-
extracted text
-
R E V I S T A DE L A S
OBRAS DE D O N BOSCO
Año IXI - N.' 6 - Junio, 1948
ii ii Ni miiiin im iM iim iH iiimi mn ñuiim iimi iiiiii
k
SUMARIO
Jesucristo y la cues
tión social. — Medita
ción de Junio. — Efe
mérides seculares__
C o n c lu s io n e s de la
XVI S e m a n a de la
F. A. E. — Noticiario
Salesiano: E s p a ñ a
(Utrera, Sevilla, Ma
drid, Campano); Fran
cia, Italia, Austria, Cofombia.-—De nuestras
Misiones ( I n d i a, T im or).— Ei Templo que
profetizó Don Bosco.
Crónica de Gracias.—
In memoriam
U ’
y /.
U t r e r a . — Santuario cic
Nuestra Señora de Conso
lación. adonde han pere
grinado los AA. AA. Saiesianos de Andalucía
di--..
lili
A
•II
Jesucristo y la cuestión social
ablem o s,
siquiera una vez, direc
tamente de esta cuestión, tan traí^da y nevada; de este problema,
que, no lo negamos, ha sido de impor'tancia vital para la Humanidad en to^
dos los tiempos, y que ha tenido mani
festaciones trágicas y sangrientas a lo
largo de la historia del mundo, muy
especialmente en los últimos siglos.
Nacida la cuestión del conjunto de
males que afligen a la sociedad en or
den al trabajo, se extiende y se con
vierte al mismo tiempo en cuestión eco
nómica y moral, que del individuo pasa
a la familia; de ésta, al país, a la nan
ción, y de un pueblo a otro, hasta en
volver e interesar profundamente a la
Humanidad entera.
A los aspectos económicos y morales
se vienen a añadir y a mezclar, con fre^cuencia, según podemos verlo al pre
sente, miras, problemas y elementos étinicos, raciales y políticos, con sus res
pectivas ideologías y concepciones del
mundo, contribuyendo así a dificultar
más, de día en día, la solución de cues
tión tan importante y vital.
Es inútil pretender hallar .en la doc
trina de Jesucristo, y en su Evangelio,
un Código técnico de sociología o una
receta para resolver perentoriamente
cada uno de los puntos de la cuestión.
La predicación de Jesucristo es pre^
dicaclón esencialmente religiosa y espin
ritual. El Redentor no predica para la
tierra, sino para el Cielo. Y si vino a
predicar sobre la tierra el Reino de
Dios, con todo, declaró explícitamente
que su Reino no es de este mundo.
Mas. precisamente porque es esencial^
mente religiosa y espiritual; precisa
mente porque tiene por mira el Cielo y
no la tierra, la doctrina de Jesucristo, y
sólo ella, posee la fuerza y contiene los
elementos más vitales y más eficaces
para orientar y guiar en la solución, no
sólo teórica, sino también práctica, de
la cuestión social.
La fe en una Providencia que rige y
gobierna el mundo, si bien dejando libre
movimiento a todas las fuerzas y acti
vidades humanas; la fe en un Dios re-
H
8a
munerador del bien y vengador del mal,
premiador de la justicia y castigador
de la injusticia, constituye la primera
garantía de esta doctrina.
Y es la segunda el ejemplo de un
Dios que, por amor a la Humanidad, se
abaja, confraterniza con los hombres,
trabaja y sufre con ellos, y por ellos se
Inmola.
Tercera garantía: la dignidad del
hombre, que ha sido creado por Dios a
su imagen y semejanza, y ha sido he^
cho hijo suyo con un destino divino; la
dignidad del hombre, que está dotado
de inteligencia y libertad y tiene, por
consiguiente, una personalidad que no
puede ser ni destruida ni sofocada, sino
que debe ser respetada siempre.
Por consiguiente, los principios de
Igualdad y fraternidad universales, de
equidad y de justicia, de amor y de ca
ridad, constituyen la linfa vital, la le»vadura que penetra y fermenta toda la
masa de la trabazón social, y plasmán
dola, la transforma.
El principio fundamental de «no ha»gas a otro lo que no quieras para ti»
es la norma práctica reguladora de todo
y para todos.
Estos conceptos y estos principios, es
parcidos por el mundo desde hace vein
te siglos, han producido sus frutos, no
con la violencia, sino con la lenta la
bor de formación y transformación de
las conciencias y de las relaciones hu
manas.
Poco a poco, el mundo fué, y sigue,
transformándose. La obra no está com
pleta todavía, pues el mundo es joven
aún y tiene por delante un largo futu
ro, cuyos limites no corresponde seña
lar a los hinnanos.
La reorganización de la familia, la
elevación de la mujer, la protección y
tutela del niño, el cuidado y atención
de los pobres y enfermos, la abolición
de la esclavitud, etc.', son frutos lentos,
si se quiere, pero reales e innegables de
la doctrina de Jesucristo.
Si en el mundo hay fronteras abierta'b y pueblos hermanados, se debe a la
influencia de la doctrina de Cristo
Y todos éstos son frutos pacíficos. Si
se objeta que para alcanzarlos iiubo que
recurrir a luchas y aun a guerras, dire
mos que ello no ha sido debido a la
doctrina de Jesús, sino, por el contra
rio, a las fuerzas del mal que se le opo
nían.
Gracias a la doctrina cristiana, por
medio de sus principios de jristicia y ca
ridad, se ha elevado incluso el nivel ma
terial y económico de los pueblos, del
obrero, del trabajador, ajustando con
más equidad las relaciones entre amo
y criado, entre dadores y prestadores de
trabajo; perfilando el sentido de la fun
ción, distribución y uso de la riqueza,
y, por consiguiente, no sólo de las re
laciones entre capital y trabajo, sino in
cluso de todo el funcionamiento eco
nómico social. No es contrario a la ley
de Cristo el capitalismo, sino el abuso
y la ambición desenfrenada del capita
lismo. No le es contraria la reivindica
ción de los derechos, sino el desconoci
miento y el incumplimiento de los de
beres.
Si no hubiera Jesucristo dado su doc
trina al mundo, los charlatanes de todos
ios tiempos, pero especialmente los de
ahora, hubieran sido en absoluto inca
paces de escribir o de pronimclar una
sola frase acertada sobre esta cuestión,
en la que no hacen sino imitar a los
soldados romanos que se repartieron
las vestiduras de Cristo después de dar
le muerte.
La doctrina de Jesús en toda su in
tegridad (que es como tiene eficacia
salvadora) ha sido siempre afirmada y
predicada por la Iglesia, y de un modo
muy particular por su Cabeza visible, el
Vicario de Jesucristo, bien se haya lla
mado Gregorio VII, León XII o Pío x il.
Los Papas no han perdido oportuni
dad alguna de demostrar y advertir que
los fallos en la cuestión social no se
pueden ni deben atribuir al fracaso de
los principios cristianos, sino, por el
contrario, tales fallos son el balance pa
sivo, el amargo fruto ofrecido al mun
do por quienes se oponen a tales princi
pios, o, sencillamente, prescinden de
ellos.
Contrario y opuesto a los principios
cristianos es el que reduce la cuestión
social única y exclusivamente al bienes
tar material y terreno, limitando a tan
mezquinos y estrechos horizontes el fin
del hombre.
Contrario a los principios cristianos
es pretender alcanzar los fines, aunque
honrados, con medios injustos y desho
nestos, tales como la violencia basada
en el odio, así como todo cuanto se
opone a los principios proclamados por
la religión cristiana acerca de la dig
nidad del hombre y de su personalidad,
de la justicia y de la equidad, de la fra
ternidad y del amor imiversales que de
ben unir a todos los hombres Individual
y socialmente.
Dicho con otras palabras: en este
MEDITACION
DE
JUNI O
¿Qué motivos han Inducido al buen Jesús a drnnos su Sagrado Corazón? Sólo motivos
de amor. Porque nos amó, se hizo hombre; porque nos amó, sufrió Pasión y Muerte; porque
nos amó, quiso quedare en la Eucaristía; porque nos amó, se dignó manifestamos en estos
últimos tiempos las riquezas de su adorable Corazón.
¿Y a quién amó? A criaturas ingratas y culpables, indignas de ocupar uno solo de sus
pensamientos. Nos vió como éramos, pobres, infelices, llenos de corrupción y de pecado. Por
nuestra suma miseria nos amó. ¡Oh, amor ternisimo del Corazón de Jesús!
¿Y cómo nos amó? No como aman los hombres, ni como aman los ángeles, ni como ama
la misma Vb^en Haría. Nos amó como sólo puede amar El: con amor eterno, infinito, divi
no, amor del Corazón de un Dios.
¡Oh, pobre corazón mío! ¡Qué nobleza la tuya! Has sido amado, a pesar de tu miseria, por
el Corazón de todo un Dios! ¿Conoces, ¡oh, hombre!, hasta qué punto te ha engrandecido Dios,
haciéndote objeto de su amor?
F. S A B D A Y S A L V A N Y
-8 3
campo, como en todo, es contrario a la
doctrina de Jesucristo y al Evangelio
todo cuanto amarre al hombre a la tie
rra en lugar de sublimarle al Cielo, y
todo cuanto, aun bajo el nombre de
reivindicación social y de labor huma
EFEMERI DES
DON
BOSCO
mes de ju n io se estrenaba con un grave
insuito contra la Iglesia. Wonseñor Calvano. Obispo de Niza, habla negado la se
pultura ec/estásf/ca a un emigrado muerto
fhipcnitente. y <l populacho, en represalia,
arrancaba, entre los acostumbrados au///do$.
el escudo episcopal y lo arrojaba al Zango.
Al dia 5¡guient^\ con la lógica que siempre
ha distinguido a los sectarios, el diputado
Broferio vomitaba en la Cámara una violen
tísima diatriba de injurias contra los obispos
Entre tanto, mientras Gobierno y diputados
esgrimían sus vaL rosas armas contra los in
defensos sacerdotes y religiosos, el general
Radetzki. con 30.000 austríacos, se apod ra
ba. el dia I I de junio, de la ciudad de Vincenza: el 13 se adueñaba de Trtviso. y el
25. de Palmanuova. no tardando en quedar
bajo e l poder del extranjero toda la tierra
(Irme del Véneto. £1 dia 16 salla en Turin
el primer número del fun stisimo periódico
%azetía del Pópolo'\ que. con sus campa
ñas. c rrilm ente anf/c/er/ca/es. trataría de
crear nubes artificiales para ocultar a los
ojos de ¡05 ciudadanos la ineptitud de sus
gobernantas en el campo de la política y de
la guerra
El ambiente formado por este y otros periodicuchos contra los sacerdotes no dejó de
in flu ir bastante en la marcha del Oratorio
de Valdocca y del de San Luis. Tanto más
cuanto que Don Bosco se vió frecuentemente
amenazado por s rios peligros, de los que
logró verse libre gracias a la protección ma
nifiesta de la Santísima Virgen, ¡lechos pa
recidos al que vamos a re fe rir se sucedieron
durante varios años.
Un día pasaba el Santo cerca de Porta
Nuova. cuando vió hacia el final de la calle,
que ya daba al despoblado, un grupo corro
de veinte mozalbetes, cuyas caras les dela
taba como poco amigos de la Iglesia. Ellos,
apenas distinguieron al cura, comenzaron a
pronunciar en voz baja palabras de mofa, y
a/gunos dieron en g ruñir de forma poco
tranquilizadora, diciendo:
—jOale al cura, dale al cura!
Don Bosco hubiera querido volverse atrás:
mas siertdo ya tarde, y no creyendo conve
E
l
8 4-
nitaria, en lugar de sembrar amor y paz
entre los hombres, les infunde odio y
los lleva a la guerra; como también
todo aquello que, siendo contra justicia,
fomenta y es ocasión de odios y gue
rras entre individuos y pueblos.
SECULARES
EN
1848. . .
niente mostrarse atemorizado, siguió avan
zando a paso lento. Cuando llegó cerca del
grupo, éste se abrió en dos. y el Santo hubo
de pasar en medio, mientras todos aquellos
picaros le miraban fiyamenfe. con expresión
estúpida y burlona. 'No se hallaba todavía
a dos metros más allá del grupo, cuando
g ritó una voz:
—¿Por qué dejar pasar, sin más a ese cura?
^¿Acaso no es dueño de ir a donde quie
ra? —repuso otra voz con marcado acento
de ironía —. ¿Sabemos, acaso, quién es? ¿Y
si nos m.fe a todos en la cárcel?
—¿Un cura echarnos a la cárcel? —repjicó
el primero—. ¿Qué se ha creído? ¡Si no es
más que un cuervo!
Y comenzó a g rita r a voz en cuello:
—¡Cuá. cuá. cuál
—Pero, ¿por qué meterse con quien nada
os ha íiecho.^—sígu/ó diciendo el segundo in
terlocutor
—Tienes razón —añadió un tercero—. Por
consiguiente, debemos reparar el insulto, que
le hemos hecho a este cura. Ahora mismo nos
vamos todos juntos a la taberna y le pa
gamos una ja rra de buen vino
—¡Ca. hombre! —gritó un cuarto —. Exijo
para mi el honor de pagar una merienda a
todos.
—¡Nada de merienda! —i n t e r r u m p i ó
otro —. Escuchad: vamos a jugar una partida
de prim ra categoria. Corre de m i cuenta.
En esto comenzaron todos a aullar: *'¡Me
toca a mi. me toca a m i!", como queriendo
te ñ ir todos el honor de pagar la cena al
cura: y por añadidura, parecía que iban a
pelearse por ello. Don Bosco. que escuchaba
tan singular y necio diálogo, a pesar de en
tender per/ectamenfe que se trataba de pura
burla, se detuvo, y vo/v/endo sobre sus pa
sos. les dijo:
—Escuchadme. Veo que no lográis enten
deros sobre el vino, la merienda y la par
tida. y sobre quién paga el gasto. Os doy
una solución: venid ccxnmigo. y yo pago el
vino de todos
Largos y. fragorosos vivas y aplausos aco
gieron estas palabras del Santo, el cual con
tinuó:
—Pero antes quisiera pediros un favor.
—Diga. diga, señor cura.
—Desearia que algún domingo fuerais a
Vaidocco. donde funciona un O ratorio..
—¿AJIi donde dicen que lodos los domin~
gos se reúnen muchos chicos para jugar y
divertirse?
—Precisamente.
—¿Con Don Bosco, quizá?—preguntaron al
gunos.
—Ni más n i menos.
—¿Quién es Don B o s c o .? —preguntaron
olios.
—iQué sé yo!... ¡Yo nunca he ido allá!—respondian los más. .
—¿Iréis, pues?
—Si. si: pero ahora páguenos e¡ vino.
Bulliciosamente se encaminaron a la ta
berna más próxima. Se hallaba ésta en medio
del campo, alejada de toda vivienda, y a
aquellas horas desierta de parroquianos. Don
Bosco hizo sacar tantas botellas cuantas fue
ron n cesarlas para dejar a todos satisfe
chos: se chocaron los vasos,, y él mismo be
bió unos sorbos. Tras un rato de ruidosa
alegría, manifestada en descompasados g ri
tos. cual suele hacerlo tal clase de g:nte.
Don Bosco trató de despedirse.
—No se m irche solo —gritaron a u n a ^ .
Queri.mos acompañarle a su casa.
Y asi lo hicieron. Al llegar a Vaidocco. cer
ca ya del Oratorio, uno de los muchachos
exclamó:
Esta es la casa de un cura que quiere
mucho a los "'barrabases” y los protege.
—¡Es la casa de Don Bosco!~dijo otro.
Vo —añadió un tercero — vine una vez
y me confesé. También estuve en el Cate
cismo y ma gustó mucho. Pero a Don Bosco
no le vi porque habla ido a Turin a pre
dicar.
Los jóvenes, viendo que Don Bosco se iba
acercando cada vez más a la citada casa, le
preguntaron:
—¿Vive usted, quizá, en la misma casa aue
Don Bosco?
—/Como que ésta es m i casa! ¿No adivináis
quien soy yo?
Y asi diciendo sonreía signiOcatiyamente.
—¿Quizá Don Bosco?
—/Don Bosco. Don Bosco!—comenzaron a
gritar todos a una.
Si
añadió el Santo—; soy Don Bosco.
queridos amigos ¡Soy v u e s t r o verdadero
amigo!
Entonces aquellos muchachos se deshicie
ron en excusas, pidiendo perdón por las in
jurias que antes le habían inferido.
Don Bosco les respondió que no sabía en
que podían haberle ofendido, y añadió:
—Pues que sois tan buenos muchachos,
quisiera que me hicieseis una pmmesa.
Ut r e r a .— Los AiUigms AluniMs Salesianos en
rmncha hacia el Santuario de Nuestra Señora de
Consolación
Todos afirm aron estar dispuestos a hacer
cuanto quisiera su amigo.
- B ie n está —prosiguió Don Bosco—. Mi
deseo es que vengáis iodos el domingo a
confesaron. Os aseguro que quedaréis muy
contentos.
—¡Hum. a confesarse!—exclamó uno.
—Hace seis años que no lo hago—añadió
otro.
—Yo. desde la Primera Comunión— afirm ó
un tercero.
—¿Y qué le digo yo a l confesor?... En m i
vida me he confesado.
Y por este estilo fueron diciendo los
demás.
—¡No importa! —concluyó Don Bosco—.
Venid, que os espero sin falta, y a todos,
¿estamos?
- 8 5
—Bien, bien!—exclamaron los más. y se
despidieron dando las buenas noches.
Don Bosco habíales hecho semejante invi
tación seguro de que todos habrían ac. pia
do. pero que ninguno habría luego cumpli
do la promesa. Sin embargo, al domingo si
guiente se presentaron dieciséis de aquellos
muchachos, se confesaron, cambiaron de
vida y se conservaron por mucho tiempo en
amistad con Don Basco. Sólo faltaron cuatro.
(De las Memorias Biográficas. Tomo IM.
capüulo XXXVI.)
CONCLUSIONES DE LA XVI SEMANA
DE EDUCACION DE LA F. A . E.
OR creerlo de interés para gran parte
de nuestros lectores, y muy en con
sonancia con el apostolado específi
co de la Obra Salesiana, publicamos aejuí
las conclusiones de la XVI Semana de
Educación de la Federación de Amigos
de la Enseñanza, celebrada últimamente
en Madrid. Dice así la prestigiosa revista
“Atonas" en su número de abril:
"Con íntima satisfacción y agradeci
miento profundo de la Junta de Gobierno
de la Federación de Amigos de la Ense
ñanza (F. A. E.) a cuantos han dado real
ce a las jornadas de la XVI Semana de
Educación Nacional, registramos aquí,
como síntesis de toda la labor, las con
clusiones aprobadas y que se han remi
tido a las autoridades eclesiásticas y civi
les do la naciói\i De una manera especial
damos las gracias a S. Emnia. llevma. el
Cardenal Primado, que se dignó bendecir
paternalmente a los semanistas; al ex
celentísimo y reverendísimo señor Arz
obispo de Valencia, al honrarnos con su
presidencia en la clausura, y a SS. EE. el
Jefe del Estado y Ministro de Educación,
que también han tenido palabras de alien
to hacia nuestras tareas.
Puede muy bien decirse que los deseos
de la F, A. E., al organizar esta Semana
Pedagógica, se han visto plenamente col
mados, y ello de por sí es ya un expo
nento clarísimo de que España siente en
lo más vivo de su ser ansias fecundas
de recuperación y avance en lodos los ór
denes de la vida.
Los Institutos religiosos y los profeso
res adheridos a la Federación de Amigos
de la Enseñanza (F. A. E .), reunidos en
su XVI Semana de Educación, aprueban
por unanimidad las siguientes conclusio
nes:
P
86
—
!.• Felicitar a S. E. el Jefe del Esta
do, Generalísimo Franco, y a los excelen
tísimos señores ministros de Educación
y Trabajo, por la atención que vienen
prestando al problema de la orientación
y formación profesional de los mucha
chos de uno y otro sexo, como se deduce
de la Ley de Educación Primaria (1945)
de la Asamblea de Enseñanzas Profesio
nales, celebrada en 1947, y del proyecto
de reforma de las Escuelas de Comercio,
actualmente en estudio.
2.
* Agradecer al ministro de Educa
ción Nacional el hecho de solicitar de
nuestra Federación un representante en
la Comisión de reform a de estudios co
merciales.
3.
* Que en la nueva reforma de Es
tudios de Comercio se tenga en cuenta
la separación de sexos, que deberá im
plantarse en forma parecida y completa
a como se ha llevado a cabo en el Bachi
llerato y en las Escuelas del Magisterio.
4.
* Que se establezca, con la premura
que el problema lo requiere, una ordena
ción de los estudios medios técnicos pro
fesionales.
5.
* Que se conceda validez oficial a los
estudios cursados y a los grados conce
didos por las Escuelas no oficiales de
Formación Profesional, implantando pa
ra ello las pruebas finales en igualdad
efectiva de condiciones para todos los
alumnos, oficiales y no oficiales.
6.
* Que se hagan extensivas a los cen
tros medios técnicos profesionales de ca
rácter no oficial las subvenciones en la
misma forma que se van otorgando a las
Escuelas primarias.
7.
* Que se creen las instituciones y
condiciones sociales que capaciten a la
mujer para trabajar en el hogar y se evi
te, en j o posible, el emplearlas en las ofi
cinas.' .
8.
‘ Una vez más, la Federación de
Amigos de la Enseñanza (F. A. E.) rati
fica su criterio, tantas veces expresado,
en punto a libertad de enseñanza en to
dos sus grados.”
LA VOCACION PROFESIONAL
CLAVE DE LA PEDAGOGIA
^ o t -fíUj<inj(to .Simatto
Volumen en 4.° 260 págs., 25 pesetas
S O C IE D A D
E D IT O R A
IBÉRICA
Alcalá, 164 • MADRID
a
NOTICIARIO SALESIANO
ESPAÑA
MAGNA PEREGRINACION DE ANTIGUOS
ALUMNOS SALESIANOS
S E V IL L A . (De la Prensa local.)— E l domin
go, dia I I dol pasado abril, se llevó a cabo la
peregrinación re g io n a l q u e lo s A n t ig u o s
Alum nos Salesianos de la Inspectoría Bó*
tic a habían organizado al Santuario de Nues
t r a Señora de Consolación, de U trera. U n
tre n especial transportó a m ás de mil q u i
nientos peregrinos de Sevilla, a cuyo núm e
ro hay que sum ar los que desde otras proce
dencias, en trenes, autos y cam iones llegaron
con e l mismo fin, lo que hace que la cifra da
peregrinos excediese de 2.500.
A la llegada del tren especial aguardaban
e l alcalde, don Antonio Sousa García, con
las demás autoridades; la H erm andad de la
Virgen de Consolación, presidida por su her
mano m ayor, don Ju an Moreno Caballero;
m uchas representaciones oficiales, y numero
so público. E l pueblo, engalanado, lucía a r
tísticos arcos con salutaciones a los peregri
nos y a S. E . R vm a. el Cardenal Segura, el
cual, con los gobernadoras civil y m ilitar, se
ñores Coca do la Piñera y M artín P rat, y re
presentaciones de la D iputación y el Ayunta*
miento^ había llegado m om entos antea.
Organizada la peregrinación, la m ultitud de
peregrinos, engrosada con gran número de
utreranos, se dirigió al Santuario cantando
el santo Rosario durante el recorrido. E l tem
plo, a pesar de sus m agnificas proporciones,
resultó insuficiente, por lo que buen número
,de personas no pudieron tener acceso a él.
Inm ediatam ente de la llegada de los pere
grinos, y una vez revestido el eminentísimo
señor Cardenal, se comenzó la S anta Misa,
que fué oficiada por el director del E studian
tad o Salesiano de Filosofía, de Consolación,
don Manuel Fernández. L a Misa fuó de m e
dio pontifical, y en ella dirigió su autorizada
palabra el Em inentísim o Purpurado, que pro
nunció \ma homilía referente al Evangelio
de la Dominica.
Después del Santo Sacrificio, e im partida
la bendición por S. E . R vm a. entonóse una
Salve, que fué cantada por el pueblo. Termi*
nado el acto religioso, el señor Cardenal se
trasladó a Sevilla, siendo despedido por los
Padres Salesianos, autoridades y público, que
lo aclamó cariñosamente. Igualm ente regresa
ron los señores gobernadores civil y m ilitar.
U tr e r a .— Han llegado los peregrinos
— 87
AHÍ como las demás autoridades sbvUlaaas.
Lofl peregrinos, en su m ayoría, se despa
rramaron i>or los pintorescos alrededores do
Consoloción, jíasando unas horas m uy agrada
bles. a lo que ayudó la excelente tem peratura.
A las cinco do la tarde tu v o lugar un acto
literario. Presidían, con el señor inspector
do la Bótiea, m uy reverendo don Felipe P a
lomino, el alcalde de U trera, señor Sousa
García; el canónigo y antiguo alumno don
Miguel Berm udo; director del Colegio de
U trera, reverendo don Claudio Sánchez, prefeidento do loa Antiguos Alum nos de la A so
ciación local, el abogado don Manuel Mora
les, el letrado sevillano don Manuei Kam os
HoruáuclüZ y el stñor García do la Cruz, an
tiguo alum no do Córdoba.
Sobro el toma «Fidelidad* dijo m uy bellos
ponsamioutos el director do U trera, reveren
do don Claudio Sánchez. A continuación ha
bló m uy olücuontomente ol señor Morales.
Intervino despuás ol antiguo alum no don
Manuel García Romero, quien declam ó, admirablomento por cierto,una inspirado y beIKsiino poesía de la que es autor y on la quo
can ta la «divina lootira» de Don Bosco,
Por último, ol señor R am os Hernández
pronunció un discurso elocuente, en ol que
exaltó la Congregación Salesiana, encareció la
unión do los Antiguos Alumnos con sus an ti
guos maestros y haliló do la dovoción a la V ir
gen en sus títulos de A uxilio y de Consolación.
Al terminar su discurso el señor Ram os H er
nández, el señor Inspector impuso al estandar
te do la Herm andad de Consolación una cor
bata conm em orativa del acto de esta jornada.
MI, «HOGAR I)Ii SAN FRENANDO*, CON
FIADO A LOS SALRSIANOS
S E V IL L A .— Según prom etim os en el n ú
mero anterior del B O L E T IN , nos dispone
mos a hacer a nuestros loctoros una breve
relación acerca del «Hogar de San Fernan
do», de cu y a dirección so hicieron cargo los
SalosinnoB el 24 do febrero dol pasado año 47.
E l m agnifico edificio en quo se halla instala
do so debe a la munificeiroia dol oxcolontísimo Ajm ntam ionto de Sevilla, que quiso conmemorar con este nuevo ol oontonario dol
antiguo «Hogar do San Fernando*, dirigido
tan acortada oomo sacrifioadamuute por las
Hornmuas do la Caridad.
A l sor bendecido unos meses antes el edi
ficio por ol eminentísimo y reverendísimo
señor Cardonal Segura, acogió en seguida a
cineueuta niños, do quienes ao hicieron car
go, hasta la lU'gada do ios Saleaiauos. vatios
com petentes maestros uacioiuxlos. entre los
cuales debemos moncionar al Antiguo A lum
no í'alosiano don Santiago Padilla, quo supo
infundir a la obra el espíritu de San Juan
Rosco, preparando de esta manera de una
form a mí^;nífica ol camino a sus hijos, los
religiosos ¡Salesianos. Asi. los alumnos apren
dieron Uvs oraciones y los cantos piadosos y
recroativos quo so usan on nuestros Colegios
y Oratorios y so acostum braron a otras prác
88
tic a s m uy fam iliares nuestras, tales como las
«Buenas N oches* al fin de cada jornada.
F inalm en te, el citado 24 de febrero, ven
cidas no pocas dificultades, a causa del esca
so personal con que cuentan en com paración
del número de obras que llevan a cai^o y de
las fundaciones para las que se ven solicita
dos, pudieron los Salesianos encargarse de
la dirección dol H ogar, que vió crecer ráp i
dam ente el número de mños acogidos hasta
sobrepasar los 200. L a laoor de educación
se h a intensificado, dando ópimoa frutes,
como lo dem uestran la estim a que los m u
chachos sienten por las funciones religiosas,
la frecuencia con que se acercan a la S ag ra
da Comunión, fervorosos y bien preparados,
la seriedad con que practican m ensualm eiite
el llam ado «Ejercicio de la Buena M uerte*,
etcétera. Y a M aría A u xiliad o ra es la R eina
y la Madre por todos m uy am ada del «Hogar
de San Fernando*, y se solem nizan todas sus
fiestas y conm em oraciones, en especial los
días 24 de cad a mes. H an aprendido y ejecu
ta n con prim or dos Misas, como tam bién un
bu en número de' cantos religiosos y p opula
res de las regiones españolas.
G racias sean dadas al Señor y a la Virgen
Santísim a, que tan to bien nos ayudan a lle
va r a cabo; y gracias tam bién m uy rendidas
a la Ju n ta A d m in istrativa, m uy on especial
a su digno señor delegado, como asim ism o
a los excelentísim os señores gobernador c i
v il y alcalde, por la protección dispensada
en todo momento a esta obra ta n benéfica.
NUESTROS MUCHACHOS, ANTE EL MICRO
FONO DE RADIO NACIONAL
M A D R ID .— E l día 4 do abril, on tres a u to
cares, 80 trasladaron los cantores de la In s
titu ción «Virgen de la Paloma» a los E s tu
dios de la em isora do R adio Nacional, cuyo
locutor hizo la presentación de los aprendi
óos. pronunciando las siguientes p alabras e n
te el micrófono:
«Se encuentran ante nuestro micrófono
150 m uchachos de la Institución ¡Sindical
«Virgen de la Paloraa\, el m agnífico Centro
docente de Form ación Profesional O orera
que ha montado lu Delegación Nacional de
oiudíoatos ou la Dehesa do la Villa de esta
ca p ita l.
Constituyen la m asa coral infan til de d i
cha Institución, y estos aprendices, niños
todavía, em pleando sus ratos liores en apren
der solfeo y canto, han logrado un conjunto
que hoy tenem os la satisfacción de presentar
a nuostro.s oyentes.
P ara juzgar a estos m uchachos conviene
recordar que sus estudios están orientados
hacia el aprendizaje de los oficios in d u stria
les, que son hijos de obreros y ellos serán
obreros especializados el día de m añana,
cuando term ínen de cursar l a s enseñanzas
correspondientes. E ntre los varias a ctiv id a
des do índole cultural de la Institución Sin
dical «Virgen de la Paloma», com plem enta
rias de su labor profesional, figura ésta de
U tr e r a .— El Emma. Cardenal de
Sevilla presidió la peregñna/ñón
constituir una m asa coxal, que
estimamos m uy digna de enco
mio, y por lo que tienede labor
divulgadora y sim patía de p ro
pósitos, traem os hoy a nuestra
emisión.
A ntes de com enzar su actua
ción, estos m uchachos dedican
un saludo especial a sus 1.800
compañeros que en el com edor
de la In stitu ció n v a n a escu
char sus canciones.
Y ahora, dirigidos por un
Padre de la Com unidad Saiesiane, que colabora en Ja fo r
mación de los aprendices, va n
a interpretar:
Prim ero. P L E G A K I A A L A \TÍRGEN, de
DonizettiSegundo. L A F I E S T A D E L L U G A R , can
to humorístico, de Goffard.
Tercero. í D O N D E V A S P O R A G U A ? y
M A N O L IT A , T U C H A L E C O (canciones as
turianas).
Cuarto. L A E S C L A V A (habanera coreada),
do Masvernat.»
Después de la audición, el P adre Salesiano Bronislao Y u rksas fué m uy felicitado por
la.buena actuación de los aprendices y todos
solieron m uy satisfachos del éxito alcanzado.
Tanto es así, que se les ha ofrecido le opor
tunidad de que en otra ocasión v u elva la ma
sa coral a dar otra audición en la emisión
retransm itida a tod a E.spaña.
LOS SALESIANOS Y LOS HIJOS J)E LOS
LABRADORES
Con este títu lo, y firmado por don Arosio
González de Vega, la Unión Territorial de
Cooperativas del Campo, de A vila, pu blica el
siguiente articulo, que reproducimos con mu
cho gusto:
«En el pasado enero tu v e la fortuna de v i
sitar, con cierto detenim iento, la Escuela
Agrícola Salesiana de Campano (Cádiz), en el
término de Chiclana de la Frontera- A u n estendo lejos de nosotros, no me extrañaría
que la encontrasen de aplicación, p a ra sus hi
jos, elgunos lectores.
A llí, en pleno cam po, se leva n ta un herm o
sísimo edificio de nueva p lan ta destinado a
dar educación com pletísim a a m uchachos de
origen rural, quienes, entrando allí hacia los
doce años (o algo más), con pocos conocimien
tos, salen, al cabo de irnos cuantos de perm a
necer bajo la dirección de los benditos Padres
Salesianos, hechos unos hombres de bien y
com petentes para abrirse cam ino en la vida,
sea como labradores, sea com o com erciantes
o como hombros de negocios, honrados y ú ti
les para la sociedad.
Y ... no se pierda de v ís ta que, com o todas
las obras salesianas. Be tiene por norm a po
nerse en la realidad de los m uchachos y de la
situación de sus fam ilias. Y como estas fam i
lias; a las que se quiere beneficiar con la E s
cu ela A grícola de Campano, son las de la cla
se m edia cam pesina o clase hum ilde, la pen
sión de este m agnífico internado es reduci
da, o sea, al alcance de muchos. A llí pude
contem plar a m is anchas el régim en de vid a
que llevan los alumnos.
Los n o que hay actualm ente com ienzan
el día santam ente oyendo Misa en la Capi
lla (tal vez y a esté inaugurada la preciosa
iglesia nueva, que v i y a casi term inada). Y a
continuación com ienza la Jornada. Estudian,
dan clases y p ractican en el campo y con la
ganadería. E n cuanto a alim entación, no fa l
ta n productos saludables de la misma finca,
cu y a explotación es saeiam eiito dirigi<ia por
un veterano Padre Salesiano especializado y
con larga experiencia, conocedor do la agricul
tu ra española y d-.i la italiana. Inclusive ap li
can métodos especíalos coronados con el éxito.
E l plan de E studios es jiara todos loa gus
tos. Burla, burlando, entro paseos por el cam
po y frecuentes recreos (aunque de breve du
ración) cabe capacitarse en uno de estos tres
grados. .A sabor: Prim or grado, que os de
Cultura general y Orientación A grícola. Hu
duración, dos años. Segundo grado. Técnica
inferior A grícola o Capataces. Su duración,
tres anos más. Y , finalm ente, e l torcer g ra
do, P eritos Agrícolas. Dura ocho años en total.
Me proi>ongo — sí Dios me d a m imbres y
tiem po— escribir otro artículo explicando
más detalles de esta espléndida In sktu ción ,
que es única en nuestra P atria. H onra a los
hijos de San Ju an Bosco y..., a los benem éri
to s fundadores, m arqueses de B ertem attí,
de los que aun v iv e la anciana marquesa,
quien se g oza y rejuvenece cristianam ente
cuando contem pla a los alum nos, «sus niños»,
creciendo en virtud , en fortaleza física y en co
nocim ientos profesionales y de cultura general.
¡Qué bello em pleo de tod a (así como suena:
toda) su fortuna! ¡A m ayor gloria do Dios,
que es buen pagador!»
(Retñsta eitada, mayo de 1948.)
— i9
FR AN C IA
EL MAGISTERIO
HONRA A SAN JUAN
ROSCO
T O L O S A .— Con ocasión de la fiesta de San
Juan Bosoo, su excelencia reverendísim a
monseñor Carroñe consa2¡ró una cap illa a
San Juan Bosoo, celebró la Misa de P on tifi
cal y dirigió a los fieles una fervorosa y elo
cuente homilía. E l sabio escritor salesiano
don A u ffray, miembro do la Academ ia fran
cesa, dió una conferencia a un selecto públi
co formado por quinientos maestros, desarro
llando el tem a «Pedagogía de Don Bosoo».
I T A L I A
DON
ROSCO
EN EL REFORMATORIO
«F. APORTI»
TU R TN .— Nuestros lectores recordarán sin
duda la cólobro cárcel para menores lla m a
da «La Generala», cuyos trescientos reclusos
llovó Don Bosoo de oxoui’sión, sin guardias
ni vigilancia, después de haberles predicado
lina tanda do Ejercicios Espirituales. H o y
dicha cárcel os un Reform atorio para m ucha
chos y lleva el nombro de «F. Aporti». F ren
te por fronte se levan ta el m agnífico O rato
rio Salesiano «Eduardo Agnelli» (hecho cons
truir por oí famoso presidente de la F . I. A . T.
a la memoria de su hijo, fallecido en la flor de
la odad). Desdo la fundación de dicho O rato
rio loa •Salosianos vienen atendiendo al cu i
dado espiritual del R eform atorio, que es,
ciortainonte, un buen .centro de reedu
cación. E ste año celebraron con inusitado
fervor la fiesta de San Juan Bosco, precedi
d a do un solemne triduo predicado por el d i
rector del Oratorio. E l día de la fiesta s j co
locó y bendijo un hermoso cuadro del Santo,
a fin do que Don Bosoo siga sonriendo y ben
diciendo a aquellos pobres muchachos como
hace un siglo sonreía y bendecía a los que,
en cierto modo, podríamos Uaxnar sus prede
cesores.
A U S T R A L IA
INCREMENTO DE LA OBRA SALESIANA
M ientras la guerra ocasionaba daños im
portantísim os a las Casjw Salosianas eii E u
ropa Central, en Italia y en Asia, la Obra do
Don Bosco se consolidaba y adquifía un con
solador desarrollo en la lejana Australia.
L a újxica Casa que por entonces tenían los
Salosianos alli, la de Svinbury, ve ía aum en
ta r oxtraordiiíariamonte ol número de m u
chachos y podía crear el Noviciado y el E s tu
diantado de M losofía para la formación del
personal.
E n 1941 se abrieron el prim er Oratorio y
el primer Internado en Brunawich, suburbio
de Melbourne, bajo ol nombre de «Don B os
90
co B a y Club and Hostal». L a fu n dación se
debe a la generosidad de las herm anas Donelli, oriundas de Milán. E l Oratorio no t a r
dó en verse invadido de m uchachos, o rg a
nizó sus «scouts» y equipos deportivos y g a
naba para los Salosianos la adm iración y la
ayuda generosa da todo el vecindario.
T r a s repetidas instancias d el em inentísi
mo Arzobispo do A delaida (A ustralia m eri
dional), nuestros H erm anos pudieron a cep
ta r el O rfanato de «St. John‘ s B o ys Tow n,
Adelaide», ciue_ no tardó en convertirse, s e
gún hemos oiolio en o tra ocasión, en un m ag
nífico centro do educación digno de figurar
entre los mejores.
^ El Arzobispo de H obart, en Tasm ania, v e
nía desde mucho tiempo atrás trabajan do
por tener a los Salosianos. Finalmonbe, lo
consiguió hacia la N avidad del 46, co n fia n
do a la Congregación la dirección del O rfana to de «Bay‘ s Town, Glenorchy», siendo nom
brado director el prim er sacerdote salesiano
australiano, reverendo P ad re'J u a n B rennon.
Se precisaba .de todo punto una Casa para
Aspirantado. L a generosa dam a doña Luisa
Moroney, de D akieyh , otro suburbio de Malbourne, puso a disposición de loa Salosianos
un terreno de 49 acres, un pequeño huerto
y su casita. E n seguida se plantaron dos b a
rracones m ilitares — lo m is que puede h a
cerse en estas circunstancias— y el i . “ de
abril del año pasado se aposentaban, en ellos
los prim eros Aspirantes Salosianos. E l s i
guiente día, 18 de mayo, se hizo la inaugura
ción oficial, honrada con la presencia del
excelentísim o aoñor Arzobispo monseñor Mannix, en honor del cual la nueva Casa se ha
llam ado «Archbisoph M annix M issionary Collego».
C O L O M B IA
LA REVOLUCION COMUNISTA
TRAS CVSAS
Y N U E S
B A R R A N Q U íL L A .— Nuestro Colegio de
esta ciudad, que contaba con Z5o alum nos
y 300 oratoriauos, ha sido destruido por los
com unistas.
B O G O T A .— E l m agnífico Colegio Salosia110 de esta ciudad. 0011 sus m uy célebres E scue
las Profesionales, se vió asaltado por los c o
munistas. que nada pudieron contra aquellos
muros, defendidos por los m uchachos a p re n
dices y por los A ntiguos Alum nos, diestros y
dignos obreros que allí se habían educado.
A P R O V E C H E la oportunidad
del veraneo para propagar la Obra
Salesiana y captar nuevos Coope
radores
DE NUESTRAS MISIONES
I N D I A
i?rmKX D. P. Ricaldome:
Tengo e l gusto de enviorje im i*esuizxea de
la labor apostólica Uerada a oabo por sus
n^iooerois en e l Asacan (In<£a) en el perío
do de 1946-47.
La m íedkm xhe del 14 de agosto de 1947.
e l alegie sonido de todoisr Jicos aampanas de
la ciudad de Sbillong y las saÍYas de los
cañones saludaban, e l nacimiento de la ind ep en c^ cia de la India. Comenoaba e l día
de ia Asunción de la V^rigen Sanfísznxr a l
C ielo Y ten todas nuestras iglesias se im plopaba Ja ben^d ón de la Madre de Dios
sobre este inmenso subcontinenie de cuatroáenios m illones de habiSantes. La bandera
hu&r ondectba en lo alto de tos edífictos
de la Misión, y todos nos unimos y tomamos
parte en ib geneibJ tdegría.
El gobt&madoT y tos ministros, tanto en las
recepciones oficiales com o en los demás fes
tejos de aguelloe dkrs, se nto^apon muy
obsequiosos y deferentes para con las M i
siones CatóRoas. En el Assxtm no se rió enh2rí>iadcr ib paz ni un soto moxaenfo. XJno de
los afanes más ordienfes deiT Goi>tozno es
señalado por la paiabita «aszmüicsción», usa
da por ^ primter minisfro, para indkxn' su
propósfio de fundir en un soto elem ento ióndú todas fo)s írÜnis assamesas tan diferen
tes enire sí por religión, lengua y costum
bres. En toar ibderai? del Himaía ya, bad a el
Tibet y la Cbína, exigen tribus que basta
ayer mismo ban vivido completamente a l
mcergen de kr dviÜsadáa. El Gobierno ba
dado oonrienao a grandes obras: caminos,
escuelas, hospitales, etc. En estos (tías bemos tenido importantes coloquios cOn e l se-
(oeiaxlo del gobernador. La obra misioaera
de los Baptistas norteamerioanos, entre tos
índtos iVcrgias, ha sido duramente criticada,
por tender, según algunos, a destruir cioonfo de helio y encantodor oonservxm aún es
tos pueblos prímitívos. La dnrUtoación no
consiste en vestirse un par de ponttalones y
ver tos cosas bajo lentes europeos. En Sa In
dia boy todavía veántidnco m illones de aJix>rígeneis. El Assam cuenta con unos dos m i
llones. Estas cifras nos dan idea de Ja xmpoitiancia del probJeraa. El Crástlmismo vie
ne a perfeccionar, no a destruir, aquellas
cuatídades que hacían exctoanor o Tertulia
no gue «e l aJmg humana es naturalmsate
cristkm a». Por desgratíkx se ba extendido en
tos uitrmos tiempos ¡a teoría gue podríotmos
llamar «herejía misjcmera»^ gue consiste, en
síntesis, en afirm ar que es necesario dejar
a tos aboríg^ze^ en su sen cilla y religión
primitivas. Afortuncdonasnte, Ja ol>ra cató
lica es vista hajb dlstzntb ospecto, y esperamots gue nuestro ofrecimiento será aceptado.
Es tm hecho gue tos Misdoneros católicos
ban desforrolto^ una obra nsaravillotsa de
cfviEtzación entre tos aborígenes.
El Cristianismo florece entre tos Eiiasi.
Lusbai, Nagas y Boros. Estas tribus gozan de
cierta autonomía dentro de Ja Unión india,
Y todo bcrce esperar que podremos seguir
nuestro trabajo, y que la oposición sorda y
sistemática de los hermanos disidentes per
derá mucbo de su aspereza. Pero es necesa
rio intensificar los instifucloaes oarftotfvas
Y socfalee. El bakmce anual señala un sen
sible progreso, según puede verse por tos
siguientes estadísticas; bauiismo, 5.739 (1.757,
de adutos; 3.302, de niños, y 680, «b i artícu-
.Monseñor Ferrando c o n
un grupUo de assameses,
a quienes dió la Primera
Comunión
— 91
lo xxiorti3»)i xncrtTbnonias, 917: ComuiiSooes,
383.349: número de oaíótícos, 70.400.
El número total de cristianos ha disminiúdo.
En los años dí/íciles de Ja guerra/ a causo
de la reclusión en compos de concenizoción
de muchoe Misioneros, ha hobido pérdidas,
emigraciones, eic. Las comunidades in ci
pientes necesitan verse sostenidas y cientodkT5/ puee no ge destruye< el paganismo en
un dkr y son muchae las tentaciones gue
crcechan a log nuevos crísífauois. Los ixrufísmos de adultos podrían, seguramiente, tripli
carse: pero nos resisiimos a crear nuevos
comunidades, pueg no podemojE; nacmí'ener a
los Catequistas. La ayuda de nuestros bien
hechores de Europa ha cesado: e í GoJ>íemo
no señaJa ya subvenciones.-- También nos
otros padecemos las consecuencias del desbarafuste mundial.
Sin embargo, hen>os logrado construir una^
escueiíos en e l distrito de Dibrugar, y una
pequeña iglesia dedicada a Santa Teresita,
en Digboi, e l cenfro petrolífero del Assam. El
C olegio de Gauhaii abrió e í internado
paro esfudfcmfef.5 universiíarfos. Todos ellos
son assameses de casta elevada. Esperamos
de este modo trabar relaciones con la aris
tocracia y hacer caer así las alias barreiras
d ^ seculares prejuicios. Se nos conoce poco
íodaría. En Tezpur Íiemo,«: bendecido la
I?
11
ri/íf‘.N' dtfí Etiidn
92 —
.íssoín.)
ígíesJa d ^ ica d a a San Juan 5osco. La nyrniíestacíon de fe dada en esta ocicEszon noe
alienta para un halagüeño porvenir. La ge
nerosidad de nuestros bienhecbores am ericonos nos ha permitido ievontor dos copillas en las •Kbasi HÜIs». Otras capiürtas de
modera, con techo de zinc, se vxm constru
yendo cada año por log mismos habitantes
de tos pueWecifos. En Jowai, Xas H ijos de
M aría Auxiliadora han ompíJodo su obra
con nuevas escuelas, y talleres de tejidos.
En las nuevas residencias, sin embargo.
Jos misioneros se ven obligados a oitojkrrse
bajo míseras cabañas de paja.
Hace poco tiempo, un diorio ctssamés frOía
lo siguiente, hablando de las tribus aboríge
nes de los M itírs;
«L o pobtoción de Jos MUcirs asciende a
180.000 habitantes. N o es exagerodo afirmar
que los Mikirs viven semidesnudos y sem ihamhii&ntos. La m ayor parte, durante ocho
meses del año, se aXimenfa sólb de raíces
que encuentran en la jungla. Las causas de
tan espantosa pobreza m aterial y jnoral son
muchas. Muchos Mikirs son fumadores de
opio. El Gobierno ha. emprendido una compaña contra esta pXoga socíaX gue mina Jas
energías vitales del cuerpo y del abna, pero
el contrabando y la falta de vías de co mimicación difiñiltan en gran manera el
éxito de dicha campaña. Los Mikirs, para
po<Xer fumar, contraen deudas, vendiendo
los productos agrícoXas a Jos cncaDoradores.»
Anfes di» fermínar, deseo, referirle xm éxito
verdaderamente oongoladw en Xas Bodas de
Piafo de las Misionéis SoJesfanaj; del Assam.
Las colmas LushaJ están habitadas oor aboríaenes de sonas co«fumX>res. Los Metodísfas (Jenen entre ellos unos 60.000 odiieridos. Durante veinte años, mucbos Lusfacrf
paganos bon estado pidiendo oí Obispo de
Sbíllong gue les enviara un sacerdote cofólico. Pero, desgraciadamente, agueXJo era
tierra prohibida para nosotros. No nos desani
mamos, sin embargo, y comenzamos a re
coger a sus hijos en nuestras escuelas de
Shiitong. M u c Xí o s se bautizaron, y, a l regre
sar a su país, instruyeron a otros com paisa
nos en Xo religión. Se reunían los domingos
para rezar y cantar, pidiendo a l Señor Ies
enviará un socerdofe católico. Eincdmente, el
año J94E se logró e l permiso de un modo
moroviltoso. Pero e llo señaló e l desencodenamJenfo de un rtoXento huracán, basta que
venció Xa fe de aquellos vcáientes m ucbacbos. Cuondo eX sacerdote católico llegó <¡
A ja!, capital de Xas montañas Lusbai, Xué
recibido en trfunto por tos muchachos y sus
catecúmenos. La autoridad civ il de la po
blación bahía ordenado que e l sarcedote no
Dodno permanecer más de cuarenta v ocho
boros en e l Jugar; pero tos fórenes Xe dije
ron; «N o; tú fei guedos». Y trtuníó la rustzcia.
Abora, las colmas Lasbaí (je&en xcerd otes
calólicos, perfenedenfes a la Congrogación
americana de la Santa Cruz, Su Obispo vino
expiofeso a SbilJong para damos leas gra
das, diciendo: «Este es el má^ hermoso día
de m i vida.»
Otras tribus nos esperan, y pronto comen
zaremos e l trabafo con táctica parecida.
Besdígemos a ¿odos, y especialmente a
gafen se profesa su dieroíisfmo iói C.
+ S. Ferrando
Obispo de SídUong
S m a n g , ¡-X -47.
TIMOR
.-■ i.
La actividad saleskma en esta isla portu
guesa va cada día en aumento. El día 31
de enero, para aolenmizxa la fiesta de San
Juan Sosco, se inauguró oficialm ente, ¿ajo
la presidencia del Exento. Sr. Obispo de
DHL la Escuela A grícola y la Misión Sale
skma de Fuiloro, a unos 200 kilóm etros de
la capüaL
La pobiaefón cuenta unos 30.000 balñiantes. Nunca buho aguí Misiones. El carácter
de Jb genfe da la sensación de que la es
cuela se verá nxuy concurrida y los mensaieros de Cristo podrán trabafar coa buenos
resultados.
En e l aspecto agrícola, las tierras son muy
buenas. Si la Escuela logra los medios ne
cesarios, se puede esperar mucho de su fun
cionamiento en pío de la civilización de sus
moradores.
Assam: Jefe Naga
EL TEMPLO OÜE PROFETIZO DON ROSCO
BREVES APUNTES HISTORICOS SOBRE EL TEMPLO
N A C IO N A L EXPIATORIO A L C O R A Z O N DE JESUS
EN L A CUMBRE DE TIBIDABO
vn
hablando, había qae
desistir hasta de la esperanza de poder
llerar a cabo un día más o menos leja
no el pensamiento de San Joan Sosco. Y co
mo si el horizonte no se presentara todaria
bastante oscuro, y en medio de tan ne^as bru
mas se pudiera Tislombrar algún resquicio que
diera pie a noeros intentos por parte de los
interesados en cnmpiír las profecías del Padre
de la niñez, sobre las dificnltades menciona
das se fneron aeumnlando otras que acabaron
H
um anam ente
por cerrar por completo las puertas de la es
peranza.
Se había entablado como nna locha entre
Cristo y el poder de las tinieblas, y éste había
de poner en jaego todas sos artes, todos sns reoorsos, para tratar de quedar dueño del cam
po; y no parecía sino que el Señor lo iba per
diendo palmo a palmo, y su et^no adrersario
llevaba razones de sobra para ensoberbecer
se con la victoria que ya tenia en sus manos.
La eindad de Barcelona se iba ensanchan— 93
do a oJoH vlntaH, y harto piiitorosoa y hermosa
era la codiciada cumbre del Tlhidabo para que
permaneciera por iii&s tiempo yerma y soli
taria.
Por lo mismo, la Sociedad Anónima Tlbldabo empezó a hacer (rostioiies con el fin de com
prar ios terrenos antes destinados al templo.
Sus intenchmes oran hacer aquellos hilares
más asequibles a ciudadanos y forasteros, es
tableciendo en la misma cúspide todas las co
modidades y bellezas que hicieran de aquel si
tio, ya tan ameno por sus Tlstas, el lugar do
referencia para los paseos y excursiones de
08 amantes de las bellezas naturales.
Hablaron, pues, con los propietarios y esti
pularon las condiciones para la comprarenta
de la hermosa cumbre. Pero como en todas
las cosas el hombre es el que propone y Dios
el que dispone, y la mano de su Prorldencla
la que todo lo dirige y encamina a sus amoro
sos destinos, asi sucedió que, al Irse a firmar
la escritura, un Cooperador Saleslano, que es
taba al corriente de todo lo que antes habla
pasado, llegó a enterarse providouelalmente
de lo que entonces estaba sucediendo.
Seguro como estaba él de que todo lo proBosticado por San Juan Hosco debía tener ca
bal oumpllmlento, y era, como no podía me
nos de ser, del agrado y voluntad del Corazón
Divino, se presentó sin pérdida de tiempo a los
Individuos de dicha Sociedad y les expuso, por
■1 no lo sabían, el compromiso que el año ls86
se había contraído a ios pies de la Virgen de
las Mercedes, explicándoles además el sinnú
mero de vicisitudes y complicaciones impre
vistas que habían determinado la contraeesión
de la eúsplde.
r
T aquí empieza nuevamente a verse la ma
no paternal de la Providencia Divina, que a
toda costa quería fuese el Tibidabo pedestal y
trono del Corazón d.e Jesús en España.
Compenetrados dichos señores del asunto,
y viendo además que la realización del anti
guo proyecto contribuiría más que cualquier
otra cosa al embellecimiento e importancia de
dicho monte, que era el fin que principalmen
te perseguían, acordaron ser ellos el instru
mento de Dios para que se realizaran sus pla
nes. Cedieron, pues, a fin de que se pudiera
edificar el santuario y sus dependencias, seis
mil metros do terreno en la misma cúspidej que
ocupa la tantas veces mencionada ermita. De
esta suerte, claramente se veía cuál era la vo
luntad de Dios, y volvía a su poder el terreno
de que ya había tomado posesión años atrás.
Verdad es que con esto no quedaron zanja
das todas las dificultades, y que aun otras, de
menos importancia, habrían de sobrevenir
más tarde. El que había hecho lo más bien;
podía hacer lo menos; en efecto, lo hizo.
{Cuán admirables son los caminos del Se
ñor, y ouán haladles son para £1 los desespe
rados esfuerzos de todos sus enemigos, conju
rados en uno, contra sus planes! Aquello mis
mo que naturalmente debía Ir complicJhdo
las anteriores dificultades, sirvió para desva
necerlas casi como por encanto, haciendo, no
solamente reanaeer las esperanzas, sino dan
do a todos la seguridad de que se cumpliría
sin faltar nn ápice lo que la misteriosa voz ha
bía prometido a San Juan Hosco: {libidabo!
Verdaderamente, la elocuencia de los hechos
prueba que sobre la saña y astucia del demo
nio prevalece la obra do Dios.
CRONICA DE GRACIAS
BIENVfiNIDA (Badajoz), — Desde hacía tiempo
me hallaba enferma, por lo cual me decidí a
visitar a varios doctores de Sevilla y me sometí
al régimen de curas señalado por uno de ellos,
a base de penloillna y oardiasoil; mas luego, al
hacérseme el análisis de la sangre, hubo que
oamblar de medioamcnlos, ya que se advirtieron
señales de liebres tifoideas y de Malta. Uno de
los (lias en que me hallaba peor, mt hija me
oolooé encima un trooito de .pañuelo que don
Julián Sánclicz, Saleslano <q. s. g. h.), había pa
sado sobre el cuerpo de San Juan Sosco cuando
la beatifloacién; pañuellto que nosotros venera
mos como preciada reliquia. Al mismo tiempo
hacia un oh'eclmiento a San Juan Bosco y a
María Auxiliadora. Desde aquel día, y sin medioaoién alguna, me desapareoló la fleore y volví
a mi estado normal, ya que antes había perdi
do la memoria. Pasados unos doce días me ana
lizaron nuevamente la sangre, siendo negativo
el resultado. Ahora me encuentro bien y aun
mejor que antes de mi enfermedad. Hago pú
94 —
blica mi gratitud a María Auxiliadora y a San
Juan BosoOi.— Carmen Hidalgo de Cortés.
POZOBLAjNCO (Córdoba) j— Doy gracias a San
Juan Bosco <por haber curado a un hermano mío
de una gravísima pleuresía sin necesidad de (Ae
ración, y envió una limosna para los niños huér
fanos deTSanlo.— Una devota.
POZOBL.MNCO.—.Hago pública mi gratitud a
María Auxiliadora, pues habiéndose tenido que
operar un sobrino mío de una úlcera en el estó
mago. le s<*revino una hemorragia muy fuw te;
taiHO, que el médico dijo que no había salvación.
Acudimos a María Auxiliadora, y hoy el enfermo
se halla completamente bien.— una devota.
B.;VRQELONA. — Por los favores recibidos de
San Juan Bosco y de María Auxiliadora, envío
una limosna para las Misiones Salesianas.^V. N.
VILVESTOE (Salamanoa). — Le envío una li-
mosna que sirva, parle para el sostenimiento del
BOLETIN y parte como limosna a María Auxi
liadora, de quien soy gran devoto, por Jos mu
chos favores que durante mi vida me ha dispen
sado. Deseo que, para mayor gloria de Dios, se
publique mi gratitud.— Santiago Carballares, An
tigua Alumno Salesiano.
SALAMANCA.— ^Asistiendo al Mes de María oí
hablar a un Padre Salesiano acerca de la efica
cia de escribir a María Auxiliadora cartas que
luego se queman simbólicamente a sus pies, dicléndole sencillamente, como a Madre nuestra
que es, nuestras necesidades, nuestros deseos,
etcétera. Y puesto que nin^na persona, por
poco que pueda, deja de contestar las cartas
que recibe, muoiio menos dejarla la Virgen de
responder de alguna manera a la que recibiera
de sus fieles devotos. Con gran ilusión me dis
puse a escribirle mi carlita, y en ella le conté
todas mis cosas, pidiéndole un favor muy gran
de. En esto tuve que cambiar de residencia; pero
antes de pasar un mes recibí la gracia pedida,
que era, ciertamente, muy diíicil de obtener. Ver
daderamente, es María el auxilio poderoso de los
crisUanos.—i . del Romero.
SALAMANCA.— Envío una limosna, agradecido
a María Auxiliadora por un favor recibido, y
deseo se publique en el BOLETIN.— D. Gómez,
Antiguo Alurrmo Salesiano.
MADBID. — Encontrándose mi anciana madre,
de ochenta y dos años, enferma de cierto cui
dado, acudí a María Auxiliadora, con la confianza
de ser oída. Pronto comenzó Ja mejoría de la
enferma, basta recuperar la salud por completo.
Agradecida a tan buena Madre, publioo la gra
cia y mando una Jimosna para las Obras salviaDas.— Bstefanía Carmen del Val.
LA RODA ÍAlbacete).—Salí de veraneo con mis
dos hijas a Alicante. Al día siguiente de nues
tra llegada a este puerto de mar, ambas caye
ron enfermas de Wus, subiéndoles en seguida
ia fiebre a cuarenta- -Me in<mietó mucho, tanto
més cuanto que me hallaba lejos de mi esposo.
En tanta afiioción recurrí a María Auxiliadora, de
cuyo Colegio SaJesiano de La Roda son alumnas
mis hijas, y por lo mismo prof^an gran devo
ción a la Virgen de Don Bosoo. Le empecé una
novena, y Ella ’rínc al punto en mi auxilio. Pude
trasladarlas a oasa, y antes de terminar la no
vena les comenzó a bajar la fiebre, no tardando
en restablecerse. Muy agradecida envío una li
mosna y publico la gracia, según lo prometido.
C. V.
ALGfiCIRAS (Cádiz) .—Habiéndome alejado del
hogar para irme a vivir con unos familiares,
donde creí encontrar la felicidad, pude compro
bar, desdichadamente, que allí faltaba la base de
la verdadera felicidad, ya que carecía del am
biente cristiano en que yo me había educado, y
que alU no palpitaba ni se dejaba sentir. A pe
sar de que me di cuenta al punto de mi nueva
situación, xto sabía cómo volver atrás, ya que me
habían acogido dispuestos a darme el- trato de
verdadera hija. El simple hedió de tratar de ale
jarme Ies parecía una negra ingratitud. Sin em
baído. mi vida espirituaJ peligraba, y por enci
ma de todo miramiento humano debía pensar en
mi alma. Esta inspiración me Ja envió, cierta
mente, la Santísima Virgen, y a Ella -me enco
mendé muy de veras, pidiéndole me diera las
fuerzas necesarias para tomar mi resolución. Y
la Virgen Santísima, a cuyas plantas tantas ve
ces me había postrado para rezarle en el Oo.
legio, no me abandonó en aquella critica situa
ción, infundiéndome el valor necesario para re
gresar a mi hogar, donde los míos me esperaban.
Una Antigua Alumno de las Hijas de Maria ,4uxüiadora.
ALGBCI'RAS. — El niño Rafael Delgado Rueda,
de ocho años de edad, padecía de asma desde
tiempo atrás, y dábanle cada quince días muy
fuertes ataques de asfixia, llegando en alguna
ocasión a poner en peligro su vida. El úaimo
que le dió fué hace un año, dos días antes de
su Primera Comunión, y tan fuerte que se creyó
no pudiera hacerla. Entonces, confiada en la
protección de la Virgen Santísima Auxiliadora,
de quien soy muy devota, le pedí que el niño
pudiera siquiera hacer la Comunión. ¡Llamó a un
Padre Salesiano para que le diera Ja bendición
de la Virgen de Don Bosco, y desde aquel mo
mento el niño comenzó a mejorar, pudo hacer
la Primera Comimión y hasta Ja fecha no se han
repeüdo los ataques ni el menor síntoma de la
enfermedad. Doy por ello infinitas gracias a la
Celestial Auxiliadora por éste y por muchos otros
favores obtenidos de su maternal mano.— Mariana
Rueda Merced de Delgado.
MADRID.— ^Por dos favores recibidos de María
Auxiliadora entrego sendas limosnas por cada
uno de ellos, y hago pública mi gratitud.— José
Monet.
IN ME M O R I A M
Doña VicUrria Chamorro, viuda de Marcos.— En
Valero de la Sierra (Salamanca) falleció el pa
sado día 14 de mayo esta ejemplar Cooperadora
Salesiana, a los ochenta y cuatro años de edad.
Su muerte ha sido la del justo que cierra Jos
ojos a las miserias de esta vida para abrirlos
ante el Señor, ’a quien ha servido fielmente en
el cumpllmientio exacto de los deberes genera
les del cristiano y del propio Estado. Sencilla,
humilde, afable, caritativa para todos, ha sido
llorada por la población entera, que ha visto
siempre en ella un modelo de mujer cristiana y
ha encontrado en su corazón consuelo y aJiento
en las horas tristes. La santa anctanlta ha muer
to abrazando, llena de alegría, a sus dos hijos,
el Reverendo don Femando 'Marcos, Cura Párroco
del citado pueblo, y la Reverenda Madre Sor
Domitila Marcos, Superíora de las Hijas de Ma
ría Auxiliadora de VlcáJvaro (Madrid). A ambos
nuestro más sentido pésame.
a I. P.
— 95
BIBLIOGRAFIA
Bvanokuo, 8EQÚN SAN LUCAS.— Texto gHeQO, con
notas gramaticales e históricas, análisis verbal
y vocabulario completo, jpor el P. Comello de
tian Felices, O. F. M., Cap. Volumen de 456
.páginas, en .papel biblia; tamaño 9’5 x 13 cen
tímetros; encuadernación en tela. Editado por
la Sociedad Editora Ibérica (S. E. I.), Madrid.
Precio, 30 pesetas.
Si la juventud estudiosa española e hispano
americana anhelaba una edición de bolsillo del
Evangelio de San Lucas, para imitar con solaa
y provecho a nuestro gran polígrafo Marcelino
Menéndez Pelayo, bien podemos decir que sus ’
anhelos se verán satisfechos plenamente con esta
obra deJ Padre Cornello, que hoy fes ofrece la
S. E. I. Como dato orientador acerca del valor
de este libro, diremos únicamente que en él se
analizan, de modo complek>, los 806 verbos usa
dos por San Lucas en múltiples formas; los
1.148 versículos del más clásico de los Evan-,
gellos, y las 2.057 palabras distintas empleadas
por San Lucas. La presentación tlpográflca hon
ra a las prensas españolas. Sinceramente felici
tamos al autor y a los editores.
Obra Pía del Sagrado Corazón de Jesús, de Roma
L a B asílica dul S agrado C orazón de J e sú s
KN R oma y kl P apa L eón XIII.— El año 1879, el
Papa León XIII confló a Don Bosco la construc
ción deJ templo al Sagrado Corazón do Jesús,
que se había empezado a levantar en Boma en
el lugar denominado Castro Pretorio. El Santo
aceptó al punto tan honroso encargo, si bien
conocía cuán difícil y costosa debía serle la em
presa. Venciendo mil dificultades, pudo cumplir
satisfactoriamente'Jos deseos del Papa, .viendo
consagrado el nuevo y magnífico templo el año
1887. Don Bosco, que ya apenas podía tenerse en
pie, quiso ir por última vez a Roma para ofre
cer a Su Santidad León XIIl en su Jubileo Sa
cerdotal la Baaílica completamente terminada.
S eis m isas cotidianas pe r pe t u a s pa r a lo s ins
c rito s VIVOS Y DIFUNTOS, Y OTROS FAVORES ES
PIRITUALES.— Fuó fundada la Pía Obra del Sa
grado Corazón por el prlemr sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobado por Su
Santidad Lrón XIII el 30 de julio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta se adquiere
derecho a participar de todas las oraciones y
buenas obras de la Sociedad Salesiana, y a la
aplicación de seis misas, que so celebran todos
los días, a perpetuidad, en nuestra Basílica del
Sagrado Corazón de Jesús on Roma: dos en el
altar mayor, dos en el de María Auxiliadora, y
dos en el de San José.
^Los que se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
inlención cuantas veces les plazca.
Las limosnas recibidas por este conducto des
tíñanse, de modo exclusivo, á promover la glo
ria de Dios y los Intereses culturales de la so
ciedad, acogiendo a niños pobres y abandonados
para educarlos cristianamente.
¿Quién no contribuirá, pues, con algunos cén
timos, que con tanta facilidad se gastan, a esta
invitación paternal de San Juan Bosco y de la
Iglesia, inspirada en ideales tan nobles y cari
tativos?
¿Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mundo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos in
finitos del Santo Sacrificio del altar?
¿Quién no tiene seres queridos, vivos o di
funtos, a quienes obsequiar con tan espléndido
regalo espiritual?
Pidan hofas de inscripción y envíen las íimoanas a la Dirección del BOLETIN S.iLESIANO,
Apartado 9fSJ, Madrid.
IHItlIM IIIHI
LECTURAS CATOLICAS
d« San Juan Bosco
Aparecen m ensuolmenle en
forma de elegontes tombos de
unos cien páginas.
Sus asuntos, que de ordinorío
forman tomo completo, son va
riados y amenos, siguiendo la
tradicional costumbre de dicha
pubiicación, al alconce de todas
las inteligencias.
Número de ¡ulio-ogosto:
El DRAMA DE LA VIDA
BOLETIN SALESIANO
Apartado 9134 - M A D R I D
-
Texto
-
R E V I S T A DE L A S
OBRAS DE D O N BOSCO
Año IXI - N.' 6 - Junio, 1948
ii ii Ni miiiin im iM iim iH iiimi mn ñuiim iimi iiiiii
k
SUMARIO
Jesucristo y la cues
tión social. — Medita
ción de Junio. — Efe
mérides seculares__
C o n c lu s io n e s de la
XVI S e m a n a de la
F. A. E. — Noticiario
Salesiano: E s p a ñ a
(Utrera, Sevilla, Ma
drid, Campano); Fran
cia, Italia, Austria, Cofombia.-—De nuestras
Misiones ( I n d i a, T im or).— Ei Templo que
profetizó Don Bosco.
Crónica de Gracias.—
In memoriam
U ’
y /.
U t r e r a . — Santuario cic
Nuestra Señora de Conso
lación. adonde han pere
grinado los AA. AA. Saiesianos de Andalucía
di--..
lili
A
•II
Jesucristo y la cuestión social
ablem o s,
siquiera una vez, direc
tamente de esta cuestión, tan traí^da y nevada; de este problema,
que, no lo negamos, ha sido de impor'tancia vital para la Humanidad en to^
dos los tiempos, y que ha tenido mani
festaciones trágicas y sangrientas a lo
largo de la historia del mundo, muy
especialmente en los últimos siglos.
Nacida la cuestión del conjunto de
males que afligen a la sociedad en or
den al trabajo, se extiende y se con
vierte al mismo tiempo en cuestión eco
nómica y moral, que del individuo pasa
a la familia; de ésta, al país, a la nan
ción, y de un pueblo a otro, hasta en
volver e interesar profundamente a la
Humanidad entera.
A los aspectos económicos y morales
se vienen a añadir y a mezclar, con fre^cuencia, según podemos verlo al pre
sente, miras, problemas y elementos étinicos, raciales y políticos, con sus res
pectivas ideologías y concepciones del
mundo, contribuyendo así a dificultar
más, de día en día, la solución de cues
tión tan importante y vital.
Es inútil pretender hallar .en la doc
trina de Jesucristo, y en su Evangelio,
un Código técnico de sociología o una
receta para resolver perentoriamente
cada uno de los puntos de la cuestión.
La predicación de Jesucristo es pre^
dicaclón esencialmente religiosa y espin
ritual. El Redentor no predica para la
tierra, sino para el Cielo. Y si vino a
predicar sobre la tierra el Reino de
Dios, con todo, declaró explícitamente
que su Reino no es de este mundo.
Mas. precisamente porque es esencial^
mente religiosa y espiritual; precisa
mente porque tiene por mira el Cielo y
no la tierra, la doctrina de Jesucristo, y
sólo ella, posee la fuerza y contiene los
elementos más vitales y más eficaces
para orientar y guiar en la solución, no
sólo teórica, sino también práctica, de
la cuestión social.
La fe en una Providencia que rige y
gobierna el mundo, si bien dejando libre
movimiento a todas las fuerzas y acti
vidades humanas; la fe en un Dios re-
H
8a
munerador del bien y vengador del mal,
premiador de la justicia y castigador
de la injusticia, constituye la primera
garantía de esta doctrina.
Y es la segunda el ejemplo de un
Dios que, por amor a la Humanidad, se
abaja, confraterniza con los hombres,
trabaja y sufre con ellos, y por ellos se
Inmola.
Tercera garantía: la dignidad del
hombre, que ha sido creado por Dios a
su imagen y semejanza, y ha sido he^
cho hijo suyo con un destino divino; la
dignidad del hombre, que está dotado
de inteligencia y libertad y tiene, por
consiguiente, una personalidad que no
puede ser ni destruida ni sofocada, sino
que debe ser respetada siempre.
Por consiguiente, los principios de
Igualdad y fraternidad universales, de
equidad y de justicia, de amor y de ca
ridad, constituyen la linfa vital, la le»vadura que penetra y fermenta toda la
masa de la trabazón social, y plasmán
dola, la transforma.
El principio fundamental de «no ha»gas a otro lo que no quieras para ti»
es la norma práctica reguladora de todo
y para todos.
Estos conceptos y estos principios, es
parcidos por el mundo desde hace vein
te siglos, han producido sus frutos, no
con la violencia, sino con la lenta la
bor de formación y transformación de
las conciencias y de las relaciones hu
manas.
Poco a poco, el mundo fué, y sigue,
transformándose. La obra no está com
pleta todavía, pues el mundo es joven
aún y tiene por delante un largo futu
ro, cuyos limites no corresponde seña
lar a los hinnanos.
La reorganización de la familia, la
elevación de la mujer, la protección y
tutela del niño, el cuidado y atención
de los pobres y enfermos, la abolición
de la esclavitud, etc.', son frutos lentos,
si se quiere, pero reales e innegables de
la doctrina de Jesucristo.
Si en el mundo hay fronteras abierta'b y pueblos hermanados, se debe a la
influencia de la doctrina de Cristo
Y todos éstos son frutos pacíficos. Si
se objeta que para alcanzarlos iiubo que
recurrir a luchas y aun a guerras, dire
mos que ello no ha sido debido a la
doctrina de Jesús, sino, por el contra
rio, a las fuerzas del mal que se le opo
nían.
Gracias a la doctrina cristiana, por
medio de sus principios de jristicia y ca
ridad, se ha elevado incluso el nivel ma
terial y económico de los pueblos, del
obrero, del trabajador, ajustando con
más equidad las relaciones entre amo
y criado, entre dadores y prestadores de
trabajo; perfilando el sentido de la fun
ción, distribución y uso de la riqueza,
y, por consiguiente, no sólo de las re
laciones entre capital y trabajo, sino in
cluso de todo el funcionamiento eco
nómico social. No es contrario a la ley
de Cristo el capitalismo, sino el abuso
y la ambición desenfrenada del capita
lismo. No le es contraria la reivindica
ción de los derechos, sino el desconoci
miento y el incumplimiento de los de
beres.
Si no hubiera Jesucristo dado su doc
trina al mundo, los charlatanes de todos
ios tiempos, pero especialmente los de
ahora, hubieran sido en absoluto inca
paces de escribir o de pronimclar una
sola frase acertada sobre esta cuestión,
en la que no hacen sino imitar a los
soldados romanos que se repartieron
las vestiduras de Cristo después de dar
le muerte.
La doctrina de Jesús en toda su in
tegridad (que es como tiene eficacia
salvadora) ha sido siempre afirmada y
predicada por la Iglesia, y de un modo
muy particular por su Cabeza visible, el
Vicario de Jesucristo, bien se haya lla
mado Gregorio VII, León XII o Pío x il.
Los Papas no han perdido oportuni
dad alguna de demostrar y advertir que
los fallos en la cuestión social no se
pueden ni deben atribuir al fracaso de
los principios cristianos, sino, por el
contrario, tales fallos son el balance pa
sivo, el amargo fruto ofrecido al mun
do por quienes se oponen a tales princi
pios, o, sencillamente, prescinden de
ellos.
Contrario y opuesto a los principios
cristianos es el que reduce la cuestión
social única y exclusivamente al bienes
tar material y terreno, limitando a tan
mezquinos y estrechos horizontes el fin
del hombre.
Contrario a los principios cristianos
es pretender alcanzar los fines, aunque
honrados, con medios injustos y desho
nestos, tales como la violencia basada
en el odio, así como todo cuanto se
opone a los principios proclamados por
la religión cristiana acerca de la dig
nidad del hombre y de su personalidad,
de la justicia y de la equidad, de la fra
ternidad y del amor imiversales que de
ben unir a todos los hombres Individual
y socialmente.
Dicho con otras palabras: en este
MEDITACION
DE
JUNI O
¿Qué motivos han Inducido al buen Jesús a drnnos su Sagrado Corazón? Sólo motivos
de amor. Porque nos amó, se hizo hombre; porque nos amó, sufrió Pasión y Muerte; porque
nos amó, quiso quedare en la Eucaristía; porque nos amó, se dignó manifestamos en estos
últimos tiempos las riquezas de su adorable Corazón.
¿Y a quién amó? A criaturas ingratas y culpables, indignas de ocupar uno solo de sus
pensamientos. Nos vió como éramos, pobres, infelices, llenos de corrupción y de pecado. Por
nuestra suma miseria nos amó. ¡Oh, amor ternisimo del Corazón de Jesús!
¿Y cómo nos amó? No como aman los hombres, ni como aman los ángeles, ni como ama
la misma Vb^en Haría. Nos amó como sólo puede amar El: con amor eterno, infinito, divi
no, amor del Corazón de un Dios.
¡Oh, pobre corazón mío! ¡Qué nobleza la tuya! Has sido amado, a pesar de tu miseria, por
el Corazón de todo un Dios! ¿Conoces, ¡oh, hombre!, hasta qué punto te ha engrandecido Dios,
haciéndote objeto de su amor?
F. S A B D A Y S A L V A N Y
-8 3
campo, como en todo, es contrario a la
doctrina de Jesucristo y al Evangelio
todo cuanto amarre al hombre a la tie
rra en lugar de sublimarle al Cielo, y
todo cuanto, aun bajo el nombre de
reivindicación social y de labor huma
EFEMERI DES
DON
BOSCO
mes de ju n io se estrenaba con un grave
insuito contra la Iglesia. Wonseñor Calvano. Obispo de Niza, habla negado la se
pultura ec/estásf/ca a un emigrado muerto
fhipcnitente. y rígeneis. El Assam cuenta con unos dos m i
llones. Estas cifras nos dan idea de Ja xmpoitiancia del probJeraa. El Crástlmismo vie
ne a perfeccionar, no a destruir, aquellas
cuatídades que hacían exctoanor o Tertulia
no gue «e l aJmg humana es naturalmsate
cristkm a». Por desgratíkx se ba extendido en
tos uitrmos tiempos ¡a teoría gue podríotmos
llamar «herejía misjcmera»^ gue consiste, en
síntesis, en afirm ar que es necesario dejar
a tos aboríg^ze^ en su sen cilla y religión
primitivas. Afortuncdonasnte, Ja ol>ra cató
lica es vista hajb dlstzntb ospecto, y esperamots gue nuestro ofrecimiento será aceptado.
Es tm hecho gue tos Misdoneros católicos
ban desforrolto^ una obra nsaravillotsa de
cfviEtzación entre tos aborígenes.
El Cristianismo florece entre tos Eiiasi.
Lusbai, Nagas y Boros. Estas tribus gozan de
cierta autonomía dentro de Ja Unión india,
Y todo bcrce esperar que podremos seguir
nuestro trabajo, y que la oposición sorda y
sistemática de los hermanos disidentes per
derá mucbo de su aspereza. Pero es necesa
rio intensificar los instifucloaes oarftotfvas
Y socfalee. El bakmce anual señala un sen
sible progreso, según puede verse por tos
siguientes estadísticas; bauiismo, 5.739 (1.757,
de adutos; 3.302, de niños, y 680, «b i artícu-
.Monseñor Ferrando c o n
un grupUo de assameses,
a quienes dió la Primera
Comunión
— 91
lo xxiorti3»)i xncrtTbnonias, 917: ComuiiSooes,
383.349: número de oaíótícos, 70.400.
El número total de cristianos ha disminiúdo.
En los años dí/íciles de Ja guerra/ a causo
de la reclusión en compos de concenizoción
de muchoe Misioneros, ha hobido pérdidas,
emigraciones, eic. Las comunidades in ci
pientes necesitan verse sostenidas y cientodkT5/ puee no ge destruye< el paganismo en
un dkr y son muchae las tentaciones gue
crcechan a log nuevos crísífauois. Los ixrufísmos de adultos podrían, seguramiente, tripli
carse: pero nos resisiimos a crear nuevos
comunidades, pueg no podemojE; nacmí'ener a
los Catequistas. La ayuda de nuestros bien
hechores de Europa ha cesado: e í GoJ>íemo
no señaJa ya subvenciones.-- También nos
otros padecemos las consecuencias del desbarafuste mundial.
Sin embargo, hen>os logrado construir una^
escueiíos en e l distrito de Dibrugar, y una
pequeña iglesia dedicada a Santa Teresita,
en Digboi, e l cenfro petrolífero del Assam. El
C olegio de Gauhaii abrió e í internado
paro esfudfcmfef.5 universiíarfos. Todos ellos
son assameses de casta elevada. Esperamos
de este modo trabar relaciones con la aris
tocracia y hacer caer así las alias barreiras
d ^ seculares prejuicios. Se nos conoce poco
íodaría. En Tezpur Íiemo,«: bendecido la
I?
11
ri/íf‘.N' dtfí Etiidn
92 —
.íssoín.)
ígíesJa d ^ ica d a a San Juan 5osco. La nyrniíestacíon de fe dada en esta ocicEszon noe
alienta para un halagüeño porvenir. La ge
nerosidad de nuestros bienhecbores am ericonos nos ha permitido ievontor dos copillas en las •Kbasi HÜIs». Otras capiürtas de
modera, con techo de zinc, se vxm constru
yendo cada año por log mismos habitantes
de tos pueWecifos. En Jowai, Xas H ijos de
M aría Auxiliadora han ompíJodo su obra
con nuevas escuelas, y talleres de tejidos.
En las nuevas residencias, sin embargo.
Jos misioneros se ven obligados a oitojkrrse
bajo míseras cabañas de paja.
Hace poco tiempo, un diorio ctssamés frOía
lo siguiente, hablando de las tribus aboríge
nes de los M itírs;
«L o pobtoción de Jos MUcirs asciende a
180.000 habitantes. N o es exagerodo afirmar
que los Mikirs viven semidesnudos y sem ihamhii&ntos. La m ayor parte, durante ocho
meses del año, se aXimenfa sólb de raíces
que encuentran en la jungla. Las causas de
tan espantosa pobreza m aterial y jnoral son
muchas. Muchos Mikirs son fumadores de
opio. El Gobierno ha. emprendido una compaña contra esta pXoga socíaX gue mina Jas
energías vitales del cuerpo y del abna, pero
el contrabando y la falta de vías de co mimicación difiñiltan en gran manera el
éxito de dicha campaña. Los Mikirs, para
pores. Los Metodísfas (Jenen entre ellos unos 60.000 odiieridos. Durante veinte años, mucbos Lusfacrf
paganos bon estado pidiendo oí Obispo de
Sbíllong gue les enviara un sacerdote cofólico. Pero, desgraciadamente, agueXJo era
tierra prohibida para nosotros. No nos desani
mamos, sin embargo, y comenzamos a re
coger a sus hijos en nuestras escuelas de
Shiitong. M u c Xí o s se bautizaron, y, a l regre
sar a su país, instruyeron a otros com paisa
nos en Xo religión. Se reunían los domingos
para rezar y cantar, pidiendo a l Señor Ies
enviará un socerdofe católico. Eincdmente, el
año J94E se logró e l permiso de un modo
moroviltoso. Pero e llo señaló e l desencodenamJenfo de un rtoXento huracán, basta que
venció Xa fe de aquellos vcáientes m ucbacbos. Cuondo eX sacerdote católico llegó