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paso de M a
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C A C ER ES.—P ad res Salesianos: Colegio P rovincial de San Francisco Solano.
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NUESTRA PORTADA: Iglesia de M aría A uxiliadora que surge entre la C asita nativa y el
C am po de los S ueños (B ecchi—hoy C alle D on Bosco).
SAIESIMO
R E V I S T A
RED A C C I O N
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B R A S
AD M I N I S T R A C I O N
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D O N
A L C A L A ,
SEPTIEMBRE 1955
¡Vocaciones, vocaciones sacerdo
tales y religiosas........................ 1
,
El V centenario de San Vicente
IW .
XXXVI Congreso Eucarístico
Internacional.............................. 4
Noticiario mundial salesiano .. . 5-9
1 6 4
B 0
S C O
M A D R I D
N úm oro 9
España Salesiana........................... 10
Un milagro pedagógico..............11-17
Crónica de gracias........................18-19
De nuestras Misiones..................... 20-22
Necrología..................................... 23
Bibliografía................................... 24
¡VOCACIONES, VOCACIONES
SACERDOTALES Y RELIGIOSAS!
En el Congreso Eucarístico Intema- cristianos para que traten de resolver
cional que acaba de celebrarse en Río el problema con generosidad, con al
de Janeiro, se ha constatado la enor teza de miras.
El Reverendísimo Superior General
me desproporción entre el inmenso
progreso material y técnico que han de la Familia Salesiana ha terminado
alcanzado las repúblicas americanas y la primera etapa de su visita a las Ca
el escaso progreso religioso y moral; sas Salesianas del mundo. Ha visto mu
y entre las necesidades y el número chas cosas, ha observado muchas obras,
de obreros evangélicos; y una voz uná ha comprobado el agotador trabajo de
nime ha recorrido los espacios: «.¡Voca sus hijos en todos los países y en to
ciones, vocaciones sacerdotales y reli dos los campos de apostolado; ha otea
giosas!» para el cultivo de la mies. Si do los horizontes de espacio y tiempo,
no queremos que la materia nos aho y visto la mies inmensa que se ofrece
gue, es preciso cultivar los valores del al celo salesiano en su colaboración con
espíritu, y, sobre todo, los religiosos. la Iglesia; y también él ha lanzado un
r como esto requiere la formación de llamamiento, un SOS, como él dice, a
los ministros de Dios en los semina los Cooperadores Salesianas y a todos
rios y casas a propósito, el Congreso los amigos de la humanidad.
Los Salesianas necesitamos sacerdolanza un angustiada llamamiento a los
—
1
tes, necesitamos coadjutores para des
empeñar la misión que nos asigna la
Providencia. Verdad es que somos ca
si 20.000; pero se necesitarían siquie
ra otros tantos, aun si no juera más
que para atender a la educación de
los obreros que se nos confían y quie
ren confiársenos en las cinco partes
del mundo.
Concretamente, nuestros coadjutores
son hoy 3.600. ¿Os parecen muchos?
Pues son muy pocos para el número
de obras que exigen su presencia. Las
700 Escuelas Profesionales con que
hoy cuenta la Congregación absorben
la mayor parte de ese glorioso ejérci
to. Urge multiplicar su número, para
poder multiplicar el de Escuelas. Ha
ce un siglo clamaba Don Bosco: «.El
porvenir será de los obreros. Los obre
ros gorbernarán el mundo.y> Hoy, esto
es una realidad palpable, innegable.
Pero en bien de la humanidad, los
obreros deben ser formados, deben ser
educados, y no sólo en la técnica de
los oficios, sino, sobre todo, en su per
sonalidad humana. Y para que ésta sea
completa, y no deforme, hay que for
marlos cristianamente.
Todo esto requiere medios: medios
espirituales (oraciones, sacrificios, con
sejo...) y medios materiales. Uno de
estos medios es la constitución de BE
CAS en las Casas de formación.
EL V CENTENARIO DE SAN VICENTE FERRER
El celo apostólico del excelentísimo señor
Arzobispo de Valencia es asombroso. Apro
vecha todas las ocasiones para avivar en su
Clero y en sus Diocesanos el fervor religio
so, la llam a encendida de la Fe, las acti
vidades sociales y culturales. Si cuando no se
le presentan, las busca o las crea, ¿qué será
cuando vienen tan oportunas com o el V Cen
tenario de la Canonización del más ilustre h ij)
y Patrón de su Archidiócesis?
Com o su Padre San Juan Bosco, nada deja
a la improvisación. T odo lo previene para que
las cosas salgan com o deben salir y produz
can todos los frutos que deben producir.
Con un año de antelación trazó los progra
mas y los anunció, y los com entó, y de mil m a
neras caldeó la idea de honrar dignamente al
Santo. Cuidó de que ya en el mes de en ro
se diera el pregón, y para que fuese digno de
tas so’emnidades, se lo confió a ese ilustre
hijo de la Archidiócesis que es el excelentí
simo señor don Federico G arcía Sanchiz, E
inmediatamente inició una misión en toda la
ciudad, confiándosela a los reverendos Padres
Dominicos, hermanos del Santo.
A principios de abril se celebraron m uy di
versos actos, que dieron carácter extraordina
rio a las fiestas viceutinas. Luego se inaugu
o __
ró una exposición de obras de arte y reliquias
y que ha sido la más gra"de manifestació i
vicentina que se ha conocido.
En el mes de junio se reunieron varios Con
gresos, entre ellos el del tA postolado de la
Palabra», original y oportunísim o, ya que San
Vicente Ferrer fué el gran predicador y após
tol de la palabra de su siglo y será en todos
los siglos un modelo insuperable, si bien imi
table. Asistieron destacadas personalidades, no
sólo de España, sino de Italia, Francia, Bél
gica, Portugal, Iberoamérica, etc. Y tuvieroa
las lecciones y ponencias especialistas conoci
dos en el mundo. Lo clausuró solemnemente
el excelentísimo señor Nuncio de Su Santidad.
T rajo también la más insigne reliquia del
Santo, su cabeza, que está en Vannes (Fran
cia), donde murió. Su paso constituyó una
peregrinación. El G obierno español concedió
los honores militares a la reliquia a su paso
por los antiguos dominios de la C asa de Ara
gón. Pamplona, Zaragoza, Daroca, Teruel, Segorbe, fueron etapas gloriosas de ella. En to
das partes el entusiasmo se desbordaba.
En Segorbe se organizó la comitiva de co
ches y de motos que form aban el cortejo de
acom pañam iento hasta la metrópe^i. El reci
bimiento, com o era de suponer, fué apoteósico: todas las autoridades, jerarquías y m an
dos de la provincia y región, el señor N un
cío, muchos Arzobispos y Obispos, el G ene
ral de los Dominicos, sacerdotes, fieles, cole
gios uniform ados...
Con la santa reliquia bendijo a la multitud,
y el cortejo siguió al antiguo real convento de
dominicos, donde el Santo p ro fesó ; a la pa
rroquia donde fué bautizado (San Esteban), a
la casa donde nació; a la catedral, donde scantó el Tedeum , y donde el señor Nuncio
leyó el Mensaje de Su Santidad el Papa.
Siguieron manifestaciones imponentes que
duraron algunos días. Acudió el señor M i
nistro de Justicia, en representación del Jefe
del Estado. El 29, fecha del Centenario, el se
ñor Nuncio celebró de Pontifical. Y por la
tarde se congregaron en la Plaza del C audi
llo todas las imágenes de San Vicente Fcrrer.
que se conocen en la Archídiócesis; hub.>
ofrenda de productos de la tierra y manifes
taciones típicas en favor de los niños huér
fanos asilados en el Instituto que fundara el
mismo Santo. Se consagró la región al Santo.
El señor Marqués de T uria leyó la bella fó r
mula com o alcalde de la ciudad, y cerró c o i
su palabra paternal el señor Arzobispo.
Con otra peregrinación se reintegró la R e
liquia a la ciudad que la guarda.
BA R C ELO N A .—Escuela S aleslan a S- José: La b anda que alegra las flestas.
Direccío/ies
de ¡os Sres.
Inspectores provinciales;
intención del Apostolado de la Oración
Madrid: G eneral P rim o de Rivera, 25
Barcelona: P aseo San Juan B osco, 74
Sevilla: M aría A uxiliadora, 18
Córdoba: M aría A uxiliadora, 168
Zamora: Escuelas Salesianas
M e s de octubre.Por el esfuerzo misionero en Africa, p a ra
q ue pueda hocer frente o la falta d e p e rso
nal y recursos.
M e s de noviembre:
Las Misiones entre los negros e indios de
ia América de! Sur.
— 3
EL X X XVI C O N G R E S O
EUCARISTICO INTERNACIONAL
C om o era de prever, el Congreso Eucarístico de R io de Janeiro no desmereció de nin
guno de los anteriores. Esplendor especial le
añadió el sitio donde se reunia: la capital del
Brasil, con su bahía maravillosa, sus montes
bellísimos, el m ayor de los cuales está coro
nado con la gigantesca imagen bendiciente del
Divino Redentor. L a plaza donde se celebra
ban los actos principales ha sido "bondadosa
m ente” robada al mar, con un arte y una téc
nica de prodigio. E l Legado del Papa, Em i
nentísimo Cardenal Luis Masella. ¡legó por
mar. a bordo del "Augustus", acompañado
de varios Obispos, algunos de rito oriental,
con sus atuendos particulares, y el exilado
Obispo Coadjutor de Buenos Aires, M o n
señor Tato, y M onseñor N ovoa, que fueron
objetos de una cariñosa especialísima mani
festación de simpatía, que tenia m ucho de
desagravio.
E l excelentísimo señor Presidente de la R e
pública salió a recibir al Cardenal Legado
y conducirlo, en coche descubierto, a través
de la inmensa ciudad, al palacio Larangeiras, donde se alojaba como huésped oficia!
del Gobierno brasileño.
Im posible nos es dar una reseña, aunque
fuera brevísima, de los actos del Congreso.
Seis partes contenía el programa, que ha s'do
desarrollado e.xactamente en todos sus pun
tos. Quinientos m il congresistas estaban h s crito.s. Asistían veinte Cardenales y trescientos
Arzobispos y Obispos, entre los cuales varios
Sale.sianos (.sólo en Brasil hay cuatro Arzo
bispos y ocho Obispos) y miles de .sacerdotes
y religiosos del m undo entero. L a numerosa
delegación española estaba presidida por los
Em inentísimos Cardenales de Tarragona y
Santiago, el secretario general de la Obra de
Cooperación Hispanoamericana, ¡os Presiden
te.'! de la Acción Católica y el director de la
Cáritas.
La inauguración propiamente tal tuvo una
poesía y una realidad difícilmente imagina
ble. La ciudad entera, por no decir la nación
entera, incorporada real o mentalmente, al
magno acontecimiento. El espectáculo de la
procesión nocturna marítima, para llevar ¡a
Santa Hostia a través de la bahía hasta .'u
altar es inigualable, por ¡a sencilla razón de
que la topografía es única. Toda la bahía
está fantásticamente iluminada mientras avan
4
—
za la flota, iluminada también. E l mismo ce
rro, el Corcovado, el Pao d’Asucar. mientras
el Cristo que lo corona y bendice, flota como
una carabela milagrosa y parece que acompa
ña a la procesión.
Todos los barcos surtos se iluminan, todas
las sirenas aclaman, todas las gasolineras y
lanchas parece que danzan rítmicamente, los
navios de guerra escoltan ¡a gran Custodia,
jjecha a propó.dto para el Congreso, que re
fulge como una gigantesca ascua. E l cielo es
tá claro; se destaca, titilante, «La Cruz del Surj>.
A las diez de la noche el Cardenal Legado
recibe al Señor, lo entroniza en su altar, e in
mediatamente comienzan en varias iglesias de
la ciudad, diseminadas en su extensión, las ve
las nocturnas de adoración. A l día siguiente,
m uy temprano, comienzan las M isas y los Pon
tificales en diversos ritos, a las que siguen las
sesiones de estudio en diversos sitios y diver
sas lenguas, que constituyen la parte doctrinal
del Congreso, la que ha de dejar las consignas
de acción para que sus frutos sean duraderos.
Como en todos los Congresos Eucarí'ticos.
llenos de emoción están los actos propiamente
eucarísticos: la comunión de los niños, la de
los enfermos, la de las mujeres, la de los hom
bres...
La sesión de clausura se cierra también con
una magna Procesión, en que el Legado Pon
tificio lleva al Señor. ¿Será exagerado decir que
en ella tom ó parte un millón de personas?
Terminada la marcha, colocado el Señor en
.su trono, atentísima y recogida la multitud, se
difunde blanda, suave, elocuente ¡a voz del
Sum o Pontífice. ¡Qué hermosos servicios pres
tan los maravillosos inventos de la Ciencia en
estos casos! Su voz se escucha com o si los oyen
tes estuvieran en la misma plaza de San Pedro
en Rom a. Algunos hasta creen verlo, y perciben
su gesto hierático, e:e su abrir los brazos, ese
elevar al cielo la conmovida mirada... "L a Eu
caristía, remedio del m undo moderno es el
tema desarrollado en dos puntos por Su San
tidad: la Eucaristía-sacrificio (la Santa Misa),
la Eucaristía-alimento (la Sagrada Comunión).
"...Am ados hijos: cuantos en el Congreso ha
béis meditado en los misterios de la Divina
Eucaristía, pensad que el Redentor y R ey Eucaristico os consagra discípulos y apóstoles
suyos para hacer conocer en todas partes las
maravillas de su am or...^
S M íS íA / f O ^ ^
El viaje del íieviiio. /iectorMayorl
E N LAS ISLAS FILIPIN A S
En su visita a las Filipinas nuestro amado
Superior ha podido comprobar personalmen
te el maravilloso progreso realizodo en los
cinco años que lleva la Congregación trabalando en ellas. L os Salesianos no sólo han
encontrado un terreno preparado para reci
birlos, sino que en ese brevísimo tiempo han
podido desarrollar además una muestra de
todas las actividades educativas característi
cas de su Obra: Instituto de niños pobres y
abandonados (Cebú); Escuelas Profesionales
modelo (Victorias); Oratorios Festivos (M ani
la); Enseñanza M edia (M anila y Tarlac);.
Obispos, Autoridades civiles y militares, Coope
radores y la población en general miran a los
Salesianos con la m ayor simpatía, y quisieran
ver rápidamente multiplicadas sus obras, vien
do en ellas una preciosa contribución a la so
lución de sus gravísimos problemas culturales
y morales.
(Del Diario del M.R.P. Mario Acxjuisispace.
inspector salesiano en China, de quien ahora de
penden las casas de Filipinas).
Manila, 5 de abril 1955.
El Revmo. Rector M ayor ha llegado fe
lizmente del Japón esta tarde a las seis. Al des
cender del avión, una colum na de «Explora
dores de D on Bosco* le ha rendido los h o
nores. Estaban esperándole en el aeropuerto
hermanos, cooperadores y bienhediores. Una
caravana de quince coches lo condujo al Pa
lacio Arzobispal. U na escolta de ho'íor, de
p<^icía m otorizada, le acom pañaba tocando
la sirena como se acostum bra en las ocasiones
extraordinarias.
S. E. Revma. Mons. Rufino Santos depar
tió larga y cordialmente con nuestro amadD
Superior y ofreció a todos los acompañantes
un recibimiento y un refresco. La paternidad
y serenidad del Rector Mayor ha producido
en todos grande impresión.
Term inada la visita, es nuestro Superior
acom pañado al instituto de Mandalayón, don
de nos reciben los Oratorianos y un grupo de
alumnos de la escuela, que expresamente pa
ra la circunstancia han vuelto con sus padres
de las vacaciones, y unos cincuenta explora
dores con sus superiores. Tiene lugar una pe
queña pero cordial velada acom pañada de la
presentación de una perfum ada coro*a de
flores, que pone al cuello de D on Ziggiotli
el jovencito que en la zarzuela ha hecho el
papel de Domingo Savio. El Superior da las
gracias, diciendo que han coronado a Don
Bosco, de quien es no más que el humilde
representante, y que las flores representan los
corazones de los jovcncítos oferentes.
Quedamos solos los Salesianos. Vamos a
cenar, y el am ado Padre se complace en evo
car las dulces impresiones recibidas en el J a
pón,
En pocas horas, ¡qué cambio de tempera
tura! Allá era invierno: había salido pisan
d o nieve; aquí estamos en los dfa.s más ca
lurosos del año. Pero la conversación vuelve
a caer insistente sobre la am ada C h in a ; sobre
H ong Kong y M acao, sobre nuestros alum
nos y aspirantes, sobre su m odo de rezar las
oraciones, que tanto le agradaron y se le
quedaron impresas. Vuelve a recomendarme
enviarle una cinta magnetofónica a Turfn.
Cebú, 6 de abríL
T ras un magnífico viaje de dos horas, henos
en Cebú, que es la segunda ciudad de Fili
pinas por población y por importancia. En
—5
el aeropuerto eacontram os la banda de lo;
premilitares navales y a nuestros alumnos, es
perando en la mism a pista de aterrizaje.
Inm ediatam ente llega S. E. Mons. Julio Ro
sales, Arzobispo de la ciudad y Prim ado d t
las Filipinas, y con él un num eroso grupo de
autoridades, amigos, bienhechores y represen
tantes de todas las numerosas Congregaciones
religiosas y del Clero secular. Tres avionetas
m aniobran arrojando octavillas con himnos
en honor del Padre Ziggiotti y de la «Boy;
Townn (ciudad de los muchachos), o sea, de
nuestro Orfanato.
y seven up, en honor de D on Bosco y de su
ilustre representante y Sucesor.
El venerando Rector M ayor bendice la ca
pilla y demás locales; luego tom a con los
invitados un refresco, dándoles con gran efu
sión las gracias por el auxilio que prestan a
la obra de los huerfanitos. A las once es todn
tranquilidad en la casa, y el buen Padre co
mienza las audiencias privadas con sus hijos.
L a casa no está aún term inada, carece de
un local bastante espacioso para una comida
de invitados. Vamos, pues, a un hotel. Es u i
ágape verdaderamente fraternal en compañía
P|.
\
CEBU iF lllpinas).—El A rzobispo de Cebú recibe al Rvmo. S r D. Ziggiotti en el aeropuerto.
U na larga fila de automóviles esperan para
acompañarnos desde el aeropuerto hasta núes*
tro instituto, que dista más de media hora
U na compañía de agentes en «motos» y en
«jeeps» nos precede abriendo paso y tocando
las sirenas, llam ando la atención de toda la
ciudad. A lo largo del cam ino hallamos m u
cho'. carteles de WeJcome o bienvenida a
Superior G eneral de los Salesianos, y en nues
tro barrio las casas están adornadas con banderitas preparadas espontáneam ente por el
pueblo. La casa está invadida por la gente:
mezclados los obreros y los grandes señores
y las dam as. Todos juntos tomamos coca-coia
6
—
do los Superiores de las Ordenes y Congre
gaciones religiosas y nuestros principales bien
hechores, entre los que sobresale D on Ramón
Alboitis. U n superior religioso, que ha segui
do atentam ente todas las palabras y movimien
tos de D on Ziggiotti, me dice al oído: ¡Supe
rior perfecius. Superior perfectus!
A la una y media estábamos ya de vuelta,
y mientras nuestros chicos sesteaban por el
gran calor, el Padre nos invita a su secretario
y a m í para rezar en la capilla las Vísperas y
los Maitines del Jueves Santo.
A las cuatro fuimos a visitar al Sr. Arzobis
po, que tanto nos ama. y después de una en-
(revista llena de interés, nos trasladamos a vi
sitar la catedral, donde se ve.“era ael Santo
Niño» o N iño Jesús, que Magallanes trajo a
Cebú el año 1500. Ante aquella imagen vene
randa y m ilagrosa nues'ro Superior rezó y ros
hizo rezar por la juventud de Filipinas y la
de todo el mundo. Visitamos tam b'én la C ru •
que trajo consigo Magallanes. De vuelta a caherman«°^^^*^"
coloquios con todos los
La venida de nuestro Superior ha sido u i
acontecimiento para toda la ciudad y estamos convencidos de que ha aum entado la
sm p atía por nuestra Obra, ya tan querida
por todos, porque acoge juventud verdade
ramente necesitada.
las caden-s más altas de lus islas de los Ne
gros. para aterrizar en el aeropuerto de Bacolod.
Nos reciben con toda solemnidad los repre
sentantes de la eludid con su Alc.ilde y el Go
bernador de la isla al frente. También está el
Vicario General de la Diócesis, en rcpre.sentación det Sr. Obispo, nuestros Hcrm.anos y alum
nos y 50 representantes de Acción Católica. A
lo l.argo de la ciudad, arcos triunfales le daban
la bienvenida, como a huésped ilustre.
En el palacio episcopal nos esperab i el se
ñor Obispo, con muchos sacerdotes y re'ígiosos. El Gobernador y el Obispo, el Presidente
de la Acción Católica y otras personalid.ades.
’o asaltaron inmediatamente pidiéndole un Ora
torio Festivo, para el cual tienen ya prep irada*
M A N IL A .-D o n Zlfielottl distribuye le Sanie Comunión,Victorias, 7 de abril.
Por falta de tiempo, nuestro Superior va
realizando un viaje contra reloj. Y esto ha dado
lugar a un pugilato de atenciones para coi él.
Por un malentendido, causado por un cambio
de horjrio, cuando fuimos a tomar billete parí
€l avión, ya el cupo estaba completo. Y sin
embargo, pudimos p ríir. Fué obra de la gen
tileza de nuestros Cooperadores. Ganados por
la bondad y simpatía de nuestro Superior, per
suadieron nada menos que a cinco pasajeros
a que nos cedieran sus plazas. Y eso que a’
día siguiente era Viernes Santo, y en Filipinas
por herencia hispánica, en este día casi ni los
autos ruedan, y de volar los aviones, ni pala
bra.
El apar.to vuela prime.-amente sobre las pe
quen^ cadenas montañosas de Cebú; después
atraviesa un brazo de mar, luego pasa sobre
«erreno en la perifcrii de N
ciudad. El am-do Padre, con su bondad característjca. escuchaba, sonreía, aconsejaba padencia, de^ndo en todos una scnsidón de esperan
za y de satisfacción.
^
Después de media hora en veloz «Cadillac»
por una carretera asfaltada, atravesando exten^ 8 campos de caña de azúcar y pintorescas p|at ñeras y palmares, se llega a nuestra Escocia
Profesional de Victorias. Aquí nos esperan nocstros alumnos, con banda, tambores y trompe
tas, y,.., con las espadas rducientes Io« Cadetes
de la Escuela, que parecen auténticos oficialesi.
La Escuela surge cerca de la Compañía «Víctonas Milling. y es !a primera de nuestra^
obras en Filipinas. Debido a la frunifíoenda
de su Fund-dor el Sr. Ossorio, se han podido
CTigir locales grandiosos, modernamente dotados.,
industrial y pedagógicamente perfectos. El am
plio territorio que la circunda está en excelente
-
7
posición, bien ventilado, y no lejos de una her
mosa selva de árboles tropicales.
Tiene tm campo de deportes magnífico. Allí
se celebró una velada de honor, seguida de un
desfilo militar, de la bendición de María Au
xiliadora y de la distribución de una medalla
y un rosario a cada uno de los chicos, quienes
iban a comenzar inmediat.mente las vacacio
nes, habiendo hecho el sacrificio de una sema
na permaneciendo en las clases y en los talle
res para esperar la venida del amado Padre.
Al final de los actos, el Superior les da las
gracias a todos, pero de manera especial al se
ñor Ossorio, nuestro ilustre benefactor y Coo
perador Salesiano, que ha sabido organizar su
empresa industrial con criterio cristiano y so
cial y, haciéndose un verdadero modelo de em
presarios. Sus obreros y todos los empleados y
sus familias disfrutan de todas las garantías so
ciales, comprendidas la asistencia religiosa, so
cial y escolar.
Al almuerzo de gala son invitados con el se
ñor Ossorio todos los dirigentes de la Refinería
y la flor y nata de Bacolod y de Victorias. E ’
señor Obispo y todos los representantes de las
fuerzas vivas de la región se hacen lenguas de
la generosidad del Sr Ossorio y su familia y de
la habilidad con que los educadores llevan la
escuela.
Don Ziggiotti, aficionado a los símiles, como
buen discípulo de S. Francisco de Sales y de
San Juan Bosco, toma pie del hecho de que la
Obra ha nacido de la Refinería de azúcar, para
hablar de la dulzura, base del Sistema educa
tivo de Don Bosco, da las gracias a todos y
promete la mayor cooperación de la Congre
gación a una obra tan gigantesca.
Era Jueves Santo. Después del almuerzo, a
hora conveniente, tuvo lugar la ceremonia del
Lavatorio de los pies. Curioso el hecho t?e que
los Apóstoles, obreros todos, estaban vestidos
con trajes auténticamente judíos antiguos. El
film a colores, tomado por el P. Rauh nos darA
ocasión de admirar la hermosa ceremonia, pero
no de escuchar las inspiradas palabras del Rec
tor Mayor en alabanza de la humildad y de la
paz, fruto del mutuo perdón... Desgraciadamen
te la película carecía de la banda sonora.
Manila, 9-12 de abril.
El día 8, Viernes Santo, fué consagrado ai
grande Misterio, en la intimidad de familia.
Hemos didio que se tenía que viajar contra
reloj. El Sábado Santo, después de las funcio
nes de Iglesia celebr.'d.as en casa, emprendimos
el vuelo para Manila. Llegamos bastante tem
prano.
Después de un cordial coloquio con Monse
ñor Egidio V.agnozzi, Nuncio Apostólico en las
Filipinas, insigne bienhechor nuestro, el Rec
tor Mayor pasó el día hablando privadamente
con los hermanos.
Por la tarde el Exmo. Sr. Nuncio ofreció una
8
—
comida de honor al Sucesor de Dou Bosco.
Asistieron el Sr. Arzobispo, el Ministro Pleniponteciario de Italia y las más altas personali
dades de Manila. Palabras de altísima estima
le dirigió Su Excelencia el Nuncio, a las cuales
contestó a la manera de Don Bosco, insistiendo
luego con ardor sobre la urgencia y actualidad
de la cuestión social, cuya solución requiere la
colaboración de todos los que tengan sentido
de re^ n sab ilid ad y honestidad social.
El día glorioso de Pascua celebró la Santa
Misa p..ra los Oratorianos, aspirantes y bienhe
chores. Desayunó en compañía de los O)operadores y les consignó los diplomas de tales,
con su propia mano. Entusiasmó el abrazo que
dió en público al Doctor Delgado, que en un discimso maravilloso, había definido a los Coope
radores Salesianos tía Acción Católica a fiivor
de la juventud».
Después del mediodía partimos para Tarlac,
que se encuentra a 130 kilómetros de Manila
en el oentro de la Isla de Luzón. A mitad del
camino nos detuvimos en la ciudad de San
Fernando, sede del Arzobispo Mons. Guerrero,
ya de antiguo Cooperador Salesiano, devotísi
mo de María Auxiliadora, en cuya fiesta fué
consagrado Obispo y a quien consagró muchas
iglesias de su diócesis. Se empeña en que los
Salesianos vayan a San Femando y les ofrece
un grande terreno y su ayuda para construir
la casa.
Reanudado el viaje, a la entrada de la pro
vincia de Tarlac nos encontramos al Goberna
dor que nos estaba esperando con mudios ca
balleros de Colombo. Con triple corona de flo
res coronaron al Sucesor de Don Bosco, que
aspiró con fruición su delicado perfume ca.Tipestre.
Entramos en la ciudad bajo arcos triunfales
y con disparos de morteretes mientras el Alcal
de le entregaba, con simbólica ceremonia, las
llaves de la ciudad. Hubo luego un gran desfile
de automóviles, sugestivo por la variedad de las
luces en la oscuridad de la noche, ya cerrada
Fuegos artificiales, terminados con un Welcome
al Rector Mayor, acogieron al Padre esperado,
en la tSt. John Bosco Academyi, donde se
efectuó la recepción, amenizada con cantos >
piezas de música, regada con refrescos y con
cluida con las paternas palabras del Sucesor de
Don Bosco, que comentó magistralmente lo de
las llaves, las flores perfumadas y el afecto de
la ciudad por María Auxiliadora y por Don
Bosco.
El siguiente d'a, celebró la Santa Misa para
los niños, que habían vuelto de las vacaciones
en gran número, les distribuyó rosarios y les
dió la bendición de María Auxiliadora.
Terminados los coloquios con los hermanos,
un bienhechor le llevó a almorzar en su casa,
en donde había reunido un buen número de
amigos y cooperadores. La bendición a los on
ce hijos de este señor, cerró la jomada del
Padre en Tarlac. Pero antes de i»rtir hizo una
visita a las Religiosas del Espíritu Santo, que
tan caritativamente ayudan a nuestros herma
nos.
Reemprendimos la marcha, volviendo a mirar
de paso los arcos triunfales erigidos en su honor
en varios sitios de la ciudad; y que yo, tres
díis después, volví a ver, admirando las dis
posiciones de la Divina I^ovidencia, que hasta
de este modo había hecho tan popular y tan
querido el nombre de nuestro Superior Gene
ral, tanto en Tarlac como en Cebú.
En Macati lo esperaban los queridos Oralorianos de aquel barrio, de mala fama a los
ojos de los hombres, pero no a los de Dios y
a los del Sucesor de Don Hosco, que quedi
conmovido de la sencillez y buen corazón de
aquellos centenares de chicos, qve con un fres
cor de primavera cant-iban, aplaudían, rezaban
luego en la capilla fervorosamente. Un arco he
cho de medulas de árboles de banano, que pa
recía un arco egipcio de marfil, adornado de
flores especiales (tomates cortados por mitad),
coronaba la plataforma en que el Superior to
mó asiento con los Hermanos y los señores
Me Miking, bienhechores insignes de la Obra
a quienes ya habían festejado aquellos jovencitos, agradecidos a las bondades, merced a las
cuales habían también podido mandar a dos
de sus compañeros al Aspirantado. También
aquí las palabras del Padre, perfectamente tra
ducidas en tagalo por el P. Rignetti, llegaron
profundamente a los corazones.
Un recibimiento nocturno en la Embajada
Italiana, congregó en torno del Padre a todo el
Cuerpo Diplomático y a Irs más citas dignidades
eclesiásticis, religiosas y civiles.
El día 12 fué un peco más tranquilo, y
lo pudo pasar casi todo en casa con los
hermanos.
Por la tarde, vino el N uncio Apostólico
para acompañarle al palacio presid:ncial,
donde el Exemo. Sr. Presidente de la Repú
blica, Dr. Ramón Magsaysay. sostuvo c o i
ellos una larga conversación de carácter preminentemente social y re'igoso.
Por la noche tuvo lugar la comida ofre
cida por el Sr. Arzobispo, que ta ito afecto
y veneración le ha demostrado. Asistieron
el N uncio A j^ tó líc o y varios señores obis
pos. E n su discurso el Sr. Arzobispo mani
festó la casi certeza de contar pronto e i la
capital con unas escuelas semejantes a las de
Victorias. Contestó nuestro Superior, m ani
festándose conform e con los deseos de Su
Excelencia, pero recordando también que d
personal es poco, que haría lo posible y lo
imposible para com placerlo; y que entre tan
to esperaba que obis|»s, sacerdotes, coopera
dores y amigos, trabajando con el espíritu de
Don Bosco en favor do la juventud obrera,
lograrían que en las Islas Filipinas, de tan hon
das raíces católicas, la Iglesia Santa se des
arrollo y sea luz y guía de las naciones pa
ganas que viven no lejos de ellas.
El día sigiiiente celebró la Santa MiSa
para los Aspirantes, a quienes habló como
educador, como superior y com o santo...,
lo mismo que había hecho con los Herm a
nos en una inolvidable conferencia.
Al aeropuerto lo acompañaron los más ín
timos, sin que fallara, naturalm ente, el se
ñor Ossorio, que aun con sacrificio ha esta
do presente en casi todas las actuacioies de'
Rector M ayor de las Islas Filipinas.
Todavía un m inuto antes de subir al aero
plano, el Rector M ayor estuvo firm ando di
plomas y dejando recuerdos escritos de su
m ano en esíampitas que le presentaban.
A las 9 despegó el avión. Desde la ven
tanilla el buen Padre continuaba sonriendo
y bendiciendo, tal vez con nostalgia repri
mida. H abía dejado en lodos un im borra
ble recuerdo de humildad, de bondad, de
paternidad... al fin digno H ijo y Sucesor
de Don Bosco.
Pbro. Mario Acquistapace, S. D. B.
Inspector
T R IU N FO DE SANTO D O M IN G O SAVIO
EN SUS COLINAS NATIVAS
En M ondonio.—Este pueblccito, asido a
las haldas de una de esas colinas del Monferrato, ricas de viñedos y de cereales, es hov
conocido en el mundo entero porque de él
pasó al ciclo el alma angelical de D om ingi
Savio hace cien años. Allí, en su cementerio,
permanecieron sus restos mortales hasta 1914.
en que fueron trasladados a Tur/n. Ahora
han vuelto para visitarlo, triunfalmente. La
urna en que están guardados iba esc<^tada por
un gran núm ero de automóviles^y motos que
le hacían guardia de honor por todas las po
blaciones del trayecto desde Valdocco: Chie( C o n tin ú » e n l e p á í. l4 )
OREMOS POR NUESTRAS INSPECTORIAS
Septiembre
•
»
4-10:
Brasiliana Cam po
G rande
11-16: R ío de Janeiro
17-24: Centroam ericana
Sept. 25-Oct.
1: Chilena
2-8: Colombiana
9-15: Ecuatoriana
—9
iSálestana
PuERTOLLANO.— En honor de M aría A u x i
liadora.— La Obra salesiana de Puertollano
es un poema de amor. Debida al e tusiasmo
de un grupo de Antiguos Alumnos, sus p a
bellones van subiendo lentamente, a compás
de los recursos, psro sólidam erte y poética
mente también. p>orque sin poesía ra d a hay
de grande en la vida. Es un esfuerzo continuo. pero vivificado por la alegría sal s a"a.
Quienes buscan prim ero el reino de Dios y
■su justicia, tienen la seguridad de que ’od>
lo demás se les dará por rñadidura. Estos
Talleres Profesionales cuya fábrica emp'eza
a alzarse al am paro de nuestra Patrona, se
rán la gran realización, o si queréis, la gran
Universidad Laboral, donde puídan saciar su
ham bre de superación las juventudes de esta
inmensa población industrial de Puertollano.
La simpatía general se va difundierdo en tor
no de este be'-dito centro.
Era justo tributar a M aría Auxiliadora el
homenaje de gratitud de todo Puertollano, y
así se ha hecho. Un fervoroso triduo, en la
ig’esia parroquial, una gran Misa, una mag
nífica procesión. Digamos de ésta dos pala
bras:
La imagen, juntamente con la de San Juan
Rosco y Domingo Savio, fué trasladada proce
sionalmente desde la Parroquia de Nuestra Se
ñora de la Asunción a la Capilla del Colegio
salesiano en una imponente manifestación de fe.
siendo presenciado el paso de la misma por una
verdadera muchedumbre que se apiñaba en ca
lles y plazas dcl tránsito de la misma.
Un,\ escuadri de gastadores y la banda d;
trompetas y tambores de la Cruz Roja abrían
la com itiv. yendo inmediatamente precedidos de
más de doscientos muchachos alumnos del cole
gio FKMlando, los que iban en cabeza, magnífi
cas banderas nacionales, y de^ués. en p^fectí-sima formación de seis en fondo, los alurnos.
U) -
d ndo una sensación impresionante de disciplina
y recogimiento. Tras de ellos h imagen de Do
mingo S'-v'o. rodeada también de alumnos, igual
mente uniformados y marchando con h misma
marcialidad. Luego la imagen de San Juan Ros
co, y tras ella las alumnas del Colegio de Teresianas. En el centro de la procesión los chi
quillos del Colegio que el jueves p¿.sado toma
ron la primera Comunión.
Hermosa, radiante de belleza, María Auxilia
dora, sobre artística y bien engalanada carroza.
La R;nda Municipal; presidencia eclesiástica que
presidía el Párroco de Nuestra Señora de la
Asunción: presidencia cficial y de antiguos alum
nos salesianos.
La entrada de las sagradas imágenes en el
Colegio Salesiano fué verdaderamente apoteósico. donde una enorme multitud vitoreaba incan
sable a María Auxiliadora y a San Juan Rosco,
dentro de un * emoción inenarrable. Entre him
nos. vítores, fuegos de artificio, bengalas y co
hetes. María Auxiliadora fué llevada nuevamen
te a su trono de la hermosa Capilla del Colegio.
MARIA AUXILIADORA EN COIN
Coín es cni rica y preciosa ciudad malacitana
donde los salesianos no tienen colegio. Pero ello
no es obstácu'o para que en esta ciudao se le
tengi gran devoción. Prueba de ella es la her
mosa imagen de María Auxiliadora que se vene
ra en la Parroquia de San Andrés y el centenar
de hogares que la tienen entronizada.
El cek) del Sr. Vicario Arcipreste y el trabajo
de unos antiguos alumnos salesianos y señoras
de la Ardiicofradh han hecho realidad, en los
últimos días de junio, unas hermosas fiestas en
honor de la Virgen de Don Rosco. H día 24
dió comienzo un solemne triduo predicado por
el Padre Salesiano Francisco Guzrnán. S. D. B.
La afluencia de fíeles era tal que las naves de
la Parroquia de S n Andrés estaban matcrial-nente llenas. Todas las nodies se daba la bendición
f S í j o e en la p á j . i S )
Un milagro ¡jedagógico
De
h a c e
Urbano Rattazzi fué uno de los políticos más o
menos antirreligiosos que f bricaron la Unidad Ita
liana y persiguieron a la Iglesia. Fué el tiutor
del proyecto de ley q .c suprimió las Congrega
ciones Religiosas p an apoder, rse de sus bienes.
Como contrapartidi, teníi grandes cu lidades hu
manas y humanitarias. Y éstas, sin duda, fueron
1 s que le movieron a relacionarse con Don Bosco.
Un día se presentó de incógnito en el Oratorio
mientras el Santo explic:ba un punto de historii
eclesiástica. Un chico hizo una pregunta bastan
te atrevida para I s circunstanci-s, y Don Bosco
’e dió una respuesta conveniente. Después de la
función subió Don Bosco a su aposinto, y en pos
de él el ministro. Cruzadas las palabras de pre
sentación, Don Bosco creyó q :e Rattazzi venía
a pedirle cuentas y quizá a algo más. Pero e'
hombre había quedado prend do de I s h bilida¿es del catequista y del organizador, y deseaba
conocer a fondo su sistema educativo que tantas
maravill:s estaba operando en Turín. El coloquio
duró más de una hora.
—Aquí—le explicó Don Bosco—se practica e'
Sistema Preventivo cen absoluta prescindencia del
represivo. Prevenir una enfermedad vale más que
curarla. Y en la sociedad los males intelectuales
y morales se pueden prevenir. Así. aquí procura
mos infundir en el corazón de los jovencitos el
santo temor y amor de Dios, con la enseñanza re
ligios j ; se les envuelve, por decirlo así, en un »
amable asistencii en tedas partes se les anima al
bien, se amonestan con paciencia, se les trata con
bondad, se les di confianza; en una palabra,
usamos todas las indusiri's que aconseja la ca
ridad.
—‘Está bien—respondió el ministro—es el modo
mejor de educar criaturas racionales y es una lás
tima que el Gobierno no pueda emplearlos en sus
cárceles y reformatorios.
—¿Y por qué no ha de poder usarlo? Intro
dúzcase la Religión; permítase la entrada a los
ministros del Señor; dénsele libertad para ha
b a r y enseñar, y se verán milagros también en
tre ellos.
¡Se verán milagros! No había pasado un año
cuando el ministro Rattazzi pudo presenciar uno.
Diez años hacía que el Gobierno había funda
do en la ciudad una cárcel para menores delin
cuentes. Llamábase la iGenerala» y dependía de'
Ministerio de Gobernación. Reinaba un rigor....
propio del tiempo, con las naturales consecuen
cias. Don Bosco, que aun ocupado intensamente
en el gobierno y acLministración de su instituto,
profesaba la máxima de que cel bien hay que
difundirlo cuanto más se pueda y martener las
cien
a ñ o s
rel. cioncs sociales euancxicns mente se pueda», ha
cía sus visit s a la «Generala», enseñaba catecis
mo cuando podía y se entretenía con los corri
gendos cuando se lo permití n. como si fuer.in
sus chicos del Oratorio.
A mediados de ese rño 1855. Don Bosco—practicador decidido de los Ejercicios Evspiritualcs—.
les dió una tanda a los corrigendos de la «Ge
nerala». De tal manera ganó sus corazones, que
no quedó uno que no se confcsjr.i y recibiera con el
mayor fervor la S nta Comunión. El Santo quiso
premiar tan generosa correspondencia y se presen
tó al director de las cárceles para pedir'e le per
mitiera llevarlos a una excursión fuera de la
ciudad.
El director saUó en su silla; ¡tanta fué su sor
presa!
—‘¿Pero habla usted en serio, señor cura?
—Con la mayo-r seriedad, y le ruego tome e i
consideración mi súplica.
La discusión fué larg'. y el director, atrinchera
do en las exigencias del reglamento e insistiendo
sobre la temeridad de aquella «propuesta d-’scabellada». ni siquiera se avenfi a traslad r la súpli
ca al Ministro.
Don Bosco. sabiendo que el asunto correspon
día más bien al Gobernador de la provincia, fué
a verlo pan que interesara al Ministro. Pero re
cibió un «no» rotundo. Entre tinto el d'rector ha
bía hablado de la «dése ^bcllada petición» coi
Ratta/zi. Este !a oyó no sin cxlrañcz''. pero pi
cado de curiosidad, dijo que dcsciiba ver a Don
Bosco.
Lo recibió con la afabilidad que ponen los
señores cuando quieren.
—Querido Don Bosco. Voy a despachar favo
rablemente su petición. El pasco les hará mucho
bien a nuestros muchachos. Daré las órdenes
oportun.'.s; de lejos le seguirán algunos núme
ros de la policía, disfrazados, para que Je ayu
den en caso necesario a mantener el orden y par»
que ninguno se fugue.
Sonrió Don Bosco bonachonamente y respon
dió:
—^Excelencia, le agr.dczco su atención; pero
no haremos el paseo sino con dos oo?dtcion:s;
ir yo solo con los muchachos, y que Su Exce
lencia me prometa no mandar ni de cerca ni
de lejos guardia .'Iguna. Me hago re^Mosablc
de todo, y Su Excelencia me pondrá en la cár
cel si hubiera desórdenes o fugas.
—Pero se le escaparán todos, respondió el
Ministro estupefacto.
—No Jo crea, señor ministro; fíese de mí.
—
11
T U P I N . —La Casa M adre Salesiana en 1934;
1. P laza de M aría A uxiliadora. —2. Vía C o tto len g o .—3. S an tu ario de M. A .—4. Iglesia de San
Francisco de S ales.—5. A posento de D on S o s c o .—6. D om icilio del C apítulo S u p erio r.—7 P atio
de los E stu d ian tes.—8. P a tio de los A p re n d ic e s .-9. A ulas del g im n a s io .-10. Escuelas P rofe
sio n ales.—11. D orm itorio de los E stu d ian tes.—12. Lavadero, cocina, re fe c to rio s .-13. O ratorio
festivo y co tld ian o .—14. P a tio del O rato rio festivo,—15. T eatro.—16. Sección de Escuelas Pro-
El proyecto, aunque hermoso, era realmente te
merario. Pero R.Ut:»zzi, intrigado, y recordando el
coloquio do un año antes, sintió curiosidad de
apurar lo del sistema preventivo, pensando además
que no sería difícil volver a capturar a los fu
gitivos. Así es que accedió.
La víspera del p.\seo fué Don Bosco a prepa
rar los ánimos de sus muchachos tpreventivamente».
—Hijos míos, vengo a daros una gran noti
cia. En premio de la benevolencia que habéis
tenido conmigo, de la buena conducta de estos
días, y sobre todo de vuestra generosa corres
pondencia a mis fatigas sacerdotales, he hablado
con el señor Ministro y el Intendente General y
recibido el permiso de llevaros a dar ’-n paseo
al parque real de Stupinigi.
Los pobres chicos no acertaban a dar crédito
a sus oídos; dieron un grito atronador de sor
12
presa y alegría. Restablecida la calma, Don Bos
co prosiguió:
—Bien comprendéis cuán grande es la graci
que se os concede; es cosa que nunca se ha
hecho.
— ¡Viva Don Bosco! ¡Viva el Migistro!, gri
taban frenéticos de entusiasmo.
—Sí, ¡viva el Ministro! Pero atentos a lo que
voy a decir. He empeñado mi palabra, en vues
tro nombre de que del primero al ühimo os por
taréis tan bien, que no habrá necesidad de guar
dias; he empeñado mi palabra de que maña
na por la noche estaréis todos en vuestro sitio.
¿Puedo estar seguro de que ninguno abusará?
—Sí, sí; esté seguro, respondieron unánimes.
Y alguno de los mayorcitos añadió: ¡Cuidado!,
que si alguno intentara huir, correría tras él y
lo estrujaría como un pollo.
W:J=ño de la Canonización de San Juan Bosco.
íesionales.—17. C asa G eneralicia de las H ijas de M. A .—18. O rato rio fem enino con sus clases
d iu m a sy n o c tu rn a s.—19. G uardería y o rfa n a to .—20. Sociedad E ditora In tern acio n al.—21. Igle
sia sucursal del S a n tu a rio .—22. C asa p a rro q u ia l.—23. Resto.s de la C asa M o retta.—24. Donde
estuvo el prim er o rato rio festivo (1846). En el ángulo inferior derecho; 1. C asita donde nació
San Juan B osco.—2. P rim er pabellón de la C asa M adre (hoy entre 4 y 5.)
—Y yo, dijo otro, le rompería la cabeza de
una pedrada...
—Basta, basta, hijos míos, estas palabras no
son cristianas. Yo me fío de vosotres. Sé que
me amáis, y no me daréis ningún disgusto. L>
ciudad de Turín tiene los ojos puestos so b r.
vosotros. La falta de uno caería sobre todos. Y
caería especialmente sobre mí; me acusarían de
imprudente y de necio, que me he dejado enga
ñar... Por otra parte, ¿de qué aprovecharía una
fuga? La policía la descubriría al día siguiente
y la haría pagar con la más severa prisión. En
cambio, \niestra buena aanducta os atraerá el
aplauso g e n ^ l y os hará acreedores a nuevos fiveres. Mas, aparte de estas consideraciones hu
manas, vosotros habéis prometido a Dios no vol
ver a ofenderlo. El os mira, porque lo ve todo,
dispuesto a baldearos ahora y siempre si le
sois ñeles. Vais, pues, a darle mañana una prue
ba de vuestra fidelidad y firmeza en los propó
sitos. ¡Conque, todos en orden y obedientes!
¿Me lo prometéis?
—Lo prometemos. Usted es nuestro jefe, y yi
verá cómo ningún general ha tenido nunca sol
dados tan fieles y disciplinados.
Cuando el Santo terminó cst s cBuenas Nochesi.
él y los muchachos no cabían en sí de gozo.
AI día siguiente, con el fresco de li mañanita,
abriéronse las puertas de la prisión, y trescien
tos muchachos corrigendos salieron, rádi ntes d:
júbilo, guiados únicamente por el sacerdote, que
en tan pocos días había conquistado sus corazo
nes. No Ies parecía cierto ese poder gozar de un
día de aire y de libertad. Alegres y obedie'tes,
parecían los jóvenes del Oratorio. Olidos de la
ciudad, rompieron fiLs, como los chíces del Ora
torio, e ib n a porfía por estar cerca y convasar
— 13
can él. La serenidad del rostro del sacerdote pa
recía reflejarse en ellos.
A mitad del camino les pareció que Don Sos
co estaba un poco cansado. Detuvieron el caballo
que llevaba las provisiones, distribuyeron los sa
cos, canastos y p quetes, y lo hicieron montar
Así, desde lo alto, más fácilmente los podía ver
a todos y amenizarles el camino entonándoles can
tos popu’are.s y diciendo chistes y bromas.
Llegados ai pueblo, les recibieron el párroco y
un cooper dor; penetraron en la iglesia y oyeron
la santa Misa celebrada por Don Hosco. Entra
ron al delicioso parque real, rico de plantas, de
arbustos, de aguas, de parterres floridos,y se des
parramaron por sus .sendas, sin que a ninguno se
le ocurriera maltratar una flor. Almorzaron en
torno del 'ago, “Iternando los cantos con las aves
del parque; curiosearon cuanto había que ver, ol
vidados por completo c'e h «Generala». Ya tar
de. merendaron, y en el mismo orden con q c
h bían ido se reintegraron a 11 ciudad y a la «Ge
nerala». Su única preocupación era colmar de
atenciones al Padre amado. Ni siquiera le permi'
tieron tomarse la molestia de llevar las riendas del
caballo.
El Ministro y sus .subordinados estaban in p a
cientes por constatar el resultado de la aventu
ra, y cu; ndo los vieron volver, alegres y satis
fechos, y el alc'ide pasó lista, no volvían en sí
del asombro.
La prueba estaba hecha. El ministro, despué>
de escuchar la relación que del paseo le hizo el
Educador le dijo: «Confieso que ustedes, los mi
nistros de Dios, disponen de una fuerza moral
muy superior a la material con que nosotros
contamos. Ustedes pueden reinar sobre los co
razones y penetrar en la conciencia de los hom
bres...
—^También ustedes podrían, siquiera en parte...
— ¡Le quedo tan agradecido de lo que usted
ha hecho por nuestros chicos...! Ustedes puedei
lo que nosotros no podemos...
Y tan convencido estaba, que algún tierpo
después, teniendo un sobrino díscolo, se le con
fió a Don Hosco en vez de mandarlo a U «Ge
nerala» y Don Hosco hizo de él «un buen d id;dano y buen cristiano».
NOTICIARIO MUNDIAL SALESIANT
El devoto gentío había todavía aumentado.
Y las colinas se veían cubiertas de gentes que
aclam aban y rezaban. E ra el mismo camina
que hace un siglo recorrió Domingo a pie.
en com pañía de su padre.
En el Colle, en el antiguo prado—^hoy pla
zoleta y jardines—, esperaban Su Emine cia
el C ardinal Fossati, Arzobispo d i Turín.
M onseñor C annonero y Mons. Arduino, los
Superiores Mayores de la Congregación, el
G obernador de la Provincia, los alcaldes de
los pueblos de casi toda la provincia... En
traron en el grande Instituto de Escuelas Pro
fesionales de perfeccionamiento que allí se ha
levan ado. y en uno de sus g ra 'd e s patios,
preparado com o para Misa de cam paña. Su
Eminencia el Cardenal pronunció el elogio y
celebró el rito ante más de diez mil perso
nas. Los altavoces, i'stalad o s por todos los
alrededores, permitieron seguir las ceremo
nias a los que por im ped'm ento se habían
quedado en las casas. Toda aquella región di
plácidas colinas, ricas de viñedos, cereales y
frutas, se estremecían de júbilo ante la glo
ria de haber dado al m u 'd o el Modelo de
las Juventudes.
( V ie n e d e la p á j. 9)
ri. Andezzano, Ariñano, Moriondo. Todos los
habitantes del pueblo y pueblos vecinos es
peraban ansiosos y lo acogieron con cantos,
aplausos, vítores; buena parte de ellos había i
hecho una vigilia de oración para prepararse
mejor a recibir la visita de «su gigante santito».
Ante millares de peregrinos celebró Misa
campal Mons. Cannonero. Obispo de Asti, la
diócesis a que pertenecen M ondonio y Castclnovo (hoy Castclnovo Don Hosco) y pronnunció un em ocionado panegírico, en que hi
zo resaltar la correspondencia a la Gracia,
que hizo de Domingo un Santo venerado hoy
en el m undo entero y de M ondonio un pue
blo conocido también del mundo entero.
CoUe Don Basco.—De M ondonio. la u r
na siguió su paseo triunfante hasta Becchi
(hoy Colle Do.a Hosco), en donde se entrevis
tó por primera vez con D on Hosco y se resc^vió su entrada en el Oratorio.
l-t
—
Permítasenos eñadir una explicación que es del
mismo Don Hoscx), para dilucidar la r- zón de es
tos triunfos pedagógicos que parecen milagros;
«No basta emar a los chicos, para hacerlos dó
ciles y obedientes, es necesario amírlos de mane
ra que ellos echen de ver que son amados. Los
chicos de la «Generala», en los contactos qu:
habían tenido con él, habían sentido que les ama
ba; y lo reamaron con ese amor tierno y ardien e
que los hizo generosos y facilitó el triunfo o mi
lagro pedagógico, cuyo centenario conmemoramos.
ESPAÑA SALESIANA
("Viene d e la pá¿. tO )
de María Auxiliadora y cuantas perso'as lo de
seaban se acercaban al altar mayor p. ra recibir
la medalla de archicofrade.
El d a 26, fiesta trasladada de María Auxilia
dora. hubo función solemne, con panegírico, ofi
ciada por el Rvdo. Sr. Vicario Arcipreste. A las
siete de la tarde salió una grandiosa proces’ón
con las imágenes del S grado Corazón de Jesú<
y María Auxili dora. Ambas imágenes recorrie
ron las calles de la ciudad, recibiendo el home
naje del pueblo coinense. Las señoras y señoritas
lucían la clásica mantilla esp ñola y en los es
caparates y balcones, todos engalanados, apare
cía la imagen de María Auxiliadora.
la perfección que han
'os sonidos.
lcanz.ido en el arto do
eXcERES.—Co/eg/o de Son Francixeo Solano.—
H.’ce dos años que la Exema. Diputación ha con
fiado este Instituto Laboral a los Salesi.nos, \
ya se palpan los frutos. Tiene dos secciones;
pro aprendizaje y aprendizaje, con 130 alunnos.
Funcionan los talleres-escuelas de erpintería, za
patería, sastrerí’. mecánica, imprenta y panade
ría. Tiene tmib'én su herniosa banda de müsici.
El instituto ha celebrado solemnemente la clau
sura de su segundo año escolar, con U asistencia
del Sr. Vicepresidente de la Dipufcíón, de 1 s
V IG O ; El hogar. —I,a banda de tam bores y gaitas que alegran la vida y elevan el alm a.
S.vNTx C r u z d e T e n e r if e .— E l Colegio Salesiano clausuró el año escí^ar con un fervoroso
triduo, una Misa, solemne y una precesión e'
4 de julio.
Inmediatamente después se procedió a la dis
tribución de prem'os, en presencia de las auto
ridades y de los padres de familia.
Acto seguido se inauguró la tExposición Pro
fesional». actuando de madrina la Exema. seño
ra dona Casimira Correa de Marín. Figuran, pe
dagógicamente clasáfícados, trabajos del Arte del
vestido y del calzado, ebanistería, mecánica y
tipografía. La banda del colegio amenizó el acto
ejecutando obras de su repertorio y demostrando
Delegados don Bonifacio Avil', don Rogelio Aldon Gabriel Medina y otras autoridades.
El salón presentaba un a sp iro magnífico. Pre
sidía María Auxiliadora, y bajo su maternal mi
rada se colocaron los sitiales de las autoridades,
que distribuyeron los premios. Merecieron los
primeros los jovencitos Luis Casillas Lozano, im
presor, y C e^reo Albarán García, prcaprendiz.
Actuó la banda por primera vez. bajo la bituta de su maestro, c) Sr. Berzosa.
.Abrió el acto el Padre Director y lo cerró el
señor Vic^residente. para agradeoer, en no rb re
de la Diputadón. la labor de tos educadores y
estimular a los niños a corresponder a sus des
velos.
V. rez,
-
L>
CA M AR I AS
Dos nuevas fundaciones benéfico docentes
La prensa ha d ado cuenta de la inaugura
ción de dos nuevas casas benéñco-docentes a
cargo de religiosos salcsianos. La ciudad de
Guía, de G ran C anaria, y la Villa de Teror
son las agraciadas con esta im portante mejo
ra en favor de la juventud. Las dos fundacio
nes para niños, en organización de escuela»
profesionales salesianas, con sus talleres de c a r
pintería, zapatería, imprenta, encuadernación,
sastrería, mecánica y oratorios festivos, cons
tituyen algo excepcional en la vida de G ran
Canaria, en el aspecto social y pedagógico.
El hecho de que los hijos de D on Sosco
tengan a su cargo estas dos nuevas fundacio
nes es una garantía absoluta, pues conoce
mos la bondad de su obra a través de la»
otras cinco fundaciones existentes en Gran
Canaria, debidas a los generosos corazones
do los señores don A lejandro Hidalgo, don
Santiago de Ascanio y M ontem ayor y las se
ñoras doña Rafaela y doña Rosario M anri
que de L ara de La Rocha. Siete fundaciones
benéfico-docentes, a cargo de los religiosos salesianos, sólo en G ran C anaria, ya habla elo
cuentemente de la fecundidad y efectividad
de la obra social, religiosa, docente y p a trió
tica de los hijos de D on Bosco, que se tra
duce en un vivero de artesanía y en un cri
sol de virtudes cristianas.
La fundación «María Auxiliadora» de la
Ciudad de G uía de G ian Canaria es obra
personalísima de la ilustre dam a guíense d o
ña Eusebia do Arm as Almcida, alma de ge
neroso corazón cristiano al servicio de la ju
ventud. G racias a su patriótico y cristiano
desprendimiento la ciudad de Gula, de G ran
C anaria, se enorgullece hoy de poder poseer
uno de los más modernos y completos edifi
cios bcnéfico-docentes de la provincia, que
da singular rango a la expresada ciudad nor
teña, cuyo coste ha sobrepasado los cinco
millones de pesetas, sin incluir la capilla e i
construcción que tiene un presupuesto de u i
millón quinientas mil pesetas.
Ih —
La importancia de la fundación benéficodocente de la caritativa dam a doña Eusebia
de Armas Almeida queda bien patente no
sólo consignando la cantidad desembolsada,
sino muy especialmente al considerar que esa
benemérita institución suya, que en vida ha
realizado gozosamente, sirve para albergar a
cuatrocientos niños, en régimen interno y ex
terno, de la expresada ciudad y pueblos co
marcanos. Guía, de G ran C anaria, tendrá
que saldar una deuda de gratitud a tan cris
tiana y generosa dama.
Teror, la villa m ariana de G ran Canaria,
también se ha visto favorecida con otra fun
dación benéfico-doceníe, que su Patronato ha
entregado con íntima satisfacción a la Co
munidad de Religiosos Salesianos, precedido
de unos solemnes actos religiosos. U n esplén
dido y elegante edificio de tres cuerpos y tre>
plantas, proyectado con depurado gusto por
el arquitecto don Rafael Massanet, con cin
co amplias aulas, biblioteca, capilla, talleres,
patios, teatro, zona agrícola, etc., dará cobij>
a partir del próximo curso a doscientos cin
cuenta jóvenes, también en régimen de escue
la profesional salesiana.
A los muchos atractivos y valoraciones que
tiene la Villa de Teror se añade hoy esta ma
ravillosa obra de educación y formación cris
tiana, debida a iniciativa y constancia del ve
nerable párroco de la Basílica del Pino, doi
Antonio Socorro Lantigua, con importantes
colaboraciones oficiales.
La ciudad de Guia recibió con júbilo y entu
siasmo la llegada de los Padres Salesianos a es
ta población el pasado domingo para hacerse
cargo del m a^ífíco edificio que, con destmo a
Escuela Profesional ha construido totalmente a
sus expensas y entregado a la Comunidad Sale
siana, para que lo regente, la prócer y benerrér¡ta señora, doña Eusebia de Armas Almeida,
rasgo de generosidad, caridad, patriotismo y
amor a sus convecinos que tan alto proclaTcan
la profunda religiosidad de tan virtuosa señora.
El pueblo entero de Guía se sumd a los sen
cillos pero solemnes actos que con tal motivo
se celebraron en dicha ciudad, llenando com
pletamente el templo para asistir a la solemne
función religiosa que a las 11 de la mañana se
celebró en la iglesia parroquial. Coirenzaron
los actos con la Santa Misa, que fi’é oñciada
por el Padre Salesiano encargado del nuevo
Colegio tMarla Auxiliadora*, de Guía, don Gui
llermo Navarro González, asistido por don Eu
logio Domínguez de la Nuez y don Femando
Quintana Quintana. Capellán del Hospital de
Guía. Ocuparon lugares preferentes, junto a la
fuundadora y creadora de este Colegio, doña
Eusebia de Armas Almeida; el alcalde de Guía,
don Juan García Mateos; cura párroco de Teror, don Antonio Socorro Lantigua y autori
dades y jerarquías locales. Durante la ceremonia
pronunció una elocuente plática, destacando el
significado y la trascendencia de los actos que se
celebraban, el Padre Salesiano encargado del
nuevo Colegio de Teror, don Adolfo Martínez
González. Los Padres Salesianos, profesores del
Colegio de Las Palmas don Jaime Gil, don Ma
nuel Vidal, don Hermenegildo Hoyos, don Ma
nuel Rojas, don Gregorio Santana, don Anto
nio Ruiz y don Salvador Carvallo S. D. B. can
taron la misa de Pío XII.
Terminada la Santa Misa se organizó una
solemne procesión, a la que se asoció la po
blación en masa, para trasladar la imagen de!
S nto fundador de la Orden Sdesiana, San Juan
Bosco, que había presidido la Santa Misa, al
nuevo Colegio de «María Auxiliadora», del que
se iba a hacer cargo la Comunidad Salesiana.
Detrás de la imagen del Santo Salesiano iba el
cura párroco de Guía, don Bruno Quintana
Quintana; y la presidencia la formaban, junto con
la fundadora del Colegio, las personalidades y
autoridades citadas. Seguía la banda de müsica
de la localidad y numerosísinao público.
A la llegada al Colegio, el oara párroco, don
Bruno Quintana Quintana, pronunció unas elo
cuentes palabras, destacando la trascendracia
que el acto tenía para el progreso cultural de
la población, así como también la gratitud que
la ciudad debía a la creadora y realizadora de
esta gran obra, para quien p>edía, junto con la
gratitud eterna de sus convecinos, las oradones
de todos para que Dios premiara su gererosidad.
Terminó el acto con unas sentidas palabras del
Padre Salesiano encargado del nuevo Colegio,
don Guilleimo Navarro, quien p a d e c ió las
amables palabras y acogida que se les había dis
pensado, destacó el rasgo de caridad de la fun
dadora del Colegio y señaló el firme propósito
de la Comunidad Salesiana de trabajar incan
sablemente para el logro de’ santo y noble fin
de la fundadora y para que sean una realidad
las espwanz’s que todos tienen puestas en este
nuevo Colegio.
Por último, autoridades, person ilidades y el
público recorrieron las magníficas y modernísi
mas instalaciones de este nuevo centro cultu
ral. que comenzará a funcionar el curso próxi
mo como Escuela Profesional capaz pwra 400
alumnos, cincuenUi en régimen de internado
y los restantes externos, y que consti de siete
espléndidas aulas, los servicios necesarios y lo
cales suficientes para que funcionen las Seccio
nes Profesionales de Carpintería, Imprent'-t, Sas
trería, Zapatería y Mecánica, y cuyo presupues
to de gastos ha ascendido a más de cinco mi
llones de pesetas, sufragadas totalmente por ge
nerosidad de su fundadora, así como el coste
de la futura iglesia del Colegio, cuyo presupues
to asciende a millón y medio de pesetas.
La llegada de los Salesianos a Teror no re
vistió menos solemnidad ni fervor popular que
el registrado en los actos de la mañana en
Guía.
A las seis de la tarde llegaron las personali
dades que habían asistido a los actos de Guíi
con los Padres Salesianos, siendo recibidos por
las autoridades locales. Padre Director del Co
legio Salesiano de Las Palmas, don Angel Ca
ballero López, y numerosísimo público, diri
giéndose primeramente a la iglesia parroquial,
donde se celebró una solemnísima Hora Santa,
dirigida Dor el cura párroco don Antonio So
corro, y en la que pronundó unas sentidas pa
labras el Padre Salesiano don Adolfo Martínez
González, encargado por la Comunidad para re
gir en su día el nuevo Colegio de Teror. de
nominado «Fundación Ntra, Sra. del Pino».
Seguidamente se organizó una procesión p an
acompañar las imágenes de Slan Juan Bosco y
Santo Domingo Savio al nuevo Colegio que ha
de regir la O den Salesiana, y que será inau
gurado oficialmente en octubre.
El párroco pronundó unas elocuentes y sen
tidas palabrts para destacar la trascc'’dcnaa
del acto que se celebraba, entregando el Cole
gio a la Orden Salesiana. Terminó el acto con
unas palabras del Padre Villar, salesiano, agradedendo el honor y la confianza que para la
Orden Salesiana suponía, (Falange. 20-7-55.)
—
17
o
N n
DE MARIA AUXILIADORA
MADRID.—Ante gran problema, pleno de d¡ficültades humanamente invencibles y de trasccidencia suma para lo temporal y para lo eterno,
apelé, ansioso, a María Auxiliadora, y obtuve
su clara ayuda, cuya publicación, ¡después de
bastantes años!, apareoe sólo ahora, por no sa
ber interponer un «alto en mi vertiginoso vivir».
Otra gracia singularísima obtuve, con oferli
de su publicación, hace unos años, al encontrar
me en momento esencial para el porvenir, en
frentado mi hogar con incógnitas desconcertan
tes, obstáculos prohibitivos y barreras infran
queables, que aparecieron maravillosamente disip?das apenas invoc mos el auxilio de nuestra
Excelsa Madre Auxiliadora.—Julio 1955.—Jesús
Gótnez RivaduUa.
VALDECOLMENAS ABAJO (Cuenca).—^Lle
vaba cinco meses padeciendo una grave enfer
medad, consultando todos los médicos a mi al
cance, tomando tantas medicinas y remedios, v
todo tan inútilmente, que ya no me quedaba
sino la resignación para ver a mis seis hijos sin
madre. En buena hora vino el BOLETIN SALESIANO, y al ver tantas gracias como suele con
ceder la Santísima Virgen Auxiliadora, se encen
dió mi fe y se aumentó mi esperanza. La invo
qué llena de confianza, poniendo por interce-ores a los Mártires Soiesianos de la guerra, en
especial a Don Julián Rodríguez. Hoy, gracias
a Dios, me encuentro bien y animo a todos a
recurrir a María Auxiliadora. Agradecida, envío
una limosna.—Luisa Higuera.
—Dan también gracias a María Auxiliadora y
envían un.t pequeña lim-.>sna: Lucia Viñuela, Pe
tra Ciftientes y M. Jesús.
CORDOBA.—Teniendo necesidad de hacer
operar a mi hijo de una operación difícil, me
encomendé a María Auxiliadora, y Ella hizo que
saliera todo bien. Entrego la limosna ofrecida.
María N.
SABADELL (Barcelon.i).—Hallándose mi espo
sa gravemente enferma por una hemorragia incontCTiible, acudí, confiado, a la interoosión de
María Auxiliadora. La excelsa M dre me oyó
pronto. Al mismo tiempo que terminaba mis
oraciones a b Santísima Virgen, cesaba inexpli
cablemente b peligrosa situación. Agradecido,
cumplo la promesa de publicar la gracia en el
BOLETIN.—J. FontanaJs.
18
—
ALCOY.—Encontrándose mi querida madre en
estado gravísimo y con pocas esperanzas por par
te de los médicos de mejora alguna, me acogí a
María Auxili.-dora con toda confianza. Hoy, en
acción de gracias por la gran mejoría de mi m idre,
publico b gracia y entrego la limosna de 200 pe
setas para su culto.—José Olcinu Esteve.
ZAMORA.—^En un trance peligroso en qu;
me jugaba la vida, acudí llena de confianza a
María Auxiliadora haciéndole una Novena en
que participaron todas 1 s socias de su coro de
la fVisita domiciliaria», y Ella atendió favora
blemente nuestras súplicas, por lo cual, agradeci
das, publicamos la gracia y enviamos 25 pesetas
de limosna.—Alicia Vasallo.
DE SAN JUAN BOSCO
Hacía tiemjx) que me encontraba con unas
fiebres nauy altas, que resultaron ser fiebres malteses, y como el diagnóstico se presentaba di
fícil acudí, como suelo, a San Ju;n Bosco, parí
que iluminara al facultativo. Yo tenía prisa, no
sólo por las molestias de la enfer.redad, sino
porque, siendo aún joven y teniendo varios hi
jos a quienes mantener, y sin más medios qu:
mi profesión, el porvenir me afanaba. La ple
garia fué escuchada: el doctor vió claro, y em
pleando remedios enérgicos, en cinco días me
puso bueno. Ciertamente, hay en el caso algo de
sobrenatural. Como prometí publicar la gracia,
hágolo con gusto y doy una limosna en la Casa
Salesiana.—Manuel Rubio Maldonado. Fres, de
la Asociación A. A. S.—POZO BLANCO, ju
lio 6 del 55.
PUERTOLLANO.—Nuestro hijo, Julio Mora
Fernández, cayó enfermo de parálisis en la pier
na derecha el 25 de febrero. Reconocido p w los
médicos, éstos declararon que tratándolo debida
mente podía curar en el plazo mínimo de un
año. En vista de esto, se lo encomendamos fer
vorosamente al amigo de los niños San Juan
Bosco; el día 12 de abril le pusimos una reli
quia del Santo, y la nodie del 24 del mismo
se la quitamos. Nos pareció que la pierna tenía
juego. AI día siguiente, el niño se levantó y echó
a andar expeditamente. A nuestro modo ds ver
el Santo amigo de los niños le ha curado. Agra
decidos, publicamos la gracia.—Manuel Mora.
Dolores Fernández de Mora.
I
I
I
MATARO.—^Agradezco a San Juan Bo$co la
asistencia especialísima que me prestó en una
^^ligrosa operación.—Fernando Jiménez.
DE SANTA MARIA MA2ZARELLO
,
MASATEPE (Nicaragua).—Mi liijita Eleana
í María de los Angeles, desde la edad de seis me\ ses, padeció una seria afección en uno de sus
^ ojitos tres años y medio. Varios especialistas
diagnosticaron una delicada operación quirúrgi
ca, y en uno de ellos noté yo cierta repugnan
cia a dicha operación.
En situación t. n angustiosa, recurrimos, coi
toda nuestra fe y confianza a nuestro amiga
señor De Trinidid, quien nos aconsejó pedir la
curación de !a niña por la intercesión de la Ma
dre Mazzarello. La chiquita no cesaba de acer
carse a la Santa imagen, pues la teníamos en
casa porque nos tocó ese año la suerte de s;r
mayordomos de la fiesta, y en su lenguaje ¡ifantil le pedía curara su ojito.
Poco después, una de las Hijas de María A u
xiliador! me obsequió con una novena de su
santa cofundadora. La hicimos y repetimos fer
vorosamente. Un día la niñi nos dijo llena de
alegría que estaba curada.
La observamos atentamente; la hicimos exa
minar por el especialista, y nos dijo lleno de
asombro: aPueden dar gracias a Dios; aquí
hay un milagro innegable.»
Muy agradecidos, enviamos una limosna, de
seando se publique esta gracia en el BOLETIN
SALESIANO.—Auristela de Gaiián. Mayo, 1955.
DE SANTO DOMINGO SAVIO
Ocurriéndome un asunto bastante serio y de
muy difícil solución, me encomendé al &mto
niño, prometiéndole publicarlo. Lo que hago ahora. pues solucionó mejor de lo que esperaba.—
UTRERA (Sevilla).—7w//a Soto.
DEL VENERABLE DON MIGUEL RUA
Don Rúa sigue haciendo ta medias con Don
Bosco.» Apenas hube terminado un triduo en ho
nor de ambos para pedir una gracia, Don Rúa
me la obtuvo del S'grado Corazón. Era cosa hu
manamente imposible. Al sexto día me alca-'zó
otro favor importante. Catdfranco.— Luisa Be
rra Benni.
Un gravísimo ataque cardio renal habfe puesto
a mi padre al borde de la tumba. El médico nos
dijo que sólo un milagro podíi salvarlo. Enton
ces invocamos con fe la intercesión del Venera
ble Don Rúa, y como por encanto, el mal des
apareció. Unimos el certificado médico. Sáleme,
julio 1955.— Pascual Laúdate y señora.
DEL SIERVO DE DIOS DON FELIPE
RINALDI
Después de un año de inútiles curas, tuve qu:
someterme a una dolorosa operación de sinusitis
maxilar. Pero al mes volví a tener .supuración y
dolores atroces. Una nueva radiografía presen. •
una situación peor que la anterior, pues aparecie
ron infectados los dos lados c inflamad.i la ii.ucosa etmoide. Nuevo especialista me sentenció a
una nueva y más terrible operación. Acudimos
entonces a Don Rinaldi. Me apliqué una reli
quia. Los males cesaron. La radiografía compro
bó la total curación. Han pasado meses y he po
dido cumplir todos mis deberes de comunidad
y colegio. Le pido todavía la gracia de que me
ayude a emplear mi salud y todas mis fuerzas a
la gloria de Dios y bien de las almas. Soach \
(Colombia).—Sor Angela Graciela H. M. A.
D E NUESTROS M ARTIRES
ALAYOR (Baleares).—Agradecido a un fa
vor obtenido por mediación del M ártir Salesiano D on Pedro Mesonero, le ruego pu
blique la gracia en el BOLETIN, mientras en
vío 200 ptas. para su Causa de Beatificación.
Joaquín Pardo, M aestro Nacional.
ALOOY (Alicante).—^Deseando que mi hi
jo saliera bien en los exámenes de fiiai d-*
curso, me encomendé con gran interés y con
fianza a D on Alvaro Sanjuán, y com o obtu
ve la gracia que deseaba, envío una limos
na de 200 ptas. para ayudar a los gastos del
Proceso, mientras animo a quien desea alcan
zar alguna gracia, acuda al Señor, ponie'dn
por intercesor a este santo Salesiano.—N . N.
SALAMANCA.—D oña Teresa Brufau en
vía una limosna para la Causa de Beatifica
ción del M ártir Salcsiano D on Julián Rodrí
guez. en acción do gracias por favores reci
bidos.
BARCELONA.—Para conseguir una gracia
por intercesión del M ártir Salcsiano D on Jo
sé Caselles M oncho, envía una limosna D oña
Carmen N .—^Espera ser escuchada.
Los mártires necesitan hacer mila
gros para que prospere su Cau.sa- Y
quieren hacerlos por ser la voluntad
de Dios.
Pero hay que pedírselos, hay que
invocar su intercesión, y obtenida,
darles publicidad.
— 19
'T U , m ¿ ^ m i
l lo m i n g o Savio en la floresta jíbara
Tam bién la floresta jíbara, la al parecer in
accesible selva del Oriente ecuatoriano, ha
inaugurado su monum ento a Santo Domingo
Savio: un herm oso monum ento de mármol
blanco.
La alegría fué tanto m ayor, cuanto mayo
res habían sido las dificultades. La M isiói
de M éndez está m uy retirada de los centros
civilizados. H abía que escalar m ontañas de
4.000 metros, y no por una carretera, sino
por el sendero m ulatero, heroicamente traza
do y abierto por nuestro llorado m isio:ero
Padre A lberto del C u rto ; allí donde no se
habían atrevido los más osados ingenieros;
bajar de nuevo a los valles, volver a subir
y bajar sierras y más sierras, cam biando, na
turalmente, de clim a casi de hora e.i hora,
porque las llanuras y los valles tienen tempe
raturas tórridas y en las altas m ontañas hay
frío y hasta nieve. H abía que llegar al cora
zón do la Misión Méndez, d orde ha puesto
su sede el Vicario Apostólico Mons. D om in
go Comín.
Pero todo se venció.
El monumento lo había hecho un b u e i
escultor de Cuenca, en m árm ol de Carrara.
H abía sido llevado a Sevilla D on Bosco, la
pequeña ciudad que señala los límites entre
la zona habitable y la zona todavía inhóspi
ta. a 3.000 metros sobre el nivel del m ar, y
que separa netamente la parte civilizada y la
que se está civilizando.
¡Con qué ansia esperaban los jibaritos la
llegada do su Santito! ¿Llegaría? ¿Podrían
las muías con el peso de ese m árm ol? Lleno:
de confianza en Domingo Savio, empezaron
una novena en su honor, pidiéndole la gracia.
Las H erm anas Salesianas, con su gusto tan
exquisito, prepararon la capilla y el altar en
20
—
que debían colocarlo. Salesianos y Salesia
nas, niños y niñas ensayaban los cantos de
iglesia y patio, preparaban los ejercicios gim
násticos del festival. Y ... rezaban.
Querían inaugurar el m onum ento el 24 d;
abril. H abían ya perdido la esperanza. Pero
Domingo Savio tenía tam bién prisa. Preci
samente el 23, ya de noche, llegó la caravana
de mulos con la provisión sem anal: har.na,
petróleo, cemento, medicinas, algunas telas...
De improviso, un grito de triunfo atronó los
aires: un jibarito pequeñín había visto una
caja larga, com o nunca llegaban a la Misióa.
Se aglomeraron todos, entre todos la transpor
taron al corredor, la abrieron, y se quedaron
m irando a su Santito, que conocían ya por
los retratos y las filminas, pero que td e bul
to» no conocían. E l chiquitín Mascenda, el
más pequeño de la casa-misión, todavía pa
gano, estrechó entre sus manecitas al compa
ñero santo y le acariciaba como a un hermanito.
Corrió la noticia, y de todas las jibarías
fué un continuo peregrinar a ver y vererar al
Santito que tan prodigiosamente tom aba po
sesión del altar que le preparaban con tantn
cariño.
Las fiestas fueron, com o era natural, sun
tuosas, para esos lugares; duraron varios días,
y puede decirse que en cada corazón tiene
Domingo Savio un altar.
Se acerca octubre v con él la fiesta
(¡el Domund. Hay que prepararla con
venientemente para que produzca to
dos sus saludables frutos.
DE LA M ISION D E LOS CA RO S
(India Oriental)
En su viaje p o r la India, nuestro Reveren
dísimo Rector M ayor no pudo ir hasta los
últimos reductos de la M isión: la tribu de
los C aros, teniendo que contentarse con ver
sus aledaños en la estación misional de M arbisu. Eso sí, se halló ante una m ultitud de
cristianos, muchos de los cuales habían via
jado varios días para ver al Sucesor de Don
Bosco y manifestarle su gratitud por los be
neficios que están recibiendo de sus hijos.
Se la expresaron de palabra y en acción:
con sus cantos y danzas característicos.
Los pueblos primitivos poco saben de ar
tes plásticas y gráficas: no tienen estilográ
ficas ni pinceles ni cinceles; pero tienen su
espléndida persona y la poesía y la música
de su alma, que en la danza, acom pañada
del canto, tiene su más alta expresión de
cultura.
N o danzan jam ás agarrados, ni siquiera en
parejas, aunque los danzantes sean nume
rosos.
Con la danza, no solamente se divierten,
sino que expresan los sentimientos religiosos,
las alegrías y las penas de la vida. H ay dan
zas de guerra y danzas de inspiración reli
giosa. E n esta civilización primitiva, las d an
zas al son de cantos y ritm os musicales irra
dian dicha aun en medio de una vida de
suyo dura y pobre.
N aturalm ente, los misioneros no repudian
estas manifestaciones folklorísticas; com o la
Iglesia, de quien son heraldos, las aceptan, las
santifican, las elevan en todo lo que tiene i
de honesto, bueno y bello.
El Rector M ayor, tan accesible por su cul
tura a todo lo humano, adm iró este obsequio,
lo agradeció, y mientras los danzarines y las
danzarinas tejían en torno suyo sus típicas
coronas rítmicas, en un escenario de resplan
decientes colores, espadas deslumbrantes, pe
nachos ondeantes, él aplaudía y manifestaba
su admiración y com placencia; y luego, al
h ab larla, de lo terreno, elevaba sus almas y
sus corazones a la vida de inefables alegrías,
de am or, de paz y de felicidad que gozare
mos eternam ente entre los cantares y danzas
angélicas del cielo.
REMEMBRANZAS DE LA CHINA
(Conclusión)
LA CIUDADELA DB LA FIDELIDAD
Los «progresistas», para no alarmar demasia
do, dcj.iron, en un principio, abiertas las iglesias
de la ciudad y hasta encontraron quienes admi
nistraran el culto; pero un cuito cismático o por
lo menos disidente. La m:iyoría de los cristianos
preferían el santuario de María Auxiliadora. A
veces se reunían hasta cinco mil para las sagra
das fundones, y oomu g.ban muchos. Más cómo
do y menos peligroso les hubiera sido acudir a
los otros teTiplos; pero éste tenía para ellos
atractivo especial, a pesar de que, a veces, por
la aglomeración, tenían que permanecer largo
tiempo en pie, y sufrir el frío, el viento, la llu
via, por no poder entrar.
María Auxiliadora ejercía una atracción toda
especial. Todos los buenos cristianos residentes
en Ja capital iban gustosos a hacer una visitHa
a la iglesia. Y son numerosos los que vienen de
lejos: Tientsin, Panting, Transhang, Sze Pin Kae
(quince horas de tren), exclusivamente para orar
en el santuario y visitar la casa de Don Bosco.
La casa de Don Bosco, con su santuario, había
llegado a ser el punto de reunión de todos los
buenos católicos de Pekín y de las ciudades más
próximas, un sitio de peregrinación elegido por
el pueblo cristiano, una cindadela de la fidelidad
al Papa.
QUIEREN PERMANECER EN LA BARCA DE PEDRO
Después de un año de vanos esfuerzos, los co
munistas fingen abandonar el sitio. Pwo es por
poco tiempo. Continúa Mons. Oste:
«Legalmentc nada pueden los comunistas opoo^
a los salcsianos. El sistema de amor, alimentado
por la piedad eucarístíca y amor sincero a la
S.inlfsima Virgen, es más fuerte que el sistema de
odio y do terror impuesto por el partido. Hay
que recurrir a la fuerza brutal, v acuden... El
26 de enero de 1954 son expulwdos los dos úl
timos salesianos no chinos.»
—Se os acusa de desobedecer a las leyes del
pueblo.
—¿Qué leyes?
—No es el momento de dar explicaciones.
Y con una buena guardia van a sacarlos. En
ese momento, uno de ellos, Don Marcelo Gius-
C o o p era r a la d ifu s ió n d e la B u e n a P ren sa es cooperar a l a d v e n im ie n to d e l
rein o d e D ios e n e l m u n d o . (D o n B o sc o .)
-
21
tich, ve al nuevo Director, Padre Pablo Fong, y
desprendiéndose de sus guardias, corre y se le
echa a los pies pidiéndole la ben^dón.
Este acto de fe desconcierta a los guardias,
'que no aciertan a comprender cómo un europeo
pueda echarse a los píes de un chino. Y dejan
hacer.
Cuando todo vuelve a su curso, y ya están a
dos pasos del portón, una orden intima salir por
la puerta del servicio, para impedir las demos
traciones de gratitud de los niños hacia esos dos
címperialistas»; pero nadie pudo impedir que les
manifestaran sus sentimientos en una carta que
hallaron medio de hacerles llegar:
«Amadísínvos Padres: Esperamos que a estas
horas hayáis llegado sanos y salvos a vuestro
nuevo destino. Mucho es el bien que nos habéis
hecho. No sabemos cómo agradecéroslo. Somos
pobres y no tenemos nada que mandaros para
demostrar nuestro reconocimiento. Pero sabemos
rezar, y os ofrecemos nuestras oraciones. Con
todo el corazón le rogamos a la Virgen que os
recompense Ella por nosotros. Continuamos ob
servando las reglas de la casa.
>Esperamo3 que también ustedes rezarán por
nosotros, para que María Auxiliadora nos con
serve siempre a todos unidos en la barca d;
Pedro.
•Vuestros afectísimos alumnos...* (Siguen las
ñrmas.)
LOS
VERDUGOS PIDEN
AUXILIO A LA VICTIMA
Un mes después, 3 de marzo de 1954, a las
‘6,30 de la mañana, la casa de Don Bosco, co
rriendo la suerte de todas las instituciones no
eprogresistas», es rodeada por la soldadesca, y el
Director, Padre Pablo Fong, arrestado.
Es muy temprano; pero la voz se esparce. Los
alumnos corren y se agrupan alrededor de su
padre. Los polizontes no saben qué hacer. En
una hora larga han avanzado quince metros. Y
piden al Padre que hable a los mudiachos. E
sube dos escaloncitos a los pies de la estatua de
la Virgen, y habla. Ante todo una protesta enérgi
ca por el atropello a la libertad de un súbdito
chino, y luego algunos avisos a los niños. Los
muchachos, conmovidos, se agrupan aún más en
tomo de su Padre. Y entonan un cántico a la
Virgen.
El Padre se entrega en manos de los guardias.
Los chicos se le estrechan más. Los guardias no
se atreven a usar de la fuerza. Y vuelven a ro
gar al Superior que calme a los diicos. Así lo
hace él, logrando una relativa calma, en medio
de la cual el agente de la autoridad les dice;
—^Tened confianza en el Gobierno. Vamos a la
Casa Consistorial; el Gobierno examinará con
calma y procederá según justicia.
El Padre Fong hace una última exhortación a
sus muchachos, recomendándoles la calma, la ob
servancia del reglamento y pidiendo y ofreciendo
oraciones.
Finalmente, después de cuatro largas horas de
pugna, la «voluntad del pueblo» se ejecuta, y el
Director, nmuiatado, va a comenzar también él su
doloroso calvario. Son las 11. Las demás insti
tuciones católicas sufrieron el mismo destino.
SERA UNA TREGUA, FORZADA, PERO TREGUA
£1 jeep se aleja. Los diicos se agrupan alrede
dor de la estatua de la Virgen, que surge en el
patio, y cantan: cantan el himno que se ha he
cho el predilecto de los cristianos de Pekín:
Santa María, Madre Celeste,
Tú eres la Virgen omnipotente,
la Auxiliadora de los Cristianos.
Nosotros te lo suplicamos:
protege al Papa;
nosotros te lo suplicamos,
protege a la Santa Iglesia Católica;
nosotros te lo suplicamos:
protege a los cristianos;
nosotros te lo suplicamos,
protégenos a nosotros, protege a la China;
Santa María, ten piedad de nosotros:
Santa María, sálvanos.
Nosotros, con un solo corazón,
nos entregamos a Ti.
Auxilio de los cristianos, te invocamos;
¡ruega por nosotros!
Así, la obra de Don Bosco en Pekín, iniciada
en diciembre de 1946 con el rezo de tres Ave
marias, madurándose en la devoción de Marí.i
Auxiliadora, cierra la primera etapa de su exis
tencia a los pies de la Virgen, con actos de fi
delidad heroica, que hacen pensar en la era de
los mártires.
«A su tiempo—había profetizado Don Bosco—
llevaremos nuestras miáones a la China; nos es
tableceremos en el mismo Pekín. Mas no lo ol
videmos: vamos para los niños pobres y aban
donados. Allá, entre pueblos destonocidos e ig
norantes de la verdadera Religión, se verán ma
ravillas increíbles, pero que Dios, poderoso, las
hará patentes al mundo.»
JAVIER FELS
MISIONERO
SALESIANO
La Prensa v el Cine al servicio del demonio han descristianizado al mundo.
(Cuándo los Católicos tendremos Prensa v Cine bien dotados para salvarlo?
oo
M. R. P. JOSE MARIA MANFREDINl
La víspera del Carmen, y en la ciudad de Ron
da, dejó la tierra este preclaro hijo de Don Ros
co. Era de los pocos que aún podían gloriarse
de haber convivido con el Santo, pues huérfano
de padre desde los odio años, a los doce le ad
mitió él mismo en el Oratorio para que c-rsara
el «Gimnasio» o bachillerato de latín. Había na
cido en Pélago (Módena) el 15 de marzo de 1874.
Al fin del curso hace los Ejercicios Espirituales
y escucha la voz de Dios, que lo llama a incor
porarse en las filas s lesianas. El 8 de octubre
de 1890 vistió sotana de manos deí Venerable
Don Miguel Rúa y el año siguiente hace su
profesión religiosa.
mandaron a Roma a curs r estudios a i la
Universidad Gregoriana, y después de cinco años
so doctora en Filosofía. En la casa del Sacro
Cuore, de la misma ciudad, mientras estudia pres
ta servicio de asistente y da algunas clases y los
domingos cuida del Oratorio Festivo.
En el otoño de 1895 le manda Don Rúa como
Profes-or de Filosofía a nuestra casa—estudianta
do de San Vicente deis Horts—. El 5 de marzo
del 98 recibe la ordenación sacerdotal en Bar
celona, de manos dcl Exemo. Sr. Catalá y Al
bora, y es nombrado «Consejero», o sea direc
tor de estudios en San Vicaite. Con el mismo
cargo pasa al importantísimo Colegio de Utrera
en 1900, y en W 5 toma su dirccdón.
Aquí, en 1909, le sorprende su nombramKnto
de Inspector de la Tarraconense, y owno la Cél
tica andaba por ese tiempo escasa de personal.
los Superiores creen conveniente unir tempoidneameníe las dos provincias religiosas para que
se ayuden. Por cierto que la toma de posesión
tuvo algo de trágico, que puso a prueba el tem
ple de ánimo del nuevo Inspector. Ajienas lle
gado. convoca en Mataró la primera tanda de
Ejercicios, y mientras los Salesianos están fervo
rosamente haciéndolos, estalla en Barcelona y su
provincia la «Semana Roja», prematuro ensayo
do lo que habían de hacer más tarde los sin
Dios ni Patria, para baldón de la humanidad.
Los Ejercicios quedan interrumpidos. Las turbas
han asaltado el Colegio donde se estaban hacien
do y comienzan el incendio. Por fortuna, las au
toridades municipales logran hacer desistir de la
destrucción a los asaltantes. Pero ya los rcliposos están dispersos, vestidos de seglar, refugia
dos donde podían. Restablecido el orden, Don
Manfredini se traslada rápidamente a Sarriá, con
grega a los Herm.mos y, aunque todavía se sien
te la marejada, hace que se prosigan los Ejerci
cios allí. Y al terminarlos comienza la visita de
su extensa e inmensa Inspectoría. Cuando le pa
reció que la Céltica tenía personal suficiente,
aconsejó la separación y los Superiores la a c a
taron.
Durante su período tiene el consuelo de reci
bir la visita del Rector Mayor, Don Pablo Albera, y de inaugurar solemnfsimamente la Crip
ta del Templo del Tibidabo, de ver proclamado
por el Congreso Eucarístico Internacional de
Madrid esta obra póstuma de Don Bosco, «Tem
plo Expiatorio Nacional», de aumentar conside
rablemente el número de aspirantes, novicios y
profesos, robustecerse todas las obras. El Tibi
dabo y las casas de formación raaederon sus
cuidados especiales, íbamos a decir, sus mimos,
si la palabra se compaginara con su carácter.
A fines de 1915 toma la dirección dcl Colegio
de la Ronda de Atocha (hoy General Primo de
Rivera), casa importantísima por ser la inspecto
ría! y por estar en la Corte. jCuán pequefiita
era! Don Manfredini daba la impresión de un
águila en una jaula. No que apareciera triste o
perdiera la serenidad de su espíritu; pero le co
braban energías. Se propuso a lodo trance ensandiarla. Las dificultades eran enormes. A pe
sar de las simpatías con que la Obra contaba,
o tal vez por eso mismo, los propietarios de los
terrenos vecinos se mostraban reados a vender
o pedían predos excesivos que equivalían a la
negativa. Pero eso era lo que necesitaba el Di
rector, naddo para la noble ludia por ideales
nobles. Derrochó padenda, fe, actividad y habiÜdad. Compró lo que le vendían en ooodidones
aceptables y para lo demás... mandó niños que
sembraran medallas de María Auxüíadora co lo»
sol res y ordenó novenas sobre novenas, y pedía
en público oradones. Al fin, las fortalezas se
rindier<« y Don Manfredini pudo ya pensar en
edificar escuelas y teatro y hasta iglesia. En ma
yo de 1917 Su Majestad Alfonso XIII puso la
primera piedra de las Escuelas Profesionales, y
ese mismo año se inauguró la de imprenta, a la
-
23
presencia de la Reina, la Infenta Isabel, Nun
cio de Su Santidad, Obispo de Madrid, Emba
jador de Italia y numerosos personajes y pe
riodistas. A esa siguieron las de sastrería, zapa
tería y carpintería, bendecida ésta por el Siervo
de Dios Don Felipe Rinaldi, entonces Prefecto
General. Si el Padre Massana pudo edificar lue
go el magnífico teatro, y si hoy podemos pen
sar en construir una basílica, a la fe y tenacidad
de Don Manfredini se debe. ¡Cuántos episodios
podríamos narrar!
Durante su directorado pudimos reunir en
Madrid (1920), el Congreso Nacional de Anti
guos Alumnos, que si no fué el primero—que
éste lo había reunido en Valencia, algunos años
ante el P-adre Viñas—, sí fué el decisivo, el que
aseguró la consistencia de la Federación, y dió
la pauta a todos los que habían de venir d^sp és.
Llamó tanto la atención, que venían los Supe
riores do las Congregaciones Religiosas, los pe
riodistas y hasta senadores y diputados en cor
tes a ver sus trabajos y el entusiasmo optimisti
de los congresistas, entre los cuales había ya va
rios que se distinguían.
Fué luego el Padre Manfredini Inspector de la
Bélica y Director de las casas de f<mnación, co
mo Campello, Carabanchel, San José del Valle
Ya septuagenario, fué Secretario y Ecónomo
Inspectorial de la Bélica. Y como la fundación
de Granada pedía un verdadero prestigio, a la
dirección de esa incipiente casi le manda la Obe
diencia, y Dios bendice su humildad y su fe.
Los últimos años los dedica casi exclusivamen
te a la dirección de las almas en el Confesorio.
Su actividad salesiana se había desplegado
prácticamente en toda la España s lesiana, des
de Gerona a Vigo, desde Bilbao a Algeciras.
Hablaba muy bien, porque tenía el don de li
palabra; pero su predicaefón principal era el
ejemplo de cada día. de cada hora. Fué el hom
bro de cuerpo entero, el religioso observantísimo, el Superior sin miedo y sin tacha. Grande
y sencillo, es persuasión común que llega al cie
lo con la inocencia bautismal.
AVISO IMPORTANTE
Como consecuencia del Concordato vi
gente entre la Santa Sede y el Gobierno
csitañol, han variado las normas a <jue
v rn ía n som etiéndose las disposiciones o
legados testamentarios a favor de las
Congregaciones religiosas.
A los bienhechores que p o r testamen
to hubieran ya dispuesto algo a favor
(ii la Congregación Salesiana, y a los que
pinsaren hacerlo en lo venidero, roga
mos encarecidamente se dirijan a los
Muy Reverendos Inspectores Provincia
les o a los señores Directores, quienes
les asesorarán sobre el p artieu ia r.
*
24
LU’ ENOU EOLESUSTIOA
-
*
S E 1 E d ic io n e s de la s E i
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» V I: ¡A provecha tu vida!
» V i l ; C ara al p o rv en ir.
» V I I I : L a n iñ a en el Colegio.
» IX : L a jo v en cita en el Colegio.
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dolfo Fierro Torres, 57 pesetas.
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115 en pieL
T an. G ráí. E dicion«s Castilla- S. A. M adrid.
C ripta y tem plo del TIBIDABO en agosto de 1955.
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Texto
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C A D IZ .-E l
paso de M a
ría Auxilia
d o ra en las
procesiones-
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C A C ER ES.—P ad res Salesianos: Colegio P rovincial de San Francisco Solano.
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NUESTRA PORTADA: Iglesia de M aría A uxiliadora que surge entre la C asita nativa y el
C am po de los S ueños (B ecchi—hoy C alle D on Bosco).
SAIESIMO
R E V I S T A
RED A C C I O N
Añ o LXIX
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DE
Y
L A S
0
B R A S
AD M I N I S T R A C I O N
^
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D E
D O N
A L C A L A ,
SEPTIEMBRE 1955
¡Vocaciones, vocaciones sacerdo
tales y religiosas........................ 1
,
El V centenario de San Vicente
IW .
XXXVI Congreso Eucarístico
Internacional.............................. 4
Noticiario mundial salesiano .. . 5-9
1 6 4
B 0
S C O
M A D R I D
N úm oro 9
España Salesiana........................... 10
Un milagro pedagógico..............11-17
Crónica de gracias........................18-19
De nuestras Misiones..................... 20-22
Necrología..................................... 23
Bibliografía................................... 24
¡VOCACIONES, VOCACIONES
SACERDOTALES Y RELIGIOSAS!
En el Congreso Eucarístico Intema- cristianos para que traten de resolver
cional que acaba de celebrarse en Río el problema con generosidad, con al
de Janeiro, se ha constatado la enor teza de miras.
El Reverendísimo Superior General
me desproporción entre el inmenso
progreso material y técnico que han de la Familia Salesiana ha terminado
alcanzado las repúblicas americanas y la primera etapa de su visita a las Ca
el escaso progreso religioso y moral; sas Salesianas del mundo. Ha visto mu
y entre las necesidades y el número chas cosas, ha observado muchas obras,
de obreros evangélicos; y una voz uná ha comprobado el agotador trabajo de
nime ha recorrido los espacios: «.¡Voca sus hijos en todos los países y en to
ciones, vocaciones sacerdotales y reli dos los campos de apostolado; ha otea
giosas!» para el cultivo de la mies. Si do los horizontes de espacio y tiempo,
no queremos que la materia nos aho y visto la mies inmensa que se ofrece
gue, es preciso cultivar los valores del al celo salesiano en su colaboración con
espíritu, y, sobre todo, los religiosos. la Iglesia; y también él ha lanzado un
r como esto requiere la formación de llamamiento, un SOS, como él dice, a
los ministros de Dios en los semina los Cooperadores Salesianas y a todos
rios y casas a propósito, el Congreso los amigos de la humanidad.
Los Salesianas necesitamos sacerdolanza un angustiada llamamiento a los
—
1
tes, necesitamos coadjutores para des
empeñar la misión que nos asigna la
Providencia. Verdad es que somos ca
si 20.000; pero se necesitarían siquie
ra otros tantos, aun si no juera más
que para atender a la educación de
los obreros que se nos confían y quie
ren confiársenos en las cinco partes
del mundo.
Concretamente, nuestros coadjutores
son hoy 3.600. ¿Os parecen muchos?
Pues son muy pocos para el número
de obras que exigen su presencia. Las
700 Escuelas Profesionales con que
hoy cuenta la Congregación absorben
la mayor parte de ese glorioso ejérci
to. Urge multiplicar su número, para
poder multiplicar el de Escuelas. Ha
ce un siglo clamaba Don Bosco: «.El
porvenir será de los obreros. Los obre
ros gorbernarán el mundo.y> Hoy, esto
es una realidad palpable, innegable.
Pero en bien de la humanidad, los
obreros deben ser formados, deben ser
educados, y no sólo en la técnica de
los oficios, sino, sobre todo, en su per
sonalidad humana. Y para que ésta sea
completa, y no deforme, hay que for
marlos cristianamente.
Todo esto requiere medios: medios
espirituales (oraciones, sacrificios, con
sejo...) y medios materiales. Uno de
estos medios es la constitución de BE
CAS en las Casas de formación.
EL V CENTENARIO DE SAN VICENTE FERRER
El celo apostólico del excelentísimo señor
Arzobispo de Valencia es asombroso. Apro
vecha todas las ocasiones para avivar en su
Clero y en sus Diocesanos el fervor religio
so, la llam a encendida de la Fe, las acti
vidades sociales y culturales. Si cuando no se
le presentan, las busca o las crea, ¿qué será
cuando vienen tan oportunas com o el V Cen
tenario de la Canonización del más ilustre h ij)
y Patrón de su Archidiócesis?
Com o su Padre San Juan Bosco, nada deja
a la improvisación. T odo lo previene para que
las cosas salgan com o deben salir y produz
can todos los frutos que deben producir.
Con un año de antelación trazó los progra
mas y los anunció, y los com entó, y de mil m a
neras caldeó la idea de honrar dignamente al
Santo. Cuidó de que ya en el mes de en ro
se diera el pregón, y para que fuese digno de
tas so’emnidades, se lo confió a ese ilustre
hijo de la Archidiócesis que es el excelentí
simo señor don Federico G arcía Sanchiz, E
inmediatamente inició una misión en toda la
ciudad, confiándosela a los reverendos Padres
Dominicos, hermanos del Santo.
A principios de abril se celebraron m uy di
versos actos, que dieron carácter extraordina
rio a las fiestas viceutinas. Luego se inaugu
o __
ró una exposición de obras de arte y reliquias
y que ha sido la más gra"de manifestació i
vicentina que se ha conocido.
En el mes de junio se reunieron varios Con
gresos, entre ellos el del tA postolado de la
Palabra», original y oportunísim o, ya que San
Vicente Ferrer fué el gran predicador y após
tol de la palabra de su siglo y será en todos
los siglos un modelo insuperable, si bien imi
table. Asistieron destacadas personalidades, no
sólo de España, sino de Italia, Francia, Bél
gica, Portugal, Iberoamérica, etc. Y tuvieroa
las lecciones y ponencias especialistas conoci
dos en el mundo. Lo clausuró solemnemente
el excelentísimo señor Nuncio de Su Santidad.
T rajo también la más insigne reliquia del
Santo, su cabeza, que está en Vannes (Fran
cia), donde murió. Su paso constituyó una
peregrinación. El G obierno español concedió
los honores militares a la reliquia a su paso
por los antiguos dominios de la C asa de Ara
gón. Pamplona, Zaragoza, Daroca, Teruel, Segorbe, fueron etapas gloriosas de ella. En to
das partes el entusiasmo se desbordaba.
En Segorbe se organizó la comitiva de co
ches y de motos que form aban el cortejo de
acom pañam iento hasta la metrópe^i. El reci
bimiento, com o era de suponer, fué apoteósico: todas las autoridades, jerarquías y m an
dos de la provincia y región, el señor N un
cío, muchos Arzobispos y Obispos, el G ene
ral de los Dominicos, sacerdotes, fieles, cole
gios uniform ados...
Con la santa reliquia bendijo a la multitud,
y el cortejo siguió al antiguo real convento de
dominicos, donde el Santo p ro fesó ; a la pa
rroquia donde fué bautizado (San Esteban), a
la casa donde nació; a la catedral, donde scantó el Tedeum , y donde el señor Nuncio
leyó el Mensaje de Su Santidad el Papa.
Siguieron manifestaciones imponentes que
duraron algunos días. Acudió el señor M i
nistro de Justicia, en representación del Jefe
del Estado. El 29, fecha del Centenario, el se
ñor Nuncio celebró de Pontifical. Y por la
tarde se congregaron en la Plaza del C audi
llo todas las imágenes de San Vicente Fcrrer.
que se conocen en la Archídiócesis; hub.>
ofrenda de productos de la tierra y manifes
taciones típicas en favor de los niños huér
fanos asilados en el Instituto que fundara el
mismo Santo. Se consagró la región al Santo.
El señor Marqués de T uria leyó la bella fó r
mula com o alcalde de la ciudad, y cerró c o i
su palabra paternal el señor Arzobispo.
Con otra peregrinación se reintegró la R e
liquia a la ciudad que la guarda.
BA R C ELO N A .—Escuela S aleslan a S- José: La b anda que alegra las flestas.
Direccío/ies
de ¡os Sres.
Inspectores provinciales;
intención del Apostolado de la Oración
Madrid: G eneral P rim o de Rivera, 25
Barcelona: P aseo San Juan B osco, 74
Sevilla: M aría A uxiliadora, 18
Córdoba: M aría A uxiliadora, 168
Zamora: Escuelas Salesianas
M e s de octubre.Por el esfuerzo misionero en Africa, p a ra
q ue pueda hocer frente o la falta d e p e rso
nal y recursos.
M e s de noviembre:
Las Misiones entre los negros e indios de
ia América de! Sur.
— 3
EL X X XVI C O N G R E S O
EUCARISTICO INTERNACIONAL
C om o era de prever, el Congreso Eucarístico de R io de Janeiro no desmereció de nin
guno de los anteriores. Esplendor especial le
añadió el sitio donde se reunia: la capital del
Brasil, con su bahía maravillosa, sus montes
bellísimos, el m ayor de los cuales está coro
nado con la gigantesca imagen bendiciente del
Divino Redentor. L a plaza donde se celebra
ban los actos principales ha sido "bondadosa
m ente” robada al mar, con un arte y una téc
nica de prodigio. E l Legado del Papa, Em i
nentísimo Cardenal Luis Masella. ¡legó por
mar. a bordo del "Augustus", acompañado
de varios Obispos, algunos de rito oriental,
con sus atuendos particulares, y el exilado
Obispo Coadjutor de Buenos Aires, M o n
señor Tato, y M onseñor N ovoa, que fueron
objetos de una cariñosa especialísima mani
festación de simpatía, que tenia m ucho de
desagravio.
E l excelentísimo señor Presidente de la R e
pública salió a recibir al Cardenal Legado
y conducirlo, en coche descubierto, a través
de la inmensa ciudad, al palacio Larangeiras, donde se alojaba como huésped oficia!
del Gobierno brasileño.
Im posible nos es dar una reseña, aunque
fuera brevísima, de los actos del Congreso.
Seis partes contenía el programa, que ha s'do
desarrollado e.xactamente en todos sus pun
tos. Quinientos m il congresistas estaban h s crito.s. Asistían veinte Cardenales y trescientos
Arzobispos y Obispos, entre los cuales varios
Sale.sianos (.sólo en Brasil hay cuatro Arzo
bispos y ocho Obispos) y miles de .sacerdotes
y religiosos del m undo entero. L a numerosa
delegación española estaba presidida por los
Em inentísimos Cardenales de Tarragona y
Santiago, el secretario general de la Obra de
Cooperación Hispanoamericana, ¡os Presiden
te.'! de la Acción Católica y el director de la
Cáritas.
La inauguración propiamente tal tuvo una
poesía y una realidad difícilmente imagina
ble. La ciudad entera, por no decir la nación
entera, incorporada real o mentalmente, al
magno acontecimiento. El espectáculo de la
procesión nocturna marítima, para llevar ¡a
Santa Hostia a través de la bahía hasta .'u
altar es inigualable, por ¡a sencilla razón de
que la topografía es única. Toda la bahía
está fantásticamente iluminada mientras avan
4
—
za la flota, iluminada también. E l mismo ce
rro, el Corcovado, el Pao d’Asucar. mientras
el Cristo que lo corona y bendice, flota como
una carabela milagrosa y parece que acompa
ña a la procesión.
Todos los barcos surtos se iluminan, todas
las sirenas aclaman, todas las gasolineras y
lanchas parece que danzan rítmicamente, los
navios de guerra escoltan ¡a gran Custodia,
jjecha a propó.dto para el Congreso, que re
fulge como una gigantesca ascua. E l cielo es
tá claro; se destaca, titilante, «La Cruz del Surj>.
A las diez de la noche el Cardenal Legado
recibe al Señor, lo entroniza en su altar, e in
mediatamente comienzan en varias iglesias de
la ciudad, diseminadas en su extensión, las ve
las nocturnas de adoración. A l día siguiente,
m uy temprano, comienzan las M isas y los Pon
tificales en diversos ritos, a las que siguen las
sesiones de estudio en diversos sitios y diver
sas lenguas, que constituyen la parte doctrinal
del Congreso, la que ha de dejar las consignas
de acción para que sus frutos sean duraderos.
Como en todos los Congresos Eucarí'ticos.
llenos de emoción están los actos propiamente
eucarísticos: la comunión de los niños, la de
los enfermos, la de las mujeres, la de los hom
bres...
La sesión de clausura se cierra también con
una magna Procesión, en que el Legado Pon
tificio lleva al Señor. ¿Será exagerado decir que
en ella tom ó parte un millón de personas?
Terminada la marcha, colocado el Señor en
.su trono, atentísima y recogida la multitud, se
difunde blanda, suave, elocuente ¡a voz del
Sum o Pontífice. ¡Qué hermosos servicios pres
tan los maravillosos inventos de la Ciencia en
estos casos! Su voz se escucha com o si los oyen
tes estuvieran en la misma plaza de San Pedro
en Rom a. Algunos hasta creen verlo, y perciben
su gesto hierático, e:e su abrir los brazos, ese
elevar al cielo la conmovida mirada... "L a Eu
caristía, remedio del m undo moderno es el
tema desarrollado en dos puntos por Su San
tidad: la Eucaristía-sacrificio (la Santa Misa),
la Eucaristía-alimento (la Sagrada Comunión).
"...Am ados hijos: cuantos en el Congreso ha
béis meditado en los misterios de la Divina
Eucaristía, pensad que el Redentor y R ey Eucaristico os consagra discípulos y apóstoles
suyos para hacer conocer en todas partes las
maravillas de su am or...^
S M íS íA / f O ^ ^
El viaje del íieviiio. /iectorMayorl
E N LAS ISLAS FILIPIN A S
En su visita a las Filipinas nuestro amado
Superior ha podido comprobar personalmen
te el maravilloso progreso realizodo en los
cinco años que lleva la Congregación trabalando en ellas. L os Salesianos no sólo han
encontrado un terreno preparado para reci
birlos, sino que en ese brevísimo tiempo han
podido desarrollar además una muestra de
todas las actividades educativas característi
cas de su Obra: Instituto de niños pobres y
abandonados (Cebú); Escuelas Profesionales
modelo (Victorias); Oratorios Festivos (M ani
la); Enseñanza M edia (M anila y Tarlac);.
Obispos, Autoridades civiles y militares, Coope
radores y la población en general miran a los
Salesianos con la m ayor simpatía, y quisieran
ver rápidamente multiplicadas sus obras, vien
do en ellas una preciosa contribución a la so
lución de sus gravísimos problemas culturales
y morales.
(Del Diario del M.R.P. Mario Acxjuisispace.
inspector salesiano en China, de quien ahora de
penden las casas de Filipinas).
Manila, 5 de abril 1955.
El Revmo. Rector M ayor ha llegado fe
lizmente del Japón esta tarde a las seis. Al des
cender del avión, una colum na de «Explora
dores de D on Bosco* le ha rendido los h o
nores. Estaban esperándole en el aeropuerto
hermanos, cooperadores y bienhediores. Una
caravana de quince coches lo condujo al Pa
lacio Arzobispal. U na escolta de ho'íor, de
p
CA M AR I AS
Dos nuevas fundaciones benéfico docentes
La prensa ha d ado cuenta de la inaugura
ción de dos nuevas casas benéñco-docentes a
cargo de religiosos salcsianos. La ciudad de
Guía, de G ran C anaria, y la Villa de Teror
son las agraciadas con esta im portante mejo
ra en favor de la juventud. Las dos fundacio
nes para niños, en organización de escuela»
profesionales salesianas, con sus talleres de c a r
pintería, zapatería, imprenta, encuadernación,
sastrería, mecánica y oratorios festivos, cons
tituyen algo excepcional en la vida de G ran
Canaria, en el aspecto social y pedagógico.
El hecho de que los hijos de D on Sosco
tengan a su cargo estas dos nuevas fundacio
nes es una garantía absoluta, pues conoce
mos la bondad de su obra a través de la»
otras cinco fundaciones existentes en Gran
Canaria, debidas a los generosos corazones
do los señores don A lejandro Hidalgo, don
Santiago de Ascanio y M ontem ayor y las se
ñoras doña Rafaela y doña Rosario M anri
que de L ara de La Rocha. Siete fundaciones
benéfico-docentes, a cargo de los religiosos salesianos, sólo en G ran C anaria, ya habla elo
cuentemente de la fecundidad y efectividad
de la obra social, religiosa, docente y p a trió
tica de los hijos de D on Bosco, que se tra
duce en un vivero de artesanía y en un cri
sol de virtudes cristianas.
La fundación «María Auxiliadora» de la
Ciudad de G uía de G ian Canaria es obra
personalísima de la ilustre dam a guíense d o
ña Eusebia do Arm as Almcida, alma de ge
neroso corazón cristiano al servicio de la ju
ventud. G racias a su patriótico y cristiano
desprendimiento la ciudad de Gula, de G ran
C anaria, se enorgullece hoy de poder poseer
uno de los más modernos y completos edifi
cios bcnéfico-docentes de la provincia, que
da singular rango a la expresada ciudad nor
teña, cuyo coste ha sobrepasado los cinco
millones de pesetas, sin incluir la capilla e i
construcción que tiene un presupuesto de u i
millón quinientas mil pesetas.
Ih —
La importancia de la fundación benéficodocente de la caritativa dam a doña Eusebia
de Armas Almeida queda bien patente no
sólo consignando la cantidad desembolsada,
sino muy especialmente al considerar que esa
benemérita institución suya, que en vida ha
realizado gozosamente, sirve para albergar a
cuatrocientos niños, en régimen interno y ex
terno, de la expresada ciudad y pueblos co
marcanos. Guía, de G ran C anaria, tendrá
que saldar una deuda de gratitud a tan cris
tiana y generosa dama.
Teror, la villa m ariana de G ran Canaria,
también se ha visto favorecida con otra fun
dación benéfico-doceníe, que su Patronato ha
entregado con íntima satisfacción a la Co
munidad de Religiosos Salesianos, precedido
de unos solemnes actos religiosos. U n esplén
dido y elegante edificio de tres cuerpos y tre>
plantas, proyectado con depurado gusto por
el arquitecto don Rafael Massanet, con cin
co amplias aulas, biblioteca, capilla, talleres,
patios, teatro, zona agrícola, etc., dará cobij>
a partir del próximo curso a doscientos cin
cuenta jóvenes, también en régimen de escue
la profesional salesiana.
A los muchos atractivos y valoraciones que
tiene la Villa de Teror se añade hoy esta ma
ravillosa obra de educación y formación cris
tiana, debida a iniciativa y constancia del ve
nerable párroco de la Basílica del Pino, doi
Antonio Socorro Lantigua, con importantes
colaboraciones oficiales.
La ciudad de Guia recibió con júbilo y entu
siasmo la llegada de los Padres Salesianos a es
ta población el pasado domingo para hacerse
cargo del m a^ífíco edificio que, con destmo a
Escuela Profesional ha construido totalmente a
sus expensas y entregado a la Comunidad Sale
siana, para que lo regente, la prócer y benerrér¡ta señora, doña Eusebia de Armas Almeida,
rasgo de generosidad, caridad, patriotismo y
amor a sus convecinos que tan alto proclaTcan
la profunda religiosidad de tan virtuosa señora.
El pueblo entero de Guía se sumd a los sen
cillos pero solemnes actos que con tal motivo
se celebraron en dicha ciudad, llenando com
pletamente el templo para asistir a la solemne
función religiosa que a las 11 de la mañana se
celebró en la iglesia parroquial. Coirenzaron
los actos con la Santa Misa, que fi’é oñciada
por el Padre Salesiano encargado del nuevo
Colegio tMarla Auxiliadora*, de Guía, don Gui
llermo Navarro González, asistido por don Eu
logio Domínguez de la Nuez y don Femando
Quintana Quintana. Capellán del Hospital de
Guía. Ocuparon lugares preferentes, junto a la
fuundadora y creadora de este Colegio, doña
Eusebia de Armas Almeida; el alcalde de Guía,
don Juan García Mateos; cura párroco de Teror, don Antonio Socorro Lantigua y autori
dades y jerarquías locales. Durante la ceremonia
pronunció una elocuente plática, destacando el
significado y la trascendencia de los actos que se
celebraban, el Padre Salesiano encargado del
nuevo Colegio de Teror, don Adolfo Martínez
González. Los Padres Salesianos, profesores del
Colegio de Las Palmas don Jaime Gil, don Ma
nuel Vidal, don Hermenegildo Hoyos, don Ma
nuel Rojas, don Gregorio Santana, don Anto
nio Ruiz y don Salvador Carvallo S. D. B. can
taron la misa de Pío XII.
Terminada la Santa Misa se organizó una
solemne procesión, a la que se asoció la po
blación en masa, para trasladar la imagen de!
S nto fundador de la Orden Sdesiana, San Juan
Bosco, que había presidido la Santa Misa, al
nuevo Colegio de «María Auxiliadora», del que
se iba a hacer cargo la Comunidad Salesiana.
Detrás de la imagen del Santo Salesiano iba el
cura párroco de Guía, don Bruno Quintana
Quintana; y la presidencia la formaban, junto con
la fundadora del Colegio, las personalidades y
autoridades citadas. Seguía la banda de müsica
de la localidad y numerosísinao público.
A la llegada al Colegio, el oara párroco, don
Bruno Quintana Quintana, pronunció unas elo
cuentes palabras, destacando la trascendracia
que el acto tenía para el progreso cultural de
la población, así como también la gratitud que
la ciudad debía a la creadora y realizadora de
esta gran obra, para quien p>edía, junto con la
gratitud eterna de sus convecinos, las oradones
de todos para que Dios premiara su gererosidad.
Terminó el acto con unas sentidas palabras del
Padre Salesiano encargado del nuevo Colegio,
don Guilleimo Navarro, quien p a d e c ió las
amables palabras y acogida que se les había dis
pensado, destacó el rasgo de caridad de la fun
dadora del Colegio y señaló el firme propósito
de la Comunidad Salesiana de trabajar incan
sablemente para el logro de’ santo y noble fin
de la fundadora y para que sean una realidad
las espwanz’s que todos tienen puestas en este
nuevo Colegio.
Por último, autoridades, person ilidades y el
público recorrieron las magníficas y modernísi
mas instalaciones de este nuevo centro cultu
ral. que comenzará a funcionar el curso próxi
mo como Escuela Profesional capaz pwra 400
alumnos, cincuenUi en régimen de internado
y los restantes externos, y que consti de siete
espléndidas aulas, los servicios necesarios y lo
cales suficientes para que funcionen las Seccio
nes Profesionales de Carpintería, Imprent'-t, Sas
trería, Zapatería y Mecánica, y cuyo presupues
to de gastos ha ascendido a más de cinco mi
llones de pesetas, sufragadas totalmente por ge
nerosidad de su fundadora, así como el coste
de la futura iglesia del Colegio, cuyo presupues
to asciende a millón y medio de pesetas.
La llegada de los Salesianos a Teror no re
vistió menos solemnidad ni fervor popular que
el registrado en los actos de la mañana en
Guía.
A las seis de la tarde llegaron las personali
dades que habían asistido a los actos de Guíi
con los Padres Salesianos, siendo recibidos por
las autoridades locales. Padre Director del Co
legio Salesiano de Las Palmas, don Angel Ca
ballero López, y numerosísimo público, diri
giéndose primeramente a la iglesia parroquial,
donde se celebró una solemnísima Hora Santa,
dirigida Dor el cura párroco don Antonio So
corro, y en la que pronundó unas sentidas pa
labras el Padre Salesiano don Adolfo Martínez
González, encargado por la Comunidad para re
gir en su día el nuevo Colegio de Teror. de
nominado «Fundación Ntra, Sra. del Pino».
Seguidamente se organizó una procesión p an
acompañar las imágenes de Slan Juan Bosco y
Santo Domingo Savio al nuevo Colegio que ha
de regir la O den Salesiana, y que será inau
gurado oficialmente en octubre.
El párroco pronundó unas elocuentes y sen
tidas palabrts para destacar la trascc'’dcnaa
del acto que se celebraba, entregando el Cole
gio a la Orden Salesiana. Terminó el acto con
unas palabras del Padre Villar, salesiano, agradedendo el honor y la confianza que para la
Orden Salesiana suponía, (Falange. 20-7-55.)
—
17
o
N n
DE MARIA AUXILIADORA
MADRID.—Ante gran problema, pleno de d¡ficültades humanamente invencibles y de trasccidencia suma para lo temporal y para lo eterno,
apelé, ansioso, a María Auxiliadora, y obtuve
su clara ayuda, cuya publicación, ¡después de
bastantes años!, apareoe sólo ahora, por no sa
ber interponer un «alto en mi vertiginoso vivir».
Otra gracia singularísima obtuve, con oferli
de su publicación, hace unos años, al encontrar
me en momento esencial para el porvenir, en
frentado mi hogar con incógnitas desconcertan
tes, obstáculos prohibitivos y barreras infran
queables, que aparecieron maravillosamente disip?das apenas invoc mos el auxilio de nuestra
Excelsa Madre Auxiliadora.—Julio 1955.—Jesús
Gótnez RivaduUa.
VALDECOLMENAS ABAJO (Cuenca).—^Lle
vaba cinco meses padeciendo una grave enfer
medad, consultando todos los médicos a mi al
cance, tomando tantas medicinas y remedios, v
todo tan inútilmente, que ya no me quedaba
sino la resignación para ver a mis seis hijos sin
madre. En buena hora vino el BOLETIN SALESIANO, y al ver tantas gracias como suele con
ceder la Santísima Virgen Auxiliadora, se encen
dió mi fe y se aumentó mi esperanza. La invo
qué llena de confianza, poniendo por interce-ores a los Mártires Soiesianos de la guerra, en
especial a Don Julián Rodríguez. Hoy, gracias
a Dios, me encuentro bien y animo a todos a
recurrir a María Auxiliadora. Agradecida, envío
una limosna.—Luisa Higuera.
—Dan también gracias a María Auxiliadora y
envían un.t pequeña lim-.>sna: Lucia Viñuela, Pe
tra Ciftientes y M. Jesús.
CORDOBA.—Teniendo necesidad de hacer
operar a mi hijo de una operación difícil, me
encomendé a María Auxiliadora, y Ella hizo que
saliera todo bien. Entrego la limosna ofrecida.
María N.
SABADELL (Barcelon.i).—Hallándose mi espo
sa gravemente enferma por una hemorragia incontCTiible, acudí, confiado, a la interoosión de
María Auxiliadora. La excelsa M dre me oyó
pronto. Al mismo tiempo que terminaba mis
oraciones a b Santísima Virgen, cesaba inexpli
cablemente b peligrosa situación. Agradecido,
cumplo la promesa de publicar la gracia en el
BOLETIN.—J. FontanaJs.
18
—
ALCOY.—Encontrándose mi querida madre en
estado gravísimo y con pocas esperanzas por par
te de los médicos de mejora alguna, me acogí a
María Auxili.-dora con toda confianza. Hoy, en
acción de gracias por la gran mejoría de mi m idre,
publico b gracia y entrego la limosna de 200 pe
setas para su culto.—José Olcinu Esteve.
ZAMORA.—^En un trance peligroso en qu;
me jugaba la vida, acudí llena de confianza a
María Auxiliadora haciéndole una Novena en
que participaron todas 1 s socias de su coro de
la fVisita domiciliaria», y Ella atendió favora
blemente nuestras súplicas, por lo cual, agradeci
das, publicamos la gracia y enviamos 25 pesetas
de limosna.—Alicia Vasallo.
DE SAN JUAN BOSCO
Hacía tiemjx) que me encontraba con unas
fiebres nauy altas, que resultaron ser fiebres malteses, y como el diagnóstico se presentaba di
fícil acudí, como suelo, a San Ju;n Bosco, parí
que iluminara al facultativo. Yo tenía prisa, no
sólo por las molestias de la enfer.redad, sino
porque, siendo aún joven y teniendo varios hi
jos a quienes mantener, y sin más medios qu:
mi profesión, el porvenir me afanaba. La ple
garia fué escuchada: el doctor vió claro, y em
pleando remedios enérgicos, en cinco días me
puso bueno. Ciertamente, hay en el caso algo de
sobrenatural. Como prometí publicar la gracia,
hágolo con gusto y doy una limosna en la Casa
Salesiana.—Manuel Rubio Maldonado. Fres, de
la Asociación A. A. S.—POZO BLANCO, ju
lio 6 del 55.
PUERTOLLANO.—Nuestro hijo, Julio Mora
Fernández, cayó enfermo de parálisis en la pier
na derecha el 25 de febrero. Reconocido p w los
médicos, éstos declararon que tratándolo debida
mente podía curar en el plazo mínimo de un
año. En vista de esto, se lo encomendamos fer
vorosamente al amigo de los niños San Juan
Bosco; el día 12 de abril le pusimos una reli
quia del Santo, y la nodie del 24 del mismo
se la quitamos. Nos pareció que la pierna tenía
juego. AI día siguiente, el niño se levantó y echó
a andar expeditamente. A nuestro modo ds ver
el Santo amigo de los niños le ha curado. Agra
decidos, publicamos la gracia.—Manuel Mora.
Dolores Fernández de Mora.
I
I
I
MATARO.—^Agradezco a San Juan Bo$co la
asistencia especialísima que me prestó en una
^^ligrosa operación.—Fernando Jiménez.
DE SANTA MARIA MA2ZARELLO
,
MASATEPE (Nicaragua).—Mi liijita Eleana
í María de los Angeles, desde la edad de seis me\ ses, padeció una seria afección en uno de sus
^ ojitos tres años y medio. Varios especialistas
diagnosticaron una delicada operación quirúrgi
ca, y en uno de ellos noté yo cierta repugnan
cia a dicha operación.
En situación t. n angustiosa, recurrimos, coi
toda nuestra fe y confianza a nuestro amiga
señor De Trinidid, quien nos aconsejó pedir la
curación de !a niña por la intercesión de la Ma
dre Mazzarello. La chiquita no cesaba de acer
carse a la Santa imagen, pues la teníamos en
casa porque nos tocó ese año la suerte de s;r
mayordomos de la fiesta, y en su lenguaje ¡ifantil le pedía curara su ojito.
Poco después, una de las Hijas de María A u
xiliador! me obsequió con una novena de su
santa cofundadora. La hicimos y repetimos fer
vorosamente. Un día la niñi nos dijo llena de
alegría que estaba curada.
La observamos atentamente; la hicimos exa
minar por el especialista, y nos dijo lleno de
asombro: aPueden dar gracias a Dios; aquí
hay un milagro innegable.»
Muy agradecidos, enviamos una limosna, de
seando se publique esta gracia en el BOLETIN
SALESIANO.—Auristela de Gaiián. Mayo, 1955.
DE SANTO DOMINGO SAVIO
Ocurriéndome un asunto bastante serio y de
muy difícil solución, me encomendé al &mto
niño, prometiéndole publicarlo. Lo que hago ahora. pues solucionó mejor de lo que esperaba.—
UTRERA (Sevilla).—7w//a Soto.
DEL VENERABLE DON MIGUEL RUA
Don Rúa sigue haciendo ta medias con Don
Bosco.» Apenas hube terminado un triduo en ho
nor de ambos para pedir una gracia, Don Rúa
me la obtuvo del S'grado Corazón. Era cosa hu
manamente imposible. Al sexto día me alca-'zó
otro favor importante. Catdfranco.— Luisa Be
rra Benni.
Un gravísimo ataque cardio renal habfe puesto
a mi padre al borde de la tumba. El médico nos
dijo que sólo un milagro podíi salvarlo. Enton
ces invocamos con fe la intercesión del Venera
ble Don Rúa, y como por encanto, el mal des
apareció. Unimos el certificado médico. Sáleme,
julio 1955.— Pascual Laúdate y señora.
DEL SIERVO DE DIOS DON FELIPE
RINALDI
Después de un año de inútiles curas, tuve qu:
someterme a una dolorosa operación de sinusitis
maxilar. Pero al mes volví a tener .supuración y
dolores atroces. Una nueva radiografía presen. •
una situación peor que la anterior, pues aparecie
ron infectados los dos lados c inflamad.i la ii.ucosa etmoide. Nuevo especialista me sentenció a
una nueva y más terrible operación. Acudimos
entonces a Don Rinaldi. Me apliqué una reli
quia. Los males cesaron. La radiografía compro
bó la total curación. Han pasado meses y he po
dido cumplir todos mis deberes de comunidad
y colegio. Le pido todavía la gracia de que me
ayude a emplear mi salud y todas mis fuerzas a
la gloria de Dios y bien de las almas. Soach \
(Colombia).—Sor Angela Graciela H. M. A.
D E NUESTROS M ARTIRES
ALAYOR (Baleares).—Agradecido a un fa
vor obtenido por mediación del M ártir Salesiano D on Pedro Mesonero, le ruego pu
blique la gracia en el BOLETIN, mientras en
vío 200 ptas. para su Causa de Beatificación.
Joaquín Pardo, M aestro Nacional.
ALOOY (Alicante).—^Deseando que mi hi
jo saliera bien en los exámenes de fiiai d-*
curso, me encomendé con gran interés y con
fianza a D on Alvaro Sanjuán, y com o obtu
ve la gracia que deseaba, envío una limos
na de 200 ptas. para ayudar a los gastos del
Proceso, mientras animo a quien desea alcan
zar alguna gracia, acuda al Señor, ponie'dn
por intercesor a este santo Salesiano.—N . N.
SALAMANCA.—D oña Teresa Brufau en
vía una limosna para la Causa de Beatifica
ción del M ártir Salcsiano D on Julián Rodrí
guez. en acción do gracias por favores reci
bidos.
BARCELONA.—Para conseguir una gracia
por intercesión del M ártir Salcsiano D on Jo
sé Caselles M oncho, envía una limosna D oña
Carmen N .—^Espera ser escuchada.
Los mártires necesitan hacer mila
gros para que prospere su Cau.sa- Y
quieren hacerlos por ser la voluntad
de Dios.
Pero hay que pedírselos, hay que
invocar su intercesión, y obtenida,
darles publicidad.
— 19
'T U , m ¿ ^ m i
l lo m i n g o Savio en la floresta jíbara
Tam bién la floresta jíbara, la al parecer in
accesible selva del Oriente ecuatoriano, ha
inaugurado su monum ento a Santo Domingo
Savio: un herm oso monum ento de mármol
blanco.
La alegría fué tanto m ayor, cuanto mayo
res habían sido las dificultades. La M isiói
de M éndez está m uy retirada de los centros
civilizados. H abía que escalar m ontañas de
4.000 metros, y no por una carretera, sino
por el sendero m ulatero, heroicamente traza
do y abierto por nuestro llorado m isio:ero
Padre A lberto del C u rto ; allí donde no se
habían atrevido los más osados ingenieros;
bajar de nuevo a los valles, volver a subir
y bajar sierras y más sierras, cam biando, na
turalmente, de clim a casi de hora e.i hora,
porque las llanuras y los valles tienen tempe
raturas tórridas y en las altas m ontañas hay
frío y hasta nieve. H abía que llegar al cora
zón do la Misión Méndez, d orde ha puesto
su sede el Vicario Apostólico Mons. D om in
go Comín.
Pero todo se venció.
El monumento lo había hecho un b u e i
escultor de Cuenca, en m árm ol de Carrara.
H abía sido llevado a Sevilla D on Bosco, la
pequeña ciudad que señala los límites entre
la zona habitable y la zona todavía inhóspi
ta. a 3.000 metros sobre el nivel del m ar, y
que separa netamente la parte civilizada y la
que se está civilizando.
¡Con qué ansia esperaban los jibaritos la
llegada do su Santito! ¿Llegaría? ¿Podrían
las muías con el peso de ese m árm ol? Lleno:
de confianza en Domingo Savio, empezaron
una novena en su honor, pidiéndole la gracia.
Las H erm anas Salesianas, con su gusto tan
exquisito, prepararon la capilla y el altar en
20
—
que debían colocarlo. Salesianos y Salesia
nas, niños y niñas ensayaban los cantos de
iglesia y patio, preparaban los ejercicios gim
násticos del festival. Y ... rezaban.
Querían inaugurar el m onum ento el 24 d;
abril. H abían ya perdido la esperanza. Pero
Domingo Savio tenía tam bién prisa. Preci
samente el 23, ya de noche, llegó la caravana
de mulos con la provisión sem anal: har.na,
petróleo, cemento, medicinas, algunas telas...
De improviso, un grito de triunfo atronó los
aires: un jibarito pequeñín había visto una
caja larga, com o nunca llegaban a la Misióa.
Se aglomeraron todos, entre todos la transpor
taron al corredor, la abrieron, y se quedaron
m irando a su Santito, que conocían ya por
los retratos y las filminas, pero que td e bul
to» no conocían. E l chiquitín Mascenda, el
más pequeño de la casa-misión, todavía pa
gano, estrechó entre sus manecitas al compa
ñero santo y le acariciaba como a un hermanito.
Corrió la noticia, y de todas las jibarías
fué un continuo peregrinar a ver y vererar al
Santito que tan prodigiosamente tom aba po
sesión del altar que le preparaban con tantn
cariño.
Las fiestas fueron, com o era natural, sun
tuosas, para esos lugares; duraron varios días,
y puede decirse que en cada corazón tiene
Domingo Savio un altar.
Se acerca octubre v con él la fiesta
(¡el Domund. Hay que prepararla con
venientemente para que produzca to
dos sus saludables frutos.
DE LA M ISION D E LOS CA RO S
(India Oriental)
En su viaje p o r la India, nuestro Reveren
dísimo Rector M ayor no pudo ir hasta los
últimos reductos de la M isión: la tribu de
los C aros, teniendo que contentarse con ver
sus aledaños en la estación misional de M arbisu. Eso sí, se halló ante una m ultitud de
cristianos, muchos de los cuales habían via
jado varios días para ver al Sucesor de Don
Bosco y manifestarle su gratitud por los be
neficios que están recibiendo de sus hijos.
Se la expresaron de palabra y en acción:
con sus cantos y danzas característicos.
Los pueblos primitivos poco saben de ar
tes plásticas y gráficas: no tienen estilográ
ficas ni pinceles ni cinceles; pero tienen su
espléndida persona y la poesía y la música
de su alma, que en la danza, acom pañada
del canto, tiene su más alta expresión de
cultura.
N o danzan jam ás agarrados, ni siquiera en
parejas, aunque los danzantes sean nume
rosos.
Con la danza, no solamente se divierten,
sino que expresan los sentimientos religiosos,
las alegrías y las penas de la vida. H ay dan
zas de guerra y danzas de inspiración reli
giosa. E n esta civilización primitiva, las d an
zas al son de cantos y ritm os musicales irra
dian dicha aun en medio de una vida de
suyo dura y pobre.
N aturalm ente, los misioneros no repudian
estas manifestaciones folklorísticas; com o la
Iglesia, de quien son heraldos, las aceptan, las
santifican, las elevan en todo lo que tiene i
de honesto, bueno y bello.
El Rector M ayor, tan accesible por su cul
tura a todo lo humano, adm iró este obsequio,
lo agradeció, y mientras los danzarines y las
danzarinas tejían en torno suyo sus típicas
coronas rítmicas, en un escenario de resplan
decientes colores, espadas deslumbrantes, pe
nachos ondeantes, él aplaudía y manifestaba
su admiración y com placencia; y luego, al
h ab larla, de lo terreno, elevaba sus almas y
sus corazones a la vida de inefables alegrías,
de am or, de paz y de felicidad que gozare
mos eternam ente entre los cantares y danzas
angélicas del cielo.
REMEMBRANZAS DE LA CHINA
(Conclusión)
LA CIUDADELA DB LA FIDELIDAD
Los «progresistas», para no alarmar demasia
do, dcj.iron, en un principio, abiertas las iglesias
de la ciudad y hasta encontraron quienes admi
nistraran el culto; pero un cuito cismático o por
lo menos disidente. La m:iyoría de los cristianos
preferían el santuario de María Auxiliadora. A
veces se reunían hasta cinco mil para las sagra
das fundones, y oomu g.ban muchos. Más cómo
do y menos peligroso les hubiera sido acudir a
los otros teTiplos; pero éste tenía para ellos
atractivo especial, a pesar de que, a veces, por
la aglomeración, tenían que permanecer largo
tiempo en pie, y sufrir el frío, el viento, la llu
via, por no poder entrar.
María Auxiliadora ejercía una atracción toda
especial. Todos los buenos cristianos residentes
en Ja capital iban gustosos a hacer una visitHa
a la iglesia. Y son numerosos los que vienen de
lejos: Tientsin, Panting, Transhang, Sze Pin Kae
(quince horas de tren), exclusivamente para orar
en el santuario y visitar la casa de Don Bosco.
La casa de Don Bosco, con su santuario, había
llegado a ser el punto de reunión de todos los
buenos católicos de Pekín y de las ciudades más
próximas, un sitio de peregrinación elegido por
el pueblo cristiano, una cindadela de la fidelidad
al Papa.
QUIEREN PERMANECER EN LA BARCA DE PEDRO
Después de un año de vanos esfuerzos, los co
munistas fingen abandonar el sitio. Pwo es por
poco tiempo. Continúa Mons. Oste:
«Legalmentc nada pueden los comunistas opoo^
a los salcsianos. El sistema de amor, alimentado
por la piedad eucarístíca y amor sincero a la
S.inlfsima Virgen, es más fuerte que el sistema de
odio y do terror impuesto por el partido. Hay
que recurrir a la fuerza brutal, v acuden... El
26 de enero de 1954 son expulwdos los dos úl
timos salesianos no chinos.»
—Se os acusa de desobedecer a las leyes del
pueblo.
—¿Qué leyes?
—No es el momento de dar explicaciones.
Y con una buena guardia van a sacarlos. En
ese momento, uno de ellos, Don Marcelo Gius-
C o o p era r a la d ifu s ió n d e la B u e n a P ren sa es cooperar a l a d v e n im ie n to d e l
rein o d e D ios e n e l m u n d o . (D o n B o sc o .)
-
21
tich, ve al nuevo Director, Padre Pablo Fong, y
desprendiéndose de sus guardias, corre y se le
echa a los pies pidiéndole la ben^dón.
Este acto de fe desconcierta a los guardias,
'que no aciertan a comprender cómo un europeo
pueda echarse a los píes de un chino. Y dejan
hacer.
Cuando todo vuelve a su curso, y ya están a
dos pasos del portón, una orden intima salir por
la puerta del servicio, para impedir las demos
traciones de gratitud de los niños hacia esos dos
címperialistas»; pero nadie pudo impedir que les
manifestaran sus sentimientos en una carta que
hallaron medio de hacerles llegar:
«Amadísínvos Padres: Esperamos que a estas
horas hayáis llegado sanos y salvos a vuestro
nuevo destino. Mucho es el bien que nos habéis
hecho. No sabemos cómo agradecéroslo. Somos
pobres y no tenemos nada que mandaros para
demostrar nuestro reconocimiento. Pero sabemos
rezar, y os ofrecemos nuestras oraciones. Con
todo el corazón le rogamos a la Virgen que os
recompense Ella por nosotros. Continuamos ob
servando las reglas de la casa.
>Esperamo3 que también ustedes rezarán por
nosotros, para que María Auxiliadora nos con
serve siempre a todos unidos en la barca d;
Pedro.
•Vuestros afectísimos alumnos...* (Siguen las
ñrmas.)
LOS
VERDUGOS PIDEN
AUXILIO A LA VICTIMA
Un mes después, 3 de marzo de 1954, a las
‘6,30 de la mañana, la casa de Don Bosco, co
rriendo la suerte de todas las instituciones no
eprogresistas», es rodeada por la soldadesca, y el
Director, Padre Pablo Fong, arrestado.
Es muy temprano; pero la voz se esparce. Los
alumnos corren y se agrupan alrededor de su
padre. Los polizontes no saben qué hacer. En
una hora larga han avanzado quince metros. Y
piden al Padre que hable a los mudiachos. E
sube dos escaloncitos a los pies de la estatua de
la Virgen, y habla. Ante todo una protesta enérgi
ca por el atropello a la libertad de un súbdito
chino, y luego algunos avisos a los niños. Los
muchachos, conmovidos, se agrupan aún más en
tomo de su Padre. Y entonan un cántico a la
Virgen.
El Padre se entrega en manos de los guardias.
Los chicos se le estrechan más. Los guardias no
se atreven a usar de la fuerza. Y vuelven a ro
gar al Superior que calme a los diicos. Así lo
hace él, logrando una relativa calma, en medio
de la cual el agente de la autoridad les dice;
—^Tened confianza en el Gobierno. Vamos a la
Casa Consistorial; el Gobierno examinará con
calma y procederá según justicia.
El Padre Fong hace una última exhortación a
sus muchachos, recomendándoles la calma, la ob
servancia del reglamento y pidiendo y ofreciendo
oraciones.
Finalmente, después de cuatro largas horas de
pugna, la «voluntad del pueblo» se ejecuta, y el
Director, nmuiatado, va a comenzar también él su
doloroso calvario. Son las 11. Las demás insti
tuciones católicas sufrieron el mismo destino.
SERA UNA TREGUA, FORZADA, PERO TREGUA
£1 jeep se aleja. Los diicos se agrupan alrede
dor de la estatua de la Virgen, que surge en el
patio, y cantan: cantan el himno que se ha he
cho el predilecto de los cristianos de Pekín:
Santa María, Madre Celeste,
Tú eres la Virgen omnipotente,
la Auxiliadora de los Cristianos.
Nosotros te lo suplicamos:
protege al Papa;
nosotros te lo suplicamos,
protege a la Santa Iglesia Católica;
nosotros te lo suplicamos:
protege a los cristianos;
nosotros te lo suplicamos,
protégenos a nosotros, protege a la China;
Santa María, ten piedad de nosotros:
Santa María, sálvanos.
Nosotros, con un solo corazón,
nos entregamos a Ti.
Auxilio de los cristianos, te invocamos;
¡ruega por nosotros!
Así, la obra de Don Bosco en Pekín, iniciada
en diciembre de 1946 con el rezo de tres Ave
marias, madurándose en la devoción de Marí.i
Auxiliadora, cierra la primera etapa de su exis
tencia a los pies de la Virgen, con actos de fi
delidad heroica, que hacen pensar en la era de
los mártires.
«A su tiempo—había profetizado Don Bosco—
llevaremos nuestras miáones a la China; nos es
tableceremos en el mismo Pekín. Mas no lo ol
videmos: vamos para los niños pobres y aban
donados. Allá, entre pueblos destonocidos e ig
norantes de la verdadera Religión, se verán ma
ravillas increíbles, pero que Dios, poderoso, las
hará patentes al mundo.»
JAVIER FELS
MISIONERO
SALESIANO
La Prensa v el Cine al servicio del demonio han descristianizado al mundo.
(Cuándo los Católicos tendremos Prensa v Cine bien dotados para salvarlo?
oo
M. R. P. JOSE MARIA MANFREDINl
La víspera del Carmen, y en la ciudad de Ron
da, dejó la tierra este preclaro hijo de Don Ros
co. Era de los pocos que aún podían gloriarse
de haber convivido con el Santo, pues huérfano
de padre desde los odio años, a los doce le ad
mitió él mismo en el Oratorio para que c-rsara
el «Gimnasio» o bachillerato de latín. Había na
cido en Pélago (Módena) el 15 de marzo de 1874.
Al fin del curso hace los Ejercicios Espirituales
y escucha la voz de Dios, que lo llama a incor
porarse en las filas s lesianas. El 8 de octubre
de 1890 vistió sotana de manos deí Venerable
Don Miguel Rúa y el año siguiente hace su
profesión religiosa.
mandaron a Roma a curs r estudios a i la
Universidad Gregoriana, y después de cinco años
so doctora en Filosofía. En la casa del Sacro
Cuore, de la misma ciudad, mientras estudia pres
ta servicio de asistente y da algunas clases y los
domingos cuida del Oratorio Festivo.
En el otoño de 1895 le manda Don Rúa como
Profes-or de Filosofía a nuestra casa—estudianta
do de San Vicente deis Horts—. El 5 de marzo
del 98 recibe la ordenación sacerdotal en Bar
celona, de manos dcl Exemo. Sr. Catalá y Al
bora, y es nombrado «Consejero», o sea direc
tor de estudios en San Vicaite. Con el mismo
cargo pasa al importantísimo Colegio de Utrera
en 1900, y en W 5 toma su dirccdón.
Aquí, en 1909, le sorprende su nombramKnto
de Inspector de la Tarraconense, y owno la Cél
tica andaba por ese tiempo escasa de personal.
los Superiores creen conveniente unir tempoidneameníe las dos provincias religiosas para que
se ayuden. Por cierto que la toma de posesión
tuvo algo de trágico, que puso a prueba el tem
ple de ánimo del nuevo Inspector. Ajienas lle
gado. convoca en Mataró la primera tanda de
Ejercicios, y mientras los Salesianos están fervo
rosamente haciéndolos, estalla en Barcelona y su
provincia la «Semana Roja», prematuro ensayo
do lo que habían de hacer más tarde los sin
Dios ni Patria, para baldón de la humanidad.
Los Ejercicios quedan interrumpidos. Las turbas
han asaltado el Colegio donde se estaban hacien
do y comienzan el incendio. Por fortuna, las au
toridades municipales logran hacer desistir de la
destrucción a los asaltantes. Pero ya los rcliposos están dispersos, vestidos de seglar, refugia
dos donde podían. Restablecido el orden, Don
Manfredini se traslada rápidamente a Sarriá, con
grega a los Herm.mos y, aunque todavía se sien
te la marejada, hace que se prosigan los Ejerci
cios allí. Y al terminarlos comienza la visita de
su extensa e inmensa Inspectoría. Cuando le pa
reció que la Céltica tenía personal suficiente,
aconsejó la separación y los Superiores la a c a
taron.
Durante su período tiene el consuelo de reci
bir la visita del Rector Mayor, Don Pablo Albera, y de inaugurar solemnfsimamente la Crip
ta del Templo del Tibidabo, de ver proclamado
por el Congreso Eucarístico Internacional de
Madrid esta obra póstuma de Don Bosco, «Tem
plo Expiatorio Nacional», de aumentar conside
rablemente el número de aspirantes, novicios y
profesos, robustecerse todas las obras. El Tibi
dabo y las casas de formación raaederon sus
cuidados especiales, íbamos a decir, sus mimos,
si la palabra se compaginara con su carácter.
A fines de 1915 toma la dirección dcl Colegio
de la Ronda de Atocha (hoy General Primo de
Rivera), casa importantísima por ser la inspecto
ría! y por estar en la Corte. jCuán pequefiita
era! Don Manfredini daba la impresión de un
águila en una jaula. No que apareciera triste o
perdiera la serenidad de su espíritu; pero le co
braban energías. Se propuso a lodo trance ensandiarla. Las dificultades eran enormes. A pe
sar de las simpatías con que la Obra contaba,
o tal vez por eso mismo, los propietarios de los
terrenos vecinos se mostraban reados a vender
o pedían predos excesivos que equivalían a la
negativa. Pero eso era lo que necesitaba el Di
rector, naddo para la noble ludia por ideales
nobles. Derrochó padenda, fe, actividad y habiÜdad. Compró lo que le vendían en ooodidones
aceptables y para lo demás... mandó niños que
sembraran medallas de María Auxüíadora co lo»
sol res y ordenó novenas sobre novenas, y pedía
en público oradones. Al fin, las fortalezas se
rindier