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Los nuevos So cerd ofes de los Inspectorías Bético y Céltico con su Sr. Director,
0. M a x im ilia n o Francoy. -
IS0 ILIE1ÍIIN SiULIESIIIlNO
R E V I S T A
A ñ o L X V Ill
D E
^
L A S
O
B R A S
D E
D O N
S E P T IE M B R E 1954
B O S C O
N ú m e ro 9
SOLO VIKTIIÜ ES NÜliLEZA
BLASONES DE NLIESTKÜ ESCUDO
Un bosque y unas rnlinas
En el escudo salesiano, como en todos los escudos nobiliarios—y ya se sabe que nuestra no
bleza aspira a identificarse con virtud—^no hay blasón inexpresivo. Los más pequeños detalles
hacen referencia a puntos característicos de nuestro apostolado.
Pues bien, en el centro de su campo, bajo el ancla, que es blasón muy destacado, unos árbo
les y unos cerros condensan otro blasón. Bosco en italiano es Bosque; tras del bosque se vislum
bran siete colinas, sobre las que se alza Roma, centro de la cristiandad.
Salesiano Je Don Bosco y católico romano son dos ideas que e c confunden en una: apóstol
de Jesucristo. Sin Roma. San Juan Bosco no existiría; sin San Juan Bosco, Roma para el salcsiano sería denominador común a cualquier cristiano fiel. Uno de los mayores dolores de nues
tro Padre fué ver cómo el poblado material construido sobre las siete colinas se le iba al P ap a;
una de las mayores alegrías de sus Hijos fué la feliz coincidencia del Tratado de Lctrán, cuan
do las .siete colinas se encogieron y adentraron en la Ciudad Vaticana al par de la primera exal
tación de Don Bosco a los altares. Porque, aunque el romanismo de la Iglesia no se cifra en
mayor o menor cantidad de kilómetros cuadrados, veinte siglos de catolicismo nos han acostum
brado a m irar a Roma cada vez que el corazón confiesa y afirma su fe en la única Iglesia, como
a Don Bosco le enseñaron a trillar el camino que de Turín conduce a ella, cada vez que su co
razón romanísimo necesitaba explayarse en el del Romano Pontífice, o el Romano Pontífice
le requería con acentos paternales para oírle como a oráculo del cielo.
El salesiano que no sea de Don Bosco debería transferir .su apellido a cualquiera de las
obras admirables que se entroncan en el apellido de nuestro dulce Patrono, menos en la nuestra
rrecisamente, salesiana de Don Bosco. Y el salesiano de D on Bosco que no esté con el Papa,
con el Papa siempre, con el Papa hasta morir, no puede ser tal salesiano.
¡Hijo de San Juan Bosco y católico fidelísimo al Papa, ideas inseparables, que se confun
den en u n a !
—
1
En la Escuela Salesiana
ORIENTACIONES A UN JOVEN QUE VA A EMPEZAR SUS ESTUDIOS
II
Mucho le inlercsa trabar amistades con personas
de igual condición cuyo trato te sirva de apoyo y
fortaleza, pues es cierto que la comunicación con los
que tienen su alma bien encauzada sirve en gran
manera para encauzar la nuestra con acierto, o para
mantenerla en el buen camino. Creo que en las ca
sis di' los religiosos encontrarás algún espíritu aten
to que se alegrará de que vayas a visitarle para entreicncrtc y recibir aliento espiritual.
Me asusta pensar que te des al juego; 1?> temo
porque sería para ti un inmenso m al: en pocos
días verías disiparse tu corazón y marchitarse todas
las flores de tus buenos deseos. El juego es trabajo
de perezosos, y los que gustan de ¿1 con los podero
sos, bajo la excusa de que ello es el camino más
corto para darse a conocer, demuestran carecer de
méritos verdaderos, pues recurren a esos medios propie; de quienes creen que. por tener dinero, ya lo
pueden exponer; no es muy honrosa la alabanza
de los que se hacen famosos por jugadores, antes,
si la mala suerte les causa grandes pérdidas, todo
el mundo los tiene por locos. Y nada digo de la
secuela que ello trae do cólera, dcse.spcración y locu
ra. do la cual no queda exento el último jugador.
Deseo que tu corazón tenga fortaleza bastante para
no halagar demasiado al cuerpo con refinamientos
en la comid.T, excesos en el descanso y otras como
didades parecidas; un corazón generoso siempre me
nosprecia los regalos y delicias de los sentidos. El
Seílor dice que los que viven iujosamcrUe moran en
¡as casos de las re}vs: y a eso me refiero. No pre
tendo decir que todos los que viven en la corte vistan
lujosanieníe. sino que los que visten lujosamente son
los que viven en la corte. Ahora bien, no habla del
indumento externo, sino del porte interior; por lo
que hace al exterior, mejor que yo sabes tú aque
llo que te conviene, y no me incumbe hablar de ello.
Quisiera que de vez en cáiando castigases tu cucríjo haciéndole sentir alguna dureza, menospreciando
ios regalos y renunciando a lo que halaga al senti
do. pues conviene que la razón se ejercite en hacer
\aler la autoridad que ticr.otpara regular los apetitos
sensuales.
Falla, sin embargo, que te diga lo siguiente: Ima
2 —
gínate caballero de la corte de San Luis. Quería este
santo rey que se fuera gallardo, animoso, desprendi
do, de buen humor, cortés, sociable, franco y de finos modales; pero ello no obstaba para que quisiera
más que se fuese buen cristiano. Si hubieses vivido
cerca de él, le habrías visto reír con amabilidad, ha
blar animadamente cuando hacía al caso y cuidar
de que lodo resplandeciese a su alrededor, para
mantener, como un nuevo Salomón, la dignidad realDespués de eso le habrías visto asistir a los pobres
en los hospitales, hermanando la virtud cívica con
la cristiana y la majestad, con la humildad. Eso es.
a fin de cucnta.s. lo que debe uno proponerse; no
perder en gallardía por ser cristiano, ni mostrarse
menos cristiano por ser más gentilhombre. Para logrario hay que ser excelente cristiano, es decir, muy
devoto y piadoso, y a ser pos’ble, espiritual, pues,
como dice San Pablo, el hombre espiritual todo lo
discierne; se percata del momento, del grado y las
circunstancias para la práctica de todas las virtudes.
Medita con frecuencia en que vamos por este mun
do entre el paraíso y el infierno; que el último paso
de esta marcha nos dejará en la morada eterna, y
que desconocemos cómo será este paso, el cual, para
andarlo con seguridad, requiere que nos adiestremos
on dar bien los anteriores. ¡Dichoso el que medita
en la eternidad! ¿Que significa entretenerse en jue
gos de niños sobre un mundo que no sabemos cuán
tos días tiene?
Para terminar como empecé, le repito que vas a
arriesgarte en alta mar, y que debes tener ^mprc
a Jesucristo por patrón: la cruz, por mástil que
sostendrá el velamen de tus propósitos; por ancla,
una profunda confianza en El.
Parte ya en buena hora, que el viento de las
celestiales inspiraciones hinche siempre y cada día
más prósperamente las velas de esa tu nave, basta
arribar felizmente al santo puerto de la eternidad.
i" Francisco Je Sales.
Obispo de Ginebra.
Annccy. 8 de diciembre de 1610.
EL JEFE DEL ESTADO ESPA Ñ O L inauguro en Polencia
el Colegio de Huérfanas de Ferroviarios, regentado
por Hijas de Moría Auxiliadora.
26 DE JULIO DE 1954, FECHA M E M O R A B L E P A R A FA LE N C IA
Así encabeza el «Diario palentino» su amplio t c poriaje en el número del 27 de julio, sobre la aper
tura de un maravilloso centro educativo que el
Estado español ha encomendado a las religiosas de
Don Sosco. E>e él tomamos material para la reseña
en nuestra revista.
EN EL COLEGIO DE HUERFANAS DE
FERROVIARIOS
Sobre las siete y quince d ’ la larde, llegaba
S. E., con su esposa doña Carmen Polo de Fran
co, su séquito, acompañamiento y escolla, al recin
to dcl Colegio de Huérfanas de Ferroviarios. Su
entrada, como una apoteosis triunfal, tuvo la cá
lida y jubilosa acogida de estas quinientas niñas
icsidentcs en el Colegio, quienes, con sus profeso
ras. las Religiosas Salesianas de San Bosco. x en
contraban cubriendo el largo pasco del jardín dcl
Colegio, en dos larguísimas filas. No se cansaban
de ^ u d a r con sus manos y de vitorear entusiás
ticamente, e! paso dcl Caudillo .
El momento era impresionante. Quinientas muv'iiachas, con sus uniformes de escolares, vitorean
do y aclamando a Franco y a F.spaña, y formando
como gráciles árboles vivos, con una vida intensa
de fe y de gracia, las dos paralelas de un cordial
camino que Su Excelencia el Jefe del Estado rcco•ría para llenarse de más júbilo de España, de
más agradecimiento de España.
En la puerta principal esperaban a Franco, con
las autoridades eclesiásticas y civiles y militares cita
das. las altas personalidades de la RENFE y los con“-jeros en pleno dcl Colegio de Huérfanas, quienes
ic cumplimentaron respetuosamente, para seguir al
mterior dcl Colegio, donde iba o cekbrarsc oficial'lentc, con el refrendo supremo dcl Jefe dcl Estado,
inauguración de aquel magno Colegio, que se le
vantaba nuevo, reciente, cumbre, en aquel viejo hori
zonte palentino, que también tenía la impronta y la
'■ustar.cia de los más augustos capítulos de la Histona Patria
BENDICION DEL ESTABLECIMIENTO
Su Excelencia, acompañado de su distinguida esr ^ , doña Carmen Polo- de Franco; Ministro de
Obras Públicas; Capitán General de la VI región.
Exemo. Sr. Don Antonio Alcucilla Pérez; General
Jefe de la Casa Militar de S. E., Sr. Franco Salga,
do; segundo Jefe Intendente de la Casa Civil, señor
Fuertes, señores ayudantes de Servicio de S. E. y
otras personalidades que constituían su séquito se
dirigió al vestíbulo principal, donde por el Exemo.
y Rvdmo. Prelado de la Diócesis, Dr. Souto Vizoso.
asistido por el Iltmo. Sr. Vicario General Dr. Gu
tiérrez; canónigo Sr. Rey Pita, y capellán dcl es
tablecimiento. señor Paniagua, se llevó a cabo la
solemne bendición de las distintas dependencias dcl
Colegio.
HOMEN.AJE AL CAUDILLO F.N El SALON
DE ACTOS
Terminada la ceremonia religiosa, el Caudillo con
-u séquito entró en el .salón de actos, ocupando el
>.1(10 preferente de la mesa presidencial. A la derech.T de S. E., se colocó .su distinguida c.sposa, el
Exemo. Sr. Gobernador Civil de Falencia y el Dilec'or de la Rcnfc .Sr. Peña Bcuf; y a su izquierili, c! Iltmo. Sr. Alcalde accidental de la ciudad,
don Rodolfo Pérez de Guzmán; Capitán General
d ■ la Sexta Región: Abad Mitrado de la Trapa,
don Buenaventura Ramos, ocupando los demás lu'•;.rcs de la tribuna autoridades civiles, militares y
tibgiosas asistentes.
Una vez cesados los aplausos, la alumna del Co
Icgio. Brígida González, recitó delicadamente la poe
sía «Tú fuiste el atleta», dedicada al Caudillo por
su autor, don Angel García, S. D. B., y pakntino
de nacimiento, en cuyas estrofas, muy inspiradas,
s-j enaltecía líricamente la figura y personalidad
cumbre dcl Generalísimo.
DISCURSO DE IX)N MARTIN ABBAD
Seguidamente, el señor Presidente dcl Consejo dcl
CeJegio de Huérfanas de Ferroviarios, don Martín
Abbad, dirigió a S. E. unas palabras elocuentes de
lar- cuales entresacamos los fragmentos que siguen:
(Excelencia. Exemos. señores, señoras y señores:
Tengo el alto c inmerecido hemor de dineros la
palabra en el solemnísimo acto de inauguración ofi
cial de este Colcho-internado de niñas huérfanas
de ferroviarios, y To hago en nombre de la Asam
blea General de Delegados que representa a los
200.000 agentes de los Caminos de Hierro de toda
España, y en el del Consejo de AdmínistrMÍÓn que
me honro en presidir.
— 3
El hecho de que S. E. el Jefe del Eslado, Gene
ralísimo Franco y su augusta esposa, se hayan dig
nado honrarnos viniendo a presidir este acto, es
de tal importancia para nosotros, que mis pobres
palabras, llenas de la más honda emoción y respeto,
no saben describirla y tengo que limitarme a ex
presarle de todo corazón, no sólo mi gratitud, sino
la de todos los ferroviarios españoles tan dignamen
te representados aquí.
Merced al apoyo que el Gobierno viene prestán
donos, se nos concedió autorización para que vo
luntariamente los usuarios del ferrocarril contribu
yeran con las módicas cantidades de 25 y 10 cén
timos por talones y billetes, respectivamente, y ello
reforzó nuestra posición, permitiéndonos llegue el
feliz día para nosotros de poder inaugurar oficial
mente el tercero de nuestros internados, magnífico
edificio en el que hoy estamos y en el que tienen
cabida 500 niñas a las que, con la entusiasta coopc.ración de las religiosas Salesianas, educamos con
formación profesional a unas y laboral- a otras,
dentro de un profundo sentido católico para que al
abandonar este hogar a los dieciocho años puedan
abrirse camino en su vida.
Están terminados y prontos a inaugurarse los
centros de Alicante y Avila; el primero donde ya
hay 400 niñas bajo la dirección también de la Orden
Saicsiana y c! otro dispuesto para acoger 300 niños
de ocho a diez años, que quedarán a cargo de las
Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
El sexto Colegio, en construcción muy avanzada,
está en León y albergará en fecha próxima 600
niños, los que en sus talleres de aprendizaje reci
birán enseñanzas laborales, según sus inclinaciones
y aptitudes, bajo la dirección de Padres Salesianos,
cuya meritísima labor no es preciso hacer resaltar.
En funcionamiento ya estos Colegios, habremos
conseguido nuestros fines fundamentales, al ver ago
tado en su totalidad el tumo para ingreso que
tanta preocupación nos viene ocasionando. Cuando
esto ocurra habremos invertido en las obras e ins
talaciones, 120 millones de pesetas y nos faltará
solamente acabar los edificios de Dos Hermanas y
Fueníerrabía.
De aquí a unos cuantos años, los resultados que
.se obtengan serán sorprendentes: la disciplinada y
estudiada preparación que según las aptitudes e in
clinaciones de cada uno, como antes hemos dicho,
habrán recibido en sus clases, les hará ser unos
excelentes productores y ciudadanos ejemplares y
fieles cumplidores de sus deberes.
Tened la seguridad de que estos jóvenes, como ya
estamos viendo, al abandonar el Colegio y entrar en
la lucha por la vida, colocados en su oficio, profe
sión o carrera, nunca olvidarán c^ue, al faltarles el
calor de sus padres, fué esta Institución la que los
acogió bajo su tutela; los cuidó con material des
velo en sus enfermedades; estudió sus aficiones y
grabó en sus almas con caracteres imborrables los
deberes y obligaciones que tiene que cumplir todo
buen español.
Conseguido cuanto queda expuesto, veremos cum
plidas las c o n s i^ s dictadas por V. E. y nos con
sideraremos satisfechos de ayudar a nuestra Pa
tria en esta parte de fcHinación de futuras genera
ciones de hombres y mujeres que serán honra de
la nueva España que estí's forjando.
l’Al
DEL C.^UDIU.O
Su E.\cclcncía el Jefe del Estado agradeció en
unas breves palabras el homenaje que se le tribu
taba, manifestando que estos Cdegios son la ex
presión más firme de la hermandad española y de
la unidad entre nosotros, y congratulándose de que
este Centro sea dirigido por las Salesianas de San
Juan Bosco.
4 —
Una gian ovación acogió las últimas palabras dcl
Caudillo, repitiéndose las aclamaciones de «Franco.
Franco, Franco», y vivas a España.
VISITA DEL ESTABLECIMIENTO
Acompañado por Ja dirección del Colegio y al
tas personalidades del mismo, S. E. recorrió la«
salas de clase y talleres del Establecimiento, don
de vió ejecutar por las escolares primorosas labores
de tejido y tricotado, elogiando la maestría ya al
canzada en estos menesteres, así como las moder
nísimas máquinas puestas a disposición del Colegio,
que permite cumplir a satisfacción la labor didác
tica-profesional encomendada. En estos elogios abun
daron todos los distinguidos acompañantes.
Las niñas colegialas obsequicron a la Excelen
tísima señora doña Carmen Polo de Franco, con
una preciosa mantilla de madroños blancos y otra
de blonda y un jersey verde de señora; y al Cau
dillo con dos jerseys de caza y pesca; para sus
nietas, dos jerseys blancos, un estuche de pañuelos
primorosamente bordados y un rosario, fabricado
con tiras de papel superpuestas y cosidas, obras
perfectas de artesanía, realizadas por las alumnas
del Colegio y religiosas del mismo.
En el Colegio de Huérfanas de Ferroviarios la
ilustre dama, doña Carmen Polo de Franco, fué sa
ludada y acompañada durante su visita a dicha ins
titución por sus parientes, las distinguidas señoras
palentinas doña Mercedes Polo de Martínez de Arcoitia y doña Teresa Polo de Pedrejón.
FESTIVAL ARTISTICO
Vueltos S. E. y séquito al salón de actos, cu>a<
amplias ventanas dan a la fachada principal dcl «lificio. los grandes vítores y aclamaciones que le lle
gaban del exterior, y que procedían de las escola
res agrupadas en la plazoleta, le obligaron cariño
samente a falir a uno de los balcones y saludarlas
Arreciaron entonces las aclamaciones, y, de pronto,
las quinientas niñas, agrupadas armónicamente en
un gigantesco coro pleno de afinación y ritmo, de
dicaron al Caudillo de España el magnifico him
no de los ferroviarios españoles «Cantos de Espa
ña», original de una religiosa saicsiana. ¡Cóano
sonaban en el silencio augusto de estos Campos
Góticos, bajo el palio aún azul—el sol no había
encontrado todavía su fosa de poniente—de este
ciclo luminoso de Castilla, las quinientas armoniza
das voces de las niñas!... La tierra parda y ubé
rrima de la paramera, como una infinita caja de
resonancia, se llenaba de entrañables ecos. Ecos,
que. al finalizar el canto, que fué premiado con
muchos aplausos por todos, se llenaron de nuevas
artísticas variantes; pues como si quisieran las
niñas compendiar en un todo raudo y armónico el
supremo agradecimiento que sentían hacia el hom
bre que, con su providente labor social, había he
cho posible aquellos magníficos colegios que tanto
calor de bogar encerraban, desbordaron su entu
siasmo artístico en unas plásticas evoluciones ritmicas con el fondo musical de una bellísima can
ción de Smith, a la que siguieron unos bailes an
daluces. cuya magnífica ejecución arrancaron gran
des aplausos de Su Excelencia y de todos los de
más asistentes.
\lN O DE HONOR
Finalizado este pequeño, pero delicado bomena
je de las niñas, se obsequió al Caudillo, Conde de
Vallellano, séquito, autoridades civiles y religios?
y demás personalidades asistentes, con un exquiato
lunch, servido en el amplio comedor dcl CdcgK>
por el «Jorge Manrique». Y después de firmar el
Generalísimo, Excelentísima señora doña Carmen
Polo de Franco, Ministro de Obras Públicas y de
más personalidades, en el libro de honor del Cole
gió, abandonó S. E. el mismo entre las aclamacio
nes generales y el Himno Nacional, interpretado por
las Bandas Municipales de Música de Falencia y
Carrión de los Condes.
Las primeras sombras del crepúsculo caían sobre
los oteros palentinos, cuando la caravana oficial
se perdía a lo lejos y en medio de esta tierra, el
Colegio de Huérfanas de Ferroviarios, se quedaba so
litario y rotundo, con esa soledad sonora, casi mís
tica, que palpita en los corazones llenos de gracias
y llenos de meditación. Y quinientos corazones de
niñas huérfanas, en el silencio intimo de su queri
do Colegio, que aún guardaba entre sus recién es
trenadas paredes la resonancia de las voces y la
presencia esclarecida del Caudillo y autoridades es
pañolas, se concentraban en un plelórico funciona
miento espiritual, que, en su rosario diario irá can.
lando, como,* una entrañable y continua sinfonía,
esa cora] p)erfectamente humana: la del agradeci
miento.
DH UNA .INTERVIU)'
El citado' periódico publica una interesante con
versación del redactor con don Antíoco López Ruiz,
ricepresádente del Consejo de Administración, de
la que desprendemos estas preguntas y respuestas:
—¿Quiere usted decimos cuál es el objeto de la
Institución, y cómo está constituida y gobernada?
—^EI Colegio de Huérfanos de Ferroviarios es una
Institución benéfica, declarada como tal por Real
Orden del Ministerio de Gobernación del 12 de
mayo de 1926, creada por los propios ferroviarios.
c«i el fin de que al fallecimiento de éstos, sus huér
fanos sean recogidos en régimen de internado en
O T R A S
centros adecuados, que tiene construidos en las
diveisas regiones de España, si c.stán en edad para
ello, y si no lo están, concederles el socorro mensual
correspondiente.
—¿Qué características tiene el Colegio do 1alencia?
—^Ei de Falencia, conforme le he indicado, es de
500 plazas para niñas, está regido por Religiosas
Salcsianas, según contrato que tenemos establecido
con ellas, y en él las chicas cursan estudios de Bachillerato. Magisterio, oposiciones diversas y clases
profesionales de artesanía propias para la mujer.
Si alguna chica sui^erdoiada por su aplicación y
buen comportamiento se hace acreedora a ello, se
la da los estudios superiores que desea y actualmen
te lencmo.s a una huérfana de padre y madre que
por ser alumna excelente está cursando la carrera
do Medicina.
■
—¿Tiene muchas ventajas el que el Colegio esté
regide por religiosas?
—Muchas. Las Religiosas son inmejorables en to
dos los aspectos, y tienen el Colegio a una altura
que causa admiración a cuantos lo conocen y vi
sitan. honrando con ello a la Institución y a Espa
ña. La Directora, Sor Francisca Sánchez, estaba
desempeñando hace más de vc'nlc años dicho car
go en Madrid en un Colegio de Salcsianas, y he
mos tenido la suerte de que la designaran para nues
tro Colegio de Falencia, donde sus magníficas do.
ios se han puesto de manifiesto desde su llegada.
—¿Están ustedes satisfechos de la situación dcl
Colegio en Falencia?
—Estamos muy contentos de la consideración y
el aprecio que en Falencia tienen a nuestro Cole
gio. La capital puede estar orgullosa de contar con
una institución modelo en su género, en cuyo edi
ficio c instalaciones se han invertido más de 15 mii¡on'’i de pesetas.
N O T I C I A S
Días de inmenso júbilo han sido
para la familia salcsiana en ALCOY, el 3, 4. 5 y 6 de! pasado
julio, en que cinco sacerdotes saIcsiaDos, exalumnos de aquel cole
gio, celebraron su primera Misa y
recibieron los homenajes de toda
la población. Bien merece desta
carse el hecho, y felicitar efusiva
mente a un centro educativo cuyos
mejores alumnos son segregados
para Dios. Reciban nuestra cordial
enhorabuena esos nuevos ministros
del Altísimo, Rvdos. don Alfonso
Viecnt. don Antonio Armiñana, don
José Masía, don Antonio Jordá y
don José BoronaL
preparada en HUESCA por los
Salcsianos de la Residencia Provin
cia!. De ella ofreceremos amplio
reportaje en c! número próximo a
nuestros lectores.
Las Escuelas Profesionales de
CADIZ, generosa donación de la
ilustre dama (q. e. p. d.), doña
,\na de Viya, han agre^do a las
actividades la formación de coad.
lutorcs saJesianos, futuros maes
tros de taller para la Inspectoría
Bélica de María Auxiliadora. Lla
mamos la atendón de nuestros co
operadores scrf>re este hecho, acu
diendo a su generosidad para un
sector tan importante de la Obra
de Don Bosco: la formadóo pro
fesional de la juventud obrera.
Nuestro Rvdmo. Rector Mayor
en persona quiso pronuntíar el dis
curso en la solemne conmemora
ción anual dcl Papa, realizada el
29 de junio en la casa madre de
TTJRIN. desarrollando el tema
Príncipe de pastores. Maestro in
falible. Padre universal.
Monseñor Domingo Comín coro,
nó en CUENCA (Ecuador) una be
lla estatua de María Auxiliadora,
al celebrarse el cincuentenario de
las Hijas de María Auxiliadora en
aquella república americana. La ar
tística diadema llevaba 24 estrellas,
símbolo de las 24 casas que el Ins
tituto ha logrado fundar aJlí.
Se han cumplido SO años del
precioso autógrafo que San Pío X
envió a don Miguel Rúa (ROMA,
17 de agosto de 1904), demostran
do proEjamente su augusta bene
Interesantísima ha resultado la volencia hacia la Pía Unión de
Exposidñi Escolar y de Artesanía Cooperadores salerianos.
La princesa Takamaisu inauguró
en KIKUBUNJY (Tokio) la ampliación del Orfanato salesiano, con
la presencia de! Internuncio de la
Santa Sede y el Jefe del Minífterío
de Higiene (scccíód niños) con otras
personalidades.
Nos complace reseñar la reciente
consagración dcl Rvdmo. P. Edmun
do Carreta Olivella, Abad del mo
nasterio cirtercicnse de POBLET.
antiguo alumno salesiano de las
Escuelas de Sarríá. El hecho tuvo
resonancia nacional, habiendo sido
apadrinado el novel ungido por el
excelentísimo señor Ministro de
Educación.
Durante el mes de mayo se ce
lebró en UDINE (Italia) una
Asamblea de cooperadores, llegados
de 43 localidades para lomar im
portantes acuerdos con vistas a una
mayor eficacia de su importante
apostolado.
Se conmemoran este año las Bo
das de Plata de SUNBURY (Vitoria-Australia) con la inauguración
de una nueva ala para dormitorio,
teatro y salón de estudio.
- 5
sILUETAS
DE
COOPERADORES
S A L E S I A N O S
Doña Teresa Cejudo de Caballero
N ad ó en Pozoblanco (15 de octubre de 1890).
en un hogar profundamente cristiano, donde el
buen ejemplo de sus padres la formaron en el
santo temor .de Dios.
Completaron su educación las religiosas Concepcionistas. que en dicha ciudad tenían un cole
gio, donde fué una de las alumnas preferidas,
tanto por las profesoras, como por las cpndiscípulas. destacándose por su aplicación y espíritu
de sacrificio.
Muy Joven ailn le faltó su madre; y ella, como
la mayor de lo.s hermanos, dejó con pena el co
legio para hacerse cargo de la casa.
Por 1925 se unió en matrimonio con el arqui
tecto don Juan Bautista C aballero; bendíjolos
el Señor con el nacimiento de una hija.
Desde su juventud empezó a trabajar en la
Acción Católica, y su celo, principalmente en
tre las personas humildes, unido a las limosnas
y buenos consejos, santificó toda su vida.
Fuó Presidenta de las Conferencias de San Vi
cente y la primera M aría de los Sagrarios, des
tacándose por su am or a la Santísima Eucaris
tía. Cuando los Salesianos llegaron a Pozoblmco
se hizo una de las más entusiastas cooperadoras:
ai formarse la Archicofradía de María Auxiliado
ra quedeS elegida Secretaria de la primera junta
directiva.
Mucha,s virtudes embellecieron su alma, como
la caridad, con que socorría evangélicamente al
necesitado, oeultm do su nombre y su persona
para huir la vanidad y acrecentar el mérito y
la mansedumbre, adquirida é>ta a fuerza de ven
cimientos. En el lastro que duró la República
anticristiana, doña Teresa se decidió a propagir
la Acción Católica tan urgente por aquellos días
aciagos. Al oír las crueldades cometidas por los
rojos en los pueblos que dominaban, comentaba
con una amiga suya: — «Correrá la sangre; pero
triunfarem os; yo me he ofrecido al Señor como
víctima.» —^Teresa, ¿qué estás diciendo? — «Sí.
sí. me he ofrecido al Señor com o víctima», re
pitió. Y Dios aceptó su ofrenda. Cuando las
fuerzas leales tuvieron que rendirse al enemigo
en Pozoblanco, el 22 de agosto de 1936. fué de
tenida y llevada a la cárcel. Se despidió con en
tereza de su familia, procurando tranquilizar a
su padre y hermanas.
En la prisión dió muestras de su conformidad
con la voluntad divina, y exhortaba a ofrecer
al Señor los padecimientos por el triunfo de la
Religión y la salvación de España.
Se desvelaba por saber si a su hija y her.nanas las m olestaban: llevada de su espíritu de
sacrificio, no hablaba nunca de los padecimien
tos propios, a pesar de ser grandísimos; su afán
era disimular cuanto pudiera hacer sufrir a los
otros.
El 15 de septiembre por la noche, se oían des
de la cárcel golpes como do clavar maderas. .Al
gunos detenidos, alarmados, preguntaban: — ¿Que
será eso? A lo que ella con serenidad respon
dió: — ¿Qué ha de .ser? Nos están preparando
el patíbulo. Y efectivamente, los milicianos for
maron un tribunal para juzgar sumarísimamentc
a veinte hombres y a dos mujeres.
N q perdió la paz doña Teresa. U no de lo'
acusadores afirmab.i que la había visto de mono
y con un fusil en la Plaza de la República. >
ella con entereza contestó: «Si es cierto lo que
dice usted, como autoridad, ¿por qué no mo
desarmó?» Y al terminar las acusaciones aña
dió: «Cuanto dicen de mí no es cierto.» Ei
mismo fisciil afirmó que «no encontraba en ella
delito ni siquiera para los días que llevaba en !.i
cárcel»: y al declarar doña Teresa qiie, no de
fendía ni política ni capital, sino la doctrina de
Jesús, el que hacía de abogado defensor dijo
únicamente que él no podía abogar por una mu
jer que profesaba ideas contrarias a las del go
bierno constituido.
El tribunal popular firmó aquel día dieciocho
penas de muerte, entre ellas la de nuestra mártír.
A1 valor de mártir, unía !a ternura de madre
y hermana. Su cuñada se le arrodilló delante
pidiéndole perdón: ella le respondió: «Yo. que
voy a morir, soy más bien quien debo pedírtelo
a ti. Si hubiera sabido el mal rato que ibas .
pasar, me habría privado de verte por última
vez.» Al de-spedirsc de su hija, ésta abrazada
a ella y deshecha en lágrimas, decía: «Mamá,
yo me voy contigo»; pero la madre, dueña de
sí. recomendáiKlolc que fuese muy buena y dán
dole la bendición le dijo: ■'No.'hija mía, tú- con
las titas.»
Al salir de la cárcel para la ejecución, sin de-
España Salesiana
s e ¡voróanm cu meo Inspmoms
(He^ún Atti del (íapitnlo Siiperiore, n." ISI)
Yd podemos comunicar la grata noticia Je lo que durante largos meses ha venido
inquietando sabrosamente las conversaciones familiares de salesianos. cooperadores, ex*
alumnos y todos cuantos de corazón y de alma se hallan ligados a la Obra de Don Bosco
en nuestra patria, sin dejar, naturalmente, a nuestros millares de alumnos, cuyas curiosas
cábalas y profecías eran tema obligado de corrillos y reuniones: España tiene, desde el 15
del pasado agosto, cinco Inspectores salesianos, que rigen las cinco Provincias procedentes de
las tres que había hasta la fecha citada:
1. Ibérica de San Juan Bosco, regida por el M. R. D. Alejandro Vicente, con sede en
Madrid.
2. Cciíiva de Santiago Apóstol, regida por el M. R. D. Emilio Corrales, con sede en Zamora.
3. Bórica de Santo Domingo Savio, regida por el M. R. D. José Doblado, con sede en Cór
doba.
4. Bctica de María Auxiliadora, regida por el M. R. D. Claudio Sánchez con sede en Se
villa.
5. Tarraconense de Nuestra Señora de la Merced, regida por el M. R. D. Tomás Baraut.
con sede en Barcelona (ésta continúa como antes).
En las páginas centrales de nuestro número publicamos un mapa comjrfeto de esta re
organización, y en el próximo ofreceremos a los lectores una estadística de casas y personal
o más completa posible.
rramar una fógrima, fuá despidiéndose de todos
con la fra.se: «¡Perdonadme y hasta el cielo!>
A los compañeros que vacilaban los animaba
coa el pensamiento de que pronto irían al cielo.
El jefe y los oficiales estaban admirados de su
valor. Algunos de ellos, conmovidos, no podían
cwitener las lágrimas y exclam aban:
una
mujer extraordinaria.» «¡Qué lástim a!—dijeron
los milicianos destacados—. si ésta perteneciera
a los nuestros, sería toda una Victoria Kent.»
Al despedirse por última vez de los que seguían
detenidos, gritó en alta voz: «Perdón, hermanos.»
L l ^ d a al cementerio te preguntaron si te
vendaban los ojos; cita contestó «que prefería
morir cara a la muerte, porque no la temía».
Quiso, además, ser fusiiada la última de los die
ciocho para animarlos a todo*-.
«Dicen que la arquilceta era santa; sí; su cara
es cara de santa», comentaron algunos forasteros
que la vieron después de muerta. La llamaban
arquitecta por la profesión de su esposo, ase
sinado también por los rojos, como persona de
derechas. Sus restos se conservan en el cemen
terio de Pozoblanco.
De doña Teresa se cuentan gracias extraordi
narias que manifiestan la confianza de los que
particularmente recurren a ella y la opinión de
santa en que la tienen.
— 7
T
AÑO
MARIANO
PuhHcantos algunos de ¡as niin¡¡as inidativíjs qu; la /nspvcroría Central, con .wde en Tarín, cusí
toda compuesta de ciaos de formación, está desarrollando *aetiraniente durante este año ¡ahilar.
La breve mcdiUicióti que diariamcnle hacen los jóvenes después de la Santa Misa, versa
sobre la Santísima Virgen. También es de tema mariano la lectura espiritual que se
hace por la tarde antes de la Bendición Eucarística.
Existe una santa emulación entre los jóvenes por h a c e r'u n a visita lodos los días a la Santísima
Virgen, a la que se consagran con la oración de Santo Domingo Savio: «María, yo te entrego mi
corazón; haz que sea siempre tuyo. Jesús y María, sed siempre mis am igos; haced que muera
antes de tener la desgracia de cometer un solo pecado.*
Es tai el fervor por el santo Rosario que, a más de rezarlo en común a diario, existe
la práctica del «Rosario Perpetuo», consistente en llevar e'i rosario de la mano al pasar
de una ocupación a otra e ir desgranando, sin respeto humano, A ve Marías por la
Iglesia, por el Papa, por los padres y familiares, p o r los bienhechores, por los infieles...
Por la noche, una vez rezadas las tres A ve Morías al pie de la cama, según el deseo de Don
Bosco, los jóvenes se entregan al descanso con el rosario entre las manos, bajo la protección de
la Virgen y con su nombre en los labios.
I hIS
|5or
que
por
Compañías religiosas desarrollan en .su reunión semanal un tema mariano expuesto
uno de los mismos jóvenes; después sigue la discusión sobre el mismo, en la
toman parte todos los socios preparados convenientemente en una sesión celebrada
grupos.
Se ha organizado una biblioteca mariana. en la cual encuentran los jóvenes libros buenos que
leen con gusto y devoción.
I-os sábados >■ demás festividades marianas se expone en la clase un pensamiento sobre
1,1. Virgen.
Durante cl mes de mayo se hizo en las clases y en los talleres la «Peregrinatio Mariae». Todos
rivalizaban en honrar a la Virgen y tenerla contenta.
Los jueves, siempre que es posible, los grupos, al salir de paseo, se proponen por meta
del mismo un santuario mariano.
Todos los sábados se reza la oración del Año Santo Mariano delante del Santísimo
expuesto.
Las pláticas dominicales versan sobre la vida. las virtudes y los privilegios de María.
En ];is cartas no falta- nunca un pensamiento sobre la Virgen y una estampa suya;
cosas verdaderamente gratas, según se puede apreciar por las respuestas.
D urante cl año se han promovido varías iniciativas: hora de Guardia Mariana, congresillos. con
cursos sobre temas y dibujos marianos, exposiciones de arte mariano, peregrinaciones en espíri
tu a los principales santuarios del mundo.
Ea algunas casas los jóvenes se han comprometido a costear una misa todos los 24 de
mes por la conversión de Rusia. En dicho día ofrecen oraciones, sacrificios por esta
grave intención manifestada en Fátima e inculcada por el Santo Padre.
a
—
I
Dos aspectos de las
danzas típicos, que
constituyeron
un
número mu/ simpótico del acto.
íl
Coudllio hobla
con fuego y emo*
ción o los distingui
dos invitodos y
las olumnos.
La Madre Inspecto
ra obsequia delica
damente a doña
C a rm e n P o lo de
Fronco.
Los
a u lo r id o d e s
poson con Sus Exce
lencias.
G e n e r a lís im o
fronco y su señoro
ten despedidos con
oplousos de groti-
J f
lE S M M P IS
BE
U
SEEVa
¿Qué les parece el espíritu de observación de es
tos jibaritos?
IM PR E SIO N E S D E U N V IA JE
Cuenta el P. Juan Ghinassi. conocido miaonero
de nuestro Oriente Ecuatoriano, hoy internado <*n
la floresta de la Misión salesiana de «Yaupi», úl
tima de nuestro vicariato, las impresiones de sus
Jibaritos en el viaje que hicieron a Quito, Guaya
quil y Cuenca, con ocasión de las Bodas de Oro de
las Misiones Salesianas.
Al llegar por vez primera a Sibambe, el pito dcl
tren los impresionó vivamente.
—,:tUarimbicit»? ¿Qué cosa es?—gritaron en coro.
—Es el tren—les contesté, sonriendo.
Entonces Mashu, después de un breve silencio,
dijo:
—Aquí hay muchas casas con puertas y ventanas
y van todas amarradas a la cocina donde está en
cendido el fogón.
Así dídendo, indicaba la locomotora. AI ver des
de la ventana un avión que revoloteaba en el cie
lo, todos quedaron extáticos y asombrados. Ningu
na palabra. AI fin Pujubat gritó:
—íPinchu unda áñik úeue*. Parece un enorme
gavilán.
Quedaron desilusionados cuando tuvieron que su
bir a la plataforma del tranvía.
—fCha*—dijeron—, be aquí un tren chiquito.
Pftro anda muy despacio. Se ve que no tjcoe ni
fuerza ni prisa.
EL DEMONIO A LA VISTA
¡Cuán cierto es que el diablo, el terrible enemigo
de las almas, reina en los pueblos paganos que
aun no conocen al verdadero Dios!
Sucedió en la Misión de Gualaquiza. Estaban los
jíbaros en cl palio, afanados en organizar un par
tido a las «Barras». De repente, cl niño Cajeque. que se liallaba a unos metros de distancia
de sus compañeros, empieza a correr despavori
do y gritando: «Ivianchi hauc. El d i ^ o , cl dia
blo»
Todos los jugadores que estaban en el lugar dcl
suceso, uno tras otro, se dan a la fuga. Sólo unos
cuantos se arman de piedras y palos que arrojan
al lugar donde han visto al demonio. ¿Qué suce
dió? EJ niño Cajeque vió al diablo y con él al
canzaron a verlo también los pequeños jibaritos aun
no cristianos. De los bautizados ni uno kúo lo
vió. La impresión duró bastante tiempo, pues no
te atrevían a salir al patio por la noche.
Ayudémoslos con nuestras oradones para que sal
gan pronto de su esclavitud.
Valeafin Aparicio. S. f>. B.
—
13
TODA LA IGLESIA CON LOS
MISIONEROS
/Vleii.sa/e de M o n s. Bernardini, secretario de Propaganda
Pide, p a ra el D o m u n d de 1954
A/ (firigirnos a los fieles del mundo entero para iiitiíarles a celebrar dignamente la Jornada Misional que
tendrá lugar el tercer domingo de octubre (día 24) nuestro espíritu debería estar colmado de gozo. Efecliviimenie Itan cesado en Indochina las hostilidades que. desde hace ocho años, han ocasionado tantas víc
timas y ruinas y han absorbido ingentes recursos económicos.
Sin embargo, nuestra alma se halla transida de una rrofunda tristeza.
El porvenir aparece sombrío sobre el glorioso Tonkin, campo de batalla de tantos mártires que brillaron
en la historia de la Iglesia con luz de virtud y de heroísmo; centro magnífico de vida cristiana en comínuo progreso.
Es cierto que sobre la tierra del Tonkin no correrá más la sangre—asi lo esperamos—, pero también
lo es que parecen hallarse comprometidos los más grandes bienes de la vida humana, las libertades reli
giosas y civiles. Y acuden a nuestra mente las palabras amargas del profeta Jeremías: Pretenden curar el mal
de mi pueblo, como cosa leve y dicen ¡paz. paz!, cuando no ha de haber paz (Jer. VI. 14).
Evidentemente no habrá paz para los adoradores de Dios, para la Iglesia de Dios, para las obras
de Dios; c Indochina, al igual que Corea, China y Manchuria. comenzará o continuará su penoso calvario.
La Iglesia, última fuerza que ha permanecido en pie sobre las ruinas de todas ¡as clases de civilización,
comprometida en la lucha por conservar los valores humanos y divinos, cumplirá su deber aunque sea
cruelmen(e combatida por toda clase de armas, desde la violencia y la mentira hasta la corrupción. Se
sembrará el engaño, especialmente entre los jóvenes y los niñu.s: pero la Iglesia permanecerá siempre fir
me. con la certeza de que loS valores eternos del espíritu no pueden perecer, y conservará siempre la fe
en las promesas indefectibles de su Fundador, permanentemente convencida de que ¡a tempestad pasará
y el sol de la verdad y la justicia volverá a lucir.
La Iglesia aislada, sin preocup<JCÍones ¡toliticas. económicas, comerciales, solamente dedicada a la de
fensa del bien, escucha la palabra de su Divino Fuñador; Confiad. Yo he vencido al mundo.
Es de justicia enviar a los obispos, a los misioneros, al clero indígena, a todos ¡os fieles de ¡a Iglesia
del Silencio la sincera e.xpresión de nuestra atlmiradón y la seguridad de nuestra srdidaridad en la ora
ción. en ¡a acdón. en la comprensión, en la generosidad y en ¡a esperanza.
Los obispos, ¡os misioneros y el clero indígena, empeñados en la defensa y en la difusión de ¡a ver
dad contra 1a mentira, de la libertad contra la esclavitud, del espíritu contra la materia, deben saber que
quinientos millones de católicos, conscientes de sus .sufrimientos, unidos a ellos en la fe y en el amor,
no cesan cíe pensar ,r de sufrir con ellos.
Toda la iglesia ama y sigue con atención el caminar de ¡os misioneros, heraldos de la fe y de la
civilización, en las selvas y en las islas, en las grandes cituiades o en ¡os poblados más remotos, en los
seminarios, en las escuelas, en los hospitales, en las leproserías, en los asilos que la caridad ha fundado
y sostiene, los misioneros no trabajan solos. Todos los fieles de Cr¿r/o >• todos los espíritus honrados dcl
mundo están con ellos y les ofrecen el testimonio de una solidaridad humana y cristiana.
La mejor ocasión para rendir este testimonio es el Domingo Mundial de la Propagación de la Fe. que
convocará a toiio el mundo cristiano para que dé prueba vigorosa de su fe y de su caridad.
La prensa, ¡o radio, la televisión, las intervenciones de conferencianies y propagandistas deben crear y
mantener encendido el fuego misionero, expresión religiosa inseparable del verdadero y auténtica espíritu
cristiano.
•Vo se puede ser cristiatu> sin ser apóstol, y apóstoles son no sólo los misioneros que dan todo por la
salxetción de sus hermanos los infieles, sino también los cristianos que rezan y dan su óbolo para que rí
misionero pueda realizar su empresa.
Sea para nosotros fuente de aliento esta certeza: El que ayuda al Apóstol, recibirá la recompensa dcl
Apóstol.
14 —
I
DOMINGO SAYIO
PIONERO de un mundo mejor poro todo lo juventud
Es todo un mundo el que hay que rehacer...
StrmÓH Utí Excmo. ¡/ Kevmo. Sr. AreA'hifpi' de l iilencU, pronun
ciiJo en Rctna flglesíj Jel ’ Sacro Cuort-) el último día Jel Triduo
siguiente j l.t Canonioación de Santo Domingo Sario.
)'Vcr»ión del luli.ino.
Invitado a hablar en la Ciudad de los Papas, nos
es particularmente grato hacernos eco de la voz del
Romano Pontífice, feliz y heroicamente reinante.
S. S. Pío XII. Obispo de Roma. Hablaremos de un
tema muy de su agrado: la necesidad urgente de
construir un mundo mejor, y cómo Domingo Savio
es, con todo el rigor de la palabra, «pionero* de esc
mundo mejor para toda la juventud.
tEi' todo un mundo el que hay que rehacer desde
sus fundamentos; es preciso transfonrarlo de sal
vaje en humano: de humano en divino, según el
corazón de Dios». Es necesaria una lenovación to
tal en extensión y en profundidad. En esta obra ti
tánica, a la que nos invita y estimula el Papa, «he
raldo de un mundo mejor», hay un elemento de
importancia trascendental: la juventud. No pode
mos descuidarla, no podemos dejarla de lado, por
que la juventud de hoy es el mundo de mañana;
y re/iov’tm<fo la juventud—áiría. Don Bosco—w renufí'a el mundo.
¿Tienen también los jóvenes necesidad de renova
ción? Mudios hay que ven en los jóvenes los gran
des «absentistas* de nuestro tiempo. Es un hcchtj
que reina en ellos la mayor desorientación: y sus
ojos, clavados en el porvenir, no siempre brillan con
sonrisas de esperanza. Todo el mundo los quiere,
pero desengañados ya. no se entregan a nadie. Las
más de las veces permanecen fríos c insensibles. Pero.
«ofenf todo, han perdido ¡a confianza en sus mayores
Que les dejan por herencia un mundo en disgregarión. No se encuentran dispuestos a escuchar ni a
seguir a los mayores. Parece que las palabras ^ és
tos no hacen ya mella en sus almas desconfiadas.
Era. pttes. preciso un nuevo caudillo, un modelo ouc
enrolase bajo su bandera a una juventud que vuelva
* sonreír, a esperar, a ser heroica.
Este presentimiento y esta esperanza eran, seguratnentc. los que inspiraron a un Papa las palabras que
dirigiera a los Salesiartos, refiriéndose a Domingo
Savio; tApresuraos. Porque tenemos necesidad de
Que este muchacho llegue a los altares cuanto antes.*
Era ese el deseo de todos los Pontífices de este
tnedio siglo. San Pío X. un mes antes de morir, en
el ápice ya de su santidad, hoy gloriosamente proclatnada por la Iglesia, decía plenamente convencido:
«Domingo Savio es un verdadero modelo para la
juventud de nuestros tiempos. Un adolescente que ikn hasta la tumba la inocencia bautismal y que en
lo» breves años de su vida no demuestra defecto
tuno, es verdaderamente un sanio. Y el ser un jot^nciio es un motivo más para canonizarlo».
Benedicto XV aseguraba que: «los jóvenes amarían
• Domingo Savio porque lo sentirían más cercano
a sí. más cercano a su juventud».
Conocidas son las alabanzas de! Papa Pío XI ha
blando de c.sie Santo muchacho, alabanzas llenas de
admiración, de ternura y, diríamos..., de paterna
ansiedad. «En el pequeño, mejor dicho, en el gran
gigante del espíritu», veía «una veredera perfección
de vida cristiana, con las características que nuesiroN
días necesitan».
Y, finalmente, el Papa actual lo ha presentado—asi
reza el Oremus de nuestro Santito—, como «admira
ble modelo de los adolescentes».
K he aquí que la esperanza de ¡os Simios Pontifices.
nuestro campeón, ha llegado a ¡a meta; y ha llegado
en el momento más oportuno.
Desquiciada la humanidad por las guerras, lacera
da internamente por falsas ideologías y por el c^io
entre individuos y pueblos, «no tiene otra solución,
dice el romano Pontífice, más que la de reconstruii
el mundo en cl espíritu de Jesucristo». Jesucristo no
es una cosa pasada; no es un fanal encendido en los
inicios dcl siglo primero, cuya luz se nos vaya amor
tiguando en la lejanía, en la fuga de los siglos. No.
Cristo hoy. ayer y siempre. La luz de Cri^o res
plandece ante nosotros y nos ilumina cl camino. ^
era de Jesucristo se acerca. «Millones de hombrc.s in
vocan un cambio de ruta, y las miradas angustiosas
se dirigen a la Iglesia de Cristo como guía única y
segura».
Para mejor orientar a la humanidad hacia Jesús.
Dios, siempre generoso en misericordia, nos manda
sus Santos.
Vemos hoy sobre las turbas de la juventud moder
na. que corre y se agita como hormiguero pisoteado
por cl viandante, erguirse la figura ágil y simpática
de un muchacho: Domingo Savio. ¡Jóvenes inquietos
por viíCffro futuro, jóvenes descorazonados, de ojos
apagados y de esperanzas marchitas en el corazón;
los que no os fiáis de los mayores porque no saben
daros la paz. dirigid ¡a mirada a Domingo Sa\io'.
¡Es un joven de quince años\ ¡Es uno df los vues.
trosi Confiaos a él. Es cl caudillo más joven en las
falanges de Cristo. El orientará vuestra juventud y os
guiará con nueva táctica por los senderos de la san
tidad : abrid de nuevo a la esperanza y a la aiegríj
cl alma y la juventud, y escuchad el mensaje de un
joven como vosotros, mensaje que os brinda la Vir
gen Inmaculada, como regalo precioso, en este Año
Mariano:
.
1) La era de Cristo está a la vista; era de san
tidad juvenil: es preciso hacerse santo, y es fádl
hacerse santo transformándose en Cristo.
2) Para transformarse en Cristo debemos r a s
camos al am or: y la mejor escuela y la más fia i
es la de Jesús-Eucaristía y María Sant&ima Inma
culada.
_
.
3) Es la hora de la acción. Tenemos que rehacer
cl mundo con nuestro apostolado, transformando
15
i
cada centro, cada parroquia, en una familia de
Dios.
«consiste en el cumplimiento de todos nuestros de
beres a su tiempo y en su lugar; y sólo por amor
del Señor». Pero para la plena comprensión de la
fórmula de santidad dada por Don Bosco, y para
11 La era i!v C'rhio está a la vista. Es preciso Iniver cuán bien la habían recibido y difundido sus
i-erse .uiiiro: e.s fácil hacerse santo, transformándose
mismos «pilluelos», recordemos una escena honda
en C nsto.
mente sugestiva y palpitante de la vida de Domin
Una de las primeras cosas que más honda impre
go Savio, que Don Bosco refiere con escrupulosa
sión causó en Domingo Savio en el Oratorio de
exactitud.
Turín, fuó una plática de Don Bosco, en la que
En el patio de Valdocco están todos los jóvenes
explicaba la facilidad de hacerse santo. Nuestro jo
en recreó; y todos en movimiento, menos uno que
ven pensó, meditó varios días, pidió ulteriores ex
se mantiene retirado, en observación. «Absorto en
plicaciones y formuló su gran propósito: ^.quiero
grandes pensamientos». Domingo Savio lo advierte,
absolutamente hacerme santo y tengo de ello nece
se le acerca y entabla, sin más, una conversación
sidad absoluta. Quiero hacerme santo, gran santo,
familiar. Es nuevo. Se encuentra despistadillo entre
pronto santo. Seré desgraciado hasta no ser san
tantos muchachos que no conoce. Su nombre, Ca
to». Y triunfó. Hízosc santo Asi lo ha proclamado
milo Gavio; es de Tortona, tiene quince años y
infaliblemente la Iglesia.
está todavía convaleciente de una peligrosa enfer
Hoy Domingo Savio ha demostrado al mundo
medad. Domingo Savio, no por ingenuidad, sino
que también la juventud en flor puede ser santa
con intención de darle ánimo y consuelo, le dice:
de altar. También los jóvenes, alpinistas del espí
«¿Quieres curarte, no es cierto?»
ritu, pueden escalar la cumbre sublime y mostrar
—«No mucho: deseo hacer la voluntad de Dios».
su efigie en la gloria de Bcrnini, De hoy en adelan
Domingo Savio escucha estas palabras y siente
un verdadero gozo en su corazón. Le mira un rato;
te todos los jóvenes deben saber que también ellos
y, después, con lógica contundente, propia de uc
tienen ¡a santidad a su alcance. Que ha sonado la
hombre avanzado ya en la ciencia de la santidad,
hora de la santidad juvenil. No hay años para la
prosigue:
santidad. Lo m’ismo florece en las venerandas fac
ciones de un anciano, como en la simpática y fres
—«Quien desea cumplir la voluntad de Dios de
ca fisonomía de un joven casi niño.
sea santificarse a sí mismo. ¿Tienes, pues, voluntad
Un santo de quince años, confesor, es un hecho
de hacerte santo?»
nüevo en los anales de la Iglesia.
—«Sí, y grande».
Ante este hecho brota ineludible una pregun
^—«Está bien—continúa Domingo, radiante de ale
ta: ¿Quién ha forjado a este gran santito? óQué
gría—. Aumentaremos el número de nuestros ami
¡tedagogia, qué ascética ha conseguido guiar a ta
gos; tú serás uno de los que tomarán parte en todo
maña altura a una tan tierna y frágil criatura! Ha
cuanto hagamos para santificarnos».
sido la pedagogía la ascética, el corazón de Don
—«Es cosa muy bella—añade el nuevo amigoBosco, educador de santos.
cuanto me dices; pero no sé qué es lo que debo
Aquí radica precisamente, hermanos míos, la ac
hacer».
tualidad y la importancia del mensaje que Dios nos
Y nuestro santo responde, como un experto maesmanda por Domingo Savio.
tro de espíritu:
En medio de tantos inventos humanos, en medio
—«Te lo diré en pocas palabras: Sábete que nos
de tantas nuevas complicaciones pedagógicas, de
otros aquí hacemos consistir la santidad en estar
tanto andamiaje artificial, el corazón y la mente de
muy alegres. Procuraremos solamente evitar el pe
Don Bosco tuvieron una clara intuición: debemos
cado, como un gran enemigo que nos roba la grasimplificarlo todo para la juventud, hasta ¡a san |cia de Dios y la paz del corazón; nos esforzare
tidad. Y para esto: ¡Volvamos al Evangelio! Don
mos en cumplir exactamente nuestros deberes y en
Bosco se remontó a las fuentes del Cristianismo,
írecuentar las cosas de piedad».
fundando en el precepto del amor su pedagogía y
A la verdad, en la casa de Dwi Bosco se hacían
su ascética, tejidas de elementos simples y funda
santos sin aparentarlo: -porque Ja santidad ^
mentales: amor a Jesús-Eucaristía con la frecuen
enseñaba Don Bosco es fácil y de pocas apariencia
cia de la Confesión y Comunión y con la Misa dia
Muchas veces oyendo hablar de santos, corre in
ria; amor filial a la Inmaculada Auxiliadora, Ma
mediatamente el pensamiento a la vida mística >'
dre nuestra tiemisima; amor al Papa y a la Iglesia
concluimos: «la santidad no está hecha para mi»Católica. Todo ello en un ambiente de pureza y
Ahora bien, en la vida de Domingo Savio hay, si.
de espíritu apostólico, brotados del amor.
fenómenos místicos; pero no es precisamente cop
No osaremos hablar de una ascética mieva; pero
líneas místicas con las que se dibuja la figura esp>'
si podemos y debemos hablar de una nueva moda
ritual de nuestro santo. Es más, en la doctrina es
lidad en la ascética. Ante todo, la ascética de Don
piritual de Don Bosco, la mística casi no asomi
Bosco es pedagogía, como su p.'dagogia es ascética.
aJ exterior. Las apariencias externas son las de vm
Los medios principales de su pedagogía
precivida ordinaria; pero esas acciones sencillas de 1*
sanwnte sobrenaturaks. ascéticos. Por esto hallamos
vida exterior van traduciendo en sencillas palabra^
en Don Bosco un niétodo abreviado y simplificado,
la riqueza sobrenatural de la vida interior.
y. por ende, una santidad facilitada, una santidad
Estas palabras sencillas son todas ordinarias, oe
al alcancx' de la juventud.
uso común; pero tomadas en conjunto forman un
Es así como la ascética de Don Bosco consigue
discurso magnífico, un verdadero poema sobrena
la cumbre de la simplificación. Toda la vida ascé
tural de santidad.
tica está tomada del trabajo externo en el deber
La vida externa en Domingo Savio era tan ordina
y en el apostolado, pero informado y vivificado por
ria que no se distinguía fácilmente de tantos bue
una intensa vida interior. El Papa Pío XI captó
nos muchachos del Oratorio.
bien el secreto, la llave del misterio de Don Bos
Para hacerse santo, pues, al estilo de Domingo
co y de la santidad salesiana, cuando con una simSavio. no hace falta nada extraordinario;
• pie frase aclaró que para Don Bosco y para los saponer en práctica lo que éi sugiere a C a ^ o Ga
Icsianos «el trabajo es oración».
vio: programa que en otras palabras Pío ^ >
Todos los sanios formados por Don Bosco a su
Pío XII han reducido al trinomio: «Piedad, Pm*estilo, dan testimonio de esta simplificación de la
za. Apostolado».
ascética. Santa María Mazzareilo. por ejemplo, daba
la fórmula de la santidad salesiana, diciendo que
(( ontinuard en el númrri' próximo.'
16 —
atribuidas a M a ría A uxiliadora, San Juan Bosco
y dem ás santos y siervos de D ios salesianos.
YO
NO
CH Kt)
EK
1-0^^
S l EríO S.
l'K U ti.
Desde h acía tre s añ o s v en ia su frien d o u n a ú lcera
gástrica la cu a l m in ab a d ía a d ía m i salud,
pasado, a ra íz d e u n a fu e rte h e m o rra g ia , fu i lievad t a la clín ica p a ra s e r so m e ü d a a u n a in te rv e n
ción q u irú rg ica, la cu al, g ra c ia s a Dios, tu v o feliz
éxito: si bien m e d ejó ag o tad a y co n u n m alesta i
que me im p ed ía a te n d e r a los q u e h a c e re s dom és
ticos
^
Me d irig í d e n u ev o a la V irg e n A u x iliad o ra, im
plorando s u au x ilio , el cu a l se h a m an ifestad o hace
unos días.
.. ,
,
D urante la n o v en a a la A uxiliadora In m acu lad a
me pareció v e r e n su eñ o s a la V irg en extendiendo
su mano e in v itá n d o m e a le v a n ta rm e con e sta s p a
labras: «Has conseguido l a gracia.*
Yo no creo e n los sueñ o s, p ero e s el caso que
desde en to n ces m e sie n to s in d o lo r alg u n o y con
fuerzas físicas p a ra a te n d e r a tc d o s los tra b a jo s de
casa.—Rosflíía Falcoyxe. A lia (Palerm o).
K l. . \ S I . M A l . C O I U U A
D E f iH tK íA L K i
Debía v o lv er d e la m o n ta ñ a con m i herm an o ,
ambos, d e ed ad av an za d a. Como el cam ino es m uy
pendiente y d ifícil p a ra los coches, n o s colocam os
en un c a rro tira d o p o r u n m ulo. L levábam os titensillos de cocina q u e h a c ía n , ai Ju n ta rs e , s u ru id o
característico, lo q u e m o tiv ó q o e el a n im a l se e n
cabritase y, desbocado, e m p ren d iese veloz c a rre ra .
A nuestros o jo s a p a re c ía la m u e rte fu lm in a n te y
violenta. Yo ag ach é la cabeza p a r a n o q u e d a r p re n
dido y d estro zad o p o r los á rb o les y, co n el alien to
de un desesp erad o , g r ité ; « ¡A uxilio de los c ris tia
nos. Auxilio d e los c ris tia n o s !...» ; y p e rd í el se n ti
do. Al reco b rarlo n o s en co n tram o s am bos h e rm a
nos en tie r ra , m u y cerca el u n o d el o tro , y e n tre
los restos d e lo s u te n silio s d e cocina los cu ales nos
hablan cau sad o a lg u n a s h e rid a s leves. L a cald a no
nos produjo, sien d o m o rta l, dislocación n i r o tu ra aiíuna.
Que M aría A u x iliad o ra nos ay u d e a s a lv a r el alm a
como nos h a salv ad o d e u n a m u e rte se g u ra .—O rlan
do V Aforío F iare (A grigento).
r t HADA
m :
i'A H A L lS lS
IN TESTIN A L
El 8 d e n o v iem b re d e 1952 fu l aco m etid a por
dolencia, d iag n o stica d a com o p a rá lisis inlesti*
nal. P asé añ o y m edio su frien d o atro c e s dolores.
Agravándose m i s a lu d y n o dando los m éd lras
peraeza d e sa lv ació n , m e fu e ro n ad m in istra d o s ios
últimos sa cra m e n to s.
.
MU h ijo s y yo , e n v ista d e q u e la ciencia m étuca
labia agotado todos sn s rem ed io s, invocam os a M a
rta A uxiliadora p id ién d o le u n m ila g ro si ta l e ra
la voluntad d e Dios. L a cu ració n n o se hizo e s p ^ r
Tengo se te n ta y sie te añ o s y puedo a te n d e r a todos
Iw q u eh aceres dom ésticos. P o r ello e sto y granoe®eate reco n o cid a a ta n b u e n a M adre.— C atalina
Mognono. (C avour-T urín).
Doña L eonor B ru ñ o , d e A lb eriq u e (V alencia), ^
gracias a M aría A u x iliad o ra p o r la to ta l cu ració n
de u n dolor m u y in ten so en el pie, A seg u raro n los
m édicos q u e so trn ta b .i de u n e.spolón carcáneo, comp ro b rd o rad io g ráficam en te, no habiendo m ás e l u
ción qu e o p e ra rlo . M uy preocupada la en ferm a , m ío
u n a no v en a a M aría A uxiliadora, y a l cabo de algún
tiem po se vid cu rad a. E n v ía u n a lim osna p a ra las
O bras S alesianas y desea se p ublique esto q u e llam a
ella «verdadero m ilagro».
l \
Ul F O t
SK OKTJENK
IHK’d S
!)K s r c r i í K r o
MILlM I-rillOS
U n d ía de se p tie m b re mi h ljiio l’eA-o A ngel, de
c u a tro añ o s de edad, cayó de u n p o rta e q u ip a je s en
m ovim iento y co n ca rg a . E l con d u cto r y
^
m os c a e r de cabeza a n te n u e s tro s ojos. A terroriM d a in v o q u é a San J u a n Bosco, cuya devoción m e mc u lc e ro n la s H ija s de M aría A uxiliadora e n el O ra
to rio de R ím inl.
E l n iñ o se deslizó p o r e n tre e l v o lan te y los pies
d el co n d u cto r, cayendo a l suelo, e n donde, n a tu r a l
m en te. d e b ía h a b e r sido ap lastad o p o r la ru ed a, m
cual e n cam bio, se d etu v o a pocos m ilím e tro s ae
su cu erp o . Mi h ijo se le v a n tó rá p id a m e n te y con su
so n risa cam bió m i asom bro e n aleg ría.
E l in créd u lo co n d u cto r se im presionó de ta l m u
ñ e ra q u e la noche sig u ien te no pu d o d o rm ir, m a n i
festan d o a su esposa q u e e n el hecho hu b o u n a mlerv cn ció n de lo a lto .—-Ifnría A sunción Z anni. (FantlnU.
r s A iNTi-:nvK.N' ioN d e d o n u ü s c o kn k l d ia
l)K s i : K1K.STA
El 8 de enero de 1951, Itacla las ocho de la no
che. se e n c o n tró el cudáver de u n m a rin e ro e a ^
los ra lle s donde yo tra b a ja b a com o
.o »
tiersonal de m áq u in as. A los cinco d ía s m e acucu lp ab le d d hecho y fu l e n c a r c e la d ^
te tre s d ios s u f r í larg o s in terro g ato rio s.
te rm in a d o p a ra m í: lib e rta d , íam llla.
A cudí en to n ces con fe rv o r a la p rotección de
Bosco p ro m etie n d o u n a lim osna y ^ * '* ^ * " * r ,„ * „ ’
r ín apcM B m e fu e ra posible. P asa b an loa
«n
g ra n desconsuelo p a ra m í. p ero a u m e n ta b a la con
fian za en q u e el b u en P a d re m e
...
E n efecto, la m a ñ a n a d el 31 de en ero . í l ^ ^ l
S anto, fu i som etido a nuevo ‘n>f>Togawrto X
e n l i b e r u d in m ed iatam en te.
la s acusaciones. L a in te rv e n c ió n
^ n
« 4 e v id en te. E l -me devolvió la lib e rta d , la fam ilia
y el tr a b a jo ; p u es todo sucedió e l d ía de su
^
w n t r a to d a p rev isió n .—M eoíós Stusa. (Taranto».
fK sT K K'i lA ' V E llD A D EllO MII.AÜHU». DP K El.
CIRUJANO H E H K »>
A l a edad de s e te n U y cinco años.
t e n n e a u n a o p eració n q u e su p u so U e x t i r p a * ^ de
S T b u e n » e x t ^ l ó n de piel. L a h e ^ e r a j t e ^
gen diabético y n o c ic a triz a b a ; el
^
u n a seg u n d a In terv en c ió n , en la
de u n a p a r te d el cu erp o p a ra
r a d a a n ^ o r m e n t e . E n e sp era de ^
re c ib í de u n salesian o u n a re liq u ia de S a n to u o m in
-
17
ñ l fn.^nr;híL
re p e tid a s veces so b re la heri“ c-,
y confianza.
P u ln ,^
la o p eració n r e to rn é al hospital,
^ a n d o el m edico q u itó el v e n d a je vió con so rp re sa
rlo*<.i^ín<YYÍÍ*^ h a b ía cicatrizad o y q u e n o e ra n ecesa
rio el in je rto ¡ y, a u n q u e e ra h eb reo , n o pud o m enos
d e e x c la m a r : «E ste e s u n v e rd a d e ro m ilagro» Mi
“ D om ingo Savio lo h a b ía n con
tóguldo. El h ech o es ya conocido am p liam en te y por
enl p a rte p ro c u ro q u e se dlfund.i.—C arolina -Wartjicci
i.Newton-Nueva Jersey).
UN.\
O R A C IA
S IN G U L A R
H abfa recibido p re sta d a u n a casulla n ueva y prem unicipio^ c ie rta fiesta solem ne en u n a capilla del
In a d v e rtid a m e n te tu v e la d esg racia de a r r o ja r e n
cim a u n a lá m p a ra llen a de aceite. Excu.so d e c ir cu á
les fu e ro n m i p e s a r y mi preocupación. L a en v ié a
v arias tin to re ría s d e O porto, pero en n in g u n a se
a tre v ía n a lim p ia rla , p o r lo q u e m e fu é d ev u elta en
el m ism o estado.
Con la casu lla e n tre I;is m anos y, pen san d o e n la
•estltuclón, llo ré a m a rg am en te. P ero tu v e la buena
I n p ira c ló n d e colocar encim a la re liq u ia de S anto Dom ingo Savio, m ie n tra s de ro d illas rezab a u n Padre
n u estro . A n tes d e le v a n ta rm e le p ro m etí e n c a rg a r
u n a Misa, r r a a r el R osarlo y p u b lic a r la g ra c ia en
caso d e q u e la m an ch a d e sa p a re c ie ra sin in terv en ció n
im m ana. A m í m ism a m e p a re c ía casi p resu n ció n
esta d em an d a, p ero D om ingo Savio se com padeció de
mí y la m an ch a d esap areció com pletam ente.
Todos los ^ e p u d iero n c o n s ta ta r el h e c h c ^ f u e ro n
n-uchos en v frd a d —c o m p a rtie ro n conm igo s u a d m ira
ción y a le g ría ; u n o com entó, so n rie n d o : «E ste S an
to d eb e s e r u n ex celen te lim p iad o r de alm as».— t/an .. de Carvalho N ovoa. (C anelas de R egua).
p o lo ro sa caíd a m e causó la dislocación d ei pie iz
q u ierd o a la q u e sig uió u n a g r a n h in ch azó n y fu e rte s
dolores. E ra el 21 de m ayo. Como no q u e ría f a lla r a
una p ro m esa d e e s ta r en T u rin el 24, invoqué a San23 p u d e h a c e r el v ia je de
.120 k iló m etro s, aslsU r a la v igilia de m edianoche y
a j'u d n r v a ria s m isas sin s e n tir la m en o r m o lestia. Do
m ingo Savio h a b ía escuchado a este an tig u o alum no
del O rato rio d e T u rin .—S cbosíídn Lvi.si. P o n testaz
zem ese (I.ucca).
T errib le h e m o rrag ia, pro d u cid a p o r la r o tu ra de u ii .t
vena, m e puso al b o rd e de 1.a tu m b a. Me llevaron
a . h o sp ita l y el m édico d ló el caso p o r perdido
u n am igo m e an im ó a e n co m en d ar el asu n to a San
t i D om ingo Savio, reg alán d o m e u n a re liq u ia del jo
ven an g elical. Le re c é y s e n tí re n a c e r en m i la coiin en z a d e q u e t r a escuchado. P erd id a to d a e.speranza
h u n)an a, nie ab an d o n é co m p letam en te a la Intercesión
d el sa n to
D esapareció el p elig ro g rav e, com enzó
la in ejo ría y. pocos d ías d espués, volví a casa resta-.
l-Iccldo.—l.o rr n :o Ccrímo. (R o caíu erte-E cu atlo r'.
fr a n c is c o fe r r a r lo , de Som m a L o m b a rd o U talla).
o|>crado do a p e n d lc ltis ag u d a y g a n g ren o sa con p e r i
ton itis, o b tu v o d e Dom ingo Savio u n éx ito q u e causó
.idm lración a los m édicos, los cu ales h a b ía n p ronosucade m uy d iv ersam en te.
Ciara Barbiri.s. d e San E-sleban Belbo (Italia) con
I? no v en a co n sig u ió de Dom ingo Savio u n a gracia de
o rd en m o m l y la cu ració n de s u hijo.
Ana G i'nofo. d e Nápole.s. alcanzó d e Dom ingo S:.
v*o la cur.ició n d e u n a In siste n te m onom anía debida
a en ferm e d ad nerviosa.
•Varia del Carmen R u ic de Saíasar (M adrid! decla
r a q u e u n a n le ie c ita suya, p o r te n e r la s p iern as
m u y to rcid as, n ecesitab a u s a r cie rto s a p a ra to s rectlfiead ores y g u a rd a r cam a dos m eses p o r lo m en o s:
n cu ciero n a S an to D om ins^ S avio p a ra <jue le consi>
g u ie ra d e Dios e v ita r e sta s m o l e s t i a a la p eq u eñ a
>■
d e sa p a re c ie ra dicho defecto, lo q u e se
v erificó a los pocos m eses, d esp u és d e u n rég im en
d ‘ vida e n playa.
18
—
-A -V U E b T lU > S
>i .\1 ;T . i ; :
ALCOV.—H abiendo en ferm a d o d e tifu s m i hi<o sn
n a G lsb e n . a c u d í con e n te ra confianza a los
salesian o s. Don Jo sé O iín y
ií^
n daeé a n u h ijo y® asposa
«'bienes, resp ec tiv am en te , éneon icn
A fo rtu n a d a m e n te fu i escuchado y am bos recuperalo .i la sa lu d , y p a ra a fia n z a r la g ra c ia y c o n s ^ i r
de
encom endé a los dos al s i ^ o
de Dios Don Ja im e B uch.
^
H abiendo p asad o u n tiem p o disc reto y asegurado
nfiplft
o b ten id a, h o y h ag o público m í agradecicitados m á rtire s , en viando u n a limosna
p a ra la caii.sa de su B eatificación.__S. Valor.
HABANA (Cuba).— U na b u en a am ig a m ía, qu e en
vida h a b ía conocido a l P . C alasanz. se veía en nellg ro de p e rd e r el em pleo q u e c o n stitu ía su único me
dio do .subsistencia. No en c o n tra n d o n in g ú n medio
p a ra d e te n e r la in m in e n te c a tá s tro fe q u e se le venia
encim a, la aco n sejé se en co m en d ara a dicho Padre,
a q u ien invocam os las dos con e n te ra co n fian za; efeci
tlv am en te. fuim os escuchadas, p u e s el ta lle r q u e Iba
a c e rra r, cum inuO a b ie rto y m i am iga pudo reanudar
su tra b a jo y a s e g u ra r s u p o rv en ir.
O tro fa v o r debo a l P . C alasanz y e s é s te de Indole
e s p iritu a l;
U na am iga m ía te n ía u n h e rm a n o g rav em en te en
ferm o. E n v a ria s ocasiones h a b la llegado a la agonía
.V m isterio sam en te h a b ía rec u p e ra d o su s fu erz as lo
e.staba s e g u ra d e q u e e r a la d iv in a P rovidencia la
q u e p o r aq u ella m a n e ra av isa b a al p a c ie n te p a ra que
se p u sie ra a b ie n con Dios, y a q u e n o sólo v iv ía ale
jad o de la relig ió n , sin o q u e esta b a casado civilmen
te y, p o r c o n te ra , se h a b ía .nfiliado a la M as'inena.
P o r este m o tiv o encom endé el a su n to al P. Cala
sanz, ro g án d o le e n c a recid am en te no p e rm itie ra que el
e n ferm o m u rie se sin re c ib ir los au x ilio s de la Reli
gión.
Y fu i c.«icuchad;i: in ex p licab lem en te el m ism o enfetm o solicitó los au x ilio s de u n sa cerd o te con ver
dí'dero a fá n , p ues seg ú n confesó a su h e rm a n a , el du
¡■nierlor, d u ra n te s u ag o n ía, le p a re c ió e s ta r en
P u rg a to rio y q u e allí oyó u n a voz q u e le decía que
so co n fesa ra si q u e ría ir a l cielo
No sé si esto lo d iría d u r a n te s u delirio, pero lo
c ie rto es que, a p en as se re c u p e ró u n poco, pidió un
sacerdote, se confesó con señ ales d e v e rd a d e ra con
iric ló n y m u rió sa n ta m e n te en el seno de la Reiígi-'-católica.
A gradecida p o r e sta s g ra c ia s, ru e g o se publlqueií
p a ra edificación de los fieles y p a ra g lo ria del gran
m á rtir, el llorado P a d re C alasanz.—Isabel lícrnátidcz.
LIMA iP erii).—H ace u n o s d ías, a p etició n dei Pá
rroco. fu i a c u id a r a u n a en ferm a , m ás del alm a qut
de! cu erp o , p u e s siendo católica, a p o s ta tó haciéndep ro te sta n te y c.asándose con u n ho m b re de la misma
secta C uando la obediencia m e im puso este deber,
la S u p erio ra m e en carg ó en co m en d ara el caso a nu
« am o h e rm a n o Ja im e O rtiz. Asi lo h ice, y en pottiem po, a los ocho d ías, fu é ta l el cam bio experim en
tado en el corazón de aq u ella p o b re en ferm a , que
volvió al seno de la ig lesia.— S o r C elestina O ríte Sicrva de M aría.
PUEBLA DE GUZMAN iH u elv a).—Un se ñ o r conolid o . q u e se h allab a delicado de sa lu d , tu v o u n a cal
da grave, y fu é llevado in m e d ia ta m e n te a la clinlc—
A llí le in d ic a ro n la co n v en ien cia de p re p a ra rs e a
bien m o rir, p ero él se n eg a b a a re c ib ir los sacram en
tos p o r razó n de n o c o n sid e ra rse p erd id o . T raslad ad ’
a casa, p a ra q u e su s fa m ilia re s tu v ie ra n el consue^j
d e v e rle m o rir e n tr e la fam ilia, fu é av isad o el pá
rro co , p ero n u e s tro en fe rm o se o b stin a b a e n no pre
p a ra rs e a la m u e rte . Mi h e rm a n a , q u e fu é a poner
le u n a inyección, le recom endó fe rv o ro sa m e n te a nues
tro p aisan o m á r tir , el P . Jo s é C astells. M om entos des
p u é s e n tra b a el se ñ o r c u ra ' en la casa y e l m oribun
do en to n ces le pidió en ca re c id a m e n te
y co
m u lg ar, lo q u e hizo co n ed ifican te devoción, fallecien
do e n p az u n o s m in u to s d espués. E s ta fam ilia es de
M allorca.— S o r CalaUna F ranc, H . de U . A.
HACIA EL CONGRESO MARIANO DE ZARAGOZA
Ya estamos en vísperas del gran acontecimUnto. Durante los días del mes que falta conviene
que, cuantos piensen intervenir en el Congresillo
salesiano, se ¡lustren de antemano para que ello
yca de manera eficaz y activa.
TEMARIO. Don Federico Roldán. canónigo
que fué de Sevilla, trazó en un sustancioso opúscu
lo el estudio completo y acabado del título de
AUXILIADORA: María desde la eternidad es
designada Auxilio de los cri.stianos en el plan
divino de la Redención. Se le confirma esta pre
rrogativa a lo largo de los siglos, durante los
cuales se fué preparando la Redención. Cuando,
llegada la plenitud de los tiempos, quedó reali
zada la Redención de los hombres por la parte
de Jesucristo, es constituida Auxiliadora sobre
PARA
-Auxiliadora
Auxiliadora
.Auxiliadora
Auxiliadora
Auxiliadora
:gion.
UNA N O V E N A
en el plan divino de la Redención.
en la preparación de la Redención.
en la realización de la Redención.
en la vida de la Iglesia.
en las grandes luchas de la Re-
PARA
cl Calvario. Procede Ella conforme a ese oficio
en la fundación, propagación y consolidación
de la Iglesia, por cuyo medio la Redención se
completa. Desde el ciclo continúa su tarca ma
ternal. lo mismo en las grandes luchas de la
Iglesia como en las grandes necesidades del pue
blo cristiano; lo mismo en la salvación y san
tificación de las almas, mientras avanzan por la
vida, como después de la muerte, cuando expían
en el Purgatorio. Finalmente, y de manera es
pecífica en la Obra de Don Bosco, es la Auxi
liadora de la juventud cristiana, que tantas mues
tras viene dando, en cl transcurso de más de
ochenta años, de vibrar ai conjuro de tan sal
vadora devoción.
Esta gloriosa historia del Auxilio de María po
dría resumirse en cl siguiente temarlo:
Auxiliadora en las grandes necesidades sociales.
.Auxiliadora en la perfección cristiana individual.
Auxiliadora de las almas del Purgatorio.
Auxiliadora de la juventud cristiana.
María Auxiliadora. la Virgen de Don Bosco
(Panegírico!.
UN T R I D U O
Auxiliadora en la ley de gracia.
Panegírico, como el anferior.
Auxiliadora antes de los tiempos.
Auxiliadora durante el Antiguo Testamento.
PARA
UNA
FIESTA
I parte: Auxiliadora «/> ae/erno en la mente
divina.
II p arte: Auxiliadora en cl tiempo.
III parte: Auxiliador.i por ministerio de la
Obra salesiana.
Don Diego Tortosa. magistral de Alcalá de
Henares, predicó e! 24 de mayo de 1926 en la
iglesia de Ronda de Atocha (Madrid)' un inte
resante panegírico iprosopopéyico». cuyo esque
ma es el siguiente:
I-a historia del Auxilio de María puede com-
p.rarse a la vida de un ser racional cristiano:
Generación, en ka mente divina; nacimiento.
en cl Calvario; houtismo, en aguas de Lepanto:
confirmación, ante los muros de Viena; moyoríJaJ. con Pío V II; vida pu¡anh'. d«>-do S'm Ju.in
Bosco.
E sta m ism a h e rm a n a nos en v ía relació n de o tra
«ricia a trib u id a a S or C a rm en M oreno, e n fa v o r de
tata p erso n a q u e n e c e sita b a tra b a jo y le e r a im posi
ble en co n trarlo , p e ro felir.m entc le llegó a p en as h ab ía
letm inado u n a n o v en a a la m en cio n ad a m á r tir . H ija
M aría A ux iliad o ra.
ui! fav o r recib id o en t u salud du'puc-s de pi*-bar in
ú tilm e n te m u ch as m edicinas. J u a n E sieve y e*po*
p o r d iv ersas gracias.
dan -
TAMBIEN* GRACIAS Y ENVIAN LIM O SN A s'
BIBLIOGRAFIA: F. Roldán: Auxilio Je for
cristianos. Luis Gilí, Barcelona. 1915. F. de la
Hoz: Meditaciones salesianas. SEI. Madrid. 1954.
Ricaldonc: La nostra divozinne a María Aini¡iatrice. SE!. Torino. 1948.
.4 San Ju a n Hosco.
P ila r D om ínguez, p o r fav o re s recibidos.
A S an to D om ingo Savio.
A ¡íarfa A uxitia d o ra .
3. D. (M adrid), p rese n ta d o p o r el P. R. Piftol, p o r
u n se ñ alad o favor.
Rosa C uesta, -viuda d e Riobóo (C órdeba). p o r la bo iución d e u n a s u n to d e d ifíc il a rre g lo . R o sario Avendafio (M adrid), p o r h a b e r cu rad o s u h e rm a n a d e fu e r
te d epresión n erv io sa. I b r f a S elvas (Ig u alad a ), p o r
.1 D on F elipe liin a ld i.
S o r T e re sa Bellido (P u eb la de Guzmán-Hue■.^.-^ :
giT-cIas q u e a trib u y e al sie rv o d e Oios.
-
19
«DECIAMOS
AYER
» (Septiembre-1904)
LETIN
ÍALESIANO
Redacción y íld m in istrac ió n
V ia Cotíolengo, g 2 —
T u rin ^ Italia.
Bajo el epígrafe general de Documentos Salesiauos publicábamos la primera parte de un discurso de
Monseñor José Akssi, pronunciado en el Congreso Salesiano de 1903.
El Representante del sucesor de Don Bosco en América, don Calógero Gusmano, daba cuenta al Rec
tor Mayor don Rúa de sus viajes por el Perú (Callao y Lima).
En De Nuestras Misiones, don Evasio Ravagliati y don Abraham Aguilera, secretario éste de Monseñor
Costamagna, nos hablaban de sus aventuras por tierras de Colombia y el Ecuador.
Gracias de Marta Auxiliadora reseñaba con amplitud seis favores y el resumen de otros veinticuatro en
España y en América.
La Crónica Salesiana dedicaba siete páginas para consignar doce comunicados de fiestas en otros tantos centros del mundo entero.
Treinta y un cooperadores de España y sesenta y dos de América habían rendido tributo a la muerte,
según refería la sección correspondiente.
NUESTROS
M onsefior P A B L O M A R I A S E L V A M
O b ia p o de V e llo r e {In d ia )
La muerte. inesperada del primer obispo sale*
siuno indio nos ha producido honda pena, tanta
cuanta satisfacción sentimos al publicar los deta
lles en nuestras páginas de su reciente consagración.
Fundadamente creemos que ha sido una víctima
propiciatoria delante del Señor por las necesidades
morales y espirituales de la India, tan debatida ai
presente en luchas decisivas para la religic^ y para
el mundo. «La pobreza evangélica en que vivo—es
cribía hace poco a nuestro Rector Mayor—atraerá
muchas bendiciones de Dios y de la Virgen Auxilia
dora sobre esta región...»
D on J O R G E M A R Q U E S
Este cxcelcnie cooperador de Cindadela falleció en
Barcelona, después de sufrir serías intervenciones
quirúrgicas. Persona destacada en la isla, fué muy
20
—
DIFUNTOS
perseguido durante el período rojo. Se entregó por
algún tiempo a la dirección de la banda del cole
gio sin admitir ninguna retribución de los Salesianos. a cuyo servicio incondicional siempre estuvo.
R. P. JU A N JO SE A P A R IC IO
Ya en prensa este número, r<.cibimos la dolorosJ
noticia del fallecimiento de este virtuosísimo sale
siano. Pérdida muy grave representa para la Ins
pectoría Bética la desaparición del P. Aparicio, no
menos para los infinitos amigos y beneficiarios que
le lloran. Limitándonos, por ahora, a recomendar
su alma a nuestros lectores, preparamos para el nú
mero próximo una amplia semblanza de su figura
moral, digna de ser colocada en el catálogo de los
Hijos de Don Bosco más beneméritos por su ejemplarídad y apostolado.
EF nuevo A b a d de Poblet, antiguo alu m n o sa lesia no , recibe los plácem es del
M in istro de Educación Nocional.*'
M o g n ífico e limo. Sr. Dr. D. Juan M a n z a n o y M a n z a
no, ex-alum no del C o le g io S a le sia n o de Utrera,
y nuevo Rector de lo U niversidad d e SevÜio.
Cinco preciosos frutos dei C o
legio de Alcoy, socerdotes del
Altísimo.
(Véase cN o ticiario Salesiono.»)
ü É m a -^ ¿É .
Visto ge nera l de los Escuelas Profesionales de C á d iz que a sus
actividodes d e siem pre o g re g o a h o ra la de su centro de form ación
d e coadjutores salesianos.
SV. I).
Señas
del
rem itente
T a lle r a i G rá fic o s d e E D IC IO N E S C A S T I L I A , S. A . - A l c a l á . 126 - M a d n d
1
-
Texto
-
Los nuevos So cerd ofes de los Inspectorías Bético y Céltico con su Sr. Director,
0. M a x im ilia n o Francoy. -
IS0 ILIE1ÍIIN SiULIESIIIlNO
R E V I S T A
A ñ o L X V Ill
D E
^
L A S
O
B R A S
D E
D O N
S E P T IE M B R E 1954
B O S C O
N ú m e ro 9
SOLO VIKTIIÜ ES NÜliLEZA
BLASONES DE NLIESTKÜ ESCUDO
Un bosque y unas rnlinas
En el escudo salesiano, como en todos los escudos nobiliarios—y ya se sabe que nuestra no
bleza aspira a identificarse con virtud—^no hay blasón inexpresivo. Los más pequeños detalles
hacen referencia a puntos característicos de nuestro apostolado.
Pues bien, en el centro de su campo, bajo el ancla, que es blasón muy destacado, unos árbo
les y unos cerros condensan otro blasón. Bosco en italiano es Bosque; tras del bosque se vislum
bran siete colinas, sobre las que se alza Roma, centro de la cristiandad.
Salesiano Je Don Bosco y católico romano son dos ideas que e c confunden en una: apóstol
de Jesucristo. Sin Roma. San Juan Bosco no existiría; sin San Juan Bosco, Roma para el salcsiano sería denominador común a cualquier cristiano fiel. Uno de los mayores dolores de nues
tro Padre fué ver cómo el poblado material construido sobre las siete colinas se le iba al P ap a;
una de las mayores alegrías de sus Hijos fué la feliz coincidencia del Tratado de Lctrán, cuan
do las .siete colinas se encogieron y adentraron en la Ciudad Vaticana al par de la primera exal
tación de Don Bosco a los altares. Porque, aunque el romanismo de la Iglesia no se cifra en
mayor o menor cantidad de kilómetros cuadrados, veinte siglos de catolicismo nos han acostum
brado a m irar a Roma cada vez que el corazón confiesa y afirma su fe en la única Iglesia, como
a Don Bosco le enseñaron a trillar el camino que de Turín conduce a ella, cada vez que su co
razón romanísimo necesitaba explayarse en el del Romano Pontífice, o el Romano Pontífice
le requería con acentos paternales para oírle como a oráculo del cielo.
El salesiano que no sea de Don Bosco debería transferir .su apellido a cualquiera de las
obras admirables que se entroncan en el apellido de nuestro dulce Patrono, menos en la nuestra
rrecisamente, salesiana de Don Bosco. Y el salesiano de D on Bosco que no esté con el Papa,
con el Papa siempre, con el Papa hasta morir, no puede ser tal salesiano.
¡Hijo de San Juan Bosco y católico fidelísimo al Papa, ideas inseparables, que se confun
den en u n a !
—
1
En la Escuela Salesiana
ORIENTACIONES A UN JOVEN QUE VA A EMPEZAR SUS ESTUDIOS
II
Mucho le inlercsa trabar amistades con personas
de igual condición cuyo trato te sirva de apoyo y
fortaleza, pues es cierto que la comunicación con los
que tienen su alma bien encauzada sirve en gran
manera para encauzar la nuestra con acierto, o para
mantenerla en el buen camino. Creo que en las ca
sis di' los religiosos encontrarás algún espíritu aten
to que se alegrará de que vayas a visitarle para entreicncrtc y recibir aliento espiritual.
Me asusta pensar que te des al juego; 1?> temo
porque sería para ti un inmenso m al: en pocos
días verías disiparse tu corazón y marchitarse todas
las flores de tus buenos deseos. El juego es trabajo
de perezosos, y los que gustan de ¿1 con los podero
sos, bajo la excusa de que ello es el camino más
corto para darse a conocer, demuestran carecer de
méritos verdaderos, pues recurren a esos medios propie; de quienes creen que. por tener dinero, ya lo
pueden exponer; no es muy honrosa la alabanza
de los que se hacen famosos por jugadores, antes,
si la mala suerte les causa grandes pérdidas, todo
el mundo los tiene por locos. Y nada digo de la
secuela que ello trae do cólera, dcse.spcración y locu
ra. do la cual no queda exento el último jugador.
Deseo que tu corazón tenga fortaleza bastante para
no halagar demasiado al cuerpo con refinamientos
en la comid.T, excesos en el descanso y otras como
didades parecidas; un corazón generoso siempre me
nosprecia los regalos y delicias de los sentidos. El
Seílor dice que los que viven iujosamcrUe moran en
¡as casos de las re}vs: y a eso me refiero. No pre
tendo decir que todos los que viven en la corte vistan
lujosanieníe. sino que los que visten lujosamente son
los que viven en la corte. Ahora bien, no habla del
indumento externo, sino del porte interior; por lo
que hace al exterior, mejor que yo sabes tú aque
llo que te conviene, y no me incumbe hablar de ello.
Quisiera que de vez en cáiando castigases tu cucríjo haciéndole sentir alguna dureza, menospreciando
ios regalos y renunciando a lo que halaga al senti
do. pues conviene que la razón se ejercite en hacer
\aler la autoridad que ticr.otpara regular los apetitos
sensuales.
Falla, sin embargo, que te diga lo siguiente: Ima
2 —
gínate caballero de la corte de San Luis. Quería este
santo rey que se fuera gallardo, animoso, desprendi
do, de buen humor, cortés, sociable, franco y de finos modales; pero ello no obstaba para que quisiera
más que se fuese buen cristiano. Si hubieses vivido
cerca de él, le habrías visto reír con amabilidad, ha
blar animadamente cuando hacía al caso y cuidar
de que lodo resplandeciese a su alrededor, para
mantener, como un nuevo Salomón, la dignidad realDespués de eso le habrías visto asistir a los pobres
en los hospitales, hermanando la virtud cívica con
la cristiana y la majestad, con la humildad. Eso es.
a fin de cucnta.s. lo que debe uno proponerse; no
perder en gallardía por ser cristiano, ni mostrarse
menos cristiano por ser más gentilhombre. Para logrario hay que ser excelente cristiano, es decir, muy
devoto y piadoso, y a ser pos’ble, espiritual, pues,
como dice San Pablo, el hombre espiritual todo lo
discierne; se percata del momento, del grado y las
circunstancias para la práctica de todas las virtudes.
Medita con frecuencia en que vamos por este mun
do entre el paraíso y el infierno; que el último paso
de esta marcha nos dejará en la morada eterna, y
que desconocemos cómo será este paso, el cual, para
andarlo con seguridad, requiere que nos adiestremos
on dar bien los anteriores. ¡Dichoso el que medita
en la eternidad! ¿Que significa entretenerse en jue
gos de niños sobre un mundo que no sabemos cuán
tos días tiene?
Para terminar como empecé, le repito que vas a
arriesgarte en alta mar, y que debes tener ^mprc
a Jesucristo por patrón: la cruz, por mástil que
sostendrá el velamen de tus propósitos; por ancla,
una profunda confianza en El.
Parte ya en buena hora, que el viento de las
celestiales inspiraciones hinche siempre y cada día
más prósperamente las velas de esa tu nave, basta
arribar felizmente al santo puerto de la eternidad.
i" Francisco Je Sales.
Obispo de Ginebra.
Annccy. 8 de diciembre de 1610.
EL JEFE DEL ESTADO ESPA Ñ O L inauguro en Polencia
el Colegio de Huérfanas de Ferroviarios, regentado
por Hijas de Moría Auxiliadora.
26 DE JULIO DE 1954, FECHA M E M O R A B L E P A R A FA LE N C IA
Así encabeza el «Diario palentino» su amplio t c poriaje en el número del 27 de julio, sobre la aper
tura de un maravilloso centro educativo que el
Estado español ha encomendado a las religiosas de
Don Sosco. E>e él tomamos material para la reseña
en nuestra revista.
EN EL COLEGIO DE HUERFANAS DE
FERROVIARIOS
Sobre las siete y quince d ’ la larde, llegaba
S. E., con su esposa doña Carmen Polo de Fran
co, su séquito, acompañamiento y escolla, al recin
to dcl Colegio de Huérfanas de Ferroviarios. Su
entrada, como una apoteosis triunfal, tuvo la cá
lida y jubilosa acogida de estas quinientas niñas
icsidentcs en el Colegio, quienes, con sus profeso
ras. las Religiosas Salesianas de San Bosco. x en
contraban cubriendo el largo pasco del jardín dcl
Colegio, en dos larguísimas filas. No se cansaban
de ^ u d a r con sus manos y de vitorear entusiás
ticamente, e! paso dcl Caudillo .
El momento era impresionante. Quinientas muv'iiachas, con sus uniformes de escolares, vitorean
do y aclamando a Franco y a F.spaña, y formando
como gráciles árboles vivos, con una vida intensa
de fe y de gracia, las dos paralelas de un cordial
camino que Su Excelencia el Jefe del Estado rcco•ría para llenarse de más júbilo de España, de
más agradecimiento de España.
En la puerta principal esperaban a Franco, con
las autoridades eclesiásticas y civiles y militares cita
das. las altas personalidades de la RENFE y los con“-jeros en pleno dcl Colegio de Huérfanas, quienes
ic cumplimentaron respetuosamente, para seguir al
mterior dcl Colegio, donde iba o cekbrarsc oficial'lentc, con el refrendo supremo dcl Jefe dcl Estado,
inauguración de aquel magno Colegio, que se le
vantaba nuevo, reciente, cumbre, en aquel viejo hori
zonte palentino, que también tenía la impronta y la
'■ustar.cia de los más augustos capítulos de la Histona Patria
BENDICION DEL ESTABLECIMIENTO
Su Excelencia, acompañado de su distinguida esr ^ , doña Carmen Polo- de Franco; Ministro de
Obras Públicas; Capitán General de la VI región.
Exemo. Sr. Don Antonio Alcucilla Pérez; General
Jefe de la Casa Militar de S. E., Sr. Franco Salga,
do; segundo Jefe Intendente de la Casa Civil, señor
Fuertes, señores ayudantes de Servicio de S. E. y
otras personalidades que constituían su séquito se
dirigió al vestíbulo principal, donde por el Exemo.
y Rvdmo. Prelado de la Diócesis, Dr. Souto Vizoso.
asistido por el Iltmo. Sr. Vicario General Dr. Gu
tiérrez; canónigo Sr. Rey Pita, y capellán dcl es
tablecimiento. señor Paniagua, se llevó a cabo la
solemne bendición de las distintas dependencias dcl
Colegio.
HOMEN.AJE AL CAUDILLO F.N El SALON
DE ACTOS
Terminada la ceremonia religiosa, el Caudillo con
-u séquito entró en el .salón de actos, ocupando el
>.1(10 preferente de la mesa presidencial. A la derech.T de S. E., se colocó .su distinguida c.sposa, el
Exemo. Sr. Gobernador Civil de Falencia y el Dilec'or de la Rcnfc .Sr. Peña Bcuf; y a su izquierili, c! Iltmo. Sr. Alcalde accidental de la ciudad,
don Rodolfo Pérez de Guzmán; Capitán General
d ■ la Sexta Región: Abad Mitrado de la Trapa,
don Buenaventura Ramos, ocupando los demás lu'•;.rcs de la tribuna autoridades civiles, militares y
tibgiosas asistentes.
Una vez cesados los aplausos, la alumna del Co
Icgio. Brígida González, recitó delicadamente la poe
sía «Tú fuiste el atleta», dedicada al Caudillo por
su autor, don Angel García, S. D. B., y pakntino
de nacimiento, en cuyas estrofas, muy inspiradas,
s-j enaltecía líricamente la figura y personalidad
cumbre dcl Generalísimo.
DISCURSO DE IX)N MARTIN ABBAD
Seguidamente, el señor Presidente dcl Consejo dcl
CeJegio de Huérfanas de Ferroviarios, don Martín
Abbad, dirigió a S. E. unas palabras elocuentes de
lar- cuales entresacamos los fragmentos que siguen:
(Excelencia. Exemos. señores, señoras y señores:
Tengo el alto c inmerecido hemor de dineros la
palabra en el solemnísimo acto de inauguración ofi
cial de este Colcho-internado de niñas huérfanas
de ferroviarios, y To hago en nombre de la Asam
blea General de Delegados que representa a los
200.000 agentes de los Caminos de Hierro de toda
España, y en el del Consejo de AdmínistrMÍÓn que
me honro en presidir.
— 3
El hecho de que S. E. el Jefe del Eslado, Gene
ralísimo Franco y su augusta esposa, se hayan dig
nado honrarnos viniendo a presidir este acto, es
de tal importancia para nosotros, que mis pobres
palabras, llenas de la más honda emoción y respeto,
no saben describirla y tengo que limitarme a ex
presarle de todo corazón, no sólo mi gratitud, sino
la de todos los ferroviarios españoles tan dignamen
te representados aquí.
Merced al apoyo que el Gobierno viene prestán
donos, se nos concedió autorización para que vo
luntariamente los usuarios del ferrocarril contribu
yeran con las módicas cantidades de 25 y 10 cén
timos por talones y billetes, respectivamente, y ello
reforzó nuestra posición, permitiéndonos llegue el
feliz día para nosotros de poder inaugurar oficial
mente el tercero de nuestros internados, magnífico
edificio en el que hoy estamos y en el que tienen
cabida 500 niñas a las que, con la entusiasta coopc.ración de las religiosas Salesianas, educamos con
formación profesional a unas y laboral- a otras,
dentro de un profundo sentido católico para que al
abandonar este hogar a los dieciocho años puedan
abrirse camino en su vida.
Están terminados y prontos a inaugurarse los
centros de Alicante y Avila; el primero donde ya
hay 400 niñas bajo la dirección también de la Orden
Saicsiana y c! otro dispuesto para acoger 300 niños
de ocho a diez años, que quedarán a cargo de las
Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
El sexto Colegio, en construcción muy avanzada,
está en León y albergará en fecha próxima 600
niños, los que en sus talleres de aprendizaje reci
birán enseñanzas laborales, según sus inclinaciones
y aptitudes, bajo la dirección de Padres Salesianos,
cuya meritísima labor no es preciso hacer resaltar.
En funcionamiento ya estos Colegios, habremos
conseguido nuestros fines fundamentales, al ver ago
tado en su totalidad el tumo para ingreso que
tanta preocupación nos viene ocasionando. Cuando
esto ocurra habremos invertido en las obras e ins
talaciones, 120 millones de pesetas y nos faltará
solamente acabar los edificios de Dos Hermanas y
Fueníerrabía.
De aquí a unos cuantos años, los resultados que
.se obtengan serán sorprendentes: la disciplinada y
estudiada preparación que según las aptitudes e in
clinaciones de cada uno, como antes hemos dicho,
habrán recibido en sus clases, les hará ser unos
excelentes productores y ciudadanos ejemplares y
fieles cumplidores de sus deberes.
Tened la seguridad de que estos jóvenes, como ya
estamos viendo, al abandonar el Colegio y entrar en
la lucha por la vida, colocados en su oficio, profe
sión o carrera, nunca olvidarán c^ue, al faltarles el
calor de sus padres, fué esta Institución la que los
acogió bajo su tutela; los cuidó con material des
velo en sus enfermedades; estudió sus aficiones y
grabó en sus almas con caracteres imborrables los
deberes y obligaciones que tiene que cumplir todo
buen español.
Conseguido cuanto queda expuesto, veremos cum
plidas las c o n s i^ s dictadas por V. E. y nos con
sideraremos satisfechos de ayudar a nuestra Pa
tria en esta parte de fcHinación de futuras genera
ciones de hombres y mujeres que serán honra de
la nueva España que estí's forjando.
l’Al
DEL C.^UDIU.O
Su E.\cclcncía el Jefe del Estado agradeció en
unas breves palabras el homenaje que se le tribu
taba, manifestando que estos Cdegios son la ex
presión más firme de la hermandad española y de
la unidad entre nosotros, y congratulándose de que
este Centro sea dirigido por las Salesianas de San
Juan Bosco.
4 —
Una gian ovación acogió las últimas palabras dcl
Caudillo, repitiéndose las aclamaciones de «Franco.
Franco, Franco», y vivas a España.
VISITA DEL ESTABLECIMIENTO
Acompañado por Ja dirección del Colegio y al
tas personalidades del mismo, S. E. recorrió la«
salas de clase y talleres del Establecimiento, don
de vió ejecutar por las escolares primorosas labores
de tejido y tricotado, elogiando la maestría ya al
canzada en estos menesteres, así como las moder
nísimas máquinas puestas a disposición del Colegio,
que permite cumplir a satisfacción la labor didác
tica-profesional encomendada. En estos elogios abun
daron todos los distinguidos acompañantes.
Las niñas colegialas obsequicron a la Excelen
tísima señora doña Carmen Polo de Franco, con
una preciosa mantilla de madroños blancos y otra
de blonda y un jersey verde de señora; y al Cau
dillo con dos jerseys de caza y pesca; para sus
nietas, dos jerseys blancos, un estuche de pañuelos
primorosamente bordados y un rosario, fabricado
con tiras de papel superpuestas y cosidas, obras
perfectas de artesanía, realizadas por las alumnas
del Colegio y religiosas del mismo.
En el Colegio de Huérfanas de Ferroviarios la
ilustre dama, doña Carmen Polo de Franco, fué sa
ludada y acompañada durante su visita a dicha ins
titución por sus parientes, las distinguidas señoras
palentinas doña Mercedes Polo de Martínez de Arcoitia y doña Teresa Polo de Pedrejón.
FESTIVAL ARTISTICO
Vueltos S. E. y séquito al salón de actos, cu>a<
amplias ventanas dan a la fachada principal dcl «lificio. los grandes vítores y aclamaciones que le lle
gaban del exterior, y que procedían de las escola
res agrupadas en la plazoleta, le obligaron cariño
samente a falir a uno de los balcones y saludarlas
Arreciaron entonces las aclamaciones, y, de pronto,
las quinientas niñas, agrupadas armónicamente en
un gigantesco coro pleno de afinación y ritmo, de
dicaron al Caudillo de España el magnifico him
no de los ferroviarios españoles «Cantos de Espa
ña», original de una religiosa saicsiana. ¡Cóano
sonaban en el silencio augusto de estos Campos
Góticos, bajo el palio aún azul—el sol no había
encontrado todavía su fosa de poniente—de este
ciclo luminoso de Castilla, las quinientas armoniza
das voces de las niñas!... La tierra parda y ubé
rrima de la paramera, como una infinita caja de
resonancia, se llenaba de entrañables ecos. Ecos,
que. al finalizar el canto, que fué premiado con
muchos aplausos por todos, se llenaron de nuevas
artísticas variantes; pues como si quisieran las
niñas compendiar en un todo raudo y armónico el
supremo agradecimiento que sentían hacia el hom
bre que, con su providente labor social, había he
cho posible aquellos magníficos colegios que tanto
calor de bogar encerraban, desbordaron su entu
siasmo artístico en unas plásticas evoluciones ritmicas con el fondo musical de una bellísima can
ción de Smith, a la que siguieron unos bailes an
daluces. cuya magnífica ejecución arrancaron gran
des aplausos de Su Excelencia y de todos los de
más asistentes.
\lN O DE HONOR
Finalizado este pequeño, pero delicado bomena
je de las niñas, se obsequió al Caudillo, Conde de
Vallellano, séquito, autoridades civiles y religios?
y demás personalidades asistentes, con un exquiato
lunch, servido en el amplio comedor dcl CdcgK>
por el «Jorge Manrique». Y después de firmar el
Generalísimo, Excelentísima señora doña Carmen
Polo de Franco, Ministro de Obras Públicas y de
más personalidades, en el libro de honor del Cole
gió, abandonó S. E. el mismo entre las aclamacio
nes generales y el Himno Nacional, interpretado por
las Bandas Municipales de Música de Falencia y
Carrión de los Condes.
Las primeras sombras del crepúsculo caían sobre
los oteros palentinos, cuando la caravana oficial
se perdía a lo lejos y en medio de esta tierra, el
Colegio de Huérfanas de Ferroviarios, se quedaba so
litario y rotundo, con esa soledad sonora, casi mís
tica, que palpita en los corazones llenos de gracias
y llenos de meditación. Y quinientos corazones de
niñas huérfanas, en el silencio intimo de su queri
do Colegio, que aún guardaba entre sus recién es
trenadas paredes la resonancia de las voces y la
presencia esclarecida del Caudillo y autoridades es
pañolas, se concentraban en un plelórico funciona
miento espiritual, que, en su rosario diario irá can.
lando, como,* una entrañable y continua sinfonía,
esa cora] p)erfectamente humana: la del agradeci
miento.
DH UNA .INTERVIU)'
El citado' periódico publica una interesante con
versación del redactor con don Antíoco López Ruiz,
ricepresádente del Consejo de Administración, de
la que desprendemos estas preguntas y respuestas:
—¿Quiere usted decimos cuál es el objeto de la
Institución, y cómo está constituida y gobernada?
—^EI Colegio de Huérfanos de Ferroviarios es una
Institución benéfica, declarada como tal por Real
Orden del Ministerio de Gobernación del 12 de
mayo de 1926, creada por los propios ferroviarios.
c«i el fin de que al fallecimiento de éstos, sus huér
fanos sean recogidos en régimen de internado en
O T R A S
centros adecuados, que tiene construidos en las
diveisas regiones de España, si c.stán en edad para
ello, y si no lo están, concederles el socorro mensual
correspondiente.
—¿Qué características tiene el Colegio do 1alencia?
—^Ei de Falencia, conforme le he indicado, es de
500 plazas para niñas, está regido por Religiosas
Salcsianas, según contrato que tenemos establecido
con ellas, y en él las chicas cursan estudios de Bachillerato. Magisterio, oposiciones diversas y clases
profesionales de artesanía propias para la mujer.
Si alguna chica sui^erdoiada por su aplicación y
buen comportamiento se hace acreedora a ello, se
la da los estudios superiores que desea y actualmen
te lencmo.s a una huérfana de padre y madre que
por ser alumna excelente está cursando la carrera
do Medicina.
■
—¿Tiene muchas ventajas el que el Colegio esté
regide por religiosas?
—Muchas. Las Religiosas son inmejorables en to
dos los aspectos, y tienen el Colegio a una altura
que causa admiración a cuantos lo conocen y vi
sitan. honrando con ello a la Institución y a Espa
ña. La Directora, Sor Francisca Sánchez, estaba
desempeñando hace más de vc'nlc años dicho car
go en Madrid en un Colegio de Salcsianas, y he
mos tenido la suerte de que la designaran para nues
tro Colegio de Falencia, donde sus magníficas do.
ios se han puesto de manifiesto desde su llegada.
—¿Están ustedes satisfechos de la situación dcl
Colegio en Falencia?
—Estamos muy contentos de la consideración y
el aprecio que en Falencia tienen a nuestro Cole
gio. La capital puede estar orgullosa de contar con
una institución modelo en su género, en cuyo edi
ficio c instalaciones se han invertido más de 15 mii¡on'’i de pesetas.
N O T I C I A S
Días de inmenso júbilo han sido
para la familia salcsiana en ALCOY, el 3, 4. 5 y 6 de! pasado
julio, en que cinco sacerdotes saIcsiaDos, exalumnos de aquel cole
gio, celebraron su primera Misa y
recibieron los homenajes de toda
la población. Bien merece desta
carse el hecho, y felicitar efusiva
mente a un centro educativo cuyos
mejores alumnos son segregados
para Dios. Reciban nuestra cordial
enhorabuena esos nuevos ministros
del Altísimo, Rvdos. don Alfonso
Viecnt. don Antonio Armiñana, don
José Masía, don Antonio Jordá y
don José BoronaL
preparada en HUESCA por los
Salcsianos de la Residencia Provin
cia!. De ella ofreceremos amplio
reportaje en c! número próximo a
nuestros lectores.
Las Escuelas Profesionales de
CADIZ, generosa donación de la
ilustre dama (q. e. p. d.), doña
,\na de Viya, han agre^do a las
actividades la formación de coad.
lutorcs saJesianos, futuros maes
tros de taller para la Inspectoría
Bélica de María Auxiliadora. Lla
mamos la atendón de nuestros co
operadores scrf>re este hecho, acu
diendo a su generosidad para un
sector tan importante de la Obra
de Don Bosco: la formadóo pro
fesional de la juventud obrera.
Nuestro Rvdmo. Rector Mayor
en persona quiso pronuntíar el dis
curso en la solemne conmemora
ción anual dcl Papa, realizada el
29 de junio en la casa madre de
TTJRIN. desarrollando el tema
Príncipe de pastores. Maestro in
falible. Padre universal.
Monseñor Domingo Comín coro,
nó en CUENCA (Ecuador) una be
lla estatua de María Auxiliadora,
al celebrarse el cincuentenario de
las Hijas de María Auxiliadora en
aquella república americana. La ar
tística diadema llevaba 24 estrellas,
símbolo de las 24 casas que el Ins
tituto ha logrado fundar aJlí.
Se han cumplido SO años del
precioso autógrafo que San Pío X
envió a don Miguel Rúa (ROMA,
17 de agosto de 1904), demostran
do proEjamente su augusta bene
Interesantísima ha resultado la volencia hacia la Pía Unión de
Exposidñi Escolar y de Artesanía Cooperadores salerianos.
La princesa Takamaisu inauguró
en KIKUBUNJY (Tokio) la ampliación del Orfanato salesiano, con
la presencia de! Internuncio de la
Santa Sede y el Jefe del Minífterío
de Higiene (scccíód niños) con otras
personalidades.
Nos complace reseñar la reciente
consagración dcl Rvdmo. P. Edmun
do Carreta Olivella, Abad del mo
nasterio cirtercicnse de POBLET.
antiguo alumno salesiano de las
Escuelas de Sarríá. El hecho tuvo
resonancia nacional, habiendo sido
apadrinado el novel ungido por el
excelentísimo señor Ministro de
Educación.
Durante el mes de mayo se ce
lebró en UDINE (Italia) una
Asamblea de cooperadores, llegados
de 43 localidades para lomar im
portantes acuerdos con vistas a una
mayor eficacia de su importante
apostolado.
Se conmemoran este año las Bo
das de Plata de SUNBURY (Vitoria-Australia) con la inauguración
de una nueva ala para dormitorio,
teatro y salón de estudio.
- 5
sILUETAS
DE
COOPERADORES
S A L E S I A N O S
Doña Teresa Cejudo de Caballero
N ad ó en Pozoblanco (15 de octubre de 1890).
en un hogar profundamente cristiano, donde el
buen ejemplo de sus padres la formaron en el
santo temor .de Dios.
Completaron su educación las religiosas Concepcionistas. que en dicha ciudad tenían un cole
gio, donde fué una de las alumnas preferidas,
tanto por las profesoras, como por las cpndiscípulas. destacándose por su aplicación y espíritu
de sacrificio.
Muy Joven ailn le faltó su madre; y ella, como
la mayor de lo.s hermanos, dejó con pena el co
legio para hacerse cargo de la casa.
Por 1925 se unió en matrimonio con el arqui
tecto don Juan Bautista C aballero; bendíjolos
el Señor con el nacimiento de una hija.
Desde su juventud empezó a trabajar en la
Acción Católica, y su celo, principalmente en
tre las personas humildes, unido a las limosnas
y buenos consejos, santificó toda su vida.
Fuó Presidenta de las Conferencias de San Vi
cente y la primera M aría de los Sagrarios, des
tacándose por su am or a la Santísima Eucaris
tía. Cuando los Salesianos llegaron a Pozoblmco
se hizo una de las más entusiastas cooperadoras:
ai formarse la Archicofradía de María Auxiliado
ra quedeS elegida Secretaria de la primera junta
directiva.
Mucha,s virtudes embellecieron su alma, como
la caridad, con que socorría evangélicamente al
necesitado, oeultm do su nombre y su persona
para huir la vanidad y acrecentar el mérito y
la mansedumbre, adquirida é>ta a fuerza de ven
cimientos. En el lastro que duró la República
anticristiana, doña Teresa se decidió a propagir
la Acción Católica tan urgente por aquellos días
aciagos. Al oír las crueldades cometidas por los
rojos en los pueblos que dominaban, comentaba
con una amiga suya: — «Correrá la sangre; pero
triunfarem os; yo me he ofrecido al Señor como
víctima.» —^Teresa, ¿qué estás diciendo? — «Sí.
sí. me he ofrecido al Señor com o víctima», re
pitió. Y Dios aceptó su ofrenda. Cuando las
fuerzas leales tuvieron que rendirse al enemigo
en Pozoblanco, el 22 de agosto de 1936. fué de
tenida y llevada a la cárcel. Se despidió con en
tereza de su familia, procurando tranquilizar a
su padre y hermanas.
En la prisión dió muestras de su conformidad
con la voluntad divina, y exhortaba a ofrecer
al Señor los padecimientos por el triunfo de la
Religión y la salvación de España.
Se desvelaba por saber si a su hija y her.nanas las m olestaban: llevada de su espíritu de
sacrificio, no hablaba nunca de los padecimien
tos propios, a pesar de ser grandísimos; su afán
era disimular cuanto pudiera hacer sufrir a los
otros.
El 15 de septiembre por la noche, se oían des
de la cárcel golpes como do clavar maderas. .Al
gunos detenidos, alarmados, preguntaban: — ¿Que
será eso? A lo que ella con serenidad respon
dió: — ¿Qué ha de .ser? Nos están preparando
el patíbulo. Y efectivamente, los milicianos for
maron un tribunal para juzgar sumarísimamentc
a veinte hombres y a dos mujeres.
N q perdió la paz doña Teresa. U no de lo'
acusadores afirmab.i que la había visto de mono
y con un fusil en la Plaza de la República. >
ella con entereza contestó: «Si es cierto lo que
dice usted, como autoridad, ¿por qué no mo
desarmó?» Y al terminar las acusaciones aña
dió: «Cuanto dicen de mí no es cierto.» Ei
mismo fisciil afirmó que «no encontraba en ella
delito ni siquiera para los días que llevaba en !.i
cárcel»: y al declarar doña Teresa qiie, no de
fendía ni política ni capital, sino la doctrina de
Jesús, el que hacía de abogado defensor dijo
únicamente que él no podía abogar por una mu
jer que profesaba ideas contrarias a las del go
bierno constituido.
El tribunal popular firmó aquel día dieciocho
penas de muerte, entre ellas la de nuestra mártír.
A1 valor de mártir, unía !a ternura de madre
y hermana. Su cuñada se le arrodilló delante
pidiéndole perdón: ella le respondió: «Yo. que
voy a morir, soy más bien quien debo pedírtelo
a ti. Si hubiera sabido el mal rato que ibas .
pasar, me habría privado de verte por última
vez.» Al de-spedirsc de su hija, ésta abrazada
a ella y deshecha en lágrimas, decía: «Mamá,
yo me voy contigo»; pero la madre, dueña de
sí. recomendáiKlolc que fuese muy buena y dán
dole la bendición le dijo: ■'No.'hija mía, tú- con
las titas.»
Al salir de la cárcel para la ejecución, sin de-
España Salesiana
s e ¡voróanm cu meo Inspmoms
(He^ún Atti del (íapitnlo Siiperiore, n." ISI)
Yd podemos comunicar la grata noticia Je lo que durante largos meses ha venido
inquietando sabrosamente las conversaciones familiares de salesianos. cooperadores, ex*
alumnos y todos cuantos de corazón y de alma se hallan ligados a la Obra de Don Bosco
en nuestra patria, sin dejar, naturalmente, a nuestros millares de alumnos, cuyas curiosas
cábalas y profecías eran tema obligado de corrillos y reuniones: España tiene, desde el 15
del pasado agosto, cinco Inspectores salesianos, que rigen las cinco Provincias procedentes de
las tres que había hasta la fecha citada:
1. Ibérica de San Juan Bosco, regida por el M. R. D. Alejandro Vicente, con sede en
Madrid.
2. Cciíiva de Santiago Apóstol, regida por el M. R. D. Emilio Corrales, con sede en Zamora.
3. Bórica de Santo Domingo Savio, regida por el M. R. D. José Doblado, con sede en Cór
doba.
4. Bctica de María Auxiliadora, regida por el M. R. D. Claudio Sánchez con sede en Se
villa.
5. Tarraconense de Nuestra Señora de la Merced, regida por el M. R. D. Tomás Baraut.
con sede en Barcelona (ésta continúa como antes).
En las páginas centrales de nuestro número publicamos un mapa comjrfeto de esta re
organización, y en el próximo ofreceremos a los lectores una estadística de casas y personal
o más completa posible.
rramar una fógrima, fuá despidiéndose de todos
con la fra.se: «¡Perdonadme y hasta el cielo!>
A los compañeros que vacilaban los animaba
coa el pensamiento de que pronto irían al cielo.
El jefe y los oficiales estaban admirados de su
valor. Algunos de ellos, conmovidos, no podían
cwitener las lágrimas y exclam aban:
una
mujer extraordinaria.» «¡Qué lástim a!—dijeron
los milicianos destacados—. si ésta perteneciera
a los nuestros, sería toda una Victoria Kent.»
Al despedirse por última vez de los que seguían
detenidos, gritó en alta voz: «Perdón, hermanos.»
L l ^ d a al cementerio te preguntaron si te
vendaban los ojos; cita contestó «que prefería
morir cara a la muerte, porque no la temía».
Quiso, además, ser fusiiada la última de los die
ciocho para animarlos a todo*-.
«Dicen que la arquilceta era santa; sí; su cara
es cara de santa», comentaron algunos forasteros
que la vieron después de muerta. La llamaban
arquitecta por la profesión de su esposo, ase
sinado también por los rojos, como persona de
derechas. Sus restos se conservan en el cemen
terio de Pozoblanco.
De doña Teresa se cuentan gracias extraordi
narias que manifiestan la confianza de los que
particularmente recurren a ella y la opinión de
santa en que la tienen.
— 7
T
AÑO
MARIANO
PuhHcantos algunos de ¡as niin¡¡as inidativíjs qu; la /nspvcroría Central, con .wde en Tarín, cusí
toda compuesta de ciaos de formación, está desarrollando *aetiraniente durante este año ¡ahilar.
La breve mcdiUicióti que diariamcnle hacen los jóvenes después de la Santa Misa, versa
sobre la Santísima Virgen. También es de tema mariano la lectura espiritual que se
hace por la tarde antes de la Bendición Eucarística.
Existe una santa emulación entre los jóvenes por h a c e r'u n a visita lodos los días a la Santísima
Virgen, a la que se consagran con la oración de Santo Domingo Savio: «María, yo te entrego mi
corazón; haz que sea siempre tuyo. Jesús y María, sed siempre mis am igos; haced que muera
antes de tener la desgracia de cometer un solo pecado.*
Es tai el fervor por el santo Rosario que, a más de rezarlo en común a diario, existe
la práctica del «Rosario Perpetuo», consistente en llevar e'i rosario de la mano al pasar
de una ocupación a otra e ir desgranando, sin respeto humano, A ve Marías por la
Iglesia, por el Papa, por los padres y familiares, p o r los bienhechores, por los infieles...
Por la noche, una vez rezadas las tres A ve Morías al pie de la cama, según el deseo de Don
Bosco, los jóvenes se entregan al descanso con el rosario entre las manos, bajo la protección de
la Virgen y con su nombre en los labios.
I hIS
|5or
que
por
Compañías religiosas desarrollan en .su reunión semanal un tema mariano expuesto
uno de los mismos jóvenes; después sigue la discusión sobre el mismo, en la
toman parte todos los socios preparados convenientemente en una sesión celebrada
grupos.
Se ha organizado una biblioteca mariana. en la cual encuentran los jóvenes libros buenos que
leen con gusto y devoción.
I-os sábados >■ demás festividades marianas se expone en la clase un pensamiento sobre
1,1. Virgen.
Durante cl mes de mayo se hizo en las clases y en los talleres la «Peregrinatio Mariae». Todos
rivalizaban en honrar a la Virgen y tenerla contenta.
Los jueves, siempre que es posible, los grupos, al salir de paseo, se proponen por meta
del mismo un santuario mariano.
Todos los sábados se reza la oración del Año Santo Mariano delante del Santísimo
expuesto.
Las pláticas dominicales versan sobre la vida. las virtudes y los privilegios de María.
En ];is cartas no falta- nunca un pensamiento sobre la Virgen y una estampa suya;
cosas verdaderamente gratas, según se puede apreciar por las respuestas.
D urante cl año se han promovido varías iniciativas: hora de Guardia Mariana, congresillos. con
cursos sobre temas y dibujos marianos, exposiciones de arte mariano, peregrinaciones en espíri
tu a los principales santuarios del mundo.
Ea algunas casas los jóvenes se han comprometido a costear una misa todos los 24 de
mes por la conversión de Rusia. En dicho día ofrecen oraciones, sacrificios por esta
grave intención manifestada en Fátima e inculcada por el Santo Padre.
a
—
I
Dos aspectos de las
danzas típicos, que
constituyeron
un
número mu/ simpótico del acto.
íl
Coudllio hobla
con fuego y emo*
ción o los distingui
dos invitodos y
las olumnos.
La Madre Inspecto
ra obsequia delica
damente a doña
C a rm e n P o lo de
Fronco.
Los
a u lo r id o d e s
poson con Sus Exce
lencias.
G e n e r a lís im o
fronco y su señoro
ten despedidos con
oplousos de groti-
J f
lE S M M P IS
BE
U
SEEVa
¿Qué les parece el espíritu de observación de es
tos jibaritos?
IM PR E SIO N E S D E U N V IA JE
Cuenta el P. Juan Ghinassi. conocido miaonero
de nuestro Oriente Ecuatoriano, hoy internado . B.
—
13
TODA LA IGLESIA CON LOS
MISIONEROS
/Vleii.sa/e de M o n s. Bernardini, secretario de Propaganda
Pide, p a ra el D o m u n d de 1954
A/ (firigirnos a los fieles del mundo entero para iiitiíarles a celebrar dignamente la Jornada Misional que
tendrá lugar el tercer domingo de octubre (día 24) nuestro espíritu debería estar colmado de gozo. Efecliviimenie Itan cesado en Indochina las hostilidades que. desde hace ocho años, han ocasionado tantas víc
timas y ruinas y han absorbido ingentes recursos económicos.
Sin embargo, nuestra alma se halla transida de una rrofunda tristeza.
El porvenir aparece sombrío sobre el glorioso Tonkin, campo de batalla de tantos mártires que brillaron
en la historia de la Iglesia con luz de virtud y de heroísmo; centro magnífico de vida cristiana en comínuo progreso.
Es cierto que sobre la tierra del Tonkin no correrá más la sangre—asi lo esperamos—, pero también
lo es que parecen hallarse comprometidos los más grandes bienes de la vida humana, las libertades reli
giosas y civiles. Y acuden a nuestra mente las palabras amargas del profeta Jeremías: Pretenden curar el mal
de mi pueblo, como cosa leve y dicen ¡paz. paz!, cuando no ha de haber paz (Jer. VI. 14).
Evidentemente no habrá paz para los adoradores de Dios, para la Iglesia de Dios, para las obras
de Dios; c Indochina, al igual que Corea, China y Manchuria. comenzará o continuará su penoso calvario.
La Iglesia, última fuerza que ha permanecido en pie sobre las ruinas de todas ¡as clases de civilización,
comprometida en la lucha por conservar los valores humanos y divinos, cumplirá su deber aunque sea
cruelmen(e combatida por toda clase de armas, desde la violencia y la mentira hasta la corrupción. Se
sembrará el engaño, especialmente entre los jóvenes y los niñu.s: pero la Iglesia permanecerá siempre fir
me. con la certeza de que loS valores eternos del espíritu no pueden perecer, y conservará siempre la fe
en las promesas indefectibles de su Fundador, permanentemente convencida de que ¡a tempestad pasará
y el sol de la verdad y la justicia volverá a lucir.
La Iglesia aislada, sin preocup• todos los espíritus honrados dcl
mundo están con ellos y les ofrecen el testimonio de una solidaridad humana y cristiana.
La mejor ocasión para rendir este testimonio es el Domingo Mundial de la Propagación de la Fe. que
convocará a toiio el mundo cristiano para que dé prueba vigorosa de su fe y de su caridad.
La prensa, ¡o radio, la televisión, las intervenciones de conferencianies y propagandistas deben crear y
mantener encendido el fuego misionero, expresión religiosa inseparable del verdadero y auténtica espíritu
cristiano.
•Vo se puede ser cristiatu> sin ser apóstol, y apóstoles son no sólo los misioneros que dan todo por la
salxetción de sus hermanos los infieles, sino también los cristianos que rezan y dan su óbolo para que rí
misionero pueda realizar su empresa.
Sea para nosotros fuente de aliento esta certeza: El que ayuda al Apóstol, recibirá la recompensa dcl
Apóstol.
14 —
I
DOMINGO SAYIO
PIONERO de un mundo mejor poro todo lo juventud
Es todo un mundo el que hay que rehacer...
StrmÓH Utí Excmo. ¡/ Kevmo. Sr. AreA'hifpi' de l iilencU, pronun
ciiJo en Rctna flglesíj Jel ’ Sacro Cuort-) el último día Jel Triduo
siguiente j l.t Canonioación de Santo Domingo Sario.
)'Vcr»ión del luli.ino.
Invitado a hablar en la Ciudad de los Papas, nos
es particularmente grato hacernos eco de la voz del
Romano Pontífice, feliz y heroicamente reinante.
S. S. Pío XII. Obispo de Roma. Hablaremos de un
tema muy de su agrado: la necesidad urgente de
construir un mundo mejor, y cómo Domingo Savio
es, con todo el rigor de la palabra, «pionero* de esc
mundo mejor para toda la juventud.
tEi' todo un mundo el que hay que rehacer desde
sus fundamentos; es preciso transfonrarlo de sal
vaje en humano: de humano en divino, según el
corazón de Dios». Es necesaria una lenovación to
tal en extensión y en profundidad. En esta obra ti
tánica, a la que nos invita y estimula el Papa, «he
raldo de un mundo mejor», hay un elemento de
importancia trascendental: la juventud. No pode
mos descuidarla, no podemos dejarla de lado, por
que la juventud de hoy es el mundo de mañana;
y re/iov’tm'
si podemos y debemos hablar de una nueva moda
ritual de nuestro santo. Es más, en la doctrina es
lidad en la ascética. Ante todo, la ascética de Don
piritual de Don Bosco, la mística casi no asomi
Bosco es pedagogía, como su p.'dagogia es ascética.
aJ exterior. Las apariencias externas son las de vm
Los medios principales de su pedagogía
precivida ordinaria; pero esas acciones sencillas de 1*
sanwnte sobrenaturaks. ascéticos. Por esto hallamos
vida exterior van traduciendo en sencillas palabra^
en Don Bosco un niétodo abreviado y simplificado,
la riqueza sobrenatural de la vida interior.
y. por ende, una santidad facilitada, una santidad
Estas palabras sencillas son todas ordinarias, oe
al alcancx' de la juventud.
uso común; pero tomadas en conjunto forman un
Es así como la ascética de Don Bosco consigue
discurso magnífico, un verdadero poema sobrena
la cumbre de la simplificación. Toda la vida ascé
tural de santidad.
tica está tomada del trabajo externo en el deber
La vida externa en Domingo Savio era tan ordina
y en el apostolado, pero informado y vivificado por
ria que no se distinguía fácilmente de tantos bue
una intensa vida interior. El Papa Pío XI captó
nos muchachos del Oratorio.
bien el secreto, la llave del misterio de Don Bos
Para hacerse santo, pues, al estilo de Domingo
co y de la santidad salesiana, cuando con una simSavio. no hace falta nada extraordinario;
• pie frase aclaró que para Don Bosco y para los saponer en práctica lo que éi sugiere a C a ^ o Ga
Icsianos «el trabajo es oración».
vio: programa que en otras palabras Pío ^ >
Todos los sanios formados por Don Bosco a su
Pío XII han reducido al trinomio: «Piedad, Pm*estilo, dan testimonio de esta simplificación de la
za. Apostolado».
ascética. Santa María Mazzareilo. por ejemplo, daba
la fórmula de la santidad salesiana, diciendo que
(( ontinuard en el númrri' próximo.'
16 —
atribuidas a M a ría A uxiliadora, San Juan Bosco
y dem ás santos y siervos de D ios salesianos.
YO
NO
CH Kt)
EK
1-0^^
S l EríO S.
l'K U ti.
Desde h acía tre s añ o s v en ia su frien d o u n a ú lcera
gástrica la cu a l m in ab a d ía a d ía m i salud,
pasado, a ra íz d e u n a fu e rte h e m o rra g ia , fu i lievad t a la clín ica p a ra s e r so m e ü d a a u n a in te rv e n
ción q u irú rg ica, la cu al, g ra c ia s a Dios, tu v o feliz
éxito: si bien m e d ejó ag o tad a y co n u n m alesta i
que me im p ed ía a te n d e r a los q u e h a c e re s dom és
ticos
^
Me d irig í d e n u ev o a la V irg e n A u x iliad o ra, im
plorando s u au x ilio , el cu a l se h a m an ifestad o hace
unos días.
.. ,
,
D urante la n o v en a a la A uxiliadora In m acu lad a
me pareció v e r e n su eñ o s a la V irg en extendiendo
su mano e in v itá n d o m e a le v a n ta rm e con e sta s p a
labras: «Has conseguido l a gracia.*
Yo no creo e n los sueñ o s, p ero e s el caso que
desde en to n ces m e sie n to s in d o lo r alg u n o y con
fuerzas físicas p a ra a te n d e r a tc d o s los tra b a jo s de
casa.—Rosflíía Falcoyxe. A lia (Palerm o).
K l. . \ S I . M A l . C O I U U A
D E f iH tK íA L K i
Debía v o lv er d e la m o n ta ñ a con m i herm an o ,
ambos, d e ed ad av an za d a. Como el cam ino es m uy
pendiente y d ifícil p a ra los coches, n o s colocam os
en un c a rro tira d o p o r u n m ulo. L levábam os titensillos de cocina q u e h a c ía n , ai Ju n ta rs e , s u ru id o
característico, lo q u e m o tiv ó q o e el a n im a l se e n
cabritase y, desbocado, e m p ren d iese veloz c a rre ra .
A nuestros o jo s a p a re c ía la m u e rte fu lm in a n te y
violenta. Yo ag ach é la cabeza p a r a n o q u e d a r p re n
dido y d estro zad o p o r los á rb o les y, co n el alien to
de un desesp erad o , g r ité ; « ¡A uxilio de los c ris tia
nos. Auxilio d e los c ris tia n o s !...» ; y p e rd í el se n ti
do. Al reco b rarlo n o s en co n tram o s am bos h e rm a
nos en tie r ra , m u y cerca el u n o d el o tro , y e n tre
los restos d e lo s u te n silio s d e cocina los cu ales nos
hablan cau sad o a lg u n a s h e rid a s leves. L a cald a no
nos produjo, sien d o m o rta l, dislocación n i r o tu ra aiíuna.
Que M aría A u x iliad o ra nos ay u d e a s a lv a r el alm a
como nos h a salv ad o d e u n a m u e rte se g u ra .—O rlan
do V Aforío F iare (A grigento).
r t HADA
m :
i'A H A L lS lS
IN TESTIN A L
El 8 d e n o v iem b re d e 1952 fu l aco m etid a por
dolencia, d iag n o stica d a com o p a rá lisis inlesti*
nal. P asé añ o y m edio su frien d o atro c e s dolores.
Agravándose m i s a lu d y n o dando los m éd lras
peraeza d e sa lv ació n , m e fu e ro n ad m in istra d o s ios
últimos sa cra m e n to s.
.
MU h ijo s y yo , e n v ista d e q u e la ciencia m étuca
labia agotado todos sn s rem ed io s, invocam os a M a
rta A uxiliadora p id ién d o le u n m ila g ro si ta l e ra
la voluntad d e Dios. L a cu ració n n o se hizo e s p ^ r
Tengo se te n ta y sie te añ o s y puedo a te n d e r a todos
Iw q u eh aceres dom ésticos. P o r ello e sto y granoe®eate reco n o cid a a ta n b u e n a M adre.— C atalina
Mognono. (C avour-T urín).
Doña L eonor B ru ñ o , d e A lb eriq u e (V alencia), ^
gracias a M aría A u x iliad o ra p o r la to ta l cu ració n
de u n dolor m u y in ten so en el pie, A seg u raro n los
m édicos q u e so trn ta b .i de u n e.spolón carcáneo, comp ro b rd o rad io g ráficam en te, no habiendo m ás e l u
ción qu e o p e ra rlo . M uy preocupada la en ferm a , m ío
u n a no v en a a M aría A uxiliadora, y a l cabo de algún
tiem po se vid cu rad a. E n v ía u n a lim osna p a ra las
O bras S alesianas y desea se p ublique esto q u e llam a
ella «verdadero m ilagro».
l \
Ul F O t
SK OKTJENK
IHK’d S
!)K s r c r i í K r o
MILlM I-rillOS
U n d ía de se p tie m b re mi h ljiio l’eA-o A ngel, de
c u a tro añ o s de edad, cayó de u n p o rta e q u ip a je s en
m ovim iento y co n ca rg a . E l con d u cto r y
^
m os c a e r de cabeza a n te n u e s tro s ojos. A terroriM d a in v o q u é a San J u a n Bosco, cuya devoción m e mc u lc e ro n la s H ija s de M aría A uxiliadora e n el O ra
to rio de R ím inl.
E l n iñ o se deslizó p o r e n tre e l v o lan te y los pies
d el co n d u cto r, cayendo a l suelo, e n donde, n a tu r a l
m en te. d e b ía h a b e r sido ap lastad o p o r la ru ed a, m
cual e n cam bio, se d etu v o a pocos m ilím e tro s ae
su cu erp o . Mi h ijo se le v a n tó rá p id a m e n te y con su
so n risa cam bió m i asom bro e n aleg ría.
E l in créd u lo co n d u cto r se im presionó de ta l m u
ñ e ra q u e la noche sig u ien te no pu d o d o rm ir, m a n i
festan d o a su esposa q u e e n el hecho hu b o u n a mlerv cn ció n de lo a lto .—-Ifnría A sunción Z anni. (FantlnU.
r s A iNTi-:nvK.N' ioN d e d o n u ü s c o kn k l d ia
l)K s i : K1K.STA
El 8 de enero de 1951, Itacla las ocho de la no
che. se e n c o n tró el cudáver de u n m a rin e ro e a ^
los ra lle s donde yo tra b a ja b a com o
.o »
tiersonal de m áq u in as. A los cinco d ía s m e acucu lp ab le d d hecho y fu l e n c a r c e la d ^
te tre s d ios s u f r í larg o s in terro g ato rio s.
te rm in a d o p a ra m í: lib e rta d , íam llla.
A cudí en to n ces con fe rv o r a la p rotección de
Bosco p ro m etie n d o u n a lim osna y ^ * '* ^ * " * r ,„ * „ ’
r ín apcM B m e fu e ra posible. P asa b an loa
«n
g ra n desconsuelo p a ra m í. p ero a u m e n ta b a la con
fian za en q u e el b u en P a d re m e
...
E n efecto, la m a ñ a n a d el 31 de en ero . í l ^ ^ l
S anto, fu i som etido a nuevo ‘n>f>Togawrto X
e n l i b e r u d in m ed iatam en te.
la s acusaciones. L a in te rv e n c ió n
^ n
« 4 e v id en te. E l -me devolvió la lib e rta d , la fam ilia
y el tr a b a jo ; p u es todo sucedió e l d ía de su
^
w n t r a to d a p rev isió n .—M eoíós Stusa. (Taranto».
fK sT K K'i lA ' V E llD A D EllO MII.AÜHU». DP K El.
CIRUJANO H E H K »>
A l a edad de s e te n U y cinco años.
t e n n e a u n a o p eració n q u e su p u so U e x t i r p a * ^ de
S T b u e n » e x t ^ l ó n de piel. L a h e ^ e r a j t e ^
gen diabético y n o c ic a triz a b a ; el
^
u n a seg u n d a In terv en c ió n , en la
de u n a p a r te d el cu erp o p a ra
r a d a a n ^ o r m e n t e . E n e sp era de ^
re c ib í de u n salesian o u n a re liq u ia de S a n to u o m in
-
17
ñ l fn.^nr;híL
re p e tid a s veces so b re la heri“ c-,
y confianza.
P u ln ,^
la o p eració n r e to rn é al hospital,
^ a n d o el m edico q u itó el v e n d a je vió con so rp re sa
rlo* ae/erno en la mente
divina.
II p arte: Auxiliadora en cl tiempo.
III parte: Auxiliador.i por ministerio de la
Obra salesiana.
Don Diego Tortosa. magistral de Alcalá de
Henares, predicó e! 24 de mayo de 1926 en la
iglesia de Ronda de Atocha (Madrid)' un inte
resante panegírico iprosopopéyico». cuyo esque
ma es el siguiente:
I-a historia del Auxilio de María puede com-
p.rarse a la vida de un ser racional cristiano:
Generación, en ka mente divina; nacimiento.
en cl Calvario; houtismo, en aguas de Lepanto:
confirmación, ante los muros de Viena; moyoríJaJ. con Pío V II; vida pu¡anh'. d«>-do S'm Ju.in
Bosco.
E sta m ism a h e rm a n a nos en v ía relació n de o tra
«ricia a trib u id a a S or C a rm en M oreno, e n fa v o r de
tata p erso n a q u e n e c e sita b a tra b a jo y le e r a im posi
ble en co n trarlo , p e ro felir.m entc le llegó a p en as h ab ía
letm inado u n a n o v en a a la m en cio n ad a m á r tir . H ija
M aría A ux iliad o ra.
ui! fav o r recib id o en t u salud du'puc-s de pi*-bar in
ú tilm e n te m u ch as m edicinas. J u a n E sieve y e*po*
p o r d iv ersas gracias.
dan -
TAMBIEN* GRACIAS Y ENVIAN LIM O SN A s'
BIBLIOGRAFIA: F. Roldán: Auxilio Je for
cristianos. Luis Gilí, Barcelona. 1915. F. de la
Hoz: Meditaciones salesianas. SEI. Madrid. 1954.
Ricaldonc: La nostra divozinne a María Aini¡iatrice. SE!. Torino. 1948.
.4 San Ju a n Hosco.
P ila r D om ínguez, p o r fav o re s recibidos.
A S an to D om ingo Savio.
A ¡íarfa A uxitia d o ra .
3. D. (M adrid), p rese n ta d o p o r el P. R. Piftol, p o r
u n se ñ alad o favor.
Rosa C uesta, -viuda d e Riobóo (C órdeba). p o r la bo iución d e u n a s u n to d e d ifíc il a rre g lo . R o sario Avendafio (M adrid), p o r h a b e r cu rad o s u h e rm a n a d e fu e r
te d epresión n erv io sa. I b r f a S elvas (Ig u alad a ), p o r
.1 D on F elipe liin a ld i.
S o r T e re sa Bellido (P u eb la de Guzmán-Hue■.^.-^ :
giT-cIas q u e a trib u y e al sie rv o d e Oios.
-
19
«DECIAMOS
AYER
» (Septiembre-1904)
LETIN
ÍALESIANO
Redacción y íld m in istrac ió n
V ia Cotíolengo, g 2 —
T u rin ^ Italia.
Bajo el epígrafe general de Documentos Salesiauos publicábamos la primera parte de un discurso de
Monseñor José Akssi, pronunciado en el Congreso Salesiano de 1903.
El Representante del sucesor de Don Bosco en América, don Calógero Gusmano, daba cuenta al Rec
tor Mayor don Rúa de sus viajes por el Perú (Callao y Lima).
En De Nuestras Misiones, don Evasio Ravagliati y don Abraham Aguilera, secretario éste de Monseñor
Costamagna, nos hablaban de sus aventuras por tierras de Colombia y el Ecuador.
Gracias de Marta Auxiliadora reseñaba con amplitud seis favores y el resumen de otros veinticuatro en
España y en América.
La Crónica Salesiana dedicaba siete páginas para consignar doce comunicados de fiestas en otros tantos centros del mundo entero.
Treinta y un cooperadores de España y sesenta y dos de América habían rendido tributo a la muerte,
según refería la sección correspondiente.
NUESTROS
M onsefior P A B L O M A R I A S E L V A M
O b ia p o de V e llo r e {In d ia )
La muerte. inesperada del primer obispo sale*
siuno indio nos ha producido honda pena, tanta
cuanta satisfacción sentimos al publicar los deta
lles en nuestras páginas de su reciente consagración.
Fundadamente creemos que ha sido una víctima
propiciatoria delante del Señor por las necesidades
morales y espirituales de la India, tan debatida ai
presente en luchas decisivas para la religic^ y para
el mundo. «La pobreza evangélica en que vivo—es
cribía hace poco a nuestro Rector Mayor—atraerá
muchas bendiciones de Dios y de la Virgen Auxilia
dora sobre esta región...»
D on J O R G E M A R Q U E S
Este cxcelcnie cooperador de Cindadela falleció en
Barcelona, después de sufrir serías intervenciones
quirúrgicas. Persona destacada en la isla, fué muy
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DIFUNTOS
perseguido durante el período rojo. Se entregó por
algún tiempo a la dirección de la banda del cole
gio sin admitir ninguna retribución de los Salesianos. a cuyo servicio incondicional siempre estuvo.
R. P. JU A N JO SE A P A R IC IO
Ya en prensa este número, r