BS_1955_12.pdf

Medios

extracted text
BARCELONA.—E scuelas S alesianas de la calle Rocafort. Los sim páticos m uchachos que con su
b anda de corn etas ta n to realzan los solem nes acto s de la vida pujante del querido Colegio

TtueáUa fxa^ada^
E l D ivino N iñ o descendiendo sobre ¡a Tierra para estrechar
entre sus tiernos brazos a los hom bres de ¿wwta ucUudad.

TiueóUa (^diciiaciótñ,^
Que los hombres aprendan la divina lección y con su
b u en a v o lu n tad todos contribuyan a establecer y asegurar
sobre la tierra el inapreciable don de la paz.
Este es el augurio que BOLETIN SALESIANO hace a sus
lectores en ocasión de las Fiestas de Navidad y a las puertas
del nuevo Año 1956, que a todos se lo desea santo, prós­
pero y felicísimo.

R E V I S T A

RED

A C C I O N

DE
Y

A ñ o L X IX

A O

L AS

O B R A S

M I N I S T R A C i O N t

D IC IE M B R E 195 5

Invoquemos a María, esperanza
n u e stra .......................................... 1
M

C in

O*

últim o mes del año. V olviendo
a las fuentes prim itivas............. 2

DE

D O N

A L C A L A ,

1 6 4

^

B 0 S C 0
M ADRID

N ú m o ro 12

Noticiario m undial salesiano .. . .
De nuestras M isiones................. . .
Crónica de g ra c ia s..................... . .
N ecrología.................................... ..
B ibliografía.................................. . .
Indice g e n e ra l............................. . .

9-13
14-19
20-21
22-23
23
24

INVOQUEMOS A MARIA, ESPERANZA NUESTRA
In v o q u e m o s a M a ría , n u e str a ú n ic a esperanza:
T ú eres alba q u e a n u n c ia a la L u z , y la m a ñ a n a q u e sa lu d a al día;
T ú eres flor q u e p e r fu m a los ja rd in es, y fu e n te q u e a leg ra los ca m in o s;
T ú eres v ía q u e co n d u ce a la m e ta , e id ea l q u e g u ía todo corazón;
T ú eres lá m p a ra q u e sie m p re vela, y a n io fc h a q u e ja m á s se apaga;
T ú eres roca q u e p ro teg e del abism o, y barca sa lva d o ra del naufragio;
T ú eres faro e n m e d io d e la tem p esia d , y ala q u e co n d u ce h a sta el
firm a m en to ;
T ú eres fu e g o q u e a rd e d e a m o r, y a g u a q u e purifica toda m a n c h a ;
T ú eres la vela q u e a lc a n za la orilla, y áncora q u e resiste el vendaval;
T ú eres p a lm a q u e a n s ia el cielo, y m a n a n tia l q u e vivifica la tierra;
T ú eres escudo q u e d e fie n d e d el pecado, y escala q u e n o s lleva h a sta
e l paraíso;
T ú eres voz q u e lla m a d e sd e la so m b ra , y canto q u e triu n fa e n el sol;
C u a n d o todo pasa, sólo T ú quedas;
C uando todo h u y e , sólo T ú vuelves;
C uando todo m u e re . T ú sola vives;
C u a n d o todo s e oculta, sólo T ú apareces.
IN V O Q U E M O S A M A R I A , N U E S T R A E S P E R A N Z A .
N ilo S a lva n esch i.
-

1

El último mes del año V olviend o a las
Como un árbol cuajado de frutos en
sazón se nos ofrece periódicamente el año
que fenece concentrando en el mes de di­
ciembre un rico acervo de emociones in­
delebles.
Casi en su alborear se nos brinda lu­
minosa y azul la festividad de la Madre
Inmaculada que para nosotros, los felices
integrantes de la familia Salesiana tiene
el redoblado encanto del recuerdo de
aquel feliz 8 de diciembre en que Don
Bosco plantara al amparo del manto im­
poluto de Nuestra Señora la semilla fe­
cunda de su Obra.
Aun no se han extinguido los cánticos
de alabanza en honor de la Madre de
Dios en su mejor Misterio y privilegio:
aun no se han marchitado esas ñorecillas
que esmaltan el pensil Salesiano cuando
ya comienzan a resonar en el ámbito
sagrado de templos y capillas, alternan­
do con preces y salmodias litúrgicas, esos
villancicos de suaves cadencias pastori­
les que nos hablan de la aparición del
Emmanuel: Dios con nosotros.
Ya casi en las postrimerías del año
brilla con destellos sobrenaturales esta
fiesta íntima, tierna, evocadora de la No­
chebuena, sublime aglutinante de la fa­
milia cristiana en torno al Pesebre de Be­
lén en actitud de adoración ante el recién
nacido; alrededor de las llamas crepitan­
tes del hogar, aunando sentimientos y
evocando recuerdos queridos.
Es indudable que la Santa Liturgia de
la Iglesia, con la luz que fluye de estas
festividades decembrinas, presta al pos­
trer mes del año una fisonomía peculiar,
como de renovada juventud, semejante
a la de esos enfermos que en un último
esfuerzo y antes de fenecer recobran mo­
mentáneamente toda su lucidez para mo­
rir placenteramente con el rostro ilumi­
nado por la mejor de las sonrisas.
Al vivir intensamente toda la vida fe­
cunda que brota de las festividades
próximas a aparecer en el calendario del
año que se encamina a su fin, levantemos
mente y corazón al Dios de las alturas,
pidiendo para todos los humanos un poco
de la «buena voluntad» proclamada por
los ángeles sobre la gruta de Belén.
2

-

fuentes primitivas
E l R evdm o. Sr. D. Luis Rícceri, Consejero del Capítulo Superior Salesiano
que preside el m ovim iento de los Co­
operadores Salesianos, está realizando
una campaña m eritísim a para dar su
definitiva forma y organización a los
Cooperadores Salesianos, esa ^Tercera
Orden Salesiana», de vida {{preferen­
tem ente activa», ideada por San Juan
Bosco para {(la organización de los Ca­
tólicos, especialm ente los seglares {el
Laicado) a disposición del Papa, Obis­
pos y sacerdotes, y que, en concepto
de Pío X I— el potenciador de la Acción
Católica—fué el prim er esbozo de la
Acción Católica». Como es sabido, ni
Don Bosco ni sus sucesores tuvieron
tiem po ni oportunidad de darle su for­
ma definitiva. Volviendo a las fuentes,
es decir, a la idea y propósitos del
Fundador, y actuando inteligentem en­
te sus proyectos y programas, tendre­
mos nuestra Tercera Orden en su ge­
nuino naturaleza y en el pleno dom i­
nio de su inmenso poder de aposto­
lado.
Su Santidad Pío X II, felizm ente rei­
nante, que está resolviendo todos los
problem as religioso-sociales que afec­
tan a nuestro mundo, y que para ha­
cerlo se documenta escrupulosamente,
pidió toda la documentación que ilu s­
tra el pensam iento, deseo y acción del
Santo; y después de haberla estudia­
do con la detención que suele, concre­
tó su pensam iento y sus normas en
un discurso orientador, que todos han
considerado como la ^Carta Magna de
los Cooperadores Salesianos». Aunque
publicado a su tiem po en el Boletín,
lo reproducimos aquí, como pauta obli­
gada a los artículos que vam os a de­
dicarle a asunto tan im portante, si­
guiendo las directivas del R everendí­
simo P. Rícceri. Nos perm itim os subra­
yar los conceptos que consideramos
salientes.

EL

PAPA,

A

Los CooPEniADOREs S aleisianos,
res

LOS

COOPERADORES

precurso ­

tólica tiene derecho a esperar mucho de
vosotros en el campo de la caridad, de
la beneficencia, de la buena prensa, de
las vocaciones, de los catecismos, de los
oratorios festivos, de las misiones, de la
educación de la juventud pobre y en pe­
ligro- Este es el fin principal que el alma
ardiente de Don Bosco confiaba a vues­
tra actividad, y el señalarse en este cam­
po ha sido siempre, hasta ahora, vuestra
gloria.
Hoy este deber y esta aspiración son,
como veis, de una urgencia que supera
las previsiones mismas de vuestro Fun­
dador. El mundo católico es como no lo
ha sido nunca, el campo de batalla de
todas las fuerzas del mal; y la juventud,
^ decir, el mundo de mañana, es el ob­
jetivo predilecto de estas fuerzas coaliga­
das, que, una vez conquistado, garantiza
la victoria.
Si en las angustias del presente es de­
ber imperioso nuestro renovar sin des­
canso el grito de alerta, llamar a filas,
despertar a los soñolientos y a los in­
conscientes, alentar a los voluntarios,
«predicar la palabra, insistir a tiempo y
a destiempo, reprender, suplicar, exhor­
tar» (cfr. 2 Tim., 4, 2), también es deber
estricto de todos nuestros hijos no deser­
tar de la arena, sino hacer honor con los
hechos a la milicia cristiana que solem­
nemente profesan.
En la empresa están comprometidos,
con nuevo y explícito enrolamiento, los
inscritos en la Acción Católica, y vos­
otros, que en el nombre mismo lleváis
la consigna—cooperar—, vosotros sois, a
la sombra de la familia salesiana, la mi­
licia ligera, los adelantados de la causa
del bien: esparcidos por todas las cla­
ses sociales y expuestos a las más va­
riadas circunstancias, trabajáis con la
vida, con la palabra, con la acción, por
reparar ruinas, prevenir males, sembrar
en las almas gérmenes de verdad, de vir­
tud, de fe, de religión y de piedad.

Y AUXILIARES

No inoráis, amados hijos, que vuestra
Pía Unión, brotada en la prolífera cepa
de la familia religiosa de San Juan Bosco y partícipe de su multiforme activi­
dad y de sus bienes espirituales, no tie­
ne por fin inmediato suyo venir en au­
xilio de la Congregación, cuyo apellido
tomáis, sino más bien, como declaró vues­
tro Santo Fundador, «prestar ayuda a
la Iglesia, a los obispos, a los párrocos,
bajo la alta dirección de los Salesianos;
y esto, en las obras de beneficencia, como
ios catecismos, la educación de los ni­
ños pobres y otras semejantes.
Apóstol nato y suscitador de apósto­
les, Don Bosco adivinó, ahora hace un si­
glo, con la intuición del genio y de la
santidad, aquella que debía ser más tar­
de en el mundo católico la movilización
del laicado contra la acción del mundo,
enemigo de la Iglesia. Así, un día del le­
jano 1876 el hombre de Dios, hablando
de sus Cooperadores, pudo expresar estos
audaces pensamientos: «Ahora parece
una cosa de poca monta, pero yo espero
que por este medio una buena parte de
la población italiana venga a ser salesiana y nos abra el camino para muchí­
simas cosas.»
El celo clarividente preconizaba, bajo
las banderas de la Institución Salesiana,
un nuevo y providencial movimiento del
laicado católico, que, al estímulo inquie­
tante de las fuerzas del mal, y bajo la
guía iluminadora del Espíritu, se prepa­
raba para descender al campo con sus
cuadros ordenados, formado en la acción,
en la plegaria y en el sacrificio, unién­
dose a las fuerzas de primera línea, a las
que por divino mandato tocan la direc­
ción y la parte más importante en la san­
ta batalla.
Urge

mucho

la

co o p E R A aó x

salesian >

íntimamente impregnados del espíritu
salesiano, vosotros entendéis bien, ama­
dos hijos, cuán estrechas son vuestras
relaciones con el conjunto de aquellas
obras sostenidas y promovidas por el lai­
cado católico en ayuda de la Jerarquía,
según los diversos tiempos, lugares y cir­
cunstancias, y cuánto pxidemos contar
con vuestra cooperación. La Acción Ca­

V ida

ejemplar , lo primero

Ante todo con la vida—decimos—, vos­
otros, amados hijos, debéis luchar la
buena batalla espiritual, a la sombra del
Instituto del que sois feliz brote. Porque
en este género de actividad no cuenta
tanto el hacer, el moverse, el agitarse en
— 3

todos ios sentidos, cuanto la ejemplar
conducta cristiana, que en el seno de
vuestras familias y de la sociedad de que
sois miembros, rinde el testimonio de los
hechos a vuestro multiforme apostolado.
Tan en contradicción está en todas sus
partes con las opiniones la lógica y las
costumbres del mundo el mensaje con­
fiado por el Divino Maestro a este apos­
tolado, que los suyos no pueden pensar
en cumplirlo eficazmente por el simple
hecho de su acción exterior. La sociedad
pagana o paganizante que lo recibe, tan­
to en la colectividad como en cada uno
de los individuos, aun convencida y ma­
ravillada, no puede menos de quedar per­
pleja si el apóstol dice y no hace; y has­
ta en el caso de que el efecto de su apos­
tolado no sea para ruina, sino para edifi­
cación, el mundo seguirá considerando
como utopía o cosa de unos pocos elegi­
dos la ordenación efectiva de la vida si­
guiendo las normas de la fe y de la mo­
ral cristiana.
Vida, pues, ejemplar en todos los sen­
tidos debe ser la vuestra, amados hijos,
para que la cooperación a la que estáis
consagrados no resulte una simulación,
antes produzca frutos de bien, cualquie­
ra que sea el campo sobre el que debe
aplicarse. La fuerza irresistible de toda
especie de apostolado cristiano es la pie­
dad, de la que San Pablo dijo que «es
útil para todo y tiene la promesa de la
vida presente v de la futura» (1 Tim..
4-8).
P iedad

y acctón. hermanadas

La piedad es de suyo el primero y
grande apostolado en la Iglesia de Jesu­
cristo, y quien pretendiese, sacrificándo­
la a la actividad exterior, reducir su cul­
to o tenerla en menor estima, mostraría
escasa o ninguna inteligencia de la esen­
cia del Cristianismo, de su núcleo sus­
tancial. que es la unión del alma con
Dios en el amor activo y obedienteInsistimos sobre este grave asunto,
queridos Cooperadores y Cooperadoras,
para que no olvidéis, sino que tengáis
continuamente presente en vuestro espí­
ritu la clave del éxito feliz de vuestra ac­
tividad de eficaces auxiliares en la mili­
cia de la Jerarquía católica. Os han lla­
mado—V sois en realidad—Tercera Or­
den Salesiona, del modo mismo que tie­
nen sus terciarios otros institutos y ór­
denes religiosas, con la diferencia de que
en éstos se pone más de evidencia el
elemento «Diedad», y en vosotros el factor
4

-

<icaridad». Ahora bien, como peligra en
los primeros, que junto al elemento prin­
cipal, la plegaria, no se conceda suficien­
te campo a la acción; en vosotros hay el
riesgo de que, por el contrario, la acción
apague la llama de la oración, y faltando
ésta, la acción sin alma queda expuesta
a los caprichos de las pasiones y al pro­
ceso de disolución.
Pensad, por tanto, amados hijos, cómo
la urgencia misma de vuestro múltiple
trabajo que hoy, por decirlo así, os re­
clama angustiosamente la Iglesia, os obli­
ga al más celoso cuidado de vuestra vida
interior. De aquella vida a la que proveyó
tan bien la sabiduría del Santo de la ac­
ción, dictándoos a vosotros, lo mismo que
a su doble familia de Sacerdotes Salesianos e Hijas de María Auxiliadora, una re­
gla de vida espiritual, ordenada a forma­
ros, aunque sin vida común, en la religio­
sidad interna y externa de quien seria­
mente hace propio, en su mundo familiar
y social, el trabajo de la perfección cris­
tiana, que es el más excelso de todos.
Cooperadores ,

dulce esperanza del

P apa

Al llegar aquí dejad, queridos hijos,
que nuestro espíritu paternal, consciente
de su tremenda misión de Vicario de
Cristo, se alce, con una esperanza que no
será confundida, a la contemplación de
una sociedad—diseminada en todas sus
clases, profesiones, empleos, oficios—de
hombres y de mujeres que actúen el ideal
sálesiano plenamente, con fe, constancia
y amor en medio de este mundo de los
distraídos, de los superficiales, de los dé­
biles, de los escandalosos de todo nombre.
«Sal de la tierra» que penetre, con el ar­
dor de la fe vivida, en todos los rincones
de la familia y de la sociedad civil; este
ideal, afirmado con la fuerza de la man­
sedumbre evangélica que nada busca,
nada teme de los hombres y de las cosas,
¡de qué magnífica, aunque lenta transfor­
mación de corazones, no será capaz a lar­
go plazo!
Cooperadores y Cooperadoras de la
grande y compleja Obra Salesiana, que en
la fecha jubilar de vuestra fundación vol­
véis a los orígenes y recorréis la historia
de tan fecundo movimiento, vosotros, más
que otros muchos, bendiciendo al Señor
del gran bien realizado por vuestro me­
dio, debéis hoy recordar, sobre todo, vues­
tras resoonsabilidades y el compromiso
que os liga frente a Dios y a los hombres,
de colaborar en el establecimiento y en la
difusión del reino de Dios sobre la tierra.

ISálesktiá
CLAUSURA DEL PROCESO DIOCESA­
NO PARA LA BEATIFICACION DE
LOS MARTIRES SALESIANOS
En Valencia, el día 10 de octubre, tuvo
lugar, en la capilla del Palacio Arzobis­
pal, la solemne sesión de clausura del
Proceso de Beatificación de los Mártires
Sálesianos, de la Inspectoría Tarraconen­
se, iniciado el día 15 de diciembre de
1953.
En menos de dos años se ha dado cima
a una labor verdaderamente digna de en­
comio, por parte de los Señores Miembros
del Tribunal, que han demostrado su
gran afecto a los Mártires y a la Congre­
gación, trabajando incansablemente, so­
metiéndose a molestos viajes, y no ne­
gándose a ningún sacrificio por duro o
penoso que fuera en el desempeño de su
delicada misión.
Como el Excmo. Sr. Arzobispo de Va­
lencia, Mons. Olaechea, por formar par­
te de la familia Salesiana, no podía, se­
gún los Cánones, llevar personalmente el
Proceso, delegó en su digno Obispo Auxi­
liar, Excmo. Mons. Jacinto Argaya, las
facultades para nombrar ^ l Tribunal que
había de encargarse de La Causa. Presi­

Satisfecho Nos mismo, y contento del
bien que sembráis y de los frutos que re­
cogéis, todos nuestros augurios en esta
fausta circunstancia son por un mayor in­
cremento de vuestra Pía Unión en núme­
ro y en fervor. A este fin imploramos so­
bre ella la más amplia efusión de la di­
vina gracia. Y mientras pedimos al Señor
que el celo activo de los Cooperadores y
Cooperadoras no pierda nunca nada de
su vigor, y que vuestra institución, bajo
los auspicios de María Auxiliadora y San
Juan Bosco, florezca siempre en obras y

dente del mismo fué Su Excelencia Mon­
señor Emilio Lisson, Arzobispo titular de
Methymna, gran amigo de los Salesianos,
y que con el mayor interés aceptó la de­
licada misión. Le asesoraban, como Jue­
ces adjuntos, el Iltre. Sr. D. Antonio Puig
Moltó, Canónigo de la S. I. Catedral de
Valencia, y el Rvdo. Sr. D. José Santarrufina Hurtado, Párroco del Buen Pastor,
de la misma ciudad. Como Promotor de
la Fe fué nombrado el Rvdo. D. Santiago
Giner Sempere, Doctor en Derecho Canó­
nico, y como sub-Promotor, el Rvdo. Se­
ñor D. Bartolomé Albert Soler, Párroco
de Godella.
Fueron nombrados Notarios, los Reve­
rendos D. Antonio Richart, Profesor del
Seminario y D. Juan Blanquer, Párroco
de Benicalap.
Vino expresamente de Roma, para asis­
tir al acto y prestar su vasta experiencia,
nuestro querido Postulador General, Re­
verendo D. Julio Bianchini.
También asistieron, en lugar de honor,
los cinco Sres. Inspectores de la España
Salesiana, acompañados de sus Vicepostuladores de Madrid y de Sevilla.
Se hallaban presentes un nutrido gru­
po de Hijas de María Auxiliadora, presi-

en espíritu, impartimos de todo corazón
a sus dirigentes, a sus miembros, a todas
sus santas empresas, la bendición apK>stólica.
(Dircurso del Santo Padre a los
Cooperadores Sálesianos en Castelgandolfo el 12 de septiembre
de 1952.)
Nota^—Todos los puntos tratados por
Su Santidad corresponden exactamente
a otros tantos indicados expresamente
px)r Don Bosco.
5

S . E. R vm a. M o n s. L isso n firm a n d o el A c ta de c la u su ra del P ro c e so .

didas por su Rvdma. Sra. Inspectora, Sor
Celestina Figari, así como varios Seño­
res Directores de las Casas Salesianas
más próximas.
Entre la concurrencia destacaban el
Revdo. P. Juan Otal, Postulador General
de los PP. Escolapios y el Rvdo. P. Rec­
tor de los Dominicos, P. Portea.
Llenaban la capilla muchos jamiliares
de los Mártires, especialmente invitados,
los testigos que actuaron en el Proceso, y
una buena representación de Cooperado­
res y Antiguos Alumnos.
Empezó el acto con la invocación al Es­
píritu Santo, hecha por el Excmo. Señor
Arzobispo de Valencia; y a continuación
el Notario dió lectura al acta de clausu­
ra del Proceso Informativo y a las cartas
que tanto el Sr. Obispo Auxiliar, como los
Rvdos. Sres. Jueces y el Promotor de la
Fe envían a la Sgda. C. de Ritos, acom­
pañando la copia del Proceso, que ha de
ser llevada a Roma para ser entregada a
la citada Congregación.
Después de firmadas las Actas y cartas
mencionadas, se procedió a la clausura
material del Proceso Informativo y del
sobre que contiene las cartas, mediante
el lacrado y sellado de todo ello.
A continuación se procedió a repetir
la misma operación con el Proceso llama­
do de ''non cultu”.
Y una vez concluida esta complicada
labor, sellados y lacrados todos los docu­
mentos, tanto los auténticos, como las co­
() —

pias de los mismos, se dió por terminado
el acto; pero antes el Sr. Arzobispo qui­
so dirigir la palabra a los circunstantes.
Comenzó agradeciendo a todos los
miembros del Tribunal, uno por uno, la
labor meritísima realizada durante el Pro­
ceso, labor que ha permitido terminar en
menos de dos años un trabajo que ordina­
riamente requiere doble o triple tiempo.
Y esta gratitud se la tributaba, no sólo
como Arzobispo de la Diócesis, sino como
Salesiano y Hermano de los gloriosos
Mártires que van camino de los altares.
Los Mártires nos empujan—dijo—. Ellos
sellaron con su sangre no tan sólo su pro­
fesión de fe cristiana, sino también su
profesión de religiosos salesianos. Con su
generosidad y su sacrificio nos hacen dul­
ce violencia pora que les imitemos en es­
te sacrificio y en esta generosidad, pues
en las actuales circunstancias por que
atraviesa el mundo, se requieren muchas
almas heroicas, forjadas en la abnegación
de si mismas y en el mayor desinterés
por las cosas de la tierra.
Fruto primero de su martirio es la
consoladora extensión de la Obra Salesiana en el mundo, especialmente a par­
tir de la Guerra de Liberación. Y el se­
gundo fruto, tangible, es la hermosa y
prometedora floración de vocaciones sa­
lesianas, que atraídas por la sonrisa de
Don Rosco, se aprestan a reñir los duros
combates de la Verdad y de la Fe.
Terminó pidiendo la protección del Se-

ñor y de María Atixiliadora sobre todos
los asistentes, a fin de que todos puedan
un día hacer corona a los Mártires en el
Cielo.
Con la bendición de los dos Sres. Arzo­
bispos, a los fieles arrodillados, concluyó
el emocionante acto, que dejó en todos
imborrable recuerdo.
No contento con ello, el Excmo. Sr. Ar­
zobispo quiso que sacaran algunas fotosrecuerdo del memorable acto, y posó con
los miembros del Tribunal, con los Reve­
rendos Sres. Inspectores y Salesianos pre-

Uegó a España el 15 de octubre, y des­
pués de visitar el Aspirantado de Gerona
y el Teologado de Barcelona-Horta, reu­
nió en Sarriá a todos los Directores de
las Casas de la Inspectoría Tarraconen­
se—con su Inspector y respectivo perso­
nal—, y durante tres días de intenso tra­
bajo tuvieron un verdadero cursillo de in­
formación y de directivas. La clausura la
celebraron en el Tibidabo, cabe el San­
tuario del Sagrado Corazón, que es el re­
cuerdo más preciado que de Don Bosco
guardamos.

til E xcm o . S r. A rz o b isp o d e V alen cia r o d e a d o d e lo s fam iliare s d e lo s M á rtire s
q u e a c u d ie ro n a l a c to d e c la u su ra del P ro c e so .

sentes, con las Hijas de María Auxilia­
dora, y, finalmente, con los familiares de
los Mártires y testigos del Proceso.
EL VIAJE DEL REVERENDISIMO
DON RICCERI
En nombre y representación del Reve­
rendísimo Rector Mayor y del Capítulo
Superior, está de visita el Rvdmo. Don
Luis Rícceri, Capitular Encargado de los
Cooperadores Salesianos. Arriba hemos
hablado del objeto preciso de su visita:
la organización definitiva de los Coopera­
dores Salesianos, como Don Bosco los
quería y como Su Santidad desea: «Ter­
cera Orden Salesiana», estrictamente,
«Tercera Orden de Acción», como la Con­
gregación Salesiana es «Congregación cle­
rical de Acción».
Acompañado del M. R. P. Guido Favini

Luego visitó las Casas de San José, los
Colegios de Horta y Mataré, la Escuela
del Magisterio de la Iglesia de San Vicen­
te deis Horts; en Arbós les puso la sota­
na a los nuevos Novicios: siguió a Valen­
cia para saludar al Sr Arzobispo y visitar
los Colegios Salesianos, y el 25 llegó a
Madrid.
Durante tres días tuvo reunidos a los
Directores de todas las Casas de las dos
Inspectorías Célticas, con sus respectivos
Inspectores y personal inspectorial, e hi­
zo lo que se había hecho en Barcelona.
Ha visitado luego las diversas Casas
Salesianas de la ciudad comprendidas las
de las Hijas de María Auxiliadora; lue­
go el Filosofado de Guadalajara; en el
Noviciado de Mohemando puso la sota­
na a los nuevos Novicios; y en seguida
partió a visitar el Aspirantado de Aréva— 7

lo, y las Casas de Salamanca y Zamora.
Son visitas relámpago, no visitas canóni­
cas.
Mientras escribimos estas líneas los
amados Visitadores se encuentran por
Andalucía, en donde harán lo mismo que
en Cataluña y Castilla.
¡Bendiga Dios su labor y haga que se
organice definitivamente nuestra Tercera
Orden en España! ¡Mucho es el bien que
de ello redundará!
POSADAS (Córdoba). Visita del Señor
Obispo.—El 19 de octubre fué el Exce­
lentísimo Sr. Obispo, Dr. Fr. Albino Gon­
zález, a administrar el sacramento de la
Confirmación a los niños de esta ciudad,
un total de mil niños. Fueron padrinos
el limo. Sr. Alcalde y su digna consorte.
En el Estudiantado Teológico Salesiano
se sirvió el almuerzo, presidiendo Su Emi­
nencia Revdma. y acompañándole el Se­
ñor Párroco, Sr. Alcalde, y demás autori­
dades. A usanza salesiana en estos casos,
la comida se dignificó y amenizó con con­
ciertos musicales y una sobremesa líricomusical. Un equipo de altavoces, montado
por los teólogos electricistas, difundía las
melodías musicales y verbales por todos
los ámbitos. Sobresalieron los discursos
del Sr. Director del Estudiantado y del
Sr. Obispo, quien dijo textualmente: «Yo
soy sumamente sensible, y me siento jo­
ven con mis setenta y cuatro años, tal vez
la tercera o cuarta juventud, en este am­
biente salesiano, que es decir juventud y
alegría. Me siento a mis anchas en este
ambiente, como el pez en el agua. Con
los Salesianos me compenetro más por­
que hay que estar siempre alegres. Yo
voy haciendo un poco de obra salesiana
ppr dondequiera que voy. Hoy necesi­
ta la Iglesia volver a decir como en tiem­
po de Jesucristo: Páuperes evangelizantur. Alguien ha dicho que yo soy el Obis­
po de los pobres. No; yo soy el Obispo
de todos: de los pobres, de los ricos, de
T R E S

los medianos, de todos, consagrado a las
necesidades de todos: «todo para todos»,
en frase de San Pablo.
«Siento un Salesianismo hondo y fuer­
te, porque vais a la vanguardia de los
ejércitos de la Iglesia. Pero el ejército
más fuerte que tenemos enfrente de nos­
otros es la clase obrera (en su mayoría
descatolizada), casi dueña ya del mundo.
Tiene una enorme trascendencia trabajar
con ella...»
Mostró mucha simpatía por Don Bosco
y por Domingo Savio, «que están hacien­
do y harán mucho bien. Mucha caridad,
amor abierto para todos, y espíritu dombosquiano tan adaptable a los tiempos ac­
tuales»... (del diario Córdoba, 20 de octu­
bre).
TIBIDABO. La Bandera de Chile en el
Templo Expiatorio.—Pocos días después
de la entrega de la Bandera de Filipi­
nas—que había pasado por Chile en su ca­
mino hacia España— nos llega la del her­
moso país Suramericano consagrado a la
Virgen del Carmen, como homenaje al Sa­
grado Corazón. Ofrenda de la Familia Sa­
lesiana en sus tres Ramas; fué confeccio­
nada y bordada por las Hijas de María
Auxiliadora, bendecida por Su Eminencia
el Cardenal Caro Rodríguez y enviada en
la valija diplomática al Excmo. Sr. Em­
bajador de Chile en España.
En su preciosa carta, dice el Embaja­
dor al Padre Rector del Santuario: «...Lo
que contiene este paquete es el sagrado
emblema de nuestra Patria, que en su
porción azul lleva la estrella tutelar de
nuestro suelo y nuestros mares, y en la
cual vemos los cristianos el símbolo lúci­
do de la Inmaculada Madre de Dios, a
quien rendimos fervoroso homenaje. Para
mí es una honra haber tenido en mis ma­
nos este símbolo amado antes de hacerlo
llegar a ese insigne Santuario del Sagra­
do Corazón de Jesús... hasta ese mara­
villoso monte del Tibidabo...»

G R A N D E S

F E C H A S

E.n fe b r e r o d e 1 9 6 6 se c u m p le n lo s 75 n fios d e l a e n tr a d a d e lo s S a le s ia n o s en
C s p a fia , c on l a fu n d a c ió n d e l C o le g io d e U t r e r a .
E n m a y o e l c e n te n a r io d e l n a c im ie n to d e D o n R in a l d i .
E n n o v ie m b r e se c u m p le n lo s c ie n a ñ o s d e l tr á n s ito d e

b fa m á M a r g a r it a » .

E s to s a c o n te c im ie n to s m erecen s o le m n e c o n m e m o r a c ió n q u e c r is ta lic e e n o b ra s
p e rm a n e n te s.

a —

E L T I B I D A B O DE LAS AMTI LLAS
En el corazón mismo de la República
Dominicana, y precisamente en la parro­
quia-santuario de la ciudad de Moca, los
Salesianos están levantando un gran Tem­
plo aJ Sagrado Corazón, que sea fuente
inextin^ible de bendiciones para todos
los antillanos y cátedra luminosa de doc­
trina católica.
Dicen que es una maravilla de arte re­
ligioso moderno. Las «fotos» acusan ori­
ginalidad y grandeza; los materiales em­
pleados nos hablan de su solidez.
Cuarenta y tres vidrieras artísticas ras­
gan los recios muros de cemento, mati­
zan y quiebran agradablemente la lumi­
nosidad cegadora del recinto tropical.
Tiene 65 metros de largo (incluyendo
sacristía y casa rectoral), 20 de ancho y
15 de alto.
El soberbio campanario mide 54 metros
de altura. Una gigantesca cruz luminosa,
de 7 metros, contando su calada basamenta, corona el conjunto. Cinco campanas
automáticas con un dispositivo eléctrico,
difunden sobre la inmensa campiña las
notas del Ave María y de otros motivos
religiosos, a los que se unen en sus casas
los fieles.
El órgano, tubular, de la marca Tamburini, de Cremona, tiene 4.(XX) tubos y
43 registrosreales. Posee también un autoórgano para el rodaje de rodillos de músi­
ca clásica sagrada, que funciona desde el
prebisterio.
El reloj, de cuatro esferas luminosas,
tiene 3 metros de diámetro y es también
eléctrico y automático.
El altar mayor es, cual conviene, noble
y rico- La estatua del Sagrado Corazón,
de mármol de Carrara, tiene 4 metros de
altura. Los lienzos de pared se cubrirán
con finísimos mosaicos de motivos euca-

rísticos. El manifestador, sostenido por
ángeles, y lo mismo el bajorrelieve de la
Cena, que decora la mesa del altar, son
de mármol, de gran belleza.
Dos columnitas, finamente labradas,
sostienen las lámparas del Sagrario. La
balaustrada del comulgatorio es de már­
moles blanco y rojo claro.
Un monumental Viacrucis de mármol
de Carrara, de 2 metros de altura, decora
los lienzos interiores. Dos ventanales re­
presentan la Creación y la Resurrección.
El Santuario tiene tres naves, y sobre
las laterales discurre un amplio corredor
que aumenta su capacidad. La nave cen­
tral ofrece a la vista una cúpula de ca­
ñón corrida y decorada con exquisito
gusto.
A derecha e izquierda de la entrada,
los altares de San José y de la Virgen
de Alta Gracia, Patrona de la Repúbli­
ca, y los de Santa María Mazzarello y
Santo Domingo Savio.
Es todo rico y grande. Pero la mayor
riqueza y la mayor grandeza está en el
amor con que ha sido levantado y con
que se frecuenta para oír la Santa Misa,
comulgar, hacer visitas a Jesús Sacra­
mentado...

Direcciones de los Sres.

Inspectores prorincieles:

Madríd: General Primo de Rivera, 25
Barcelona: Paseo San Juan Bosco, 74
Sevilla: María Auxiliadora, 18
Córdoba: María Auxiliadora, 168
Zamora: Escuelas Salesianas
— 9

l U k i N . —U no d e los sa lo n e s d e la E x p o sic ió n m a ria n a p re p a ra d a p o r las tti ja s oe M aría
A u x ilia d o ra (sa le sia n a s) c o m o h o m e n a je a la rea lez a d e la V irgen.

TURIN. Homenaje a la Realeza de Ma­
ría.—En la fiesta de la Asunción el Re­
verendísimo Rector Mayor inauguró en la
«Casa Mazzarello» una exposición Maria­
na, preparada por las Asociaciones fe­
meninas que florecen en las Casas de las
Hijas de M. A-, como homenaje a la Rea­
leza de María.
La idea madre fué la de buscar y reco­
ger los testimonios de la bondad de la
Santísima Virgen a través de la admirable
historia de sus santuarios en todo el mun­
do, con el fin de hacer conocer y amar
más y más a nuestra Madre Celestial.
Tiene carácter didáctico histórico; pre­
senta la difusión del culto mariano en el
mundo. Esta idea informativa era co­
mentada por la voz del guía, transmitida
en cinta magnetofónica e ilustrada con
proyecciones en colores. Como es natural,
comienza por la Palestina, sigue por el
Asia Menor, pasa a Italia, a Francia, a
Elspaña... a las naciones americanas. Ocu­
pa varias salas.
A las reproducciones de los diversos
Santuarios se une una abundante biblio­
grafía, y, además, un buen número de es­
tudios originales hechos por las alumnas,
con rica información, investigaciones, fo­
tos. esquemas, narraciones, poesías, docu­

mentación gráfica sobre las actividades
desarrolladas por las alumnas de diver­
sas clases y naciones.
Fué bendecida por el Eminentísimo
Cardenal Fossati, Arzobispo de Turín,
quien se detuvo largo tiempo admirándo­
la y felicitando calurosamente a las or­
ganizadoras. Díjoles que era «una realiza­
ción grandiosa e inteligente».
Turín.—En el Aniversario del Insti­
tuto Internacional «Sacro Coure», Escue­
la Superior de Pedagogía y Religión, fun­
dado por las Hijas de María Auxiliadora,
El Excmo. y Revdmo. Padre Larraona, Se­
cretario de la Congregación de Religiosos,
envió un «Mensaje de bendición y de ala­
banza, en nombre de la misma Sagrada
Congregación, elogiando la bella iniciati­
va, felicitando por los frutos cosechados
y haciendo votos porque dicha iniciativa
sea imitada por muchas Comunidades,
para ventaja de las Hermanas y provecho
de las alumnas».
La Escuela goza ya de merecida fama
en todo el Piamonte. Y el Ayuntamiento,
agradecido al prestigio que con ella han
añadido a la ciudad, ha puesto el nombre
de «Santa María Mazzarello», a la caUe
donde dicho Instituto se levanta.

MILAN. E l Santo de la eterna sonri­
sa.—El ya anciano ex ministro de la Co­
rona, Honorable Meda, fué comisionado
por el Gobierno para entregar la insignia
de Caballero Oficial del Mérito de la Re­
pública, a la Revdma. Madre Angela Yes­
pa, con que la condecoraba en atención a
sus méritos. En su discurso dijo, entre
otras cosas: «¿A qué debo yo este honor?
Bondad del Señor, que ha querido darme
esta ocasión de manifestar mi admiración
al Instituto y mi gratitud a Don Bosco, a
quien debo la vida, y a quien he tenido
siempre ilimitada confianza. Estando en
la cárcel, compuse una oración, cuyo imprimatur pedí al Cardenal Shulster. La
había escrito a lápiz en un trozo de papel.
Comenzaba: ¡Oh Santo de la eterna sonriscü...
La sonrisa de Don Bosco no es sonrisa
de compasión; es sonrisa de serenidad,
que infunde serenidad y valor; es una
sonrisa dulce y buena que tranquiliza la
conciencia, que infunde fuerza espiritual,
esa fuerza por la cual su Congregación se
ha esparcido por el mundo...
La Madre ha recibido una condecora­
ción, que probablemente no ostentará
nunca, en su modestia. Y el Gobierno
hace bien en conferirla, en reconocimien­
to del mérito y por el efecto que produ­
ce sobre las masas.
Y yo, ¿no os pediré nada? Sí, os pido
algo que necesito mucho: pido oraciones.
De oraciones necesitamos todos, del Papa
para abajo ¡Figuraos si yo no las nece­
sito...! Estoy delegado por el Gobierno
italiano para la búsqueda de 70.000 hom­
bres dispersos en la guerra, de los cuales
se ha perdido toda traza, dejando en la
angustia a 70.000 familias, que sufren en­
tre la pena y la esperanza... Rogad por
mí; rogad por los dispersos; rogad por
los prisioneros; rogad por sus familias.
¡Quién sabe si vuestro Santo Fundador,
el de la eterna y serena sonrisa, no que­
rrá intervenir, escuchando mis súplicas y
confortando a alguno de esos dispersos
vivo todavía y necesitado de auxilio! Una
sola pena tengo en este momento: el no
haber tenido la fortuna de ser educado
por los Salesianos, aunque después los he
tratado mucho.
Vosotras tenéis la fortuna de poder vi­
vir intensamente esta perenne profesión
de amor, de bondad, de dulzura, de que
Don Bosco posee el secreto. «Haced que la
eterna sonrisa de amor de Don Bosco se
encienda y florezca siempre en el mundo.»

BOLTON (Inglaterra). Una central de
actividad católica en Inglaterra.—Con
este título publica un artículo el Bolton
Catholic News. Dice que «toda la región
mira con simpatía el Colegio donde los
Salesianos reparten a manos llenas, con
energía y abnegación, el pan de la educa­
ción a centenares de niños; que aunque
no goza de subvención oficial, en estos
años han gastado más de 70.00Ü libras es­
terlinas para edificar, ampliar, dolar el
Colegio, ayudados por sus Cooperadores.
«Nosotros vemos—dice—y deseamos que
todos los habitantes de la región miren
el Colegio Thornleigh como una central
de Acción y de actividad Católica».
Para la UCRANIA de mañana.—En
Ucrania, como en todos los países some­
tidos a la Unión Soviética, la Iglesia Ca­
tólica ha sido suprimida y sustituida por
una «Iglesia Ortodoxa», a gusto de los
comunistas. Muchos ucranianos se exilaron voluntariamente, y entre ellos cada
año se ordenan varios sacerdotes, esp^
rando el momento de volver a la Patria
y entre tanto asisten espiritualmente a
sus compañeros exilados.
También los Salesianos cultivan estas
vocaciones, y en este año se han ordena­
do 15 sacerdotes, todos de rito bizantino,
que están prestando sus servicios en di­
versos sitios entre sus compatriotas.
Otros tres ha ordenado en nuestro Semi­
nario ucraniano de Loury (Francia) Mon­
señor Juan Bucko, que es el único Obispo
ucraniano que goza de libertad, estando
fuera de su Patria. Dichos sacerdotes lle­
vaban 17 años estudiando en nuestros se­
minarios de Italia. Con idéntico fin, bas­
tantes jóvenes más están igualmente es­
tudiando en diversas casas de Italia,
Francia y Bélgica.
Su Eminencia el Cardenal Roncalli, Pa­
triarca de Venecia, ha confiado a los Sa­
lesianos la populosa parroquia de San
Jerónimo Emiliani en CANAREGGIO
para que desarrollen la intensa vida so­
cial que allá se presenta.

INTENCIONES DEL
APOSTOLADO DE LA ORACION
Diciembre: Para que la juventud
estudiantil del Japón se forme
según los sanos principios.

-

l\

SE EXTIENDE EL CAMPO Dfi

t

APOSTOLADO SALESIAMO

. b en d ice a lo s S a le sia n o s m o m e n to s a n te s de
A rese (M ilán) d e s tin a d o a la ree d u cac ió n
edad.

R T dm o. M o n s e ñ o r E n riq u e
H a ro ld , P re fe c to A p o stó lic o
de K w angju p o r cu y o in te ré s
lo s sa le sia n o s h a n ex ten d id o
su a p o s to la d o a C o rea .

K W A N G JU (C o rea).—E sta d o de la s o b ra s de
las E scu elas S a le sia n a s en ju lio p . pdo-. hoy
ya ca si te rm in ad a s.

R i o N E G R O ( B r a s il;.— T am b ién
el m isio n ero o f r e c e su p rec io sa
a y u d a a la cien cia. E! P . O íac o n e.
m isio n ero , p re p a ra n d o co leccio n es
de m a rip o sa s e in se c to s p a ra lo s
m u se o s d el B rasil.

— 13

He

THAILANDIA.—El Misionero Salesiano Mons. Pedro Carretto ha bendecido la
primera iglesia dedicada en Thailandia a
la Realeza de la Virgen María. Surge en
Kamburi, y es monumento elevado por
la piedad a los caídos en la última guerra
en esos parajes. La idea partió de los ho­
landeses, que entre todos los aliados fue­
ron quienes más bajas tuvieron y entre
cuyas filas había más católicos. Pero allí
la Cruz los cobija a todos sin distinción.
La mayor parte no cayeron en batalla,
sino víctimas de las fiebres y escaseces
del cautiverio. Son diez mil los que allí
reposan. Fueron ellos los que construye­
ron el ferrocarril que atraviesa la región.
|Se calcula que cada traviesa costó un
difunto!
La evangelización de la Tribu de los Na­
gas del Assam, ha pasado definitivamen­
te al apostolado salesiano. Hasta hoy era
casi inaccesible, si bien evangelizaban en
ella los pastores de la secta norteamerica­
na de los Bautistas. La reciente visita del
P. Marochino, de que hablamos en el nú­
mero anterior, parece ha decidido de su
suerte.
El Padre ha hecho luego una visita bas­
14 —

tante detenida. Nos dice que las poblacio­
nes están, intencionadamente, sobre los
topes de las alturas, y deben tener sólo
un sendero. Un tiempo sus habitantes se
dedicaban a la caza de seres humanos, y
esto explica que estén fortificados con te­
rraplenes y murallas de piedra. La puer­
ta de la población—a la que lleva el sen­
dero—está día y noche guardada por cen­
tinelas. Cada familia tiene su granero
subterráneo: en caso de incendio, así el
arroz queda a salvo. Cultivan también to­
mates, pimientos, naranjas y té, del que
son grandes bebedores. El nombre de
casi todos los pueblos termina en mié,
que significa «hombre»: así, por ejemplo,
Sicemi significa hombres (habitantes) de
Sice. En cada casita el misionero ve una
grande olla para cocer el arroz y una gran
cesta de naranjas. El Padre fué muy ob­
sequiado. Y encontró personas que ya te­
nían algún conocimiento de nuestros dog­
mas y moral, ya por haber viajado, ya por
haber quizás pasado algún misionero
evangélico.
El jefe del pueblo tiene su casa en la
parte más alta, para vigilarlo todo y dar
las disposiciones que los casos impongan.
Cada casa o chabola consta de tres par-

Después del amplio salón, aparecieron
Cuando llegamos nosotros se pasaban
las espaciosas canchas, provistas de di­ las noches enteras danzando y cantando
versos juegos: poco a poco fueron lle­ de una manera realmente agotadora pa­
ra su físico, ya débil a causa de una ali­
gando bancos, mesas, pizarrones y
hermoso crucifijo, que en silencio esti­ mentación deficiente.
mula a los misioneros al sacrificio y a
Para salvar esta dificultad se les han
reglamentado los bailes, de modo que da­
los indiecitos a la aplicación.
Se sentía, sin embargo, la falta de las ñen lo menos posible la salud de estos
Hermanas, que tomaron a su cargo la pobres indígenas.
enseñanza de las niñas y las comenzaron
No se ha creído llegado el momento
a ejercitar en las labores propias de su de prohibirlos enteramente, problema
sexo. Después de tres años, María Auxi­ que se estudiará cuando tengamos ya in­
liadora y San Juan Bosco escucharon las dígenas cristianos.
súplicas de todos y las enviaron también,
y con ellas a sor Angela Rodríguez, que Sacramentos.
había estado en la misión salesiana de
El único Sacramento que se adminis­
Napague, quien se dedicó al punto, con
tra por ahora es el santo Bautismo, y
todo entusiasmo, a la nueva misión.
sólo en los casos de peligro de muerte.
Estas tribus se han venido extinguien­
Hay unos cien adultos catecúmenos
do, aunque lentamente. Tres son las cau­ que están recibiendo la instrucción ne­
sas que infiuyen en esta extinción: la cesaria, pero que no podrán ser bauti­
primera es la bebida, a la cual se entre­ zados mientras no los podamos apartar
gan de un modo exagerado. Se ha pro­ de las ocasiones y peligros de la vida
curado luchar contra este vicio con to­ de los toldos.
dos los medios a nuestro alcance, incluso
Captan suficientemente las enseñanzas
el uso de medicinas antialcohólicas, pero religiosas y dan pruebas de verdadera
sobre todo con la persuasión.
convicción en los casos oportunos. Cuan­
Cuando se dió comienzo a la misión do se sabe de la muerte de alguno, siem­
había un solo indígena que no se em­ pre, lo primero que preguntan es si mu­
briagaba; hoy tenemos varias familias rió con el santo Bautismo. Más aún, en
que se abstienen de las bebidas alcohó­ diversas ocasiones, ausente el misionero,
licas, y si no fuera por el interés de algu­ ellos mismos han dado el agua de soco­
nos particulares, que se dicen civilizados, rro a los que se hallan en peligro de
empeñados en venderles tales bebidas, se muerte.
habrían ya podido obtener mayores éxi­
tos a este respecto.
Otros resultados.
La segunda causa es la promiscuidad
Se ha obtenido que entierren a los
y la falta absoluta de higiene en los tol­
dos. Para obviar este inconveniente se muertos en un cementerio destinado pa­
pensó en ir construyendo un pueblo con ra ello y en ataúdes; no como antes, que
casitas cómodas e higiénicas, a fin de los enterraban en la espesura del bosque
apartar de la toldería a los matrimonios envueltos en una arpillera.
Un centenar de cruces dan testimonio
que dan más esperanzas de elevación
moral. Se llevan ya construidas ocho ca­ del número de bautizados en punto de
sas, en las que viven sendas familias. muerte.
Se está trabajando con buenos resul­
Unica condición que se impone para dis­
frutar de estas viviendas es la de no tados, sobre todo entre las generaciones
nuevas que se van formando en la mi­
embriagarse.
Para las primeras casitas costó algo sión, para obtener la indisolubilidad de
encontrar quiénes con tal condición se los matrimonios, porque anteriormente
resolvieran a habitar en ellas; pero aho­ con facilidad abandonaban a su esposa
ra ya hay familias que están esperando para tomarse otra.
Se ha logrado que desaparezcan los
su turno, que, si tarda en llegar es sólo
debido a nuestras exiguas posibilidades juegos de naipes, que eran causa de pe­
leas y de que d^pilfarraran el dinero
pecuniarias.
La tercera causa de la decadencia de que ganaban con su trabajo.
Hay ya varios que han aprendido a
estas tribus es el desenfreno con que se
entregan sin regla a las damas tradicio­ leer y a escribir y están aprendiendo no­
ciones de aritmética y de geografía, etc.
nales entre ellos.
16



P U E R T O S A S T R E (C haco P a ra g u a y o ). — P re p a ra tiv o s p a ra el rec ib im ie n to d e S u E xce­
le n c ia M o n se ñ o r A ngel M u zzo ló n , V icario A p o stó lico .

Que las oraciones y limosnas de nues­
tros bienhechores nos ayuden a poder,
cuanto antes, llegar a feliz término esta
obra de redención de los indígenas de
Puerto Pinasco
¿ALDEA CRISTIANA O
MONASTERIO?
Escribe el Rvdmo. Padre Visitador
de la Misión, D. Modesto Bellido.
Tal fué la pregunta que me formulé
a mi llegada a la aldea de los indios de
Puerto Casado, en el Chaco Paraguayo.
La aldea no se halla formada por las
célebres tolderías o cabañas en que ha­
bitaban una o varias familias, frecuente­
mente en compañía de gallinas, cerdos,
perros; sino que se trata de una pobla­
ción de unas cincuenta casas, j^queñas,
hermosas, construidas por los mismos in­
dios, con ayuda y bajo la dirección del
misionero salesiano Padre Bruno Stella.
Dos calles, bien cuidadas y mantenidas,
atraviesan el poblado. Cada morada tie­
ne su jardín, en el que jamás faltan flo­
res. Del otro lado de la calle se extien­
den ios huertos, diligentemente cultiva­
dos. En el centro de la aldea se abre
una plaza, y en sitio de honor se yergue
un altarcillo dedicado a María Auxilia­
dora.
A poca distancia de la población, en
un terreno cercado, cada familia tiene
los animales de corral, los cerdos y al­

guna vaca. Todo el terreno destinado a
los indios se halla cercado por una alam­
brada, y bien separado de la selva y de
las casas de los blancos.
No lejos de la aldea vense todavía al­
gunos toldos. Presentan un aspecto las­
timoso.
—¿Son quizá familias de leprosos?
—pregunto.
—No. Son familias de indios que no se
sienten con fuerzas para renunciar a la
«caña» y a las consiguientes borrache­
ras. Tal renuncia es condición indispen­
sable para poder ocupar una casa en la
aldea.
A pesar de su exclusión, esos pobrecilios no manifiestan desconfianza u oje­
riza hacia el misionero; por el contra­
rio, ven con agrado que sus hijos fre­
cuenten la casa de los misioneros, y en­
vían a sus hijas a la residencia de las
Hijas de María Auxiliadora. Así me ase­
guraron. Y, en efecto, me recibieron son­
rientes, casi todos echados en el suelo,
y aceptaron de buena gana los carame­
los y las estampitas que yo les ofrecía.
La comunidad cristiana.
En el pueblo cristiano todos se sienten
felices. Grandes y pequeños nutren afec­
to filial hacia los misioneros. Los hom­
bres ven en la persona de D. Bruno a
su padre y jefe. Las mujeres y las niñas
consideran a sor Eugenia como a una
verdadera mamá.
17

El ritmo de vida que llevan es por de­
más sencillo y apacible. Hacia las cinco
suena la sirena de la fábrica de tanino.
Casi todos los indios trabajan en dicho
establecimiento. Rápidamente se dirigen
a sus correspondientes secciones. No
mucho más tarde un nutrido grupo de
indias, con sus párvulos en brazos, se
dirigen a la Capilla para asistir a la San­
ta Misa. Las acompañan las hijas mayorcitas, las que luego irán a la residen­
cia de las Hijas de María Auxiliadora,
donde pasan el día entero, ocupadas en
la clase, en el taller, en los quehaceres
domésticos y en los juegos.
Los muchachos, más tarde, van a la
residencia de los misioneros, donde son
atendidos por el Padre Stella. jLástima
grande que la falta de personal no per­
mita impartirles clase en forma regular!
A eso de las once se ven volver len­
tamente de la fábrica los grupos de los
hombres. Es hora del almuerzo. Sienten
el estómago vacío; pero todos, antes de
regresar al hogar, entran en la capilla
para asistir a la doctrina, que no quie­
ren perder en forma alguna. Escuchan
la breve y amena explicación que les im­
parte el Padre Stella, y luego, con ma­
yor apetito todavía, pero alegres, se di­
rigen a sus casas.
Más o menos a las catorce, casi como
en procesión, las mujeres van a la ca­
pilla para oír la instrucción catequísti­
ca. Muchas llevan a sus pequeños. Nin­
guna se deja distraer por los lloros y
gritos de los párvulos. Me animo a di­
rigirles algunas preguntas de catecismo
en castellano, y me responden con la
mayor corrección.
Los muchachos tienen su clase de ca­
tecismo más tarde, mientras las niñas
reciben instrucción en la residencia de
las hermanas. En una palabra, todos es­
cuchan diariamente la palabra de Dios.
Al caer la tarde se asiste a un espec­
táculo encantador. Terminado el traba­
jo, los indios, en grupos, regresan lenta­
mente a la aldea. Poco después llegan
las indiecitas, cantando y formando co­
rona a sor Eugenia, quien las acompaña
para entregarlas a sus respectivas mamás, no sin decirles una buena palabra
e informarse de las necesidades más ur­
gentes. Los muchachos, ordinariamente,
regresan antes.
Terminada la frugal cena (las niñas
ya han cenado en casa de las hermanas),
todos se reúnen en la plaza. Los hom­
18



bres, en grupos, conversan entre ellos.
El Padre Stella va recorriendo los gru­
pos y resolviendo los problemas que le
presentan. Los niños, como en todas par­
tes, juegan en im ángulo de la plaza,
mientras en otro lugar cantan y se di­
vierten las niñas. El cuadro de María
Auxiliadora, entre velas y flores frescas,
preside la vida familiar de la aldea.
Después de un buen rato de esparci­
miento, suena una campanilla. Cesan al
momento las conversaciones y los gritos,
y todos se acercan al cuadro de la Vir­
gen. Se eleva al cielo una alabanza en
honor de María, y luego se reza el San­
to Rosario. Conmueve escuchar desde le­
jos el son acompasado y devoto del Ave­
maria.
Terminadas las letanías, el misionero
dirige a todos su palabra paternal de
«buenas noches»; un deseo, un aviso,
unas frases de aliento para que se con­
serven siempre buenos cristianos.
Y así, alegremente, durante todos los
días del año.
¡Dichosa aldea cristiana! El Señor ha
bendecido a sus heroicos misioneros,
quienes guiados sabiamente por el activo
vicario apostólico. Monseñor Muzzolón,
han sabido transformar los repugnantes
toldos en felices hogares cristianos.
Actualmente existe tan sólo esta aldea
cristiana en toda la misión del Chaco Pa­
raguayo ; pero se acerca el momento en
que ese fervoroso «monasterio» tendrá
imitadores en las tolderías de Puerto
Guaraní, Puerto Sastre y Puerto Pinasco, donde trabajan sin descanso otros
salesianos y otras Hijas de María Auxi­
liadora.
BAUTISMO DE UN LEPROSO
En mis jiras misioneras—escribe el
Padre Juan Bautista Busolin—, por tres
veces había visitado una aldea. Pero nin­
guno me había informado que un paga­
no leproso vivía segregado en miserable
y pequeña choza situada en la floresta,
no lejos de la aldea. Había salido de allí
por la cuarta vez, cuando en plena sel­
va me equivoqué de sendero. Invoqué a
la Virgen Santísima y regresé sobre mis
pasos. Avanzo de prisa, porque el sol
está para ocultarse y hubiera sido poco
agradable encontrarse en la selva cuan­
do las fieras salen a buscar alimento.
Y heme aquí frente a una chocita. Del
interior una voz me advierte:

—No te acerques, porque soy leproso.
No me detiene el aviso, y entro. En­
cuentro un hombre de unos cuarenta
años. El cuerpo no está todavía en com­
pleta descomposición. Pregunto por el ca­
mino para la aldea, y cuando supe que
sólo estaba a 300 metros, hice a un lado
toda preocupación por llegar cuanto an­
tes, y me interesé por aquella alma que
tenía sus días contados sobre la tierra.
—¿Desde cuánto tiempo te encuentras
enfermo?
—Desde hace cuatro años.
—¿Eres pagano o protestante?
—Pagano. Sacrificaba a nuestros dio­
ses y ai diablo, y era bebedor de «chu»
(alcohol de arroz).

—¿Conoces a Jesós?—y comencé a en­
señarle al pobrecito los primeros elemen­
tos de la religión católica.
El leproso me sorprendió diciendo
—También yo recibiré el bautismo.
—¿Por qué?
—Porque hace dos meses, en sueños,
se me apareció una «bellísima señora»
que me dijo estas palabras: «No tengas
miedo; antes que mueras recibirás el
bautismo. Yo te mandaré un Padre.»
A duras penas retuve las lágrimas. Me
daba cuenta de que antes que yo había
llegado allí la Virgen. Administré el bau­
tismo al leproso, el cual, después de po­
cas semanas se marchó a recibir el pre­
mio eterno.

A V I S O S
M ENSAJERO

CELESTE

Lo es tin buen libro. iCnántoe después
de varios siglos después de baber visto
la luz conservan su actualidad! Muchos
df ellos sobreviven y siguen pregonando
las alabanzas del Señor y de la Virgen
Santísima por las cosas que narran, que
no envejecen ni pueden envejecer. A sus
autores v no menos a cuantos contribuyen
a su difusión, ]qué premio grande Ies
prepara el Señor en el ciclo, y aun en la
misma tierra!
BOLETIN S.^LESIANO se dispone a
editar una VIDA extensa, atractiva y rela­
tivamente completa de San JUAN BOSCO.
Su presupuesto, para unos cuantos milla*
ret' de ejemplares, es de 600.000 pesetas.
Y el BOLETIN no las tiene. Y los devo­
to: de Don Bosco están reclamando esta
Vida. Es ana verdadera necesidad. Por
eso no vacilamos en hacer on llamamien­
to a los devotos y admiradores de Don
Bosco. Quisiéramos comenzar pronto. Los
originales están listos. Creemos ser vo­
luntad de Dios que lancemos este libro a
In publicidad. Por eso brindamos la mag­
nífica ocasión de hacer un inmenso bien
y adquirir machos méritos a mantos, sin­
tiendo ansia de apostolado, quieran ayndumos a dar a conocer más y mejor la
grande y simpática figura de San Juan
Bosco.
Las limosnas o donativos al Padre Di­
rector de la «Casa San Jnan Bosco».—Al­
calá, 164, Madrid.

S e m e jia e n ca re cid a m e n te a loe
se ñ o res In sp ecto rest D ire c to re s o
e n c a rg a d o s de l a P í a U n ió n de
C o o p e ra d o re s S a le s ia n o s c o m n n Í4 n e n a e s t a A d m in is tr a c ió n *
a n te s d e l i S de d iciem b re* el n ú ­
m e ro de B o le tin e s S a le s ia n o s <inc
d e s e a n r e c ib ir e n e l p ró x im o mee
de e n e ro .
R e c u e r d e n 4 n e cn al<in ier a u ­
m e n to a lo la r g o d e l a ñ o deben
n o tific a r lo c o n i d é n t i c a a n te la c ió n .j
S e m e g a ig u a lm e n te c o m n n i<luen a l a R e d a c c ió n d e l B o le tín
S a le e ia n o l a m a e rte de lo s C o ­
o p e ra d o re s p a r a re c o m e n d a rlo s
a la s o ra c io n e s de l a P í a U n ió n .

Oremos por nuestras Inspectorías
Diciembre 4-10: Japonesa.
11-17: India Norte.
»
18-24: India Sur.
»
25-31: Siamesa.
Enero
9
9
9

1-7:
8-14:
15-21:
22-29:

Central.
Subalpina.
Adriática.
Ligur-etrusca.
— i*)

DE MARIA AUXILIADORA
BIELA (Italia).—Soy Cooperador Salesiano. Volviendo de la fábrica en auto­
móvil con mi principal, en un paso a
nivel fuimos arrollados por el tren, que
nos empujó sobre la vía 46 metros. Invo­
qué a María Auxiliadora. El auto quedó
destrozado; pero nosotros, ilesos. Doy
gracias a María Auxiliadora por haber­
nos librado de una muerte segura, y en­
vío una modesta oferta para una Misa
de acción de gracias en su santuario.—
Pietro Siez.
ALGODONALES (Cádiz).—Encontrán­
dome en una situación apuradísima, en­
comendé el asunto a María Auxiliadora,
y aunque Ella me hizo esperar, no des­
confié de tan buena Madre, y me con­
cedió Ja gracia tan suplicada; por lo
que le doy rendidas gracias y envío una
limosna para su culto.—Teresa Oliva de
Rueda.
IGUALADA.—La noche del 2 al 3 del
corriente octubre, cuando hacía ocho
días que me había sido extraída una
muela, me sobrevino una intensa hemo­
rragia que duró cinco horas. Invoqué a
la Santísima Virgen, prometiendo publi­
car la gracia y dar 25 pesetas para su cul­
to. Cesó la hemorragia casi instantánea­
mente. Agradecida, cumplo gustosa lo
prometido, y me confirmo más y más en
su devoción.—María Selvas.
BARCELONA.—Acusábase a una per­
sona de algo grave, y no se acertaba a
sacar nada en limpio sobre su culpabi­
lidad o inocencia. Acudí a María Auxi­
liadora pidiéndole luz, pues el asunto era
engorroso y era necesario aclararlo.
Logróse todo, y pude comprobar que
fué durante la oración cuando se des­
enredó la madeja.
Doy gracias a María Auxiliadora, dan­
do testimonio de su poder ante Dios.—
M. B.
20



Ibídem.—Teniendo a un hermano muy
grave y sin probabilidad de curación,
hice una novena a María Auxiliadora,
quien ya otras veces me ha favorecido,
pidiendo la curación y ofreciendo publi­
car la gracia si atendía mi súplica.
Pronto mi hermano estuvo fuera de
peligro, y yo cumplo la promesa de pu­
blicarlo, animando a todos sus devotos
acudan confiados a EUa, pues tiene un
poder infinito ante Dios Nuestro Señor.
Carmen Pérez, Ant. Al. Salesiana.
DE SANTO DOMINGO SAVIO
PASTO (Colombia).—^A un hijo mío,
siendo completamente inocente, se le
acusó de un delito de robo, y con gran
aparato y escándalo fué sacado de su
casa y conducido a los calabozos. Pasa­
ban los días y semanas. Confié mi pena
al R. P. Heredia, Salesiano, quien me
consoló y exhortó a poner el asunto en
manos de Santo Domingo Savio.
La justicia humana titubeó aún por
unos meses. Nosotros redoblábamos nues­
tras plegarias al jovencito santo. Y brilló
la justicia de Dios: un alto tribunal de
justicia no sólo reconoció la absoluta ino­
cencia de mi hijo, sino que llegó a sos­
tener y probar que ni siquiera se podía
demostrar la existencia de tal delito.—
Un Cooperador Salesiano. Firma respon­
sable : Jorge López Alvarez, Jubilado
del Poder Judicial.
DEL SIERVO DE DIOS CEFERINO
NAMUNCURA
TURIN.—Habiendo leído en Bollettino
Salesiano el artículo «Pío X e Zefirino
Namuncura», quedé tan impresionada
que, hallándome hacía algún tiempo tra­
bajada de un malestar que no encontra­
ba alivio alguno en médicos y medicinas,
resolví poner el asunto en manos de ese
primer fruto de las Misiones Salesianas
de las Pampas Argentinas, y comencé
una novena. Experimenté en seguida un

gran alivio en mis males, tanto de cuer­
po como de alma, y espero que Ceferino
me acabe de curar completamente.—.471gela Spenori.
TELÉN (Argentina).—Tuvo mi mari­
do una grave afección pulmonar, y aun­
que se alivió bastante, le quedaba siem­
pre un malestar y frecuentes recaídas,
que lo debilitaban cada vez más. Llegó
a mis manos una reliquia de Ceferino
Namuncurá; decidí pedirle al Siervo de
Dios la curación completa de mi mari­
do, el buen resultado de mi hijo en sus
exámenes y una fe más viva y más prác­
tica para todos nosotros... Hoy puedo
decir que mi marido se robusteció, que
mi hijo salió muy bien y que nosotros
sentimos más viva y operante la fe, que
cada día se va consolidando más.—Ade­
lina del V. de Ziuarriz.
DEL SIERVO DE DIOS D. FELIPE
RINALDI
PALERMO.—Siento el deber de hacer
pública una grande gracia recibida invo­
cando al Siervo de Dios D. Felipe Rinaldi. Varios años llevaba padeciendo un
molestísimo mal de oído, complicado con
otras dolencias. Consulté médicos; prac­
tiqué curas, usé medicinas. Todo inútil.
Pensé que se trataba de una otitis, de
alteraciones de circulación, de procesos
nerviosos: apliqué los remedios indica­
dos. Nada valió. Resolví dejarme de me­
dicinas y de todo recurso humano, y con
el Boletín Salesiano en la mano me diri­
gí al Siervo de Dios Don Rinaldi. Ins­
tantáneamente me sentí curado, y curado
he seguido.
También dos de mis hijitos, enfermos
de otitis aguda, han sanado por la in­
tercesión de Don Rinaldi. No cesaré de
invocar a este gran Siervo de Dios, que
se muestra tan sensible a los humanos
dolores.—Profesor José RoUeri.
GRACIAS ATRIBUIDAS A LOS MAR­
TIRES SIERVOS DE DIOS
SALAMANCA.—Tenía que examinar­
se mi hijo de una asignatura difícil, y
pensé que la mejor recomendación sería
confiársela al Siervo de Dios Don Julián
Rodríguez, con la confianza de que nos
a3mdaría. Efectivamente, el chico ha
triunfado, y agradecidos enviamos una
limosna.—M. R.

SALAMANCA.—Por una gracia im­
portante y varios favores que hemos re­
cibido de Don Julián, del que somos muy
devotos, porque nos ayuda en todas
nuestras necesidades, enviamos una li­
mosna y le decimos desde estas colum­
nas: jMuchas gracias!—J. Manuel Mén­
dez.
SALAMANCA.—He tenido meningitis
y, por consiguiente, estaba en estado de
suma gravedad. Mi familia hizo varias
novenas a diversos Santos, y finalmente
a Don Julián Rodríguez, y desde enton­
ces empecé a mejorar. No sé a quién
atribuir mi curación, pero, de todos mo­
dos, envío una limosna para la Causa de
Beatificación de Don Julián, a quien
quedo profundamente agradecida.—Gan.
SALAMANCA.—Envían también una
limosna y su acción de gracias por favo­
res recibidos del Mártir Don Julián: Pe­
pita Martín y M. A.
PAMPLONA.—Agradecida al Siervo
de Dios Don Jaime Ortiz, por un favor
recibido, envío una limosna para contri­
buir a su Causa de Beatificación.—í*etra
Vilanoi^a.
PAMPLONA.—En acción de gracias
al P. Calasanz, por favores recibidos, en­
vían una limosna para contribuir a la
Causa de su Beatificación.—Señoritas De
Pelayo.
DE SOR 'i’TORESA VALSE PANTELLINI
LONDRES.—Hace tres meses un cu­
ñado mío estaba construyendo un edifi­
cio en la periferia de esta inmensa ciu­
dad. Mientras subía la escala que debía
llevarlo al techo cayó la escalera, arras­
trando al hombre de una altura de seis
metros. Se rompió la clavícula, la espina
dorsal en dos puntos y tres dedos de un
pie.
A los dos días sujx> mi heT*mana el
infortunio. Le sugerí empezar una nove­
na invocando a Sor Teresa Valsé, y le
mandé una reliquia.
Apenas aplicada la reliquia, mi cuña­
do se sintió mejor y se restableció. El
atribuye su curación a una gracia de Sor
Teresa Valsé, en cuyo valimiento siente
ahora gran confianza. Londres, 20 de
junio de 1955.—Sor Elsie Nolan, F. M. A.


21

Doña Obdulia Asturias
Kn Burgos, a los sesenta y nueve años
de edad, entregó su alma a Dios el 26
del próximo pasado septiembre doña Ob­
dulia Asturias, madre de los Sacerdotes
Salesianos Reverendos don Fortunato y
don Leandro Saiz Asturias. En los pri­
meros días de agosto del presente año
hubo de someterse a una delicada opera­
ción, motivada por un cáncer de estóma­
go. Toda su existencia no fué otra cosa
que un constante ejemplo de perfecta
vida cristiana; pero la operación sufri­
da le hizo, sin duda, entender que sus
días estaban contados; de ahí aquel in­
tensificar su vida espiritual para dispo­
nerse al gran paso. Los muchos dolores
de las últimas semanas, y a los cuales in­
variable y serenamente respondía «todo
por Dios», la habrán purificado y enri­
quecido de méritos para el cielo. Confor­
tada con los santos sacramentos y con la
bendición apostólica, con palabras de
aliento y de esperanza cristiana dirigidas
a su esposo, hijos, nietos y demás fami­
liares que la rodeaban en el instante su­
premo, besando el Santo Crucifijo y la
medalla de María Auxiliadora con la paz
de los justos en su alma, dejaba de exis­
tir esta santa madre. A su esposo, don
Daniel; a todos sus deudos, y en particu­
lar a sus Reverendos hijos don Fortuna­
to y don Leandro, nuestro pésame y
nuestras oraciones, a las que con afecto
cristiano se unirán ciertamente las de
tantos amigos y socios de la Pía Unión
de Cooperadores Salesianos.
DOÑA PRIMA RODRIGUEZ DEZA,
VIUDA DE MARCELLAN
Como la lámpara que suavemente se
extingue al consumir su última gota de
aceite, así ha muerto en Valencia el día
5 del pasado noviembre, a los ochenta
años de edad, doña Prima Rodríguez
Deza, viuda de Marcellán.
Ejemplo de cristianas madres españo­
las, dedicó sus mejores años a los cuida­
dos del hogar y a la esmerada educación
22 _

de sus hijos. Estos han correspondido a
las lecciones maternas, rodeando a la ma­
dre querida de cuidados y cariño en los
años de su ancianidad. Consumida física­
mente por los años, pero con el espíri­
tu y la mente en plena lucidez, vió acer­
carse el último momento, tranquila, se­
rena, con la confianza de haber cumpli­
do perfectamente su misión.
El día 5, último de su vida y primer
sábado del mes, lo empezó recibiendo la
Sagrada Comunión, para terminarlo y ce­
rrar su larga y laboriosa existencia con
el rezo del Santo Rosario, acompañada
de los hijos y de los amigos que rodea­
ban su lecho en aquellos solemnes mo­
mentos. ¡Qué dulce habrá sido su en­
cuentro con la Madre Celestial!
El excelentísimo señor Arzobispo de
Valencia le llevó el consuelo de su ben­
dición pastoral pocos días antes de mo­
rir y, fallecida, rezó un responso ante
sus despojos mortales. Una vez más se
ha cumplido aquello de que santamente
muere quien santamente ha vivido.
A su hijo, reverendo don Jesús Marce­
nan, sacerdote salesiano y ecónomo pro­
vincial en Madrid y demás familiares,
nuestro dolorido pésame. Para la difun­
ta, oraciones y sufragios.
Rdo. DON ANTONIO MARCOLUNGO

El día 8 de octubre p. p. dejó de existir
santamente en las Escuelas Salesianas
de la Santísima Trinidad de Sevilla, este
benemérito hijo de Don Bosco.
Imposible enmarcar la figura del Pa­
dre Marcolungo en estos breves renglo­
nes.
Nacido en Italia (Pressana), provincia

de Verona, Don Antonio Marcolungo hizo quiso purificarle de esta manera y la
sus primeros estudios bajo la dirección Santísima Virgen se lo llevó al cielo el
del Siervo de Dios Don Rinaldi, en el día 8 de octubre p. p., mientras desgra­
Colegio de San Juan Evangelista de Tu- naba entre los dedos el Santo Rosario
rín. De allí pasó a Sarriá, donde perma­ que jamás abandonó.
neció hasta ordenarse de sacerdote en
Mientras pedimos al Señor envíe a su
1895. Tres años más tarde los Superiores mies santos sacerdotes del temple de Don
lo destinan a la dirección del Colegio de Antonio, rogamos a nuestros lectores una
oración por el eterno descanso de su
Málaga.
Pero el campo de las actividades del alma.
llorado Don Antonio había de ser Sevilla;
y, en efecto, en 1901 llega a la capital an­
daluza en la que había de permanecer
hasta su muerte.
Celoso encargado de los Cooperadores
Salesianos, Don Antonio Marcolungo re­
corrió durante muchos años casi toda An­
dalucía allegando medios con que cubrir
las crecientes necesidades de la Obra Salesiana en la parcela a que le destinara la
Providencia. Fué un incansable propa­ LA VIRGEN GENERALA, de Cayetano
Bruno, S. D. B. Editorial «APIS», de
gandista de la Prensa Salesiana. Empren­
Rosario (República Argentina).
dió la llamada campaña del «Buen ha­
blar», obteniendo maravillosos resultados.
Un nuevo éxito editorial ha alcanzado
Extendió la devoción a las Santas Justa
Editora «APIS» con la publicación de
y Rufina, cuya cárcel radica en los sóta­ la
LA VIRGEN GENERALA. Un país de
nos de la Iglesia de la Santísima Trini­ tan profunda raigambre católica y madad. Hizo publicar centenares de millares riana como el argentino necesitaba d<'
de hojitas y folletos encareciendo el valor un libro como el que acaba de aparecer
de las Indulgencias, la devoción al Santo bajo el título que condensa ya en sí los
Rosario, ia saludable práctica de la «Lla­ dos grandes ideales iniciales que forja­
ve del Cielo», las biografías populares de ron la grandeza de un pueblo sentida­
nuestros Santos. Fué un entusiasta de Do­ mente creyente: Religión y Patria.
mingo Savio, cuya vida se complacía en
Para los asiduos lectores de la presti­
relatar a los niños y a las personas mayo­ giosa revista Didascalia era ya conocido
res, considerando como timbre de gloria este estudio de paciente investigación his­
el haber conversado con el padre del tórica debido a la pluma vigorosa del
Santito.
P. Cayetano Bruno.
Su santidad y consejo atraían a su con­
Para los lectores de habla española LA
fesionario a multitud de fieles que lo ha­ VIRGEN GENERALA representa un ar­
bían elegido como experto guía espiritual. senal de conocimientos relacionados con
Soportó con santa resignación la peno­ la ingente obra del descubrimiento, co­
sa enfermedad que le obligó en sus últi­ lonización y mayoridad de los pueblos
mos años a limitar sus actividades al re­ hispanoamericanos y para los estudiosos
cinto del Colegio.
de la evolución de la obra civilizadora
Los dos últimos, como consecuencia de de España en América. LA VIRGEN
una lamentable caída, los pasó postrado GENERALA constituye una prueba sim­
en el lecho, víctima de intensos dolores. par del alto sentido misionero y cristia­
Jamás perdió la serenidad. El Señor no de nuestra Patria.
E l 8 de diciem bre de 1855, Don Bosco inauguraba, con un concierto
en el patio, su PRIM ERA BANDA DE MUSICA. Para el Sardo, una
casa de educación, cualquiera, sin música, es un cuerpo sin vida. Aquella
banda prim itiva, de doce instrum entos, ¡cuántas ha hecho nacer en el
mundo! Hoy, la del Oratorio cuenta con sesenta músicos técnica y artís­
ticam ente formados.



23

I N D I C E

G E N E R A L

Enero'. El Sucesor de San Juan Bosco, a ios Cooperadores Salesianos, 1.—
Aguinaldo del Reverendísimo Rector Ma­
yor para el año 1955, 6.—Las fiestas de
Santo Domingo Savio en Turín, 7.—Co­
nociendo a Don Bosco, 11.—La fiesta de
la Inmaculada, 12.—Un gran Salesiano, 14.—De nuestras Misiones, 15.—Clau­
sura del Año Mariano, 18.—Por el mun­
do salesiano, 20.—Crónica de gracias, 21.
Necrología, 23.
Febrero: Importantes consignas del
Reverendísimo Rector Mayor, 1.—Recor­
dando a Don Bosco, 4.—España Salesia-r
na, 5.—Noticiario mundial salesiano, 8.—
Crónica de gracias, 11.—La participación
de los Antiguos Alumnos en las fiestas
turinesas de Santo Domingo Savio, 12.—
De nuestras Misiones, 17.—Un gran mi­
sionero, 19.—Necrología, 21.—Bibliogra­
fía, 23.—La S. E. I. ofrece para las fiestas
de Santo Domingo Savio, 24.
Marzo: San José, 1.—Coadjutor Sale­
siano, 3.—Recordando a Don Bosco, 6.—
El lirio de los Andes, 7.—Noticiario mun­
dial salesiano, 9.—Un gran misionero Sa­
lesiano, el P. Luis María Rottmayr, 11.—
El viaje del Reverendísimo Rector Ma­
yor don Renato Ziggiotti alrededor del
mundo, 12.—De nuestras Misiones, 15.—
España salesiana, 17.—Necrología, 20.—
Crónica de gracias, 22.—Bibliografía, 24.
Abril: Los Cooperadores Salesianos
como los ideó Don Bosco, 1.—En la Es­
cuela Salesiana, 3.—Recordando a Don
Bosco, 5.—Noticiario mundial salesia­
no, 6.—El viaje del Reverendísimo Rec­
tor Mayor, 8.—España salesiana, 11.—
De nuestras Misiones, 17.—Crónica de
gracias, 21.—Necrología, 23.—Bibliogra­
fía. 24.
Mayo: La devoción a María Auxilia­
dora, 1.—Cooperadores Salesianos, 2.—
Recordando a Don Bosco, 4.—^Noticiario
mundial salesiano, 5.—Crónica de gra­
cias, 10.—España salesiana, 11.—Sabio y
modesto, 19.—De nuestras Misiones. 22.
Necrología, 24.
Junio: El raes del Sagrado Corazón, 1.
El Templo Nacional Expiatorio del Sa­
grado Corazón de Jesús, 2.—En la Es­
cuela Salesiana, 4.—De nuestras Misio­
nes, 7.—Crónica de gracias, 10.—España
salesiana, 12.—Mataró celebra las t ^ a s

24 —

de oro de su fundación, 17.—Noticiario
mundial salesiano, 19.—Necrología, 23.—
Bibliografía, 24.
Julio: Cooperadores Salesianos, 1,—^Tibidabo, Tibidabo, 2.—Noticiario mundial
salesiano, 4.—España salesiana, 7.—En
honor de Santo Domingo Savio, 9.—Sevi­
lla por Domingo Savio, 12.—En honor de
María Auxiliadora, 15.—De nuestras Mi­
siones, 17.—Noticiario breve, 19.—Cróni­
ca de gracias, 21.—Necrología, 22.—Bi­
bliografía, 24.
Agosto: Importantísimo, 1.—Don Bos­
co en la Biblioteca de Autores Cristia­
nos, 2.—En plenas vacaciones, 3.—Espa­
ña salesiana, 4.—Noticiario mundial sa­
lesiano, 11.—El viaje del Reverendísimo
Rector Mayor, 12.—Crónica de gracias,
17.—De nuestras Misiones: Un XXV ani­
versario, un cincuentenario, un centena­
rio, 19.—Necrología, 23.—Bibliografía, 24.
Septiembre: Vocaciones, vocaciones
sacerdotales y religiosas, 1.—El V. cente­
nario de San Vicente Ferrer, 2.—El
XXXVI Congreso Eucarístico Internacio­
nal, 4.—Noticiario mundial salesiano, 5.
España salesiana, 10.—Ün milagro peda­
gógico, 11.—Crónica de gracias, 18.—De
nuestras Misiones, 20.—Necrología, 23.—
Bibliografía, 24.
Octubre: La Virgen nuestra Madre, 1.
Los mil herederos de un Cooperador, 2.—
Al volver de vacaciones, 4.—España sale­
siana, 5.—De nuestras Misiones, 7.—No­
ticiario mundial salesiano, 9.—En honor
de Santo Domingo Savio, 18.—Crónica de
gracias, 20.—Necrología, 22.
Noviembre: En el mes de las almas
del Purgatorio, 1.—Recordando a Don
Bosco, 2.—Noticiario mundial salesiano.
4.—España salesiana, 10.—De nuestras
Misiones, 12.—Crónica de gracias, 16.—
Necrología, 20.—Bibliografía, 24.
Diciembre: Invoquemos a María, espe­
ranza nuestra, 1.—El último mes del año.
Volviendo a las fuentes primitivas, 2.—
El Papa, a los Cooperadores, 3.—España
Salesiana, 5.—Noticiario mundial salesia­
no, 9.—^De nuestras Misiones, 14.—Cróni­
ca de gracias. 20.—Necrología, 22.—Bi­
bliografía, 23.


CON LICENCIA ECLESIASTICA

*

Tallere* Cráficaa de E eicionis C e s r iu x S. A.

iiU K |o ir ir e ji n i o
p a r iÉ o b a e ^ a ia r m u n « m i ^ o » »
o n « f » m i í i a . — ’ ‘ Ym” y ” £ c c lr a i«* *
a » i i o p r r o c n f« r o n «/ p ú h tic o t

BIOGRAFIA Y ESCRITOS DE

SAN JUAN
BOSCO

«Volumen m onográfico d e sub­
yúgam e y general interés. 1.a vida
de este hom bre parecería leyenda, y
leyenda increíble, si no fuera verdad
palpada, actual y en g ran parte vi­
viente. F u é un g r a n taum aturgo,
h asta el extrem o de que su vida n o ­
velesca y g ran d io sa parece toda ella
puro m ilagro.
La historia de las realizaciones ca­
ritativas de San Juan B osco va ilum i­
nada en este libro con la de sus mu­
chos escritos, la de sus ap untes ín ­
tim os y la de sus confidencias.
En poco m ás de 1.000 páginas el
padre F ierro nos da una preciosa
introducción l)iográfica y doctrinal,
las M emorias, el M eario pedagógico,
m uchos escritos m enores, algunos
de sus «Sueños», género rarísim o en
la literatu ra psicológica, las vidas de
S an to D omingo Savio y de Miguel
M agone, el E p isto lario . Todo lo más
precioso de Don Bosco y de la es­
pléndida obra salesiana.
XXIV + 987 páginas. G rabados.
C lara tipografía. Indices de nom bres
e ideas. Bibliografía. En tela, sólo
75 pesetas; en piel de lujo, 115.

MI SAL R O M A N O DI AR I O
p a ra los fieles —en e s p a ñ o l— co n la s ú ltim a s refo rm as, seg u id o de un
ex ten so d ev o c io n a rio sa lesian o .
Los jóv en es y a d u lto s d e a m b o s sex o s e n c o n tra rá n en él u n o d e lo s m ed io s
m á s eficaces p a ra fo m e n ta r y a c re c e n ta r en su s a lm a s la v erd a d era p ied ad .
P lG C iO :

36 p o to la i
En p i« l, c e rt* d o ra d o . 8S

'i

MI LIBRO DE O R A C I O N E S
n o v e n a ed ició n . 1956; 200 p ág in as, p o rta d a b ic o lo r. Es el m a n u a l d e los
a lu m n o s s a le sia n o s. p ero que p u ed e lle n a r la s n ec esid ad e s p ia d o sa s de
c u a lq u ie r joven c ristia n o , p u es c o n tie n e to d a s la s p rá c tic a s d e p ied ad
p ro p ia s d e to d a a lm a c r i s t i a n a . ____________________________

Pr6CÍO' ^

.............. ^patou*
B

En t o l a ...........................

¡MAGNIFICA OCASION!
p a ra a u m e n ta r su b ib lio te c a co n u n o s c in c u e n ta v o lú m e n es de le ctu ra
san a y am ena.
D IS P O N E M O S d e v ario s m illares de to m ito s d istrib u id o s e n tre u n o s cinc u e n ta títu lo s o v o lú m e n es de c o n te n id o diferen te, co n 100 p á g in a s o m ás
d e le c tu ra c a d a to m o .

Precio.- r

D irija su s p e d id o s a A L C A L A , 164

Loto d o 10 te m e s (tin
d o sen o n to )...................... tO p o so ta s

-

MADRID

HAITI.—C ap'H diticn —H erm osa fachada de las nuevas E scuelas P rofesionales S alesian as
de H aití, patrocinadas por el Excm o. Sr. Presidente de la República. Con ésta son ya tres
las fundaciones S alesian as en H aití.

CUB.A.—E ntre los cincuenta salesianos generosos que han salid o para trab a jar en H ispanoAmérica en este año, ésto s cinco han sido d estinados a la República de Cuba.
Texto
BARCELONA.—E scuelas S alesianas de la calle Rocafort. Los sim páticos m uchachos que con su
b anda de corn etas ta n to realzan los solem nes acto s de la vida pujante del querido Colegio

TtueáUa fxa^ada^
E l D ivino N iñ o descendiendo sobre ¡a Tierra para estrechar
entre sus tiernos brazos a los hom bres de ¿wwta ucUudad.

TiueóUa (^diciiaciótñ,^
Que los hombres aprendan la divina lección y con su
b u en a v o lu n tad todos contribuyan a establecer y asegurar
sobre la tierra el inapreciable don de la paz.
Este es el augurio que BOLETIN SALESIANO hace a sus
lectores en ocasión de las Fiestas de Navidad y a las puertas
del nuevo Año 1956, que a todos se lo desea santo, prós­
pero y felicísimo.

R E V I S T A

RED

A C C I O N

DE
Y

A ñ o L X IX

A O

L AS

O B R A S

M I N I S T R A C i O N t

D IC IE M B R E 195 5

Invoquemos a María, esperanza
n u e stra .......................................... 1
M

C in

O*

últim o mes del año. V olviendo
a las fuentes prim itivas............. 2

DE

D O N

A L C A L A ,

1 6 4

^

B 0 S C 0
M ADRID

N ú m o ro 12

Noticiario m undial salesiano .. . .
De nuestras M isiones................. . .
Crónica de g ra c ia s..................... . .
N ecrología.................................... ..
B ibliografía.................................. . .
Indice g e n e ra l............................. . .

9-13
14-19
20-21
22-23
23
24

INVOQUEMOS A MARIA, ESPERANZA NUESTRA
In v o q u e m o s a M a ría , n u e str a ú n ic a esperanza:
T ú eres alba q u e a n u n c ia a la L u z , y la m a ñ a n a q u e sa lu d a al día;
T ú eres flor q u e p e r fu m a los ja rd in es, y fu e n te q u e a leg ra los ca m in o s;
T ú eres v ía q u e co n d u ce a la m e ta , e id ea l q u e g u ía todo corazón;
T ú eres lá m p a ra q u e sie m p re vela, y a n io fc h a q u e ja m á s se apaga;
T ú eres roca q u e p ro teg e del abism o, y barca sa lva d o ra del naufragio;
T ú eres faro e n m e d io d e la tem p esia d , y ala q u e co n d u ce h a sta el
firm a m en to ;
T ú eres fu e g o q u e a rd e d e a m o r, y a g u a q u e purifica toda m a n c h a ;
T ú eres la vela q u e a lc a n za la orilla, y áncora q u e resiste el vendaval;
T ú eres p a lm a q u e a n s ia el cielo, y m a n a n tia l q u e vivifica la tierra;
T ú eres escudo q u e d e fie n d e d el pecado, y escala q u e n o s lleva h a sta
e l paraíso;
T ú eres voz q u e lla m a d e sd e la so m b ra , y canto q u e triu n fa e n el sol;
C u a n d o todo pasa, sólo T ú quedas;
C uando todo h u y e , sólo T ú vuelves;
C uando todo m u e re . T ú sola vives;
C u a n d o todo s e oculta, sólo T ú apareces.
IN V O Q U E M O S A M A R I A , N U E S T R A E S P E R A N Z A .
N ilo S a lva n esch i.
-

1

El último mes del año V olviend o a las
Como un árbol cuajado de frutos en
sazón se nos ofrece periódicamente el año
que fenece concentrando en el mes de di­
ciembre un rico acervo de emociones in­
delebles.
Casi en su alborear se nos brinda lu­
minosa y azul la festividad de la Madre
Inmaculada que para nosotros, los felices
integrantes de la familia Salesiana tiene
el redoblado encanto del recuerdo de
aquel feliz 8 de diciembre en que Don
Bosco plantara al amparo del manto im­
poluto de Nuestra Señora la semilla fe­
cunda de su Obra.
Aun no se han extinguido los cánticos
de alabanza en honor de la Madre de
Dios en su mejor Misterio y privilegio:
aun no se han marchitado esas ñorecillas
que esmaltan el pensil Salesiano cuando
ya comienzan a resonar en el ámbito
sagrado de templos y capillas, alternan­
do con preces y salmodias litúrgicas, esos
villancicos de suaves cadencias pastori­
les que nos hablan de la aparición del
Emmanuel: Dios con nosotros.
Ya casi en las postrimerías del año
brilla con destellos sobrenaturales esta
fiesta íntima, tierna, evocadora de la No­
chebuena, sublime aglutinante de la fa­
milia cristiana en torno al Pesebre de Be­
lén en actitud de adoración ante el recién
nacido; alrededor de las llamas crepitan­
tes del hogar, aunando sentimientos y
evocando recuerdos queridos.
Es indudable que la Santa Liturgia de
la Iglesia, con la luz que fluye de estas
festividades decembrinas, presta al pos­
trer mes del año una fisonomía peculiar,
como de renovada juventud, semejante
a la de esos enfermos que en un último
esfuerzo y antes de fenecer recobran mo­
mentáneamente toda su lucidez para mo­
rir placenteramente con el rostro ilumi­
nado por la mejor de las sonrisas.
Al vivir intensamente toda la vida fe­
cunda que brota de las festividades
próximas a aparecer en el calendario del
año que se encamina a su fin, levantemos
mente y corazón al Dios de las alturas,
pidiendo para todos los humanos un poco
de la «buena voluntad» proclamada por
los ángeles sobre la gruta de Belén.
2

-

fuentes primitivas
E l R evdm o. Sr. D. Luis Rícceri, Consejero del Capítulo Superior Salesiano
que preside el m ovim iento de los Co­
operadores Salesianos, está realizando
una campaña m eritísim a para dar su
definitiva forma y organización a los
Cooperadores Salesianos, esa ^Tercera
Orden Salesiana», de vida {{preferen­
tem ente activa», ideada por San Juan
Bosco para {(la organización de los Ca­
tólicos, especialm ente los seglares {el
Laicado) a disposición del Papa, Obis­
pos y sacerdotes, y que, en concepto
de Pío X I— el potenciador de la Acción
Católica—fué el prim er esbozo de la
Acción Católica». Como es sabido, ni
Don Bosco ni sus sucesores tuvieron
tiem po ni oportunidad de darle su for­
ma definitiva. Volviendo a las fuentes,
es decir, a la idea y propósitos del
Fundador, y actuando inteligentem en­
te sus proyectos y programas, tendre­
mos nuestra Tercera Orden en su ge­
nuino naturaleza y en el pleno dom i­
nio de su inmenso poder de aposto­
lado.
Su Santidad Pío X II, felizm ente rei­
nante, que está resolviendo todos los
problem as religioso-sociales que afec­
tan a nuestro mundo, y que para ha­
cerlo se documenta escrupulosamente,
pidió toda la documentación que ilu s­
tra el pensam iento, deseo y acción del
Santo; y después de haberla estudia­
do con la detención que suele, concre­
tó su pensam iento y sus normas en
un discurso orientador, que todos han
considerado como la ^Carta Magna de
los Cooperadores Salesianos». Aunque
publicado a su tiem po en el Boletín,
lo reproducimos aquí, como pauta obli­
gada a los artículos que vam os a de­
dicarle a asunto tan im portante, si­
guiendo las directivas del R everendí­
simo P. Rícceri. Nos perm itim os subra­
yar los conceptos que consideramos
salientes.

EL

PAPA,

A

Los CooPEniADOREs S aleisianos,
res

LOS

COOPERADORES

precurso ­

tólica tiene derecho a esperar mucho de
vosotros en el campo de la caridad, de
la beneficencia, de la buena prensa, de
las vocaciones, de los catecismos, de los
oratorios festivos, de las misiones, de la
educación de la juventud pobre y en pe­
ligro- Este es el fin principal que el alma
ardiente de Don Bosco confiaba a vues­
tra actividad, y el señalarse en este cam­
po ha sido siempre, hasta ahora, vuestra
gloria.
Hoy este deber y esta aspiración son,
como veis, de una urgencia que supera
las previsiones mismas de vuestro Fun­
dador. El mundo católico es como no lo
ha sido nunca, el campo de batalla de
todas las fuerzas del mal; y la juventud,
^ decir, el mundo de mañana, es el ob­
jetivo predilecto de estas fuerzas coaliga­
das, que, una vez conquistado, garantiza
la victoria.
Si en las angustias del presente es de­
ber imperioso nuestro renovar sin des­
canso el grito de alerta, llamar a filas,
despertar a los soñolientos y a los in­
conscientes, alentar a los voluntarios,
«predicar la palabra, insistir a tiempo y
a destiempo, reprender, suplicar, exhor­
tar» (cfr. 2 Tim., 4, 2), también es deber
estricto de todos nuestros hijos no deser­
tar de la arena, sino hacer honor con los
hechos a la milicia cristiana que solem­
nemente profesan.
En la empresa están comprometidos,
con nuevo y explícito enrolamiento, los
inscritos en la Acción Católica, y vos­
otros, que en el nombre mismo lleváis
la consigna—cooperar—, vosotros sois, a
la sombra de la familia salesiana, la mi­
licia ligera, los adelantados de la causa
del bien: esparcidos por todas las cla­
ses sociales y expuestos a las más va­
riadas circunstancias, trabajáis con la
vida, con la palabra, con la acción, por
reparar ruinas, prevenir males, sembrar
en las almas gérmenes de verdad, de vir­
tud, de fe, de religión y de piedad.

Y AUXILIARES

No inoráis, amados hijos, que vuestra
Pía Unión, brotada en la prolífera cepa
de la familia religiosa de San Juan Bosco y partícipe de su multiforme activi­
dad y de sus bienes espirituales, no tie­
ne por fin inmediato suyo venir en au­
xilio de la Congregación, cuyo apellido
tomáis, sino más bien, como declaró vues­
tro Santo Fundador, «prestar ayuda a
la Iglesia, a los obispos, a los párrocos,
bajo la alta dirección de los Salesianos;
y esto, en las obras de beneficencia, como
ios catecismos, la educación de los ni­
ños pobres y otras semejantes.
Apóstol nato y suscitador de apósto­
les, Don Bosco adivinó, ahora hace un si­
glo, con la intuición del genio y de la
santidad, aquella que debía ser más tar­
de en el mundo católico la movilización
del laicado contra la acción del mundo,
enemigo de la Iglesia. Así, un día del le­
jano 1876 el hombre de Dios, hablando
de sus Cooperadores, pudo expresar estos
audaces pensamientos: «Ahora parece
una cosa de poca monta, pero yo espero
que por este medio una buena parte de
la población italiana venga a ser salesiana y nos abra el camino para muchí­
simas cosas.»
El celo clarividente preconizaba, bajo
las banderas de la Institución Salesiana,
un nuevo y providencial movimiento del
laicado católico, que, al estímulo inquie­
tante de las fuerzas del mal, y bajo la
guía iluminadora del Espíritu, se prepa­
raba para descender al campo con sus
cuadros ordenados, formado en la acción,
en la plegaria y en el sacrificio, unién­
dose a las fuerzas de primera línea, a las
que por divino mandato tocan la direc­
ción y la parte más importante en la san­
ta batalla.
Urge

mucho

la

co o p E R A aó x

salesian >

íntimamente impregnados del espíritu
salesiano, vosotros entendéis bien, ama­
dos hijos, cuán estrechas son vuestras
relaciones con el conjunto de aquellas
obras sostenidas y promovidas por el lai­
cado católico en ayuda de la Jerarquía,
según los diversos tiempos, lugares y cir­
cunstancias, y cuánto pxidemos contar
con vuestra cooperación. La Acción Ca­

V ida

ejemplar , lo primero

Ante todo con la vida—decimos—, vos­
otros, amados hijos, debéis luchar la
buena batalla espiritual, a la sombra del
Instituto del que sois feliz brote. Porque
en este género de actividad no cuenta
tanto el hacer, el moverse, el agitarse en
— 3

todos ios sentidos, cuanto la ejemplar
conducta cristiana, que en el seno de
vuestras familias y de la sociedad de que
sois miembros, rinde el testimonio de los
hechos a vuestro multiforme apostolado.
Tan en contradicción está en todas sus
partes con las opiniones la lógica y las
costumbres del mundo el mensaje con­
fiado por el Divino Maestro a este apos­
tolado, que los suyos no pueden pensar
en cumplirlo eficazmente por el simple
hecho de su acción exterior. La sociedad
pagana o paganizante que lo recibe, tan­
to en la colectividad como en cada uno
de los individuos, aun convencida y ma­
ravillada, no puede menos de quedar per­
pleja si el apóstol dice y no hace; y has­
ta en el caso de que el efecto de su apos­
tolado no sea para ruina, sino para edifi­
cación, el mundo seguirá considerando
como utopía o cosa de unos pocos elegi­
dos la ordenación efectiva de la vida si­
guiendo las normas de la fe y de la mo­
ral cristiana.
Vida, pues, ejemplar en todos los sen­
tidos debe ser la vuestra, amados hijos,
para que la cooperación a la que estáis
consagrados no resulte una simulación,
antes produzca frutos de bien, cualquie­
ra que sea el campo sobre el que debe
aplicarse. La fuerza irresistible de toda
especie de apostolado cristiano es la pie­
dad, de la que San Pablo dijo que «es
útil para todo y tiene la promesa de la
vida presente v de la futura» (1 Tim..
4-8).
P iedad

y acctón. hermanadas

La piedad es de suyo el primero y
grande apostolado en la Iglesia de Jesu­
cristo, y quien pretendiese, sacrificándo­
la a la actividad exterior, reducir su cul­
to o tenerla en menor estima, mostraría
escasa o ninguna inteligencia de la esen­
cia del Cristianismo, de su núcleo sus­
tancial. que es la unión del alma con
Dios en el amor activo y obedienteInsistimos sobre este grave asunto,
queridos Cooperadores y Cooperadoras,
para que no olvidéis, sino que tengáis
continuamente presente en vuestro espí­
ritu la clave del éxito feliz de vuestra ac­
tividad de eficaces auxiliares en la mili­
cia de la Jerarquía católica. Os han lla­
mado—V sois en realidad—Tercera Or­
den Salesiona, del modo mismo que tie­
nen sus terciarios otros institutos y ór­
denes religiosas, con la diferencia de que
en éstos se pone más de evidencia el
elemento «Diedad», y en vosotros el factor
4

-

stólica.
(Dircurso del Santo Padre a los
Cooperadores Sálesianos en Castelgandolfo el 12 de septiembre
de 1952.)
Nota^—Todos los puntos tratados por
Su Santidad corresponden exactamente
a otros tantos indicados expresamente
px)r Don Bosco.
5

S . E. R vm a. M o n s. L isso n firm a n d o el A c ta de c la u su ra del P ro c e so .

didas por su Rvdma. Sra. Inspectora, Sor
Celestina Figari, así como varios Seño­
res Directores de las Casas Salesianas
más próximas.
Entre la concurrencia destacaban el
Revdo. P. Juan Otal, Postulador General
de los PP. Escolapios y el Rvdo. P. Rec­
tor de los Dominicos, P. Portea.
Llenaban la capilla muchos jamiliares
de los Mártires, especialmente invitados,
los testigos que actuaron en el Proceso, y
una buena representación de Cooperado­
res y Antiguos Alumnos.
Empezó el acto con la invocación al Es­
píritu Santo, hecha por el Excmo. Señor
Arzobispo de Valencia; y a continuación
el Notario dió lectura al acta de clausu­
ra del Proceso Informativo y a las cartas
que tanto el Sr. Obispo Auxiliar, como los
Rvdos. Sres. Jueces y el Promotor de la
Fe envían a la Sgda. C. de Ritos, acom­
pañando la copia del Proceso, que ha de
ser llevada a Roma para ser entregada a
la citada Congregación.
Después de firmadas las Actas y cartas
mencionadas, se procedió a la clausura
material del Proceso Informativo y del
sobre que contiene las cartas, mediante
el lacrado y sellado de todo ello.
A continuación se procedió a repetir
la misma operación con el Proceso llama­
do de ''non cultu”.
Y una vez concluida esta complicada
labor, sellados y lacrados todos los docu­
mentos, tanto los auténticos, como las co­
() —

pias de los mismos, se dió por terminado
el acto; pero antes el Sr. Arzobispo qui­
so dirigir la palabra a los circunstantes.
Comenzó agradeciendo a todos los
miembros del Tribunal, uno por uno, la
labor meritísima realizada durante el Pro­
ceso, labor que ha permitido terminar en
menos de dos años un trabajo que ordina­
riamente requiere doble o triple tiempo.
Y esta gratitud se la tributaba, no sólo
como Arzobispo de la Diócesis, sino como
Salesiano y Hermano de los gloriosos
Mártires que van camino de los altares.
Los Mártires nos empujan—dijo—. Ellos
sellaron con su sangre no tan sólo su pro­
fesión de fe cristiana, sino también su
profesión de religiosos salesianos. Con su
generosidad y su sacrificio nos hacen dul­
ce violencia pora que les imitemos en es­
te sacrificio y en esta generosidad, pues
en las actuales circunstancias por que
atraviesa el mundo, se requieren muchas
almas heroicas, forjadas en la abnegación
de si mismas y en el mayor desinterés
por las cosas de la tierra.
Fruto primero de su martirio es la
consoladora extensión de la Obra Salesiana en el mundo, especialmente a par­
tir de la Guerra de Liberación. Y el se­
gundo fruto, tangible, es la hermosa y
prometedora floración de vocaciones sa­
lesianas, que atraídas por la sonrisa de
Don Rosco, se aprestan a reñir los duros
combates de la Verdad y de la Fe.
Terminó pidiendo la protección del Se-

ñor y de María Atixiliadora sobre todos
los asistentes, a fin de que todos puedan
un día hacer corona a los Mártires en el
Cielo.
Con la bendición de los dos Sres. Arzo­
bispos, a los fieles arrodillados, concluyó
el emocionante acto, que dejó en todos
imborrable recuerdo.
No contento con ello, el Excmo. Sr. Ar­
zobispo quiso que sacaran algunas fotosrecuerdo del memorable acto, y posó con
los miembros del Tribunal, con los Reve­
rendos Sres. Inspectores y Salesianos pre-

Uegó a España el 15 de octubre, y des­
pués de visitar el Aspirantado de Gerona
y el Teologado de Barcelona-Horta, reu­
nió en Sarriá a todos los Directores de
las Casas de la Inspectoría Tarraconen­
se—con su Inspector y respectivo perso­
nal—, y durante tres días de intenso tra­
bajo tuvieron un verdadero cursillo de in­
formación y de directivas. La clausura la
celebraron en el Tibidabo, cabe el San­
tuario del Sagrado Corazón, que es el re­
cuerdo más preciado que de Don Bosco
guardamos.

til E xcm o . S r. A rz o b isp o d e V alen cia r o d e a d o d e lo s fam iliare s d e lo s M á rtire s
q u e a c u d ie ro n a l a c to d e c la u su ra del P ro c e so .

sentes, con las Hijas de María Auxilia­
dora, y, finalmente, con los familiares de
los Mártires y testigos del Proceso.
EL VIAJE DEL REVERENDISIMO
DON RICCERI
En nombre y representación del Reve­
rendísimo Rector Mayor y del Capítulo
Superior, está de visita el Rvdmo. Don
Luis Rícceri, Capitular Encargado de los
Cooperadores Salesianos. Arriba hemos
hablado del objeto preciso de su visita:
la organización definitiva de los Coopera­
dores Salesianos, como Don Bosco los
quería y como Su Santidad desea: «Ter­
cera Orden Salesiana», estrictamente,
«Tercera Orden de Acción», como la Con­
gregación Salesiana es «Congregación cle­
rical de Acción».
Acompañado del M. R. P. Guido Favini

Luego visitó las Casas de San José, los
Colegios de Horta y Mataré, la Escuela
del Magisterio de la Iglesia de San Vicen­
te deis Horts; en Arbós les puso la sota­
na a los nuevos Novicios: siguió a Valen­
cia para saludar al Sr Arzobispo y visitar
los Colegios Salesianos, y el 25 llegó a
Madrid.
Durante tres días tuvo reunidos a los
Directores de todas las Casas de las dos
Inspectorías Célticas, con sus respectivos
Inspectores y personal inspectorial, e hi­
zo lo que se había hecho en Barcelona.
Ha visitado luego las diversas Casas
Salesianas de la ciudad comprendidas las
de las Hijas de María Auxiliadora; lue­
go el Filosofado de Guadalajara; en el
Noviciado de Mohemando puso la sota­
na a los nuevos Novicios; y en seguida
partió a visitar el Aspirantado de Aréva— 7

lo, y las Casas de Salamanca y Zamora.
Son visitas relámpago, no visitas canóni­
cas.
Mientras escribimos estas líneas los
amados Visitadores se encuentran por
Andalucía, en donde harán lo mismo que
en Cataluña y Castilla.
¡Bendiga Dios su labor y haga que se
organice definitivamente nuestra Tercera
Orden en España! ¡Mucho es el bien que
de ello redundará!
POSADAS (Córdoba). Visita del Señor
Obispo.—El 19 de octubre fué el Exce­
lentísimo Sr. Obispo, Dr. Fr. Albino Gon­
zález, a administrar el sacramento de la
Confirmación a los niños de esta ciudad,
un total de mil niños. Fueron padrinos
el limo. Sr. Alcalde y su digna consorte.
En el Estudiantado Teológico Salesiano
se sirvió el almuerzo, presidiendo Su Emi­
nencia Revdma. y acompañándole el Se­
ñor Párroco, Sr. Alcalde, y demás autori­
dades. A usanza salesiana en estos casos,
la comida se dignificó y amenizó con con­
ciertos musicales y una sobremesa líricomusical. Un equipo de altavoces, montado
por los teólogos electricistas, difundía las
melodías musicales y verbales por todos
los ámbitos. Sobresalieron los discursos
del Sr. Director del Estudiantado y del
Sr. Obispo, quien dijo textualmente: «Yo
soy sumamente sensible, y me siento jo­
ven con mis setenta y cuatro años, tal vez
la tercera o cuarta juventud, en este am­
biente salesiano, que es decir juventud y
alegría. Me siento a mis anchas en este
ambiente, como el pez en el agua. Con
los Salesianos me compenetro más por­
que hay que estar siempre alegres. Yo
voy haciendo un poco de obra salesiana
ppr dondequiera que voy. Hoy necesi­
ta la Iglesia volver a decir como en tiem­
po de Jesucristo: Páuperes evangelizantur. Alguien ha dicho que yo soy el Obis­
po de los pobres. No; yo soy el Obispo
de todos: de los pobres, de los ricos, de
T R E S

los medianos, de todos, consagrado a las
necesidades de todos: «todo para todos»,
en frase de San Pablo.
«Siento un Salesianismo hondo y fuer­
te, porque vais a la vanguardia de los
ejércitos de la Iglesia. Pero el ejército
más fuerte que tenemos enfrente de nos­
otros es la clase obrera (en su mayoría
descatolizada), casi dueña ya del mundo.
Tiene una enorme trascendencia trabajar
con ella...»
Mostró mucha simpatía por Don Bosco
y por Domingo Savio, «que están hacien­
do y harán mucho bien. Mucha caridad,
amor abierto para todos, y espíritu dombosquiano tan adaptable a los tiempos ac­
tuales»... (del diario Córdoba, 20 de octu­
bre).
TIBIDABO. La Bandera de Chile en el
Templo Expiatorio.—Pocos días después
de la entrega de la Bandera de Filipi­
nas—que había pasado por Chile en su ca­
mino hacia España— nos llega la del her­
moso país Suramericano consagrado a la
Virgen del Carmen, como homenaje al Sa­
grado Corazón. Ofrenda de la Familia Sa­
lesiana en sus tres Ramas; fué confeccio­
nada y bordada por las Hijas de María
Auxiliadora, bendecida por Su Eminencia
el Cardenal Caro Rodríguez y enviada en
la valija diplomática al Excmo. Sr. Em­
bajador de Chile en España.
En su preciosa carta, dice el Embaja­
dor al Padre Rector del Santuario: «...Lo
que contiene este paquete es el sagrado
emblema de nuestra Patria, que en su
porción azul lleva la estrella tutelar de
nuestro suelo y nuestros mares, y en la
cual vemos los cristianos el símbolo lúci­
do de la Inmaculada Madre de Dios, a
quien rendimos fervoroso homenaje. Para
mí es una honra haber tenido en mis ma­
nos este símbolo amado antes de hacerlo
llegar a ese insigne Santuario del Sagra­
do Corazón de Jesús... hasta ese mara­
villoso monte del Tibidabo...»

G R A N D E S

F E C H A S

E.n fe b r e r o d e 1 9 6 6 se c u m p le n lo s 75 n fios d e l a e n tr a d a d e lo s S a le s ia n o s en
C s p a fia , c on l a fu n d a c ió n d e l C o le g io d e U t r e r a .
E n m a y o e l c e n te n a r io d e l n a c im ie n to d e D o n R in a l d i .
E n n o v ie m b r e se c u m p le n lo s c ie n a ñ o s d e l tr á n s ito d e

b fa m á M a r g a r it a » .

E s to s a c o n te c im ie n to s m erecen s o le m n e c o n m e m o r a c ió n q u e c r is ta lic e e n o b ra s
p e rm a n e n te s.

a —

E L T I B I D A B O DE LAS AMTI LLAS
En el corazón mismo de la República
Dominicana, y precisamente en la parro­
quia-santuario de la ciudad de Moca, los
Salesianos están levantando un gran Tem­
plo aJ Sagrado Corazón, que sea fuente
inextin^ible de bendiciones para todos
los antillanos y cátedra luminosa de doc­
trina católica.
Dicen que es una maravilla de arte re­
ligioso moderno. Las «fotos» acusan ori­
ginalidad y grandeza; los materiales em­
pleados nos hablan de su solidez.
Cuarenta y tres vidrieras artísticas ras­
gan los recios muros de cemento, mati­
zan y quiebran agradablemente la lumi­
nosidad cegadora del recinto tropical.
Tiene 65 metros de largo (incluyendo
sacristía y casa rectoral), 20 de ancho y
15 de alto.
El soberbio campanario mide 54 metros
de altura. Una gigantesca cruz luminosa,
de 7 metros, contando su calada basamenta, corona el conjunto. Cinco campanas
automáticas con un dispositivo eléctrico,
difunden sobre la inmensa campiña las
notas del Ave María y de otros motivos
religiosos, a los que se unen en sus casas
los fieles.
El órgano, tubular, de la marca Tamburini, de Cremona, tiene 4.(XX) tubos y
43 registrosreales. Posee también un autoórgano para el rodaje de rodillos de músi­
ca clásica sagrada, que funciona desde el
prebisterio.
El reloj, de cuatro esferas luminosas,
tiene 3 metros de diámetro y es también
eléctrico y automático.
El altar mayor es, cual conviene, noble
y rico- La estatua del Sagrado Corazón,
de mármol de Carrara, tiene 4 metros de
altura. Los lienzos de pared se cubrirán
con finísimos mosaicos de motivos euca-

rísticos. El manifestador, sostenido por
ángeles, y lo mismo el bajorrelieve de la
Cena, que decora la mesa del altar, son
de mármol, de gran belleza.
Dos columnitas, finamente labradas,
sostienen las lámparas del Sagrario. La
balaustrada del comulgatorio es de már­
moles blanco y rojo claro.
Un monumental Viacrucis de mármol
de Carrara, de 2 metros de altura, decora
los lienzos interiores. Dos ventanales re­
presentan la Creación y la Resurrección.
El Santuario tiene tres naves, y sobre
las laterales discurre un amplio corredor
que aumenta su capacidad. La nave cen­
tral ofrece a la vista una cúpula de ca­
ñón corrida y decorada con exquisito
gusto.
A derecha e izquierda de la entrada,
los altares de San José y de la Virgen
de Alta Gracia, Patrona de la Repúbli­
ca, y los de Santa María Mazzarello y
Santo Domingo Savio.
Es todo rico y grande. Pero la mayor
riqueza y la mayor grandeza está en el
amor con que ha sido levantado y con
que se frecuenta para oír la Santa Misa,
comulgar, hacer visitas a Jesús Sacra­
mentado...

Direcciones de los Sres.

Inspectores prorincieles:

Madríd: General Primo de Rivera, 25
Barcelona: Paseo San Juan Bosco, 74
Sevilla: María Auxiliadora, 18
Córdoba: María Auxiliadora, 168
Zamora: Escuelas Salesianas
— 9

l U k i N . —U no d e los sa lo n e s d e la E x p o sic ió n m a ria n a p re p a ra d a p o r las tti ja s oe M aría
A u x ilia d o ra (sa le sia n a s) c o m o h o m e n a je a la rea lez a d e la V irgen.

TURIN. Homenaje a la Realeza de Ma­
ría.—En la fiesta de la Asunción el Re­
verendísimo Rector Mayor inauguró en la
«Casa Mazzarello» una exposición Maria­
na, preparada por las Asociaciones fe­
meninas que florecen en las Casas de las
Hijas de M. A-, como homenaje a la Rea­
leza de María.
La idea madre fué la de buscar y reco­
ger los testimonios de la bondad de la
Santísima Virgen a través de la admirable
historia de sus santuarios en todo el mun­
do, con el fin de hacer conocer y amar
más y más a nuestra Madre Celestial.
Tiene carácter didáctico histórico; pre­
senta la difusión del culto mariano en el
mundo. Esta idea informativa era co­
mentada por la voz del guía, transmitida
en cinta magnetofónica e ilustrada con
proyecciones en colores. Como es natural,
comienza por la Palestina, sigue por el
Asia Menor, pasa a Italia, a Francia, a
Elspaña... a las naciones americanas. Ocu­
pa varias salas.
A las reproducciones de los diversos
Santuarios se une una abundante biblio­
grafía, y, además, un buen número de es­
tudios originales hechos por las alumnas,
con rica información, investigaciones, fo­
tos. esquemas, narraciones, poesías, docu­

mentación gráfica sobre las actividades
desarrolladas por las alumnas de diver­
sas clases y naciones.
Fué bendecida por el Eminentísimo
Cardenal Fossati, Arzobispo de Turín,
quien se detuvo largo tiempo admirándo­
la y felicitando calurosamente a las or­
ganizadoras. Díjoles que era «una realiza­
ción grandiosa e inteligente».
Turín.—En el Aniversario del Insti­
tuto Internacional «Sacro Coure», Escue­
la Superior de Pedagogía y Religión, fun­
dado por las Hijas de María Auxiliadora,
El Excmo. y Revdmo. Padre Larraona, Se­
cretario de la Congregación de Religiosos,
envió un «Mensaje de bendición y de ala­
banza, en nombre de la misma Sagrada
Congregación, elogiando la bella iniciati­
va, felicitando por los frutos cosechados
y haciendo votos porque dicha iniciativa
sea imitada por muchas Comunidades,
para ventaja de las Hermanas y provecho
de las alumnas».
La Escuela goza ya de merecida fama
en todo el Piamonte. Y el Ayuntamiento,
agradecido al prestigio que con ella han
añadido a la ciudad, ha puesto el nombre
de «Santa María Mazzarello», a la caUe
donde dicho Instituto se levanta.

MILAN. E l Santo de la eterna sonri­
sa.—El ya anciano ex ministro de la Co­
rona, Honorable Meda, fué comisionado
por el Gobierno para entregar la insignia
de Caballero Oficial del Mérito de la Re­
pública, a la Revdma. Madre Angela Yes­
pa, con que la condecoraba en atención a
sus méritos. En su discurso dijo, entre
otras cosas: «¿A qué debo yo este honor?
Bondad del Señor, que ha querido darme
esta ocasión de manifestar mi admiración
al Instituto y mi gratitud a Don Bosco, a
quien debo la vida, y a quien he tenido
siempre ilimitada confianza. Estando en
la cárcel, compuse una oración, cuyo imprimatur pedí al Cardenal Shulster. La
había escrito a lápiz en un trozo de papel.
Comenzaba: ¡Oh Santo de la eterna sonriscü...
La sonrisa de Don Bosco no es sonrisa
de compasión; es sonrisa de serenidad,
que infunde serenidad y valor; es una
sonrisa dulce y buena que tranquiliza la
conciencia, que infunde fuerza espiritual,
esa fuerza por la cual su Congregación se
ha esparcido por el mundo...
La Madre ha recibido una condecora­
ción, que probablemente no ostentará
nunca, en su modestia. Y el Gobierno
hace bien en conferirla, en reconocimien­
to del mérito y por el efecto que produ­
ce sobre las masas.
Y yo, ¿no os pediré nada? Sí, os pido
algo que necesito mucho: pido oraciones.
De oraciones necesitamos todos, del Papa
para abajo ¡Figuraos si yo no las nece­
sito...! Estoy delegado por el Gobierno
italiano para la búsqueda de 70.000 hom­
bres dispersos en la guerra, de los cuales
se ha perdido toda traza, dejando en la
angustia a 70.000 familias, que sufren en­
tre la pena y la esperanza... Rogad por
mí; rogad por los dispersos; rogad por
los prisioneros; rogad por sus familias.
¡Quién sabe si vuestro Santo Fundador,
el de la eterna y serena sonrisa, no que­
rrá intervenir, escuchando mis súplicas y
confortando a alguno de esos dispersos
vivo todavía y necesitado de auxilio! Una
sola pena tengo en este momento: el no
haber tenido la fortuna de ser educado
por los Salesianos, aunque después los he
tratado mucho.
Vosotras tenéis la fortuna de poder vi­
vir intensamente esta perenne profesión
de amor, de bondad, de dulzura, de que
Don Bosco posee el secreto. «Haced que la
eterna sonrisa de amor de Don Bosco se
encienda y florezca siempre en el mundo.»

BOLTON (Inglaterra). Una central de
actividad católica en Inglaterra.—Con
este título publica un artículo el Bolton
Catholic News. Dice que «toda la región
mira con simpatía el Colegio donde los
Salesianos reparten a manos llenas, con
energía y abnegación, el pan de la educa­
ción a centenares de niños; que aunque
no goza de subvención oficial, en estos
años han gastado más de 70.00Ü libras es­
terlinas para edificar, ampliar, dolar el
Colegio, ayudados por sus Cooperadores.
«Nosotros vemos—dice—y deseamos que
todos los habitantes de la región miren
el Colegio Thornleigh como una central
de Acción y de actividad Católica».
Para la UCRANIA de mañana.—En
Ucrania, como en todos los países some­
tidos a la Unión Soviética, la Iglesia Ca­
tólica ha sido suprimida y sustituida por
una «Iglesia Ortodoxa», a gusto de los
comunistas. Muchos ucranianos se exilaron voluntariamente, y entre ellos cada
año se ordenan varios sacerdotes, esp^
rando el momento de volver a la Patria
y entre tanto asisten espiritualmente a
sus compañeros exilados.
También los Salesianos cultivan estas
vocaciones, y en este año se han ordena­
do 15 sacerdotes, todos de rito bizantino,
que están prestando sus servicios en di­
versos sitios entre sus compatriotas.
Otros tres ha ordenado en nuestro Semi­
nario ucraniano de Loury (Francia) Mon­
señor Juan Bucko, que es el único Obispo
ucraniano que goza de libertad, estando
fuera de su Patria. Dichos sacerdotes lle­
vaban 17 años estudiando en nuestros se­
minarios de Italia. Con idéntico fin, bas­
tantes jóvenes más están igualmente es­
tudiando en diversas casas de Italia,
Francia y Bélgica.
Su Eminencia el Cardenal Roncalli, Pa­
triarca de Venecia, ha confiado a los Sa­
lesianos la populosa parroquia de San
Jerónimo Emiliani en CANAREGGIO
para que desarrollen la intensa vida so­
cial que allá se presenta.

INTENCIONES DEL
APOSTOLADO DE LA ORACION
Diciembre: Para que la juventud
estudiantil del Japón se forme
según los sanos principios.

-

l\

SE EXTIENDE EL CAMPO Dfi

t

APOSTOLADO SALESIAMO

. b en d ice a lo s S a le sia n o s m o m e n to s a n te s de
A rese (M ilán) d e s tin a d o a la ree d u cac ió n
edad.

R T dm o. M o n s e ñ o r E n riq u e
H a ro ld , P re fe c to A p o stó lic o
de K w angju p o r cu y o in te ré s
lo s sa le sia n o s h a n ex ten d id o
su a p o s to la d o a C o rea .

K W A N G JU (C o rea).—E sta d o de la s o b ra s de
las E scu elas S a le sia n a s en ju lio p . pdo-. hoy
ya ca si te rm in ad a s.

R i o N E G R O ( B r a s il;.— T am b ién
el m isio n ero o f r e c e su p rec io sa
a y u d a a la cien cia. E! P . O íac o n e.
m isio n ero , p re p a ra n d o co leccio n es
de m a rip o sa s e in se c to s p a ra lo s
m u se o s d el B rasil.

— 13

He

THAILANDIA.—El Misionero Salesiano Mons. Pedro Carretto ha bendecido la
primera iglesia dedicada en Thailandia a
la Realeza de la Virgen María. Surge en
Kamburi, y es monumento elevado por
la piedad a los caídos en la última guerra
en esos parajes. La idea partió de los ho­
landeses, que entre todos los aliados fue­
ron quienes más bajas tuvieron y entre
cuyas filas había más católicos. Pero allí
la Cruz los cobija a todos sin distinción.
La mayor parte no cayeron en batalla,
sino víctimas de las fiebres y escaseces
del cautiverio. Son diez mil los que allí
reposan. Fueron ellos los que construye­
ron el ferrocarril que atraviesa la región.
|Se calcula que cada traviesa costó un
difunto!
La evangelización de la Tribu de los Na­
gas del Assam, ha pasado definitivamen­
te al apostolado salesiano. Hasta hoy era
casi inaccesible, si bien evangelizaban en
ella los pastores de la secta norteamerica­
na de los Bautistas. La reciente visita del
P. Marochino, de que hablamos en el nú­
mero anterior, parece ha decidido de su
suerte.
El Padre ha hecho luego una visita bas­
14 —

tante detenida. Nos dice que las poblacio­
nes están, intencionadamente, sobre los
topes de las alturas, y deben tener sólo
un sendero. Un tiempo sus habitantes se
dedicaban a la caza de seres humanos, y
esto explica que estén fortificados con te­
rraplenes y murallas de piedra. La puer­
ta de la población—a la que lleva el sen­
dero—está día y noche guardada por cen­
tinelas. Cada familia tiene su granero
subterráneo: en caso de incendio, así el
arroz queda a salvo. Cultivan también to­
mates, pimientos, naranjas y té, del que
son grandes bebedores. El nombre de
casi todos los pueblos termina en mié,
que significa «hombre»: así, por ejemplo,
Sicemi significa hombres (habitantes) de
Sice. En cada casita el misionero ve una
grande olla para cocer el arroz y una gran
cesta de naranjas. El Padre fué muy ob­
sequiado. Y encontró personas que ya te­
nían algún conocimiento de nuestros dog­
mas y moral, ya por haber viajado, ya por
haber quizás pasado algún misionero
evangélico.
El jefe del pueblo tiene su casa en la
parte más alta, para vigilarlo todo y dar
las disposiciones que los casos impongan.
Cada casa o chabola consta de tres par-

Después del amplio salón, aparecieron
Cuando llegamos nosotros se pasaban
las espaciosas canchas, provistas de di­ las noches enteras danzando y cantando
versos juegos: poco a poco fueron lle­ de una manera realmente agotadora pa­
ra su físico, ya débil a causa de una ali­
gando bancos, mesas, pizarrones y
hermoso crucifijo, que en silencio esti­ mentación deficiente.
mula a los misioneros al sacrificio y a
Para salvar esta dificultad se les han
reglamentado los bailes, de modo que da­
los indiecitos a la aplicación.
Se sentía, sin embargo, la falta de las ñen lo menos posible la salud de estos
Hermanas, que tomaron a su cargo la pobres indígenas.
enseñanza de las niñas y las comenzaron
No se ha creído llegado el momento
a ejercitar en las labores propias de su de prohibirlos enteramente, problema
sexo. Después de tres años, María Auxi­ que se estudiará cuando tengamos ya in­
liadora y San Juan Bosco escucharon las dígenas cristianos.
súplicas de todos y las enviaron también,
y con ellas a sor Angela Rodríguez, que Sacramentos.
había estado en la misión salesiana de
El único Sacramento que se adminis­
Napague, quien se dedicó al punto, con
tra por ahora es el santo Bautismo, y
todo entusiasmo, a la nueva misión.
sólo en los casos de peligro de muerte.
Estas tribus se han venido extinguien­
Hay unos cien adultos catecúmenos
do, aunque lentamente. Tres son las cau­ que están recibiendo la instrucción ne­
sas que infiuyen en esta extinción: la cesaria, pero que no podrán ser bauti­
primera es la bebida, a la cual se entre­ zados mientras no los podamos apartar
gan de un modo exagerado. Se ha pro­ de las ocasiones y peligros de la vida
curado luchar contra este vicio con to­ de los toldos.
dos los medios a nuestro alcance, incluso
Captan suficientemente las enseñanzas
el uso de medicinas antialcohólicas, pero religiosas y dan pruebas de verdadera
sobre todo con la persuasión.
convicción en los casos oportunos. Cuan­
Cuando se dió comienzo a la misión do se sabe de la muerte de alguno, siem­
había un solo indígena que no se em­ pre, lo primero que preguntan es si mu­
briagaba; hoy tenemos varias familias rió con el santo Bautismo. Más aún, en
que se abstienen de las bebidas alcohó­ diversas ocasiones, ausente el misionero,
licas, y si no fuera por el interés de algu­ ellos mismos han dado el agua de soco­
nos particulares, que se dicen civilizados, rro a los que se hallan en peligro de
empeñados en venderles tales bebidas, se muerte.
habrían ya podido obtener mayores éxi­
tos a este respecto.
Otros resultados.
La segunda causa es la promiscuidad
Se ha obtenido que entierren a los
y la falta absoluta de higiene en los tol­
dos. Para obviar este inconveniente se muertos en un cementerio destinado pa­
pensó en ir construyendo un pueblo con ra ello y en ataúdes; no como antes, que
casitas cómodas e higiénicas, a fin de los enterraban en la espesura del bosque
apartar de la toldería a los matrimonios envueltos en una arpillera.
Un centenar de cruces dan testimonio
que dan más esperanzas de elevación
moral. Se llevan ya construidas ocho ca­ del número de bautizados en punto de
sas, en las que viven sendas familias. muerte.
Se está trabajando con buenos resul­
Unica condición que se impone para dis­
frutar de estas viviendas es la de no tados, sobre todo entre las generaciones
nuevas que se van formando en la mi­
embriagarse.
Para las primeras casitas costó algo sión, para obtener la indisolubilidad de
encontrar quiénes con tal condición se los matrimonios, porque anteriormente
resolvieran a habitar en ellas; pero aho­ con facilidad abandonaban a su esposa
ra ya hay familias que están esperando para tomarse otra.
Se ha logrado que desaparezcan los
su turno, que, si tarda en llegar es sólo
debido a nuestras exiguas posibilidades juegos de naipes, que eran causa de pe­
leas y de que d^pilfarraran el dinero
pecuniarias.
La tercera causa de la decadencia de que ganaban con su trabajo.
Hay ya varios que han aprendido a
estas tribus es el desenfreno con que se
entregan sin regla a las damas tradicio­ leer y a escribir y están aprendiendo no­
ciones de aritmética y de geografía, etc.
nales entre ellos.
16



P U E R T O S A S T R E (C haco P a ra g u a y o ). — P re p a ra tiv o s p a ra el rec ib im ie n to d e S u E xce­
le n c ia M o n se ñ o r A ngel M u zzo ló n , V icario A p o stó lico .

Que las oraciones y limosnas de nues­
tros bienhechores nos ayuden a poder,
cuanto antes, llegar a feliz término esta
obra de redención de los indígenas de
Puerto Pinasco
¿ALDEA CRISTIANA O
MONASTERIO?
Escribe el Rvdmo. Padre Visitador
de la Misión, D. Modesto Bellido.
Tal fué la pregunta que me formulé
a mi llegada a la aldea de los indios de
Puerto Casado, en el Chaco Paraguayo.
La aldea no se halla formada por las
célebres tolderías o cabañas en que ha­
bitaban una o varias familias, frecuente­
mente en compañía de gallinas, cerdos,
perros; sino que se trata de una pobla­
ción de unas cincuenta casas, j^queñas,
hermosas, construidas por los mismos in­
dios, con ayuda y bajo la dirección del
misionero salesiano Padre Bruno Stella.
Dos calles, bien cuidadas y mantenidas,
atraviesan el poblado. Cada morada tie­
ne su jardín, en el que jamás faltan flo­
res. Del otro lado de la calle se extien­
den ios huertos, diligentemente cultiva­
dos. En el centro de la aldea se abre
una plaza, y en sitio de honor se yergue
un altarcillo dedicado a María Auxilia­
dora.
A poca distancia de la población, en
un terreno cercado, cada familia tiene
los animales de corral, los cerdos y al­

guna vaca. Todo el terreno destinado a
los indios se halla cercado por una alam­
brada, y bien separado de la selva y de
las casas de los blancos.
No lejos de la aldea vense todavía al­
gunos toldos. Presentan un aspecto las­
timoso.
—¿Son quizá familias de leprosos?
—pregunto.
—No. Son familias de indios que no se
sienten con fuerzas para renunciar a la
«caña» y a las consiguientes borrache­
ras. Tal renuncia es condición indispen­
sable para poder ocupar una casa en la
aldea.
A pesar de su exclusión, esos pobrecilios no manifiestan desconfianza u oje­
riza hacia el misionero; por el contra­
rio, ven con agrado que sus hijos fre­
cuenten la casa de los misioneros, y en­
vían a sus hijas a la residencia de las
Hijas de María Auxiliadora. Así me ase­
guraron. Y, en efecto, me recibieron son­
rientes, casi todos echados en el suelo,
y aceptaron de buena gana los carame­
los y las estampitas que yo les ofrecía.
La comunidad cristiana.
En el pueblo cristiano todos se sienten
felices. Grandes y pequeños nutren afec­
to filial hacia los misioneros. Los hom­
bres ven en la persona de D. Bruno a
su padre y jefe. Las mujeres y las niñas
consideran a sor Eugenia como a una
verdadera mamá.
17

El ritmo de vida que llevan es por de­
más sencillo y apacible. Hacia las cinco
suena la sirena de la fábrica de tanino.
Casi todos los indios trabajan en dicho
establecimiento. Rápidamente se dirigen
a sus correspondientes secciones. No
mucho más tarde un nutrido grupo de
indias, con sus párvulos en brazos, se
dirigen a la Capilla para asistir a la San­
ta Misa. Las acompañan las hijas mayorcitas, las que luego irán a la residen­
cia de las Hijas de María Auxiliadora,
donde pasan el día entero, ocupadas en
la clase, en el taller, en los quehaceres
domésticos y en los juegos.
Los muchachos, más tarde, van a la
residencia de los misioneros, donde son
atendidos por el Padre Stella. jLástima
grande que la falta de personal no per­
mita impartirles clase en forma regular!
A eso de las once se ven volver len­
tamente de la fábrica los grupos de los
hombres. Es hora del almuerzo. Sienten
el estómago vacío; pero todos, antes de
regresar al hogar, entran en la capilla
para asistir a la doctrina, que no quie­
ren perder en forma alguna. Escuchan
la breve y amena explicación que les im­
parte el Padre Stella, y luego, con ma­
yor apetito todavía, pero alegres, se di­
rigen a sus casas.
Más o menos a las catorce, casi como
en procesión, las mujeres van a la ca­
pilla para oír la instrucción catequísti­
ca. Muchas llevan a sus pequeños. Nin­
guna se deja distraer por los lloros y
gritos de los párvulos. Me animo a di­
rigirles algunas preguntas de catecismo
en castellano, y me responden con la
mayor corrección.
Los muchachos tienen su clase de ca­
tecismo más tarde, mientras las niñas
reciben instrucción en la residencia de
las hermanas. En una palabra, todos es­
cuchan diariamente la palabra de Dios.
Al caer la tarde se asiste a un espec­
táculo encantador. Terminado el traba­
jo, los indios, en grupos, regresan lenta­
mente a la aldea. Poco después llegan
las indiecitas, cantando y formando co­
rona a sor Eugenia, quien las acompaña
para entregarlas a sus respectivas mamás, no sin decirles una buena palabra
e informarse de las necesidades más ur­
gentes. Los muchachos, ordinariamente,
regresan antes.
Terminada la frugal cena (las niñas
ya han cenado en casa de las hermanas),
todos se reúnen en la plaza. Los hom­
18



bres, en grupos, conversan entre ellos.
El Padre Stella va recorriendo los gru­
pos y resolviendo los problemas que le
presentan. Los niños, como en todas par­
tes, juegan en im ángulo de la plaza,
mientras en otro lugar cantan y se di­
vierten las niñas. El cuadro de María
Auxiliadora, entre velas y flores frescas,
preside la vida familiar de la aldea.
Después de un buen rato de esparci­
miento, suena una campanilla. Cesan al
momento las conversaciones y los gritos,
y todos se acercan al cuadro de la Vir­
gen. Se eleva al cielo una alabanza en
honor de María, y luego se reza el San­
to Rosario. Conmueve escuchar desde le­
jos el son acompasado y devoto del Ave­
maria.
Terminadas las letanías, el misionero
dirige a todos su palabra paternal de
«buenas noches»; un deseo, un aviso,
unas frases de aliento para que se con­
serven siempre buenos cristianos.
Y así, alegremente, durante todos los
días del año.
¡Dichosa aldea cristiana! El Señor ha
bendecido a sus heroicos misioneros,
quienes guiados sabiamente por el activo
vicario apostólico. Monseñor Muzzolón,
han sabido transformar los repugnantes
toldos en felices hogares cristianos.
Actualmente existe tan sólo esta aldea
cristiana en toda la misión del Chaco Pa­
raguayo ; pero se acerca el momento en
que ese fervoroso «monasterio» tendrá
imitadores en las tolderías de Puerto
Guaraní, Puerto Sastre y Puerto Pinasco, donde trabajan sin descanso otros
salesianos y otras Hijas de María Auxi­
liadora.
BAUTISMO DE UN LEPROSO
En mis jiras misioneras—escribe el
Padre Juan Bautista Busolin—, por tres
veces había visitado una aldea. Pero nin­
guno me había informado que un paga­
no leproso vivía segregado en miserable
y pequeña choza situada en la floresta,
no lejos de la aldea. Había salido de allí
por la cuarta vez, cuando en plena sel­
va me equivoqué de sendero. Invoqué a
la Virgen Santísima y regresé sobre mis
pasos. Avanzo de prisa, porque el sol
está para ocultarse y hubiera sido poco
agradable encontrarse en la selva cuan­
do las fieras salen a buscar alimento.
Y heme aquí frente a una chocita. Del
interior una voz me advierte:

—No te acerques, porque soy leproso.
No me detiene el aviso, y entro. En­
cuentro un hombre de unos cuarenta
años. El cuerpo no está todavía en com­
pleta descomposición. Pregunto por el ca­
mino para la aldea, y cuando supe que
sólo estaba a 300 metros, hice a un lado
toda preocupación por llegar cuanto an­
tes, y me interesé por aquella alma que
tenía sus días contados sobre la tierra.
—¿Desde cuánto tiempo te encuentras
enfermo?
—Desde hace cuatro años.
—¿Eres pagano o protestante?
—Pagano. Sacrificaba a nuestros dio­
ses y ai diablo, y era bebedor de «chu»
(alcohol de arroz).

—¿Conoces a Jesós?—y comencé a en­
señarle al pobrecito los primeros elemen­
tos de la religión católica.
El leproso me sorprendió diciendo
—También yo recibiré el bautismo.
—¿Por qué?
—Porque hace dos meses, en sueños,
se me apareció una «bellísima señora»
que me dijo estas palabras: «No tengas
miedo; antes que mueras recibirás el
bautismo. Yo te mandaré un Padre.»
A duras penas retuve las lágrimas. Me
daba cuenta de que antes que yo había
llegado allí la Virgen. Administré el bau­
tismo al leproso, el cual, después de po­
cas semanas se marchó a recibir el pre­
mio eterno.

A V I S O S
M ENSAJERO

CELESTE

Lo es tin buen libro. iCnántoe después
de varios siglos después de baber visto
la luz conservan su actualidad! Muchos
df ellos sobreviven y siguen pregonando
las alabanzas del Señor y de la Virgen
Santísima por las cosas que narran, que
no envejecen ni pueden envejecer. A sus
autores v no menos a cuantos contribuyen
a su difusión, ]qué premio grande Ies
prepara el Señor en el ciclo, y aun en la
misma tierra!
BOLETIN S.^LESIANO se dispone a
editar una VIDA extensa, atractiva y rela­
tivamente completa de San JUAN BOSCO.
Su presupuesto, para unos cuantos milla*
ret' de ejemplares, es de 600.000 pesetas.
Y el BOLETIN no las tiene. Y los devo­
to: de Don Bosco están reclamando esta
Vida. Es ana verdadera necesidad. Por
eso no vacilamos en hacer on llamamien­
to a los devotos y admiradores de Don
Bosco. Quisiéramos comenzar pronto. Los
originales están listos. Creemos ser vo­
luntad de Dios que lancemos este libro a
In publicidad. Por eso brindamos la mag­
nífica ocasión de hacer un inmenso bien
y adquirir machos méritos a mantos, sin­
tiendo ansia de apostolado, quieran ayndumos a dar a conocer más y mejor la
grande y simpática figura de San Juan
Bosco.
Las limosnas o donativos al Padre Di­
rector de la «Casa San Jnan Bosco».—Al­
calá, 164, Madrid.

S e m e jia e n ca re cid a m e n te a loe
se ñ o res In sp ecto rest D ire c to re s o
e n c a rg a d o s de l a P í a U n ió n de
C o o p e ra d o re s S a le s ia n o s c o m n n Í4 n e n a e s t a A d m in is tr a c ió n *
a n te s d e l i S de d iciem b re* el n ú ­
m e ro de B o le tin e s S a le s ia n o s