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BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS O BR AS DE DON B O S C O

Vocación maravillosa y probada
E scu e la 'D o m in ic a l.

Fecha m em orab le.

Terminado el curso escolástico de 1932-33,
y vuelto Juanito al Sussambrino encontró
que, con el casamiento de su hermano José,
Margarita había adquirido en la persona
de la nuera una angelical criatura que la
rodeaba de todos los solícitos cuidados de
que ella había rodeado a la abuelita. Viendo
Juanito en tan buenas manos a su querida
madre, se pasaba la mayor parte del tiempo
en Becchi, donde en los dias de fiesta reunía
los jovencitos del pueblo para instruirlos en
el catecismo y hasta para enseñarles a leer
y escribir, exigiendo solamente como re­
compensa que se acercasen una vez al mes
a los Santos Sacramentos. Tal fué el origen
de las Escuelas Dominicales y Nocturnas
para los pobres hijos del pueblo, añadidas
por él a los Oratorios Festivos. Durante la
semana, después de haber dedicado largas
horás a sus libros, ocupábase en construir
muebles, de que la familia tenía necesidad.
Todavía existen en Becchi una mesa y algún
taburete, obra de sus manos. También se
aprovechaba de lo que había aprendido de
zapatero aquel año en Chieri, y aimque no
luciese zapatos finos, sabía arreglarlos de
tal manera, que parecían casi nuevos. Esta
fiabilidad, aconsejada por la pobreza, le oca­
sionaba grandes ahorros para la familia. En
su reducido taller, al homo de herrero, a
la mesa de sastre, al banco de carpintero,
anadió también el banquillo de zapatero.

Las vacaciones de aquel año fueron se­
ñaladas por un solemne acontecimiento. El
piadosísimo clérigo José Cafasso celebraba su
primera misa en Castelnuovo con inmenso
júbilo y fiestas extraordinarias por parte de
los lugareñas. Juanito debió llorar de santa
envidia cuando lo vió subir las gradas del
altar; tanto más que hacía años que su cora­
zón se sentía impulsado a desear la amistad
del nuevo sacerdote, y siempre nuevos obstá­
culos lo habían tenido alejado de él. Pero,
acabado el santo sacrificio, acercándose en
medio de la masa ingente del pueblo para
besarle la mano consagrada, una mirada
afectuosa del nuevo sacerdote le dió a co­
nocer que su deseo había sido satisfecho y
que en él habría encontrado un padre, un
amigo, im consejero, un bienhechor cons­
tante.
Es de observar, sin embargo, que mientras
antes anhelaba con tan vivo deseo llegar a
ser sacerdote, ahora un temor reverencial
llenaba todo su ser al pensar en la sublimi­
dad de ta l estado, en la propia miseria y
en las obligaciones que habría de contraer
con Dios. « El sueño de Murialdo — escribe
el Beato con singular humildad — me había
quedado muy impreso; éste se había repetido
varias veces de un modo bastante más claro,
por lo que, si había de prestar fe, debía
seguir el estado eclesiástico, al que preci­
samente me sentía inclinado; pero no quería

2S8
creer a los sueños, y mi forma de vida y
la falta de las virtudes necesarias a este
estado hacían que dudase en mi deliberación.
lOhl, si entonces hubiese tenido un guía que
se hubiese tomado interés por mi vocación,
hubiera sido para mí un tesoro; pero este
tesoro me faltaba. Tenía, sí, un óptimo con­
fesor que j)ensaba en hacerme un buen cris­
tiano, pero no quería meterse en el asunto de
la vocación. Aconsejándome, pues, conmigo
mismo, después de haber leído algún libro que
trataba de la elección de estado, me decidí
a entrar en la Orden de los Tranciscanos ».
En Chieri había frecuentado el convento
de los PP. Franciscanos, y alguno de aque­
llos Padres, conociendo las raras dotes de
ciencia y de piedad de que estaba adornado,
le había insinuado que entrase en su Orden,
asegurándole (¡ue le dispensarían de la cuota
prescrita a todo novicio. Dicha propuesta
había por aquel momento aquietado su per­
plejidad, tanto más que, encontrándose preocui>ado por la paga de la pensión en el semi­
nario, le parecía cerrada cualquiera otra vía.
Margarita le había dejado siempre libre
en la elección de estado; jamás había entrado
en argumento acerca del porvenir, jamás le
había indicado proyecto alguno sobre una
vida más cómoda para ella, nunca le había
mostrado el menor deseo de quererlo en casa
o de ir a habitar con él cuando fuese sacer­
dote. Si el hijo le preguntaba qué cosa ella
pensase, qué deseaba de él, ella invariable­
mente respondía: — Yo no espero de tí otra
cosa que tu salvación eterna.
E l Siervo de Dios juzgó, no obstante que
la viese tranquila, que no había llegado aún
el tiempo de manifestarle su intención. Para
la admisión en los Franciscanos era nece­
sario sufrir un examen, antes del cual debían
todavía trascurrir varios meses de prepa­
ración. Sin embargo pensó ya procurarse los
dcKumentos que sabía eran necesarios, y
con este fin se dirigió al párroco, quien al
dárseU^, como era natural, le preguntó el
motivo de la solicitación de tales documentos,
y Juanito no le ocultó su resolución.

AIozo

de café.

Kntnítanto se había llegado el tiempti
de volver a Chieri, y habiendo la señora
Lucia Matta dejado esta ciudad por haber
terminado el hijo los estudios, había que
IK'iisar en una nue\*a pensión para Juanito.

En aquel ano un pariente y amigo de la
familia Bosco, de la misma barriada de Murialdo, llamado José Pianta, había decidido
abrir en Chieri un establecimiento de café
y bebidas. Margarita aprovechó la oportu­
nidad y le rogó aceptara al hijo en su casa,
y Pianta propuso a Juanito el oficio de mozo
de café en su establecimiento, a lo que el
joven condescendió por estar más cerca de
su profesor D. Banaudi, con el cual había
ya estrechado relaciones de verdadera amis­
tad. No recibiría sueldo alguno; pero ten­
dría tiempo libre necesario para poder estu­
diar, el albergue y la sopa gratuitos; en lo
demás pensaría la madre. Un sotabanco
estrecho sobre el homo de cocer los pasteles,
al cual se subía por una escalerita, era el
lugar destinado a dormir; por poco que el
se hubiese estirado en el lecho, sus pies so­
bresanan no sólo del incómodo jergón, sino
del mismo hueco que le servía de habitación.
«Aquella .pensión — observa el mismo
Beato — era ciertamente bastante peligrosa
por causa de los parroquianos; pero siendo
los dueños buenos cristianos y continuando
las relaciones con compañeros ejemplares,
puder ir adelante sin perjuicio m oral». En­
cargado de notar los puntos de los jugadores
de billar, solía asistir siempre con algún
libro en la mano. Su aspecto cuando se pro­
nunciaba alguna blasfemia o se deslizaba la
conversación a un terreno poco honesto, era
tan severo, que moría la palabra en la boca
de los jugadores. Con frecuencia, no con­
tento con desaprobar con el silencio, sabía
también valerse de la palabra y corregir con
caridad y eficacia a aquellos que habían
faltado; por lo que algunos de los más liber­
tinos, no atreviéndose a hablar ya libremente,
o rogaban al dueño que no pusiese a Juanito
para anotar las puntos del juego, porque
se sentían cohibidos ante su presencia. •»
sin más exclamaban irritados: ¡Mandad de
aquí al muchacho!
No desperdició Juanito el tiempo mientras
estuvo en el café; en pocos meses se puso
el tanto de poder preparar café, chocolate
etc. y toda clase de confituras, pasteles, li­
cores, helados y refrescos; tanto que el due­
ño, considerando lo útil que hubiera podido
serle, si se quedara con él, le hizo ventajo­
sas propuestas para que dejando cualquiera
otra ocupación se diese enteramente al oficio.
Juanito rehusó toda proposición, alegando
que su resuelta intención era continuar los

estudios: sin embargo, le sirvieron grande­
mente los meses pasados en aquel estable­
cimiento, pues aprendió todos los conoci­
mientos necesarios para la administración
de un asilo de caridad.
El párroco de Castelnuovo había entre­
tanto juzgado conveniente poner al tanto
a ilargarita de la resolución de su hijo de
hacerse franciscano. En efecto, una tarde
del mes de diciembre fué a visitarla, y des­
pués de haberle expuesto el asunto, le hizo
observar cómo, dado el mucho trabajo que
había en la Diócesis, sería conveniente que
el lujo haciéndose sacerdote, se ocupase en

tu vocación sin miramiento alguno. Lo pri­
mero es la salvación de tu alma. K párroco
querría que yo te disuadiese de esta decisión,
en vista de la necesidad que podría tener
de tu ayuda. Yo, en cambio, te digo: en
estas cosas no quiero metenne, porque Dios
es lo primero. Y o nada quiero ni nada espero
de tí. Recuérdalo bien; he nacido pobre, he
vivido pobre y quiero \dvir pobre. Te digo
aún más: si un día llegases a ser sacerdote
secular y por ventura llegases a ser rico, no
iré a hacerte una sola visita. ¡Recuérdalo bien!
El Beato, a los setenta y más años, recor­
daba el aspecto imponente con que su madre

JuanHo Boftco aprendiz de zapatero.

cualquier ministerio parroquial; añadiendo:
Procurad disuadirlo de esta idea: no sois
nca; no sois joven; si \oiestro hijo se hace
teligioso ¿cómo podrá proveer a vuestras ne­
cesidades? Os lo advierto por vuestro bien.
La buena Margarita agradeció al párroco
la confidencia que le había hecho; pero acerca
del consejo que le daba no dejó de manitestarle cuál era su pensamiento. Inmedia­
tamente fué a Chieri y presentándose al
hijo, con su habitual sonrisa le dijo:
— El Sr. párroco me ha manifestado que
Vaieres hacerte religioso; ¿es cierto?
— Sí, madre mía. Creo que V . no se
pondrá a ello.
— Y o quiero únicamente que tú examines
d paso que vas a dar, y que después sigas

pronunció estas palabras, y resonaba en sus
oídos el vibrante tono de su voz, y repitiendo
estas expresiones enérgicas y verdaderamente
cristianas, sentíase conmovido ha.sta la.s
lágrimas. Pero el Señor que veía la since­
ridad del corazón de Margarita, disponía
que ella no fuese separada del hijo, sino
que antes bien él tuviera en su madre una
generosa coadjutora en la fundación del
Oratorio de San Francisco de Sales.
A n g u s tia s y p riv a c io n e s .

Grandes fueron las estrecheces y sufri­
mientos por que el Siervo de Dios tuvo que
pasar para poder continuar sus estudios y
llegar al sacerdocio; mas no por eso cambió

2Ó0
en lo más mínimo su tenor de vida, ocultando
sabiamente sus sufrimientos, de modo que
nadie se daba cuenta de lo que él sufría
interiormente. Siempre igual a sí mismo;
afable, pacífico, desenvuelto; todo aplicación
en los estudios, todo generosidad y celo
para con los compañeros, de modo que cual­
quiera hubiera creido que llevaba una vida
completamente feliz. Y sin embargo no
hubo año como el de Retórica, que corres­
pondía a nuestro cuarto de Humanidades,
que le ocasionase tantos sacrificios por
la incertidumbre de su porvenir y por la
falta -de medios materiales. Para vestirse,
procurarse la mayor parte del alimento
y proveerse de todo lo concerniente a la
clase, no disponía sino de las exiguas re­
tribuciones con que no todos los alumnos,
a quienes daba paso, le correspondían.
P re lu d io s de una g ra n o b ra .

Las estrecheces relatadas no mermaron
un solo ápice'la actividad y el celo del Siervo
de Dios, que se extendieron hasta hacer
bien a unos cuantos hebreos que frecuen­
taban las escuelas de Chieri, sacrificándose
por ellos, viendo coronados sus sacrificios
con la conversión de uno de ellos, quien
conservó para con . el Beato grandísimo
afecto y reconocimiento. En e l mismo año
emprendió una obra que tiene el sello del
heroísmo cristiano. Frecuentando la catedral
para sus devociones, contrajo amistad con el
óptimo sacristán mayor, de nombre Carlos
Palazzolo, nombre de sincera piedad, que
por tres veces había ido en peregrinación a
Roma para visitar las Basflicas y las Cata­
cumbas. Contaba ya sus treinta y cinco años
y, no obstante su cortedad de ingenio, la
falta de medios y las ocupaciones de su
oficio, deseaba ardientemente hacerse sa­
cerdote. Conociendo la bondad del joven
Bosco, le rogó que le diera un poco de clase.
Fué inmediatamente atendido; y Juanito sin
interés alguno se encargó de darle clase todos
li>s días, de modo que en dos años consiguió
prepararlo en los estudios, y pudo presen­
tarse junto con el Beato para ser examinado
por los profesores del colegio, y vestir la
sotana juntg con su maestro. ¿Quién no ve
en este hecho un preludio de la futura insti­
tución de los Hijos de María para promover
las vocaciones de los jóvenes adultos al
estado eclesiástico?

N o e n c u e n fra p a z en la Paz,

La idea de hacerse religioso no le abando­
naba un instante. « Aproximándose la fiesta
de Pascua — así se lee en sus memorias_
que en aquel año (1834) caía el 30 de Marzo,
pedí ser aceptado entre los Reformados!
Mientras esperaba la respuesta, sin haber
manifestado nada a nadie, acerca de mis
intenciones, he aquí que un día se me presenta un compañero, Eugenio Nicco, con el
cual tenía poca familiaridad, y me pregunta;
— ¿Conque has decidido hacerte Francis­
cano? — ¿Y quién te ha dicho esto? le con­
testé maravillado. Entonces el otro mostrán­
dome una carta me dijo; me escriben que te
avise de que te esperan en Turín para exa­
minarte juntamente conmigo, porque yo
también he decidido abrazar el estado rdigioso en dicha Orden. — • Fui, pues, al con­
vento de Santa María de los Angeles de
Turín, sufrí el examen, fui aceptado para la
mitad de Abril, y todo estaba ya preparado
para entrar en el convento de la Paz en
Chieri. Sin embargo, pocos días antes del
tiempo establecido para -mi entrada, tuve
un sueño de los más extraños. Me pareció
ver una multitud de aquellos religiosos con
los hábitos rotos y correr en sentido opuesto
uno del otro. Uno de ellos se me acercó y
me dijo: — Tú buscas la paz y aquí no la
encontrarás. Fíjate en la actitud de tus her­
manos. Otro lugar y otra mies te prepara Dios.
Quería yo hacer una pregunta al tal reli­
gioso, pero un ruido me despertó y no vi
cosa alguna. Expuse todo esto a mi director,
quien no quiso oir hablar de sueños ni de
frailes: — En este asunto, me dijo, es nece­
sario que cada uixo siga sus inclinaciones y no
los consejos de los detnás. »—
Esta respuesta y el sueño tenido lo dejaron
un tanto perplejo, pero no le parecían mo­
tivo suficiente para retroceder de la reso­
lución tomada. Pensaba sin duda que du­
rante el año de noviciado tendría ocasión
para probar si le convenía o no aquella
Orden; por otra parte Dios le había puesto
en el corazón aquella propensión al estado
religioso que cada día sentía más imperiosa,
como veremos en el curso de nuestro relato.
Por tanto, persuadido de que Dios habría
guiado los acontecimientos para conducirlo
por la vía que E l quería, fué a Castelnuovo
para pedir la bendición a su madre antes
de vestir el hábito franciscano.

26i

Los cam inos de la D iv in a P ro v id e n c ia .

Una vez despedido de la madre, Juanito
se dirigió a la casa parroquial; pero encontró
que el párroco estaba ausente aquella ma­
ñana. Evasio Savio, herrero del lugar, que
bacfe ya. tiempo amaba y admiraba a Jua­
nito por su constancia en la piedad y en el
estudio, viéndolo a la puerta de la Recto­
ral con un hatillo bajo el brazo, le preguntó:

Savio, considerando el bien que Juanito
habría podido hacer en su país, y sintiendo
la pérdida que habría sufrido Castelnuovo,
durante la comida procuró persuadirle a
que renunciase a aquel proyecto que no le
parecía bastante pensado, y exhortólo a
que pidiera consejo a D. José Cafasso: era
ciertamente una exquisita propuesta. Des­
pués se dirigió a casa del párroco y por
consejo de éste a casa del alcalde y de otro

Roma. — Personal solesiano de las Cafacumbas de S . Calixfo encargado de acoropaftar a los visilanles.
Hablan en coniunlo 10 idi<Hnas.

— ¿Por qué has dejado Chieri? ¿Quieres
quizá con este hatillo volver a servir en
cualquier cortijo?
— No, — respondió el Beato, vengo a
pedir al párroco el certificato de buena con­
ducta, porque me voy a hacer franciscano.
— ¿y por qué motivo?
— ¿Cómo va a poder mi madre ayudarme
-- proseguir todavía mis estudios? Yendo
con los frailes espero que podré conseguir
mis deseos.
— ¿Has comido?
— Todavía no.
— Ven, pues, a mi casa; comerás y después
de comer hablaré yo con el párroco.

caritativo señor, quienes se comprometieron
a pagar cada uno siete liras mensuales por
su recomendado.
Vuelto a Chieri, Juanito, apenas pudo,
se dirigió a Turín al Colegio de San Francisco
de Asís para exponer a D. Cafasso su si-,
tuación y la decisión que había finalmente
tomado, pidiéndole al -mismo tiempo con­
sejo. D. Cafasso lo disuadió de entrar en los
Franciscanos, diciéndole — Seguid adelante
tranquilamente en vuestros estudios, entrad
en d seminario y secundad lo que la Divina
Providencia os prepara. — ¿Había conocido
yVi el Beato Cafasso desde entonces la misión
que estaba destinada a Juan Bosco?

-

2Ó2

-

Las Catacumbas de San Calixto
Ivn la Carta anual, que nuestro Rdnio.
Rector Mayor dirige a los Cooperadores
Salesianos, se daba noticia de que el Padre
Santo había confiado la custodia de las
Catacumbas de vSan Calixto a los Salesianos.
Cábenos hoy la satisfacción de insertar en
nuestro Boletín la publicación de un artículo
que el Rdmo. Mons. Julio Belvederi, secre­
tario del Instituto Pontificio de Arqueo­
logía Cristiana y miembro de la Comisión
Pontificia de Arcpieología Sagrada ha escrito
para nuestra revista haciendo resaltar los
princii)ales monumentos de aquel celebé­
rrimo cementerio cristiano.
A cuanto él escribe, y de lo que le estamos
sumamente agradecidos, sólo añadiremos
(pie en la vasta extensión del cementerio
de vSan Calixto algunas de las galerías per­
manecen aún inexploradas, esperando que,
no tardando mucho, y con los medios que
la generosidad de los buenos nos prodigue,
podamos emprender de nuevo y completar
las excavaciones que hagan volver a la luz
aquella inmensa necrópolis, tan rica de mo­
numentos insignes para la ciencia y para
la piedad cristiana.
O ríg e n e s d e !
ce m e n te rio de lo s P a pa s.

Ningún cementerio cristiano de la anti­
güedad puede justamente gloriarse, como
el cementerio de San Cidixto, de haber sido
el cementerio de los Papas de la Iglesia Pri­
mitiva.
I!)esde fines del siglo primero, bajo uno
de aquellos grandiosos mausoleos que ador­
naban la Via Apia, ¡a Regina Viarum, se
destacaba un j)equeño hipogeo, que se había
ido extendiendo lentamente con pequeñas
Y estrechas galerías subterráneas que ser\-ían
de cementerio, no rebasando hw límites de
un motlesto recinto fimerario.
Junto a este primer grupo de galerías
subterráneas, a principios del siglo segundo,
un miembro de la noble familia de los Ce­
cilios, que poseía \-astas extensiones a lo
largo de la Wa Apia, couN'ertido al Cristia­
nismo, hizo excavar otn> hi|x>geo.

Fué precisamente este hipogeo, el que,
después de haberse ramificado notablemente
en el siglo segundo, fué donado a la Iglesia,
y en el cual se estableció el cementerio an­
tiguo papal y confióse su administración a
un liberto de nombre Calixto, quien fué
ordenado más tarde diácono de la Iglesia
por el Pai)a Ceferino.
A la cordura y habilidad del nuevo admi­
nistrador, que más tarde fué Pontífice y
murió mártir de la fe, se debe el orden y
división jurídica de esta primera posesión
de la Iglesia Romana; por lo que mereci­
damente lleva el nombre de San Calixto.
Tal es el origen de este cementerio de la
Iglesia que más tarde había de tener tan
grandes proporciones. De Rossi distinguía
en este cementerio además de los dos sec­
tores y^a indicados, el de Lucina y el de los
Cecilios, un tercero que él llama de Santa
Sotera; otro llamado del Papa Liberio for­
mado en el siglo IV°; y finalmente un quinto
llamado del Papa Marco y de Balbina, a
todos los cuales se añadieron los pequeños
cementerios de Marco y Marceliano y del
Papa Dámaso.
Es de notar, sin embargo, (jue la impor­
tancia de esta necrópolis pro\'iene de los
dos primeros ole estos cementerios; pues en
ellos se C(»ntienen las preciosas criptas objeto
de la \’eneración de los fieles a tra\’és de
los tiemjxís y que han sido meta de innume­
rables y piadosas peregrinaciones.
La capilla d e los Papas.
I«i más importante de las cripta> es la
llamada Capilla de los Papas. Once fueron
los Papas allí sepultados, todos del siglo III
y la mayor parte mártires de la fe; Ceferino
(199-217). Urbano I {222-230), Policiano
(230-235), Antero (235-236), Fabián {236250), Lucio I (253-254), Esteban I (254-257),
Sixto II (257-258), Dionisio {259-268), Félix
(269-274), Kutiquiano (275-283).
De sus epitafios colocados sobre los nichos
que eran excavados a lo largo de las paredes
de la Capilla, no se conservan sino los de
Antero, Policiano, Fabián, Lucio y Euti-

2 t )3

(jlúano. Sobre el epitafio de Ponciano y de
Fabián, además de designar su autoridad
episcopal, se distingue la señal de Martyr,
para atestiguar toda la grandeza de su misión
y de SU' glorioso fin por el rebaño de Cristo.
En el fondo de la cripta detrás del altarcito donde se celebra la santa misa, existe
todaxna la preciosa inscripción que De Rossi
ha recompuesto con los numerosos fragmen­
tos que encontró en la cripta al tiempo de

lugar en esté cementerio: el martirio del
santo Pontífice Sixto II. E l Papa Sixto II
fué, en efecto, decapitado en este cementerio,
durante la persecución de Valeriano, y la
memoria de su glorioso martirio, además de
ser recordada en la inscripción damasiana,
se mantuvo viva ix>r algún tiempo también
mediante la contemplación de la cátedra
misma sobre la que estaba sentado el Pon­
tífice en el momento del martirio.

CflJacurabos de San Calixlo. — La cripta de Sania Cecilia.

I

I

ser descubierta, y que el santo Pontífice
Dámaso había compuesto para recordar las
glorias verdaderamente insignes y veneranda.'i de éste sagrado cementerio. En esta
inscrijxrión, quizá la más bella del Papa
Dámaso, la piedad y veneración del santo
Pontífice se manifiestan en el sentido de una
profunda humildad: Confieso, — dice — qiu
h'bit'ra querido yo que colocaran aquí mis
ftsios en este sanio lugar, fiero no lo Jte hecho
por el temor de firofanar con mis htícsos las
sagradas cenizas de estas nobles y santas
per.innas.
Otra inscripción damasiana en la Capilla
lecordaba un gran acontecimiento, epílogo

L ü c r ip ta de S a n ia C e c ilia .

En el ángulo izquierdo del cementerio
de los Papas, atravesando un corto y estrecho
corredor, se abre otra importante cripta
de este cementerio: la crifila de Sania Ce­
cilia. Los restos de la santa parece hayan
sido transportados a este lugar después de
haber sufrido el martirio y colocados en un
gran nicho que se ve a la izquierda de hi
entrada. Aquí estuvieron hasta principios
del siglo IX , ocasión en que los venerandos
despojos fueron trasportados al Transtíber
en la Basílica que lleva su nombre. En el
año 1599 fué hecho un reconocimiento de
los restos por el Card. Sfondrati, y a este

264
reconocimiento asistía también el artista
milanés Carlos Madremo, que bizo una re­
producción del venerando cuerpo en mármol,
que ya desde entonces goza de gran cele­
bridad. Dicha estatua encuéntrase ahora
en Santa Cecilia de Transtíber; y en San
Calixto, debido a la piedad de una rica ma­
trona romana, fué colocada una copia sobre
la primitiva tumba de la Santa.
Durante varios siglos la tumba primitiva
de la gran santa romana permaneció aban­
donada; pero cuando De Rossi la descubrió
y devolvió a la piedad y a la ciencia, podemos
decir que la cripta llevaba en sí misma el
testimonio de la veneración y del culto que
el pueblo fiel había tributado durante tantos
siglos en su tumba a la santa mártir.
Junto a aquella tumba existe aún un pe­
queño nicho, donde ardía una lámpara ali­
mentada con preciosos aceites por la piedad
de los fieles. La pared en que había sido
excavada la tumba estaba incrustada de
mosaicos y de planchas de mármol, y más
tarde fué decorada con pinturas. La ima­
gen de la santa aparece en alto nimbada
de una aureola y vestida como una empera­
triz. Numerosas inscripciones recuerdan a los
piadosos peregrinos que especialmente desde
el siglo IX han venido a rezar ante esta
tumba.
L as S a la s de lo s S a cra m e n to s
y o tra s tu m b a s in sig n e s.

Quisiera todavía recordar las preciosas
memorias cristianas conservadas en aquel
sector subterráneo donde a lo largo de una
galería estrecha se abren las llamadas Salas
de los Sacramentos, nombre debido a las
riquísimas pinturas que decoran las paredes
de estas estiuicias, represenbmdo de una
maiKím simbólica la doctrina de los sacra­
mentos del Bautismo, Penitencia y Euca­
ristía.
No muy distante de este lugar parece
estaba la tumba del Papa San Melqmades,
muerto en 314. Un poco más lejos, y de la
otra p;irte, se halla la cripta del santo Pon­
tífice Eusebio, muerto mártir de la fe en

310, que guarda simetría con la cripta donde
fué colocado otro santo, el pontífice Caj-o,
que cayó bajo la espada de los Césares du­
rante la primera persecución de Diocledano.
Cementerio de santos es verdaderamente
éste: junto a las nobles y santas figuras ya
recordadas, es digna de mención también h
del santo Pontífice Comelio aquí sepultado,
en la que una inscripción perpetúa la memoria
de su glorioso fin, habiendo dado él también
testimonio de la fe de Cristo con su sangre,
L a tu m b a de S a n Tarcisio.

En este sector, bendecido y santificado
con la sangre de tantos generosos hérots
cristianos, álzase todavía una pequeña ca­
pilla con tres naves, celia trichora, donde
ahora está colocado el busto marmóreo del
gran Juan Bautista de Rossi, al cual se
debe la reconstrucción de esta inmensa ciu­
dad subterránea, desde la mitad del siglo
pasado, venerando monumento de la vida
cristiana de los primeros tiempos.
Delante del ábside central .vense todavía
restos de un sepulcro que estuvo en gran
veneración en los tiempos pasados: son los
restos de la tumba del santo pontífice Ceferino, que fué quien recibió en donación la
extensión donde hoy se halla el cementerio
de San Calixto y que unió a su sepulcro
el de otra alma generosa que ofreció también
su sangre por la causa de Cristo. La piedad
cristiana recuerda con viva emoción el mar­
tirio de San Tarcisio, el joveucito que en
los primeros pasos de la vida eclesiástica
supo por Jesús-Eucaristía alcanzar la misma
palma de victoria y la misma aureola que
coronaron la vida del Santo Pontífice, fun­
dador del Cementerio de la antigua Via
Appia.
Al contacto de tantos recuerdos cristianos,
de toda esta belleza espiritual, de esta pureza
de amor a Cristo, viene a templar su espíritu
el piadoso visitante cuando se llega a esta
tierra bendita para venerar los santos re­
cuerdos aquí custodiados y hoy confiados
al cuidado de los Hijos del Beato Don Bosco.
Mons. J u l io B e l v e r d e r i .

Antiguos Alumnos de la Casa-M adre
En nuestro último número dimos cuen­
ta de ima excursión dada por el Oratorio
Festivo de la Casa-Madre en su triple especto
de niños, jóvenes y hombres. H oy vamos
a ceñimos únicamente a la sección de An­
tiguos Alumnos en un aspecto que mererece

en asistir a dichas conferencias, se organizó
una excursión-peregrinación al Santuario del
Selvaggio, uno de los más célebres san­
tuarios del Piamonte, en una colina al pie
de los Alpes coronada con una grandiosa
basílica, obra maestra del célebre arquitecto

Giaveno (liaiia). — Célebre Santuario de Nira. Sra. del SeUaggio obra del arquílecfo sal. cav. S r . Valolíi.

darse a conocer para que sir\'a de ejemplo
« las demás asociaciones diseminadas por
las casas salesianas.
Unas de las bellas iniciativas de dicha
Asociación, es la conferencia semanal de
Religión a los socios. Digno de todo encomio
ha sido el interés con que un buen grupo
de Antiguos Alumnos han asistido a estas
conferencias, todas ellas importantes; pero
especialmente las últimas, en las que el dig­
nísimo Consiliario del Centro, D. Panciatichi
ha glosado con admirable maestría la Encíriica <Rerum Novarum » como testimonio de
adhesión al Sumo Pontífice, de quien los Salesianos se precian ser hijos sumisos, siguiendo
en esto el ejemplo de su Beato Fimdador.
Como premio a la constancia de los socios

salesiano ValoUi; quien ha dejado en ella
a la historia ima verdadera joya de arte,
para cuya descripción el cronista se siente
incapaz, ta l es su grandiosidad, su delica­
deza en los rasgos decorativos, su esbeltez
en las airosas torres que se yerguen majes­
tuosas como atalayas de la fe y de la devoción
a la taumaturga Virgen que da nombre al
Santuario.
A este pintoresco lugar, halago de los
sentidos y solaz de corazón, se dirigieron los
Antiguos Alumnos de la Casa-Madre el do­
mingo, 19 de julio último.
A la siete de la mañana, y en cómodos
autobuses, partieron del sagrado nido del
Oratorio llenando el aire con sus voces va­
roniles en las que ponían todo el entusiasmo

(le su fe y tocio el amor a las tradiciones
salesianas. Llegados a Giaveno, hicieron alto
para cumplir con el sagrado precepto del
Domingo, haciéndolo en la iglesia parro­
quial y edificando con su compostura y devocÍ(')ii a los numerosos fieles. Acabada la
misa, los excursionistas dejaron la poblacicm,
en la que se halla el .Seminario, de noble
liistorial en la vida salesiana. pues recuerda
los tiempos en que fué confiado a los cui­
dados de nuestro Beato Padre Don Hosco,

:;-v

'í' . ■

■• V W V ^

<f''i

Giaveno (Italia). — Los Antii^uos Alumnos ante el
Colegio anejo al Santuario.

cuando las diíScesis del Piamonte escaseaban
de clero, y el santo apóstol con su sistema lo­
gró poblar de \-ocaciones dicho seminario, que
continuó fiorecieute para houm de la bondad
del nuevo sistema implantíxdo por el üeato.
.Solazados con los recuerdos (jue la pobla­
ción de Giaveno conscr\-a de los Hijos de
Don Hosco, se emprendió de nuevo la marcha
en dirección a la meta de la excursión, pa.sando por el histórico ¡meblecito de Cixizze.
en cuyo campanario se lee la célebre frase;
a S it o modo, donde abandonando los
autobuses, después de restauradas las fuer­
zas con un sabroso almuerzo, emprendie­
ron la subida al Santuario, adonde llegaron
cerca de medio día. Con verdadera devoción

y filial afecto visitaron el magnífico tem­
plo que condensa todo el amor a la \'irgen
Santísima de un hijo de Don Hosco C^n
honda satisfacción y santo orgullo contem­
plaron aquella filigrana del árte, donde el
visitante no sabe qué admirar más si la
esbeltez de las columnas, o la grandiosidad
de la cúpula, o la fascinadora ornamenta­
ción, o la majestuosidad del altar mayor,
o la imjjecable pavimentación. Todo fué
objeto de admiración 5^^ encomio por parte
(le los fervorosos peregrinos; pero donde
ma5'ormente se sintieron emocionados fué
ciertamente ante el altar lateral, que es una
\'iva representación de la gruta de Lourdes,
en la que el artista no ha dejado detalle
que pueda servir para que los fieles se crean
realmente trasladados a aquel memorando
y célebre Santuario. Vimos la fe con que
todos besaban un trozo de piedra de la
verdadera gruta de Lourdes y la satisfacción
que a todos embargaba por hallarse en la
devota Basílica.
Después de dar desahogo a los afectos
del corazón, organizáronse distintas partidas
de bochas, hasta que llegó la hora de la
comida, que bien podemos calificar de ban­
quete, durante el cual reinó la mas fraternal
alegría y espontáneo buenhumor, manifesta­
dos especiá’lmente a los postres, en los brindis.
lü primero en levantarse fué el presidente
de la excursión Sr. Sbarbati, queridísimo
de todos los socios y elegido presidente de
la jira por aclamación. Sus palabras fueron
únicamente para pedir ({ue hablara el re­
dactor del Bohiin Salesiano Español ama­
blemente invitado a tomar parte en la excursi(')n. Aprobada con unánimes aplausos la
proposición del Sr. Sbarbati-, levantóse el
invitado a hablar, siendo sus palabras de
agradecimiento al Sr. Consiliario y miembros
de la Asociación quienes habían querido que.
.rin ningún mérito por parte suya, y siendo
el último llegado, tomara parte en aíjuelU
tie.sta fraternal. Tuvo frases de elogio cierta­
mente merecido para los miembros de la
Asociación, tan corteses, tan afables, tan
liermanos, en una palabra, para con los que
estando lejos de la patria, saben que hallán­
dose entre los Antiguos .\lunmos de la CasaMadre, éstos saben hacer de modo que no
\’ean más que una patria, la patria salesiana.
que el amor de Don Hosco ha hecho uni­
versal. Felicitó a todos por su <x>nstanda
en asistir a las Conferecías Religiosas y So-

2(^7
cíales, y sobre todo por su ejemplarísiina
conducta de católicos fer^^entes y de ciu­
dadanos intachables.
En medio de los aplausos que arrancaron
ias últimas palabras del orador, se levantó
el Presidente de la Unión, Sr. Giugni, y
tomando pie de las primeras palabras del
redactor del Boletín Salesiano Español, de
que era el último llegado, dijo que esto no
era verdad, pues siendo la Obra de Don
Bosco ima sola en el mundo, todos, salesianos y antiguos alumnos, se consideran

Grandes aplausos acogieron las palabras
del Sr. Sbarbati, saturadas de cariño filial
hacia Don Bosco y su Obra. A los aplausos
de los asistentes al banquete se unieron
otros de un grupo que se hallaba fueni dcl
hotel, en la explanada que rodea la facha<la
del Santuario; eran estos de las Sras. Pro­
tectoras del Oratorio Festivo de Monterosa,
capitaneadas por el infatigable Director de
dicho Oratorio, D. Vitale, quienes por feliz
coincidencia habían venido también en este
día a postrarse a los pies de la Virgen

Giaveno (Ilalia). — Los Aniijjuos Alumnos del Primer Oratorio Festivo delante de la puerta del Santuario
de la Madonna del Selvaggio.

unidos, estén donde estén, y por lo tanto
no era el último llegado. Agradeció las frases
de congratulación y elogio que el orador
anterior les dirigiera, 3' alentó a los socios
a seguir siempre cobijados bajo los amorosos
pliegues de la bandera de Don Bosco.
Acto seguido tomó la palabra nuevamente
el Sr. Sbarbati dando las gracias por su
elección como presidente de la jira y demos­
trando en sentidas frases su intenso ámor
a Don Bosco >* su gran afecto a María Auxi­
liadora, exhortando a todos a mantenerse
siempre fieles a estos dos amores y a lo que
s^ ifica la educación recibida en las aulas
salesianas, siendo deber de todo antiguo
alumno difundir la bondad del sistema de
Don Bosco con la palabra y el ejemplo.

del Selvaggio. Por unánime aclamación el
cariñosísimo D. Vitale subió a la sala del
banquete, 3' no obstante la escasez de tiempo
de que disponía, no pudo menos de brindar
por la prosperidad del Centrí) de Antiguos
Alumnos de la Casa-Madre, liaciéndolo con
la fogosidad que le es particular.
Como conclusión de los brindis y fin de
aquel ágape fraternal, el dignísimo Sr. Con­
siliario, D. Domingo Panciatichi, felicitó a
todos los excursionistas invitándolos a tra­
bajar para que el número de los asistentes
a las Conferencias que habían motivado el
paseo, fuera cada día aumentando para
honra de la Asociación, bien de las almas 3'
mejoramiento de la actual sociedad.
Acabada la comida se tomó un gruix>

268
fotográfico, y después de un rato de expan­
sión se entró nuevamente en la iglesia para
despedirse del glorioso Santuario y de la
memoranda imagen, satisfechos de haber
pasado unas horas en tan delicioso lugar.
Acto seguido se emprendió la marcha al
simpático pueblecito de Coazze, en donde
se instalaron nuevamente en los autobuses
dirigiéndose hacia la pintoresca Avigliana,
bordeando los encantadores lagos que tanta
celebridad dan al Santuario llamado preci­
samente Nuestra Señora de los La^os, y de
cuya custodia están encargados los Salesianos. E l P. Director del Colegio Salesiano
de Avigliana y Rector del célebre Santuario
recibió a los devotos excursionistas con los
brazos abiertos, acompañándolos con bondad
paternal a visitar el Santuario donde se
(lió la Bendición con S. D. M. cantando con
entusiasmo varonil el Ave Maris Stella y el
Tantuni ergo, terminando con una sentida
copla a María Auxiliadora.
Tomado un refrigerio, se acomodaron los
excursionistas en los autobuses, y anadiados
por el himno de la Unión y otros hermosos,
cantos, emprendieron la última etapa del
viaje, llegando al Oratorio cuando los úl­
timos rayos solares reverberaban sobre la
dorada estatua que corona la majestuosa
cúpula de la memorable Basílic^a de María
Auxiliadora.
A l descender de los vehículos y entrar en
el patio del Oratorio se cantó Don Bosco
riiorna y varios otros himnos, terminando
el día con unas palabras entusiastas del
Sr. Sbarbati, quien se hallaba hondamente
conmovido y plenamente satisfecho. Eterno
perdurará el recuerdo de tan amena excursión
en el ánimo de los Antiguos Alumnos de
este primer Oratorio Eestivo, cuna de la
inmortal Obra del Beato Don Bosco.

TURIN — Pecho glorioso en e l ínsfiíulo T eo
lógico ¡ntcrnocional "D on Bosco".
De tal puede calificarse el 5 de Julio del
presente año en el ya célebre Estudiantado
Teológico, que tan opimos fnitos viene dando
a la Congregación Salesiana en el corto período
de su actuación. En dicho día, y en la gran­
diosa Basílica de María Auxiliadora, ante
el cuadro prodigioso de esta Excelsa Madre,
y cabe los inmortales restos del Beato Fun­
dador. cuyo espíritu aleteaba en los ámbitos
del sacro recinto, eran ungidos sacerdotes del

altísimo 52 salesianos por S. E. Mons. Fossati
Arzobispo de Turín, y 36 recibían la sagrada or­
den del Subdiaconado. en presencia del Rdmo
Rector Mayor D. Felipe Rinaldi, de todo
el Capítulo Superior y de inmenso público que
llenaba las naves del maravilloso Santuario.
Cuatro horas largas duró la sagrada ceremonia
sin que ello fuera obstáculo para que el santo
prelado al terminar y dar su enhorabuena a
los nuevos ordenados hiciera una oportusísima
plática basada en el evangelio del día «La
multiplicación de los panes » alentando a los
nuevos ministros a soportar las cruces a que
se habían abrazado al subir las gradas del
altar para imnolar por vez primera el Cor­
dero Inmaculado. Terminada la ceremonia, los
nuevos sacerdotes y subdiáconos atravesaron
el extenso patio del Oratorio acompañando
en dos largas filas al bondadoso prelado y re­
cibiendo los plácemes del .Capítulo Superior
y de toda la casa salesiana e inmenso público
que devoto besaba las manos de los nuevos
ungidos.
Por la noche en el Instituto Teológico de
«Ea Crocetta » quisieron los niños y jóvenes
de aquel floreciente Oratorio Festivo obsequiar
con rma amenísima y cariñosísima v¿ada
músico-literaria, en la que todos rivalizaron
en gusto artístico y sentido afecto para con
los nuevos sacerdotes. Uniéronse también a
los niños y jóvenes del Oratorio Festivo los
demás teólogos con discursos elocuentes, y
bellísinras poesías que arrancaron lágrimas a
muchos de los homenajeados, por los cor­
diales sentimientos en que éstas estaban ins­
piradas. No faltó tampoco una armoniosa or­
questa que dió una nota de animaciéwi y cuyos
acordes Uegaroir muy. al hondo de los noveles
sacerdotes. El Rdo. Sr. Inspector, en su bon­
dad más que patenial, de que tantas pruebas
ha dado hacia los teólogos durante todo este
curso, quiso imir su felicitación representando
a la Familia Salesiana en aquel concierto de
annonías y de corazones, y sus palabras fueron
el broche de oro de aquel memorable día que
ciertamente llevarán grabado en el alma a las
distintas partes del mundo adonde la obediencia
desthie a los nuevos sacerdotes.
El día 6 fué dedicado a celebrar tan fausto
acontecimiento en la intimidad de la familia
salesiana tomando parte, podemos decir, el
Capítulo Superior. El Sr. Prefecto General
Rdo.* D. Pedro Ricaldone quiso ser el orador
panegirista en la primera misa cantada, cele­
brada por los nuevos sacerdotes. Con la elo­
cuencia y imción que le caracteriza, sostuvo la
atención de los oyentes por más de una hora,
señalando un programa de apostolado a los
nuevos ministros, el programa que Jesús diera
a sus discípulos, glosado con admirable maes­
tría. Al banquete quiso asistir nuestro Vene-

269

Turío (Ualia). — Nuevos sacerdotes del Estudiantado Teológico Interaacional, con sus Superiores.

rando Rector Mayor D. Felipe Rüialdi, rebo­
sando de alegría al ver aumentada la familia
sacerdotal salesiana con 52 miembros más.
Amenizado el banquete con las delicadas notas
de la orquestita, muchos de los nuevos sacer­
dotes no pudieron resistir dichas notas sin que
las lágrimas resbalaran sobre sus encendidas
mejillas, pues sonaban a despedida, a separa»áóii de aquellos queridos compañeros con quie­
nes habían vivido años felices y de quienes
se despedían ahora para quizá más verse. Estos
sentimientos se ahondaron más, cuando salieron
a leer los discursos de despedida uno de tercer
<mrso y m o de los nuevos ordenados. Habló
después el Rdo. Sr. Párroco de la Crocetta,
que hacía ocho días había tomado posesión
de la parroquia y posee profundo cariño hacia
la Obra Salesiana, como educado en el Orato­
rio de la Casa Madre en tiempos del llorado,
lí. Miguel Rúa, de quien guarda imperecedero
recuerdo. En brillantes párrafos alentó a los
nuevos ministros a trabajar sin decaimiento
en las rudas faenas del Apostolado, sobre todo
en las actuales circunstancias en que el mundo
católico tanto necesita' de la acción del sacer­
dote. Se felicitó de poder contar con la coope­
ración de los Salesianosy por estar enclavados
en la jurisdición de su parroquia, esperando
mucho de su cooperación en bien de la juventud
- él confiada.

Puso fin a los discursos de aquel memorando
día la palabra siempre paternal del Rdmo. D.
Felii>e Riualdi, felicísimo como siempre en los
pensamientos que, como recuerdo, dejó a aque­
llos sus queridísimos hijos, que pronto habían
de separase de sois brazos paternales para quizá
no verse ya más aquí en la tierra. Dijo que venia
a representar a los padres de la mayor parte
de los nuevos ungidos, a quienes la distan­
cia Ies privaba de poder disfrutar en tan se­
ñalado día de la presencia de sus hijos. Trajo
a la memoria las palabras de Mamá Margarita
a nuestro Beato Padre y Fundador Don Bosco
el día de su primera misa: Recuerda que empezar
e decir misa quiere decir empezar a sufrir, ha­
ciendo opKjrtunísimas reflexiones y ofreciéndoles
un librito que había de servirles mucho en
su vida de apostolado. Termhió el banquete
con una canción coreada por todos los teólogos,
no faltando algunos a quienes los acentos de
aquel himno, tantas veces entonado, Ies trajera
un mimdo de recuerdos y les hiciera un nudo
en la garganta prorrumpiendo en deshecho
llanto, testigo de la bondad se su corazón que
sentía en aquellos acentos el himno de des­
pedida.
María Auxiliadora y el Beato Don Bosco
bagan fecunda la labor de estos nuevos após­
toles en la porción de la viña que la Providencia
les tiene preparada.

270

1

DE NUESTRAS MISIONES
Desde la Pampa Central
Inlonue del Rmo. ínsi)ector Salesiano al
Excmo. Sr. Obispo de La. Plata (Rep. Argen­
tina) sobre la Misión de la Píuupa Central con­
fiada a la Pia Sociedad de S., Francisco de
Sídes des<le 1896.
Buenos Aires, Abril i de 1931.
limo, y Revino. Monseñor Francisco Alberti
Obi.spo Diocesano
La Plata.
Al elevar ante V. S. l. el informe anual del
movimiento religioso y acción apostólica co­
rrespondiente a la parte confiada a las Misiones
Salesianas, me pennitiré apuntar, como anota­
ciones previas, algunos datos de interés sobre
el desarrollo demográfico y económico de este
importante territorio, que sirv’a de marco para
valorizar el trabajo ministerial y de apostolado
c|ue se debe realizar.
Población. — Da población de La Pampa,
pasa de los 200.000 habitantes. De ellos 126.000
pertencen a la población urbana y 74.000 a la
población rural. La población rural está for­
mada por 55.000 agricultores y 19.000 traba­
jadores en ganado o haciendas.
Las colonias de La Ptuujxi y el elemento
agrícola lo constituyen en primer término fa­
milias italianas (2.200 famüias); luego las fa­
milias españolas (1.800 fmnilias): en tercer
término las familias de ruso-alemanes (1.300
familias): existiendo además un discreto nú­
mero de buenas familias (220 fmnilias). Bu la
estadística del um) 1928 dada por el Censo que
se liizo bajo el Gobernador Laza, figuran alreiledor de 1900 familias argentinas de agri­
cultores formados sin iluda i>er descendientes
inmediatos de padres italiaiuw. cspauoIcvS o
rusixs. radicados en el territorio.
Desarrollo econópnico.
K 1 desarrollo eco­
nómico del Territorio, a pesar de los años crí­
ticos que se han sucedido, es proporcional al
desarrollo demográfico y marca un índice muy
honroso pam los habitantes del Territorio. La
Pampa i>cupa el cuarto puesto en agricultura,
entre las provincias y territorios nacionales; y
guarda el quinto puesto en ganadería.
líl movimiento bancario de las ocho sucur­

sales del Banco de la Nación establecidas en el
Territorio, asciende a cuatrocientos ochenta y
dos millones de pesos moneda nacional. Existen
además otros Bancos extranjeros con giro
también considerable.
La producción agrícola-ganadera en el año
1928 fué valuada en 310.000.000 pesos. I^a renta
fiscal en el mismo año.fué de 18.000.000 pesex.
Desarrollo intelectual. — líl desarrollo initlectual del territorio puede valorarse por el
número de sus escuelas. La Pampa cuenta
entre las instituciones oficiales con 260 escuela.^
elementales, 50 cursos noctunios para adultos,
un nutrido colegio Nacional y una numerosa
Escuela Normal. Los alumnos de las Escuelas
elementales, ascienden a la respetable cantidad
de 25.000 niños. A las escuelas oficiales hay
que añadir los 9 colegios, salesianos y de María
Auxiliadora, qué son por su penetración y
alcance verdaderos focos de cultura cristiana,
gracias a los métodos populares de Don Bosco.
Organización administrativa. — En su orga­
nización administrativa la Pampa abraza 22
departamentos, atendidos por 66 mvmicipalidades y Comisiones de Fomento, 54 oficinas
y 41 comisionados de Registro civil: 43 comi­
sarias V .subcomisarías.
Administración religiosa. — En este marco
de desarrollo general, cabe colocar las linea.*;
de la administración y atención religiosa de
La Pampa.
Tres de los 22 departamentos del Territorio
están atendidos por los RR. PP. Franciscanos,
al Norte; el resto está atendido por los Sale­
sianos, con cinco Parroquias. Tres de e.stas
Parroquias y cinco Capellanías Vicarias de­
penden de la Vicaría Foránea de Santa Rosa,
a saber: Santa Rosa, General Acha, Victorica.
Ca.stex. Gautraché, San José, Santa María y
Telen.
La educación cristiana de la juventud y el
ministerio sacerdotal se encuentran atendidos
además por la acción de los 5 colegios Sale­
sianos y los 4 de María Auxiliadora.
Actividad religiosa. — Como fácilmente puede
presumirse, por el origen de la población (ita­
lianos. españoles, ruso-alemanes) la mayoría de
los habitantes es católica. En el Sudeste del
Territorio se encuentran fuertes núcleos de
judíos. Los protestantes, subvencionados por
Norte América intensifican su proselitlsmo en

271
todos los pueblos, en particular en los eii que
no existe templo católico, o donde el sacerdote
católico no tiene residencia permanente.
68

^
problemas y métodos de trabajo particulares,
Existe el misionero que va de colonia en colonia
y de casa en casa buscando al colono u.so

6U

66

ífO fiarroeetía
4#
Cappeün. cao rta u lm a a .
•o
- aaita ..
1
••
p rá ft-is o n a .
r I u Fartm^- ••••••FaT.ioprog
.------ - X r m itf p tio íip a li B c rra ra c d n i M iM io n a rt

Saperdtd e doL T ern toriÁ - tS 3 000 JOn t
á Uo ifímm Salatáuta. cotH ^ondFP6000K 1
P o p o in x '^ d e i T a n ¿ o r(o \¡2 0 .0 0 0 a 2 )tt.

6<>

68

iiat.-éifnn-tdiu
Mapa de U Pampa Central confiada a los Salesianos.

La extensión del territorio, la diseminación
de la población rural y la formación y rápi ' . desarrollo de centros urbanos han creat'to

alemán católico, una, dos o tres veces por año,
para dar comodidad a esos buenos cristianos
que han venido de Europa con una ié ardiente.

272
para cumplir con Pascua, recibir los SS. Sa­
cramentos y consers'ar su fervor cristiano. Y
existe el misionero o párroco ambulante que
va pasando de población eii población y por las
agrupaciones de indígenas que aún subsisten,
como en Colonia Mitre, Cura-Có, Limay Mahuida y en el extremo Oeste del Rio Salado
para atender por temporadas a sus necesidades
espirituales.
El problema de las Capillas. — El desarrollo
casi repentino de numerosos pueblos, apremia
la obra de la construcción de las correspon­
dientes Capillas o Iglesias. Apena inmensa­
mente al corazón cristiano el espectáculo que
presentan en la Pampa, importantes poblaciónes. en que se ve levantarse la silueta del
templo protestante (subvencionado o construido
por instituciones norte-americanas), la de la
sinagoga judía, o la del centro masónico, o la
del espiritista, y no aparecer en forma alguna
el bendito y patriótico campanario de una
Iglesia católica.
Más de una vez nos hemos dicho; Si alguno
de los católicos ricos de Buenos Aires tuviera
ocasión de pasar por estos pueblos sin Iglesia,
sin capilla y sin cruz, con segiiridad se com­
padecería de tan lamentable vacío y daría a
Cristo y a la Patria im decoroso trono de amor
y <le formación popular.
Muchas veces el pobre misionero, que va de
población en población, tiene que verse obligado
a mendigar entre las familias el pobre local
(un cuarto, un corredor) donde celebrar: y
más de una vez se ha visto en la triste necesidad
de hacer otro Belén en algunos lugares. — ¡Oh!
si entre los católicos ricos pudiéramos encon­
trar quienes quisieran apadrinar a ayudar al­
gunas de las capillas a erigirse en los pueblos
de la Pampa!... Las importantes poblaciones de
Catriló, I<onquimay, Miguel Cañé, Alpachiri,
Macachin, Winifreda, Uribuni, Auguil, con
varios miles de habitantes cada una, esperan
así la hora y el hombre de la Divina Pro­
videncia.
La acción catequística eu la Pampa. — A
pesar del grande esfuerzo realizado y de haK'r
dedicado al territorio 27 sacerdotes, y clérig<'>
y 7 t\>adjutorcs catequistas, de cuyo conjunto
están dedicados exclusivamente a obras pa­
rroquiales y de misión 18 sacerdotes y al­
gunos catequistas; es escaso el personal en
proporción a las necesidades espirituales de la
población, a la extensión del territorio y al
número do pueblos importantes que se han
fonuado. La enseñanza catequística, que es
la bíise de la vitla cristiana, es mi difícil pro­
blema para el pobre misionero que se agita en
la inmensidad del trabajo. 1.a constitución de
Comisiones de la E>octrina Cristiana v Buena

Prensa en cada pueblo importante, han re­
suelto este problema fundamental.
Se trabaja activamente en la obra de las
vocaciones existiendo en General Acha un nú­
cleo importante de aspirantes que se preparan
con el estudio y la oración a determinar sus
orientaciones. Dios quiera que así como crece
la mies, se aumente el número de almas gene­
rosas que se consagren a Dios o por lo menos
contribuyan al sostenimiento y formación de
nuevos sacerdotes.
Gracias a Dios, este año han quedado cons­
tituidas y trabajan activamente las Comisiones
catequísticas de Toay, Anguil, Uribura, Lonquimay, Catriló, Miguel Cañé, Naicó y Coréales,
subiendo a varios centenares los niños que se
presentaron bien preparados a la Primera Co­
munión. Señoras y Señoritas formadas en Co­
legios religiosos han suplido así y prolongado
la acción sacerdotal, según los deseos del Santo
Padre, con una verdadera Acción Católica.
En las colonias alemanas, por pobres que
sean, se costea siempre al maestro católico que
enseñe a los hijos junto con el idioma alemán
la doctrina cristiana.
Los nueve colegios religiosos que sostiene la
obra de Don Bosco para varones y niñas, y las
distintas parroquias, cumplen regularmente su
obra catequística.
Para asegurar la perseverancia de los niños
que han hecho la primera Comunión se ha
instituido en la Parroquia Central de Santa
Rosa la obra de la «Cruzada Eucarística» de
los niños.
La buena prensa. — La buena prensa cumple
su callada y profunda misión a través de las
distancias. El Semanario religioso «Pro Fa­
milia * que se edita en Santa Rosa, es un ver­
dadero misionero semanal que visita las familias
de los pueblos y las colonias. En cada población
importante se ha establecido ima Comisi¿n
de Buena Prensa, encargada de la Propaganda
Católica, de la difusión de la buena lectura
y de hacer suscriptores para el Semanario.
La obra de beneficencia. — Los últimos años
han sido de honda crisis que se ha hecho sentir
de una manera especial en las clases populares.
La Casa Parroquial ha tenido que ser en estas
circunstancias, la casa del pueblo, y el lugar
de refugio en más de un momento de dificultad.
El corazón del sacerdote y del misionero, como
el corazón de un padre, ha tenido que cargar
con las penas de los hijos para aliviar sus nece­
sidades.
Gracias a las remesas de ropas hechas por
piadosas y beneméritas instituciones de 1^
Capital Federal y por muchas familias cristia­
nas. se ha podido hacer un amplio reparto a
numerosas familias necesitadas. Se han podido

273

repartir en este año más de tres mil prendas
de ropa.
Debemos agradecer de una manera especial,
en nombre de tantas familias socorridas, a la
Comisión de Señoras Cooperadosas Salesianas
de la Parroquia de San Carlos, a la Comisión
Central de la Confederación Nacional de Bene­
ficencia, a la Comisión de Damas Cooperadoras
Salesianas de Ayuda Social y al Taller del
Niño Jesús de la Iglesia del Sagrado Corazón
de la Plata.
En las zonas azotadas por la sequía y la

Es también digno de especial mención por
la actividad apostólica y de beneficencia des­
plegada, el misionero R. P. José Durando,
que recorre la zona del extremo Oeste dol
Territorio, por los interesantes datos propor­
cionados a las entidades que se dedican a los
estudios de las riquezas del País.
Iglesia Matriz de Sania Rosa, — En esta
relación no se puede dejar de mencionar la
situación lamentable en que se encuentra esta
Capital en lo que se refiere a templos. La pe-

Pampa Central (ArgenÜDa). — £ J misionero en sus excursiones apostólicas.

falta de cosecha se ha acudido en ayuda de
ks colonos con el reparto de muchas bolsas
de harina conseguidas del Gobierno Nacional.
Puédese considerar como ima hermosa obra
de beneficencia y cultura popular la obra rea­
lizada por lino de nuestros más veteranos misio­
neros de la Pampa, el R. P. Angel Buodo,
quien a la vez que lleva el tesoro de la palabra
de Dios y los consuelos de la Religión, va de­
jando por todas partes como regalo, plantas
de vid, y las enseñanzas prácticas de viticul­
tura y vinificación, entregando así a los habi­
tantes del territorio una nueva defensa ecocómica para combatir la crisis y males de
la monocoltura (trigo) y creando una nueva
fuente de riqueza r^ o n a l. Pasan de 50.000 las
plantas de vid repartidas hasta el presente en
sos jiras.

queña y mezquina capilla que se edificó cuando
Santa Rosa no era más que una pobre aldehuela, como uno de los tantos pueblecitos per­
didos en el desierto, hace hoy de Iglesia Matriz,
cuando la Capital de La Pampa cuenta con
20.000 habitantes y con impulsos para un rápido
desarrollo ulterior. Urge, pues, resolver debida­
mente el problema de la nueva Iglesia Matriz,
conveniente y digna. Tratándose del Templo
principal 'de. La Pampa, es de esperar que los
grandes terratenientes y hacendados que vi­
viendo en Buenos Aires, reciben sus riquezas
de los productos de sus estancias situadas en
La Pampa, se han de interesar y han de con­
tribuir para que la Capital de La Pampa tenga
pronto como templo un edificio arquitectóni­
camente digno de representar la p>otencialidad
económica, cultural y religiosa del Territorifí.

-’ 7 4

liesutnen religioso. — Van a continuación
ios flatos estarlísticos referentes al ministerio
y ajwstolaclo realizado en el Territorio cou6ado
a las misiones salesiaiias en La Pampa.
Bautismos: 2.792.
Bautismos de adultos: 79.
Matrimonios: 295.
Uniones legítimas regularizadas: 49.
Primeras Comuniones; 1.567.
Confirmaciones: 669.
Apostolado de la Oración: 964 .sodas.
Asociaciones Marianas: 1.256 socias.
Asociaciones de Luises: 155 socios.
Josefinos: 139 socios.
.\1 dar por terminado el informe anual de
las misiones salesianas de La Pampa, pido a
V. S. 1. se digne bendecir estas misiones y
a cuantos trabajan en elhis para extender el
reinado de Nuestro Señor Jesucristo.
Besa el Sagrado Anillo y se declara de V'. S, I.
y Re\ana.
Humilde hijo en J. C.
J o r g e S e r ie .

Misión Salesiana
del Orieníe Azuayo.
Movidos por el deseo de conocer siquiera
una parte de la extensa y fioreciente región de
nuestro Oriente Azuayo, en una madnigada
apacible y serena, liamos maletas y provistos
de lo indispensable, salimos de la ciudad en
auto, cpie nos ilejó en « El Descanso». donde
nos esperaban las man.sas cabalgadura,?, que
pt)r caminos abiertos entre rocas y breñas, nos
condujeron hasta K1 Pan. pintoresca parroquia,
donde ha establecido la primera sede, la Misión
Salesiana del Oriente, representada dignamente
jx>r el Rdo. Padre Juan \'iña.
Nuestras acémilas, acostumbradas a viajar
lH>r las carreteras del Azuay, no podían ser­
vimos para la continuación dcl viaje, razón
por la que tuvimos que molestar la atención
fiel señtu Teniente Político, quien con mucha
actividad, y previo el respectivo jxigo,nos prolx>rcionó caballejos pequeños, pero fuertes y
capiices para cargar cou nuestras humanidades.
Cuando el Reverendo Padre Albino del Curto.
X’icario de la Diócesis Oriental, supo de miestras iflealidades, galantemente se ofreció para

acompañamos, y nos hizo conocer lo práctico
que había resultado para la Nación el estable­
cimiento de las Misiones Salesianas, que han
sabido laborar con desinterés, constancia y
actividad, para que poco a poco vayan po­
blándose esos territorios casi desconocidos.
Preparados para un viaje difídl, tuvimc«
que desannamos por completo, ya que, no
encontramos los obstáculos que temíamos, los
mismos que habían sido vencidos con mucha
anterioridad por la incalculable fortaleza del
hambre audaz y valiente, que amparado por
la confianza que el Todopoderoso le inspira,
ha sabido romper rocas y salvar abismos, ten­
diendo cables sobre cada uno de los ríos que
majestuosos y admirables, se lanzan siguiendo
el curso de sus aguas, entre las espesuras de
la selva virgen.
Tdama la atención del viajero, la construc­
ción de un regular camino de herradura, abierto
en roca viva; la instalación de puentes colgantes
sobre los ríos «Dominguillo », «San Francisco»,
<«Negro », « Platanillo », « Z a m b a l < Bella
Vista », «La Paz », «Namangosa », y otros,
tódos compuestos de cables, que uniendo cor­
dilleras, conducen al viajero al.lugar donde se
encuentra establecida la principal Misión de
Méndez, dirigida por los Reverendos Conrado
Dardé y Juan Ghinassi, verdaderos apóstoles
de la Religión. Y no sólo el hombre ha laborado
en esa zona, sino también la mujer católica,
que se ha desprendido de las vanidades munda­
nales, para sepultarse en la espesura de la
selva, y así hemos visto a la Reverenda Madre
Consuelo Iglesias, que unida a otras Religiosas,
viven contentas y felices, derramando con pia­
dosas manos, profusión de bondades, a los
salvajes de la floresta, y al viajero que lleno
de patriotismo y entusiasmo, llega a interrumpir
el silencio y tranquilidad que reina en la mon­
taña inculta.
Hombres de mayor jjensar, como Daniel
Córdova Toral, Franci.soo Tálbot y otros, han
visitado también esos lugares, y con amplitud
de conceptos han hecho conocer por medio
de sus escritos la bondad y fertilidad de esa
zona, y tanto a ellos como a nosotros, ha im­
presionado hondamente y de una manera mur
favorable el encuentro con científicos, que nca
indican y dan datos concretos referentes a la
velocidad de la corriente de los ríos, la altura
sobre el nivel del mar de cada imo de los lu­
gares, la cantidad de lluvia durante las veinti­
cuatro horas del día, la temperatura baromé­
trica, etc., y a esa falange pertenecen el inte­
ligente del Curot, Dardé, Ghinassi, Pankeri,
y otros, que bien pueden sobresalir por sus
conocimientos, constancia, laboriosidad y de­
sinterés, en cualquier parte del mundo.
En otra crónica daremos niá.s detalles.
II n r v Q v t o .

¿75

CULTO DE MARIA AUXILIADORA
Las fiestas
de María Auxiliadora.
JEREZ, Z A G . (M É JIC O ).
Con anuencia de nuestro párroco, Rdo. Sr.
D. Francisco Javier Reveles, celebróse en honor
de nuestra Madre María Auxiliadora un solaune Triduo durante los días 22, 23 y 24 de
Hayo en el templo parroquial, no habiéndolo
hecho en el templo a Ella dedicado, tanto por
la escasez de sacerdotes como porque no habría
podido contener la afluencia de fieles devotos.
El templo lucía im sencillo pero hermoso
adomo rosa y blanco en sus naves; el altar
mayor fué adornado con admirable gusto, do­
minando igualmente los colores rosa y blanco,
destacándose en el camarín principal la dulce
y bella imagen de María Auxiliadora, tieuendo
a sus pies benditos las de sus dos paladines
San Francisco de Sales al lado del Evangelio
Vla del Beato Don Bosco al lado de la Epístola.
todo realzado por la abundancia de luces que
inundaban de resplandor no sólo el altar sino
también las espaciosas naves del grandiofc>
templo.
El Triduo se celebró con misas solemnes,
ejercicios cantados y ofrecimientos de flores,
predicando alteniativamente el Sr. Cura D.
Francisco Javier Reveles y el Rdo. Sr. D. J.
Jesús Delgado, quienes cantaron con belhi.s
conceptos las glorias de Nuestra Madre, exci­
tándonos a fomentar cada día más en nue.stros
■ orazones el amor hacia Ella.
En la misa del día 24, tanto él coro conm
la parte musical estuvieron a cargo de los me­
jores elementos de que podemos dis]X)iier. El
Soberano Señor Sacramentado estuvo expuesto
durante todo el día a la adoración de los fieles,
leserx’ándose a las 5 de la tarde para dar lugar
a la procesión, en la que tomaron parte todos
k» niños del Catecismo, cerrando este acto con
broche de oro el Rdo. Sr. D. J. Jesús Delgado,
quien predicó sobre la necesidad y excelencia
del auxilio de María a quien debemos invocar
continuamente los cristianos, y haciendo re­
citar la eficacia y el valor de este auxilio
CM ejemplos tomadt^ de la Historia, aduciendo
entre otros el de la victoria obtenida por los
ejércitos cristianos contra las huestes agarenas
en las aguas de Lepante. Por último, se veri­
ficó el solemne ejercicio vespertino, siendo de
Botarse la abundancia y hermosura de los ar­

tísticos ramos naturales de floro.s (pie se ofre­
cieron a Nuestra Virgen y .\nxante Madre,
a quien hemos presentado lo mejor «pío on
nuestra pobreza hemos tenido.
Como recuerdo, a los .sacerdotes, cantores,
filarmónicos, sacristanes y acólitos y demás
personas, que tomaron parte activa en la cele­
bración del Triduo, se les oKseipiió con her­
mosas me lallas de María Auxiliadora.
Ella se digne aceptar nne.síra humilde ofrenda
para mayor gloria de Dio.*: y aumento de su
culto bajo la tan dulce y consoladora advoca­
ción de * Auxilio de los Cristianos ».
{De una carta dirigida al Rdo. D. Feli-be
Rinaldi por la Celadora Salesxana M. Muda
vda. de Orozco).
S A L A M A N C A (ESPA Ñ A).
También este año Salamanca ha dado mues­
tras de acendrada fe y devoción celebramlo
la fiesta de María bajo la hermosísima ad\‘ocación de AuxiHo de los Cristianos, con que
la denominara el Santo Pontífice Pío, V, en
conmemoración de la victoria obtenida por las
aguerridas huestes cristianas, bajo la dirección
del español D. Juan de Austria, en la batalla
de Ivepanto, en la cual quedaron humilladas
y diseminadas las tropas turcas, que significa­
ban odio y animadversión contra los progre.sos
del Cristianismo.
En el siglo X IX , el sacerdote Juan Bosco
la puso como Patrona de su obra incipiente,
que hoy está extendida por toílo el mundo,
Salamanca, que siente, como muchas otra.s
poblaciones de España, el cariño y amor «|ue
los Padres Salesianos le han inculcado en sus
largos años de apostolado social liacia la Virgen
Auxiliadora, ha celebrado su festividad con
gran esplendor, siendo de ello una prueba el
novenario celebrado en su honor, en la igle.sia
de San Benito. Pasemos, pues, a «lar cuenta de
su festividad, siquiera sea con la brevedad a
que nos obliga la estrechez de esjjacio de que
podemos disponer, dado el sinnúmero de infor­
maciones a que debe dar cabida el pre.sentenúmero.
La vigilta de la adoración nocturua. — Como
estaba animciado, a las diez de la noche salió
del Colegio Salesiano de la calle de la Compañía
el Tumo X III de esta Sección, consagrado a
María Auxiliadora y formado por Antiguos
Alunmos Salesianos, en dos largas filas, en­
tonando el sublime canto Sacris Solc-mnLs *.

276
Iban precedidos por los Tarsicios del Colegio con
su bandera, quienes quisieron asociarse en esta
noche a sus hermanos mayores los e~)g'ahiTTmf>s:
también había un crecido número de adora­
dores activos de los otros tumos, entre los que
se encontraba el Consejo Directivo de la Sección
en pleno.
Llegado que hubieron a la iglesia de San
Benito, el capellán del Tumo, D. I^pe Pérez
Flores, hizo le exposición del Santísimo. El
orador del novenario, D. Felipe Alcántara,
sacerdote salesiano, presentó la guardia del
Santísimo con sentidas frases de encendido
amor eucarístico, recordando a los adoradores
la noche del Jueves Santo en el huerto del
Getsemaui y alentando a todos para que ante
Jesi'is-Hostia nos confortemos y cobremos fuer­
zas para resistir a los embates del enemigo.
Acto seguido se cantaron solemne Tedexun e
Invitatorio, retirándose los adoradores y con­
tinuando la guardia durante la noche, como
marca el Ritual.
A las cuatro de la’ madrugada se cantó por
los adoradores del Tumo, dirigidos por el joven
maestro Enrique Mateos, la misa de * Angelis »
que celebró el capellán señor Pérez Flores,
reservándose a continuación y retirándose la
guardia.
El día de María Auxiliadora. — Desde las
cuatro de la madrugada en que se celebró la
misa de la Adoración, se sucedieron las misas
rezadas hasta las ocho, en que se dijo la de
Comunión General. A todas ellas se acercaron
al sagrado manjar cenetenares de devotos.
A las once se cantó la misa solemne por un
escogido coro de alumnos y exalumnos, diri­
gidos por los maestros P. Joaquín Pérez y
D. Nemesio Mesonero, interpretándose a tres
voces trozos de las misas <Regina Angelorum »
Capocci y ligarte: celebró de preste D. Fran­
cisco Alonso, acompañado de D. Modesto Be­
llido y D. Lucas Peldez, todos sacerdotes salesianos.
Cantó las glorias de María Auxiliadora el
P. Alcántara haciendo historia de cómo fué
instituida esta festividad y de s\i propagación
por la Congregación Salesiana, tenniuando con
párrafos elocuentes, pidiendo a la Santísima
Virgen protección, amparo y guía para el Papa,
para las n\itoridades de todos los órdenes v
p;iru la Iglesia.
Por la tarde se dió fin a estos fervorosos
cultos con el rezo del Santo Rosario, Exposición
y reser\'u, cantándose preciosos motetes.
Jap. {De * La Gacela Regional 9).
BAHIA B L A N C A .
Precedida por la solemne novena cuyos ser­
mones estuvieron a cargo de los Padres Salesianos del colegio Don Bosco, se realizó la

solemnidad de María Santísima, Patrona Excelsa
de las Obras del Beato Padre y Fundador
Desde temprano fué rm sucederse iuintemunpido de piadosas pereonas devotas de Maiia
quienes a la vez que rendían sus homenajes
filiales a la Madre, se acercaban a la Mesa Eucarística; señal evidente de que esta devodco
ha arraigado profundamente en las almas de
los pobladores de esta ciudad. La misa solemne
fué celebrada por el Rdo. P. Julián Fernández,
director del colegio de Artes y Oficios iLa
Piedad ». ejecutando la Schola cantorum del
colegio Don Bosco la t Missa Da\ddica > de
Perosi. Pronunció el panegírico el Pbro. José
Garófoli, haciéndolo con aquella competencia
que todos en esta ciudad le reconocen. Por la
tarde se organizó la solemne procesión. Toma­
ron parte en la misma los alumnos de los cole­
gio salesianos locales, las alumnas del cole^
María Auxiliadora; la banda de música dd
colegio <La Piedad», una representacirá de
los asilados del Patronato de la Infancia; la
numerosa Asociación de los Devotos de María
Auxiliadora, con su distintivo; crecidísimo nú­
mero de niños revestidos de clero y la munerosa
concurrencia femenina seguida por larga re­
presentación de hombres. Presidió la manifes­
tación religiosa el Rdo. Padre superior de los
Misioneros del Inmaculado Corazón de María
Pbro. José Villafranca asistido por dos Padres
de la misma benemérita Congregación. Durante
el trayecto se alternaron las plegarias con los
cánticos y los acordes devotos de los instru­
mentos. La venerada artística efigie presentá­
base dentro de un precioso aderezo de tules y
flores, erfrenda piadasa de las Srtas. Ida M.
Zonco y Carmen Giordano. De vuelta la concur­
rencia, vióse el templo literalmente atestado de
devotos, ya que los niños y las niñas de los
colegios no pudieron caber. Hizo la alocución
el Pbro. Dr. Raúl Entraigas, ensalzando a la
Virgen de Don Bosco, que siempre triunfa
como Auxiliadora de las Cristianos. Acto se­
guido se impartió la Bendición con S. D. M
El Sr. Comisario de Policía envió un escua­
drón a fin de garantizar el orden de la Pro­
cesión esf>ecialmente en las bocacalles.
S A N T IA G O (CHILE).
Con gran entusiasmo se ha celebrado la fiesta
de María Auxiliadora en el colegio de «La
Gratitud Nacional». Empezaron los festejos la
víspera adornado el colegio con banderas, gallanietes, globos chinescos y guirnaldas, trabajo
ideado y ejecutado por los mismos alumnos.
En este mismo día se llevó a cabo la funden
de gala en honor de los Sres. Cooperadores.
Por la mañana del día 24 en la misa ofidada
por el Rdo. Sr. inspector, unos treinta niños
estudiantes recibieron a Nuestro SeñcT por

277

vez primera. A las nueva y media tuvo lugar
la misa solemne con asistencia pontifical del
Eicmo. Sr. Nuncio de S. S. E l canto acompa­
ñado por la orquesta y magistralmente dirigido
por el maestro Rdo. Dr. Raúl Contreras, salió
a perfección.
Por la tarde liubo una selecta fimción teatral
dirigida por el Instituto Teológico: llamó jus­
tamente la atención la hermosa zarzuela * Los
Cadáveres Ambulantes ».
Después de las Vísperas Solemnes todos
quedaron gratamente impresionados por la

sirviéndoles de madrinas algunas cooperadoras
salesianas. Durante la misa se cantaron ple­
garias acompañados de orquesta, y se entonó
por vez primera el Himno de María Auxiliadora.
El fervoTÍn estuvo a cargo del Pbro. Sr. D.
Porfirio Ibarra, cooperador salesiano, quien
con elocuentes y concisos témiinos hizo com­
prender a los niños la grandeza del acto que
iba a tener lugar en tan significativo día. Ter­
minada la misa, se consagraron todos a Marín
Auxiliadora.
En el ejercicio solemne de la tarde ocupó

SanUago (Chile). — Durante el Pontifical en honor de M aría Auxiliadora.

Unnosa iluminación de toda la fachada del
Colegio. Se clausuraron los festejos con lucidos
:aegos artificiales y común alegría, frutos del
entusiasmo despertado en los alumnos por el
nnor y la devoción a María Auxiliadora.

la Sagrada Cátedra el Rdo. Sr. D, J. del Refugio
Quevedo, quien habló de ima manera conmo­
vedora de las excelencias de María Auxiliadora,
(De una carta de la distinguida cooperadora
Dña. Josefina López, al P. Hinaldi).

ESPIGANDO...

PAVAS [Colombio-Valle). — La Asociación
de Cooperadores Salesianos no decae un mo­
mento, continuando todos animados en ayudar
con sus limosnas a esta piadosa obra, si bien
éstas no puedan ser todo lo que estos fervorosos
devotos quisieran que fueran, dada la crisis
mundial que nos agobia; los boletines se re­
parten a los Cooperadores, y estos los leen con
placer. Con la ayuda de estos buenos coopera­
dores se celebró la fiesta de María Auxiliadora
el día 24 de Mayo; todos contribuyen con su

Ar.UASCALIENTES (Méjico). — El día 24
de Mayo, para celebrar en esta ciudad la fiesta
Nuestra Amantísima Madre María Auxilia­
dora, el templo del Ave Marúi fné adornado
con profusión de flores, palmas y luces. A las
BKve hubo misa; concurrieron a ella muchos
Aliños y gran número de devotos de María Auxi*s»dora. Varios pequeños, de la clase obrera
Su maycjría, hicieron su Primera Ccanunión,

278
limosna no dejando decaer el fervoroso entu­
siasmo con que en años anteriores se ha venido
celebrando. La lluvia esta vez nos privó de que
la concurrencia no fuera tan numerosa como
prometía, privándonos también de la celebra­
ción de la vSalve. lín la niLsa tuvo lugar la Pri­
mera Comunión de los niños y niñas de las
líscuelas.
[De una carta del Decurión de Cooperadores
Salesianos, D. Carlos M. Albán).
YA R ITA dU A [Venezuala-yaraciiz). — El
día 2 <ie Mayo celebramos la festividad de
María Auxiliadora con gran solemnidad. El al­
tar estaba lindísimo con muchas luces y flores,
llamando la atención de todos por la belleza
y elegancia de sus adornos. I.a devoción a
María Auxiliadora y al Beato Don Bosco au­
menta de día en día con mayor entusiasmo en
Yaritagua, debido a los innumerables favores
«pie de líllos recibimos por la misericordia de
Dios.
Si V. R. se digna dar publicidad a estos dos
párrafos de mi carta, sería muy oportuno, pues
hace tiemjxj que «el Boletín Salesiano» no
dice nada de Yaritagua, y no se imagina-V. R.
el placer que nos causa el ver que se ocupan
(le nosotros y que publican nuestras fiestecitas
salesianas, lo cual redunda a la vez en provecho
espiritual de todos.
[De tina carta al P. liinaldi de la fervorosa
cooperadora salesiana, celadora Filomena de
Carvallo).

G R A C IA S
DE MARlA AUXILIADORA

NÜ('tALES-SÜNORA (MIÍJICÜ). - María
A nxiliadora salva a nn sentenciado.
Habiendo
hecho la V. O. Tercera la visita cpie mensual­
mente hace a la Prisión de este lugar, nos encontnmuxs con la fatal noticia de que al día
siguiente iba a ser ejecutado un joven. Una
.sobrina mía se acercó al joven reo so pretexto
de obsequiarle con alguna cosa, y aunque la
giumlia que lo custodiaba se opuso un tanto,
pudo no obstante llegar hasta el reo, y al acer­
carse a él le puso al cuello una medalla de
María Auxiliadora, que ella se quitó del cuello.
IK'spués de algunas frases de aliento para que
confiara en la protcs-xión de la que es «Consolatrix aftlictonuu ». el joven se ¿espidió enter­
necido rogando le mandaran decir una misa
a María Auxiliadora, como en efecto se dijo
al día siguiente. ¡Oh pcnler de la Virgen Auxilia­
dora! Al (.lia siguiente no sólo fué el afortunado
joven librado de la ejecución que debía tener

lugar en dicho día, .sino que fué enteramente
ptiesto en libertad.
Doy infinitas gracias a mi celeste Protectora
y mando una limosna ]-)ara los huerfanitos del
Beato Don Bosco.
Marzo de 1931.
G enoveva Veg.\
Celadora de las Cooperadoras Salesianat^.
SANTIAGO (Ch iuí ). — ¡Graciai. Madu
mia! — Sintiéndose mi mamá muy enfenna,
hízose examinar por un excelente doctor, quien
nos hizo saber que padecía una gran enfer­
medad a los riüone.s. Con la i)ena que es de
imaginar me dirigí a Mana Auxiliadora rogán­
dole nos la mejorara o al menos hiciera que el
mal no avanzara, para que pudieramas consersarla por algunos añas, prometiéndole 100 pi­
sos para sus misiones: ya han pasado dos añes.
y gracias a Ella mi mamá está buena y otT^l^
médicos no le han encontrado ningmia gravedad.
Gracias ¡Madre mía!, te ruego nos sigas pnitegieiido, y te envío lo que te prometí.
Mayo de 1931.
I d .a Bossi
exaliimna del Liceo J. M. Infante.
VALENCIA (España ). — Durante 4 meses
de enfermedad, sin alivio alguno por parte dt
las ciencias médicas, recurrí a mi Madre la
Virgen de Don Bosco. María Auxiliadora, y
obtuve el remedio deseado, ofreciendo consi­
gnarlo en el Boletín Salesiano con una misa
a mi intención por deber de gratitud y recono­
cimiento a tan señalado favor, y entrego la
limosna de 50]>tas. rogando se publique ]>ara
edificación de todos mis prójimos.
8 de Julio de 1931.
Pii..\R D i kT.
TOLEDO (E s p a ñ a ). - • Mi hijo, teniente
de Infantería, ailquirió en Africa una enfermetlad tan mala, que estuvo en p>eligro de
quedar inutilizada su mano derecha, segiiii
opinión de tres médicos, uno de ellos especia­
lista. Invocado el auxilio de María Auxilia­
dora por iuteicesión dcl Beato Don Bost'o,
inmediatamente después del momento más an­
gustioso de la enferuiedad, cambió tan rápi­
damente todo, que en menos de 24 horas, del
temor profundo se pasó a la tranquilidad y
a la esperanza más consoladora, por la opinión
de los mismos m(5dicos, quienes sin desconocer
la gravedad, coincidieron en la curabilidad de
la infección, por haber llegado aún en momento
oportuno. Y en efecto, desde dicho momento
no sólo fué evidente la mejoría, sino tan rápida
y completa como nadie podíamos esperar,
estando hoy cconpletamente fuerte... y reco­
nocido a la misericordia y bondad de Nuestra
Sma. Madre y Reina; siendo de notar que tan

oraiide coiuo la gracia de la curacióu obtenida
estimamos la forma excepcionalísima, dada la
suma de obstáculos, vencidos sencillamente y
sin esfuerzo, como fué el traslado a Madrid des
(le Africa; pues inesperadamente se allanaron
todas las dificultades, y se %erificó dicho tras­
lado sin t>érdida de un solo día, cuyo valor
entonces no se apreciaba, y que luego resultó
ser de lo más trascendental.
Otro señalado favor he recibido de la Virgen
Ausiliadorá salvando de la muerte a otro hijo
mío de II años, por todo lo cual doy infinitas
pacías a la Virgen de Don Bosco deseando
silva la presente publicación para alentar a
lodos los que se hallen afligidos a confiar en
la valiosa protección de la que con razón es
llamada Auxiliadora de los Cristianos.
B. V. G.
Ibidem. — Dua. Josefa Martínez de Nieto
cayó enferma el día g de Septiembre de 1928;
se le administró el Santo Viático el 11 de Octu­
bre, y se llevó a casa de la enferma la capillita
de la Visita Domiciliaria de María Auxiliadora,
y por encargo del párroco de San Nicolás, en
cuya parroquia está canónicamente establecida
la Archicofradía de María Auxiliadora, hizose
especial recomendación a la Virgen Sma. por
la beatificación de Don Bosco.
La enfennedad que sufría la doliente era
calentura infecciosa (que era tanto más grave
cuanto la enferma estaba en el quinto mes de
su embarazo).
El médico se había despedido asegurando
que solamente tendría que intervenir para cer­
tificar la defunción.
Desde ese mismo día, y apenas recibido el
Santo Viático, se notó la mejoría, y poco tiempo
después daba gracias a María Auxiliadora
oyendo la Santa Misa en el Altar de la Archi'Diradía.
Sirva la presente relación para animar a los
devotos de la Virgen Auxiliadora y de su Siervo
el Beato Juan Bosco a confiar en su valiosa
protección.
25 de Junio de 1931.
El Párroco, D . P a s c u .\l M a r t in d e M o r a .

VALENCIA (V e x e z i : e i .a ). — Habiéndose
presentado a un sobrino mío de 18 años un
ataque fulminante de apendicitis, se procedió
a la operación indicada para el caso; tan grave
era su estado al ser operado, que el médico
declaró impotente la ciencia para salvarlo;
;tanto fué el pus que brotaba de la herida!
Invoqué a la Santísima Virgen en tan apu­
rado trance, y la bondadosa intervención de
la que es Auxilio de los Cristianos no se hizo
esperar. Después de luchar el enfermo con ima
crisis que le produjo horribles dolores, poco
a poco fué recobrando la deseada salud. Alás

tarde liabiéndose vuelto a encontrar en p>eligro
de muerte, acudimos de nuevo con fe a María
Auxiliadora, y tuvimos el consuelo de verle
recobrar definitivamente la salud. ¡Gracias
Madre querida! Gozosa cumplo lo ofrecido
enviando una limosna para tu Santuario cm
esta ciudad, haciendo publicar la gracia en
el Boletín Salesiano.
Mayo de 1931.
R it a H itrtado H.
Dan también gracias a Adaria Auxiliadora y
envían una limosna :
A g u a s c a u e n t k s (Méjico). — Salvador H. Duque, por la salud recobrada de su hijita, a (luicn
ya consideraban humauaniente perdida.
B.\h ia B l a n c a (Argentina). — Dorotea Macedo de Steffeus, j>or la solución favorable de
im gravísimo asunto, y envía una limosna para
su Santuario de Turín.
I g u a l a d a (España). — Josefa Mercader, por
la curacióu de una hija de un quiste en la
garganta después de haber sufrido una opera­
ción sin resultado, y sintiendo los efectos de
la protección de la Virgen de Don Bosco; manda
5ptas.
L a C r e u h e t a (Gerona-España). — Luis M.
Salvador, por haberle conseguido tres señala­
dísimos favores, y envía una limosna para las
Escuelas Salesianas.
M o n t e v id e o (Uruguay). — Angela R. de
Vilardebi y familia, por la solución favorable
de un asunto de interés que juzgaban ya com­
pletamente perdido, y envían una limosna para
las Misiones Salesianas.
P a r ís (Erancia). — E. G. de V., por halM?rle
ayudado en circustancias de.se,si>crantes de la
vida, debiéndole a Ella hoy su biene.star y el
de toda .su ianiilia. Manda una limosna para
las Obras y Misiones Sale.sianas.
P a v a s (Colombia-Valle).
Hernando Co­
rrea, María Garzónde Varela, Asunciónde Beíancourt. Dolare de Murillo, Margarita Escobar
de Orejuela. Rita Mondragón y Hsrmila Satizabal profundamente agradecidas a la Virgen
de Don Bosco por continuas y excepcionales
gracias con que han sido favorecidos ix>r su
bondad maternal, acompañan una oferta por
medio del digno y activo Decurión Salesiano
Sr. D. Carlos M. Albán.
Y a r ITAGü A (Venezuela-Yaracuz). — Marta
Pineda de Orozco, por extraordinarios beneficios,
y envía ima limosna para el culto en su San­
tuario-Basílica de Turúi.
V a l e n c ia (España). — Sabina Gil. Mariana
Gil, María Gil e Isabel Gil, por gracias obíenidas.

28o

En honor del Beato Juan Bosco.
EL S A L V A D O R . —- Colegio de Santa Ana.
— La fiesta dcl Beato Juan Bosco fué cele­
brada con incomparable alborozo. Faltaba, es
verdad, el P. Agustín tan práctico y entu­
siasta; sin embargo la fiesta resultó solem­
nísima, esmerándose Cooperadores y Alumnos
para que fuera lo más lucida posible.
En las misas de 6 y 7 fué conmovedor el
concurso al banquete eucarístico de la falange
de alumnos externos de la escuela aneja y del
Oratorio Festivo; y para todos hubo pan dulce,
que fué saboreado como lo sabe hacer la ju­
ventud.
A. líus 9, misa solemne cantada con arte por
el Prof. Antonio García. Celebró el nuevo P.
Director y tejió él mismo un sencillo panegí­
rico del Beato Don Bosco, haciéndonas ver la
reflexión que el Beato tenía en todos sus actos
y la obediencia que fué la base de sus victorias.
El triunfo de Don Bosco no está en su apogeo;
el triunfo de Don Eosco será continuo y se
perpetuará en el cielo. Todos nosotros podemos
y debemos cooperar a este tritmfo. A las 10,
empezaron los desafíos de Basket-ball que
fueron reñidos y... divertidos. Rompieron el
fiuigo los chicuelos externos e internos y era
de verse el arrojo de los liliputienses, las ca­
rreras que echaban abrazados a la pelota...
las vueltas dti gato que a cada momento se
sucedían. ¿Quién sabe por qué?... vencieron
los externos por dos a cero.
Siguieron los medianos, y fué impresionante
el primer tiempo, cuando pareció que no sería
posible pasar una sola pelota por la canasta.
Pero por fin ganaron los internos por seis a
cero. Por la tarde desafío de foot-baíl. Las dos
partidas que se jugaron fueron muy intere­
santes, y la barra tuvo mucho trabajo llenando
el aire de ruidosos aplausos. De los mayores
ganaron to<los, porque empataron por tres a
tres, y de los medianos ganaron los internos
por tres goals.
Vino la hora de la velada en honor del Beato.
Tuvitnos la dicha de ver entre nosotros a los
Rvlmos. Sres. Pbros. D. Rafael Paz y D. Sal­
vador Olivares, párrocos de la Catoclral y del
Calvario respectivmnente. Nos había escrito
el limo, y Rdiuo. Mons. Santiago R. Vilanova
y Moléndez, dignísimo Obispo diocesano: Siento
mucho que por mi poco salud no puedo asistir
a tan simpática fiesta: ticompáñoles en espirita
y bctidigolos e/usivanu-ttic enviándoles »iÍ5 paicmotes congratulaciones.
V la velada se desarrolló entre un crescendo
de entusiasmo y de participación del numeroso
y selecto público. I<os pequeños actores estu-

viaron impagables jx)r su concienzuda prepa­
ración y por el impecable garbo con que sostu­
vieron toda la noble fatiga que se habían im­
puesto para honrar al Beato Don Bosco.
iQue este nuestro Padre nos siga asistiendo
desde el Cielo para que podamos, a imitación
suya, entusiasmar a tanta juventud como fre­
cuenta este Colegio de San José, para el bien:
que estudio, deporte, teatro, canto y mil otras
cosas nos guíen siempre y únicamente por el
sendero del civismo y del deber enteramente
cumplido para con Dios.
JE R E Z Z A G . (Méjico). — Con motivo del
primer aniversario de la Beatificación de nues­
tro Beato Fimdador Don Bosco, obtm-imos
el debido p>enniso de nuestro Párroco, el Rdo.
Sr. D. Francisco Javier Reveles, para pxder
celebrarlo. Por ser el día 26 de abril domingo
y no poderse llenar debidamente las obliga­
ciones parroquiales, dada la escasez de sacer­
dotes, el Sr. Cura creyó oportuno trasladar la
celebración de dicha fiesta al día 29, la que
se verificó en el templo dedicado a María Auxi­
liadora. Tanto el templo como la casa-habita­
ción aneja lucían primoroso adorno hecho ex­
profeso para este día. Hubo misa solemne y
ejercicio vespertino cantado, acompañando
estos un selecto orfeón de varones. La predi­
cación estuvo a cargo del Rdo. Sr. D. Jesús
Delgado, quien hizo el panegírico de nuestro
Beato y de su benemérita Obra Salesiana, que
a la sombra de María Auxiliadora ha realizado
una asombrosa obra de cultura, llevando la
luz de la fe y de la civilización a regiones in­
cultas y salvajes, abriendo las inteligencias a
la luz de todo lo verdadero, de todo lo noble
y de todo lo digno, y haciendo así penetrar
en los corazones el amor de Cristo al calor y
amparo de la dulce y querida Madre María .áuiiliadora. Excitó al auditorio a solicitar en todas
sus necesidades el auxilio de María por inter­
cesión de nuestro Beato, a quien Ella amó tanto
y señaló con tanta predilección, que ha que­
rido llamarse ♦ La Virgen de Don Bosco tSe expuso por vez primera a la veneración
de los fieles la preciosa reliquia que para dicha
nuestra poseemos del Beato Juan Bosco donada
especialmente al templo de María Aüxiliadora
de esta ciudad.
Que todo sea para mayor gloria de Dics.
honor ' de María Auxiliadora y aumento de
devoción a nuestro Beato Don Juan Bosco.
Abril de 1931.
M. M ucl \ D. vd a . d e O rozco .

281
micos por conducto inesperado. Sean dadas
infinitas gracias al Beato, que nimca abandona
a los que en él confían.
10 de Junio de 1931.
N. N.

CAEACA.S-SARRIA (V e n e z ü EI,a ). — Como
testimonio de perpetua gratitud a nuestro
Beato Padre Don Juan Bosco, por cuya inter­
cesión he obtenido la rápida curación de mi
hija Elena en trances dificilísimos, doy publi­
cación a cuanto sigue;
Una noche, a las tres de la mañana creí que
mi hija se axfisiaba con txn ataque de asma,
y agotado todo recurso médico, acudí al Beato
Don Bosco, poniendo a la enferma en el pecho
una estampita, mientras iba a la botica por
una inyección, pues era lo único que hasta la
fecha la había aliviado. ¿Cuál no sería mi sor­
presa al regresar, cuando me dice: «Mamá,
no me la pongas; me siento mejor! Ha trascu­
rrido ya un año y mi hija no ha sentido la más
leve molestia, sintiéndose completamente cu­
rada. sin haber tomado ninguna medicina.
Gracias sean dadas a Dios y a su Siervo el
Beato Juan Bosco; envío la limosna de 15 liras.
Junio de 1931.
BUENOS AIRES (A r g e n t in a ). — En una
noche del mes de Enero, hallándome en una si­
tuación muy dolorosa a causa de mi enferme­
dad, acudí con toda confianza al Beato Juan
Bosco, colocando una reliquia en el sitio donde
sentía el mal y tragando una parte muy pe­
queña de la misma, y de repente cesaron to­
dos los males. En agradecimiento man<Jo una
pequeña limosna para las Obras Salesianas.
La Calera (Córdoba-Argentina) 25 de Mayo
de 1931.

Me r c e d e s V i i x a t e .

EST. SAN ADOLFO (A r g e n t in a ). — Ha­
biéndome dado un ataque al hígado, y encon­
trándome muy mal,, invoqué la protección del
Beato Juan Bosco, pasándome por la parte
dolorida im rosario tocado al cuerpo del Beato;
U instante me encontré aliviada y mejoré en­
to ld a . Muy agradecida al Beato Juan Bosco
y a María Auxiliadora, hago pública la gracia
y adjunto una limosna para el altar del Beato,
togando se haga pública la gracia por medio
del Boletín Salesiano.
7 de Junio de 1931.
L in a F a e c h e r o .

SEVILLA (E s p a ñ a ). — Encontrándome en
tina situación económica bastante apurada
Incurrí al Beato Juan Bosc», haciéndole el
tridno que se celebró en el mes de Abril en la
Iglesia de María Auxiliadora de esta ciudad,
y pocos <1tas después recibí los auxilios econó­

RIO NEGRO (A r g e n t in a ). — Hallábame
sumamente apenada porque de un tieniix)
atrás, por causas que no he sabido precisar,
mi esposo negábame hasta lo indispensable
para mi subsistencia, y habiendo puesto .en
juego todos los medios a mi alcance no lograba
mejorar mínimamente el estado da las cosas.
Viéndome por ello en una situación delicada
y por deniás angustiosa, di comienzo con gran
fer\'or a una novena en honor del Beato D.
Bosco haciendo promesa fonnal de dar publi­
cidad a la gracia, si la lograba. Fui escuchada.
Nunca podré olvidar la grata sorpresa que
causóme el cambio repentino en la conducta
de mi esposo, que de improviso tomóse com­
placiente proporcionándome todo y aun más
de lo necesario. Cumplo agradecida mi pro­
mesa y envío mensualmente ima limosna para
los niños del Oratorio Festivo.
26 de Abril de 1931.
F. F. DE vS.
CKüNCHI (Ca n t ó n A e a u s i -E cu a d o r ). —
En el mes de Octubre del pasado año enfermó
mi hijito, Ezequiei Bermeo, de dos años y medio
de edad. No encontrando mejoría, a pesar de
todos los remedios que se la administraron,
vino un médico de la cabeza de este Cantón,
quien diagnosticó que se trataba de una in­
fección intestinal y que tratándose de una grave
enfermedad era conveniente llevarlo a Alausi,
para poder atenderlo con más cuidado, y debía
por lo mismo trasladarme yo a dicha población,
pites la curación no duraría menos de 30 días.
Grande fué mi angustia al pensar que tendría
que abandonar por tantos días mi casa con
un niñito que tenía apenas 20 días y con mi
salud bastante quebrantaba. En estas amar­
guras nos dejó el médico, prometiendo volver
al día siguiente. A su vuelta enaientra al enfermito con 41 grados de fiebre; se sorprende
el médico y dice que el caso es fatal y que todo
está perdido. No encontrando consuelo humano,
y habiendo leído en el Boletín Salesiano los
portentosos milagros del Beato Juan Bosco,
acudí a él llena de fe y confianza comenzando
una novena y ofreciendo una misa y publicar
el milagro para su canonización. Al tercer día
de la novena ¿cuál no sería nuestra sorpresa
y contento al ver que el enfermo se encontraba
sin fiebre y en estado normal? Vino el médico
y comprobó que se hallaba fuera de peligro,
prohibiendo no obstante que se le diera ali­
mento, fuera de un poco de agua de arroz.
Grande era mi angustia al ver llorar a mi hijo,
porque sentía hambre. Lo pongo nuevamente

282
bajo la protección del Beato y le doy cuanto
Inedia, sin que en nada le perjudicara.
Tanto yo como mi familia cumplimos lo
pnmu-tido dando infinitas gracias al Beato.
Abril. 25 de
R o s a u k * V at.l k jo i>k B k r m ko .

PASTO (Coi.oMniA).
Un insigne favor
acaba de concederme el Beato Don Busco. Ha­
biéndoseme hinchado horriblemente la pierna,
ojñnó el médico que eran varices y que tarda­
ría al menos un año en curanne. Ante seme­
jante ])ronósticü, me apliqué a la parte afectada
una reliíinia del Beato Don Bosco, y con la
familia le supliqué aprestirara la mejoría a fin
de que pudiera estar curado para el día en
cjue por vez primera se iba a celebrar .su fiesta
en esta ciudad A los ocho días regresó a casa
el métlico, y grande íué su asombro al venne
completamente curado, al extremo de exiginne
la dijera quién me había curado. Y o le indiqué
sencillamente el médico, que no era otro que
mi Beato Padre Don Bosco. Efectivamente,
para el día de la fiesta del Beato pude andar
libremente y completamente curado y en la
misa de la fiesta fui a darle gracias por tan se­
ñalado favor. Envío la limosna de un peso oro
para una musa en el altar donde reposa su cuerpo.
Mayo de 1931.
Un cooperador salesiano.
SAN SALVADOR (Eb S ai,Vador). — Cííración milagrosa. — El día 18 de Agosto del
piusado año me causé mía grave herida en el
brazo izquierdo, a causa de la cual me sobre­
vino una infección de tan alarmantes propor­
ciones que el médico juzgó oixirtuno se me
preparara a morir, pues veía muy dudoso el
que pudiera resistir los efectos de la infección
que a pasos agigantados iba invadiendo t<KÍo
mi cuerpo. Viendo que los médico.^ humanos
se consideraban impotentes para salvarme la
vida, acudí a mis celestiales niétlicas María
Auxiliadora y el Beato Don Bosco para que me
obtuvieran la salud, y milagnxsnmente nu- vi
fuera de jieligro,
Sean dadas infinitas gracias a mis celestiales
protectores.
Diciembri de 1930.
C arm en A r tig a

Cooperadora Salesiana.
Kt)BK (Japón). — Cumpliendo con mi pro­
mesa y conser\*audo en mi alma profunda gra­
titud hacia nuestro milagroso y bondadoso
bienhechor el Beato Juan Bosco, llena de ale­
gría hago público mi intenso agradecimiento
ptir hal>enne alcanzado un señaladLsimo favor,
ofus'iendo a la vez una oferta y haciéndome
crxqxTadora Siilesiaua.
19 rfí
de 1031.
R osario B, d e G a r i ' n k r .

Manifíesfan también su gratitud al Btafo
y envían una limosna:
A13.ARICAI, (Venezuela-Yaraduz). — Diia.
Blanca de Martínez Ojeda. por varios favores
recibidos, y envía una limosna para sus Obra.';.
B a r c e l o n a (España).
Dña. Rosa Monistrol de Bertrán, por una gracia señalada, v
envía una limo.siia para las vocaciones salesiaiiaj;
de la In.spectoría Tarraconense.
C a r a c a s (Venezuela).
Manuela Rodrigue,
Ramón Arvelo, Albertina de Arvelo, y Lucia
Oitati, por favores recibidos,

COMI’OSTKIA (Nayarit-Méjico). — Magdahua
Zúñiga, por haberle sanado de un mal qm
hacía nueve años venía sufriendo sin que hul)iera sentido alivio alguno, no obstante haber
recurrido a varios médicos y medicinas. Agra­
decida envía una limosna para las Obra', y
Misiones del Beato.
G u a d a l a ja r a (Méjico). — J. L. G., por haber
obtenido prodigiosamente una colocación para
su hermano.
MORELIA (Méjico). — María Vázquez, llena
Fernández, Victoria Cortés, Guadalupa Raya,
Guadalupe Aguilera, María de la Luz Peñaloza,
Dolores López y María Concepción Menéude:.
por haberles obtenido salir .satisfactorimnente
en los Exámenes.
P a v a s (Colombia-Valle). - Trinidad Escobar,
cooperadora salesiana, jx)r varios señalados
favores, y envía una limasna jjara las Obra-s
Salesianas.
S an h'ERNANDO (Argentina). — Hilaria J.
de Labairu, por la curación de su esposo y de
un hijo de graves enfermedades.

G racia conseguida por intercesión
de Da. Dorotea de Chopitea.
QUILMES (A r g e n t in a ). - Encontrándonrs
en situación bastante difícil, pues mi papá no
conseguía desde hacia largo tiempo empleo de
ninguna especie, ¡x>r indicación de un amigo,
encomendamos el asimto a la Sienta de Dw
Dña Dorotea de Chopitea, comenzando una
novena, y el mismo día que finalizaba la novena,
recibió papá el tan anhelado nombramiento.
SitA’a la publicación de este señalado favor
para apresurar la Beatificación de la í^ierva
de Dios.
Mavo, 10 de 1931.
M a r ía H a y d e e G rigera .

283

POR EL MUNDO SALESIANO
CORRIENTES (Argentina). — Gran fíesía en
el Colegio Salesiano.
El dia 10 de mayo tuvieron lugar en el Co­
legio Salesiano tres ceremonias, que llamaron
gratidemeiite la atención: la jura de la bandera
por el Batallón No. 22 de los Rxploradore.s de

cuado para poder presenciar el acto, de tan
nmirerosa que era la concurrencia.
Notamos cutre ella a lo más granado y se­
lecto de la soi'iedad correntiua; gran númcn>
de damas, niñas y caballeros, se habían con­
gregado allí.
f.as Autoridades.
A las 10 el batallón de

Corrientes (ArgentinA). — Alumnos

D B0.SC0. la entrega de los premios a los mejore.s alumnos del año ppdo., y el homenaje
T Doña Juana Francist'a Cabral, donante de
la ca.sa (pie ocupa el edificio del Colegio.
El brillo y solemnidad de dichas ceremonias
superó los cálculos de los más optimistas.
La Concurrencia. — I,a fiesta se había aiiunbado para las 10. Cerca de las 9 la coucurren-‘U comenzó a afluir a esta casa de estudios,
-■ 'locándose en las galerías que circundan el
•egundo patio, donde se había fonnado un
?ran cuadro rodeado tle palcos, para mayor
'Wodidad de los asistentes.
A un lado del patio se había levantado el
•’lcc oficial y la tribima, y en su fondo se
"íocó un gran retrato al óleo del Beato Juan
¿caco, ornado con los colores nacionales.
Faltando poco minutos para las 10, era ma■ talmente imposible conseguir un sitio ade-

y personal de 1931.

Ivxi)l(»radores que se hallaba fonnado .sobre
la calle San Juan, frente al Colegio, rindió los
honores a las altas autoridades de la provincia,
que llegaban a presenciar la fiesta.
Estas fueron recibidas a la entrada jxjr el
director del Colegio R. P. José Borgatti, to­
mando asiento en el palco oficial. I.as autori­
dades civiles eran presididas por el señor inter­
ventor nacional doctor Atilio dell’Oro Mainí.
las religiosas por S. S. I. el Obispo Diocesano
doctor Luis María Niella y el Obispo Auxiliar
Mons. Pedro Dionisio Tibiletti, las militares
por el jefe del Reg. 9 teniente coronel Lino
H. Montiel, hallándose presentes t.'tmbién la
presidenta y C. D. de las Cooperadoras Salesianas, que preside la distinguida dama doña
Eloísa Torrent de Vidal, los Centros de Exa­
lumnos y Alumnos de D. Bosco, los miembros
de la familia de Doña Juana F. Cabra!, repre-

,284
sentaciones de congregaciones religiosas, co­
legios católicos, asilos y escuelas nacionales y
provinciales.
La Jura de la Bandera. — Colocadas las
autoridades, el batallón hizo su entrada en el
patio en correcta fonnación, colocándose la
bandera y su escolta al frente.
Ocupó la tribuna el cura rector de la cate­
dral R. P. P'rancisco Zom. quien pronunció
una brillante alocución patriótica, haciendo
resaltar la importancia del acto que iban a
realizar los exploradores, refirió la historia de
nuestra bandera, y el amor a la patria y al
cumplimiento del deber.
Luego el R. P. Borgatti procedió a tomar
a los exploradores colectivamente el juramento,
iniciá:idose luego a los acordes de la marcha
a la Bandera, el juramento individual. El paso
marcial de los exploradores fué muy aplaudido.
Finalizó esta hennosa ceremonia con el canto
del Himno Nacional Argentino.
A continuación los exploradores desarrolla­
ron las maniobras de im simulacro de incendio
y salvataje de asfixiados.
En uno de los techos del edificio, se simuló
fuego, y rápidamente los exploradores armaron
sus escalas y treparon, mientras los demás ar­
maban las mangueras y apagaban el incendio.
Por medio de una cuerda bajaron desde el
techo varios asfixiados, a quienes los de la
Cniz Roja, prestaron los primeros auxilios.
El público gratamente impresionado de este
simulacro premió la labor de los exploradores
con prolongados aplausos.
Entrega de Medallas. — Acto seguido el
señor interventor procedió a entregar a los
mejores alumnos del Colegio durante el año
anterior, las medallas de oro donadas al efecto
por el doctor Blas P. de la Vega.
Estas fueron adjudicadas así: 3er. grado,
Pablo Obregóu; 4to. Juan Bergamo. 5to. VaInetin Flores y 6to. Guillermo de la Vega.
El homenaje a doña Juana Francisca Cotral.
— Luego las autoridades y concurrencia se
trasladartm al patio cubierto, donde debía
tener lugar el homenaje a la donante de esta
casa, doña Juana F. Cabral, consistente en
una placa de mármol.
Dicha placa fué costeada por los primeros
alumnos inscriptos en dicho colegio, y se halla
colocada a la entrada del mismo. Abrió el acto
el Padre Borgatti, quien dió lactura al testa­
mento de la donante en la parte que se refiere
a la donación del edificio, refiriéndose luego a
la eficaz colaboración del gobierno, sociedad
y pueblo de Corrientes para la instalción del
Colegio. Ofreció la placa en representación de
los primeros alumnos, el joven F. Guillermo B.
de la Vega, con un bonito discurso.
Imego la señora Raquel Lanaui de Aguírre
Oontte pronunció breves y elocuentes palabras.

en representación de la sociedad de damas
Vicentinas, que se adhirió a este homenaie,
haciendo resaltar la acción filantrópica de la
donante, en Corrientes.
Las bien coordinadas frases de dicha dama,
la dicción y fluidez excelente de su lenguaje
atracaron aplausos de la selecta concurrencia.
Finalizado este acto, el público retiróse grata­
mente impresionado de la fiesta, recibiendo el
R. P. Borgatti, director del Colegio Salesiano,
numerosas felicitaciones por el éxito obtenido
y poniéndose así de relieve una vez más las
bien ganadas simpatías que en el pueblo y la
sociedad correntina. posee el Colegio Salesiano.

CARACAS (Venezuela). —

Un grande ac/o

de acción sociaf en e l Colegio Salesiano.
(Del gran periódico «La Religión, 25 de
junio del 1931 ».
El día 24 de junio, clásico en nuestra his­
toria, se llevó a cabo en el Colegio Salesiano
de Caracas, uno de esos actos que son, digá­
moslo así la característíca del sistema educa­
tivo de los hijos del Beato Juan Bosco; fué
lina asamblea o Congresito integrado por los
miembros de las «Compañías» o Sociedades
religiosas establecidas en los institutos salesianos de Venezuela. La jomada comenzó con
una Misa solemne oficiada por el Rdo. Padre
Deferrari, Inspector de los salesianos de Vene­
zuela, con una comunión general, digno pre­
ludio de la jomada trimifal.
A las 10 a. m. y a los acordes del Himno
a D. Bosco, hizo su entrada el Exemo. Sr.
Nuncio de Su Santidad, y se declaró abierta
la sesión del Congreso, pasándose en seguida
a la presentación de los Delegados de las dis­
tintas casas Salesianas de La República. Pro­
cedióse luego a la lecturá y discusión de las
«Conclusiones * derivadas de las sesiones par­
ticulares celebradas en las susodichas Casas.
Constituyó esto el punto culminante del Con­
greso; era verdaderamente admirable ver in­
teresarse a aquellos jóvenes y niños, varios
de ellos de pocos años, por temas importantes
y serios cofno los de la Acción Católica y 1»
que respectan a la propia perfección individual
y social.
El Sr. Nuncio, cuyo deseo de ver implan­
tada la Acción Católica en nuestra patria es
tan grande, mostróse vivamente complacido
y aun admirado, por esta feliz iniciativa que
han tomado los padres Salesianos; asi lo ma­
nifestó en las palabras que pronunció al fina­
lizar esta sesiém.
Por la noche efectuóse la Velada de clausura;
ocupaban la presidencia el Exemo. Sr. Nunao
y el Rdmo. P. Deferrari. Ofreció el acto d
Rdo. P. Fierro, Director del Colegio, e inme-

285
diatamente pronunció el discurso de orden el
Rdo. P. Seijas, Director de las Compañías,
y fué una pieza magistral por el fondo y la
forma. El resto del programa, alternando al­
gunas piezas de música y cantos, lo constitu­
yeron los discursos de Acción Católica .Social
por los Delegados de la Inspectoría de Vene­
zuela, que vinieron expresamente a la clausura
del Congreso.
La selección de Otello ejecutada en violín por
el Br. J. B. Torres Páez fué magistral. Igual­
mente bello estuvo el dúo « Boime Pastor »can­
tado por los Sres. Luis R. T^ópez y Plinio Al-

labor de los profesores, tanto como del celo
que cada uno de los congresistas había tenido
en cooperar para llegar a conclusiones prácticos
y eficaces,' y terminó animando a todos a llevar
a feliz término todas y cada una de las conchisiones: «El Congreso termina, dijo pero su
realización empieza 1. Temiinó dando a los
presentes la Apostólica Bendición.
Como a nuestros lectores les interesa sin dttda
conocer las «conclusiones * de este Congreso
de acción católica juvenil, las hemos j>edido
al R. P. Director del Colegio, y amablemente
nos la ha facilitado.

Caracas (Venezuela). — La Presidencia del Congreso de CompaAias.

terio que llamó la atención del numeroso pú­
blico que invadía el teatro.
Como resumen de todos los actos del Colegio,
Se leyeron las * Conclusiones » tomadas en él.
Después de un hermoso diálogo, a modo de
niadro vivo, — a cargo de los socios de la
Compañía del Santísimo, — subió a la tribuna
el Exmo. Sr. Nimcio, y queriendo decir unas
átnples palabras, se entusiasmó y pronunció
-no de los mejores discursos que le hemos oido.
En él nos habló del Papa, y también se mostró
«llámente complacido de lo brillante del acto
y sobre todo de lo que lo coronaba, que
«a xma serie admirable de trabajos teóricos
prácticos encaminados a la formación de
■■■■£‘-olados sociales. Verdaderos cantos de
‘ Iniiracife brotaron de sus labios para D. Bosco
? i'-'-' hijos y se mostró muy esperanzado de la

Conclusiones de órdeu social.
1*. Los congregantes se impodrán el deber
de hablar siempre bien de la Religión y de sus
ministros y de prepararse según sus capacidades
a la defensa y controversias católicas; para la
mejor realización de esto último se creará en
las bibliotecas de las Compañías una sección
apologética, con la compra de obras de apfjlogía católica.
2». Rogar y trabajar por el advenimiento
total del Reinado sodal de Jesucristo, y de
un modo especialfeimo por nuestra amada Ve­
nezuela y por la feliz y completa armonía entre
la Iglesia y el Estado, y para la mejor realización
de este último punto, escribir en los periódicos
y utilizar todos los medios de propaganda para
hacer conocer la imperiosa e ineludibile nece­
sidad de un Concordato entre la Santa Sede

286
y la República, que satisfaga los anhelos del
I/ibertador Simón Bolívar.
3“. Difundir entre los compañeros y las
familias los periódicos y demás publicaciones
de propaganda católica.
4». Perseguir deciilidaiiieiite los libros, pe­
riódicos o revistas prídiibidas por la Iglesia,
los poni()gráfico.s, inmorales o provocativos; y
como señal de abierta reprobación, hacer anualniente una hoguera en el patio, donde se que­
marán en público las obnus y publicaciones an­
ticatólicas e inmorales que se puedan haber.
5». listablecer y sostener en ca<la Colegio
un curso apologético por medio de Conferencias
mensuales publicas sobre temas de controversia
y crear en la Revista, órgano del Colegio, una
sección de Apología; de todo esto se encargarán
los miembros de las respectivas sociedades.
6*. Formar entre los socios una liga antipomográfica, resuelta a defenderse y defender
u l<xs demás contra la corrupción de costumbres.
7“, Pre.starsc gustosos para ayudar en cual(luicr oficio que redunde directa o indirecta­
mente en pro del culto; practicar la caridad
cristiana con los compañeros y el apostolado
del Buen Consejo y de la Buena Palabra.
8“. Oponerse al respeto humano y para
esto: a) que los socios no disimxilen sino más
bien hagan moderado alarde de ser miembro
de la Compañía, llevando siempre que se deba
la insignia de la Sociedad; que cada congre­
gante tome parte en. las funciones religiosas,
mostrando un porte cristiano cual conviene
a un joven valiente y decidido, especialmente
durante las vacaciones, y que trabaje por me­
jorar la conducta de sus compañeros en las
Sagradas Funciones.
9*. Establecer en las Colegios <londe sea
posible y se creyere oonveuieule, la sociedad
<le * Los legionarias de Domingo Savio * según
las estatutos publicados en la Juventud Misio­
nera del mes de Marzo de 1927.
io “. Reunirse los miembras de las Conipañííis de Cada Colegio en Congreso a lo menos
una vez al año y procurar frecuentes Congresos
de todos los Colegios de la Inspectoría para
organizamos y proseguir con bríos en la acción
católica. Estos congresos inspectoriales serán
efectuadas en la ciudad cpie indique el Rdo.
P. Inspector, El Congreso desea que sean cada
devs añ<.*s y n.'sp<.'tuosameute insiste ante el
Sr, Iivspector |xira que proceda a su pronta
realización, listos Congresos tendrán por objeto
cambiíu impresiones, animar y orientar las
actividades de las Coiu|>;iñías; son ellos el medio
más seguro de no dejar morir las conclusiones
R(iuí tomadas, de realizarlos y de intensificar
la Acción Católica en los Colegios Salesianos
según las normas «le Su Santidad Pió X I y

las órdenes del Superior General de los sale­
sianos. Rvdmo. Padre Rinaldi.
Gran ventaja encontrarán las Compañías
en el auxilio, simpatía y benevolencia que a
ellos brinden los superiores de la casa.
MONTILLA (España). — Fiesta de la Unión.
El domingo 19 de Junio fué para los anales
del Colegio Salesiano día de recordación cari­
ñosa y de estímulo alentador.
Dos fiestas en una misma fecha: la del Beato
Juan Bosco y la de los exalumnos.
I.,os Salesianos y alumnos celebraron, pre­
cedida de un triduo solemnísimo, la fiesta del
Beato Juan Bosco. A pesar de concidir coala
novena del Sgdo. Corazón de J esús que se cele­
braba en la parroquia de San Francisco Solano,
nuestra capilla tuvo los tres días ima concu­
rrencia numerosa de fieles.
Se cantaron al Beato hermosísimas coplas
por la escolania del colegio y estuvieron los
sermones a cargo de Padres Salesianos de la
Commiidad, mostrándonos al Beato como mo­
delo de caridad, como hombre de altísima unirá
con Dios y como encamación viviente, dentro
de nuestro siglo, de la más genuina democracia
cristiana. La última noche, en la que el público
fué numerosísimo, se dió a besar la reliquia
del Beato.
El dia de la fiesta, coincidiendo con ella la
de los exalumnos, que celebraban tanrbién el
* Día de la Unión s, fué doblemente solemne.
Misa de comunión general a las siete y media
y a las nueve, y cantada a las diez, ensalzando
las glorias del Beato al P. Francisco Fernández,
S. S., desarrollando el tema: «Don Bosco, sa­
cerdote ».
A las once y media, los exaluiuuos presididos
por el señor Director y superiores del colegio,
tuvieron su anunciada asamblea general.
La asistencia, aunque la esperábamos mayor,
fué mmierosa. Asistieron también muchos so­
cios del Circulo Dommgo Savio.
El señor Director abrió la asamblea salu­
dando a los presentes y leyendo las adhesione?
a la misma el señor delegado.
Después habló el mismo señor Director ex­
tensamente de la organización de la Asociadrá
estudiando el origen de las uniones de exalufflnos, su progresivo desenvolvimiento y el pro­
grama que nuestra Asociación puede al pre­
sente desarrollar, haciendo votos porque con la
buena voluntad de todos pueda abarcar un pro­
grama más vasto de acción y de apostolado.
Hizo resaltar la figura del reverendísimo
Rector Mayor de los Salesianos, verdadero
creador y organizador de las Asociaciones y
se detuvo a estudiar con alguna extensión el
punto de la cuota y la suscripción a la prensa
salesiana.

287
Seguidamente abrió la discusión sobre los
temas de la ponencia i» de la quinta Asamblea
Nacional.
Por unanimidad fueron votadas las orienta­
ciones formuladas para la perfecta comprensicD de los distintos temas, dejando al se­
cretario la tarea de redactar las conclusiones
definitivas y la memoria.
Por último se acordó enviar telegramas al
Rector Mayor, reverendísimo Don Felipe Rinaldi, al reverendísimo señor Inspector y al
Presidente Nacional de los exalumnas don A ht
gel García de Vinuesa.

NECROLOGÍA
Dña. Alejandrina Cayeedo
vda. De Herrén.
Bogolé (Colombia).

Insigne Cooperadora >' uua de las más beneinírifas aminas v admiradoras de la Obra Sale-

Monfilia (Españai. — Antiguos Alumnos que asistieron a! banquete el “ Dia de la Unión".

A continuación se impresionó una placa fot^áfica.
En el banquete, al que asistieron también
® buen número, reinó una franca cordialidad
y camaradería abundando al final los brindis
y los vivas. Se acordó también por unanimidad
aiviar telegrama, agradeciendo la adhesión redbida, a don José Marti. Director de Colegio
de San Benito, de Sevilla.
Por la noche, en el salón de actos del colegio
tuvo la función teatral, representándonos
h compañía de los niños internos el hermosí®no drama en cinco actos • Al Toque del Ave
María ».
F. LOPEZ G a r c ía

Exalumno.

stana, ha muerto 01 ¡a ciudad de JJoi¡oiá. el día
quince de abril del presente año.
Doña Alejandrina fue una de las primeros
damas bogotanas que se relacionó con los Hijos
del Beato D. Bosco, tan pronto como llegaron
a Bogotá: su nombre figura entre el de las pri­
meras Cooperadoras inscritas; y su adhesión
por los Salesianos, puede decirse, fue en aumento
durante los cuarenta y un años que hace se
abrió la primera casa en la República.
Desde el principio fué tan grande su defe­
rencia por los Hijos del Beato D. Bosco, que,
prefiriendo el nuevo colegio que iban a abrir
los Padres Salestancs en Bogotá, a los muchos
ya conocidos de la ciudad, en él colocó a su
hijo primogénito. Nuestro Beato Padre aceptó

288
esa entrega que élla hizo de su liijito, a los
salesiauos, y pennitió que ese niño, quien tuvo
el primer número de las matrículas del Colegio,
fuera también el primero entre los Aspiran­
tes, Novicios, Profesos y primeros Sacerdotes
Colombianos. Aquella alma grande, aquella
mujer fuerte, gustosa y generosamente hizo
el sacrificio de su hijo, quien, como mayor
de sus otros tres hennitos, debía ser su apoyo
y su sostén, puesto que ella había quedado,
viuda muy joven y por una de esas injusticias
de la humanidad, le habian arrebatado el pa­
trimonio que le dejó su esposo al morir. Cuand(>
el hijo, cumplido ya su noviciado, se encon­
traba peqjlejo e indeciso, entre seguir su voca­
ción o volver a su hogar, quiso saber indirec­
tamente cuál, era la voluntad de su madre;
élla, con esa perspicacia propia de las personas
inteligentes, comprendiendo lo que su hijo
pretendía, sin ambages y categóricamente le
contestó: « que si era que le parecía que no
tenía vocación para la vida Religiosa, podía
volver al momento a su hogar, donde encon­
traría el afecto de su madre y de sus hermanos;
pero que si sentía que Dios lo llamaba a su
servicio, haciéndose salesiano, y esto no ob­
stante. vacilaba por creer necesaria su presen­
cia en el hogar, claramente le manifestaba
que no pretendiera volver a su casa, donde
encontraría las puertas cerradas, puesto que
tanto ella, como sus hermanos, gustosos se
privaban de su apoyo, a fin de que se pudiera
consagrar libremente al servicio de Dios y a
trabajar por la salvación de las almas ». Ese
niño es el R. P. Jorge Herrán, tan conocido
y estimado en todo el País.
Para dar mejor una idea de los méritos
de la Sra. Dña. Alejandrina, con mucho gusto
reproducimos lo que dijo, con ocasión de su
fallecimiento, uno de los principales diarios
de Bogotá en el número correspondiente al
17 de abril del presente año.
«Hoy a las once de la mañana tendrán lugar
en el templo de Nuestra Señora del Carmen,
las exequias por el eterno descanso de la Se­
ñora Dña. Alejandrina Cayeedo v De Herran,
fallocida ayer en esta ciudad, víctima de la
epidemia reinante.
Da muerte de ^ ta distinguida matrona cons­
tituye un duelo para la sociedad bogotana.
Pertenecía la Sra. Cayeedo de Herrán a una
de las más ilustres familias de la República.
Entre sus auteiwsados se enc\ieutran las fi­
guras esclarecidas del Presidente General Do­
mingo Cayeedo, y del Presidente General Pedro
Alcántara Herrán, el Hiisar de Ayacucho;
y piirieutes muy cercanos suyos fueron los
Ilustrísimos Arzobispos de Bogotá D. Femando
Ca>*cedo y Florez, el Patriarca de la Indepen­
dencia Colombiana, y D. Antonio Herrán,
ambos de santa memoria. Fué su esposo el

Coronel D. José María Cayeedo, tipo del per­
fecto caballero, que tantos servicios prestó a
la Patria y que murió en la flor de la juventud
puede decirse.
Cristiana, con el cristianismo auténtico e
inconfundible de la dama santafereña; esposa
y madre de aquilatadas prendas; mujer de altas
y exquisitas condiciones sociales, que conser­
vaba, a pesar de sus años y de sus sufrimientos,
el porte dulce y bello de una perenne juventud
moral; ejemplo vivo de lo que es y de lo que
debe ser el ornato y el orgullo de ima sociedad
austera, tal fué la Señora Cayeedo de Herrán,
Ante su sepulcro nos descubrimos con hondo v
sincero respeto, para tributar uii homenaje a
sus múltiples y acendradas virtudes; y para en­
viar a su hijos, especialmente al R. P. Jorge
Herrón Cayeedo, Salesiano, a D. José liaría
Herrán Cayeedo, alto empleado del Ministerio
de Bíducación Nacional, el testimonio de nues­
tro sincero pesar».
Recordad también en vuestros sufragios a:
BARCEI-ONA (E s p a ñ a ). — D. Joaquín Ca­
rreras de Compte. — Exenta. Sra. Dña. María
de los Angeles y Caiarineu. — Sr. D. Sebastián
Girol y March. — Sra. Dña. Dolores Rodona.
MADRID (E s p a ñ a ). — Dña. Rita Echeve­
rría. — Dña. Dolores Cid. — Dña. Fernanda
Hurtado. — Dña. Carmen Yunguito. — D.
Mariano Sánchez Enciso. — D. Haax Salli. —
D. Ricardo S. Ortiz. — Dña. Emilia Enciso
España. — Dña. Concepción Vizcaíno. — D.
Vicente Rodríguez. — Dña. Josefa Antonia
Echániz. — D. Manuel Sánchez Blanco. — D.
Faustino Pinilla.
VILLA DE D. FADRIQUE (C uenca -Es— Dña. Ignacia Novillo. — Antonia
Maroto. — Osvalda Carpintero y Encarnación
Carpintero.

p a ñ a ).

Recomendamos a tos Directores de las Casas
Salesianas, encargados de Cooperadores y Ce­
ladores, que se sirvan enviamos cada mes una
nota de los Señores Cooperadores fallecidos, por*
encomendar sus almas a ¡as oraciones de toda l*
familia Salesiana y puedan gozar del privi­
legio que les cot^de el Reglamento de la Unión.

C o a ap fo& aefda efe /a maforidtd ecksiétílcm.
G erea iei D . D O .V IE N IC O G A R N C R i.
EataUeciM feato T ip . de la S o cied ad Edifoea lalcraacio aal - Tarii
C o ra o Regina Mar^terUa. Ite.
Texto
BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS O BR AS DE DON B O S C O

Vocación maravillosa y probada
E scu e la 'D o m in ic a l.

Fecha m em orab le.

Terminado el curso escolástico de 1932-33,
y vuelto Juanito al Sussambrino encontró
que, con el casamiento de su hermano José,
Margarita había adquirido en la persona
de la nuera una angelical criatura que la
rodeaba de todos los solícitos cuidados de
que ella había rodeado a la abuelita. Viendo
Juanito en tan buenas manos a su querida
madre, se pasaba la mayor parte del tiempo
en Becchi, donde en los dias de fiesta reunía
los jovencitos del pueblo para instruirlos en
el catecismo y hasta para enseñarles a leer
y escribir, exigiendo solamente como re­
compensa que se acercasen una vez al mes
a los Santos Sacramentos. Tal fué el origen
de las Escuelas Dominicales y Nocturnas
para los pobres hijos del pueblo, añadidas
por él a los Oratorios Festivos. Durante la
semana, después de haber dedicado largas
horás a sus libros, ocupábase en construir
muebles, de que la familia tenía necesidad.
Todavía existen en Becchi una mesa y algún
taburete, obra de sus manos. También se
aprovechaba de lo que había aprendido de
zapatero aquel año en Chieri, y aimque no
luciese zapatos finos, sabía arreglarlos de
tal manera, que parecían casi nuevos. Esta
fiabilidad, aconsejada por la pobreza, le oca­
sionaba grandes ahorros para la familia. En
su reducido taller, al homo de herrero, a
la mesa de sastre, al banco de carpintero,
anadió también el banquillo de zapatero.

Las vacaciones de aquel año fueron se­
ñaladas por un solemne acontecimiento. El
piadosísimo clérigo José Cafasso celebraba su
primera misa en Castelnuovo con inmenso
júbilo y fiestas extraordinarias por parte de
los lugareñas. Juanito debió llorar de santa
envidia cuando lo vió subir las gradas del
altar; tanto más que hacía años que su cora­
zón se sentía impulsado a desear la amistad
del nuevo sacerdote, y siempre nuevos obstá­
culos lo habían tenido alejado de él. Pero,
acabado el santo sacrificio, acercándose en
medio de la masa ingente del pueblo para
besarle la mano consagrada, una mirada
afectuosa del nuevo sacerdote le dió a co­
nocer que su deseo había sido satisfecho y
que en él habría encontrado un padre, un
amigo, im consejero, un bienhechor cons­
tante.
Es de observar, sin embargo, que mientras
antes anhelaba con tan vivo deseo llegar a
ser sacerdote, ahora un temor reverencial
llenaba todo su ser al pensar en la sublimi­
dad de ta l estado, en la propia miseria y
en las obligaciones que habría de contraer
con Dios. « El sueño de Murialdo — escribe
el Beato con singular humildad — me había
quedado muy impreso; éste se había repetido
varias veces de un modo bastante más claro,
por lo que, si había de prestar fe, debía
seguir el estado eclesiástico, al que preci­
samente me sentía inclinado; pero no quería

2S8
creer a los sueños, y mi forma de vida y
la falta de las virtudes necesarias a este
estado hacían que dudase en mi deliberación.
lOhl, si entonces hubiese tenido un guía que
se hubiese tomado interés por mi vocación,
hubiera sido para mí un tesoro; pero este
tesoro me faltaba. Tenía, sí, un óptimo con­
fesor que j)ensaba en hacerme un buen cris­
tiano, pero no quería meterse en el asunto de
la vocación. Aconsejándome, pues, conmigo
mismo, después de haber leído algún libro que
trataba de la elección de estado, me decidí
a entrar en la Orden de los Tranciscanos ».
En Chieri había frecuentado el convento
de los PP. Franciscanos, y alguno de aque­
llos Padres, conociendo las raras dotes de
ciencia y de piedad de que estaba adornado,
le había insinuado que entrase en su Orden,
asegurándole (¡ue le dispensarían de la cuota
prescrita a todo novicio. Dicha propuesta
había por aquel momento aquietado su per­
plejidad, tanto más que, encontrándose preocui>ado por la paga de la pensión en el semi­
nario, le parecía cerrada cualquiera otra vía.
Margarita le había dejado siempre libre
en la elección de estado; jamás había entrado
en argumento acerca del porvenir, jamás le
había indicado proyecto alguno sobre una
vida más cómoda para ella, nunca le había
mostrado el menor deseo de quererlo en casa
o de ir a habitar con él cuando fuese sacer­
dote. Si el hijo le preguntaba qué cosa ella
pensase, qué deseaba de él, ella invariable­
mente respondía: — Yo no espero de tí otra
cosa que tu salvación eterna.
E l Siervo de Dios juzgó, no obstante que
la viese tranquila, que no había llegado aún
el tiempo de manifestarle su intención. Para
la admisión en los Franciscanos era nece­
sario sufrir un examen, antes del cual debían
todavía trascurrir varios meses de prepa­
ración. Sin embargo pensó ya procurarse los
dcKumentos que sabía eran necesarios, y
con este fin se dirigió al párroco, quien al
dárseU^, como era natural, le preguntó el
motivo de la solicitación de tales documentos,
y Juanito no le ocultó su resolución.

AIozo

de café.

Kntnítanto se había llegado el tiempti
de volver a Chieri, y habiendo la señora
Lucia Matta dejado esta ciudad por haber
terminado el hijo los estudios, había que
IK'iisar en una nue\*a pensión para Juanito.

En aquel ano un pariente y amigo de la
familia Bosco, de la misma barriada de Murialdo, llamado José Pianta, había decidido
abrir en Chieri un establecimiento de café
y bebidas. Margarita aprovechó la oportu­
nidad y le rogó aceptara al hijo en su casa,
y Pianta propuso a Juanito el oficio de mozo
de café en su establecimiento, a lo que el
joven condescendió por estar más cerca de
su profesor D. Banaudi, con el cual había
ya estrechado relaciones de verdadera amis­
tad. No recibiría sueldo alguno; pero ten­
dría tiempo libre necesario para poder estu­
diar, el albergue y la sopa gratuitos; en lo
demás pensaría la madre. Un sotabanco
estrecho sobre el homo de cocer los pasteles,
al cual se subía por una escalerita, era el
lugar destinado a dormir; por poco que el
se hubiese estirado en el lecho, sus pies so­
bresanan no sólo del incómodo jergón, sino
del mismo hueco que le servía de habitación.
«Aquella .pensión — observa el mismo
Beato — era ciertamente bastante peligrosa
por causa de los parroquianos; pero siendo
los dueños buenos cristianos y continuando
las relaciones con compañeros ejemplares,
puder ir adelante sin perjuicio m oral». En­
cargado de notar los puntos de los jugadores
de billar, solía asistir siempre con algún
libro en la mano. Su aspecto cuando se pro­
nunciaba alguna blasfemia o se deslizaba la
conversación a un terreno poco honesto, era
tan severo, que moría la palabra en la boca
de los jugadores. Con frecuencia, no con­
tento con desaprobar con el silencio, sabía
también valerse de la palabra y corregir con
caridad y eficacia a aquellos que habían
faltado; por lo que algunos de los más liber­
tinos, no atreviéndose a hablar ya libremente,
o rogaban al dueño que no pusiese a Juanito
para anotar las puntos del juego, porque
se sentían cohibidos ante su presencia. •»
sin más exclamaban irritados: ¡Mandad de
aquí al muchacho!
No desperdició Juanito el tiempo mientras
estuvo en el café; en pocos meses se puso
el tanto de poder preparar café, chocolate
etc. y toda clase de confituras, pasteles, li­
cores, helados y refrescos; tanto que el due­
ño, considerando lo útil que hubiera podido
serle, si se quedara con él, le hizo ventajo­
sas propuestas para que dejando cualquiera
otra ocupación se diese enteramente al oficio.
Juanito rehusó toda proposición, alegando
que su resuelta intención era continuar los

estudios: sin embargo, le sirvieron grande­
mente los meses pasados en aquel estable­
cimiento, pues aprendió todos los conoci­
mientos necesarios para la administración
de un asilo de caridad.
El párroco de Castelnuovo había entre­
tanto juzgado conveniente poner al tanto
a ilargarita de la resolución de su hijo de
hacerse franciscano. En efecto, una tarde
del mes de diciembre fué a visitarla, y des­
pués de haberle expuesto el asunto, le hizo
observar cómo, dado el mucho trabajo que
había en la Diócesis, sería conveniente que
el lujo haciéndose sacerdote, se ocupase en

tu vocación sin miramiento alguno. Lo pri­
mero es la salvación de tu alma. K párroco
querría que yo te disuadiese de esta decisión,
en vista de la necesidad que podría tener
de tu ayuda. Yo, en cambio, te digo: en
estas cosas no quiero metenne, porque Dios
es lo primero. Y o nada quiero ni nada espero
de tí. Recuérdalo bien; he nacido pobre, he
vivido pobre y quiero \dvir pobre. Te digo
aún más: si un día llegases a ser sacerdote
secular y por ventura llegases a ser rico, no
iré a hacerte una sola visita. ¡Recuérdalo bien!
El Beato, a los setenta y más años, recor­
daba el aspecto imponente con que su madre

JuanHo Boftco aprendiz de zapatero.

cualquier ministerio parroquial; añadiendo:
Procurad disuadirlo de esta idea: no sois
nca; no sois joven; si \oiestro hijo se hace
teligioso ¿cómo podrá proveer a vuestras ne­
cesidades? Os lo advierto por vuestro bien.
La buena Margarita agradeció al párroco
la confidencia que le había hecho; pero acerca
del consejo que le daba no dejó de manitestarle cuál era su pensamiento. Inmedia­
tamente fué a Chieri y presentándose al
hijo, con su habitual sonrisa le dijo:
— El Sr. párroco me ha manifestado que
Vaieres hacerte religioso; ¿es cierto?
— Sí, madre mía. Creo que V . no se
pondrá a ello.
— Y o quiero únicamente que tú examines
d paso que vas a dar, y que después sigas

pronunció estas palabras, y resonaba en sus
oídos el vibrante tono de su voz, y repitiendo
estas expresiones enérgicas y verdaderamente
cristianas, sentíase conmovido ha.sta la.s
lágrimas. Pero el Señor que veía la since­
ridad del corazón de Margarita, disponía
que ella no fuese separada del hijo, sino
que antes bien él tuviera en su madre una
generosa coadjutora en la fundación del
Oratorio de San Francisco de Sales.
A n g u s tia s y p riv a c io n e s .

Grandes fueron las estrecheces y sufri­
mientos por que el Siervo de Dios tuvo que
pasar para poder continuar sus estudios y
llegar al sacerdocio; mas no por eso cambió

2Ó0
en lo más mínimo su tenor de vida, ocultando
sabiamente sus sufrimientos, de modo que
nadie se daba cuenta de lo que él sufría
interiormente. Siempre igual a sí mismo;
afable, pacífico, desenvuelto; todo aplicación
en los estudios, todo generosidad y celo
para con los compañeros, de modo que cual­
quiera hubiera creido que llevaba una vida
completamente feliz. Y sin embargo no
hubo año como el de Retórica, que corres­
pondía a nuestro cuarto de Humanidades,
que le ocasionase tantos sacrificios por
la incertidumbre de su porvenir y por la
falta -de medios materiales. Para vestirse,
procurarse la mayor parte del alimento
y proveerse de todo lo concerniente a la
clase, no disponía sino de las exiguas re­
tribuciones con que no todos los alumnos,
a quienes daba paso, le correspondían.
P re lu d io s de una g ra n o b ra .

Las estrecheces relatadas no mermaron
un solo ápice'la actividad y el celo del Siervo
de Dios, que se extendieron hasta hacer
bien a unos cuantos hebreos que frecuen­
taban las escuelas de Chieri, sacrificándose
por ellos, viendo coronados sus sacrificios
con la conversión de uno de ellos, quien
conservó para con . el Beato grandísimo
afecto y reconocimiento. En e l mismo año
emprendió una obra que tiene el sello del
heroísmo cristiano. Frecuentando la catedral
para sus devociones, contrajo amistad con el
óptimo sacristán mayor, de nombre Carlos
Palazzolo, nombre de sincera piedad, que
por tres veces había ido en peregrinación a
Roma para visitar las Basflicas y las Cata­
cumbas. Contaba ya sus treinta y cinco años
y, no obstante su cortedad de ingenio, la
falta de medios y las ocupaciones de su
oficio, deseaba ardientemente hacerse sa­
cerdote. Conociendo la bondad del joven
Bosco, le rogó que le diera un poco de clase.
Fué inmediatamente atendido; y Juanito sin
interés alguno se encargó de darle clase todos
li>s días, de modo que en dos años consiguió
prepararlo en los estudios, y pudo presen­
tarse junto con el Beato para ser examinado
por los profesores del colegio, y vestir la
sotana juntg con su maestro. ¿Quién no ve
en este hecho un preludio de la futura insti­
tución de los Hijos de María para promover
las vocaciones de los jóvenes adultos al
estado eclesiástico?

N o e n c u e n fra p a z en la Paz,

La idea de hacerse religioso no le abando­
naba un instante. « Aproximándose la fiesta
de Pascua — así se lee en sus memorias_
que en aquel año (1834) caía el 30 de Marzo,
pedí ser aceptado entre los Reformados!
Mientras esperaba la respuesta, sin haber
manifestado nada a nadie, acerca de mis
intenciones, he aquí que un día se me presenta un compañero, Eugenio Nicco, con el
cual tenía poca familiaridad, y me pregunta;
— ¿Conque has decidido hacerte Francis­
cano? — ¿Y quién te ha dicho esto? le con­
testé maravillado. Entonces el otro mostrán­
dome una carta me dijo; me escriben que te
avise de que te esperan en Turín para exa­
minarte juntamente conmigo, porque yo
también he decidido abrazar el estado rdigioso en dicha Orden. — • Fui, pues, al con­
vento de Santa María de los Angeles de
Turín, sufrí el examen, fui aceptado para la
mitad de Abril, y todo estaba ya preparado
para entrar en el convento de la Paz en
Chieri. Sin embargo, pocos días antes del
tiempo establecido para -mi entrada, tuve
un sueño de los más extraños. Me pareció
ver una multitud de aquellos religiosos con
los hábitos rotos y correr en sentido opuesto
uno del otro. Uno de ellos se me acercó y
me dijo: — Tú buscas la paz y aquí no la
encontrarás. Fíjate en la actitud de tus her­
manos. Otro lugar y otra mies te prepara Dios.
Quería yo hacer una pregunta al tal reli­
gioso, pero un ruido me despertó y no vi
cosa alguna. Expuse todo esto a mi director,
quien no quiso oir hablar de sueños ni de
frailes: — En este asunto, me dijo, es nece­
sario que cada uixo siga sus inclinaciones y no
los consejos de los detnás. »—
Esta respuesta y el sueño tenido lo dejaron
un tanto perplejo, pero no le parecían mo­
tivo suficiente para retroceder de la reso­
lución tomada. Pensaba sin duda que du­
rante el año de noviciado tendría ocasión
para probar si le convenía o no aquella
Orden; por otra parte Dios le había puesto
en el corazón aquella propensión al estado
religioso que cada día sentía más imperiosa,
como veremos en el curso de nuestro relato.
Por tanto, persuadido de que Dios habría
guiado los acontecimientos para conducirlo
por la vía que E l quería, fué a Castelnuovo
para pedir la bendición a su madre antes
de vestir el hábito franciscano.

26i

Los cam inos de la D iv in a P ro v id e n c ia .

Una vez despedido de la madre, Juanito
se dirigió a la casa parroquial; pero encontró
que el párroco estaba ausente aquella ma­
ñana. Evasio Savio, herrero del lugar, que
bacfe ya. tiempo amaba y admiraba a Jua­
nito por su constancia en la piedad y en el
estudio, viéndolo a la puerta de la Recto­
ral con un hatillo bajo el brazo, le preguntó:

Savio, considerando el bien que Juanito
habría podido hacer en su país, y sintiendo
la pérdida que habría sufrido Castelnuovo,
durante la comida procuró persuadirle a
que renunciase a aquel proyecto que no le
parecía bastante pensado, y exhortólo a
que pidiera consejo a D. José Cafasso: era
ciertamente una exquisita propuesta. Des­
pués se dirigió a casa del párroco y por
consejo de éste a casa del alcalde y de otro

Roma. — Personal solesiano de las Cafacumbas de S . Calixfo encargado de acoropaftar a los visilanles.
Hablan en coniunlo 10 idi es la
llamada Capilla de los Papas. Once fueron
los Papas allí sepultados, todos del siglo III
y la mayor parte mártires de la fe; Ceferino
(199-217). Urbano I {222-230), Policiano
(230-235), Antero (235-236), Fabián {236250), Lucio I (253-254), Esteban I (254-257),
Sixto II (257-258), Dionisio {259-268), Félix
(269-274), Kutiquiano (275-283).
De sus epitafios colocados sobre los nichos
que eran excavados a lo largo de las paredes
de la Capilla, no se conservan sino los de
Antero, Policiano, Fabián, Lucio y Euti-

2 t )3

(jlúano. Sobre el epitafio de Ponciano y de
Fabián, además de designar su autoridad
episcopal, se distingue la señal de Martyr,
para atestiguar toda la grandeza de su misión
y de SU' glorioso fin por el rebaño de Cristo.
En el fondo de la cripta detrás del altarcito donde se celebra la santa misa, existe
todaxna la preciosa inscripción que De Rossi
ha recompuesto con los numerosos fragmen­
tos que encontró en la cripta al tiempo de

lugar en esté cementerio: el martirio del
santo Pontífice Sixto II. E l Papa Sixto II
fué, en efecto, decapitado en este cementerio,
durante la persecución de Valeriano, y la
memoria de su glorioso martirio, además de
ser recordada en la inscripción damasiana,
se mantuvo viva ix>r algún tiempo también
mediante la contemplación de la cátedra
misma sobre la que estaba sentado el Pon­
tífice en el momento del martirio.

CflJacurabos de San Calixlo. — La cripta de Sania Cecilia.

I

I

ser descubierta, y que el santo Pontífice
Dámaso había compuesto para recordar las
glorias verdaderamente insignes y veneranda.'i de éste sagrado cementerio. En esta
inscrijxrión, quizá la más bella del Papa
Dámaso, la piedad y veneración del santo
Pontífice se manifiestan en el sentido de una
profunda humildad: Confieso, — dice — qiu
h'bit'ra querido yo que colocaran aquí mis
ftsios en este sanio lugar, fiero no lo Jte hecho
por el temor de firofanar con mis htícsos las
sagradas cenizas de estas nobles y santas
per.innas.
Otra inscripción damasiana en la Capilla
lecordaba un gran acontecimiento, epílogo

L ü c r ip ta de S a n ia C e c ilia .

En el ángulo izquierdo del cementerio
de los Papas, atravesando un corto y estrecho
corredor, se abre otra importante cripta
de este cementerio: la crifila de Sania Ce­
cilia. Los restos de la santa parece hayan
sido transportados a este lugar después de
haber sufrido el martirio y colocados en un
gran nicho que se ve a la izquierda de hi
entrada. Aquí estuvieron hasta principios
del siglo IX , ocasión en que los venerandos
despojos fueron trasportados al Transtíber
en la Basílica que lleva su nombre. En el
año 1599 fué hecho un reconocimiento de
los restos por el Card. Sfondrati, y a este

264
reconocimiento asistía también el artista
milanés Carlos Madremo, que bizo una re­
producción del venerando cuerpo en mármol,
que ya desde entonces goza de gran cele­
bridad. Dicha estatua encuéntrase ahora
en Santa Cecilia de Transtíber; y en San
Calixto, debido a la piedad de una rica ma­
trona romana, fué colocada una copia sobre
la primitiva tumba de la Santa.
Durante varios siglos la tumba primitiva
de la gran santa romana permaneció aban­
donada; pero cuando De Rossi la descubrió
y devolvió a la piedad y a la ciencia, podemos
decir que la cripta llevaba en sí misma el
testimonio de la veneración y del culto que
el pueblo fiel había tributado durante tantos
siglos en su tumba a la santa mártir.
Junto a aquella tumba existe aún un pe­
queño nicho, donde ardía una lámpara ali­
mentada con preciosos aceites por la piedad
de los fieles. La pared en que había sido
excavada la tumba estaba incrustada de
mosaicos y de planchas de mármol, y más
tarde fué decorada con pinturas. La ima­
gen de la santa aparece en alto nimbada
de una aureola y vestida como una empera­
triz. Numerosas inscripciones recuerdan a los
piadosos peregrinos que especialmente desde
el siglo IX han venido a rezar ante esta
tumba.
L as S a la s de lo s S a cra m e n to s
y o tra s tu m b a s in sig n e s.

Quisiera todavía recordar las preciosas
memorias cristianas conservadas en aquel
sector subterráneo donde a lo largo de una
galería estrecha se abren las llamadas Salas
de los Sacramentos, nombre debido a las
riquísimas pinturas que decoran las paredes
de estas estiuicias, represenbmdo de una
maiKím simbólica la doctrina de los sacra­
mentos del Bautismo, Penitencia y Euca­
ristía.
No muy distante de este lugar parece
estaba la tumba del Papa San Melqmades,
muerto en 314. Un poco más lejos, y de la
otra p;irte, se halla la cripta del santo Pon­
tífice Eusebio, muerto mártir de la fe en

310, que guarda simetría con la cripta donde
fué colocado otro santo, el pontífice Caj-o,
que cayó bajo la espada de los Césares du­
rante la primera persecución de Diocledano.
Cementerio de santos es verdaderamente
éste: junto a las nobles y santas figuras ya
recordadas, es digna de mención también h
del santo Pontífice Comelio aquí sepultado,
en la que una inscripción perpetúa la memoria
de su glorioso fin, habiendo dado él también
testimonio de la fe de Cristo con su sangre,
L a tu m b a de S a n Tarcisio.

En este sector, bendecido y santificado
con la sangre de tantos generosos hérots
cristianos, álzase todavía una pequeña ca­
pilla con tres naves, celia trichora, donde
ahora está colocado el busto marmóreo del
gran Juan Bautista de Rossi, al cual se
debe la reconstrucción de esta inmensa ciu­
dad subterránea, desde la mitad del siglo
pasado, venerando monumento de la vida
cristiana de los primeros tiempos.
Delante del ábside central .vense todavía
restos de un sepulcro que estuvo en gran
veneración en los tiempos pasados: son los
restos de la tumba del santo pontífice Ceferino, que fué quien recibió en donación la
extensión donde hoy se halla el cementerio
de San Calixto y que unió a su sepulcro
el de otra alma generosa que ofreció también
su sangre por la causa de Cristo. La piedad
cristiana recuerda con viva emoción el mar­
tirio de San Tarcisio, el joveucito que en
los primeros pasos de la vida eclesiástica
supo por Jesús-Eucaristía alcanzar la misma
palma de victoria y la misma aureola que
coronaron la vida del Santo Pontífice, fun­
dador del Cementerio de la antigua Via
Appia.
Al contacto de tantos recuerdos cristianos,
de toda esta belleza espiritual, de esta pureza
de amor a Cristo, viene a templar su espíritu
el piadoso visitante cuando se llega a esta
tierra bendita para venerar los santos re­
cuerdos aquí custodiados y hoy confiados
al cuidado de los Hijos del Beato Don Bosco.
Mons. J u l io B e l v e r d e r i .

Antiguos Alumnos de la Casa-M adre
En nuestro último número dimos cuen­
ta de ima excursión dada por el Oratorio
Festivo de la Casa-Madre en su triple especto
de niños, jóvenes y hombres. H oy vamos
a ceñimos únicamente a la sección de An­
tiguos Alumnos en un aspecto que mererece

en asistir a dichas conferencias, se organizó
una excursión-peregrinación al Santuario del
Selvaggio, uno de los más célebres san­
tuarios del Piamonte, en una colina al pie
de los Alpes coronada con una grandiosa
basílica, obra maestra del célebre arquitecto

Giaveno (liaiia). — Célebre Santuario de Nira. Sra. del SeUaggio obra del arquílecfo sal. cav. S r . Valolíi.

darse a conocer para que sir\'a de ejemplo
« las demás asociaciones diseminadas por
las casas salesianas.
Unas de las bellas iniciativas de dicha
Asociación, es la conferencia semanal de
Religión a los socios. Digno de todo encomio
ha sido el interés con que un buen grupo
de Antiguos Alumnos han asistido a estas
conferencias, todas ellas importantes; pero
especialmente las últimas, en las que el dig­
nísimo Consiliario del Centro, D. Panciatichi
ha glosado con admirable maestría la Encíriica * su gran afecto a María Auxi­
liadora, exhortando a todos a mantenerse
siempre fieles a estos dos amores y a lo que
s^ ifica la educación recibida en las aulas
salesianas, siendo deber de todo antiguo
alumno difundir la bondad del sistema de
Don Bosco con la palabra y el ejemplo.

del Selvaggio. Por unánime aclamación el
cariñosísimo D. Vitale subió a la sala del
banquete, 3' no obstante la escasez de tiempo
de que disponía, no pudo menos de brindar
por la prosperidad del Centrí) de Antiguos
Alumnos de la Casa-Madre, liaciéndolo con
la fogosidad que le es particular.
Como conclusión de los brindis y fin de
aquel ágape fraternal, el dignísimo Sr. Con­
siliario, D. Domingo Panciatichi, felicitó a
todos los excursionistas invitándolos a tra­
bajar para que el número de los asistentes
a las Conferencias que habían motivado el
paseo, fuera cada día aumentando para
honra de la Asociación, bien de las almas 3'
mejoramiento de la actual sociedad.
Acabada la comida se tomó un gruix>

268
fotográfico, y después de un rato de expan­
sión se entró nuevamente en la iglesia para
despedirse del glorioso Santuario y de la
memoranda imagen, satisfechos de haber
pasado unas horas en tan delicioso lugar.
Acto seguido se emprendió la marcha al
simpático pueblecito de Coazze, en donde
se instalaron nuevamente en los autobuses
dirigiéndose hacia la pintoresca Avigliana,
bordeando los encantadores lagos que tanta
celebridad dan al Santuario llamado preci­
samente Nuestra Señora de los La^os, y de
cuya custodia están encargados los Salesianos. E l P. Director del Colegio Salesiano
de Avigliana y Rector del célebre Santuario
recibió a los devotos excursionistas con los
brazos abiertos, acompañándolos con bondad
paternal a visitar el Santuario donde se
(lió la Bendición con S. D. M. cantando con
entusiasmo varonil el Ave Maris Stella y el
Tantuni ergo, terminando con una sentida
copla a María Auxiliadora.
Tomado un refrigerio, se acomodaron los
excursionistas en los autobuses, y anadiados
por el himno de la Unión y otros hermosos,
cantos, emprendieron la última etapa del
viaje, llegando al Oratorio cuando los úl­
timos rayos solares reverberaban sobre la
dorada estatua que corona la majestuosa
cúpula de la memorable Basílic^a de María
Auxiliadora.
A l descender de los vehículos y entrar en
el patio del Oratorio se cantó Don Bosco
riiorna y varios otros himnos, terminando
el día con unas palabras entusiastas del
Sr. Sbarbati, quien se hallaba hondamente
conmovido y plenamente satisfecho. Eterno
perdurará el recuerdo de tan amena excursión
en el ánimo de los Antiguos Alumnos de
este primer Oratorio Eestivo, cuna de la
inmortal Obra del Beato Don Bosco.

TURIN — Pecho glorioso en e l ínsfiíulo T eo
lógico ¡ntcrnocional "D on Bosco".
De tal puede calificarse el 5 de Julio del
presente año en el ya célebre Estudiantado
Teológico, que tan opimos fnitos viene dando
a la Congregación Salesiana en el corto período
de su actuación. En dicho día, y en la gran­
diosa Basílica de María Auxiliadora, ante
el cuadro prodigioso de esta Excelsa Madre,
y cabe los inmortales restos del Beato Fun­
dador. cuyo espíritu aleteaba en los ámbitos
del sacro recinto, eran ungidos sacerdotes del

altísimo 52 salesianos por S. E. Mons. Fossati
Arzobispo de Turín, y 36 recibían la sagrada or­
den del Subdiaconado. en presencia del Rdmo
Rector Mayor D. Felipe Rinaldi, de todo
el Capítulo Superior y de inmenso público que
llenaba las naves del maravilloso Santuario.
Cuatro horas largas duró la sagrada ceremonia
sin que ello fuera obstáculo para que el santo
prelado al terminar y dar su enhorabuena a
los nuevos ordenados hiciera una oportusísima
plática basada en el evangelio del día «La
multiplicación de los panes » alentando a los
nuevos ministros a soportar las cruces a que
se habían abrazado al subir las gradas del
altar para imnolar por vez primera el Cor­
dero Inmaculado. Terminada la ceremonia, los
nuevos sacerdotes y subdiáconos atravesaron
el extenso patio del Oratorio acompañando
en dos largas filas al bondadoso prelado y re­
cibiendo los plácemes del .Capítulo Superior
y de toda la casa salesiana e inmenso público
que devoto besaba las manos de los nuevos
ungidos.
Por la noche en el Instituto Teológico de
«Ea Crocetta » quisieron los niños y jóvenes
de aquel floreciente Oratorio Festivo obsequiar
con rma amenísima y cariñosísima v¿ada
músico-literaria, en la que todos rivalizaron
en gusto artístico y sentido afecto para con
los nuevos sacerdotes. Uniéronse también a
los niños y jóvenes del Oratorio Festivo los
demás teólogos con discursos elocuentes, y
bellísinras poesías que arrancaron lágrimas a
muchos de los homenajeados, por los cor­
diales sentimientos en que éstas estaban ins­
piradas. No faltó tampoco una armoniosa or­
questa que dió una nota de animaciéwi y cuyos
acordes Uegaroir muy. al hondo de los noveles
sacerdotes. El Rdo. Sr. Inspector, en su bon­
dad más que patenial, de que tantas pruebas
ha dado hacia los teólogos durante todo este
curso, quiso imir su felicitación representando
a la Familia Salesiana en aquel concierto de
annonías y de corazones, y sus palabras fueron
el broche de oro de aquel memorable día que
ciertamente llevarán grabado en el alma a las
distintas partes del mundo adonde la obediencia
desthie a los nuevos sacerdotes.
El día 6 fué dedicado a celebrar tan fausto
acontecimiento en la intimidad de la familia
salesiana tomando parte, podemos decir, el
Capítulo Superior. El Sr. Prefecto General
Rdo.* D. Pedro Ricaldone quiso ser el orador
panegirista en la primera misa cantada, cele­
brada por los nuevos sacerdotes. Con la elo­
cuencia y imción que le caracteriza, sostuvo la
atención de los oyentes por más de una hora,
señalando un programa de apostolado a los
nuevos ministros, el programa que Jesús diera
a sus discípulos, glosado con admirable maes­
tría. Al banquete quiso asistir nuestro Vene-

269

Turío (Ualia). — Nuevos sacerdotes del Estudiantado Teológico Interaacional, con sus Superiores.

rando Rector Mayor D. Felipe Rüialdi, rebo­
sando de alegría al ver aumentada la familia
sacerdotal salesiana con 52 miembros más.
Amenizado el banquete con las delicadas notas
de la orquestita, muchos de los nuevos sacer­
dotes no pudieron resistir dichas notas sin que
las lágrimas resbalaran sobre sus encendidas
mejillas, pues sonaban a despedida, a separa»áóii de aquellos queridos compañeros con quie­
nes habían vivido años felices y de quienes
se despedían ahora para quizá más verse. Estos
sentimientos se ahondaron más, cuando salieron
a leer los discursos de despedida uno de tercer
otencialidad
económica, cultural y religiosa del Territorifí.

-’ 7 4

liesutnen religioso. — Van a continuación
ios flatos estarlísticos referentes al ministerio
y ajwstolaclo realizado en el Territorio cou6ado
a las misiones salesiaiias en La Pampa.
Bautismos: 2.792.
Bautismos de adultos: 79.
Matrimonios: 295.
Uniones legítimas regularizadas: 49.
Primeras Comuniones; 1.567.
Confirmaciones: 669.
Apostolado de la Oración: 964 .sodas.
Asociaciones Marianas: 1.256 socias.
Asociaciones de Luises: 155 socios.
Josefinos: 139 socios.
.\1 dar por terminado el informe anual de
las misiones salesianas de La Pampa, pido a
V. S. 1. se digne bendecir estas misiones y
a cuantos trabajan en elhis para extender el
reinado de Nuestro Señor Jesucristo.
Besa el Sagrado Anillo y se declara de V'. S, I.
y Re\ana.
Humilde hijo en J. C.
J o r g e S e r ie .

Misión Salesiana
del Orieníe Azuayo.
Movidos por el deseo de conocer siquiera
una parte de la extensa y fioreciente región de
nuestro Oriente Azuayo, en una madnigada
apacible y serena, liamos maletas y provistos
de lo indispensable, salimos de la ciudad en
auto, cpie nos ilejó en « El Descanso». donde
nos esperaban las man.sas cabalgadura,?, que
pt)r caminos abiertos entre rocas y breñas, nos
condujeron hasta K1 Pan. pintoresca parroquia,
donde ha establecido la primera sede, la Misión
Salesiana del Oriente, representada dignamente
jx>r el Rdo. Padre Juan \'iña.
Nuestras acémilas, acostumbradas a viajar
lH>r las carreteras del Azuay, no podían ser­
vimos para la continuación dcl viaje, razón
por la que tuvimos que molestar la atención
fiel señtu Teniente Político, quien con mucha
actividad, y previo el respectivo jxigo,nos prolx>rcionó caballejos pequeños, pero fuertes y
capiices para cargar cou nuestras humanidades.
Cuando el Reverendo Padre Albino del Curto.
X’icario de la Diócesis Oriental, supo de miestras iflealidades, galantemente se ofreció para

acompañamos, y nos hizo conocer lo práctico
que había resultado para la Nación el estable­
cimiento de las Misiones Salesianas, que han
sabido laborar con desinterés, constancia y
actividad, para que poco a poco vayan po­
blándose esos territorios casi desconocidos.
Preparados para un viaje difídl, tuvimc«
que desannamos por completo, ya que, no
encontramos los obstáculos que temíamos, los
mismos que habían sido vencidos con mucha
anterioridad por la incalculable fortaleza del
hambre audaz y valiente, que amparado por
la confianza que el Todopoderoso le inspira,
ha sabido romper rocas y salvar abismos, ten­
diendo cables sobre cada uno de los ríos que
majestuosos y admirables, se lanzan siguiendo
el curso de sus aguas, entre las espesuras de
la selva virgen.
Tdama la atención del viajero, la construc­
ción de un regular camino de herradura, abierto
en roca viva; la instalación de puentes colgantes
sobre los ríos «Dominguillo », «San Francisco»,

templo.
El Triduo se celebró con misas solemnes,
ejercicios cantados y ofrecimientos de flores,
predicando alteniativamente el Sr. Cura D.
Francisco Javier Reveles y el Rdo. Sr. D. J.
Jesús Delgado, quienes cantaron con belhi.s
conceptos las glorias de Nuestra Madre, exci­
tándonos a fomentar cada día más en nue.stros
■ orazones el amor hacia Ella.
En la misa del día 24, tanto él coro conm
la parte musical estuvieron a cargo de los me­
jores elementos de que podemos dis]X)iier. El
Soberano Señor Sacramentado estuvo expuesto
durante todo el día a la adoración de los fieles,
leserx’ándose a las 5 de la tarde para dar lugar
a la procesión, en la que tomaron parte todos
k» niños del Catecismo, cerrando este acto con
broche de oro el Rdo. Sr. D. J. Jesús Delgado,
quien predicó sobre la necesidad y excelencia
del auxilio de María a quien debemos invocar
continuamente los cristianos, y haciendo re­
citar la eficacia y el valor de este auxilio
CM ejemplos tomadt^ de la Historia, aduciendo
entre otros el de la victoria obtenida por los
ejércitos cristianos contra las huestes agarenas
en las aguas de Lepante. Por último, se veri­
ficó el solemne ejercicio vespertino, siendo de
Botarse la abundancia y hermosura de los ar­

tísticos ramos naturales de floro.s (pie se ofre­
cieron a Nuestra Virgen y .\nxante Madre,
a quien hemos presentado lo mejor «pío on
nuestra pobreza hemos tenido.
Como recuerdo, a los .sacerdotes, cantores,
filarmónicos, sacristanes y acólitos y demás
personas, que tomaron parte activa en la cele­
bración del Triduo, se les oKseipiió con her­
mosas me lallas de María Auxiliadora.
Ella se digne aceptar nne.síra humilde ofrenda
para mayor gloria de Dio.*: y aumento de su
culto bajo la tan dulce y consoladora advoca­
ción de * Auxilio de los Cristianos ».
{De una carta dirigida al Rdo. D. Feli-be
Rinaldi por la Celadora Salesxana M. Muda
vda. de Orozco).
S A L A M A N C A (ESPA Ñ A).
También este año Salamanca ha dado mues­
tras de acendrada fe y devoción celebramlo
la fiesta de María bajo la hermosísima ad\‘ocación de AuxiHo de los Cristianos, con que
la denominara el Santo Pontífice Pío, V, en
conmemoración de la victoria obtenida por las
aguerridas huestes cristianas, bajo la dirección
del español D. Juan de Austria, en la batalla
de Ivepanto, en la cual quedaron humilladas
y diseminadas las tropas turcas, que significa­
ban odio y animadversión contra los progre.sos
del Cristianismo.
En el siglo X IX , el sacerdote Juan Bosco
la puso como Patrona de su obra incipiente,
que hoy está extendida por toílo el mundo,
Salamanca, que siente, como muchas otra.s
poblaciones de España, el cariño y amor «|ue
los Padres Salesianos le han inculcado en sus
largos años de apostolado social liacia la Virgen
Auxiliadora, ha celebrado su festividad con
gran esplendor, siendo de ello una prueba el
novenario celebrado en su honor, en la igle.sia
de San Benito. Pasemos, pues, a «lar cuenta de
su festividad, siquiera sea con la brevedad a
que nos obliga la estrechez de esjjacio de que
podemos disponer, dado el sinnúmero de infor­
maciones a que debe dar cabida el pre.sentenúmero.
La vigilta de la adoración nocturua. — Como
estaba animciado, a las diez de la noche salió
del Colegio Salesiano de la calle de la Compañía
el Tumo X III de esta Sección, consagrado a
María Auxiliadora y formado por Antiguos
Alunmos Salesianos, en dos largas filas, en­
tonando el sublime canto Sacris Solc-mnLs *.

276
Iban precedidos por los Tarsicios del Colegio con
su bandera, quienes quisieron asociarse en esta
noche a sus hermanos mayores los e~)g'ahiTTmf>s:
también había un crecido número de adora­
dores activos de los otros tumos, entre los que
se encontraba el Consejo Directivo de la Sección
en pleno.
Llegado que hubieron a la iglesia de San
Benito, el capellán del Tumo, D. I^pe Pérez
Flores, hizo le exposición del Santísimo. El
orador del novenario, D. Felipe Alcántara,
sacerdote salesiano, presentó la guardia del
Santísimo con sentidas frases de encendido
amor eucarístico, recordando a los adoradores
la noche del Jueves Santo en el huerto del
Getsemaui y alentando a todos para que ante
Jesi'is-Hostia nos confortemos y cobremos fuer­
zas para resistir a los embates del enemigo.
Acto seguido se cantaron solemne Tedexun e
Invitatorio, retirándose los adoradores y con­
tinuando la guardia durante la noche, como
marca el Ritual.
A las cuatro de la’ madrugada se cantó por
los adoradores del Tumo, dirigidos por el joven
maestro Enrique Mateos, la misa de * Angelis »
que celebró el capellán señor Pérez Flores,
reservándose a continuación y retirándose la
guardia.
El día de María Auxiliadora. — Desde las
cuatro de la madrugada en que se celebró la
misa de la Adoración, se sucedieron las misas
rezadas hasta las ocho, en que se dijo la de
Comunión General. A todas ellas se acercaron
al sagrado manjar cenetenares de devotos.
A las once se cantó la misa solemne por un
escogido coro de alumnos y exalumnos, diri­
gidos por los maestros P. Joaquín Pérez y
D. Nemesio Mesonero, interpretándose a tres
voces trozos de las misas érdida de un solo día, cuyo valor
entonces no se apreciaba, y que luego resultó
ser de lo más trascendental.
Otro señalado favor he recibido de la Virgen
Ausiliadorá salvando de la muerte a otro hijo
mío de II años, por todo lo cual doy infinitas
pacías a la Virgen de Don Bosco deseando
silva la presente publicación para alentar a
lodos los que se hallen afligidos a confiar en
la valiosa protección de la que con razón es
llamada Auxiliadora de los Cristianos.
B. V. G.
Ibidem. — Dua. Josefa Martínez de Nieto
cayó enferma el día g de Septiembre de 1928;
se le administró el Santo Viático el 11 de Octu­
bre, y se llevó a casa de la enferma la capillita
de la Visita Domiciliaria de María Auxiliadora,
y por encargo del párroco de San Nicolás, en
cuya parroquia está canónicamente establecida
la Archicofradía de María Auxiliadora, hizose
especial recomendación a la Virgen Sma. por
la beatificación de Don Bosco.
La enfennedad que sufría la doliente era
calentura infecciosa (que era tanto más grave
cuanto la enferma estaba en el quinto mes de
su embarazo).
El médico se había despedido asegurando
que solamente tendría que intervenir para cer­
tificar la defunción.
Desde ese mismo día, y apenas recibido el
Santo Viático, se notó la mejoría, y poco tiempo
después daba gracias a María Auxiliadora
oyendo la Santa Misa en el Altar de la Archi'Diradía.
Sirva la presente relación para animar a los
devotos de la Virgen Auxiliadora y de su Siervo
el Beato Juan Bosco a confiar en su valiosa
protección.
25 de Junio de 1931.
El Párroco, D . P a s c u .\l M a r t in d e M o r a .

VALENCIA (V e x e z i : e i .a ). — Habiéndose
presentado a un sobrino mío de 18 años un
ataque fulminante de apendicitis, se procedió
a la operación indicada para el caso; tan grave
era su estado al ser operado, que el médico
declaró impotente la ciencia para salvarlo;
;tanto fué el pus que brotaba de la herida!
Invoqué a la Santísima Virgen en tan apu­
rado trance, y la bondadosa intervención de
la que es Auxilio de los Cristianos no se hizo
esperar. Después de luchar el enfermo con ima
crisis que le produjo horribles dolores, poco
a poco fué recobrando la deseada salud. Alás

tarde liabiéndose vuelto a encontrar en p>eligro
de muerte, acudimos de nuevo con fe a María
Auxiliadora, y tuvimos el consuelo de verle
recobrar definitivamente la salud. ¡Gracias
Madre querida! Gozosa cumplo lo ofrecido
enviando una limosna para tu Santuario cm
esta ciudad, haciendo publicar la gracia en
el Boletín Salesiano.
Mayo de 1931.
R it a H itrtado H.
Dan también gracias a Adaria Auxiliadora y
envían una limosna :
A g u a s c a u e n t k s (Méjico). — Salvador H. Duque, por la salud recobrada de su hijita, a (luicn
ya consideraban humauaniente perdida.
B.\h ia B l a n c a (Argentina). — Dorotea Macedo de Steffeus, j>or la solución favorable de
im gravísimo asunto, y envía una limosna para
su Santuario de Turín.
I g u a l a d a (España). — Josefa Mercader, por
la curacióu de una hija de un quiste en la
garganta después de haber sufrido una opera­
ción sin resultado, y sintiendo los efectos de
la protección de la Virgen de Don Bosco; manda
5ptas.
L a C r e u h e t a (Gerona-España). — Luis M.
Salvador, por haberle conseguido tres señala­
dísimos favores, y envía una limosna para las
Escuelas Salesianas.
M o n t e v id e o (Uruguay). — Angela R. de
Vilardebi y familia, por la solución favorable
de un asunto de interés que juzgaban ya com­
pletamente perdido, y envían una limosna para
las Misiones Salesianas.
P a r ís (Erancia). — E. G. de V., por halM?rle
ayudado en circustancias de.se,si>crantes de la
vida, debiéndole a Ella hoy su biene.star y el
de toda .su ianiilia. Manda una limosna para
las Obras y Misiones Sale.sianas.
P a v a s (Colombia-Valle).
Hernando Co­
rrea, María Garzónde Varela, Asunciónde Beíancourt. Dolare de Murillo, Margarita Escobar
de Orejuela. Rita Mondragón y Hsrmila Satizabal profundamente agradecidas a la Virgen
de Don Bosco por continuas y excepcionales
gracias con que han sido favorecidos ix>r su
bondad maternal, acompañan una oferta por
medio del digno y activo Decurión Salesiano
Sr. D. Carlos M. Albán.
Y a r ITAGü A (Venezuela-Yaracuz). — Marta
Pineda de Orozco, por extraordinarios beneficios,
y envía ima limosna para el culto en su San­
tuario-Basílica de Turúi.
V a l e n c ia (España). — Sabina Gil. Mariana
Gil, María Gil e Isabel Gil, por gracias obíenidas.

28o

En honor del Beato Juan Bosco.
EL S A L V A D O R . —- Colegio de Santa Ana.
— La fiesta dcl Beato Juan Bosco fué cele­
brada con incomparable alborozo. Faltaba, es
verdad, el P. Agustín tan práctico y entu­
siasta; sin embargo la fiesta resultó solem­
nísima, esmerándose Cooperadores y Alumnos
para que fuera lo más lucida posible.
En las misas de 6 y 7 fué conmovedor el
concurso al banquete eucarístico de la falange
de alumnos externos de la escuela aneja y del
Oratorio Festivo; y para todos hubo pan dulce,
que fué saboreado como lo sabe hacer la ju­
ventud.
A. líus 9, misa solemne cantada con arte por
el Prof. Antonio García. Celebró el nuevo P.
Director y tejió él mismo un sencillo panegí­
rico del Beato Don Bosco, haciéndonas ver la
reflexión que el Beato tenía en todos sus actos
y la obediencia que fué la base de sus victorias.
El triunfo de Don Bosco no está en su apogeo;
el triunfo de Don Eosco será continuo y se
perpetuará en el cielo. Todos nosotros podemos
y debemos cooperar a este tritmfo. A las 10,
empezaron los desafíos de Basket-ball que
fueron reñidos y... divertidos. Rompieron el
fiuigo los chicuelos externos e internos y era
de verse el arrojo de los liliputienses, las ca­
rreras que echaban abrazados a la pelota...
las vueltas dti gato que a cada momento se
sucedían. ¿Quién sabe por qué?... vencieron
los externos por dos a cero.
Siguieron los medianos, y fué impresionante
el primer tiempo, cuando pareció que no sería
posible pasar una sola pelota por la canasta.
Pero por fin ganaron los internos por seis a
cero. Por la tarde desafío de foot-baíl. Las dos
partidas que se jugaron fueron muy intere­
santes, y la barra tuvo mucho trabajo llenando
el aire de ruidosos aplausos. De los mayores
ganaron tok B k r m ko .

PASTO (Coi.oMniA).
Un insigne favor
acaba de concederme el Beato Don Busco. Ha­
biéndoseme hinchado horriblemente la pierna,
ojñnó el médico que eran varices y que tarda­
ría al menos un año en curanne. Ante seme­
jante ])ronósticü, me apliqué a la parte afectada
una reliíinia del Beato Don Bosco, y con la
familia le supliqué aprestirara la mejoría a fin
de que pudiera estar curado para el día en
cjue por vez primera se iba a celebrar .su fiesta
en esta ciudad A los ocho días regresó a casa
el métlico, y grande íué su asombro al venne
completamente curado, al extremo de exiginne
la dijera quién me había curado. Y o le indiqué
sencillamente el médico, que no era otro que
mi Beato Padre Don Bosco. Efectivamente,
para el día de la fiesta del Beato pude andar
libremente y completamente curado y en la
misa de la fiesta fui a darle gracias por tan se­
ñalado favor. Envío la limosna de un peso oro
para una musa en el altar donde reposa su cuerpo.
Mayo de 1931.
Un cooperador salesiano.
SAN SALVADOR (Eb S ai,Vador). — Cííración milagrosa. — El día 18 de Agosto del
piusado año me causé mía grave herida en el
brazo izquierdo, a causa de la cual me sobre­
vino una infección de tan alarmantes propor­
ciones que el médico juzgó oixirtuno se me
preparara a morir, pues veía muy dudoso el
que pudiera resistir los efectos de la infección
que a pasos agigantados iba invadiendo tenne alcanzado un señaladLsimo favor,
ofus'iendo a la vez una oferta y haciéndome
crxqxTadora Siilesiaua.
19 rfí
de 1031.
R osario B, d e G a r i ' n k r .

Manifíesfan también su gratitud al Btafo
y envían una limosna:
A13.ARICAI, (Venezuela-Yaraduz). — Diia.
Blanca de Martínez Ojeda. por varios favores
recibidos, y envía una limosna para sus Obra.';.
B a r c e l o n a (España).
Dña. Rosa Monistrol de Bertrán, por una gracia señalada, v
envía una limo.siia para las vocaciones salesiaiiaj;
de la In.spectoría Tarraconense.
C a r a c a s (Venezuela).
Manuela Rodrigue,
Ramón Arvelo, Albertina de Arvelo, y Lucia
Oitati, por favores recibidos,

COMI’OSTKIA (Nayarit-Méjico). — Magdahua
Zúñiga, por haberle sanado de un mal qm
hacía nueve años venía sufriendo sin que hul)iera sentido alivio alguno, no obstante haber
recurrido a varios médicos y medicinas. Agra­
decida envía una limosna para las Obra', y
Misiones del Beato.
G u a d a l a ja r a (Méjico). — J. L. G., por haber
obtenido prodigiosamente una colocación para
su hermano.
MORELIA (Méjico). — María Vázquez, llena
Fernández, Victoria Cortés, Guadalupa Raya,
Guadalupe Aguilera, María de la Luz Peñaloza,
Dolores López y María Concepción Menéude:.
por haberles obtenido salir .satisfactorimnente
en los Exámenes.
P a v a s (Colombia-Valle). - Trinidad Escobar,
cooperadora salesiana, jx)r varios señalados
favores, y envía una limasna jjara las Obra-s
Salesianas.
S an h'ERNANDO (Argentina). — Hilaria J.
de Labairu, por la curación de su esposo y de
un hijo de graves enfermedades.

G racia conseguida por intercesión
de Da. Dorotea de Chopitea.
QUILMES (A r g e n t in a ). - Encontrándonrs
en situación bastante difícil, pues mi papá no
conseguía desde hacia largo tiempo empleo de
ninguna especie, ¡x>r indicación de un amigo,
encomendamos el asimto a la Sienta de Dw
Dña Dorotea de Chopitea, comenzando una
novena, y el mismo día que finalizaba la novena,
recibió papá el tan anhelado nombramiento.
SitA’a la publicación de este señalado favor
para apresurar la Beatificación de la í^ierva
de Dios.
Mavo, 10 de 1931.
M a r ía H a y d e e G rigera .

283

POR EL MUNDO SALESIANO
CORRIENTES (Argentina). — Gran fíesía en
el Colegio Salesiano.
El dia 10 de mayo tuvieron lugar en el Co­
legio Salesiano tres ceremonias, que llamaron
gratidemeiite la atención: la jura de la bandera
por el Batallón No. 22 de los Rxploradore.s de

cuado para poder presenciar el acto, de tan
nmirerosa que era la concurrencia.
Notamos cutre ella a lo más granado y se­
lecto de la soi'iedad correntiua; gran númcn>
de damas, niñas y caballeros, se habían con­
gregado allí.
f.as Autoridades.
A las 10 el batallón de

Corrientes (ArgentinA). — Alumnos

D B0.SC0. la entrega de los premios a los mejore.s alumnos del año ppdo., y el homenaje
T Doña Juana Francist'a Cabral, donante de
la ca.sa (pie ocupa el edificio del Colegio.
El brillo y solemnidad de dichas ceremonias
superó los cálculos de los más optimistas.
La Concurrencia. — I,a fiesta se había aiiunbado para las 10. Cerca de las 9 la coucurren-‘U comenzó a afluir a esta casa de estudios,
-■ 'locándose en las galerías que circundan el
•egundo patio, donde se había fonnado un
?ran cuadro rodeado tle palcos, para mayor
'Wodidad de los asistentes.
A un lado del patio se había levantado el
•’lcc oficial y la tribima, y en su fondo se
"íocó un gran retrato al óleo del Beato Juan
¿caco, ornado con los colores nacionales.
Faltando poco minutos para las 10, era ma■ talmente imposible conseguir un sitio ade-

y personal de 1931.

Ivxi)l(»radores que se hallaba fonnado .sobre
la calle San Juan, frente al Colegio, rindió los
honores a las altas autoridades de la provincia,
que llegaban a presenciar la fiesta.
Estas fueron recibidas a la entrada jxjr el
director del Colegio R. P. José Borgatti, to­
mando asiento en el palco oficial. I.as autori­
dades civiles eran presididas por el señor inter­
ventor nacional doctor Atilio dell’Oro Mainí.
las religiosas por S. S. I. el Obispo Diocesano
doctor Luis María Niella y el Obispo Auxiliar
Mons. Pedro Dionisio Tibiletti, las militares
por el jefe del Reg. 9 teniente coronel Lino
H. Montiel, hallándose presentes t.'tmbién la
presidenta y C. D. de las Cooperadoras Salesianas, que preside la distinguida dama doña
Eloísa Torrent de Vidal, los Centros de Exa­
lumnos y Alumnos de D. Bosco, los miembros
de la familia de Doña Juana F. Cabra!, repre-

,284
sentaciones de congregaciones religiosas, co­
legios católicos, asilos y escuelas nacionales y
provinciales.
La Jura de la Bandera. — Colocadas las
autoridades, el batallón hizo su entrada en el
patio en correcta fonnación, colocándose la
bandera y su escolta al frente.
Ocupó la tribuna el cura rector de la cate­
dral R. P. P'rancisco Zom. quien pronunció
una brillante alocución patriótica, haciendo
resaltar la importancia del acto que iban a
realizar los exploradores, refirió la historia de
nuestra bandera, y el amor a la patria y al
cumplimiento del deber.
Luego el R. P. Borgatti procedió a tomar
a los exploradores colectivamente el juramento,
iniciá:idose luego a los acordes de la marcha
a la Bandera, el juramento individual. El paso
marcial de los exploradores fué muy aplaudido.
Finalizó esta hennosa ceremonia con el canto
del Himno Nacional Argentino.
A continuación los exploradores desarrolla­
ron las maniobras de im simulacro de incendio
y salvataje de asfixiados.
En uno de los techos del edificio, se simuló
fuego, y rápidamente los exploradores armaron
sus escalas y treparon, mientras los demás ar­
maban las mangueras y apagaban el incendio.
Por medio de una cuerda bajaron desde el
techo varios asfixiados, a quienes los de la
Cniz Roja, prestaron los primeros auxilios.
El público gratamente impresionado de este
simulacro premió la labor de los exploradores
con prolongados aplausos.
Entrega de Medallas. — Acto seguido el
señor interventor procedió a entregar a los
mejores alumnos del Colegio durante el año
anterior, las medallas de oro donadas al efecto
por el doctor Blas P. de la Vega.
Estas fueron adjudicadas así: 3er. grado,
Pablo Obregóu; 4to. Juan Bergamo. 5to. VaInetin Flores y 6to. Guillermo de la Vega.
El homenaje a doña Juana Francisca Cotral.
— Luego las autoridades y concurrencia se
trasladartm al patio cubierto, donde debía
tener lugar el homenaje a la donante de esta
casa, doña Juana F. Cabral, consistente en
una placa de mármol.
Dicha placa fué costeada por los primeros
alumnos inscriptos en dicho colegio, y se halla
colocada a la entrada del mismo. Abrió el acto
el Padre Borgatti, quien dió lactura al testa­
mento de la donante en la parte que se refiere
a la donación del edificio, refiriéndose luego a
la eficaz colaboración del gobierno, sociedad
y pueblo de Corrientes para la instalción del
Colegio. Ofreció la placa en representación de
los primeros alumnos, el joven F. Guillermo B.
de la Vega, con un bonito discurso.
Imego la señora Raquel Lanaui de Aguírre
Oontte pronunció breves y elocuentes palabras.

en representación de la sociedad de damas
Vicentinas, que se adhirió a este homenaie,
haciendo resaltar la acción filantrópica de la
donante, en Corrientes.
Las bien coordinadas frases de dicha dama,
la dicción y fluidez excelente de su lenguaje
atracaron aplausos de la selecta concurrencia.
Finalizado este acto, el público retiróse grata­
mente impresionado de la fiesta, recibiendo el
R. P. Borgatti, director del Colegio Salesiano,
numerosas felicitaciones por el éxito obtenido
y poniéndose así de relieve una vez más las
bien ganadas simpatías que en el pueblo y la
sociedad correntina. posee el Colegio Salesiano.

CARACAS (Venezuela). —

Un grande ac/o

de acción sociaf en e l Colegio Salesiano.
(Del gran periódico «La Religión, 25 de
junio del 1931 ».
El día 24 de junio, clásico en nuestra his­
toria, se llevó a cabo en el Colegio Salesiano
de Caracas, uno de esos actos que son, digá­
moslo así la característíca del sistema educa­
tivo de los hijos del Beato Juan Bosco; fué
lina asamblea o Congresito integrado por los
miembros de las «Compañías» o Sociedades
religiosas establecidas en los institutos salesianos de Venezuela. La jomada comenzó con
una Misa solemne oficiada por el Rdo. Padre
Deferrari, Inspector de los salesianos de Vene­
zuela, con una comunión general, digno pre­
ludio de la jomada trimifal.
A las 10 a. m. y a los acordes del Himno
a D. Bosco, hizo su entrada el Exemo. Sr.
Nuncio de Su Santidad, y se declaró abierta
la sesión del Congreso, pasándose en seguida
a la presentación de los Delegados de las dis­
tintas casas Salesianas de La República. Pro­
cedióse luego a la lecturá y discusión de las
«Conclusiones * derivadas de las sesiones par­
ticulares celebradas en las susodichas Casas.
Constituyó esto el punto culminante del Con­
greso; era verdaderamente admirable ver in­
teresarse a aquellos jóvenes y niños, varios
de ellos de pocos años, por temas importantes
y serios cofno los de la Acción Católica y 1»
que respectan a la propia perfección individual
y social.
El Sr. Nuncio, cuyo deseo de ver implan­
tada la Acción Católica en nuestra patria es
tan grande, mostróse vivamente complacido
y aun admirado, por esta feliz iniciativa que
han tomado los padres Salesianos; asi lo ma­
nifestó en las palabras que pronunció al fina­
lizar esta sesiém.
Por la noche efectuóse la Velada de clausura;
ocupaban la presidencia el Exemo. Sr. Nunao
y el Rdmo. P. Deferrari. Ofreció el acto d
Rdo. P. Fierro, Director del Colegio, e inme-

285
diatamente pronunció el discurso de orden el
Rdo. P. Seijas, Director de las Compañías,
y fué una pieza magistral por el fondo y la
forma. El resto del programa, alternando al­
gunas piezas de música y cantos, lo constitu­
yeron los discursos de Acción Católica .Social
por los Delegados de la Inspectoría de Vene­
zuela, que vinieron expresamente a la clausura
del Congreso.
La selección de Otello ejecutada en violín por
el Br. J. B. Torres Páez fué magistral. Igual­
mente bello estuvo el dúo « Boime Pastor »can­
tado por los Sres. Luis R. T^ópez y Plinio Al-

labor de los profesores, tanto como del celo
que cada uno de los congresistas había tenido
en cooperar para llegar a conclusiones prácticos
y eficaces,' y terminó animando a todos a llevar
a feliz término todas y cada una de las conchisiones: «El Congreso termina, dijo pero su
realización empieza 1. Temiinó dando a los
presentes la Apostólica Bendición.
Como a nuestros lectores les interesa sin dttda
conocer las «conclusiones * de este Congreso
de acción católica juvenil, las hemos j>edido
al R. P. Director del Colegio, y amablemente
nos la ha facilitado.

Caracas (Venezuela). — La Presidencia del Congreso de CompaAias.

terio que llamó la atención del numeroso pú­
blico que invadía el teatro.
Como resumen de todos los actos del Colegio,
Se leyeron las * Conclusiones » tomadas en él.
Después de un hermoso diálogo, a modo de
niadro vivo, — a cargo de los socios de la
Compañía del Santísimo, — subió a la tribuna
el Exmo. Sr. Nimcio, y queriendo decir unas
átnples palabras, se entusiasmó y pronunció
-no de los mejores discursos que le hemos oido.
En él nos habló del Papa, y también se mostró
«llámente complacido de lo brillante del acto
y sobre todo de lo que lo coronaba, que
«a xma serie admirable de trabajos teóricos
prácticos encaminados a la formación de
■■■■£‘-olados sociales. Verdaderos cantos de
‘ Iniiracife brotaron de sus labios para D. Bosco
? i'-'-' hijos y se mostró muy esperanzado de la

Conclusiones de órdeu social.
1*. Los congregantes se impodrán el deber
de hablar siempre bien de la Religión y de sus
ministros y de prepararse según sus capacidades
a la defensa y controversias católicas; para la
mejor realización de esto último se creará en
las bibliotecas de las Compañías una sección
apologética, con la compra de obras de apfjlogía católica.
2». Rogar y trabajar por el advenimiento
total del Reinado sodal de Jesucristo, y de
un modo especialfeimo por nuestra amada Ve­
nezuela y por la feliz y completa armonía entre
la Iglesia y el Estado, y para la mejor realización
de este último punto, escribir en los periódicos
y utilizar todos los medios de propaganda para
hacer conocer la imperiosa e ineludibile nece­
sidad de un Concordato entre la Santa Sede

286
y la República, que satisfaga los anhelos del
I/ibertador Simón Bolívar.
3“. Difundir entre los compañeros y las
familias los periódicos y demás publicaciones
de propaganda católica.
4». Perseguir deciilidaiiieiite los libros, pe­
riódicos o revistas prídiibidas por la Iglesia,
los poni()gráfico.s, inmorales o provocativos; y
como señal de abierta reprobación, hacer anualniente una hoguera en el patio, donde se que­
marán en público las obnus y publicaciones an­
ticatólicas e inmorales que se puedan haber.
5». listablecer y sostener en ca