-
extracted text
-
S
U
M
A
R
I
O
:
Hace tres siglos y medio.—rEcos
de las fiestas conmemorativas__
De !a pastorai del Obispo de Annecy.— El corazón de San Fran
cisco.— Página salesiana,— S a n
Francisco de Sales, Oblspo.^— Por
la gloriñcación de nuestros már
tires.— Noticiario salesiano.— Re
lación de gracias y favores.— De
nuestras Misiones. — Necrología,
Indice del año 1952
NUESTRA PORTADA: San Francisco de Sales, Obispo y Doctor de ia Iglesia,
Patrono y modelo de la Familia religiosa, fundada por San Juan Bosco
lANO
R E V I S T A
AÑO
LXV
DE
L A S
O B R A S
DE
D O N
Dirección y Ad rnim straoón: A lca lá , 164 - AAAORID
#
B O S C O
D iciem bre 1952
HACE TRES SIGLOS Y MEDIO
£l 18 de diciembre de 1602, íestiyidod de
la Inm aculada, San Ftoncisoe d e Sedes re
cibía en Thore&s l a coneograedón episcopoL
H ace treedenios Gincuenta años.
Es una fecha que no puede posar por
nuestra vid a sdesiem a sii^ de)ar edgún relie
ve .en el recuerdo. El gran O l^spo d e Gine
bra inionna todo e l espíritu e v an geliso d ^ y
docrate de lo C o n g r e g a d ^ , y oportuno p a
rece aprovechar circunstancia tan memora
ble p o ra que loe Co^>eradore6 d e Don Bos^
co h agan un poco de examen en su concien
cia d e apóstoles, sobre cómo imüan o l gran
A p M to l.
He aq u í por qué dedicamos este número
de fin de añ o a rememorar aquello fecha
en que <d sacerdote, según el coraxón de
Jesucris'o descendió, pt^ suerte p o ra l a Igle
sia militante, l a plenitud del Espíritu Sonto,
y coa ella, la fuerza sobrenatural con que
imponerse a l a propio dd>iHdoid d e hombre
pora üevar a l a verdad de Roma móts de
setenta y dos mil herejes, engoñodos por
CedvinoL'
Tiempos m uy parecidos a los d e Francis
co de Sales son los tiempos nuestros; tiem
pos de iLicho: tiempos de virtudes gigantes
t
junto a
miserables
claudicaci ones; tiempos
de reafirmar ixrincipios contra los here
jías modernas, que. ahondando en lo social,
como p a ra llenar de h d o g o s u t^^cos o loe
desheredados de l a suerte, parece como si
quisieran llegar a los senos n^'.eriosos del
com i^^o hunKmo donde e l cdzna se atienta
para d e sp ó se n la del sello d e simRitud divi
na y forzarla a resolver los problem as d e lo
v id a con la clave del motMiodismo m ás <d>eurdo...
San luán Sosco, siguiendo I ces huellos de
S m Francisco, en otro 8 de diciembre (1841).
echó los bases bien firmes d e cfmxposiciéa
socied — ricos y pobresi todos hennonos—
armonizando oon divina elegancia el copltal con el trobedo. Su vid a fue Umitodo, y
el complemento de la gigante em presa ee ]o
legó a sus IBÍos . Estos no tlsnsn m ás que
seguir sus pasos; el camino quedó trozado
con
p alabras del Sonto Fundador, cuar
to propósito d e los nuevs q u s se fijó para
el futuro sacerdotal, mientras se preporoba
a cslebror su Primera Miso:
«L a caridad y lo dulzuro de Son FVandsco de S(d«B m e guiarán en todos mis cosas.»
PRINCIPALES EFEMERIDES DEL SANTD OBISPO
N a c ió en Thorens, A lta Sa b o y a , donde fue bautizado el
27 de a g o sto de 1567.
Fué c o n so g ra d o O b isp o en su p aís notol el 8 de diciem bre
de 1602.
Entró solem nemente en su ciudad e p iscop ol — A n n e c y—
él 14 de diciem bre de 1602.
M u rió en Lyón el 28 de diciem bre de 1622.
»r»»inni»nnmii iinmi (i»»wmmniimm«»»»»»mm»m!imrmrm«
Í9 I
i
ECOS DE LAS FIESTAS C O I M M E M O R A T I V A S
E!^ A M 1^ E C Y
AiuMcy, la b «U a ciudod Boboyomo. q u «
r«fle )a « n bu Incomporabl* lo^o, tívíó jor
n adas de intensa espiritualidad soleeioaa
durante la segunda quincena de agosto. En
un morco de optimismo estival, llenas todos
sus cosos Y llenos todos los hoteles de pro
pios y extraños, rememoró aquellos dios de
intimo gozo regional — siglo XVU— , en que
un Obispo de la tolla del Señor de Sales,
desposeido voluntariamento de los orreoa
mimdonales en la oaboUeria del siglo, v e s
tido devotamente con lo s galos Utúrgioos de
las m ayores solemnidades, era consogrado
Obispo, y por ves prhnera « it r a b a en su
diócesis. 0<dio de diciembre de 1602. Cator
ce de diciembre de 1602. F e r ia s rem ólas en
la lejanía de lo Historia pero vivos e imborrobles en lo realidad del apostolado mo
derno. Porque lo que hemos visto en Añnecy nos h a llenado de estupor. Hemos vizu
a im pueblo, orgulloso de su m syor g lo n a
dirigido por sus Obispos y por sus clórigoe,
rendir homenaje do iéivida devoción a l San
to del optimismo, de la confianxa, del amor,
de la suavidad... Santo de] nuevo Testa
mento, de la le y de gracia, cuya palabra
enardeció a sus contemporóneos, cu y a p lu
m a plegó a la posteridad — qu e somos los
de cdiora— póginas ungidas, diríamos que
escritos, m ás que con '^inta, con sangre d*l
Divino Corazón.
Annecy, laudablemente oportunista, ade
lantó la lecha de kx conmemoración. Aquellos
campos tientes, aquellos colinos verdeoniek
aquellos caseríos plntoreecos, aquel lago azul,
aquel d é lo tronsparente. que « n agcsio lorm aban conjunto *an maravilloso en la rica
n a tu ra le s soboyona, en este 8 de diciembre
yace todo envuelto con un sudario de niev^.
Lo Basílica de la V id ta d ó a aparece ahora
como \m nido de águilas, incccesible a pies
que no sean de alpinista. Por eso se ade
lantó lo Ir cha. Y se encuadró el d clo de
fieetos entre lo fiesta de la San a Madro
Chantal y el último día de ogosto. Nueve
jom adas de fervor creciente, que desemboccffon, como por cauce sereno y n ah sol, o
un domingo inolvidoble en loe anales solesianos.
Aprecien nuestros lectores loa resonancias
de tales dios.
L A
N O V E N A
Comenzado el jueves 21 d e agoeto, tié
transcurriendo, fervorosa y eepléndido. la no
vena, con un solemne P^xtibcol, que cele
bró el O bispo de l a diócesia. monseñor Ceebrón. C a d a día tuvo su intención parócuioi:
el Pepa, l a Iglesio, los p e c a d ^ e s , Jas pa
rroquias, los enfermos, los difuntos, los vooacioaes. los niños, la paz. £1 canónigo de
Annecy. ilustrísimo señor Secret, preparó k s
ánimos con nueve sermones, que fuerox
nueve briUantísimas glosas á e loe a s i l o s
del Santo. Sacerdotes, heles, religiosos, jó
venes. veraneantes, vecinos de hx d u d a d , to
dos los diversas ca^egorios so d ales se die
ron d to de herm andad en l a grandiosa Ba
sílica, que, pese a sus amplios dhnensienes.
r e s u lt a d incopas p o ra recoger a tonto pú
blico, y hubieron d e fundonor potentes altavoess en el atrio y #n la explanada, para
que nadie se quedara sin partidpar en <on
extraordinarios cultos.
Durante l a novena fueron numeroeisimas
las misas ~ a veces m ás de cuarenta— ce
lebrados por Bocerdo'es de la d u d a d y >orosteros. que en oras d s su devodón a l esd a re d d o O bispo acudían de les puntos más
remotos de la Saboya. de Fronda, de Italia
y hasta d e España, para ser parte activa en
loe homenojes jubilares.
L A
F I E S T A
Desde las vísperas del domingo 31 las poderoeos cam panas del carillón de la Basili-
........................................................................................................ ..
vj
Don S o sc o juz9ob a que el espíritu de San F ra n c isc o Sale s
es el m ds a d o p ta d o a estos tiempos, tra tá n d o se de ki educecián popular.
Í« M . B.y>, vol. II, pég. 253J
i 92
I
I
i
Basifica de San Francisco y Sania Juana en Annecy
ca no cesaron d e avisar con voces de inconte¿ido Júbilo l<z gran jo m ad a que se ove*
cinobcii A su conjuro fueron acercándose al
templo Prelados, sacerdotes, pueblo. Vinieron
pora enaltecer la fiesta el Nuncio de Su
Saútidod en París, monseñor BocoUL* loe
Obispos de Grenoble, Perplgnon, Monipei>
lier< Maurienne, Tarcn'aise, iratemalmente
acogidos por el Obispo de Annecy: los obades de Hautecombe y de St-M<rur{ce; los
vicarios generales de Ginebra y d e Angers;
canónigos, religiosos, sin que fallasen repre
sentantes solesianos de España, Italia y Froiu
cía. fraternalmente atendidos por kt reyerendisbna M adre Generol d s k ü Solesos, M a
dre Bernarda Uriorte.
Por la noebe se desencadenó una violenta
tormenta que — como dijo un cronista— no
estaba en consononckx coñ las almos. EUj
no fue obstáculo p a ra que los diversrs c e
los se desarrollasen bajo la m áxim a devo
ción, Ik n a hasta los topes la BasiÜoa aco
gedora.
Desde los cinco de kx m oñ on a la s misas
riéronse concurridísimas de fieles, que inva
dieron materialmente kc m esa sucoristica.
pensando ocertodamente dor a sí a l Sonto el
obsequio m ás qrato a su corasón enam ora
do de Cris’o. Los primeree rayos d «i sol
alumbrcd>an jtibilosos, como asociándose o
lo alegría común, todos los caminos que c o iducen a la cumbre, trocados en rutas de
constan'» peregrinar. N o hicieron decaer el
entusiasmo generol los fr€ cuentes chxibas
cos con que las nubes se descargaban del
peso que a la timra la s otaba, como si con
esto pretendiesen ellos remontarse, bloncas,
bosta e l Paraíso, para contribufr a om ar d®
gloria lo figura radiante del dulce Obispo. .
L a I C s a Pontüicol. celebrada por el Legodo Pontifido, fné transcurriendo con serena
majestad. Concluido el canto del Evangelio.
«C ualquiera, hoy misma, p o d ría lo q ra r mis resultad os en
Kocer el bien con tol que tenqo la naturalid ad y lo duhturo de
San P roncisco de Sales.»
fDon Bosco, «M. B.», vo L III, pág, 52,1
—
193
•1 Prelado de la d i ó c e ^ leyó una corta de
Su SoAtidcuL evocando la figura dulce y
tuerte de este Obl^x>, sucesor de los A pós
toles, apóstol también él, que unía el ardor
del xnistonero a lo ciencia del doctor y o la
plum a del escritor, pues'o a l servicio de la
Verdad^ por é l hecha tan am able y occesible a todos, con un corazón entregado com
pletamente a su pueblo. «En F ro n d a ^ a ñ a
de e l Pcq>a— , la mansedumbre se combina
con la dignidad.» Su modestia le hizo am a
b le a pequeños y a moyoree. Su íortalexo
con loe grandes es impresionante. Su doc
trino conduce por la vio d e auténfioa sanüdad. Su dirección salvaguardo l a preeminend o del estado reUgioso. Su serenidad, eetintable dote de un olm a vivo, no busca en
€\ amor sino la voluntad dlvirá...
El Nuncio <q>oetólico, ol fin de la bfisa,
onlee de dar la bendídón popal, comentó
con amplitud y elocuenda el dtado texto
pontificio, de lo que hocemos reierenda en
otro lugar de este número.
Los fiestas en Annecy se clausiiroron por
le tarde, en uno lervorosíslma fundón d ^ l e :
a lo 0 tres, todas las parroquias de la d u dod, y las de muchos pueblos y oldeag
In región, convergieron en lo Basílica, en
piadosa peregrlnodón. pora rendir el mere
cido homenaje cd Santo Obispo, que, como
tan ocertodennente dijo en el sermón e l iluatrísimo señor Secret, organizó en toda l a Saboya l a vida parroquial tan definitivamente,
bojo las normas del Concillo de Trente, qu^
las nonnos dictadas por él sirvieron de poderoeisimo b a se po ra l a m archa de lo parroquio apostólica moderno. A las seis y
media se dau su ró la novena con una bxAd ó n pontifical, en la que, conduido el ser
món de monseñor Petit, del que m ás cátelo
se hoce referendo am plia, el señor Obispo
de Perpignon dió la bendición ^ucaxística <t
los muchos millares de fieles desde el oltar
mayor, y o lo d u d a d desde la cumbre del
cerro, pasando luego los presentas o vene
rar loe cuerpos sontos de los Fundadores
de lo ^ ^ t o d ó n , conservodos en ricos ximas
a am bos lados del presbiterio.
El aspecto que ofrecía l<t c u m l ^ en oquel
atardecer de fin de agosto era imponente. El
verdor de la exuberonte vegetOBci^ des<^>arecio b a jo la policromía de creyentes, que
üetbon todas lo s inlenciones del ju l^ e o his
tórico a l poder intercesor del gran Apóstol.
EN
THORENS, TIERRA N A T A L
DE S A N FR AN C ISC O
Las fiestas solemnísimas eoAduyeron el
1 de septiembre en aquel pintoresco rincón de
la Saboya, donde Francisco de Sales vió la
luz de la vida, y en cuya iglesia parroquiol
fué ungido Obispo.
A van zad a la m oñona fueron llegando a
lo Población Prelados y otros personalida
des, que a los puertas del Ayuntamiento
eran recibidos por el alcalde y demos auto
ridades: el Nuncio cq}08;ólico, los Obispos
de Mouxienne, Tarentaise, G r ^ o U e , Perpignon, Bethléem y Annecy; los ab a d e s de
Hautecombee y Thorens; e l presidente de la
Comisión Parlamentaria de Turismo, los a l
caldes ñe varias localidades vecinos. Lusgo.
desde el Monasterio de la Visitación, orga
nizóse una comitiva de Prelados y dignida
des hasta la iglesia, que m udios años h a a ^
no p resen dabo fundón lo li^ o s a tan pomposo
como aquélla. El N u n d o celebró lo Santa
Misa, asistido por dos canónigos de Annecy.
H a d o ol mediodía, los ilustres visitan'sa
subieron hasta e l castillo de Sedes, moraviUosamente rsstaurodo. mansión d e los con
des de Roussy de Sales, que con su sobrino
Luis y su fam ilia entera M deron los honores
a¡ representante del Pcq>a y sus acompañanteev A llí se evocó lo figura am able de
Francisco, niño y Joven, caballero de los más
gallardos de su tiempo, Ilomado en •oquol
ambiente por Dios a ascensiones m ás en
cumbradas. Y p a ra que no faltaro la nota
humana, bajo ej signo del San'.o m ás humono hasta su tiempo, una copa de champaña
ru M có el homenaje cívicorreligioso que oqu^llas personalidades estobon d e d ic a d o ol
ilustre castellano de otrora...
El nom bre de Son Fra n cisco de Sale s e ro fa m iliar entre
los alum nos del O ra to rio , y Don Sosco, desde el principio,
estableció que lo fie sta de este am able San to se ce le b rara
con tod a lo solem nidad posible.
r«M. S.». vol. II. pdg. 25 2 J
t94
«El O ra t o rio está bajo la p rotección de San Francisco de
Sotes..., m odelo de c a rid a d y buenas m aneras, que son los
fuentes de donde d erivan los fru to s op etecid os en la o b ro de
los O ra to rio s.»
ÍD o n Bosco, «M . 6.», vo/. III, pág, 91.)
»nt»nt»»«mmK««»»«« «»»mm»««»ntmttnm»»»»nn»ntTtmnnn»»m«»»»n«n«»nn»«T
A C T IV ID A D DE L A A C A D E M IA S A L T A N A
En Annecy fnnciotio desde hace muchos
añoe una prestigiosa A cadem ia Solesiono.
cuya lobor principal Tiene siendo el
entre los olm os devotas y en los sectores
culturcdes. el pen sam i«ito del Santo Doctor,
ton oportuno en todos sus escritos p a ra es
tos tiempos de ahora. N i que decir tiene que
durante la s Sestea del Jubileo fue activísimo
su tiitervmición, en forma de estudios, admiroblemente enfocados, a los <jue acudía en
cada jo m ad a selecta porción de sacerdotes
y seglares, interesados en conocer hasta el
fondo e l espíritu del admircd)le Obispo. En
sus Irrdx^os tomaron parte m uy activa tres
{fijos de Don Bosco: Don Eugenio Valenti.nl.
por Italia; Don Pablo Mongour, por Fronchi<
y Don Francisco de la Hos, por España.
Resultó extraordinariamente interesante y
espléndido el acto finol, celebrado e n el gran
solón del Ayuntamiento de l a efudod, qu^
la Corporación MunicipdL generosamente.
puso a disposición de los orgonisadoies.
Si recordamos que Son Ffancisco de Sa
les ^ el Padre de la literatura francesa, que
en sus tiempos, y b a jo su pou'ct, llegó o l
apogeo de la formación gramatical, nos p a
recerá m uy roxottoble que no sólo el d ero.
sino hasta la s m ayores autoridades civiles
de la n aóón , se sumaron ton eficoammte a
las fiestas reseñadas.
El Exemo. y Revmo. Sr. Nuncio de París procediendo al solemne Pontfftoal
—
lí> í
SAN FRANCISCO DE SALES
iimnimniM
uMmtmjMMiuiuu
Cómo pensaba de sí mismo.-Cómo pensaba de su
diósesis.-Cómo pensaba de la Iglesia
I itniiimitiii
(De la carta pastoral que el Excmo. Sr. Obispo de Annecy
na dirigido a sus fieles con motivo de estas fiestas.)
l.O (JUK l'E N S A K A DK S I M IS M O , San Francisco
de Sales pensaba, humildemente, que no era digno del
obispado. Cuando, por primera vea. en 1597, Monseñoi
(le Cranicr, Obispo de Ginebra, le bf.bl6 de ello, el joven
Preboste del Capitulo, que no habla cumplido aún los
treinta años, respondió: “ Monseñor, no sé quién os ba
iinHtado .a quenemic como coadjutor y sucesor; porque
jq u é méritos he contraído yo hasta ahora? V o se trata
de rehuir «1 trabajo, pero estoy seguro de que tendréis
en vuestra di6ceed.<t un gran número de sacerdotes que
desempcñariln este cargo picior qivs y o .” Quedaba res
petuoso, pero rcliusabi.
Sin embargo, el Obisipo no opinaba do idéntica manera.
> repetía: “ W Preboste Francisco de Sales será el sol
<]Uo ihiminará cata, d iócesis.” Se dirigió en este sentido
al Duque de Saíwy.a, Carlos Manuel, cl cual compartía
e l pensamiento de M onseñor .de C ran icr; y así, el 29 de
agos o ,de iS 9 7 . a) |>e.sar do los contbatcs que se de.s.
arrollaban en los montes, halló tiempo para escribir lac
I jtrtatf oficiales q vc deUan li.acer la presentación de Francisoo ,de Sales .n la Santa Sede para el Obispado de G i
nebra.
FJ jo\wn Preboste no cambia, a pesar de todo, de pale ce r. Cuando so le dice que es como “ una flor” , é!
piensa y contesta que es “ una flor de la. mis-eria huma
n a.” Cuando se ataban sus sermones y sus escritos, él
piensa y responde que <» .como “ la escala que hace subir
a loB demás ha.sta más arriba de donde ellos llegaron ".
M ientras tanto, en la diócesis- no se habla sino de él;
los más dignos le ceden de buena gana el puesto. L e
vuelven a hablar do n uevo... Y él no se cans,n de r.epctir: "E scrib iré, iré, volveré, l nrc todu cuanto plazca n
Monseñor, pero no quiero pensar en O bispado.” P or fin.
le. replican: “ Es el F-spiritu S an 'o quien qu’.erc q u eseá is
Obist>o. Es, jHies. enteramente 1.a voluntad de D io s," Y .
.ante estas considcriclunes. cl PrebosU' se conmueve...
Reflexiona, or.i y ncnlt.» por aceptar: “ K-stoy dispuesto
■ dice— n obedecer,”
M onseñor (I-* Granicr. que s.alna de los brillantes e-'tudios de Francisco de Sales; que s.abia de sai ciencia,
de BU celo y de .su habilidad; que conocía la vida de
santidad del s.accrdiutc, cl talento dcl escritor, lav f.acultades del orador, cl ardor del misionero, los método.s y
los éxitos del apóstol de Chablais. exclamó gozoso:
“ ¡H asta ahor.a no h.abla bcciio cosa que mereciera la
penm. pero he conseguido al Preboste de R.iles como
coadjutor y sucesor!”
* * *
Quedaba l,i dedaión del P.ip-i. ,S c dispuso que F ran
cisco de Sales p.artiría para Romrt. sustituyendo, en la
\dsit.a oblig.atoría. a su Obispo enferm o. E<tc viaje se
retrasó hasta, el in d ern o de ijsoy-oít. debido a una grave
enferm edad del Preboste y por los.últim os trabajos apos
tólicos llevados a cabo en la región de Chablais, que
había vuelto a la fco católica. P or fin, emprendió la m ar
cha en noviembre de 1598; y seis semanas m is tarde, a
mediados de diciembre, Francisco hacia su entrada en
Roma cou tres compañeros de v ia je . Loa asam os dila diócesis fueron tratados durante los prifueros meses
de 15519. V llegó d momento en quo el Papa, Clemen
te V I D , atcndicndoi a , la d-.nnanda de M onseñor de G ranicr para que 1-í designara un coadjutor, convocó a Franvisco d e.S a le s a una ses-ión de exjrcen, donde varias d<las más altas picrsonalidades rormma.s rodeaban a! Sobclan o Pontífice.
Nuestro joven compatriota respondió con perfecta cal
ma, con ciencia ¡segura, c»n profunda humildad, con se
renidad notable en la discusión. E l Papa no se contentó
con las más halagadoras palabras, sino que, dejando
su trono, estrechó en sus brazos al humilde y sapien
tísimo sacerdote, que se mantenía arrodillado ante é l. Era
(-1 22 de marzo d e iS 9 9 . £ 1 Papa nombraba al Preboste
de S a n ,P e d ro de Ginebra Obispo de Nicópolis y Coad.iutoi de M onseñor de Granier, incorporándolo definiti
vamente a la región de la Saboya.
Algunos días después, Francisco de S ales abandonaba
Roma, E l r.® de junio llegó a Annecy, donde foé re ci
bido co medio de general alegría. Pronto habrfa de ser
consagrado en la C attdm l ,dc Annecy, y era esto lo qu>
más se deseaba y ansiaba por todos. Pero él decía: “ M¡
devoción .no es obra mia, sino de la P rovid en cia...” V
no quiso que nada cambiara cu su vida; no aceptó nin
gún honor y no con.sdnbió que hubiera otro Obispo juntn
a Monseñor G ranier. P or humildad L ibia retrasado cuan
to pudo su nombramiento; también por humildad rclr.isaria ahora su con sagn ción cuanto pudicr.i, Y estv
sacerdote, lleno de méritos y tan rico en virtudes, que
dará sin rL'oibir los honores d ; la consagración episco
pal desde cl 22 de marzo de 1599 a l 8 d r dicíembnde i6or. más de tres años y medio después de su iiom
br.amv.-nlo, Continu.irá, siti trcgiui, sin descanso, en l-i
mayor p o b r-ri y rciiunoi uuicnto. dedicado a vu trabaj"
pastoral de ucgocinoioncs, de pred'caciones y de conver.
sione.s en 1.a Saboya, y por F nuicia, h.as'a Paria,
Cuando el R ey d-: Francia, Enrique TV. quiere rete
nerlo junto a él. Kr.ancisc.' prefiere a todav las grande
zas y 'r iq u c u .s que .se le ofrecen en la Corte la sencitlr* y la poliroza do la iglesia de Ginebra^-Annecy, a
donde ]>té- acaba de llamarle p-Of la '"O* del Papa. “ M¡
París— dice -está dentro y alrededor de G inebra; y es
por CSC camino por el que pretendo ir al P a ra íso .”
Un.a vez tcrminj*das las delicadas negociaciones pana
I v iglesáa-s y curatos de Gex, parte para Saboya en
septiembre de 1602, recibiendo en ruta, el <fa 39. la
'noücia d e la prematura muerte, a la edad d e cincuent.i
y cuatro años, de M onseñor de G ranier. D e Coadjutor.
Francisco de Sales se convertía en Prínc'pe-Obtspo d
Gievíbra; y entonces sí tenía prisa de s’olver al Obis-
tm m m m m m m m
Es mi m oyor deseo que los m iem bros de nuestra C ongregacióii sean hijos d ign o s de San Fra n cisco de Sales.
(D on B osco a sus D irectores. «M . B.n, vo L X, póg. 7.062J
Inc
- -
La urna con los sagrados restos de San Francisco de Sales en la BasiHca de Annecy
pado de Annecy y de hacerse consaitrar, para darse por
entero a su pueblo.
* « «
De nuevo se p r e c ia r á la humildad de Fiancisco de
S ales. Sabe, desde, luego, “ que una ciudad n e n iad a so
bre un monte no se puede esconder. Ni se •.nciendt una
lámpnra y se pone debajo del celemín, sino sobr/: el
candelero” . Sabe que un sien*o, para¡ ser fiel y digno,
no debe ocultar el ;talento que posee... Pero .1 las igle
sias más hermosas y m ayores de A n iu c y prefirió par.i
su consagración la pequeña iglesia de su parroquia de
Thorens; al esplendor de la» brillantes a».nin4>lca«. la
sencillez de una reunión de parvente» y amigos ínti
mos; a la presencia de famosps Prelado.s, la de tres
Obispos retirados que rivían en lo.s alrededor>rs: M on
señor Grtbaldi. de E vian ; Monseñor Pobel, de Bonneville, y MonsefSor M aístret, resident/e en Ai.\. I.* celemon'!,') tuvo lugar en Thorens. el domingo ^ de di«.iembre de 1603.
Pero Dios quiso mostrar ese dU. al ^iervu fiel las
complacencias de su am or... L a iglesia de Th oren s ha
sido emhrílccida, pero no transform ada. K>. pues, pn
ese misme lugar donde Francisco de Sales. .*irrodillado.
rccihió las gracias y las dignidades del Obispado; es ahí
donde recibió, por ministerio de la Iglci^a, esposa de
t'risto, la herencia que Jesó» mismo ha dado a sus
Apóstoles: la misión d e enseñar y gobernar y santificar
la Iglesia de Dios, en los límites de una diócesis, para
extender en ella, con su vida y por su palabra de tcsiMgo y de apóstol, el reino d e Cri.sto. A b í fué, mien
tras se hallaba postrado ante el altar, donde tuvo una
visión ... V ¿ q u é .e s lo que \*ió?: “ La m uy adorable
Trinidad (que) realizaba interiorm ente en él lo que los
Obispos hacían cxteriorm entc alrededor d e su persona.”
Más tarde relatairla en un sermón las maravilla.s que
Dios había hecho.en él el día de su consagración. Quedó
tan impresionado de ello, que estuvo durante casi seis
semana» ocupado de “ la grandeza de su ministerio y de
las excelencias de su dignidad” . Hizo entonces el “ gran
de y espantoso soto de encargarse de las almas y de
m orir por elU» si preciso fu era” . Pues Dios— añáda
me había arrancado d e mí .mismo en esc día para llevaim e basta F.l y después darme al pueblo” .
El Obispo con»igrado habría oído bien la palabra <b:l
Señor diciendo a Moisés: “ V e; conduce al pueblo a
donde y o te h e ordenado. Mi ángel camin.ará delante de
t i , ” y el heroico apóstol de Chablait va siempre y mA^
que nunca - gttfar su iglesia; el Eoptrilu Santo está
«obre él para nosotros. ¡Q ué hermoso aquel 8 de dirieznbre de 1603. en la.hum ildad. U caridad, el celo
Francisco de Sales. Obíspol ¡Q ué hcimo»© para U San'a
Iglenia y par.-i su pueblo queiidit!
L O Q U E P E N S A B A D E S U D I O C E S I S ,— Francisco
de Sales, dado
su pueblo por la gracia del Obispado.
cHóse de todo corazón a »u diócesis, ]SI sábado, 14 do
diciembre de 1603, hacia su entrada solemne en Annecy,
En esta fecha se in 'd a un pontificado de veinte años,
donde nuestro :anto Obispo y Doctor .vnnbratfa la bnen.a
simiente, de la que. aun boy. recogemos en nuestro
-u d o tan pródigas cosechas. Con sentimientos de filial
gratitud habéis de leer esta página, tan como Nos in-
«Lo fiesto de San Fra n cisco de Sale s es nuestra fiesta
tHiiior... P re cisa celebrarla con la m a y o r solem nidad y d e vo
ción posibles.»
ÍDoff Bosco. dM. B.», vo/. XH, pág. 30.1
—
!0 T
tcmtamo» ew ríbirt». lA h , si tuviéramos d valor d« no
(Icapordidar nada d« estos tesoros de fe, de caridad, de
fervor, de paa y do regoeijo, con loa que S an Fran(,'iKO de Sales enriqueció nuestra díócewst
1« dióoeiís del nuevo Obispo comprendia, además de
la a o u u l Annecy, una parte de U Saboya, hasta las
cereanias de San Pedro de A lbigny y d e A ix — en la
margen derecha del Ródano: una parte del A in , el V a lronsey basta Várieu y H auteville; y el pala de Gex
h:^U cerca d e N antua y más allá del puerto do la F aucUle— . En S u is a .s e extendía al actual cantón de G i
nebra y una parte del de V aud, desde el aáto valle del
O rbe basta la desembocadura del Aubonne en e l lago
Leman, entre Rolle y M orges.
Tenia asi alrededor d e seisd en tas parroquias, de las
que varias se hallaban en medio de “ altísimas montaflaa", de d ifícil acceso, y un centenar, aproximadamente,
le estaba prohibido visitar por la autoridad de la R efor
ma. Gobernabá, de hecho, unas cuatrocientas cincuenta,
a la s que se iba a caballo o a p ie . N o tuvo nunca ca
rrosa y jam ás temió a la fatiga cuando se trataba de
'OI “ querido puebk>” . Ú n d ía llegó a Brízon (cuyo acce^
so es i>digroso) con los dedos de las manos desollados
y ensangrentados los pies, dentro de los zapatos rotos,
lo que le produjo dolorosas molestias durante ocho o
diez días. “ Pero, jq u é importa que yo su fra un poco
-^edla— si consiga algo para la salvación de tas
.ihuas?”
Y es que amaba su dióceds con el alma ardiente de
un santo. Amaba su ciudad de Ginebra y rogaba por
ella: “ | Señor, que se conviertal Y w nuestros pecados
se oponen a ello, que vuestra infinita bondad nos con
ceda esta g ra c ia .” Am aba a l pueblo fiel que visitaba:
“ Me equivoco — dice— porque no sé en todas las o<anones encontrar e l m ejor c a m in o ..." “ £ I corazón de
mi pueblo es casi todo m ío ahora” , dice en e l año 1606.
G incluso en las se te n u parroquias de Cfaalblais, donde
reinó durante veinte años la herejía de Calvino, todaJ
la población se convirtió a l Catolidem o. La palabra del
Santo, la virtud d s sus sacrificios 7 el ejemplo de su
vida fueron bendeddoe por D ios.
« « «
Para que su ministerio .proporcione a su diócesis las
gracias dirinas, el santo Obi^>a quiere que todas sus
adtividadcs se otablezsain sobre una base de estudio y
oración. H ace falta para ello e l trabajo personal del es
tudio, para que U acción pastotal vaya siempre de per
fecto acuerdo con la doctrina, h disciplina y los deseos
de la Iglesia, y para que no vaya a la saga de las no*
cesidades futuras d e tiempo y lu ga r. E s necesario per
severar en la oración, para atraer sobre la debilidad
liinnana el attxibo y la luz. de Dios. P b r ello, a lo largo
de a ta dias, que fmn una continua plegaria, no se olvM iba jam ás de dedicar una hora entera a la oración
para “ reco ge r,-^ o ro o decía— 1 su ramillete de devoción” .
Bn su modesto palacio, cuando pueda habitar en él, el
Obispo tendrá su reglamento de oración y de estudio;
Id mismo en d atiendo y el humilde CBduerxo de reco
gidas jo m ald u como en el tráfago d e los asuntos de
lo ^ a d ases y b ajo un verdadero diluvio de cartas. Sí
sus proyectos se retrasan, r.o se desanima ni se impacieata: “ Los frutos un poco tardíos •—dice— se conservSQ m ejor que loe prim aversles." Y prosigue sin cesar
en su trabajo, con pensamiento d e que el Prelado debe
9«r para su diócesis una abtmdante dcipensa de fe y de
oiencta, d r piedad y caridad.
Para eso pide d auxilio de todas las almas consagra
das a D ios en b vid a religiosa; d auxilio de sus oraoionea. de su obediencia, de sus M crifiaos. Pero d io
no se oonseguirá sin dificultades. L e a flige profunda
mente el espectáculo da esos M onasterios de diversas
Ordenes cuya dmciplioa está “ rd aja d a y pisoneada*, sin
restos d d antiguo, fervor; * d oro se ha ar^nfiado. sos
vivos destellos se ban alterad o".
198
—
Y trabaja y se de&plaza y babla y
cuanto de
su mano está para la reform a d e las abadías de Sixt.
de A b o n d an « y de A ^ tls, de Santa Catalina y d e T allotres. D a órdenes y consejas, que son, como para los
en n iu ñ os d e V oirons, u n a llamada a la caridad. “ La
candad — dice— es dulce, e s maleable y paciente. Y al
final todo lo hace. Quiera Dios, que es la misana ta ridad, conservaros a todos en su santo se rv id o ” . Nada
descuida nuestro tanto CHtispo para que por m das par
tes se consiga “ e l retom o a los buenos propósitos” .
ge ge ge
No puede conservarse la fe ni desarrollarse la piedad
en la dióceds sin un clero sabio y celoso. E l mismo
recibe e instruye a sos bocerdotea. A pesar de la carga
de sus obligaciones e incluso en sus visitas pastorales,
se toma el tiempo de oír, de form ar y de aconsejar a
los sacerdotes necesitados de oricntadón. Trabajará, asi
mismo, en la fundadón de e n Seminario, lugar de ver
dadera fon n ad ón sacerdotal. En otras ocasiones dará
él mismo lecciones de Teología trrs vecey por semana;
dorante su obispado hubo para la diócesis una twKtia de
as nuevos sacerdotes anualmente. Y desde 1603 a 1617
cada año los sínodos reunieron a l clero alrededor d d
Obispo para un trabajo com ún. Pero no puede ll^ a r a
todos, y .escribe Advertencioí' a ¡os confesores. Avisos
y consejos a ¡os confesores y directores. Exhortación a
¡os echsiásticos, un Iieg¡omcnto para la »-n.Boñan»a d d
Catecismo, un R itual de Sacram entos... Páginas en las
que pone al servicio de s t s sacerdotes su corazón, sti
d en cia, su experienda, so fervor y su santidad.
Y di mismo da el ejemplo. T ien e su confeson.^rio tn
la catedral y es un director espiritual incocuparable.
E ni«ña <d Catecism o a los niños, y en A n n ecy los pa
dres se u n e n .a sus hijos para escuduu* al San to. La
madre del Obispo asiste a nvmodo 3 sus Secdones, y
todos, grandes y pequeños, se adnuraban de cómo se
badía niño con los niños, de cuán sendllo, práctico,
claro y profundo era este A p ó sto l... Idénticos detalles
se aprcc.au en su s pred;c.tdoivos. “ E l principal deber
d el Obispo — escribe— • es d d« predicar. Dios nos a*-.b'te espedalm ente en este e je rd d o , y e f m ara'''lloso ver
el poder tan grande que tienen las predicaciones de los
Obispos comparadas con las de otros predieadores. Por
abundantes que sean los a rrojos, nos complacemos en
beber del mismo m anantial.” En aquella época de pre
dicaciones, a menudo complicadas y oscuras, todos opi
naban al oirle que “ el sermón paternal de un Obispo
v ale más . que todo el artificio de sermones preparados
minuciosainente por pnvdicadores de otro estilo” .
* * gi
Con la palabra exhortaba y amonestaba al pueblo en
sus visitas a las parroquias. Instniia y catequizaba con
stn sermones, sus conferencias p á t ic a s y sos pláticas
particulares: confirmaba, confesaba y daba la comunión
a todos cuantos lo deseaban; hairta por loa caminos se
paraba y . apeándose del caballo en medio del campo,
confesaba e instruía a las pobres gentes y confirmaba
a los enferm os. S u acento, como toda su persona, ins
piraba religioso respeto, y los oyentes repetían»*: *E«te
gran Prelado será algún día Santo; y si pud éramos v er
lo nosotros, (cómo celebraríam os su festívid ad l”
H oy está en A lb y ; mañana, en V in z-L a-C b iésaz; un
«Da en S eyssel; y de^niés, en B ? a y ; otro día en I ^ g e
o en V tllards; otro día en Sciottztfr, y en Naney-snrClase»; y en Thones, o en U an igoz. Servos, Vallorcine.
ThoUon, V acheresse..., 7 asi desde U gine a Vulbens. de
Syon a la capilla de Abondance, por no hablar más que
de la diócesis actual, visita las parroquias, predica, con.
fie » , da consejos y órdenes, reconcilia enemigos, resta
blece los derechos de la verdad, de la jn stíd a, de la
Iglesia. L leva a to<fas partes la paz, la caridad y la
felicidad durante largos años. Seria deseable que k>5
fid e s. en todas nuestras parrogotaa, por meiSo de car(Siffme en la p4 ffi*a s o j .'
PAGINA
SALESIANA
E n g ra n a m o s este número con una bella
página del «Trotado del Am or de Dios»,
donde San Francisco de Sales descamin a
pesimismo a l olm a croyente. Lo presen
tamos como modelo ejem plcr del género,
que en la p edagogía salesiana se conoc®
con el nombre de
BUENAS NOCHES
4
L a tris'eza es casi siempre inútS, y hasta
contraria a los intereses del santo Amor.
H ay una tristeza mundana, que proviene
de tres causas.
Proviene algunas veces la tristeza del ene
migo iniernal, que, mediante mil sugerencicm melancólicas o molestas, oscurece el en
tendimiento, debilita l a volun'ad y turba el
alma.
Dicese de un pez llam ado diablo de mar,
que removiendo v desparramando el limo
de las profundidades marinos enhurbia el
a g u a en tomo suyo, po ra ocultarse y escon
derse, y apenas descubre algunos incautes
pececillos se lanza sobre ellos, los mota y
los devoro. D e aquí, tal vez, h a venido el
odagio de «Pescar en ag u a tiubia». Lo mismo
sucede con el diablo del infierno que con el
diablo de mar. A q u é l prepara eus lazos en
la tristeza; después de h a l ^ turbado a l al
m a con multitud de enojosos pensamientos,
se lanza sobre sus afectos, agobiándole con
desconfianzas, recelos, aversiones, envidias,
aprensiones pueriles de los pecados aniiguos,
infundiendo abundancia de sutilezas vanos,
L o s excelentísi^
sim os
P re la d o s
qu e h o n raron las
fiestas
sa le s ia >
ñas
para que rechace todo género de consuelos
saludables rozones.
La tristeza proviene otras veces do le pro
pio condición nativa. N o es viciosa de su
yo, pero e l enemigo se v a le de ella pora
meter mil tentaciones en las olmos. Asi
como las araños no suelen tejer sus telas
sino cuando el tiempo an da revuelto y el
cielo aparece nublado, el maligno espíritu
no h alla facilidad pora tender sus redes en
tre las alm as apacibles, alegres y bondado
sas, como en ios tristes, reconcentradas y
melancólicas, a quienes agita: fácilmente con
disgustos, suspicacias, odios, murmuraciones,
censuras, envidias, descuidos Y letargos es
pirituales.
Finalmente, hay otra iristeza. proveniente
de la variedad de los humanos eventos. Es
común a buenos y medos. pero en aquellos
queda m oderada por l a sumisión a la volun
tad divina, mientras que en los mundanos
engendra pesores Y turbaciones, semejantes
en esto a los monos, que cuando falta la
luz de la luna anden siempre hoscos y
jados, pero cuando ahunda, saltan, danzan
y hocen g a la de todas sus monerías. Los del
mundo, a l foltorles la prosperidad terrena,
son desabridos, ásperos, intia'ables y me
lancólicos; en cambio, gozando de abundan
cia se muestran casi siempre arrogantes,
presimtuosos e insolentes. En medio de la
melancolía y la tristeza, qu? pueden ensom
brecer la vid a de nuestra alma, debemos
emplear la autoridad de la voluntad super!<^, o fin de qu e sobre todos las tribulacio
nes triunfe el amor divino.
Y
m
t
'« W < V t /
C í ¿ Í ^ W . í W ' D m. CteX^.
San Francisco de Sales, obispo
O ARA recibir la plenitud del Espíritu
Santo on ambiente despojado del rui
do mundanal, Francisco de Sales escogió
la parroquia de Thorens, escondida en un
repliegue de la Saboya. La misma piadosa
madre se encargó del exorno en lo inte
rior def recinto sagrado. Cubrió con magnfñcos tapices los muros, colocó sobre lo
alto de la fachada del coro las armas de
la familia, coronadas por una mitra, una
cruz de oro y un sombrero verde con bor
las pendientes, todo rodeado de esta le
yenda: ‘‘ Después de largos años, el cielo” ,
y buscó los paramentos más ricos para
los prelados y ministros del altar.
La augusta ceremonia tuvo lugar el do
mingo, 8 de diciembre, en la fíesta de la
Inmaculada, tan grata al corazón de Fran
cisco. Monseñor Gribaldi, Arzobispo dimi
sionario de Viena, fué el prelado consa
grante, teniendo por asistentes a los obis
pos de Saint Paul, Trolx Chateaux y de
Damasco. Cuatro canónigos de Annecy,
con todos los músicos de la villa, acudie
ron muy temprano. Unas dos mil perso^
J
¿00 —
f
><7 »41> V ^
ñas llenaban el templo, rodeando sus cer
canías muchísimas otras.
Mientras el Santo estaba de rodillas an>
te el Obispo consagrante, de repente su
rostro se iluminó con ef reflejo de una
luz que provenía de celestial visión. Se
gún él mismo contó luego, vió sobre el
altar a las tres divinas Personas de la
Santísima Trinidad consagrándole Pontí
fice; a la Santísima Virgen, cubriéndofe
con su manto, y a los Apóstoles San Pe
dro y San Pablo, constituyéndose defen
sores suyos. Media hora duró el éxtasis,
saliendo del cual el piadoso sacerdote
continuó la ceremonia interrumpida.
En la acción de gracias Francisco hizo
voto de consagrarse enteramente, sin re
serva alguna, af servicio de las almas, aun
a costa de la vida, si morir hubiera sido
necesario, para llevarlas a Dios.
Buen Obispo ie tocaba en suerte a
aquella desgraciada región, víctima de
Calvino. En veinte años de celoso aposto
lado el nuevo Pontífice, hecho y renovado
según el corazón de Dios, haría reflorecer
el catolicismo en los campos yermos y
entristecidos, más que por Ta nieve y los
vendavales de aquel invierno tan crudo,
por la pertinacia de los herejes Innova
dores.
^
y f- ? •
201
ÜJi'
¡J comzón
(!(>
San IrancLsco
de Sales
Hacemos sabedores a ñuestro publi
co de xai hecho extraordinario aconte
cido recientemente en e l Monasterio de
la Visitación de Treviso con el cora
zón de San Francisco de Sales, q^ue
se venera siglos hace en aquella ciu
dad italiana, sin que nunca, hasta
hoy, h o y a presentado la sagrad a J"©liquia señal alguna contra lo' natural.
Presentamos el caso, sin enjuiciarlo,^
pues esto último corresponde a l magisterio
de la Iglesia, la cual, por m e ^ o de perso
nas competentes, lo está estudiando.
Tan sólo queremos participar de la piado
so creencia que tanto consuela a las Salesos
del mundo entero; es a saber: que el Señor
ha permitido este acontecimiento hiera de lo
ordinario como muestra de lo complacsncla
que el Santo Fundador siente desde el Cíe
lo viendo a sus Hijos tan obedientes — en
el primer grado do aquella sumisión filial
que él enseñaba— a la Sonta Sedo en las
determinaciones sabías recientemente toma
d o r sobre la vido disciplinar y jurídica de
los religiosas de clausura, encajándolas en
los moldes de jerarquía comunes a las congiegaciones femeninas modernas.
Desde el mes de jimio último venían ob
SOTvando los Saleeos de Treviso. en cuya
iglesia, como se ha dicho, es venerado el co
razón incorrupto de San Francisco, que una
mancha de hum edad sobre el vidrio del pre
cioso relicario oscurecía la vista del lienzo
que gu ard a ton gran tesoro.
La moncha ^se agran d aba de día en día.
Avisoron o l Visitador, que ordenó descubrir
el relicario, lo que se lúzo ante l a M adre
regional, la Superiora local y dos hormonas.
Grandes fueron su «m oción y m aravilla cuan
do vieron el finísimo lienzo de hilo todo em
popado en sangre fresca, exhalando suave
aromo.
__
A l desdoblar el lienzo, algunos átomos, casi
iniperceptibles, se desprendieron de la ma
so; uno de ellos, b a jo la presión de los de
dos dejó una huella de sangre; entregóse el
otro a un sabio químico, profesor de l a Uni
versidad. con e l. encargo de que l a analiza
se. pero sin descubrirle la procedencia. F1
profesor declaró: «S e trata de una fibra de
corazón.»
El II de septiembre, fecha en que se nos
comunicaba el hecho, aquel lienzo conserva
b a la s señales de la sangre húmeda. L a re
verendísima M adre General de l a Orden lo
tuvo en sus monos, y por mucho tiemiX) que
daron impregnadem de penetrante perfume.
Se han sacado fotos del lienzo, que repro
ducen perfectamente la mancha, de 25 por
15 centímetros, a una de las cuales se refie
re el grabado expuesto.
«F ro n cisco de Sale s se te reveló cuando e ra s joven. De él
cop ia ste tú el p orte amable, la santidad acariciante, to d o el
a c e rv o de las dulces virtu d e s cristianas, que ta n to te hon
ran... Fra n cisco de Sale s revive y se m ultiplica en ti, y p o r tí
revive y se m ultiplica en la socie d a d civil.»
(El ca rd ena l Alim onda hablando de Don B osco en una
conferencia a los C o o p e ra d o re s Salesianos.
volumen XIV, pág, 53.1
( V ie m de la página igS.)
teles o de a te o R a.o tra manera, conocieran el ^K>stola>
dk> que realizó en tre nosotros nuestro santo
4: 4: ^
No solamente in fu n d ió , en su diócesis un sentimiento
de abnegación que en ocasiones llegaba basta el beroismo, sino que le legó taimbién una extraonünaria ciencia
pastoral, m uy penetrante, en que encontramos con faci
lidad los fundam entos d e métodos de apostolado que
no serian aplicados completamente hasta mucho más ta r.
d e. E n más de u n detalle, San Francisco aparece como
un precursor.
S u diócesis, inmensa, estaba dividida en ocho decana
tos solamente. Cada región era tan vasta, que las pa
rroquias llegaban prácticamente a ignorarse a otras, en
un país de comunicaciones lentas y dificultosas. £1 jo
ven Obispo la organiza: en m ayor número de repones,
señalando d papel a desempeñar por los que él llama
“ V igilan tes", y que son, de hedió, los Arciprestes de
hoy dia. EiStos sacerdotes irán, de su parte, en auxilio
de sus hermanos, y tendrán al oorricnoe de la situa
ción, por referencia escrita, a l Obispo. D e esta mane
ra, en territoríos mucho más p ^ u eñ os, se conocerán
mejor anos ai otros y podrán más fácilmente prestarse
mutua ayuda. E s como una corriente de juventud que
posa y un n u evo brote que aflora .
Hasta a q u d la fecba, todos los documentos rd a d o n a dos con asuntos ecLssiásticos se redactaban en latin.
Francisco de Sales esCablece que los inform es de sus
delegados se hagan en fran cés. P o r todas partes sabe
conciliar la pureza y firmeza de la fe en la somisión
filial a Roma con felices insoiativaa, de las que esperaba
m ejor gloría de Düo5, la honra .de la Santa Iglesia
y d bien temporal y eterno d d clero, de los fieles y
de todos los hombres.
N o conseguirá fu n d ar un Seminario, a pesar de. su de
seo de responder,.sin tardanza, a las llamadas del Con
cilio d e T ren te, pues su pobreza entorpece la labor.
Pero y a tiene forjados eus {danés, y los subsidios que
pide a las parrxiqtiias para mantener esta casa de forma
ción tan necesaria se parecen m uy singularm ente a lo
que boy llamamos la Obra de las vocaciones.
P a ra asegurar lai fidelidad y la perfección cristiana
de su pad>Io en mutua caridad, ensaya en su diócesis
inidativab apostólicas,. que son como d prdudto de las
agrupaciones y movimientos d e b oy. Organiza, o restaara
cofradías, c o n g r e g a d le s , a sod a d on es; orienta a los fie
les b a d a la oradón en común. D a sos consignas para
los tentados de aislarse o de inhibirse: " H a y siempre
m ayor bien y consuelo en ios ofid os públicos d e la Igle
sia q u e en los actos particalares; Dios ha ordenado que
la comanidad sea preferida a cnalqtaer particnlaridad.
E s siempre cosa .muy caritativa colaborar y coop erar."
Y esta preocupa d 6n llega asimisDo l<as*a la vida materúd d e so pueblo. S e ocupa d e bascar trabajo a los
obreros, no admite que lo s catóhcos puedan parecer tnfe ñ ores a los demás en lo que iLijptcta a la o r g a n is -
ción sociall y al bienestar de los trabajadores. E n 1Ó17
lüde al Duque d e Saboya ayuda para la instaJadón de
telares en C h a lá is sin olvidar a los maestros y apren
dices que trabajan en “e l arte y el tráfico de la sed a".
E n t6 zz gestiona d e los je fe s responsables que no se
abrume a la' d u d ad de A n n ecy con el entreteniniiento de
las tropas. S in inútiles demostraciones, pero con vigilan
cia, piensa en todo y en todos como un verdadero de
fensor de la d ud ad.
4:
4: 4:
Y tanto, que lo imaginamos en su trabajo de despa
cho leyendo los inform es recibidos, preparando sermones,
escribiendo tratados o cartas, dando órdenes y consejos-;
o viajando a caballo o a pie por la montaña y en todo
tiempo; o en el altar, donde su piedad 7 fervor cauti
vaban; o en el confesonario, siendo sal de la tie rra ;
o en e l púlpito, siendo luz del mundo;* en cualquier lu
gar, p ra n d scp de Sales es siempre el Pastor y e l P a
d re; el santo Obispo unido a Dios para la felimdad de
los bombres; el apóstol infatigable, capaz de todos los
s.-icríficios cuando se trata de visitar, e n los valles o eiv
las montañas, las m ayores y mús pequeñas de sus nu
merosas parroquias, cuando fc (rata de entregarse e n
teramente al servicio d e IHos y die su p u e b lo ...
E sta acción episcopal de Francisco de Sales fué tan
fecunda y tan plenamente bendecida desde d cielo, que.
después de tre s siglos y medio, la diócesis aún conMrv.v
cierto sello cristiano que le distingue de cualquiera otra.
L a semilla fecunda, sembrada rn buena tierrai por ,un
Santo, regada con au sudor, con sus lágrimas y con m
sangre, protegida de^mós por su constante oración, debe
ser ahora cidtivada por todos nosotros, cada uno según
su vocación y mi misión, para que florezca cada estaaón
en u fu sólida fe, fiel a la Iglesia, siempre radiante y
perseverante a través de los siglof.
Am ó a su dióoeus con sn m is grande amor, y la pre
firió a o tia s de más brillante apariencia. Con las altoF
reladonea que le habla creado el desarrollo de los asun
tos ecleiáásticas, mantenidae a lo largo de su obi^tado,
sus trabajos de apostolado y de E rección de Iqv almas,
le hubiera bastado expresar un deseo, decir una palabra,
aceptar un ofrecimiento, para abandonar la Saboya, país
lejano y u n poco oscuro cuartdo se le miraba desde
Farás.
“ ¿Cómo e s p o ^ le - ^ e de<úa y se pensaba— que un
Obispo tan euho, dotado como los m ayores oradores,
los m ejores emoitorea, los más finos psioWogos, loe más
bábUes <fiplomático6, pueda v iv ir en su peqtiefta dudad
d e las mr>ntafta< y oo vaya a la capital? E llo eerfa una
honra y la alegría de sos m od w s y poderosos am igos.’'
» y _se
para penmadirte— sería, arímiseno, un
bien para e l número d e almas arís numeroso c ioqtxietc.
o en m ayor p d ig r o ..." ¿Cómo era posible que no fuera»
P ero éi no quería ^ landonar a Ann«*ey. Rechazó ofrecóníeatos que v e n i » d d R ey de J r a o d a para_ q u ^ f v
Aqai, en su p d s de Saboya. en su querido “ N e w * .
(Concluirá. 1
—
N O T IC IA R IO S A L E S IA N O
BARCELONA - TI BiDABO.—Comienzo dei Año
Jubilar
£1 2A de esdo dldcvnbrc dará principio el cinotontenario do la colocación de ia primera pie
dra. Ene cincuenienarlo ha de revestir en los
anaíe* del Templo Expiatorio caracteres de má
xima solemnidad. La ermita levantada sobre el
terreno recién donado a Don Bosco Fué la célula
ntaüre de la maravilla en piedra que lentamen
te» como obra para siglos» va cam no de su coronaciOi. Cuando la Imagen broncínea del Deifi
co Corazón se asiente sobre la cúpula de la suliilUima fábrica sonarán a gloria las campanas
dd T.bidabo, exultarán los restos mortales del
üanto Fundador y recibirán — asi lo pensamos
plfdosamcnu*— sufragio definitivo para entrar
en el cielo las almas de los donantes que aun
penaren en el Purgatorio...
Esa fecha, lo más tardar, debería ser el 28 de
dicicmb;e de 1953, último día del Aiw Jubilar.
Para el comienzo de estas so.emnldades ya es
tará nmatada la cúpula en su interior, aconte
cimiento que se celebrará con una devotísima
Misa Pontifical y otros actos piadosos y expiatorlo->. Hay fund da esp ra 'za, sí los med os aflu
yen con la generosidad de ahora, de poder inau
gurar en Junio próximo el espacioso presbiterio,
las vidrieras policromadas del mismo y los siete
escudos de alrbastro intercalados entre ellas,
ocupando el de España su centro.
Para los lectores deJ BOLETIN SALESIANO a
quienes le pueda interesar, en el próximo núme
ro publicaremos ia historia de la colocación de
la pnrñcra piedra, llevada a cabo con esplendor
exi a rdi' a I ), V ^ I
s l nci m s a! ' n o dt
la marcha del Año Jubilar, tema que encaja marevillosamente en estas páginas saleslanas.
SEVILLA. — Nuevos talleres en el Hogar “ San
Fcinc.ndo“ . Ei alcalde entregara a los Soleslanos una Residencia pa.a obraros.
Los que conocieron a los muchachos que en
1946 el Ayuniamirmo sevlll-no confiaba a los
Sa'eslanos en el Hogar para huérfanos y des
validos que por aquellas fochas se concluía, no
sHen de su estupor ni compararlos con los tk'
ahora. Aquí, de manera cspeclalisima y provi
dencial, se palpan los frutos de la caridad, do
!a asistencia y del sacrificio, factores vitales
del M'.irm> oducni vo Sa« si no. Pa i que ru''stras pilabras no resulten sospechosas de parcia
lidad fraterna, véase el suelto que un periódico
de la localidad publicaba con fecha 25 de octu
bre último:
*'l a nwgm fña
quu b ’'io e' nombr<
de Hogar de San Fernando sostiene el Ayunta
miento, de Sevilla y rigen los Padres Saleslanos,
ha v'vl<k> ayer, dh en quo la Iglesia celebra
la fesHvidad de S?n Rafael, hermosa Jornada de
raridad cristiana presidida por nuestro emantlsimo Prelado y con asistencia de las autor'dsdes.
le raridad cristiana, ampMa y sin fronteras,
tiene en aqu''lla casa un ejemplo constante y en
ella los acogidos rec'ben las tres enseñanzas fun(laméntales: amor a Dios, amor a la Patria y
amor al trabajo. Esos niños, esos jóvenes que
en el Hogar de San Fernando aprenden, serán
fli día de mañana hombres útiles, ciudadanos ca
204
bales que aleccionados por te doctrina de Cristo
sab-án cumplir sus obligaciones para con la so
ciedad.
El cariño que los Padres Saleslanos ponen en
la enseñ-nza, la atención que el alcaide y la
Corporaci^ dedican a atender todas las neceslftedes y la paternal v lg i’anc-a que el teniente de
alcalde delegado, don Ramón Jover, presta a la
obra, tienen la recompensa de las alentadoras
p j.b r a s del cardenal ^ g u a y dei fruto que va
cosfchá"dcse e n fe los acogMos.”
Traemos a nuestras páginas estes notas con
m 'tiv ) d ‘ haberse in ug la o en d cho e n tro ,
donde ya funcionan a perfección los talleres co
rrespondientes a las artes gráficas, los de sas
trería y carpintería, JurMo con un nuevo dormi
torio para veinticuatro acogidos.
El acto fué enaltecido por la presencia dei
Emmo. Sr. Cardenal-Arzobispo, Dr. Segura; go
bernador civil, señor Ortí y Meléndez-Valdés; al
calde, señor Marqués- de Contadero, y gran par
te de la Corporación Municipal con distinguidas
personalidades sevillanas.
D gno de relieve es el discurso pronunciado
por la primera autoridad de la pc*lacíón, dende
insistió en la ¡dea que preocupa a todo el Ayunfpm e o de r ar u
R^'slflt-ocia mod^in p ra
los Jóvenes que, al terminar sU aprendizaje y
colocarse en los diversos establecimientos de la
ciudad, se ven sin famMia ni hogar en la épo
ca más difícil de su vida. En esta Residencia
— decía— los muchachos, bajo el amparo de
San Ju^n Bosco, tendrán un hogar acogedor en
donde pvedan dar paz a su alma con la oración,
y a su cuerpo, reposo con el descanso.
Es de justicia resallar aquí que, si al cabo
c f loí se's años la si>ioria
i H <ía • “ S n Fer
nando” tiene escritas tantas pág'nas brillantes
que enaltecen la Pedagogía Sa'esiana, ello es de
bido al coIo inteligente y sacrificado de su digno
I) r rt r, 1) n J I e ü b a-do <■!
n «, v
'»
onegados Saleslanos que secundan cordialmente
sus certeras orientaciones.
MADRID.—Cambio de Inspectores.
Han pasado por esta capiiaJ los muy reverendos
señores Don Claudio Sánchez y don Felipe Palo
mino, In-pectores em ante y saliente de la provir.cia Bélica. El prim(^o, procedente de La Orotava, de cuyo Co’cgio Saflesiano fué director du
rante cuatro años, y ©I segundo, con destino a!
Ecuador, nonrhrado Inspector de aquella República
al cesar en la Bélica. Don Qaudio Sánchez tomó
poscs'ón cn las Escue’as Saleslanas de la Santís'ma Trin'dad de Sevilla, ca«a [nsp<»rtoria’ , el 5
del pasado octebre, en un acto familiar y afec
tuoso, con la presencia de los Directores salcsianos de la ciudad. Don Felipe fué despedido
en el aeropuerto de Barajas el día de Todos los
S Ji'os p>r el Rvmo. Uo> Ju n An al. Catequista
General de la Congregación, que se halla practi
cando visita cano.» ca en la luspccioru C e lii^ »
y por va ios supp''loros de la capital de España.
Deseamos a ambos InspiOctores mucho acierto
cn sus nuevas responsabilidades, para bien de las
almas juveniles que se forman en la escuela de
Don Bosco.
4
Ef Revmo, Sr. D. Juan
Anial (segundo por ia
izquierda), C a t e q u is t a
general de la Congrega
ción, despide en el aeró
dromo de Barajas al muy
reverendo don Felipe Paioml.no, desUnado por la
Obediencia para Superior
de la Obra Salesiana en
el Ecuador
ROMA.— Nuevo campo deportivo.
Recientemente se ha inaugurado un magnifico
campo deportivo en la Escuela Agrícola “ Don
Bosc
p a la', juventu es del barrio M indr one. El Inspector de los Salcsianos, Don José 01dani, después de una misa de campaña, d irig ó
un saJudo a todos los presentes, agiadeciendo
a Su Eminencia el Cardenal Vicario y a los pre
sentes su asistencia al acto. Al recordar que,
gracias al Papa Pió XII ha sido realidad la ini
ciativa del campo, estalló una ovación al Sanio
Padre.
El nuetit) campo es modelo en su género. Tie
ne las m d'das regamentarías para partidos de
Liga Nacional y está bien provisto de vcsiualíos, duchas, cuartos y servicios sanitarios, todo
conforme a las normas de la más exigcnie hi
giene y de la moral cristiana.
STIAVA (LÜCCA). — Un Oratorio Ululado “ Beato
Domingo Savio” .
Presidiendo el Arzobispo Mons. Torrini, se
inauguró con diversos actos este nuevo Oratorio
b n el patrocinio riet S ntn A'umno de Don
Bosco. Se trata de un centro completamente moderno en su construcción, con espaciosos locales,
amplia capilla, alegre salón de actos y campos
de recreo para centenares de muchachos, con la
simpática característica de haberlo costeado tres
rxr e " s A t g ui - Ahimn s, ai ' n' a os -n sus
comienzos por el llorado Don Pedro RIcaldone.
TOKIO. -Nuevo Orfanato.
Fo 'a zona A'-aba'*^. do T^tid. (unfo al Ins
tituto de las Hijas de María Auxiliadora, se ha
inaugurado un grandioso p'beilón de cuatro mil
metros cuadrados, destinado a recoger n ñas
huérfanas, tan abundantes desgraciadamente en
estos años de guerras y revoluciones. Es una
odificac'ón de tres pisos, construida sobro la ha<c de todos los requisitos pedagógicos del dia.
De esta manera las Hijas de D.>n Bosco, en la
capital del Japón, atienden a más de mil qui
nientas alumnas, que en un mañana muy próxi
mo serán excelentes madres cristianas formadas
para Dios en ia escuela de Don Bosco.
FARNBOROOGH.-^edio siglo de vida salesiana.
El M. Pvdo. D. Ciauóio Sánchez, r«o<«ntemente nombrado Superior de la Inspec
toría Salesiana Bótlca
Esta 'ciudad inglesa celebró el cincuentenario
de la Obra Salesiana con actos a los que se su
mo a puOi < lüíi « me a. C >n g an con- uu o tje lo(fos se recordó que un gran número de ex alum
nos son sacerdotes. En la misa conmemorativa
io eran e! etiebrame. el diácono y el subdíácono. ei orador sagrado y muchos que presidian
con las máximás autoridades. El Obispo de 'a
diócesis dedicó un ardiente elogio al Santo Fun
dador, del que d ijo: “ Si tanto se ha salvado de
I igipc'a du ant^ las luchas del sig'o úl imo, en
gran parte se debió al Influjo ejercido por Don
Bosco.”
—
205
L A S V E N T IL L A S ÍM adrid), —
de plata del C<?«
Ici/io.
L om Excmoii, Sres, Murqucscs de Molsns, Torralba
Calatrava, íundadore-s de laa Eacuelas de N uestra Seño
ra del Pitar, en el gran suburbio madrileño d e Las
Ventillas, quisieron revestir estas bodas d e plata con
actos bien sugestivos, indioe de las sólida piedad que
te caracteru a y del amor orísKiano que sienten por em
presa tan humana, tan spoial y salesiana. “ Orgullo
nuestro es — «c les oye decir con frecuencia— que núes,
tras Esouelas funcionen propioknenbe a estilo de Don
B osco."
Loo actos se distribuyeron en tres im a d a s .
El 37 de oot-ubre, aniversario d e la apertura, hubo
Misa de comunión con fervorin, en la que los señores
Marqueses compartieron el Pan de los Angeles con las500 escolares del suburbio. R ealzaron también el acto
antisuaH direodorasr de esta casa, que dieron gran im
pulso a la obra, y en ella dejaron surcos hondos de
virtud.
Luego los señores w entretuvieron familiarmente con
todas, regalándoles dulces y una hermosa estampa .re
cuerdo.
El 4 de noviembre celebróse solemne funeral en su
fragio del P , T orres, S . J ., de las religiosas difuntas
que trabajaron aquí, de lav alumnas y ex aluimias pa
sadas a m ejor vida, oficiado por lUs P P , Jesuitas de
la Parroquia vecina de S an Francisco Javier.
E l domingo, diaa 9, los generosos fundadores obse
quiaron en el Colegio con uoa espléndida comida a
■ 75 ex alumnaa, muchas d e ellaa madres de fam ilia ya,
honrada con la presencia de Blanquita y Carm endta.
hijas suyas.
Clausurando las fiestas^ el d ia 16 se celebró solemne
misa, cantada por las niñas y las antiguas colegialas;
por la tarde, hubo e l “ T e Deum ” de acción de gra
cias por los beneficios divinos de estos d iez lustros dtapostolado y, finalmente, se desarrolló u n a.lin d a velada
conmemorati^'a, nmy del agrado de los numerosos es
pectadores.
Los actos de esta últim a jom ad a fueron presidido!
por la muy reverenda M adre Inspecibora, S o r María
V alle, que pilso fe liz remate a las solemnes Bodas de
O ro.
S A N J U A N D E P U E R T O R I C O . - E l Rvdo. dor
Juan Ríu Farrán, sacerdote salesiano español, rccieiitementc destinado por !;• obediencia a trabajar en Puerto
Rico, ha encontrado alH un campo amplísimo y realmentc
promcledor para el apostolado entre los niños y jóvenede las olases obreras que habitan en las barriadas extre
mas o stdmrbios, tales como los llamados “ Los bravos de
B oston ", “ E l último Chance” , “ Condadito” , "C o re a ” .
“ Paralelo 38” , “ Santa E lena” , etc.
A llí.lo s Salesianos vienen trabajando con denuedo me
diante florecientes Oratorios festivos, la gran revelación
pedagógica de San Juan Bosco para la recristíanizaciói'
de la juventud de las clases humildes especialmente.
A poco de llegar el citado Padre R íu F arrán a la isla
ha tenido el consuelo de poder presenciar un acto que ha
llenado de santo y le^tim o orgullo su corazón de espa
ñol: su compatriota, la actriz M aría Fernanda LaiL-ón dr
Guevara, se ha constituido en bienheciora...de la Obra en
favor de los niños pobres durante el tienqx> que, al fren
te de su compañía, ha permanecido en lai isla.
E n uno de los banquetes celebrados en su honor, ella
misinav y por propia iniciativa, se levantó y comenzó
leoorrer las mesas extendiendo sus m anos a los comensa
les {ndién<Eoles una limosna para los niños pobres dt
Don Bosco. E l resultado de la colecta fué de 57 » dólares.
En uAo do los paréntesis del programa dió una repre
sentación completa a beneficio de la misma cAra.
Antiguas Alumnas del Colegio de las Hijas de María Auxiliadora de la Ventilla (M adrldi que asistieron al banquete celebrado oon ocasión de las Bodas de Plata dei
Centro
206
—
D E N U E S T R A S M ISIO NES
En agosto &e
la solida de minoueroe o los diversos lugares asignados por la
Obediencia. Ccdcúlase que basta lo fecha
han llegado a sus centros y a znós de 120 de
estos volerosos campeones de lo fe, jÓTenes
y llenos de ideóles de apostolado. Con ellos
se han mriquecido A m ^ ic o . A s ia y Africa.
El esfuerzo m ayor lo h a realizado España,
con 45 miembros d e eus tres Inspectorías, o
la cabeza d e los cuales es d e justicia men
cionar a l virtuoso y ^em p laris¿ io don F^rAondo Ortego, que entrega y a o estcte horas
su juventud en los solicitudes sacerdotales
por los leprosos del lazareto de A g u a de Dios
(C ^om bia), siguimido la s huellas heroicos de
aquel gran misionero que se llomó don Mi
guel Unió.
Nuestros lectores p in d é n ver en lo adjun
ta foto a l reverendísimo Rector M ayor, don
Renato Zuggiotti, d esp id i«id o a xm grupo de
sxpedidonarics, mientras les impone el cru
cifijo, w la BasOico de M o ría Auxiliadora.
UN
^U E LA
DE C IE G O S
EN BANK EOK
Para niños ciegos de Tailondia, una pia>
dosa dam a am ericana fundó, a m ediados de
1939, en Bong Eok, la primera escuelo, qu^
en 1944 confió a los Hijos de M a ría Aiíxiliadora.
Con ello, la s m i^ n e r a s salesionas acome
tieron una actividad nueva, haciéndose m a
dres y educadoras d e estos tiernos vidas, en
vueltas en lo oscuro do profunda noche, con
el noble Bu de llevarles la luz interna de
la fe.
No es triste ni silenciosa la cosa de los
ciegos de Bong Eok. como la desgracia que
o ella les h a empujodo. A penas se entra Im
presiona un movimiento ligero de bellas fiqrurinas, con l a cabeza erguida, la expresión
serena y colma. Niños y niños v a n y vienen,
suben y bajan, advirtiendo con la extremo
sensibilidad de sus pies deecolzos y d e sus
manos ágiles cuolquier posible obslóculo por
el camino. Es'udian en sus clasee, donde los
mejores maestros d e lo capitcd se honran en
comportir con las Herm anas la s tareas esco
lares, preparando o los olmnnoe hasta pora
continuor estudios superiores en la Universi
dad, siempre costeodos por la l^eohecbora
católica que hemos dicho.
Durante la s horas del día, los niños tocan
diversos instrumentos con verdodera pasión,
trcd>ajcin con cdegría, cantan, hocen gimna
sia, corren, se columpien, saltan sobre el
trampolín, todo, sin lastimarse lo m ás mí
nimo.
Estos cisguecitos son apasionados de la
Uterutura; la hermosa biblioleco, en carac
teres BroUle, les brinda numerosos lilaos. Es
curioso verles saltados en el s u ^ , por los
rincones m ás frescos, con un voluminoso libro
sobre sus rodUlas, posando páginas y p agi
nes, mientras se les ilumina el rostro con
placen'era sonrisa
descubrir mundos nue
vos b ajo loe rslievet d e aquellos puntitos.
Terminada la lectura comentan entre sí, cam
bian impresiones, hablan alborozadamente en
esa lengua de tan múltiples tonos, cuya ex
presión sem eja trinos de pájaros canoros...
En los momentos de pena corren, llenos de
Año tras año, en la Basí
lica de Marta Auxiliadora de
Tupín, se repite esta con
movedora ceremonia de la
despedida de los misioneros
salesianos, que reciben el
abrazo del Sucesor de San
Juan Bosco, ahora el Reve
rendísimo D. Renato Ziggiotti
jo
:
conflonsa, a Ici dir«ctora« donde ella esté: en
el relee'orlo, en eu habltaci6n... Se hacen
anunciar, a|Sor Hoeal», Bin mi^do ni a vio
lar la clotURira, que, tpobredtoa, bien l a U»*
vtm sufl o|oe en la oecuridad de eterna necbel...
L a radio, p a ra ellos, es un gran alivio. A
lo hora de los conciertos toman el oparoto,
lo lleven o la terrosa, buscan la onda y Es
cuchan, embelesados, oquellas melodías que
llenan su olm a de opthnismoi
El centro de la casa es la oopilla: de allí
irradia lo luz p a ra sus o)os apagados. M u
chos son todavía budistos. Las religiosos no
ejercen presión alguno sobre sus creencias.
Un suave toque de cam pana anuncia a los
creyentes que lo misa v a o emp^xor. Estos
niños estiman mucho la oración, y en el tem
plo se comportan devotos y recogidos. Los
m ayordtos ayudan a M isa con absoluta
exactitud en cad a ceremonia. Uno de ellos
toca el armonio acompañando los letrillas.
De vez en cuando la capilla se viste de
hesto pora celebrar bouUsinos, confirmacio
nes o primeros comuniones. «¡Q u é gusto
— exclamó dertd día un pequeño recién bau Uzodo, mientras se contaba « A l Cielo, a l
Cielo, si, — a verla un d ía iré...»— ; bosta
ahora no hobia pensado que en el Paroíso
no estaré y o ciego y podré contemplar con
mis ojos a ki Vbgenl...»
DE BUDISTA A
M ISIONERO
H a llegado a Turín, p a ra estudiar Teolo
gía en el Ateneo Pontificio Salesiono, el jo
ven birmonés Bibiano M addox-Vas. ex mon
je budista, cuyo primer encuentro con Jesús
as reolmente interesante.
Su hermana m ayor, alumno de un rico co
legio protestante d e Rangoon, volviendo de
vacaciones, llevó consigo un csrudfilo, qite
enseñó a Bibiano mientras le decío: «Bfira,
éste e s el verdadero Dios. Tus dioses, aun
que revestidos de oro y pedrería, son ídolos
mudos y sordos como un tronco.» El mudkocbo se encolerizó y dijo a su hermane:
■Guórdote ese tu Dios desnudo, pobre y
ensangrentodo. Y o no t « ig o m¿^ que tin
dios, cubierto de piedras preciosos.»
El birmonés se hizo monje budista, vistióte
amarillo soyoL y c a d a m añana so lía oon los
otros monjes o colectar, de cosa en cosa, la
limosna de arroz p a ra alimentarse. Posoba
ei tiempo en aprender las r a d o n e s budistas,
en estudiar los letras, & i meditar sobre lo
caducidad de 1(% rosos mundoncles y sobre
le paz del nirvana.
G uardóbonle muchos atendones los m on
jes, espedalm ente mirando a su abuela, que
habió levonfodo en Tovoy, o sus expmscu,
:m a rica pagoda. C a d a farde, Bibiano visi
taba 0} ab ad , llevándole un rom o de rosos,
con plátonoe y piños. □ o n d o n o le peoío
las manos en l a cabeza y le decía: «T ú eres
mí ángel bueno. U n día ocuparás mi pueeto, como jefe de este monasterio.»
M á s tarde, Bibiano fué colocado por sus pa
dres en un colegio de Rangoon. Mientras los
compañeros iban a la iglesia a contar eolmos y o oír sermones s o ^ e la Biblio, é t fe r
voroso budisto, tomoba sus flores y su s ve
les y se dirigía a la lam osa p a g o d a de oro.
pora hacer sus postradones.
Cierto día, un compañero le dió uno pu
ñalada. Espantada la madre, le sacó
colegio, ingresándolo en el de los Hermonos
Ordertsción sacerdoiai d e i
saiesiano chino P. Tomás
Yl, celebrada recientemente
en Hong-Kong
En la página siguiente: ni
ños de la parroquia satesiana de Tokio Jugando ale
gremente
208
—
f
CRONICA
DE G R A C I A S
Atríbttitíos a María Auxiliadora. San Juan Sosco y demás Santos y Siervos de Dios siieiianos
LA CORURA.— Agradecido a Maria Auxiliado
ra por hc±> rme concedido la curación de una
grave eirfe <meaad a mí, y antes tanvbién la de
oiira no menos grave de una hija mia, hago pú
blicos mis seniim.entos, después de haber en
viado un donativo para la iglesia que a la Virgün de Don Bosco so acaba de levaniar
Ron
da.— C. Alvarez.
SALAMANCA.— £l Id del pasado septiembre
me hallaba de servicio en la estación de esta
ciudad. Mien-tras enganchaba dos vagones ful al
canzado por los topes, y el godpe me fracturó un
hueso de la pierna, me produjo varios vómitos
d<|sango y me causó otras lesiones menos im
portantes. Al verme en peligro mis labios pro
nublaron estas palabras: "¡M aría Auxiliadora,
acuérdate de mi, que es el ú.timo dia de mi vi
d a '” Paip..bJememe senil su valiosa protección
que nrtc lib.aba de segura muerte. Prometí pub.ica.lo en el BCM.ETÍN SALESIANO para ositmuio de sus devotos.— N. González.
FRAILES (Jaén).— Hacia varios meses que mi
esposo padecía un dolor, en apariencia de poca
importancia, que Jos médicos atribulan a reu
matismo. Un día se agravé sin que la ciencia
enconirase remedio a sus intensisimos d o lo r*.
Un pariente mío, ex alumno salesiano, nos
aconsejó hacer una novena a María Auxiliador.*!
aplicando al enfermo la reliquia de San Juan
Bosco.
Al segundo dia de la novena ei paciente lle
gó al paroxismo del doior; e] roce mismo de
las sábanas le molestaba sobremanera. Pero ape
nas se le aplicó ja leliqu a sinuó extraordinario
alivio. Al tercer dia abandonó el lecho y hoy go
za de perfecta sa^ud, continuando su trabajo y
su vida normal.
Agradecida, cunólo la promesa y envío un pe.
queno obsequio a la Santísima Virgen.— DcUiiela
^ rraD o .
1
de los Escuelas Cristianas. Con ellos. Bibia
no estudió nuestra Religión, venció la re
pugnancia que sentía en adorar a un Dios
pobre 7 humilde y, boutizado poco después,
comenzó a ser un católico ierviente.
Vino lo segunda guerra mundial. Birma
nia fué Invadida por el ejérdto joponés. El
nuevo cristiano vio la caída de M oulm dn,
la crisis de Rongoofi, lo destrucción de M an
dalcry, y con los suyos huyó dekmte de las
^ropott niponas. Después de infinitas peripe
cias Regó o Tezpuj, donde le acogieron ca
riñosamente los misioneros sol^sionos. Una
Hija de M c ria Auxiliadora le <bjo, como ins
pirada por el Cielo; «T ú seros salesiano y
sacerdote.»
Efectivomente, Bibiano entró en una C o sa
Salem ana de formación, e hizo su profesión
religiosa. A b o ra espercÚM con vivas onsios ^
momento de su Prim w a Miso.
MADRID (Carabanchel Alto).— Llevaba mi her
mano tres meses pendiente de la solución de un
delicado problema familiar. Hab éndose agrava
do el caso, recurrí a María Auxiliadora por me
dio de una noverra, pidiéndole pronto y favora
ble resultado. B] último dia la Vi. g n se mos
tró Madre benévola, pues nos vino la so ución
por el conducto más inesperado. Agradecido,
cunólo la promesa de publicarlo.— Rafael Avala,
S. D. B.
Dan también gracias a ]a Virgen de Don Bos
co, después de enviar una linxisna para su cul
to o para las obras saJesianas:
Ba ruocopardo (S8lam*’nca), doña A n t o n i a
Sánch'^z, por favores recibidos.
Málaga, doña Mercedes Mata, por haber sa
nado su hermana doña Eloísa de grave enfermedad sin la intervención quirúrgica que so
creía indispensable.
Doña Pilar RaicCló, de Ribas de Freser (Gero
na), por haber conseguido la salud de un lamiíinr.
Don Francisco Barceló, de la misma poblaci^m, por una gracia obtenida.
Doña Herminia A va rez, de Vigo, por haber
logrado la curación de un h'jo.
Don P. N., por la milagrosa curación de su
hijíto y otros favores.
Don Federico González, de Las Palmas, por
un señalado favor.
Don C. A. y señorita C. M., por haber logra
do el pr'mero una colocación más ventajosa.
FUENTES DE SAN ESTEBAN (Sa'amanca).—
Una hermana mia cayó e n fem a , sin que los
médicos pudieran diagnosticar durante bastante
tiempo, hasta que al fin se descubrió que era una
hemorragia interna. Para remediarle la gran
anem a que se apoderó de cita hubo que hacer
le \arias transfusiones de sangre, con vistas ade
más a la intervención que los facultativos aco
metieron con temor de que 'no piudjera reslstir—
209
la. Efl este trance me acordé de Don Bosco, el
Santo do mis años do estudiante, y puse una re
liquia suya en la cal>ocera de mi hermana du
rante la operación, la misma que conservó todo
el tiempo de su estancia en la olinlca. Todo re
sultó fe'lrm ente y mi hermana, des^és de siete
días, se halla entre nosotros. Envío una limosna
paia el S minarlo de Arévalo, muy aeradecido
«1 Padre de la Juventud.— Eladio Bernal.
VALENCIA.-—£o cuimpllmlemo de una prome
sa hecha a San Juan Bosco, envió agradecida
den pesetas para su culto y las obras salesianas.
Señora de Ciscar.
Un hermano mió se hallaba grave. Yo acudí
conílada a Santa María Mazzareilo, y al día si
guiente, visitando al enfermo, él misnK) me con
tó lo siguiente; “ Anoohe soñé que venían a ver
me un médico y una Hija de Maria Auxiliadora.
Esta, acercóndosomc, me d ijo: “ Vengo a curar
te” . Me desperté, pedi alimento, comí con apcHto, y me encuentro bien” . Efectivamente, mi
hermano dejó el ledío aquel mismo dia, después de hab»>r pasJKln veintidós entre la vida y la
muerte.— Beatriz Diaz.
ARUOS (T a rrigon a ).— El 2S do abril caí errfer,
nw> de pleuresía. La enfermedad seguía su cur
so, pero sin ceder. Bl wninonte especialista, an
tiguo aJumno, doctor Viñas, declaró la necesi
dad urgente de una delicada operación. Por ser
domingo, los médicos del hospital se negaron a
hacerla. Una vez convencidos, expusieron su te
mor de que mi vida acabase durante la misma.
Hacia la mitad de su trabajo me dió un fuerte
colapso, por lo que creyeron que había expirado.
Pero el señor director del Colegio, allí presente,
Gsl.tba seguro de lo contrario, pues tenía puesta
toda su confianza en Domungo Savio, al que en
aquellos momentos rezaban mis con^añeros.
Pasadas cuatro horas di señales de vida. La
operación fue fe liz. De dia en dia iba mejoran
do, de tal modo, que el 24 de mayo pude ya
dejar e l lecho.
Muy agradecido al Beato, publico la gracia
alcanzada por su valiosa intercesión.—Alfonso
García de Eulate.
Don A. Casabuena, de la misma población, da
gracias ai Beato Domingo Savio por un impor
tante favor consoguldo y envia cien pesetas para
su culto.
SAN JOSE DEL VALLE (Cédiz).— Hago público
mi agradücimlento al Siervo de Dios Don Felipe
Rinaidi por un favor especial, que atribuimos a
su Intercesión, después do haberle invocado con
la mayor confianza.— Manuel Tejera.
CARADANCHEL a l t o (M adrid).— Hicimos una
novena para pedir al querido Siervo de Dios Ceferino Namoncuré la gracia suspirada de ser
destinados a las Misiones. Teníamos pocas pro
babilidades de éxito ante dificultades casi inven
cibles; pero ya somos misioneros, dcstlt>ados a
Conl-oamérica, por lo cual quedamos prerfundamente agradecidos, y pedimos a Dios que pron
to podamos ver a) shnpAiico araucaniio en los
aliarcK.— Or«s Salesianos.
PAMPLONA.— Padecía una conjuntivitis que, a
causa de un Incidente en un ojo, se ctmvirtió en
foruncular. El doctor opinó que se debía operar.
AfWe esta s'tuación, acudí a nuestro mártir don
José Rabasa, con quien en mi vida me unió fuer
te am’ stad. Al visitarme el doctor al día siguien.
le estimó innecesaria ya la Intervención. Pronto
me vi totalmente restablecido.
Espero de este heroico saleslano otra gracia
de orden superior.— Joan Miret.
210
—
IN M E M O R IA M
DON JOSE SALGADO DE LA RIVA
En Villagarcía de Arosa (Pontevedra) falleció
hacc: unos meses este modelo de Cooperadores
Sales lanos.
Fué preclsamer»te eso: Cooperador Saleslano,
en el sentido genuino de la palabra. Mientras la
fortuna le favoreció ayudaba generosa y abun
dantemente a nuestra Obra de Cuba, y luc-go,
a la de Cambados, cuando hubo de repatriarse.
Se distinguió de manera especial por su devo
ción a Maria Auxiilladora y a Don Bosco, sien
do verdadero aipóstol de ellos entre Jos jóvenes
obreros, a quienes hacia un bien inmenso con
sus exhortaciones y su trato afable. Vivía el es
píritu salesiano y se lo comunicaba a cuantos
le rodeaban, sobre todo a ios jóvenes.
Se gloriaba de su titulo de Cooperador, que
acompañaba siempre a su firma en los escritos
y a su ncmibre en las tarjetas de visita.
Descanse en paz.
DON MARCELO JIMENEZ
En Salamanca entregó su alma a Dios, en oc
tubre último, este gran cristiano, que generosa
mente dió a Dios un hijo suyo en la Congrega
ción Salesiana.
Larga enfermedad, sufrida con entereza y re
signación, fué purificando su alma. El mismo
pidió los Santos Sacramentos al notarse cerca
de la eternidad, y en los úUtlmos instantes rogó
que le recomendasen a Dios con las oraciones
litúrgicas, que contestaba y acompañaba.
Reciban su hijo, don Antonio, y su hermano,
don Pablo, ambos coadjuto-es saleslanos, la ex
presión de nuestro fraternal sentimiento, mien
tras pedimos a ios lectores encomienden a esta
alma t^cglda.
DORA CONCEPCION JANER Y SERVITJA
Esta distinguida dama murió en Santa Co'oma
de Farnés (Corona), el 22 del pasado octube, a
los ochenta y ocho años, rodeada del cariñoso
afecto de sus ocho hijos presentes y numerosos
nietos y bisnietos.
Toda su vida fué un cjempilo constante de vir
tudes cristianas, que le alcanza on de Dios la
dicha de contemplar a los hijos de sus hijos
hasta la tercera generación, después de ver for
mados en la piedad y ei trabajo, como repro
ducción exacta del hogar paterno, los hogares de
su numerosa prole.
A todos sus familiares, especialmente a sus
hijos don Prudencio Puig, presidente de los
Cooperadores de Mataró, y a doña Trinidad Pulg
de Vllatorsana, nuestro niih sentido pésame, con
la pron>esa de fervorosas oraciones por el alma
.le la querida difunta.
INDICE DEL AÑO 1952
ArticiiJo^ de fo n d o .— E l cuarto suctsor de San Juan
Bosco a los cooperadores saJesianos, pág. 3.— iDon Pe
dro Ricaldone y .el “ B oletín Salesiano” , 16.— Nuestra
Cuaresma, 3 3 . — Marat-ilJas d,2 San José, 43.— Don Bos
co y la Comunión, .7 5 .— Qué pensaba Don Bosco de la
Comimióci frecuente, 77,— La grande importancia que
Don Bosco le d a b a . a Iti Comiuiión frecuente, 84.—
Magno Congreso Internacional de la P ía Unión de CooperaldOres, 125.— Un sueño profético de San Juan
Bosco sobre el Papa Pío X , 126.— E l quinto sucesor
de San Juaei Bosco, .1 4 1 .— El “ B oletín Salcsiano”
cumple 75 años, 150.— E l nuevo Rector mayor a los
cooperadores salesianos, 15Ó.— A i^ u stas directrices, 137
y 1 7 *.— Los cooperadores, salesianos en la Acción Ca
tólica, 158.— iLlamamiento de la SsriUa Sede para el
Doniund de 1952, j6 6 .— Las primeras “ Buenas N oches”
de nuestro R ector m ayor, 173, — L a glorificación de
nuestros mártires, 183.— H ace.tras siglos y medio, 191._
San Fraacisco de Salea (carta! del Obispo de A nnecyj, 196.— Página saíesLana (“ Buenas Noches” ), 199.—
San Francisco de Sales, Obispo, 2Co.— E l corazón de
San . Francisco de Sales, 202.
Dan P edro. Ricaldone: E l trstamentO' espiritual del
Rector mayor, 7 .— Resumen biográfico del Revm o. Don
Pedro Ricaldone. 8.— Santa m uerte de Don Pedro R i
caldone, 13 .— Entierro y funerales del cuarto sucesor
de Don Bosco, .1 5 .— L a paternal bondad de Don Pedro
Ricaldone. 25.— Fascinador ascendiente de Don Pedro
Rdcaldone sobre los jóvenes, 5 1 .— Sencillez de Don Ri
caldone, 61.
Don Renatio
Su elección, 141.— Hecho a
la obediencú, sahe gobernar muy bien,. 146.— Datos biográlicos, 172.
Efem érides seculares,— Paso a p a s o ..., 17._P ro ag u e
la lucha con los protestantes, 24.— Los en em igos... do
mésticos, 4 5 .— Ejemplo opoituno, 6 1 .— E l' primer templo
que levantó D on Bosco, 93.— D e nuevo en obras, to8.—
F lores de virtud, 124.— Unión de corazones, 147.
Aecntecim ientos más importantes,— A uge creciente del
Colegio de San F ern an d o.b ajo el signo salesiano, 5 1 .—
Congreso Eucarisitco Internacional (progra
mas), 52 y 86.— Idem idcai (oración), 5 9.— Diploma de
honor concedido a. las E E . P P . Saíesianas ’de Pam
plona, 6 3 .—Bendición de S . S . a la Obra de Don
Bosco m el Utmguay, 67.— Del (M d o de Corpus Christi, 80.— Lo^ m ejor de todo, el ano, 90.— Las Compañías
trabajan en Badalona, 9 5 .— Una curiosa encuesta entre
los muchachos del Oratorio Festivo, 96.— Labor cris
tiana y social de los Antiguos Alum nos (Sevilla), 104,—
Ecos del Congreso Eucarístico, 109,— Kn la cumbre dcl
Tibidabo, i t i . —-Bodas de O ro del Colegio Salesiíino
de Córdoba, n a . — M ensaje de S . S . el Papa en la
clausura del X X X V Congreso E uoarí«ico Internacio
nal, n s . — DeclUración de fe católica formulada iw r el
(ñ udillo de España en el XX X V ’ C . E . I ., n g . —
Juscísima distinción al Padre V iñas, 124.— Don Bosco
con los muoliachos aprendices en la Sierra, 148.— Ecos
del Congreso rntcrnacional de Cooperadores, i(>i.“ -EI
R vdo. Padre Rodolfo Fierro oelebra sus Bodas de Oro
sacerdotales,. 165.— “ Nuestra portada" (noviembre), 184.
Ecos de las fiesftas (en honor de San Francisco de Sa
les) en .Annecy, 192.— San Jup.n Bosco Patrono de la
Unión Nacional de Coop-eratiras de Iiidtvstriale.s, 94.
P or la glorificación de nnestros tuárlires: Páginas -*4,
45, 106, J20, 136, J40 y 1S2.
D e nuestras iníííow .'j; L a granja d e Uriurkuppan (In
dia), 29.— Esaidiantado filosófico en il Japón, 30.—
E l gobernador, del ' Assam escribe sobre la Technical
Sohool Salesáana, 32. — Conversión d e . un joven M a
mes, 4 7 .— Encuentro con los chavantes, 49.— L.a “ Salesian P ress” en Formosa, 50.— N ueva diócesis saJcsi.ana
en la India, 6g.— El' Centro Católico de M adrás, 63.'—
Misión del A lto Orinoco. 68.— Iglesia a Don Bosco en
Charrapunjee, 99,— L a fa z de la nuevai China, 10 1,—
Cruzada de píensa católica en el .Tapón, 1 1 7 .— L a dió
cesis de Pibrugarh, 132. •— N uevas misioner.is in
dias.
— R eflejos rojos en China, 134.— Ecos de Shiu
Chow, 179.— Partida de misioneros, 207.— Una escuela
para ciegos en Bangkok, 307.— D e budista a misione
ro, 208.
Nccrologias,— Solesianos difuntos: Rvdm o. Don P e
dro Ricaldome. 2; R vdo. Don Ernesto M iglietli, 37:
R vdo, Don Isidoro Gama, .5 4 ; Rvdo. Don M iguel Rie
ra, 74: R v d o . Don José Marn.o, 105; Rvdo. Don Juan
Romero Montaño, 154. - - Cocperadires difuntos: Don
Sebastián Hernández, Doña Nieves SanLamaria, 38; Don
Pasqual Boada. Don José Tripaldi, Don R afael Cam
pos, Doña Berta D árila-Pon ce -de León, 54; Excelentiaimo S r. Don José Compte. y Viladomat, 70; Doña E n
carnación Pinülo, D oña P ilar M arliuez, Doña Josefa
González, D m a. ,Sra. Doña Rafaela M anrique de Lara,
Don Jorge A lvarez, Doña Concepoión. Garrote, 105;
Doña Inés Hernández, Doña Vicenta; M aría M onfo n , 121; Doña Hifaria Moreno, Doña Carmen Coll,
l>on Bernardino Moreno, 154; Doña .María Iñigo, Don
Vicente vVndrds, Don M an ad C an de, Doña M aría Lacámara, Don Tomás Castiñeira, Doña M aría Joaquina
A lvear, Don Ignacio Sánchez Gutiérrez. 170; D071 José
Salgado de la Riva, Do.t M arcelo Jiménez, Dofia Con
cepción Janer, r:<>.
2H
-Vii'
E’scolanía del Tempfo Nacional Expiatorio del Tibidabo (Barcelona). “ Los
Jilgueros del Dios Eucaristía" que desgranan sus trinos en honor del
Sacratísimo Corazón de Jesús, como en “ Pregón del Año Centenario"
BOLETIN SALESIANO
Apartado
9. 1 S 4. — M A D R I D
KagaBioa •
■ •aofai « m p lM a Q i d« C*«
R *« e M Blrrma il«TelT *T a 1m
d « l r*>
a ita a t* loa •{•mpiaraa « « t » daatiaaUrie
« • tM hallado. Maohaa graeiaa.
Prensa Ur&fica,— HermosUIa. 7 S .— Madrid
-
Texto
-
S
U
M
A
R
I
O
:
Hace tres siglos y medio.—rEcos
de las fiestas conmemorativas__
De !a pastorai del Obispo de Annecy.— El corazón de San Fran
cisco.— Página salesiana,— S a n
Francisco de Sales, Oblspo.^— Por
la gloriñcación de nuestros már
tires.— Noticiario salesiano.— Re
lación de gracias y favores.— De
nuestras Misiones. — Necrología,
Indice del año 1952
NUESTRA PORTADA: San Francisco de Sales, Obispo y Doctor de ia Iglesia,
Patrono y modelo de la Familia religiosa, fundada por San Juan Bosco
lANO
R E V I S T A
AÑO
LXV
DE
L A S
O B R A S
DE
D O N
Dirección y Ad rnim straoón: A lca lá , 164 - AAAORID
#
B O S C O
D iciem bre 1952
HACE TRES SIGLOS Y MEDIO
£l 18 de diciembre de 1602, íestiyidod de
la Inm aculada, San Ftoncisoe d e Sedes re
cibía en Thore&s l a coneograedón episcopoL
H ace treedenios Gincuenta años.
Es una fecha que no puede posar por
nuestra vid a sdesiem a sii^ de)ar edgún relie
ve .en el recuerdo. El gran O l^spo d e Gine
bra inionna todo e l espíritu e v an geliso d ^ y
docrate de lo C o n g r e g a d ^ , y oportuno p a
rece aprovechar circunstancia tan memora
ble p o ra que loe Co^>eradore6 d e Don Bos^
co h agan un poco de examen en su concien
cia d e apóstoles, sobre cómo imüan o l gran
A p M to l.
He aq u í por qué dedicamos este número
de fin de añ o a rememorar aquello fecha
en que a— , la mansedumbre se combina
con la dignidad.» Su modestia le hizo am a
b le a pequeños y a moyoree. Su íortalexo
con loe grandes es impresionante. Su doc
trino conduce por la vio d e auténfioa sanüdad. Su dirección salvaguardo l a preeminend o del estado reUgioso. Su serenidad, eetintable dote de un olm a vivo, no busca en
€\ amor sino la voluntad dlvirá...
El Nuncio oetólico, ol fin de la bfisa,
onlee de dar la bendídón popal, comentó
con amplitud y elocuenda el dtado texto
pontificio, de lo que hocemos reierenda en
otro lugar de este número.
Los fiestas en Annecy se clausiiroron por
le tarde, en uno lervorosíslma fundón d ^ l e :
a lo 0 tres, todas las parroquias de la d u dod, y las de muchos pueblos y oldeag
In región, convergieron en lo Basílica, en
piadosa peregrlnodón. pora rendir el mere
cido homenaje cd Santo Obispo, que, como
tan ocertodennente dijo en el sermón e l iluatrísimo señor Secret, organizó en toda l a Saboya l a vida parroquial tan definitivamente,
bojo las normas del Concillo de Trente, qu^
las nonnos dictadas por él sirvieron de poderoeisimo b a se po ra l a m archa de lo parroquio apostólica moderno. A las seis y
media se dau su ró la novena con una bxAd ó n pontifical, en la que, conduido el ser
món de monseñor Petit, del que m ás cátelo
se hoce referendo am plia, el señor Obispo
de Perpignon dió la bendición ^ucaxística rs: M on
señor Grtbaldi. de E vian ; Monseñor Pobel, de Bonneville, y MonsefSor M aístret, resident/e en Ai.\. I.* celemon'!,') tuvo lugar en Thorens. el domingo ^ de di«.iembre de 1603.
Pero Dios quiso mostrar ese dU. al ^iervu fiel las
complacencias de su am or... L a iglesia de Th oren s ha
sido emhrílccida, pero no transform ada. K>. pues, pn
ese misme lugar donde Francisco de Sales. .*irrodillado.
rccihió las gracias y las dignidades del Obispado; es ahí
donde recibió, por ministerio de la Iglci^a, esposa de
t'risto, la herencia que Jesó» mismo ha dado a sus
Apóstoles: la misión d e enseñar y gobernar y santificar
la Iglesia de Dios, en los límites de una diócesis, para
extender en ella, con su vida y por su palabra de tcsiMgo y de apóstol, el reino d e Cri.sto. A b í fué, mien
tras se hallaba postrado ante el altar, donde tuvo una
visión ... V ¿ q u é .e s lo que \*ió?: “ La m uy adorable
Trinidad (que) realizaba interiorm ente en él lo que los
Obispos hacían cxteriorm entc alrededor d e su persona.”
Más tarde relatairla en un sermón las maravilla.s que
Dios había hecho.en él el día de su consagración. Quedó
tan impresionado de ello, que estuvo durante casi seis
semana» ocupado de “ la grandeza de su ministerio y de
las excelencias de su dignidad” . Hizo entonces el “ gran
de y espantoso soto de encargarse de las almas y de
m orir por elU» si preciso fu era” . Pues Dios— añáda
me había arrancado d e mí .mismo en esc día para llevaim e basta F.l y después darme al pueblo” .
El Obispo con»igrado habría oído bien la palabra ” . Ú n d ía llegó a Brízon (cuyo acce^
so es i>digroso) con los dedos de las manos desollados
y ensangrentados los pies, dentro de los zapatos rotos,
lo que le produjo dolorosas molestias durante ocho o
diez días. “ Pero, jq u é importa que yo su fra un poco
-^edla— si consiga algo para la salvación de tas
.ihuas?”
Y es que amaba su dióceds con el alma ardiente de
un santo. Amaba su ciudad de Ginebra y rogaba por
ella: “ | Señor, que se conviertal Y w nuestros pecados
se oponen a ello, que vuestra infinita bondad nos con
ceda esta g ra c ia .” Am aba a l pueblo fiel que visitaba:
“ Me equivoco — dice— porque no sé en todas las oioria
i H