron correctamente. Animado
el Director por su actitud tranquilizadora
dispuso que algunos de los niños vol­
vieran al Colegio; mientras que otros, con
algunos saksianos, quedaron refugiados en
la Concesión.

Furor vandálico.
Las cosas marchaban bastante bien desde
hacia ya algunos días, cuando inesperada­
mente invadieron nuestra Casa otros sol­
dados bien diversos de los primeros, los
cuales con una prepotencia inaudita empe­
zaron a destrozarlo todo y a apropiarse
de lo que Ies parecía bien. El Director
protestó con todas sus fuerzas, contra aque-

77

lia furia devastadora y logró limitar algo
el desastre.
Pero a las pocas horas las escenas de
vandalismo se repitieron con la llegada
de oíros soldados de la misma calaña que
vinieron a..... visitarnos.
No creyendo prudente permanecer más
allí, el Director se decidió a retirar nueva­
mente los niños abandonando el Colegio.
Y asi se hizo. Habiendo alcanzado del Se­
cretario de la Municipalidad inglesa una
habitación de cinco ambientes, alli nos re­
fugiamos los salesianos y 55 niños.

Almas buenas,
Pero la Casa era demasiado pequeña y
entonces pensamos alquilar otra más am­
plia; tanto más que se presentaba una buena
ocasión. Pero ¿y los medios? Nosotros no
nos hallábamos en condiciones de pagar
el alquiler. Pero vino en nuestra ayuda
el Sr. Cónsul italiano, aumentando el do­
nativo mensual con que ya nos favorecía.
En la nueva Casa estamos un poco más
cómodos. Hemos montado lo mejor po­
sible un poco de sastrería, carpintería y
zapatería y nuestros niños han reanudado
el trabajo que habían debido interrumpir
viólenla nente. Aunque nos faltan muchas
cosas necesarias, seguimos adelante ani­
mados por los ejemplos de nuestro Vblc.
P. Don Bosco y por la esperanza de poder
cuando a Dios plazca, volver a nuestra
propia casa libres y seguros.
Durante este periodo tan crítico la Pro­
videncia no nos ha abandonado; personas
caritativas nos han prestado su ayuda ma­
terial y moral, de una manera admirable.
Hacemos pública nuestra profunda gra­
titud en primer lugar al Cónsul de Italia,
quien provee mcnsualmente a nuestro sus­
tento; vienen luego los comandantes 1°.
y 2°. del Libia, que se nos han ofrecido y
nos han servido da una manera superior
a todo encomio, i Que María Auxiliadora
recompense tanta caridad!
Después de estas desordenadas noticias
reciba, amado Padre, la expresión del afecto
que los hijos lejanos sienten siempre, pero
especialmente en la hora del sufrimiento,
hacia el Padre que por ellos pena y ruega.
Enviemos su bendición.
F rancisco R ufino Pbro.
Misionero Solesiano.

Corrieníe de vida Salesiana
en el Paraguay y en
el Gran Chaco.
El pensamiento de Don Bosco.
El desarrollo incesante de nuestra Obra
en el Paraguay y en el Gran Chaco limí­
trofe, constituye la actuación del pensa­
miento de Don Bosco, quien en sus proféticas concepciones precedía de más de
medio siglo los pasos de sus hijos. Efecti­
vamente el llorado Mons. Costamagna
en carta expedida desde las riberas del
río « Colorado », a los umbrales de la Patagonia en el 1878, casi se lamentaba con
el Venerable D. Bosco de que siempre
pensara en el Paraguay y continuamente
hablara de él.
Las ¡deas y las palabras del hombre de
Dios no podían ser vanas y estériles. Noso­
tros las vemos aquí transformarse de año
en año en una próspera y siempre creciente
realidad.
He aquí un breve resumen desde los
primeros principios ha ta el desarrollo
presente, tanto más sorprendente cuanto
mayor es la escasez de medios y más nu­
merosos y graves los obstáculos.

Los primeros pasos.
' El primero que comprobó las necesi­
dades de estas regiones fué el inolvidable
Mons. Luis Lasagna, atravesándolas en
ocasión de una larga y fructuosa gira
apostólica desde Montevideo, sede inspectorial, al Matto Grosso (Brasil).
Desde entonces abrigó la idea de fundar
en la Capital del Paraguay, Asunción, un
primer Instituto Salesiano. Pero este pro­
pósito fué cortado en flor por la catástrofe
de Juiz-de-Fora, en la que murió el em­
prendedor obispo, a causa de un choque de
trenes. Algunos años después de su muerte,
acaecida en noviembre de 1895, el reve­
rendísimo P. José Gamba, heredero de su
puesto y del alma del Obispo-mártir, con
la ayuda de Dios, vino a realizarlo.
El Instituto « Mons. Lasagna ■», ai cabo
de siete años de vida intensa y próspera
tuvo que clausurarse, debido, a yioJcnciaj

78

aún por los más tenues rayos de civili­
zación.
NueVo contingente de personal, per­
mitía en el 1924 la apertura del floreciente
externado del «Sagrado Corazón» en la
capital; al paso que el proyecto de una
Escuela Agrícola comenzaba, un año des­
pués, a realizarse en el próspero pueblo
de Ipacaraí, no lejos de Asunción, lugar
encantador en una de las zonas más agrí­
colas del Paraguay.
Actualmente más de ^.000 niños pue­
blan nuestros Colegios y Oratorios Fes­
tivos.

Hacia e l porvenir.

Chaco Paraguayo. — Indios baufizados
por D. Livio Fariña.

sectarias, volviendo a abrir sus puertas
por obra del sacerdote Domingo Queirolo,
bajo las apariencias más humildes y salesianas de un simple externado y un anexo
Oratorio Festivo.
Mientras tanto un segundo pequeño
Colegio se abría en la ciudad de Concep­
ción, sobre el Río Paraguay a 400 Km.
hacia el Norte, como así mismo, a diferencia'
de pocos años, nacían a la vida en ambas
ciudades dos Institutos de las Hijas de
María Auxiliadora.
Por más de 4 lustros la acción salesiana
en el Paraguay estuvo circunscrita a estas
fundaciones, a causa de la absoluta esca­
sez de personal.
El Rmo. P. Gamba se valió de todos
los medios posibles para suscitar voca­
ciones locales, de acuerdo siempre con
el espíritu de la Iglesia. Cuando éstas ma­
duraron se pensó en ensanchar los hori­
zontes de la obra.
En e! 1920, nos fué confiado el cuidado
espiritual de la vasta parroquia de Con­
cepción, y más tarde el del Gran Chaco
Paraguayo, tanto de la población cris­
tiana, cuanto, y especialmente, de las
numerosas tribus salvajes, no illuminadas

Pero no basta. Los hijos del pueblo
aguardan con impaciencia una Escuela
Profesional, y ésta surgirá, cuanto antes,
anexa al Colegio «M ons. Lasagna» en
Asunción.
Apremia, además, la erección de una
Casa de Formación para los aspirantes
a la vida salesiana, que en la actualidad
deben transportarse al lejano Uruguay
con no ligero gasto pecuniario.
Ella sé abrirá junto a la Escuela agrícola
«Don Bosco^ en Ypacarai, lugar a pro­
pósito, por la belleza natural del lugar, la
pureza del aire, y la serena tranquilidad
de la campaña.

Entre los indios del Chaco.
Pero un problema mucho más difícil
aguardaba aún su solución; el del aposto­
lado entre los salvajes del Gran Chaco
Paraguayo.
Solamente puede calcular la dificultad
del problema, aquél que conoce la natu­
raleza áspera del terreno, las espantosas
alternativas de sequía e inundaciones,
periódicas, la impenetrabilidad de sus
selvas vírgenes, la abundancia de fieras
reptiles e insectos de toda especie, y las
costumbres nómadas de las tribus, debido
a los estímulos apremiantes del clima y
de las necesidades de la vida.
Añádase a esto el egoísmo de los lati­
fundistas extrangeros que se adueñaron
de casi todo el Chaco a vil precio, espe­
culando sobre el lejano porvenir. En estas
circunstancias, era de todo punto impo­
sible una obra de civilización étnico-

79

moral. Esta debe trasformarlos en todo
sentido; religioso, moral, económico, hi­
giénico. Es necesario plasmar al hombre
nuevo mediante la total destrucción del
hombre viejo.
Y este trabajo de paciencia inagotable,
de sucesivas generaciones, exige absolu­
tamente la estabilidad del indio en un
lugar que haga posible el trabajo, espe­
cialmente, agrícola, con el amor consi­
guiente a la tierra y a la propiedad..

Aurora de civilización crisíiana.
Para ello, convencidos de la imposibili­
dad de establecer en estas interminables
llanuras del Chaco, cubiertas de bosques
y desoladas alternativamente por la sequía
o por inundaciones espantosas, un centro
floreciente de vida para estas tribus nóma­
das, hemos decidido finalmente adquirir
una gran extensión de terreno fértil en la
orilla oriental del rio Paraguay, a 500 ki­
lómetros hacia el Norte de la capital Asun­
ción.
Y bien pronto surgió como por encanto
en los últimos meses, en un amplio es­
pacio conquistado a la selva virgen, la
modestísima sede de nuestra Misión, con
la casita para los tres primeros salesianos,
otra para las tres primeras Hijas de María
Auxiliadora, una capillita y la escuela. Todo
construido con..... troncos de palma em­
pastados de barro y rebocados con cal.
Como se ve se empieza en medio de la
mayor pobreza, lo cual no dejará de ser
un medio eficaz para atraer las bendicio­
nes divinas sobre nuestra Obra.
Pero junto a tanta pobreza material, em­
pieza a surgir un prometedor principio de
vida religiosa y civil. Desde los primeros
dias, más de un centenar de indígenas
venciendo la innata repugnancia a abando­
nar su Chaco nativo, pasaron el río en
frágiles canoas {cachiveos), para estable­
cerse junto a la misión. Son las primeras
espigas de la abundante mies que nos es-'
pera.
Al mismo tiempo algunas familias de
honestos y laboriosos paraguayos fueron
invitadas a establecerse en aquellas cer­
canías para ofrecer a \os salvajes una es­
pecie de escuela viva de vida cristiana y
de trabajos agrícolas.
El contacto recíproco se verifica espeám

Chaco Paraguayo. — Los aintguiloB del
misionero se divierien.

cialmcnte en la escuela, común para los
niños de unas y otras familias, y sobre
todo en la iglesia, donde asisten todos
juntos a las mismas práticas religiosas. Y
todo recibe una vitalidad especial dei sis­
tema educativo de Don Bosco, con su
espíritu de franca familiaridad, de dulzura
y de alegría.

E! hombre **ves(ido de negro,,.
Pero ¿cuántas serán todavía las pobres
almas dispersas en el gran Chaco Para­
guayo? Evidentemente un censo aproxi­
mado es difícil en regiones todavía en gran
parte inexploradas. Se habla de 30, de 40
mil; pero son simples conjeturas.
La necesidad los obliga a menudo a
salir del interior de las selvas hasta las
orillas del rio Paraguay, donde núcleos
más o menos numerosos de población
cristiana les ofrecen alguna esperanza de
ganancia o de limosna.
Y es entonces cuando los misioneros
salesianos procuran entrar en relación con
ellos, emprendiendo para ello largas ex­
cursiones para ver si con algún regalo y
más todavía con la afabilidad y el cariño.

8o

se puede abrir brecha para la conquista
de sus corazones.
Cuando aparece entre ellos el a hombre
vestido de negro como ellos lo llaman,
que los trata de una manera tan distinta
de la que están acostumbrados en sus re­
laciones con los civilizados que ordina­
riamente van para explotarlos, la sonrisa
aparece en sus labios, se desvanece la des­
confianza y el misionero es recibido en
el toldo como un amigo, como un Padre.

La cosita “Don Bosco,, en Sastre.
A 700 kilómetros hacia el Norte de Asunción, a orillas del rio Paraguay hay una
fábrica de tanino llamada Sastre que perte­
nece a una Sociedad anónima argentina.
Los salesianos han fundado en esta Co­
lonia una segunda base incipiente de acti­
vidad misionera, sobre todo para la pró­
xima tribu de los indios guanas o kana
boctié.
El año pasado visité una por una todas
sus tolderías diseminadas a orillas de los
riacos (riachuelos). Cada toldo alberga va­
rias familias ligadas con vínculos de paren­
tela. Las impresiones del primer contacto
con ellos fueron prometedoras. Y efecti­
vamente pocos dias hace, al volver después
de un año a estos apartadas regiones tuve
la alegría de derramar el agua bautismal
sobre la frente de todos los miembros de
un toldo desde la anciana tatarabuela,

hasta los descendientes de la tercera ge­
neración.
La solemnidad de San Pedro y de San
Pablo que se celebraba en aquel día me
hacia recordar durante la ceremonia los
primeros bautismos administrados por el
príncipe de los Apóstoles y mi mente vo­
laba al actual sucesor de San Pedro, Pió X 1
que tanto impulso da a las misiones.

El porvenir.
No es fácil hacer pronósticos sobre el
porvenir de la obra misionera salesiana
en el Paraguay. iTantos son los obstáculos
de toda clase que se interponen en el camino! Pero no volveremos atrás. Las nece­
sidades de estas almas son demasiado ur­
gentes y parece que la Divina Providencia
haya dispuesto atraerlas al redil, bajo la
bandera de Don Bosco. El hombre de Dios
hace ya más de medio siglo, cuando to­
davía ninguno de sus hijos había puesto
pie en este continente, tenía el pensamien­
to y la mirada fija en estas extensísimas
regiones.
¡Que él desde el Ciclo nos ayude y con
él María Auxiliadora, cuyo nombre lleva
la Misión Salesiana del gran Chaco Pa­
raguayo!
Sac. R icardo P ittini
Salesiano.
Asunción del Paraguay
24. de julio de 1927.

Tres tríbos dcl Chaco Paraguayo: Sanapanáa. Caduvea y Aagaiii.

8t

Actividad Misionera
en la Pampa central
Muy Rdo Padre
D. Felipe Rinaldi.
Después de agradecer a S. R.
que nos ha enviado al Rmo P.
Inspector de Alemania Dr. Don
Francisco Niedermayer para pre­
dicar misiones a los Ruso-alemanes
de la Pampa, nos queda aún p^or
cumplir el deber de dar a cono­
cer a S . R. los trabajos apostólicos
de dicho Padre y de su acompa­
ñante P. Guillermo Wasel.

Los típicos carros rasos en plena Pampa.

Los colonos nisos-aJemanes.

La visita del R. P. Inspector de Alemania.

Así son llamados aquí los colonos que llenan
la Pampa y se extienden hasta la Patagonia.
Son los descendentes de los que, de diversos
partes del Sud de Alemania, invitados por
Catalina II de Rusia, acudieron a colonizar las
grandes extensiones de tierra a lo largo del
Volga y en la región de Odesa y que, conservando
idioma, religión y costumbres han emigrado
a su vez, hace unos 50 años al Brasil y a la
Argentina, estableciéndose especialmente en
Entre-Rios, Buenos Aires y La Pampa.
Las grandes distancias que los separan de
los centros y pueblos y de los Colegios en ellos
establecidos, motivan el hecho de que asimilen
con lentitud el idioma del país, donde están
radicados, especialmente las personas de edad;
y así se impone la conveniencia de dotarlos de
Sacerdotes que hablen el idioma alemán para
atenderlos mejor en sus necesidades espiri­
tuales, en los diversos centros y colonias en que
logran reunirse.
En la actualidad son cuatro en la Pampa los
centros más importantes de colonos ruso-alema­
nes que poseen Capilla, Iglesia o salones gran­
des, donde el Sacerdote celebra los divinos
oficios: La colonia * San José» en Barón, que
posee al presente una hermosa y vasta Iglesia
en su centro, con sacerdotes estables en la
misma Colonia; la colonia « Santa Maria » - Unanue - a nueve leguas de General Acha, con sacer­
dote fijo en ella; la colonia «Santa Teresa» a
tres leguas de Guafracbé con vasto edificio para
Capilla y Colegio, y la colonia « Santo Rosario »
a nueve leguas de Jacinto Aranz, con capilla
de regulares dimensiones.
Los demás centros y colonias disponen de
Capilla provisoria, galpones y locales parti­
culares y reciben la visita del Sacerdote en
tiempos establecidos con suficiente anticipación.

Así las cosas, nos sorprendió gratamente la
noticia de que el R. P. Niedermayer con el
R, P. Wasel de Alemania se embarcaban, por
deseo de los Superiores, con rumbo a la Argen­
tina para dar Misiones a los colonos ruso-ale­
manes de la Pampa, en sus diversos centros.
Winifrida. — Llegados a Buenos Aires con
el P. Bonetti, se dirigieron luego los RR. PP.
Misioneros a Santa Rosa, donde entrevistidos
con el R. P. Vicario Foráneo de la Pampa —
P. Juan Farinati — se trasladaron a la Colonia
Espiga de Oro, donde se levanta una Capilla
de regular capacidad y donde comenzó la pri­
mera de las numerosas Misiones aquí predi­
cadas. Dió la bienvenida el Sr. A. Wiggenhausen en correcto alemán y el R. P. Wilczeh, Ca­
pellán de la Colonia, saludó a los RR. PP. M i­
sioneros.
Lo que decimos de esta primera Misión,
deberíamos repetirlo en cada una de las si­
guientes, dadas en los diversos centros, es decir
que todo. Capilla, salón, galpones y locales
resultaban estrechos, pequeños y angostos para
contener la multitud de colonos que de zo,
?o, 50 y más kilómetros se venían diaria­
mente a apretujarse en la capilla o quedaban
fuera al viento y al sol, oyendo desde las ven­
tanas la palabra cálida y cariñosa del R. P. Niedermayer.
Alpachirí. — Terminada con copioso fruto
espiritual la Misión en Winifreda, tuvieron que
desandar los Misioneros los 100 kilómetros
para volver a S . Rosa y de allí recorriendo en
auto unos 275 kilómetros a Guatraché y Alpachirí, centro de numerosos colonos donde debía
tener lugar la segunda misión.
Los colonos de esta zona probada por di-

8z
versas cosechos perdidas, acudieron con sus
típicos carros rusos, desde 30 y 40 kilómetros
para oír la palabra de Dios, confesar y comulgar.
E a Sonta Tereso-Guatraché. — El recibi­
miento tributado a! P. Niedcrmayer en esta
colonia fué de extraordinaria solemnidad. Ochenta jinetes con banderas en la mano y nu­
merosos autos formando ala salieron a recibir
al Padre a la entrada del pueblo. Allí fué salu­
dado con declamaciones y acompañado por
todo el pueblo hasta el vasto salón-capilla. El
P. Winkels dió la bienvenida desde el pulpito
al P. Niedcrmayer que dió a continuación co­
mienzo a la Misión.

visitado el Colegio Salesiano allí establecido,
se trasladaron por tren a Uriburu y desde allí,
en auto, a la colonia San José.
Después del solemne recibimiento de los
colonos y del saludo de su Capellán el R. P.
Saxler, se dió comienzo a la Misión en la ca­
pilla antigua, por no haberse podido techar a
tiempo la Iglesia nueva.
Se renovaron aquí las escenas y las mani­
festaciones de fe que se presencian tan a me­
nudo entre estos buenos colonos y se terminó
la Misión con el ardiente voto de ver pronto
inaugurado el espacioso y artístico templo de
la Colonia cuya hermosa realidad hoy tan bien
pregona la religiosa generosidad de sus dirigentes.

Pampa (Argentina) — 80 jinetes reciben el P . Niedcrmayer en Santa Teresa.

Durante todo el tiempo que duró la misma,
harto trabajo tuvieron los PP. Misioneros y el
P. Winkels con el P. Eridolín para confesar
desde la mañana a la noche a los numerosos
colonos, que acudieron o la Misión.
Terminados aquí los días de gracia, se tras­
ladaron los Misioneros con acompañamiento
de muchos autos a Cuatracké, donde con un
modesto lunch, se despidieron los colonos del
P. Niedcrmayer, que al día siguiente se trasla­
daba a )a colonia Santa María de Unanuc.
En Santa María. — Después del recibimiento
solemne de estilo y del saludo dcl R. P. Ca­
pellán de la Colonia, so dió por comenzada la
Misión en la vasta capilla que resultó en ex­
tremo pequeña para la concurrencia de colonos
venidos de todas partes a oir la palabra dcl M i­
sionero. A las cuatro de la mañana ya golpea­
ban las puertas y ventanas de las casas donde
descansaban los Misioneros, pidiendo confesarse.
En San José-Earón. — De Santa María se
trasladaron a General .Acha, desde donde.

Castex, Campo González y Campo Ferraro.
— Terminadas las Misiones en los principales
centros, el celo dcl P. Niedcrmayer es extendió
hasta los grupos de menos importancia numé­
rica, predicando Misiones también en Castex,
Campo González y Ferraro. Los calores se
hacían ya insoportables a últimos de Noviem­
bre en las grandes aglomeraciones en pequeñas
capillas y después de dos meses de continua
predicación y viajes incómodos entre el polvo
y los vientos continuos de la Pampa, el celo de
los Padres Misioneros no dijo basta hasta que
no hubo dado cumplimiento a todo el programa
que se habían trazado en bien de los colonos.
En Eahía blanca, Stroeder, Fortín Merce­
des y Viedma. — Gentilmente invitado por el
R. P. Inspector dcl Sud, D. G. Manachino,
hizo el R. P. Niedcrmayer una corta visita a
los colonos ruso-alemanes de Stroeder en la
linea de B. Blanca a Viedma. Visitó el noviciado
de Fortín Mercedes, Patagones y Viedma. En
todas partes dejó el más grato recuerdo de
su presencia.

83

Focos días antes de su partida al viejo mundo,
a ruegos de nuestro Inspector R. P. Serié, pre­
dicó el Dr. Niedermeyer en idioma italiano,
los instrucciones a los Salcsianos congregados
en Bernal para los ejercicios. La impresión que
ha dejado su rápido paso por la Fatagonia y
la Pampa y aquí en Buenos Aires a los ejercitantzs, se puede resumir en la apreciación oida
a muchos: «es el Don Bosco alemán».
Termino, Rmo. P. Rector Mayor, dando in­
finitas gracias a Dios y a Maria Auxiliadora
por el bien realizado aquí por los Misioneros
y a S. R. las más rendidas gracias por su bon­
dad y besando su sagrada mano quedo humilde
hijo in C. J.
Pbro. J osé F uchs.

El Orfanato Católico salesiano
de Belén (Palestina).
En Belén, Patria de Jesús, existe desde años
un orfanato fundado por el Canónigo Antonio
Belloni, donde se albergan un centenar de
alumnos todos huérfanos y abandonados, que
además de recibir educación cristiana, aprenden
un arte u oficio para poder un día ganarse hon­
radamente el pan.
Esta obra no cuenta con otros medios de
subsistencia que la caridad de las almas buenas
que sienten compasión por esos compatriotas
de Jesús. Y si siempre ha sido necessaria esta
caridad lo es ahora de un modo especial después
de! terrible terremoto que asoló gran parte de
la Palestina.
La pequeña ciudad de Belén es de las pocas
que no ha tenido ni muertos ni heridos en el terri­
ble terremoto que sembró tantas ruinas en la
Patria de Jesús. Pero los daños materiales son
gravísimos. Nuestra casa ha sido de las más
perjudicadas. Los 4 grandes dormitorios del
4°. piso han quedado inhabitables y las autori­
dades nos obligan a arreglarlos en seguida.
Nuestra grande iglesia pública ha sufrido graves
averias, y en general todo el edificio habiendo
debido utilizar las clases de la planta baja para
dormitorios. Los daños no bajan de 30.000 ptas.
sunia para nosotros verdaderamente ingente.
Entre los judíos y protestantes del mundo
entero, se ha empeñado una verdadera porfía
para socorrer a las familias y a los pueblos per­
judicados, pero sólo en favor de sus corre­
ligionarios. Esperamos que también los cató­
licos del mundo entero, para quienes tantos
encantos tiene la ciudad de Belén, no dejarán
de acudir en auxilio de los Hijos de Don
Bosco de Palestina, tan duramente probados,
especialmente duremte este mes que nos pre­
para a la conmemoración de la Pasión del Señor.

Las Hijas de María Auxiliadora
entre los negritos del Congo Belga.
(De una carta de la misionera Sor Matilde A\eukeas.
hija de Marta Auxiliadora, al Rvdo. Don F. Rinaidi).

Sakania, 25 de setiembre de 1926.
Amadísimo Padre:
Por primera vez hemos tenido la dicha
de hacer nuestros ejercicios Espirituales
aqui en Sakania, predicados por Mons.
Sak y por el P. Shillinger. Siguiendo el
ejemplo de estos celosos misioneros, tam­
bién nosotras deseamos trabajar con to­
das nuestras fuerzas para salvar muchas
almas.
¡Cuántos pobrecitos se hallan todavía
sumergidos en el paganismo, sin conocer
ni amar al buen Dios! ¡Cuánta ignorancia
entre estos pobres negros! Por eso sen­
timos crecer en nosotras el deseo de ayu­
darlos a hacerse poco a poco fervorosos
cristianos.
En la función de clausura de nuestras
ejercicios, tuvimos el consuelo de ver bau­
tizar a un niño por nosotras recogido,
cuya madre murió dejándolo completa­
mente abandonado y solo. Mons. Sak lo
bautizó imponiéndole los nombres de
Francisco y josé.
Luego en el sermón de los recuerdos de
los ejercicios, Mons Sak nos hizo compren­
der nuestra grande dicha de pertenecer a
la Congregación de las Hijas de María Au­
xiliadora y del Vble. Don Bosco. Nos
animó a imitar las virtudes de nuestra
Madre, María MazzareUo y a invocarla
para que nos ayude a hacernos dignas
hijas suyas y celosas misioneras.
Nosotras estamos contentas de hallarnos
en las Misiones; sentimos que Don Bosco
nos ayuda desde el Ciclo e implora las
bendiciones de Dios sobre nuestra querida
Misión.
Todavía no hemos podido aprender la
lengua para entretenernos con estos in­
dígenas; pero pronto podremos ejercer con
más fruto nuestro apostolado entre estas
pobres mujeres y niñas negritas, a quienes
gusta tanto oirnos hablar en su lengua.
Obténganos, amadísimo Padre, del Se­
ñor la gracia de poder convertir en realidad
estos deseos, para gloria de Dios y bien de
las almas.

La Virgen de Don Bosco.
XVI I I .

María Auxiliadora provee los medios
maferiales para el sosfenimíenío de
Ja Congregación Salesiana.
Dios prueba a sus siervos en el crisol
de la tribulación; ellos son delante dé ia
Divina Majestad como víctimas de holo­
causto; pero a su debido tiempo también
los hace objeto de sus especiales favores
y muestra a la faz del mundo que en ellos
tiene sus complacencias.
Así hemos visto a Don Bosco luchar
con un gran número de dificultades; no
ligeras preocupaciones le ocasionaba el
tener que pensar en el sostenimiento ma­
terial de una familia tan numerosa. Pero
también en estas circunstancias la Virgen
Santísima cual Madre amorosa se ponía
a su lado para ayudarle.
En 1880 Don Bosco se dirigió a Francia
para recoger limosnas para sus pobres
huerfanitos. La primera ciudad que vi­
sitó fué Marsella. El fallecido Cardenal
Caglicro, uno de los primeros hijos de
Don Bosco, escribía sobre este viaje:
«Marsella ha sido el teatro de inumerables maravillas».
Don Bosco ocupaba en el Oratorio
Salcsiano de San León, una estancia que
tenía en frente un montón de tierra, desde
el cual se podía ver en el interior. Don
Bosco dijo al Director; Verás como prónto
quitaremos este estorbo y tendremos una
Casa grande y hermosa con un extenso
y bien allanado patio.
La Virgen empieza.

Al principio de su estancia en la ciudad
no se notaba el interés que se hubiera
deseado para venir en socorro de Don
Bosco; cuando al cabo de pocos días fué
conducido al Vble., en un cochecito, un
pobre niño que no podía caminar ni te­
nerse en pié. Acaso la fama de Don Bosco
había llegado hasta sus padres y querían

presentarle el enfermo para, que lo ben­
dijera.
El Venerable le dió la bendición de
María Auxiliadora y luego añadió: —
Ahora, andal El niño miraba atónito a
Don Bosco sin moverse y Don Bosco
insistió: — Anda, muévete! — Entonces
el niño se levantó y empezó a caminar,
completamente curado..,. Se hallaban pre­
sentes los Directores de la Casa de Niza
y de Marsella y este último preguntó a
Don Bosco cómo había sucedido aquel
hecho y el Siervo de Dios le contestó;
Don Bosco ha visto que no era capaz de
mover a la gente y ha dicho a la Virgen:
¡E a vamos, empecemos! Y la Virgen em­
pezó. Los padres del afortunado muchacho,
emocionados y llenos de entusiasmo, lo
acompañaron a casa publicando por do­
quier el prodigio obtenido. Desde aquel
día se notó un entusiasmo tal alrededor
de Don Bosco, que sólo la intervención
del Cielo podía explicar.
Después de 3 a~os de cama.

Una hija de una familia distinguida se
hallaba desde hacía ya tres años enferma
en cama. El mal era amenudo tan agudo
que la pobre enferma quedaba con la
lengua fuera de la boca y los ojos desen­
cajados. Rogaron a Don Bosco que fuera
a ver a la enferma y allá se dirigió acom­
pañado de Don Pablo Albcra. Don Bosco
recomendó a la enferma una gran con­
fianza en María Auxiliadora, rezó con los
circunstantes una Ave M aría y dió a la
enferma la bendición de María Auxilia­
dora. La pobre joven preguntó al Venera­
ble: — Y ahora ¿ puedo esperar que reco­
braré la salud? Y Don Bosco le contestó:
— No solamente puede V. esperarlo, sino
tener de ello una seguridad completa, si
tiene confianza en María Auxiliadora.
Don Bosco salió del cuarto de la en­
ferma y se entretuvo algunos minutos con
la familia, cuando de pronto se presenta

85

Campello (España) — M aría Aaxitiadora va a tomar posesióa de su nueva Obra.

en ia sala la afortunada joven, completa­
mente curada.
Curación de un cáncer.

Otro caso singular se verificó en el
convento de las Salesas de Marsella.
Hallábase en dicho convento la Srta.
Terrier, enferma de un cáncer y desahu­
ciada de los médicos. Don Bosco fué a
visitarla y al llegar junto a su cama le
dijo: — Sin duda que V. tendría mucho
gusto en levantarse; puede hacerlo cuando
quiera. — ¿ Pero, no sabe V., Padre, re­
puso la superiora que lo acompañaba,
que la pobre está enferma con un cáncer
incurable? — Y Don Bosco: — A me­
diodía levántese V. y vaya a comer con
las demás. Y le dio la bendición. Apenas
Don Bosco hubo salido de la enfermería,
la enferma empezó a gritar: — ¡Si ya no
siento mal alguno! ¡Estoy curada! ¡quiero
levantarme, traedme los vestidos!
Los escrúpulos del Doctor.

Efectivamente la curación era completa.
Don Bosco recomendó a la Superiora que
hiciera comprobar al médico el carácter
milagroso de aquella curación. El médico,
que era buen católico, se extrañó un poco

al ver que el mismo Don Bosco había
querido que se comprobara el hecho y
aún lo había llamado hecho milagroso.
Y quiso hacerle una visita para pedirle
explicaciones. Y mientras esperaba turno
en la antesala preguntó al Director, P. Bologna: ¿ Es que Don Bosco entre las demás
virtudes no posee la humildad? Parece
que le guía un poco de vanagloria al querer
aprovecharse de esta curación. El P. Bologna procuraba quitarle aquella impresión
pero no lo lograba, cuando tocó al medico
entrar en la habitación del Siervo de Dios.
Lo que éste le haya dicho no se sabe;
pero cuando, trascurrida una hora, el
P. Bologna se asomó para-advertir a Don
Bosco que los que esperaban se impacien­
taban, vio al médico de rodillas, con los
ojos anegados en lágrimas y con las manos
juntas, rezando con gran fervor, mientras
Don Bosco le daba la bendición. Y al
salir, profundamente conmovido, exclamó:
— No es para él; es para los demás, para
la gloria de la Virgen.
La fama de tales prodigios corría por
toda la ciudad despertando un entusiasmo
extraordinario. Ricos y pobres acudí m
a Don Bosco para depositar en sus manos
donativos y limosnas; era una verdadera

í

86
peregrinación la que acudía a la calle Beaujour dónde él se alojaba. Personas de la más
alta aristocracia esperaban horas y horas
pacientemente para poder ver a Don Bosco.
Espectáculo conmovedor.

Eran tantas las personas que querían
ver y oir a Don Bosco que se organizó un
acto público, reuniéndose en una espa­
ciosa sala del Oratorio de San León unas
mil personas. El Obispo de Marsella quiso
presidir la reunión. Durante una hora
toda aquella asamblea estuvo pendiente
del mágico encanto de la palabra de Don
Bosco, que, con la sencillez admirable del
lenguaje de los santos, hizo la conmovedora
narración de los inicios y progresos de
su Obra, reflejándose en sus palabras la
sed ardiente de almas y de la gloria de
Dios que lo animaba.
Al final de la Conferencia Don Bosco,
según el uso local, se colocó a la salida de
la sala con una bandeja para recoger las
limosnas. Todos, pobres y ricos, se dispu­
taban el honor de depositar en ella su
oferta. «Nosotros vimos el conmovedor
espectáculo, decía un periodista, y nos
paramos un buen rato a contemplarlo.
Mientras pasaban, muchas personas se
acercaban a decir algo al oído del piadoso
sacerdote. Y él contestaba a todos con
una paciencia inalterable y sonriendo ben­
decía a los niños. Entre tanto las monedas
de oro iban cayendo en la bandeja mez­
cladas con las monedas de cobre, y las
manos tanto más discretas cuanto más
abundante era la limosna, se retiraban
con prisa para no ser vistas. Era la cari­
dad que inspiraba aquellas ofrendas. Don
Bosco a todos daba las gracias con amables
palabras; pero notamos varias veces que
dirigía miradas especialmente tiernas a
pobres personas del pueblo, que no podían
depositar sino una pobre monedilla; los
hombres como él conocen el precio del
óbolo del pobre. Un gran número de
personas se quedaron todavía en la casa
para recibir una bendición, pedirle un
consejo, una oración, confiarle una pena.
Y estas escenas que sólo se leen en la vida
de los Santos se repiten cada día >.
i Y es que María Auxiliadora bendijo
siempre de un modo especial a cuantos
han ayudado y ayudan a la Obra de Don
Bosco, que es Obra exclusivamente suya!

B arcelona (España). — Encontrándome en
una situación sumamente crítica, pues después
de once años de ocupar una casa comercial, por
haberse disuelto ésta, quedé sin poder ganar e)
sustento de mi familia y viendo que debido a la
aguda crisis comercial existente, era punto me­
nos que imposible encontrar colocación alguna,
por insignificante que fuera, acudí con fervor
a implorar el auxilio de mí amantísima Madre
María Auxiliadora por infurcesión de D. Bosco.
No envano elevé mis súplicas a tan amorosa
Madre y al bondadoso Vble., Padre amantísimo
de cuantos nos preciamos de sentir en lo más
hondo dei corazón su Obra Salesiana! AI cabo
de poco tiempo y precisamente en el mes de No­
viembre, como yo les rogaba, logré encontrar
colocación nueva y atender a las necesidades
de mi familia.
Con otra gracia me he visto al mismo tiempo
favorecido por tan bondadosos intercesores.
Por lo que de todo corazón elevo mis más
efusivas gracias a María Auxiliadora y al Vble.
Bosco y las hago públicas en testimonio de gra­
titud.
Enero, 1928.
I. B. de A.
E stación R odríguez (Uruguay). — Una fa­
milia a quien aprecio mucho tenía un niñito de
cuarenta días desahuciado de los médicos que
habían dado el caso como perdido sin dejar nin­
guna esperanza a los padres.
Pero quien tiene fe en la gran bondad y mi­
sericordia de nuestra queridísima Madre María
Auxiliadora nunca pierde las esperanzas. In­
voqué la protección de tan milagrosa Madre y
ella buenísima como siempre para con sus de­
votos nos hizo la gracia de la curación.
Gracias te doy Madre mía y envío una li­
mosna en acción de gracias.
Diciembre 1927.
C lara S caglia de M ozzone.
G erona (España). — Muchos son los favores
que tengo recibidos de mi queridísima Madre
la Virgen Auxiliadora sobresaliendo entre ellos
una especialísima gracia que quiero publicar
para honra y gloria suya.
Me hallaba en. plena juventud, a los 20 años,
disfrutando salud y todo me sonreía. De pronto
me sentí aquejada de un fuerte dolor en la arti­
culación del pie izquierdo, llegando a ser tan
intenso que no me permitía ni un momento de
reposo; me vencía el sueño y no me era dado

-L

87

descansar ni a fuerza de los varios medicamen­
tos que me fueron ordenados. Un mes pasé su­
friendo horriblemente; mucho se suplicó en mi
favor, pero el Cielo parecía hacerse sordo a tantos
ruegos; Vos querida Madre mía quisisteis pro­
longar mis sufrimientos sin duda por un bien
mayor, del que os quedo en el alma agradecida,
aunque sea para mi desconocido.
Por fin sobrevino una hinchazón en todo
el pie, dejándolo horriblemente deformado al
mismo tiempo que aparecía una llaga de bas­
tante extensión de la que salía pus abundante.

Han pasado muchos años y no con la pun­
tualidad que debía he publicado tan grande
favor de Vos recibido oh Madre mía. Os ruego
perdonéis mi negligencia y aceptéis la expre­
sión de mi gratitud.
Diciembre 1927.
F. C. Cooperadora Salesiann.
M osquera (Colombia). — A poca distancia
de la ciudad de la Mesa, en un paraje completa­
mente solitario me veo acometido de improviso

Quilo (Ecuador) — La eslndíantioa del Oratorio FestÍTO.

tomando todo el pie un color negruzco que hacía
temer algo fatal.
Finalmente nos decidimos a una intervención
quirúrgica que se hizo en casa, dado el estado
de postración en que me encontraba. Inseguro
el éxito, temiendo fuera necesario una segunda
operación para proceder a la amputación del
pie que no fué cortado la primera vez por una
circunstancia que yo creo providencial.
Temiendo se reprodujera el mal, en cuyo caso
hubiera sido imposible evitar un fatal desenlace,
acudimos a María Auxiliadora, hicimos celebrar
varias misas en su capilla de los Salesianos de
Gerona y se hicieron varias novenas pidiendo su
protección en ter apurado trance.
Después de 8 días de completa inmovilidad,
se me practicó la primera cura declarando el
médico que estaba fuera de peligro. Un mes
estuve en cama y poco a poco fui recobrando las
fuerzas hasta llegar a una completa curación.

por dos salteadores que, puñal en mano, se
arrojan sobre mi caballo y mientras el uno con
presteza corta las correas que sujetan las alforjas
y se apodera de ellas, el otro cogiendo con una
mano las riendas del caballo me asesta con la
otra una terrible puñalada que debía haberme
dejado muerto en el acto, porque iba dirigida al
corazón. Espontáneamente salió de mis labios
el grito angustioso de M aría Santísima, sálvame.
Y no fue vana mi invocación porque el puñal,
atravesando la ruana por el lado que cubría el
corazón no me causó ningún daño. Herido de
muerte me debió creer el criminal cuando no
me dió un segundo golpe sino que quitando en
seguida la brida al caballo y haciéndolo girar
una o dos veces sobre sí mismo le dió varios la­
tigazos para que desbocado me precipitara en
algún despeñadero; pero'la protección de María
Auxiliadora de nuevo mi libró de este peligro
y pude aún sin freno mantenerme en la silla a

88

pesar de los saltos que dió el caballo y de su
vertisfinosa carrera.
Setiembre 1927.
A dolfo G arzón.
S bvjlla (Espoña). — Habiéndome clavado
una gruesa espina en la mano el mal se complicó
de tal manera, que el médico dijo que sin re­
medio había que cortarla y señaló el día para
verificar la operación.
La víspera de la operación sentía unas pun­
zadas y unos dolores que ma hacían sufrir ho­
rriblemente. En tan penosa situación fui a la
Iglesia de la Sma. Trinidad y de rodillas llo­
rando ante la imagen de María Auxiliadora le
supliqué me concediera la gracia de la curación.
Mi fe y esperanza en la Reina de Ips cielos me
decían que no temiera.
No resultó vana mi confianza; pues, vuelta a
mi casa, pude dormir toda la noche después de
20 días que no había podido descansar. Al día
siguiente fui a casa del doctor quien al examinar
la mano exclamó con asombro: ¿Qué ha hecho
V.? Está ya curada.
iGracias, Madre mía!
Diciembre 1928.
Una devota.
V elez R ubio (España). — Estuve padeciendo
del estómago tan gravemente que me veía en
el caso de devolver casi todos los alimentos. Un
caso providencial hizo que vinieran a mi conoci­
miento las múltiples gracias que la Virgen de
Don Bosco suele prodigar a sus devotos. No
dudé un instante de su bondad y de su segura
protección, y por lo mismo me puse a invocarla
con toda fe en una necesidad grave, la cual con
toda mi satisfacción la ví remediada mediante
la nunca desmentida generosidad de la Reina
dcl Cielo,
Hoy cumplo con la promesa de publicar la
misericordia de tan bondadosa Madre y mandar
una limosna para las Misiones Salcsianas, de
las cuales la Sma. Virgen es fiel protectora.
19 de Diciembre 1927.
Dolores D íaz.
Z apatoca (Colombia). — Hacía gran número
de años que un herniano mío estaba alejado de
los Sacramentos, a pesar de haber asistido a
Misiones y a muchos Ejercicios, y de haber
además sufrido una enfermedad que le tuvo a
las puertas de la muerte. Ante el grave peligro de
que muriera impenitente, acudí a la Sma. Virgen,
ofreciéndole una limosna para los huerfanito’^
de Don Bosco y publicar el beneficio, si me lo
concedía. Esta buena Madre no dejó defraudadas
mis esperanzas, pues mi hermano espontánea­
mente asistió a una Misión, se confesó y co­
mulgó. Doy por este señaladísimo beneficio
fervientes gracias a mi 'divina Bienhechora y la
ruego siga protegiéndonos.
Una Cooperadora Sales.

Dan (ambiétt gracias a María Auxi­
liadora:
A racena (España). — Rosario Pérez por la
curación de una nietecita atacada de meningitis
y deshauciada por ios médicos.
A ntopagasta (Chile). — Custodia de Eche­
verría.
Barcelona (España). — Gabino Nieto por
tres favores señalados. — Gervasia C. Arrechea
por haber obtenido la curación de su padre. —
R. G. por haber obtenido dos veces la salud de
una sobrina muy enferma. — losefa Gols por
un favor recibido y envía una limosna para las
Misiones Salesianas. — Una devota por haber
retenido en el hogar a uno que amenazaba aban­
donarlo.
C albuco (Chile). — Max. Shmeísser por
haberse salvado milagrosamente de una gran
tempestad que duró 2 días.
C olosso (Chile). — José y María de Dávila.
D epartamento S an J osé (Uruguay). — Juan
R. de Conturres, por haber obtenido la salud. —
F. S. M . muy agradecida envía limosnas para
celebración de misas.
E stación R odricuez (Uruguay). — María
Zunino por haber recobrado la salud y envía una
limosna. — Clara S. de Mozzone por la salud
alcanzada a una sobrina que había sufrido una
operación.
G eneral R oca (Argentina). — Santina M.
de Melchiori por haber obtenido la salud de una
hija de nueve años y envía una limosna para su
Santuario de Turín.
L a C osta (España). — Rafael Marco Garín,
maestro, por haber obtenido un nombramiento
en circunstancias muy apuradas.
L as Piedras (Uruguay). — L. G. de B. por
haberse conjurado una desgracia que amenazaba
a la familia.
M ontevideo (Uruguay). — María E. Aguirre
por varias gracias en favor propio y una especialísimo en favor de otra persona. — Aida Secondo por haberse desvanecido obstáculos al
parecer insuperables que se oponían a su com­
pleta consagración al Señor por los Votos reli­
giosos, habiendo podido entrar en el Noviciado
el mismo día 24 de mayo fiesta de María Auxi­
liadora, desea publicar la gracia y envía una
limosna. — María E. de Paseiro por favores
recibidos.
Puerto M ontt (Chile). — P. Gaspar Bohie,
— Celia de Téllcz.
Puerto S aavedra (Chile). — Nicolás Concha.
PuREN (Chile). — A lfo n s o P in to .
Q uillen (Chile). — Estela Mora.
CjuiRiHUE (Chile). — Juana Sanhueza.
S an F abrian (Chile). — María Poblete.
S an F elipe (Chile). — Rufino Muñoz.

89

S an J osé de la M ariquine (Chile). — L u­
crecia Sales de Esper.
S an M artín de los A ndes (Chile). — Clara
Gallardo, Juan Antonio Estay, Teresa Reyes,
Mercedes Nanjarí.
S an V icente (Colombia-Santandcr).— Pablo
Rueda, Carlos Arturo Gómez, Pablo Antonio
Acevedo, Domingo Quijano, Pedro Elias Quin­
tero, Andrés Rueda, Rito Uribe, Emiliano Porras
Leocadio Díaz, Betsabe Gómez, Ana F. Plata,
Pastora Porras, Isabel Gómez, Ana J. León,
María de Jesús Angarita, Teresa de Navas,
María de la Cruz Colmares.
S evilla (España). — Gloria García, por haber
curado de una grave afección a una pierna.
V alencia (España). — Una devota por haber
salido de una situación muy apurada.
Z apatOCA (Colombia). — Noemi Martínez
por haber alcanzado la salud y hace decir una
Misa en su Santuario de Turín. — Ester Posada,
por la curación de un tumor.
Z apatoca (Colombia). — Ana Jesús Corso
Martínez, Bernabé Díaz Rueda, Rosa Elvira
Pinilla de Duarte, Betsabé de Castellanos, María
Ramos León, E. S . de R., Emilia Romero de
Plata, María dcl Rosario Rin.'ón, Ana Belén de
Solano, L . G . A., Margarita Plata S., Zoila Rosa
de Plata, Amalia Ardilla, Luis Fernando Se­
rrano, Liduvina M. v. de Díaz, Pbro. Manuel
Quijano Gómez, María de Jesús, Quintero de
Moreno, María Antonia O. de Díaz, Clementina
de Suárez, Rosalina P. v. de Rueda, Bernarda
Ardilla, María y Julia Serrano, Manuel José
Díaz, Ana Virginia de Quintanilla, María Gómez
Amorocho, María Rueda Rueda, Custodia Díaz,
Beatriz S. de Plata, Margarita Plata Serrano,
Félix Miguel Plata, Antonio María Plata, Alvaro
García Gómez, Elvira Aríza Acevedo, Catalina
y Fernanda Solano, Pedro Solano, Clemencia
L. de S., Carlos Jesús Acevedo S., Martina R.
de Rueda, Ana Rosa A. de Plata, Margarita v. de
Quintero, Amalia Ardila, Rafael Díaz Chacón,
Ana Jesús Corzo Martínez, Aurelia M. de Corzo,
María R. v. de Arguello, Eudocia de Amaya,
Crispina S. de Acevedo, Marcelina de Velandia,
María dcl Carmen Boórquez, Luisa A. Ardila,
Angelina G. de Serrano, Ramón Vecino, Gui­
llermo Gómez Amorocho, Alexis Ortíz Gómez,
Francisca Ortíz R., Teresa Díaz, Ma. Antonia
de Díaz, Evangelina O. de Díaz, Herminia P.
de Rueda, Ana Francisca de Duarte, María
Antonia de Díaz, Gracila y Abelardo Acevedo,
Rubén Acevedo Serrano, Sacramento A, de
Serrano, Luisa Antonia Ardila, Rita A. de Frias,
María del Carmen de Ardila, Luis José Galiano
Castro, Luis Moros Martínez, María de Jesús
Martínez, Zoila Acevedo de Díaz, Clementina
de Suárez, Diego José Acevedo Duarte, Luí..
Ricardo Acevedo R., María Antonia O. de Díaz,
Tránsito T . de Serrano, Francisco Uribe y Ba­
jillo A., dan gracias a María Auxiliadora y por

intermedio de la activa celadora Salesiana Sita.
Teresa Gómez A. envían una ofrenda para la
Obra Salesiana.

T E SO R O ESPIRITUAL

Los Sres. Cooperadores Salesianos, cumplien*
do los requisitos de costumbre, pueden ganar,
Indulgencia plenaria:
t. El día en que se inscriben en la Pía Unión.
2. Una vez al mes, a elección de cada cual.
3. Una vez al mes, asistiendo a la conferencia.
4. Asimismo, una vez al mes, el día en que
hagan el Ejercicio de la Buena Muerte.
5. El día que por primera vez se consagren
al Sagrado Corazón de Jesús.
ó. Siempre que hagan Ejercicios Espirituales
durante ocho días seguidos.

Además, los siguíenfes días:
Mes de Marzo.
25. Anunciación de María Santísima.
30. Los siete Dolores de María.
Mes de Abril.
I. Domingo de Ramos.
8. Pascua de Resurrección.
También pueden ganar otras muchas indul­
gencias plenarias y parciales y gozar de varios
privilegios, como puede verse en el Reglamento
c «Cédula de admisión a la Pía Unión», a la
cual nos remitimos.
N ota: i ) Condición para ganar las indulgen­
cias concedidas a los Cooperadores Salesianos
es la de rezar todos los días un Pater, Ave y
Gloria con la jaculatoria: Sánete Francisco Salesi,
ora pro nobis; — 2) Los Cooperadores que por
enfermedad o convalescencia no puedan ir a la
iglesia, podrán ganar las indulgencias arriba
expresafdas rezando en su casa cinco Pater, Ave
y Gloria.

La indulgencia de! fraba/o.
Todos los días, con la única condición de estar
en gracia de Dios, los Cooperadores Salesianos
que en medio de sus ocupaciones o de su tra­
bajo, levanten el corazón a Dios con alguna
piadosa invocación, pueden ganar:
1. Una indulgencia plenaria por una cual­
quiera de dichas invocaciones.
2. 400 días de indulgencias por todas las demis , cada vez.

BA RCELO N A (España). — Una Obra de
¡as Hijas de M.aría Auxiliadora que surge de
las cenizas.— Días de inmenso júbilo son los
que vivieron las Hijas de María Auxiliadora con
motivo de la bendición del nuevo colegio levan­
tado en el mismo solar de la calle de Sepúlveda,
donde fué destruido el edificio que aquellas re­
ligiosas ocupaban antes de la semana trágica
de 1909.
Desde entonces, extinguido el horror de aque­
llas luctuosas jornadas, las Hijas de María Auxi­
liadora, con el apoyo de algunas personas pia­
dosas, no dejaron ni un solo momento de orar
y de trabajar a fin de que no se perdiera estéril­
mente la semilla esparcida en la popular ba­
rriada para que las hijas de familias obreras,
confiadas a su cuidado en gran número, recogie­
sen los copiosos frutos de una sana educación
y provechosa instrucción, inspiradas en las
doctrinas del venerable Don Bosco.

Barcelona: La naeva capilla de las Hijas de M . A.

El colegio vuelve a tener casa propia. La ima­
gen de María Auxiliadora ha podido ser trasla­
dada triunfalmente desde una modesta casa de
alquiler al nuevo edificio, acompañada de la
veneración y las plegarias de sus devotos. A las
horas de angustias y de sacrificio, de incerti­
dumbre y de esperanza, suceden estos momentos
de gozo, de íntima satisfacción y de piedad sin
límites, con la esperanza de que perdure ya para
siempre la obra salesiana con tanta abnegación
llevada a cabo. El nuevo colegio, cuya traza
arquitectónica llama la atención de los trans­
eúntes por la esbeltez de sus líneas y la elegancia
del conjunto, reúne envidiables condiciones
pedagógicas. Es amplio, higiénico, y en él entra
la luz a raudales para que todo sea puro y bello.
Al acto de la inauguración asistieron el sábado
último los bienhechores de la institución, las
autoridades y distinguidas familias, especial­
mente invitadas.
El actual director de las Escuelas Salesianas
de Sarriá, Padre G . Viñas, delegado por el señor
obispo de la diócesis, con el ceremonial de rú­
brica, se encargó de bendecir la imagen de la
Virgen, actuando de padrinos doña Mercedes y
don Emilio Juncadella y hallándose presentes
la señorita Sagredo, en representación del al­
calde; don Antonio Marimón, por el conde del
Montseny, presidente de la Diputación; el señor
Raboso, por el gobernador civil señor Miláns
del Bosch; viuda de Ferrer, madrina de la obra;
el arquitecto diocesano señor marqués de Sagnier, comisiones de varias entidades religiosas,
otras distinguidas personalidades y gran número
de vecinos.
También se hallaban presentes los directores
de los colegios salesianos de Sarriá, Mataró y
Tibidabo, la reveranda Madre inspectora de las
Hijas de María Auxiliadora en España, madre
Angelina Chiarini y varias superioras de las di­
versas casas que la Hijas de María.Auxiliadora
tienen en la provincia de Barcelona.
La reverendísima madre general, Luisa Vaschetti, envió un cariñoso y expresivo telegrama
de adhesión a las fiestas, de enhorabuena a sus
hijas y de agradecimiento a cuantos han coope­
rado al levantamiento del nuevo colegio.
Terminada la ceremonia de la bendición de
la imagen, se organizó una procesión que, por
las calles Sepúlveda, Cortes y Entenza, se di­
rigió al nuevo edificio. Al llegar a la puerta,
la alumna Mercedes Martí recitó una hermosa
poesía dedicada a María Auxiliadora y compuesta
por don josé Carreño; el señor Albo y Marti

9i

Campello (Espafia) — Exalamnos naturales de Campello, que inangoraron el Centro de Cultura.

hizo entrega de las llaves del nuevo edificio en
nombre de la madrina de la obra doña María
Bertrand, viuda de Ferrer, y seguidamente la
santa imagen fué conducida a la capilla del Co­
legio, que es muy amplia y produce excelente
efecto.
C A M PE LLO (España). — Inauguración de
un Centro Salesiano de Cultura.— Campello,
la simpática gaviota levantina, que extiende sus
alas a un lado y a otro de la vía ferrea junto al
plantel de vocaciones salesianas, celebró du­
rante los días ?, 6, 7 y 8 del pasado enero una
serie de solemnes festejos para inaugurar el
Centro Salesiano de Cultura que ofrecerá
tanto a los hábiles pescadores, como a los tra­
bajadores de la tierra, toda suerte de facilidades
paM completar su instrucción religiosa y su
formación social y donde ios días festivos, a más
de poder atender cómodamente a los deberes
religiosos, encontrarán los medios para diver­
tirse santamente. Capilla, Aulas, Biblioteca,
teatro, campo de deportes, nada falta en esta
Obra, que, como todas las obras de Dios, ha
surgido venciendo mil dificultades dada la es­
casez de medios de la población, y da la cual se
espera recoger los más consoladores frutos.
A los festejos se adhirió el Sr. Obispo de la
Diócesis, y asistieron el Inspector de los Salesianos, todos los superiores y alumnos de la
próxima Casa de formación salesiana y en tren
especial de Alicante llegaron el batallón infantil
y la Banda de Música de Alicante y gran nú­
mero de distinguidas personalidades. Y el pueblo

de Campello en masa vivió días de imborrable
recuerdo. Deseamos a la nueva Obra larga vida
y abundantes frutos.

AL VU ELO

V :

C A R A C A S (Venez.).— Con gran solemnidad
celebróse en el Colegio Salesiano la repartición
de premios correspondientes al año escolar
1926-27. •^residían el acto el Exemo. Sr. Nuncio
Apostólico de S . S . y los Dres. Gonzalo Sala,
Velez y Pebres Cordero en representación del
Ministro de relaciones interiores, del Sr. M i­
nistro de Fomento y del Sr. Gobernador, que
enviaron valiosos premios.
CIUDADELA (Menorca-España). — El
Concurso Histórico Literario que los ex-alumnos
salesianos de Ciudadela habían organizado para
festejar al Rvdmo. Sr. Obispo de Menorca en
sus Bodas de Plata episcopales, ha terminado;
adjudicándose un primer premio, tres segundos
premios, dos primeros accessits y dos segundos
accésits. El primer premio fué adjudicado a
la Historia del Templo de Santa M aría de Ciu­
dadela, hoy catedral de Menorca, hermoso y
paciente trabajo de investigación juzgado digno
de la publicidad y debido al Rvdo. Sr. D. Juan
Roselló, Beneficiado de la misma Catedral. Los
premios y correspondientes diplomas fueron
regalos del limo. Cabildo, de los Exalumnos y
del Centro Católico.

r

92
C U Z C O (Perú).— Con el apoyo y partici­
pación económica del Gobierno, que tanto dis­
tingue a la Congregación Salesiana, se están
llevando a término las obras de ampliación y
modernización de la Escuela Vocacional de Chocopata. Es consolador el movimiento que se nota
en la generosa nación peruana en favor de la
Obra de Don Bosco y ahora se ve que no sólo
quiere proporcionarle los medios materiales sino
también, en grande escala, hijos suyos que,
alistándose bajo las banderas de Don Bosco,
extiendan por toda la República los beneficios
de la educación salesiana.

munión y la procesión fueron los actos más
salientes, resultando pequeña la iglesia para
contener a la muchedumbre de devotos. El
mismo día por la tarde en el Colegio Salesiano
« José Fagnano » se celebró con gran solemni­
dad la fiesta de final de Curso con la distribución
de premios, actos todos que fueron realzados
con la presencia del P. AUberti, Inspector de
los Salesianos de Magallanes.
SANTANDER (España). — El día 7 de, di­
ciembre último, previa la admisión por los Su ­
periores de los que fueron juzgados dignos de

Caracas (Venezuela) — Alumnos que merecieron premio espec’al por su buena conducta.

M ADRID (España). — El día 26 del pasado
diciembre la Banda de Música de las Escuelas
Salesianos, formada casi en su totalidad de
alumnos de las mismas, dió un concierto en
la Radio España, ejecutando un escogido pro­
grama musical y leyendo entre pieza y pieza
composipiones escogidas. Todo Madrid y Es­
paña entera pudo asi oír y admirar a qué per­
fección puede llegarse con elemento infantil,
cuando se cuenta con una abnegación y paciencia
como la del maestro de la referida Banda, el
coadjutor salesiano D. Dionisio Ullívarri.
PUERTO NATALES (Chile). — Con carac­
teres de solemnidad extraordinaria, siguiendo
las católicas tradiciones chilenas y españolas
se celebró el día S de diciembre la fiesta en honor
de la Inmaculada Concepción. La Misa de co-

tal distinción, tuvo lugar en el Colegio del
Alta la imposición de medallas a los nuevos so
cios de la Compañía de San Luís y del Santí­
simo. 23 fueron admitidos en la primera y 3^
en la segunda. También en las Escuelas de b
Calle Viñas celebróse el día 11 una simpática
fiesta que amenizaron los Exalumnos con una
magnífica función teatral.
SAN TIAGO (Chile). — El colegio « Patro­
cinio de San José > rindió el día 27 del pasado
noviembre un cariñoso homenaje al insign:
bienhechor de la Obra Salesiana, Pbro. Don Blas
Cañas con ocasión dcl primer Centenario de su
nacimiento. La repartición de premios y el pro­
grama que se desarrolló en esta ocasión, susci
taron el entusiasmo de la inmensa concurrencia.
EJ discurso en honor de D. Blas Cañas pronun-

J

95

Cuzco (Perú) — Grupo de alumnos internos.

ciado por el Sr. D. Luis Felipe Levelier fué una
verdadera pieza oratoria.
SEV ILLA (España). — Grande actividad
demuestra el Oratorio Festivo de las Escuelas
Salesianas de la Trinidad. En un programa lle­
gado a nuestras manos, vemos que el dia 8 del
pasado enero, como obsequio a las señoras que

costearon las cuatrocientas cajas de dulces y la
comida extraordinaria a ios niños del Oratorio,
éstos organizaron una grandiosa velada teatral.
1 Cuánto mayor será la recompensa que reci­
birán en el cielo estas buenas damas protectoras!
TIBIDABO (Barcelona-España). — Los tres
últimos días de diciembre y primero de enero

Madrid (Espa&a) — La Beoda infantil de las Escuelas Salesianas que dió un concierto en la R adio España.

hU

94
último fueron dedicados a conmemorar el X X V
aniversario Je la Colocación de la primera piedra
del Templo Nacional Expiatorio al Sagrado Co■ razón de Jesús que levanta ya su mole en lo más
alto dcl monte Tibidabo. Ya al lado de la Cripta
completamente terminada ha empezado a alo­
jarse la Guardia de Honor del Deífico Corazón
de Jesús; jóvenes aspirantes al Sacerdocio que
con sus cantos y ceremonias religiosas dan es­
plendor a los sagrados cultos; ya van subiendo
las paredes del Templo y todo hace esperar que
en un día no lejano podremos admirar la Obra
concluida. Todos los Cooperadores Salesianos
de España y de América deben procurar tomar
parte en la porfía de amor que, con limosnas y
sacrificios, han entablado aquellos que sienten,
que toda la raza hispana tiene que postrarse de
hinojos ante el Deífico Corazón de Jesús, que
quiere reinar en España y en sus hijas de allende
los mares con más veneración que en otras partes.
V A LPA R A ISO (Chile). — Con grande en­
tusiasmo celebraron este año el Día del Colegio
los Exalumnos de los Centros * Pió X » y « Luis
Nai * que en número de unos zoo acudieron al
Colegio para recordar los gratos tiempos de
estudiantes y reforzar cada vez más los vínculos
que los unen a sus antiguos maestros. Amenizó
los actos una espléndida orquesta formada tam­
bién por Exalumnos.
Y U C A Y (Cuzco-Perú). — El Rvdo. P. José
Jaime, dcl Corazón de María, en un magnífico
artículo de tres columnas del * Diario * de Cuzco
del día 8 del pasado noviembre, describe la
nueva escuela agrícola salesiana, erigida para la
educación del Indio, debida al celo del Sr.
Presidente de la República y a su brazo derecho
en el ramo de la enseñanza, Dr. Aurelio Gamarra. Después de describir la enseñanza pro­
fesional y literaria que se da a los jóvenes y la
educación moral y religiosa que se inculca en
sus corazones, dice entre otras cosas: * Si en
el Perú pudieran establecerse muchos internados
a la Yucay, no existiría el problema de la edu­
cación del Indio». Agradecemos al ilustre hijo
dcl P. CUrct sus lisonjeras frases.

Se recomienda a cuantos envían fotografías
para el Boletín Salesiano o para el Archivo
de la Congregación, noten claramente en el dorso
de cada-fotografía-, i. La Inspectoría o misión
de donde proviene - z. La Casa o localidad El asunto de la fotografía - 4. La fecha en que
fué tomada.
Rogamos además a todos los encargados de pu­
blicaciones y revistas salesianas, por pequeñas que
sean, no dejen de enviar dos ejemplares de cada
número a esta Redacción, uno para e/itresocar
noticias y otro para el archivo.

Rvdo. D. Jaim e Reíxach Aubert
Murió santamente el día 19 de diciembre en
Olot (España) a los 74 años de edad. Fué ejem­
plar Cooperador y gran propagandista de la
Obra Salesiana. A este título se añadía en la
esquela mortuoria los de Ministro de la Vble.
Orden Tercera de S . Francisco, Presidente de
honor de las Conferencias de San Vicente de
Paul, Director del Apostolado de la Oración,
Fundador de la Obra del Pan de los pobres y
miembro de la Junta de < La Caridad ».
Por estos títulos y cargos se ve cuánto buscaba
más los honores del Cielo que no los pasajeros
y mezquinos de la tierra.
El más sentido pésame a los deudos y una
oración por su alma.

A

&

ib

Rvdo. D. Remigio Jiménez.
El sacerdote ejemplar, el misionero celosí­
simo, el adorador fervoroso el consejero pru­
dente y discreto, D. Remigio Jiménez Blázquez,
murió repentinamente el pasado diciembre en
Villaluenga del Rosario (Málaga-España) donde
se encontraba misionando, cuando después de
un sermón sobre la necesidad de estar siempre
preparados, acababa de sentarse en el Confe­
sionario.
Su muerte ha dejado la impresión que deja
la muerte de los Santos. El mismo Sr. Obispo
de la Diócesis se hizo un deber de conmemo­
rarlo en el solemne funeral del Seminario di­
ciendo entre otras cosas: * Era un sacerdote
hambriento de almas y esa hambre de almas era
el motor de toda su vida de apostolado, sin cui­
darse de si mismo ni de su salud quebrantada
sino consagrándose por completo a la salvación
de sus hermanos *. « ¿Porqué, Jesús mío, cuando
tanta necesidad tiene esta pobre Diócesis de sa­
cerdotes y de sacerdotes santos te nos llevas
ahora uno de estos sacerdotes? T e pedía hace
pocos días al entronizarte en este seminario
sacerdotes-hostia, ¿Porqué Señor tan pronto
nos lo arrebatas? Sacerdote Hostia era Don Re­
migio y como Señor que eres has querido que
se te sacrificase ».

i

95
Era además grande admirador de Don Bosco
y de su Obra; en su apostolado en medio de la
niñez les proponía siempre como modelo a Do­
mingo Savio; contribuía con limosnas al sos­
tenimiento de niños pobres en nuestro Colegio,
limosnas que él tenía que buscar con sacrificio
pues nunca se reservaba nada para s!; también
influyó como testamentario para que fuera gran­
demente favorecido nuestro colegio de niños
pobres de Salamanca de donde era oriundo;
y en la Congregación tiene un hermano, Pablo,
al que damos desde estas columnas el más sen­
tido pésame.
Pidamos al Señor que desde el Cielo siga pro­
tegiendo las obras por que tanto se interesó en
vida y que suscite muchas vocaciones santas
para llenar su vacío.

*

ife *

Ernesto Vivas Bacó.
Después de larga y dolorosa enfermedad,
falleció en Gerona (España), el pasado Diciembre,
el Dr. D. Ernesto Vivas Bacó: varón justo, ca­
ritativo, modelo de caballeros cristianos, gran
corazón, que no ha latido más que para glorificar
a Dios, consolar y enjugar lágrimas.
Hiblar de D. Ernesto Vivas, es hablar de
totas las obras de carácter piadoso y católicosocial que existen y han existido en Gerona de
50 años a esta parte. El ha sido su fundador o
colaborador más entusiasta.
Ha muerto a los 75 años: siendo Presidente
de la Junta Diocesana de Acción Católica, del
Consejo particular de las Conferencias de San
Vicente de Paúl; de la Conferencia de San Félix;
de la Vela y Oración del Santísimo Sacramento
y del Apostoloado de la Oración; Sacristán de
Nuestra Señora de los Dolores, Vocal de la Aso­
ciación La Caridad y de (a Junta contra la Blas­
femia.
Fué uno de los fundadores de la Juventud
Católica de Barcelona y un paladín esforzado
de la Liga Antimasónica y de la revísta < La
Regeneración >.
Desempeñaba todos estos cargos con celo y
actividad inusitadas; y apesar de ello tenía tiempo
para no desatender su trabajo en el Laboratorio
municipal, asistir diariamente a la Santa Misa,
recibir la Sagrada Comunión, hacer sus prácticas
piadosas (Oración mental, rezar dos veces por
lo menos el Rosario); y visitar todos los días al
Santísimo Sacramento en la Iglesia, donde es­
tuviera expuesto.

Sus íntimos le habían oído decir infinidad de
veces, que, si le fuera dado escojer, preferiría
morir más bien hoy que mañana; pues asi como
para ir al recibimiento de una persona querida
o a tomar posesión de una herencia, nos apresu­
ramos lo que podemos, y si nos es posible ir
en el exprés no empleamos ninguna otra clase
de locomoción, así él para gozar del supremo
bien, desearía obtenerlo lo más pronto posible:
siempre vivió preparado para morir.
Fué ejemplar Cooperador Salesiano y bien­
hechor generoso de la Obra de D. Bosco.
Su muerte ha sido la del justo. El pidió a su
tiempo, el Viático y la Extremaunción, que se
le hiciera la recomendación del alma y que se le
diera agua bendita; y persignándose, besando
continuamente el crucifijo, rezando el Padre­
nuestro, Credo y Ave María y pronunciando
los dulcísimos nombres de Jesús, María y José,
entregó su alma al Creador.
Descanse en paz el amigo queridísimo, el
bienhechor de los pobres, sostén y propulsor
de toda idea noble y empresa redentora.



^



Don Francisco Ballesfer Agües.
Con el año 1927 moría santamente en Va­
lencia (Esp.) a los 71 de edad, este varón, de­
chado de virtudes cristianas.
De piedad profunda, en ella encontró la fuerza
para afrontar con entera resignación y sin perder
nunca su amable sonrisa, las más duras pruebas
de su vida.
Su devoción a María Auxiliadora no conocía
límites, valiéndole en el día de su muerte una
muy regalada visita de Nuestra Celestial Se­
ñora.
Los Salesianos desde los primeros tiempos
de su establecimiento en Valencia tuvieron en
él un cooperador y un corazón amante que no
titubeó en poner en sus manos su más preciado
tesoro: la educación de sus hijos.
Lector asiduo de nuestro Boletín, ha dejado
escrito en la portada de infinidad de ejemplares
la palabra < leído > y las impresiones que su
lectura le causara. Con este medio llegó a fami­
liarizarse de tal manera con los nombres de nues­
tros más ilustres misioneros y superiores y tan
al corriente estaba del movimiento de la Con­
gregación Salesiana en todo el mundo, que el
oírle hablar de nuestras cosas daba gozo y ad­
miraba.
Pero donde más se echaba de ver su gran

1



afecto por las Obras de Don Bosco fué en el
celo de las vocaciones salesianas.
No contento con haber consagrado a nuestra
Congregación a su hijo Vicente, repetía que
para él sería el día más feliz de su vida, aquel
en que sus nietecitos le pidieran para ser salesianos.
Que desde el Cielo, como piadosamente pen­
samos, continúe interesándose por las vocacio­
nes. Que Nuestro Señor suscite muchos padres
de familia semejantes a él y almas buenas y
pudientes que se preocupen, no sólo de pedir
fundaciones, sino de contribuir al sostenimiento
de vocaciones, único medio para que en fecha
no lejana puedan tener todas las populosas ciu­
dades de la reglón valenciana una casa de los
Hijos de Don Bosco.
A la virtuosa Vda. Dña Esperanza Domingo
a sus hijos y demás parientes, nuestro más sen­
tido pésame y la promesa de nuestras oraciones
y de las de los lectores del Boletín Salesiano.

Á

ií.

^

Dña Virginia G . de Sanlacoloma.
En la población de Supía (Colombia), el 50
de Setiembre, p. p. pasó a mejor vida la venera­
ble matrona y entusiasta cooperadora, Dña.
Virginia G. de Santacoloma, abuela paterna del
sacerdote salesiano D. Alberto Santacoloma.
Su carácter varonil y profundamente cris­
tiano hizo de ella no sólo una Madre del temple
de M::má Margarita, sino un apóstol decidido
que trabajó sin descanso por el decoro de la
Casa de Dios y por el fomento de la piedad y
moralidad en los hogares. Sus últimos años los
dedicó por entero a la propagación dcl culto a
María Auxiliadora con un celo y amor incan­
sables. A ella se debe el que el pueblo de Supía
sea hoy un centro de entusiastas cooperadores
salcsianos.
El Boletín se asocia al dolor de su innumerable
prole de 205 miembros entre hijos, nietos y
biznietos, e implora el eterno descanso para
su alma.

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