BS_1973_05.pdf

Medios

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B O S C O

Una página para los niños

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AL ALCANCE DE LA MANO
Mis queridos amigos Juanito y
Mari;
Veo con satisfacción que leéis
mis cartas minuciosamente y has­
ta me indicáis los errores de or­
tografía. Mari me dice que en el
mes de diciembre descubrió una
falta garrafal. «Allí está escrito
"me heché a la calle". Ese eché
es sin «h» y tú lo escribes con
ella. A ver si todavía vas a tener
que venir con nosotros al cole«.
Tienes razón, Mari. Pero tú sa­
bes que también existen las lla­
madas «erratas» de imprenta, lo
cual no tiene que ver nada con
tas ratas; aunque a lo mejor se
cuela algún gazapillo por la linoti­
pia a poner una «h» donde no de­
be ir... De todas formas, os agra­
dezco vuestras correcciones. Y
ojalá aceptéis también vosotros
las que. de vez en cuando, os ha­
cen vuestros papás. Como tam­

bién I a s aceptaba Don Bosco
cuando niño.
Ya sabéis que una de las deli­
cias de Juanito Bosco era la de
buscar nidos y cazar pájaros vivos
para tenerlos en su casa. Les
construía una jaula y hasta les
silbaba para que aprendieran a
a cantar.
Pues bien, un día descubrió en
el tronco de un árbol un nido de
pájaro mosca. Apenas vio salir a
la madre del agujero le faltó tiem­
po para lanzarse a gatear y apo­
derarse de los pichoncillos. Pero,
amigos, el nido no estaba tan al
alcance de sus manos como él
creía. Metió el brazo hasta el co­
do. y nada. Un nuevo intento, has­
ta el hombro y. al fin, tuvo el ni­
do en sus manos.
Mas cuando quiso retirar el bra­
zo con los pajaritos que protesta­
ban con unos chillidos lastimeros,
se dio cuenta que no podía sacar­

lo. Estaba preso como por un cepo.
Era inútil todo esfuerzo para zafar­
se del árbol. Cada vez se le hin­
chaba más la carne, cosa que difi­
cultaba la liberación del brazo.
— ¡Juanito! — lo llamó su madre.
Nuevos intentos para zafarse.
— ¡No puedo, mamál ¡Me he en­
ganchado en el árbol!
— ¡Ah, granuja! ¿Conque estás
preso? Siempre tienes que hacer
una de las tuyas.
Mamá Margarita sonrió. Juanito.
a! ver la sonrisa de su madre,
acabó también por sonreír.
—Aguarda, dijo ella; voy por una
escalera.
Mamá Margarita intentó sacar el
brazo de Juanito haciéndolo girar
suavemente. Pero en vano. Pidió
entonces la ayuda de dos hombres
que llegaron al momento con un
hacha.
—No, el hacha no, por Dios; se
podría cortar el brazo.
Probaron entonces con un escal­
pelo. Pero antes, la madre protegió
con su delantal el brazo de su hijo.
Saltaron muchas astillas y, al fin.
Juanito se vio libre, mas con el
brazo lleno de arañazos y rasguños.
—¿Ves, hijo mío? —prorrumpió
la madre— . Eso les pasa a los que
quieren apoderarse de lo ajeno.
Siempre terminan presos en ma­
nos de la policía o, si no. de la
justicia de Dios.
También ahora el mes de mayo
está haciendo de las suyas con
flores, árboles y pájaros. Parece
que durante la primavera la tierra
enseña la cara más hermosa de la
vida. Es una invitación al gozo, a
la alegría de vivir. Amigos, ojalá
que este gozo de la naturaleza sir­
va también para enseñarnos la
oculta alegría del escondido rostro
de Dios, casi al alcance de la mano.
Un abrazo de vuestro amigo.
Padre RAFAEL

Reviste de ia Obra de Don Bosco
I

Año LXXXVIl • N.O 5 • Mayo 1973
Director; RAFAEL ALFARO
Dirección. Redacción y Admón.:
Aicaló, 164
Teléfono 255 20 00
MADRID-2 8

Un congreso Mariano

Depósito Legal: M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)
Imprime; Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Atocha

EN ESTE NUMERO
Pág.
El Congreso sobre María
Auxiliadora en Sevilla.
María y los primeros cris­
tianos ..........................
Festival de la Canción
Religiosa en Polonia .

1
2
6

La Motocicleta ..............

9

Mons. Trochta, el nuevo
Cardenal salesiano ...

12

Educación para el Amor,
éxito editorial ........... 16
Por el mundo salesiano. 20
Toda una vida para Dios
y para Don Bosco ...

22

Ariari, nueva frontera ... 24
Cooperación Salesiana y
Tercer Mundo ........... 28
Nuestra gratitud ..........
Fueron a la Casa del
Padre ............................

A fin de responder a la pregunta inicial, el Consiliario Regio­
nal de Sevilla, organizador del Congreso, don Manuel Ruiz Gue­
rrero, nos ha comunicado:
— Para profundizar nuestro aprecio y nuestra devoción a
Marta Auxiliadora, algo necesario en nuestra vida de
cristianos y de salesianos.
— Para extender su devoción a donde sea preciso, cumplien­
do la orden de Don Bosco: “Propagad la devoción a Ma­
ría Auxiliadora”.
— Para enfervorizar, donde se haya entibiado, el entusiasmo
mariano, tan peculiar de la Familia Salesiana desde los
mismos orígenes de San Juan Bosco.

30
32

NUESTRA PORTADA
Así la vio El Greco y así
plasmó su inmaculada belle­
za maternal. En este mes de
mayo volvemos a repetirle:
“ De nuevo aquí nos tienes..."

t

¿Para qué sirve un congreso sobre Marta Auxiliadora? Asi
se preguntan muchos de cuantos han visto la noticia aparecida
en el Boletín de marzo-. “Durante los días 11, 12 y 13 de mayo
tendrá lugar en Sevilla el Primer Congreso Nacional de Marta
Auxiliadora". Hoy nos han llegado noticias más concretas del
mismo. Los tres temas a tratar son: “María, Madre de Dios y de
la Iglesia", por don Antonio Calero, Inspector de Córdoba; “Ma­
rta, colaboradora del plan de Dios”, por don Celestino Rivera, V i­
cario Inspectorial de Sevilla; “Marta, alma de la primera comu­
nidad cristiana”, por don José A . Rico, Inspector de Madrid.

Desde estas páginas, y en este mes mariano, deseamos que este
Primer Congreso de Sevilla traduzca a un lenguaje actual algo
que jamás debiera desvirtuarse. María Auxiliadora es la Fundado­
ra y el eje que mueve la Obra Salesiana. No se puede prescindir
de ella. Quitados los cimientos, todo el edificio se desmorona­
ría. Pero una cosa tan esencial tampoco puede sustituirse por
formas fáciles o simples tópicos. Un congreso puede fomentar la
cara o la cruz, lo auténtico o lo accesorio.
Deseamos que el Congreso Mariano de Sevilla incremente el
verdadero fervor de toda la Familia Salesiana para una mayor y
más eficaz entrega a la misión de trabajar por los jóvenes nece­
sitados que, como decía recientemente el Cardenal Carroñe, son
toda la juventud.


1

\HmVENERADA

Don Miguel Rodríguez, profesor de Sagrada Escritura
en el Estudiantado Teológico Salesiano de Salamanca,
escribe este artículo sobre la Virgen,
que agradecerán nuestros lectores.

Los evangelios no son principalmente libros de
historia ni biografías que pretendan ofrecer al lec­
tor una detallada descripción de los hechos reales
que cuentan o del modo de ser de las personas
que intervienen en ellos. Son, ante todo, libros de
fe, cuyo interés se centra en la persona de Jesús,
escritos no para satisfacer la curiosidad, sino para
enseñar cómo se debe creer en él. Por eso son
muy sobrios al presentarnos los otros personajes,
y copian de éstos sólo aquella faceta en que se
expresa su fe o su incredulidad respecto a la pa­
labra del Señor.
Acerca de la madre de Jesús los evangelios ofre­
cen pocas noticias, pero las suficientes para descu­
brir su gran talla espiritual. María destaca en ellos
como la creatura que con mayor decisión se en­

tregó a realizar la voluntad de Dios. Después de
Cristo es el ejemplo más perfecto que se ofrece
al cristiano. Por esto es la persona más enaltecida
de los evangelios, si prescindimos de Jesús. San
Pedro, tan unido siempre al Maestro, sólo una vez
merece ser alabado por su fe. Y es en el momento
en que confiesa que Jesús de Nazaret es “el Cris­
to, el Hijo del Dios vivo” (Mt. 16, 17) (la con­
fesión más importante por parte de un discípulo
en la divinidad de Jesús). Esto aparte, San Pe­
dro y los demás discípulos reciben frecuentes re­
prensiones del Maestro por su poca fe.
María, en cambio, es celebrada como “la fa­
vorecida” o “llena de gracia” (Le. 1, 28), como
“la más bendita de las mujeres” (1, 42), como
“la bienaventurada porque creyó” (1, 45) y como

Ei pueblo cristiano de hoy
también pone su confianza
en la Virgen
y la invoca sin cesar.
Significativos
son los aplausos y miradas
al paso de la imagen
de María Auxiliadora
por ias calles.
2 —

“la bienaventurada que llevó a Jesús en su
seno" (11, 27).
Debemos prestar atención a un punto que hasta
hoy día no ha sido muy destacado. Y es que en
los evangelios, escritos unos cuarenta años des­
pués de la muerte de Jesús, se refleja la fe de las
primeras comunidades cristianas y el comienzo de
la veneración a María. Un autor protestante,
R. Bultmann, gran conocedor de los evangelios y
poco sospechoso de catolicismo, ha llegado a afir­
mar que María era “ya venerada como madre del
Señor” por los primeros cristianos. Teólogos ca­
tólicos modernos de acreditada autoridad en el
campo de los estudios bíblicos ven expresada la
veneración de María de las primeras comunidades ,mesianidad de Jesús: “Tú eres el Cristo” (Me. 8,
cristianas en el evangelio de San Lucas. A continua­ 29). La segunda vez, cuando el centurión junto a
ción vamos a destacar algunos de los rasgos más la cruz, un gentil, va más lejos que San Pedro y re­
característicos con que aparece la figura de María conoce: “Verdaderamente éste era el Hijo de Dios”
en los evangelios. No son una invención de los (Me. 15, 39). Pues bien, este Jesús, a quien San
evangelistas, sino un reflejo de la primera devoción Marcos proclama en su evangelio como el Hijo de
a la Madre del Señor que comenzaba ya a desarro­ Dios, es también el hijo de María. Dos veces se
llarse en las comunidades cristianas del tiempo menciona a María en este evangelio. Hay un mo­
apostólico.
mento en la vida pública de Jesús en que la opo­
sición de los enemigos contra él se hace más fuerte,
1. “El Hijo de María” (Me. 6, 3)
y María va a presentarle ayuda. Los demás le con­
Una de las ideas teológicas más frecuentes des­ sideran “loco” (Me. 3, 21) o que está poseído del
tacadas en el evangelio de San Marcos es la de Je­ diablo (3, 22). La Madre que seguía con solicitud
sús, Hijo de Dios, que acepta ser perseguido de las andanzas desde que el Hijo abandonara Nazasus enemigos e incomprendido de sus amigos más ret, va a ofrecerle su ayuda maternal en ese trance
íntimos. Hay dos momentos en que se levanta esa difícil.
Una segunda vez se menciona a María. Y es mo­
cortina de incomprensión. La primera vez es la final
de la primera parte del evangelio, cuando Pedro, tivo de la predicación de Jesús en su ciudad natal.
un judío, hace una solemne confesión de fe en la Los paisanos se preguntan: “¿No es éste el obrero,

— 3

el hijo de María?” (Me. 6, 3). Según la costumbre
corriente entre los judíos se esperaría la pregunta
de otra forma: “¿No es éste el obrero, el hijo de
José?”. Y esto, aun cuando José hubiera muerto
ya. El autor protestante antes mencionado, R. Bultmann ve en ese modo extraño de preguntar el he­
cho de que María “era ya venerada como Madre
del Señor”. Se puede contener, además, una ilusión
a la concepción virginal de Jesús. Dado que el
evangelio de San Marcos se escribió antes del año
70 d. C., según la opinión común de los exegetas,
nos encontraríamos con los principios del culto de
María ya antes de esta fecha.
2.

“La Madre de Jesús” (Mt. 13, 55)

£l evangelista San Mateo se refiere a María casi
siempre con el título “Madre de Jesús” o simple­
mente “su madre”. La pregunta que los nazaretanos hacen sobre el origen de Jesús es distinta en
el evangelio de San Mateo: “ ¿Acaso su Madre no
se llama M aría?” (Mt. 13, 35); se ha cambiado el
modo de preguntar de San Marcos: “¿No es éste
el obrero, el hijo de M aría?” (6, 3). Este cambio
se debe al evangelista, que quiere recalcar la ma­
ternidad de María respecto a Jesús. Esta intención
especial aparece en otros lugares del evangelio de
San Mateo: “Estando su madre desposada con
José” (Mt. 1, 18); “los magos encontraron al niño
con María, su madre” (2, 11).
Estos cambios se deben al evangelista, que refle­
ja en su modo de escribir la manera de hablar de
María en las comunidades cristianas donde se com­
puso el evangelio de San Mateo. La expresión “Ma­
dre de Jesús” sería pronunciada con una reverencia
especial en esas iglesias cristianas de Palestina y
Siria. Más tarde se convertiría en el de “Madre
de Dios” y María sería cantada por los padres de
la Iglesia de esas regiones, como San Efrén.
3.

“Allí estaba María” (Jn. 2, 1; 19, 25)

El evangelio de San Juan presenta el milagro de
las bodas de Caná como el primero de los obrados
por Jesús delante de sus discípulos para manifestar
su gloria. En este momento tan importante, cuan­
do Jesús comienza su obra salvífica, “allí estaba
María” (Jn. 2, U. Pero hay un momento de mayor
trascendencia, es el de la glorificación de Jesús en
la Cruz. El evangelista San Juan dice que “María
estaba de pie” junto a Cristo moribundo (Jn. 19,
25). (3on la presencia de María, se abre y se cierra
la manifestación y revelación de la gloria de Jesús.
El evangelista parece que ha querido destacar el
papel importante de María en la historia de la sal­
vación. San Juan es el último de los evangelistas
en escribir su evangelio, hacia el final del siglo
primero. No es extraño que refleje el pensamiento
4 —

de las comunidades cristianas para las que él escri­
be su evangelio.
4.

“Desde ahora todas las generaciones me
llamarán bienaventurada” (Le. 1, 48)

Hemos dejado para el final el evangelio de San
Lucas porque en él aparece de manera clara la fi­
gura de María y la veneración de que fue objeto
de parte de las primeras comunidades cristianas.
Una tradición posterior ha llamado a San Lucas
el pintor de María, debido a que él ha sido el
evangelista que más detalles nos ha ofrecido so­
bre ella. Frente a una sociedad griega que no veía
en la mujer ningún valor digno de respeto, presen­
ta San Lucas a una mujer, María, en el grado más
alto a que una creatura puede llegar.
La dignidad le viene a María no sólo de haber
llevado a Jesús en su seno (11, 27), sino también
de haberle recibido en su corazón por medio de la
fe. Por su fe María ha llegado a ser la madre de
todos los creyentes. De su decisión personal hizo
depender Dios la realización concreta del plan salvífico, su humilde “sí” hizo posible el que Jesús
llevase a cabo la redención del hombre. Toda la
historia de la salvación, tal como es cantada por
María en el Magníficat, dependía de su “sí” gene­
roso. Por eso merece todas las alabanzas: “Feliz
tú porque creiste” (1, 45); “feliz el seno que te
llevó” (11, 27) y ocupa el primer puesto entre
aquéllos llamados por Jesús “más felices porque
escuchan la palabra de Dios y la guardan” (11, 28),
porque María creyó a la palabra de Dios (1, 38) y
porque guardaba todas las palabras en su cora­
zón (2, 19). En María se realizan todas las profe­
cías acerca de la Hija de Sión. La expresión “Hija
de Sión” indica al pueblo elegido y creyente que
aguardaba vivamente al Mesías. “A ló ra te ” es la
invitación con que los profetas animaban al pue­
blo a esperar al Mesías que estaba a punto de lle­
gar (Sof. 3, 14; etc.). (Don el saludo “alégrate,
llena de gracia” el ángel se dirige a María, la nue­
va Hija de Sión, para que se disponga a recibir en
sí misma al Mesías. María viene a representar al
nuevo pueblo de los creyentes, en cuanto es Ella
la Hija de Sión.
El evangelista San Lucas refleja el culto que en
la Iglesia se había comenzado a dar a María. Uno
de los indicios más claros al respecto es la frase
del Magníficat: “Desde ahora me llamarán Bien­
aventurada todas las generaciones” (1, 48). Si por
una parte se debe tomar como una profecía de lo
que iba a ser el culto de María, por otra es, en el
pensamiento de San Lucas, tma confirmación de
que la veneración de María, por parte del pueblo
cristiano en tiempo del evangelista, era ya una
realidad.
MIGUEL RODRIGUEZ

1

I S i.

ff

¡Oh Virgen
la alba luz
Contra mis
arremete el

remadora, ya clarea
sobre el llanto de los mares!
casi hundidos tajamares,
mastín de la mares.

Mí barca, sin timón, caracolea
sobre el tumulto gris de los azares.
Deje tu pie, descalzo, sus altares,
y la mar negra verde, pronto sea.
Toquen mis manos el cuadrado anzuelo
— tu escapulario— , Virgen del Carmelo,
y hazme delfín. Señora, tú que puedes...
Sobre mis hombros te llevaré a nado
a las más hondas grutas del pescado,
donde nunca jamás llegan las redes.
RAFAEL ALBERTI

POLONM,
FESTIVAL DE U

r

UNA DE LAS EXPRESIONES
FAVORITAS de la juventud actual
es la música. Prueba de ello son
los innumerables festivales de la
música juvenil; a través de ella la
juventud expresa en mil formas
sus ansias, sus alegrías y sus pe­
nas. Según el estado anímico de la
juventud, la música toma su ritmo:

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8?

Ha pasado por Madrid ei salesiano padre Bruno Rychiowski,
polaco de nacimiento, pero con muchos de vida chilena. He­
mos hablado largamente y me ha dado para ei Boletín un
artículo recientemente publicado en el diario “Mercurio” de
Santiago. Ya desde Cracovia, me ha enviado estas diaposi­
tivas que publicamos. “Es algo formidable — me dice— el
entusiasmo de los jóvenes católicos de Polonia, que se sien­
ten felices y gozosos de poder expresar su fe medíante la
canción”.

CANQONI

El sacrosong es ima de las for­
mas de expresión de las vivencias
religiosas de la juventud. Es el
homenaje al Creador del mundo y
del hombre, expresado en la can­
ción religiosa. El Sacrosong ini­
ciado por el joven salesiano, padre
Juan Palusinski, hace cuatro años,
fue recibido con gran entusiasmo
no sólo F>or la juventud sino tam­
bién por el Cardenal de Cracovia
Karol Wojtyla, el cual lo ha pa­
trocinado desde su comienzo.
ANO TRAS AÑO el Sacrosong
tiene lugar en las diferentes ciu­
dades de Polonia. Este año le tocó
el turno a Cracovia, antigua ca­
pital del reino polaco; destacados
músicos e inspiradores poetas han
concursado en esta ocasión. Dos
orquestas sinfónicas de 140 maes­
tros. Seis coros con más de 300
cantores. Quince grupos instrumen­
to-vocales. Más de 100 solistas.
Cuarenta y seis composiciones han
sido escritas para dicha ocasión.
El festival fue precedido por una
serie de conferencias y discusiones
en los ambientes juveniles acerca
de la misión social del Sacrosong.
La discusión se concentró básica­
mente sobre dos problemas: ¿Qué
camino debe seguir el esfuerzo
común para crear mejores condi-

RELIGIOSA
ciones de vida y del desarrollo del
hombre integral, el cual implica,
la libertad y la participación de la
vida de Dios? Y ¿qué significa en
definitiva construir la Iglesia en
el mundo contemporáneo?
El tema general del Sacrosong
este año reza; «Construyamos la
Iglesia de mañana en nosotros,
entre nosotros y con nuestras ma­
nos».
La apertura del festival tuvo
lugar el 28 de septiembre en la
Catedral del Castillo de WaweI.
El Cardenal Wojtyla ofició la San­
ta Misa y pronunció una alocución
a los artistas y concursantes al
festival.
CRACOVIA, 1972. A las 20 ho­
ras del mismo día en la catedral
gótica del siglo XIII los acordes
de las orquestas filarmónicas de
Cracovia y Lodz, dirigidas por el
maestro Andrés Hanzelewied, lle­
nan el templo de emoción. La ca­
tedral repleta de juventudes entona
el himno a Cristo Rey.
A continuación el Cardenal Woj­
tyla se dirige a los asistentes.
Entre otras cosas afirma: «El Sa­
crosong es el encuentro con la
Palabra de Dios en el canto. Es «el
Evangelio en la canción». Es in­
dispensable que en ellos busquen
su inspiración los poetas y artistas.
Es indispensable que en ellos fun­
damenten los derechos de! hom­
bre».

i

El viernes a las 18 horas en la
Iglesia de los PP. Franciscanos las
composiciones se referían básica­
mente al sacrificio de la glorinca-

El grito angustioso “¡Señor, te busco, muéstrate!”,
lleno de esperanza,
fue modulándose hasta terminar en un confiado
“Señor, yo creo en Ti”.

ción del padre Maximiliano Kolbe,
el Mártir de Oswieeim.
Este mismo día a las 20 horas
en la Iglesia de los PP. Dominicos
continuó el festival con las cancio­
nes Big-Beat.
El tercer día el festival tuvo
lugar en la Iglesia de los PP. Salesianos. Comenzó con una cere­
monia para-litúrgica: la expresión
del Verbo. Se procedió a la lectura
de la Biblia y luego siguió con la
alocución del Provincial de los
Salesianos. Dr. Agustín Dziedziel.
El hombre, sostuvo el padre
Dziedziel, es un ser inquieto, eter­
no mendigo de lo infinito. Quiere
alcanzar donde nadie ha llegado,
penetrar donde nadie ha penetrado,
realizar lo que nadie fue capaz

de realizar. Siempre busca, siem­
pre espera, siempre se dirige hacia
Algo, hacia algo Nuevo. El Sacro­
song es uno de los caminos de
esta búsqueda de Dios.
Entre los concursantes de este
día dos grupos llamaron la aten­
ción.
Los hippies universitarios. No
cabía mayor extravagancia tanto
en sus vestimentas como asimismo
en sus instrumentos. Sin embargo,
la ejecución de la canción, com­
puesta por ellos mismos, llenó el
ambiente de sublime tragedia. El
grito angustioso, «Señor, Te bus­
co. muéstrate», llen o de espe­
ranza invadió el templo. Un silen­
cio, que parecía hablar, sublimaba
la queja. Más, lentamente, los acor-

POLONIA: Como en todas partes, los jóvenes polacos expresan sus sen­
timientos religiosos mediante la música. La canción religiosa es el en­
cuentro con la Palabra de Dios en el canto.

POLONIA, FESTIVAL DE LA CANCION RELIGIOSA
des cortantes fueron modulándose
e, imperceptiblemente, se torna­
ron casi suaves, mientras el can­
tante terminaba: «Señor, yo creo
en Ti».
OTRO GRUPO FUE EL DE LAS
NIÑAS INVIDENTES. Le acom­
pañaba una religiosa que era a
la vez la autora de la canción.
Tiempo atrás, joven cantante de la
radio y televisión, había llegado
a la casa religiosa para distraer
con sus canciones a las niñas, y
se quedó con ellas.

Si bien es cierto que e) aspecto
externo oprimía el alma, sin em­
bargo, cuando entonaron su can­
ción conmovedoramente sencilla,
el perfume de su armonía y de su
contenido se esparció por el tem­
plo y lo llenó de paz y esperan­
za...
El festival terminó el domingo
en Nowa Huta, barrio obrero de
Cracovia. Este día fueron ejecu­
tadas las canciones premiadas.
La multitud llenó la inmensa
plaza frente a la Iglesia en cons­
trucción.

La sinfonía multicolor de las
hojas otoñales se amalgamó con
los armónicos sones de las cancio­
nes. Un telegrama del Santo Padre
ungió las almas con amor y las
elevó a Dios.
La juventud universitaria junto
a los obreros de los Altos Hornos
de Nowa Huta entonó un himno
a la Madre de Dios, Reina de Po­
lonia.
BRUNO RYCHLOWSKI
Cracovia, octubre de 1972.

DN ALUMNO DEL COLEGIO DE SANTANDER

ES T R ELLA DE LA BONDAD
Santiago Sánchez Manchado es
un alumno del Colegio Salesiano
de Santander. Tiene doce años y,
desde hace tres, lleva a hombros
al colegio a su amigo Roberto del
Pozo, un niño de nueve años, pa­
ralítico.

— ¿Te gusta e! deporte?
— Sí. Mucho. Primero jugaba al
fútbol. Ahora lo que más practico
es el balonmano y juego en el equi­
po de la clase.

Santiago ha sido elegido "Estre­
lla de Bondad” del diario "La Ga­
ceta del Norte” , en 1972. Este es
un honor que el periódico conce­
de a los niños que se distinguen
por su conducta heroica.
Su p adr e q u e dó sorprendido
cuando vio la foto de su hijo en
la primera página del diario. "San­
tiago —dice conmovido— es un
chico poco hablador y muy bueno.
Quiere ser mecánico y ahora hace
Cuarto Curso de Educación Gene­
ral Básica en el Colegio Salesia­
no".
"Hace tres años —confiesa in­
genuo el muchacho— cuando ei
primer día de clase vi lo que a Ro­

8 —

berto le costaba bajar las escale­
ras, cargué “ a cuchos” con él y lo
llevé hasta el patio. Desde enton­
ces todas tas mañanas espero a Ro­
berto cuando su mamá lo trae al
colegio en coche.
— ¿Por qué haces esto? — le pre­
gunta un periodista.
—No sé. — contesta— . Me sale
de dentro. Es algo que hago con
ganas.

Su director del Colegio Salesia­
no de Santander nos escribe; “Nos­
otros presentamos a Santiago como
posible candidato al concurso "ES­
TRELLA DE LA BONDAD” de “ La
Gaceta del Norte" y resultó uno de
los cinco vencedores. Como pre­
mio le dieron una estrella de plata
y una hermosa bicicleta. Para mí
muy simbólico, porque el que tie­
ne que ir despacio llevando a un
compañero se compensa volando
en bici".
Santiago Sánchez Manchado. He
aquí una estrella naciente de la
bondad. Comienza por olvidarse
de sí mismo para dar su luz a los
demás. Hoy hace de cirineo de uno
de sus amigos. Mañana...

LA MOTOCICLETA
Hay que mantener constantemente
las promesas hechas o al menos
darle razón de su incumplimiento.

Supongo que ustedes también
alguna vez se habrán sentido eufó­
ricos, generosos, con ganas de dar
cualquier cosa que les pidieran, y
supongo que también alguna vez
se habrán arrepentido de ello. Sí.
a mí también me ocurrió.
Fue después de Semana Santa.
Decidimos —con rigurosa demo­
cracia que todos los miembros de
la familia que pudieran se trasla­
darían a San Rafael para pasar la
Semana de Pascua y así reincor­
porarse a los estudios —última
etapa— con mayor esfuerzo.



é

Mi hijo Juan, el mayor, sintién­
dolo mucho —eso fue lo que me
dijo— no podía ir porque tenía que
preparar unos «parciales». Nos
quedaríamos los dos solos en Ma­
drid. Maribel, cuando se dió cuen­
ta, se brindó a acompañamos para
atendemos. ¿Maribel?... ¿atender­
nos? Le dije que no, era preferible
que ayudara a su madre en San
Rafael. Teresa, la asistenta, basta­
ba para atendemos.
Pensé que había dicho una cosa
sensata, pero por lo visto no. Isa­
bel opinaba que si la niña sacri­
ficaba el no ir a San Rafael para
atendemos, no deberíamos desai­
rarla. Para qué voy a contarles
toda la discusión. Es suficiente
que sepan la última palabra, la de
mi mujer: Maribel se quedó en
Madrid con nosotros.
Al resto de la familia la llevé
el domingo a San Rafael. Quise
salir pronto de allí para que no
me pillara la caravana de vuelta
a Madrid, pero las recomendacio­
nes de mi mujer me retrasaron más
de media hora.
—Toma las pastillas.

—Di a Maribel que no se olvide
de regar los tiestos.
—Que no se dejen los chicos los
grifos abiertos.
—Que coman bien...
Pero, ¿quién tenia que atender
a quién? ¿No era Maribel la que
se quedaba para atendemos? Pre­
guntar esto a mi mujer hubiera
supuesto una discusión de otra ho­
ra, la caravana más larga, y la en­
trada en Madrid a las 12... Decidí
callar.
Sí, sí. sí... contestaba automáti­
camente a todo lo que me decía,
aunque, en realidad, de muchas co­
sas no me enteré.

LA MOTOCICLETA
Se debe estimular al niño
más por el esfuerzo que ha empieado
que por ei resultado obtenido.

¡Qué semana! A Juan le veía a
la hora de la cena. Comer lo hacía
por ahí, tenía tanto trabajo con
eso de los «parciales». A juzgar
por el tiempo que empleó podían
haber sido «totales». Y a Maribel
la proclamé «medalla de oro» en
abrir las latas de conserva.
—¿Verdad que está riquísimo,
papá? y no lo he calentado mal.
—Sí. hija, —decía yo acordán­
dome de las comidas de mi mujer—
riquísimo.
El portero me saludaba más ca­
riñoso que nunca.
—Buenos días don Juan. Ya fal­
ta poco.
Creo que al decirnos esto recor­
daba la cantidad de latas de con­
serva que diariamente veía en el
cubo de la basura.
—Ya falta poco, Andrés, ¡gracias
a Dios!
El viernes por la tarde me sentía
radiante. Cuando saliera del Banco
iría a San Rafael, pasaría el fin
de semana, y el domingo por la
noche... todos en casa. Los mayo­
res no pudieron acompañarme.
Juan con eso de los «parciales» y
Maribel prefirió quedarse en casa
de su abuela para descansar del
ajetreo de esos días...
Cuando llegué, todo eran gri­
tos, abrazos, besos y preguntas y
más preguntas.
—¿Habéis comido bien. Juan?
—decía Isabel—.
—Sí, mujer, muy bien.
—Nena, quere a papa..., —decía
en su media lengua Natalia—. Yo
la abrazaba como si hiciera años
que no la veía.
—Papá, —ahora era Luisa—, he
aprendido a montar en motocicle­
ta. Voy con una mano.
—Y vuelve sin cabeza —corro­
boraba Carlos—.
—Dejad a papá —decía Isabel—
que no le va a servir de nada el
descanso de estos días.

10

¿Descanso?... pensaba yo recor­
dando el día que se le rompió a
Maribel la barra del armario al ir
a sacarme la gabardina, y tantos
otros trabajillos de segunda mano
que me salieron.
—Pero, si no me cansan, Isabel,
¡hacía tanto tiempo no nos veía­
mos!
—Papá, entonces como ya sé
montar, —seguía Luis— me podías
regalar la motocicleta. Recuerda
que me lo prometiste cuando te
traje las notas en Semana Santa.
—Sí. hijo, sí. Ya te la compraré.
—Ya no, papá. Me la podías re­
galar a final de curso.
—Bueno, hijo, bueno, pero aho­
ra vamos a cenar.
¿Y a mí. ¿qué me comprarás
si apruebo? —decía Paloma—.
—¿Y a mí? —Carlos—.
—¿A mí? —terciaba Natalia imi­
tando a sus hermanos.
—A ti otro nombre, mi vida, si
me fuera posible.
Entre risas y charlas transcurrió
la cena. Después de ver un rato
la TV., se fueron yendo a la cama.
Nos quedamos Isabel y yo solos.
—Oye, Juan, ¿qué es eso de la
motocicleta?
—Nada, mujer, cosas de chiqui­
llos. Los crios se entusiasman con
cualquier cosa, ¡tienen tanta fan­
tasía!
—Pero si se ha entusiasmado es
porque algo habréis hablado del
asunto.
—Nada en serio. Cuando me tra­
jo las notas en Semana Santa eran
tan buenas, que francamente le
felicité y él me dijo que algo le
tenía que regalar. No me negarás
que el chico se lo merece. Enton­
ces me pidió F>ara final de curso
una motocicleta.

La felicidad de los paA^

M

LA MOTOCICLETA
La aprobación de sus padres
ha de tener más importancia para el niño
que el mejor de los premios.

es la alegría de los hijos.

—Luis, quería hablarte acerca
de la motocicleta. Me parece que
eres un poco pequeño para...
—^Ya soy un hombre, papá, ten­
—Pero, Isabel, demasiado puede
comprender Luis que no le voy go trece años.
a comprar una motocicleta a su
—Si, hijo, pero mira...
edad. Ya te dije que nada en serio.
—No te vayas a rajar, papá. Tú
me la prometiste por las buenas
—Nada en serio, ¿Eh? Eso crees notas.
tú. Tu hijo no ha tenido otra ob­
sesión en estos días que aprender
—Podrías cambiarlo por cual­
a montar en motocicleta, porque quier otra cosa. Tu madre y yo
su padre le había prometido una pensamos que podrías caerte, te­
para final de curso.
ner un accidente y sería horrible
Le hice ver que a lo mejor le que por mi culpa te sucediera algo.
habías gastado una broma y, ¿sa­ ¿Comprendes hijo?
bes lo que me contestó?: cSe nota
—No papá, tú me la prometiste...
muy bien cuando papá gasta una
—Sí,
pero entonces yo no pensé.
broma... esta vez me trataba ya
—Papá, dime la verdad, fue una
como a un hombre».
—Es una chiquillada se le pasa­ broma que me gastaste ¿verdad?
no pensaste en ningún momento
rá pronto.
comprármela.
—No, Juan, no es sólo por la
—Efectivamente fue una broma,
motocicleta, sino que su padre for­
malmente le había prometido una no pensé que te lo tomarías tan
cosa, y ahora no se la da. No po­ en serio.
demos tratarle como a un niño pe­
suponerlo. Yo creía que
queño, ya es un hombrecito. La me—Debí
estabas tratando como a un
próxima vez que le prometas algo hombre
y me estabas engañando
no te creerá.
como a un niño.
—Le diré que no tengo dinero,
—¿Podrás olvidarlo, Luis? Venga
que es muy pequeño todavía...
esa mano como hombre y cámbíalo
cualquier cosa.
por lo que quieras. La motocicleta
Mi mujer no se quedó convenci­ la dejamos para cuando termines
da. Yo estaba seguro que mi con­ el bachillerato.
versación con Luis pondría las co­
—¿No me volverás a engañar?
sas en su sitio. Le abordaría a la
—No. Antes de prometerte algo
mañana siguiente. Dormí toda la
noche de un tirón hasta que el rui­ lo pensaré y una vez que lo haya
do de una motocicleta me desper­ hecho procuraré cumplirlo.
tó. Creí que estaba soñando y me
—Podríamos cambiarlo por un
incorporé. Miré el reloj, eran las
equipo para bucear ¿verdad?
nueve y media.
—No sé que dirá tu madre.
Me tiré de la cama y me asomé
—Yo sí lo sé, papá.
al balcón. Abajo mi lüjo paseaba
orgullosamente en una motocicle­
Luis trató de imitar la voz de
ta.
su madre diciendo:
—Papá, papá jmira que bien
—Por Dios, Juan, ¿no puedes
voy!
comprarte algo menos peligroso?
Después del desayuno le llamé
P. Salcedo
aparte.

—Y tú se lo prometiste. Con el
peligro que eso implica para un
chico de trece años.



11

EL NUEVO
CARDENAL
SALESIANO
El Cardenal aecreio de
Pablo VI estuvo destinado
a los hornos crornatorlosm

Entre los treinta cardenales que el Papa
ha nombrado el pasado cinco de marzo, la
figura más singular y más desconcertante
era, tal vez, la del ...trigésimo primero: El
Cardenal Esteban Trochta.
En 1969 Pablo VI lo había nombrado “in
pectore”. Con la nueva situación de Checos­
lovaquia, su patria, el Papa ha hecho públi­
co su nombramiento.

MONS. ESTEI
llamados, en el futuro, para la elección del Papa. Pero
la espera se hizo más impaciente cuando el Papa aña­
dió: "Otro anuncio singular debemos ahora expresar"
... y pasó a hablar de los dos “ Cardenales in pectore” ,
que cuatro años antes había nombrado y cuya iden­
tidad todos aún desconocían.
Uno de ellos, dijo, ha muerto ya.

intimado el "extra omnes" (fuera todos), en la sala
del Consistorio del Vaticano hablan quedado sólo el Pa­
pa y los Cardenales; en la atmósfera aleteaba como un
"suspense" ante las sorpresas que el discurso del
Papa pudiera contener.
La atención se ha hecho ya tensa cuando Pablo VI
había dicho que los Patriarcas orientales podían ser

12

El otro vivía y tan sólo dos días antes había partici­
pado, en Checoslovaquia, en un acontecimiento histó­
rico para su Iglesia martirizada: la consagración de
cuatro obispos para otras tantas diócesis, huérfanas,
desde hacía latio s años, de pastores, (el último nom­
bramiento de obispos databa de 1944).
Este Cardenal secreto del Papa era "el venerable.

fano de padre y seminarista) quiso ser salesiano. En
1923, a los dieciocho años fue a Turín para hacer los
estudios filosóficos y después los teológicos en el Pon­
tificio Salesiano. En 1932 se ordenaba de sacerdote.
De vuelta a su patria, puso toda su privilegiada in­
teligencia al servicio de la Congregación que, en aque­
llos años, daba los primeros pasos en Checoslovaquia.
Su esfuerzo y entusiasmo contribuyó poderosamente
a su desarrollo: fundó una casa en Ostrava, ciudad
industrial y proletaria, con muchas minas y altos hor­
nos; después un gran instituto en Praga. Por entonces,
sobre su patria se abate el ciclón de la guerra mun­
dial, en la cual él mismo se verá pavorosamente im­
plicado.
En 1942, los alemanes han invadido Checoslovaquia.
Su nombre aparece en las listas de tas personas más
influyentes de Praga, que los ocupantes han decidido
hacer desaparecer para prevenir posibles oposiciones
internas. Empezaba así para él la tremenda experien­
cia de los tres campos de exterminio: Pankrac,
Mauthausen y Dachau.
Luego contará que un día, al poco de llegar al cam­
po, otro detenido, destinado al trasporte de material,
lo llamó y le dijo: “¿Quieres venir a ayudarme a tirar
de la carreta?” Y ambos se pusieron entre las varas.
El otro era un tal Beran, sacerdote también, que
será después arzobispo, cardenal y su predecesor en
la diócesis. Sí, después también “ tirarán juntos" de la
misma carreta...

^AN TROCHTA
fiel y celoso hermano Esteban Trochta, obispo de Litomerice".
Los Cardenales presentes eran de todos los conti­
nentes, de todas las razas y de todas las lenguas; ri­
cos de las más diversas experiencias, desde la cáte­
dra universitaria al gobierno pastoral. Pero, tal vez,
ningún otro tenía en su pasado una tan rica gama de
vivencias, tan intensas y desconcertantes, como aquel
Cardenal secreto y lejano...
Había nacido en Francová Lhota (Moravia), el 26 de
marzo de 1905, de una familia campesina. Huérfano
muy joven de padre, hs^ía entrado en el seminario de
la diócesis. Atraído después por el encanto de Don
Bosco (hijo también, como él, de campesinos, huér­

Trochta era de complexión fuerte y robusta. Pero
tos trabajos del campo desmoronaron su salud. Un día
en que se encontraba al borde del agotamiento, estaba
entonces en Mauthausen, diezmaron a los prisioneros.
Trochta. con otros muchos infelices, fue obligado a
cargar los cadáveres en los carros para trasportarlos
después a los hornos crematorios. Uno de los guar­
dianes, al ver que Trochta se arrastraba extenuado,
sacó la pistola y disparó sobre él.
Era lo normal en semejantes situaciones, una “ bue­
na acción” por parte de los verdugos para acabar rá­
pidamente con los prisioneros, condenados, si no, a una
horrorosa agonía.
Pero Trochta, aunque herido, no murió. Al recobrar
el sentido, se encontró entre un montón de cadáveres,
cargado como ellos en .un carro y camino de los hor­
nos crematorios. Tuvo suficiente serenidad como para
fingirse muerto, después fue resbalando poco a poco
hasta el borde del carro y de allí se dejó caer al ca­
mino. Se escondió y esperó. Lo encontró un médico
del campo, un yugoslavo: al enterarse de que era sacer­
dote católico lo curó y lo salvó después.
En 1945 regresó a Praga donde fue recibido con el
estupor y la maravilla que se pueden reservar a los
resucitados.

— U

Dos años después, todos sus numerosos amigos se
le unían de nuevo para festejar con él su ordenación
episcopal.
Su diócesis de LItomerIce era difícil: tenía 449 pa­
rroquias pero pocos sacerdotes. Se puso tenazmente
a reorganizarla, pero ni siquiera pudo terminar la pri­
mera visita canónica. De nuevo arribaban tiempos di­
fíciles: las relaciones entre la Iglesia y el Estado en
Checoslovaquia quedaron reducidas a la nada y mon­
señor Trochta fue otra vez Inmerso en la desaventencia
de las partes.
En 1949 le prohibieron ejercer todas las funciones
episcopales y le confinaron en su domicilio. En el
53, lo arrestaron, y, en el 54, lo juzgaron condenán­
dole a veinticinco años de cárcel. Durante largos años
le rehusaron hasta el consuelo de poder celebrar la
santa misa.
Fue indultado en la amnistía de 1960, a condición
de que se insertase "en el proceso productivo del
país". De obispo pasó a ser obrero. "De este modo,
dirá más tarde en una entrevista, he podido conocer
mejor el ambiente proletario, su mentalidad y he po­
dido también contraer muy buenas amistades. Y ade­
más, añadía, aludiendo a las muchas profesiones ejer­
cidas en aquel tiempo, — fue albañil, fontanero, encar­
gado del mantenimiento de puertas y ascensores, hom­
bre de limpieza...— , ni siquiera a un obispo hace
mal el aprender a arreglar las cosas...” .
En 1968, a raíz de las conocidas revueltas políticas,
lo absolvieron de su condena y el 1 de septiembre
podía asumir de nuevo el gobierno de su diócesis.
Al año siguiente, Pablo VI lo nombraba consultor
de la “Comisión para el Código de Derecho canóni­
co" y miembro del "Secretariado para los no .creyen­
tes” . Después lo nombraba Cardenal “ in pectore". Su
salud se había debilitado, no su temple.
Ahora, a sus sesenta y ocho años, este hombre,
que como diría San Pablo, creyó en la esperanza más
allá de toda esperanza, tiene la alegría de entrever
para la iglesia, en su patria, un futuro menos sombrío.
Con el nombramiento de los cuatro obispos checos,
ha dicho también en su discurso a los Cardenales Pa­
blo VI, el esfuerzo de largos años para normalizar la
situación de la Iglesia en la república de Checoslo­
vaquia, ha logrado, en estos días, algún resultado,
aunque sea inicia! e Incompleto.
Y monseñor Casaroli, enviado por el Papa a Praga
para consagrar a los obispos, ha reconocido que "algo
está cambiando", que "el hielo se ha roto" y existe
“ una esperanza para e! futuro".
Junto a monseñor Casaroli, en la ceremonia de la
consagración episcopal, estaba también Trochta, toda­
vía Cardenal "in pectore", viendo renacer, en los nue­
vos obispos, "su" amada Iglesia.
E. B.

14 —

EL CARDENAL
"No creo que haga ningún daño a un obispo el
aprender a reparar una cerradura o arreglar un
grifo". Estas fueron las palabras con las que mon­
señor Stefan Trochta resumía para un periódico
checo, durante la Primavera de Praga, la historia
de los últimos ocho anos de su vida durante ios
cuales había vivido, prácticamente en la miseria,
trabajando como peón de albañil y ayudante de
fontanero.
¿Estamos contando una historia de unas antiguas
“floréenlas’' para emoción de almas ingenuas? Pa­
rece que no. Esto ha sucedido en medio de nos­
otros, contemporáneo a nuestros “terribles” dra­
mas polémicos.
La verdad es que para Trochta — unos hemos
conocido por primera vez su nombre ahora que
Pablo VI nos ha revelado que era cardenal “in
péctore” desde hace cuatro años— esa aventura
no era la primera ni la más difícil. Nacido en 1905
en una familia campesina, quedó huérfano muy
pronto. Pero la soledad no pudo con su tempera­
mento alegre y emprendedor que parecía predes­
tinarle para salesiano. Y pronto comenzó la vida
a jugar con él como una pelota. En 1942 los nazis
le deportaban a Mauthausen. Conducido al pare­
dón donde sólo quedó malherido, vivió uno de esos
sucesos que sólo se leen en los cuentos: cargado
en un camión de cadáveres que debia conducirle
a un homo crematorio, consiguió dejarse resbalar
hasta un foso en el que permaneció largas horas
agonizante y logró sobrevivir. Pero para pasar a
Dachau, donde conviviría (¿o se debe decir “conmoriria’’?) con el cardenal Beran, su predecesor
checo en la púrpura. Y así hasta el final de la
guerra.
1947 pareció un tiempo de libertad y el padre
Trochta fue consagrado obí^o de Litomeríce. Por
poco tiempo: en 1949 fue confinado en un con­
vento. Tres años después era detenido por un te­
rrible delito: haberse acercado un día a su catedral,
haber sido reconocido — a pesar de sus andrajos—
por sus fieles y haber sido aclamado por ellos. La
condena fue de veinticinco años que, afortunada­
mente iban a reducirse a sólo ocho. (“A sólo ocho”:
es terrible escribir así).

FONTANERO
CS>2^

«'

X

\

Pero la libertad no fue la libertad. Puesto en la
calle en 1960 se le prohibió toda actividad episco­
pal y aún sacerdotal. Habría que ganar el pan con
el trabajo de sus manos. No era ninguna tragedia.
Pero sí un drama, porque — como él mismo
confesaría cándidamente— “ si era difícil encontrar
un patrón que diera trabajo a un expresidiarlo, la
dificultad se multiplicaba cuando quien salia de la
cárcel era, además, obispo".
Pero Trochta no vivió dramáticamente su drama.
Se dedicó apasionadamente a reparar cerraduras y
caerías. Eran los años 1960-68: los mismos años
en que se celebraba el Concilio, los mismos en que
se discutían las definiciones de la Iglesia y las
relaciones entre la Iglesia y el mundo. El concilio
de Trochta no tenía debates de gran altura bíbli­
ca, sino simplemente callos en las manos, sudor
en la frente, hambre en el estómago. Habrá que
preguntarse seriamente qué concilio fue el más ver­
dadero de todos o si el de Roma fue sostenido por
el de los callos de Lítomerice.
La libertad vino sólo en 1968. No fue ni siquiera
estrepitosa. Trochta no era un líder brillante sobre
quien se escriben y fíiman manifiestos. Empezó a
trabajar como obispo y parece que aún tenia so­
brada alegría como para ser un padre de sus cu­
ras. Nadie de nosotros se enteró. Su foto no figu­
raba en ningún archivo. Pero sus ojos y su rostro
seguían recordando al de Juan XXIII, feo y alegre
como el Papa Roncalli.

Traemos a las páginas del BO LETIN SALES I A N O el editorial que la revista '^Vida Nue­
va'* ha publicado en el número 874 del pasa­
do 17 de marzo. Es una nota simpática de este
cardenal salesiano la de que haya trabajado como
peón de albañil y ayudante de fontanero. No
son distintivos incompatibles con el de la púr­
pura... que, si bien es la señal de un príncipe
de la Iglesia, también tiene el color de la san­
gre de los obreros y... de los mártires y opri­
midos de su patria.

Afortunadamente ios archivos de Pablo VI esta­
ban mejor surtidos que los de los órganos infor­
mativos y quiso honrar su nombre con la púrpura.
Pero ni ésta pudo ser visible. El obispo fontanero
pasó a ser cardenal ignorado y oculto. Era igual:
la verdadera púrpura la llevaba por dentro.
Ahora nos enteramos de su vida y de su carde­
nalato. Y conociéndole sentimos un poco de ver­
güenza de tantas cosas. Es fácil criticar a la Igle­
sia, presumir de avanzados; fácil hablar de las
estructuras opresoras y del cardenalato col orinesco; fácil soñar el regreso a un cristianismo evan­
gélico desde la hermosa burguesía en que todos
nosotros vivimos. Lo que ya no es tan fácil es rK>
perder la sonrisa arreglando grifos mientras nos­
otros criticamos, hablamos y soñamos.

— 15

9

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E X IT O
E D IT O R IA L
S A L E S IA M O

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^DUGAClá

^Lcy¥M(JR:>,
Un equipo de educadores
salesianos de la Central
Catequística Salesiana de
Madrid, de psicólogos y
médicos, ha abordado con
valentía, profundidad y decadeza un tema urgente y
necesario para la educa­
ción de nuestros jóvenes.
Se trata de una colección
completa, dividida en seis
temas. Cada tema está
presentado en un álbum
de diapositivas sonoriza­
das en cassette, con su
correspondiente libreto de
abundante texto pedagó­
gico y formativo.
16

UNA NECESIDAD
Ya hace un año que está en la
calle la colección en diapositivas
«Educación para el Amor». Ha sido
un éxito editorial. Voy a la Libre­
ría D. Bosco de la calle de Alcalá
y pregunto al librero con curiosi­
dad para escribir este artículo.
Don Pedro —así se llama el salesiano que me atiende— me en­
seña un ordenado acervo de cartas:
—Todo esto es un montón de
pedidos de la colección. No damos
abasto.
—¿No se esperaban tal vez esta
salida?
—Sí, pero no tan clamorosa.
Las carpetas de diapositivas vie­
nen de los estudios fotográficos y
se agotan en seguida. Es un in­
dicio de la necesidad que había en
este campo de la educación.

—Nos las piden de colegios ofi­
ciales y privados, religiosos, reli­
giosas, parroquias, residencias...
Y esta prisa en adquirir este ma­
terial habla claramente del interés
universal por un tema que preo­
cupa a padres y educadores. Por
otra parte, aunque en España ha­
bía un interés parcial en este te­
rreno de la sexualidad, no poseía­
mos un estudio en profundidad y
con la calidad y garantía de esta,
colección.
—Yo creo también —me corta
don Pedro— que estas diapositivas
tienen el sello y la garantía de lo
salesiano. Nuestra experiencia y
nuestra seriedad en un tema tan
delicado como éste ha sido uno
de los motivos de su éxito. Hemos
recibido, por ello, cartas muy elo­
giosas de la presente obra.

EW D IA P O S IT IV A S
QUE ES «EDUCACION PARA
EL AMOR»
Por suerte he podido hablar con
tres de los salesianos del equipo
que está elaborando estos temas
de educación sexual. «Es un pro­
ceso largo» —me dicen—. Al prin­
cipio nos dimos cuenta de la ne­
cesidad y urgencia del tema. Antes
de que otros invadieran con una
mentalidad naturalista este campo
tan delicado de la educación, qui­
simos afrontarlo con seriedad y
en seguida buscamos el equipo
de hombres para realizarlo. El di­
rector de la Central Catequística
Salesiana tomó el asimto con em­
peño y nos lanzó a la ejecución.
Sin embargo no era cosa fácil. El
tema es en sí arduo y nuevo. En
España había muy pocas cosas. Nos
llegaron unos materiales de Fran-

cia que juzgamos superficiales y
naturalistas. Era preciso hacer un
estudio en profundidad.
En verano de 1971 nos reunimos
todo el equipo de organizadores,
redactores y fotógrafos en Cam­
bados, junto a la paz de la Ría de
Villagarcía. Necesitábamos tranqui­
lidad para revisar lo hasta ahora
hecho en el extranjero, realizar
esquemas nuevos, correcciones, es­
tudios.
Para el año 1972 habían salido
al mercado, sucesivamente, las cua­
tro primeras carpetas de diaposi­
tivas con sus correspondientes cas­
settes de «EDUCACION PARA EL
AMOR»: sexo y amor a nivel bio­
lógico, psicológico, socio-cultural
y cristiano, para una educación
sexual integrada de los adoles­
centes.
Tema 0.—El problema (constata­
ción de una realidad humana de
gran transcendencia) 40 diapositi­
vas.
Tema 1.—El miedo a la libertad
(represión sexual y apertura a una
sana liberación) 120 diapositivas.
Tema 2.—Sexualidad y amor (el
sexo como realidad integradora,
creadora, dinámica, comunicativa y
transcendente) 120 diapositivas.
Tema 3.—La bisexualidad (dife­
rencias anatómicas entre hombre
y mujer) 120 diapositivas.
Para este año 1973 aparecerán

las cuatro carpetas restantes de
esta primera parte:
Tema 4.—El cuerpo, instrumento
de comunicación (la bisexualidad al
servicio del encuentro interperso­
nal. Anatomía y fisiología sexual).
Tema 5.—Hacia una sexualidad
sana (identificación sexual; desvia­
ciones sexuales; elementos de una
sana sexualidad).
Tema 6.—Desarrollo del impulso
sexual (etapas: la infancia y la pu­
bertad desde el punto de vista fi­
siológico y psicológico).
Tema 7.—La madurez sexual y
afectiva (fundamento, etapas y ras­
gos de madurez).
LABOR DE PSICOLOGOS,
MEDICOS,
SACERDOTES y TECNICOS
El trabajo era delicado y exigía
un detallado estudio. Me enseñan
los cuatro libretos de los guiones.
Basta hojearlos para darse cuenta
de la formidable tarea llevada a
cabo por este equipo. Cada uno
de los comentarios de los fotogra­
mas es la síntesis de un tema de
psicología. Las notas al pie de pá­
gina señalan la abundante biblio­
grafía consultada. Estos cuaderni­
llos son un excelente resumen de
la extensa materia estudiada. U ti­
lísimos para maestros y educado-

“Ei doble en el espejo”, la niña advierte que se está haciendo mujer.
Es el momento en que sus padres y educadores han de descubrirle el
profundo misterio del arrtor.

“Hay que iniciar a los adolescentes
conforme avanza su edad
en una positiva y prudente educación sexual”
(Vaticano II).

res, no sólo porque reproducen la
sonorización de las cassettes, sino
porque en ellos encontrarán una
riqueza de argumentos y observa­
ciones para la formación de los
jóvenes y una explicación y estu­
dio más amplio de los cuadros.
Estos estudios se han hecho bajo
el asesoramiento de Manuel Tejera
de Meer, profesor de Psocología
Clínica en el Pontificio Ateneo Saiesiano de Roma y especialista en
Sexología; Agustín Payno y María
Cristina de Orive, Sra. de Payno,
doctores en Medicina; María Tere­
sa Rodríguez Llanillo, licenciada
en Pedagogía: Juan Velasco, direc­
tor de la CCS; Unión de Padres de
Familia de Madrid-Pueblo Nuevo
y un grupo de alumnos y alumnas
de Enseñanza Media y Universita­
ria.

han exportado a la mayor parte de
los países hispanoamericanos y los
guiones se están traduciendo y
adaptando para Italia. Asimismo,
se han recibido muchas comunica­
ciones elogiando la calidad y la in­
cidencia pedagógica de los mensa­
jes y contenidos. A esto se debe,
principalmente, el éxito comercial
y la singular acogida de la colec­
ción.
La conjunción de la Ciencia, de
la Pedagogía y Psicología, de la
Catequética y el arte de la foto­
grafía ha creado esta obra verda­
deramente educativa y original, sin
duda, una obra maestra en su
género, que supera a otras de te­
mas similares en el extranjero.

LOS TEXTOS.—Los que han
llevado el peso del trabajo han si­
do cinco salesianos que han estu­
diado los temas y han concretizado
los guiones impresos: Francisco
Martínez, doctor en Filosofía y
Letras: Laureano C. Cibeira, espe­
cialista en Lingüística: José María
Martín Flores, profesor de Catequética: Luis Alvarez. licenciado
en Teología Pastoral; y Jesús Pa­
blos, licenciado en Filosofía y Le­
tras y Periodista.

LOS DESTINATARIOS

LAS FOTOGRAFIAS.—La cali­
dad de las diapositivas se debe al
trabajo de los salesianos José Luis
Mena, Juan José Remón. Félix de
la Fuente y Antonio García.
No se han regateado medios para
lograr unas transparencias extraor­
dinarias y originales con el más
refinado gusto del arte y de la
técnica. El equipo de fotógrafos se
han desplazado al extranjero y ha
recorrido la geografía española pa­
ra ofrecemos su lenguaje de luz
y color, elocuente por sí mismo.
Nuestra misma sensibilidad captaró inmediatamente la calidad fo­
tográfica de las transparencias. El
equipo de fotógrafos de la CCS
goza del mayor prestigio en el
ámbito nacional.
Pero esta colección también ha
traspasado ya las fronteras de Es­
paña para llegar al extranjero. Se
18

Pregunto por los destinatarios de
esta obra. «La Educación para el
Amor» —se me dice— está hecha
principalmente para adolescentes.
El chico necesita una respuesta cla­
ra y amorosa a sus preguntas in­
quietantes y a sus problemas hu­
manos que empiezan a plantearse.
Los padres y educadores encon­
trarán en estos temas un material
precioso para llevar al corazón del
chico el mensaje del misterio del
hombre y su profunda realidad.
El educador que presente estos
temas debe esmerarse en una cui­
dada preparación próxima para ex­
plicar con acierto el valor positivo
y humano de la sexualidad a unas
mentes que van a recibir por vez
primera la revelación del misterio.
La improvisación puede ser per­
niciosa; aunque una simple proyec­
ción de los fotogramas con el acom­
pañamiento de las grabaciones es
de resultado positivo.
Sobre todo, será de gran utilidad
la presencia de padres y educado­
res en la proyección de las trans­
parencias, para dar oportunidad al
diálogo y al contraste de parece­
res. Despertar el diálogo es una
de las primeras finalidades de la
«Educación para el Amor». Y el
papel del educador es imprescin­

dible para conseguir el desdrama­
tizar el tema sexual y lograr una
normalidad del lenguaje en un
campo en el que ha predominado el
falso pudor, el miedo, la vergüen­
za... y la ignorancia.
El diálogo de padres y educado­
res con los adolescentes y jóvenes
en temas de esta índole dará pro­
fundidad e importancia a la orien­
tación de sus actitudes ante la
vida. Los muchacáios ya no se en­
contrarán solos ante uno de sus

“Hay que ayudar a los niños
a desarrollar armónicamente
sus condiciones físicas, morales e intelectuales
a fin de que adquieran gradualmente
un sentido más perfecto de la responsabilidad”
(Vaticano II).

La proyección de estas diaposi­
tivas y el diálogo abierto y normal
darán serenidad y naturalidad a un
tema que ha tenido excesiva car­
ga de morbosidad. En muchas re­
uniones —se me explica— se ha
dado el caso de jóvenes y ma­
yores que han exclamado: ¡Y es­
to, ¿por qué no nos lo han dicho
antes?!
Por consiguiente, no se trata de
unos medios audiovisuales con el
fin exclusivo de adquirir unos co­
nocimientos o para ver unas fotos
más o menos artísticas; se trata,
sobre todo, de abrir una puerta
ancha al diálogo, de manera que
se le brinde al muchacho una estu­
penda oportunidad de manifestarse
ante uno de los problemas de ma­
yor importancia en su vida.

LA PERSONA Y EL AMOR

mano,
prendidos
de la mano,
avanzamos
al futuro.

mayores problemas cuya inhibición
condicionaría el desarrollo de su
personalidad.
Por otra parte, los mismos adul­
tos son susceptibles de una for­
mación actualizada para saber va­
lorar una materia que hasta ahora
ha sido considerada tabú. Cuán­
tas faltas cicatrizadas pueden ha­
llarse en el sondeo de la concien­
cia y de la juventud sin una solu­
ción profunda y acertada del pro­
blema sexual.

Subrayando más la finalidad que
ha motivado a este equipo de salesianos a lanzarse a estos medios
educativos, uno de ellos me abre
un cuadernillo y me lee algunos
de la presentación de los temas:
«Nuestro objetivo no es el de una
instrucción sexual, sin más. Ni una
instrucción sexual desintegrada del
resto de la persona; tan sólo la
persona como un todo puede ser
objeto de influencias educativas.
Educar en el amor no consiste en
iniciar en las técnicas del acto se­
xual, sino convertirse en persona
adulta».
«El amor —dice un teólogo ac­
tual— no es una actuación acciden­
tal de la persona, sino un acto
existencial, en que la esencia más
intima del hombre queda constitui­
da en plenitud. Sin el amor, la
esencia del hombre, en cuanto
esencia, no está actuada en pleni­
tud, no realiza su exigencia
íntima, no es auténticamente, está
alienada». Por eso, este equipo de
educadores salesianos ha compren­
dido que educar para el amor es
educar a toda la persona en pleni­
tud. No se puede hablar de educa­
ción sexual si se prescinde del

amor. Y educar en el amor y para
el amor es educar a la persona. Se
educa al adolescente, al joven, pa­
ra que llegue a realizarse como
hombre, como persona.
MAS ALLA DE LA GALASIA
GUTENBERG
La conversación nos ha llevado
a una reflexión filosófica y teoló­
gica, al margen de mis pretensio­
nes. Ahí q u ^ a . Nunca es malo el
verano por la abundancia de cose­
cha.
Pero quiero terminar con un
aplauso en letras de molde a estos
educadores salesianos que han lo­
grado una obra redonda en un te­
ma que todos admitimos como di­
fícil y que ya está dando frutos en
España y en el extranjero. Y cons­
te, que son pioneros.
En un mundo que resbala por la
pendiente de la erotización, aquí
está el «alto» de estos pedagogos
que vienen a iluminar con su pala­
bra sabia y amorosa los problemas
más inquietudes de los jóvenes
antes de que éstos los malaprendan
en la calle. Muchas gracias, ami­
gos, por vuestro buen servicio.
Todavía huelen a tinta húmeda
las palabras del Cardenal Carroñe
en su reciente conferencia a los
salesianos de la Casa Generalicla
de Roma; «Pero el mundo camina
de prisa y ya estamos más allá de
la «Galasia Gutenberg». Si el libro
es aún el instrumento por excelen­
cia de la comunicación, aquí están
los medios audiovisuales, con su
formidable potencia, con su ince­
sante progreso; de la radio a la
televisión, al vídeo-cassette, a los
video de bolsillo. Todo esto debe
usarse. Un Don Bosco lo hubiera
hecho plenamente consciente y los
Salesianos también lo hacen, tras
sus huellas. ¡Qué panorama tan
inmenso! La Iglesia sabe que los
hijos de Don Bosco continúan su
obra y pone en ellos su confianza».
Adelante pues. No tengáis mie­
do en pisar el acelerador.
R. A.
— 19

UNA PARROQUIA
EN 6UADALAJARA
bino de Juan, Juan de la Cruz Mar­
tín, Tadeo Jesús Martín, Eusebio
Martínez, José Ramón Martínez,
Juan Francisco Muñoz, Miguel Ni­
ño, Valentín de Pablo, Lorenzo Ra­
mos, José Antonio Rubio, José An­
drés Valencia, José Luis Vázquez
Díaz, Pedro María Aguirre, Amadeo
Alonso, Bernardo Alonso, Jesús Al-

Guadalajara. — Con el título de
María Auxiliadora y Santa María
Magdalena ha inaugurado el señor
Obispo de Sigüenza-Guadalajara la
nueva parroquia confiada a la Con­
gregación Salesiana. Fue inaugura­
da el pasado 31 de enero. El Obis­
po presidió una concelebración y,
en la homilía, presentó al párroco
salesiano, don Octavio Sevillano. Al
final, el párroco se puso a dispo­
sición del Obispo y de los fieles.
"Como salesiana — dijo— ésta de­
be ser una parroquia -para la ju­
ventud” . En un salón del Filosofado
se celebró ei acontecimiento y un
joven salesiano dirigió un saludo de
gratitud al Obispo y a los fieles
allí reunidos.

BODAS DE DIAMANTE
EN VI60

35 NUEVOS SACERDOTES
EN SALAMANCA
Salamanca. — El pasado 22 de
abril, Domingo de Pascua, recibie­
ron la ordenación sacerdotal 35 jó­
venes salesianos pertenecientes a
las Inspectorías de Bilbao, León y
Madrid, en la iglesia del Teólogado de Salamanca. Sus nombres
son; Manuel de Castro, Agustín
Cuevas, Guillermo García. Luis Gar­
cía. Antonio González, Eugenio
González, José Luis González, Sa-

20

varez Prada, Jesús Arce, Ramón
Azofra, Felipe Bandera. Eduardo
Blanco, Mariano Castaño, Santiago
Escudero, Narciso de la Iglesia,
Juan Linares, Luis Manuel Moral,
Agustín Pacheco, Jesús Sáez, Ur­
bano Sainz de Baranda.
La Familia Salesiana se siente
feliz por estos hermanos que lle­
gan a! sacerdocio y, al darles la
enhorabuena, agradece al Señor su
generosidad en la entrega de su
vida al servicio de Dios. En unos
años en que merman las vocacio­
nes es un número consolador.

Vigo.— Del 1 al 4 de febrero se
han celebrado diversos actos en
la Asociación de Antiguos Alumnos
de Vigo para conmemorar los se­
tenta y cinco años de la llegada
de los primeros salesianos a dicha
ciudad. Hay que destacar la cele­
bración del Xill Consejo Regional
de Antiguos Alumnos, la imposición
de insignias a 32 exalumnos jóve­
nes, la ofrenda floral ante el m o
numento a Don Bosco y un almuer­
zo de confraternidad.
Son varias las casas de la Espa­
ña Salesiana que celebran sus bo­
das de diamante, de oro y de pla­
ta... El BOLETIN espera hablar de
ellas ampliamente en meses suce­
sivos.

POR
El MUNDO
SALESIANO

cubrir el sentido de Dios en sus
vidas y en su acción. Es lo que Don
Bosco llamaba en el lenguaje de
su tiempo lo sobrenatural.
Agradece a los Cooperadores Sa­
lesianos su simpatía hacia la Obra
de Don Bosco. Con su trabajo in­
cansable consiguieron hacer posi­
ble la llegada de los primeros Sa­
lesianos a México.
Finalmente, el Rector Mayor se
une al gozo de todos y les envía
su bendición.

O C H En A AÑOS
EN MEXICO
México. — Con m ot i vo de los
ochenta años que la Congregación
Salesiana acaba de cumplir en Mé­
xico, el Rector Mayor ha dirigido
a los Salesianos de la nación her­
mana una preciosa carta que resu­
mimos en sus puntos principales;
• Fue Don Rúa quien se deci­
dió enviar, hace ochenta años, a
México a los primeros cinco sale­
sianos, tres sacerdotes, un clérigo
y un coadjutor, capitaneados por
don Angel Piccono.
• Mirando al pasado, evocamos
figuras como la de monseñor Piani
y las de tantos salesianos genero­
sos que construyeron la historia vi­
va de Don Bosco en México. Debe­
mos tomar conciencia de nuestro
contacto vital con quienes fueron
ios pioneros de esta hermosa em­
presa salesiana.
Tampoco podemos olvidar la dolorosa prueba que dispersó a nues­
tros hermanos y trajo ia muerte apa­
rente de la Congregación en Mé­
xico. Fueron años difíciles que pre­
pararon el despertar, la reconstruc­
ción y ia vitalidad de las dos Ins­
pectorías mexicanas.
• Mirando al futuro, hemos de
ser constructores en la triple línea
de nuestra vocación salesiana; ju­
venil, popular y misionera.
Hace el Rector Mayor una llama­
da; “ Intensificar la acción vocacionaJ y formativa". Que el Salesíano
y las Comunidades vuelvan a des­

C A S A DE ESPIRITUALIDAD
"D O N B O S C O ”
New York.—Junto al Santuario maríano de West Haverstraw se ha fun­
dado la casa Don Bosco para ejercicios, encuentros de renovación, re­
tiros, conferencias, etc. Desde noviembre de 1971 que abrió sus puertas
al primer grupo de caballeros, católicos han desfilado ya por ella más de
4.000 personas: católicos, protestantes, sacerdotes, monjas, adultos, chi­
cos y chicas, grupos de matrimonios...
Consta la casa de 54 habitaciones con aíre acondicionado, dos capilías, tres comedores, varías salas de reunión, sala de recreo, campos
de juego y un extertso jardín. Sin embargo, la casa ya resulta pequeña
por la afluencia de personal. Su director es el salesiano don José Louís
quien, a pesar del tr^ajo que tiene, se siente solo y en espera de nuevos
sacerdotes y salesianos que le ayuden en su empresa apostólica.


21



TODA UNA VIDA... PARA OIOS
Y PARA DON B08C0
Se habla hoy día mucho, tal vez demasiado, de los “signos de los
tiempos”, del va!or del “testimonio, de la necesidad del apostolado de
“encarnación” , etc. Nosotros vamos a traer hoy, a las páginas del BOLE­
TIN SALESiANO, el SIGNO, el TESTIMONIO y el valor concreto, con peso
específico reconocido por toda la gran Familia Salesiana de España, de
UNA VIDA toda ella entregada al amor sacrificado y fecundo de Dios y de
Don Bosco en la Congregación Salesiana.
Esta vida hecha y derecha; esta figura sacerdotal y apostólica, la co­
nocemos todos. Pero no está de más que nos acerquemos a ella y le inte­
rroguemos con sinceridad: ¿QUE PIENSAS, QUE DICES DE TI MISMO?
Don Tomás Baraut siempre tiene
mucho que decir. La paiabra, y so­
bre todo ei "amor" que ia impulsa,
siempre ie ha desbordado en los
labios y en el corazón. Por lo mis­
mo no es difícil dialogar con él.
Hacerle hablar. Lo realmente difí­
cil es controlar su verbo, su entu­
siasmo, su corazón de auténtico
apóstol salesiano, que, a sus se­
tenta y un años, aún respira ale­
gría y optimismo juveniles.
— Don Tomás, queremos hacerle
UNA FOTOGRAFIA SICOLOGICA.
Está de moda. Necesitamos su con­

curso. Esperamos su colaboración.
"La vida no merece la pena vivirse
si no es para quemarla en aras de
un Ideal noble y altruista”. ¿Con­
forme con la frase?
— De acuerdo. Y precisamente
por tratarse de la frase de un pen­
sador cristiano y español, nos in­
vita al comentario. Así como en el
contexto evangélico, el morir de la
semilla en el surco no es “ podrir­
se” , sino transformarse en espiga,
de modo semejante la expresión
"quemar la vida", no quiere decir
aniquilarla, sino convertirla total-

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
B eca « G ratitu d » . P r im e r a e n tr e g a : 6.000 p ts.

INSPECTORIA DE BILBAO
B eca «M am á M a rg a rita » . L . C a ñ a d a . P a m p lo n a . N . e .: 260. T . : S2.600 p ts.

INSPECTORIA DE CORDOBA
B eca « S eb astiá n M*. P a sto r» . C ó rd o b a. N . c .: 2.000 p ts . T o ta l: 70.015 p ts .

INSPECTORIA DE LEON
B eca «D. E m ilio M ontero». B e rn a rd in a G o n téle* . O ren se. 1.* e.: 1.000 p ts .

INSPECTORIA DE SEVILLA
B eca « M aría A u x iliad o ra» . Cádlx. A rch . N . e .: 1.000. T o ta l: 59.000 p ts.
B w n « C o rp u s C h rts tl. S rta . J . Q u in ta n a . S evilla. N . e . : 100. T .: 16.200 p ts .

INSPECTORIA DE MADRID
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca

22



<M. A. L .». N . e .: 1.000 p ts . T o ta l: 62.000 p ts .
«A rch. M a ría A u x iliad o ra» . S a la m a n c a . N . e .; 15.000. T .: 36.000 p ts .
« P am illa M a rtín M ateos». N . e . : 16.000 p ts . T o ta l: 30.000 p ts.
«B esam a». N . e .: 6.000 p ts . E . G im ó n ex -A rn au : 8.000. T .: 129.750 p ts.
«M.» A uxll.» A rch .-A to c h a. M .» S a lv a d o r. N . e .: 3.000. T .: 99.600 p ts .
«S alesio n o s D. Bosco». N . e .: 28.756 p ts . T o ta l: 250.000 p ts . C om pleta.
« P e p ita y M ercedes R odero». 100.000 p ts . C om pleta.
«M ercedes C ruxado». N . e . : 3.000 p ts . T o ta l: 78.000 p ts .
«S. F eo . d e S ales». C oop. E s tre c h o . N . e .: 15.710. T .: 50.000. Com p.

mente en revelación de Dios, en
Gracia de Cristo, en cambio, luz
y vida de su Reino para todo hom­
bre de buena voluntad que llega a
este mundo.
— “ SACERDOTE SALESIANO”.
¿Cree usted, don Tomás, que esta
tarjeta de identidad y título acre­
ditativo de una personalidad autén­
tica ie “pega” a la frase anterior?
¿Lo ha visto realizado y plasmado
en la suya?
— No lo he visto realizado aún
del todo, a pesar de que llevo ya
muchos años empeñado en ello. Mi
deseo de ser sacerdote empezó a
manifestarse en la primavera dei
1916, siendo alumno del colegio sa­
lesiano de Gerona. Me convencían
aquellos buenos salesianos, y, so­
bre todo, aquel santo director don
Ambrosio Tirelii, el cual, siendo
alumno del Oratorio de Turín, tuvo
por dos años a Don Bosco como
Director Espiritual.
Campello, Carabanchel Alto, Ba­
rrió, fueron los escenarios de mi
preparación a los votos y a las
Ordenes Sagradas. Y Pamplona,
Astudillo, Madrid, Barcelona y Va­
lencia los principales campos de
mi apostolado sacerdotal salesiano.
Siempre he encontrado sabroso el
pan salesiano, el trabajo alentador
y ia espera tranquila y sin envidia
de nada ni de nadie.
— Don Tomás, cemo él dice, no
tiene envidia. Pero “ambición”, mu­
cha, como cristiano auténtico, que
a ia vida se lo pide TODO: la ple­
nitud, la perfección, el tiempo y la
eternidad. A su edad aún piensa
en “realizarse” del todo. Le envi­
diamos. Y le aplaudimos, porque
conociendo cuán difícil es para él
resumir sus pláticas y sermones,

nos ha dado un sustancioso y bre­
ve CURRICULUM VITAE. Pero a
nosotros, más que el resumen de
su vida, nos interesa conocer el
“ secreto” de su plenitud y fecun­
didad. Espontánea y natural le vie­
ne la respuesta...
— •‘ ¡TODO LO HA HECHO MA­
RIA AUXILIADORA!" — exclamaba
Don Bosco cuando contemplaba las
maravillas de Dios que se obraban
a su alrededor. El secreto de Ma­
ría es el misterio de Dios, la Gra­
cia de Dios para el Hombre. El más
triste "signo de los tiempos” actua­
les para la Iglesia, es el eclipse
en ciertos sectores de la misma de
esa ESTRELLA MATUTINA que pre­
cede a la venida del Sol de Gra­
cia, que es Cristo. Cuando nos lle­
ga la “ noche del alma" sólo a tra­
vés de esa ESTRELLA nos llegan
los resplandores divinos. Ella es la
razón de toda nuestra esperanza,
de toda alegría profunda: es el
puente a través del cual recibimos
a Cristo en su total dimensión divino-humana: revelación del Padre
en el Espíritu de Amor.
Por mi parte, tengo de ello expe­
riencias y convicciones muy profun­
das. María, Madre de Jesús, es
quien me condujo a El y a la Con­
gregación Salesiana, dio éxito a
mis tareas formativas, y amorosa
solución a mis fracasos. María ha
sido en todo momento la Estrella
de mi vida y la clara luz de mi Es­
peranza.

— Don Tomás, conociendo ya el
secreto de su vida en sazón ¿po­
dría decimos qué le gusta más: mi­
rar hacia atrás o hacia adelante?
— Siempre he mirado con opti­
mismo hacia adelante, aunque apo­
yándome con firmeza en el pesado
y valorando el presente. Los nu­
merosos, sinceros y personales
contactos con mis alumnos, her­
manos y superiores han creado en
mí la absoluta convicción de que
el corazón humano es bueno y
siempre capaz de conversión. Se
trata de prepararlo y volverlo a pre­
parar hasta que llegue la hora de
Dios, que nunca se hace esperar
demasiado.
—Aunque la “ bondad” de nues­
tro personaje nos ha apuntado ya
la contestación, queremos pregun­
tarle de nuevo. Don Tomás, cuan­
do mira hacia atrás ¿lo hace con
nostalgia, con tristeza, con resigna­
ción o con alegría?
— Siempre con gozo y gran ale­
gría. Es que el amor de Cristo, ade­
más de ser proyección humana en
plenitud, tiene otra dimensión di­
vina que asegura siempre el éxito
definitivo a toda leal colaboración.
—Don Tomás, ya que nos con­
fiesa que su vida está henchida de
alegría, ¿nos quiere decir cuáles
fueron las más hondas y durade­
ras?
— Las más grandes y profundas
alegrías de mí vida fueron el día
de mi profesión perpetua, el de mí

ordenación sacerdotal y cuando en
el Congreso Eucarístico Internacio­
nal de Barcelona pude presentar,
como Director del Teologado Salesiano de Carabanchel, a 42 teólo­
gos para la recepción del Presbi­
terado.
— A la juventud actual se le ca­
lifica de rebelde, inquieta y descreí­
da, ¿qué fármaco le recomendaría
usted?
— Piedad sencilla y adecuada,
ocupación constante y perenne ale­
gría en plena integración con su
vocación auténtica. La rebeldía e
incredulidad en nuestra juventud no
suele ser profunda. Muchas' veces
más bien procede de ciertas incer­
tidumbres y confusiones naturales
al juzgar las realidades de la vida
desde un solo punto de vista. Les
falta perspectiva para llegar a la
verdad auténtica y total.
— Don Tomás, vamos a hacerle
la última pregunta. Mejor dicho, le
vamos a dar opción para que us­
ted mismo la formule y la conteste.
Usted tiene la palabra.
— Me complazco en dedicar, es­
ta contestación, a nuestros queri­
dos Cooperadores Salesianos. Al
pensar en vosotros, los Salesianos,
siempre os hemos incluido entre
nuestros seres queridos, como par­
te integrante de nuestra propia Fa­
milia. En mi hogar natural somos
cinco hermanos sacerdotes religio­
sos. Todo esto se lo debemos, en
principio, a nuestros padres, y, en­
tre ellos, estáis vosotros. Os dedi­
co, pues, con todo cariño un pen­
samiento de Pío XII que dice así:
“ Los padres cristianos deben com­
prender que no están solamente lla­
mados a propagar y conservar el
género humano sobre la tierra, si­
no a entregar hijos a la Iglesia, y
a multiplicar los conciudadanos de
los santos y de los hijos de Dios,
a fin de que el pueblo, unido ai
culto del Altísimo, de nuestro Sal­
vador, crezca más y más” .
Procurad, por tanto, que vuestro
hogar sea el primer seminario, la
primera parroquia y la primera es­
cuela salesiana.
— Don Tomás se queda con ga­
nas de decimos muchas cosas más.
Pero creemos que las dichas bas­
tan para centrar nuestra FOTO SI­
COLOGICA en sus rasgos esencia­
les, y para hacer que esta vida salesiana y apostólica, ganada y en
sazón, sirva de auténtico "testimo­
nio” para las generaciones actua­
les y venideras de la Gran Familia
Salesiana de España.
ANGEL GARCIA

— 23

Hay una región en Colombia,
en medio de la selva,
que por su analogía con el Far West
y sobre todo por su tenaz voluntad de afirmación
es una auténtica “nueva frontera”.
Entre ias fuerzas de promoción de esta región
se cuentan los salesianos.
Presentamos una entrevista
con ei ecónomo de la Prefectura apostólica
de Aríari, don Angel Bianchi.

¿QUE ES ARIARI?
«Yo solo sobre el caballo,/ sobre
mí, sólo el sombrero». Así cantaba
el «llanero», hombre templado en
la vida ruda de la selva. Una selva
inmensa, que desde los últimos
contrafuertes de las cordilleras se
extiende, hasta donde la vista al­
canza, hacía el Brasil, y que el co­
lono somete a golpes de machete,
transformándola poco a poco, en
campos cultivados.
Hace menos de veinte años que
ha comenzado la inmigración en
masa de los colonos, que, de todas
partes de Colombia, afluyen en
busca de fortuna a Ariari, (35.000
kilómetros de húmeda sabana tro­
pical, en el departamento de Me­
ta) y los habitantes son ya 150.000.
Los lugares antiguos tienen nom­
bres fabulosos: El Dorado, Puerto
Rico, Fuentedeoro... recuerdos de
unos siueños de riqueza que la tie­
rra no podía dar porque no la te­
nía. Existen algunas caleras; tal
vez, petróleo, (las primeras per­
foraciones paracen prometedoras),
pero la riqueza auténtica es la ve­
getación exuberante, que con la
ayuda del trabajo humano, produce
maíz, arroz, plátano y yuca en
abundancia.
Los emigrantes llegan pobres:
muchos con un pasado para olvidar:
delitos comunes algunos, pero so­
bre todo, complicaciones políticas.
Hasta hace poco tiempo, las gentes
decían unos versos que indudable­
mente eran ciertos: «En Colombia
que es la tierra/ de las cosas sin­
gulares/ hacen paz los militares,/
los civiles hacen guerra». Después
de cada revuelta política, los de
la oposición corrían a esconderse
en las selvas de Ariari. Ahora la
vida se va organizando poco a po­
co. Hay trescientas escuelas ele­
mentales, (surge una doquiera es
posible juntar veinte chavales). Hay
una escuela de magisterio, mien­
tras algunas otras escuelas de en­
señanza secundaria preparan a chi­
cos y chicas para la vida dura del
llanero.
No hay ni periódico ni hay
radio locales. Los cines son casi
todos parroquiales y la televisión
acaba de plantar su primera ante­
na, apenas hace tres meses.
Pero los pueblos surgen espacio­
sos (no es la tierra lo que falta por
estos lugares) y entre barraca y
barraca apuntan ya el trazado de

las futuras carreteras y de las an­
chas avenidas de las futuras ciuda­
des.
LA IGLESIA DE ARIARI
La Prefectura apostólica de
Ariari, fundada en 1964 y confiada
a los salesianos, respira en salesiano: salesiano es el obispo, mon­
señor Jesús Coronado, salesianos
sus sacerdotes y religiosos laicos
(21), salesianas son también las
Hermanas (16 Hijas de María
Auxiliadora y 3 religiosas de los
Sagrados Corazones).
En cuanto a la gente, el 90 por
100 se declara católica por haber
sido bautizada pero en su mayor
parte, no practica su religión.
EL PADRE BIANCHI
Don Angel Bianchi de la Pre­
fectura apostólica de Ariari y pá­
rroco de Canaguaro. Nacido en un
pueblo de Milán, en 1931, de fa­
milia obrera, pudo comenzar el
bachillerato gracias a una beca

FRONTERA

que le concedió la fábrica en la
que su padre trabajaba. Poco des­
pués, tuvo que volver a casa para
ayudar a la familia y trabajó en
la fábrica con su padre. Superadas
las dificultades económicas, regre­
só al colegio de los salesianos pa­
ra hacerse misionero.
Ya sacerdote, pidió ir a Hispano­
américa; «Que no me manden a
un colegio, porque me vuelvo en
seguida». «En Colombia hay una
nueva Prefectura apostólica que
no sé exactamente qué tal es, le
dijo al superior». «¿Quieres ir a
ver si te va?».
Y le fue de maravilla.
LA ENTREVISTA

Pregunta.—^¿Cómo se vive en
Ariari?
Respuesta.—Los primeros colo­
nos de la ola migratoria que, des­
de hace unos quince años, está
refluyendo en Ariari, eran con fre­
cuencia hombres fuera de la ley,
refugiados políticos o gente que
tenía que ver con la justicia.

Recuerdo que en Canaguaro, mi
parroquia, había un crimen cada
ocho días. Pero ahora, desde hace
tres años, yo no hay d e lito s .
Esos tipos se han eliminado entre
sí o se han visto obligados a mar­
charse a otra parte. Persiste —y
continúa llegando— gente pobre,
pero honesta y trabajadora que
busca tierras nuevas para sus vidas
y para el futuro de sus hijos.
Al principio, la tierra se distri­
buía de forma espontánea. El re­
cién llegado limitaba a machetazos
el trozo de selva, todavía intacta,
que pensaba cultivar; el que lle­
gaba detrás hacía lo mismo con
la porción siguiente. Sobre la ce­
niza de los árboles talados, —al­
gunos se empleaban para levantar
una rústica cabaña—, se sembra­
ban los productos y la cosecha se
iba a vender a la ciudad más cer­
cana. Con frecuencia, a la vuelta,
se traían ya a la familia. Era vida
de pioneros, durísima.
Después el gobierno, al darse
cuenta de las posibilidades de
Ariari, controló la distribución de

— 25

ARIARI

Tetando árboles y robando espacio a la selva, se logra poco a poco la
construcci6n de nuevos pueblecitos.

las tierras, abrió caminos en la
selva y distribuyó algunos uten­
silios agrícolas. Donde se levan­
taba un pueblo construía la es­
cuela.
Yo he visto nacer muchos pue­
blos y aldeas. Los colonos tienen
un sexto sentido para su ubica­
ción: descubren el sitio exacto,
junto ai agua, con tierra buena
y amplias posibilidades de comu­
nicación.
Entre los primeros en llegar es­
tán siempre los comerciantes, as­
tutos, aprovechados y viviendo
siempre a costa de los colonos.
Traen cerveza, alcohol y mujeres
fáciles.
Hoy Ariari cuenta con una trein­
tena de pueblos entre los 500 y
2.000 habitantes. Y una sola ciu­
dad; Granada, con 15.000.
Faltan todavía por entregar mu­
chas tierras, y la conquista conti­
núa. Los hombres obedecen, cons­
cientes o no, el mandamiento
bíblico: «ocupad la tierra».
P.—¿Se puede hablar de Ariari
como tierra de nueva frontera?
R.—La referencia al Far West
no es inexacta. En mis primeros
tiempos, veía suceder lo que de
muchacho había contemplado en
las películas del oratorio. No con
la misma frecuencia, ni que lodo
ocurriese entre mi vista, como en
el cine, pero había muertos. Bien
lo .sabía yo que me llamaban para
los funerales...
Un fuerte elemento de unión ha
sido la escuela para los mucha­
chos. El gobierno construía los
edificios y confiaba a los salesianos la tarea de organizar lo demás.
26



El interés por los hijos ha comen­
zado por acercar a la gente: la ha
hecho tolerarse, comprenderse, co­
laborar entre ellos. Otro elemento
de unión y pacificación ha sido el
reconocimiento de la propiedad de
los terrenos que los colonos han
trabajado. Ahora se sienten segu­
ros, como en casa propia y se afa­
nan ilusionadamente.
Era gente de toda clase, diversa
por la cultura, la tradición y la
mentalidad. Tenía —y tiene toda­
vía— que enfrentarse con dificul­
tades enormes pero se están supe­
rando.
Por todas estas cosas, yo creo
que efectivamente se puede hablar
de Ariari como de «nueva fron­
tera».
P.—¿Qué lugar ocupa la religión
en la vida de Ariari?
R.—El juicio de la gente es ex­
peditivo y elemental: la religión
se encarna en el cura. Para la gen­
te, el cura es la religión. Si el cura
actúa bien, la religión es buena:
si obra mal. la religión es mala.
Los salesianos hemos tomado
una actitud de comprensión hacia
la gente; hemos querido una cier­
ta apertura frente a los problemas
de hoy y somos aceptados por la
mayor parte de la población. Han
visto en nosotros personas no
comprometidas con un cierto mo­
do de hacer politica (que tal vez
fuera el suyo en otros tiempos),
personas empeñadas a fondo en
resolver los problemas concretos
de sus existencias.
Puedo decir que nuestra acti­
tud de servicio ha sido aceptada.

y esto ha facilitado el camino ha­
cia la fe.
P.—¿Qué tipo de pastoral ac­
tuáis?
R.—Ante todo, respetamos la li­
bertad religiosa de la gente. Pres­
tamos nuestro servicio, sin impo­
nerlo, sólo a quienes nos lo piden.
Y además no somos demasiado
fáciles en administrar los sacra­
mentos; exigimos garantías de vida
cristiana.
También estamos pensando en
reestructurar nuestro trabajo. Has­
ta ahora, dada la urgencia de nues­
tra actuación, era más bien indi­
ferenciado, tendiendo más a la
masa que orientado a la formación
de élites. Actualmente sentimos el
deber de preparar los individuos.
Hasta ahora la gente pensaba
que «la Iglesia son los curas», es
tiempo ya de ayudarles a pensar
que la Iglesia somos indistintamende todos los bautizados. ¿Cómo lle­
gar a estas metas? Tendemos a la
formación de pequeños grupos de
cristianos que «se sientan Iglesia».
En este sentido, como primera
providencia, hemos redistribuido
nuestras fuerzas de modo nuevo.
No permanecemos ya dispersos y
aislados en multitud de parroquias,
lejanos unos de otros, sino que
nos agrupamos en comunidades
que asumen la responsabilidad de
los grupos de las parroquias.
Hemos dividido Ariari en cinco
regiones y hemos agrupado tam­
bién nuestras fuerzas en cinco
comunidades. En mi comunidad de
Canaguaro pronto seremos diez;
tres sacerdotes, dos religiosos lai­
cos, tres hermanas, en un internado
que prepara a las muchachas para
la vida dura del «campo» y dos
colaboradores seglares.
Este agruparse nuestro en co­
munidades aportará, entre otras
cosas, a la gente la idea de que
se puede vivir en comunidad entre
personas que se quieren, que rezan
juntos, que «hacen Iglesia». Será
entonces más fácil promover en
las aldeas y pueblos otras comuni­
dades de cristianos que; con este
modelo, se comprometan a vivir su
fe. aun en ausencia nuestra y que
a su vez «se sientan Iglesia».
Esperamos mucho de la nueva
pastoral, que dará sus frutos den­
tro de algunos años. Y esperamos
también que la gente no venga ya
a nosotros s^ o para el bautizo y el
entierro sino también para ser

NUEVA FRONTERA
orientada en la vida de fe, para
condividir nuestro «hacer Iglesia».
P.—¿Con qué fuerzas pueden
contar los salesianos para cons­
tituir su comunidad?
R.—^En primer lugar, el Prefecto
apostólico cuenta con las Herma­
nas, que en las parroquias y escue­
las prestan un servicio decisivo.
Recuerdo el primer año de nues­
tro trabajo en Ariari, cuando ellas
no habían llegado todavía. Tenía­
mos la sensación de no lograr
coordinar nada. En cuanto tuvie­
ron, la gente cambió en seguida
de actitud con respecto a sus re­
laciones con la religión. Acaso
será también porque en Colombia
existe una verdadera veneración
por la reli^osa, la cosa es que
nuestras iniciativas cuajan, sobre
todo, donde quedan asociadas a
las Hermanas.
A causa del fenómeno general
de la disminución del clero, a las
religiosas se les asigna ahora, en
todas partes, ministerios cada vez
más importantes. Y estas prespectivas son alentadoras para Aria­
ri y para nuestras entregadas Her­
manas.
Tenemos después la colaboración
de los catequistas, pero estamos
todavía con las primeras experien­
cias. Su trabajo ha resultado par­
ticularmente difícil. A falta de ver­
daderas estructuras parroquiales,
en que insertarios, han corrido has­
ta ahora el riesgo de quedar ab­
sorbidos y asimilados en el tor­
bellino del ambiente exterior. Pero
tenemos nuevos proyectos, en
proceso ya de realización.
Contamos, en fin, con la ayuda
de voluntarios del servicio civil,
también en este campo hemos he­
cho las primeras experiencias, no
del todo positivas. Se trata de
jóvenes, y los jóvenes son impa­
cientes. Quieren ver en seguida los
resultados, transformar instantá­
neamente el mundo, mientras que
la gente, para quienes trabajan,
no tiene prisa ni ninguna inten­
ción de cambiar de la noche a la
mañana.
Es un error de perspectiva que a
mí también me ha ocurrido: Hace
Mirando hacia el río Ariari,
monseñor Jesús Coronado,
antes Prefecto Apostólico
y ahora re ci^ nombrado
obispo de Gírardol (Colombia).

algún tiempo, un amigo mío mé­
dico con buen ojo clínico, y no sólo
para las enfermedades, me adver­
tía: «Cuando caminabas más des­
pacio, la gente te seguía más,
ahora que te pones a correr, tienes
el riesgo de quedarte solo.
A parte del error de perspectiva,
en que pueden caer los voluntarios,
Ariari les ofrece posibilidades enor­
mes. Buscamos a estos volunta­
rios, los necesitamos. Y en una
tierra, en la que todo está por ha­
cer, tendrán mil modos de hacerse
útiles.
P.—En Ariari, pues, necesitáis
hombres, ¿pero qué otras urgencias
tenéis?
R.—Debemos crear también nue­
vas estructuras, más complejas y
de más ricas posibilidades. Estas
son, en general, las dos exigencias
de las iglesias nuevas: hombres que
se consagren plenamente a la ele­
vación y a la construcción cristiana
del hombre, y estructuras menos
primitivas, menos rudimentarias.
Las estructuras sobre las que
se apoya la vida de Ariari son
to d a v ía demasiado elementales.
Con los poquísimos medios que
nuestro Prefecto apostólico tiene
a su disposición, hace milagros.
Pero sólo con las ganas y la fuerza

de voluntad no se puede construir
mucho.
P.—¿Perspectivas para el futuro
de Ariari?
R.—Ariari crece a ojos vistas.
Aunque ni siquiera el gobierno
pueda hacer mucho para ayudarle
en su promoción, Ariari encuen­
tra fatigosamente en sí mismo y
en la técnica de su joven pobla­
ción, las energías para realizarse.
Personalmente estoy convencido de
que Ariari será muy pronto una
de las regiones importantes de Co­
lombia.
Desde el punto de vista de la
fe, mucho dependerá de nuestro
trabajo de estos años, de la fe
que logremos infimdir en esta cria­
tura joven y abierta a las prome­
sas de la vida.
Aquí está surgiendo una igle­
sia nueva. Hecho que comporta,
además de muchas dificultades,
sus ventajas también: no tenemos
el peso embarazoso de superadas
tradiciones. Y existe una gran vo­
luntad en todos nosotros, —sale­
sianos y salesianas— y en cuantos
con nosotros colaboran, de hacer,
según las directrices trazadas por
el Concilio, algo bello y útil para
Colombia y para la Iglesia.
ENZO BIANCO

'V

f.i

C O O P E R A C IO N SA LESIA N A
Y TERCER M U N D O

ó'PUEDO DECIR QUE NO?
Esta vez, después de agradecer
a todos los que han picado en los
anzuelos de los indios Makús vues­
tra generosidad, os invito a que
os paréis un momento a contemplar
las dos fotografías de estas págs.
Ved en la primera una madre
hindú, que lleva a la Casa de las
Bienaventuranzas. Así se llama la
obra salesiana de Vyasarpadi, por­
que en ella se practican casi todas
las bienaventuranzas: dar de co­
mer al hambriento, vestir al des­
nudo, curar a los enfermos, con­
solar al triste, etc. La recibe el
padre salesiano Francisco Schlooz.
Contemplad la mirada de esa ma­
dre; ved sus ojos extraviados ante
el temor de que le digan que no,
que ya no hay sitio para el hijito
que lleva en brazos, clara víctima
del hambre y de la desnutrición,
con su vientre hinchado, las piernecitas de puro esqueleto, su cabecita caída... El Padre Schlooz.
que lo está viendo de cerca, escri­
be; ¿Puedo decir que no?
¿Creéis que se puede decir que
no? Creo que ninguno de nosotros
tendría corazón para decirle que
no a esa madre dolorosa .
Ved ahora la otra fotografía: es­
tamos en el mismo lugar. De una
furgoneta descargan víveres y ropa
para ese complejo mundo de 15
mil almas que pueblan las Biena­
venturanzas. Mirad en particular
a esa niña, que está en primer
término, a mano derecha: recrearos
en la alegría de esos enormes ojos
negros, en la expresión de gozo
con sus brazos al aire y con esa
hilera de blanquísimos d ie n te s ;
toda ella es puro contento.
Hace seis o siete años llegó a la
Casa en las mismas condiciones
que el niño de la foto anterior. En

28



Enviaron donativos durante
el mes de febrero y marzo:

la misión la cuidaron, la curaron,
la salvaron de la muerte, creció
sana con un apetito siempre des­
pierto, porque en la casa del pobre
nunca hay ración completa. Por
eso comprende muy bien, como
cosa suya, lo que significa la lle­
gada de víveres.
Yo quisiera que después de haber
contemplado ambas imágenes com­
prendierais la maravillosa eficacia
de vuestras limosnas en favor del
Tercer Mundo. Son vidas de niños
inocentes salvadas, son llagas de
leprosos sanadas, son muchachos
arrancados al mundo de la incul­
tura, son almas ganadas para Cris­
to con las que un día nos encon­
traremos en el cíelo. Es en medio
del mundo pagano un grito evan­
gélico. que pregona la bondad de
la religión cristiana, capaz de cui­
darse de seres a quienes todos
abandonan y de quienes se huye.
Es mostrar a Cristo, nuestro Señor,
en su inmenso amor a los pobres.
No dudéis que el mejor sermón
que los cristianos predican a los
paganos del Tercer Mundo son las
obras de los misioneros, sostenidas
por nosotros, los cristianos de aquí.
El mismo padre Francisco Schlooz
en la carta en que agradece los
tres mil dólares que le hemos man­
dado este año me dice, a propósito
de esto que venimos hablando:
—^Un funcionario del Gobierno
dejó escrito, después de una ins­
pección oficial a Vyasarpadi: cHoy
ha sido la jomada más hermosa

de mi vida. Estoy conmovido pro­
fundamente por lo que he visto.
He aprendido dos cosas:
1. El lema del director «Nadie
tiene derecho a ser feliz solo». En
Vyasarpadi este lema se pone en
práctica haciendo todo lo que hu­
manamente es posible para hacer
a los que habían perdido toda es­
peranza en la vida.
2. He visto aquí, el más alto
grado de dedicación y amor hacia
quienes no pueden dar nada en
cambio de lo que reciben. Lo he
visto con mis propios ojos, mien­
tras en nuestra nación rechina tan­
to materialismo y todos trabajan en
provecho propio. Me da esperanza
y me infunde confianza el que en­
tre nosotros, pecadores y egoístas,
haya personas generosas y nobles
que rinden a la humanidad un má­
ximo servicio. Todas las riquezas
de nuestra nación no pueden re­
compensar una fracción de esta
caridad. Ninguna lengua de este
mundo puede expresar adecuada­
mente el verdadero valor de este
servicio...».
Mucho es el bien que se está
haciendo en Vyasarpadi. No os can­
séis de a 5oidarle, no le digáis que
no a vuestro corazón generoso
cuando os impulsa a ayudarle.
Vyasarpadi, los negritos de Haití,
los indios makú... os están agra­
decidos y confían en vosotros has­
ta el fin.
Javier Rubio
Delegado N. de Coc^radores

R e sid e n c ia U n iv e rs ita ria de C órdoba.
A n g eles B lanco. E u lo g io L ópex. M arta
M a rtin , M a ru ja C onde, J o v ita U odiclo,
C ristin o H e r re ro , M a ría R . T e je d o r.
S a b in a A rrie ta , A ngel A rm ellea. Joaó
S a la fra n c a , R a m o n a A ubón, A sp ira n ­
te s d e U rn ie ta , S u sa n a E lisa ld e , M arin
G o n zálct, M uría N úñez, P e t r a Pieaj»,
M a ria D o lo res P in a , R ic a rd o L lovet,
C o rp u s V illalb a. A n tip a tro C andela.
D o lo res d e C ruz, A d elaid a B e rn a l, f a ­
m ilia GonrAIez K ., D o ro tea CelairA bal,
F a m ilia M oreno, M a ría R o sa M aynoii,
P e p ita M aynou, M a ría G a rc ía O., Jo só
M a ria P ó re z, M a ría N ieves M éndez,
E . O. T ., D a r la V illar. M a ría del P ila r
S a n d o n ís, M ilag ro s P é re z , E n c a rn a T e ­
je d o r. J u a n a S a n m a rtín . J o s é P érez.
M anuel M a rtín . R o sa C asellas. E le n a
L a m b á n . J . L L . V.. P ila r L ozano, T e­
r e s a M uriel. J u a n M orán, H n n s. B c rcial. C o o p e rad o res G u a d a la ja ra . M a ria
d el C a rm en H e rra n z . A ngel P in ta d o .
L e o n o r G onzález. E u la lia A lfaro . T e re ­
s a P . Covelo, P a lo m a U lecia. J u lia
M ascías. M a ría L e d e sm a , A. Alvnrez.
M a ría P a z H e rn á n d e z . C o o p e rad o res
C iu d ad c la , Is a b e l y M a n u ela M orlano,
N . N a v a rro , R o s a rio V e rg a ra . F r a n ­
cisco M a rtín . A n to lín G a r d a . P rim o
G arcía. C a rm en R uiz. C a rm en A guado,
M a ría F o m é , M a rian o G a r d a , R a m iro
A rm esto . M a ría D . B ello, M a ría G ra­
c ia P a lá u . C onsuelo C onejo, L u is G on­
zález. Y. R ., J u l i a y M a n o lita, M a g d a­
le n a G onzález, V da. d e P érez, M aria
J e s ú s S a g a s tib e lz a , V da. d e A rtach o ,
P . H e rn á n d e z , P e p p i de P a ú l. M aría
D elg ad o . M iguel R am os, E n c a rn a L aco sta, F a m ilia A m orós-G uillén. R o s a ­
r io R a m o n e t, D o lo res C a rm en a. O lim ­
p ia B o n n a il, F . G oy. F ra n c is c o A ran go, J o s e f a C haves. G u ad a lu p e P e rre iro, M. C. L ópez, L a u re a n o R o d ríg u e z ,
C a rm en B lanco, S a n to s P a z . M ercedes
P la n a s . A u x ilia d o ra B u s ta m a n te , P ila r
G allego, S e b a s tiá n A guado. A n g elita
N e b re d a . M icaela D u q u e, P re se n ta c ió n
G a r d a . C o o p e rad o res E s tre c h o . F r a n ­
cisco G uzm án. M a ría T e re s a A roca. T e ­
r e s a P o n s, M a ría M oreno. F . L L .. P r a ­
do P a sc u a l. B a lb ln a G u ln o v art, B lanca
del C astillo . A scensión H e rn á n d e z . A u­
r o r a Ib á ñ e z , G reg o rio U rb a n o s, P a sc a BÍo S an ch o , F ra n c isc o S an C ristó b a l,
P ila r G oula. J u a n a A talla, C arm en Mo­
y a, L u is a A ríste g u l, P e p ita M a rtín ez.
J o s é F e rn á n d e z . A m p aro G uapo. J o a ­
q u in a T o lrá . M ilag ro s P é re z . J u a n P é ­
rez, P i l a r F e rn á n d e z . R o sen d o S endino. C a rm en S alcedo. M aría de! P i l a r
G onzález, L eo n o r M iguel. M igue] T o ­
r re c illa . J o s e f a A valo, M a ría G a r d a .
C a rm en B a rrio s. C lem en tin a d e V ega.
M o n so rrat P u ig . F é lix T o v ar, T o m á s
C a b re ra . E le n a M a rtín . L u is R clnoso.
A le ja n d ra V ara. J a im e R oca, J o s é C a r ­
d a . J o s é E stév ez. F ra n c is c o I tu rb e .
A u g u s to R esin o , F ra n c is c a G a r d a . D o­
lo re s V ázquez, R a m ó n L o ren zo . C a r­
m en A lcm an y . J o s é R . L a iz a g o rta . H i­
la r la F e rn á n d e z , D o lo res Bohf. M anuel
L eó n . A na M a ría C u rad o , A n to n ia M a r­
tín . U rb a n o A m or. M a ría C o rté s, M a­
r i a A yuso. M a ría L u is a M oltó. S erg io
P e n fn . C o o p e rad o res d e R o c a fo rt. J o a ­
q u in a R o q u e ta . C la u d in a L a m a s. F e r ­
n a n d o G onzález, J o s é G a rc ía . J o s e f in a
J u liá . J o s é P é re z . M ercedes C alvo, T e­
r e s a C ab ía, J u a n lto G alm és. S e ra fín
M anzano. M arcial G onzález V illa. A n­
g e le s G óm ez. J u a n A ngel R a d . J o a q u i­
n a Tsasa, P e d ro Solé, J o s e f a F e r n á n ­
dez. F ilo m e n o L ópez. B e n ita G arcía.
Is a b e l R o d ríg u e z . J e s ú s A lonso. L u is a
V a re la , A g u s tín B e rm ú d ez. P a d r e s de
sa le sia n o s de M a d rid . P a q u ita C a b a­
n a s. P i l a r M an u ig . A. P o rtillo . C a r­
m en M ónaco. M a ría E sn le ll. V a le ria n o
C a b a n illa s. B e rn a r d in a G onzález, se ñ o ­
r a d e F íle n te . E n ifa n ía A g u ad o . A n­
to n io T a lta v u ll. M arcelo E sq u iu s.

— 29

NUESTRA
gracia sea publicada en el BOLE­
TIN. C. A.
Azcoília.— Recurrí a María Auxi­
liadora ante el grave estado de mi
salud y en la Inseguridad de mi
curación. Al cabo de dos meses
me encuentro restablecido y con
la esperanza de mi completa cu­
ración. Por esto y otros muchos
favores doy gracias a María Auxi­
liadora y envío un donativo. José
Marta Arrlzabálaga (Antiguo Alum­
no Salesiano).
Salamanca. — Encontrándome en
situación de tener que sufrir una
operación lo mismo que mi hija,
acudimos a María Auxiliadora y
San Juan Bosco en la esperanza
de que nos concediera la gracia
de vernos libre de la misma. Ha­
biendo sido escuchada envío una
limosna y deseo se publique la
gracia en el BOLETIN SALESIANO. A. Conde.
Carcagente.— Doy gracias a Ma­
ría Auxiliadora por haber curado
de una enfermedad. Envío una li­
mosna de agradecimiento. Vicente
Taléns Mir.

Jerez.—Se hallaba mi hermana
gravemente enferma de resulta de
una inyección que le pusieron, con
una infección muy grande de gar­
ganta y fiebre de más de cuarenta.
Los médicos pensaron en una po­
sible leucemia.
Dándome cuenta de la gravedad
que tenia y los médicos no me da­
ban esperanza de que sanase; es­
taba completamente abatida. Pero
a pesar de todo tenía una FE muy
grande en la ORACION y estaba
segura que el Corazón de Jesús
y María Auxiliadora me la pon­
drían buena. Nuestra oración no fue
desatendida, pues ya mi hermana se
encuentra en su casa haciendo vi­
da normal. Sor Maria Martin-Arroyo
Milán (Hija de María Auxiliadora).
La Robla (León). — Teniéndome
que ser extirpado un quiste y te­
miendo fuese algo malo, me en­
comendé a Maria Auxiliadora y a
su Apóstol San Juan Bosco y fui
escuchada.
Hoy totalmente restablecida cum­
plo lo prometido y deseo que esta

30 —

Igualada.— En acción de gracias
a San Juan Bosco por un favor ob­
tenido por su intercesión, agrade­
cida envío una limosna destinada
a la juventud pobre y abandonada.
Asunción Alemany, viuda de Vives.
Doy gracias a María Auxiliadora
y a San Juan Bosco por la solu­
ción de un asunto muy delicado y
muy d i f í c i l . Envío una limosna.
P. Martínez.
Zamora.— Tuve que someterme a
una intervención quirúrgica. Tenía
gran preocupación, más que por mí
misma, por ios míos. Hice la nove­
na a Maria Auxiliadora y no sólo
he salido bien de la operación, sino
que me ha concedido otras gracias
que estimo tanto como la misma
salud. Agradecida, envío una limos­
na. N.N.
Arévalo.— Me sentía enfermo y
con muchos dolores. Acudí a Ma­
ría Auxiliadora y en seguida me sen­
tí restablecido. Hago público mí
agradecimiento. J. C.
Azcoitía.— Encontrándose mi ma­
dre muy mal, de gravedad, hice una
novena a San Juan Bosco y a Ma­
ría Auxiliadora y mi madre ahora
se encuentra bien. Envío una limos­
na de agradecimiento. P. A.
Valencia.—Agradecida a María
Auxiliadora por su protección en

A MARIA AUXILIADOm^
una enfermedad grave, envío una
limosna. Patrocinio Ros.
Torrevíeja (Alicante).— Me encon­
traba con unos dolores y calambres
en el brazo derecho. El médico me
dijo que era necesaria la operación;
acudí a otro especialista y sólo me
trató con medicinas. Mejoré con el
tratamiento, pero en seguida volvie­
ron los dolores. En la víspera de
San Juan Bosco leía el Boletín Sa­
lesiano y le pedí me ayudase. Agra­
decida por la ayuda experimentada
y por su protección, envía una li­
mosna para las obras salesianas.
Antonia Torres Giménez.
DAN GRACIAS
POR FAVORES RECIBIDOS
Y OFRECEN UNA LIMOSNA
Consuelo Vaquero, de Vigo, por
varias gracias recibidas; señores
de Lucena Fernández, de Arcos
de la Frontera, por favores recibi­
dos; Gregorio Urbano y señora, de
Horcajo de Santiago (Cuenca); Jua­
na A. de Sas, de Orense; Concep­
ción Hernández Aguiar, de Montaña
Alta (Las Palmas), por una gracia
especial; una F a m i l i a alcoyana,
dando gracias a la Virgen por su
ayuda en un gran apuro; C. G.,
D. R. y O. F., de Cañizo (Zamora);
de Torre Cárdela (Granada) envían
limosna por favores recibidos; An­
tonia Romero, Antonia Elbás Oya.
María y Antonia El bás del Valle,
Francisco Elbás Oya, Carmela Rua­
no Molina, Esperanza Ocón Fernán­
dez, Carmen Pérez Espinosa, Petra
Titos, Josefa Segovia, Lola Salce­
do, Pura Peña J u s t i c i a e Isabel
Peña Justicia, Carmen Batista Santana, de Cruz de Pineda (Arucas);
A. de M., de Béjar; María Soledad
Aguado, de Usanos; Regina Varela,
de Artoño; Isabel Regueiro, de Cá­
diz; Pili, de Bilbao; P. Duarte, de
Bilbao; Familia Rosa Rocha Valderas, de Vigo; una devota, de Zamo­
ra; E. Salvador, de GIjón; María
Paz Martínez Rodríguez, de Madrid;
P. A. C.. de NN.; Amelia de la Fuen­
te, de Madrid; Sr. Peñaranda, de
Madrid; Pitar Eioza, Milagros Larrañaga. Milagros Gabilondo, Toribia
Cendoya, Feliciana Jáureguí, María
Pilar Alberdi y Pía Amenabar, de
Azcoitia; Valeriana Ruiz, de Villanueva del Río (Palencia); Enrique
González R., desde Bahnhf R. S. T.
(Alemania); Luis Reinoso, de Palen­
cia; J. M. S., de Reus; Concepción

GRATITUD
A SAN JUAN BOSCO
Hernández Aguilar, de Montaña Alfa
(Las Palmas),
Alcoy.— Doy gracias por !a cura­
ción de mi madre, de cuya salva­
ción desconfiaban los médicos por
la gravedad de su estado. Cumplo
mi promesa de publicarlo en el B.S.,
y envío un donativo. M. J. Panlagua.
Orense.—Agradecida, envío una
limosna por haberme ayudado a su­
perar felizmente una Intervención
quirúrgica. Miguel Muñoz.
Béjar.—Tenía un hijo en ei Aspirantado Salesiano de Arévalo y
me Mamaron para comunicarme que
estaba enfermo de meningitis. Lo
llevé al Hospital de Rey. Lo enco­
mendé a María Auxiliadora y hoy
se encuentra completamente bien,
siguiendo sus estudios en el novi­
ciado de Astudillo. Hago público
mi agradecimiento. J. C.
Eibar.— Habiendo estado enferma
nuestra hija de corta edad, la en­
comendamos a María Auxiliadora
y hoy está completamente restable­
cida. Agradeciéndole su protección,
enviamos un donativo para el Ter­
cer Mundo, a ser posible para el
Padre Casasnovas. José, Loli, Patri­
cia.
Bilbao.— Por una gracia especial
en la que tenía mucho interés, en­
vío una limosna para las vocaciones
salesianas. M. Espina.

publique en el BOLETÍN SALESIANO. Paulina Moriñigo.
Salamanca.— Doy gracias al cora­
zón de Jesús, María Auxiliadora y
San Juan Bosco, por un favor al­
canzado. Envío una limosna. T. E.
Salamanca.— Por un favor reci­
bido de María Auxiliadora, envío
un donativo y deseo se publique en
el BOLETIN SALESIANO. Dora Sa­
linero.
Salamanca.— Doy de nuevo gra­
cias a mi buena Madre María Auxi­
liadora por un señaladísimo favor,
que me ha concedido. Envío una
limosna. M. U.
Salamanca.—Ante el temor de te­
ner que sufrir una delicada opera­
ción quirúrgica acudí con todo fer­
vor y confianza a María Auxiliadora.
Mis súplicas fueron atendidas, pues
sin necesidad de dicha operación
se resolvió todo satisfactoriamente.
Agradecida, envío una limosna. Cán­
dida Barreña.
Astudillo.— Doy gracias a Santo
Domigo Savío por un favor recibido
y envío un limosna. Rosa Lucena.
Oviedo.— Necesitando un fa v o r
importantísimo, acudí a María Auxi­
liadora, San Juan Bosco, Santo Do­
mingo Savio y don Felipe Rinaldi.
Les agradezco su protección y en­
vío una limosna. María Dolores.
Avila.—Teniendo que sufrir una
operación delicada, me puse bajo
la protección de Santo Domingo
Savio y todo salió bien. Agradecida,
envío una limosna. Una abulense.

Olmeda de Cobeta (Guadalajara).
— Estando con una fuerte afección
renal, acudí a María Auxiliadora y
se me pasó. Agradecida, envío una
limosna. Orencia García Domínguez.

Medina del Campo.—Acudí a San­
to Domingo Savio implorando un
favor para mis dos hijas y para la
solución de un problema. Agradeci­
da, envío una limosna. C. Catalá.

Villarica de Valdavia (Palencia).—
En varios asuntos difíciles, invoqué
a María Auxiliadora y experimenté
su protección. Agradecida, envío
una limosna. T. Tejedor.

Salamanca.—^Agradecemos a San­
to Domingo Savio por habernos na­
cido una hija. Enviamos un limosna
para el Tercer Mundo. P. M. A.

Benaoján.—Agradezco a nuestra
buena Madre María Auxiliadora el
haberme concedido una gracia para
mí de muchas necesidades que le
había pedido con mucha fe y con­
fianza.
Entrego una limosna prometida
para las Obras Salesianas. M. B. G.
hija de María Auxiliadora.
Salamanca.— Por un favor reci­
bido de María Auxiliadora, nuestra
Madre, y en la confianza de que me
siga ayudando en todo momento,
le envío una limosna deseando se

Jerez de la Frontera.— Doy gra­
cias ai siervo de Dios Don Felipe
Rinaldi por ios continuos favores
que recibo por su intercesión. Una
Hija de María Auxiliadora.
Alicante.— Agradezco a Doña Do­
rotea el que un sobrino mío haya
encontrado trabajo y que mi hijo
haya terminado bien sus estudios.
Envío una limosna. María Otilia Ca­
talá.
Alcoy.— Envío una lismona de
agradecimiento a Don Felipe Rinaldi por haber aprobado mis hijos
sus exámenes. M. Gísbert.

Valencia.— Envío una limosna de
agradecimiento a Doña Dorotea por
un favor recibido. T. V.
Bocalrente (Valencia). — Por un
favor alcanzado de María Auxilia­
dora y de Doña Dorotea, agrade­
cido, envío un donativo para las
Obras Salesianas. Milagros Oleína.
Plasencía.— Envío una limosna de
agradecimiento y para la beatifica­
ción del mártir salesiano don Ho­
norio Hernández, por un favor re­
cibido. Miguel Santiago Sánchez.

FUERON

A

LA

CASA

DEL

PADRE

OON NARCISO ZULUETA Y MARIOS
marqués de Alava y vizconde de Casa Blanca
Hermano de Nuestra Señora del
Carmen y Mayordomo de S. M. don
Alfonso XIII.
Casi toda su existencia la pasó
en unión con su hermana doña Jo­
sefa, hasta que se casó con la exce­
lentísima doña Concepción Narváez
y Ulloa, el 22 de diciembre de 1944.
Su esposa y hermana decían con
frecuencia: era buenísimo.
CON LOS SALESIANOS
A LA CASA DEL PADRE
Es la fiesta de Nuestra Señora
de Lourdes. En la Clínica de la
Cruz Ro)a de Madrid, a las 5,15 de
la mañana del 11 de febrero, entre­
ga su alma al Señor, en las manos
de la Virgen, nuestro inolvidable
amigo, hermano y Cooperador: DON
NARCISO.
Durante los cuatro largos meses
de enfermedad, entre la vida y la
muerte, casi de una manera perma­
nente, velaba su dolor y tránsito la
Santísima Virgen bajo las advoca­
ciones de Nuestra Señora del Per­
petuo Socorro y de María Auxilia­
dora, cuya medalla con el cordón
siempre llevó al cuello.
DEVOCION A LA VIRGEN
Tenía una devoción muy entraña­
ble a la Virgen. El portarretrato de
la Virgen del Perpetuo Socorro que
tenia en la mesilla y que había ve­
lado tantos sueños de sus padres,
robado durante la guerra, por la
riqueza de su marco, más tarde vol­
vió a aparecer; tal hecho lo consi­
deró como una gracia extraordina­
ria. A María Auxiliadora le tuvo una
devoción singular, a partir de su
contacto con la Obra Salesiana. Lle­
gado el cadáver a su domicilio, do­
ña Concha, marquesa de Alava, su
dignísima esposa, le colocó el es­
capulario de la Virgen del Carmen.
ALGO DE BIOGRAFIA
Nació el 6 de marzo de 1688. Sus
padres fueron: don Salvador Zulueta (marqués de Alava-vizconde de
Casa Blanca) y doña Angustias Martos (baronesa de Spínola). La fami­
lia. cristianísima, estaba compues­
ta por ocho hijos. Sus padres se
preocuparon de su educación y los
pusieron bajo la dirección de un
celoso sacerdote.
Don Narciso hizo la carrera de
Abogado.
Era Caballero de la Soberana Or­
den de Malta, Hermano del Refugio,

Entró en relaciones con los Salesianos. por la donación generosí­
sima de su esposa, de la finca de
El Bonal, cerca de Puertollano. Des­
de entonces tomó contacto con nu­
merosos salesianos; desde los Rec­
tores Mayores y Superiores hasta
el más humilde hijo de Don Bosco,
a los que trataba con la máxima
consideración. Visitó con frecuen­
cia obras y colegios salesianos de
tantos lugares de España. Tuvo la
dicha de acercarse a los lugares
salesianos de Turin. De modo es­
pecial visitaba y permanecía en él,
durante días, el Seminario Teológi­
co de Salamanca: fue su "centro de
interés” . Unido a su magnánima es­
posa, se hizo benemérito Bienhe­
chor de la Congregación, ya que
en buena parte se levantó dicho Se­
minario con los recursos adquiridos
de la donación de El Bonal.
Inaugurado dicho Seminario, el
año 1966, con la presencia del en­
tonces Rector Mayor: don Renato
Ziggiotti y siendo director, el tan
querido para él: don Luis Chiandotto. desde entonces casi ininterrum­
pidamente. tanto doña Concha co­
mo don Narciso han ido apadrinan­
do a unas cuantas promociones de
sacerdotes de las tres Inspectorías:
Madrid. León y Bilbao, muy particu­
larmente. añadiéndose otros sacer­
dotes de las demás Inspectorías de
España y del extranjero. Su vida
estuvo comprometida dentro de los
muros del Seminario con su afecto
y con su oración. Esta es la razón
de que sus restos hayan quedado
depositados en una tumba, abierta
en la capilla de la iglesia.
VIDA CRISTIANA
Los que lo trataron en tan diver­
sas ocasiones dicen su mejor pala­
bra sobre sus vivencias cristianas:
su bondad, su exquisito trato, su
paciencia, su ejemplar recepción de
los Sacramentos, sus visitas al San­

tísimo... y hasta una santa intransi­
gencia.
Los que lo visitaron y atendieron
tantas y tantas veces: esposa, fa­
miliares y salesianos, durante su en­
fermedad, pueden garantizar de su
paciencia y resignación ante el do­
lor, así como de la fortaleza de su
espíritu. Un crucifijo familiar, soste­
nido con frecuencia en sus manos,
era el punto de apoyo de esta fir­
meza cristiana.
DIA DE LA PARTIDA
Llevado el cadáver a su domici­
lio, el señor Inspector y diversos
sacerdotes salesianos, por la maña­
na del domingo e ininterrumpida­
mente, ofrecieron el Santo Sacrifi­
cio de la misa por su eterno des­
canso; Salesianos e Hijas de María
Auxiliadora pasaron a dar el pésa­
me a la señora Marquesa, unidos a
tantos amigos y familiares.
El día 12 fueron trasladados los
restos a Salamanca .para ser ente­
rrados en la iglesia, como él lo
habla deseado siempre.
La Liturgia eucarística fue con­
celebrada por unos 12 sacerdotes
y acompañados por los teólogos
ordenados de Diáconos; entre los
conceiebrantes se encontraba un
primo del difunto. El señor inspec­
tor presidió la ceremonia y tuvo la
homilía en la que presentó a don
Narciso como amigo, hermano, co­
operador y ejemplar cristiano.
El conjunto del acto y la despe­
dida ante la tumba fueron realiza­
dos con especial recogimiento y pre­
cisión en el rito. Todos los familia­
res y amigos, según expresión de
ellos mismos, quedaron gratamente
impresionados y emocionados del
acto celebrado.
EL RECTOR MAYOR
El día 18, jornada de despedida
del Rector Mayor, en la misa que
concelebró en la iglesia de Atocha,
manifestó que aplicaba la intención
del sacrificio por el Cooperador fa­
llecido, el señor Marqués de Alava;
estuvieron presentes en la misa la
señora Marquesa, la hermana del
difunto y otros familiares.
Desde estas líneas damos de nue­
vo el pésame a la Excma. señora
Marquesa con promesa de la conti­
nuidad en nuestras plegarias y, una
vez más, agradecemos su generosa
ayuda a la Obra Salesiana en la
Inspectoría de Madrid.

r

^

Colección «PASTORAL JUVENIL»
Para educadores y sacerdotes, con abundantes temas de documentación y reflexión. Contiene multitud de recursos para la acción pas­
toral unidos a orientaciones contrastadas con
la acción educativa diaria.
Sección Estudios:
le PASTORAL JUVENIL EN UN MUNDO SECU­
LARIZADO.
2e RITMO JOVEN DEL AÑO LITURGICO. Aldazábal-Aubry-Colomer. 222 págs. 150 pts
3e LOS JOVENES Y LA ORACION. José Luis
Sección Subsidios:
1s LOS JOVENES ANTE LA PALABRA.
2s EN RUTA CON MARIA. (Lecturas sobre la
Virgen). 302 págs. 160 pts.
3s PALABRAS AL OIDO. Juan Manuel Espinosa.
4s EVANGELIO Y JUVENTUD. J. R Urbieta- A.
Mélida. (Campana de formación para grupos). 208 págs. 130 pts.
5s SEMINARIOS DE RELIGION PARA COU. J.
María Maíllo. (Esquemas y técnicas de estudio).
6$ TERCER MUNDO Y VOCACION CRISTIANA.
J. A. Samaniego. A. Mélida. 320 págs. 185 pts.
PEDIDOS.—Central Catequística Salesiana.
Alcalá. 164. — MADRID-28.

V__________________________________________ J

C olección
*

Rápidas biografías de personajes de la
Familia Salesiana.

*

Folletos de 52 páginas en un estilo ágil
y nervioso. Se leen en breves minutos,
mientras se viaja en metro, en autobús.

PUHLICADOS
1.— Basilio Bustillo.— «Un poema de amor».
(Don Bosco).
2 .— Rafael Alfaro.— «A medias con D. Bosco». (Don Rúa).
3.— Jesús Pablos.— «La mujer fuerte».
(María Mazzarello).
4.— Rafael Alfaro.— «Testimonio sellado».
(Jaime O rtiz).
EN PREPARACION
5.— Javier Rubio.— «Mamá Margarita».
6.— Jesús Mairal.— «Padre Mantovani».
7.— Basilio Bustillo.— «D. Marcelino Olaechea».
PEDIDOS.— Alcalá, 164.— MADRID - 28
______

O B R A V O C A C IO N A L
DE LOS COOPERADORES SALESIANOS
A fin de ayudar al sostenimiento de las voca­
ciones salesianas. los Cooperadores Salesianos
promueven la PIA OBRA DEL SAGRADO CORA­
ZON. instituida con la aprobación del Papa León
XIII. por el propio San Juan Bosco, con dicha
finalidad.
La Pía Obra celebra todos los días perpetua­
mente en la basílica del Sagrado Corazón de
Roma. 6 misas a intención de cuantos se ins­
criben en ella.
INSCRIPCION:
1. —Puede inscribirse uno a sí mismo y a otras
personas, vivas o difuntas, por las que
quiere pedir o sufragar.
2. —La inscripción, que es nominal, se efectúa
previa aportación, por una sola vez, de una
limosna equivalente al estipendio de una
misa en la propia diócesis.
3. —La inscripción se acredita con una cédula
en la que consta nombre y apellidos de la
persona inscrita, por lo que se ruega clari­
dad al enviar dichos datos.
Para la inscripción diríjase a:
Obra Vocacional Cooperadores Salesianos
Afcalá, 164 • Madrid 28.

«HUELLAS»

^

Novedad; TEMAS DE JUVENTUD
I.

LOS JOVENES ANTE SI MISMOS.
Doce temas; Personalidad. Voluntad. Voca­
ción. Sexualidad. Juventud ac­
tual. Amistades. Chicos-Chicas.
Tiempo libre. Fe. Esperanza.
Caridad. Oración.
Doce diapositivas para cada tema.
144 diapositivas: 1.100 ptas.

II.

LOS JOVENES ANTE EL MUNDO.
Doce temas: Participación. Sociedad de con
sumo. Trabajo. Cuestión so
cia!. Compromiso. Viviendas
Emigración. Analfabetismo. Ex
plosión demográfica. Hambre
La guerra. Violencia.
Doce diapositivas para cada tema.
144 diapositivas: 1.100 ptas.
Utilización:

Encuentros convivencias, reti­
ros, ejercicios espirituales,
charlas formativas. curso de
orientación universitaria (COU).

PEDIDOS.— Central Catequística Salesiana.
Alcalá. 164. — MADRID-28.

NOVEDAD
EN
CATEQÜETICA

CUADERNOS DE PEDAG06IA
CATEQUISTICA

CUADERNOS
DE PEDAGOGIA
CATEQUISTICA

PLAN DE LA COLECCION

1. — E. Alberich.
Orientaciones actuales de la Catequesis.
2. — E. Alberich.
Naturaleza y enfoques
de une Catequesis moderna.
3 — J. Gevaert.
Antropologia y Catequesis.
4 — J. Milanesi.
Psicología religiosa.
DE PROXIMA APARICION
5. — J. Negri.
Problemas generales de la Catequesis.
6. — J. Dho.
Principios de Pedagogía para la Catequesis.

PEDIDOS:

Central Catequística Salesiana
Alcalá. 164. — MADRID - 28
Texto
DON

B O S C O

Una página para los niños

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AL ALCANCE DE LA MANO
Mis queridos amigos Juanito y
Mari;
Veo con satisfacción que leéis
mis cartas minuciosamente y has­
ta me indicáis los errores de or­
tografía. Mari me dice que en el
mes de diciembre descubrió una
falta garrafal. «Allí está escrito
"me heché a la calle". Ese eché
es sin «h» y tú lo escribes con
ella. A ver si todavía vas a tener
que venir con nosotros al cole«.
Tienes razón, Mari. Pero tú sa­
bes que también existen las lla­
madas «erratas» de imprenta, lo
cual no tiene que ver nada con
tas ratas; aunque a lo mejor se
cuela algún gazapillo por la linoti­
pia a poner una «h» donde no de­
be ir... De todas formas, os agra­
dezco vuestras correcciones. Y
ojalá aceptéis también vosotros
las que. de vez en cuando, os ha­
cen vuestros papás. Como tam­

bién I a s aceptaba Don Bosco
cuando niño.
Ya sabéis que una de las deli­
cias de Juanito Bosco era la de
buscar nidos y cazar pájaros vivos
para tenerlos en su casa. Les
construía una jaula y hasta les
silbaba para que aprendieran a
a cantar.
Pues bien, un día descubrió en
el tronco de un árbol un nido de
pájaro mosca. Apenas vio salir a
la madre del agujero le faltó tiem­
po para lanzarse a gatear y apo­
derarse de los pichoncillos. Pero,
amigos, el nido no estaba tan al
alcance de sus manos como él
creía. Metió el brazo hasta el co­
do. y nada. Un nuevo intento, has­
ta el hombro y. al fin, tuvo el ni­
do en sus manos.
Mas cuando quiso retirar el bra­
zo con los pajaritos que protesta­
ban con unos chillidos lastimeros,
se dio cuenta que no podía sacar­

lo. Estaba preso como por un cepo.
Era inútil todo esfuerzo para zafar­
se del árbol. Cada vez se le hin­
chaba más la carne, cosa que difi­
cultaba la liberación del brazo.
— ¡Juanito! — lo llamó su madre.
Nuevos intentos para zafarse.
— ¡No puedo, mamál ¡Me he en­
ganchado en el árbol!
— ¡Ah, granuja! ¿Conque estás
preso? Siempre tienes que hacer
una de las tuyas.
Mamá Margarita sonrió. Juanito.
a! ver la sonrisa de su madre,
acabó también por sonreír.
—Aguarda, dijo ella; voy por una
escalera.
Mamá Margarita intentó sacar el
brazo de Juanito haciéndolo girar
suavemente. Pero en vano. Pidió
entonces la ayuda de dos hombres
que llegaron al momento con un
hacha.
—No, el hacha no, por Dios; se
podría cortar el brazo.
Probaron entonces con un escal­
pelo. Pero antes, la madre protegió
con su delantal el brazo de su hijo.
Saltaron muchas astillas y, al fin.
Juanito se vio libre, mas con el
brazo lleno de arañazos y rasguños.
—¿Ves, hijo mío? —prorrumpió
la madre— . Eso les pasa a los que
quieren apoderarse de lo ajeno.
Siempre terminan presos en ma­
nos de la policía o, si no. de la
justicia de Dios.
También ahora el mes de mayo
está haciendo de las suyas con
flores, árboles y pájaros. Parece
que durante la primavera la tierra
enseña la cara más hermosa de la
vida. Es una invitación al gozo, a
la alegría de vivir. Amigos, ojalá
que este gozo de la naturaleza sir­
va también para enseñarnos la
oculta alegría del escondido rostro
de Dios, casi al alcance de la mano.
Un abrazo de vuestro amigo.
Padre RAFAEL

Reviste de ia Obra de Don Bosco
I

Año LXXXVIl • N.O 5 • Mayo 1973
Director; RAFAEL ALFARO
Dirección. Redacción y Admón.:
Aicaló, 164
Teléfono 255 20 00
MADRID-2 8

Un congreso Mariano

Depósito Legal: M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)
Imprime; Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Atocha

EN ESTE NUMERO
Pág.
El Congreso sobre María
Auxiliadora en Sevilla.
María y los primeros cris­
tianos ..........................
Festival de la Canción
Religiosa en Polonia .

1
2
6

La Motocicleta ..............

9

Mons. Trochta, el nuevo
Cardenal salesiano ...

12

Educación para el Amor,
éxito editorial ........... 16
Por el mundo salesiano. 20
Toda una vida para Dios
y para Don Bosco ...

22

Ariari, nueva frontera ... 24
Cooperación Salesiana y
Tercer Mundo ........... 28
Nuestra gratitud ..........
Fueron a la Casa del
Padre ............................

A fin de responder a la pregunta inicial, el Consiliario Regio­
nal de Sevilla, organizador del Congreso, don Manuel Ruiz Gue­
rrero, nos ha comunicado:
— Para profundizar nuestro aprecio y nuestra devoción a
Marta Auxiliadora, algo necesario en nuestra vida de
cristianos y de salesianos.
— Para extender su devoción a donde sea preciso, cumplien­
do la orden de Don Bosco: “Propagad la devoción a Ma­
ría Auxiliadora”.
— Para enfervorizar, donde se haya entibiado, el entusiasmo
mariano, tan peculiar de la Familia Salesiana desde los
mismos orígenes de San Juan Bosco.

30
32

NUESTRA PORTADA
Así la vio El Greco y así
plasmó su inmaculada belle­
za maternal. En este mes de
mayo volvemos a repetirle:
“ De nuevo aquí nos tienes..."

t

¿Para qué sirve un congreso sobre Marta Auxiliadora? Asi
se preguntan muchos de cuantos han visto la noticia aparecida
en el Boletín de marzo-. “Durante los días 11, 12 y 13 de mayo
tendrá lugar en Sevilla el Primer Congreso Nacional de Marta
Auxiliadora". Hoy nos han llegado noticias más concretas del
mismo. Los tres temas a tratar son: “María, Madre de Dios y de
la Iglesia", por don Antonio Calero, Inspector de Córdoba; “Ma­
rta, colaboradora del plan de Dios”, por don Celestino Rivera, V i­
cario Inspectorial de Sevilla; “Marta, alma de la primera comu­
nidad cristiana”, por don José A . Rico, Inspector de Madrid.

Desde estas páginas, y en este mes mariano, deseamos que este
Primer Congreso de Sevilla traduzca a un lenguaje actual algo
que jamás debiera desvirtuarse. María Auxiliadora es la Fundado­
ra y el eje que mueve la Obra Salesiana. No se puede prescindir
de ella. Quitados los cimientos, todo el edificio se desmorona­
ría. Pero una cosa tan esencial tampoco puede sustituirse por
formas fáciles o simples tópicos. Un congreso puede fomentar la
cara o la cruz, lo auténtico o lo accesorio.
Deseamos que el Congreso Mariano de Sevilla incremente el
verdadero fervor de toda la Familia Salesiana para una mayor y
más eficaz entrega a la misión de trabajar por los jóvenes nece­
sitados que, como decía recientemente el Cardenal Carroñe, son
toda la juventud.


1

\HmVENERADA

Don Miguel Rodríguez, profesor de Sagrada Escritura
en el Estudiantado Teológico Salesiano de Salamanca,
escribe este artículo sobre la Virgen,
que agradecerán nuestros lectores.

Los evangelios no son principalmente libros de
historia ni biografías que pretendan ofrecer al lec­
tor una detallada descripción de los hechos reales
que cuentan o del modo de ser de las personas
que intervienen en ellos. Son, ante todo, libros de
fe, cuyo interés se centra en la persona de Jesús,
escritos no para satisfacer la curiosidad, sino para
enseñar cómo se debe creer en él. Por eso son
muy sobrios al presentarnos los otros personajes,
y copian de éstos sólo aquella faceta en que se
expresa su fe o su incredulidad respecto a la pa­
labra del Señor.
Acerca de la madre de Jesús los evangelios ofre­
cen pocas noticias, pero las suficientes para descu­
brir su gran talla espiritual. María destaca en ellos
como la creatura que con mayor decisión se en­

tregó a realizar la voluntad de Dios. Después de
Cristo es el ejemplo más perfecto que se ofrece
al cristiano. Por esto es la persona más enaltecida
de los evangelios, si prescindimos de Jesús. San
Pedro, tan unido siempre al Maestro, sólo una vez
merece ser alabado por su fe. Y es en el momento
en que confiesa que Jesús de Nazaret es “el Cris­
to, el Hijo del Dios vivo” (Mt. 16, 17) (la con­
fesión más importante por parte de un discípulo
en la divinidad de Jesús). Esto aparte, San Pe­
dro y los demás discípulos reciben frecuentes re­
prensiones del Maestro por su poca fe.
María, en cambio, es celebrada como “la fa­
vorecida” o “llena de gracia” (Le. 1, 28), como
“la más bendita de las mujeres” (1, 42), como
“la bienaventurada porque creyó” (1, 45) y como

Ei pueblo cristiano de hoy
también pone su confianza
en la Virgen
y la invoca sin cesar.
Significativos
son los aplausos y miradas
al paso de la imagen
de María Auxiliadora
por ias calles.
2 —

“la bienaventurada que llevó a Jesús en su
seno" (11, 27).
Debemos prestar atención a un punto que hasta
hoy día no ha sido muy destacado. Y es que en
los evangelios, escritos unos cuarenta años des­
pués de la muerte de Jesús, se refleja la fe de las
primeras comunidades cristianas y el comienzo de
la veneración a María. Un autor protestante,
R. Bultmann, gran conocedor de los evangelios y
poco sospechoso de catolicismo, ha llegado a afir­
mar que María era “ya venerada como madre del
Señor” por los primeros cristianos. Teólogos ca­
tólicos modernos de acreditada autoridad en el
campo de los estudios bíblicos ven expresada la
veneración de María de las primeras comunidades ,mesianidad de Jesús: “Tú eres el Cristo” (Me. 8,
cristianas en el evangelio de San Lucas. A continua­ 29). La segunda vez, cuando el centurión junto a
ción vamos a destacar algunos de los rasgos más la cruz, un gentil, va más lejos que San Pedro y re­
característicos con que aparece la figura de María conoce: “Verdaderamente éste era el Hijo de Dios”
en los evangelios. No son una invención de los (Me. 15, 39). Pues bien, este Jesús, a quien San
evangelistas, sino un reflejo de la primera devoción Marcos proclama en su evangelio como el Hijo de
a la Madre del Señor que comenzaba ya a desarro­ Dios, es también el hijo de María. Dos veces se
llarse en las comunidades cristianas del tiempo menciona a María en este evangelio. Hay un mo­
apostólico.
mento en la vida pública de Jesús en que la opo­
sición de los enemigos contra él se hace más fuerte,
1. “El Hijo de María” (Me. 6, 3)
y María va a presentarle ayuda. Los demás le con­
Una de las ideas teológicas más frecuentes des­ sideran “loco” (Me. 3, 21) o que está poseído del
tacadas en el evangelio de San Marcos es la de Je­ diablo (3, 22). La Madre que seguía con solicitud
sús, Hijo de Dios, que acepta ser perseguido de las andanzas desde que el Hijo abandonara Nazasus enemigos e incomprendido de sus amigos más ret, va a ofrecerle su ayuda maternal en ese trance
íntimos. Hay dos momentos en que se levanta esa difícil.
Una segunda vez se menciona a María. Y es mo­
cortina de incomprensión. La primera vez es la final
de la primera parte del evangelio, cuando Pedro, tivo de la predicación de Jesús en su ciudad natal.
un judío, hace una solemne confesión de fe en la Los paisanos se preguntan: “¿No es éste el obrero,

— 3

el hijo de María?” (Me. 6, 3). Según la costumbre
corriente entre los judíos se esperaría la pregunta
de otra forma: “¿No es éste el obrero, el hijo de
José?”. Y esto, aun cuando José hubiera muerto
ya. El autor protestante antes mencionado, R. Bultmann ve en ese modo extraño de preguntar el he­
cho de que María “era ya venerada como Madre
del Señor”. Se puede contener, además, una ilusión
a la concepción virginal de Jesús. Dado que el
evangelio de San Marcos se escribió antes del año
70 d. C., según la opinión común de los exegetas,
nos encontraríamos con los principios del culto de
María ya antes de esta fecha.
2.

“La Madre de Jesús” (Mt. 13, 55)

£l evangelista San Mateo se refiere a María casi
siempre con el título “Madre de Jesús” o simple­
mente “su madre”. La pregunta que los nazaretanos hacen sobre el origen de Jesús es distinta en
el evangelio de San Mateo: “ ¿Acaso su Madre no
se llama M aría?” (Mt. 13, 35); se ha cambiado el
modo de preguntar de San Marcos: “¿No es éste
el obrero, el hijo de M aría?” (6, 3). Este cambio
se debe al evangelista, que quiere recalcar la ma­
ternidad de María respecto a Jesús. Esta intención
especial aparece en otros lugares del evangelio de
San Mateo: “Estando su madre desposada con
José” (Mt. 1, 18); “los magos encontraron al niño
con María, su madre” (2, 11).
Estos cambios se deben al evangelista, que refle­
ja en su modo de escribir la manera de hablar de
María en las comunidades cristianas donde se com­
puso el evangelio de San Mateo. La expresión “Ma­
dre de Jesús” sería pronunciada con una reverencia
especial en esas iglesias cristianas de Palestina y
Siria. Más tarde se convertiría en el de “Madre
de Dios” y María sería cantada por los padres de
la Iglesia de esas regiones, como San Efrén.
3.

“Allí estaba María” (Jn. 2, 1; 19, 25)

El evangelio de San Juan presenta el milagro de
las bodas de Caná como el primero de los obrados
por Jesús delante de sus discípulos para manifestar
su gloria. En este momento tan importante, cuan­
do Jesús comienza su obra salvífica, “allí estaba
María” (Jn. 2, U. Pero hay un momento de mayor
trascendencia, es el de la glorificación de Jesús en
la Cruz. El evangelista San Juan dice que “María
estaba de pie” junto a Cristo moribundo (Jn. 19,
25). (3on la presencia de María, se abre y se cierra
la manifestación y revelación de la gloria de Jesús.
El evangelista parece que ha querido destacar el
papel importante de María en la historia de la sal­
vación. San Juan es el último de los evangelistas
en escribir su evangelio, hacia el final del siglo
primero. No es extraño que refleje el pensamiento
4 —

de las comunidades cristianas para las que él escri­
be su evangelio.
4.

“Desde ahora todas las generaciones me
llamarán bienaventurada” (Le. 1, 48)

Hemos dejado para el final el evangelio de San
Lucas porque en él aparece de manera clara la fi­
gura de María y la veneración de que fue objeto
de parte de las primeras comunidades cristianas.
Una tradición posterior ha llamado a San Lucas
el pintor de María, debido a que él ha sido el
evangelista que más detalles nos ha ofrecido so­
bre ella. Frente a una sociedad griega que no veía
en la mujer ningún valor digno de respeto, presen­
ta San Lucas a una mujer, María, en el grado más
alto a que una creatura puede llegar.
La dignidad le viene a María no sólo de haber
llevado a Jesús en su seno (11, 27), sino también
de haberle recibido en su corazón por medio de la
fe. Por su fe María ha llegado a ser la madre de
todos los creyentes. De su decisión personal hizo
depender Dios la realización concreta del plan salvífico, su humilde “sí” hizo posible el que Jesús
llevase a cabo la redención del hombre. Toda la
historia de la salvación, tal como es cantada por
María en el Magníficat, dependía de su “sí” gene­
roso. Por eso merece todas las alabanzas: “Feliz
tú porque creiste” (1, 45); “feliz el seno que te
llevó” (11, 27) y ocupa el primer puesto entre
aquéllos llamados por Jesús “más felices porque
escuchan la palabra de Dios y la guardan” (11, 28),
porque María creyó a la palabra de Dios (1, 38) y
porque guardaba todas las palabras en su cora­
zón (2, 19). En María se realizan todas las profe­
cías acerca de la Hija de Sión. La expresión “Hija
de Sión” indica al pueblo elegido y creyente que
aguardaba vivamente al Mesías. “A ló ra te ” es la
invitación con que los profetas animaban al pue­
blo a esperar al Mesías que estaba a punto de lle­
gar (Sof. 3, 14; etc.). (Don el saludo “alégrate,
llena de gracia” el ángel se dirige a María, la nue­
va Hija de Sión, para que se disponga a recibir en
sí misma al Mesías. María viene a representar al
nuevo pueblo de los creyentes, en cuanto es Ella
la Hija de Sión.
El evangelista San Lucas refleja el culto que en
la Iglesia se había comenzado a dar a María. Uno
de los indicios más claros al respecto es la frase
del Magníficat: “Desde ahora me llamarán Bien­
aventurada todas las generaciones” (1, 48). Si por
una parte se debe tomar como una profecía de lo
que iba a ser el culto de María, por otra es, en el
pensamiento de San Lucas, tma confirmación de
que la veneración de María, por parte del pueblo
cristiano en tiempo del evangelista, era ya una
realidad.
MIGUEL RODRIGUEZ

1

I S i.

ff

¡Oh Virgen
la alba luz
Contra mis
arremete el

remadora, ya clarea
sobre el llanto de los mares!
casi hundidos tajamares,
mastín de la mares.

Mí barca, sin timón, caracolea
sobre el tumulto gris de los azares.
Deje tu pie, descalzo, sus altares,
y la mar negra verde, pronto sea.
Toquen mis manos el cuadrado anzuelo
— tu escapulario— , Virgen del Carmelo,
y hazme delfín. Señora, tú que puedes...
Sobre mis hombros te llevaré a nado
a las más hondas grutas del pescado,
donde nunca jamás llegan las redes.
RAFAEL ALBERTI

POLONM,
FESTIVAL DE U

r

UNA DE LAS EXPRESIONES
FAVORITAS de la juventud actual
es la música. Prueba de ello son
los innumerables festivales de la
música juvenil; a través de ella la
juventud expresa en mil formas
sus ansias, sus alegrías y sus pe­
nas. Según el estado anímico de la
juventud, la música toma su ritmo:

K

r
V i

í
V»n

J6

8?

Ha pasado por Madrid ei salesiano padre Bruno Rychiowski,
polaco de nacimiento, pero con muchos de vida chilena. He­
mos hablado largamente y me ha dado para ei Boletín un
artículo recientemente publicado en el diario “Mercurio” de
Santiago. Ya desde Cracovia, me ha enviado estas diaposi­
tivas que publicamos. “Es algo formidable — me dice— el
entusiasmo de los jóvenes católicos de Polonia, que se sien­
ten felices y gozosos de poder expresar su fe medíante la
canción”.

CANQONI

El sacrosong es ima de las for­
mas de expresión de las vivencias
religiosas de la juventud. Es el
homenaje al Creador del mundo y
del hombre, expresado en la can­
ción religiosa. El Sacrosong ini­
ciado por el joven salesiano, padre
Juan Palusinski, hace cuatro años,
fue recibido con gran entusiasmo
no sólo F>or la juventud sino tam­
bién por el Cardenal de Cracovia
Karol Wojtyla, el cual lo ha pa­
trocinado desde su comienzo.
ANO TRAS AÑO el Sacrosong
tiene lugar en las diferentes ciu­
dades de Polonia. Este año le tocó
el turno a Cracovia, antigua ca­
pital del reino polaco; destacados
músicos e inspiradores poetas han
concursado en esta ocasión. Dos
orquestas sinfónicas de 140 maes­
tros. Seis coros con más de 300
cantores. Quince grupos instrumen­
to-vocales. Más de 100 solistas.
Cuarenta y seis composiciones han
sido escritas para dicha ocasión.
El festival fue precedido por una
serie de conferencias y discusiones
en los ambientes juveniles acerca
de la misión social del Sacrosong.
La discusión se concentró básica­
mente sobre dos problemas: ¿Qué
camino debe seguir el esfuerzo
común para crear mejores condi-

RELIGIOSA
ciones de vida y del desarrollo del
hombre integral, el cual implica,
la libertad y la participación de la
vida de Dios? Y ¿qué significa en
definitiva construir la Iglesia en
el mundo contemporáneo?
El tema general del Sacrosong
este año reza; «Construyamos la
Iglesia de mañana en nosotros,
entre nosotros y con nuestras ma­
nos».
La apertura del festival tuvo
lugar el 28 de septiembre en la
Catedral del Castillo de WaweI.
El Cardenal Wojtyla ofició la San­
ta Misa y pronunció una alocución
a los artistas y concursantes al
festival.
CRACOVIA, 1972. A las 20 ho­
ras del mismo día en la catedral
gótica del siglo XIII los acordes
de las orquestas filarmónicas de
Cracovia y Lodz, dirigidas por el
maestro Andrés Hanzelewied, lle­
nan el templo de emoción. La ca­
tedral repleta de juventudes entona
el himno a Cristo Rey.
A continuación el Cardenal Woj­
tyla se dirige a los asistentes.
Entre otras cosas afirma: «El Sa­
crosong es el encuentro con la
Palabra de Dios en el canto. Es «el
Evangelio en la canción». Es in­
dispensable que en ellos busquen
su inspiración los poetas y artistas.
Es indispensable que en ellos fun­
damenten los derechos de! hom­
bre».

i

El viernes a las 18 horas en la
Iglesia de los PP. Franciscanos las
composiciones se referían básica­
mente al sacrificio de la glorinca-

El grito angustioso “¡Señor, te busco, muéstrate!”,
lleno de esperanza,
fue modulándose hasta terminar en un confiado
“Señor, yo creo en Ti”.

ción del padre Maximiliano Kolbe,
el Mártir de Oswieeim.
Este mismo día a las 20 horas
en la Iglesia de los PP. Dominicos
continuó el festival con las cancio­
nes Big-Beat.
El tercer día el festival tuvo
lugar en la Iglesia de los PP. Salesianos. Comenzó con una cere­
monia para-litúrgica: la expresión
del Verbo. Se procedió a la lectura
de la Biblia y luego siguió con la
alocución del Provincial de los
Salesianos. Dr. Agustín Dziedziel.
El hombre, sostuvo el padre
Dziedziel, es un ser inquieto, eter­
no mendigo de lo infinito. Quiere
alcanzar donde nadie ha llegado,
penetrar donde nadie ha penetrado,
realizar lo que nadie fue capaz

de realizar. Siempre busca, siem­
pre espera, siempre se dirige hacia
Algo, hacia algo Nuevo. El Sacro­
song es uno de los caminos de
esta búsqueda de Dios.
Entre los concursantes de este
día dos grupos llamaron la aten­
ción.
Los hippies universitarios. No
cabía mayor extravagancia tanto
en sus vestimentas como asimismo
en sus instrumentos. Sin embargo,
la ejecución de la canción, com­
puesta por ellos mismos, llenó el
ambiente de sublime tragedia. El
grito angustioso, «Señor, Te bus­
co. muéstrate», llen o de espe­
ranza invadió el templo. Un silen­
cio, que parecía hablar, sublimaba
la queja. Más, lentamente, los acor-

POLONIA: Como en todas partes, los jóvenes polacos expresan sus sen­
timientos religiosos mediante la música. La canción religiosa es el en­
cuentro con la Palabra de Dios en el canto.

POLONIA, FESTIVAL DE LA CANCION RELIGIOSA
des cortantes fueron modulándose
e, imperceptiblemente, se torna­
ron casi suaves, mientras el can­
tante terminaba: «Señor, yo creo
en Ti».
OTRO GRUPO FUE EL DE LAS
NIÑAS INVIDENTES. Le acom­
pañaba una religiosa que era a
la vez la autora de la canción.
Tiempo atrás, joven cantante de la
radio y televisión, había llegado
a la casa religiosa para distraer
con sus canciones a las niñas, y
se quedó con ellas.

Si bien es cierto que e) aspecto
externo oprimía el alma, sin em­
bargo, cuando entonaron su can­
ción conmovedoramente sencilla,
el perfume de su armonía y de su
contenido se esparció por el tem­
plo y lo llenó de paz y esperan­
za...
El festival terminó el domingo
en Nowa Huta, barrio obrero de
Cracovia. Este día fueron ejecu­
tadas las canciones premiadas.
La multitud llenó la inmensa
plaza frente a la Iglesia en cons­
trucción.

La sinfonía multicolor de las
hojas otoñales se amalgamó con
los armónicos sones de las cancio­
nes. Un telegrama del Santo Padre
ungió las almas con amor y las
elevó a Dios.
La juventud universitaria junto
a los obreros de los Altos Hornos
de Nowa Huta entonó un himno
a la Madre de Dios, Reina de Po­
lonia.
BRUNO RYCHLOWSKI
Cracovia, octubre de 1972.

DN ALUMNO DEL COLEGIO DE SANTANDER

ES T R ELLA DE LA BONDAD
Santiago Sánchez Manchado es
un alumno del Colegio Salesiano
de Santander. Tiene doce años y,
desde hace tres, lleva a hombros
al colegio a su amigo Roberto del
Pozo, un niño de nueve años, pa­
ralítico.

— ¿Te gusta e! deporte?
— Sí. Mucho. Primero jugaba al
fútbol. Ahora lo que más practico
es el balonmano y juego en el equi­
po de la clase.

Santiago ha sido elegido "Estre­
lla de Bondad” del diario "La Ga­
ceta del Norte” , en 1972. Este es
un honor que el periódico conce­
de a los niños que se distinguen
por su conducta heroica.
Su p adr e q u e dó sorprendido
cuando vio la foto de su hijo en
la primera página del diario. "San­
tiago —dice conmovido— es un
chico poco hablador y muy bueno.
Quiere ser mecánico y ahora hace
Cuarto Curso de Educación Gene­
ral Básica en el Colegio Salesia­
no".
"Hace tres años —confiesa in­
genuo el muchacho— cuando ei
primer día de clase vi lo que a Ro­

8 —

berto le costaba bajar las escale­
ras, cargué “ a cuchos” con él y lo
llevé hasta el patio. Desde enton­
ces todas tas mañanas espero a Ro­
berto cuando su mamá lo trae al
colegio en coche.
— ¿Por qué haces esto? — le pre­
gunta un periodista.
—No sé. — contesta— . Me sale
de dentro. Es algo que hago con
ganas.

Su director del Colegio Salesia­
no de Santander nos escribe; “Nos­
otros presentamos a Santiago como
posible candidato al concurso "ES­
TRELLA DE LA BONDAD” de “ La
Gaceta del Norte" y resultó uno de
los cinco vencedores. Como pre­
mio le dieron una estrella de plata
y una hermosa bicicleta. Para mí
muy simbólico, porque el que tie­
ne que ir despacio llevando a un
compañero se compensa volando
en bici".
Santiago Sánchez Manchado. He
aquí una estrella naciente de la
bondad. Comienza por olvidarse
de sí mismo para dar su luz a los
demás. Hoy hace de cirineo de uno
de sus amigos. Mañana...

LA MOTOCICLETA
Hay que mantener constantemente
las promesas hechas o al menos
darle razón de su incumplimiento.

Supongo que ustedes también
alguna vez se habrán sentido eufó­
ricos, generosos, con ganas de dar
cualquier cosa que les pidieran, y
supongo que también alguna vez
se habrán arrepentido de ello. Sí.
a mí también me ocurrió.
Fue después de Semana Santa.
Decidimos —con rigurosa demo­
cracia que todos los miembros de
la familia que pudieran se trasla­
darían a San Rafael para pasar la
Semana de Pascua y así reincor­
porarse a los estudios —última
etapa— con mayor esfuerzo.



é

Mi hijo Juan, el mayor, sintién­
dolo mucho —eso fue lo que me
dijo— no podía ir porque tenía que
preparar unos «parciales». Nos
quedaríamos los dos solos en Ma­
drid. Maribel, cuando se dió cuen­
ta, se brindó a acompañamos para
atendemos. ¿Maribel?... ¿atender­
nos? Le dije que no, era preferible
que ayudara a su madre en San
Rafael. Teresa, la asistenta, basta­
ba para atendemos.
Pensé que había dicho una cosa
sensata, pero por lo visto no. Isa­
bel opinaba que si la niña sacri­
ficaba el no ir a San Rafael para
atendemos, no deberíamos desai­
rarla. Para qué voy a contarles
toda la discusión. Es suficiente
que sepan la última palabra, la de
mi mujer: Maribel se quedó en
Madrid con nosotros.
Al resto de la familia la llevé
el domingo a San Rafael. Quise
salir pronto de allí para que no
me pillara la caravana de vuelta
a Madrid, pero las recomendacio­
nes de mi mujer me retrasaron más
de media hora.
—Toma las pastillas.

—Di a Maribel que no se olvide
de regar los tiestos.
—Que no se dejen los chicos los
grifos abiertos.
—Que coman bien...
Pero, ¿quién tenia que atender
a quién? ¿No era Maribel la que
se quedaba para atendemos? Pre­
guntar esto a mi mujer hubiera
supuesto una discusión de otra ho­
ra, la caravana más larga, y la en­
trada en Madrid a las 12... Decidí
callar.
Sí, sí. sí... contestaba automáti­
camente a todo lo que me decía,
aunque, en realidad, de muchas co­
sas no me enteré.

LA MOTOCICLETA
Se debe estimular al niño
más por el esfuerzo que ha empieado
que por ei resultado obtenido.

¡Qué semana! A Juan le veía a
la hora de la cena. Comer lo hacía
por ahí, tenía tanto trabajo con
eso de los «parciales». A juzgar
por el tiempo que empleó podían
haber sido «totales». Y a Maribel
la proclamé «medalla de oro» en
abrir las latas de conserva.
—¿Verdad que está riquísimo,
papá? y no lo he calentado mal.
—Sí. hija, —decía yo acordán­
dome de las comidas de mi mujer—
riquísimo.
El portero me saludaba más ca­
riñoso que nunca.
—Buenos días don Juan. Ya fal­
ta poco.
Creo que al decirnos esto recor­
daba la cantidad de latas de con­
serva que diariamente veía en el
cubo de la basura.
—Ya falta poco, Andrés, ¡gracias
a Dios!
El viernes por la tarde me sentía
radiante. Cuando saliera del Banco
iría a San Rafael, pasaría el fin
de semana, y el domingo por la
noche... todos en casa. Los mayo­
res no pudieron acompañarme.
Juan con eso de los «parciales» y
Maribel prefirió quedarse en casa
de su abuela para descansar del
ajetreo de esos días...
Cuando llegué, todo eran gri­
tos, abrazos, besos y preguntas y
más preguntas.
—¿Habéis comido bien. Juan?
—decía Isabel—.
—Sí, mujer, muy bien.
—Nena, quere a papa..., —decía
en su media lengua Natalia—. Yo
la abrazaba como si hiciera años
que no la veía.
—Papá, —ahora era Luisa—, he
aprendido a montar en motocicle­
ta. Voy con una mano.
—Y vuelve sin cabeza —corro­
boraba Carlos—.
—Dejad a papá —decía Isabel—
que no le va a servir de nada el
descanso de estos días.

10

¿Descanso?... pensaba yo recor­
dando el día que se le rompió a
Maribel la barra del armario al ir
a sacarme la gabardina, y tantos
otros trabajillos de segunda mano
que me salieron.
—Pero, si no me cansan, Isabel,
¡hacía tanto tiempo no nos veía­
mos!
—Papá, entonces como ya sé
montar, —seguía Luis— me podías
regalar la motocicleta. Recuerda
que me lo prometiste cuando te
traje las notas en Semana Santa.
—Sí. hijo, sí. Ya te la compraré.
—Ya no, papá. Me la podías re­
galar a final de curso.
—Bueno, hijo, bueno, pero aho­
ra vamos a cenar.
¿Y a mí. ¿qué me comprarás
si apruebo? —decía Paloma—.
—¿Y a mí? —Carlos—.
—¿A mí? —terciaba Natalia imi­
tando a sus hermanos.
—A ti otro nombre, mi vida, si
me fuera posible.
Entre risas y charlas transcurrió
la cena. Después de ver un rato
la TV., se fueron yendo a la cama.
Nos quedamos Isabel y yo solos.
—Oye, Juan, ¿qué es eso de la
motocicleta?
—Nada, mujer, cosas de chiqui­
llos. Los crios se entusiasman con
cualquier cosa, ¡tienen tanta fan­
tasía!
—Pero si se ha entusiasmado es
porque algo habréis hablado del
asunto.
—Nada en serio. Cuando me tra­
jo las notas en Semana Santa eran
tan buenas, que francamente le
felicité y él me dijo que algo le
tenía que regalar. No me negarás
que el chico se lo merece. Enton­
ces me pidió F>ara final de curso
una motocicleta.

La felicidad de los paA^

M

LA MOTOCICLETA
La aprobación de sus padres
ha de tener más importancia para el niño
que el mejor de los premios.

es la alegría de los hijos.

—Luis, quería hablarte acerca
de la motocicleta. Me parece que
eres un poco pequeño para...
—^Ya soy un hombre, papá, ten­
—Pero, Isabel, demasiado puede
comprender Luis que no le voy go trece años.
a comprar una motocicleta a su
—Si, hijo, pero mira...
edad. Ya te dije que nada en serio.
—No te vayas a rajar, papá. Tú
me la prometiste por las buenas
—Nada en serio, ¿Eh? Eso crees notas.
tú. Tu hijo no ha tenido otra ob­
sesión en estos días que aprender
—Podrías cambiarlo por cual­
a montar en motocicleta, porque quier otra cosa. Tu madre y yo
su padre le había prometido una pensamos que podrías caerte, te­
para final de curso.
ner un accidente y sería horrible
Le hice ver que a lo mejor le que por mi culpa te sucediera algo.
habías gastado una broma y, ¿sa­ ¿Comprendes hijo?
bes lo que me contestó?: cSe nota
—No papá, tú me la prometiste...
muy bien cuando papá gasta una
—Sí,
pero entonces yo no pensé.
broma... esta vez me trataba ya
—Papá, dime la verdad, fue una
como a un hombre».
—Es una chiquillada se le pasa­ broma que me gastaste ¿verdad?
no pensaste en ningún momento
rá pronto.
comprármela.
—No, Juan, no es sólo por la
—Efectivamente fue una broma,
motocicleta, sino que su padre for­
malmente le había prometido una no pensé que te lo tomarías tan
cosa, y ahora no se la da. No po­ en serio.
demos tratarle como a un niño pe­
suponerlo. Yo creía que
queño, ya es un hombrecito. La me—Debí
estabas tratando como a un
próxima vez que le prometas algo hombre
y me estabas engañando
no te creerá.
como a un niño.
—Le diré que no tengo dinero,
—¿Podrás olvidarlo, Luis? Venga
que es muy pequeño todavía...
esa mano como hombre y cámbíalo
cualquier cosa.
por lo que quieras. La motocicleta
Mi mujer no se quedó convenci­ la dejamos para cuando termines
da. Yo estaba seguro que mi con­ el bachillerato.
versación con Luis pondría las co­
—¿No me volverás a engañar?
sas en su sitio. Le abordaría a la
—No. Antes de prometerte algo
mañana siguiente. Dormí toda la
noche de un tirón hasta que el rui­ lo pensaré y una vez que lo haya
do de una motocicleta me desper­ hecho procuraré cumplirlo.
tó. Creí que estaba soñando y me
—Podríamos cambiarlo por un
incorporé. Miré el reloj, eran las
equipo para bucear ¿verdad?
nueve y media.
—No sé que dirá tu madre.
Me tiré de la cama y me asomé
—Yo sí lo sé, papá.
al balcón. Abajo mi lüjo paseaba
orgullosamente en una motocicle­
Luis trató de imitar la voz de
ta.
su madre diciendo:
—Papá, papá jmira que bien
—Por Dios, Juan, ¿no puedes
voy!
comprarte algo menos peligroso?
Después del desayuno le llamé
P. Salcedo
aparte.

—Y tú se lo prometiste. Con el
peligro que eso implica para un
chico de trece años.



11

EL NUEVO
CARDENAL
SALESIANO
El Cardenal aecreio de
Pablo VI estuvo destinado
a los hornos crornatorlosm

Entre los treinta cardenales que el Papa
ha nombrado el pasado cinco de marzo, la
figura más singular y más desconcertante
era, tal vez, la del ...trigésimo primero: El
Cardenal Esteban Trochta.
En 1969 Pablo VI lo había nombrado “in
pectore”. Con la nueva situación de Checos­
lovaquia, su patria, el Papa ha hecho públi­
co su nombramiento.

MONS. ESTEI
llamados, en el futuro, para la elección del Papa. Pero
la espera se hizo más impaciente cuando el Papa aña­
dió: "Otro anuncio singular debemos ahora expresar"
... y pasó a hablar de los dos “ Cardenales in pectore” ,
que cuatro años antes había nombrado y cuya iden­
tidad todos aún desconocían.
Uno de ellos, dijo, ha muerto ya.

intimado el "extra omnes" (fuera todos), en la sala
del Consistorio del Vaticano hablan quedado sólo el Pa­
pa y los Cardenales; en la atmósfera aleteaba como un
"suspense" ante las sorpresas que el discurso del
Papa pudiera contener.
La atención se ha hecho ya tensa cuando Pablo VI
había dicho que los Patriarcas orientales podían ser

12

El otro vivía y tan sólo dos días antes había partici­
pado, en Checoslovaquia, en un acontecimiento histó­
rico para su Iglesia martirizada: la consagración de
cuatro obispos para otras tantas diócesis, huérfanas,
desde hacía latio s años, de pastores, (el último nom­
bramiento de obispos databa de 1944).
Este Cardenal secreto del Papa era "el venerable.

fano de padre y seminarista) quiso ser salesiano. En
1923, a los dieciocho años fue a Turín para hacer los
estudios filosóficos y después los teológicos en el Pon­
tificio Salesiano. En 1932 se ordenaba de sacerdote.
De vuelta a su patria, puso toda su privilegiada in­
teligencia al servicio de la Congregación que, en aque­
llos años, daba los primeros pasos en Checoslovaquia.
Su esfuerzo y entusiasmo contribuyó poderosamente
a su desarrollo: fundó una casa en Ostrava, ciudad
industrial y proletaria, con muchas minas y altos hor­
nos; después un gran instituto en Praga. Por entonces,
sobre su patria se abate el ciclón de la guerra mun­
dial, en la cual él mismo se verá pavorosamente im­
plicado.
En 1942, los alemanes han invadido Checoslovaquia.
Su nombre aparece en las listas de tas personas más
influyentes de Praga, que los ocupantes han decidido
hacer desaparecer para prevenir posibles oposiciones
internas. Empezaba así para él la tremenda experien­
cia de los tres campos de exterminio: Pankrac,
Mauthausen y Dachau.
Luego contará que un día, al poco de llegar al cam­
po, otro detenido, destinado al trasporte de material,
lo llamó y le dijo: “¿Quieres venir a ayudarme a tirar
de la carreta?” Y ambos se pusieron entre las varas.
El otro era un tal Beran, sacerdote también, que
será después arzobispo, cardenal y su predecesor en
la diócesis. Sí, después también “ tirarán juntos" de la
misma carreta...

^AN TROCHTA
fiel y celoso hermano Esteban Trochta, obispo de Litomerice".
Los Cardenales presentes eran de todos los conti­
nentes, de todas las razas y de todas las lenguas; ri­
cos de las más diversas experiencias, desde la cáte­
dra universitaria al gobierno pastoral. Pero, tal vez,
ningún otro tenía en su pasado una tan rica gama de
vivencias, tan intensas y desconcertantes, como aquel
Cardenal secreto y lejano...
Había nacido en Francová Lhota (Moravia), el 26 de
marzo de 1905, de una familia campesina. Huérfano
muy joven de padre, hs^ía entrado en el seminario de
la diócesis. Atraído después por el encanto de Don
Bosco (hijo también, como él, de campesinos, huér­

Trochta era de complexión fuerte y robusta. Pero
tos trabajos del campo desmoronaron su salud. Un día
en que se encontraba al borde del agotamiento, estaba
entonces en Mauthausen, diezmaron a los prisioneros.
Trochta. con otros muchos infelices, fue obligado a
cargar los cadáveres en los carros para trasportarlos
después a los hornos crematorios. Uno de los guar­
dianes, al ver que Trochta se arrastraba extenuado,
sacó la pistola y disparó sobre él.
Era lo normal en semejantes situaciones, una “ bue­
na acción” por parte de los verdugos para acabar rá­
pidamente con los prisioneros, condenados, si no, a una
horrorosa agonía.
Pero Trochta, aunque herido, no murió. Al recobrar
el sentido, se encontró entre un montón de cadáveres,
cargado como ellos en .un carro y camino de los hor­
nos crematorios. Tuvo suficiente serenidad como para
fingirse muerto, después fue resbalando poco a poco
hasta el borde del carro y de allí se dejó caer al ca­
mino. Se escondió y esperó. Lo encontró un médico
del campo, un yugoslavo: al enterarse de que era sacer­
dote católico lo curó y lo salvó después.
En 1945 regresó a Praga donde fue recibido con el
estupor y la maravilla que se pueden reservar a los
resucitados.

— U

Dos años después, todos sus numerosos amigos se
le unían de nuevo para festejar con él su ordenación
episcopal.
Su diócesis de LItomerIce era difícil: tenía 449 pa­
rroquias pero pocos sacerdotes. Se puso tenazmente
a reorganizarla, pero ni siquiera pudo terminar la pri­
mera visita canónica. De nuevo arribaban tiempos di­
fíciles: las relaciones entre la Iglesia y el Estado en
Checoslovaquia quedaron reducidas a la nada y mon­
señor Trochta fue otra vez Inmerso en la desaventencia
de las partes.
En 1949 le prohibieron ejercer todas las funciones
episcopales y le confinaron en su domicilio. En el
53, lo arrestaron, y, en el 54, lo juzgaron condenán­
dole a veinticinco años de cárcel. Durante largos años
le rehusaron hasta el consuelo de poder celebrar la
santa misa.
Fue indultado en la amnistía de 1960, a condición
de que se insertase "en el proceso productivo del
país". De obispo pasó a ser obrero. "De este modo,
dirá más tarde en una entrevista, he podido conocer
mejor el ambiente proletario, su mentalidad y he po­
dido también contraer muy buenas amistades. Y ade­
más, añadía, aludiendo a las muchas profesiones ejer­
cidas en aquel tiempo, — fue albañil, fontanero, encar­
gado del mantenimiento de puertas y ascensores, hom­
bre de limpieza...— , ni siquiera a un obispo hace
mal el aprender a arreglar las cosas...” .
En 1968, a raíz de las conocidas revueltas políticas,
lo absolvieron de su condena y el 1 de septiembre
podía asumir de nuevo el gobierno de su diócesis.
Al año siguiente, Pablo VI lo nombraba consultor
de la “Comisión para el Código de Derecho canóni­
co" y miembro del "Secretariado para los no .creyen­
tes” . Después lo nombraba Cardenal “ in pectore". Su
salud se había debilitado, no su temple.
Ahora, a sus sesenta y ocho años, este hombre,
que como diría San Pablo, creyó en la esperanza más
allá de toda esperanza, tiene la alegría de entrever
para la iglesia, en su patria, un futuro menos sombrío.
Con el nombramiento de los cuatro obispos checos,
ha dicho también en su discurso a los Cardenales Pa­
blo VI, el esfuerzo de largos años para normalizar la
situación de la Iglesia en la república de Checoslo­
vaquia, ha logrado, en estos días, algún resultado,
aunque sea inicia! e Incompleto.
Y monseñor Casaroli, enviado por el Papa a Praga
para consagrar a los obispos, ha reconocido que "algo
está cambiando", que "el hielo se ha roto" y existe
“ una esperanza para e! futuro".
Junto a monseñor Casaroli, en la ceremonia de la
consagración episcopal, estaba también Trochta, toda­
vía Cardenal "in pectore", viendo renacer, en los nue­
vos obispos, "su" amada Iglesia.
E. B.

14 —

EL CARDENAL
"No creo que haga ningún daño a un obispo el
aprender a reparar una cerradura o arreglar un
grifo". Estas fueron las palabras con las que mon­
señor Stefan Trochta resumía para un periódico
checo, durante la Primavera de Praga, la historia
de los últimos ocho anos de su vida durante ios
cuales había vivido, prácticamente en la miseria,
trabajando como peón de albañil y ayudante de
fontanero.
¿Estamos contando una historia de unas antiguas
“floréenlas’' para emoción de almas ingenuas? Pa­
rece que no. Esto ha sucedido en medio de nos­
otros, contemporáneo a nuestros “terribles” dra­
mas polémicos.
La verdad es que para Trochta — unos hemos
conocido por primera vez su nombre ahora que
Pablo VI nos ha revelado que era cardenal “in
péctore” desde hace cuatro años— esa aventura
no era la primera ni la más difícil. Nacido en 1905
en una familia campesina, quedó huérfano muy
pronto. Pero la soledad no pudo con su tempera­
mento alegre y emprendedor que parecía predes­
tinarle para salesiano. Y pronto comenzó la vida
a jugar con él como una pelota. En 1942 los nazis
le deportaban a Mauthausen. Conducido al pare­
dón donde sólo quedó malherido, vivió uno de esos
sucesos que sólo se leen en los cuentos: cargado
en un camión de cadáveres que debia conducirle
a un homo crematorio, consiguió dejarse resbalar
hasta un foso en el que permaneció largas horas
agonizante y logró sobrevivir. Pero para pasar a
Dachau, donde conviviría (¿o se debe decir “conmoriria’’?) con el cardenal Beran, su predecesor
checo en la púrpura. Y así hasta el final de la
guerra.
1947 pareció un tiempo de libertad y el padre
Trochta fue consagrado obí^o de Litomeríce. Por
poco tiempo: en 1949 fue confinado en un con­
vento. Tres años después era detenido por un te­
rrible delito: haberse acercado un día a su catedral,
haber sido reconocido — a pesar de sus andrajos—
por sus fieles y haber sido aclamado por ellos. La
condena fue de veinticinco años que, afortunada­
mente iban a reducirse a sólo ocho. (“A sólo ocho”:
es terrible escribir así).

FONTANERO
CS>2^

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X

\

Pero la libertad no fue la libertad. Puesto en la
calle en 1960 se le prohibió toda actividad episco­
pal y aún sacerdotal. Habría que ganar el pan con
el trabajo de sus manos. No era ninguna tragedia.
Pero sí un drama, porque — como él mismo
confesaría cándidamente— “ si era difícil encontrar
un patrón que diera trabajo a un expresidiarlo, la
dificultad se multiplicaba cuando quien salia de la
cárcel era, además, obispo".
Pero Trochta no vivió dramáticamente su drama.
Se dedicó apasionadamente a reparar cerraduras y
caerías. Eran los años 1960-68: los mismos años
en que se celebraba el Concilio, los mismos en que
se discutían las definiciones de la Iglesia y las
relaciones entre la Iglesia y el mundo. El concilio
de Trochta no tenía debates de gran altura bíbli­
ca, sino simplemente callos en las manos, sudor
en la frente, hambre en el estómago. Habrá que
preguntarse seriamente qué concilio fue el más ver­
dadero de todos o si el de Roma fue sostenido por
el de los callos de Lítomerice.
La libertad vino sólo en 1968. No fue ni siquiera
estrepitosa. Trochta no era un líder brillante sobre
quien se escriben y fíiman manifiestos. Empezó a
trabajar como obispo y parece que aún tenia so­
brada alegría como para ser un padre de sus cu­
ras. Nadie de nosotros se enteró. Su foto no figu­
raba en ningún archivo. Pero sus ojos y su rostro
seguían recordando al de Juan XXIII, feo y alegre
como el Papa Roncalli.

Traemos a las páginas del BO LETIN SALES I A N O el editorial que la revista '^Vida Nue­
va'* ha publicado en el número 874 del pasa­
do 17 de marzo. Es una nota simpática de este
cardenal salesiano la de que haya trabajado como
peón de albañil y ayudante de fontanero. No
son distintivos incompatibles con el de la púr­
pura... que, si bien es la señal de un príncipe
de la Iglesia, también tiene el color de la san­
gre de los obreros y... de los mártires y opri­
midos de su patria.

Afortunadamente ios archivos de Pablo VI esta­
ban mejor surtidos que los de los órganos infor­
mativos y quiso honrar su nombre con la púrpura.
Pero ni ésta pudo ser visible. El obispo fontanero
pasó a ser cardenal ignorado y oculto. Era igual:
la verdadera púrpura la llevaba por dentro.
Ahora nos enteramos de su vida y de su carde­
nalato. Y conociéndole sentimos un poco de ver­
güenza de tantas cosas. Es fácil criticar a la Igle­
sia, presumir de avanzados; fácil hablar de las
estructuras opresoras y del cardenalato col orinesco; fácil soñar el regreso a un cristianismo evan­
gélico desde la hermosa burguesía en que todos
nosotros vivimos. Lo que ya no es tan fácil es rK>
perder la sonrisa arreglando grifos mientras nos­
otros criticamos, hablamos y soñamos.

— 15

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Un equipo de educadores
salesianos de la Central
Catequística Salesiana de
Madrid, de psicólogos y
médicos, ha abordado con
valentía, profundidad y decadeza un tema urgente y
necesario para la educa­
ción de nuestros jóvenes.
Se trata de una colección
completa, dividida en seis
temas. Cada tema está
presentado en un álbum
de diapositivas sonoriza­
das en cassette, con su
correspondiente libreto de
abundante texto pedagó­
gico y formativo.
16

UNA NECESIDAD
Ya hace un año que está en la
calle la colección en diapositivas
«Educación para el Amor». Ha sido
un éxito editorial. Voy a la Libre­
ría D. Bosco de la calle de Alcalá
y pregunto al librero con curiosi­
dad para escribir este artículo.
Don Pedro —así se llama el salesiano que me atiende— me en­
seña un ordenado acervo de cartas:
—Todo esto es un montón de
pedidos de la colección. No damos
abasto.
—¿No se esperaban tal vez esta
salida?
—Sí, pero no tan clamorosa.
Las carpetas de diapositivas vie­
nen de los estudios fotográficos y
se agotan en seguida. Es un in­
dicio de la necesidad que había en
este campo de la educación.

—Nos las piden de colegios ofi­
ciales y privados, religiosos, reli­
giosas, parroquias, residencias...
Y esta prisa en adquirir este ma­
terial habla claramente del interés
universal por un tema que preo­
cupa a padres y educadores. Por
otra parte, aunque en España ha­
bía un interés parcial en este te­
rreno de la sexualidad, no poseía­
mos un estudio en profundidad y
con la calidad y garantía de esta,
colección.
—Yo creo también —me corta
don Pedro— que estas diapositivas
tienen el sello y la garantía de lo
salesiano. Nuestra experiencia y
nuestra seriedad en un tema tan
delicado como éste ha sido uno
de los motivos de su éxito. Hemos
recibido, por ello, cartas muy elo­
giosas de la presente obra.

EW D IA P O S IT IV A S
QUE ES «EDUCACION PARA
EL AMOR»
Por suerte he podido hablar con
tres de los salesianos del equipo
que está elaborando estos temas
de educación sexual. «Es un pro­
ceso largo» —me dicen—. Al prin­
cipio nos dimos cuenta de la ne­
cesidad y urgencia del tema. Antes
de que otros invadieran con una
mentalidad naturalista este campo
tan delicado de la educación, qui­
simos afrontarlo con seriedad y
en seguida buscamos el equipo
de hombres para realizarlo. El di­
rector de la Central Catequística
Salesiana tomó el asimto con em­
peño y nos lanzó a la ejecución.
Sin embargo no era cosa fácil. El
tema es en sí arduo y nuevo. En
España había muy pocas cosas. Nos
llegaron unos materiales de Fran-

cia que juzgamos superficiales y
naturalistas. Era preciso hacer un
estudio en profundidad.
En verano de 1971 nos reunimos
todo el equipo de organizadores,
redactores y fotógrafos en Cam­
bados, junto a la paz de la Ría de
Villagarcía. Necesitábamos tranqui­
lidad para revisar lo hasta ahora
hecho en el extranjero, realizar
esquemas nuevos, correcciones, es­
tudios.
Para el año 1972 habían salido
al mercado, sucesivamente, las cua­
tro primeras carpetas de diaposi­
tivas con sus correspondientes cas­
settes de «EDUCACION PARA EL
AMOR»: sexo y amor a nivel bio­
lógico, psicológico, socio-cultural
y cristiano, para una educación
sexual integrada de los adoles­
centes.
Tema 0.—El problema (constata­
ción de una realidad humana de
gran transcendencia) 40 diapositi­
vas.
Tema 1.—El miedo a la libertad
(represión sexual y apertura a una
sana liberación) 120 diapositivas.
Tema 2.—Sexualidad y amor (el
sexo como realidad integradora,
creadora, dinámica, comunicativa y
transcendente) 120 diapositivas.
Tema 3.—La bisexualidad (dife­
rencias anatómicas entre hombre
y mujer) 120 diapositivas.
Para este año 1973 aparecerán

las cuatro carpetas restantes de
esta primera parte:
Tema 4.—El cuerpo, instrumento
de comunicación (la bisexualidad al
servicio del encuentro interperso­
nal. Anatomía y fisiología sexual).
Tema 5.—Hacia una sexualidad
sana (identificación sexual; desvia­
ciones sexuales; elementos de una
sana sexualidad).
Tema 6.—Desarrollo del impulso
sexual (etapas: la infancia y la pu­
bertad desde el punto de vista fi­
siológico y psicológico).
Tema 7.—La madurez sexual y
afectiva (fundamento, etapas y ras­
gos de madurez).
LABOR DE PSICOLOGOS,
MEDICOS,
SACERDOTES y TECNICOS
El trabajo era delicado y exigía
un detallado estudio. Me enseñan
los cuatro libretos de los guiones.
Basta hojearlos para darse cuenta
de la formidable tarea llevada a
cabo por este equipo. Cada uno
de los comentarios de los fotogra­
mas es la síntesis de un tema de
psicología. Las notas al pie de pá­
gina señalan la abundante biblio­
grafía consultada. Estos cuaderni­
llos son un excelente resumen de
la extensa materia estudiada. U ti­
lísimos para maestros y educado-

“Ei doble en el espejo”, la niña advierte que se está haciendo mujer.
Es el momento en que sus padres y educadores han de descubrirle el
profundo misterio del arrtor.

“Hay que iniciar a los adolescentes
conforme avanza su edad
en una positiva y prudente educación sexual”
(Vaticano II).

res, no sólo porque reproducen la
sonorización de las cassettes, sino
porque en ellos encontrarán una
riqueza de argumentos y observa­
ciones para la formación de los
jóvenes y una explicación y estu­
dio más amplio de los cuadros.
Estos estudios se han hecho bajo
el asesoramiento de Manuel Tejera
de Meer, profesor de Psocología
Clínica en el Pontificio Ateneo Saiesiano de Roma y especialista en
Sexología; Agustín Payno y María
Cristina de Orive, Sra. de Payno,
doctores en Medicina; María Tere­
sa Rodríguez Llanillo, licenciada
en Pedagogía: Juan Velasco, direc­
tor de la CCS; Unión de Padres de
Familia de Madrid-Pueblo Nuevo
y un grupo de alumnos y alumnas
de Enseñanza Media y Universita­
ria.

han exportado a la mayor parte de
los países hispanoamericanos y los
guiones se están traduciendo y
adaptando para Italia. Asimismo,
se han recibido muchas comunica­
ciones elogiando la calidad y la in­
cidencia pedagógica de los mensa­
jes y contenidos. A esto se debe,
principalmente, el éxito comercial
y la singular acogida de la colec­
ción.
La conjunción de la Ciencia, de
la Pedagogía y Psicología, de la
Catequética y el arte de la foto­
grafía ha creado esta obra verda­
deramente educativa y original, sin
duda, una obra maestra en su
género, que supera a otras de te­
mas similares en el extranjero.

LOS TEXTOS.—Los que han
llevado el peso del trabajo han si­
do cinco salesianos que han estu­
diado los temas y han concretizado
los guiones impresos: Francisco
Martínez, doctor en Filosofía y
Letras: Laureano C. Cibeira, espe­
cialista en Lingüística: José María
Martín Flores, profesor de Catequética: Luis Alvarez. licenciado
en Teología Pastoral; y Jesús Pa­
blos, licenciado en Filosofía y Le­
tras y Periodista.

LOS DESTINATARIOS

LAS FOTOGRAFIAS.—La cali­
dad de las diapositivas se debe al
trabajo de los salesianos José Luis
Mena, Juan José Remón. Félix de
la Fuente y Antonio García.
No se han regateado medios para
lograr unas transparencias extraor­
dinarias y originales con el más
refinado gusto del arte y de la
técnica. El equipo de fotógrafos se
han desplazado al extranjero y ha
recorrido la geografía española pa­
ra ofrecemos su lenguaje de luz
y color, elocuente por sí mismo.
Nuestra misma sensibilidad captaró inmediatamente la calidad fo­
tográfica de las transparencias. El
equipo de fotógrafos de la CCS
goza del mayor prestigio en el
ámbito nacional.
Pero esta colección también ha
traspasado ya las fronteras de Es­
paña para llegar al extranjero. Se
18

Pregunto por los destinatarios de
esta obra. «La Educación para el
Amor» —se me dice— está hecha
principalmente para adolescentes.
El chico necesita una respuesta cla­
ra y amorosa a sus preguntas in­
quietantes y a sus problemas hu­
manos que empiezan a plantearse.
Los padres y educadores encon­
trarán en estos temas un material
precioso para llevar al corazón del
chico el mensaje del misterio del
hombre y su profunda realidad.
El educador que presente estos
temas debe esmerarse en una cui­
dada preparación próxima para ex­
plicar con acierto el valor positivo
y humano de la sexualidad a unas
mentes que van a recibir por vez
primera la revelación del misterio.
La improvisación puede ser per­
niciosa; aunque una simple proyec­
ción de los fotogramas con el acom­
pañamiento de las grabaciones es
de resultado positivo.
Sobre todo, será de gran utilidad
la presencia de padres y educado­
res en la proyección de las trans­
parencias, para dar oportunidad al
diálogo y al contraste de parece­
res. Despertar el diálogo es una
de las primeras finalidades de la
«Educación para el Amor». Y el
papel del educador es imprescin­

dible para conseguir el desdrama­
tizar el tema sexual y lograr una
normalidad del lenguaje en un
campo en el que ha predominado el
falso pudor, el miedo, la vergüen­
za... y la ignorancia.
El diálogo de padres y educado­
res con los adolescentes y jóvenes
en temas de esta índole dará pro­
fundidad e importancia a la orien­
tación de sus actitudes ante la
vida. Los muchacáios ya no se en­
contrarán solos ante uno de sus

“Hay que ayudar a los niños
a desarrollar armónicamente
sus condiciones físicas, morales e intelectuales
a fin de que adquieran gradualmente
un sentido más perfecto de la responsabilidad”
(Vaticano II).

La proyección de estas diaposi­
tivas y el diálogo abierto y normal
darán serenidad y naturalidad a un
tema que ha tenido excesiva car­
ga de morbosidad. En muchas re­
uniones —se me explica— se ha
dado el caso de jóvenes y ma­
yores que han exclamado: ¡Y es­
to, ¿por qué no nos lo han dicho
antes?!
Por consiguiente, no se trata de
unos medios audiovisuales con el
fin exclusivo de adquirir unos co­
nocimientos o para ver unas fotos
más o menos artísticas; se trata,
sobre todo, de abrir una puerta
ancha al diálogo, de manera que
se le brinde al muchacho una estu­
penda oportunidad de manifestarse
ante uno de los problemas de ma­
yor importancia en su vida.

LA PERSONA Y EL AMOR

mano,
prendidos
de la mano,
avanzamos
al futuro.

mayores problemas cuya inhibición
condicionaría el desarrollo de su
personalidad.
Por otra parte, los mismos adul­
tos son susceptibles de una for­
mación actualizada para saber va­
lorar una materia que hasta ahora
ha sido considerada tabú. Cuán­
tas faltas cicatrizadas pueden ha­
llarse en el sondeo de la concien­
cia y de la juventud sin una solu­
ción profunda y acertada del pro­
blema sexual.

Subrayando más la finalidad que
ha motivado a este equipo de salesianos a lanzarse a estos medios
educativos, uno de ellos me abre
un cuadernillo y me lee algunos
de la presentación de los temas:
«Nuestro objetivo no es el de una
instrucción sexual, sin más. Ni una
instrucción sexual desintegrada del
resto de la persona; tan sólo la
persona como un todo puede ser
objeto de influencias educativas.
Educar en el amor no consiste en
iniciar en las técnicas del acto se­
xual, sino convertirse en persona
adulta».
«El amor —dice un teólogo ac­
tual— no es una actuación acciden­
tal de la persona, sino un acto
existencial, en que la esencia más
intima del hombre queda constitui­
da en plenitud. Sin el amor, la
esencia del hombre, en cuanto
esencia, no está actuada en pleni­
tud, no realiza su exigencia
íntima, no es auténticamente, está
alienada». Por eso, este equipo de
educadores salesianos ha compren­
dido que educar para el amor es
educar a toda la persona en pleni­
tud. No se puede hablar de educa­
ción sexual si se prescinde del

amor. Y educar en el amor y para
el amor es educar a la persona. Se
educa al adolescente, al joven, pa­
ra que llegue a realizarse como
hombre, como persona.
MAS ALLA DE LA GALASIA
GUTENBERG
La conversación nos ha llevado
a una reflexión filosófica y teoló­
gica, al margen de mis pretensio­
nes. Ahí q u ^ a . Nunca es malo el
verano por la abundancia de cose­
cha.
Pero quiero terminar con un
aplauso en letras de molde a estos
educadores salesianos que han lo­
grado una obra redonda en un te­
ma que todos admitimos como di­
fícil y que ya está dando frutos en
España y en el extranjero. Y cons­
te, que son pioneros.
En un mundo que resbala por la
pendiente de la erotización, aquí
está el «alto» de estos pedagogos
que vienen a iluminar con su pala­
bra sabia y amorosa los problemas
más inquietudes de los jóvenes
antes de que éstos los malaprendan
en la calle. Muchas gracias, ami­
gos, por vuestro buen servicio.
Todavía huelen a tinta húmeda
las palabras del Cardenal Carroñe
en su reciente conferencia a los
salesianos de la Casa Generalicla
de Roma; «Pero el mundo camina
de prisa y ya estamos más allá de
la «Galasia Gutenberg». Si el libro
es aún el instrumento por excelen­
cia de la comunicación, aquí están
los medios audiovisuales, con su
formidable potencia, con su ince­
sante progreso; de la radio a la
televisión, al vídeo-cassette, a los
video de bolsillo. Todo esto debe
usarse. Un Don Bosco lo hubiera
hecho plenamente consciente y los
Salesianos también lo hacen, tras
sus huellas. ¡Qué panorama tan
inmenso! La Iglesia sabe que los
hijos de Don Bosco continúan su
obra y pone en ellos su confianza».
Adelante pues. No tengáis mie­
do en pisar el acelerador.
R. A.
— 19

UNA PARROQUIA
EN 6UADALAJARA
bino de Juan, Juan de la Cruz Mar­
tín, Tadeo Jesús Martín, Eusebio
Martínez, José Ramón Martínez,
Juan Francisco Muñoz, Miguel Ni­
ño, Valentín de Pablo, Lorenzo Ra­
mos, José Antonio Rubio, José An­
drés Valencia, José Luis Vázquez
Díaz, Pedro María Aguirre, Amadeo
Alonso, Bernardo Alonso, Jesús Al-

Guadalajara. — Con el título de
María Auxiliadora y Santa María
Magdalena ha inaugurado el señor
Obispo de Sigüenza-Guadalajara la
nueva parroquia confiada a la Con­
gregación Salesiana. Fue inaugura­
da el pasado 31 de enero. El Obis­
po presidió una concelebración y,
en la homilía, presentó al párroco
salesiano, don Octavio Sevillano. Al
final, el párroco se puso a dispo­
sición del Obispo y de los fieles.
"Como salesiana — dijo— ésta de­
be ser una parroquia -para la ju­
ventud” . En un salón del Filosofado
se celebró ei acontecimiento y un
joven salesiano dirigió un saludo de
gratitud al Obispo y a los fieles
allí reunidos.

BODAS DE DIAMANTE
EN VI60

35 NUEVOS SACERDOTES
EN SALAMANCA
Salamanca. — El pasado 22 de
abril, Domingo de Pascua, recibie­
ron la ordenación sacerdotal 35 jó­
venes salesianos pertenecientes a
las Inspectorías de Bilbao, León y
Madrid, en la iglesia del Teólogado de Salamanca. Sus nombres
son; Manuel de Castro, Agustín
Cuevas, Guillermo García. Luis Gar­
cía. Antonio González, Eugenio
González, José Luis González, Sa-

20

varez Prada, Jesús Arce, Ramón
Azofra, Felipe Bandera. Eduardo
Blanco, Mariano Castaño, Santiago
Escudero, Narciso de la Iglesia,
Juan Linares, Luis Manuel Moral,
Agustín Pacheco, Jesús Sáez, Ur­
bano Sainz de Baranda.
La Familia Salesiana se siente
feliz por estos hermanos que lle­
gan a! sacerdocio y, al darles la
enhorabuena, agradece al Señor su
generosidad en la entrega de su
vida al servicio de Dios. En unos
años en que merman las vocacio­
nes es un número consolador.

Vigo.— Del 1 al 4 de febrero se
han celebrado diversos actos en
la Asociación de Antiguos Alumnos
de Vigo para conmemorar los se­
tenta y cinco años de la llegada
de los primeros salesianos a dicha
ciudad. Hay que destacar la cele­
bración del Xill Consejo Regional
de Antiguos Alumnos, la imposición
de insignias a 32 exalumnos jóve­
nes, la ofrenda floral ante el m o
numento a Don Bosco y un almuer­
zo de confraternidad.
Son varias las casas de la Espa­
ña Salesiana que celebran sus bo­
das de diamante, de oro y de pla­
ta... El BOLETIN espera hablar de
ellas ampliamente en meses suce­
sivos.

POR
El MUNDO
SALESIANO

cubrir el sentido de Dios en sus
vidas y en su acción. Es lo que Don
Bosco llamaba en el lenguaje de
su tiempo lo sobrenatural.
Agradece a los Cooperadores Sa­
lesianos su simpatía hacia la Obra
de Don Bosco. Con su trabajo in­
cansable consiguieron hacer posi­
ble la llegada de los primeros Sa­
lesianos a México.
Finalmente, el Rector Mayor se
une al gozo de todos y les envía
su bendición.

O C H En A AÑOS
EN MEXICO
México. — Con m ot i vo de los
ochenta años que la Congregación
Salesiana acaba de cumplir en Mé­
xico, el Rector Mayor ha dirigido
a los Salesianos de la nación her­
mana una preciosa carta que resu­
mimos en sus puntos principales;
• Fue Don Rúa quien se deci­
dió enviar, hace ochenta años, a
México a los primeros cinco sale­
sianos, tres sacerdotes, un clérigo
y un coadjutor, capitaneados por
don Angel Piccono.
• Mirando al pasado, evocamos
figuras como la de monseñor Piani
y las de tantos salesianos genero­
sos que construyeron la historia vi­
va de Don Bosco en México. Debe­
mos tomar conciencia de nuestro
contacto vital con quienes fueron
ios pioneros de esta hermosa em­
presa salesiana.
Tampoco podemos olvidar la dolorosa prueba que dispersó a nues­
tros hermanos y trajo ia muerte apa­
rente de la Congregación en Mé­
xico. Fueron años difíciles que pre­
pararon el despertar, la reconstruc­
ción y ia vitalidad de las dos Ins­
pectorías mexicanas.
• Mirando al futuro, hemos de
ser constructores en la triple línea
de nuestra vocación salesiana; ju­
venil, popular y misionera.
Hace el Rector Mayor una llama­
da; “ Intensificar la acción vocacionaJ y formativa". Que el Salesíano
y las Comunidades vuelvan a des­

C A S A DE ESPIRITUALIDAD
"D O N B O S C O ”
New York.—Junto al Santuario maríano de West Haverstraw se ha fun­
dado la casa Don Bosco para ejercicios, encuentros de renovación, re­
tiros, conferencias, etc. Desde noviembre de 1971 que abrió sus puertas
al primer grupo de caballeros, católicos han desfilado ya por ella más de
4.000 personas: católicos, protestantes, sacerdotes, monjas, adultos, chi­
cos y chicas, grupos de matrimonios...
Consta la casa de 54 habitaciones con aíre acondicionado, dos capilías, tres comedores, varías salas de reunión, sala de recreo, campos
de juego y un extertso jardín. Sin embargo, la casa ya resulta pequeña
por la afluencia de personal. Su director es el salesiano don José Louís
quien, a pesar del tr^ajo que tiene, se siente solo y en espera de nuevos
sacerdotes y salesianos que le ayuden en su empresa apostólica.


21



TODA UNA VIDA... PARA OIOS
Y PARA DON B08C0
Se habla hoy día mucho, tal vez demasiado, de los “signos de los
tiempos”, del va!or del “testimonio, de la necesidad del apostolado de
“encarnación” , etc. Nosotros vamos a traer hoy, a las páginas del BOLE­
TIN SALESiANO, el SIGNO, el TESTIMONIO y el valor concreto, con peso
específico reconocido por toda la gran Familia Salesiana de España, de
UNA VIDA toda ella entregada al amor sacrificado y fecundo de Dios y de
Don Bosco en la Congregación Salesiana.
Esta vida hecha y derecha; esta figura sacerdotal y apostólica, la co­
nocemos todos. Pero no está de más que nos acerquemos a ella y le inte­
rroguemos con sinceridad: ¿QUE PIENSAS, QUE DICES DE TI MISMO?
Don Tomás Baraut siempre tiene
mucho que decir. La paiabra, y so­
bre todo ei "amor" que ia impulsa,
siempre ie ha desbordado en los
labios y en el corazón. Por lo mis­
mo no es difícil dialogar con él.
Hacerle hablar. Lo realmente difí­
cil es controlar su verbo, su entu­
siasmo, su corazón de auténtico
apóstol salesiano, que, a sus se­
tenta y un años, aún respira ale­
gría y optimismo juveniles.
— Don Tomás, queremos hacerle
UNA FOTOGRAFIA SICOLOGICA.
Está de moda. Necesitamos su con­

curso. Esperamos su colaboración.
"La vida no merece la pena vivirse
si no es para quemarla en aras de
un Ideal noble y altruista”. ¿Con­
forme con la frase?
— De acuerdo. Y precisamente
por tratarse de la frase de un pen­
sador cristiano y español, nos in­
vita al comentario. Así como en el
contexto evangélico, el morir de la
semilla en el surco no es “ podrir­
se” , sino transformarse en espiga,
de modo semejante la expresión
"quemar la vida", no quiere decir
aniquilarla, sino convertirla total-

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
B eca « G ratitu d » . P r im e r a e n tr e g a : 6.000 p ts.

INSPECTORIA DE BILBAO
B eca «M am á M a rg a rita » . L . C a ñ a d a . P a m p lo n a . N . e .: 260. T . : S2.600 p ts.

INSPECTORIA DE CORDOBA
B eca « S eb astiá n M*. P a sto r» . C ó rd o b a. N . c .: 2.000 p ts . T o ta l: 70.015 p ts .

INSPECTORIA DE LEON
B eca «D. E m ilio M ontero». B e rn a rd in a G o n téle* . O ren se. 1.* e.: 1.000 p ts .

INSPECTORIA DE SEVILLA
B eca « M aría A u x iliad o ra» . Cádlx. A rch . N . e .: 1.000. T o ta l: 59.000 p ts.
B w n « C o rp u s C h rts tl. S rta . J . Q u in ta n a . S evilla. N . e . : 100. T .: 16.200 p ts .

INSPECTORIA DE MADRID
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