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DON BOSCO
Una página para los niños

Ouoridos omigoa Juanito y Mari;

-Venid, venid a ver. ¡Llueven rosas!

saleslano se levantó y se asomó a una azoíellla.
Comenzó a gritar:

Desde lo alto caían verdaderas nubes de ro•Por al fuero poco lo que nos ha llovido este
Invierno, vienes ahora con eso do las aguas
mil...» Yo lo aé, amlgoa. que os gustan más los
dios brillantes, llenos de sol. Al mismo tiempo
son como una Imagen do lo alegría que bulle
dentro do vosotros. Pero si no fuero por la llu­
via. los árboles no estarían ton verdes y fron­
dosos, ni el compo tan bonito. Por eso. es neceenrlo que llueva y que hago sol. Gracias al aguo
do esto Invierno tenemos un mea de abril tan

— iUna lluvia de espinas! |Una lluvia de es-

sas fragantísimas...

plnasl

delicioso y primaveral.

— ¡Oh. por finí —exclamó entonces el saEn efecío, calan espinas en gran cantidad
como gotas de agua en una lluvia torrencial.

Después se oyó un segundo (rueño, fan fuerte
como el anterior. Y pareció que el temporal Iba
amainando un poco. Pero entonces el saleslano
volvió a gritar desde la terraza:

SI viórols. Las acacias que crecen Junto a
mi cuarto están reventando de verdor. Yo diría
quo 80 han vuelto locos. Y os que lo vida vuelve
a ellos como un milagro. Yo pienso que son
como el símbolo de lo resurrección. Aunque eso
de símbolo seo una palobreja de las que no le
gustan o Mari. Poro así es más fácil comprender
por qué en estos días celebramos los cristia­
nos la Pascua dol Seflor. Lo Pascua, florida como
las acacias quo me alegran coda moftano...

_|0h. qué hermosural jUno lluvia de capullos!

Y por los aires descendía tal canfíded de
capullos de llores que al punto formaron en el
suelo una espesa capa.

A l estallar un tercer trueno, se dejaron ver
algunos trozos de cielo sereno que irradiaban
haces de luz solar.

oOo oOo oOo

Y el saleslano volvió a gritar de nuevo:

— ¡Una lluvia de flores! lUna lluvia de floresl
A propósito de las «aguas mil de abril», voy
fl confaros hoy un sueño que tuvo Don Bosco y
en el que se habla de unas lluvias misteriosas.

Uno noche el santo soñó que estaba dando
una conferencia. Mientras hablaba, se dio cuenta
de que el cielo empezó a nubferse. £n un santlamén se desencadenó una tempestad de rayos,
relámpagos y truenos espantosos. De repente
retumbó un trueno gordísimo que hizo temblar
o le casa como s i también tuviera miedo. Un

lesiano...

oOo

oOo oOo

Corría el afio 1884. uno de los últimos de
la vida de Don Bosco. Vosotros sabéis que el
santo murió en 1888. La lluvia de rosas era
como la bendición que el Señor le mandaba
después de tantos años de luchas, de trabajos
y de sacrificios como le tocó pasar. Dios le
premiaba con esa lluvia tan bella que le pareció
ver en el sueño.

Yo creo, amigos, que nosotros también nos
asustamos de lo que tenemos que trabajar.
Creemos que serla más bonito estar siempre
de diversión y de vacaciones. Pero también
comprendemos que sin esfuerzo no puede haber
lluvia de rosas, a no ser que fueran artificiales.
Pero las flores artificiales, de papel o de piestico. no nos gustan, por muy bonitas que parez­
can. Queremos rosas de verdad.

Todo el espacio apareció lleno de flores pin­
tadas de belleza. Las habla de todas clases y
(amaños. Y. en un abrir y cerrar de ofos. cubrie­
ron al suelo y los tejados de las casas, ofre­
ciendo un panorama de variadísimos matices.

Hoy os deseo para vuestra vida una llu
de rosas. Aunque para ello tengan que c
antes muchos chaparrones que os dejarán cr
una sopo. ¡No les tengáis miedo! Después

Un cuarto trueno resonó potente y clamo­
roso. i l délo, no obstante, estaba completamente
sereno y brillaba un sol esplendente. Y. otra vez.

Recibid un abrazo de vuestro amigo.

el saleslano vohrió a gritar:

la
er

an-

drán las rosas.

PADRE RAFAE

II

Revista de la Obra de Don B oico
Arto XC • Núm. 4 • Abril 1977
Director: RAFAEL ALFARO
¡
I

I
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Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalá, 164
Teléfono 255 20 00
MADRID-26
Depósito Legal: M. 3.044-1958
(Con censure eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Atocha

Cristo es nuestra Pascua, ¡aleluya!
Cristo es nuestra fiesta, ¡aleluya!
Cristo es nuestra esperanza, ¡aleluya!

EN ESTE NUMERO

Una explosión de espe­
ranza ...........................
Com prometidos e n la
pastoral.......................
Qué escuela pública que­
remos ..........................
Testigos del campo de
misión .........................
Córboda, 75 años de ser­
vicio salesiano .........
Breve diccionario para
don M ig u e lito .............
Salesianos de la tercera
edad..............................
Cristo, nuestra Pascua
(Póster) .....................
Panorama salesiano.......
Basta un nudo en el pa­
ñuelo ...........................
Padres de salesianos, al
habla ...........................
En el corazón de los An­
des bolivianos.............
Dio su vida por los Guai­
cas ...............................
Nuestra g ra titu d .............
Fueron a la casa del Pa­
dre ...............................

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4
6
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12

• E stán muy. bien estos gritos que expresan la fe del corazón
Es la celebración alegre y gozosa y desbordante de n u estra libera­
ción. Los cristianos no podem os e s ta r triste s nunca. Ni au n cuando
el dolor se cebe en n u estra carne de hom bres que viven y sufren.
Por eso mismo, los que tenem os fe y la celebram os, tam bién h e­
mos heredado el com prom iso liberador de Cristo. Com o él, estam os
em peñados en la propia liberación y en la de todos los hom bres del
m undo. No pueden celeb rar su fe' tranquilam ente y en paz los que
no luchan por h acer m ejor la sociedad en que viven. Una celebra­
ción sin com prom iso liberador es un engaño, una alienación, un fol­
klore, quizás.

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NUESTRA PORTADA

En todas las inspectorías de
la España Salesiana se cele­
bran pascuas juveniles. Cris­
to resucitado, el que acampó
entre nosotros, nos estimu­
la a una vida nueva, a una
esperanza nueva, a un nuevo
amor, -precisamente porque
estamos de paso y hay que
darse prisa...
Foto: Jo sé Luis Mena

UNA EXPLOSION DE ESPEBANZA

• Lucha y contem plación era el lem a que, hace unos años, mo­
vió a la juven tu d del m undo en la celebración d e su Concillo de
Taizé. Es la misma idea que antes indicábam os: carece de sentido la
contem plación o la fiesta de aquél que no ha em pleado brazos y
m anos para luchar, para cam biar el mundo.
jQ ué bien lo entendieron los jóvenes cuando lograron que el h er­
m ano Roger se com prom etiera a h acerse peregrino p ara denunciar
la opresión de ta n tas dictaduras de izquierda y de derecha, in stala­
das en tan to s países! Y a anunciar la alegría de la lucha y de la
esperanza.
Porque, ¿qué derecho tiene, p ara sen tarse luego a la m esa con los
luchadores el que se h a cruzado de brazos? A lo m ejor es el p ri­
m ero en ento n ar cantos de júbilo. P ero esa alegría sonará a falsa
moneda. La celebración de la Pascua exige un com prom iso de fe
y de vida.
• Ahora, en nuestros colegios, en n u estras asociaciones, en n u es­
tro s pueblos, soplará el aire prim averal de la Pascua. Un aire nue­
vo de resurrección y de vida, de fe y de esperanza. P ero solam ente
esperan los que tienen ansias de renovación, los que sufren ham bre
y sed de justicia.
La resurrección del S eñor J e ­
sús es el vuelo poderoso que
hace estallar la p rim avera del
am or, que levanta la vida de
los cristianos hacia el fu tu ro
mejor, siem pre m ejor. S ostie­
ne nuestros brazos en el do­
lor, en el trabajo, en la ilu­
sión. Es una explosión de espe­
ranza.

COMPROMETIDOS EN LA PASTORAL PARROQUIAL
Un curso más...: esta vez de «Comprometidos en la Pastoral Parroquial». Los organizadores no
quisieron que se llamara curso de «párrocos» de Europa: lo eran la mayor parte de los participantes.
El tema «parroquia saleslana» está todavía candente después de la declaración del pasado Ca­
pitulo General Especial; y volverá a estudiarse, seguramente, en el próximo C. G. 21 cuando se in­
tente «fijar» los artículos sobre el carisma saiesiano que las Constituciones presentaron ad experimentum.
El curso ha tenido lugar en Roma, del 4 de enero al 8 de febrero.
Transcribimos aquí la homilía histórico-pastoral que don Juan Raineri, encargado general de la
Pastoral de Adultos, pronunció en la concelebración eucaristica de la fiesta de San Juan Bosco.

ALGUNAS IDEAS
«PARROQUIALES»
DE DON BOSCO
El CGE, cuando intenta dar las
lineas generales para hacer reali­
dad la «fidelidad dinámica* a Don
Bosco, dice:
• Que Don Bosco recibió una
vocación especial del Espíritu San­
to en la Iglesia.
• Que él entendió que tal mi­
sión consistía en la evangelización;
— de los Jóvenes, sobre todo de
los pobres.
— de la clase popular «o adultos
de la clase baja», especial­
mente del campo.
— y, más tarde, de los pueblos
paganos.
• Que él realizó personalmente
tal misión según un estilo particu­
lar de vida y de trabajo según el

modelo de San Francisco de Sales,
y que fundó, para continuar su mi­
sión en la Iglesia con el mismo es­
píritu. los Salesianos, las Hijas de
María Auxiliadora y los Cooperado­
res.
• Que «Don Bosco siguió la ins­
piración del Señor haciendo coinci­
dir siempre su acción y sus obras
con las exigencias del tiempo y de
los lugares-. Por que en toda ac­
ción hay:
— intenciones permanentes, que
habrá que conservar por enci­
ma de todo.
— y formas contingentes, y cam­
biables. que habrá que aban­
donar cuando hagan difícil, a
veces imposible, la realización
de esas intenciones perma­
nentes.
La consecuencia operativa quedó
así redactada: «Los Salesianos dó­

ciles al Espíritu Santo, deben rea­
lizar su vocación en el contexto de
hoy. (CGE. 2/22).

1.— Un documento
poco conocido
Estos días pasados los párrocos
del curso han meditado sobre un
documento muy poco conocido. «El
Primer Reglamento para las Parro­
quias-.
En ei CG de 1883 se comenzó a
tomar conciencia del hecho nuevo
de que la Congregación se estaba
abriendo al apostolado parroquial:
existían ya al menos cuatro parro­
quias.
Con el sentido práctico y concre­
to que distinguía a Don Bosco. qui­
so éste que se discutiese un re­
glamento sobre esta nueva activi­
dad salesiana, cuya importancia no
minusvaloraba.

DOCUMENT
La discusión no logró llegar a la
conclusión deseada, y se nombró
una comisión que presentó un re­
glamento al 4.” CG, en 1886, regla­
mento que quedó aprobado.
La importancia de este documen­
to está:
— en su tono pastoral; por des­
gracia, en los sucesivos Capítu­
los G. y en la redacción definitiva
de los Reglamentos, desaparecieron
casi todos ios elementos pastora­
les:
— en la forma concreta y dúctil
con que se resuelven las distintas
situaciones, dejando la puerta abier­
ta a futuros arreglos: todo esto muy
en consonancia con la manera de
ser de Don Bosco;
— en que la aprobación se hizo
en presencia de Don Bosco y por
su intervención directa en la solu­
ción de una cuestión en la que los
capitulares corrían el riesgo de que­
dar embarrancados:
— y en la presencia en el Regla­
mento de las ideas pastorales de
Don Bosco. cosa fácil de demostrar
confrontando algunos de estos pá­
rrafos con otros testimonios que
trasmiten su pensamiento sobre es­
te particular.

2.— «Intenciones
permanentes»
• El espíritu de nuestro Santo Pro­
tector era hacerse todo para todos,
—ómnibus omnia factus— y este
mismo espíritu, si debe ser el alma
de todos ios Salesianos, tendrá que
serlo de un modo especial de aquél
que es llamado a llevar una parro­
quia-.
Lo cual quiere decir que no dis­
cute si es o no posible vivir el es­

ALMAGRO-BUENOS AIRES: Solem­
ne concelebracíón en la Basílica de
María Auxiliadora con motivo de la
clausura del año centenario de las
Misiones Salesianas. Las fiestas ad­
quirieron un clima de fervor con
Is presencia del Rector Mayor, don
Ricceri. A los cien años de la lle9&da de los hijos de Don Bosco a
Argentina y Suramérica. la Congreseción se prepara a las nuevas sin­
gladuras del segundo siglo en esos
P«i«es desbordantes de juventud.

píritu salesiano, ya que este se con­
vierte en norma de vida y en mé­
todo pastoral, como demuestran las
indicaciones que da el mismo Re­
glamento para las relaciones con el
pueblo, con la Casa, con los Her­
manos, con los de fuera, con las
autoridades, los sacerdotes, los
obispos, descendiendo a particu­
lares muy concretos.
•Los enfermos, los pobres, los ni­
ños —en otro lugar añadirá Don
Bosco también 'ios ancianos'—
sean objeto de especial cuidado. A
lo largo de los demás artículos son
nombrados también •los alejados-.
• El recogimiento y la delicadeza
interior, tan necesarios en un sacer­
dote, son indispensables en un re­
ligioso».
La vida común, como componen­
te esencial de la vocación salesiana queda enérgicamente reivindi­
cada:
— en Jas parroquias debe haber
puesto para una comunidad de sa­
lesianos, como solución preferen­
cia!;
— todos deben encontrarse jun­
tos para las prácticas de piedad,
posiblemente en la iglesia, para dar
buen ejemplo a los fieles:
— la admisión de gente de fuera
ha de quedar limitada a casos de
conveniencia pastoral, con el fin de
no molestar a la vida común:
— las cuestiones de competen­
cia entre párroco y director deben
resolverse teniendo presente:
• por una parte, el bien de los
fieles,
• por otra, la caridad fraterna y
el buen ejemplo de los fieles
y de los Hermanos.
— estén los Hermanos antes que
los fieles en los cuidados del pá­
rroco.

3.— «Formas contingentes
y mutables»
Hubo formas contingentes que
guiaron, ciertamente a Don Bosco
en la aceptación de paroquias, y que
han quedado codificadas en la se­
gunda parte del artículo Introducti­
vo. Dejando bien clara la norma ge­
neral de «cierta resistencia en
aceptar parroquias- dados los fines
de la Congregación, se prevén con­
cretamente aigunas razones de ex­
cepción, todas eiias ya experimen­
tadas:
— parroquias ofrecidas directa­
mente por el Papa: Sacro Cuore de
Roma,
— mayor gloria de Dios y bien
de las almas: La Boca en Buenos
Aires,
—conveniencia, lugares de mi­
sión.
Se deja a la discreción de los Su­
periores de Turín y de los Inspec­
tores, y de los mismos párrocos y
directores diversas interpretacio­
nes.
CONCLUSION

Merecería ser tratada ampliamen­
te la fisonomía del párroco salesfano diseñada por Don Bosco: pastor
en medio de la grey, padre en me­
dio de sus hijos, y siempre en con­
tacto con su pueblo...
Es él. Don Bosco. quien conclu­
ye: -El párroco salesiano que con­
serve el espíritu de la Congrega­
ción. observando escrupulosamente
sus votos y estas pocas normas, no
dejará de ser un apóstol en medio
del pueblo que Dios le ha confiado,
y, santificándose, ganará muchas al­
mas para el cielo-. ^
JUAN RAINERI

¿QUE ESCUELA PUBLICA QUEREMOS?
¿Cuáles son las características de la escuela pública que deseamos? El Salesiano
Francisco Riu ha publicado un articulo en «La Vanguardia» sobre este tema de
gran actualidad y que juzgamos de interés para nuestros lectores. Ofrecemos del
mismo las ideas más importantes que esclarecen una cuestión que está en la calle,
en la prensa y hasta en ambientes políticos y sociales.

LO QUE NO E8 ESCUELA PUBLICA

£1 tema ya está en la calle otra vez,
Y con la misma virulencia de hace un
año. Ahora, en el contexto de unas
elecciones en el Colegio de Doctores
y Licenciados. Si uno fuera algo mds
ingenuo, podría llegar a sorprenderse.
Pero la vida, poco a poco, nos va en­
señando a leer y a interpretar. Lo cier­
to es que si, como ciudadanos con voz
y voto, queremos llegar a opciones
conscientes y libres, se imp>one un mí­
nimo de claridad en las expresiones.
De no ser asi, la ambigüedad habitual
de ciertos términos y cslogans corjtinuatil engañando a unos y a otros.
¿En beneficio de quién?
Esto viene a cuento por la ambi­
güedad que presenta la expresión “es­
cuela pública” que, hoy por hoy, pue­
de decir mucho y puede no decir na­
da. Veémoslo.
Si quisiéramos definir la escuela pú­
blica por negación podríamos apuntar,
por ejemplo, que la escuela-negocio no
es escuela pública; que muchas escue­
las estatales, por estar desvinculadas
de su entorno, sin sensibilidad ningu­
na ante la realidad sociocultural de la
zona o barrio, sin apertura real a fa­
milias y entidades con ellas relaciona­
das, no pueden llamarse escuelas pú­
blicas.
Que una escuela elitista que discri­
mina a alumniw y familias por moti­
vos económicos a sociales, que selec­
ciona con criterios de capacidad inte­
lectual o brillantez académica, tampoco
se parece a la escuela pública. Y po­
dríamos continuar por esta línea y to­
dos estaríamos de acuerdo.

parecer necesarias de la llamada escue­
la pública. Apuntemos algunas:
La escuela ha de ser servicio públi­
co, es decir, servicio abierto a todo
ciudadano, sin discriminación; escue­
la para todos y no cerrada a nadie que
la quiera. Hay quienes desearían, con
todo, evitar la expresión “ servicio pú­
blico” y prefieren hablar de “servicio
de utilidad pública”, porque, dicen,
los servicios públicos, según ciertas le­
gislaciones, son competencia de la Ad­
ministración del Estado. Y esto es su­
mamente peligroso. Importante, pues,
que sepamos qué queremos decir si
nos referimos a la escuela “ servicio
público”.
La escuela ha de ser gratuita para
todos los niveles obligatorios. Esto
supone, simplemente, que la educa­
ción de los hijos no deben gravitar
directamente sobre la economía de las
familias. Una escuela no gratuita es
necesariamente discriminatoria, y esto
tanto si la no gratitud se da por vo­
luntad expresa de quienes la gestionan
(y estaríamos en la esaiela-negocio),
si se produce al negársele la ayuda de
los bienes públicos.
Por esta razón, la escuela debe ser
financiada por las entidades públicas,
es decir, por esos organismos, pronto
representativos en nuestra sociedad de­
mocrática, que asumen la responsabi­
lidad de proveer al bien de todos, ad­
ministrando los bienes de todos, para
servicio de la comunidad a la que se
deben. Y a la financiación debe corres­
ponder el conveniente control.

ALGUNOS INTERROGANTf<
ALGUNAS CARACTERISTICAS
NECESARIAS

El problema se presenta cuando, al
proponer una definición descriptiva,
se señalan algunas características al

A simple vista, puede parecer que
también estamos todos de acuerdo en
estes tres aspectos de la escuela pú­
blica. Pero, evidentemente, no es así.
Y ello porque expresiones aparente­
mente claras y definidas permiten di­

versas interpretaciones. He aquí, por
ejemplo, algunos interrogantes:
Si el Colegio de Doctores y Licen­
ciados de Madrid, en “Una alternati­
va para la enseñanza” (Enero, 76), di­
ce que “ es misión primordial del Es­
tado hacerse cargo de la educación de
los ciudadanos”. Y que “la enseñan­
za estatal ha de extenderse hasta ab­
sorber las enseñanzas fundamentales de
todos los niveles y modalidades” pre­
cisamente porque la enseñanza debe
ser un servicio público, ¿estamos to­
dos de acuerdo? ¿No decimos ya que
todo servicio público compete a la Ad­
ministración del Estado?

DOCUMENTC
Por otra parte, cuando nos referi­
mos a las entidades públicas que de­
ben financiar y controlar la escuela,
¿confundimos estos onanismos con los
del poder central del Estado Español?
Y si se dice con una lógica aplastan­
te que los dineros del Estado deben
destinarse exclusivamente a los centros
estatales, ¿queremos dedr que el Es­
tado es el “dueño” de sus centros y
también del dinero de todos los ciu­
dadanos? ¿No sería mejor pedir a los
organismos del Estado, que adminis­
tren bien lo que es de todos y que,
en su gestión, sirvan a todos sin dis­
criminación? En la provincia de Bar­
celona, el 60 por 100 del alumnado se
educa en centros libres no estatales.
¿En qué lógica nos apoyamos para de­
cir que el dinero del Estado, que es
dinero de todos, stSo debe destinarse
al otro 40 por 100?
La necesaria brevedad de un artícu­
lo impide aludir a otros aspectos con­
flictivos y no quiero dejar de apun­
tar el que, precisamente, motiva aho­
ra mi reflexión, ya que tiene su raíz
en otra característica que se atribuye
también a la escuela pública que algu­
nos preconizan.

DESENMASCARAR
UK iJUEVO TOTALITARISMO

Tanto las últimas Escoles d ’Estiu,
patrocinadas por la Institución Rosa

Sensat y la actual junta del Colegio
de Doctores y Licenciados de Barce­
lona, como el ya mencionado docu­
mento del C olólo de Madrid, procla­
man además, como característica pro­
pia y necesaria de la escuela pública,
su unicidad y, como consecuencia, su
exclusividad. La idea es clara: en
nombre de la igualdad, sólo debe exis­
tir un modelo de escuela para todos,
lo que lleva a provocar, por todos los
medios, la desaparición de todo otro
modelo en el futuro. Y como esta es­
cuela única presupone también un plu­
ralismo ideológico interno (en la es­
cuela pueden — ¿deben?— darse cita
todas las opciones filosóficas, todas las
creencias religiosas, todas las líneas
políticas...) y la libertad.de cátedra
(ningún enseñante será disaiminado
por sus convicciones), ya nos encontra­
mos en un callejón sin salida.
Y aquí pregtmtamos: ¿en nombre
de que estilo de democracia se hace
ahora única opción de escuela para
todos? ¿Para cuándo dejamos el res­
peto que debemos a los derechos de
ciudadanos y familias? ¿Qué totalita­
rismo se esconde detrás de un modelo
de escuela necesariamente único y ex­
clusivo que hace imposible la libre
ción de grupos y familias a crear para
ellos y para la sociedad en general
unas escuelas pensadas como un servi­
cio a la persona del alumno, con un
proyecto educativo y una metodología

pedagógica que las definan, y q u e' por
otra parte, lejos de buscar lucio o
adoarinamiento, por su forma de ges^
tión, su apertura y su sensibilidad,
reúnan todas las características de ser­
vicio de utilidad pública en una socie­
dad que se reconoce pluralista y quie­
re, además, ser democrática?
Entre padres y educadores va cun­
diendo el temor de encontrarse de nue­
vo ante una instrumentalización polí­
tica de la escuela como palanca para
legrar el poder y como instrumento
de poder. ¿Es quizá lo que pretende
esa nueva escuela pública que se pre­
senta como ideal para nuestro futuro
democrático?
Y volvemos al principio: conviene
que, de inmediato, clarifiquemos tér­
minos y opciones. Ni escuela-negocio,
ni escuela elitista, ni escuela de impor­
tación. De acuerdo. Pero escuela úni­
ca por necesidad y por imposición,
tampoco.

TRASCENDENCIA DEL TEMA

Es curioso que este tema salte otra
vez a la calle en el contexto de las
elecciones del Colegio de Doctores y
Licenciados. ¿Por qué? Creo que lo he­
mos de d edr con toda claridad para
evitar confusiones que nos perjudican
a todos. Los que apoyan el modelo de
escuela • pública y única y los que lo
propugnan merece que también les
pongan calificativo de maxistas. Y és­
ta es una de las candidaturas de di­
cho col^io.
La otra candidatura, que quiere pro­
mover, naturalmente, los valores pro­
pios del C o l^io y la unidad de todos
los colegiados por endma de todo par­
tidismo, y, al mismo tiempo, lograr
una política educativa que, en nues­
tra próxima configuradón democráti­
ca, garantice la pluralidad de opciones
educativas —todas ellas al servicio pú­
blico— , sin m o n t^Iio s de ninguna cla­
se y con igualdad de oportunidades
para todos. Es dedr, aquí y ahora una
escuela pública que no mutile liberta­
des.
El tema, evidentemente, es delicado
y toda opdón en este campo tiene una
trascendencia que ahora difícilmente
podemos calibrar. En unas pocas elecdones podríamos jugamos el porve­
nir de la educadón del país. ^
FRANCESC RIU

Una escuela elitista
que discrimine a alumnos y familias
por motivos económicos o sociales
r»o puede llamarse
escuela pública.

TESTIGOS DEL CAMPO DE MISION
33 cooperadores de Italia viajan por la Patagonia
Del 18 de diciem bre de 1976 al 7 de enero del 77, 33 C oc^eradores saleslanos de
diversas ciudades de Italia, han solem nizado el P rim er C entenario de las Misiones
Saleslanas, visitando num erosos centros creados p o r los Hijos d e Don Bosco en el vas­
tísim o te rrito rio de la P atagonia argentin a y chilena, y en la T ierra del F u e g a
La plum a. Im pregnada en sentim iento, am or a D on Bosco e intensa fu erza descrip­
tiva, de u na de las expedicionarias, T eresa Francioso, h a n arrad o la n u eva av entura
m isionera de este grupo de Cooperadores.
No con poca dificultad condensam os la narración y a que to d a ella es m uy intere­
sante.

Decir que la obra de San Juan Bosco es grande,
inmensa, es expresar una idea abstracta que por
momentos fascina y hace volar la fantasía, pero que
en seguida resbala como todas las ideas abstractas.
Pero recorren los miles de kilómetros que duran­
te un siglo —desde 1876, cuando los primeros Salesianos desembarcaron en Buenos Aires— han re­
corrido, a pie y a caballo, intrépidos hombres de fe,
en nombre de Don Bosco; contemplar, con ojos
ávidos de imágenes nuevas, el ambiente, las cha­
bolas, edificios construidos con enorme dificultad
por los Salesianos para despertar de su letargo es­
tas tierras abandonadas, para defender a los perse­
guidos, para salvar las razas de los Araucanos, Tehuelchcs, Alacalfes, O nas..., todo esto ha sido para
nosotros, los 33 del grupo visitante, un auténtico
descubrimiento de un mundo nuevo, desconocido;
un mundo que nos ha sorprendido por sus fuertes
valores, sobre todo en el campo social y de promo­
ción humana.

pedicionarios en este punto extremo de la tierra.
Aquí acamparon para pasar el invierno, y después,
infatigables descubridores de horizontes nuevos,
partieron para el sur de esta “Isla Grande”, bus­
cando almas que iluminar...; pero comenzaron por
el cuerpo, aliviando las calamidades más perento­
rias.
Hemos visto en Punta Arenas, en la Patagonia
chilena, la casita que habitó monseñor Fagnano:
muy pobre, de madera, con los muebles indispen­
sables; nos mostraron el pequeño desván en el que
escondió una vez a unos Indios perseguidos, a los
que hizo llegar después, con riesgo de su vida, a
lugar seguro.
Y hasta en la inmensa ciudad de Buenos Aires,
hemos visto auténticos centros misioneros que con­
tinúan la misión de monseñor Fagnano y aquellos
primeros Salesianos: el Centro Deportivo Don Bos­
co cerca del aereopuerto internacional Ezeiza, am­
plio, dotado de locales, campos, piscinas, y abierto
gratuitamente a los muchachos pobres; — los que
pueden, pagan— .

La casa de Monseñor Fagnano
Hemos pasado por la Bahía de San Sebastián, al
noroeste de la Tierra del Fuego, desolada y árida,
cuyo único signo de vida es el complejo de pozos
petrolíferos — el petróleo soñado por Don Bosco— .
Las únicas comunicaciones con el resto del mundo
son el trasporte aéreo y una sola carretera.
Todo lo demás es la negación de la vida. Pues
aquí, en esta bahía, vinieron a parar, en el otoño
dé 1893, los misioneros salesianos, los primeros ex­

El fiero viento pampero
En la Patagonia, decir “ahí al lado” significa ima
distancia de 200 a 300 kilómetros, que nosotros
hemos recorrido muchas veces en robustos auto­
buses, casi camiones, sobre pistas de tierra apiso­
nada, entre remolinos de polvo provocados por “el
pampero”, el viento de la Pampa que sopla fiero
y a ráfagas y no tiene conmiseración de las pobres

f a m il ia '$ A tÉSIANi

chozas de los indígenas, de las humildes construc­
ciones levantadas con tanto trabajo por los misio­
neros.
Nos han dicho que la misión-hogar Mamá Mar­
garita, a la que U fam os después de varias horas
de autobús por la Pampa del Malleo, ha perdido
el tejado dos veces el invierno pasado... Nos han
enseñado el interior del edificio: una habitación
grande llena de literas superpuestas, colchones y
mantas de una pobreza que parte el alma; frecuen­
tan la escuela casi 70 muchachitos. A ellos no los
hemos visto porque están todavía en sus casas du­
rante las vacaciones de verano. Mientras fuera se
estrella el sol contra la blancura de la tierra, dentro
es casi oscuro, dada la estrechura de las ventanas
que no han de dejar pasar el cuchillo cortante del
viento pampero, y el frío intenso cuando cae la
nieve y la misión queda aislada del mundo durante
tres meses. Y no es que haya demasiadas cosas
para calentarse.
Todo esto ha sido objeto de meditación para
nosotros durante estas navidades: la pobreza es
un mal y pide a gritos justicia, cuando no es una
opción voluntaria. Y hemos dado gracias a Don
Bosco y a los misioneros que tratan de luchar con­
tra la miseria.

La raíz ha renunciado a ser flor
Una de las cosas más bonitas que nos ha tocado
el corazón ha sido la carga de humanidad que he­
mos descubierto en todos los misioneros, su senci­
llez, su ofrecimiento incondicionado aceptado por
nosotros con los ojos húmedos por la emoción: era
tan humilde, tan afectuoso, diría tan tierno, sin
exageraciones jactanciosas; y su sonrisa...
La sonrisa: una iluminación de su alma genero­
sa que vive de gracia de Dios, de generosidad, de
niños y muchachos que juegan, crecen, sufren y se
abren a la vida.
En una misión he leído y copiado una frase que
refleja la vida de los misioneros en esta desconoci­
da tierra: “Una raíz es una flor que desdeña la
fama”. Comenzar por abajo, por los cimientos, ca­
lladamente, ocultamente. Luego la planta crece pu­
j ó t e y da frutos...
Nadie se acuerda de dar las gracias a la raíz.
Aquí sí, aquí la gratitud tiene im nombre; Patagonia Salesiana. ♦
TERESA FRANCIOSO

«¡Yo he estudiado en los Salesianos!»
En la Tierra del Fuego hemos pasado por la
carretera que lleva de Río Grande a Ushuaia, y nos
han didio con admiración: “La han hecho los Salesianos”.
Los Salesianos han construido también la ciu­
dad: “Río Grande surgió cuando se estableció aquí
la se^n d a misión salesiana, en 1895”.
E igualmente otros centros, otras carreteras, tras­
formaciones milagrosas del desierto y la desolación
en ciudades y tierras de cultivo, deben su iniciati­
va a los Salesianos.
En Argentina y Chile nos fue fácil entablar con­
versación animada con los habitantes; por las ca­
lles, en cualquier local público, en los puestos fron­
terizos, en los aeropuertos: sonrisas, abrazos y cor­
dialidad. Era suficiente decir “salesianos” para que­
dar como amigos íntimos con personas a las que no
conocíamos unos minutos antes.
“ ¡Yo he estudiado en los Salesianos!”... E inme­
diatamente se ponían a nuestra disposición resol­
viendo todas las dificultades que pudiéramos tener;
informaban a las autoridades superiores, nos hacían
entrevistas para la radio y televisión, nos hacían
las concesiones más absurdas... Por ejemplp: des­
viaron un avión de línea fija para que pudiéramos
Il^ a r a tiempo a una localidad de los Andes donde
pensábamos celebrar la Noche de Navidad...

TURIN-VALDOCCO: Los misioneros de
dición misionera llevan las ofrendas al
tor Mayor las recibe.

la 106.* expealtar. El Rec-

n

H'.:

75 AÑOS DE SERVICIO SALESIANO

El colegio Salesiano ha impartido educación a una gran mayoría
de los sectores populares de la capital andaluza. Con fuerte vocación so*
cial, su futuro es esperanzador.

Traemos a nuestras páginas un artículo de Francisco Navarro Ca*
labuig, aparecido en el diario «Córdoba» con motivo del 75 aniversario de
la llegada de los Salesianos a la ciudad.

El Colegio Salesiano de Córdo­
ba es una institución docente ve­
terana y al mismo tiempo joven.
Acaba de cumplir los setenta y
cinco años fundacionales, ya que
se puso en marcha el 16 de ene­
ro de 1902. Pero sus energías vi­
tales son tontas, que están plas­
mándose ahora mismo, hechas
nueva piedra docente, sobre el
viejo solar donde se han educado
tantas generaciones cordobesas.
Quiere proyectarse hacia el fu­
turo. Por eso se renueva, no sin
sacrificio por parte de salesianos,
antiguos y actuales alumnos, aun­
que lo hace con la misma fe y
alegría que ha derrochado a lo
8

largo de este siglo en su magní­
fico servicio educativo a la ciu­
dad. Su larga y buena historia es­
tá impulsada por el amor a Dios
V al prójimo.
£1 Colegio Salesiano ha sido
una colosal forja de hombres en
toda la extensión de la palabra.
Supo hacer de cada alumno, más
allá de las aulas, profesionales,
ciudadanos y hombres completos.
La obra salesiana tiene una in­
mediata carga sociológica de fuer­
te acento mariano — no se conci­
lle sin la devoción y asistencia de
María Auxiliadora— y también
humano, estilo Don Bosco, ade­
lantado en la promoción de las

clases populares desde mediados
del siglo XIX. A él se del>e el
primer contrato de aprendizaje
— con un niño de su Oratorio
Festivo de Turín— establecido
en el mundo. Y como cifra del
modo de ser de la Congregación
Salesiana, reflejo de la persona­
lidad del fundador, una atrayente
simpatía hecha de calor humano,
amistad, sencillez y entrega.
1-1 rNC'." I-Kl -■

¡X’sir^NT'

Por los frutos se conoce la ca­
lidad de la Obra salesiana entre
nosotros, a partir del colegio fun­
dado cuando acababa de estrenar-

Aquí plantaron sus reales los
salesianos para acometer una em­
presa educativa, apostólica y de
redención social que no se ha in­
terrumpido nunca. Cambian los
¡ tiempos, las formas, los estilos
i pero permanece siempre la esenI cia de una misión que consiste
■precisamente en ponerse al ser; vicio de la juventud, especialmen! te de la más necesitada en cada
! época histórica.

“íMe s a r e d o n d a ^SALESIANA
Con motivo del 75 aniversario
I de la fundación del Colegio Sai lesiano de Córdoba — que será

cial; don Juan B. González Cal­
vo, administrativo de Seguros;
don Eduardo Segorbe Entrenas,
jubilado de Banca; don Rafael
Torreras Yáñez, joyero; don Ra­
fael del Rosal Moreno, carpinte­
ro; don Emilio Jurado Gavilán,
abogado. Y como moderador de
la mesa redonda, el consiliario de
la Asociación de Antiguos Alum­
nos, don Manuel Collado Cam­
pos, salesiano.
He aquí un resumen del Cole­
gio Salesiano de Córdoba en su
75 años de existencia, hecho con
los aportes de siete veteranos de
distintas promociones que se edu­
caron en el centro y al que per­
manecen cariñosamente unidos
desde la época escolar:

Vista general
del Colegio Salesiano
de Córdoba.
Después de 75 años,
sus pabellones
han crecido
y han multiplicado
su capacidad
acogedora
para los Jóvenes
del populoso barrio en
que está enclavado.

se el siglo XX. Córdoba era una
ciudad tranquila — lejana y sola—
por aquel entonces que contaba
solamente con irnos 60.000 habi­
tantes, menos de la cuana parte
del censo acnial. Y el barrio de
San Lorenzo, al que daba el nom­
bre su parroquia, era uno de los
arrabales de la ciudad baja o
Ajarquia situada en el Este de
la urbe, verdadero “Tercer Mun­
do”, sociológicamente hablando.
Transitar por la zona, despobla­
da, hostil y agresiva, comporta­
ba un auténtico riesgo. Un dato
a este respecto: los oficiales de
Caballería del cuartel de Santia­
go, no lejano, recorrían estos lu­
gares a caballo y con fusta...

conmemorado en breve— se ha
celebrado una “ mesa redonda ” en
el nuevo pabellón de aulas recién
construido del centro, en tomo a
diversos aspectos de la vida del
mismo. Tomaron parte un grupo
de antiguos alumnos entrañable­
mente vinculados a la Obra Salesiana y a su Colegio en esta ca­
pital.
Aportaron datos y recuerdos
personales acerca de las diversas
etapas del centro, a lo largo de
los tres cuartos de siglo de la ins­
titución, don Antonio García de
la Cruz, abogado; don Francisco
Cuesta Carmena, agente cenner-

Los salesianos vienen a Córdo­
ba, por iniciativa del entonces
párroco de San Ix>renzo, don Ma­
riano Anaya. Una iniciativa fe­
cunda que desde aquel momento
beneficiará a la ciudad. Don Juan
Castellano, salesiano de naciona­
lidad italiana es el primer direc­
tor del centro. Se adquiere una
antigua casa para colegio donde
estuvo anteriormente establecida
una fábrica de curtidos. Detrás de
ella había una huerta que se com­
pró más tarde como base del fu­
turo desarrollo colegial. No había

CORDOBA
75 AÑOS
DE
SERVICIO
SALESIANO
por aquellas fechas otro colegio
similar en Córdoba, lo mismo
que en la provincia. Pronto se
acogió a dos centenares de alum­
nos gratuitos que pertenecían en
su inmensa mayoría a la enseñan­
za primaria, y al resto a las ense­
ñanzas de comercio.
Algo después se estableció el
"Oratorio Festivo”, donde en do­
mingos y días de fiesta eran aten­
didos los jóvenes en los aspectos
espiritual, religioso y recreativo.
En los primeros tiempos, era to­
do un símbolo, una imagen talla­
da en madera de María Auxilia­
dora presidía la estancia, que era
a la vez aula, capilla y teatro.
RECTORES DEL CENTRO

principales figuras salesianas que
rigieron el centro o destacaron
por alguna faceta de su persona­
lidad.
Integran la lista de directores
evocados, don Juan Castellano,
don Salvador Rosés, don Sebas­
tián María Pastor, don Juan Tanguy, don Andrés Yun Encinas
—que estuvo al frente del Cole­
gio durante la guerra española de
1936-39— ; don José María Do­
blado del Pino, don Francisco de
la Hoz, don Francisco Javier
Montero, don José Ruiz Olmos,
don Pacífico Medina y otros. En­
tre los salesianos —por citar só­
lo uno, re p re se n ta tiv o — don
Gregorio María Ferro.
En el curso 1935-36, el Cole­
gio tiene ya un millar de alumnos.
Hasta 1941 no habría sino ense­
ñanzas de tercer curso de bachi­
llerato, que fueron extendiéndo­
se en el centro a partir de este
año. El Colegio sale adelante gra­
cias al meritorio servicio personal
de los salesianos y a las genero­
sas donaciones de diversas fami­
lias de Córdoba, entre las cuales
se hallan las de Gutiérrez de los
Ríos y Carbonell. No sólo se im­
parten enseñanzas, educación, for­

mación integral sino que se man­
tiene un comedor para gratuitos
y encuentran cálida hospitalidad
los huérfanos de la guerra y otros
n iñ o s prácticamente huérfanos
por diversas circunstancias fami­
liares.

CORDOBA, SALESIANIZADA
Se estima que el 80 por 100
de las familias cordobesas de los
sectores populares, incluida la cla­
se media no alta, ha sido educa­
da por los salesianos o tienen alle­
gados que se formaron allí. .Hoy,
buena parte del artesanado, pe­
queños empresarios, administra­
tivos de la Banca y un buen pu­
ñado de profesionales, muchos
de ellos procedentes de la provin­
cia, forma la cadena de las pro­
mociones cordobesas salidas del
Colegio Salesiano de San Fran­
cisco de Sales.
Los antiguos alumnos, caracte­
rizados por su amor a María
Auxiliadora y su cariño hacia los
salesianos, han demostrado cum­
plidamente con hechos, que se
honraban de serlo. Durante los
años 30, por ejemplo, turnos de
los mismos hicieron guardia to-

%

i j 'n
Poseedores de una envidiable
memoria, los participantes de la
"mesa redonda* recuerdan a las

Angulo del Colegio Saleslano de
Córdoba, clásico, sabroso y memo­
rable. Es algo así como un nudo en
la memoria para que no se olvidé
su antigua estructura...

10

J

Lá obra salesiana también se ha
desbordado en Córdoba y ha crecí*
do en las afueras, en los barrios.
En la foto, una vísta aérea del Co­
legio Mayor «San Rafael», de la
ciudad universitaria. Es también se­
de ¡nspectorial.

das las noches, ante la amena2a
de que iban a quemar la iglesia
de María Auxiliadora, como se
hizo efectivamente con otros tem­
plos aunque por fortuna, en este
caso, no se realizó. Los turnos
estaban formados por alumnos
de todas las ideologías que con­
vivían en un clima de democra­
cia civilizada.

VOLUNTAD DE FUTURO
Cada tiempo tiene su propia
exigencia y el Colegio Salesíano
de Córdoba ha afrontado la de
nuestra hora, para responder a
las demandas de la sociedad ac­
tual y hacer realidad su propósi­
to de garantizar la supervivencia
de esta empresa educativa en el
porvenir. No va a ser fácil porque
corren malos vientos para la en­
señanza privada, pero quienes se
benefician de ella, los padres de
los alumnos, van cobrando con­
ciencia de su responsabilidad y
participan, por medio de una
Asociación propia, y lo harán ca­
da vez más, en el desenvolvimien­
to del centro.

piedad, hasta no hace mucho, ha
tenido que prescindir de algo más
de la mitad, vendiéndolos, para
poder remozar el centro y cons­
truir un nuevo pabellón de cla­
ses. Los casi dos millares de
alumnos de hoy — Bachillerato
Unificado Polivalente, COU y
Formación Profesional Adminis­
trativa, esta última a cargo de los
cooperadores salesianos— cuen­
ta para su expansión, entre otros
espacios, con un gran campo de
fútbol y dos canchas correspon­
dientes al polideportivo del cen­
tro. Medio centenar de profeso­
res, aproximadamente, entre sa­
lesianos y laicos, tienen a su car­
go la responsabilidad docente y
educacional.

El futuro del C ol^io Salesiano de GSrdoba, según sus anti­
guos alumnos, es esperanzador.
Creen en la juventud. Vamos ha­
cia una sociedad comunitaria, de­
mocrática, de participación y pro­
moción social; es decir, lo mismo
intuido y por ello mismo practi­
cado en Córdoba desde principios
de siglo por los hijos de Don Ros­
co en uno de los suburbios de la
ciudad, desde entonces p rt^ e siDe los 46.000 metros cuadra­ vamente transformado. La antor­
dos que tenía el Colegio en pro-1 cha en esta simbólica carrera de

relevos salesiana, ha sido recogi­
da por la juventud de hoy, que
con estilo y maneras propias, sa­
brá hacer honor a la herencia y
patrimonio recibidos, para trans­
mitirlos a las generaciones sucesoras. Una herencia muy impor­
tante, porque representa no pe­
queña parte del espíritu colectivo
de la moderna Córdoba.

COMPLEJO
SOCIOEDUCATIVO
Garantiza también este futuro,
el haz de obras integradas en es­
te complejo salesiano que tiene
por eje el Colegio: las asociacio­
nes de antiguos alumnos y de pa­
dres de alumnos, así como de Ma­
ría Auxiliadora; cooperadores,
Centro Juvenil “Domingo Savio”; Cofradías de la Piedad y
Prendimiento así como de la En­
trada de Jesús en Jerusalén; y
más recientemente, los Hogares
Don Bosco, llamados a ejercer un
papel de primera línea en los as­
p e c to s religiosos, espirituales,
apostólicos y sociales de los pa­
dres de alumnos del centro. ^
Francisco Navarro Calabuíg

Córdoba, 30 de enero de 1977.
11

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La su madre... Viejecita, salmantina, de
noventa y nueve años, rozando con la punta de los dedos
el mismísimo siglo. Reza, hijo, que ya no puedo... Atenta,
y mucho, despierta, sin sustraerse a cuanto sucedía a su al­
rededor. Don Miguel Gómez Medina así me lo cuenta:
¿qué ha parido la vaca: becerro o becerra...? Don MigueUto la lleva en la cartera. Mira, la misma letra que le enseñaRm en la escuela, cuando se hacía mucha caligrafía. A
mi querido hijo Miguel, con mucho afecto, su madre, con
noventa años cumplidos.

BARATC' Al soleado piso barato, entren señores, me­
tan las narices a ver si puede darse algo mejor por menos
papel. Cooperativa de Viviendas San Juan Bosco, en Puer­
to Real (Cádiz). Seglares comprometidos. Don Miguel ur­
giendo la faena... oiempre la preocupación social para la
gente más agobiada. "Lo llevo en la masa de la sangre”.
(IRU7 La de Alfonso X el Sabio, en premio a la labor
desarrollada en el campo educativo a lo largo de años in­
cansables por la provincia gaditana. Fue sonada la fiesta y
desde su lejano pueblico vino hasta Puerto Real la arruga­
da madrccita salmantina...

Don Miguel— . Me pareeda muy temprano para tomarme el
pelo, dice nuestro anciano cura. Pero iba en serio: en la
misiva que llegaba desde oficin-s centrales le pedían deci­
siones tajantes y comprometidas. Tres años estuvo en el
nuevo puesto. Diecisiete cor.iO profesor de Religión.
Su primera po^ial andaluza... Tenía exactamen­
te trece años y decía que allí no podía vivir, no p>odía pa­
rar, que le entraba air, muy caliente por las narices... Y
tanto. Quien visite Ec:ja en verano — la sartén de Andalu­
cía— después de vivir por Castilla en invierno a muchos
metros sobre el ni'’el del mar, como Eton Miguelito, se con­
vierte en una f.j esa humana... Y usted que no lo vea.
I¡ !',N ' M ’.niNALI'K ' De 4 000 habitantes a 1.600.
Sangrías migratorias, qué quiere usted. Dehesas comunales,
toros de liiia, mucho frío, tierras de labor... Allí nace y
crece Don Miguel Gómez. Y nunca falta domingo al Cate­
cismo, igual que ahora, a pesar de que los chicos saben de
M aroj y de Heidi y otror lacrimógenos personajilios televisi'os. Dice que Fuep'-rguinaldo es corrupción de Fuente
de Grinaldo. Y de hi'jnas a primeras se me pone a hablar
ie Sancho IV el Privo.

CHABOl.-'' 2.000 rftabolas, asómbrese, 2.000, las que co
noció en sus veintidós años de residencia en Algeciras. Lttas y cartones, jergones, estrecheces, desórdenes morales ce
alcance increíble... Batallas contra la miseria de todo tit-o
como párroco volcado en una tarea eminentemente popular.
A lo Don Bosco.

■- \S ('i íNA: Ya comprendemos: era imposible que an­
duvieran loi precios por las nubes, como ahora. ¿A quién
se le hubiera ocurrido, si no, querer rociar con gasolina pa­
ra después quemarlos vivos a los Salesianos encerrados en
la córcel de Alcalá de Guadaira (Sevilla) el año 1936...?

DlKi > rO ‘- En el Instituto mixto alaecireño. Le lle­
gó inesperadamente un telegrama desde Madrid. £ i claus­
tro de profesores repetía muy de mañana: —Enhorabuena,

HO.MILI.-' Simpática homilía la de Dcm Miguel en
Campano. Había una colonia v e r a n i l de chicos y se ale­
gró ^ que estu\ieran presentes. Se llenó la capilla del gran
centro salesiano fundado y robustecido por voluntad de la

12

PRIMER PLAN'
señora Marquesa de Bertexnati. Y abundaban los jóvenes.
La innata sencillez y humildad de Don Miguel le prohibie­
ron el menor asomo de emoción a los cincuenta años de
distancia de su primera Eucaristía. Aquella más temblorosa
e ilusionada. Esta más profunda y cargada de méritos...
i
.
O carp>anta. O gamuza. O anemia. Como
quieran. Se tuvo que metfr en la cama un día que le vio
en Algeciras un médico militar. El agotamiento no era sino
resultado lógico de una dedicación sin cortapisas a su mi­
sión evangelizadora. Porque nuestro hombre había p ^ d o
a las Misiones. Y tierra de misión eran aquellas barriadas
algecireñas por aquellos años...

siempre se enredan quienes la emprenden contra la mise­
ria y la injusticia social.
!'
•.
Le llamaba a Don
Miguel el mártir de la Inspectoría. Tres años en San Be­
nito de Calatrava, Casa Pinardi sevillana... Algunos chicos
pagaban cinco pesetas al mes, otros tres, otros dos cincuen­
ta, otros una. Pobreza extremada. No se pierdan al final...

' ‘ Qué bien sonaron —yo los escuché—
en aquella misa que los buenos mozos y mozas de Puerto
I Real le entonaron vibrantes de alegría y de sones gadita­
nos. Nunca había conocido un grupo tan lanzado a pedir
y alabar al Señor con aires de tanguillos gaditanos desde la
' '' '
“Estoy más cercano de los nuevos que de los ¡ primera nota a la última de la celebración sin olvidar algu­
viejos”. Sin comentarios.
| na concesión al marchoso pasodoble. La alegría de Don
Miguel le bailaba también, sincopada, por las entretelas del
• - vD/- Salió el sembrador a sembrar. Y se llamaba I alma, ya más que andaluza.
Don Julián Sánchez. Y llegó a Fuenteguinaldo; Y dijo que '
quién se iba con él para Sevilla de los alcores. Y todos los
Así se ha llamado un li­
chicos con la mano en alto. Y —mira, Juan Manuel— , Dios i bro precioso de Don José Luis Carreño. El autor decía que
escribe derecho con los renglones torcidos. Y aquí está este
por nada del mundo cambiaría el título, algo engorroso...
mozo de setenta y seis y cincuenta de Misa. Qué sencillo,
Después de la hora larga de charla con Don Miguel Gómez
Señor...
Medina me convenzo de que toda una misteriosa urdimbre,
divina, primorosa, ha sido formidablemente trenzada... Y
el resultado es un dibujo a todas luces sobrenatural por­
'
Fue la primera. Qué bien se acuerda de ella...
Año 1927. El pueblo en la calle: el señor Alcalde, las mo­ que solamente el amor al Evangelio, la entrega a la .voca­
zas bienaparentes, la charanga... Cómo ha llovido sobre , ción salesiana, pueden ofrecemos tales haces de luz.
Fuenteguinaldo desde entonces... Cómo recuerda por allí,
Lo tengo por aquí, Don Miguel,
todavía, la gente mayor, todavía, la palabra tan recortada y i
erudita y compuesta de Don José Holgado, dale que dale ' manuscrito. Ven, Cirila, ven, pasodoble coreable. Es del
tiempo de otras celebradas partituras de música ligera es­
a su cojera, salesiano salmantino que vivía a la sombra de
una pirámide de libros... Cómo ha llovido, Don Miguel, ¡ pañola: Doña Mariquita, El sobre verde, AI Uruguay, Dón­
s(Are Fuenteguinaldo desde entonces...
j de estás, corazón,..
Tiene aire militar. Aún lo recuerda usted, claro. La cha­

Contra corriente: oficio bien aprendido. Los ! ranga de su pueblo, unos siete u ocho músicos de pacoti­
peces muertos van aguas abajo. A pesar de sus años toda- - lla, lo soplaban a todo pulmón por las callejas de Fuente­
vía es capaz de soportar esas músicas aturdidoras que se guinaldo aquel día de 1927. Ven, Q rila, ven, y verás y ve­
manejan los chicos de ahora con tal de escuchar en confe­ ras al oficial... Y E)on José Holgado, dale que dale a su
sión a alguno en medio de la baraúnda. A veces las mayo­ cojera, se mondaba de risa.
res dificultades vienen desde dentro.
Y la zeta. ¿Los re­
cuerda? Estaban rotos. Qué risa, qué pena. Años 21, 22,

Se llamó Don Tomás Gutiérrez. A la hora
de los moscones curiales, que los hubo, el señor obispo ! 23, tenían que prestarle ropa los compañeros de Utrera. Za­
gaditano era tajante: todos los privilegios que pudo conce­ patos rotos por donde asomaban los dedos. Tenían que
der como prelado de la diócesis no le faltaron a Don Mi­ darles betún, qué gracia, qué pena. Betún a los dedos de
los pies. San Benito de Calatrava... No quedaba un sale­
guel, el Cura de la Plazoleta.
siano vivo que pasara por tales horcas caudinas aunque
Y de la mejor ley la que desplegó nues­ fuera más armado que un hoplita. Pero a usted no le
tro anciano Cura saltándose a piola burocracias, ventanillas, derrumbaron aquellos vientos. Algunos nombres le suenan
y papeleos con tal de proporcionar una casita medio decen­ muy gratamente: Don GuiUermo Viñas, E)on Sebastián Ma­
te a miles de persemas hacinadas en zahúrdas y chiribitiles. • ría Pastor, Don Florencio Sánchez... Pero Don Miguel re­
Ahora se ríe de aquellas tretas —y k) hace con toda su al­ cuerda a Sibaris, la antigua capital de la Magna Greda,
ma— inspirada únicamente por la urgencia de la caridad donde todo refinamiento tuvo su asiento. Y recuerda a
muchos de sus mayores en la Congregadón que vivieron
cristiana.
con sibaritismo y despotismo, muy lejos de las líneas mar­
cadas por el Fundador, mientras las fuerzas de vanguardia
Se le nota: como al toro abanto, recelo­
F>echaban con la dura faena de cada día. Don Miguel vota
so y espantadizo, que busca el amparo constante de las ta­
por un estado de cosas donde la fraternidad y la amistad,
blas. Se le nota la querencia: stis hermanos (en total son
la participación y la ausenda total de p riv il^ o s no den
cinco y los cinco vi\'cn) y su pueHo y su infancia y sus
lugar a dases sociales de ningún tipo dentro de la Congrerecuerdos... Habla sin tropiezos, con generosidad de fedias
gaden. Así sea. Y conste que este viejo no tierte pelillos en
y datos. Todo se le viene al corazón en tropel y de rq>ente, : la lengua. Por la que voy a cerrar este breve diedonario
sin rendijas para el titubeo...
comunicando al lector padente que hasta aquí haya arriba­
do, que cuando los dnco o seis Boletines Salesianos que
*Más vale acostarse sin cena que levan­ il^ a n al pueblo de Don Miguelito caigan en manos de sus
tarse con deuda”. Yo sé que son mudias las personas en­ amigos y coTKxidos, estos se reirán muchísimo con todas
deudadas con Don Miguel. Pero no tengan cuidado... Es­ estas cosüJas. Si así fuera, bien empleados estas estos hu­
tos hombres de andtas mangas tienen fácil olvido para to­ mildes folios como sencillo homenaje a un trabajador de la
do lo que supone compromiso de agradecimiento de sus faviña salesiana en Andalucía. ^
voleados. De lo que Don Miguel d o se debió escapar, co- ’
C. DOVAL
mo Don Bosco, es de ciertos apuros ecxmóinicos en lo que

Lob 38 saleslanos que h an participado en el V il Curso de Form ación
P erm anente en la Casa G enerallcia de la Plsana, en Roma, h an aprendi­
do mucho, casi todo, pero h an olvidado la consigna-recuerdo de Don
Bosco: «Obedeced al Papa».
Y es que Pablo VI, en la A udiencia G eneral del 22 de diciem bre p a­
sado, a la q ue asistía com o grupo «vedette» al Curso de Form ación P er­
m anente, lo dijo m uy claram ente ({quién habría sid o el inform ador!):'
«... están haciendo un curso de cuatro meses, ¡mirad qué valientes son!»
P ero ellos, o el organizador don H iglnio Capitanio, o el V III Curso
que viene em pujando d etrás y quiere com enzar en m arzo (m ejor no en­
co n trar el culpable de la desobediencia al Papa...) h an dicho que y a bas­
tan los tres meses que acaban de finalizar: del 10 de noviem bre al 10 de
febrero, que era lo pactado según program a.

SALESIANOS DE LA TERCERA EDAD
Tercera edad
Aquí en Italia se suele d ar a to­
das las cosas una segunda denom i­
nación —siglas, slogan, clave— que
sirve para abreviar la dicción y...

¡poder decir más palabras en el
mismo tiempo!
A este VII Curso de Form ación
Perm anente, form ado por sacer­
dotes y coadjutores salesianos de
una respetable edad, com prendida

en tre los pacíficos 55 años y los
70, le h an querido llam ar «Corso
della terza etá»... Así de sencillo:
los de la te rcera edad.
Como si, en la vida del salesiano siem pre rodeado de niños y jó-

PABLO VI
a los Salesianos del Vil Curso de Formación Permanente en la Audiencia
General del 22 de diciembre del 76.
“Entre nuestros visitantes se encuentra un grupo de sacerdotes y coadjutores salesianos.
Vienen en representación de distintos países, y /o rm an un grupo m uy variado, porque la Iglesia
tiene que representar, tiene que estar com puesto p o r m iem bros de diferentes países y naciones.
Es este un grupo de Salesianos, fiel exponente de la expansión y desarrollo de su flore­
ciente Congregación. Están aquí p ara hacer uno de esos cursos de formación, de renovación, de
avituallam iento, cursos que, gracias a Dios, se estdn poniendo de moda.
H acen un alto en el camino, d u ran te el cu al reciben reconstituyentes espirituales, «rewind»
(dar cuerda), com o dicen los ingleses. E stán haciendo un curvso de cu atro meses, /m irad si son va­
lientes.' C uatro m eses em pleados en renovarse y entusiasm arse en la vida de su Fam ilia religiosa
y en las actitudes que ésta exige en el campo de la educación de la juventud.
Estam os con vosotros y agradecem os vu estra presencia: os anim am os y bendecimos, y con­
tem plam os detrds de vosotros esa m ultitud de jóvenes de la nueva ola que crecen en vuestra es­
cuela, la misma de Don Bosco, y que tiene, lo sabem os p o r experiencia, el secreto, ¡o llamaría yo,
de los tiempos modernos, que consiste en h ab lar a l alm a de la juventud en el lenguaje que ella
comprende y puede asim ilar; y que tiene tam bién el secreto de p resen tar a la Sociedad, en que vi­
ven esos jóvenes, un modelo, de juventud que no está m archita, ni corrom pida, ni desorientada,
sino, por el contrario, dirigida hacia los cam inos de expresión de la sociedad cristiana y d e una
cultura verdaderam ente civilizada y moderna.
/Animo, valientes.'”

14

VIVENCIAS Y CONVIVENC
Cada vez que se ab ría el diálo­
go, se apreciaba el nivel de rique­
za in terio r de este curso «diferen­
te».

Una pregunta
que no debió hacerse

Salesianos de todo el mundo acuden a los cursos de formación perma*
nente que se dan en la Casa Generalicia de la PIsana-Roma. Los alumnos,
como se ve, son bastante formales y los profesores, según se dice, que>
dan muy satisfechos de su aprovechamiento...

venes, fuera tan fácil m arcar los
hitos, pasados los cuales se puede
sentenciar: cA caba u sted de dejar
atrás su juventud, y ha entrado
en su segunda edad...»
Curso de la te rc era edad: Casi
todos cum plieron esta única con*
dición, en tre los 55 y los 70.
Para ellos tam bién había sido
escrito el artículo 118 de las C ons­
tituciones: «En este esfuerzo por
la form ación perm anente, cada uno
se com prom ete personalm ente e
intercam bia con los H erm anos los
valores más im portantes de la vi­
da com unitaria. Los Superiores
ofrezcan con solicitud a los socios
la posibilidad de lograrlo».
Se hizo el ofrecim iento y fue
aceptado.
36 sacerdotes y 2 coadjutores for­
maron el VII Curso de F. P.: pro­
venían de 20 naciones diversas y
de 33 inspectorías.
La m ayor parte, 22 e ra n de Am é­
rica Latina, 5 italianos, 3 españo­
les, un belga, un alem án, un esta­
dounidense y 5 de las inspectorías
del Asia.
Alguno tra ía experiencia de ins­
pector; sum aban en tre todos más
de 200 años de directorado y cerca
de 1.500 de profesión.
Y poseían todos u na práctica
pastoral, escolástica y de gobier­
no, que im ponía un poco de v érti­
go y respeto a los |MT>fesores del

curso... que de cuando en cuando
eran contestados am igablem ente
por algún que o tro «entendido».
Imposible, po r o tra parte, ex p re­
sa r en quilates la ingente cantidad
de espíritu salesiano que acum ula­
ba, en sus participantes, este cur­
so VII de F. P.: «Un tifón de salesianidad h a pasado p o r ’La pisan a’...»

En una encuesta-sondeo de los
últim os días, se preguntaba a los
participantes del curso: «¿Cuál ha
sido la m ejor sem ana del p ro g ra­
ma?» La finalidad de la pregunta
era com probar la m ayor o menor
aceptación de las m aterias im par­
tidas; pero no fue posible saberlo,
ya que casi el 100 p o r 100 de ios
que h an respondido, señalan como
una g racia de Dios, más, com o la
gracia del cursillo, el h ab er asisti­
do en T urin a la fiesta de San Ju an
Hosco, el 31 de enero, y h ab e r v i­
sitado los santos lugares salesia­
nos: i la sem ana de salesianidad!
— «Aquella sem ana en la que
conocí la cuna de la Congregación,
y los lugares donde nació, estudió
y m urió Don Hosco». ^ í a z , Colom­
bia).
— «La estancia en T u rín con
M aría A uxiliadora y Don Hosco;
pude decir con Domingo Savio:
jOh, qué cosas tan bellas veo!»
(Murillo, El Salvador).
— «La sem ana de T urín será
inolvidable». (Chiesa, U ruguay).
— «La sem ana de Turín nos ha
ofrecido la posibilidad de conocer
y de estim ar más la vocación sale­
siana». (Dall’Alba, Italia).

Y no todo fue fácil

... y una trampa
en la que no cayeron

El curso estuvo program ado por
sem anas de m aterias afines: Igle­
sia local, sem ana bíblica, sem ana
salesiana en Turín, dirección espi­
ritual, sem ana de discernim iento,
com unidad... Todo esto salpicado
por días de retiro, excursiones-pe­
regrinaciones y jo m a d as libres que,
a ju z g ar po r las p risas con que
corrían a to m ar el bus de Roma,
resu ltaro n cortas aunque bien apro­
vechadas.
La m ayor dificultad p ara los o r­
ganizadores era la diversidad de
situaciones socio-religiosas de las
que cada uno provenía. P ero la pe­
dagogía de los profesores y la vo­
luntad de los cursillistas hicieron
de esta dificultad un au téntico
«boomerang» que se tro có en co­
m unicación enriquecedora d e ex­
periencias personales y locales.

O tro p unto de la en cuesta les pe­
día un juicio sobre el fu tu ro de la
Congregación, y un consejo para
los Superiores con los que h an con­
vivido ÉStos tre s meses.
Me he convencido, leyendo las
encuestas, de que la v irtu d reina
de la te rcera edad es la p ruden­
cia... ¡Todas las resp u estas pueden
ser publicadas!
H ay una fu erte dosis de o p ti­
mismo no exento de certero y se­
reno realism o. V icente Sarzosa, del
Ecuador, h a visto así a la C ongre­
gación:
U n g ran pueblo de Dios en m ar­
cha, de prodigiosa actividad, con
tem ores y esperanzas, con un in­
q u ietan te dilem a en lontananza: O
trab a ja y educa en cristiano, o
pierde su razón de existir». Así
sea. 4
JESUS A. MELIDA

15

El tribunal esta formado por los
señores catedráticos don Emilio Giralt y Raventós (presidente y direc­
tor de la tesis), don Juan Alnaud
de Lasarte, don Vicente Cacho VIu.
don Jorge Nadal Oller y don José
Ardévol, y otorgó la calificación de
sobresaliente cum laude.
Don Ramón desempeña, desde
varios años, de profesor de Historia
Eclesiástica en el Centro Saiesiano de Estudios Eclesiásticos «Martí-Codolar>, en Barcelona.

LOS COOPERADORES
SALESIANOS
«REABREN» UN COLEGIO
Hace dos años, por motivo de
reestructuración escolar, se clausu­
ró la sección de enseñanza secun­
darla del Liceo Salesiano (Guarda).
Guatemala. Después de largas se­
siones de estudio, de reflexión, de
preparación (en todos los sentidos),
de búsqueda, de programación y
MOHERNANDO: Esta es el AULA DE SALESIANIDAD: un panel de
—por qué no— también de oración,
15 metros cuadrados con tas fechas y acontecimientos que bailan
el Liceo Salesiano ha abierto sus
en torno a la vida de Don Sosco: y 27 fotografías autenticas de
puertas a unos 100 niños que co­
Don Sosco: y estadísticas de los sucesores del santo fundador: y
mienzan su secundaria, y se ha he­
todo lo publicado sobre temas salesianos...
cho cargo de toda la sección de va­
Un grupo de entusiastas ha montado el «Aula de Salesianidad» en
rones un grupo de Cooperadores
Mohernando. el noviciado de la Inspectoría de Madrid. La idea ha
Salesianos entusiastas y compro­
sido Imitada en otras partes. ¡Sienvenidos los plagios de esta
metidos, todos ellos exalumnos. a
clase!
los que anima un joven sacerdote
salesiano que se ha integrado en
adultos quedaron fascinados ante el
el grupo.
UNA CAJA
rostro sonriente de María Auxilia­
La primera circular enviada a los
CUADRADA
dora: las mujeres observaban rece­ padres de ios alumnos ha fijado
losas aquel cajón del que salían
LLENA DE RUIDOS
los objetivos y métodos:
aquellos ruidos no menos extra­
«La dirección de! Colegio estará
Desde hace dos años, tres Her­ ños... a los que llamaban música;
a cargo de un equipo de Salesia­
manas Salesianas de la Comunidad
los niños no quitaban ojo del ves
nos laicos que, como Cooperado­
de La Merced, en la zona central
tido de colores del Niño Jesús.
res comprometidos, con el mismo
del Perú, trabajando a plena dedi­
Comieron ingentes cantidades de
sistema educativo de San Juan Sos­
cación entre los Campas, tribu in­ ■tallarines* y bebieron una bebida
dígena del Chanchamayo. selva cen­ refrescante hecha con maíz, prepa­ co y con la presencia activa de un
sacerdote de la misma Congrega­
tral. Cada día recorren alguno de
rado todo por los Hermanas y la
ción. tienen por fin la educación
los poblados Indios.
entusiasta presidenta de las Exahumana y cristiana de los alumnos,
A finales de! año pasado, e! al­ iumnas, y volvieron a la selva.
para hacer de ellos honrados ciu­
calde de Le Merced nos ofreció
Una de las Hermanas comentó:
dadanos y buenos cristianos, capa­
gentilmente un camión para traer
«¡Esto sí que son los pobres de
ces de asumir sus propias respon­
a los indios a su hacienda, con el
Diosl>
sabilidades en la Iglesia y en la so­
fin de que vieran y aprendieran có­
Notiziario delle F. M. A.
ciedad de nuestro tiempo».
mo se cría el ganado, cosa que
N .l. de Centro América
ellos hacen gustosamente.
TESIS DOCTORAL
Los Campas que pudieron venir
UNA PARROQUIA
fueron recibidos por el técnico de
SOBRE
«PERSONAL»
la hacienda y gozaron viendo las
JOVENES OBREROS
Instalaciones.
La Comunidad del Instituto Teo­
El pasado día 19 de los corrien­
Luego les dimos una vuelta por
lógico S a le s ia n o de Guatemala,
tes y en la Facultad de Geografía
la ciudad, que algunos no habían
e Historia de la Universidad de Bar­ atiende los fines de semana a mi­
visto nunca, y. a son de órgano, les
les de jóvenes deportistas, colegia­
hicimos visitar por la tarde la capi­ celona leyó su tesis doctoral el sales. universitarios, obreros, cuidan­
lesiano don Ramón Alberdi, sobre
lla iluminada... |Todo muy solemne
do sobre todo su formación espiricual convenía a tan ilustres hués­ el tema: LA FORMACION PROFE­
tual.
SIONAL-OBRERA
EN
BARCELONA
pedes!
Se preparan también, en el mis­
(Desde
la
Restauración
a
la
Dicta­
El cacique Capurro, alumno de
mo Instituto, los futuros sacerdotes
dura)
(1875-1923).
Sor Carmen, y los demás Indios

dad mundana» los juegos deporti­
vos r e g i o n a l e s «SpartakIadI» dé

trabajan con entusiasmo en este
privilegiado campo de la juventud
universitaria.
ANS

EN LA CARCEL

J20. PREMtO NACtONAL
DE PRENSA JUVENIL
De nuevo la simpática revista J20
nos da la alegría del Premio Nacio­
nal de Prensa Juvenil, 1976. No es
la primera vez y esperamos que
continúe con éxitos como éste. Fe­
licitamos por ello a Ediciones Don
Bosco (Edebé) por una revista tan
bonita y tan interesante para los
jóvenes españoles.

de todas las diócesis de Guatema­
la y de numerosas Congregaciones
religiosas para toda Centro Améri­
ca.
Estos dos hechos indujeron al
Cardenal Arzobispo de Guatemala,
Monseñor Mariano Casariego, a eri­
gir en 1973 esta «Parroquia perso­
nal para la juventud y de experi­
mentación lltúrgico-pastoral, para la
formación de los seminaristas que
cursan sus estudios en dicho Ins­
tituto».
La parroquia radica ahora en el
hermoso Santuario de María Auxi­
liadora. inaugurado el 31 de enero
del año pasado. A los cuatro días
de su inauguración, el 4 de febrero,
tuvo lugar el devastador terremoto
que asoló Guatemala, pero, gracias
a Dios, los daños del Santuario fue­
ron mínimos, a diferencia del edifi­
cio del Seminario Teológico que
quedó seriamente dañado.
En septiembre del año pasado.
1976. el Arzobispo ha ampiado el
concepto de parroquia personal, de­
clarándola «Parroquia para todas
las Universidades de Guatemala».
Es un honor, una confianza, una
responsabilidad y una inmensa ale­
gría para todos los salesianos que

• Por haber exhortado a los jó­
venes de su parroquia a oír Radio
Vaticana, el sacerdote salesiano
don Esteban Javorsky, párroco de
Muran, en Checoslovaquia, ha sido
condenado a dos años de cárcel,
que tendrá que cumplir en un «gru­
po de reeducación».
• Esta ha sido la' noticia dada
por la agencia Pravda de Bratislava,
el 26 de enero pasado, precisando
que. entre las causas de la condena
impuesta a! religioso por el tribu­
nal regional de Kosice. están tam­
bién las de haber proyectado pelí­
culas (jfilminas y diapositivas!) a
los jóvenes, haberles dado publica­
ciones y haberles hecho escuchar
grabaciones magnetofónicas, con el
fin de aumentar el número de «ac­
tivistas laicos religiosos».
• El párroco de Muran está acu­
sado de haber calificado de «vani­

1975.
• Por este motivo —sigue di­
ciendo Pravda— el tribunal regio­
nal de Kosice ha sopesado el peli­
gro social que comporta la conduc­
ta de Javorsky, ha anulado la sen­
tencia de primer grado que supo­
nía unos dieciocho meses de cár­
cel y prohibición de toda actividad
religiosa, y ha dictado sentencia de
segundo grado que agrava la pena.
• El salesiano padre Javorsky
tiene 54 años de edad.
L’OSSERVATORE ROMANO
10 de febrero de 1977

VIDA OCULTA
EN NAZARET
Los Salesianos están en Nazaret desde 1896. Somos en la actua­
lidad 9 sacerdotes y 2 coadjutores
que llevamos adelante, con gran
penuria de medios, la Escuela ele­
menta! y profesional Jesús Adoles­
cente.
El barco del colegio ha doblado,
este año. el cabo de los 500 alum­
nos, número jamás soñado.
También hemos logrado mejorar
las instalaciones: cuando expone­
mos nuestros proyectos a corto y
a medio plazo, olvidamos a veces
aquellos otros que ya son casi rea­
lidad. Por ejemplo, estamos a pun­
to de inaugurar el «Laboratorio de
medidas mecánicas».
Noticiero de Nazaret

SUNBURY (Australia): Festival eucarístico en el bosque. La fotografía lie­
ga de Australia y lleva por título «Eucharistic FesUval .
organizado por
ios_ salesianos de Sunbury el pasado 7 de noviembre, y presidido por Mon­
señor T. F. Littie, Arzobispo de Melbourrre. Simpática síntesis de á ra le s
y praderas, colorido y fervor religioso, personas y coches, trajes típicos
y monaguillos, ciriales y máquirtas fotográficas. Y |un cura!

BA STA
U N NUDO
EN
E L PA Ñ U ELO
El pañuelo del salesiano austríaco padre
SiRÍrido Kornaiier es el protagonista del
rnrtonietraje «Vii nudo en el pañuelo»,
(pie ha logrado el segundo premio en el
XIII Festival Internacional de Cine Edu­
cativo celebrado en Teherán, el 32 de di­
ciembre pasado.
El padre Hornauer encuentra tiempo,
después de atender a sus obligaciones de
encargado inspectorial de Cooperadores,
para «jugar a los muñecos»... Se comu­
nica con los niños de la forma más senci­
lla, con un nudo en el pañuelo.

Los pequeños se h an destacado:
gritos y v olteretas form an el fon­
do de la lección práctica que el
padre H ornauer va a in te n ta r d ar
a este grupo de fierecillas sin do­
m ar. Me pregunto curiosa cómo lo­
g rará m ás o menos calm arlos.
¿Dije «más o menos»? A los tres
m inutos ya están todos sentados
en el suelo y m iran fascinados qué
prodigio de cosas se pueden hacer
únicam ente con las m anos: cruzar­
las artísticam ente, hacer la cam ­
pana, som bras de animales... Ya
están dominados.
El padre Sigfrido saca de la m an­
ga la m ano izquierda, com o si fue­
se un trozo de m adera, obligándo­
la con la derecha a form ar ángulo,
a g irar hacia el lado... Se resiste,
no tiene ganas de trab a jar, vuelve
a esconderse en la m anga, como
si tuviera un muelle. Pero, por fin,
tiene que som eterse y obedece. Los
niños estallan en carcajadas.
Luego consigue cazar una bru­
ja... Le b asta un pañuelo y dos ta ­
chuelas de encuadem ación que for­

m arán los ojos. El espacio entre
el dedo índice doblado y el medio
será la boca, de la cual cuelga in­
cluso una lengua ro ja que no es
o tra cosa sino el dedo pulgar.

n o s n i EVUl^ F R il'O S
«¿Os g ustan los huevos fritos, o
preferís ir de paseo?»
Los niños prefieren... las dos co­
sas; por ta n to , prim ero vienen los
huevos fritos: tom a un huevo,
inexistente por supuesto, lo rom pe
y lo vierte en la sartén; pero con
m ucho cuidado, p ara que no salpi­
que el aceite; cuidado que no im­
pide que el huevo ro to le ensucie
los dedos; el cocinero h a de chu­
parse el pulgar...
Yo había acudido con un espí­
ritu críti(», a te n ta solam ente a to ­
m ar m is notas, pero h a sta ahora
no he ts c rito nada. A dem ás ¿para
qué escribir? E xpresarm e de este
m odo es un acto creativo, cuya imi­
tación resu lta inútil.

Se ha dicho que solam ente los
niños son a rtista s de la expresión,
y que los adultos lo son en tan to
en cuanto perm anecen niños. Pero,
m ientras no quito ojo de las m anos
del padre H ornauer, pienso que es­
ta afirm ación no es cierta: aquí
no está dando un recital un «niño
grande», sino u n a personalidad de
la expresión, un hom bre, que sigue
siendo hom bre m ientras se com u­
nica con los niños.

J I ’ VNITO V PEPITO
A hora el p ad re Sigfrido saca un
pañuelo del bolsillo y hace un nu­
do en un extrem o; este nudo es la
cabeza, m ovida p o r el dedo índi­
ce. El p ulgar y el medio se extien­
den com o dos alas, y el pañuelo se
convierte en u n a b lan ca capa que
cae en elegantes pliegues. Es Pepi­
to.
Pepito se entretiene con los pe­
queños: les p reg u n ta su nw nbre,
su cum pleaños... adm ira la sala, el

VIVENCIAS Y RECUERDC
p anoram a, la tren z a de un a niña
de la prim era fila.
Luego se aburre, quiere ju g ar
con o tro com pañero. Pepito es lis­
to : sabe que en el bolsillo del p a­
sillo del p adre H o m au er h ay otro
m ucho caso del enfado del dueño,
pañuelo. Lo saca fuera, sin hacer
Pepito sabe de todo: sabe cóm o
ha de d a r a su com pañero. El nu­
do que hace Pepito es casi perfec­
to, bajo la aten ta m irada del p a­
dre H o m auer que se convierte en
«mudo» observador d e la chispean­
te conversación de Pepito y... Juanito.
F i n a l m e n t e cansado Pepito y
Ju am to (¡Q ué tiem pos aquellos, pa­
dre H om auer, cuando la s sesiones
podían sostenerse po r h o ras segui­
das!) se echan a dorm ir, uno en
un pliegue de la chaqueta, el otro
sobre las rodillas.
Claro que el padre H o m au er tie­
ne m uchos más m uñecos, com ple­
tam ente «normales», con cabezas
de m adera o de cartón . Conform e
h a ido depurando su arte, h a nece­
sitado m enos medios de expresión.
Algunos de sus m uñecos no son
más que un cucharón «ya adecua­
do», o unas bolas de m adera pin­
tada que se su jetan con un a v ari­
lla metálica.
Todos los m uñecos del padre
H om au er cobran vida, y los niños
ven acercarse al rey a su castillo
o en tra r la noble señora a una lu­
josa tienda para h acer sus com ­
pras, o rec itar poéticam ente la es­
cena de la «Anunciación...»
Porque, sobreponiéndose a mis
múltiples reservas, m e h a desm os­
trado el p adre Sigfrido que los más
nobles argum entos pueden s e r ex­
puestos con los medios m ás senci­
llos: b asta con que reine la verdad.
Juego y serenidad se dan la m a­
no de la form a m ás sencilla: y los
niños van reflejando en su rostro
la verdad de un argum ento, vivo
en el corazón de quien tra ta de
educarlos.
El padre H om auer descubrió h a ­
ce muchos años este secreto: y hoy
se asom a sonriente y cariñoso al
alma de los pequeños.
Y dice q ue cada día aprende a l­
guna cosa nueva de los niños. ^

Hannelore Bürstmayr
I>e la revisto «Welt der Frau»

HACE 100 AÑO S----- - - — ------------LA PBIMEBA PABBOQÜIA SALESIANA '
El campo salesiano de las Parroquias no es un Invento de ayer... U primera parroquia salesiana. acepr?
cumple cien años.

M nndft® aJfU de 1877. el Arzobispo de Buenos Aires,
j Aneiros. entregaba a ios Saleslanos la paBoca, en uno de los barrios más difíciles
ae la capital argentina.

s a d ^ ra ^ á í
enorme imprudencia. Yo no he pavavR noTaliP
y
ninguno de mis sacerdotes
vaya por allí; se exponen a graves peligros».
J ^^Qucto sonreía incrédulo ante estas palabras de rernn.
ención de su Arzobispo Monseñor Aneiros, quien tenía sus buenas
razones para prohibirle frecuentar aquel barrio: dos años a n te r s i
había organizado precisamente en La Boca la implacable columna
le g io '■ S l'lllv 'a d o r S f íós 'íe s u ta t" '’
^
^3zón del incendio no era la de no
d f La

y
°

fw d ceder en’^Tetuida.

temprano debería
V

yo r d 'l'r é ‘'a q u d lfp a ^ o q "u !a !''™ ‘'°

de 1877 entregaba Monseñor Anaíros a ios SaleSpñn
Evangelista, en el castizo barrio
porteño, habitado en su mayor parte por italianos genoveses inmiVarazze y de A^^assio. de Sestri y de Recco, de Pegll y
marinero
daban vida y comercio a este suburbio
on Vf®,’°9'®®/’^^®dnicas y las sociedades secretas, tan de moda
anni?
luchaban allí encarnizadamente contra la Iglesia: en
h?flff
(como se le definía en la ciudad) haséables
y
*°d08 los inmigrantes indinnfíQ n ^ í k'
^‘^ossdos por la Justicia: eran una mi­
noría. pero habían impuesto su ley.
Bodrato, segundo Inspector de los Saleslanos en
Ta^eo
^
vice-párroco a don
lA D ♦
^ue sería famoso misionero entre
los Patagones, P. Domingo Milanesio. a quien los carbonarios ya
quisieron asesinar un día al descender del tranvía.
^
Luego cornenzó la labor simpática del Oratorio Festivo. Al lado
aCL se"?S a Hp
levantaron los Saleslanos una casa de madera,
que servia de habitación y de aula para dar clase. Y en aquella barraca provisional comenzó lentamente la transformación de) peli­
groso barrio de La Boca.
^
drp^p^phl®
Hrrt
chos años

í®
^“ ®
®

nombrado párroco el inolvidable paun nuevo templo, amplio y artíspaciencia y amor durante mu-

k
®uf9*®ndo junto a la parroquia. Se organizó una
ríln rp ^ 'T ®
de música, se formaron los bataliones de explooperaX'res^ Centros de Padres de Familia, de Exalumnos, de Coia b a ^ n ^ a fH L ? !f’ T a " "
alquilado de la calle Olaverría. trabarolpífn HnnH
Mana Au^liadora. que más tarde levantaron un
® I ®^i® ^ i ^ formaron las futuras madres de familia que fueron
a la larga las que transformaron de verdad el barrio de La Boca.
j famosa la frase del legendario padre José Vesplgnani
1^^® k“ ®"®!
Parroquia de U Boca es la mayor
gloria de los hijos de Don Bosco en América».
^
ANGEL MARTIN

21

PADRES DE SALESIANOS AL HABLA
UNA C O S T U M B R E
M U Y B O N IT A
Traem os a nuestra página vocacional la noticia y su com entario
de una constum bre m uy bonita de
la C asa Inspectorial de Madrid.
Todos los años, para la fiesta de
Don Bosco, el V icario de la Inspec*
to ría m adrileña cita en la casa de
A tocha a todos los padres salesianos que viven en la capital.
Fiel a la tradición, D on Cosme
tam bién los convocó este año. Y
respondieron muchos. El domingo
30 de enero la casa inspectorial
se vio inundada de la alegría de
ios padres que han dado a sus hi­
jos a la Congregación Salesiana.
Ellos son los prim eros Cooperado­
res. com o dijo Don Bosco. P or eso
se reunieron en «su casa» para par.

ticipar de la fiesta del padre co­
mún.
Pero aún hay un sentido más
profundo en la celebración de este
acontecim iento v o c a c io n a l. René
Bazin decía que h ay m adres cris­
tianas que tienen au tén tica voca­
ción sacerdotal; vocación que lue­
go germ ina y crece en el corazón
de los hijos, algo así com o una h e­
rencia de familia. Quizás, p o r eso,
los padres son tam bién los «anim a­
dores» de la m isión a la que h an
entregado a sus hijos; m antenedo­
res de su entusiasm o apostólico.
Tal vez hoy, más que en otros
tiem pos, al sacerdote necesita de
este apoyo en m om entos n ada fá­
ciles. Es el corazón sacerdotal de
sus padres el más bonito impulso
a la alegría de la entrega. La fe de
los m ayores n u nca h a de ser un

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
B « c i "San Marcos” . Primera entrega: 100.000 pía.
Baca "B ibiana". Nueva entrega: S.OOO. Total; 35.000 pts.

INSPECTORIA DE BiLBÁO
Beca "Mamá Margarita” . L. Caflada. Pamplona. N. a.: 250. Total: 48.000 pts.
Baca "Sr. Florencio” . AA. AA. de Pamplona. N. e.: 44.885. Total: 150.012 pts.

INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca “ María Auxiliadora” . Santa Cruz Tenerife. N. e.: 10.000. Total: 110:000 pts.
Beca “ Virgen del Pino". Las Palmas. N. e.: 5.000. Total: 23.800 pts.
Beca “ Misionara". Linares. N. e.: 25.000. Total: 55.000 pts.

INSPECTORIA DE LEON
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

"San Antonio". VIgo. Familia Casado Rumbos. Total: 80.000 pts.
“ P. Flladelfo Arce". VIgo. Primera entrega: 5.000 pts.
"D. Felipe Qarcla". La Corufla. N. e.: 1.000. Total: 47.22$ pts.
“ Beato Miguel Rúa". VIgo. N. e.: 3.000. Total: 83.000 pts.
“ María A uxiliadora". VIgo N. e.: 1.000. Total: 51.000 pts.

INSPECTORIA DE MADRID
Baca -M. A. L." N. e.: 1.000 pts. Total: 98.000 pts.
Beca "Familia Francia’ . N. e.: 1.000 pts. Total: 68.000 pts.
Beca “ Vialeras Saleslanas". N. e.: 10.000 pts. Total: 140.000 pts.

INSPECTORIA DE SEVILLA
Baca
Beca
Beca
Beca
Beca

“ Miguel Velasco Pérez'. Sevilla. 100.000 pts.
‘ P. Monserrat". N. e.: 16.800. Total: 21.800 pts.
"Carmen H idalgo". Vda. de Cortés. Primera entrega; 40.000 pts.
‘ María Auxliiadora". Arch. Cádiz. N. e.: 1.000. Total: 99.000 pts.
-María Auxiliadora". Morón. N. e.: 4.000. Total: 100.000 pts.

INSPECTORIA DE VALENCIA
Beca "Juan Manuel’ . Doña Carmen Gómez. Total: 50.000 pts.
Beca "Virgen del P ilar". N. N. de Zaragoza. Total: 100.000 pts.

freno, sino un afán y un testim o­
nio. P adres son los que d an la vi­
da. P ero la vida no es exclusiva­
m ente un fenóm eno biológico. Es,
sobre todo, lanzam iento, y más
cuando se tra ta de la vida de fe.
E stas reuniones tienen la virtud
de inyectarnos esta confianza y es­
tím ulo en el cam ino em prendido
que, a veces, puede hacerse cuesta
arriba.

TR E S P R E G U N T A S
Y
TRES R ESPU ESTA S
M icrófono en mano, ei periodis­
ta h a recogido el testim onio de es­
ta celebración p ara ofrecerlo a los
lectores. Y h a hecho unas pregun­
tas a tres de los asistentes al acto.
Creem os que son muchos los p a­
dres de salesianos que, en su inte­
rior, responderán a estas p regun­
tas. Tam bién las hacem os p ensan­
do en ellos. A quí están:
1. ¿Qué sien te usted p o r haber
dado un hijo a la Congregación Saiesiana?
2. ¿Qué piensa usted d e los Saleslanos hoy? ¿Cómo v e a la Con­
gregación Salesiana?
3. ¿Qué dice usted hoy a su hi­
jo salesiano, a los Salesianos en general?
Y he aquí las respuestas de tres
padres:

D O Ñ A A N A M A R IA
SANZ
1. S iento m ucha alegría y de­
seo que siga adelante. E stoy muy
co n ten ta de que sea salesiano y
viva en la com unidad.
2. Los veo m uy b ie n .. Me p a­
rece una congregación necesaria
para la form ación de la juventud.
3. Mi consejo es que sigan sin
desanim arse y que n u nca se cansen
de en treg arse al apostolado.

rt

DOÑA A M PA R O
S A M M A R T IN
1.
Tengo u n hijo salesiano en
P arroquia de S anto D omingo Savio
de M adrid. Y siento un orgullo
grandísim o. Y tengo otro hijo que,
si Dios lo hubiera llam ado, tam ­
bién lo h ubiera entregado con m u­
cha generosidad.

D O N J O S E L U IS
B A R C IA ORTEG A

deberían dárm elos a mí. Un cristiano siem pre está necesitado de bue­
nos consejos p ara llegar a su p erar­
la 1.
S iento u n orgullo m uy g ran ­ se. Pero, y a que insiste, les digo
de y quiero que mi hijo siga ap ro ­
que cada día sean más fieles a la
vechando este tiem po y que llegue
ju v en tu d y a la m isión que se les
h a confiado.
a se r verdadero sacerdote y un
santo salesiano.

2.
P ara mí, los Salesianos son
una orden ex trao rd in aria encarga­
2.
¡Huy!, que los quiero m uchí­
da de las m isiones y de los jóvenes,
sim o y que hacen m uchísim o bien.
Y el periodista, con el rabo del
que es a lo que hem os de as­
Veo que es enorm e el bien que
micrófono en tre las piernas, se ha
p ira r todos, a com prenderlos y a
hacen.
retirado, pero que con m ucha ale­
llevarlos por el buen camino.
3.
Que sigam os todos adelante
g ría y dando g racias p o r esta ge­
A la congregación S alesiana la
y pensem os hacem os el bien los
nerosidad de entrega a Dios y a.
unos a los otros. Tengo un rec u er­ veo en auge, cada día m ás. Y veo
Don
Hosco lo m ejor de la familia:
que cada vez h ay m ejores cristia­
do tan grande de esta casa, que
1 ^ hijos. Y se h a hecho esta refle­
nos,
m
ejores
cooperadores,
m
ejo­
vino aq uí mi José, que venía los
xión que estim a m uy lógica: «Mien­
res salesianos, y todos dispuestos
domingos. Y Don Fila, que le he
tra s h ay a fam ilias cristianas d.e
a
serv
ir
a
Dios.
visto a q u í retratad o , q ue h a m uer­
esta categoría y de esta altu ra
to, era su consejero entonces, ¿sa­
3.
¿Qué diría yo hoy a los Sa­ siem pre h ab rá vocaciones». ^
be usted? Y bendita sea la hora
lesianos? Yo no soy quién p ara d ar
en que pisó esta casa.
consejos. Más bien los salesianos
M ariano G arcía Bonilla

no. coadjutores. Una buena noUcra, sobre todo
iigíosas.

Ílra“ S ™ , . : S ^ ^ ' ¿ c e f d o * S i e . " ' " ' y

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EN
EL CORAZON
DE LOS ANDES
BOLIVIANOS
..?ií

A 3.825 metros de altura.
'■m Í T i í ^ l í k T

V

TüR r '

Diálogo en las orillas del
lago Titicaca.
i as.. 1?:
r

Esa región es el escenario geo­
Los últimos días de 1976, en
vuelo Branniff, me llevaron de gráfico del hombre “aymara”:
Lima a Solivia, en donde estuve hombre enjuto, en cuyo rostro
todo enero dando Ejercicios Es­ aprecié, como dibujado, un ric­
tus mezcla de tristeza y de resig­
pirituales y conferencias.
El padre Vallino, Inspector nación, como si preguntara: qué
Salesiapo de Bolivia, un día me hemos hecho nosotros para estar
montó en su Jeep y, a través del en esta situación de subdesarro­
Altiplano Boliviano, llegamos a llo, perteneciendo a una nación
Escoma, Misión Salesiana en vi­ tan rica cuanto expoliada por las
vo, donde no hay lugar para el “ multinacionales ”...
romanticismo, a pesar de que las
Ese hombre “aymara” es afa­
aguas cristalinas del cercano Ti­ ble, hospitalario, con lengua pro­
ticaca inviten a soñar. ¡Ojo con pia, de la que me dicen que es
el Titi, que sólo quiere decir
pobre de léxico (con muchas pa­
“forma de gato”!
¿Qué vi, que no vi?
Primero, tierras inmensas, in­ ESCOMAS (Bolivia): Los campesinos
mensas a todo lo largo y a lo an­
zampoña en la fiesta de
cho, ante las cuales La Mancha
no pasa de un simple portalito.
Tierras polvorientas, duras, po­
bres, bravias, hechas de parame­
ras, salpicadas de alguna que otra
mancha verde y de pequeñas ca­
sas con techo de paja, coronadas,
no por antenas de televisión, sino
por una cruz rudimentaria.
¿En esa inmensidad hay carre­
teras? ¡Ay de mí! Si el Jeep no
llega a ser japonés, se desarma.

labras españolas incorporadas),
pero muy armoniosa; con su cul­
tura, su psicología y religión de
tipo animista; hombre de una
sensibilidad artística, sobre todo
para la música y para las artes
manuales: la Feria de Alasita 77,
que be podido ver, habla a gri­
tos del hombre “aymara” como
creador de belleza plástica.
En esta geografía florecieron
culturas milenarias como la de
Tiawanacu.
En esas mismas tierras, a 180
kilómetros al Norte de La Paz,

de la altiplanicie boliviana tocan la
la Virgen del Carmen.

Grupo Folklórico Aymara: en las
festividades alegran la comunidad
con sus cantos y danzas.

vi también unos hombres de van­
guardia, hombres y mujeres de
Dios, que hacen Historia, sin pre­
ocuparse de escribirla; hacen His­
toria conviviendo y sirviendo a
los “aymaras”.

Allí, en la Misión Salesiana de
Escoma, me encontré con un mi­
sionero de la misma tierra y fi­
bra que Javier, P. Juan Carlos
Esquíroz, “oriundo” de la Ins­
pectoría de Barcelona. Desde el ; gre infectada a causa de las aguas, de distancia. Para cualquier pro­
después de poner a salvo a mu­ blema consultan al Padre.
primer momento sintonizamos.
C^n él tuve una larga conversa­ chas personas... Desde aqm'. Re­
— A pesar de todo ello, ¿han
ción, cuyo extracto Ies brindo:
mo, Wenceslao y Juanito, mi ad­
miración y abrazo... A las dos mantenido la fe cristiana?
-—Juan Carlos, ¿desde cuándo
Misiones Salesianas del trópico,
— De aquella manera, es decir,
estás aquí?
hay que añadir otras dos de las mezclada con supersticiones, ri­
—O)mo quien dice, soy recién Hijas de María Auxiliadora, Okitos, magia, sentimentalismo. La
llegado, llevo sólo desde el 15 de nawa y Villa Bush, donde las
religión primitiva del “aymara”
marzo del 75.
Hermanas se prodigan de verdad. es tan “mistérica” que sus fieles
Entonces la Misión estaba Para ellas también nuestro alien­ viven sumergidos en un ambien­
ya fundada.
to.
te de temor, y hasta de terror, a
— Sí, claro, la había iniciado,
lo que Ies pueda pasar. El “ayma­
nacía tres años, el padre José R.
ra” lo mismo da culto a la VirTriarte. En la actualidad la inte­
gran 55 comunidades, o peque­
Reanudando el hilo de la con­
ños villorrios, aparte las casitas versación con Juan Carlos, le pre­
diseñadas por el campo y la mon­ gunto:
taña.
— Los hombres del Altiplano
Además de la Misión de Esco­ parecen gentes muy necesitadas.
ma, los Salesianos de Bolivia tie­
— Si sólo lo parecieran; son
nen otras dos Misiones, situadas
muy
necesitadas y abandonadas
en el trópico, a unos 1.200 kiló­
en
el
aspecto humano y cristia­
metros de Escoma: San Carlos y no.
Sagrado Corazón. En ésta última,
t ^ misioneros acaban de escri­
— ¿Ven bien vuestra presencia
bir un capítulo glorioso, con mo­ aquí, entre ellos?
tivo de las inundaciones. El pa— Ver bien es poco. El hecho
^ e Remo y dos jóvenes polacos de haber estado sin sacerdote
4 í
han alimentado a una población unos cuarenta años, les ha hecho
de 525 personas durante 20 d ¿s; ávidos de Dios, hasta el punto
¿cómo? Se limitan a decir que de que vienen en busca del mi­
ha sido la Providencia que se sir­ sionero desde muchos kilómetros
vió de ellos. Puedo atestiguar que
^ trata de hombres que no salo que es ahorrarse, y sí lo
Esquíroz clausura un cur­
9ne es caer rendidos y con la san- El padresillo
de catequesís.

EN
EL CORAZON
DE LOS ANDES
BOLIVIANOS

gen y a los Santos, que acude a
ceremonias de brujería o al “yatiri” (adivino), en busca de so­
lución para sus problemas; y
siempre bajo el aspecto de temor.
En sus ritos, mezcla de elemen­
tos cristianos y religiones ances­
trales, utilizan signos como el in­
cienso, la coca, el pan, granos de
maíz, la papa, el vino, el alco­
hol...; todo ello para sus con­
juros.
— ¿En tal ambiente llega a ca-

lar la genuina fe cristiana, de mo­
do que podáis decir que vuestra
labor no es vana?
— Muy lentamente: es cues­
tión de mucha instrucción, pa­
ciencia y tiempo, porque consta­
tamos el mismo problema que el
misionero del período colonial, a
saber, frente a lo que el misio­
nero enseña se alza la fuerza po­
derosísima de la tradición ances­
tral, que en todo pueblo es lo
más difícil de desarraigar. Apar-

HDSPI tT
MARA

El 23
de agosto
de 1975
se inauguró
el Hospital
Aymara,
como se ve
en esta foto.

26

Fiesta de la Virgen del Carmen en
Chorazani. Los indígenas la alegran
con sonido de zampoñas y chiri­
mías.

te que el “aymara” es muy con­
servador, vive de cara al pasado,
de donde nace su exigencia de lo
tradicional, cualquier innovación
fácilmente lo desorienta.
— ¿Puede decirnos algunas de
las manifestaciones de tal tradi­
ción ancestral?
— Hay dos maneras más desta­
cadas: en una, por exceso de
“fe”, para cualquier cosa por in­
significante que sea, buscan la
bendición del “Padrecito”; en la
otra, ocurre al revés: aunque el
Padre Ies diga cómo deben pro­
ceder, tiene para ellos más fuer­
za lo que les dice el “yatiri” y
agoreros del lugar. Esto particu­
larmente se manifiesta en casos
de enfermedades en que ellos de­
terminan que el enfermo no se
ha de llevar al médico ni al hos­
pital, porque fatalmente es ésa la
enfermedad de que el paciente ha
de morir.
— ¿De la Religión Católica,
qué es lo que más les llama la
atenciónr*

— Las fiestas de la Cruz y las
fiestas de la Virgen que, a mi
parecer, son una herencia espa­
ñola. Asimismo veneran mucho a
Santiago, a quien suelen llamarle
d Señor del Rayo”, porque lo
ven blandiendo la espada, de la
cual sale como fuego. Cuando cae
un rayo cerca de la casa, se pre­
sentan al “Padrecito” pidiendo
“misa de rayo”, para aplacar al
Señor Santiago, el cual — pien­
san— Ies ha mandado el rayo co­
mo castigo por algo. También
sienten devoción por San Isidro,
a qmen en sus imágenes suelen
vestir a la usanza indígena.
— En su precaria economía, ¿el
hombre “aymara” vive angustia­
do?

I

Podemos decir de alguna
manera que no, porque el tiempo
ha hecho de su vivir precario ca­
si “su norma”, como si la vida
fuera eso. Pero de cuando en
cuando su fondo de insatisfacción
aflora a la superficie y buscan
ahogarlo en alcohol.






^Hemos hablado de escasez
de recursos, ¿cuáles son sus fuen­
tes de ingresos?
—^Muy impropiamente se pue­
de hablar de ingresos. Con todo,

Campesinos de Quiiima, con sus
sombreros «casi de hongo» y sus
buenas mantas, bien pertrechados
contra el frío de aquellas alturas.

malviven de la agricultura y ga­
nadería, rudimentarias por de­
mas. Cada familia busca tener co­
mo pequeño respaldo económico
unos chanchitos, ovejas, vacas...
— ¿En ellos se puede apreciar
progreso o mejoría de vida?
— Estoy por decir que no, de­
bido á la división y subdivisión
de los terrenos que recibieron en
la reforma agraria. Ello explica
las oleadas de campesinos hacia
la ciudad, en busca de un peque­
ño complemento.
— ¿Cuál es tu promedio de
—^No nos va faltando: en el
años de vida?
aspecto espiritual, son muchas las
— Aproximadamente entre 43- personas que nos ayudan con su
45. El índice de mortalidad in­
oración continua y sacrificio; en
fantil es muy alto: se calcula en el aspecto material; podemos ha­
un 70 por 100, debido a la falta cer escuelas (indispensables en la
de higiene doméstica y de aten­ buena Misión), hospitales, talle­
ción materna, en razón de que la res, iglesias, gracias a la colabo­
madre debe trabajar todo el san­ ración de grupos como “Opera­
to día en el campo. Cada matri­ ción Matto Grosso”, Cooperado­
monio suele tener de 11 a 12 hi­ res Salesianos de Madrid, nuestro
jos nacidos, de los cuales no so­ Rector Mayor, y la misma Ins­
breviven, después de los 7 años, pectoría Boliviana en su modes­
tia.
más de 3 ó 4.
— ¿Cuál es vuestra aspiración
máxima entre estos pobres de
verdad?
— No puede ser otra que tra­
bajar con ilusión, mucha ilusión,
porque todos lleguen a una vida
humana y cristiana; evangeliza­
mos civilizando y civilizamos
evangelizando. Y más haríamos,
si tuviéramos más medios, entre
otras cosas, para formar catequis­
tas nativos.

— ¿Recibís ajmda para vuestra
labor?

En el cursillo de alfabetización las
mujeres Aymarás se olvidan, a veoes. que también tienen que co­
m er...

En el tórrido enero del Altipla­
no, el sol está bajando. Son las
cinco de la tarde, en España la
una de la mañana. Nosotros de­
bemos emprender el regreso a La
Paz. En Escoma se quedan unos
lombres como proa de Evangeio. Quién tendría “valor” para
decir: que se arreglen... Si usted
quiere ayudarles, su dirección es:
^ Esquíroz, Misión Salesiana de
iscoma. Casilla 4458, LA PAZ
Bolivia); o, P. Javier Rubio
(ayuda para Escoma), Alcalá, 164
MADRID-28.
Desde aquí, Juan Carlos y
compañeros de la Iglesia confe­
sante, toda mi admiración... ^
ANTONIO CABELLO

su VIDA
POR IOS
GUAICAS
MURIO DON
JESUS GONZALEZ
MISIONERO EN
E l ALTO ORINOCO
geográfica, crearo n en mi u n a diEl día 22 de /ulio de 1976, a las
fícil situación de im portancia: la •
cu atro de la m añana, llegaba al
de no saber cóm o en terarm e del
aeropuerto de M adrid-Barajas el
desarrollo de los acontecim ientos ^
padre Jesús González Hernández.
q u e m otivaron su desaparición.
en vuelo procedente de Caracas.
Por fin, recibo una fotocopia de
T ras una larga ausencia de siete
la ca rta que, desde el V icariato
años pisaba de nuevo España sin
de Puerto A yacucho (Territorio
presentir, entonces, que serla la úl- j
A m azonas), enviara quien fue su
tim a vez en hacerlo. Por desgracia,
Obispo: M onseñor Enzo Ceccarclli.
así ha sido.
La c a rta iba dirigida a uno de sus
La noticia de su m uerte, acaecisobrinos, tam bién salesiano y Di­
da el prim er día del presente año j recto r del Colegio de Puebla de la
en ex tra ñ as circunstancias, causó,
C alzada: don Jesús G onzález Luis.
desde el prim er mom ento, una g ran . P or su interés, y movido p o r el
consternación en cuantos, fam ilia - 1 deseo de inform ar a cuantos le co­
res y am igos, tuvieron la suerte de : nocieron. la reproduzco casi en su
conocerle...
| totalidad:
Yo habla ido a p asar los últim os ^
* ♦ ♦
días del año a Bilbao, en compa-¡
ñla de un herm ano. De v u elta en |
c;.. Le contaré algo relaciona­
M adrid, me encontré con una lla-j
do
con su tío, el muy estim ado
m ada telefónica de urgencia co m u -.
y recordado padre González
meándome, todavía m uy confusa-;
(Q. E. P. D.).
m ente, lo acaecido. Mi nerviosism o |
El sábado prim ero de enero,
y dolor de los prim eros m om entos, ‘
a eso de las dos de la tarde.
sum ados a la n atu ra l separación

me llam aron por teléfono desde

Caracas (procura) para que sin­
tonizáramos la radio p articular
que tenem os los m isioneros pa­
ra com unicarnos (en ese día,
como todos los domingos, no la
sintonizábam os). P or este m e­
dio oí, con voz em ocionada,
cómo el clérigo Fuentes m e co­

municaba que el padre Gonzá­
lez h abía perecido al caerse de
un tractor. Apenas pude com­
prender detalle alguno. Le tran­
quilicé asegurándole que harta
todo lo posible por acercarme
a San Juan de Manapiare.
A unque e ra un día desierto
y de fiesta, tuve suerte. Con el
ciudadano Gobernador y espo­
sa, volé, en av io n eta de un sólo
m otor, a San Juan donde llega­
mos, después de 50 m inutos de
vuelo, a eso de los 3,15. (La
avioneta pertenecía a unos her­
m anos separados: los Evangé­
licos). Nos encontram os con to-

da la gente de Manapiare {alre­
dedor de unos 600), dolorida y
triste, rezando y velando el ca­
dáver del Padre, puesto en la
misma capilla.
¿Cómo sucedió el accidente?
En realidad no podemos preci­
sarlo: el Padre, juntam ente con
un señor y sus dos hijos (de 19
y 18 años) habían subido a un
tractor, manejado por el clérigo
Fuentes, para ver unos sembra­
díos hechos por unos campesi­
nos e indígenas. Pero al pasar
por debajo de unas ram as, el
mismo Padre dijo: ¡Agáchense,
que hay ramas! Lo hicieron y
siguieron el camino. A los dos
minutos se dieron cuenta de que
el Padre no estaba con ellos.
Se volvieron y lo encontraron

tendido en el suelo. Bajaron y
le auxiliaron, pero ya era tar­
de... Por el golpe que se diera
en la cabeza contra la parte
trasera del tractor encontró, sin
duda, la muerte. Parece, ade­
más, que una rueda trasera del
tnismo le pasó por la espalda,
aunque suavemente, pues tenía
(según la Hermana que lo arre­
gló) una señal, como de lapice­
ro rojo, formada por dos líneas
que le atravesaban la espalda
de parte a parte. Lo llevaron a
casa muerto, como constataron
después médicamente.
¿Cuál fue la causa de su caí­
da? El S eñor que llevaba a su
lado (no se dio cuenta, pues se
agachó como todos) dijo, como
también sus hijos, que el Padre

no llevaba el color de siempre.
A l subirse a l tra c to r p ara regre­
sar, después de h ab er visto los
sem bradíos, lo en co n traro n muy
pálido. Este mismo señor mani­
festó cómo, a pesar de haberle
dirigido dos o tres preguntas di­
rectas, no obtuvo de él respues­
ta alguna, como si estuviera dis­
traído. La noche anterior, ade­
más, al terminar la misa de me­
dianoche, no quiso ir a tomar
chocolate con su comunidad ni
con las Hermanas, pues dijo
sentirse m aí. Dejó, incluso, que
un velón (cuya duración es de
unas ocho horas) se derritiera
sin d arse cuenta. No sabemos
si por quedarse dormido o por
qué. Todos coinciden en que su
caída debió esta r m otivada por

San Juan de Manapiare, la misión fundada por don Jesús González entre la selva exuberante. En la revísta de
donde se ha tomado esta foto, dice en su píe: «¡Dios conserva ai padre González para que brínde a tu flore­
cimiento en el año dos mil!»

MISION

San F C R N A N O O

A ’

Surcando las aguas
del Orinoco,
don Jesús
contemplaba
y meditaba...

010 su VlOA POR LOS GUAICAS
cial para el año nuevo, a fin de
algiin vahído o m alestar que le
cum plir en todo con la volun­
privó del control.
tad de Dios, aún con la muerte,
L a población se m anifestó
si El así lo estableciera. Recor­
muy unida y me conmovió el
dó con emotividad sus treinta
hecho de que. apenas llegado
años de Ordenación y las 10.000
allí, me pidieran que fuera en­
m isas celebradas. Terminó augu­
terrado en ¡a iglesia. Tal deseo
rando a todos un año lleno de
fue escuchado. T raba/aron du­
bendiciones. Celebró la misa
rante toda la noche turnándose,
con mucho fervor —dicen las
al mismo tiempb, p ara rezar.
Hermanas— y especialmente las
El G obernador y su señora se
partes donde pudiera expresar­
quedaron allí h a sta la mañana
se algo de arrepentim iento...
siguiente. A las diez y media
¿Algún presentim iento? No lo
(24 horas después de su m uer­
sabem os. Pero lo que sí es cier­
te, acaecida a eso de las once
to es que fue un g ran misione­
de la m añana del día 1 de ene­
ro y un g ran religioso. Desde
ro) celebram os u na misa con el
el cielo velará por T erritorio que
Vicario ínspectorial, Ecónomo,
tan to quiso y por el que tan to
Procurador de las misiones y
se desveló”. (De la c a rta de
dem ás m isioneros que hablan
M onseñor Enzo Ceccarelli).
acudido a M anapiare en com ­
pañía de algunos aviadores muy
am igos del Padre. El pueblo es­
* ♦ ♦
taba allí todo reunido. Desde
Puerto A yacucho vinieron el Di­
rector de Educación del Terri­
M irando ah o ra hacia atrá s, tra ­
torio y el C om andante de las
to de reco rd ar m is im presiones.
F uerzas m ilitantes. En fin, que
Como sobrino, tuve la g ran alegría
se m anifestó el aprecio y el ca­ de recibirlo en B arajas en com pa­
riño hacia este m isionero insig­ ñía de dos salesianos m ás que me
ne y sacrificado, uno de los pri­ acom pañaron en e sa noche de es­
m eros de vanguardia y funda­ pera. M ás tard e, conviví con él en
M adrid, pocos días pues ten ía ga­
dor de S an Juan de M anapiare
n as de v isitar a los m uchos cono­
en 1957.
cidos de su Inspectoría (Sevilla),
Las H erm anas m e contaron
y en A ldeadávila de la R ibera (Sa­
detalles del Ultimo serm ón de
lam anca). donde residen casi todos
la m isa de m edianoche. M ani­
festó que se pidiera perdón a sus herm anos (en tre ellos, mi m a­
Dios las fa lta s com etidas en el dre). Desde el prim er m om ento, sin
año viejo y una bendición espe­ sftber qué, noté en él algo distinto

30

que, con los días, fue tom ando
cuerpo poco a poco... N o sabría
cóm o definirlo. Pero, al desarchi­
v ar ah o ra los «clichés» fotográficos
de mi m ente, las im ágenes hablan
p o r sí m ism as. Com parándolas, veo
siem pre lo mismo* un hom bre li­
bre.
P ara los que vivim os inm ersos
en un m undo ta n com plicado, su
sola presencia era noticia, pues ca­
recía de doblez o de segundas in­
tenciones. Al reco rd ar lugares, mo­
m entos y conversaciones puedo
com probar, ah o ra que el tiem po
me h a librado de apasionam ientos,
cóm o sus p alab ras y personalidad,
no hechas p ara el doble lenguaje
de nu estro s m eridianos, d esp erta­
b an siem pre la ex tra ñ a sensación y
de esos ruidos de m áquina cuyos
en g ran ajes no en cajan ni sintoni­
zan. Q uizá p o r esto m anifestaba
q uerer volver en seguida y h u ir de
n u estras com plicaciones.
Dios llam a siem pre a los escogi­
dos. A él p ara tra b a ja r en los pri­
m eros puestos de las trin ch eras de
su Reino... De aquí. creo, su inco­
modidad en puestos de reta g u ar­
dia y de p risa p o r resp ira r aire
limpio. Cual tigre herido, fue a mo­
rir a la soledad de selva, lejos de
los suyos y donde, parece, está i
Dios m ás cerca.
Con las m ism as lágrim as que él
dejaba, al p artir, lloram os ahora
su au sen d a . 4
ALEJANDRO MURIAS

nuestra
Barcelona: Doy gracias a María
Auxiliadora y a San Juan Bosco por
muy importantes favores recibidos,
y envío una limosna. Dolores Pé­
rez F.
Ponferrada (León): Me encontra­
ba con unas fiebres altas y com­
plicación. me encomendé a María
Auxiliadora y hoy me encuentro cu­
rado. Hago público mi agradecimien­
to y envío una limosna. Manuel
Martínez Gómez.
Córdoba: Doy gracias a María
Auxiliadora por varios favores reci­
bidos. He podido solucionar varios
problemas que dificultaban mi vida
doméstica. Sigo pidiendo su protec­
ción para conseguir conformidad a
la voluntad de Dios. R. Hernández.
Villacalabuey: Doy gracias por la
curación de mi hijo. Demetrio Car­
vajal.
El Barquero (La Coruña): Hago
público mi agradecimiento a nues­
tra Señora Madre María Auxiliadoy a San Juan Bosco, y envío una
limosna, por los muchos favores
recibidos. Antonio Beaz Peréiras.
Bilbao: Doy gracias a María Auxi­
liadora por haber salido bien de una
difícil operación. Miguel González,
Castellón: Envío una limosna de
agradecimiento por un favor recibi­
do. Viéndome muy apurada, me erv
comendé a Don Bosco y a María
Auxiliadora, y rápidamente solucio­
né todo. Rosa de Castellón.
Albacete: Hago público mi agra­
decimiento y envío un donativo por
varios favores recibidos de la in­
mensa bondad de María Auxiliado­
ra. María Dolores Romero Bleda.
Pozoblanco: Doy gracias a María
Auxiliadora por varios favores reci­
bidos y envío una limosna. F. R. C.
Celanova: Envío una limosna de
agradecimiento a María Auxiliadora
por varios favores recibidos. A, A.
Puobla de la Calzada: Urgente­
mente tuvieron que intervenir a un
hijo mío a causa de una apendicitis aguda. La operación fue compil­
a d a y con resultados infecciosos.
En tan apurado trance, invoqué a

María Auxiliadora. Gracias a tan
buena Madre, se fue recuperando
por completo. Por éste y otros fa­
vores entregué al Colegio. Salesiano una limosna para su culto. Una
devota.
Monzón: Envío una limosna en
acción de gracias a María Auxilia­
dora por haber salido con éxito de
una operación. Eugenia Mondús.
León: Sentía fuertes dolores en
todo el cuerpo, sobre todo, en las
manos que se me están poniendo
paralíticas, pues tengo los dedos
retorcidos y nudosos. Me encomen­
dé a María Auxiliadora y a San Juan
Bosco y mejoré. También agradez­
co que mi esposo haya experimen­
tado su protección, pues el año
pasado tuvo unos ataques epilécticos. y no le han vuelto a dar. Ha­
cemos público nuestro agradeci­
miento y enviamos una limosna.
Brígida Mata Natal.
Linares: Doy gracias a María
Auxiliadora por encontrarme mejor
de salud y haber experimentado su
ayuda en un problema de trabajo.
Envío una limosna. María Rodríguez.
Algeciras: Muy agradecida a Ma­
ría Auxiliadora por un gran favor
recibido, envío una limosna para
las misiones salesianas en el Ter­
cer Mundo, en especial para Vyasarpadi. Eugenia Enríquez de H.
Algeciras: Doy gracias a María
Auxiliadora por la terminación de
la carrera de mi hijo, y envío una
limosna para las misiones salesia­
nas, en especiai para la obra del
Padre Schiooz. Carmen Osteret de
Cardona.
Algeciras: Muy agradecida a Ma­
ría Auxiliadora por un favor recibi­
do, envío una limosna para las mi­
siones salesianas del Padre Schiooz
de Vyasarpadi en la India. Ana Os*
teret Medina.
Salamanca: Dando gracias a Ma­
ría Auxiliadora por favores recibi­
dos. envío una limosna para las
Obras Salesianas. C. B.
Salamanca: Por muchos favores
recibidos de María Auxiliadora en­

vío un donativo para las obras sa­
lesianas. y deseo se publique en el
Boletín Salesiano para estímulo de
quien desee recibir gracias de tan
buena Madre. S. Hernández.
Cañizo (Zamora): Hacemos públi­
co nuestro agradecimiento a Maria
Auxiliadora por favores recibidos y
enviamos una limosna. Rosario Conzález, Carmen González, Desiderio
Montaña y Paulina Raposo.
Barcelona: Enviamos un donati­
vo de agradecimiento a María Auxi­
liadora por haber escuchado nues­
tras oraciones en la enfermedad de
nuestro hijo David. Antonio Francis­
co Garrido.
Bustio-Ribadedeva-Asturias: Que­
remos manifestar nuestro agrade­
cimiento a nuestra Madre la Virgen
Auxiliadora. Son muchos los favo­
res que le debemos. También envia­
mos una limosna para la Obra
de María Auxiliadora. Muy agrade­
cidas. Hermanas Delgado-Alies.
Salamanca: Por un favor recibido
de María Auxiliadora así como por
la gracia obtenida en mi favor, sa­
liendo perfectamente de una ope­
ración que puse en sus manos, de­
seo sea publicada en el Boletín Sa­
lesiano. E. Sánchez y Mari Tere
Calvo.
Orense: cCreo hacer un gran fa­
vor a todos, testimoniando mi con­
fianza en María Auxiliadora. En es­
tos tiempos en que todo o casi to­
do parece fallarnos. Ella no deja de
auxiliarnos con sus atenciones. Una
vez más he acudido a María Auxi­
liadora con filial confianza, y me
ha atendido. Por eso envío una li­
mosna y ruego se publique en el
Boletín Salesiano». Edita E.
Orense: Doy las más expresivas
gracias a María Auxiliadora y a San
Juan Bosco por un favor que me
concedieron y entrego una limosna
para los pobres de Vyasarpadi. M.
P. R.
Salamanca: Por favores recibidos
de María Auxiliadora envío una linx>sna y deseo se publique en el
Boletín. T. G.

31

FUERON

Reverendo don Rafael Conde Her>
nández t en Cádiz, el 5 de febrero
de 1976, a los sesenta y dos años
de edad, después de una dolorosa ;
enfermedad, sufrida con fortaleza
cristiana.
Su sepelio constituyó una mues­
tra impresionante de amor, de her- ,
manos saleslanos, de alumnos y .
demás miembros de la familia saleslana. la misa de cópore insepul- ,
to, presidida por el padre Inspector, '
fue concelebrada por unos treinta j
sacerdotes de la ciudad y casa saleslana vecinas.
Había nacido en Cabeza de Ca­
ballo (Salamanca), en el seno de
una familia cristiana. Ordenado sa­
cerdote. trabajó en el apostolado
sateslano en los colegios de Utre­
ra, Alcalá de Guadaira, Pozoblanco,
Campano. Sevilla-Trinidad, SevillaMacarena, Cádiz. Puerto Real y Je­
rez. Sus numerosos exalumnos re­
cuerdan su dedicación a la enseñan­
za.
Humanamente fue siempre muy
acogedor a todos cuantos se acer­
caban a él. Tuvo un gran amor a la
Congregación Saleslana, por la que
entregó su vida. Su devoción a Ma­
ría Auxiliadora fue intensa y supo
propagarla entre sus alumnos y de­
más personas con quienes estaba
relacionado pastoralmente.
Descanse en paz el hombre bue­
no, el saleslano trabajador, el sacer­
dote celoso.

Don Jesús González Rodríguez,
Cooperador del centro de la Funda­
ción Masaveu de Oviedo, nos ha
dejado para irse a la casa del Pa­
dre. Falleció el día 31 de enero, co­
mo para festejar en el cielo el día
de San Juan Sosco. Durapte siete

i n;

32

A

LA

CASA

DEL

PADRE

miento. y conformidad y entrega a
la voluntad del Señor.
Nuestro Centro siente esta pér­
dida y se une a su esposa y a sus
hijos en el consiguiente dolor. Que
la paz dé Dios brille para él en el
cielo.

meses soportó, con resignación
cristiana su dolorosa enfermedad.
Era de los primeros Cooperadores
de la época clásica de Masaveu, en
los tiempos de Don Fila. Deja es­
posa y dos hijos. Uno. Maestro In­
dustrial, con el título de esta Fun­
dación. La hija es profesora de EGB.
Era puntual a las reuniones, el
que ponía entusiasmo y alegría a
todos sus compañeros, especial­
mente en las excursiones, con sus
cantos y sus gracias.
Todos los años organizaba la
«Operación Pitillo» en favor de los
ancianos.
El barrio lo conocía por el «Niño
Jesús», por su trato ameno y ale­
gre, fruto de su sentir el estilo salesiano. «Tú ya no eres el de antes,
le decían sus amigos. Has cambia­
do». claro que sí, como se lo pe­
día su modo de sentir y vivir la vi­
da cristiana y como su manera de
ser apóstol. El sacerdote que lo vi­
sitaba quedaba edificado por su re­
signación, fervor y ansias con que
besaba el Cristo como arrepenti­

7^ 7

Señor don Manuel Márquez Ro­
mo t en Sevilla, el 1 de septiembre
de 1976, a los treinta y ocho años
de edad. Obrero del Colegio Salesiano de la Santísima Trinidad, des­
de hace diecisiete años, fue para
todos un hombre bueno, demostran­
do su cariño y entrega a su fami­
lia, superiores y compañeros. Su­
frió mucho en esta vida. Que el Se­
ñor lo haga feliz en la otra.

Doña Dorinda Gándara Alonso t
en Rairiz de Veiga (Orense), el día
19 de enero de 1977, a los setenta
y nueve años de edad. Fue su muer­
te serena y tranquila, como su vida,
llena de fe profunda y caridad para
con todos, alimentada con el pan de
los fuertes cotidianamente, aun a
costa de grandes sacrificios. Profe­
saba un amor entrañable a la San­
tísima Virgen. El rosario era su
compañero inseparable.
Prestó generosamente su ayuda
a las necesidades de la parroquia
y al decoro de la iglesia. El pueblo
mismo la calificó como «columna
de la parroquia». Era la tercera de
14 hermanos, cuatro de ellos salesianos: don José Gándara, don An­
tonio, don Luis y Sor Virginia. Ma­
dre de seis hijos, todos completa­
ron su formación en los colegios
salesianos. Dos de sus hijos son
hoy salesianos: Sor Dorinda y Sor
Salve. Descansa en paz.

DOS REVISTAS SALESIANAS
1. Para chicos
« J-20 » (Juventud siglo x x )
Para preadolescentes y adolescentes, a dos y cuatro colores.
Mensual, interesante y educativa, con una presentación extraordinaria.
Trata también temos de actualidad.
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Dos estupendos logros de la prensa juvenil educativa.

*

Am bas revistas. «Premio Nacional de Prensa Juvenil».

17.

OBRA VO CACIO NAL
DE LOS COOPERADORES SALESIANOS
A fin de ayudar al sostenimiento de las voca­
ciones salesianas, los Cooperadores Salesianos
promueven la PIA OBRA DEL SAGRADO CORA­
ZON. instituida con la aprobación del Papa León
XIII por el propio San Juan Bosco, con dicha
finalidad.
La Pía Obra celebra todos los días perpetua­
mente en la basílica del Sagrado Corazón de
Roma. 6 misas a intención de cuantos se ins­
criben en ella.
INSCRIPCION:
1-— Puede inscribirse uno a sí mismo y a otras
personas, vivas o difuntas, por las que
quiere pedir o sufragar.
2.
—La inscripción, que es nominal, se efectúa
previa aportación, por una sola vez. de una
limosna equivalente al estipendio de una
misa en la propia diócesis.
3.
—La inscripción se acredita con una cédula
en la que consta nombre y apellidos de la
persona inscrita, por lo que se ruega clari­
dad al enviar dichos datos.
Para la Inscripción dirijase a;
Obra Vocacional Cooperadores Salesianos
Alcalá. 164.— MADRID - 28

Dos QKitOS OOdiOOiSÜSiQS
sobro lo VIrgoo Mario
1. «Si María viviera hoy».
En filmina, 260 pesetas.
En diapositiva, 400 pesetas.
Cassette, 300 pesetas.
2. «María, don de Dios a los hombres».
En filmina, 285 pesetas.
En diapositivas, 440 pesetas.
Cassette. 300 pesetas.
PEDIDOS:
Central Catequística Salesíana
Alcalá. 164.— MADRID • 28

I.

LOS JOVENES
ANTE SI MISMOS

DOCE TEMAS: Personalidad. Volun­
tad. Vocación. Sexualidad. Juventud
actual. Amistades. Chicos ■Chicas.
Tiempo libre, Fe. Esperanza. Cari­
dad. Oración.
Doce diapositivas para cada tema.
144 diapositivas: 1700 ptas.
Cassette: 300 ptas,

II.

LOS JOVENES
ANTE EL MUNDO

DOCE TEMAS: Participación. Socie­
dad de consumo. Trabajo. Cuestión
social. Compromiso. Viviendas. Emi­
gración. Analfabetismo. Explosión
demográfica. Hambre. Guerra. Vio­
lencia.
Doce diapositivas para cada tema.
144 diapositivas: 1700 ptas.
Cassette: 300 ptas.

III. LOS JOVENES
EN SU AMBIENTE
DOCE TEMAS: El diálogo, actitud
de vida. La familia. Conflictos fami­
liares. Autoridad y libertad. La pan­
dilla. El grupo de amigos. El grupo
apostólico. Profesión: estudiante. La
juventud trabajadora. El tiempo li­
bre. En la sociedad de consumo.
Medios de comunicación social.
Doce diapositivas para cada tema.
144 diapositivas: 1700 ptas.
Cassette: 300 ptas.
UTILIZACION; Encuentros de Refle­
xión. Convivencias. Retiros. Ejerci­
cios y Jornadas de Espiritualidad.
Charlas formatlvas. Curso de Orien­
tación Universitaria.

PEDIDOS:
Central Catequística Saleslana
Alcalá, 164.—MADRID - 28.
Texto
DON BOSCO
Una página para los niños

Ouoridos omigoa Juanito y Mari;

-Venid, venid a ver. ¡Llueven rosas!

saleslano se levantó y se asomó a una azoíellla.
Comenzó a gritar:

Desde lo alto caían verdaderas nubes de ro•Por al fuero poco lo que nos ha llovido este
Invierno, vienes ahora con eso do las aguas
mil...» Yo lo aé, amlgoa. que os gustan más los
dios brillantes, llenos de sol. Al mismo tiempo
son como una Imagen do lo alegría que bulle
dentro do vosotros. Pero si no fuero por la llu­
via. los árboles no estarían ton verdes y fron­
dosos, ni el compo tan bonito. Por eso. es neceenrlo que llueva y que hago sol. Gracias al aguo
do esto Invierno tenemos un mea de abril tan

— iUna lluvia de espinas! |Una lluvia de es-

sas fragantísimas...

plnasl

delicioso y primaveral.

— ¡Oh. por finí —exclamó entonces el saEn efecío, calan espinas en gran cantidad
como gotas de agua en una lluvia torrencial.

Después se oyó un segundo (rueño, fan fuerte
como el anterior. Y pareció que el temporal Iba
amainando un poco. Pero entonces el saleslano
volvió a gritar desde la terraza:

SI viórols. Las acacias que crecen Junto a
mi cuarto están reventando de verdor. Yo diría
quo 80 han vuelto locos. Y os que lo vida vuelve
a ellos como un milagro. Yo pienso que son
como el símbolo de lo resurrección. Aunque eso
de símbolo seo una palobreja de las que no le
gustan o Mari. Poro así es más fácil comprender
por qué en estos días celebramos los cristia­
nos la Pascua dol Seflor. Lo Pascua, florida como
las acacias quo me alegran coda moftano...

_|0h. qué hermosural jUno lluvia de capullos!

Y por los aires descendía tal canfíded de
capullos de llores que al punto formaron en el
suelo una espesa capa.

A l estallar un tercer trueno, se dejaron ver
algunos trozos de cielo sereno que irradiaban
haces de luz solar.

oOo oOo oOo

Y el saleslano volvió a gritar de nuevo:

— ¡Una lluvia de flores! lUna lluvia de floresl
A propósito de las «aguas mil de abril», voy
fl confaros hoy un sueño que tuvo Don Bosco y
en el que se habla de unas lluvias misteriosas.

Uno noche el santo soñó que estaba dando
una conferencia. Mientras hablaba, se dio cuenta
de que el cielo empezó a nubferse. £n un santlamén se desencadenó una tempestad de rayos,
relámpagos y truenos espantosos. De repente
retumbó un trueno gordísimo que hizo temblar
o le casa como s i también tuviera miedo. Un

lesiano...

oOo

oOo oOo

Corría el afio 1884. uno de los últimos de
la vida de Don Bosco. Vosotros sabéis que el
santo murió en 1888. La lluvia de rosas era
como la bendición que el Señor le mandaba
después de tantos años de luchas, de trabajos
y de sacrificios como le tocó pasar. Dios le
premiaba con esa lluvia tan bella que le pareció
ver en el sueño.

Yo creo, amigos, que nosotros también nos
asustamos de lo que tenemos que trabajar.
Creemos que serla más bonito estar siempre
de diversión y de vacaciones. Pero también
comprendemos que sin esfuerzo no puede haber
lluvia de rosas, a no ser que fueran artificiales.
Pero las flores artificiales, de papel o de piestico. no nos gustan, por muy bonitas que parez­
can. Queremos rosas de verdad.

Todo el espacio apareció lleno de flores pin­
tadas de belleza. Las habla de todas clases y
(amaños. Y. en un abrir y cerrar de ofos. cubrie­
ron al suelo y los tejados de las casas, ofre­
ciendo un panorama de variadísimos matices.

Hoy os deseo para vuestra vida una llu
de rosas. Aunque para ello tengan que c
antes muchos chaparrones que os dejarán cr
una sopo. ¡No les tengáis miedo! Después

Un cuarto trueno resonó potente y clamo­
roso. i l délo, no obstante, estaba completamente
sereno y brillaba un sol esplendente. Y. otra vez.

Recibid un abrazo de vuestro amigo.

el saleslano vohrió a gritar:

la
er

an-

drán las rosas.

PADRE RAFAE

II

Revista de la Obra de Don B oico
Arto XC • Núm. 4 • Abril 1977
Director: RAFAEL ALFARO
¡
I

I
'

Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalá, 164
Teléfono 255 20 00
MADRID-26
Depósito Legal: M. 3.044-1958
(Con censure eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Atocha

Cristo es nuestra Pascua, ¡aleluya!
Cristo es nuestra fiesta, ¡aleluya!
Cristo es nuestra esperanza, ¡aleluya!

EN ESTE NUMERO

Una explosión de espe­
ranza ...........................
Com prometidos e n la
pastoral.......................
Qué escuela pública que­
remos ..........................
Testigos del campo de
misión .........................
Córboda, 75 años de ser­
vicio salesiano .........
Breve diccionario para
don M ig u e lito .............
Salesianos de la tercera
edad..............................
Cristo, nuestra Pascua
(Póster) .....................
Panorama salesiano.......
Basta un nudo en el pa­
ñuelo ...........................
Padres de salesianos, al
habla ...........................
En el corazón de los An­
des bolivianos.............
Dio su vida por los Guai­
cas ...............................
Nuestra g ra titu d .............
Fueron a la casa del Pa­
dre ...............................

1
2
4
6
8
12

• E stán muy. bien estos gritos que expresan la fe del corazón
Es la celebración alegre y gozosa y desbordante de n u estra libera­
ción. Los cristianos no podem os e s ta r triste s nunca. Ni au n cuando
el dolor se cebe en n u estra carne de hom bres que viven y sufren.
Por eso mismo, los que tenem os fe y la celebram os, tam bién h e­
mos heredado el com prom iso liberador de Cristo. Com o él, estam os
em peñados en la propia liberación y en la de todos los hom bres del
m undo. No pueden celeb rar su fe' tranquilam ente y en paz los que
no luchan por h acer m ejor la sociedad en que viven. Una celebra­
ción sin com prom iso liberador es un engaño, una alienación, un fol­
klore, quizás.

14
16
18
20
22
24
28
31
32

NUESTRA PORTADA

En todas las inspectorías de
la España Salesiana se cele­
bran pascuas juveniles. Cris­
to resucitado, el que acampó
entre nosotros, nos estimu­
la a una vida nueva, a una
esperanza nueva, a un nuevo
amor, -precisamente porque
estamos de paso y hay que
darse prisa...
Foto: Jo sé Luis Mena

UNA EXPLOSION DE ESPEBANZA

• Lucha y contem plación era el lem a que, hace unos años, mo­
vió a la juven tu d del m undo en la celebración d e su Concillo de
Taizé. Es la misma idea que antes indicábam os: carece de sentido la
contem plación o la fiesta de aquél que no ha em pleado brazos y
m anos para luchar, para cam biar el mundo.
jQ ué bien lo entendieron los jóvenes cuando lograron que el h er­
m ano Roger se com prom etiera a h acerse peregrino p ara denunciar
la opresión de ta n tas dictaduras de izquierda y de derecha, in stala­
das en tan to s países! Y a anunciar la alegría de la lucha y de la
esperanza.
Porque, ¿qué derecho tiene, p ara sen tarse luego a la m esa con los
luchadores el que se h a cruzado de brazos? A lo m ejor es el p ri­
m ero en ento n ar cantos de júbilo. P ero esa alegría sonará a falsa
moneda. La celebración de la Pascua exige un com prom iso de fe
y de vida.
• Ahora, en nuestros colegios, en n u estras asociaciones, en n u es­
tro s pueblos, soplará el aire prim averal de la Pascua. Un aire nue­
vo de resurrección y de vida, de fe y de esperanza. P ero solam ente
esperan los que tienen ansias de renovación, los que sufren ham bre
y sed de justicia.
La resurrección del S eñor J e ­
sús es el vuelo poderoso que
hace estallar la p rim avera del
am or, que levanta la vida de
los cristianos hacia el fu tu ro
mejor, siem pre m ejor. S ostie­
ne nuestros brazos en el do­
lor, en el trabajo, en la ilu­
sión. Es una explosión de espe­
ranza.

COMPROMETIDOS EN LA PASTORAL PARROQUIAL
Un curso más...: esta vez de «Comprometidos en la Pastoral Parroquial». Los organizadores no
quisieron que se llamara curso de «párrocos» de Europa: lo eran la mayor parte de los participantes.
El tema «parroquia saleslana» está todavía candente después de la declaración del pasado Ca­
pitulo General Especial; y volverá a estudiarse, seguramente, en el próximo C. G. 21 cuando se in­
tente «fijar» los artículos sobre el carisma saiesiano que las Constituciones presentaron ad experimentum.
El curso ha tenido lugar en Roma, del 4 de enero al 8 de febrero.
Transcribimos aquí la homilía histórico-pastoral que don Juan Raineri, encargado general de la
Pastoral de Adultos, pronunció en la concelebración eucaristica de la fiesta de San Juan Bosco.

ALGUNAS IDEAS
«PARROQUIALES»
DE DON BOSCO
El CGE, cuando intenta dar las
lineas generales para hacer reali­
dad la «fidelidad dinámica* a Don
Bosco, dice:
• Que Don Bosco recibió una
vocación especial del Espíritu San­
to en la Iglesia.
• Que él entendió que tal mi­
sión consistía en la evangelización;
— de los Jóvenes, sobre todo de
los pobres.
— de la clase popular «o adultos
de la clase baja», especial­
mente del campo.
— y, más tarde, de los pueblos
paganos.
• Que él realizó personalmente
tal misión según un estilo particu­
lar de vida y de trabajo según el

modelo de San Francisco de Sales,
y que fundó, para continuar su mi­
sión en la Iglesia con el mismo es­
píritu. los Salesianos, las Hijas de
María Auxiliadora y los Cooperado­
res.
• Que «Don Bosco siguió la ins­
piración del Señor haciendo coinci­
dir siempre su acción y sus obras
con las exigencias del tiempo y de
los lugares-. Por que en toda ac­
ción hay:
— intenciones permanentes, que
habrá que conservar por enci­
ma de todo.
— y formas contingentes, y cam­
biables. que habrá que aban­
donar cuando hagan difícil, a
veces imposible, la realización
de esas intenciones perma­
nentes.
La consecuencia operativa quedó
así redactada: «Los Salesianos dó­

ciles al Espíritu Santo, deben rea­
lizar su vocación en el contexto de
hoy. (CGE. 2/22).

1.— Un documento
poco conocido
Estos días pasados los párrocos
del curso han meditado sobre un
documento muy poco conocido. «El
Primer Reglamento para las Parro­
quias-.
En ei CG de 1883 se comenzó a
tomar conciencia del hecho nuevo
de que la Congregación se estaba
abriendo al apostolado parroquial:
existían ya al menos cuatro parro­
quias.
Con el sentido práctico y concre­
to que distinguía a Don Bosco. qui­
so éste que se discutiese un re­
glamento sobre esta nueva activi­
dad salesiana, cuya importancia no
minusvaloraba.

DOCUMENT
La discusión no logró llegar a la
conclusión deseada, y se nombró
una comisión que presentó un re­
glamento al 4.” CG, en 1886, regla­
mento que quedó aprobado.
La importancia de este documen­
to está:
— en su tono pastoral; por des­
gracia, en los sucesivos Capítu­
los G. y en la redacción definitiva
de los Reglamentos, desaparecieron
casi todos ios elementos pastora­
les:
— en la forma concreta y dúctil
con que se resuelven las distintas
situaciones, dejando la puerta abier­
ta a futuros arreglos: todo esto muy
en consonancia con la manera de
ser de Don Bosco;
— en que la aprobación se hizo
en presencia de Don Bosco y por
su intervención directa en la solu­
ción de una cuestión en la que los
capitulares corrían el riesgo de que­
dar embarrancados:
— y en la presencia en el Regla­
mento de las ideas pastorales de
Don Bosco. cosa fácil de demostrar
confrontando algunos de estos pá­
rrafos con otros testimonios que
trasmiten su pensamiento sobre es­
te particular.

2.— «Intenciones
permanentes»
• El espíritu de nuestro Santo Pro­
tector era hacerse todo para todos,
—ómnibus omnia factus— y este
mismo espíritu, si debe ser el alma
de todos ios Salesianos, tendrá que
serlo de un modo especial de aquél
que es llamado a llevar una parro­
quia-.
Lo cual quiere decir que no dis­
cute si es o no posible vivir el es­

ALMAGRO-BUENOS AIRES: Solem­
ne concelebracíón en la Basílica de
María Auxiliadora con motivo de la
clausura del año centenario de las
Misiones Salesianas. Las fiestas ad­
quirieron un clima de fervor con
Is presencia del Rector Mayor, don
Ricceri. A los cien años de la lle9&da de los hijos de Don Bosco a
Argentina y Suramérica. la Congreseción se prepara a las nuevas sin­
gladuras del segundo siglo en esos
P«i«es desbordantes de juventud.

píritu salesiano, ya que este se con­
vierte en norma de vida y en mé­
todo pastoral, como demuestran las
indicaciones que da el mismo Re­
glamento para las relaciones con el
pueblo, con la Casa, con los Her­
manos, con los de fuera, con las
autoridades, los sacerdotes, los
obispos, descendiendo a particu­
lares muy concretos.
•Los enfermos, los pobres, los ni­
ños —en otro lugar añadirá Don
Bosco también 'ios ancianos'—
sean objeto de especial cuidado. A
lo largo de los demás artículos son
nombrados también •los alejados-.
• El recogimiento y la delicadeza
interior, tan necesarios en un sacer­
dote, son indispensables en un re­
ligioso».
La vida común, como componen­
te esencial de la vocación salesiana queda enérgicamente reivindi­
cada:
— en Jas parroquias debe haber
puesto para una comunidad de sa­
lesianos, como solución preferen­
cia!;
— todos deben encontrarse jun­
tos para las prácticas de piedad,
posiblemente en la iglesia, para dar
buen ejemplo a los fieles:
— la admisión de gente de fuera
ha de quedar limitada a casos de
conveniencia pastoral, con el fin de
no molestar a la vida común:
— las cuestiones de competen­
cia entre párroco y director deben
resolverse teniendo presente:
• por una parte, el bien de los
fieles,
• por otra, la caridad fraterna y
el buen ejemplo de los fieles
y de los Hermanos.
— estén los Hermanos antes que
los fieles en los cuidados del pá­
rroco.

3.— «Formas contingentes
y mutables»
Hubo formas contingentes que
guiaron, ciertamente a Don Bosco
en la aceptación de paroquias, y que
han quedado codificadas en la se­
gunda parte del artículo Introducti­
vo. Dejando bien clara la norma ge­
neral de «cierta resistencia en
aceptar parroquias- dados los fines
de la Congregación, se prevén con­
cretamente aigunas razones de ex­
cepción, todas eiias ya experimen­
tadas:
— parroquias ofrecidas directa­
mente por el Papa: Sacro Cuore de
Roma,
— mayor gloria de Dios y bien
de las almas: La Boca en Buenos
Aires,
—conveniencia, lugares de mi­
sión.
Se deja a la discreción de los Su­
periores de Turín y de los Inspec­
tores, y de los mismos párrocos y
directores diversas interpretacio­
nes.
CONCLUSION

Merecería ser tratada ampliamen­
te la fisonomía del párroco salesfano diseñada por Don Bosco: pastor
en medio de la grey, padre en me­
dio de sus hijos, y siempre en con­
tacto con su pueblo...
Es él. Don Bosco. quien conclu­
ye: -El párroco salesiano que con­
serve el espíritu de la Congrega­
ción. observando escrupulosamente
sus votos y estas pocas normas, no
dejará de ser un apóstol en medio
del pueblo que Dios le ha confiado,
y, santificándose, ganará muchas al­
mas para el cielo-. ^
JUAN RAINERI

¿QUE ESCUELA PUBLICA QUEREMOS?
¿Cuáles son las características de la escuela pública que deseamos? El Salesiano
Francisco Riu ha publicado un articulo en «La Vanguardia» sobre este tema de
gran actualidad y que juzgamos de interés para nuestros lectores. Ofrecemos del
mismo las ideas más importantes que esclarecen una cuestión que está en la calle,
en la prensa y hasta en ambientes políticos y sociales.

LO QUE NO E8 ESCUELA PUBLICA

£1 tema ya está en la calle otra vez,
Y con la misma virulencia de hace un
año. Ahora, en el contexto de unas
elecciones en el Colegio de Doctores
y Licenciados. Si uno fuera algo mds
ingenuo, podría llegar a sorprenderse.
Pero la vida, poco a poco, nos va en­
señando a leer y a interpretar. Lo cier­
to es que si, como ciudadanos con voz
y voto, queremos llegar a opciones
conscientes y libres, se imp>one un mí­
nimo de claridad en las expresiones.
De no ser asi, la ambigüedad habitual
de ciertos términos y cslogans corjtinuatil engañando a unos y a otros.
¿En beneficio de quién?
Esto viene a cuento por la ambi­
güedad que presenta la expresión “es­
cuela pública” que, hoy por hoy, pue­
de decir mucho y puede no decir na­
da. Veémoslo.
Si quisiéramos definir la escuela pú­
blica por negación podríamos apuntar,
por ejemplo, que la escuela-negocio no
es escuela pública; que muchas escue­
las estatales, por estar desvinculadas
de su entorno, sin sensibilidad ningu­
na ante la realidad sociocultural de la
zona o barrio, sin apertura real a fa­
milias y entidades con ellas relaciona­
das, no pueden llamarse escuelas pú­
blicas.
Que una escuela elitista que discri­
mina a alumniw y familias por moti­
vos económicos a sociales, que selec­
ciona con criterios de capacidad inte­
lectual o brillantez académica, tampoco
se parece a la escuela pública. Y po­
dríamos continuar por esta línea y to­
dos estaríamos de acuerdo.

parecer necesarias de la llamada escue­
la pública. Apuntemos algunas:
La escuela ha de ser servicio públi­
co, es decir, servicio abierto a todo
ciudadano, sin discriminación; escue­
la para todos y no cerrada a nadie que
la quiera. Hay quienes desearían, con
todo, evitar la expresión “ servicio pú­
blico” y prefieren hablar de “servicio
de utilidad pública”, porque, dicen,
los servicios públicos, según ciertas le­
gislaciones, son competencia de la Ad­
ministración del Estado. Y esto es su­
mamente peligroso. Importante, pues,
que sepamos qué queremos decir si
nos referimos a la escuela “ servicio
público”.
La escuela ha de ser gratuita para
todos los niveles obligatorios. Esto
supone, simplemente, que la educa­
ción de los hijos no deben gravitar
directamente sobre la economía de las
familias. Una escuela no gratuita es
necesariamente discriminatoria, y esto
tanto si la no gratitud se da por vo­
luntad expresa de quienes la gestionan
(y estaríamos en la esaiela-negocio),
si se produce al negársele la ayuda de
los bienes públicos.
Por esta razón, la escuela debe ser
financiada por las entidades públicas,
es decir, por esos organismos, pronto
representativos en nuestra sociedad de­
mocrática, que asumen la responsabi­
lidad de proveer al bien de todos, ad­
ministrando los bienes de todos, para
servicio de la comunidad a la que se
deben. Y a la financiación debe corres­
ponder el conveniente control.

ALGUNOS INTERROGANTf<
ALGUNAS CARACTERISTICAS
NECESARIAS

El problema se presenta cuando, al
proponer una definición descriptiva,
se señalan algunas características al

A simple vista, puede parecer que
también estamos todos de acuerdo en
estes tres aspectos de la escuela pú­
blica. Pero, evidentemente, no es así.
Y ello porque expresiones aparente­
mente claras y definidas permiten di­

versas interpretaciones. He aquí, por
ejemplo, algunos interrogantes:
Si el Colegio de Doctores y Licen­
ciados de Madrid, en “Una alternati­
va para la enseñanza” (Enero, 76), di­
ce que “ es misión primordial del Es­
tado hacerse cargo de la educación de
los ciudadanos”. Y que “la enseñan­
za estatal ha de extenderse hasta ab­
sorber las enseñanzas fundamentales de
todos los niveles y modalidades” pre­
cisamente porque la enseñanza debe
ser un servicio público, ¿estamos to­
dos de acuerdo? ¿No decimos ya que
todo servicio público compete a la Ad­
ministración del Estado?

DOCUMENTC
Por otra parte, cuando nos referi­
mos a las entidades públicas que de­
ben financiar y controlar la escuela,
¿confundimos estos onanismos con los
del poder central del Estado Español?
Y si se dice con una lógica aplastan­
te que los dineros del Estado deben
destinarse exclusivamente a los centros
estatales, ¿queremos dedr que el Es­
tado es el “dueño” de sus centros y
también del dinero de todos los ciu­
dadanos? ¿No sería mejor pedir a los
organismos del Estado, que adminis­
tren bien lo que es de todos y que,
en su gestión, sirvan a todos sin dis­
criminación? En la provincia de Bar­
celona, el 60 por 100 del alumnado se
educa en centros libres no estatales.
¿En qué lógica nos apoyamos para de­
cir que el dinero del Estado, que es
dinero de todos, stSo debe destinarse
al otro 40 por 100?
La necesaria brevedad de un artícu­
lo impide aludir a otros aspectos con­
flictivos y no quiero dejar de apun­
tar el que, precisamente, motiva aho­
ra mi reflexión, ya que tiene su raíz
en otra característica que se atribuye
también a la escuela pública que algu­
nos preconizan.

DESENMASCARAR
UK iJUEVO TOTALITARISMO

Tanto las últimas Escoles d ’Estiu,
patrocinadas por la Institución Rosa

Sensat y la actual junta del Colegio
de Doctores y Licenciados de Barce­
lona, como el ya mencionado docu­
mento del C olólo de Madrid, procla­
man además, como característica pro­
pia y necesaria de la escuela pública,
su unicidad y, como consecuencia, su
exclusividad. La idea es clara: en
nombre de la igualdad, sólo debe exis­
tir un modelo de escuela para todos,
lo que lleva a provocar, por todos los
medios, la desaparición de todo otro
modelo en el futuro. Y como esta es­
cuela única presupone también un plu­
ralismo ideológico interno (en la es­
cuela pueden — ¿deben?— darse cita
todas las opciones filosóficas, todas las
creencias religiosas, todas las líneas
políticas...) y la libertad.de cátedra
(ningún enseñante será disaiminado
por sus convicciones), ya nos encontra­
mos en un callejón sin salida.
Y aquí pregtmtamos: ¿en nombre
de que estilo de democracia se hace
ahora única opción de escuela para
todos? ¿Para cuándo dejamos el res­
peto que debemos a los derechos de
ciudadanos y familias? ¿Qué totalita­
rismo se esconde detrás de un modelo
de escuela necesariamente único y ex­
clusivo que hace imposible la libre
ción de grupos y familias a crear para
ellos y para la sociedad en general
unas escuelas pensadas como un servi­
cio a la persona del alumno, con un
proyecto educativo y una metodología

pedagógica que las definan, y q u e' por
otra parte, lejos de buscar lucio o
adoarinamiento, por su forma de ges^
tión, su apertura y su sensibilidad,
reúnan todas las características de ser­
vicio de utilidad pública en una socie­
dad que se reconoce pluralista y quie­
re, además, ser democrática?
Entre padres y educadores va cun­
diendo el temor de encontrarse de nue­
vo ante una instrumentalización polí­
tica de la escuela como palanca para
legrar el poder y como instrumento
de poder. ¿Es quizá lo que pretende
esa nueva escuela pública que se pre­
senta como ideal para nuestro futuro
democrático?
Y volvemos al principio: conviene
que, de inmediato, clarifiquemos tér­
minos y opciones. Ni escuela-negocio,
ni escuela elitista, ni escuela de impor­
tación. De acuerdo. Pero escuela úni­
ca por necesidad y por imposición,
tampoco.

TRASCENDENCIA DEL TEMA

Es curioso que este tema salte otra
vez a la calle en el contexto de las
elecciones del Colegio de Doctores y
Licenciados. ¿Por qué? Creo que lo he­
mos de d edr con toda claridad para
evitar confusiones que nos perjudican
a todos. Los que apoyan el modelo de
escuela • pública y única y los que lo
propugnan merece que también les
pongan calificativo de maxistas. Y és­
ta es una de las candidaturas de di­
cho col^io.
La otra candidatura, que quiere pro­
mover, naturalmente, los valores pro­
pios del C o l^io y la unidad de todos
los colegiados por endma de todo par­
tidismo, y, al mismo tiempo, lograr
una política educativa que, en nues­
tra próxima configuradón democráti­
ca, garantice la pluralidad de opciones
educativas —todas ellas al servicio pú­
blico— , sin m o n t^Iio s de ninguna cla­
se y con igualdad de oportunidades
para todos. Es dedr, aquí y ahora una
escuela pública que no mutile liberta­
des.
El tema, evidentemente, es delicado
y toda opdón en este campo tiene una
trascendencia que ahora difícilmente
podemos calibrar. En unas pocas elecdones podríamos jugamos el porve­
nir de la educadón del país. ^
FRANCESC RIU

Una escuela elitista
que discrimine a alumnos y familias
por motivos económicos o sociales
r»o puede llamarse
escuela pública.

TESTIGOS DEL CAMPO DE MISION
33 cooperadores de Italia viajan por la Patagonia
Del 18 de diciem bre de 1976 al 7 de enero del 77, 33 C oc^eradores saleslanos de
diversas ciudades de Italia, han solem nizado el P rim er C entenario de las Misiones
Saleslanas, visitando num erosos centros creados p o r los Hijos d e Don Bosco en el vas­
tísim o te rrito rio de la P atagonia argentin a y chilena, y en la T ierra del F u e g a
La plum a. Im pregnada en sentim iento, am or a D on Bosco e intensa fu erza descrip­
tiva, de u na de las expedicionarias, T eresa Francioso, h a n arrad o la n u eva av entura
m isionera de este grupo de Cooperadores.
No con poca dificultad condensam os la narración y a que to d a ella es m uy intere­
sante.

Decir que la obra de San Juan Bosco es grande,
inmensa, es expresar una idea abstracta que por
momentos fascina y hace volar la fantasía, pero que
en seguida resbala como todas las ideas abstractas.
Pero recorren los miles de kilómetros que duran­
te un siglo —desde 1876, cuando los primeros Salesianos desembarcaron en Buenos Aires— han re­
corrido, a pie y a caballo, intrépidos hombres de fe,
en nombre de Don Bosco; contemplar, con ojos
ávidos de imágenes nuevas, el ambiente, las cha­
bolas, edificios construidos con enorme dificultad
por los Salesianos para despertar de su letargo es­
tas tierras abandonadas, para defender a los perse­
guidos, para salvar las razas de los Araucanos, Tehuelchcs, Alacalfes, O nas..., todo esto ha sido para
nosotros, los 33 del grupo visitante, un auténtico
descubrimiento de un mundo nuevo, desconocido;
un mundo que nos ha sorprendido por sus fuertes
valores, sobre todo en el campo social y de promo­
ción humana.

pedicionarios en este punto extremo de la tierra.
Aquí acamparon para pasar el invierno, y después,
infatigables descubridores de horizontes nuevos,
partieron para el sur de esta “Isla Grande”, bus­
cando almas que iluminar...; pero comenzaron por
el cuerpo, aliviando las calamidades más perento­
rias.
Hemos visto en Punta Arenas, en la Patagonia
chilena, la casita que habitó monseñor Fagnano:
muy pobre, de madera, con los muebles indispen­
sables; nos mostraron el pequeño desván en el que
escondió una vez a unos Indios perseguidos, a los
que hizo llegar después, con riesgo de su vida, a
lugar seguro.
Y hasta en la inmensa ciudad de Buenos Aires,
hemos visto auténticos centros misioneros que con­
tinúan la misión de monseñor Fagnano y aquellos
primeros Salesianos: el Centro Deportivo Don Bos­
co cerca del aereopuerto internacional Ezeiza, am­
plio, dotado de locales, campos, piscinas, y abierto
gratuitamente a los muchachos pobres; — los que
pueden, pagan— .

La casa de Monseñor Fagnano
Hemos pasado por la Bahía de San Sebastián, al
noroeste de la Tierra del Fuego, desolada y árida,
cuyo único signo de vida es el complejo de pozos
petrolíferos — el petróleo soñado por Don Bosco— .
Las únicas comunicaciones con el resto del mundo
son el trasporte aéreo y una sola carretera.
Todo lo demás es la negación de la vida. Pues
aquí, en esta bahía, vinieron a parar, en el otoño
dé 1893, los misioneros salesianos, los primeros ex­

El fiero viento pampero
En la Patagonia, decir “ahí al lado” significa ima
distancia de 200 a 300 kilómetros, que nosotros
hemos recorrido muchas veces en robustos auto­
buses, casi camiones, sobre pistas de tierra apiso­
nada, entre remolinos de polvo provocados por “el
pampero”, el viento de la Pampa que sopla fiero
y a ráfagas y no tiene conmiseración de las pobres

f a m il ia '$ A tÉSIANi

chozas de los indígenas, de las humildes construc­
ciones levantadas con tanto trabajo por los misio­
neros.
Nos han dicho que la misión-hogar Mamá Mar­
garita, a la que U fam os después de varias horas
de autobús por la Pampa del Malleo, ha perdido
el tejado dos veces el invierno pasado... Nos han
enseñado el interior del edificio: una habitación
grande llena de literas superpuestas, colchones y
mantas de una pobreza que parte el alma; frecuen­
tan la escuela casi 70 muchachitos. A ellos no los
hemos visto porque están todavía en sus casas du­
rante las vacaciones de verano. Mientras fuera se
estrella el sol contra la blancura de la tierra, dentro
es casi oscuro, dada la estrechura de las ventanas
que no han de dejar pasar el cuchillo cortante del
viento pampero, y el frío intenso cuando cae la
nieve y la misión queda aislada del mundo durante
tres meses. Y no es que haya demasiadas cosas
para calentarse.
Todo esto ha sido objeto de meditación para
nosotros durante estas navidades: la pobreza es
un mal y pide a gritos justicia, cuando no es una
opción voluntaria. Y hemos dado gracias a Don
Bosco y a los misioneros que tratan de luchar con­
tra la miseria.

La raíz ha renunciado a ser flor
Una de las cosas más bonitas que nos ha tocado
el corazón ha sido la carga de humanidad que he­
mos descubierto en todos los misioneros, su senci­
llez, su ofrecimiento incondicionado aceptado por
nosotros con los ojos húmedos por la emoción: era
tan humilde, tan afectuoso, diría tan tierno, sin
exageraciones jactanciosas; y su sonrisa...
La sonrisa: una iluminación de su alma genero­
sa que vive de gracia de Dios, de generosidad, de
niños y muchachos que juegan, crecen, sufren y se
abren a la vida.
En una misión he leído y copiado una frase que
refleja la vida de los misioneros en esta desconoci­
da tierra: “Una raíz es una flor que desdeña la
fama”. Comenzar por abajo, por los cimientos, ca­
lladamente, ocultamente. Luego la planta crece pu­
j ó t e y da frutos...
Nadie se acuerda de dar las gracias a la raíz.
Aquí sí, aquí la gratitud tiene im nombre; Patagonia Salesiana. ♦
TERESA FRANCIOSO

«¡Yo he estudiado en los Salesianos!»
En la Tierra del Fuego hemos pasado por la
carretera que lleva de Río Grande a Ushuaia, y nos
han didio con admiración: “La han hecho los Salesianos”.
Los Salesianos han construido también la ciu­
dad: “Río Grande surgió cuando se estableció aquí
la se^n d a misión salesiana, en 1895”.
E igualmente otros centros, otras carreteras, tras­
formaciones milagrosas del desierto y la desolación
en ciudades y tierras de cultivo, deben su iniciati­
va a los Salesianos.
En Argentina y Chile nos fue fácil entablar con­
versación animada con los habitantes; por las ca­
lles, en cualquier local público, en los puestos fron­
terizos, en los aeropuertos: sonrisas, abrazos y cor­
dialidad. Era suficiente decir “salesianos” para que­
dar como amigos íntimos con personas a las que no
conocíamos unos minutos antes.
“ ¡Yo he estudiado en los Salesianos!”... E inme­
diatamente se ponían a nuestra disposición resol­
viendo todas las dificultades que pudiéramos tener;
informaban a las autoridades superiores, nos hacían
entrevistas para la radio y televisión, nos hacían
las concesiones más absurdas... Por ejemplp: des­
viaron un avión de línea fija para que pudiéramos
Il^ a r a tiempo a una localidad de los Andes donde
pensábamos celebrar la Noche de Navidad...

TURIN-VALDOCCO: Los misioneros de
dición misionera llevan las ofrendas al
tor Mayor las recibe.

la 106.* expealtar. El Rec-

n

H'.:

75 AÑOS DE SERVICIO SALESIANO

El colegio Salesiano ha impartido educación a una gran mayoría
de los sectores populares de la capital andaluza. Con fuerte vocación so*
cial, su futuro es esperanzador.

Traemos a nuestras páginas un artículo de Francisco Navarro Ca*
labuig, aparecido en el diario «Córdoba» con motivo del 75 aniversario de
la llegada de los Salesianos a la ciudad.

El Colegio Salesiano de Córdo­
ba es una institución docente ve­
terana y al mismo tiempo joven.
Acaba de cumplir los setenta y
cinco años fundacionales, ya que
se puso en marcha el 16 de ene­
ro de 1902. Pero sus energías vi­
tales son tontas, que están plas­
mándose ahora mismo, hechas
nueva piedra docente, sobre el
viejo solar donde se han educado
tantas generaciones cordobesas.
Quiere proyectarse hacia el fu­
turo. Por eso se renueva, no sin
sacrificio por parte de salesianos,
antiguos y actuales alumnos, aun­
que lo hace con la misma fe y
alegría que ha derrochado a lo
8

largo de este siglo en su magní­
fico servicio educativo a la ciu­
dad. Su larga y buena historia es­
tá impulsada por el amor a Dios
V al prójimo.
£1 Colegio Salesiano ha sido
una colosal forja de hombres en
toda la extensión de la palabra.
Supo hacer de cada alumno, más
allá de las aulas, profesionales,
ciudadanos y hombres completos.
La obra salesiana tiene una in­
mediata carga sociológica de fuer­
te acento mariano — no se conci­
lle sin la devoción y asistencia de
María Auxiliadora— y también
humano, estilo Don Bosco, ade­
lantado en la promoción de las

clases populares desde mediados
del siglo XIX. A él se del>e el
primer contrato de aprendizaje
— con un niño de su Oratorio
Festivo de Turín— establecido
en el mundo. Y como cifra del
modo de ser de la Congregación
Salesiana, reflejo de la persona­
lidad del fundador, una atrayente
simpatía hecha de calor humano,
amistad, sencillez y entrega.
1-1 rNC'." I-Kl -■

¡X’sir^NT'

Por los frutos se conoce la ca­
lidad de la Obra salesiana entre
nosotros, a partir del colegio fun­
dado cuando acababa de estrenar-

Aquí plantaron sus reales los
salesianos para acometer una em­
presa educativa, apostólica y de
redención social que no se ha in­
terrumpido nunca. Cambian los
¡ tiempos, las formas, los estilos
i pero permanece siempre la esenI cia de una misión que consiste
■precisamente en ponerse al ser; vicio de la juventud, especialmen! te de la más necesitada en cada
! época histórica.

“íMe s a r e d o n d a ^SALESIANA
Con motivo del 75 aniversario
I de la fundación del Colegio Sai lesiano de Córdoba — que será

cial; don Juan B. González Cal­
vo, administrativo de Seguros;
don Eduardo Segorbe Entrenas,
jubilado de Banca; don Rafael
Torreras Yáñez, joyero; don Ra­
fael del Rosal Moreno, carpinte­
ro; don Emilio Jurado Gavilán,
abogado. Y como moderador de
la mesa redonda, el consiliario de
la Asociación de Antiguos Alum­
nos, don Manuel Collado Cam­
pos, salesiano.
He aquí un resumen del Cole­
gio Salesiano de Córdoba en su
75 años de existencia, hecho con
los aportes de siete veteranos de
distintas promociones que se edu­
caron en el centro y al que per­
manecen cariñosamente unidos
desde la época escolar:

Vista general
del Colegio Salesiano
de Córdoba.
Después de 75 años,
sus pabellones
han crecido
y han multiplicado
su capacidad
acogedora
para los Jóvenes
del populoso barrio en
que está enclavado.

se el siglo XX. Córdoba era una
ciudad tranquila — lejana y sola—
por aquel entonces que contaba
solamente con irnos 60.000 habi­
tantes, menos de la cuana parte
del censo acnial. Y el barrio de
San Lorenzo, al que daba el nom­
bre su parroquia, era uno de los
arrabales de la ciudad baja o
Ajarquia situada en el Este de
la urbe, verdadero “Tercer Mun­
do”, sociológicamente hablando.
Transitar por la zona, despobla­
da, hostil y agresiva, comporta­
ba un auténtico riesgo. Un dato
a este respecto: los oficiales de
Caballería del cuartel de Santia­
go, no lejano, recorrían estos lu­
gares a caballo y con fusta...

conmemorado en breve— se ha
celebrado una “ mesa redonda ” en
el nuevo pabellón de aulas recién
construido del centro, en tomo a
diversos aspectos de la vida del
mismo. Tomaron parte un grupo
de antiguos alumnos entrañable­
mente vinculados a la Obra Salesiana y a su Colegio en esta ca­
pital.
Aportaron datos y recuerdos
personales acerca de las diversas
etapas del centro, a lo largo de
los tres cuartos de siglo de la ins­
titución, don Antonio García de
la Cruz, abogado; don Francisco
Cuesta Carmena, agente cenner-

Los salesianos vienen a Córdo­
ba, por iniciativa del entonces
párroco de San Ix>renzo, don Ma­
riano Anaya. Una iniciativa fe­
cunda que desde aquel momento
beneficiará a la ciudad. Don Juan
Castellano, salesiano de naciona­
lidad italiana es el primer direc­
tor del centro. Se adquiere una
antigua casa para colegio donde
estuvo anteriormente establecida
una fábrica de curtidos. Detrás de
ella había una huerta que se com­
pró más tarde como base del fu­
turo desarrollo colegial. No había

CORDOBA
75 AÑOS
DE
SERVICIO
SALESIANO
por aquellas fechas otro colegio
similar en Córdoba, lo mismo
que en la provincia. Pronto se
acogió a dos centenares de alum­
nos gratuitos que pertenecían en
su inmensa mayoría a la enseñan­
za primaria, y al resto a las ense­
ñanzas de comercio.
Algo después se estableció el
"Oratorio Festivo”, donde en do­
mingos y días de fiesta eran aten­
didos los jóvenes en los aspectos
espiritual, religioso y recreativo.
En los primeros tiempos, era to­
do un símbolo, una imagen talla­
da en madera de María Auxilia­
dora presidía la estancia, que era
a la vez aula, capilla y teatro.
RECTORES DEL CENTRO

principales figuras salesianas que
rigieron el centro o destacaron
por alguna faceta de su persona­
lidad.
Integran la lista de directores
evocados, don Juan Castellano,
don Salvador Rosés, don Sebas­
tián María Pastor, don Juan Tanguy, don Andrés Yun Encinas
—que estuvo al frente del Cole­
gio durante la guerra española de
1936-39— ; don José María Do­
blado del Pino, don Francisco de
la Hoz, don Francisco Javier
Montero, don José Ruiz Olmos,
don Pacífico Medina y otros. En­
tre los salesianos —por citar só­
lo uno, re p re se n ta tiv o — don
Gregorio María Ferro.
En el curso 1935-36, el Cole­
gio tiene ya un millar de alumnos.
Hasta 1941 no habría sino ense­
ñanzas de tercer curso de bachi­
llerato, que fueron extendiéndo­
se en el centro a partir de este
año. El Colegio sale adelante gra­
cias al meritorio servicio personal
de los salesianos y a las genero­
sas donaciones de diversas fami­
lias de Córdoba, entre las cuales
se hallan las de Gutiérrez de los
Ríos y Carbonell. No sólo se im­
parten enseñanzas, educación, for­

mación integral sino que se man­
tiene un comedor para gratuitos
y encuentran cálida hospitalidad
los huérfanos de la guerra y otros
n iñ o s prácticamente huérfanos
por diversas circunstancias fami­
liares.

CORDOBA, SALESIANIZADA
Se estima que el 80 por 100
de las familias cordobesas de los
sectores populares, incluida la cla­
se media no alta, ha sido educa­
da por los salesianos o tienen alle­
gados que se formaron allí. .Hoy,
buena parte del artesanado, pe­
queños empresarios, administra­
tivos de la Banca y un buen pu­
ñado de profesionales, muchos
de ellos procedentes de la provin­
cia, forma la cadena de las pro­
mociones cordobesas salidas del
Colegio Salesiano de San Fran­
cisco de Sales.
Los antiguos alumnos, caracte­
rizados por su amor a María
Auxiliadora y su cariño hacia los
salesianos, han demostrado cum­
plidamente con hechos, que se
honraban de serlo. Durante los
años 30, por ejemplo, turnos de
los mismos hicieron guardia to-

%

i j 'n
Poseedores de una envidiable
memoria, los participantes de la
"mesa redonda* recuerdan a las

Angulo del Colegio Saleslano de
Córdoba, clásico, sabroso y memo­
rable. Es algo así como un nudo en
la memoria para que no se olvidé
su antigua estructura...

10

J

Lá obra salesiana también se ha
desbordado en Córdoba y ha crecí*
do en las afueras, en los barrios.
En la foto, una vísta aérea del Co­
legio Mayor «San Rafael», de la
ciudad universitaria. Es también se­
de ¡nspectorial.

das las noches, ante la amena2a
de que iban a quemar la iglesia
de María Auxiliadora, como se
hizo efectivamente con otros tem­
plos aunque por fortuna, en este
caso, no se realizó. Los turnos
estaban formados por alumnos
de todas las ideologías que con­
vivían en un clima de democra­
cia civilizada.

VOLUNTAD DE FUTURO
Cada tiempo tiene su propia
exigencia y el Colegio Salesíano
de Córdoba ha afrontado la de
nuestra hora, para responder a
las demandas de la sociedad ac­
tual y hacer realidad su propósi­
to de garantizar la supervivencia
de esta empresa educativa en el
porvenir. No va a ser fácil porque
corren malos vientos para la en­
señanza privada, pero quienes se
benefician de ella, los padres de
los alumnos, van cobrando con­
ciencia de su responsabilidad y
participan, por medio de una
Asociación propia, y lo harán ca­
da vez más, en el desenvolvimien­
to del centro.

piedad, hasta no hace mucho, ha
tenido que prescindir de algo más
de la mitad, vendiéndolos, para
poder remozar el centro y cons­
truir un nuevo pabellón de cla­
ses. Los casi dos millares de
alumnos de hoy — Bachillerato
Unificado Polivalente, COU y
Formación Profesional Adminis­
trativa, esta última a cargo de los
cooperadores salesianos— cuen­
ta para su expansión, entre otros
espacios, con un gran campo de
fútbol y dos canchas correspon­
dientes al polideportivo del cen­
tro. Medio centenar de profeso­
res, aproximadamente, entre sa­
lesianos y laicos, tienen a su car­
go la responsabilidad docente y
educacional.

El futuro del C ol^io Salesiano de GSrdoba, según sus anti­
guos alumnos, es esperanzador.
Creen en la juventud. Vamos ha­
cia una sociedad comunitaria, de­
mocrática, de participación y pro­
moción social; es decir, lo mismo
intuido y por ello mismo practi­
cado en Córdoba desde principios
de siglo por los hijos de Don Ros­
co en uno de los suburbios de la
ciudad, desde entonces p rt^ e siDe los 46.000 metros cuadra­ vamente transformado. La antor­
dos que tenía el Colegio en pro-1 cha en esta simbólica carrera de

relevos salesiana, ha sido recogi­
da por la juventud de hoy, que
con estilo y maneras propias, sa­
brá hacer honor a la herencia y
patrimonio recibidos, para trans­
mitirlos a las generaciones sucesoras. Una herencia muy impor­
tante, porque representa no pe­
queña parte del espíritu colectivo
de la moderna Córdoba.

COMPLEJO
SOCIOEDUCATIVO
Garantiza también este futuro,
el haz de obras integradas en es­
te complejo salesiano que tiene
por eje el Colegio: las asociacio­
nes de antiguos alumnos y de pa­
dres de alumnos, así como de Ma­
ría Auxiliadora; cooperadores,
Centro Juvenil “Domingo Savio”; Cofradías de la Piedad y
Prendimiento así como de la En­
trada de Jesús en Jerusalén; y
más recientemente, los Hogares
Don Bosco, llamados a ejercer un
papel de primera línea en los as­
p e c to s religiosos, espirituales,
apostólicos y sociales de los pa­
dres de alumnos del centro. ^
Francisco Navarro Calabuíg

Córdoba, 30 de enero de 1977.
11

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••i !.•

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•U-A.í-Í^-

\ ( . l NI l \ \
La su madre... Viejecita, salmantina, de
noventa y nueve años, rozando con la punta de los dedos
el mismísimo siglo. Reza, hijo, que ya no puedo... Atenta,
y mucho, despierta, sin sustraerse a cuanto sucedía a su al­
rededor. Don Miguel Gómez Medina así me lo cuenta:
¿qué ha parido la vaca: becerro o becerra...? Don MigueUto la lleva en la cartera. Mira, la misma letra que le enseñaRm en la escuela, cuando se hacía mucha caligrafía. A
mi querido hijo Miguel, con mucho afecto, su madre, con
noventa años cumplidos.

BARATC' Al soleado piso barato, entren señores, me­
tan las narices a ver si puede darse algo mejor por menos
papel. Cooperativa de Viviendas San Juan Bosco, en Puer­
to Real (Cádiz). Seglares comprometidos. Don Miguel ur­
giendo la faena... oiempre la preocupación social para la
gente más agobiada. "Lo llevo en la masa de la sangre”.
(IRU7 La de Alfonso X el Sabio, en premio a la labor
desarrollada en el campo educativo a lo largo de años in­
cansables por la provincia gaditana. Fue sonada la fiesta y
desde su lejano pueblico vino hasta Puerto Real la arruga­
da madrccita salmantina...

Don Miguel— . Me pareeda muy temprano para tomarme el
pelo, dice nuestro anciano cura. Pero iba en serio: en la
misiva que llegaba desde oficin-s centrales le pedían deci­
siones tajantes y comprometidas. Tres años estuvo en el
nuevo puesto. Diecisiete cor.iO profesor de Religión.
Su primera po^ial andaluza... Tenía exactamen­
te trece años y decía que allí no podía vivir, no p>odía pa­
rar, que le entraba air, muy caliente por las narices... Y
tanto. Quien visite Ec:ja en verano — la sartén de Andalu­
cía— después de vivir por Castilla en invierno a muchos
metros sobre el ni'’el del mar, como Eton Miguelito, se con­
vierte en una f.j esa humana... Y usted que no lo vea.
I¡ !',N ' M ’.niNALI'K ' De 4 000 habitantes a 1.600.
Sangrías migratorias, qué quiere usted. Dehesas comunales,
toros de liiia, mucho frío, tierras de labor... Allí nace y
crece Don Miguel Gómez. Y nunca falta domingo al Cate­
cismo, igual que ahora, a pesar de que los chicos saben de
M aroj y de Heidi y otror lacrimógenos personajilios televisi'os. Dice que Fuep'-rguinaldo es corrupción de Fuente
de Grinaldo. Y de hi'jnas a primeras se me pone a hablar
ie Sancho IV el Privo.

CHABOl.-'' 2.000 rftabolas, asómbrese, 2.000, las que co
noció en sus veintidós años de residencia en Algeciras. Lttas y cartones, jergones, estrecheces, desórdenes morales ce
alcance increíble... Batallas contra la miseria de todo tit-o
como párroco volcado en una tarea eminentemente popular.
A lo Don Bosco.

■- \S ('i íNA: Ya comprendemos: era imposible que an­
duvieran loi precios por las nubes, como ahora. ¿A quién
se le hubiera ocurrido, si no, querer rociar con gasolina pa­
ra después quemarlos vivos a los Salesianos encerrados en
la córcel de Alcalá de Guadaira (Sevilla) el año 1936...?

DlKi > rO ‘- En el Instituto mixto alaecireño. Le lle­
gó inesperadamente un telegrama desde Madrid. £ i claus­
tro de profesores repetía muy de mañana: —Enhorabuena,

HO.MILI.-' Simpática homilía la de Dcm Miguel en
Campano. Había una colonia v e r a n i l de chicos y se ale­
gró ^ que estu\ieran presentes. Se llenó la capilla del gran
centro salesiano fundado y robustecido por voluntad de la

12

PRIMER PLAN'
señora Marquesa de Bertexnati. Y abundaban los jóvenes.
La innata sencillez y humildad de Don Miguel le prohibie­
ron el menor asomo de emoción a los cincuenta años de
distancia de su primera Eucaristía. Aquella más temblorosa
e ilusionada. Esta más profunda y cargada de méritos...
i
.
O carp>anta. O gamuza. O anemia. Como
quieran. Se tuvo que metfr en la cama un día que le vio
en Algeciras un médico militar. El agotamiento no era sino
resultado lógico de una dedicación sin cortapisas a su mi­
sión evangelizadora. Porque nuestro hombre había p ^ d o
a las Misiones. Y tierra de misión eran aquellas barriadas
algecireñas por aquellos años...

siempre se enredan quienes la emprenden contra la mise­
ria y la injusticia social.
!'
•.
Le llamaba a Don
Miguel el mártir de la Inspectoría. Tres años en San Be­
nito de Calatrava, Casa Pinardi sevillana... Algunos chicos
pagaban cinco pesetas al mes, otros tres, otros dos cincuen­
ta, otros una. Pobreza extremada. No se pierdan al final...

' ‘ Qué bien sonaron —yo los escuché—
en aquella misa que los buenos mozos y mozas de Puerto
I Real le entonaron vibrantes de alegría y de sones gadita­
nos. Nunca había conocido un grupo tan lanzado a pedir
y alabar al Señor con aires de tanguillos gaditanos desde la
' '' '
“Estoy más cercano de los nuevos que de los ¡ primera nota a la última de la celebración sin olvidar algu­
viejos”. Sin comentarios.
| na concesión al marchoso pasodoble. La alegría de Don
Miguel le bailaba también, sincopada, por las entretelas del
• - vD/- Salió el sembrador a sembrar. Y se llamaba I alma, ya más que andaluza.
Don Julián Sánchez. Y llegó a Fuenteguinaldo; Y dijo que '
quién se iba con él para Sevilla de los alcores. Y todos los
Así se ha llamado un li­
chicos con la mano en alto. Y —mira, Juan Manuel— , Dios i bro precioso de Don José Luis Carreño. El autor decía que
escribe derecho con los renglones torcidos. Y aquí está este
por nada del mundo cambiaría el título, algo engorroso...
mozo de setenta y seis y cincuenta de Misa. Qué sencillo,
Después de la hora larga de charla con Don Miguel Gómez
Señor...
Medina me convenzo de que toda una misteriosa urdimbre,
divina, primorosa, ha sido formidablemente trenzada... Y
el resultado es un dibujo a todas luces sobrenatural por­
'
Fue la primera. Qué bien se acuerda de ella...
Año 1927. El pueblo en la calle: el señor Alcalde, las mo­ que solamente el amor al Evangelio, la entrega a la .voca­
zas bienaparentes, la charanga... Cómo ha llovido sobre , ción salesiana, pueden ofrecemos tales haces de luz.
Fuenteguinaldo desde entonces... Cómo recuerda por allí,
Lo tengo por aquí, Don Miguel,
todavía, la gente mayor, todavía, la palabra tan recortada y i
erudita y compuesta de Don José Holgado, dale que dale ' manuscrito. Ven, Cirila, ven, pasodoble coreable. Es del
tiempo de otras celebradas partituras de música ligera es­
a su cojera, salesiano salmantino que vivía a la sombra de
una pirámide de libros... Cómo ha llovido, Don Miguel, ¡ pañola: Doña Mariquita, El sobre verde, AI Uruguay, Dón­
s(Are Fuenteguinaldo desde entonces...
j de estás, corazón,..
Tiene aire militar. Aún lo recuerda usted, claro. La cha­

Contra corriente: oficio bien aprendido. Los ! ranga de su pueblo, unos siete u ocho músicos de pacoti­
peces muertos van aguas abajo. A pesar de sus años toda- - lla, lo soplaban a todo pulmón por las callejas de Fuente­
vía es capaz de soportar esas músicas aturdidoras que se guinaldo aquel día de 1927. Ven, Q rila, ven, y verás y ve­
manejan los chicos de ahora con tal de escuchar en confe­ ras al oficial... Y E)on José Holgado, dale que dale a su
sión a alguno en medio de la baraúnda. A veces las mayo­ cojera, se mondaba de risa.
res dificultades vienen desde dentro.
Y la zeta. ¿Los re­
cuerda? Estaban rotos. Qué risa, qué pena. Años 21, 22,

Se llamó Don Tomás Gutiérrez. A la hora
de los moscones curiales, que los hubo, el señor obispo ! 23, tenían que prestarle ropa los compañeros de Utrera. Za­
gaditano era tajante: todos los privilegios que pudo conce­ patos rotos por donde asomaban los dedos. Tenían que
der como prelado de la diócesis no le faltaron a Don Mi­ darles betún, qué gracia, qué pena. Betún a los dedos de
los pies. San Benito de Calatrava... No quedaba un sale­
guel, el Cura de la Plazoleta.
siano vivo que pasara por tales horcas caudinas aunque
Y de la mejor ley la que desplegó nues­ fuera más armado que un hoplita. Pero a usted no le
tro anciano Cura saltándose a piola burocracias, ventanillas, derrumbaron aquellos vientos. Algunos nombres le suenan
y papeleos con tal de proporcionar una casita medio decen­ muy gratamente: Don GuiUermo Viñas, E)on Sebastián Ma­
te a miles de persemas hacinadas en zahúrdas y chiribitiles. • ría Pastor, Don Florencio Sánchez... Pero Don Miguel re­
Ahora se ríe de aquellas tretas —y k) hace con toda su al­ cuerda a Sibaris, la antigua capital de la Magna Greda,
ma— inspirada únicamente por la urgencia de la caridad donde todo refinamiento tuvo su asiento. Y recuerda a
muchos de sus mayores en la Congregadón que vivieron
cristiana.
con sibaritismo y despotismo, muy lejos de las líneas mar­
cadas por el Fundador, mientras las fuerzas de vanguardia
Se le nota: como al toro abanto, recelo­
F>echaban con la dura faena de cada día. Don Miguel vota
so y espantadizo, que busca el amparo constante de las ta­
por un estado de cosas donde la fraternidad y la amistad,
blas. Se le nota la querencia: stis hermanos (en total son
la participación y la ausenda total de p riv il^ o s no den
cinco y los cinco vi\'cn) y su pueHo y su infancia y sus
lugar a dases sociales de ningún tipo dentro de la Congrerecuerdos... Habla sin tropiezos, con generosidad de fedias
gaden. Así sea. Y conste que este viejo no tierte pelillos en
y datos. Todo se le viene al corazón en tropel y de rq>ente, : la lengua. Por la que voy a cerrar este breve diedonario
sin rendijas para el titubeo...
comunicando al lector padente que hasta aquí haya arriba­
do, que cuando los dnco o seis Boletines Salesianos que
*Más vale acostarse sin cena que levan­ il^ a n al pueblo de Don Miguelito caigan en manos de sus
tarse con deuda”. Yo sé que son mudias las personas en­ amigos y coTKxidos, estos se reirán muchísimo con todas
deudadas con Don Miguel. Pero no tengan cuidado... Es­ estas cosüJas. Si así fuera, bien empleados estas estos hu­
tos hombres de andtas mangas tienen fácil olvido para to­ mildes folios como sencillo homenaje a un trabajador de la
do lo que supone compromiso de agradecimiento de sus faviña salesiana en Andalucía. ^
voleados. De lo que Don Miguel d o se debió escapar, co- ’
C. DOVAL
mo Don Bosco, es de ciertos apuros ecxmóinicos en lo que

Lob 38 saleslanos que h an participado en el V il Curso de Form ación
P erm anente en la Casa G enerallcia de la Plsana, en Roma, h an aprendi­
do mucho, casi todo, pero h an olvidado la consigna-recuerdo de Don
Bosco: «Obedeced al Papa».
Y es que Pablo VI, en la A udiencia G eneral del 22 de diciem bre p a­
sado, a la q ue asistía com o grupo «vedette» al Curso de Form ación P er­
m anente, lo dijo m uy claram ente ({quién habría sid o el inform ador!):'
«... están haciendo un curso de cuatro meses, ¡mirad qué valientes son!»
P ero ellos, o el organizador don H iglnio Capitanio, o el V III Curso
que viene em pujando d etrás y quiere com enzar en m arzo (m ejor no en­
co n trar el culpable de la desobediencia al Papa...) h an dicho que y a bas­
tan los tres meses que acaban de finalizar: del 10 de noviem bre al 10 de
febrero, que era lo pactado según program a.

SALESIANOS DE LA TERCERA EDAD
Tercera edad
Aquí en Italia se suele d ar a to­
das las cosas una segunda denom i­
nación —siglas, slogan, clave— que
sirve para abreviar la dicción y...

¡poder decir más palabras en el
mismo tiempo!
A este VII Curso de Form ación
Perm anente, form ado por sacer­
dotes y coadjutores salesianos de
una respetable edad, com prendida

en tre los pacíficos 55 años y los
70, le h an querido llam ar «Corso
della terza etá»... Así de sencillo:
los de la te rcera edad.
Como si, en la vida del salesiano siem pre rodeado de niños y jó-

PABLO VI
a los Salesianos del Vil Curso de Formación Permanente en la Audiencia
General del 22 de diciembre del 76.
“Entre nuestros visitantes se encuentra un grupo de sacerdotes y coadjutores salesianos.
Vienen en representación de distintos países, y /o rm an un grupo m uy variado, porque la Iglesia
tiene que representar, tiene que estar com puesto p o r m iem bros de diferentes países y naciones.
Es este un grupo de Salesianos, fiel exponente de la expansión y desarrollo de su flore­
ciente Congregación. Están aquí p ara hacer uno de esos cursos de formación, de renovación, de
avituallam iento, cursos que, gracias a Dios, se estdn poniendo de moda.
H acen un alto en el camino, d u ran te el cu al reciben reconstituyentes espirituales, «rewind»
(dar cuerda), com o dicen los ingleses. E stán haciendo un curvso de cu atro meses, /m irad si son va­
lientes.' C uatro m eses em pleados en renovarse y entusiasm arse en la vida de su Fam ilia religiosa
y en las actitudes que ésta exige en el campo de la educación de la juventud.
Estam os con vosotros y agradecem os vu estra presencia: os anim am os y bendecimos, y con­
tem plam os detrds de vosotros esa m ultitud de jóvenes de la nueva ola que crecen en vuestra es­
cuela, la misma de Don Bosco, y que tiene, lo sabem os p o r experiencia, el secreto, ¡o llamaría yo,
de los tiempos modernos, que consiste en h ab lar a l alm a de la juventud en el lenguaje que ella
comprende y puede asim ilar; y que tiene tam bién el secreto de p resen tar a la Sociedad, en que vi­
ven esos jóvenes, un modelo, de juventud que no está m archita, ni corrom pida, ni desorientada,
sino, por el contrario, dirigida hacia los cam inos de expresión de la sociedad cristiana y d e una
cultura verdaderam ente civilizada y moderna.
/Animo, valientes.'”

14

VIVENCIAS Y CONVIVENC
Cada vez que se ab ría el diálo­
go, se apreciaba el nivel de rique­
za in terio r de este curso «diferen­
te».

Una pregunta
que no debió hacerse

Salesianos de todo el mundo acuden a los cursos de formación perma*
nente que se dan en la Casa Generalicia de la PIsana-Roma. Los alumnos,
como se ve, son bastante formales y los profesores, según se dice, que>
dan muy satisfechos de su aprovechamiento...

venes, fuera tan fácil m arcar los
hitos, pasados los cuales se puede
sentenciar: cA caba u sted de dejar
atrás su juventud, y ha entrado
en su segunda edad...»
Curso de la te rc era edad: Casi
todos cum plieron esta única con*
dición, en tre los 55 y los 70.
Para ellos tam bién había sido
escrito el artículo 118 de las C ons­
tituciones: «En este esfuerzo por
la form ación perm anente, cada uno
se com prom ete personalm ente e
intercam bia con los H erm anos los
valores más im portantes de la vi­
da com unitaria. Los Superiores
ofrezcan con solicitud a los socios
la posibilidad de lograrlo».
Se hizo el ofrecim iento y fue
aceptado.
36 sacerdotes y 2 coadjutores for­
maron el VII Curso de F. P.: pro­
venían de 20 naciones diversas y
de 33 inspectorías.
La m ayor parte, 22 e ra n de Am é­
rica Latina, 5 italianos, 3 españo­
les, un belga, un alem án, un esta­
dounidense y 5 de las inspectorías
del Asia.
Alguno tra ía experiencia de ins­
pector; sum aban en tre todos más
de 200 años de directorado y cerca
de 1.500 de profesión.
Y poseían todos u na práctica
pastoral, escolástica y de gobier­
no, que im ponía un poco de v érti­
go y respeto a los |MT>fesores del

curso... que de cuando en cuando
eran contestados am igablem ente
por algún que o tro «entendido».
Imposible, po r o tra parte, ex p re­
sa r en quilates la ingente cantidad
de espíritu salesiano que acum ula­
ba, en sus participantes, este cur­
so VII de F. P.: «Un tifón de salesianidad h a pasado p o r ’La pisan a’...»

En una encuesta-sondeo de los
últim os días, se preguntaba a los
participantes del curso: «¿Cuál ha
sido la m ejor sem ana del p ro g ra­
ma?» La finalidad de la pregunta
era com probar la m ayor o menor
aceptación de las m aterias im par­
tidas; pero no fue posible saberlo,
ya que casi el 100 p o r 100 de ios
que h an respondido, señalan como
una g racia de Dios, más, com o la
gracia del cursillo, el h ab er asisti­
do en T urin a la fiesta de San Ju an
Hosco, el 31 de enero, y h ab e r v i­
sitado los santos lugares salesia­
nos: i la sem ana de salesianidad!
— «Aquella sem ana en la que
conocí la cuna de la Congregación,
y los lugares donde nació, estudió
y m urió Don Hosco». ^ í a z , Colom­
bia).
— «La estancia en T u rín con
M aría A uxiliadora y Don Hosco;
pude decir con Domingo Savio:
jOh, qué cosas tan bellas veo!»
(Murillo, El Salvador).
— «La sem ana de T urín será
inolvidable». (Chiesa, U ruguay).
— «La sem ana de Turín nos ha
ofrecido la posibilidad de conocer
y de estim ar más la vocación sale­
siana». (Dall’Alba, Italia).

Y no todo fue fácil

... y una trampa
en la que no cayeron

El curso estuvo program ado por
sem anas de m aterias afines: Igle­
sia local, sem ana bíblica, sem ana
salesiana en Turín, dirección espi­
ritual, sem ana de discernim iento,
com unidad... Todo esto salpicado
por días de retiro, excursiones-pe­
regrinaciones y jo m a d as libres que,
a ju z g ar po r las p risas con que
corrían a to m ar el bus de Roma,
resu ltaro n cortas aunque bien apro­
vechadas.
La m ayor dificultad p ara los o r­
ganizadores era la diversidad de
situaciones socio-religiosas de las
que cada uno provenía. P ero la pe­
dagogía de los profesores y la vo­
luntad de los cursillistas hicieron
de esta dificultad un au téntico
«boomerang» que se tro có en co­
m unicación enriquecedora d e ex­
periencias personales y locales.

O tro p unto de la en cuesta les pe­
día un juicio sobre el fu tu ro de la
Congregación, y un consejo para
los Superiores con los que h an con­
vivido ÉStos tre s meses.
Me he convencido, leyendo las
encuestas, de que la v irtu d reina
de la te rcera edad es la p ruden­
cia... ¡Todas las resp u estas pueden
ser publicadas!
H ay una fu erte dosis de o p ti­
mismo no exento de certero y se­
reno realism o. V icente Sarzosa, del
Ecuador, h a visto así a la C ongre­
gación:
U n g ran pueblo de Dios en m ar­
cha, de prodigiosa actividad, con
tem ores y esperanzas, con un in­
q u ietan te dilem a en lontananza: O
trab a ja y educa en cristiano, o
pierde su razón de existir». Así
sea. 4
JESUS A. MELIDA

15

El tribunal esta formado por los
señores catedráticos don Emilio Giralt y Raventós (presidente y direc­
tor de la tesis), don Juan Alnaud
de Lasarte, don Vicente Cacho VIu.
don Jorge Nadal Oller y don José
Ardévol, y otorgó la calificación de
sobresaliente cum laude.
Don Ramón desempeña, desde
varios años, de profesor de Historia
Eclesiástica en el Centro Saiesiano de Estudios Eclesiásticos «Martí-Codolar>, en Barcelona.

LOS COOPERADORES
SALESIANOS
«REABREN» UN COLEGIO
Hace dos años, por motivo de
reestructuración escolar, se clausu­
ró la sección de enseñanza secun­
darla del Liceo Salesiano (Guarda).
Guatemala. Después de largas se­
siones de estudio, de reflexión, de
preparación (en todos los sentidos),
de búsqueda, de programación y
MOHERNANDO: Esta es el AULA DE SALESIANIDAD: un panel de
—por qué no— también de oración,
15 metros cuadrados con tas fechas y acontecimientos que bailan
el Liceo Salesiano ha abierto sus
en torno a la vida de Don Sosco: y 27 fotografías autenticas de
puertas a unos 100 niños que co­
Don Sosco: y estadísticas de los sucesores del santo fundador: y
mienzan su secundaria, y se ha he­
todo lo publicado sobre temas salesianos...
cho cargo de toda la sección de va­
Un grupo de entusiastas ha montado el «Aula de Salesianidad» en
rones un grupo de Cooperadores
Mohernando. el noviciado de la Inspectoría de Madrid. La idea ha
Salesianos entusiastas y compro­
sido Imitada en otras partes. ¡Sienvenidos los plagios de esta
metidos, todos ellos exalumnos. a
clase!
los que anima un joven sacerdote
salesiano que se ha integrado en
adultos quedaron fascinados ante el
el grupo.
UNA CAJA
rostro sonriente de María Auxilia­
La primera circular enviada a los
CUADRADA
dora: las mujeres observaban rece­ padres de ios alumnos ha fijado
losas aquel cajón del que salían
LLENA DE RUIDOS
los objetivos y métodos:
aquellos ruidos no menos extra­
«La dirección de! Colegio estará
Desde hace dos años, tres Her­ ños... a los que llamaban música;
a cargo de un equipo de Salesia­
manas Salesianas de la Comunidad
los niños no quitaban ojo del ves
nos laicos que, como Cooperado­
de La Merced, en la zona central
tido de colores del Niño Jesús.
res comprometidos, con el mismo
del Perú, trabajando a plena dedi­
Comieron ingentes cantidades de
sistema educativo de San Juan Sos­
cación entre los Campas, tribu in­ ■tallarines* y bebieron una bebida
dígena del Chanchamayo. selva cen­ refrescante hecha con maíz, prepa­ co y con la presencia activa de un
sacerdote de la misma Congrega­
tral. Cada día recorren alguno de
rado todo por los Hermanas y la
ción. tienen por fin la educación
los poblados Indios.
entusiasta presidenta de las Exahumana y cristiana de los alumnos,
A finales de! año pasado, e! al­ iumnas, y volvieron a la selva.
para hacer de ellos honrados ciu­
calde de Le Merced nos ofreció
Una de las Hermanas comentó:
dadanos y buenos cristianos, capa­
gentilmente un camión para traer
«¡Esto sí que son los pobres de
ces de asumir sus propias respon­
a los indios a su hacienda, con el
Diosl>
sabilidades en la Iglesia y en la so­
fin de que vieran y aprendieran có­
Notiziario delle F. M. A.
ciedad de nuestro tiempo».
mo se cría el ganado, cosa que
N .l. de Centro América
ellos hacen gustosamente.
TESIS DOCTORAL
Los Campas que pudieron venir
UNA PARROQUIA
fueron recibidos por el técnico de
SOBRE
«PERSONAL»
la hacienda y gozaron viendo las
JOVENES OBREROS
Instalaciones.
La Comunidad del Instituto Teo­
El pasado día 19 de los corrien­
Luego les dimos una vuelta por
lógico S a le s ia n o de Guatemala,
tes y en la Facultad de Geografía
la ciudad, que algunos no habían
e Historia de la Universidad de Bar­ atiende los fines de semana a mi­
visto nunca, y. a son de órgano, les
les de jóvenes deportistas, colegia­
hicimos visitar por la tarde la capi­ celona leyó su tesis doctoral el sales. universitarios, obreros, cuidan­
lesiano don Ramón Alberdi, sobre
lla iluminada... |Todo muy solemne
do sobre todo su formación espiricual convenía a tan ilustres hués­ el tema: LA FORMACION PROFE­
tual.
SIONAL-OBRERA
EN
BARCELONA
pedes!
Se preparan también, en el mis­
(Desde
la
Restauración
a
la
Dicta­
El cacique Capurro, alumno de
mo Instituto, los futuros sacerdotes
dura)
(1875-1923).
Sor Carmen, y los demás Indios

dad mundana» los juegos deporti­
vos r e g i o n a l e s «SpartakIadI» dé

trabajan con entusiasmo en este
privilegiado campo de la juventud
universitaria.
ANS

EN LA CARCEL

J20. PREMtO NACtONAL
DE PRENSA JUVENIL
De nuevo la simpática revista J20
nos da la alegría del Premio Nacio­
nal de Prensa Juvenil, 1976. No es
la primera vez y esperamos que
continúe con éxitos como éste. Fe­
licitamos por ello a Ediciones Don
Bosco (Edebé) por una revista tan
bonita y tan interesante para los
jóvenes españoles.

de todas las diócesis de Guatema­
la y de numerosas Congregaciones
religiosas para toda Centro Améri­
ca.
Estos dos hechos indujeron al
Cardenal Arzobispo de Guatemala,
Monseñor Mariano Casariego, a eri­
gir en 1973 esta «Parroquia perso­
nal para la juventud y de experi­
mentación lltúrgico-pastoral, para la
formación de los seminaristas que
cursan sus estudios en dicho Ins­
tituto».
La parroquia radica ahora en el
hermoso Santuario de María Auxi­
liadora. inaugurado el 31 de enero
del año pasado. A los cuatro días
de su inauguración, el 4 de febrero,
tuvo lugar el devastador terremoto
que asoló Guatemala, pero, gracias
a Dios, los daños del Santuario fue­
ron mínimos, a diferencia del edifi­
cio del Seminario Teológico que
quedó seriamente dañado.
En septiembre del año pasado.
1976. el Arzobispo ha ampiado el
concepto de parroquia personal, de­
clarándola «Parroquia para todas
las Universidades de Guatemala».
Es un honor, una confianza, una
responsabilidad y una inmensa ale­
gría para todos los salesianos que

• Por haber exhortado a los jó­
venes de su parroquia a oír Radio
Vaticana, el sacerdote salesiano
don Esteban Javorsky, párroco de
Muran, en Checoslovaquia, ha sido
condenado a dos años de cárcel,
que tendrá que cumplir en un «gru­
po de reeducación».
• Esta ha sido la' noticia dada
por la agencia Pravda de Bratislava,
el 26 de enero pasado, precisando
que. entre las causas de la condena
impuesta a! religioso por el tribu­
nal regional de Kosice. están tam­
bién las de haber proyectado pelí­
culas (jfilminas y diapositivas!) a
los jóvenes, haberles dado publica­
ciones y haberles hecho escuchar
grabaciones magnetofónicas, con el
fin de aumentar el número de «ac­
tivistas laicos religiosos».
• El párroco de Muran está acu­
sado de haber calificado de «vani­

1975.
• Por este motivo —sigue di­
ciendo Pravda— el tribunal regio­
nal de Kosice ha sopesado el peli­
gro social que comporta la conduc­
ta de Javorsky, ha anulado la sen­
tencia de primer grado que supo­
nía unos dieciocho meses de cár­
cel y prohibición de toda actividad
religiosa, y ha dictado sentencia de
segundo grado que agrava la pena.
• El salesiano padre Javorsky
tiene 54 años de edad.
L’OSSERVATORE ROMANO
10 de febrero de 1977

VIDA OCULTA
EN NAZARET
Los Salesianos están en Nazaret desde 1896. Somos en la actua­
lidad 9 sacerdotes y 2 coadjutores
que llevamos adelante, con gran
penuria de medios, la Escuela ele­
menta! y profesional Jesús Adoles­
cente.
El barco del colegio ha doblado,
este año. el cabo de los 500 alum­
nos, número jamás soñado.
También hemos logrado mejorar
las instalaciones: cuando expone­
mos nuestros proyectos a corto y
a medio plazo, olvidamos a veces
aquellos otros que ya son casi rea­
lidad. Por ejemplo, estamos a pun­
to de inaugurar el «Laboratorio de
medidas mecánicas».
Noticiero de Nazaret

SUNBURY (Australia): Festival eucarístico en el bosque. La fotografía lie­
ga de Australia y lleva por título «Eucharistic FesUval .
organizado por
ios_ salesianos de Sunbury el pasado 7 de noviembre, y presidido por Mon­
señor T. F. Littie, Arzobispo de Melbourrre. Simpática síntesis de á ra le s
y praderas, colorido y fervor religioso, personas y coches, trajes típicos
y monaguillos, ciriales y máquirtas fotográficas. Y |un cura!

BA STA
U N NUDO
EN
E L PA Ñ U ELO
El pañuelo del salesiano austríaco padre
SiRÍrido Kornaiier es el protagonista del
rnrtonietraje «Vii nudo en el pañuelo»,
(pie ha logrado el segundo premio en el
XIII Festival Internacional de Cine Edu­
cativo celebrado en Teherán, el 32 de di­
ciembre pasado.
El padre Hornauer encuentra tiempo,
después de atender a sus obligaciones de
encargado inspectorial de Cooperadores,
para «jugar a los muñecos»... Se comu­
nica con los niños de la forma más senci­
lla, con un nudo en el pañuelo.

Los pequeños se h an destacado:
gritos y v olteretas form an el fon­
do de la lección práctica que el
padre H ornauer va a in te n ta r d ar
a este grupo de fierecillas sin do­
m ar. Me pregunto curiosa cómo lo­
g rará m ás o menos calm arlos.
¿Dije «más o menos»? A los tres
m inutos ya están todos sentados
en el suelo y m iran fascinados qué
prodigio de cosas se pueden hacer
únicam ente con las m anos: cruzar­
las artísticam ente, hacer la cam ­
pana, som bras de animales... Ya
están dominados.
El padre Sigfrido saca de la m an­
ga la m ano izquierda, com o si fue­
se un trozo de m adera, obligándo­
la con la derecha a form ar ángulo,
a g irar hacia el lado... Se resiste,
no tiene ganas de trab a jar, vuelve
a esconderse en la m anga, como
si tuviera un muelle. Pero, por fin,
tiene que som eterse y obedece. Los
niños estallan en carcajadas.
Luego consigue cazar una bru­
ja... Le b asta un pañuelo y dos ta ­
chuelas de encuadem ación que for­

m arán los ojos. El espacio entre
el dedo índice doblado y el medio
será la boca, de la cual cuelga in­
cluso una lengua ro ja que no es
o tra cosa sino el dedo pulgar.

n o s n i EVUl^ F R il'O S
«¿Os g ustan los huevos fritos, o
preferís ir de paseo?»
Los niños prefieren... las dos co­
sas; por ta n to , prim ero vienen los
huevos fritos: tom a un huevo,
inexistente por supuesto, lo rom pe
y lo vierte en la sartén; pero con
m ucho cuidado, p ara que no salpi­
que el aceite; cuidado que no im­
pide que el huevo ro to le ensucie
los dedos; el cocinero h a de chu­
parse el pulgar...
Yo había acudido con un espí­
ritu críti(», a te n ta solam ente a to ­
m ar m is notas, pero h a sta ahora
no he ts c rito nada. A dem ás ¿para
qué escribir? E xpresarm e de este
m odo es un acto creativo, cuya imi­
tación resu lta inútil.

Se ha dicho que solam ente los
niños son a rtista s de la expresión,
y que los adultos lo son en tan to
en cuanto perm anecen niños. Pero,
m ientras no quito ojo de las m anos
del padre H ornauer, pienso que es­
ta afirm ación no es cierta: aquí
no está dando un recital un «niño
grande», sino u n a personalidad de
la expresión, un hom bre, que sigue
siendo hom bre m ientras se com u­
nica con los niños.

J I ’ VNITO V PEPITO
A hora el p ad re Sigfrido saca un
pañuelo del bolsillo y hace un nu­
do en un extrem o; este nudo es la
cabeza, m ovida p o r el dedo índi­
ce. El p ulgar y el medio se extien­
den com o dos alas, y el pañuelo se
convierte en u n a b lan ca capa que
cae en elegantes pliegues. Es Pepi­
to.
Pepito se entretiene con los pe­
queños: les p reg u n ta su nw nbre,
su cum pleaños... adm ira la sala, el

VIVENCIAS Y RECUERDC
p anoram a, la tren z a de un a niña
de la prim era fila.
Luego se aburre, quiere ju g ar
con o tro com pañero. Pepito es lis­
to : sabe que en el bolsillo del p a­
sillo del p adre H o m au er h ay otro
m ucho caso del enfado del dueño,
pañuelo. Lo saca fuera, sin hacer
Pepito sabe de todo: sabe cóm o
ha de d a r a su com pañero. El nu­
do que hace Pepito es casi perfec­
to, bajo la aten ta m irada del p a­
dre H o m auer que se convierte en
«mudo» observador d e la chispean­
te conversación de Pepito y... Juanito.
F i n a l m e n t e cansado Pepito y
Ju am to (¡Q ué tiem pos aquellos, pa­
dre H om auer, cuando la s sesiones
podían sostenerse po r h o ras segui­
das!) se echan a dorm ir, uno en
un pliegue de la chaqueta, el otro
sobre las rodillas.
Claro que el padre H o m au er tie­
ne m uchos más m uñecos, com ple­
tam ente «normales», con cabezas
de m adera o de cartón . Conform e
h a ido depurando su arte, h a nece­
sitado m enos medios de expresión.
Algunos de sus m uñecos no son
más que un cucharón «ya adecua­
do», o unas bolas de m adera pin­
tada que se su jetan con un a v ari­
lla metálica.
Todos los m uñecos del padre
H om au er cobran vida, y los niños
ven acercarse al rey a su castillo
o en tra r la noble señora a una lu­
josa tienda para h acer sus com ­
pras, o rec itar poéticam ente la es­
cena de la «Anunciación...»
Porque, sobreponiéndose a mis
múltiples reservas, m e h a desm os­
trado el p adre Sigfrido que los más
nobles argum entos pueden s e r ex­
puestos con los medios m ás senci­
llos: b asta con que reine la verdad.
Juego y serenidad se dan la m a­
no de la form a m ás sencilla: y los
niños van reflejando en su rostro
la verdad de un argum ento, vivo
en el corazón de quien tra ta de
educarlos.
El padre H om auer descubrió h a ­
ce muchos años este secreto: y hoy
se asom a sonriente y cariñoso al
alma de los pequeños.
Y dice q ue cada día aprende a l­
guna cosa nueva de los niños. ^

Hannelore Bürstmayr
I>e la revisto «Welt der Frau»

HACE 100 AÑO S----- - - — ------------LA PBIMEBA PABBOQÜIA SALESIANA '
El campo salesiano de las Parroquias no es un Invento de ayer... U primera parroquia salesiana. acepr?
cumple cien años.

M nndft® aJfU de 1877. el Arzobispo de Buenos Aires,
j Aneiros. entregaba a ios Saleslanos la paBoca, en uno de los barrios más difíciles
ae la capital argentina.

s a d ^ ra ^ á í
enorme imprudencia. Yo no he pavavR noTaliP
y
ninguno de mis sacerdotes
vaya por allí; se exponen a graves peligros».
J ^^Qucto sonreía incrédulo ante estas palabras de rernn.
ención de su Arzobispo Monseñor Aneiros, quien tenía sus buenas
razones para prohibirle frecuentar aquel barrio: dos años a n te r s i
había organizado precisamente en La Boca la implacable columna
le g io '■ S l'lllv 'a d o r S f íós 'íe s u ta t" '’
^
^3zón del incendio no era la de no
d f La

y
°

fw d ceder en’^Tetuida.

temprano debería
V

yo r d 'l'r é ‘'a q u d lfp a ^ o q "u !a !''™ ‘'°

de 1877 entregaba Monseñor Anaíros a ios SaleSpñn
Evangelista, en el castizo barrio
porteño, habitado en su mayor parte por italianos genoveses inmiVarazze y de A^^assio. de Sestri y de Recco, de Pegll y
marinero
daban vida y comercio a este suburbio
on Vf®,’°9'®®/’^^®dnicas y las sociedades secretas, tan de moda
anni?
luchaban allí encarnizadamente contra la Iglesia: en
h?flff
(como se le definía en la ciudad) haséables
y
*°d08 los inmigrantes indinnfíQ n ^ í k'
^‘^ossdos por la Justicia: eran una mi­
noría. pero habían impuesto su ley.
Bodrato, segundo Inspector de los Saleslanos en
Ta^eo
^
vice-párroco a don
lA D ♦
^ue sería famoso misionero entre
los Patagones, P. Domingo Milanesio. a quien los carbonarios ya
quisieron asesinar un día al descender del tranvía.
^
Luego cornenzó la labor simpática del Oratorio Festivo. Al lado
aCL se"?S a Hp
levantaron los Saleslanos una casa de madera,
que servia de habitación y de aula para dar clase. Y en aquella barraca provisional comenzó lentamente la transformación de) peli­
groso barrio de La Boca.
^
drp^p^phl®
Hrrt
chos años

í®
^“ ®
®

nombrado párroco el inolvidable paun nuevo templo, amplio y artíspaciencia y amor durante mu-

k
®uf9*®ndo junto a la parroquia. Se organizó una
ríln rp ^ 'T ®
de música, se formaron los bataliones de explooperaX'res^ Centros de Padres de Familia, de Exalumnos, de Coia b a ^ n ^ a fH L ? !f’ T a " "
alquilado de la calle Olaverría. trabarolpífn HnnH
Mana Au^liadora. que más tarde levantaron un
® I ®^i® ^ i ^ formaron las futuras madres de familia que fueron
a la larga las que transformaron de verdad el barrio de La Boca.
j famosa la frase del legendario padre José Vesplgnani
1^^® k“ ®"®!
Parroquia de U Boca es la mayor
gloria de los hijos de Don Bosco en América».
^
ANGEL MARTIN

21

PADRES DE SALESIANOS AL HABLA
UNA C O S T U M B R E
M U Y B O N IT A
Traem os a nuestra página vocacional la noticia y su com entario
de una constum bre m uy bonita de
la C asa Inspectorial de Madrid.
Todos los años, para la fiesta de
Don Bosco, el V icario de la Inspec*
to ría m adrileña cita en la casa de
A tocha a todos los padres salesianos que viven en la capital.
Fiel a la tradición, D on Cosme
tam bién los convocó este año. Y
respondieron muchos. El domingo
30 de enero la casa inspectorial
se vio inundada de la alegría de
ios padres que han dado a sus hi­
jos a la Congregación Salesiana.
Ellos son los prim eros Cooperado­
res. com o dijo Don Bosco. P or eso
se reunieron en «su casa» para par.

ticipar de la fiesta del padre co­
mún.
Pero aún hay un sentido más
profundo en la celebración de este
acontecim iento v o c a c io n a l. René
Bazin decía que h ay m adres cris­
tianas que tienen au tén tica voca­
ción sacerdotal; vocación que lue­
go germ ina y crece en el corazón
de los hijos, algo así com o una h e­
rencia de familia. Quizás, p o r eso,
los padres son tam bién los «anim a­
dores» de la m isión a la que h an
entregado a sus hijos; m antenedo­
res de su entusiasm o apostólico.
Tal vez hoy, más que en otros
tiem pos, al sacerdote necesita de
este apoyo en m om entos n ada fá­
ciles. Es el corazón sacerdotal de
sus padres el más bonito impulso
a la alegría de la entrega. La fe de
los m ayores n u nca h a de ser un

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
B « c i "San Marcos” . Primera entrega: 100.000 pía.
Baca "B ibiana". Nueva entrega: S.OOO. Total; 35.000 pts.

INSPECTORIA DE BiLBÁO
Beca "Mamá Margarita” . L. Caflada. Pamplona. N. a.: 250. Total: 48.000 pts.
Baca "Sr. Florencio” . AA. AA. de Pamplona. N. e.: 44.885. Total: 150.012 pts.

INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca “ María Auxiliadora” . Santa Cruz Tenerife. N. e.: 10.000. Total: 110:000 pts.
Beca “ Virgen del Pino". Las Palmas. N. e.: 5.000. Total: 23.800 pts.
Beca “ Misionara". Linares. N. e.: 25.000. Total: 55.000 pts.

INSPECTORIA DE LEON
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

"San Antonio". VIgo. Familia Casado Rumbos. Total: 80.000 pts.
“ P. Flladelfo Arce". VIgo. Primera entrega: 5.000 pts.
"D. Felipe Qarcla". La Corufla. N. e.: 1.000. Total: 47.22$ pts.
“ Beato Miguel Rúa". VIgo. N. e.: 3.000. Total: 83.000 pts.
“ María A uxiliadora". VIgo N. e.: 1.000. Total: 51.000 pts.

INSPECTORIA DE MADRID
Baca -M. A. L." N. e.: 1.000 pts. Total: 98.000 pts.
Beca "Familia Francia’ . N. e.: 1.000 pts. Total: 68.000 pts.
Beca “ Vialeras Saleslanas". N. e.: 10.000 pts. Total: 140.000 pts.

INSPECTORIA DE SEVILLA
Baca
Beca
Beca
Beca
Beca

“ Miguel Velasco Pérez'. Sevilla. 100.000 pts.
‘ P. Monserrat". N. e.: 16.800. Total: 21.800 pts.
"Carmen H idalgo". Vda. de Cortés. Primera entrega; 40.000 pts.
‘ María Auxliiadora". Arch. Cádiz. N. e.: 1.000. Total: 99.000 pts.
-María Auxiliadora". Morón. N. e.: 4.000. Total: 100.000 pts.

INSPECTORIA DE VALENCIA
Beca "Juan Manuel’ . Doña Carmen Gómez. Total: 50.000 pts.
Beca "Virgen del P ilar". N. N. de Zaragoza. Total: 100.000 pts.

freno, sino un afán y un testim o­
nio. P adres son los que d an la vi­
da. P ero la vida no es exclusiva­
m ente un fenóm eno biológico. Es,
sobre todo, lanzam iento, y más
cuando se tra ta de la vida de fe.
E stas reuniones tienen la virtud
de inyectarnos esta confianza y es­
tím ulo en el cam ino em prendido
que, a veces, puede hacerse cuesta
arriba.

TR E S P R E G U N T A S
Y
TRES R ESPU ESTA S
M icrófono en mano, ei periodis­
ta h a recogido el testim onio de es­
ta celebración p ara ofrecerlo a los
lectores. Y h a hecho unas pregun­
tas a tres de los asistentes al acto.
Creem os que son muchos los p a­
dres de salesianos que, en su inte­
rior, responderán a estas p regun­
tas. Tam bién las hacem os p ensan­
do en ellos. A quí están:
1. ¿Qué sien te usted p o r haber
dado un hijo a la Congregación Saiesiana?
2. ¿Qué piensa usted d e los Saleslanos hoy? ¿Cómo v e a la Con­
gregación Salesiana?
3. ¿Qué dice usted hoy a su hi­
jo salesiano, a los Salesianos en general?
Y he aquí las respuestas de tres
padres:

D O Ñ A A N A M A R IA
SANZ
1. S iento m ucha alegría y de­
seo que siga adelante. E stoy muy
co n ten ta de que sea salesiano y
viva en la com unidad.
2. Los veo m uy b ie n .. Me p a­
rece una congregación necesaria
para la form ación de la juventud.
3. Mi consejo es que sigan sin
desanim arse y que n u nca se cansen
de en treg arse al apostolado.

rt

DOÑA A M PA R O
S A M M A R T IN
1.
Tengo u n hijo salesiano en
P arroquia de S anto D omingo Savio
de M adrid. Y siento un orgullo
grandísim o. Y tengo otro hijo que,
si Dios lo hubiera llam ado, tam ­
bién lo h ubiera entregado con m u­
cha generosidad.

D O N J O S E L U IS
B A R C IA ORTEG A

deberían dárm elos a mí. Un cristiano siem pre está necesitado de bue­
nos consejos p ara llegar a su p erar­
la 1.
S iento u n orgullo m uy g ran ­ se. Pero, y a que insiste, les digo
de y quiero que mi hijo siga ap ro ­
que cada día sean más fieles a la
vechando este tiem po y que llegue
ju v en tu d y a la m isión que se les
h a confiado.
a se r verdadero sacerdote y un
santo salesiano.

2.
P ara mí, los Salesianos son
una orden ex trao rd in aria encarga­
2.
¡Huy!, que los quiero m uchí­
da de las m isiones y de los jóvenes,
sim o y que hacen m uchísim o bien.
Y el periodista, con el rabo del
que es a lo que hem os de as­
Veo que es enorm e el bien que
micrófono en tre las piernas, se ha
p ira r todos, a com prenderlos y a
hacen.
retirado, pero que con m ucha ale­
llevarlos por el buen camino.
3.
Que sigam os todos adelante
g ría y dando g racias p o r esta ge­
A la congregación S alesiana la
y pensem os hacem os el bien los
nerosidad de entrega a Dios y a.
unos a los otros. Tengo un rec u er­ veo en auge, cada día m ás. Y veo
Don
Hosco lo m ejor de la familia:
que cada vez h ay m ejores cristia­
do tan grande de esta casa, que
1 ^ hijos. Y se h a hecho esta refle­
nos,
m
ejores
cooperadores,
m
ejo­
vino aq uí mi José, que venía los
xión que estim a m uy lógica: «Mien­
res salesianos, y todos dispuestos
domingos. Y Don Fila, que le he
tra s h ay a fam ilias cristianas d.e
a
serv
ir
a
Dios.
visto a q u í retratad o , q ue h a m uer­
esta categoría y de esta altu ra
to, era su consejero entonces, ¿sa­
3.
¿Qué diría yo hoy a los Sa­ siem pre h ab rá vocaciones». ^
be usted? Y bendita sea la hora
lesianos? Yo no soy quién p ara d ar
en que pisó esta casa.
consejos. Más bien los salesianos
M ariano G arcía Bonilla

no. coadjutores. Una buena noUcra, sobre todo
iigíosas.

Ílra“ S ™ , . : S ^ ^ ' ¿ c e f d o * S i e . " ' " ' y

i

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¿Tí T^ÍT^^.

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v;

r

EN
EL CORAZON
DE LOS ANDES
BOLIVIANOS
..?ií

A 3.825 metros de altura.
'■m Í T i í ^ l í k T

V

TüR r '

Diálogo en las orillas del
lago Titicaca.
i as.. 1?:
r

Esa región es el escenario geo­
Los últimos días de 1976, en
vuelo Branniff, me llevaron de gráfico del hombre “aymara”:
Lima a Solivia, en donde estuve hombre enjuto, en cuyo rostro
todo enero dando Ejercicios Es­ aprecié, como dibujado, un ric­
tus mezcla de tristeza y de resig­
pirituales y conferencias.
El padre Vallino, Inspector nación, como si preguntara: qué
Salesiapo de Bolivia, un día me hemos hecho nosotros para estar
montó en su Jeep y, a través del en esta situación de subdesarro­
Altiplano Boliviano, llegamos a llo, perteneciendo a una nación
Escoma, Misión Salesiana en vi­ tan rica cuanto expoliada por las
vo, donde no hay lugar para el “ multinacionales ”...
romanticismo, a pesar de que las
Ese hombre “aymara” es afa­
aguas cristalinas del cercano Ti­ ble, hospitalario, con lengua pro­
ticaca inviten a soñar. ¡Ojo con pia, de la que me dicen que es
el Titi, que sólo quiere decir
pobre de léxico (con muchas pa­
“forma de gato”!
¿Qué vi, que no vi?
Primero, tierras inmensas, in­ ESCOMAS (Bolivia): Los campesinos
mensas a todo lo largo y a lo an­
zampoña en la fiesta de
cho, ante las cuales La Mancha
no pasa de un simple portalito.
Tierras polvorientas, duras, po­
bres, bravias, hechas de parame­
ras, salpicadas de alguna que otra
mancha verde y de pequeñas ca­
sas con techo de paja, coronadas,
no por antenas de televisión, sino
por una cruz rudimentaria.
¿En esa inmensidad hay carre­
teras? ¡Ay de mí! Si el Jeep no
llega a ser japonés, se desarma.

labras españolas incorporadas),
pero muy armoniosa; con su cul­
tura, su psicología y religión de
tipo animista; hombre de una
sensibilidad artística, sobre todo
para la música y para las artes
manuales: la Feria de Alasita 77,
que be podido ver, habla a gri­
tos del hombre “aymara” como
creador de belleza plástica.
En esta geografía florecieron
culturas milenarias como la de
Tiawanacu.
En esas mismas tierras, a 180
kilómetros al Norte de La Paz,

de la altiplanicie boliviana tocan la
la Virgen del Carmen.

Grupo Folklórico Aymara: en las
festividades alegran la comunidad
con sus cantos y danzas.

vi también unos hombres de van­
guardia, hombres y mujeres de
Dios, que hacen Historia, sin pre­
ocuparse de escribirla; hacen His­
toria conviviendo y sirviendo a
los “aymaras”.

Allí, en la Misión Salesiana de
Escoma, me encontré con un mi­
sionero de la misma tierra y fi­
bra que Javier, P. Juan Carlos
Esquíroz, “oriundo” de la Ins­
pectoría de Barcelona. Desde el ; gre infectada a causa de las aguas, de distancia. Para cualquier pro­
después de poner a salvo a mu­ blema consultan al Padre.
primer momento sintonizamos.
C^n él tuve una larga conversa­ chas personas... Desde aqm'. Re­
— A pesar de todo ello, ¿han
ción, cuyo extracto Ies brindo:
mo, Wenceslao y Juanito, mi ad­
miración y abrazo... A las dos mantenido la fe cristiana?
-—Juan Carlos, ¿desde cuándo
Misiones Salesianas del trópico,
— De aquella manera, es decir,
estás aquí?
hay que añadir otras dos de las mezclada con supersticiones, ri­
—O)mo quien dice, soy recién Hijas de María Auxiliadora, Okitos, magia, sentimentalismo. La
llegado, llevo sólo desde el 15 de nawa y Villa Bush, donde las
religión primitiva del “aymara”
marzo del 75.
Hermanas se prodigan de verdad. es tan “mistérica” que sus fieles
Entonces la Misión estaba Para ellas también nuestro alien­ viven sumergidos en un ambien­
ya fundada.
to.
te de temor, y hasta de terror, a
— Sí, claro, la había iniciado,
lo que Ies pueda pasar. El “ayma­
nacía tres años, el padre José R.
ra” lo mismo da culto a la VirTriarte. En la actualidad la inte­
gran 55 comunidades, o peque­
Reanudando el hilo de la con­
ños villorrios, aparte las casitas versación con Juan Carlos, le pre­
diseñadas por el campo y la mon­ gunto:
taña.
— Los hombres del Altiplano
Además de la Misión de Esco­ parecen gentes muy necesitadas.
ma, los Salesianos de Bolivia tie­
— Si sólo lo parecieran; son
nen otras dos Misiones, situadas
muy
necesitadas y abandonadas
en el trópico, a unos 1.200 kiló­
en
el
aspecto humano y cristia­
metros de Escoma: San Carlos y no.
Sagrado Corazón. En ésta última,
t ^ misioneros acaban de escri­
— ¿Ven bien vuestra presencia
bir un capítulo glorioso, con mo­ aquí, entre ellos?
tivo de las inundaciones. El pa— Ver bien es poco. El hecho
^ e Remo y dos jóvenes polacos de haber estado sin sacerdote
4 í
han alimentado a una población unos cuarenta años, les ha hecho
de 525 personas durante 20 d ¿s; ávidos de Dios, hasta el punto
¿cómo? Se limitan a decir que de que vienen en busca del mi­
ha sido la Providencia que se sir­ sionero desde muchos kilómetros
vió de ellos. Puedo atestiguar que
^ trata de hombres que no salo que es ahorrarse, y sí lo
Esquíroz clausura un cur­
9ne es caer rendidos y con la san- El padresillo
de catequesís.

EN
EL CORAZON
DE LOS ANDES
BOLIVIANOS

gen y a los Santos, que acude a
ceremonias de brujería o al “yatiri” (adivino), en busca de so­
lución para sus problemas; y
siempre bajo el aspecto de temor.
En sus ritos, mezcla de elemen­
tos cristianos y religiones ances­
trales, utilizan signos como el in­
cienso, la coca, el pan, granos de
maíz, la papa, el vino, el alco­
hol...; todo ello para sus con­
juros.
— ¿En tal ambiente llega a ca-

lar la genuina fe cristiana, de mo­
do que podáis decir que vuestra
labor no es vana?
— Muy lentamente: es cues­
tión de mucha instrucción, pa­
ciencia y tiempo, porque consta­
tamos el mismo problema que el
misionero del período colonial, a
saber, frente a lo que el misio­
nero enseña se alza la fuerza po­
derosísima de la tradición ances­
tral, que en todo pueblo es lo
más difícil de desarraigar. Apar-

HDSPI tT
MARA

El 23
de agosto
de 1975
se inauguró
el Hospital
Aymara,
como se ve
en esta foto.

26

Fiesta de la Virgen del Carmen en
Chorazani. Los indígenas la alegran
con sonido de zampoñas y chiri­
mías.

te que el “aymara” es muy con­
servador, vive de cara al pasado,
de donde nace su exigencia de lo
tradicional, cualquier innovación
fácilmente lo desorienta.
— ¿Puede decirnos algunas de
las manifestaciones de tal tradi­
ción ancestral?
— Hay dos maneras más desta­
cadas: en una, por exceso de
“fe”, para cualquier cosa por in­
significante que sea, buscan la
bendición del “Padrecito”; en la
otra, ocurre al revés: aunque el
Padre Ies diga cómo deben pro­
ceder, tiene para ellos más fuer­
za lo que les dice el “yatiri” y
agoreros del lugar. Esto particu­
larmente se manifiesta en casos
de enfermedades en que ellos de­
terminan que el enfermo no se
ha de llevar al médico ni al hos­
pital, porque fatalmente es ésa la
enfermedad de que el paciente ha
de morir.
— ¿De la Religión Católica,
qué es lo que más les llama la
atenciónr*

— Las fiestas de la Cruz y las
fiestas de la Virgen que, a mi
parecer, son una herencia espa­
ñola. Asimismo veneran mucho a
Santiago, a quien suelen llamarle
d Señor del Rayo”, porque lo
ven blandiendo la espada, de la
cual sale como fuego. Cuando cae
un rayo cerca de la casa, se pre­
sentan al “Padrecito” pidiendo
“misa de rayo”, para aplacar al
Señor Santiago, el cual — pien­
san— Ies ha mandado el rayo co­
mo castigo por algo. También
sienten devoción por San Isidro,
a qmen en sus imágenes suelen
vestir a la usanza indígena.
— En su precaria economía, ¿el
hombre “aymara” vive angustia­
do?

I

Podemos decir de alguna
manera que no, porque el tiempo
ha hecho de su vivir precario ca­
si “su norma”, como si la vida
fuera eso. Pero de cuando en
cuando su fondo de insatisfacción
aflora a la superficie y buscan
ahogarlo en alcohol.






^Hemos hablado de escasez
de recursos, ¿cuáles son sus fuen­
tes de ingresos?
—^Muy impropiamente se pue­
de hablar de ingresos. Con todo,

Campesinos de Quiiima, con sus
sombreros «casi de hongo» y sus
buenas mantas, bien pertrechados
contra el frío de aquellas alturas.

malviven de la agricultura y ga­
nadería, rudimentarias por de­
mas. Cada familia busca tener co­
mo pequeño respaldo económico
unos chanchitos, ovejas, vacas...
— ¿En ellos se puede apreciar
progreso o mejoría de vida?
— Estoy por decir que no, de­
bido á la división y subdivisión
de los terrenos que recibieron en
la reforma agraria. Ello explica
las oleadas de campesinos hacia
la ciudad, en busca de un peque­
ño complemento.
— ¿Cuál es tu promedio de
—^No nos va faltando: en el
años de vida?
aspecto espiritual, son muchas las
— Aproximadamente entre 43- personas que nos ayudan con su
45. El índice de mortalidad in­
oración continua y sacrificio; en
fantil es muy alto: se calcula en el aspecto material; podemos ha­
un 70 por 100, debido a la falta cer escuelas (indispensables en la
de higiene doméstica y de aten­ buena Misión), hospitales, talle­
ción materna, en razón de que la res, iglesias, gracias a la colabo­
madre debe trabajar todo el san­ ración de grupos como “Opera­
to día en el campo. Cada matri­ ción Matto Grosso”, Cooperado­
monio suele tener de 11 a 12 hi­ res Salesianos de Madrid, nuestro
jos nacidos, de los cuales no so­ Rector Mayor, y la misma Ins­
breviven, después de los 7 años, pectoría Boliviana en su modes­
tia.
más de 3 ó 4.
— ¿Cuál es vuestra aspiración
máxima entre estos pobres de
verdad?
— No puede ser otra que tra­
bajar con ilusión, mucha ilusión,
porque todos lleguen a una vida
humana y cristiana; evangeliza­
mos civilizando y civilizamos
evangelizando. Y más haríamos,
si tuviéramos más medios, entre
otras cosas, para formar catequis­
tas nativos.

— ¿Recibís ajmda para vuestra
labor?

En el cursillo de alfabetización las
mujeres Aymarás se olvidan, a veoes. que también tienen que co­
m er...

En el tórrido enero del Altipla­
no, el sol está bajando. Son las
cinco de la tarde, en España la
una de la mañana. Nosotros de­
bemos emprender el regreso a La
Paz. En Escoma se quedan unos
lombres como proa de Evangeio. Quién tendría “valor” para
decir: que se arreglen... Si usted
quiere ayudarles, su dirección es:
^ Esquíroz, Misión Salesiana de
iscoma. Casilla 4458, LA PAZ
Bolivia); o, P. Javier Rubio
(ayuda para Escoma), Alcalá, 164
MADRID-28.
Desde aquí, Juan Carlos y
compañeros de la Iglesia confe­
sante, toda mi admiración... ^
ANTONIO CABELLO

su VIDA
POR IOS
GUAICAS
MURIO DON
JESUS GONZALEZ
MISIONERO EN
E l ALTO ORINOCO
geográfica, crearo n en mi u n a diEl día 22 de /ulio de 1976, a las
fícil situación de im portancia: la •
cu atro de la m añana, llegaba al
de no saber cóm o en terarm e del
aeropuerto de M adrid-Barajas el
desarrollo de los acontecim ientos ^
padre Jesús González Hernández.
q u e m otivaron su desaparición.
en vuelo procedente de Caracas.
Por fin, recibo una fotocopia de
T ras una larga ausencia de siete
la ca rta que, desde el V icariato
años pisaba de nuevo España sin
de Puerto A yacucho (Territorio
presentir, entonces, que serla la úl- j
A m azonas), enviara quien fue su
tim a vez en hacerlo. Por desgracia,
Obispo: M onseñor Enzo Ceccarclli.
así ha sido.
La c a rta iba dirigida a uno de sus
La noticia de su m uerte, acaecisobrinos, tam bién salesiano y Di­
da el prim er día del presente año j recto r del Colegio de Puebla de la
en ex tra ñ as circunstancias, causó,
C alzada: don Jesús G onzález Luis.
desde el prim er mom ento, una g ran . P or su interés, y movido p o r el
consternación en cuantos, fam ilia - 1 deseo de inform ar a cuantos le co­
res y am igos, tuvieron la suerte de : nocieron. la reproduzco casi en su
conocerle...
| totalidad:
Yo habla ido a p asar los últim os ^
* ♦ ♦
días del año a Bilbao, en compa-¡
ñla de un herm ano. De v u elta en |
c;.. Le contaré algo relaciona­
M adrid, me encontré con una lla-j
do
con su tío, el muy estim ado
m ada telefónica de urgencia co m u -.
y recordado padre González
meándome, todavía m uy confusa-;
(Q. E. P. D.).
m ente, lo acaecido. Mi nerviosism o |
El sábado prim ero de enero,
y dolor de los prim eros m om entos, ‘
a eso de las dos de la tarde.
sum ados a la n atu ra l separación

me llam aron por teléfono desde

Caracas (procura) para que sin­
tonizáramos la radio p articular
que tenem os los m isioneros pa­
ra com unicarnos (en ese día,
como todos los domingos, no la
sintonizábam os). P or este m e­
dio oí, con voz em ocionada,
cómo el clérigo Fuentes m e co­

municaba que el padre Gonzá­
lez h abía perecido al caerse de
un tractor. Apenas pude com­
prender detalle alguno. Le tran­
quilicé asegurándole que harta
todo lo posible por acercarme
a San Juan de Manapiare.
A unque e ra un día desierto
y de fiesta, tuve suerte. Con el
ciudadano Gobernador y espo­
sa, volé, en av io n eta de un sólo
m otor, a San Juan donde llega­
mos, después de 50 m inutos de
vuelo, a eso de los 3,15. (La
avioneta pertenecía a unos her­
m anos separados: los Evangé­
licos). Nos encontram os con to-

da la gente de Manapiare {alre­
dedor de unos 600), dolorida y
triste, rezando y velando el ca­
dáver del Padre, puesto en la
misma capilla.
¿Cómo sucedió el accidente?
En realidad no podemos preci­
sarlo: el Padre, juntam ente con
un señor y sus dos hijos (de 19
y 18 años) habían subido a un
tractor, manejado por el clérigo
Fuentes, para ver unos sembra­
díos hechos por unos campesi­
nos e indígenas. Pero al pasar
por debajo de unas ram as, el
mismo Padre dijo: ¡Agáchense,
que hay ramas! Lo hicieron y
siguieron el camino. A los dos
minutos se dieron cuenta de que
el Padre no estaba con ellos.
Se volvieron y lo encontraron

tendido en el suelo. Bajaron y
le auxiliaron, pero ya era tar­
de... Por el golpe que se diera
en la cabeza contra la parte
trasera del tractor encontró, sin
duda, la muerte. Parece, ade­
más, que una rueda trasera del
tnismo le pasó por la espalda,
aunque suavemente, pues tenía
(según la Hermana que lo arre­
gló) una señal, como de lapice­
ro rojo, formada por dos líneas
que le atravesaban la espalda
de parte a parte. Lo llevaron a
casa muerto, como constataron
después médicamente.
¿Cuál fue la causa de su caí­
da? El S eñor que llevaba a su
lado (no se dio cuenta, pues se
agachó como todos) dijo, como
también sus hijos, que el Padre

no llevaba el color de siempre.
A l subirse a l tra c to r p ara regre­
sar, después de h ab er visto los
sem bradíos, lo en co n traro n muy
pálido. Este mismo señor mani­
festó cómo, a pesar de haberle
dirigido dos o tres preguntas di­
rectas, no obtuvo de él respues­
ta alguna, como si estuviera dis­
traído. La noche anterior, ade­
más, al terminar la misa de me­
dianoche, no quiso ir a tomar
chocolate con su comunidad ni
con las Hermanas, pues dijo
sentirse m aí. Dejó, incluso, que
un velón (cuya duración es de
unas ocho horas) se derritiera
sin d arse cuenta. No sabemos
si por quedarse dormido o por
qué. Todos coinciden en que su
caída debió esta r m otivada por

San Juan de Manapiare, la misión fundada por don Jesús González entre la selva exuberante. En la revísta de
donde se ha tomado esta foto, dice en su píe: «¡Dios conserva ai padre González para que brínde a tu flore­
cimiento en el año dos mil!»

MISION

San F C R N A N O O

A ’

Surcando las aguas
del Orinoco,
don Jesús
contemplaba
y meditaba...

010 su VlOA POR LOS GUAICAS
cial para el año nuevo, a fin de
algiin vahído o m alestar que le
cum plir en todo con la volun­
privó del control.
tad de Dios, aún con la muerte,
L a población se m anifestó
si El así lo estableciera. Recor­
muy unida y me conmovió el
dó con emotividad sus treinta
hecho de que. apenas llegado
años de Ordenación y las 10.000
allí, me pidieran que fuera en­
m isas celebradas. Terminó augu­
terrado en ¡a iglesia. Tal deseo
rando a todos un año lleno de
fue escuchado. T raba/aron du­
bendiciones. Celebró la misa
rante toda la noche turnándose,
con mucho fervor —dicen las
al mismo tiempb, p ara rezar.
Hermanas— y especialmente las
El G obernador y su señora se
partes donde pudiera expresar­
quedaron allí h a sta la mañana
se algo de arrepentim iento...
siguiente. A las diez y media
¿Algún presentim iento? No lo
(24 horas después de su m uer­
sabem os. Pero lo que sí es cier­
te, acaecida a eso de las once
to es que fue un g ran misione­
de la m añana del día 1 de ene­
ro y un g ran religioso. Desde
ro) celebram os u na misa con el
el cielo velará por T erritorio que
Vicario ínspectorial, Ecónomo,
tan to quiso y por el que tan to
Procurador de las misiones y
se desveló”. (De la c a rta de
dem ás m isioneros que hablan
M onseñor Enzo Ceccarelli).
acudido a M anapiare en com ­
pañía de algunos aviadores muy
am igos del Padre. El pueblo es­
* ♦ ♦
taba allí todo reunido. Desde
Puerto A yacucho vinieron el Di­
rector de Educación del Terri­
M irando ah o ra hacia atrá s, tra ­
torio y el C om andante de las
to de reco rd ar m is im presiones.
F uerzas m ilitantes. En fin, que
Como sobrino, tuve la g ran alegría
se m anifestó el aprecio y el ca­ de recibirlo en B arajas en com pa­
riño hacia este m isionero insig­ ñía de dos salesianos m ás que me
ne y sacrificado, uno de los pri­ acom pañaron en e sa noche de es­
m eros de vanguardia y funda­ pera. M ás tard e, conviví con él en
M adrid, pocos días pues ten ía ga­
dor de S an Juan de M anapiare
n as de v isitar a los m uchos cono­
en 1957.
cidos de su Inspectoría (Sevilla),
Las H erm anas m e contaron
y en A ldeadávila de la R ibera (Sa­
detalles del Ultimo serm ón de
lam anca). donde residen casi todos
la m isa de m edianoche. M ani­
festó que se pidiera perdón a sus herm anos (en tre ellos, mi m a­
Dios las fa lta s com etidas en el dre). Desde el prim er m om ento, sin
año viejo y una bendición espe­ sftber qué, noté en él algo distinto

30

que, con los días, fue tom ando
cuerpo poco a poco... N o sabría
cóm o definirlo. Pero, al desarchi­
v ar ah o ra los «clichés» fotográficos
de mi m ente, las im ágenes hablan
p o r sí m ism as. Com parándolas, veo
siem pre lo mismo* un hom bre li­
bre.
P ara los que vivim os inm ersos
en un m undo ta n com plicado, su
sola presencia era noticia, pues ca­
recía de doblez o de segundas in­
tenciones. Al reco rd ar lugares, mo­
m entos y conversaciones puedo
com probar, ah o ra que el tiem po
me h a librado de apasionam ientos,
cóm o sus p alab ras y personalidad,
no hechas p ara el doble lenguaje
de nu estro s m eridianos, d esp erta­
b an siem pre la ex tra ñ a sensación y
de esos ruidos de m áquina cuyos
en g ran ajes no en cajan ni sintoni­
zan. Q uizá p o r esto m anifestaba
q uerer volver en seguida y h u ir de
n u estras com plicaciones.
Dios llam a siem pre a los escogi­
dos. A él p ara tra b a ja r en los pri­
m eros puestos de las trin ch eras de
su Reino... De aquí. creo, su inco­
modidad en puestos de reta g u ar­
dia y de p risa p o r resp ira r aire
limpio. Cual tigre herido, fue a mo­
rir a la soledad de selva, lejos de
los suyos y donde, parece, está i
Dios m ás cerca.
Con las m ism as lágrim as que él
dejaba, al p artir, lloram os ahora
su au sen d a . 4
ALEJANDRO MURIAS

nuestra
Barcelona: Doy gracias a María
Auxiliadora y a San Juan Bosco por
muy importantes favores recibidos,
y envío una limosna. Dolores Pé­
rez F.
Ponferrada (León): Me encontra­
ba con unas fiebres altas y com­
plicación. me encomendé a María
Auxiliadora y hoy me encuentro cu­
rado. Hago público mi agradecimien­
to y envío una limosna. Manuel
Martínez Gómez.
Córdoba: Doy gracias a María
Auxiliadora por varios favores reci­
bidos. He podido solucionar varios
problemas que dificultaban mi vida
doméstica. Sigo pidiendo su protec­
ción para conseguir conformidad a
la voluntad de Dios. R. Hernández.
Villacalabuey: Doy gracias por la
curación de mi hijo. Demetrio Car­
vajal.
El Barquero (La Coruña): Hago
público mi agradecimiento a nues­
tra Señora Madre María Auxiliadoy a San Juan Bosco, y envío una
limosna, por los muchos favores
recibidos. Antonio Beaz Peréiras.
Bilbao: Doy gracias a María Auxi­
liadora por haber salido bien de una
difícil operación. Miguel González,
Castellón: Envío una limosna de
agradecimiento por un favor recibi­
do. Viéndome muy apurada, me erv
comendé a Don Bosco y a María
Auxiliadora, y rápidamente solucio­
né todo. Rosa de Castellón.
Albacete: Hago público mi agra­
decimiento y envío un donativo por
varios favores recibidos de la in­
mensa bondad de María Auxiliado­
ra. María Dolores Romero Bleda.
Pozoblanco: Doy gracias a María
Auxiliadora por varios favores reci­
bidos y envío una limosna. F. R. C.
Celanova: Envío una limosna de
agradecimiento a María Auxiliadora
por varios favores recibidos. A, A.
Puobla de la Calzada: Urgente­
mente tuvieron que intervenir a un
hijo mío a causa de una apendicitis aguda. La operación fue compil­
a d a y con resultados infecciosos.
En tan apurado trance, invoqué a

María Auxiliadora. Gracias a tan
buena Madre, se fue recuperando
por completo. Por éste y otros fa­
vores entregué al Colegio. Salesiano una limosna para su culto. Una
devota.
Monzón: Envío una limosna en
acción de gracias a María Auxilia­
dora por haber salido con éxito de
una operación. Eugenia Mondús.
León: Sentía fuertes dolores en
todo el cuerpo, sobre todo, en las
manos que se me están poniendo
paralíticas, pues tengo los dedos
retorcidos y nudosos. Me encomen­
dé a María Auxiliadora y a San Juan
Bosco y mejoré. También agradez­
co que mi esposo haya experimen­
tado su protección, pues el año
pasado tuvo unos ataques epilécticos. y no le han vuelto a dar. Ha­
cemos público nuestro agradeci­
miento y enviamos una limosna.
Brígida Mata Natal.
Linares: Doy gracias a María
Auxiliadora por encontrarme mejor
de salud y haber experimentado su
ayuda en un problema de trabajo.
Envío una limosna. María Rodríguez.
Algeciras: Muy agradecida a Ma­
ría Auxiliadora por un gran favor
recibido, envío una limosna para
las misiones salesianas en el Ter­
cer Mundo, en especial para Vyasarpadi. Eugenia Enríquez de H.
Algeciras: Doy gracias a María
Auxiliadora por la terminación de
la carrera de mi hijo, y envío una
limosna para las misiones salesia­
nas, en especiai para la obra del
Padre Schiooz. Carmen Osteret de
Cardona.
Algeciras: Muy agradecida a Ma­
ría Auxiliadora por un favor recibi­
do, envío una limosna para las mi­
siones salesianas del Padre Schiooz
de Vyasarpadi en la India. Ana Os*
teret Medina.
Salamanca: Dando gracias a Ma­
ría Auxiliadora por favores recibi­
dos. envío una limosna para las
Obras Salesianas. C. B.
Salamanca: Por muchos favores
recibidos de María Auxiliadora en­

vío un donativo para las obras sa­
lesianas. y deseo se publique en el
Boletín Salesiano para estímulo de
quien desee recibir gracias de tan
buena Madre. S. Hernández.
Cañizo (Zamora): Hacemos públi­
co nuestro agradecimiento a Maria
Auxiliadora por favores recibidos y
enviamos una limosna. Rosario Conzález, Carmen González, Desiderio
Montaña y Paulina Raposo.
Barcelona: Enviamos un donati­
vo de agradecimiento a María Auxi­
liadora por haber escuchado nues­
tras oraciones en la enfermedad de
nuestro hijo David. Antonio Francis­
co Garrido.
Bustio-Ribadedeva-Asturias: Que­
remos manifestar nuestro agrade­
cimiento a nuestra Madre la Virgen
Auxiliadora. Son muchos los favo­
res que le debemos. También envia­
mos una limosna para la Obra
de María Auxiliadora. Muy agrade­
cidas. Hermanas Delgado-Alies.
Salamanca: Por un favor recibido
de María Auxiliadora así como por
la gracia obtenida en mi favor, sa­
liendo perfectamente de una ope­
ración que puse en sus manos, de­
seo sea publicada en el Boletín Sa­
lesiano. E. Sánchez y Mari Tere
Calvo.
Orense: cCreo hacer un gran fa­
vor a todos, testimoniando mi con­
fianza en María Auxiliadora. En es­
tos tiempos en que todo o casi to­
do parece fallarnos. Ella no deja de
auxiliarnos con sus atenciones. Una
vez más he acudido a María Auxi­
liadora con filial confianza, y me
ha atendido. Por eso envío una li­
mosna y ruego se publique en el
Boletín Salesiano». Edita E.
Orense: Doy las más expresivas
gracias a María Auxiliadora y a San
Juan Bosco por un favor que me
concedieron y entrego una limosna
para los pobres de Vyasarpadi. M.
P. R.
Salamanca: Por favores recibidos
de María Auxiliadora envío una linx>sna y deseo se publique en el
Boletín. T. G.

31

FUERON

Reverendo don Rafael Conde Her>
nández t en Cádiz, el 5 de febrero
de 1976, a los sesenta y dos años
de edad, después de una dolorosa ;
enfermedad, sufrida con fortaleza
cristiana.
Su sepelio constituyó una mues­
tra impresionante de amor, de her- ,
manos saleslanos, de alumnos y .
demás miembros de la familia saleslana. la misa de cópore insepul- ,
to, presidida por el padre Inspector, '
fue concelebrada por unos treinta j
sacerdotes de la ciudad y casa saleslana vecinas.
Había nacido en Cabeza de Ca­
ballo (Salamanca), en el seno de
una familia cristiana. Ordenado sa­
cerdote. trabajó en el apostolado
sateslano en los colegios de Utre­
ra, Alcalá de Guadaira, Pozoblanco,
Campano. Sevilla-Trinidad, SevillaMacarena, Cádiz. Puerto Real y Je­
rez. Sus numerosos exalumnos re­
cuerdan su dedicación a la enseñan­
za.
Humanamente fue siempre muy
acogedor a todos cuantos se acer­
caban a él. Tuvo un gran amor a la
Congregación Saleslana, por la que
entregó su vida. Su devoción a Ma­
ría Auxiliadora fue intensa y supo
propagarla entre sus alumnos y de­
más personas con quienes estaba
relacionado pastoralmente.
Descanse en paz el hombre bue­
no, el saleslano trabajador, el sacer­
dote celoso.

Don Jesús González Rodríguez,
Cooperador del centro de la Funda­
ción Masaveu de Oviedo, nos ha
dejado para irse a la casa del Pa­
dre. Falleció el día 31 de enero, co­
mo para festejar en el cielo el día
de San Juan Sosco. Durapte siete

i n;

32

A

LA

CASA

DEL

PADRE

miento. y conformidad y entrega a
la voluntad del Señor.
Nuestro Centro siente esta pér­
dida y se une a su esposa y a sus
hijos en el consiguiente dolor. Que
la paz dé Dios brille para él en el
cielo.

meses soportó, con resignación
cristiana su dolorosa enfermedad.
Era de los primeros Cooperadores
de la época clásica de Masaveu, en
los tiempos de Don Fila. Deja es­
posa y dos hijos. Uno. Maestro In­
dustrial, con el título de esta Fun­
dación. La hija es profesora de EGB.
Era puntual a las reuniones, el
que ponía entusiasmo y alegría a
todos sus compañeros, especial­
mente en las excursiones, con sus
cantos y sus gracias.
Todos los años organizaba la
«Operación Pitillo» en favor de los
ancianos.
El barrio lo conocía por el «Niño
Jesús», por su trato ameno y ale­
gre, fruto de su sentir el estilo salesiano. «Tú ya no eres el de antes,
le decían sus amigos. Has cambia­
do». claro que sí, como se lo pe­
día su modo de sentir y vivir la vi­
da cristiana y como su manera de
ser apóstol. El sacerdote que lo vi­
sitaba quedaba edificado por su re­
signación, fervor y ansias con que
besaba el Cristo como arrepenti­

7^ 7

Señor don Manuel Márquez Ro­
mo t en Sevilla, el 1 de septiembre
de 1976, a los treinta y ocho años
de edad. Obrero del Colegio Salesiano de la Santísima Trinidad, des­
de hace diecisiete años, fue para
todos un hombre bueno, demostran­
do su cariño y entrega a su fami­
lia, superiores y compañeros. Su­
frió mucho en esta vida. Que el Se­
ñor lo haga feliz en la otra.

Doña Dorinda Gándara Alonso t
en Rairiz de Veiga (Orense), el día
19 de enero de 1977, a los setenta
y nueve años de edad. Fue su muer­
te serena y tranquila, como su vida,
llena de fe profunda y caridad para
con todos, alimentada con el pan de
los fuertes cotidianamente, aun a
costa de grandes sacrificios. Profe­
saba un amor entrañable a la San­
tísima Virgen. El rosario era su
compañero inseparable.
Prestó generosamente su ayuda
a las necesidades de la parroquia
y al decoro de la iglesia. El pueblo
mismo la calificó como «columna
de la parroquia». Era la tercera de
14 hermanos, cuatro de ellos salesianos: don José Gándara, don An­
tonio, don Luis y Sor Virginia. Ma­
dre de seis hijos, todos completa­
ron su formación en los colegios
salesianos. Dos de sus hijos son
hoy salesianos: Sor Dorinda y Sor
Salve. Descansa en paz.

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mente en la basílica del Sagrado Corazón de
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criben en ella.
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1-— Puede inscribirse uno a sí mismo y a otras
personas, vivas o difuntas, por las que
quiere pedir o sufragar.
2.
—La inscripción, que es nominal, se efectúa
previa aportación, por una sola vez. de una
limosna equivalente al estipendio de una
misa en la propia diócesis.
3.
—La inscripción se acredita con una cédula
en la que consta nombre y apellidos de la
persona inscrita, por lo que se ruega clari­
dad al enviar dichos datos.
Para la Inscripción dirijase a;
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En filmina, 285 pesetas.
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Cassette. 300 pesetas.
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Alcalá. 164.— MADRID • 28

I.

LOS JOVENES
ANTE SI MISMOS

DOCE TEMAS: Personalidad. Volun­
tad. Vocación. Sexualidad. Juventud
actual. Amistades. Chicos ■Chicas.
Tiempo libre, Fe. Esperanza. Cari­
dad. Oración.
Doce diapositivas para cada tema.
144 diapositivas: 1700 ptas.
Cassette: 300 ptas,

II.

LOS JOVENES
ANTE EL MUNDO

DOCE TEMAS: Participación. Socie­
dad de consumo. Trabajo. Cuestión
social. Compromiso. Viviendas. Emi­
gración. Analfabetismo. Explosión
demográfica. Hambre. Guerra. Vio­
lencia.
Doce diapositivas para cada tema.
144 diapositivas: 1700 ptas.
Cassette: 300 ptas.

III. LOS JOVENES
EN SU AMBIENTE
DOCE TEMAS: El diálogo, actitud
de vida. La familia. Conflictos fami­
liares. Autoridad y libertad. La pan­
dilla. El grupo de amigos. El grupo
apostólico. Profesión: estudiante. La
juventud trabajadora. El tiempo li­
bre. En la sociedad de consumo.
Medios de comunicación social.
Doce diapositivas para cada tema.
144 diapositivas: 1700 ptas.
Cassette: 300 ptas.
UTILIZACION; Encuentros de Refle­
xión. Convivencias. Retiros. Ejerci­
cios y Jornadas de Espiritualidad.
Charlas formatlvas. Curso de Orien­
tación Universitaria.

PEDIDOS:
Central Catequística Saleslana
Alcalá, 164.—MADRID - 28.