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AÑO L X X X l - N.g 5 - ORGANO DE LOS COOPERADORES SALESIANOS - MAYO, 1967
t i
DON RICCEÜI
IN MADRID
^
rector mayor ante los |óvenes de los colegios salesianos
de M ad ri^ reunidos en Atocha, estalló nna salva de aplausos a la que
él, Don Ricceri, respondió con este simpático gesto captado por nuestro
fotograio. A su izquierda, el general Barroso, que tanto quiere a los
B O LE TIN S A L E S iA N O
ORGANO DE LA PIA UNION DE
COOPERADORES SALESIANOS
Revista de la Obra de Don Bosco
Año LXX Xl . Núm. 5 ■ Ma 70 , 1967
director :
S
u
m
a
r i o
M A R IA A U X I L I A D O R A ...............................................
3
EL D IA L O G O , R E C U R S O A P O S T O L IC O DE
D O N B O S C O .................................................................
4
H E R O ES
NADA
8
I M I T A B L E S ...................................
12
EL P A D R E T O C IN O , C O N P E R D O N . . . .
C O O P E R A D O R E S E N A C C I O N .............................
14
N O T IC IA S DEL M U N D O S A L E S IA N O . . . .
15
DIRECCION, REDACCION Y ADMON.:
EL R E C T O R M A Y O R E N M A D R I D ........................
16
Alcalá, 164 - Apartado 9.134
EDUCAN DO C O M O DON BO SC O
18
Teléfono: 255 20 00
IN S T IT U T O S E C U L A R V O L U N T A R IA S D E
D O N B O S C O .................................................................
19
M A DRID-2
N A D IE M E H A B IA L L A M A D O H E R M A N O .
.
20
Depósito legal: M . 3.044-1958
C R O N IC A S D E G R A C I A S .........................................
24
JA VIER RUBIO IBAÑEZ
(Con censura eclesiástica)
E. 0 . Salesiana: Madríd-Atocha
. . . .
B O G U E M O S P O R N U E S T R O S D IF U N T O S .
BECA S
.
S A C E R D O T A L E S .........................................
.
29
30
CIUDAD DEL VATICANO.—Dos de los Coadjutores de la Comunidad salesiana, que trabaja
en la Imprenta Poliglota Vaticana, una de las más completas del mundo en tipos 7 caracteres
ara todas las lenguas, presentan a Su Santidad Pablo VI los primeros ejemplares del Anuario
ontificio, libro en ei que están compilados nombres, datos 7 estadísticas relacionados con
el goDiemo de la Iglesia.
P
2 —
páginas del Boletín
Salesiano, -desde los mis
mos tiempos d e Don Bosco, son el portavoz de
las abundantes gracias, favores
Y hasta milagros qu e M aría Au
xiliadora dispensa a sus devotos.
L
as
MARIA
AUXILIADORA
Su devoción es característica
de toda la Fam ilia Salesiana. Fue
Ella misma la que encom endó a
Don Bosco y co n él a lodos los
salesianos, hijas d e M aría A u xi
liadora Y cooperadores que pro
pagaran la d evo ció n a M aría
bajo e l título d e A u xiliad ora de
los cristianos. iLa V irg en cpiiere, rep>elía, que la honremos con
el título d e A u xiliad orai.
San Ju an Bosco, qu e se con
quistó con ju sticia el sobrenom
bre d e apóstol de M aría A u xi
liadora, consagró a la propaga
ción Y cum plim iento del deseo
de la V irgen preciosas energías.
Y durante la construcción de la
Basílica en su honor, base de
la devoción a la A uxiliadora
de los Cristianos, ésta realizó
tantos prodigios por su medio
que b ien pronto arraigó e n Ita
lia Y
salesianos la ex ten
dieron luego por todo el mun
do.
En la actualidad la Archicoiradia de M aría A uxiliadora, b a
jo auspicios salesianos, prosi
gue su difusión por todos los
rincones de la tierra.
Ni los archicofrades, ni los
itiiembros de la Familia Salesia
na olvidan cual es la finalidad
de la d evo ció n y cu lto a la
Santísima V irg en y que Pablo
VI acaba d e recordar a los bra
sileños, al entregar la rosa de
oro al Santuario d e A parecida:
«Desearíamos recom endaros que
no separéis nunca a Nuestra Se» ñora de Cristo. No se com pren
de a la M adre sin el Hijo. Los
privilegios d e M aría le vienen
de Jesús. Ella es com o la luna:
si el sol se apagara, no la ve
namos más. Si, en cam bio, los
^Yos d el sol dan sobre Ella
entonces se ilum ina. El culto
cia p o sib le; participar en la san
ta M isa Y visitar a Jesú s Sacra
mentado/ h acer obras de cari
dad en honor de Nuestro Señor
Jesucristo, porque a El le gus
ta mucho qu e se practique la
caridad».
Por consiguiente no debe nin
gún devoto de M aría A uxiliado
ra tenerla únicam ente para con
seguir d e ella favores materia
les, sino para que nos consiga
del Señor mayor piedad, m ejor
cum plim iento de nuestros de
beres cristianos, m ayor p erfec
ción.
D ecía Don Bosco en una oca
sión : fPoned de vuestra parte
a M.^ A uxiliadora y persuadios
de que lo que los cirujanos no
consigan lo conseguirá Ella».
Hay devotos de M aría A u xilia
dora que corren el peligro de
fijarse tan solo en la segunda
p a rle y acudir a Ella cuando
la necesitan para remediar al
guna necesidad. Sin em bargo lo
principal es lo prim ero: poner de
nuestra parte a M aría A u xilia
dora, lo cual se logra i'limpiando nuestros corazones y ofre
ciéndoselos, o mejor, uniéndolos
a M aría A uxiliadora para que
así estén cerca de Jesús».
de M aría es un cu lto introductoriof vamos a M aría para lle
gar a Jesú s. Amando a nuestra
Señora d e este modo, podremos
com prenderla en su real gran
deza Y ^ través de Ella lleg a
remos a Cristo H ijo d e Dios».
Es la recom endación que re
petía San Ju an Bosco de d iv er
sas formas. cPara que M aría nos
ame hemos d e honrar a su Hijo f he aquí algunos modos de
horuarle: acercarse co n frecuen
cia a los sacramerüos; y al d e la
com unión con la m ayor frecuen
Cuando se la tiene de nuestra
parte, porque nos la hemos ga
nado, a M aría A uxiliadora en
tonces se verifica que «es la
taumaturga, la dispensadora de
gracias y milagros, merced al al
to poder qu e ha recibido de
su D ivino Hijo».
Otra manera de ganarse la b e
n ev o len cia de M aría A uxiliado
ra la expresa Don Bosco cuando
d ic e : Dígase y predíquese siem
pre que M aría A uxiliadora ha
conseguido y conseguirá gra
cias particulares, incluso extra
ordinarias Y milagrosas, para
aquellos qu e cooperan con
obras, consejos, con el buen
ejem plo o sim plem ente con la
oración a dar cristiana educa
ció n a la juventu d en peligro.»
— 3
R E L IG IO N - R A Z O N - A M A B IL ID A D : BASES DI
ELUlOf»lECnMIII
cristianos descubren ahora el
diálogo, después que Pablo V I lo ha se
ñalado como el gran medio para acercar
a Cristo a la sociedad actual.
Don Bosco lo em pleó como medio ordinario con
toda clase de personas, de modo especial con la
juventud. Su mérito esté en haberlo usado en una
época en q u e se recom endaba a los educadores no
dar coniianza si no querían se les perdiera e l res
peto. Juanito Bosco sabía b ien cuanto pesar le
causaba que su párroco se condujera con él de
acuerdo con esa norma y se prometió a sí mismo
no ser así, si lleg aba un día a sacerdote.
Fue fiel a su propósito. El diálogo en sus manos
fue un arma apostólica d e primer orden.
M
uchos
C
ONVERSABA con todos, porque el diálo
go bien conducido abre los corazones y
ofrece ocasión de hacer bien. Es una siem
bra, q u e realizada en los debidos modos,
da fruto a su tiempo.
Su biógrafo, Don Lemoyne, reproduce muchas
de sus conversaciones con personas d e lo más
diversas y en circunstancias variadísim as. A lguiei^
desconocedor de esta costumbre del Santo avanzó
la duda de si no serían inventadas por el h isto
riador. No hay tal, porque Don lem o y n e v iv ió
24 años junto a Don Bosco y muchas de las con
versaciones transmitidas las consignó el mismo
día en que se tu vieron, otras, anteriores a él, las
recogió del mismo Don Bosco, quien gozaba de
una memoria prodigiosa, capaz de repetir al pie
de la letra y muchos años después un sermón, una
conversación, una poesía oída o aprendida d e niño.
S
E entrenó en el diálogo con su madre, que
los m antenía frecuentes con sus hijos. Aun
que es cierto qu e les ex ig ía obed ien cia y
disciplina, tam bién lo es que se entretenía
con mucha frecuencia confklencialm enle con ellos,
escuchándoles, resolviéndoles sus dudas, adoctri
nándoles con celo maternal. U na prueba de esto
4 —
N o toda conversación es diálogo. E l diálo
go entre cristianos tiene una finalidad pre
cisa: presentar un aspecto del bien a otro
para ayudarle a perfeccionarse. Tales eran
DE DON BOSCO CON LOS JOVENES
mico DE
las conversaciones de D. Bosco. En la pelícu
la «C ita en el Paraíso», se recoge el primer
diálogo entre S. J. Bosco y Sto. D. Savio, del
que este último salió decidido a ser santo.
es su csueño de los nueve años», cuando se le
revela su futura misión en este mundo. Durante
el mismo, Ju a n iío en tabla diálogo desenvuelto,
vivo, interesantísim o, tanto más si se tiene en
cuenta la categoría de los dos interlocutores.
No se conforma fácilm ente con lo que le dicen.
Pide explicaciones, presenta sus o'bjeciones, como
cuando le d ice al Hombre v en erab le:
—Y ¿usted qu ién es para hablarm e de esa ma
n era? ¿Q u ién para mandarme una cosa imposi
b le ? Mi madre me d ice que no me junte con na
d ie a quien no conozca, sin su perm iso; dígame
pues su nombre.
Nos hallamos frente a un muchacho que quiere
las cartas en regla y no conform e co n la parte
de mero ejecu to r d e órdenes. Ninguno de los dos
personajes — el Señor y la V irgen— tomaron a mal
la franqueza del chico, antes al contrario le com
placieron en sus justos deseos y le manifestaron
am ablem ente la alta misión a que era llamado.
entonces Don Bosco en trevió cual
era el m ejor modo d e acercarse a los jo*
vencitos. El método educativo, insinuado
en el sueño y puesto por él en práctica
inm ediatam ente, gira sobre e l diálogo. D iálogo
con Dios (religión), d iálogo con el educando (ra
zón) llev ad o a cabo con dulzura y bondad (ama
bilidad).
En 1884, cuando su vida h abía enfilado ya la
pendiente d efinitiva, vo lv ió a v er en sueños a
uno de sus alumnos más apreciados d e los prime
ros tiempos del Oratorio, Jo sé Buzetti. Este le hizo
notar que, si se quería vo lv er a los bellos tiem
pos del Oratorio, los salesianos tendrían que res
tablecer el d iálogo que Don Bosco había sabido
en tablar con ellos durante los recreos. «No es su
ficiente, le d ijo el aparecido Buzetti, amar a los
jo v en ciio s, si no se dan cuenta qu e son amados.
Hay qu e amarlos tomando parte en las cosas que
les gustan; secundándolos en sus in clin acion es in
fantiles, para que ellos, a su vez, amen cosas que
esd e
D
— 5
no les gustan, pero sí a sus educadores, como son
la disciplina, el estudio, el sacrificio, ele. Familia
ridad, sobre todo, en los recreos. Sin familiaridad
no se demuestra el afecto 7 sin éste no hay con
fianza. Quien desee ser amado ha de mostrar que
ama. El maestro, al que sólo se le ve sentado en su
cátedra, es maestro 7 nada más; si va a recrearse
en medio de sus alumnos, es como un hermano. La
confianza crea una corriente entre jóvenes 7 edu
cadores. Los corazones se abren, ponen de mani
fiesto sus necesidades 7 muestran sus defectos.
Quien sabe que es amado, amai 7 quien es amado
consigue lodo, 7 más de los jóvenes».
La esencia del diálogo de Don Bosco está en la
confianza creada por el amor^ con ella abría los
corazones y le confería la posibilidad de una efi
caz acción educadora.
el diálogo fue una característica de
la educación, dada por él, lo muestra él
mismo en sus escritos, en el que consig
nó a propósito, varios de sus diálogos. El
primero de todos el sostenido con Bartolomé Garelli, el primer m uchacho con el que echó a andar
su Oratorio.
Hecho significativo: Esta obra, prevista en un
sueño en el qu e como hemos dicho tuvo lugar un
diálogo memorable, reconoce sus humildes prin
cipios en el tenido con un pobre muchacho, tími
do Y atemorizado por los golpes recibidos del sa
cristán.
¿Cóm o entrarle? Trata de hallar un rodeo para
introducirse en aquella alma/ paroce im posible en
tablar conversación. Todas las preguntas del San
to reciben una respuesta mortificante y descora
zonada: «(Muerto». «Muerta». «No». «No». Y cada
respuesta ensom brece más al pobrecito, en vol
viénd ole casi en un com plejo d e inferioridad y
de culpa.
Otros hubieran abandonado el em peño/ pero no
Don Bosco, conocedor del alma ju ven il. Necesita
d e un buen «si», que disipe las nieblas y haga
brillar de nuevo la sonrisa en aquel rostro amos
cado.
—¿S ab es cantar?
M aravillado de tal pregunta. El m uchacho se
seca los ojos, mira a Don Bosco, y el «no» que se
sigue es menos amargo.
Don Bosco tiene ya la pregunta m ágica:
—¿Sabes silbar?
(¿Y qué niño no sabe silbar, si es uno de sus
orgullos?) Bartolomé se pone a reir.
Lo ha conseguido/ le confianza del chico estaba
ganada. Puede y a proseguir el coloquio por ca
minos abiertos y serenos.
Q
ue
las biografías de sus tres alumnos más
conocidos —Domingo Savio, Francisco Besucco Y M iguel M a g o n e ^ Don Bosco re
produce fielm ente su primer d iálogo con
ellos. Los tres, aunque con matices diversos d e
bidos a la índole de sus interlocutores son muy
interesantes.
A Savio Y a Besucco, chicos virtuosos y disci-
E
n
plinados, les pregunta su nombre, su pueblo, los
estudios q u e han cursado, sus proyectos para el
futuro.
Con M agone el coloquio consta de dos partes.
La primera es el diálogo vivaz, sostenido en la
estación d e Carmañola una tarde nublada d e octu
bre, cuando el muchacho al frente d e una pandi
lla de golfillos, se vio abordado por Don Bosco,
deseoso de trabar conocim iento co n aquel gen e
ral en em brión. La desenvoltura de M iguel, su
sinceridad, e l peligro d e echarse a perder, en que
hallaba —cosas todas sabidas durante la conver
sación— decidieron al Santo llevárselo a Turín.
El silbido del tren impidió proseguir la amistosa
conversación/ quedó interrumpida, pero no antes
d e que Don Bosco d ejara caer en la mano del golfilio una m edalla y le recom endara d ecir al v ice
párroco que el sacerdote, que se la h abía dado,
deseaba ayudarlo.
Apenas entró en el Oratorio y v io a Don Bosco,
corrió a su encuentro, como al de un antiguo co
nocido/ Y, franco com o era, retomó él mismo el
diálogo interrumpido quince días antes.
—A quí estoy/ yo soy aquel M iguel Magone,
que se encontró usted en la estación de Carma
ñola.
El hielo estaba más que roto.
Don Bosco, conociendo al tipo con quien ha
blaba, le recom endó en tono hum orístico que no
le revolviera la casa: y el ch ico se lo prometió
gustoso.
El Santo le preguntó, entonces, si prefería estu
diar o aprender un oficio.
Prefería estudiar.
Y al final la pregunta a que Don Bosco quería
lleg a r: Y cuando acabes de estudiar ¿q u é pien
sas ser?
La respuesta brota inesperada de la b o ca del
muchacho/ sorprendente:
— Sí un golíillo... d ijo e inclinó la cabeza son
riendo/ sí un golfillo...!
— Continúa, le anima Don Bosco.
— iS i un golfillo pudiera llegar a ser bastante
bueno como para hacerse sacerdote, con gusto yo
me haría sacerdote.i
Don Bosco echará un poco de agua sobre estos
ardores. M ientras tanto el ch ico está ganado. Sus
progresos fueron notables. Y todo h ace pensar
que, si la m uerte no hubiera tronchado su vida
en flor, con el tiempo hubiera sido uno d e lo s pri
meros misioneros salesianos, que, capitaneados por
Don Ju a n Cagliero, zarparon rumbo a la Patagonia.
C
OSA digna de notar: estos coloquios con
los niños no se reducen a una serie de
preguntas v acías d e intención, convencio
nales. Todo lo contrario: son un medio efi
caz del que se sirve con fina psicología, para p ^
netrar en su interior y descubrir sus dotes y cuali
dades, su índole y defectos... y tam bién sus pro
gresos. A l final del coloquio los encara con una
cuestión comprom etedora/ es una in vitación a
orientarse; a pensar en una elecció n seria del pro
pio porvenir.
El diálogo de Don Bosco co n los niños d a ñ a am
plia maleria para un estudio de sicología ap lica
da. Habría mucho qu e investigar en sus encuen
tros con jó v en es en peligro, con jó v en es gam be
rros, golfos consumados, adolescentes encarcelados,
casi todos amansados por su diálogo afectuoso y
sonriente. Y se descubriría con qué previsora sa
biduría ev ita b a los modales bruscos y las repren
siones, cuando tem ía que cerraran sus corazones
a las posibilidades d el diálogo. Lo dem uestra uno
de los episodios más sorprendentes d el currículo
educativo de Don Bosco.
Se hallaba confesando en una salita junto a su
habitación. Un sillón de brazos y dos reclinatorios.
Dos filas de penitentes, una por la d erecha y otra
por la izquierda van pasando. Uno de los chicos,
al llegar junto al confesionario d escubre entre las
hojas de la parra qu e sube hasta las ventanas de
la habitación un racim o d e m oscatel maduro. Está
tan a la mano qu e sin pensarlo dos v eces lo arran
ca y grano a grano se lo v a comiendo.
M ientras tanto, absuelto el p enitente de la de
recha, Don Bosco se gira p ara oír la confesión del
primero de la izquierda, que se está preparando
de una manera inusitada para ech ar sus pecados.
Sorpresa del Santo y gran confusión del pobre
chico.
¿Q ué habríamos hecho nosotros?
Quizás lo que Don Bosco no hizo.
Sonrió al m uchacho y le dijo co n la m ayor na
turalidad: €A caba d e com erte el racim o y luego
le confesarás!.
Una riña habría arruinado el diálogo de la con
fesión, y em pujado al chico, quizás, hacia la insin
ceridad.
O es de extrañar, pues, que las palabras
d e Don Bosco fueran de gran eficacia in
cluso sobre m uchachos desconocidos o
vistos d e pasada. Imprimía al diálogo
unos rumbos tan am ables y humorísticos que con
seguía la aceptación d e sus propuestas.
Una última flor d el ramo de casos hermosos de
los que es tan rica la vida d e Don Bosco educador.
Un amigo suyo, el profesor Picco, tenía su v illa
muy ceroa d e Superga. Con frecuencia le aconte
cía, al retirarse a casa, qu e una p and illa d e golfos
le hacía b lanco d e sus piedras. Era com o un tributo
obligado. Las amenazas no habían dado resultado
alguno.
Una tarde el consabido asalto no se produce.
¿Qué pasará? ¿L e estarán tendiendo una em bos
cada? No. Llega a su casa intrigado, pero ileso.
Ni menos im aginaba que Don Bosco andaba de
por medio. Este, unos cuantos días antes, yendo
de visita a la v illa d el profesor, se vio asaltado por
Id pandilla y apedreado, pero no se resignó. Se
dirigió h acia los insolentes ch iq u illo s; atemoriza
dos pusieron pies en polvorosa. Don Bosco les gri
taba:
—Esperadme, no huyáis, venid aquí... No quiero
pegaros sino regalaros una medalla... M iradla... y
levanteiba su brazo para que la vieran.
Al fin los más animosos se pararon y poco a po-
N
'• V..
" ___^ __
TU R IN .^Ju atiito Bosco era un niño como todos
los demás. Lo prueba esta página de un cuaderno
suyo de cuando era alumno en C astelnuevo d'A sli:
borrones, tachaduras y dibujos de soldados.
co se acercaron, echando la culpa a los que no v o l
vían. Tam bién estos acabaron por rodearle y to
mar parte en un diálogo sabroso cerrado, por par
te de Don Bosco, con la promesa d e un reparto
abundante de cerezas y, por parte de los golfillos,
con el compromiso de no volver a lanzar piedras
contra los viandantes. Un arm isticio en regla, que
para sí quisieran los del Vietnam . M ientras tanto
las madres de los chiquillos, notando algo raro,
se habían asomado a las puertas de sus caseríos
y al ver al cura, rodeado d e sus respectivos re
toños, se acercaron a su vez, para reprender a los
hijos y presentar excusas al sacerdote. Los pape
les se cam biaron y ahora era Don Bosco el que
defendía asegurando qu e habían tirado las pie
dras sin mala intención.
A l despedirse madres y h ijo s eran amigos de
Don Bosco. Pero com o no d ijo nada a su amigo
e l profesor éste recib ió la sorpresa. Cuando legó
a saber lo acontecido exclam ó; iN o extraño este
cam bio; sólo él era capaz de consegu irlo!.
Este Y otros muchos cam bios consiguió, pero con
la bondad, con la sonrisa, con la palabra amable
brotada d el corazón más qpie de los labios.
Don Bosco no aprendió el diálogo en los libros
Se lo sugería el amor.
— 7
H A C IA U N A ED UCACIO N C IN E M A TO G R A F IC A
HEROES NADA IMITABLES
N i los padres ni los hijos pueden soslayar el problema de la influencia de
los personajes del cine sobre sus liijos adolescentes o jóvenes. Rechazar
el cine es inútil; tolerarlo pasivamente, insuficiente; hay que encararse
con él inteligentemente.
OS chicos necesitan héioes. Es una au
téntica necesidad, tanto que ha dado
lugar a una pedagogía o arte de condu
cir al niño a la madurez, que se llama
«pedagogía del héroei.
Los héroes son un dinamismo, un em pujón in
dispensable para la evolución síquica del niño.
Este adhiere a las aventuras del héroe y tiende
a imitarlo. Se carga d e armas. C abalgan caballos
inexistentes, sentado en una silla d el salón de
estar navega, vu ela o entra en órbita con su
nave espacial. En el quiosco prefiere, a los te
beos, héroes y modelos a quienes emular.
Luego crece, se hace adolescente y sigue bus
cando héroes en los periódicos deportivos, en
las revistas de discos y canciones, en la te le v i
sión Y en el cine.
En otro tiempo las cosas eran más sencillas,
los modelos, qu e podía copiar, eran menos nu
merosos, más caseros y menos estimulantes.
Los primeros modelos desde siempre son los
padres. El niño aprende a sonreír copiando la
mímica facial de la m adre, es la cultivadora
del mundo afectivo d el niño. El padre, en cam
bio, representa el orden, la autoridad, y le plas
ma la voluntad. El niño los admira, copia y se
hace hombre a su im agen y sem ejanza.
Más tarde los maestros entran en el círculo
de personas a quienes imitar a v eces uno solo,
el más brillante, el qu e m ejor congenia con el
niño.
A través de la escuela irrumpen los héroes his
tóricos: pero son siempre agua pasad a, florecen
en lugares y tiempos determ inados: griegos
Y romanos, los caballeros andantes, y en el
siglo pasado los héroes d el O este. Tam bién la
religión les ofrece sus m odelos: son los santos.
L
Y la im itación de Cristo puede convertirse en
vo cació n y dar significado a una vida.
Don Sosco, que algo entendía de educación,
proponía a sus alumnos los ejem plos vivos de
chicos com o ellos, y escribía sus vidas. Los hé
roes que les ofrecía eran del estilo del pequeño
gigante de la santidad, santo Domingo Savio.
Las cosas se han com plicado hoy. Los mo
dernos medios de com unicación social han
sepultado b a jo una avalanch a de héroes mo
dernos, y hasta futuros, a los antiguos, eso
sin contar las caricaturas de héroe y los antihéroes. La sugestión de estos últimos y nuevos
modelos es tan fuerte que a sus ojos los padres,
los santos y los héroes tradicionales palidecen.
Los padres que, preocupados, se enfrentan
contra Jam es Bond, por ejem plo, sienten con
ju sticia que la inflación d e los héroes del celu
loide, de las revistas a colores, de los estadios,
del microsurco es algo antieducativo y p e li
groso para sus hijos.
I Bíceps
' y zarzaparrilin
A propósito de lo que decimos un periodista,
especializado en cinem atografía, acab a de pre
sentar una relación sobre 160 pelícu las «aptas
para menores». Trataba de estudiar los modelos
de héroes presentados en ellas y sus efectos so
bre los jóvenes.
Toma en consideración los diversos tipos de
películas, com enzando por las que destacan h a
zañas de héroes nacionales o triviales, super
hom bres caracterizados por su prestancia física
Y muscular, su gallardía y su astucia. Sus po-
— 9
derosos bíceps están puestos al servicio de la auto
ridad legítim a, y acaban siempre restableciendo
el orden perturbado por los malos. Estos héroes se
llaman Hércules, M aciste, Sansón y a v eces gla
diadores. Aparte la pobreza d e ideas, d eja per
plejos en estas pelícu las el gusto por la aventura
sin finalidad, la fanfarronada por el riesgo inútil,
el continuo deseo d e poner a prueba la solidez
de las pantorrillas.
El boom de M aciste y compañeros se halla ahora
en ligero d ecliv e, pero las mismas figuraciones
heroicas prosperan en las películas del O este, en
las que el vigor físico acompaña mayor refinam ien
to espiritual/ menos mulos y más sicología.
El héroe del Oeste dispara m ejor que todos los ma
los, pero nunca por la espalda/ tiene el puño fácil
pero no se aprovecha/ b eb e le ch e o zarzaparrilla,
en tanto que los malos abusan d el whisky. Es b u e
no, leal, capaz de amistad y d e sentimiendos lim
pios. Pero su manera de actuar sigue siendo la ex
presión prim itiva d e incoercibles necesidades de
la naturaleza y con facilidad degenera en el sa
dismo. En las películas d el Oeste, rodadas en Euro
pa —Italia y España—, más que en las am ericanas
es evidente la intención involucrar al espectador,
obligándolo a identificarse con el personaje y
rem over em otivam ente sus instintos animales ha
ciéndole gustar toda suerte de puñetazos, fintas,
guantazos, golpes de judo y kárale, ensañam ien
to y asesinatos sangrientos. Es cierto que, al fi
nal, vencen los buenos, pero no es ésta precisam en
te la conclusión que perm anece impresa más pro
fundamente en el ánimo de los jóvenes.
James Bond
lio tiene complejos
Otro filón de películas es el iniciado por Jam es
Bond y secundado por decenas de imitadores.
¿Q u ién sabe ya cuántos agentes secretos h a y ?
Jam es Bond, el gran patriarca de los agentes se
cretos, ha sido definido como un tipo de adulto
representativo d e las más recientes generaciones
del bienestar. Su desarrollo físico es perfecto, su
educación adecuada, su gusto por la vida se des
liza en el placentero ejercicio d e los sentidos/
su mente funciona rápida, dirigida a la satisfac
ción económ ica de fines prácticos. No tiene com
plejos ni ideales/ no se extraña d e nada. C arece
de mujer, no tiene hijos, ni padres/ precisam ente,
porque, hasta cierto punto, ha nacido d e los d e
seos reprimidos y de los miedos inconfesados de
las masas. M iedos, porque él, como buen cirineo
de la humanidad asustada, los toma todos sobre
si, los vive, los vence, y los d isu elve. (Combate
contra las bombas atómicas, contra e l peligro ama
rillo, los rusos y los chinos, contra los coreanos,
los d elincuentes y la mafia. Y con gran satisfac
ció n de los espectadores v en ce siempre.) Por otra
parte realiza los deseos de las masas, porque tie
ne lo que el hombre medio d esearía tener, pres
tancia física, salud, fortuna y éxito.
10
—
Este monstruo humano, puesto por encim a de
toda moral (y por tanto inmoral), es el profeta
de las torceduras de la civilización tecnológica
y, por lo qu e tiene de futurista, agrada inmensa
mente a los jóv en es. No por nada sus películas
han batido todos los records de recaudaciones.
Pero su moral o ausencia d e moral es muy conta
giosa.
Serán héroes,
pero no modelos
Salvadas algunas laudables excepciones el
cin e actual no con tribu ye a la educación/ ni por
el len gu aje propio d e adultos, ni por el argumen
to — aventuras, dinero, agresividad, sexo— . Son
temas desligados de los valores morales, fami
liares, sociales y religiosos.
En tanto qu e los sicólogos hallan en los pre
adolescentes un despertar religioso y en los ado
lescentes un proceso d e clarificació n interior,
el am biente artificioso, en que se m ueven los
héroes del celu loide, en su mayor parte es ag
nóstico, sin Dios. Jam es Bond, por su parte ha
archivado los diez mandamientos.
El adolescente siente necesidad de madurar sus
actitudes h acia la familia, pero en el cine halla
muy poca ayuda positiva, siendo la contribución
negativa abundantísim a. Incluso p elícu las con
sideradas buenas, M ary Poppins, no están exen
tas de deform aciones: presentan un tipo de fa
m ilia tradicional, id ílica e irreal, cortada fuera
de la actual contextura social.
£1 panorama resulta desalentador, si se extiende
a otros am bientes d e la v id a de los jó v en es como
la escuela (prácticam ente ignorada), la asociación,
el equipo, la pandilla. Los pocos films, que tratan
d e ello, con frecuencia se m ueven en un círcu
lo estrictam ente docum ental/ reproducen casos
lím ites de juventu d desadaptada y ev itan un
ju icio ex p lícito de desaprobación.
Los héroes del cin e son, en conjunto, pobres
de valores y d e ideales. Tal vez sean héroes,
pero modelos, no.
En la práctica ¿q u é h acer? ¿C óm o conducirse?
No nos hagamos ilusiones, la solución no está
en im pedir a los jov en citos que vay an al cine/
es im posible. La solución justa es enseñarles a
leer e interpretar las películas, mientras las ven,
y discutirlas después d e la p royección. De acuer
do en qu e es fácil d ecirlo, y d ifícil hacerlo.
Elducar
para ver cine
M uchos considerarán, y aún consideran, el
cin e como un mal vitando. La fase del rechaza
miento por parte d e padres y educadores
duró más de la cuenta/ ahora nos hallam os en la
fase de la tolerancia defensiva basada en prínci-
ENGADIHE (Australia).—Tocar la nariz de un payaso es una ilusión. ¿D e qué estará h ech a? El payaso
no tiene inconveniente en satisfacer el gusto del m uchacho, tanto más que es fiesta y él, como sus
compañeros son huérfanos que b ien m erecen esa pequeña com pensación. La escena se desarrolla en
el orfelinato salesiano de Engadine.
pios Y consejos válidos. Traíamos d e sensibilizar
a los jó ven es a las clasificaciones dadas por la
comisión de m oralidad/ d e convencerlos de que no
asistan a la pro y ecció n de p elícu las malsanas o no
aptas para e llo s; d e animarles a protestar contra
los atentados al buen gusto moral, etc... Son cosas
necesarias, pero insuficientes. Presiones y persua
siones d e tipo moral pueden inducir a un mu
chacho a renunciar a una p elícu la no apta, pero
si lo d ejan con la comezón de morder e l fruto
prohibido o en una situación embarazosa de infe
rioridad frente a sus compañeros, q u e han visto y
saben, lo transforman en un infeliz, atormentado
por sus lam entaciones.
Hl ideal es ir más allá d e la simple tolerancia
Y llegar a la ed u cación cinem atográfica. Los Papas
hace tiempo insisten, anim an y estimulan a seguir
este cam ino. Se trata d e enseñarles a apreciar un
buen film / d e form arles un paladar sano/ de suer
te que lleg u en a sentir disgusto por las películas
Y espectáculos deteriorados y los rechacen.
La escuela d ed ica un sin fin de horas a enseñar
lenguas antiguas y modernas, pero no se atreve
a enseñar el len gu aje cinem atográfico. Y sin em
bargo, atendiendo a la com pleta formación huma
na del jo v en moderno, es más importante qu e los
aoristos griegos.
V an brotando, por todas partes, con timidez por
ahora, iniciativas interesantes con un carácter más
o menos cultural para estudiar el cine. Los grupos
d e aficionados, se llam en cin e clubs o cosa por el
estilo, con sus cinefórum y discusiones v an pre
parando jó v en es menos desarmados y, a veces,
capaces de acciones responsables. Hoy es una
obligació n precisa d e los educadores procurar a
los jó v en es ocasiones d e madurar en lo que res
p ecta al cine.
Los padres, si no se sienten con arrestos para
h acer más, por lo menos reconocen qu e el cin e
fórum no es sólo un modo de divertirse, sino un
factor educativo. Y aun podrían hacer más: ir con
sus hijos al cinefórum.
D urante el mismo y hablando con calm a, resulta
fácil buscarle las vueltas a los héroes del celu
loide.
—
U
T A M B IE N E N NUESTROS D IAS FLO RE C E L A C AR ID AD
EL PADRE TOCINO
CON PERDON
Este artículo quiere ser un acto de gratitud al P. Van Straaten
por su generosa ayuda a los salesíanos de la Iglesia del silencio.
Y una demostración de que la caridad cristiana lo vence todo.
un monje premoslralenso, holandés, de 34
años de edad y salud
delicada.
Su acVuación en el coro dejaba
que desdar: cantaba demasiado
fuerte y por añadidura desen
tonado.
Todos los meses escribía para
el periódico de la abadía, ti
tulado «La Torre», un artículo
en el que las tijeras del abad
se em pleaban a fondo, porque
decía cosas bellísim as pero car
gadas de pimienta.
Hace veinte años, una fría no
ch e de 1947, sudó más que de
costumbre para confeccionar su
aitículo y cuando lo terminó
eran las tres de la madrugada.
Y no fue porque le faltaran las
ideas sino por lodo lo contrario,
por haber tenido demasiadas.
Pensaba en la Navidad que se
acercaba, en Jesú s sin posada
donde acogerse, y en los mi
llones de prófugos del este de
Europa, que por aquellos días
afluían hacia los países libres
huyendo del terror de Stalin.
Escribió todas estas cosas en su
artículo y cam bió su vida.
E
ra
Fil sombrero
de los millones
Los alemanes habían sido has
ta muy poco antes los odiosos
12
—
opresores d e Holanda, pero los
doce m illones de prófugos y
refugiados alemanes, desnutri
dos, sin lecho, sin trabajo, sin
porvenir y arracimados en los
campos de concentración porque
habían escogido la libertad, con
m ovieron a los buenos cam pesi
nos holandeses.
El Padre W erenfried V an Stra
aten, como lo llam aban enton
ces, recibió invitaciones de un
sin fin de localidades para que
les hablara de los refugiados
alemanes. No se lo d ejaba d e
cir dos veces. AJ acabar sus
charlas tendía su sombrero# las
limosnas afluían# se convirtió
en el sombrero de los millones.
Una vez después de su char
la vio a las cam pesinas llorar a
lágrim a v iva, de compasión. Les
pidió que le dieran tocino y re
cogió 14 quintales. A partir de
entonces mendigó tocino y con
un cam ión pasaba a recogerlo.
La abadía se v io inundada de
montañas de tocino. Los novi
cios no d aban abasto para redu
cir los grandes trozos a porcio
nes fam iliares y meterlas en c a
jas. Un día una cam pesina se
lo encontró de pronto y no su
po sino exclam ar:
—Pero si es el famoso padre
Tocino.
Desde entonces su nombre
verdadero pasó al olvido y en
las crónicas d e la caridad cris
tiana apareció un nuevo nom
bre.
A l año siguiente los cam pesi
nos hicieron algo más: se com
prom etieron a criar un cerdo
para el «padre T ocin oi. Los le
chonas destinados a la caridad
fueron marcados con una señal
esp ecial y ascendieron a la cate
goría de «puercos ben éficosi.
Mas no era suficiente dar de
comer a los refugiados# había
que sacarlos de los campos de
concentración, de los bunkers
abarrotados, antihigiénicos, pro
miscuos e inmorales. Para re
mediar este mal creó los «so
cios constructores!, una estupen
da organización de seglares de
sinteresados que ofrecieron sus
brazos para reparar casas semiderruidas, levantar nuevas Y
aposentar en ellas a los refu
giados. Consiguieron preparar
m illares d e alojam ientos.
Entretanto el «padre Tocinoi
daba vueltas por el mundo pre
dicando Y alargando su som
brero, el de los m illones. En la
ciudad alem ana de Essen consi
guió en quince días trescientas
mil pesetas, 44 toneladas de ví
veres, 57 m otocicletas, 4 autos,
18 kilos de plata y seis kilos
d e joyas. Después de lo cual se
ganó el título de «el m ayor men
digo de los tiempos modernos».
Sos socorros
llegan hasta Siberia
Poco a poco la siíuación de
los refugiados se normalizó y
el padre Tocino pensó en los
crisíianos d el otro lado del te
lón de acero, en la Iglesia del
silencio. En 1952 convocó un
fCongreso para ayudar a la
Iglesia p erseguid ai. Participaron
en él cróatas, eslovenos, hún
garos, checos, polacos, ucrania
nos, chinos, lituanos y albaneses; cada uno lleg ó co n su p e
sado fardo de noticias d esola
doras. C ontaban y no acababan.
Pero no se h abían reunido para
lamentarse sino para actuar. Es
tudiaron los tratados com ercia
les entre el este y el oeste y
todas las maneras posibles de
infiltrarse a través del teló n de
acero p ara pasar al otro lado
medicinas, libros, m áquinas, y
materiales de construcción.
Belgas, holandeses, alemanes,
(en pleno m ilagro económ ico
ya), suizos, franceses, italianos
todos juntos planearon un pro
yecto m inucioso y eficaz.
Si la Iglesia d el silen cio esta
ba mal, los Países satélites eco
nóm icam ente no estaban cierta
mente m u y bien. Tenían n ece
sidad de d ivisas y por con se
guir dólares cerraban un ojo, sin
importarles tanto sus rígidos
principios.
La organización del «Padre Toc in o i estaba siempre alerta y
supo aprovechar cu alquier sa
cudida o resquicio que ofrecie
se e l telón. Durante la revolu
ción de Berlín y las insurreccio
nes de Polonia y H ungría; cu an
do Tito cam bió de rumbo con
siguió con operaciones relám
pago introducir grandes reme
sas d e m aterial y víveres. Has
ta Siberia llegaron sus socorros.
Sobre la mesa d e l Padre tris
tes fotografías mostraban ig le
sias derruidas; h o y le lleg an
nuevas fotografías con esas mis
mas iglesias reconstruidas.
Entre los refugiados del este
muchos jó v en es aspiran al sa
cerd ocio y se preparan para el
d ía en que puedan vo lv er a su
patria para restituir la fe a sus
pueblos. El Padre ha su bvencio
nado los estudios a novecientos
sacerdotes y a ordenados y atien
de a tres mil seminaristas.
Su obra se amplía a naciones
amenazadas por el comunismo.
Ha puesto y a en p ie obras en
varios países iberoam ericanos,
en e l Congo y en la India. Las
últimas Navidades las ha pasado
en e l Vietnam del Sur para po
ner en marcha su organización
d e caridad. Todos lo s años reú
ne a sus colaboradores principa
les. Estudian las peticiones pro
cedentes de los 18 países comu
nistas y trazan un plan de ayu
da. Cada año los amigos del
«Padre T ocinoi ponen en sus
manos trescientos millones de
pesetas: bonita cifra, pero insu
ficiente.
El Papa conoce la obra de
este singular premostratense. Po
cas semanas h ace lo recibió en
audiencia, oyó la extensión y
los alcances d e la ben éfica or
ganización, la aprobó, la b en
d ijo y no queriendo perm ane
cer ajen o a tanta caridad le en
tregó diez mil dólares.
B Padre pide y seguirá pi
diendo mientras existan países
privados de libertad religiosa,
ciudadanos con barracas, pue
blos fam élicos y naciones re
vueltas por la guerra. Es el ma
yor m endigo d e la época mo
derna.
SHILLONG (Mawlai).—Para todos los aspirantes del vasto Assam disponen los salesianos de un mo
derno edificio con amplios patios. Las limosnas de tantas almas generosas permiten educar a los futu
ros misioneros en un nivel adecuado 7 darles toda clase de enseñanzas, como la gimnasia en una
de cuyas exhibiciones los vemos.
~
13
COOPERADORES E N ACCION
Cooperar con Dios, en la Ig le
sia, en la salvación de las almas
es precisamente lo que en térm i
nos generales se llam a apostola
do. Cooperador, por consiguiente,
es sinónimo de apóstol.
E l Concilio ha abierto a los se
glares un horizonte nuevo y des
lumbrador al d eclarar: «L a voca
ción cristian a es por su n atu ra
leza vocación al a p o sto la d o .
E l verdadero cristiano, que es
y se siente hijo de Dios, no ag u a r
da una segunda llam ada o voca
ción para entregarse al apostola
do: Dios lo hizo apóstol desde el
bautism o; se lo ratificó en la Con
firm ación y le proveyó de bagage
con la E u caristía. E l verdadero
cristiano es y debe sen tirse un
cooperador de Dios en el plano
de la salvación.
E l adm irable decreto sobre el
apostolado de los seglares se cie
rra con un toque que debería sa
cudir a todos los fieles: <El sa
grado Concilio conjura en el Se
ñor a ti los los fíeles a responder
con gozo, con generosidad y co
razón dispuesto a la voz de Cris
to... para que se Ze ofrezcan como
cooperadores aptos en las diver
sas formas y modos del único
apostolado de la Iglesia».
Dicho decreto emplea con fr e
cuencia el térm ino cooperador en
el sentido paulino de crtsfm noapóstol, o sea, de verdaderos cris
tianos, que ejercita n el apostolado
evangelizando y santificando a los
hombrea, animando y perfeccio
nando el orden tem poral con el
espíritu del Evangelio.
L as palabras de Don B osco:
«Vendrá un día en el que el nom
bre de cooperador querrá decir
verdadero c r is t ia n o ; han em peza
do a cum plirse. Y com enzaron con
el «D ecreto sobre el apostolado
de los Seglares». De ahora en ade
lante será cosa patente para to
dos el genuino significado, dado
por Don Bosco a sus «salesianos
externos», al llam arles cooperado
res, o sea: cristianos de verdad
que quieren cooperar con Dios en
la salvación de las alm as, y en
prim er lugar de las de los jóvenes.
14 —
TELDE (Gran Canaria).—El Centro de Cooperadores del
Colegio de M.^ Auxiliadora de Telde, inauguró en enero
del año pasado un Ropero de Caridad, donde se reúnen
en la tarde del miércoles, dedicándose con verdadero es
píritu de caridad a conieccionax prendas de vestir, juegos
de cama, etc. Se han podido cubrir las necesidades de varias
familias pobres, en las Fiestas de N avidad. El Ropero está
colocado bajo el patrocinio de Santa María D. Mazzarello.
ZAMORA.— Como en años anteriores los cooperadores han
organizado durante la Cuaresma tandas de ejercicios es
pirituales abiertos y cerrados para hombres, mujeres y jóve
nes. Las jóvenes cooperadoras tuvieron una tanda dirigida
por el P. José Prellezo y D. Ignacio Diez.
N O T IC IA S D E L M U N D O S A L E S IA N O
70 diputodos del Parlamento italiano son Antipos alumnos salesianos
NICARAGUA
ITALIA
El Presidente de la R epública es
cooperador salesiano.
Roma.—La federación italiana
de exalum nos salesianos consi
guió precisar ©1 número de di
putados del Parlamento italia
no, que cursaron sus estudios
en co'legios salesianos.
Cerca de setenta en total. To
dos ellos fueron invitados el 31
de enero, fiesta d e San Ju an Bosco, a convivir unas horas en el
Pontificio A teneo Salesiano.
Pudieron aceptar la invitación
unos cuarenta. Todos ellos mos
traron su satisfacción por p a
sar unas horas serenas en la ca
sa de Don Bosco. V isitaron las
instalaciones y antes d e disper
sarse m anifestaron su deseo de
repetir estos encuentros, que les
acercan d e nuevo a los gratos
recuerdos de su juventud.
ROMA. — Diputados del Parla
mento italiano, antiguos alum
nos salesianos, de visita en el
PAS.
BRASIL
PORTUGAL
Proceso inform ativo sobre la
santidad de una cooperadora
salesiana.
Braga.—El pesado 14 de ene
ro se abrió el proceso inform ati
vo sobre las virtudes de la co
operadora salesiana A lejand ri
na M. d e Costa. La sesión se v e
rificó en el aula m agna del se
minario de Braga en presencia
del arzobispo d e la diócesis, de
su obispo au xiliar y d e cerca
de 400 personas qu e la conocie
ron.
POLONIA
Exposición misionera.
Importante trabajo lingüístico
Rio Negro.—El padre salesiano
Antonio G iacone acaba de edi
tar b a jo los auspicios de la U ni
versidad de Pará una gram ática
Y un vocabu lario d e palabras
Y giros de la lengu a tucana
con su correspondiente signifi
cación portuguesa. El rector
magnífico de la citada universi
dad quiso poner el prefacio a
una obra, merced a la cual se
conservará una lengu a abori
gen. El trabajo ha sido pu bli
cado con ocasión d el cincuenta
aniversario de >la misión salesiana entre los tucanos.
El Dr. Lorenzo Guerrero, pre
sidente d e la república n icara
güense, es uno d e los coopera
dores salesianos dignos de este
nombre. De carácter am able y
generoso, modesto y cordial, es
bien conocido por todos por
su pronta disposición a hacer
el bien. En su alto cargo, lleno
d e responsabilidad, se inspira,
com o él mismo h a indicado, en
el espíritu de Don Bosco.
L'AQUILA (Italia).—Los minis
tros del gobierno italiano, Bosco
y Ñatali, asistieron al reparto de
premios a los alumnos de las es
cuelas profesionales salesianas.
C racovia.—Las conmemoracio
nes d el m ilenario católico de
Polonia dieron ocasión a muy
variadas m anifestaciones de ti
po religioso,- entre ellas figuró
una exposición m isionera mon
tada por los estudiantes de teo
logía, cu y a finalidad era des
tacar la contribución de los sa
lesianos polacos en la obra
evangelizadora d e la Iglesia. Fo
tografías, estadísticas, objetos
exóticos manufacturados por los
indios del Brasil, de Venezuela
Y d e la India daban una idea.
Durante los quince días, que du
ró la exposición, pasaron unas
dos mil personas diariam ente;
entre ellas grupos escolares en
teros Y otros d e soldados.
ITALIA
OAKLEIGH (Australia). — Don
Tohill, del Consejo Superior, par
ticip a en los juegos de los mu
chachos durante su v isita a la
casa salesiana.
Presentó la figura d e la nueva
sierva d e Dios Mons. A raújo
Costa Y enriqueció su p>eroració n con anécdotas y frases de
A lejandrina, durante los largos
años de la enfermedad, que san
tificó con su pacien cia y amor
a Cristo Y a los hombres.
Palabras de un ministro
El ministro italiano Bosco pro
nunció unas palabras durante
el reparto d e diplomas acredi
tativos de títulos industriales en
la escuela salesiana de L'Aquila
dignas de recordarse: iHan de
difundirse los valores de la cu l
tura, pero sobre todo de la re
ligión, porque una sociedad
fundada sobre el bienestar es
una sociedad d e infelices. A y
de aquellos hombres que no se
sienten anclados en los valores
inmortales del espírittu. Y esta
es la grandeza d e Don Bosco
qu e ha hecho del trabajo una
oración.
— 15
NUESTRO RE
EN
alefCon mucha emoción
gría v u elv o a España; y tsp an a
me recib e en su capital ofrecién
dome dos prim averas: la prima
vera rica d e sol y de colores,
propia de esta tierra vuestra y
la prim avera rebosante d e ale
gría, frescor y entusiasmo, pro
pia de vuestra ardiente ju v en
tud...»
Asi empezó su saludo el rec
tor mayor a lo s alumnos de los
colegios salesianos, concentrados
en número superior a los cinco
mil en el espacioso palio de jueNUESTRAS FOTOS.—Don Ricceri respoi
ha dirigido un joven. A su lado Don Vi
el Marqués de A lava. (Abajo) Don Ríe
labras; les está diciendo a los jóvenes
sorurisa com placida asoma a su rostro;
ñanza Profesional, Don Vicente Aleixi
ambiente de alegría y juventud del m
cha) La madre provincial de las salesian
tras a su alrededor cooperadores y anlí
a svr
16 —
¡n
le
"
%
je
be
ia
:irOR MAYOR
U9RID
gos del C olegio de A locha en
donde tuvo lugar la recepción
a Don Luis Ricceri.
Esta íuvo, por expreso deseo
de Don R icceri, un marcado ca
rácter privado y salesiano, pues
to que su intención era poder
hablar con los salesianos, con
el mayor número posible de sa
lesianos. Ello no (A síante se in
vitó y aceptó m uy complacido
la invitación el D irector G ene
ral de Enseñanza Profesional,
Don V icente A leixandre. Entre el
grupo de cooperadores qu e acu
sos !n buen castellano al saludo que le
k Vi te Aleixandre, el general Barroso y
Rio está pronunciando sus últimas pa
les ! son primavera del mundo y una
0; 1 lado el director general de Enseeix; ^ sonríe también captado por el
m je del rector mayor. (Página dereiaa e entretiene con Don Ricceri, mieninii 5 alumnos esperan poder saludarle
su
dió a saludarle d estacaba el Ge
neral Barroso, ex-ministro del
Ejército y D. Fermín Sanz Orrio,
ex-minisíro.
La recepción, m uy breve, pues
tenía c[ue salir para Salamanca,
se abrió con unas palabras de
bienvenid a del inspector provin
cial de M adrid, seguido del sa
ludo d e un m uchacho que le
admitió entre los jóven es, «como
Je fe y maestro d e nuestra propia
ju v en tu d i, porque sabía que él
la amaba por ser joven, por co
nocerla a fondo, porque la qu e
ría mejor. Y a renglón seguido
le presentó a los jó v en es entre
quienes había sido admitido, que
estaban allí abajo mirando y
participando. Conforme iba nom
brando los colegios de Madrid
sus alumnos agitaban su pañue
lo y vitoreaban al rector mayor.
Si valieran símiles taurinos di
ríamos que todos pedían para
Don R icceri las dos orejas por
su hermosa faena d e haber v e
nido a España.
Cuando cesó el saludo de los
jó ven es y los pañuelos de qu e
brar el sol, habló el rector ma
yor. Leyó unas cuartillas en es
pañol, con m uy bu en acento, y
les d ijo : «Queremos que seáis
jó v en es buenos y listos, como
Don Bosco os ha soñado, como
os considera intensa y constan
tem ente el Sumo Pontífice».
Les habló luego de la ternura
con que el Papa habla de los
jóvenes, d e las esperanzas qu e
el C oncilio tiene puestas en ellos
y del esfuerzo qu e la Congrega
ción Salesiana está haciendo en
estos momentos para darles una
educación que los haga «porta
dores d e luz», d e esa luz que es
la verdadera alegría y la verda
dera paz que el mundo y la Ig le
sia esperan de los jóvenes... «De
vosotros, les d ijo , prim avera del
mundo, de la Iglesia y de Es
paña.»
La prensa de Madrid destacó,
en algunos diarios, la venid a del
rector mayor/ e l telediario de
las tres d e la tarde del d ía 6 dio
un reportaje de su llegada a Ba
rajas y d el recibim iento en Ato
cha.
El diario YA entrevistó al rec
tor m ayor resaltando que los sa
lesianos v iv en d e su propio tra
b a jo aceptándolo como testimo
nio d e su pobreza,- qu e en la
actualidad España va a la ca b e
za de vocaciones salesianas en
número y que las directrices p e
dagógicas d e Don Bosco siguen.
siendo las d e la actual pedago
g ía salesiana.
(Nota.—Por necesidades de im" e s ió n d el Boletín no nos es
dado añadir más acerca del v ia
je d el rector mayor. Esperamos
en el mes de junio poder dar un
reportaje extenso y completo.)
— 17
EDUCANDO COMO DON BOSCO
Pocos días an>tes de Navidad
v olvía un sailesiano a su co le
gio. Aún sin querer, la vista se
le iba a los escaparates, relu
cientes de luz Y
regalos.
Los com ercios de Madrid, a la
hora de llamar la atención a
los posibles consumidores, no
envidian a ninguno.
Frente a las amplias lunas de
una confitería, muestrario ina
gotable de turrones, mazapanes,
guirlaches y
otros dulces,
el salesiano contem pló la con
sabida estampa de un grupito
de niños a los que la bo ca se
les hacia agua. Se dio cuenta
inm ediatam ente qu e aquellos
chiquillos no los probarían en
todas las Navidades y <íue qu i
zás pasarían hambre. ¿Q u é po
día hacer é l?
La respuesta la maduró por
el cam ino. Se reunió con los
otros salesianos del externado.
Estamos en Atocha. Trazaron un
plan a la vez am bicioso y edu
cativo.
Hablaron a sus alumnos/ les
expusieron co n claridad la si
tuación de otros niños madri
leños/ d e otras fam ilias menos
favorecidas que las suyas, aun
siendo modestas. H abía que ayu
darles, pero cristianam ente/ na
da d e rifas, nada d e pedir. Ha
bía que ayudarles, pero lo pro
pio, com unicando sus bienes con
los más pobres.
Cada uno de ellos debía ha-
MADRID.—Dulces, juguetes y bebidas recogidas ^ o r los alumnos
del externado de A tocha en la Campaña de Navidad organizada
or ellos. Ellos mismos se encargaron luego del r u a r l o a los niños
e San Rafael, Las Piqueñas y San Ju an de Dios. Las 480 bolsas de
víveres, que recogieron, fueron repartidas entre familias necesitadas.
S
EJERHCIOS ESPIRITUALES
CERRADOS
O r g a n iz a d o s p o r ta
i n s p o r t o r i a d o J^ a ton oia
i8
cerse portavoz en su propia casa
del m ensaje cristiano d e cari
dad/ habían d e perorar ante sus
padres la buena causa d el amor
al hermano.
Los chicos acogieron la idea,
le com unicaron su propio ca
lor y sin dilación la pusieron
en práctica con entusiasmo. Al
día siguiente lleg ó cada uno con
el obsequio d e su fam ilia para
las otras familias. Una madre
vino co n su h ijo , porque éste
no podía con lodo. Y com o ella
otras muchas.
En una sala se iban amonto
nando y seleccionando los v ív e
res, los juguetes, los dulces...,
hasta formar 450 bolsas repletas
que a los ojos de los chicos de
A tocha se les antojaban, y lo
eran, lo m ejor y lo más bonito
d el mundo, porque lo miraban
co n los ojos d el corazón y era su
fruto, e l fruto de un esfuerzo
desinteresado transido de amor
fraterno.
El reparto ofreció ocasión a
muchos chicos para contemplar
de cerca las necesidades de
unos hogares/ la alegría d e los
niños, la gratitud de tantas bu e
nas mujeres.
Los dulces y los juguetes se
reservaron para los niños hos
pitalizados en San Ju a n de Dios,
en San Rafael, en las Piqueñas.
Nadie crea, sin embargo, que
esto haya sido flor de un día.
Esta cam paña es un acto más
d el plan educativo y responde
a un deseo d e conseguir la for
m ación humana, cristiana y so
cia l de los niños y jóvenes.
El últim o Capítulo G eneral sa
lesiano dedicó un esfuerzo no
pequeño a adaptar a nuestros
PARA
AN TIG U O S ALU M N O S SALE SIAN O S
DIRECTIVOS DE ANTIGUOS ALUMNOS:
Del 22 al 26 de jolio.—HH. Doctríneras. ALACUAS
(Valencia).
ANTIGUOS ALUMNOS EN GENERAL:
Del 12 al 16 de agosto.—MONCADA (Valencia).
Casa de Ejercicios.
liempos la misión educadora de
la Congregación Salesiana, rea
firmando que lo qu e los salesianos buscan, con Don Bosco, es
fcooperar co n la g racia divina»
para formar en el jo v en al hom
bre Y al cristiano apóstol.
La práctica d e la caridad en
la educación es un elem ento in
sustituible para conseguir del
niño el hom bre social, pues le
hace contem plar d e cerca las
situaciones creadas por la enfer
medad, el paro, y la pobreza,
en los niños, en los hombres y
en los hogares. A su vista queda
sensibilizado para com prender
los postulados cristianos de la
justicia social, que se le irán pre
sentando cada vez más claros y
próximos a medida qu e crezca y
se v ay a insertando en la so
ciedad.
La práctica d e la caridad es
al mismo tiem po necesaria para
ser cristianos y uno de los pri
meros apostolados, que el niño
puede realizar, por lo que una
educación en la qu e la caridad
entra sólo en teoría es una edu
cación sin alma, sin nervio, no
minal/ aséptica, nos atrevería
mos a decir.
Conscientes de ello en el e x
ternado d e A tocha se cu ltivan
las cam pañas d el Domund (en la
última recogieron los chicos más
de 20.000 pesetas), la d el Domisal, las visitas a hospitales,
a los com pañeros, cuando caen
enfermos ellos o sus familiares,
o se les muere alguien de la fa
milia.
A base de estos pequeños, p e
ro eficaces recursos v an for
mándose para el apostolado se
glar de testim onio y de caridad
estos chicos, que e n esto qu ie
ren estar a la par co n los demás
colegios, salesianos o no, en los
que florecen sem ejantes in icia
tivas.
INSTITUTO SECULAR «VOLUNTARIAS OE BON ROSCO»
VI
Siendo el Apostolado el fin especifico de los In stitu to s Secu
lares» a re a liz a r no solo en el mundo, sino tam bién con los re
cursos del mundo, se sigue de ahí que la V .D .B . queda formando
íntim a parte del mundo, pero para ser sal de la tierra , luz y leva
dura del mundo. P o r consiguiente, la V .D .B . sa b rá acep tar todo
lo que, sin sa lir de los lím ites de lo lícito y actuando en conform i
dad con su condición social, puede contribuir a h acer am able y
deseada su presencia y su inteligente actu ación apostólica.
P o r lo tanto, la V .D .B ., se distinguirá únicam ente por la san
tidad de la vida y por la eficaz penetración del Evangelio en todo
su am biente.
A pesar de todo, la V .D .B ., sólo podrá encontrar la verdadera
defensa de su vida de consagración en un sentim iento humilde
y profundo del excelso don de su vocación, y en el continuo
esfuerzo por alim en tarla m ediante una profunda vida interior, y
una intensa acción apostólica vivificada por la re cta intención.
A este fin, adem ás de prescindir los ejercicios de piedad, pro
pios de las alm as consagradas (diarios, sem anales, mensuales,
an u ales), el In stitu to asegu ra a las V’.D .B. una especial asistencia
espiritual m ediante la asidua acción sacerdotal de los A sistentes,
circu lares periódicas, días de retiro, ju n tas, cursos de cultura, y
especialm ente m ediante los E je rcicio s E sp iritu ales anuales.
«L as V .D .B . no hacen vida común, sino que viven de ordinario
en sus fam ilias.»
S in em bargo, encuentran un sólido apoyo para su vocación
en las cordinales y fra tern a le s relaciones con las herm anas adop
tivas que les proporciona el In stitu to , y en los solícitos cuidados
que les prodigan los Superiores.
L a s jóvenes que se sientan llam adas a enrolarse en este Apos
tolado encontrarán aquí el cam ino seguro y expedito para la
com pleta realización de sus santos ideales.
E dad : H aber cumplido los 21 años y no p asar de los 35. P a ra
m ás detalles dirigirse a l Rvdo. S r. D irecto r de cualquier colegio
salesiano, o a la Rvda. Superiora de las H ija s de M aría A uxilia
dora y tam bién a la D irección del B oletín Salesiano.
P A R A COOPERADORES SALE SIAN O S
JUVENILES:
Sec. m .: Del 11 al 15 de julio.—HH. Doctr. ALACUAS (Valencia).
Sec. L : Del 27 al 31 de julio.—HH. Doctr. ALACUAS (Valencia).
COOPERADORES EN GENERAL:
Sec. xn.: Del 12 al 16 de agosto.—MONCADA (Va
lencia).
Sec. i.: 27 al 31 de julio.—HH. Doctr.—ALACUAS
(Valencia).
CONSEJEROS Y CELADORES, ambos sexos, de los
distintos centros:
Del 22 al 26 de julio.—HH. Doctr.—ALACUAS (Va
lencia).
(Los Consejeros o Celadores que fueren cónyu
ges, soliciten co n tiempo, habitación bipersonal,
si la desean.)
HTIL Ttta I» tisto CMietzai • tu NU tt la tarie <el irioer tfít
—
19
K R IS H N A G A B : U N A M IS IO N S A L E S IA N A
NADIE
ME HABIA LLAMADO HERMANO
La pluma del vicario general de la diócesis de Krishnagar nos esboza
en una amena crónica la vida de una diócesis atrapada entre los brazos
del Ganges.
diócesis d e Krishnagar
comprende la ciudad
del mismo nombre, con
unos 100.000 habilaníes
Y una ancha franja de ierreno
que toca a los confines del Pakisíén oriental, al norte d e la
enorme metrópoli d e Calcuta.
Su extensión, com o nuestra
provincia de Navarra, es de
unos 10.000 kilómetros cuadra
dos, pero los habitantes son casi
diez veces mós, cinco millones.
En toda la diócesis de Krishna
gar no hay ni una colina, ni
el más pequeño otero, ni una
roca, ni una piedra por peque
ña que sea. Todo es llano, cruza
do por mil brazos de agua y
canales en que se ramifica el
Ganges antes de morir en el
Indico. Todo son arrozales y
campos de cáñamo, salpicados
de abundantes aldeas de ch o
zas levantadas con barro.
Los Bengalies se cuentan en
tre los más inteligentes e in
quietos de la India. Calcuta,
capital de Bengala, es la m ayor
ciudad d e la India. Está formada
por un conglom erado d e razas,
religiones y fermentos humanos
d e toda clase. En su centena
ria universidad, cursan su ca
L
20
—
a
rrera más d e cien mil estudian
tes. Por falta de aulas y labora
torios hay establecidos tres tur
nos de olases al día. Calcuta
ha sido la prim era en lanzar
al mercado un autom óvil cons
truido totalm ente en la India y
millones d e bicicletas. Calcuta
es el símbolo d e la India actual:
es un esfuerzo gigantesco por
ponerse a la altura de los tiem
pos: en ella junto a las grúas y
máquinas pesadas pululan men
digos hambrientos y semidesnudosj junto a los largos e im
ponentes co ch es americanos las
vacas sagradas deam bulan tran
quilas.
Unos cuantos kilómetros al
norte d e Calcuta, la diócesis
de Krishnagar y a ce prendida en
las redes de canales del amplio
lecho d el Ganges, co n sus cam
pesinos en lucha perenne con
tra el hambre. Tres m illones y
medio son hindúes, un millón y
medio musulmanes. Sólo 15.000
son católicos y los protestantes
menos todavía.
Los protestantes aparecieron
allá por el 1832, con poderosos
medios. Los católicos en 1855 y
la diócesis ab arcaba Bengala y
el Assam ; hoy nueve diócesis
so reparten el territorio anti
guo.
En el cem enterio d e Bhoborpara hay enterrado un misionero
de los tiempos heroicos. Una
mañana se despertó tiritando y
aturdido por un extraño males
tar. Creyó se trataría de un ata
que de malaria. Encendió la
lám para d e petróleo: eran las
tres. V io deslizarse lenta sobre
la cubierta de su cam a una fi
gura alargada. Era un ikrait,>
una serpiente venenosísim a. Se
dio cuenta entonces d e haber
sido mordido detrás de la oreja i no h abía esperanza. Corrió
al convento cercan o y rogó a
las monjas le prepararan el al
tar. C elebró su última misa, lu e
go arregló todas sus cosas; se
metió en cam a y al amane
cer era cadáver.
UO RO PORQUE ME LLAMAS
HERMANO
En 1928 el Papa confió la mi
sión a los Salesianos. Desde el
1939 es obispo de Krishnagar
Mons. Luis La Ravoire, salesiano nacido en los Estados U ni
dos, d e padres franceses, oriun-
dos d« Niza en donde conocid*
ron a Don Bosco
M onseñor La Ravoire ha crea
do nuevas com unidades cristia
nas, parroquias, capillas, y e s
cuelas Y ha puesto en m archa
diversas iniciativas d e tipo so
cial. Hindúes y musulmanes lo
han querido a su lado, durante
doce años, com o asesor m unici
pal de Krishnagar Ha escrito li
bros m uy difundidos en Estados
Unidos, pero su obra maestra
son las doscientas monjas, que
pedalean co n entusiasmo por los
caminos flanqueados d e arroza
les Y sonríen siempre, las Her
manas de M aría Inmaculada.
Fundó la C ongregación en
1950. A ctualm ente están reco
nocidas por e l Papa como de
derecho pontificio. No se lim i
tan sólo a visitar ald eas; abren
dispensarios, escuelas, talleres
de costura y organizan Orato
rios al estilo d e Don Bosco. To
das ellas son de fam ilias pobres,
vien en del pueblo y conocen a
fondo sus necesidades y exigen
cias, por lo q u e saben adaptar
su apostolado a las realidades
de los momentos y lugares. De
ellas d ice su obispo que saben
identificarse con las p o b lacio
nes. Y este es el secreto de su
éxito.
La actividad misionera en
Krishnagar se m ueve en tres
d ireccio n es: crear comunidades
florecientes, preparar un grupo
escogido d e cristianos y esti
mular las organizaciones socia
les.
Los sacerdotes y las monjas se
hallan siempre en medio de la
g rey y cuidan de hacer atra
yente la v id a cristiana con fun
ciones litúrgicas bien prepara
das, co n asociaciones vivas, con
fiestas, cantos, folklore y m ani
festaciones de toda clase. De
esta manera los cristianos se
sienten injertados en comunida
des pequeñas, pero efervescen
tes Y llenas de vida.
El grupo selecto d e cristianos
lo forman con los jóven es. En
v ían a los colegios a los mu
chachos m ejores a fin de qu e se
eduquen y preparen para su
vida d e testim onio cristiano en
tre su gente. Hasta h ace pocos
años los padres se resistían a
confiar sus hijos a los m isione
ros; les parecía qu e se los roba
b a n ; ahora por el contrario en
vista de los buenos resultados
obtenidos con los prim eros los
ofrecen espontáneam ente. Más
d e mil entre chicos y chicas re
cib en una educación casi gra
tuita Y oíros dos mil aprenden el
abecedario y un oficio en las es
cuelas de las aldeas. Los jó v e
nes que suben brillantem ente
la escala social proyectan sobre
la Iglesia C atólica un prestigio
del que necesita para penetrar
entre el pueblo.
A v eces las brechas se abren
en el corazón humano de la ma
nera qu e menos se piensa. Cuen
ta un misionero qu e un día, en
Krishnagar, se le acercó un men
digo pidiendo limosna. El misio
nero registró todos sus bolsi-
— 21
líos Y
halló ni una perra
gorda. Le d ijo :
—Hermano, no sabes cuanto lo
siento/ no tengo ni un céntimo
que darte.
Estaba para proseguir su ca
mino cuando observó que el
mendigo lloraba.
—¿Estás triste, porque no te
he dado nada?
—No, respondió el mendigo.
Si lloro es d e alegría porque me
has llamado hermano. Nadie,
¿com prende?, nadie me había
llamado nunca así.
Cuantas veces los misioneros
descubren casualm ente las gran
des verdades que v iv en y en
señan.
TAMBIEN DIOS
EXISTE PARA LOS PARIAS
Las conversiones en Krishnagar no son nada fáciles.
Las mismas luchas y disputas
entre hindúes y musulmanes ate
rran a los respectivos prosélitos
a sus creencias milenarias. Los
musulmanes son los más rea
cios/ están en minoría en Ben
gala Y eso les pone en guardia
Y se cierran enseguida. Por te
mor de aparecer d ébiles se opo
nen tam bién a la conversión de
sus hijos, incluso de los que
ellos mismos mandan a la es
cu ela de los misioneros. Lo suce
dido a Moho) carece de impor
tancia pero es significativo.
Moho), chico musulmán que
frecuenta la Escuela de Don Bosco de Krishnagar, querría reci
bir el bautismo, pero los suyos
no quieren. Durante la clase de
religión ha oído exp licar que
existe tam bién el bautismo de
deseo. Al salir de clase se pre
senta al maestro em ocionadísimo:
—Padre, le dice, ya sé que no
puedo bautisarme, com o los d e
más cristianos. Pero tú has dicho
que hay un bautismo d e deseo.
Pues bien, quiero que me pon
gas un nombre cristiano porque
deseo co n toda mi alma el bau
tismo.
—¿Q u é nombre te gustaría lle
var?, le replica el misionero.
—A mí, Ju an, querría llam ar
me Ju an. ¿S e puede?
22
—
—Claro qu e se puede, Juan,
le dice el padre.
Su rostro se ilum ina de alegría
intensa y echa a correr más con
tento que nunca.
Los hindúes son menos rígidos
que los musulmanes. Su e c le c
ticism o religioso les consiente
adorar a cualquier divinidad. No
es raro topar con hindúes para
quienes Jesu cristo es la prin ci
pal divinidad. Pero antes d e que
se desem baracen de su miles de
ídolos han d e correr un largo
camino. Y además constelado de
prejuicios. Hay gen te a la que
se le prohíbe rezar. El caso de
Robín es tam bién significativo.
El misionero se encuentra con
Robín delante del templo de Ranabondo, dedicado a M aría A u xi
liadora. Robín es un ch ico entre
chicos Y ju ega delante d el tem
plo antes de la función de la
tarde. Pero entre él y lo s demás
hay un abismo insondable. Cuan
do se da la señal de entrar a la
iglesia Robín desaparece. El m i
sionero observa la m aniobra y le
llam a:
—¿Tú no vas a la ig lesia?
Robín b a ja la cabeza y no res
ponde. Los demás chicos ex p li
can al misionero, qu e Robín no
reza nunca.
—¿Tú no sabes, le d ice enton
ces el misionero, que todos te
nemos que rezar? Dios es de to
dos/ El espera que todos le p i
damos algo Y tú tam bién debes
pedirle.
Robín sigue mudo/ los otros
chicos siguen su exp licación :
—Padre, es que Robín es pa
ria de la casta más b aja, d e la
d e los M uci, y esos no pueden
rezar.
—Pero Dios es tam bién de los
parias, exclam a el misionero.
—Padre, prorrumpe entre lág ri
mas Robín, y o no he rezado
nunca. Y huye a todo correr.
Si lo pensamos, sus lágrimas y
sus palabras b ien podrían ha
b er sido la primera oración de
Robín.
TODO ES BUENO
PARA DIFUNDIR
EL EVANGEUO
Pese a tantas dificultades los
pocos sacerdotes y las monjas no
se descorazonan; siguen echan
do la sem illa del Evangelio sin
cesar, sin vacilaciones... y a ger
minará.
En Krishnagar la simpatía h a
cia- el cristianism o aumenta.
El obispo ha dispuesto que en
su catedral haya una cap illa b e
lla Y rica en la que se adore al
Sacram ento del Amor continua
mente. Dos Hermanas de M aría
Inm aculada por turno se suce
den a todas las horas d el día
ante e l Sagrario. Hay que dar
ejem plo a los cristianos de como
con v ien e rezar. Los mismos pa
ganos admiran la silenciosa y
recogida piedad d e las monjas
Y con frecuencia se les v e re
zando con sus fam ilias en la ca
p illa cristiana. Desde 1952, año
en que fue construida la capilla,
el aumento de piedad entre los
cristianos se d eja sentir.
La catedral dispone asimismo
de un artístico V ía Crucis, que
despierta el interés d e los v isi
tantes. Un abogado hindú sintió
gran curiosidad ante é l: pidió
le explicaran su significado y
acab ó siendo cristiano.
Tam bién las estatuas y los cua
dros han de tomar parte en la
evangelización y propaganda del
cristianism o, puesto que los hom
bres a disposición del obispo
son escasos y por mucho que
se m ultipliquen no llegan a to
do. Tanto más que la mayor par
te d e ellos son ya hombres ma
duros, pues desde la declaración
de la independencia de la In
dia, la entrada de nuevos m i
sioneros es prácticam ente impo
sible. La diócesis no tiene toda
vía clero propio. Los primeros
sacerdotes indígenas son recién
ordenados. C i n c u e n t a chicos
bien escogidos estudian en el
sem inario y son la esperanza.
Entre tanto, al lado de los m i
sioneros, las infatigables Herma
nas de M.® Inm aculada desarro
llan una lab or intensísim a con
siguiendo cosech ar donde pare
ce im posible sembrar.
Un ejem plo. El m édico del dis
pensario católico d e Krishnagar
era un bram án d e alto rango, al
que nadie h ab ía osado hablarle
de la religión cató lica y menos
de conversión. Después d e v ein
te años d e servicio en el dispen-
sario se ju b iló y nadie pensó
más en él. Pero un d ía vinieron
a llamar a una Hermana porque
el bramán quería hablarle. A cu
dió Y el m édico empezó su con
versación arrancando d e mucho
tiempo antes. Narró que la se
renidad de los verdaderos cris
tianos lo h ab ía im presionado
siempre,- añadió que el cristia
nismo, puesto en práctica día
tras día, es algo estupendo; de
claró que, por lo q u e a él se re
fería, esperaba la salvación y
el perdón de sus pecados por
medio d e Cristo. Y terminó pi
diendo el bautismo. Se le admi
nistró. Cuando murió d ejó a la
misión el m ayor legado proce
dente de sus diocesanos, 12.000
pesetas. Las Hermanas, que tra
bajaron a su lado durante tan
tos años, no adm iten qu e se les
atribuya la conversión del bra
mán.
(De arriba abajo.)
TARLAC (Filipinas). — En todas
partes los chicos se divierten co
mo pueden. Menos mal que los
carabaos tienen una paciencia
a prueba de chicos y aguantan
a esos chavales de la Academia
Don Sosco, que quieren montar
todos a la vez.
TAM HA (Vietnam del Sur).—
Acostumbrados día tras día, a
las imágenes sangrientas y trá
gicas del Vietnam nos parece
absurda la estampa tranquila y
pacífica de estas nijas de María
Auxiliadora con un grupo de
mujeres y jóvenes huidas del
terror del vietcong. Estas mismas
hermanas atienden 300 huérfanos.
MATO GROSSO (Brasil).—Misión
de los chavantes. En la Misión
todos comen, pero también todos
arriman el hombro a la hora de
proveer para la mesa. Con una
variedad que no conocen las
escuelas agrícolas de otros países,
la de la misión procura legum
bres y hortalizas, y hasta im ia,
en los campos cultivados por los
indios jóvenes y niños, los cua
les a su vez buscan la carne en
el bosque y peces en el rio. Pa
ra esto ú l t ^ o basta con empu
ñar las nansas, ponerse codo a
codo, acorralarlos y luego dis
frutar del botín no sin antes ha
ber disfrutado con un buen ba
ño y las peripecias de la pesca.
— 23
G
R
A
C
I A
S
d e R n e in A u x ilia d o e n
Lo creyó muerto
Puertollano.— E n febrero del año pasado mi hijo
de cinco años fue atropellado por un automóvil.
E l señor que lo atropelló acudió en seguida a
socorrerlo y lo creyó muerto, pues de la form a
que lo había embestido no podía esperarse otra
cosa. Al ver que aún vivía lo llevó a la casa de
socorro donde los médicos calificaro n su estado
do gravísim o. L lena de dolor acudí entonces a
M aría A uxiliadora haciéndole con todo ferv or
la novena recomendada por S a n Ju a n B osco;
prometí tam bién publicar la g ra cia en el Boletín,
si salla con bien de aquel accidente mi hijo. G ra
cias a E lla hoy se encuentra bien y totalm ente
restablecido, por lo que cumplo m is prom esas. M o
desta Medina.
Seria necesario extraer el ojo
Salamanca.— Habiendo sufrido un accidente en
un ojo fu i traslad ada a una clínica de la capital.
Al cabo de un mes de estan cia en ella, el ojo en
lugar de cu rar em peoraba llegándose a form ar
una ca ta ra ta . A nte el sesgo que tom aba el mal
los médicos me advirtieron que sería necesario
e x tra er el ojo enferm o. E ntonces toda la fam ilia
encomendamos el asunto a M aría Auxiliadora.
M ientras tanto decidimos ir a Madrid a consultar
a un especialista, el cual confirm ó que quedaban
muy pocas esperanzas de sa lv a r el o jo ; me som e
tió a un tratam iento y me avisó de que. si en
pocos días no se advertía m ejoría, no habría otra
solución que e xtirp a r el ojo.
E n ta l dilema volvimos o tra vez a encomen
darnos con ferv or a M arín A uxiliadora y con
a leg ría inmensa empecé a sentirm e m ejo r; se me
calm aron los dolores y después de un lento perio
do de recuperación puedo h acer vida normal, me
encuentro bien, aunque he tenido que graduarm e
la vista. A gradecida a M aría A uxiliadora por el
fa v o r recibido, cumplo lo prometido e invito a
cuantos se hallan en alguna necesidad a acudir
a M aría Auxiliadora. T. Fernández.
Gracias a Don Bosco puede andar
Hinojosa del Duero.— S e encontraba un hijo
nuestro delicado y con m olestias en las piernas,
desde los cuatro años. E l médico decidió que ha
bía de ser escayolado de la cintu ra para abajo.
A sí pasó el pequeño año y medio en la cam a sin
poderse lev antar ni sostenerse en pie.
Al a cerca rse este año la ñ esta de San Ju a n
Bosco, un herm ano nuestro, novicio salesiano, nos
indicó que estaba haciendo por él una novena
ju nto con algunos com pañeros. Nos invitaba a
que tam bién nosotros pidiésemos con fe a San
Ju a n B osco por su curación. A sí lo hicim os pro
metiendo adem ás una lim osna y publicar la g ra
cia en el Boletín.
E l día de San Ju a n Bosco asistim os a M isa
todos los de casa y pedimos con fervor al Santo
por nuestro hijo.
Cuando fuim os luego al médico nos conñrmó
la m ejo ría: en adelante podría y a levantarse un
par de horas por la m añana y por la tarde.
H an pasado ya v arias sem anas desde entonces
y nuestro h ijo cam ina sin dificultad y anda de
un lado para otro.
Agradecem os al San to la curación y cumpli
mos lo prometido. Manuela Vidríales.
Otras corazones
O erona.--M i nieta, de doce años de edad, nece
sitaba una operación muy difícil y complicada.
G racias a la intercesión de M aría Auxiliadora,
todo resultó adm irablem ente y mi n ieta recuperó
en seguida. Agradecida cumplo mi prom esa de
enviar un donativo. A urelia Ah'arez.
Gerona.— Agradecida por un fav or recibido de
M aría A uxiliadora y deseando obtener otro, m an
do una limosna. Ju lia P ra f.
A^ullaMo.—Profundam ente agradecida a M aría
Auxiliadora y a San Ju a n Bosco por v arias g ra
cias que les pedí, y que me concedieron al cabo
de pocos días, envío un donativo y encargo la ce
lebración de una M isa en su honor. M oría Pagés.
Villare.h (L eón ).— E ncontrábase en grave peli
24 —
gro la h ija de unas personas a quienes aprecio
mucho. Aunque los médicos tra b a ja b a n lo inde
cible para cortar la hem orragia que la iba desan
grando y, no obstante las repetidas transfusiones
de sangre, se tem ía que de un momento a otro
iba a morir. Con toda fe y confianza acudí a
San Ju a n Bosco, a M aría A uxiliadora y al S a g ra
do Corazón de Jesú s. Aquella m ism a noche quedó
fu era de peligro. Hoy. y a restablecida, se encuen
tra haciendo vida norm al. Muy agradecida a tan
poderosos protectores envío lo que ofrecí y deseo
se publique la g ra cia . C. F.
Madrid.— Habiendo surgido serios contratiem
pos a la incorporación de mi h ijo Ju a n Bosco,
como voluntario al Servicio M ilitar y siendo los
y de s u A p ó sta t
S u n tfu n n B o s e o
mismos de difícil solución, recurrim os a la que
todo lo puede y nos concedió el que le llam asen
para su incorporación.
Tam bién le tengo que dar a M aría A uxiliadora
nuestro m ás sincero agradecim iento, pues habien
do tenido a mi esposa, gravem ente enferm a con
trom bosis cerebral, pudo sa lir de la m ism a por
su mediación y hoy se encuentra b astan te m e
jorada.
Le envío un pequeño donativo para las obras
Salesianas. Nicomedes Pérez.
Carábanchel Alto.— ^Le pedí a M aría A uxilia
dora que todos los de casa pudiéramos tra b a ja r
juntos, sin tener que sep ararnos unos de otros
con los consiguientes contratiem pos. Agradecida
por haber sido escuchada envío un donativo. F i
lomena Manchado.
Barcelona.— Encom endé a M aría A uxiliadora la
solución de un serio problem a surgido por un
accidente en ca rre te ra y todo se resolvió estu
pendamente por lo que m uy agradecida a M aría
A uxiliadora publico la g racia. Carmen Echávarri.
Baracaldo.— Acudim os a M aría Auxiliadora,
después de la operación sufrida por mi esposo, a
cau sa de una infección intestinal, que según los
médicos era cancerosa. Hicim os fervorosam ente
la novena recom endada por S a n Ju a n Bosco y,
ju sto al día siguiente de term inarla, nos asegu
raron que no había señales de cáncer. Muy a g ra
decida a M aría Auxiliadora cumplo m is prome
sas. P. A. de A.
Betancuria.— Doy g ra cia s a S a n Ju a n Bosco
por haberm e aliviado en una enfermedad que pa
dezco. Carmen Marte!.
Avila.—'Me encomendé a M aría Auxiliadora, en
una operación sufrida, p a ra que todo saliera bien.
Hoy le doy giradas por su protección y envío un
donativo. A. T. M.
Salamanca.— P rom etí a M aría Auxiliadora, si
m e ayudaba a encontrar tra b a jo , cosa difícil en
esta ciudad, una lim osna para las obras salesia
nas. A gradecida cumplo la promesa. Ana Mari.
Benax>ente.— D oy infinitas g ra cia s a M aría A uxi
liadora por un fav o r extraordinario, que m e ha
concedido, y entrego una lim osna para su culto.
M . R. antiguo alumno salesiatio.
Linares.— Encom endé a S a n Ju a n Bosco, por
prim era vez en m i vida, un asunto difícil rogán
dole m e lo resolviera an tes de una fech a d eter
minada. M uy agrad ecid a publico que el San to me
hizo la g ra cia ta l como se la había pedido. P u ri
ficación Trigueros.
Zamora.— A gradecida a M aría A uxiliadora por
dos señalados fav o res: sa lir bien de una operación
y de unos exám enes, envío un donativo. Una do
nante.
Burgos.— A gradecida a dos favores que m e hizo
M aría A uxiliadora a fav or un sobrino y de una
h ija m ía otorgándoles la salud, envío un donativo
p ara las obras salesianas. Sab ina A rrteía.
Puntallana.— Muy agradecida a M aría A uxilia
dora por dos favores que le pedí: uno de ellos con
cerniente al alquiler de la casa, envío una limos
na. Hermanas Guerra.
Sevilla.— ^Por un gran fav or concedido por in
tercesión de M aría A uxiliadora y S a n Ju a n Bosco
le envío una lim osna y deseo se publique la g racia
p a ra anim ar a sus devotos a acudir a tan buena
M adre y Santo. Rosa Couberes.
Sevilki.— D an g ra cia s a M aría A uxiliadora y pi
den les siga protegiendo com o h a sta ahora. Fran
cisca Fernández Patino y su hija.
Madrid.— ^Muchas g ra cia s me ha concedido M a
ría Auxiliadora, pero últim am ente una que se la
pedía con toda mi alm a por tra ta rse de una per
sona, a quien quiero mucho por el bien que hace
a mi vida y a mi alm a; por lo que muy agrad eci
do deseo hago pública mi gratitu d a M aría A uxi
liadora y a S a n Ju a n Bosco. Damián R.
Orense.— E stand o enferm o de gravedad, con pe
ligro de que quedara inútil p ara siempre, un nieto
mío, supliqué a M aría A uxiliadora que h iciera con
él lo que m á s conviniese: agradecida por haber
sido oída, envío una lim osna para su culto. Cami
la Novoa.
Salamanca.— P o r prescripción facu ltativ a hubo
de se r som etida nuestra m adre a una delicada in
tervención quirúrgica. A nte la urgencia del caso
y para que se evitasen posibles com plicaciones
encomendamos el feliz resultado a M aría Auxi
liadora.
L a operación se resolvió favorablem ente sin
las com plicaciones tem idas y hoy la enferm a hace
vida normal sin m olestia alguna.
A gradecida a la Madre del Cielo por su favor
envío una lim osna para su cu lto y ruego se pu
blique esta g ra cia , M aría del Carmen Sánchez.
Dan gracias a María Auxiliadora y
a San Juan Bosco y envían una limosna
Isabel Ramírez, de Pozoblanco; Otilia Gil, de
M adrid; Paulina M ontero, de P ifia de Campos;
Angeles Pareja, de Córdoba; S. G., de H inojosa
del Duque; Olga Vanelli, de B arcelo n a; Josefa
Guerra, de T elde; Juan Caballero Rivero, de H ínojosa del D uero; F élix Tovar, de O som o; M erce
des Puyadena, de R e n tería ; Purificación Pérez, de
O rense; M ery Pascual; Fermina de Nava, S a la
m anca; María Ladrón, de G u ad alajara; M. B., de
Ib a rs de U rg en ; E. García, de Sevilla; M aría Te
resa de Cáseo, de Sevilla.
— 25
V av ores d e
S a n to t^ o m in ffo S a v ia
P r o t e c t o r d e ta s M a d r e s y d e ta s C u n a s
Mi súplica habia sido escuchada
Siendo madre de una niña de seis años vela
pasar el tiem po sin esperanza de tener m ás hijos,
lo cual me causaba gran pena, por lo cual pedí
a Santo Domingo Savio me concediera otro hijo.
P rom etí publicar la g ra cia y enviar una limosna.
Grande fu e mi aleg ría al com probar, al cabo de
un mes, que mi súplica habia sido escuchada. Pero
a los ocho m eses tuve una caída y m e entraron
serios tem ores por la vida de la cria tu ra ; por lo
que volví a invocar al Santo. G racias a su valio
sa intercesión hoy soy madre feliz de o tra h ijita
que nos llena a toda la fa m ilia de alegría.
Cumplo muy gustosa lo prometido. María
Manso.
Ha sido un milagro de María Auxiliadora
ilftlún.— M is dos h ija s gem elas a los cincuenta
dias de su nacim iento, tuvieron que ser hospitalizadíis por dlstrofobia y pasaron dos meses
sin aum entar su peso ni un gram o. U na vecina
do casa, viendo mi dolor me entregó el escapu
lario de San to Domingo Savio para que se lo
pusiera a las m ellizas. Hice una novena al Santo.
Al noveno día las dos h ijita s m ías fueron dadas
de a lta y las llevé a casa y com enzaron a crecer
de modo m aravilloso. Hoy cumplen dos años y
medio y gozan de óptim a salud. A quien las co
nocieron entonces y me preguntan qué he hecho
pura criarlas tan rollizas, les respondo siem pre:
Ha sido un m ilagro de San to Domingo Savio
a quien le estaré agradecida eternam ente. A le
jandra Oernone.
Tendría que renovársele toda la sangre
Castel Oat^dolfo.— P o r dos veces habia sido
escuchado m aravillosam ente por S a n to Domin
go Savio: una en el nacim iento de mi prim er
h ijo; la segunda en una operación en los pul
mones. Elste año la espera de un te rce r h ijo en
condiciones muy deficientes me hizo acudir de
nuevo al querido San tito. E l médico veía el na
cim iento muy peligroso para mí y p ara la cria tu
ra, pues por ser del grupo sanguíneo O.H.R.
negativo, en el momento de n acer tendría que re
novársele toda la sangre. Mi fe m e hizo recu rrir
al Señor, a cuya sa n ta voluntad me confié ente
ram en te; luego m e puse el escapulario de San to
Domingo Savio y, durante los nueve m eses de
espera, recé sin interrupción la novena del Santo.
26
—
E n contra de todas las previsiones hum anas todo
se desenvolvió de la m anera m ás natural, nacien
do una niña, herm osa y robusta, a la que no ha
habido necesidad ninguna de transfundirle ni una
g ota de sangre. H an pasado tres m eses desde
su nacim iento y M aría C ristina crece llena de
salud y vida siendo la aleg ría de todos. Adela M olinari.
A punto de llevarse el cuerpecito
Nápoles.— Con unos dolores largos y difíciles,
durante los cuales sólo Santo Domingo Savio me
infundía las fu erzas necesarias, salió a luz un
niño asfixiado e intoxicado que después de su p ri
m er respiro (no vagido) d ejaba de vivir. Invoqué
entonces a l San to desesperadam ente, apretándo
me co n tra el pecho su escapulario, m ien tras, con
fiaba, esperaba unos m inutos que me parecieron
siglos. Dio todavía un respiro rauco y luego otra
vez nada. E sta b a n ya a punto de llevarse el cuer
pecito, cuando ayudado de m il m aneras por los
san itario s de la clínica dio una tenue señal de
vida. L o m etieron rápidam ente en la incubadora,
aunque sin esperanzas. Y o rezaba continuam ente,
en tanto que mi m arido lloraba a lágrim a viva.
P asaron unos cuantos días y mi h ijito seguía su
vida a rtificia l; los médicos observaban y ca lla
ban finalm ente al cuarto día fu e sacado de la in
cubadora y puesto en m is brazos. E l chico conti
núa viviendo. S i bien los cuidados médicos, que
se le prodigaron a tiempo y con sabiduría, han
hecho su parte, los m ism os doctores, que le a te n
dieron, consideran que sin un m ilagro m i hijo no
se hubiera salvado. L a cual declaración quiero
hacer co n star antes de sa lir de la clínica con toda
la alegría de que es capaz una m adre y con toda
mi gratitu d para San to Domingo Savio. María
Rosa Am one.
Cesó la ios
Pantano del Bembézar. — Se hallaba mi h ija
m ayor de unos cuantos meses, aquejada de una
tos fu erte y persistente por lo que la encomen
dé a San to Domingo Savio. Aquel mismo día
por la noche cesó la tos b astan te y pudo dorm ir
toda la noche iniciándose una fra n c a m ejoría.
Tam bién me encomendé al santito de las madres
y de las cunas, con ocasión del nacim iento de
mi segunda h ija, en el que todo sucedió feliz
m ente. Doy por tan to g ra cia s a S a n to Domingo
Savio y cumplo cuanto prom etí. Caridad Reyes
Ostos.
F a vores y
G r a e ia s d e
i t o ñ a n o v o t e a d e C h o p ite a
C o o p e r a d o r a S k tle s ia n a
Desespeiábamos de cobrar
Buenos Aires (A rgentina) . — U n a circu nstan cia
providencial hizo que cay era en m is m anos un
ejem plar del Boletín Inform ativo de Doña Doro
tea, en unos m om entos en que m e encontraba en
graves apuros debido a que m i padre p asaba mu
chos disgustos porque el patrón de la em presa
en donde tra b a ja b a , h a cía un año que no le pa
gaba sus honorarios, adeudándole m ás de cien mil
pesos. Y a desesperábam os de co b rar esta canti
dad, que en ju s ticia se nos debía, y pensábam os
que ce rraría el com ercio dejando a m i padre en
la calle, pues estaba y a jubilado y esto h acía m ás
difícil el cobro de dicha cantidad. E n ta n apurado
tran ce, cayó, como digo, providencialm ente en
mis m anos la h o jita de Doña D orotea, y llena de
fe en su poderosa intercesión, acudí con toda con
fianza a ella comenzando una novena. A los po
cos días fue con mi herm ana a ver al patrón, el
cual nos dio la esperanza, que luego fu e realidad,
de que iba a com prar el edificio, que luego ven
dría ganando dinero en la operación. Y así su
cedió, con lo que mi padre pudo cobrar poco des
pués todo lo que se le debía. E stam os todos muy
agradecidos a la Sierv a de Dios, a la que sigo
pidiendo o tras g racias y m ien tras tanto, le ruego
publique la obtenida y acepte una lim osna que le
envío, p ara los g astos de su beatificación. Rosa
Turano de Rodríguez.
Hice la novena
Algeciras (Cádiz) .— Teniendo a un primo mío
de cinco m eses de edad afectad o de bronconeumonía, sin en contrar m ejo ría alguna, mi novia, que
es muy devota de la S ie rv a de Dios, m e dijo hi
ciera im a novena a Doña D orotea. L a com encé el
mismo día y aún no la había term inado, cuando
ya comenzó a m ejo rar h a sta alcanzar la salud
com pleta. Muy agradecido le ruego publique la
g racia. M ario Cáceres.
Habrían de cortarme la pierna
Pavía (Lérida) .— H ace algún tiem po tuve im
accidente, a consecuencia del cual el diagnóstico
del doctor fu e grave, llegando a la conclusión de
que habrían de cortarm e la pierna por encim a de
la rodilla. Se puede im aginar nu estra consterna
ción ante esta dolorosa perspectiva. No había re
medio humano y fu e entonces cuando pensé en
los m ilagros que la S ierv a de D ios h ace en fav or
de sus devotos y animado por ello, nos encomen
damos con g ra n devoción y confianza a su pode
rosa intercesión, y no sólo se eliminó la necesidad
de la fa ta l operación, sino que fu i mejorando
lentam ente, pero con seguridad y actualm ente ya
puedo andar, habiendo recuperado la fiexibilidad
en la rodilla y en el tobillo. Muy agradecido a
Doña D orotea, cumplo mi prom esa de enviar un
donativo p a ra su beatificación y publicar la g ra
cia. A lberto Albareda.
No encontré otro medio
Valencia.— T enía necesidad de conseguir una
casa, pero e ra m uy difícil, y a que lo había inten
tado por muchos cam inos sin conseguirlo. L a ne
cesitab a sin fa lta p a ra el mes de noviembre, y en
contrándom e en ta n g ra n apuro, no encontré otro
medio que la inm ensa bondad de la Sierv a de
Dios Doña D orotea, a quien encomendé el asunto,
segu ra de que no me abandonaría en aquel trance.
L e prom etí publicar la g ra cia . Y efectivam ente,
m e la concedió, y llena de gratitu d quiero anim ar
a todos a que acudan a ella en todas su s necesi
dades, seguro de que las verán atendidas. A. T.
Palma de M allorca.— D oy g ra cia s a la Sierv a de
Dios Doña D orotea de Chopitea, porque hallán
dome muy grave de peritonitis y habiéndome vi
sitado varios médicos sin señ alar cual era mi
m al, acudí a ella y puso a mi alcance un doctor
que en seguida diagnosticó mi mal y me salvó
la vida. Dolores Blanco.
Muy agrad ecid a a Doña D orotea por evitar un
traslad o y aprobar mi h ijo en los exám enes, le
envío una limosna al mismo tiem po que le pido
un fav or mucho m ás im portante. A. González.
D a g ra cia s públicam ente y envía una limosna
en agradecim iento el m atrim onio. B. T.
Valencia.—^Habiendo recibido una g ra cia por
m ediación de Doña D orotea, de la que soy fiel de
voto, envío una lim osna p a ra su cau sa de B e a ti
ficación rogándole me sig a ayudando. T. V.
Cádiz.— ^Habiendo recibido de Doña D orotea un
señalado favor, enviam os un donativo en acción
do g racias. Fam ilia Cervera.
Barcelona.— T enía un niño enferm o de la g a r
g a n ta . Vino el médico y me dijo que e ra d ifteria:
podía ahog arse de un momento a otro. Acudí sin
perder momento a S a n Ju a n Bosco y a la Sierv a
de Dios Doña D orotea de Chopitea empezando to
dos los de la fa m ilia una fervorosa novena. AI
quinto día y a estaba m ejo r el niño. Hoy y a lo te
nemos fu era de peligro. A gradecida toda la fam i
lia, enviam os ima lim osna y deseamos sea publi
cada la G racia en el B oletín. Fam ilia Alcalde.
— 27
V a v o v e s del S i e r v o de ÍPios
¡P o n W etipe M iinaldi
Concede todo lo que se le pide
Curado de tuberculosis medular
Baracaldo.— Estando mi padre aquejado duran
te largo tiempo por un continuo m alestar, que
se iba reflejando visiblem ente al exterior por pér
dida de peso, de color y de ánimos, se decidió con
su ltar al médico; éste, después de un reconoci
m iento presintió un posible cáncer al hígado. Con
la preocupación que se supone recurrim os inme
diatam ente a la consulta de otro médico am igo
do la fam ilia que reañrm ó el presentim iento del
anterior.
A ssam .— E n una pobre cabaña, a pocos pasos
de nu estra residencia, F ra n cisco Nongrum, de 22
años, y a cía en cam a aquejado de grave tubercu
losis en la espina dorsal y parálisis en am bas
piernas. D urante un m es seguido fu i a ponerle
una inyección de estreptom icina y siem pre saqué
la im presión que su m al no tenía remedio. De to
dos modos, como yo m ism a había conseguido por
medio de Don R inaldi mi pronta curación, poco
antes de tenerm e que intervenir quirúrgicam ente,
tra té de anim ar al paciente p a ra que se encomen
dara al siervo de Dios y le entregué una reliquia.
L a aceptó, m uy reconocido, y prom etió publicar
la g ra cia s i la recibía. Con grande sorpresa y
a leg ría por nuestra fe. L a parálisis de la s piernas
y la tuberculosis han desaparecido sin necesidad
de operación y la salud de F ra n cisco es buena
com o con stata el doctor. P ero Don R inaldi ha que
rido h a cer algo m ás consiguiéndole un buen em
pleo, con el que puede ayudar y sostener a su m a
dre y fam ilia. Con la m ayor gratitu d suplica se
dé a conocer la g racia, con el augurio de que Don
R inaldi sea beatificad o p ro n to . Sor Margarita
Opezso, misionera H ija de Marta Auxiliadora.
Angustiados recurrim os a un esp ecialista de hí
gado que opinó del mismo modo poniéndole a se
vera observación tres m eses para d iagnosticar
con seguridad.
Alarm ados como es natu ral y teniendo puesta
nuestra esperanza sólo en el Señor, pusimos tan
doloroso caso en manos de Don Rinaldi por insi
nuación de un conocido saleslano. Colocamos bajo
la alm ohada del enferm o una estam pa del vene
rable siervo de Dios y toda la fam ilia, por su in
tercesión, dirigía al Señor súplicas fervorosas en
ininterrum pidas novenas.
Concluido el período de tratam iento el mismo
esp ecialista quedó grandem ente sorprendido ante
el resultado satisfactorio de tre s diversos análisis;
pues, no sólo no tenía cáncer, pero ni siquiera se
observó la menor com plicación de hígado como
era de esperar en el m ejor de los casos...
Ahora mi padre, ni guarda régim en alguno ni
siente la m ás ligera m olestia. Animo a quien lo
necesite que ponga su confianza en Don R inaldi;
por mi parte doy sin ceras g ra cia s a este venera
ble Siervo de Dios por esta señalada g ra cia y por
las que con frecuencia le encomiendo, desoyendo
tal vez el consejo de aquel benem érito y avispado
saleslano, que me inculcó esta devoción: Con
Don Rinaldi, decía, hay que tener mucha vista
y pedirle pocas cosas; porque como concede todo
lo que se le pide, va usted a su frir muy poco en
esta vida y su purgatorio s e rá entonces muy la r
go en la otra. Luis Myly.
A fodnd.--H allándose mi padre seriam ente en
ferm o y temiendo grav es com plicaciones acudi
mos a Don Felipe Rinaldi. P a ra ayudar su inter
vención, colocam os al enferm o una reliquia del
Siervo de Dios y se pudo operar saliendo bien del
todo. Agradecida publico la g racia. Consuelo Se
rrano.
28
—
Padua.— E n octubre de 1965, mi padre fue
hospitalizado en condiciones graves. Som etido a
los rayos X , la rad iografía d elataba una úlcera
cancerosa g á strica en su fa se últim a. L os médi
cos querían in ten tar la operación p ara sa lv a r lo
salvable, como se expresaron conmigo. M i padre
no quiso saber nada de som eterse a ella, porque
decía: Tengo un tum or y me m oriré en la opera
ción; que me manden a casa.
A nte su negativa los médicos le prescribieron
una cura fu erte para reconstitu irlo y le dejaron
ir anunciándole que al cabo de los veinte días le
intervendrían. Aprovecham os ese tiempo p ara pe
dir toda la fam ilia a Don Felipe R inaldi por nues
tro padre. Dos novenas le hicim os. Mi padre notó
alguna m ejoría y el 7 de enero de 1966 logré con
vencerle de que se operara.
Llevado de nuevo al hospital fue sometido a to
da clase de análisis preparatorios. Con sorpresa de
los médicos las nuevas rad iografías eran to ta l
m ente con trarias a las prim eras. cH erm ana, me
dijo el doctor, su padre va muy bien; la úlcera es
y a sencilla y en vía de curación. No es necesario
operar». Ocho días después, mi padre abandonaba
la clínica y hoy s e halla recuperado, comiendo de
todo.
Y o y los míos damos g ra cia s a Don Felipe R inaldl y enviam os la lim osna prometida. S o r Kosifo
(íolln L ibera. B M A .
Gracias de otros
Santos Y Siervos de Dios
Sevilla.— ^Por fav ores recibidos de S a n ta M aría
M azzarello enviam M una lim osna y le rogam os
nos sig a protegiendo. Elisa y Concepción Vázquez.
Madrid.— E n acción de g ra cia s al P ad re Ju liá n
Rodríguez por habernos atendido en mi súplica,
le envío un donativo p ara los gastos de su b ea tifi
cación. Matilde Blanco.
Ciudad Real.— P o r el buen resultado de unos
exámenes y agradecida al indiecito Ceferino N amuncurá envío una lim osna. V ictoria Santos.
Valencia.— Mi herm ana, después de se r ope
rada de un tum or en el pecho, tuvo que se r de
nuevo intervenida, dado que el tum or e ra cance
roso.
A nte el tem or de que se reprodujese, prom etí
a nu estra sierva de Dios, L au ra V icuña, que si
al cabo de un año e sta b a curada, publicaría la
g iacia.
H a pasado un año y m i herm ana se encuentra
com pletam ente bien. ¡G racias, L a u ra V icuña!
Sor Marta Rosario Herrera, H M A .
E N ESTE MES
D IA 6:
sji»rom m o s m
Discípulo modelo de San Juan Bosco y
ejemplar de las juventudes Salesianas.
A él acuden también como a válido pro
tector las madres en sus necesidades
propias y en las de sus hijos.
D IA 14:
sm ji Mmjí m z im m
Fundadora con San Juan Bosco de las
Hijas de María Auxiliadora.
Roguemos por nuestras difuntos
Don M anuel Ferná. .'c~ M urube ^ en Sevilla, el
pasado día 20 de noviem bre. Durante toda su vida
estuvo íntimamente ligado a la obra Salesiana.
Era ingeniero de minas.
Educado en el seno de una fam ilia cristiana, sus
abuelos, Don Joaq u ín M urube M onje y Doña To
masa Escribano Mora, cooperaron a la venida de
los Salesianos a Utrera, y desde entonces toda su
familia demostró su devoción a M aría Auxiliadora
y a San Ju an Bosco. Tomó la Primera Comunión,
de manos de Don Pedro Ricaldone en la Iglesia
de la Trinidad ante el altar de M aría Auxiliadoxar
siendo padrino, en 1965, de la im agen de San Juan
Bosco, en dicha Iglesia.
Su cariño a la obra Salesiana le llev ó a bautizar
a uno d e sus hijos, con el nom bre de nuestro fun
dador, siendo innum erables los favores y benefi
cios que en todo momento nos dispensó su gran
humildad, su carácter bondadoso, eran expresión
de ese gran corazón que d irigía lodos sus actos.
Padre de numerosa fam ilia, imprimió a su hogar
y a la educación d e sus hijos la alegría y el ca
riño, característicos de lo salesiano.
La bondad y la sim patía fueron dos notas de su
carácter, qu e em pleó en hacer el b ien a los demás.
Doña C oncepción Sanloyo Martínez, cooperado
ra Salesiana,
en A studillo (Palencia), el día 2
de febrero, a los 61 años d e edad. Cumplió siem
pre como ferviente cooperadora Salesiana. La
muerte le sobrevino repentinam ente, mientras se
d edicaba a su trabajo ordinario. Dios Nuestro Se
ñor y M aría A uxiliadora le habrán prem iado su
profunda vida de piedad, su gran caridad y su es
píritu d e trabajo.
Doña Ju lia Palacín, viuda de Gutiérrez,
el día
14 de febrero, cooperadora Salesiana de la primera
hora y ferviente d evota de M aría Auxiliadora.
Larga y penosa fue su enfermedad, que sobre
llev ó con gran resignación cristiana. Su mayor
consuelo era in vocar con tierna devoción a María
A uxiliadora. Esposa ejem plar y madre profunda
mente cristiana, educó su numerosa prole en el
s^nto temor d e Dios.
El Oratorio Salesiano de A studillo le d ebe mu
chos favores.
Doña A grípina Castro de Santiago, •}< en Añoza
(Palencia), el día 25 de marzo de 1967. Toda su
vida fue de una ejem plar cristiana. Desde que
con oció a los Salesianos se hizo una gran admira
dora de sus Obras y con com p lacencia leía el Bo
letín Salesiano y llev a b a la insignia de Coopera
dora con orgullo.
Doña Presentación Castro de Santiago,
en
Añoza (Palencia), el día 22 d e enero d e 1967. Co
operadora Salesiana desde que se fundó el Cen
tro externo en este pueblo castellano. Fue siempre
una fervorosa cristiana y una amante de las Obras
d e San Ju a n Bosco.
Ha fallecid o tam bién en Tossa de Mar, el coope
rador scdesiano, Don Tomás Coris Axandri.
Por éstos y por todos los cooperadores difuntos
ofrezcamos al Señor sufragios e indulgencias para
que pronto los conduzca al Cielo.
— 29
formacíoNdeifocacíones
«E l m ejor prem io que D ios con ced e a una fam ilia es un h ijo sacerdote.» (D on Bosco)
IN S PE C T O R IA DE B A R C E LO N A
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Beca «Juan X X m » . Montilla, Total: 18.350 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Consolación». Torredonjimeno. T . : 20.000.
Beca «Familia Franchis». Las Palmas, l . i e.: 600 pts.
Beca «Virgen del Pino». Las Palmas. 1.» e .: 1.000 pts.
Beca «D. Bernardo López Baena». Córdoba. T . : 12.000 pts.
Beca «Baldomero Pagán». Total: 16.000 pts.
IN S PE C T O R IA DE B ILB A O
Beca «Ntra. Sra. del Carmen». Pozoblanco, Total: 26.000 pts.
P. Provincial: Escuelas Salesianas • Deusto-Bilbao
Beca «Pura Bermúdez». Málaga. Total: 22.600 pts.
Beca «D. IN'dro Olivazzo». N. e .: 12.000 pts. Total: 30.000.
Beca «Antonio Espinosa». Santa Cruz. Total: 33.000 pts.
Beca «D. Cirilo Sagastagoitlo», promovida por los AA. AA.
Beca «Santa Isabel». Granada. Total; 34.000 pts.
de Biirncaldo. Total: 16.000 pts.
Beca «San Juan Bosco». Lopera. Total: 15.000 pts.
Beca «D, José Díaz de Cerio Valle y Petra Gastón Ventosa».
Beca «Familia León de Navarro». Total: 2.300 pts.
Total: 4.000 pts.
Beca «Familia Lora Uadín». Total: 4.300 pts.
Beca «Santísima Trinidad». N. e .: 2.000 pts. Total: 27.000.
Beca «Santo Domingo Savlo». (Cía. de la Juventud SaleBeca «Carmina Gutiérrez». N. e.; 2.000 pts. Total: 29.000 pts.
siana). Las Palmas. Total: 16.600 pts.
Beca «Agustina Alonso». N. e .: 3.000 pts. Total: 28.000 pts.
Beca «Sto. Dgo. Savlo». Olas. Religiosas. Ronda. T .: 13.000.
Beca «Piedad Ramos». N. e .: 3.000 pts. Total; 38.000 pts.
Beca «San Jo sé y Ntra. Sra. de Montserrat». Granada.
Beca «Nalividad Postigo». N. e.: 1.000
pts.Total: 29.000pts.
Total: 18.200 pts.
Beca «Rosario Gutiérrez». N.e.: 1.000 pts. Total: 29.000 pts.
Beca «Utrera Deherves». Córdoba. Total: 10.000 pts.
Boca «Paqulto Gutiérrez». N.e.: 3.000 pts. Total: 28.000 pts.
Beca «Cías. Juventud Salesiana». L a Orotava. Total: 20.000.
Beca «Fernando y Rufina». N. e .: 8.000
pts.Total; 38.000Beca
pst. «Escuelas Externas». Montilla. Total: 3.000 pts.
Boca «Mamá Margarita». L . Caftada. Pamplona. N. e .: 260
Beca «Nicolás Rodríguez». Las Palmas. Total: 3.100 pts.
pesetas. Total: 16.000 pts.
Beca «San José». Pozoblanco. Total: 4.000 pts.
Boca perpetua «San Cosme y Sta. Magdalena». T . : 76.000 pts.
Beca «Santa Teresa». Granada. Total: 16.150 pts.
Beca «De las Srtas. de Felipe», l.é e .: 36.000 pts.
Beca «Moisés Redondo Tirado». Pozoblanco. Promovida por
Beca «María Auxiliadora». 2.1 Arch. Baracaldo. T . : 13.000.
D. Jo sé Fernández. Total: 40.000 pts.
Beca «F. Canales». Total: 14.000 pts.
Beca «San Rafael». Córdoba. Total: 17.737 pts.
Beca «Matilde Pelayo». Pamplona. Total; 5.000 pts.
Beca «San Miguel». Montilla. Total: 21.300 pts.
Beca «Don Ramón Zabalo». Baracaldo. M. Fernández. To*
Beca «Manuel H em ánd c». Las Palmas. Total: 6.000 pts.
tal: 36.000 pts.
Beca «J. M. Manfredini». Granada. Total; 67.000 pts.
Beca «Señor Ju stl*. Deusto íColeglo). Total: 19.600 pts.
Beca <P. Santa Catalina» 2.ft Las Palmas. Total: 1.000 pts.
Beca «Virgen del Castillo». E l Royo. Total: 9.300 pts.
Beca «San Juan Bautista». Córdoba. Total: 13.000 pts.
Beca «I. Concepción». Bilbao. J . L . M. Total: 6.600 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Luna». Pozoblanco. Total: 25.000 pts.
Beca perpetua «San Martin». iSjtalt 31.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». C^as. Tenerife. T . : 19.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Zuazo. Total: 6.600 pts.
Beca «María Auxiliadora». Málaga. Total: 4.300 pts.
Beca «Don Bosco*. Ciudad Laboral. Pasajes. Total: 6.720.
Beca «María Auxiliadora». Pozoblanco. Total: 50.000 pts.
Beca «Francisco Tierra» Burceña. Total: 8.500 pts.
Beca «D. Sebastián María Pastor» Total; 4.016 pts.
Beca «Sagrada Familia». San Sebastián. Total: 10.000 pts.
Beca «Rafael Moure Ríos». Córdoba. Total; 8.750 pts.
Beca «San Juan Bosco». Santander. Total: 6.000 pts.
Beca «D. Vicente Reyes». Córdoba. Total: 2.300 pts.
Beca «Sonto Domingo Savio». Santander. Total: 19.600 pts.
Beca «N. Rodríguez». Las Palmas. Total; 2.100 pts.
Beca «José Puertas». Deusto. Total: 10.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Pino». (Por las Compañías de la Ju
Beca «Señores de Udaetxe». Bilbao. T o tal: 34.000 pts.
ventud Salesiana). Teror. Total: 2S.OOO pts.
Beca «María Auxiliadora». D. R. O. R. Total: 20.000 pts.
Beca «Sra. F . Peña». Málaga. Total: 12.CN30 ptas.
Beca «San Andrés». Burgos. Total: 1.3^.35 pts.
Beca «Montilla». Montilla. T otal; 26.000 ptas.
Beca «Nuestros Mártires». Zuaso. Total: 18.ró9 pts.
Beca «F'amilia Vargas». Ronda. Total: 10.000 ptas.
Beca «María Auxiliadora» I I. Total: 30.000 pts.
Beca «Doña María». Las Palmas. Total: S.700 ptas.
Beca «Alfonso Gómez Pineda». Pamplona. Total: 6.000 pts.
Beca «Sagrado Corazón». Las Palmas. Total: 13.000 ptas.
Beca *S. Jo sé Obrero». (Industriaies-Santander). T .: 10.000.
Beca «Manuel Moreno». Las Palmas. Total: 1.500 ptas.
Beca «María Auxiliadora». (Arch. Santander). T .: 6.000 pts.
Beca «Santa Cruz de Tenerife». (Casa). Total: 6.800 pts.
30 —
Beca
Beca
Beca
Beca
«Mártires de Pozoblanco». Total: 8.735 ptaa.
«María Auxiliadora». Cooperador. Málaga. T . : 8.000 p.
«Domingo Savio». Las Palmas. Total: 22.500 ptas.
«Matrimonio CLM-SCB». Málaga. Total: 46.060 ptas.
IN S PE C TO R IA DE M AD R ID - «B E S A M A »
P. Provincial: Paseo del General Primo de Rivera, 25
Madrid (5) ■ Telél. 227 56 91
Recordamos a todos los participantes en BSBÁMA tas
tres categorías de Becas Completas:
— Beca O R D IN A R IA : 50.000 pesetas.
— Beca M A Y O R : 100.000 pesetas.
— Beca P E R P E T U A : 850.000 pesetas.
Siempre pueden enviar donativos para ir completando
las Becas eBEBAMA».
BECAS COMPLETAS
Beca perpetua «Miguel Cabrera Castro». Ultima entrega:
200.000 pts. Total: 250.000 pts.
Beca «San Juan Bosco». Sres. López de Quintana. Total:
50.000 pts.
Beca «San Eduardo y Santa Margarita». Sres. Rey Martí
nez. N. e .: 5.000 pts. Total: 50.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca «Besama» I I. Donativos: Ign. Martel, 500: N. N., 200:
C. Soriano, 100. Total: Total: 9.415 pts.
Beca <D. Higinio Arce», para Coadjutor Saleisano. l .s e .:
25.000 pts.
Beca «Archicofradía M.s Auxiliadora». P.9 Extremadura.
l.S e .: 6.000 pts.
Beca «San Francisco de Sales». Estrecho. N. e.: 2.635 pts.
Total: 9.645 pts.
Beca «M. A. L.» N. e .: 1.000 pts. 14.000 pts.
Beca «Casimiro Ramiro». A. A. Atocha. N. e .: 2.000 pesetas.
Total: 28.000 pts.
Beca «El Coadjutor Salesiano». Cías. Paloma. N. e.: 5.000
pesetas. Total: 30.000 pts.
Beca «María Auxiliadora» I I. Atocha. Total: 20.975 pts.
Beca «Vda. Casanovas». Total: 6.000 pts.
Beca «Sánchez-Blanco» I I. Total: 6.000 pts.
Beca «Familia Mesonero Rodríguez». Total: 8.000 pts.
Beca «D. Félix González». D.S Isabel L . de Pardo. T .: 17.000.
Beca «Doña Mercedes Cruzado». Total: 9.000 pts.
Beca «Doña Dorotea». Madrid-Don Bosco. Total: 20.000 pts.
Beca Mayor «Nuestros Mártires». General López de Leto
na. Total: 60.000 pts.
Beca «F. de B.» B éjar. Total: 26.000 pts.
Beca «Josefa A. Roldán y Familia». Total: 30.000 pts.
Beca «Viuda de Pujadas». Total: 12.000 pts.
Beca «Centro Juvenil». P.9 Extremadura. Total: 13.600 pts.
Beca «Ntra. Sra. de las Angustias». Arévalo. T . : 26.500 pts.
Beca Mayor «Sta. Teresa y S. Vicente». Total: 98.000 pts.
Beca «de la Virgen del Carmen y de las Animas del Pur
gatorio». Total: 40.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Carmen y S. Lucas». Total: 24.000 pts.
Beca «Familia de D. Antonio Miranda. Salesiano». T . : 10.000.
Beca «Doña Carmen Olalla». Total: 36.000 pts.
Beca «Doña Consuelo Olalla Ramos». T o tal: 40.000 pts.
Beca «Manuel Nicolás». Total: 10.000 pts.
Beca «Don Juan». I I. Total: 6.000 pts.
Beca «Padre Esteban». A. A. Paloma. Total: 9.800 ptas.
Beca «P ío XU ». Villaamil. Total: 20.764.85 ptas.
Beca «María Auxiliadora». Guadalajara. Total: 7.600 pts.
Beca «San Estanislao». Fam ilia López Alvarez. Salamanca.
Total: 16.000 pesetas.
Beca «Laura Vicuña». Teologado. Total: 23.100 ptas.
Beca «Santo Domingo Savio». (San B las). Total; 18.306 pts.
Beca «María Attxiliadora». Salamanca. Total: 6.300 ptas.
Beca «Escuela de Automovilismo». T o tal: 6.000 ptas.
IN S PE C T O R IA DE S E V IL L A - «B E S A S E »
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 18 - Sevilla
Teléis. 35 04 86 - 35 01 00
Beca
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Beco
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BECAS EN FORMACION
«Stella Maris». Huelva. N. e .: 4.000 pts. Total: 24.000.
«Olemente (Suede». Cádiz. N. e .: 1.725 pts. T .: 6.776.
«Virgen Victoria». Mérída. N. e .: 17.(K)0. T . : 52.400 pts.
«Sto. Domingo Savio». E cija. N. e.: 5.000. T . : 23.000.
«Colegio Salesiano». Sevilla. Por A. R . 1.000 pts.
«Ntra. Sra. del Rosario». Rota. Total: 14.000 pts.
«Rvdo. D. F . Jav ier Montero». Total: 7.600 ptas.
«Ntra. Sra. del Sagrado (tirazón». Morón. T .: 16.000
«Santiago Apóstol», c aa w Total: 60.000 ptas.
«Corpus CSiriati». Quintana. Sevilla. Total: 8.230 pts.
« M a ^ Auxiliadora». Alcalá de Gusdaira. T o tal: 14.850.
«Maria Aoriliadora». Puerto Real. Total: 14.000 pts.
«Dcm Florencio Sánchez». Sev.-Trin. Total: 10.000 pts.
«Don Luis Hernández». Sevilla Trinidad. Total: 10.000.
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«Don Pablo Montaldo». Sevilla Trinidad. Total: 10.000.
«Rvdo. Tomás (SonzAlez». Sevilla. Triana. T . : 26.000.
«Bodas de Oro». AI. Guadaira. Total: 60.000 ptas.
«Cor. de Jesús». H. Dña. Salvadora García. T : 10.000.
«V. Esperanza». Sevilla. Total: 1.750 pesetas.
«D. Ju an Torres». Jerez. Total: 20.000 ptas.
«Sagrado Corazón». Coop. Utrera. Total: 63.000 ptas.
«R. Romero». S. J . del Valle. Total: 5.193 ptas.
«Don Andrés Yun». Algeciras. Total: 6.000 ptas.
<F. Molpeceres». Cannona. Total: 13.100 ptas.
«C. I. Cooperadores». Total: 16.000 ptas.
«C. S. San Pedro». Sevilla. Total: 1.000 ptas.
«Doña Josefa Rodrigues». Total: 2.000 ptas.
«I. Concepción». L a Linea. Total: 600 ptas.
«Maestro Pagés». Cádiz. Total: 13.295 ptas.
«San Juan Bosco». (S.4). R. U. S. Total: 6.000 ptas.
«F. Alcalá Viva». Morón. Total: 10.000 ptas.
«San Andrés». P. del Condado. Total: 5.000 ptas.
«P. Agustín Nofre». Utrera. Total: 26.810 ptas.
«San Juan Bosco». Cáceres. Total: 16.750 ptas.
«D. Jo sé Canal». Sevilla. Total: 31.600 ptas.
IN S P E C T O R IA DE V A L E N C IA
P. Provincial: Calle de Sagunto, 212 • Valencia
BECA COMPLETA
Beca «Virgen de los Desamparados». Total: 100.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca perpetua «Juan Manuel»., por D.a Carmen Gómez de
Tortosa. Alcoy. 1.5 e .: 50.000 pts.
Beca «Niño Jesú s del Milagro». N. e .: 5.000. T .: 30.000 pts.
Beca «Rvdo. D. Mariano Aisa». Burriana. Total: 17.050 pts.
Beca «San Bernardo». Villena. Total: 22.000 pts.
Beca «Círculo D. Savio». Valencia. Total: 27.200 pts.
Beca «Nuestra Señora del Pilar». Zaragoza. T o tal: 33.000 pts.
Beca «Antonia Cabot». Albacete. Total: 13.000 pts.
Beca «Jesús Mendivil». Valencia. Total: 26.000 pts.
Beca «Don Luis Berenguer». Alicante. Total: 20.000 pts.
Beca «P. Tarín», (^odelleta. Total: 3.000 pts.
Beca «Trabajo y Honradez». Valencia. Total; 24.000 pts.
Beca «San Vicente». Valencia, Total: 54.000 pts.
Beca «Cooperadores de Valencia». Total: 7.500 ptas.
Beca «Archicofrade M. A. 2.4». Primera entrega 4.000 ptas.
Beca «Francisco Serrats». Valencia. Total: 8.000 ptas.
Beca «Ramón Guerrero». Albacete. Total: 12.650 ptas.
Beca «Azul y Rosa». Valencia. Total: 20.000 ptas.
Beca «Virgen de Luz». Cuenca. Total: 13.725 ptas.
Beca «San Agustín». Alcoy. Total: 18.000 ptas.
Beca «Colegio Salesiano». Valencia. Total: 83.500 ptas.
Beca «Perpetuo Socorro». Valencia. Total: 6.000 ptas.
Beca «San José». Alicante. Total: 10.000 ptas.
Beca «Virgen del Pilar». Alicante. Total; 5.000 pesetas.
Beca «Colegio Salesiano Burriana». Total: 11.000 ptas.
Beca cD. Jo sé Calasanz». Total: 14.025 ptas.
Beca «Antiguos Alumnos». Valencia. Total: 2.050 ptas.
Beca «Colegio San Juan Bosco». Valencia. Total: 6.000 pts.
IN S PE C T O R IA DE ZAM O R A
P. Provincial: Universidad Laboral - Zamora
BECAS COMPLETAS
Beca «Emilio Corralee». Total: 90.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca «José Sabeté». Vigo. Total: 31.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Naranco-Ovlcdo. l.S c . : 4.934 pts.
Beca «D. Emilio Montero». Orense. T o tal; 18.500 pts.
Beca «Virgen de Villanueva». Allariz. Total: 6.475 pts.
Beca «D. Jo sé Saburido». Orense. Total; 22.000 pts.
Beca «San Benito» Allariz. Total: 28.000 ptas.
Beca «D. Pedro Olivazzo». Astudillo. Total: 11.676 ptas.
Beca «Don Ernesto Armelles». L a Corufia. (Colegio). Total:
^ .7 5 0 pesetas.
Beca «P. Miguel Salgado». Vigo. S. Matías. Total: 47.860 pts
Beca «Maria Auxiliadora». Celanova. Total; 12.000 ptas.
Beca «María Auxiliadora». Are. 2<amora. Total: 19.600 pts.
Beca «P. Cirilo Segastagoitia». León. Total: 36.100 ptas.
Beca «D. Tomás Bussons». Vigo. S. Matías. Total: 20.000 p.
Beca «M.S Auxiliadora». Vigo. S. Matías. Total; 32.(KX} pts.
Beca «San Cristóbal». Vigo S. Matías. Total; 8.000 ptas.
Beca «Doña Lucia Bechade». Cambados. Total: 14.250 pts.
Beca «San José». Vigo. S. Matías. Total: 58.000 ptas.
Beca «P. F ila Arce». (Bodas de P lata). Masaveu. T .; 32.000.
Beca «Sto. Domingo Savio». Vigo. S. Matías. Total: 10.500
Beca «Cooperadores Cánido». Vigo. 8 . Matías. T .: 9.000 pts.
Beca «San Ju an Bosco». Vigo. Hogar. Total: 7.000 ptas.
Beca «Ceferino Namuncurá». Vigo. Hogar. Total: 8.000 pts.
Beca «Maria Auxiliadora». Vigo. Hogar. Total: 5.000 ptas.
Beca «Sto. Domingo Savio». Chambados. T o tal: 14.500 ptas.
Beca «Ntra. Sra. de Covadonga». Tudela Veguín. T .; 13.246.
Beca «San José». Compañías. Zamora. Total: 11.000 ptas.
Beca cJosé Irisarri». Estudiantes. Zamora. T .: 7.250 ptas.
Beca «Circulo Sto. Domingo Savio». Zamora. T .: 14.000 pts.
Beca «S. León Magno». Zamora. Total: 26.000 ptas.
Beca «Sto. Domingo Savio». Avilés. Total: 4.600 pesetas.
Bees «Domingo Savio». León. Total: 13.366 pesetas.
31
£1 padre Alfonso Nácher, que el próximo
mes vu elve a Timor, siente la necesidad de
agradecer a todos los que respondieron a su
llamamiento para la construcción de la igle
sia de su misión. La generosidad de los que
le han ayudado le permite volver al lejano
Oriente satisfecho, pues es poco lo que le
falta... Y aún queda un mes.
Al enviarnos la foto que reproducimos nos
d ice: Ahí se verá que no soy destructor
de ídolos. Buda es testigo.
UN MISIONERO SALESIANO ACABA DE LLEGAR DE COREA
Nos promete para el próxim o mes un amplio reportaje sobre la obra salesiana
en Seúl y más concretam ente sobre la nueva obra que junto con otro misionero
español acaban de poner en marcha.
M ientras tanto nos presenta sus esperanzas.
N ecesita ayuda para:
1.5 atender a los 2.000 niños de los barrios que cada domingo inundan los ora
torios salesianos de Seúl.
2.5 cientos de enfermos que cada semana recib en medicinas y atenciones sani
tarias en los dispensarios de las dos parroquias salesianas, siempre gratuitamente.
3.5 75 seminaristas coreanos, cu y a m anutención corre por cuenta de los mi
sioneros.
4.5 30 niños pobres de la escuela profesional de Seúl.
5.5 para el sostenim iento de hermanitos (que han perdido sus padres) y a los
que pagan una habitación para qu e sigan v iv ien d o juntos facilitándoles además
pan, vestido y educación.
EL PADRE MOLERO Y LOS SALESIANOS DE SEUL LE AGRADECERAN SUS DONATIVOS
PROCURA DE LAS MISIONES SALESIANAS - ALCALA, 164 - MADRID (2).
S
r .
D m
<
B. G. SAlesiAn*; M&drid-Atocha
)
-
Texto
-
AÑO L X X X l - N.g 5 - ORGANO DE LOS COOPERADORES SALESIANOS - MAYO, 1967
t i
DON RICCEÜI
IN MADRID
^
rector mayor ante los |óvenes de los colegios salesianos
de M ad ri^ reunidos en Atocha, estalló nna salva de aplausos a la que
él, Don Ricceri, respondió con este simpático gesto captado por nuestro
fotograio. A su izquierda, el general Barroso, que tanto quiere a los
B O LE TIN S A L E S iA N O
ORGANO DE LA PIA UNION DE
COOPERADORES SALESIANOS
Revista de la Obra de Don Bosco
Año LXX Xl . Núm. 5 ■ Ma 70 , 1967
director :
S
u
m
a
r i o
M A R IA A U X I L I A D O R A ...............................................
3
EL D IA L O G O , R E C U R S O A P O S T O L IC O DE
D O N B O S C O .................................................................
4
H E R O ES
NADA
8
I M I T A B L E S ...................................
12
EL P A D R E T O C IN O , C O N P E R D O N . . . .
C O O P E R A D O R E S E N A C C I O N .............................
14
N O T IC IA S DEL M U N D O S A L E S IA N O . . . .
15
DIRECCION, REDACCION Y ADMON.:
EL R E C T O R M A Y O R E N M A D R I D ........................
16
Alcalá, 164 - Apartado 9.134
EDUCAN DO C O M O DON BO SC O
18
Teléfono: 255 20 00
IN S T IT U T O S E C U L A R V O L U N T A R IA S D E
D O N B O S C O .................................................................
19
M A DRID-2
N A D IE M E H A B IA L L A M A D O H E R M A N O .
.
20
Depósito legal: M . 3.044-1958
C R O N IC A S D E G R A C I A S .........................................
24
JA VIER RUBIO IBAÑEZ
(Con censura eclesiástica)
E. 0 . Salesiana: Madríd-Atocha
. . . .
B O G U E M O S P O R N U E S T R O S D IF U N T O S .
BECA S
.
S A C E R D O T A L E S .........................................
.
29
30
CIUDAD DEL VATICANO.—Dos de los Coadjutores de la Comunidad salesiana, que trabaja
en la Imprenta Poliglota Vaticana, una de las más completas del mundo en tipos 7 caracteres
ara todas las lenguas, presentan a Su Santidad Pablo VI los primeros ejemplares del Anuario
ontificio, libro en ei que están compilados nombres, datos 7 estadísticas relacionados con
el goDiemo de la Iglesia.
P
2 —
páginas del Boletín
Salesiano, -desde los mis
mos tiempos d e Don Bosco, son el portavoz de
las abundantes gracias, favores
Y hasta milagros qu e M aría Au
xiliadora dispensa a sus devotos.
L
as
MARIA
AUXILIADORA
Su devoción es característica
de toda la Fam ilia Salesiana. Fue
Ella misma la que encom endó a
Don Bosco y co n él a lodos los
salesianos, hijas d e M aría A u xi
liadora Y cooperadores que pro
pagaran la d evo ció n a M aría
bajo e l título d e A u xiliad ora de
los cristianos. iLa V irg en cpiiere, rep>elía, que la honremos con
el título d e A u xiliad orai.
San Ju an Bosco, qu e se con
quistó con ju sticia el sobrenom
bre d e apóstol de M aría A u xi
liadora, consagró a la propaga
ción Y cum plim iento del deseo
de la V irgen preciosas energías.
Y durante la construcción de la
Basílica en su honor, base de
la devoción a la A uxiliadora
de los Cristianos, ésta realizó
tantos prodigios por su medio
que b ien pronto arraigó e n Ita
lia Y
salesianos la ex ten
dieron luego por todo el mun
do.
En la actualidad la Archicoiradia de M aría A uxiliadora, b a
jo auspicios salesianos, prosi
gue su difusión por todos los
rincones de la tierra.
Ni los archicofrades, ni los
itiiembros de la Familia Salesia
na olvidan cual es la finalidad
de la d evo ció n y cu lto a la
Santísima V irg en y que Pablo
VI acaba d e recordar a los bra
sileños, al entregar la rosa de
oro al Santuario d e A parecida:
«Desearíamos recom endaros que
no separéis nunca a Nuestra Se» ñora de Cristo. No se com pren
de a la M adre sin el Hijo. Los
privilegios d e M aría le vienen
de Jesús. Ella es com o la luna:
si el sol se apagara, no la ve
namos más. Si, en cam bio, los
^Yos d el sol dan sobre Ella
entonces se ilum ina. El culto
cia p o sib le; participar en la san
ta M isa Y visitar a Jesú s Sacra
mentado/ h acer obras de cari
dad en honor de Nuestro Señor
Jesucristo, porque a El le gus
ta mucho qu e se practique la
caridad».
Por consiguiente no debe nin
gún devoto de M aría A uxiliado
ra tenerla únicam ente para con
seguir d e ella favores materia
les, sino para que nos consiga
del Señor mayor piedad, m ejor
cum plim iento de nuestros de
beres cristianos, m ayor p erfec
ción.
D ecía Don Bosco en una oca
sión : fPoned de vuestra parte
a M.^ A uxiliadora y persuadios
de que lo que los cirujanos no
consigan lo conseguirá Ella».
Hay devotos de M aría A u xilia
dora que corren el peligro de
fijarse tan solo en la segunda
p a rle y acudir a Ella cuando
la necesitan para remediar al
guna necesidad. Sin em bargo lo
principal es lo prim ero: poner de
nuestra parte a M aría A u xilia
dora, lo cual se logra i'limpiando nuestros corazones y ofre
ciéndoselos, o mejor, uniéndolos
a M aría A uxiliadora para que
así estén cerca de Jesús».
de M aría es un cu lto introductoriof vamos a M aría para lle
gar a Jesú s. Amando a nuestra
Señora d e este modo, podremos
com prenderla en su real gran
deza Y ^ través de Ella lleg a
remos a Cristo H ijo d e Dios».
Es la recom endación que re
petía San Ju an Bosco de d iv er
sas formas. cPara que M aría nos
ame hemos d e honrar a su Hijo f he aquí algunos modos de
horuarle: acercarse co n frecuen
cia a los sacramerüos; y al d e la
com unión con la m ayor frecuen
Cuando se la tiene de nuestra
parte, porque nos la hemos ga
nado, a M aría A uxiliadora en
tonces se verifica que «es la
taumaturga, la dispensadora de
gracias y milagros, merced al al
to poder qu e ha recibido de
su D ivino Hijo».
Otra manera de ganarse la b e
n ev o len cia de M aría A uxiliado
ra la expresa Don Bosco cuando
d ic e : Dígase y predíquese siem
pre que M aría A uxiliadora ha
conseguido y conseguirá gra
cias particulares, incluso extra
ordinarias Y milagrosas, para
aquellos qu e cooperan con
obras, consejos, con el buen
ejem plo o sim plem ente con la
oración a dar cristiana educa
ció n a la juventu d en peligro.»
— 3
R E L IG IO N - R A Z O N - A M A B IL ID A D : BASES DI
ELUlOf»lECnMIII
cristianos descubren ahora el
diálogo, después que Pablo V I lo ha se
ñalado como el gran medio para acercar
a Cristo a la sociedad actual.
Don Bosco lo em pleó como medio ordinario con
toda clase de personas, de modo especial con la
juventud. Su mérito esté en haberlo usado en una
época en q u e se recom endaba a los educadores no
dar coniianza si no querían se les perdiera e l res
peto. Juanito Bosco sabía b ien cuanto pesar le
causaba que su párroco se condujera con él de
acuerdo con esa norma y se prometió a sí mismo
no ser así, si lleg aba un día a sacerdote.
Fue fiel a su propósito. El diálogo en sus manos
fue un arma apostólica d e primer orden.
M
uchos
C
ONVERSABA con todos, porque el diálo
go bien conducido abre los corazones y
ofrece ocasión de hacer bien. Es una siem
bra, q u e realizada en los debidos modos,
da fruto a su tiempo.
Su biógrafo, Don Lemoyne, reproduce muchas
de sus conversaciones con personas d e lo más
diversas y en circunstancias variadísim as. A lguiei^
desconocedor de esta costumbre del Santo avanzó
la duda de si no serían inventadas por el h isto
riador. No hay tal, porque Don lem o y n e v iv ió
24 años junto a Don Bosco y muchas de las con
versaciones transmitidas las consignó el mismo
día en que se tu vieron, otras, anteriores a él, las
recogió del mismo Don Bosco, quien gozaba de
una memoria prodigiosa, capaz de repetir al pie
de la letra y muchos años después un sermón, una
conversación, una poesía oída o aprendida d e niño.
S
E entrenó en el diálogo con su madre, que
los m antenía frecuentes con sus hijos. Aun
que es cierto qu e les ex ig ía obed ien cia y
disciplina, tam bién lo es que se entretenía
con mucha frecuencia confklencialm enle con ellos,
escuchándoles, resolviéndoles sus dudas, adoctri
nándoles con celo maternal. U na prueba de esto
4 —
N o toda conversación es diálogo. E l diálo
go entre cristianos tiene una finalidad pre
cisa: presentar un aspecto del bien a otro
para ayudarle a perfeccionarse. Tales eran
DE DON BOSCO CON LOS JOVENES
mico DE
las conversaciones de D. Bosco. En la pelícu
la «C ita en el Paraíso», se recoge el primer
diálogo entre S. J. Bosco y Sto. D. Savio, del
que este último salió decidido a ser santo.
es su csueño de los nueve años», cuando se le
revela su futura misión en este mundo. Durante
el mismo, Ju a n iío en tabla diálogo desenvuelto,
vivo, interesantísim o, tanto más si se tiene en
cuenta la categoría de los dos interlocutores.
No se conforma fácilm ente con lo que le dicen.
Pide explicaciones, presenta sus o'bjeciones, como
cuando le d ice al Hombre v en erab le:
—Y ¿usted qu ién es para hablarm e de esa ma
n era? ¿Q u ién para mandarme una cosa imposi
b le ? Mi madre me d ice que no me junte con na
d ie a quien no conozca, sin su perm iso; dígame
pues su nombre.
Nos hallamos frente a un muchacho que quiere
las cartas en regla y no conform e co n la parte
de mero ejecu to r d e órdenes. Ninguno de los dos
personajes — el Señor y la V irgen— tomaron a mal
la franqueza del chico, antes al contrario le com
placieron en sus justos deseos y le manifestaron
am ablem ente la alta misión a que era llamado.
entonces Don Bosco en trevió cual
era el m ejor modo d e acercarse a los jo*
vencitos. El método educativo, insinuado
en el sueño y puesto por él en práctica
inm ediatam ente, gira sobre e l diálogo. D iálogo
con Dios (religión), d iálogo con el educando (ra
zón) llev ad o a cabo con dulzura y bondad (ama
bilidad).
En 1884, cuando su vida h abía enfilado ya la
pendiente d efinitiva, vo lv ió a v er en sueños a
uno de sus alumnos más apreciados d e los prime
ros tiempos del Oratorio, Jo sé Buzetti. Este le hizo
notar que, si se quería vo lv er a los bellos tiem
pos del Oratorio, los salesianos tendrían que res
tablecer el d iálogo que Don Bosco había sabido
en tablar con ellos durante los recreos. «No es su
ficiente, le d ijo el aparecido Buzetti, amar a los
jo v en ciio s, si no se dan cuenta qu e son amados.
Hay qu e amarlos tomando parte en las cosas que
les gustan; secundándolos en sus in clin acion es in
fantiles, para que ellos, a su vez, amen cosas que
esd e
D
— 5
no les gustan, pero sí a sus educadores, como son
la disciplina, el estudio, el sacrificio, ele. Familia
ridad, sobre todo, en los recreos. Sin familiaridad
no se demuestra el afecto 7 sin éste no hay con
fianza. Quien desee ser amado ha de mostrar que
ama. El maestro, al que sólo se le ve sentado en su
cátedra, es maestro 7 nada más; si va a recrearse
en medio de sus alumnos, es como un hermano. La
confianza crea una corriente entre jóvenes 7 edu
cadores. Los corazones se abren, ponen de mani
fiesto sus necesidades 7 muestran sus defectos.
Quien sabe que es amado, amai 7 quien es amado
consigue lodo, 7 más de los jóvenes».
La esencia del diálogo de Don Bosco está en la
confianza creada por el amor^ con ella abría los
corazones y le confería la posibilidad de una efi
caz acción educadora.
el diálogo fue una característica de
la educación, dada por él, lo muestra él
mismo en sus escritos, en el que consig
nó a propósito, varios de sus diálogos. El
primero de todos el sostenido con Bartolomé Garelli, el primer m uchacho con el que echó a andar
su Oratorio.
Hecho significativo: Esta obra, prevista en un
sueño en el qu e como hemos dicho tuvo lugar un
diálogo memorable, reconoce sus humildes prin
cipios en el tenido con un pobre muchacho, tími
do Y atemorizado por los golpes recibidos del sa
cristán.
¿Cóm o entrarle? Trata de hallar un rodeo para
introducirse en aquella alma/ paroce im posible en
tablar conversación. Todas las preguntas del San
to reciben una respuesta mortificante y descora
zonada: «(Muerto». «Muerta». «No». «No». Y cada
respuesta ensom brece más al pobrecito, en vol
viénd ole casi en un com plejo d e inferioridad y
de culpa.
Otros hubieran abandonado el em peño/ pero no
Don Bosco, conocedor del alma ju ven il. Necesita
d e un buen «si», que disipe las nieblas y haga
brillar de nuevo la sonrisa en aquel rostro amos
cado.
—¿S ab es cantar?
M aravillado de tal pregunta. El m uchacho se
seca los ojos, mira a Don Bosco, y el «no» que se
sigue es menos amargo.
Don Bosco tiene ya la pregunta m ágica:
—¿Sabes silbar?
(¿Y qué niño no sabe silbar, si es uno de sus
orgullos?) Bartolomé se pone a reir.
Lo ha conseguido/ le confianza del chico estaba
ganada. Puede y a proseguir el coloquio por ca
minos abiertos y serenos.
Q
ue
las biografías de sus tres alumnos más
conocidos —Domingo Savio, Francisco Besucco Y M iguel M a g o n e ^ Don Bosco re
produce fielm ente su primer d iálogo con
ellos. Los tres, aunque con matices diversos d e
bidos a la índole de sus interlocutores son muy
interesantes.
A Savio Y a Besucco, chicos virtuosos y disci-
E
n
plinados, les pregunta su nombre, su pueblo, los
estudios q u e han cursado, sus proyectos para el
futuro.
Con M agone el coloquio consta de dos partes.
La primera es el diálogo vivaz, sostenido en la
estación d e Carmañola una tarde nublada d e octu
bre, cuando el muchacho al frente d e una pandi
lla de golfillos, se vio abordado por Don Bosco,
deseoso de trabar conocim iento co n aquel gen e
ral en em brión. La desenvoltura de M iguel, su
sinceridad, e l peligro d e echarse a perder, en que
hallaba —cosas todas sabidas durante la conver
sación— decidieron al Santo llevárselo a Turín.
El silbido del tren impidió proseguir la amistosa
conversación/ quedó interrumpida, pero no antes
d e que Don Bosco d ejara caer en la mano del golfilio una m edalla y le recom endara d ecir al v ice
párroco que el sacerdote, que se la h abía dado,
deseaba ayudarlo.
Apenas entró en el Oratorio y v io a Don Bosco,
corrió a su encuentro, como al de un antiguo co
nocido/ Y, franco com o era, retomó él mismo el
diálogo interrumpido quince días antes.
—A quí estoy/ yo soy aquel M iguel Magone,
que se encontró usted en la estación de Carma
ñola.
El hielo estaba más que roto.
Don Bosco, conociendo al tipo con quien ha
blaba, le recom endó en tono hum orístico que no
le revolviera la casa: y el ch ico se lo prometió
gustoso.
El Santo le preguntó, entonces, si prefería estu
diar o aprender un oficio.
Prefería estudiar.
Y al final la pregunta a que Don Bosco quería
lleg a r: Y cuando acabes de estudiar ¿q u é pien
sas ser?
La respuesta brota inesperada de la b o ca del
muchacho/ sorprendente:
— Sí un golíillo... d ijo e inclinó la cabeza son
riendo/ sí un golfillo...!
— Continúa, le anima Don Bosco.
— iS i un golfillo pudiera llegar a ser bastante
bueno como para hacerse sacerdote, con gusto yo
me haría sacerdote.i
Don Bosco echará un poco de agua sobre estos
ardores. M ientras tanto el ch ico está ganado. Sus
progresos fueron notables. Y todo h ace pensar
que, si la m uerte no hubiera tronchado su vida
en flor, con el tiempo hubiera sido uno d e lo s pri
meros misioneros salesianos, que, capitaneados por
Don Ju a n Cagliero, zarparon rumbo a la Patagonia.
C
OSA digna de notar: estos coloquios con
los niños no se reducen a una serie de
preguntas v acías d e intención, convencio
nales. Todo lo contrario: son un medio efi
caz del que se sirve con fina psicología, para p ^
netrar en su interior y descubrir sus dotes y cuali
dades, su índole y defectos... y tam bién sus pro
gresos. A l final del coloquio los encara con una
cuestión comprom etedora/ es una in vitación a
orientarse; a pensar en una elecció n seria del pro
pio porvenir.
El diálogo de Don Bosco co n los niños d a ñ a am
plia maleria para un estudio de sicología ap lica
da. Habría mucho qu e investigar en sus encuen
tros con jó v en es en peligro, con jó v en es gam be
rros, golfos consumados, adolescentes encarcelados,
casi todos amansados por su diálogo afectuoso y
sonriente. Y se descubriría con qué previsora sa
biduría ev ita b a los modales bruscos y las repren
siones, cuando tem ía que cerraran sus corazones
a las posibilidades d el diálogo. Lo dem uestra uno
de los episodios más sorprendentes d el currículo
educativo de Don Bosco.
Se hallaba confesando en una salita junto a su
habitación. Un sillón de brazos y dos reclinatorios.
Dos filas de penitentes, una por la d erecha y otra
por la izquierda van pasando. Uno de los chicos,
al llegar junto al confesionario d escubre entre las
hojas de la parra qu e sube hasta las ventanas de
la habitación un racim o d e m oscatel maduro. Está
tan a la mano qu e sin pensarlo dos v eces lo arran
ca y grano a grano se lo v a comiendo.
M ientras tanto, absuelto el p enitente de la de
recha, Don Bosco se gira p ara oír la confesión del
primero de la izquierda, que se está preparando
de una manera inusitada para ech ar sus pecados.
Sorpresa del Santo y gran confusión del pobre
chico.
¿Q ué habríamos hecho nosotros?
Quizás lo que Don Bosco no hizo.
Sonrió al m uchacho y le dijo co n la m ayor na
turalidad: €A caba d e com erte el racim o y luego
le confesarás!.
Una riña habría arruinado el diálogo de la con
fesión, y em pujado al chico, quizás, hacia la insin
ceridad.
O es de extrañar, pues, que las palabras
d e Don Bosco fueran de gran eficacia in
cluso sobre m uchachos desconocidos o
vistos d e pasada. Imprimía al diálogo
unos rumbos tan am ables y humorísticos que con
seguía la aceptación d e sus propuestas.
Una última flor d el ramo de casos hermosos de
los que es tan rica la vida d e Don Bosco educador.
Un amigo suyo, el profesor Picco, tenía su v illa
muy ceroa d e Superga. Con frecuencia le aconte
cía, al retirarse a casa, qu e una p and illa d e golfos
le hacía b lanco d e sus piedras. Era com o un tributo
obligado. Las amenazas no habían dado resultado
alguno.
Una tarde el consabido asalto no se produce.
¿Qué pasará? ¿L e estarán tendiendo una em bos
cada? No. Llega a su casa intrigado, pero ileso.
Ni menos im aginaba que Don Bosco andaba de
por medio. Este, unos cuantos días antes, yendo
de visita a la v illa d el profesor, se vio asaltado por
Id pandilla y apedreado, pero no se resignó. Se
dirigió h acia los insolentes ch iq u illo s; atemoriza
dos pusieron pies en polvorosa. Don Bosco les gri
taba:
—Esperadme, no huyáis, venid aquí... No quiero
pegaros sino regalaros una medalla... M iradla... y
levanteiba su brazo para que la vieran.
Al fin los más animosos se pararon y poco a po-
N
'• V..
" ___^ __
TU R IN .^Ju atiito Bosco era un niño como todos
los demás. Lo prueba esta página de un cuaderno
suyo de cuando era alumno en C astelnuevo d'A sli:
borrones, tachaduras y dibujos de soldados.
co se acercaron, echando la culpa a los que no v o l
vían. Tam bién estos acabaron por rodearle y to
mar parte en un diálogo sabroso cerrado, por par
te de Don Bosco, con la promesa d e un reparto
abundante de cerezas y, por parte de los golfillos,
con el compromiso de no volver a lanzar piedras
contra los viandantes. Un arm isticio en regla, que
para sí quisieran los del Vietnam . M ientras tanto
las madres de los chiquillos, notando algo raro,
se habían asomado a las puertas de sus caseríos
y al ver al cura, rodeado d e sus respectivos re
toños, se acercaron a su vez, para reprender a los
hijos y presentar excusas al sacerdote. Los pape
les se cam biaron y ahora era Don Bosco el que
defendía asegurando qu e habían tirado las pie
dras sin mala intención.
A l despedirse madres y h ijo s eran amigos de
Don Bosco. Pero com o no d ijo nada a su amigo
e l profesor éste recib ió la sorpresa. Cuando legó
a saber lo acontecido exclam ó; iN o extraño este
cam bio; sólo él era capaz de consegu irlo!.
Este Y otros muchos cam bios consiguió, pero con
la bondad, con la sonrisa, con la palabra amable
brotada d el corazón más qpie de los labios.
Don Bosco no aprendió el diálogo en los libros
Se lo sugería el amor.
— 7
H A C IA U N A ED UCACIO N C IN E M A TO G R A F IC A
HEROES NADA IMITABLES
N i los padres ni los hijos pueden soslayar el problema de la influencia de
los personajes del cine sobre sus liijos adolescentes o jóvenes. Rechazar
el cine es inútil; tolerarlo pasivamente, insuficiente; hay que encararse
con él inteligentemente.
OS chicos necesitan héioes. Es una au
téntica necesidad, tanto que ha dado
lugar a una pedagogía o arte de condu
cir al niño a la madurez, que se llama
«pedagogía del héroei.
Los héroes son un dinamismo, un em pujón in
dispensable para la evolución síquica del niño.
Este adhiere a las aventuras del héroe y tiende
a imitarlo. Se carga d e armas. C abalgan caballos
inexistentes, sentado en una silla d el salón de
estar navega, vu ela o entra en órbita con su
nave espacial. En el quiosco prefiere, a los te
beos, héroes y modelos a quienes emular.
Luego crece, se hace adolescente y sigue bus
cando héroes en los periódicos deportivos, en
las revistas de discos y canciones, en la te le v i
sión Y en el cine.
En otro tiempo las cosas eran más sencillas,
los modelos, qu e podía copiar, eran menos nu
merosos, más caseros y menos estimulantes.
Los primeros modelos desde siempre son los
padres. El niño aprende a sonreír copiando la
mímica facial de la m adre, es la cultivadora
del mundo afectivo d el niño. El padre, en cam
bio, representa el orden, la autoridad, y le plas
ma la voluntad. El niño los admira, copia y se
hace hombre a su im agen y sem ejanza.
Más tarde los maestros entran en el círculo
de personas a quienes imitar a v eces uno solo,
el más brillante, el qu e m ejor congenia con el
niño.
A través de la escuela irrumpen los héroes his
tóricos: pero son siempre agua pasad a, florecen
en lugares y tiempos determ inados: griegos
Y romanos, los caballeros andantes, y en el
siglo pasado los héroes d el O este. Tam bién la
religión les ofrece sus m odelos: son los santos.
L
Y la im itación de Cristo puede convertirse en
vo cació n y dar significado a una vida.
Don Sosco, que algo entendía de educación,
proponía a sus alumnos los ejem plos vivos de
chicos com o ellos, y escribía sus vidas. Los hé
roes que les ofrecía eran del estilo del pequeño
gigante de la santidad, santo Domingo Savio.
Las cosas se han com plicado hoy. Los mo
dernos medios de com unicación social han
sepultado b a jo una avalanch a de héroes mo
dernos, y hasta futuros, a los antiguos, eso
sin contar las caricaturas de héroe y los antihéroes. La sugestión de estos últimos y nuevos
modelos es tan fuerte que a sus ojos los padres,
los santos y los héroes tradicionales palidecen.
Los padres que, preocupados, se enfrentan
contra Jam es Bond, por ejem plo, sienten con
ju sticia que la inflación d e los héroes del celu
loide, de las revistas a colores, de los estadios,
del microsurco es algo antieducativo y p e li
groso para sus hijos.
I Bíceps
' y zarzaparrilin
A propósito de lo que decimos un periodista,
especializado en cinem atografía, acab a de pre
sentar una relación sobre 160 pelícu las «aptas
para menores». Trataba de estudiar los modelos
de héroes presentados en ellas y sus efectos so
bre los jóvenes.
Toma en consideración los diversos tipos de
películas, com enzando por las que destacan h a
zañas de héroes nacionales o triviales, super
hom bres caracterizados por su prestancia física
Y muscular, su gallardía y su astucia. Sus po-
— 9
derosos bíceps están puestos al servicio de la auto
ridad legítim a, y acaban siempre restableciendo
el orden perturbado por los malos. Estos héroes se
llaman Hércules, M aciste, Sansón y a v eces gla
diadores. Aparte la pobreza d e ideas, d eja per
plejos en estas pelícu las el gusto por la aventura
sin finalidad, la fanfarronada por el riesgo inútil,
el continuo deseo d e poner a prueba la solidez
de las pantorrillas.
El boom de M aciste y compañeros se halla ahora
en ligero d ecliv e, pero las mismas figuraciones
heroicas prosperan en las películas del O este, en
las que el vigor físico acompaña mayor refinam ien
to espiritual/ menos mulos y más sicología.
El héroe del Oeste dispara m ejor que todos los ma
los, pero nunca por la espalda/ tiene el puño fácil
pero no se aprovecha/ b eb e le ch e o zarzaparrilla,
en tanto que los malos abusan d el whisky. Es b u e
no, leal, capaz de amistad y d e sentimiendos lim
pios. Pero su manera de actuar sigue siendo la ex
presión prim itiva d e incoercibles necesidades de
la naturaleza y con facilidad degenera en el sa
dismo. En las películas d el Oeste, rodadas en Euro
pa —Italia y España—, más que en las am ericanas
es evidente la intención involucrar al espectador,
obligándolo a identificarse con el personaje y
rem over em otivam ente sus instintos animales ha
ciéndole gustar toda suerte de puñetazos, fintas,
guantazos, golpes de judo y kárale, ensañam ien
to y asesinatos sangrientos. Es cierto que, al fi
nal, vencen los buenos, pero no es ésta precisam en
te la conclusión que perm anece impresa más pro
fundamente en el ánimo de los jóvenes.
James Bond
lio tiene complejos
Otro filón de películas es el iniciado por Jam es
Bond y secundado por decenas de imitadores.
¿Q u ién sabe ya cuántos agentes secretos h a y ?
Jam es Bond, el gran patriarca de los agentes se
cretos, ha sido definido como un tipo de adulto
representativo d e las más recientes generaciones
del bienestar. Su desarrollo físico es perfecto, su
educación adecuada, su gusto por la vida se des
liza en el placentero ejercicio d e los sentidos/
su mente funciona rápida, dirigida a la satisfac
ción económ ica de fines prácticos. No tiene com
plejos ni ideales/ no se extraña d e nada. C arece
de mujer, no tiene hijos, ni padres/ precisam ente,
porque, hasta cierto punto, ha nacido d e los d e
seos reprimidos y de los miedos inconfesados de
las masas. M iedos, porque él, como buen cirineo
de la humanidad asustada, los toma todos sobre
si, los vive, los vence, y los d isu elve. (Combate
contra las bombas atómicas, contra e l peligro ama
rillo, los rusos y los chinos, contra los coreanos,
los d elincuentes y la mafia. Y con gran satisfac
ció n de los espectadores v en ce siempre.) Por otra
parte realiza los deseos de las masas, porque tie
ne lo que el hombre medio d esearía tener, pres
tancia física, salud, fortuna y éxito.
10
—
Este monstruo humano, puesto por encim a de
toda moral (y por tanto inmoral), es el profeta
de las torceduras de la civilización tecnológica
y, por lo qu e tiene de futurista, agrada inmensa
mente a los jóv en es. No por nada sus películas
han batido todos los records de recaudaciones.
Pero su moral o ausencia d e moral es muy conta
giosa.
Serán héroes,
pero no modelos
Salvadas algunas laudables excepciones el
cin e actual no con tribu ye a la educación/ ni por
el len gu aje propio d e adultos, ni por el argumen
to — aventuras, dinero, agresividad, sexo— . Son
temas desligados de los valores morales, fami
liares, sociales y religiosos.
En tanto qu e los sicólogos hallan en los pre
adolescentes un despertar religioso y en los ado
lescentes un proceso d e clarificació n interior,
el am biente artificioso, en que se m ueven los
héroes del celu loide, en su mayor parte es ag
nóstico, sin Dios. Jam es Bond, por su parte ha
archivado los diez mandamientos.
El adolescente siente necesidad de madurar sus
actitudes h acia la familia, pero en el cine halla
muy poca ayuda positiva, siendo la contribución
negativa abundantísim a. Incluso p elícu las con
sideradas buenas, M ary Poppins, no están exen
tas de deform aciones: presentan un tipo de fa
m ilia tradicional, id ílica e irreal, cortada fuera
de la actual contextura social.
£1 panorama resulta desalentador, si se extiende
a otros am bientes d e la v id a de los jó v en es como
la escuela (prácticam ente ignorada), la asociación,
el equipo, la pandilla. Los pocos films, que tratan
d e ello, con frecuencia se m ueven en un círcu
lo estrictam ente docum ental/ reproducen casos
lím ites de juventu d desadaptada y ev itan un
ju icio ex p lícito de desaprobación.
Los héroes del cin e son, en conjunto, pobres
de valores y d e ideales. Tal vez sean héroes,
pero modelos, no.
En la práctica ¿q u é h acer? ¿C óm o conducirse?
No nos hagamos ilusiones, la solución no está
en im pedir a los jov en citos que vay an al cine/
es im posible. La solución justa es enseñarles a
leer e interpretar las películas, mientras las ven,
y discutirlas después d e la p royección. De acuer
do en qu e es fácil d ecirlo, y d ifícil hacerlo.
Elducar
para ver cine
M uchos considerarán, y aún consideran, el
cin e como un mal vitando. La fase del rechaza
miento por parte d e padres y educadores
duró más de la cuenta/ ahora nos hallam os en la
fase de la tolerancia defensiva basada en prínci-
ENGADIHE (Australia).—Tocar la nariz de un payaso es una ilusión. ¿D e qué estará h ech a? El payaso
no tiene inconveniente en satisfacer el gusto del m uchacho, tanto más que es fiesta y él, como sus
compañeros son huérfanos que b ien m erecen esa pequeña com pensación. La escena se desarrolla en
el orfelinato salesiano de Engadine.
pios Y consejos válidos. Traíamos d e sensibilizar
a los jó ven es a las clasificaciones dadas por la
comisión de m oralidad/ d e convencerlos de que no
asistan a la pro y ecció n de p elícu las malsanas o no
aptas para e llo s; d e animarles a protestar contra
los atentados al buen gusto moral, etc... Son cosas
necesarias, pero insuficientes. Presiones y persua
siones d e tipo moral pueden inducir a un mu
chacho a renunciar a una p elícu la no apta, pero
si lo d ejan con la comezón de morder e l fruto
prohibido o en una situación embarazosa de infe
rioridad frente a sus compañeros, q u e han visto y
saben, lo transforman en un infeliz, atormentado
por sus lam entaciones.
Hl ideal es ir más allá d e la simple tolerancia
Y llegar a la ed u cación cinem atográfica. Los Papas
hace tiempo insisten, anim an y estimulan a seguir
este cam ino. Se trata d e enseñarles a apreciar un
buen film / d e form arles un paladar sano/ de suer
te que lleg u en a sentir disgusto por las películas
Y espectáculos deteriorados y los rechacen.
La escuela d ed ica un sin fin de horas a enseñar
lenguas antiguas y modernas, pero no se atreve
a enseñar el len gu aje cinem atográfico. Y sin em
bargo, atendiendo a la com pleta formación huma
na del jo v en moderno, es más importante qu e los
aoristos griegos.
V an brotando, por todas partes, con timidez por
ahora, iniciativas interesantes con un carácter más
o menos cultural para estudiar el cine. Los grupos
d e aficionados, se llam en cin e clubs o cosa por el
estilo, con sus cinefórum y discusiones v an pre
parando jó v en es menos desarmados y, a veces,
capaces de acciones responsables. Hoy es una
obligació n precisa d e los educadores procurar a
los jó v en es ocasiones d e madurar en lo que res
p ecta al cine.
Los padres, si no se sienten con arrestos para
h acer más, por lo menos reconocen qu e el cin e
fórum no es sólo un modo de divertirse, sino un
factor educativo. Y aun podrían hacer más: ir con
sus hijos al cinefórum.
D urante el mismo y hablando con calm a, resulta
fácil buscarle las vueltas a los héroes del celu
loide.
—
U
T A M B IE N E N NUESTROS D IAS FLO RE C E L A C AR ID AD
EL PADRE TOCINO
CON PERDON
Este artículo quiere ser un acto de gratitud al P. Van Straaten
por su generosa ayuda a los salesíanos de la Iglesia del silencio.
Y una demostración de que la caridad cristiana lo vence todo.
un monje premoslralenso, holandés, de 34
años de edad y salud
delicada.
Su acVuación en el coro dejaba
que desdar: cantaba demasiado
fuerte y por añadidura desen
tonado.
Todos los meses escribía para
el periódico de la abadía, ti
tulado «La Torre», un artículo
en el que las tijeras del abad
se em pleaban a fondo, porque
decía cosas bellísim as pero car
gadas de pimienta.
Hace veinte años, una fría no
ch e de 1947, sudó más que de
costumbre para confeccionar su
aitículo y cuando lo terminó
eran las tres de la madrugada.
Y no fue porque le faltaran las
ideas sino por lodo lo contrario,
por haber tenido demasiadas.
Pensaba en la Navidad que se
acercaba, en Jesú s sin posada
donde acogerse, y en los mi
llones de prófugos del este de
Europa, que por aquellos días
afluían hacia los países libres
huyendo del terror de Stalin.
Escribió todas estas cosas en su
artículo y cam bió su vida.
E
ra
Fil sombrero
de los millones
Los alemanes habían sido has
ta muy poco antes los odiosos
12
—
opresores d e Holanda, pero los
doce m illones de prófugos y
refugiados alemanes, desnutri
dos, sin lecho, sin trabajo, sin
porvenir y arracimados en los
campos de concentración porque
habían escogido la libertad, con
m ovieron a los buenos cam pesi
nos holandeses.
El Padre W erenfried V an Stra
aten, como lo llam aban enton
ces, recibió invitaciones de un
sin fin de localidades para que
les hablara de los refugiados
alemanes. No se lo d ejaba d e
cir dos veces. AJ acabar sus
charlas tendía su sombrero# las
limosnas afluían# se convirtió
en el sombrero de los millones.
Una vez después de su char
la vio a las cam pesinas llorar a
lágrim a v iva, de compasión. Les
pidió que le dieran tocino y re
cogió 14 quintales. A partir de
entonces mendigó tocino y con
un cam ión pasaba a recogerlo.
La abadía se v io inundada de
montañas de tocino. Los novi
cios no d aban abasto para redu
cir los grandes trozos a porcio
nes fam iliares y meterlas en c a
jas. Un día una cam pesina se
lo encontró de pronto y no su
po sino exclam ar:
—Pero si es el famoso padre
Tocino.
Desde entonces su nombre
verdadero pasó al olvido y en
las crónicas d e la caridad cris
tiana apareció un nuevo nom
bre.
A l año siguiente los cam pesi
nos hicieron algo más: se com
prom etieron a criar un cerdo
para el «padre T ocin oi. Los le
chonas destinados a la caridad
fueron marcados con una señal
esp ecial y ascendieron a la cate
goría de «puercos ben éficosi.
Mas no era suficiente dar de
comer a los refugiados# había
que sacarlos de los campos de
concentración, de los bunkers
abarrotados, antihigiénicos, pro
miscuos e inmorales. Para re
mediar este mal creó los «so
cios constructores!, una estupen
da organización de seglares de
sinteresados que ofrecieron sus
brazos para reparar casas semiderruidas, levantar nuevas Y
aposentar en ellas a los refu
giados. Consiguieron preparar
m illares d e alojam ientos.
Entretanto el «padre Tocinoi
daba vueltas por el mundo pre
dicando Y alargando su som
brero, el de los m illones. En la
ciudad alem ana de Essen consi
guió en quince días trescientas
mil pesetas, 44 toneladas de ví
veres, 57 m otocicletas, 4 autos,
18 kilos de plata y seis kilos
d e joyas. Después de lo cual se
ganó el título de «el m ayor men
digo de los tiempos modernos».
Sos socorros
llegan hasta Siberia
Poco a poco la siíuación de
los refugiados se normalizó y
el padre Tocino pensó en los
crisíianos d el otro lado del te
lón de acero, en la Iglesia del
silencio. En 1952 convocó un
fCongreso para ayudar a la
Iglesia p erseguid ai. Participaron
en él cróatas, eslovenos, hún
garos, checos, polacos, ucrania
nos, chinos, lituanos y albaneses; cada uno lleg ó co n su p e
sado fardo de noticias d esola
doras. C ontaban y no acababan.
Pero no se h abían reunido para
lamentarse sino para actuar. Es
tudiaron los tratados com ercia
les entre el este y el oeste y
todas las maneras posibles de
infiltrarse a través del teló n de
acero p ara pasar al otro lado
medicinas, libros, m áquinas, y
materiales de construcción.
Belgas, holandeses, alemanes,
(en pleno m ilagro económ ico
ya), suizos, franceses, italianos
todos juntos planearon un pro
yecto m inucioso y eficaz.
Si la Iglesia d el silen cio esta
ba mal, los Países satélites eco
nóm icam ente no estaban cierta
mente m u y bien. Tenían n ece
sidad de d ivisas y por con se
guir dólares cerraban un ojo, sin
importarles tanto sus rígidos
principios.
La organización del «Padre Toc in o i estaba siempre alerta y
supo aprovechar cu alquier sa
cudida o resquicio que ofrecie
se e l telón. Durante la revolu
ción de Berlín y las insurreccio
nes de Polonia y H ungría; cu an
do Tito cam bió de rumbo con
siguió con operaciones relám
pago introducir grandes reme
sas d e m aterial y víveres. Has
ta Siberia llegaron sus socorros.
Sobre la mesa d e l Padre tris
tes fotografías mostraban ig le
sias derruidas; h o y le lleg an
nuevas fotografías con esas mis
mas iglesias reconstruidas.
Entre los refugiados del este
muchos jó v en es aspiran al sa
cerd ocio y se preparan para el
d ía en que puedan vo lv er a su
patria para restituir la fe a sus
pueblos. El Padre ha su bvencio
nado los estudios a novecientos
sacerdotes y a ordenados y atien
de a tres mil seminaristas.
Su obra se amplía a naciones
amenazadas por el comunismo.
Ha puesto y a en p ie obras en
varios países iberoam ericanos,
en e l Congo y en la India. Las
últimas Navidades las ha pasado
en e l Vietnam del Sur para po
ner en marcha su organización
d e caridad. Todos lo s años reú
ne a sus colaboradores principa
les. Estudian las peticiones pro
cedentes de los 18 países comu
nistas y trazan un plan de ayu
da. Cada año los amigos del
«Padre T ocinoi ponen en sus
manos trescientos millones de
pesetas: bonita cifra, pero insu
ficiente.
El Papa conoce la obra de
este singular premostratense. Po
cas semanas h ace lo recibió en
audiencia, oyó la extensión y
los alcances d e la ben éfica or
ganización, la aprobó, la b en
d ijo y no queriendo perm ane
cer ajen o a tanta caridad le en
tregó diez mil dólares.
B Padre pide y seguirá pi
diendo mientras existan países
privados de libertad religiosa,
ciudadanos con barracas, pue
blos fam élicos y naciones re
vueltas por la guerra. Es el ma
yor m endigo d e la época mo
derna.
SHILLONG (Mawlai).—Para todos los aspirantes del vasto Assam disponen los salesianos de un mo
derno edificio con amplios patios. Las limosnas de tantas almas generosas permiten educar a los futu
ros misioneros en un nivel adecuado 7 darles toda clase de enseñanzas, como la gimnasia en una
de cuyas exhibiciones los vemos.
~
13
COOPERADORES E N ACCION
Cooperar con Dios, en la Ig le
sia, en la salvación de las almas
es precisamente lo que en térm i
nos generales se llam a apostola
do. Cooperador, por consiguiente,
es sinónimo de apóstol.
E l Concilio ha abierto a los se
glares un horizonte nuevo y des
lumbrador al d eclarar: «L a voca
ción cristian a es por su n atu ra
leza vocación al a p o sto la d o .
E l verdadero cristiano, que es
y se siente hijo de Dios, no ag u a r
da una segunda llam ada o voca
ción para entregarse al apostola
do: Dios lo hizo apóstol desde el
bautism o; se lo ratificó en la Con
firm ación y le proveyó de bagage
con la E u caristía. E l verdadero
cristiano es y debe sen tirse un
cooperador de Dios en el plano
de la salvación.
E l adm irable decreto sobre el
apostolado de los seglares se cie
rra con un toque que debería sa
cudir a todos los fieles: eroració n con anécdotas y frases de
A lejandrina, durante los largos
años de la enfermedad, que san
tificó con su pacien cia y amor
a Cristo Y a los hombres.
Palabras de un ministro
El ministro italiano Bosco pro
nunció unas palabras durante
el reparto d e diplomas acredi
tativos de títulos industriales en
la escuela salesiana de L'Aquila
dignas de recordarse: iHan de
difundirse los valores de la cu l
tura, pero sobre todo de la re
ligión, porque una sociedad
fundada sobre el bienestar es
una sociedad d e infelices. A y
de aquellos hombres que no se
sienten anclados en los valores
inmortales del espírittu. Y esta
es la grandeza d e Don Bosco
qu e ha hecho del trabajo una
oración.
— 15
NUESTRO RE
EN
alefCon mucha emoción
gría v u elv o a España; y tsp an a
me recib e en su capital ofrecién
dome dos prim averas: la prima
vera rica d e sol y de colores,
propia de esta tierra vuestra y
la prim avera rebosante d e ale
gría, frescor y entusiasmo, pro
pia de vuestra ardiente ju v en
tud...»
Asi empezó su saludo el rec
tor mayor a lo s alumnos de los
colegios salesianos, concentrados
en número superior a los cinco
mil en el espacioso palio de jueNUESTRAS FOTOS.—Don Ricceri respoi
ha dirigido un joven. A su lado Don Vi
el Marqués de A lava. (Abajo) Don Ríe
labras; les está diciendo a los jóvenes
sorurisa com placida asoma a su rostro;
ñanza Profesional, Don Vicente Aleixi
ambiente de alegría y juventud del m
cha) La madre provincial de las salesian
tras a su alrededor cooperadores y anlí
a svr
16 —
¡n
le
"
%
je
be
ia
:irOR MAYOR
U9RID
gos del C olegio de A locha en
donde tuvo lugar la recepción
a Don Luis Ricceri.
Esta íuvo, por expreso deseo
de Don R icceri, un marcado ca
rácter privado y salesiano, pues
to que su intención era poder
hablar con los salesianos, con
el mayor número posible de sa
lesianos. Ello no (A síante se in
vitó y aceptó m uy complacido
la invitación el D irector G ene
ral de Enseñanza Profesional,
Don V icente A leixandre. Entre el
grupo de cooperadores qu e acu
sos !n buen castellano al saludo que le
k Vi te Aleixandre, el general Barroso y
Rio está pronunciando sus últimas pa
les ! son primavera del mundo y una
0; 1 lado el director general de Enseeix; ^ sonríe también captado por el
m je del rector mayor. (Página dereiaa e entretiene con Don Ricceri, mieninii 5 alumnos esperan poder saludarle
su
dió a saludarle d estacaba el Ge
neral Barroso, ex-ministro del
Ejército y D. Fermín Sanz Orrio,
ex-minisíro.
La recepción, m uy breve, pues
tenía c[ue salir para Salamanca,
se abrió con unas palabras de
bienvenid a del inspector provin
cial de M adrid, seguido del sa
ludo d e un m uchacho que le
admitió entre los jóven es, «como
Je fe y maestro d e nuestra propia
ju v en tu d i, porque sabía que él
la amaba por ser joven, por co
nocerla a fondo, porque la qu e
ría mejor. Y a renglón seguido
le presentó a los jó v en es entre
quienes había sido admitido, que
estaban allí abajo mirando y
participando. Conforme iba nom
brando los colegios de Madrid
sus alumnos agitaban su pañue
lo y vitoreaban al rector mayor.
Si valieran símiles taurinos di
ríamos que todos pedían para
Don R icceri las dos orejas por
su hermosa faena d e haber v e
nido a España.
Cuando cesó el saludo de los
jó ven es y los pañuelos de qu e
brar el sol, habló el rector ma
yor. Leyó unas cuartillas en es
pañol, con m uy bu en acento, y
les d ijo : «Queremos que seáis
jó v en es buenos y listos, como
Don Bosco os ha soñado, como
os considera intensa y constan
tem ente el Sumo Pontífice».
Les habló luego de la ternura
con que el Papa habla de los
jóvenes, d e las esperanzas qu e
el C oncilio tiene puestas en ellos
y del esfuerzo qu e la Congrega
ción Salesiana está haciendo en
estos momentos para darles una
educación que los haga «porta
dores d e luz», d e esa luz que es
la verdadera alegría y la verda
dera paz que el mundo y la Ig le
sia esperan de los jóvenes... «De
vosotros, les d ijo , prim avera del
mundo, de la Iglesia y de Es
paña.»
La prensa de Madrid destacó,
en algunos diarios, la venid a del
rector mayor/ e l telediario de
las tres d e la tarde del d ía 6 dio
un reportaje de su llegada a Ba
rajas y d el recibim iento en Ato
cha.
El diario YA entrevistó al rec
tor m ayor resaltando que los sa
lesianos v iv en d e su propio tra
b a jo aceptándolo como testimo
nio d e su pobreza,- qu e en la
actualidad España va a la ca b e
za de vocaciones salesianas en
número y que las directrices p e
dagógicas d e Don Bosco siguen.
siendo las d e la actual pedago
g ía salesiana.
(Nota.—Por necesidades de im" e s ió n d el Boletín no nos es
dado añadir más acerca del v ia
je d el rector mayor. Esperamos
en el mes de junio poder dar un
reportaje extenso y completo.)
— 17
EDUCANDO COMO DON BOSCO
Pocos días an>tes de Navidad
v olvía un sailesiano a su co le
gio. Aún sin querer, la vista se
le iba a los escaparates, relu
cientes de luz Y
regalos.
Los com ercios de Madrid, a la
hora de llamar la atención a
los posibles consumidores, no
envidian a ninguno.
Frente a las amplias lunas de
una confitería, muestrario ina
gotable de turrones, mazapanes,
guirlaches y
otros dulces,
el salesiano contem pló la con
sabida estampa de un grupito
de niños a los que la bo ca se
les hacia agua. Se dio cuenta
inm ediatam ente qu e aquellos
chiquillos no los probarían en
todas las Navidades y ente.— D oy infinitas g ra cia s a M aría A uxi
liadora por un fav o r extraordinario, que m e ha
concedido, y entrego una lim osna para su culto.
M . R. antiguo alumno salesiatio.
Linares.— Encom endé a S a n Ju a n Bosco, por
prim era vez en m i vida, un asunto difícil rogán
dole m e lo resolviera an tes de una fech a d eter
minada. M uy agrad ecid a publico que el San to me
hizo la g ra cia ta l como se la había pedido. P u ri
ficación Trigueros.
Zamora.— A gradecida a M aría A uxiliadora por
dos señalados fav o res: sa lir bien de una operación
y de unos exám enes, envío un donativo. Una do
nante.
Burgos.— A gradecida a dos favores que m e hizo
M aría A uxiliadora a fav or un sobrino y de una
h ija m ía otorgándoles la salud, envío un donativo
p ara las obras salesianas. Sab ina A rrteía.
Puntallana.— Muy agradecida a M aría A uxilia
dora por dos favores que le pedí: uno de ellos con
cerniente al alquiler de la casa, envío una limos
na. Hermanas Guerra.
Sevilla.— ^Por un gran fav or concedido por in
tercesión de M aría A uxiliadora y S a n Ju a n Bosco
le envío una lim osna y deseo se publique la g racia
p a ra anim ar a sus devotos a acudir a tan buena
M adre y Santo. Rosa Couberes.
Sevilki.— D an g ra cia s a M aría A uxiliadora y pi
den les siga protegiendo com o h a sta ahora. Fran
cisca Fernández Patino y su hija.
Madrid.— ^Muchas g ra cia s me ha concedido M a
ría Auxiliadora, pero últim am ente una que se la
pedía con toda mi alm a por tra ta rse de una per
sona, a quien quiero mucho por el bien que hace
a mi vida y a mi alm a; por lo que muy agrad eci
do deseo hago pública mi gratitu d a M aría A uxi
liadora y a S a n Ju a n Bosco. Damián R.
Orense.— E stand o enferm o de gravedad, con pe
ligro de que quedara inútil p ara siempre, un nieto
mío, supliqué a M aría A uxiliadora que h iciera con
él lo que m á s conviniese: agradecida por haber
sido oída, envío una lim osna para su culto. Cami
la Novoa.
Salamanca.— P o r prescripción facu ltativ a hubo
de se r som etida nuestra m adre a una delicada in
tervención quirúrgica. A nte la urgencia del caso
y para que se evitasen posibles com plicaciones
encomendamos el feliz resultado a M aría Auxi
liadora.
L a operación se resolvió favorablem ente sin
las com plicaciones tem idas y hoy la enferm a hace
vida normal sin m olestia alguna.
A gradecida a la Madre del Cielo por su favor
envío una lim osna para su cu lto y ruego se pu
blique esta g ra cia , M aría del Carmen Sánchez.
Dan gracias a María Auxiliadora y
a San Juan Bosco y envían una limosna
Isabel Ramírez, de Pozoblanco; Otilia Gil, de
M adrid; Paulina M ontero, de P ifia de Campos;
Angeles Pareja, de Córdoba; S. G., de H inojosa
del Duque; Olga Vanelli, de B arcelo n a; Josefa
Guerra, de T elde; Juan Caballero Rivero, de H ínojosa del D uero; F élix Tovar, de O som o; M erce
des Puyadena, de R e n tería ; Purificación Pérez, de
O rense; M ery Pascual; Fermina de Nava, S a la
m anca; María Ladrón, de G u ad alajara; M. B., de
Ib a rs de U rg en ; E. García, de Sevilla; M aría Te
resa de Cáseo, de Sevilla.
— 25
V av ores d e
S a n to t^ o m in ffo S a v ia
P r o t e c t o r d e ta s M a d r e s y d e ta s C u n a s
Mi súplica habia sido escuchada
Siendo madre de una niña de seis años vela
pasar el tiem po sin esperanza de tener m ás hijos,
lo cual me causaba gran pena, por lo cual pedí
a Santo Domingo Savio me concediera otro hijo.
P rom etí publicar la g ra cia y enviar una limosna.
Grande fu e mi aleg ría al com probar, al cabo de
un mes, que mi súplica habia sido escuchada. Pero
a los ocho m eses tuve una caída y m e entraron
serios tem ores por la vida de la cria tu ra ; por lo
que volví a invocar al Santo. G racias a su valio
sa intercesión hoy soy madre feliz de o tra h ijita
que nos llena a toda la fa m ilia de alegría.
Cumplo muy gustosa lo prometido. María
Manso.
Ha sido un milagro de María Auxiliadora
ilftlún.— M is dos h ija s gem elas a los cincuenta
dias de su nacim iento, tuvieron que ser hospitalizadíis por dlstrofobia y pasaron dos meses
sin aum entar su peso ni un gram o. U na vecina
do casa, viendo mi dolor me entregó el escapu
lario de San to Domingo Savio para que se lo
pusiera a las m ellizas. Hice una novena al Santo.
Al noveno día las dos h ijita s m ías fueron dadas
de a lta y las llevé a casa y com enzaron a crecer
de modo m aravilloso. Hoy cumplen dos años y
medio y gozan de óptim a salud. A quien las co
nocieron entonces y me preguntan qué he hecho
pura criarlas tan rollizas, les respondo siem pre:
Ha sido un m ilagro de San to Domingo Savio
a quien le estaré agradecida eternam ente. A le
jandra Oernone.
Tendría que renovársele toda la sangre
Castel Oat^dolfo.— P o r dos veces habia sido
escuchado m aravillosam ente por S a n to Domin
go Savio: una en el nacim iento de mi prim er
h ijo; la segunda en una operación en los pul
mones. Elste año la espera de un te rce r h ijo en
condiciones muy deficientes me hizo acudir de
nuevo al querido San tito. E l médico veía el na
cim iento muy peligroso para mí y p ara la cria tu
ra, pues por ser del grupo sanguíneo O.H.R.
negativo, en el momento de n acer tendría que re
novársele toda la sangre. Mi fe m e hizo recu rrir
al Señor, a cuya sa n ta voluntad me confié ente
ram en te; luego m e puse el escapulario de San to
Domingo Savio y, durante los nueve m eses de
espera, recé sin interrupción la novena del Santo.
26
—
E n contra de todas las previsiones hum anas todo
se desenvolvió de la m anera m ás natural, nacien
do una niña, herm osa y robusta, a la que no ha
habido necesidad ninguna de transfundirle ni una
g ota de sangre. H an pasado tres m eses desde
su nacim iento y M aría C ristina crece llena de
salud y vida siendo la aleg ría de todos. Adela M olinari.
A punto de llevarse el cuerpecito
Nápoles.— Con unos dolores largos y difíciles,
durante los cuales sólo Santo Domingo Savio me
infundía las fu erzas necesarias, salió a luz un
niño asfixiado e intoxicado que después de su p ri
m er respiro (no vagido) d ejaba de vivir. Invoqué
entonces a l San to desesperadam ente, apretándo
me co n tra el pecho su escapulario, m ien tras, con
fiaba, esperaba unos m inutos que me parecieron
siglos. Dio todavía un respiro rauco y luego otra
vez nada. E sta b a n ya a punto de llevarse el cuer
pecito, cuando ayudado de m il m aneras por los
san itario s de la clínica dio una tenue señal de
vida. L o m etieron rápidam ente en la incubadora,
aunque sin esperanzas. Y o rezaba continuam ente,
en tanto que mi m arido lloraba a lágrim a viva.
P asaron unos cuantos días y mi h ijito seguía su
vida a rtificia l; los médicos observaban y ca lla
ban finalm ente al cuarto día fu e sacado de la in
cubadora y puesto en m is brazos. E l chico conti
núa viviendo. S i bien los cuidados médicos, que
se le prodigaron a tiempo y con sabiduría, han
hecho su parte, los m ism os doctores, que le a te n
dieron, consideran que sin un m ilagro m i hijo no
se hubiera salvado. L a cual declaración quiero
hacer co n star antes de sa lir de la clínica con toda
la alegría de que es capaz una m adre y con toda
mi gratitu d para San to Domingo Savio. María
Rosa Am one.
Cesó la ios
Pantano del Bembézar. — Se hallaba mi h ija
m ayor de unos cuantos meses, aquejada de una
tos fu erte y persistente por lo que la encomen
dé a San to Domingo Savio. Aquel mismo día
por la noche cesó la tos b astan te y pudo dorm ir
toda la noche iniciándose una fra n c a m ejoría.
Tam bién me encomendé al santito de las madres
y de las cunas, con ocasión del nacim iento de
mi segunda h ija, en el que todo sucedió feliz
m ente. Doy por tan to g ra cia s a S a n to Domingo
Savio y cumplo cuanto prom etí. Caridad Reyes
Ostos.
F a vores y
G r a e ia s d e
i t o ñ a n o v o t e a d e C h o p ite a
C o o p e r a d o r a S k tle s ia n a
Desespeiábamos de cobrar
Buenos Aires (A rgentina) . — U n a circu nstan cia
providencial hizo que cay era en m is m anos un
ejem plar del Boletín Inform ativo de Doña Doro
tea, en unos m om entos en que m e encontraba en
graves apuros debido a que m i padre p asaba mu
chos disgustos porque el patrón de la em presa
en donde tra b a ja b a , h a cía un año que no le pa
gaba sus honorarios, adeudándole m ás de cien mil
pesos. Y a desesperábam os de co b rar esta canti
dad, que en ju s ticia se nos debía, y pensábam os
que ce rraría el com ercio dejando a m i padre en
la calle, pues estaba y a jubilado y esto h acía m ás
difícil el cobro de dicha cantidad. E n ta n apurado
tran ce, cayó, como digo, providencialm ente en
mis m anos la h o jita de Doña D orotea, y llena de
fe en su poderosa intercesión, acudí con toda con
fianza a ella comenzando una novena. A los po
cos días fue con mi herm ana a ver al patrón, el
cual nos dio la esperanza, que luego fu e realidad,
de que iba a com prar el edificio, que luego ven
dría ganando dinero en la operación. Y así su
cedió, con lo que mi padre pudo cobrar poco des
pués todo lo que se le debía. E stam os todos muy
agradecidos a la Sierv a de Dios, a la que sigo
pidiendo o tras g racias y m ien tras tanto, le ruego
publique la obtenida y acepte una lim osna que le
envío, p ara los g astos de su beatificación. Rosa
Turano de Rodríguez.
Hice la novena
Algeciras (Cádiz) .— Teniendo a un primo mío
de cinco m eses de edad afectad o de bronconeumonía, sin en contrar m ejo ría alguna, mi novia, que
es muy devota de la S ie rv a de Dios, m e dijo hi
ciera im a novena a Doña D orotea. L a com encé el
mismo día y aún no la había term inado, cuando
ya comenzó a m ejo rar h a sta alcanzar la salud
com pleta. Muy agradecido le ruego publique la
g racia. M ario Cáceres.
Habrían de cortarme la pierna
Pavía (Lérida) .— H ace algún tiem po tuve im
accidente, a consecuencia del cual el diagnóstico
del doctor fu e grave, llegando a la conclusión de
que habrían de cortarm e la pierna por encim a de
la rodilla. Se puede im aginar nu estra consterna
ción ante esta dolorosa perspectiva. No había re
medio humano y fu e entonces cuando pensé en
los m ilagros que la S ierv a de D ios h ace en fav or
de sus devotos y animado por ello, nos encomen
damos con g ra n devoción y confianza a su pode
rosa intercesión, y no sólo se eliminó la necesidad
de la fa ta l operación, sino que fu i mejorando
lentam ente, pero con seguridad y actualm ente ya
puedo andar, habiendo recuperado la fiexibilidad
en la rodilla y en el tobillo. Muy agradecido a
Doña D orotea, cumplo mi prom esa de enviar un
donativo p a ra su beatificación y publicar la g ra
cia. A lberto Albareda.
No encontré otro medio
Valencia.— T enía necesidad de conseguir una
casa, pero e ra m uy difícil, y a que lo había inten
tado por muchos cam inos sin conseguirlo. L a ne
cesitab a sin fa lta p a ra el mes de noviembre, y en
contrándom e en ta n g ra n apuro, no encontré otro
medio que la inm ensa bondad de la Sierv a de
Dios Doña D orotea, a quien encomendé el asunto,
segu ra de que no me abandonaría en aquel trance.
L e prom etí publicar la g ra cia . Y efectivam ente,
m e la concedió, y llena de gratitu d quiero anim ar
a todos a que acudan a ella en todas su s necesi
dades, seguro de que las verán atendidas. A. T.
Palma de M allorca.— D oy g ra cia s a la Sierv a de
Dios Doña D orotea de Chopitea, porque hallán
dome muy grave de peritonitis y habiéndome vi
sitado varios médicos sin señ alar cual era mi
m al, acudí a ella y puso a mi alcance un doctor
que en seguida diagnosticó mi mal y me salvó
la vida. Dolores Blanco.
Muy agrad ecid a a Doña D orotea por evitar un
traslad o y aprobar mi h ijo en los exám enes, le
envío una limosna al mismo tiem po que le pido
un fav or mucho m ás im portante. A. González.
D a g ra cia s públicam ente y envía una limosna
en agradecim iento el m atrim onio. B. T.
Valencia.—^Habiendo recibido una g ra cia por
m ediación de Doña D orotea, de la que soy fiel de
voto, envío una lim osna p a ra su cau sa de B e a ti
ficación rogándole me sig a ayudando. T. V.
Cádiz.— ^Habiendo recibido de Doña D orotea un
señalado favor, enviam os un donativo en acción
do g racias. Fam ilia Cervera.
Barcelona.— T enía un niño enferm o de la g a r
g a n ta . Vino el médico y me dijo que e ra d ifteria:
podía ahog arse de un momento a otro. Acudí sin
perder momento a S a n Ju a n Bosco y a la Sierv a
de Dios Doña D orotea de Chopitea empezando to
dos los de la fa m ilia una fervorosa novena. AI
quinto día y a estaba m ejo r el niño. Hoy y a lo te
nemos fu era de peligro. A gradecida toda la fam i
lia, enviam os ima lim osna y deseamos sea publi
cada la G racia en el B oletín. Fam ilia Alcalde.
— 27
V a v o v e s del S i e r v o de ÍPios
¡P o n W etipe M iinaldi
Concede todo lo que se le pide
Curado de tuberculosis medular
Baracaldo.— Estando mi padre aquejado duran
te largo tiempo por un continuo m alestar, que
se iba reflejando visiblem ente al exterior por pér
dida de peso, de color y de ánimos, se decidió con
su ltar al médico; éste, después de un reconoci
m iento presintió un posible cáncer al hígado. Con
la preocupación que se supone recurrim os inme
diatam ente a la consulta de otro médico am igo
do la fam ilia que reañrm ó el presentim iento del
anterior.
A ssam .— E n una pobre cabaña, a pocos pasos
de nu estra residencia, F ra n cisco Nongrum, de 22
años, y a cía en cam a aquejado de grave tubercu
losis en la espina dorsal y parálisis en am bas
piernas. D urante un m es seguido fu i a ponerle
una inyección de estreptom icina y siem pre saqué
la im presión que su m al no tenía remedio. De to
dos modos, como yo m ism a había conseguido por
medio de Don R inaldi mi pronta curación, poco
antes de tenerm e que intervenir quirúrgicam ente,
tra té de anim ar al paciente p a ra que se encomen
dara al siervo de Dios y le entregué una reliquia.
L a aceptó, m uy reconocido, y prom etió publicar
la g ra cia s i la recibía. Con grande sorpresa y
a leg ría por nuestra fe. L a parálisis de la s piernas
y la tuberculosis han desaparecido sin necesidad
de operación y la salud de F ra n cisco es buena
com o con stata el doctor. P ero Don R inaldi ha que
rido h a cer algo m ás consiguiéndole un buen em
pleo, con el que puede ayudar y sostener a su m a
dre y fam ilia. Con la m ayor gratitu d suplica se
dé a conocer la g racia, con el augurio de que Don
R inaldi sea beatificad o p ro n to . Sor Margarita
Opezso, misionera H ija de Marta Auxiliadora.
Angustiados recurrim os a un esp ecialista de hí
gado que opinó del mismo modo poniéndole a se
vera observación tres m eses para d iagnosticar
con seguridad.
Alarm ados como es natu ral y teniendo puesta
nuestra esperanza sólo en el Señor, pusimos tan
doloroso caso en manos de Don Rinaldi por insi
nuación de un conocido saleslano. Colocamos bajo
la alm ohada del enferm o una estam pa del vene
rable siervo de Dios y toda la fam ilia, por su in
tercesión, dirigía al Señor súplicas fervorosas en
ininterrum pidas novenas.
Concluido el período de tratam iento el mismo
esp ecialista quedó grandem ente sorprendido ante
el resultado satisfactorio de tre s diversos análisis;
pues, no sólo no tenía cáncer, pero ni siquiera se
observó la menor com plicación de hígado como
era de esperar en el m ejor de los casos...
Ahora mi padre, ni guarda régim en alguno ni
siente la m ás ligera m olestia. Animo a quien lo
necesite que ponga su confianza en Don R inaldi;
por mi parte doy sin ceras g ra cia s a este venera
ble Siervo de Dios por esta señalada g ra cia y por
las que con frecuencia le encomiendo, desoyendo
tal vez el consejo de aquel benem érito y avispado
saleslano, que me inculcó esta devoción: Con
Don Rinaldi, decía, hay que tener mucha vista
y pedirle pocas cosas; porque como concede todo
lo que se le pide, va usted a su frir muy poco en
esta vida y su purgatorio s e rá entonces muy la r
go en la otra. Luis Myly.
A fodnd.--H allándose mi padre seriam ente en
ferm o y temiendo grav es com plicaciones acudi
mos a Don Felipe Rinaldi. P a ra ayudar su inter
vención, colocam os al enferm o una reliquia del
Siervo de Dios y se pudo operar saliendo bien del
todo. Agradecida publico la g racia. Consuelo Se
rrano.
28
—
Padua.— E n octubre de 1965, mi padre fue
hospitalizado en condiciones graves. Som etido a
los rayos X , la rad iografía d elataba una úlcera
cancerosa g á strica en su fa se últim a. L os médi
cos querían in ten tar la operación p ara sa lv a r lo
salvable, como se expresaron conmigo. M i padre
no quiso saber nada de som eterse a ella, porque
decía: Tengo un tum or y me m oriré en la opera
ción; que me manden a casa.
A nte su negativa los médicos le prescribieron
una cura fu erte para reconstitu irlo y le dejaron
ir anunciándole que al cabo de los veinte días le
intervendrían. Aprovecham os ese tiempo p ara pe
dir toda la fam ilia a Don Felipe R inaldi por nues
tro padre. Dos novenas le hicim os. Mi padre notó
alguna m ejoría y el 7 de enero de 1966 logré con
vencerle de que se operara.
Llevado de nuevo al hospital fue sometido a to
da clase de análisis preparatorios. Con sorpresa de
los médicos las nuevas rad iografías eran to ta l
m ente con trarias a las prim eras. cH erm ana, me
dijo el doctor, su padre va muy bien; la úlcera es
y a sencilla y en vía de curación. No es necesario
operar». Ocho días después, mi padre abandonaba
la clínica y hoy s e halla recuperado, comiendo de
todo.
Y o y los míos damos g ra cia s a Don Felipe R inaldl y enviam os la lim osna prometida. S o r Kosifo
(íolln L ibera. B M A .
Gracias de otros
Santos Y Siervos de Dios
Sevilla.— ^Por fav ores recibidos de S a n ta M aría
M azzarello enviam M una lim osna y le rogam os
nos sig a protegiendo. Elisa y Concepción Vázquez.
Madrid.— E n acción de g ra cia s al P ad re Ju liá n
Rodríguez por habernos atendido en mi súplica,
le envío un donativo p ara los gastos de su b ea tifi
cación. Matilde Blanco.
Ciudad Real.— P o r el buen resultado de unos
exámenes y agradecida al indiecito Ceferino N amuncurá envío una lim osna. V ictoria Santos.
Valencia.— Mi herm ana, después de se r ope
rada de un tum or en el pecho, tuvo que se r de
nuevo intervenida, dado que el tum or e ra cance
roso.
A nte el tem or de que se reprodujese, prom etí
a nu estra sierva de Dios, L au ra V icuña, que si
al cabo de un año e sta b a curada, publicaría la
g iacia.
H a pasado un año y m i herm ana se encuentra
com pletam ente bien. ¡G racias, L a u ra V icuña!
Sor Marta Rosario Herrera, H M A .
E N ESTE MES
D IA 6:
sji»rom m o s m
Discípulo modelo de San Juan Bosco y
ejemplar de las juventudes Salesianas.
A él acuden también como a válido pro
tector las madres en sus necesidades
propias y en las de sus hijos.
D IA 14:
sm ji Mmjí m z im m
Fundadora con San Juan Bosco de las
Hijas de María Auxiliadora.
Roguemos por nuestras difuntos
Don M anuel Ferná. .'c~ M urube ^ en Sevilla, el
pasado día 20 de noviem bre. Durante toda su vida
estuvo íntimamente ligado a la obra Salesiana.
Era ingeniero de minas.
Educado en el seno de una fam ilia cristiana, sus
abuelos, Don Joaq u ín M urube M onje y Doña To
masa Escribano Mora, cooperaron a la venida de
los Salesianos a Utrera, y desde entonces toda su
familia demostró su devoción a M aría Auxiliadora
y a San Ju an Bosco. Tomó la Primera Comunión,
de manos de Don Pedro Ricaldone en la Iglesia
de la Trinidad ante el altar de M aría Auxiliadoxar
siendo padrino, en 1965, de la im agen de San Juan
Bosco, en dicha Iglesia.
Su cariño a la obra Salesiana le llev ó a bautizar
a uno d e sus hijos, con el nom bre de nuestro fun
dador, siendo innum erables los favores y benefi
cios que en todo momento nos dispensó su gran
humildad, su carácter bondadoso, eran expresión
de ese gran corazón que d irigía lodos sus actos.
Padre de numerosa fam ilia, imprimió a su hogar
y a la educación d e sus hijos la alegría y el ca
riño, característicos de lo salesiano.
La bondad y la sim patía fueron dos notas de su
carácter, qu e em pleó en hacer el b ien a los demás.
Doña C oncepción Sanloyo Martínez, cooperado
ra Salesiana,
en A studillo (Palencia), el día 2
de febrero, a los 61 años d e edad. Cumplió siem
pre como ferviente cooperadora Salesiana. La
muerte le sobrevino repentinam ente, mientras se
d edicaba a su trabajo ordinario. Dios Nuestro Se
ñor y M aría A uxiliadora le habrán prem iado su
profunda vida de piedad, su gran caridad y su es
píritu d e trabajo.
Doña Ju lia Palacín, viuda de Gutiérrez,
el día
14 de febrero, cooperadora Salesiana de la primera
hora y ferviente d evota de M aría Auxiliadora.
Larga y penosa fue su enfermedad, que sobre
llev ó con gran resignación cristiana. Su mayor
consuelo era in vocar con tierna devoción a María
A uxiliadora. Esposa ejem plar y madre profunda
mente cristiana, educó su numerosa prole en el
s^nto temor d e Dios.
El Oratorio Salesiano de A studillo le d ebe mu
chos favores.
Doña A grípina Castro de Santiago, •}< en Añoza
(Palencia), el día 25 de marzo de 1967. Toda su
vida fue de una ejem plar cristiana. Desde que
con oció a los Salesianos se hizo una gran admira
dora de sus Obras y con com p lacencia leía el Bo
letín Salesiano y llev a b a la insignia de Coopera
dora con orgullo.
Doña Presentación Castro de Santiago,
en
Añoza (Palencia), el día 22 d e enero d e 1967. Co
operadora Salesiana desde que se fundó el Cen
tro externo en este pueblo castellano. Fue siempre
una fervorosa cristiana y una amante de las Obras
d e San Ju a n Bosco.
Ha fallecid o tam bién en Tossa de Mar, el coope
rador scdesiano, Don Tomás Coris Axandri.
Por éstos y por todos los cooperadores difuntos
ofrezcamos al Señor sufragios e indulgencias para
que pronto los conduzca al Cielo.
— 29
formacíoNdeifocacíones
«E l m ejor prem io que D ios con ced e a una fam ilia es un h ijo sacerdote.» (D on Bosco)
IN S PE C T O R IA DE B A R C E LO N A
P. Provincial: P.* San Juan Bosco, 74 - Barcelona-17
BECAS EN FORMACION
Beca «Don Digno Uteriño». l.ft entrega: 46.000 ptaa.
Beca «Santón Antonio y Sebastián». Total: 10.000 pts.
Boca «José María Valles Plá». Total: 6.000 pts.
Beca «Claudio García», l.ü e .: 26.000 pesetas.
Beca «José Morcto». Total: ^.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». R. Vorgés Llardent. T .: 30.000.
Beca «Ntra. Sra. de Montserrat». Total: 60.000 pts.
Beca «Doña Bibiana Socías». Total: 17.000 pesetas.
Beca «Don Felipe Alcántara». Sarrlá. Total: 3.000 pts.
Boca «María Auxiliadora». Tarrasa. Total: 16.000 pts.
Beca «Don Florencio Sánchez». Total: 13.000 pts.
Beca perpetua «D .i Clementina Vallmitjena Croa de Baró».
Total; ao.OOO pts.
Beca «Sr. V.» Total; 8.000 pts.
Beca perpetua «María Casacuberta de Masó». Total; 5.000.
Beca «Santo Domingo Savlo». Total; 16.000 pts.
Boca «Estanislao Muzás». Total: 15.000 pts.
Beca «San José». Total: 6.000 pts.
Beca «Dofta Dorotea». Rocaíort. Total; 27.000 pts.
Beca «Santa Emilia». Total: 36.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Sarrlá. Total: 6.000 pts.
Boca «Don Jo sé Rccasens». Total: 4.199.60 pts.
Beca «Dolores Casacuberta». Total; 10.000 pts.
Beca «María A. Porta de Durén». Total: 8.000 pts.
Beca «Sr. Martín Ooicoechea». Colegio Sarriá. Total: 25.000.
Beca «F. Vlflas*. Archlcofradfa de Sarriá. Total: 5.000 pts.
Beca perpetua c J. M.>. l.B e.: 6.000 pts.
Beca San Paulino». Baracaldo. Total: 23.000 pts.
Beca «D. E . Caprani». Baracaldo. Total: 6.000 pts.
Beca «D. J . Santos». Deusto. Total: 17.000 pts.
Beca «Jesús Aznar». Promovido por Doña María Salmerón
Vda. de Aznar. Totail: 7.000 pts.
IN S PE C T O R IA DE CORDOBA
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 14 - Córdoba
BECAS EN FORMACION
Beca «Familia Ansorena». N. e.: 4.000 pts. Total: 15.000 pts.
Beca «Familia Hoyos González». Total: 71.833 pts.
Beca «Familia Espejo Gómez». Montilla. Total: 12.000 pts.
Beca «Domingo Savio». Cías. Religiosas del Colegio Santa
Teresa. Total: 4.700 pts.
Beca «Don Salvador Rosés». Ronda. Total: 99.000 pts.
Beca «Familia Muñoz». Total: 18.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Antonio Royán. Total: 35.200 pts.
Beca «M.5 Auxiliadora». Cooperadores Salesianos. Anteque
ra. Total: 2.500 pts.
Beca «Familia E . Chacón de Hernández». Total: 3.900 pts.
Beca «Familia Naranjo». Total: 2.400 pts.
Beca «Familia Torres». Total; 2.600 pts.
Beca «Familia Lago». Total: 4.100 pts.
Beca «Familia Atilio Ley». Total: 1.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Fam ilia Gómez Briasco. T . : 34.000
Beca perpetua «Troya Gozálvez». Ubeda. Total: 24.000 pts.
Beca «Juan X X m » . Montilla, Total: 18.350 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Consolación». Torredonjimeno. T . : 20.000.
Beca «Familia Franchis». Las Palmas, l . i e.: 600 pts.
Beca «Virgen del Pino». Las Palmas. 1.» e .: 1.000 pts.
Beca «D. Bernardo López Baena». Córdoba. T . : 12.000 pts.
Beca «Baldomero Pagán». Total: 16.000 pts.
IN S PE C T O R IA DE B ILB A O
Beca «Ntra. Sra. del Carmen». Pozoblanco, Total: 26.000 pts.
P. Provincial: Escuelas Salesianas • Deusto-Bilbao
Beca «Pura Bermúdez». Málaga. Total: 22.600 pts.
Beca «D. IN'dro Olivazzo». N. e .: 12.000 pts. Total: 30.000.
Beca «Antonio Espinosa». Santa Cruz. Total: 33.000 pts.
Beca «D. Cirilo Sagastagoitlo», promovida por los AA. AA.
Beca «Santa Isabel». Granada. Total; 34.000 pts.
de Biirncaldo. Total: 16.000 pts.
Beca «San Juan Bosco». Lopera. Total: 15.000 pts.
Beca «D, José Díaz de Cerio Valle y Petra Gastón Ventosa».
Beca «Familia León de Navarro». Total: 2.300 pts.
Total: 4.000 pts.
Beca «Familia Lora Uadín». Total: 4.300 pts.
Beca «Santísima Trinidad». N. e .: 2.000 pts. Total: 27.000.
Beca «Santo Domingo Savlo». (Cía. de la Juventud SaleBeca «Carmina Gutiérrez». N. e.; 2.000 pts. Total: 29.000 pts.
siana). Las Palmas. Total: 16.600 pts.
Beca «Agustina Alonso». N. e .: 3.000 pts. Total: 28.000 pts.
Beca «Sto. Dgo. Savlo». Olas. Religiosas. Ronda. T .: 13.000.
Beca «Piedad Ramos». N. e .: 3.000 pts. Total; 38.000 pts.
Beca «San Jo sé y Ntra. Sra. de Montserrat». Granada.
Beca «Nalividad Postigo». N. e.: 1.000
pts.Total: 29.000pts.
Total: 18.200 pts.
Beca «Rosario Gutiérrez». N.e.: 1.000 pts. Total: 29.000 pts.
Beca «Utrera Deherves». Córdoba. Total: 10.000 pts.
Boca «Paqulto Gutiérrez». N.e.: 3.000 pts. Total: 28.000 pts.
Beca «Cías. Juventud Salesiana». L a Orotava. Total: 20.000.
Beca «Fernando y Rufina». N. e .: 8.000
pts.Total; 38.000Beca
pst. «Escuelas Externas». Montilla. Total: 3.000 pts.
Boca «Mamá Margarita». L . Caftada. Pamplona. N. e .: 260
Beca «Nicolás Rodríguez». Las Palmas. Total: 3.100 pts.
pesetas. Total: 16.000 pts.
Beca «San José». Pozoblanco. Total: 4.000 pts.
Boca perpetua «San Cosme y Sta. Magdalena». T . : 76.000 pts.
Beca «Santa Teresa». Granada. Total: 16.150 pts.
Beca «De las Srtas. de Felipe», l.é e .: 36.000 pts.
Beca «Moisés Redondo Tirado». Pozoblanco. Promovida por
Beca «María Auxiliadora». 2.1 Arch. Baracaldo. T . : 13.000.
D. Jo sé Fernández. Total: 40.000 pts.
Beca «F. Canales». Total: 14.000 pts.
Beca «San Rafael». Córdoba. Total: 17.737 pts.
Beca «Matilde Pelayo». Pamplona. Total; 5.000 pts.
Beca «San Miguel». Montilla. Total: 21.300 pts.
Beca «Don Ramón Zabalo». Baracaldo. M. Fernández. To*
Beca «Manuel H em ánd c». Las Palmas. Total: 6.000 pts.
tal: 36.000 pts.
Beca «J. M. Manfredini». Granada. Total; 67.000 pts.
Beca «Señor Ju stl*. Deusto íColeglo). Total: 19.600 pts.
Beca